Filtros Magicos

FILTROS MAGICOS Maravillosos secretos para alcaNzarlo todo

PARA HACERSE AMAR DE UN HOMBRE Tóm ese un mechón de la barba de ese hombre, cortado lo más cerca posible de la oreja (si no usa barba de la patilla) y búsquese una moneda de plata que haya llevado encima medio día al menos. Pón­ gase a hervir ambas cosas en una vasija de gres nueva y llena de vino y agréguese salvia y ruda, retirando la moneda al cabo de una hora. Cuando se quiera haclr la experiencia se tomará ésta en la mano dere­ cha, se irá junto al hombre cuyo amor se desee y se pronunciarán, lo bastante alto para que él pueda oírlas, estas palabras: Rosa de amor, flor de espina; luego se le tocará ligeramente en el hombre; el elegido seguirá al punto a la mujer que tal haga. Procúrese que el cacharro penáanezca cerca del fuego, porque el ardor del hombre se mide por el calor del vino: si éste se derrama, puede llegar al último extremo. P A R A HACERSE A M A R DE TODOS LO S HOMBRES Y T R IU N F A R DE TODAS L A S R IV A L E S Arránquese las partes sexuales a una liebre y redúzcaselas a polvo, y hágase lo mismo con los ojos de una paloma. Métanse ambas cosas en una bolsita de seda verde, que se llevará colgada a la cintura, de manera que caiga sobre la sínfisis pubina o sea un palmo (aproximadamente) más abajo del ombligo. Esta bolsita debe ser preparada en viernes y perfumada con los perfumes gratos a Venus. P A R A HACERSE A M A R E X T R A O R D IN A R IA M E N T E Tómese un pedazo de pergamino virgen y dibújese en él dos cir­ cunferencias concéntricas, en el espacio comprendido entre las dos líneas, escríbase, con sangre de las propias venas, extraída un viernes de primavera por la mañana, las dos palabras siguientes: Murogansip, Muronon. Perfúmese ese talismán con el perfume grato a Venus, y llé­ vesele pendiente del cuello, sin que el marido lo advierta. P A R A HACERSE DESEAR DE L A S MUJERES Tómese el corazón de una paloma virgen y póngase al alcance de una víbora para que ésta se lo coma; a causa del emblema de virtud e inocencia que es la paloma, la víbora, emblema de vicio y calumnia, morirá, tómese al acontecer esto su cabeza, póngasela a secar hasta que pierda to d o olor y aplástesela en un mortera con doble cantidad de semilla de cáñamo. Absórbase el polvo resultante en un vaso de vino de cuatro años al cual se habrá agregado unas gotas de extracto de opio;

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el color de la piel se pondrá brillante y sonrosados los labios, y todas las mujeres desearán al hombre que tal haga, cualquiera que sea su edad. P A R A H ACERSE A M A R DE T O D A S LA S MUJERES Para hacerse amar de todas las mujeres, el que lo desee debe llevar encima y de manera que le toque la piel del pecho izquierdo una bol* sita de seda verde que contenga el corazón de una paloma y los ojos de un gato, todo puesto a secar y reducido a polvo. Hay que advertir que este filtro debe ser preparado un viernes de primavera o en el solsticio de verano. SECRETO F A C IL P A R A H ACERSE A M A R Para hacerse amar de una persona, basta escribir, con sangre pro­ pia, en un pergamino virgen, las poderosas palabras siguientes: “ Sator, Arepo, Tenet, Opera, Rotas -1* Jah, Jah, Jah, Enam, Jah, Jah, Jah, Kether, Chokmah, Binah, Tedulah, Teburah, Tiphereth, Netzah, Hod, Jésoth, Malkout, Abraham, Isaac, Jacob, Shadrac, Meshach, Abednego... venid todos a ayudarme en mi amorosa empresa” . Se llevará siempre este pergamino encima, en el lado izquierdo del pecho y con la parte manuscrita sobre la piel, y, una vez en tal estado se hará aceptar por la persona elegida un objeto cualquiera.

en su amado hasta que se duerma. Esto lo hará por lo menos nueve noches seguidas. Luego tomará un trozo pequeño del objeto y lo quemará un viernes al salir el sol. Guardará las cenizas y cuando tenga ocasión procurará hacerlas deslizar en el cuerpo del hombre. Si esto no fuese posible hágaselas toc^r al darle la mano. P A R A E N A M O R A R LOCAM ENTE A U N A V IU D A Un viernes por la noche el operador irá a un lugar donde haya un manzano que esté bañado por los rayos de la luna y arrancará, sin esco­ ger, una manzana. En seguida irá a su casa y grabará en el fruto las pala­ bras siguientes: P E LL t A L M A t A G IF f B A S Y t Q O L t SEU ©B utilizando al efecto un punzón bien fino de madera. Hecho lo que antecede envuélvase la manzana en una bolsita de seda verde y expóngasela nueve días a los rayos del sol y nueve noches a los de la luna. Hágasela secar en un hom o, redúzcasela a polvo y méta­ se éste en una botella con vino o licor, pronunciando las palabras si­ guientes: “ ¡Oh, Scheval! Haz que esta bebida tenga ia virtud que yo quiero que tenga”. Y al tapar la botella dígase en voz baja: “ ¡Ama-

poylfac! ¡Que se cumplan mis deseos!”. Las cruces significan que el operador se persignará después de escribir cada palabra. P A R A SEDUCIR A U N A MUJER C A SA D A

O T R O SECRETO P A R A LO MISMO Un viernes de primavera, extráigase una pequeña cantidad de la propia sangre (com o una cucharadita) y añádasela otra cantidad igual de semen propio eyaculado el mismo día, los testículos de una liebre y el hígado de una paloma. Pulverícese esta mezcla, luego de secarla en un hom o, dentro de un pucherito de barro que no haya servido, y, para seducir a una mujer, hágasele engullir, en una form a u otra, algo menos de un dracma de estos polvos. O TRO El corazón de una golondrina y tres gotas de sangre del operador, esa íntima mezcla, reducida a polvo, constituye un filtro poderoso, cuando es administrado con vino o con un licor cualquiera.

Cójase la noche de San Juan, a las doce, un puñado de hojas de verbena y dígase, en el momento de arrancarles, las siguientes palabras: “ Por la virtud de Scheva, te mando, ¡Oh, planta mágica! que Fulana de Tal (aquí el nombre de la mujer) me ame como yo deseo” . Hecho esto, el operador ocultará la planta en el pecho, de manera que toque la piel, e irá en seguida a su casa. Durante el camino repetirá las palabras pronunciadas al coger la planta. Cuando esté en casa, procurando que nadie le vea, envolverá las hojas y las Aires de verbena en un pañuelo de seda verde, nuevo, y lo dejará todó junto en un lugar bien aireado veintiún días justos. Pasado este tiempo recogerá el contenido y lo re­ ducirá a polvo por m edio del fuego o de otro procedimiento. Cuando hable luego con la mujer casada que desee conquistar, buscará pretextos para tocarle las manos o la cara, habiendo antes restregado las suyas con los susodichos polvos. Si consigue esto su victoria es indudable.

P A R A H ACERSE A M A R DE U N JOVEN S O LTE R O P A R A SEDUCIR A U N A V IU D A Procúrese tener del joven en cuestión un objeto que haya llevado mucho tiempo encima y por la noche, al acostarse, colóquese la opera­ dora dicho objeto en el centro de los pechos y piense intensamente

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Para lograr el amor de una viuda puede hacerse uso, en la forma indicada en el secreto para seducir a una mujer casada de los polvos de verbena, con la diferencia de que al coger la planta, se pronunciarái-

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las palabras siguientes, en lugar de las apuntadas allí: “ ¡Soztebl Stapell, Niugis sle suem; te cojo en nombre de Scheva para que me procures el amor de..." (aquí el nombre de la viuda). Empléanse dichos polvos como se indicó en el otro secreto. Si es posible hacer comer o beber algo en que se haya introducido una dosis reducida de dichos polvos, el efecto será más rápido. P A R A HACERSE A M A R DE U N A JOVEN S O L T E R A Tómese un largo cabello de la joven a quien se quiera enamorar y háganse con él tres nudos, diciendo, al hacer el primero: "Astaroth, haz que me quiera"; al hacer el segundo: "Scheva, haz que me quiera", y al hacer el tercero: "Serás mía, porque lo quiere Astaroth y Scheva". El operador se arrancará entonces un cabello y unirá los extremos de éste con los extremos del de la joven, se colocará este aro en el brazo izquierdo y cuando tenga la ocasión de tocar a la joven lo hará con dicha mano izquierda, procurando que sus dedos toquen la piel suya, y no sus ropas. En el acto de tocarla deberá decir mentalmente: " ¡Y a eres m ía !". Puede, entonces, requerirla de amores, y en pocos días será dueño de su corazón. P A R A IM PEDIR QUE UN HOMBRE V A Y A CON O TR A S MUJERES Tómese, en estío, una luciérnaga; aplástela en la mano y frótese con ella la nuca del hombre en cuestión, procediendo con gran fe. P A R A DEJAR DE A M A R A UN HOMBRE Un lunes, hallándose la luna en menguante y cuando el gallo con su canto haya ahuyentado los demonios de la noche, sálgase de casa y váyase a la orilla de un riachuelo, de un estanque o del mar. Echense en el agua tres florecitas de verbena, una a una, diciendo en voz baja, al tirar la primera ñor: "O n Alem Apell Sar Yam S em "; al tirar la se* gunda: "O.n Oquib Sitofme sem ", y al tirar la tercera: "U e tle Nsip Yoga Mal f Ave An ox Otson Narac Yam Sem ". Recójase en seguida las tres ñores de verbena y póngaselas en una botella, frasco o vaso, que se lie* nará de agua sacada del mismo lugar donde se hiciera la operación ya descrita. Vuélvase a casa antes de que el gallo cante, y ya en ella, añádanse a la mezcla de la redoma tres cucharadas de miel, recogida en otoño y expóngase todo por espacio de trece noches, a la influencia de las estrellas. Durante este tiempo se ayunará y no se tomarán licores fermentados, vino, etc. La operadora tomará de él, en ayunas, tres gotas; se lavará con él la frente, el pecho y las manos, y a continuación se dirigirá a quien de­ see aborrecer. Inmediatamente reñirá con él para siempre.

