Cirigliano -metodologia-del-proyecto-de-pais

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 Metodología del Proyecto de País

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Gustavo F. J. Cirigliano

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 Metodología del Proyecto de País

“Argentina empieza a ser para Europa y a signicarse en sus homhom bres desde Europa. Progresismo, poner un país país al día, estructurar un  proyecto nacional..   (David Viñas; Literatura argentina y realidad política; Jorge Álvarez Editor; Buenos Aires; 1964; p. 19).

“Nuestra Argentina Argentina necesita un Proyecto Nacional, perteneciente al  país en su totalidad. Estoy persuadido persuadido de que, si nos pusiéramos todos a realizar este trabajo y si, entonces, comparáramos nuestro  pensamiento, obtendríamos un un gran espacio de coincidencia nacional” (Presidente Perón, 1º de mayo de 1974 ante la Asamblea Legislativa).

“La alternativa al estancamiento y a la disolución nacional es la de la democracia la modernización, como proceso y indisoluble poryuna sociedad que enencaradas pluralismo, solidaridad  participación inicie con seriedad la solución solución de los problemas que la aquejan, delineando así el verdadero Proyecto Nacional, abierto y exible, sin falsas retóricas ni soberbias inconducentes” (Presidente Alfonsín, 1º de mayo de 1987).

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 Metodología del Proyecto de País

Prólogo Aullando entre relámpagos  perdido en la tormenta de mi noche interminable, Dios  busco tu nombre.  No quiero que tu rayo me enceguezca entre el horror   porque preciso luz para seguir seguir.. Yo siento que mi fe se tambale tambalea, a, que la gente mala vive, Dios, mejor que yo. Si la vida es el inerno y el honrao vive entre lágrimas cuál es el bien del que lucha en nombre tuyo, Limpio, puro ¿Para que’? “Tormenta”, “T ormenta”, tango de Enrique Santos Discépolo, 1939.

L

os poetas, con su enorme intuición, sintetizan mejor que cualquier cientíco social la realidad en la que se encuentran inmersos. Las estrofas del tango “Tormenta’ escritas hace más de 60 años, inter  pretan el sentir de los argentinos argentinos de hoy con uuna na desgarradora precisión. En los momentos más difíciles suele escucharse que la luz se ve a lo lejos del túnel, que levantando la vista desde lo más profundo se vislumbra un hilo de claridad en las alturas. Pero en este momento, en la Argentina, no aparece ningún resplandor lejano. ¿Será entonces imposible encontrar el camino de salida? Los objetos, las texturas y los colores no desaparecen en la oscuridad, simsim  plemente están ocultos a nuestros nuestros ojos: no se ven. Para lograr percibir todo lo que hay en la negrura se hace necesario un esfuerzo de voluntad y una metodología que posibilite utilizar otros sentisenti -5-

 

Gustavo F. J. Cirigliano

dos para recordar; intuir o imaginar todo aquello que, de haber luz, se nos mostrada a simple vista. Un proyecto de vida o de país es siempre una luz poderosa que ilumina y da sentido a las acciones cotidianas. Cuando una población no tiene valores y objetivos comunes está como ciega: no sabe interpretar su pasado y tampotampoco puede encaminar sus pasos hacia el futuro. La confusión y el desaliento son los principales enemigos en tiempos de graves problemas. La publicación de este nuevo libro de Gustavo Cirigliano constituye un verdadero aporte para todos los que, en la Argentina actual, están comcom  prometidos en la tarea de construir una alternativa de poder popular que deenda el patrimonio natural y cultural de nuestro país y, al mismis mo tiempo ofrecen resistencia al “Proyecto de Sumisión incondicional al Imperio” (en palabras del autor) que se viene desarrollando desde 1976. Muchas de las reexiones que aquí se compilan, fueron publicadas par cialmente por diferentes medios y en distintos momentos, durante los últimos 15 años. Lo importante de reunirlas en un solo tomo es que se ofrecen al lector de un modo completo y actualizado lo que no signisignica que están acabadas en su formulación. Son herramientas que pretenpretenden disparar el diálogo; son preguntas que abren nuevos interroganinterrogantes y también son claras señales de alerta como la necesidad de tener  bien presente que “cuando un imperio proclama la paz trae la guerra, cuando exalta la solidaridad esconde el ataque, cuando reclama adad hesión trama entrega y cuando ofrece amistad distribuye hipocresía.” En el segundo capítulo de Metodología y Proyecto de País se enunenun cian setenta y tres principios sobre los cuales puede sustentarse la acacción. Para comprender mejor el sentido de este trabajo es necesario tener en cuenta que, para Cirigliano, la estructura humana está consticonsti tuida por tres registros o instancias desde las que las personas actúan. La primera dimensión es la del deseo, del impulso vital, de lo natural, de la pasión, de lo instintivo. Es la instancia de las satisfacciones rápidas; de lo inconsciente, de lo reprimido y del pensar prelógico. Ámbito (le la fantasía y de la imaginación, las fuerzas oscuras y misteriosas, de se la energía creadora, de la fuerza de capaz de animar la idea, del poder que impone y del conicto, de la competencia y de la apropiación de lo exterior exterior.. -6-

 

 Metodología del Proyecto de País

La segunda dimensión es la de la razón y de la l a realidad, del acuerdo, de lo social, de la realidad explicada. Es la dimensión del pensamiento lógico y de la vida consciente, de la información y del lenguaje objetivable, de la cocomunicación intelectual y del discurso razonado y fundado, del dominio de la realidad a través de la acción y del saber saber,, de la actuación sobre la realidad que es el trabajo. Es el mundo del cálculo y de lo pragmático, de la previsión y de la la conveniencia, conocimiento cientíco queque busca reproducir cons cons-truir racionalidaddel (supuesta o no) de la realidad afronta. Es el oámbito de las relaciones sociales del intercambio, de la producción y de la técnica, de las instituciones contractuales y del enfrentamiento de los puntos de vis vis-ta; y asimismo de los intereses reconocidos, del posibilismo y del realismo. La tercera dimensión es la de la voluntad, del compromiso, del deber, de la entrega, del testimonio. Es el reino de la persona, de la libertad y del proyecto existencial, de la captación y realización de los valores, el mundo de la dispodispo nibilidad. El mundo de la analogía y la parábola, de la metáfora y del ejem ejem- plo, del deber y la norma, de la realización personal y de la creación artística. Quedarse en la mera expresión del deseo será exponerse a la frustración. Analizar los deseos a la luz de la razón será la forma de denir los obob  jetivos y las metas y sus posibles formas de realización, pero si éstos no están sostenidos por una rme voluntad nunca se podrán alcanzar. Desde las primeras páginas esta obra convoca a la voluntad e invita a la acción desde el compromiso. El primero —y tal vez el más difícil para los argentinos— es asumir plenamente el pasado, para reconocer que toda la historia es nuestra historia: “el conquistador y el indio, el godo y el patriota, la pampa privilegiada y el interior relegado, el inmigrante esperanzado y el gaucho condenado.” El segundo compromiso es el de examinar nuevamente ese pasado - sin prejuicios— a la luz de una nueva variable: los siete proyectos que se desarrollaron en cada una de las etapas que van desde el año 600, aproximadamente, hasta nuestros días. El E l tercer compromiso es e1 de trabajar en la construcción del Proyecto Nacional. La cuestión cientíco-tecnológica merece en este libro un lugar destacado. Rescatando Rescata ndo concept conceptos os de Arturo JJauretche auretche y O Oscar scar V Varsavsky, arsavsky, el autor ana ana-liza, a lo largo l argo de veintisiete proposiciones, las posibilidades liberadoras y los riesgos de sumisión que se desprenden del conocimiento profesional. -7-

 

Gustavo F. J. Cirigliano

En el último capítulo, Cirigliano imagina el futuro posible para la Ar gentina y relata dos destinos antagónicos cuyos escenarios se ubican en el año 2036: el que surge de la implementación del Proyecto NacioNacio nal —un país con una población de 80 millones de habitantes, con reregiones geográcas destinadas a potenciar la integración política, culcul tural y económica con el resto de América Latina—y el que resulta de la aceptación “Proyecto del de siglo Sumisión al Imperio”. Instalados en del la Argentina XXI,incondicional buscamos algunas pistas que nos orienten en medio de la confusión. De un modo claro y sencisenci llo Gustavo Cirigliano nos invita en este libro a pensar; sentir e imagiimaginar un futuro que rescate lo mejor de nuestra cultura y posibilite desdes  plegar en la sociedad los valores de la paz, solidaridad y la justicia.

Catalina Pantuso. Buenos Aires, julio de 2002

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INTRODUCCIÓN Toda la historia es nuestra historia. Todo el pasado es nuestro pasado. Aunque a veces preferimos quedarnos con sólo una parte de ese pasado, seleccionando ingenua o engañosamente una época, una línea, unos per sonajes; queriendo eludir tiempos, ignorar hechos y omitir actuaciones. Los argentinos, todos, tenemos que reconocer que ya nos movemos en el marco de catorce siglos de historia, con siete proyectos nacionales recorridos. Y que que somos los dos personajes básicos de cada proyecto: el  protagonista y el antagonista. Somos el conquistador y el indio, el godo y el patriota, la pampa privileprivilegiada y el interior relegado, el inmigrante esperanzado y el gaucho concondenado. Somos los dos, no uno de ellos solamente. Si nos quedamos con uno de los dos, siempre llevaremos a cuestas un cabo suelto sin anudar, siempre cargaremos un asunto inconcluso que no logra cerrar, siempre haha brá un pedazo de nosotros nosotros que no lograremos integ integrar rar.. Y todo aquello que uno no contacta ni incorpora —y, por lo tanto, no cierra— no desaparece, continúa llamando, sigue siendo un mensaje en espera de ser recibido, que -9-

 

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reclama ser escuchado. Contactar e integrar. integrar. Mensaje que no es recibido es mensaje que sigue dando vueltas, que continúa llamando hasta que le  prestemos atención. No se gana gana nada ignorándolo. Algo por el estilo nos acontecía con Rosas, a quien no habíamos logrado integrar y que seguía ahí sin ser resuelto, pero no por ello desaparecía, aunque mostráramos indiferencia. Seguía a la espera, dando vueltas como algo pendiente. Los pueblos inventan modos para integrar los opuestos. Las Fiestas de Moros y Cristianos que se realizan anualmente en el reino de V Valencia, alencia, a la par que recuerdan ocho siglos de historia, asumen e integran los dos elementos contrapuestos del conicto. Una esta simbólica y una reprerepresentación catártica. El sujeto une dos partes de historia; revive y hace suya toda la historia. Integrar signica dos opuestos que se reclaman. Elegir por uno de ellos no es integrar. Nosotros somos cuerpo y alma; elegir por uno de ellos no calma ni hace desaparecer el reclamo del postergado. Somos frente y espalda, somos sentimiento y emoción; parte inferior del cuerpo y parte superior,, somos conciencia y sueño. Somos dualidades en busca de una superior unidad que misteriosamente se atraen. Si no hubiera reclamo de unidad, no nos importarían los hechos sueltos y sin resolver resolver.. Pero hay una gestalt que reclama su cierre.  No es difícil dividir la historia y el pasado en dos: en dos corrientes, dos dos líneas, dos sectores. Porque la historia es conicto, y el conicto demanda dos partes y algún enfrentamiento. Pero cada parte implica i mplica a la otra. SoSo lemos elegir una línea frente al pasado de los últimos ciento ochenta años (línea popular o línea liberal), y desde cada línea condenamos a toda la otra. Sin embargo, por más que los exorcicemos, los hechos han existido. Y, por más que los neguemos, nos reclaman. Y, por más que los ignoreignoremos, dejaron consecuencias. Sólo por el presente debemos comprometer nos y luchar, no por el pasado. En festejos como el citado anteriormente, el individuo logra unir dos par tes de historia, reviviendo y haciendo suya toda la historia. En términos de la Terapia Terapia Gestalt, ello es un modo de contactar, tomar conciencia, asu asu-mir, integrar las partes antagónicas —ambas mías—, pero sin dejar cabos sueltos ni asuntos pendientes. Lo inconcluso siempre pide ser acabado. - 10 -

 

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Somos siete proyectos y los siete son nuestros: son nosotros. No podemos seleccionar los hechos que nos gusten y desechar los ingratos. Al menos no de este modo, porque la historia son hechos, los hechos que han aconacontecido, aún con toda su ambigüedad; pero es más: son hechos investidos de sentido. Y si bien los hechos seguirán pareciendo siempre los mismos, los sentidos cambiarán con los Proyectos, llámese proyecto histórico,  proyecto político o Proyecto Nacional (denominación esta última que que habitualmente se utiliza en nuestro país) o simplemente Proyecto de País. Cada proyecto histórico, político o nacional (utilizamos los términos con similar signicación) reacomoda, reorganiza, revalora los hechos según el nuevo signicado que conforme a sus valores centrales adquieren. Así, si la Geopolítica es la reorganización de la geografía de siempre para hacer una nueva historia, cada Proyecto de País produce un reordenamiento espacial; en verdad sólo se da geopolítica en relación con un Proyecto  Nacional, nunca en abstracto. abstracto. Un Proyecto Nacional —término innegablemente argentino surgido a mediados de la década del 60 y nalmente consagrado el 1º de mayo de 1974 en la conocida alocución presidencial de Perón al parlamento— un Proyecto Nacional es la trama de la historia futura, la trama y el drama de un destino que un pueblo se propone, que asume y se lanza a convertir en realidad. Esa trama (libreto o plan de vida), una vez vivida, será historia. Parece conveniente diferenciar entre “argumento” y “proyecto”, tomando la distinción del campo de la psicoterapia (en especial, Berne). Tan Tanto to uno como otro son “planes de vida” pero el argumento es un plan inconsciente de vida no decidido autónoma m responsablemente, mientras que el “pro “pro-yecto”, por ser precisamente un plan consciente de vida, resulta el modo adecuado de liberarse de, y de salir del argumento. Un país o un individuo que no decide su proyecto vital se ve condenado o a vivir en el proyecto de otro país, o a vivir su argumento entendido como una suerte de existenexistencia banal, no elegida, o del “se”. “Argumento” es lo que estamos viviendo desde 1976, que resulta ocasión para que resurjan las patologías tanto de la infancia histórica del país como de los circuitos negativos de conductas sociales de tiempos posteriores. Para los países con muchos siglos, su pasado (que es historia) es la fuente - 11 -

 

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 para la reexión y para el análisis de sus problemas. Para los los pueblos con escaso pasado, o con poco pasado reconocido como tal, la historia se vive más como un futuro, como algo a realizar, como un proyecto. Así el Proyecto Nacional es el instrumento político de un pueblo; es historia anticipada, es la trama del plan y es designio que marca la dirección, el nal, los personajes y los roles dentro de un libreto unicante y otorgador de sentido.

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1. PAIS Y PROYECTO

U

n país que quiera tener historia hist oria requiere un proyecto. Porque un  proyecto es la anticipación de la historia. Es el guión o libreto de lo que se habrá de vivir vivir.. Un país no es simplemente una agre agre-gación humana que se iría desarrollando en una secuencia que podría considerarse espontánea o “natural”.

Una nación requiere conciencia de sí, escribió Alberdi. Es lo mismo que decir que una intención la preside. “Un pueblo es civilizado únicamente cuando (...) posee la teoría y la fórmula de su vida, la ley de su desarrollo ‘ “Ley de su desarrollo” es otro nombre para “proyecto”; se requiere un  principio regulador, regulador, una arjé. Cuando hay una voluntad que sostiene un proyecto, existe una trama t rama argumental que marca la dirección de los acontecimientos, que organiza la  población de ese proyecto proyecto y concierta a sus habitantes. En cierto aspecto los genera, al proveerle los sobreentendidos para que sepan lo que corres corres- ponde hacer y lo que no es pertinente. Dicho de ootro tro modo, un país, al - 13 -

 

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ser el despliegue de un proyecto asumido, puede ser comparado con una semilla, un fértil código genético que se va adaptando inteligentemente y superando las variadas circunstancias en razón de la idea/ideal que lo moviliza. La Argentina Argentina es una nación que ha vivido según proyectos, teniendo conocida la trama ydesde los episodios posibles de esa preguntándose historia anticipada. eso, precisamente hace tiempo, se inquieta cuál Por es el  proyecto en el que vive hoy hoy.. Y quiere saber si ha elegido esa trama/drama o se la han impuesto y si es la que vale la pena vivir.

MODELO Y PROYECTO Conviene diferenciar entre modelo y proyecto. El modelo es una elabora elabora-ción intelectual que un pensador, un político o un grupo propone. Cuando una propuesta/modelo es querida (decisión de la voluntad) se convierte en proyecto. En el pasado argentino han existido modelos propuestos y  proyectos queridos. Veamos algunas referencias: “Nadie duda que un Estado que posea con la l a mayor perfección el verdaverdadero cultivo de su terreno, en el que las artes se hallen en manos de homhom bres industriosos con principios, y en el que el comercio por consiguiente se haga con fruto y géneros suyos, sea el verdadero País de la felicidad,  pues en él se encontrará la verdadera riqueza, será bien poblado, y tendrá los medios de subsistencia y aún otros que le servirán de pura comodi comodi-dad.” (Manuel Belgrano, Memoria del 15 de junio de 1796). Como se observa, este es un esquemático pero claro modelo donde se señala lo que se debe hacer en el país. En forma más parca, San Martín reclama la necesidad de un proyecto cuando arma: “Es necesario jar la suerte del país”. Evidente es tanto en Alberdi como en Sarmiento la elaboración del modemodelo (o proyecto posible): ¿Queremos plantar y aclimatar en América la libertad inglesa,Unidos? la cultura francesa, la laboriosidad del hombre de Europa y de Estados Traigamos pedazos pedazos vivos de ellos en las costumbres de sus habitantes y - 14 -

 

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radiquémoslos aquí.” (Alberdi, Las Bases, cap. XV). En 1850 Domingo Faustino Sarmiento propone un modelo de país que no tiene acogida (y que aún muy pocos hoy recuerdan o conocen). Su libro Argirópolis describe una Argentina uvial (que diferiría de la Argentina  pampeana que se impondrá) impondrá) con ciudades asentad asentadas as a la vera de los ríos de Mesopotamia, con transportes uviales, vinculación por canales y conlauna capital —obviamente una isla— que es Martín García ( = ArgiróArgiró  polis). ¿Qué se propone la Argentina Argentina ser ahora? ¿o qué está siendo? si endo? ¿Cuál es su proyecto explícito o implícito? El 10 de mayo de 1974, el presidente Perón en su discurso ante la Asamblea Legislativa efectuó un anticipo de su Modelo Argentino Argentino para el Proyecto Nacional. Señaló: “Nuestra Argentina Argentina necesita un Proyecto Nacional perteneciente al país en su totalidad. Estoy persuadido de que si nos pusiéramos todos a realizar este trabajo y si, entonces, comparáramos nuestro pensamiento, obtendríaobtendríamos un gran espacio de coincidencia nacional.” Atendiendo a esa invitación, el diario Mayoría reprodujo el 20 de noviemnoviem bre de 1974 el siguiente cuadro cuadro con lineamientos que diferencian, diferencian, en el lenguaje y el estilo de la época, dos propuestas de país y sus valores:

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REPITIENDO LA PREGUNTA Quizá hoy suene antiguo o ingenuo ese cuadro o tal vez para algunos,  profético. Repitiendo la pregunta ¿Qué se propone ser la Argentina? ¿O qué está siendo? Quizá hoy, hoy, antes que una propuesta explicitada, se esté realizando un proyecto “fáctico” (que se da de hecho) y que, tres décadas después de aquella convocatoria, se esquematizaría del modo siguiente (oponiéndole una alternativa):

¿Por cuál se inclina, se ha inclinado o se inclinará nalmente la voluntad de los argentinos? ¿O los argentinos hemos caído en abulia y atonía, y una voluntad deteriorada se ha diluido en débil deseo? Recordemos que los  pueblos no tienen destino, se lo proponen; como las pe personas. rsonas.

