58. Julia Puig Soto - Guia Lunar

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Gracias

por comprar la Guía Lunar y por apoyar mi trabajo. No sabes cuánto agradezco y valoro tu interés y tu apoyo, significa mucho para mí. Deseo que disfrutes mucho la guía y que te ayude a comprender y trabajar con las energías de la Luna y a conocerte mejor. Te pido, y seguro que me entiendes, que valores mi trabajo y no compartas la Guía en Internet o por ahí. Tiene muchas horas de trabajo detrás y muchísimo amor y cariño. Espero que la disfrutes muchísimo, de corazón.

Todo el texto es original de Julia Puig Soto @juliapuigsoto, así como el diseño en ebook. La portada y el diagrama lunar descargable son diseños originales de Luz Bella Soria Marcos @nur.arte

____ Índice 01

INTRODUCCIÓN

Descubre en qué puede ayudarte conectar con la Luna, cómo ha sido la relación con nuestro satélite a lo largo de la historia y qué puedes encontrar en este ebook.

02

LUNA EXTERNA En esta sección te cuento qué fases tiene la Luna que vemos en el cielo, y cómo nos afecta cada una de ellas. Además te hablo de tu fase lunar natal y tu retorno lunar mensual.

03

LUNA INTERNA

En este apartado te hablo de tu ciclo menstrual, de cómo se relaciona con el ciclo lunar, y de los cuatro arquetipos viven en ti que conectan ambos ciclos.

04

CÓMO INTENCIONAR CON LA LUNA Aquí te cuento cómo trabajar con la Luna, aprovechando la energía de la Luna nueva para intencionar, plantar semillas y prepararte para ver crecer en tu vida lo que deseas.

05

PRÁCTICAS PARA CONECTAR CON LA LUNA Descubre cómo integrar la energía de nuestro satélite en tu día a día con esta sprácticas para trabajar con ella e ir profundizando vuestra relación.

06

RECURSOS Descarga aquí tu diagrama lunar para seguir el ritmo de tu ciclo, encuentra una guía de las Lunas llenas del año y mucho más.

01

INTRODUCCIÓN

Todo en la Naturaleza es Cíclico

T

odo en la Naturaleza es cíclico. Desde el paso de las estaciones al ritmo de las mareas; todo sigue una pulsación, un ir y venir, nada es constante. El ritmo del cambio es el ritmo del Universo. La Luna es quizá el mejor símbolo de estos ciclos naturales, y también lo es nuestro ciclo femenino. Ambos están íntimamente conectados, y por eso conocer la naturaleza de esa conexión es una fase muy importante cuando, como mujer, inicias una relación energética con la Luna y su poder. Pero esta conexión con la Luna puede ser mucho más potente; conociendo cómo funciona su ciclo, la energía de cada fase y cómo aprovecharla, puedes dejar que su influencia penetre en tu vida y aprovechar los momentos más propicios para cada proceso que emprendas. Además, cada Luna nueva tenemos la oportunidad de reflexionar sobre nuestra vida, de plantar intenciones, que son como semillas que, regadas con la luz de la Luna y con nuestro trabajo diario, van creciendo y dando frutos, creando y materializando en nuestra vida lo que antes sólo estaba en nuestros sueños.  Mi intención con esta guía es que comiences a desarrollar tu relación con la Luna. Como este vínculo es complejo y tiene varias facetas, he dividido la guía en varias partes para que puedas primero comprenderla a ella y después, observando su efecto en ti misma, comprenderte a ti.

GUÍA LUNAR ©

JULIA PUIG SOTO

En el apartado Luna Externa te cuento cómo funcionan los ciclos de la Luna, qué fases atraviesa cada mes y para qué es propicia cada una de ellas. Después, en el apartado Luna Interna, te hablo de tu ciclo menstrual, de cómo cada fase de él se corresponde a su vez con una fase del ciclo lunar y también con un arquetipo que vive en ti, y te invito a explorar esa relación y familiarizarte con ambos ciclos y con la manera en la que coexisten en ti. Después hay un apartado que se llama Cómo intencionar con la Luna, en el que te cuento mi método para trabajar con cada ciclo lunar: plantar intenciones, averiguar en qué zona de tu vida afectará cada luna nueva o llena utilizando tu carta natal, utilizar la energía de los signos zodiacales para trabajar temas propios en tu vida… y te explico cómo llevo yo mi diario lunar. Por último encontrarás un apartado que se llama Prácticas para conectar con la Luna en el que te detallo algunas cosas que puedes hacer para conectarte con ella en tu día a día. Al final del todo, en el apartado de Recursos, encontrarás un diagrama lunar descargable para que puedas llevar el registro de tu ciclo menstrual en relación con el ciclo lunar, una lista con los nombres de las lunas llenas del año, y una guía rápida con las energías de cada signo del zodiaco para que utilices en tus rituales de Luna nueva.

El ser humano siempre ha mirado a la Luna para entender el mundo que tiene a su alrededor, en lo externo, y también el mundo que tiene dentro, el interno. Los primeros calendarios que se conocen fueron lunares: nuestros antepasados utilizaban las fases de la Luna para llevar un registro del paso del tiempo. Se dice que fueron las mujeres las que comenzaron a medir el tiempo utilizando como referencia sus ciclos menstruales, que se solapaban con el viaje mensual de la Luna. Si observamos la Venus de Laussel, una de las obras clave del arte paleolítico que representa una figura femenina sosteniendo un cuerno de bisonte, podemos descubrir que en el cuerno que muestra la figura hay trece rayas grabadas, el mismo número de lunas llenas que tiene un año completo y también el mismo número de menstruaciones que tienen muchas mujeres a lo largo del año (esto no es exactamente cierto para todas las mujeres, porque cada mujer tiene un ciclo menstrual de diferente duración, pero la media se encuentra en 28 días, mientras que el ciclo lunar completo dura 29,5 días), lo que da a entender que las mujeres utilizaban sus ciclos

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(y los ciclos lunares) para medir el tiempo. Tambien hay evidencias de que hace treinta y cinco mil años, nuestros antepasados utilizaban piedras y trozos de hueso partidos para llevar la cuenta de las fases lunares y medir así el tiempo transcurrido. La mujer se ha relacionado con la Luna desde hace miles de años; la Luna creciente se asemejaba a la mujer embarazada, cuyo vientre va creciendo mes a mes hasta llegar a la plenitud de la Luna llena, y la Luna nueva, cuando ella y el Sol se encuentran en el mismo grado del zodiaco, se relacionaba con la relación sexual entre el hombre y la mujer. Además, las fases de su ciclo menstrual recordaban muchísimo a las fases de la Luna, comenzando con un período introspectivo, seguido por un período de expansión hasta llegar al culmen del ciclo (la Luna llena o la ovulación) para después ir retrocediendo poco a poco hasta retornar al punto de partida. Teniendo en cuenta todas estas sincronicidades (ciclos de duración parecida, con fases parecidas) no es extraño que nuestros antepasados relacionaran la Luna con la mujer.   Observando la correlación mencionada entre el ciclo menstrual y el de la Luna, se atribuyeron a la Luna características femeninas, personificándola como la Gran Diosa: un símbolo de la energía femenina que crea vida (ovulación) y la destruye (menstruación) de manera cíclica, del mismo modo que la Luna crece y decrece todos los meses. Así, la Luna pasó a simbolizar el cambio y la transformación: su capacidad de llenarse y vaciarse sin perder su esencia lleva a pensar el el crecimiento, la plenitud, la transformación y el nuevo renacimiento. En la Naturaleza, todas las cosas sufren ese mismo ciclo de transformación; los seres vivos, las plantas, los animales, son un espejo de cómo la vida se crea, se completa y se destruye a sí misma para volver después a nacer de nuevo renovada. Tras esta asociación de ideas era inevitable identificar al hombre con el Sol; sus ciclos son lineares y predecibles, pues las hormonas de ellos no son tan cambiantes, y es el compañero complementario de la Luna.

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En astrología, el Sol y la Luna son los dos símbolos básicos de nuestra personalidad; la conciencia y la inconsciencia, la luz y la sombra, el día y la noche. Ambos comparten un eje de polaridad, tanto en el mundo físico en el que uno reina sobre la luz y la otra sobre la oscuridad, como en el mundo psicológico, donde el Sol nos habla de nuestra conciencia objetiva, de nuestra esencia pura, de lo que somos conscientes de ser e irradiar, mientras que la Luna es el territorio de nuestro inconsciente, de lo emocional e intuitivo, nuestra vida interior, nuestro refugio profundo. Ambos se necesitan el uno al otro; existen en base a su relación, su baile mensual que está representado para nosotros por las fases de la Luna. Y es que, como te explicaré en el apartado de la Luna externa, las fases de la Luna no son sólo cosa de ella; ambos están involucrados en el aspecto que presenta la Luna cada noche. La Luna es un astro sin luz propia; su brillo es resultado del reflejo de la luz que le envía el Sol. Así, la fase en la que está la Luna depende de su relación con el Sol: si están enfrentados, ella podrá reflejar toda la semilla solar que él envía (cuando se da la Luna llena), mientras que si están juntos, ella no reflejará nada (Luna nueva). La fase lunar es un indicativo de cómo está el baile entre ambos, de su distancia en el cielo; habría que hablar quizá de ‘’fases solilunares’’, para terminar con este mito de que es la Luna quien cambia sola, sin influencia externa, cada noche.

La Luna y nuestro cuerpo físico

Fisiológicamente, en astrología la Luna se relaciona con nuestro aparato digestivo, nuestro sistema linfático, los pechos, y los órganos sexuales (útero, ovarios…). Tiene sentido, porque en nuestra carta natal, la Luna nos aporta información de nuestro inconsciente, la manera que tenemos de procesar las situaciones que nos hacen sentir inseguros o nos descolocan (es decir, cómo ‘’digerimos’’ nuestras experiencias emocionales), y también de la relación con nuestra madre, de lo que nos hace sentir seguros y queridos, como si fuésemos de nuevo niñas al pecho de mamá. También está muy relacionada con nuestro mundo emocional, las reacciones inconscientes que tenemos o los estallidos que no podemos controlar. Todo aquello que escondíamos dentro y se activa con un interruptor emocional está relacionado con la Luna. Además, la Luna tiene un efecto físico sobre nosotras: una terapia que se utiliza habitualmente para regular la ovulación en mujeres de ciclo menstrual irregular consiste en dormir con una luz encendida en los 3 días que rodean a la ovulación, imitando la luz que brillaría en el cielo en una noche de Luna llena.

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¿De qué manera afecta la Luna a los seres vivos? Que la Luna tiene un efecto físico sobre la Tierra y quienes la habitamos es de sobra conocido por todos. No hay más que observar las mareas para darse cuenta de que su influjo es poderoso. Pero no sólo afecta al océano, sino en general a todos los líquidos del planeta -por eso nosotros, que somos un 70% agua, notamos también su efecto, tanto físicamente, en forma de hinchazón y retención de líquidos, como emocionalmente-. También las plantas se ven influenciadas por la Luna: durante la Luna nueva el flujo de la savia (es decir, el líquido de la planta) se concentra en la raíz. Su crecimiento no se ve de manera externa, pero por dentro, bajo la tierra, la planta está haciendo su trabajo interno. Del mismo modo nosotras, durante la Luna nueva, nos volvemos hacia dentro para plantar semillas de intención, reflexionar y planificar nuestro próximo crecimiento externo, es decir, trabajamos en nuestras raíces. Conforme la Luna gana luz, la savia de las plantas va ascendiendo por el tronco y cuando llega el plenilunio ya se encuentra en las ramas, hojas, frutos y flores, del mismo modo que nosotras nos volvemos expansivas y abiertas; el ambiente está cargado de energía y todo en la Tierra lo siente. La antigua sabiduría agrícola de nuestras abuelas indicaba qué momentos eran propicios para plantar, sembrar o cosechar en función del calendario lunar, y nuestro satélite también afecta a los animales y sus comportamientos. Del mismo modo nosotros podemos sentir su efecto, y está comprobado que cuando la Luna está llena suceden más nacimientos y también más accidentes de coche o episodios de agresividad humana.

¿De qué manera afecta la Luna a nuestras emociones? En el mundo espiritual las emociones están muy relacionadas con el agua, y como ésta también se ven afectadas por los movimientos de la Luna. En Luna nueva podemos sentirnos más introspectivas, reflexivas, sin ganas de estar con nadie o de hacer grandes planes. La calma y la necesidad de recogimiento dominan. Conforme la Luna va ganando luz tu puedes sentirte feliz, eufórica, llena de energía; muy motivada para crear, empezar proyectos… cuando llega la Luna llena quizá te sientes enfadada, tensa, o de mal humor. Esto es así porque la energía en el ambiente es muy intensa con la Luna llena, y también porque quizá tengas problemas para dormirte o para descansar, haciéndote sentir cansada y revuelta. Después, durante la Luna menguante, quizá te sientas con menos ganas de pelear o de sostener conflictos; tu energía te llama hacia dentro, a dejar ir rencores y tensiones, a eliminar de tu vida aquello que no te hace bien.

COMO LA LUNA,  NECESITAS TIEMPO Y PASAR POR VARIAS FASES PARA VOLVERTE LLENA.

RESPETA TU PROCESO

Luna

EXTERNA

02

LUNA EXTERNA

El viaje mensual de la Luna

L

a Luna pasa por varias fases en su viaje mensual de ganar y perder luz. Pueden hacerse muchas divisiones de este camino, desde la más simple, que consiste sólo en dos fases -cuando está ganando luz y cuando está perdiéndola- hasta el sistema más complejo que contiene ocho fases. La energía de cada fase puede percibirse en el cielo durante la noche aunque no se vea la Luna desde donde estás, y si eres capaz de conectar con tu guía interna y aprender a escucharte, también puedes sentirla dentro de ti. Te recomiendo que te descargues en tu móvil una app que te informe de cómo de llena está la Luna en cada momento, para que puedas ir monitorizando en qué fase se encuentra, aprovechar la energía disponible de cada una y observar el efecto que cada una de ellas tiene en ti individualmente. Hay muchas apps que puedes utilizar; la que yo empleo se llama Moon Calendar pero cualquiera sirve. Es importante que muestre no sólo la fase lunar, sino también el signo en el que está, pues eso también colorea la energía del momento. También algunas apps, como la mía, te permiten introducir tus datos de nacimiento y así puedes ir viendo qué casa astrológica de tu carta natal está transitando la Luna en cada momento, y obtener información aún más personalizada sobre la energía disponible para ti

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El signo en el que se encuentra la Luna en un momento dado es el mismo para todo el mundo, mientras que la casa que transita es específico para cada persona según su carta natal. (También puede calcularse una carta genérica con un sistema de casas partiendo del ascendente Aries.) Más adelante te explicaré cómo trabajar con esta información.

El ciclo de la Luna puede dividirse esencialmente en dos fases amplias, de quince días cada una: la quincena clara y la quincena oscura. Durante la quincena clara, que va desde la Luna nueva a la Luna llena, la Luna va ganando luz y pasa de estar un 1% iluminada, a un 100%. Después, durante la quincena oscura, que transcurre desde la luna Llena hasta la Luna nueva, la Luna va perdiendo luz día a día, retornando desde el 100% de iluminación al 0% con la siguiente Luna nueva. Esta división de fases lunares es la más sencilla: o la Luna está ganando luz o está perdiéndola. La división en dos fases del ciclo lunar nos presenta con dos hemiciclos, el creciente y el menguante; cada uno de ellos posee una energía diferente. Durante la primera mitad del ciclo, cuando la Luna crece en el cielo, se siente el impulso de crecimiento: de manera inconsciente e instintiva buscamos construir estructuras que apoyen y sostengan el crecimiento de las semillas que plantamos en la Luna nueva. Conforme la Luna va ganando luz, también aumenta la conciencia que tenemos acerca de lo que está sucediendo (relacionado con los temas e intenciones de la Luna nueva), y, cuando llega la Luna llena, se produce una iluminación de conciencia: comprendemos algo clave, hacemos consciente algo que hasta entonces era inconsciente. Después, cuando la Luna pierde luz, lo que aumenta es el entusiasmo por compartir lo aprendido, por integrarlo, observarlo, quizá reflexionar sobre ello en nuestro cuaderno o en conversación con alguien de confianza, para poder poco a poco incorporarlo a nuestra esencia mientras el ciclo lunar va consumiéndose y convirtiéndose en abono para el próximo que va a comenzar.

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Como todos en la Tierra (plantas, mareas, animales, y por supuesto nosotras) sentimos el influjo de la Luna, nosotros también pasamos esencialmente por dos fases energéticas a lo largo del mes. Durante la quincena clara, mientras la Luna gana luz, sentimos energía y poder, nos enfocamos en nuestras metas y lo que queremos lograr, trabajar y crear no cuesta esfuerzo, sino que fluye sólo porque nuestra creatividad interna está deseando expresarse; la Luna nos anima a crecer con ella y florecer al máximo de nuestro potencial. Después, durante la quincena oscura, sentimos el llamado de ir hacia dentro; conforme la Luna pierde luz la cuevita nos llama, nos sentimos más introspectivas, preferimos la observación a la acción, sentimos la necesidad de limpiar y organizar nuestros espacios, nuestras relaciones y nuestra mente; es momento de dejar ir lo que ya no necesitamos, hacer balance del ciclo vivido, purificar y descansar para comenzar el ciclo más ligeras tras la Luna nueva. Por eso, durante la quincena clara es el momento perfecto para comenzar nuevos proyectos, hacer entrevistas de trabajo, presentar propuestas, cortarte el pelo para que crezca rápido (luna creciente) y abundante (luna llena), estudiar y aprender… mientras que la quincena oscura es propicia para hacer procesos depurativos (detox alimenticio, de redes o de pensamientos), soltar algún hábito que no te haga bien, terminar relaciones, cualquier procedimiento que implique agujas o material quirúrgico (operaciones, piercings, tatuajes) y depilarte o cortarte el pelo para que crezca lento y mantener el corte que quieres.

Más allá de esta clasificación dual simple del estado luminoso de la Luna, durante su viaje mensual pueden distinguirse distintas fases. Hay astrólogos que utilizan una división de cuatro fases: Luna nueva, cuarto creciente, Luna llena y cuarto menguante. Otros, sin embargo, añaden otras cuatro fases más para poder describir con más detalle la energía disponible de la Luna en cada momento. En esta guía voy a presentarte sólo la división simple en cuatro fases, porque siento que con ella ya se puede realizar un trabajo profundo con la energía lunar y no quiero complicar mucho las cosas si no sabes de astrología.

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Antes de comenzar, voy a hablarte del ciclo lunar como si fuera el crecimiento de una planta, para que te hagas una idea de cuáles son las energías que están en acción en cada momento. Todo comienza en Luna nueva: la semilla se hunde en la tierra fértil y la vida empieza a brotar. Lo ideal es que esa semilla vaya cargada de una intención determinada que quieres hacer florecer durante este ciclo lunar (más tarde aprenderemos cómo hacer esto). Entre la Luna nueva y el cuarto creciente, los pequeños broten van surgiendo y la planta va logrando establecer sus estructuras propias: su tallo, sus ramas, sus raíces... que le servirán para acoger y sostener la flor, el regalo, la promesa de la iluminación de conciencia que va a darse cuando llegue la Luna llena. Es una fase de esperanza por lo que viene, de trabajo y de preparación. Cuando por fin la Luna está llena, completamente iluminada por el Sol, se produce esa iluminación de conciencia que te comentaba: comprendes algo clave, se te revela algo, parte de tu inconsciente pasa a ser consciente. La planta florece; ha recibido su regalo, se encuentra llena de significado, cumpliendo su propósito vital. Después la Luna comienza a perder luz; en nosotras comienzan las ganas de compartir lo que hemos aprendido, de expandirlo, enseñarlo e integrarlo. La planta da fruto; ahora puede compartir con los demás los resultados de su esfuerzo. Pasado ya el cuarto menguante, comienza la cosecha; todo lo sucedido durante el ciclo ya ha sido integrado y asimilado, ya lo hemos incorporado a nuestro imaginario. Va acercándose el momento de plantar una nueva semilla. La información que voy a presentar en este ebook sobre las fases de la Luna, y también sobre las fases de tu ciclo menstrual en el apartado Luna Interna, está basada tanto en mi propia observación como en distintas lecturas que he hecho a astrólogos y estudiosos del tema. Se trata de una guía general de la energía de cada fase lunar, pero la mejor manera de que llegues a comprender realmente qué efecto tiene la Luna en ti es que te observes; que apuntes tus emociones, tus sensaciones físicas y todo lo que consideres relevante día a día junto a la fase lunar del momento a lo largo de varios ciclos lunares, para que puedas determinar si existe un patrón entre tu estado físico y anímico y la fase y signo en la que se encuentra la Luna. En la sección de Recursos de este ebook tienes un diagrama lunar que está pensando para ir correlacionando tu ciclo menstrual y lunar pero se puede utilizar sólo para observar la Luna y sus efectos en ti. Te recomiendo que lo rellenes durante un par de ciclos para que puedas aprender más sobre ti misma, es un ejercicio muy hermoso.

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Antes de comenzar... Creo que vale la pena añadir que, aunque siempre que nos referimos a las fases de la Luna hablamos de ellas como si fueran algo exclusivamente suyo, en realidad no se puede comprender la lunación sin tener en cuenta el Sol. El ciclo lunar no son movimientos independientes de la Luna, sino que se trata de un baile mensual entre la Luna y el Sol. El principio del ciclo no está relacionado con el paso de la Luna por un signo zodiacal específico o por un punto concreto del cielo, sino por su conjunción con el Sol, es decir, un nuevo ciclo comienza cuando la Luna y el Sol están juntos en el cielo (Luna nueva), llega a su plenitud (la Luna llena) cuando se encuentran uno frente al otro, y termina cuando vuelven a encontrarse. Un ciclo Lunar es realmente la vuelta completa al zodiaco que da la Luna mientras el Sol la espera pacientemente en el signo en el que se encuentre. Tardan ocho años en volver a encontrarse exactamente en el mismo punto del cielo, pues cada ciclo comienza en un lugar diferente. No se trata de la Luna bailando sola, sino de un baile en pareja. Realmente no hablamos de las fases lunares, sino de fases solilunares. Entender esto es básico para comprender el juego de luces y sombras que se da en cada ciclo lunar.

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Luna

NUEVA

Con la Luna Nueva comienza un nuevo ciclo lunar. Se da cuando la Luna está en conjunción con el Sol, es decir, están juntos en el cielo sobre nuestras cabezas, por lo que la Luna nueva siempre se da en el mismo signo en el que el Sol está en ese momento (por ejemplo, si estamos en temporada Tauro, en abril y mayo, la Luna nueva de ese mes será también en Tauro). La energía de ese signo se encuentra amplificada y es un gran momento para trabajar con ella a nuestro favor, y plantar intenciones que estén relacionadas con ese signo zodiacal (más adelante en la guía hay una sección sobre cómo intencionar con la Luna y qué tipo de trabajo energético hacer con cada signo). En cada Luna nueva se dan dos comienzos: por un lado se inicia un nuevo ciclo lunar de 29,5 días, que se extiende hasta la próxima Luna nueva el mes siguiente, y por otro lado se abre un período energético de seis meses que culmina cuando se da la Luna llena en el mismo signo. Cada Luna llena se da en el signo que está opuesto en la rueda zodiacal al signo en el que está el Sol, es decir, cuando estamos en temporada Tauro la luna nueva es en Tauro, el mismo signo, y la llena en Escorpio, que es el opuesto, por lo que harán falta seis meses para que el Sol recorra el cielo hasta el signo opuesto, Escorpio (en octubre-noviembre) y pueda darse entonces la Luna llena en Tauro, completando el ciclo que se inició en abril-mayo con la Luna nueva en Tauro. Esto es así cada mes con cada Luna nueva, por lo que es importante prestar atención a las cosas que te suceden o los temas que tienes activos durante una Luna nueva, sobre todo si están relacionados con la energía del signo en el que sucede, pues es posible que tengas que trabajar esos temas (mediante tus reflexiones propias pero también en situaciones externas, en tus relaciones, etc, pues la vida siempre nos trae lecciones y aprendizajes sobre los temas que necesitamos trabajar) hasta la Luna llena en el mismo signo (seis meses después). La Luna nueva, según el astrólogo Dane Rudhyar, es un momento de instintos, de actuar guiadas por nuestra intuición siguiendo esos impulsos quizá irracionales que sentimos. Es momento de conectar con lo que no se ve, con el mundo invisible; de ir hacia dentro, a buscarnos a nosotras mismas en nuestras profundidades.

Luna

NUEVA

En astrología el Sol simboliza nuestra conciencia, nuestra verdadera esencia, y la Luna nos habla de nuestro inconsciente, el mundo invisible de nuestro interior. Así, cuando están juntos en el cielo en Luna nueva, la Luna desaparece del cielo, porque no puede reflejar la luz del Sol. Es por eso por lo que se trata de un momento instintivo y quizá irracional; porque la luz de la conciencia (Sol) no puede iluminar nuestra sombra (Luna), y ésta entonces es quien toma el control. Lo opuesto sucederá entonces en la Luna llena, cuando la Luna refleja toda la luz radiante del Sol: nuestra sombra queda expuesta, la conciencia triunfa sobre el instinto. Cuando Rudhyar habla del ciclo de la lunación lo describe como una relación preciosa en la que, durante la Luna nueva, cuando el Sol y la Luna están juntos en el cielo, ella absorbe su ‘’semilla solar’’, sus dones y talentos luminosos, y se prepara para compartirlo con la Tierra a lo largo del ciclo lunar. Irá construyendo estructuras y preparando el terreno, para ir diseminando ese mensaje, alcanzando su punto máximo cuando en Luna llena el Sol la ilumine por completo y nos permita acceder a esa revelación de la conciencia.

