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Diez años de AH
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n la presentación del primer número, en enero de 2003, su director, José Calvo Poyato, dejaba claro cuál era el objetivo de nuestra publicación: “una revista de historia, hecha desde Andalucía para promover su estudio, impulsar su conocimiento y divulgar nuestro devenir histórico”. Cuando en 2007 hubo un cambio en la dirección, Carlos Martínez Shaw subrayaba que mantenía “el deseo de conservar la misma ilusión y el mismo afán de servicio a la comunidad andaluza”. Así ha sido a lo largo de estos 39 números editados: se ha trabajado con rigor y entusiasmo en la transferencia del conocimiento histórico al mayor número posible de ciudadanos andaluces. Durante estos diez años hemos intentado ofrecer a los lectores una historia de alta divulgación, recuperando viejos temas pero también dando cabida a nuevas interpretaciones o tendencias de la investigación. Hemos luchado contra la historia-novela, definida por el gran historiador británico Eric J. Hobsbawm (1917-2012) como aquella historia que ha cobrado un papel clave en el discurso político, y que es en gran parte inventada. En su reflexión, tan actual, recordaba cómo los nacionalismos han utilizado la historia para legitimarse. No ha sido así en Andalucía, donde ningún tipo de nacionalismo excluyente —etnicista, religioso, político o económico— ha calado entre su ciudadanía. José Caballero Bonald se preguntaba hace poco más de una década si existía entonces una cultura andaluza. Sus reflexiones estaban llenas de matices: “por un lado, Andalucía ofrece el ejemplar perfil progresista surgido del Cádiz de las Cortes o de los pronunciamientos liberales o de las heroicas tentativas revolucionarias, y por otro, la vertiente de un inmovilismo costumbrista, cuando no de un
pintoresquismo lindante con muchas retrógradas supercherías”. Para Manuel González de Molina, durante la lucha por la autonomía en los años de la Transición tomó forma un andalucismo cívico, que interpretó esa lucha como una vía para superar la situación de atraso económico y desigualdad social de Andalucía. Un discurso que a día de hoy parece agotado y al que propone sustituir por un nuevo andalucismo que abogue por un desarrollo sostenible. A diferencia de la tendencia dominante en otras comunidades autónomas, el andalucismo no ha sido una corriente nacionalista que haya buscado en símbolos o en mitos los señuelos para forjar patrias imaginarias. Como director de la revista, en estos últimos cinco años, ha sido un desafío importante no vincular la divulgación del pasado con un discurso identitario culturalista, preconcebido y excluyente. La comunidad andaluza es un territorio lleno de contrastes geográficos, antropológicos, económicos, sociales… y también históricos. Y ese ha sido uno de los retos más difíciles: reflejar la complejidad de los procesos históricos vividos en nuestra tierra con sus cambios, sus fracasos, sus conflictos o sus inmovilismos; dar a conocer las aportaciones de numerosos andaluces reconocidos u olvidados, vencedores o vencidos; y, por supuesto, divulgar el enorme y variado patrimonio material e inmaterial de Andalucía, impagable herencia de nuestros antepasados y uno de nuestros principales signos de identidad. Durante estos diez años la revista ha sido el vehículo, pero los autores y los lectores sus verdaderos protagonistas.
MANUEL PEÑA DÍAZ DIRECTOR DE ANDALUCÍA EN LA HISTORIA
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Inquisición: memoria de la infamia
Edita: Centro de Estudios Andaluces Presidenta: Susana Díaz Pacheco Directora gerente: Carmen Mejías Severo Área de Cultura: Mercedes de Pablos Candón Coordinación: Alicia Almárcegui Elduayen Consejo de Redacción: Rafael Corpas Latorre, Lorena Muñoz Limón, Esther García García y Eva de Uña Ibáñez.
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Director: Manuel Peña Díaz Consejo Editorial: Carlos Arenas Posadas, Marieta Cantos Casenave, Juan Luis Carriazo Rubio, Salvador Cruz Artacho, José Luis Chicharro Chamorro, María José de la Pascua Sánchez, Encarnación Lemus López, Carlos Martínez Shaw, Teresa María Ortega López, Antonio Ramos Espejo, Valeriano Sánchez Ramos y José Luis Sanchidrián Torti. Colaboran en este número: Manuel Peña Díaz, Doris Moreno, Iván Jurado Revaliente, Rocío Alamillos Álvarez, Antonio José García Sánchez, Alberto León Muñoz, María Teresa Casal García, Juan Ramón Ramírez Delgado, Manuel Huertas González, José Beltrán Fortes, Sofía Rodríguez López, Enrique Aguilar Gavilán, Héctor Ramos Silgado, Francisco Javier Gutiérrez Núñez, Francisco Martínez González, José Luis Chicharro Chamorro, José Luis Sanchidrián Torti, Juan Luis Carriazo Rubio, María José de la Pascua Sánchez, Valeriano Sánchez Ramos, Carlos Martínez Shaw, Carlos Arenas Posadas, Teresa María Ortega López, Salvador Cruz Artacho, Marieta Cantos Casenave, Antonio Ramos Espejo, Encarnación Lemus López y Manuel Barrios Aguilera. Diseño y maquetación: SumaySigue Comunicación Impresión: Escandón Impresores Distribución: Distrimedios, S.A. y Mares de Libros. Tratamiento gráfico: Emilio Barberi Rodríguez El Centro de Estudios Andaluces es una Fundación Pública Andaluza adscrita a la Consejería de la Presidencia e Igualdad de la Junta de Andalucía. Centro de Estudios Andaluces C/ Bailén, 50 - 41001 Sevilla Información y suscripciones: 954 78 70 01
[email protected] [email protected] www.centrodeestudiosandaluces.es Depósito legal: SE-3272-02 ISSN: 1695-1956 Imagen de cubierta: Detalle del fresco El suplicio de Diego Duro, pintado por Lucas Valdés (siglo XVIII). Iglesia de la Magadalena (Sevilla).
Fe de erratas: En el número 38 de la revista se omitieron por error los créditos de las imágenes del artículo Enterramientos anómalos en la Hispania Romana (pp. 38-41). Son los siguientes: Lámina 1: Mariotti, V.; Milella, M.; Belcastro “Le tombe 8, 8 e 16 della necropoli tardo-antica (V-VI a.C.) di Casalecchio di Reno (BO). Analisi antropologiche”, en Belcastro, G.; Ortalli J. (Coords.). Sepolture anomale. Indagini archeologiche e antropologiche dall’epoca classica al medioevo inb Emilia Romagna, Fireze, 2010, p. 117. Lámina 2: Milella M.; Mariotti, V. y Belcastro G., “Le tombe 76, 109, 161 e 244 della necropoli romano-imperial (I-III sec. d.C.) della nuova stazione dell’Alta Velocità di Bologna. Analisi antropologiche”, en Belcastro G.; Oortalli J. (Coords.),.Sepolture Op. Cit. p. 99. Lámina 3: Macías López, M. “Contribución de la Antropología y la Paleopatología a la interpretación en Arqueología Funeraria. Un ejemplo en la necrópolis gaditana del siglo II a.C.” Anales de Arqueología Cordobesa 20, Córdoba, pp. 67-94. Foto. L. Cobos.
Hace 200 años las Cortes de Cádiz daban luz verde al Decreto de Abolición de la Inquisición. Ciertamente, no fue esta ni la primera ni la última de las supresiones del Santo Oficio y, aunque la abolición decretada en Cádiz creó unos nuevos tribunales para perseguir la herejía, no deja de ser cierto que fue entonces la primera ocasión en la que los españoles, convertidos en ciudadanos, dieron carta de naturaleza jurídica a su rechazo a un tribunal que había impuesto la ortodoxia católica a sangre y fuego en los territorios de la Monarquía Hispánica durante más de tres siglos. A propósito de esta efeméride y consciente del interés que el tema despierta entre los lectores —la Inquisición es, junto a la Guerra Civil, el asunto de nuestro pasado que ha suscitado más publicaciones dentro y fuera de nuestras fronteras—, Andalucía en la Historia ha vuelto a dedicar su dosier al Santo Oficio como ya hiciera a inicios de 2005. Si entonces el monográfico contenía, sobre todo, ejemplos concretos de procesos y víctimas, en esta ocasión, el coordinador del dosier, el director de esta revista, Manuel Peña Díaz, ha seleccionado las investigaciones más recientes e innovadoras para arrojar nueva luz sobre este temido tribunal.
La construcción del mito de la Inquisición
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Doris Moreno
Los fondos documentales del Santo Oficio
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Iván Jurado Revaliente
Sambenitos
20
Manuel Peña Díaz
Hechiceras, toleradas por la corte, acusadas por la Inquisición 26 Rocío Alamillos Alvarez
La abolición de la Inquisición por las Cortes de Cádiz Antonio José García Sánchez
El arrabal de Sequnda
34
Alberto León Muñoz y María Teresa Casal García
Los enigmas de la Vista Arámburu
38
Juan Ramón Ramírez Delgado
Aficiones arqueológicas del hombre que pudo ser rey
42
José Beltrán Fortes
Balleneros del Estrecho
48
Manuel Huertas González
Mujeres de orden y de armas tomar Sofía Rodríguez López ‘Andalucía en la Historia’ no se responsabiliza de las opiniones emitidas por los colaboradores y participantes de cada número de la revista.
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La Inquisición Española persiguió a juadaizantes, moriscos y herejes. En la imagen, Familia de herejes azotando un crucifijo (1647-1651).
S E C C I O N E S
(RE)LEER LOS CLÁSICOS
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AGENDA
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1. Tartessos. La ciudad sin historia, de Juan Maluquer de
TIEMPO PRESENTE
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2.En torno a los orígenes de Andalucía. La repoblación del siglo
Motes. XIII, de Manuel González Jiménez.
Entrevista a Juan Antonio Lacomba
3. La prostitución en el Reino de Granada: el caso de Málaga SUCEDIÓ HACE 145 AÑOS
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(1487-1516), de María Teresa López Beltrán. 4. Los moriscos del Reino de Granada, de Julio Caro Baroja.
La batalla de Alcolea
5. Alteraciones andaluzas, de Antonio Domínguez Ortiz. ANDALUCÍA Y SUS MÚSICAS
70
6. Cádiz y el Atlántico (1717-1778). El comercio colonial español bajo el monopolio gaditano, de Antonio García-Baquero
La acutalidad de Manuel de Falla
González. APRENDER HISTORIA
74
7. Andalucía, ayer y hoy, de Antonio Domínguez Ortiz. 8. La lucha por la tierra en la crisis del Antiguo Régimen, de
La represión del liberalismo en Andalucía PATRIMONIO
Antonio Miguel Bernal. 78
9. Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX, de Edward Malefakis.
La catedral de Baeza OPINIÓN / A PROPÓSITO
10. Historia de las agitaciones campesinas andaluzas, de Juan 96
Díaz del Moral. 11. Los Andaluces, de Michel Drain et. al.
¿Reino de Granada versus Andalucía? AVANCE AH Nº 40
12. Al sur de Granada, de Gerald Brenan. 98
13. Escondido. El calvario de Manuel Cortés, de Ronald Fraser.
Óleo de Francisco Rizi. Museo del Prado.
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l 1 de noviembre de 1478 el Papa Sixto IV autorizó a los Reyes Cató-
licos a crear el Tri-
bunal de la Inquisi-
ción en Castilla y refundarlo en Aragón. Sevilla albergó el primer tribunal de distrito del nuevo modelo con el nombramiento, el 27 de septiembre de 1480, de los primeros inquisidores: los dominicos fray Miguel de Morillo y fray Juan de San Martín. Le siguió, en 1482, el de Córdoba, en 1483 el de Jaén y en 1491 el de Jerez. Desde el 2 de marzo de 1492, los territorios de Málaga y Granada formaron parte del distrito inquisitorial de Córdoba. Aunque no existe un acuerdo al respecto, no queda duda de que en 1526 el tribunal inquisitorial de Granada estaba plenamente consolidado en los territorios del obispado de Almería, Guadix, Málaga y las abadías de Antequera y Baza. Jaén, por su parte, desapareció como distrito propio y se unió al de Córdoba. Este último, por tanto, comprendía el obispado de Jaén, los territorios de Écija y el obispado de Córdoba, a Escudo de la Inquisición Española. En el centro aparece la cruz, a su derecha, la espada, símbolo de la lucha contra los herejes, y a su izquierda, una rama de olivo, metáfora de la reconciliación con los arrepentidos. Grabado extraído de la portada de la Relación del auto particular de fe que celebró el Santo Oficio de la Inquisición en la ciudad de Sevilla el día 30 de noviembre de este año de 1725. Impresa por Manuel de los Ríos. Crédito: Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.
excepción del condado de Belalcázar, que quedaba bajo el amparo del tribunal de Llerena en Extremadura. De esta manera, durante trescientos cincuenta años el territorio andaluz estuvo distribuido en torno a los
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La Inquisición Memoria de la infamia COORDINADO POR MANUEL PEÑA DÍAZ UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
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distritos inquisitoriales de Sevilla —que in-
mia tanta; y fue tal su condición; que ha-
bastante expectación, como las hechiceras,
cluía también las tierras de Cádiz y Huelva,
biendo sido una Santa; murió en perversa
sus supersticiones y sus prácticas. Hubo,
así como los territorios americanos (hasta
opinión”. Finalmente, el Decreto de Aboli-
pues, una inquisición cotidiana con todas
1571) y Canarias (hasta 1507)— Córdoba y
ción se promulgó el 22 de febrero de 2013.
las imposiciones, aceptaciones o rechazos en
Granada. Una larga trayectoria para una
Con el retorno de Fernando VII en 1814 y
uno y otro lado. El Santo Oficio fue un tribu-
institución que conoció momentos de gran
la consiguiente anulación de toda la legisla-
nal de la fe que dejó, a pesar de la desapari-
eficacia represiva hasta finales del siglo
ción dictada en Cádiz se repuso el Santo Tri-
ción de buena parte de sus documentos, un
XVI, y otros de decadencia y profundas crisis
bunal. La abolición se hizo otra vez efectiva
rastro diverso y sorprendente de fuentes,
desde mediados del XVII.
durante el Trienio Liberal (1820-23), aunque
donde el historiador puede reconstruir desde
A fines del siglo XVIII, los coletazos in-
fue nuevamente derogada con la restaura-
el sufrimiento de las víctimas hasta las co-
controlados del Santo Oficio dieron lugar a
ción de la monarquía absoluta. Sin embar-
rruptelas de los inquisidores y sus ministros.
intervenciones severas contra los ilustrados
go, no se volvió al modelo anterior sino que
Muerta la institución, su gran triunfo
liberales (Cabarrús, Jovellanos, Urquijo…)
se instituyeron las denominadas Juntas de
fue el grado de interiorización e íntima con-
e, incluso, a fallidos intentos de reformas
Fe, surgidas a instancias de los obispos.
vicción con el que numerosos católicos otor-
regalistas con la intención de devolver a la
Muerto Fernando VII en 1833, el sucedáneo
garon plena credibilidad a una parte consi-
Inquisición a los obispos, como en la primi-
inquisitorial de las Juntas fue definitiva-
derable de las representaciones, de los pre-
tiva Iglesia. El sistema se desmoronaba y la
mente abolido el 15 de julio de 1834 por la rei-
ceptos y las prácticas del Santo Oficio. La In-
invasión francesa iba a acelerar la agonía de
na regente María Cristina. Abandonada por
quisición no fue una institución meramen-
una institución agrietada, insostenible, de
todos, la institución inquisitorial murió en
te impuesta desde arriba sobre una sociedad
la que huían los mismos Inquisidores Gene-
silencio.
inmóvil y pasiva. Mediante el despliegue de
rales. En diciembre de 1808, Napoleón de-
Además del momento clave de la aboli-
diversas estrategias obtuvo un amplio apoyo
cretaba la supresión de la Inquisición “como
ción, en este dosier se analizan algunos de
entre individuos y grupos sociales heterogé-
atentatoria a la soberanía y a la autoridad ci-
los aspectos relevantes de su herencia tan-
neos. En la búsqueda de apoyos entre los di-
vil”, sin embargo, fue una abolición nomi-
to material como inmaterial. Su imagen
versos grupos y comunidades urbanos y ru-
nal por la propia fragilidad del gobierno bo-
se convirtió en mito y traspasó tiempos y
rales, el Santo Oficio se rodeó de diversas
napartista.
fronteras y su lenguaje se incorporó al co-
construcciones simbólicas, alegóricas e in-
El debate se abrió poco después en las
mún de los españoles. Y de su verdadera
terpretativas. Algunas de estas alegorías
Cortes de Cádiz. Los diputados defensores
razón —la dura y constante represión de
fueron reinventadas por la Inquisición con
del Santo Oficio expusieron que suprimir el
herejes— trascendieron tópicos y símbo-
el propósito de forjar una imagen de sí mis-
Santo Tribunal suponía usurpar la autori-
los. Cuando el rechazo a la herejía judai-
ma que la hiciese creíble y respetada, y han
dad del Papa, en última instancia el único
zante ya no era el signo principal de la
sido precisamente esas imágenes inquisito-
legitimado para eliminarlo. Los diputados
identidad religiosa y cultural, en los con-
riales las que mejor han sobrevivido. Así,
abolicionistas plantearon que el poder del
flictos cotidianos persistió, por ejemplo,
muchos de los factores que han propiciado
monarca estaba por encima de cualquier
el sambenito, aquella infame palabra co-
la perpetuación del Santo Oficio en la me-
otra legitimación pontificia y eclesiástica.
mo marca de general descrédito del conde-
moria histórica están relacionados con ese
El Decreto de Abolición, que consideraba que
nado y sus descendientes.
gran esfuerzo de sus ministros por lograr la
“la Inquisición era incompatible con la
El tópico inquisitorial ha puesto en el
configuración de una identidad compartida
Constitución”, se aprobó por 90 votos contra
centro de su imagen a los autos de fe, solem-
y cohesionadora de la comunidad de fieles
60 el 22 de enero de 1813. Al día siguiente se
nes, multitudinarios y ceremoniosos. Sin
ortodoxos, forjada a través de la construc-
publicaba su epitafio en El Redactor General:
embargo, existieron otras realidades más
ción de un imaginario tan sublimado como
“Yace aquí la Inquisición; que cometió infa-
consistentes y cotidianas que generaban
pragmático. ■
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La construcción del mito de la Inquisición El Santo Oficio como icono universal de la intolerancia DORIS MORENO UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA
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a Inquisición Española nació en 1478, creada por el Papa Sixto IV a petición de los Reyes Católicos, y murió ofi-
cialmente en 1834. Empezó a actuar en Sevilla en 1480 desplegándose poco a poco por todos los dominios de la Monarquía Hispánica. Aquella Inquisición no era totalmente una novedad. Existió una Inquisición medieval anterior, dependiente del Papado, creada en 1230 para extirpar la herejía cátara. Esta Inquisición medieval se extendió por Italia, Francia, la Corona de Aragón, Bohemia, Polonia, Portugal, Bosnia y Alemania. Recreación de esta Inquisición medieval
MEMORIA DE LA INFAMIA
ENERO 2013 Hablar hoy de “inquisición” es meter en el saco de las palabras términos como represión, tortura, persecución, injusticia… En definitiva,
ción se evoca la Inquisición Española como referente? ¿Por qué la palabra “inquisición” sigue formando parte de nuestro vocabulario con tanta fuerza? La pregunta tiene una respuesta básica. La Inquisición Española es el punto de partida, aunque hubo otros después, de la construcción de la Inquisición en un refe-
intolerancia de cualquier
rente universal para hablar de intolerancia
tipo, sea religiosa, política
de cualquier tipo, religiosa, política, so-
o social. En nuestro
cial... Por eso hablamos del “mito de la In-
presente hemos hecho de aquel pasado concreto un
quisición”. Nos estamos refiriendo a la elaboración o construcción de un icono universal, de un lugar común en el que perso-
fue la Inquisición Romana creada en 1542 y
mito universal que debería
nas de las más diversas culturas se encuen-
todavía hoy vigente en la Congregación para
servirnos para combatir, hoy y
tran y comparten su significado. La vigen-
la Doctrina de la Fe, aunque ahora de una
siempre, lo que representa. En
cia y actualidad de esta imagen universal es
forma muy distinta. Existió también la In-
impresionante. Si se hace una búsqueda
quisición Portuguesa, creada en 1536 y aboli-
este artículo se exponen cuáles
da en 1821. Los historiadores han señalado
fueron los caminos que
palabra “Inquisición” aparecen 3.200.00
que si tenemos en cuenta el número de vícti-
cimentaron que la Inquisición
entradas aproximadamente; si se busca
mas de estos tres grandes tribunales inquisi-
española —que no fue el único
con la palabra en inglés, “inquisition”, el
toriales del mundo católico, el tiempo de vigencia de las tres instituciones y sus respec-
tribunal inquisitorial de la Europa
sencilla en Google (octubre de 2012) con la
resultado es de 19.200.000 referencias. Hagan la prueba con “Santo Oficio” e “inquisi-
tivos territorios de implantación, la Inquisi-
Moderna, ni el más cruel, ni
dor” en todas las lenguas que conozcan. El
ción Portuguesa fue, en comparación, la
siquiera el más longevo— pasase
resultado nos da una idea de la popularidad
más dura. En resumen: la Inquisición Espa-
de ser una realidad vivida a
del tema y de los amplios usos de estas pala-
ñola ni fue una novedad radical en su momento, ni fue un tribunal inquisitorial único en el panorama del catolicismo de la época moderna, ni fue la institución
convertirse en un paradigma universal de la intolerancia, reconocible en todo el mundo.
bras en diversas lenguas. Si, además, recorremos algunas de esas entradas comprobamos cómo se utilizan los términos “inquisición”, “inquisidor” a nivel popular como
más duradera en el
genéricos de probada eficacia, de enorme
tiempo, ni la que con
fuerza expresiva y comunicativa, sin nece-
más intensidad y du-
sidad de más explicación.
reza se aplicó en la
En el ABC de Sevilla del 17 de agosto de
persecución de la he-
2012 se informaba de que el alcalde de Mari-
rejía. Pero, enton-
naleda calificaba a la Defensora del Pueblo
ces, ¿por qué cuando
como la “inquisidora principal del reyno”.
se habla de Inquisi-
No era necesario decir nada más. Un segun-
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Portadas de cuatro obras fundamentales en la construcción de la Inquisición Española como paradigma universal de la intolerancia. 1. Acts and Monuments de John Foxe (1569), un auténtico best-seller de la época en los países protestantes que, entre otras cosas, recogía el nombre de los quince procesados de Sevilla por protestantismo que aparecían citados en el volumen Artes de la Inquisición española, (Heidelberg, 1567), firmado por Reginaldo González Montano, pseudónimo de Antonio del Corro y/o Casiodoro de Reina, dos de los monjes sevillanos huidos de San Isidoro del Campo en 1558. 2. De todos los relatos escritos por viajeros sobre la Inquisición el que tuvo mayor impacto fue el del médico católico francés Charles Dellon, ya que su obra Relation de l’Inquisition de Goa (1687) nació de la experiencia personal, lo que contribuyó a reforzar la imagen que ya se tenía de las inquisiciones. Se hicieron 28 ediciones en distintas lenguas hasta mediados del siglo XIX. 3. La obra de los filósofos ilustrados dio vuelos universales al mito inquisitorial. Son muchos los que se podrían mencionar, pero, sin duda, destacó Pierre Bayle, autor del Dictionnaire Historique et Critique (1696) para quien la Inquisición, fuese romana, española o portuguesa, no era mas que el instrumento de un cristianismo dogmático y represor. 4. La Inquisición fue un tema frecuente en la literatura de folletín de tanto éxito en el siglo XIX. La gran novela española de este género fue Cornelia Bororquia, del exfraile afrancesado y liberal Luis Gutiérrez, publicada en París en 1801 con múltiples ediciones, convertida incluso en coplas de ciego y también traducida al alemán, francés y portugués. La obra estaba inspirada en un personaje real, Juana Bohórquez, que murió en las cárceles sevillanas a mediados del XVI.
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Goya defendió que otra España era posible ■ Francisco de Goya y Lucientes, sobre todo desde principios del siglo XIX, realizó varias pinturas y grabados que muestran su pesimismo ante el impacto que más de trescientos años de convivencia con el terrible tribunal del Santo Oficio produjeron en la sociedad española. Sus grabados, sus pinturas negras, sus Caprichos, o su genial Auto de Fe (en la imagen aparece un detalle de este lienzo pintado entre los años 1812 y 1819) son un testimonio muy valioso de ese pesimismo. Quizá estas obras puedan ser interpretadas como un intento de Goya de impulsar
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un público más amplio de esa huella
Museo del Prado.
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la necesidad de tomar conciencia entre negativa de la Inquisición para, justamente, tener el valor de superarla, de comprender que, a pesar de todo, otra España era posible.
do ejemplo, esta vez de carácter internacio-
judíos convertidos al cristianismo que conti-
acusados al callar el nombre de los acusado-
nal y en el ámbito de la literatura juvenil: en
nuaban practicando en secreto su antigua
res; que condenaba a la ruina presente y fu-
2003 J.K. Rowling publicó otro de los libros
religión, práctica que los situaba en el cam-
tura a las familias confiscando bienes e inha-
de la serie Harry Potter (Harry Potter y la Or-
po de la herejía. La expulsión de los judíos en
bilitando a las personas; que violentaba las
den del Phoenix). En él se relataba un episo-
1492, con la alternativa de la conversión, no
conciencias, obligando a la apostasía de la fe
dio clave en la trama, una profesora de la es-
hizo más que agravar el problema converso
y a la traición por el miedo y la tortura.
cuela había sido nombrada “inquisidora” y
y, por otro lado, el dolor de los que abandona-
Los textos que circularon por toda Europa
a partir de ahí se iniciaba un proceso de con-
ron una tierra que había sido la suya durante
con estos argumentos fueron muchos y
trol de palabras y conductas por la vía de la
muchos siglos y en la que habían desarrolla-
muy persistentes en el tiempo. La extensión
represión y el miedo. Hablamos de una no-
do una cultura propia dentro del judaísmo.
de esta diáspora judía por Europa, Turquía y
vela escrita, principalmente, para niños-
Entre 1478 y 1530 la Inquisición procesó a
el norte de África garantizó la difusión de
adolescentes del ámbito anglosajón. Es de-
más de 60.000 personas acusadas de cripto-
esta imagen que fue retomada y reinterpre-
cir, actualmente para ese público tiene sen-
judaísmo. Varios miles murieron en la ho-
tada en los siglos siguientes en función de
tido hablar de la inquisición para evocar in-
guera. Los que consiguieron huir de aquella
nuevos intereses y coyunturas. Un ejemplo
tolerancia y represión, aunque no sepan na-
masacre, víctimas directas o indirectas, re-
relativamente reciente será suficiente. En
da de la realidad histórica de la Inquisición
flexionaron sobre lo ocurrido. España pasó de
1938, vísperas de la Segunda Guerra Mun-
Española.
madre a madrastra. Los Reyes Católicos apa-
En las líneas que siguen vamos a inten-
recieron como monstruos de crueldad al ha-
dial, se estrenó en Tel Aviv la obra teatral The Marranos, del escritor judío alemán
tar mostrar cómo se produjo ese proceso;
ber creado un tribunal tan arbitrario y terri-
Max Zweig. La obra, situada en el Toledo de
por qué vías la opinión sobre el Santo Oficio
ble como la Inquisición y al firmar el decreto
1480, giraba alrededor de un soldado espa-
pasó de centrarse en la realidad vivida a con-
de expulsión que abrió una nueva diáspora,
ñol converso que, como héroe militar al ser-
vertirse en el paradigma universal la de in-
equiparable en la memoria judía a las que ha-
vicio de los Reyes Católicos, había logrado
tolerancia.
bía sufrido el antiguo pueblo de Israel. Esta
de la reina Isabel el compromiso de frenar
imagen se difundió rápidamente por Europa
las actividades inquisitoriales que justo en
LA LEYENDA NEGRA. La primera opinión
con los exiliados. Los textos del exilio judío
aquel año se habían iniciado en Sevilla. Al
crítica contra el Santo Oficio fue la de sus víc-
subrayaron especialmente el poder terrible
mismo tiempo, se casaba enamorado con
timas y su entorno familiar o cultu-
del Santo Oficio que destruía los cuerpos con
una joven aristócrata de familia cristiano
ral, y nació teñida de
torturas desgarradoras; que impedía contra
vieja. Sin embargo, algo se truncó en su vi-
dolor, angustia, ra-
todo derecho la capacidad de defensa de los
da y en la historia de España cuando la reina
bia, miedo e, incluso, perplejidad. La Inquisición Española se creó en 1478 para detectar y castigar a los falsos conversos,
Entre 1478 y 1530 la Inquisición procesó a más de 60.000 personas acusadas de criptojudaísmo. Los que consiguieron huir de la masacre reflexionaron sobre lo ocurrido. España pasó de madre a madrastra
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España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo General de Simancas. PTR, LEG, 28,10
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Bula del Papa Inocencio VIII nombrando Inquisidor General a fray Tomás de Torquemada. Roma, 11 de febrero de 1486.
Isabel cedió a las presiones del inquisidor
tra la Inquisición Española se tiñeron de in-
personales se incluirían en las ediciones del
fray Tomás de Torquemada: las hogueras
tencionalidad política y contribuyeron a for-
Acts and Monuments de John Foxe a partir de
volvieron a encenderse. El soldado decidió
jar la imagen más negativa de la Monarquía
1569, el martirologio protestante más popu-
entonces ponerse del lado de las víctimas,
de España, de su tiránico monarca Felipe II y
lar durante los dos siglos siguientes, un au-
dejó a su esposa y se unió a los conversos per-
del carácter de los españoles.
téntico best-seller, utilizado frecuentemen-
seguidos retornando a la fe de sus padres.
En este proceso jugó un papel muy im-
te en la elaboración de sermones y en la en-
En la escena final, los esbirros del Santo Ofi-
portante el libro Artes de la Inquisición espa-
señanza de modelos de mártires por la fe.
cio les pillaban practicando su antigua fe.
ñola (Heidelberg, 1567), firmado por Regi-
Fue así como el nombre de todos aquellos
Al espectador no le quedaba ninguna duda:
naldo González Montano, pseudónimo de
procesados de Sevilla dio la vuelta al mun-
el epílogo nunca representado de la obra te-
Antonio del Corro y/o Casiodoro de Reina,
do. Por lo menos, al mundo protestante.
nía la fragancia de la carne humana quema-
dos de los monjes sevillanos huidos de San
Tanto las críticas de judíos y conversos
da. Uno de los críticos teatrales de aquel es-
Isidoro del Campo en 1558. Traducido casi
exiliados, que se extendieron a lo largo de los
treno en 1938 afirmó: “Aunque el drama pa-
inmediatamente al francés, inglés, neer-
siglos XVI y XVII, como las noticias de los
rece estrictamente histórico, uno no puede
landés y otros idiomas, y continuamente
“mártires” protestantes españoles, contribu-
escapar a su contemporánea relevancia po-
reeditado, el Artes de la Inquisición ofreció
yeron poderosamente a crear la leyenda ne-
lítica. Europa hoy encarna una nueva, y no
argumentos creíbles de un testigo presen-
gra contra España, cristalizada en niveles
menos formidable, inquisición”.
cial contra la Inquisición y sus crueles pro-
culturales y sociales bien diversos. Los países
A la opinión crítica contra la Inquisición
cedimientos. Para aquel protestantismo de
enemigos de la Monarquía Hispánica se mos-
Española del judaísmo exiliado se añadió
la segunda mitad del siglo XVI, muy com-
traron bien dispuestos a templar el hierro in-
muy poco después, a partir de los años cua-
bativo, la Inquisición se convirtió en una de
quisitorial para forjar la resistente leyenda
renta del siglo XVI, la del protestantismo es-
las pruebas del carácter corrupto del catoli-
negra contra España que debía dinamitar su
pañol. A pesar de su escaso número, la crítica
cismo, la expresión suprema de la opresión
prestigio y socavar el crédito de su poder.
del protestantismo español huido de las ga-
ejercida por el Papa sobre los católicos. No
rras inquisitoriales fue el detonante más po-
es casualidad que el Artes haya sido consi-
DE ARMA POLÍTICA A CONCEPTO. La de-
deroso en la conversión de la Inquisición Es-
derado uno de los pilares de la leyenda ne-
cadencia española, especialmente a partir
pañola en arma arrojadiza de tipo político-re-
gra española.
de mediados del siglo XVII, se profundizó y
ligioso contra la Monarquía Hispánica. Las
Interesa subrayar también otro detalle.
se hizo evidente a los ojos de toda Europa. El
críticas de los pocos protestantes huidos en-
El Artes incorporaba una parte dedicada a la
patético rey español Carlos II resulta una
contraron un eco formidable en países pro-
trayectoria biográfica de quince procesados
imagen ilustrativa de la decadencia de una
testantes, como Inglaterra o Suiza, donde las
por el tribunal inquisitorial de Sevilla acu-
Monarquía que había tenido un Imperio so-
imprentas dieron a conocer relatos espeluz-
sados de protestantismo. Estas relaciones
bre el que no se ponía el sol. En el siglo XVII,
nantes, como la fa-
las críticas al papel
mosa y triste muerte
que la Inquisición
del humanista español Juan Díaz, a manos de su hermano. Los argumentos con-
Los enemigos de la Monarquía Hispánica se mostraron bien dispuestos a templar el hierro inquisitorial para forjar la resistente leyenda negra contra España que debía dinamitar su prestigio y socavar su poder
tuvo en la decadencia de España no tenían la amplitud que adquirieron un
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Colección particular.
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Auto de fe celebrado en Sevilla en 1660. Óleo atribuido a Francisco de Herrera, el Mozo.
siglo más tarde, pero ahora se pusieron las
nático como Torquemada, apoyado por los
desde la elaboración intelectual, dio al mito
bases al asociar la influencia de la Inquisi-
Reyes Católicos, aunque el que se llevaba la
inquisitorial vuelos universales. Son muchos
ción Española con vicios y características
palma de sus juicios críticos era Felipe II,
los que podríamos mencionar pero, sin duda,
negativas de España y los españoles.
“esa mezcla asombrosa de crueldad, de hi-
destacaron: Pierre Bayle (1647-1706) y Voltaire
Desde finales del XVII y durante los si-
pocresía y de cobardía”, capaz de utilizar a la
(1694-1778). Bayle exaltó la superioridad de la
glos siguientes, viajeros de muy diverso pe-
Inquisición en el asesinato de su propio hi-
conciencia sobre cualquier doctrina particu-
laje (diplomáticos, militares, literatos,
jo, el príncipe don Carlos.
lar. Desde esta perspectiva, la Inquisición,
aventureros…) visitaron España con la cu-
De todos los relatos de viajeros el que tu-
fuese romana, española o portuguesa, no era
riosidad de quienes habían oído hablar de la
vo un impacto más universal fue el del mé-
más que instrumento de un cristianismo
fama de la Inquisición Española. El diplo-
dico y católico francés Charles Dellon. Ello
dogmático y represor contrario a los princi-
mático francés Bartolomé de Joly, que visitó
se debió a que su relato, Relation de
pios del Evangelio. Estas ideas las reflejó en su
España entre 1603 y 1604, recomendaba a
l’Inquisition de Goa (1687) nació de la expe-
Dictionnaire Historique et Critique (1696), que
los futuros viajeros: “daría por consejo a fin
riencia personal. Procesado por la Inquisi-
tuvo una influencia enorme sobre los ilustra-
de evitar los inconvenientes (…) mantener-
ción Portuguesa en Goa en 1673, sufrió un
dos del siglo XVIII.
se callado y hablar poco en España y tener
progresivo deterioro físico y emocional en la
Voltaire se refirió a los tribunales inquisi-
como máxima principal y regla inviolable
cárcel que le llevó a dos intentos de suicidio.
toriales en numerosas obras. En todos sus
(… ) del Papa, del rey y de la Inquisición, chi-
Finalmente, fue reconciliado y liberado en
relatos, el tono que empleó para referirse a la
tón, chitón”.
1676. La descripción de su sufrimiento, de
Inquisición oscilaba entre la ironía y la in-
Antoine de Gramont, mariscal de Fran-
las cárceles, del pánico ante el tormento, de
dignación, pero reproducía una y otra vez el
cia, de visita en 1659, escribió que la Monar-
la angustia ante el silencio procesal reforzó
mismo esquema denigratorio contra la ac-
quía española estaba sometida al poder in-
la imagen que ya se tenía de las inquisicio-
ción inquisitorial: injusta, contraria a las le-
quisitorial y éste, a su vez, estaba en las ma-
nes, pero ahora con el valor añadido de ser el
yes divinas, naturales y humanas, inhuma-
nos de inquisidores estúpidos e ignorantes,
relato de alguien que sobrevivió para contar-
na y corrupta. En su Ensayo sobre las costum-
tan vacíos de inteligencia como llenos de va-
lo. Se hicieron 28 ediciones en distintas len-
bres y el espíritu de las naciones, Voltaire rela-
nidad. Un siglo después, el también diplo-
guas hasta mediados del siglo XIX. La rela-
cionaba el impacto inquisitorial con el retra-
mático francés Jean Peyron escribió un rela-
ción de Charles Dellon está en la base de
so cultural español: “Aún es menester atri-
to de su viaje por España entre 1772 y
muchas de las historias de la Inquisición
buir al tribunal inquisitorial esa profunda
1773 publicado poco
que se escribieron hasta bien entrado el si-
ignorancia de la sana filosofía en que las es-
después en francés,
glo XIX. Estos relatos contribuyeron a fijar
cuelas españolas se hallan sumergidas,
inglés y alemán. Pa-
una determinada imagen de la Inquisición
mientras Alemania, Inglaterra, Francia e
ra el autor, influido
a un nivel más popular, el de las burguesías
incluso Italia han descubierto tanta verdad y
por las ideas de la
comerciales o el del mundo de los diplomáti-
ampliado la esfera de nuestro conocimiento.
Ilustración, la Inqui-
cos o los profesionales liberales.
Nunca se rebaja tanto la naturaleza humana
sición había sido cre-
Por las mismas fechas, fue principalmen-
como cuando la ignorancia supersticiosa se
ación de un fraile fa-
te la obra de los filósofos ilustrados la que,
arma a sí misma con el poder político”. El
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Blanco White y el tormento de la Inquisición ■ El sevillano José Mª Blanco White fue un
“Ustedes los extranjeros que han visitado
Pregunta por ellos y se le responde con una
hombre inquieto, sacerdote, periodista,
últimamente la España no tienen medios
sonrisa. Llévanlo a las cárceles y encuentra
teólogo, autor de ensayos, novela,
de formar una opinión correcta de la
unas pequeñas habitaciones bastante
poesía… Exiliado en Inglaterra en 1810,
opresión lenta e interminable que causa ese
claras y aseadas. Háblanle de la
desde Londres fue el impulsor de diversas
tribunal en medio del sopor en que se
comodidad con que están los reos, de la
iniciativas periodísticas liberales, como El
hallaba últimamente adormecido. Llega
benignidad con que se les trata. Sale de allí
Español o El Mensajero de Londres, que
un caballero inglés, no libre aún de las
y se burla él mismo de sus antiguas
eran al mismo tiempo arma de combate
impresiones que el nombre Inquisición ha
aprensiones. Ah! Yo quisiera que con sus
para los liberales de la Península y
excitado en él, no injustamente en sus
ideas de libertad y tolerantismo viviese
aglutinantes del importante exilio español
primeros años. Pregunta si puede ver la
veinte años bajo el alcance de la
liberal de aquellos años. En un artículo
célebre Inquisición de Sevilla y se le
Inquisición en una ciudad de provincia en
publicado en El Español en 1810 contestaba
franquea la entrada con toda la urbanidad
España y entonces sentiría lo que esto pesa
así a un lector inglés que, habiendo
posible. Ve un salón sencillamente
sobre un alma que conoce su dignidad y
visitado España recientemente, había
adornado donde se reúnen los jueces.
sus derechos. Entonces probaría la que es
escrito una carta al diario afirmando que la
Vuelve los ojos a ver si descubre los
el tormento de esa gota de agua que cae sin
Inquisición Española era ya inofensiva:
instrumentos de tortura y no los halla.
interrupción sobre uno”.
AH ENERO 2013
ilustrado francés, sin embargo, criticó todas
La gran novela española de este género
ripecias, el momento de máxima tensión
las inquisiciones como forma de intoleran-
fue Cornelia Bororquia, del exfraile afrancesa-
llegaba cuando el arzobispo intentaba violar
cia religiosa: “El odio teológico es el más im-
do y liberal Luis Gutiérrez, publicada en Pa-
a Cornelia en las cárceles, momento en el
placable de todos los odios”. Gracias a la
rís en 1801 con múltiples ediciones, converti-
que ella, desesperada, conseguía matar a su
enorme influencia intelectual de Voltaire la
da incluso en coplas de ciego y también tra-
agresor. A pesar de ello, Cornelia era conde-
Inquisición salió del ámbito puramente reli-
ducida al alemán, al francés y al portugués
nada a la hoguera. Mientras sus huesos ardí-
gioso y se convirtió en el ejemplo universal
muy poco años después. La obra estaba ins-
an, su prometido Vargas huía de España ha-
de una de las formas más horrendas de per-
pirada en un personaje real mencionado por
cia el norte, hacia la libertad.
secución de la libertad.
González Montano en el libro que citamos
La crítica al Santo Oficio estaba muy pre-
más arriba, Juana Bohórquez, que murió en
sente en la novela: aparecía la imagen tópica
LA POPULARIZACIÓN DEL MITO. Ya en el
las cárceles sevillanas a mediados del siglo
del Gran Inquisidor, las lóbregas cárceles, la
siglo XIX fueron las creaciones artísticas y li-
XVI. En la novela de Luis Gutiérrez, Cornelia
injusticia cometida contra una débil e ino-
terarias, de consumo popular, las que aca-
Bororquia, hija del gobernador de Valencia,
cente mujer, la delación entre miembros de
baron por consagrar el mito de la Inquisi-
había sido apresada por los inquisidores por
una misma familia… En suma, los argu-
ción como icono de la intolerancia y la re-
su relación con el joven Bartolomé de Var-
mentos que entroncaban claramente con la
presión a niveles populares. Pero no por ello
gas, lector de libros prohibidos. Sin embar-
tradición crítica del Santo Oficio. Sólo que
abandonó su carga política y se convirtió de
go, había una motivación oculta para este
ahora esa tradición crítica se insertaba en un
nuevo en argumento de peso en manos del
encarcelamiento que se iba desvelando a
contexto político distinto, el de un joven libe-
liberalismo europeo y, sobre todo, español,
medida que se avanzaba en la lectura: la pa-
ralismo español que debía afirmarse política
a la búsqueda de razones legitimadoras para
sión lujuriosa del arzobispo de Sevilla e In-
y socialmente frente a enemigos muy pode-
un proyecto político de España levantado so-
quisidor General. Después de numerosas pe-
rosos. Cornelia Bororquia nació con un propósito muy claro, contribuir a crear el “mito” de
bre bases nuevas.
la Inquisición dentro de España. Fue una no-
En el ámbito literario, la Inquisición fue tema frecuente en la literatura de folletín de tanto éxito popular en el XIX. Se trataba de
Más información
mente con el ideario liberal contrario a la Inquisición. Se convirtió así en un clásico de la
novelas que se vendían por capítulos semanalmente. La novela gótica inglesa, por
vela sentimental que conectó inmediata-
■ Gutiérrez, Luis
tradición revolucionaria anticlerical con un potencial desacralizador sin precedentes.
ejemplo, con autores muy populares como
Cornelia Bororquia o La víctima de la
Lewis, Radcliffe, Ireland, Godwin o Shelley,
Inquisición.
gustó de hacer aparecer a inquisidores sádi-
Ed. de Gérard Dufour. Cátedra.
te abolida en 1834. Murió la realidad histó-
Madrid, 2005.
rica de una institución terrible. Despega-
cos y húmedos entre sus páginas, excitando la imaginación morbosa de sus lectores. Qué
■ Moreno, Doris
La Inquisición Española fue oficialmen-
ba, crecía y fructificaba en paralelo el mito
decir de los franceses, el marqués de Sade,
La invención de la Inquisición.
de la Inquisición con toda su carga de imá-
por ejemplo, en su obra Aline y Velcour o la no-
Marcial Pons. Madrid, 2004.
genes negativas a combatir: violencia de las
vela filosófica (1793). En relación con la Inqui-
■ Muñoz Sempere, Daniel
conciencias, torturas, represión e intole-
sición, la obra más conocida a nivel univer-
La Inquisición española como tema literario.
rancia. A la luz del presente, sin embargo,
sal es sin duda la de Fiodor Dostoievsky, Los
Política, historia y ficción en la crisis del
me temo que hemos reducido el mito a sim-
hermanos Karamazov (1881, antes por entre-
Antiguo Régimen.
ple retórica y hemos abandonando el com-
gas entre 1868 y 1880), con la impactante es-
Tamesis. Woodbridge (UK), 2008.
bate, si es que alguna vez peleamos en ese
cena del Gran Inquisidor.
campo de batalla. ■
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Los fondos documentales de la Inquisición Unas valiosas fuentes para la investigación histórica andaluza IVÁN JURADO REVALIENTE UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
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a Inquisición de la Monarquía Hispánica ha ido conformando a lo largo de su historia uno de los fondos
documentales de mayor riqueza a nivel mundial. Desgraciadamente, la mayoría de la documentación producida por ésta, en especial aquella que atesoraban los tribunales de distrito —en Andalucía, los tribunales de Sevilla, Jerez, Córdoba y Jaén, en los primeros años, y los de Granada, Córdoba y Sevilla, tras la reorganización llevada a cabo en las primeras décadas del XVI— se ha perdido. No obstante, gracias a la activa corres-
MEMORIA DE LA INFAMIA
ENERO 2013 La Inquisición Española ha generado uno de los fondos
FUENTES INSTITUCIONALES. El 1 de noviembre de 1478 el Papa Sixto IV promulgaba la bula Exigit sincerae devotionis affectus, do-
documentales de mayor
cumento que daba inicio a la Inquisición en
riqueza de la Edad
tierras de los Reyes Católicos. En teoría, la
Moderna, que no sólo
institución papal era la máxima autoridad
permite estudiar a la
de este tribunal. El Sumo Pontífice poseía la capacidad para publicar Bulas y Breves con
institución generadora,
los que dirigir la actividad del Santo Oficio.
sino que da la posibilidad
En la práctica, estos documentos contenían
de penetrar en la vida
nombramientos o concesiones previamente
cotidiana tanto de los perseguidores como de los
acordadas con los reyes hispanos. Así las cosas, la Corona fue la auténtica detentadora de la institución inquisitorial. De hecho,
pondencia mantenida entre éstos y el Con-
perseguidos. Cuando el
pese a que Sixto IV promulgó la bula funda-
sejo de la Suprema y General Inquisición
historiador hojea los documentos
cional en 1478, los Reyes Católicos no hicie-
(con sede en la corte) se han conservado sufi-
inquisitoriales amarillentos por el
ron uso de la misma hasta 1480. Los monar-
cientes documentos para el estudio de este
cas marcaron realmente el destino de la In-
tribunal y de su actividad. Y es que la Mo-
paso del tiempo, conservados en
narquía, organizada en torno a diversos
los archivos históricos, las
podían enviar órdenes al Consejo de la Su-
consejos con función territorial o temática,
palabras de los procesados
prema, a un tribunal de distrito e, incluso,
contaba con el aparato burocrático con ma-
resuenan en sus oídos y parecen
a un funcionario.
yor desarrollo de la Edad Moderna. La obsesión de las instituciones hispánicas por de-
volver a cobrar vida. Un viaje por
quisición. Por medio de las Cédulas Reales
Los primeros inquisidores reglamentaron la actividad de la institución en un cuer-
jar constancia de todo en papel ha permitido
los fondos del Santo Oficio
que contemos con unos fondos documenta-
ayudará a comprender su
ciones. El carácter excesivamente generalis-
les inigualables a nivel mundial, tanto por
importancia para la investigación
ta de estas reglamentaciones alentó a la Su-
su cantidad, como por su calidad. A esto hay que sumar que la documentación del Santo
histórica.
po legislativo difuso, conocido como Instruc-
prema a marcar la trayectoria de los tribunales de distrito por medio de las Cartas
Oficio, fruto de su actividad judicial sobre la
Acordadas. En pleno período contrarrefor-
herejía, presenta una riqueza espec-
mista, tras la celebración del Concilio de
tacular. No sólo nos
Trento (1545-1563), el Consejo de la Inquisi-
permite conocer el
ción envió una serie de misivas, entre 1573 y
funcionamiento de
1574, para que los tribunales de distrito reo-
esta institución, sino
rientaran su actividad. Hasta el momento,
que nos da una mag-
los inquisidores habían centrado su labor en
nífica perspectiva de
la persecución de los judeoconversos, mo-
la población en la
riscos y protestantes. Desde entonces, se in-
época moderna.
teresaron también por la moralidad de los
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Biblioteca Virtual de Andalucía.
ICAS-SAHP. Archivo Municipal de Sevilla.
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Desde el siglo XVI hasta la abolición definitiva de la Inquisición Española en 1834, Andalucía tuvo tres tribunales inquisitoriales de distrito. El de Sevilla, ubicado en el castillo de San Jorge (en la imagen superior) fue el primer tribunal establecido de todo el sistema inquisitorial español: los primeros inquisidores llegaron a la ciudad en 1480 y el primer acto de fe data de 1481. Dos años después de la puesta en marcha del tribunal sevillano comenzó su actividad el tribunal de Córdoba (en la imagen inferior, cárcel de la Inquisición cordobesa). El tribunal de Granada nació años más tarde de la conquista del reino nazarí y conllevó la disolución del tribunal jiennense, que había sido creado en 1483 y cuyas competencias fueron asumidas a partir de 1526 por el tribunal granadino.
