El Chaman Y El Jaguar

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estudio de las drogas narc6ticas entre los iadios de Colombia

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rlglo velnlluno argentlna edltorea, ca Ir{rcr.Aoro, por Richard Eaans schultes

rlglo velnlluno do colombla, ltda

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odlcl6n cn orpdrol, 1978 @ riglo rd cdltorcr, r, r. Primcrr odlcl6n in irgl6r, 1975

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968-29-0285-4 1975 by g. rciclrcl-dolnratoff tltulo orlglnol I tho shnrntn 6nd the jagua. a study of nucotic druSa onllrng thc indians of colombia

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derechol tcrcrvldor coulormc o la ley irilprco y hocho cn m6xico printed and nade in moxico t5J

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lrrrtr visto c.n 1ascinaci6n la excesiva preeminencia l;rrrrclirrrlio conccde a ciertos animales. En algunas rlllt1t,rr i',lrtr rrtr ilrrrrlcs cs al llifalo, Iin M6xico, al venado. Aves y anllidrr. l,||rr,, r,,r!,r |oDro rniticos, tlcscmpciian papeles semejantes en 11! r,l,,u1u t,,rr,.r rl. Il nnturalcza por los aborigenes. I rrr 1,r, l,l,,r rlrrr. vivcn en los tr6l)icos hirmedos han tendido a conlGllll llr I ,rt|rr ir'rtr lrtrtit:ular a la boa constrictor o la anaconda y a tlirr't*,r l,,lrrr.r, y lr,s cstudios arqueol6gicos indican que el significado rlrlllrltrrr r,ulu.,irrl :rtlilruido a estos aninales data por lo menos de t{ltll rrll ,rrr,,*. ll'r'o acaso sea el jaguar el que sobrepase a todos Ira rl,trr'i" ,rrrirrrrl's cn las ideas de los aborigenes relativas a la crearhlt, rt l,r tr'l rrl,rcirirr sobrenatural de la existencia terrena, de la vida thl ttrnl rrll,i .. r'n suma, en la esencia misma de muchas de nuestras I ttllttlnr llllrr ii irll:rs. ,' ll rr r1rrr1,' lirrlrr lrr ,ri;r.r'tos de la supremacia del jaguar han sido ya anotatltr I rlnrrr r itor lrircc mucho tiempo en los estudioc etnol6gicos: la gran ltFlurr tir rlrl rrotivo del jaguar en las formas artisticas primitivas; la lv;lrrrlrrr r ir',rr rlt: sonidos y costumbres del jaguar en las danzas y ritualx tlr, l,,r irrrlios; cl papel del jaguar en los cuentos tradicionales abori;rtur, lrr llccucute propiciaci6n de espiritus relacionados con el jallil , r,l r',r$tlnte empleo de palabras que representan el jaguar en la th,rlH r', i,',n de ciertos medicamentos y ciertas practicas m6dicas; el lllall l|rrnr rrl cham6n como "el jaguar" y su vestimenta de jaguar th lr,r rilurlrs m6gicos; la vinculaci6n del jaguar con las plantas alur lltd{Frli urlpadas y su empleo. fltimamente se ha centrado la atentltltt nrr lrr lntima relaci6n ceremonial entre el hombre y el jaguar, :tLtd lrrlo cn relaci6n con las sustancias embriagantes. Buena parte th lt lr lcfrr
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lltr^r'1|, no lrlr*io^lldoll gcogMfico ni ct'ogrrficamente. Entre ]os Tukanoanor

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* u,1c tp."" "i"_#,'"?r"r_ o" fli'11, lT-9-11 ",", r'r lruorro, "" .;; I'ero el eqiiritu del cham6n ""}fl ?,j::o:r Jafruar, y el.pcligro continrla. En.r er*_"y"'l.i_f;lr", ^"rr"ia1'p.r.*'ii*,"ri".'l"la, 8c vuctven jaguares despu6s de haber ;i';j;;iii*i,il'#ie , y tapircs.por la setva con g."" :::fl-":l"lff vgsii+.d9 alfaieria-de r, a"

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._"i; r"jil;'E";#,*"" ci"l,il:;';;ir: i,',ji,fl1,,,, d" lo menos tres ""rt"* mil afros, ;i.;;-;;;;;#;;U., S_:9T "rte"

i11H:1,:,ffi iiliJ:"1;1.:"il:i_:.,ru::ar.afu""y aluden al jaguar_, como ente los Kams6 de Colom*". bia,*:TgT^": que ltaman a una de;;;4il;;";';ffi';ffii_:il1:il hw ay b orra h er o embrjasante rlr 1"g"".1..il'r'fir;;Hilifi ;.", colombiano relatan que c

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r-os ejemptos son innum"erables. U"u l"rg; corroboraria atgo ya bien sabido. se ,1"* ilrTq", vamos a hacer con este crimulo de datos tan

santes

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significativos.

Gerardo Reichel-Dolmaroff se ha propuesto Sus affos de originatisima y p.orundu.'Ja*i-a" abordar el problema. r"ilir*".ii,i #J* o terreno le han proporcionado in en una escala que no suele

sallarse

al

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:]:':itjc"o..;ii:;;ilff :il"'i,5jtr?'.""H_lll'::l:',tl ilffi:,:,?'fi::T,[fi?i#:",m*il;ff;lnu:iL*: -q;;

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aceptartas todas.

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"o"ri*" llo,rnas de las traicendentes co,nclusiones a q-ue llega. pero este libro duiar6. Ee tr,.;d;;.;;,;"ft;:k"trafrar' con un modo Dersohat .le .urlr"" "t t*- arto-i-il5" irii"llo*, uno de los. mayores enigmas de la etnolog{a contempor6nea. Es nosible que su valor principal-no radique en ?*ito drrr*"il;r;r,,;." aorcne todas. sus inrerpretaciones y explicaciones, "l "onaquellos que

u"n.or,

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ffi;;;;l*_ Irdad, 8u audacia, su sinceridad y po1 tir, _y ;'; ;;;"j,"."r"* * emporio en llamrr Ja atenci6n hr.it ", i;";;;"i;;lJ;*" :i:= a teatrzar y su alicnto a una in!,e!rid,.ix., -*..;i^:':l-1 :" '1 :. vestigaci6n y estudios interpretattvos mds amplios, Se ha dicho que Ia raz6n de I

optil", y ruiin* lrr*r", .i,1i,l',Jr";i1l*Portarcia.que tienen

yia.ruera,d.",;;;;j,;;i;;;;',,:'?;-,Tff

los grandes

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lhl rn cvidente que semejante explicaci6n no puede resistir ni4grirt a*lrrr.rr detenido. Hasta ha habido intentos de proponer explicaciones "lrltrr1rrlrrricas": que la gran frecuencia de la aparici6n de jaguares y ltlos felinos y de serpientes en las descripciones de la embriaguez lrrrrlrrcida por el caapi podria debene a una facultad de los compoIrnrrtcr quimicos activos de la planta alucin6gena para inducir visiones rll trrnas de tipos definidos. Pero no hay la menor prueba de tal esperllilirlad de acci6n. Entonces nos queda la casi certidumbre de que nrr cl londo de esa preponderancia del jaguar en tantas culturas se

experiencias antiguas hondamente arraigadas y muy poritivas lrctualmente forman parte de la mente del aborigen. ReichelI )"lrnatoff, con humildad y comprensi6n empitl,ca, ha tratado eal este vrrlrrmen de ponernos en camino hacia el esclarecimiento de algunas

Ilrllrn

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tirles razones ocultas.

Podria parecer harto ins6lito el que se le pida a un estudioso de lnr plantas un prefacio para un libro como 6ste. El jagua.r y el chamarrisruo son cosas que parecen muy alejadas de la bot6nica. Al principio tuve cierto recelo en aceptar la invitaci6n, Pero esti, llegando el dia rlcl enfoque interdisciplinario, y considero un honor que se nre pida mi opini6n acerca de lo que el futuro acaso considere rma contribuci6n cnpital a nuestro entendimiento del pensamiento en las sociedades nrnerindias primitivas. El hombre de las sociedades primitivas vive en relaci6a mucho rrrfu estrecha y personal con su vegetaci6n ambiente que el hombre rlc nuestras modernas culturas tecnol6gicas. El chamanismo depende en gran parte de las potencias sobrcnaturales que residen en ciertas planttts. Estas divinidades residentes son componentes quimicos org6nicos que permiten al mortal comunicarse por medio de alucinaciones visua. lcs, auditivas y otras con el mundo de los espiritus que rige todos los n8pectos de la er
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Ertrlr,, r,rt sido sustanciar, r rut ttt[rtlli('nes y criticas lueron.

RECONOCIMIDNTOS

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Durante Ios aflos en que se escribi6 esta obra, muchos individuos e tituciones contribuyeron de distintos modos a su desarrollo y ci6n. Es un agradable deber manifestar mi gratitud por la aluda me prestzron. La investigaci6n inicia.l sobre el terreno se realiz6 con el de la Univenidad de los Andes, y estoy agradecido a esta instituci6riL por la indispensable ayuda que me prest6. Debo un agradecimiento especial al Committee on Urgent Anthropology del Smithsonian Center for the Study of Maq que concedi6 fondos adicionales para investi gaci6n, y deseo expresar mi sincera gratitud al director del programa, doctor Samuel Stanley, por su ayuda. El Instituto Colombiano de Antropologia, del ministerio colombiano de Educaci6n Nacional, me provey6 de las autorizaciones oficiales necesarias, y tengo una deuda particular de agradecimiento con este organismo. Sobre el terreno, los repres€ntantes de las misiones cat6licas y las autoridades civiles locales me prestaron asistencia de muchos modos, y debo gratitud a monsef,or Belarmino Corr6a, prefecto apost6lico del territori'o de Vaup&, asi como al comisario de distrito, doctor Narciso Matus Torres. Estoy sumamente agradecido a la Universidad de Cambridge, que me honr6 con una beca de visitante en 1970 y donde pude realizar parte de mi investigaci6n de biblioteca" y deseo manifestar mi gratitud al Centre of Latin-American Studies y al Master y los Fellows del Corpus Christi Ccllege por la agradable hospitalidad que me brin-

daron durante mi estadia en Carnbridge. Estoy err deuda tambi6n con muchos amigos de Bogot6, de cuyas pl6ticas saqu€ provecho de muy diversos modos. El doctor Federico Medem, director del fnstituto de Biologla Tropical "Roberto Franco" ( Univenidad Nacional de Colombia) , en Villavicencio, comparti6 conmigo su profundo conocimiento de la selva lluviosa, y varios dis. tinguidos psiquiatras, sobre todo el doctor Fraacisco Cobos y los docl tores Jaime e Inga Villarreal, me concedieron cim total generosidad parte de su tiempo para examinar conmigo muchos aspectos relacir nados con las csferas de su competencia. El doctor Richard Evans Schultes, director del museo botinico de la Universidad de Harvard y autoridad mundial en plantas narc6ticas de la regi6n anzz6nica, to dej6 de alentar mi interds por este campo de investigaci6n, y le estoy muy agradecido por su estimulo. La contribuci6n de mi esposa a este t

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de la Uniueriidad rlrr'trrl liichard Evans Schultes'

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mis informantes "*'i;t,;;; ;; ";pteo ;;" deuda de asradecimiento cqn estudio' posible hicieron -este ,,',li:,:.":;;' ;*?;iiiaua-v r'*piii-ria"d ayrd6 sustarcialmente en la

i"t6tpt"t" Jl'-a' muchos merecen mi pefir,,J,i""iOn de muchos textos, y con 6l otros t.'" p"'i"'o' en *asmitirme su saber

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El asunto principal de esta obra es el uso de ciertas drosas na entre los indios colombianos y el complejo d" t.urfo;;;i; ;; lntimamente relacionado con 61. Su ,fu;Jr. los rilualys y las interpretacion","r, ""i" r", i"J(""*

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ll?1r"::1":: ci6n con uso de drogas y Ia esfera a" f, .f r.i*t-l.l-o"_* _el hacia un 11-,1,,.,t:lu" TTp.qu estudio que hasta hoy pLece reclDroo muy poca corsideraci6n.

I

La exposici6n es primordialmente descriptiva; la contribuci6n que espero hacer consiste en dar un cuerpo de referencias v ao",.,_Lro, -Ul*" este aspecro.de la curtura d" ,a*igr;", s," este campo equipos de esp€cialistas, porqui qpo

l; Il::lt:: tjh: p-. of llt:t_:fl:" parece que el tiempo est6 transcurriend; muy aprisa. Si i:elreT.1"ot9: lrbro ilegara a estimurar a otros en ra lormuraci6n de sus desicnios lfy.rlisrloior, habr6 cumplido ," p"op"rir" frinffi. ui;";i,br_

luento de 106 sistemas sim.b6licos indigenas, Ii mueite de la vieja ged:.i"di9:, que todavia aman slu rnodo de ,r"ail"""ily r. l,"jffl6l raprda aculturaci6n en todos los aspectos de la cultura "ia, aboriginal es6n conduciendo actuahnente a la irreparable pe.ala. + de conocimientos acerca de las propiedades y .pli"u.iorr"" "" "^L'."_"f" a"iulif"n_ tao_, adqutndo por los amerindios a lo largo'de miles de aflos. Es'proqu: buena parte de esre saber,". d; Pll€tyo:T", oot, que ya tiene una considerable deuda en este r$Decto

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con lo8 mcuos amcricanos. yerbas medicinales, venenos, anticoncep.tivos, y otras muchas drogas lorman

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Pem este caudal de informaci6n se perder6

fuetze para salvarlo. l

p*" a"i.'"Ji#irah,

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hacerr pronto es-

Fx preciso hacer rmas cuantas ob,servaciones para explicar la organizaci6n del libro y describir los materiales en que';

b*;:;;;;;;*"

caprulos son un rntento de reunir algunas de las muctlas

ddi9:

drogas. alucin6genas que se-hallan

"eierencias f" UiUii.e.JL.'E"

.l caplulo II he tratado de presentar un repaso hist6rico "n del iso del polno o rap6 narc6tico entre los indios de Colombia, l^."a, pri""ioJi*t" .l

las prirneras luentes espafiotas

y,'";-;;;.i;;;;;..,

Tlp.l en relatos de vlaJes, invcstigaciones etnol6gicas y otra informaci6n, En este prrmer capitulo hice liberal uso de citas porque muchas de esas fuentes no son acceeibles a los lectores a" i"Jicriy -".ii;;;;"y el ta(to original en las noras. Me par.9ci6 ,i""""Jd. "1, "*irl.gi.Ti*,"-

l l2l

lr,rtitorio colombiano, pero s6 perfectamente que los rap* o F+tivtr trlr',6ticos fueron o son todavia usados en otras muchas partes. lr ltr t t,,1u'ro mi intenci6n abarcar todo este carnpo, puesto que el &hhlkr rrrlrrrrbiano proporciona abundantes datos para los fines de tth nrlrrrllrr introductodo como 6ste. !,rr nl t:irpitulo 2 menciono las pociones de Banisteiopsis, brebajs dg{l|rrr prcparados con ulla enredadera silvestre cuya existencia no d:r.rrlrr['r hnsta el siglo pasado el botinico inglds Richard Spruce, y rlyrr crrrpleo por los indigenas parece limitarse a ciertas regiones kclnr, lrlirrcipalmente al este de los Aades. Mis fuentes fundamentales llntrrtr en cste caso los informes de bot6nicos, viajeros y etn6grafos que r tsl {iglo y medio pasados escribieron sobre este asunto. Desgaaciarlnttrr.rrtr:, faltan referencias anteriores. En estos dos primeros capitulos Ire rrrrr
dc datos publicados acerca del uso de las drogas por y el chamanismo elr ciertas culturas colornbianas. A partir del capitulo 4 limito mi campo de investigaci6n a

plhrr:i6n

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ltulip3.rux

los

hrtlirx dc la selva pluvial del territorio de Vaupds, en la parte colom. Irirrrrir del noroeste amazinico. Este capitulo tiene la intenci6n de servir

rhr irrtroducci6n general al medio arnbiente local y sus habitantes. El rrll,lcrial pr€sentado en los capitulos 5 a 10 se compone princilalmente th tcxtos tomados sobre el terreno y comentados por los indios mismos. lht,,s capitulos son, pues, resultado del trabajo de campo y de expetlcnt:ias personales. l)cspu6s de una breve visita al Vaup6s en 1951, mi inter6s por esta x,gi6n se renov6 en 1966 cuando trab6 conocimiento con un indio rh,luna aculturado, Antonio Guan6n, quien me proporcion6 un volu-, rrrirroso crlmulo de informaci6n sobre el modo de ver 6l su cultu.ra |rlnl, lo que al cabo condujo a la publicaci6n de ulr lib,ro sobre alguro,i lspectos del sirnbolismo religioso (Reichel-Dolmatoff, 1971). Esta llrrrrstituci6n de un complejo sistema de creencias, visto con los ojos rh un solo informante, podria, claro estr., contener algunos errores o tr,r'llivcrsaciones, pero la calidad general de la informaci6n proporciorrntlu por Guzn6n parecia autorizar la publicaci6n de este miterial,

Arrtulrc mi informante tenia poca experiencia directa de las drogas tnrr'(rticas empleadas dentro del contexto de su cultura nativa, daba

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lr cnt(nrdcr (lrrc los cfcctos psicotr6picos producidos por esas cran cl mcollo de muchas creencias, y durante nuestra labor guieltc dccidl concentrarme en este aspecto y reunir cuanta informaci6n mc fuera posible sobre 61. Por eso este libro es en todo lo esencial continuilci6n del volumen mencionado. Mc apresuro a explicar que los datos que al cabo pude recoger ron incompletos n en muchos sentidoo, someros, Aunque los indios en general no mantienen secreto su uso de las drogas narc6ticas ni el que tienen de interpretar sus efectos, es dific.il llevar a cabo cualquier investigaci6n de este aspecto de su cultura, no s6lo debido a sus complejas interrelaciones con los mitos, el ritual y la organizaci6n social, sino tambi6n porque los estados alterados de consciencia no son ficiles de definir, describir ni explicar en ningin contexto cultural. Es 6sta una. mna limitofe de investigaci6n donde es sabido que resulta f6cil perder pie, y todo intento de interpretaci6n est6 expuesto a muchos peligros y tampas. Desde 1966 hasta principios de 1969 trabaj6 con Antonio

--el informante indigena- y en varias

ocasiones viaj6 con 6l

Guzn,n al terri-

torio del Vaup6s para grabar textos y obtener comentarios lo mfu detallados que fuera posible sobre ellos con ayuda de aquel cornpetentisimo int6rprete. Aunque el trabajo real sobre el terreno s6lo dur6 poco m6s de cinco meses, tres de ellos en la regi6n general de Mitir y dos via-

jando por el Pira-paran6, las traduccjones

y

comentarios de estos

ter.tos nos ocuparon casi dos affos, en los cuales adquiri un conocimiento

suficiente de la lengua desana para traducir algunos trozos y discutir detalles de contenido y sigaificado. La mayor parte de esta labor se concentr6 en el uso de drogas y en el chamanismo, pero se examin6 cierto nfimero de cuestiones afines y en nuestros recorridos ocasionales por el terreno recogimos informaci6n adicional por la observaci6n perronal y en convenaciones con muchos otros inforrnantes indios. En Ia descripci6n e interpretaci6n del uso de drogas entre los indios del Vaup& he utilizado cierto nrirnero de textos que grab6 en cinta en los \ares rnismos. Traduje y estudi6 esos textos con ayrda de muchos informantes, y comprob6 repetidas veces los resultados en subsiguientes viajes. Los t€xtos contienen mitos y relatbs, descripciones de rituales, cantos y conjurosr y muchas explicaciones espontAneas sobre diversos ternas. Los informantes principales fueron hombres ya mayores de los grupos designados como Tukano propiamente dicho, Desana, Pira-Tapuya y Uanano, todos los cuales consumian alguna que otra vez drogas narc6ticas y muchos de ellos teniao un conocimiento detallado de las pr6cticas chamenicas. IJno de los informantes era un cham6n tukano verdadero de considerable renombre, mientras que entre los informantes desana habia un anciano que su gntpo calificaba

lr t trrlt'ucr6r

15

rb lunni, palabra que sirve para

designar a los hombres de especial r,rl ,r rsotdrico. No hablaba ni palabra de espafiol y era el menos aculIllr,rrLr dcl grupo desana. Los textos citados en esta obra est6n tomados rh' rrrr voluminoso cuerpo de trascripciones de cien horas de -m6spertinente para el grrrlrrrr:i6n- por contener material especialmente rrllrrlo dc esta investigaci6n. Se recogi6 informaci6n adicional de mur lrrr,r irformantes, consist€nte en documentos que iban de largos rnitos rr rirrrPlcs conversaciones o breves comentarios sobre cuestiones crncrelrn, llrr ocasiones ceremoniales se hicieron varias grabaciones extensas. l'r,rrr clcseo seffalar que a pesar de estas observaciones y experiencias lrllnonales, la presente obra no es tanto un estudio de campo como rn,r uv(:riguaci6n basada en materiales textua-les y discusiones con un grrrlxr selecto de infomrantes, I )r:bo decir aqui algo acerca de ciertas tendencias del pensamiento y rrxrtlos de expresi6n comunes entre los indios del Vaup& y que p,rlllrrn inquietar a algunos lectores, Asi por ejemplo, notaremos con llrrtnntc frecuencia referencias a la Iisiologfu sexual, muy a raenudo r,nprcrnclas en im6genes y situaciones que podrian parecer algo grorr.r'ru. l)erq como veremos en los capitulos que siguen, no hay nada rlr, crttico ni lascivo en estas interpretaciones. Las ideas cosmol6gir,rn tlc los indios son en esencia una proyecci6n al exterior de su imagen rlrr ll naturaleza del hombre en tanto que ser biol6gico, y por ello son i ortrtantes las preocupaciones por el sexo y la alimentaci6n. Es' pues, "lr cruel impudicia de las tradiciones" ----como dice Cumont- la que

Irrlryoce en estos conceptos,

e ignorarla o

subestimarla seria muy

ort6rtco.

l.os resrltados de esta investigaci6n, aurque aceptemos su caricter rlo incompletos, me han convencido de que el uso de drogas narc6ticas lxrr estos indios es parte esencial de su cultura y de que sin un conor.lrniento detallado del papel que desempefiar estos narc6ticos seria |k.rtamente bastante somera toda apreciaci6n de las costumbres socialrn y religiosas, Pero tambi6n tengo conciencia del heclo de que en los r npitulos que siguen apenas he hecho m6s que rascar la zuperficie de lrrrrblemas mucho m6s hondos, en cuya exploraci6n la antropologia lrrtbr6 de combinar sus recursos con los de otras muchas disciplinas, plincipalmente Ia bot6nica, la farmacologia y la psicologia. De hecho, rin la colaboraci6n de estas ciencias estaria condenado al fracaso todo Irrtcnto de an6lisis cultural v6lido. He provisto de notas bastante copiosas los capitulos con la. esperrnza de que la importancia cultural de las drogas narc6ticas entre los lruligenas colombianos sea tema de estudios ulteriores por otros m6s lompetentes que yo; no s6lo guiar6n al lector hacia las fuentes origi-

!