La Luna nueva es un período de comienzos, por eso es el mejor momento del mes para plantar semillas y trabajar en tus intenciones. También se trata de un momento propicio para empezar cualquier cosa: un proyecto nuevo, un libro, un reto.. y para comenzar un nuevo hábito desde cero (hacer yoga diario, meditar todas las noches, etc). Todo lo que se comience bajo el influjo de la Luna nueva crecerá y se fortalecerá, por lo que también puedes aprovechar la energía para organizar tu mes, poner orden en tu negocio si lo tienes, planificar tu agenda, establecer metas y organizar el camino a seguir, etc. Físicamente el cuerpo se encuentra propicio para la desintoxicación, por lo que puedes aprovechar para abandonar hábitos perjudiciales, hacer un ayuno, exfoliarte, aplicarte una mascarilla detox…

Luna

CRECIENTE

La Luna creciente tiene lugar cuando el Sol y la Luna se encuentran en cuadratura, es decir, separados 90 grados en el cielo. En astrología una cuadratura es un aspecto tenso, que provoca fricciones, pero también nos moviliza para conseguir acción. En esta fase, la Luna se ve dividida en dos secciones (una oscura y una iluminada) por una línea recta que nos habla de un corte, de una separación, una división en dos partes. Lo mismo sucede cuando la Luna se encuentra en cuarto menguante (pues entonces también está realizando otra cuadratura al Sol, por el otro lado), pero de otra manera. Cuando la Luna está en cuarto creciente, se está alejando del Sol; está dejando atrás su luz y su calor, todo aquello que él le aportaba. Plantea Rudhyar que este momento de su ciclo es clave. Puede ser interpretado como una decisión de dejar el pasado atrás (la Luna nueva), o como una intención consciente de abrirse a lo nuevo que llega (la Luna llena), aunque realmente es ambos. Cada persona encara este momento (la Luna creciente) de una manera, incluso en distintos ciclos lunares podemos caminar este sendero con una motivación o intención diferente; quizá hay meses en los que nos sentimos positivas y dispuestas a abrirnos a lo nuevo, dejar el pasado atrás, ser positivas y crecer; y quizá otros meses estamos más hacia dentro, más introspectivas, menos dispuestas. Cualquier actitud que sea la que nos acompañe en este momento, permanecerá a lo largo de todo ese ciclo lunar completo, tiñendo de esa vibración la Luna llena que viene a continuación.  Si durante este ciclo lunar nos hemos enfocado en una actitud positiva y de liberación del pasado, la Luna llena nos regalará un momento de revelación o satisfacción. Nuestra mente estará clara y dispuesta, abierta a recibir las enseñanzas, las cosas que debemos ver en ese momento, que deben ser iluminadas para nosotras de la misma manera en que el Sol ilumina la Luna (ya sabes que la Luna no emite luz propia y que, cuando la vemos llena, está reflejando la luz solar que recibe). Entonces la Luna llena será un momento de entendimiento e iluminación, y podremos darnos cuenta de si alguna acción que hemos tomado para tratar de manifestar las intenciones que plantamos en Luna nueva no está funcionando bien, modificando el rumbo si es necesario.

Luna

CRECIENTE

Pero si la fase lunar creciente la hemos afrontado con más desgana o vacilación, sin estar enfocadas en las intenciones de la Luna nueva, o con renuencia a dejar ir las estructuras y apegos del ciclo pasado, quizá la Luna llena de ese ciclo que sigue al cuarto creciente nos traiga entonces a la luz un dilema moral que no habíamos visto, alguna lección que debemos integrar (quizá relacionada con el signo en que se da), aspectos de nuestra vida que requieren de nuestra atención (quizá relacionados con la casa de nuestra carta natal en la que se encuentra ese signo, te explico más sobre esto en el apartado 4). Todo son regalos; tanto los momentos de celebración como los aprendizajes nos suman y nos apoyan en nuestro camino de crecimiento personal. Agradecer las revelaciones de cada ciclo y abrirnos a lo que nos llegue nos ayudará a vivir los ciclos de la Luna desde un lugar más consciente y conectado con nosotras mismas y nuestra esencia. La energía de esta fase es de actividad y acción; nos sentimos motivadas a trabajar por nuestros objetivos, para acercarnos a donde queremos estar. El ciclo es joven y nosotras nos sentimos de la misma manera. Es un período, igual que la Luna nueva, de instintos, de impulsos, de actuar por intuición y algo inconscientemente, pues es durante la Luna llena, cuando el Sol ilumina la Luna, que ponemos conciencia en lo que estamos realmente trabajando durante el ciclo. Se trata de un momento complejo a nivel inconsciente porque puede haber una pequeña lucha entre lo viejo, lo que dejamos atrás, y lo nuevo, la semilla que plantamos en la Luna nueva y que está creciendo. Estamos avanzando de la inconsciencia instintiva (Luna nueva) a la iluminación de la conciencia (Luna llena), construyendo estructuras que apoyen y sostengan la revelación que vamos a recibir en la Luna llena, preparándonos para cuando llegue ese momento. El impulso lunar es hacia delante, hacia seguir avanzando y trabajando, aprovechando toda esta energía creativa que hay en el aire.

Luna

CRECIENTE

La Luna va ganando luz en el cielo (nos encontramos en mitad de la quincena clara) y nosotras también nos sentimos más propicias a expandirnos y realizar actividades que nos hagan crecer. Físicamente el cuerpo se encuentra predispuesto a absorber y asimilar todo lo que recibe, igual que la Luna hace con la luz del Sol. Todo lo que se incorpora al cuerpo durante esta fase, se expande. Es un buen momento para tomar suplementos y nutrirnos en profundidad, porque los nutrientes serán bien absorbidos, y también para teñirnos el pelo. En esta fase lunar hay más tendencia a ganar peso por esto mismo, y si algo que comamos o nos apliquemos nos sienta mal, la intoxicación será más dura. También el alcohol tiene más efecto en nuestro organismo que en otras fases lunares. Si te cortas el pelo en esta fase te crecerá más rápido.

Luna

LLENA

Astrológicamente la Luna llena es una oposición, es decir, la Luna se encuentra enfrentada al Sol en el cielo, están separados 180 grados. Al encontrarse el uno enfrente del otro, la Luna puede reflejar toda la luz del astro rey, y como explicaba en la sección de la Luna nueva, se encuentran en signos opuestos (signos que comparten un eje). La astrología funciona en ejes, y dos signos opuestos comparten una polaridad, se complementan, uno aporta lo que el otro necesita, por lo que trabajar la energía de uno de ellos en los días de Luna llena mientras trabajamos también el otro durante ese mes (el tiempo que el Sol permanece en el signo) es perfecto.  La Luna llena es un momento de dualidad, de polaridades, de tensión. Luna y Sol se encuentran enfrentados; iluminación y sombra, luz y oscuridad, se encuentran frente a frente. Esta dualidad puede traer a la luz distintos regalos, según hayamos vivido el cuarto creciente; si hemos sido capaces de trabajar las intenciones y dejar atrás lo que ya no nos aportaba, la Luna llena nos mostrará un logro, una iluminación, una revelación, de una manera o de otra. No hay que olvidar que se trata del Sol, la luz, poniendo conciencia sobre la sombra, la Luna; es un momento culmen en el ciclo para darnos cuenta de algo, comprender algo, ver por fin algo que hasta ahora se nos mantenía oculto. Con esta nueva información o punto de vista podemos trabajar mejor con nuestras intenciones de la Luna nueva, ya sea redirigiendo el camino si vemos que finalmente no es hacia allí a donde queremos ir, o afinando nuestra visión para poder llegar allí más eficientemente. Por otro lado, si quizá durante el cuarto creciente no hemos estado tan conectadas es posible que la Luna llena nos traiga un dilema o conflicto, una fricción que resolver para avanzar más ligeras en nuestro camino. Sea como sea, es un momento perfecto para comprender cosas y para cerrar o finalizar lo que no te aporta; si alguna relación no está fluyendo como te gustaría es un buen momento para comprender cómo cambiarla para que funcione mejor, o entender que ya es momento de cerrar ese ciclo. Lo mismo con proyectos, con trabajos, y con cualquier cosa en tu vida que sientas que te pesa. Si sientes que necesitas alguna pista para llegar a ese momento de comprensión de lo que se está moviendo en tu vida, a mí me gusta mucho consultar al Tarot o a un oráculo las noches de Luna llena para aportar claridad a mi proceso. En el apartado Moon Journaling dentro de la sección Prácticas para conectar con la Luna te he dejado una propuesta de cómo hacerlo.

Luna

LLENA

Según Rudhyar, la Luna llena nos trae siempre el regalo de la consciencia; el Sol, nuestra esencia consciente, la Luz que somos, ilumina a la Luna, nuestro mundo emocional, nuestro inconsciente, esa parte de nosotras que permanecía en sombra. Cuando la Luna está llena e iluminada sentimos una revelación, recibimos el regalo de la ‘’semilla solar’’ que el Sol otorgó a la Luna cuando estuvieron juntos en la Luna nueva para que ella la diseminara por el cielo en su recorrido mensual por el zodiaco. Aquí se divide el ciclo de la lunación en dos partes: lo que durante el primer hemiciclo, mientras la Luna ganaba luz, era una acción espontánea e instintiva se vuelve ahora una acción consciente y dirigida. Ya hemos sido iluminados por la conciencia; ahora tenemos que utilizar nuestro intelecto para difundir y repartir esa revelación que nos ha sido otorgada y llevarla a término. La primera mitad del ciclo hemos actuado desde el instinto, simbolizando nuestra naturaleza humana y mamífera; ahora pasamos a actuar desde la consciencia, simbolizando ahora nuestra naturaleza espiritual. Pues al fin y al cabo ser humano es ser ambos, es ser un Ser espiritual de luz viviendo una experiencia humana y terrenal aquí en la Tierra; integrar ambas polaridades es nuestro trabajo en esta vida.  Desde este punto de vista la Luna llena se trataría también de un comienzo; el principio del viaje desde la consciencia, en lugar de desde el instinto. La Luna llena tiene esta energía portal en la que puede ser considerada tanto un principio como un final: un fincipio, pues al fin y al cabo todo final trae un nuevo comienzo. Sea como sea es una culminación del camino recorrido hasta el momento y, como tal, tiene una energía intensa y poderosa que difunde por el cielo y que todas, en mayor o menor medida, sentimos. En resumen, la Luna llena puede significar tanto una culminación del proceso que emprendimos, como la imposibilidad de continuarlo y una invitación a dejarlo ir. En cualquier caso, es un momento de máxima conciencia (lo contrario a la Luna nueva, que es un momento de instintos e impulsos), de objetividad a la hora de mirar nuestra vida y entender hacia dónde nos dirigimos, ajustando el rumbo si es necesario.

Luna

LLENA

Durante la Luna llena, físicamente el cuerpo está más predispuestos a retener líquidos, por lo que podemos sentirnos hinchadas. También nuestra intuición, que está muy relacionada con el agua de nuestro cuerpo, aumenta, y es posible que tengamos mucha claridad mental en asuntos sobre los que antes no sabíamos qué hacer (el Sol ilumina a la Luna). Es un buen momento para cortarte el pelo si quieres que crezca fuerte y abundante. Se trata de un momento de energía muy alta; a las personas más sensibles les cuesta dormir por la noche o se despiertan de madrugada, los dolores de cabeza son frecuentes, puedes tener sueños más vívidos (apúntalos porque traen mensajes), o estar más arisca o agresiva, con los nervios de punta, sintiéndote rara y enojada pero no sabiendo muy bien por qué. En la Naturaleza, cuando la Luna está llena, igual que cuando está nueva, las mareas están más activas, lo que se conoce como ‘’mareas vivas’’. Las plantas medicinales recogidas durante este período tienen más eficacia, las heridas sangran más y cuesta más detener las hemorragias; todo se ve potenciado.

Luna

MENGUANTE

La fase final del ciclo, cuando la Luna vuelve de nuevo a perder luz, se conoce como cuarto menguante. La Luna comienza el camino de vuelta al Sol, que la espera paciente; va desprendiéndose por el camino de todo lo que ya no necesita para afrontar esa unión libre y ligera. Astrológicamente el cuarto menguante es otra cuadratura, es decir, otro aspecto de 90 grados entre ambos cuerpos celestes. Realmente la distancia entre ambos cuerpos celestes es la misma, noventa grados; pero energéticamente es muy distinta de la que sucede al comienzo del ciclo. No es lo mismo que la Luna se acerque al Sol que que se aleje de él. En esta fase, nuestra inconsciencia ya ha quedado expuesta, pues el Sol la iluminó en la Luna llena; hemos comprendido muchas cosas y nuestra sombra ha salido a la luz. En esta fase podemos compartir esos descubrimientos con quién tenemos alrededor; se trata de un momento oportuno en lo social para hablar de lo que hemos aprendido, hacer cambios en nuestras relaciones si comprendimos que no nos aportaban, y en definitiva, de aplicar conscientemente en nuestra vida lo que hemos averiguado en la Luna llena. Se trata de un momento de difusión, de sentir el impulso de expresar lo que la conciencia (Sol) iluminó, pero también, conforme se acerca la próxima Luna nueva, de volver a retirarnos hacia el interior, de dejar que lo aprendido en la Luna llena se convierta en semilla de un ciclo nuevo, dejando atrás lo viejo, lo que nos sobra, lo que ya no nos aporta, para poder comenzar de nuevo más livianas. La conciencia, que cada vez está menos iluminada por el Sol, se retira hacia adentro para liberarse del pasado y soñar con el futuro que el próximo ciclo traerá.La liberación de la ‘’semilla solar’’ va culminándose; ahora no sólo es la Luna quien la comparte, sino también nosotras, que la hemos recibido a modo de revelación en la Luna llena cuando el inconsciente quedó iluminado por la luz de la conciencia. Es un período de sabiduría, de darnos cuenta de que dentro de nosotras están todas las respuestas, y también de entregar, de dar eso que en nosotras está maduro y listo para ser compartido con el mundo. De nuevo es un momento de ‘’crisis’’, como el cuarto creciente; pero esta vez la división es entre expandir y compartir el fruto de este ciclo lunar, y contraer nuestro ser y retirarnos hacia dentro en preparación del nuevo ciclo que está por venir. El impulso lunar es de ir hacia dentro y, conforme la Luna pierda luz, iremos sintiendo de nuevo el llamado de la cueva, hasta que volvamos de nuevo a ese punto de oscuridad en el que se encuentran el Sol y la Luna, a la existencia instintiva e impulsiva de la Luna nueva, y comience un nuevo ciclo.

Luna

MENGUANTE

Igual que la Luna va perdiendo luz liberándose de lo que le sobra, en esta fase el cuerpo se encuentra más predispuesto a liberarse de toxinas y desechos que ya no necesita. Es un buen momento para sudar, hacer deporte y desintoxicarse. Es importante mantenernos hidratadas pues el cuerpo pierde agua con más facilidad. Las limpiezas de cutis también tienen ahora su momento, nos será más sencillo eliminar impurezas y puntos negros. Es un buen momento para depilarte y cortarte las uñas, pues lo que se corte en esta fase crecerá lento.

Tu fase lunar natal En tu carta natal hay mucha, mucha información sobre ti. Tendemos a hablar sólo de planetas en signos y en casas, y de los aspectos que se forman entre ellos, porque sólo con esas variables ya se puede tener un perfil muy, muy completo de la persona, que le ayude a conocerse mejor y a conectarse consigo mismo a muchos niveles. Pero más allá de eso hay otros factores en nuestra carta que nos influencian, como la fase lunar en la que nacimos. Nuestra personalidad se impregnó de la energía lunar que había en el cielo en el momento de nuestro nacimiento; nos afecta si cuando llegamos aquí la Luna estaba llena en el cielo, o creciendo, o menguando.. En tu carta natal puedes ver la fase en la que estaba la Luna observando el aspecto que forma con el Sol: si están en conjunción naciste en Luna nueva, si están en oposición naciste en Luna llena, si están en cuadratura creciente (la Luna por delante del Sol) en cuarto creciente, y si están en cuadratura menguante (la Luna por detrás del Sol) en cuarto menguante. También puede ser que no formen ningún aspecto reconocible, o que formen una inconjunción,un sextil o algún otro aspecto; pero tan sólo observando lo cerca o lejos que se encuentra la Luna del Sol puedes hacerte una idea de la fase en la que se encontraba.

Esto es sencillo de hacer para gente que domine un poco de astrología; si no es tu caso, puedes buscar en Google ‘’calendario lunar abril 1980’’ (utilizando el mes y año en que naciste) y así descubrirás en qué fase estaba la Luna cuando tú naciste. Es importante recordar aquí lo que mencionábamos antes: el ciclo lunar no es un movimiento exclusivo de la Luna. Se trata de un baile entre la Luna y el Sol, un ciclo sinódico que comienza cuando se encuentran en el cielo en Luna nueva, después se enfrentan el uno al otro en Luna llena, y vuelven de nuevo a encontrarse con la próxima Luna nueva. Las fases de la Luna no son cosa sólo de la Luna, pues la Luna en sí no cambia mientras se mueve por el zodiaco; sólo cambia la cantidad de luz que refleja del Sol. Por tanto, el ciclo de las lunaciones incumbe a ambos cuerpos celestes, y del mismo modo, cuando hablamos de cómo expresamos en nuestra personalidad nuestra fase lunar natal, lo que estamos explicando es qué relación interna tienen nuestra Luna y nuestro Sol: de qué manera la energía que representa el Sol y la energía que representa la Luna interactúan en nuestro interior. Es un importante indicador de quién somos porque describe el flujo de energía entre nuestra conciencia solar y nuestro instinto lunar. Esto nos hablará en parte de cómo afrontamos nosotros el reto que suponen las relaciones con otros; de qué manera utilizamos nuestra fuerza vital para vincularnos. También de cómo aportamos nosotros como individuo a la comunidad; de qué tipo es la contribución que hacemos como célula al organismo global de que somos parte junto al resto de la humanidad. Básicamente, parece existir una relación entre la cantidad de luz solar que refleja la Luna de una persona (si nació en Luna llena, refleja el máximo de luz solar; si nació en Luna nueva, el mínimo) y la objetividad que presenta; si su Luna está en sombra tenderá a ser instintivo, intuitivo y subjetivo, proyectando en los demás su propio interior, mientras que si su Luna está iluminada verá la vida con más objetividad y desapego. Ninguna de estas cosas es buena ni mala; sólo refleja tendencias internas con las que tendremos que trabajar.

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JULIA PUIG SOTO

También existe la creencia de que nos reencarnamos en ciclos de ocho años, durante los que trabajamos unas lecciones específicas. Según esta teoría, durante ese ciclo, en cada vida naceríamos en una de esas fases lunares. Esto no significa que los nacidos en Luna creciente sean almas jóvenes y los nacidos en Luna menguante sean almas viejas; sólo habla de la posición de esta vida en el contexto de un ciclo de ocho años. Alguien nacido en Luna menguante podría ser un alma joven terminando su primer ciclo, y alguien nacido en Luna creciente podría ser un alma vieja iniciando un ciclo nuevo tras haber cerrado muchos anteriores. Por tanto, este indicativo no nos habla de la edad del alma, pero sí puede aportar información sobre la posición de esta vida concreta en un contexto más amplio de encarnaciones: si nacimos en Luna nueva estaremos comenzando un nuevo ciclo en el que trabajaremos un aspecto concreto de nuestra evolución, comenzando desde el principio, mientras que si nacimos en Luna menguante estaremos cerca de finalizar un ciclo de reencarnaciones en el que llevamos varias vidas trabajando los mismos temas. Dice el astrólogo Dane Rudhyar que cuando estamos observando un ciclo entre planetas, el más lento (en este caso, el Sol) nos habla de una meta arquetípica, mientras que el más rápido (en este caso, la Luna) nos habla de la manera que tenemos de alcanzarla, de las estructuras que construimos para llegar hasta ella. Recordemos que el Sol en astrología representa nuestra esencia pura, la energía que irradiamos sin darnos cuenta y sin hacer ningún esfuerzo, la música propia de nuestra Alma y cómo la expresamos. Con esta premisa, lo que la fase lunar de nuestro nacimiento dice de nosotras es la manera concreta que tenemos de realizar ese próposito al que nos encamina nuestro Sol, cómo nos enfrentamos a esa tarea de irradiar nuestra energía, compartirla con los demás y, por tanto,  vincularnos con ellos. La tipología psicológica de los nacidos bajo cada fase lunar es muy parecida a la energía que tiene la propia fase. Aquí te lo explico resumidamente según las cuatro fases que hemos trabajado en esta guía, pero la mayoría de autores que tratan el tema de los tipos de personalidad soli-lunares lo hacen dividiendo el ciclo (y las personalidades) en ocho. Yo he juntado varios tipos en uno, añadiendo indicaciones de cómo cambia el arquetipo conforme la Luna gana o pierde luz.

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JULIA PUIG SOTO

Nacidos entre Luna nueva y Cuarto Creciente Los nacidos bajo la Luna nueva y hasta el Cuarto creciente (una separación Sol-Luna de entre 0 y 90 grados) son esencialmente instintivos. Se sienten cómodos en su interior, donde está su refugio, y están muy conectados a su instinto, dejándose guiar por su intuición y por su guía interna más que por su mente consciente. Suelen actuar de manera impulsiva, respondiendo a sensaciones o impulsos que no pasan por su mente consciente, por lo que hay quien podría tacharlos de irracionales, aunque realmente sólo están muy conectados con su propia sabiduría interna. En su relación con los demás, la persona también es fundamentalmente subjetiva y tiene tendencia a proyectarse a sí misma en los demás; ellos le hacen de espejo de partes de sí misma que no puede ver, y le cuesta ver un vínculo de manera objetiva.  Al tratarse del principio del ciclo de reencarnaciones, su mayor desafío es entrar del todo en su cuerpo, sentirse cómodo en él y conseguir reflejar sus huellas en su entorno; puede sentir una disociación entre su Alma y su cuerpo. Carece de referentes, porque su ciclo está comenzando; esto lo convierte en candidato perfecto para explorar y descubrir nuevos territorios. No necesita mapas ni conocer de antemano lo que va a trabajar; prefiere ir explorando según se lo encuentre, y le cuesta trabajar bajo estructuras preestablecidas.  Conforme la Luna va acercándose al Cuarto Creciente, va apareciendo en la persona una sensación de tensión entre las fuerzas del pasado y las del futuro, sobre todo cuando se alcanza entre el Sol y la Luna el aspecto de semicuadratura (45 grados de separación). Siente que está encaminada hacia la creación de algo nuevo (lo que decidió venir a trabajar en este nuevo ciclo de encarnaciones), pero antiguos miedos, creencias limitantes o patrones inconscientes de comportamiento del pasado ciclo de encarnaciones no le dejan avanzar. Tendrá que ir poco a poco trabajando estos apegos, que también pueden sentirse como lazos culturales o familiares, para poder comenzar a desarrollar el trabajo que vino a ejercer. Le será fácil hacerlo, por otro lado, porque el impulso de esta fase es a crecer como la Luna, a desarrollar sus talentos y habilidades e ir progresando en su desarrollo.

Nacidos entre Cuarto creciente y Luna llena Los nacidos cuando la Luna está en Cuarto creciente hasta la Luna llena (una separación Sol-Luna de entre 90 y 180 grados) tienen una lucha interna: por un lado, sienten el impulso de crear, de avanzar hacia delante, crear nuevas ideas, conectar con el futuro y sus posibilidades; están impacientes por ver qué les depara el futuro y sortear los obstáculos que se presenten. Pero a su vez existe en ellos el tirón silencioso del pasado, el recuerdo de algún fantasma o del Karma que los llama a sumergirse en lo profundo del inconsciente. La lucha estará presente cuando tengan que decidir entre abandonar esas viejas estructuras y avanzar hacia delante, o rendirse a ellas, y siempre existirá en su interior ese pulso entre hacer algo nuevo o refugiarse en lo antiguo. Al relacionarse con los demás también tendrán que elegir entre una de esas dos tendencias. Pero el empuje de evolucionar, de crecer como crece la Luna, está ahí, tirando de ellos; sienten una gran necesidad de crear y estructurar la realidad, de ir moldeándola, y todo aquello que restrinja su libertad de movimientos es percibido como una molestia. Hablábamos antes de que tanto el Cuarto creciente como el Cuarto Menguante son dos cuadraturas (aspectos de 90 grados, considerados tensos y dinámicos en astrología) y que eso los dotaba de un sentido de crisis. Esto se ve reflejado también en los nacidos bajo esta fase, que suelen enfrentar muchas crisis a lo largo de su vida. La palabra ‘’crisis’’ viene del griego ‘’crino’’, que significa decidir; suelen encontrarse a menudo en encrucijadas como la que mencionábamos al principio entre avanzar hacia la luz o retroceder hacia la oscuridad. Suelen atraer grandes crisis a lo largo de su vida, propias y ajenas; esto es porque han venido a desarrollar la fuerza suficiente para manejarlas. Es esa misma fuerza la que les da el empuje de crear y construir estructuras que abran paso a lo que está tratando de emerger a través de ellos. Conforme se va acercando la Luna llena, los nativos van sintiendo menos el impulso de construir y más el de aprender a vivir con los construido; se va acercando el paso de la inconsciencia a la inconsciencia (recuerda que sucede con la Luna llena) y los nacidos cerca de ese momento lo sienten.