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cristianos viejos. Delitos como la blasfemia o la simple fornicación se incluyeron en los Edictos de Fe, documentos que eran leídos ante el pueblo para especificar qué prácticas eran consideradas heréticas y que, por tan-
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to, debían ser puestas en conocimiento de la Inquisición bajo pena de excomunión para
ENERO 2013
quienes no dieron cuenta de la herejía. La praxis estuvo en muchas ocasiones lejos de la teoría presente en las disposicio-
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nes legales del Santo Oficio. Las visitas de inspección, realizadas cada cierto tiempo por orden de la Suprema sobre los tribunales de distrito, ofrecen una buena radiografía de su funcionamiento real. Podían durar varios años, y se inspeccionaba, con gran detalle, el estado de las instancias del tribunal local, la situación de los presos, los registros documentales y, por supuesto, a cada una de las personas que integraban el funcionariado. En la visita realizada en 1597 al tribunal cordobés se advirtió que el inquisidor Alonso Jiménez de Reynoso no cumplía adecuadamente con las funciones de su cargo y que vivía en concubinato. Gaspar de Arredondo, otro inquisidor cordobés, sufrió una visita en 1645. Éste había
Una obra que avivó la leyenda negra
aprovechado su puesto para enriquecerse y tener una vida sexual desenfrenada. El inquisidor sevillano Alonso de Hoces fue acu-
■ El Artes de la Inquisición de Reginaldo
difundir la leyenda negra española. En
sado de violencia, venalidad, incompeten-
González Montano fue publicado por
la actualidad se ha convertido en una
cia, insultos, soborno, corrupción y com-
primera vez en latín, en la ciudad de
fuente excepcional, aunque
portamiento indecoroso en público en la
Heidelberg (1567). Es un libro que aborda
tendenciosa, para reconstruir el grupo
visita girada por la Suprema en 1611. En la
la problemática del proceso
heterodoxo sevillano que se articuló en
visita realizada al tribunal de Granada en
inquisitorial, expone ejemplos de las
torno a Juan Gil y Constantino Ponce de
1647 se recoge que el inquisidor Diego Ozo-
técnicas utilizadas por el Santo Oficio
la Fuente. Los conocimientos que poseía
res de Sotomayor mantenía relaciones
para lograr la confesión de los reos y
el autor de la obra sobre los protestantes
afectivas con mujeres casadas o prometi-
realiza breves biografías de los
sevillanos han llevado a afirmar a un
das con personas prominentes de la socie-
protestantes sevillanos descubiertos por
nutrido grupo de investigadores que el
dad granadina.
la Inquisición a partir de 1557. La
escritor del texto formaba parte de ellos.
Fuentes como los pleitos de competencias,
Algunas investigaciones recientes han
pleitos civiles, pleitos fiscales y procesos crimi-
un importante
desvelado que detrás del pseudónimo de
nales nos ofrecen una rica perspectiva de la
número de
Reginaldo González Montano puede
vida cotidiana de los tribunales inquisito-
reediciones en la
esconderse uno de los dos monjes
riales y del entorno de éstos. Si algún miem-
Europa de la
huidos del monasterio de San Isidoro de
bro de la Inquisición había cometido un de-
Reforma,
Sevilla: Antonio del Corro o Casiodoro de
lito o alguien lo había perpetrado sobre al-
ayudando a
Reina.
gún miembro de esta institución debía juz-
obra ha contado con
garse por los fueros inquisitoriales. Conflic-
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Las relaciones de autos de fe
Durante las visitas de inspección
■ Las relaciones de autos de fe,
examinaba a cada una de las personas que
enviadas periódicamente al Consejo de
integraban el funcionariado del tribunal.
la Suprema por los tribunales de
En la imagen, Sebastián García de la
distrito, o aquellas que fueron
Huerta, secretario del Consejo de la
impresas por la Inquisición para su
Suprema, en un óleo que ha sido
difusión ejemplarizante, no sólo nos
recientemente atribuido a Velázquez por
informan de los penitenciados
la experta del Prado, Carmen Garrido en
expuestos en público en estos actos;
un artículo publicado por Ars Magazine.
realizadas por orden de la Suprema sobre los tribunales de distrito también se
son una fuente extraordinaria para conocer toda la liturgia que acompañaba tan espectaculares celebraciones. En los cuatro autos de fe celebrados en Sevilla entre 1559 y 1662 para sentenciar a los protestantes se siguió el mismo pomposo ceremonial
AH
para captar la atención del pueblo y exponer un ejemplo moralizante. En
ENERO 2013
la víspera del auto partían dos procesiones del castillo de Triana, sede de la Inquisición. La primera,
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encabezada por una cruz verde, símbolo del Santo Oficio, cubierta por un velo negro que representaba el luto de la Iglesia se dirigía al tablado, montado en la Plaza de San Francisco, donde se celebraría al día siguiente el auto de fe. Una cruz de color blanco era llevada a las afueras de la ciudad, al quemadero donde serían relajados los herejes condenados a muerte. Con las primeras luces de la mañana, la procesión de reos se dirigía hasta la Plaza de San Francisco, donde se leía la sentencia ante las autoridades de la ciudad y la muchedumbre proveniente Cortesía de Ars Magazine.
de la capital y los pueblos cercanos, agolpada curiosa ante tan macabra e imponente escena. Leídas las sentencias, los condenados a muerte eran entregados a la justicia secular para que les aplicara la pena.
tos con otras instituciones, problemas con
FUENTES PROCESALES. Las fuentes pro-
de vista de su productor. Renunciar a las
la Hacienda de la Inquisición, injurias y ase-
cesales son, sin duda, las de mayor riqueza y
mismas supone rechazar unas fuentes de
sinatos son algunos de los aspectos que reco-
las que han propiciado más controversia en-
extraordinaria riqueza para el conocimien-
ge esta documentación.
tre los historiadores. Su generación en el
to de la vida cotidiana de los españoles en la
Las informaciones genealógicas exigidas a
contexto de un proceso judicial ha provoca-
Edad Moderna.
los candidatos al Santo Oficio completan el
do que muchos investigadores no las consi-
La mayoría de los procesos por causas de fe,
conjunto de fuentes que nos permiten aden-
deren adecuadas para escribir la historia.
documentos que describían con todo lujo de
trarnos en la vida de los inquisidores. El ac-
Sin embargo, no son distintas a otras fuen-
detalle las diferentes fases por las que pasa-
ceso a un cargo inquisitorial estaba vetado a
tes históricas que también tienen el punto
ban los encausados por el Santo Oficio, se
quienes tenían antepasados herejes. Los datos que aportaban nos proporcionan información de sus orígenes familiares, aunque muchos recurrieron a la falsificación de sus árboles genealógicos para ocultar que carecían de la tan deseada limpieza de sangre.
Las fuentes más utilizadas por los historiadores han sido las relaciones de causas despachadas, pequeños resúmenes de los procesos concluidos, enviados por los tribunales de distrito a la Suprema entre 1540 y 1700
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La destrucción de los fondos de la Inquisición
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■ Los fondos de la Inquisición han
custodiados por el Archivo Histórico
papeles indistintamente; otros, que se
sufrido un continuo deterioro a lo largo
Nacional. Éste cuenta entre sus registros
hiciese de una Biblioteca curiosa para la
de la historia, acusado especialmente en
documentales con parte de la
publica diversión y para ludibrio de aquel
el conflictivo desarrollo experimentado
documentación producida por los antiguos
tribunal; y otros en fin se repartiesen
por el Estado español en su tránsito hacia
tribunales de Toledo y Valencia, así como
todas las causas, y que a los delatados
el liberalismo (Guerra de la
con la mayoría de los documentos
vivientes se les entregasen las suyas: tres
Independencia, Trienio Liberal, etc).
mandados por los tribunales de distrito al
consejos insensatos a competencia. Yo
Fruto de un camino laberíntico, algunos
Consejo de la Suprema.
teniendo el asunto por muy grave y serio
de los documentos del Santo Oficio han
Un ejemplo de la destrucción de los archivos
me valí de los mismos secretarios y
terminado recayendo en las manos de
inquisitoriales que se produjo durante los
subalternos de la inquisición, que fueron
diversas instituciones culturales
inicios del liberalismo en Andalucía lo
los verdaderos ejecutores de la extinción, y
norteamericanas y europeas; otros
encontramos en las palabras de don Manuel
dividí los papeles en tres clases: 1. Causas
permanecen almacenados en diversos
María Arjona, canónigo en Córdoba y
célebres, conducentes para la historia
archivos, bibliotecas o museos españoles,
afrancesado, que tuvo que escribir este
literaria, las cuales se conservaron,
sin olvidar los que están en colecciones
Manifiesto para para pedir perdón, expurgar
formando de ellas inventario particular; 2.
privadas.
sus culpas y evitar exiliarse tras el retorno de
Pruebas de limpieza, que se guardaron
Interesan destacar los fondos generados por
Fernando VII en 1814:
todas como útiles que pueden ser para
el tribunal con sede en Las Palmas de Gran
“En cuanto al encargo de verificar la
muchas familias. 3 Causas ya inútiles que
Canaria, conservados parcialmente en el
extinción de la Inquisición, he asegurado y
se quemaron con la debida reserva por los
Museo Canario. Y, especialmente, la
repetiré mil veces que me glorío de la
mismos empleados del Tribunal”.
documentación del tribunal conquense,
manera con que lo ejecuté (durante la
preservados casi en su totalidad, en el
ocupación francesa de Córdoba, en febrero
Manuel María de Arjona, Manifiesto… de
Archivo Diocesano de Cuenca. La mayoría
de 1810). Aconsejáronme los empleados del
su conducta política a la nación española.
de los fondos inquisitoriales son
Rey José, unos que se quemasen todos los
Córdoba, 1814.
han perdido. Esta documentación era guar-
mandaron al Consejo de la Suprema las re-
zados por los funcionarios de la Suprema
dada por los tribunales de distrito, y por lo
laciones de causas pendientes, extractos de
cuando los tribunales de distrito enviaban las
tanto, su suerte corrió pareja a la del resto de
las causas de fe abiertas que debían ser re-
actas de alguna causa para que el Consejo de
fondos de los tribunales locales (destruidos,
mitidas mensualmente. Principalmente,
la Inquisición emitiese una opinión sobre la
en gran medida, en los años de construc-
durante el siglo XVIII fueron remitidas las
misma, tampoco han contado con mucha
ción del liberalismo). Sólo se han conserva-
alegaciones fiscales, unos pequeños resú-
atención de los historiadores.
do algunos procesos de los tribunales de To-
menes que incluían las declaraciones de
Las relaciones de las visitas, documentos
ledo, Valencia y Canarias y los extractos de
los testigos del proceso abierto por causa
que recogen el conjunto de penitenciados
algunos procesos que se encargó de difundir
de fe. Las relaciones de autos de fe, sumario
por el Santo Oficio en sus salidas por las zo-
la propia Inquisición, como modelos ejem-
del desarrollo de estos actos, ayudan a
nas rurales, completan este conjunto de
plarizantes, y que se encuentran, en la ac-
completar la información desconocida por
fuentes. Debían hacerse con cierta periodi-
tualidad, en diversas bibliotecas españolas.
la pérdida de los procesos de fe, ya que re-
cidad, pero no siempre se cumplieron las
La pérdida de estos fondos no ha su-
cogían una breve información sobre las
disposiciones legales vigentes.
puesto que los historiadores desconozcan
personas a las que se leían sus delitos en
las causas que abrió el Santo Oficio contra
público.
En ciertas ocasiones, se realizaron con unos objetivos concretos, como el conjunto
los supuestos herejes. Contamos con di-
Una fuente muy interesante, escasamen-
de inspecciones llevadas a cabo por el tribu-
versos fondos documentales, fruto de la
te utilizada en las investigaciones históricas,
nal cordobés, entre 1570 y 1574, sobre los
activa correspondencia mantenida entre
son las relaciones de méritos. Se trata de las so-
pueblos fronterizos del antiguo reino nazarí
los tribunales locales y el Consejo de la Su-
licitudes de conmutación de la pena giradas
para tratar el problema morisco, tras la Re-
prema, que nos permiten reconstruir par-
por los condenados, una vez cumplido un
belión de las Alpujarras (1568-1571). Por lo
te de la actividad judicial de la Inquisi-
tiempo de reclusión en las cárceles secretas
general, las visitas se ocuparon de los “deli-
ción. Las fuentes más utilizadas por los
del Santo Oficio, y que destacan por ofrecer
tos ligeros”, aquellos que, en menor o mayor
historiadores han sido las relaciones de
diversa información sobre los encausados,
grado, atentaban contra la moral y las bue-
causas despachadas, pequeños resú-
como las testificaciones, las circunstancias
nas costumbres, como la blasfemia, supers-
menes de los procesos
en que produjo su confesión, etc. Las anota-
ticiones o proposiciones jocosas y deshones-
concluidos, envia-
ciones de los procesos, breves resúmenes reali-
tas. Los casos más graves de herejía eran en-
dos por los tribunales de distrito entre 1540 y 1700 a la Suprema. Desde 1640, los fiscales de los tribunales de distrito
Sabemos que algunos inquisidores abusaron de su cargo e inventaron herejías. En la pericia del historiador y en la lectura crítica de las fuentes del Santo Oficio están las claves para su correcta interpretación
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Sermón donde se trata de los graves daños resultados de la comunicación con los herejes leído en una visita del Santo Oficio a Antequera (1620).
viados a los tribunales locales y ellos se encargaban de dictar una sentencia sobre el
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encausado. Esta variedad de fuentes procesales, pese
ENERO 2013
a las importantes pérdidas documentales que ha sufrido la institución inquisitorial, ha permitido reconstruir la actividad del Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.
Santo Oficio con notables resultados. Las relaciones de causas despachadas enviadas por el tribunal sevillano a la Suprema se han perdido, y pese a ello, tenemos un buen conocimiento de la actividad represiva de este tribunal, subsanado por el uso conjunto del resto de fuentes citadas, e incluso, de la correspondencia, una fuente de gran valor para cubrir las informaciones perdidas. Y no sólo contamos con la posibilidad de reconstruir la actividad represiva, sino que también podemos conocer la vida de las personas que pasaron por las instancias inquisitoriales. Tenemos, por ejemplo, un óptimo conocimiento del grupo protestante sevillano, descubierto en 1557. Sabemos que se articuló en torno a los predicadores Juan Gil y
ces de libros prohibidos nos ofrecen un listado
el Inquisidor General Fernando Valdés en
Constantino Ponce de la Fuente y que contó
de las publicaciones consideradas heréticas
1559 incluía, por ejemplo, algunos de los li-
con ramificaciones en amplios sectores de la
por el Santo Oficio. El índice elaborado por
bros leídos por los heterodoxos sevillanos, e
sociedad sevillana, tanto laicos (desde la no-
incluso, las obras del predicador Constanti-
bleza a estratos marginales) como eclesiás-
no Ponce de la Fuente.
ticos (monasterio de San Isidoro del Campo y conventos de Santa Paula y Santa Isabel).
Más información
Este viaje por los fondos documentales de la Inquisición Española pone de manifiesto su importancia para la investigación
LA CENSURA. Una faceta concreta de la ac-
■ Boeglin, Michel
histórica. Es cierto que éstos han levantado
tividad inquisitorial, la censura de la cultu-
Inquisición y contrarreforma: el Tribunal del
suspicacias entre algunos investigadores,
ra escrita, cuenta con unas fuentes específi-
Santo Oficio de Sevilla: 1550-1700.
por las arbitrariedades a las que estaban ex-
cas para su estudio. Las relaciones de las visi-
Ayto. de Sevilla (ICAS)-Ediciones
puestos los acusados en los procesos inquisi-
tas de navíos recogen listados de las obras in-
Espuela de Plata. Sevilla, 2006.
toriales. De hecho, sabemos que algunos in-
cautadas por los comisarios inquisitoriales
■ Escandell Bonet, Bartolomé y Pérez
quisidores abusaron de su cargo y, en algu-
en sus inspecciones de los barcos extranje-
Villanueva, Joaquín (dir.)
nas ocasiones, inventaron herejías allí don-
ros o españoles que mantenían relaciones
Historia de la Inquisición en España y
de no las había. En la pericia del historiador
comerciales con otros países, aunque no
América, vol. 1.
y en la lectura crítica de las fuentes del San-
siempre fueron eficaces, por la facilidad con
Biblioteca de Autores Cristianos.
to Oficio están las claves para su correcta in-
la que las autoridades inquisitoriales acep-
Madrid, 1984.
terpretación. Renunciar a las mismas supo-
taron los sobornos. Los expedientes de califi-
■ García Cárcel, Ricardo y Moreno, Doris
ne perder el único contacto con los sectores
cación, informes sobre las obras censuradas
Inquisición: historia crítica.
marginales de la sociedad. Y las investiga-
o expurgadas, también son válidos para es-
Temas de hoy. Madrid, 2000.
ciones realizadas, y las que están en curso,
tudiar esta actividad inquisitorial. Los índi-
dan, y pueden dar, buena fe de ello. ■
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Sambenitos Los hábitos de la infamia en la vida cotidiana MANUEL PEÑA DÍAZ UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
AH 20
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os sambenitados eran aquellos procesados obligados a portar un hábito con la cruz de San Andrés durante
varios años cada vez que salían de su casa. La mácula cotidiana por esta sanción era tan visible que dio lugar a escrupulosos rechazos hacia aquellos y a numerosas resistencias a portar dicha indumentaria. Alonso Cano sufría al parecer una enfermiza repulsión a estos hábitos por su declarado antijudaísmo. Un día, cuando el artista granadino paseaba por las calles de su ciudad, puso “gran cuidado en que no le topase la ropa del ensambenitado a la suya; o bien pasán-
MEMORIA DE LA INFAMIA
ENERO 2013 La memoria de la infamia fue una de las verdaderas razones del miedo a la Inquisición y uno de los signos más útiles para esta violencia fueron los
confidente de sí y de otras personas y que fue la que dio mucha luz para todo lo que se ha descubierto así de su madre y hermanas y parientes”. Desde los comienzos de la Inquisición moderna, el miedo a la infamia se convirtió también en un lucrativo negocio para particulares. Al margen de chantajes más o me-
sambenitos. Pero no todas
nos explícitos, era una práctica reconocida
estas túnicas tuvieron el
conmutar la pena de llevar hábito con el pa-
mismo uso ni el mismo
go de multas o composiciones. Para llevar-
efecto. Se ha comentado con frecuencia el impacto
las a cabo estaban los muñidores de las habilitaciones particulares, individuos especializados en estas negociaciones. Aunque,
dose a la otra acera, o metiéndose en un za-
de la penitencia pública del
en otras ocasiones, eran los mismos inqui-
guán”. Si creía que había habido roce, su es-
sambenito en los autos de fe, es
sidores los que quitaban las penas de cárcel
crúpulo le hacía cambiarse de ropa de inme-
decir aquellos hábitos que
y de hábito a penitentes a cambio de ciertas
diato y dársela al criado para que la vendiese. La cotidianidad de los sambenitos por las
portaban los condenados durante
cantidades de dinero que destinaban, al parecer, a sufragar gastos del tribunal, como
calles era muy común un siglo antes. En la
los actos de aquellas ceremonias
ocurrió en Sevilla, en algunas ocasiones,
visita de distrito que en 1577 hicieron los in-
punitivas. Pero fue en la vida
con las obras que se ejecutaban en la sede
quisidores a Baza encausaron de nuevo a
cotidiana donde los sambenitos
del tribunal, el castillo de Triana.
tres mujeres reconciliadas que caminaban sin el sambenito y con la morisca Úrsula
influyeron sobremanera, fueran
EXPOSICIÓN DE SAMBENITOS. Ante la
Mendoza hicieron los mismo porque “traía
por estar colgados en las iglesias o
práctica bastante frecuente de no ponerse
el hábito de reconciliada cogido y debajo del
por la obligación de ser llevados
los hábitos, el Santo Oficio ordenó que, una
brazo de manera que no se echaba de ver”.
como penitencia.
vez se hubiesen portado algún tiempo, se
Pero junto a transgresiones hubo no pocas
colgasen esas túnicas en la iglesia parro-
negociaciones. A veces el quitar o no los há-
quial donde residiese el condenado o, even-
bitos se hacía según el criterio de los inqui-
tualmente, en la catedral. A estos sambeni-
sidores de turno. A la granadina Ma-
tos expuestos de reconciliados le debían
ría Álvarez, pariente
acompañar unas copias de los de aquellos
pobre de los Rojas,
reos que habían sido relajados y quemados.
por ser la delatora de
Con el tiempo, por razones de economía o
las prácticas judai-
funcionalidad, los hábitos colgados en las
zantes de esa fami-
iglesias fueron sustituidos por otras telas,
lia, se le eximió en
también llamadas mantetas.
1595 de esta infamia
Aunque las primeras órdenes que se co-
por haber sido “buen
nocen, dirigidas a todos los tribunales de
Bibliothèque Municipale de Rouen, Collection Leber.
Dibujo de un sambenitado realizado por Joris Hoefnagel durante su viaje por España en 1569. Transcripción del texto: “Meditad sobre mí, cuántos tenéis tratos con las tierras de España. Esto es la Inquisición. El Santo Oficio cuida así de quienes no dominan bien su lengua, persigue a muchos buenos hombres a quienes no les sirve de nada quejarse. Lleva el sambenito. Cierra la boca, cierra la bolsa. Este es el lema del mundo”.
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Religiosa con sambenito, según un grabado realizado en 1722 por Bernard Picart, quien se inspiró en los dibujos realizados en el siglo XVII por Pierre Paul Sauvin y Martinus Vermeulen. Publicado en la obra Cérémonies et coutumes religieuses de tous les peuples du monde (1723-1743).
AH ENERO 2013
22 denados. Así se ordenó desde los primeros años del Quinientos que en las visitas se cotejasen las listas que los archivos de distrito tenían de los condenados con los hábitos expuestos en las iglesias parroquiales o en la catedral correspondiente, con el fin de reponer los desaparecidos y de renovar los deteriorados. En la visita del inquisidor Beltrán a los pueblos del obispado de Almería en 1561 pusieron doscientos diez mantetas de UCLA Digital Library Programm.
reconciliados y condenados a muerte. En la que realizó Mesía de Lasarte en 1574 al obispado de Guadix detectó numerosos lienzos desaparecidos, excepto en Huéscar y en Baza “donde no fue necesario renovar los sambenitos porque todos estaban enteros”. Muy pronto la Suprema pudo comprobar que el problema no era sólo que se robasen o se estropeasen, sino que los mismos inquisidores de distrito no se preocupaban demadistrito, sobre la exposición de sambenitos
expuestos en los sambenitos, pero que ne-
siado por colgar los nuevos o por el manteni-
se remontan a 1532, fue con las Instrucciones
gaban relación familiar alguna. Así lo hizo
miento de los viejos. En la visita de inspec-
del inquisidor Valdés de 1561 cuando se re-
saber, en 1598, el vecino de Loja Antonio de
ción que se hizo al tribunal de Córdoba en
guló definitivamente esta exposición insti-
Corpas: “En la iglesia mayor de la dicha ciu-
1578 se detectaron treinta y ocho irregulari-
tucionalizada de la infamia. Y también des-
dad está un sambenito de María de Corpas,
dades, la cuarta se refería a los hábitos:
de los primeros años del XVI comenzó la re-
mujer de Juan Bellón, y por no estar declara-
“porque por los registros de este Santo Ofi-
sistencia a esta práctica. Secuestros, robos,
do en el dicho sambenito la ascendencia de
cio parece que están muchos sambenitos
quejas de familiares… fueron algunas de las
padre y abuelo de la susodicha ni su natura-
por poner en muchos lugares del distrito, es
acciones más comunes contra esta
leza, padece acerca del vulgo ignominia y
necesario que, con la brevedad que fuere po-
infamante exhibición
nota el linaje de los Corpas de la dicha ciu-
sible, se pongan, y de lo que están puestos
de la memoria de la
dad por lo cual yo y mis deudos recibimos
se renueven los que se hallaren mal tratados
víctima y sus descen-
agravio y afrenta por ser de diferente origen
que no se pueden leer”.
dientes. La mayoría
que la susodicha”.
de las quejas las realizaban
Desde el último tercio del siglo XVI y du-
Para la Inquisición esta exposición de los
rante las siguientes centurias escasearon
individuos
sambenitos debía, en principio, mantener
las visitas de distrito. Este descenso, suma-
que tenían los mis-
vivo entre los fieles el recuerdo de la infamia
do a la reducción de los recursos económicos
mos apellidos que los
que marcaba a los descendientes de los con-
de los tribunales y a las tensiones con las au-
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AH Archivo de la catedral de Córdoba.
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Copias de dos sambenitos expuestos en la catedral de Córdoba. El de la izda. es de un condenado a la hoguera y el de la dcha, de una reconciliada.
toridades eclesiásticas, condicionaron la obligación de renovar y colocar los sambeni-
INTROMISIÓN. Las autoridades eclesiásti-
Sambenitos y mantetas
cas aprovechaban cualquier oportunidad
surgieron en las catedrales de Sevilla y Gra-
■ “Manteta: es un lienzo cuadrilongo,
toriales, tan empolvados y afeados con el
nada. En la sede hispalense los inquisidores
en cuya mitad inferior está la
paso del tiempo. Además, los lienzos des-
decidieron en 1567 trasladar el lugar tradi-
inscripción del nombre, apellido,
viaban la atención de los fieles. No se podía
cional de exposición de los sambenitos, por
oficio y delito del condenado por la
predicar con tales insignias que recordaban
ser demasiado estrecho (capilla del Sagra-
Inquisición, con expresión del año, y
ejemplos tan negativos como familiares. A
rio), al cuerpo central de la catedral. Allí se
en la parte superior pintadas las
fin de cuentas, esos hábitos suponían una
pusieron los hábitos de los condenados des-
llamas o un aspa del sambenito, según
intromisión inquisitorial en el espacio y en
de 1559 en la durísima represión contra los
la calidad de la condenación, y se
la jurisdicción eclesiásticos. Ya en 1574, el
protestantes. Las quejas de los canónigos no
cuelga en la iglesia en que fue feligrés
inquisidor de Granada Jiménez de Reinoso
se hicieron esperar, consideraban que la ex-
el condenado para perpetuar su
pidió a la Suprema que se actuase con pron-
posición de las túnicas de los herejes ofen-
infamia. Alguna vez las mantetas
titud para frenar el deterioro y los secuestros
día “la religión y majestad de este templo
suenan citadas con el nombre de
de mantetas colgadas en una nave baja de la
porque no queda ya donde poner sambeni-
sambenitos, porque antes se colgaban
antigua catedral. Su solicitud de traslado al
tos sino los altares”. La propuesta de trasla-
los originales, en cuyo lugar fueron
nuevo templo fue aprobada por el arzobispo
do a la capilla del Sagrario o al claustro (Pa-
sustituidas para los templos”.
Guerrero, pero el conflicto se alargó hasta
tos en las iglesias. Los principales conflictos
tio de los Naranjos, “por el gran concurso
para deshacerse de estos decorados inquisi-
1610. Fue con motivo del nombramiento del
que allí pasea”) no gustó a los inquisidores,
Juan Antonio Llorente. Historia crítica
nuevo arzobispo Pedro González de Mendo-
que consideraron que la protesta de los ca-
de la Inquisición en España (1817),
za cuando el Inquisidor General, Bernardo
nónigos se debía a que “los hábitos son de
Madrid, 1980, t. I, pág. 25.
de Sandoval, concedió una gracia especial
personas principales y ricas y hay dos hábi-
para retirarlos de la catedral. El permiso fue
tos de dos canónigos
sonoramente cele-
de Egidio y Constan-
brado el 19 de mayo
tino y de otras personas conjuntas a algunos beneficiados de la dicha iglesia”.
Para la Inquisición esta exposición de los sambenitos en las iglesias debía, en principio, mantener vivo entre los fieles el recuerdo de la infamia que marcaba a los descendientes de los condenados
de 1611, pese al disgusto de los inquisidores. Los de los moriscos fueron trasla-
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AH ENERO 2013
Óleo de Pedro Berruguete pintado hacia 1495. Museo del Prado.
24
Detalle de los sambenitados que aparecen en el óleo Auto de fe presidido por Santo Domingo de Guzmán.
dados a la iglesia del Salvador en El Albaicín
Inquisidor General una merced similar, pe-
nistros inquisitoriales, la insistente y coti-
y los de los judeoconversos a la de Santiago.
ro ahora el principal argumento era que los
diana resistencia a esta infamante imposi-
Tampoco los curas párrocos se sentían
sambenitos “afeaban esta blanca paloma”.
ción continuaba. La situación era común en
cómodos con unos sambenitos empolvados
Nada cambió. Incluso una década más tar-
todos los tribunales, de ahí que el 27 de fe-
y oscurecidos. En ese lamentable es-
de, cuando el obispo Luis Fernández de Cór-
brero de 1657 la Suprema exigiese una vez
tado los halló el inqui-
doba propuso una donación al Santo Oficio
más que cumpliesen las Instrucciones de Val-
sidor Blanco cuando
de 4.000 escudos a cambio de la retirada de
dés de 1561 para que los sambenitos de los
visitó la catedral de
los lienzos, el Inquisidor General Luis de
condenados “vivos, difuntos o ausentes y de
Málaga en 1603. An-
Aliaga respondió con cierto desprecio que
los reconciliados se pongan en la iglesia fue-
te lo sucedido en Gra-
“toda Málaga no tenía hacienda para que se
ron vecinos y parroquianos al tiempo de su
nada, el 7 de noviem-
quitasen los sambenitos de donde estaban”.
prisión, muerte o fuga”. Daban un plazo de
bre de 1611 el obispo
Dijese lo que dijesen las autoridades su-
cuatro meses para que renovasen los estro-
de Málaga solicitó al
periores, hiciesen lo que pudiesen los mi-
peados y enviasen una detallada relación de
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los que faltaban y de los que no se habían puesto. Unos meses más tarde respondieron
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¿DEBEN QUITARSE DE LAS IGLESIAS? El
La imagen de su poder
paso del tiempo consumió los paños col-
cho tiempo ya no se ponían esos paños, re-
■ La noche del 31 de diciembre de 1591,
tado de abandono que en 1788 pudo cono-
conocieron que sólo en las iglesias de San-
Ortuño de Espiñosa Briceño, secretario
cer con detalle el Consejo de la Suprema,
tiago y del Salvador había que renovar qui-
del tribunal de la Inquisición de
cuando mandó a todos los tribunales que
nientos veintisiete, con un coste que exce-
Sevilla, subió al castillo de Aracena
informasen “sobre el origen de fijarse los
día los 3.400 reales. La propuesta incluía
para cumplir con la misión que le
sambenitos en la Iglesias, y si hoy deban
una agrupación de cuatro en cuatro sobre
habían encomendado los inquisidores
o no quitarse de ellas”. En el distrito de Se-
bastidores de madera. Nada más se supo.
sevillanos. En el silencio de la iglesia
villa reconocían que quedaban muy po-
En 1691 la Suprema insistió de nuevo en la
mayor debía colgar sobre el sagrario
cos, y lo justificaron por los perjuicios que
necesidad de (re)poner los sambenitos, la
“en alto, veinte y ocho hábitos
a la Inquisición le había supuesto la rela-
respuesta del tribunal granadino argumen-
penitenciales, con figuras de hombres
ción sambenito-limpieza de sangre. Los
taba el inmenso trabajo y tiempo que ello
y mujeres quemados y reconciliados,
inquisidores del tribunal de Córdoba coin-
suponía. Una vez más, en 1712 la Suprema
con algunas figuras otras y títulos que
cidían al recordar que el aspecto más ne-
ordenó renovar los lienzos deteriorados y los
representaban lo que eran”. Al
gativo de los sambenitos era el uso intere-
inquisidores sevillanos respondieron el 23
amanecer del 1 del enero de 1592, los
sado que se había hecho de ellos como me-
de agosto que en ello andaban.
aracenenses debían quedar
moria de la infamia. Pero tampoco creían
los inquisidores granadinos que hacía mu-
gados en las paredes de las iglesias. Un es-
impresionados con tal exposición que
que quitándolos desaparecía este perjui-
memoria de la infamia calase bien hondo
conmemoraba y celebraba el primer
cio. El sambenito no era un medio exclu-
en la sociedad española de la época moder-
centenario de la expulsión de los
sivo de la Inquisición, sembrada la me-
na. El sambenito era tan familiar en las
judíos. Aunque eran sambenitos
moria de la infamia nadie podía parar su
afrentas, en las venganzas y en el lenguaje
antiguos de judeoconversos
difusión.
cotidiano que era utilizado abusivamente
condenados entre 1481 y 1489, la
¿Qué se podía hacer con los restos que
para atentar contra el honor. “Perro judío,
Inquisición tenía que exhibir la
aún colgaban? Hubo inquisidores que opi-
tu sambenito está colgado en la iglesia de
infamia como imagen de su poder,
naron que la solución más fácil era que los
Santa María”, le espetó el sevillano Juan Lu-
además de mostrarse como los padres
consumiese el tiempo, otros —los de Ma-
cero a Diego Quintero en 1598. Similares pa-
de la expulsión.
llorca, Canarias, Barcelona y Logroño—
El gran éxito de la Inquisición fue que la
labras le dirigió Juan de Barrionuevo, fami-
aún defendieron la vigencia de su exposi-
liar de la Inquisición, al caballero veinticua-
Memorias y sucesos notables de Europa,
ción. La mayoría consideraron que lo más
tro de Baeza, Ponce de Molina: “Judío, des-
especialmente de Aracena y de sus
fácil era que no se pusiesen en lo sucesivo
cendiente de quemados en la hoguera. Ven-
inmediaciones (Anales 1558-1611).
y que no se renovasen los puestos. Los de
te conmigo a la iglesia y te enseñaré el sam-
Diputación. Huelva, 1999.
Córdoba que habían respondido lo mismo
benito de Gómez García de Molina”.
lo tenían más fácil, porque “siendo tan
Es sabido que esa memoria genealógica no era, necesariamente, controlada desde la sede de los tribunales inquisitoriales.
crecido el número de los que sería necesa-
Más información
En el día a día eran individuos más o menos ilustres quienes administraban esas
rio reparar y poner de nuevo, pues solo en la Catedral de esta ciudad donde hoy ni un solo sambenito ha quedado”. Los inquisi-
■ García Fuentes, José María
dores de Granada explicaron que ya no se
historias. Como ya demostró Domínguez
Visitas de la Inquisición al Reino de Granada.
colocaban porque afeaban “la hermosura
Ortiz, la historia de las familias infectas
Universidad de Granada. 2006.
de las fábricas”. Pero sus razones incidie-
estaban cuidadosamente anotadas en los
■ Lea, Henry Charles
ron en como la exposición pública de los
libros verdes, y si la memoria se debilitaba
Historia de la Inquisición Española.
sambenitos formaba parte de la proyec-
los tenaces interesados en preservarlas
FUE. Madrid, 1982, t. II.
ción simbólica de su poder. En un contex-
acudían a los sambenitos colgados en las iglesias. Éstas fueron el lugar idóneo para
■ Peña Díaz, Manuel ◗ “Memoria inquisitorial y vida
to de imparable decadencia de la Inquisición, los riesgos de proceder a una retira-
exponer escrituras y símbolos que recorda-
cotidiana en el mundo hispánico”,
da masiva eran muy grandes, había que
ban las herejías de las minorías religiosas.
en A. Atienza (ed.), Iglesia Memorable.
salvar “el respeto y buen nombre del San-
En Córdoba, en septiembre de 1620 y con
Crónicas, historias, escritos… A mayor
to Oficio”.
motivo de la revisión de un expediente de
gloria. Siglos XVI-XVIII.
limpieza, se tuvo que comprobar si el doc-
Sílex. Madrid, 2012, pp. 187-204.
tor Juan Rubio de Herrera era descendien-
◗ “La infamia cotidiana. Los
Una vez leídos todos los informes, el 9 de julio de 1789 la Suprema asumió su historia y su fracaso: “que no se cuelguen en
te de judaizantes condenados recurriendo
sambenitos en la Andalucía
las iglesias sin expresa orden del Consejo o
también a la exposición pública de los
moderna” en Arias de Saavedra
del Inquisidor General”. La memoria de la
sambenitos. Tras el repaso de todos los ex-
Alías, Inmaculada (ed). Vida cotidiana
infamia ya no era monopolio de la Inquisi-
puestos, creyeron conveniente reproducir
en la España de la Ilustración.
ción, sino de toda la sociedad. Pese al de-
los que atañían al implicado “por el orden
Universidad de Granada. Granada,
terioro de los lienzos, su imagen había pe-
y forma que están escritos y pintados en
2012. pp. 441-462.
netrado y sobrevivido en el universo sim-
los dichos claustros”.
bólico de todos los españoles. ■
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Toleradas por la corte, acusadas por la Inquisición El auge de la hechicería en el siglo XVII andaluz ROCÍO ALAMILLOS ÁLVAREZ UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
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ndalucía no fue tierra de brujas. El delito de hechicería, en cambio, sí se constituyó como una de
sus grandes desviaciones a corregir. La bruja no sólo debía sellar pacto de adoración con el demonio, también tenía que renegar de la fe católica y solía untarse ungüentos para volar hacia el aquelarre. Allí participaba en misas negras presididas por el diablo que podían culminar en encuentros sexuales. Se les acusaba de tratar de lograr el mal y de matar a niños para utilizar su sangre en sus nefandos actos. Por su parte, las hechiceras nunca acudían a aquelarres, ni re-
MEMORIA DE LA INFAMIA
ENERO 2013 Con el establecimiento del Santo Oficio de la Inquisición se pretendió erradicar toda práctica relacionada con lo demoníaco. Andalucía,
la bigamia, la solicitación, la falsificación de genealogía o decir que “la simple fornicación no es pecado” fueron otros de los que castigó el Santo Oficio. En el Reino de Granada las causas por hechicería fueron en aumento. Mientras que en la segunda mitad del siglo XVI se siguieron sólo 17 causas, durante el siglo XVII el nú-
territorio de hechicerías,
mero se elevó a 368, remitiendo a 92 en el si-
estuvo plagada de
glo XVIII. Atendiendo a los datos facilitados
curanderismos, sortilegios
por Flora García, Francisco Núñez Roldán
de amor y de venganza, adivinaciones y búsquedas
justificó la existencia de una posible “hechiceromanía” meridional, atendiendo a dos indicios que nos presentan las fuentes. En pri-
negaban de su fe católica y sus actos podían
de tesoros. Los tribunales
mer lugar, un cierto paralelismo entre el au-
tener fines benéficos. No debían rendir cul-
inquisitoriales encauzaron sus
mento del número de procesados por hechi-
to al demonio pero sí requerían su ayuda
fuerzas en acabar con los delitos
cería y los sucesos de Zugarramurdi y, en se-
para elaborar sus conjuros. Para conseguir-
gundo lugar, la presencia en la Monarquía
la debían también firmar un pacto con el
de judaísmo, mahometismo y
demonio, pero tal hecho no les suponía
proposiciones, lo que permitió a
subordinación de ningún tipo. Curanderis-
las hechiceras avivar
fe donde fueron procesados 40 vecinos de
mo, sortilegios amatorios y adivinación por
discretamente sus más preciadas
Zugarramurdi. Tanto en 1610 como en los
suertes fueron algunas de sus supersticiones más solicitadas.
artes. El siglo XVII constituyó el
Hispánica de un rey hechizado, Carlos II. En 1610 tuvo lugar en Logroño un auto de
años previos se había producido una verdadera caza de brujas en aquel territorio. El
cénit de la persecución de estas
miedo y la obsesión por lo demoníaco dejó
de hechicería, este tipo de delito no fue de
supersticiones y el tribunal de
su huella en los territorios vasco-navarros.
los que más interesó al Santo Oficio. Los ju-
Granada el que más acusados
Del mismo modo, se advierte como de un so-
A pesar de la extensa práctica cotidiana
daizantes y moriscos fueron la gran preocupación inquisitorial, seguida de las propo-
mantuvo en sus cárceles.
lo caso de acusación de hechicería en Granada en 1607 se pasa a 4 en 1614 y a 7 en 1620. De
siciones heréticas. En cuarto lugar podría-
un total de 16 casos en los primeros 20 años,
mos situar el pecado de superstición
13 sucedieron inmediatamente después del
(aunque el de blasfemia
también
auto de Logroño de 1610.
fue
Si avanzamos en el tiempo, en los últi-
muy común), pero
mos 25 años del siglo XVII se siguió la causa
desde luego, el nú-
de 195 personas. Tan sólo en el año 1678 se
mero de casos enjui-
encausaron 22 personas, y en los años fina-
ciados
fue
les (entre 1692 y 1698) tuvieron lugar 131 ca-
abrumador. Delitos
sos. Esta evolución tan notable casi en ex-
como el luteranismo,
clusiva de la práctica mágica pudiera deber-
nunca
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¿Qué se entendía por hechizar en el XVII? ■ “Hechizar: cierto género de encantación con que ligan a la persona hechizada, de modo que le pervierten el juicio y le hacen querer lo que estando libre aborrecería (esto se hace con pacto del demonio expreso o tácito) (…) así se llamaron ‘hechizos’ los daños que causan las hechiceras, porque el demonio los hace a medida de sus infernales peticiones”. De Covarrubias Horozco, Sebastián. Tesoro de la lengua castellana o española. Editorial Iberoamericana. Madrid, 2006, pág. 1032.
AH ENERO 2013
27
se al segundo factor añadido: la existencia de un rey hechizado. Según Cirac Estopañán a este rey, Carlos II (1661-1700), le correspondía un reino hechizado. Ante la incapacidad de dejar descendencia, el confesor del rey, fray Froilán Díaz, afirmó que su esterilidad era producto de embrujamientos. Exorcismos y todo tipo de sortilegios se llevaron a cabo para recomponer las capacidades naturales del monarca. Por su parte, el barón de Lancier dejó constancia escrita en 1696 de que la reina madre, Mariana de Biblioteca Nacional.
Austria, padecía un cáncer de mama, del que intentó sanarse mediante la actividad de un santiguador manchego y, ante su ineficacia, de un curandero valenciano. La presencia en la corte de hechiceras y curanderos pudo reflejar un prototipo de
Cuatro mujeres desnudas o las cuatro brujas. Grabado de Alberto Durero realizado hacia 1550.
prácticas toleradas, aún estando prohibidas por el Santo Oficio. Si el comportamiento de la realeza las legitimaba y aceptaba, su mul-
mente por la numerosísima clientela que te-
la gran mayoría restante en el XVII. El siglo
tiplicación en numerosas localidades era de
nía para echarles las suertes con las habas.
XVIII supuso, al igual que en el Reino de
esperar. Este hecho pudo suponer, si no un
Sólo había que cogerlas al mismo tiempo que
Granada y de Sevilla, un periodo de progre-
aumento de esta práctica en Andalucía, al
se realizaba la siguiente bendición: “en el
siva decadencia. La particularidad de este
menos un aligeramiento de la conciencia a
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
distrito residió en la importancia del verda-
la hora de realizarla. A raíz de estos sucesos,
Santo”. Tras estas palabras se lanzaban al ai-
dero nido de hechiceras en la villa de Mon-
el Santo Oficio intensificó la actividad in-
re y realizaba distintas interpretaciones se-
tilla en el siglo XVI. Leonor Rodríguez, la
quisitorial con el objetivo de erradicar toda
gún la posición en que caían. Entre otras co-
Camacha, fue quizá la hechicera más cono-
sospecha de actividades mágicas. A partir
sas, también confesó que cuando invocaba a
cida, ya que después sería una de las prota-
de 1700 se observó un cambio importante.
los demonios se le presentaban en forma de
gonistas de la obra cervantina El coloquio de
Con la muerte de Carlos II, el Hechizado, la
cochinillos y que para resolver asuntos de
los Perros.
maquinaria inquisitorial se relajó y los pro-
amor conjuraba unos polvos invocando a los
cesos disminuyeron notablemente. El tri-
apóstoles San Pedro, San Pablo y Santiago.
ARTES DE LA HECHICERÍA. Entre este gru-
bunal de Granada presentó 92 casos en todo
Por su parte, la documentación conser-
po de hechiceras fue muy común usar la
el siglo XVIII, de los cuales, la mitad se con-
vada sobre los autos y causas de fe del tribu-
práctica del cerco para realizar adivinaciones
centraron en la primera década.
nal de Córdoba permitieron a Gracia Boix
o peticiones concretas (amorosas, de ven-
Francisca López, vecina de Vélez-Málaga,
concluir que entre 1483-1800 sólo hubo 45
ganza, salud, etc). Catalina Rodríguez la eje-
fue denunciada en 1606 por hechicera ante
hechiceras encausadas, de las cuales 15
cutó para pedirle al demonio casarse con
la Inquisición de Granada. Destacó especial-
aparecieron a lo largo de todo el siglo XVI y
cierto galán. Para ello usó una guita de la
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Andalucía no fue tierra de brujas. El delito de hechicería, en cambio, sí se constituyó como una de las grandes desviaciones a corregir.
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El vuelo de las brujas, óleo de Fracisco de Goya (1797-1798). Museo del Prado.
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dida entre 1675-1679 y 1690-1694, casi diez años en total, que coincidieron con los años en que la Monarquía acudió a los sortilegios para enfrentarse a sus variados problemas de salud. En 1585 se abrió sumario en el tribunal sevillano contra Leonor Rodríguez, de la villa gaditana de Olvera, apodada la Doncella. Afirmaba ser infalible para ligar a dos amantes. El acto de ligar o desligar fue otra de las supersticiones más extendidas en toda la región andaluza. Mediante este proceso se obtenían fines muy interesantes como medida de su cuerpo a la que había que ha-
contad, de mí le contedes, Marta, herma-
atar o ligar (o desligar, si se prefería) un ca-
cerle 30 nudos y en cada nudo repetir en voz
na, traédmelo Marta”.
samiento, un parto, la fertilidad o hacer im-
alta “Ven diablo”. Seguidamente se metió
El tribunal de Sevilla procesó entre la
desnuda en el cerco previamente elaborado y
segunda mitad del siglo XVII y el primer
potentes o estériles a hombres y mujeres. Para llevar a cabo esta práctica era indis-
dejó la cuerda sujetada por 4 clavos diciendo:
tercio del XVIII a 1.390 personas. 758 lo
pensable contar con una cuerda a la que se le
“Lucifer, Satanás, Belcebú y Barrabás, ven a
fueron por judaísmo, el gran delito perse-
realizarían una serie de nudos al mismo
hacer lo que te mando, que yo te daré mi al-
guido, 170 por renegados y 122 por biga-
tiempo que se recitaba una oración. Para
ma y te daré este mi miembro”.
mia. En cuarto lugar quedó el delito de he-
que el remedio amoroso fuese más eficaz,
Mari Sánchez, la Roma o la Coja, en
chicería con 100 causas (un 7,2% del total).
las hechiceras solían pedir a sus clientes al-
cambio, se introducía en el cerco desnu-
Las 240 causas restantes fueron por delitos
gún objeto que perteneciese a la persona so-
da, con una escoba cubierta por algo (que
varios. Estos casos se concentraron en dos
bre la que había de recaer el hechizo. Para el
no se refiere) y repetía el siguiente
etapas. Núñez Roldán trató de explicar su
caso masculino era muy efectivo aportar un
conjuro:
“Marta,
origen afirmando que la primera, entre
pedazo de alguna prenda suya o algunos ca-
Marta, la mala, que
1645-1664, podría haber sido causada por
bellos. Para las mujeres, si eran doncellas
no la Santa, la que
la oleada de peste bubónica de 1649 que
surtía un gran efecto una parte de la cami-
los fuegos enciende
afectó a toda la mitad occidental andalu-
sa. Para el caso de amancebados que al mis-
y los polvos levanta,
za. Muerte, hambre, pérdida de cosechas
mo tiempo estuviesen casados, lo más efi-
mi figura tomedes y
y pobreza pudieron ser algunos problemas
caz era administrarles o bien unos ungüen-
delante de mi amigo
que intentasen solventarse con medios
tos que parecían chocolate o bien otro tipo
os paredes, de mí le
mágicos. Y una segunda etapa, compren-
de bebidas preelaboradas. Leonor Rodríguez
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Alonso de Salazar Frías, el defensor de las brujas ■ A este conocido inquisidor nacido en Burgos (1564-1636) se le debe la abolición en 1614 de la condena a la hoguera por brujería. En 1610 tuvo lugar un dramático auto de fe en Logroño donde 12 personas murieron quemadas. Salazar nunca estuvo de acuerdo con la veracidad de los testimonios, afirmando que las confesiones eran producto de la imaginación y la coacción a la que sometía a los acusados el propio tribunal. En 1588 sirviendo al obispo de Jaén, Francisco Sarmiento de Mendoza, fue nombrado visitador
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general de dicho obispado, y posteriormente vicario general y
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provisor. Tuvo una estrecha amistad con Bernardo de Sandoval y Rojas, que posteriormente sería Inquisidor
29
General y le encomendaría los oficios de procuración general, provisorato de Jaén y vicaría de la corte, hasta ser nombrado el 23 de marzo de 1609 inquisidor en Logroño.
Museo del Prado.
Hennings, G., “Alonso de Salazar Frías: ese famoso inquisidor desconocido” en Carreira A., Homenaje a Julio Caro Baroja. Centro de Investigaciones Sociológicas. Madrid, 1978, pp. 581-586. Condenada por la Inquisición, óleo de de Eugenio Lucas Valdés. Hacia 1860.
afirmaba poder incluso conseguir casar a dos amantes con la siguiente oración: “Hic
Más información
sacris, no lo hago para consagrarte, sino para ligarte y atarte, y ansí vengas humilde y
lo diciendo “entro entro entro en el pacto, comienzo en el pacto”, y observaban la llama. La hechicera le dijo que en ella podía
■ González de Caldas, Victoria
ver lo que sucedería.
manso como Jesucristo al madero, he de ha-
¿Judíos o cristianos? El Proceso de Fe Sancta
cer de ti lo que yo quiero”.
Inquisitio.
ria de importante actividad inquisitorial,
Universidad de Sevilla. Sevilla, 2000.
llegando el XVII a convertirse en el periodo
En 1756 se abrió sumario contra Cristobalina Herrero, natural de Sevilla, que solía
■ Gracia Boix, Rafael
En definitiva, el siglo XVI fue una centu-
de mayor represión de la hechicería. Para
practicar varios tipos de suertes. Los naipes
Brujas y hechiceras de Andalucía.
