Dani Ortiz Cartomagia Semiautomatica Vol 2.pdf

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© GrupoKaps, 2013 © Dani DaOrtiz, 2013 Fotografías: Nébek Adur Salas Dibujo de la portada: Victor Leonardo Fernandez Queda prohibida la reproducción de este material por cualquier medio. Para más información, póngase en contacto con el Grupo Kaps Web del grupo: Grupokaps.com Web de la tienda: www.kaps-store.com Blog del autor: www.blogdaortiz.com Contactos: [email protected]

Por Dani DaOrtiz

www.kaps-store.com

Contenido Sobre estas notas 7 Los juegos 9 Agua y aceite en manos del espectador 11 Agua y aceite con sorpresa final 13 Coincidencia entre dos barajas 20 Cartas imaginarias 22 Volteo por delante 23 Pintaje semiautomático sobre la mesa 25 Sólo tú 27 Pintaje semiautomático de un palo 25 Back at the time 28

Sobre estas notas

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e aquí una nueva remesa de efectos Semiautomáticos. Como ya defendía en el primer librito, el motivo de llamarlos semiautomáticos, no radica en que algunos de los efectos puedan ser más difíciles que otros, sino en que la gran parte de un juego debe ponerla el mago. No creo que un juego pueda transmitir emociones por sí mismo, o por lo menos, no durante mucho tiempo. Por ello aconsejo ensayar cada juego y adaptarlo a uno mismo, y no pensar que necesitamos menos tiempo para ello, si el juego es fácil de realizar. Qué queremos expresar, cómo queremos presentarlo, etc. Sobre los efectos, debo decir que, como siempre, son efectos que llevo haciendo muchos años. Algunos más nuevos que otros, pero todos probados en público durante mucho tiempo. Un público a veces más o menos exigente, que han ido amoldando cada uno los juegos que se describen a continuación. A mí me han dado muy buenos momentos, y ahora, los dejo en tus manos para intentar que te aporte la felicidad que me han aportado a mi durante años, y que espero me sigan aportando. Ahora solo espero que los disfrutes. ¡Pasen y lean! Dani DaOrtiz 7

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Los Juegos

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Agua y aceite en manos del espectador Un bonito efecto donde le damos al espectador las dotes mágicas para que él mismo pueda separar en rojas y negras, un grupo de cartas previamente alternado. Las instrucciones son muy claras, nada confusas y creo que el efecto es muy mágico. Comenzamos diciendo que, en esta ocasión, será el propio espectador quien asuma el papel de mago. Para ello, separamos cuatro cartas (dos rojas y dos negras), y se la entregamos. Dile que, para que pueda seguir el efecto, tú harás lo mismo que él. No obstante, anúnciale, sólo él podrá realizar el efecto. Así pues, coge también cuatro cartas (dos rojas y dos negras). Pídele que alterne en colores, las cuatro cartas (roja-negra-roja-negra o al revés), mientras tú haces lo mismo. Aquí viene la primera parte del secreto: Mira cuál es el color de la última carta del espectador. En tu caso, deberás concluir con el color contrario. Así, di el paquete del espectador fuese rojo-negro-rojonegro, el tuyo debería ser negro-rojo-negro-rojo. Ambos paquetes estarán sujetos caras arriba en las manos (cada uno el suyo). Mira por un instante al espectador y dile que quizás el juego fuese más mágico si se usasen más cartas. Coge el paquete del espectador y déjalo cara arriba sobre la mesa. Simplemente 1 cógelo con la mano derecha y déjalo sobre la mesa. No vayas a manipularlo. Cuadra ligeramente el tuyo, ocultando la carta inferior, y déjalo sobre el del espectador, cara arriba (foto 1). Si tienes miedo a que puedan ver que el paquete comienza y acaba por una carta del mismo color, puedes dejarlo muy cuadrado (foto 2).

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Personalmente, creo que es mucho mejor dejarlo descuadrado. Nadie va a fijarse en este detalle, ya que la atención estará sobre lo que vas a hacer a continuación. Con cierta prisa, como queriendo salir de esta situación, abre la baraja entre las manos, separa y coloca sobre la mesa ocho cartas alternadas en colores. PERO, la cinta de cartas que dejes sobre la mesa, debe comenzar por el color contrario al que comienza el paquete del espectador. Esto es muy fácil de deducir, ya

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que será siempre el color contrario al que vemos en la cara del paquete del espectador (foto 3).

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Coge ahora el paquete cara abajo en tu mano izquierda, y pídele al espectador que haga lo mismo. Gira la carta superior y di: “La primera debe ser... (anuncia su color”. Cuando el espectador hace lo mismo, él tendrá la carta del color contrario. Sin darle ninguna importancia, pídele simplemente que la coloque en la parte inferior, y que gira ahora la superior, la cual, obviamente, será del mismo color que la que tú estás mostrando. Coge la segunda, junto a la primera, siempre sin alternar su orden, y muéstralas, para que vean que se trata de una pareja roja-negra. El espectador hará lo mismo (foto 4).