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P A R A POSEER E N SUEÑOS A L A MUJER D E S E A D A L a preparación indicada para los sueños venturosos hace poseer, mientras se duerme, a la mujer deseada y le da a ella el mismo sueño del hombre, de tal m odo que la persona cuya posesión se ansia recuerda lo que se le ha hecho y lo que ha respondido durante el sueño, aun cuando habite a cien leguas de distancia. Mas para conseguir esto se han de saber las palabras del encanto y hay que pronunciarlas a tiempo, habiendo de conocerse a la vez las señas deseadas y las intenciones ne­ cesarias, cosas todas que no se pueden escribir, sino que debe enseñar una persona a otra, a causa de la sutilidad e intención secreta que cons­ tituyen tod o su poder. P A R A IM PE D IR QUE UN HOM BRE SEA IN F IE L Tómese uno de esos gusanos que brillan durante el verano en los arbustos; aplástesele en la mano y frótese con su polvo la nuca de la persona a quien se quiera tomar impotente; téngase la certeza de que lo será, pues habrá interrumpido la comunicación entre el cerebro y los órganos de la generación. Pero se necesita, para lograr ésto, una gran fuerza de voluntad. P A R A CONOCER SI U N A ESPOSA ES F IE L A SU M A R ID O Arránquese el corazón de un perro virgen y redúzcasele a polvo, poniéndolo en una bolsita de seda. Cójase una moneda de oro y guár­ desela tres días en dicha bolsa. Por la noche, cuando se conozca que la esposa duerme profundamente, salpíquesele el pecho izquierdo con dicho polvo y póngasele encima la moneda de oro. Si la mujer es fiel, no ocurrirá nada, de lo contrario, ella misma, durmiendo, lo dirá todo. Empezará suspirando cual si gozase en los brazos de su amante, y le llamará por su nombre. Así, no sólo se conocerá la infidelidad de la es­ posa, sino que se conocerá, o se sabrá al menos, el nombre de su amante. P A R A A D IV IN A R SI U N A MUJER TIE N E RELAC IO N E S SEXU ALES Procúrese la amistad de la mujer para poder frecuentar su casa, y una vez en ella coloqúese una piedra de imán debajo de la silla o sofá donde acostumbre sentarse la señora, señorita o viuda, y entáblese con ella conversación, haciendo versar ésta sobre el amor. C om o la mujer estará' bajo la influencia de la piedra imán, no podrá eximirse de decir la verdad o dejarla entrever.

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P A R A A D IV IN A R SI DOS MUJERES T IE N E N R E LA C IO N E S AM OROSAS Si el sujeto es casado y duda de su mujer, haga lo que se explica en el secreto titulado: Para conocer si una mujer es fiel a su marido, que le dará el mismo resultado. Si trata de otra persona a la cual no puede ser.aplicado el secreto en cuestión, recúrrase al que sigue: Tómese de sperma viris humanae la cantidad que quepa en una cuchara de las de café y séquesele al homo: Dará por resultado una pasta dura amarillenta. Enciérrese esta pasta en una bolsita se seda verde y expóngasela a los rayos lunares durante veintiún días. Perfúmesela en seguida con los perfumes gratos a Venus. Hecho ésto, sáquese la pasta y, reduciéndola a polvo échele éste con disimulo sobre la mujer sospechosa de manera que le caiga sobre la piel. Si la mujer tiene el vicio lésbico se sentirá desvanecerse, será presa de un fuerte vahído, perderá el color, sobre todo el de los labios, que se le pondrán blancos y de su boca saldrá abundante espuma. Nada de esto le ocurrirá si la mujer no tiene el feo vicio en cuestión. O T R O SECRETO P A R A LO MISMO Tómese el prepucio de un lobo, el pelo de sus ojos y el que tiene debajo de la boca, redúzcase todo a polvo por medio de la calcinación y hágase que lo ingiera, mezclado en la comida, la mujer, sin que ella lo sepa y se podrá estar seguro de su fidelidad.

un huevo de abubilla y un manojito de mejorana silvestre; lo pondrá todo junto en un almirez de barro que no haya servido, y lo macha­ cará bien. Expondrá lo que resulte, a los rayos lunares veintiún días, pasados los cuales reducirá a polvo el contenido, y se servirá de él en la forma siguiente. Irá en busca del amante que le rechaza, y cuando le encuentre le llamará por su nombre en voz alta, le tirará un puñado de dichos polvos, y, en voz baja dirá: “ ¡Por Scheva, quiero que me ames!” . Y le amará. P A R A T R IU N F A R DE U N R IV A L

Si son dos o más los que pretenden enamorar o seducir a una mujer, ya sea soltera , casada o viuda, y desea vencer a sus rivales, el operador hará lo siguiente: procurará, por los medios que estén a su alcance, obtener de la mujer deseada un cabello, con el cual hará tantos nudos cuantos sean sus rivales, diciendo en voz baja al hacer cada nudo el nombre y apellido de cada rival. Luego tirará este cabello encima de una pequeña hoguera alimentada por hojas de laurel-cerezo, hojas y flores de verbena y ramitas de mejorana perfectamente secas, y, en el instante mismo de tirar el cabello al fuego, dirá tres veces, en voz alta: ‘ ‘ Cur ed eos Neug! ¡Cur ed eos Neug! Cur ed eos Neugí Por Scheva, pídote que destruyas el poder de mis rivales” . Desde tal momento, puede estar seguro de que su elegida no hará caso de ningún otro hombre que no se él.

OTRO El tuétano de la espina dorsal de un lobo produce el mismo efecto. P A R A R E C O N C IL IA R A DOS A M A N T E S Cuando un amante ha reñido con su novia, o a la inversa, y desea reanudar los tratos que con ella tenía, ha de poner en los manjares una piedrecita, previamente molida, que hallará en los riñones del milano; en seguida se las compondrá para hacer comer de ellos a la persona de que se trate, y volverá a disfrutar de una dulce amistad y de un amor duradero. O T R O SECRETO P A R A LO MISMO Si, por la misma razón de estar enfadados, no le es posible al operador convidar a la persona a quien desea reconquistar, haga uso del secreto siguiente: Tomará la piedrecita que se encuentra en los riñones del milano,

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P A R A V E R EN SUEÑOS A L A MUJER CON Q U IE N C O N T R A E R A M A T R IM O N IO Tómese coral pulverizado y piedra imán, también reducida a polvo, y deslíense ambas cosas en sangre de pichón blanco hasta formar una pasta que luego se envolverá en un pedacito de tafetán azul celeste y se colgará del cuello con una cinta de seda del mismo color, acostán­ dose con ello, colocando debajo de la almohada una ramita de mirto y pronunciando la oración siguiente: “ Kirios clementissime, qui Abrahan. servo tuo detisti uxorem; Saram et filios ejus obedientissimo per admirabile signum, indiscuti Rebecam uxorem; indica mihiservo tuo puam nupturs sim uxorem. Una vez dormido, el operador verá en sueños los que se trata de ver, si no a la primera vez a la Segunda o tercera; siempre que, en caso de fracaso, repita la operación en la noche de los tres viernes siguientes. De no obtener la visión reveladora, puede estar seguro que no se casará jamás.

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P A R A Q UE E L AM O R QUE SE H A IN S P IR A D O A U N A M UJER N O D IS M IN U Y A NO SE E N F R IE

P A R A S A B E R SI U N M A R ID O ES F IE L A SU M UJER

Tómese tuétano de lobo, con el que se formará, añadiéndole ámbar gris y polvo de ciprés, una pomada, que será llevada encima, en un bote artístico, y hágasela oler, con cualquier pretexto, de cuando en cuando, a la mujer de que se trate.

Cuando este marido se halle profundamente dormido, colóquese sobre su pecho una Uavecita de oro, que se habrá llevado encima del propio nueve días, y díganse en vo z baja y al o íd o las siguientes palabras: MKadmon, Kehter, Folyac, Chaos”, y en voz un poco más alta: “Dime espeso mío , ¿cómo se llama la mujer que me ha robado tu

corazón*”. P A R A A P A G A R LO S ARD O RES AM OROSOS EN L A MUJER

Si el marido es fie l no contestará nada; en caso contrario, dirá a la esposa el nombre de su rival.

Redúzcase a polvo el miembro genital de un toro y adminís­ trese el peso de un escudo de estos polvos en un caldo compuesto de temerá, verdolaga y lechuga a la mujer demasiado aficionada a los placeres de Venus.