Núñez Roldán se ha de hablar de un posible
y el lebrillo le resultaban bien conocidos, pe-
Ed. gráficas Vistalegre. Córdoba, 2001.
brote de “hechiceromanía” fundamentado
ro no por ello le desmerecía el uso de la lum-
■ Núñez Roldán, Francisco
en tres factores: el aumento a inicios de si-
bre y la sal. Para que Juana Piñero obtuviera
“Hechicería e Inquisición en la
glo de los procesos por delito de superstición
de nuevo el amor de su hijo, esta hechicera
Andalucía Moderna”. En Rodríguez
tras el auto de Logroño de 1610, el brote de
conjuró la sal. Teniéndola en la palma de la
Becerra, Salvador (coord.). El diablo, las
peste en los decenios centrales y la legitima-
mano la movió al tiempo que decía: “sal sal
brujas y su mundo: homenaje andaluz a Julio
ción de la práctica mágica por la Monarquía
que todos te llaman sal y yo te llamo bendita
Caro Baroja. Signatura. Sevilla, 2000,
en los últimos años del siglo. En cambio,
sal, así como el sacerdote no puede bauti-
págs. 49-66.
durante el XVIII, descendió el número de
zar, sin ti el corazón de mi hijo Juan no pue-
■ Martín Soto, Rafael
condenas de este tipo de prácticas, debido a
da pasar sin mí”. Juana Piñero repetía sus
Magia e Inquisición en el antiguo Reino de
un proceso de racionalización de la creencia
palabras y proseguía: “que venga que venga
Granada.
en lo mágico. Sea como fuere, la práctica
que venga, que corra que corra que corra,
Arguval. Málaga, 2000.
mágica nunca fue una prioridad en los pla-
que no haya quien lo socorra y que así como
■ Caro Baroja, Julio
nes inquisitoriales y la reincidencia en ella
esta sal salta en este fuego, salte el corazón
Las brujas y su mundo.
fue abundante. La hechicería fue una prác-
de mi hijo por venirme a acudir. Y al echar
Alianza. Madrid, 1979.
tica que aunque nunca dejó de estar prohi-
la sal ambas daban tres palmadas en el sue-
bida, siempre fue tolerada. ■
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LOS DOCUMENTOS DEL ARCHIVO GENERAL DE ANDALUCÍA
La abolición de la Inquisición en 1813 Los nuevos/viejos Tribunales Protectores de la Fe ANTONIO JOSÉ GARCÍA SÁNCHEZ ARCHIVO GENERAL DE ANDALUCÍA
AH 30
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l comienzo del fin de la Inquisición vino de la mano de la invasión de España por las tropas francesas de Na-
poleón. Algunos autores como Gérard Dufour señalan que la primera abolición de la Inquisición ya aparecía recogida, aunque no de forma expresa, en la denominada Constitución de Bayona de 1808. En el artículo 98 de este texto se suprimirían todos los tribunales de atribuciones especiales, entre los que estaría incluido el tribunal de la Inquisición. Dado que el contexto bélico impidió que el texto constitucional tuviera una difusión adecuada, esta disolución pasó desapercibida para
MEMORIA DE LA INFAMIA
ENERO 2013 En febrero de 1813 las Cortes de Cádiz
En el bando español, en el seno de las Cortes reunidas en Cádiz, se suscitó un fuerte debate sobre si la existencia de la Inquisi-
promulgaron el Decreto de
ción era compatible con la Constitución
Abolición de la
aprobada en 1812. El 22 de enero de 1813 se
Inquisición.
aprobó por fin —con 90 votos a favor y 60 en
Paradójicamente, la
contra— el Decreto de Abolición. Durante el mes de febrero se aprobaron
supresión no se dio al
varias normas para hacer efectiva su aplica-
mismo tiempo que la
ción. En la primera se ordenaba leer en las
libertad religiosa —el
parroquias el decreto de abolición y el mani-
artículo 12 de la Constitución recogía que la
fiesto en que se exponían sus fundamentos y motivos; en la siguiente se mandaba “quitar de parajes públicos y destruir las pintu-
los contemporáneos y hasta fechas recientes
única religión de la nación era la
ras o inscripciones de los castigos impuestos
ningún historiador había aludido a ella.
“católica, apostólica y romana”—
por la Inquisición”; y en la última se nacio-
ni fue total porque en su lugar se
nalizaban “los bienes que fueron de la Inqui-
Sería el propio Napoleón Bonaparte, en Chamartín, tras su victoria de Somosierra,
sición”. Finalmente, el 22 de febrero de 1813
quien de forma expresa y singular aboliera
establecieron unos Tribunales
el Santo Oficio, “como atentatorio a la Sobe-
Protectores de la Fe que devolvían
de la Inquisición: establecimiento de los Tribu-
ranía y a la Autoridad Civil”. El Decreto de
a los obispos la jurisdicción sobre
nales Protectores de la Fe.
Supresión, firmado en diciembre de 1808, se
los asuntos religiosos. El Archivo
presentaba como una decisión propia del Emperador, sin hacer ninguna referencia a
General de Andalucía custodia
se promulgaba el Decreto CCXXIII. Abolición
Pese a que esta disposición decretaba la desaparición del Santo Oficio, ésta no venía acompañada de la libertad religiosa; de he-
la Constitución de Bayona, que había queda-
entre sus fondos un ejemplar del
cho, en el artículo 12 de la Constitución se
do suspendida por el levantamiento de los
Manifiesto sobre los fundamentos y
prohibía, de forma expresa, el ejercicio de
españoles iniciado en mayo de 1808. La su-
razones que han tenido las Cortes
cualquier religión y confesión distinta a la
presión de la Inquisición fue utilizada por el bando francés como un elemento de propa-
para abolir la Inquisición.
católica, de tal modo que hubo que esperar a la Constitución non nata de 1856 para que un
ganda de primer nivel, tanto en España co-
texto constitucional español recogiese por
mo en Francia, donde se llegaron a
vez primera el derecho de libertad religiosa,
representar obras tea-
un derecho que se consagraría en constitu-
trales sobre el asunto.
ciones posteriores.
En cualquier caso, se
Lo que realmente establecía el Decreto de
trató de una aboli-
Abolición sancionado por las Cortes de Cádiz
ción nominal moti-
es la sustitución de los tribunales de la In-
vada por la propia fra-
quisición por unos denominados Tribunales
gilidad del gobierno
Protectores de la Fe, rescatados de la legisla-
bonapartista.
ción recogida en las Partidas. En estos nue-
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vos/viejos tribunales se restituía a los obispos en la competencia de velar por la ortodoxia en su obispado, devolviéndoles la jurisdicción sobre asuntos de fe. Además, se establecía el Derecho y el procedimiento coArchivo General de Andalucía. Artillería. 204.
mún como forma de enjuiciar los delitos contra la fe; con lo que se prohibían los excesos procedimentales con los que actuaba la Inquisición, tales como la ocultación al reo del nombre de su acusador, el mantenimiento del secreto absoluto, la presunción de culpabilidad, la incomunicación del acusado y la designación del defensor. Con todo, hay que insistir en que no se puede incluir el reconocimiento del derecho de libertad religiosa en el haber de las Cortes de Cádiz, antes bien, se mantenían los delitos de
Manifiesto de las Cortes de Cádiz sobre la abolición de la Inquisición.
herejía y la censura eclesiásticas de libros, a pesar de que la Constitución sí reconocía el terior —el de abolición—, y el Manifiesto en
rroquias. En él se establecía que el Manifies-
que se exponen sus fundamentos y motivos; el
to sobre los fundamentos y razones que han te-
EL MANIFIESTO. A pesar de que, como se
Decreto CCXXV en que se mandan quitar de pa-
nido para abolir la Inquisición, substituyendo
ha señalado, el Decreto de Abolición sólo su-
rages públicos y destruir las pinturas ó inscripcio-
en su lugar los Tribunales Protectores de la
puso la sustitución de la Inquisición por los
nes de los castigos impuestos por la Inquisición;
Fe, debía de leerse tres domingos consecuti-
Tribunales Protectores de la Fe, los diputa-
y el Decreto CCXXVI en que se declaran nacio-
vos en todas las parroquias de la Monarquía,
dos de las Cortes intentaron venderlo como
nales los bienes que fueron de la Inquisición: va-
antes del Ofertorio y, a continuación, se lee-
un gran logro de las libertades y como un
rias medidas sobre su ocupación, y sobre el sueldo
ría el Decreto de Abolición.
instrumento de defensa la religión católica.
y destino de los individuos de dicho tribunal.
derecho de libertad de imprenta.
Esta disposición nos da idea de lo delica-
Por ello, esta norma vino acompañada de
En el Archivo General de Andalucía, for-
da que tuvo que ser la medida de cara a una
otros decretos que completaban y perfilaban
mando parte del Fondo de la Real Fábrica de
opinión pública embebida de una fuerte
una materia tan delicada como la elimina-
Artillería de Sevilla, se encuentra el Mani-
mentalidad religiosa y controlada cultural-
ción de una institución que había regulado
fiesto que, conforme a lo dispuesto en el ci-
mente por el clero. Había que justificar ante
y vigilado la conciencia de los españoles du-
tado Decreto CCXXIV, debía leerse en las pa-
el pueblo una medida que, pese a que hoy
rante más de tres siglos. El mismo día que se promulgaba el Decreto de Supresión de la Inquisición, el 22 de febrero de 1813, se aprobaban varias normas sobre el mismo tema: el Decreto CCXXIV por el que se mandan leer en las parroquias el Decreto an-
Hubo que esperar a la Constitución non nata de 1856 para que un texto constitucional español recogiese el derecho de libertad religiosa, un derecho que se consagraría en constituciones posteriores
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pueda resultar ilógico, resultaba relativamente impopular; sólo cabe recordar el famoso y manido grito de “vivan las cadenas”
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que proferían muchos españoles ante las
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bierno de José I. Pero donde más oposición encontraría la abolición sería en el clero más conservador, hasta el punto de que el Biblioteca Provincial de Cádiz. Biblioteca Virtual de Andalucía.
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promesas de libertad que prometía el go-
Nuncio Apostólico, Pedro Gravina, animó a los cabildos de Granada y Málaga a diferir la lectura del Manifiesto y del Decreto de Abolición de la Inquisición. En el Manifiesto, firmado por el presidente de las Cortes, Antonio Miguel de Zumalacárregui, liberal moderado, se exponen las razones que han llevado a las Cortes a considerar la existencia de la Inquisición como un hecho contrario a la Constitución de 1812. De un lado argumentaban que la Inquisición en esos momentos no existía en la zona libre, dado que el antiguo Inquisidor General, de quién emanaba el poder de los tribunales inquisitoriales,
La abolición de la Inquisición fue objeto de numerosos debates.
estaba en la España dominada por los franceses. De ello se deducía que en esos momentos no había tribunales que protegie-
institución la perseguidora de las mentes
lación del pasado, en las Partidas de Alfonso
ran a la religión y, consecuentemente, si-
más brillantes.
X. En concreto, se va a basar en la Partida
guiendo lo establecido en el artículo 12 de
Tras justificar la desaparición del Santo
VII, Título XXVI, Libro II, donde “hallaron las
la Constitución, las Cortes se veían impeli-
Oficio, el Manifiesto pasa a motivar los fun-
Cortes medios sabios y justos suficientes a
das a crearlos. Otra razón argüida por las
damentos que le han llevado a la sustitución
conservar en su pureza y esplendor las Fe Ca-
Cortes será que el procedimiento inquisito-
de la Inquisición por los Tribunales Protecto-
tólica y conformes a la misma Religión, a la
rial era de todo punto excesivo y que aten-
res de la Fe. Van a justificar la erección de es-
Constitución e índole de la Monarquía”.
taba contra la soberanía de la nación, ya
tos nuevos tribunales en la vuelta a la legis-
Con todo, el decreto por el que se abolía la
que el poder atribuido al Inquisidor Gene-
Inquisición dejaría de tener vigencia con la
ral lo convertían en un verdadero soberano,
vuelta de Fernando VII al trono en 1814 y la
que no tenía que responder ante nadie. Insistiendo en la ilegalidad del procedimien-
Más información
to inquisitorial, manifiestan que éste era opuesto al derecho de los pueblos
anulación de todas las disposiciones emanadas de las Cortes. Entró otra vez en vigor con el Trienio Liberal, 1820-1823, y volvió a
■ Dufour, Gérard
derogarse con la restauración de Fernando
recogido en la Consti-
¿Cuándo fue abolida la Inquisición
VII en 1823. Siguiendo los consejos de su li-
tución. Otro de los
Española? en Cuadernos de Ilustración y
bertador, el duque de Angulema, Fernando
argumentos que uti-
Romanticismo. Nº 13, pp. 93-107.
VII no restauró a la Inquisición como tal, si-
lizan es el de culpar
■ Escudero, José Antonio
no que la sustituyó por las Juntas de Fe. Fi-
a la Inquisición del
La abolición de la Inquisición Española.
nalmente, sería la reina regente María Cris-
retraso en todos los
Real Academia de Jurisprudencia y
tina, con el decreto de 15 de julio de 1834, la
ámbitos que sufría
Legislación. Madrid, 1991.
encargada de suprimir definitivamente a la
España, al ser esta
Inquisición y sus sucedáneos. ■
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“Abolición de la Inquisición: establecimiento de los Tribunales Protectores de la Fe”. Cádiz, febrero de 1813
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La abolición de la Inquisición, pintada en un pañuelo de la Colección Rocamora (1821).
■ Decreto de Abolición de la Inquisición y
seculares (yo no son los inquisidores)
bajo la más estrecha responsabilidad,
Establecimiento de los Tribunales
procederán en sus respectivos casos
recogerán aquellos escritos que de este
Protectores de la Fe promulgado en Cádiz el
conforme a la Constitución y a las leyes
modo prohíba el ordinario, como también
22 de febrero de hace doscientos años.
(sigue vigente el concepto de crimen de
los que se hayan impreso sin su licencia (El
herejía, pero los nuevos encargados de
poder eclesiástico ampliaba sus atribuciones
Entre paréntesis y en cursiva se añaden los
juzgarlo, los obispos, quedan sujetos al
en lo que se refiere a los libros, porque
comentarios al mismo.
derecho común de tal modo que el reo sabría
conservaba su capacidad de prohibir a
el nombre de su acusador y podría designar
posteriori y además podía imponer su criterio
“Las Cortes Generales y Extraordinarias,
libremente a su defensor).
a priori, es decir antes de haber ido a
queriendo que lo prevenido en el artículo 12
IV. Todo español tiene acción (ya no es la
imprenta)”. (…)
de la Constitución tenga el más cumplido
obligación) para acusar del delito de herejía
efecto, y se asegure en lo sucesivo la fiel
ante el tribunal eclesiástico; en defecto de
Así las cosas, en opinión de Gérard Dufour,
observancia de tan sabia disposición,
acusador, y aun cuando lo haya, el fiscal
el decreto del 22 de febrero de 1813 no
declaran y decretan:
eclesiástico hará de acusador. (...)
“constituyó ninguna abolición del Santo
CAPíTULO II.
Oficio, sino, como máximo, una reforma de
CAPíTULO I.
Art. I. El rey tomará todas las medidas
su modo de proceder y hasta una extensión
Art. I. La Religión Católica Romana será
convenientes para que no se introduzcan en
de sus facultades en materia de censura de
protegida por leyes conformes a la
el reino por las aduanas marítimas y
los escritos (…). El texto constitucional de
Constitución.
fronterizas libros ni escritos prohibidos, o
Bayona abolió la Inquisición. Napoleón
II. El tribunal de la Inquisición es
que sean contrarios a la religión;
también en Chamartín. Pero no las Cortes
incompatible con la Constitución.
sujetándose los que circulen a las
de Cádiz. El único gobierno español que
III. En su consecuencia se restablece en su
disposiciones siguientes, y a las de la ley de
tomó semejante medida fue el de María
primitivo vigor la ley II, título XXVI,
la libertad de imprenta.
Cristina con el decreto de 15 de junio de 1834.
partida VII, en cuanto deja expedita las
II. El R. obispo o su vicario, previa la
Como decía Caro Baroja, entonces
facultades de los obispos y sus vicarios para
censura correspondiente de que habla la ley
desapreció la Inquisición, pero no el espíritu
conocer en las causas de Fe, con arreglo a
de la libertad de imprenta, dará o negará la
inquisitorial. Pero esto ya es harina de otro
los sagrados Cánones y Derecho común, y
licencia de imprimir los escritos de
costal”.
las de los jueces seculares para declarar e
religión, y prohibirá los que sean contrarios
Dufour, Gérard. ¿Cuándo fue abolida la
imponer a los herejes las penas que
a ella, oyendo antes a los interesados, y
Inquisición en España? Cuadernos de
señalan las leyes, o que en adelante
nombrando un defensor cuando no haya
Ilustración y Romanticismo. 2005, nº13,
señalaren. Los jueces eclesiásticos y
parte que lo sostenga. Los jueces seculares,
pp. 93-107.
Córdoba ha sido objeto recurrente de atención por parte de un amplio y heterogéneo grupo de estudiosos, centrados en su mayoría en la reconstrucción topográfica de la urbe durante los años de esplendor califal. Mucho peor conocido es, sin embargo, el proceso de formación de esta ciudad a lo largo de las primeras décadas de gobierno omeya, durante las cuales se acometieron intensas reformas políticas y fiscales y, al mismo tiempo, se desarrolló un amplio programa urbanístico, en buena medida auspiciado por los propios emires.
El arrabal de Sequnda (Córdoba) La fugaz vida de un barrio andalusí a inicios del Emirato Omeya ALBERTO LEÓN MUÑOZ
Mª TERESA CASAL GARCÍA
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
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E
n la configuración de la imagen de la Córdoba andalusí, los arrabales, uno de los elementos principales
que sirvieron para generar un paisaje urbano plenamente islámico, jugaron un papel esencial. Estos barrios se extendían por la periferia urbana y estaban destinados, prioritariamente, a las labores residenciales y
FUE ESCENARIO DE LA MÁS VIOLENTA REPRESIÓN ANTE LA REVUELTA DE SUS HABITANTES CONTRA LAS GRAVOSAS REFORMAS DEL EMIR AL-HAKAM I
cientemente explícitas como para lograr esta superposición. Este es el caso, precisamente, del arrabal de Sequnda, un amplio sector extramuros que se extendió por la orilla meridional del Guadalquivir —correspondiente a la actual barriada de Miraflores— durante la segunda mitad del siglo VIII y dos primeras décadas
domésticas, que alternaban con las de uso
del siglo IX. En esta zona el gobernador Al-
artesanal y comercial. Los arrabales más po-
Samh fundó, apenas una década después de la conquista, una musalla (un amplio espa-
pulosos que se constituyeron en los alrededores de la medina estaban compuestos ma-
represión ante la revuelta de sus habitantes
cio abierto destinado a la oración de los fie-
yoritariamente por población cristiana; co-
contra las gravosas reformas políticas intro-
les, en particular, en las grandes fiestas reli-
mo el barrio de Sabular, situado al este del
ducidas por el emir al-Hakam I. El resultado
giosas) y, junto a ella, el primer gran espa-
recinto amurallado, o los de la Torre (al-
de este episodio, conocido como el motín del
cio funerario musulmán, conocido como el
Bury) y Furn Burril, en las inmediaciones de
arrabal, consolidó el poder de la dinastía
“cementerio del arrabal”, que se mantuvo
la basílica paleocristiana de los Tres Santos,
omeya y selló un amplio sector suburbano,
en uso hasta los últimos momentos de la
junto a la actual iglesia de San Pedro. La do-
que se ha convertido en un testimonio de in-
presencia andalusí en la ciudad. Ambos es-
tación de infraestructuras y edificios pro-
calculable valor sobre el urbanismo y los há-
pacios fueron el germen de lo que, pocas dé-
piamente musulmanes, como almunias,
bitos cotidianos de los primeros musulma-
cadas después, se convirtió en el principal
mezquitas y cementerios, mediante su
nes cordobeses.
arrabal extramuros de Córdoba a principios
constitución como fundaciones pías, favo-
del siglo IX.
recía la instalación de población en sus in-
EL ARRABAL MAYOR. Resultan excepcio-
Por lo que respecta al barrio desarrollado
mediaciones, transformándolos en espa-
nales las ocasiones en las que es posible ha-
en este área, hasta hace apenas una década
cios plenamente islámicos.
cer coincidir la información documental
era conocido sólo gracias al denominado
La historia del arrabal cordobés de Sequn-
aportada por los cronistas andalusíes con
“motín del arrabal”, incidente narrado por
da sintetiza, mejor que ningún otro espacio
los testimonios arqueológicos. No siempre
Ibn Hayyan, acontecido durante el reinado
urbano en todo al-Andalus, las contradic-
el nivel de detalle y la ambigüedad de los
del emir al-Hakam I, a finales de marzo del
ciones de este proceso, pues, por una parte,
textos permiten identificar con claridad de-
año 818.
experimentó un vertiginoso crecimiento ur-
terminados edificios o espacios urbanos
Sin embargo, las excavaciones desarro-
banístico gracias a la atracción e integra-
concretos. Sin embargo, en Córdoba, gra-
lladas en los últimos años por un amplio
ción de amplios contingentes de población
cias a su carácter de capital del Estado ome-
equipo de arqueólogos de la Universidad de
del entorno de Córdoba; pero, por otra,
ya peninsular, desde el año 716, sí es posible
constituyó el escenario de la más violenta
encontrar algunas, pocas, referencias sufi-
Córdoba han permitido documentar más de 8.000 m2 de superficie de varios sectores de
© Convenio UCO-GMU.
AH
Una de las calles principales del sector septentrional del arrabal en la que se aprecia el trazado ortogonal del viario.
este amplio arrabal, con una extensión sin
secuencia del éxito del proyecto islamiza-
acontecimiento, conocido como “el motín
parangón en todo el occidente mediterrá-
dor de las autoridades omeyas, que atraen a
del arrabal” se debe enmarcar en un clima
neo medieval, y conocer así las característi-
población del entorno al socaire de la digni-
de creciente inestabilidad social y militar
cas principales del primer urbanismo anda-
dad de capital del territorio andalusí desde
en al-Andalus durante las primeras déca-
lusí, los hábitos cotidianos de sus habitan-
el año 716.
das de consolidación de la dinastía omeya
tes y, en definitiva, el proceso de transfor-
Es probable que el acelerado desarrollo
peninsular. A principios del siglo IX el emir
mación social generado por la política esta-
urbanístico viniera favorecido por las obras
al-Hakam I emprendió una serie de refor-
tal omeya.
de acondicionamiento del puente acometi-
mas políticas entre las que destacaban la
El arrabal de Sequnda fue uno de los pri-
das por el emir Hisam I a finales del siglo
creación de una guardia personal, com-
meros espacios con asentamiento estable
VIII. Allí se instaló el zoco principal de la
puesta en buena medida por esclavos ex-
de población andalusí en los suburbios de
ciudad y fue asiento de una próspera y hete-
tranjeros, y, sobre todo, la imposición de
Córdoba. Las referencias más antiguas que
rogénea comunidad musulmana, en el que
una mayor presión fiscal sobre las capas
se tienen sobre este lugar datan del mo-
vivían desde artesanos y comerciantes has-
más populares de la población. Estas medi-
mento de la conquista, en 711, cuando las
ta prestigiosos alfaquíes.
das provocaron un clima general de descon-
tropas de Mugit al-Rumi acamparon junto
tento y desprecio hacia la figura del sobera-
a un bosque de pinos cercano a la alquería
EL MOTÍN. Sin embargo, la vida de este po-
no en buena parte del territorio andalusí.
de Sequnda, en la orilla sur del Guadalqui-
puloso arrabal, el más floreciente y activo de
De este modo se iniciaron y agravaron las
vir. Esta denominación, que se mantenía
los que surgían por entonces en los alrede-
reiteradas rebeliones de importantes ciuda-
aún a mediados del siglo VIII, hace refe-
dores de la capital, se truncó unos 60 años
des peninsulares, como Mérida y Toledo.
rencia, por lo general, a un pequeño asen-
después de su constitución, pues fue total-
Los levantamientos de la población muladí
tamiento rural; en este caso, con población
mente arrasado y abandonado tras la cruen-
emeritense y las insurrecciones en el entor-
de origen hispanovisigodo. Pero poco des-
ta represión ejercida por el soberano omeya
no de la antigua capital visigoda fueron las
pués, en el año 756, se alude a la existencia
tras la revuelta de su población.El cruento
respuestas más relevantes ante la política
de un grupo de población musulmana ins-
de fortalecimiento de la autoridad emiral y
talada en este sector, por lo que quedaba ya
de centralización estatal.
consolidado como un barrio periurbano de la propia ciudad. La extensión alcanzada por este arrabal en apenas seis décadas de vida es un testimonio directo del impulso urbanístico experimentado por la capital cordobesa desde la autoproclamación del emirato independiente por parte de Abd al-Rahman I. El rápido crecimiento demográfico es una con-
En este contexto se produce la revuelta
EL ARRABAL FUE ARRASADO Y ABANDONADO TRAS LA CRUENTA REPRESIÓN EJERCIDA POR EL SOBERANO OMEYA TRAS LA REVUELTA DE SU POBLACIÓN
de los habitantes del arrabal cordobés que alcanzó una especial trascendencia por el escenario en el que se desarrolló, pues tuvo su origen en el mismo seno del Estado omeya, en la propia capital cordobesa, y fue protagonizada por población andalusí, como reacción a un nuevo proceso iniciado apenas unas décadas antes. Los rebeldes se dirigie-
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Quedaron ante él derrotados ■ La narración de los sucesos concretos se la debemos a Ibn Hayyan, quien describe cómo “ocurrió la rebelión contra el emir Alhakam de la gente del gran arrabal occidental de Córdoba, reforzada por los otros arrabales. El motivo fue el rechazo a la imposición que les hizo de diezmos sobre los cereales, al que les obligó como tributo pagadero anualmente, sin estima previa de fundamento en el deber de la limosna legal (=azaque), lo que les resultaba gravosísimo, a más de otras cuestiones personales que no le sufrían, como sus ocios y escarceos, por lo cual se alzaron contra él en la
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gran rebelión. Movilizándose todos juntos, tomando las armas y
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aprestándose al combate. En incontable multitud marcharon contra la puerta del Alcázar teniendo lugar durante buena parte del día un combate duro y cruento entre aquéllos y su tropa, reforzada por sus
Vista cenital del sector excavado del arrabal de Sequnda en el actual barrio de Miraflores.
partidarios que se le habían unido… Quedaron ante él derrotados y él declaró presa legítima sus hogares del
emir fue aplastante, provocando una ver-
destacados sediciosos, mientras que en los
arrabal grande y los otros, aunque
dadera carnicería entre los habitantes del
restantes arrabales se respetó los lugares de
respetando a sus mujeres”.
arrabal. Muchos de los instigadores fue-
los rebeldes para evitar graves consecuen-
ron pasados a cuchillo durante tres días y
cias y por deseo de mantener la población”.
Corriente, F. y cAli Makki, M., Crónica
sus cabezas llevadas en puntas de lanzas
Las órdenes se cumplieron de forma im-
de los emires Al-Hakam I y
ante el emir. Buena parte de los cautivos
placable: se quemaron y saquearon las casas
c
Abdarrahm n II entre los años796 y 847
supervivientes, más de trescientos, fue-
y los mercados, no dejando piedra sobre pie-
[Almuqtabis II-1], traducción, notas e
ron crucificados frente a las puertas del
dra, convirtiendo toda el área anteriormen-
índice. Zaragoza, 2001.
Alcázar y a lo largo de la orilla del Guadal-
te ocupada por un próspero arrabal en un
quivir. Los fugitivos que lograron sobrevi-
campo despejado y destinado desde enton-
vir huyeron a zonas alejadas o en abierta
ces a tierras de labor. A partir de aquel mo-
rebeldía contra el emir, como Toledo en al-
mento no se volvió a ocupar este espacio con
Andalus, y Fez y Alejandría, en el norte de
nuevas construcciones, tal y como han
ron hasta las puertas del mismo alcázar cor-
África, desde donde se trasladaron defini-
puesto en evidencia las excavaciones ar-
dobés, lo que supuso una amenaza directa
tivamente a Creta.
queológicas.
BORRAR SUS HUELLAS. La represión que
bles repercusiones en la capital del emirato
de la sede por antonomasia del poder omeya en todo al-Andalus.
La revuelta del arrabal tuvo unas terri-
Se han dado interpretaciones muy vario-
siguió a estos acontecimientos, según Ibn
omeya. Pero más allá de las consecuencias
pintas sobre las causas que provocaron el es-
Hayyan, fue igualmente ejemplar y brutal:
inmediatas para la población afectada (que
tallido. La más conocida es la que sitúa el
“Al día siguiente, jueves, Alhakam ordenó
sufrió la muerte en la revuelta, la ejecución
detonante en una cruenta disputa entre
demoler todo el arrabal meridional del que
sumaria y pública, la privación de sus pro-
uno de los esclavos de las tropas al servicio
había surgido la sedición, destruyéndose
piedades y, finalmente, la expulsión de la
del emir y un artesano del zoco del arrabal
hasta dejar su suelo liso y borrar sus hue-
ciudad), el acontecimiento tuvo una mayor
de Sequnda, encargado de bruñir la espada
llas, cosa que se hizo, convirtiéndolo en tie-
trascendencia para el devenir de la dinastía
del soldado, que terminó con la muerte vio-
rra de labor, y exigiendo el emir a sus hijos y
omeya andalusí y para la consolidación de
lenta de aquél. Las versiones son contradic-
parientes que ejercerían el poder el más fir-
un proyecto político, económico y social a
torias, según la autoría de la fuente, pero,
me compromiso de mantenerlo sin edificar
largo plazo. Pues, como se recoge en algu-
en última instancia, más allá de episodios
y prohibir que allí se construyese mientras
nos párrafos del texto de Ibn Hayyan en el
anecdóticos, el clima de descontento se de-
fuese suya la autoridad en Alandalús, a ma-
que nos narra este episodio: “él fue el que
bió a cuestiones relacionadas con el carácter
nera de manda testamentaria que hacía a
plantó firmemente las tiendas de los mar-
despótico del emir y sus medidas políticas.
sus sucesores, y que cumplieron hasta el fi-
waníes en Alandalús, que quedaron clava-
Con el apoyo de sus leales aliados, los
nal de su dinastía. En el interior de la ciu-
das en el suelo”; es decir, impuso de forma
soldados eslavos, los parientes marwaníes
dad fueron destruidas en aquel momento y
contundente la autoridad estatal en un te-
y sus clientes, la victoria de las tropas del
de modo particular ciertas casas de algunos
rritorio que empezaba a mostrar los prime-
© Convenio UCO-GMU.
EL EMIR IMPUSO LA VOLUNTAD ESTATAL CON CONTUNDENCIA EN UN TERRITORIO QUE MOSTRÓ SU DESCONTENTO CON SU POLÍTICA AUTORITARIA
La basura como indicador social ■ La documentación recuperada durante
los hábitos culinarios plenamente
ros síntomas de descontento con la nueva
las excavaciones del arrabal de Sequnda
islámicos. Pero, además, se constata una
política autoritaria de los emires cordobe-
muestra aspectos muy interesantes
ausencia muy significativa, pues en
ses. Y este dominio incontestable, que se
relativos a los usos cotidianos de sus
ninguna de las casas de Sequnda hay la
mantuvo entre los descendientes de la di-
habitantes, que encierran, además,
más mínima evidencia del consumo de
nastía, se apoyó en el temor y subyugación
aspectos sociales de mayor alcance. Las
cerdo, expresamente prohibido en varias
que la figura del soberano omeya, cada vez
características de las construcciones,
suras del Corán. Las características de
más inaccesible y distante, provocaba entre
objetos materiales y de los desechos
estos basureros confirmarían la
sus súbditos.
generados por los habitantes de este
adscripción plenamente musulmana de
barrio muestran su plena integración en
la población del arrabal desde las
LA ARQUEOLOGÍA. A partir de las últimas
los hábitos plenamente islámicos. En
primeras décadas de ocupación y la
décadas del reinado de Abd al-Rahman I se
varios basureros excavados en el interior
eficacia del proceso integrador e
inició decididamente en Córdoba una políti-
de las casas se ha documentado un
islamizador ejercido desde estos
ca de islamización del paisaje urbano. Así,
amplio repertorio de restos faunísticos
arrabales.
la fundación de mezquitas, baños y cemen-
pertenecientes a las especies consumidas,
terios como instituciones pías por parte del
utilizadas para la extracción de alimentos
Casal, M.ª T.; Martínez, R.; Araque, M.ª
propio emir o de miembros muy cercanos a
(como leche, huevos, etc.), o para la
M. (2009-2010): “Estudio de los vertederos
la familia omeya fue un recurso muy utili-
elaboración de productos
domésticos del Arrabal de Šaqunda:
zado para atraer a población e integrarla en
manufacturados (lana, pieles y huesos).
ganadería, alimentación y usos derivados
los arrabales que surgían a su alrededor, en
Destaca el consumo de ovejas y cabras, de
(750 – 818 d.C.) (Córdoba)”, Anejos de
los que se vivía según los modos de vida pro-
ganado vacuno y de aves (gallinas y
Anales de Arqueología Cordobesa, nº2,
pios del buen musulmán.
pollos, fundamentalmente), que siguen
pp.143-181.
Al margen del relevante acontecimiento del arrabal, la información arqueológica aportada por las excavaciones de este sector suburbano de Córdoba muestra uno de los
arrabal de Sequnda es el relativo a las fases de
cipales de una anchura que alcanza los seis
testimonios más antiguos, extensos y clari-
constitución de un barrio plenamente islá-
metros, dispuestas con un trazado de ten-
ficadores de la formación de la imagen urba-
mico. No existe ningún otro enclave docu-
dencia ortogonal, aunque sin una orienta-
na de la capital del nuevo estado indepen-
mentado hasta el momento en todo el Islam
ción uniforme, a partir de las cuales se
diente andalusí. Su temprana destrucción y
medieval occidental que evidencie de forma
abren vías secundarias o adarves transver-
las particulares circunstancias en las que és-
tan clara y contundente este proceso.
sales que permiten el acceso a las propieda-
ta se produjo, el abandono traumático, ins-
Los datos arqueológicos demuestran la
des situadas en el interior de las manzanas.
tantáneo y en una fase inicial del desarrollo
necesidad de desmontar los tópicos y prejui-
Se han documentado varios espacios abier-
del arrabal, sin una posterior reocupación
cios tradicionalmente asumidos respecto a
tos, a modo de pequeñas plazas, en los que
del espacio y reutilización de las estructuras,
la imagen de la ciudad islámica medieval.
se sitúan puntos de aprovisionamiento co-
permiten tener una instantánea ideal para
En este caso, el espacio ocupado en el entor-
munitario, como pozos de agua. Todas estas
analizar y conocer mejor el urbanismo tem-
no de la medina amurallada no se vio condi-
características denotan una cierta planifi-
prano andalusí; y no de cualquier ciudad, si-
cionado por la existencia de una densa tra-
cación en su diseño y evolución, algo muy
no de la propia capital omeya, donde se esta-
ma urbanística previa. La estructura de este
alejado de la errónea idea de desorden y
blecieron las pautas para la construcción de
arrabal, con ligeras modificaciones en los
anarquía con las que se ha relacionado el ur-
una ciudad islámica en al-Andalus. Uno de
distintos sectores excavados, se compone de
banismo andalusí.
los aspectos más interesantes que se pueden
varias manzanas claramente definidas, dis-
Las casas se organizan a partir de un am-
rastrear en los vestigios arqueológicos del
tribuidas en torno a una serie de calles prin-
plio espacio central, un patio diáfano y poli-
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Vista general del trazado urbanístico de Sequnda, un arrabal que tenía las instalaciones propias de una sociedad musulmana consolidada.
funcional, en torno al cual se distribuían las
puestos según un sistema de espigado que
las cubiertas se emplearon tejas curvas, de
diferentes estancias, en las que no es posi-
reforzaba la estructura, mientras que los al-
las que se han documentado varios derrum-
ble asignar funciones específicas. No se do-
zados, totalmente arrasados, pudieron es-
bes. No obstante, en algunos puntos se ha
cumentan sistemas de saneamiento y eva-
tar realizados con tapias de barro y cal. Para
constatado el uso de tégulas planas, que se-
cuación de aguas residuales y los pavimen-
guían la tradición constructiva de la pobla-
tos están compuestos por suelos de gravas,
ción local hispanovisigoda.
cantos o tierra apisonada. Son las muestras de un estadio temprano de la evolución de la
Sabemos por las fuentes que en este arra-
Más información
arquitectura doméstica andalusí, en el que aún no se había adquirido la relativa homo-
bal estuvo instalado el zoco principal de la ciudad, el cual tras la destrucción y abando-
■ Casal, Mª Teresa
no del barrio fue trasladado a la orilla sep-
geneidad en la tipología edilicia que se verá
“Características generales del
tentrional del río, cerca del alcázar para
en las viviendas de los arrabales califales.
urbanismo cordobés de la primera
mantener un control más directo por parte
etapa emiral: el arrabal de Saqunda”,
de las autoridades omeyas. En Sequnda se
dicionó la estructura y la evolución del arra-
Anejos de Anales de Arqueología Cordobesa,
distinguen algunas pequeñas estancias rec-
bal es su disposición junto a la ribera del
nº1, 2008, pp.109-134. (2008).
tangulares, abiertas hacia una de las calles
Una circunstancia fundamental que con-
Guadalquivir, la arteria vital de la ciudad,
■ Murillo, Juan Francisco; Casal, Mª
principales y sin acceso a las viviendas ane-
pero que suponía una amenaza permanente
Teresa y Castro, Elena
xas, que acaso podrían interpretarse como
para la población cordobesa. Este río, de cau-
“Madinat Qurtuba. Aproximación al
tiendas de artesanos, vinculados a estas ac-
dal irregular, alimentado por torrenteras,
proceso de formación de la ciudad
tividades comerciales.
experimentaba violentas crecidas que provo-
emiral y califal a partir de la
caban graves daños en el puente, las mura-
información arqueológica”, Cuadernos
ño de la capital andalusí un arrabal que dispo-
llas y ocasionaba la ruina de muchas casas.
de Madinat al-Zahra, nº 5, Córdoba, pp.
ne de todas las instalaciones propias de una
En este sentido, las excavaciones han permi-
257-290. (2004).
sociedad musulmana plenamente consolida-
tido documentar inundaciones cíclicas que
■ Murillo, J. F.; León, A.; Castro, E.;
Encontramos, pues, en este sector ribere-
da, surgido en torno al principal cementerio
depositaron sucesivos estratos de limos que
Casal, M.ª T.; Ortiz, R. y González A. J.
de la ciudad, dotado de mezquita y en el que se
destruyeron y cubrieron las estructuras do-
“La transición de la Civitas clásica
instaló el mercado principal, a cuyo amparo
mésticas, pese a lo cual fueron reconstrui-
cristianizada a la Madina islámica a
se fue desarrollando una floreciente comuni-
das, al menos en cuatro ocasiones distintas,
través de las transformaciones
dad que, no obstante, vio truncada su exis-
siguiendo la misma disposición precedente.
operadas en las áreas suburbiales”, en
tencia por una cruenta represión emiral que,
Por otro lado, la proximidad al curso flu-
Vaquerizo, D. y Murillo, J. F. (Eds.). El
sirvió, paradójicamente, para consolidar la
vial favoreció el empleo de cantos de río co-
Anfiteatro Romano de Córdoba y su entorno
autoridad de la dinastía omeya andalusí. El
mo material constructivo económico y fácil-
urbano. Análisis Arqueológico (ss. I-XIII d.C.),
resultado es hoy un valioso documento histó-
mente accesible. La cimentación y el zócalo
vol. 2, pp. 503-547. (2010).
rico atesorado en unas débiles estructuras que
de los muros se realizó con estos cantos, dis-
merecen ser preservadas y puestas en valor. ■
El Museo de las Cortes de Cádiz atesora una representación panorámica anónima de la ciudad, pintada al óleo hacia 1670-1680, restaurada y parcialmente repintada en 1802, que transmite fidedignamente el aspecto que tenía Cádiz en el siglo XVII, tras los estragos producidos por el gran huracán de 1671, cuando la ciudad se estaba prefigurando como futuro “emporio del orbe”, es decir como cabecera del comercio con América. En este monumental óleo, cuya factura está envuelta
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en un halo de misterio, se aprecia cómo la ciudad había comenzado a acorazarse con murallas y baluartes para evitar que se repitiesen acciones como el dramático asalto angloholandés de 1596 que la devastó.
Los enigmas de la Vista Arámburu Un óleo sobre el desconocido Cádiz del XVII
JUAN RAMÓN RAMÍREZ DELGADO DIRECTOR DE LOS MUSEOS MUNICIPALES DE CÁDIZ
E
n 2002, la familia Arámburu Picardo donó al Museo de las Cortes de Cádiz la enigmática y monumental obra —un lienzo de 243 cm. de ancho por 193 cm de
alto, así como 258 por 208 de marco— titulada Vista de la ciudad de Cádiz en el año de 1647. El adjetivo de “enigmática" tiene razón de ser ya que, por más investigaciones que se han realizado desde entonces, su pista se pierde en el seno de la familia propietaria sin que se sepa, a día de hoy, ni su autor —puesto que no está firmado ni existe documentación alguna al respecto— ni por qué fue encargada. Enigmática era también su datación. Hasta el momento en el que el cuadro fue depositado en el museo gaditano se había creído —a través de las medianas reproducciones publicadas hasta entonces— que se trataba de una obra historicista y anacrónica ejecutada en el siglo XIX, a partir de los escasos y sencillos planos y vistas de Cádiz en el siglo XVII. Así las cosas, el estudio preliminar al que se sometió la obra para incluirla en la guía provisional del museo deparó muchas sorpresas: en primer lugar, saltaba a la vista que no aparecía edificio monumental alguno del siglo XVIII. Ello era sorprendente porque, de haberse pintado en la centuria decimonónica, inspirándose en la exigua y poco detallada cartografía del Seiscientos, lo más probable es que se hubiesen cometido errores e incluido algunos de los grandes edificios del Setecientos (por las escasas y poco fidedignas representaciones existentes del Cádiz del siglo XVII, frente a la abundancia y calidad de la siguiente centuria). Lo siguiente que se observó durante el estudio preliminar es que la leyenda o cartela pintada, que figura en el ángulo inferior izquierdo del cuadro, presenta errores de identificación de algunos de los edificios rotulados con numerales, así como repintes —de distinta época— en dichas numeraciones y algunas imprecisiones en su exacta ubicación. Pero todo ello, lejos de significar que la representación es falsa o poco rigurosa, lo que hace es reforzar su verosimilitud y fidelidad, por paradójico que parezca, dado que refleja los errores de quien repinta o restaura lo que desconoce, equivocándose al rellenar las eventuales zonas borrosas y las lagunas o áreas con pérdida total de pintura debidas al deterioro provocado por el paso de tiempo. Hubo que superar un escollo más para cerciorarse de ello, ya que en la zona superior del lienzo existe una leyenda que dice abreviadamente: "Vista de la ciudad de Cádiz en el año de 1647. Se pintó el año de 1802". El restaurador Ramírez Bonassi, que procedió primero a la consolidación provisional así como a la ulterior restauración definitiva del cuadro, pudo comprobar que el lienzo, su preparación y los pigmentos empleados eran compatibles en su totalidad con los utilizados en el siglo XVII, si bien parece que fue sometido a intervenciones posteriores, destacando una fundamental —que incluía su reentelado— y que podría haberse llevado a cabo a fines del siglo XVIII o comienzos del XIX, lo que interpreta-
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sus
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comien-
ría la expresión "se
zos,
pintó en 1802" como
mente la existencia de
"se repintó en 1802". En
cinco de ellas.
destacando
clara-
efecto, si contemplamos el
Numerosos conventos e
cuadro tras la última res-
iglesias principales (Santa
tauración se aprecia cómo la
María, La Merced, María San-
frase abreviada "se pintó en
tísima de los Ángeles, San Die-
1802" se halla en parte sobre-
go o Los Descalzos; los Capuchi-
pintada sobre una greca original,
nos; San Francisco; las iglesias del
simétrica a otra del lado opuesto. Es
Rosario y de San Antonio; Ntra. Sra. de
decir, que constituye un claro añadido
Candelaria; Ntra. Sra. de la Piedad o Las
al título inicial. Lo cual justificaría el hecho
Descalzas; San Juan de Dios; la Capilla del
de los repintes sin sentido o con graves erro-
Pópulo y la iglesia de Santiago con el anexo
res en la cartela del ángulo inferior izquier-
colegio de la Compañía de Jesús, entre otras)
do que habrían sido realizados también en
se representan en un estado anterior al siglo
una fecha al menos tan tardía como l802 o, incluso, muy posterior. El análisis pormenorizado de dicha cartela atestigua que la misma presenta correcciones ulteriores a su leyenda original, que han sido realizadas con un desconocimiento absoluto de la realidad urbana del Cádiz del Seiscientos. Ello se debe, con seguridad, a que la misma ha
OTRO CLARO INDICADOR CRONOLÓGICO ES QUE EL ESCUDO DE CÁDIZ NO TIENE LAS COLUMNAS DE HÉRCULES, QUE APARECEN AVANZADO EL SIGLO XVIII
XVIII y se distinguen fácilmente por sus tejados a dos aguas, pintados en el rojo de sus tejas de cubrición. También se destacan en rojo las espadañas y algunos detalles en portadas, torres y ventanales. Con la excepción de las balaustradas rojas en el puente exterior de acceso a la puerta de tierra y en los pretiles de la azotea de la casa consistorial y
sido repintada por el restaurador de 1802 y/o
de sus aledaños, este recurso de color se em-
por otro posterior, pero que, en todo caso,
plea fundamentalmente en los edificios re-
no entendía lo que estaba viendo y lo aco-
ligiosos y en otros con cierta relación con la
modó a lo que conocía (el Cádiz del siglo
anterior al del siglo XVIII; el baluarte de
XVIII) o a lo que le pareció atisbar en su difi-
Santiago con su traza primigenia; la ala-
cultosa lectura. Téngase presente que la le-
meda aún sin murar; el baluarte de Cande-
EL ORATORIO. Existe un error muy ilus-
yenda se encuentra en la zona inferior del
laria en su estado prístino; la catedral vieja
trativo en la cartela o leyenda: se indica la
cuadro, que es la que antes y en mayor grado
sin su gran torreón, el arroyo de la “zanja” o
presencia de la iglesia de San Lorenzo, lo
suele deteriorarse en los lienzos por los roces
“salado” sin cubrir aún, etc.
cual constituía un problema grave (dado
iglesia o la beneficencia.
accidentales y las humedades provocadas
Además, se aprecian el molino de viento
que la misma se erigió ya en el Setecientos).
por capilaridad en los zócalos de las paredes
—que sería reutilizado como almacén de
Pero además al comprobar su situación es-
en que se exhiben.
pólvora y que se hallaba frente a la salida de
pacial, se constata que la iglesia representa-
Para conocer bien la Vista Arámburu lo
la calle por ello llamada del Molino, actual
da no está en la actual calle Sagasta sino en
mejor es ofrecer un breve paseo a través de
c/ Adolfo de Castro— y el denominado "cas-
la calle de San José. Es, por consiguiente, un
lo representado en el óleo. En él podemos
tillo de la pólvora", que estuvo situado de-
error de la leyenda de la cartela, cometido
contemplar los monumentos y los grandes
lante de la embocadura del espacio que da-
durante la intervención de l802 o en fecha
edificios públicos del momento, a saber: el
ría lugar a la actual plaza del Mentidero y
posterior. En realidad, nos hallamos ante la
castillo de Santa Catalina (iniciado en 1598,
que fue una edificación utilizada primero
iglesia-oratorio de San Felipe Neri, aunque
dos años después del saqueo, y finalizado,
como almacén de pólvora y luego como
no en su forma actual tras las grandes refor-
en su forma original, durante el primer
cuartel de soldados, hasta construirse —a
mas del XVIII, sino en su fábrica primigenia
cuarto del siglo XVII); la ermita del mismo
comienzos del XVIII— los polvorines de la
del último cuarto del Seiscientos.
nombre y cercana a la puerta primitiva de
zona del hoy parque de Genovés y después
la Caleta; la muralla real con sus primeras
los cuarteles situados frente al mismo.
Otro caso interesante es el de la actual parroquia de Santa Cruz o catedral vieja, que
puerta del mar y puerta de Sevilla, la fortifi-
Respecto a las torres-miradores en las
era la única Seo en el siglo XVII (dado que la
cación de la puerta de tierra, en su estado
casas de los cargadores a Indias están en
catedral nueva se construye durante los si-
glos XVIII y XIX). Pues bien, la catedral vieja
los, ni la última gran muralla de defensa
nagel en l564 y por Wyngaerde en l567— y
aparece sin el torreón, como es lógico, ya que
oceánica de la Banda del Vendaval o Campo
que ya se hallaban convertidas en molinos
éste se comenzó a finales del Seiscientos.
del Sur, ni la cárcel real, ni los dos polvori-
de viento en la primera mitad del XVII, se
Por otro lado, debemos reseñar como hi-
nes del camposanto, ni los cuarteles del
sospecha que una debió reaprovecharse en
tos notables visibles en el cuadro el palacio
área del actual parque de Genovés, ni la
el baluarte de Capuchinos y la otra quedó
episcopal o casa del Obispo; el castillo de la
ampliación del Baluarte de Santiago, ni la
integrada en la zona trasera de los edificios
villa medieval (aún sin los posteriores "arri-
Aduana (hoy Diputación), ni la iglesia y
del convento del mismo nombre.
mos" de edificaciones pero con una planta y
convento del Carmen, ni la catedral nueva
Por otra parte, se observan varios indi-
un alzado incorrectos, al parecer, puesto
(ni la plaza que se le haría después delante
cadores cronológicos muy interesantes.
que sólo se representan cuatro o cinco —se-
en varias fases de derribos), ni el primitivo
Por ejemplo: el escudo de Cádiz no presen-
gún se interprete la imagen— de las siete to-
castillo de San Sebastián (del primer cuarto
ta las columnas de Hércules, que sólo apa-
rres que poseía); unas posibles cocheras de
del Setecientos), etc.
recen a partir de un momento ya avanzado
carruajes, citadas por los documentos anti-
Lo único que no se explica bien es la au-
del siglo XVIII; los buques visibles son gale-
guos, a espaldas del citado castillo, entre és-
sencia de representación de la ermita y de la
ones y tipologías asimiladas, así como pe-
te y el océano; el primigenio hospital real; el
torre de San Sebastián, la segunda de las
queñas naves auxiliares de la época, todos
primitivo hospital de Ntra. Sra. del Carmen
cuales ya estaba artillada en 1613. Da la im-
pertenecientes a la segunda mitad del siglo
u hospital de mujeres; el arroyo de la Zanja
presión de que tanto la punta de San Sebas-
XVII; no hay ni navíos de línea ni otros ti-
o Salado, etc. Asimismo, se visualizan una
tián como la punta del Nao aparecen mucho
pos asignables al XVIII. Es digna de resal-
serie de trece cruces que jalonan el recinto y
más cortas de lo que son en realidad, y que
tar la exactitud y claridad con que están re-
que parecen pertenecer a un "Via Crucis" o
ello ha debido ser intencionado, segura-
presentados dichos barcos, tanto en la obra
"Via Sacra" entonces en uso. La mayoría de
mente para no desequilibrar la composición
muerta como en el aparejo, esto es: arbola-
estas cruces son latinas —excepto dos de ti-
pictórica con un exceso de mar océana; por
dura, velamen y jarcia firme y de labor, de
po patriarcal— distribuyéndose en trece pa-
ello, debe de haberse excluido la segunda is-
rajes, tanto urbanos como extraurbanos.
la de San Sebastián —hoy denominada "la
tal modo que da la impresión de que el autor lo conocía todo de visu del natural y esta-
El óleo está plagado de personajes y obje-
avanzada"— y no se incluyen así ni la ermita
ba acostumbrado a representarlo. Algunos
tos fuera de escala, como es habitual en
del siglo XV ni la torre del XVII. Por otro la-
de los buques arbolan, además, enseñas de
otros semejantes y que podrían ser de la épo-
do, la no representación del famoso pozo de
los Austrias —como en el castillo de Santa
ca, a saber: paseantes; soldados de la guar-
la Jara —en el "campo" del mismo nombre—
Catalina— y no de los Borbones; es decir, lo
nición haciendo guardia, al parecer con ala-
se explica por el hecho de estar en desuso
que cabe esperar en una representación
bardas; un pescador faenando con una ata-
desde mediados del XVII.
anterior al inicio del Setecientos y a la Gue-
rraya —o red de lanzar a mano— delante del
Con respecto a la ausencia de las dos vie-
baluarte de San Antonio; varios clérigos, al-
jas torres de Guardia —dibujadas por Hoef-
rra de Sucesión española.
gunos quizás llevando la comunión o el viá-
¿BAILE DE NÚMEROS? La información
tico, como parece observarse en la plaza de
gráfica contenida en esta vista excepcional
San Antonio; carruajes de las tipologías por entonces al uso; cañones y bombas forman-
Más información
mación original del siglo XVII, que facilita una imagen muy exacta de la trama urba-
do pabellones en las instalaciones militares; barcas varadas en la zona del puerto y
de la ciudad es, con toda seguridad, infor-
■ Fernández Cano, Víctor
na de la época considerada y de sus edifi-
en las playas adyacentes, embarcaciones de
Las defensas de Cádiz en la Edad Moderna.
cios más destacados, con sus calles princi-
distinto porte, en todos los frentes maríti-
Escuela de Estudios
pales muy bien delineadas —en compara-
mos que circundan la ciudad, etc.