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Deja esta pareja de cartas caras abajo sobre la mesa. El espectador hará lo mismo. Coge ahora las siguientes dos cartas, sin enseñarlas, juntas y sin alterar su orden, y espera que el espectador haga lo mismo. Una vez hecho, hazle un gesto de dejar esas dos cartas sobre las dos anteriores que ya has dejado. Al hacer el gesto, el espectador soltará la pareja sobre la mesa. Tú harás lo mismo, pero antes de ello, deja ver que realmente es una pareja de roja-negra. En este proceso, para los espectadores, solo estamos mostrando la alternancia de las cartas. Cogemos nuevamente las siguientes dos cartas, y esperamos que el espectador haga lo mismo. Siempre recuerda, sin alternar su orden, juntas y caras abajo. Ahora mostramos estas dos cartas, esperamos que también lo haga el espectador, mostrando nuevamente la alternancia de colores, y las dejamos como las anteriores, cara abajo sobre las de la mesa (foto 5). Con las dos que quedan en tu mano, simplemente ábrelas en tu mano dejando ver que son dos, siembre cara abajo, y déja12

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las caer sobre la mesa. El espectador hará lo mismo. Cuadra ahora el montón de la mesa y cógelo cara arriba en tu mano izquierda. Espera que el espectador te siga también. Si la carta superior fuese roja, simplemente la cogemos, la pasamos abajo y decimos: - Es mejor dejar una negra. Si fuese negra, obviamente diríamos lo contrario. Es decir, justificamos pasar una carta de arriba hacia abajo, estando el montón cara arriba en las manos. Obviamente el espectador deberá hacer lo mismo. Y ya está todo hecho. Tu montón seguirá en alternancia de colores, y el montón del espectador tendrá sus colores separados. ¿Mágico verdad? Para concluir la presentación, tanto el mago como el espectador deberá colocar el montón cara arriba sobre la mesa (que para eso se cogió), y chasquear sus dedos sobre el mismo. El mago anuncia ahora que, obviamente, con él la magia no funciona, ya que los dotes los tiene el espectador. Extiende tu montón y muestra cómo las cartas siguen alternadas. Pero en cambio, cuando el espectador chasquea sus dedos y extiende su montón, todos verán sorprendidos cómo los colores se han separado.

Agua y Aceite con sorpresa final Y enseñada Opda

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amos a realizar una rutina de agua y aceite, donde al final todas cartas sorpresivamente se transforman en negras. Pero antes de continuar, vamos a aprender una enseñada muy sencilla, para mostrar tres cartas ocultando en todo momento una de ellas.

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Mostrada de tres (Enseñada OpDa): Coge tres cartas cuadradas, caras abajo en la mano izquierda. Vamos a mostrarlas, ocultando en todo momento la identidad de la carta central. La mano derecha sujeta el montón por la zona derecha, con el pulgar por debajo y dedos largos por arriba (foto 6). La mano derecha gira el montón cara arriba, realizando un empuje de las dos cartas superiores, juntas. Esto es muy fácil de realizar (foto 7). En un acto seguido, la mano derecha co13

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gerá estas dos cartas, pinzándolas primero por su esquina superior izquierda, y dejándolas finalmente en la palma de la mano, y (fotos 8 y 9) en una acción continua, la misma mano izquierda gira estas dos cartas caras abajo (foto 10) para dejar la carta superior sobre la mesa, en una acción continua (foto 11). Aleja la mano izquierda y seguidamente, la mano derecha deja la carta sobre la dejada anteriormente en la mesa. Lo hará girándola en un último momento como muestra la foto 12. Para concluir, la mano derecha coge cara abajo la carta que sujeta la mano izquierda, y la deja sobre las de la mesa. Pero al igual que con la carta anterior, primero se muestra y luego se gira sobre las dos, tal como muestra la figura. Advierte como la mano derecha coge primero la carta con el pulgar por debajo y dedos largos por arriba, y en el transcurso de dejarla en la mesa, la gira mostrando su cara, para concluir girándola sobre las de la mesa (foto 13). Y ahora, el juego: Antes de comenzar, habrá en lado izquierdo de la mesa tres cartas caras abajo. Éstas serán dos cartas negras y entre éstas, una roja. Las tres serán de puntos altos, como un 8,9 ó 10. A la derecha, también caras abajo, tres cartas rojas, también de puntos altos. 14

FASE I y II Coge las tres cartas de la derecha y realiza la enseñada OpDa, tal como hemos descrito. Aunque no tengamos que ocultar ninguna carta en este momento, realizaremos la enseñada como si así lo estuviésemos haciendo.

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Coge ahora el montón de la izquierda y realiza también la enseñada PERO, la última carta, en lugar de girarla sobre las dos de la mesa, gírala sobre la mesa, frente a los dos montones, tal como muestra la figura, a la vez que decimos: - Una negra... (foto 14). Con la mano derecha gira momentáneamente las tres cartas de la derecha, las tres rojas, a la vez que decimos: - ...con cualquiera de las rojas. Gira estas tres nuevamente sobre la mesa, y coge la superior, dejándola sobre la negra recién dejada frente a los montones. Coge ahora una a una las cartas superiores de ambos montones (comienza por el de la izquierda), alternando entre ellos, y dejando las cartas sobre el montón que se está formando, 13 diciendo: - negra, roja, negra y roja. No enseñes ninguna de las cartas. Al final quedará un montón en el centro de la mesa (foto 15). Coge ahora las tres cartas superiores, sin invertir su orden, y realizando la enseñada OpDa y mostrando solo cartas rojas. Como en este montón no tenemos que ocultar nada, en el momento que la mano izquierda coge las dos cartas caras arriba al comienzo, el pulgar puede desplazar la superior, mostrando dos cartas rojas abiertamente. Enséñalas y déjalas sobre la zona derecha que ocupaban anteriormente (foto 16). Coge posteriormente las otras tres cartas, y realizando la enseñada de cartas negras con la enseñada OpDa, déjalas a la izquierda. Nuevamente, la última carta no 15

