Gallego Blanco Relaciones Entre La Iglesia Y El Estado En La Edad Media E Gallego Blanco

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ENJUQUE GALLEGO BLA NCO

Lz "Bibliolecll de Politico y SOcialagia» de fa Revisl:!. de Occidenle /.Iiene o/reciendo ol lector de lengflll espaiio/a tin conjunto de obTas qUI!, al niud del tiempo present/!, siruan para orientarle en III realidad polillcD y social. Trota COlt ella de informar/e sobre lor /enomellos stlrgit/os en tlllesfra ipoell y de darle a conocer nuevas perspectivas tie aquella feu/idad, derivadas de la aplicaci6n de nllevos mhodar Y cOllceploJ, en ocasiones elaborados por otrar discipfitillS como fa uOllomia, la his/oria y fa psicologia, De nel/erdo con tl caractcr eel/menico del liempo actual, no limita III horizon/I! a Occidente, fillo que illcluye tall/bibl, en la medida de 10 posible, obTas re/erentes (l las ideas y, en general, alar erlruell/far politicas de otrar cIIllI/ras II oiros Jiempos, no solo por cl in teres que pileI/lifT etlUrrllr ell si mirmas, sillo tamhiefl como sl/puertos para cot/ocer los cuerpos histdricos a los que los acontecimielltos de los ultimos Olios han cOllver/ido e" s/lic/os (lc/ivos de la politica. ElI Sllma, ella «BibliOlecal> trata de servir la,,/o al hombre cllito como af tsilldioso de los lemar politicos y sociolOgicol.

Los EOI'rORllS

RELAClONES ENTRE LA IGLESIA Y EL ESTADO EN LA EDAD MEDIA

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Maria riel Carmm, 5l1llna [uiSl!, Drr! ]oaquJ/I, Ricbard Ditgo, 7hollillS yOllzilfo, Eil riqlu Rodrigo

Cl Enrique Gallego Blanco, 1973 Revistn de Occident.:, S. A. Madrid (Espana), 1973

ISBN 84·292·}02(}'] Dep6sito legal: M.31.808·1973 Primed in Sp~in. Imprc50 ell Alonso, 23. Madrid.

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Elip~iia

por Edicioncs Castilb, S. A. Maestro

'Jndice de docurnentos Pags. Prefncio ...

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Inlrouucci6n

IJ

I. &liclO de lo!crancia -«Ut cicnuo sin! Christiani. (311) 2. Edicto de Milan (313) ... ... ... .,' .. " ... 3. R dacionc~ entre \3 I sbia y cl ESlado en cI C6digo de Teodosio .. . 4. Va lentiniano III reconoce In sllpremada de Roma '" . ,' ... . . . 5. E! cmpcrador Justiniano sobre las eeladanes enlre 13 Igksia ':I el ESlado. 6. Carla del papa Gelasia 31 t"mperador A!1~s t ~sio T (494) ... 7. Thinnci6n de Pipino ... . .. 8. «Consti tutio romana» dd cmpcraclor Lolnrio I ... 9. Canones del Condlio de Rdrns ...... 10. EI cardcnal Humb~rlo contra la investidura laita II. Decreta de Nicolris "II contra la investidura laica 12. Decreto de NicoMs II sabre las elee-dones p:lpales IJ. Pcdro Dami;in contra d nornbramiemo de d':rigos COfu:sanos a J~s dig. nidaues eclesla.lieus ... .. ... ... ... .. . .. ]4. Carta de Pedro Damian a Enrique IV de Ale!llonia sabre cI sacerdodo y 1:1 n:alcza ... 15. Los ",Dictams» tid Papa ... . ... . 16. Carta de Gregorio VII 31 duque Rodol fo cl" Suabia sobr ... Enrique IV ... 17. Enrique IV a Grq:orio VJl prornetieodo sumisi6n .. . .. 18. Gregorio VII al obispo de Ch ~ lon·sur-Sa6ne eontID Felipe I de Francia. 19. Gregorio VII a Alfonso VI de Lc6n y Sancho II de Castilla 20. Gregorio VII n In e mper~trh: Ines ..... 21. Gregorio vrr a Salom6n , rey de Hungria 22. Gregorio vn a Guillermo de Poi IOU

. .. 23. Gregorio VlI II Enrique I V . . . 24. Gregorio vn a Rodolfo de Suabia y Ikrloldo de Corinda

63 65

69 79 81 83 85

87 91 95 97 101

i03 105 109 IlJ 115 117 119 121 125 127 129

1JJ IJ7

25. Gregorio VU a Snncho I de Arag6n ._ ..... . 26. Gregorio VII a Swell, rey de Dinamarca 27. Gregorio VII a Demetrio de Rusia y a su esposa 28. Pdll,en excoilluoion de Enrique IV. .. .. . . .. 29. Carta de Enrique IV rchusondo rccooocer 0 Gregorio VII por ve rdade·

1<1 145 147

co Papa .. . ... . . . . . .. 30. Juramenta de Enrique IV dado en Camma ... 31. Carla de Gregorio VJl a los aJeroones urgiendoles a una nueva ebxi6n. 32. Carla p,lslOrai de Gregorio VI I a los reyes de Espana 33. Gregorio VIr 01 arzobispo LlOfranco ... ..

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JI/dice de documclIlos PJgI.

34. G regorio Vll a Alfonso VI de Le6n y CULiUa 35. Segund.a excomuni6n dd emperador Entiqne I V 36. GregorIo VII da I. in vestidura a Roberto Guiscardo

37.

38. 39. 40.

41 42. 43. 44.

.,. 46. 47. 48 49.

". 51 ". 52.

54. 55. 56.

57.

Acuerdo entre Gregorio VII y Roberto Guiscardo . Gregorio VIT al obispo German de Metz .. . ....... . Gregorio VII a Alfonso VI, tey de Castilla ... .. . Gregorio vrr a Desiderio, abad de Montecasino Gregorio VII II Desiderio, abad de MOntcCQsino Pascual II tcnuncia a la regalia ...... .. ...... . Pascual II concede la invcslidura a En ri que V ... .. Concordato de Worms entre Calixto II y Enrique V Soberanla y ley en d Corpus Iuris Civilis ... ..... . Cann de Adriano IV a[ cmpcrador Federico I .. . Manifiesto de Federico r ... .... '. ... ...... Carta de Adriano TV a Federico I . .. ...... .. . ... p~z de Veneeia entre Federico I y Alejandro III .. . Constituciones de Clarend6n ... ... ... ... . ..... .. . Decretal "Nov!! iUc» del papa Inocencio III ..... .... ... .. _ .. . Juan Sintierra dona el teino de Inglatcrra II [a Santa Sede ..... . .Decrclal «VenCfabilem» de Inocencio TIl Bula de Inocencio IV deponicndo a Federi~· li" : ..··· ....... .... . Respuesta de Federico II a la bula de deposici6n .. Bula .. Clerids laicos» dd papl Bonifacio VI II .... . Bula .. Elsi de SlalU» de Bonifacio Vl lT ....... . .

58. Bula .. Asculta Fili .. del pnpa Bonifacio VHI ..... . Bula .. Unam Sanclam» del papa Bonifacio VI n .... ........ .. . ..... .

".

60. Acta de los deCLores alemanes confirmando In entrega de Italia por Ro. dolfo de Habsburgo ... ... ... ... ... ... ... . ... .. ....... ... ....... . 6J. Breve "Memil~ del papa Clemente V ............ .. . 62. Decreto «Licel iuris» dado por Is Dicta de Frankfort .. . 63. Concord:tto de Viell~ emre Nicolas V y Federico III .. .

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CronologlK

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Bibliogrnfia

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YreJacio EI papade es utle de los capitulos mas fascinnntcs de i:l hisleria del genera humnne. La hn side en todas las epocns, incluyendo nuestros dempas. Oeupn un lugar prominentei:l dispm:l entre el poder civil y el poder ecleshistico para determinar la doenina que gobernarfn las relnciones entre ambas potestades. La debilidlld y In noci6n que los emperadores de Const;mtinopln tenian de la potestnd imperilll, conrribuyeron a1 nacimiento y desarrollo de la doctrina de la supremada papal sabre el poder civil. La tendeneia de los emperadores de Oriente a considerar al obispo de Roma como un simple obispo imperial, y In resistencia de. los pnpas a ser dependientes de los sucesores de Constllntino, teninn que provocar a fortiori una lucha, cuyo fin serfa In victoria de uno de los eontendientes, no un compromiso. EI Imperio perdi6 In dispu ta, pero su tenaz resistencia dafi6 de mueTle al papado. La victoria de este fue una victoria aparente. En cI curso del confiieto, el pontificado perdi6 su pureza, apoynndosc, mas y mas, en medias que, a la larga, ocasionarian su propia ruina. Para hacct triunfar su doctrina, Gregorio VII tuvO que enfrentar a Enrique IV con sus propios suhditos, siendo una de Jas consecuencins el debilitnmiento progresivo de la mannrquin alemana. En su palftica can los estndos, asi como en su docttina teol6giea, los sucesores de Hildebrando siguieron los pasos del gran papa. Las ideas grcgorianas triunfaron en e! pontHicado de I nocencio III. Para entonces, como un avnnce mas cn el desarrollo de la doctrina pontj{jcia, eI papa deja de set vicario de Pedro para set vieario de Cristo, de cuya nutoridad , transmitida POt e! ap6stol, era cl el unico depositacio en la tierra. Como gigante entre enanos, Inocencio I II domino el esccnario europeo, donde su palahra fue ley. Unos nfios mas tarde, a pesar de los esfuerzos de Federico IT, el imperio SUCUffihi6 a los golpes del papado. La lucha can c! poder civil tambicn fue fatal para eI pontificado . En 1250, presentaba ya sefiales evidences de anemia espiritual. H emos de admitir que algunas de las acusaeiones del emperador Federico II no caredan de fundamento. Esto sc via en e! camino que wmo c! PJpado durante los anos de Avifi6n, episodio que termin6, can esdndalo de toda la cristiandnd, en Ia I glesia tricCfala. Criatura de es!e estado de casas fue la convulsi6n de! siglo XVI, cuyas consectlencias todavia estamos experi-

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",

Relado/Jes elltre In Iglesia y el ESlado

men lando. Quiza esto no hubiera sucedido si eI papado, en 5ll hora de rri~nfo, hubiern ren!do en cuema Is virtud de In moderaci6n. y sabido ruanda clelC'; nerse. Sin aceptsc eoteramente In lesis del hisloriaclor ingles A. J. Toyn~e, se. ha de recon~r que la falta de moderaci6n y, en no poco grado, lamblt~n In arrogancla, fucron CaClores que contribuyeron a Ia cruda del pontificado. El fin del presente uabajo es presentar una selecci6n de documentos relati~os. a la gran controversia,. que, ayuden al estudio y comprensi6n de este In!f1gante capitulo de la hlslorla del hombre. Es mi espetanza que e1 estud~ame. de In Ed~d Media se~a aprovecharse de elIas y sague de su esrudlO e mterpretacI6n sus peoplas condusiones.

San Francisco.Chicago Diciembre, 1971

)l1trodlLccion La crisis del siglo 111 a. clc C. puso en serio pcligro nl Imperio romano. Emperadores de una voluntnd de hierro hicieron Ull esfuerlo para infundir nuevo vigor en el moribundo edificio del Estado. Los medios aplicados en In re5tauraci6n del Imperio fueron de caracter politico, econ6mico y religioso. En eSle ultimo aspecto, los emperadore:s vierOJl la necesidad de dar al resquebrlljado Imperio Ia unid:ld religiosn que contribuyera 31 IObustecimienlo del Estado. 'nlre el viejo p:lganismo el rcci¢n lleglldo. c\istillnisOlo, los emperndor . _ p.tullt _prlOcipi2...Jk-S!1I u~aarel~os3;- !toresfue 05 imperiales para imponer el paganismo n 10dos IOSli'aliiiaiiies del orbe rOmfino, chocatoo con la oposici6n del crislianismo y la negaliva de sus adeplos II abandonar su religi6n y II cooperar a la salvad6n del Estado si habIan de pHgar lal pretia. La posici6n cris\iana freme al utgente problemn de 1a unidad lotRI del Imperio, provoc6 In gfRn persecuci6n. La documemnci6n que ha sobrevivido, da testimonio de Ill. proIun.d.a..gravedad · ~Ia- persecuCi6n- :L del:iijaruescoeSf~f7.QJic:.:Jos ­ emEadore~ d~cj4L4QS _~ bOrrar del suelo romapQ looa huena del Cl'isliaflWru).JEI dilema era bien claro: sumisi6n lotal por 1a abjuflld6n, 0 exterminio complete. p~o estaba escrito que eI cristienismo ·hnbda de ser elemenlo integrante de J~ !;:~Ihunl que .eLmundo occidental her~4arJ;t ~~_J{(!!nl!, . La fundaci6n del Imperio romano-cristiano fue cl fruto de un frncaso y e:l resultado de una sangrientR reacci6n y la culminaci6n de un leoto pero irrevocable proceso de fu si6n, que habia comen2ado tres siglos antes. , Si cl crisl ianismo bubicra sido una religi6n sin dogma, Roma 10 hubiera aceptodo)' La necesidad que sentia cl cristiano de salvar su almn, era una idea totalmenlc ajena 11 una Roma sumida en "el pllgaoismo, conglomerado de l'cultos diversos que conlenian mitos y leyendus pero no dogmas. La aceptaci6n del cristianismo era romper con la tradici6n, y para los cmperadores era hacerse enemigos del Estado. Po r ser eoemigos de:I Estado los cristianos fueron perseguidos. Motivos politicos, no religio50S, rucron lugar a Ins persccuciones, expresi6n de In intolerancia politica de! Estado. Aunque el cristiarusmo nunca luVO caracler legal hastll e:l ano 311, las circunstancias pol1licas cxistentes en e:l lmperio desde su fundaci6n hast a e:l siglo III permitieron, sin embargo, a C!le gaur de una paz rel:aLva, nl amparo de la eual logr6 penelrar hasla 10 mas hondo de In sociedad ro-

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ReiaciOflCS t:lIlrt: 10 fglcfia )' t:l EIIado

mana. Pero In crisis del siglo III puso fin II eSI3 era de loleranda. El esf~er2o de los c~pcra Jores d~nubianos descansaba en el paganismo tradic!On~1. La, salvllCJ6n del Imperio tenia que venir de los dioses, y lodos los subduos, mduyendo los cristianos, ICO£:IO que umISe en la 'Isupplicatio». E1 decreta del emperador Dedo (249-251) demandando uniformidad en cl cuho, era de canicler polftico. Las operadones militates y Ia tempea. on ~uerle del emperador disminuyeron fuerza al decreta, y los csislianas volvl~ron, una vez mas, a gozar de paz, aunque precaria.] E~ador Valeriano (~~at~cO}l ...£r!s~i1l.nis mo_ como _ corpornci6n,-perslguien~ do a los OblSpOS y detlgos, perc no IUVO exilo. Su decrota a manos de los pcrsas y su oonsiguiente cuut!vidad pusieron lin a 1a persecuci6n, Sl s~cesor Galieno (259·268), convencido de Ii! ~futilidad del esfuerzo del g b,leroo central en.. la..destrucci6n del cristianismo, no conlinu6 Ia perse cJ6n',En vez d~ ello>.Gali~.r!9 inauguro .una politica pllcificuLev..Qho~do a I IgleSia la propledad ~onfiscada por su-predettsor,- y- dio paz a iQS cristi . nos: PerQ !~ a.<:!itud· oStial de! ' gobierno imperial estaba Ilarriiida a cambi. radicalmen!c aung!.!!;: todavfa los cristianos serian victimas una yez mas d una-Jlltilll'UQn.~':.l.~1!!...P~!'~~JJ.tQ!.iV Cuan'do DioCleciano" (28'4·305) t~1ll e1'p~)(Jer,.los CrlSlJanos ya cooperaban libremente en la defensa y en III admlO1straC16n del Estado, cooperaci6n gue el nuevo emperador estaba decidido a no dejar escapar. La politica religiosa de Diodeciano era la po1ftica realista dt: un hom. bre de ESlado mb que la de un fanatico religioso. Dcterminado desde un principio n manter In paz que Galieno dio a In Iglesia Diodeciano SUCUIl\b,i6,. sin embargo, al fal~a~i~rno de ~u .colega Gaierio (305, 293-311), Y cons~ntJ6 que su «C~sar» JnIClam la uillma persecuci6n aunque can la condicl6n~ que no se guar~6, .de .que no hubiera dt'rramaruiento de sangre. Fue preclsamente el proplO Jnstlgador y verdadero autOr de la persecud6n el que puso fin a la c~uen ta ~epresi6n. Vktim~ de una gravisima y repugnante en,fermedad, Gale~lo, poslblemente aconseJado por su esposa Valeria, pu. bhc6 el 30 de abnl del 311, el ediclO de 101eroncia ;cUI denuo sint Chris. tiani» (num, 1). EI significado hist6rico de eSlt ediclo es de proporciones enormes. No solo los cristianos son favorccidos con Ia tolerancia que ex traoficialmente habian gozado al principia del gobierno de Diac1eciano, sino que ahora csa toierancia. ha si~o . h~ba alicia!. EI mismo gabierno central sustiru yc el ... ut non SlO t ChmtJ!Ull» por el t:u t denuo Christiani sint •. Galerio concedi6 a los cristianos el clerecho de asamblca para fines del cuho y la libertad cle conciencia. Estas concesiones son una confesi6n del fracaso rotal del esfuena del Estado pagano. partir de eHe momento, las relaciones entre et Estado romano y la IgleSIa van a ser de una natutaleza diversa. La polftica religiosa de Galerio sera seguicla por Constantino I el Grande (311, 306·37). La victoria del Puente Milvio sobre Mll.jencio (306.312) dio al hijo de Constancia Cloro (305, 293-306) poder absolute sobre cl cidenle del mundo romano, Constantina estaba conventiclo de que de.

1:

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bra su victoria no tant'O al valor de sus soldados como al favor divino del Dios de los cristianos, Este convencimiento y el hecho de que el mismo estaba inclinado had:t eI cristianismo, iban a influir gr:mdementc en In naturaleza de su politica re1igiosa. Pero, por OHa parte, tampeco debe olvidarse, al juzgar In polfticn de Constantino para con la Iglesia, la po. sid6n especial que entranaba ser un emperador cristiano' de coraz6n a la cabeza de un imperio pagano. Esto puede expiicar las ambiguedades y equivocos que a veces se encuen tran en los IcxtOS oliciales. Creado «augusto» por cl scnado, In primcra acci6n de: Constantino fue decretar cl fin de la persecuci6n en el Oriente, fomenHlda por cI fanntism o de su colega M:lximina, n la cual sigui6 la promulgaci6n del edicto de tolerancia de Galerio ell lralia y en Africa, Constantino fue mas lejos que Galerio. Adem&s de recooocer oficialmente los derechos de los crislinnos, el emperador orden6 la devolud6n de III propicdad conliscada y dar a la I glesia los fondos, tornados del tesoro publico, que esta pidiera, En cJ ano 3D, Constantino, junto con su colega Licinio (31, 307-324), ton· cedi6 a la Iglesia Iibcrtad todo cJ I mperio. EI edicto de Milan

no~ de p'articulares particulares, por' el tesoro publico. i estuvo en vigor en cl por muy corto, Licinio, pagano de coraz6n y obligado por poder su colega y cunado, comenz6 nl ano siguientc a tamar medidas de represi6n contra los cristianos hasta que su politica degencr6 en abiecta persecuci6n. La reacci6n de Constantino no se hizo espcrar Ilunque, se ha de reconecer, no flle enleramente motivada por la politica religiosa liciniana. La derrota de Licioio signi6c6 el restablecimiento tOlu l de In legislad6n de Mil:ln del ano 313. Los nuevos Sllbditos de ConStantino fueron tratados como los ocddentales . Con excepci6n de los esfuerzos espoddicos de Juliano el Ap6stlltll en 362, y de Eugenio en 394, la Iglesia entr6 en un perfodo de pllZ permanente-. La influencin del cristianismo se hizo sentir en scguida en el gobierno asf como en la legislaci6n imperial. Aunque todavfa no habra repudiado ei paganisrno, Ia rdigi6n oficial del Estado, Constantino otorg6, sin emb~ r· 8Q.. !&!s~i~ ru!merosos _prildlegias,.. unos...de caraCtcr ct'0'~c.. Ja cxcnden de los fJIIWera, y atros de cadcter legal, como el prescindir de13srOrinaHdadcs del derecho ~ Ja so..!'cesi6n de Ia fran'luicill a los escll!Yos- en las iglesias, "por testamento. , Tiiiioi€naumeil13 la jurisdk, ci6n del foro eclcsi&stico a episcopal con la promulgati6n de dos leyes, en

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Re/aciofll's

e1ltre

ttl Iglesia y e! ESfaJo

virtud de las cuaIes se claba jurisdicci6n al tribunal ecleshistico para cotender en casos ya iniciaclos ante el juez civil, y competencia en IOda causa

~ivi1 con seotencia irrevocable y sin apelaci6n. concesi6n

eSla

ultima de

tan vastas proporciones, que ha movido a algunos autol"es a sospechar de su autenticidad.

/

Con e1 emperador Constantino comienza una nueva era en In hisloria d e Ia Iglesia. Esta recibi6 de ei la paz, numerosos privilegiOS y la ayucla imperial en la lucha. toclavfa disimulada, contra el paganismo. 1!sm.Ja

Ig!esia tuyo Que: pant uc 12.t£d.9.....Q1X!J!lJ!.f1iic;:~!!Si2P. f~.s...tcl SS§!!!.qp!P.ll.tJlO de fg'!llall.tin.o. Si 13 Iglesia iba a toma r e1 lugar del paganismo, leofa que romarlo en todas los aspectos, incluyendo 10 obedienda al Estado. El reeDnocimiento que Constantino otorg6 al cristianismo, no llcvaba consigo una nueva teoda poHtka del Estado. En csto Constantino no habfa roto con la noci6n antigua del Estado. En el el paganismo habra side un clemen. 10 funcional del Estado, algo separado. La Iglesia tendrla el mismo Jin. Esto explica la intervenci6n imperial en los asuntos eclesiasticos. Ninguna autoridad eclesi~stka, ni el papa Silvestre oi san Atanasio mismo, vinclicaron para la Iglesia el derecho exclusivo de entender en asuntos puramente eciesiasticas, 0 la supremada espiritual. Cuaodo muri6, Constantino dej6 a sus hijos, es verdad, un Imperio cristiano, pero tambien las CRusas del conllicto inevitable que pronto ibn a .estallar entre las dos instituciones, un cantlicto cuyo objeto era para la ~Ln:OIpetaLJa..autonomia . y. libertad, que .S"e"dcj6 arrco]itIi-"CiiiinClo :lc.!= t~ ~!!~.!)4i.£!Rtl~I,ffi~!l..!~ l~_ .e.~,_ gJ!~_ Go.~~!l.(imtJ~J!:!biL La lochaque a iniciarfa Claria un mariz muy panicubr a las relaciones entre ella y el Estado a 10 largo de la Edad Media. ../" EI cesaropapismo no dej6 de ser caracterfstica de Ia poIrtica rdigiosa de ""'os emperadores en ambas mitades del Imperio, pero se acentu6 mucho mos, por razones obvins, en el Oriente. EI primer siglo desde el edkto de MiMn fue proll6co en herejlas. En particular una, el arriarusmo, fue uno seria amenaza para In ortooo)da precisamente por la asidua intervenci6n imperial en los osunlos edesiasticos. A pesar del concilio de Nicea, eJ mismo Constantino habfase mostrndo, en sus ultimos aiios, un fanto favorable aI arrianismo aunque siempre rue enemigo acerrimo del donatismo. Las disposiciones favorables aI arrianismo se muhiplicaron con-:perjuicio de 10 onodoxia de Atanasio. La muerte del emperador no signific6 un triunfo de la Iglesia contra la herejla !lffiana. Bien es verdad que los hiios de Constantino intensificaron la lucha contra el paganismo, pero el favor que Constancio (337·361)·otorgo a los arrianos hizo que los se. guidores de Nicea perdieran terreno freme al arrianismo. Los triunfos de la Iglesia fueron anulados cllando Constancio qued6 por unico dueno de todo el Imperio ai derrotar, en 350, al usutpador Majenciq, nsesino del emperador Constilnte (337-350). La lucha contra eI paganismo no impedfa a Constantio apoyar COn iguaJ energia la causa de los arrianos. Su muerte previno el triunEo total de Ia herejfa arriana. Con excepci6n de un cor to