Hispanoamericanos. Sevilla, 1974.
ción con el resto de la cartografía del mo-
Destaca una curiosísima escena taurina
■ Picardo y Gómez, Álvaro
mento— y con detalles mínimos muy fia-
en una zona, cercada al efecto, entre la er-
Paseo alrededor de un plano antiguo de Cádiz.
bles, que coinciden con gran minuciosidad
mita de San Roque y el antiguo matadero de
Ed. Escélicer. Cádiz, 1952.
con las descripciones aportadas por los es-
reses de la ciudad; algo que se conoce por la
■ Falcón Márquez, Teodoro
critores y documentos de entonces. No obs-
documentación y por los escritores de en-
“Iconografía, territorio y sociedad en
tante, el estado de la ciudad no parece co-
tonces, en la que se aprecia que, aparte de a
el Cádiz del siglo XVI”. Trocadero, nº 16.
rresponder con el de l647 —como reza el tí-
caballo, se torea a pie, lo que podría reforzar
Universidad de Cádiz, pp 311-320.
tulo superior de la obra— sino quizás con el
la teoría de Boto Arnau referente a que dicha
■ Ruiz-Nieto Guerrero, Mª Pilar
de l674; cuando tuvo lugar un duelo naval
variedad de la tauromaquia pudo nacer en el
Historia urbana de Cádiz. Génesis y formación
singular —en el cual el buque inglés HMS
Cádiz de aquellas fechas.
de una ciudad moderna.
Tiger venció al holandés Schakerloo— de-
Caja San Fernando. Cádiz, 1999.
lante y a la vista de Cádiz, el 23 de febrero
LO QUE NO SE VE. Pero tan interesante do-
■ Ramírez Delgado, J. Ramón
de l674, como se aprecia en otro óleo del
cumentalmente, o más, que lo que se ve, es
Guía de visita del museo de las Cortes de Cádiz.
Museo Naval de Greenwich, en los arraba-
"lo que no se ve", por no existir aún. Así,
Ayto. de Cádiz. (Policopiada, última
les de Londres. ¿Podría ser que en el trans-
faltan absolutamente todas las grandes
revisión de 2012).
curso de una de las restauraciones anti-
construcciones del siglo XVIII. En concreto,
■ “Cádiz en el siglo XVII: Los enigmas
guas que sufrió el cuadro bailaran los nú-
no están representadas las fortificaciones
de la Vista Arámburu”. Discurso de
meros, de l674 a l647? Porque, en efecto, el
de tipo Vauban de la zona de la puerta de
ingreso. Real Academia de Bellas
aspecto de la ciudad que refleja el óleo es,
tierra, ni el pabellón de Ingenieros (luego
Artes de Cádiz, 2008.
Gobierno Militar), ni el barrio de San Car-
grosso modo, el del Cádiz del reinado de Carlos II, el Hechizado (l665-l700). ■
AH ENERO 2013
43
Entre las variadas aficiones del duque de Montpensier sobresale una inusual para un personaje de su alcurnia: la arqueología, aunque desarrollada como simple "práctica social", propia de los eruditos de la época. En el curso del acondicionamiento de los jardines de San Telmo el duque hizo excavar en 1860 varios enterramientos romanos que formaban parte de la necrópolis meridional de Hispalis. Los restos quedaron musealizados in situ. Dos fotos de J. Laurent permiten documentar las tumbas y parte de los ajuares exhumados, que desaparecieron posteriormente.
Aficiones arqueológicas del hombre que pudo ser rey El duque de Montpensier y sus excavaciones en San Telmo JOSÉ BELTRÁN FORTES
AH
UNIVERSIDAD DE SEVILLA
ENERO 2013
44
A
ntonio de Orleáns pasó desde 1848 la mayor parte de su vida en Sevilla y sus otras residencias de la
provincia y de Cádiz (en Sanlúcar de Barrameda). En este marco no sólo destacó por su posición social y protagonismo político, sino también por sus intereses y actividades culturales e intelectuales. La formación de Montpensier en su ni-
MONTPENSIER LLEVÓ A CABO EXCAVACIONES EN LOS JARDINES DE SAN TELMO QUE DESCUBRIERON CINCO TUMBAS ROMANAS CON SARCÓFAGOS Y AJUARES
do justamente Vicente Lleó, la opción política del infante era una suerte de "andalucismo romántico" que propugnaba en el marco ideológico la recuperación de lo genuinamente español y castizo —en buena medida lo andaluz, desde una perspectiva clásica del viajero romántico de la época—, a la par que un planteamiento progresista, con base en la innovación técnica en el marco económico.
ñez y juventud había sido esmerada. Estu-
Fruto de ello fue su mecenazgo en pro-
dió en un liceo público francés, a pesar de
yectos culturales, públicos o particulares, y
ser ya por entonces hijo del rey, y completó
su pertenencia a diversas instituciones de
su formación con un preceptor particular,
esa índole en la Sevilla decimonónica. De
el escritor Antonio de Latour (1808-1881),
ello nos interesa destacar que Montpensier
quien lo acompañará ya toda su vida como
formó parte como socio de honor de la Dipu-
secretario y amigo. En 1843 realizaron
tación Arqueológica de Sevilla, creada en
ambos un viaje que, frente a los tradi-
1853 como delegación provincial de la Aca-
cionales intereses italianos del Grand
demia de Arqueología existente en Ma-
Tour, les hizo conocer territorios más
drid. No sabemos si el duque intervino
exóticos (el mundo islámico o el egip-
activamente en las actividades de esa
cio) o clásicos (el griego), más acordes
sociedad arqueológica, que apoyó so-
con los nuevos gustos del romanticis-
bre todo las excavaciones en Itálica,
mo imperante. El viaje lo recogió La-
pero en suma es otro ámbito institu-
tour en un libro que, con el título Via-
cional donde se demostró el mecenazgo
ge de S.A.R. el Serenísimo Señor Duque de
de Antonio de Orleáns en el marco cul-
Montpensier a Túnez, Egipto, Turquía y
tural y de las Bellas Artes.
Grecia. Cartas, fue posteriormente traducido al castellano y publicado en Sevilla en 1849.
Cabeza monumental de
Su formación e inquietudes culturales le
mármol de la diosa Roma,
hicieron desarrollar otras muchas activida-
de Itálica, que formó parte
des intelectuales en el marco sevillano, a lo
de la colección de Montpensier
que tampoco estaban ajenos sus creencias e
y hoy se encuentra en la
intereses políticos, ya que, como ha afirma-
colección Helvetia, en Sevilla.
Los duques de Montpensier en el jardín de San Telmo. Obra de Alfredo Dehodenq, 1853. Colección del marqués de Paradas.
Pretendiente a la Corona española ■ El duque de Montpensier era el quinto hijo de
logró la abdicación de la reina, pero
Luis Felipe de Orleáns, rey de los franceses
Montpensier no alcanzó el trono, debido a la
desde 1830. Siguiendo los intereses de Francia se
oposición de Prim (que optó por Amadeo de
casó con la infanta española María Luisa
Saboya) y de Napoleón III, debiendo ir al
Fernanda (1832-1897), hermana de Isabel II, con
destierro. De regreso en España, en 1870 mató
pretensiones a la Corona de España. El destierro
en un duelo al también cuñado de Isabel II,
de Francia de su padre, por la revolución de
Enrique de Borbón, con lo que arruinó sus
1848, les llevó a trasladarse a España, pero como
posibilidades de acceder al trono. Su hija María
se les obligaba a residir fuera de Madrid
de las Mercedes se casó con su sobrino, el rey
eligieron Sevilla. Fue un destacado instigador de
Alfonso XII, pero sólo vivió algunos meses.
las conspiraciones contra su regia cuñada para
Montpensier murió en Sanlúcar de Barrameda,
sucederla en el trono. La revolución de 1868
en 1890, en el transcurso de una cacería.
La sede de la corte chica ■ El edificio de San Telmo se comenzó a construir en 1682 en un sector extramuros al sur de Sevilla, en el barrio de Marruecos, con la función de Universidad de Navegantes ante las necesidades del comercio con América. Bajo el reinado de Carlos III pasa a ser Real Colegio Náutico de San Telmo, pero éste será suprimido por decreto de 1841, aunque el edificio siguió abierto hasta julio de 1847. Poco después, los duques de Montpensier, tras residir en los Reales Alcázares de Sevilla, tuvieron este edificio como residencia, reestructurándolo como palacio y agregándole otros terrenos (exconvento de San Diego y huerta de
AH ENERO 2013
46
la Isabela), que convirtieron en huertos y jardines, diseñados por el francés Lecolant. A la muerte de la infanta viuda, en 1897, el edificio pasó a la Iglesia, convirtiéndose en
El duque exhibió los ajuares hallados en las tumbas en el Salón de Espejos de San Telmo.
seminario diocesiano, y la mayor parte de los jardines fueron a manos del Ayuntamiento, que los reestructuró
aquellas a la Comisión de Monumentos. Por
nes del palacio sevillano de San Telmo, en-
para la Exposición Iberoamericana de
azar del destino se encuentran actualmente
tre mayo y noviembre de 1860. Primero salió
1929 y hoy constituyen el parque de
en las salas del museo arqueológico, ubica-
a la luz una tumba y, dado el interés del du-
María Luisa. Desde 1989 es la sede de la
do en el parque de María Luisa de Sevilla, en
que, se ampliaron los trabajos y se exhuma-
Presidencia de la Junta de Andalucía.
terrenos que fueron de la propiedad de
ron en conjunto cinco sepulcros, con sus
Tras una restauración intensa llevada
Montpensier.
respectivos ajuares.
a cabo durante un lustro, según el
Por el contrario, sí llegó a poseer una mo-
Los descubrimientos arqueológicos de
proyecto del arquitecto Guillermo
numental cabeza marmórea aparecida en
San Telmo no pasaron desapercibidos a la
Vázquez Consuegra, volvió a abrir sus
Itálica en las excavaciones de Ivo de la Corti-
prensa del momento; un ejemplo más de la
puertas hace dos años. En el proyecto
na, que representaba una personificación
modernidad de aquellos momentos y del he-
de restauración del palacio en su
de la diosa Roma, del siglo II d.C., y que vio
cho de que la arqueología llamaba la aten-
función actual han vuelto a aparecer
en su palacio el epigrafista alemán Emilio
ción dentro de los círculos cultos y de lecto-
restos de la necrópolis romana en la
Hübner, quizá cuando visitó Sevilla aquel
res en general. Así, son descritos en la Revis-
parte de los jardines que aún conserva
mismo año de 1860. Posteriormente fue
ta de Ciencias, Literatura y Artes de Sevilla en
el edificio. Las excavaciones
trasladada al palacio de Sanlúcar de Barra-
una amplia noticia elaborada en forma de
arqueológicas, que se han desarrollado
meda en poder del infante Alfonso de Orle-
carta por el periodista Antonio Gómez Ace-
en estos últimos años, han puesto en
áns y, actualmente, forma parte de la colec-
bes, donde se relata el recibimiento en el pa-
evidencia un interesante sector de la
ción Helvetia, de nuevo en Sevilla (véase la
lacio de los Montpensier de un grupo de eru-
necrópolis romana desde época
imagen de la pág. 44). Por la referencia con-
ditos sevillanos para analizar los descubri-
altoimperial hasta momentos
tenida en una carta de 1873 sabemos que en
mientos: aparte del citado están Miguel de
tardoantiguos, identificándose
el palacio de San Telmo había otras escultu-
Carvajal, presidente de la Academia Sevilla-
recintos acotados y un mausoleo
ras antiguas, según describe Manuel Ruiz
na de Bellas Artes y de la Comisión de Monu-
tardoantiguo con dos inhumaciones
Llul: "...ví una cabeza gastada, en mármol
mentos; José Fernández-Espino, catedrático
en sarcófagos bajo el pavimento.
blanco, que me pareció ser un Nerón, dos es-
y director de la revista; Juan José Bueno, po-
finges y otras varias piezas diferentes en
eta y presidente de la Diputación Arqueoló-
bronce, un ídolo egipcio, y varios utensilios
gica de Sevilla; Francisco Mateos Gago, cate-
comunes de orden fúnebre". El ídolo quizá
drático, anticuario y coleccionista; Antonio
Entre las pasiones coleccionistas del du-
fuera una escultura egipcia de un gato, refe-
Colón, también catedrático y correspon-
que sobresalía —como es bien sabido— la de
rida por otras fuentes, pero las piezas sepul-
diente de la Real Academia de la Historia;
la pintura, pero también podemos afirmar
crales eran romanas y podemos contextuali-
Demetrio de los Ríos, que iniciaba aquel
que coleccionó antigüedades arqueológicas,
zar su descubrimiento.
mismo año sus excavaciones de Itálica, y
sobre todo esculturas y algunos epígrafes,
En efecto, un excepcional episodio de la
Balbino Marrón, arquitecto municipal; un
que llegaron a su poder por diversos medios.
vida de Montpensier nos lo presenta como
grupo que representaba la institucionaliza-
Ya en 1848 solicitó las esculturas de la anti-
excavador a la búsqueda de antigüedades ro-
ción de la erudición sevillana.
gua colección formada por Francisco de Bru-
manas, con motivo del descubrimiento de
Lamentablemente el artículo no va ilus-
na para hermosear el palacio sevillano de
varias tumbas con ajuares en el curso de los
trado con grabados o fotografías, pero apor-
San Telmo, pero le fue negado, pasando
trabajos de acondicionamiento de los jardi-
ta jugosas noticias: “El hallazgo de cinco se-
pulcros romanos, descubiertos (...) en los pintorescos jardines del Palacio de San Telmo, suntuosa morada de los piadosos entendidos Príncipes (...) nos dirijimos al sitio donde se encuentran los sepulcros, que es al final de los jardines, contra las tapias que caen fronteras á la antigua y memorable Ermita de San Sebastián del Campo (...) todos
AH
convinimos en que los cinco sepulcros eran romanos (...) Uno de los sepulcros es abovedado, de medio punto. Los otros cuatro planos. Aquel, cubierto con gruesos ladrillos, en forma de cuñas. Estos con losetas de ba-
Las fotografías de Jean Laurent
rro (...) son de diversos siglos ó épocas, porque están unos más bajos y otros más altos (...) pertenecían á un prolongado cemente-
■ El francés Jean Laurent (1816-1892) ha
procede esta fotografía. No sabemos la
rio, establecido á orillas de una pequeña vía
sido definido como el más importante
fecha exacta de realización de esta
romana (...) volvimos á Palacio para exami-
y activo de los fotógrafos del siglo XIX
imagen, aunque pudo ser tomada en
nar detenidamente los curiosos objetos en-
español. Instalado en Madrid desde
alguna de las visitas documentadas del
contrados en ellos, los cuales se hallan es-
1857 hasta su muerte, fue el autor de
fotógrafo a Sevilla, en 1862 y 1863, con
puestos, en dos grandes mesas, en el mag-
un impresionante archivo que
motivo de la celebración de la
nífico salón o galería de cristales (...) varias
conformó de todos los rincones de
Exposición Bético-Extremeña de 1874.
ánforas de vidrio, lacrimatorias y de perfu-
España, conservado en buena parte por
Aunque también es sabido que muchas
mes(...), muchos fragmentos de unas y de
su seguidor Ruiz Vernacci y
de las imágenes que llevan su firma
otras, un anillo de oro con piedra, como
actualmente custodiado en el Instituto
fueron hechas por fotógrafos
ágata (...) donde se ve grabado, muy super-
del Patrimonio Histórico Español del
ayudantes anónimos y, en Sevilla,
ficialmente, un caballo paciendo, dos rotos
Ministerio de Cultura, archivo del que
Laurent contó con varios.
husos de hueso, unas pinzas ó tenacillas epilatorias de metal dorado, un Maxencio de cobre, un pequeño espejo redondo, una despedazada tapaderita de barro (...) una urna ó caja cineraria de plomo, destrozada
Más información
tres lápidas epigráficas de Itálica, que fue-
(…) tratóse de arqueología (...) el Duque de Montpensier (...) había pensado que se es-
De la colección arqueológica de los Montpensier sólo quedan hoy día in situ
■ Lleó Cañal, Vicente
ron recogidas por el aficionado inglés Na-
tendiera un Acta, donde constara el inven-
La Sevilla de los Montpensier: segunda corte
than Wetherell y formaron parte de su co-
tario de los objetos arqueológicos y todos los
de España.
lección arqueológica en la fábrica de curti-
demás pormenores”.
Fundación Focus-Abengoa. Sevilla,
dos del antiguo convento de San Diego.
1997.
Cuando se añadió al palacio de San Telmo
Somos afortunados porque dos fotografías realizadas por J. Laurent pocos años des-
■ Ros, Carlos
esta propiedad también debió acaparar
pués reproducen los sepulcros y parte de los
El duque de Montpensier. La ambición de reinar.
Montpensier algunas antigüedades de
ajuares descritos, que sirven para datarlos
Editorial Castillejo. Sevilla, 2000.
aquella colección y, seguramente, las
entre los siglos II-III d.C.
■ Beltrán Fortes, José
mandó empotrar en una de las paredes del
Arqueología sevillana de la segunda
citado salón de los Espejos, junto a las
primeros en el jardín y conservó los segun-
mitad del siglo XIX: una práctica
otras piezas arqueológicas. Allí están toda-
dos en el palacio de San Telmo, concreta-
erudita y social", en María Belén y
vía colocadas las tres inscripciones roma-
mente en el salón de los Espejos, aunque
José Beltrán (editores): Arqueología fin
nas, recordando actualmente con su pre-
posteriormente ambos han desaparecido:
de siglo. La Arqueología española de la
sencia los antiguos usos que tuvo este in-
los sepulcros en los trabajos de acondiciona-
segunda mitad del siglo XIX (=Spal
signe edificio sevillano, hoy sede de la Pre-
miento de los jardines realizados para la Ex-
Monografías III).
sidencia de la Junta de Andalucía y que, en
posición Iberoamericana de 1929 y los ajua-
Universidad de Sevilla - Fundación El
la época de los Montpensier, lo fue de la se-
res funerarios en los avatares sufridos por el
Monte. Sevilla, 2002.
gunda corte de España, conocida como “la
El duque de Montpensier musealizó los
palacio posteriormente.
corte chica”. ■
ENERO 2013
47
A unos siete kilómetros al occidente de Algeciras, en la ensenada de Getares, se encuentran los restos de una antigua factoría ballenera. Un puñado de casas, unas naves ruinosas y una rampa de hormigón es todo lo que queda de esta fructífera industria que llegó a procesar 4.000 ejemplares en cinco años. Su pesca siempre fue abundante en el Golfo de Cádiz, desde Roma hasta la llegada de los noruegos en los años 20 del pasado siglo, quienes introdujeron técnicas tan esquilmatorias que casi acabaron con la presencia de los cetáceos en nuestras aguas.
Balleneros del Estrecho La factoría de Getares MANUEL HUERTAS GONZÁLEZ HISTORIADOR Y PERIODISTA
AH ENERO 2013
48
L
a caza de la ballena en el Estrecho está constatada desde la Antigüedad. Ya en el siglo I antes de Cristo,
Estrabón advertía sobre la gran abundancia de estos mamíferos cerca del Estrecho de Gibraltar. Impresionado, decía así: “parece surgir cuando respiran una especie de columna nebulosa si se mira desde lejos”. Por
ESTRABÓN, EN EL SIGLO I ANTES DE CRISTO, YA ADVERTÍA LA PRESENCIA DE ABUNDANTES BALLENAS EN AGUAS DEL ESTRECHO DE GIBRALTAR
mostraban signos de su reutilización como yunque de cortar, lo que supone un claro indicio de reaprovechamiento en estas fábricas conserveras. AVANTE TODA. No obstante, la actividad ballenera en tiempos de Roma y en épocas sucesivas no fue excesivamente esquilma-
otro lado Plinio (23-79 d. C.) en su Historia
toria. Las antiguas embarcaciones a vela o
Natural aporta numerosos datos sobre la
las lanchas de remo no eran capaces de dar
presencia de cetáceos en el océano gadita-
alcance a los grandes leviatanes. Sus habi-
no. Pero fue Opiano (siglo II-III d.C) en la
Opiano detalla que como carnada em-
lidades natatorias permitían a los cetáceos
Haliéutica quién describió su método de
pleaban el hígado o el jamón de un toro y
emprender la huida a una velocidad de en-
pesca y el temor que provocaba en la mari-
que, una vez mordido el anzuelo, frenaban
tre seis y ocho nudos, alcanzando picos de
na el encontronazo con cetáceos del tama-
su huida unas calabazas secas y unos odres
hasta quince nudos. Así las cosas, no fue
ño de una nave de veinte remos. Decía así:
inflados con aliento humano. Debilitada la
hasta finales del siglo XIX, con los avances
“Para estos monstruos se emplea una ma-
ballena, los balones tiraban de ella hacia la
técnicos de la revolución industrial, cuan-
roma hecha con muchas hebras unidas y
superficie y una de las naves llevaba la ma-
do se produjo una remodelación total de la
bien retorcidas, tan gruesas como el cable
roma a tierra. En la playa, los marineros
industria ballenera que hizo posible su ca-
de una nave(…). El anzuelo, bien forjado,
amarraban la cuerda a una roca, y una voz
za intensiva.
está provisto de aguzadas puntas que se
de alerta anunciaba el momento de la bata-
En 1894 se introdujo la turbina de vapor
proyectan alternadamente a ambos lados,
lla. Los pescadores “armados como si fue-
de manos de Charles Algernon Parsons que,
bastante fuerte para levantar una roca y ta-
sen a la guerra, con fuertes arpones y maci-
puesta en servicio, otorgaba a los barcos ba-
ladrar un peñasco, y con espantosa curva,
zos tridentes y hoces, y hachas de pesada
lleneros una velocidad de crucero de unos 15
tan grande como la abertura que la boca de
hoja” daban fin a su vida. El despiece defi-
nudos, más que suficiente para dar alcance
la bestia puede abarcar. Una torneada cade-
nitivo se haría en tierra, en un lugar impro-
a los veloces rorcuales. Pero pese a este gran
na se engancha al extremo del oscuro an-
visado, lo que explicaría la escasa existen-
avance, otro gran problema surgía cuando
zuelo, una vigorosa cadena de bruñido
cia de restos arqueológicos. De hecho, sólo
una vez arponeada la ballena, emprendía
bronce capaz de soportar la terrible violen-
se han hallado dos vértebras de ballena aso-
una rápida inmersión en la que, a menudo,
cia de sus dientes”. Estos datos indican que
ciadas a niveles romanos: una en el conjun-
conseguía romper con todo el lastre que la
podría tratarse de la pesca de cachalotes,
to arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa,
frenaba. La invención del cañón arponero
pues estos carecen de barbas como los ror-
y otra en la calle San Nicolás de la ciudad de
en 1864 por el noruego Sven Foyn solventó
cuales y en su lugar poseen potentes dien-
Algeciras, en lo que fue el barrio industrial
este problema. Su modelo se basaba en un
tes con los que trituran a sus presas.
de la antigua Iulia Traducta. Los restos óseos
arpón con cabeza explosiva que detonaba al
AH ENERO 2013
49
El Antoñito Vera, último ballenero del Estrecho.
impactar, disminuyendo así el sufrimiento
ma de despedazamiento. Entre la platafor-
ble de acero y, con la ayuda de un práctico, el
de la presa. Sin duda, la incorporación de
ma inferior y la superior, y en lo que era la
animal era pelado como un plátano. Estas
este arma en los buques elevó las cifras de
parte interna del establecimiento, se escon-
grandes tiras se cortaban en trozos de me-
capturas de pocas decenas a varios miles de
día todo lo referente a las calderas y trincha-
nor tamaño, que se arrojaban por las tram-
ejemplares. Por lo que, en definitiva, las
miento mecánico de la carne y de los hue-
pas situadas en la cama de descuartizado,
constantes e intensas cacerías desarrolladas
sos, que se arrojaban allí desde la platafor-
cayendo a los cocinas situadas debajo. Las
a finales del siglo XIX y principios del XX
ma superior, una vez la ballena estaba des-
partes grasas a trozos se colocaban en una
agotaron las poblaciones de rorcuales y ca-
cuartizada y desprovista de la grasa.
especie de noria que los subía al interior de
chalotes de muchos lugares. Y los noruegos,
En la factoría trabajaban un centenar de
las calderas para, una vez elaborado el acei-
que corrían a la cabeza de la gran industria
personas, cuyo jornal era de unas 50 pese-
te, acumularlo en barriles que se colocaban
ballenera, tuvieron entonces que buscar
tas; pero a fe que lo sudaban. Lo primero
en hileras a la espera de su exportación.
nuevas zonas de caza.
que hacían era el descuartizado, para lo que
Entre 1921 y 1926, procesaron la espeluz-
empleaban cuchillos curvos denominados
nante cifra de 3.609 rorcuales y 345 cacha-
NORUEGOS EN LA COSTA. A principios del
“noruegos” y zapatos de clavos para trepar
lotes, cifra que superaba con creces la de
siglo XX los armadores nórdicos se estable-
por la panza de la ballena. Con ellos hacían
otras factorías del norte de España tam-
cieron en la península, fundando en 1914 la
profundos cortes alrededor de la cabeza y a
bién noruegas, como la Factoría de Caneli-
Compañía Ballenera Española, aunque no
lo largo de todo su cuerpo en sentido longi-
ñas en Pontevedra, que en el trienio que va
emprendieron su actividad hasta años más
tudinal. En los cortes próximos a la cabeza
de 1924 a 1927 procesó 1.280 ballenas y 84 ca-
tarde debido a la I Guerra Mundial.
se hacían ojales por donde se pasaba un ca-
chalotes.
Hacia la segunda década del Novecien-
Pronto se comprobó que la densidad de
tos, levantaron la Factoría Ballenera de Ge-
ballenas era muy elevada en el Estrecho, y a
tares; una fábrica sin grandes gastos, ya
esta primera compañía se sumaron muchas
que estaba construida en madera casi en su totalidad. La parte principal de la fábrica la constituían dos plataformas exteriores, una inferior y otra superior, y dos rampas para izar ballenas. En los dos compartimentos había una máquina con rodetes, para enrollar los cables de acero que debían subir la presa por la rampa y ponerla en la platafor-
LA CAZA INTENSIVA DE LA BALLENA FUE IMPOSIBLE HASTA FINALES DEL SIGLO XIX, CUANDO SE PRODUJO UNA REMODELACIÓN TOTAL DE LA INDUSTRIA
otras, como la de Benzú en Ceuta y algunos buques factoría con base en Huelva. De Huelva se sabe que los armadores noruegos actuaban con una flota de tres o cuatro vaporcitos de unas 60 toneladas que, tras la cacería, remolcaban las capturas a un buque factoría encargado de procesarlas en alta mar. El trabajo que antaño se hacía en 36
Finos productos ■ De la ballena se aprovechaba todo: carne, huesos y por supuesto, su grasa para hacer aceite. Este último producto, el mal denominado “blanco de ballena”, se empleaba en pieles, velas y en el engrase de mecanismos delicados. Se halla en las cavidades del cráneo de los cachalotes y en las grasas vascularizadas de todas las ballenas, y de un solo ejemplar se extraían hasta 3.000 kg. Otro provecho era el famoso ámbar gris, que no es más que una suerte de cálculo digestivo de los cachalotes. Se empleaba en perfumería para fijar las fragancias más volátiles, sobre todo en al-Andalus. Y llegó a ser tan cotizado
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que incluso es descrito en las Mil y Una Noches por Simbad el Marino. Un producto singular fueron, sin duda, las barbas de ballena. Antaño se podían encontrar en todo los rincones del hogar: aros de faldas, hormas de zapatos, bastones, raspadores linguales, cepillos, etc. Pero por contra, su uso primordial permanecía oculto en la mayor intimidad: el corsé de ballenas. Para ceñir el talle de las chicas y mantener siempre erguida la postura, se insertaban en la parte delantera del corsé unas guías rígidas que, en el siglo XIX, se fabricaban con los huesos de la mandíbula del cachalote. La primera vez que se usaron fue en la Inglaterra de María Tudor y, para no quedarse atrás en el reino del talle, Catalina de Médici, reina de Francia, proclamó que la medida ideal de cintura eran 33 centímetros.
horas, el buque factoría era capaz de hacerlo en una. Y así, en tan sólo siete años las ba-
Restos de la antigua factoría ballenera de Getares.
lleneras del Estrecho dieron muerte a más de 6.000 ejemplares, lo que redujo drásticamente su densidad y obligó a interrumpir
en 1953 junto a toda su tripulación. El se-
El Antoñito Vera era un vapor deslustrado
las actividades. En 1929 los noruegos aban-
gundo, que debía su nombre al gerente de la
de origen nórdico, con muchas millas en su
donaron el Golfo de Cádiz.
compañía, acabó en dique seco un año más
haber y no pocas batallas en mares arbola-
tarde, en la que fue su última campaña.
dos. Su diseño obedecía al de los tradiciona-
EL ÚLTIMO BALLENERO. A finales de los
les balleneros de principios de siglo XX. Cas-
años cuarenta sólo sobrevivieron dos compa-
tillo alto, poca obra muerta en cubierta y en
ñías, la ballenera de Benzú, explotada por la compañía Industrial Ballenera, y la de Getares, de la Sociedad Ballenera del Estrecho.La compañía del Estrecho fue constituida por el armador de Málaga José López Gutiérrez y el algecireño José Soriano Arles. De la cacería se encargaban dos barcos: el Pepe Luis y el Antoñito Vera. El primero se lo tragó la mar
EN LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XX SE AGOTARON MUCHOS CAZADEROS, LO QUE PROVOCÓ LA LLEGADA DE NORUEGOS AL ESTRECHO EN BUSCA DE BALLENAS
la proa un pequeño cañón arponero. Los meses en los que faenaba iban de abril a septiembre. Y como territorio de caza utilizaban el Golfo de Cádiz. En el diario de a bordo del capitán Mariano Vargas no constan derrotas en el mar de Alborán, en el lado oriental de Gibraltar, lo que sugiere que el Estrecho no era un paso migratorio de cetáceos
Noticia de una captura ■ El Diario de la Mañana, periódico de información del Campo de Gibraltar, se hacía eco de un suceso el día 26 de abril de 1925: “Desde la altura de la “Isleta” y con el auxilio de los prismáticos, pudimos presenciar en la tarde de ayer este interesante espectáculo de la pesca de una ballena enorme por el vapor Condesa del moral de Calatrava. La tripulación de ese vaporcito avistó el cetáceo a dos millas aproximadamente de la costa, haciéndole un primer disparo, con un cañoncito que lanza un proyectil en forma de arpón, provisto de un cartucho de dinamita que estalla al tocar el animal, abriéndole una herida por donde se desangra. El monstruo, al sentirse herido, se revolvió y huyó con vertiginosa carrera hacia la costa, perseguido por la embarcación; media hora o poco más duró esa persecución, recibiendo la ballena un segundo proyectil, y entonces, ya más cerca, pudimos ver sus saltos y convulsiones, levantando verdaderas columnas de agua. ¡Sorprendente espectáculo! Este segundo tiro no fue suficiente para rematarlo, sino que, al contrario, se revolvió con más furia y más entereza, buscando ya por último en carrera desenfrenada la defensa de su vida, hasta que, dándole nuevamente alcance el vapor, le hizo un tercer disparo, que fue decisivo para lograr la captura. Estos animales pasan www.arqueophoto.com
frecuentemente en marea creciente, a poca distancia de la isla de Tarifa (…). Hubo tardes en que cerca de nuestro balandro pudimos contar hasta 22 hermosos ejemplares. Es de esperar que la nueva industria sea un verdadero éxito”. del Atlántico al Mediterráneo. Al menos en esa época.
Más información
Si seguimos leyendo el diario, es fácil deducir la manera de actuar del ballenero Anto-
secución. Cuando no se producían avista■ Roman, Joe
mientos y llegaba la noche, el barco paraba
ñito Vera. Echados a la mar, rebasaban el cabo
Ballena.
motores, ponía las luces de sin gobierno y es-
Espartel a la altura de Tánger y navegaban en
Editorial Melusina, Barcelona, 2008.
peraba al garete un nuevo día.
amplios zigzags sobre la línea bisectriz del Golfo de Cádiz. Cuando se producía un avistamiento, y al grito de “ballena a las doce”, se iniciaba una persecución que duraba varias
■ Vargas, Mariano
En siete años de actividad Benzú alcanzó
Cazadores de ballenas en el Golfo de Cádiz.
la cifra de 654 capturas, mientras que Geta-
Ed. Jaime Conde. Algeciras, 2005.
res, en cinco años, capturó sólo 341. La falta
■ VV. AA.
de las mismas hizo que los niveles de pro-
horas. Si la captura se había producido cuan-
Arqueología de la pesca en el Estrecho de
ducción cayesen por debajo del umbral de
do quedaba escaza luz, volvían a Algeciras. Si
Gibraltar.
rentabilidad, cerrando ambas factorías. En
en cambio se producía por la mañana o habí-
Ed. Científico Bernal Casasola.
1954 el Antoñito Vera partió por última vez
an visto una manada, marcaban con una ba-
Universidad de Cádiz. Cádiz. 2009.
para presenciar los últimos coletazos de las
liza la pieza capturada y reemprendían la per-
ballenas del Golfo de Cádiz. ■
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No hay dictadura que se mantenga 40 años sin un mínimo apoyo social. Por más violenta que fuera la franquista, el miedo buscó otros compañeros de viaje para garantizar la aquiescencia de la población. Entre los instrumentos de los que se dotó el Estado nacido en 1939 para lograr cierto consenso, activo o pasivo, que le garantizara su estabilidad, destaca la Sección Femenina de FET-JONS, que dejó de existir hace 36 años. Desde entonces, las historiadoras han recuperado del olvido la labor de este cuerpo de mujeres que se encargó de controlar la vida de las españolas.
Mujeres de orden y de armas tomar Los orígenes del Franquismo y la Sección Femenina SOFÍA RODRÍGUEZ LÓPEZ
AH
UNIVERSIDAD DE ALMERÍA
ENERO 2013
52
S
i al término de la Guerra Civil “toda España era una cárcel” o “una inmensa prisión”, como han indicado
Rodolfo y Daniel Serrano, Carme Molinero u otros tantos especialistas en la represión, la Falange se ocupó de correr un tupido velo sobre la carga de sangre de la victoria. Su Sección Femenina, el Frente de Ju-
LA LEALTAD REPUBLICANA DE LA PROVINCIA MOTIVÓ QUE LA DELEGACIÓN ALMERIENSE DE SECCIÓN FEMENINA SE CREARA EN LA CLANDESTINIDAD
lla y Granada para organizar las distintas delegaciones del partido y los elementos reaccionarios adheridos a última hora. La Falange joseantoniana apenas contaba con seguidores antes de la guerra, lo que demuestra que fue el propio conflicto el que radicalizó la militancia. No obstante, sería el Decreto de Unificación de abril de 1937 el
ventudes, Auxilio Social o las obras sindi-
que configuró al Movimiento Nacional co-
cales, como Educación y Descanso, fueron
mo un partido de “aluvión”, donde desem-
cortinas de humo empleadas “desde arri-
bocaron los apoyos directos a la rebelión mi-
ba” para ocultar la segregación social entre
Almería ha sido la provincia escogida pa-
litar y el conjunto de partidos reaccionarios.
vencedores y vencidos. Sus lemas grandilo-
ra llevar a cabo esta investigación, aunque
No podemos entender, por tanto, la Sección
cuentes, “ni un hogar sin lumbre, ni un es-
esta elección trasciende de su especificidad
Femenina en esta provincia sino como un
pañol sin pan”, exhibían la magnificencia
regional, ya que la ruralidad como su rasgo
conglomerado de mujeres provenientes de
populista de los nuevos gobernantes. Por
dominante era, en realidad, una caracterís-
las “familias de orden” de la capital, funda-
eso se convirtieron en las “Obras predilec-
tica extensiva al conjunto del país. Por otra
mentalmente, sin bagaje previo en el Sindi-
tas” del régimen, un patio de luz en ese pa-
parte, el éxito de funcionamiento de dicha
cato Español Universitario, como sucedió en
ís cerrado “a cal y canto” que fue la España
institución consistía, precisamente, en
Madrid, ni en las actividades de propagan-
de los años 40.
mantener una administración eficiente y
da y Auxilio Azul, con que se curtieron sus
El presente artículo analiza la función
subordinada a las órdenes que emanaban de
mártires fundadoras.
pública de las falangistas y su influencia en
la Delegación Nacional, sin adaptarse a la
La Delegación almeriense de Sección Fe-
la vida privada de las mujeres. Interesa, por
singularidad de cada lugar. De ahí que las
menina se creó así en la clandestinidad. Da-
tanto, lo de fuera y lo de dentro, la imagen
conclusiones extraídas de la realidad alme-
da la ilegalización del partido en 1936 y la le-
exterior y la identidad más íntima de sus
riense puedan extrapolarse a otras muchas
altad republicana de la provincia, fue en
protagonistas: quiénes eran sus componen-
zonas y situaciones de constitución similar.
Granada donde asistimos a su fundación un
tes, a qué se dedicaban, qué perseguían y,
año más tarde. Un modelo centrípeto y en
sobre todo, qué capacidad de influencia te-
EL PARTIDO ÚNICO. La construcción del
una suerte de “exilio político” desde la Baja
nían sobre el resto de sus congéneres. Es ahí
partido único en Almería se nutrió de cuatro
Andalucía en poder del ejército franquista.
donde el estudio institucional y político de-
sectores: los “camisas viejas” o militantes
Poco antes del levantamiento militar, Pi-
ja paso a un ensayo sobre la historia social y
de Falange Española antes de 1936; los
lar Moliné Raggio reunió en Granada a un
cotidiana de las jóvenes que, de una u otra
miembros de la quinta columna, que boico-
pequeño grupo de 63 miembros, a las que se
forma, pasaron por el “yugo y las flechas” de
tearon desde dentro la defensa republicana;
adherirían otras 600 en sus dos primeros
Sección Femenina.
los dirigentes llegados desde Málaga, Sevi-
años de funcionamiento. Otro tanto sucedió
AGA, IDD 51.041 Medios de comunicación y audiovisuales. Grupo 2º, Nº 6, Paquetes 99-101.
Curso de formación de divulgadoras de Sección Femenina celebrado en Almería.
en Sevilla, donde María del Carmen Ananeo
entonces cuando se produjo la transferencia
cho. La segunda afiliación a Sección Feme-
consiguió que en los seis primeros meses de
de poderes a Almería, bajo el mando de En-
nina se formalizó así en 1939 como conse-
conflicto el número de afiliadas se multipli-
carnación Marzal Campano, que aparecía
cuencia de la Victoria.
cara por ocho, pasando de 195 a 1.547, repar-
ya como delegada en las actas del primer
La Delegación Provincial de Almería, or-
tidas en 14 distritos de la capital y 55 pueblos.
Consejo Nacional, en enero de 1937. Al se-
ganizada en el exterior con las evadidas a Se-
Allí quedó constituida también, desde di-
gundo Consejo, celebrado un año más tar-
villa, Málaga y Granada, comenzaría su la-
ciembre de 1936, la Jefatura Provincial de
de, se anunciaba la participación de 44 al-
bor en la atención alimenticia y sanitaria de
Málaga, “por ser precisamente Sevilla el
merienses en dos cursos de instrucción para
una población agotada por la guerra, con la
punto de Andalucía donde residen mayor
enfermeras sociales y otras 86 jóvenes acre-
experiencia adquirida fuera. Enarbolada co-
cantidad de refugiadas malagueñas”.
ditadas como “damas de FET”, instructoras
mo símbolo de reeducación femenina por el
El su dirección se agruparon las “camisas
y asistentes de laboratorios, equipos quirúr-
Nuevo Régimen, tendría que encontrarse
viejas” más destacadas, como la jefa provin-
gicos, de transfusión y puestos de vanguar-
entonces con las mujeres curtidas por la re-
cial Ana María Hurtado de Mendoza; la se-
dia, como los situados en el frente entre
sistencia derechista en el interior de la ciu-
cretaria provincial, Carmen Werner Bolín, y
Puerto Lope, Lanjarón, Vélez de Benauda-
dad, una organización quintacolumnista,
la madrileña Syra Manteola, como secreta-
lla, Atarfe y Siena.
conocida como el Socorro Blanco y la “Red
ria local de la capital, establecida hasta 1937
Con estas bases, Encarnita Marzal cede-
Hataca”, liderada por el funcionario de Ha-
en Antequera. Con estas fuerzas se pretendía
ría el testigo a la hermana del fundador del
cienda, Manuel Jiménez Aramburu, y la
actuar desde el primer momento de la entra-
SEU, Clotilde Salazar Salvador, quien hizo
presidenta del Sindicato Católico de la Agu-
da de las tropas italianas en la capital. Las
una llamada a las “camaradas” llegadas del
ja, Carmen Góngora López.
únicas cuestiones a resolver dependían, pre-
resto de Andalucía, para cumplimentar su
La movilización de las falangistas alme-
cisamente, del proyecto de unificación, ya
inscripción como militantes de pleno dere-
rienses representó, de este modo, el más
que las margaritas tradicionalistas tenían
claro ejemplo de la unificación. Un mesti-
sus propias jerarquías y los principales servi-
zaje entre la juventud arrolladora que llega-
cios dependían de Auxilio de Invierno, la de-
ba desde Málaga con los camiones del “pan
legación que, fundada en Valladolid por Mercedes Sanz Bachiller, integraría a las primeras almerienses huidas a zona nacional, caso de Pilar Cassinello Cortés, Elisa Fuentes Amat o Lolita Borrás López. Al término de la guerra, la Delegación de Granada tenía nueva jefa provincial, María Teresa Jaén Botella, y 1.632 miembros. Fue
SECCIÓN FEMENINA FUE UNA ORGANIZACIÓN CREADA PARA VENCER Y CONVENCER, O AL MENOS, MOSTRAR LA CARA AMABLE DEL NUEVO RÉGIMEN
blanco” y un discurso propiamente fascista o nacional-sindicalista, y ese tradicionalismo benéfico de las margaritas patronas de San Vicente de Paúl. Una síntesis de las mujeres acomodadas y “de orden”, que vivieron la represión y el boicot doméstico en Almería, y el Auxilio Azul de esas “nuevas mujeres de armas tomar”. Lo viejo y lo nuevo
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AGA, IDD 51.041 Medios de comunicación y audiovisuales. Grupo 2º, Nº 6, Paquetes 99-101.
AH
Estaciones sericícolas de Fiñana y Paterna del Río. Años cuarenta.
Los inicios del Auxilio Social
para las mujeres de los años treinta. La
cautivas, viudas de guerra, las agentes do-
■ Una de las primeras integrantes del
vamente durante la dictadura. Ello nos hace
bles de la Falange clandestina y todas las
Auxilio Social en Almería fue Elisa
concebir simbólicamente al Movimiento Na-
que, inscribiéndose en el Servicio Social o la
Fuentes Amat, quien pasó a zona
cional como una forma de venganza en el
recién creada Sección Femenina, se hicie-
sublevada a través del consulado
imaginario colectivo de las falangistas, el
ron con el aval de las lealtades políticas.
argentino:
medio para canalizar ese odio y transfor-
Ninguno más poderoso que el de madre, hi-
“En Sevilla había una oficina que la
marlo en beneficencia.
ja o hermana de los “caídos por Dios y por la
habían puesto los de Almería, y a los
Patria”. Y es que fueron muchas las movili-
dos meses ya fue cuando me coloqué...
sinello Cortés, quien se se trasladó a Málaga
zadas como “primeras espadas” de la ven-
Me daban el desayuno, me daban la
tras el fallecimiento de su padre, el ingenie-
ganza posbélica. En un país donde no hubo
cama, el almuerzo y la cena, y
ro de minas y diputado cedista, Andrés Cas-
perdón ni compasión para los vencidos, en
entonces la Delegación de Sevilla nos
sinello Barroeta, para involucrarse en la cre-
el que la Ley Marcial se mantuvo casi diez
avisó a los almerienses... me avisaron
ación de la Delegación de Auxilio Social y las
años después de terminar el conflicto arma-
y me llevaron con ellos y otros cuantos
Juventudes femeninas de Almeria. “A mi pa-
do, acreditar la muerte de un familiar se
más a Granada, y desde Granada nos
dre lo asesinaron en septiembre del 36, y esto
convirtió en el mejor salvoconducto para la
vinimos aquí a Almería y entonces
fue ya en diciembre del 37. Yo estuve aquí un
supervivencia. Fueron ellas las primeras en
veníamos por la carretera y teníamos
año. Entonces yo no tenía idea, y claro, allí
vestir la camisa azul como homenaje a los
que apartar los fusiles que había en la
todo era ya Falange, cuando llegamos a la
suyos, no para torturar a los responsables de
carretera para que pasara el autobús...
otra zona, y dije yo: ‘¿Yo cómo puedo vengar,
su pérdida (para eso ya existía un tribunal
Claro, nos juntamos... y ya yo me metí
de alguna manera, si mi padre ha muerto, la
militar y las jurisdicciones especiales), sino
en Auxilio Social y estuve por todos los
desaparición de mi padre? Yo lo único que
como hito en el que “significarse”. Reivindi-
pueblos... Con Pilar Cassinello... Y
puedo hacer (yo no era falangista ni era na-
car esa carga de sangre era el fundamento
estuve repartiendo en un camión con
da) es ayudar a esta gente, ayudar a Falange
de su militancia. Eso suponía conseguir un
una brigada de muchachas. Íbamos a
como sea’. Me fui a Sección Femenina allí y
puesto garantizado en las oposiciones de
los pueblos y repartíamos víveres, y yo
me ofrecí. En Málaga ya estaba organizada,
maestras o funcionarias de prisiones, un
era la jefe de ellas ... Entrando a la
se iban organizando conforme los militares
trabajo del Estado en teléfonos, los seguros
Calle Las Tiendas teníamos la sede
iban tomando ciudades. Antes no había ad-
médicos o un estanco, y un lugar privilegia-
donde nos reuníamos... Cuando
ministración de ninguna clase, la organiza-
do en las comparsas de la “Victoria”.
entramos Sección Femenina todavía no
ción era totalmente clandestina, en Madrid
estaba organizada. Fue recién acabada
y en todos sitios, aquí por ejemplo, en Alme-
la guerra”.
ría, había falangistas y los mataron... no fe-
se erigirían para siempre como el sino de la Falange. En abril de 1939 salieron a la luz las ex-
Las amenazas a la religión y la familia, representadas por la legislación republicana, se convirtieron en resorte movilizador
muerte de sus hombres fue el “marco de injusticia” que las rebeló y posicionó definiti-
Ese fue el caso, por ejemplo, de Pilar Cas-
meninos, masculinos... casi todos los mu-
La creación de Secciones Femeninas en el exilio nacional ■ Los planes de la Delegación
su estilo, su espíritu y generosidad
atraerse a todas las chicas con gran
Nacional de Sección Femenina, en
social”.
rendimiento, fundándose la primera
manos de Pilar Primo de Rivera, eran
Según el Informe de la Inspección
Escuela Nacional de Jerarquías. De este
actuar desde la misma entrada de las
Nacional, realizada en 1937, cinco de los
modo se reconocían los deseos de
fuerzas franquistas en las capitales
diez partidos judiciales de aquella
hegemonía de la Sección Femenina sobre
ocupadas. Para ello se preparaban los
provincia ya habían sido ocupados,
el resto de fuerzas políticas de la
uniformes, banderines, propaganda y
obligando a los republicanos a
Unificación. El tipo de organización “de
un almacén de víveres, como el de
concentrarse en la capital. De ahí que tras
afuera a dentro”, pretendía además servir
Málaga: “donde desgraciadamente
la toma de la ciudad y la diáspora por la
de “modelo a otras provincias que son
habrá que hacerlo todo nuevo, donde
carretera de Almería, la impresión general
también campos de batalla y cuyas
se entrará a modo de colonizadores,
fuera muy buena para los nuevos poderes.
capitales están en poder de los rojos”, tal
sea Falange la que se imponga desde
En tan sólo tres meses, el “espíritu
y como sucedía en Almería y parte de
el primer momento con sus colores,
excelente” de las jefas había conseguido
Granada.
chachos... Entonces, ya en Málaga, me fui a
Pilar Primo de Rivera recibida
Sección Femenina, y me encontré con Car-
por la delegada almeriense,
men Werner... hice contrición de concienia
Angelita Escobar, y el jefe
y le dije: ‘Yo ideas políticas no tengo’. ‘No ha-
provincial del Movimiento,
ce falta que tengas ideas políticas, lo que ha-
Rodrigo Vivar Téllez, en su
ce falta es que pongas en práctica todo lo que
primera visita a Almería tras
te han enseñado’”.
la guerra.
Esas fueron las mujeres que en agosto de 1939 serían reclutadas por la Delegación Nacional de Sección Femenina para disfrutar
dio rural una salida a su progresivo descré-
del crucero de 20 días que el buque Ciudad de
dito en las ciudades. Porque ése y no otro,
Alicante emprendió desde Cádiz hasta el nor-
era el objetivo último de las mujeres del
te de la Península. 190 muchachas destaca-
Franquismo.
das por su comportamiento y espíritu de discargadas de demostrar “cómo Almería crece y sacude su indolencia en este amanecer de la Patria”. Un viaje expiatorio de su pasado republicano, con el modelo ejemplarizante de Teruel o Sevilla la Nueva, donde 27 lavan-
. EL PATIO DE LA CÁRCEL. Sección Femeni-
RAH, Carpeta 7, Nº 27
ciplina, entre las que se hallaban cinco en-
na fue una de esas organizaciones creadas para vencer y convencer, o mostrar, al menos, la cara amable del Nuevo Régimen. Un dispositivo del poder nacido para remendar los desaguisados de la guerra, paliar las ca-
deras fueron condecoradas en 1940 por aten-
rencias asistenciales de la autarquía y rom-
der a los combatientes de dicha ciudad.
per la monotonía de los pueblos, bailando el
Ellas serían, en adelante, las jerarquías y “camisas viejas”; de los caídos su aliento. Y
Más información
Las jóvenes que pasaron por sus manos en las casas de flechas, las escuelas de hogar
las bases de Sección Femenina no harían más que inflarse al socaire de los nuevos
agua a las autoridades.