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2. METODOLOGÍA DEL PROYECTO DE PAÍS   “Hay método en su locura” Shakespeare; Hamlet

 

T

odo el pasado es nuestro pasado y no una porción de él, elegida a nuesnuestro antojo. Porque si no ¿de quién será ese pasado que existió pero es

negado? Este no será un enfoque histórico, sino una exposición en la que el pasado de la Argentina puede ser visto como una secuencia de Proyectos de País, algunas veces autónomos o en busca de serlo, otras dependientes. La secuencia con valor de hipótesis seria:

1. Proyecto de los habitantes de la tierra (600-1536): culturas quechua, mapuche o anterior, guaraní. 2. La Argentina hispana o colonial (1536-1800): de la delidad al Rey y a la Corona, de la religión y de la lengua castellana. 3. Las Misiones Jesuíticas, o la República Cristiana  (1605-1768): el - 17 -

 

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Reino de Dios en la Tierra; la utopía del Nuevo Mundo.

4. Independentista (1800-1850): de la libertad compartida; independizar se independizando. 5. El Proyecto del ‘80 (1850-1976): europeización con dependencia conconsentida.

6. El Proyecto de la Justicia Social (1945-1955): libre, justa y soberana. (inconcluso). 1 7. El Proyecto de la sumisión incondicionada al Norte imperial y globalizador (1976-?) .  Propuesta  Pro puesta pendiente: Proyecto de la Integración Latinoamericana.

Por ser diferente de un “plan de desarrollo”, un Proyecto de País o Proyecto  Nacional —según lo entendemos entendemos los arg argentinos entinos como resultado de de nuestra  propia historia y experiencia— puede respond responder er a un cierto encuadramien encuadramien-to metodológico que compagina sus componentes según principios. Los  principios metodológicos que a continuación se enuncian funcionan como un marco con el cual juzgar tanto las acciones concretas que se intenten una vez asumido un determinado Proyecto Nacional cuanto las propuestas o modelos que se encuentran todavía en la etapa de prédica. Todos los proyectos que el país recorrió, con sus aspectos positivos o nega nega-tivos, no pueden eliminarse de nuestra historia. Todo el pasado, nos guste o no, es nuestro. Lo peor que podemos hacer es enojarnos con él. Nuestra responsabilidad es el presente. Y nuestra guía, el futuro. Tales principios metodológicos, relativamente formalizables, podrían ser enunciados así:

Principi o 1º. Todo Principio Todo Proyecto Nacional libera lib era y moviliza reservas (po (poblablación y recursos naturales) hasta ese momento sin uso o marginadas o conictivas.

Precisamente para que sea posible una nueva historia se requieren nuevos - 18 -

 

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 personajes que ingresen a la escena y que concierten sus expectativas con las necesidades que el proyecto reconoce, y a las que viene a dar respuesta. La mujer, connada a su casa en el siglo XIX pero con expectativa de tratra  bajar fuera de ella, se libera al unirse con una necesidad objetiva del ProPro yecto del ‘80: la educación popular; La maestra educadora es la posibilidad de movilizar una valiosa reserva y solucionar un problema para el que no había recurso humano. Los habitantes de oscuras aldeas europeas son movilizados, a mus de diez mil kilómetros de distancia, por el Proyecto del ‘80 y se convierten en los inmigrantes que han de “labrar la tierra” y cambiar la raza, según el propro yecto reglaba. Los ganados salvajes multiplicados en la pampa (resto del  proyecto de la Argentina Hispana) pasan de plaga a ser alimento europeo, y la fertilidad cereal del suelo —hasta entonces pasada por alto— se concon vierte en protagonista reconocida. Este principio permite formular corolarios: 1.1. Todo Todo Proyecto Nacional genera y organiza su propia población. 1.2. Todo Todo Proyecto Nacional consagra (y aún sacraliza) los productos naturales que privilegia.

Principio 2º. Todo Proyecto Nacional rehace o reorganiza su espacio físico—geográco.

Un nuevo proyecto supone haber mirado el propio “cuerpo espacial” desde el ángulo de los nuevos valores y necesidades. Y haber enfatizado lo que hasta ese momento no se vio. El Proyecto del ‘80 enfatiza la pampa húmehúmeda y construye la geografía de un país circular. Recientemente —si es que es así— los argentinos hemos comenzado a ver la cordillera o el mar o los vértices latinoamericanos de la Argentina triangular. Este principio puede generar como corolario: 2.1. Todo Todo Proyecto Nacional cambia el mapa, que es la expresión grágráca del espacio físico modicado, y lo cambia con ciudades, puertos, - 19 -

 

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ocupación de espacios nuevos, trazado de nuevas rutas y nuevos sissistemas de transporte y comunicación.

Principio 3º. Todo Proyecto Nacional es estructurante y totalizador. A diferencia de los habituales planes de desarrollo, que suelen ser catálocatálogos o colecciones de cosas por hacer tomadas como válidas en sí mismas (construir aeropuertos, diques o usinas), un Proyecto Nacional es una ar ticulación que al fomentar ciertas realizaciones descarta o anula otras. No todo es favorecido. En el Proyecto del ‘80 todo lo que es propiciado se articula claramente entre sí: pampa fértil, ganados y mieses, ferrocarril,  puerto, mar y barco inglés, manufactu manufactura ra y culturas europeas europeas e inmigración.  No se favorece cualquier tipo de transporte sino el ferrocarril, ni cualquier inmigración sino la europea (artículos 67 y 25 de la Constitución del ‘53). Como corolarios de este principio: 3.1. “Todo Proyecto Nacional opera como un criterio que permite interpretar la realidad realidad y sine como guía para actuar actuar.. “No bastaba reconocer y proclamar ciertos principios; era preciso aplicarlos a buscar con la luz de su criterio la solución de las principales cuestiones prácticas que envolvía la organización futura del país; sin esto toda nuestra labor era aérea, porque porque la piedra de toque de las doctrinas sociales es la aplicación práctica”  (Esteban Echeverría; Dogma Socialista. Ojeada retrospectiva, 1846).

3.2. El Proyecto Nacional se verica como válido en su aplicación a la realidad al resolver efectivamente los problemas. 3.3. Por su carácter totalizador cada elemento componente del proproyecto verica al otro. Obsérvese la al parecer extraña vinculación de Sarmiento: “Enseñad a leer a todos para que haya carga para el  ferrocarril”.  ferroca rril”. T  También ambién puede notarse que el lema de la Sociedad Rural “cultivar el suelo es servir a la Patria” es el contenido expreso de las lecturas, en los libros de texto primarios o en los editoriales de los diarios. - 20 -

 

 Metodología del Proyecto de País

3.4. Todo Todo Proyecto Nacional estructura y articula elementos; por ttan an-to es desarmable en sus componentes. Principio 4º. Todo Todo Proyecto Nacional se nancia a sí mismo.

Este principio podría considerarse derivado porque se sostiene en el primeprimero. Al movilizarse nueva población y nuevas riquezas o recursos materiales, el proyecto es nanciado por el trabajo y la nueva riqueza incorporada. Aún cuando se acuda a empréstitos no cabe engañarse creyendo que el préstamo es el movilizador o determinante. No es el dinero ajeno; es el propio trabajo y la propia riqueza liberada. El préstamo sólo anticipa tiempo. ‘Invertid ese orden, empezad por llos orden, os gastos y tendréis rentas. Si hubiésemos esperado a tener rentas capaces de costear los gastos de la guerra de la independencia B . Alberdi; Bases, 1852). contra España, hasta hoy fuéramos colonos” (J. B.

El principio 4º traería como corolario: 4.1. Al no tener costo económico exterior a sí mismo, ningún ProyecProyecto Nacional puede dejar de realizarse por razones de nanciación, o no es un genuino Proyecto Nacional.

Principio 5º. Todo Proyecto Nacional es el argumento histórico del futuro; es la articulada trama y drama de lo que un país se propone vivir. Lo que trae como corolarios: 5.1. Exige su explicitación y sanción en algún documento legal  —como puede ser una Constitución— y origina las instituciones que hagan posible la nueva historia. 5.2. Permite a la población del Proyecto anticipar sus roles y conducconductas. Y las de los demás; y dota de los sobreentendidos necesarios para comprender la acción o argumento en desarrollo permitiendo descar tar los cursos de acción no congruentes con la trama central. - 21 -

 

Gustavo F. J. Cirigliano

Principio 6º. Todo Proyecto Nacional se encarna y operativiza en tareas concretas, en las que están incorporados los valores, los ideales y las líneas generales de la trama. En el Proyecto del ‘80 la idea general de “progreso” se encarna en la tarea concreta de construir ferrocarriles: para progresar hay que vencer al dede sierto —enemigo de la civilización— y lo vence el ferrocarril que acorta el espacio. Alcanzar el progreso consistía concretamente, aunque no única única-mente, en construir ferrocarriles. Corolario: 6.1. Sólo un Proyecto Nacional da solidez y validez a los planes de desarrollo. (Desvinculados de un Proyecto Nacional los planes y las  propuestas se pueden suceder porque sí, tal como ha acontecido, por ejemplo, en la primera mitad de la década del ‘70, en que llegamos a tener tres planes de desarrollo en tres años y cuatro en cinco).

Principio 7º. Cada Proyecto Nacional determina —decide— a quien hay que considerar como enemigo. En el Proyecto Colonial (o de la Argentina Hispana) el enemigo era el rere  belde; para el proyecto Independentista lo serán el godo y la dominación española, mientras que en el Proyecto del ‘80 el enemigo es el desierto (según Alberdi) o la barbarie ((según según Sarmiento). Lo no querido, el enemigo que hoy enfrentamos es una herencia de violencias que incluye una deuda externa que nos esclaviza. Quien nos esclaviza es el enemigo del que hehemos de liberarnos. Corolario: 7.1. Si se carece de proyecto de país no se sabe quién es el enemigo.

Principio 8º. Cada Proyecto Nacional determina su propia ciudad capital. - 22 -

 

 Metodología del Proyecto de País

Lima era la capital del Proyecto Colonial. La necesidad que tiene San Mar tín de rendirla lo pone de maniesto. A su vez, para su propio proyecto independentista, San Martín ha elegido a Mendoza como capital (y comcom  plementariamente a Salta). El Proyecto del ‘80 requería sin duda una ciu ciu-dad—puerto ubicada en el círculo de la pampa ondulada: Buenos Aires. En el Proyecto 7 de la sumisión frívola e incondicionada la capital está siendo Miami. Para un proyecto de integración de los pueblos latinoamericanos cuatro regiones (litoral, andina, pampeana y patagónica) demandarán sus  propias cuatro capitales. Principio 9º• Cada Proyecto Nacional determina y sanciona su propia

ciencia y desarrolla su propia técnica. Toda ciencia, que se formula comúnmente como universal, es siempre na na-cional, pues es el modo por el cual una determinada sociedad da respuesta a sus necesidades; por ello privilegia ciertos conocimientos e investigaciones y no otras. Este principio nos lleva a reexionar: ¿Para qué nos empeñamos en reproducir la ciencia y la tecnología —por más avanzadas que parezparez can— de los países desarrollados de los cuales dependemos, si esa ciencia y tecnología es para nosotros un efectivo instrumento de dominación? ¿O acaso la misma ciencia que nos ata puede liberarnos?

Principio 10º. El Proyecto Nacional ha de concertar los “ideales” con los “intereses” Un proyecto que sólo consista de ideales corre el riesgo de quedarse en el horizonte de la irrealidad. Un proyecto que sólo concite intereses establece un desordenado mercado de pujas y un enfrentamiento de egoísmos.

Principio 11º. Todo Proyecto Nacional es “modelo” y “contramodelo” para los proyectos nacionales que habrán de seguir. Es modelo en en tanto se nos pueden recogerexperiencias de él experiencias positivas,negay escontramodelo tanto suministra y consecuencias nega tivas a evitar en el futuro. - 23 -

 

Gustavo F. J. Cirigliano

Principio 12º. Todo Proyecto Nacional genera dentro de sí al ocialis-

mo y a la oposición (y fuera de sí al enemigo, ver 7º). Hasta que no es asumida una propuesta de país es sólo un “modelo”. Una vez reconocida por la que será su población es un proyecto y genera dentro de sí diferentes modos de concretar los mismos propósitos. (En el mismo título de su legado “El modelo argentino para el Proyecto Nacional” Perón distingue entre modelo y proyecto). Corolario: 12.1. Sólo hay dirigencia genuina cuando hay Proyecto Nacional. Sin Proyecto Nacional sólo hay beneciarios, no dirigentes.

Principio 13º. Todo Proyecto Nacional permite derivar el papel de las Fuerzas Armadas. Un Ejército no obtiene su rol de una supuesta substantividad o autonomía histórica. Es histórico: ha cambiado yy,, con cada Proyecto Nacional, variará llegando incluso a diferir abiertamente de roles anteriores. En el Proyecto Colonial el rol fue de “defensores”; en cl Independentista de “libertado“libertado res”; en el Proyecto del ‘80 de “colonizadores y civilizadores”. Por ello en cada caso hubo un hecho claramente representativo: en el primero, las invasiones inglesas; en el segundo, la campaña de los Andes, en el tercero la expedición al desierto. Para el Proyecto de Integración de los pueblos la la-tinoamericanos, ¿habrá de ser su rol el de “integradores” según los nuevos valores de vida, paz, justicia y libertad? Principio 14º. Todo Proyecto Nacional resignica el pasado; por ello

cambia o rehace la historia. Al ver y valorar de modo diferente el pasado, y al rescatar lo pertinente  para la historia que se pretende vivir, se establece una nueva estructuración de historia. Sobre uesa base se reescribe una historia pragmática rescatan rescatando la hechos omitidos ocultados por la historia del Proyecto Nacional ante-anterior. Todo lii acontecido son hechos historiables pero no todos se vuelven - 24 -

 

 Metodología del Proyecto de País

historia para siempre. Corolario: 14.1. El proyecto de país a veces sacraliza lo que sacrica. Tal pasó con el gaucho que debía desaparecer del espacio elegido por el ProPro yecto del ‘80. Lo elimina elevándolo a mito y gura simbólica, pero remitiéndolo al pasado.

Principio 15º. La identidad nacional es la conciencia del Proyecto Nacional (y en particular la conciencia de sus valores). La apreciación auténtica y la vivencia de los valores centrales del Proyecto  Nacional construye una personalidad y perla un personaje sujeto de cada Proyecto Nacional: el soldado en la Independencia el hombre del puerto y de la pampa de los trigales y de los ganados en el Proyecto del ‘80.

Principio 16º. Para que haya un Proyecto Nacional se requieren tres componentes Ellos son: a) el argumento (la idea de lo que se propone vivir) o proyecto estrictamente tal: independizarse independizando, europeizarse, integrarse  para liberarse; b) una infraestructura económica que pague el proyecto: la vida y el coraje, la pampa fértil de los ganados y las mieses; c) una asumida voluntad de realizarlo sea por un grupo, un líder o todo un pueblo. Solo la propuesta que enlace los tres componentes termina por concretarse.  No bastará que una propuesta se presente como mejor si no alcanza los requisitos. El “desarrollo industrial autónomo” que se propició como alter nativa al Proyecto del ‘80 no constituía un Proyecto Nacional sino apenas una infraestructura económica posible: faltaba el argumento.

Principio 17º. aCuando una propuesta predomina, alternativos pasan ser “discursos excluidos” mientras los queproyectos las críticas son discursos opositores pero dentro del Proyecto Nacional. - 25 -

 

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Todo discurso ocial o dominante origina desde sí un discurso prohibido o excluido. Un Proyecto .Kadona4 por favorecer a algo o alguien desfadesfa vorece a otros, dejando así problemas sin resolver, como fue el caso del Interior en el Proyecto del ‘80. Estos problemas sin resolver suelen consti consti-tuir el discurso excluido, que conviene rever porque al referirse a sectores marginados puede constituir la materia o la substancia de futuros proyecproyec tos nacionales Los componentes del Proyecto Nacional son las claves del discurso incluido u ocial. El cuestionamiento contracultural pertenece al discurso excluido. En el Proyecto del ‘80 la escuela (habitual difusora del discurso ocial) enseñaba la vaca y la germinación pero nunca el tango ni el lunfardo.

Principio 18º. El sentido de un Proyecto Nacional es siempre algo por lograr. La validez del sentido de lo que se propicia es una conquista de la acción. Su verdad es hacer verdadero lo que se propone, al realizarlo desde el nivel del compromiso.

Principio 19º. Todo Proyecto Nacional determina los socios o asociados que el país tendrá y los modos (aún los físicos) de vinculación. En el Independentista asociados fueron entre Otros los pueblos de Chile y Perú, y vínculo fue tanto la cordillera como el océano Pacíco. Mientras que en el Proyecto del ‘80 socio mayor es Gran Bretana (y Europa) y el vínculo es el mar (que hacia adentro se continúa en los ferrocarriles).

Principio 20º. Todo el pasado argentino (o su historia) puede ser estructurado y estudiado como una secuencia dinámica de proyectos. Observar la sucesión de tres grandes proyectos: Colonia o Argentina HispaHispana (con la variante paralela de las Misiones Jesuitas), el Independentista y nalmenteaún el Proyecto delCorresponde ‘80. Entre ellas se puedeel detectar una secuencia dinámica dialéctica. incorporar pasado ocurrido en la región norte del país previo a aquellos proyectos, como una etapa a rescaresca- 26 -

 

 Metodología del Proyecto de País

tar: ese proyecto de “los habitantes de la tierra” nos originaría una infancia desde el año 600 d.c. Corolario: 20.1.País que ha vivido según proyectos, no se resigna a existir sin  proyectos. De ahí el desconcierto desconcierto y la incertidumbre.

Principio 21º. Todo Proyecto Nacional determina un sistema educativo congruente y da origen a expresiones culturales singulares y propias, como igualmente prescribe los modelos sociales (o próceres). La escuela primaria, la ley 1420 y la escuela normal son de la esencia del Proyecto del ‘80, mientras que las escuelas parroquiales, la evangelización, las misiones y la Universidad de Córdoba pertenecen al sistema educativo de la Argentina Hispánica o Colonial. La novela naturalista, el tango, el grotesco y el sainete son expresiones culturales del Proyecto del ‘80 y sus  próceres (Alberdi, Sarmiento, Mitre y Roca) son los modelos ejemplares que proponen (¿o imponen?) los libros de lectura.