Q~lesia

17

IIIIrotillcci61J

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tiempo en el reinado de Valente (364·378), eI artianlsmo nUllha s~r!a una amenaza para Ia ortodoxia. Esta tendrio que hacer frente a ora a vieJo enemigo: el pag:mismo. . h'f Juliano el A~tata (361-363) no 010rg6 su apoyo ~ nlOguna e.re) a. Hizo ·~por ~eJcoiitra riC>,Un csfuer-I.o gigantesea para resucuar el pagaOlsi?E1 ~tudio de los cUsicos Ie infundi6 un profundo arnor p?r la 610so ~a griega y por 10 que ella signifieaba, mientra~. que las desgra~las que sufIl6 en su familia, causadas por sus primos, los hlJos de Con.stantlOfo, ~marlgnr,!n su carncter. Todo esto cont ribuy6 en el a crear ~ OdlO pro U~l 0 a erlS' tianismo al que se propuso desarraigar dellmpeno, pero su lIlJen to .fral cas6 al ser derrotado par el rey de los persas, Sapor. La muer~e e Ju.lano fue el fin de la ultima convulsi6n p:l1l3na y, como consecuenClll, el tnunfo de In Iglesia. I . . bl d 1 I cdsTeodosio eI Grande (379·395) dio e :ISO mevlta e e la~er a tianismo b reJigi6n oficilll del Estado. .. a sus pte ecesore~ oVlano (.363hablan dado golpes 364~;-;::;"--n ), va,endnla -o- 'I "(36 4:475)-y~Gfiicra!\0 (375·383) _. 1" l' do de muerte ill paganismo. La campana de extc rmLnIO cu ml.n? .en e fe.ma de Teodosio 1. Su gpbicrno es t~rmino de ~n proceso IOIClndo ca chlltra siglos ames. La cristianizllCl6n del Impeno romano es ya un ec~. En addanlc el cristianismo se iba a imponcr e~1 lodos los aspe~tos de .Ia vida publica. Poco a poco Iii legisiaci6n se iba Impregna~do .de Ideas enstianas. EI C6digo teodosiano (milll. 3) ya presen ta la l eglsJ ~c~~n de ~n Esrado cristiano. En e:1 ya vemos a1 cristi~nismo com~ I~ religIOn oJiClni de~ Estado, mientras que Ia herejia, en p!lrtL~lar. el. a~na01smo." e~ puesta fu e de b ley' los derechos episcopaJes y la Junsdlccl6n edeslasllca son reco~~ido~ pot'todo el Imperio, y los dias festivos de la Iglesia son dedarados dias festivos publicos. .. . . I En la cuesti6n de la sllpre:macia roma~a la mterve~Cl6n llnpcnu tambifn se hizo sentir. La divisi6n del ImperiO, .ILl fundacl6n de la nueva ~a­ pital de Constantinopla y el declinar de: la antlgua Roma fueron los factOles hist6ricos que movieron a los pllpas a proclama~ y defednd~r la, susre:T1cia romana, base del futuro poder papal. La (llsputa ur mas e os Sl los, desde el pontificado de'pJ~:!!2 . ! .(;l.61?0.l!) ~9j'j_ Oi9le . :Gr:egOf1o. I (~..6OAr- Li-decisiOnaersegunclo concilio ecumeOlco, prlmero de Constantinopla' que hizo al obispo de Constantinopla el primero despues del obispo de'Roma potque «urbs ips;! si t iunior Roma», provoc6 la protesta de Dnmaso I. EI papa dedar6 en c:I sinodo romano del 382 que ~a I gI:sia de Roma debia su primadn n los podt:res que s~n Pedr? ho.bJa rec!bido de Cristo y al hecho de hnber sido fundada POI' los Apo:aoles Pedro y Pablo, y no 'a 1I1l decreto conciliilt. . ... I Los sucesores de D6maso I conlinuaron In polltlCn 1nlcl3.da po~ e - 1 se esforzaron en defender el principio de la U1l1versalldad papaIn espano, y pontificia . As!, Boni facio 1 ( 4 18422) d efen(f6 de autoridncl I los . de .rechos de Roma sobre Ilirin ewando TeoJosio II puso. esos terrnon.os bajo la jurisdicd6n de la sede de Constantinopla, y obhg6 (l Teodoslo,

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Relaciolll!s

elilte

la Iglesia y el Estado

llltrodlleci61l

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con e1 apoyo del emperador Honoria, a rcscindir el decreta. Pero fue el papa Lc6n 1 (440-461) el que, en sus re1aciOnes con el Imperio, desarro116 los principios doctrinales cn los que ibn a descansar la teoria mon'rquica de In Iglesia. El principia fundamental era la legllci6n.pctrina dada

por Cristo a la....pe.r&On~de. . satL~~Y-...9-.espues a sys sucesotes. La suprema a oridad, exprcsada en cl poder de ata,r y desa~, constirufa e1 Rrillcipatus' esto es, 1a supremadll juri sdiccionar de laJglesia d('; Roma en e m nco cristiano. Segl1n csta teoria, e1 papa teofa que resislir rodos los intentos de disminuir su autoridad, e intervenir, por otra parte, en. los casos en que ruera neccsario afirmar esa misma autoridad, incluso en casas

de i3...22lliLcLimpe.r.iaLreligiO$,Q.__ . . -'1'\:poyado en la doctrina del prillcipallls, Le6n I actu6 contra Hila no de Aries, que comenz6 a consagrar obispos traspasando los timites de los privilegios que los papas, en panicular Z6simo (4 17-418), habian conccdido a los obispos de Arlc'!s. La cont roversia con Hilario tam bien provoc6 la intervenci6n del emperador (num. 4). En su dew;tO a Aecio, Vnlentiniano III (42.5 ·454) reconoee la supremada de Roma, el primattls S~dis Apostoliclf!, aunque se cuida muy bien de no usar la. palanrnj;riiiC7pa7iii, 1emllriO-que mJQ.- t£QdQ ...au:m.a.rquiQ. . 9.!!1 .1-Q!P.e~~C! . designab~!!!..~~erem:\ au.toridad el emperador. Valentiniano III dio fu erza ae ley, para toda la fglesia, a los cretos emanaclos de la autoridad de III Santa Sede, y su gobernador Aecio tenfa que obligar a presentatse ante el papa al obispo que, ci!:.!do._.n:p'y~!~ v ~£l ir 11 la Ciu£!ag, E;te.~~~. _ .-9Er decreto imperial del ailo 445 ha side considerado como e1 recono· ,4ctmiento olicial del primado de Roma en todo el Occidente. Aquf la doc· . trina del papa LeOn I no darla lugar a conrroversias, pero el Oriente se resisti6 a aceptar In doctrinn del prillcipattfs leonino. E! mismo concilio ecumenico (Calcedonense, 451) que aceptaba la epistola dogmatica de Le6n I y proclamaba que «Pedro habfa hablado por boca de Le6n», tam· bien declurnbn, en In sesi6n decimoquinta, que las sedes de Roma y Constantinopla eran iguales en rango. Esto implicaba que ambas tenian la mis· rna primllda. Era evidente que Roma no podia set m~ s que Constantinopia, sede de la soberanfa imperial. La s~l!~!!!iiQJL~t.~~_ gc?_I!l.LY S:;ons~~n tinopla, entre Iglesia e Imperio, se _~~fltua.ba 9!~l! ~ vez JIl,h .. Le6n I habra enunciado una doclrina de la cua} no podian renegar sus sucesores. Por otro Illdo, eI empemdor, acuciado por las tendencias romanistas de dominio universal, no podia menos de afirmar la soberanfa unive.r;sal im~rial. Frente al principatlfs de Roma, Constantinopla opuso el principia del canlcter· sacerdotal..':~e .:.!
sacerdos-imperator, dio base a los cmperadores parn legislar en matel'ias edesiasticas, y desarrollar la tcoria ccsaropapista. Manifestaci6n de . e~la doctrin:l fue la promlllgaci6n, en 482, del Acta de Uni6n, 0 H cn~tLcon, por el em~erador Zen6n (474-491). LII situaci6n ca6tica del Impeno, e.specialmente en el Occidente, y la desuni6n religiosa en el Oriente, clIO pie al emperador para intentar un compromiso religioso q.ue sat is.fi:iera a onodoX'os y monolisitas, y rest aurar de esta manera la unldad rcilglosa. EI resultado fue el Hcnotic6n, gue no satisflzo a nadie. Esta intromis~6n en un asunto puramente edesilbtico, ahiertamente opuesta a la d.oetnna del primatlls roma/ll/S, provoc6 1a protesta de ~om? y Ia e"comu~16n del patriarca de Constanlinopla, Acacio, que mun6 SIO ser reconocldo por el papa. Anastasio 1 (491-518) persigui6 con vigor la doetrina rcligiosa de su predecesor. Al subir al trono, Anastasio encont r6 una situaci6n sumamen· te grave; las rclaciollcs entre Rom~ y Co~~t:lOtinopla era.n e~trema~a­ meme frias. El favor que 010rg6 al monofislt1smo y su arbltratla mO~lfi­ caci6n del Trisllgi6n atrajo sobre Anastal'io 1 serins dificultades . Su acutud religiosa hizo que Roma reafirmara una vez mas los principios de 1a jurisdicci6n papal. EI papa Gelasio I (492A96) dirigi6 aI emperndor una carta (num. 6) que Anastnsio nunca contest6. Gelasio dedn al emperador que su obligaci6n era aprender, no ensefiar. EI papa distinguia claramente enii'e cI poder edesiastico y el poder imperial; ambos eran los rectores del mundo. Pero el primero es mayor que el segundo; para el papa el poder pontificio es (luctoritas, que es fuente de der~cho, mic;ltras que el imperial es simplemente pot erial, la cual no crea, smo que eJecuta 10 orden:tdo por la (I/{ctoritus. EI papa Gelasio afirma el origen divino del po· der temporal, pero t:ste pader ha sido pueslO para adminislrar los asuntos tempor-dles del Imperio, no los asuntos que .p.ertenecen al campo espirituaL Esta es la raz6n por 101. cual el poder esp ltltual, esto es, eJ sllCerdotal, es mucho mas grande que el poder imperial; ademas, el empetlldor, como cristiano, esta bajo la jurisdicci6n del s;1ccrdote, el cua! tiene glle dar cuenta a Dios de Sl mismo 't de los que estan bajo su cuidudo espiritual. La doetrina geiasiana es de importancia capital en el desarrollo te6rico del poder monarquico papal. Segun Ja lesis del papa Gel3sio, el emperador no tiene jurisdicci6n sabre asuntos meramente cdesiasticos, los sacerdotcs no cstan bajo Ia jurisdiccion secular y el privilegitlm jori no es un privilegio sino un derecho. Todo tiene por fundamcnto el podcr que san Pedro dej6 a sus succsorcs. Estos principios gebsianos serfno una canlera para los papas fuluros. Ataque tan directo a la autoridad del emperador no podia menos de provocar otro de igual naturaleza contra el poder papal. Los cmperadores conrinuaron en justificar su paHlica rciigiosa con la teorfa del Rex-Saeer· dos. Justinillllo siempre se consider6 a sl misrno como basiiellS aun en la esfera religiosa. Restaurlldor de parte del Occidenle romano, Justiniano era otro augusto, pero cristiano, y por 10 tanto tenfa competeneia para

Relaciones entre 10 Iglesia y el Es/odo gohemar d Imperio en todo, incluyendo la religi6n, uno de los elementos esenciales del :Estado. Su doctrina sobre las relllciones entre ambas instituciones (num. 5) cst a fundamentada en eI origen divino del poder imperial; el imperium es superior al sacerdotitlm. Justiniano reconoce en sus instituciones la_Q.!y(~oxia , castiga la he rejra y fomenta el trabajo misional. Pero, por ot ro a 0, se arroga el poder de nombrar ~ . obispos ~~y_.de _CQJlvQCar_ concilios . oe-ii'qUr la necesidaa que eI emperador mire par la id~lld del dero. Siendo el emperador superior al papa, Justiniano consldera al romano pondfice \ como uno de los cinco patriarcas del Imperio, cI cual ocupa el primer lugar de honor entre ellos porque es el obispo de la antigua capital del Imperio,.J!Q...R21l1J.!Lttrlga_jurisdicd6n-univel'sal. ~injano fue favorecido en su poHt ica cesafopapista por la circunstancia hist6rica de la con.9uista de lliili~~ Este hecho Ie permiti6 hacer a1 papado dependiente 'Oel Estado. Durante su reinado la doclrina de Ia supremada ~~ suplanlada por la doctrina de la supremada im· petial. Per~,:~ suces~ban a dar al papado III ocasi6n de sacudirse cI d~minio bizanlii'icrjde asegurar de una maner:! pcrmanente, especialmente en eI Occidente, el primatus de la I glesia de Roma . Por una parte, l2!. ICWlQ~ destruido el reino oslrogodo por los bizantinos, entmron en rrar:;-apodeclndose de gran pane de ella. Por otm, eJ propio ln~p(rJo orient~fue vktima de los avances musulmanes que ocasionaron Ia p [ I a de las provincias de Siria, Egipto y del norte de Africa . La negligencia 0 Ill. incapacidad del gohierno de .Constant inopla para sacorrer la provincia de Iralia oblig6 al papa 1\ tamar sobre SL irnporlames obl igacioncs que pcrtenedan al representante del em pemdor. El-E!p~ ~~ _yio...hecho defensoL£!e Rorna ~Ira lia. Esta situllci6n, creatla pOr lu invasi6n lombardll , dio aI papa- el prestigio-y- el pacler moral necesarios pam afirmar una vez mas la supremacfn romana irente at emperador. La ocasi6n 18 clio eI patriarca Juan IV el Ayunador, de Constanrinopla, cuando se confui6 a sf mismo eI dlulo de patriarca universal. ~~pa Gregorio I (.590-604), que se preparaba a impener la supremaCla romana en er-Occidente can In misi6n a I nglaterra, protesl6 de semejante acci6n. Precisamente cl patriarca conshlntinopolitano reclamaba para SI la jurisdicci6n universal, que, en Ia mente de san Gregorio Magno, perleneda unicamente al prill' cipatlls de la Iglesia de Roma. La muetle de J uan IV no cambi6 la shun· ci6n. Con el spayo del emperador Mauricio (.582-602), el patriarca Ciria. co continu6 llam'ndose patriarca ecumenico. La disputa termin6 en cl ano 607 cuando el emperadof F0C3S I (602-610) prohibi6, en el pontifi. cado de Bonifacio III (607), al prelado de Constan tinopla que se Il:!mara patriarca universal. ,. ~ ~I...£Ontjficado .de Grc;s?rio I 2i.&~~.i.6 .~n s!g.lo de a.~i~?:~j.$n..u.e ..rl O~te .~ol-OdeD.16~1IeDtras que BlzanCIO -pe rdfa terrltOfl O baJo los golpes musulmanes, el O cdden te, por otra parte, se alejaba mas y m~s del Oriente y se panfa gradualmente bajo In influencia del papado. EI alian-

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1111 rodflcci6n

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%amien tQ de ]a Iglesia de Rorna en los nuevas reinos cristi.lllO~ que hnbian surgido e.n el antiguo Occidente romano, dio :! los papas del siglo VII la fuer za necesaria para oponerse abiertamcnte a las ambicionts ecumenicas bizantinlls . La controvcrsia sobre el mOllotelismo, que est a1l6 en 638 con el ~c'hesis del patriarca Sergio pu ra aplacBr a los monofisic:Js de Siria y Eglpto, puso de nuevo en la superfide la cuest i6n de In supremada roman:!. Mientras hubo esperanz.1 de conlener eI avance de los arabcs y salvar hts provincias de Siria y Egipto, los emperadorcs siempl'e estuvieron dispucstos a hucer concesiones ell materia de Icligi6n n expensas de In onodoxia. Su conduct a con los papas fue mas que deplorable. Martin I (6496.5.5) conden6 <:1 £c/hesis de Sergio, acci6n que el pnpa pag6 con Sll vida. Pero la perdida de Egipto y Siria, fuertemente monofisitas, libra al emperador de conlemporizar con los disidentes. ESla circunstancia y la necesidad de fortalecer el Imperio en I!alill hicieron que Constantino IV (668-68.5) volviera a la or todoxia. ASI eJ sexto conci\ io ccumenico, cuano de Constantinopla (680-681), conden6 el mOllolelismo, 10 ClIal (ue, en verdad , una victorin parn eJ papado, aunque, por otta p:lfte, no puedc Ilegnrse que su supremada en Oriente era poco menos que de Ilombre. La pen;lidli de los patriarcados de Antioqu!'l, Jerusalen y Alejandria, ahora en ,poder de los ambes, dej6 a Bizancio solo can el pntriarcado de la capital del Impcrio. Siendo el Oricnte cnda vez mas helenizudo, no es eli· ficil'de entender, por un lado, la Ascendiente influencia del patriarca de Con~t!\n t inoplll, y, por Olro, III pOCli fuerza del prima/lfs r0l1101lliS en BiZ'IUCIO . La victoria pupal fue de cOrta duracion. En 692, cl empcrador Justiniano II (685.69.5 ; 70.5·711) hizo celebrnr el concilio Tr//iltmum sewlIdum 0 COJlci/iulfI QllilliuxtlJIII. Los denIO dos dnones disciplinales iban :1 tener, en la mente del cmperador, validez un iversal a pes:!r de que c1 cpiscopado de Occidente no hnbia lomado pane cn el concilio. EI papa Sergio 1 (687-701) vio en e1 slnodo un atentado mas con tra 1:1 supremaci:l romana POl' p:lrte de Diznncio, y rehus6 b confirmaci6n negando validez a los dnoncs. Justiniano 11 pens6 dnr a Sergio el mismo tratamiento que Martin I hab!a I'ccibido de Constantino II (641·668), pem el cmpemdol' no ptldo pOller CIl pnicti(:! la orden de arres[Q que haMl1 dado . El pontificado de Sergio I dene p:lrticlilar importund;t en la lucha entre el I mperio y la Iglesia . Par primera vez un papa se rebela abiertamenle COlltra la autoridad impt:rial , aUllque lal acci6n, hay que seconoccr, no supon !a una negaci6n del Im perio. H:lbrfan de pusar todaVla V:lriOS flnos antes de que los papas negaran eI Im perio de Oriente de lacto y de jllre y 10 \ mas minima juri sJicci6n sabre la I glesia; es decir, I:t 19lesia se em:!llciparfa y serb purle esencml

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Relactones entre Ia Igles;a y el ESlado

Inlrodllcci6/l

de Ia comunidad de Europa pero sin pertenecer a ningun Estado 0 I mperio. El proceSQ de emandpaci6n serfa facili tado por las circunslancias hist6ricas. La debiJidad del Imperio cre6 un vadc de imtoridad en su provincia italiana, vado que ocup6 el obispo de Roma. Los papas, sin negar de jure III llutOridlld imperial, actuaron de facto como el unico poder en . Roma. Fueron los papas, no eI exacca, los que se enfrentafon It los hunos Y II los lombardos, con los cuales trataron como de pader a poder. Los emperadores se negaron a ver In reaUdad en h aHn. Su faIt a de diplomacia provoc6 la abieeta rebel i ~n de Ia unica autoridad que podfa defender "los derechos del I mperio en la penfnsula italiaL\s. Ademas de negllr de jllre la autoridad imperial, los papas, dando un paso preiiado de conse<:uendas, la dieron a los francos. El proceso de emandpaci6n comenz6 en el pontificado de Gregorio II (715-731). El empcrador Le6n III (717-741) impuso a ltalia fuertes impuestos, pera el papa se neg6 a hacer cumplir los decretos imperiales . SegUn la ley imperial, la desobedienda del papa hada de ei culpable de Iraici6n, pero el emperador. deddi6 no incoar proceso contra Gregorio II si este aceptaba el decreto' leonino contra cI cuho de las imagenes. EI papa, ademas de negarse a ello, como era de esperar, escribi6 a Le6n 111 una carta llena de despredo. En ella, el pentffice recordaba al aut6crata de Coostantinopla. que el emperador, en materia de re1igi6n, tenIa que consultar y aprender. no ensenar; que no tenia poder alguno sobre las iglesias ni jurisdicd6n para juzgar :l los edesiasticos, oi facu1!ad para consa· grat los simbolos sacramentales sin 1a participaci6n sacerdotal; a las bravatas de venir a Roma y destmir al pontifice. Gregorio 11 menciolluba a Le6n su incapacidad para defenderlos y Ie hada saber que caminando tres millas de Roma, hacia Campania, eI papa eSlaba a salvo de las garras imperiales; finalmente , el ponlifice comunicaba al emperndor su pensamienlo de ir a los pueblos de Occidenle, los cuales de salvajes se haMan hecho obedientes y padficos, mientras que los emperadores, de padficos y obedientes se habfan tornado salvajes . Gregorio II no pudo llevar a cabo sus planes. Fue su sucesor, Esteban II (752-757), el que, bajo la amenaza lomba rda, consum6 la emancipaci6n del p:lpado pOl' medio de su alianza con los francos. La Iglesia de la monarquia franca fue organizada por Willibrord y san Bonifacio. La obra de los misioneros inglescs fue la orientaci6n ramana que dieron a los terrilol"ios galos. Entre las instituciones de la rnanarqula franca son notables los concilios que se cclebraban peri6dicamen. te, participando en ellos, como en la m
ran los protectores dt: la Santa Sede, ofreciendolt:s el titulo de «patricio de los romanos». EI papa Gregorio III (731-741) fue e1 primero que intcnt6 dar cucrpo a hi idea del protectOr de In Iglesia. Amenazado por· los lomb;J.rdos, que, baio el rey Liutprando, hubfan comenzado a consoliclar su monarquia y a engrandecerla apoder;indose de los ducados de Benevento y EspoJeto, el p:lpa apeJ6 a Carlos Martel, pero este, entonces en alianza con los 10m· bardos, permaneci6 fiel en su amistad y no escuch6 la suplica de Gregorio III. Poco liempo despues cl hijo de Carlos Martel, Pipino, busc6 la sanci6n papal para deponer al ultimo fey merovingio, Childerico TIL EI pap:! Zacarias (84 1-752) sancion6 con su autoridau moral el golpe de Estado de Pipino, dando as! a1 Iluevo rey franco la Jegirimidad en la posesi6n del trono. Pipino pagaria mas tarde con creces eI apoyo papal. En el ano 751 cl rey Iombardo Astulfo se npodero del exarcado de Ravena y puso sitio a In misma Roma. Aunql1e no pudo tomada, Astulfo no se retir6 sin anles obligar al papa a pagarle tributo. La conSfante amenaza lombarda oblig6 n Esteban 1 r a ir en persona al rey franco a suplicar ayuda contra Astulfo. EI hisl6rico encuentro entre Pipino y Esteban luvO lugar en Ponci6n, en la Epifanfa del ana 754. EI result ado de eSlc succso fue lJn nuevo orden de cosas. Pipino prometi6 devolver el exarcado de Ravena a sus legitimos duenos y reslau rar los lugares y los derechos de la republica de los remanos. Pipino confirm6 esta promesa cn la solemn idad de III P:lSCliS. Por su parte, Esteban II ungi6 a Pipino y a su familia, dio al rey el drulo de Patricills Romanorum y prohibi6, bajo pena de exc0ll1uni6n, elegir rey de los francos a uno que no fuer :l miembro de la familia de Pipino. Esta pronlesa consliluye la Donaci6n de Pipino (nlimeeO 7), l;J.mbi~n conocida como eI Teatado de Quiercy, buse del Tratado de Pavia del n6. Pipino entro en !talia y, en dos campanos (754, 756) oblig6 a Astulfo a abandonar la Pentapolis y el Exarcado. Con eSlo 105 frnncos hirieron de muerte n In monarqufa lombarda, cuyos dominios que· daron rcducidos a los que posera en 681. Pipino cumpli6 su promesa; dio a los papas todo el Exarcado y la Pentiipolis, que comprendfa Rfmini, Pesaro, Fano, SinigagJia y Ancona. La Donaci6n de Pipino marca una epoca en la historia del papado. En primer lugllr, la Donaci6n era el reconocimicnto, al menos implkito, de la posici6n pap:.1 segun la cual los pontifices romanos erlln los hcrede· ros del emperador de !talia. En realidad, desde el punto de vista legal, la Donad6n fue hecha coorm todo derecho. En segundo lugar, 1:1 ndquisici6n del ExarC'"J.do y de III Pendpolis dio ul papa el fundamento que gurnntizaba su aulOnOmla y su independencia. Por ultimo, esos territorios mas el ducado de Roma, otros lugares limitrofes y COrcega vinieron a coostituir el estado pOnlificio, la sallc/Ie Dei Ecc/csi!£ respllblica. La politica papal habia triunfado, pero tambien los papas pagaron un precio, aunque por entonces no se vio. Pipino les dio el poder temporal y con clio su independencia. EI rey franco apareci6 como el poderoso alhldo mi-

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ilJfrod IIccioll

Re/aciol1es entre fa Iglesia y el Est(/do litar de los papas, el cual habra eliminado 1.1 amenaza lombarda recibiendo el drulo de defensor ecclesite, pero, a panir de entonces, los sucesores de Pipino iban a considerar aI papado no como ptoregido, sino como parte de ,su protectorado. Uno de los ptimeros frutos que cosecharon los papas tras de adquirir eI dominio temporal, fue la codicia de la nobleza de Roma. En seguida los arist6ctaras romanos demandaron Voz y vOto en la elecci6n de los papas .. EI inrento de regular la elecci6n papal fue el resultado de los tumultos, Iragedias y cismas a que dieton lugar las <1mbiciones de los nobles tomanos. El slnodo romano del ana 769 decreto la exclusi6n de los laicos en la elecci6n del pontffice. Aunque el decreta fue prematuro, sirvi6 mas tarde de base para 1a futura legislaci6n sabre la elecci6n papal. Si el emperador de Constantinopla habla cesado de ser un obsdculo para el ejer· cicio de la jurisdiccion pontificia, lu noblezu romana amenazaba ahora ]a libertad de la Santa Sede. Esta era una taz6n mas para Ja creaci6n y existencia del patricio de los romanos y del defensor de la Iglesia. En el ano 77 1, Carlomagno qued6 como unico rey de los francos, despues de la renuncia de su hermano Carloman. En su politica can el papado sigui6, en un principio, las hueJias de su padre. Acept6 el titulo de palricius roma1l0rum, que su padre se babfa negado a !levar, aunque quiza no dio aI titulo ningun valor politico, sino religioso. Cualquiera que sea el valor que Carlomagno dio al titulo, pronto se Ie present6 la ocasi6n para ejercer su derecho de protector de la Iglesia como patricio de los romanos. Los lombardos continuaban siendo una seria amen~za para los papas. En 757, el duque de Toscana, Desiderio (757-774), fue elegido rey de los lombardos con el apoyo del papa Esteban II. EI lombardo babia prometido cumplir la promesa hecha par su antecesor Astulfo, pew, una vez en el trono, Desiderio 0lvid6se de ella y trahaj6 para aumentar los dominios de la corona lomharda y poner bajo su influencia al papado. En 768, intent6 poner en el solio pontificio al ddcono Felipe, pero fracas6. Esteban III (768-772) fue elegido papa conlm los deseos de Desiderio, 10 cual Je hizo temer por su vida y por la seguridad del nuevo estado pootilicio. El patricio de los romanos pareda apoyar 1a causa de Desiderio cuando se despos6 con una hij:l de este, matrimonio que Esteban III no pudo impedir. En febrero del 772, subi6 al trona papal Adriano I (772· 795), miembro de la aristocracia de Roma. Desde un principio Adriano mostr6 su determinacion de librarse de llna vez por todas de In amenaza lombarda. Cuando e1 papa se neg6 a separarse de la alianza con los francos, el rey lombardo se apoder6 de Sinigaglia. Urbino, Eugulio y Montefelrre. Adriano I respondi6 a este ataque pidiendo :lyuda a Cal"iomagno, el cual, viendo fracasados sus intentos de Uegar a un acuerdo diplomatico entre el papa y Desiderio, invadi6 Italia en 773, denot6 al ejercito 10mbardo y puso sitio a 1<1 misma capitul.Pavia, conql1istandola el 2 de junio del 774. Carlorriagno tom6 el thulo de rey de 19,5 lombardos, haciendose