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L.

nales quc cmplc6 rino quo d6 vaz on curndo htr6n comentarios indicardn otr$ lccturu, Lar eiguionter onot[clonoi mn do irrrlxrrtancia y he de pedir lector quo lar tenge pmronloi, 'l'odal lnn palabras cn idiomas nes llcvan a continuoci6n nrnyrin.rrlu rntrs pardntcsis para indicar qu6 idiomo ro trotr i ('l') tlt,l 'l'ukuno propiarnente dicho, (D) Derana y (L(}) dc ll lalagutt gtral, que es un dialecto tupi. La. bta T'ukano ro rcficro ll 'l rrknno oricntal en general, mientras que Tukano ltropiamdnto dirlu nc dcsigna especificamente el grrpo gAmico conor;i
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I.

If.I, ITAPE NARCOTICO

l,rrr urccrdotes que a fines del siglo xv y principios del xvr acompallrrr,rn a los soldados espafioles en su vencimiento de los aborigenes de lnr ln
de su verdadera identidad. Desde la costa del

'

{lrlibe hasta las tienas altas del interior,

desde el Paclfico hasta r,l Orinoco, los indios contaban de seres extrafros que se les aPar€r llu cn figura de monstluos armados de agudos colmillos, seres aterra,rlorcs de ojos encendidos y voces atronadoras que se presentaban lltre truenos y rel6rnpagos y que los indios reconocian Por sus amos y rcfiores. Los rnonstmos los espantaban, si, pero al mismo tiempo lrrn indios los respetaban y obedecian. Los sacerdotes no ta.rdaron en rconocer la imagen del diablo del Nuevo Mundo. Flabia, otros seres sobrenaturales, pero de un genero mas tratable, rlro preocupaba menos a loe misioneros. Eran las penonificaciones del

y de la luna, de la lluvia y la fertilidad; eran divinidad$ que rnoraban en los lagos de montafia o en cuevas, espiritus de las selvas o de los rios, dueffos sobrenatura.les de 7a caza, y otros muchos. Y habia lambi6n, claro est6, los h6roes culturales de los tiempos miticos, quiencs habian ordenado el paisaje y ensefrado a su pueblo el tejido, la rrlfareria, el cultivo del maiz. Algunos habian sido legisladores y habian frrndado un codigo de moral, mientras otros eran caudillos semiolvirhdos que descollaran en las contiendas tribales del pasado. Pero la nrayoria de aquellas personificaciones s6lo estaban vagamente definirlas, y se creia que e].istian en una esfera remota desde donde s6lo rcgian ocasionalmente los asuntos humanos. Eran venerados y a vece3 rc les hacian ofrendas, en ciertos puntos y ciertas 6pocas del aflo; se lcs recordaba en mitos y rituales, en cantos y danzas, pero seguian rurl

t 171

^

r notlr, htctzls bcndvolas lejanas que contemplaban cru.rtiont:s tcrrcdalcs de un modo desapegado, imper-

rlcndo lxrtcnr:iln

cl cuttto dc lill sonnl.

Pclo habla taurbidn aquellas otras fuerzas m6s siniestras que ocasionaban cn la gcntc un cuidado m6s directo. En los mon6tonos dares

y tomarcs dc la vida cotidiana mon6tonos como en cualquier parte- habia conflictos que era-tan preciso resolver de algrin modo, y donde con mucha frecuencia no alcanzaban las excelsas facultades de las de.idades tribales. Ante todo, habia la envidia y la ambici6n, loe problemas con mujeres y las malas cosechas, las peleas entre vecinos, la murmuraci6n, la enfermedad y la muerte, el temor y la huida. Y en todas estas situaciones, la religi6n tribal, expresada en el dtual esot6rico y controlada por hombres con funciones sacerdotales o cham6nicas, servia de pocq porque se trataba de problemas eminentemente personales para cuya soluci6n no podia contarse con un ben6volo dios solar ni con un h6roe cultural. Se trataba de problemas del lugar y el momentq de comida y sexo, de poderio o derrota) que poco o nada tenian que ver con el orden dcl universo, el cambio de las estaciones o el ciclo de declinaci6n y renovaci6n.

Y aqui era -- *egrin lo

veian los misioneros- donde enraba el

diablo. Era una potencia que se podia convocar en cualquier momenlo; una fuerza amoral que se podia sobornar y utiliza.r con fines personales: para da-Aar, matar, descollar o prever el futuro, curar enfer-

medades, a,poderarse de la comida, de las mujeres o las riquezas, o cualquier otra cosa que fuera la ambici6n personal de uno. Y por doquier los indios "hablaban con el diablo" en busca de su consejo o para pedirle que les hiciera este o aquel favor. los primeros misioneros, naturalmente, conocian bien la adoraci6n del demonio y los familiares animales. Por muy cxtraiios y fant6sticos que les puedan haber parecido el Nucvo Mundo y sus habitantes, aquellos hombres procedentes de la Europa infestada de demonios reconoclan inmediatamente la forma antigua de convocaci6n de espiritu por los bmjos, de posesi6n diab6lica y voccl cxtrairas, de visiones raras dc sercs fantasmales, La supresi6n de esta.s pricticas y las creencias subyaccntes se volvi6 la tarea principal de los misioneros, y de ello $cribieron cn sus cr6nicas y en los informes que cnviaban a sus superiorts, dondc ropctian una y o:r4 vez c6mo los indior "hablaban con

el diablo". Este "hablar con cl diablo" tan frecuentemente mcncionado en las fuentes antiguas cin duda se refiere a un mecanismo muy difundido y eficaz mediantc cl cual los indiggnas entraban en un estado como de trance, durantc cl cual vcian visiones u oian voces que parecian pert€necef a una esfcra situada por entero fuera de toda experiencia

narr':rcional. Hov sabemos que este mecanismo se debia a sugtancias voces im6genes.y quelas y plantas c6ti
i,', quedando como borrachos"' a Col6n se interes6 penonalmente en este rituals y dio- 6rdenes lT:3'tivot idioma-de el aprendido l{orn6n Pan6, un fraili que habia ,f.'-,,r" fti.i.." un estuiio de sus rittx y antigiiedades' Public6 el otras irrf.'rlme del fraile el hijo del alrnirante, Fernando Col6n' y entre llamados (r)siLs menciona nuevamente €l uso de unos polvos narc6ticos, togioba o cohoba: "la cual cohoba es un cierto Polvo, que ellc tonan Esta ir vec-es pa.ra purgarse y Para otros efectos que despu6s se dirrin' extremo un ponen y largo, LL toman con uni caii de medio brazo de tn la nariz y otro en el polvo; asi lo aspiran por la nariz, y esto les hace purgar grandemente".a U"Ut"ao a" un ritual de curaci6n ejecutado por un chamin local' el fraile Romr4n continria: "Es preciso que [el que cura] tambi6n se purgue como el enfermo; y para purgarse toman cierto polvo, llamado iohlba,n aspirerndolo por l; nariz, el cual les embriaga de tal modo juici'o' ,1,," ,ro'*b.illo q,t" a. hu""n; y asi dicen muchas cosas fuera de ,ln las cuales afirman que hablan con los cemies, y que estos les dicen rlue de ellos les ha venido la enfermedad."6 Otro ernpleo de los polvos de cogioba descrito por el Iraile Rom6n en $e refiere a una prictica cham6nica durante la cual se entraba informa, contacto con otras Pot€ncias sobrenaturales. Los indigenas, creen que a veces un 6rbol puede hacer seffa al que pasa, quizi mo' viendo una raiz. Cuando se le cuenta tal caso al cham6n, €ste

,

trL CI{AUIN Y EL

J

corro cn rcgui(lu o vcr cl drbol, dc que el otro le ha hablado, se sienta junto r 61, y lo hlcc ln cohoba. . . Hccha la cohoba, se pone de pie, y le dice todos ,rt tltulocrt corno si fucran dc un gran sefror, y le pregunta: "Dime qui€l crcr, y qud haccs aquf, y qud quicres de mi y por qu6 me has hecho llamar, Dimc ri quicrcs que tc corte, o si quieres venir conmigo, y c6mo quieres que te llcvc, quc yo tc corutruir6 una casa con heredad." Entonces aquel Srbol o ccml, hccho ldolo o diablo, le tesponde dici€ndole la forma en que quiere que lo haga. Y €l lo corta y lo hace del modo que le ha ordenado; le fabrica. !u cala ccm heredad, y muchas veces al a.io le hace la cohoba. La cual cohoba es pan hacerle oraci6n, y para complacerlo y para prcguntar y saber del dicho cemi las cosas malas y bueoas y tambidn para pedirle riquezas..

I I

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'

bs

polvos narc6ticos se usat an tambi6n para otras prtcticas adi-

vinatorias; dice el fraile Rom6a

Pa.n6:

Y, cuando quieren saber si alcanzar6n victotia contra sus cnemigos, entran en una casa erl la que no entra nadie mds que los hombres principales. Y el sef,or de ellos es el primero quc comienza a hacer la cohoba y toca un ins. trumento; e y miurtras hace la cohoba, ninguno ds los que estin en su com-

L

pa-fila habla hasta que el scfior ha cc,rrcluido, Despuds que ha terminado su qaci6n, estl un rato con la cabeza baja y los brazos sobre las rodillas; luego glza la cabeza, mirando al cielo, y habla. Entonces todo.s le responden a un tiernpo en alta voz; y habiondo hablado todos, darr gracias, y 6l narra la visi6l que ha tenido, ebrio con la cohoba que ha sorbido por la natiz, y se le subi6 a la cabeza. Y dice haber hablado con el cemi, y que conseguir6n la victoria, o que sus enemigos huir6n, o que habd gan mortandad, o guerns, o hambre u otra cosa tal, segrin que 61, que esti borrachq dicc Io que r.ecuerda. Juzguen c6mo estard su cerebro, pues dicen que les palece ve! que las casas se voltean con los cimientos para arriba, y que los hombres caminan con los pies hacia el ciclo.lo

.

Hay otros cronistas artiguos que mencionan el empleo de estos polvos en sus descripciones de los indigenas reci6n descubiertos. Bartolomd dc las Casas, que se hizo {amoso como defensor de los indios, escribe que los nativos de Haiti "tenian hechos ciertos polvos de ciertas yerbas muy secas y bien molidas, de color de canela o de alhefia molida"ru y describe los instrumentos empleados para sorber: ,,Tenian un instrumento de la misma madera y materia y con la misma polideza y hermosura" quc el recipiente para los polvos, que era un .'plato redondo, no llano sino un poco combado o hondq hecho de rnadera, tan hermoso, liso y lindo que no fuera muy m6s hermoso de oro o plata;

eh

cuasi negro

y lucio

como de aza,bache".12 Del tubo de

aspirar dice que "era dcl tamafio de una pequeia flauta, todo hueco corro lo es la flauta, clc los dos tercios de la cual en adelante se abria

por dos cafrutos huecos".rl

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l,! rl$\

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2l

RAPj6 NAAC6frco

exhaordinarjo natualista Gonzalo Fern6ndez Oviedo y Vald6s'1r da ttna descrip"i6n semejante del objeto: ,' rr[.l.i.a"r^J"-llt Indias,'ptl""ip"les teni^un unos. Palillos hulco;^del :r'lt'LTi.i rt"--u.* la "t-" la 6 menos de groseza del dedo menor de

ttmaio de un

xeme16

;;;"tos

tenian dos caflonJ corresPondientes 1.""3de una pieza"' Pero esl-a descriPci6! Ia nace todo e 'i.,,'i-l"li.;,ta". a"r i"uj"", otra hierba del demonio que.los empteza ;..'",';;;;.; descubierlo en Haiti, y a Partir de entonces

;;;:;

T-"

l;i:f i.ti'#;;i "*

no slemcieta confusi6n en la literatura antigua' dond€ en rap6 o tabac6 fumado ,,r'c se distingue claramente el empleo del describir el instrumento de antes p'l.Joi.'.-i" lilu'Jt d" ;,?;

.';;;;;*

'"oriaua, l'o' pol"os dice el cronista: "Usaban los indios que es tolnar-.unas rk.sta isla, entre otros 6tl5 vrclos' uno muy malo' d" "'o Y refiri6nt^luto, pu"

:;i##;;J;;;;' lii'iil'.iTi.

'e"tido

'ulit diciendo: "Y los dos prosigue """ "rutlin*u" i;;-il;;" sorber :lll:Jffi';J#; e ponian en las ventanas de las nariis' el otro en el humo l,;rrionesl 'iii#;#;.;;;u o quem6ndose.. c toTb::\:]-ali-::to e l:

iar' dos e tres e'm6s veces, cuanto lo ,93dlan-f.;f si, una e"lai.nJ. trerra' en quedaban sin sentido grande espacio' tendrdos i;,;;. pesado sueno' " lu"rclos. o adormidos de un grave e muv "' "i'iJ'r* ?ri"""i;; de sorber Ios polvos se ttiles de loi para la.absorci6n del de tubos lo, tiio' ai'ti"tot

ir,,,"""o-i.

,1,..,;;:,j;

il;;;;;

J;"'id'"*

v o 6iiurcado y ll .trrb" parece haber habido categorias segin la calidad del finamente 'iaciques v jefes" emp)eaban los artefactos gente del que la mientras PJn6,

rlrrc6tico: un instrumento en forma de

,...:t""""-r-liC" ,,''"',"i;a"", f""

v i:1,'^oHt'j";;il;6;ld rs tubos o caflas huecas

,;;il;"*i;"b"

;imples

aquellos Todos los autores convlenen en que bajo la influencia.de incoherentee loca ,,,,1;;l;; i"aiot'tai"" de sentido", que hablabanDice Las casas que oiut' uo"tt' til'u.iu" "iti'n"t'v confusamente"'1c alemanes' iomo dgarabia, 6 claramente' oviedo rl'r.'"i ".ta"t"i*ligio,J a"t riiual se especifica no 1tan sola6 zahumerio hierva uq'teltt ae l-i.ru" cosa'''2o trrcnte li era cosa sana, pero muy sancta ''-a-veces era ti tuog narc6tico podia to*at"" colectivamente' Pero de hacia despu6s tomaba .-.i-1Jr" q-"i* lo v ^oriculo de oviedo: palabras las extenio por E,-pjt"atd

ili;;: ru;il :iil;d";-;"';

i""ll""

n -i"L-

-orJ.r'lii-it

;; I";'d#.

"it"t

...adoran al diablo en diversas formas

c

idolos' como cn estas Indias

es

muchas cosas entre estas gentes; pues quc' como hp dicho' en costumbre "'" "i*'p-i"" y otras matede y barro' de Inadera y y "n como esPantab-le "o,urru'o, ""*tp"n e tan feo taD ccmlr llaman que ellos , i,i. he.en un d"monio pintu',t" u l* pies dcl arc6ngel Sanct Miguel o del ap6stol -,tii"" i*

"*ir"".

EL C!|AMIN Y EL

J

Sanct llnr.tolornd; pr:ro no atarlo cl cadenas, sino reverenciado: unas lrcutadq itr ul rrrr l.rtnrnlt, tr.illrnal, otrls otras dc pics y v de diferentes rna,neras. mrr.-" Estas n*," im6ge_ ::,,1:.r_-:ll nct tntcmlt(\ telhtr ctr sus casas, en part€s y lugares diputados e obscuros qu_e fl1r(rvados para su oraci6n. e alli entraban a orar e a pedir lo que I

li rif

-ctmDnn ,,11

lgua pirn

cl".ilL'liil vlctorut coltra

sus cl remcdio dcltas. E alti dentro estaba ;l;;;-;.";;"qr" -u' lcr rcrpondla a sabor de su paladar, o .onrorrn" iu'rr""uia" mala visra alll se represcnraba. En el cuat "ln,rl"io" es de pensar que :ll,lly, :lyi en su minislro, enrraba c hablaba en 61... A estos iales viejos lL,-"_",1:.13*" naclan mucha reverencia, y eran entre los indios tenidos en grand rcpuraci3n, sus sacerdotes. y perladoe; y aquesros cran los quc rn;". _como

ncccsidndcs, por

ir

l,

sus canrpos y_. heredamier tos, corno buenu simentera, sus trncmigosl y en fin, alli pedian e ocurrian, en todas

tomaoan aquellos tabacos o ahumados que se dijo de suso, y "ranri".1"," desque volvian sl, decian si debia hacersc la gr.rerra o d;lata;la; e .1" jJ a;",en blo. . ., no emprendian ni hacian cosa alguna quc de "i'orr"rl", importincia fucse,zr

Las citas que anteceden bastan para mostrarnos muy clara,mente que las. sustancias vegetales narc6ticis desempefraban mente importanre,- cuando no predominante, ";'o;;;i;;_._ tu, p.a"iiJJ""tini*"" qe los anttguos habitartes de Haiti. .i anbi6n "" "uq.l"_ nos muestran qu" llos narc6ticos se usaban de diferentes formas _alr""* * ir"rJu*__ y que el modo especifico en que se consumia U arog. o cl€rtas ocasiones que, en cada caso. requerian resultalos "o*"porraia especificos. El oDjeuvo pnncipal era eshblecer cornunicaci6n directa con la esfera sobrenatural, cuyos poderes se manifestaban ." a"-ot a* mas o menos prolongados de trance alucinatorio. ",rr"o- se plantea "t Ahora 9l problema de cu6les eran exactamenre las plantas il;il.';o*-

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'1i

dian aquellas drogas alucin6genas. William E. Safford,rz.,n-o d" jo, ;lrimeros botdnicoe que dedic6 una atenci6n detenida al problerra, cieia _probab)cmentJ con toao acr€rto- que. cogtobd y cohoba cran una misma planta,r3 que los v procedian de las seruillas de piptadenia jtrrigrino, f_tJ]lt 1_"r"1,'* arDol actuallrcnre reclasificado como Anadunnthiro peregiino.;^ De hecho, Ovicdo escribe que los 6rboles
alucrnogenas muy l)olcnlos. I'cro ya veremos mds de esto ulteriormente-

Et otro rap6 nalc6tico

sc lracia con tabaco,

y la descripci6n que da

nr, rep6

Ner.c6nco

25

)viedo es totalmente inconfundible: "Esta hierva es un tallo 6 Pim6 cinco palmos 6 rnenoa de alto con unas hojas rurrchas 6 gruesas, 6 blandas 6 vellosas." Era con ella con la que se lrlr:paraba aquella, masa que "ardia o se quemaba" sin llam4 rnencio-