■ Pérez Moreno, Heliodoro
de los institutos y el Servicio Social, tuvie-
tiempos. El Servicio Social fue utilizado, en
Una escuela viajera: La cátedra ambulante de
ron que acudir a ella como única válvula de
primera instancia, para demostrar su adhe-
la SF de Huelva (1956-1977).
escape. Y esa es la lectura que hacen “desde
sión a la “causa”. Pero junto a éste fueron or-
Dip. Prov. de Huelva. Huelva, 2004.
abajo”, muchas de quienes sufrieron la For-
ganizándose las regidurías encargadas del
■ Rodríguez López, Sofía
mación del Espíritu Nacional. La visión de
El patio de la cárcel. La Sección Femenina de
una Falange concebida para adoctrinar y
FET-JONS en Almería (1937-1977).
movilizar políticamente, pero cuya caída en
po, con sus divulgadoras rurales, escuelas
Centro de Estudios Andaluces.
desgracia la convirtió en mera burocracia
de formación para analfabetas, la OJEF que
Sevilla, 2010.
subalterna. Una red de jóvenes “bien coloca-
asistencialismo posbélico. Una Hermandad de la Ciudad y del Cam-
tanto le costó segregar a Pilar Primo de Rive-
■ Sánchez Llamas, Francisco Javier
das” en la administración que, en su afán
ra, las oficinas de colocación para paliar el
Las Cátedras Ambulantes de la Sección
por controlar el ocio y la ocupación de las es-
terrible paro obrero… Las falangistas trata-
Femenina de FET y de las JONS en Málaga
pañolas, desplegaron la única oferta lúdica
ron de estar en todos sitios, pero pronto se
(1955-1977).
de actividades “para la mujer”, amén de la
vio que su capacidad de acción era limitada.
Tesis doctoral inédita. Málaga, 1998.
Sin apenas presupuesto, ni relevo genera-
■ Tamajón Velasco, Manuel
rancia tradición católica. El patio de la cárcel fue un espacio de aparente liberación, don-
cional, la organización se vio ahogada ya en
La imagen de la mujer proyectada por Auxilio
de el deporte y el baile servían de instruc-
1946 y, desde entonces, no hizo más que so-
Social: la provincia de Sevilla (1939-1959).
ción y “disciplinización” de los cuerpos fe-
brevivir, compitiendo con la Iglesia por la
Trabajo DEA inédito. UNED, 2010.
meninos. Pero al final fue un patio. El único
educación femenina, y buscando en el me-
patio de la dictadura. ■
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Fotos actuales de nuestro pasado
Patrimonio documental
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l nuevo portal arqueophoto.com ofrece a los usuarios interesados un servicio de fotografía que cubre dife-
l Archivo Histórico Provincial de Málaga ha organizado la exposición Sal-
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pesar de que la Constitución sancionada por las Cortes de Cádiz el 19 de marzo de 1812 no era una
constitución democrática —establecía el su-
vando el patrimonio. La restauración de
fragio censitario indirecto; marginaba a las
rentes áreas del pasado: fotografía arqueo-
documentos en el Archivo Histórico Provincial de
mujeres, los incapacitados, los sirvientes
lógica, museística y patrimonial. Haciendo
Málaga, con documentos restaurados de los
domésticos, los negros y los mulatos; no ga-
uso de una variedad de técnicas fotográficas
siglos XV al XX.
rantizaba los derechos de reunión ni de aso-
y de edición, la web ofrece imágenes de alta
La muestra, que permanecerá abierta
ciación; no abolía la esclavitud ni garantiza-
calidad de pequeños hallazgos, estratigrafí-
hasta el 11 de febrero, es una actividad del
ba la libertad religiosa, etc—, no se puede
as, áreas de excavación, contextos geográfi-
archivo malagueño pensada para mostrar el
negar el carácter rupturista e innovador de
cos, piezas arqueológicas, edificios históri-
trabajo que se desarrolla en estas institucio-
un texto que estuvo marcado por un afán de
cos y patrimonio documental andaluz.
nes, la fragilidad del patrimonio documen-
liberación y de cambio con las estructuras
tal, las inadecuadas condiciones de conser-
obsoletas del Antiguo Régimen. Y es que la
Más información:
vación y custodia que la documentación ha
primera constitución española contenía en-
www.arqueophoto.com
padecido (y padece), a lo largo de la historia
tre su articulado avances tan significativos
y los esfuerzos que se realizan por conservar
como la separación de poderes, la declara-
los documentos, parte esencial de nuestro
ción de soberanía nacional, la promulga-
pasado, presente y futuro.
ción de la libertad de imprenta, la igualdad
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La Consejería de Cultura ha organizado
contributiva, etc. “El gran valor que se reco-
visitas guiadas, dirigidas al público en ge-
noció en la Constitución de Cádiz, y por ello
neral (los jueves de 12.00 a 13.00 h.), que
se convirtió en modelo, es la concepción de
desee conocer el trabajo de restauración que
la propia Constitución como ley suprema,
se realiza en las instalaciones.
producto de la soberanía popular y como norma superior que organiza el estado-na-
Más información:
ción, que limita el poder y contiene una de-
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/ar
claración de los valores fundamentales, de-
chivos/web_es/ahpmalaga/
rechos y garantías de la sociedad y los ciudadanos”, en palabras del catedrático de Histo-
La historia judía de Andalucía
ria Contemporánea de la Universidad de Cá-
L
diz, Alberto Ramos Santana. Por estos motivos, así como por haberse
a exposición La historia judía de Anda-
los judíos andaluces (siglos XI y XII), el de-
gestado en el seno de unas circunstancias
lucía, producida y comisariada por el
creto de expulsión de los Reyes Católicos, las
adversas —en medio de una guerra contra el
Centro Sefarad-Israel, puede verse
persecuciones inquisitoriales y la persisten-
invasor francés— la constitución, la prime-
en el palacio de los Condes de Santa Ana de
cia de Sefarad en la memoria de los expulsa-
ra de la nación española, se convirtió, desde
Lucena (Córdoba) hasta principios de mar-
dos todavía en los siglos XIX y XX.
su aprobación en Cádiz y pese a su corta vi-
zo. La muestra, que ya sido exhibida en el
La exposición es el resultado de las la-
gencia —apenas seis años, en períodos his-
Museo Provincial de Jaén y que en primave-
bores de investigación de los profesores
tóricos y políticos diferentes: del 19 de mar-
ra viajará a Córdoba y Sevilla, realiza un re-
doctores María José Cano, José Martínez y
zo de 1812 al 4 de mayo de 1814; del 1 de enero
corrido por la historia, el legado y la presen-
José Ramón Ayaso, del Departamento de
de 1820 al 1 de octubre de 1823 y del 12 de
cia de las comunidades judías en Andalucía
Estudios Semíticos de la Universidad de
agosto de 1836 al 18 de junio de 1837—, en un
a través de varios paneles.
Granada.
modelo a seguir en muchos países iberoa-
Esta muestra reúne la historia de los ju-
mericanos y europeos y, sobre todo, en la
díos en Andalucía desde los primeros testi-
Más información:
propia España, como pilar fundamental en
monio arqueológicos existentes hasta la ac-
http://lahistoriajudiadeandalucia.wordpress.
la forja del liberalismo en el siglo XIX.
tualidad, deteniéndose en la edad dorada de
com/
Y es precisamente el estudio del liberalismo, entendido como el sistema de representación política que se fue construyendo en España entre la Constitución de Cádiz de 1812 y la Revolución Gloriosa de 1868, y que se extendió a lo largo de toda la Restauración, el objeto de estudio del tercer Cuaderno de Andalucía en la Historia Contemporánea, un volumen recientemente editado por el Centro de Estudios Andaluces que ha sido coordinado por Alberto Ramos Santana. El cuaderno, que lleva por título La Constitución de 1812, clave del liberalismo en Andalucía, reúne las contribuciones realizadas por diversos ex-
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La Pepa, clave del liberalismo pertos en el marco del encuentro científico homónimo, celebrado el pasado marzo en Cádiz, a iniciativa del Seminario Permanente de Historia Contemporánea de Andalucía. En este taller se analizó la formación de la cultura política liberal y se identificaron los grupos e individuos que lideraron ese camMuseo de las Cortes de Cádiz. Ayuntamiento de Cádiz.
bio político e ideológico en Andalucía. El Cuaderno arranca con las aportaciones del propio Alberto Ramos Santana, quien, en una brillante introducción, recorre la suerte que ha tenido la constitución en estos doscientos años a través de las diversas —y a menudo fallidas— conmemoraciones celebradas. Asimismo, Ramos en el primero de los artículos publicados en el volumen, se acerca a los primeros compases del liberalismo que, a su modo de ver, no se produjeron con la convocatoria de Cortes en 1810 ni con la promulgación de la Constitución de 1812, sino en fechas anteriores:
Óleo de Federico Godoy Castro acerca de la promulgación de la Constitución de Cádiz.
en 1808, con la reasunción de la soberanía popular que realizaron las diversas juntas
tas que entraron en contacto con organiza-
ción de un discurso nuevo y renovado de la
ante el vacío de poder que produjo la mar-
ciones similares americanas y de otros paí-
Historia de Andalucía, articulado en la cele-
cha de Fernando VII a Bayona.
ses europeos; y, finalmente, a título indivi-
bración de talleres y en la publicación de las
dual, como autoras de textos políticos y lite-
ponencias de estos talleres en la colección Cuadernos de Andalucía en la Historia Contem-
En segundo lugar, las catedráticas de Historia Contemporánea María Antonia Pe-
rarios en prensa y otros soportes.
ña (Universidad de Huelva) y María Sierra
Por último, Diego Caro Cancela, catedrá-
poránea. Hasta el momento se han publica-
(Universidad de Sevilla) inciden en los tres
tico de Historia Contemporánea de la Uni-
do tres de estas obras: La represión franquista
mecanismos de inclusión/exclusión que se
versidad de Cádiz, incide en las formas de
en Andalucía, coordinado por Francisco Cobo
fueron gestando en el periodo isabelino con
hacer política en el primer liberalismo, se-
Romero; Andaluces contra el caciquismo, co-
objeto de segregar a representantes y repre-
ñalando en este punto que las prácticas caci-
ordinado por Salvador Cruz Artacho y éste
sentados, depurando así la lógica articulada
quiles tradicionalmente asociadas al perio-
de La Constitución de 1812, coordinado por Al-
en el Cádiz de 1812. El primero fue la fijación
do de la Restauración (política basada en el
berto Ramos Santana. ■
de un criterio económico para designar tan-
parentesco, la amistad y el patronazgo, y las
to a los electores (había que ser propietario
prácticas electorales fraudulentas) fueron
para poder ejercer el voto) como a los elegi-
también comunes en la etapa previa, el rei-
bles (no se paga por ser diputado, de manera
nado de Isabel II. Junto a ello, Caro destaca
que se excluyen como representantes a
la presencia en esta etapa de formas nuevas
aquellos, no deseables, que no tenían ren-
de sociabilidad política de cariz más demo-
tas). El segundo, la decisión de eliminar del
crático y popular, emergentes en la Andalu-
parlamento a los representantes de las pro-
cía de la primera mitad del siglo XIX, escasa-
vincias ultramarinas (Cuba, Filipinas y
mente conocidas hoy, pero que constituye-
Puerto Rico), convertidas oficialmente en
ron la base que explicará la adhesión popu-
colonias, terminando de facto con la “na-
lar y campesina a futuras propuestas políti-
ción de los dos hemisferios” de La Pepa. Y,
cas progresistas y democráticas.
por último, la exclusión de las mujeres de toda participación política.
El Seminario Permanente de Historia Contemporánea es un proyecto nacido en
En tercer lugar, la profesora de Literatu-
2011 con el que el Centro de Estudios Anda-
ra la Universidad de Cádiz, Marieta Cantos
luces quiere poner en valor las investigacio-
Casenave, escribe sobre el papel jugado por
nes más recientes y contribuir a la construc-
las mujeres en el primer liberalismo en tres
ción de nuevos relatos históricos en conso-
ámbitos: como heroínas de la patria, cuan-
nancia con los trabajos más actuales. Am-
do la guerra hizo visible su participación en
parado por once catedráticos andaluces de
determinadas batallas o situaciones béli-
historia contemporánea, que integran el co-
cas; como participantes en juntas de damas
mité asesor del Seminario, el proyecto ofre-
con funciones sociales y asistenciales, jun-
ce un espacio para el debate y la construc-
Ramos Santana, Alberto (coord.) La Constitución de 1812. Clave del liberalismo en Andalucía. Colección Cuadernos de Andalucía en la Historia Contemporánea, 3. Centro de Estudios Andaluces. Sevilla, 2012. 155 págs. 10 €.
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Un puente artístico hacia el miedo: El factor grotesco
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n 2007, el semiótico italiano Um-
el 10 de febrero más de 270 pinturas, escul-
berto Eco, autor de la magnífica no-
turas, dibujos, grabados, libros, documen-
vela El nombre de la rosa, publicaba
tos y fragmentos de películas de 74 recono-
su Storia della Bruttezza (Historia de la feal-
cidos artistas acerca de lo grotesco. Entre
dad), editada en español por Lumen un año
ellos se encuentran Leonardo Da Vinci, con
después. Esta obra no era una continuación
una de sus obras Cinco personajes ancianos;
fácil de su exitosa Historia de la belleza (2004)
El Bosco, con Las tentaciones de San Antonio
porque, como indicó el propio Eco, la feal-
Abad; Juan Sánchez Cotán, con Brígida del
dad “no es lo contrario de la belleza”, ya que
Río, la barbuda de Peñaranda (véase la ima-
lo bello “es admirado” pero lo feo, incluyen-
gen adjunta); Goya y su Capricho 23: Aquellos
do en esa categoría también a lo grotesco, lo
polvos, y René Magritte, con El perfume del
brutal y lo sangriento, “fascina por ser la re-
abismo etc.
presentación de lo desconocido, el puente
Esta exposición del Museo Picasso abor-
hacia el miedo”. La obra recorría la historia
da el significado y la evolución de la cate-
occidental, desde la civilización griega has-
goría estética de lo grotesco en diferentes
AH
ta el presente, a través de numerosas ilus-
momentos de la historia del arte occiden-
ENERO 2013
traciones tomadas de la historia del arte y de
tal, desde las últimas décadas del siglo XV
una selección de textos procedentes de los
y bajo el suelo de Roma, donde se descu-
autores más significados en el tratamiento
bren los frescos de la Domus Áurea, pasando
de la fealdad.
por Bruegel, hasta los simbolistas y dada-
De alguna manera, el guante arrojado
ístas, para finalizar ofreciendo un recorri-
por Eco en el citado volumen ha sido recogi-
do por la comedia, sátira y variaciones mo-
do ahora por el Museo Picasso de Málaga en la muestra El factor grotesco, una exposición comisariada por el director de la pinacoteca, José Lebrero Stals, que reúne hasta
Museo del Prado
58
dernas de la caricatura o lo burlesco. Más información: http://www2.museopicassomalaga.org/
Reapertura del Museo Arqueológico de Jerez
E
l Museo Arqueológico de Jerez rea-
de los fondos con los materiales procedentes
brió sus puertas al público el pasado
de las excavaciones realizadas por Manuel
mes de noviembre tras permanecer
Esteve, el primer director del museo, en el
siete años cerrado a causa de las obras de re-
yacimiento de Mesas de Asta, la antigua
habilitación, mejora y ampliación de sus
Hasta Regia, permitieron que esta primiti-
instalaciones.
va colección adquiriese la categoría de Mu-
El nuevo museo ha incluido en su colec-
seo Arqueológico Municipal en 1963.
ción, ya de por sí de notable interés, impor-
Las piezas que conforman la colección
tantes hallazgos, fruto de las últimas exca-
proceden casi en su totalidad de los numero-
vaciones arqueológicas derivadas de las in-
sos yacimientos arqueológicos existentes en
tervenciones urbanísticas vividas por la ciu-
el término municipal, que van desde el mi-
dad en la última década: en el subterráneo
lenio III a. C. al final de la Edad Media, aun-
del Arenal y en el solar de la plaza Belén con
que también incluye algunas piezas de alfa-
objeto de levantar la Ciudad del Flamenco.
rería y azulejería de los siglos XVI, XVII y
De este modo, las aproximadamente 1.500
XVIII.
piezas que pueden contemplarse ahora en
Entre todas las piezas destaca el citado
sus salas suponen un incremento notable
casco corintio, que constituye uno de los tes-
sobre el total de 945 piezas que podían verse
timonios griegos más antiguos recogidos en
antes de la clausura temporal de las instala-
el ámbito occidental. El adjetivo corintio no
ciones en 1995.
es indicativo de su origen, sino que alude só-
Los orígenes del museo se retrotraen al
lo a una forma, la que fue más popular entre
año 1873, fecha de creación, en el pórtico del
los cascos griegos de época arcaica y clásica,
los más antiguos de su serie. Está elaborado
Cabildo Viejo de la ciudad, del denominado
independientemente de su centro de fabri-
a partir de un único núcleo metálico de
Depósito Arqueológico anexo a la Biblioteca
cación. Debido a sus características forma-
bronce batido a martillo. Cubría toda la cara
Municipal. En los años treinta del siglo pa-
les —proporciones marcadamente vertica-
dejando libres los ojos.
sado, las piezas se catalogaron y el depósito
les en las que solo una breve curva se insi-
se abrió al público. El hallazgo del excepcio-
núa en el remate de la parte posterior, gro-
Más información:
nal casco griego corintio del Guadalete en
sor de las paredes muy uniforme y parte na-
http://www.jerez.es/webs_municipales/mus
1938 —emblema del museo— y el aumento
sal sin reforzamiento— se considera entre
eo/la_coleccion
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Juan Antonio Lacomba “Málaga fue una potencia industrial y ni siquiera tenía memoria de ello” ALICIA ALMÁRCEGUI ELDUAYEN CENTRO DE ESTUDIOS ANDALUCES
Juan Antonio Lacomba (Chella, Valencia, 1938) es “un andaluz por voluntad” que desde hace más de 45 años vive en Málaga, aunque su
AH
hablar se mantiene fiel a sus
ENERO 2013
orígenes. Fue profesor de instituto
60
trasladó a Málaga, donde comenzó
en Pontevedra y Béjar hasta que se a impartir clases de historia económica en la recién creada Facultad de Económicas en 1966. Detentó la dirección general de Patrimonio Cultural en el primer gobierno autonómico de la Junta de Andalucía, pero lo dejó pronto, ya que prefirió volver a su pasión: la enseñanza. Catedrático de Historia Económica de la Universidad de Málaga desde 1979 y Medalla de Andalucía en 2006, ha publicado numerosos obras relacionadas con la historia económica de Málaga, Andalucía y España, así como sobre diversos aspectos del andalucismo histórico: La crisis española de 1917 (1970); La I República, el trasfondo de una revolución fallida (1973); Blas Infante, la forja de un ideal andaluz (1979), Crecimiento y crisis de la economía malagueña (1989); Regionalismo y autonomía en la Andalucía contemporánea (1835-1936) (1988); Una historia del Banco Hipotecario de España (1990), etc. Asimismo, coordinó la Historia de Andalucía, editada por Ágora en 1996.
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“En la Málaga del XIX se levantó una indistria de vanguardia sobre una sociedad muy atrasada. La modernización social es un proceso complejo. Se comenzó la casa por el tejado y por eso se vino abajo”
P
or qué se hizo historiador el hijo de
Defendí mi tesis en el 67, la quería editar
un maestro republicano?
Ariel y finalmente la publicó Ciencia Nueva en el 70. En primera instancia la censura di-
Mi padre, que era maestro y poeta, tenía un
jo que era “no publicable”. No sé por qué, pe-
gran amigo historiador: Manuel Balleste-
ro intuyo que fue porque analizaba el tema
ros, que a su vez era hijo de historiadores: su
de las juntas militares de defensa. Entonces
padre era Antonio Ballesteros, autor de la
ya daba clases en la facultad de Málaga.
famosa Historia de España y su influencia en la
Aquí había un profesor gallego de Derecho
historia universal en doce volúmenes (1922-
Mercantil, Luis Suárez, que era amigo de
1941), y su madre la historiadora Mercedes
Pío Cabanillas, también gallego y subsecre-
Gaibrois. Manuel Ballesteros venía por
tario del Ministerio de Información y Turis-
nuestro domicilio y hablaba de historia. Co-
mo. Le expliqué lo que ocurría y él se lo dijo a
mo en casa había un ejemplar de la Síntesis
Cabanillas. Años después me contaron que
de la Historia de España (1920) de Antonio Ba-
el subsecretario le pasó mi tesis a un segun-
llesteros, decidí leerlo. Desde entonces supe
do censor, que le dio el visto bueno sin agre-
que quería ser historiador, a pesar de que la
gar modificaciones sustanciales. Por lo vis-
mayoría de las personas de mi entorno fa-
to, Pío Cabanillas tenía autonomía para ele-
miliar —no así afortunadamente mis pa-
gir el censor. La publicación tuvo una buena
dres— me aconsejaron estudiar Derecho y
recepción aquí. También tuvo buena acogi-
después preparar unas oposiciones.
da en EE.UU.
¿Fue durante sus estudios de licenciatura de
¿De dónde viene su interés por la historia
Filosofía y Letras en la Universidad de Va-
sólo me dejaron ver los ficheros bibliográfi-
lencia cuando coincidió con su maestro, Jo-
cos pero no los libros (Justicia) y en algunos
En mi generación todos habíamos estu-
sé María Jover?
me dieron acceso libre (Agricultura). Así en-
diado marxismo y materialismo histórico.
económica?
Sí. Tuve mucha suerte, porque creo que
tré en el siglo XX. Me di cuenta de que en to-
Pero además, mi interés científico por la his-
nunca como entonces la Facultad de Le-
das esas fuentes documentales, bibliográfi-
toria económica nace de un curso de un año
tras de Valencia tuvo tan magnífica nómi-
cas y hemerográficas había un año clave:
que hice en el Centro Europeo Universitario
na de profesores: no sólo estaba José María
1917. En ese año se produjo una crisis social y
de Nancy, gracias a una beca que me dio el
Jover (Historia Contemporánea), también
política: en el gobierno los debates entre
Consejo de Europa en 1960-1961, siendo yo
me dieron clases Antonio Ubieto (Historia
germanófilos, aliadófilos y partidarios de
un recién licenciado. Era un curso interna-
Medieval), Juan Reglá (Historia Moder-
permanecer neutrales en la Gran Guerra se
cional de literatura comparada, derecho
na), Julio Martínez Santa Olalla (Prehisto-
enconaron; se convocó la gran huelga de fe-
comparado, economía y ciencia política.
ria), Miquel Tarradellas (Arqueología),
rroviarios en agosto; los miembros del ejér-
Además, cuando vine a Málaga en 1966 co-
etc. Era un equipo espléndido. Jover se
cito se organizaron en juntas de defensa y se
mo profesor de instituto en seguida me ofre-
convirtió muy pronto en mi maestro. Me
produjo una gran crisis en el seno de la bur-
cieron dar clases en la Facultad de Económi-
inculcó la idea de que lo principal en la
guesía, sobre todo, en la catalana. Al con-
cas (que era la única que había entonces) y
historia son las fuentes.
tarle este hecho, Jover me animó a investi-
así entré en contacto con la historia econó-
garlo como tema de tesis, aunque me advir-
mica local, provincial y regional.
Se doctoró en historia en la Universidad de
tió del problema del acceso a las fuentes. Tu-
Valencia con una tesis sobre la crisis espa-
vo razón, trabajé en la Biblioteca Nacional,
En Francia también conoció a Fernand
ñola de 1917. Un tema que hasta entonces
la Biblioteca Municipal de Madrid y el Ate-
Braudel.
estaba sin tratar. ¿Jover le animó a investi-
neo de Madrid, pero no pude consultar ar-
Hice una estancia con él de tres o cuatro
garlo o fue una propuesta propia?
chivos privados, porque me vedaron el acce-
semanas que, además de para conocer a
Mi tesina, por indicación de Jover, trató
so, como fue el caso del archivo de Cambó.
Braudel, que era una persona muy atenta, me sirvió para aprender a trabajar en equi-
sobre las fuentes estadísticas para el estudio de la Restauración. Fui a Madrid a investi-
El Franquismo le censuró su tesis doctoral.
po, algo que después, sin embargo, rara vez
gar. En muchos ministerios me prohibieron
¿Qué tenía de peligroso un texto sobre la
he podido aplicar a mi trabajo. Asistía a las
la entrada, como en el de la Guerra. En otros
crisis de 1917?
reuniones de grupo de Braudel (de unos 14
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“A pesar de que no toda la gente doblaba la cabeza, Andalucía estuvo controlada por un sistema de dominación caciquil que se esforzó, con éxito, por ejercer el control social para tener una mano de obra barata”
historiadores) en las que todos ponían en co-
tencia de las prácticas caciquiles, etc. ¿Cree
mún sus avances y problemas, mayoritaria-
usted que se puede seguir manteniendo la
mente de acceso a fuentes, y se ayudaban a
tesis de la historia de Andalucía de los siglos
solventarlos. Entonces ellos tenían como
XIX y XX como la historia de un fracaso?
plan de trabajo barrer los siglos XVI y XVII
La historia de Andalucía no es peor ni dis-
AH
españoles desde distintos campos de estu-
tinta a la de España; ni los andaluces son pe-
ENERO 2013
dio histórico, con el apoyo financiero de la
ores que los españoles. Yo no digo que la his-
Fundación Rockefeller. También quedé fas-
toria de Andalucía sea la historia de un atra-
cinado cuando al asistir a las clases que daba
so o de un fracaso como si esto fuese una
Braudel en el Colegio de Francia a otros pro-
maldición, pero creo que el atraso —yo no lo
fesores escuché cómo un modernista como
llamaría subdesarrollo como hizo Bernard
él daba lecciones magistrales sobre la letra
Roux— era una realidad, porque aquí existió
de cambio en la Baja Edad Media, ¡un tema
un sistema de dominación que estuvo inte-
de economía de una época, a priori, lejana!
resado en mantenerlo así. Sirva como ejem-
62
plo que en la Andalucía de 1950 uno de cada Llegó a Málaga en 1966 y se instaló definiti-
dos trabajadores trabajaba en el sector pri-
vamente en esta ciudad. De hecho, usted se
mario, por no hablar de los altísimos índices
autodefine como “un andaluz de Valencia”
de analfabetismo. Evidentemente hubo
o “un andaluz de vocación”.
fuerzas revolucionarias, rebeldía, partidos
Como mi familia no tenía medios econó-
liberales y federalistas, anarquismo, etc. Es-
micos y en aquella época no había becas, me
tá claro que aquí no toda la gente doblaba la
costeaba la investigación gracias a mi traba-
cabeza, pero la realidad es que Andalucía fue
jo como profesor de instituto. Ejercí como
tan boyante —los Heredia tuvieron la pri-
un mundo controlado por un sistema de do-
tal en Pontevedra y Béjar, antes de venir a
mera herrería/fundición de Europa en mag-
minación caciquil que se esforzó, con éxito,
Málaga. Como soy mediterráneo me quedé
nitud y los Loring/Larios la segunda indus-
por mantener el control social para tener así
aquí, aun teniendo la posibilidad de ir a Ma-
tria textil algodonera de España, tras la ca-
una mano de obra barata y dócil. Es cierto
drid. Siempre me he encontrado a gusto en
talana— se pudo hundir radicalmente.
que hubo caciquismo en otros puntos de Es-
Málaga. Empecé a dar clases en la Facultad de Económicas (que estaba en su segundo año de vida y dependía de la Universidad de
paña, pero en Andalucía el sistema caciquil ¿Cómo o por qué ocurrió?
tuvo un funcionamiento perfecto.
Porque la realidad social no casaba con la
Granada), conocí a mi mujer, profesora de
realidad económica de la época. Se levantó
Usted es autor de la primera historia de An-
Secundaria, y comencé a transitar por nue-
una industria de vanguardia sobre una so-
dalucía publicada más de un siglo después
vos caminos históricos.
ciedad muy atrasada y eso no ajustaba. La
de la que escribiera Guichot.
modernización social es un proceso muy
Fue el resultado de un curso que organicé
Uno de esos nuevos caminos históricos fue el
complicado y largo de desarrollar. En Anda-
en el Ateneo. No era una historia sino una
estudio de la historia económica de Andalucía.
lucía se comenzó la casa por el tejado, por
Aproximación a la Historia de Andalucía, que
Entonces estaba todo por hacer. En Má-
eso se vino abajo. No había una burguesía
publicó Alfonso Comín en Laia en 1979. La
laga había bastantes buenos archivos: el de
sino una oligarquía que invertía en tierras y
tirada fue de 5.000 ejemplares. Casi todos
Diputación, la Hemeroteca Municipal, el de
no en economía productiva.
se vendieron en Cataluña. No se reeditó por-
la Victoria, el de la delegación del INE donde
que era una historia personal, fruto de una
estaban todos los censos, etc. Como no ha-
En la actualidad existe una generación de
época. Lo que había allí escrito, más las ac-
bía habido universidad apenas había estu-
historiadores andaluces que no están de
tas del primer Congreso de Historia de An-
dios, más allá de las investigaciones de
acuerdo con interpretaciones que se han he-
dalucía, celebrado en Córdoba en 1976, era
Francisco Bejarano. Málaga había sido la se-
cho de la historia contemporánea de Anda-
entonces todo lo que se sabía de la historia
gunda ciudad industrial más importante de
lucía como una historia inmóvil marcada
de Andalucía.
España en el siglo XIX y ni siquiera tenía
por la omnipresencia del fracaso y el atraso
memoria de lo que había sucedido. Había
colectivo: atraso agrario, débil industrializa-
Otro de los caminos históricos por los que
que estudiar su industrialización y su desin-
ción, fracaso de la modernización social, fra-
ha transitado ha sido el estudio de la figura
dustrialización. Cómo algo que llegó a ser
caso político de la democracia ante la persis-
de Blas Infante y del andalucismo histórico.
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“Mi acercamiento a Blas Infante me llevó a descubrir a un hombre preocupado por los demás, con gran conciencia social, que cometió errores, pero que no hizo nada pensando en el beneficio propio”
¿Cómo llegó a ellos?
tancia que garantizase la viabilidad del sis-
Un día, allá por el año 68, leyendo prensa
tema, un papel que el Banco Central Euro-
histórica en una hemeroteca leí una refe-
peo debería jugar de una vez.
rencia sobre Blas Infante. Y me quedé muy sorprendido, porque yo había dado un curso
Se jubiló hace un lustro, pero sigue traba-
sobre distintos regionalismos históricos en
jando.
la Universidad de Valencia y nunca había oí-
Me jubilé para poder dedicarme a leer li-
do hablar de él. Como entonces colaboraba
teratura, pero los amigos no dejan de pedir-
en la prensa local —en el diario El Sol de Es-
me colaboraciones, de modo que todavía si-
paña— escribiendo columnas de opinión
go trabajando. Ahora (noviembre de 2012)
publiqué un breve artículo sobre el tema. Y a
estoy preparando un artículo sobre Cádiz, la
los dos días recibí una carta en mi domicilio
Constitución de 1812 y el nacimiento del Es-
de dos viejos andalucistas —Juan Álvarez
tado liberal, por ejemplo.
Osorio y Emilio Lemos Ortega— diciéndome, literalmente, que yo no sabía nada del
Ha dicho antes que no ha podido crear/ tra-
tema e invitándome a ir a Sevilla a conocer-
bajar en un equipo de investigación siguien-
los para informarme de quién era Blas In-
do el mismo modelo que vio funcionar con
fante. Y fui. Al regresar a Málaga se lo co-
brillantez en Francia ¿por qué?
menté a un amigo farmacéutico, Modesto
Tuve un pequeño equipo, he dirigido te-
Laza, quien me preguntó si yo quería leer
sinas y algunas tesis. Pero nunca he tenido
Ideal Andaluz, del que tenía una primera
poder, ni dinero, que me permitieran ga-
edición. Me lo fotocopió y al leerlo me di
rantizar nada a nadie y, por tanto, no he
cuenta de la envergadura de su pensamien-
se cambia de golpe —a no ser que haya una
querido atar a ningún investigador a que
to. Después fui al homenaje que le hicieron
gran catástrofe natural— sino que es la con-
trabajase conmigo, sin poderle dar luego
a Díaz del Moral en Córdoba, en el año 1980,
secuencia de un dilatado y complejo proceso
una salida profesional.
y conocí a la familia de Blas Infante. Ahí
de transformación.
empezó mi historia con él.
En un trabajo mío, que aparecerá publi-
¿Qué temas siguen siendo territorio por ex-
cado en breve, comparo la crisis del 29 con
plorar en la historiografía económica de An-
Una relación histórica que ha llegado
la crisis actual. Y llego a la conclusión de
dalucía?
hasta hoy.
que existen muchas similitudes entre am-
Para entender la Andalucía de hoy hay
La Caja General de Ahorros de Granada
bas. Por ejemplo, dos años antes del crack
que ir al siglo XIX. Es ahí donde faltan mu-
me dio una beca y fui de archivo en archivo.
del 29 hubo prensa que avisó de que el siste-
chos temas por investigar. Por citar sola-
También entrevisté a mucha gente para es-
ma tenía muchas luces rojas encendidas,
mente un par, yo recomendaría estudiar el
cribir, en 1988, Regionalismo y Autonomía en
pero el gobierno de EE.UU., sumergido en
efecto que tuvo el capital extranjero en la so-
la Andalucía Contemporánea (1835-1936).
la vorágine de los felices años veinte, no hi-
ciedad andaluza, viendo si sólo dejó aquí ba-
Ciertamente, mi proceso de acercamiento a
zo nada para apagarlas. Algo similar es lo
jos salarios o hubo algo más. También se po-
Blas Infante me llevó a descubrir a un hom-
que ocurrió el año 2005, cuando el Wall
drían investigar los índices de productivi-
bre preocupado por los demás, con una gran
Street Journal y el New York Times avisaron
dad del campo andaluz trabajando sobre los
conciencia social, que, sin duda, cometió
de lo que se avecinaba si no se adoptaban
documentos del archivo del Banco Hipote-
errores políticos y humanos, pero que no hi-
medidas urgentes. El estudio de la crisis del
cario, que yo consulté en su momento (es
zo nada pensando en el beneficio propio.
29 ha demostrado que entonces primó el
autor del volumen Una historia del Banco Hi-
“sálvese quien pueda”, porque EE.UU. y
potecario de España, publicado en 1990).
En un contexto de crisis que no cesa, ¿en
Gran Bretaña no quisieron asumir su lide-
Cuando algún campesino iba a solicitar un
qué resulta útil el conocimiento de la histo-
rato mundial en la crisis, algo que ahora,
crédito a esta entidad financiera, el banco
ria económica de Andalucía?
por el momento, no pasa, porque Alema-
enviaba a un experto agrónomo que no sólo
En muchas cosas. No podemos olvidar
nia, Francia y la Unión Europea no han
evaluaba lo que se plantaba en sus tierras si-
que la realidad que vivimos hoy es el resulta-
abandonado el liderazgo de acción. Y por
no que emitía un informe técnico explican-
do de un largo proceso histórico. El estudio
último, entonces como ahora, se demandó
do cómo se podría sacar más rendimiento de
de la historia nos enseña que la realidad no
que hubiese un prestamista en última ins-
ellas. Y esa fuente está por explotar. ■
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La segunda batalla del Puente de Alcolea La batalla que pudo cambiar la historia de España ENRIQUE AGUILAR GAVILÁN UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA. DIRECTOR DE LA FUNDACIÓN CAJA RURAL DE CÓRDOBA
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El puente de Alcolea, ubicado a
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menos de diez kilómetros de la
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ciudad de Córdoba, ha sido el
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Alcolea, situado a nueve kilómetros de la
co Serrano, Ramón Nouvilas, Rafael Primo
escenario de dos importantes
ciudad de Córdoba, en el viejo arrecife que
de Rivera, Antonio Caballero y Fernández de
hechos de armas que situaron a la
ponía en comunicación Andalucía con la ca-
Rodas y Juan Topete.
pequeña localidad cordobesa y a la
pital de España, a un ejército improvisado a
En un marco de profunda crisis econó-
instancias de la Junta Revolucionaria de Se-
mica, la política errática de los últimos go-
antigua capital de los omeyas en la
que recogía el manifiesto programático fe-
leónicas, comandadas por el gene-
chado el 19 de septiembre de 1868 y rubrica-
ral Dupont, derrotaron en el puente
do por Juan Prim, Domingo Dulce, Francis-
villa bajo el mando del coronel Pedro de
biernos isabelinos, la corrupción imperan-
primera página de la historia del
Echavarri. A pesar de su ardor patriótico,
te en las altas esferas del poder, los escán-
siglo XIX: el primero enfrentó hace
aquel ejército, integrado mayoritariamente
dalos que envolvían la vida privada de la
205 años a las tropas napoleónicas
por voluntarios andaluces que sólo tuvieron
propia reina y el progresivo abandono del
ocho días para adiestrarse en el uso de las ar-
régimen de todas las fuerzas políticas, ex-
mas en la propia capital cordobesa, no pudo
cepción hecha del Partido Moderado, gene-
impedir que las veteranas tropas francesas
raron el escenario propicio para que fragua-
franquearan el puente de Alcolea para, acto
ra un heterogénea coalición de fuerzas polí-
seguido, someter a Córdoba a un terrible sa-
ticas, que abarcaban desde los republicanos
queo de tres días, después de que su general
a los liberales de la Unión Liberal, con un
en jefe fuera tiroteado por un patriota cor-
objetivo: acabar con una degradada situa-
dobés cuando se disponía a entrar en la ciu-
ción política cuyo símbolo era la propia rei-
dad por la denominada Puerta Nueva.
na a la que había que desalojar del trono al
comandadas por el general Dupont y al ejército integrado mayoritariamente por voluntarios andaluces. El segundo tuvo lugar 60 años más tarde entre dos bandos de españoles, uno a favor
Desde la citada fecha y por la circunstan-
precio que fuera.
cia apuntada, aquella primera batalla de Al-
El 16 de agosto de 1866 en la ciudad belga
colea quedaría grabada a sangre y fuego en
de Ostende, progresistas, demócratas y re-
la memoria colectiva de los cordobeses de
publicanos sancionaron un pacto para po-
varias generaciones. Un recuerdo que volvió
ner en marcha una conspiración cívico mi-
a reverdecer en algunos de los que lo vivie-
litar que pusiera término al estado de las
ron sesenta años después, en septiembre de
cosas imperante en la política española por
1868, cuando Córdoba se convirtió en el esce-
medio de la apertura de un proceso consti-
nario de una nueva confrontación armada,
tuyente, previa proclamación del sufragio
del mismo y la
en esta ocasión protagonizada por españo-
universal, para definir la forma de gobier-
expulsión del
les que, en bandos enfrentados, se disponí-
no del Estado. Un año después, en Bruselas
trono de la reina
an a combatir por la permanencia del régi-
se adhería al pacto la Unión Liberal, tras la
men creado por el liberalismo moderado en
muerte de O’Donnell y ya bajo el liderazgo
los años cuarenta o por el desmantelamien-
del general Francisco Serrano. La entrada
to del mismo y la expulsión del trono de la
unionista en el frente revolucionario supu-
obligado de la
reina Isabel II como colofón obligado de la
so la apertura del mismo a numerosas per-
Revolución
Revolución Gloriosa de ese año.
sonalidades que habían desempeñado res-
de la permanencia del régimen creado por el liberalismo moderado en los años cuarenta y otro por el desmantelamiento
Isabel II como colofón Foto: Enrique Aguilar Gavilán
l 7 de junio de 1808 las tropas napo-
Gloriosa de ese año.
No viene al caso que nos detengamos en
ponsabilidades de gobierno en los últimos
una descripción pormenorizada de los ante-
gabinetes isabelinos y, sobre todo, la irrup-
cedentes que desembocaron en el levanta-
ción en el campo de la conjura de cuadros
miento de la escuadra de guerra acantonada
del ejército identificados ya con el objetivo
en Cádiz al mando del almirante Topete al
de provocar la caída y sustitución de Isabel
grito de “Viva España con honra”; expresión
II al frente del trono.
Foto: Archivo Oronoz.
Lienzo de 1,80 x 1,25 cm, único testimonio pictórico de la batalla de Alcolea, obra de José Mª Rodríguez Losada, pintor sevillano que, encontrándose en Córdoba para realizar las pinturas murales del recién construido salón Liceo del Real Círculo de la Amistad, no dudó en acudir al escenario del combate donde tomó algunos bocetos que luego plasmaría en este conocido cuadro de La batalla de Alcolea. El óleo está en la Real Academia de la Historia en Madrid desde que en 1908 lo donara a la institución Manuel Alfaro, profesor del Instituto General y Técnico de Córdoba.
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1. Francisco Serrano Domínguez, duque de la Torre. Su triunfo en la batalla del puente de Alcolea le valió su designación como presidente del Gobierno Provisional instalado en Madrid el 3 de octubre de 1869. 2. Juan Prim y Prats, conde de Reus y marqués de los Castillejos. Verdadero héroe popular y símbolo de la Revolución del 68, ocupó la cartera de Estado y junto a Serrano actuó como verdadero virrey en el gobierno provisional. 3. Manuel Pavía y Lacy, primer marqués de Novaliches. Apartado de la vida pública después de su derrota en la batalla de Alcolea, durante la Restauración volvió a ocupar un escaño en el Senado, alcanzando en 1877 la condición de senador vitalicio hasta su muerte.
PROLEGÓMENOS DE LA BATALLA. Como
del Levante español para unirlas a la causa
to abandonara Andalucía. El mismo 19 de
no podía ser menos, la rebelión de la Arma-
revolucionaria. Mientras tanto en Madrid el
septiembre el gobierno declaraba el estado
da en Cádiz en la madrugada del 19 de sep-
gobierno de González Bravo, ante la precipi-
de guerra en todo el país, lo que no impidió
tiembre fue la señal para que, de inmediato,
tación de los acontecimientos y en un últi-
que la revolución se extendiera como un re-
la llama de la revolución prendiera en todo
mo intento de evitar el desenlace del levan-
guero de pólvora empezando por las princi-
el país comenzando por las principales capi-
tamiento militar, fue sustituido por un
pales ciudades andaluzas: Jerez (19 de sep-
tales y pueblos de Andalucía. Con la llegada
nuevo gabinete bajo la presidencia de don
tiembre), Sevilla (19 de septiembre), Córdo-
del general Prim al puerto gaditano de su
Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués
ba (20 de septiembre), Huelva (20 de sep-
exilio inglés, y después de que en la tarde
del Duero, militar y político de notable pres-
tiembre y Málaga (21 de septiembre).
del 19 lo hiciera el general Serrano, a bordo
tigio y exministro de la Unión Liberal.
A diferencia de lo ocurrido en anteriores
del vapor Buenaventura, que el duque de
Con el objeto de neutralizar la acción de
movimientos revolucionarios, en el de sep-
Montpensier le había enviado para que lo
las fuerzas sublevadas, el nuevo gabinete
tiembre del 68, el ferrocarril y el telégrafo
trasladase desde las Islas Canarias, a donde
nombró a don Manuel Pavía y Lacy, mar-
desempeñaron un papel muy relevante en
habían sido confinado, junto a otros altos
qués de Novaliches, general en jefe de las
el desarrollo de los acontecimientos. Por lo
mandos del ejército, por el gobierno de Gon-
tropas gubernamentales que debían dete-
pronto, los sucesos de Cádiz y la respuesta
zález Bravo, se puso en marcha el plan que
ner al general Serrano antes de que su ejérci-
gubernamental no tardaron en llegar hasta
ambos jefes del movimiento militar habían
el último confín del territorio español, de
diseñado.
manera que, en las horas que siguieron al
Nuestra región se convertía así en la plataforma desde la que las tropas sublevadas debían avanzar hacia la capital de España al mando de Serrano, como general en jefe de las mismas, para establecer un gobierno provisional que desarrollara el programa de la revolución; simultáneamente, el general Prim zarpaba en tres fragatas de la escuadra sublevada rumbo a las principales ciudades
pronunciamiento de la Armada, ambos
ANDALUCÍA SE CONVIRTIÓ EN LA PLATAFORMA DESDE LA QUE LAS TROPAS SUBLEVADAS DEBÍAN AVANZAR HACIA MADRID AL MANDO DE SERRANO
bandos se dispusieron a utilizar estos medios y, sobre todo, el ferrocarril para la rápida movilización y desplazamiento de las tropas con un punto de referencia: Andalucía y, en concreto, la ciudad de Córdoba. En junio de 1808 la vieja capital omeya se convertía en el principal enclave castrense del país, después de que el Regimiento de
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El bandolero Pacheco
Humilde monumento funerario eri-
■ “El 23 de septiembre, precisamente
Alcolea”, en el lugar del campo bata-
el mismo día que hacía su entrada
lla en el que se cavó un fosa colectiva
triunfal en Córdoba el general en jefe
con decenas de muertos de ambos
de las tropas revolucionarias, tuvo
bandos, hoy ubicada en la finca Ribe-
lugar un episodio que conmocionó a
ra Alta propiedad del duque del In-
la ciudad. Un episodio protagonizado
fantado.
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gido por el ejército “A los héroes de
por Pacheco, famoso bandolero al que Pío Baroja, en su novela La Feria de los Discretos, convertiría en arquetipo de bandolero romántico. El citado personaje, sobre el que ya pesaban numerosos delitos, aprovechando el desbarajuste creado por la revolución y por la llegada de las tropas a la ciudad, tuvo la osadía de entrar en
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Córdoba acompañado de algunos miembros de su cuadrilla y haciendo
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pública ostentación de su adhesión a la Gloriosa. La noticia de la presencia Foto: Enrique Aguilar Gavilán.
del tal Pacheco en la ciudad llegó a oídos del general Caballero de Rodas, quien dio orden inmediata de que fuera abatido en cuanto se le sorprendiera. En efecto, esto fue lo que ocurrió al presentarse el citado personaje ante la casa del mismísimo gobernado civil, el conde de Hornachuelos, situada en lo que hoy es Escuela de Artes y Oficios frente a la iglesia de la Trinidad,
rrano, junto a los generales Rafael Izquierdo
plegar sus tropas en la orilla izquierda del
rodeado de una turbamulta que lo
y Antonio del Rey, para establecer en la ciu-
Guadalquivir, junto al conocido puente de
aclamaba como héroe y dando gritos
dad su Estado Mayor y comenzar de inme-
la citada aldea, en la línea de elevaciones
de “Viva el general Pacheco, viva la
diato los preparativos de un más que previsi-
que flanqueaban el río, con objeto de evitar
libertad”, tal vez con el propósito de
ble choque militar en un escenario que aún
que las tropas isabelinas lo cruzaran por el
obtener un indulto encubierto a su
estaba por definir. Mientras tanto, en los dí-
puente o por los numerosos vados existen-
trayectoria delictiva. La osadía de
as que precedieron a la batalla, la estación
tes entre la localidad de Villafranca y la capi-
Pacheco terminó con un certero
cordobesa se convirtió en un verdadero ir y
tal cordobesa.
disparo de los centinelas del
venir de trenes en los que llegaban tropas
El duque de la Torre, ante el progresivo
acuartelamiento vecino a la iglesia
sublevadas procedentes de Málaga, Sevilla,
triunfo de la revolución en distintas ciuda-
que acabó con su vida”.
Campo de Gibraltar y Cádiz, a las que se aña-
des del país, era consciente de que el tiempo
dían contingentes de paisanos voluntarios,
jugaba a su favor y que en el último instante
rápidamente reclutados y encuadrados en
no se llegaría al enfrentamiento armado, de
unidades auxiliares.
ahí que su estrategia fuera muy simple: pa-
Villaviciosa, la única fuerza militar con
rapetarse a la defensiva en las lomas de la
guarnición en la misma, protagonizara un
LAS FUERZAS ENFRENTADAS. El 26 de
margen izquierda de gran río andaluz y de-
hecho singular tras haber secundado la re-
septiembre el general Serrano, después de
jar la iniciativa de ataque a las fuerzas con-
volución: sus jefes implicados en la conspi-
inspeccionar las zonas colindantes a la cer-
trarias.
ración desertaron huyendo de la ciudad el 21
cana localidad de Alcolea, dispuso al fin des-
Por su parte, el marqués de Novaliches,
de septiembre ante las noticias de la inmi-
que desde el día 21 había ido acantonando
nente llegada por ferrocarril de fuerzas gu-
sus fuerzas en las localidades de Montoro,
bernamentales desde Madrid al mando del
donde había establecido su cuartel general,
coronel Mayens. La situación, sin embargo, comenzó a despejarse cuando en la mañana del 22 llegaba a la estación de la ciudad el general Antonio Caballero de Rodas, procedente de Sevilla, al frente del Regimiento de Simancas. Sólo 24 horas después lo hacía el general en jefe de las tropas sublevadas, Francisco Se-
LOS DÍAS PREVIOS A LA BATALLA RECALARON EN LA ESTACIÓN DE CÓRDOBA TRENES REPLETOS DE TROPAS SUBLEVADAS DE MÁLAGA, SEVILLA Y CÁDIZ
Pedro Abad, El Carpio y Villafranca, esperaba órdenes del gobierno con el objetivo estratégico de establecer dos líneas de avance que acometieran a las fuerzas rebeldes por retaguardia, después de haber cruzado el Guadalquivir por un puente de barcas existente en Villafranca y frontalmente en dirección al Puente de Alcolea.
