El Compromiso Revolucionario

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ENRIQUE VERASTEGUI EL compromiso revolucionario

ENRIQUE VERASTEGUI / El compromiso revolucionario

f Cómo ha sido tu aprendizaje O de poeta? Es un aprendizaje vital que trata de expresar fundamentalmente mis senti­ mientos frente a la realidad. No sé cuándo empecé a escribir —cosa que supongo debió ser ya desde muy i ño, con mis primeras lecturas de au­ tores clásicos universales y peruanos pero es un hecho que el llamado m un­ do de las letras me atrajo desde siem­ pre. Me gustaba escribir poesía pero también me gustaba leer de todo. Só­ lo que a una edad posterior, cuando uno toma un poco más de concien­ cia de las cosas, a los nueve años, digamos, empecé a comprender que la literatura no sólo era un hermoso mundo romántico sino que eso era así porque era el producto de un gran trabajo. Siendo la literatura algo her­ moso e inalcanzable —te hablo desde la perspectiva de un niño— me prom e­ tí que yo también podía escribir algo así, cuando fuera su mom ento. Y es que yo llegaba a plantearme estas co­ sas de este modo porque la literatura era algo profundamente respetable. Tal vez si no hubiera tenido este senti­ miento sencillamente no hubiera llega­

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do nunca a escribir, ni siquiera a plan­ tearme que la literatura existiese. ¿Ha tenido alguna influencia el medio social en el que te criaste en tu deci­ sión de hacerte poeta? Sin duda, pero yo no podría explicar­ te eso en fonna concreta. En todo ca­ so ha sido una educación mía. En mi pueblo no habían intelectuales pero yo había llegado a considerar intelec­ tuales, hasta cierto punto, a mis pro­ pios maestros de escuela sencillamen­ te porque entre las materias que nos enseñaban se consideraba también el estudio de los textos literarios. Sin embargo, influencia en el sentido de una predisposición social, o del pro­ pio colegio, no la he tenido. Tal vez la influencia está en que la literatura es para m í un estado de rebeldía. * ¿Puedes hablarme un poco de tu m e­ dio familiar y social? Yo provengo de una familia muy po­ bre, trabajadora, de una moral cris­ tiana bastante rígida. A su vez, aunque nunca he conversado de literatura en mi casa, sentí siempre que había allí un gran respeto por las letras. Ese res­

326 ROLAND PORGUES j Palabra Viva: Hablan los Poetas peto les venia por la propia Iglesia ca­ tólica a una de cuyas revistas, las Florccillas de San Antonio, mi madre se había suscrito. Esa revista la leí des­ de muy pequeño, seis, o siete años, hasta cuando me vine a Lima, e inclu­ so a pesar de que en la adolescencia a los catorce años, había empezado a leer libros políticos, Es que en aque­ lla revista me atraían las aventuras de los sacerdotes por llevar sus creencias —incluyendo escuelas y postas médi­ cas a las aldeas más apartadas de nuestro país. No era, pues, un clima intelectual en el que yo me formado sino un clima de gran sensibilidad so­ cial. ¿Dónde naciste? Nací en Lima.

en el campo. Cuando era niño inclu­ so escuché decir una vez que estába­ mos emparentados, o éramos descen­ dientes directos de uno de los Incas. Hasta cierto punto yo he creído siem­ pre esa versión, lis también cierto cjue uno de mis bisabuelos nació en China y que emigró hacia Lima. Y una de mis bisabuelas, ciertamente na­ ció en Africa. El apellido vasco es la consecuencia de un antepasado es­ pañol que se asentó en la sierra cen­ tral, y allí formó descendencia, por la línea paterna. El proceso del mestiza­ je, en mi caso, es, como ves, bastante complejo. I)c todos modos, hemos si­ do siempre una familia pobre pero vin­ culada al campo y que por el proceso de pauperización se vió obligada a des­ cender a la ciudad donde ciertamente empezaron a aprender ciertas cuestio­ nes técnicas: de arrieros, que había­ mos sido en el siglo pasado, pasamos a ser mecánicos y choferes. Así mi fa­ milia vivía en la ciudad, en Cañete, que es un pueblo muy pequeño donde confluyen los campesinos. ¿Tu familia vivía eti Cañete? Me di­ ces que naciste eti Lima, tu familia se había trasladado, pues, de Lima a Cañete. ¿por qué? Mi madre se trasladó a Lima a lomo de caballo para darme a luz en mejo­ res condiciones médicas.