Principi o 22º. Todo Principio Todo Proyecto Nacional ti tiene ene un comienzo y un cierre en vinculación con su viabilidad dentro del marco mundial. El proyecto, aunque se cierre sobre si mismo, siempre se da en dimensión mundial. Por ello se perciben enlazados el auge del imperio español y la Argentina Hispana, la caída del Rey y la Independencia, el apogeo de Gran Bretaña y el Proyecto del ‘80. Principio 23º (formulación provisional sujeta a modicación). En cada

Proyecto Nacional ocurrido en la Argentin Argentinaa un pensamiento religioso, una o varias órdenes religiosas, parecen tener una acción preponderante articulada con el tema central del proyecto. Si se parte del evidente ejemplo de la República Cristiana (o Misiones Jesuíticas) parecería surgir como probable una vinculación entre francisfrancis- 27 -

 

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canos y dominicos con el proyecto de la Arge Argentina ntina Hispana, de las órdenes seculares con el Independentista, y se podría arriesgar que en el Proyecto del ‘80 algún papel debió corresponder a scalabrinianos (orden creada para auxiliar emigrantes) o a salesianos (que envían a sus miembros a educar en regiones remotas como la Patagonia).

Principio 24º. Todo Proyecto de País es metahistoria. Se vincula con los principios 5º y 14º. Por ser esbozo de la historia que hay que hacer nos desubica del presente. Está un poco más allá de los personapersona jes y de los intereses de hoy hoy.. E Enn cierto sentido no nos facilita el presente, más bien lo complica. Ningún Proyecto Nacional puede ser visto como una mecánica solución de todos los problemas de la l a actualidad en la que surge sino de los elegidos según la trama argumental. Estos problemas vinculavincula bles estructuralmente estructuralmente con el proyecto se irán resolviendo a medida que éste se cumpla. Y cuando éste se concreta consagra personajes, consolida inteintereses, retiene hechos, fortalece instituciones que concuerdan con las líneas del mismo. Otros problemas quedarán sin resolver (ver principio 17º) por lo que pueden convertirse en materia de futuros Proyectos. Pero a su vez el Proyecto en curso genera dentro de sí nuevos conictos que han de ser encuadrados y solucionados en su marco. Corolarios: 24.1. Los intereses vigentes en el presente tienden más a aferrarse al  presente que al futuro. 24.2. Resulta empobrecedor querer interpretar un proyecto sólo desde el presente. Como cuando se sostiene: “hoy no están dadas las concon diciones”.

Principio 25º. Los Proyectos Nacionales, en el tiempo en que son sólo propuestas, pueden ser ubicados imaginariamente en una línea que abarca desde las eutopías hasta las dístopías. Si “Las Bases” de Alberdi Alberdi pueden considerarse una utopía realizable, ‘Ar - 28 -

 

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girópolis” de Sarmiento al pretender una solución integral a siete complecomple  jos problemas de 1850 puede ubicarse entre las eutopías. Las Misiones Jesuíticas fueron la única utopía realizada en Occidente a lo largo de 170 años.

Principio 26º. Sólo desde un Proyecto Nacional y situado en él se perciben y valoran adecuadamente las expresiones culturales de otros países y sociedades y sólo así pueden ser aprovechadas y llegar eventualmente a ser incorporadas. Si no se actúa centrándose en un Proyecto Nacional, uno puede llegar a creer que se ha situado en un punto de vista universal, cuando en verdad sólo se ha alienado. Un argentino no puede juzgar el jazz o el rock desde el  jazz o el rock, y si lo hace hace es un norteamericano o un inglés, sea de ve verdad rdad o de prestado. Corolarios: 26.1. No se puede mirar sino desde algún sitio. Hacerlo desde ninguninguno es actuar desde los universales del imperio sea éste cual fuere. El sujeto de un Proyecto Nacional es abierto pero desde; mientras que el hombre sin Proyecto Nacional es vacío, hueco y llenable desde afuera. 26.2. Es creíble que lo universal —que debe ser diferenciado de lo internacional— no es más que lo nacional de otro país, adoptado por un proyecto de país diferente que, por alguna congruencia interna, lo renacionaliza. Como ha acontecido con los idiomas.

Principio 27º. Sólo en un antiproyecto, la propia población interna, o parte de ella, puede ser tenida por enemigo/a y ser perseguida como tal. La del Proyecto Nacional es siempre sujeto yprotegerla destinatariay del población proyecto. propia Este busca “quererla” (en sentido scheleriano),  posibilitarle ser. No puede, por tanto, ser el “enemigo”. En circunstancias - 29 -

 

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de dependencia opresiva se producirá una situación de tremenda extorsión  psicológica: la de considerar salvador y amigo al opresor. Así se acudirá a su ciencia y tecnología diseñada para oprimir como si pudiera igualmente liberar. Curiosamente se asume su doctrina militar que dene al sometido como el enemigo (ver principio 9º) La doctrina de la seguridad nacional, característica de un antiproyecto, fun fun-ciona como una teoría que justica considerar a la propia población como el enemigo objeto de la acción militar. militar. Corolarios: 27.1. El punto extremo de un país vencido es no ser siquiera tenido en cuenta por el vencedor. 27.2. En un país en el que las Fuerzas Armadas se propongan la destrucción del denominado “enemigo interno” correrán el riesgo de volvolverse fuerzas policiales, tomándose incapaces de accionar frente al enemigo exterior, el que naturalmente las derrota. Al dedicarse a la seguridad —tarea policial— se incapacitan para la defensa —tarea militar—. 27.3. En diversos golpes de estado ocurridos en América latina, las Fuerzas Armadas —incluso a su pesar— hicieron política sirviendo a la ideología del enemigo imperial. El golpe se lleva a cabo contra el  propio pueblo pueblo mien mientras tras que la guerra ha de ser contra el enemig enemigoo real. La fuerza armada que gana los golpes pierde las guerras. 27.4. En el caso de las Malvinas el enemigo no eran los kelpers sino el imperio al que muchos consideraron aliado (vincular con el principio 7º). 27.5. Un imperio siempre resulta enemigo de los países. No hay imim perio bueno. Y en todo imperio hay un germen de fascismo (destruc(destrucción del otro) hacia fuera y hacia adentro.

Principio 28º. Cada Proyecto Nacional implica una inevitable i nevitable ruptura - 30 -

 

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con el Proyecto Nacional anterior, originando una nueva legitimidad, aunque haya períodos de coexistencia. El corte se expresa o maniesta a través de una nueva dirigencia, en el cambio de las instituciones, de la estructura económica, en la alteración de los centros de poder, del espacio físico-geográco, en la modicación de los personajes o actores del drama, los valores en vigencia, el sistema educativo, los lineamientos culturales y los restantes componentes. Todo ello se efectúa desde una ruptura que se torna fuente y da paso a una nueva legitimidad. Por eso, los Proyectos Nacionales siempre tienen principio y cierre (principio 22º). Corolarios: 28.1. Sin la previsión de nuevas instituciones políticas, económicas, sociales, educativas, militares, no es posible intentar un nuevo ProProyecto Nacional (“Es que el hombre anda sin cueva, volteó la casa vieja antes de construir la nueva”. Enrique Santos Discépolo; Que “sapa” Señor, 1931). 28.2. Si sólo se produjera cambio en una superestructura formal o en un nivel supercial, la fuerza o energía propia de la estructura anterior emergerá y prevalecerá restableciendo su anterior legitimidad. 28.3. Por ello la población marginal o grupos desfavorecidos resultan a veces instrumentos aptos para el cambio al no estar comprometicomprometidos con los intereses del proyecto que se busca substituir. Cristo elieli ge pescadores no comprometidos con el régimen o sistema vigente,  preriéndolos a duchos y entrenados funcionarios vinculados con el imperio. Perón para su intento de Proyecto Nacional, inconcluso por interrumpido, apela a un nuevo sujeto: las organizaciones de trabajatrabajadores, eligiéndolos de sectores hasta entonces marginados (vincular con el principio 10 de la población del proyecto). 28.4. Todo Todo Proyecto Nacional dene el Estado que requiere y elabora una sobre que reforma recoge los componentes nuevos. Se ha deteoría ir más alláeldemismo una mera “técnica” del Estado desde el ángulo de la eciencia, so riesgo de que esta eciencia técnica se - 31 -

 

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convierta en un pseudo Proyecto Nacional. Cada Proyecto Nacional origina un régimen político, una estructura del Estado, nuevas instiinsti tuciones políticas, administrativas y jurídicas, y posiblemente para su nuevo régimen económico establece una nueva moneda y un sistema impositivo coherente (en el Proyecto del ‘80 se grava cuanto cruce el  puerto).

Principio 29º. Nadie puede realizarse en un país sin Proyecto.  No habiendo en esa historia a vivir trama argumental o libreto, no quedan en claro ni los personajes posibles ni el rol que a cada uno pueda tocarle. Corolarios: 29.1. Quienes pretendan realizarse personal o al menos profesionalprofesional mente suelen abandonar el país sin proyecto y se dirigen a otro que lo tenga. Es decir, que tenga clara la historia que quiere vivir. NatuNatu ralmente los imperios son los que más atraen: tienen proyecto, de dominación, sí, pero claro proyecto. 29.2. Cuando un país no tiene proyecto, o sea su propia historia anticiantici pada, está en el proyecto proyecto de otro país de dell cual dependerá. En el poder no hay vacío que no se llene. l lene.

Principio 30º. Un Proyecto Nacional es objetivo; no es el deseo subjetivo de una persona o grupo. Es una cuasi determinación o exigencia que brota de la misma realidad social.  No es una fantasía, ni un sueño irrealizable ni un deseo imaginario sino la más real de las realidades. La demanda de ser proviene intrínsecamente de la realidad, que es la única verdad. Pero esta verdad no es la realidad apaapa rente o visible, la que registran los encuestadores, sino la que está oculta en su seno pugnando por surgir surgir,, la que reclama existir desde las profundas entrañassuelen de la presente y no queridaesa realidad. grupo, líder o el mismo mi smo  pueblo revelar hacia hac ia donde realidadElverda verdadera derael apunta. - 32 -

 

 Metodología del Proyecto de País

Corolario: 30.1. La insistente, pertinaz y supuesta sensatez en aceptar la realidad “tal como es” no es realismo sino consolidación del status quo. La realidad verdadera es la propia esperanza de sí misma.

Principio 31º. Todo Proyecto es un llamado convocante. Por ello atrae y reúne, aún desde lejos, a quienes van a convertirse en la  población del Proyecto. El P Proyecto royecto de Yavé, en eell Antiguo T Testamento, estamento, es un llamado que, al ser aceptado y asumido, alianza mediante, por el pueblo hebreo, lo convierte en sujeto y población del Proyecto. El proyecto, aunaunque se lo traicione, seguirá siendo siempre si empre llamado, apelación. Corolario: 31.1. Cuando aún no se concreta el nuevo Proyecto Nacional, el anantiguo seguirá apelando, reclamando. Así en la Ar Argentina gentina se puede se se-guir sintiendo el llamado del Proyecto del ‘80, a través de la parcial vigencia de la Constitución del ‘53, de los diezmados ferrocarriles, del decaído puerto, de la descuidada escuela primaria, de las débiles instituciones políticas, aunque tales componentes no tengan ya ni la fuerza ni la funcionalidad que tuvieron en su momento.

Principio 32º. El contenido central —la trama argumental— del Proyecto Nacional se convierte en una suerte de metáfora que se reitera en las diversas áreas de la realidad. Es ejemplicador lo que acontece en la escuela en cada proyecto. En el Proyecto Hispánico la lealtad a la Iglesia y al Rey se cimentan en la escuela  parroquial o en la Universidad de Córdoba. En el Proyecto IndependentisIndependentista, el “soldado de la libertad” se forma en el Ejército, que es el sistema edueducativo de ese proyecto. Sin duda la escuela del Proyecto del ‘80 concreta la metáfora de “crisol razas” toma al hijo polaco o del turco, lo  junta y mezcla con de otros hijoscuando de inmigrantes, lo del somete a un tratamiento (¿alquímico?) escolar y produce un “argentino europeizado”. Un ejército - 33 -

 

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de maestras mata en el crisol la barbarie y de su interior extrae la civilicivili zación a fuerza de machacar o fundir, puricar y probar. El crisol no sólo funde, especialmente pone a prueba la calidad del metal. El crisol se repite en el lenguaje, en la vivienda (“el conventillo” y quizá en las “colonias”), en la música, en los casamientos.

Principio 33º. Todo auténtico Proyecto Nacional es terapéutico. Otra denición de Proyecto: es el resolutor de las necesidades sociales. El Proyecto Nacional organiza o reorganiza la existencia de un pueblo desde un nuevo plan de vida con diferentes valores, desde un designio estructurador estructurador,, desde un compromiso transformador. Sin un auténtico proyecto, la vida social, como la individual, desemboca en desorganización o entropía. Una propuesta de vida colectiva surgida y asentada sólo en el nivel del deseo es apenas una poco sostenida fantasía, un libreto ajeno, un plan no conciente de vida, elegido o impuesto por otro o simplemente rutinario o imitador. Por otro lado, si se apela solamente al registro de la razón se obtienen metas realistas de vida que enmarcan lo conveniente y lo posible limitadamente. Sólo el proyecto existencial en el nivel o registro de la vovo luntad, de los valores, del testimonio y del compromiso, permite superar el desencanto que puedan dejar las acas metas realistas, alcanzables muchas veces con serio conicto axiológico, y las arbitrariedades del deseo. El tercer nivel del compromiso no destruye a los otros dos, los vivica, los rescata, los integra. Como el proyecto ha de partir de las necesidades auténticas de un pueblo y darles solución, en la medida en que se va realizando, el sujeto pueblo que comprueba la solución de sus problemas, se va “curando”. El proyecto sana, cura. En tanto se va cumpliendo, el “enfermo”, el necesitado, mejora y hasta las frágiles metas realistas se ven penetradas y enriquecidas por solidicantes valores.

Principio 34º. El trabajo es el instrumento resolutor de los problemas del país. - 34 -

 

 Metodología del Proyecto de País

Porque media entre la necesidad y la satisfacción. Disuelve el obstáculo. Esto está dicho para aquellos que identican proyecto con plan económieconómico.

Principio 35º. Quienes se entusiasman emocionalmente pero a la l a vez se convencen racionalmete y comprometen su voluntad con los valores

de un Proyecto Nacional suelen alcanzar una actitud “profética”.

Dicho de otro modo, todo Proyecto Nacional origina conductas proféticas. Entiéndase, en este caso, por actitud profética la posesión de las claves de interpretación de la realidad y de construcción de la nueva, el conocimiento del plan de la historia a vivir y sobre todo el jugarse por su realización. Así orno los profetas que conocían el plan divino sobre el mundo podían rearealizar su denuncia y condena y su anuncio y propuesta, igualmente quienes tienen las claves del nuevo proyecto suelen denunciar los males presentes resultado de la insuciencia del proyecto vigente o de su carencia y suelen anunciar lo que vendrá cuando se ponga en marcha el Proyecto Nacional que preconizan. Sarmiento es un claro ejemplo de actitud profética. Corolarios: 35.1. El riesgo de la actitud profética es el fanatismo (la Inquisición  pretendía salvar a la gen gente te contra su vvoluntad oluntad imponiendo la pro propia) pia) o el delirio patológico (un obsesivo pedacito de verdad se aplica a todos los aspectos de la realidad, encaje o no). 35.2. Un Proyecto Nacional es una articulación de claves que hacen  posible actuar. actuar. En 5.B se hace referen referencia cia a los sobreentend sobreentendidos idos que es otro modo de denominar a las claves. Un sobreentendido claro en el Proyecto del ‘80: aceptados el puerto, la pampa fértil, la vaca, el trigo, la inmigración europea y los ferrocarriles, resulta evidente que todo eso ha de converger sobre el puerto de Buenos Aires. 35.3.

Para explicar el surgimiento de la “actitud profética” con con--

viene vincular este principio con el siguiente. - 35 -

 

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Principio 36º. El Proyecto Nacional constituye en el país su nivel tres (de la voluntad, de los valores, del testimonio, de la donación y del compromiso). El Proyecto Nacional es el proyecto de vida de una sociedad, es el originaoriginador y sostén de su existencia en el sentido fuerte de este término; son los testículos del alma de un país. Corolarios: 36.1. Sin Proyecto Nacional languidece y se diluye la energía de un  país. 36.2. Todo Todo Proyecto Nacional explicita, vive y realiza los valores que lo hicieron surgir y lo informan. Conocidos son los valores que ener gizaban el Proyecto del ‘80: la libertad, la propiedad, las instituciones republicanas, el derecho a la educación, el progreso. Los valores sur gen como la contracara de los desvalores que no se quieren. 3 6.3. Entre los valores para el nuevo Proyecto Nacional argentino se habrán de encontrar acaso: • Paz frente a la guerra y al armamentismo. Desnuclearización frente a la ascendente tecnología de la destrucción. • Vía no violenta (racional, contractual, democrática, participaparticipa tiva, solidaria) frente a la imposición autocrática. Fraternidad frente a la dominación. • Vida que rechaza la muerte lenta o violenta, determinada por otros. • Derecho a la vivienda, la salud, la educación, al trabajo, al sasa lario. • Derecho al alimento frente al hambre como producto social. • Vigencia de los derechos humanos: libertad, respeto al pensapensa- 36 -

 

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miento ajeno, seguridad, tolerancia, disenso, justicia. Desarrollo  personal. • Respeto a la naturaleza frente al destrozo salvaje de los recur sos naturales. • Por una ciencia al servicio de los valores humanos frente a un saber sólo al servicio de intereses industriales, bélicos o de lulu cro. • Austeridad frente al consumismo. • Liberación frente a la explotación nanciera internacional. • Rechazo de los deportes violentos (boxeo, automovilismo, momotos). • Integración con los países vecinos frente al desmembramiento, insularidad y aún enfrentamiento entre todos. • Trabajo para todos contra la desocupación (producto histórico y no fenómeno natural). Prioridad por los pobres. • Derecho a vivir en el propio país y a construirlo frente a las circunstancias de exilio, dependencia, alienación política, ecoeconómica y cultural. • Entrega y cooperación frente al deseo de aniquilación y supresupre sión del Otro o fascismo (que es el “derecho legal al odio”). • Rescate de la dimensión humana frente a las grandes organizaorganizaciones y mecanismos tecnoburocráticos. • Reconocimiento de la mujer, niñez, vejez y juventud frente a su actual marginación y explotación. • Ser testimonio de los valores humanos frente a su conculcaconculca miento. - 37 -

 

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• Ser testimonio de Dios, si se es creyente. Derecho a Dios. 36.4. Se realiza como persona quien comprometido con los valores  —como algunos de los mencionados— mencionados— los encarna en su propia existencia, volviéndose él testimonio y compromiso. Si uno cree en la paz no puede fabricar armas por más que posea los conocimientos sobre su producción y le resulte conveniente y redituable. 36.5. Los valores que un pueblo asume son el armazón y columna vertebral de su Proyecto Nacional. 36.6. Sin Proyecto Nacional coexisten conictivamente presuntos valores e ideales diferentes o antagónicos. No está claro si acumular riquezas es una virtud o un delito. O predominan los desvalores (el egocentrismo por sobre la solidaridad).