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llanlar desde entonees «CaLOlus gratia Dei rex Fruncorum et Longobardorum ac patricius Romanorum». La restauracion Jel p.nrimonio de san Pedro siguio a la c,dda dd Ieino lombardo. Carlomagno no solo confirmo e1 tratado de Kiercy, sino que ademcis anadio nuevas territorios a' los ya prometidos par Pipino. En consecuencia, fueron devueltns a la Santa Sede las ciudades de Comachio, Ferrara, Faenza, Imola y Bolonia, ciudaJes que d arzobispo de Ravena querf:l para sf. A esto Cadomagno afiadi6, en 781, la Snbina a cambio de la Terradna, mientras que los ducados de Toscann y Espoleto tuvicron que pagat tributo al papa. La restauracion de los estados ponri/icios y su engrandecimicnto no trajeron consigo una independcncia complcta al papa. Adl'iano I no solo no tenia la direccion de la polftica exterior, sino que aJem~s tuvo que tolerar el e.ntrometimiento .9£... Car~!!l...'1S£l 2.... e~ 1.~ ~~~!l.!o~ dqmegi~.Qs, incluyendo los meramente eclcsiasticos, de la Santa Sede. ProntO se via que, amparado en Sli titulo de patricio de los romanos, Cllriomagno cons ideraba a los eSlados pontificios como parte del rei no de los francos, y al papa como un obispo mas de sus dominios. Este significado tiene hI carta q1:l.:. el r9' __ ~:_ I_~_ Lr~~ ~os 91yici .!! 1cQD .l~~ !721:§ !§'L~!! I;U:uill qrr6: rv-agno" exnorlaba al papa a lleva! una vJda ~o~e~ta., a rewet!!f la ley • .eS!e"si1s1ica y a Ir~bajar por el incremento moral de la Iglesia diminando '" lo~ :il:illSOS, mi~nlras' -CJue III obligaci6n del rey era corys<;>lidar, propagar y cf.£f~n_c!!;r Ja.£e; ._el papa dcbia scr cual otro Moises; rogar con los brazos en alto pata ayudat· al rey COil sus otaciones . Tambien $U intervenci6n en . cl caso del complot canna el papa y el proceso que abri6 para conoeer la verdad, dan testimonio de la idea que Carlomagno tenia del papado. Parece que d franco pensaba que ejercer su autoridad de patricio de los remanos cabe al Vaticano no era suficiente. StlS planes de bacer de AixJa-ChnpeJle una segunda Roma revel an hasta que punto Carlomagno queria poner al papa bajo su dominio. No hay dLlda de que queria emubr HI emperador de Constantinopla no solo poniendo una nlleV[1 capital 0.:011 lIna basflica imponenre, sino tambien en el dominio que e1 bizantino ejerda sobre cI patriarca de Conslantinopla. Su elevaci6n al imperio en III Navidad del 800 acrecento mucho su poder, pero, al mismo tiempo, sirvi6 de impedimento para poner en praclica su sueno de b segunda Roma. Siendo emperador de Occidente, del Imperio romano, no babrfa otta capital imperial que la vieja ciudad del Tiber. La coronacion de C:lrlormlgno como empemdoL" de los romanos fue el tlliima.....acto dcLp~q~~ d~ emancipacion del palJado del poder de los cQ1perad_,?res bizantinos. Pero co""ilCllOl a igIesia a e Rom;1 no hizo masque pas;}!" de llna tutela a olra, cuya caracteristica era b profunda ingerencia de los protcctorcs, robando asi al pontificado de la codiciada independencia que los papas habfan pe.rseguido durante generaciones. Sin entrar (l discutir el conceplO qlle Cariomagno tenia £Ie su autoridad imperial, o que tlU!orid:!d tenIa el p:lpa para dar al rey cle los francos cl Imperio,

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Rdaciolles entre la Iglesia y el ESlildo

I Iltrod uccioll

es claro que Carlomagno tenia una idea clara de su pader, como rey 0 como emperador, y este estaba basado en la fuerte de la monarqufa franca . Para el, su autoridad era absoluta y sin ninguna limitad6n. y eSta no se debra al hech3.J1e-·que-~LpapaJe_hllbk~do impera/or ROn/anorum, sino porque er rex Frof/cortlm et LAnggbardortifJ.D Los aconteClnllentos e ilN'HVldad del ano 800, que ensalzaron a Carlomagno y Ie dieton todavfa mas diu los y autoridad para intervenir en los asuntos eclesias ticos, encenAban tambien e:l argumento principal que los papas iban a blandir en el futuro contra los emperadores: la co-tQ,~aci6n imp'~~ial. Carlo!nagno serra rey de los francos y de los lomoardo.(pe'''' mi~[i9Qr.tlialJ:._De;:; pero era emperador gracias a la accion papal, detalle que, en Ja lucha entre Ia Iglesia y eI Imperio, iba a destruir en parte 1a obra carolingia. ~s sucesores de Carlomagno heredaron la idea imperial carolingia. ambien ellos consicleraban el gobierno imperial como algo que tenia que estar bajo la direcci6n personal del propio emperador. Al igual que Carlomagno, sus sucesores reconocieton la supremada del mllgis!erio de la Iglesia, ~o 110 la supu:.nlaciU-dc._jutisdkcion __¥-.de.J~gi~la.ci6n, aunque Lotario l' (S40-85.5) reconoci6 eSa misma supremacia a Leon (847-8.5.5). Diffcil es dar una interpretacion correcta a l(l accion imperi(ll si Sf ticne en cuenta su famosa Constitutio romana (num. 8) del ano 824), que fue promulgad(l en eI pontificado de Eugenio II (824-827), sucesor de Pascu(ll I (~17 - 824), durante cuyo ponti6cado Roma fue presa de III (lnarqu[a. La Constillltio- romapa es una indicaci~~Jl.le._de._qucJ.otada I aspi!}lba a-mm~ranb _~p.oraQuom.q , /Para reS[(lurar la tranqllilid~elaCiUclad~terna, el emperador declaraba inviolables cierto numero de personas puestas, de una manera muy particular, bajo la protecci6n pontifida 0 imperial; mientras que, por un lado, eI emperador mandabn que se obedeciese al papn y a sus funcionarios, par ou-o, Lotario establecia reglas para la elecci6n papal. Violando el decreto del ano 769, que reservaba In clecci6n pontificia 01 cleIO, el cmperador ponia aher!! la elecd6n en manes de !!quellos cieriges y Iaicos que, segun el, hazfan gozado de antiguo de esc privilegio. Con excepci6n de est05, los otras laicos que intervinieran en la eleccion 0 pusieran obstaculos a ella, eran castigadQs con la pena de destierro . Por el juramento que tenf(1Il que presta r al emperador, los romanos pasaban a ser subdilOs de Lotario siendolo tam bien del pontfficc. EI papa tambien estaba obligado a prestar clicho juramento, y el elegido al solio ponti6cio no pod fa tomar posesian de el ~in Ja aprobaci6n y confirmacion imperial. Este decreto de Lotario era una mutilati6n del poder del soberano . pontifice. Aunque el papa mantuvo su aUlOridad en materias de fe, el hecho de que el pueblo de Roma intetviniera en In elecd6n papal y que el mismo ponti6ce tuviera que pres tar juramenta de fidelicl ad al emperador hacfnn de este pdcticamente arbitro del gobierno papal. EI papa no podia menos de seIllir Ja presi6n imperial. El conllicto era inevitable entre

el Imperio y e1 papado. Las convulsioncs poHticas, sociales y morales, y las guerras crudes que siguieron a las invasioncs del siglo IX, dilataron el momento de la confrontaci6n entre ambas insrituciones. Cuando el confHeto comenz6, Europa estaba bajo un nuevo sistema polftico. Del caos del siglo IX surgi6 el feudalismo, del cual tam bien b Iglesia era parte, cuya funci6n jerarquica estaba amalgamada con juramentos de fideli· dad y vasa!laje a los reyes y grandes senores feudales . Entre la COnftillltio romana de Lotario I y el comienzo de la reforma de Leon IX (1049·10.54), tres papas sobresalieron de una manera particular en la lucha por los derechos del pontificado. Nicolas] (8.58-867), sin duda apoyado por su brillante secretaria, el antiguo antipapa Anastasio el Bibliotecario, defendi6 la idea de! papa como mediador al ser vicario de Dios. Tambien alirm6 l::t supremadll de la jurisdiccion papal ante los abusos cometidos por los prebdos francos, especial mente por Hincmaro de Reims. Si el para querfa implantar eficazmente el gobierno monarquico del pontilice de Roma, se imponia la necesidad de acortar la autoridad de los obispos y metropolitanos. EI problema era dificil de resolver si se tiene en cuenla que casi todos los prelados, a causa de sus tempor"Hdll' des, eran nombrados y no elegidos. De aqui la insistencia de Nicolas I de que fueran clegidos exclusivamenle por cl c1ero. De esta manera, el poder temporal seda excluido en los nombramientos cpiscopales. Siendo el papll vicario de Dios y, par ende, mediador, Nico13s I no pensaba que los reyes estuvierlln fuera del ambito de III jurisdicci6n p3p31. NicoMs no admida la idea de Carlomagno segtin la cual el pontilice debra ocuparse s610 en los asuntos espirituales. Todo 10 contrario, el papa puede mandar n los monarcas y tiene autoridad, si el caso llegate, a ponerlos bajo el an:Hema si rehusan obedecer las leyes p~pales. Adtiano II (867-872) comem6 su pontilicado amonestando energicamente a Lotario II a causa de sus dilicuhades matrimoniales. EI sucesor de Nicolas I Siglli6 sus hucllas en In doctrina sobre cl papado. Adriano acentu6 bs funciones y la au!oridad papales dentro de lu societas fiJe{jllm. £1, Adri~no II, no el emperadot Cnrles el Ca lvo, era la cabeza fectora de esa societas, que no era otra cos:! sino la Iglesia universal. Segun esto, pettenece al romano pOlltffice eI decretar para rodos y obligar a todos n acatar la autoridad papal. El deber del papa no esd limitado a proteger Jos derecnos de todos y a hacer que reine !a jlISl!cia. T.,mbien cs del olicia del pap.l imp Ian tar y prescrvar hi paz. Sucedi6 a Adriano II Juan VIII (872-882). EI nuevo papa segtJirf~ la send;! de sus dos predecesores . La societas fMelifllll de Nicolas I y el populttf Dei de Adriano 1I seran para Juan VIII L1 respllblica chris/ianll. Tambien acentua el papel mediador de la Iglesia y de su cabeza. E1 imperium es un divil1ll1!l beneficiuIII ororgado par medio del papa, y aS1 se 10 hace saber II Culos el Calvo. EI emper3dor no era protector de la I glesia par naturaleza, sine pOl'que hllbfa sido hecho protector. EI imperio de C
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Ri!/UctOfleI (!Jll re 1/1 Iglesia J t'l EIlado

IlIlTOJIICcioll

dades extraordinarias de eSlc monarea , y considerado como alga patrimonial segun los principios del derecho germ:inico, estabn !lamada a tener una vida COrtll. L05 sucesores de eSlc gran rey gllstaron sus fuerzas y energias en luchas civiles, ac:ureando con elias la ruina del Imperio. Las guerras interna~ y los alaques de enemigos extranj<el'os sembraron el desorden y eI eaos en Europa. La necesidad de protecci6n obligaba a Jas gentes a buscar un senor Cuene que tomara sobre SI los deberes que pertenedan ul gobierno central, pero que esce era incllpaz de (umplir. Con los deberes de protector tamhien lom6 derechos. y vine a sec para el pueblo que eSHlba bajo su prO!ccci6n 10 que eI rey para la naci6n. La IgI~sia, al igual que ouas innilUciones, tambien fue vktimo d~ 10 fuen:a bru[a~~ paJll40 fue iuguete de las pmbicjon.:Lde-Ias-iamilias _lIristoccatic8S. de I\,om!,: los Alb~f1COS, los Crescendos y los condes tusculanos. No pacos papas redbieron muette violenta. Juan VII I muri6 :Js~sinado de la mao nera mas cruel; Esteban VI (896-897) mudo estranguludo en la prisi6n; Benediclo V I (973·974) fue sofocado; Junn xrv (983·984) muri6 eiecu· lado en el castillo de $aLlI~nselo. Con rams excepc.iones, los pon lifices de est!\ epoca el'an elias mismos victimas y causa d,~ las violencias de su liempo. EI prestigio moral del pap"do no podia set mas bajo. Con r8zon se ha Ilamado a eSle siglo SlCcl/tum /e"eum ObSCIITII1!l. ~uera de Ramo, 1:1 Iglesia no estaba meior. E1 humilde sllcerdole vino "A'Ser un simple siervo del senor, de cuya voluntad dependia. Las abadios eran parte de los dominios de los glandes nobles, que se hablan instituido a 51 mismos y POt su propia auroridad en «pror{.'Ctores», nombrando y destiruyendo abades II volunlad. Los obispados caran en manos de £ami· lias nobles y podcrosas, considerando las sedes episcopales como parte de su plltrimonio. Vnn silU:lci6n paUtica en la que los vasallos eran mas poderosos que los mismos reyes obligo a estos a servi rse de los eelesiaslicos para el gebierno de sus estados. Se hizo general POI' toda Europa el que los reyes .otorgnran la invcstidura de los £eudes que dab~n a los obispos, con el anillo y el bdculo, sfmbolos de b autoridad episcopal. ESla medida, no hay duda , contribuia, de una manera e.ucaz, a detener Ja desintegraci6n del gobierno y a fortalecer al monarca, pero, POI' olro lado, los reyes, obr:lndo de esa manera, se pusieron heme a los clnones. 111ter~sados unicamenle en la preservaci6n de sus dominios y en el acrecCJ}tamiento de su aUloridad sobre los nobles, los re}'es no siempre eJegian para las sedes episcopolcs a personas idoneas. ESla situaci6n caus6 la corrupci6n del clero. La simonla y el nicolaismo tenlan proporciones de vcrdadera epidemi:l. La necesidad de una reforma era ev idente. La reforma de la 19lesia comenz6 en Cluny. EI fllmoso monaslerio ocupa till lugar promi ncnlc en la his tori a de Iii civilizllci6n europcn y, en especial, en la reforma de III 19lesiu. Fundado en 910 pam que fucr,! focu de luz, su cana de fun d!lci6n excluye las costumbres y pnkticas de In epoca. Con excepci6n del primer abnd, cuyo nOlllbramienlo se reserv6 pllm sf eJ fundador, Juquc Guillermo de Aquitaniu, los monies c1uniaccn-

ses tenian libcrtad absoluta para elegir a sus abades. Excmo de tada ju· risdicci6n civil y eciesiaslica, Cluny estaba libre de tooa ingerencia secu· lar y episcopal. Contrariamenre a las ideas que los papas habian dcfendido y defendedan para librnrse de la lUtein de los emperadores, Cluny no vela con malos ojos las frecuentes inrervenciones de los emperadores, desdc 016n I (936·973) hnSla Enrique HI (1039·10.56), en los asuntos eelesiasticos. Cuando la reforma de la Iglesi
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Relaciones elltre ltl Iglesia y el Erit/do

deciano. EslO se ve con toos claridad en his medidas que tomaron cuando pusicron en priictka la reforma imperial. 016n I fue coronado emperador por el papa Juan XlI en enero del 962. Aunque confirm6 los territories clades a In Iglesia por los emperadoIes caroiingios, incluso los aument6, 0160 I hizo que los habitantes de esos mismos territorios Ie prcstascn a el, y no a 1a Iglesia, juramenta de fidelidad. E! caos que reinl1ha en Roma y In vergonzosa vida del mismo Juan XII, obligaton al emperador a entrat una vez mas en la Ciudad Eterna, convocar un sinodo y deponer at papa. 0(6n I dio, en su Ottoniallum, una interpretad6n de la doctrina pontilicia de la protccd6n entcramente opucsta a la que los papas habian defendido. La deposid6n de Juan XII puso de manifiesto la idea otoniana de que la sede romana no era mas que una sede de su Imperio. Los sucesores de Ot6n I, Ot60 II (973-983) y Ot6n III (983-1002), siguieroo la misma politica. Ot6n In sobrepas6 a su predecesor, el primer Ot6n, en su concepci6n del Imperio. Iodicadones de su pensamiento son los thulos que adopt6. Primero fue Imperator Romanonml, despues serI//IS Jesu Cbris!i, '/, por ultimo, seT(JtlS aposto[oru11l. No es de extranllr que el que as! se hacia Ilamar lamara furiosas invectivas contra los papas, acusandoles de haber dilapidado las propiedades que no les pertenedan y que debfan a lit munificenda imperial. Como sus prccleeesores, Ot6n III intervi no en los turbios asuntos de Italia. En su primera expedici6n a la peninsula italiana, el cmperador Reab6 con et poder de Crescencio II, y dio la silla pontifida a su primo Bruno, que se lIam6 Gregorio V (996-999). EI corto ponti6cado del primer papa aleman, enemigo decidido de 1a simonia ~y del nicolafsmo, impidi6 el aVllnce de la reforma ec\esi~stica. En 998 Ot6n II I descendi6 por lercera vez a Iralia, hiro deponer a Juan XVI, el ealabres Juan Filagato, hechuIa de IQS Crescencios, y cre6 . papa, a la muet te de su primo G regorio V, n su antiguo maestro, el famoso 'I sabio abad de Bobbio 'I arzobispo de; Ravena, Gerberto de Aurillllc. Silvestre II (999-1003) experiment6 bien pronto los efeetos de la ideologja de su antiguo discipulo. Como sus prede<:esores, tam bien Silvestre II vino a cono. eer que no eta mh que un cllpelh'in de Ot60 III. Mas de una ve:.: eI empcrador Ie record6 que Ie debia Ia tiara: ell:gillll{s ... ordi}l(wimus et crea· vim us. La estrecha coo~rad6n entre el papada 'I el Imperio bajo Ot6n III no fue una cooperad6n entre iguales. Y no podfa ser de otra manern. La concepci6n oton iana del Imperio no daba eabida, en In mente del emperu· dar ateman, a otra COSII sino a un Justinillllo germanico. - .-"'1Yiuri6 Or6n III a la temprana edad de veintid6s IInos. Un bi:znieto ~e Enrique I e1 Pajarero recibi6 el trona aleman. Enrique II (1002-1024), piadoso 'I devoto a la Iglesia, encarn6 en S1 mismo la idea del protector. Quiza movido por la influencia de Cluny, reform6 de una manera efectiva algunas de las mas famosas instituciones momisticas de Europa; la reforrna fue neompaiiada de vastas eonfiscaciones. Prum, Fulda, Corvey, Reiehenau 'I otros monasterios sintieron la mano reformadonl del cmpc'rador.

II/t rOdllft'lJ II

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~n el non.lbramiemo de obispos, que hada por su propia RUloridad, En-

rtque II slcmprc tuva en cucnta III idoneidad de los nombrndos. Convoeaba sinodos que el mismo presidia, 'I confirmaba, en su calicltld de emperadar cristiano, los privilegios pupates. Las relaciones entre la I glesia 'I d Imperio blljo Enrique II fueron siempre eordiales . Dada 1a permanente situaci6n ca6tica de Iralia, e1 papado no veia can desagrado un protector tan energico como Enrique n. En su primera expedid6n a I talia en l014, el emperador convoc6, de ncuerdo con eI papa Benedicto yIn (1012-1024), un sinodo en R~vena, en donde dcpu~o a los clcrigos que no habian sido ordenados segun los dnones; Hlmblen decret6, tal vcz bajo la influenda de Hugo de Farfa y del abad de Cluny, Oclil6n, que obispos 'I abades tenian que dar cuenta de los bie-nes edesiasticos que habian recibido 'I que habfan perdido. Al mes de la cdebraci6n de este sfnodo, Enrique II, junto con su esposa Cuncgunda, redbi6 la corona imperial de manos del papa Benedicta VIII. Aunque prometi6 ser celoso p:m6n 'I defensor de la Iglesia de Roma, Enrique II no confirm6 el Olioniollllm, 0 privilegio impcri:ll, que 0160 I el Grande habia coneecliclo a Juan XII en 962. La eonfirmaci6n tendr[:l lugal' en 1020, en ocasi6n del viaje del pontHice a Alemania. Hada ya mas de un siglo que los papas no saHan de Tulia cuando ruvo lugar et memorable viaje de Benedicto VIII a Alem~nia. EI vcrdndero motivo'del viaje del pllpa fue el avance griego a traves del sur de h alia, 10 eu:'!1 entranaba un peligro pam los Estudos pontificios. Benedicta VIII no solo pidi6 a Enrique II su protetti6n, sino tambien Ie hizo ver la necesidad de una inlervenci6n irnperiul en los asuntos italianos. En el monllsterio de Fulda cI emperador renov6 el privilegio otonjano, aiiadiendo nuevas dominios 'I permut::mdo oaos. Sin querer descubrir las eausas pOr las cuales el fllmoso privilegio fue confirmlldo en 1020 'I no en 1014," sc insisrira que eI privilegio fue el instrumenlO legal de la sumisi6n de los pnpas a los emperadores_ Prucba de ello es que la validez de las elecciones p:lpaJes dependia del consentimiento imperial. La segunda expedicion de Enrique II a halia IUVO lugllr ell 1021. En este viaje tambieo cl empenldor mostr6 su espirilll reformador. El 1 de agOSlO de 1022 se abri6 eI sfnodo de Paviu bajo la doble presidcncill de Enrique II 'I del papa Benedicto VIII. EI fin del sinodo era poner remedio al nicoillismo imperial en eI none de Italia, donde sacerdotes 'I obispos, lldcm5s de tomar lllujer, dotab:l1l a sus hijos con los bienes eclesi~sticos. Los decretos contra cl nicolafsma 'I sobre !:l propiedad eclesiaslica £ueron aceptados y con6rmados por el emperador, que les dio, adem:is, fuer-La de ley para lodo el Imperio con penns sevcrfsimas . Benedicta VIII ha sido eomparado por sus dOlcs guerreras con cI renRcentista Jutio II. Pero Benedicto no fu e el aIma del movimiento de reforma, que no hubiera existido sin Enrique II. No puede pon~rse en dudu que :-1 emperador siempre fue sincero en su inter~s por la Iglesin, pero Illmbl(~n se ba de rcconoeer que Enrique II obrabn asi mot ivado por algo

RdaciOllcs ~,

~fI/re

Itl Iglesia y el Es/ado

mas que su deseo de dar a la Iglesia el bienestar moral. De hecho, consideraba 8 esti! como un departamento mas del gobierno imperial. Conden6 el nicolafsmo en sacetdotes y prelades no solo porque era contra los canones, sino tambicn porque entraiiaba una disminuci6n del poder episcopal, enraizado en 10 propiedad, en el cual se apoyaba el empcrador en su lucha contra las fuerzas del feuclalislllO. No eran los grandes senores, a quienes IUVO que re!:onocer el principia de heL'encia, los puntales del gobierno imperial, sino los obispos, cuyos dominios, redbidos dt! la corona, no podian ser hechos hereditarios. Los grandes prelados etao consejeros , administradares e, incluso, jdes militares del emperador. Siendo empleados de la c0rona, eran nombrados por est a y, por medio de estos nombramientos, el emperador dominaba a In Iglesia en Alemania. EI m~rito de Benedicto VIII estuvo en dejar que Enrique II interviniera libremente en In administra\ ci6n de los asuntos eclesiasticos con la certeza de que el emperador, aun 1 trabajando por los intereses del Imperio, no abandonaba los de la Iglesia. Si Enrique Il ruvo en cuenta las cualidades morales de las personas qut: nombraba para los obispados, no se ~uede decir 10 mismo de su suce· sor. Conrado II (1024 ·1039),. el pdmt:ro de los emperlldores slllios 0 de Franconia, sigui6 en todo la politica de SlI predecesor siempre que estl1 redundara en beneficia del Imperio. Pero, contrarinmente a Enrique II , Conrado busc6, para su gobierno, el apoyo de los millisteria/es, aunque estos no fueran ingenuos, pAm opnnerlos a la influencia del alto clero. En sus relaciones can la Iglesia , Conrado II se mostr6 hombre sin escrupulos. En los nombramientos de obispos, eI monorco no tenia otro criterio sino 18 capacidad del individuo para dc;sempenar eI cargo secular, no su idoneidad para desempeiiar sus debe res espirituales. Se mostr6 su mamente severo con los prelados cUy:l habilidad en los negocios publicos dejab:l mucho que desear. Ademas, Courado II practicaba abiertnmcnte III simonla. Jus· tamente se ha clicho de este emperador, a q~ien el IIrzobis~o de Mainz titulaba vicarill! Ch risli, que gobemaba con el espiritu de los cesares roo manos. No en vano se llamaba Rex Ramal/orum. , Conrado II fue sucedido POI' Enrique III d Negro (1039-1056). Con el nuevo monard! la nutoridad imperial lleg6 a la cumbre. En su politica religiosa, cI emperador sigui6 a su predecesor Enrique Il con el mismo cdo y con la misma rectilud. EI reinado de Enrique III es eI fin de una ~poca y el principio de otra en e1 Cllm!l0 edesiastico. Mientras deponia a Ires papas, iniciaba, al mismo tiempo, con sus nombramientos papales, un movimienlO que afectarfa pro(undamente a la Iglesia. Enrique III estaba nnimado de un verdadero espiritu cristiano; su picdad era sincera y Hbre de fanlltismo. Su convencimienlO de que Dios Ie habla puesto al frenle de un imperio cri,:;tiano, dett:rmin6 tada su poUlica religiosa. La idoneidad de los clmdidatos era Ja condici6n sine qua non en sus nombramientos episcopales; eI papado no podia ser una excep· ci611. Faltll de idoneidnd y la necesidad de reformar tambien la capllt !ac~rdottlm, Ctlllsaron la deposici6n de tres papas. Pero Enrique III us6