Nacidos entre Cuarto creciente y Luna llena Son perfeccionistas; es fácil para ellos vivir en la insatisfacción de no lograr alcanzar el ideal que se proponen, pero también persistentes y no dejan de trabajar por conseguirlo.Cuando mencionábamos a los nacidos en Luna nueva desde la perspectiva de los ciclos de reencarnaciones decíamos que se trata de almas que están iniciando un nuevo ciclo de desarrollo y, por tanto, acostumbrándose de nuevo a estar en un cuerpo, y que su reto es concentrarse en su presencia aquí, trayendo la conciencia a este mundo terrenal. Siguiendo con este hilo de pensamiento, los nacidos en Cuarto Creciente están afianzando su visión, cogiendo confianza, aprendiendo cómo funciona la Tierra; sólo así podrán cumplir con el propósito de vida que trajeron con ellos. Cuanto más cerca de la Luna llena haya nacido la persona, más conciencia podrá cobrar de ser un ser independiente que ha venido aquí con un propósito específico.

Nacidos entre Luna llena y Cuarto menguante Cuando llega la Luna llena, tiene lugar el paso de la inconsciencia a la conciencia. La Luna, lo instintivo y primario, brilla completamente iluminada por el Sol (la consciencia). Los nacidos en Luna llena hasta el Cuarto Menguante (una separación Sol-Luna de entre 180 y 90 grados) dan mucha importancia a sus capacidades, a su misión aquí en la Tierra de expandir un mensaje propio, evolucionar y continuar aprendiendo. Ya construidas las estructuras, es momento de darles un propósito. Respecto al ciclo de encarnaciones, el Alma encarnada en Luna llena ya ha pasado por las fases de conexión con el cuerpo y lo físico; el proceso ahora es de desarrollo hacia un estado mental más evolucionado. La tarea o propósito de los nacidos bajo la Luna llena sería entonces desarrollar el crecimiento de la conciencia. Al estar el Sol y la Luna, los dos grandes indicadores de la personalidad, en oposición, se les da bien asociar ideas y conceptos, encontrar el por qué de las cosas, ayudar a los demás a aclarar sus propias ideas. En sus relaciones con los demás son objetivos y claros, aportando revelaciones e información. Pero esta posición implica una oposición en sus cartas, que es un aspecto dinámico y desafiante; puede existir en ellos una división interna, un divorcio de dos partes propias, la conciencia y la sombra, que tendrán que aprender a conciliar para poder encontrar su propia paz. En esta vida son llamados a integrar esa polaridad que existe en su interior pues, si no lo hacen, proyectarán la parte con la que no se identifiquen en los demás en sus relaciones (al estar en oposición se encuentran en signos que comparten eje, es decir, dos energías opuestas complementarias, con lo que es sencillo identificarse con uno de los extremos rechazando al otro). Pero es también a través de ese conflicto interno como pueden llegar a desarrollar la objetividad que pide su fase lunar natal.Después, conforme la Luna se va acercando al Cuarto menguante, la función de expansión de su propio mensaje va tomando forma. Los nativos sienten la necesidad de compartir con el mundo lo que han aprendido, lo que les ha servido, esa nueva objetividad recién adquirida durante la iluminación de la conciencia de la Luna llena.

Nacidos entre Luna llena y Cuarto menguante Cuando la persona ha nacido con la Luna y el Sol en un aspecto a mitad entre la Luna llena y el Cuarto menguante, el propósito de esta encarnación en la que se halla es compartir todos sus conocimientos, diseminar el fruto de su trabajo. La auto expresión es clave para ella, a través de las redes sociales, la escritura, o cualquier otro método que le permita compartirse. Pero deberá tener cuidado con la tendencia a imponer su verdad a los demás, comprendiendo que cada quien es libre de aceptar o no su enseñanza, y que además cada uno está en un punto de desarrollo diferente, y desde allí actúa y se relaciona. También podrían beneficiarse de algo más de flexibilidad a la hora de incorporar nuevas ideas, pues están tan pendientes de compartir su punto de vista que olvidan abrirse al de los demás.

Nacidos entre Cuarto menguante y Luna nueva Los nacidos bajo el Cuarto Menguante (una separación Sol-Luna de entre 90 y 0 grados) también han nacido bajo una cuadratura, es decir, que su vida también está relacionada con las crisis. Pero a diferencia de las del Cuarto Creciente, donde se trataba de crisis ‘’físicas’’ a la hora de construir estructuras e ir avanzando hacia la iluminación de la Luna llena, ahora se trata de una ‘’crisis de conciencia’’ como la denomina Rudhyar; una crisis de pensamiento. El Alma ya ha sido iluminada, ha alcanzado la conciencia (Luna llena) y la ha difuminado y compartido con los demás; ahora al compartirse se encuentra con las perspectivas de los otros, que no tienen por qué coincidir con la suya, y esa comparativa le hace cuestionarse su propia verdad y desechar lo que ya no le sirva. Si el Cuarto creciente hablaba de construir estructuras, el Cuarto menguante habla de derribarlas. La persona deberá hacer un autoanálisis consciente para descubrir dónde alberga creencias limitantes o formas de pensar y actuar que ya no están en consonancia con lo que ahora conoce, y desprenderse de ellas. Este proceso se inicia con una sensación de insatisfacción interior, una pequeña llamita de ‘’esto quiero cambiarlo’’ que será la que inicie la hoguera de esa crisis de conciencia durante la cual se cuestionará las creencias heredadas de sus padres, de la sociedad, o incluso de su propio modelo de vida (y a nivel inconsciente, de sus vidas anteriores). Este proceso suele ser interno y privado, pues aunque están terminando con lo viejo y deshaciéndose de antiguas estructuras, no están aún abiertos a que el mundo exterior observe este cambio, con lo que se protegen tras las máscaras de su antigua personalidad. Conforme la Luna se va acercando a la conjunción con el Sol entra dentro del período de lo que se conoce como la Luna balsámica, entre 45 y 0 grados. Los nacidos en este último período ya se encontrarían en la última vida dentro del ciclo de reencarnaciones, terminando de trabajar un propósito concreto, destilando toda esa información y plantando semillas para un nuevo ciclo. Viven un poco entre el pasado y el futuro, por un lado la vida les empuja a ir terminando proyectos, alcanzando conclusiones y cerrando procesos, y por el otro se sienten atraídos e ilusionados ante la idea de un inminente nuevo comienzo.

Nacidos entre Cuarto menguante y Luna nueva Esta dualidad la viven también en sus relaciones, disfrutando en su vida de breves pero intensos encuentros con otras personas (no sólo en el plano romántico) de los que aprenden y se nutren mucho, pero que no se sostienen tanto en el tiempo. Esto no quiere decir que no puedan tener relaciones duraderas, sino que además de ellas si es que las establecen, irán compartiendo profunda pero brevemente con varias personas. Esto es así entre otras cosas porque van cerrando contratos kármicos de las otras vidas del ciclo que finalizan; liberando energías pendientes y arreglando lo que quedó roto. Suelen sentirse diferentes al resto, como que hay algo en ellos que no termina de encajar; además a menudo tienen la sensación de que hay algo importante que deben realizar, y luchan por cumplirlo, aunque esto muchas veces signifique no cumplir con las expectativas que su familia o la sociedad habían depositado en ellos.

La revolución lunar Ya sabes que la Luna da una vuelta completa al zodiaco a lo largo de un mes terrestre. Eso quiere decir que, a lo largo de un mes, activa todos los puntos del cielo en algún momento, también los puntos en los que estaba cuando tú naciste; por tanto, todos los meses experimentas una revolución lunar. La revolución lunar tiene lugar cuando la Luna ocupa la posición en la que estaba cuando tú naciste; cuando eso sucede, lo sientes en tu energía. La Luna, y en general todos los cuerpos celestes que orbitan alrededor del Sol, tiene dos tipos de ciclos. El primero de ellos es el ciclo sideral, es decir, el tiempo que tarda en dar una vuelta completa a aquello alrededor de lo cual orbita (en el caso de la Luna, a la Tierra) partiendo de un punto fijo en el cielo. Cuando hablamos de la Luna, este ciclo sideral es la vuelta completa al zodiaco, por signo. Por ejemplo, un ciclo sideral de la Luna es el tiempo que tarda en ir del grado 0 de Aries al grado 0 de Aries de nuevo, pasando por todo el zodiaco. Dura 27 días, 7 horas y 43 minutos.

El segundo ciclo de la Luna es el ciclo sinódico, que también mide el tiempo que tarda en dar una vuelta completa, pero esta vez usa como guía su conjunción con otro cuerpo celeste (el Sol) en lugar de un punto fijo del cielo como era el grado 0 de Aries. Este ciclo sinódico de la Luna dura 29 días, 12 horas y 44 minutos, y va desde su conjunción con el Sol en la Luna nueva, hasta la próxima conjunción después de haber pasado por la Luna llena y haber hecho todo su recorrido de fases. Entonces podemos decir que tienes dos revoluciones lunares, una por cada ciclo. La primera sucede cuando la Luna pasa por el grado exacto del signo zodiacal exacto en el que estaba cuando tú naciste. Es decir, si tu luna natal está en el grado 18 de Escorpio, por ejemplo, cada vez que la Luna pase por el grado 18 de Escorpio (lo que sucede una vez al mes) experimentarás tu revolución lunar.Por otro lado, ya has aprendido que la fase lunar (ciclo sinódico) se ve reflejada en la carta por la distancia en grados que hay entre el Sol y la Luna. Entonces, cuando la Luna esté en la misma fase en la que estaba cuando tu naciste, es decir, cuando el Sol y la Luna estén separados el mismo número de grados que el día de tu nacimiento, experimentarás también una revolución lunar. Esto también sucede una vez al mes.

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JULIA PUIG SOTO

La revolución lunar sideral (por signo zodiacal) El día de tu cumpleaños se produce tu revolución solar, es decir, el Sol activa el grado exacto del signo exacto que ocupaba cuando naciste. Si sacas la carta astral de ese momento, lo que obtienes es una carta de revolución solar: el ascendente puede cambiar de signo, y lo mismo la Luna y el resto de planetas. La interpretación de esa carta se utiliza para hacerte una idea de las energías que dominarán el año que comienzas; el ascendente te hablará de cómo te mostrarás ante los demás y las energías que estás encaminada a desarrollar, la Luna te habla de cómo te relacionarás con tu mundo emocional durante todo ese período, y así con cada planeta. Lo mismo sucede en tu revolución lunar, pero a nivel mensual: si la carta de revolución solar te habla de tu próximo año, que es el tiempo que transcurrirá hasta que el Sol retorne de nuevo a donde estaba cuando naciste, la revolución lunar te habla de tu próximo mes. Como es información a corto plazo, puede serte muy útil a la hora de entender y trabajar con las energías que vas a sentir los próximos 27 días.  Para obtener tu carta de revolución lunar puedes ir a la web www.astro.com. Te recomiendo que te crees un perfil y guardes los datos de tu carta natal, y los de tus familiares o amigos que te interesen, es una gran manera de conocerlos mejor. Una vez que tengas los datos guardados, haz click en la persona para la que desees calcular la revolución lunar. Después elige la opción Extended Chart Selection y, en el desplegable que indica Chart Type (que, por defecto, está seleccionado en carta natal o Natal Chart Wheel) selecciona Lunar Return Chart (está bastante abajo en la lista de opciones). Así obtendrás la carta de la revolución lunar y podrás observar el ascendente, que es lo que te recomiendo que mires, y el resto de elementos. Si tienes un iPhone te recomiendo la app Time Nomad, que lamentablemente no está disponible para Android. Ella te avisa mensualmente de cuándo tienen lunar tus dos revoluciones solares, por signo y por fase.

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JULIA PUIG SOTO

La revolución lunar sideral (por signo zodiacal) Si sabes astrología, trabajar con tu carta de revolución lunar puede proporcionarte mucha información. Si no, puedes contratar a un/a astrólogo/a profesional que te interprete la carta, o puedes hacerlo tú misma a un nivel más básico si conoces la energía de los signos. Fíjate en el ascendente sobre todo, es un factor importante y sencillo de interpretar. Por ejemplo, si para ese mes, el ascendente de tu revolución lunar es Cáncer, quizá vas a sentirte llamada a hacer cuevita durante el mes, a pasar más tiempo en casa, en familia, con tu tribu. Puede que sientas que estás más conectada con tus emociones; que tu intuición esté muy activa, que atraigas situaciones que te hacen trabajar tu vínculo con mamá. Puedes echar un vistazo al apartado Cómo intencionar con la Luna; allí hablo de qué energía hay disponible cuando la Luna transita por cada signo y, aunque no es lo mismo que tener el ascendente de revolución Lunar en ese signo, puede ayudarte a hacerte una idea de la energía de cada signo zodiacal. También puedes aprender más sobre la energía de un signo concreto en libros y en Internet, y así hacerte una idea de las experiencias que vas a atraer durante el período que abarca esa revolución lunar, las oportunidades que van a abrirse ante ti, etc. Además de obtener información sobre el ascendente de la revolución lunar, otra cosa que te va a dar mucha información de los temas que se activan en tu carta para ese mes es la casa de tu carta natal en la que tengas el signo que está en el ascendente en la carta de revolución lunar. Por ejemplo: si has sacado tu carta de revolución lunar para este mes, siguiendo las instrucciones, y ves que el ascendente que tiene es Sagitario, debes buscar en tu carta natal (la del momento en que naciste, no la misma de la revolución lunar) y localizar en qué casa tienes a Sagitario. Así sabrás qué temas puedes trabajar este mes. Para entender el significado de casa casa puedes utilizar la guía que he incluido en el apartado Cómo intencionar con la Luna. Aquí te dejo una guía básica de cómo interpretar el ascendente de tu revolución lunar según el elemento en el que se encuentre.

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JULIA PUIG SOTO

Ascendente en Aire Si el ascendente de tu revolución lunar (recuerda que no es tu ascendente natal, sólo el de la carta de la revolución lunar de un mes concreto) está en un signo de aire, se trata de una invitación para que trabajes temáticas relacionadas con los vínculos: analizar la manera que tienes de relacionarte, quizá aprender a poner límites o a respetar los de los demás, a vincularte desde una posición sana y no desde la carencia, trabajar la escucha activa a los demás o tal vez dar el paso de abrirte a compartir lo que tú tienes dentro… También será un período activo a nivel mental, quizá se trate de un mes creativo para ti al nivel de las ideas y los planes que tal vez, cuando en un mes posterior en el que el ascendente de revolución lunar esté en un signo de tierra, podrás concretar, materializar y bajar a tierra. Además, el elemento aire está relacionado con los nuevos comienzos, la brisa fresca que trae novedades; quizá en este mes vayas a sembrar semillas de nuevos proyectos o vayas a atraer oportunidades de crecimiento para ti; quizá se trata de un período que te presenta nuevas propuestas de vida…  Según el signo de aire del que se trate, la invitación del universo para ese mes será diferente. Y la manera personal que tengas tú de vivenciar este mes con ascendente de revolución lunar en aire tendrá mucho que ver también con cuánto aire tienes tú en tu carta natal, y con tus configuraciones personales; si sabes astrología puedes analizarlo en un contexto más amplio con tu carta natal y, si no, puedes consultar a un/a astrólogo/a profesional, sobre todo si se trata de un mes importante para ti.

Ascendente en Aire Géminis, Libra, Acuario Si el ascendente de tu revolución lunar (recuerda que no es tu ascendente natal, sólo el de la carta de la revolución lunar de un mes concreto) está en un signo de aire, se trata de una invitación para que trabajes temáticas relacionadas con los vínculos: analizar la manera que tienes de relacionarte, quizá aprender a poner límites o a respetar los de los demás, a vincularte desde una posición sana y no desde la carencia, trabajar la escucha activa a los demás o tal vez dar el paso de abrirte a compartir lo que tú tienes dentro… También será un período activo a nivel mental, quizá se trate de un mes creativo para ti al nivel de las ideas y los planes que tal vez, cuando en un mes posterior en el que el ascendente de revolución lunar esté en un signo de tierra, podrás concretar, materializar y bajar a tierra. Además, el elemento aire está relacionado con los nuevos comienzos, la brisa fresca que trae novedades; quizá en este mes vayas a sembrar semillas de nuevos proyectos o vayas a atraer oportunidades de crecimiento para ti; quizá se trata de un período que te presenta nuevas propuestas de vida…  Según el signo de aire del que se trate, la invitación del universo para ese mes será diferente. Y la manera personal que tengas tú de vivenciar este mes con ascendente de revolución lunar en aire tendrá mucho que ver también con cuánto aire tienes tú en tu carta natal, y con tus configuraciones personales; si sabes astrología puedes analizarlo en un contexto más amplio con tu carta natal y, si no, puedes consultar a un/a astrólogo/a profesional, sobre todo si se trata de un mes importante para ti.

Ascendente en Tierra Tauro, Virgo, Capricornio Si el ascendente de tu revolución lunar (recuerda que no es tu ascendente natal, sólo el de la carta de la revolución lunar de un mes concreto) está en un signo de tierra, se abre ante ti un período para materializar cosas en lo concreto, traer a la materia lo que antes sólo existía en tu mente. La invitación ante ti será a que busques maneras de desarrollar lo concreto, dejando de vivir en tu mente haciendo planes y conectándote con la realidad. También es importante que durante este período prestes atención a tu cuerpo; que te alimentes de manera saludable, te permitas los descansos que necesitas, y busques la manera de conectar con él a través del movimiento, como una práctica de yoga lenta, salir a caminar concentrándote en tus sentidos… Se abre una oportunidad también de que revises tu vida, tus proyectos y tus estructuras: ¿cuáles no están aportándote? ¿Dónde puedes mejorar tus estructuras vitales para que apoyen la persona en la que estás convirtiéndote? ¿Qué hábitos quieres dejar ir y cuales otros necesitas invitar a tu vida? ¿Cómo puedes trabajar de manera más eficiente? Durante este período es posible que te mantengas demasiado atada al mundo concreto y tangible y te olvides del mundo invisible, de tus emociones y conexión espiritual, de lo que no se ve. Quizá en este mes te dejes llevar más por la importancia de lo material, de lo fijo, y te resistas a abrirte a nuevas ideas.

Ascendente en Tierra Tauro, Virgo, Capricornio Según el signo de tierra del que se trate, la invitación del universo para ese mes será diferente. Y la manera personal que tengas tú de vivenciar este mes con ascendente de revolución lunar en tierra tendrá mucho que ver también con cuánta tierra tienes tú en tu carta natal, y con tus configuraciones personales; si sabes astrología puedes analizarlo en un contexto más amplio con tu carta natal y, si no, puedes consultar a un/a astrólogo/a profesional, sobre todo si se trata de un mes importante para ti.

Ascendente en Fuego Aries, Leo, Sagitario Si el ascendente de tu revolución lunar (recuerda que no es tu ascendente natal, sólo el de la carta de la revolución lunar de un mes concreto) está en un signo de fuego, tienes ante ti la oportunidad de conectarte con la fuerza de la vida, la vitalidad, el empuje necesario para comenzar proyectos; en definitiva, una conexión directa con las ganas y el ánimo. El elemento fuego está relacionado directamente con la acción, por lo que si estabas pensándote algo o dándole vueltas, ha llegado el momento de pasar a la acción. También es buen momento de conectarse con ese fuego interno que nos lleva a desear cosas; pregúntate, ¿qué deseo? ¿qué me enciende y me motiva? ¿hacia qué objetivo voy a dirigir todo este fuego, toda esta acción dirigida?. Esta energía de entusiasmo y potencia, de ganas de hacer cosas, necesita ser dirigida. Este mes con ascendente en fuego puede ser muy potente para ti si te permites conectar con eso que deseas y sueñas, y luego enfocar todo tu entusiasmo para moverte hacia allí.Según el signo de fuego del que se trate, la invitación del universo para ese mes será diferente. Y la manera personal que tengas tú de vivenciar este mes con ascendente de revolución lunar en fuego tendrá mucho que ver también con cuánto fuego tienes tú en tu carta natal, y con tus configuraciones personales; si sabes astrología puedes analizarlo en un contexto más amplio con tu carta natal y, si no, puedes consultar a un/a astrólogo/a profesional, sobre todo si se trata de un mes importante para ti.

Ascendente en Agua Cáncer, Escorpio, Piscis Si el ascendente de tu revolución lunar (recuerda que no es tu ascendente natal, sólo el de la carta de la revolución lunar de un mes concreto) está en un signo de agua, este mes tienes la oportunidad perfecta para conectarte con tu intuición y aprender a escucharte. Muchas veces nos perdemos en tanto hacer, tanto estar en el mundo externo, que se nos olvida mirar hacia dentro y escuchar lo que nuestro cuerpo intenta decirnos. Esas sensaciones en el estómago cuando piensas o hablas de algo, esas cosas que sabes sin saber por qué lo sabes… es el momento de conectarte con todo eso. Quizá este mes puedes empezar a escuchar a tu cuerpo y a comer de manera intuitiva, o comenzar una práctica de meditación. También es un momento perfecto para escuchar tus emociones y permitirte sentirlas, en lugar de estar reprimiéndolas constantemente, manteniéndolas bloqueadas en tu organismo causándote daño. Una vez que te permites a ti misma escucharlas y recibir el mensaje que te transmiten, puedes entonces comenzar a hacer cambios en tu vida. reeducando a nuestra mente y enseñándola a no reaccionar a recuerdos del pasado o a situaciones que activan patrones inconscientes en ti. Pero para hacer ese trabajo (quizá en un mes con ascendente fuego) debes primero escuchar y conocer esos mensajes en forma de emoción, y para eso un mes con ascendente agua es perfecto.

Ascendente en Agua Cáncer, Escorpio, Piscis También será un mes para conectar con nuestra sensibilidad y creatividad interna: expresarnos de la manera que sintamos, permitirnos crear y poner en palabras (o en trazos, o en colores, o en hilos, o en la manera que tengas tú de expresar) todas esas emociones que estamos observando y trabajando.Según el signo de agua del que se trate, la invitación del universo para ese mes será diferente. Y la manera personal que tengas tú de vivenciar este mes con ascendente de revolución lunar en agua tendrá mucho que ver también con cuánta agua tienes tú en tu carta natal, y con tus configuraciones personales; si sabes astrología puedes analizarlo en un contexto más amplio con tu carta natal y, si no, puedes consultar a un/a astrólogo/a profesional, sobre todo si se trata de un mes importante para ti.

Al margen de la información que te da tu revolución lunar para el mes que comienza, el momento exacto en el que la Luna en tránsito está en conjunción con tu Luna natal es un momento sensible para ti. La Luna en astrología evolutiva nos habla de nuestro mundo emocional, nuestro inconsciente, esas mareas internas que nos revuelven por dentro. Si durante el día o las horas en las que la Luna y tu Luna están juntas hay algo que te remueve o te impacta a nivel emocional seguramente estarás percibiendo sus influencias y trabajando en ello a lo largo de todo el ciclo lunar. También es posible que durante este corto período te sientas más sensible, con las emociones a flor de piel; que necesites estar un poco hacia dentro, y que tus emociones estén algo más desbocadas, haciéndote perder un poco la objetividad.

La revolución lunar sinódica (por fase lunar) Cada mes, cuando la Luna atraviese la misma fase en la que se encontraba cuando llegamos a este mundo, nos ocurrirá algo parecido que cuando se da nuestra revolución por signo: nos encontramos más sensibles, más expuestos al medio. Se trata de un momento importante para nosotras puesto que cualquier cosa que se encuentre en el inconsciente (Luna) tendrá una vía rápida para llegar a nuestra conciencia (Sol); se trata de una gran oportunidad para poner luz sobre nuestra sombra, pero también puede resultar doloroso tener que mirar qué partes de nuestra vida no están funcionando y por qué. A veces tendemos a no querer mirar ciertas áreas de nuestra vida, a hacer el avestruz enterrando la cabeza en la arena y haciendo como si nada, porque hacernos conscientes de que algo no va bien implicaría tener que tomar decisiones que no siempre apetecen. En estos casos, el momento del mes en el que experimentamos nuestra revolución lunar sinódica es como si alguien nos obligara a mirarnos al espejo, como si nos abrieran los ojos a aquello que hemos guardado en el inconsciente por miedo a lo que tomar conciencia de ello podía significar. Como todo en la vida, esto no es ni bueno ni malo; es simplemente un momento propicio, una energía con la que nosotras podemos trabajar, y elegir si la empleamos a nuestro favor (para crecer y evolucionar) o si nos resistimos a ella y a las lecciones que nos trae. No siempre se trata de aprender en base a algo que no funciona, claro; en los períodos de nuestra vida en los que estamos felices, plenas y creativas, lo que aflorará a la consciencia durante esta fase será la gratitud y el gozo por la vida maravillosa que llevamos.