Principio 37º. Todo Proyecto Nacional —o su ausencia— es generacional. Cada generación suele compartir un modo de ver y sentir los problemas, de interpretarlos y valorarlos, un modo de proponer soluciones, una pecupeculiar sensibilidad y un estilo de actuar. actuar. En suma “una conciencia epocal”. Ello permite descubrir el esfuerzo y el empeño común característico de ella. 37.1. Para su concreción, un Proyecto Nacional debe ser compartido  por más de dos generaciones. generaciones. 37.2. El papel de cada generación dentro del Proyecto Nacional varía según el período de gestación o gestión en que se encuentre o le corresponda. 37.3. La conciencia epocal hace posible, sostiene y refuerza los l os sobreentendidos (principio 5º). 37.4. Si no las aúna un Proyecto Nacional, las generaciones coco- 38 -

 

 Metodología del Proyecto de País

existentes se oponen. Si las aúna se diferencian dentro del mismo Proyecto Nacional.

Principio 38º. Dentro de un nuevo Proyecto Nacional - especialmente si es de independencia o liberación- los países pueden y suelen cambiar de nombre. Se puede tomar como ejemplo los países de América del Sur que se iinndependizan en el siglo XIX o los de África en el XX. Ocurre algo similar en el caso de personas que se proponen iniciar una nueva vida, lo que es visible en quienes optan por el camino de la religión; suelen cambiar su nombre porque están eligiendo el personaje de una nueva historia: Saulo  pasa a ser Pablo. De modo modo similar, los artistas suelen adoptar un nuev nuevoo nombre para la profesión o actividad en la que preeren diferenciarse. La Argentina Argentina recorrió diversos nombres ociales según los proyectos: Virreinato del Río de la Plata, Provincias Unidas del Sur, Confederación Argentina, República Argentina. Argentina. La experiencia enseña que siempre que se intenta un nuevo Proyecto Nacional se tiende ti ende a hablar de una “Nueva Argentina”. También También Sarmiento en su Ar Argirópolis girópolis propone el nombre de Estados Confederados del Río de la Plata.

Principio 39º. Todo Proyecto Nacional concluido deja herencias y consecuencias, negativas y positivas, que han de considerarse en el balance del nuevo Proyecto Nacional A modo modo de ilustración se puede señalar que del Proyecto Hispánico y tomando un solo solo componente, “la autoridad”, se ha hann conservado eentre ntre los aspectos positivos el deseo de organización, el enfoque institucional, respeto por la tradición; y entre los negativos, la imposición autoritaria, la obediencia ciega, la conducta prejuiciosa, militarista y sectaria. Del Proyecto Independentista, el componente “rebelde” deja entre lo positivo la actitud revolucionaria, el rasgo del compromiso, el anhelo de libertad americana, la disposición a la lucha contra la injusticia; y entre las notas negativas apelación Del a la Proyecto violencia,del actitud o destructora, la oposición la intolerante. ‘80 elterrorista componente “liberal” nos deja positivamente el ser abierto, progresista, innovador, valorador del - 39 -

 

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 progreso europeizante y de la cultura universal. Y entre los rasgos nega nega-tivos alienación cultural, carencia de raíces, indiferencia, desvalorización de lo popular, el éxito material, ignorancia y despreocupación por lo autóctono. La actual carencia de un denido y asumido Proyecto Nacional nos mezcla rasgos que no se sabe bien cuando son positivos o negativos, como por ejemplo: improvisador i mprovisador,, creativo, audaz, con inventiva, desleal, “chanta”, aprovechador de los otros, currero, brillante, buscavidas, versáversátil, macaneador, presuntuoso, engrupido, farabute, oportunista, fanfarrón, descomprometido, tilingo, eufemístico, cursi, vivanco. 39.1. Cada Proyecto Nacional determina una diferente caracterolocaracterología de argentino que incluirá aspectos positivos y negativos.

Principio 40º. Para realizar un Proyecto Nacional hay que quererse bien a uno mismo, a los demás, al país y al proyecto mismo. Lo que supone el consciente abandono y la superación de creencias, prepre juicios y actitudes como “este país país no tiene arreglo”, “no servimos servimos para nada”, “hay que irse de este país sin destino”. En verdad, este principio es el principio del amor y la donación, que es el movimiento y la acción espiritual propia del nivel 3 (ver principio 36º).

Principio 41º. Todo Proyecto Nacional determina cómo se comunica su población. Que se vincula con el principio 19º. Y se reere a diversos niveles: si se vincula y comunica socialmente por el odio, la l a agresión, la donación, el engaño, la generosidad o el servicio, O si se vincula éti éticamente camente por el acuerdo o por la trampa, por la negociación razonable o por el poder disfrazado de legalidad. Si se comunica físicamente por canales, ríos, islas y puertos, como quería Sarmiento para su Argirópolis, o por ferrocarriles, caminos y diarios, entre otros, como lo l o determiné el Proyecto del ‘80. Principio 42º. Todo Proyecto Nacional integra. Su falta origina desintegración. - 40 -

 

 Metodología del Proyecto de País

El Proyecto Nacional suelda entre sí los diversos grupos sociales que convoca, articula los personajes, enlaza los espacios, conecta actividades, secuencia episodios, integra dinámicamente. Cuando se desvanece —sea  por abandono, deterioro o nalización— la unión que fuera dinámica  perdurará por inercia, tomándose tomándose crecientemente mecánica. Sus comcom ponentes podrán seguir seguir juntos pero ya no unidos. N Ninguno inguno alimenta al otro. Ni recibe nada del otro. Fragmentación. Lo que antes se concertaba ahora se desconcierta. Desintegración. Cada parte deja de ser parte para substantivarse, para dedicarse a sí, para oponerse y aun destruir a otras que componían el todo. No hay más todo. Como en un cadáver las partes siguen juntas por un tiempo pero ninguna parte aporta a las demás y apenas mal subsiste o perdura. El ejemplo quizá mas dramático o innega innega- ble lo ofrecen los ferrocarriles que en pleno Proyecto del ‘8 ‘800 llegaron a 44.000 km. y hoy subsiste un mínimo resto. Las vías se van oxidando, las estaciones se han cenado y hasta “el milagro de adiós que siembra el tren” se ha esfumado. 42.1. Vista Vista del revés la metodología del Proyecto Nacional funciona como una teoría de la desintegración. Haciendo lo opuesto a lo que marca la metodología se logra exitosamente la desintegración. 42.2. Quizá no resulté tan sólida la unión de los componentes en el Proyecto del ‘80 en el sentido de que al nalizar el proyecto uni uni-cante cada parte juega agresivamente sólo por lo suyo en una pseudo vinculación o a lo sumo unión mecánica. 42.3. La situación de fragmentación y desconexión se vio acentuada  por la acción disolvente del Proceso, Proceso, que provocó a conciencia la desarticulación y separación entre personas, instituciones y grupos, como un instrumento de sujeción 42.4. Un país sin eje vertebrador (que es el Proyecto Nacional) no se recompone, se descompone. La Argentina Argentina integrada en sí e integra integra-dora de sus habitantes es una propuesta de vida. Desintegrada es una amenaza de desaparición y muerte. 42.5. Solo el Proyecto Nacional garantiza la integridad territorial; t erritorial; dado que es el que determina el espacio geográco que requiere para - 41 -

 

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realizar su historia (principio 2º). Este es un principio geopolítico. La Geopolítica es la determinación de una geografía para hacer posiposi ble una historia. Para integrar las Malvinas Malvinas hay que tener idea de qué  papel juegan en el Proyecto Proyecto Nacional. 42.6. Para el Proyecto del ‘80 las Malvinas no contaban pues el espacio geopolítico privilegiado era la pampa húmeda, la circular  provincia de Buenos Aires. La actual carencia de Proyecto Proyecto Nacional impidió incorporarlas efectivamente. Se alejaron de forma más ter minante que antes, al tener el Imperio y sus socios un claro proyecto sobre ellas. La Argentina Argentina sin Proyecto Nacional no asigna un rol  para el espacio patagónico, patagónico, mientras sí lo tiene el Imperio que lo necesita como punto de apoyo logístico para la ocupación y exploexplotación de los recursos de la Antártida y para su estrategia militar. Sin Proyecto Nacional la secesión de la Patagonia es más que una temible hipótesis.

Principio 43º. Un Proyecto Nacional para ser genuino y convocador de población ha de implicar un componente de «donación” o “entrega”, es decir, lo opuesto a una actitud de egoísmo. Se vincula con el principio 40º. En E n el Proyecto Independentista, la  población sujeto del proyecto proyecto se jugó la vida, ofrendé su coraje para que los demás fueran libres junto a ella. Aun pese a sus limitaciones, en el Proyecto ‘80 hay notorios por componentes de generosidad no de debieran serdel pasados fácilmente alto. V Veamos: eamos: una amplia que apertura fronteras que permitió el ingreso sin límites a los inmigrantes europeos que quisieran venir (gracias al art. 25 de la Constitución del ‘53, hoy todavía en vigencia). Si se toma en cuenta que en la actualidad los países, centrales o no, cierran su frontera y rechazan inmigración, se comprende mejor la actitud de generosidad del Proyecto del ‘80, que en un país con apenas un poco más de un millón de habitantes estuvo dispuesto a recibir doce millones, de los que permanecieron seis millones. mill ones. No debe olvidar se tampoco la entrega de tierras a individuos y colonias, aún a pesar de la apropiación que los dominantes Otra expresión de entrega fue la oferta degrupos ali mentos, alimentos, carne y efectuaron. trigo, para Europa. Igualmente, el brindar al inmigrante un horizonte o promesa de paz y no de guerra. Y - 42 -

 

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el ejemplo quizá más signicativo se encuentra en la educación y en su efectiva entrega —más aún obligatoria— a todos los hijos de los nativos y de los inmigrantes mediante la normativa de la Ley 1420, por lo que esta ley se conserva con reconocimiento en la memoria de los argentinos.

Principio 44º (o del lenguaje). La dominación se ejerce también por el lenguaje.  No se es libre cuando el pensamiento pensamiento ajeno, que viene a la vez en un len len-guaje alienador, origina en nosotros un pensamiento sometido. Corolarios: 44.1. Hay que liberarse del lenguaje ajeno produciendo el propio. Decir la palabra que nombre el mundo desde nosotros. Llamar a las cosas por el nombre que nosotros le ponemos, superando el eufemiseufemismo, la perífrasis y el circunloquio tan caro a los argentinos. 44.2. En estos momentos nuestro lenguaje es atacado en gran me me-dida por la publicidad que cree que sólo existe el inglés. Un café es “light” posiblemente porque el idioma español apenas cuenta con cuatro términos para decir lo mismo: liviano, suave, leve, ligero. Y a cooperar en el ataque acude toda la terminología de las computado computado-ras. 44.3. ¿Quién designa? El que nomina domina. Reconocer al de de-nominante. No dejar que el otro ponga o imponga la designación. Analizar “su” palabra y desocultarla. Hay expresiones que confunconfunden, como las que hablan de lucha contra la pobreza, como si ésta fuera ella la causa de los males y no los poderosos o los dirigentes que la originan. Cuando se habla de “lucha contra la drogadicción”  —barbarismo horrible— parece que se apunta centralmente contra la propia víctima, la poseedora de la adicción. No se presenta como una acción a favor sino en contra. Esas palabras no dicen nada sobre el tráco, laelestimulación, imposición o captación nuevosinter  concon-sumidores, enriquecimiento, los negociantes, el de comercio nacional, la infraestructura para su difusión, la explotación de los - 43 -

 

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campesinos que cultivan la planta.

Principio 45º (o de culpas y virtudes). T Todo odo discurso dominante atribuye «a priori” culpabilidades y virtudes a los diferentes grupos o clases sociales. En una sociedad estraticada, signada por el poseer y sin justicia social, casi seguramente los delincuentes y ladrones se buscarán y se encontrarán entre el pobrerío, puesto que los señores no roban aunque sepan cómo disfrutar de los bienes ajenos. Se da por sentado que la clase alta alt a sabe  —naturalmente— conducir, conducir, posee nobleza congé congénita nita y no se interesa por el dinero porque –naturalmente- le sobra y en caso de interesarle aproapro piarse de lo que sea público público o privado, se considerará una acción legítima. A los sectores más bajos en la pirámide social se les l es atribuirá la indolenindolencia, la violencia y otros delitos denidamente sociales. Se supondrá por denición que los militares deenden un orden naturalmente aceptado, los  jueces aplican impermeablemente leyes justas, los educadores forman forman los mejores recursos que el país necesita, la policía es fuerza del orden y los artistas para crear sólo requieren imaginación estética y libertad indiviindividual. Ser rico y poderoso será un claro indicio de virtud, mientras que ser desposeído algún rasgo antisocial ha de implicar.

Principio 46º (o de las biografías). La biografía, que incluya la vida, cotidianaNacional. es un instrumento argentino adecuado para describir un Proyecto Fue el arma de Sarmiento para presentar —intencionadamente— lo inde inde-seado. Igualmente lo fue de Mitre para fundar la historia argentina requerequerida por el Proyecto del ‘80. En el proyecto Independentista, la gura de M. Elgueta o las historias de Las maestras norteamericanas en el Proyecto del ‘80 permiten mostrar cómo el proyecto se inserta y da sentido a la vida de los habitantes o ciudadanos del país, del hombre común, haciendo trascender su cotidianeidad.

Principio 47º (o del discurso y la voluntad). Todo Proyecto Nacional, - 44 -

 

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cuando es sólo propuesta, es un discurso en busca de una voluntad que lo sostenga. Corolarios: 47.1. El discurso se impone o se adopta cuando cambia la voluntad de verdad, cuando aparece una diferente voluntad de saber debido a que en el discurso previo dominante, hay demasiados elementos “irracionales” o no sucientemente explicativos de lo que demanda la realidad, la profunda no la visible. 47.2. El Proyecto Nacional, cuando todavía es propuesta, es impenimpen sable”; rompe con el orden del discurso vigente, entra en conicto y a la vez compite con Otros discursos alternativos. Es tenido por “loco”, contradictorio, utópico, absurdo, inviable, incoherente. i ncoherente. 47.3. Según lo señalado en los principios 33 y 36, se pueden disdistinguir tres niveles del discurso: del deseo (egoísmo, apropiación, disfrute), de la razón (del intercambio, del acuerdo, de la maniomanio bra) y del testimonio (del donar, donar, del ser entrega y del sacricar). sacricar). El lenguaje situado en el nivel 3, de la voluntad, es el único universal; “amaos los unos a los otros” es un ejemplo. 47.4. Cuando un Proyecto Nacional entra en descomposición, quiequie bra o llega a su término, el discurso discurso ocial comienza a fracturarse, alejarse, más separarse la realidad, aún de la visible, aunque tienda a  ponerse rígidode e imperativo. 47.5. En cada Proyecto Nacional surge un diferente orden de disdis curso (ver 220 y 280) con la presencia de nuevas categorías, nuevos temas, nuevos autores, nuevas teorías y enfoques que lo diferencian claramente del anterior. anterior. Suele haber un libro o un autor clave (“Las  bases” de Alberdi) o un personaje, o una institución intelectual o social que prohíja el discurso. (Irigoyen, Perón, Forja). 47.6. Cuando nalizacuando el Proyecto Nacional el discurso de serlo. Viceversa: Viceversa: el discurso excluido deja deexcluido serlo, hadeja nalizado un Proyecto Nacional. - 45 -

 

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47.7. Las propuestas no logradas (o discursos excluidos) suelen integrar la “memoria histórica” de un pueblo que consiste en retener las esperanzas no alcanzadas. 47.8. El Proyecto Nacional, en tanto propuesta—discurso, suscita o excita y responde responde a ccomponentes omponentes del imag imaginario inario social late latentes ntes o expresos, es decir, los deseos y esperanzas del pueblo o “la gente”.

Principio 48º (o del sujeto). El “subjectum” en tanto sujetado o sometido se elige “co—jectum” o sujeto plural pueblo, al decidir su “pro—jectum”. El proyecto, que reemplaza a la anteriormente designada esencia o ser, genera el “cojectum” o “co—jector”, que reemplaza al antiguo sujeto. La naturaleza del proyecto es ser querido. El cojcctum quiere y realiza, es voluntad y poder (entendido éste más como donación que como potenpoten cia). El cojectum es simplemente el pueblo, en el uso político habitual del término, por ejemplo en el Justicialismo. Corolarios: 48.1. El pueblo es, en verdad, la voluntad viva del proyecto. El puepue blo es el proyecto hecho voluntad. 48.2. La voluntad, constitutiva del nivel 3, es más centrífuga que centrípeta: se abre, se dona, se descentra. 48.3. Sólo hay “co-jector” (que podría guardar alguna semejanza con la voluntad general de Rousseau) si hay proyecto. Sin proyecto no existe voluntad, apenas deseo. La voluntad general es la misma voluntad del Proyecto Nacional. 48.4. “Nadie se realiza en un país que no se realiza” es reformulable así: particulares no Y se para oponen la voluntad sinolas quevoluntades en y con ella se realizan. queaesto no suenegeneral autocrá autocrá-tico, puede recordarse que en nuestro país la Constitución semeja - 46 -

 

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una Suerte de voluntad general por sobre los individuos (ver principrinci pio 29º).

Principio 49º (o de la trama y contratrama). A toda trama corresponde una contratrama o “historia opuesta” que se sostiene como supuesto para hacer posible la trama que se propicia. En el Proyecto del ‘80 la contratrama es la barbarie: la incapacidad de los nativos descendientes de españoles e indígenas para realizar una república moderna (= europeizada) y progresista que pueda labrar la tierra, t ierra, cultivar las artes, etc. Esta contrahistoria es ideológica. La contratrama se torna fundamento ideológico de un Proyecto Nacional.

Principio 50º (o de la genealogía). Un Proyecto Nacional resulta más comprensible a partir de un enfoque genealógico. Por cuanto no es un resultado lineal sino una resultante de antepasados que hacia él conducen. Corolario: 50.1. La presencia y acción de los EE.UU. en la Argentina Argentina,, en la década del ‘30, a través del petróleo, del auto y de la carretera (re(reemplazando al ferrocarril, al puerto y al carbón inglés) anticiparían el antiproyecto de la sumisión incondicionada.