(

lxrllo como quatro

r;rda por Oviedo, y el cronista afrade: "Esta hierva tenian'los indios g,,,r muy presgiada, y la criaban en sus huertos y labrangas." " Debemos volver ahora, a la tierra firme sudamericana y cxaminar Ils primeras fuentes que hacen referencia a los tenitorios que fueron r onocidos como reino de Nueva Granada, hoy Colombia. L.a conquista de Nueva Granada empez6 ert la costa del Caribe, rrur regi6n que habia ya sido parcialmente exPlorada en los riltimos rrfios del siglo xv y donde se hicieron los prirneros asentamientos perrrrrurentes espaffoles en las primeras d6carlas del siglo xlr. A la fundar i/rrr de Santa Marta en 1525, al este de la desembocadura del rio l\lrgdalena, sigui6 en 1533 la de Cartagena de India:, al oestg cerca rkr la fabulosa comarca de Sinrl, donde los espaioles habian desculril'fto grandes tesoros 6ureos en los trlmulos funerarios de los indigenas |lalcs. El paso siguiente fue la exploraci6n de los valles y montaias rL'l interior, donde se creia que estaba la tierra de El Dorado. La conquista de las tierras bajas del litoral habia sido una lucha rr)rtinua y violenta contra una multitud de tribus belicosas que hostigrLban a las pequefia.s bandas de soldados dia y noche con sus flechas r.nvcnenadzrs. No eran tiempoa aquelloo pa.ra que cronistas e historia-

rlrlcs estuvieran escribiendo acerca de extraflas costumbres y crtenciasl hr* primeros documentos hablan de combates y emboscadas, de a-ldeas rrrrlueadas y jefes ejecutados, pero no del modo de vivir los "caribes" rr otros pueblos salvajes Una vez que se hubo establecido una apa.rienlit de paz, lcs conquistadores avartzaron hacia el sur, tierra adentro! l,lrr 1537, una a.pedici6n espaffola al mando de Gonzalo Jim6nez de Qrresada subi6 por el rio Magdalena, y tras de gra-ndes penas desculricron las ierras altas de Cundinamarca, rumbo de los indios Muisca (o Chibcha). Habian los Muisca alcanzado un nivel bastante eleconsiderablemente superior al de los tribu de los valles monta.rleses vecinos, pero presentaron poca nsistencia a los invasores ettranjeros y pronto quedaron sometidos. El rfio siguiente fue el de la fundaci6n de Santa Fe de Bogot5, que I partir de entonces fue el centro adminjstrativo de las tierras reci6n (onquistadas, asi como el punto de partida para nuevas expediciones l)or tierras desconocidas. Los indios que vivian en tomo a Bogoti eran gente pacifica y de r'rrrimo cooperativo, y ahora que los espaffoles se habian establecido r,n su tierra para quedane, los cronistas y fra,iles empezaron una vez rr/rs a describir las coetumbres de los indios. Aquellos indios del alti-

vltlo de complejidad cultural, jrfr'.s de

DL OEAr4IN Y DL Jl'ovA.t, l

li"ffJ;ix1""i:Jriif'::'::J:,,'::

que, ios espaiores habian harrado en

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litoral contincntal. f."._ ni,],.,^.]*^-11 las Indias Occidentales y en el austeras y retraidis vivlan desperdigado, p". 1"." ,i""'. -"" .Senres

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iffi:3;l*frffidil3fFi#i:ffi Ltiix

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1i

EL RAP6 NA*C6TIco

el diablo."31 El mascar hojas de coca, naturalmente, er una costr.mbre rnuv conocida de los indios suda,mericanos, y hayo es el nombre de la plaiita que da la coca (Erythroxylon coca)' intre'\cx indios de la Sien-a jo.y'a, iomo escribe Nevada de Santa Marta. Pero el uso de yop Vargas Machuci- es de especial inter6s aqui.-oProsigue Va;rgas Machuca hablando de los indios Pijao, tribu muy belicosa del valle alto del Magdalena, y habla de "el cacique de ellos, que era hechicero o mohan,s2 habiendo tomado la jopa para hablar con e1'diablo",3l Y despu6s escribe: 'Jopa es un palo que echa unas vainillas como arbejas y los granos dentro son 6 su modo, pero m6s chicos. Esta toman los indios molida en la boca para hablar con el diablo."sa Esta descripci6n es de importancia piua nuestra averiguaci6n, Es suficientemente explicita para o.ue de ella se deduzca que ese yop -al rnenos el que empleaban los indios Pijao- era Anadenanthera percgrina, el Srtnl leguminoso cuyas semillas se sabe contienen una potente rustancia alucin6gena. M6s adelante volveremos a hablar de los aspectos quimicos de esta droga, y por el momento continuaremos buscando rnSs menciones antiguas del t* del yopo, como llamaremos de ahora cn adelante esta planta. Un poco antes de Varga,s Machuca, aproximadarnente en 1560, el <:ronista espaffol fray Pedro de Aguados6 menciona e1 uso del yopo, csta vez entre los indios Guayrpe del rio Guaviare, y en las tierras bajas al este de los Aldes. Los Guayupe probablemente estaban empareatados con los indios del territorio del Vaup6s, y fray Pedro describe las costumbres de aquellos indios con cierto detenimiento: c6mo matabau a sus primog6nitos enterr6ndolos vivos o eclrri.ndolos al rio; rus flagelaciones rituales y sus ritos de curaci6n, y su costumbre de mezclar las cenizas de sus jefes difuntos con cerveza de maiz e ilgerir cl brebaje en una reuni6n muy solemne, Y fray Pedro prosigue diciendo:

;6;Er,;effi i=il*rnti**+:,1;+ j{fii;

Esta vez tambidn maci6n na6s

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#:1?u1LT:j.d1":: #iJ:"tr"llJy* -ns";,,#."il"f"o

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i':''""!;":"n'iil:o:iill'tr;. "r,:ffil-flj:lnjJ; dcspuds

"^"-l:r-l:."*" acabar bien su

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de

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deseo e ncod.;^."oudo-#iii"i;.":::^.:-

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coyunturas

t ii*i,l:i "l:"3"". *",h,thfrit*'r #r*:#,ux

En otra parte de la historia o^:edo el compilador a.iiade que -f una hierba de adi,rinu.Xe-

e,t yop

jr$;"":'."'fr ,'"iii.:; ;;n';;**Hxl*T*li esiH!.TitJ'fr una hicrba de adivinaI"' t"dil

"tui:il":

ffil;;"a,#ff;?fa

varios detarres intere*.ffiil;:ffi;:l*i:,til'J"iH1"3":':9: contiene *rnbre

narc6tico,

,po."". Jqui

de una hierba o rirbol

"TJ!!!:

;#::",k;d':::T?"1il#l$;*H f ditftft#.iiilf ri pt"'it. y,plfrl;";'::T:'. Ante todo debcmos tratar de

identificar

fltiH:,'.:'i::;:[yx;**.;:r:r:*,",1fi ;TtrT,$""; f,"T#i.*? *T,:'"..*"

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llstrn acostumbrados a Lornat yopa.y tabaco, y la primep 65 una semilla o pepita de un drbol, y el segundo es cierta hoja que guardar5 ancha, larga y vellosa, y €stas fuman, a veces por la boca y otras v6ces por la nariz, hasta que se embdagan y quedan privados de su juicio; y asl se adormecen mientras cl diablo en sus sueiios les muestra todas las vanidades y corrupciones que rluiere que vean, y que ellos toman por verdaderas revelaciones y en las cuales creen aunque se les diga que modrin. Esta costumbre de tomat yopa y tabaco es gerreral en el Reino Nuevo y, segirn entiendo, en buena pa e tle las Indias, y mucho mds que cualquier otra ocupaci6n, porque es el instrumento y los medios de que se vale el diablo porque, como ya dije, con el humo que los indios sacan de estas cosas se embriagan y quedan privados

?6

EL OItAldiN Y !L JAOU^a

!,r, lr^r,/r

de sus facultades naturales, y de cste modo el Malo les hace creer f6cilmente e' idolos y seguir oria's c.eencias fal"as, ""'

Otro cronista del sigJo xvr. el fraile de Casrellanos,3r que tarn_ bi6n ruvo conocimienro directo de r"."Juan i";i"; ;;;;;"1i, ,lii.,r". *"u1 los indios fl1-"11 esta regi6n Igaeri de Trinidad, a""J, p.rJ Jgtr'.f"_p." -iJ'a"rqueda fuera de nuestra inr8r"r, cnPcron merece una cita. Dice Castellanos "o"u'a" ,,Uno que ,o*u i"Uu"o y otro yopa / para poder saber Io v,enidero;-7 BrtuUrrr pt-n, y carninos,/ Llenos de hechiceros y adivinos.,isJ "JI". i.i , .,

l.1yll"

el que Castellanos no vacilara 'en a.plicu, tu fi;;""*'rJ"lil'ir'i"dr. ;;;",';;b* 'i. comrin en tierra firme, a la droga empleada'"n

-y-jJnj. "a"*f-i""iria

1."

i"iLi.r* merecedor de cnntianza en materia d" l;;i;;;;";;;il;i; "orfir;L;;J q1,: hubierg empreado et nombre de -F;;?Ji" i,Ji* "l0" ",n"ti1i l"i;,ii), difercnte del yopo que conocia en ,i"r;;-fi;. J oL o"

.

aqui hemos observado el empleo del yopo entre loc Muisca y los Tuaebo de las mesetas andinas, entre los Pijao del valle alto trt4rical del Magdalena, y entre 106 Guayrpe, tribu de la regi6n ftontcliza situada entre las herbosas llanuras del Orinoco y las selvas lluviosas del noroeste amaz6nico. Por otra Parte, Aguado dej6 escrito tlue el uso del yopo era, general en el Nuevo Reirro.al Pero antes de

i.i

rgrrir adelante e investigar la aplicaci6n exacta que hacian de la pla.nta rlrr yopo volveremos atr5s de nuevo y consideraremos lo que dice

No hace-_muchq halldndome en el valle de Sogamosq en uno de nuesrros curatos, llamado Tota, inmedialemenre despu€s j; ;ffi l; ;;,;"";:;;: trd com un anciano llamado paraico i

;;;;;;;; ;; ;ffi "";,;,.T""ill,ff Jl i:' i::1 k'::1,; andrajos y l. hult6 urr;;."1; ,rl,X,

sus

fi;il#;,* donde habta una "calabacita que conrenta jJ'.i".,u, ;|:,-r: -:t:.:f noJas que llaman yopa, junto con algo de Iai "t'*i"otoaouiu'no pju""i""aq y un trozo de pspeio de loa nuestros- -cncajad" -;,rn", ;;"";;;;, , un hueso de venado corrado a lo largo oblicuamenti ", "; p;li,;;'; y _r,i ;;;;;;;;., una cuchara iu"nJo l1l:"9.. "on,1u", esos polvos y se los meten en las narices y como son pi"nt"a, i"""i

*..

-'

J.;;; ;'li#:;;";;""

la boca,

y elor lo observan in el cspcjo,'y;i;;il;;;; "or.", :1.tn:":_li:," ." Duena senat, pero si se tuerce. lo confta q uo iodo' io qru irt""tr.'"ai.

vinar,se

t

- La-siguiente cita cst6 tomada de los autos de una acusaci6n de idolatria lanzada en 163.1 contra los indios fr*lo,-i"it"-oi,""ri"l. al norte de los Muisca. El sacerdote 1."d, .

il;;;h;;-ffier'u"

Arce, escribe:

I Este sigrlo sefiala los textos escritos originalmente en espaiol que han sido traducido6 de Ia versi6n inglesa. [r.]

rlr.jado las mujeres aparte, con mucha comida y bebida, y aquella noche no llr clcjaban unitse cott sus maddos, diciendo que las hembras no podian fntmr en la casa. .. fporque] el diablo iba a predecir todos loe sucesos buenos y rnalos, las enfermedades o mucrtes, que tordrian los indios, sus mujeres y lrs hijos, segrln declarara el liquido inmundo que les manaba de las narices, I0r las que tomaban la yopa, y que observaban en ciertos esPejitos.ao t I [asta

ser una conjetura. Las siguientes citas nos seri.n itiles para tratar de resumir Ia inlor_ maci6n contenida en las cr6nicas. Fray pedro j" f* SI*a",1ro";",. primeras.d6cadas det siglo xvrr, escribi6 mucho de i"al'J"iraii""; en su esrilo coloquial no,s hace el siguiente relato:

d" b"I6, ; llwaba debajo de .que

21

Aquclla noche, a pcsar de ser cristianos y de haber recibido el Santo Baullirlo, convocaron al demonio y lo llamaron en sus ritos y ceremonias. y se lg rlucjaron de que los espafioles hablan ido a convertirlos y que los sacerrlrt|s los habian privado de yopa... y asi, toda la noche estuvieron el lnlirpc y los indios que estabao con 6l tomando yopa hasta que vierot
segrii;;.;J"

Indias ()ccidentales. Conociendo -u.rnbu.',"gion""

NARC6T-ICO

' I'

l)

l

Ovicdo de los Muisca. osca- que tomaIlabia Oviedo ya mencionado otra planta -la pero eta osca? narc6ticosl la por sus efectos lrlrn ;qu6 En un vocabulario del lenguaje de los Muisca, hecho al principiar cl siglo xvrr, se traduce esta palabra (escita' hosca) por "tabaco, borra( Ir.ro".a, Este tltino vocablo parece signific.ativo. El nombre de botttchero, que procede de borracho, era y es todavia el nombre verrrriculo aplicado a diversas especies de Datura, vrt g6nero de solan6ceas romirn en las tierras altas del antiguo territorio muisca asi como en lrrs tierras bajas tropicales y subtmpicales.r3 Los indioe usaban mucho I)aturaaa par sus efectosr altarn€nte narc6ticos,r6 y, como veremos, sra rrruy conocida de los Muisca. Castellanos describe el sacrificio de trrujeres y esclavos entre estos indios que, a la muerte de su amo, eran nlterrados con 6l: "y para que no sientan las mujeres / ni los escla.,nos Iniseros su muerte, / artes de ver la cueva monstruosa / les dan bs xequesao ciertos bebedizos / de ebrio tabaco, y otras hojas / del (rbol que llamamoe borrachero".n" Es posible que el vocabulario mencionado arriba emplee la palabra tabaco de un modo muy vago y con un sentido general, como si cual(lder plalta narc6tica pudiera designarse como "e-l tabaco de los irrdios". Es preciso exarninar los documentoe lingiiisticos mris detenida-

120

tlt, ouAM^N Y EL IAouAR

mente paru cxPlicrr

I

ill.i

rl

lli rl

aparcntc confusi6n. Por desgracia, el Muisca es una lengutr:nuerl.r; lvr,bla desaparecido ya en el siglo xvur, y todo cuanto !lo8 qucda dc clla ahora son loc pocos vocabularios recogidos por los frailcs espaiiolc$ durante la Colcnia. Al vocabulario de 1619, arriba mencionado, siguen un catecismo y un tratado de reglas para conlesar a lo's Muisc4 que contienen las siguientcs preguntas, hechas por el sacerdote al confesante: "; [Ia-s estado bebiendo tabaco o has hecho que otros lo beban para hallar [algo perdido]?"{8 t Adem6s contiene el vocabulario ciertas definiciones) enheellas: bebet tabacofhoscaz bi,ohotysuca; beber tabaco por mi/ huas abiohotysuca; embriagarse de ese modo/itgriyquysuca ; elr'brj'aga.t a alguien corr bonachero f btyhyquysuca.as Volviendo a las preguntas que se le hacian al confesante hailamos que la primera se refiere claramente a hosca; el texto contiene la expresi6n hosca rniohotya, de biohotysucafbetet, y biohoty lbebida. Pero las dem5s expresiones mencionadas antes que contienen el verbo "embriagar"- no mencionar -las sirr:o que emplean la palabra itylryquysuca. El nombre la palabra hosca correspondiente es tyhyquy y asi aparece en el vocabulario como nombre de "borachero, un 6rbol".5o Esta palabra probablemente est6 relacionada con tyquy fsuette, fortuna,El y podria referirse al empleo de Daturo et pr6cticas adivinatoias, ; Se trata entonoes de dos plantas diferentes, y podria la hosca ser tabaco rrrienftas tthyquy seria Datura? Es de suponer que Oviedo, que conocia muy bien a los indios de las Indias Occidenta.les y se interesaba en la botinica, asi lo hubiera dicho en casc de haber observado que la osca de los Muisca era la misma plbnta que el .tabaco. ill conocia el tabaco de las islas y 6l mismo lo describi6 en forma inconfundible, diciendo que tenia "hojas anchas y gruesas, y blandas y vellosas".6, ;Por qu6 menciona entonces la orca s6lo como una "hierba pata Ia adivinaci6n", sin mis comparaciones

cstru

?

Esta cuesti6n debe quedar abierta. Es posible que la palabta tabaco la aplicaran ocasionalmente los espafioles a cualquier planta narc6tica, y cuando el vocabulario dice "hosca; tabaco borrachero", podria referirse simplemente a cualquier btebaje (hizca)rB hecho de plantas narc6ticas. Poclemos resumir aqui brevemente los Jestimonioe que tenemos del uso clel yopo entre los indios colombianoc de los siglos xvr y xur. Aparte del "uso general" mencionado por Aguado tcnemos la siguiente informaci6n espccifica: el yopo se preparaba en forma de polvos

I I

(Muisca, Tunebo, Piiao, Guayupe); se absorbia por la nariz (Guayupe, Muisca, Tunebo); o bien se comia (Pijao), pero esta forma de uso parece algo dudosa y quizi. se deba a un error el la ob,servaci6n del cronista. El yopo sc rrsaba en combinaci6n con osca y tabaro

29

nr, n,rr6 ll,rnc6rrco

artefactos descritos son: {Muisca): con tabaco (Guayupe' Piiao)' Los ] :^:j *;;;;;'uu)u rrr't"it.") i un recipiente de concha de cara(Muisca) ; una cude i,1i'iifi11i^lll"'"J;JJ';-il huJsoun "enado con- un trozo de bastoncillo -; puma 1T""ebo); -iil;iiu; de con.. rines utilizaba-' Se -;;; ""ip"jito;;

':lril;

#L ii"nel"l' Lui"tlu" al tomar voPo era el conracto l-fii;J.l*;;'"1 p,i"";p"i .t *iiuuto'i v bajo la influlniia de la droga las ;l;';"il;#di ""' juicio"'

:

rlcrsonas "salian de su

''"^X'l-rI

"i- ";"t.,

sobre el yopo se hace mas *.,ri' iu '-' informaci6n iio s llanos del Orinoco' el centro princi-

|omirn, porque Paxa entonces ael rap6, va habian sldo .exPloradT"t -fil:drT' todas las tribus de esta "'.,^i,-J nuestras fuentes Paxece que Pricticamente haciendo hasta nuestros siguen poruot, lo

o-

iri'il'

;;il

rot v luerar significi q"" poiuot iddnticos o semejantes no plu.'ial de selva las zonus de ;ff#;; ."""-tt-i"Jts"".t -por,ejemque el. Alanoris v el caquet6- sino s6lo ;;;, il;"il;';;iv,ipc,, m"lor de hrimedas lut cJnocidts q"" Ios llanos del Orinoco eran 'otttt entonoes todavia los Andes' de *i"r it"pt*f ,i-*i" d" It "otdillttu ln gran Parte sin exPlorar' agricultores pacificos Los indios Achagua, una tribu arawaka de iio Y:lil-:11l del .""a"",*i"r"q"l^-"otu" "" la regi6n genetal " de vopo' E) pua'"" ;uni' Rrv5ro'.9y,e 't,pli"ipl-"-91] -ig1' *ui;'.p",0 *.':i ;i:' _:1'.::'jy:,::ff "il?;,"$',ff ,:ff rlue practican consjste en el uso ncorreiiassimientesdecleltosarboles,quesonaltosyderollajeaburrpor estos Polvos yopa, y los usa'' para sus Prolecias" ' li;;;; i;-

',;;;';g#

.fi"r.

p"t"?, esto no

*"

il;r";;;;;.J'

T:i::

" lr nariz."b*t "' 'il*r"* de describir c6mo oLserva e interpreta eI,,,Achagua el llujo Muisca' Rivero ,," i}.l-a},i'it*;;;; o'" decia Sim6n de los obsetvaciones estas ;::;.. ;;;;"i;;-i* "t..ot i" la embriaguez, v psicol6gicos de l'#"'"" ."ri"m;;;;i;." aspectos fisiol6gicos v

y gritos' como locos' rracen ,,.,J frilito. Dice Rivero: ' Hablan a voces j'.tt.ttot' '"'t"'"-;*;;;; tto se, hablan' sino muchos estfn i u,,nq.'" ,

hublJ pura si, con gesticulaciones

"al-""r,:" i"-"u""' ;.iJpffiil;l;Ji1,'ir

y

sacudidas' preguntas

que estdn hablando con el de-

"" t " "rnonio." gran tribrt' los S6liva, que eran dilerentes de los Achagua n".. ",.u ?tpl.i"' .li *tr"s, Rivero escribe: "son grandes herbo,.^ ;;;;; de r,,.i...l ca""" adiviaos, y famosos practicantes de la aspiraci6n ,ono- itor su"s profecias y supersticiones " "6 t ^"V :;^t;;;;i"os los'Guahibo, en aquel tiempo una tnbu de reco-