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Ill irodllcci6n

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bien su autoridad dando a la Iglt:sia pontifices de indiscutible capacidad y de irreprochables costumbres. Clemente II (1046- 1047), Damaso 1I (1048), Le6n IX (1049-1054) Y Victol' II (1055·1057) son la gloria de Enrique III y la juslificaci6n de su cesaropapismo. Pero, y eSIO es la ironia, e~os misll:os .pontffices fueron los que, con su politica antiimperial en rp.ateflllS edesI3stJC(lS, deslruyeron la obra de Enrique IU y sus prooect:sores. . Le6n IX, pari~nte del emperador, es eI primero de los papas que Introduce una polfuca contra el Imperio para librar al papado de la tutela secular. Le ayud:1Il en su obra Hildebrando, Federico de Lorena, H ugo el BIa~co, I}umberto de Silva Candida y Bonifacio de Albano, personajes que habta lcaldo del OlrO lado de los Alpes y que representaban eI movimiento r~forma~or de. Lorena. Le6n IX cr 6 cardenales a algunos de t!Uos y les 7 dlO runclOnes Importantes en el Vatlcano, ttansform(lndo asi e1 caracter de la dignidad cardenalicia que hasta entonces no habfa significado mucho. Desde un principio el papa Le6n IX lanz6 un ataque con tra los vicios predominan.te.s en el der~: simonfa y concubinato. Papa periparerico, Loon I X vlaJa pOr d Occldente convocando slnodos y deponiendo a los culpables ,de simonfa y nicolafsmo. En octubre del 1049, el papa convoc6 un s i n~o en ~eims, cuyos. decretos (num. 9) contienen el programa que sus. sucesores.,bOln a .segUlr. Condenan la simonla, el rompimiento del cellbato y la IOIervencI6n laica en las elecciones papnles. A partir de en. tonces, el clero iba a tener voz y voto en los nombramientos de los obispos. Aunque Le6n IX ocupa un pueslo de honor en el movimiento de reforma de la Iglesia, hay que reconocer, sin embargo, que no atac6 In safz de los males eclesiasticos: eI cesaropapismo. Temeroso dd emperador a quitn debra In tiara, Le6n apJic6 a Alemania eJ sis tema italiano 0 refor~a l1:or.al,. mientras que a. Fra!1ci~, donde Enrique III no eierda ninguna jllf1Sdlccl6n, el papa apllc6 el sIstema de Lorena. El que Le6n IX dijera a Enrique III que tenIa que ser elegido can6nicamente por eI clero y el pueblo romano si querill que fuera papa, no quiel'e decir que el pontf(ice pusiera a un lado In tutela imperial. Elecci6n can6nica era enronces e1egir !II que habra sido propuesto 0 designado por d emperador. El pontificado de ~6n IX termin6 en Irag{.-dia. En 1053, el papa, en lueha con los nor. mandos contra la opini6n de Enrique lIT, fue hecho prisioneto, muriendo poco despues de recobrar la liberlad. Durdnte d breve pontificado de Victor 11 la lucha continu6 contra 1a corrupci6n del clero y por la inmunidad de los bienes eclesi.1sticos. Ell s~ politi~a, Victor II estuvo apoyado por Hildebrando, a quien probablemente IH20 cardenll!. Estebun IX (1057·1058), Federico de Lorena abad de Mont('''C!lsino, tuvo un reinado muy breve pOlI'a hacer avanzar'la reo forma. Sin embargo, Sll elecd6n es de sllma importanda. Por primern vez en mucho.s aii?s, un papa habf~ sido elegido sin 13 intervenci6n imperial. ~e han dlsculldo largo y tendldo las verdadeJQs causas que provocaron

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Re1acioner entre la I glesia y el Ellaao

]"lroducci6n

esta d ecci6n. Fuerll por seguir el derecho C8n6n.ico, 0 por las circunstanclas en d sur de Italla, 0 por el deseo, en opini6n de un autor moderno, de los romanos de in tervenir una vez mas en la e1ecci6n papal, de Ia que habfnn side exduidos por la polftiea religiosa de Enrique I II, el easo es

Pedro Damiani, mas moralista que dial&:tico, contcmpon'ineo del audenal de Silvia Candida. Pedro Damiani no erda que d deClO de la simon!a fuera la invalidez de las 6rdenes, y sostenia, contra la opini6n de Humber to, que el obispo simoniaco era verdadero obispo y, por tanto, lambien los sacerdotes ordenados por el. Pedro Damiani representaba la costumbre que se consideraba ortodoxa y que habra sido aceptada por generaciones_ Si se observaban los canones contra la simonfa, que el fus tigaba con todo ardor, no importa la forma que esta tuviera (num. 13), Pedro Damiani no veia peligro alguno en la intervenci6n renl. Por eso aprob6 la conducta de Enrique III en el sinodo de Sutri y reconoci6 al emperador e:I derecho de intervenir en la elecri6n de los obispos, inc1uycndo eI de Roma_ Segun el, no era la costumbre, sino eI abuso de la costumbre, la causa de los males que afliglan a Ja Iglesia. Pero, al mismo tiempo que Pedro Damiani defendla la intervenci6n real en los asuntos cdesiasticos y la necesidad de una estrecha cooperaci6n entre el sacerdocio y la realeza (num . 14), lambicn deda al joven Enrique IV quien de las dos dignidades era superior, las obJigaciones que tenia el rey pllra con la Iglesia y d juicio terrible que esperaba al monarca que gobernaba mal. San Pedro Damiani y eI cardenal Humberto representuban dos tesis totalmeme opuestas. Para eI primero, eI abuso de Ia costumbre ern la causa. .l:ie1 mal; para eI 5~gundo, era la costumbre IDisma. S~guir n Damiani suponia ulla reformn preservando el sta/us quo; seguir a Humberto equivaHa a una revoluci6n, que traerla consigo un nuevo estado de cosas. El papado dccidi6 adoptar la posici6n del cardenal de Silvia C:lndida, provocando con clio el confiicto IDas amargo cntre la Iglesia y eI Estado. EI primer acto de abierta hostilidad fue la legislaci6n de 10.59. A la muerte de Benedicto X (10.58·10.59) , hechura de los condes de Tusculo, subi6 al trono ponti!lcio d arzobispo de Flacencia, Gerardo, que tom6 el nombIe de Nicolas II (1059·1061). En lu primavera de 10.59 convoc6 un coneiHo en Roma, euyo resultado fue el decreta COnlfa Ja investidura laica (num. 11 J. Nicolas II puso la clecci6n del papa en munos de los cardt'llales obispos, cuyo consentimiento, asl como la del resta del dero y del pueblo, hizo necesario para que la c1ecci6n fuern can6nica. Esta regia general fue desarrollada en eI decreta sobre la clecci6n papal (numero 12). Segun el. la elecci6n del pontHice tenia que ser un asunto exclusivo del clero, aunque no de lodo el dero. Solo los cardenales obispos recibieron el dereclio de proponer el candidato a sus colegas de menor rango, mientras que Ja elecci6n se dej6 en manos de todos los cardenales. Los fie1es, resto del c1ero y pueblo cn general , no tuvieron otro papel sino asenlir a In elccci6n hecho por el colegio cardentllicio. En el mismo decreto Nicolas II proclmn6 In universalidad de la Iglesia y reconoci6 cierto derecho al emperador en Ia vflga f6rmu la «salvo d ·honor y reverencia debidos a nuestro amado hijo Enrique ... » Cuando al ano siguiente, en 1600, sc repiti6 de nuevo este decreta sabre la elecci6n papal, la f6rmu la nlencionada fue suprimida. Till vez previendo el borrascoso futuro, Nicolas II no

que Enrique IV fue enteramente ajeno a la elecci6n de Es tehan IX. La regcote, emperatriz Ioes, puesta por H ildebrando anle un hecho consumado, acept6 a1 nuevo papa ex post lacto. Fue durante el pontificado de Esteban IX cuando Humberto de Moyenmoutier, ahara cardena! de Silva candida, expuso sus teorias sobre la naturaleza del papado en sus famasas Librj adverSfls simoniltcQs. Su rigidc:z de pensamiento Ie llev6 a ve(:es a aceptar conclusiones radicales. El cardenal Humberto, preocupado mas con la justicia que con la caridad, no dud6 en sacar de un principio todas las consecuencias 16gicas aunque estas fueran repugnantes a la tradici6n. Era opini6n del cardenal de Silvia Candida que la raiz de todos los males del papado era la simonfa. Segun el, estc pecaclo era de tal naturaleza que invalidaba la consagraci6n episcopal y, en consecuencia, tambien In ordenaci6n sacerdotal. Condenaba el sistema de las iglesias propietarias a causa de la invcstidura Iaica que, despues de toda, era la causa de la sUnorua. Para H umbeno, el rey no tenia ningt1n caIlkter sagrado y, mientras admitfa los derechos y obligaciones reales en la sociedad cristiana, negaba II los reyes, por Otta parte, el derecho que se habran arrogado, 0 mejor cliche, usurpado, para justificar su intervenci6n en la administraci6n y gobiemo de In Iglesia. En la mente del cardenal de Silvia candida, Ja Iglesia era una societas perj«la y, por tanto, tenia todos los 6 rganos necesarios y propios de toda 50cieclad perfecta. No necesitaba Ia Iglesia del poder real para administrar justitia y castigar las transgresiones de sus oficillles, y promuJgar leyes. Los reyes hablan usurpado la fund6n sacramental que ejerdan cuando otorgaban la investid ura. Para Humberto, no jus tiIicaba la investiduIll laiea eI hecho de que los prelados venian a ocupar puestos de impon ancia en la administraci6n civil del Imperio. La intromisi6n de los reyes ha trastocado e1 orden can6nico. Lamenta el cardenal que 10 que tenia que ser 10 Ultimo, era 10 primero (num. 10). Los obispos deben primero ser elcgidos por eI cUro, despues aclamados por el pueblo, y, por uhimo, consagrados por el metropolitano y sus sufraganeos. Pero, ahora, clama e1 cardenal, todo se hace al reves . El laico elige, e1 metropolitano consagra, y eI pueblo y e1 clero, quieran o no, tienen que dar su aprobaci6n. Todo esle proceso es antican6nico. EI ataque frontal contra Ja il:!gerencia real en los asunles eclesiaslicos, se debra a que el cardena! de SilVl'ilC1ndida no admi lJa la tcoria del RexSucerdos. Segun el, no podia constituirse a sl mismo en protector de 1a I glesia, ni Ie asis lra titulo alguno para fun dar nuevas iglesias. Nomhrado protector por los saccrdotes, la protecci6n real se extendfa solameme II. las iglesias ya existentes. , Partiduio tambien de la reforma de la I glesill., pero desde un punta de vista completamente dininto al del cardenal H umberto, fue eI austero

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..."

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Relacione! entre /(1 Iglesia " el Ertado

II/frodllcci oll

subordin6 la electi6n pap:ll a la presencia de los electores en Rama, nj In legitimidad del papa a su pl"esencia f1sica en Ja Ciudad Eterna. 'I •• " EI ·clecreto de tl059 repudi6 In tradici6n de sig105; esto es, la intetvenci6n de los reyes 'en In eleccion papal, clesde Carlomagno hasta los emperadores alemanes, y tambien In partidist3 de In aristocracia romanll. ,No dudando que el decreta ibn a encontrar oposici6n en 1a corte de Enrique 1V de Alemania, 10 cual sucedi6 cuando In ernperatriz Ines se neg6 a recibir al enviado papal, Nicolas II lrat6 de busear ctros prolenores, que clefendietan al papado contra el protector 06cial. En 1059, el papa hizo una alianza, trnlado de Amalfi, COil los normandos. Estos se compromet ieron a respet::u los decretos laternnenses, esto es, Ia independencia del pontffice, y a proteger a la Santa Sede contra la aristocracia romana y contra Enrique IV. Par su parte, Nicolas II reconoci6 las conquistas normandas en el sur de Italia, prometiendo, adem's, la isla de Sicilia si era conquislada. Parece ser que su tentadva de concertar una alianza similar con Francia por media del arzobispo de Reims, no tuvo exilo. Enrique I (1031-1060 ), opuesto a la reforma, se neg6 a cooperar con cl papa cn el sfnodo celebrado en Reims. La e1ecci6n at papado de Anselmo de Luea, Hamado Alejandro II (10611073), fue la primera que tuvO lugar a tenor de la legislacion de su sucesar. La reacci6n de Enrique IV, cuyo consentimiento no se habra pedido, fue la creaci6n de un antipap-J., Honorio II, en la persona de Cadalo, obispo de Parma. EI pontificado de Alejandro II fue una cootinuaci6n del esfuerzo reformador . No solo renov6 los deeretos contra la simonia y el nicoiafsmo, sino que los hi7.0 poner en pmctica. Mienttas sus legados se mostraban activos convocando y presidiendo sinodos, el propio Ale· jandro citaba aRoma prelados sospechosos de simonin, como el arzhispo de Colonia, Ann6n, al que debfa la terminaci6n del cisma, Sigfreda de Mayence y German , de Bllmberga; depuso par simonfaco al obispo de Milan, y a Hugo por haber tornado posesi6n antican6nica de Lt sede de Chartres. Naruralmente, semejante actitud no podia ser del agrado de Enrique IV. ., . . " ... I , A la muertc de Alejandro 11, subi6 al trono pontificio ell bencdictlno Hildebrando, conocido en la historia con el nombre de Gregorio VII (1073-1085). Mares de tiota se han gastado en estudillr la personalidnd de este £amoso papa y el papel que OOlpa tanto en la historia de la Iglesia como en la de Europa. P ara unos, Gregorio VII no him mas que aetua· lizar en el gobierno de la· Iglesia los principios que habra heredado de sus predecesores; para otros, Hildebrando es un verdadero revolucionario. Unos piensan que Ia metn del diseutido pontffice era el dominio de Europa; otros, por el contrario, opinan que Stl prcocupaci6n par la libettad de la Iglesia y su reforrna era sinceta. Todos estan de acuerdo ,en admitir el tremendo decto que su pOntificado tuvO no solo en su tiempo, sino tambi~n en los ,siglos fut uros. 'I. El choque entre el pontifielldo y el Imperio, enlIe G~eg~)[io y Enri-

que, em inevi table. Los principios que Gregorio habra abrazado, y In politica de Endque IV en su lucha con los principcs alemancs, ponfan al papa y al Iey en posiciones total mente irreconciliables. Gregorio VIr estaba absolutamenee convencido de que la Iglesia era una sociedad perfecta y universal, en la cual cada mit.mbro tcnia que desempeiiar una fLlnci6n basada en la justicia. Todos los fietes, incluyendo los reyes, estaban obligados a seguir las leyes de 13 Iglesia, pues ast 10 exigia 1a societas christialla. La fuenee de estos prindpios era 1a doetrina del primado de In 19lesia en vinud de los poderes dudos a san Pedro. Et papa, vicario del ap6stol, era el unico que podia pL"OJOuigar leyes que obligllban a todos sin excepci6n, porque todos fueron confiados al cuidado de san Pedro . Los famosos dictatus pdpit' (num. 15 ) son Is. expresi6n de estos principios y de sus consecuencias. La universalidad de la Iglesia da el mismo cadcter al papa; los legados papales tienen la misma autoridad que el papa y, por tanto, deben set obedecidos como si Cueran la persona del propio pon ti· lice; la corte papal es el tribunal supremo, al cual todos los fieles pueden apelar pero del cual nadie puede apelar; como supremo jucz, el papa pucde deponer emperadores y reyes y librar a los subditos del juramenta de fide· lidad ; el, papa es ellegislador supremo y, en consecuend:l, sus leyes atan y desatan a todos en todas las partes de la cristiandad. Por 10 mismo, el es el unito que puede modifica r esas leyes. - Por su parte, Enrique I V, igua l que sus predeeesores, crda en In teorfa de que el emperador era rex ef sdcerdos y, por tanto, itnpuesto por el mismo Dios como cabcza de la Iglesia. I-Iasta el advenimiento de Gregorio VII, cl sistema de mutua y voluntada cooperaci6n entre la IglesLl y el Estado habfa sido aceptaclo por lodos. Era precisamente esa cooperad6n eI fundamento del resurgimiento de Alemania y del dominio que sabre ella ten ian los emperllclores salios. Habran sido los obispos y OIros prelados en los cuaIes, como servidores de la corona, se habian apoyado los emperudores en su lueha can los principes alemanes, cuyo obietivo era hacer del emperador una figura decorativa dd I mperio, mienlras ellos se apoele. raban del poder efectivo. La doctrina de Gregorio VII significaba Ia destrucd6n de la obrn de los cmperadores, que trabajaban para hacer de Alemania una monarquia unidn bajo el gobierno de hecho de los emperadores . Par eso no podia esperarse que Enrique 1V renunciara si n Iucha a su derecho tradicional de dar la investidura laica II los prelados. Era evidente que In doctrina de la suprernada romana, aplicada can IOdas sus consecuencias, tenia que ser rcsistida por los emperadores. EI conllklO no podia cvitafsc no solo por 10 opuesto del campo doctrina l, sino tambien por la diversidad de In personalidlld de los que 10 iniciaron. Gregorio V II y Enrique IV er:Hl de tal cadcter, que no d3bnn Iugar II un compromiso 0 u unit quercUa sin odio . La disputa cornenz6 con e1 caso de la iglesia de Milan. Dos candidatos fueron presentados pa ra ocupnr 1a sede vacante, el UIlO apoyado por el papa Alejandro 11, y el olro par el rey Enrique IV . Cuando Gregorio VII

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RelacioJlcs entre fa Iglesia y et Estado

Introducci611

subi6 d . solio pontilicio, la cuesti6n de la iglesia de Milan todavia estaba pendientej ademas, Gregorio VII no ignoraba que Enrique IV habia sido amonestado por Alejandro II por sus practicas simoniacas. No obstante, Gregorio VII se mostro, al principia de su pontiJicado, indulgente con el rey ..En carta al duque Rodolfo de Suabia (num. 16), el papa declaraba que estaba obligado al rey, entre mras razones, por la memoria del rey Enrique III y, en especial, porque Enrique IV habia sido la elecci6n del papa para e1 trono de Alemania . Gregorio VII expresaba al duque el ideal de que la Iglesia y el Imperio debfan trabajar juntos en completa armonia. Par su parte, Enrique I V rambien tenia motivo de que·ja. Hildebrando habia sido elegido papa sin que la cone alemana hubiera intervenido para nada en la elecdon. Cuando el rey tomo personalmente las riendas del gobierno, su poder no estaba cimentado en una base salida. E I gobierno de la regenda de la emperatriz Ines, durante la minoria de Enrique IV, habfa debilitado el poder imperial, permitiendo que los magnates, ecleshts. ticos y laicos, se aprovecharan, para sus fines personales, de los recursos de la monarqufll. La situacion poIrtiea en Alemania no era favorable a Enrique IV cuando Gregorio VII subia al trono pontificio. La energica actuacion de Enrique IV para recobrar los derechos de la corona, provoco In rebelion de Sajonia, en 1073. EI rey no tuvo mas remedio que buscar un aco· modo con Gregorio VII. En su carta al papa (num . 17), despues de manifestar su creencia en la cooperacion pacifica entre la Iglesia y el Estado, y la necesidad que existia para que esa coaperacion fuera alga mas que pura teoria, Enrique IV. se reconoda culpable de simonla, pero trataba de justi6carse hacienda responsables de ella a su juventud y a sus consejeros. Terminaba prometiendo seguir los consejos del papa en todo, incluyendo el asunto de la iglesia de Milan. Los mismos sentimientos respiraba la carta que Gregorio VII escribio al rey (num. 23). Agradeda Gregorio los buenos sentimientos y deseos de Enrique IV, pero tambien Ie recordaba que no habia cumplido sus promesas tocante a la cuesti6n de Milan. Tambien hada saber al tey que habfa citado aRoma a1 arzobispo de Mainz y a los obispos de Bamberga, Estrasburgo y Espira. No se puede dudar de que par este tiempo Gregorio VII deseaba llegar a un acuerdo pad6co con el rey de Alemania . Esto se desprende de su carta a la emperatriz Ines (num. 20), en Ia que Ie agradecia sus esfuerzos por la paz y mostraba su contento porque Enrique, que habra sido excomulgado por Alejandro II, habfa sido de nuevo recibido en Ia comuni6n de la Iglesia. T ambien el propio Enrique deseaba un compromiso aunque por diverso motivo. La vietoria de Enrique IV sobre los sajones vino a cambiar la situacion . Ahora el rey decidi6 resistir a Gregorio VII. Desobedecio abicrtamente el decreto del papa de febrero de 1075 prohibiendo Ia investidura laica, y, queriendo emular a su padre, Enrique I V trat6 de solucionar la cuestion de Milan eliminando la candidatura de los rivales y nombrondo un tercero, pero este no pudo tamar posesion de la sede por la 1oposieion de los patarilli, los cualcs presentaron otro cnndidato con el

consentimiento del papa. EI ejemplo del rey habra contagiado a otros en Alemania. En carta a los duques de Suabia y de Carintia (num. 24), Gregorio VII se quejaba de la desvergonzada simonin que se practicaba en todo el reino aleman. El papa recordnba a los duques los dnones de la Iglesia sobre In materia, y urgia a los dos nobles a castigar a los culpables de simonia y nicolafsmo. A Enrique el papa Ie record6 que ram bien los reyes estaban obligados por las leyes edesiasticas y que podia perder e1 trona, a 10 cua1 contesto el rey convocando, el 27 de cnero de 1076, el sinodo de Worms donde, en su caUdad de patricio de los romanos, depuso a Gregorio VII y Ie acuso, entre otras cosas, de usurpadon y de haber abusado de la autoridad papal. Por su parte, Gregorio VII privo a. Enrique de su autoridad real, Ianzo contra e.l el anatema y libr6 a sus subditos del juramenta de .6delidad en el sfnodo que celebro en Roma en la Cuaresrna de 1076 (num. 28). Enrique IV trato de justi6carse ante los obispos alemanes mientras que, al mismo tiempo, enviaba una carta (num. 29) a Gregorio VII defendiendo el origen divino de la realeza y negandose a reconacer a Gregorio, al que llam6 falso monje, como legftimo papa. Despues de lanzar contra el pontifice terribles acusaciones, Enrique IV de Alemania urgla al papa a descender del trona pontificio. La confusion pol.itica en Alemania siguio a In excomunion del rey. Aunque, algunos obispos alemanes participaron en la nsamblea de Mainz clonde Enrique hizo excomulgar al papa, el rey, sin embargo, no pudo impedir que algunos prelados y magnates Ie retiraran su obediencia, ni la formadon de una alianza entre el papa y todos los descontentos de Alemania, en particular los sajones . Ante esto, Enrique viose obligado a ateptnr las decisiones de la dieta de Tribur (octubre, 1076), segun las tualcs Enrique tenia que set absuelto de la excomuni6n en el termino de tuatro meses; mientras tanto, tenfa que obedecer en todo la sentencia de Gregorio y retirarse a Ia vida privada. EI papa fue invitado a pasar los Alpes y venir a Augsburgo para tomar parte en una asamblea donde se discutirfa Ia disputa entre Gregorio y Enrique. Pensando que corria menos riesgo si trataba directamente con ei papa, el 25 enero de 1077 Enrique IV, vestido de penitente y sin ninguna insignia real, se present6 en el castillo de Canossa . Gregorio Ie dio la absoluci6n pero no Ie restaur6 en el poder real. En el juramenta que presto (num . 30), Enrique IV prometio eliminar las causas de descontento entre el y la oposicion en e1 reino, y seguir eI consejo papal; tambien garantiz6 a Gregorio VII la proteccion real en su viaje a tietras alemanas. Canossa fue una astuta maniobra politica de Enrique I V y un jus to precio que el rey aleman hubiera pagado con gusto par su aparente humilIacion, si sus planes hubieran salidO' bien. Pero, aunque algunos obispos y nobles dieron de nuevo su apoyo al rey, Enrique IV no pudo destruir la alianza entre el papa y sus enemigos. De hecho, muchos principes consideraron eI viaje a Canossa como contrario a las decisiones de Ia dicta de Tribur, numentando, en vez de disminuir, sus sospechas contra

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I ..f..