P A R A IM PE D IR QUE SE D U E R M A U N M A R ID O Si conviene alguna noche que el marido no se duerma, pón­ gasele debajo de la almohada un ojo de golondrina. N o se dormirá mientras no se saque.

O T R O SECRETO P A R A LO M ISMO Tómese polvos de ágata y écheseles en una vasija en la que se habrá puesto en ebullición agua y hojas de laurel cerezo. Déjese to d o a la lumbre por espacio de un cuarto de hora y retírese después para usarlo el mismo día. Basta administrar a la mujer ardorosa una cucharadita de esta agua mezclada con vino u otra bebida. P A R A C O N Q U IS TA R A L ESPOSO DE O T R A MUJER Un viernes de primavera arránquese el corazón a un pichón y las partes sexuales a una liebre joven; métanse ambas cosas en una bolsita de seda verde, que se llevará seis días pendiente del cuello y de manera que descanse sobre el corazón de la operadora. Pasado este tiempo se expondrá la misma bolsita a los rayos de la luna, por espacio de nueve días. Se la llevará luego otros seis días, y en seguida se reducirá a polvo el contenido, poniéndolo sobre una plancha de hierro candente. A l marido que se quiera hacer suyo, la operadora le convidará a comer un guiso cualquiera, en el que habrá puesto la séptima parte de dichos polvos. En el momento de echarlos en la comida, dirá con toda la fuerza de su voluntad: “ ¡Amapoylfac! ¡Cúmplanse mis deseos! P A R A QUE UN M A R ID O SEA SIEMPRE F IE L A SU MUJER Según Alberto el Grande, logra esto la mujer que haga llevar encima a su marido, sin que éste lo sepa, un pedacito de cuerno de ciervo.

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P A R A S A B E R CON QUE HOM BRE SE C O N T R A E R A M A T R IM O N IO Váyase a media noche a un aposento en el que haya prepara­ do dos espejos iguales, colocados uno frente al otro y alumbrados p or dos velas de cera. Tómese asiento y dígase tres veces en alta voz: “ K to . enoy, sunnjory; kto. m oy, viatnoy, tot, pakajetsia, ninie. Diríjase después de esto la vista a uno de los dos espejos eligiendo el espacio más lejano y oscuro, en donde se verificará la aparición. Las siguientes palabras dan los mismos resultados: “ Lucía, Stoi, Lub, Salem, Sadil. P A R A H A C E R V E R A LA S M UCHACHAS Y V IU D A S E L M AR ID O QUE T E N D R A N Tómese una ramita de álamo blanco y átese a ella las propias me­ dias con una cinta de hilo blanco. Póngase todo debajo de la almohada, y al acostarse úntense las sienes con un poco de sangre de abubilla, re­ citando la siguiente oración: Kirios clementisseme, qui Abraham servo tuo detisti uxorem; Saram et filio ejus obedientissimb, per admirabilem signun, indiscuti Rebecam uxorem indica mihi ancilüse tuae, quem

sim nuptura virum, per ministerium tuorum opirituum Balideth, Aisiabi Abumalit. Amén. A l día siguiente, al despertarse, procúrese recordar lo que se haya visto en sueños durante la noche. Si no se ha visto ninguna aparición de hombre, se repetirá la operación en las noches de los tres viernes si­ guientes. Y si en estas tres noches no obtiene tampoco ninguna visión de hombre durante el sueño, puede la operadora tener la certeza de que no se casará.

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Sirve para las viudas esta prueba lo mismo que para las doncellas con la diferencia de que deberán acostarse al revés, esto es, colocando la almohada a los pies de la cama.

se haya explicado acerca de lo que al operador interese más, quítese con precaución las materias depositadas sobre el bajo vientre, para utilizarlas en otra ocasión.

P A R A SAB E R SI U N A JO VEN C O N T R A E R A M A T R IM O N IO CON E L N O V IO QUE T E N G A

P A R A QUE U N A MUJER ESTE SATISFE C H A DE SU ESPOSO

Hágase un enrejado con ramas de laurel enredadas y póngasele en la cabecera de la cama de la joven sin que ésta lo sepa. A l día siguiente pregúntesele qué es lo que ha visto en sueños, y si contesta haber pasado por ramas de árboles entrelazadas, es señal de que se casará dentro de breve tiempo y con la persona en cuestión.

Léese en el libro de Cleopatra que una mujer que no esté satisfe­ cha de su marido no tiene más que tomar la médula del pie izquierdo de un lobo y llevarla encima; inmediatamente se colmarán todos sus deseos y el esposo no querrá a nadie más que a ella, que deberá abste­ nerse de tocar la oreja de un borrico o un eunuco, así com o el cuerno de un buey o el de cualquier otro animal impotente.

P A R A T O R N A R FE C U N D A A U N A M UJER E S T E R IL Alberto el Grande asegura, y con él Artefius y la mayoría de los filósofos antiguos, que una mujer se toma fecunda si hace uso de las cosas que contribuyen a la esterilidad. P A R A V O L V E R A U N A MUJER FE C U N D A Cuando una ujer no pueda concebir, désele a beber leche de burra y hágasele tener contacto con un hombre más joven: concebirá indu­ dablemente. P A R A SABER SI U N A MUJER ES F IE L Coloqúese un brillante sobre la cabeza de dicha mujer cuando esté dormida; si es infiel se despertará sobresaltada; si es inocente, abrazará con efusión al operador, siempre que éste sea su marido. P A R A IM PED IR QUE U N A MUJER S E A IN F IE L Tómese un mechón de los cabellos de dicha mujer y, luego de que­ marlos sobre una cama, una dormilona, un sofá o un mueble: la mujer no podrá amar después de esto sino a la persona que tal haga, ni expe­ rimentará el menor placer en ser cortejada por otro. P A R A H A C E R DECIR A U N A M UCH ACHA O A U N A M UJER TO D O LO QUE H A HECHO Tómese el corazón de una paloma y la cabeza de una rana, y luego de haber puesto a secar ambas cosas, pulverícelas y póngaselas sobre el estómago de la persona cuyos secretos se quiera conocer mientras está dormida. Se le hará decir entonces cuanto abrigue en su alma. Cuando

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P A R A D E V O LV E R L A P O TE N C IA A L H OM BRE QUE L A H A PERDIDO Tómese cierta cantidad de semilla de bordana y aplástesela en un mortero, incorporándola a un testículo izquierdo de un macho cabrío de tres años y un pellizco del polvo procedente de los pelos del lomo de un perro enteramente blanco, que se cortará el primer día de la luna nueva y se quemárá el séptimo; póngase luego todo en infusión en una botella llena hasta la mitad de buen aguardiente que se dejará destapa­ da por espacio de veintiún días para que reciba la influencia de los as­ tros. A l vigésimo primer día, que será precisamente el primero de la luna siguiente, hágase hervir todo hasta que la mfezcla tom e la consis­ tencia de un caldo espeso, y agregúesele cuatro gotas de semilla de co­ codrilo recogida a una hora conveniente, colando la mezcla con manga. Luego de recoger el líquido que se desprenda, frótese con él las partes naturales del hombre, que inmediatamente hará maravillas. Tan activa es esta mezcla que algunas mujeres quedaron embarazadas con sólo fro ­ tarse las partes a fin de untar al hombre sin que él lo supiese. Coiho es raro encontrar cocodrilos en nuestro país y un poco d ifícil procurarse la semilla de este animal, puede reemplazársela por la de un perro joven y vigoroso. P A R A C U R A R E L D O LO R DE M U E LAS Coloqúese una serpiente, muerta o viva, sobre la persona atacada de esta afección. P A R A C U R A R L A S M O RDEDURAS DE LA S SERPIENTES Cuando una mujer sea mordida por una serpiente, désele a comer ruibarbo: sanará en seguida.

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P A R A RECO NO CER SI U N A M U CH AC H A ES V IR G E N Tómese azabache y macháquesele hasta reducirlo a polvo impal­ pable, del cual se hará tomar a la muchacha una cantidad del peso de medio duro. Si la muchacha ha cohabitado, aunque sea una sola vez, se le escapará la orina. El ámbar blanco o amarillo produce igual efecto usándolo del mismo modo. O T R O SECRETO P A R A LO M ISMO Cójase una lagartija y póngasela viva encima de una plancha de hierro candente. Quedaráal instante reducida a polvo. Póngase un poco de ésto en la mano y désele a la muchacha. Si no es virgen, a los pocos momentos se le escapará la orina. Si es casta no le pasará nada.

