Cruce De Caminos

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CRUCE DE CAMINOS # 0 junio 2008

Cruce de caminos

En el cruce de caminos Era mi cumpleaños y mi padre caminaba junto a mí. Yo no sabía adónde íbamos. Llevábamos ya un buen rato andando y yo no sabía adónde íbamos. Papá no lo dijo. Aunque papá nunca hablaba mucho. Aquel día caminaba junto a mí y no decía nada. Habíamos salido de casa muy temprano. Vino a mi cuarto y me dijo: «Levántate, quiero que vengas conmigo». Desayunamos y salimos de casa y empezamos a caminar. Mamá aún dormía. Aquello sucedió unos días antes de que ella se fuera. Caminábamos juntos y no sabía adónde íbamos. Y yo estaba cansado. Iba pensando en eso, o tal vez lo dije en voz alta, porque papá me miró y dijo: «Ya no falta mucho». Poco después llegamos a un cruce de caminos. Yo nunca lo había visto, debíamos de estar a bastante distancia de casa. «Hemos llegado». Entonces, papá dijo que me situara en el centro. —Ahora tienes que escoger. —¿Escoger qué? —Un camino. Una dirección. —¿Y cuál debo escoger? —Eso es lo que tienes que decidir, hijo. —No sé. ¿El camino adónde? —No importa, sólo tienes que escoger un camino. —Pero si no sé adónde voy, ¿cómo voy a saber qué camino debo tomar? Entonces me contó una historia. Hace años, entre los músicos de blues, empezó a correr la leyenda de que si uno iba al anochecer a un cruce de caminos se encontraría al mismísimo diablo. En ese momento, si uno estaba dispuesto a desprenderse de su alma, el diablo le enseñaría a tocar todo lo que quisiera, y mejor de lo que nadie lo había hecho antes. —Pero el diablo no existe, ¿verdad? —Hay personas mucho peores que el diablo, hijo, personas con las que te cruzarás y que intentarán marcar tu camino. No les dejes, ¿me oyes? No les dejes. Quiero que recuerdes esto. Has de escoger tu propio camino, aunque tus seres queridos no puedan entenderlo, incluso si les haces daño. Has de escoger tu propio camino. Y seguirlo. —No sé qué camino escoger—repetí. —Está bien —dijo mi padre—. Vámonos, volvamos a casa. Daniel Romero

Cruce de caminos # 0 junio 2008 Depósito legal: AS-1313-2008 Editores: Javier García López, Daniel Romero, María Turrero Ilustraciones: Sergio Jardón Fernández © de los textos: sus respectivos autores Contacto: [email protected] http://enelcrucedecaminos.blogspot.com

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# 0 junio 2008

Lucecitas (postales navideñas I) millones de lucecitas resultan ser: millones de abrazos descorazonados.

con las ruinas al aire sentí una oleada de miedos sin que hubiera razón alguna.

te prometo que a estas horas

son días de figuritas y ansiedades

castellanarriba castellanabajo el buenrollismo y el tanto nos queremos

una inercia negativa me arrastra de frío en frío

me saben a fobia de infancia. Gsus Bonilla *

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Apaguen sus móviles Este cielo no da ni para trenzas, la luna sigue con la soga al cuello, los simulacros son delincuentes en fuga que han dejado sus huellas en el lugar equivocado. No hay perdón para las sombras, no hay quinta columna para combatir la deserción. Un día más o una noche menos: el orden de los actores no altera el espectáculo final.

Xurde Portilla

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Cruce de caminos

Estabas ahí y había un vacío legal, nadie había dicho que no estuviera bien o que fuéramos a engancharnos y a sufrir como perros abandonados, y sin embargo, ya ves, hay leyes no escritas, hay cosas que nunca, nunca deberíamos haber hecho. Y tú, que lo sabes tan bien como yo, sonríes y dices que si me apetece un cigarrillo. Y yo, que lo sé tan bien como tú sonrío y digo que sí.