¿Crees (jue esa educación cristiana un poco rígida tuvo en ti un efecto contrario, es decir que motivó tu rebeldía, esa rebeldía que se siente en cada verso de tu poesía? No es una rebelión contra mi familia. Es una rebelión contra la sociedad. La formación cristiana que tuve de pe­ queño más bien me sensibilizó para darme cuenta de la explotación que sufríamos los pobres. Yo he visto el sufrimiento de los campesinos y eso me obligó a pensar. Los propios sa­ cerdotes eran conscientes de la situa­ ción en que vivían los campesinos por­ A sí que el medio social en que te que, en las discusiones que sostenían criaste fue provinciano. Pero no me con nosotros, en el colegio, nos da­ dices nada de la condición social de tu ban toda la razón. Y eso incluso antes familia. ¿(Jué hacían tus padres? del propio Concilio Vaticano II. Mi padre es chofer, mi madre se dedi­ caba a su hogar. ¿Tu familia es campesina? Mi familia no es campesina, aunque Casi se trata y a p o r consiguiente ele un sus inmediatos ancestros tenían raíces medio social de clase media.

ENRIQUE VERASTEGVl / £7 compromiso revolucionario Si quieres. Clase media porque no st está tan peor remunerado como en l;i clase obrera, puede ser, pero clase obrera de carácter técnico-calificado si nos atenemos a su ubicación dentro del proceso productivo. Tú jormaste parte ilcl movimiento li­ terario HORA /U R O , ¿cuál era la mo­ ta ile ese movimiento? ¿Qué propo­ nían los ijue lo integraban? Fíjate. Yo no te puedo decir cuáles eran las metas de HORA /E R O ni qué se proponían. Tampoco te puedo de­ cir lo que yo me proponía id ligarme con esa gente. Entrar en esto es entrar en discusiones de tipo teórico —cada vez más necesarias, sobre todo aquí donde la mediocridad impide un avan­ ce en la teoría literaria- que nos con-, ducirían a todo un libro sobre el pro­ blema literario. Al respecto, tengo un libro sobre la teoría poética, un libro que escribí en París hace algunos años, pero que fue rechazado por una edito­ rial sencillamente porque lo consideró “demasiado abstracto” y nada comer­ cial. Si queremos que se produzca un avance en la literatura de nuestro país que significaría un avance en la sen­ sibilidad de las conciencias llamadas a su comprensión— entonces lo que nosotros, poetas de HORA ZERO, exigiríamos es que se nos apoye en lo que es correcto apoyársenos: que se publiquen nuestros poemas, y que se publiquen nuestros trabajos teóricos. Exigimos esto sencillamente porque sabemos que nuestra calidad es incues­ tionable. Sin embargo, las editoriales burguesas —burguesas en apariencia pero bastante chuscas en sus gustos li­ terarios— se han emperrichinado en publicar sólo lo mediocre pero no la buena poesía que, como buena poe­