Con el aceite anterior se obtiene otro maravilloso efecto, pues untando conél el vientre arrugado de las mujeres que han parido mucho, en pocos días la piel se les vuelve a poner tan lisa y tersa como cuando eran muchachas. P A R A C O N S E R V A R L A B E L L E Z A DE L A S MUJERES Tómese todas las mañanas carne de ternera recién muerta y sa­ crificada a la hora en que domina Urano, córtesela en tiras lo más del­ gadas posible y aplíquesela sobre las mejillas, los ojos, y en general, sobre los lugares sensibles cuyo marchitamiento quiera impedirse. Dejándola en tal posición por espacio de tres cuartos de hora, las par­ tes cubiertas no se arrugarán aun cuando la edad sea muy avanzada. P A R A C U R A R L A FIEBRE C U A R T A N A

P A R A R ESTAB LE C E R L A V IR G IN ID A D PE R D ID A Tómese una onza de tierra de Venecia, un poco de leche de hoja de espárrago, un cuarto de onza de cristal mineral puesto en infusión con zumo de limón o de ciruelas verdes, la clara de un huevo bresco y un poco de harina de cebada. Con estos ingredientes fórmese una pas­ tilla que afecte la forma cónica, y que deberá ser introducida en las partes sexuales de la muchacha desflorada, después de habérselas la­ vado con leche tibia de cabra y untado con coid cream. Practíquese esta operación cuatro o cinco veces, con veinticuatro horas de inter­ valo entre una y otra. O TR O SECRETO P A R A LO MISMO El agua de matricaria destilada con zumo de limón e introducida por medio de una jeringa en las partes sexuales de la joven, previamente untadas con cold-cream, proporciona el mismo resultado si se practica la operación varios días seguidos. P A R A C U R A R LOS RETO RTIJO NES QUE L A S MUJERES PAD ECEN A N TE S O DESPUES D E L P A R T O Tómense partes iguales de caracoles rojos y romero, desmenúce­ selos bien y téngaseles cuarenta días en estiércol de caballo, dentro de una cqjita de plom o bien cerrada. Se obtendrá un aceite. Echese éste en una vasija de barro bien tapada y expóngasele inmediatamente al sol. En seguida podrá hacerse uso de él, aplicándolo al vientre.

Los dientes de serpiente, arrancados en vida de la misma, colgados del cuello, hacen desaparecer la fiebre cuartana. P A R A C O N S E R V A R L A PIEL, Y P A R T IC U L A R M E N T E L A DE LA S M ANOS, F L E X IB L E , F IN A , B L A N C A Y A G R A D A B L E A L T A C T O Tómese cierta cantidad del licor llamado agua de cítiso, conocido de los antiguos filósofos bajo el nombre de akarin, y téngasele expuesto tres noches, en vasija descubierta, a la influencia de Urano, Marte y Venus, y después durante veinticuatro horas, a la del Sol. Retírese acto seguido y mézclense unas gotas de dicho licor con leche fresca de vaca o cabra, y si se la pueda obtener de burra, para lavar con ella las manos o cualquier otra paite del cuerpo al cabo de cinco minutos. P A R A C U R A R LOS PIES F A TIG A D O S P O R U N A L A R G A C A M IN A T A Hiérvanse unas hojas de artemisa en agua clara, y agréguese luego aguardiente, jabón y aceite de oliva en igual cantidad. Lavando bien los pies doloridos y cansados con esta mezcla, al siguiente día se podrá reanudar la marcha en las mismas condiciones de frescura que antes de dar el primer paso. P A R A C U R A R L A S HEM ORROIDES Basta con sentarse sobre una piel de león. P A R A E V IT A R LOS DOLORES D E L P A R T O Si se muestra una víbora a una mujer embarazada, el parto, que será feliz por sólo esto, tendrá lugar sin dolores.

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P A R A C U R A R L A R A B IA Tómese media onza de agua de acedera, un dracma de teriaca y cuatro gramos de mercurio sindérico, en estado de precipitado rojo, y agregúeseles cuatro pellizcos de flor de azufre y tres yemas de huevo de paloma o de tórtola cocidos, cuando todo esté bien mezclado, divídase en 64 partes iguales, que se hará tomar al enfermo de hora en hora hasta la última. El efecto se deja sentir a la tercera o cuarta dosis y a veces mucho más tarde (a la vigésima o trigésima). P A R A E V IT A R L A M O R D E D U R A DE L A S SERPIENTES, CU LEBR AS Y V IB O R AS Tómese cierta cantidad de hojas de fresal, que se tendrá el cuidado de coger el primer día de la luna, bajo la dominación de Júpiter; pónga­ selas en una vasija de cristal sobre una hoja de pergamino virgen y so­ métaselas del onceavo al décimoquinto día a la acción de los rayos de ese astro; en seguida se hará con ellas un cinturón que se llevará encima, sobre las ropas o debajo de éstas. En cuanto las serpientes huelan las hojas de dicha planta así pre­ paradas, huirán a escape. Tan verdad es esto que, si se forma en el suelo un círculo continuo con estas hojas y se coloca en su interior una ser­ piente o víbora viva, ésta morirá de hambre antes de intentar salir de él.

P A R A A U M E N T A R E L PODER C O R T A N T E . DE U N A HOJA DE ACERO Para hacer que el filo de un cuchillo, espada o cualquier otro ins­ trumento corte los filos de los demás, tómese el jugo de la hierba lla­ mada terkita y frótese con él dicho filo, dejándole se seque una vez bien untado. P A R A C A M IN A R L A R G O TIEM PO SIN F A T IG A R S E Si se desea caminar muchas horas sin fatigarse, tómense unas ramas de artemisa y lléveselas en la mano o en la cintura durante la marcha haciendo hervir dicha hierba y lavándose los pies de vez en cuando con el líquido resultante. P A R A IM PEDIR QUE LOS A N IM A L E S C O M AN Suspendiendo del techo de un establo la piel o cola de un lobo, los bueyes, vacas y ovejas no comerán; si a dicha cola o piel se agrega la cabeza o los testículos, las cabras y cerdos* harán lo propio, aunque al alcance de sus dientes se coloquen las cosas que más les gusten. P A R A M AN E JAR U N H IE R R O C A N D E N T E SIN QUEM ARSE

P A R A P R E S E R V A R L A C A S A DE L A PESTE Y E L R A Y O Tómese el tallo de la planta llamada artemisa en el momento en que está en flor, cortándole lo más cerca posible de la raíz y átesele al tercer día, haciendo uso de un hilo de latón, a la cerradura de la casa y lo más alto posible con la parte superior mirando al suelo. La casa no se verá nunca atacada por la peste, de cualquier índole que ésta sea, ni caerá sobre ésta el rayo mientras la rama de artemisa penda en su sitio.

Tómese arsénico rojo y alumbre, aplásteselos juntos con jugo de siempreviva y la goma que se desprende del laurel oloroso, y frótense las manos tres veces seguidas con la substancia resultante. P A R A IM PE D IR L A IN F L U E N C IA DE LOS SO R TILE G IO S La artemisa tiene el poder maravilloso de impedir la influencia de los sortilegios; mas para ello ha de haber permanecido tres días cubierta por la orina de una muchacha virgen de dieciseis años.

P A R A E X P U LS A R L A S MOSCAS DE U N A C ASA P A R A IM PE D IR QUE LOS NIÑO S T E N G A N MIEDO Mézclese jugo de adormidera con blanco de cal y frótese exteriormente el edificio con el caldo que resulte. P A R A E X P U L S A R A LAS H O R M IG A S Aplástese en un mortero de hierro fundido y con mano de madera, mejorana bastarda y espárzase este polvo por los lugares que ocupen las hormigas, éstas huirán inmediatamente para no volver.

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Extiéndase sobre la cama una piel de asno. P A R A E V IT A R T O D A V IS IO N N O C T U R N A Echese verloga común sobre la cama.

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P A R A PE R JU D IC AR A UN ENEM IGO P A R A O BTENER E L F A V O R DE LOS E SPIR ITU S Prepárese una figura por el procedimiento indicado en la página con excepción de las agujas y el pedazo de cobre y escribiendo sobre su frente el nombre y apellidó de la persona a quien se quiera peijudicar. Póngase luego esta imagen durante tres días bajo un vaso de barro con dos sapos de gran tamaño. Las emanaciones de estos reptiles turbarán el juicio de la persona a quien se quiera hacer daño, cualquiera que pue­ da ser la distancia a que se encuentre, y llevará a cabo actos que le perju­ dicarán mucho en adelante. Si se pica entonces la imagen con un puñal, una espada o cualquier otra arma tinta en sangre humana, experimenta­ rá en el instante mismo gran dolor en la parte en que se le toque; perso­ nas hay que dieron muerte por este medio; pero precisa poseer inmensas energías y una dosis no escasa de voluntad.

Con la más escrupulosa exactitud hemos reproducido, tomándolos de un excelente manuscrito existente en la biblioteca imperial de Inspruk, las siluetas de los cuatro talismanes que el lector puede examinar a continuación: El que acompaña a estas líneas, eficacísimo para obtener el favor de los espíritus, debe ser formado un domingo bajo los auspicios del sol sobre una placa de oro fino con las ceremonias del perfume adecuado a la hora, lo que se conocerá en su situación favorable y sobre tod o en su buena armonía con Júpiter.

P A R A S AB E R SI U N A PE R S O N A AUSENTE Y DE L A C U A L N O SE T IE N E N O TIC IA S, V IV E Y D IS F R U T A DE BU ENA S A LU D Tómese cera virgen en suficiente cantidad, mézclesela con pez griega o de Borgoña y cinabrio en igual proporción, hágase fundir to­ do junto hasta que la mezcla sea íntima y viértase entonces el líquido sobre una piedra frotada con ajo, dejándola enfriar. Hágase luego con él una pequeña figura humana lo más parecida posible a la persona de quien se quiera tener noticias, coloqúese bajo sus pies dos gramos de incienso, clávense agujas u otras puntas de acero imantadas, tantos años como haga que no se ve a dicha persona, en la cabeza de la figura y, póngase en seguida en la mano derecha de la misma un trozo de cobre bien pulimentado, diciendo: Arkepias ferdako sircari Expóngase después la figura por espacio de una semana entera al aire, al comenzar el tercer día de la luna y a la hora de la noche en que Júpiter domina por primera vez, terminando aquella en que Urano domina por vez postrera. Si el pedazo de cobre encuéntrase brillante y pulimentado, la persona vive y los negocios prosperan; si está empañado y sensiblemente alterado, es señal de que se halla enferma, o en mala posición; y si aparece cubierto de verdete, el individuo en cuestión habrá muerto. Para mas certeza, puédase entonces tomar el pedazo de cobre y ponerle a la noche siguiente bajo la almohada: se tendrá un sueño o una visión que hará conocer el estado de la persona cuya situa­ ción desea conocerse.