30

EL cEAMiN

y aL ,Aouai

x,L R^!6 NARC6TICO

8 ouleadas). l,a suietan a la rodilla por un mango ancho y delgadq que la mano izquierda, mientras los dedos de la derecha tieoen "ri.ti'"."" uia esoatulita o trituradoi de madem dura del palo de arco (Tecomae sp'),

6nica impedimenta que Uevan consigo en sus viajes; se rirven de ella con mds e
- El padre Jos6 Gumilla, un sacerdote los indios Otomac:

y la

emplean

como jaguares rabioaos.63

t

-llenos

De los Tnnebo escribe el padre Rivero que ,.el uso de la yopa, qtrc es el principal instrumento para sus adivinaciones y superstici;nes, a que son muy afectos, estaba ya muy asentado entre ellos v todavia lo practican otras naiiones salvajes,,.;, i En 1802, Alexander von Humboldt remont6 el Orinoco y observ6 tafibi6n el uso del yopo entre los indioa Otomac;60 describe ion cierto detenimiento la preparaci6n de los polvos. Fragrnentan las vainas y despu€s de a"ffadirles agua las dejan iermentar. bespu6s las soban'como

mas4 affadi6ndole harina de mandioca y cal

Y

l:anticlad de paric5 suficiente para ponerlo en una esPecie de 6xtasis,, que scgrin €l le p'ennite adivinar la natuialeza del mal deseo que ha causado la cnfcrmedad.6s

.,

'

Hemos hablado aqui solamente

Su detallada descripci6n es interesante y merec€ una cita integra:

de la forma aproximada de un vidrio de reloj, pero algo alargada (9/,; por

Con la otservaci6n de SPruce entramos en un nuevo periodo, de investigaci6n y de creciente inter& en el uso de las drogas alucin6genas cntre ios indios de las selvas. Para el fin del siglo y €n ti€mPos rn's rccielrtes, buen nimero de viajeros y etn6logos euroPeos ob6erva'ron cl uso dil yopo ( Anadenanlheru peregrinq), sobre todo €n las siguien' tes tribus de-Coiombia: C'uahitro y sus subg'.pos' los Cuiva, Sicuani y Amorialsa Tunebo,65 Piaroa,oo Piapoco,"l 9dyu,i" Guayabero,6e y i-Iuitoto,"o Todas estas tribus viven ai este de los Andes y, a excePci6n en la regi6n de sabana abierta de los llanos del d. l* Hrritoto "ilvicolas, Orinocq rnedio ambiente donde es mAs comrin €sta especie botrlica'

de las tribus de lo's llanos del

Orinoco, pri,ncipalmen; porque esta regi6n fue €xPlorada mis a- fondo que la zona di selva lluviosa que este al sur. Pero si nos volvemos iihora al noroeste amaz6nico y los indios de las regiones silvestres del Vaup6 y el Caquet6, veremos que el uso de raP6 naxc6tico !e lrrelve rnucho rn6s complejo. En la literatura hist6rica y etnol6gica ha ocaslonado mucha con' fusi6n la abundancia de nornbres con que son conocidos los narc6ticos rudamerica.nos, y Parece que con bastinte frecuencia se ha dedicado

del yopo con semillas de peregrina ert un grupo de trdios Guahibo erartes que ba,bian llegado del rL M.tu , y esgba_1 acampando cerca de los rri.pidos de Maipuies, en el Oriroco. Tuestan primero las semillas y despu6s las pulverizan en una batea de madera,

prosigue diciendo:

*o' F,nrre las tribus indigenas det Vaup6s y de los tributarios del alto Orinoco' ,riopo o pa.ricS es- el principal igettte cutativo. Cuando llaman al payC "l poro {ne .tiinda a urr enfermq aqu6l empieza por aspiral por la nariz una

obtenida de una

-6sta caracol- y la cuecen sobre un fuego en pequefias galletas. Partes de estas galletas son pulverizadas en -un platilio pro;sto de un man€o, y absorben los polvos por la nariz con a),uda di un instrumento bifurcado hecho de huesos huecos de ave.'El efecto de este rap6 segrin Humboldt es como "un estado particular de embriaguez, y aun podriamos decir de locura,,.61 Unos cincuenta a.rios despu6s, Richard Spruce, el gran bot6rico ingles, recorri6 el Orinoco, el rio Negro y el Vaup6s. Sfruce describe 'Anadenintheri Ia preparaci6n concha de

.on q,.ie ma.hacan las semillas. Guardan los polvos en una especie de taba' ouera hecha con ulr trozo de hueso de pata de jaguar, tapado en un extrerno oez u * el otro con un tap6n de corteza de marima, La llelan colgando "lon del i,retio... Para tomar el rip6 emplean un aparato hecho con huesos de pata de garza o alguna otra zaniuda, dispuestos elr forma de Y, o como algo r"-";urrti" u un diipas6n, y los dos tubos suPenores rematan en unos botoncitos neglos perforados (los endocarpios de una palma) Il,tubo inferior se introduce en la tabaquera y los botones en las ventanas de Ia nanz, asprmn fuertemente el rap€ y el ;fecto es del todo narcotizante para el novicio, 62 e incluso para alguien pr5ctico, si se toman en cantidad zuficiente

jesuita, escribe en 1745 de

Tienen otro modo abominable de embriagarse por la nariz, con unos polvos malignos.que llaman yupa y quc les privan por completo de juicio, y son capaces de tomar furiosamente las armas; y si-las mujcrcs no t,rvieran maia para interpone$e y amarrarlos, cada dla ia an crucies dcstrozos; es ciertamcnte vicio tremendo. Prepalarr cstos polvos con scmillas de yvpa _de _un donde les_v_iene el nornbre- que huelen corno tabaco fucrte, pero esto es lo que por diligencia diab6lica mezclan co!! ellas, lo que causa la embdague, y Ia furia: despu6s de haber comido unos grandes caracoles que hallari en los pantanos, ponen las conchas en el fircgo y las rcducen a ial viva. m6s blanca, que la nievel mezclan esta cal con-yria a partcs igucles, y despu6s de.reducir el todo a polvo muy fino, el pioducto adquierc- u,na fiena^diab6lic-a. .. antes de ir a Ia guerra se hacen b.avos con yufa, y se inftgerheridas a si misnos, y entonces de sangre y fu.oi-i *i."r, u p"i"u.

.9r

''

'!.

a la identificaci6n botanica corrocta de la procedencii de estas sustancias. Del Caritre a Argentina hallamos polvos o rapds rrencionadq con los nombres de coh oba, yopo, niop, paticd,

demasiado poca- aienci6n

.P 92

I

t!

rr- slp6 Nlr.o6rrco

DL osAMdN y.sl- .JAouAR

ewupa, fcbil, uika, y otrxlL y ha solido darse por supuesto que todo6 o la maprla-de ellor vcnlan de las semillas de ./.n a denanthera peregi.na; Es muy probable clve Anadenanthera desempefiara un papel importante en cste complejo, pcro no cabe duda de que hubo hay todavfa- muchas otra,s plontas que proporcionaron sustancias-onarc6. ticar para- rap&. La distribuci6n general de la Anad.enanthera peregrina aspirada en polvo efl Sudam6rica parece abarcar una vasta extensi6n que va desde la costa del Caribe hacia el sur hasta el ncroeste amaz6nico, sigue la cordillera de loa Andes hasta el noroeste de Argentina y compretrde asimismo cierto nimero de localidades dispersas por la cuenca del Amazonas, Pero el actual conocimiento etnol6grco de esta distribuci6n es todavia incompleto, y una brisqueda mas detallada en la literatura y veremos m6s idelante- en los res-como tos prehist5ricos de muchas culturas sin duda rendir.ia m6s infonnaci6n. IJrt prrnto sumamente importante al tratar de seguir la pista de esta distribuci6n m6s amplia consiste en la evaluaci6nle los iestimonios exi$teates y en una clara distinci6n entre el rap6 de lz adena,nthera p-aregrina y e! procedente de otras plantas. La descripci6n y el andlisis de todo el complejo de polvos para aspirar de Sudam6riia, naturalmente, va mucho miis alli, de los limites de esta obra ; habremos de atenemos a los confines de las culturas colombianas aborigenes y sus vecinas inmediatas, sin considerar otras regiones donde se hiya.n usado ---o airn se usen- rap6s narc6ticos. En todo caso, Colombia parece ser un centro importante de tales rap& y otras drogas alucin6genas, y asi proporciona un excelente campo a nuestro estudio. Debemos volver alora al noroeste amaz6nico de Colombia y explorar mii.s detenidamente los aspectos de distribuci6n e identidad. Entre los indios de las selvas lluviosas de la regi6n del Vaup6s pa.rece que se p_repara un rap6 muy diferente, de otro origen bot6nico: un rirbol de la selva del gdnero Virola, una miristic6cda, varias especies de la atal (V, calophylla, V. calophylloidea y V, theidorc) c-ontienen en su corteza una resina riia con fuertes componente! alucin6genos. A manera de primera operaci6n para la preparaci6n del rap6 se arranca Ia cort€za del 6rbol y se deja en agua fria aprodmadamente una hora. Ai cabo de un rato empieza a cuajar rma resina rojize que exuda de la eo:tera y puede ser desprendida raspando. Entonces se afrade agua a la resina, se soba la masa y se pasa por un trozo de tela de iory eI liquido se guarda en rm pequefio recipiente de alfareria. 1eza, f-uego se afiade agua nuevamente a la resina, y lntonces el liquido hierve varias horas, hasta que el fondo del recipiente se cubre de una gnlesa masa pegajosa. Esta masa se seca al sol y se desprende del fondo del recipiente raspando, y despuds se muele finamente con un, guijarro liso. Se afiade una cantidad igual de cenizas obtenidas-de la ' .

d

del cacao silvestte (Theobroma subincanum },{'arl'\ "n*eza orrmada ." turni- el Polvo por una tela muy fina de corteza' ;;';;;;.t6"

[lt;::;;"ffi,;il;;

t

il"; p;'"

su uso, se suarda en una concha de

cdraCa7.I2 ""ti'*pa

de Virola se halla hov entre lot Puinave'"" Kuripako'"'' m'rihos erupos Tukano del Vaup&'1? Guayabero,?5 Cubeo,'6 y entre q.ue -Anaden'an'' Vtrolu tiene su h6bitat en la selva pluJial' mientras rio Guaviar€ asi inri""u)rriri," mece en regi'ln de suta"a abierta; el

';;;"":;'i;,lJ;;. ii"*'ai"i"'l' entre las dos'zqnas de emPleo db sobre el r' J"tro' identificaci6n botiriiia.iirdia i;;:::.;;;;'-i*".i'r usa obaervaci6n de que esta o aquella.tribu. ,;i;". ;";.; rmo con su identilicaci6n *."os patdutco no latanttza ""'p"f"."*at-" de tipo u Planta. - otro "ii'. i-"".t-rJe distinguir bien €ntre las diferentes

-"

protedetcids' asl reacciones q:itr!:as que las a debido ."#;;ti""iJ';Jh*'-"'"r"', PSicG ;';;J;;;; io, .onris,,i.nt", a las variaciones en los efectos ". La adici6n ocasional de sustancias tlYfii"l Iaii.".""" .i'"'""-r^

"t"l ;"#H;J't*r..,1a1i""d":,f r':bl!1Te"\"-1"_-":,T1fl "::: d; la intensidad v la. orientaci6n gb-

#;**;;-;-J*.'-i"rn,"

que de la exptriencia alucinatoria' Las consecuencias Poslblestod.avia son ti.r'" tu udition de tabaco en Poh'"o il,il;#;;il;;gu y, como hemos visto, la$ fuentes antiguas con"ocidas i"r"Ji"i"*"-."* srrelen ser muv confusas en este Punto' ";r;;;-1il;una breve coirsideraci6n de la's sustimcias cin6' --"*ia^ en esos rapes. Anilisis quimicos y faimacol6giioo """i," seittttTas a€ Anadeninthera pire griid ::.:i3#il;;;;;-;;G N"f.fat-etiltriptamina (DMT) y 5-hidro;i-N,Ndimetiltrib"""i*r"" iu-inu f S-Off-OltT) o bufotenina, sustancias pod€rosamente psrcoto-

,l"i"l

directamente sobre eI cerebro; Ias trrptarrunas -lm6ticas."s Estas obran Los sintomas flsicos de la' intoxi: psicotr6pico' ;;;;;; .-a;;fecto y salivaci6ri i..io" *" r"..* ttiorJ, o" *L""u, v6mitos, y sudoraci6n Agurell estupor' piofundo en un *";s el usuario cae ;;;;;;; diferericias' considerables hallaron que "se .* *iu#t"aot"s escriben "il;; ;;;i"6" alcaloidal de diferentes paftes de una misma-plant-a; ;:;'vir";;i;n;;o "t p;tt"iput co'npontnt" de las hoja". es la. N Nla 5-metoxi-N,N-dimetiltriPtamha":?e y .niu al*",if"ip,.-;"t, -que tom6 el rap6 narc6tico entre los indios Fi.'Becher,"oi" nL del srir de Venez.,eli, describe asi su experiencia: Waika"trrlAtogo

' ,1

un vivo dolor de cabeia -:: 'i"io-i*o Inmediatamente fdespu€s de tomar los polvos] sentl sensaci6n: me senta extrafia una tuve d"tpo6t ;' ;;;t perros y lorolme rodeaba cuanto todo gigunt"i. ir*ri"

""it" gigantesco ia"re.ia sribitaminte dc tamaiio

,ir, ,}

30

-personas'

lL OfiAMIN y EL

(ili,+)'::illtl H\\::!,7;:,i;:,:;::

ffi,tlm,f;*,i:.

EL RAP6

JAoUAa

'

tnNmo tiempo se prcsentaron fei6:

,il*::"f*;

a",p"r"

J ll.il:,ffi "'r,,",""."il",l:1":j1'*"il motivos orientales movicntcs. de y dqpuds vi cscenas mamvulosas, que cambiaban nl)a" -::l1"ol,orcs' d.e.

Mi

tuve movimie

compulsivos at('toidc5 sn 16 rn2n6

"o*"i;";;;J;;,1"cnt9s :fgi{l'un"l1 *r1ix ;t{'i:]Tj-l!,''#.i.,1",t1ff H::'"i:i"';ai a",upo"""i.,o,, ; il&iliti:,T"ffi i:::r:Jl; hora, ros sinro^^"

il

rap6 preparado con Virola tambi6n contiene ,br€ El todo 5-metoxi-N.N_dimetittrintami""..,,

Una riltima cita sobre los efectos de la dimetiltriptamina Presenta especial inter6s dbntro del contexto del uso de la droga por los abo. rigenes:

",

triptarninas.

Ri.i;;.;;r;,.,ffi:r, so-.

quien debemos muchos estudios iundarnentales de los narc6ticos amaz6nicos, tom6 una dosis de rao6 de r virota con los indios del Vaup6s, y d"#b"

*

para't6' ar ras' de ra droga

en il1L:?i*"s'H;'""1"":n;:':li:u'" if -.a;"ni" ffi;:'",'jli"T ,TTXi,,j"r:::: *,l"*il.:::il: ,J,li.o"r"i;i# erto" aproximadamente u.o cuarto ae u aosir,que-

a"

ruii;

hechicero, l?*,:lll _* con intervalos .que roma una ulnaladones "o"r,","tii"muy pequenos..,

roo oJos una sensaci6n de estiramiento,

*N:";'it*i*,,,f

ui"i

ui-ffi, li#""J f;l"o ,,",

Alos quince milutos tuve sobre

,.g"la" .l"y l"ori.-i"" u,i.ru".,"

'mf;*$i*:*;'if.* l

'/

'fji'"'';ir#

"dfi;;;;;;;;"1."."11"ou"

i,,i;i;;. ;tJ:;'i;: :fffi::T:

lffi'," n",T,:T:.fltr: mente a cosa de las nueve y media cai en ul sueffo in"i"J,J qu" .oriliuO, con rrecuemes despcrtares. hasra ra maiiana. Er ir".i" Ios ojos dur6 hasta mcdiodla, Una sudomci6n profusa e inc6moda, sobre todo en las axilas, y to que pudo haber sido ura tilera *tr, mas o menos, toda la noche. En lra pdmera f;"Ure hora del experimento hubo irt.rr" aiuiu.ia"

ii il;;ii;ri"j'

busqueda de sintesis.ss

Con estas otservaciooes hemos llegado al final de nuestxo repaso de las fuentes publicadas, al menos en lo tocante al territorio colombiano. En todo casq por lo que sabemos hasta la fecha sobre la distribuci6n gene,ral de los rap€s o polvos na-rt6tico's, parec,e ser que 1r Colombia fue -y es todavia- el centro principal de esta costumbre, y que la absorci6n de rap6s siempre ha estado estrechamente relacionada con pr6cticas cham6nicas,

manog me era posible caminar. mro con aificutiai, o-*."" li.o ij,,u*r_ beri. sertt n6useas hasra eso r,5 q61q, .t,-u- ura sensa ganeral de la8itud e incomodidaa. p"". ,i*";"'i"qv^6 d"tlucs de las.ocho, yacla en mi hamaca, presa dc un fuerte *oor- ,r::"9.

ii

Las distolsiones perceptuales son primordialmente de indole visual, y con los ojos cerrados se pueden ver ilusionc y pautas de color, sobre todo geom6' tricag que !,€ mueven muy aprisa, a veces de contenido y cormotaci6n emo' c.ional muy hondos.,. Se manifiesta mayor dependencia del medio ambiente para la esttuctura y el significado simb6licq y una mayor asociaci6n de ideas

y

;j ;;r;;:;i,""'

un" o"i,i"io,,

con'

bitados.sa

"orl Ml';ft .;;::il"?$"ff;"ffj f ",11i.,.i"'i"T:",:il:,;l

izquierda.

lq

los hechiceros es suficiente para provocarles un zuefio profundo pero agitado, durarte el cual emiton barboteos de delirio, y a veces gritos; se dice que con gaan frecuencia acompaflan al sueffo narc6tico aluci' naciones visuales o suerios, y un ayudante, que espera los sonidos prof€ticos adivinatorios, los "interpreta". Dicen que algunos hechiceros son afectados m6s violentamente que otros, y son sintomas oo infrecuentes contracciones incontrolables de los dedos y los mrisculor faciales asi como los ojos desor-

ilvcccldn npnrccicron sintomas vese-

H:1."r,1,:"f'#,9 ai1,_crevaci6nd;;';;;;;;i:lrJT,_"il'llillit,r;,lr::t":;lt;

"o_o ''ei,u'".. puhto el culminante

El -i"-o autor describe los efectos del rap6 de Virola en sumidores habituales, o sea los chamanes ind'ios:

35

,. La dosis empleada por

fliil":"l}il?

arucitraciones, y

NARC6TICO

iiri..i"T"i#,i.0* d";ii;ij" il

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I

El uso de rap6s alucin6genos es esencialmente un rasgo.del Nuevo Mundoso que alcanz6 una arnplia distribuci6n, sobre todo en las tierras bajas tropicales de Sudam6rica y el Caribe. Por lo dern5s, la faoilidad con que podia comerciarse con las semillas de Anad.enantheru peregrina sir. duda contribuy6 a la difusi6n del h6bito en regiones situadas m6s alli. de la zrtna de difusi6n geogrifica del 6rbol mismo, Es tambi6n probable que los polvos narc6ticos fueran usados ya en tiempos prehist6ricos. En muchos contextos arqueol6gicoss? se han hallado tabletas, tubos y otros objete relacionados con la absorci6n de polvos y esto parece indicar que en las antiguas culturas aborig.enes, desem-. pefraron un papel importante los trances provocados por polvoe.s

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ffq"lj,'"""r_ i*f"" siendo casi _deryongcidos. La navegaci6n p.i i, rt"ui.,Ln en su curso inferjor, era peligrosa "r debido'a los "","a" roa rios.lue ,irai J" u, i,*,"1 ',,,,J""",ji.,r1"'".. ;il';;T.;Xo,:""?l Tj3': t3. -;;#";-;;fi mas .pehgrosos y de navegaci6n mris dificil. E.;; ;r" raprdo6; sus espumeantes asuas d. cas.adn ;U#;.y * _1d11an rripidos de fuerza rnmensa, que ponian la ehbarca.po. L!!f]pttuo"" cron en con[inuo riesqo. .{dgrnds, ;_"i#i ," h"bl"bu,;" canlbalismo y de aven-tureros ."ti;;;" ;;;;: J:_ :;;f], "j:::: jf i'3", o"