Principio 51º (o de las etapas). T Todo odo Proyecto Nacional en su realización recorre sucesivas etapas. Al respecto, el Justicialismo ha señalado las siguientes etapas: 1) difusión doctrinaria, o contracultural; 2) toma del poder; 3) consolidación doctridoctrinaria y nalmente 4) institucional. Posteriormente aparecería nuevamente la etapa doctrinaria poniendo en marcha todo el ciclo. - 47 -

 

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Corolarios: 5 1.1. La etapa inicial, de difusión doctrinaria, ocurre cuando el Proyecto Nacional es solamente una propuesta o discurso no ocial; y aún contracultural (ver los principios 17º y 47º). 51.2. Observar la posible semejanza con el recorrido de un “paradig“paradigma” cuando se produce una revolución cientíca. 51.3. El discurso que es propuesta en la etapa 1 puede hacerse discurso dominante en la etapa 3, la dogmática o de consolidación, y generar los nuevos discursos excluidos (ver 17º). 51.4. Para consolidar el discurso ocial resulta imprescindible el empleo de la educación, de la acción cultural y de los medios de difusión masiva (etapa 3º). 51.5. Para la etapa 4 se requiere contar con el previo diseño de las nuevas instituciones (principios 5º y 28º).

Principio 52º (o de la cultura). La cultura es, en el mundo, el domicilio existencial del pueblo del Proyecto Nacional. Formulación tomada del pensamiento de R. Kusch (Geocultura, pág. 140). Corolario: 52.1. La cultura equivale a un hábitat, un paisaje que constituye un horizonte simbólico en el que actuar. actuar. Es el lugar, el medio ambiente (entendido como la continuidad exterior de un sujeto), el escenario no territorial que se construye un pueblo para hacer posible su ProProyecto Nacional. Principio 53º (o de la justicación). En la Argen Argentina tina toda situación - 48 -

 

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social percibida por un grupo como injusta promueve o hace surgir el deseo de cambiarla, a la par que supone que es posible hacerlo. Y todo cambio social que quiera intentarse, sea por un grupo o un dirigente, demanda una justicación en una teoría o sistema orgánico de ideas, habitualmente una losofía en sentido lato.

La acción política y social de cambio (avance o retroceso) reclama un fundamento más totalizador totalizador.. Corolarios: 53.1. No basta percibir percibir,, saber, reconocer que una situación social es injusta. Se requiere una teoría que justique j ustique el paso a dar, explican explican-do la situación presente como negativa y suministrando una línea evolutiva dentro de una interpretación losóca de la historia. 53.2. Podemos suponer que el escolasticismo dio fundamento al Proyecto de la Argentina Hispana. Tal Tal vez el cristianismo agustinia agustinia-no al Proyecto de la República Cristiana. El Iluminismo al Proyecto  Nacional Independentista. En el Proyecto Proyecto del ‘80 se suceden suceden en el  primer momento el Romanticismo de 1850 1850 a 1880 seguido por por el Positivismo de 1880 en adelante. En el segundo momento, 1916-40 el Espiritualismo y el Krausismo intentan dar fundamento y razón. El peronismo justica el ingreso de los sectores populares apelando a la teoría evolutiva de la “comunidad organizada”.

Principio 54º (o del Tao). El proyecto que puede ser totalmente precisado no es el proyecto valedero. Si está totalmente determinado y jado no puede ser abierto, y debe serlo  pues tiene causalidad e incidencias incidencias múltiples y contiene en sí opu opuestos. estos. Al proyecto lo orienta y atrae la causa nal, que es sólo un esbozo que se rehace a medida que se va concretando en cada momento. Existe enfrenenfrentamiento de voluntades. No son previsibles las alternativas que surjan, las posturas queinterviene se sostengan, resultados que se alcancen. Es abierto  porque el azar imprelos imprevisible visible y su desarrollo está entubado entubad o en el tiempo. - 49 -

 

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Corolario: 54.1. El proyecto no sólo se da en el tiempo sino que está atravesado  por el tiempo con sus avatares avatares o alternativas. Principio 55º (o de intelectuales y cientícos). La metodología del

intelectual nacional formula hipótesis desde y dentro de lo posible y hacia lo que el pueblo quiere. Corolarios: 55.1. Debiera tener capacidad de explicar aún lo más complejo. Pensar bien y decir bien para ser entendido. 55.2. Ciencia —se arma con simpleza pero con no poca verdad— es “lo que hacen los cientícos”. Pero habitualmente alguien les  paga para que la hagan. hagan. Y quien paga decide. 55.3. A la inversa de lo que se suele suponer, la técnica rige y prece prece-de a la ciencia. 55.4. La universalidad no tiene valor ontológico. Coexisten variados caminos, diferentes métodos y múltiples saberes. Principio 56º (o de la traición y de la delidad) Lo que hay que conquistar o realizar, redama delidad.

Corolarios: 56.1. El Proyecto Nacional da el marco para detectar las traiciones. Todos tenemos algo de traidores. 56.2.del Traido Traidores res puede haber todo y siempre. En aunlasantiproyecto, caso neoliberalismo de laensumisión, la traición necesidades del pueblo es inevitable. En los antiproyectos pululan los cómplices. - 50 -

 

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56.3. El traidor es una gura arquetípica que pertenece al drama universal. En el Gólgota encontramos a Cristo, la madre, el amigo el y el traidor: Judas. 56.4. ¿Está América América condenada a la traición? Revisar el tema de la traición en el tango, en Borges B orges y en Arlt, entre otros. 56.5. La realización de un Proyecto Nacional requiere contar con un grupo de eles.

Principio 57º (o del tiempo). Todo proyecto de país requiere tiempo. El tiempo es un componente imprescindible del Proyecto. Hay que contar con él. Hay que edicar en él. No es un factor superable. Sarmiento, que escribe “La educación popular” en 1848, recién logra realizar la primera Escuela Normal —la de Paraná, Entre Ríos— en 1870. El Proyecto NaNacional está atravesado por el tiempo. Es tiempo. Corolarios: 57.1. La fantasía argentina cree que en treinta años se construye un país nuevo, y lo cree como resultado de que así aconteció en el Proyecto del ‘80. 57.2. El tiempo exige delidad y dedicación para la iniciación, per fección o consumación del proyecto.

Principio 58º (o de los opuestos). El Proyecto Nacional es a la vez organización y desorganización. Arma y desarma, construye y destruye, inicia y termina. Contiene opuestos, los enriquece, los supera, los disuelve. Ver principio del Tao (54º). - 51 -

 

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Principio 59º (o de la libertad). No sé es real o auténticamente libre sino dentro de un Proyecto de País. Libertad es poder. poder. El poder de hacer algo. Ese poder está limitado por el  poder de otros, por exigencias exigencias de la realidad. Toda libertad es limitada.  No hay libertad absoluta. La esencia esencia de un antiproyecto es la imposición ilimitada y arbitraria de un proyecto no elegido. Corolarios: 59.1. Sólo puede ejercerse verdadera libertad una vez conocidas y aceptadas por la sociedad, o la mayoría, las reglas de construcción que sostiene el Proyecto Nacional dado que entonces uno puede obrar dentro y según ellas eligiendo los caminos que mejor conduzconduzcan a la realización de sus valores. 59.2. De modo similar puede decirse que sin Constitución (o ( o similar) no hay margen par: verdadera libertad. 59.3. Por otra parte, dentro de un antiproyecto ninguno es libre. Ni el opresor porque no se puede ser libre y opresor. Y el dominado sólo se puede volver libre si enfrenta, niega, desproyecta el antipro antipro-yecto. Toda Toda libertad es limitada pero en un antiproyecto la libertad es radicalmente negada. 59.4. No hay y diferencias sino dentro de un Proyecto  Nacional. Sinpluralidad Proyecto Nacional Nacio nal lo que parece libertad es ca caos, os, azar azar,, desconcierto, ventajas egoístas. 59.5. La democracia, estilo de relación, no es un n sino un medio y aún una condición de vida social. La relación democrática requiere un proyecto de vida en común. Sin Proyecto Nacional una sociedad no funcionará democráticamente, aunque use tal nombre.

Principio (o de las contradicciones de la esclavitud). Cuando se vive en un60º antiproyecto (proyecto (proyecto no elegido, impuesto, proyecto ajeno) y bajo o dentro de sus desvalores, el ciudadano, por las contra- 52 -

 

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dicciones -principio 58º- se ve forzado a hacer muchas cosas que no querría hacer. Tal como acontece durante una ocupación, una guerra o en un campo de concentración el sujeto comete aberraciones y perversidades aún a su pesar o resulta cómplice de ellas. Corolarios: 60.1. En un antiproyecto los valores están mezclados con los desvadesvalores. Se mata supuestamente por justicia. Hay quien se ve precisado a abandonar su nacionalidad por un pasaporte que le permita vivir. Otro se ve forzado a ahorrar con plazos jos o acumulando divisas como si fuera un especulador. Su conducta, a pesar de las intenciointenciones, no diere en esencia de la de éste. Muchos se ven obligados a elegir autoridades que los traicionarán o engañarán. 60.2. El antagonismo entre realidad y discurso suele generar loculocura. Como saldo del Proceso, uno de cada cuatro argentinos tenía  problemas de salud mental, según según se informó. Producto ddee la forzosa y continuada distancia entre lo que se percibe y lo que le dicen a uno que se percibe. Un antiproyecto si no enloquece no deja ser. Atonta. 60.3. En un ambiente tóxico, abundante en desvalores, no se logrará armonía o paz interior, equilibrio psicológico, sentirse bien. 60.4. El esclavo o dominado termina corrompiéndose aún a su pesar, al no imposibilidad ser dueño de su El un proyecto perverso lo pervierte. Casi dedecisión. pureza. En antiproyecto hasta Cristo pagapaga ba los impuestos al César opresor. opresor. 60.5. “Quien más quien menos pa’mal comer somos la l a mueca de lo que soñamos ser” (Enrique Santos Discépolo). El esclavo no hace lo que quiere sino lo que apenas y malamente puede. 60.6. El esclavo vive en contradicciones: colabora con el opresor, le obedece, lo enriquece trabajando para él. Espera con la plata del opresor comprar su libertad. Esjusticia), a veces, a veces obtiene  privilegios (no derivados de la juperseguido sticia), a veces es reconocido ppor or el opresor y halagado, otras humillado y expulsado, se lo fuerza a ser - 53 -

 

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generoso y perverso, cómplice y saboteador saboteador.. Los países ricos saquean llevándose los hijos de los países pobres. EsclaEsclavo, despojo, deuda. Los desabastecedores nos convierten a nuestro pesar en acaparadores. La trama se extiende, aún involuntariamente. Los argenargentinos, cómplices, beneciarios o víctimas remesan sus ahorros al exterior (principio 69º).

Principio 61º (o del control). Cada Proyec Proyecto to Nacional privilegia un estilo de control social. Ello ocurre tanto en los proyectos como en los antiproyectos, en este caso con las formas más negativas. Podría ser el temor a los dioses o las fuerzas telúricas en el proyecto de los habitantes de la tierra; la violencia más el respeto en el proyecto de la Ar Argentina gentina Hispana; la presión social y ritual en el proyecto de la República Cristiana; o la educación y su impor tante rol de control social en el Proyecto del ‘80. En el antiproyecto de la sumisión incondicional el lema parece “no hay mejor control social que el hambre”.

Principio 62º (o de la locura). Cada Proyecto Nacional genera, autoriza, limita, persigue un cierto tipo de locura en la sociedad. Corolario: 6.1. Será conveniente analizar bajo ese Criterio la l a historia dc la locura en la Argentina, analizando entre otros los estudios de José Ingenieros y de J.M. Ramos Mejía.

Principio 63º (o de la crisis). La crisis ocurre cuando las respuestas no sirven porque no resuelven el problema. Incapacidad, impotencia, no poder. También cuando se da la imprevisibilidad, el no saber. El proyecto debe contener Poder o capacidad de resolver y Saber o previsibilidad. - 54 -

 

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Corolarios: 63.1. Proyecto es historia anticipada. Trayecto es historia vivida, o  proyecto hecho vida. Memoria Memoria histórica es lo que se guarda, guarda, lo que se conserva. Es más que memoria contiene un ingrediente intelec intelec-tual. Es todo lo que se quiso y no fue; lo que se perdió. Así pueden encontrarse como elementos de la memoria histórica: los aborígenes, la colonia, el indio de la pampa, el interior, el gaucho, el inmigrante. Cuanto no fue logrado puede ser rescatado por un Proyecto Nacional del futuro. 63.2. La historia vivida y la historia impedida coexisten. Ambas son nuestro pasado. Lo que fue y lo que se quiso ser son nuestro pasado. La realidad, la memoria y la imaginación. 63.3. La cultura como ámbito de la historia (ver principio 52º). 63.4. Trayecto Trayecto es la sucesión o secuencia de proyectos o historia total (principio 20º).

Principio 64º (o de la masa y del pueblo). La categoría pueblo no es originaria sino derivada, constituida. El proyecto transforma “la masa numeral en pueblo esencial” (Leopoldo Marechal). Marechal). La masa es una concentración fuerzas ydonde coexisten diversas y antagónicas pulsiones, ímpetusdepositivos negativos (el trigo y la cizaña deben coexistir hasta el n de los tiempos). La ausencia de proyecto hace retroceder al pueblo, sujeto de todo Proyecto Nacional verdadero, y devedevenir masa. Hay crisis y vacío cuando se deconstituye como sujeto. 64.1. El Proyecto Nacional constituye al pueblo en tal. Si no hay Proyecto Nacional no hay pueblo. El hombre argentino es dentro de un Proyecto Nacional. El hombre argentino está destruido sin Proyecto Nacional. El proyecto convierte a los que se comprometen con ¿1 en sujeto del Proyecto Nacional. 64.2. Sostuvo Perón que “la esencia del hombre argentino es la justijusti - 55 -

 

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cia”, por lo que si no hay justicia, no hay argentino. 64.3. El proyecto “organiza”. El Proyecto Nacional que constituye al sujeto lo lleva más adelante. Lo L o convierte de pueblo en comunidad organizada.

Principio 65º (o de la ideología y del pragmatismo). No es extraño que se suela enfrentar lo que se denomina un planteo ideológico como opuesto a una actitud pragmática. A lo ideológico no se opone lo pragmático, sino que a ambos se opone la actuación con proyecto. Sin proyecto propio el planteo pragmático acaba sirviendo al proyecto ajeno. El planteo puramente ideológico podrá resultar etéreo y muchas veces infértil. Sólo un proyecto verdaderamente tal permite superar el supuesto antagonismo o la opción entre planteo ideológico y actitud pragmática o realista.

Principio 66º (o de los subproductos) En todo Proyecto Nacional se generan (resultan) subproductos o efectos colaterales no expresamente buscados (y aún se podría decir no queridos) pero que se derivan casi necesariamente de otros componentes sí queridos. Corolarios: 66.1. Es pensable que la “clase media” (los hijos de los inmigrantes que se quedaron en las ciudades) no ha sido un resultado previsto ni tal vez deseado (de haberlo sospechado) dentro del Proyecto del ‘80. Los supuestos teóricos en que, al parecer parecer,, se apoyaba el Proyecto del ‘80 postulaban dos clases: oligarquía por un lado y sectores popupopulares inmigrantes y nativos, por otro. La clase media resultaría un factor que irrumpe con componentes distorsionantes en el Proyecto del ‘80 originario. 66.2. Tampoco Tampoco fue previsto el acceso, universidad mediante, de tales sectores de clase media a posiciones de gobierno, lo que ocurre con el radicalismo e Irigoyen. Se colaron a través de un instrumento, la - 56 -

 

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universidad, que estaba diseñado para los grupos dirigentes, como se observa en la Ley A Avellaneda vellaneda (tan ajustada al Proyecto del ‘80) que le bastó tener cuatro artículos y duró setenta años. 66.3. Tampoco Tampoco estaban previstas algunas inmigraciones, como es el caso de los sirio-libaneses o árabes (o vulgo turcos) u otras similares asiáticas, que no eran las europeas privilegiadas por el Proyecto del ‘80 claramente indicadas en el art. 25. En el caso citado el inmigraninmigrante llegó al país provisto de pasaporte turco. Turquía, que ocupaba tales naciones árabes, era un país asiático y europeo a la vez. Dicha inmigración penetró por la ruta del Pacíco y cruzando la cordillecordillera se asentó en la región al pie de ella y funcionó, según algunos sostienen, como una suerte de “colchón” entre los grupos dirigentes u oligarquías provinciales y los sectores populares nativos. Una función de intermediación utilizada en otros países ocupados por el Imperio Británico. 66.4. Los subproductos o consecuencias no queridas derivadas de lo que sí fue querido suelen contener un carácter nemético o de venvenganza. Resultan a la postre, contrarias a las intenciones del mismo  proyecto. Pueden considerarse considerarse como una ve venganza nganza de la realidad ppor or las modicaciones que en ella forzadamente se introdujeron. Puede ser visto como el recodo, la vuelta, el repliegue que luego de un pri pri-mer momento de crecimiento suele presentar los aspectos negativos no previstos.

Principio 67º (o del enfoque técnico). Únicamente en situaciones extremas de necesidad será provisionalmente prioritario el enfoque técnico sobre el enfoque político. Cuando la situación de injusticia y deterioro social —que es resultado de una política desacertada o aún perversa— alcanza niveles infraes infraes-tructurales de necesidades mínimas (no hay agua, alimento, medicinas, moneda, electricidad), o cuando es resultado de una guerra, los enfoques se tornan crecientemente técnicos hasta resultar prioritarios: lograr que haya agua corriente, por ejemplo. Cuando una comunidad se ve afectada  por una epidemia o similar (en gran gran medida resultado de injusticia social social - 57 -

 

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y no mero fenómeno natural) como el cólera, la solución inmediata es el enfoque sanitarista del agua y de las medicinas. Corolarios: 67.1. Siendo tales los únicos casos por necesidad extrema en los que es urgente la solución técnica, una vez solucionados o satisfecho el nivel mínimo de funcionamiento la prioridad retorna a la política y sus valores. Esta ha de evaluar si la solución afectó a valores como la justicia para todos. 67.2. Asegurarse de que la solución centralmente técnica no resulte luego un obstáculo para las necesidades sociales consiguientes o dede rivadas. Ejemplo: los traslados de barrios de emergencia a viviendas diseñadas sólo técnicamente que no contemplan la posibilidad de crecimiento, sin espacio, sin veredas, sin centros comunitarios, etc.

Principio 68º (o de los arquetipos). Para que un Proyecto Nacional pueda ser realizado será conveniente que la trama reproduzca reproduzca o se asemeje de algún modo a una historia arquetípica. Una historia arquetípica o ejemplar, modelo o arcaica, parece ser de más directa comprensión y realización por aquellos que integrarán la pobla pobla-ción o el pueblo del Proyecto. Corolarios: 68.1. Puede ser útil analizar el Proyecto del ‘80 bajo tal enfoque,  pues repetiría con variantes una una historia arquetípica ya dada en la historia: Deja a tus padres (tu madre), abandona todo, tu tierra y rerecorre el camino del mar hasta asentarte en una tierra que mana trigo y rebaños. Ahí poseerás la tierra no sin sacricio, una mala mujer te engañará, pero dispondrás de una tierra riquísima, tendrás hijos, fundarás una gran ciudad babilónica y fenicia. 68.2. Esa gragea histórica arquetípica es también el contenido simsim bólico de muchas letras de tango. tango. - 58 -

 

 Metodología del Proyecto de País

68.3. Por otra parte los productos privilegiados por el Proyecto del ‘80 (la carne y el trigo) son, además de nobles y apreciados, inne inne-gables “símbolos”. El toro remite a sangrientos sacricios como ofrendas a la divinidad. El trigo se vincula con el alimento por antoantonomasia, el pan, y éste con la eucaristía, medio de comunicación con lo sagrado y con la comunidad. 68.4. Cuando uno es viejo es natural que perciba la realidad más en su estructura que en su coyuntura. Lo opuesto ocurre con el adulto.