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la dejes sobre las dos anteriores, sino en una situación avanzada y entre ambos paquetes, diciendo: - una negra... Levanta las tres rojas de la mesa y mostrando tres cartas rojas, di: ... con cualquiera de las rojas. Deja las rojas nuevamente cara abajo en su lugar, y repite el resto de acciones ya descritas, para volver a repetir el efecto:

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Coloca una a una cartas sobre la central, alternando entre paquetes, y creando así un aparente montón de cartas negras y rojas, sobre la mesa. Recuerda comenzar por el paquete rojo de la derecha, y no mostrar ninguna de las cartas que vas colocando (foto 17). Para mostrar la separación, igual que hicimos anteriormente, coge las tres cartas superiores de las extensión (las rojas), y realizando la enseñada OpDa, muestra cartas rojas y déjalas a la derecha.

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Coge ahora las tres restantes, y mostrando cartas negras gracias a la OpDa, muestra cartas negras. En esta ocasión, sí debes dejar la última carta sobre las dos ya mostradas, concluyendo la enseñada con normalidad. FASE III Vamos a volver a mezclar las cartas formando un montón de cartas alternadas en el centro de la mesa. PERO en esta ocasión, comenzaremos poniendo una carta roja. Para ello, coge con la mano derecha las tres cartas rojas y mostrándolas, di: - ... Siempre una carta roja... Gira el montón nuevamente cara abaho y deja la superior sobre la mesa, frente a ambos montones, siempre cara abajo. Coge ahora una a una de cada montón 16

(comenzando por el de negras, ya que has dejado ya una roja sobre la mesa), creado así un montón alternado de aparentes cartas rojas y negras sobre la mesa. Ahora, coge las tres cartas superiores y ANTES DE REALIZAR LA ENSEÑADA, pasa una carta de debajo a arriba. Realiza ahora la enseñada OpDa, mientras dices: Aquí cartas rojas... Coge ahora las otras tres y antes de comenzar la enseñada, pregunta: - ¿Y éstas? - negras (contestarán todos). ¡No! ¡Más rojas! Dices, mientras realiza la enseñada OpDa, mostrando más rojas, y dejándolas sobre las rojas mostradas anteriormente, creando sobre la mesa un montón de solo cartas rojas.

Coincidencia entre dos barajas.

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ste es uno de mis efectos preferidos. Creo que es de gran impacto, muy fácil de realizar, y lo podremos presentar en cualquier momento, haciendo uso de dos barajas completamente mezcladas. Si haces este juego para algún colega, podrás pedirle una baraja de cartas, sino, simplemente puedes llevar dos barajas.

Como idea paralela, te sugiero hacer este juego si quieres hacer algún cambio de barajas. Me explico: Una de las barajas solo entra en juego apenas unos segundos. Y debido a su claro manejo, no hará falta siquiera mezclarla. Por ello, podemos haber estado usando una baraja, ahora sacar esta nueva baraja a escena, y luego guardar la anterior y seguir con esta, que bien podría estar ordenada o preparada para otra secuencia de juegos. Sea como fuese, te describo el efecto en cuestión: Mantén preparada una carta girada, como segunda carta inferior. La baraja estará 17

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cara abajo en la mano izquierda (la girada será la inf-2). Ésta será también la carta que forzaremos en esta baraja. Pongamos como ejemplo que se trata del diez de picas.

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Abre la baraja entre las manos, sin llegar a la parte inferior, y pregúntale al espectador si hay alguna carta cara arriba. Aunque sí la hay, la aparente honestidad del mago, y el hecho de que el espectador no ve ninguna, le forzará a decir que no. Cuadra la baraja y entrégasela, cara abajo, pidiéndole que la lleve debajo de la mesa (estilo Tamariciano). Pide ahora a algún colega que te deje una baraja. De estar realizando magia para profanos, simplemente saca ahora una segunda baraja. Entrega este segunda baraja a alguien para que la mezcle (en caso de que no la quieras tener preparada para seguir con ella después). Mientras esto sucede, pídele al primer espectador que, siempre sin mirar, abra un abanico debajo de la mesa, y que coja una carta del centro, la cual deberá girar y perder nuevamente por la mitad. Pídele que cierre el abanico y mantenga la baraja debajo de la mesa. Ahora, vamos a realizar un bonito forzaje de Hofzinser, haciendo uso de la segunda baraja. Para ello, recupérala y busca a algún espectador que tenga un bolsillo a la altura de su pecho. Abre la baraja entre las manos con cualquier excusa (viendo el desorden, quiendo encontrar comodines para apartarlos, etc), localiza y deja en la parte superior, la misma carta que dejaste girada en la primera bajara (en nuestro ejemplo el diez de picas). Pídele al espectador que introduzca la baraja en su bolsillo del pecho, con las caras mirando hacia afuera. Mientras lo hace, mira al primer espectador y pídele que corte y complete la baraja debajo de la mesa, aproximadamente por la mitad. Esto sucederá en un momento no importante para los espectadores, los cuales no son conscientes, que realmente lo que estamos haciendo es intercambiar las posiciones de dos cartas. Ahora, la girada por el espectador quedará una de las primeras o unas de las últimas de la barajas, y la que giramos en la preparación (diez de picas en nuestro ejemplo), se encontrará aproximadamente por el centro. Si has pensado qué sucede si el espectador al cortar deja su carta girada como inferior o superior de la baraja, no te preocupes, eso lo veremos después. Volviendo al segundo espectador, le diremos que en un momento, contaremos hasta tres. Y que justo en ese momento, deberá coger una carta de la baraja. Es importante decirle UNA CARTA de la baraja, y no CUALQUIER CARTA de la baraja. PERO, que sólo tendrá un segundo para meter su mano en el bolsillo y sacar una carta. Así, contaremos uno, dos... y tres. El espectador meterá su mano en el bolsillo y cogerá sí o sí, la carta superior (el diez de picas). Esto es debido a que, si quiere buscar o escoger otra carta, necesitará más tiempo, ya que la incómoda posición de la baraja en el bolsillo, le impedirá que pueda rebuscar. Al ser el dedo pulgar el que empuja la carta, nunca cogerá la carta inferior. Si no fuese la carta, cosa que es difícil que suceda, simplemente le pedimos que no la muestre, o cualquier otro pretexto, y volvemos a realizar el forzaje. O simplemente, si así lo deseas, puedes usar cualquier otro forzaje que esté a la altura de este maravilloso método de Hofzinser. Si no lo ha hecho, pídele al espectador que muestra la carta. Pídele ahora al primer espectador que saque la baraja y te la entregue. Si la carta superior no está cara 18