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sía, es poesía de combate, aunque al­ o n a s veces el tema no sea necesaria­ mente un tema político. En fin, bási­ camente lo que nos unía y nos une es una profunda amistad con la gente de HORA ZERO. Todos éramos pro­ vincianos en Lima, nos encontrába­ mos muy solos y enfrentados casi con­ tra una situación de incomprensión. Yo estaba muy solo, escribía mis poe­ mas y con una enamorada —de esas que llegan temprano para guardarte un lugar porque nuestras aulas univer­ sitarias escasean de todo, hasta de m o­ biliario adecuado— nos poníamos a realizar planes para casamos y tener muchos hijos cuando termináramos nuestros estudios de economía. Le leía mis poemas y esta joven, que en­ tendía más de economía que de poe­ sía, me los aprobaba románticamen­ te. Entonces una noche le prom etí solemnemente, que empleando todos los medios a mi alcance haría lo impo­ sible por publicar mis poemas. Conti­ nué mis estudios económicos a la vez que leía literatura y, en los cafés, en los parques, escribía mis poemas. No habfa tenido el placer hasta entonces de conocer a un solo intelectual pero consideraba que el ambiente universi­ tario era suficiente: para un provincia­ no estar en Lima era una situación intelectualmcnte reconfortante. Había roto con mi familia cuando entré a San Marcos pero, casi simultáneamen­ te, amigos comunes me vincularon a HORA ZERO. Ellos leyeron mis poe­ mas y, de inmediato, me aceptaron como uno de los suyos. Pero ¿qué te impulsó a buscar vincu­ lación con otros poetas y a entrar en ~ un movimiento literario?

328 ROLAN!) PORGUES/ Palabra Viva: Hablan los Poetas Mira, yo me encontraba predispuesto a pertenecer a un movimiento literario porque, en mi adolescencia, siendo to ­ davía escolar había concebido la ne­ cesidad de la existencia de un movi­ miento literario. Una cuestión en la que yo creía firmemente: los grandes movimientos artísticos europeos —de los que había tenido conocimientos en los textos escolares— que habían contribuido a forjar la conciencia de sus propios países me habían predis­ puesto a pensar en la necesidad de crear un movimiento, si ello me fuera posible, aquí. Era ésta una necesidad que, en un principio, creía personal pero que después comprobé —en innu­ merables conversaciones que tuve con la gente de HORA ZERO a modo de exámenes personales donde nos contá­ bamos todo lo que había sido nuestra vida hasta el momento de conocemos así como lo que pensábamos sobre lo que debía ser el poema y una vida ideal en una sociedad ideal— era una necesidad generacional, popular, y na­ cional. Si no hubiera existido HORA ZERO otros movimientos —con las mismas características pero con otro nom bre— se hubieran creado en Lima. En nuestras propias provincias había­ mos ya leído bastante y lo que Lima producía no satisfacía nuestras necesi­ dades. Lima, en la poesía peruana, sencillamente, no existía, y lo poco que podía haberse escrito sobre esta ciudad no se correspondía con nues­ tra propia experiencia —quizá más dura y conflictiva con la ciudad pero no por esto menos intensa ni menos bella—. Tal vez la soledad me llevó a estrechar la amistad con la gente de HORA ZERO, gente igualmente solitaria, que también había llegado de la provincia, pero con la concien­

cia de que en el Perú, y en cuestiones literarias, todo estaba por hacerse. Por sobre cualquier tesis que pueda tener HORA ZERO —y, desde el co­ mienzo, hemos discutido respecto a la forma del trabajo sobre el hecho a poetizar—, la unión con ellos es una unión principalmente vital. Todos son socialistas y esto está muy bien. ¿Desde el punto de vista literario qué d¡) erenciaba esos creadores de los otros poetas? Bueno, buscábamos reflejar en la poe­ sía la realidad con palabras adecuadas. Integrar en un texto poético toda la visión de lo que ocurre en la realidad. Crear una técnica adecuada. Crear for­ mas de vida comunales. Enriquecer los espacios de visión ampliando la conciencia de realidad a través de una re formulación de lo dado. V lo que para m í es básico: totalizar la realidad a través de lo susceptiblemente posi­ ble de ser totalizado, lo finito como base de lo infinito. lln tu poema "Primer encuentro con Lezama”, se siente mucho la soledad de la que estabas hablando, pero creo que traduce también la bohemia. Hay unos versos que dicoi: “... otra vez sololsiti nadie con quien cruzar unas palabras, una ideaMy , al mismo tiempo ese poema me parece expresar la búsqueda del amor y de la plenitud. Porque, como dices en otro poema, la soledad te pesa mucho: “ V yo no quiero estar solitario, no quiero ni puedo”. ¿Han tenido influencia en ti los poetas franceses Baudelaire, Verlaine y Rimbaud? Sí, ciertam e n te. B audelaire y Rimbaud son poetas a quienes he leído