María Turrero

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llamada perdida En los rincones más obscenos hay proclamas de amor y de venganza. Los baldones se escriben por detrás de las puertas: Vendo frágil sexo de tercera Humedecidas plumas de una noche, ateridas de alcohol y desamparo. Alejandro García

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# 0 junio 2008

Plano secuencia El plano secuencia se inicia cuando, cargado de THC, me dispongo a entrar en el metro en la estación Príncipe Pío. Dos negros enormes se sientan enfrente de mí, parecen sacados de Pulp Fiction. Sentado entre ellos, un hombrecillo español con gorra y bufanda se pierde entre las dos enormes espaldas. Parece sacado de una película de Paco Martínez Soria. El hombrecillo es simpático e inicia una conversación con el negro más grande, el que se parece a Samuel L. Jackson. Pero se da cuenta de que sólo habla inglés. Aun así, persiste, con sus limitaciones idiomáticas. Comienza una charla surrealista donde ninguno de los dos se entiende. Pero se hacen amigos. El hombrecillo le enseña su mp3: “Joaquín Sabina, a Spanish poetician”, le dice al negro. “I like reggae, man”, contesta Samuel. El THC viaja conmigo, sí, no sé... cada vez que viajo con él me ocurren cosas de películas. Me meto en las películas. Este plano secuencia está bien, es muy americano, muy de género, cine negro moderno con conversaciones surrealistas... Tarantino, tal vez. Continúa el plano. Sigo oyendo la voz en off de Samuel, que ya ha pasado a un plano más profundo. Me apetece intervenir. La conversación es existencial. ¡Increíble! Dos tipos de película hablando sobre la existencia de Dios en el metro. Todos los pasajeros miran, observan y escuchan. El hombrecillo ya no entiende una palabra de inglés, pero no ceja en su empeño de demostrar la existencia de Dios. Intervengo para traducirle la frase “Do you believe in God?” Pero entonces... me meten a mí en medio, como si fuera un interlocutor más. Y encima el hermano ha despertado y tiene ganas de debate. Me preguntan a mí por mis creencias. “Oh, oh, esto no me gusta”, pienso yo. “¿Por qué no crees en Dios? ¿En qué crees?”, me dice el hermano negro. Observo que lleva una cruz latina colgada del cuello. No, hombre, no, no estoy yo fresco para debatir sobre la energía, la materia, la no materia, Parménides, los pitagóricos, etcétera. El THC pesa, resta lucidez. Pero lo miro otra vez a los ojos, me recuerda a Samuel L. Jackson antes de matar a esos chicos en Pulp Fiction, cuando les da el discurso de “Y mi nombre es Yahvé...” Pero de repente me percato de que se ha cortado el plano secuencia. Ahora es un primer plano que me mira. El negro ocupa todo el campo, no hay salida. Me toca debatir con él la existencia de Dios. Su hermano negro me apoya, cree en la energía. Allá voy, te explico por qué... Y entonces... “Próxima estación Puerta del Sur. Final de trayecto” El plano funde a negro (nunca mejor dicho). Se acabó la peli. Se acabó el THC. Hasta la próxima que vuelva a viajar en metro... o a fumar... Mario Crespo

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Cruce de caminos

ENTREVISTA A DAVID GONZÁLEZ DAVID GONZÁLEZ (San Andrés de los Tacones, 1964). Poeta y narrador. Dirige la colección de poesía Zigurat, que edita el Ateneo Obrero de Gijón. Ha publicado varios libros, entre los que destacan El demonio te coma las orejas (Asociación Crecida, 1997), La carretera roja (Celya, 2002), Reza lo que sepas (Eclipasados, 2006) o Algo que declarar (Bartleby, 2007). En 2007 fue el único representante español en el I Festival Internacional de Poesía de Santo Domingo.