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Último intento de evitar el dramático choque ■ Fragmentos de la carta remitida por
inmediatamente secundado por las plazas
contenidas hasta ahora por la absoluta
Serrano a Novaliches el 28 de septiembre,
de Cádiz, Ceuta, La Coruña, el Ferrol, Vigo,
confianza que el país tiene en su victoria;
horas antes de la batalla con el propósito
Sevilla, Málaga, Córdoba, Huelva (...)
pero al primer conato estallarán furiosas y
de evitar el enfrentamiento:
Difícil es conocer cuál es la mejor manera
terribles, y el primero que la provoque será
“Muy Sr. mío: antes que una funesta
de servir al país, cuando éste calla o
responsable ante los hombres y ante la
eventualidad haga inevitable la lucha
muestra tímida y parcialmente sus deseos;
historia de la sangre que se derrame (…) V.
entre los ejércitos hermanos (...), me
pero hoy habla con voz tan clara y tan
sabe como yo que el honor militar solo
dirijo a usted por medio de esta carta para
solemne que no es posible a los ojos de
consiste en asegurar al país la ventura de
descargo de mi conciencia y eterna
nadie se aparezca oscura la senda del
los hermanos. En nombre de la
justificación de las armas que la patria me
patriotismo.(…) Estoy seguro de que dentro
humanidad y de la conciencia invito a V. a
ha confiado.
de sí mismo encuentra V. al menos de
que dejándome espedito (sic) el paso en la
Ya supongo que en estas solemnes
convenir conmigo en que la obligación del
marcha que tengo resuelta, se agregue a
circunstancias habrá llegado oficialmente
ejército (…) consiste sólo en respetar la
las tropas de mi mando y no prive a los que
a su noticia todo lo que puede contribuir a
aspiración universal y en defender la vida,
le acompañan de la gloria de contribuir
AH
ilustrar su juicio acerca del verdadero
la honra y la hacienda del ciudadano, en
con todas sus fuerzas a asegurar la honra y
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estado de las cosas. Sin duda usted no
tanto que la nación dispone libremente de
la libertad de la patria. (…) Su propio
ignora que el grito de protesta que ha
sus destinos.
criterio esforzará mis razones; su
lanzado unánime toda la Armada ha sido
Las pasiones están afortunadamente
patriotismo le aconsejará lo mejor”.
68 LAS FUERZAS ENFRENTADAS. En víspe-
el objeto de evitar un más que previsible e
ches con las propuestas para evitar el cho-
ras de la contienda, ambos bandos conta-
inútil derramamiento de sangre españo-
que. Como no podía ser menos, la respues-
ban con efectivos similares en número, en
la, en unos momentos en los que el triunfo
ta negativa del general isabelino entrega-
torno a 10.000 hombres cada uno. El ejérci-
de la revolución se presumía inminente.
da por escrito al dramaturgo sevillano ha-
to gubernamental, cuyo jefe de Estado Ma-
En la víspera de la batalla, al anochecer
cía inevitable el estallido de las hostilida-
yor era Crispín Ximénez de Sandoval, estaba
del 27 de septiembre, cuando las tropas re-
des al rechazar cualquier tipo de aveni-
integrado por dos divisiones de infantería al
beldes salían de Córdoba para su desplie-
miento entre ambos bandos.
mando de los generales José Ignacio de
gue en los emplazamientos fijados, Ade-
Echevarría, marqués de Fuentefiel, y José
lardo López de Ayala, afamado dramatur-
LA BATALLA. Fracasados los esfuerzos des-
Mª de Paredes; una de caballería comanda-
go sevillano, amigo personal del duque de
plegados para impedir la ruptura de hostili-
da por el general Miguel de la Vega e Inclán,
la Torre y miembro destacado de la Unión
dades, en la madrugada del 28 de septiem-
dos batallones de guardias civiles y rurales y
Liberal, partía de la finca El Capricho, lu-
bre las fuerzas isabelinas recibían la orden
una brigada de artillería bajo el mando del
gar en el que se encontraba el puesto de
de ponerse en movimiento para cumplir las
brigadier Fernando Camús con 32 piezas a su
mando, con una misiva que, a instancias
disposiciones que el gobierno acababa de re-
cargo, ocho de ellas fabricadas según el sis-
del duque de la Torre, él mismo había re-
mitir telegráficamente a Novaliches: “La si-
tema Krupp de gran efectividad y potencia
dactado, dirigida al marqués de Novali-
tuación se ha agravado hoy considerable-
de tiro. Por su parte, las tropas del duque de
mente. Granada pronunciada con su guar-
la Torre, con el general Rafael Izquierdo al
nición. Temo mucho se haya entregado Car-
frente de su Estado Mayor, contaban con dos divisiones de infantería, al mando de
tagena. En vista de esto he dicho al marqués
Burla y escarnio
de Novaliches que ataque hoy al duque de la
de Roda y Antonio del Rey y Caballero, y dos
■ La derrota de las tropas isabelinas y
ma enviado el 28 de septiembre por el mar-
brigadas, una de caballería y otra de artille-
el hecho de que su general en jefe
qués de Duero a la corte de Isabel II en San
ría dotada con 20 piezas, comandadas, res-
resultara herido en la batalla dieron
Sebastián).
pectivamente, por los coroneles Manuel
pie a que el pueblo acuñara coplillas
Blanco Valderrama y Cayetano Blenguas.
burlescas sobre el general vencido:
los generales Antonio Fernández Caballero
A pesar de la ligera superioridad de las
Torre sobre Córdoba. Así lo hará” (Telegra-
Después de algunas escaramuzas, a las dos y media de la tarde se rompían las hostilidades cuando la vanguardia isabelina al
tropas gubernamentales en unidades de
Qué es aquello que reluce/
mando del general Echevarría, de acuerdo
caballería y artillería, el resultado del
en lo alto de aquel cerro/
con el plan previsto, intentó cruzar el Gua-
combate resultaba incierto, a priori; esta
la quijá de Novaliches/
dalquivir por el vado de Villafranca para
circunstancia y el hecho de que iban a ba-
que la está lamiendo un perro
sorprender a las tropas revolucionarias.
tirse con las armas en la mano hermanos
o
Después de varios intentos fallidos, el mar-
contra hermanos llevó al general Serrano
El marqués de Novaliches/
qués de Novaliches ordenó concentrar to-
a tomar la decisión de conminar a su anti-
en Córdoba quiso entrar/
dos los esfuerzos de sus tropas en una ope-
guo amigo y ahora contrincante, Manuel
y en el Puente de Alcolea/
ración dirigida a ocupar el puente de Alco-
Pavía y Lacy, a que le franqueara el paso
le volaron la quijá.
lea, situándose él mismo junto al general
hacia Madrid y se uniera a sus fuerzas con
Sartorius al frente de la ofensiva en un in-
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Foto: Enrique Aguilar Gavilán.
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Fotografía actual del puente de Alcolea, en el que hubo 1.500 víctimas, entre fallecidos y heridos, en la batalla de septiembre de 1868.
tento de levantar la moral, ya muy decaí-
Por otra parte, a pesar de su trascenden-
ilustre personaje. Como afirmara Luis Mape-
da, de sus hombres. Durante varias horas
cia la batalla del puente de Alcolea no tardó
lli “la batalla había sido dura, los ataques
hubo un encarnizado hostigamiento con
en ser considerada por algunos estudiosos
cuerpo a cuerpo continuados y la bravura de
fuego de artillería y fusilería entre ambas
como una mera escaramuza sin relevancia
las tropas evidente”. En palabras del mismo
fuerzas, con numerosas bajas entre las que
militar donde los ejércitos enfrentados sólo
autor, Alcolea había sido la última guerra ro-
se contaban el general Sartorius y el propio
intercambiaron salvas artilleras y disparos
mántica, ya que cuando tras la capitulación
Novaliches, a quien un casco de metralla
de fogueo; el propio nieto del general Serra-
se dio la orden de alto el fuego, “no hubo ni
hirió gravemente en la mandíbula.
no, Carlos Martínez de Campos, III duque de
una víctima inocente, ni una persecución, ni
Evacuado del campo de batalla en un
la Torre, teniente general, académico de la
un fusilamiento, ni una represalia”.
tren rumbo a Madrid, el general García de
Historia y preceptor del rey Juan Carlos, lle-
Y en efecto, las fuentes coetáneas, sobre
Paredes, al que le había sido confiado el
gó incluso a afirmar que Alcolea fue “como
todo las hemerográficas, apuntan a la exis-
mando de las tropas, ordenaba, al filo de la
un trueno sin tormenta o como un chispazo
tencia de un elevado número de bajas en
medianoche, el repliegue de las fuerzas isa-
sin corriente”.
combate; se calcula que alrededor de 1.500
belinas y la claudicación ante las fuerzas del
Sin embargo, la realidad de los hechos no
duque de la Torre, circunstancia que comu-
se correspondió con opiniones como la de tan
soldados entre muertos y heridos. El Diario de Córdoba por su parte informaba el 2 de oc-
nicaba al marqués de la Habana, por tele-
tubre de algo más de 400 muertos en comba-
grama recibido en Madrid a la dos de la ma-
te, una cifra que se incrementaría en los días
ñana del 29 de septiembre: “Hemos sido rechazados por ambos lados del río. El general
Más información
Consumada la derrota de las tropas leales
sido evacuados a los hospitales de sangre establecidos en Córdoba y en localidades como
en jefe herido. Nos retiramos con el mayor orden del campo. Espero instrucciones”.
sucesivos con decenas de heridos que habían
■ Leiva Muñoz, Francisco de La Batalla de Alcolea. Memorias íntimas,
Villafranca. A pesar del impacto que tuvo la batalla en-
a Isabel II las consecuencias políticas fueron
políticas y militares de la Revolución Española
tre los cordobeses que la vivieron en primera
inmediatas; al día siguiente la reina se veía
de 1868.
línea, con el correr del tiempo el recuerdo de
obligada a abandonar el trono y a salir de Es-
Córdoba, 1879.
Alcolea se fue difuminando permaneciendo
paña rumbo al exilio (30 de septiembre); se
■ Martínez de Campos y Serrano, Carlos
como mudos testimonio de aquel hecho de ar-
abría así un paréntesis de seis años —el Se-
España bélica. Siglo XIX.
mas un humilde monumento funerario eri-
xenio Democrático— en el que nuestro país
Aguilar. Madrid, 1962.
gido por el ejército “A los héroes de Alcolea”,
se convirtió en el laboratorio en el que se ex-
■ Navas Luque, José
en el lugar del campo batalla en el que se cavó
perimentaron distintas fórmulas de reorga-
La Revolución de 1868 en Córdoba capital.
un fosa colectiva con decenas de muertos de
nización de las estructuras políticas del Es-
Ateneo de Córdoba. Córdoba, 2001.
ambos bandos, hoy ubicada en la finca Ribera
tado con más pena que gloria.
Alta propiedad del duque del Infantado. ■
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Actualidad de la obra de Manuel de Falla La modernidad del lenguaje musical del compositor andaluz FRANCISCO MARTÍNEZ GONZÁLEZ CONSERVATORIO SUPERIOR DE MÚSICA DE MÁLAGA
AH ENERO 2013
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anuel de Falla y Matheu, el mú-
de piano del conservatorio. Han pasado casi
sico más eminente del siglo XX
siete años desde que su destino se le revelara
completamente otra sin Manuel de
español, nació en Cádiz un 23 de
íntimamente. Y es que la vida de Falla pare-
noviembre del año 1876, en el seno de una
cerá articularse hasta el final en períodos de
Falla. Sin su ejemplo, sin su
familia perteneciente a la burguesía acomo-
siete años.
magisterio, habríamos carecido del
dada. Cádiz era entonces una ciudad colo-
más poderoso motor de cambio de
nial, enclave señalado del comercio de ul-
SIETE AÑOS EN MADRID. En 1900 Falla
tramar. La atmósfera familiar era propicia a
decide instalarse en Madrid, donde, ade-
la floración precoz de su espíritu creativo: el
más de continuar los estudios con Tragó, co-
honestidad y el más alto grado de
artista crece entre los relatos y cantos de su
noce a Amadeo Vives y Joaquín Turina. La
autoexigencia lo señalaron como
niñera, apodada la Morilla, que siempre re-
subsistencia se torna muy difícil (de “mise-
artista. Es a través de él como la
cordará, y la afición musical de su abuelo,
ria negra” habla Mario Verdaguer): escribe
que tocaba el armonio, y de su madre, que le
pequeñas obras de cámara y da clases parti-
enseña a tocar el piano.
culares de piano para mantenerse y para po-
La historia de la música española del siglo XX habría sido
nuestra modernidad. La
“nueva música”, representada entonces por Debussy, Ravel o
La literatura también le interesa desde
Stravinsky, se vuelve objeto de
muy temprano, antes incluso que la músi-
comprensión superior. Es en él
ca. Sabemos que creó, junto a algunos ami-
En estos primeros años madrileños pro-
gos, una serie de revistas caseras, manus-
bará fortuna en un terreno en el que no al-
critas, de las que aún hoy se conserva algún
bergará después demasiadas simpatías: el
ejemplar, y en las que este Falla adolescente
de la zarzuela. La única de las suyas que lle-
donde vanguardismo, tradición histórica y pasión por las formas
der enviar alguna ayuda a su familia, ya que los negocios familiares no van bien.
vivas de la música “natural”
se nos muestra en sorprendentes dejes de
ga a estrenarse, con éxito discreto, fue Los
alcanzan una feliz síntesis que
imaginación y rigor.
amores de la Inés, en 1902. En este mismo
Eloísa Galluzo, en el piano, y después
año comienza sus estudios con Felipe Pe-
los maestros locales Odero y Brocca, para
drell, contacto importantísimo que seguirá
la armonía y el contrapunto, van encau-
vivo hasta 1904. “Pedrell fue maestro en el
generaciones
zando su formación inicial. Acompañan-
más alto sentido de la palabra”, escribirá Fa-
posteriores.
do a sus padres asistirá a las reuniones de
lla, pues señalará al compositor el vector au-
música de cámara que se celebraban en los
téntico de un nacionalismo basado a la vez
salones del pintor Salvador Viniegra, me-
en el folklore y en lo más selecto de la tradi-
cenas local y representante de esa burgue-
ción histórica española: las cantigas de Al-
sía ilustrada gaditana a la que pertenecía
fonso X, los polifonistas del Siglo de Oro,
el mismo Falla.
Scarlatti, etc.
dejaría una huella imborrable en los compositores de
Al modo de “una convicción tan temero-
En julio de 1904, la Academia de Bellas
sa como profunda”, la vocación musical
Artes de San Fernando convoca un concurso
definitiva se le despierta a los 17 años.
para premiar una ópera española. Falla tra-
Es una certeza tan profunda como
baja a destajo junto a Calos Fernández Shaw
honda y sustancial es también su re-
para lograr terminar en plazo La vida breve.
ligiosidad. Falla está ya decidido a
El esfuerzo rinde su fruto: el 31 de marzo de
consagrarse a la composición.
1905 conseguirá el primer premio del con-
Viaja intermitentemente a Ma-
curso, aunque esto representará también
drid para estudiar piano con el
una fuente de desilusiones para él, puesto
eminente pedagogo José Tragó y le
que, a pesar de las interminables gestiones
aprovecha tanto que, en 1899, con
que despliega, no conseguirá despejar el ca-
23 años, obtiene el primer premio
mino para el estreno de la ópera. En abril se
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EN ESTOS PRIMEROS AÑOS MADRILEÑOS PROBARÁ FORTUNA EN UN TERRENO EN EL QUE NO ALBERGARÁ DESPUÉS DEMASIADAS SIMPATÍAS: LA ZARZUELA
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De izquierda a derecha, Adolfo Salazar, Falla, Ángel Barrios, Federico García Lorca y, delante, Francisco García Lorca, en los sótanos de La Alhambra.
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hace igualmente con el premio de piano Ortiz y Cussó, galardón consistente en un pia-
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no de cola. Falla empieza a estar seguro de sus fuer© Archivo Manuel de Falla
zas, de su potencial, de su valor, y por eso desdeña toda su producción primera: “Lo que publiqué antes de 1904 —declarará— no tiene el más mínimo valor”. A estas alturas de su vida, como en una pulsión de instinto certero, Falla siente la necesidad imperiosa de afinar sus dones, de completar lo que le falta, e intenta conseguir ayuda oficial para estudiar en el polo de atracción entonces más poderoso para los compositores españo-
del abrupto estreno de La consagración de la
samente para la famosa bailaora de flamen-
les: Francia. No lo logrará, pero ante la pro-
primavera de Stravinsky.
co Pastora Imperio. Como tal se estrenó en el
puesta de una serie de conciertos en este pa-
En este decisivo período francés, que du-
teatro Lara de Madrid el 5 de abril de 1915.
ís, decide emprender el viaje de todos mo-
rará hasta el estallido de la guerra en 1914
Desde entonces hasta la última versión que,
dos. Su amigo Joaquín Turina, ya por enton-
(siete años de nuevo), trabajará Falla ade-
ya como ballet, presentaron Antonia Mer-
ces instalado en París, lo anima a ello.
más en dos de los pilares que sustentarán
cé, Argentina, y Vicente Escudero en París,
su fama: Noches en los jardines de España y las
el 22 de mayo de 1925, la obra pasó por distin-
Siete canciones populares españolas.
tas fases de honda transformación. Cam-
SIETE AÑOS EN PARÍS. Llega a París en el verano de 1907. Paul Dukas le recibe en su
Declaradas las hostilidades, Falla volve-
biaron la instrumentación y, sobre todo, la
casa y, tras escuchar la versión al piano de
rá a Madrid, dejando atrás muchas cosas.
ordenación interna de los materiales. Aun-
La vida breve, decide ayudarle. Le presenta a
Como cuenta graciosamente María Martí-
que la gitanería y el ballet comienzan y ter-
Isaac Albéniz. A través de Ricardo Viñes en-
nez Sierra: “Al estallar la guerra en agosto
minan de la misma manera, todo lo demás
tra en contacto con el círculo en el que se
de 1914, Falla escapó de Francia a toda pri-
es diferente.
mueven los músicos de vanguardia: Mauri-
sa. En su precipitación, al tomar un tren
La modernidad del lenguaje empleado
ce Ravel, Enrique Granados, Roland Manuel
por asalto, perdió el bisoñé. Y así, entró de
por Falla es sorprendente ya desde la modes-
y Florent Schmitt. Conoce igualmente a
nuevo en su patria ostentando con toda
ta versión primera. En palabras de Antonio
Claude Debussy, con quien comparte una
franqueza la marfileña y espaciosa calva, la
Gallego: “hay que empezar a decir en voz al-
común admiración por Grieg. Por media-
cual acentuaba el carácter ascético de su
ta que todo el lenguaje neoclásico de El Reta-
ción de Albéniz, Debussy y Dukas, se le
dueño”.
blo y del Concerto ya se encuentra en la pri-
cés: las Cuatro piezas españolas para piano son
EL RETORNO ESPAÑOL. Dos obras capita-
años después de haber sido estrenada la far-
editadas en 1909 por la casa parisina Du-
les del catálogo de Falla vertebran inicial-
sa pantomímica en el Teatro Lara por Pasto-
rand & Fils. Otros contactos se revelarán no
mente su vuelta a España: El amor brujo y El
ra Imperio, y tras el paso de Stravinsky por
menos determinantes: Ignacio Zuloaga,
sombrero de tres picos. No es este el lugar para
España con los Ballets Rusos de Diaghilev,
Wanda Landowska y el matrimonio Martí-
hacer la crónica un tanto laberíntica de es-
nacería una obra tan emblemática como la
nez Sierra.
tas dos geniales creaciones, sometidas en su
Historia del soldado (1918). Algún día habrá
El uno de abril de 1913 se estrena al fin,
devenir a profundos cambios en cuanto a
que empezar a pensar en estas cosas, en lu-
en el casino municipal de Niza, la adapta-
destinación y concepto, pero un comentario
gar de repetir incansablemente lo que se nos
ción al francés de La vida breve. El debut pa-
breve es obligado.
dice en los libros”.
mera versión de El amor brujo. Y que, tres
abren las puertas del mundo editorial fran-
risino tendrá lugar unos meses más tarde.
El amor brujo empezó siendo una “gitane-
Por su parte, la prehistoria de El sombrero
Recordemos que 1913 será también testigo
ría” en un acto y dos cuadros, escrita expre-
de tres picos también se retrotrae a 1915. Ese
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El retrato lírico de Juan Ramón ■ En verano de 1924, Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí visitaron Granada invitados por los Lorca. Ese viaje nos ha dejado algunos textos imprescindibles, como este retrato lírico que el poeta de Moguer hizo de Falla e incluyó en: Olvidos de Granada: “Se fue a Granada por silencio y tiempo, y Granada le sobredió armonía y eternidad. Tal paseante de la Antequeruela Alta ve acaso una menuda presencia neta y negra, bordes blancos, tecla negra de pie entre el lustroso hojear unánime de
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un alto jardín segundo; o, enrojecido
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áspero piado de aviones, un grupo de
del sol polvo de ladrillo de un poniente domingo, en torno (manzanilla y galletas) del velador del jardín bajo: la
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romántica esbeltez granadina © Archivo Manuel de Falla.
enlutada de encajes, la anciana siempre bonita de capota de otra moda, equis farsante bailarina estranjera, el Niño Maceo cabeza de coco, algún poeta español”. (Se ha respetado la original ortografía juanramoniana). Paco Aguilar y Rafael Alberti, en la visita que hicieron al maestro en Argentina en 1945.
año, María Martínez Sierra propone a Falla
que iba a convertirse en escenario de sus
Chacón, como asesor técnico; el guitarrista
“planear para usted un acto optimista y ale-
más difíciles logros artísticos.
Ramón Montoya, y, por supuesto, el estí-
gre que sepa a tierra, a pan y a manzanilla, y
mulo constante de Federico García Lorca.
que dé una burrada de dinero, como diría el
GRANADA Y EL CANTE JONDO. En 1920
Ganó el certamen un cantaor mayor, muy
maestro Turina”. Inicialmente, el espectá-
Falla decide instalarse en Granada para tra-
curtido por los azares de la vida, Diego Ber-
culo se plantea como pantomima o mimo-
bajar en paz y reponerse de las pérdidas su-
múdez, alias el Tío Tenazas, aunque tam-
drama, un género en aquellos años tan pro-
fridas por la zozobra financiera de su editor.
bién causó sensación un jovencísimo Mano-
gresista como el ballet, y con una plantilla
A finales del mes de febrero del año siguien-
lo Caracol de tan sólo trece años.
orquestal muy reducida. Inmediatamente
te, él y su hermana se establecen en el car-
(1916) Diaghilev, ya en Madrid con los Ba-
men de la Antequeruela, número 11, que va a
llets Rusos, se interesa en el asunto. Con el
ser su vivienda definitiva y uno de los puntos
título de El Corregidor y la Molinera se repre-
de referencia clave de la cultura española del
senta el 7 de abril de 1917 en el teatro Eslava
pasado siglo. La nómina de sus contactos y
de Madrid, con una pequeña orquesta diri-
amistades granadinas parece de leyenda:
gida por Joaquín Turina. Los trabajos subsi-
Fernando de los Ríos, Federico García Lorca,
guientes, centrados en la transformación
Andrés Segovia y un largo etcétera.
de la pantomima en ballet, se orientaron a
Con algunos de ellos compartirá Falla su
una revisión de la orquestación. Como ba-
preocupación por contribuir a la recupera-
llet se estrenó en el teatro Alhambra de Lon-
ción y conservación de lo que él llama “el
dres, el 22 de julio de 1919. La coreografía era
canto primitivo andaluz”, es decir, el cante
de Massine, los decorados y el vestuario de
jondo. Para ello se concitarán medios y vo-
Picasso, y la dirección musical de Ernest An-
luntades, que acabarán encarnando en la
sermet: es difícil imaginar una convergen-
organización de un encuentro histórico: el
cia de más alto grado de excelencia.
concurso de cante jondo, celebrado en Gra-
En ese mismo 1915, durante los meses de
nada, los días 13 y 14 de junio de 1922. Le
marzo y abril, Falla había acompañado a
acompañan en la tarea, entre otros, Ignacio
María Martínez Sierra en un viaje por Gra-
Zuloaga, en la parte plástica; Ramón Gómez
nada. Es el primer contacto con la ciudad
de la Serna, en la literaria; don Antonio
EL RETABLO DE MAESE PEDRO. Pero Granada va a ser mucho más que acción volcada al exterior. Más bien fue el laboratorio de algunas de las propuestas más progresistas de Falla. El 6 de enero de 1923 se produce el anticipo de una de ellas. Es entonces cuando Falla, Lorca y el pintor Hermenegildo Lanz, como entretenimiento para un grupo infantil en el que se contaba Isabel García Lorca, diseñan un espectáculo de títeres, un Teatro de Cristobitas con música. Pocos sospechaban que esa simpática colaboración iba a ser el anticipo de una de las obras más sorprendentes de estos milagrosos años veinte. Obedeciendo a un encargo que le había hecho la princesa de Polignac —en cuyo palacio parisino se estrenó, el 25 de junio de 1923, esta obra fundamental—, Falla comienza a trabajar en El retablo de Maese Pe-
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Manuel de Falla junto a la
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Falla y su personal visión del nacionalismo
clavecinista polaca Wanda Landowska, en el carmen granadino de la
■ “Los elementos esenciales de la
Antequeruela (1922).
música, las fuentes de inspiración, son las naciones, los pueblos. Yo soy opuesto a la música que toma como base los documentos folklóricos auténticos; creo, al contrario, que es necesario partir de las fuentes naturales vivas y utilizar las sonoridades y el ritmo en su sustancia, pero no por lo que aparentan al exterior. Para la música popular de Andalucía, por ejemplo, es necesario ir muy al fondo para no caricaturizarla”.
AH dro, una “adaptación musical y escénica de
tenía su venerado maestro Felipe Pedrell. El
un episodio de El ingenioso hidalgo Don Quijo-
retablo es una de las cumbres absolutas de la
te de La Mancha de Miguel de Cervantes”.
música española de todos los tiempos y se
Componedor él mismo del libreto (pues
convirtió muy pronto, con toda justicia, en
había roto ya con los Martínez Sierra), El re-
un referente para ese heterogéneo y sufrido
tablo está subdividido en episodios muy bre-
grupo de compositores que agrupamos bajo
ves, lo cual se aviene perfectamente con el
la hospitalaria denominación de Genera-
estilo concentrado y casi aforístico del com-
que no hay que ver El retablo (así como otras
positor. Por su duración, por lo reducido del
obras, más o menos contemporáneas, como
ción del 27.
dispositivo instrumental y por lo sobrio del
el Concierto para clave) como un exponente
LA GUERRA CIVIL. ARGENTINA. Son po-
elenco vocal (sólo tres cantantes: El Truja-
del llamado “estilo castellano” de Falla, ápi-
cas, aunque selectas sin duda, las obras es-
mán, Maese Pedro y Don Quijote), la obra en-
ce de una etapa neoclásica, frecuentemente
critas por Falla entre la terminación de El re-
tra de lleno en la categoría de una ópera de
contrapuesta a su etapa nacionalista, de
tablo y la conclusión de la Guerra Civil. Los
cámara.
inspiración ésta más netamente andaluza,
años de la contienda los pasa en Granada,
Además, es un caso fascinante de teatro
sino que, más bien, muchos de los rasgos
donde morirá su amigo Lorca, a pesar de las
dentro del teatro, o teatro “al cuadrado”. Al-
que asociamos a ese mismo neoclasicismo
gestiones que el músico despliega para evi-
gunos han ideado incluso la denominación
(sentido esencialista de la orquestación,
tarlo. Desencantado y abrumado por los pro-
de “teatro cubista” para el concepto que Fa-
técnica del lenguaje armónico, concepto
blemas económicos, acepta una invitación
lla pone en pie en la partitura, pues en ella
amplio de “folklore” no circunscrito tan sólo
para trasladarse a Buenos Aires a dirigir una
(al menos en su planteamiento original) se
a las músicas de tradición oral, sino extensi-
serie de conciertos. El 18 de octubre de 1939
producía una manifiesta disociación entre
ble también al jugoso corpus de la tradición
toca puerto. Unos años más tarde se instala
los actores y las marionetas: es sabido que
histórica española) estaban ya presentes en
en Alta Gracia, provincia de Córdoba (Argen-
inicialmente estaba previsto que el roman-
las primeras versiones camerísticas de sus
tina), en un chalet llamado Los Espinillos:
ce (la narración carolingia en la que se cuen-
ballets y se compadecen muy bien con las
esta va a ser su última residencia y otro polo
tan los amores de Melisendra, cautiva en
verdaderas ideas que sobre el folklore man-
magnético para viajeros o exiliados ilustres, como Alberti, que lo visita en 1945.
poder de moros, y su esposo Don Gayferos) se representara con marionetas de pequeño
La labor creativa de los años argentinos
formato, mientras que el episodio cervanti-
pivota sobre la Atlántida, una suerte de can-
no (la acción que despliegan El Trujamán,
Más información
tata monumental, sobre texto de Jacinto Verdaguer, en la que Falla llevaba trabajan-
Maese Pedro y Don Quijote) habría de sugerirse con otras más grandes. Los tres can-
■ León Ravina, Gema
do desde 1926. Tal vez lo ambicioso del pro-
tantes debían ubicarse en el foso, junto a la
Manuel de Falla y Cádiz.
yecto, unido a una merma muy considera-
orquesta.
Mayi Ediciones. Cádiz, 2009.
ble de su capacidad de trabajo, determina-
A la vista de los más recientes estudios
■ Torres Clemente, Elena
musicológicos, y movidos de la exigencia
Biografía de Manuel de Falla.
intelectual de sortear la extraña fractura
Arguval. Málaga, 2009.
que la súbita modernidad de una obra como
■ Nommick, Yvan y Quesada Dorador,
ron que la obra quedara inconclusa. Las posibilidades de culminarla se extinguen junto con su vida el 14 de noviembre de 1946, a causa de una parada cardía-
ésta aparentemente abre con respecto a toda
Eduardo
ca. Nueve días más tarde habría cumplido
la anterior producción del compositor, no
Manuel de Falla en Granada.
los setenta años quien había determinado
nos queda más remedio que secundar lo que
Archivo Manuel de Falla. Granada, 2012.
para siempre el rumbo posterior de la mú-
los especialistas hoy proclaman. A saber:
sica española. ■
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La represión del liberalismo (1823-1833) Pronunciamientos, insurrecciones y conspiraciones
AH ENERO 2013
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HÉCTOR RAMOS SILGADO
FRANCISCO JAVIER GUTIÉRREZ NÚÑEZ
I.E.S. LÓPEZ DE ARENAS (MARCHENA)
I.E.S. LÓPEZ DE ARENAS (MARCHENA)
A lo largo de la Década Ominosa conspiraciones así como los
S
iguiendo lo estipulado por la Santa
profesores de tendencia liberal; y de Comi-
Alianza, las potencias absolutistas
siones militares, que procesaron a todos los
decidieron intervenir en España con
militares que jugaron un papel activo en el
objeto de restaurar el absolutismo y el Anti-
Trienio Liberal. Como complemento existió
pronunciamientos que se dieron en
guo Régimen. Así, Francia envió a los Cien
otra ley penal destinada a la represión de las
Andalucía, como los de Valdés e
Mil Hijos de San Luis al mando del duque de
sociedades secretas y que invitaba a sus pro-
Iglesias en Tarifa y Almería, el de
Angulema. El ejército francés cruzó el Bida-
pios miembros a la denuncia o delación. El
soa penetrando en España el 7 de abril de
ambiente represivo se completó con una Su-
1823, y en agosto de ese mismo año llegó a
perintendencia General de Policía del Rei-
clandestina de Mariana Pineda en
Cádiz, derrotando al mes siguiente a las tro-
no, creada en 1824, que se apoyaba en las ci-
Granada. Todos concluyeron en
pas liberales en la batalla de Trocadero y li-
tadas Comisiones Militares y en los Volun-
estrepitosos fracasos, aunque
berando a Fernando VII.
tarios Realistas. El objetivo era evidente:
fueron numerosas las
Torrijos en Málaga y la resistencia
también contribuyeron a forjar la
La intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823 tuvo como principal conse-
perseguir y desmantelar las conspiraciones y pronunciamientos liberales.
imagen de una Andalucía liberal y
cuencia la restauración de Fernando VII co-
romántica. Tradicionalmente, esta
mo monarca absolutista, inaugurándose
EL EXILIO DE LOS LIBERALES. Las medi-
de esta forma una nueva etapa de su rei-
das represivas desatadas por la segunda res-
nado, conocida tradicionalmente como
tauración absolutista forzaron a muchos li-
última etapa del reinado de Fernando VII ha sido objeto de escasos estudios por parte de
Década Ominosa.
berales a tomar el camino del exilio como
La segunda restauración fernandi-
única vía posible para salvar sus vidas. Va-
los historiadores, situación
na adoptó un carácter antiliberal to-
rios miles de ellos fueron exiliándose en el
que afortunadamente ha ido
davía más acusado que la primera,
plazo de 13 meses, desde marzo de 1823 a
cambiando en los últimos
debido al temor de Fernando VII a que
abril de 1824, ante las pocas garantías que
años. Su estudio resulta un
se volviera a producir un nuevo pro-
ofrecía el nuevo estado absolutista, siendo
nunciamiento como el del general
sus destinos preferidos Inglaterra y Francia.
tema de gran interés para el
Riego y una experiencia similar a la
Sin embargo, estos exiliados no olvida-
alumnado de Secundaria,
del Trienio Liberal (1820-1823).Por es-
ron su tierra de origen y no se desvincularon
pues le ayuda a alcanzar uno
te motivo, el 1 de octubre de 1823 de-
totalmente de los problemas de España. Más
cretó la abolición de toda la legisla-
bien al contrario: siguieron en contacto con
ción liberal. Durante los primeros
los focos liberales clandestinos que persistí-
importantes de la materia de
años de su reinado vería la luz toda
an en el interior de la Península. Así, tanto
Historia de España de 2º de
una legislación específica para pur-
desde la propia España como desde el extran-
gar a todos los liberales, impulsan-
jero, los liberales siguieron promoviendo la
do la creación de unas Juntas de
conspiración como medio de lucha para
Fe, que tuvieron un papel seme-
cambiar el régimen político vigente, organi-
jante al de la Inquisición, es de-
zándose en sociedades secretas y recurriendo
nuestra historia
cir, para censurar y vigilar to-
al Ejército para hacer triunfar todo pronun-
contemporánea.
das las publicaciones y opinio-
ciamiento, aunque el apoyo de la sociedad ci-
nes y evitar la propaganda li-
vil era imprescindible para el éxito final.
de los objetivos más
Bachillerato: conocer y comprender los procesos más relevantes que configuran
Monumento a los “Coloraos” de Almería.
beral y la heterodoxia; de unas
Durante la Década Ominosa Andalucía
Juntas de Purificación, que se
no fue ajena a los intentos, por parte de los
encargaron de depurar a to-
liberales, de provocar un cambio político a
dos los funcionarios, em-
través de las conspiraciones y los pronuncia-
pleados públicos y
mientos. De hecho, durante estos años fue
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El fusilamiento de Torrijos, óleo de José Gisbert pintado en 1888 por encargo del gobierno de Práxedes Mateo Sagasta durante la regencia de María Cristina.
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Museo del Prado.
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su principal teatro de operaciones, en gran
vidades de Mina se centraron, sobre todo,
LA PRIMERA EXPEDICIÓN. Francisco Val-
parte gracias a la estratégica posición de Gi-
en la zona pirenaica.
dés fue un militar de origen mostoleño que
braltar en las costas andaluzas, a la cual to-
participó en la Guerra de la Independencia y
maron como punto de partida para sus nu-
EL MODELO DE RIEGO. La conspiración
apoyó el pronunciamiento de Riego en 1820.
merosas expediciones. La colonia inglesa se
insurreccional del período 1823 a 1833 res-
En estos momentos estaba bajo el mando
convirtió en el puente de salida hacia el exi-
pondió a una verdadera estrategia política
del también sublevado coronel Quiroga y se
lio forzado al que condujo la represión abso-
de un gran sector del liberalismo español en
encargó de conquistar el estratégico puente
lutista, así como en un lugar de trasiego
su lucha contra el régimen absoluto. El pro-
de Zuazo en la Isla de León (actual San Fer-
continuo y en base de operaciones para las
nunciamiento llevado a cabo por el general
nando). Durante los años del Trienio Liberal
intentonas revolucionarias contra el régi-
Rafael de Riego que dio paso a la etapa del
combatió a las partidas realistas en distin-
men de Fernando VII. La posición de este en-
Trienio Liberal (1820) se convirtió en el mo-
tos puntos del norte peninsular y, por últi-
clave era ideal para mandar expediciones a
delo a seguir en los años posteriores. Los li-
mo, intervino a las órdenes de Torrijos en la
las costas de Andalucía, por lo que durante
berales que impulsaron todos los pronun-
defensa de Cartagena frente al ejército de
todo el periodo hubo un importante contac-
ciamientos llevados a cabo en Andalucía du-
los Cien Mil Hijos de San Luis.
to entre los focos liberales de Andalucía y los
rante la Década Ominosa siempre conside-
En la noche del 2 al 3 de agosto de 1824 sa-
exiliados de Gibraltar.
raron que el modelo de Riego era la única es-
lió de Gibraltar una expedición al mando de
trategia política a seguir si se quería conse-
Francisco Valdés rumbo a Tarifa, plaza que
guir un cambio político.
fue tomada por la mañana al grito de “Viva
Tras la intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis y el restablecimiento del absolutismo, los liberales que se exiliaron tu-
Tres fueron las etapas del desarrollo de
la Constitución”. Mientras tanto, otro gru-
vieron a Inglaterra como principal destino,
las conspiraciones y pronunciamientos en
po, al frente de teniente coronel Antonio
donde el ambiente de libertad era mucho
el sur peninsular durante estos años. La pri-
Marconchini, desembarcaría en Marbella
mayor que en la Francia de los años 20. En
mera etapa, de 1824 a 1826, fue una fase es-
buscando apoyos. Los que tomaron Tarifa
Londres se agruparían en torno a dos figu-
pontánea de la insurrección, con las prime-
resistirían durante unos 15 días el asedio de
ras militares clave: los generales Espoz y
ras tentativas y los primeros fracasos. La se-
las tropas enviadas desde Algeciras y a las
Mina y Torrijos. El primero lideró la facción
gunda etapa, de 1826 a 1830, en la que las
francesas acantonadas en Cádiz. Finalmen-
moderada del liberalismo en el exilio du-
tentativas insurreccionales andaluzas se
te, Valdés y algunos más pudieron embar-
rante estos años, mientras el segundo estu-
centralizan en torno a la conspiración de To-
car rumbo a la costa marroquí, mientras
vo al frente de la que podríamos llamar la
rrijos. Y la tercera etapa, de 1830 a 1833, en la
que otros, concentrados en el castillo de
facción exaltada. Es precisamente Torrijos
que se produjo un relanzamiento de las acti-
Santa Catalina, tuvieron que rendirse. De
quien más nos interesa por ser el impulsor
vidades liberales impulsadas por la Revolu-
Tarifa serían conducidos a Algeciras donde
del liberalismo en Andalucía, pues las acti-
ción Francesa de 1830.
fueron fusilados. Por su parte, el grupo de
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Fases de la insurrección 1.- Conspiración. Fase inicial donde se difunden las ideas liberales basadas en los principios generales del Nuevo Régimen y de la Constitución de 1812. Se dan instrucciones para organizar el poder en caso que el pronunciamiento triunfase y se buscan los medios económicos para financiar al grupo armado “actor” del pronunciamiento. Por último se planifica el “rompimiento”, es decir el punto de penetración o entrada en la Península para iniciarlo. 2.- Pronunciamiento. Estrategia política del liberalismo español en su
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lucha contra el absolutismo y el Antiguo Régimen. Comienza con el acto y gesto
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de rebeldía de la persona que asume el liderazgo de un levantamiento, que lee un manifiesto pro-constitucional, cuyo
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objetivo era alentar a la rebelión y a la insurrección popular en cada localidad. De esta forma, los liberales con algún apoyo militar tomarían la calle y proclamarían la Constitución y, por consiguiente, alcanzarán el cambio de régimen. 3.- Contagio insurreccional. Es una causa del pronunciamiento: los liberales pronunciados tienen fe ciega en el apoyo popular a su causa. Se intentaba no sólo alentar el movimiento popular en el campo, sino también en los núcleos urbanos, verdadera base social del liberalismo. Su éxito dependerá de dos factores: cómo respondiera el pueblo y cómo reaccionara el poder. Si el pronunciamiento y el contagio Mariana Pineda en su juicio. Detalle del óleo de Juan Antonio Vera Calvo (1862).
insurreccional fracasaban, comenzaba una fuerte represión a cargo de las autoridades civiles y de los militares
Marbella no tendría mejor suerte; tuvo que
listas desarticuló las estructuras de la insu-
absolutistas.
volver a tierras gibraltareñas.
rrección y, tras varios días de persecución, fi-
4.- Toma del poder. Era el objetivo final
nalmente, aquellos liberales que aún no ha-
del cualquier conspiración y
LOS “COLORAOS”. La expedición de los “Co-
bían muerto en combate en los días anterio-
pronunciamiento liberal. Tomar el
loraos” formaba parte de un plan más am-
res fueron fusilados el 24 de agosto.
poder era sinónimo de éxito, y en los
plio en el que se incluía el ya citado asalto de
días posteriores se organizaría un
Francisco Valdés a Tarifa. Fueron llamados
LA HEROÍNA DE LA LIBERTAD. Entre fe-
sistema de Juntas con funciones civiles
así por el color de sus casacas. Se trató de un
brero y marzo de 1831 se produjo una nueva
que vertebrarían el nuevo orden y
intento de insurrección liberal llevado a cabo
oleada de brotes rebeldes liberales por toda
vigilarían el tránsito a los valores del
por liberales de la Sociedad de los Caballeros
Andalucía: campo de Gibraltar, la serranía
Nuevo Régimen encarnados en el
Comuneros. La expedición, formada por 48
de Ronda (pronunciamiento de Salvador
restablecimiento de la Constitución de
hombres, partió de Gibraltar el 6 de agosto
Manzanares), Cádiz, San Fernando, Vejer,
1812: monarquía parlamentaria,
de 1824 y llegó a Almería el 14 del mismo mes
etc. Pretendían lograr una insurrección ge-
división de poderes, abolición de los
al mando de Pablo Iglesias. En la noche del 15
neral de toda la región de cara a un definiti-
señoríos y de la sociedad estamental,
al 16 intentaron tomar una de las puertas de
vo pronunciamiento victorioso. También se
garantía de libertades y derechos
la ciudad, pero el ataque quedó en desbanda-
produjeron intentonas en las principales
individuales, etc.
da. La intervención de los Voluntarios Rea-
ciudades andaluzas, destacando el episodio
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Tres lugares de interés en Almería, Granada y Málaga ■ Monumento a los “Coloraos”. Plaza
de bronce de la que sobresalen numerosos
■ Monumento a Torrijos. Plaza de la
Vieja o del Ayuntamiento (Almería).
pinchos, de la cual viene la palabra
Merced (Málaga). Está dedicado por el
Monumento levantado en honor y
"pingurucho" y el sinónimo por el cual es
municipio malagueño al general Torrijos
memoria de los “Mártires de la Libertad”,
conocido el monumento: "Pingurucho de
y a todos sus compañeros fusilados en la
aquellos soldados liberales que
los Coloraos" (véase la imagen de la pág.
playa de San Andrés de Málaga, el 11 de
desembarcaron en la costa de Almería en
74).
diciembre de 1830. Fue diseñado por el
agosto de 1824 con el objetivo de restituir la
arquitecto Rafael Mitjana y Ardison y es
Constitución de 1812. Tras fracasar en su
■ Casa de Mariana Pineda. C/ Águila, 19
considerado el monumento civil urbano
pronunciamiento fueron apresados y
(Granada). Última residencia de Mariana
más importante de la Málaga de todo el
fusilados por los absolutistas. Se localiza
Pineda, la granadina que simbolizó la
siglo XIX. Lo encontramos en el centro de
en la plaza vieja de Almería, junto al
lucha liberal constitucionalista del siglo
la popular plaza de la Merced y se
ayuntamiento de la ciudad. El original
XIX. Actualmente es Sede del Consejo
compone de la cripta (donde descansan
data del año 1868, pero fue destruido en
Municipal de las Mujeres y del Centro
sus restos), así como de un pedestal de
1943, con motivo de la primera visita de
Europeo de las Mujeres Mariana de
base cuadrada y buenas proporciones, que
Franco a Almería. A la vuelta de la
Pineda. Cuenta con una sala de
termina en una pirámide de gran
democracia, en 1988 fue reconstruido y,
exposiciones sobre su vida. Se ofrece una
elevación, en la que vemos unas coronas
desde entonces, cada 24 de agosto se
imagen lo más amplia posible de ella,
de bronce, en forma de laurel, dedicadas a
celebra un homenaje a los liberales caídos.
comenzando por el contexto histórico de su
cada una de las cuarenta y nueve víctimas
Tiene tres cuerpos. Presenta una gran base
época y terminando en la influencia del
de tan triste suceso. Termina con otra
que sirve de apoyo a una columna que se
personaje en su entorno popular, en la
corona colocada en el vértice de la
eleva unos metros, y que corona una esfera
literatura y el arte.
pirámide.
protagonizado por Mariana Pineda en la
rra de la Independencia y que finalmente
rreccionales andaluzas se centralizaron en
ciudad de Granada.
fue fusilado por el régimen absolutista de
torno a su persona.
Nacida en Granada en el año 1804, gracias
Fernando VII. Conspirador durante el Sexe-
El general Torrijos llegó a Gibraltar, junto
a sus fuertes convicciones liberales, se convir-
nio Absolutista, fue nombrado ministro de
con algunos amigos, en septiembre de 1830,
tió en un símbolo popular de la lucha contra
la Guerra durante el Trienio Liberal, cargo
convirtiendo al peñón en su base de operacio-
opresión absolutista, sirviendo de inspiración
que no llegó a desempeñar por la interven-
nes para preparar expediciones de instiga-
de numerosas obras literarias posteriores.
ción en España de los Cien Mil Hijos de San
ción, como la que realizó a La Línea —sin éxi-
A partir de la restauración de Fernando
Luis. La caída del régimen liberal hizo que
to— en la madrugada del 29 de enero de 1831.
VII en 1823 como monarca absolutista, su ca-
se exiliara, primero en Francia, y, final-
Mientras mantenía correspondencia se-
sa se convirtió en un centro clandestino de
mente, en Inglaterra, donde comenzó a
creta con algunos liberales de Málaga, el
ayuda a los liberales, manteniendo contac-
conspirar a partir de 1827. Fue a partir de es-
gobernador de dicha ciudad, Vicente Gonzá-
tos con Torrijos y otros revolucionarios exi-
te momento cuando las tentativas insu-
lez Moreno, lo atrajo con falsas promesas,
liados en Gibraltar. Las actividades de Ma-
asegurándole que podría desembarcar sin
riana Pineda terminaron levantando las
problemas en Vélez-Málaga.
sospechas del juez Pedrosa, quién acabó encontrando una prueba que la incriminaba.
Más información
Averiguó que Mariana había encargado una bandera a dos bordadoras del Albaicín, con
La expedición partió desde Gibraltar el 30 de noviembre de 1831, divisando aguas malagueñas el 2 de diciembre. Se vieron obliga-
■ Caro Cancela, Diego (ed.)
dos a desembarcar en Fuengirola ante el ata-
el lema “Igualdad, Libertad y Ley”, y logró,
El primer liberalismo en Andalucía (1808-
que del barco Neptuno, avisado de su llegada
antes de proceder al registro, que la bandera
1868): política, economía y sociabilidad.
gracias a la traición de González Moreno. En
acabase en casa de Mariana. El 13 de marzo
Servicio de Publicaciones de la
tierra se puso en marcha un dispositivo para
de 1831 Mariana Pineda fue arrestada y confi-
Universidad de Cádiz. Cádiz, 2005.
capturar a los liberales desembarcados, par-
nada en el beaterio de Santa María Egipciaca,
■ Castells Olivan, Irene
ticipando en él, la policía política y los Voluntarios Realistas de la zona.
el llamado convento de las Arrecogidas. Final-
La utopía insurreccional del liberalismo:
mente, el 26 de mayo de 1831 sería conducida a
Torrijos y las conspiraciones liberales de la
lomos de una mula al Campo del Triunfo, don-
década ominosa.
grupo huyó hacia el interior de la provincia y
Crítica. Barcelona, 1989.
terminó por refugiarse en la alquería del
de fue ejecutada mediante garrote vil, al tiempo que era quemada delante de ella la bandera
■ Luis, Jean Phillippe
Debido al cansancio y a las heridas, el
conde de Mollina (Alhaurín de la Torre). Allí
“La década ominosa (1823-1833), una
tuvieron que rendirse ante las tropas absolu-
etapa desconocida en la construcción
tistas que los habían rodeado. El 11 de di-
TORRIJOS. José María de Torrijos y Uriarte,
de la España Contemporánea”, en Ayer
ciembre fueron ejecutados en la playa de San
más conocido como el general Torrijos, fue
nº 41 (2001), pp. 85-177.
Andrés, del barrio malagueño de El Bulto
causante de su detención.
un militar liberal que combatió en la Gue-
(véase la imagen de la pág. 75). ■
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Admirable Renacimiento entre muros medievales La catedral de Baeza JOSÉ LUIS CHICHARRO CHAMORRO INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES
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a Úbeda, conserva su hermoso
L
emblema de tradiciones y de saberes artísti-
go de Narváez y el de Baeza, hay un texto
templo catedralicio, emblema del
cos, punto de reunión eclesial y ciudadano.
epigráfico en el que se dice, entre otras co-
acervo histórico eclesiástico de la
Eso ocurre con la de Baeza, ámbito de reu-
sas, que la torre fue levantada y quiénes la
población y bello ejemplo del
nión de los ciudadanos libres de la población
llevaron a cabo.