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P A R A E V IT A R T O D A C LASE DE PELIGROS (N A U F R A G IO S , P IR A T A S , D E S C A R R ILA M IE N T O S , B AN D ID O S), ETC., D U R A N T E LOS VIAJES * El talismán que colocamos más abajo, y con el cual se obtiene lo que promete el encabezamiento de estas líneas será formado un lunes bajo los auspicios de la luna sobre una placa de plata pura y bien puli­ mentada con las ceremonias del perfume y a la hora de la constelación favorable.

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P A R A O BTENER T O D A CLASE DE BENEFICIOS Se es afortunado al juego y en todas las empresas, realfzansé los viajes más felices y se descubre y vence todas las traiciones llevan­ do encima el talismán que ilustra este artículo, y que se formará un miércoles, bajo los auspicios de Mercurio sobre una fina capa de mercu­ rio, con las ceremonias del perfume apropiado al planeta y a la hora de la constelación feliz, esto es cuando Mercurio se halla en conjunción o en armonía con Venus o la Luna.

P A R A T R IU N F A R E N L A S EXPEDICIONES M IL IT A R E S Y E N C O N T R A R LA S A R M A S DE FUEGO DE MODO QUE N O PU E D AN H E R IR A LOS QUE L A S L L E V A N ’ LLévese encima el talismán que ilustra esta página, y que se formará un martes , bajo los auspicios del planeta Marte, con las cere­ monias del perfume conveniente y a la hora de la feliz constelación, cuando Venus mira benignamente a Marte o éste se halla en conjunción con Júpiter. Debe grabársele sobre una placa de hierro puro y bien pulimenta­ do.

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P A R A H A C E R BUEN NEGOCIO, G A N A R E N E L JUEGO Y R E A L IZ A R FELICES VIAJES Basta llevar encima cualquiera de los dos talismanes representa­ dos en este artículo, y cuyo original puede admirarse en el gabinete del duque de Lituania.

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Los hemos tomado de la clavícula de Sala y fueron fabricados por Isac Radiel, bajos los auspicios del planeta Mercurio, según puede dedu­ cirse de los caracteres que figuran en uno de ellos. P A R A P R O V O C A R SUEÑOS V E N TU RO SO S

Tómese la piedra llamada aurín por los griegos y asosa por los ára­ bes, conocida hoy con el nombre de Bohorita y que, a menos de ir a buscarla a los lugares en que se cría (encuéntrasela en las montañas del A lto Egipto, en una arena aurífera sembrada de rubíes), no es posible obtenerla sino por mediación de algún mercader, algún judío o armenio iniciado en los secretos de la cábala, ya que es poco buscada por la ge­ neralidad de los hombres que desconoce sus virtudes particulares. Esta piedra, verde, con vetas rojas y blancas y del tamaño de una lenteja, armada bajo la influencia de Urano, favorece los amores de los que la llevan pendiente del cuello dentro de un saquito de fina tela. Para poder tomarse invisible hay que montarla en una sortija de plata fina, despojada de toda aleación y en la cual se habrá trazado las constelaciones zodiacales por el orden de su sucesión a partir del primer día del año sideral. Si se introduce semejante anillo en el dedo la piedra se tomará tan blanca como la leche y el individuo estará al abrigo de todo maleficio mientras la lleve encima y si se vuelve dicha piedra hacia la palma de la mano la persona permanecerá invisible mientras la tenga en tal posición. Con anillos así preparados Giges y el Rey Salomón se hacían invisibles y operaban toda clase de prodigios.

Los sueños venturosos pueden ser provocados de varios modos: con imágenes, con signos, con palabras o encantamientos, así como con ayuda de preparaciones tales como el apio y la grana de cañamar mezclado en ciertas dosis (cuatro onzas de cañamar por media de apio sólido, un gramo de amizcle y media botella de vino viejo). A veces basta con comer antes de acostarse una manzana cogida el día de San Juan al ponerse la Luna.

P A R A T R IU N F A R EN TO D AS L A S EMPRESAS Tóm ese una rana verde, córtese la cabeza y las cuatro patas el viernes que sigue a la primera luna del mes de septiembre y téngase veintiún días los pedazos en aceite de saúco, del que se les sacará al dar las doce de la noche del último de los citados días; déjeseles tres noches expuestos a los rayos de la luna calcinándolos después en una cacerola completamente nueva; e incorpóreseles enseguida igual canti­ dad de tierra procedente del cementerio y cogida en el punto en que se haya enterrado una persona de la familia; el espíritu del difunto ve­ lará p or el individuo y sus empresas; a causa de la fibrosidad de la rana, que tendrá su atención despierta en lo concerniente a los negocios del operador.

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P A R A V E R Y H A C E R COSAS S O B R E N A TU R A LE S Precisa tener bajo la lengua una hoja de oro constelada de media pulgada de anchura, bajo la planta de los pies un trozo de paño mortuo­ rio, y en la mano una varilla de avellano, habiéndose abstenido del trato con personas del sexo distinto durante treinta y cinco días, por ser treinta y cinco un múltiplo de siete, el número poderoso. Se estará entonces bajo la dominación de los astros favorables a los sortilegios y se harán cosas prodigiosas. Cuenta Hermés que vió a cierto Mausa rea­ lizar de este modo prodigios inusitados.

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Tómese un huevo de gallina que el gallo no haya tocado aún, su­ mérjase en cera fundida no hirviente y retíresele al punto para volverle a introducir si es menester hasta que se haya cubierto del tod o por una capa de cera de una línea al menos de espesor: se hará entonces un agu­ jero en cada extremidad del cascarón, y soplando en uno se hará salir por el otro el contenido de dicho cascarón, enseguida se colocará uno de estos agujeros sobre el agua y, aspirando y soplando sucesivamente, se lavará repetidas veces el interior del cascarón. Luego de dejarle secar­ se bien, introdúzcase en él aceite de oliva bien puro, pomada de incien­ so, un grano de almizcle y semilla humana en suficiente cantidad; a con­ tinuación se taparán los agujeros con cera, y se irá colocando el huevo a media noche entre estiércol de caballo. A l noveno día en el momento en que la luna haya llegado a su mayor elevación en el cielo, se le reti­ rará y, cogiéndole en la mano izquierda se le oprimirá hasta aplastarle. Se saldrá de él un humo blanquecino del que se formará una imágcn diáfana el operador pronunciará entonces estas palabras caldeas: Ghormy, Sarback, Kamir cuyo sentido no puede revelarse sino a los iniciados, y enseguida la imagen se fijará entre él y la luna y le hará conocer su destino. P A R A SABER L O QUE OCURRE A G R A N D IS T A N C IA Tómese un anillo constelado, o constélese uno ordinario con los signos, caracteres, palabras e intenciones que se quieran; enseguida in­ troduciendo el dedo en él, váyase a un lugar sombrío, com o una caberna o el interior de un bosque, una cueva o un aposento muy oscuro, o un lugar en fin, donde no pueda distraer la vista o audición súbita de un objeto o cualquier sonido imprevisto, porque precisa una atención sostenida y una voluntad muy enérgica. Cuando tenga la certeza de que nada le podrá molestar, el operador se acuciará procurando colocar en­ cima de la cabeza un manto de paño o cualquier otro objeto de lana que pueda envolverle por entero, se pensará entonces en la cosa que se quiere saber y, antes de un cuarto de hora se principiará a distinguir un objeto, y enseguida, poco a poco, los ojos de la inteligencia lo harán ver todo claro. Se distinguirá exactamente las cosas en el estado en que se hay en y los acontecimientos tal como se produzcan. Cuando la vi­ sión sea bien clara y la voluntad haya adquirido con el uso gran fuerza se podrá ir y venir y aún conservar sin perder de vista los hechos cuyo desarrollo se sigue a medida que tienen lugar. Obrando de esta suerte pudo A polonio decir un día en la plaza pública: “ V eo al Emperador herido de muerte por un bárbaro” y hasta nombrar los que después lo levantaban, aún cuando los sucesos tuvieron lugar a una distancia de cien leguas.

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Tómese un ejemplar de las obras de Virgilio u Homero, según que se conozca el griego o el latín y, luego de determinar la cifra y el lado del libro en que se suspenda la lectura, ábrase al azar el tom o y el verso correspondiente a la cifra en que se detuviera de antemano el operador, será la respuesta a su pregunta. Un hermoso ejemplo de la manera como se obtienen las soluciones virgilianas y homéricas, puede verse en Rabelais, en el capítulo en que Pantagruel delibera con Panurgo si debe o no casasrse y pregunta que consecuencias tendrá su matrimonio. Mas el conocimiento del porvenir no está reservado solamente a los que saben el latín y el griego; los que desconocen esos idiomas pue­ den obtener el mismo resultado por otra vía, que Apolonio declara me­ nos equívoca y más segura que la resultante de los versos de Virgilio y Homero. A esc .fin habrá de pasarse tres días a pan y agua durante la época de la luna llena, terminado ese tiempo, es decir, al anochecer del tercer día, perfúmese la habitación en que se esté con perfumes afrodisíacos y pásese la noche masticando raíz de iris azul, sin tragarse la menor par­ tícula de ella. Se cenerá copiosamente a las diez y media, comiendo sobretodo pescado y carnes fuertes, sin beber vino ni licor de ningún género, acostándose a las doce en punto en una habitación donde pe­ netre en tal momento los rayos de la luna. Apagando enseguida todas las luces, durante el sueño se tendrá, el más perfecto conocimiento de lo que puede ocurrir en adelante. P A R A VERSE L IB R E DE TODOS LOS M ALES Y Y P R IN C IP A L M E N T E DE L A S HERIDAS DE A R M A DE FUEGO LLévesc encima el talismán de Carlos Foumier.