Define su obra como poesía de no ficción, dado que sus poemas están basados directamente en sus propias experiencias. Su poesía se caracteriza por un estilo crudo, sin contemplaciones, pero teñida también de cierta inocencia y ternura en ocasiones. Y siempre con vocación de resistencia. Estás a punto de publicar un libro de poemas, En las tierras de Goliat (Baile del Sol, 2008). Participas en dos antologías, como son Hank Over/Resaca (Caballo de troya, 2008) y Poesía para bacterias (Cuerdos de Atar, 2008). Además de tu labor como editor, y de realizar varias lecturas al año… ¿No descansas nunca? Sin olvidar también que coordino distintas antologías, como por ejemplo Tripulantes (Eclipsados, 2006), con Vicente Muñoz Álvarez, o La venganza del inca. Antología de poemas con cocaína (Cangrejo Pistolero, 2007), aparte de administrar dos cuadernos de bitácora: Yo no quiero ir al cielo y El amigo de lo adverso… Lo cierto es que no puedo permitirme el lujo de descansar casi nunca y en los últimos tiempos es rara la noche en que duermo más de cinco horas. Pero esto no tiene nada de especial: los artistas que le llevamos la contraria a la cultura oficial y políticamente correcta no podemos descansar. Al contrario: tenemos que hacer como los japoneses cuando se declaran en huelga, es decir, trabajar todavía más. Como no gozamos del favor de la crítica oficial, esa crítica que filtra los libros que luego se reseñan en los distintos suplementos culturales, tenemos que esforzarnos más para obtener una centésima parte de lo que los artistas domesticados y vendidos al sistema obtienen. Pero mentiría si dijera que esto me molesta o disgusta (aunque a veces sí que me deprime un poco, un poco mucho en ocasiones), pues en mi caso, y en el de otros poetas que conozco, escribir poesía o narrativa no es un trabajo o una obligación, sino más bien una devoción. Por otro lado, pienso que cuanto menos descanses, más experiencias vitales disfrutas y más lecturas vas acumulando, o por decirlo de otra manera: más conocimientos adquieres. Y al fin y al cabo, ya tendré tiempo, toda la eternidad, cuando la palme, para descansar. Y aunque suene pretencioso, he de confesar que si algo lamento en esta vida es todo el tiempo que perdí en mi juventud haciendo el vago. ¿Por qué empezaste a escribir? Empecé a escribir cuando tomé conciencia de que los así llamados buenos, honrados y respetables ciudadanos no eran mucho mejores, como personas, que los supuestos delincuentes o gente de mal vivir. De hecho, en mi caso, el detonante fue mi paso por la cárcel y todas las injusticias de las que fui testigo; injusticias que no procedían solo de los delincuentes allí encerrados sino en muchos casos de los funcionarios de prisiones cuyo trabajo, en teoría, tendría que consistir en recuperarnos para la sociedad una vez fuéramos puestos en libertad. O cuando contemplé con mis propios ojos cómo los policías que también en teoría tendrían que velar por la seguridad de los ciudadanos se dedicaban a pegarles palizas brutales en los calabozos de las comisarías a chavales de quince o dieciséis años. Y luego ya la gota que colmó el vaso fue la ficción que reflejaban demasiadas películas sobre la vida en una cárcel, y digo ficción porque no tenía nada o muy poco que ver con lo que sucedía dentro de una cárcel. Así que en resumen se podría decir que me decidí a empezar a escribir cuando tomé conciencia y consciencia de todo esto y como tengo el defecto de no achantar la mui cuando algo me parece injusto (lo que, dicho sea de paso, me costó unas cuantas palizas y bastantes días en celdas de aislamiento), decidí empezar a escribir y empezar a escribir sobre lo que mejor conocía: sobre mí mismo y sobre mis experiencias vitales, que en un principio se limitaron a mis experiencias carcelarias. ¿Qué efecto esperas conseguir con tu poesía, tanto en ti mismo como en el lector? 6