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Negro, los indios del VauDFs eren .*or 1r*aad.roJiolr"ri.rto",i"'io"_ braban fiestas de borrachera, tenian horribtes suii^ii.j.# oomrnados por hechiceros oue agiraban ""11a".u"" -q* preciable de gentes que ,ro ofr""ciar, *fu il;€" bautrzar y emplearlos como mano de 1"..,"- &;: I*:mitad obra barata' -:: ia 36lo i'^ hacia del siglo pasado ll.gu.on ul*oo. -9^"- "r,que empezaran a intere,we-rse en la"vida d" i", 1ilil;""r"d;rl\aaJeros a selva, e inmediatamente quedaron

r."rj;;.;;;;;,i,jr.o*_ .i'ij""fi*r*

[36]

aE;uco srLvEsLRE

37

imprcsionados por ellos. Aquellos primeros viajeros fueron los natuiai listas, y la pa.lma corresponde a dos bot6nicos .ingleses, que adquiririan

fama mundial: Alfred Rrxsell Wallace y Richard Spruce'' IJn tercff botriaico, Henry Walter Bates,3 habia llegado a loa tr6picos con Wallace, pero al cabo de cierto tiempo se separaron;' y Bdtes avanz6 hacia el alto Amazonas. Wa,llace y Spruce decidieron subir por el rio Negro y visitar el Vaup&. Hablando de su expedici6n dice Wallace que aquella era "una comarca que ningrln viajdro €uropeo habia visitado jamis" y es jrcsible que asi fuera; en todo caso, Wa)Jice fue el primero en interesatse inmediatamente en los indios: "La sensaci6n rnifu inesperada de sorpresa

E'

,._;9' Ias rnnunerables dificultades del transporte, las ausencia casi.completa de avanzadas a1, r" l,i"ilii.Jo, puestos de tr6.Iicc, La rinica ruta ocasional _la,rrra. lontafse era .la que iubia por el rio Neero

.BN Busca DE.uN

y delectaci6n Jue mi pririer encuen;

tro y mi vida con un hombre en estado de naturaleza. . . con salvajes absolutamente iacontaminados, Esto sucedi6 sobre el rio Var.rpds." a Wallace viaj6 con botgros indios y vivi6 en sus.espaciosas mcloaas, doadq no dej6 pdsar ninguna oportunidad de observar su vidar lle. na de colorido. "La selvitica y extrafia apariencia de aquelloa bellos' des' nudos y pintados indios,-con sus cur,iosos ornaqrentos y a,rrnas, el pdteo, canto y maf,aqueo que acompafiaban la danzal el rurno! de las conl/ersacionis en una lengua extrafi4 la mtsica de pito6 y iflaut?rs y otros fu$trumentos de carrizo, hueso y caparaz6n de tortuga, lai grandes palabazas de caxiri que no dejaban de ir y venir, la gran casa sombrla ennegrecida por el humo, producian un efecto que ninguna descripci6n podria igualar." 5 Wallace viaj6 Vaup6s. arriba y durante algrin tiempo se estableci6 en Mitri, entonces un pequefro poblado indio, donde recogi6 y des-

cribi6 sus especimenes de animales y plantasr. Alli habla el p4jaro paragu$, el gallo de las rocas y urta multitud de otros seres peregrin6s y hermosos; habia arboles, y flores, y.mariposas; y el naturalist soli: tario trabai6 hasta el limite de sus fuerzas fisicas. Un ano despu€s, Richard Spruce, que habia quedado ariis y estaba haciendo su ricolecci6n en la parte infer.ior del Vaup6s, tuvo una extraiia er
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38

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los dor minutos o meno, d" tomarla empiezan a manifestarse sus efectos. se pone.mortalmente pnido,

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T,a escena que presenci6 aquella noche fue el principio de un des_ , cubnmrento extraordinaxio. Spruce irquiri6 acerca de jos efectos del caapr y despues inform6: ,.Los blaacos que han tomado el caapi de la rnanera debida coinciden en el relato ai, I* ,."rrJo""r-il;;;; bajo su influenoia- Sienten alternativam.rt" fd, ;;;:i;;;" ; i ,a"y ante sus oios p.r"" parecen combrnaxse cuantas cosas estupendas y magnificas han visto cambia la escena y se presentan cosas extra.fias y ,9f.0"* LliO3; , nombles." okry".:iones. agudas, pero el inter6s principal de Spruce, ^,__lTl, ctaro estd, consistia, en la correcta identificaci6n bot6nica de la planta, precisi6n,. en.cuanto t, uni.alJ"* c,recra @rca de .[as casas de los indios. Fue "io asi Spruce el primer bot6nico en,identificar ef gaapr o yaj6 como vi" a" la tanuha de- las malpigi6ceas, y envi6 especlmenes a rianera de comproDantrs a los Kew Gardens. Unos pocos afroe despu&, en 1g54, se top6 con. una banda de Guahibo euantes en las cataratas de Maip.rr"., en el Onnom, y obnerv6 que .,mascaban trif" ,"". fa" nacen atgunos con el tabaco,,. y en. 1g59 "f nuevarnente hall6 ".;;:;; ei caapi usado entre los indios Zaparo a" las ti"rrn, Irjus a"

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el caapi- inicia una brel'e carrera desde el otro extremo de tt *4 i r,,rit caTabairta, que contiene aproximadarnente una taza de caaPi, "oo en cada mano, musitando 'Mo-mo'mo-mo'mo' al tiemPo que conq' i y encorv6ndose gradualmente, hasta que casj toca con el ment6n sup tJ roditla^s: entonces tiende una de las tazas al hombre que est6 en pib \ Iisto para recibirla." 10 Ei caapi, como habia obeervado Spmce durante sus- viajes por Ecuador, era lo rnismo que la ayahuasca, Esta Planta la habia mencionado pocos aflos antes ul funcionario civil ecuatoria.no, Ma,nuel Villavicencio, que habia sido gobernador del distrito de Rio Napo v habia publicado un importante rolumen sobre la geografia del pafu.ll 3u descripci6n del narc6tico coincidia con la de Spruca; no podia dudarse de que por todo el noroeste amaz6nico, desde el Ecuador oriental hasti el Vaup6s, y desde alli hasta las llarrwas de1 Orinocq los indios estaba.n usando la misma enredadera silvestre pa,ra obtener uances alucinatorios. Pero segtn las descripciones hechas, los objetivos inmediatos de esta intoxidci6n podian ler mriltiples; en el Vaup€s habia observado Spruce que cuando los indios tomaban la poci6n narc6tica se volvlan agresivoi y hablaban locamente de matar a sus enernigos. En cambio, l* ittdi* d" las tierras bajas ecuatorianas vio Spruce que tarnbiEn "ntr" el charnrin torraba ayahuasca "cuando lo llamaban a dir'imir una disputa o querella, para dar la respuesta debida a una embajada, para

un ene.rnigo, para saber si veniaa extraios, para cerciorane de que las esPosas eran infieles, en el caso de un enfermo para decir qui6n lo habia embrujado, etc.'.'l' Acaso sea conveniente cita.r dos descripciones de los efectos que pmduce el narc6tico, una de Spruce sobre los indioe del Ecuador y otra de Wallace sobre los del Vaup6. Escribe Spruce:

descubrir los planes de

6""rjlria""#f,

natilos locales lo llaman aya.huasca, o ,tnredadera a"f -ir"rt" I- O" recoger Spruce dedujo que los efectos eran los :: _Tl"*o ,S"" .p"do mrsmos que los observados por 6l entre los indios del Vaup€s. Inglaterra, Spruce hizo una compilaci6n te sus notas _-.* ,urrcl,u. soDre,9l caapi ^y- en 1874 public6 un trabajo intitulado ,,Sobre alzuaos narcotrcos notables del valle del Amazpnas y el Orinoco,,." En- este trabajo hacia una descripci6n compl€ta de f, 'pl"rt, y *i_1"r"-'i" *

39

STLVESTB.E

sabor es amargo y desagradable." La descripci6ri que hacia Spruce del servicio de caapi merece unal cita completa: "En el curso de Ia noche, los j6venes -varones tomaxoni caapi cinco o seis veces' en los intervalos entre las danzasl pero solt unos cuantos a la vez, y muy Pocc tomaban dos veces. El coper{ i --que ha de ser hombre, porque ninguna mujer puede tocar d probal I

!-l indio e8,dc ho!ror., Sribitamente sF -presentan s(ntomas ;ontnrior; rompe a sudar y parece po$etdo. de una furia loca, se apodera de cualquier arma que halla a manq su, murucrl" arco y flechas o macliete y tj .ntrual, a;;il ;;*," " qglpo.yt3r*t9, al suelo y a las jambas de"o.r" Ia puerta, mientras srita sin cesar: '.iEsto haria a mi €nemigo (y lo nombra) si estuvicra aqul!.,"En unos :j:^.::1,* la excitaci6n ha pasado y el indio se calma, pero se le- ue Spruce tom6 una sola taza del brebaje pero no quho particioar en todo el ritual; tom6 una taza de caf.6 y ,i, *tirO ;; f;;;;_"

UN DEJUCO

empleo por los indios. Dice Spnlce; "La parte inferior del tallo es la que utilizan. Se bate una porci6n en un mortero, con-agua. " , - Cuando este suficientemente triturada, se Pasa Por un cedazo, que retiene la fibra leiosa, y al residuo se le afiade agua suficiente para hacerlo bebible' Preparido asi, tiene un colol verde pardusco, y su

hablaban, y lc hablan contado a Spruce las extrafias pro,piedades de esta planta, Ahora podia observar su, uso por los indios y averiguar m6s acerca de rus pcculiaridadg.

f.t

EUSCA DE

1'*

Todos los que lo toman sienten al principio v€rtigos; despu€s como si se elevara! en el aire y flotaran de ac6 para all6. Los indioe dicen que ven

,FN ggacA DB utJ BEJ('CO SILVESTR!

ni Humboldtu ni La Condaminelo nrencionan et caafi ni la ayahuasca en sus voluminosos escritos, fue Spruce el rnuestras de ella ,,. primer naturalista que describi6 la planta y envi6 a Europa. ta cte$c;. descripci6n que hace Spruce del yaj6 (emplearemos esta ozlabra a partir de aqui), de su idCntidad, su uso y sus efectos; frre il ounto de partida de una indagaci6n que todavia continia' De hecho, lou p*bl"-us qrre plantei el yaj6 no s6lo est6 el de. la identifi"rrtr" caci6n boi6nica exacta, sino tambi6n sus asPectos litoquimlcos' larma: dado que.rii Martiusl?

;il;il+ lsiquiStricos y antropol6gicos, todos los. cuales. parec;en de sran inter6s. "^";;;h; ;" hmentable, Spruce publie6 su trabajo sobre los narc6' t ti"*-a;i .A-uio"u, ,.trru o,",,ra revista que probablemente no lleg6 "n

.,"

"'

b coioocimiento de los viajeros que en afios posteriores -visitaron a los LJi"t i"i i"*t"rio del Vaup6s. boudreau'zo v Stradelli,'zl por ejemplo; -.,.," .*oloraro. en la riltima d6cada del sigio xu< algunas Partes del itop6i *"t.io"un el yaj6 s6lo de pasada y no afradet,9ttT d" T!:' t;;;i;;ti;;-f""er-"nLi." ob+* "iottes de Spruce Y.asl,'un descu: qued6 en gran Parte ignorado brimiento --'i".t; importante ttl tt"sa " lrer pub-licadus sus obras principales' Muri6 i;gt, ;**A i" pu*. ,r,,,"h* afioi con le salud delicada' y toc6 ""1" -til* t colega Alfred Russell Wallace pr€Parar y publicar sus "lii.i*. li .tt" en" dos vohimenes, que sali6 en 1908 con el titulo de como hemoc Notes of a Botanist on the Amazot dnd Arules, cantiene, u1a fuenle de hace que etnol6gica informaci6n lrirto, uilrnd"ttt" 9111 *u'" la ,,ida adrigen en el Vaup& de hace m6s ;";;;;-;;lil' de - un siglo. fl""rr'tl"t"p* relativamente recientes no se habia emprendido.estudio detallado alguno de las'plantas narc6ticas del,noroeste yn"?n:*' tri por t"t6"i"d ni por viajeros interesados en la antropologia' Era ;;;J;;;16" ;;" ,,ot-it, ,obr" todo dado que el ernpleo de los bejucos alucin6eenos selrria siendo mencionado en relaciones de viaies que r rreces"se pub$aban- Por alguna ta76t n6 I reconocia claraniente iu

i*r""rt"ilt *"f

a"sde el prrnio de vista {arinacol6gico y ---sobie

todo-

cr-rit.,.ut, ta planta habi; sido otservada sulxrf icialmente y mencio,r^du. pero no se habia realizado un an6lisis sistem6tico de sus caract"tltii*. q"i*i.., ni un esfuerzo para investiqar el papel--que tan manifiesta,rnente desempqfiaba la droga en las creencias religiosas y m4sicas de los indieenas que de ella se servian' iambi6n habia-alguna confusi6n acerca de Ia especie botrinica nrecisa en uso. debido en parte a loe muchos nombres con que corioiian esta" enredaderas u otras semejantes los indios' En el noioeste amaz6nieo y el Orinoco era muy c6mirisrente usado el noi'nbre ile

u. crrevln y

*

BL JAcuA8'

, EN

caapi, mientras que en el sut.j eu ja tegi6n de montafia del Ecuador y el Peru, se conocia la planta con el nombre de ayahuasca. En los territorios del Vaup&, Guainia y la cuenca del rio Negrb se empleaba mucho el nombre de yaj6 (o yag6), pero los diferentes gnrpos de indios empleaban nombrcs locales pa.ra distinguir ciertos tipos de yaj6, seg{rn zu aplicaci6n. Mas volvamos al Vaup&. Entre 1903 y 1905, el etn6logo alem6n Theodor Koch-Grtnberg recorri6 buena pa.rte del territorio del Vaup& y redact6 un informe detenido acerca de su vida con los indios, que

i

pefiar un papel principal en esta embriaguez. Grandes serpientes muljb"l"*: f enroscan en los postes de las casas. Todos loc colores son

"

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Dn una ocasi6n Koch-Griirberg tom6 dos tacitas de la bebida y describe asi su reacci6n: "De hecho, al cabo de un rato, y sobre tod; -ante aI salir de la rasa a la oscuridad del er
UN BIJUCO

STLVESTRE

aspecto de miel espesa est6 listo para saborearlo. Reducen sus efectos

'

Iuminoaisimos. "

EUSCA DE

*

cuando lo administran como Pruga mezcl6ndolo con otras Plantas' y principalmente con una lerba que llaman chiipanga, que tarnPoco conozio. El uso del yag6 no esti exento de peligro."'zs t Rocha describe lbs-efectos del yaj6 con palabras muy novelescas' En primer lugar, dice que las visiones se interPrctan como mtdio de identificar a los enemigos de uno y de descubrir lugares propicios para la caza. y la pesca, Despu€s vienen bellas imigenes de flores y frutos, de muc,hachas que bailan medio desnudas y de fantasias er6ticas. En sus alucinaciones, los hombrcs se vuelven jaguares y dan caza a animales. Sibitamente las visiones cambian y son imigenes horripilantes que aj.Itenaz,ln y ata.ta a sus vict'imas. Este informe contiene dos Putos interesantes: la pauta de varias fases sucesivas cla.ramente definidas, empezando por hermosas visiones de bienaventurada felicidad y terminando en horrores de pesadilla; y la transformaci6n en jaguares. M6s adelante volveremos a tratar de estas observaoiones. En 1914, la Montfortian Congregation, compuesta en su mayoria

por holandeses, fund6 cierto nimero de pequefias misiones avanzadas en el Vaup€s, principalrnente entre los Tukano, Desana y Pira-Tapuya del rio Papuri. Segtn muchos infor'mantes indios que todavia recuerdan aquellos tiempos, los misioneros prohibieron de inmediato el uso del yaj6 y destruyeron c:si todos los artefactos rituales con 6l rclacionados.

,

Aunque los misioneros publicanon varios informes sobre cuestiones etnogr6ficas y liagiiisticas,'6 no mencionaron el uso de drogas narc6ticail y parece que en las doe primeras d6cadas de nuestro siglo no se hicieron mis obnervaciones relativas al yaj6 en el territorio del Vaupds. En 1937, el etn6logo norteamericano frving Goldmanz? emprcndi6 un estudio detallado de los indios Cubeo del rio Cuduyari, tributario septentrional del Vaup6s, y en su libro, no publicado hasta 1963, hace cierto nrimero de obaervaciones interesantes sobre el uso del mihl, rou,brc con que conocen el yaj6 los Cubeo. Dice Goldman: Esta secuetcia de mih! tarsptta a un hombre de vagas y suaves visiones de blancura a intensas exp€riencias alucinatorias, estallidos de violencia y Iinalmente p€rdida de la consciencia... Al principio, dicen los indios, la vista se empa.f,a, las cosas empiezan a parecer blancas, y uno va perdieldo el habla, La visi6n blanca se vuelve roja. Un indio Ia describla corno una sala donde revolotearan plumas. Esto pasa, y uno empieza a ver a la gente con

.

los vivos colores del jaguar. Cuando se toman las fuertes do,sis finales del arili, Ias alucinaciones empiezan a adquirir una forma inquietante y temible. IJno siente como que gentes violentas corren de aoi para all6, voceando, lloraado y lanzando amenazas de muerte. Uno teme no ten€t ya casa. Los postes de la casa y los 6rboles se animan y adquieren forma de lrrsonar, Se tiene la fuerte sensaci6n de que un animal le muerde a uno los gl6teo6,

}N

:44

EL crrAM,(N Y EL

UN BEJUCO 3ILVESTRE

JAoTJAR

cuerpor los hombres copian los motivos de Ias Pinturas que adoman loo de esos seres sibrenaturales, y con ellos se adornan el rostro'8l :. t", Huitoto, el cham6l toma un cocimiento para ponerbe en

de tener atados los pies. La tierra da rueltas y e[ suelo se alza hasta la cabeza. Hay tambi6n momentos de euforia, en que 3e oye mrisica, personas que cantan y agua que corre. El Cubeo no toma el miht por el placer de sus a-lucinaciones sino por la intensidad de toda la experiencia, la amplia gama sensac-iones. Nunca habl6 con nadie que pretendiera que le gustara.2e

y

Bo*"

$e

, En Yavaret6, en la desembocadura del rlo

B;USCA DE

Papuri, en la orilla

brasilefia del Vaup6s, los padres salesianos habian fundado una gran rnisi6n que con el tiempo lleg6 a tene! un centro de investigacioues antropol6gic4s. El padre Alcionilio Briizzi .Alves da Silva public6 ei: 1962.un gran libro sobre.loo indigs del Vaup6s donde menciona el yaj6.'z? Seg{rn sus infomantes, habia varias categorias de bejucos de yaj6 (que segin 6l pertenecen al g6nero Banisteriopsis ) , cuyos talloe nachacados y desleidos en agua sirven Para PreParar el brebaje. Un Fesidente colombiano que habia tomado yaj6 cont6 al Padre Alcionilio que tuvo visiones muy concretas donde contempl6 una serie de disefros

Otro informarte dijo que habia visto mujeres que se . ietorcian como serpientes, cubiertas de herrnosos adornos, y que las flautas de Pan que taiian le sonaban como una oryuesta magnifica' El mismo padre-Alcionilio tom6 tambi6n una dosis pequeia de yaj6 con los Tukano de Camru Cachoeira, un poco nlis arriba de Yauareti pero no lleg6 al trance alucinatorio, aunque los otros ParticiPantes' decian ver'lglobos y llanas''. .Sencillamente apnnta que "los efectoo mencionados por los indios han de explicarse por la ficil excitabilidad

geom6tricoe.

de su funaginaci6n"."o Podemos ahora diligirnos a otra parte del noroeste amaz6tico colombiano, de loa ri& Caquet6 y Putumayo, en Ia zona fronteriza 'la del sur del pais. Entre los indios Siona, tribu que pertenece al gnrpo lla.rnado Tukano occidental y que vive en la parte mes alta del .Caquet6, toman el yaj6 por razones magiconeligiosas' El padre Pl6cido de Calella, un misionero iocal, describe la preparaci6n del brebaje y sefrala que en esa comarca el liquido se hierve antes de tomarlo, cosh{nbre que) cemo ya hemoo observado, tienen.los vecinos indios y temblores--, los parfngano, Pasadoa los primeros efec.tca 'caen el cual tienen visiones llenas de en un trance durante-nauseas ticipantes oolor. El cham6.n mismo sube al cielo, donde se comunica con las dddades tribales; despu6s baja al mundo inferior, donde le rirvela srrs

dominior Sapai, el Espiritu del Mal. El cham6n desc.ribe estas visiones con un sorubnete a quienes lo escuchan, que a veces formulan preguntas o comentarios. Duiante estas aluci.naciones, el cham6n y los derds participantes dicen ver grandes multitudes de indios como ellosn todos bien engalanados y pintadoo, que son la "gente yaj6" (yag6-pai) y que. ca'ltan y tafien instrumentos musicales. Cuaado pasa el trince'