Principio 69º (o del desconcierto ético). En un país sin Proyecto Nacional toda actividad económica fácilmente se torna en éticamente irregular o socialmente delictiva. Al no existir un proyecto claramente establecido, no está resuelto cuáles son las actividades económicas pertinentes con el proyecto y privilegia privilegia- bles; no existe un acuerdo social e instrumental que las soporte. Corolarios: 69.1. En tales condiciones no se podrá determinar cuándo una operación económica de ingreso de bienes al país es importación o contrabando, ni cuándo una actividad es trabajo o prebenda, sobor no o legítima retribución por alguna gestión honesta, estafa o libre competencia, robo o préstamo. 69.2. Aún las personas más honestas y cuidadosas se verán envuelenvueltas en la realización de tareas o actividades decididamente ilegales. ¿Qué ciudadano no ha adquirido alguna vez por otra vía divisas cuando no era legal hacerlo, o percibido una retribución o salario por un trabajo efectivamente realizado pero que gura bajo otro rubro disímil y acaso con diferente suma? (ver principio 60º). 69.3. En tales circunstancias, se va estructurando una maraña contra contra-dictoria de normas jurídicas, o supuestamente tales, que sólo parecen fomentar el crecimiento de las conductas irregulares. - 59 -

 

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Principio 70º (o de la ecología). Cada Proyecto Nacional establece una diferente relación con la naturaleza, con un tratamiento distinto sobre los recursos naturales. Utiliza productivamente productivamente algunos, depreda otros y mantiene a otros sin utilización. Corolarios 70.1. La peculiar relación entre Proyecto Nacional y naturaleza funda y promueve la generación de distintas tecnologías según el recurso elegido. 70.2. Lo que en un Proyecto Nacional es dejado de lado (el “desier to” en el proyecto de la Argentina Hispana), en otros es esencial (la “pampa” o sea el “desierto ocupado” en el Proyecto del ‘80). Este  proyecto, a su vez, depreda depreda el quebracho. El gana ganado do cimarrón, que era una plaga en proyectos anteriores al del ‘80, se convierte en alimento para Europa. 70.3. Para un futuro latinoamericano, la preservación de los recursos naturales, como los ríos, los bosques, la fertilidad no química del suelo, se torna imprescindible.

Principio (o de laso nivel dos escalas). la vida de una sociedad, ydos con centro en 71º el registro 2 (de la En razón) pueden considerarse escalas de observación o análisis: la escala o dimensión de la vida cotidiana con su propia autonomía y con su juego de intereses y necesidades, y la escala del Proyecto del País. Corolarios: 71.1. Haya o no proyecto, la vida cotidiana, la de las necesidades  básicas y corrientes, se da, existe, existe, continúa. La gente siempre irá a comprar alimentos, productos diversos, ropa; existirá el almacén o similar, buscará diversiones, se reunirá con amigos y parientes, etc. - 60 -

 

 Metodología del Proyecto de País

7 1.2. Cuando hay un Proyecto de País, tales actividades cotidianas no desaparecen, en muchos casos ni se modican; pero se enmarcan, se organizan, adquieren sentido, se priorizan, se preeren, según los valores y el argumento o trama del proyecto. Es como si un sentido mayor,, más amplio, más abarcante, invistiera de nueva signicación mayor la acción cotidiana. Como si uno percibiera que en lo que hace está concretando el proyecto. 71.3. En la dimensión o escala del proyecto, aparecen nuevas realirealidades, nuevas valoraciones, nuevos personajes, el escenario se llena. Cuando no hay proyecto, el escenario en la escala del Proyecto NaNacional está vacío y multitud de pequeños escenarios surgen aislados y muchas veces se enfrentan inútil y no productivamente entre sí, dado que no se subsume su accionar en un sentido mayor.

Principio 72º (o de la esencia y de la conciencia). Los pueblos no tienen destino, se lo propone proponen, n, como las personas. El hombre no tiene esencia. Los existencialistas sostenían que la exisexistencia precede a la esencia. Por tanto no está determinado. Por lo tanto, el hombre debe construírsela. Se la propone, decide construir su esencia, denirla. Corolarios: 72.1. El proyecto, o sea lo que se elige y se quiere, reemplaza a una  presunta esencia ja, preconocida preconocida y preexistente. El pueblo, pueblo, median median-te y con su proyecto, elige la esencia, la identidad que quiere tener tener.. 72.2. La identidad de un país es la conciencia del proyecto. No hay tal cosa como un “ser nacional” terminado, acabado, que debe conservarse para siempre. Es un enfoque conservador y reaccionario sostener la existencia de un “ser nacional” ya jado. La identidad cambia con los proyectos. El ser nacional no está dado de una vez  para siempre. Ni debe ser buscado buscado en el pasado como si fuera una  partitura terminada. - 61 -

 

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Principio 73º (o de la entropía). Sólo el proyecto repele y resguarda de la entropía a una sociedad. La entropía es, en un ser vivo o en un sist sistema, ema, la tendencia a la desorgani desorgani-zación, al deterioro, a la descomposición. El proyecto es el destino elegielegido, la historia querida, la estructura del futuro sostenida por la voluntad y el originador de la acción. Corolarios: 73.1. Sin proyecto el virus de la l a descomposición avanza y un país se va deshaciendo al no tener la estructura que conjugue esfuerzos, que articule las partes, que ordene las acciones, que dé sentido a su quehacer cotidiano y cuyos sobreentendidos han dejado de signisignicar.. Sólo le quedan restos muertos del pasado, como los ferrocarriles car del Proyecto del ‘80 en la actualidad. 73.2. Si un país sin Proyecto Nacional que marcha hacia su descomdescom posición se encuentra además además dentro de un antiproyec antiproyecto to (proyecto ajeno impuesto), éste le acelera su derrumbe. 73.3. “Toda “Toda casa dividida perecerá” dice el Evangelio. El proyecto unica. 73.4. La normalidad,  proviene del proyecto.que es previsibilidad y que repele la entropía, 73.5. Un cadáver es la culminación de la entropía, parece tener todatodavía unidad pero está irremediablemente corrompiéndose

CONCLUSIÓN Es conveniente en este punto retomar a Gramsci, quien nos indicaría una actitud a tener en cuenta en la construcción de un Proyecto de País: hay que ejercitar la insaciabilidad del deseo, el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad. - 62 -

 

 Metodología del Proyecto de País

Estos principios están presentados de modo simple, sin si n pretensión técnica,  para que todo el mundo los entienda. Para que todo todoss y no unos pocos iluminados puedan participar, discutirlos y aportar propuestas. Para que el Proyecto de País no sea sólo una jergosa elaboración de técnicos, y menos aún del predominio de economistas y políticos de ocupación. Para que todos puedan ver fácilmente la idea de país que están deseando y  proponiendo. El pueblo es es el sujeto del proyecto, y esta metodología metodología es una guía invitante para la discusión, apenas un temario, no una receta.  No todos han de interesarse por todos los principios, es suciente suciente que lo hagan por algunos de ellos que más les interesen. Es deseable, asimismo, que propongan otros principios.

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 Metodología del Proyecto de País

3. PROPOSICIONES SOBRE LA CIENCIA “Los intelectuales en política son así. Primero estudian el catálogo y después cIas jfcan, por analog,ia., lo que ven en su país”

(Arturo Jauretche; Los profetas del odio, pág. 72) “En pocos campos es nuestra dependencia cultural más notable que en éste (de la ciencia y de la investigación) y menos percibida percibida.. Eso ocurre en buena parte porque el prestigio de la ciencia -sobre todo de la ciencia  frica, máximo exponente exponente de este sistema social— es tan aplastante que  parece  par ece her herejía ejía tratar de analizarla en su cconjunto onjunto con espíritu crítico, dudar de su carácter un versal, absoluto y objetivo, pretender pretender juzgar sus tendencias actuales, sus criterios de valoración, su capacidad para ayudarnos a nosotros, en este país, a salir de nuestro subdesarr subdesarrollo”. ollo”.

(Oscar Varsavsky; Varsavsky; Ciencia, política y cienticismo; 1969, pág. 13).

os problemas necesidades losotros: cientícos argentinos deben resolver en la yactualidad son,que entre los desaparecidos, los exilados, los que carecen de agua, de vivienda, las enfermedades

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endémicas, los desocupados, los analfabetos, los inundados, los niños apropiados, la desnutrición, la mortalidad infantil, los que están debajo del nivel de la pobreza, la deuda externa, y la interna, la distribución distri bución no equitativa de la riqueza, la evasión scal, la especulación, la fuga de capitales, el agujero de ozono; y ahora tenemos “el corralito” simpático nombre para el más infame y miserable despojo realizado contra la mayor  parte de los habitantes. A partir partir de estos problemas, presentamos una serie de proposiciones sobre la naturaleza de la ciencia.

Proposición 1º. Toda ciencia —y toda tecnología— se deriva de y responde a los valores y a la trama central del Proyecto de País o Proyecto Nacional. Nacional. La fuente de validez de la ciencia es su pertinencia social. Corolarios: 1.1. Sin precisar el Proyecto Nacional no se puede establecer una Política Cientíca. 1.2. La política que se establezca sin el marco de un Proyecto Nacio Nacio-nal es cienticista: imitadora y repetidora de las líneas y las producproducciones que los cientícos hacen en otras regiones, generalmente en los países centrales y en los imperios. 1.3. La política cienticista no resuelve sino acentúa los problemas de un país sin Proyecto Nacional o dependiente de un proyecto ajeno.

Proposición 2º. Toda ciencia es siempre nacional, aunque siempre se presente con pretensión de universalidad. Lo mismo cabe decir de la la tecnología y de la técnica. Es nacional porque viene a dar respuesta a las necesidades y a solucionar los problemas de un país, un pueblo, una sociedad determinada. - 66 -

 

 Metodología del Proyecto de País

Corolarios: 2.1. El ámbito de lo investigable no es ilimitado. 2.2. Lo difícil —al contrario de lo que se piensa— es encontrar una ciencia verdaderamente universal, no meramente internacional. 2.3. Se corre el riesgo de confundir la pretensión de universalidad de un conocimiento racional con la universalización social de ese cono cono-cimiento, que es el deseo de que valga en cualquier país, sea que se lo acepte o se lo imponga. 2.4. Que la ciencia sea nacional es claramente visible en el caso de las ciencias sociales, que no tienen más remedio que describir la realidad que tienen delante, pero aún así corren el riesgo de alienarse a enfoques y métodos de otros; lo l o que Jauretche describía como usar el catálogo ajeno para nombrar el problema nuestro. 2.5. Toda Toda ciencia será “universal” mientras y hasta donde pague “royalties’~ Lo que resulta vericable en el caso de la tecnología. Si no se pagan las regaifas no se “comparte” la ciencia universal”. El  país dueño de la universalización universalización se la reserva y hasta puede puede perse perse-guir al que quiera compartirla por las suyas. Siempre la ciencia es de alguien. 2.6. ciencia es nacional, ¿qué sentido en tiene un cientícientí co Si de toda un país dependiente se “perfeccione” un que i mperio imperio o país central? ¿En la ciencia de quién se perfecciona? Siempre será útil analizar el papel de las becas de estudio. 2.7. Más que aprender la ciencia de los imperios, hay que inventar la propia. Mejor que comprar la tecnología de los dominadores, es construir la propia.

Proposición 3º. Siendo el hombre la única razón de ser —legítima— de todo conocimiento, el límite para el crecimiento de la ciencia y el desarrollo de la tecnología son los l os valores del Proyecto Nacional que - 67 -

 

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tenga vigencia en la sociedad. En el caso argentino deben ser la vida, la paz, la justicia, la libertad, los derechos humanos, la austeridad, la integración con el otro, el acuerdo participativo. Corolarios: 3.1. La “verdad cientíca” está penetrada y condicionada por los vavalores o desvalores: paz o violencia, lucro o solidaridad y así, según sea su proyecto vigente. 3.2. La verdad cientíca es apenas un componente o criterio más en la producción de conocimientos, a veces ni siquiera el decisivo. 3.3. A veces se enfrentan “razones cientícas” a “razones humanitahumanitarias”, que es un falso planteo; como en el caso de la crotoxina. Proposición 4º. La ciencia, entendida como producción cientíca, se

vincula más con la voluntad que con el intelecto, en tanto instrumento para alcanzar objetivos. El mero hecho de tener conocimientos sobre recursos naturales no origina de por si ninguna acción. Corolario: 4.1. Si la verdad cientíca no es el objeto puro de la inteligencia, sino también voluntad, enverdadero una sociedad donde predominen desvalores ende sulaproyecto será lo que se quiera que sealos verdadero y que por eso se nancia y se impone.

Proposición 5º. Más allá del endiosamiento y de la excesiva e injusticada substantivación que se haga en nuestro tiempo, la ciencia es un

conjunto, sistemático o no, de saberes o conocimientos que una sociedad o país estimula y sostiene según sus necesidades, intereses, nes y valores, y cuya producción y justicación encomienda a los cientícos.

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5.1. La ciencia, el conjunto de saberes fomentado, es siempre históhistórica al estar socialmente condicionada. 5.2. En tal sentido es que la ciencia no es inmune a la “ideología”, al depender de una intención política políti ca o del poder poder.. 5.3. Es articial la distinción entre ciencia pura y aplicada. Es la  política cientíca derivada del Proyecto Proyecto Nacional la que determina y delimita el grado de su teoricidad pura y de su aplicabilidad. T Tal al alcance no se dene desde la ciencia.

Proposición 6º. Se pueden considerar tres grados o niveles de verdad: la verdad del deseo (que impone lo que siente o preere), preere), la verdad de

la razón y de la comprobación, y la verdad del valor del compromiso y del testimonio. Corolarios: 6.1. Siendo la “verdad cientíca” del segundo grado, supera la valivali dez del nivel del deseo, pero resulta inferior a la validez de la verdad del compromiso. 6.2. No es correcto tomar aisladamente la verdad cientíca. Hay que evaluar,, juzgar y medir el valor de una “verdad cientíca” y en esevaluar es  pecial de un “producto tecnológico” tecnológico” porsutoda la serie de consecuen consecuencias sociales que acarrea, y no sólo por coherencia lógica, por sufundamento teórico o por su vericación experimental. Proposición 7º. La tarea del cientíco constituye una responsabilidad

social: la de producir los conocimientos que conduzcan a la resolución de los problemas y la satisfacción de las necesidades del pueblo (país, sociedad) que le confía la tarea. Corolarios: 7.1. Las necesidades del sujeto o población del Proyecto Nacional - 69 -

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son originantes y destinatarias de todo conocimiento cientíco en una situación dada. 7.2. Es posible distinguir roles: el del cientíco del imperio y de los  países centrales, el del cientíco dependiente dependiente (cienticista) y el del cientíco nacional (al servicio de un Proyecto Nacional). No hay cientíco universal. 7.3. El cientíco tiene como tarea desarrollar la racionalidad cientícientíca de los conocimientos que el Proyecto Nacional reclama. Y se según gún los casos, será para el bienestar de su pueblo, para dominar a otros,  para la dependencia. 7.4. No es la cantidad, el número de cientícos por habitante  —como nos suelen hacer creer— creer— lo que resuelve las necesida necesidades des de un pueblo o país. No es cuestión de un ciego aumento cuantitativo. 7.5. No es a los cientícos a los que cabe la determinación de la  política cientíca, aunque pueden pueden contribuir a elaborarla guiados guiados por las bases políticas del Proyecto Nacional. 7.6. El grado de libertad de la ciencia depende del grado del valor “libertad” dentro de esa sociedad, y de los límites que le jan los otros valores que sostiene el Proyecto Nacional. La “aislada” liber tad no puede destruir la vida ni impedir la justicia.

Proposición 8º. En una sociedad de capitalismo (sea estatal o privado) industrial o post-industrial o “del conocimiento”, donde el saber es poder, la verdad cientíca se encuentra sometida al poder (y nadie

regala el poder). Corolarios: 8.1. Por ello importa mucho determinar con claridad a quien (régi(régimen dominante o bienestar autónomo de un país) sirve la política y la actividad cientícas.

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8.2. La verdad cientíca no sólo se modica —como sostienen los cientícos de los países dominantes o de los imperios— por la aceacelerada investigación y por el descubrimiento de nuevas verdades. La verdad se altera según los intereses: “que no hay ninguna verdad que se resista frente a diez mangos moneda nacional” (Enrique Santos Discépolo). 8.3. La aceleración en la producción de nuevos conocimientos no es un fenómeno cientíco autónomo sino un hecho político determinadeterminado por los intereses de una clase, por las apetencias de las empresas o los “mercados” o por las necesidades del pueblo. 8.4. Hay varias versiones de una misma verdad y no una sola. La que se elija y sancione podrá responder a los intereses de un grupo dominante o, si el país es substantivo, a las necesidades genuinas de un pueblo. 8.5. Es verdad lo que los criterios de verdad —que establecen los cientícos— dicen que es verdad. T Tales ales criterios están sometidos a alguna aprobación social (fondos, premios, carrera del investigador) y a la voluntad política (pertinencia en la solución de los problemas). 8.6. ¿Hay una ciencia y una tecnología para cada clase social?

Proposición 9º. En los países de estilo industrial capitalista, la tecnología no sale de la ciencia sino de las empresas. Para ello la ciencia se mediatiza y se ajusta al interés de las industrias, del mercado y de las instituciones del poder. Corolarios: 9.1. Deviene actividad cientíca aquella para lo cual existan fondos  para demostrar que es cientíca. cientíca. 9.2. La realización de esa tarea se encomienda a la “comunidad cientíca” (la origina al parecer con autonomía), cuya actuación

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visible en revistas, fundaciones, consejos, comunicaciones, viajes, intercambios, adquiere reconocimiento social. 9.3. Existe en sociedades que sostienen desvalores una comunidad cientíca oculta” vinculada con la producción bélica cuya actuación se mantiene secreta. No se conocen los “papers” ni los congresos ni los experimentos que se realizan ni donde. T Toda oda esa actividad se efectúa a espaldas de la población propia (y naturalmente de la ajena) y de la propia comunidad cientíca ocial. 9.4. La “comunidad cientíca” corre el riesgo de substantivizarse y endiosar sus propios nes, incurriendo en cienticismo o en venera venera-ción a la Santa Madre ciencia, y también los medios (burotecnocra(burotecnocracia que busca el saber por el saber). Proposición 10º. La “beatería cientíco-tecnológica” (admiración

acrítica y embobada ante el desarrollo de la ciencia que realizan los imperios y países centrales) se extasía ante la “revolución cientíca

y tecnológica” de nuestro tiempo y su acelerado avance, sin inquirir hacia dónde va tan rápido ni preguntarse por la calidad —no la cantidad— de los conocimientos sobreproducidos. sobreproducidos. Se oye armar despreocupadamente que en el último medio siglo ha habi habi-do más “hombres de ciencia” y “cientícos” que en toda la historia de llaa humanidad. confunden sabios y pensadores con anodinos y fatalmente desconocidosSePremios Nobel. Corolarios: 10.1. La beatería suele conseguir buenos adeptos entre el medio pelo cientíco de los países dependientes (sin excluir el respeto reverenreverencial que se ha inculcado en los sectores populares) que se entregan a la supersticiosa adoración de cualquier innovación —real o no— que provenga de los centros productores de esos saberes. 10.2. Dicha beatería y obsecuencia es un modo muy ecaz de no resolver los problemas reales del país dependiente, alentando la

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contradictoria creencia de que quien nos domina nos liberará con el saber que produce.