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La energía de este momento sería parecida a la de la fase premenstrual para las mujeres. En la sección Luna Interna te cuento más sobre ello, pero básicamente se trata de lo mismo; durante nuestra fase premenstrual estamos más conectadas con nuestra intuición y, por tanto, receptivas a los mensajes que el Universo trae sobre las cosas que no funcionan en nuestra vida; abiertas a verlo todo bajo una nueva luz. Algo así sucede en nuestra revolución lunar sinódica; es como si nos trajeran una linterna para revisar nuestra sombra, y nos animaran a hacernos cargo de ella. Por otro lado, el astrólogo y médico eslovaco Eugene Jonas, en la década de los 50, investigó la relación entre la fertilidad de la mujer y su revolución lunar sinódica (por fase lunar). Se dio cuenta de que, en el momento del mes en el que la Luna estaba en la misma fase exacta que en la carta natal de la mujer, ella tenía muchas posibilidades de quedar embarazada. Su teoría para defender esto era que en ese momento podía producirse una ovulación espontánea, y estudió el caso de muchas mujeres que se habían quedado embarazadas de esta manera. Yo no he investigado sobre este tema, y no sé si se sostiene desde un punto de vista médico, pero me ha parecido interesante incluirlo en esta guía para que, si tú quieres y sientes que te interesa, puedas investigar este tema por tu cuenta. ¡No pierdes nada haciendo el amor el día de tu revolución lunar sinódica si estás buscando ser mamá! Correlacionando esta idea de revolución lunar sinódica y especial fertilidad, también se trata de un momento del mes en el que estamos especialmente creativas y conectadas; dispuestas a dar vida a nuestros hijos no encarnados: nuestras ideas. Cualquier semilla que plantemos en ese momento del mes, crecerá fuerte; es un momento idóneo para crear, planificar, y parir sueños. 

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La Luna y el Zodiaco Durante su ciclo mensual, mientras va creciendo y menguando conforme se acerca o se aleja del Sol como hemos visto, la Luna transita todo el Zodiaco, es decir, que en el período de un mes, entre Luna nueva y Luna nueva, pasa por todos los signos. Cada signo del zodiaco tiene treinta grados y la Luna recorre un grado cada dos horas, con lo que se queda en cada signo durante dos días y medio, aproximadamente. Se trata del cuerpo celeste que más rápido se mueve en astrología, y por eso también es uno de los que más nos deja sentir su efecto. Simplificando un poco, se puede decir que un signo del zodiaco es un tipo de energía, con lo que cuando se dice que la Luna está en un signo, significa que la energía particular de ese signo está disponible en ese momento para todas las personas. Por ejemplo, cuando la Luna está en Aries, nos sentimos enérgicos y determinados, podemos tener ganas de hacer deporte físico fuerte o de iniciar proyectos, mientras que cuando la Luna está en Cáncer lo que nos apetece en estar en casita, con los que queremos, quizá sin movernos de la cama, mimarnos… se trata de una energía propicia que hay en el ambiente, una manera de estar en el mundo que se encuentra disponible para todos.  Esto es distinto a nuestra Luna natal, que es el signo del zodiaco donde se encontraba la Luna en el momento de nuestro nacimiento y que es particular de cada persona. La Luna natal en nuestra carta astral nos aporta mucha información sobre nuestro yo interno, sobre las cosas que nos hacen sentir seguras, sobre cómo era nuestra relación con mamá, sobre cómo tendemos a actuar de manera inconsciente para conseguir afecto y seguridad emocional.. se trata de una puerta de entrada a la conexión con nuestra niña interna y es un trabajo precioso, pero este ebook lo he enfocado como una guía para trabajar con la Luna en tránsito y no con la Luna natal; es decir, en ella hablaré sólo de los efectos de la Luna en el momento presente, la energía disponible en cada momento y las maneras de aprovecharla. 

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Para conocer la energía de la Luna en un momento dado, y por ende la energía que hay en el ambiente en ese momento, hay que fijarse tanto en la fase lunar en la que se encuentra como en el signo del Zodiaco en el que está. La Luna tarda un mes (una vuelta a la Tierra) en pasar por todos los signos del zodiaco, y como cada mes la Luna nueva (el comienzo de su ciclo) se da en un signo diferente, no suele coincidir la misma combinación signo+fase en al menos un año, con lo que es importante ir siguiendo tanto su viaje por el Zodiaco como su distancia del Sol (fase lunar) para entender la energía con la que contamos para trabajar.En el capítulo de Cómo intencionar con la Luna te cuento cómo aprovechar mejor la energía de la Luna por fase, plantando tus intenciones en Luna nueva y trabajando con ellas durante todo el ciclo lunar. Los signos del Zodiaco son una manera de expresar la energía concreta de cada fase, como si fuera un filtro a través del cual nos llega la luz de la Luna, tiñéndola de un color específico. En ese capítulo también te contaré cómo es la energía de cada signo y cómo aprovecharla.

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Luna

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LUNA INTERNA

Tu ciclo y la Luna

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n nuestra sociedad actual, las mujeres estamos completamente desconectadas de nuestro ciclo menstrual y, por ende, de nuestra conexión con la Luna. En mi opinión personal, el sagrado femenino guarda tanto poder que desde la Antigüedad se ha buscado reprimirlo, ocultarlo, hacerlo tabú; y no sólo eso, sino lograr que nosotras mismas veamos nuestra menstruación como algo asqueroso, una molestia mensual que debemos enfrentar con hastío y desgana, en lugar de una bendición que nos conecta con la ciclicidad de la naturaleza, una brújula interna que nos guía para transitar nuestros períodos de creatividad y de descanso escuchando la sabiduría ancestral de nuestro cuerpo, que es la misma que la de la Luna pues ambas somos naturaleza. Te invito a preguntarte qué concepción tienes de tu ciclo menstrual: ¿sangrar es para ti una molestia y desearías no tener la menstruación? ¿O agradeces los mensajes de tu cuerpo que te guían a transitar tus fases con conciencia y amor interior? Con este ebook quiero entre otras cosas proponerte una nueva visión de tu ciclo femenino para que puedas conectarte contigo misma desde otro lugar.

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Desde los inicios del sistema patriarcal en el que continuamos inmersos como sociedad, la menstruación ha sido un tema tabú, visto como algo sucio e impuro. Se ha buscado que las mujeres vivamos nuestros días de sangrado como el castigo por el pecado original de Eva, una molestia que enfrentar cada mes, que interfiere en nuestros planes ya creados, nos incomoda y nos ‘’ensucia’’ constantemente. En el pasado, las mujeres que estaban menstruando eran consideradas impuras y debían alejarse de su tribu durante esos días, sin ver a ningún hombre ni dejarse ver por él (podían recibir la visita de otras mujeres siempre y cuando ellas cumplieran también con el aislamiento). Tampoco podían tocar utensilios o pertenencias de otras personas, e incluso se controlaba su alimentación durante esos días, por miedo a que si ingerían leche o carne perjudicasen la caza de la tribu o las vacas dejaran de dar leche.Ha sido tan poderoso este desprecio generado que es esa visión de la menstruación la que nos transmitimos de madres a hijas, perpetuando ese legado patriarcal y sin atrevernos a conectar con nuestro ciclo desde el amor, la curiosidad y el agradecimiento por poseer una brújula interna tan potente. ¿Cómo de diferente sería tu relación con tu ciclo menstrual si desde tu menarquía (primera menstruación) tu madre te hubiera hablado de tu sangre como un regalo, como algo sagrado, un mensaje de tu cuerpo, un momento en el mes de pausa y retiro, de sabiduría ancestral y conexión con tu creatividad? ¿Cómo habrías vivido ese rito de paso si en lugar de darte una compresa y explicarte cómo se ponía, tu madre te hubiera hablado del poder femenino que empezaba a despertar en ti, de la conexión profunda con la Naturaleza y la Luna, y te hubiera ayudado a organizar un ritual especial o incluso una fiesta para celebrar ese portal sagrado que atravesabas transformándote de niña en mujer? Aunque este ebook no trata específicamente sobre nuestro ciclo menstrual, me ha apetecido tocar este tema aquí porque nuestro ciclo femenino está muy relacionado con el ciclo lunar. Desde la Antigüedad se ha relacionado a la mujer con la Luna: nuestros antepasados observaron que, mientras que el hombre es lineal como el Sol y siempre se ve igual, pudiéndose predecir su aspecto y posición día tras día, la mujer es cambiante como la Luna, que muta de aspecto según el día del mes en que se encuentre. 

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Asimismo, cuando hay luz en el cielo (es decir, cuando el Sol está alto) la claridad favorece la acción en el mundo exterior, la extroversión, la manifestación activa de nuestra esencia; algo relacionado con la energía yang. Mientras que cuando el Sol le oculta y reina la Luna nos inunda la oscuridad, que favorece la introspección y el movimiento interno, el viaje profundo hacia el interior, todo ello relacionado con la energía yin. Somos cíclicas; nuestras hormonas aumentan y disminuyen de nivel según el momento de nuestro ciclo en el que se encuentre el cuerpo, afectándonos a nivel físico, emocional y espiritual. Nuestro ciclo menstrual es una expresión de nuestra Naturaleza, que es cíclica para todo, porque somos parte del Universo y el Universo funciona en un pulso cíclico con todo (las mareas, las estaciones…) Las mujeres atravesamos mensualmente un ciclo de varias fases, como un círculo que se repite una y otra vez, mientras que la energía del hombre se mueve de manera lineal, hacia delante. Como vivimos en una sociedad patriarcal, que se rige de la misma manera que el hombre, se espera de nosotras que nuestros ritmos también sean lineales, y no se respeta nuestra naturaleza cíclica ni nuestra necesidad de dedicar unos días al mes al descanso y la introspección. Nosotras, como la Luna, crecemos y decrecemos energéticamente cada mes, y ser capaces de permitirnos esos días de ‘’oscuridad’’ en los que vamos para dentro y hacemos cuevita es muy importante para nuestra salud física y emocional. Ojalá en el futuro nuestra sociedad entienda cómo funciona nuestra naturaleza femenina y todas podamos retirarnos durante los días de sangrado a reflexionar, soltar y descansar, para poder renacer al comienzo de un nuevo ciclo con energía renovada. Entender que los períodos de descanso e introspección son los que alimentan y posibilitan los períodos de expansión y creatividad es fundamental. Muchas veces no nos permitimos parar porque, viviendo en el sistema patriarcal, nos han contado que debemos estar siempre activas, siempre produciendo algo, siempre útiles, y nos sentimos culpables si deseamos permitirnos un rato de simplemente ser, sin hacer nada; leer un libro, relajarnos en la bañera, dormir una siesta… pero son esos períodos en los que estamos ‘recargándonos’, como una batería, los que nutren la creatividad y la expansión que sentiremos más adelante.

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Poder crear desde nuestro centro, dar a luz proyectos y sueños, materializar ante nuestros ojos la realidad que deseamos ver, requiere de períodos de descanso y recogimiento. Imagina toda tu creatividad y energía como una semilla que, para florecer, necesita ser nutrida con abundante agua, necesita ese período a oscuras y en silencio enterrada en la tierra húmeda para poder nutrir sus raíces, que son las que alimentarán su expresión creativa en forma de hojas y flores más adelante, cuando esté lista. No se puede dar lo que no se tiene, y si constantemente estamos dando, entregándonos, siendo productivas, y no dedicamos tiempo al descanso y la introspección, pronto nos quedaremos vacías y sin nada más que entregar al mundo.Por eso considero fundamental no sólo hacer las paces con nuestro ciclo, aceptar su existencia y nuestra naturaleza cambiante, sino también tomarnos el tiempo de conocerlo, observarlo sin juicio y con amor, y aprender a fluir con él. Dar la bienvenida a nuestra vida a un conocimiento profundo sobre nuestro ciclo menstrual nos permite entendernos en todas nuestras fases, aceptar nuestros cambios de humor o fluctuaciones en nuestros niveles de energía, e incluso tenerlos en cuenta en nuestra agenda a la hora de planificar nuestra vida (evitar reuniones cuando estemos en fase premenstrual o menstrual si lo que nos apetece es estar en casa haciendo cuevita, por ejemplo). Este no es un ebook sobre nuestro ciclo en específico, así que aquí sólo voy a hablar de la correlación entre el ciclo lunar y el ciclo femenino y de nuestros 4 arquetipos, pero te recomiendo que profundices en tu conocimiento sobre tu menstruación, tus hormonas, tu salud femenina, etc, porque es un conocimiento que te cambiará la vida. En la sección de Recursos al final de esta guía tienes una lista de lecturas recomendadas para profundizar. Por ahora me gustaría hablarte de tu Luna interna. Antes te he contado que las fases de la Luna que vemos en el cielo pueden dividirse en cuatro o en ocho, según el sistema que se prefiera utilizar. Como el ciclo menstrual tiene 4 fases, aquí utilizaremos la clasificación lunar de 4 fases (Luna nueva, Luna creciente, Luna llena y Luna menguante) para poder correlacionar ambos ciclos. Pero primero, hablemos un poco de tu ciclo: lo primero que quiero aclarar es que cuando hablo de tu ciclo menstrual no me refiero sólo a tu menstruación, es decir, los días en los que sangras.

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Tu ciclo menstrual ocupa todo el mes, porque aunque lo más notorio y lo que más solemos ver son los días de sangrado, realmente dentro de ti están sucediendo cosas todos los días. El cuerpo femenino es un ente complejísimo dentro del cual tienen lugar danzas delicadas de hormonas; tu ciclo es en esencia un baile entre dos hormonas principales, el estrógeno y la progesterona (aunque hay varias otras que también participan). Otra aclaración que quiero hacerte antes de comenzar es que, si estás tomando o utilizando anticonceptivos hormonales, tu ciclo está en pausa y nada de esto sucede. Ni siquiera tienes la menstruación; el sangrado que experimentas cada mes lo causa la pastilla, pero no es considerado una menstruación como tal porque lo que expulsas no es sangre endometrial. Aun así te invito a aprender sobre el tema, por si más adelante decides que eso no es lo que buscas y prefieres dejar de tomarla. En el apartado de Prácticas para conectar con la Luna te propongo realizar un seguimiento de cómo te afecta personalmente cada fase lunar y, aunque es para todas, tiene más sentido realizarlo si tu ciclo menstrual no está activo, así que quizá puedes empezar por ahí tu camino de autodescubrimiento si por ahora quieres seguir tomando la pastilla.

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Las fases de tu ciclo menstrual Igual que hablábamos de que la clasificación esencial de los cambios de la Luna se realiza en base a si está ganando luz (quincena clara) o perdiéndola (quincena oscura), en tu cuerpo sucede lo mismo: tu cuerpo está o bien preparándose para la ovulación (fase folicular) o bien preparándose para la menstruación (fase lútea), a menos que se haya dado la fecundación y estés embarazada, claro. Durante la fase folicular es el estrógeno el que tiene más presencia en ti, y tras la ovulación, con el comienzo de la fase lútea, la progesterona toma protagonismo. Este baile de hormonas afecta mucho a tu salud, a tu estado físico (cansancio, sensaciones vaginales, niveles de energía, etc) y a tu estado emocional (motivación, ganas de comerte el mundo, o bien necesidad de silencio y quietud, de estar para dentro…).  Un nuevo ciclo menstrual comienza el primer día de sangrado. Durante los primeros días (entre 3 y 7 aproximadamente, varía en cada mujer) estás menstruando, lo que significa que la capa interior del útero, que se llama endometrio, se está desprendiendo. En los ovarios comienzan a desarrollarse los folículos, preparándose para la ovulación.  Después comienza la fase folicular;: el estrógeno es la hormona dominante en tu cuerpo ahora. El endometrio está engordando de nuevo, y comienzas a producir flujo cervical cada vez más líquido, que pretende ayudar a los espermatozoides a alcanzar el óvulo cuando se produzca la ovulación.  Cuando por fin llega el día de la ovulación (aproximadamente el día 14 del ciclo pero varía con cada mujer), el óvulo es liberado por el ovario y conducido a través de las trompas de Falopio hasta la cavidad pélvica. Si no es fecundado comienza la fase lútea, en la que la progesterona va aumentando a medida que descienden los niveles de estrógeno. Finalmente el endometrio se desprende y tiene lugar una nueva menstruación, comenzando un nuevo ciclo.

Cada fase de nuestro ciclo menstrual se suele relacionar con una fase del ciclo lunar y  también con una estación. Todo son ciclos y todo está interrelacionado, cada una de las cuatro estaciones tiene una energía parecida a una fase lunar y a una menstrual. Me parece una manera muy hermosa de comprobar que somos naturaleza, que somos parte del Universo.  Esta correspondencia de cada fase lunar con una fase de tu ciclo es a nivel arquetipal y energético. Algunas mujeres sí ovulan y menstrúan siguiendo este esquema, y otras no. Más adelante te explicaré los dos patrones menstruales y lunares que suelen repetirse, pero es posible menstruar en cualquier momento del ciclo lunar y todo es perfecto. Sólo hay que tener en cuenta el momento en el que estamos, por un lado en nuestro ciclo menstrual, para saber cómo podemos sentirnos internamente, y por otro lado en qué fase está la Luna, para saber qué energía hay disponible para todos. A veces nos afectará más una que otra, según el momento de nuestra vida; a veces se sincronizarán y otras serán opuestas (nuestro patrón menstrual puede ir cambiando a lo largo de los meses). Por eso siempre digo que observarse amorosamente es la clave. Llevar un registro de cómo te sientes en cada fase lunar, y en cada fase menstrual, es muy importante; te ayudará a conocerte mejor, a fortalecer tu vínculo con tu cuerpo, con la Luna y contigo misma, y te permitirá, con el tiempo, poder predecir cuándo te sentirás más cansada o más enérgica y creativa, y organizarte en base a eso. Te voy a dejar aquí una correspondencia entre las fases lunares y las fases de tu ciclo menstrual; todo está basado en guías generales, pero lo mejor para saber cómo vivencias tú cada fase de tu ciclo es que te observes con amor y lleves un registro de tu ciclo menstrual utilizando un diagrama lunar. Tienes un diagrama descargable en la sección de Recursos y más info sobre cómo se utiliza al final de este capítulo.

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Menstruación - Luna Nueva Invierno

Si el ciclo lunar comienza con la Luna nueva, nuestro ciclo lo hace con la menstruación; ambas tienen una energía muy parecida. Se trata de un momento de recogimiento, de estar hacia dentro. No es un momento para hacer cosas, pero sí para planificarlas. Suele ser una etapa muy creativa para muchas mujeres, a nivel mental; viene un flujo de ideas, de creatividad, de soluciones… no para que las pongas en práctica inmediatamente, pero sí para poder planificar, tomar notas, organizarte y plantar intenciones, como sucede en la Luna nueva. Es una energía de principios, de empezar nuevos ciclos con disposición, entrega y el corazón abierto. Esta fase se relaciona con el invierno: una estación para estar hacia dentro, para recogerte en casa, pues fuera hace frío; para descansar junto al fuego con una infusión mientras anotas tus ideas, tu creatividad, y reflexionas sobre el ciclo anterior y sus aprendizajes. Tanto el invierno como la menstruación y la Luna nueva simbolizan una invitación a detener el ritmo, a permitirnos descansar y ser menos productivas que en otras fases, y a mirar dentro de nosotras analizando nuestra vida. Es un momento perfecto para plantearnos si estamos enfocadas hacia nuestros sueños y en qué áreas de nuestra vida podríamos conectarnos más profundamente con nuestros planes y necesidades. Una oportunidad para repensar si estamos cuidándonos y ocupándonos de nosotras mismas, dándonos lo que necesitamos en cada momento.

Menstruación - Luna Nueva Invierno

Igual que en invierno no hay apenas luz fuera, las noches son largas y sentimos un llamado a recogernos, en esta fase estamos invitadas a buscar la luz en nuestro propio interior, conectar con nuestras propias necesidades, reflexionar sobre el ciclo pasado y, mediante el descanso y la creatividad, sentar las bases para el nuevo ciclo que comienza. A mí me encanta ver la menstruación como un ‘’termómetro’’ de mi ciclo. A menudo he observado, y también lo he confirmado conversando con otras mujeres y lo he leído, que mi sangrado está muy relacionado con lo vivido a nivel experiencial y emocional durante el ciclo que ha terminado. Si durante el ciclo te has escuchado y cuidado, te has dado espacio para ti, has descansado lo que necesitabas y te has nutrido de acuerdo con las necesidades de tu cuerpo, y has honrado tus emociones y creado el espacio necesario para expresarlas, la menstruación suele ser suave y corta, con menos síntomas incómodos. En cambio si durante el ciclo que terminas has estado muy inmersa en un proyecto que consumía todo tu tiempo, por ejemplo, y no tuviste tiempo de cocinarte comidas nutritivas y hacer ejercicio, te quedaste trabajando hasta tarde muchas noches descansando poco, o en lo emocional has tenido un revuelto de emociones que no has podido organizar, expresar y gestionar, tu menstruación puede ser más fuerte e incómoda, como un mensaje de tu cuerpo que te invita a parar, a conectar contigo, a regalarte ese espacio. Tu menstruación es una oportunidad mensual para que tus cuerpos (físico, mental, emocional y espiritual) purguen lo que ya no necesitan, procesen lo vivido el ciclo anterior, se sintonicen y cojan fuerzas para el nuevo ciclo.

Pre-ovulación - Luna Creciente Primavera

Después, cuando ya no sangramos, comienza el camino a la ovulación, del mismo modo que la Luna empieza a ganar luz para acercarse al plenilunio. Hormonalmente para nosotras es un momento potente; los niveles de estrógeno van aumentando y nos aportan energía de acción e impulso. Es un momento de expansión perfecto para desarrollar y poner en práctica todas esas ideas que nacieron en Luna nueva; nos sentimos expansivas, creativas.. en esta fase es cuando no nos importa quedarnos trabajando hasta tarde desarrollando un nuevo proyecto creativo, aprendiendo algo nuevo o poniendo en marcha nuestros sueños. Esta fase se corresponde con la primavera; en primavera todo en la Naturaleza se expande y activa tras el descanso invernal. La energía de la creatividad está muy presente, todos los animales se reproducen y crean vidas nuevas, las plantas comienzan a nutrir sus nuevos brotes y a mostrar lo más bello de sí mismas al mundo en forma de hermosas flores. La energía va en expansión, tanto en la naturaleza como en nosotras. Todo lo revisado y removido durante la menstruación a nivel interno, mientras descansabas y te nutrías, inicia ahora su camino hacia el exterior, del mismo modo que los brotes inician su camino más allá de la tierra húmeda. Las semillas que plantaste con tus reflexiones y observación amorosa de lo que tu cuerpo quería decirte ahora pueden materializarse y tomar forma: si en tu menstruación te diste cuenta de que no te estabas nutriendo como tu cuerpo te pedía, ahora es el momento de cambiar tu dieta; si durante el sangrado recibiste una idea creativa que te encendía por dentro, ahora es el momento de crearla y darle vida. Estás llena de energía, como la naturaleza en primavera; va en aumento y estás invitada a recolectarla y emplearla en tus proyectos, a aprovechar esta oportunidad de crecer y expandirte.

Ovulación - Luna Llena Verano

La ovulación es la culminación de un ciclo, igual que la Luna llena. Todo el ciclo se ha tratado de un camino para llegar aquí. Tus ovarios liberan un óvulo listo para ser fecundado, que durante 24h está disponible y esperando. En esta fase puedes notar más deseo sexual (es tu cuerpo diciéndote que ahora puedes lograr un embarazo) y sentirse sensual, plena y atractiva, irradiando luz igual que la Luna. Tu energía está muy alta, eres capaz de llegar a todo (o casi todo), y tu creatividad también está por las nubes. Durante la ovulación puedes sentirte más segura de ti misma, expansiva, fuerte y capaz de nutrirte y nutrir a otros, compartiendo tus altos niveles de energía y aprovechándolos también para nutrir a los demás. Esta fase es ideal para ir cerrando cabos, terminando esos proyectos a medias que necesitan mucha atención y creatividad, para tener las reuniones que necesites y organizarte, porque después llegará la fase premenstrual en la que tu cuerpo buscará recogimiento y cueva. La fase ovulatoria se corresponde con el verano, que es la época del año en la que las plantas entregan su fruto generosamente a los demás. Todo lo que han nutrido con mimo durante la primavera está listo para ser compartido con el mundo. El árbol que durante el invierno se ha recogido, se ha cuidado, ha permitido que sus ramas descansen, y que durante la primavera ha trabajado poniendo al servicio toda su creatividad, su capacidad de trabajo, sus ganas y su entrega, llega al verano, la culminación del ciclo, con mucho fruto que compartir.

Pre-menstrual - Luna Menguante Otoño

El ciclo se va acercando a su final. Todo lo que había para compartir y dar vida, todo eso que queríamos materializar y a lo que queríamos dar forma, ya ha sucedido. La Luna va perdiendo luz mientras se acerca de nuevo al Sol, y del mismo modo nosotras comenzamos a buscar recogimiento y calma. Hemos estado mucho tiempo hacia afuera, creando y proyectando, compartiendo con el mundo; ahora comienza el viaje hacia dentro, la búsqueda de la raíz. Nuestro cuerpo nos pide calma y refugio, necesita tiempo de descanso, de procesar lo sucedido durante el ciclo, integrar los aprendizajes que puedan haberse dado. Es momento de dejarte sentirte, de ir soltando poco a poco capas que te sobren, para avanzar más ligera. En la naturaleza, esta fase se corresponde como el otoño y, como los árboles sueltan hojas, nosotras vamos desprendiéndonos de la carga que no nos aporta. Es como si tomáramos una bocanada de aire para sumergirnos de lleno en la menstruación, el invierno introspectivo y reflectivo del alma. En esta fase puede aumentar nuestra necesidad de conectar con nosotras mismas, quizá escribiendo en nuestro diario emociones, aprendizajes y experiencias, quizá utilizando un oráculo o el Tarot para poner claridad a nuestra maraña interna, quizá meditando en silencio, preparándonos un baño caliente, una cena deliciosa, un masaje con aceite de coco, acostarnos temprano… se trata de un momento de nuestro ciclo donde estamos más conectadas con nuestra intuición y, por tanto, podemos recibir mejor los mensajes del Universo y de nuestro cuerpo.