# 0 junio 2008 Con mi poesía, en mí mismo, y ya lo he comentado en más ocasiones, espero limpiarme por dentro de toda la porquería que uno va acumulando a lo largo de su vida y de paso aprender más sobre mí mismo y sobre mis defectos y virtudes, y tratar de ser mejor persona de lo que soy. En el lector no espero conseguir ningún efecto, pues es algo que no depende de mí, sino de él, del lector; pero si esperara conseguir algún efecto en el lector ese sería, por utilizar palabras del poeta Antonio Orihuela: estremecerle, quitarle de los ojos esas vendas que le impiden ver la realidad tal y como es, sin adornos ni parafernalias, es decir, hacerle pensar en que mejor que soñar con un mundo mejor lo que tendría, tendríamos que hacer sería dejarnos de tantos sueños y tantas hostias y ponernos manos a la obra para que el mundo que habitamos se convirtiera en un sueño real en el que al menos todo el mundo tuviera sus necesidades básicas cubiertas, esas mismas necesidades básicas que prometen todas las Constituciones de los llamados países democráticos y que por regla general se suelen pasar por el forro de los cojones. Porque soy de la opinión de que la belleza reside en la verdad interior de cada uno de nosotros o en la verdad del paisaje en que habitamos y no en su fachada o decorado de película de Hollywood. Es decir: alucino con toda esa peña que escribe hermosos poemas de amor o poemas sobre la belleza de la naturaleza y luego miras a tu alrededor y el amor brilla por su ausencia y la belleza de la naturaleza se marchita a pasos agigantados. ¿Qué diferencia al autor de “Nebraska no sirve para nada” del autor de “En las tierras de Goliat”? En la actitud ante la vida no hay diferencia alguna. Ahora bien: en el aspecto meramente poético, la diferencia estriba en que entre uno y otro libro han transcurrido casi trece años y en esos años he perdido las ilusiones que tenía cuando escribí “Nebraska…”, sobre todo cuando por fin comprendes que importa más la vida social que hagas que la calidad de tus textos y yo he de reconocer que para la vida social poética soy un negado de la hostia puta, no se me da nada bien eso de estrechar manos de gente que me cae como una patada en los cojones y menos aún dorarles la píldora o tirarles de la levita porque sean gente, digamos, importante, gente que te puede abrir puertas… y en esos años la cantidad de libros que he leído así como el mogollón de experiencias vitales que he sufrido han contribuido a que mi escritura haya mejorado un poco, sobre todo porque en mis últimos libros me he acercado bastante, creo, al sueño de todo escritor que se precie como tal: que en cada texto que uno escribe no sobre ni falte ninguna palabra. O por decirlo de otro modo: he aprendido o estoy aprendiendo a separar la paja del grano. Pero aún me queda un buen trecho que recorrer en ese sentido. ¿Es más difícil publicar cuando lo que uno cuenta no está dentro de la “corriente oficial”? Si lo que pretendes es publicar en determinadas editoriales, la respuesta es obvia: sí. Pero si lo que de verdad te motiva es el acto mismo de escribir y si dispones de algo de talento y de muchos cojones y tienes el convencimiento de que lo que escribes es bueno y original, ten por seguro que tarde o temprano, de un modo u otro, conseguirás publicar. En mi caso, los fanzines underground, como Vinalia Trippers, o las revistas de literatura, fueron la puerta que se abrió para que mi poesía empezara a imprimirse. También el hecho de ser invitado a Encuentros de Poesía, como Voces del Extremo, en Moguer, o EDITA, en Punta Umbría, me hicieron contactar con otros poetas con los que compartía inquietudes y luego lo de siempre, lo que debe hacer cada poeta que empieza: meter tu manuscrito en un sobre, esperar a la cola en Correos y enviar ese manuscrito a cuantas más editoriales mejor y estar preparado para no desmoralizarse ante la cantidad de notas de rechazo que casi cada poeta primerizo recibe por sistema, salvo, claro está, esos poetas primerizos que a diferencia de los niños no vienen con un pan bajo el brazo sino con un padrino que les bautiza y dirige su carrera como los entrenadores de boxeo dirigen la carrera de sus pupilos. No quiero dejar de mencionar tampoco que en estos últimos tiempos, el apoyo que me prestan numerosos cuadernos de bitácora ha contribuido a que mis poemas lleguen a más gente. ¿Cuál crees que es la situación actual de la poesía en Asturias? ¿Y en España? En Asturias, a mi juicio, la poesía está dividida en numerosos grupúsculos adscritos a tal o cuál corriente poética. La poesía, digamos, que se lleva el gato al agua, es para mí una poesía insulsa, de esa que provoca bostezos. Y luego