Baeza, declarada en 2003 Patrimonio de la Humanidad junto
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Renacimiento inserto en un ámbito medieval de caracteres góticos y mudéjares. Gran parte de
En el muro norte de la torre hay un retablo
católica, se convierte en el edificio
heráldico de 1395 en el que, aparte de los es-
más representativo de una ciudad,
cudos de Castilla y León, el del obispo Rodri-
en la Baja Edad Media que acudían allí a
La catedral es un bello y equilibrado
campana repicada, lugar de concurrencia de
ejemplo de arquitectura renacentista en
sus pobladores durante casi 800 años.
una impronta medieval de caracteres góti-
La ciudad Baeza fue sede episcopal ya en la
cos y mudéjares que la contiene. Es un edifi-
época visigoda y tras la conquista a los mu-
cio que hay que analizar tanto desde la me-
sulmanes en 1227 se instituyó de nuevo como
todología de la historia del arte como desde
tal, merced al nombramiento como obispo
la arqueología, porque hay numerosos mu-
mayor de las obras catedralicias de
de Fray Domingo. Pensemos que la ciudad,
ros de varias épocas; aparejos diferentes que
Jaén y de Baeza. Tras su
con excelente ubicación estratégica, se incor-
demandan estudios de estratigrafía mura-
fallecimiento, diversos arquitectos
poró a la Corona de Castilla en tiempos muy
ria, algunos ya acometidos.
su fábrica renacentista fue ideada por Andrés de Vandelvira, maestro
concluyeron la obra fieles a la propuesta de Vandelvira. Fue
Foto: José Luis Chicharro Chamorro
a catedral, en una urbe de tradición
tempranos, por lo que fue dotada de un am-
Es indudable que el siglo XVI dotó al tem-
plio término municipal y poblada de nume-
plo de un espacio construido amplio, diáfa-
rosos infanzones y caballeros que colabora-
no, equilibrado y bello, comprendido en un
declarada Monumento Nacional
ron en la conquista del valle del Guadalqui-
ámbito de planta de salón, de tres naves (la
en 1931.
vir. Fue ciudad de realengo que se adminis-
central más ancha) con bóvedas a la misma
traba con un fuero, copia del que se dio para
altura, bellamente decoradas e iluminadas
la ciudad de Cuenca. En 1248, una vez que
por un claristorio, conformado por venta-
Jaén ya se había incorporado a Castilla, fue
nas serlianas que permiten una límpida luz
trasladada allí la cabecera de la diócesis. Sin
en las horas centrales del día. Ahí está el se-
embargo, desde 1249 la sede episcopal jien-
llo originario del eminente arquitecto An-
nense tendrá dos catedrales y ésta de Baeza
drés de Vandelvira (Alcaraz, 1505 - Jaén 1575)
sería atendida por un tercio de los canónigos.
que al firmar el contrato (publicado por el
Por lo tanto la iglesia catedral de Baeza tie-
profesor Galera) con el Cabildo de la catedral
ne su origen en la Edad Media, primero tras
de Jaén en 1553 se obligaba, como maestro
la conquista de la ciudad por parte de Alfonso
mayor, a dirigir las obras de las fábricas ca-
VII en 1147, que la puso bajo la advocación de
tedralicias de Jaén y de Baeza, así como
San Isidoro, después y de manera estable,
otras del obispado: “me obligo de visitar la
tras la conquista definitiva de Fernando III,
obra de la yglesia de la cibdad de Baeça para
bajo el título de la Natividad de la Virgen.
en ello dar horden de lo que convenga y si se
El templo se ubica en la parte sur de la
me mandaren fazer muestra o traças para
trama urbana, dentro del recinto amuralla-
las dichas yglesias de Jaen o Baeza catedra-
do, inicialmente en lo que debió ser la mez-
les las e de fazer debaxo de los dichos sala-
quita aljama de la Bayyasa andalusí. De
rios”.
aquel primitivo edificio se rastrean algunos
No obstante, el fallecimiento del maes-
restos en la torre con tres arcos de herradura
tro en 1575 hizo que otros arquitectos se vin-
cegados y parte de la propia torre que subsu-
cularan al edificio ya que las obras no esta-
me en el primer cuerpo el antiguo alminar.
ban terminadas, eso sí, sin duda siguiendo
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Foto: José Luis Chicharro Chamorro.
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Vista de la plaza de Santa María, con la catedral al fondo.
el planteamiento vandelviriano. Así, su dis-
portada principal que da a la plaza. Tam-
al obispo de Jaén a finales del siglo XIII, San
cípulo Alonso Barba (ca. 1524-1595), Juan
bién, el muro sur que se abre al claustro al-
Pedro Pascual, muerto en Granada en 1300.
Bautista Villalpando (1552-1608), Francisco
berga la puerta del Perdón en estilo Reyes
Sus restos reposan en una urna forrada de
del Castillo, el Mozo (1528-1586), este último
Católicos y un notable alero mudéjar que la
terciopelo rojo en el retablo del altar mayor.
como visitador de los trabajos al menos en
protege de las inclemencias con hasta diez
En el segundo periodo constuctivo, co-
dos ocasiones, y el maestro de obras Cristó-
filas de ladrillos y de tejas en rojo vinoso y
rrespondiente al siglo XVI, se decidió reno-
bal Pérez de Leiva.
blanco.
var la iglesia. Las obras comenzaron por la
Por su parte, la puerta mudéjar de la Lu-
cabecera. En 1529 el obispo Esteban Gabriel y
ETAPAS CONSTRUCTIVAS. Los principales
na, ubicada en los pies de la iglesia a po-
Merino obtuvo una bula papal que concedía
documentos sobre el proceso constructivo
niente, concebida con arco polilobulado de
indulgencias a las personas que contribuye-
del templo desaparecieron de su archivo en
herradura levemente apuntado y con alfiz
ran con limosnas a las fábricas de las cate-
la Guerra Civil. No obstante, el profesor Es-
rehundido, pone el acento más antiguo del
drales de Jaén y Baeza. A aquella época co-
colano Gómez pudo manejar con anteriori-
edificio. Sobre él, el aparejo muestra la hue-
rresponden los dos primeros tramos de la
dad varios libros de cuentas y autos capitu-
lla donde debió existir un pequeño tejaroz
misma, con hechuras góticas de bóvedas de
lares y transcribió lo esencial de algunos de
de protección. Más elevado, un rosetón góti-
nervios de gran complejidad y algunos ele-
ellos, por lo que ese trabajo, de 1935, se ha
co del siglo XIV de buenas proporciones con
mentos protorrenacentistas en los capiteles
convertido en fuente indispensable.
decoración de hojas, flores y cabezas, en cu-
y ventanas. El testero fue concebido plano
Veamos diacrónicamente algunos hitos
ya luz se definen cuatro esvásticas en pie-
como el de la catedral de Jaén, de amplia in-
de la edificación. En esencia existen tres pe-
dra. Sobre él, una lápida sepulcral dedicada
fluencia por otros templos de la diócesis.
riodos constructivos. El primero de ellos es
Seguramente, el altar mayor se proyectó
el bajomedieval, de los siglos XIII y XIV, que
para ubicarse en el segundo tramo, por lo
se alarga al siglo XV en algunas capillas fu-
que existe una cierta correspondencia de
nerarias. Se corresponde con la adscripción a elementos mudéjares y góticos de la iglesia que se ubican en los pies del templo, el claustro con sus capillas y restos posiblemente de la portada de aquella iglesia con una arquivolta ojival de puntas de diamante que se halla en el muro norte, en el cuarto tramo desde la cabecera, a la derecha de la
EL TEMPLO SE UBICÓ EN LA PARTE SUR DEL RECINTO AMURALLADO, EN LO QUE DEBIÓ SER LA MEZQUITA ALJAMA DE LA BAYYASA ANDALUSÍ
tratamiento en altura, en la bóveda, con una pequeña cúpula central. Sin embargo, en el libro de cuentas referido a 1584 se dispone que “el altar mayor con su retablo se arrimen a la mesma pared última de la nave mayor, con la disposición de gradas, tablero y peana, que abaxo se dirá y mostrará en traças”. Éstas ya elaboradas por Alonso Barba y
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Planta y proyección de las bóvedas de la catedral de Baeza, realizadas por Jesús
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El negro y solmene acorde de la catedral ■ En el capítulo Baeza, ciudad perdida
Martín Clabo y Antonio J.
del libro, Impresiones y paisajes (1918),
Garrido. Reelaboradas a
Federico García Lorca escribió:
partir del expediente Úbeda-
“Dominándolo todo el negro y
Baeza Patrimonio de la
solemne acorde de la catedral. (…)
Humanidad. 1999
De cuando en cuando palacios y casonas de un Renacimiento admirable, ornamentadas con figuras y rosetones primorosos. La catedral tapa a la plaza con su sombra, y la perfuma con su olor de incienso y de cera que se filtra por sus muros como recuerdo de santidad. A lo lejos casas de piedra dorada, con
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los añejos vítores esfumados por tantos soles, y las ventanas marchitas
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con hierros mohosos y destartalados. Hay un silencio íntimo y doloroso en esta plaza. (...)
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Las campanas de la catedral llenan sus ámbitos de acero y dulzura diciendo la señorial melodía que las demás campanas de la ciudad acompañan con su suave plañir”.
el entablamento se apoya directamente sobre los capiteles. Los diversos tramos se cubren con predominio de bóvedas baídas en las naves laterales y de media naranja en los tramos de la central. El arquitecto de Alcaraz no pudo ver la obra concluida. Tanto la documentación transcrita como las cartelas epigráficas con anotación de años así lo constatan, aunque su concepción queda bien patente merced a la euritmia que dota al espacio construido de una armonía y belleza singulares. La obra renacentista se sitúa a partir del Juan Bautista Villapando. En la actualidad,
Vandelvira y, por tanto, el inicio de la ter-
tercer tramo, el del crucero. Se conecta con
efectivamente, la capilla mayor se ubica en
cera etapa constructiva. Aparece docu-
la obra gótica en la nave central con la dispo-
el primer tramo y el retablo pegado a la pa-
mentada su tasación de la reconstrucción,
sición de un arco de medio punto con un en-
red. En este caso, el retablo barroco fue tra-
junto a otros maestros, en 15.000 ducados.
tablamento con esculturas para salvar la
zado en 1674 por Manuel del Álamo y dorado
Por lo tanto, cuando Vandelvira da las
mayor sección del arco apuntado previsto.
desde 1741 por Francisco Gómez de Espinosa.
trazas en el nuevo lenguaje renacentista, ya
Se labran virtudes clásicas, como la Justicia,
Hay en él tallas de San Pedro, San Pablo, la
están construidos la cabecera y los pies del
con su espada, y la Prudencia, que se mira al
virgen de los Mártires o del patrón de la ciu-
templo, además de algunos muros perime-
espejo, símbolo del conocimiento de uno
dad, San Andrés en el ático, aparte de dos ta-
trales. Vandelvira concibe un amplio espa-
mismo y de la verdad de las cosas.
blas pintadas con las efigies de Santiago y
cio, de pilares esbeltos en hermosa piedra
Las bóvedas de la catedral, tanto baídas
San Eufrasio, primer obispo de Jaén y patro-
arenisca casi blanca, de planta cruciforme
como cupuliformes, son de gran belleza y
no de la diócesis.
basada en un centro cuadrado y semicolum-
majestuosidad, concebidas en ladrillo revo-
nas corintias adosadas en los lados planos.
cadas de yeso y decoradas con veneras estili-
VANDELVIRA. El 18 de febrero de 1567 se
Es una evolución del pilar siloesco de la cate-
zadas o con otros elementos geométricos
produjo un importante derrumbe de la
dral de Granada pero más aquilatado, sin el
que nos hablan ya de un manierismo pos-
obra construida. A partir de este momento
cuerpo supletorio que el artista burgalés dis-
tvandelviriano; de una elegante plasticidad
habría que situar la presencia de Andrés de
puso sobre los capiteles, de tal manera que
por la luz y en contraposición con los arcos
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Foto: José Luis Chicharro Chamorro.
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Vista interior del templo catedralicio tomada desde la nave del Evangelio.
de medio punto pétreos con ménsulas de
en torno a 1560. Su traza compone un arco
sendas virtudes. A los pies de la iglesia des-
acanto en las claves. La bóveda del crucero
de triunfo enmarcado por pilastras con ve-
tacan la capilla gótica de los Viedma o la Ca-
con media naranja policromada recoge en la
neras en sus fustes y figuras en las enjutas.
pilla dorada de fines del XVI.
leyenda la conclusión del templo en 1593
El ático es de grandes proporciones con un
La catedral como construcción emble-
siendo obispo Francisco Sarmiento (1580-
gran frontón triangular en el que descansan
mática contiene un importante legado his-
1595). La sucesión de bóvedas ricamente de-
tórico y patrimonial de diversas etapas: des-
coradas de la nave central se ha relacionado
de una biblioteca con numerosos incuna-
con estuquistas y pintores italianos que estaban por España con motivo de las obras de
Más información
El Escorial. El propio Villalpando está vinculado a Juan de Herrera. Del jesuita Villalpando también son las
bles procedentes de la antigua universidad y de otras instituciones eclesiásticas, hasta la espléndida custodia procesional barroca del
■ Escolano Gómez, Francisco
antequerano Gaspar Núñez de Castro; desde
Aportación al estudio de la santa iglesia
libros corales iluminados, hasta una colec-
trazas de la actual portada principal del
catedral de Baeza (Jaén).
ción pictórica de cierto relieve en algunos de
templo catedralicio. Obra de 1587, concebi-
Cuadernos de Arte, Facultad de
los casos. Una nutrida serie de retablos y de
da de manera muy plana en dos cuerpos, el
Filosofía y Letras. Granada, volumen
rejas de buena factura, especialmente la
de abajo con pilastras corintias pareadas en
III, fascículos 1 y 2, 1938.
que en su día abría el coro, obra del maestro
los lados dejando entre ellas espacio para
■ Cruz Cruz, Juan
Bartolomé de principios del siglo XVI. En la
una hornacina con venera y tableros geomé-
La catedral de Baeza y su entorno
intervención de mediados de los cincuenta
tricos, y el superior, donde adquiere un gran
monumental.
del siglo pasado se desmontó el coro ubicado
protagonismo un relieve con el tema de la
Pamplona, 1998.
en la nave central, buscando una mayor dia-
advocación del templo, el de la Natividad de
■ Galera Andreu, Pedro A.
fanidad, y se trasladó a los pies del templo,
la Virgen, obra del jesuita baezano Jerónimo
Las catedrales de Vandelvira.
siguiendo unas recomendaciones que ya se
del Prado e inspirado en un dibujo del italia-
Editorial El Olivo. Jaén, 2006.
recogían en el siglo XVI.
no Zúcaro (1542-1609), que por entonces circulaba estampado en un grabado. Habría que destacar el amplio conjunto de capillas funerarias a lo largo de toda la iglesia, de variada cronología y estilo artís-
■ Moreno Uclés, Juan
Preside la plaza de Santa María y ha si-
Catálogo de incunables e impresos (siglos XVI
do descrita en evocadoras estampas a lo
al XVIII) S. I. Catedral de Baeza.
largo del tiempo. Su silueta y, especial-
Edition Reichenberger. Kassel, 1993.
mente, su torre, rehecha a mitad del siglo
■ VV. AA.
XX con proyecto de Prieto Moreno, consti-
tico. Entre ellas las del lado del Evangelio: la
Andrés de Vandelvira. El Renacimiento del Sur.
tuyen referencia obligada para las gentes y
de Santiago, la de San José y la de San Mi-
Diputación Provincial-Junta de
los pueblos de su entorno. Su campanario
guel o de los Canónigos. Esta última, docu-
Andalucía. Jaén, 2007.
regía la vida y el ritmo de los trabajos, es-
mentada como de Vandelvira, se construyó
pecialmente en los campos. ■
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(Re)leer los clásicos AH ENERO 2013
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PRESENTACIÓN
Hace ya una década, en enero de 2003, salía a la calle el primer número de la revista Andalucía en la Historia con un amplio dosier dedicado a Almanzor. La publicación nacía con el objetivo de promover el conocimiento de nuestra historia siguiendo un triple patrón: rigurosidad, amenidad y un cuidado tratamiento gráfico. Desde sus inicios se renunciaba a incluir notas a pie de página para facilitar la lectura de sus contenidos y se exigía a los autores —historiadores, profesores universitario y de centros de investigación de dentro y fuera de Andalucía, archiveros, bibliotecarios, docentes de Secundaria, jóvenes investigadores, periodistas y escritores— que realizaran un ejercicio de síntesis para exponer al gran público el resultado de sus últimas investigaciones. Con el paso del tiempo la revista ha creado nuevas secciones y eliminado otras, ha dado un mayor peso a sus dosieres, ha sumado colaboradores y ha renovado su diseño, sin por ello dejar de mantenerse fiel a sí misma. Para celebrar estos diez años de vida de la revista, los miembros de su consejo editorial, formado por profesores de diversas universidades y centros educativos andaluces, hemos querido echar la mirada atrás y rendir homenaje a aquellos historiadores sin cuyo trabajo las investigaciones actuales serían del todo imposibles. Por este motivo, hemos decidido proponer a los lectores una (re)lectura personal de algunas obras
clásicas de la historia e historiografía andaluzas. Difícil, muy difícil, ha sido la selección de estos títulos, dado lo limitado del espacio disponible. Es muy posible que el lector encuentre a faltar algún volumen y/o historiador. Esgrimimos entonces al axioma tantas veces repetido: sin duda “son toda las que están, pero no están todas las que son”. Pedimos disculpas por ello y les invitamos a que nos sigan enviando sus sugerencias a nuestro correo electrónico:
1. Juan Maluquer de Motes. Tartessos. La ciudad sin historia. Por José Luis Sanchidrián Torti. 2. Manuel González Jiménez. En torno a los orígenes de Andalucía. La repoblación del siglo XIII. Por Juan Luis Carriazo Rubio. 3. María Teresa López Beltrán. La prostitución en el Reino de Granada: el caso de Málaga (1487-1516). Por María José de la Pascua Sánchez. 4. Julio Caro Baroja. Los moriscos del Reino de Granada. Por Valeriano Sánchez Ramos. 5. Antonio Domínguez Ortiz. Alteraciones andaluzas. Por Manuel Peña Díaz. 6. Antonio García-Baquero González. Cádiz y el Atlántico (1717-1778). El comercio colonial español bajo el monopolio gaditano. Por Carlos Martínez Shaw. 7. Antonio Domínguez Ortiz. Andalucía, ayer y hoy. Por José Luis Chicharro Chamorro. 8. Antonio Miguel Bernal.La lucha por la tierra en la crisis del Antiguo Régimen. Por Carlos Arenas Posadas. 9. Edward Malefakis. Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX. Por Teresa María Ortega López. 10. Juan Díaz del Moral. Historia de las agitaciones campesinas andaluzas. Por Salvador Cruz Artacho. 11. Michel Drain et. al. Los Andaluces. Por Marieta Cantos Casenave. 12. Gerald Brenan. Al sur de Granada. Por Antonio Ramos Espejo. 13. Ronald Fraser. Escondido. El calvario de Manuel Cortés. Por Encarnación Lemus López.
[email protected]
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Aire fresco en tiempos miopes JOSÉ LUIS SANCHIDRIÁN TORTI
llan en pleno ejercicio profesional.
lla de Alalia, o la guerra entre púni-
La edición de Tartessos de Malu-
cos y griegos, como inicio del fin del
quer está muy cuidada, con un ta-
“imperio tartésico”. También criti-
n determinados ambien-
maño manejable, pastas duras y
ca las tres soluciones simplistas im-
tes, incluso en la actuali-
sobrecubierta, repleto de ilustra-
perantes en el momento sobre el si-
dad, enunciar el término
ciones en formatos de figuras y nu-
lencio histórico de la zona durante
Tartessos evoca de inmediato el
merosas fotografías en blanco y ne-
más de tres siglos: destrucción de
misterio, la ensoñación, tesoros,
gro, todo lo cual hacía (y hace) muy
Tartessos por parte de los gadita-
polémica, etc.; hasta fue utilizado
amena y atractiva su lectura.
nos, de los cartagineses o de los cel-
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
E
para intentar fundamentar la iden-
La obra deja patente desde el
tidad andaluza cuando se debatían
principio la metodología histórica
las diferentes vías de acceso a los es-
de unificar los datos proporcionados
tatutos de autonomía.
por los textos clásicos y los arqueoló-
tas, concluyendo que la causa priMaluquer de Motes y Nicolau, Juan Tartessos. La ciudad sin historia. Destino. Barcelona, 1975.
mordial fue debida a la propia “decadencia interior” a partir de los bloqueos comerciales.
Antes de la aparición de esta
gicos. “Hasta hace muy pocos años,
Siguen un par de capítulos que
obra, la bibliografía sobre el tema
toda la bibliografía sobre Tartessos
constituyen lo que podríamos deno-
estaba prácticamente dominada
era fruto de simple erudición, con-
minar un importante segundo blo-
por la obra de similar título de A.
cepto muy distinto y no pocas veces
que temático, asignados a la cultura
Schulten, impregnada de un ro-
antagónico de investigación. Erudi-
material tartésica (metalurgia, or-
manticismo historicista en busca
ción histórico-literaria e investiga-
febrería, marfil y cerámica) y la es-
de secretas ciudades perdidas, que
ción arqueológica, aunque se hayan
critura tartésica. Termina subra-
seguía casi literalmente la literatu-
confundido, son actividades total-
yando el “pleno urbanismo de una
ra greco-latina. Pero, Tartessos, de
mente distintas”.
sociedad estratificada con rica acti-
Maluquer, puso orden en la cues-
En el capítulo sobre la formación
vidad agrícola e industrial, y la exis-
tión, al barajar la totalidad de los
del mundo tartésico se retrotrae a la
tencia de una estructura política de
documentos históricos disponibles
cultura megalítica prehistórica y al
carácter monárquico bien definida”
entonces.
denominado Horizonte Millares,
y en las líneas finales remarca a Tar-
El autor, Juan Maluquer de Mo-
“colonos metalúrgicos”, así como a
tessos como “la primera gran civili-
tes y Nicolau (1915-1988), es consi-
la siguiente etapa del Bronce (Cultu-
zación del Occidente”.
derado en la órbita universitaria co-
ra del Argar), como base de la vida
mo maestro de maestros. Fue discí-
urbana en el sur peninsular.
Hoy día las propuestas de Maluquer han sido ampliamente supera-
pulo de P. Bosch Gimpera y L. Peri-
A continuación, en el capítulo
das, pero para los universitarios que
cot, con quien colaboró en la redac-
sobre la Monarquía tartésica, plan-
durante los años de la Transición es-
ción de otro título clásico de la lite-
tea, a partir de la literatura griega,
tudiábamos en los colegios univer-
ratura científica dedicada a la His-
el origen mítico de la monarquía
sitarios y/o universidades periféri-
toria más antigua: La Humanidad
urbana tartésica, enraizada con di-
cas recién fundadas, donde desde
Prehistórica. Desde las cátedras de
nastías divinas a través de los reyes
las “cátedras trampolines” hacia las
Salamanca y Barcelona, fundó sen-
clásicos de Geryon y Gargoris más
capitales se nos inculcaba una his-
das revistas, Zephyrus y Pyrenae,
su hijo Habis, y la continuación en
toria miope en la que los textos eran
que continúan publicándose y si-
dinastías históricas favorecidas por
las únicas fuentes históricas vera-
guen siendo sinónimo de rigor.
los contactos comerciales fenicios,
ces, esta obra fue un aire fresco y no-
hasta el rey Argantonio del s. VII,
vedoso, puesto que demostraba que
benefactor de los colonos griegos.
se podía (debía) hacer Historia tanto
Tartessos. La ciudad sin historia (ed. de 1975) forma parte de la extraordinaria y sugerente colección
En Los fenicios, la Biblia y Tartes-
Nuestro Pasado, de la editorial Des-
sos analiza todas las interpretacio-
tino, donde se publicaron títulos
nes del término Tarsich y sus impli-
tan emblemáticos en la historio-
caciones históricas (por ejemplo, la
grafía como Dioses, tumbas y sabios
fundación fenicia de Cádiz), ade-
de C.W. Ceram y los trabajos sobre
más de las relaciones con los comer-
los descubrimientos de arte rupes-
ciantes fenicios. Hace lo propio con
tre de H. Lhote en Tassili, junto con
los colonos griegos en el siguiente
monográficos dedicados a los hiti-
capítulo, destacando las rutas co-
tas, los antiguos egipcios, la legen-
merciales focenses y la colonia grie-
daria ciudad de Masada, etc. Varios
ga más occidental: Mainake.
de estos títulos sembraron la semi-
Los datos históricos de los apar-
lla de vocaciones en el ámbito de la
tados anteriores le sirven para con-
Arqueología, Prehistoria e Historia
ducirnos a los dos siguientes capí-
Antigua de bastantes investigado-
tulos, dedicados, al fin, a Tartes-
res y profesores que hoy día se ha-
sos. En el primero propone la bata-
con las fuentes documentales como con las arqueológicas, a la vez. ■
AH ENERO 2013
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Un medievalista en busca de los orígenes de Andalucía JUAN LUIS CARRIAZO RUBIO
tiempo que se reeditaba La repobla-
de las fuentes existentes —no en
UNIVERSIDAD DE HUELVA
ción de la zona de Sevilla durante el si-
vano, desde 1977 don Manuel había
glo XIV. Todavía estaba reciente su
editado los repartimientos de Vejer,
ramos poco más de veinte
impresionante Diplomatario anda-
Carmona y Jerez de la Frontera— el
alumnos en el aula XIV de la
luz de Alfonso X (1991), y en clase nos
libro es una radiografía demográfi-
Facultad de Geografía e His-
hacía partícipes de sus avances en
ca y socioeconómica de la Andalu-
toria de la Universidad de Sevilla.
la edición de la Crónica del rey Sabio,
cía de la segunda mitad del siglo
Estábamos en el último curso de la
que aparecería años después (1999).
XIII. La conquista militar protago-
licenciatura, mientras a poca dis-
Pero el libro que ningún alumno de
nizada por Fernando III y Alfonso X
tancia de la antigua Fábrica de Ta-
la clase dejó de leer aquel curso fue
es sólo un pórtico desde el cual nos
bacos los andaluces removían los
En torno a los orígenes de Andalucía.
AH
rescoldos de la triunfante Expo del
La repoblación del siglo XIII. Quienes
ENERO 2013
92 con muchas preguntas y pocas
acudimos a la librería lo compra-
respuestas. Nuestros estudios nos
mos en su segunda edición, de
alejaban de un presente extraño,
1988, ya que la primera, agotada,
pues habíamos elegido la especiali-
era de 1980.
É
la repoblación de los distintos territorios del valle del Guadalquivir, desde el Reino de Jaén hasta el litoral atlántico. De la mano del profesor González Jiménez observamos
dad de Historia Antigua y Medieval,
En los años que discurrieron en-
los ritmos de la repoblación, sus
y dentro de ella, uno de estos dos
tre la Transición democrática y la
modalidades, la procedencia y nú-
ámbitos cronológicos. Ahí se acaba-
promulgación del Estatuto de Auto-
mero de sus protagonistas, la per-
ba nuestra posibilidad de elegir en
nomía, los trabajos de don Manuel
manencia de comunidades mudé-
una universidad que no conocía aún
fueron imprescindibles. Sus libros
jares y judías, el reparto y las for-
la libre configuración y en un tiem-
no ofrecían sólo una historia de An-
mas de propiedad de la tierra, o las
po en que los créditos sólo se obtení-
dalucía, sino la única historia posi-
primeras manifestaciones de un ré-
an en los bancos. Los alumnos de
ble: aquella que se escribe libre de
gimen señorial que, andando el
Historia Antigua y Medieval tenía-
prejuicios y tópicos, que acude a los
tiempo, será uno de los rasgos defi-
mos asignaturas comunes, pero in-
documentos,
sistemáticamente
nitorios de la realidad social y polí-
tereses diversos. A lo largo de la ma-
analizados dentro de un marco de
tica de Andalucía. Problemas histó-
ñana desfilaban sucesivamente por
interpretación impecable.
ricos fundamentales como los orí-
el aula eminentes especialistas en el
En torno a los orígenes de Andalu-
genes del latifundio andaluz o la
Egipto faraónico, la Roma imperial
cía no estaba escrito sólo para espe-
pervivencia del pasado islámico
o la Europa del Medievo. Sus exposi-
cialistas en la materia, sino para un
eran resueltos con datos paciente-
ciones nos conducían de una punta
público más amplio, pues su autor
mente recolectados y convertidos
a otra del Mediterráneo, con mile-
nunca ha eludido la función social
en argumentos incontestables.
nios de diferencia. Pero las clases de
que se presupone al historiador. A
En el prólogo a la segunda edi-
don Manuel González Jiménez eran
partir del conocimiento exhaustivo
ción, don Manuel González Jimé-
distintas.
nez confesaba que la elección del tí-
Don Manuel salvaba con dili-
tulo del libro en 1980 no fue nada
gencia y optimismo los escasos me-
inocente, y explicaba, como hacía
tros que separaban la puerta de su
en clase, que “las verdaderas raíces
querido departamento de Historia
históricas de la Andalucía de hoy se
Medieval y Ciencias y Técnicas His-
remontaban no a un pasado mítico
toriográficas de la del aula. Los
e intemporal, como el que propug-
alumnos sabíamos que quien nos
naban entonces y aún hoy los parti-
hablaba era uno de los grandes his-
darios de una teoría que ha dado en
toriadores de Andalucía. A lo largo
llamarse “esencialista”, ni al pasa-
de aquel curso 93/94 se publicaron
do islámico de la región, por impor-
su biografía de Alfonso X en la colección Corona de España, su libro Andalucía a debate y otros estudios, y un lúcido artículo sobre “La frontera entre Andalucía y Granada”,
al
Imagne de las Cantigas de Santa María.
84
asomamos al fenómeno crucial de González Jiménez, Manuel En torno a los orígenes de Andalucía. La repoblación del siglo XIII. Universidad de Sevilla. Sevilla. 1980.
tante y trascendente que fuera en ciertos aspectos, como defendían y defienden algunos nostálgicos. Por el contrario, la región comenzó a formarse como consecuencia del gran proceso de ruptura que provocaron tanto la conquista como la repoblación de Andalucía durante el siglo XIII”. ■
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Una historia de las mujeres imbricada en la historia social Mª JOSÉ DE LA PASCUA SÁNCHEZ
sa López Beltrán para el análisis de
elaboración de un tipo, se sitúa an-
UNIVERSIDAD DE CÁDIZ
la prostitución.
te una colectividad, las mujeres
El libro refleja en su primera par-
prostitutas, heterogénea y estrati-
la prostitución fue encon-
te el interés que suscitó, en la histo-
ficada que intuye compleja. En esta
trando su espacio en el mar-
riografía del momento, el conoci-
línea, se esfuerza por seguir unos
co de una historiografía es-
miento de las formas y característi-
itinerarios de vida convertidos en
pañola implicada en la renovación
cas incorporadas a la organización
caminos de prostitución que mues-
de la historia y que descubría en el
legal del meretricio, tal y como se
tran a sus protagonistas en toda la
tratamiento de la marginalidad y en
refleja en algún trabajo previo como
complejidad de las vidas de las mu-
la policía de costumbres rasgos polí-
el de V. Graullera sobre el burdel de
jeres en la sociedad de la época.
ticos distintivos de una sociedad je-
Valencia (1978); contemporáneos tal
La capacidad inspiradora de este
rarquizada, que discriminaba en ra-
es el caso del de J. Padilla-J.M. Esco-
trabajo es una de sus características
zón del nacimiento, la riqueza, la
bar sobre la mancebía de Córdoba
raza o el sexo. La reglamentación de
(1984) o posteriores como el de A.
la prostitución tenía la propiedad
Puig-M. Tusset sobre la prostitución
no sólo de visibilizar uno de los ca-
en Mallorca (1986) o el de la propia
minos de marginación para las mu-
M.T. López Beltrán sobre la mance-
jeres —la confluencia de la pobreza
bía de Ronda (1987). En este sentido,
res, sino como una mísera alternati-
con la pérdida del honor—, circuns-
la aportación específica de la orga-
va a la que se veían abocadas niñas
tancia de enorme interés para una
nización de la prostitución en Mála-
huérfanas o sin red familiar de sos-
historia de las mujeres que se abría
ga se saldó con las peculiaridades
tén, mujeres pobres y/o víctimas de
paso en aquella España que estrena-
que derivaban de la concesión del
violencias sexuales, esposas que
ba democracia y Constitución, sino
burdel a la familia de los Fajardo y,
huían de sus maridos o eran abando-
que tenía la bondad añadida de
consecuentemente, el escaso bene-
nadas por ellos o mujeres rebeldes.
mostrar en sus rasgos básicos las pa-
ficio pecuniario que el concejo obtu-
El gran legado de esta obra, que
tologías de las sociedades pasadas
vo de una actividad desarrollada in-
fue ampliada por al autora en edicio-
en relación con el sexo. La influen-
tramuros. Esta circunstancia condi-
nes posteriores y traducida a otras
cia de M. Foucault en la lectura so-
cionaría, según la autora, una cier-
lenguas como el japonés, fue sin du-
bre la construcción de los discursos
ta permisividad sobre las prostitu-
da la intuición de la necesidad de
y las representaciones de la sexuali-
tas que ejercían fuera de la mance-
una historia de las mujeres profun-
dad tendrían que esperar a que la
bía —las llamadas “mujeres enamo-
damente imbricada en la historia
década de los 80 avanzara, pero de la
radas”— y una vigilancia estricta
social. Sirvan estas líneas como sin-
mano de una noción básica de men-
sobre el cumplimiento de las nor-
cero homenaje a María Teresa López
talidad. La historia social caminaba
mas de la mancebía en cierto modo
Beltrán, la historiadora —y amiga—
al encuentro de lo cultural fijándo-
cómplice con las mujeres de la mis-
recientemente fallecida. ■
se, en esta primera etapa, en el va-
ma e, incluso, de clara defensa de
lor dominante de lo normativo e in-
sus derechos en momentos de en-
tuyendo el valor político de las
frentamiento con el arrendatario y
transgresiones.
la propiedad del prostíbulo.
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Los siglos XIV y XV se adivina-
En la segunda parte del libro, la
ban especialmente aptos para el
autora se proponía ampliar la pers-
análisis de la prostitución. Durante
pectiva histórica sobre la prostitu-
este tiempo, y en distintas zonas de
ción, abandonando el plano insti-
Europa occidental, se había conso-
tucional y jurídico e intentando
lidado la idea de la prostitución co-
adentrarse en “el mundo de las
mo servicio público, ya que fue en-
prostitutas”. El perfil sociológico
tonces cuando se completó el mode-
del grupo que traza Mª Teresa López
lo de burdel público, regulado en
Beltrán es muy rico. No sólo porque
sus aspectos formales pero también
acude a documentación alternativa
en sus funciones y servicios básicos
como la de protocolos en busca de
desde el poder. Dentro del mismo,
indicios que presenten a las prosti-
los primeros años de una ciudad re-
tutas integradas en el mundo social
cién incorporada a la Corona de
que las rodea —su trabajo da cuenta
Castilla, Málaga, entre 1487 y 1516,
de lo difícil de esos hallazgos—, si-
sería el espacio elegido por Mª Tere-
no porque, lejos de limitarse a la
López Beltrán, Mª Teresa La prostitución en el Reino de Granada en época de los Reyes Católicos: el caso de Málaga (1487-1516). Servicio de Publicaciones de la Diputación de Málaga. Málaga, 1985.
más notables y la que le ha impedido envejecer. Fue uno de los primeros en presentar la prostitución no como un destino, ni como un estado consustancial a cierto grupo de muje-
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Obra pionera y en solitario VALERIANO SÁNCHEZ RAMOS
la talla de Antonio Domínguez Or-
En 1993 tuve la oportunidad de
INSTITUTO DE ESTUDIOS ALMERIENSES
tiz, Bernard Vincent y Manuel Ba-
conocer personalmente a Julio Caro
rrios Aguilera, grandes especialis-
Baroja en unas jornadas de home-
E
l periodo comprendido des-
tas en la cuestión morisca, no elu-
naje realizadas por la asociación Al-
de la monarquía nazarí y su
den en sus aparatos críticos la cons-
pujarra Viva —dentro de sus en-
sustitución por la castella-
tante referencia a este libro que
cuentros por un desarrollo sosteni-
na en el ámbito del antiguo Reino
puede ser considerado, con rotun-
ble de esta bella comarca andaluza—
de Granada (1492) y la rebelión de
didad, un clásico por sus finísimas
y que se iniciaron con unas conver-
Las Alpujarras y deportación de los
observaciones.
saciones con el autor sobre su libro
moriscos por Castilla (1568-1571),
Son frecuentes en las páginas de
(que vieron la luz también con ese
así como la definitiva expulsión pe-
la obra de este premio Príncipe de
mismo título en el libro de actas que
ninsular de la minoría (1609), ha
Asturias de Ciencias Sociales (1983)
suscitado tales casuísticas que ver-
términos como integración, tole-
daderamente abruman, de tal ma-
rancia o multiculturalismo, pala-
AH
nera que la cuestión morisca es a
bras hoy día tan necesarias y en bo-
ENERO 2013
día de hoy uno de los temas de his-
ga en nuestro vocabulario cotidia-
moriscos andaluces y su azarosa
toria más tratados. Tanto interés
no. Nadie dudará que actualmente
historia. Hoy, como entonces, la
despierta que hace tiempo desbor-
las asociamos a otros conceptos co-
lectura de este libro —uno de los
dó a esta disciplina y generó acerca-
mo diversidad cultural o unidad po-
grandes estudios sobre los moris-
mientos desde la pluralidad de en-
lítica. Todos ellos, y muchos otros,
cos— resulta muy recomendable pa-
foques (pintura, música, antropo-
son tratados en esta obra que re-
ra iniciarse en este momento de
logía, literatura, sociología…).
cuerda la compleja convivencia en-
nuestra historia, que a la vez propo-
tre moriscos y cristianos viejos en el
ne temas que nos hacen pensar en el
Reino de Granada.
presente y el futuro. ■
La obra de Julio Caro Baroja Los moriscos del Reino de Granada, publicada por vez primera en 1957, es, sin ningún género de dudas, un acertadísimo compendio —de rigor y síntesis— sobre la historia, etnografía, toponimia o lenguaje desarrollados en la convivencia —siempre difícil— entre moriscos y cristianos viejos en Andalucía oriental. Cuando leí por primera vez esta obra me sorprendió, pues podría decirse que se trata de un ensayo de historia social, en donde con acertadísima visión se mezcla en un todo la política, la religión o la economía. Ciertamente, es una obra pionera en la introducción de la perspectiva antropológica en el estudio de la historia, y que fue publicada años antes incluso de que esta nueva perspectiva originaria de la historiografía anglosajona penetrara en España a través de la historia de las mentalidades propugnada por la escuela francesa de Annales. Tanto fue así que la historiografía especializada en moriscos no escatima elogios para este polifacético escritor —académico de la Lengua y de la Historia—, que iba por libre en esos complejos año. Historiadores de
Bautismo de los moriscos. Grabado de F. Heylan.
86
Caro Baroja, Julio Los moriscos del Reino de Granada. Istmo. Madrid, 1957.
se publicó). Charlando con este prolífico autor, me di cuenta de la altura de miras y de la talla intelectual y la frescura de sus análisis sobre los
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Otra lección de don Antonio MANUEL PEÑA DÍAZ
panorama de protestas y reivindica-
de cierta importancia como el de
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
ciones que enterraba el mito de esa
Granada de 1648 y otros de menor
Andalucía adocenada. Aunque en el
entidad. Entre los años más inten-
comienzos de la década de
sur no se alcanzó la violencia de los
sos de violencia popular se produje-
los setenta del siglo XX, el
enfrentamientos de las provincias
ron una serie de pésimas cosechas y
interés en algunas univer-
periféricas, sí existió un profundo
se sufrió la terrible epidemia de
sidades por los conflictos sociales y
descontento. El ciclo de estas altera-
1648 que causó miles de muertos.
los movimientos populares a lo lar-
ciones se iniciaba en 1647 y se alargó
Ante las débiles fuerzas de la Coro-
go de la historia iba en aumento.
hasta 1652. Fueron explosiones po-
na, en el control de estos motines
Lectura iniciadora y obligada por
pulares espontáneas, en forma de
tuvieron un gran protagonismo la
aquellos años era el librito Revolu-
motines sin alcance político. No es-
gran nobleza y las elites locales
ciones y rebeliones de la Europa Mo-
tuvieron organizados ni coincidie-
derna, donde aprendíamos cómo
ron en las causas más inmediatas ni
habían sido las revoluciones en los
siquiera en el territorio, y apenas
Países Bajos y en Inglaterra, la
contaron con apoyo de los grupos in-
Fronda francesa, la rebelión de Pu-
termedios de la sociedad. En con-
mentaba de la represión —más de
gachov y las revueltas en la Monar-
junto estas protestas fueron contra
treinta ejecutados— y que los ver-
quía Española. Este último y breve
el hambre y la carestía de la vida,
daderos culpables quedaran impu-
estudio de J.H. Elliott, incluido en
contra la corrupción y la especula-
nes, porque contra “los funciona-
el libro, fue el acicate para pregun-
ción, contra la opresiva imposición
rios venales, los munícipes incapa-
tarnos por qué sólo había referen-
fiscal, contra las enajenaciones de
ces y corrompidos y los labradores
cias y reflexiones en su trabajo so-
tierras de los municipios y las ven-
que ocultaban el trigo para vender-
bre los conflictos en Cataluña, Por-
tas de oficios públicos, contra los
lo a los más altos precios posibles,
tugal, Sicilia y Nápoles. Fue en ese
agentes de los gobiernos municipa-
no se tomó ninguna medida, sólo
contexto cuando se publicó Altera-
les y central (recaudadores, corre-
reiterar órdenes que nadie cumplía
ciones andaluzas de don Antonio, un
gidores, comisarios) y, en deter-
y disponer inspecciones cuya inefi-
pequeño libro estructurado en tres
minados lugares, contra la alta
cacia era notoria. Este fue el triste
partes, que se cerraba con la trans-
nobleza.
balance final de aquellos sucesos”.
cripción de treinta y seis cartas de
“Andalucía ladra, no sé si
distintas autoridades y eclesiásti-
morderá” era el comentario
cas, testigos y actores de aquellos
que circulaba por Madrid en
hechos.
aquel incierto 1647. Los dis-
En la primera parte, dedicada a
turbios de ese año se produje-
exponer los precedentes, Domín-
ron en villas rurales de
guez Ortiz realizaba una precisa ex-
grandes señores y mu-
posición sobre la vida cotidiana de
chos braceros (Lu-
los grupos más desfavorecidos, con
cena, Espe-
detalladas referencias a los factores
jo,
alimenticios, tan decisivos en el
Ardales, Co-
desarrollo de los acontecimientos.
mares...).
En la segunda parte iniciaba el rela-
Los motines
to de los sucesos con unas páginas
de 1652 afec-
dedicadas a la climatología de
taron mayo-
aquellas años, datos imprescindi-
ritariamente
bles para contextualizar las causas
a
de tantas malas cosechas. No le se-
comerciales
guía una simple sucesión enume-
y de realengo
rativa de motines y protestas, sino
(Sevilla, Aya-
un análisis incisivo y crítico de los
monte, San-
comportamientos “egoístas e in-
lúcar, Tarifa,
competentes” de las autoridades
Osuna, Cór-
ante “el estado cada vez más aflicti-
doba, Buja-
vo de la población”.
lance,
Contrariamente a la imagen de
Luque,
ciudades
ma...).
PalEn
una Andalucía sumisa y dócil que se
medio suce-
había resignado ante la política fis-
dieron
cal expoliadora de Felipe IV y sus va-
vantamien-
lidos, don Antonio nos dibujaba un
tos aislados
le-
que, de nuevo, se revelaron impresDomínguez Ortiz, Antonio Alteraciones andaluzas. Narcea. Madrid, 1973.
cindibles aliados para el buen gobierno de la Monarquía.
AH
Al final, Domínguez Ortiz se la-
Otra lección de don Antonio. ■
ENERO 2013
87
Imagen de la iglesia del barrio de San Lorenzo de Córdoba en la que se inició un motín a primeras horas del lunes 6 de mayo de 1652.
A
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S
Obra fundacional sobre la Carrera de Indias en el XVIII CARLOS MARTÍNEZ SHAW
sa de la Contratación y del Consula-
en términos de valor, una exporta-
UNED
do a la plaza gaditana (1717) y la pu-
ción nacional que apenas si alcanzó
blicación del Proyecto de Flotas y
el 16% del total en su mejor momen-
on un título elegido sin du-
Galeones (1720), que establecía una
to). Por otra parte, en cuanto a las
da deliberadamente para
mejor regulación de las condicio-
importaciones, las remesas metáli-
marcar la continuidad con
nes de las expediciones, implanta-
cas continuaron superando con
la magna obra de Huguette y Pierre
ba un nuevo régimen arancelario,
mucho a los retornos en mercancí-
Chaunu sobre Sevilla y el Atlántico,
procedía a una simplificación de los
as: un 78% frente a tan sólo un 22%.
el libro de Antonio García-Baquero
trámites y contribuía decidida-
Para cerrar la reflexión, el autor
marcó un hito dentro de la historia
mente a la prevención del fraude.
se planteaba una cuestión de gran
C
económica andaluza (y española),
La segunda parte (en la que se ren-
AH
pues por primera vez se analizaba
día un tributo a las preocupaciones
ENERO 2013
en profundidad la estructura y el
de la escuela de los Annales) se dedi-
desarrollo de la Carrera de Indias en
caba a las infraestructuras materia-
el siglo XVIII bajo el régimen del
les y técnicas del tráfico: los barcos,
monopolio gaditano, heredero del
las rutas, los tiempos de las travesí-
monopolio sevillano de las centu-
as, las tripulaciones y, natural-
el interior el rentismo o las adquisi-
rias anteriores. Este impacto, pro-
mente, los géneros transportados
ciones inmobiliarias sobre las in-
longado por otra serie de libros y ar-
(exportaciones e importaciones,
versiones en los sectores producti-
tículos que ampliaban el discurso
con un capítulo reservado a la trata
vos, especialmente en la industria.
del autor, terminó de reconocerse
de esclavos), más los elementos
Seguramente por la misma lógica
con la aparición de una segunda
perturbadores del tráfico: la gue-
del sistema, por el efecto paraliza-
edición, publicada en Cádiz en
rra, el corsarismo, la piratería y los
dor que sobre las inversiones de la
1988. Del mismo modo, en su surco
naufragios. Finalmente, la última
burguesía mercantil pudo ejercer,
surgieron otros dos libros de suma
parte se hacía cargo de los agentes
como el autor señaló posteriormen-
significación y dilatado eco que
(procedencia y cualificación de los
te en otro de sus libros, "el propio
ahora tenían como horizonte la cro-
mercaderes), de los capitales inver-
volumen, importancia y peso psi-
nología completa del tráfico colo-
tidos y acumulados, de las compa-
cológico del comercio americano".
nial: Andalucía y la Carrera de Indias
ñías como instituciones típicas de
En suma, una obra fundacional
(1492-1824) (Sevilla, 1986, con una
la actuación mercantil bajo la for-
en los estudios sobre la Carrera de
segunda edición en Granada en
ma de sociedades colectivas y por
Indias en el siglo XVIII y clave para
2002) y La Carrera de Indias. Suma de
acciones y, finalmente, de la co-
el conocimiento de la etapa mono-
la contratación y océano de negocios
yuntura comercial del siglo.
polista del comercio colonial del Se-
(Sevilla, 1992, con una versión fran-
calado, un debate recurrente dentro de la historia de Andalucía. Los capitales generados no revertieron en el despegue de la economía andaluza, al salir parte de los caudales fuera de la región y al prevalecer en
La obra contestaba como conclu-
tecientos, para valorar el alcance
sión a una pregunta fundamental:
del reformismo borbónico en el sec-
En la que es sin duda su obra
¿éxito o fracaso de la etapa gaditana
tor, para calibrar los progresos y las
más relevante, Antonio García-Ba-
de la Carrera de Indias? En cifras ab-
limitaciones del sistema y para pro-
quero descubrió el comercio ultra-
solutas, crecimiento respecto de la
porcionar nuevos indicios sobre las
marino español del siglo XVIII,
etapa sevillana, con un ritmo más
razones del subdesarrollo de la An-
pues en sus páginas se ocupó de
lento durante la primera mitad del
dalucía contemporánea. Con un in-
desvelar todas las vertientes del trá-
periodo y con un ritmo más acelera-
flujo que ha llegado intacto hasta
fico setecentista durante la época
do en la segunda. Sin embargo, en
nuestros días, el libro de Antonio
del monopolio de Cádiz, ciudad que
términos
España
García-Baquero puede decirse que
entre 1717 y 1778 controló el 85% de
mantuvo su posición de dependen-
ha alcanzado la condición de un
todas las transacciones en dicho
cia tanto respecto de la flota (un 75%
clásico. ■
ámbito. En primer lugar, y después
de los barcos fueron extranjeros
de una revisión de la herencia re-
frente al 25% de los españoles), co-
cibida de parte del monopolio
mo respecto de las exportaciones
sevillano, determinó las dis-
(reparto al 50% del volumen pero,
cesa en París en 1997).
cualitativos,
tintas novedades introducidas por el reformismo borbónico:
el
traslado de la Ca-
Grabado de Cádiz en el siglo XVIII.
88
García-Baquero González, Antonio Cádiz y el Atlántico (1717-1778). El comercio colonial español bajo el monopolio gaditano. Escuela de Estudios Hispano-Americanos. Sevilla, 1976, 2 volúmenes.
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Sólido faro de sabiduría JOSÉ LUIS CHICHARRO
ciones al margen para recordar de-
El capítulo sobre el Islam es muy
CHAMORRO
terminados puntos… Es un libro es-
equilibrado, plantea muy bien des-
INSTITUTO DE ESTUDIOS GIENNENSES
crito desde la veteranía, desde la sa-
de el concepto mismo de árabe has-
biduría de un estudioso atento. Es
ta las causas que facilitaron la rápi-
E
n este año de 2013 en que se
un texto reflexivo y clarividente lle-
da conquista del territorio, como
cumplen diez del falleci-
no de frases escritas con sencillez
fue la disociación entre el poder vi-
miento de don Antonio Do-
pero que se convierten en senten-
sigótico y el pueblo o la maurofilia.
mínguez Ortiz también se conme-
cias.