ENRIQUE VERASTEdUI / El compromiso revolucionario bastante pero no sólo a ellos sino a muchísimos otros poetas franceses. Cada quien tiene algo que decir, cada quien aporta algo nuevo a la poesía. Baudelaire, que es la elegancia, descu­ bre a las muchedumbres. Rimbaud, la rebeldía personificada, emplaza la necesidad del método. Verlaine, la bo­ hemia galante, como Nerval, musicaliza la lengua francesa. Pero los versos que tú citas son sobre todo la expre­ sión de cosas que yo he vivido en al­ gún momento. No son exactamente influencias literarias, aunque, naturili mente, éstas contribuyen a precisar una cierta visión de las cosas. ¿(¿tu' otros poetas han influido en

ti?

He leído tanta poesía que no te pue­ do decir exactamente qué poetas han influido en mí. Entonces, ¿cuáles son los qué más te gustan? Depende del estado de ánimo.Sin em­ bargo, en última instancia me queda­ ría con Rimbaud cuya vida me recuer da a los barjots, los blousons noirs, los pitnks. Me quedaría con Máikoski cuyo sistema de imágenes me es to ­ talmente atractivo. Me quedaría con Gerard Manlcy Hopkins cuyos poemas son intensos y concretos. Me quedaría con Essenin cuyas imágenes campesi­ nas son exactamente lo que el campo es. Me quedaría con Alexander Blok, Dylan Thomas, William Carlos Wi­ lliams, Guillaume Apollinaire, a quien he estudiado bastante. En castellano me gustan Lorca y Nicolás Guillen. Un En los extramuros del mundo. también te refieres a Lezama en otro

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poema titulado “Segundo encuentro con Lezama’'. l:.n este poema se da una oposición entre la vida y la muer­ te. ¿Un que condiciones lo escribiste? Lo escribí en condiciones de extre­ ma soledad y de gran admiración por Lezama Lima. Lezama era asmático y yo también sufría de asma: admira­ ba en él su gran erudición, su gran cul­ tura. Algunos amigos me decían que él ya no salía a la calle mientras que yo vivía propiamente en la calle. En­ tonces yo lo invitaba de un modo qui­ zá un poco adolescente a que saliera a las calles de La Habana. Era mi m o­ do de escribir un homenaje a Cuba. Se trata, pues, de un encuentro total­ mente imaginario... ¿Hay otras cosas que te vinculan a Lezama Lima? No. Sólo la admiración por su obra. Específicamente mi admiración por al­ gunos poemas suyos y por unos capí tulos de su novela Paradiso, aún cuan­ do en realidad me gusta toda su obra completa. ¿(¿ué es lo que más admirasen Leza­ ma Lima? Aunque mi escritura es completamen­ te distinta, y quizá por eso mismo, de­ bo decir que admiro su barroquismo, su gran contenido verbal y su sexuali­ dad, aunque el amor uranista —del que habla abundantemente en sus pági­ nas— me es totalmente indiferente al menos en mi vida personal. 7/i poema "Salm o'’ contiene utias tre­ mendas imprecaciones contra la socie­ dad burguesa, la sociedad de consumo; esa sociedad que según afirmas condu­