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Cruce de caminos está también la poesía que se escribe en asturiano o en bable. Sin embargo mis lecturas me hacen ser optimista, pues de un tiempo a esta parte están editando sus poemarios gente que practica una poesía con mucha fuerza, y me vienen a la memoria poetas como Sofía Castañón, Ana Vega, Pablo Texón, Carlos Martín Tornero, Miguel Rojo, Jordi Doce… En España, al igual que en Asturias, la poesía que lleva dominando durante los últimos 20 o 25 años es lo que sus máximos representantes denominan “poesía de ficción”, es decir, la mal llamada “poesía de la experiencia”, una poesía cuya temática principal parece ser el desamor, pero que está alejada del lenguaje, de la realidad y de los problemas cotidianos a los que nos enfrentamos cada día la mayor parte de los españoles…Luego, dentro de lo que se ha dado en denominar “poesía del silencio”, a pesar del hermetismo de algunas de sus composiciones, uno se encuentra con poetas muy válidos, con Antonio Gamoneda a la cabeza, Olvido García Valdés, Antonio Méndez Rubio…Sin embargo, a partir de la antología “Feroces”, coordinada por la enorme poeta Isla Correyero, y ahora más recientemente con antologías como “Poesía para bacterias”, “Poemas para cruzar el desierto” u “Once poetas críticos en la poesía española reciente” y gracias a la labor de editoriales independientes como Baile del Sol, por ejemplo, están surgiendo una serie de poetas que miran a la realidad a la cara y que escriben con una fuerza y una rabia de la hostia sobre temáticas hasta no hace mucho consideradas como no poéticas, y pienso en poetas como Enrique Falcón, Antonio Orihuela, Vicent Camps, Vicente Muñoz Álvarez, Míriam Reyes, Ángel Petisme, Mada Alderete, Uberto Stabile, Eva Vaz… o poetas más jóvenes como Ana Pérez Cañamares, Lluís Pons Mora, Nuria Mezquita, Inmaculada Luna, Ignacio Escuín, Nacho Tajahuerce, Safrika, Lucía Boscà, Javier Das…Todo esta explosión de poetas no sería posible sin el apoyo de editoriales como la ya mencionada Baile del Sol Ediciones o como Bartleby Editores, editorial esta última que está editando lo mejorcito de la poesía norteamericana contemporánea: Sharon Olds, C. K. Williams, la obra completa de Raymond Carver y dentro de nada el primer libro que se traduce en España, en edición bilingüe, de una poeta que dará mucho que hablar: Denise Duhamel…y que ha conseguido que muchos lectores de poesía hayan descubierto que existe otra poesía más cercana a sus propias inquietudes personales, y en mi opinión esa influencia se está dejando notar en bastantes poetas jóvenes que empiezan a escribir sus primeros poemas. ¿Cuál crees que es el futuro de la poesía española? Si la poesía que goza del favor de la crítica y de editoriales como Visor o Hiperión o Lumen, no deja paso a poetas más comprometidos con los problemas de su tiempo y más comprometidos con la verdad que con la ficción, y aunque no soy adivino, mucho me temo que el futuro se presenta más bien negro. De hecho, la brecha que se ha abierto entre la poesía y el pueblo llano es tan grande ya que, al paso que lleva, a la poesía le sucederá lo mismo que a la pintura: quedará reducida a los propios poetas y a sus tertulias; y para esto sí que no hace falta ser adivino: basta con entrar en casi cualquier librería y observar como el espacio que se dedica a la poesía se va reduciendo cada vez más. La gente de a pie, contra lo que piensan algunos capullos, no tiene nada de tonta y sabe cuando le están tomando el pelo y en conclusión está empezando a pasar de la poesía como de la mierda. Ahora bien, yo, personalmente, tengo mi esperanza puesta en que los futuros críticos de poesía o futuros profesores o catedráticos no sean tan parciales y no practiquen tanto el amiguismo como la inmensa mayoría de los que ahora reseñan libros de poemas o enseñan poesía en institutos y universidades. No hace mucho todavía que uno de esos futuros filólogos me dijo que tenían que ser ellos, los jóvenes, los que dinamitaran todo este bostezo en que se ha convertido la mayor parte de la poesía española. Hay muchos escritores de poesía, pero el género sigue siendo muy minoritario en cuanto a lectores y difusión, ¿A qué crees que se debe esta diferencia? En mi opinión se debe a que determinados poetas considerados como poetas mayores, algunos de ellos ya fallecidos, no eran tan buenos poetas como nos quisieron y aún quieren hacernos creer. Luego se debe también a los lacayos de esos poetas mayores que en vez de escribir se dedican a pegarse como lapas a esos poetas mayores. Después se debe a los jefes de los suplementos culturales más importantes que filtran a sus críticos lo que deben o no deben reseñar, ejerciendo lo que yo considero una censura en toda regla. Y también se debe a que determinadas editoriales se han decantado por editar libros de poetas mediocres que vienen con la faja de “Premio