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Re/aciOlles entre la .Iglesia y el Estado

I nlrodllcci6n

el , rey. En consecuencia de ello, los descontentos se reunieron en Forch· hdm, y elU de marzo de 1077 dieron la corona de Alemania a Felipe de Suabia. Ya antes, en septiembre de 1076, Gregorio VII habia escrito a los prfncipes aJernanes invitandoles a elegir un nuevo rey (num.·. 31). En su llamamiemo, eI papa pide a los principes que examinen detenidarnente las causas de la excomuni6n y deposici6n del rey; deben ser bondadosos con el, dice.el papa, pero, ~on firrneza,. deben obligar al rey a despedir a sus plalos minislros, los cuales tienep en cuenta, no los de la I glesia, sino sus peopios intereses. Si Enrique, mostrara pertinacia en sus crfmenes, deben ' preceder a otra elecd6n real, pues asf 10 demanda la seguridad de la Iglesia y del Imperio. Forctthdm fue la respuesta de los prfncipes . Alemania estaba dividida en; dos campos. " La elecci6n de Felipe de Suabia no supuso la inmediatn conlirmaci6n papal. De hecho, parece ser que Ja acci6n de los prfncipes sorprendi6 algo al pontlfice. Cuando' Gregorio VII rtxonoci6 a Rodolfo de Suabia como legftimo rey, ya hada tres anos que Alemania estilba sumida en una cruel gue rr~ civil.. Al reconocim iento de Rodolfo sigui6 la segunda exco· muni6n de Enrique IV (num. '35). La acci6n papale no fue bien recibida en Alemania y, por consiguiente, no tuvO los frut os que esperaba de ella Gregorio VII. Aunque proclam6 que el no habf3 tenido parte ni en la elecci6n del r<;y oj en el estallido de la guerra civil , G regorio VII fue hecho tam bien rc:spomablc: de la caubt rofe . Aille las acuslKiones, d papa viose obligado II justi6car su conducta . En .c3rta al obispo de Metz (numeIO 38), Gregorio VII expuso los principios en que bas6 su conducta. Apo· yandose en Jas ideas del cardenal Humberto, e1 papa deliende la suprema· da roman3 can la superioridad del poder eciesilisrico sobre el civil; este tiene que estar suboidinado al primero. Aunque eI ICy podia ser depllesto par el papa, Gregorio dio a entend$=I que 1a autoridad re31 no procedi3 de este y que los prfncipes .eran los unico~ que podian elegir al rey. Por otIa parte, el argumento hist6rico no parece muy convincente, ni las condusiones que saca, se de~prenden con 16gica evidente de los casos que aduce. En ... verdad, la doctrina de que la suprema . autoridad edesiastica puede deponer al rey 0 al emperador, no Sf encuentr3 en los casos hist6ricos que I' • Gregorio VII expone. La silUaci6n polhica en Alemapia empeor6 cuando Rodolfo de Suabia cay6 en eI campo de patalla, ni la ~ejor6 la elecci6n de German de Luxem· burgo. Mientras eI nuevo duque de Suabia, Federico de Hohenstaufen, combalia al nuevo rival de Enrique I V, este pasaba los Alpes y se presentaba 3 las puertas de Roma, acompaiiado del antipapa Clemente III, al lque querfa instal;u en la Ciqdad Eterna " Como previendo 10 que iba a suceder, Gregorio VII habfa negociado una alianza con los normandos en 11080 (nums.136)7). Cuan precariiJ fuera esta, el mismo papa parece indicario al nhaa de Mo·ntecasino. Pide a D~siderio que mueva a Roberto Guiscardo 0. enviar.. 'algunns IfOpas. a territorios de In I glesia , Qunque sea en"Ia Cuaresma, tiempo en que, ' al parecer, los normandos tenfan por

costumbre no luchar. Gregorio mostraha al abad Sli ansiedad por los rumo· res que corrian segun los cuales se habia concertado un tratado entre Enrique y Ricardo, condici6n del cual era un matrimonio entre un hijo del rey y una hija del duque. Gregorio VII pide a Desiderio que averigue ' la verdad y se ]a comunique (nums . 40-41). Cu"ndo Heg6 la hora, Gregorio VII, de nuevo excomulgado y depuesto por Enrique y los obispos que Ie seguian, invoc6 la ayuda de los normandos, pefO Roberto Gllis· carda Ueg6 tarde. EI P:lP,l, para esc
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Relaciones

elltre

lo Iglesia y cl Estado

mu~rte del rey y de Lanfraneo, Ia Iglesia de Inglaterra estaba animada del espfritu gregoriano. Con In suhida 31 trono de Guillermo II el Raja (10871100), las reladones entre Inglatcma y 1a Santa Sede iban a ser tormentosas. Despues de mantener vacante In sede de Canterbury durante cuatro aiios, Guillermo nombr6, al 6n, arzobispo a1 famoso Anselmo (10931109), abad de Bee. El conflicto evitado en e1 reinado anterior, estllli6 ahara en seguida. La rapacidad del nuevo monncen y el precedente del reinado de su padre, dieron fuerzas y armas a Guillermo II para desauar al arzobispo Anselmo y a la iglesia de Roma. El rey trat6 de seguir en todo 13 polltica religiosa del Conquistador, pew, dado el cacaeter y las costumbres de Guillermo II, un acomodo 0 compromiso con el pontificado erA del todo imposible. EI accidente que, en 1100, priv6 de la vida a Guillermo II, dio el lrono de Inglaterra a su hermano Enrique I (1100·1135). Enrique I , de espiritu mas conciliador, se esform en mantener intacta la poHtica de su padre, pero usando medios distintos a. los de su hermano. Uno de sus primeros actos fue llamar del destieror a san An· selma. Pero el conJlicto no tard6 en renovarse a pesa r de 18 buena disposid6n del rey. Mientras que, por un lado, Enrique I prometia completa libettad a la Iglesia y respetae las vacantes, por otro, pedia a san Anselmo que consintiera en recibir la sede de Canterbury de sus manos y que Ie rindiera por ella homen:lje. Naturalmente, e1 arzobispo se neg6 a cumplir los deseos del rey. Lo que Enrique I querfa manlenet, la investidura Iaica, era precisamente 10 que Ia Iglesia q uerfa hacer desaparecer. Durante sus anos de destierro, san Anselmo se habfa compenetrado de la doctrina gregoriana, y ahora era el campe6n de los derechos eclesiasticos en IngIaterra. Era naturnl que It:chazara la propuesta del rey. Por olra parte, la organizaci6n que Guillermo I dio a Ingla terra, e.'>.ig[n In cooperllci6n econ6mica y militsr de los magnates edesiasticos; sin ella el rey diflcilmente podrfa conservar Ja unidad del reino. De aqui la necesidad de un acuerdo entre e1 rey y e1 arzobispo. En agosto de 1107, Enrique I y san Anselmo tirmaron el Uamado concordato de Londrcs, r r el cual el candidato recibiria los s1mbolos de su autoridad espiritua , eI baculo y el anillo, de manos de la Iglesia, mientras que el rey dada las temporalidades, por las cuales e1 candidato tenfa que prestar juramenta de ' fidelidad al monarca . En general, e1 concordato de Londres fue una victoria para Enrique I. EI rey ohtuvo el derecho de pres~ntaci6n a las sedes vacantes, y msntuvo intacto el principio feudal tacante al pago poT las temporalidades; la Iglesia obmvo para sf eI derecha de nombramiento a las sedes vacantes . E I conCOI~ dato de Londres de 11 07 iba a ser la base del concordato de Worms 0 Pacttlm Ca/ixl jrmm , firmado, en 1122, entre el papa Calixto II y eI emperadot Enrique V. En Francia, Gregorio VII tuvO que enfce.ntllrse con Felipe I (106011 08). En su carta al obispo de Chalon-sur-Sa6ne (mlm . 18 ), el papa aeusa

Inlrodllccioll

.J

al rey de Francia de desvergonzada simonia; amenaza a Felipe con las penas can6nicas si no cumple sus promesas de permitir una elecci6n segUn los canones en el caso de la iglesia de Micon. A Guillermo de Poitou (num . 22) Ie urge eI papa a que, en uni6n con otros magnates, amoneste al rey para que cese en sus latrocinios y crimenes, y Ie obliguen a cambiar de conducta; Gregorio manifiesta estar dispuesto a lanztlr el anatema contra Felipe y contra todos los que rindieran los honores debidos a la realeza. Una consecuencia de In teOrla gregoriana de Ia supremada ecleshistica, es la insistencia de Gregorio de hacer resperar, cuando era posible, los derechos feudales de la Iglesia. Los ejemplos que hemos seleccionado son bien elocuenles. A Swen de Dinamatca Ie recuerda que el reino Ie ha sido donado (num. 26); a Salom6n de H ungria Ie reprcnde por haber prestado juramento de fidelidad al rey de Alemania, cuando bien sabia que el rey ESleban habla puesto el reino de Hungrla bajo la jurisdicci6n de la Iglesia de Roma (num. 21); en 1075, Gregorio consinti6 en poner el reino de Rusia bajo la protecci6n de san Pedro para entregarlo desputs at hijo de los reyes como una concesi6n del ap6stol, siempre que eI principe tuviera el consentimiento rei (num. 27). Esp~na lambicn fue objelo de las atcnciones de Gregorio VII. Es materia' de discusi6n si el papa consideraba a Espana como feudo de la Sanla'Sede. Si se lienen en cuenla los princiPlos gregorianos, habra que concluir que Espana no podia ser una excepci6n, aunque haya escrilorcs que piensen que los testimonios aducidos no son conduyentes . Por otro lado, es diHcil dar una interpretacion diferente al testimonio explfcito del papa que contiene la carta de Gregorio a los reyes de Espaiia del 28 de junio de 1077 (flum. 32). Si no es 1a soberanfa feudal 10 que Gregorio reclamab
Re/ocioncs e/l/re -/a Iglesill y el Estado

I ntrodllceion

pot e1 ,trata que habia'. dado ai , Jegado apost6lico. Si Alfonso no daba satisfaccion, Gregorio . N Il Ie hacia saber que estaba dispuesro a ir a Castilla · a castigarle en persona . . Meses mas tarde, ya en 1081,' Gi:egorio VII trata de justificar su conducta en otras partes, y se queja al rey de que haya dado oidos a fa lsedadefj de nuevo reprende, aunque suave· mente, al rey de Cas tilla par haber tolerado, una vez mas, el tito mozarabe. ,Despues de remitirle lOll, legado papal para otros asuntos, el papa termina su carta prohibiendo a Alfonso tenet en su gobierno servidores judfos, pues poner -a los cristianos ba jo la jurisdiction de los judios cra exaltar a la sinagoga y oprimir a la Iglesia de CriSto (num. 39). Tambh~n se mostro firrne can Sancho I de Arag6n. A la petici6n del rey aragones de que consintiera en la elecci6n de uno de los dos candidatos reales, G regorio VII se nego, alegando que, aungue estuvieran adorn ados de buenas cua!idades, eran hijos de concubinas, y que, por tan to, no podia ohtar contra los canones (num. 25) . La muerte de Gregorio VII no significo la victoria de Enrique IV. Tanto Vfetor III (1086-1087) como Urbano II (1088-1099) siguieron los pasos de Gregorio VII y renovaron la excomunion del emperador. Este, conventido del derecho qu~ Ie · asistfa, continuo el conflicto con Ia misma tenacidad, decididoa no aceptar ningun acuerdo. Sus victorias en el norte. de halia , fueron anuladas :por resistenda de Ia condesa Matilde de Toscana, que oblig6 a EnriqU!r IV a tetirarse. La situacion en Alema· nia no era' mejor,. La oposicion, que . nunca habfa sido totalmenle destruida, comenzo a levantarse de nuevo. rl nc!uso Conrado, a quien Enrique IV habia declarado su suceSOr en 1087, se .unio a los enemigos de su padre. Enrique IV muri6 en Lieja -sienJo sucedido por su hijo Enrique V ( 11 06·1125). El nuevo emperador-, que se habra levanrado contra su padre dos anos antes de subir al trono, no' pensaba ahandonar In polftica religiosa de su predecesor. P ew, por .otro lado, deseaba poner firi a la con(ienda entre Ia Iglesia y eI Imperio. En 1111, Enrique Ventra en Roma, se hizo corona r emperadot y obligo aI 'papa P ascual II (I099-1118) a negociar un acuerdo, diffeil de llevarlo a cabo par las opuestas posiciones de ambos. Por un Iado, Enrique V no estaba dispueslo a ceder e1 -dcrecho de' Dambrar obispos porque estes' eran tambjen senores feudalesj el papa, par otro, tampoco se mostraba dispuesto a reconocer a los emperadores ese mismo derecho, alegando que los obispos eran ministros de Dios, y" tenian una autoridad que era espiritual, la eual ningun senor temporal podia dar. Ante ]a imposibilidad de un arreglo, Pascual II propuso al emperador Ja mas simple y cuerda de las soluciones: ci papodo renunciarfa a todils las temporalidades. EI 9 de fehrero de 1111, Pascua l II reo nuncio, por el tratado de Sutci, a la regalfa (num . 42). La Iglesia dcvolvfll a la corona las ticrras y toda clase de, jurisdiccion que hubiera recibido con eUas. Asf, los obispo!;, libres de todo deber secular. dedicarfon sus vidos a In curn de almas ; sus ingresos no seefan otros sino los diezmos y Ins donaciones de los fi des. EI emperador, par su parte, renunciaba a la

investidura, dejaba de cxigir a los prelados el ju ramento de fidelid
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Re/adones entre fa 19les;a y el EUQJo

norte de halia, el e1egido recibida In regalia seis meses despues de consagraci6n. ,

Introdllcci6n Sll

El famasa acuerdo de Wo~ms no fue una paz definitiva, sino un com· promiso. De hecha, el concordato de Worms contenla concesiones totalmeme contrarias a la doctriO:l gregoriana. En cuaDto locaba a Alemania, la autoridad del emperador no fue disminuida. Por el CQntrario, el Ca!ixti· Iturn dio a Enrique V praclicamente el derecho del veto en las e1ecciones de prelados alemnnes, pues no hay duda de que eI em~rador c=staba dispuesto a aceptne solo el candida to que fuera de su agrnda, infiuenciando aSI 1a elecci6n, robando de t~ta manera a las elecciones la liberlar que habla garantizado. E1 coneGedalO de .."vorms no satisfizo a nadie. Algunos en Alemania pensaban que el emperador habia cone«lido demasiado cont ra los imereses alemanes. Puesto que el acuerdo no fue 6nal, la controversia de las in· vestiduras iba a continuar por unos anos mas. A 111 muerte de Honorio II (1124-1130 ) estallo el cisma en Roma, causado par la rivalidad entre las poderosas familias romanas de los Pierleoni y los Frangipani. La elecd6n de Inocencio n (1DO-1143), candidato de los Frangipani, provoc6 la eleccion del anti papa Anacleto II (Pierleoni). I nocencio II fu e expulsado de Roma. Ell matzo de 1131, el destetrado pondfice llam6 en su ayuda al emperador Lorado III (1l2,;s1137), al que se Ie habra prometido la corolla imperial 5i Ie ayudaba a una entrevista con d papa, en Lieja, expulsar de Roma al antipapa. Lotario III exigi6, en pago del socorro imperial, la devolucion por Inocencio II de la inve~tidu ra «que la Iglesia romana habia arrebatado a su predeceson.>. Es deeir, Lotario pedra una vuelta al status q:IO de IIntes del concordato de Worms, la investidunl per awwftwi el baculum. La intervenci6n de San Bernardo detuvo a Latario par el momento, pero el emperador volvi6 II. pedir la investidura en junio de 1133. En eSla oCl1si6n, In inlluencia del arzobispo de Magdeburgo, Norberta, evilo un rompimiento entre emperador y papa . No obstante, Inocencio II tuvo que acceder, par 10 menos en parte, a los deseos de Lotado III. Lo que cl papa concedi6 al empcrador en este acuerdo, tornado inmediatamen te despues de In co- . ronaci6n imperial, fue In imperalQl'iac dignilalis pleniftllio y la confirmacion de «las costumbres canonicas». La ambigtiedud de estas frases y de todo el documento en general, muestra que Rama eSlaba decidida a no ceder en la cuesli6n de las investiduras . Despues del acuerdo entre Lotario III e Inocencio II, la investidura per atmulmn et baC1llum ces6 de set motivo de discusion, pero oi el concordato de Worms ni el de Roma de 1133 resolvieron la cuesti6n de las relaciones y su naturaleza entre la Iglesia y e1 Estado, imperitjfJ/sl1cerdotium. La contienda iba a continuar, pero ahara el conflicto iba a tener un cadeter distinto y se librarfa con armas de otra natunleza. El descubrimiento y enseiianza del derecho romano dieton un nuevo tono al confiiclo entre el imperio y el pon tificado. El poder laico encon·

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en cl Corpus Iuris Civilis de Justiniano, una tcoria del poder suo premo legislativo del emperador y de la autoridacl imperial totalmcntc secular, completamente desnuda de todo ingrediente papal (num. 45). EI estuwo sistemdtico del derecho romano clio a reyes y empcradores nuevas armas can que combatir las teod as de la $Oberan ia papal. Para el ponti6cado, el derecho romano fue un estimulo para el estud~o del derecho canonico. EI Decretum de Graciano fue la expresi6n maXIma del es£ue •.lo de los canorusla y, al mismo tiempo, la cantera en la cual los papas del perfodo siguiente, la mayoria eminentes juristas, encon. trar~n In justificaci6n de sus teodas de la supremnda pontificia, y los medlOs para defenderlas. .. En la fase de 1a contienda en tre el Imperio y la I glesia correspon · diente al siglo XII , la meta del pon tificado fue practicamente Ia misma; la libertad e independencia del papado. En el perfodo pasado, la investidura secular fue el principal media a disposici6n de los empcradores para poner a b Iglesia bajo su dominio. Eliminada la investidura por el can· cordato de W orms, los emperadores ponddan sus esfuerzos en dominar la peninsula italiana y la isla de Sicilia. Dada la nocion te6rica del Imperio, la Ilutoridad imperial tenia que ser efectiva tambien en Roma. EI peligro que amenazaba al papado era evidente. A los esquemas imperiaIes, respondieron los papas, desde el punta de vista juridico y te6rico, que el pondfice era Ia fuente de la autoridad que el emperador pudiera tener cn Roma . Este principio, prenado de graves consecuencias, hada del emperador practicamente un vasallo del papa. En el nspecto concreto, los papas obstruyeron las empresas imperiales en I ulia ayudando a las ciudades italianas y apoyando sus rebeliones contra los emperadores. El primero en valerse del derecho romano para justificar y defender el nuevo imperialismo, fue el energico Federico 1 Barbarroja (1152-1190), sucesor del debil Conrado III lI32-lIn). Federico subi6 al trono determinado a re5ueit ar cl imperio de COnsttllltino, de J ustiniano y de Carlomagna. Naturalmeme, sus planes tenian que chocar con los papas, no menos determinados a no permitr que el papado pasase de nuevo a ser una mcra dcpendencia de un imperio fuene. Vnll vuclta ;l la situad6n pre-gregoriana era imposible. Poe otra parte, el cmperador tampoco es taba dispuesto a hacer el papel de 5U antecesor Lotario III. La animosidad entre Federico y el papa lIeg6 a su cenit en 1157, en la Dicta de Besancon. En una carta (num. 46) II Federico I, que el cardenal Rolando Bandinelli leyo en presencia de la dieta, el papa Adriano IV ( 1154-1159) deeIar6 que el emperlldor habia recibido de 1a Iglesia la corona imperial; aiilldi6 que estahll dispuestO a otorgarle m
Reiaci()nes elltre la Iglesia y d ESlado

Illiroducci611

parei:e claro que ni Adriano IV oi sus consejeros, lodes elias bien cono. cedores del derecho feudal, podian ignorar el significado de la palabra bme/iciUfll y rome iba a sec recibida. La explicaci6n que Adriano dio apdando a la 610ipgia (num. 48). no cOllvenci6 a nadie, ni entonees oi ahora; incluso los ohispos alemanes apoyaron al emperador. Si Adriano IV quiso proclamar vagamente. la supremacia ponti6cia sabre el troperador, pronto descubri6 que Federico I no eta Lotarie III. La vioJencia contra d cardeoa! Bandinel1i (flum. 47) es prueha de 18 magnitud del insuho. La dieta de Roncaglia (1158) fue tambieo motivo de fricci6n entre Federico I y Adriano IV. EJ emperadof, apoyado por los juristas boloi'ieses, proclam6, ~ll Ia Consli!utio de regalibus, su autoridad sobre territorios papales, imponiendoles impuestos y demandando de los obispos de Italia el homenllje de vasallaj~, todo ella contrario a las dausuias del concordato de Worms. Ei papa protest6 y, como era natural, rehus6 someter a arbitraje los derechos pontificios e imperiales segun habra propues to Federico 1. A las maniobras del emperador con los enemigos del papa en Roma, Adriano comest6 con la Jiga ent re Milan, Plasencia y Brescia, ~i u­ dades que sc compromttieron a no firmar una paz separada con Federico. Sucedi6 a Adriano IV en el solio pontificio su canciller Rolando Sandinelli, mas conocido por el nombre de Alejandro III (11.59-1181). El nuevo papa, gran canonista y no menos esradista, no podia ser del agrado del emperador. Bandinelli habia ~ido el alma de I!I politico. anti imperialista de Adriano IV y habra aconsejado, como contrapeso contra las ambiciones de Federico I, el pacto entre .el papa y el rey de Sicilia, Guillermo. No es de extranar, pues, que su elecci6n provocara el dsma. Aprovechandose de In vilguedad del decretO de 1059 de Nicolas II sobre las elecdones pnpales, Federico I apoy6 la elecci6n deJ cardenal Oclaviano, que se hilO e1egir papa. al amparo de un tumulto, tomando el nombre de Victor I V. EI emperador reconoci6 oficialmenl,e al antipapa inmediatamente despues del sinodo de Pavia, mientras que Inglaterra y Francia reconocieron a Alejandro III en eI concilio de Tolosa, ejempJo seguido, ues anos mas tarde, por Espana, liscoria, Irlanda y Hungrfa. Aunque Federico I oblig6 a Alejandro III a vivir en e1 Jestierro, III disputa enue Barbarroja y el pApa COnlinu6. En su luclla contra el emperador, Alejandro III cOnlaba con el apoyo de la liga de Lombardfa de Ins ciudades lombardas, enemigas acerrimas de Federico I. En 1176, Ia Liga infligi6 al emperador la derrolll de Legnano, obliganJo a Federico a negociar Ia paz con las ciudlldes lombardns y con Alejandro I II . Elide agosto de 1177, se proclam6 In paz de Venecia (num. 49) . En ella Federico reconoci6 n Alejandro III j e1 papa dio una abadfa al ant ipapa Calixto, cuya procecci6n Ie habfa retirado el emperador; se devolvieron mut),Hlinente las posesiones tomadas y . se prometieron ayuda mutua para la preservaci6n del honor de In Santa I glesia y del.Imperio ; tambieo e1 tratado ,on· tenfa una tregua de quince anos con el rey de Sicilia, y olra de seis anos

con las ciudades lomhardas. EStll tregun fue p:lZ definitiva en 1182, paz de Consmnza, mientras que con Sicilia Federico negoci6 eI matrimonio de su hijo Enrique VI con Constanza, hija de Rogerio II y heredera de Guillermo II de Sicilia. Esta alianza matrimonial, favorecida 0 no par Roma, iba a tener fatales consecuencias en el futuro. Convencido el emperador de que nada podia conseguir en la peninsula italiana, concenlr6 sus esfuerzos en eI reino de Sicilia, que pasaba a sec la nuevu urena ell la contienda entre la Iglesia y el Imperio. A pesar de la paz de Venetia, Alejandro no pudo enlrae en Roma hasta el 12 de mar..:o de 1178. Al ana siguiente convocaba eI cancilio III de Lemin. En cl Alejandro III promulg6 el decreto Lice! de evilttnda, que clarifi.Cilba y enmendaba el decreto de Nicolas 11 sobre Ia elecci6n papal. SegUn el dec-retO alejllndrino, todos los cardenales lenlan que participar en el c6nclave, siendo degido papa ei candidato que reuniera las dos tercerns pa rtes. La finalidnd del decreto era evitar fmums cismas previniendo que la decci6n {ucta disputada. Durante eI ponlificado de Alejandro I II , el confiicto entrc In Iglesia y el Estado no se limit6 al confrontnmicn to con Federico I Barbarroja. Inglaterra! era otto escenario de la vieja contienda. Ocupaba d trono Ingles el capaz Enrique II (11.54-1189). Durante d reinado de su antecesar, el debit Esteban de Blois 135-1154}, la Iglesia de Inglaterra goz6 de una libertad inusitada. EI rey perdi6 paulatinameme toda influencia can ella. Cuando quiso afirma r su autoridad, esta1l6 e1 desacuerdo con e1 papa. El pontifice decret6 el entredicho cuando el rey prohibi6 a Teobaldo de Canterbury asistir 11.1 concilio de Reims y confisc6 las propiedades del ai.l:obispndo. Al subir al Irono de Inglal"erra, Enrique II Plantagenet, decidido a hacer sentir III 3utocidad real, encontr6 excesivos los privilegios de que gozaba la Iglesia, en particular In inmunidad que tenlan los derigos cu lpables de cdmencs graves. El tey se propuso excluir del reino la autoridlld papal y levantar Ja barrera de Guillermo I. Progresivamcnte comCIlz6 a intervenir en las eiecciones, a presen tar sus propios canJiclatos y a exigir el homenaje antes de b consagraci6n. Pensando que podra ser juguele de su politi",.!, Enrique II dio el ar..:obispado de Canterbury n su favorito Tomas Becket. EI nuevo nrzobispo rcsuit6 10 contratio de 10 que esperllba el rcy. Becket neg6 a los tribunalcs rcales jurisd icci6n sobre los clcrigos criminales, y vindic6, por Olro lado, los ttibunales ecle s i~stjcos. EI rey l'cspondi6 con las constilucioncs de Clarcnd6n (num. '0), proclamaci6n escrita de las antiguns costumbres del rei no, que, stgun Enrique, habfan sido obsclvadlls siemprc y que In Iglesia hnbia ignorado durante eI reinado de su antecesor. Alejandro III conden6 diez de las cLlusulns' de las ConstilUciones. Rechnz6 las que limitab:lIl en alglln gr~do la jurisd icci6n de los tribunales edesiasticos 0 In aUloridad papal. A 1a clallsu1a tcrcera, segun la cllal un clerigo culpable tenia que ser juzgaclo por el tribunal real despues de ha· ber sido dcgrndado por el eclcsiustico, Becket, que en un momento de