I

r contacto con el demonio rnalo Tai'fi; y sus alucinaciones le Permiten ii"onoiticar enfermedades.32 Whiffen dice de los mismos indios que itifl."tti*.o tambi6n se administra una bebida hecha de oierta liana' Ui"" embriagado con ella se aleja corriendo -y Poco des* C"a"JJ "tta pu6s se apodera de 6l un sueffo profundo' En este estado comatosd l" ,lrpooulu. tiene comercio con el mrindo fnvisiblel que va eu espiritri . oiior:r,ij-*, y que a consecuencia de lo que asi 'averigua, puede oredecir el futuro cuando despiertai',33 Pero Ban'uterippsrs tambien se eulplea futira del noroeste amaz6nico. Entre los Gu-ahibos de los llanos del Orinoco mascan- los tallos' come ' v a los chamanes les dan el nombre de huipa hat ("el que l,"ia"f:t l-or Piapoco toman Banisteriopsis en una mixtura 35 lJsan , ;;#; Binisterio'psis casi todos lbs indioo de las tierras bajas del Paci'a ;"-"t"i extensi6n de selva lluviosa que'va de.'Parama il".l ""; il;J;;; ;; ;lL de la cordillera occidental, dinde la tdbu Enibert tliii ii" plafitt ptldi, y la tibu Noanain 6, dapa',d Las abr.indatttes citas de lils piiginas anteriores- revelan un cuadro fers"ina.dor que, si bien carece visiblemente de profundidad y detalles; a"*"*t"t it i.itt" de que las alucinaciones producidas por yaj6; desempefian urt paPel sumamente imPortante en-los- 'ituales y.cl@n-

aborigett"s de las selvas pluviales colombianas' di muchas "rrliu.as trahces alucinatoriqs hacen las diferentes de estos que aplicaci6n La oiUrri ittaiu" vaia desde los rituales de curacir6n ha;ta las cercmdni4s d" iniciaci6n, v desde el violento frenesi de los guerreros hasta exteticas experiencia.s ieligiosas. Segrin parece, en todos los -casos se cree que el yaj6 proporcioirt ',.ttt *"dio de trasladarse a otra dimensi6n de coris: cieoJia'lo qne, en la vida cotidiana del individuo o. del gruPor,sdqui* entonces que sin explorar-esta dinrerui6f Put ;;;;'tt"#;.t". ""rit it i-potiUt" el conocimiento de la cultura aborigtn' En Colombia, el centro del cornplejo del yaj6 es daramente el noroeste amaz6nico, con todas las tribu; de la zona Putumayo-Caqdet6' la de Vaup€s-Guainia y Ios llanos del Orinoco, independientemente de la familia lingiiistica o Ia subdivisi6n cultural a que puedgn Pertenec€r las esos grupos,r il empleo de la enredadera narc6tica atraviesa todas lineai divisorias. Se- halla entre los recolectores Makri, los agricultores Tutan6, Arawa.k y Caribes de la selva lluviosa, y los indios db.la sabana al norte del rio Guaviare. Esta disiribuci6n es, pues, conocida y est6 Jocumentada en la bibliografia. Pero sigue en pie ia cuesti6n de qu6 es el yaj6 desde 9l purito {e rdsta bot6nico y quimico' cias

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&N BUSCA DE UN

EL CI{AMIN Y EL JACUAR

SILVESTRE

47

'EJUCO

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de caapi llamado caapi pinima, o "caapi pintado", y que una pequefla cantidad de las raices de esta planta se merclaba a veces con los tallos #JT; ;;";i;i;' "',t lo' d"to'io' que sigr'rieron macerados de Banisteriopsis caapi, Segin Spruce, este "otro" caapi era del s6nero v'91' :'. . probablemente Haemadictyon arnazonicum (ahora llamado Prestonia \ amazonica). Parece que algunos autores leyeron rnal esta oboervaci6n I esy empezaron a pretender que en la zona donde se conocia la pla.nta para nuestro Presente lrrndarnental museo bot6nico de Harvard, es narc6tica con el nombre de yaj€, la bebida se preparaba exclusivamente tudiodelasvariedadesylascaracteristicasopropiedadesespeci[icas con Prestonia annazonica. Schultes, que consult6 en Kew las notas oriti' t"tteria de plantas de #"i;;.rp".iaii'tt a" t"ri" de muginales tomadas sobre el terreno por Spruce, descubri6 que Spruce ^""ai"r pasado ha .[[;;"u^J",i'*i y "" p"ti'ur"" las narc6ticas' ' * habia sostenido tal cosa sino declarado ,inequivocarnente que el uunca tt en Parte ' caapi pinirna no era sino una adici6n ocasional. Adem6s, Schultes lleg6 1lttT^-O: chos aflos en el noroeste u*-o"ttJ-'lgtti""do I regiones ixplorando parte edmirado maestro Richard SP*;-; ; a la conclusi6n de qrrc Prestonh arnazonica no !e usa, como aditivo a nunca' l"tta" n"tt ahora ninglin botinico habia colectado sus aI los brebajes narc6ticos en la regi6n anazi,trcz y que esta rarisima es var'iantes ffiffi.f,Ju1,J,iuq""au bot'inica del vai6 v ' avz'\1t especie es probablemente end6mica tan s6lo en el rio Trombetas, del \'a oran conlusron confusi6n. Liuarno ruruw de qran nrincipio ^;-;nin rre donde Spruce recolect6 stts tipos en 1859. Recorda.re. bajo Amazonas, que escribi6 "era 1854 zup"to de Ecuador en habia comunicado que los indios del nos ahora que Koch-Griinberg pstls nombr€"' otro con a"t vaup6s' de caapi, usaban dos tipos uno de los cuales identific6 como Vaup6s ",pti" p'i"'"' botinico que identific6 B:1:::::"f: (o Banisteiopsis) caapi" mienfias que el otro, llamado *a aqur Boniuteria "t antictPar. ;"l"rilm""t" itt"o"ttiottables v podriamos ha por los indios, pertenecia a una especie desconooida para h,ilihahpiro planta misma la de yaj6 y avahuasca como Es Evans Schultes viaj6 por la misrna regi6n y el autor. En 1948, Richard contemporineos' ""Ti"'rI*itr,".Jon toao" iot'oti'ai* bot4nicos H: wo de Tetrapteris methystica, observ6 entre indios del rio Tiqui6 el los Llombiano 3ouqui" n*t'u'"" que e.n 1?0.s lnformaba narc6tico. Habiendo observado que otra rralpigiecea, con fuerte efecto tL it'di"' d" la regi6n alta del Putumavoel liquido preparado con Banisteiopsis caapi tetia un color pardo ""tt" oscuro mientras que el preparado co\ Tetrapteis ruthttstica eta anteriormente, r'ecogleron esPecrn amarillento, Schultes indico que el "caapi pintado" de que habla por establecida claramente ; ;#;;J ib ;uie v tytttt.'o" estaba algunas teorias altarnente hablado Spruce bien pudiera ser la planta que producia la poci6n de ' Scruce, Sin embargo, entonces aparecieron coloraci6n amarilla. franc&' un antrop6logo HriJr"i"tr*.- [r,'p.i-", t"ga/- n"lnburg' En 1912 apareci6 un articulo an6nimo en el suplemento sudanenque yaj6 y ayahuasca proponia que ttt ttt"dio l-go igzi .* cano del Times (de Londres) en que se mencionaba el yaj6 como lugar' segundo En *'npt"tu*"itt" dif"t"nttt'!" posible cu.ra para el beriberi, y al mismo tiempo aparecia urn carta f.'*u"ologo f'"nc6s' expuso en 1926 la opini6n colombiano, Rafael Zerda Bay6n, que ensalzaba de un farmac6utico quuorco idea que recogi6 el ;;;;;] vujc ".u """ Aftt;lochia'"o las propiedades de la planta. Este articulo despert6 el el sobre "telep6ticas" una disertaci6n colombiano Fischer C6rdenas, qui"tt "tttiUiO inter€s de Percy E. Wyndham, Esq., ministxo de Su Majestad en qt'" el. vaj.6 q3dria 7er.llestonn Reinburg pt ;;.;;;";t, Bogote, que en 1913 envi6 muestras de lo que 6l crela ser yaj6, reco'*bt contusron' la a contribuv6 fri*"iri v "rt" t,.tg"t""ii^ tu-hi6n gidas cerca del do Caquete, en el sur de Colonrbi4 al Museum of -':b;tfu resulta que algunas tenia"n-estas aseveraciones? Ahora Ecouomic Botany, en los Royal Botanic Gardens de Kew, donde fue ill-"3"T:19, partes de la obra. de :: identificada por T. A. Sprague como una malpigiiicea, posiblemente ra rectificaci6n por "Pry: RL;;J Evans'schultes 'fetrapteris. Esta identificaci6n result6 correcta y fue confirmada por 42 hase Banisteiopsi Aunoue Richard Spruce identifico el bejuco -caa-pi a este descubrimiento

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Schultes.'3 En loe aflos veinte y treinta, cierto

nimero de botinicos trabajaron el problema de la identiJicaci6n de las diferentes especies de Bonrst, lcriopsis empleadas por los indios de la selva lluviosa. Un pr.rnto de ,. t:apita.l importancia era colectar la planta en el terreno y verificar

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Y BL JtcuAt

su identidad compar6ndola con especimenes testigo en colecciones de he.rbarios, y al mismo tiempo observar exactamente qu6 planta -=-=e combinaci6r,r de plantas- empleaban los indios en la preparaci6n de la droga. Para entonces se habia puesto de manifiesto que era necesario. el payor cuidado al determinar la composici6n exacta. del brebaje, porque especies diferentes del mismo g6nero habian resultado contener componentes quimicos y psicotr6picos diferentes; por lo tantq el proi blema de las mezclas ocasionales ----observadas por diversos autoreFadquiiia primordial importancia para entender los electos alucin6genos de la droga.'a La vaguedad que a veces presentaban algunas identificaciones botenicas em,. naturalsente, un gran obst6culo para la investigaci6n luimica y farmacol6gica que ahora empezaba a consagrarse a los narc6ticos del Amazonas. En 1927,. Perrot y Ha.met resumian el estado del corrocimientq botinico del yaj6 en dos importantes publicaciones,' y al afio siguiente aparecia cierto nrimero de trabajos, en su mayoria obra de faxmac6logos, quimicos y bot6nicos que trataban de poner orde!, €ir aquel acewo de informaci6n confusa y a veces contradictoria, Para principios de los treinta habian reconocido los bot5nicos cierto nrirnero de especies diferentes de Bazirl erio psis, y a Banisieriopsis caapi se a.fiadieron, entonces las especies B. inebians, B. qui.te*is, B, rusbynna, B, longlialatd, B. metallicolor, B, lutea y ottas. : Es ud l6stina que la investigaci6n botanica y la quimica nir siempre fueran de la mano en aquel tiempo, y que. muchos quimicos y farEac6logos tuvieran qde tiabajar con eateriales bot4nicos insuficientemente identi{icados. El quimico colombiano Fischer Cirdenas parece haber sido el primero en aislar, en 1923, un alcaloide cristalino del yaj6 que llam6 telePdtina, pero sus especimenes no hablar sido identificados en €uanto a la especie, y 6l propuso que la planta pudiera ser :una Aristolochia.a6 En 1925, zu colega Baniga Villalba aisl6 dos alcaloides del yaj6, que denomin6 yajeha y yajenina, y us6 la prirnera en expelimentos de labontorio controlados con conejillos de Indias y perros,'? Por desgracia, erste sabio utiliz6 tambi6n un material vegetal no bien identifiiado botrinicamente, y su idea de que el yaj6 era Haemadictyon amazonicum, o *a Prestania amazonica, era orrada, En 1929, Keller y Gottaufa aislaron de la ayahuasca un a.lcaloide sexnejante a la harmina, pero los especimenes no tenian hojas ni flores y por ello era imposible la determinaci6n boti6.nica. Mientras no hubiera colaboraci6n efectiva entre recolectores de campo y equipos de trabajo en el laboratorio, la brisqueda de la ve.rdaderi identidad de la droga no tenia esperanzas. No fue sino en 1939 cuando se produjo un avance definido. En aquel afio, Chen y Chen'o identificaron en los bejucos de yaj6 tres

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BN DUSOA D! UN EEJUCO StLVtAttB

s

y

banisterina) que resultaron scr la

t"tordo

(telepatina, yajena

misma harmina, alcaloide bien conocido de Peganum harmala, plmtz narc6tica del Viejo Mundo. Ahor4 por primera vez, ull an4lisis qulmico ' se basaba en materiales .vegetales debidamente identificados: era Banis-

teioptis caa?i recogida cerca de lquitos, poblaci6n peruana del alto Amazonas, por el botrinico Llewellyn Williams.60

.

'

Aunque este adelanto era de lo m6s importante, no significaba que los alcaloides de harmala fueran los inicos componentes psicoactivor del yaj6, ni que el yaj6 por Banisteriopsk caapi- Iuera -representado en la preparaci6n de la droga por los el rinico material empleado indigenas. El paso siguiente seria, pues, analizal las otras especies que se sabia empleaban los indioo. Y habia ademris el problema de las mezclas, de los ingredientes secundarios afladidos a la poci6n, cuya acci6n quimica parecia decisiva en la determinaci6n de los efectos que la droga tenia en el organismo humano. Klug y Cuatrecasas6l recogieron otra especie, Bdnisteriopsk tusbyana, jvnro al rio Putumayo, donde los indios la lla"rnaban aftagro. pangd, ,tagl-rico (o bien oco-yagC), mientras que Schultes hall6 la misma especie empleada entre los indios de Mocoa que, seg{n dator proporcionados por gente de la localidad, mezclaban las hojas de Bank: teiopsis rusbyana an la corteza machacada de Banisteiopsis inebriau. Esta riltima especie, que par€ce bastante comin en las inmediacionig de los rios Putumayo y Caquet6, recibe el nombre de yaji de montc entre los iadios Ingano y es Ia base de su brebaje narc6ticq pero cott adici6n de algunas hojas y tenuevos de Banisteriopsis rusbyana. De los muchos informes mn que contamos se derprende que Iai cuatro especies hasta ahora mencionadas (8. caapi, B. quitercit) B. rusbyana y B. inebrians) se emplean, solas o en mezclas de dos, entre muchos indios de la zona del Putumayo-Caquet6 y que en no pocoi casos cultivan las plantas cerca de las casas, para tenerlaa a mano cuando las necesiten. Tambi€n parece ser que en esta regi6n general preparan sienpre la bebida hirviendo los tallos y/o las hojas durante varias horas, y que consnmen la poci6n en dosis relativa.mente pequeflas.

En la mna del Vaupds el cuadro

es ligeramente diferente; las espe.l

cies empleadas son sob,re lcdo Banisterblsis caapi y B. rusbyana, mielJ-

tras parecen faltar las demds. En general puede decirse que casl siempre que es consumido yaj6 por un gmpo de gente, se emplea s6lti Banisterioisis caapi, pnro que en sesiones restringidas de chamanismo, cuando se desea lo que podria.noos llamar "efectoi especiales", se afiade Banisterbpis rusbyand. Tambidn es posible que se emplee cierto nimero de especies hasta ahora completamente desconocidas. Otras adiciones observadas son hojas de tabaco o unas cuantas hojas machacadas

rL CHAMiN Y EI-

de Malouetia tamaquar;na, apocinicea venenosa, comunicado la mezcla de Daturo.

y

tambi€n se ha

Hemos de volver brevementc a las propiedades quimicas y farmacol6gicas del yaj6. Los alcaloides de harmala son bien conocidos en el

Viejo Mundo; desde la Antigiiedad se conocen las propiedades psicotr6picas de las semillas de Peganum harmal,a, cuyos alcaloides fueron aislados hace m6s de un siglo. En el Nuevo Mundo, Ias diferentes

especies de Banisteriopsis que han resultado contener esos alcaloides se dan en la selva lluviosa tropical del alto Amazonas y en las rcgio-

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EN EUSCA DE UN BBTUCO SILVEaTRA

JAOUAR

{

il

nes de las estribaciones orientales de los Andes centrales y sePtentrionales. La principal sustancia Psicotr6Pica contenida en Banisteriopsis r, parece ser la harmina (harmalina),6'? que como ya sabemos ahora es la misma yajeina, banisterina o telePatina de los quimicos anteriores de la harminaSe observ6 que Sanisteriopsis caap; conteni^ -adem6sy la d-tetrahidrootros dos derivados de la p-carbolina: la harmalina harmina,u3 pero la harmalina faltaba en los tallos de Banisteriopis inebrians,sa aunque contienen harmina. El an5lisis de Banisteriopsis rusbyana, espec\e que junto con B. caapi parece la m6s comfn en el Vaup6s, present6 una sorpresa : contenia N,N-dimetiltriPtamina, fuerte alucin6geno y basc que se halla tambi6-n en otras plantas psicotr6picas utilzadas por los indios, como Anadenanthera peregrino y Virola sp., de donde proceden rap6s narc6ticos. EI estudio de los componentes quimicos de las diferentes especies de Bdnkteiopsis todavia esl4 en marcha o, mejor dicho, todavia se I halla en su fase inicial, junto con la birsqueda de las posibles adiciones o, en su caso, de plantas alucin6genas todavia desconocidas para la ciencia, El noroeste amaz6nico parece sumamente Prometedor para este

tes, en que empiezan a predominar fen6menos visuales y auditivos. Son

raras las distorsiones en Ia percepci6n del ambiente fisico, pero frecuentemente se ven imigenes alucinatorias superpuestas a las superficies. El mismo autor menciona vibraciones laterales ripidas en el campo visual, dobles y triples contomos delhean los objetos, sibitos destellos de color, visiones coloreadas donde predominan los contrastes de rojo y verde y de aa v raranja, y prolongadas secuencias oniroides con imrfuenes de felinos, reptiles, ojos que miran fijamente y la sensaci6n de volar. Sefrala tambi6n Naranjo que la percepci6n musical no parece alterarse, pero que muchos individuos hablaban de zumbidos u otros sonidos desagradab)es. Especial trterds presenta ia obnervaci6n hecha por Naranjo de que "es frecuente el inter6s en problemas religiosos o filos6ficos". Resumiendo dice que "la reacci6n tipica a la harmalina es la contemplaci6n con los ojos cerrados de imigenes vividas sin efecto ulterior mucho mayor que el preguntarse e jnteresarse en su significancia y en contraste con los extiticos cielos y los tremebundos infiemos de otros alucin6genos".

tipo de averiguaciones.

Pero las investigaciones etnol6gicas ain van a la zaga. Desde que Spruce bizo sus cldsicas observaciones, se ha puesto de rranifiesto que el empleo del yaj6 desempefraba un papel de gran importancia en aquellas culturas indigenas y que la experiencia aluchatoria misma exhibia amplia variedad de aplicaciones culturales. lEran los efectos t6xicos de la droga los rnismos en todos los casos? lHabia una base pomin para las visiones producidas? Y ; c6mo interPretaban esas visiones los indios?

Los sintomas que acompaflan a la intoxicaci6n 1rcr harmalina han

sido descritos por Claudio Naranjo, cuyos experimentos de laboratorio ofrecen considerable inter€s,3s Entre los aspectos fisiol6gicos de las fases iniciales est6n las n6useas, d enturnecimiento y el malestar general ya mencionados; pero tienden a desaparecer en las fases siguien-

DAllt-(i Lr LA tLiJi.ii

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CATALOGACION

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s. cseult

3. EI. CHAMAN Y EL JAGUAR

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En la Am€rica tropical, la estrecha asociaci6n entre el cha.manismo

y loa jaguares o loc espiritus-jaguar es un fen6meno biep conocido desde hace largo tiempo, y sobre 6l se ha escrito mrrchd{rl.r,^q ideas fundamentales que subyacen en este complejo de creencias pueden resumirse brevemente aqui.

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Primeramente, se cree que un charnri,n puede volverse jaguar a voluntad y utilizar la forrna de este a,nimal como disfraz bajo el cual puede obrar como ayrda, protector o agresor. Despu€s de la muerte, el chamSn puede volverse jaguar para siempre, y entonces manifesta,rse en esa forma a los vivos, tanto amigos como enemigos, de modo bendvolo o mal6volo, segtn el caso. Al hablal aqui de charnanismo es preciso incluif en este concepto i aquellos niveles superiores de especializaci6n esot6rica que han de calificane de sacerdocio, como en el caso de las culturas indigenas mris .. adelantadas. En las civilizaciones altamente desarrolladas de Meso- i, amgrica y la regi6n central de los Andes, cuyas influencias culturales,

Aparte de esta categoria de asociaci6n entre un concepto felilo' y eI repr€sentante migico-religioso de la sociedad, el jaguar se halil _?- _ F

[52]

53

-

siempre se advierte una relaBi6n con las creencias y los procedimientls cham6nicoe, y con bastarte frecuencia esta relaci6n es tan estrecha que se llega a pensar que charnanes y jaguares son casi iddnticos, b al menos equivalentes en su poder, cada quien en su esfera de acci5n propi4 pero susceptibles de intercambiar ocasionalmeDte sus papeles.fi' Debemos dejar para discusi6n ulterior la cuesti6n de por qu6 el jaguar habria de deseuipeflar este papel y volver una l'ez m6s a las fuentes antiguas y los informes etnogrificos. Otra, vez habremos de limitar el carnpo de nuestras indagaciones a Colombia y buscar primero pruebas en las cr6nicas espaflolas, Consideremos ante tado los antiguos indios Mglsca de las tierras

ciso que consideremos .la experiencia chad6nica en si,

.