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# 0 junio 2008 de…”, mientras siguen emperrados en no editar a determinados poetas que sí conectan con el público. También tienen su parte de culpa los libros que te obligan a leer en el instituto y que lo único que consiguen es que los jóvenes estudiantes identifiquen poesía con aburrimiento. Y por último: a la corrupción. Y digo corrupción porque mucha gente aún piensa que la poesía no genera dinero, aunque en realidad sí lo genera, pero solo para determinados poetas corruptos cuya única y principal preocupación es alejar al pueblo llano de la poesía para que el pueblo no se entere de sus tejemanejes, es decir, premios amañados, etc.…En otras palabras: que el pueblo permanezca en la inopia, en Babia, mientras ellos se adulan y premian entre sí y prosiguen impunemente con sus trapicheos y mamoneos… Hace poco se ha hecho un tributo en Illescas a tu poesía, un tributo independiente, donde incluso se leyó una carta enviada por Antonio Gamoneda dedicada a tu persona. ¿Qué tal la experiencia? Si te digo la verdad, aún no he asimilado del todo, toda la emoción que sentí en ese tributo. Pero la experiencia no pudo ser más positiva y yo, que me tengo por un tipo duro, hubo momentos en que la emoción me pudo y realmente no tenía palabras para expresar todo lo que estaba sintiendo y porque no soy de lágrima fácil que si no…. El hecho de que el local estuviera petado; el hecho de que acudieran poetas de casi toda España, algunos de ciudades tan lejanas como Valencia o Huelva; el hecho de que la mayoría de los poetas fueran poetas jóvenes o muy jóvenes y que leyeran poemas tan potentes que yo mismo hubiera firmado; más el hecho de la carta de Gamoneda (a quien solo conozco de una vez que coincidí con él en un tren a Valencia) o de la carta de Kutxi Romero o de varios poemas de poetas que no pudieron acudir, como Vicente Muñoz Álvarez, pero que querían estar presentes mediante sus versos, más el hecho de que el organizador de toda esta historia me demostrara y nos demostrara a todos los presentes que sin ningún tipo de ayuda por parte de ningún organismo oficial o cultural montara una velada poética en un bar petado hasta los topes y encima tuviera el detalle de imprimir camisetas con mi foto y con una de mis frases + marca páginas y otros detalles…pues bueno, todo eso es algo que todavía no he asimilado pues la verdad sea dicha no estoy acostumbrado a encontrarme con gente que se haya comportado tan bien conmigo como lo hicieron en Illescas los poetas, el público en sí y en especial Andrés Ramón Pérez Blanco, más conocido en la blogosfera como El Kebrantaversos y que fue el alma mater de toda esta movida y que a fecha de hoy más que un amigo es para mí un hermano, y no lo digo solo por organizar el tributo sino por otros gestos, por otros hechos que ha tenido conmigo desde que nos conocemos. En realidad a este tributo en Illescas le concedo más importancia que al mismísimo Premio Nobel, pues sé que fue un tributo sincero y no una cuestión de politiqueo barato, como es el caso del Premio Nobel u otros de índole similar que, salvo excepciones, solo han premiado a escritores mediocres y no a esos escritores que han cambiado el curso de la literatura y que no han recibido ni Premio Nobel ni hostias en vinagre… solo hostias… ¿Qué opinas sobre la polémica originada en torno a la figura de Gamoneda? Opino que demuestra que los que dieron comienzo a esa polémica hacen bueno ese dicho que dice que España es el país por excelencia de los envidiosos. En realidad, a los que montaron la polémica, lo que les jode, lo que les carcome, lo que llena de pus sus corazones, es que Gamoneda, a pesar del aislamiento a que fue sometido durante bastantes años, haya visto pasar por delante de su puerta los cadáveres de sus enemigos. Aunque, ahora que lo pienso, lo que más les jode a esos mierdas es que Gamoneda, a su edad, sea capaz de escribir poemas y poemarios cada vez más potentes y solo hace falta leer el poemario dedicado a su nieta (Cecilia y otros poemas) para darse cuenta que su poesía roza una perfección de la que los que originaron la polémica están a años luz. A mí, personalmente, me jodió sobre todo el patético y vergonzoso soneto que le dedicó ese cantautor que se apellida Sabrina o Sabina, no recuerdo muy bien su apellido, y que me parece de una bajeza tal que si ese tipo tuviera vergüenza se le caería la cara al suelo, pues aparte de faltarle al respeto a un poeta como la copa de un pino, le está faltando al respeto a una persona mayor, a un anciano, que ha demostrado y demuestra tener más cojones, talento y genio que todos esos polemistas juntos…Por suerte, en esta ocasión el tiempo, a diferencia de otros casos, y pienso en Modigliani o en Van Gogh, no se ha hecho de rogar y ha puesto a cada uno en el lugar que le corresponde, es decir, a Gamoneda en lo más alto de la poesía española y a sus detractores en el pozo de la mediocridad.