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arriba, significa que todo está bien, y el espectador no ha cortado dejando su carta como sup. Un breve vistazo a la parte inferior inclinando levemente la baraja, nos delatará si ha dejado la carta girada en la parte inferior, tras el corte. De ser así, simplemente baja una carta de arriba hacia abajo. Gira posteriormente la baraja cara arriba en la mano izquierda, y realiza un abanico en las manos, teniendo la precaución de no abrir las primeras y últimas cartas. Esta es la misma técnica que empleo en el juego del Triunfo en Abanico, u Open Triumph. Ensayando apenas unos segundos, encontrarás el manejo de presiones que hará este abanico posible (foto 18).

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La verdadera carta del espectador quedará oculta entre las primeras o últimas cartas del abanico, desvelando una carta girada en el centro. Coge con tu mano derecha la carta y gírala cara arriba sobre la mesa, mostrando así una mágica coincidencia entre ésta carta, y la elegida por el segundo espectador. Pero... ¿qué sucede si tras el corte del espectador bajo la mesa, éste deja su carta girada como superior? Nada, nunca pasa nada. En este caso, haremos uso de una técnica de volteo a una mano, a la vez que extendemos la baraja sobre la mesa. La técnica la podemos catalogar como “Semiautomática”, ya que no tiene dificultad alguna. 19

Giro de la carta sup: La baraja se halla en la mano izquierda en posición de dar, con el dedo pulgar apoyado sobre su dorso (foto 19). Dicho dedo desplaza la carta superior hacia la izquierda, sin detenerse, queriéndola llevar a la parte inferior de la misma (foto 20). Una vez que la carta se acerca al borde izquierdo de la baraja, debido a la sujeción de la misma, vas a ver cómo comienza a girarse hacia la derecha. Los dedos largos también ayudarán a ello (foto 21). La baraja concluye girándose sobre la misma mano, y la carta descansará finalmente, girada cara arriba como el resto, sobre la parte inferior (que ahora será la superior, al quedar finalmente la baraja girada) (foto 22). Para ocultar este movimiento, es tan simple como realizarlo al mismo tiempo que la mano izquierda se mueve hacia la mesa, para extender la baraja en una acción continua a esta maniobra (foto 23).

Cartas Imaginarias

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ste efecto nace de versionar una idea de un juego de mi buen amigo Miguel Puga, que siempre me encantó, y que él bautizó como “Imaginación”. Como todas las versiones, y no adaptaciones, este juego mantiene la esencia de cartas imaginadas que se manifiestan, pero se diferencia en cuanto al efecto original. Antes de comenzar, tendremos dos cartas preparadas en la baraja: Una de ellas, un ocho de picas (o cualquier otro ocho), en octava posición en la parte superior, y un cinco de diamantes (o cualquier otro cinco), en quinta posición por la parte inferior. Ambas cartas estarán desplazadas en salida lateral derecha, ocultas por la cobertura de la mano derecha, la cual estará sujetando la baraja en posición biddle, tal como muestra la figura 24.

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Extiende de esta forma la baraja sobre la mesa, de derecha a izquierda, lo que hará que la propia extensión cubra las dos cartas preparadas, quedando ocultas bajo la misma Invitado espectador a que coloque su dedo índice sobre la extensión, tocando así cualquier carta. Si tocase una de los extremos, que nunca te sucederá, simplemente dile que toque una que esté bien perdida, lo que hará que toque una de la parte central (foto 25). Vamos a dejar que esta imagen no se escape de la memoria del espectador. Le diremos que mire de 20

derecha a izquierda la extensión y que te diga por qué ahí y no en otro lugar. Da igual cuál sea la respuesta, simplemente vamos a crear un anclaje visualmente fotográfico para que luego recuerde que no habían cartas caras arriba, en una extensión que él mismo vio. Pídele que coja la carta y la muestra a todos. Mientras tanto, recogerás la extensión de la mesa, con cuidado de no mostrar las dos cartas en salida lateral, y cuadrarás la baraja en tus manos. Actu seguido, cortarás aproximadamente por la mitad, manteniendo en tu mano derecha el montón que antes estaba como inferior de la baraja, e invitando al espectador a que deposite su carta sobre el montón superior sujetado por la mano izquierda. Una vez hecho, deja el montón de la mano derecha sobre el de la izquierda, concluyendo así el corte que comenzaste, y perdiendo la carta del espectador. Deja la baraja, cuadrada, sobre la mesa.