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Re!aciones entre Ia Iglesia y el Estado debilidad habfa aprobado las constituciones, contest6 invocando un viejo canon! Non ;udicat Deus bis in idipsum. La muerte violenta del arzobispo puso 6n a la poHtica del rey. Enrique II tuvO que someterse, En Avranches, e1 monarca aboli6 las constituciones de Clarend6n, reconoci6 e1 sistema legal de la Iglesia, el derecho de la misma a juzgar y castigar a los clerigos criminales, y el derecho de apelar a Roma. Las constituciones de Clarendon no eran la expresion exclusiva de las aspiraciones de Enrique II; eran un reflejo de las aspiraciones de todos los monarcas de Europa en sus intentos de poner Hmites al poder del papado. Suceclieron a Alejandro II I papas de poea monta que Federieo apro· veeh6 para recuperar algo de 10 perdido en el pontificado de Alejandro. En el pontilieado de Lucio III (1181-1185) el emperador l1ego a un acuer· do can las ciudades de Toscana a expensas de la paz con Roma, la cual se nego a reconoeer el arreglo territorial que Federico habra heeho en I ulia. En los siguientes pontificndos (Urbano III, 11851187; Gregorio VIII , 1187; Clemente III, 1187-1191), la conducta de Barbarroja fluctuo entre el abuso y la condeseendeneia. Cuanda muri6, Federico I dej6 a su hijo una Alemania relativamente fuene pero sin una paz permanente con el papado. Enrique VI (1190-1197) fue coronado emperador cl 12 de abril de 1191 por Celestino III (1191-1198), que, siendo el cardenal Jacinto de Santa Maria in Cosmedin, habfa side dos veces legado papal en Espana y apadrinado la reck~n fundada orden militur de Santiago. Cuando subio til solio pontificio, Celestino III era un anciano de ochenta y cinco arios, mientras que el emperador era un joven Ileno de vida y sin escrupulos. Tal vez esta circunstaneia de la edad del papa puede explicar, al menos en parte, la actitud pasiva de Celestino III frente a los descarados atagues y patentes violacioncs del concordalo de Worms por Enrique VI. En 1196, el emperador propuso al papa un arreglo: el papa recibiria una entrada garantizada procedente de las iglesias del Imperio, a cambio de los territorios italianos disputados . A pesar de las crhieas circunstancias monetarias, Celestino III dio una rcspuesta dilatoria; en noviembre de ese mismo ano, 1196, Celestino rehuso aceptar 10 propuesto por el emperador. Se habfa dado cuenta de 10 que suponfa Ia creacion por Enrique VI de un principado en halia para su lugartenienle, Markwal de Anweiler, con tierras imperiales ' en el norte de la peninsula yean el reino de Sicilia en poder dd emperador, e1 papado corria el peJjgro de ser estrangulado. La muerte prematura de Enrique VI salv6 la situacion. Dcho meses mas tarde morfa el papa. Enrique VI dej6 el trono de Sicilia a su hijo Federico, niiio de tres anos; sucedia a Celestino III el cardenal Lotario Segni, que se llam6 Inocencio III (1198-1216), entonces de {reinta y skle anas de edad. .... .. EI pontificado de Inocencio Illes el cenit del papado medieval. Es Ian importante en la historia lde Jas relaciones entre Ia Iglesia y el Estado como ct, pontiGcndo de Gregorio VII, algunos de cuyos dictatus papte puso en prktica de la manera mas e£ectiva. Seglin el pensar de Rlgunos escritores,

I1ltrodllcci6n

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la pol1tiea de Inocencio III fue motivada por eI ansia de poder personal que Ie devoraba y por el convencimiento de que el papado tenia el poJer supremo de ambas esferas, III espiritual y la temporal. Segun Otros, Inocencio TIl intervino en los asuntos seculares solo por razones espiritu:lJes, Creyera 0 no en la teoda teocdtica, Inocencio III proclam6 en su deeret(ll Novit HIe (num. 51) la plenitud Jel poder pllpal contra Ia politica religiosa de los emperadores y de los reyes de Inglaterra y FL'ancia. En' cste documento, I nocencio III dedar6 que intervenia en ]a disputa cntre Juan Sintierra, de Inglaterra, y Felipe Augusto, de Fr(lncia, no con cl fin de dis· minuir 0 perturbar hi jurisdiccion del rey frances; es decir, no porque fllera seilor feudal de limbos, sino ration~ pecC(!ti. Felipe Augusto era pecador porque habfa quebrantado 1a paz y vio!ado un juramento, y ambas cosas pertenecian a la jurisdicci6n de la Iglesill. Tampoco fue el derccho de eJegir emperador el motivo para intervenir en 1a disputa sobre el Imperio entre Oton de Brunswick y cI duque Felipe de Suabia. Por el contrario, en ]a decretal Venerabilem (num. 53), Inocencio III reconoci6 a los principes el derecho de elegir emperador, pero justificaba su intervencion ratione collsecrationis et corollationis. EI papa no podia consagrar y coronar sino aI Cllndidato mas digno. Inocencio invoco la misma raz6n cuando proclam6 su dereeho a intervenir en las eleccioncs imperiales disputad(ls. AI ,subir al trono pontificio, Inocencio III consideraba su deber, como vicario de Cristo, mantener 1a justicia y Ia paz, y luchul' contra el pecado y proteger a los desgraciados. Esto Ie hiw intervcnir en casos que eran de cadcter meramente temporal. Como vicario de Cristo, Inocencio III dio d titulo de rcy a Kalojan, decret6 1a excomuni6n contra los seguidores de Swen de Noruega asi como el entredicho sobre eI reino y la orden que dio aJ rey de Dinamarca de ir contra c1 de Noruega, favoreci6 a Emerito de Hungria, hijo de Bela III; orden6 la libertad de Sibila, vinda de Tancredo de Leece, aSI como 1a de OlrOS, prisioneros en A!emllnia por orden del emperador Enrique VI, decret(lndo, al mismo tiempo, h excomuni6n de sus carccleros; Jefendi6 los del'echos de Berenguela, viuda de Ricardo Coraz6n de Leon, contra Ia rllpacidad de Juan Sintierra; obligo a Felipe Augusto, a guien h(lbia excomulgado, a recibir de nuevo (l su legitimn csposa Ingeburga. En Espana, I nocencio III no permitio a Pedro II de Aragon casarse con Blanca de NllvlIrra, y mas tarde se nego a decretar cl divorcio que este rey habill pedido p:lra separarse de Maria de Montpe· Ilier; en Leon, oblig6 (l Alfonso IX a separarse de su esposa Teresa de Ponugal, usi como de su segunda esposa, Berenguel:l de Castilla, madre de San FernanJo; en Potlugal, Inocencio III logro que Sancho I, cuya conducta dejaba !nucho que desear, cmnbil\ra de preceder y se reconciliara con la Iglesia. En Inglaterr:l, el papa hizo sentir todo el peso de su prestigio y autoridad. DesaGado por Juan Sintierr!l, que rehus6 reconocer el nombramiento papal del cardenal Esteban Langton para la sede de Canterbury, Inocencio III respondi6 con el entreclicho contra el reino en 1208, la excomunion del rey en 1209 y la deposicion de Juan en 1213, au tori-

RelaciollU erttre 10 Igtesia y e/ Es/ado

Illtroduccicm

zando a Felipe Augusto a ejecu tar la scntencia pOnti6cia. E1 m?l1:arca in· gles se someti6 y renund6, en favor del papa, a todos sus dOflllnlOS~ qu~ Inocencio I II se los devolvi6 pero como feudos de Ia Santa Sede, tentendo Juan Sintierra que 'preslar vasall aje al papa, ahora su senor feudal (num. 52). El'resulmdo inmediato. de . esta maniobra del rey ingles fl.!C adquirir e! apoyo de la Sede Apost6lica contra e! rey de Francia y nun. contra. sus p:ropios barones ingleses. Fue como senor feudal que InocencIO III IOterVlnO entre Juan y sus barones, y, en esa calidad, rechaw Ia Car/a Magf1o, aunque tambien inv0c6 su autoridad de vicario de Cristo. . En sus relaciones con el Imperio, Inocencio III apoy6, duranle caSl todo su pontilicado, a 016n de Brunswick, hijo menor de Enrique el Le6n y sabrina de Ricardo Coraz6n de Le6n. SegJ.1n ya hemos indicado, en Ia disputa por Ia corona alemana y por e! imperio entre 016n y Felipe de Suabia Inocencio III decidi6 apoyar al primero par ser, en su opini6n, el mas digno de los dos. A pesar de esa dec1araci6n, hay que reconocer que Inocencio lambien tuvO poderosas razones polilicas para filvorecer a Ot6n contra el Hohenstaufen. P ero el pro tegido del papa tuvO que ab:mdonar el suelo aleman en .1206 cuando Colonia se entreg6 a Felipe de Suabia . No obstante la muerte violent a del duque permiti6 a Ot6n regresar a Alemania, d;nde se gan6 a sus adversarios casl'lndose can la hija de su rival. EI papa Inocencio aprob6 el matrimonio. Por su parte, Ot6n tuvO que acceder praclicamente a todo 10 que el papa exigi6 de el. Ot6n IV, ya Jegftimo rey de Alemania, lej?s de cump~i~ las pn;>mesns hechas ~ ~nocen­ cia, inaugur6, por el contraflo,. una pohuca hos~tl..Il. Roma, pola.lca. que culmino en sus plane's de conqulsta del reino de Slclha , can el conslgUiente peligro para la seguridad de los Estndos pontificios y la independencia del papado. El 18 de noviembre de 1210, Inocencio III excomulg6 a Ot6n IV y sancion6 la elecci6n de Federico de Hohenstaufen para el tIOna de Alemania. No se Ie ocultaba al papa el peligro que tal elecci6n lIevaba consigo , pues ·Federico era de detecho rey de Sicilia. I nocencio ~izo prometer aI. joven Federico que nunca unida en una sola cabe-.:a los relOOS de Alemama y de Sicilia , y que abdicarfa I ~ corona de S~cilia cuand~ fuera coronad.o empendor. InocenciQ III muno en 1216, slendo sucedldo por HonorlO IU (1216-1227), antiguo ,tutor de Federico. En. 1220, el nuevo papa ~oron6 a su disdpulo sin, esperar a que este cumphera la promesa de abclicar el trona siciliano aI recibir la corona imperial. I. EI reinado de Federico II (12 11· 1250) cierra un capitulo en eI con£licto secular entre la Iglesia y el Imperio. Sicilia fue la causa de Ia destrucci6n del emperador, y el agente et papa, cuya elecci6n Federico recibi6. can gran contento. Los papas del siglo XlII habran prodamado la superioridad del papado sobre el Imperio; naturalmente, los emperadores, especialmente el capaz Federico, combatieron esa teoria papal oponiendo Ia doctrina de la superipridad del Imperio. ' . . l:!o Federico II, lejos de renunciar Ii la corona de Sicilia, hizo de ese reino la base de su podeI, dandole una formidable y eficiente organizaci6n. En

1226, Federico prodamo los derechos im~eriales sobr~ las ciudades de Lombardfa, provocando con ella Ia renovaCI6n de la Llg~ lombarda. Honorio III se esforz6 en mantener el status quo cuando VIO que la guerra era inevitable, pero muri6 antes de que sus esfuerzos produjeran fruto alguno. , . . . ' Gregorio IX (1227-1241), de caracter muy dlstlnto al del pacifico Honorio II I, prosigui6 tenll.zmen te la lucha contra el emperador. En 1227 el papa lanz6 la .excomunion contra Federicoi el an:llemll fue renovado ~I ano siguieme, siendo est a vez acompaiiado del entredicho contra los ternlotios que redbieran al monarC3i ademds, Ie am~naz6 CO? .1.ibrar a sus subditos del juramento de fidelidad y can la perdtda de SiCilia, amenaz.a que cumpli6 en junio de 1229. Por la paz de san Germano, que Feder~. l'O II favoreci6 a pesar de sus victorias militares, el emperador se reconCl1i6 con el papa. Pero la paz fue de corta duraci6n .. En 1239, e~ aiio de su muerte, Gregorio IX volvi6 a excomulgar a FederiCO, convencldo de que su proceder impedia u~ arreglo. . . .. . Federico II aplnudl6 la eleccl6n al sollo pontdjew del cardenal Smobaldo Fieseo, sin sospeehar que la ascensi6n de I nocencio IV (1243-1254) iba a ser su ·ruinn. Temeroso de c.lcr en manos del emperaclor, Inocencio IV escap6 a i:l ciudad de Ly6n, donde convoc6, en 1245, u? concilio, que ;1. pal!a us6 para deponer a Federico II. La defensa que hl1;o de el d cloclIslmo ra~eo de Sessa no irnpidi6 la deposici6n del emperador, despues de hab~r sldo acusado por el papa de perjuro, de quebrantar In paz entre In Igle.s~a .y el Estado, de cometer sacri legios, maltratando las personas de ecleslastlcos, y de sec culpable de herejia (num. 54). Federico, par su.puesto, no ~cepl6 la sentencia de deposicion. Contest6 a ella con un vlOlenlo mamfies.to (num . .55), dirigido a los principes de Europa. En c[ el empcrador s~ qu.eJaba de la poca espiri tualidad de 1a Iglesia y atacaba al clero por su m.chnlldones mundanales, y declllraba que se p ro~onra refor~ar a. Ja Igleslll. EI manifiesto fue un ataque abierto contra el sIstema propleta rlO del pap3do. En otra carta, lambi~n escrita en respuesta a Sli dcposid6n, Federico II neg6 al papa autoridad para deponer al emperador y ~ccl.a~aba nula Ia sen· tencia de deposicion por irregularidades en el proceso JudiCial. No obstante, envi6 legados a Luis I X de Francia, urgiendole influyera ante eI papa para que este anulanl los pasos tornados contra el en el concilio de ~y6n. Pero los esfuerLos de San Luis fueron inutiles. Aunque el pllpa maOifest6 a los enviados franceses su desea de lIegar a Ull acuerdo con el emperador, por olra pa rte, I nocencio l V hizo saber que nunca haria la paz con Fede~ico II mjentras este fue ta rey 0 emperador, ni tampoco COn sus descendlentes. En cu anlo al papa locaba, la dinastfa de los Hohenstaufen tenfa que desaparecer hasta eI ultimo vas cago. . , La deposici6n de Federico II no fue reconoclda por 1a mayOfia de los princi pes alemanes ni por los reyes de Francia e Inglaterra. Pero fue s~~­ cicnte que una minorfa alemftna la acep(ara para encender Ia guerra CIVil

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RelaciolUS entre la Iglesia y el Estado

IntroducciOIt

en el imperio. EI pllpa Inocencio IV apoyola candidatura de Enrique Raspe,' duque de Turingia; mb todavfa, ordeno que fuera e1egido. La muerte prematura, en eI mismo afio de su e1ecci6n, de Enrique Raspe dio la corona III conde Guillermo de Holanda. Federico II luch6 desesperadamente, pero sus derrotas en Parma, en ] 248, Y eo Bolonia, en 1249, donde su hijo Eozio fue hecho prisionero, fueron golpes de muerte. AI afio siguiente, Federico II, el Stupor Mllndi, murio dejando tras de SI un papado lIeno de odio hacia su familia. La muerte de Federico II no trajo un apaciguamiento en el papa. Por e1 contra rio, al saber la muerte de.! emperador, I nocencio IV prohibio a los prfncipes elegit a Cont3do, pero el principe se proclam6 heredero de su padre en Sicilia y en Alemania, y continu6 el conflicto hasta su muerte, en mayo de 1254. Cntorce anos mas tarde, la odiada din::astfa de los Hohenstaufen terminaba tn'igicamente. Manfredo (1255-1261), hijo ilegftimo de Federico II, lIcg6 casi a domi nar Italia despu~s de su victoria de Monta· peno contra Florencia. Su buena fortuna Ie hizo l'echaz!lr las ofen as de pllZ que Ie of red a Alejandro V (1254-1261), pero su carrera termin6 en el citmpo de bataUa de Benevento, en 1266, donde perdi6 corona y vida a mnnos de Carlos de Anjou, que habb aceptado el trono de Sicilia que Ie ofreci6 e1 papa Urbano IV (1261-1264). Muerto Manfredo, el unico que podia defender la causa de los Hohenstaufen era el hijo de Conrado, el nino Conradino, cuya elecci6n haMa sido expresamente prohibida por Clemente IV (1265-1268). Vencido en Tagliacazzo, en 1262, por Carlos de Anjou y traicionado a este por uno de los Frangipani, Conradino fue ejecutado en Napoles el 29 de oclubre de 1268 por orden de Carlos, y, se ha de admitir, con la tkila aquiescencia del papa Clemente IV. Con Ia muerte del joven Conradino termino la lucha, hastn el exlerminio, entte el papado y los Honenstaufen. Durante ella el imperio fue debilitado de tal manera que a partir de Federico II los emperadores pasaron a ser jdes de Estndo sin ninguna autoridnd efectivit. Los que reeo· gieran el fruto fueron los prfndpes, que, aprovech~ndose de las querellas entre papas y emperaclores, anancaron a los unos y a los otros privilegios que virueron a cngrandecer su poder. En la contienda habran ganado los papas, pero su victoria fue una victoria plnica. Lit deslrucci6n del Imperio como potencia real no signific6 el fin de la querella entre el poder temporal y el espiritual. Los papas habian defenclido can ~xito la doctrina de la supremada frenle a los emperadores, pero frneasaron euando intentarOn hacer ouo tanto con Francia, entonces la monarqufa mas poderosa en el Occidente. Eliminado el Imperio, el papado perdi6 su advoctJllIs, el unito que podIa interponerse entre los monarcas y los pontffices. Agnani fue el Tagliacozzo del ponti{jcado. La disputa entre Bonifacio VIII (1294-1303) y el rey fninces Felipe IV e1 Hermosa (1285-1314) comenz6 con ocasi6n de la imposici6n de camribuciones al clero de Francia por Felipe IV. En el curso de ella, Bonifacio' VIII proclam6, de la manera m~s absoluta e intransigente, hi doclrina

de la soberanfa papal en la es£era temporal. En septiembre de 1296, Bonifacio trnto de mediar entre Inglaterra, Francia y Alemania, ordenando, bajo pena de exconluni6n, la firma de una tregua. En la bula Inl?l/abi/is AlJ:oris, Bonifacio justific6 cste paso ratione pecctJti. Ante las protestas de Francia, el papa modific6 su aClUaci6n, J eclanl.Odo, en 1298, que habra mediado como Benedicto Gaetani, no como Bonifacio VII I. La guerra habra obligitdo tanto a Eduardo r de Inglaterra como a Felipe IV de Francia a tasar al clero sin el consent im icllto del papa, 10 cua! era contrario a los decrelQs del IV concilio de Lettan, en 1215. Por la bula Clerids laicos (num. 56), Bonifacio VIII prohibi6 01 clcro ayudar monelllriamcme it los laicos sin el permiso de Ia sede papal, y dedar6 excomulgados a los que se alrevieran a imponer impueslos al clero. Mas todavia, Bonifacio VIII nego a los reyes autoridad absolutn aun den lro de las fronteras de sus reinos. La respuesta de InghHcrra fue retirar al clero la protecci6n real adem~s dc que los eclesiasticos IUvieron que contribuir a1 tesoro reul como personas particulares. Por su parte, Felipe IV contest6 a unit prohibici6n con otea. El rey de Francia prohibi6 In exportaci6n de melales preciosos. Esta medida obligo al papa a hacer algunas concesiones a Felipe IV. A primeros de 1297 Bonifacio dio permiso a la jerarqufa de Francia a contribuir nlzonablemente, siempre que 10 hicieran libremente y solo pot un afio; al misma riempo, declar6 que In bula Clericis laicos habia sido mal interpreladll, pues iba dirigida, no a1 rey de Francia, sino a todos los reyes; por ultimo, hizo saber que, en CitSO de emergencia, los reyes podlan tasar 01 clnro aun antes de la autorizaci6n papal. Aunquc eS las concesiones fueron llumentadas, cl fey no se clio por salisfecho: Bajo In amenaza de convoenr un concilio general para investigar las acusaciones contra el de hcrej!a, simon!a y otros crfments, lanzndas contra el papa por Pedro Flot\(~, minimo de Felipe IV, Bonifacio VIII claudie6 totalmente, y conccdio, en lit bula ElSi de .ftatu (llum. 57), que el rcy, sin el coasenlimiento del papa, era el unito que podia dellnir el carkler de emergenciu de una situaci6n y, por tanto, cI rey tenia derecho a (asar al clero y este la obligaci6n de pagar. La controvcrsia hubiera terminado ah! si Felipe IV hubie..ra usado de maderaci6n, pero en veo.!.: de ello abus6 de los privilegios que acababa de conseguir. La prisi6n del obispo de Pamiers renov6 cI confliclO de la manera mas acerba. La acci6n del rey era una violaci6n del derecho can6nico, pues In causa de un obispo, siendo callsa 11Ia;or, siempre estaba reservada al papa. Cuando Felipe se neg6 a entregar al obispo y permitirle que fucra aRoma Bonifacio VIII respondi6 can la bula Salvator IIItOldi, revocando lodos los privilegios concedidos y dtando a los obispos francescs a un concilio para fines de 1302. Felipe, como era de espcrar, neg6 a los prelados permiso para ir aRoma. EI proceso del obispo de Pamiers hizo de la disputa una controversia de principios. En la bula Ausct.ita Fili (num. 58), Bonifacio VIII acus6 al rey de Francia de tirania, y Ie recordaba que el, Bonifacio, habla sido esta-

Relaeiol1eJ entre III Iglesia y el Estl1Jo bled do sobre reyes y reinos, y que el deber apost61ico era «arranCllr, derribar, desbaratar y destrui r, edificar y plantar. .. » El pap:l urglB 01 rey que no se dejara persuadir por nadie de que no tenia superior 0 que no estaba sujeto a la cabeza de la jerarqufa eclesiastica. Esta bula caus6 una violenta reacci6n en Francia y dio lugar a una campafia de propaganda contra el papa durante In cual el gobierno frances falsific6 descaradamente los documen. tos pontificios. Las ialsi6caciones Scire te volumlls, que se hizo pasar como la bula papal, y Seial lUll maxima /(l/Ilitas, pretend ida respues ta de Felipe IV, no tuvieron ottO obieto que levantar los animos del pueblo contra Donifacio, y preparar asf la de£ensa del rey. En los estados generales que Felipe IV ~nvoc6 por ptimera vez, Pedro Flotte present61a querella a los representantes de los tres 6rdenes como si el papa ~e hubiera declarado sefior feudal de Francia. Bonifacio respoodi6 acusando a Flotte de perversidad y aUrm6 que era imposible que ii, conocedor del derecho por espacio de ruarenta anos, hubiera pedido hacer tan estupida declara· ci6n , de paIabra 0 por escrito; afiadi6 que no se Ie ocultaba que Dios habia es tllblecido dos poderes, y que estaba lejos de su animo usu rpar los poderes del tey ; no obstante, el rey, jgual que los otros cristi!lnos, tenfa que admitir que estaba bajo la jurisdicci6n del papa en materia de pecado, recordando, al mismo tiempo, que sus predecesores habian depueslo a re· yes de Frnncia en eI pasado y que 8. padda hacer 10 misfilo si fuer:! neeesado. Tambien los cllrdenales, en carla a Felipe IV, negaroll que Bonifacio hubiera dicho que e1 rey de Francia hnbia recibido el reino de manos del papa, pero reiteraron la doctrina de que eI papa podia intervenir en asuntos meramente temporales rat;ol1t! peccati, y que de ;ure la jurisdicci6n temporal pen eneda al papa. La derrota .franceSIl en Courtray debilit6 algo III posici6n ' del monarca frances. Felipe IV se mos tr6 .conciliador en sus reladones con Bonifacio VIII , !lunque todavlll se neg6 a permitir el viaje a Roma de los prelades de su reino. No obstante, ante las in si~tenci!ls del papa, treinta y ecbo prelades de Francia pudieren eSlar presenles en el concilio convocado por eI pontrfice. Froto de es te sfnoclo fue la celebre bula Ullom SOflclam (numero 59). EI documento contiene, de una manera explfci ta, Jos principios que, segun la doctrina papal, gobernaban las relaciones en tre nmbos poderes. Abre el documento con la nfirmaci6n categorica dc la . unidlld de la I glesia, fuera de la cllal no era posibJe la salvati6n. M rrna Bonifacio que hay una soja cabeza, que es Cristo, y un vicario de Cristo: Pedro y sus sucesores. Sigue Ja doctrina de las dos espadas. ambas en poder de san Pedro y de la Iglesia; Ja espada lemporal es usada par eI rey, pero solo por mandalo del sacerdote, pues la espada temporal liene que estar bajo la espAda espirit ual, de la misma manera que el poder temporal riene que estaf subordinado al pader espirituaI; la autoridad espiritual instituye a la potestad temporal y eSla es juzgada por aquella y nadie, sino Dios, podia juzgar a la primera. Resistir 11 III potestad espiritual, era resistir a Dios . Termina Ja buln con la declntl1ci6n de que «es IIbsolutamenre nece·