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Como la composición de este talismán y la combinación de los signos que la forman son muy complicados y exigen grandes cuidados y una atención especial, hemos creído oportuno dar del mismo un dibujo exacto, en el grabado que ilustra el presente artículo, con el fin de que se comprenda más fácilmente la descripción que sigue: Debe tener lo menos cinco centímetros de diámetro, y puede sin inconveniente llegar a siete, pero no pasar de esas proporciones. Pan. construirle se tomará un trozo de pergamino virgen del tamaño desea­ do y se trazará en el borde dos círculos concéntricos, el uno con tinta encamada y el otro con plata diluida en agua destilada cargada de go­ ma arábiga. Se procurará tenerles a distancia uno del otro y se dividirá el espacio que medie entre ambos en doce partes iguales separadas por una doble barra trazada con plata, como toda una parte de la figura, di­ bujando en los espacios así obtenidos los doce signos del zodíaco, prin­ cipiando por el camero y siguiendo el orden natural. En el centro de la figura se trazará una estrella dispuesta cual se indica en el grabado. Cada una de las ramas de esta estrella se dibujará con uno de los colores del prisma y la estrella misma será dispuesta de modo que cada una de sus puntas se detenga a distancia suficiente para trazar en el intervalo el nombre de uno de los planetas, dispuesto cual se ve en la figura. Para trazar el nombre del planeta se hará uso del mismo color que se haya empleado en el centro del triángulo formado por esta rama y en una línea perpendicular a su base. En el intervalo que separa los brazos, ramas o puntas se escribirá el nombre de los siete metales, en latín y castellano, y más abajo los de las siete notas correspondientes a ellos, y se trazará, por último, en el espacio central, libre por la pro­ longación de las líneas que forman las puntas de la estrella, la imagen del sol con tinta encamada y sobre fondo dorado. T od o ello se efectua­ rá de noche, señalando la imagen de cada planeta la hora de su domina­ ción. Preparado así el pergamino se tomará una placa circular de plata batida tan pura com o sea posible procurársele y lo bastante ancha pa­ ra que se pueda aplicar sobre ella la figura sin doblarla ni arrugarla, peg-andola con la ayuda de una cola extraída del muérdago de la encina. Pero se aplicará sobre la placa de plata el lado del pergamino que lleve trazada la figura, a fin de que no puedan verla los que divisen el talis­ mán, que se colocará, para más precaución, dentro de un saquito de raso verde que se llevará sobre el corazón y pendiente de un cordoncito del color últimamente citado. La virtud de este talismán es inconstatable. Nunca sucedió nada desagradable a Carlos Foum ier a partir del día en que, determinada la fórmula, pudo construirle y llevarle encima. Por lo que respecta a las balas, todo el mundo pudo un día ver al autor de la T eo ría de los cua­ tro movimientos, a ese apóstol de la humanidad, cuando las discordias civiles de su país, atravesar por ende los combatientes para tratar de devolver el juicio, en medio de la confusión, a los infieles enloquecidos

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por las pasiones políticas. Muchas veces llevando a cabo tan noble tarea Foum ier afrontó el fuego de ambos partidos, se halló expuesto a la descarga de una compañía, sin que en ninguna ocasión las balas ro­ zasen sus carnes, ni sus vestiduras. P A R A A P R O P IA R S E L A IN F L U E N C IA DE LOS AS TR O S Y LOS P LA N E T A S La gran reputación que Paracelso llegó a disfrutar en el mundo por su profundísima ciencia, da mucha autorida a todos sus escritos. Pues bien, este sabio asegura como cosa indubitable que, si se constru­ ye talismanes con arreglo al método por él dado, produciránse efectos que sorprenderán a todos los que realicen la experiencia, y he aquí de qué m odo habla en su Ardidocto mágico: “ Nadie, sin pecar de temerario, puede dudar de que los astros y los planetas celestes poseen influencias dominantes sobre cuanto en­ cierra este bajo universo; porque, pues que se ve y se experimenta sensiblemente que los planetas dominan por sus influencias sobre el hombre, que es la imagen de Dios y posee la propiedad de razonar, con m ayor razón débese creer que dominan e influyen sobre los meta­ les, sobre las piedras y sobre todo lo que la naturaleza y el arte pueden producir, ya que estas cosas son inferiores al hombre y mas propias pa­ ra recibir sin resistencia su influencia por hallarse privadas de razón y libre albedrío, y que el hombre puede valerse de esas cosas materia­ les para atraer en su favor las influencias de los astros'*. En la figura que adorna este artículo damos el dibujo de un talis­ mán que Paracelso llevaba continuamente encima. Era de plata pura y estaba recubierto de pergamino virgen.

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P A R A R E A L IZ A R PRODIGIOS La primer condición, según Apolonio, para realizar prodigios, es llevar una vida pura y de costumbres irreprochables. Sin embargo, la historia de los hechiceros, encantadores y migromantes nos hace ver que esta facultad maravillosa fue en ocasiones atributo de gentes poco recomendables y hasta viciosas, que empleaban tal poder en hacer mal. Y es que hay que distinguir dos clases de prodigios: los operados por medios exteriores y extraños, como la virtud de las hierbas, piedras, ani­ males y constelaciones, y los personales del operador, emanados de su interior virtualidad y que se manifiestan por la acción de su voluntad solamente. Tal es la naturaleza de los prodigios Moisés, Zoroastro y algunos de los discípulos de estas sublimen encamaciones del alma uni­ versal. Para operar los prodigios de la primera especie, no se necesita mas que conocer las virtudes y cualidades especiales de cada cosa; pero es menester prepáralos en tiempo y circunstancias convenientes y llevar consigo un número considerable de objetos para no ser cogido de improviso, mientras que los prodigios de la otra especie, no emanan­ do sino de la virtualidad personal del que los realiza, pueden ser opera­ dos en' todo tiempo, en todo lugar y en toda circunstancia, con tal que la voluntad tenga en el momento mismo una actividad suficientemente enérgica. Siendo este enteramente del dominio de la psicología, para al­ canzarlo es menester que el alma se purifique por una tensión conti­ nua sobre las cosas etéreas e inmateriales; es menester que se aislé, por decirlo así de la envoltura grosera que la tiene cautiva y se costum­ bre a una acción propia e independiente. Cuando una inteligencia hu­ mana llega a ponerse directamente en relación con las sustancias del mundo inmaterial, posee lo absoluto, la gran obra, la explicación uni­ versal y las más sorprendentes maravillas tómanse para ella com o juego de niños. P A R A A P A R E C E R DESPUES DE L A M U E RTE Concíbase que un alma llegada a este grado de perfección y poder no necesita sus órganos corporales para manifestar su acción En efecto, obrando solamente por la voluntad, y existiendo que realizaban habi­ tualmente Jesús, Apolonio, esta voluntad independientemente del or­ ganismo que le está subordinando, es evidente que puede prescindir de este organismo. Es lo que ocurre en el magnetismo y en otros muchos casos cada vez que una pasión violenta se manifiesta: obra sobre los asistentes independientemente de la comunicación directa e inmediata. A sí por ejemplo, el magnetizador sumerge al sujeto sobre quien opera a gran distancia en el sonambulismo sin haberle tocado siquiera. Hay ahí pues una manifestación independiente de la acción corporal, del tacto físico, de la comunicación material. Y no es inverosímil que el hombre que haya aislado su esencia anímica y la haya purificado su­ ficientemente para hacer sus manifestaciones independientes de las

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del cuerpo, conserve la facultad de tales manifestaciones después de la destrucción del cuerpo, que no les era indispensable. Pero pocas perso­ nas son capaces de elevarse al grado de perfección necesaria para llegar a ese fin. P A R A S A C A R PREMIO SIEMPRE QUE SE JUEGUE A L A L O T E R IA Antes de acostarse se rezará por tres veces la siguiente: Oración Domine Jesu-Christe, qui dixisti ego sum via, veritas ed vita, ecce enim veritatem dilexisti, incerta et ocuta sapientiae tua manifestati mihi adhuc quae reveiet in hac nocti icut ita reve latum tuit parbulis solis incógnita et ventura chaqué alia me doceas, ut posim omnia cognoscere, si et si sit, ita montra mihi mortem amatan omni bibo bono pulcrum et gratam pomarium, aut guandam ren gratam si autem mi­ nistra mihi ignem ardeniem, vel aquarum currutem, vel aliam quamcum que rem, que Domino placeant, et vel Aneli Ariel Rubiel et acto­ res ab opus istud obtinendum quo cuplo scire, videre, cognoscere et prae videre per ilum Deum qui venturos est judicare vivos et mortus, et seculorum per idmen, Amén. Récense enseguida tres padrenuestros y tres avemarias por las al­ mas del purgatorio. Después de todo esto póngase debajo de la oreja, escrita en un pergamino virgen, sobre el cual se haya dicho una misa de Espíritu Santo, y el genio del planeta del individuo le revelará en sueños a la hora que debe tomar el billete.