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Anuncia ahora que tratarás de encontrar imaginariamente ambas cartas. Simula coger de forma invisible una carta cualquiera de la baraja. Haz el gesto como si cogieses una de ella (no cojas nada) y mostrando la aparente carta cogida, pregunta si la elegida es el ocho de picas. Pásalo a la mano izquierda, como si de una carta real se tratase (recuerda que no tienes nada), y de igual forma haz los gestos de coger una nueva carta invisible, girándola y preguntando al espectador si su carta se trata del cinco de diamantes. Ante la nueva negativa, lanza una a una ambas cartas invisibles al centro de la baraja, que permanece cara abajo, cuadrada sobre la mesa. Una vez hecho, quéjate y di que las has lanzado por equivocación caras arriba. Extiende seguidamente la baraja sobre la mesa, mostrando la aparición real, de las dos cartas recién lanzadas con la imaginación. Ante el asombro de todos, anuncia que no has pretendido adivinar las cartas, sino realizar una predicción. Para comprobarlo, pide al espectador que señale una de las dos cartas caras arriba. Si señala el ocho, cuenta tú mismo con el dedo, una a una, hacia la derecha, ocho cartas. Pídele al espectador que coloque su dedo sobre esa carta. Si hubieses señalado el cinco, le dices, cuenta claramente hacia la izquierda cinco cartas. Todos verán que ambas cartas llevan a la elegida (foto 26). Hazle recordar ahora al espectador, que segundos antes estaba en esa misma posición, lo que le hará recordar que no había cartas caras arriba. Dile: mira la extensión y dime por qué esa carta. Hazle un gesto de complicidad, y pídele, primero que nombre su carta, y segundo que gira la carta, ante el asombro de todos. 21

Volteo por delante

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aciendo uso de un forzaje muy clásico, realizaremos una clásica rutina de un paso por delante. Usaremos dos barajas con diferente color de dorsos, que bien podemos traerlas de casa, o en el caso de hacer magia para colegas, pedir prestada una de ellas. Entrega ambas barajas para que se mezcle. Recupera una de ella y echa un vistazo a la carta superior. Para ello, puedes simplemente ver la carta inferior, y pasarla arriba empleando una mezcla por arrastre. Recupera la segunda baraja y realiza otra mezcla por arrastre, pero sin secreto alguno, simplemente para contagiar la situación anterior, y no darle más importancia a una baraja que a otra. Una vez hecho y sabiendo cuál es la carta superior de la primera baraja, pídele al espectador que coja y corte esta baraja aproximadamente por la mitad, y gire este paquete cortado, colocándolo cara arriba sobre la misma baraja. Ésta estará entonces con su mitad cara abajo y su mitad superior cara arriba. Recupera la baraja de las manos del espectador y déjala momentáneamente sobre tu mano izquierda. Pide ahora la segunda baraja, y en el transcurso de ir a cogerla, deja primera esta baraja sobre la mesa. Al colocarla sobre la mesa, la giraremos. Para ello la mano derecha coge la baraja por su parte inferior, por el pulgar por debajo y dedos largos por arriba, tal como muestra la fotografía 27. Mira al espectador que tiene la segunda baraja, como pidiéndole que te la entregue, mientras la mano derecha se gira palma hacia arriba, y deja la baraja girada sobre la mesa. Coge ahora la baraja del espectador, busca la misma carta que viste en la primera baraja, y déjala cara abajo sobre la mesa. Pídele ahora al espectador que extienda la baraja de la mesa, y coja la primera que carta que encuentre cara abajo, dejándola sobre la que has colocado en la mesa (foto 28). Evidentemente ambas cartas serán las mismas, pero nadie lo sabrá aún, ya que ambas están caras abajo. Ahora, antes de pedirle al espectador que cierre la extensión, nos fijaremos cual es la primera carta que está cara arriba en la extensión. La que se encuentra seguidamente a la derecha del lugar donde recién se eligió la carta, y cuyo ejemplo en la figura anterior muestra un dos de tréboles. Una vez hecho, pídele al espectador que cierre la extensión, y que, ahora sobre la misma mesa, corte un montón mayor que antes, y lo voltee de nuevo, dejándolo nuevamente sobre la baraja. Busca en nuestra baraja (que tiene el mago), la carta que acabas de ver, en nuestro ejemplo el dos de tréboles, y déjalo sobre la mesa, cara abajo, al lado de la pareja anterior, separada unos centímetros. Pídele nuevamente al espectador que extienda la baraja y que coja la primera carta que esté cara abajo, y la deje sobre la que acabas de poner tú sobre la mesa (foto 29). Nuevamente veremos la primera carta que se halla cara arriba en la extensión de la mesa (nuestra nueva carta clave), y repetiremos lo mismo: le pediremos al espectador que corte, gire y deje girado 22

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sobre la baraja un paquete mayor que el anterior, buscaremos en nuestra baraja la misma carta que hemos visto en la baraja de la mesa (carta clave), la dejaremos cara abajo sobre la mesa al lado de las dos parejas anteriores, para concluir pidiéndole al espectador que extienda la baraja, coja y coloque sobre la carta que hemos dejado, la primera carta que se halle cara abajo en la nueva extensión (foto 30).