IlItroJlleci6" s~rio,

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para obtener la sa lv,tci6n, '-jLle tod:t rriaturOl humnna cstc sujcta al romano pontHice». A pesar de Ius afirruaciones explicitas sabre la subordinaci6n del poder temporal al espirituaJ, no partte que Bon ifacio VIII fue mas alia. que sus antecesores. De hecho, i:l bula no es original. EI documen to conticne m~s que huellas de las doctrinas sebre las relaciones entre Estado c Iglesia enundadas y defendidas por los te61ogos y cnnonislas desde cl cllrdcnal I-Jumberto. Parecc, pues, que 1a bula no conreoia nada nuevo sino III doctrina tradicional, siendo, por tanto, mfnimn su significaci6n polhica . Y, sin embargo, fue III bula U",'m SfllJctam la que hizo de todo punlo imposible un acuerdo cnu-t Bonifacio VIlI y Felipe TV, y III que movi6 al rey de Francia ~\ intentllr el secuestro del papn para someterlo a proceso ante un concilio que se celebrarfa en Francia . En su ceguedad, y puede anlldirse, en su arrogancia, Bonifacio no vio, al dedr de un ilustre hisrorilldor fran· ces, que la antigua unidad de la cristiandad se resquebrajaba en c.liversas entidades polfticas e independien tes. Aunque Ia monarqulli francesa bajo Felipe IV est:lba leios de ser una monarqula to talmentt! centralizada, el senti mien to, sin embargo, del pueblo ern un sentimiento nacional, y flle contra Iii naci6n francesa que cI astuto monarca enfrent6 a Bonifacio V]U . EI papa fa1l6 en ver esto, y, pensando en terminos estriClamente medicva les frente u un bombre rodeado de formidables consejeros con una mentalidad difcrente, en vez de usar moderacion y aprovechar las opmtunidades para llegar a tm aClierclo , Bonifacio VITI op!6 pOt IlIncar eada vez mns acerbamellte, siguiendo el cjemplo de su predecesor rnocencio IV. Agnani fue la respuesta de Felipe IV. EI mona rca frances consolid6 su triunfo en eI ponlificado de Clemente V (1305-1314), antiguo ar~obispo de Burdeos y sucesor del (lebil Benedicto XL AI principio de su pon tHicado, Clemen· te V enterr6 de un plumllzo los principios que Bonifacio VII I habra ex· pue ~t o en sus btl l:!s C{ericis laicos Y Ullom Sal/clam. Por cI breve Meruit (num. 6 1), Clemente estableci6 c1 statllI qllo existente antes de la blila Ut/am Sat/clam pero sin derognrla eficililmente. En 1311, absolv i6 a NoRarel de Ja cxcomuni6n lanzlIda contra el por Benedicto XI. LII Iragedi:! de Bonifacio no hubiera sido posible si hubiera exislido lin Tmperio fuerte. Cuando c1 mismo papa trat 6 de contraponer el Imperio It las :!mbiciolles de Felipe I V eI Hermoso, era ya demllsindo tarde. El grnn ilftt:rregl/llm del Tmperio, que come[}z6 con 18 doble e1ecci6n de Ricardo de Cornwall y de Alfonso X el Sabia, de Castilla, en 1257, termin6 en 1273 con la elecci6n de Rodolro de Hapsburg, elecci6n que confirmo el papa Gregorio X en 1274. EI papa lemfa tl excesivo poder de Carlos de Anjoll. Rodolfo I (1273-1291) no cstaba muy imercsado en proseguir la polidell de sus antecesorcs y hacer de Italia el ejc de su lIctividnd imperial. Convencido de In fmilidad de tal poHtica. Roclolfo cncamin6 todos sus esfucr'40S al engrandecimiemo de su dio:lstla, hacienda la corona alemana hereditaria en su famili a. Para clio, sin embargo, necesitaba III buena vollintacl del papado. En 1379, lIeg6 a un acuerdo con e1 papa Nico-

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Relaciolles entre fa Iglesia y cl ESltJdo

las Il L (1277-1280), que fue confirmlldo por los declores aiem:lOcs (nurnero 60). E! tra tado con Nicol!ls 111 suponfa el ab:mdono de la politica tradidonal imperial. Por el, Rodolfo renunci6 a los derechos que eI Imperio pudiera tener sabre ~l ducado de Roma y la Romajja, y teconoci6 los derechos feudales del papa sabre Sicilia, C6rcega y Ccedena. De esta manera el imperio pe rdi6 toda su inftuenda en I estes territorios italianos. La muerte de Nicolas I II impidi6 que Rodolfo sacara lodo d frutc posible de este acuerdo. Mardn IV (1281.1285) estaba Icjos de favorecer la poHtica de Rodolfo. Se inclin6 por Carlos de Anjou, que ambicionaba la corona ale. mana. Cuando In ocasi6n se presenl6 de nuevo, Rodatfo la dej6 esdp:H. NicoUs IV (1288-1292), se mostr6 dispueslo II dar ]a corona imperial ;1 Rodolfo, pero las dilaciones del rey aleman impidieron I.. coronad6n; ade· mas, NicoMs IV habra perdido todo su enrusiasmo por la causa de Rodolfo y, poco a poco, fue dando su fa vor y apoyo a Carlos de Anjou. Sin la co-operaci6n del papa, Rodolfo no tcnla la fue,la necesaria pam convcncer a los electorcs. Muri6 en 129 1 sin ha~r logrado que su hijo Alberto Euc· ra declarado heredero del Irono de Alemania. En su luga r, los electores dieron la corona n Adolfo de, Nassau a cambio de grandes concesiones. Adolfo resuit6 ser un gobernante competente, . lo cual al:umo a los declOres; un rey fuerte no era 1ft mejor garantia de las propiedades que habian adquirido par rods que dudosos medios. Su depos:ci6n y la elevacion de Alberto de Hapsburgo dio lugar a la guerra civil. A pesar de la muerte de Adolfo en el campo de: batalla de Gollheim, Bonifacio VIII se nego a reconocer a Alberto, alegando que Ja elecci6n habia sido irregular. No obstante la actitud papal, Alberto fue consagrado en Aix-Ia-Chapellc. Por ~u parte, el papa continu6 mostHlndose contrario nl que llamaba Alberto de Austria, tomando med idas hostiles al rey aleman, como el dar la sede de Treveris a Dietrich de Nassau, hermano de su rival, y reservarse para sf los nombramientos de los arzobispados de Colonia y de Mayence. Ademas Bonifacio acus6 a Alberto del crimen de lesa majestad par haberse sublevado contra su rey y seilor despues de haberlc prestado el juramento de fidelidad, y de haber dado esdndalo par habc:rse hecho elegir rey de romanos. Ai'iadi6 Bonifacio que tocaba a la Sl'l1ta Sede el derecho de examin:1r las cualidades del candida to, de consagrarlo y de roronario,y lambi~n d derecho de rechqzarlo. Al fin, Iras laboriosils negociaciones, Bonifacio VIII , de Ueno en su lucha contra Felipe de Francia y en neccsidad de aliados, reconoci6 a Alberto en abril de 1303. EI pre~io que pag6 J\lberto por el reeonocimiento papal fue aceptar Ia doctrina pontificia de la supre· mada papal ademds de OIras concesiones en fav or del papado. En el juramentO que tuvo que preslar, Alberto admiti6 que e1 rmperio romano habia sido «transJadado» por Ia Santa Sede de los griegos a los alemanes en la persona de Carlomagno; que el dere<:ho de elegir al rey de romanos, futuro emperador, habla sido dado por la Santa Sede a clertos prIncipes eclesiasticos y laicos; que los reyes y empendores habran recibido de In I glesia cl po
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Introdllccion

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dos a ser emperadorcs, recibfan esa dignidnd de Roma 1.);UfI set abogados de la Santa Sede y los principales dcfensores de la Iglesta rornana y de Ja fe catolica. Alberto fue el primer emperador y el ultimo que admiti6 cn toda su extension la doct rina de la trrlllllal:o imperii seb>un In desarrollo r nocencio HI. AlbertO I no pudo cumplir su olicio de abogado y de defen. sor de la Iglesia . El I de mayo moria asesinndo por su sobrino, Juan de Suabia. La muerte de Alberto I avivo las ambiciones de Felipe IV de Frllllcin. Trat6 de influenciar a los electores para que dierrm la corona a su hcrmllnu Carlos de Anjou, pero la Santa Sede, que conoda .bien ;1 podcr del de Anjou no apoy6 su candidatura. Clemente V solo IntervlllO en favor de Carlos' cuando supo con ccrtcza que los electores no ibnn a el~girl0. L.os prrncipcs dieron sus votos a Enrique ~7 Luxemb~rgo. Su clecCl6n no Stgnific6 una gran desealabro para la P?huca de Felipe I V. ~l nuevo rey de: Alemania era francofilo por educaclOn ademh de estar ullldo al rey fran· ces por IlIzos de vasallaje. En 1310, Enrique VII (1308·1313) pas6 a h alia con cI cOllse ~timknto de Clemente V. Parece ser que el papa qucria reslablecer el pOll1l6cado en Roma, y esperaba que Enrique VII pacificara ha1ia para hacer posible la entrada de Clemente V en 13 Ciudad Elerna. Pero 105 planes papales no pudie,ron lIevarse a cabo. Por un bdo, el emperado: estuvo lcjos de £laminar a los itaiianos , mientras que, por otro, el proplo Clemente, patte por temor de un resu rgimiento del poder imperial en Iialia, patle por hi pre· si6n de Francia, tuvO que cambiar su poHlica . Enrique Vl I habra declarado II Roberto de Sicilia culpable del crimen de lesa majcstnd y Clemente V vi6se obligado a defender a su vasallo. El 12 de junio de 1313, e.1 papa promulgo una bula excomulgando a los que alaca ran II Roberto. Ev,d~nte­ mente, la amenaza ibn dirigida contra el emperador. La myer!e de Ennqu.c previno un rompimiento can el pontificado. En la consutuCI6n Pastoml!J Cllra Clemente V declaro que, en virtud de la supremllda de la IgleSia sobr~ el Imperio, el papa seria el administrador del Imperio. El conmct~, que pareci6 inevitable entre Enrique VlI y Clemente, esta\l6 en el ponl!ficado de Juan XXII (1316-1334). Como su predecesor , Juan XXII quiso e::ercer en el Imperio la a\lleridad que, segun el, Ie dabu eJ titulo de vicario imperial. .Sus ideas. vinieron a ser favoreddas par la elecci6n al trono aleman de LUIS de BaVlera y de Federico cl Hermoso, de Austria . Juan xxn se nego a confirmar a Lui s IV (1314-1347), provocando con ello una vio\eo.ta guerra de propaganda entre los dos poderes. E1 emperador eleeto se \'10 apoyado ~r cl pueblo aleman y por Marsiglio de Padua y Guillermo de Occam. En 1324, el papa excomulg6 a Luis de Baviera, y favoreci6 con todn su energia la CIIUSH de un fr:lOces . Los esfuerzos deJ emperador para Ilegllr a un acuerdo can el papa desplies del fracaso de Sll expedici6n a Italia, cho:caron con la res~s. Icncia de Juan XXII. En julio de 1338, ya en eI p~nl,ficado d~ BenedJc· to XII (1334-1342), In dieta de RheOls dec1mo v~i1da In elcw6n por la

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RelaciolleJ I!lIt,e 1(1 JgleJitl y cl EJtlldo

mayoda de los dectores sin Ja conGl'maci6n del papa. Luis confirm6 esta declaraci6n en Ia dieta de: Frankfort por d decreta Licet iuris (num . 62) eSlabIeciendo el principia de que eI c1egido por los dectores alemanes era' automalic.amente, rey y e~perador sin necesidad de que eI pontffice asintier~ a In e1eccr6n. La separacl6n dd Imperio y eI pon tificado iba a consumarse en el reinaclo de I nocencio VI (1352·1362). Clemente VI (13 4 2. 1 ~52) t~mpoco se mostr6 muy dispues to a aceptnr las ofen as de paz que LUIS Ie ofrecfa. Cuando las condiciones papaJes fueron rechazada.s, Clemente excomulg6 a Luis y decreto ~u deposition, y co· menzo a mamobrar para que los eleClores dieran In corona a Carlos de Mo.. ~a~ia, hijo de Juan de. Bohem ia. La politica papa l IUVO exito, y el 16 de Julro de 1346 era elegtdo para ocupar el puesto de Luis de Baviera. Car· lo~ IV (1347 ·1378) no fue popula r desde un principia. Era bien sabido el acuerdo que, aun antes de ser elegido, habra hecho can Clemente VI. A causa de las exho~bitan!es promesas al papado, se crey6 que Carlos ]V no era mas que un lnstrumento en manos del papa. Convencido por un lado, de . Ia futi l!dad de continuar defendiendo una doctrina qu~ las ci r· cu~s l anclas polfncas haMa n hecho perder actualidad y, por ot ro, de Ia nco cesldad de dar estabilidad a la nacion alemana, Carlos I V promulg6, en 13,.6, la fa mosa bula de oro, definicion de la constituci6n alemflna. La bll];1 con6rm6 el principio proclamado par el depuesto Luis de Baviera a pesar de 1:t~ pr~:)!es[a~ del papa. Con Ia eliminaci6n de la intervenci6n papal en III eleccl6n Imperial, d pontHicado perdi6 toda influencia poHtica en los asuntos alemanes. POt su p:Hte, los emperadores tuvieron que abandonat ltalia. La obra de Gregorio VII hRbra desaparecido en cuanto tocaba a Jas reladones de la Iglesia con los diversos estados. La Cautividad de Babilo· nin con sus tremendos Rbusos, y el escandalo del gran cismn disminuyeron en sumo grado el prestigio del papado. Ante 1a ineptitud 0 negativa de los papas, los ..reyes se tomaron para sf el pader de reformar a la Iglesia denlro de sus respectivos reinos. En 13'59, el empen1dor Carlos IV orden6 la reforma del clero de Mainz scgun los canones; Eduardo HI de Inglaterra y Felipe VI de Francia incluso Hegaton a demandar de los prelados la residencia en sus di6cesis. Estas y arras actividades en una esfera que tradicionalmente habra pertenecido a la Iglesia, !rajeron consigo una dis~ minuci6n de los poderes de Roma y la perdida de su independencia en sus r~laciones con.l~s iglesias I.ocales. La catasltofe del gran cisma echo por [Jerea e1 presllglO del ponllnctldo hasta tal punta, que la Universidad de ParlS via la posibilidad de una Iglesia sin papado. Presionados por la ame· naza del concilio genera l, los papas se vieron a merced de los gobernantes laicos y tu vieron que hace r concesiones que en otros riempos hubieran sido inconcebibJes. Ma rt in V (1417·1431) sacri(ico gran parte de los derechos del clero inglis en el concordato con I nglaterra. En Francia, las con· cesiones que hizo a Carlos VIII (142 2·1461) cUlindo se encontr6 en apu· ros durante Ia guerra con lngtaterra, fue ton anllladas en 1438 por Ia P rag·

JlIlroduccioll

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matica Sand6n de Bourges. Basada en Ia teoda concili:u, la Pragmatica afirmo la suptrioridad del concilio sobre el papa y Ia aUlOnomia de la Iglesia galicana. En Alemania, la Pragmatica Sancion de Mainz, 1439, puso a la Iglesia alemana bajo el gobierno del emperador y de los principes. En 1446, gracias ~ Ja labor del secretario del empcr;ldor Federico II I (1440.1 493), Eneas Silvio Piccolomini, se lleg6 a \1[lt1 reconejliaci6n entre el papa Eugenio IV (1431·1447) Y el Imperio por los llamaclos cO/lco rdlltll principII"'. Para conscrvar la unidad de In Iglesia alemana, que habia cs· tado amenazaJ a en Ja dicta de Frankfort, Eugenio 1V consinti6, entre Olf:1S casas, en convocar 1m concilio para arrcgillr los asuntos alcmanes; recono· cio la eminelltia, no la preeminentia, de los concilios generales; acept6 reo verenlemente el concilio de Constanza con el decreta Freqllelts; por ulti. me, permiti6 que eSlUvieran en vigor los decretos basileenses, que hablan sido aceptndos por los alemanes, hasta que se Ilegase a un ncuerdo definilivo. Este tuvo lugar el 17 de febrero de 1448 con la firma del concordato de Viena (num. 63) entre eJ papa Nicolas V (1447· 1455) y el emperador Federico lIl. EI ncucrdo fue promulgado en In dicta de Aschaffenburg. Ni· coMs V conceJi6 a Federico 111 las e1ecciones can6nicas libres de los arzobispas, obisp9s y abades de abadfas exentas, perc somct idas a la confirmad6n pomiiicia; si In elecci6n em antican6nictl, la provision de la vacante qllednbn en maf)os del papa; las vacollteJ ill curia y otros beneucios menoces que vacasen en meses nanos, se reservaban III papa; se abollun las reservacio· nes papales de ar-.wbispados, obispados y abadias; los beneficios reserva· dos al pontifice ten fan que pagar las acoSlUmbradas anllt/lS; finalmente, los arzobispados, obispados y abndfas tenian que pagat una cantidad anunl, H'r · vitill commullio, en proporcion a su rique'".la. Este concordato fue una victoria dudosa para el papado. Par el, es vet· dad, se restablecio 13 paz entre Alemania y Roma; el cisma desaparecio y el papa recibio pnlcticamcnte los mismos impuestos 0 contribuciones. Los pdncipes tambien recibieron su parte. EI concordato borr6 las ultimas di. ferencias entre eI peder secular aleman y el p;lp(\do, pero eI abuso por Roma de las !lnlllnS y de los savitill COIIIl}llmill jugaron no un pequeno papel en las protcstas del pueblo, protestas que culminarian en la del mon· je agustino.

Edictll1J1 illdulgelltiae «ut demlo sin! Ch,istiallh>

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Inter cetera, quae pro rei publicae semper commodis :uque utililllte. dis· ponimus, nos quidem volueramus antebac iuxta Ic~es vete,res et publu:am disdplinam Romanorum cunei a eorrigere alque Jd provldere, UI euam Christiani, qui parentum suo~m reliquerant sectam.. ~d bonas m en te~ reo ditent. Siquidem qUlldam rallone lanla eos~em ChrJStla~os .voluntas mva· sisset e t tanla slu[titia oerupassct, ut non lila veterum IOst!lUl:l sequc,re~· tut, qure forsitan ptimum parentcs corundem eonslitllentnl, SCI' pro arbltrlQ suo atque UI isdem erat libitum, iln sibimet leges fnce~'c nt, quns ,?bservn~ rent, et pel' diverSIl varios papulos congreg~re~t. Dentque cum CtltSl,noJl nostra iussio cxistitisset, ut ad veterum se mSlltuta confertent, mub pe· riculo subiugati, multi etiam deturbati sunt. . .. Atgue cum plurimi in proposito petse~erarent, ac vl~c~emus nee du s eosdem cuhum ae religionem debitam exhlbere, nec C/mstlanorum deum observare, eOlllemplatione mitissimae nostrae, deme~t,iae inlu~nt es , et con· suetudinem semphernnm, qua solemus cuneus hOffilmbus. vcnulln mdulge· re, promptissimam, Ul denuo sint Christiani et, conventlcu,ta sun. e~~pa· nanl, ita ur ne quid contra disdplinam agant, Aha ~ulem eplst,ula IUdlCl?US signifieaturi sumus quid debeant observare, Unde tuxla ham: mdulgenullm nostram debebeun~ deum suum orare pro salute nostra el rei publicae IIC sua, ut undique versum res publica praestetut incolumis et securi vivere in sedibus suis passint.

1 Apud LRCIGnlium, Dr! morlibus puuwlof/lm, 34, ed, CorplI! ScriplOflllll tce/t!· tViena, 1866),

l;aUicorum /
Edicto de tolenmcia «ttt delluo sillt Christiani», dado en Nicomedia el 30 de abril de 311 Entre las otrns di sposiciones que tom3mos p3ra usa y benencio del Estado, ha sido siempre nuestro deseo que tvdas las casas sean constitui· dns en dereeho, de acuerdo con las leyes nntiguas y el orden publico de los romanos; y para proveer a eSIO, es decir, que los cristianos, cn cu3nto han Ilbandonado las creencias de sus mayores, deben volver en si; viendo que, por una raz6n 0 par otrn, han moslL'aJo SCI' voluntariosos y estar poseidos de tal lacura, quc, en vez de segu il' las instituciones de los antiguos, los cuales, par ventura, h:lbfan estoblecido SllS mismos padres tiempo atnis, decidieron seguir su propio camino, que observaban Ins leyes segun su propiq voluntad y deseo de cnda uno, y que se congregaban en multitu· des en lugares diversos, Por 10 tanto, CU:IOJo expresamos nuestra volunlad ordcnando que vo[vicran :I las inSlituciones de SliS padres, muchos, en verdad, se vieton umenazados, micnnas que tambien muchisimos {ueron molestados y sufrieron tada clllse de mucrtes , Y ya que In mayoria continua· ba en [a mism3 locura, y nosotros nos dimos cuenla que ni adoraban a los dioses de los delos, ni honrablln 31 dios (Ie los cristinnos; teniendo en cuenla nuestra clemencia y la invariable costumbre de perdonar a todos Iluestros slibditos, pensamos que 10 mas acerlado en este caso era extender de muy buena voluntad nucstra indu[gencia: Que vivan de nuevo los crisdanos y que puedan teeonstruir [os lugares en los cuales acostumbraban a reunirse, can la condici6n de que n:lda hagRn que pueda perturbar el orden, En olra circular indicarcmos a los juecc; c6mo han de proccder. Par eonsiguiente, de acuerdo can eSUI nuest ra indulgcncia, esraran obligados a rogar a su dios por nueslra salud y la del Estado y la suya propia para asegurar el bienestar del Estado y p:u'n que elias puedan vivie libremente en sus propias casas, J

Rescriplum Mediolanense]

Edicto de Milan, ana 313

Cum fcliciter tam eso Comtanlinus Ausustus quam ctlam eso Licinius Ausustus apud Mediolanum convenissemus at'lue univcrsa quae ad commoda , el securitatem publicam peninerent, in tractalU haberemus, haec inler cetera quae videbamus plu ribus hominibus profutura, vel in prim is ordinanda esse credidimus, quibus divinitatis reverentia continebatur, ut daremus el Christianis et momnibus liberam potestatem sequendi rcligionem quam quisque voluisset, quo quidquid est divinitalis in sede caelesti, nobis atque omnibus qui sub potestate nosan sunt constituti, placalum ac propitium possit exsistere. Itaque hoc consijium salubri ac rectissima ratione ineundum esse credidimus, ut oulli om nino facultatem abnegandam putaremus, qui vel observalioni Christianorum vel ei religioni menlem suam dedernt quam ipse sibi aplissimam esse semi ret, ut passit nobis summa divinilas, cuius religioni liberis mcntibus obsequimur, in omnibus sohtum f~varem suum benevalentiamque praeslare. Quare scire dedicatianem tU3m conventt placuisse nobis, ut amotis omn ibus om nino condit ionibus, quae prius scriptis ad officium tuum datis super Christianorum nomiilc con· tinebantur, ea removeantu f, et nunc libere ac simpliciter unusquisque oerum, qui eandem observandae religionis Chrislianorum gerunt volunulten" citra !,IlIam inquietudinem ac molestiam sui id ipsulll observare' eontendnnt. Quae' sollicitudini tuae plenissime sigDificanda esse credidimus,' quo scires nos liberam alque absolu tam colendae religionis SU;.le facultate m iisdem Christianis declisse. Qu~ cum jisdem a nobis induitum esse pervideos, intellegit clicatio tua eliam aliis religionis suae vel observantiae potesta· tern similiter apertalT! et liberam pro quiete tcmporis nostri esse con· cessam, ut in colendo quod quisque delegerit, habeat liberam facult:lIem. Quod . a nobis faCTum est, Ut neque cuiquam honori ncque Clliquam reli· gioni- detractum aliquid a nobis viclearur. Alque hoc insper in persona Christianorum statuendum esse ceosuimus, quod, 5i eadem loca, ad quae an lea convenire consueram, de quibus eriam datis ad officium tuum litteris certa amehac forma fuerat compreheosa, priore tempore aliqui vel a fisco nostro vel ab alio quocumque vindentur csse mercari, em.lem Christianis sine pecunia et sine ulla pretii petitionc, postposila omni frustratione atque ambiguitate, restituant, qui eti::lln dono fuerum conseeuti, t!adem similiter iisdem Christian is quantocius reddant, cliom vel hi qui emerum vel qui

Nos, los emperndores Constantino y Licinio, habiendonos reunido fclizmente en Mil:\n, y puesto en orden las cosas que petlenecen al bien comun y !l la seguridad pllblica, juzgamos que, entre las cosas que han de beneficiar a todos los hombres, 0 que deben ser primcro solucionadns, una cle elias es la observanci(l de la religion; debemos, por consiguicnte, dar, asi n los cristianos como a IOdos los orros, libre oportunidad para profesar la religi6n que cada uno desee para que por este medio, eualquiera que sea la divinidad enlronizada en los cielos, pueda ser benign:! y propicia con nosotros y coon todos los que han sido puestos bajo nuestra nuroridad. Par 10 tanto, pensamos que la siguiente decision esla de acuerdo con una sana y verda~era rawn: que nadie que haya aceptado In ereencia eristinna a cualquiera,. otm que parezea ser la mas eonveniente para el, sea obligado a negar su conviccion, pnra que as! la Suprema Divinidad, cuyo coho observnmos libremente, pueda asistirnos en todas las casas con su deseado fnvor y benevoleneia. Por cuyo motivo es neccsario que V. E. sepa que es nuestra vohmhld que todas reslricciones publicadns hasta ahora en relation a la secta de los crisrim1os, sean abolidas, y que cada uno de ellos, que profese since ramen Ie la religion cristiana, mite can empeilo en practicar sus preceptas sin temor 0 peligro. Creemos que debemos Ilamaros la atendon sobre esto para que sepais que hemos dado a los cristianos permiso libre e inconclicional para que profesen su religion. Ahora que ya sabeis 10 que les hemos olorgado, V. E. tam bien debe saber que, por la conservacion de la paz en nuestros dlas, hemos concedido a los Olros el mismo derecho publico y libre para practicar sus crecneias 0 culto, para que de esta manera cada uno puedn tener Jibre ocasi6n paril rendir adoracion segun su propio deseo. Hemos obrado aSI para que no pnrezca que favorecemos a una religion mas que a otra. Ademas, hemos deciclido decretar 10 siguiente en relaci6n a los ctislianos: si los lugares en los cuales aeostumoraban a reunirse en tiempos pasados (sobre los cunles ya hemos dado en Olras circulates reglas r.lefinitivas en cuanto al modo de proceder para que os sirvan de gufal han sido adquiridos en cualquier otro tiempo por nuestro tesoro 0 por persona privada, que dichas personas se muestren dispuestas, sin ambiguedadcs 0 de mala gana, a devolverlos a los cristinnos sin espera r recompensa pecuniarill 0 por un precio. Igualmente, los que hayan adquirido, en calidad de regalo, propiedad de esa naturaleza, que la tarnen a los cristianos. Si los que han comprado tal propiedad 0 la

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Apuu Lnctlnlium. DI:

IIIDrlibuI p ( rU<'IJIQrlllII,

48.