Pre-menstrual - Luna Menguante Otoño

Dice Christine Northrup que en esta fase de nuestro ciclo debemos escuchar mucho las intuiciones y mensajes que nos vienen de nuestro cuerpo o de nuestro inconsciente, porque es el momento en el que estamos más receptivas a entender ciertas partes de nuestra vida o a ver las cosas bajo una nueva luz. Por ejemplo, si en tu fase premenstrual sueñas con una pelea con tu hermana, quizá hay algo en esa relación que estás invitada a observar, poner conciencia y sanar. También dice Northrup que las cosas que te remuevan por dentro en estos días, las situaciones o experiencias que te hagan sentir emociones (que quizá en otro momento del ciclo no te hubieran afectado tanto) nos puede indicar aspectos de nuestra vida en los que tenemos que trabajar o que aún no hemos sanado.En esta fase prima la búsqueda de la soledad, de la cueva. No estamos tan disponibles para el otro, no somos tan compasivas ni empáticas; nuestro cuerpo está llamando toda nuestra energía hacia dentro. Si eres madre quizá necesites tener más paciencia contigo misma en estos días, entender que no vas a maternar como en otro momento de tu ciclo y que todo está bien. Si hay un momento en el que relajar las normas acerca de las pantallas o pedir a tu pareja más tiempo para ti, es éste. Aunque no seas madre también te vendrá bien buscar más espacios propios durante esta etapa en los que descansar. Si tienes conflictos, no es momento de tratar de sanar ninguna relación o solucionar nada; sólo observa y anota la información que te llega, reflexiona sobre aquello que te remueve, y espera a otro momento del ciclo para tomar acción.

Los arquetipos menstruales

Carl Gustav Jung fue un psiquiatra, psicólogo y psicoanalista cuyo trabajo hizo tremendas aportaciones al campo de la astrología psicológica y evolutiva, permitiéndole avanzar desde la astrología dual y predictiva clásica hasta este nuevo y revisado enfoque como herramienta de desarrollo personal y autoconocimiento. Uno de los conceptos más importantes que presentó Jung fue el de inconsciente colectivo. Explicaba que, así como cada persona tiene un inconsciente personal, es decir, una sombra, una mochila donde almacena todas esas creencias, emociones estancadas, pensamientos, patrones de comportamiento y demás contenido mental y emocional del que no es consciente, pero que tiene una gran influencia sobre su vida, del mismo modo la especie humana como colectivo compartimos un inconsciente colectivo que es igual en todos nosotros. El inconsciente colectivo alberga creencias y patrones que compartimos como sociedad, que están presentes en todos los hombres. Y gran parte de esta información común que describe Jung son los arquetipos. Él propuso sus propios arquetipos muy interesantes, y también validó la existencia de temas arquetipales como la muerte. Define un arquetipo como un conjunto de recuerdos y experiencias de nuestros antepasados, que se presentan de una forma concreta (como el arquetipo de la Madre, que está incluido en los arquetipos presentados por Jung) y que está presente en el inconsciente de todos, porque en nuestra memoria celular todos hemos vivido experiencias parecidas a las que los arquetipos nos muestran. Los arquetipos entonces serían esquemas de comportamiento y pensamiento que heredamos, patrones emocionales e intelectuales que podemos encarnar en distintos momentos de nuestra vida. Los arquetipos menstruales no fueron presentados por Jung pero siguen ese mismo concepto que él introdujo. Cada arquetipo se corresponde con una fase lunar y con una fase del ciclo (y con una estación según la correspondencia que hemos visto). Son el arquetipo de la Doncella, de la Madre, de la Hechicera y de la Bruja.

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Recuerda que las fases lunares nueva y llena son momentos de equilibrio, mientras que los cuartos creciente y menguante son momentos de cambio, de acción, de crisis incluso; oportunidades para cambiar de rumbo si lo deseamos y enfocarnos de nuevo. Del mismo modo, los arquetipos menstruales de la Madre y la Bruja son momentos más de equilibrio (uno hacia el interior y otro hacia el exterior), mientras que la Doncella y la Hechicera son momentos de acción, de tomar decisiones. Decíamos que la quincena clara, el camino que recorre la Luna desde que estaba junto al Sol (luna nueva) a estar frente a él (luna llena) ganando luz, era un camino espiritual del ser humano hacia la conciencia; que estábamos más conectados con nuestra parte instintiva, animal, relacionada con la tierra y nuestra madre Gaia. Después, alcanzábamos la iluminación, la consciencia, poníamos luz sobre algún asunto, durante la Luna llena: nos conectábamos entonces con nuestra parte espiritual, con el cielo sobre nuestras cabezas, con la energía creadora. Tras ello comenzaba la quincena oscura, el camino inverso; transitábamos entonces de vuelta desde la conciencia hasta la intuición, de lo espiritual a lo terrenal. Con nuestras fases menstruales sucede en cierta manera lo mismo: transitamos desde nuestro momento más introspectivo, profundo e intuitivo (la menstruación, cuando conectamos con el arquetipo de la Bruja) a nuestro momento de mayor expansión hacia el exterior, de creatividad, conexión, ganas de compartir, conectar y participar de todo (la ovulación, cuando conectamos con el arquetipo de la Madre). Alcanzamos ambos extremos del círculo, esos puntos de equilibrio tranquilo, durante unos días del ciclo; el resto lo pasamos transitando de uno a otro, en esos estados de acción que son el arquetipo de la Doncella y de la Hechicera. Nuestro ciclo es un camino constante desde la expansión a la contracción; desde la extroversión a la introversión y vuelta a empezar.  El límite entre las fases no es rígido; fluimos de una fase menstrual a otra, de un arquetipo a otro, suavemente mientras se entremezclan, según nuestras hormonas bailan y se ceden el control las unas a las otras. Además, en cada mujer la duración de cada arquetipo, e incluso la manera en que éste se expresa, es diferente. De nuevo te recomiendo que utilices el diagrama lunar que está incluido en la sección de Recursos para observar de qué manera las energía del ciclo menstrual y los arquetipos se expresan en ti.

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COMO LA LUNA DISFRUTO MIS FASES

La doncella La doncella es joven y grácil. Tiene mucha energía, está hacia fuera; tiene ganas de crear, de compartir con los demás, de mostrar al mundo su potencial y lo que tiene para aportar. Como la primavera, está trabajando duro para florecer y le gusta mostrar sus flores y compartir su belleza. Es esa adolescente, esa joven mujer que todas llevamos dentro, que quería jugar y explorar, crear, descubrir el mundo. Su energía no está centrada en nada más que en ella, porque en este momento no está pensando en procrear; puede concentrarse en sí misma, sus sueños e ilusiones, lo que tiene para dar. Esta fase es de creatividad, de nuevos proyectos, de diversión, gozo y disfrute. Su rito de paso es la menarquía, la primera menstruación; esa bienvenida a la femenidad, la ilusión, el poder de crear vida. Está relacionada con arquetipos de diosas como Ostara, la diosa germánica de la primavera, o Artemisa, la diosa griega de los bosques, la caza y la Luna. La Doncella funciona por intuición, por impulsos; igual que al hablar del ciclo lunar decíamos que la quincena clara, cuando la Luna gana luz, es un momento intuitivo y instintivo

La doncella (porque aún el Sol no ha iluminado a la Luna, trayendo a la conciencia lo que estaba oculto), del mismo modo la doncella escucha su guía interna, su parte salvaje; confía en la sabiduría interior para que decida por ella. También existe tradición de referirse a este arquetipo como la Virgen, pero no se refiere a ‘’virgen’’ en el sentido de inocente, nunca tomada por un hombre, sino en el sentido clásico: virgen, que está completa en sí misma. Una Virgen, antes de que para el cristianismo pasara a significar ‘mujer inmaculada’, era aquella mujer que no pertenecía a nadie más que a sí misma. Explica Paule Salomon que antaño las vírgenes, o vestales, eran las sacerdotisas, que no pertenecían a nadie, que podían tener relaciones sexuales con quien quisieran pues no eran más que una forma de conexión con la Diosa. Más adelante con el monoteísmo judeocristiano la mujer pasó a ser propiedad de su marido, y estas vírgenes pasaron a ser llamadas prostitutas, condenadas a la exclusión social.

La madre La madre es creación pura, es dar vida en todo su esplendor. Igual que en verano los árboles están plenos, ofrecen sus frutos, entregan su esfuerzo, comparten su creación con el mundo: del mismo modo la Madre está plena, redonda como la Luna llena, más hermosa y sagrada que nunca. La Madre es un arquetipo con el que todas podemos conectar, independientemente de si somos madres de hijos de piel o no; simboliza esa parte en nosotras que da a luz proyectos, ideas, sueños; nuestro útero creador, nuestra capacidad de ser fuente de vida. Nos conecta con la Madre Tierra, la madre universal; ese sentirnos plenas, cariñosas, amorosas, fértiles, capaces de nutrir y dar vida, todopoderosas es la energía de la Madre. Se trata de una fase en la que conectamos con el exterior más que con el interior; a diferencia de la Doncella, que tiene sus energías centradas exclusivamente en sí misma, la Madre se prepara para ser portal y dar vida, trayendo al mundo algo más grande que ella misma, ya sean hijos reales o creaciones de otro tipo. Está menos centrada en sí misma y más en lo que tiene para dar; está abierta, dispuesta a compartir, a poner su energía en nutrir y alimentar a esas nuevas creaciones.

La madre Su rito de paso es el parto; ese portal entre la vida y la muerte, ese momento en el que la mujer se parte en dos para dar paso a algo nuevo. Parir es dar muerte a la Doncella para renacer como Madre; es el comienzo de un viaje para toda la vida, acompañada de tu bebé.El poder creador de la Madre va siempre acompañado del poder de la destrucción. Porque para el Universo son lo mismo; como el Yin y el Yang, ambas energías se entremezclan para dar forma a la vida. La Madre nos invita a aprender a aunarlas en una, a entender que todo final es también un principio, que toda creación implica una destrucción también, que donde hay luz, también hay oscuridad. Y así, aunando ambas energías, se encuentra el equilibrio.  Entre la madre perfecta a la que aspiramos y la madre horrible que no queremos ser, se encuentra la madre real, la madre humana, la madre que somos.Sólo podemos utilizar todo nuestro poder creador para materializar algo, para dar forma y vida a algo que antes no existía, si sabemos qué es lo que queremos crear. Por eso la Madre se relaciona con la Luna llena; momento de toma de conciencia en el ciclo lunar, cuando el Sol ilumina a la Luna con su luz y abre un portal en el que podemos autodescubrirnos, observarnos desnudas y a flor de piel, traer a la conciencia lo que antes estaba en la sombra.

La madre En Luna llena el Sol enciende la vela de nuestro candil, con el que alumbramos el camino; sabiendo a dónde queremos llegar podemos poner todo nuestro poder creador al servicio, materializando y dando forma a nuestros sueños.La Madre está relacionada también con varios arquetipos de diosas, como Yemanyá, madre de las aguas saladas, Deméter, diosa griega del cultivo de la Tierra y las estaciones, o Kuan Yin, diosa asiática de la compasión, el amor incondicional y la aceptación.

La Hechicera A la Hechicera se la puede conocer también como la Chamana o la Sacerdotisa… encarna el arquetipo de la mujer sabia, que ha vivido ya gran parte de su vida, que ha cuidado muchos fuegos, que ha criado muchos niños; que ha acumulado la sabiduría de la vida y ahora puede guiar y acompañar a otras. Es una mujer que se conoce a sí misma, conoce su sombra; ha hecho el trabajo, se ha observado y de ello ha aprendido y crecido. Como la Doncella, se guía por su intuición, pero la suya es una intuición teñida de sabiduría, de los conjuros de sus ancestras, de los remedios herbales que ha aprendido y utilizado, de las mujeres que ha acompañado y sanado. Es una mujer guerrera, hecha a sí misma, fuerte y poderosa, sabia y conectada consigo misma. Su rito de paso es la menopausia; cuando la sangre ya no llega una mujer se vuelve sabia. Puede mirar hacia atrás para aprender del camino recorrido; puede usar esa experiencia para acompañar a otras. Durante la menopausia, es común que las mujeres experimenten dificultad de pensamiento linear y concentración, lo mismo que sucede cuando acabas de tener un bebé y te cuesta concentrarte y pensar con claridad. Son momentos en los que la sabiduría de nuestro cuerpo nos pide que interpretemos el mundo desde el corazón, no desde la mente.

La Hechicera Se trata de una invitación de nuestra guía interior a escuchar más el llamado del Alma, de nuestra intuición, y vivir desde allí, proyectando amor desde el corazón y algo más desconectadas de la racionalidad mental. La Hechicera se relaciona con la fase premenstrual, de conexión con la propia intuición, de limpiar lo que aflora, acumulado durante el ciclo; conectar con este arquetipo nos ayuda a conectar con nuestro inconsciente para escucharnos y conocernos mejor, a observar y aprender de nuestras heridas, a formarnos nuestra propia verdad. La clave del arquetipo de la Hechicera en mi opinión no es que la mujer se vuelva sabia y poderosa, sino que se vuelve consciente de su propio poder, de lo sabia y poderosa que siempre ha sido. Percatarse de la propia magia no es sencillo, y especialmente en una sociedad patriarcal como la actual, que nos quiere desconectadas de nuestros cuerpos, hartas de la menstruación, asqueadas por nuestra propia sangre, y dispuestas a cualquier cosa por dejar de menstruar, se vuelve una tarea imposible. Siento que para muchas mujeres no es hasta que la sangre se retira y ya no vuelve más, que logran percibir la bendición que suponía el tener ese momento de sabiduría al mes, esa oportunidad de conectarse con su cuerpo y su intuición.

La Hechicera Amar nuestra naturaleza cíclica y entenderla como la fuente de nuestro poder y nuestra capacidad creadora es lo que nos abre las puertas a nuestra magia; tenemos una oportunidad cada mes, durante la fase premenstrual, de conectarnos con esa sabiduría y alcanzar esa consciencia.El arquetipo de la Hechicera está relacionado con diosas como Perséfone, diosa griega del inconsciente, de lo que no vemos, habitante del submundo. También se la relaciona con Kali, diosa hindú de la destrucción y el renacer, y con Lilith, primera mujer de Adán, concebida como su igual, que buscaba ser libre y salvaje y fue desterrada del Paraíso.

La bruja Conocida también como la Ermitaña o la Anciana, este arquetipo es representado por aquella mujer cercana al final de su vida. Colmada de sabiduría y experiencias acumuladas, se ha nutrido y ha nutrido a otras. Ha vivido una vida de sabiduría y ahora está cercana a abandonar el plano terrenal. Por supuesto, se trata sólo de un arquetipo igual que los otros; todas las mujeres los experimentamos una vez al mes tengamos la edad que tengamos. La energía de esta fase es de sabiduría y de retiro; de abandonar por unos días, mientras menstruamos, el mundo terrenal para entrar en contacto con el mundo espiritual. El momento del sangrado es muy poderoso en la energía de la mujer y así se ha reflejado en muchas culturas. Identificada con la Luna nueva, esta fase representa el momento en el que nuestro foco y nuestra energía deja de estar enfocado hacia fuera, hacia el mundo terrenal y tangible, y pasa a estar enfocado hacia dentro, hacia el mundo espiritual e invisible, hacia lo que no se percibe con nuestros cinco sentidos.  Se trata del fin de un ciclo, igual que sucede con la Luna balsámica que tiene lugar los días antes de la Luna nueva.

La bruja Y como todo final, también supone un nuevo comienzo. Si volvemos a la metáfora de la planta que crece para explicar las fases de la Luna (y, por tanto, de nuestra Luna interna), esta fase correspondería al momento en el que las marchitas hojas se caen y, descomponiéndose, se vuelven abono que nutre la nueva semilla. Lo aprendido en un ciclo es nutrición para el siguiente; de aquí entendemos que nuestros ciclos no son un círculo, sino una espiral. Volvemos a empezar con cada nuevo mes, sí, pero no desde el mismo lugar que habitábamos antes. Contamos con la sabiduría y conocimiento de lo ya vivido; el pasado ciclo nutre con su cuerpo la nueva semilla. Comenzamos de nuevo, más sabias, más experimentadas, quizá ya más conscientes de nuestra propia magia. La Bruja ha de morir para renacer de nuevo como la Doncella, pero no deja su sabiduría atrás. Todo final es un nuevo comienzo, son dos partes de un todo.

Luna blanca y Luna roja Explica Miranda Gray en su libro Luna Roja que, a pesar de que cada uno de los arquetipos menstruales se corresponda con una fase lunar, no todas las mujeres ovulan en Luna llena y menstrúan en Luna nueva. En nuestra sociedad actual, en la que estamos bastante desconectadas de nuestro cuerpo, la menstruación puede llegar en cualquier momento del mes, pero según Miranda es común que se organice en torno a dos patrones principales.El ciclo de la Luna Blanca sería el correspondiente a los arquetipos: la mujer ovula en Luna llena y menstrúa en Luna nueva. Cuando esto sucede, la energía creativa de la mujer y de la Luna se alinean: su cuerpo está listo para concebir vida y emprender el camino de la maternidad. Debido a esto, es el patrón menstrual que se asocia con la imagen clásica de la ‘’buena madre’’, el más aceptado por la sociedad patriarcal que habitamos.Por otro lado, el ciclo de la Luna Roja, que sería el opuesto, tiene lugar cuando la mujer ovula en Luna nueva y menstrúa en Luna llena. Los arquetipos menstruales siguen teniendo presencia en la mujer pero ya no van al mismo ritmo que las fases de la Luna. Cuando la mujer ovula en Luna nueva, en la oscuridad, está destinando sus energías creativas a su propio desarrollo y su camino interior, a manifestar su propia magia. Como este ciclo pareció a los hombres menos controlable, se asoció a la ‘’mujer malvada’’, la que utiliza su sexualidad para su propio gozo y no para crear una vida.  Ninguno de los ciclos es mejor que el otro; ambos sirven un propósito en la vida de la mujer. Además, como la menstruación es variable y le afectan muchos factores, como el estrés, las emociones, nuestro estado del ser, los embarazos, etc es normal que una misma mujer se alinee con los dos ciclos en etapas diferentes de su vida.

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Tu guía interna Todo lo compartido hasta aquí sobre tu ciclo menstrual, tus fases, tus hormonas, tus arquetipos y demás, es información general. Está basada en lo que experimenta una mayoría de mujeres, pero eso no significa que sea la experiencia de todas, ni que tú vayas a vivirlo de la misma manera que los demás. Lo mejor que puedes hacer para integrar toda esta información en ti es observarte a lo largo de tu ciclo. Anotar cómo te sientes física y emocionalmente, si tienes energía, si tu cuerpo te pide descanso, si tienes antojos o sueños locos. Y también si estás triste, morriñosa, o llena de energía. No hace falta que te quite mucho tiempo, sólo escribe un par de frases cada día. Puedes usar el diagrama lunar que está incluido al final de este ebook, o simplemente apuntarlo en una nota en el móvil. Pero verás que en un par de ciclos irás observando un patrón. Se trata de tu propio patrón menstrual, de tu manera única de experimentar estos arquetipos, estas fases, y tus cambios internos. Tu cuerpo sabe más que tú de estas cosas y te habla constantemente; aprender a escucharlo es uno de los regalos más grandes que podemos hacernos a nosotras mismas.

¿Cómo utilizar tu diagrama lunar? El diagrama lunar es un invento original de la autora Miranda Gray, que ha sido reinventado y adaptado varias veces. En este ebook incluyo mi propia versión diseñada por la ilustradora Nur Arte, pero en Internet encuentras otras versiones por si otra te gusta más. La idea cuando utilizas un diagrama lunar es que cada una de las ‘’porciones de pizza’’ representa un día del ciclo (lunar, menstrual o ambos). Cada día rellenas la información que para ti sea relevante y así puedes ir comparando cómo te sientes según evoluciona el ciclo. Cuando ya has rellenado varios ciclos observarás patrones, como sentirte energizada en la fase creciente, por ejemplo. Algunos puede que se parezcan a lo que has leído en la guía y quizá otros son únicos para ti; todo es perfecto. El diagrama tiene varias secciones para que tú misma decidas qué vas a apuntar en cada sección.

La idea es que comiences a anotar en el día 1 de tu ciclo menstrual, y si no lo tienes (porque tomas la píldora, porque estás embarazada o lactando, porque ya se te ha retirado la menstruación o por otros motivos) puedes empezar en el día 1 del ciclo lunar, la Luna nueva. En la parte más exterior del círculo verás que están dibujadas las fases lunares; busca la fase lunar que corresponda a la que hay en el cielo el día 1 de tu ciclo menstrual, o a la Luna nueva, y comienza en esa porción. Cada porción tiene varias secciones para que tú seas la que decides qué apuntas en cada sección, y sea completamente personalizado. El círculo interior (el más pegado al centro, con los cuadraditos chiquitines) es ideal para apuntar el día del ciclo que es, y en el siguiente puedes apuntar por ejemplo el tipo de flujo que tienes ese día si utilizas el método sintotérmico, o dibujar un corazón si ese día tienes relaciones, el signo del zodiaco en que está la Luna.... lo que quieras. Puedes crear tu propia leyenda de dibujos para ir anotando la información que tú quieras saber. Después en las dos secciones grandes puedes anotar quizá tus síntomas físicos en la primera (sueño, cansancio, niveles de energía, excitación sexual, etc) y tus síntomas emocionales en la segunda (estado de ánimo, sensaciones, etc). También si te ha resonado la idea de los arquetipos puedes pintar el día completo del color dl arquetipo en el que te sentías, para ir viendo cómo se distribuyen en ti esas cuatro mujeres a lo largo del mes. Así cuando hayas completado un ciclo lunar podrás ver cómo iba evolucionando lo que sentías según avanzaba tu ciclo menstrual y según se movía la Luna, para ir conociéndote y entendiendo cómo funcionan en ti estas energías. También trabajar con el diagrama lunar te permitirá descubrir tu propio mapa lunar, el mapa de tus once puntos lunares. Te explico más sobre ellos en el apartado Prácticas para conectar con la Luna.

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ABRAZA LO QUE ERES EN CADA MOMENTO ÁMATE EN TODAS TUS FASES

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CÓMO INTENCIONAR CON LA LUNA

Aprende a aprovechar la energía disponible

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emos visto en el primer capítulo cómo funcionan los ciclos de la Luna; cómo nuestro satélite realiza cada mes un baile alrededor del Sol, alejándose y acercándose de él, reflejando más o menos cantidad de su luz, y creando en la Tierra un ambiente propicio para poner conciencia sobre nuestros procesos y, del mismo modo que la Luna llena ilumina la noche, iluminar nuestra sombra con la luz de la conciencia. La energía lunar está en el aire disponible para todas, y puede ser aprovechada por nosotras si ponemos conciencia en la fase del ciclo en la que está, observamos cómo nos afecta, y aprovechamos su empuje para ayudarnos con nuestro proceso de crecimiento personal. Esto es así con cualquier tránsito astrológico: cuando Mercurio está retrógrado o cuando Venus está en conjunción con Marte, también se da en el cielo una energía disponible para nosotras que podemos vivenciar conscientemente. Los astrólogos solemos decir que ‘’como es arriba, es abajo’’: lo que sucede en el cielo a menudo nos habla también de lo que sucede en la tierra. Pero es importante recordar que los planetas no nos hacen cosas: que la comunicación se vea afectada cuando Mercurio está retrógrado no es efecto directo del planeta. Me gusta mucho la explicación que da el astrólogo Richard Tarnas para explicar este proceso; él dice que los planetas nos muestran ‘’la hora arquetipal del cosmos’’.

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Igual que cuando tú miras un reloj, sabes que sus manecillas no causan que sean las seis, sino que meramente informan de la hora que ya ES; del mismo modo los planetas no causan la energía que existe en la tierra, sólo la muestran reflejada en el cielo, permitiéndonos leerla. ‘’Todo respira al unísono’’, decía Plotino, y no puedo estar más de acuerdo. Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera; todos nos movemos guiados por la misma energía, siguiendo las mismas corrientes; desde las plantas a los animales al ser humano, y también a los planetas sobre nuestras cabezas. La misma energía que impulsa a Mercurio a retrogradar afecta a tu manera de comunicarte durante ese tiempo. Saber esto me parece básico para el estudio de la astrología; entender que podemos utilizar la energía disponible que leemos en los astros a nuestro favor, pero que los planetas no nos hacen cosas directamente, es básico para que podamos trabajar con esa energía sin ‘’culpar’’ a los cuerpos celestes de las cosas que nos suceden. Dicho esto, conocer el ciclo de la Luna, observarlo (y observarnos en él) y trabajar con él puede ser muy beneficioso para nosotras. A lo largo de la guía te he contado de qué manera la Luna afecta físicamente a los animales y a las plantas, a las mareas, y por supuesto a nosotras; es innegable que la Luna, que es el cuerpo celeste más cercano a la Tierra, sí tiene un efecto físico directo sobre la Naturaleza de nuestro planeta. Pero la energía sutil de sus tránsitos es arquetipal, igual que la del resto de cuerpos celestes y, como un reloj, nos muestra la energía que tenemos disponible en cada momento. Luego es decisión nuestra si la aprovechamos o no.En este apartado de la guía lunar mi intención es enseñarte a identificar la energía disponible con cada tránsito de la Luna, tanto de manera general (el signo en el que está, que es el mismo para todo el mundo) como de manera individual, única a ti (la casa astrológica de tu carta en donde sucede este tránsito, que depende de tu hora de nacimiento). Combinando estas dos energías, de signo y de casa, puedes hacerte una idea general de qué temas te va a tocar trabajar durante esa lunación. Cuando ya tienes esa información, puedes hacer con ella lo que prefieras; yo, en algunos momentos, decido simplemente sentirla, ver qué me trae la vida en relación a ello, dejarme ser y observarme para extraer las lecciones. Y otras veces me apetece trabajar de manera consciente con ello, plantando intenciones en la Luna nueva, escribiendo en mi diario lunar, etc. Te invito a que seas consciente de la energía disponible para ti en cada momento, pues se trata de información muy útil para tus propios procesos, y que una vez sepas qué zonas de tu carta activa y cómo van a expresarse, decidas si te apetece intencionar o no, escribir sobre el tema en tu diario, hacer algún ritual que tú sientas… quizá en cada lunación te apetezca algo distinto y todo está perfecto.