330 ROLAND FORGUt'S / Palabra Viva: Hablan los Poetas ce a la locura generalizada. A sí dices, por ejemplo: “Yo vi hombres y muje­ res vistiendo ropíis e ideas vacías!y la tristeza visitándolos en los manico­ m ios”. Izl único exorcismo que puede haber en este caso es la poesía: “el mundo aún continúa siendo lavado por las lluviiisjpor palabras como es­ tas que son una fruta para la sed”, porque la poesía aparece coino una form a privilegiada de comunicación, como se sugiere en el poema “Datzibao” donde aparecen estos versos: “Tú querías leer mis poemas aferrarte a ese instante de dulzura donde/jamás hubo lím ite entre uno y otro ser”. ¿Cuál es la función que tú le atribuyes a la poesía? En los versos que señalas se trata de lograr una catarsis en el lector, nada más, si es que se puede decir que un poema deba reducirse a una cuestión presupuesta por el escritor. Ahora bien, pienso que la función poética es un hecho que se vincula a la reali­ dad en la medida que pretende cam­ biarla, en un nivel mediato, o que qui­ zá pretenda darle un sentido a la vida (a la vida, en principio, del propio es­ critor). Sin embargo, no se puede pre­ suponer una función determinada al hecho de escribir —dije ya que esto es la expresión de sentimientos sobre los que el escritor no posee una concien­ cia absoluta— sino que expresa lo que es, aunque trascendiéndolo. ¿Pero crees tú que la poesía puede servir para resolver las contradiccio­ nes en la sociedad? ¿qué puede con­ tribuir a la realización y a la plenitud del ser humano? Creo que sí, en tanto que la poesía es una liberación. Si no fuera así en­ tonces no se escribiría poesía.

¿Al escribir, querías hacer una poesía de combate que Juera directamente contra el orden establecido? Tu poe­ ma “Datzi bao” me parece realmente m uy violento, hay un llamamiento a la lucha que aparece netamente en los versos siguientes: “Porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro y más que nada! empezar a ser uno mismo /un solo obstinado bloque de rabia”. A l tnismo tiempo, en el mismo poema, hay una especie de autocrítica: “Cada uno recuerda paso por paso los piisos que fue dando y los/que no dio por­ que en uno mismo está el propio ene­ m igo./Y yo me levanto para luchar contra m í/y me tengo m iedo”. El trabajo poético es sobre todo un autoanálisis: ésa es su diferencia con los otros géneros literarios. En otros géneros se analiza un hecho desde una perspectiva distante: en poesía no.En poesía los hechos se analizan a través de uno mismo, aunque de hecho no creo que se produzca un tipo de rela­ ción no compleja entre la realidad y el yo creador. De hecho se produce una cierta violencia en mis poemas pero ello no es consecuencia de algo bus­ cado a priori sino que ello se produ­ ce en la forma de una respuesta. Creo que el poeta no debiera tomar dema­ siada conciencia de estos hechos —so­ bre todo los que ocurren en el nivel de su psiquis en el momeno de la crea­ ción— porque entonces se habría anulado como poeta y la creación es­ pontánea (que no se contrapone al ni­ vel alcanzado en su técnica así como tampoco se opone a una cierta planifi­ cación de los temas tratados) no lle­ garía a producirse, o lo que se pro­ duzca no pasaría de ser una buena re­ tórica. Como casi todo lo que se pro­ duce hoy día, por lo demás.