En el resto de capítulos abordan
moran los 30 años de esta publica-
Don Antonio planteó nueve ca-
el estado del asunto de las grandes
ción, de este ensayo que se ha con-
pítulos en los que abordó asuntos
cuestiones con la interpretación de
vertido en un clásico de la historio-
esenciales del ser de Andalucía: el
grafía andaluza.
marco natural; las gentes; Andalu-
Domínguez Ortiz, Antonio Andalucía, ayer y hoy. Planeta-Instituto de Estudios Económicos. Barcelona, 1983.
lo sucedido con sus causas y sus corolarios para nuestra realidad ac-
Es una obra que debió estar en la
cía, país de ciudades; Andalucía y
mente de don Antonio desde años
el Islam; la vocación americana de
anteriores a su publicación. Re-
Andalucía; orígenes del problema
cuerdo, siendo estudiante, una
agrario andaluz; el fracaso de la in-
José Cepeda Adán calificaba a
conferencia suya sobre este tema en
dustrialización de Andalucía; la
don Antonio como uno de los mejo-
torno a su nombramiento como
cultura andaluza y Andalucía para
res historiadores europeos y, efecti-
doctor honoris causa por la Univer-
sí misma y para España. En todos
vamente, sabemos que así fue por
sidad de Granada en 1976 que me in-
ellos se acerca al asunto manejando
el gran número de sus trabajos y el
teresó mucho porque apuntaba al-
una notable bibliografía mental,
rigor mostrado en cada uno de
gunas cuestiones esenciales para el
dando algunos datos extraídos de
ellos. Además para los historiado-
conocimiento y la reflexión sobre
su memoria y haciéndonos una in-
res españoles, en general, y para los
Andalucía. De hecho, el discurso de
terpretación ponderada de lo que
andaluces, en particular, adquiere
aceptación de aquel honor llevaba
trata. Así comprendemos el territo-
sin ambages el título de maestro,
por título “La identidad de Andalu-
rio con las unidades de sierra More-
pues muestra caminos por los que
cía” y aunque él, en la página 161
na, la depresión Bética o la zona
avanzar, señala lugares en qué de-
del libro que comentamos, recono-
montañosa conocida desde antiguo
tenerse y en este sentido el ensayo
ce que fue una mano anónima
como la Penibética.
que comentamos es especialmente
tual. En realidad no se puede decir más del ser de Andalucía con menos palabras.
quien lo tituló, sin embargo anota:
En el estudio de la población nos
rico. Este libro, reeditado en diver-
“En realidad no aspiraba a tanto,
presenta su origen histórico y las lí-
sas ocasiones desde 1983, es de
pero no por ello puedo calificar el
neas maestras de su procedencia,
obligada lectura para quien quiera
rótulo de infiel, ya que en breves
las migraciones con agudos y certe-
acercarse a la realidad andaluza
páginas intentaba caracterizar An-
ros comentarios. Más adelante
desde el riguroso conocimiento de
dalucía como una entidad que a lo
aborda el tema de las ciudades, su
su historia, ya que proyecta un in-
largo de los siglos ha mantenido
clasificación y circunstancias. Es-
tenso haz de luz sobre su pasado.
ciertas constantes”.
cribe sobre las agrovillas: “Ronda,
Una luz que transita desde lo acae-
En Andalucía ayer y hoy exteriori-
Écija, Baeza, Guadix, Arcos y bas-
cido y aclara
za de nuevo sus reflexiones sobre el
tantes otras son poblaciones cuya
el presente
tema andaluz con mayor deteni-
fisonomía, entre rural y urbana, se
que nos ha-
miento. Me hice con un ejemplar
ha conservado en lo sustancial y cu-
ce
nada más publicarse y recuerdo mi
ya integridad hay que preservar a
brar de al-
lectura atenta del mismo. Ahora
toda costa porque en ellas parece
guna
que lo tengo de nuevo en mis ma-
haberse remansado, huyendo del
nera el fu-
nos veo mis subraya-
estrépito infernal de las grandes ur-
turo. ■
dos en rojo y en
bes, lo mejor del espíritu secular de
azul, mis anota-
Andalucía”.
vislumma-
AH ENERO 2013
89
L
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S
Un libro plenamente actual CARLOS ARENAS POSADAS
del Antiguo al Nuevo Régimen, en
cía en los años sesenta del siglo XX,
UNIVERSIDAD DE SEVILLA
la época en que campesinos y seño-
les obligara a transformar radical-
res se disputaban la tierra, se jugó el
mente los viejos usos.
C
orría el año 1973; se anun-
futuro de Andalucía. La razón últi-
Todo libro es hijo de su época.
ció en la facultad de Filoso-
ma del atraso andaluz contemporá-
En cada una de ellas, el historiador
fía y Letras de la Universi-
neo —en los años setenta se decía
hace a la historia las preguntas que
dad de Sevilla la lectura de la tesis
subdesarrollo—, fue la consolida-
competen en función del contexto
doctoral de un joven profesor de Ge-
ción de una Andalucía latifundista
político y económico en el que escri-
ografía, Antonio Miguel Bernal Ro-
en la que los viejos aristócratas y la
be. La lucha... fue escrita en una
dríguez. Estudiantes y profesores
nueva burguesía terrateniente con-
época crítica, los setenta, en la que
acudimos en masa; en medio de
formaron la clase rectora de la socie-
ella, el pequeño grupo de los que
dad andaluza, en detrimento de
éramos sus alumnos, aprendices
campesinos, jornaleros y clases me-
entonces de historiadores y ya ami-
dias urbanas. "Señores" y "señori-
AH
gos. Los actos que llenaban por en-
tos", participando de un mismo in-
tras en las ciudades se peleaba por
ENERO 2013
tonces las aulas eran aquellos que
terés por la acumulación de patri-
acabar con un régimen al que se de-
venían arropados por una inequívo-
monio, utilizando conveniente-
finía como "feudal y monopolista".
ca carga de oposición al Régimen, y
mente las leyes de la herencia y los
Las críticas a la obra de Bernal y sus
el título de la tesis prometía: La lu-
enlaces matrimoniales, construye-
propias rectificaciones se han he-
cha por la tierra...; lo que seguía era
ron una formación social caracteri-
cho con posterioridad, en una eta-
lo de menos: la palabra "lucha", en
zada en lo económico por el estanca-
pa de democracia y desarrollo eco-
pleno franquismo, era reclamo su-
miento; en lo social por la desigual-
nómico de la mano de un gobierno
ficiente para la mayoría no silen-
dad extrema; en lo político por la go-
autonómico empeñado en acabar
ciosa que por entonces soñaba con
bernanza oligárquica y el caciquis-
con la imagen irredenta del pueblo
un futuro mejor. De aquel acto sólo
mo; y en lo cultural por el analfabe-
andaluz. La "modernización" como
recuerdo la intervención del presi-
tismo y fanatismo religioso. Un sis-
leit motiv de los historiadores agra-
dente, o tal vez era sólo un miem-
tema "cuya principal característica
rios en las últimas tres décadas se
bro más del tribunal, el catedrático
es la de su permanencia e inmovilis-
inserta en la consideración amable
Octavio Gil Munilla. Especialista
mo (...) se repite sin cesar" .
de un pueblo que avanza.
90
las clases jornaleras de la baja AnBernal, Antonio Miguel La lucha por la tierra en la crisis del Antiguo Régimen. Taurus. Madrid, 1979.
dalucía soñaban aún con la reforma agraria, con el reparto o la explotación comunal de las tierras, mien-
como era en la dinastía polaca de
La lucha... abrió la espita de la
Hoy, otra vez en una crisis pavo-
los jaguellones, no supo qué decir
moderna historia agraria en Anda-
rosa de difícil solución, el mantra
sobre una tesis dedicada a los pro-
lucía. Bastantes de las aportaciones
de la "modernización" ha quedado
blemas de la sociedad andaluza de
posteriores han sido críticas con al-
aparcado y nos volvemos a pregun-
la primera mitad del XIX, y se limi-
gunas de las tesis allí apuntadas:
tar por qué no convergemos con
tó a ponderar, no sin gracejo, el pe-
por ejemplo, se ha criticado la ge-
otras regiones y países, por qué te-
so y volumen de la tesis tomándola
neralización de sus conclusiones
nemos tasas de desempleo escalo-
de la mano a modo de balanza, y la
para una agricultura tan diversa co-
friantes que, dicho de paso, no han
amplitud de cuadros y gráficos de-
mo la andaluza con rasgos físicos
dejado de ser muy elevadas incluso
jándolos desplegarse sobre la mesa
diferentes, diferentes estructuras
en los años de bonanza. En tesitu-
del tribunal. Estaba claro que La lu-
de la propiedad, etc. También se ha
ras como ésta, el historiador vuelve
cha por la tierra en la crisis del Antiguo
discutido el perfil sociológico de los
a poner la vista sobre los problemas
Régimen, como tantas otras luchas
intervinientes en las "luchas por la
andaluces de siempre: el desigual
posteriores, sólo provocaba desdén
tierra", así como los resultados ha-
acceso a los recursos productivos
en el establecimiento académico.
bidos en cada lugar. La crítica más
—ya no solo de la tierra—,el clien-
Pero La lucha... se convirtió en
repetida, sin embargo, se ha cen-
telismo, el localismo, la ausencia
una obra de referencia para la histo-
trado en negar que todo fuera atra-
de democracia real. Miramos el
riografía económica española; espe-
so en la agricultura andaluza. Mal
presente y descubrimos que existe
cialmente para los historiadores
que bien, desde mediados del siglo
una dependencia de la trayectoria
agrarios. Con independencia de que
XIX, se produjo una cierta moderni-
seguida hasta aquí; que el pasado
contara con una prolija informa-
zación en los cultivos incompatible
deja huellas profundas, que son
ción tomada de múltiples archi-
con el panorama sombrío y rutina-
huellas institucionales que fueron
vos, lo importante en el libro
rio que se nos había presentado. El
y siguen siendo construidas por las
de Bernal eran el análi-
propio Bernal ha cambiado en los
elites que gobernaron y gobier-
sis y las conclusio-
últimos años su primigenio punto
nan. El historiador vuelve a releer
nes, y la prin-
de vista para reconocer que los "me-
clásicos de los setenta y se da cuen-
era
jores" agricultores introdujeron in-
ta de que La lucha ... de Antonio
que en el
novaciones, incluso antes de que la
Miguel Bernal es un libro plena-
tránsito
riada humana que salió de Andalu-
mente actual. ■
cipal
L
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S
Un nuevo lenguaje sobre los orígenes de la Guerra Civil TERESA MARÍA ORTEGA LÓPEZ
plena responsabilidad en la emer-
la democracia y el parlamentaris-
UNIVERSIDAD DE GRANADA
gencia de fenómenos tan determi-
mo. Pero añadía que esto último ha-
nantes como el de la cohesión lo-
bía acontecido tanto entre el ámbito
asi desde el final de la gue-
grada por el bloque agrarista y cató-
de las derechas católicas, agraristas
rra los relatos que comen-
lico, o aquel otro de la parálisis que
y tradicionalistas —que incluso co-
zaron a circular sobre las
aquejó largamente al republicanis-
optaron a parte del republicanismo
causas que motivaron el enfrenta-
mo de izquierda para llevar adelan-
conservador—, como en aquel otro
miento de 1936, construidos aún so-
te un proyecto realista de transfor-
de las izquierdas del socialismo mar-
bre los retazos de la memoria en tor-
mación de la agricultura en una di-
xista y reformista en trance de fran-
no al enfrentamiento fratricida
rección reformista y democrática.
ca radicalización.
conservados por los vencidos, vení-
Sin embargo, sería injusto con-
an señalando la importancia que tu-
siderar que la obra de Malefakis ali-
vo la constitución de un amplio blo-
mentó únicamente aquellas per-
que agrarista y reaccionario en la or-
cepciones que invitaban a pensar
questación del golpe militar de ju-
que los intentos del reformismo
sentes los paradigmas interpretati-
lio. Pero sin duda fue la obra de Ma-
agrario defendidos por el republica-
vos del supuesto “atraso de la agri-
lefakis, en un momento histórico
nismo de izquierda o el socialismo
cultura” y los “perversos efectos” de
en el que aún no había sido plena-
fueron los únicos y auténticos cul-
los procesos desamortizadores deci-
mente reconstruida la tradición
pables del irrefrenable viraje de las
monónicos, acuñados por el rege-
universitaria e historiográfica de
derechas agraristas, católico-cor-
neracionismo y por las corrientes
raigambre liberal destruida por el
porativistas o monárquicas hacia
críticas del pensamiento liberal. Y
franquismo, la que marcó un antes
posiciones abiertamente enemista-
desde luego, tampoco en su refina-
y un después, la que proporcionó un
das con la República. Y es que el li-
do análisis se percibieron en toda su
nuevo lenguaje interpretativo a los
bro de Malefakis es, ante todo, un
magnitud —aunque sin duda fue-
relatos sobre los orígenes agrarios
lúcido análisis del lento proceso de
ron intuidos— los determinantes
de la Guerra Civil que a partir de
radicalización —y polarización, si
efectos provocados por la legisla-
aquel momento comenzaron a pre-
se quiere— de la sociedad rural, pe-
ción agraria republicana de signo
valecer, logrando que casi todos
ro también de la práctica parlamen-
reformista sobre el incremento de
ellos confiriesen un destacado énfa-
taria. Un proceso que, según su au-
la tensión huelguística en el cam-
sis al complejo proceso de radicali-
tor, se fue enquistando en el seno
po, o sobre el hipotético proceso de
zación política y tensión parlamen-
mismo de la arena política republi-
creciente desafección al régimen
taria suscitado en torno a la reforma
cana, hasta convertir en inviables
republicano expresada por nume-
agraria a la hora de argumentar el
cualesquiera de las propuestas de
rosos integrantes del campesinado
desencadenamiento de nuestra tra-
solución del problema agrícola es-
familiar, para quienes la deriva ex-
gedia colectiva más reciente.
grimidas tanto desde una derecha
propiatoria, reformista y jornale-
La obra de Malefakis, traducida
montaraz y fascistizada, como des-
rista adoptada por la coalición de
al castellano por Ariel en 1971, tras-
de una izquierda desbordada e irre-
republicanos y socialistas era inter-
ladaba por primera vez el eje de los
frenablemente volcada en la recla-
pretada como una intolerable ame-
razonamientos que aún continua-
mación inaplazable del reparto.
naza a su supervivencia. ■
ban vertebrando las explicaciones
La contribución de Malefakis for-
más difundidas en torno a los oríge-
jó en buena medida los moldes argu-
nes agrarios de la guerra. Las tradi-
mentativos que aún hoy continua-
cionales inculpaciones vertidas por
mos empleando a la hora de explicar
la historiografía de cuño marxista
los orígenes mismos de la Guerra Ci-
sobre la cerrazón política y el carác-
vil. Su libro ponía de manifiesto có-
ter reaccionario de la burguesía la-
mo la progresiva decantación de
tifundista como elementos respon-
unos posicionamientos ideológicos
sabilizados casi en solitario de la
y programáticos abiertamente dis-
gestación del golpe militar de julio
pares en torno a la resolución del
se fueron dejando de lado. En su lu-
problema agrario, forjados en medio
gar, fueron adquiriendo plausibili-
de un panorama de agudas disputas
dad las nuevas visiones que conferí-
políticas y sociales en el medio rural,
an a las enconadas disputas políti-
condujo inexorablemente hacia la
cas e ideológicas en torno a la legis-
forja de actitudes y opiniones vez
lación agraria republicana una casi
más belicosas e intransigentes con
Malefakis, Edward Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo XX. Ariel. Barcelona, 1971.
Llegados a este punto, y a fuer de
AH
pretender ser polémicos, quizás sea necesario recordar cómo en la obra
ENERO 2013
de Malefakis continuaban muy pre-
91
© ICAS-SAHP. Fototeca Municipa de Sevilla.
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Relato y fuente histórica al mismo tiempo SALVADOR CRUZ ARTACHO
tencionadamente en conclusiones
familia cordobesa de labradores, lo
UNIVERSIDAD DE JAÉN
más o menos generales referidas al
que le permitió, no sin dificultades,
marco espacial andaluz. Y todo ello
tomar estudios, llegando a culmi-
a denominada “cuestión
lo hace empleando el método de
nar con éxito las carreras de Derecho
agraria” es uno de los focos
“observación participante”, toda
y de Filosofía y Letras. El entorno fa-
de obligada referencia en la
vez que fue observador privilegiado
miliar, unido a su bagaje profesio-
historia de Andalucía. El problema
de muchos de los hechos y aconteci-
nal e intelectual terminaron ges-
de la tierra y las movilizaciones de
mientos que describe e interpreta.
tando en el autor un corpus concep-
L
campesinos y jornaleros en torno al
Es precisamente esto último lo
tual sobre los problemas sociales y la
acceso y disfrute de aquélla han
que otorga a esta obra la dimensión
denominada cuestión agraria que,
centrado la atención no sólo de his-
de fuente histórica. Lo es, en pri-
AH
toriadores y científicos sociales, si-
mer lugar, porque en sus páginas se
ENERO 2013
no también de simples espectado-
recopila de manera sistemática y ex-
res de la realidad andaluza. A día de
haustiva una información muy va-
hoy el número de obras centradas
liosa sobre agitaciones, moviliza-
en el estudio de estas problemáticas
ciones y luchas campesinas y jorna-
intelectual se le sumará, en el con-
en perspectiva histórica es más que
leras que, de no quedar reflejadas
texto de la Segunda República Espa-
abultado, desde visiones e interpre-
aquí, habrían permanecido en el
ñola, su desembarco coyuntural en
taciones diversas. Y en este escena-
más profundo olvido. No soy yo el
la política durante el primer bieno
rio historiográfico yo me decanto
primero que reconoce y valora la la-
republicano; primero, como parla-
por seleccionar la obra y la mirada
bor de recopilación que hace Juan
mentario de Agrupación al Servicio
que nos ofreció el notario cordobés
Díaz del Moral, así como la minu-
de la República y, luego y lo que aquí
Juan Díaz del Moral a finales de la
ciosidad con la que afronta y resuel-
me interesa resaltar, como miem-
década de 1920. ¿Por qué?
ve este trabajo. Así lo manifestaron
bro de la Comisión Técnica de Refor-
Para responder a la pregunta se
antes autores significados en esta
ma Agraria de la República y como
podría recurrir al argumento de que
parcela de conocimiento de la reali-
Presidente de la Comisión Parla-
nos encontramos ante un “clásico”
dad social y laboral de España y An-
mentaria que había de elaborar el
de la historia de los movimientos
dalucía como Manuel Tuñón de La-
Proyecto de Ley de Bases para la Refor-
sociales en Andalucía. Evidente-
ra, Telma Kaplan, Antonio Miguel
ma Agraria.
mente, estamos ante un “clásico”.
Bernal, Antonio María Calero o An-
Pero estamos también ante algo
tonio Barragán.
especie de mezcla entre la tradición regeneracionista y el georgismo que profesaban muchos de sus contemporáneos. A su carrera profesional e
¿Cómo entendían estos intelectuales el problema agrario? ¿Cómo
más; ante una obra que presenta
Pero el carácter de fuente históri-
se reflejó todo esto cuando bajaron
una singularidad especial: la de au-
ca no lo aporta sólo la narración, si-
a la arena de la actuación política y
nar su dimensión de relato historio-
no también la interpretación de lo
tuvieron la ocasión de intervenir
gráfico con la de fuente histórica.
narrado. Esto último está directa-
por vía parlamentaria en la búsque-
Es un relato historiográfico.
mente vinculado al bagaje intelec-
da de una solución? Como es obvio,
Juan Díaz de Moral hace aquí un
tual del notario Juan Díaz del Moral,
el libro que nos ocupa no da cumpli-
ejercicio de narración de la historia
reflejado fielmente en la explica-
da respuesta a todos estos interro-
de las movilizaciones y las luchas
ción e interpretación que el autor
gantes, pero sí permite bucear en
agrarias acaecidas en la provincia
hace de los hechos que cuenta. No
algunas de ellas. Para ello hay que
de Córdoba entre 1870 y 1923, en el
olvidemos en este sentido, que Juan
apostar, eso sí, por una lectura que
que se presta una especial atención
Díaz del Moral (Bujalance, 1870 –
trascienda la mera narración y que
a los años del denominado Trienio
Madrid, 1948) nace en el seno de una
se sumerja en los contextos intelec-
Bolchevique. Un ejercicio centrado
tuales de la interpretación que hace
en la experiencia que ofrecían las
el autor de la cuestión agraria anda-
agitaciones campesinas en Córdo-
luza a partir del análisis de las agi-
ba, que se acompaña de un esfuer-
taciones campesinas cordobesas. ■
zo, no menos visible y meritorio, de interpretación de aquéllas que trasciende ampliamente
el
ámbito cordobés
para
desembocar in-
Homenaje a Díaz del Moral celebrado en 1980.
92
en buena medida, es deudor de una Díaz del Moral, Juan Historia de las agitaciones campesinas andaluzas. Revista de Estudios Políticos. Madrid, 1929.
L
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Estupendo mosaico de Andalucía Mª TERESA CANTOS CASENAVE
que la atracción se inclinara hacia
podido suponer una solución, pero
UNIVERSIDAD DE CÁDIZ
la visión americana tan bien dibu-
su planificación no parece tal, no
jada por Antonio García Baquero.
responde a ninguna propuesta de
ara un estudiante que co-
Una ojeada sobre Andalucía que,
integración real, sino a intereses
menzaba sus estudios uni-
por cierto, no miraba ya tanto a los
particulares del comercio y la inci-
versitarios en los años
que llegaban a este territorio sino a
piente industria que, sin embargo,
ochenta, acercarse a la cultura an-
los que oteaban al mar en busca de
no alcanzan el despegue necesario.
daluza era una novedad y, más
nuevos horizontes. Una Andalucía
Quizás, por propia formación,
aún, si este acercamiento se hacía
abierta al comercio, pero también a
son los capítulos dedicados a la len-
desde el ámbito de la cultura litera-
otras lenguas y a otras culturas,
gua andaluza (José J. Bustos), a la li-
ria. Además, hacer reseñas de li-
que debían acompañar necesaria-
teratura (Alfonso Berlanga), la cul-
bros, fueran de la materia que fue-
mente aquel intercambio mercan-
sen, era sin duda una práctica aca-
til y de ahí la necesidad de ahondar
démica que enseñaba al estudiante
en el análisis de la andadura ultra-
a hacerse preguntas, a no aceptar
marina de los andaluces, como ha-
las etiquetas, ni compartimentos
cía Francisco Solano. Una aventura
pular de la arquitectura (José Ra-
estancos; a interesarse por la reali-
que, sin embargo, no tuvo el desen-
món Sierra), la canción andaluza y
dad cercana, pero desconfiando, al
lace esperado y que se convirtió en
el flamenco (Arcadio Larrea) o las
mismo tiempo, de cualquier visión
una auténtico desastre al final del
ferias y fiestas (Salvador Rodríguez
excesivamente localista y/o reduc-
XIX, hasta el punto de que los anda-
Becerra), así como el dedicado a “La
cionista.
luces del XX no hacían sino recurrir
prensa en Andalucía: Crónica de
Evidentemente, para poder rea-
una y otra vez al pasado en busca
una decadencia”, los que más lla-
lizar una reseña había que conocer
del asidero soñado, incluso en mo-
maron mi atención, especialmente
otros libros que permitieran contra-
mentos de mayor crisis mundial co-
los tres últimos, al dejar abiertas
rrestar diversas teorías, diversas vi-
mo la del 29, como señala Antonio
varias vías de investigación que
siones y esto era así, desde luego, al
Miguel Bernal en “La Andalucía
aún hoy siguen despertando un vi-
adentrarse en el mundo andaluz.
contemporánea” al subrayar el fra-
vo interés.
En este sentido, era insoslayable el
caso de la Feria de Muestras Iberoa-
Dos estudios monográficos cen-
conocimiento de la Teoría de Anda-
mericana de Sevilla, como antes
trados en Sevilla “La razón urbana
lucía de Ortega, tan discutido, tan
había ocurrido con la Feria de 1847
en el momento fundacional de la
polémico, pero tan respetable aun
—que se convertiría en la feria por
Sevilla moderna” (Pedro Romero de
desde la discrepancia; o ponerse en
excelencia—, mientras quedaban
Solís) y “Sevilla: panorama artístico
la piel y la mirada del otro, a través
sin resolver las grandes cuestiones
del siglo XX” (Antonio Bonet Co-
de esos viajeros del XIX que se habí-
pendientes de la centuria anterior,
rrea), aunque rompían la tónica ge-
an acercado a nuestra tierra bus-
como la reforma agraria y la articu-
neral de este estudio, sin duda reali-
cando lo exótico, lo maravilloso, el
lación regional. Para esta última,
zaban aportaciones notables a este
deslumbrante oriente, tan bien re-
el desarrollo del ferrocarril habría
estupendo mosaico de Andalucía. ■
P
presentado en la antología preparada por Manuel Bernal. Y de un libro a otro, llegué a Los Andaluces, la obra colectiva encabezada por el hispanista francés Michel Drain, que desde su condición de geógrafo empezaba por descubrir “el solar andaluz” en sus características físicas, para realizar a continuación de la mano de Rafael Mazarrasa, Antonio Collantes de Terán, Antonio Domínguez Ortiz y Bernard Vincent un repaso desde la Prehistoria de Andalucía a la Historia Moderna. Aunque la historia antigua y medieval de Andalucía es sin duda apasionante, quizás para un estudiante gaditano, era lógico
Drain, M. et al. Los Andaluces. Istmo. Colección Fundamentos nº 68. Madrid, 1980.
tura plástica (Aurora León), la arquitectura (Víctor Pérez Escolano), la música culta (Mariano Pérez Gutiérrez) y sobre todo la vertiente po-
AH ENERO 2013
93
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Brenan abre caminos ANTONIO RAMOS ESPEJO
dientes a un tratado de Antropolo-
Hay también en Brenan un pla-
UNIVERSIDAD DE SEVILLA
gia o de Sociología. El contenido de
no humano que no puede pasar
E
AH ENERO 2013
94
esta obra alpujarreña no es una fic-
desapercibido y que está en el ori-
ste hispanista, que creará
ción, sino una obra extraída de la
gen de sus primeros años en la Al-
escuela con su ejemplo, via-
realidad, del contacto directo con el
pujarra. De su estancia en Yegen le
ja a España al finalizar la I
paisaje y su gente.
queda a Brenan el episodio vital
Guerra Mundial, un lugar en el que
Las investigaciones de Gerald
más importante y, a la vez, más
soñaba cuando se encontraba en los
Brenan abren caminos; su obra deja
controvertido: el nacimiento de su
campos de batalla. En 1920, Gerald
huella. Con El laberinto español, que
hija Miranda Helen; fruto de su
Brenan (Malta, 1894 – Alhaurín el
es un ensayo histórico, logrará cam-
amor con la joven Juliana Martín
Grande, Málaga, 1987) logra realizar
biar la interpretación de los viajeros
Pelegrina, que tenía entonces quin-
su sueño: se establece en Yegen (Al-
románticos por sus propias conclu-
ce años. Tanto en Memoria personal,
pujarra granadina), con 2.000 li-
siones; ejemplo que ha de seguir
como en la versión de esta historia
bros, para iniciar su formación de
una nueva saga de historiadores.
autodidacta. Desea ser escritor, co-
Hugh Thomas reconoce que El labe-
mo sus jóvenes de Bloomsbury.
rinto español es un “libro genial que
Brenan, Gerald Al sur de Granada. Siglo XXI. Madrid, 1974 (la primera edición en inglés es de 1957).
en la película Al sur de Granada, dirigida por Fernando Colomo, Juliana no queda justamente tratada.
Aunque cronológicamente Al sur
ilumina toda la historia española
Brenan contó su historia. En el
de Granada no es el primer libro que
del siglo XX”. El mejor homenaje de
testimonio que recabé de Isabel,
escribe sobre España —le preceden
Jackson, que se declara “un discípu-
hermana de Juliana (recogido en mi
tres grandes obras: El laberinto espa-
lo de siempre”, es reconocer el uso
libro Ciega en Granada), queda refle-
ñol, La faz de España e Historia de la
académico que él mismo ha hecho
jada la versión de la otra parte de la
Literatura Española—, sí es el que
de la obra del maestro: 25 años ense-
historia, la que vive y sufre la ma-
trata de sus primeras vivencias en
ñando El laberinto en sus clases. Ian
dre de Miranda Helen, a la que
nuestro país, del pueblo que había
Gibson también le expresa su reco-
nunca se le había dado la palabra.
elegido para alejarse del hastío que
nocimiento: “…fue El laberinto espa-
Esta mujer tuvo que soportar que,
le produce la Inglaterra de la pos-
ñol el libro que, más que ningún
cuando la niña tenía ya tres años,
guerra de 1919 para culminar su
otro, me abrió los ojos a la realidad
Brenan, acompañado de Gamel, su
proyecto de autoformación en la so-
contemporánea de España”.
esposa, se la llevara para nunca
La faz de España es, desde mi
más ver a su madre. ¿Por qué razón?
Al sur de Granada no es una obra
punto de vista, la obra más perio-
Me lo explicó Isabel: "De manera
encasillable, como no lo fueron las
dística de Brenan. Desde que entra
que, ¿sabe usted?, esto no es más
de otros viajeros románticos ingle-
hasta que sale de España en 1949, el
que una historia de pobres. Los po-
ses que le precedieron, entre los que
viajero abre varias líneas de inves-
bres siempre pierden, ¿sabe usted?
destacan Ford y Borrow, de los que
tigación sobre la actualidad del pa-
Siempre pierden". ■
Brenan se declara admirador y, en
ís, siguiendo el modelo mostrado
ledad de las montañas.
cierto modo, seguidor, salvo en el
en El laberinto español, aunque de
punto en el que el discípulo rompe
forma más viva y actual: la situa-
con esa escuela para introducir su
ción social y económica de un pue-
propia línea de investigación, más
blo que ha salido de una guerra y
acorde con la realidad social que co-
ha entrado en las sombras de una
noce y en la que se sumerge.
dictadura.
El escritor que surge en Yegen
En ese viaje busca a Lorca: Bre-
elige su propio camino. Influencia-
nan es el primer investigador que
do por los componentes de Blooms-
deja constancia documentada de
bury, a los que admira desde su reti-
que al poeta de Fuente Vaqueros no
ro alpujarreño, y los que recibirá en
lo mataron en las tapias del cemen-
su casa, piensa que nunca llegará a
terio de Granada, sino en los ba-
la altura literaria de Virginia Wo-
rrancos entre Víznar y Alfacar... Y,
olf. Sin embargo encuentra su pro-
entre otros temas de mucho calado,
pio estilo. En Al sur de Granada ca-
también se lanza a buscar los esce-
da capítulo puede ser lo mismo
narios gongorinos en Córdoba: el
un reportaje histórico, un re-
viajero encuentra la Huerta de don
portaje costumbrista,
Marcos, donde Góngora escribió El
una crónica social
Polifemo y Las Soledades), y denun-
o de viajes, que
cia el estado de abandono en que se
capítulos
encuentran esos lugares que debe-
corres-
rían ser sagrados para la Literatura
p o n -
Universal.
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Una historia de todos y para todos ENCARNACIÓN LEMUS LÓPEZ
terse en política, buscaba “la revo-
una tercera lectura que tome como
UNIVERSIDAD DE HUELVA
lución democrática”.
eje la vida de Juliana, la esposa de
Este libro admite lecturas muy
Manuel y su salvadora. Ella simbo-
onald Fraser murió a prin-
diferentes, según sea el lector. Hay
liza a todas esas mujeres fuertes
cipios de 2012. Me ha pare-
una lectura directa que nos habla
que se vieron de repente converti-
cido que en este recuerdo
de cómo era la vida y cuáles eran los
das en cabeza de familia sin haber
algo nostálgico de obras que han
problemas de esa España sometida
sido educadas ni preparadas para
hecho historia no podía faltar una
a las lacras del caciquismo, la po-
eso y sin medios en los que apoyar-
mirada a su producción en recono-
breza y la ignorancia. En este senti-
se. Fueron las viudas de la guerra,
cimiento a su papel de renovador de
do, siguiendo las palabras de Ma-
la historiografía española y andalu-
nuel, se describe cómo era la escla-
za. Escondido. El calvario de Manuel
vitud de la ignorancia, cómo era la
Cortés (Crítica, 2006) es la traduc-
rabia y el odio de clases. Se habla
ción española de In hiding: the life of
del autoritarismo, la crueldad, la
R
las mujeres de los que partieron al Fraser, Ronald Escondido. El calvario de Manuel Cortés. Crítica. Barcelona, 2006 (la edición original inglesa es de 1972).
exilio, de los encarcelados, de los ajusticiados, de los desaparecidos. Esa Juliana analfabeta que, de repente, se encontró a sí misma sola,
Manuel Cortés (1972), un trabajo an-
sumisión por el miedo. Se habla de
terior a la que tal vez sea su obra
la esperanza en el cambio republi-
pesetas, que vivió del pequeño es-
más conocida, Blood of Spain (1979),
cano, pero también —y mucho— de
traperlo, que trabajó de sol a sol en
traducido al español como Recuér-
la división de las izquierdas, del va-
todo lo que pudo, que fue montan-
dalo tú y recuérdalo a los otros. Histo-
cío de poder del gobierno y las insti-
do un pequeño negocio y logró va-
ria oral de la Guerra Civil española
tuciones, de la ira popular, el anti-
lerse por sí misma, educar a su hi-
(Crítica, 1979). En Escondido ya esta-
clericalismo y la rebelión violenta.
ja, comprar una casa, ahuyentar
ban presentes todos los elementos
Nos hallamos, pues, ante un libro
los rumores, aguantar los interro-
que personalizan su manera pecu-
de historia social construido sobre
gatorios de la guardia civil. Ella que
liar de hacer historia: la elección
la oralidad y uno de sus mecanis-
estuvo pendiente de ocultar a su
del tema, los objetivos, la metodo-
mos esenciales consiste en que el
marido, de alimentarlo, cuidarlo
logía y la forma de comunicar. En-
autor desaparezca tras el habla del
en su enfermedad, sostener su es-
marcada a principios de 1970, Es-
protagonista.
tabilidad personal, y luchar contra
con una niña de año y medio y 50
condido supuso una revolución,
Hay otra lectura, interesantísi-
la desesperación del esposo escon-
porque era una historia de todos y
ma, que gira sobre la fortaleza perso-
dido y la suya propia. La que no co-
para todos. Cuarenta años después,
nal. En este segundo estrato halla-
noció descanso, ni de noche ni de
conserva íntegros su atractivo y ori-
mos una respuesta a uno de los pro-
día, y que nunca se dio importancia
ginalidad.
blemas esenciales de la historiogra-
a sí misma, sino que siguió pensan-
En 1969, tras la amnistía gene-
fía: la conexión entre el individuo y
do que el héroe era él: “Además co-
ral para los delitos cometidos du-
la Historia, lo singular y lo general.
mo yo no era inteligente para eso.
rante la Guerra Civil, Manuel Cor-
Seguimos, entonces, un exhaustivo
Para saber de política se necesita te-
tes, alcalde socialista de Mijas du-
análisis psicológico sobre la firme-
ner mucha inteligencia, como él
rante el Frente Popular, pudo salir
za, la seguridad en las convicciones,
¡Por lo menos saber bien leer y escri-
de su escondrijo: había permaneci-
el autocontrol, la esperanza y la lu-
bir!” ( pág. 109). ■
do oculto en su casa durante treinta
cha por la vida
años. Antes del boom turístico, Mi-
personal y los
jas era un pueblo de la España rural
derechos políti-
pobre, con una importante pobla-
cos y sociales.
ción jornalera que, a falta de otra
Se trata, ahora,
cosa, intentaba sobrevivir de la re-
de un duelo
cogida del esparto, lo que era una
constante en-
mala vida. Manuel era barbero y,
tre la esperan-
como otros, dueño también, de una
za y el miedo y
finquita pequeña que no daba para
supone un elo-
vivir. Siempre creyó que el cambio
gio a la resis-
social debería llegar a través de la
tencia del indi-
unidad de los de abajo —y fundó en
viduo que sabe
Mijas el PSOE y la UGT— y con la
que tiene ra-
formación del pueblo —y reconocía
zón.
que la República había puesto el fundamento de ese logro—. Al me-
Propongo, no
obstante,
AH ENERO 2013
95
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O
¿Reino de Granada versus Andalucía? Con este texto Andalucía en la Historia pone en marcha una nueva sección de opinión, titulada “A propósito”, en la que, a modo tribuna, los expertos escribirán sobre temas de actualidad histórica.
te valorados, acaso porque es más fácil po-
pues, salvo excepciones, respondían a una
ner el énfasis en lo que separa que en lo que
fundamentación histórica aceptable. Anto-
une. Se podrá aducir que parto de la premisa
nio Domínguez Ortiz, con su habitual pon-
de que la Andalucía que conocemos, la “An-
deración, ha escrito al respecto: “Mucho se
dalucía Moderna”, tiene su base formativa
ha denostado el régimen provincial, mucho
fundamental en las conquistas cristianas,
se ha pondera su artificialidad, pero no lo
en la incorporación a la Castilla cristiana de
sería tanto cuando, en breve tiempo, echó
aquellos cuatro reinos musulmanes. Así es.
tan hondas raíces. Andalucía pasó del siste-
AH
Pero eso no menoscaba en modo alguno la
ma de los cuatro reinos al de las ocho provin-
ENERO 2013
importancia de la cultura subyacente, de la
cias no sólo sin traumas sino con ciertas
cultura árabo-musulmana que las antece-
ventajas, porque bajo el nombre sonoro de
de, en la creación de la nueva identidad. Me
reinos no había nada, mientras que las pro-
alineo sin ambages con las teorías interpre-
vincias estaban dotadas de unos órganos ad-
tativas de Américo Castro para España: ape-
ministrativos que les proporcionaban unas
nas si resisto la tentación de hablar de la “re-
modestas dosis de autogobierno (…)".
alidad histórica de Andalucía”, en la que se-
96
“judíos, moros y cristianos”, especialmente
El nuevo mapa fue, en definitiva, el principio del fin de la dualidad andaluza, Reino de Granada/Andalucía Bética, ya di-
UNIVERSIDAD DE GRANADA
plausible en este ámbito. Rechazo, pues, de
fuminada en múltiples aspectos en siglos
E
n estas líneas sólo pretendo recordar
partida, cualquier tipo de esencialismo en
anteriores. Desde el mismo siglo XVII, o
unos datos históricos sobre el Reino
los que nos empantanó la historiografía re-
acaso antes, se observa esa dinámica, muy
de Granada —también algunos de la
accionaria… Pero no me perderé en esos ve-
visible en la percepción que se tiene en el
ricuetos; vuelvo al terreno de los hechos.
resto de la Península sobre el conjunto del
MANUEL BARRIOS AGUILERA
Andalucía Bética—, necia e irresponsable-
rían las claves la coexistencia creativa de
mente contrapuesto —no siempre el “Reino
Es conocida la reforma administrativa
espacio andaluz y de sus naturales, aunque
de Granada”, sino sólo “Granada”—, y de for-
que en 1833 realizó el político granadino Ja-
el nombre Andalucía seguiría aplicándose
ma recurrente, aquí y allá, y de diversas ma-
vier de Burgos (Motril, 1778-Madrid, 1848)
de forma equívoca más bien al área bética-
neras, a “Andalucía”. Circula por ahí, por
siendo secretario de Estado de Fomento en
bajoandaluza.
ejemplo, el extraño lema, con el aplauso de
el gobierno de Francisco Cea Bermúdez. En
La Andalucía Bética, o del Guadalquivir,
algunos, de “Granada no es Andalucía”.
ella suprimió del mapa de España —y así fue
el territorio de los antiguos Reinos de Sevilla
La configuración territorial de la Andalu-
literalmente— el enunciado “Reino de Gra-
(el mayor, básicamente lo que serían luego
cía que conocemos es el fruto de la suma de
nada”. Integró en el concepto “Andalucía”
las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva), de
cuatro reinos preexistentes, que deben sus
los aludidos cuatro antiguos reinos de Sevi-
Córdoba y de Jaén, tenía, al decir del profe-
nombres, y aun sus límites, a la época mu-
lla, Córdoba, Jaén y Granada en un total de
sor Miguel Ángel Ladero, “una personalidad
sulmana: los reinos de Sevilla, Córdoba,
ocho provincias, tres de las cuales eran las
regional cada vez mejor perfilada, a conse-
Jaén y Granada; es decir, la “Andalucía de los
de Granada, Málaga y Almería, correspon-
cuencia de la plena repoblación llevada a ca-
cuatro reinos”, como se le ha denominado,
dientes en términos generales a los territo-
bo por los castellanos en el siglo XIII, y de las
en alguna ocasión, en bellísima paráfrasis.
rios de los antiguos obispados (la de Grana-
circunstancias de diverso tipo que fueron
Los tres primeros, conquistados e incorpora-
da, sumándole por el norte el de Guadix-Ba-
ocurriendo en la Baja Edad Media”. No en
dos a la Corona de Castilla, en la mitad del si-
za). Quedaba configurada territorialmente
vano, durante casi toda la Edad Moderna se
glo XIII, por Fernando III el Santo; el último,
la Andalucía actual. La reforma de 1833 fue
le nombró con la voz “Andalucía” de forma
a fines del siglo XV, por los Reyes Católicos.
provincial, pues era la provincia la que se
bastante generalizada, aunque no siempre
Nace de ello una primera diferencia, una
llenaba de contenidos administrativos y po-
precisa. Su afianzamiento se produjo en
auténtica dicotomía, lo que se ha nombra-
líticos, con la figura del Subdelegado de Fo-
contraste con el Emirato Nazarí de Granada,
do, con razón, mediante el sustantivo “dua-
mento, antecedente del Gobernador Civil,
en la parte oriental, que significó la supervi-
lidad”, la “dualidad de Andalucía”; no en
como agente político principal. Las regiones
vencia de al-Andalus —un menguado al-An-
vano entre una y otra conquista hay un perí-
que englobaban las provincias carecieron de
dalus ciertamente, pero manifestación ex-
odo de dos siglos y medio. Un tiempo sin du-
contenidos administrativos, pero tuvieron
plícita de una civilización islámica dentro
da dilatado, pero no insalvable, pues hubo
la virtualidad, la que les confería su plasma-
de la dominante cristiana-europea en el res-
factores que contribuyeron decisivamente a
ción en un mapa omnipresente en centros
to de la Península Ibérica— durante dos si-
su igualación, es decir, a la disolución de ese
oficiales y escuelas, de contribuir decisiva-
glos y medio más, hasta la conquista por los
carácter dual. Esos factores, sin duda positi-
mente a conformar unos ámbitos territoria-
Reyes Católicos (entre 1482 y 1491); a lo que
vos, no han sido siempre convenientemen-
les en el imaginario colectivo y popular,
había que añadir casi un siglo más, siendo
C
A
B A E
CP
ER RO A P
Ó S S E I C T C O I
O
N
“El proceso integrador tuvo un aliado, un tanto extraño y aun paradójico, el movimiento romántico, con esos viajeros “inventores” de una Andalucía estereotipada cuya imagen acabaría imponiéndose”
diferenciado de estudio histórico. Es cierto
mático edificar sobre las carencias historio-
no, el “siglo mudéjar-morisco”, que nos lle-
que se alude en obras de especialistas, pero a
gráficas que atenazaban la investigación
va a 1570, en que la impronta de la civiliza-
lo largo de toda la época contemporánea só-
académica en las tierras del antiguo Reino
ción musulmana es todavía muy considera-
lo hay una historia general, la que median-
ble dada la gran masa poblacional que per-
do el siglo XIX publicara Miguel Lafuente
de Granada. La Historia de Andalucía que al comienzo
manece hasta su extrañamiento y reparti-
Alcántara, Historia de Granada comprendien-
de los ochenta del siglo pasado dirigiera An-
ción por los reinos castellanos tras la guerra
do las de sus cuatro provincias, Almería, Jaén,
tonio Domínguez Ortiz, referencia inexcusa-
de las Alpujarras.
Granada y Málaga, desde remotos tiempos has-
ble por tantos conceptos, acusa esas deficien-
Desde el siglo XV se habían producido
ta nuestros días (1843-1846; reedición facsí-
cias investigadoras nítidamente: el dispar
hechos y procesos integradores decisivos en
mil, Universidad de Granada, 1992), movido
peso de las zonas oriental (incluido el todavía
su diversidad y aparente paradoja: la con-
tanto por su formación de arabista como por
más deficitario Reino de Jaén) y occidental no
quista/repoblación por los Reyes Católicos,
la nostalgia de la brillante civilización mu-
nace de razones externas a la realidad histo-
que además de llenar de población cristiana
sulmana y determinado por el mundo ro-
riográfica de ambas áreas, sino en la mani-
el reino sirvió de elemento integrador efec-
mántico al que ideológica y vitalmente per-
fiesta incapacidad de quienes ostentaban las
tivo, pues no debe de olvidarse que la con-
tenecía. Nótese que se permite en el título la
correspondientes cátedras en la universidad
quista reinogranadina fue en mucho una
enorme licencia de incorporar la “provin-
granadina para crear una mínima dinámica
empresa andaluza, como el proceso repobla-
cia” de Jaén en el Reino de Granada.
investigadora (no hablo de escuela, que es
dor que la acompañó; la expulsión de los
El proceso autonómico de 1978 no hizo si-
mucho decir). Y no sería reseñable este dato
moriscos granadinos de 1570 tuvo como des-
no potenciar, como era lógico, las historias
final si no hubiera sido tan decisivo en los es-
tino preferente la Baja Andalucía; la nueva
de Andalucía, donde el significado de Gra-
tudios de moriscos/repoblación, pues sólo a
repoblación de Felipe II trajo colonizadores
nada y su reino quedaba minimizado en el
partir de la renovación de los estudios mo-
de todo el ámbito castellano, pero mayor-
peso del conjunto, cediendo además en be-
dernistas en el antiguo Reino de Granada
mente andaluces de los reinos de Sevilla,
neficio de “Andalucía Oriental” o “Alta An-
(mediada la década de los ochenta del pasa-
Córdoba y Jaén. Añádase el trasplante del ré-
dalucía”, denominaciones asépticas que ad-
do siglo) se estuvo en condiciones de dedicar
gimen municipal, mayormente a fuero de
quieren entonces carta de naturaleza por co-
atención precisa al fenómeno morisco béti-
Córdoba o Sevilla, castellano en origen, pero
modidad descriptiva pese a su manifiesta
co y su conexión causal con el granadino y
muy convenientemente reelaborado. Y
inexactitud y simple esquematismo. El Rei-
con la debilidad de su propio mudejarismo,
siempre la frontera, con su poderosa capaci-
no de Granada quedaba reducido a unos bri-
tópicos aparte.
dad osmótica de intercambio durante tan-
llantes reflejos de un difuso, abigarrado y
Andalucía es hoy una realidad política,
tos siglos. Todavía un factor más, no siem-
colorido universo musulmán, arropado más
sociológica, mental, cultural… e histórica. La
pre valorado: la conquista y colonización de
en lo legendario que en lo genuinamente
constatación de sus bases históricas, a pesar
América que, siendo un fenómeno en prin-
histórico. Es comprensible que se haya tar-
de su gran complejidad, así lo demuestra.
cipio bajoandaluz y, por supuesto, más ge-
dado más de siglo y medio en escribir una
Complejas y ciertas son también las propias,
neral castellano, tuvo en el lado oriental de
nueva historia del Reino de Granada, ya al
hasta donde llegan, del antiguo Reino de
Andalucía una importancia demográfica y
filo del siglo XXI: la que en 2000 ha publica-
Granada, constituyente funda-
económica principal, sobre todo a través del
do la Universidad de Granada, escrita por
mental e inequívoco de la An-
llamado surco intrabético, etc.
un total de 54 especialistas de la máxima
dalucía de hoy. ■
El proceso integrador tuvo de aliado, un
formación y ecuanimidad, en cuatro tomos
tanto extraño y aun paradójico, el movi-
de buen formato. No era fácil vencer las
miento romántico, con esos viajeros “inven-
inercias y las perplejidades de todos estos
tores” impenitentes de una Andalucía este-
elementos antiguos y modernos; pero era
reotipada, de base folclórica y bajoandalu-
mucho más pro-
za, cuya imagen terminaría imponiéndose.
ble-
No me referiré al papel del regionalismo, tema arduo donde los haya, y que supera con mucho mi propuesta. Interesa subrayar aquí, desde una perspectiva historiográfica, cómo, al ser suprimido del mapa su nombre, el Reino de Granada desaparece de hecho como objeto
AH ENERO 2013 Granada, en una ilustración de Joris Hoefnagel para el Civitates Orbis Terrarum (1572-1617)
ya formalmente el Reino de Granada cristia-
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Granada: taifa zirí, emirato nazarí y reino cristiano Cuatro fechas han marcado la historia de los reinos de Granada: 1013, año en el que la dinastía zirí estableció en Granada la capitalidad de su taifa; 1238, cuando Muhammad I entró en Granada y la convirtió en nueva capital del emirato; 1492, año de la conquista castellana de la capital granadina e inicio del reino de Burgos diseñó la nueva división provincial de
Eric Hobswabm y Andalucía
España en la que el reino de Granada quedó suprimido
En octubre de 2012 fallecía el
al integrarse en la Andalucía de las ocho provincias.
historiador británico Eric Hobsbawm.
Coordinado por el profesor de Estudios Árabes de la
Autor de libros como La era de la
cristiano de Granada, y 1833, momento en el que Javier
Universidad de Jaén, Francisco Vidal Castro, este dosier
revolución: Europa 1789- 1848; Rebeldes
ofrece un recorrido sobre los reinos de Granada
Primitivos y la Historia del siglo XX, su
atendiendo a sus coordenadas geográficas (siete
manera de hacer historia ha dejado
provincias) y temporales (nueve siglos), así como a sus
huella en varias generaciones de
singularidades artísticas, sociales y económicas.
historiadores andaluces.
AH ENERO 2013
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Los corrales de comedias en el siglo de Oro Los hombres siempre han tenido la necesidad de
servicio de la aristocracia. Aunque ambas
divertirse. Hace ya algunos siglos, hacia
diversiones crecieron, a veces, al amparo de los
mediados del XVI, no existían más que dos
mismos explotadores, el mundo teatral
grandes regocijos: los torneos a caballo (rejoneos) proporcionó cuantiosos ingresos, tanto a los y el teatro. Este último impuso con creces su
cabildos como a la Iglesia, razón por la que
atractivo sobre las clases populares dado que los
sobrevivió y se multiplicó a pesar de sus muchos
caballos, los toros y su lidia quedaron más al
detractores.
Pilotos andaluces para las rutas ultramarinas El Colegio de San Telmo de Sevilla fue un centro
barcos del comercio que surcaban las rutas
especializado para la formación de pilotos y gente americanas. A partir del año 1681, 150 niños de mar de la Carrera de Indias. Su nacimiento fue pobres y/o huérfanos, cuyas edades soscilaban un proyecto largamente acariciado por la Corona, entre los 8 y los 14 años, ingresaron en el que impulsó este singular establecimiento como
seminario, ubicado extramuros de Sevilla, en la
respuesta a la necesidad de disponer de pilotos
ribera del Guadalquivir, pasada la Puerta de
con una sólida formación para el gobierno de los
Jerez.
Las agitaciones campesinas y Juan Díaz del Moral Díaz del Moral pertenece a una generación de
dieron testimonio a través de su obra y, en algún
intelectuales que durante las primeras décadas
caso, del compromiso político de que tal asunto
del siglo XX y hasta la llegada de la II República
había terminado convirtiéndose no sólo en
manifestaron un interés cada vez mayor por la
motivo de debate que encerrara
llamada cuestión “social-agraria”. Hombres
posicionamientos e intereses diversos, sino en
como P. Carrión, Bernaldo de Quirós, Julio
un asunto central en el desarrollo de la vida
Senador, J. Costa o el propio Díaz del Moral
política española.
El capitán Manuel Rojas, un hombre sin piedad Hace ochenta años, el mes de enero de 1933, la
Cuando esta violencia gubernamental fue
localidad gaditana de Casas Viejas vivió uno de
conocida por la opinión pública estalló un
los sucesos más dramáticos de toda su historia: la escándalo de gran magnitud que socavó las bases proclamación del comunismo libertario por un
de la Segunda República. El responsable de la
grupo de campesinos sin tierra fue aplastada a
ejecución de este “rápido y ejemplar
sangre y fuego por las fuerzas del orden público y
escarmiento” fue un hombre sin piedad, el
concluyó con la muerte de veintiséis personas.
capitán Manuel Rojas.