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¿En qué casa sucede esta Luna nueva? Para poder identificar la casa en la que sucede para ti cualquier evento astrológico necesitarás tu carta astral, que puedes sacar gratis en www.astro.com. Para ello necesitarás conocer tu fecha, lugar y hora de nacimiento. La hora es muy importante pues es la que determina el ascendente y, sin él, no se puede armar el sistema de casas. Para conocer tu hora de nacimiento si tu madre no lo recuerda puedes acudir al registro civil de tu ciudad y pedir tu certificado literal de nacimiento; en él está registrada la hora de tu nacimiento. Tener tu carta astral te será muy útil para muchas cosas; es como un manual de instrucciones sobre ti, contiene mucha mucha información sobre ti, tus tendencias y creencias ocultas, tu manera de relacionarte, de expresarte, tus energías inconscientes, y también información relacionada con tu Alma, como las energías que vienes a trabajar y desarrollar en esta vida. En esta guía nos centraremos en el sistema de casas, para poder entender de qué manera puede afectarte a ti una lunación o cualquier otro evento astrológico (una retrogradación, un eclipse, una gran conjunción…).

Puedes sacar tu carta natal igual que esta en la página web www.astro.com de manera gratuita

Observa esta carta natal que ofrezco de ejemplo: en la rueda exterior tienes los doce signos del zodiaco, identificados por sus glifos. En el interior hay doce porciones como trocitos de pizza: esas son las casas. Dentro de algunos trocitos están los planetas, también identificados por sus glifos, y entre ellos hay rayas de colores: son los aspectos. La línea horizontal que divide el círculo en dos mitades es el horizonte, y a su izquierda tienes el Ascendente: el signo que estaba ascendiendo por el horizonte en el momento en el que tomaste aire por primera vez, en el momento de tu entrada en la Tierra en esta vida. En esa línea comienza tu casa 1. En la carta de ejemplo que te muestro ese signo es Tauro. Para saber en qué casa tienes cada signo, tienes que identificar en qué signo se apoya la cúspide de esa casa. Las cúspides son las líneas que dividen el círculo que es la carta en doce porciones, formando el mandala natal; en el interior del círculo hay números que identifican cada casa.

Así, en el ejemplo, el signo de la cúspide de la casa 1 (es decir, el Ascendente), es Tauro; el signo de la cúspide de la casa 2 es Géminis y así. De esta manera puedes identificar, de modo sencillo y resumido, en qué casa te cae cada signo. Así, cuando se hable de Sagitario, por ejemplo, sabrías que en general para ti se está hablando de tu casa 8. Digo en general porque como puedes ver en la imagen, los signos (las divisiones del círculo externo) y las casas (los trocitos de pizza) no se corresponden exactamente, por lo que hay algunas discordancias. Si te fijas en la imagen de la carta natal, verás que cada signo del zodiaco (cada una de las doce divisiones del círculo exterior) tiene pequeñas rayitas dibujadas. Esas rayas son los grados del signo. Cada signo tiene 30 grados. Cuando un planeta está situado en un signo, no ocupa todo el signo, sino sólo un grado. Si te fijas en los glifos de los planetas, por ejemplo el de Venus (el glifo de Venus es el símbolo que comúnmente asociamos con lo femenino, un círculo sobre una cruz) verás que al lado tiene un número pequeñito, que es el grado en el que se encuentra. En la carta de ejemplo Venus está situada en el signo de Aries, en el grado número 7. Si te fijas en qué trocito de pizza (casa astrológica) está incluida verás que está en casa 12. Sin embargo, a su lado está Quirón (su glifo es una K sobre un círculo), que también está en el signo de Aries, pero en el grado 3. Como la cúspide de la casa 12, que es la línea que divide las casas, está entre ambos, Quirón está dentro de la casa 11, no en la 12 como Venus. Están en el mismo signo, pero en distintas casas. Por eso es importante que, para localizar qué casa de tu carta natal activa un determinado evento astrológico, te informes no sólo de en qué signo va a suceder, sino también en qué grado, para que puedas localizar ese grado con exactitud en tu carta y puedas comprobar qué área de tu vida (casa astrológica) va a activar. Generalmente con una búsqueda en Google (‘’luna nueva en Géminis 2020’’) encontrarás en alguna web la info del grado exacto en el que va a tener lugar esa Luna nueva. Después, sólo tendrás que buscar en tu carta natal ese grado concreto para ver en qué carta cae. En las cartas natales de la web www.astro.com, como la que te mostré de ejemplo, los grados 10 y 20 de cada signo están representados con líneas algo más grandes que el resto, para que te sea fácil localizar la zona aproximada de un grado concreto. Una vez que hayas identificado en qué casa de tu carta natal sucede cualquier evento astrológico (en el caso de esta guía utilizaremos esta información para trabajar con la energía de las lunas nuevas y llenas pero el método es el mismo para cualquier evento: eclipses, planetas retrógrados…), ya sabrás qué zona de tu vida va a activar ese tránsito. Notarás de una manera más potente esta energía si en esa casa tienes algún planeta, sobre todo si se trata del Sol, la Luna o el Ascendente, así como los planetas personales (Mercurio, Venus y Marte).

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Las Casas Astrológicas Las casas astrológicas son doce expresiones de la realidad, doce parcelas de tu vida en las que suceden cosas. La explicación más sencilla que se me ocurre es que son doce temas presentes en la vida de cualquier persona: su identidad, sus finanzas, su pareja, etc. Cada casa está relacionada con un signo, en orden (la Casa 1 está regida por Aries, primer signo del zodiaco; la Casa 2 por Tauro, y así), y por supuesto su significado también tiene mucho que ver con la energía de ese signo, pero va mucho más allá. En astrología clásica se identificaba cada casa con una o dos palabras clave para ella y ahí quedaba todo. A mí me gusta más la visión psicológica evolutiva de la astrología, en la que cada casa puede tener significados variados, arquetipales, sutiles, mucho más ricos en contenido y en matices, y que nos ayuden a entender mucho más la realidad de nuestra experiencia humana, que quedarnos sólo con esos doce significados básicos. Pero sería muy largo y complejo, y se iría más allá de mi intención para esta guía, el sumergirnos tanto en el significado de cada una de las casas.  Por eso te voy a dejar aquí simplemente un pequeño resumen de lo que significa cada casa astrológica, para que con tu carta natal en la mano puedas identificar qué temas activa cada lunación en tu vida según en la parcela de tu realidad donde suceda, es decir, según en la casa astrológica donde caiga en tu carta natal. Como cada casa tiene un significado amplio y una gran perspectiva, te he dejado varias preguntas en cada casa, pero que una lunación te caiga en esa casa no significa que active todos esos temas al mismo tiempo, quizá sólo uno o dos son los que sientes que debes trabajar ahora. Escúchate, escucha la voz de tu guía interna y de tu intuición, ellas saben lo que está pidiendo que le prestes atención ahora. Te propongo que hagas un par de respiraciones profundas con los ojos cerrados, conectando con tu intuición y sintiendo tu cuerpo. Después lee con atención las preguntas correspondientes a la casa donde sucede la lunación para ti. Lee despacio, sintiendo tu cuerpo mientras tanto. ¿Notas alguna reacción en ti con alguno de los temas o preguntas? ¿Hay algún punto sensible en esa temática para ti? ¿Se te despierta la certeza de que alguno de esos temas te pide que lo sanes durante este ciclo? Escúchate. A mí me pasa que, con algunas lunaciones, es muy obvio lo que me toca trabajar, porque son asuntos grandes en mi vida, y con otras lunaciones es algo más suave, más sutil, quizá un pequeño detalle que no tiene tanta importancia en mi vida. Es lógico porque a lo largo del año tenemos lunaciones en todas las casas, y no todas las áreas de nuestra vida necesitan sanarse de manera profunda (a menos que estemos en una crisis existencial muy fuerte). Te recomiendo que reflexiones un par de días sobre la temática de esa luna, que la mantengas presente en tu mente mientras dura la energía en el cielo, para ver si te viene algún dato clave, alguna revelación o algo se despierta en ti.

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JULIA PUIG SOTO

Casa 1 - Yo Soy Esta casa, regida por Aries, simboliza tu identidad más primaria. Si sucede aquí una lunación, está activando en ti temas relacionados con la idea que tienes de ti misma: cómo te percibes, qué concepto tienes de ti, tu autoimagen, tu autoestima; también cómo te proyectas hacia afuera, la imagen que das ante los demás, la manera que tienes de estar en el mundo. La casa 1 también está relacionada con nuestros comienzos en el mundo. 

- ¿Qué imagen tengo de mí misma? ¿Cómo me percibo? - ¿Qué imagen estoy inconscientemente proyectando de cara a los demás? - ¿Sucedió algo en mis primeros años de infancia que aún no he sanado? ¿Cómo fueron mi llegada a este mundo y mis primeros años? (Puedes hablar con tu madre de esto si lo sientes, quizá descubras información sobre ti misma que desconocías, pues todas las vivencias de nuestros primeros siete años están grabadas en nuestra memoria celular). - ¿Cómo expreso mi identidad en el mundo? ¿De qué manera irradio mi luz y me permito ser yo misma? - ¿Cómo está mi autoestima? ¿Me quiero y valoro por lo que soy? - ¿Qué opino de mí misma? ¿En qué creencias o sentimientos está basada esa opinión?

Casa 2 - Yo Tengo Tradicionalmente esta casa se ha relacionado con las posesiones. A mí me gusta verla como la casa de la abundancia, de tu relación con el dinero y las pertenencias materiales. En esta casa trabajamos todo lo relacionado no sólo con nuestras posesiones, sino también con nuestra actitud ante el dinero. ¿Lo vemos como algo bueno, que es un catalizador para poder llevar la vida que queremos? ¿O como algo que tiene valor en sí mismo y que es bueno acumular porque nos da estatus? También trabaja nuestro merecimiento, el sentir que realmente merecemos esa vida buena y abundante sólo por el hecho de haber nacido, o por el contrario, el sentir que para poder tener cualquier cosa que nos haga ilusión tenemos que trabajar muy duro para poder merecerlo. Otro tema importante de la casa 2 son las prioridades, la importancia que damos a cada una de las parcelas de nuestra vida. Siendo la casa de Tauro, también está relacionada con nuestra relación con nuestro cuerpo (nuestro primer hogar) y la Tierra, nuestro segundo hogar.

- ¿Qué relación tengo con el control? ¿De qué maneras busco controlar a las personas o a las cosas? - ¿Qué relación tengo con el dinero? ¿Lo veo como algo positivo o negativo? ¿Inconscientemente le tengo miedo? - ¿Qué valor le doy a las cosas? ¿Qué cosas son más valiosas para mí? - ¿Qué relación tengo con la abundancia? ¿Me abro a recibir regalos del Universo conociendo mi valor o siento que sólo seré merecedora de abundancia cuando haya trabajado mucho y me lo haya ganado? - ¿Busco seguridad emocional en las posesiones físicas? ¿Me estoy esforzando tanto por conseguir X pertenencia material porque la quiero o por cómo creo que me sentiré cuando la tenga, porque creo que me dará seguridad emocional/aumentará mi valor como persona?¿Siento que valgo tanto como las posesiones que tengo? - ¿Qué relación tengo con mi cuerpo? ¿Qué siento cuando me miro al espejo?  - ¿Qué relación tengo con la Naturaleza? ¿Me permito espacios frecuentes de conexión con ella? ¿De qué manera el contacto con la naturaleza me influencia y calma mi sistema nervioso?

Casa 2 - Yo Tengo Tradicionalmente esta casa se ha relacionado con las posesiones. A mí me gusta verla como la casa de la abundancia, de tu relación con el dinero y las pertenencias materiales. En esta casa trabajamos todo lo relacionado no sólo con nuestras posesiones, sino también con nuestra actitud ante el dinero. ¿Lo vemos como algo bueno, que es un catalizador para poder llevar la vida que queremos? ¿O como algo que tiene valor en sí mismo y que es bueno acumular porque nos da estatus? También trabaja nuestro merecimiento, el sentir que realmente merecemos esa vida buena y abundante sólo por el hecho de haber nacido, o por el contrario, el sentir que para poder tener cualquier cosa que nos haga ilusión tenemos que trabajar muy duro para poder merecerlo. Otro tema importante de la casa 2 son las prioridades, la importancia que damos a cada una de las parcelas de nuestra vida. Siendo la casa de Tauro, también está relacionada con nuestra relación con nuestro cuerpo (nuestro primer hogar) y la Tierra, nuestro segundo hogar.

- ¿Cómo están colocadas mis prioridades? ¿Estoy dando mucha importancia a algo nimio? ¿Estoy dando poca importancia a algo que es clave en mi vida? -¿Me permito generar cosas valiosas? ¿Soy consciente del profundo valor que tiene mi aportación al mundo? - ¿Me permito disfrutar del placer corporal y sensorial sin culpa? ¿Soy capaz de disfrutar de la comida sin pensar en su efecto en mi cuerpo, de disfrutar de sentarme a mirar el mar sólo por el placer de mirarlo?

Casa 3 - Yo Pienso La casa de Géminis se relaciona con nuestra manera de comunicarnos con los demás, cómo intercambiamos información. Aquí tendremos info sobre cómo expresamos nuestra verdad, y también sobre cómo escuchamos a los demás cuando nos comunican algo. También está relacionada con viajes de corta distancia y con relaciones vinculares cercanas (hermanos, primos, vecinos).

- ¿Estoy compartiendo de manera abierta todo lo que siento? ¿Qué cosas me estoy callando que debería compartir? - ¿Estoy hablando de más y abrumando a los demás con mis opiniones? ¿Hay algún asunto abierto en mi vida sobre el cual podría beneficiarme de guardar silencio? - ¿Estoy abierta a escuchar lo que los demás tienen que decir? ¿Estoy receptiva a distintos puntos de vista?¿ - Estoy escuchando demasiado a los demás y desoyendo mi voz interior? ¿Estoy haciendo caso a mi guía interna que siempre sabe lo que tengo que hacer? - ¿Hay algún tema sobre el que estoy lista para aprender más, para ampliar mi visión en ese campo? O por el contrario, ¿hay algún tema sobre el que estoy lista para enseñar, para compartir lo que he aprendido con los demás, para expandir mi voz y mi punto de vista? -¿Cómo está la relación con mis hermanos? ¿Hay algo en ella que necesite de mi atención? -¿Me siento cómoda en mi entorno cercano? ¿Siento que puedo expresar y escuchar sin problema? ¿O hay algo que sanar en él?

Casa 4 - Yo Siento La casa 4 es la casa de nuestras raíces, de nuestra base sólida, de todo lo que nos hace ser nosotras mismas. Es la casa de Cáncer y está relacionada con el subconsciente, con las emociones profundas, y también con nuestra familia (tanto la de origen como la que hemos creado), nuestro hogar, nuestra relación con mamá.

- ¿Hay alguna emoción que he estado tapando y no me he permitido sentir?  -¿Cómo es mi relación con mamá? ¿Me siento vista por ella, o me gustaría que me prestara más atención? ¿O por el contrario me agobia con su presencia constante en mi vida? - ¿Cómo es la convivencia en mi hogar actual? ¿Mis vínculos cercanos están sanos o hay algo allí que necesita de mi atención? - ¿Hay algo en mi legado familiar que llame mi atención? ¿He descubierto últimamente algún secreto familiar que necesite integrar? - ¿Me identifico con mi familia? ¿Me reconozco en ellos? ¿Qué siento cuando me dicen que me parezco a ellos, orgullo o rechazo?  - ¿Me permito expresar características que me relacionen con mi familia o reprimo todo lo que me haga sentir que soy como mi madre, mi padre o algún familiar? ¿Me permito ser quien soy o trato de ser igual/diferente que mi madre, mi padre o algún familiar? - ¿Me estoy permitiendo en este momento de mi vida los momentos de recogimiento en el hogar que necesito o me estoy forzando a hacer, hacer, hacer y estoy todo el rato en el mundo exterior?

Casa 5 - Yo Expreso La casa 5 es el área de nuestra expresión creativa por excelencia. Aquí nos conectamos con nuestra niña interna, la que creaba por el placer de hacerlo, por sentir el disfrute de la propia expresión, sin importarle los juicios y opiniones de los demás. Se trata de la casa de Leo, quien gusta de brillar con luz propia, de irradiar su energía por donde quiera que pasa. La casa 5 también está relacionada con los niños, ya sean tus propios hijos u otros niños que tengas en tu vida. - ¿Me estoy permitiendo expresar lo que dice mi corazón o me estoy silenciando? - ¿Me atrevo a crear lo que mi alma vino a crear? Si no es así, ¿qué cosas me frenan? - ¿Dónde podría beneficiarme de darme permiso a mi misma para brillar? - ¿Me permito jugar y disfrutar o soy rígida y severa conmigo misma? ¿Dónde podría beneficiarme de darme permiso a mí misma de disfrutar, de pasarlo bien, de hacer eso que mi corazón ansía hacer pero que no es útil o productivo o no encaja en mi idea de vida perfecta? - ¿Me estoy dejando llevar por el miedo a los juicios ajenos a la hora de expresar mi verdad? ¿Me da miedo llamar la atención y por eso dejo de hacer o decir cosas que siento que tengo que hacer? - ¿Está lo que hago alineado con mi corazón? ¿Lo que digo, lo que siento y lo que pienso es lo mismo? Si no es así, ¿qué me lo impide? - ¿Cómo podría estar más alineada con mi corazón? - ¿Estoy expresando mi creatividad? ¿Dedico tiempo semanalmente a realizar actividades que me permiten expresar mi creatividad interna, jugar y disfrutar? - ¿Qué relación tengo con mis hijos? ¿Cómo podría mejorarla?  - ¿Dedico tiempo a nutrir mi creatividad y mi niña interna? ¿Busco conscientemente espacios para mí en los que crear disfrutando del proceso y olvidándome del resultado?

Casa 5 - Yo Expreso La casa 5 es el área de nuestra expresión creativa por excelencia. Aquí nos conectamos con nuestra niña interna, la que creaba por el placer de hacerlo, por sentir el disfrute de la propia expresión, sin importarle los juicios y opiniones de los demás. Se trata de la casa de Leo, quien gusta de brillar con luz propia, de irradiar su energía por donde quiera que pasa. La casa 5 también está relacionada con los niños, ya sean tus propios hijos u otros niños que tengas en tu vida.

- ¿Necesito sentirme vista y que se reconozcan mis logros y no lo estoy obteniendo? ¿Me siento invisible? - ¿Está cubierta mi necesidad de reconocimiento por parte de los demás? - ¿Dependo de la aprobación de los demás y de su atención para sentir que soy válida? ¿Me apego a la opinión que tienen los demás de mí y de mi vida y mis actos? -¿Me permito correr riesgos y equivocarme? ¿O voy siempre por el lado seguro de la vida?

Casa 6 - Yo Sirvo La casa seis es la casa de Virgo y está relacionada con el servicio a los demás, con entregar al otro lo que tenemos de manera desinteresada y abierta, con ofrecer el fruto del árbol que somos. También tiene mucho que ver con nuestro cuerpo y la manera en la que lo cuidamos (nuestros hábitos diarios, nuestra dieta, nuestra salud…) y con la atención a los pequeños detalles, la meticulosidad en cualquier ámbito de nuestra vida.

- ¿Cómo puedo servir de una mejor manera a los demás? ¿De qué modo puedo aportar al mundo eso de mí que es valioso? - ¿Me permito compartir mi don con los demás, ayudar y ser útil? Si no, ¿qué me lo impide? - ¿Qué creencias limitantes me hacen querer guardarme mi luz para mí?¿Me cuesta servir al otro y entregarme? - ¿De qué manera podría mejorar mi relación con mi cuerpo? ¿Estoy escuchando lo que me pide? ¿Me pide un cambio de dieta, alguna terapia de salud que necesite, instaurar un nuevo hábito saludable, hacer deporte…?¿ - Hay algo en mi vida que puede ser mejorado y no estoy queriendo verlo? ¿Cuál es esa área de mi vida que podría beneficiarse de una inspección meticulosa con ganas de mejorar lo que falla? - ¿Me siento útil? ¿Qué podría hacer para aumentar esa sensación de bienestar al sentir que estoy contribuyendo al mundo? - ¿Me estoy cuidando lo suficiente? ¿Me estoy permitiendo los tiempos de descanso e introspección que necesita mi cuerpo?¿En qué esfera de mi vida podría beneficiarme de una mayor humildad o un cambio de perspectiva?

Casa 7 - Yo me Relaciono La casa siete es la casa de las relaciones por excelencia; no sólo de las relaciones amorosas, sino de cualquier vínculo significativo con un otro. La casa de Libra nos habla de la manera que tenemos de vincularnos, de cómo podemos descubrir eso que debemos sanar en nosotras mismas mirándonos en el espejo que es el otro. También está muy relacionada con la justicia, y con la búsqueda de la belleza y el placer estético.

-¿Cómo me relaciono con los demás? ¿De qué manera me expreso en las relaciones y cómo sostengo espacio para que el otro se exprese? - ¿Hay alguna relación que podría beneficiarse de un trabajo interno por mi parte? ¿Hay algún vínculo que me esté pidiendo que abra mi corazón y escuche qué puedo dar o hacer para sanarlo? - ¿Qué área de mi vida podría beneficiarse de que yo adoptara una actitud más justa y equilibrada?¿Estoy viendo la realididad en mis relaciones, o dejo que mi mente (mis ideas, mis expectativas, mis juicios) nublen mi perspectiva? - ¿Estoy sintiendo que otra persona brilla más que yo, y comparándome con otros?  - ¿Me estoy relacionando desde el placer por compartir el camino con alguien, o desde el apego y la necesidad de evitar la soledad? - ¿Estoy buscando en el otro respuestas que están en mi interior? ¿Estoy buscando en el otro que me quiera como yo no me quiero a mí misma? ¿Estoy buscando fuera el amor que yo misma no me doy? - ¿Me permito disfrutar de los placeres y las cosas bellas sólo por darme el gusto, o no me dejo hacer nada que no tenga un sentido en sí mismo o sea productivo?

Casa 8 - Yo me Transformo La casa ocho es la casa de la transformación. Está regida por Escorpio y en ella encontramos información relativa a nuestros propios procesos personales internos, el indagar en nuestra sombra, el arrojar la luz de la conciencia sobre esas partes de nosotras que permanecen en la oscuridad de lo inconsciente todavía. Nos habla de nuestros espacios internos y privados, nuestras habilidades psíquicas e intuitivas y también de los procesos de muerte y transformación, de nuestra capacidad de renacer como el ave fénix.

-¿Qué procesos de autodescubrimiento tengo abiertos? ¿Hay alguna parte de mí que me está llamando para que indague y me observe, para aprender de mí misma? - ¿Me estoy fusionando demasiado con un otro o con un proyecto, hasta el punto de perder mi identidad? - ¿Me estoy permitiendo espacios privados de conexión conmigo, o me estoy obligando a estar muy hacia fuera? - ¿Cómo es mi relación con mi sexualidad? ¿Tengo algo que sanar relacionado con mi percepción del sexo, de mi cuerpo, o con mis ideas de cómo debe ser una relación sexual? - ¿Estoy buscando seguridad emocional en el sexo? ¿Estoy buscando fuera lo que debe venir de dentro? - ¿Me permito vincularme con los demás desde la profundidad de mi ser, o me retraigo de la relación, reservándome un espacio dentro de mí al que no dejo acceder al otro por miedo a perderme a mí misma? - ¿Trato de estar siempre al mando y tener todo bajo control? ¿En qué áreas de mi vida podría permitirme fluir más y dejarme llevar? - ¿Estoy buscando seguridad emocional y control fuera de mí misma? (Por ejemplo en el sexo, en el dinero, en las posesiones materiales..

Casa 8 - Yo me Transformo La casa ocho es la casa de la transformación. Está regida por Escorpio y en ella encontramos información relativa a nuestros propios procesos personales internos, el indagar en nuestra sombra, el arrojar la luz de la conciencia sobre esas partes de nosotras que permanecen en la oscuridad de lo inconsciente todavía. Nos habla de nuestros espacios internos y privados, nuestras habilidades psíquicas e intuitivas y también de los procesos de muerte y transformación, de nuestra capacidad de renacer como el ave fénix.