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Una vez hecho todo, voltea cara abajo el montón superior de la extensión de la mesa, dejando una extensión de cartas sólo caras abajo. Deja la baraja que sujetas también sobre el lado derecho de la mesa (cuadrada), y prepárate para mostrar las coincidencias. Voltea lentamente cada pareja de cartas de la mesa, mostrando así el milagro.

Pintaje semiautomático sobre la mesa

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amos a realizar un bonito pintaje sobre la mesa, que bien podremos usar también para un cambio secreto. Vamos a describirlo paso por paso.

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La carta que va a ser cambiada, se halla sobre la mesa, cerca del borde. El dedo índice de la mano izquierda, está apoyado sobre su esquina inferior izquierda. La segunda carta, estará secretamente bajo la mano derecha, la cuál se hallará apoyada sobre el borde la mesa en posi23

La carta está oculta bajo la mano derecha..

ción de relajación, tal como muestra la figura. La distancia entre ambas manos no es más que la que te otorgue esta posición de relajación. Debido a la misma, la carta quedará ligeramente combada. Por ello es importante que no se presione mucho la carta sobre el borde, para que solo quede combada y no doblada forzosamente (foto 31).

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Ahora podemos hacer el cambio de la forma más sencilla, ya que todo está preparado sólo a la espera del mismo. Simplemente, mueve la mano derecha, siempre arrastrando la carta sobre la mesa, y situándose en una parte avanzada a la mano izquierda, como muestra la figura. La mano simplemente está apoyada sobre la carta, no ejerce presión sobre ella, para que ésta no pierda la combadura (foto 32).

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Se levanta la mano para que se pueda ver la posición de la carta.

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La mano derecha se acerca a la izquierda, mientras al índice de la mano izquierda presiona levemente la esquina de la carta donde está apoyado, haciendo que esta se levante levemente por su parte derecha. A la vez, la mano derecha deja que la esquina inferior izquierda de la carta que cubre, se inserte bajo la otra carta, por su parte central, tal como muestra la foto 33. La mano derecha hace un movimiento rotativo hacia la izquierda, tal como muestran las siguientes figuras, haciendo coincidir la esquina inferior de la carta, a la altura del dedo índice izquierdo, y cubriendo la carta superior (foto 34). Ahora, la mano derecha se apoyará levemente sobre la carta superior, y la arrastrará hacia la derecha. haciendo visible ahora la nueva carta (foto 35). La mano derecha, con la nueva carta oculta, se dirigirá nuevamente hacia el borde de la mesa, adaptando la misma posición de relajación que mantenía antes de comenzar. 24

Solo tú Esta es una adaptación de un clásico. Haremos uso de una secuencia de valores, que dotará al espectador de la capacidad de encontrar su propia carta, de una forma directa e incomprensible. Es un juego que he realizado durante mucho tiempo para otros colegas, o para profanos, siempre con un buen resultado. La preparación es muy simple: En la parte inferior de la baraja, tendremos una secuencia de 13 cartas, ordenadas del Rey al As, en cualquier orden de palos, siendo el As la que quede como carta inferior.

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Carta del espectador

Coge la baraja cara abajo en la mano izquierda y comienza a echar cartas sobre la mesa, por pequeños grupos de dos o tres cartas, formando un pequeño paquete sobre la mesa, hasta que el espectador te detenga. Cuando así sea, sobre la mesa habrá un pequeño paquete de unas diez cartas. Pídele al espectador que coja la carta superior del montón de la mesa, y que la muestre a todos. Una vez hecho, pídele que la deje en su lugar. Mientras esto ocurre, cortaremos un pequeño montón de más de 12 cartas, que pasaremos a la pare superior de la baraja, manteniendo una separación entre este montón y el resto de cartas. Una vez el espectador devuelve su carta sobre el montón de la mesa, cogeremos el montón hallado sobre la separación, y abriéndolo un poco (dando sensación de desinterés sobre el mismo), lo dejaremos caer sobre la carta del espectador. Es decir, ahora la carta del espectador se halla bajo la secuencia (foto 36). Continua cogiendo pequeños montones (ahora mayores que antes), y dejándolos sobre el de la mesa, hasta agotar todas las cartas de la mano. Cuadra ahora el montón de la mesa y anuncia lo siguiente: Si yo lo hago... ¡no sucede nada! Si tú lo haces (señalando a otro espectador diferente al que ha elegido la carta)... ¡no sucede nada! Pero si lo haces tú (señalando al espectador que eligió la carta)... ¡aparece! 25

Aquí no entenderán muy bien lo que estás diciendo, así que lo mostrarás. Corta un pequeño paquete de la baraja (apenas 8-10 cartas) y gíralo cara arriba en tu mano, mostrando el valor de la carta inferior. Supongamos que es un 8. Di:

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-¡Ocho! Si cuento ocho... Deja el montón cara arriba sobre la mesa, al lado de la baraja, y comienza a contar ocho cartas, cartas abajo, desde la baraja a la parte derecha de la misma, mostrando un tercer montón (foto 37). La carta número 8, muéstrala y pregunta al espectador: - ¿Es la tuya? Este dirá que no, a lo que responderás: ¿Ves? Nunca pasa nada. Coloca esta carta sobre las ya echadas caras abajo sobre la mesa, y todo este montón, colócalo cara arriba sobre el montón cortado anteriormente. Invita a hora a otro espectador (no al que eligió la carta), a que corte un pequeño paquete. Una vez hecho pídele que muestre la carta inferior, y que deje el montón, cara arriba, sobre el que ya se encuentra cara arriba sobre la mesa. Haz lo mismo que antes: Si la carta mostrada fuese un 6, por ejemplo, cuenta una a una, cara abajo, desde la parte superior de la baraja, seis cartas, que irás dejando a la derecha de la misma, tal como ya hiciste. Muestra la última carta mostrada y pregúntale nuevamente al espectador si es su carta. Éste dirá que no. Deja esta carta también cara abajo sobre las que acabas de contar, y coloca todo este grupo, cara arriba, sobre las ya contadas anteriormente (montón cara arriba de la mesa). Ahora le tocará el turno al espectador que eligió la carta. Pídele que corte aproximadamente por la mitad de la baraja, y que muestre la carta inferior del montón cortada. Supongamos que es un 10. Al igual que antes, que deje el montón cortado cara arriba sobre el montón cara arriba de la mesa. Ahora, tú mismo deberás contar diez cartas (en nuestro ejemplo), como ya has hecho anteriormente: una a una, desde la baraja, dejándolas cara abajo sobre la mesa según la vas contando. Sujeta la décima carta, en nuestro ejemplo, y con ella aún sujeta en la mano derecha, pídele al propio espectador que nombre su carta. Gírala y muestra cómo inexplicablemente es la carta que sujeta el mago. ¿A qué es debido esto? Los dos primeros cortes realizados por un espectador y propio mago, simplemente nos ha servidor para ir eliminando cartas de la baraja, dejando finalmente la secuencia de cartas Rey-As, aproximadamente en el centro de la baraja que queda aún sobre la mesa. Cuando finalmente el espectador que eligió la carta corta aproximadamente la mitad de la baraja, cortará por una de las cartas de la secuencia, la que le llevará a la elegida. Si vemos que quedan muchas cartas en la baraja cuando es el turno del espectador, le podemos orientar 26

pidiéndole que corte un poco más debajo de la mitad, o lo que se precise. Aunque esto último no creo que tengas que hacerlo nunca.

Pintaje semiautomático de un palo. (Y sorpresa final)

E

ste juego lo hago hace muchos años. Es muy sencillo de realizar y muy mágico. Además de poder realizar un bonito efecto, nos servirá para aprender un pintaje de un grupo de cartas, como un palo completo, tal como vemos en este ejemplo.

Preparación Para ello, antes de comenzar, para su preparación, separaremos el palo de picas y de corazones. Ambos palos, lo ordenaremos del As al Rey, y le quitaremos el valor 6, que dejaremos de momento a un lado. Ahora extenderemos el palo de picas cara arriba sobre la mesa, y entre sus cartas, insertaremos cara abajo el palo de corazones, alternado pues, cara abajo y cara ariba, siendo las caras arribas las de picas, y las caras abajo las de corazones. Para que el palo de corazones quedé preso del palo de picas, entre la dama y rey de picas, se hallará el as y dos de corazones (foto 38). Para concluir, deja este montón en la parte inferior de la baraja (estando ésta cara abajo), con el palo de picas mirando hacia arriba. Deja ahora los dos seis caras abajo, en la parte superior de la baraja, siendo el de picas, el que quede arriba. Concluyendo, coloca una carta cualquiera en la parte inferior de la baraja, evitando poder mostrar accidentalmente el As de picas cara arriba en la parte inferior (foto 39). Presentación Entrega la baraja cara abajo al espectador. Pídele que eche cartas una a una sobre la mesa, cara abajo, formando un montón sobre la mesa. Pídele que eche bastantes, sobre 10, 15 ó 20. Mientras así lo hace, evita mirarlo para 27

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que nadie lo haga. Una vez hecho, pídele al espectador que deje la baraja sobre mesa, y coja el montón formado y lo lleve debajo de la mesa. Mientras coge tú la baraja, pídele ahora que coja la carta superior e inferior del montón que ha llevado debajo de la mesa, y la coloque juntas en medio de la baraja, por si acaso alguien la hubiese visto.

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Pídele ahora que coja la carta inferior del montón (siempre debajo de la mesa), y se la guarde en un bolsillo. Hecho, pídele que saque nuevamente el montón y lo deje sobre la mesa. Entiende el montón que ha dejado, abriéndolo hacia la derecha, sobre la mesa (foto 40).

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Abre las primeras cartas de la baraja, desplazándolas hacia la derecha (cuidando de no mostrar las primeras caras arriba que están cerca de la parte superior), y de esta forma, deja la baraja sin ninguna importancia, sobre las extendidas sobre la mesa, tal como muestra la foto 41.

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Deja que se proyecte esta imagen de la baraja,mientras hablas de lo que va a suceder. Anuncia que vas a tratar de adivinar la carta elegida, realizando para ello una predicción imaginaria y muy mágica. Di que intentarás extraer de forma invisible, todas y cada una de las cartas del mismo palo al de la carta elegida.