JAouAR

naturales como el/ nenudo asociado con cierto nfmero de trireno, dl sol, la luna, las cavernas, las montafias, el fuego y tambi&r 1J ciertos ariimales. A veces el jaguar desempefia el papel de Duefio de;". los Anirnales, protector de la caza, y asociado por ende con los rituales' ' .de cace{ta. En todo caso, en la Am6rica tropical y suh,tropical casi -'

En loe capitulos que anteceden hemos indicado que el empleo de las drogas .alucin6genas --€n este caso el rap6 de Anadenanthera y las pociones de Banisteriopsi.s- ha desempefiado y contin(ra desempefrando un papel importante en las pr6cticas cham5nicas y las creencias religiosas de los indios colombianos. Colectiva e individualmente, creen los indios que la disociaci6n mental producida por esos narc6ticos da al hombre rur medio f6cil de estableccr contaato directo con la esfera de lo sobrenatural, que entonces se revela en im6genes y voces -personificaciones penumbrosas a las que se puede consultar acerca .G gran varieda.d de problemas humanos, Quedan ahora por investiga.r alguaas de las caracterfuticas de esas fuerzas sobrenaturales, de esas fomas e imigenes que la mente indigena conjura y proyecta eh la pantalla de alucinaciones provocadas por drogas, y con tal fin es pre-

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altas a.ndinas, cultura que al principiar el siglo xvr habia llegado dl nir,el de grandes federaciones de aldeas unidas en varios estados inci'.pientes. Entxe los Muisca, de habla chibcha, jefes y sacerdotes s6lbn estar fusionados, aJ punto de que algunos grandes centros cer€moriiir les como Sogamosq Tunja o Ohla eran tasrbi6n centros de importancia polltica. Dn las cr6riicas se han conservado los nomb,res de varios jefes o racerdotes irn$rtantes. Algunos son de personajes miticoe, nrientras otros son figrrras hist6ricas, y.es lo,tpble. que entre esqq nom-b-4p.los haya con rm concepto felino en la raiz. El p,"uma o el ocelote qg-fym4, (nemc) en Muisca,s y podemos encontrar esta raiz en varios nombres. ifittd€ fos ti'ltirros ciuditlos, o ipa,n de Boe6A t* N,e-neqwne, ;io nombre segrin los cronistas sigaificaba'hgeso..de-$uma",5 mientras que el caudillo de Sogamoso se llbmaba Nompasum, que significaba "emba,rcaci5n del puna";9 y el nombre de otro jefe, Nemocon, ugnificaba "pr.ma que llora".? Otros nomb'req no traducidos por loe i:ronistas, 1rm todos ellos con la misma rdz, son Nompanem,a Ncmquotebas y Cucinemegua.lo El principal h6roe cultural de los Muisca fue Bochica, que ta^mbi6n era conocido como NenTterequeteba,ll y la deidad Nencatocoo era la protectora sobrenatural de la embriaguez, los pintorcs y 106 tej edores.l2 Esta tendencia a dar nombres de felinoe a los personajes tambidn puede obserwarse actualmente, sobre todo en la Sierra Nevada de Santa Marta, aI norte de Colombi4 donde varios miles de indios Kogi, otra tribu de habla chibcha. viven todavia.ls El nombre dal aJ jasaat .g--9hhi1ubi) *Jaxna asb-' n€tn"- o nnn- ,g-FdJ^Irerr:clltdmente €o los nombrcs de sacerdotes o jefes mlticos, personificaciones

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EL crr^MiN Y EL

divinas, antepasados miticos importartes y constelaciones de

EL OHAM,{N Y nL JAOUAR

IAouAR

estrellas.

Entre los muchos nombres de alceslfgs mitigos, que en su mayoria

26 Los Tunebo moder' t pueden volverse jaguares dicen en pirblico que '<,hamanes rma esfera del otro visitar. a veces Pueden ttor *"""'q"" sus y que, a 3u de hornbres jaguares devoradores -rltrdo ao"a" se lrrelven a su vez demonio' jaguar une y se se nrel;e muerte, eI charn6n -al jdea de la transtormajaguar''z7 la Ademdrs, como tambidn imaeinado ;;;;'d" ; hombre en jagr-rir despu6s de su muerte no parece nada *,e" U*i,uttt a los chama-nes. Los antiguos indios de Antioquia- (corcreian que las almas de los que rnorian- se trarsformaJiii"* """tta; Un ie*to del siglo xlrt usado por los frailes frani"" ""-i"*"i"..* confesar a los indios Siona, una tribu de- habla tucano el "ir.utor"p"-u i"ii. fi "-"yt, en el extremo meridional de Colombia, contieneque' jaguares? creido en ";Has creido lHas J.-,1"",. in,"o6*utorio: mrle.as re volveris jagtrar?"'?o t "riundo Dl viajero colombiano Joaquin Rocha, que en los primeros afios dela; siglo visit6 a los indjos Coreguaje, Tama e Ingano,ao informa que que las almas de ciertos individuos podian pasar al cuerpo i#aginaban -" i" jaguar que- atac6. a- los.habi1"grr;, y despu6s cuenta de un dio un tiro a la bestia hiri6ndola cuales de los uno d""*tutunt". "ut", simultr4nealnente se descubri6 que €f cham6n de en una pata. Cuando la localidad tenia una herida en una' pierna, se le acus6 de brujerta f los hombre. lo mataron.3l El viajero ingl6s Thomas Whiffen escribe de los Huitoto:

11

se 1",

dice fueron caudillos o sacerdotes, tenemos N amaku f'tefior-jaguaCl- ll Namnku l'h6rrtire-jagtar", Namsaai/"devorador-jaguur", t"air-A.rl-:- .ll vos ocpliciii 6ite a "gente-jaguar" (nebbi-koe) y aiguna que otra vei I se conoce ion semejantes nombres alguna penonificaci6n femenina; l1 segirn

un mito, la

esposa

del sol era Namshaya (la luna)la

mientras

'del Orinoco tenian nombres derivados del nombre que ellos jaguar:

I

da-n al

giiiti.'8 Adecir6s de los nombres propios suelen hallane otros atributos del jaguar entre jefes y chamanes, desde los primeros tiempos de la Conquilta hasta nuestros dias. En el siglo xvr, el seffor de Tunja, que era tambi6n un sacerdote famoso, era llamado por los espaffoles el cacique tdb6n porqte, se$in lm cronista, tenia una cola larga, como de jaguar o puma, que arastraba por el suelo.le En ocasiones ceremoniales entre ne

los Muisca, gmpos de participantes llevaban trajes de jaguar o puma,m

y en el mismo periodo hist6rico los indios Tairona de Santa Marta llevaban atavios hechos de piel de jaguar.'z1 Los chamanes guahibo todavia llevan tocados de galras de jaguar rrreltas hacia arriba, collares de dientes de jaguar, y bolsas de piel de jaguar que contienen hierbas, piedras y zu aparato pa.ra aspirar rap6. Los polvos narc6ticos se guardan en un hueso tubular de jaguar cenado por un extremo con pez y en el otro con un tap6n de maderaUn cham6n guahibo oficiante se pinta el rostro con manchas negras a imitaci6n de las que lleva el jaguar en Ia piel, forma de piltura facial que s6lo usan los chamares.2z Los sacerdotes kogi actuales llevan m5sca"ras de jaguar hechas de madera en algunas ceremonias, mientras los darzantes imitan los movimientos y gmiidos de un jaguar y cantan canciones dirigidas al espiritu-jaguar.,3 Uno de los supuestos b6sicos de todo el complejo es el de que un cham6.n pueda volverse jaguar a voluntad. De los antiguos Muisca escribe un cronista: "fSon] graldes hechiceros, algunos de ellos pueden volverse pumas y jaguares cuando quieren, para conducirse como aqu6. llos flos jaguares], que tienen Ia pricticz Ce devorar carne humana''.'?a t Otro cron sta afiade a esto que era muy posible que por la comulicaci6n con el demonio se produjeran estas ilusiones.26 El cronista del siglo xvr que informa de los indios Guayrrpe escribe que sus chalnanes

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Cuando un hechicero muere, retorna oo figura de tige, y aun en vida puede hacer excursiones en forma de tigre, y ser tan absolutamente tigre quc puede matar y comerse los animales silvestres' Todo hechicero Posee una d" iu^""'ooe se dice usa cuando se I'uelve tigre. La posesi6n de una piel -' iri"l ie da la t"u*itui d" resuotar el tigre, Por ser €l mismo el espiritu del tige' Puede asi hacer su voluntad y despu€s recuperar la figura humana' Un tigre comirn podria ser muertg Peio un hechicero en forma. de.tigre, no' Ei una ocasiEn, un hechicero a quien conocl llevaba un saquito de piel d€ . tigre colgado del cuello, y alli llevaba todos sus artefactos' Pero el hechicero oitr"a ui esas pieles para envolvene ni cubrirse. Todos ocultan su piel di usando para fines m6gicos' La facultad de- volver^ tigre cuando,to tu "tt6tt de"sou€s de muerto en la forma del temido jaguar es otra medida defensiva, una precauci6n contra gentes hostiles, porque en esa forma tanto alttes como despu6s de muerto puede el hechicero atacar a los enemigm de la tribu y llevarsJ a los individuos pemiciosos a la malcza siempre que se preseDtc

la oportunidad.a2

El padre Pl6cido de Calella, misionero, escribe acerca de los rairmos indios:

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El ii.ma (chamit), cuando es malo, se rrrelve jaguar y devora a la gentc' Puede ir de u,n lugar a otro lciano en un instante, como un aeroplanq peto es invisible.ss

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aL osataiN Y E! J^outl

u on,rxh f

!45rglillera ocridontal dice quc el dQ$o 5s les aparecia en lo!m4"Cgfutd ertorrne, de jaguar,52 y otrc cronista, escribiendo iI6 loi mismos indios, dicb que "[el diablo] se les suele aparecer en los senderos y en sus caszrs ; y lo pintan del modo que lo ven, y los taparrabos con fits I col.as, y los adornos que 6€ pintan en c,ara y cue4)o, son los dibujos de

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de los diablos que ven".63 t Los indios de Caramanta, que en el siglo xvr vivian al norte de los Anserma, y parte de ellos cn Ias tierras bajas del Paclfico, tenian en sus templos ciertas tablas donde tallaban la figura del diablo, muy fiero, y en forma hurnana, con otros idolos y figuras de gatos que adoraban. Cuando necesitaban agua o sol para sus culdvos, buscaban la ayrda de estos ldolos,t' Hemos meucio444[ que los modemos Tunebo creen que el diablo tiene forma de jaguar. I,areit"! qr." anteceden nos conducen a Ia relaci6n entre el dem6frrF, jaguar y el trueno y la lluvia. Los sacerdot€s muisca oraban para pedir lluvia,!6 y los del templo de Tunja se decia que eran especialmente asiduos en esto.66 En el siglo xvr, el ternplo de la gran deidad delr ttueno Dabeiba, en el noroeste de Colombia, tenia un jaguar por guardi6n y un trueno fuerte se tomaba como sefial de que la deidad estaba enojada.6?

I

siguiendo los pasos de la persona, o nada mrfo pa.rado -acasoel que lo ve morirS plonto.lo vidndola pasar-

inofensivo

.

Es evidente que las notas anteriores se refieren a meros detalles; son minucias etnogr6ficas que este o aquel autor, antiguo o modemo, fuera de contexto-, con lo que nos observ6 u oy6 y anot6 -muyde informaci6n que fdcilmente se presofrece fragrnentos fascinadores tan a simplificaciones er
tAOUAt

iff*- -

reconstruir parcialmente esta relaci6n y las ideas subyacente4. y una vez hecho eito y mostrado el sistema cohelente de tales creencias, nol resultar6 mris f6cil evaluar y entender los jirones aislados de tegtimonios tprocedentes de otras tribus, tanto antiguas como modemas' Mencionaremos primero una tribu de las tienas altas meridionales, los indios P6ez, tribu de lengua chi'bcha cuyo nirmero es actualmeote de varios miles y que ocupa un territorio montafroso denominado Tierra-

.,.

tl

{ Finalmente debemos anotar que en algunos casos el jaguar es encamaci6n de la muerte, Entre los Ingano, tribu de habla quechua del sur de C.olombia, la aparici6n de ua jaguar cerca de una casa anuncia la muerte de la persona que ve primero la bestia. En este caso el jaguar no apalece como agresor ni como anrda sino que ronda en tomo a la morada en forma totalmente inocente. Segrin aquellos indios este jaguar es el "espiritu" de Ia persona condenada.s Una ,, creencia muy parecida se halla entre los ca.rnpesinos mestizos de las estribaciones de la Sierra Nwada de Santa Marta; si una penona topa con un jaguar dormido o que se presenta de algrln otro modo

I

Y EL

''

dentro, entre 6s luentes del Magdalena y las del Cauca- Son agricultores s€dentarioo que viven en piquefros poblados o en heredades dis' persas. Durante li conquista, y hasta en el periodo colonial, los P6ez iueron fieros guerreros que lucharon muchos a.f,os contra las invasoral tropas espafio'ias, -"s hoy tot pacificos campesinos- y,- al menos de ooib*. cat6licoi. Pero esia tribu relativamente aislada ha conservado

,r,rlchos rasgos del antiguo sistema de creencias, y ese conjunto vivo de tradicion-es presenta considerable inter6s para truestro estudio' . Sesfn los Peer, su actual territorio tribal estaba ocupado antiguamente"por los belicosoe indios Pijao, una tribu enerniga que fue recha' , zada, despu6s de muchas peleas legendarias, y obligada a pasar el rlo Cauca hacia el nordeste.od Hay tesiimonios hist6ricos de la enemistad tradicional entre estos dos gmpos de ildlgenas, y despu& de la conquista hispana los Pijao siguieron haciendo incursiones Por el tenitorio piez hastz que ellos mismos fueron sometidos Por los,europeos' En loc mitos v tradiciones de los P6ez se Pr€senta a los Pijao como cruel€s invasoies, m6s bestias que hombres, y dotados de extraordinarios po' deres sobrenaturales. Se dice que eran guardianes de 6ureos tesoroe .. v que el poder de sus chamanes estaba contenido en "varas de orot' ' qui tt*utt". En muchos de esos relatos se menciona a los Pijao como optot*t d" las mujeres plez, a las que se llwaban- o que devoraban . al punto, porque los Pijao eran unos feroces canibales.'1 " Un irnportante complejo de mitos est6 relacionado con e{a 8uerr4 v entre elios hav varios que mencionan los origenes del h€roe cultu-

chamanismo. Se dice que en el comienzo de loa joven mujer p6ez fue raptada por un Pijao que se habla tiernpos ,rna vuelL jaguar, y que di .sa uni6n naci6 el Nifro-Trueno.6u En mudias tradiciones p6.ez se identifica a los Pijao con jaguares,os y este ataque a una mujei piez es un motivo frecuente en los mitos de esta tribu' El

ial. v con 6l dll

trueno 6l mismo- se hizo honbre hiio, que lo era del trueno -y cultural y cha96n i al.fin se h6roe imPortante yi" cbn"irti6 en un ietir6 a un lago de las montafias donde sigue morando su lspiritu'cr Su nombre eri Tarna,"6 El trueno es un tema central en muchos mitog p6ez y est6, estrechamente relacionado con el espiritwjaguar, el .con;" ceoto'de fecundidad v el chamanismo, De hecho, el chamin en ciernc .elibe su vocaci6n so'brenatural del trueno, y es cerca de un lago dc

rr, crrlaailr Y !L

Br. crrAMiN Y EL JAouAa

60

raontafla donde se realiza el aprendizaje, acompafiado de experiencr'as visionarias. Un charn6n p6ez puede volverse trueno, y un chamin malvado puede volverse jagu'ar para perjudicar a otras Personas' Trataiemos de descubrii 'los distintos componentes de este comPlejd ' con m6s detenimiento. Segrin la mitologia de los P6ez, el primer a Jaguar-Trueno tiene muchos hijos en los que se combinan los rasgos humanos y los felinos' Son criaturitas sumamente voraces que €n cuanto aparecen o nacen necesitan varias nodrizas j6venes humanas, a las que matan al crecer bebi6ndoles leche y sangre'€o lJna vez grandes, van a vivir al fondo de un lago, y despu6s se aparecen srlbitamente a la gente, a veces exhibiendo sus 6rganos sexuales viriles y -tratando de iobarse m..,;eres, otras manifestAndoce a un charndn y ofreci6ndosele junto a un lagor a ayudar.6? -algtn El apreridizaje de un chan6n68 se efectia punto solitario de las montafias, y el- cham6n Pt1"ti9.:" .en volveriri pe-ri6dicamente a ese lugar para consultar con el Espii Trueno.ui Un chamrin tiene que ser muy fmgal en sus costumbres alii,nentaci6n y deberd practicar la abstinencia sexual; tendre que evitar .la; rul y los condimentos fuertes como el chile, al Preparaxse para. sull activid'ades?o y pa.ra poder tener visiones sobrenaturales. En estas visiones se manif;shx, el tmeno y al cabo le mostrare ciertas hierbaslTl mas sobre todo le mostrar5 su vara, su varita migica, llaJrnda tama' ;psta vara, de cuyo nombre se deriva el del EsPiritu-Trueno'- es 8u*

embltma, y las varas de madera que llerran todos lol chamanes piez son dones del truenq segtn dicen.?2 El trueno se marufestar6 en- el lago mediante un rugido semejarte al, de un jaguar furioso. El apre;dizaje termina con una visita.final al lago, e1la-oral se hacen oGndas d! carne cruda, para que se alimente el EsPfuitu-

iiam-ra"i

iu

{

,Trueno.73

El trueno en tanto que fen6meno natural 3e llama calisft, pero en de h6roe o auxiliar charndnico es tama-, ide;fiflcado ' personificaci6n su coat su "vara de oro". Tal vez se mauifieste en forma de un ser pareqido { a un.nifio, o quizS como un hombre adulto, pero en la mayoria de Derlonificacion;s v asociaciones del trueno se reitera el tema del caricf"lino heredado de su progenitor jaguar. En una tradici6n se dice

'tt

y que su silla o banco tiene un agujero Para dejarla que su rugido se comPara con el de un jagua.r. En mientras iasar,t' iu personificaci6n de ser espiritual infantil, se hace resaltar su v-ora' cidad, y se sefiala que violenta sexualmente a las mujeres y se l* lleva a su morada. Podemos afradir aqui que actualmente se halla4 creenlos indios de los Andes meridionales de cias muy parecidas -regi6n entre contigua al territorio de los PLa,, Los indigenas Colornbii, de aquel lugar creen en la existencia de seres parecidos a nlfrol_ qY pi"en detr6id" las cascadas y estin asociados con el eueno, la lluvia '

que tiene cola

/a

h

JAGuAE

6l

y el arcoiris. Ellos

tambi6n persiguen a las mujeres, a veces se les aParecen en fantaseos er6ticos y las hacen consumirse si no las trata un cham6a. Enojados, estos pequeio6 espiritus se tuelven jaguares fj, egan a atzcar a las personas y aun las casas, pero entonces lc

varones los ahuyentan ponidndose m6scaras.76 En todo lo esencia,l, las transformaciones del chanr6.n en txueno y en jaguar son una misma cos:r, porque trueno y espiritu-jaguar forman un solo concepto. El trueno est6 rclacionado con el rcl6mpago, la lluvia y el arcoiris y es tambi€n el guardi6n del oro.?6 En un relato, el Nifro-Trueno se vuelve serpiente y despu€s arcoiris,TT y con esta transformaoi6n aparece un el€mento de reptil que es compo,nente frecuente de todo este complejo. Otro relato dice que el trueno, disfrazado de cdzador prodigioso, T,pubre su cuerpo con urta piel de seryiente,?8 y en algunas tradiciones, los lagos donde vive el trueno son tambi€n morada de serpientes monEtruocas.