- ¿Qué relación tengo con mi intuición? ¿Hago caso de los mensajes y sensaciones que me transmite o rechazo todo lo que no puedo explicar? - ¿En qué área de mi vida puedo morir y nacer de nuevo? ¿Hay alguna parte de mí que pueda beneficiarse de una muerte simbólica? - ¿Cómo es mi relación con la muerte? ¿Me permito sentir lo que me provoca o vivo tapando y posponiendo todo lo que tenga que ver con ella? Si le tengo miedo, ¿cómo lo gestiono?

Casa 9 - Yo Exploro y me Expando La casa nueve está regida por Sagitario y es en ella donde encontramos información acerca de nuestras creencias, nuestra espiritualidad, nuestra conexión con algo superior a nosotras mismas. La casa nueve también nos habla de las maneras que encuentra nuestra Alma para expandirse: el aprendizaje filosófico y espiritual, los largos viajes transformadores, la conexión con aquellos que se convierten en nuestros Maestros de vida; todo aquello que suma en nuestro camino de crecimiento personal. También nos habla de nuestra capacidad de compartir con el mundo nuestras experiencias y aprendizajes, para quizá así guiar a otros en su camino.

-¿Creo en algo superior a mí misma? ¿Qué relación tengo con esa energía? ¿He dedicado tiempo a conectar con ella? - ¿Estoy abierta a aprender lecciones de vida de cualquier persona que me encuentro? ¿Qué maestros de vida me he encontrado recientemente en mi camino? - ¿Busco espacios y maneras de conocer otras culturas y empaparme de otros puntos de vista, ya sea viajando o de otra manera? - ¿Siento que mi vida tiene un sentido y un propósito? Si no, ¿por qué? ¿Cómo puedo conectarme con él? - ¿Me permito expandirme y hacer sentir mi presencia, o me obligo a permanecer diminuta por miedo? - ¿Me estoy dejando llevar por las creencias de otros y desconectándome de mi propia verdad? ¿Estoy permitiendo que mis creencias o mi manera de ver la vida me aleje de los demás? - ¿Están mis creencias limitantes gestionando mi vida por mí?¿Estoy abierta a escuchar las opiniones o creencias diferentes de las mías?¿ - Me permito empaparme de creencias y dogmas que aprendo, para luego poder transmitirlo? - ¿Estoy creando mi propia visión del mundo?¿Comparto mis aprendizajes y enseñanzas con el mundo? ¿Permito que lo que yo tengo para ofrecer salga a la luz?

Casa 10 - Yo Logro La casa diez está regida por Capricornio y en ella encontramos información sobre nuestra proyección exterior, nuestra manera de compartirnos con el mundo. Aquí se tratan temas como nuestro propósito, nuestra misión de vida, aquello que hemos venido al mundo a aportar: nuestra carrera laboral, nuestra profesión. En la casa diez encontramos nuestra voz en el mundo, nuestra autoridad, aquello que dominamos. Aquí se construye nuestra imagen pública, y conectamos con la fuerza de la ambición y con nuestra capacidad de poner todo nuestro potencial al servicio de nuestros sueños, para materializar en nuestra vida lo que queremos ver en ella; lo que nuestra Alma ha venido a crear. También aquí encontramos información sobre la relación con nuestro padre (o su equivalente; una figura en nuestra vida de autoridad y referentes). -¿Sé qué es eso que he venido a crear? ¿Sé qué desea mi Alma aportar al mundo? - ¿Me permito perseguir mis sueños y mi vocación, o me encierro en un trabajo que no disfruto? ¿Por qué? - ¿Trabajo y pongo todo mi empeño y voluntad en cumplir mis sueños, o me autoboicoteo y dejo que la pereza o las creencias de que ‘’nunca lo conseguiré’’ me venzan? - ¿Cómo me muestro en el mundo? ¿Estoy conectada con tu autoridad? ¿Establezco con firmeza mi papel y expreso aquello que sé? - ¿Dejo que se escuche mi voz?¿Me permito liderar y expresarme desde el corazón? ¿Comparto sin miedo lo que sé? - ¿Me dejo llevar por mi ‘’reputación’’ y vivo interpretando un papel? ¿O me permito ser quien realmente soy?  - ¿En qué área de mi vida soy demasiado rígida y estructurada y me iría bien fluir un poco? - ¿Cómo es la relación con mi padre? ¿Qué puedo hacer yo para mejorarla? ¿Cómo me siento con respecto a él ahora, de adulta? ¿Cómo me sentí con respecto a él de niña?

Casa 11 - Yo Existo en Red La casa once está regida por Acuario y nos habla de nuestra existencia en red, como tejido colectivo. Yo creo que todos somos uno, que lo que uno siente lo sentimos todos, y eso en la casa once es más evidente que nunca. Aquí encontramos información sobre nuestra relación con los grupos: nuestras amistades profundas, nuestra sensación de estar vinculados y conectados, de pertenecer a una causa o colectivo. También nuestros grandes ideales están representados aquí: la lucha por causas sociales, el impulso por mejorar el mundo vive en la casa once. Además, Acuario es un signo muy extravagante y novedoso; permitirse ser diferente, brillar en la individualidad, y aportar constantemente cosas nuevas vibra mucho con esta energía.

- ¿Qué relación tengo con los demás? ¿Cómo me relaciono con los grupos?  - ¿Cómo me siento en relación a la amistad? ¿Me siento sostenida? ¿Siento que he encontrado a mi tribu? - ¿Qué causas encienden mi corazón? ¿Estoy participando de algún movimiento colectivo para mejorar la Tierra o a la humanidad? - ¿Me doy permiso para ser diferente? ¿Me permito destacar entre la multitud? - ¿Me expreso aunque mi opinión no sea la misma que la del resto? - ¿Qué cosas novedosas y sorprendentes tengo dentro de mí para aportar?  - ¿Dónde siento que puedo poner el bien colectivo sobre el bien personal? - ¿Mi mente está abierta? ¿Me abro a nuevas ideas y modelos de pensamieto o me aferro a mis viejas creencias de siempre? - ¿Qué relación tengo con el cambio? ¿Me cuesta y me hace sentir insegura, o me aporta un soplo de aire fresco?

Casa 12 - Yo Intuyo y Sueño La casa doce es la más difícil de definir. Se trata de la casa de Piscis y aquí vive nuestro inconsciente, la parte de nosotras que no vemos. A veces en la casa doce podemos encontrar vivencias prenatales, de cuando estábamos en el útero materno, de nuestro nacimiento, o incluso de alguna vida anterior. Por lo general los planetas en esta casa actúan desde el inconsciente, fuera de nuestro control. El mundo de la casa doce habla de sueños, psiquismo, intuición, de todo lo oculto en nosotras. También es un lugar de retiro y descanso, de introspección profunda, y de conexión directa con nuestra Alma.

- ¿Cómo fue el tiempo que pasé en el útero? ¿Qué sentía mi madre? (Puedes hablar con tu madre sobre cómo se sintió cuando supo que estaba embarazada, cómo fue su vida durante el embarazo, si fuiste un bebé deseado, si tuvo alguna pérdida o momento triste, si se sintió respetada durante el parto, si naciste por cesárea o en parto instrumentalizado…). - ¿Qué relación tengo con mi Alma? ¿Me permito escucharla o la tengo silenciada? ¿Qué hago para conectarme con ella? - ¿Vivo escondida y retirada, en lo oculto? ¿Me permito salir de mi escondite? - ¿Me permito momentos de retiro alejada de la sociedad? - ¿Me están diciendo algo mis sueños? ¿Qué he soñado últimamente? ¿Había algún mensaje de mi inconsciente? (Puedes empezar un diario de sueños si tienes planetas en casa 12 en carta natal o si tienes algún tránsito largo aquí, más largo que los de la Luna. En realidad puedes hacerlo en cualquier momento porque es maravilloso, pero si estás en alguno de esos casos puede ayudarte mucho). - ¿Qué relación tengo con mi imaginación? ¿Le permito que se exprese?¿Me siento vista por los demás? ¿O siento a veces que no existo? ¿En qué ámbitos de mi vida? -¿Qué tengo para compartir que pueda inspirar a los demás? ¿Qué he logrado superar en mi vida que pueda guiar e inspirar a quienes pasan por lo mismo?

Casa 12 - Yo Intuyo y Sueño La casa doce es la más difícil de definir. Se trata de la casa de Piscis y aquí vive nuestro inconsciente, la parte de nosotras que no vemos. A veces en la casa doce podemos encontrar vivencias prenatales, de cuando estábamos en el útero materno, de nuestro nacimiento, o incluso de alguna vida anterior. Por lo general los planetas en esta casa actúan desde el inconsciente, fuera de nuestro control. El mundo de la casa doce habla de sueños, psiquismo, intuición, de todo lo oculto en nosotras. También es un lugar de retiro y descanso, de introspección profunda, y de conexión directa con nuestra Alma.

- ¿Tengo una práctica regular de meditación? (Cuando tengas tránsitos por tu casa doce te será muy beneficioso meditar). - ¿De qué maneras busco paz emocional para mi Alma? ¿Me entrego a algo superior a mí misma? ¿Qué relación tengo con la divinidad? - ¿Qué aprendizaje espiritual estoy transitando en este momento?¿Qué pensamientos, emociones, creencias o sucesos del pasado puedo liberar o transmutar ahora?

Los signos del Zodiaco Las energías de los signos son en cierta manera parecidos a las de las casas, dado que cada signo rige una casa y comparten ciertas características comunes. Sin embargo, mientras que el signo es el ‘’cómo’’, la casa es el ‘’dónde’’; combinando la info de la casa con la del signo es como obtendrás una descripción más precisa de tu energía disponible. Por ejemplo, imagina que una Luna nueva tiene lugar en tu casa 7, que es la casa de tus vínculos y tu manera de relacionarte con el otro. No se sentirá igual si se trata de una Luna en Aries (donde la tendencia será a relacionarte de manera muy proactiva, tomando la iniciativa en tus vínculos, acercándote al otro de una manera valiente y directa, quizá demasiado invasiva en ocasiones) que si la Luna tiene lugar en Escorpio (donde tenderás a fusionarte mucho con el otro al vincularte, buscando su presencia constante e influencia en tu vida, sentirás más necesidad de su cercanía y a la vez serás capaz de una apertura emocional mayor, sentirás las emociones derivadas de la relación con intensidad, etc). Por supuesto, siempre se sentirá como una energía conocida para ti, ya que siempre coincide con la energía de tu carta natal, con la que viniste a trabajar; si una Luna en Aries se da en tu casa 7 es porque Aries es regente de tu casa 7 en tu carta natal, y lo mismo en el caso de Escorpio y de cualquier otro signo.

Aries Aries es un signo de fuego, la chispa que necesitamos para emprender cualquier proyecto. Cuando la Luna transita por aquí, todos sentimos ese ímpetu de comenzar cosas, de emprender proyectos, de ponerle fuego a lo que hacemos. Es un momento para lograr desafíos, conquistas, para comenzar ese proyecto que hace tiempo que te ronda la mente. La energía física también está en todo su apogeo y es un momento perfecto para el deporte y todo lo que tenga que ver con la competitividad, las sanas ganas de lograr cosas y de llegar la primera. Las emociones pueden estar a flor de piel; nos tomamos las cosas más a lo personal, es un momento idóneo para trabajar con la ira y la rabia, porque estaremos más propensas a sentirlas durante este tránsito.

GUÍA LUNAR ©

JULIA PUIG SOTO

Tauro Tauro es un signo de tierra que nos conecta con la calma, la paz, los ritmos lentos de la Naturaleza, el comprender que cada cosa tiene su momento, y que no vale de nada que yo trate de apresurar las cosas como haría Aries, porque todo es como es y se da cuando tiene que darse. Este tránsito es perfecto para comenzar a sentir tu cuerpo, para disfrutar del gozo de los sentidos, de la suavidad de una mantita, una infusión calentita.. para conectar con la madre Tierra y comprender que todos somos uno. Las emociones están más tranquilas y pesadas, y es un buen momento para trabajar nuestros recursos, nuestro sistema de valores, nuestra abundancia, nuestra sensación de merecimiento…

Géminis Géminis es un signo de aire mutable, asociado al cambio constante y a la comunicación. Cuando la Luna transita por aquí sentimos esa necesidad de vincularnos, de compartir con los demás, intercambiar opiniones y conocimientos, y también de nutrirnos nosotras mismas de información leyendo libros, viendo documentales o informándonos de otra manera. Tendremos la mente más clara y centrada de lo normal, y la curiosidad a tope, sintiendo esa necesidad de intercambiar, compartir y aprender cosas nuevas. Las emociones serán procesadas a nivel mental; es posible que nos centremos más en buscar el por qué de una emoción que en sentirla realmente. También necesitaremos variedad, multiplicidad de opciones.

Cáncer El agua de Cáncer nos lleva a sumergirnos en lo profundo, en la nutrición emocional, en honrar al pasado y a nuestras ancestras. Nos retraemos al interior de la concha del cangrejo, a nuestro refugio emocional; sentimos más necesidad de estar en casa, sin compartirnos tanto con el mundo, cuidando y dejándonos cuidar por nuestros seres queridos. Es un buen momento para trabajar con nuestras emociones y nuestra intuición, con esa parte interior e inconsciente que no siempre vemos.

Leo Leo y su fuego nos hablan de brillar, de estar hacia afuera; después del retiro voluntario de Cáncer buscamos salir, ser vistos, compartir nuestros dones y nuestra creatividad con los demás. Es un gran momento para conectar con nuestro yo más creativo, para dar rienda suelta a nuestros dones y permitirnos esas cosas que en otras ocasiones no hacemos por vergüenza o miedo al juicio externo y a quedar expuestas. Cuando la Luna transita por Leo nos invita a brillar como el Sol, a sentirnos reconocidas y validadas, a compartir todo eso dentro de nosotras que es brillante y valioso.

Virgo Virgo es atención máxima al detalle; cuando la Luna está aquí nos habla de ser metódicas y meticulosas. Es un momento perfecto para ordenar y organizar, tanto a nivel material como mental. Examinar nuestra vida, poner un poco de orden, planificar cada detalle para que no queden cabos sueltos. Nuestro ojo analítico está potenciado; seremos más hábiles encontrando dónde y cómo se puede mejorar nuestra vida o algún proyecto en particular. También se trata de un tránsito idóneo para conectar con el cuerpo y darle lo que necesita, quizá observar nuestra alimentación, descansar más.. lo que sientas que él te está demandando, lo que necesita para crear salud. Virgo también nos habla mucho del servicio a los demás, de compartirnos pero no como Leo que brilla y se expone, sino desde el cuidado, la servicialidad; compartimos nuestros dones para ser útil al otro, para ayudar en lo que podamos.

Libra El signo de la armonía por excelencia, cuando la Luna transita por aquí buscamos ese equilibrio en nuestra vida, esa homeostasis, esa sensación de que todo está como debe estar. Los conflictos se caen por su propio peso, queremos cuidar y nutrir al otro, nos enfocamos en sus necesidades, somos más tolerantes y estamos más dispuestos a renunciar para encontrar el equilibrio. Por lo mismo podemos volvernos demasiado dependientes de esa valoración externa y desconectarnos de nuestra propia guía interna, y olvidarnos de satisfacer nuestras propias necesidades, que son igual de importantes. Libra nos habla de la búsqueda de lo bello, de lo armónico, de lo estético; de salir hacia afuera (hacia el vínculo, porque es un signo de aire) a compartir, pero sin olvidarnos de que también tenemos ese equilibrio propio en nuestro interior.

Escorpio Escorpio es el maestro de lo alquímico, el signo de la transformación y de nuestros procesos internos.Cuando la Luna transita por aquí, la oscuridad nos llama, para que nos exploremos, para que la iluminemos con el brillo de la conciencia. Las emociones a flor de piel, como siempre cuando la Luna está en un signo de agua, y también nuestra intuición potenciada: escúchate. Escorpio nos llama hacia la fusión emocional, el unirse tanto al otro que casi nos volvemos uno. Hay tendencia a buscar el control para sentir estabilidad mientras transitamos los procesos de muerte y renacimiento plutonianos; practica el soltar es un gran aprendizaje. Aprovecha estos tránsitos para purificar lo que ya no te sirva, explorarte y conocerte, y renacer como el ave fénix.

Sagitario Cuando la Luna transita por Sagitario nos sentimos frescas y positivas, ligeras y revitalizadas después de la intensidad escorpiana; vemos el mundo con otros ojos. Las ganas de salir a explorar, de abrir la mente y conocer cosas nuevas, son fuertes; conéctate con la libertad y el movimiento. Estamos expansivas y sabias, pero no del conocimiento que viene en los libros, sino de la sabiduría de aplicarlo en la vida. Es un buen momento para viajar, para buscar la verdad, para abrir tu mente a algo nuevo. Disfruta de esa positividad y buen humor, sin perder de vista la realidad.

Capricornio El tránsito mensual por Capricornio es un momento perfecto para poner tu vida en orden. Mientras que en Sagitario soñábamos y manifestábamos nuestra vida ideal, en Capricornio toda bajar esos sueños a Tierra: organiza, planifica, crea estructuras. Aprovecha el impulso capricorniano de lograr cualquier objetivo gracias a la dedicación y al trabajo duro; es un gran momento para planificar tu mes o tu año, para echarle horas y para cumplir esos sueños que necesitan de tu tiempo para crecer. Quizá podemos perder contacto con nuestras emociones durante este tránsito; están enterradas bajo una capa de pragmatismo y seriedad. Aprovecha el tirón para seguir a tu ambición, pero mantén el contacto con tu esencia; en Capricornio es fácil perderla buscando dar una imagen social de éxito y estatus.

Acuario Acuario nos habla de la novedad,  la innovación, los cambios; aprovecha este tránsito para dar una vuelta a las situaciones de tu vida que necesiten un nuevo punto de vista. Como buen signo de aire, Acuario procesa las emociones desde la mente, y nos enseña un amor desapegado, de amarse sin depender, de compartir sin necesitarse, de juntarse como personas completas y no como medias naranjas. Nos invita a vincularnos mucho, eso sí, porque conoce la importancia de la relación en red, de sentir que somos parte de un grupo que se mueve al unísono para compartir y alcanzar objetivos comunes. Es un momento perfecto para hablar de tus sentimientos con alguien si tienes cosas que aclarar; Acuario nos ayuda a abrirnos sin naufragar en el agua de las emociones, y así es más fácil tener conversaciones que lleven a alguna parte y poder buscar soluciones.

Piscis Piscis es el final del mandala zodiacal, es haberlo recorrido todo, vivido todo, y entender que somos Uno, que no hay otro. La sensibilidad está muy potenciada; nuestra piel se vuelve fina y sentimos el triple todo lo que nos rodea. Estamos muy perceptivas, los sueños traen mensajes y nuestra intuición lo capta todo. Es un buen momento para retirarte a la soledad, a estar contigo, a descansar y a sanar lo que debas; para encontrar respuestas mediante tu intuición, que te dirá lo que debes saber. Durante los tránsitos en Piscis la música te hará volar, elígela bien. Conecta con el arte, el cine, todo lo que te lleve lejos; con esta sensibilidad exacerbada apreciarás más lo bello en lo que te rodea. Cuidado con evadirte en busca de ideales; si la vida no responde a tus expectativas puedes sentirte muy decepcionada.

¿Cómo combino la información de la casa y el signo? En Astrología, los planetas encarnan un tipo de energía concreta (el qué), los signos son la manera de expresar esa energía (el cómo) y las casas, el área de nuestra vida donde va a expresarse esta energía (el dónde). Por ejemplo, Mercurio (el planeta de la comunicación) en Virgo en casa 2 podría interpretarse como que mi manera de comunicarme, cómo escucho a los demás y cómo expreso mi verdad (el qué) es muy analítica, concisa, con mucha atención al detalle, y muy meticulosa (el cómo), sobre todo cuando estoy tratando temas económicos, organizando mis recursos, en la manera que tengo de verme a mí misma y pensar sobre mí misma (el dónde).

Así, para interpretar la energía de una lunación tendremos que tener muy presente, sobre todo, la energía de la Luna. A lo largo de esta guía hemos hablado extensamente de ella: representa nuestro inconsciente, la parte de nosotras que no está a la luz, de la que no somos conscientes. La Luna encarna nuestra infancia, nuestra relación con mamá, la manera que tenemos de sentirnos nutridas y de buscar amor, así como nuestro refugio cuando sentimos que el exterior nos amenaza. Por tanto cualquier lunación tendrá que interpretarse según esa energía.

Si es una Luna nueva tendremos una visión aún más inconsciente e instintiva, mientras que si es la Luna llena lo que estamos interpretando, la energía será más de ‘’obtener claridad sobre algún tema’’. Si se trata de una Luna llena en Tauro, por ejemplo, estaremos poniendo conciencia sobre nuestra relación con nuestro cuerpo y con el placer, también con la abundancia, quizá sanando nuestra idea interior de merecimiento.. recuerda que el signo de cada Luna llena es el mismo para todas. Pero si a mí me cae en casa 7, los temas que me activará serán muy distintos que si a ti te cae en casa 10. En casa 7 me habla de mis sensaciones de abundancia en las relaciones, tendré que reflexionar sobre si me siento merecedora de amor, o por el contrario me cierro al afecto del otro, sobre cómo conecto con mi propio placer en una relación en lugar de centrarme sólo en el del otro, etc. Mientras que si está en casa 10, tendré que reflexionar sobre mi carrera, sobre si siento que soy suficiente para cumplir mis sueños y para emprender ese proyecto que me hace ilusión, sobre cómo conecto con la abundancia a nivel material y profesional… Es la misma energía (Tauro), pero me toca en un punto o en otro de mi vida según la casa astrológica que me active ese tránsito. Sabiendo el signo y la casa de cada Luna, tendremos toda la información necesaria para aprovechar esa energía disponible para trabajar en nosotras y para crear lo que deseamos ver florecer en nuestra vida. Interpretar estas combinaciones quizá requiere práctica, pero si vas trabajando con tus temas mes a mes creo que irás cogiendo soltura y haciendo un trabajo interior potente. En el siguiente capítulo (Prácticas para conectar con la Luna) te hablo de cómo llevar un Moon Journal para ir registrando los temas que te activa cada Luna y poder referenciarlos más tarde. También es importante analizar no sólo el tema del signo y la casa donde sucede la Luna nueva; también observa si te cae encima de algún planeta natal. Para esto observa el grado exacto donde cae la Luna nueva: para saber si afecta a algún planeta natal este tiene que estar en una orbe de 5 grados, es decir, como máximo 5 grados por delante o 5 grados por detrás. Si la Luna nueva te afecta a algún planeta importante, es una oportunidad para que te plantees cómo estás expresando la energía de ese planeta y quizá te propongas hacerlo de otra manera. Por ejemplo, si es tu Venus natal la que está ahí, podrías plantearte tu relación con el placer, con las cosas que quieres, con el disfrute.. si es Marte, quizá preguntarte si estás yendo a por lo que en realidad quieres, si tu guerrero está fuerte, si eres capaz de pasar a la acción y salir a la conquista de lo que deseas.

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JULIA PUIG SOTO

Sembrar tus intenciones de Luna nueva Recuerda que el ciclo lunar comienza con la Luna nueva, que es el principio de todo. Después ese mismo ciclo sinódico se cierra al llegar la próxima Luna nueva, pero un ciclo energético se mantiene abierto hasta que sucede la Luna llena en el mismo signo, que se da 6 meses después. Por ejemplo, con la Luna nueva en Cáncer que sucede en junio-julio se abre un ciclo energético que se mantiene abierto hasta que llega la Luna llena en Cáncer, que suele darse en diciembreenero. Se trata de un portal energético para trabajar las energías de ese signo y casa de manera más profunda y sostenida en el tiempo. Cuando hablo de trabajar esas energías me refiero a implementarlas en tu vida y en ti, de manera profunda. Para hacer esto existen muchas maneras, puedes trabajar con ellas en distintos planos. A mí me gusta hacerlo sobre todo a nivel mental, en mis creencias: identificar si tengo algún patrón interno inconsciente relacionado con ese tema, que me está bloqueando y no deja que la energía fluya como debe. Para esto puedes consultar al tarot o a algún oráculo; en el apartado Prácticas para conectar con la Luna te explico cómo hacer un Moon Journal para llevar un registro de este trabajo.

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También puedes trabajar con la Luna aprovechando la Luna nueva para plantar intenciones que quieres que se materialicen en tu vida. La Luna en astrología está relacionada con el inconsciente, esa parte de nosotras que no vemos pero que rige en gran parte nuestra vida (está calculado que sólo el 5% de los pensamientos que tenemos a lo largo del día provienen de nuestra mente consciente) y por ello, programar nuestro inconsciente con una intención es muy poderoso para ver los resultados en nuestra vida. En Luna nueva el Sol (nuestra parte consciente) y la Luna (el inconsciente) están alineados; es un momento perfecto para plantar una semilla de la consciencia en el inconsciente y observarla crecer. La energía de lo que somos y de lo que sentimos están potenciándose la una a la otra para avanzar. El ser humano tiene muchos niveles, no sólo el material y tangible que es el que todas estamos acostumbradas a percibir con nuestros sentidos. Para que algo exista en el plano material, tiene que existir primero en nuestro plano mental, emocional y espiritual, que son los que tienen una vibración más rápida (más alta) y, por tanto, es más sencillo crear en ellos los cambios que más tarde se darán en el plano material.  Aprovechar estas energías propicias que hay en el Universo es como nadar en la misma dirección que la corriente: las cosas se dan fáciles, todo fluye sin esfuerzo, mientras que si tratas de avanzar en la dirección opuesta a la corriente tu trabajo será duro y difícil, y muchas veces volverás hacia atrás. Ser conscientes del ciclo de lunación es entender que hay momentos propicios para cada cosa, porque como es arriba es abajo, y aprovechar las energías de los ciclos naturales para nuestro bienestar y crecimiento personal.