ENRIQUE VERASTEGUI / El compromiso revolucionario l'u poesía se caracteriza también por la irrupción de lo cotidiano eti un gé­ nero del que tradicionalmente se veía descartado. Hay unos versos muy her­ mosos sobre el cotitenido anecdótico y realista de la poesía cuando dices en el poema “Si te quedas en mi país”: “lili mi país la poesía ladra/suda orina tiene sucias las axilas. ¡La poesía fre­ cuenta los burdeles/escribe cantos sil­ ba danza mientras se mira/ociosamen­ te en la toilette/y ha conocido el sabor dulzón del amo ríen los parque cito s de crepé/bajo la luna/de los mostradores”. Y después, terminas diciendo: “I:n mi país la poesía te habla/como un labio inquietante al oído!te aleja de tu cutía culeca/te filma tu paisaje de Hcrodes”. En Praxis, asalto y destrucción del in­ fierno describes así a los manifestantes estudiantiles: “Los muchachos de pelo largo iluminando el cielo con fogatas de furia/car ajos /geranios / a h j ra han ca­ minado toda la mañana arrojando pie­ dras/gritando y tomados del brazo co­ mo un pene erecto/en el culo del siste­ ma”. ¿Cómo ves tú la relación entre la llamada poesía lírica, o “poesía pu­ ra”, y la “poesía social”? Yo hasta ahora no llego a comprender que cosa es lo lírico. Una poesía pu­ ramente imaginaria, basada en la fan­ tasía verbal —metáforas que se refie­ ren a metáforas, o figuras de las que abusa la poesía pura—, me parece insuficiente. La poesía tiene que dar­ se a través de la propia realidad, aun­ que esto no quiere decir tampoco una poesía tradicionalmente social. De hecho aquí se hablaba de la rebelión como un ladrido (el lenguaje de la época con que mis amigos se referían a sus propios sentimientos cuando se

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ponían a escribir) pero fui yo quien le dio forma a esc refrán cotidiano. Una imagen que por lo demás encon­ tré después en la mejor poesía euro­ pea. ¿En tu opinión, puede servir de algo la llamada “poesía social”? Aunque no la practico, creo que sí. Pienso que toda poesía es social por­ que el lenguaje utilizado es social. Uno no escribe porque pretenda escribir sino porque tiene necesidad de escri­ bir. Sin embargo creo que a través de un trabajo formal la poesía puede llegar a una mayor cantidad de lecto­ res. Aunque parezca una paradoja, el trabajo formal, aunque algunos lo identifiquen con vanguardismo, es justam ente lo que puede permitir que la poesía llegue a más gente. Un trabajo poético que integre formas que no sean exclusivamente las de la versificación, como el drama, o !a pro­ sa, por ejemplo posibilitaría el avance incontenible de la creación poética. Quisiera que me hablaras ahora de tu segundo libro, Praxis, asalto y destruc­ ción del infierno que me parece toda­ vía más fuerte y violento que el prime­ ro y, quizá también, más político en la medida en que allí afirmas que los jó ­ venes han hecho “del mimeógrafo un arma/y de la clandestinidad el territo­ rio liberado/de la patria”, y que, a par-' tir de eso, se asiste a una toma de con­ ciencia de la necesidad de luchar con­ tra el orden establecido para destruir­ lo. ¿En qué condiciones lo escribiste? Es un libro ya viejo que escribí cuan­ do tenía 19 años. Su escritura fue pa­

332 ROLAND FORGUES j Palabra Viva: Hablan los Poetas ralela a la de l:n los extramuros del mundo y aunque en Praxis algunos de sus versos son incluso más antiguos. El año 79, en París, lo retoqué y, efec­ tivamente, puede considerarse la ex­ presión política de Los extramuros. lil título de tu primer libro de poemas parece sugerir una especie de marginación social del poeta, ¿qué opinas de eso ? Sí, es eso. Exactamente. Un com pro­ miso con la gente marginal y un recha­ zo del mundo oficial. F.ntonces más allá de la marginación del poeta, tu libro expresaría también la marginación de ciertos sectores so­ ciales, la que aparece en Praxis, asalto, y destrucción del infierno. A llí mismo donde proclamas: “Fui procreado por los marginados de la tierra y en/nom ­ bre de ellos lie venido a destruir/todo rasgo de bondad sobre ella'’. Yo no SC si expresa tanto como eso. * Es la vida de un estudiante radical. ¿Cómo se produce esa radicalización? Mi radicalización viene desde hace muchos años y a través de la poesía explota aquí en Lima. ¿Has sido militante ¡)olítico de iz quierda? Sí. Cuando era escolar milité en el Partido Comunista Maoísta. ¿Y por qué dejaste de militar?, ¿por razones de discrepancias ideológicas o por razones personales? Digamos que por razones personales. ¿No piensas que la mili tanda políti­ ca es tan importante como la militan-