P A R A A N D A R DIEZ LEGUAS POR H O RA Tómese dos onzas de grasa humana, una de aceite de ciervo, otra de aceite de laurel, otra de grasa de ciervo, otra de momia natural, me­ dio vaso de espíritu de vino y siete hojas verbena. Hágase hervir todo dentro de una vasija nueva hasta que quede reducido a la mitad, fórmese emplastos poniendo este ungüento sobre tela nueva y apliqúese los parches sobre el brazo. Como al quitarle el parche podría acusar algún daño, tómese para evitarlo tres gotas de san­ gre en un vaso de vino blanco.

P A R A E V IT A R QUE U N A MUJER SEA IN F IE L Tóm ese la punta del prepucio de un lobo y las pestañas y los pe-

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los de la garganta del mismo. Redúzcase todo a polvos calcinados y há­ gaselo ingerir a la mujer sin que ella lo sepa. El tuétano del espinazo del lobo causa el mismo efecto.

P A R A C U R A R L A IM PO TE N C IA Báñese por espacio de quince días, y tres veces diarias el prepucio en una composición formada como sigue: Tómese tres adarmes de hojas de romero pulverizadas y una onza de espíritu de hierba buena. Mézclese bien estas substancias y hágaselas herbir tres cuartos de hora en azumbre de esencia de rosa; agréguese luego media nuez mosca­ da sin machacar, quince o dieciséis gotas de espíritu de vino y cinco de sangre del ala derecha de un pichón. Para tomar los baños se tendrá que atar el miembro entre dos cañitas, para que tienda a estar derecho. Durante el tratamiento y después de él se tomará alimentos muy cálidos, como langosta, cangrejos y toda clase de mariscos y durante los primero quince días vinos aromáticos como única bebida.

P A R A H A B L A R A LOS ESPIRITUS L A V IS P E R A DE SAN JUAN B A U S TISTA A las doce menos cuatro, váyase a un bosque bien retirado, y pa­ rándose al pie de un helécho, dígase lo siguiente: Dios m ío, y o te ruego permitas a los espíritus, a los cuales deseo hablar, que comparezcan aquí a media nocne. A las doce en punto, dígase nueve veces las cinco palabras que si­ guen: ‘ Bar, Krabar, A llí, Allá Tetragrammaton. Y el espíritu se presenta­ rá.

P A R A H A C E R U N A L IG A QUE L L E V A N D O L A PU E STA SE A N D E SIETE LE G U AS POR H O R A Cómprese un lobo que tenga menos de un año, y degüellesele con cuchillo nuevo, a la hora de Marte, pronunciando estas palabras: Adhu­ mana lis cados ambulavit in fortituoine cibillius” . Desuéllesele en segui­ da y divídase el pellejo en tiras de una pulgada de ancho. Escríbase en cada una de las tiras las palabras pronunciadas al degollarlo, advirtiendo que la primera letra tiene que estar escrita con la propia sangre, la se­ gunda con la del lobo, la tercera con la propia, etc. Cuando esté escrito y seco, fórrese la tira con tela bien blanca y

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coloqúese a los extremos dos cintas de color violeta para atarla alrede­ dor de la p iern a, debajo de la rodilla. Procúrese sobre todo que ninguna mujer la vea, y particularmente si es doncella. Para pasar un r ío hay que quitársela, pues si se moja pierde parte de su virtud, sino queda sin nin­ guna. P A R A G A N A R TODOS LO S JUEGOS* Tóm ese una anguila muerta por falta de agua y la piel de un toro muerto por los perros. Coloqúese la hiel en la piel de la anguila, con un adarme de sangre de buitre, átese los eabos de dicha piel con un pedazo de soga de ahorcado y póngase a secar la mezcla en un hom o calentado con helécho cogido la víspera de San Juan; fórmese después con esto un brazalete, en el cual se escribirá con la propia sangre las siguientes le­ tras: H .V .T .V . Colocando este brazalete alrededor del brazp izquierdo se ganará a todos los juegos.

P A R A CONOCER S I U N A D O N C E LLA V IV E CON C A S T ID A D O H A SIDO C O R R O M PID A Y H A CONCEBIDO Tóm ese úna hebra de hilo blanco y mídase con ella el cuello de la muchacha, dóblese esta medida, y hágase tener los cabos del hilo por la muchacha con los dientes. Extiéndase después el hilo para que form e a m odo de un círculo, e invítese a la muchacha a que pase la ca­ beza por é l Si pasa con mucha facilidad, habrá sido corrompida; si por el contrario, le cuesta mucho pasarla, puede tenerse la seguridad de que es doncella.

P A R A V IA J A R A L A B R IG O DE T O D A C LA SE DE D E SG R AC IAS El día de Todos los Santos, cójase una buena rama de saúco, con la cual se hará un bastón, vadésela sacándole la médula que contenga, y guarnézcase su extremidad inferior con una contera de hierro. Intro­ dúzcase en el interior del bastón los dos ojos de un lobo, la lengua y el corazón de un perro, tres lagartos y tres corazones de golondrina, todo secado al sol entre dos papeles y espolvoreado con salitre m uy fino, y encima póngase siete hojas de verbena cogidas en la víspera de San Juan y una piedrecita de varios colores que se halla en el nido de la abubilla. Tápese después el extrem o del bastón con un pom o de raíz de boj. Este bastón librará de los peligros e incomodidades que regularmente se ex­ perimenta viajando, com o ladrones, perros rabiosos, lobos y otras fie­ ras; de las serpientes, alacranes e insectos venenosos en general y atraerá la benevolencia de las personas en cuya casa se pare.

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con las enemistades, pero al efecto se ha de hacer beber algún licor en que haya sido sumergido dicho talismán.

P A R A QUE Ü N C A B A L L O A N D E EN U N A H O R A M AS QUE O T R O EN OCHO En la cebada que se le dé al caballo mézclese un puñado de la hier­ ba llamada satirión, hecha pedacitos, úntese lo alto de sus cuatros pier­ nas, debajo del vientre, con grasa de ciervo, y cuando se le haya monta­ do y se esté a punto de marchar, hágasele volver la cabeza hacia levante, y acercando la boca a su oreja izquierda, pronúnciese en voz baja y tres veces las palabras siguientes: Gaspar, Melchior, Merchisard, y échese a correr al galope. Si además se cuelga del pescuezo del caballo los dos dientes mayores de un lobo muerto, corriendo al caballo no se cansará por más que corra.

P A R A H A C E R E L T A L IS M A N DE VENU S

P A R A H AC ER L A V A R A A D IV IN A T O R IA En el momento de salir el sol cójase con la mano izquierda una va­ ra de avellano silvestre que no haya dado fruto. En la mano derecha se tendrá un cuchillo nuevo, con el cual se la cortará, dándole sólo tres golpes y diciéndo: “ T e cojo en nombre de Eloim, Matrathom, Adonay y Semiphoras, a fin de que poseas las virtudes de la vara de Moisés y Jacob y me reveles lo que deseo saber” . Cuando se quiera que la vara revele alguna cosa, se la hará dar vuel­ tas, para lo cual se la tendrá con las dos manos por sus extremos y se di­ rá lo siguiente: “ Y o te mando en nombre de Eloim, Atrathom, Adonay y Semiphoras, que me reveles tal o cual cosa” (lo que deseo saber).

Tómese una plancha redonda de cobre bien purificado y pulimen­ COMPOSICION DE L A P IE D R A F IL O S O F A L

tado. Grábese en un lado el número misterioso de ciento sesenta y cinco, distribuido en siete líneas, conforme se indica en el cuadro siguiente: 22

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A l otro lado de la plancha imprímase la figura del planeta, la cual estará representada por una mujer lascivamente, con un Cupido cerca del muslo derecho. Esta mujer sostendrá en la mano izquierda un ins­ trumento antiguo de música y encima de su cabeza habrá una estrella de cinco puntas y la palabra Venus. La impresión será hecha en el pre­ ciso momento en que la constelación de Venus se halle en conjunción con un planeta favorable, habiendo entrado la luna en el primer grado del signo Tauro o Virgo. Concluida esta operación se envolverá el talis­ mán en un pedazo de tela de seda verde y se le someterá a los perfumes de Venus. El que lleve este talismán puede estar seguro de obtener todos los favores que desee, y de ser amado ardientemente si es hombre de las mujeres, y si es mujer de los hombres. Tiene además la virtud de acabar

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Tómese una vasija de barro nueva y vidriada, póngase en ella una libra de cobre y medio azumbre de agua fuerte, y hágase herbir el con­ junto por espacio de media hora. Añádanse tres onzas de cardenillo y déjese herbir una hora más. En seguida póngase dos onzas y media de arsénico y hágase herbir otra hora. Añádanse tres onzas de cortesa de roble bien pulverizada que deberá herbir doce minutos y por último mézclense con lo dicho, tres onzas de humo de imprenta, dejando her­ bir el conjunto hasta que la composición sea buena. Para conocer cuándo está a punto deberá meterse un clavo dentro. Si queda bien templado estará lista. De lo contrario déjesele herbir más tiempo. El licor que quede puede servir para cuatro veces más. Con lo di­ cho se adquirirá libra y media de oro finísimo.