Coge la baraja, cuádrala y déjala frente a ti sobre la mesa. Realiza el gesto imaginario de ir extrayendo algunas cartas de la baraja (obviamente no cojas nada, solo lo simulas). Ve poniendo estas cartas imaginarias sobre la mano izquierda. Coge ahora estas cartas invisibles y lánzalas de nuevo en la baraja, pero caras arriba. Recuerda que siempre lo simulas, no coges nada. Ahora anuncia que has extraído imaginariamente todo el palo y lo has dejado cara arriba en el centro de la baraja. Ahora solo deberás chasquear los dedos para hacerlo realidad. Chasquea los dedos sobre la baraja y extiéndela cara abajo, mostrando en el centro de la extensión, todo el palo de picas, ordenado (foto 42). Coge ahora todas las cartas del palo del centro de la baraja, en tus manos, tal como muestra la figura. Advierte como el As de picas es la primera carta de la izquierda, y el rey la última (foto 43). 28

Pregunta al espectador si echa en falta alguna carta. Éste dirá que el número seis. Así pues, pídele que saque la carta de su bolsillo y la muestra a todos. Mientras esto ocurre, cuadra este montón y gíralo, quedando el rey de picas ahora en la parte inferior, cara abajo. Coge el montón y déjalo sobre el montón izquierdo de la mesa cuadrando todo el montón, y sobre estos, coge el montón derecho y déjalo también sobre la baraja. De esta forma se habrá recompuesto la baraja, dejándola cuadrada sobre la mesa. Todo esto se hará mientras el espectador muestra la carta. Cuando así sea, todos verán que ha habido un error, ya que la carta es el seis, pero no de picas, sino de corazones. Mira al espectador con cierta extrañeza y dile: Bueno... ¡no ocurre nada! Chasquea ahora nuevamente la baraja, y extiéndela sobre la mesa, mostrando como ahora son las de corazones, las cartas vueltas y ordenadas en el medio de la extensión. Coge la carta del espectador e insértala entre el cinco y el siete, acabando así el efecto y recibiendo los aplausos.

Back at The Time

E

ste efecto es una combinación de “La Carta al Número” y “Rota y Recompuesta”. Un juego Semiautomático, muy sencillo de realizar y de gran efecto sobre el público.

Necesitaremos un duplicado de una carta. Supongamos que se trata de un diez de Picas. Para la preparación de la baraja, tendremos uno de los dieces de picas como carta superior. Además, pondremos dos cartas giradas en la parte inferior, siendo la inferior el otro diez de picas. De esta forma, la baraja estará ordenada de la siguiente forma: De arriba hacia abajo estando cara arriba, un Diez de Picas, el resto de la baraja, una carta indiferente girada cara arriba, y el otro Diez de picas, también girado cara arriba. Para comenzar, entrégale la baraja a un espectador y pídele que piense un número cualquiera, entre 1 y 40 aproximadamente, para no hacer el juego tan largo. Una vez hecho, pídele que cuente una a una, sobre la mesa, cara abajo y una sobre la otra, tantas cartas como el número pensado. Anuncia que no mirarás al espectador, para no saber cuál es el número. En este momento puedes hablar sobre el efecto. Una vez que el espectador ha concluido, uno de los dieces de Picas, se hallará en la parte inferior del montón formado por el mismo espectador. Señálale un lado de la mesa, pidiéndole que deje ahí la baraja. Además, pídele que señale a un espectador de la izquierda. Mientras esto sucede, la mano izquierda coge la baraja de la mesa, tal como muestra la figura (foto 44). Gira la mano izquierda palma hacia arriba, a la vez que con la mano derecha llamas la atención del espectador señalado por el espectador. Esto quitará la atención de la baraja, la cual habremos volteado 29

44 La mano izquierda, quedando ausente de atención, gira la baraja. La atención estará expuesta sobre el espectador.

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secretamente con este movimiento de mano (foto 45). Acércale la baraja al espectador señalado, a la vez que le pides que coja la carta superior, y se la enseñe a todos. Mientras esto sucede, y aprovechando que la atención se encuentra sobre la carta mostrada, vamos a realizar el giro secreto de la carta superior, usando la técnica que ya usamos en el juego “Coincidencia entre dos barajas: Giro de la carta superior”. A la vez que giramos a una mano esta carta, la mano derecha coge las cartas contadas por el espectador, y las colocará sobre la baraja. La baraja se dejará en el lugar que ocupaba las cartas contadas. En este momento, habrá un diez de picas en manos del espectador, y el otro ya estará en la baraja, ocupando la posición pensada por el primer espectador. Posición que desconocemos, pero que no nos importa, ya que él mismo, al invertir las cartas, se encargó de dejar allí. Ahora solo nos queda la rotura y desaparición de los trozos. Para ello, pide la carta y rómpela primero en dos, luego en cuatro y finalmente en ocho trozos. La desaparición de los trozos lo dejo un poco a tu elección. Si no eres muy dado a la manipulación, podrás usar un Falso Pulgar para la desaparición. Si no, puedes hacer algún falso depósito de los mismos, o bien lanzarlos al regazo y mostrar la posterior desaparición. Ahora sólo queda vender el milagro. Hablar de que realmente la carta nunca se eligió, ni se enseñó, ni siquiera se rompió. Como prueba de ello, pídele al espectador que por primera vez nombre su número pensado. Una vez hecho, pídele que cuente y mire qué carta se halla en la posición pensada, revelando allí la carta, restaurada. Ahora, ¡a disfrutar de los aplausos!

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