cia en el campo de la creación litera­ ria? No sé. Son dos niveles. Yo entiendo que un militante debe trabajar para su partido las 24 horas del día. Puede ha­ cer literatura pero su responsabilidad principal es el trabajo político porque el derecho a escribir es muy personal pero no puede estar por encima de las obligaciones políticas: esta contradic­ ción es insalvable. De modo que yo prefiero no tener militancia política para poder dedicarme a la escritura. ¿So, te alejaste del partido porque de alguna manera también te sentías un poco prisionero de él en el campo ile la creación artística y literaria? \ o , no. Me alejé porque el partido atravesaba una crisis interna. No creo que un partido de izquierda imponga alguna vez esquemas literarios. Si se escribe para el pueblo entonces el partido no puede oponerse a eso. Lo que pasa es que a m í me resulta muy difícil conciliar el trabajo literario con el trabajo político, aunque considero que hacer literatura es una forma de hacer la revolución. ¿()ué estás preparando ahora? Estoy tratando de organizar un m ate­ rial al que deseo dar una organicidad tan perfecta como una obra de músi­ ca, o un gran cuadro renacentista. le has referido a tu poesía de la primera época. Me imagino que esta nueva poesía será algo diferente. ¿Fu qué exactamente? Hay un desarrollo formal más elabora­ do lo mismo que una apertura de nue­ vos temas que se oponen y relacionan

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entre sí pero conservando muchas co­ sas de Un ¡os extramuros del mundo. ¿lis decir el trasfotuto ideológico v político? Sí. ¿Se va a publicar prouto esa poesía? No, no tengo prisa. A veces me deses­ pero, quisiera publicar, y a veces no. ¿Por qué razón tío quieres publicar aún? No sé. Eso es algo que no tiene expli­ cación. ¿Cuál es, en tu opinión. el principal valor de la poesía peruana actual? No sé exactamente en qué consiste. Sólo sé que la poesía peruana actual tiene un gran atractivo en la mayoría de escritores jóvenes de América Lati­ na. Estos ven con mucho interés so* bre todo el movimiento HORA ZERO. Supongo que se debe a la rebeldía y al radicalismo que contiene. No es una rebeldía gratuita pero la forma cómo decimos las cosas de la realidad pare­ ce que atrae a los jóvenes poetas lati­ noamericanos. Porque es cierto que se nos quiere, se nos lee en países mucho más adelantados que el nuestro y con mayor tradición cultural, aunque sin esa onda rebelde de IIORA ZERO. Las cosas que nosotros escribimos en la época del gobierno de Vclasco criticando al régimen militar ahora me pongo a pensar que son textos que ra­ dicalizaron a los ideólogos del régimen velazquista. Evidentemente toda la radicalización de Vclasco especialmente en lo que afectó a los medios íie co­ municación cíe masas, esa radicalización vino después de la lucha incesan­