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'

Muchas actividades cham6nicas tienen rela.ci6n con la fertilidad de los cultivos y la curaci6n de las enfermedades. El cham6n p6ez masca tabacoTe y usa muchas hierbas medicinales para realizar sus curaciones; a v€ces curaclores; veces emPrea emplea umDren tambi6n pelo de jaguar puma-8o Jaguar y de puma_." Entre los P6ez no pa.rece haber tradici6n de polvos narc6ticrs, pem las siguientes otnervaciones indican el uso de otras sustancias alucin6, genas: se dice que los cha,rnanes pueden volverse jaguares, y qub para realizar la transforrnaci6n consumen una planta llarnada yatse.31 Ahota bien, los chamanes mastican rma hierba con un nornbre muy parecido chhne- durante los rituales de curaci6n,82 y una planta -echrwtse oon toda probabilidad es la misma se menciona en el siguiente 'gu€ cuento: un Pijao. mat6 a un P ez,lo desoll6 y comi6 su carne. Despu€s volvi6 a llenar la piel mn los huesos; le aiadi6 plantas de iutrs [si6]

, y devolvi6

asi la vida al muerto, a quien marrd6 de vrielta con lorg la resucitaci6n s6lo era efectiva mientras nadie hablara a ,h- victima.€s Una planta que produjera semejante' transformaci6n

suyos. Pero

bien puede haber sido un alucin6geno. Ademds, el empleo que hacen los charia.nes d,e Datura, que es muy t6xica,3a demuestra que los Piez conocen plantas narc6ticas. Un acontecimiento interesante de tiempos recientes merece citarse aqui. C,erca del pueblo de Mosoco, ur gran puma habia devastado el galado de los hdios, y uq g"upo de hombres habia muerto la bestia. Llevaron al pueblo el puqra uuerto, y pusieron su cuerpo eri una de las casas, en una suerte de altar coronado por un arco de ramas, bajo las cuales pusieron la bestia en posici6n que parecia viva. La pieza y.el altax estaban adornados con pafros rojoa, flores y velas, y I, la multitud bailaba alrededor al son de mrisica. Despu& de la danza ".. destazaron el cad4ver y dieron trocitos de su carne a todos los parti-

t, ti

'

EL

62

qs^ldlN Y Er. JAOUAR

EL CIIAMAN Y EL

cipantes, pero con una advertencia esPecial en el sentido de que debian

la came sin preparal -

principal de ellos un hijo divino de la Madre, llamado Koshindikua, seguido de su hijo Nodnase y su sobrino N,l.maku. En una versi6n del mito de la creaci6n. la deidad "Eluitsdma hizo primero un tigre grande , y luego un chiquito y otro m6s chiquito".se Otro mito tr^ta.de Aldauhuiku, set divino que llevaba a la espalda un saco pesado de bestias perjudiciales: jaguares, pumas, serpientes y tambi6n Kashind&kua y sus descendientes. Otro ser mitico se ofreci6 a ayrdarlo a llevar la carga, pero pronto se cans6, dej6 el saco en el suelo y entonces las

^

sal.3"

iesumiendo el complejo cham6n-jaguar entre los indios P6ez' po'

demos aislar los siguientes componentes: el espiritu-jaguar o monstruo''

jaguar tiene cualidades cham6nicas y es quien guia y ayuda al charn6n. Adem6s, est6 asociado con el trueno, la lluvia y los lagos. Muchos de sus atributos tienen relaci6n con la agresi6n sexual. En preparaci6n para las acciones rituales, el cham6n tiene que establecer contacto con

el espiritu-jaguar y que transformarse en jaguar 6l mismo. Este contacto y esta bansformaci6n se provocan probablemente mediante el empleo de drogas narc6ticas, y duranfe sus aluchaciones el cham6n puede consultar al espiritu-jaguar o puede hacer daffo disfrazado de jaguar.36

JAOUA&

bestias se escaparon.oo

El ttito de Kashind{kua es de capital importancia para que entenla imagen del jaguar, y lo citaremos brevemente, en forma

,

damos

condensada.

Kashindikua, uno de los divinos hijos de la Madre, estaba destinado a ser un gran cham6n, que curaria todas las enfermedades chupando la esencia pat6gena del cuerpo de los pacientes, Cuando su divina madre lo nombr6 sanador de los males humanos, le dio una "bola azul" y una m6scara de jaguar, pero le advirti6 que no hiciera mal uso del poder sobrenatural de aquellos objetos, De hecho, sienpre que Kashind .kua se metia la bola azul en la boca y se ponia la E6scara, se transforrnaba en jaguar y asi conseguia percibir las cosas de

.. Veamos ahora otra cultura tribal, la de los indios Kogi.8? Moran 6stos en las tierras altas, templadas y frias, de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte de Colombia, donde viven de la agricultura. I-os preblos son principalmente lugares de reuni6n social, y la mayoria de las familias habitan en chozas aisladas por los alrededores. Todos los pueblos rc juntan en tomo a una casa cerernonial o templo, sewida por varones que ejercen funciones sacerdotales, y hay tambi€n varios centros ceremoniales rnJ.s grandes-donde la gente se congrega durante ciertos rituales colectivos. Los Kogi son un pueblo muy religioso que cree €n una diosa madre primordial, que, junto con sus divinos hijos e hijas, estableci6 rm complejo c6digo religioso y social.

Hay entre los Kogi muchos mitos

y

tradiciones que hablan de,,,

diferentes personificaciones del jaguar; de esos seres se dice que fueron grandes chamanes qu€ podian mudarse a voluntad de hombre a anirnal y viceversa y que establecieron rituales, hicieron guenas y ejercieron su domiaio por todas las montaffas. L"s K%i se llaman a si mismos Gente Jaguar y afirman ser los "H.ijos del Jaguar", no tanto en el sentido de descendencia geneal6gica como en el de participaci6n espiritual de ciertas cualidades sobrenaturales que creen encamadas en la bestia. Volveremos posteriormente a este punto, pero ahora hemos de seguir el rastro de esta imagen del jaguar en la.s tradiciones kogi. En la cosmogonia de los Kogi el universo consta de nueve capas superpuestas o "mundos", la quinta y central de las cuales es la que habita el g6nero humano, y lar otras est6n pobladas por personificaciones divinas u otros seres-espiritu. Cre6 estas capas la Diosa Madre, _ y ellas son sus "hijas", vinculada cada una de ellas a cierto g6nero

de suelo agricola. Es en la segunda,-eapa,-.deade-aparece -un jagua,r mitico, primero de su gEnero en toda la creaci6n,83 En la quinta capa,, o sea en nuestro mundo, fue creado cierto nirGro de seres-jaguar, el,,

',.

otro rnodo, del modo como las ve el jaguar, Por ejemplo, cuando curaba a un paciente se volvia jaguar y entonces percibia la enfer4edad en forma de escarabajo negro, y lo devoraba para curar al paciente. Perc esta extraordinaria facultad fue su perdici6n, porque una vez, tratardo a una enferm4 se meti6 la bola en la boca y se puso la m6s. cara. En aquel instante vio una pifra rnadura por el suelo ante 6l y de pronto sinti6 mucha hambre y se la comi6. Cuando se quit6 la m6scara y se sac6 la bola comprendi6 que habia matado a la mujer y la habia devorado.ot Desde entonces, cuanta vqz usaba los dos instrumentos de la transformaci6n sentia rnucha hambre y sigui6 devonndo mu-

r jem, no s6lo a sus pacientes sino tambi6n a otras mujeres y muchachas, y se "comia" sus 6rganos sexuales, En vados casos cometi6 incluso incesto con sus propias hijas y herrnanas. Su hermano mayor, Bin*zase,e' supo lo que estaba ocurriendo y lo reprendi6 severamenter pero

Kashind kua respondi6: "No neccsito tus consejos, la Madre misma me ensefl6 a hacer esto" Pronto tuvo Kashindikua un grupo de adeptos que tarnbi6n devoraban mujeres. Bitnkuase hizo entonces una trampa de caza con un pesado leffo que de noche parecia una mujer. Kashind kua cay6 en la trampa; lleg6 la gente y lo dejaron muerto, lleno de heridas todo el cuerpo. Antes de morir dijo Kashindikua: "Por cada dolor que me han infligido, crear6 una enferrnedad que los matar6. De ahora en adelante, todos ser6n victimas de enfermedad," e3

'. , 9"ao

le corta.ron la cabeza, vieron que era de jaguar. Lo ente#aron

&L CIIAMiN Y EL

Br.

JAOUAR

ogeuil ? EL

65

JAouaR

t

que, sin enrbargo, Karhiise acerque a su fin' el mundo cuando dia, Un iri*i "o esta muerto. todos en forma y cueva de su saldr6 iihiodrlkuo {9 jaguar- iri esa ten6'! iitia " hombrts v'mujeres" ' Kashindikut, ilil;il; porque nosotros los Kogi somos- la Gente ltti. fu "rj"t,t" padre -Padre del Jaguar' Esta es su tierra' A 6l riou*. u Kashindikua es el de vivir aqui. A 6l hacemos ofrendas y para 6l dan-

en una cueva.

Y el mito termina diciendo

i*Eitt&'p.*tir" ot- *ito

'' ----ntt zamos,or

hijo de Kashinditkua y cham6n taroUitn, qte hered6 de su padre la bola azul-y la.mSsczta' Nodnase que sc ta.rnbi&r d-evoraba mujeres y se sentia "hambriento" cada vez tio Blna 5u comida pidi6 jagtti.r. en que dla Un en t untio*fo p',* p""ede . prueba, ;,d B nkuase se transform6 en diferentes animales monteses, "para ver si , -iii" a*-"a" realmente a las personas", peto Nodnase no hizn " l-* plaatas de mah etan en realidad honrbres de Btlnkuase, dis' se "*o. ouestos a'matar a Nodnase. Gua.ndo €ste 3e sac6 la bola de la boca met€nela a volvi6 ii" r"a*at de hombres armados; inmediatamente y los hombres.volvieron a ser Plantas d e,maiz' Binkuase I tt-t],1:1-tl: se trata de Nodndsa,06

;#;&ffi iliT; ;;:H;i;.fi;;;

que harnbre, Habiendo Nodnase devorado Por inad!€rtencia el lruto' rnito El una mujer, Btlnktmse lo mat6 con su maza' "" "*a"aestas pabLras: 'Pero s6lo Nodnase,.el hombre, estaba "* i"irrir,. "oo con el primer golpe la bola azul le caido de la J""tto potqo" -habia -arin cuando volver6 tambi6n El vivo"' tigre'estaba ii"; N'oa"l^" el

fin del mundo.o6 "Ur, t"r"", mito completa este ciclo. En 6l aparece Nodnase comci el cran iefu cham6n di un poblado de Gente Jaguar en las laderx o""id.r,rjl", de las monta.fias. Los habitantes de un pueblo de las ti"i*t U.i"t; que no son Gente Jaguar, a veces visitan el poblado de

'

lleeue el

de!ora-lilodnasa, pero siempre que van alll tienen gran temor de ser dos. El iie del pueblo de las tierras bajas es Ambu-ambz y su esposa

con fre' i Witi, muj"riiaguar del pueblo de Noh*se, Nabia visitaNodnasei con adulterio. cometer por aiaba ;;;r;t" ; t tr" p"tiJ"to y a ouien da w-hiio, Ndmaku,c' que crect en las tierras bajas creyendo ."i "" oua." .,a'" es"A'mbu'ambu- Nabia arxsa falsamente a Ambu-ambu otti "r., ttutot"*."A'^hr-ambu. y Notlrwse lo castiga. Ndmaku sztr' que su madre odia i" -tlo's derid" d""it a I'lo,inase que las acusaciones. de ella i- iii,"o"rU" v'C,uando por

Nodnase vuelve a enviar a sus hombres para castigarlo nue vamente, N dmaku los sigue' Para darles v.ielve jugt"u", Pero adopta figura humana aI -1cer9ane al ul"ut "" Ambi-ambu, ,que con su silencio trata gupo. Durante 5-"i"io "i esposa, Ndrnaku comprende $lbitarnente f," p-t"g"t a su descariada

no son ciertas.

i-lr-o*t, *

i"

n.

que Nodnase eS su padre.

Al

ser condenado Ambu-ambu, derriba a

Nodnase y usurpa zu poder, y se hace jefe de la Gente Jaguar. Cuando se entera de la conducta adriltera de su madre, empieza a ejercer un ':lieinado de tenor. Siente ahora que "una parte de 6l pertenece al jaguar"

y

castiga ferozmente a sus stbditos y al mismo tiempo se vuelve 6l gepte se subleva violador qe vlora(lor de mujeres, muJeres, A1 final, ra la gePrc suDleva conua contra er 6l y uene tiene que Al rrnar, abandonar el poblado. Acude a su]padrastro y dice: "Tengo que huir ahora, Me he vuelto un hombre rna\o, En estos dias me he dado cuenta de que soy un hombre malo." Encufotra refugio en una remota aldea, pero al cabo de cierto tiempo la tiisdza lo abruma y va en busca de su madre, Nabia, y st padrastro. Y cuando al final llega a la casa de ellos, ve que los dos se han vuelto piedra,e3 ,, Estos tres mitos contienen una enunciaci6n bastante explicita de la ambivalencia subyacente en la filosofia kogi. EI "regalo de la Madre" nos da la clave de otro nivel de experiencia y de consciencia que, utilizado con buenas intenc.iones, puede ayrdar a curar los males del hombre, pero aplicado a fines privados conduce a la m6s profunda degradaci6n moral. Los Kogi consideran empero que su origen jaguarino es una herencia ineludible y que el principio del mal es una condici6n esencial de Ia vida. No podemos adentrarnos mils en los problemas de la filosofia y la religi6n kogi y tenemos que atenernos aqui al complejo de ia transformaci6n cham6n-jaguar. Algunos detalles etnogr6ficos contenidos en los mitos son muy significativos en esta averiguaci6n. En primer lugar, la sustancia alucin6gena es una "bola azul" llamada nebbi kudil"tes1'ticulo de jaguar" o "esperma de jaguar", La identidad exacta de esta sustancia es insegula, pero parece probable que se txate de un bejin venenosq. Los Kogi son muy discretos acerca de las varias drogas que ,. al parecer emplean.o0 En segrtndo lugar, el uso de esta "bola azul" produce la ilusi6n de Ia transformaci6n del chamSn en jaguar. La t m6scara de jaguar se la pone d.espuds de consumida Ia bola azul; es decil, sus efectos producen la visi6n del jaguar. Otro punt6 interesante es la equiparaci6n de comer y copular, porque el jaguar devorador es esencialrnente u+ agresor se:
La sociedad kogi

se divide en diferentes

patri y matrilinea.s, cada

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EL CIIAMiN Y BL

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con determinado animal.lol". grupos estictamente ex6gamos pasa de padre'a hijo y de madre a hija, $^ y hay series de animales "machos" y "hembras", Las reglas matrimo- f niales entrafian que un hombre que pertenece a determinado Crupo' il| tiene que casarse con una mujer cuyo grupo est6 asociado con un l{ anirnal que sea la presa natural del animal del hombre. Por ejemplo, l] uurlu

los hombres del grupo del jaguar se czuirul con mujeres del grupo saino; los hombres del grupo del puma, con las del grupo del venado. No hay, pues, mujeres-jaguar ni mujeres-puma, asi como poco hay hombres-saino ni hombres-venadol la pertenencia a un

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I

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grupo {lF

re hereda con el sexo. Nuevamente vemos aqui la ambivalencia arriba ll mencionada del hombre que se casa con una mujer --o sea "se la ll comeri- que representa la presa natural del animal de 61,'o'z .I fl t' Como hemos observadq varios gnrpos esten asociados con felinos ll ,_jrgo.", puma- y podemos afradir que los hay tambi6n que reco-fl sll nocen cierta relaci6n con felinos como los ocelotes y otros. En todo caso, y del todo aparte de estas suMivisiones, la tribu entera dice ll descender del jaguar, y Kashind kua, a pe.sat de su papel ambivalente ,{\r rnis bien precisamente a causa de 6l- ocupa un lugar sumamente f -o importante en los mitos y rituales.1o3 Ka;hindtkua es eI Sefror del ll Templo, el protector de la casa cerernonial uterina, y en otros tiemPos I era costumbre suspender un cr6neo de jaguar cerca de la entrada I no I principal del centro ceremonial,loa La idea de que los muertos -y s6lo los chamanes- se translorman en jaguares y vuelven a la tierra I pam castigar a sus parientes o cuando menos a los que no han hecho las ofrendas prescritas, es comrin entre los Kogi, y el retomo de los { jaguares cuando acabe el mundo es tema com0n de mitos y relatos. Para completar nuestra exposici6n sobre los Kogi citaremos un cuento que, segtn nuestros informant$, se basa en un sucedido hist6rico y muestra c6mo la imagineria del jaguar se est6 incorporando a tra.diciones locales recientes. Se trata de una muchacha que vivia con su familia en una comarca antiguamente habitada por Gente Jaguar. Un dia la muchacha fue atacada por un jaguar, que la mordi6 en el pecho. La muchacha empez6 a grufrir cono un jaguar, muri6 a, Poco y la enterraron. En la noche volvi6 el jaguar y devor6 el cad6ver. l,os hombres mataron el jaguar y al examinar el cuerpo de la bestia descubrieron que una de sus patas tenia la configuraci6n precisa de un pie humano.lo! Una vez rnSs tenemos que resumir brevemente nuestros datos. La tribu pretende tener una mitica ascendencia jaguarina, y varias de sus unidades ex6gamas est6n particularmente relacionadas con felinos. Los jefes y charnanes miticos son seres-jaguar; se vuelven jaguares bajo la influencia'de una sustancia denominada "esperma de jagual'. Una vez

X,

'

,

JACUAR

C1

que han asumido esta forma Dueden hacer daffo o bier, segun el uso que hagan de su nueva facultad sobrenatural de percibir las cosas a la

manera de los jaguares. Un cham6n poa.i" destruir ta esencia de la enfermedai y

"tirl.. "ria;";i; ;... *d;;;;';;;"., ;; naturales, sueffos o signos de acuerdo ."ir-ir" i;igi*rl";"_r, pero tambi6n puede hacer el mal si, bajo t^ ""ai-g irff*i.i" JJ-*" J"rt""""iu confunde ---{on intenci6n o sin ella_'las f_g"r* p"r*prf#T" f" tealidad empirica

con las de sus. visiones y q,iebpnia trJ ,egl-" qrl" ordenan las relaciones sociates. Et pr"t" p;i.'ci;;G;la.;;;iu"ir""r.i" moral de la imagen del jaguar, tema q".'r,otu"i9ft* ,-";;il;;", y otra vez, siempre que se trare de la transformaciOi i;;;;;;. . Los paralelos con las creencias de los indios pTez',5i haber variaciones de detalle o acento, pero las "firi.'irr"a" ideas subyacentes son muy parecidas. Y cuando recorda-o" 'aLora r* ilirr'"iri"a",

nT::f

-""rr*

y modernas,',"*o,-"oo

:T^::.^::'_""_-,,lbu' T,iryT -lyo, cranoaq el contexto mes a.mplio de las relaciones jaguar_charnrin, Un. pensamiento. firndamental paiece interesado f*'p".;bl.;; *; e rncestq tales como los define la cultura r*f, "rr y de las relaciones sociales, y estos problemas, "l-,"i"*"1"_I""a""f ".a""iiiit" tante, son tambi6n b6sicos en otras- culturas "Jri. iraig"n^ e.--A;biii;

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l.*.J:##T*m,n,m Anadenantheru Plaata leguminosa cuyas sernillas contienen sustancias alucj-

petcgrina

eg;1n*1iilftiifr*l,m-,;I"Hff

n6genas poderosas. Nombles abodgenes: cohoba, yopo, ttilca.

B.ttisreriopit Un g€nero de malpigiriceaq

varias eslxcies del cual contie' nen sustancias alucin6genas. En idioma vemficr ot yjC' copi'

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cepirur,o l0

Batbasco

Planta leguminosa empleada como veneno para los Pec€i. Probablemente Lone ho cat Pts.

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B-4r1

Esplritu silvestre (Tukano). Conocido tambi6n con el nombre t\tPf de CutuPha.

'

Boriha

Un

Ca?i

Tambilt caapi;

Cal,hift

Una cerveza ligaamente fermentada hecha de cazabe, dc mafz o de frutos de palma, con agual reuni6n en la cual

##:',f :"*";""'?:'y,il'3;::ij:tTl"i:;fl ilil'?,"'uT#

W UtPoinut coPeldndi

Ste'rLd.?), en Tukanol uom-

bre iambi€n del clan de mayor jerarquia de los indios Derama. En leagut geral, el pez se Ilama oraci. vtase Banhteio psis.

s€ consume.

Cazdd

Grandes torta! parecidas a pan, de harina de yuca t$camente

molida.

Cota

Erythrotylon cocc,' un arbusto cuyas hojas tostadas se !educen a polvo y se mezclan con ta ceniza de hojas de Ceaopia.

Dabcatd

Reuni6n ceremonial durante la crral se dishibuyen regalos, por lo general en forma de alimentos,

Dotttro

Gdnero de drboles con rarias especies que contienen alcaloides muy t6xicos.

Maloca

Gran casa comunal ocupada por varias familias oucleares.

Pamurt-mahsb

El "germinador",

la

,

Pqc

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tierra.

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