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El desarrollo y las transiciones. El desarrollo humano desde una perspectiva ecológica. La propuesta teórica de Urie Bronfenbrenner representó, desde finales de la década de 1970, un modelo de suma influencia en la investigación del desarrollo humano. En la actualidad, su teoría cuenta con gran aceptación en distintas corrientes psicológicas, como la psicología sistémica y la psicología evolutiva. El principal postulado de Bronfenbrenner es que los ambientes naturales son la principal fuente de influencia sobre el desarrollo y la conducta de los seres humanos, es decir, que el funcionamiento y el desarrollo psicológico de las personas está, en gran medida, en función de la interacción de ésta con el ambiente o entorno que le rodea. Los ambientes, según el autor, deben analizarse en términos de sistemas abiertos e interrelacionados. Por otra parte, es posible entender a un ambiente ecológico como un conjunto de estructuras seriadas que, de forma análoga a las muñecas rusas, cada una de ellas contiene a la otra en sí misma. De un modo más abstracto, esas estructuras del ambiente ecológico, pueden identificarse según distintos niveles. En un primer nivel, se encuentra el Microsistema que es el nivel de la interacción cara a cara y de la situación inmediata en la cual se encuentra y participa activamente la persona en desarrollo. En un segundo nivel, se establecen interconexiones
entre los diferentes entornos en los que la persona en desarrollo participa realmente, a las cuales se denomina Mesosistema. En un tercer nivel, aparece el Exosistema, en el cual se producen interconexiones entre los ambientes en los que la persona no entra ni participa activamente, pero en los que se producen hechos o se toman decisiones que inciden de alguna forma en el entorno de la persona en desarrollo. Por último, se introduce al Macrosistema, que representa a un complejo de sistemas seriados e interconectados de una determinada cultura o subcultura. En su teoría, Bronfenbrenner afirma que “la política oficial es una parte del macrosistema que determina las propiedades específicas del exo-, el meso- y el microsistema, que ocurren a nivel de la vida diaria y dirigen el curso de la conducta y el desarrollo”. Respecto a este punto, es posible establecer una cuestión relacional con un proyecto de modificación de los planes educativos del nivel secundario impulsado por el Ministerio de Educación Porteño. Estos cambios planteados, consisten en reducir el número de materias de primer año del secundario y modificar los planes de estudio para que la carga curricular sea gradual y la transición del colegio primario al secundario sea menos traumática para el alumno y se pueda evitar la deserción escolar o los repetidores de curso.
Esta situación de transición representa además, un ejemplo de lo que Bronfenbrenner denominó transición ecológica, en la cual se produce, fundamentalmente, un cambio de rol que afecta a la persona en desarrollo, en esta situación el cambio se reflejaría, en el alumno de escuela primaria que pasa a constituirse alumno de escuela secundaria.
En el pasaje al secundario el alumno se encuentra tanto con mayor número de materias y especificidad.