Proposición 11º. 11º. En los países centrales y en los imperios, la investigación suele servir primordialmente a dos nes: la guerra y el lucro l ucro de

las empresas. Proposición 12º. La ciencia del cienticismo resulta una nueva ideo-

logía, en tanto encubre los intereses de los organismos patrocinadores (poder y prestigio), de los gobiernos (políticos), de las empresas (lucro y poder) y hasta de los mismos cientícos (posiciones, vanidades personales, cuotas de poder, poder, tal vez dinero, reconocimiento social). Proposición 13º. El cienticismo confunde la universalidad de la ver-

dad lógica (del grado o nivel 2) con la universalidad de un saber que se está sosteniendo en otros valores además de la verdad: la utilidad, el poder, los benecios, los intereses (ver proposición 20).

Proposición 14º. La ciencia no es neutra ni amoral. Por ser acción del hombre es siempre moral. Considerarla Considerarla más allá de la moral es apenas una pretensión de justicación “moral” del mismo hombre que le

permite servir a intereses no morales sin cargo de conciencia. Proposición 15º. El cienticismo, al deshistoricarse en un país dependiente, niega el conicto y apela a la linealidad universal y buena del progreso cientíco.

Proposición 16º. En las sociedades del capitalismo industrial y postindustrial —sean dominantes o dependientes— la ciencia actual origina dos grupos de personas con actitudes diferentes respecto al saber: los

cientícos y los ignorantes de la ciencia.

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Parafraseando a 1. Illich, la actividad cientíca es una ceremonia con fórmulas rituales y simulaciones, con jerarquías, ociantes, bautismo, sacramentos, cofradías y por supuesto condenados. En la clase superior de los cientícos reside la posesión de la verdad; como en el caso de los teóteólogos, es verdad lo que ellos dicen que es verdad (ver proposición 80). Y así pueden reprobar y condenar al que no la l a acepta o disienta. En el grupo inferior está el pueblo llano de los ignorantes o no cientícos, de quienes se busca conseguir una suerte de delidad y respeto y, y, si es posible, que adopten la citada beatería cientíco tecnológica con acrítica aceptación.  No importará que la gente —que tiene derecho a saber y que que muchas veces tiene su propio saber plenamente válido— no entienda, bastará con que acepte que todo lo que hace la l a ciencia es maravilloso y exacto, que es  para bien de la humanidad humanidad aunque sean misiles con la única única nalidad de matar,, y que el saber está en buenas manos: el grupo de cofrades cientí matar cientí-cos esparcidos en todo el mundo.

Proposición 17º. La “sobretecnología” “sobretecnología” que producen los país del capitalismo industrial y post, que es un modo de mantener la delantera y por tanto de dominar, dominar, consiste en la substitución innecesaria y hasta contraproducente contraprod ucente de acciones humanas por aparatos en ámbitos y necesidades que no los requier requieren, en, enfatizando los medios por sobre los nes y buscando incrementar cuantitativa cuantitativa e injusticadamente

poderes que llevan a atentar contra valores humanos básicos. Proposición 18º. El testimonialismo es el modo de conocer del hombre latinoamericano. Corolario: 18.1. Conozco cuando soy y doy testimonio de la realidad, dirá el lalatinoamericano, distinguiéndose de quienes conocen vía el racionalisracionalismo francés, el empirismo inglés o el pragmatismo norteamericano. Paulo Freire puede ser un ejemplo de conocer por el testimonio.

Proposición 19º. En los países dependientes la expansión y consoli-

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dación del conocimiento cientíco se basa fundamentalmente en el

criterio de autoridad a través de los textos, manuales, comunicaciones, reportes y abstracts. Se acepta, se acata, lo que el cientíco de renombre, el profesor, el manual y aún el diario, “dice”. En una comunicación o poster alguien dice que hizo lo que describe o esboza y que encontró lo que narra pero, ¿quién en el país dependiente lo verica, lo comprueba, si ni siquiera cuenta con el aparataje para hacerlo? Lo habitual es que de antemano se lo acepte, se adhiera y se lo divulgue. Criterio de autoridad. Los estuestudiantes de física y química repiten que ciertas proposiciones son verdaverdaderas, que tales hechos son así y que tales leyes explican tales fenómenos  porque los libros con los que que estudian así lo dicen, sin tener generalmente generalmente oportunidad de realizar algún experimento que lo conrme. El texto es la autoridad. Si hasta en los libros li bros estudian los aparatos, sus nombres y usos, sin haberlos visto nunca.

Proposición 20º. En los países del capitalismo industrial y post, el destino de la ciencia no es la verdad sino la industria (proposición 9º). La industria transforma el saber en objeto de consumo, de venta, con lo que conrma quién estaba interesado en la ciencia y su avance. Al parecer las verdades teóricas de la ciencia se hacen más verdaderas en la tecnotecnología. Esta las verica. Toda Toda otra ciencia que no sea “pragma” resulta superua. palabra deYlaqquizá ciencia es pragma mientras que “praxis” es la  palabra delLatestimonio. uizá “poiesis” sea la del deseo.

Proposición 21º. El enfoque de la ciencia industrial y post consiste en transformar toda calidad en cantidad. Con lo que no da cuenta de lo que en verdad cuenta. Proposición 22º. Se llaman “universales del imperio” a las verdades que se quieren aplicar a y en todo el mundo, mediante la imposición tecnológica, la penetración de las multinacionales, la obsecuencia de los cientícos dependientes, la beatería, etc. No todos, sin embargo,

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los universales del imperio son negativos en sí mismos. Proposición 23º. El cientíco dependiente, que acepta el discurso de la

incontaminación de la ciencia, se aísla del contexto social y político de su país. Sin poder descubrir nunca la relación que existe entre la deuda externa y los inundados, la difusión de las l as computadoras y los salarios de los l os maestros. Proposición 24º. El cientíco dependiente cae, aún en sus aciertos, en

alienación. Incluso adherir a sanos planteos antinucleares, percibe que estáalalienándose al lado bueno ecológicos del imperio. i mperio.o Se podrá sentirno bueno y  puro porque está alineado con los buenos y los pu puros ros del imperio. Pero quizá no se está ubicando en los problemas de su país dependiente. Mien Mien-tras, los sectores “buenos” del imperio siguen cobrando los intereses y el capital de la deuda externa aún cuando se oponen a la carrera annamentisannamentista que su país (¿y en qué medida también ellos?) llevan adelante. Proposición 25º. Se pueden encontrar y pensar cientícamente mal

verdades muy profundas e importantes para un país o una persona. Pensarlas cientícamente mal quiere decir: uno puede encontrar verdades fuera y aún en contra de los cánones de la ciencia ocial que determinan los centros mundiales del saber saber.. Proposición 26º. En un país dependiente el lenguaje proveniente del imperio o los países centrales, vehículo de un pensamiento alienador, alienador, origina un pensamiento que no es libre y que imposibilita el propio pensamiento. La dominación se ejerce también por el lenguaje. T Toda oda teoría ajena es un

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lenguaje porque es una interpretación. Los países dependientes, al aceptar la teoría económica de los acreedores, no podrán resolver su problema económico porque tal teoría, que nunca benecia al deudor, al mismo tiempo impide elaborar una teoría cientíca económica desde su propio ángulo. Corolarios: 26.1. Decir la palabra, la propia, nombrar la realidad desde uno, lla lla-mar a las cosas por su nombre, sin buscar en el catálogo (como decía Jauretche). Liberarse del lenguaje ajeno y producir el propio. 26.2. Siempre cuestionar primero la palabra, la denominación, el nombre: desregulación, narcotráco, globalización, guerra de las galaxias, modernización, ajuste, blindaje, décit cero, dolarización.  No aceptar término ni el sentido qenemigo. ue a un problema o situación nuestra le daelotro, especialmente suque Que no nos venzan de antemano con el lenguaje. 26.3. Una tarea habitual de la actividad cientíca es crear una “jer ga” separadora, que suele resultar encubridora y monopolizadora.

Principio 27º. En un país dependiente es importante preguntarse y explicitar el para qué íntimo y personal que motiva al investigador investigador.. Importa saber si lo hace para obtener reconocimiento y triunfar en el extranjero, por prestigio, para incrementar el patrimonio cientíco de la humanidad, por la ciencia en sí misma o por la gente de carne y hueso de su país. Ante estas proposiciones, hay quienes podrán sentirse inclinados a rebareba tirlas o reformularlas, lo cual será muy útil. Recordemos, a modo de cierre, el caso de Galileo, que es la más palmaria demostración de que las verdades que encuentran los cientícos se somesometen al poder.

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4. EL FUTURO ARGENTINO Este escrito presenta dos nales. Mi intención es que cada lector haga el siguiente ejercicio: 1. Que no tome en cuenta las fechas que se citan, que fueron establecidas en 1987 2. Que elijan uno de los dos nales como el que  parezca más posible o más real. 3. Que al relato que eligen le actualicen las fechas. Se verá cuán difícil es elaborar una prospectiva y sin embargo resulta inevitable diseñardeunotro. futuro. Si uno elige y tiene su propio futuro>Y la está en el futuro Eutopía era,noentonces, el porvenir deseable. distopía, el futuro no deseable.

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1. Eutopía: ARGENTINA CON PROYECTO (CRÓNICA ANTICIPADA) ANTICIPADA) Estamos en el año 2036. En llaa Ar Argentina. gentina. El espacio territorial es el mismo, pero qué diferente es este país y región de lo que era en 1987. Década del ‘80 dramática, dolorosa; ~‘la década atroz” se llamó a los años 1974-1983. Pero a la postre, la dolorosa década del ‘80 pudo convertirse en fructífera. Frente a un país que se destruía y deshacía día a día los argentinos reaccionaron elaborando elaborando un proyecto de  país que fuera no sólo respuesta respuesta a sus necesidades de dell presente sino que dibujara el contorno de un nuevo futuro: el de la integración con América latina. La Argentina Argentina integra hoy articulada y concientemente una realidad insinstitucional mayor denominada “Naciones Unidas de la América del Sur” conformada por Uruguay, Uruguay, Brasil, Paraguay Paraguay,, Bolivia, Perú y Chile. Deci Deci-sión que fue acordada por 1990 y ejecutada pausada pero rmemente en los años sucesivos tomando como antecedente —aunque no en imitación ciega— la experiencia de la Comunidad Europea, anteriores ensayos de los países árabes y aún la unicación de repúblicas en la Unión Soviética, aunque el procedimiento fuera en este último caso compulsivo. La guerra de las Malvinas que ocurrió —como siempre se recuerda en esa región— en abril—julio de 1982 había sido si do una clara advertencia de que los intereses coloniales reaparecían descaradamente en el mundo y que el tradicional “partner”, los Estados Unidos, no resultaba ya conable, como no lo podía ser tampoco el otro Imperio. Los imperios tienen intereses y no amigos. Habían aprendido que cuando un imperio proclama la l a paz trae guerra, cuando exalta la solidaridad esconde ataque, cuando reclama adhesión trama entrega y cuando ofrece amistad distribuye hipocresía. Los argentinos, junto con los latinoamericanos —aunque éstos últimos lo captaron primero— descubrieron o se convencieron de que ellos no ten ten-gan nada que ver con los regímenes o sistemas norteamericano o soviétisoviético, aunque sí con sus dos pueblos; y descubrieron que esos pueblos eran también explotados por sus sistemas imperiales. Aunque algunos obtenían relativos benecios, el resto eran simplemente víctimas.

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Las Malvinas fueron el toque de atención de que los colonialistas busca busca- ban las materias primas y los alimentos a cualquier costa, como lo dijera ya en 1953 una gura tradicional en esa región, Perón, y resolvieron unirse. Muchos otros países, primeras potencias, además de las super  potencias, estaban acudiendo acudiendo a la Argentina pensand pensandoo que el país había levantado la bandera de remate y dispuestos a obtener una buena porción en esa desintegración. Entre 1990 y el 2010 llegaron ll egaron a la Ar Argentina gentina unos seis millones de inmigrantes latinoamericanos, a un promedio de un millón de cada país vecino. Los peruanos, bolivianos y chilenos del Norte se instalaron en las  provincias del noroeste, llamada la Argentina mineral, do donde nde mediante su propio esfuerzo y trabajo construyeron la actual y pujante ciudad de Andina, suerte de capital económica de la región, más otras ciudades que dieron acogida a los más de tres millones de nuevos habitantes. La Argentina, Argentina, por aquel tiempo, hacia nes del siglo XX y con el objeti objeti-vo de integrarse de verdad, decidió ocupar y hacerse cargo de su propio territorio; ese territorio que, debido a proyectos políticos anteriores, había ignorado y pasado por alto. Se hizo cargo de su mar mar,, de su cordillera, de su Patagonia, de sus selvas, de sus ríos, de su puna. Su forma de ocupa ocupa-ción consistió inicialmente en la construcción de tres ciudades de inmi inmi-gración, tarea que emprendió hacia mediados de la década del 90. Una en Jujuy —la ya citada Andina— que permitía la integración con Bolivia, Chile y Perú. Otra en Misiones, para hacer lo mismo con Brasil, Paraguay y Uruguay. Uruguay. Otra en Tierra del Fuego para la integración patagónica con Chile y para la ocupación efectiva de los océanos, las islas y la Antártida. Un lema entonces: “uno se integra donde se encuentra con el otro para unirse”. Desde Buenos Aires, a dos mil kilómetros de distancia, no había integración posible como no fuera de papeles y documentos formales . Dentro de ese emprendimiento, tres millones de pobladores, provenientes de Paraguay, Brasil y Uruguay, se asentaron en el noreste vegetal y uvial; no se excluyó su posibilidad de radicación en la región pampeana y patagónica. Naturalmente, muchas decenas de miles de chilenos se establecieron con derechos garantizados por la Constitución en la zona  patagónica, donde fundaron fundaron y construyeron las actuales actuales Chilecito del

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Sur; Nueva Concepción y Valparaíso Valparaíso de los Lagos. En ese rico juego de aperturas, muchos africanos llegaron vía Brasil a asentarse en la MesopoMesopotamia. La región pampeana resultó atractiva para la auencia de europeos que encontraron semejanzas geográcas y culturales con sus países, lo que se explica porque esa región geográca fue la privilegiada por el ProProyecto del ‘80 que europeizó a la Argentina en el siglo XIX. Igualmente, a la región patagónica auyeron contingentes desde el Este asiático, en busca del mar y sus productos, y munidos de sus desarrollos tecnológicos, lo que dio la sonomía actual de “área tecnológica avanzaavanzada” a esa región. El país trasladó los centros de gravedad a los vértices de su triángulo espacial, se estructuró exiblemente en cuatro regiones autónomas, donde cada una contó con una capital política (actualmente Salta, Posadas, Buenos Aires como y Comodoro Rivadavia) y cuatro capitales oy“ciudades integración”, la mencionada Andina más Misionera Atlántidade en los vértices del triángulo. ¿Por qué vinieron esos inmigrantes cuyos hijos hoy empiezan a constituir una primera generación profesional y hasta política? Vinieron atraídos por un llamado (“todo proyecto es un llamado, es convocante”) que fue respuesta a sus reales necesidades. Sus problemas de trabajo, de salud, vivienda, cultura, comunicación y educación enconencontrarony la resolverselos encompartió un país que luego degenerosamente su “reforma del agro deposibilidad los recursosdenaturales” y se abrió a sus hermanos. La mayoría de los argentinos estaban entonces padepadeciendo los mismos problemas debido a la monstruosa deuda externa que generara una dictadura militar que ocupó el poder en 1976.   Con la idea de que uno no se salva solo, se aseguró a los que vinieron el acceso a los recursos naturales (tierra, minerales, vegetales, bosques, ríos,  pesca, mar). La Argentina se conv convenció enció y decidió que no podía podía tener esa enorme riqueza potencial sin uso frente a la miseria de los sectores popupopulares de América latina, y que la solución de los problemas debía venir de la acción de esos mismos sectores populares protagonizando el cambio. Sólo la construcción de las tres grandes “ciudades de integración” (que se

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convirtieron en capitales económicas de tres regiones) y que se pagaron a sí mismas, resultó un poderoso motor de desarrollo y transformación. Las nanció y las concretó el trabajo de la gente, como siempre ha sido. El país cuenta hoy con 80 millones de habitantes, debido a la acción de la Secretaría de Inmigración, que es parte del Ministerio de Integración Latinoamericana, creado en el año 1992 y que ha contado con las guras  políticas más relevantes en lo que va de este siglo. En 1983 concluyó una etapa de medio siglo de inestabilidad políticaa y de golpes militares. mi litares. T También ambién las Fuerzas Arma Armadas das habían encontrado su rol: el de agentes de integración y de preservadores de la paz en la región. Trasladaronn sus unidades a las zonas fronterizas no para enfrentar supuesTrasladaro supuestos enemigos sino para operar como integradores. Las hipótesis de guerra se cambiaron por hipótesis de paz (cómo preservar preservar,, mantener e incremen incremen-tar ese valor central de la apaz, junto a los de la vida, no la violencia, justicia, la austeridad y el respeto la naturaleza). Auda Audazmente zmente Escuela de Defensa Nacional se transformó en Escuela de Integración LatinoamericaLatinoamericana (aceptando cursantes de los diversos países), y la Escuela Superior de Guerra en Escuela Superior de Paz. Las tres armas que existían en 1980 se integraron en una sola en 1995, y actualmente se encuentran fusionadas en lo que se denomina “el ejército continental”, con tareas de integración impensables en aquel tiempo cuando su único rol parecía ser el empleo de las armas y el ejercicio de la violencia. De manera concertada con sus vecinos, gracias en gran medida a la fusión poblacional, y superando anacrónicos e irritantes enfrentamientos con Chile por territorios del sur, y con el Brasil, la Argentina emprendió conjuntamente las tareas de producción de materias primas y de alimentos  para, en primer lugar, lugar, las necesidades de América latina y sus casi 800 millones de habitantes, y luego para el resto del mundo, en particular Asia y África. Las “empresas continentales o latinoamericanas” l atinoamericanas” reemplazaron a las “empresas multinacionales”. En tanto, Unión de Países enfrentaron adecuada y potentemente a los im im- perios. Lo habían descubierto descubierto cuando se unieron a comienzos de la dé década cada del 90 para afrontar el no pago de una deuda externa monstruosa, escla escla-vizante e imposible ya de sostener. Consiguieron redimensionarla acepacep-