/ /:'/ compromiso revolucionario

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te que HORA ZERO sostuvo contra el capitalismo . Claro que no fue una actitud totalm ente consciente o políti­ ca sino una actitud vital, una actitud le necesidad. Supongo que los ideólo gos velasquistas nos leían. Cuando yo critico en mi libro a Vclasco, el año 72, el decreto ley 17437 de represión estudiantil, a los pocos meses ese de­ creto ya no existe, lo eliminan. Claro, muchos poetas eran velasquistas pero nosotros no. Tampoco éramos antivelasquistas. Creo que. como conclusión final, nuestros textos contribuyeron a radicalizar a Vclasco. ¿lintonces para ti es evidente que la poesía puede desempeñar un papel político inmediato? Creo que sí aunque no de un modo determinante. Sin embargo la poesía y la escritura permiten emplear tér­ minos adecuados para cada momento. La poesía es básicamente la expresión del afecto, del afecto en el sentido total, que puede ser la cólera y el amor Entonces se trata de expresar un mundo afectivo frente a la realidad concreta. Un poema es mucho más complejo de lo que parece y lo que de­ be cambiarse son las formas poéticas: es fácil hacer poemas de muy pocas líneas, como hemos acostumbrado hasta ahora, pero es mucho más her­ moso plantearse (y desde luego, ha­ cerlo) un trabajo complejo que pueda reflejar al mundo en su totalidad. Sólo un gran amor, amor a lo huma­ no, Y amor al arte, puede concebir un trabajo como el que uno se plan­ tea. Y ello requiere además una fuerza sobrehumana para realizarlo. Cuando escribes poesías, ¿lo haces impulsado por una especie de pulsión

334 ROI.AND l ORGL I.S / Palabra Viva: Hablan los Poetas inconscientoo considerando la escritu­ ra como una'forma de trabajo? En principio es una necesidad escri­ bir poesía, aunque, desde luego, uno con los años aprende más, y no son los años sino el trabajo lo que a uno le enseña cosas. Sé que la poesía puede tener un efecto, pero ello es también el producto de un largo trabajo: des­ de buscar la información adecuada, in el uso en el sentido más burdo de la pa­ labra, lo que leemos en los periódicos c incluso en las foto-novelas, hasta la información filosófica o científica más refinada, para poder sintetizar en for­ mas artísticas elaboradas y acabadas lo que uno quiere expresar. De este m o­ do creo que se puede conseguir un efecto, aunque no se puede calcular su magnitud, como tampoco se puede escribir pensando en los lectores. ¿Sunca le has hecho ninguna conce­ sión al lector? So. Yo tengo un compromiso con­ migo mismo y mi compromiso es con la revolución. Y también con el amor. porque amor y revolución sólo son uno, como dicen estos versos de Praxis, asalto y destruc­ ción del infierno: “CUANTO MAS HAGO LA R liV OL UCION/A i A S C A ­ S A S TENGO DE HACER EL AM OR,/ CUANTO M AS HAGO EL AMOR MAS GANAS/TENGO DE HACER LA REVOLUCION” Por ello, más adelante apelas a los jóvenes a fornicar y a luchar. Evidentemente.

Si se compara la situación social, eco­ nómica y política del Perú actual de lielaúnde con la situación del período de l 'elasco parece que ha habido un cambio importante y tío forzosamente en un sentido positivo, ¿cuál sería la mejor técnica para traducir en la poe­ sía la nueva realidad? y ¿qué opinas tú de esa nueva realidad comparándola con la realidad anterior? Hay evidentemente un proceso de empobrecimiento del pueblo que el gobierno maneja muy bien. Evi­ dentemente ahora se trata de desper­ tar a la gente: no al proletariado que viene cumpliendo su rol, sino a la pequeña burguesía. En poesía la crítica de la pequeña burguesía debe reflejar sencillamente lo que la pe­ queña burguesía desea pero no puede obtener porque el capitalismo se lo impide. Para concluir quisiera que me aclarases cómo concibes la relación entre las ideas y la praxis que plantean estos versos de tu libro: “¿Eres materialista? / ¿Qué es el materialismo? ¿Eres idealista? / ¿Qué es para ti el idealis­ mo? ¿No eres materialista? / ¿Por qué eres idealista? ¿No eres idealista? / ¿Por qué eres materialista? Lo que se discute no es lo / que se discute por­ que lo que se discute es lo que no / se discute. ¿Cuál es la diferencia enton­ ces entre / un buen verso extraído del mundo / y esta corola de fuego que raspa tu alma? / ¿No hay diferencia? ¿Qué significa entonces el verso en re­ lación con el mundo?” Transformar la poesía pura en buena poesía.

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