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Cruce de caminos

¿A qué huelen las nubes? ¿A qué huelen las nubes? Era un anuncio de compresas y el espectador, incrédulo, se preguntaba qué sentido tenía esa pregunta en un anuncio de este calibre. ¿A qué huele la derrota? Y nuestro espectador, incrédulo, se preguntará lo mismo pero esta vez sabrá dar una explicación. Todo el mundo ha sentido la derrota en sus carnes. Todo el mundo ha sido humillado. ¿Hasta qué punto publicidad y derrota están en la misma sintonía? La publicidad nos muestra un mundo idílico donde el que más tiene es más feliz que los demás. Nos muestra coches, mujeres preciosas, paraísos al alcance de la mano… sólo necesitas dinero. Y toda la felicidad que has soñado vendrá rodada. Sin embargo, basta un error en la apreciación del mensaje, en no sentir la necesidad de tenerlo todo, para quedarte en fuera de juego. La publicidad, entonces, no habla de ti. Habla de los otros. En realidad no hay nadie que hable de ti. Y lo que es peor, no hay nadie que hable contigo. La soledad, la desazón, el sentimiento de no pertenencia… todo eso nos conduce a la infelicidad. ¿Y qué viene detrás? Nadie lo sabe. Quizá Jim Morrison marcó el camino. Quizá no. La publicidad dice que el suicidio es cobardía. ¿Comprarse el último teléfono móvil del mercado es valentía? Quizá. Nadie lo sabe.

David Refoyo

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De papeles rasgados y vidas enteras Buscas repuestas en voces vacías. Regresas pero no sabes adónde, cargado con las falsas intenciones que te han hecho creer. las noches salvajes por quemar pesan en las ojeras que no ves en el espejo. El desamparo ya no es sensación se ha convertido, sin saber cómo, en solución. Aunque Dylan esté ahí, pero Dylan siempre está ahí:

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# 0 junio 2008

En las miradas perdidas por las ensoñaciones, en cada una de tus acciones por concluir. Doblas todas las esquinas pensando que por fin has llegado. y no te das cuenta de que calculaste mal, eso nunca supiste hacerlo. Andas perdido por el siglo XXI condenado al mismo castigo que Sísifo.

Piensas en convertir tu memoria en un folio en blanco, abandonado en el deseo de no poder reconocerte en el espejo. Pero los temblores del pasado te recuerdan que no hay que olvidar. Sobre tu mesa descansan ahora las coronas de laurel, junto a la carpeta en la que guardas todos los "adiós". a veces piensas si merecerá la pena... Fingir que no existes para las paredes desnudas de su habitación, desvanecerte como el humo por sus labios, creerte siempre un ave de paso. Pat Garrett

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