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tando solo la parte legítima, con eliminación o anulación de los intereses estrictamente usurarios, con condonaciones negociadas y compensadas  por otros benecios, y con con prórrogas. El imperio y sus socios socios accedieron  porque en verdad ellos mismos habían inado la deud deudaa e incluso habían  prestado dinero que no tenían ni en verdad existía. También el acreedor había quedado al descubierto. Hubo que acordar acordar.. Fue una experiencia de la fuerza de la unión. “Todo lo que uniera”, fue el lema. Unir fue gaganar.. En 10 años la Argentina pagó el capital de la deuda eliminados sus nar intereses. Costó fuertes sacricios, demandó auténticos esfuerzos, pero la deuda imperial era el mayor factor de dominación y de dependencia. Y los  pueblos se habían integrado integrado para liberarse y realizar su propia propia identidad y su común proyecto. La mayor exportación de la Ar Argentina, gentina, anteriormente, había sido la de dinero, en el pago de su deuda. Aplicado ese dinero hacia sus propias necesidades es visible. y las de sus socios, el panorama cambió en la dirección que Desde el año 1990, en que se aprobó la nueva Constitución que hoy rige, muchas cosas cambiaron. La enorme auencia de latinoamericanos apiapiñados en las nuevas ciudades (con todos los inconvenientes derivados de ese inicial amontonamiento) fue un modo real de latino-americanización; fueron ciudades más latinoamericanas que argentinas, según se entendía. Universidades latinoamericanas con títulos válidos en toda la región. Na Na-cionalidad compartida. Transportes y comunicaciones integradas. Diarios Di arios regionales. En 1987 todavía se vivían las secuelas de la derrota militar en las MalviMalvinas, como se recordó. Una monstruosa deuda externa superaba entonces los cincuenta mil millones de dólares y privaba anualmente a la Argentina Argentina de cinco mil millones de dólares (del 500/o al 800/o de lo que se proproducía). Existía una indecisión y no resolución respecto a las violaciones de los derechos humanos que algunos sectores de las Fuerzas Armadas,  junto con civiles, habían cometido cometido durante la dictadura de 19 1976, 76, y que se oponían a ser sancionados. Los problemas existentes, enfrentados, fueron el camino de transformación a través de la solución conforme a valores. La nueva constitución tuvo y tiene como base garantizar los derechos

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humanos y exigió que los culpables fueran juzgados y condenados. An Ante te tal determinación hubo quienes fugaron al exterior, pero la mayoría fue  juzgada. Muchos se arrepintieron arrepintieron sinceramente aceptando su responsabi responsabi-lidad y culpa. Hubo quienes, en acto que los enalteció, pidieron público  perdón, en genuina contrición, contrición, a las Madres de Plaz Plazaa de Mayo, se reconci reconci-liaron e incorporaron a la sociedad. A su vez, las Fuerzas Armadas, orien orien-tadas hacia el nuevo papel de integración, adoptaron precauciones que no originaran las condiciones que hicieron posible el genocidio —como se lo denominó— contra su propio pueblo. Gran parte de los exiliados de la década del ‘70 retornaron, aportando sus diferentes experiencias, sus capacitaciones especícas, y en particular su habilidad para la articulación con las diferencias ajenas. En la actualidad las relaciones con las Islas Malvinas son de vínculos normales. Los habitantes las islasingresar gozan de un estatuto especial, de doble nacionalidad que lesdepermite libremente al territorio tanto argentino como al de la integración latinoamericana. Hacia 1998 hubo un lema o consigna: “importan más los malvinenses que el territorio de las islas”, que cambió todo el enfoque. Los argentinos efectúan turismo en las islas, que de hecho están integradas social y económicamente a la propro puesta marítima de la Patagonia. Un ferrocarril integrador patagónico recorre desde hace más de dos décadécadas, por el centro de la l a Patagonia, desde Neuquén hasta Río Gallegos, dos mil kilómetros en siete horas; y ha permitido el surgimiento de una vein vein-tena de ciudades medianas, entre ellas las actuales T Tokio okio y la Fortaleza. Visto desde hoy, 2036, resulta digno de notarse que lo que entonces pare pare-cía negativo y posiblemente lo era (como los vacunos que constituían una  plaga antes del Proyecto ‘80) ‘80) se convirtió, cambiado el proyecto, proyecto, en factor de transformación positiva. Muchos argentinos y muchos inmigrantes se vieron en los primeros tiempos empujados hacia el cuentapropismo, y debido al cambio en el acceso a los recursos naturales se convirtieron en la base de un empresariado unipersonal, antepasado de las actuales “em “em- presas regionales” que junto con las empresas cooperativas garantizan las necesidades básicas de la población. A ello se debe el que existan tantos apellidos de origen notoriamente boliviano y peruano en muchas empreempre-

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sas actuales. Los hijos de aquella inmigración hoy se forman como “argentinoscontinentales” en un sistema educativo diseñado para la integración. Fue motivo de ásperas discusiones entre los expertos el que se substituyera el inglés por el portugués; y la incorporación, según las regiones, del quequechua y el guaraní y las tecnologías apropiadas de esas culturas a la edu edu-cación básica. Similarmente se hizo con el tehuelche y el galés en zonas de la Patagonia. Cada región administra su propio sistema de universidad a distancia donde se ha destacado, por su demanda, la Licenciatura en Integración e Identidad Latinoamericana. Existen múltiples y reconocidas formas no escolares de aprendizaje universitario al que se accede luego de una educación básica obligatoria que todos completan desde la sanción de la ley 40.420 (homenaje simbólico a una ley l ey anterior de 1884).

II. Distopía: ARGENTINA SIN PROYECTO (CRÓNICA ANTICIPADA) ANTICIPADA) Estamos en el año 2036. En llaa Ar Argentina. gentina. El espacio territorial es el mismo, pero qué diferente es este país y región de lo que era en 1987. Década del ‘80 dramática, dolorosa; “la década atroz” se llamó a los años 1974-1983. Y resultó apenas el comienzo de la catástrofe; el germen de la desintegración iría desarrollándose de modo creciente al parecer parecer,, indetenible. Todavía en aquellos tiempos se aspiraba, aún entre dudas e incertidumbre, i ncertidumbre, a un futuro promisorio. La Reina R eina del Plata no imaginaba que se converti converti-ría en no largo tiempo en la ruina del Plata, como hace unos años ironizó un cronista suizo en alusión a una conocida letra de tango. Sin embargo, se sucedían hechos que podían entenderse como clara.~ señales. La poblapoblación disminuía. La participación de los sectores populares en la riqueza  producida —aún decreciente— decreciente— era cada vez menor menor.. Q3iienes se enrique enrique-cían por la especulación remesaban su ganancia al exterior exterior,, despojando al  país que únicamente veía crecer crecer la depreciación de su moneda. moneda.  No llegaba inmigración al no existir existir reales garantías individuales que sí

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habían existido efectivamente un siglo y medio atrás, cuando la ConstituConstitución del ‘53 permitió venir a doce millones y quedarse a seis de ellos. Hacia n de siglo, con penosa regularidad trimestral, se producía alguna insubordinación, sedición, rebelión, motín, sublevación, vulgarmente dede nominados “golpes”. La rutina incluía que algún militar desde una unidad o localidad del interior cercana a la frontera, se manifestaba en rebeldía contra la conducción militar o civil. Las guarniciones respondían, ya pleplegándose, ya enfrentándose; dispar resultado, pero siempre negativo. Más adelante, la gente se acostumbró a vivir anestesiada entre las bombom bas, los atentados, las asonadas, asonadas, con una comprensib comprensible le pero monstruosa familiaridad con la muerte. La comunidad se deshacía, pero la insensibiliinsensibilidad era necesaria para seguir sobreviviendo individualmente. Los descendientes de loscada europeos queconfesados, llegaron entre 1880sistemático a 1930 se de aplicaron, con objetivos vez más al uso si stemático dos recursos de salvación: el primero, recuperar la nacionalidad de los antepasados, concretable en la posesión maravillosa de un pasaporte que  permitía radicarse en el viejo país de los abuelos. El segundo, munirse munirse de un título universitario o una formación técnica, o en su defecto una habihabilidad deportiva o una capacidad artística. Ambos eran los caminos más efectivos —aunque lo fueron sólo por breve tiempo— para abandonar la conictiva y no querida Argentina (“Escapad gente tierna; esta tierra está enferma”). Baste ilustrar con un dato muy antiguo: en 1987 de treinta egresados de una apetecida especialidad cientíca en la Facultad de Ciencias Exactas de la universidad más importante, la mitad se había ido del país antes de transcurrido un año. Una señal que todos velan; pero al parecer se prerió continuarla. Las revistas de aquel entonces abundan en entrevistas a jóvenes que se declaran sin futuro. La prolongada adolescencia era, al parecer, una forma de no entrar en la madurez del trabajo (que no había), del matrimonio (que no era posible), de la actuación social y política (que se percibía infructuosa). Los adolescentes confesaban alimentarse con un poco de música (rock nacional le llamaban), escasos sueños y ensayos de evasión (la internacional de la droga activamente tentaba su introducción).

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Los sectores medios, como ninguno, percibían el vertiginoso descenso económico y social que les inducía a notorias conductas fascistas en busca de culpables donde precisamente no estaban. Aún así, la adolescencia en algún momento, aunque fuera a los 30 años, debía terminar. Y el futuro no se presentaba. Justicadamente —argüían con convicción algunos psicólogos— los jóvenes se negaban a ingresar al mundo adulto cuya herencia consistía en un horrendo tramado de violenviolen cias y de derechos humanos impunemente violados, a soportar como una carga social duradera; la memoria de los jóvenes (siempre blanco de vio vio-lencias) recogía variados intentos de licidio (las letras de sus canciones en su jerga ocultadora y en su dicción ininteligible i ninteligible reiteraban el intento de guerra con Chile, el juventicidio del proceso, la derrota de las Malvinas de la que nadie quiso dar cuenta). Si extendían la mirada fuera del país panorama apenas mejoraba en una mayor intención de racionalidad peroelfuertemente sometida a los intereses del poder y del lucro hermanados. Continentes convertidos en arsenales repletos de armas nucleares que podían en cortos minutos destrozar al mundo varias veces, previsora y cientícamente calculadas. Una tecnolotecnología destructora de toda vida se asentaba en una ciencia al servicio del lulucro y la guerra, imposibilitando Otros estilos de conocimiento y saber. Por entonces se cernía sobre el país un agujero de ozono sólo recientemente cerrado por una acción intensa y mundial de los sectores del equilibrio. La herencia que iban a recibir no atraía a nadie: aire intoxicado, mares contaminados, aguas podridas, peces envenenados, tierras empobrecidas o reventadas de ponzoña química. Un diario de la l a época registraba: “Algo tan simple como un helado contiene antioxidantes, colorantes, emulsioemulsionantes, agentes consolidantes, mejoradores del sabor sabor,, coadyuvantes del sabor,, aromatizantes, edulcorantes no nutritivos, preservadores, estabisabor estabilizadores espesantes y texturizantes. Todos Todos productos químicos que no sabemos qué efectos van a producir en el organismo humano” (década del ‘80). Natural parecía la ausencia de esperanza, la abulia, la carencia de voluntad de emprender, emprender, la no iniciativa, el dejarse estar Quienes sin éxito intentaron alguna empresa, terminaron por emigrar hacia regiones del mundo que habían decidido ecologizarse. Décadas más tarde los Estados Unidos se aprestaban a intervenir directa y

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militarmente en el Río de la Plata para llevar una solución denitiva —así se dijo— a lo que en su momento se había denominado “libanización” de la región. Posteriormente, a estos sucesos de desintegración se los conoció como “argentinización”. El saqueo nanciero, la continuada sucesión de golpes militares y enfrentamientos, el despojo económico y de recursos de las empresas internacionales, la expoliación de la banca transnacional, la rapiña de recursos naturales, y posteriormente la mercancía movilizadora que era la droga habían convertido al país en una tierra de nadie, en una zona de disputa, un simple escenario o un mero territorio (dejando de ser suelo patrio, dijo un viejo estadista) donde diversos grupos y países con encontrados intereses, apoyos y aliados se enfrentaban para dirimir sus  porciones de poder. poder. Ejércitos de grupos privados, en sus acciones militares, mili tares, cruzaban las fron fron-teras de países vecinos, secuestros extorsivos, ocupación de regiones por estos ejércitos dependientes de las yempresas, comercialización ilegal de material nuclear, tráco de drogas de abundante armamento. Un campo de enfrentamientos donde llegaron a actuar no menos de cinco fracciones encontradas bélica y persistentemente. Paraíso de los aventureros, de los tracantes, y de los vendedores de cualquier cosa, la vieja pampa alimen alimen-taria era un escenario del vandalismo y destrucción. V Viejas iejas poblaciones abandonadas eran recordadas por su nombre apenas. Tierra de nadie, campo de muchos que allí enfrentaban sus intereses. T También ambién fue utiliza utiliza-da como repositorio nuclear por sus ocupantes. ¿Dónde había quedado la mítica Argentina Argentina símbolo de paz que atrajera a millones de inmigrantes? Analistas políticos atribuyen el proceso de “libanización” “li banización” a la debilidad moral y volitiva que afectó a la Argentina luego de la humillante derrota de las Malvinas y a la no penalización de sus responsables, y de aque aque-llos que cometieron violaciones a los derechos humanos. A ello hay que añadir —opinan— la desmoralización por la descomunal deuda externa, en gran medida fraguada, que obligó a que los l os sectores populares destinadestinaran el 800/o de su esfuerzo y trabajo a pagar una deuda, sólo comparable a la que inventara una abuela desalmada de un cuento de Gabriel García Márquez, según alguien escribió. Aún hoy, hoy, 2036, la deuda nominal de la Argentina, según los imperturbables organismos internacionales, asciende a una cifra absolutamente descabellada. Parálisis de empresas, carencia de trabajo, decadencia cultural, negación del pensamiento (fruto del “prohi“prohi-

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 bido pensar” del Proceso), Proceso), desconanza entre los ciudadanos, ciudadanos, agresividad entre vecinos, falta de solidarida4 hacia los necesitados. Anos más tarde un cruel dictamen sentenció: país de la desesperanza en un continente de la muerte. América latina agonizaba. Hacia 1990 Ar Argentina gentina guraba en primer lugar del mundo en inación, en suicidios y en deterioro del ambiente. Otros sostenían que el derrumbe se debía a la ausencia de un proyecto de  país, asumido con compromiso. compromiso. El viejo estadista había dicho también también:: “ya se sabe que hay una ley de hierro en la política internacional.~ cuando un país no tiene proyecto propio vive en el proyecto político de otro país”. Literalmente, el actual ex-territorio de la Argentina era sólo el escenario  para que se enfrentaran los los proyectos políticos ajenos. Cuando los Estados Unidos decidieron terminar con esa situación caócaótica y ocuparon militarmente el paíspor fueron rápidamente reemplazados (debido a redamos internacionales) las Naciones Unid.”. que habían concebido otros arbitrios. Se acusaba a Estados Unidos. ser parte intervi intervi-niente de lo que quería solucionar. El “país molestia” fue sometido a un régimen internacional para utilizar en benecio de la comunidad mundial sus recursos mal aprovechados o simplemente dilapidados. Con anterioridad la Gran Bretaña, aún sin si n el poderío de otros tiempos ti empos  pero con el apoyo de los Estados Unidos se había con vertido en el árbitro del Atlántico Sur; ya en 1985 había convertido a las Malvinas en una for taleza impresionante. Desde esa posición, y mediante una acción combicombinada ocupó, de hecho las provincias de Santa Cruz y Chubut, apoyándose en razones de seguridad dado el caos interior. interior. Ambas provincias pasaron a ser territorio supervisado mientras Tierra del Fuego se negoció como  posesión chilena con enclaves enclaves británicos. Para el control de los mares y el acceso a la Antártida, las Malvinas se convirtieron en la capital británica del Territorio Territorio del Atlántico Sur. Por ese mismo tiempo los Estados Unidos habían llegado a enviar asesores militares a la Cuenca del Plata en cifras escandalosas, para intervenir en el enfrentamiento bélico entre la zona andina y el litoral. El desorden y la guerra eran vida cotidiana. Entonces ocurrió un fenófenómeno quizá inevitable pero sí predecible. En la primera década del siglo

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millones de latinoamericanos castigados por el hambre y las catástrofes naturales se desparramaron por toda la América del Sur bajando hasta la Cuenca del Plata para terminar t erminar hacinándose donde fuera. Carentes de trabajo y amontonados en villas miserias trataban t rataban de sobrevivir en medio de la guerra permanente y la desintegración continental. Por el año 2010 las Naciones Unidas, con carácter experimental y con el respaldo de 160 países, establecieron, de modo compulsivo, varias colonias de inmigrantes provenientes de países africanos y asiáticos que enfrentaban conictos bélicos, políticos y sociales. Una inmigración varias veces millonaria instalada en el ex—territorio de la provincia de Santa Cruz quedó asignada en deicomiso a Gran Bretaña. Por ese tiempo se acordó, con general aprobación, que el espacio pa pa-tagónico (terrestre y marítimo) era un bien internacional quedando su ocupación a regulaciones del yorganismo internacional. A la fechase más de diezsujeta millones de emigrados expulsados de zonas turbulentas han instalado en el ex sur argentino, quienes ya han constituido su propio  partido de independencia independencia nacional para liberarse del tutelaje de las Nacio Nacio-nes Unidas y de Gran Bretaña. Br etaña. Tratan Tratan de lograr el reconocimiento para su gobierno hasta el momento clandestino.  Nadie hubiera imaginado hace hace cincuenta años este na nall hamartético (dividido en tres regiones, ocupado, desmembrado, desintegrado) para un  país tan ricamente dotado de recursos naturales, regalado con con un extenso y envidiado territorio, sin problemas energéticos ni de alimentación, con climas variados y con una población que había alcanzado una excelente formación educativa que les permitiera contar —con orgullo se decía enen tonces— con cinco premios Nobel. Posiblemente haya operado el cumplicumplimiento de la “Ley de hierro” de la política internacional. Turistas europeos llevados por la curiosidad, de vez en cuando, viajan a conocer la tierra de la que regresaron sus abuelos hacia nes de siglo XX. Su nostalgia se transforma en pena ante los residuos de ese país que, por ausencia de voluntad nacional, se convirtió en campo de devastación de las multinacionales, en centro del comercio ilegal de materiales nucleanucleares, en depósito de drogas, substancias químicas destructivas y armas. Se asombran ante aquel país del “pudo ser” cuando recorren el antiguo T Tea ea--

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tro Colón, visitan las tumbas de los legendarios Carlos Gardel y Evita o la otrora imponente estación de ferrocarriles de Constitución, de donde sale una tour por tren denominada ‘ Argentina  Argentina de los ganados y las mieses”.

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