Para manifestar algo en tu vida, cualquier cosa, hacen falta tres pasos muy poderosos. Piensa en ello como si fueras a lanzar una flecha. Primero tienes que apuntar hacia donde quieres que la flecha vaya; si no haces esto, por mucha fuerza que pongas al arco, nunca lograrás que la flecha llegue a su objetivo. Después tienes que tirar con fuerza para que la flecha pueda volar, claro, porque de nada sirve apuntar y alinearte, si luego no imprimes la fuerza suficiente para que la flecha salga disparada. Y el tercer paso, el que siempre se nos olvida, es soltar. Cuando sueltas esa flecha es cuando puede volar y llegar a su destino; si no la sueltas, si no la entregas al Universo, nunca alcanzará el objetivo propuesto.

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Paso 1: Dirige tu energía La siembra de intenciones en Luna nueva es el primer paso. Alinear tu arco. Decidir un objetivo y apuntar con todos tus recursos (todos tus planos) hacia él. Puedes hacer esto escribiendo una lista de intenciones, de cosas que quieres lograr materializar en el ciclo energético de seis meses que comienza. Es importante que escribas tus intenciones como frases cortas, en tiempo presente, en primera persona y evitando las negaciones: escribe lo que quieres, no lo que no quieres. Un ejemplo de intención sería ‘’Tengo un curso online muy exitoso’’ si es eso lo que quieres crear, o ‘’Soy una madre maravillosa que habla a sus hijos desde el respeto y la calma’’ si lo que quieres es no gritarles más.No pondría más de 3 o 5 o no podrás concentrar tus esfuerzos lo suficiente como para lograrlas. Es muy importante este paso de pensar y escribir intenciones, estás dirigiendo tu energía y como te decía, poner dirección es uno de los pasos más importantes. Cuando la tengas, si quieres, puedes ritualizarla (quemándola a la luz de la Luna, leyéndola en voz alta, lo que a ti te resuene, pero eso sí, si la quemas hazle una foto antes para recordar lo escrito) o colocarla en un lugar visible de tu casa, sobre tu escritorio o en tu altar, un sitio donde puedas verla a menudo. El poder de la Palabra es inmenso, con ella comienza toda la magia. Fíjate que en casi todas las culturas, cuentos de magia, religiones, tradiciones espirituales, etc, siempre los hechizos hay que decirlos en voz alta, incluso en la Biblia Dios, que es todopoderoso, tiene que mencionar lo que quiere crear en voz alta (‘’Hágase la luz’’) para que pueda materializarse.

Hasta él sigue las normas del Universo: la Palabra es muy importante y es lo que alinea nuestra energía y da dirección a nuestro arco. Tanto escribiendo tu lista a mano como leyéndola en voz alta estás haciendo uso de ese poder, estás decretando, contándole al Universo lo que quieres crear en tu realidad. También puedes dedicar un rato a meditar y, cuando estés en estado meditativo, visualizar esa realidad que quieres crear. Qué pensarás, qué sentirás, cómo será tu vida cuando esa semilla de intención haya crecido y sea una planta lustrosa que regala flores y frutos. Viéndolo con el ojo de tu mente estás enseñando a tu cerebro que eso que quieres crear ya es una realidad. Es importante que te concentres también en las emociones: esfuérzate por sentir lo que sentirás cuando eso que quieres ya esté en tu vida. Si te cuesta mucho o sientes otra emoción como el miedo o la duda, quizá es que a nivel inconsciente tienes un bloqueo que te hace creer que no eres merecedora de eso, o que si lo tienes, tendrás que renunciar a otras cosas… trabaja sobre ello para asegurarte de que no hay bloqueos, si no, no podrás manifestarlo. Recuerda que creamos en nuestra vida lo que somos, no lo que queremos ser.  Si quieres, para cerrar todo este proceso de siembra de intenciones, puedes buscar algo físico que te recuerde a esa semilla: un cuarzo, un anillo, un amuleto.. y sostenerlo entre tus manos mientras visualizas con todo el detalle que quieras tu intención; así estarás programándolo para que te ayude en este camino, y te servirá de recuerdo tangible de tu intención cada vez que lo veas o lo utilices. También puedes hacer un dibujo que represente todo lo que quieres crear, disfrutando del proceso creativo en sí mismo, entendiendo que es el proceso y no el resultado lo que crea Magia, y colocarlo en un lugar visible.Esto es recomendable hacerlo lo más cerca posible de la hora exacta de la Luna nueva (puedes consultar las horas exactas de las lunaciones en muchas apps de la Luna o en Internet), si puede ser que sea o en el momento exacto o si ha ya pasado. Tampoco pasa nada por hacerlo un poco antes de la hora. Personalmente me gusta hacerlo en un rango de 12h desde la hora exacta, no más, pero hay otros astrólogos que dicen que la energía se mantiene mientras la Luna siga en ese mismo signo zodiacal. Al final el poder último sobre tu vida, tus intenciones y tus rituales lo tienes tú; haz lo que a ti te resuene.

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Paso 2: Pasa a la acción Después de haber enfocado tu energía y apuntado tu arco, es el momento de hacer la fuerza necesaria para que tu flecha salga volando. Manifestar con la Luna está muy bien, pedir cosas al Universo usando tus Palabras mágicas es maravilloso, todo eso ayuda a crear lo que quieres crear en el plano mental, pero para que algo se dé en el plano material necesitas acción. Observa de nuevo tus intenciones y piensa si hay alguna acción que puedas tomar que te acerque a esos objetivos. Si se trata de intenciones laborales, puedes hacer un plan detallado de acciones que puedes tomar para lograr lo propuesto. Si es algo a nivel emocional o personal (por ejemplo, gritar menos a tus hijos) puedes tomar acción leyendo un libro sobre el tema y proponiéndote observarte en tus interacciones con ellos para ver qué es lo que te hace reaccionar de esa manera, y así sanar en ti eso que está pidiendo ayuda a través de los gritos.Para esto tienes seis meses, hasta que suceda la Luna llena en el mismo signo. Seis meses de actuar en el mundo material de manera tangible, y también de seguir regando esa semilla que has plantado en tu inconsciente, de seguir cuidando esa plantita para que florezca y dé fruto.

Con cada Luna nueva que vaya teniendo lugar durante esos seis meses puedes pararte a pensar - ¿sigo queriendo esto? Si es así, ¿hay algún bloqueo que me esté impidiendo lograrlo, ya sea a nivel material, mental, emocional o espiritual? Si no lo hay, puedes leer de nuevo tus Palabras mágicas, para continuar decretando esa intención. Puedes volver a meditar y visualizar ese futuro en el que estás trabajando. Puedes tomar el cuarzo o amuleto programado y conectarte con su fuerza para regar esa semilla que plantaste. Puedes sentarte a contemplar tu dibujo mientras conectas con esa intención en tu corazón. Puedes encender una vela recordando eso que quieres crear. Cualquier acto simbólico que realices estará actuando en el plano sutil, reforzando esa intención, nutriéndola y dándole alimento.

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Paso 3: Suelta El equilibrio entre trabajar para conseguir algo (lo que sería imprimir fuerza a nuestra flecha) y al mismo tiempo soltar ese algo (literalmente soltar la flecha para que pueda volar) es lo más complicado de todo, por eso es difícil el tiro con arco. En nuestra sociedad, que es tan materialista, tendemos a creer que sólo el plano material importa, y que todo lo demás son tonterías. No apreciamos el plano sutil ni entendemos el significado de lo simbólico, y además nos cuesta comprender que las cosas no dependen sólo de nosotros. Además de decidir qué queremos manifestar, y de tomar acción para lograrlo, debemos soltarlo, desapegarnos de ello, entregarlo al Universo. Todo este proceso se basa en la confianza básica, en un primer chakra activo, en entender que todo lo que sucede en la vida es por nuestro mayor bien, y que a veces algunas cosas que queríamos no se materializan, quizá porque no eran para nosotras, o no era nuestro momento, o el Universo nos tiene preparado algo mejor. La clave para cualquier manifestación es el desapego al resultado; es entender que plantar una intención significa decir al Universo ‘’me gustaría tener/ser/lograr esto, pero sólo si está alineado con lo que yo soy y lo que yo necesito; si no puede ser, entiendo que es por mi mayor bien, y me abro a recibir lo que sí es para mí.’’

Cuando llega la Luna llena... Cuando ya han transcurrido los seis meses y llega la Luna llena en el mismo signo, es el momento de cosechar resultados, evaluar si nuestras intenciones se han cumplido o no. Las Lunas llenas tienen una energía de culminación de ciclo: es importante agradecer por lo vivido, tanto si he logrado mis objetivos como si no. Si materialicé lo que quería agradezco lo que he creado en mi vida, reconozco mi poder creador, siento la abundancia en mí y me doy cuenta de que lo que creo (de creer), creo (de crear). Si no se ha materializado en el plano tangible, agradezco el camino , la oportunidad de observar mis posibles resistencias y rechazos, patrones inconscientes, y lo que haya aprendido en este proceso. Me pregunto por qué no lo he logrado: quizá necesito más tiempo, si es así puedo plantar la misma intención en la próxima Luna nueva. Quizá no era para mí, en ese caso practico mi desapego y agradezco al Universo su guía. Quizá no he trabajado lo suficiente por ello, no he pasado a la acción; puedo observarlo y corregir el rumbo. O quizá no se ha dado y ahora, viéndolo en retrospectiva, me doy cuenta de que ya no quiero eso que intencioné hace seis meses. Sea como sea, agradezco la oportunidad de trabajar con los ciclos de la Luna, con las energías del Universo, de ser guiada por ella en mis ciclos de cambio y transformación. Puedo encender una vela y decir unas palabras para cerrar energéticamente este ciclo de manifestación.

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Prácticas para conectar con la Luna JULIA PUIG SOTO

AGUA DE LUNA El agua de luna tiene mil usos y fabricarla es muy sencillo. Lo único que tienes que hacer es llenar de agua limpia (filtrada a poder ser) un recipiente de vidrio y sacarlo cuando ya sea de noche a la terraza. Lo ideal es que reciba la luz directa de la Luna, pero si por la orientación de tu casa no es posible, no pasa nada. Por la mañana, antes de que salga el Sol, recoges el recipiente y lo introduces de nuevo en casa para que no se cargue de energía solar, que es eléctrica, mientras que la de la Luna es magnética. Si quieres puedes colocar en el interior del recipiente un cristal que pueda mojarse, como un cuarzo rosa o una piedra luna, para amplificar el efecto.También si quieres utilizar el agua para atraer algo específico (la energía de la Luna es perfecta para magnetizar lo que quieras atraer a tu vida) puedes escribirlo en un papel y pegarlo en el exterior del tarro antes de sacarlo a la terraza. Puedes crear agua de luna en cualquier fase lunar, y la energía con la que se cargará el agua será la misma que la de esa fase, pero los momentos más recomendados son entre el cuarto creciente y el cuarto menguante, para aprovechar la luz y la potencia de la Luna.

AGUA DE LUNA Una vez creada tu agua de luna puedes darle el uso que tenga sentido para ti, que resuene contigo y con tu proceso. Cualquier cosa para la que normalmente utilices agua puede realizarse con agua de luna, para aprovechar la energía con la que la has cargado. Yo utilizo agua de luna a veces en el difusor de aceites esenciales, la añado a la bañera, la empleo en rituales o simplemente la bebo para sentir su energía y limpiar mi campo electromagnético, que suele estar cargado de energía eléctrica y se beneficia de la energía magnética de la Luna.

CARGA TUS CRISTALES

El uso de cristales para acompañar procesos espirituales y emocionales daría para escribir una guía entera sobre ellos. Tienen mucho poder y una vibración altísima, y pueden ayudarnos mucho a avanzar espiritualmente y a transitar las situaciones con las que necesitemos asistencia. Como realizan un trabajo tan intenso y cercano con nosotras, suelen cargarse de energía y necesitan ser limpiados de vez en cuando, para quedar nuevos y listos para asistirnos. Tras su limpieza, que puede realizarse de diferentes maneras, puedes cargarlos e intencionarlos para que el apoyo que te brinden sea mayor. A mí me gusta utilizar la energía de la Luna llena para cargar mis cristales, siento que se trata de una vibración amorosa y potente que me ayuda mucho. Para ello, primero los limpio para liberarlos de la energía acumulada. Puedes limpiar tus cristales con agua, dejándolos en un cuenco con agua de mar (o agua con sal) durante varias horas, o también bajo el grifo, pues el agua en movimiento arrastra la energía estancada.

CARGA TUS CRISTALES

También puedes limpiarlos con humo de palo santo o incienso, o con tu intención, visualizando una luz blanca y pura rodeando el cristal y dejándolo limpio y renovado.Una vez limpios los cristales, para cargarlos con la Luna simplemente déjalos en la ventana o en el jardín en una noche de Luna llena. Si reciben la luz directa es ideal pero, igual que con el agua de luna, no es necesario para que se carguen con toda su energía. Intenta meterlos en casa antes de que salga el Sol para que mantengan su vibración lunar. Una vez cargados a mí me gusta intencionarlos para que me acompañen en mi camino y me asistan en mis procesos de una manera aún más personalizada.

BAÑO DE LUNA

Darse un baño de Luna es tan sencillo como salir a la Naturaleza cuando la Luna esté llena (tu jardín o la ventana también sirven) y descansar un rato bajo su luz, como si tomaras el sol, pero de noche, bajo la Luna. Puedes aprovechar mientras te cargas de su energía para visualizar lo que quieres manifestar en tu vida (por ejemplo, utilizando las intenciones que sembraste en la anterior Luna nueva) o para meditar. También se utiliza este término para un tratamiento estético que se realiza en Luna llena debido al efecto que tiene ésta sobre nuestro y que utiliza químicos para decolorar la piel, pero yo no lo conozco y no soy muy partidaria de utilizar ese tipo de productos.

OBSERVA LA LUNA EN TI

Cuando estás empezando a descubrir el mundo lunar y la manera tan particular que tiene nuestro satélite de sentirse en nosotras, empiezas de verdad a poner atención a los cambios que tienen lugar en ti conforme la Luna gana o pierde luz. Si no estás muy acostumbrada a escucharte, esta práctica puede ser muy bonita, porque te conecta contigo misma, y te aporta mucha información acerca de tu naturaleza cíclica (al margen de todo lo que puedes averiguar a través de tu ciclo menstrual, que también es mucho). El mejor momento para observar el efecto que tiene la Luna en ti es cuando tu ciclo menstrual no está activo, por ejemplo después de haber dado a luz, mientras tomas la píldora o en la menopausia, porque así no tienes tu propio ciclo menstrual ‘’interfiriendo’’ y puedes observar más directamente qué cambios observas en ti con las crecidas y decrecidas de la Luna, pero también puedes practicarlo si tienes tu ciclo menstrual normal. Si tienes una hija que aún no tiene su período también puede ser una práctica muy bella para compartir con ella.

OBSERVA LA LUNA EN TI

Es tan sencillo como, durante un ciclo lunar completo, apuntar cómo te sientes cada día y la fase en la que se encuentra la Luna (o incluso el porcentaje de luz que tiene, algunas apps te lo muestran). Observarás así que quizás cuando hay Luna llena, estás más inquieta, te cuesta más dormir o tienes sueños agitados, o quizá te hace sentirte más agotada físicamente, o tienes presentimientos… para confirmar estas tendencias conviene repetir el experimento durante dos o tres ciclos lunares al menos, para evitar las casualidades. Se trata de otra manera más de conocerte y de profundizar en el efecto que tiene la Luna en ti, aumentando tu conexión con ella, y también te ayuda a planificarte mejor: quizá si en Luna llena te sientes más cansada puedes evitar programar reuniones en esos días, por ejemplo.

OBSERVA LA LUNA EN TI

Cuando ya hayas realizado este ejercicio durante dos o tres ciclos y hayas observado un patrón relacionando tu estado con las fases lunares, quizá puedes repetirlo apuntando esta vez también el signo en el que se encuentra la Luna, que también nos afecta: no es lo mismo cómo nos sentimos cuando se encuentra en Aries (enérgicas, motivadas, con ganas de autoafirmarnos y hacer deporte…) que cuando se encuentra en Cáncer (con ganas de hacer cuevita, de cuidar a los nuestros y dejarnos cuidar, de poner bonito nuestro hogar…) que cuando se encuentra en Géminis (motivadas para aprender mucho, con ganas de leer y profundizar en temas que nos interesan, de llamar a una amiga o a nuestra madre para tener una larga charla…). Si tienes el período, tu estado en cada momento estará influenciado tanto por la fase lunar como por la fase menstrual en la que te encuentres, pero es bueno también ir anotando y observando, para ir comprendiendo el efecto que todos esos factores tienen sobre ti.

moon journaling Ahora que has entendido el trabajo personal profundo que puedes realizar si sigues los movimientos de la Luna por signo y por casa, y te propones intencionar y trabajar con esas energías en tu vida, te invito a que te prepares un Cuaderno Lunar o Moon Journal. Elige un cuaderno bonito, que te inspire, y dedícalo a este propósito. La idea es trabajar con él tanto en cada Luna nueva como en cada Luna llena, marcando bien la fecha para poder utilizarlo como referencia en el futuro de cómo trabajaste los temas que correspondan a cada lunación. La idea es que en cada Luna nueva, cuando se abre un ciclo de seis meses para trabajar la energía de ese signo (colectivamente) + la energía de la casa donde te suceda esa lunación (individualmente), anotes en tu Cuaderno Lunar los temas a trabajar y tus reflexiones sobre ello. Después, cuando llegue la Luna llena del mismo signo, seis meses más tarde, que traerá la culminación de ese trabajo personal, podrás referenciar tu cuaderno, ver cómo te sentías sobre el tema hace seis meses cuando inició el ciclo, el camino recorrido, las lecciones aprendidas, etc. Así puedes ir tomando nota de tus procesos.

moon journaling Existen muchas maneras de trabajar con la Luna en tu Cuaderno Lunar, y todas válidas. Puedes reflexionar sobre los temas propuestos por signo y casa, escribir qué significan para ti, si sientes que en tu subconsciente hay algo que sanar sobre el tema: creencias limitantes, patrones heredados de tu madre o de tu familia, antiguas heridas de la infancia. Si lo ves claro ya en la Luna nueva puedes proponerte trabajar sobre ello con afirmaciones, escritura libre, en terapia o con cualquier proceso de sanación que te resuene. Si en el momento de la Luna nueva no eres aún consciente de si en ese ámbito tienes algo que sanar, puedes proponerte indagar y observar durante unas semanas tus pensamientos relacionados con ese tema y tratar de traer a la consciencia cualquier creencia o patrón limitante que habite en tu sombra. Tendrás seis meses para trabajar todo lo que surja y, si queda algo por sanar, no pasa nada, pues cada lunación se repite todos los años, dándonos nuevas oportunidades de seguir sacando capas a la cebolla que somos y acercándonos más a la conexión pura con nuestra Alma.

moon journaling Personalmente, lo que hago en mi Cuaderno Lunar es lo siguiente. Primero pongo conciencia sobre los temas a tratar, y observo si hay algo que pueda ver que necesite sanar. Después dedico un rato a la escritura libre, tratando de escribir todo lo que me venga a la mente sobre esos temas sin pararme a pensar. Escribo lo más rápido que puedo, porque de ese modo la mano se conecta directa con el Alma, sin pasar por la mente, y de este modo descubro muchas cosas que estaban dentro de mí pero mi mente consciente no tenía acceso a ellas. Después y para terminar me gusta sacar alguna carta de Tarot o de un oráculo que aporte luz y claridad a mis procesos. Abajo te dejo una lista de preguntas que puedes hacer antes de sacar una carta. Normalmente las cartas siempre me aportan alguna perspectiva que antes no había visto. Ocasionalmente saco cartas cuya relación con la temática a trabajar no veo clara, pero siempre apunto cuál carta es y a veces, al volver a esa sección del Cuaderno seis meses después, descubro que ya he comprendido cuál era el mensaje, pero necesitaba tiempo y atravesar otras experiencias para entenderlo. En este contexto, el Cuaderno Lunar sirve como una suerte de máquina del tiempo, que puedo consultar en cualquier momento para entender a mi yo del pasado, su visión de las cosas y cómo trabajaba sus procesos.

moon journaling Qué preguntar al tarot en Luna nueva - ¿Qué semilla puedo plantar hoy bajo la Luna nueva?¿Cómo podría regarla mejor? (Qué acciones puedo tomar, qué actitudes puedo cambiar, qué creencias puedo liberar..) -¿Qué podría impedir que mi semilla crezca? -¿Qué compromiso puedo hacer para este nuevo ciclo lunar? Añade cualquier pregunta relevante para ti según el signo y casa de la lunación

Qué preguntar al tarot en Luna llena - ¿Qué se está revelando para mí bajo la luz de esta Luna llena? - ¿Qué fruto ha dado la semilla que planté hace seis meses? ¿Qué he aprendido en el proceso?¿ - Cómo podría haber regado mejor mi semilla? - ¿Qué puedo dejar ir de mi vida sabiendo lo que sé ahora? Añade cualquier pregunta relevante para ti según el signo y la casa de la lunación

LOS ONCE PUNTOS LUNARES DE LA MUJER En Kundalini Yoga se habla de que las mujeres tenemos once puntos lunares en nuestro cuerpo físico, mientras que los hombres sólo tienen uno, situado en el centro del pecho. Aquí se refleja la misma sabiduría interna que nos muestra la naturaleza cambiante de la mujer, que fluye cada mes según cambia la Luna, a diferencia del hombre cuyas hormonas lineales le ayudan a mantenerse estable a lo largo del mes.  Según Yogi Bhajan, en nuestro cuerpo femenino siempre tenemos uno de estos centros lunares activo. Se cambia de centro lunar cada dos días y medio, parecido al período de tiempo que dura la Luna en un signo concreto del Zodíaco. Según el centro lunar que esté activo en ti en un momento dado, puedes sentirte más amorosa y abierta, más aislada, más sensual… por ejemplo, cuando está activo el centro lunar de la nuca nos sentimos más amorosas, sensibles, sintiéndote feliz y en paz sin saber por qué, deseando vivir un día lento, sin preocupaciones, darte una ducha sin prisa, pararte a oler las flores… en cambio cuando el punto activo es el de las cejas nos sentimos soñadoras, planificanco castillos en el aire, organizando, soñando con los cambios que quieres ver en tu vida.

LOS ONCE PUNTOS LUNARES DE LA MUJER Cuando se activa el punto de los labios nos apetece charlar, comunicar, compartir, vincularnos con el otro.. y así con cada punto lunar. Los once centros lunares están situados en la raíz del pelo, las cejas, la nuca, las mejillas, los labios, los lóbulos de las orejas, el pecho, el ombligo, el interior de los muslos, el clítoris y la vagina. Buscando en Google puedes encontrar mucha info acerca de cómo se siente la mujer con cada centro activo. Pero lo especial de estos puntos lunares es que el orden en el que la Luna los visita es distinto para cada mujer. Una vez averiguas tu patrón, este es el mismo para toda tu vida, pero tendrás que observarte mucho y conectarte con tu guía interna para descubrir tu propio patrón. Descubrir este mapa puede ayudarte mucho en tu camino de autoconocimiento, igual que trabajar con las energías de tu ciclo lunar y menstrual. Puedes utilizar el diagrama lunar para tratar de ir anotando en qué punto crees que estás cada día, y así ir observando a lo largo de varios ciclos si hay un patrón.

Recursos

Diagrama Lunar En la siguiente página encontrarás el diagrama lunar descargable que incluye la guía. En el apartado de tu Luna Interna hay una explicación de cómo se utiliza, aunque lo mejor es escucharte y darle el uso que tu guía interna te diga. Es una gran herramienta para empezar a escucharte, a conocerte, y a implementar la energía de la Luna en tu vida. Puedes imprimir esa página las veces que quieras, e ir rellenando el diagrama mes a mes. Después, cuando vayas comparando, podrás encontrar patrones en ti según la fase lunar, la fase menstrual, etc, y podrás observar la presencia que tienen en ti tus arquetipos menstruales.

Lecturas recomendadas LUNA EXTERNA

La Luna, el refugio de la memoria EUGENIO CARUTTI

El Yo emocional, la Luna en los signos LOUISE HUBER

El ciclo de las lunaciones

DANE RUDHYAR (bastante técnico)

Lecturas recomendadas LUNA INTERNA

Luna Roja

MIRANDA GRAY

Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer

CHRISTIANE NORTHRUP

Taking charge of your fertility TONI WESCHLER

Mujeres que corren con los lobos CLARISSA PINKOLA ESTÉS

Gracias. Espero que hayas disfrutado de la guía y que te haya aportado en tu camino de crecimiento personal y conexión con tu alma. Para cualquier comentario, duda, sugerencia o propuesta puedes escribirme un mensaje en Instagram en mi cuenta @juliapuigsoto o en @_raicesyalas y trataré de responderte lo antes posible. Te agradezco mucho que hayas querido aprender de mí, y te mando un abrazo lleno de luz.

Gracias por tu confianza

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