P A R A H AC E R EL NUDO DE L A V E R G A Tómese el vergajo de un lobo recién muerto, váyase a la puerta de la casa de aquel a quién se quiera anudar y llámese por su propio nom­ bre, atando en cuanto responda dicho vergajo con una hebra de hilo blanco y el marido quedará impotente para el acto de Venus.

O T R O SECRETO P A R A LO MISMO Tómese un cordón de cuero, seda o algodón, y hágase en él tres

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nudos. A l formar el primero dirá: Ribald, debiendo al propio tiempo santiguarse el operador; al segundo, acompañado asimismo de la señal de la cruz, dirá Nobal, y al tercero, con una nueva señal de la cruz, agregará Vanarbi. T od o esto será efectuado mientras el sacerdote une a los dos esposos, y con ello el hechizo tiene lugar. Puédese asimismo, en lugar de hacer uso de estas tres palabras, re­ citar un versículo del salmo cincuenta, miserere mei Deus, repitiendo tres veces los nombres y apellidos de los recién casados, apretando lige­ ramente el nudo a la primera vez, un poco más a la segunda y mucho, cuanto sea posible a la tercera.

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P A R A E V IT A R EL A N U D A M IE N T O DE L A V E R G A Se anuda el maleficio que acabamos de formular llevando engas­ tado en un anillo el ojo derecho de una comadreja, o bien un puñado de sal, o bien poniendo en los zapatos, cuando se abandona la cama pa­ ra dirigirse al altar, varias monedas de oro marcadas con cruz.

P A R A E FE C TU A R E L E N C L A V IJA M IE N TO Este maleficio, empleado por los pastores, tiene por objeto cerrar el conducto de la uretra, lo que imposibilita la expulsión de orina y del semen. Se llama enclavijamiento porque los que la practican vélense al efecto de una clavija de madera o de hierro, que colocan en un muro o en una pared, diciéndo las palabras cabalísticas siguientes: “ penro, Petosen, Tanetdo” , y agregando: “ Que esto que cierro se cierre en Fula­ no de Tal” (el nombre del enemigo).

P A R A E V IT A R E L E N C L A V IJA M IE N TO Para impedir el efecto de este hechizo basta escupir sobre la orina que se caba de excretar o en el zapato del pie derecho antes de calzár­ selo. P A R A P R E P A R A R LOS AFRO D ISIAC O S M AG ICO S Los afrodisíacos son preparaciones destinadas a excitar las natura­ lezas gastadas, despertar los apetitos venéreos dormidos o duplicar las furzas viriles del hombre. Naturalmente esto es muy perjudicial para la salud del individuo, por cuya razón reproducimos únicamente tres fór­ mulas de las de más efectos entre las conocidas como benignas. I Tómese en proporciones discrecionales ceniza de estelión y aceites de coranzillo y algalia, con estos ingredientes fórmese un bálsamo, con el cual se untará, para usarle, la espina dorsal en toda su longitud, los testículos y las extremidades de los dedos de los pies. Esta untura debe ser hecha próximamente una hora antes de reali­ zar la prueba, de la cual se saldrá indudablemente victorioso. II Tengase cinco o seis días en infusión hierba buena, langosta de mar, hecha pedacitos, un apio machacado, dos alcachofas, hojas de ver­

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bena, y los testículos de un macho cabrío joven. Hágase luego herbir es­ ta infusión un par de horas y fíltresela, para tenerla después tres días expuesta a los rayos de la luna, en cuarto creciente. Para el empleo se tomará una cucharada grande de este licor, mez­ clado con tres cucharaditas de miel de abeja, media hora antes del acto sexual. III Una pomada hecha de la médula de macho cabrío, jove, ámbar gris y agalla produce el mismo efecto que la pomada de la fórmula pri­ mera. Pero con ésta sólo hay que untarse el miembro minutos antes de la prueba. P A R A P R E P A R A R LOS AFRO D ISIAC O S FARM AC E U TIC O S Los principales afrodisíacos farmaceúticos son los siguientes: Pastillas de ginsong Azúcar en p o l v o ......................................................... Vainilla pulverizada .................................................. Ginseng en p o lv o .......................................... ' ............. Mézclese y añádase: Tintura de can tá rid a.................................................. Aceite esencial de can ela............................................ Tintura de ámbar (concentrada)................................

1.250 305 45

grms. grms. grms.

5 12 5

grms. gotas gotas

Mézclese nuevamente, y con la necesaria cantidad de mucílago de goma tragacanto, hágase pastillas de un gramo cada una, que se tomará a razón de 5 ó 6 al día cuando sea menester. II Pastülas de Serallo Tómese: ................. ................. ................. ................. ................. Am bar gris. . ................. Clavo . . . . . . ................. C u beta. . . . . ................. J e n jíb re . . . . ................. M acis........... Agua de R osas.................................................................

V a in illa ......... A lm izcle . . . . P i m p l a ......... Azafrán . . . .

•

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16 grms. 8 dcgr. 8 grms. 24 grms. 8 grms. 8 grms. 60 grms. 24 grms. 46 grms. C.S.

Hágase procediendo según arte, pastillas de 15 centigramos.

II Perfume del Lunes (bajo los auspicios de la Luna)

III Emulsión Cantariada A ceite de cantárida (p or in fu sión ).................................. Yemas de h u e vo ............................................................... M ie l.................................................................................. Goma arábiga................................................................... Agua destilada de en eb ro ................................................

12 2 60 16 18

grms grms grms grms grms

Hágase procediendo según arte, una emulsión, y tómese el producto a razón de una cucharada al día. IV P d ón estimulante

16 16 120 180

grms. grms. grms. grms.

Hágase una porción emulsionada y tómese el producto a razón de una cucharada p or hora.

P A R A P R E P A R A R LOS DIVERSOS PERFUM ES I Perfume del Domingo (Bajo los auspicios del Sol) Tómese la mitad de una onza de azafrán, igual cantidad de palo de áloe, idem de palo de bálsamo, idem de simiente de laurel, ídem de clavo de especia, idem de mirra,' idem de incienso de buena calidad, seis hojás secas de hellotropo, dos gramos de almizcle y dos de ámbar gris. Pulverícese tod o esto y fórmese granos pequeños con la ayuda de la goma tragacanto remojada en agua de rosas y que, una vez secos, po­ drán ser utilizados, echándolo de tres en tres sobre carbón encendido.

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III Perfume de los Martes (B^jo los auspicios de Marte) Tómese euforbio, bedelio, sal amoniacal, raíz de edléboro, polvos de piedra imán, incienso del más esquisito, estoroque, mirra y un poco de flo r de azufre, pulverísece todo junto y hágase una pasta con sangre de gato negro y sesos de ciervo. Con esta pasta se hará granos que se uti­ lizarán de tres en tres.

IV Poción estimulante Aceite fo s fo ra d o ............................................................. Goma arábiga.......... ...................................................... Agua de m en ta............................................................... Jarabe de azúcar.............................................................

Tómese una cabeza de rana verde, las niñas de los ojos de un toro blanco, un puñado de granos de amapola blanca, siete ramas de laurel, un manojo de romero, incienso del más esquisito, estoraque, benjuí y alcanfor. Todo ello debe ser pulverizado y mezclado enseguida con sangre de tórtola, luego se hará una pasta, y con ella granos pequeños, que se dejará secar y se usará de tres en tres.

IV Perfume del Miércoles (Bajo los auspicios de Mercurio) Tómese granos de fresno, palo de áloe, buen estoraque, benjuí, polvos de azur, y puntas de pluma de pavo. Se pulverizará y juntará estas drogas con sangre de golondrina y sesos de ciervo y se hará con ella una pasta que después será dividida en granos muy pequeños, que se usará de tres en tres. V Perfume del Jueves (Bajo los auspicios de Júpiter) Tómese la mitad de una onza de azafrán igual cantidad de áloe, idem de alcanfor, idem de simiente de laurel, idem de clavo de especia, idem de mirra, idem de incienso, doce hojas secas de encina, dos gramos de almizcle y dos de ámbar gris y grana de paraíso. Pulverícese tod o junto y fórmese granos pequeños con goma de tragacanto humedecida en agua de rosas. Como los anteriores, estos gra­ nos serán utilizados de tres en tres. VI Perfume del Viernes (Bajo los auspicios de Venus)

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Tómese almizcle, ámbar gris, palo de áloe, rosas secas y coral ber­ mejo, redúzcase a polvo estas drogas y mézcleselas con sangre de palo­ ma o de tórtola y los sesos de tres gorriones. Hágase una pasta y fórme­ se con'ella granos pequeños que se utilizarán de tres en tres cuando estén secos. V II Perfume del Sábado (Bajo los auspicios de Saturno) Tómese simiente de amapola negra, simiente de beleño, raíz de mandragora, polvos de imán y buena mirra, pulverícense bien estas dro­ gas, junto con sangre de murciélago y sesos de gato negro. Hágase una pasta y con ésta fórmese granos pequeños que se utilizarán de tres en tres una vez secos. Todos estos perfumes deben ser quemados en una pequeña estu­ filla de tierra nueva, alimentada con carbón de avellano, laurel o cerezo. Para encender el fuego se usará un pedernal, una mecha, una pajuela y una.vela, que no han de haber servido para ningún uso profano.

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