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Rt:f(JciuneJ' entre III Iglesia y fI ESludo

£ tliCIQ de MilaIJ

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do~~ luerum consecllti , si peliverim de oastra benevolentiu uliquid, vi· cadum poslulent, quo e:1 ipsis per noslram dementJam consulatur Quae omnia corpori Christianorum protinus per intercessionem tuum ac sine mora [radi oportebit. Et quoniam iidem Christiani non ea loco. [anlum, ad quae convenire consuerun[, sed alia etiam habuisse noscun lur ad ius corporis coru m id est Ecclesiarum, non hominum singulorum, penincntia, fa omnia lege qUllm superius comprehendimus, ciua ullam prorsus arm biguitatem vel com roversiam iisdem Christianis id est corpori Ct conventiculis corum reddi iubebis, supra dicta scilicet ratione servata, ut ii qui eadem si ne predo sicul diximus re:slilullnt, indemnitatem de nostra benevo l enti~ speren t. In quihus omnibus supra dicto corpori Christianorum imercessionem tuam efJicacissimam e:
h~n recibido como prescote, quil;rcn ser compenslldos por nuestra benevolencia, que vayan al vicario, el cual preseotad el caso a nuestra clemencia. HabCis de considerar como vuestro deber eI que toons eSlas casas sean eotregadas, por vuestra intervenci6n, a 13 comunidad cristi.an? in· mediatamente y sin demof1l alguna. Y puesto que es de COnOClnlleoto publico que los dichos cristianos han pOsefdo no s610 esos lugares donde tenian la obligaci6n de congregarse, sino lam bien OlrOS que perten:dan a la ley de su cuerpo, es decir, de las iglesias, no. de personas I.'rlvadas, mandareis, de acuerdo con la Icy que hemos descrtlo, la devoluCI6n de todas esas posesiones a los clichos cristianos, es deci!", a sus cuerpos y asambteas. sin duda r y si n parfia r. Se ha de tener en cuenta nuestra deda· raci6n anterior de que los que devuelvan estos bienes sin ponerles un precio, pueden esperar, segun hemos dicho, alguna campensaci6n de nuestra benevolencia. Debeis mostrar suma diligencia ell esle asunlo tocante al dicha cuerpo cristiano, para que nuestro edicto se ileve fl la pnktica can todn ~cleri­ dad en el cual lambi!'!n se h:m tcnido en C\lent:1 por tluestrn demencI!! los iote'reses de In tranquilidad pllblica . Que todo eslO se cu mp!a para que, segun ya h~mos mencionado antes, el favor divino, cuya presencia hemo.'> experimentado en tantas ocasiones, conti nue bendiciendo siempre a nuestros sucesores can bieneslar pllblico. Para que 10 dispueslO por estll nuestra perpetua benevolencia puedll llegar 1I conoci l~i ento de tod?s, sc:ria conveniente que hicieras IIegar a tadas partes y pUSleras a la conslderacl6n de todos es tos puntas, para que asf el decreto de nuest ra benevolencia no sea ignorado.

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Relociones entre La I slesia y eI Estado

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Relaciones enll'e fa Iglesia y eJ ESlado en el C6digo de Teodosio

(libro XV/) I. 2. CUOCIOS popu105, quos dementiae nostrae regje temperamentum, in tali valumus religionc veu:lri, quam divinum Pelrum aposloium Irlldidisse Romanis religio . usque ad nunc ab ipso insinuata dedarat quamque pontificem Dllmas\Jffi sequi daret et Pccrum Elexandriae episcopum virum aposlolicae sllnctitalis, hoc est, ut secundum apostolicam disciplinam euangelicamque doctrinliffi pnt ris et fil ii et spiritus saneli unam deitatem sub parili maieslate et sub pia trinitate credamus. Hune legem,sequenres Christianorum cntholicorum nomen tubemus amplec!i, rcliquos vero dememntes vesnnosque iudicant'es haeretid dogmatis infamiam sustinere nee concilinbula corum eccJesiarum nomem aecipere, divina primum vidicta, post etiam motus noslr!, qu<=m ex caelesti arbitrio sumpserimus, ultion<= plectendos. (380 Feb. 27).

I ,3. Episcopis tcadi omnes ecclesi3s mox iubemus, qui unius maies· tatis adque virtutis patrem et filium et spirimm sanClum confit<=ntur eius· d<=m gloria<=, c1arilolis unius, nihil dissonum prof:lOa divisione faci<=nles, sed trinilatis ordincm personarum adsenione et divinilotis unitale ... omnes autem, qui ab corum, quos commemoratio specialis expressit, fidei communione dissenliunt, ut monifeslOs haereticos nb ecclessis expelli ne· que his penitus post hac obtinendarum ecclesiarum pomificium ftlcuha· temque permitti, ut verae ac Nicaenae fidei sacerdotia casta permaneant nect POSt evidentem p raecepti nostri formam malignae locus detur aSIU· liae. (381 l ui. 30).

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I, 4. Damus copiam colligendi his, qui secundum ea senliunt, quae temparibus divae memoriae Constami sacerdotibus convocatis ex omni orbe Romano expositaque fide ab his ipsis, qui dissenlire noscuntur, Ariminensi concilio, Constontinopolitono etiam conflrmntn in oelernum mansura decreta sunt. Conveniendi etiam quihus iussirnus paleScat arbi· (rium, scituris his, qui sibi tantum existimant colligendi copiam contri· butam, quod, 5i turbulentum quippiam contra nostrae tranquillitatis prae· ceplum faciendum esse temptnverin t, ut seditionis auctores pacisque lur· , C6digo Tl!odoJigno, !ibm XVI (ed.

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Momm~n).

I. 2. Es nueslra vohlOtad que lodos los pueblos que son gobernados poe la administrad6n de nuestra clemencin, profesen 10 religi6n que el divino Pedro, el Ap6stol, dio a los romanos, como I... religi6n que el in· trod uj o pone de mani!iesto incluro hoy dfa. Es evideme que eSla es la religi6n que profesa el pontffice D6mnso y P edro, obispo de Alejandria, hombre de santidacl apost6lic!t; csto es , segun 10 di sciplina apost6!ica y la doctrina evangelica, hcmos de creer en Ia Divinidad unica del Padre, de! Hijo y del Espiritu Santo, bajo el concepto de una majestad igual y de la Santisima Trinidad. Orclenamos que los que sigon esta regIa sean I!amados crist ianos eat6licos. Los demas, Cmpero, a los cun les juzgnmos estnr de· mentes y locos, sufridn III infamia cle los dogmas heretieos; sus lugarcs de reuni6n no se denominadn con cI nambre de iglesias y sen!n dcstruidos en primer lugar por la venganza divina, y dcspues por la retribuci6n de nuestra iniciativa, que tom:lrC:mos de acuerdo con el iuicio divino. (Febre· fO 28, 380). 1. 3. Ordenamos que lodas las iglesias sean emregadas inmediata· mente a los obispos que conliesen que eI Pndre, el Hijo yel Espiritu Santo son de una misma majestacl y virtud, de una misma gloria y de un solo esplendor; it los obispos que no sobresalen a causa de una distinci6n per· versa, sino que afirman el concepto de la Trinidad dedarando las tres Personas y la unidad de la Divinidad ... Pero, lodos los que disientcn de Ia eomuni6n de fe de los que expresamente han sido mencionados en esta enumeraei6n particular, seran expulsados de sus iglesias como herejes OJ:!' niliestos, y de aqui en adcl3lu<= t:llnbicn se les neg:!ni. cI derecho y capaciclad de adquirir iglesias, para que el sacerdocio de la verclaclera fe nicenn permanezca puro; y no habra, despu~s de las clarns disposiciones de nues· tea ley, ninguna oportunidnd para sutilczas maliciosns. (Julio, 30, 381). 1. 4. Concedcmos el derccho de asnmb/ea a los que creen segun las doctrinas que en tiempos de Constnncio, de santa memoria, fueron deere. tadas como doctrinas perpetllas, CUllndo los sacerclotes Cueron Hamados de todns las partes del munclo romano y la fe fue establecida en el concilio de Ariminio por estns misrnas personns que ahon disienten, una fe que fue tambien conlirmada por d concilio de Constantinopla. EI derecho de asamblea voluntaria tambien eStara a disposici6n de aquellas personas para quienes asf 10 hemos decrelado. Si los que creen que cl derecho de asam·

Relaciones entre la Iglesia y el ESlildo

Ell el COdigo de Tcodosio

batae ecclesiae, etiam maiestatis capite ac sanguine sint supplicia luituri , manentc nihilo minus cos suppJicio, qui contra hanc dispositioncm 110Stfam obreptive aut danculo supplicnre temptaverinl. (386, Ian. 23).

blea ha sido coneedido s610 a ellos, intentaran provocar un tumulto contra el regimen de nucstra tranquilidad, deben saber que, como autores de sedici6n y pcnurbadorcs de la paz de 13 I glesia, pagaran la pena de alta traici6n con su vida y sangre . Tambien seran castigados los que tra tcn de aconsejarnos ocuhamen te y en secrelo en contra de cslc nuestro decreto. (Enero 22, 386). 1I . L Ha venido 1I nuestso conocimiento que los cletigos de la Iglesia Cllt6lica estan siendo tan perseguidos par una facci6n de herejes, que se yen abfllmados de propuestas 0 con el oficio de cobradores de impuestos, segun 10 demanda la coslUmbre publica, cosa contraria a los privile· gios quc les han sido otorgados . Es nuestra voluntad, por tanto, que si V_ E_ encuentra aJguien asi perseguido, nombrc a Olro para sustituitle, y que, en edelante, sean protegidos los que pettenecen a la dicha religion contra tales ultrajes. (Octubre 31, 313). II. 4_ Los que asI 10 deseen, tienen libertad de dejar a su muerte cua!quiera de sus posesiones al santisimo y venerable conscjo de Ia Iglesia Catolica . Los testamentos no senin anulados. Nada hay mas sagraJo para 10$ hombn:s que Ia manifcslaci6n de su ultima voluntad, despues de la cual ya no pucden di sponer ninguna cosa, sea libre, y que la capacidad de elecci6n, que nUllca mas se recuperani, sea libre de impedimento. (Julio 3, 321). 11·_ 5. En vista de que hemos sabido que ciertcs eclesiasticos y OtrOs que dedican sus servicios a la seCla cat6lica, han sido obligados par perSOllas de otra~ rejigiones a actuar en los sacrifidos lustrales, deerctamos por medio dc est a sancion que, 5i hay alguna persona que piense que los que ofrecen sus servicios a Ja m~s sagrada ley, pueden ser obligados a participar en las ceremonias de supersticiones extrafias, sea azotnda publicamenle con garrotes siempre y cuando que su estado legal 10 permila. Si, por el comrario, su categoria honorable Ie protege de lal castigo, sed. sometido a la pen a de una multa considerable, la cua! sed. entrcgada a las l1lunicipalidades. (Mayo 25, 323). II. 10. Con el fin de que las organizaciones al servicio de las iglesias lengan socios numerosos, los clerigos y sus ac6litos estanin exentos del pago de impuestQs, y sedn protegidos contra el cumplimiento de servicios obligatorios publicos de cankter manuaL Dc ninguna lllanc::m cstarail sometidos al pago del impuesto d~ mercaderes, plies es evidentc que las ganancias que obtienen de los puestos y de los talk'res , uendiciadn al pobre . Ta mbien dccretamos que' los que entre los suyos se dediqucn al comercio, sean libres de todo pago de imput:stos. Igualmcn te, no sc les pedini servicios para man tencr las pastas suplementarias. Conccdcmos eSla gracia a sus CSpOS,IS, hijos y cdados, lanlO a los vatones como a las mujeres por igual, pues ordenamos que tambien ellos esten libres de impuestos. (Mayo 26, 353). II. 12. POr una ley de nuestJ'a demenda prohibimos que los obispos scan acusados antc los tribunales, no sea que espiritus fanllticos 10 lomen como OCllsi6n sill limites pra acusa rlos , pcnsando los acusadores

II 1. Haereticorum factione comperimus ecdesiae catholi<;:ae cleric;s it~ vexari, ut ~ominationibus seu susceptionibus aliquihus, quas publicus mos exposcit, contra indulta sibi privilegia pr~egrave?tur. Ideoqu~ place t, Sl quem tua gr:lVitas invenerit ita v~x:ltum, .cldem .al.lU.rn .subroga:1 et deinceps a supra diclac religionis homimbus hUlusmodl IOlUrHlS prohlberi_ (313, Oct. 31)_ II,4. Habeat unusquisque \icentiam sanctis~imo .catholicae venc.rabilique concilio decendens bonorum quod optavlt rellnquere_ Non SlOt causa iudicia. Nihil est, quod magis hominibus debetur, quam ~t stl~remae voluntatis, pOSt quam aHud .iam yelle non possunt, lIber Sit st ilus et licens, quod iterum non redit, arbitrium. (321, luI. 3).

II ,5. Quoniam conperimus quosdam. ecc\esiastic?s. et ce teros catholieat': seetae servientes a diversarum religlOnum homlOlbus ad lustrorum sacriftcia ce1ebranda conpelli, hac sanctione saucimus, si quis a~ r.itum alie: nae superstitionis congendos esse ctedide.tit eos, qui sanc~lsslmae legl serviunt, si conditio pal ialur, publice fllSllbus ver~erelur, 51. vero hono: ris ral io talem ab eo repellat iniuriam, condemnallOne?l sllSllOcat damn! grav issimi, quod rebus puhJicis vindicabitur. (323, Mal, 2'). II,10. VI ecclesiarum ccetuS COllCU~SU po-!,ulorum ingentiuffi fr:quentetur cleIicis ac iuvenibus praebea tur llll I?unJta~ . rep~ll_aturque. ab his exactio numerum sordidorum. Negotiatorum dlspendlls ffilOlmc obllgentur, cum certum sit quaestus, quos ex tabernaculis adqu~ erga~teriis.. colligunt, pauperibus profllturOs_ Ab homiryiblls etiam eor~m , qUI me rClmonll~_ ~tudent, cuncra dispendia ._ . esse sanCl ffiUS . Para~ganarum qu~q~e I:'~n!J m.odo cesset exactio. Quod et coniugibus et libens eorum et nllOlsterus/ man bus pariter ac feminis, indulgemus, quos a censibus etiam iubemus perseverare immunes. (3'3 , Mai. 26).

II 12. Mansuetudinis nostrae lege prohibemus in iudieiis episcopus aceusa~i oe dum adfutura ipsorum beneficio inpunita~ acstimatur, libera sit ad ;rgu~ndos eo~ animis furiilJibu~ cOP.ia_. Si quid. est igitUI qu~relll1rum, quod quispiam defen, apud alios p0tlSSlmUm eplSCOpOS conveOlt ex-

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Refaci01Jer entre fa Iglesia Y N Est(ldo

Ell el C6digo de Teodosio

Jorari, UI opportuna aclque commocla cunctorum quuestionibus audientin commodetur. (355, Sept. 2.3).

que gozad.o de illlPunidacl gracias a la bondad de los obispos. Por tal1to, si una persona presenta una quCjll, lal que ja debe ser indiscutiblemcme eo'{aminada en In presencia de otros obis.pas, para que un cxameo oportunc y satisfaclorio de testigos pueda ser conveoido para lIevar :I cabo In investigad6n de todos los interesodos. (Oclubre 7, .355). II. 16. Si en alguna ciudad, pueblo, aJdea, caSt:rio 0 municipaJidad alguien, a causa de un vOla de ta fe cristiana, muestra a lodos el merilo de una virtud excepdonal y extrnordinaria, ese tal gOZUnl de pcrpetua protecci6n. Pues cs nuestrO: voluntad que siempre se rcgecije y glade en la fe, pues nos dames cuenta que nuestro Estudo es preservado m~s por la religi6n que par los deberes ofidales y el esfucrzo y sudor fisicos. (febrero 14, 361). II. 23. La que se acosrumbn: en las causas civiles, que se observe tam bien en las causas eclesiastiens, para que, en casa de que sc originen algunos problemas de cit!f[oS desacuerdos 0 de ofens as menores tocantes al cumplimiento Je 10 rciigi6n, sean ofdos en sus propios lugares y por los sfnodos de sus propias di6cesis, call cxcepci6n de las causas que la acci6n crimina] ha estnblecido que senn entendidas por jueces ordin:lrios y extraordinarios 0 por las ilustres autoridades. (Mayo 1.7,376). 11. 31. Si alguien cometicra el sRcrilegio de invadir las iglesias C3 16lieas,.D ultrajar a los sacerdotes y a los minisl1"os. 0 III propio cuho 0 al lugae donde se celebra el mho, 10 que sea que se hagll saber a las autoridades par carlas de los senados municipales, magistrados y celadores, y par relaciones oficia!es de los esbi rros , l!amados polidas rumles, prtra revelar los nombrcs Je los que pueJiln ser reconocidos. Adcmas, si se dice que la ofensa ha sido cometidn pOl' una multitud, algunos, si no lodos, pueden ser reconocidos, y por Sli confesi611 descubrir los nombres de sus c6mpliccs. Que sepa el gobernador de 10 provincia que eI insuho de los sacerdoles y de los ministros de 1a Iglesia Cat6lica, del cullo divino y del propio lug:u de adortlci6n debe ser castigado con sentencia capital, impucsla a los cliches criminales convictos 0 confesos. EI gobemador no esper:1ra hasla que: el obispo demande el Glstigo de su ofens a, pues 1:1 sllntidad del obispo no Ie permi le Olta cosa que 1:1 gloria dd perd6n. No s610 se permilinl, sino que incluso sen\. digno de aillbllnza el que lodos HCtuen como fiscales, siendo un crimen publico, en los atroces atropellos cometidos conlra los sacerdoles y los ministros, y e-xigir castigo pam tnles crimin:1les. (Abril 25, 398). 11. 41. Los derigos no deben ser acusados sino anle los obispos . Por tanto, 5i un obispo, sacerdole, diacono a una pCl"sonn de rango inferior, minisrro de la fe crist ian a, es acus:ldo por una persona, cualquiern que es tl1 sea, ante los obispos , yn que no debe ser acusado en ninguna otra parte, ese individuo, ya de honor altfsimo, 0 de OIra cualquiera digniul1d, que tome bajo su responsabilidad causa Ian laudable, debe saber que tiene que cleclarar solo 10 que puedu demostrar can pruebas y con documenlOS. Si alguno, por consiguien te, hace :lcusaciones que no pueda probar

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II ,16. I n qualibe.[ Clvilate"jn quol.ibet oppido vieo castello municipio quicumquc vora Ch ristiaoae legis merirum eximiae singularisque virlutis omnibus intimaverit , securitllle perpelua potiatur. Gaudere e-nim et gloriari ex fide semper volumus , scientes magis religionibus quam officiis et Iabore corporis vel sudore nostram rem ptlblicam con tineri. (361; Febr. 14).

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II, 23. Qui mos est causarum civilium, idem in negotiis ecclesiasticis obtinendus est: ut, si qua sunt ex quibusdam dissensionibus levibusque delictis ad religionis observantiaffi peninentia, locis su is et a suae dioeceseos synodis audiantur : exceptis, quae actio criminalis ab ordinariis extraordinnriisque iudicibus aut iIIustribus potestatibus audienda conslituit. {367, Mal. 17 ).

,,' II, 31. Si quis in hOC genus sacrilegii proruperit, U I in ecclesias cl1tbolicas inruens sQcerdotibus et ministris vel ipsi cultui locoque aliquid importet iniuriae,. quod ge-ritur litteris ordinum, magistratuum et curntorum et notoriis appari torum, quos stationarios appeHnnt, deferatur in notitiam potestalunl , ita ur vocabu!a corum, qui agnosci potuerint, cleclurentur. Et si per muhitudinem commissum dieetur, 5i non omnes, possunt tamen aliquanti cognosci, quorum confessione sociorum nomina publicentur. Adque ita provinc;iae moderator sacerdotum et calholicae ccclesiae ministrorum , loci quoque ipsius et clivini cultus iniuriam capitali in convietos sive confessos reos sentemia noverit vindicandam nec expecled, ut t:piscopus iniuriue propriae uhionem deposc(lt, cui sanctitas ignoscendi solum gloriam dereUquit. Si lque cunclis non solum liberum, sed et laudabile factas atroces sacerdotibus aur ministri s iniurias vcluti publicum crimen persequi ac de talibus reis uhionem mereri. (398, Apr. 25). II , 41. Clericos non nisi apud eplscopos accusari convenit. I gitur si episcopus vel presby,ter, diaconus er quicumque inferioris loci Christianoe legis minister apud episcopos, si quidem alibi non oporlec, a qua libet persona fuerint uccusati , sive ille sublimis vir honoris sive ullius alterius dignitatis, qui hoc genus luudabilis intentionis arripiel, noveri t docenda probationibus, monstranda documcntis se debere in ferre. Si quis ergo circa huiusmodi person,s non probandn detulerir, auctoritate huius sanctionis intellegat se iactune famae propriae subjacere, ut damno pudoris, existimationis dispendio disc:lt sibi alienae verecundiae inpune insidiari saltelll

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Relaciones mire la Iglesia y el BSlado

En el C6digo de Teodosio

de cetero non lieere. Nam sicut episcopos presbytcros diaconos CCtcrosque, 5i his object:! conprobari potuerint, macula to!> nb ecc1esi3 venerabili aequum est removeri, ut contempti post baec et miseriac humilitatis inclinati des-

contra tales personas, debe entender que se expone, por la autorid:ld de este decreta, a pet·der su propia reputaci6n, y asi sabra, por In. perdida de su honor y estado, que no sera permitido, al menos por el futuro, ataca r con impunidad el respeto dcbido a ono. Pues, asi como es justa que los obispos, sacerdotes, di!iconos y todos 10::; otros clerigos sean expulsados de la venerable Iglesia como personas manchadas, si las acusaciones contra elias pueden ser probadas, para que sean despreciados en add ante y se doblen bajo el peso de In desgraciada humillaci6n, y no puedan querellarse por calumnia, que aparezca tumbien como un acto de igual justicia cl que hayamos ordenado un cas[igo npropindo por In inocencia atacada. Por 10 cuai, los obispos deben oir tales casos solo cu.mdo mllchas personas han dado testimonio, y observando procedimientos fonnalt:s. (Diciembre 11,412). V. 1. Los privilegios otorgados en considetaci6n a la religi6n, deben beneficiar solo ~ los que profesan 1a fe c:w5lica. Ademas, es nucstra va· lUll tad que herejes y cisma ticos no solo no p:micipen de estos privilegios, sino que ram bien estanln obligados y sujeros a v.uios setvicios publicos . (Setiembre 1, 326). V . 5: Todas las hen:jias eSIl\n prohibidas par las leyes divinas e imperiales: y deben cesar para siempre. EI profano que a[aque el concepto de Dics con sus doetrinas dignas de castigo, solo el [endd d dcre<:ho de s£bcr tales doctrinas y no podnl revclarla:> a otros p:lra su daiio. (Agos-

peau iniuriarum non habeanr actionem, ita similis videri debet iustit iae, quod adpetitae innocenti
V,1. Privilegia, quae contemplatione religionis indulta SUn!, catholicae talllum legis obsetvatoribus prodesse oporte!. l-l:\ereticos autem atque schismaticos non solum ab his privilegiis alienos es;se volumus, sed etiam diversis muncribus constringi et subici . (326, Sept . 1).

V,5 . Omnes vetitae legibus et divinis et imperialibus h:leresses perpetuo conquiescant. Quisquis opinionem plectibili ausu dei prof(lnus inminuit, sibi tantummodo noeitura sentiat, ali is obfutura non pandat. (379, Aug. 3).

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v, 11. Omnes omnino, quoscumque diversarUlT.l hnercsum error, id est Eunomiani, fu riani, Macedoninni, Pneumatomachi, Manichuei, Encratilac, Saccofori, nullis circulis coeant, nullan colligant multitudinem, nu!Ium old se populum trahant nec ad imaginep.l ecdesiarum parit:tcs privalOs ostendant, nihil vel publice vel p rivatim, quod catholicae sane!i !n!i officere possit, exerceant. Ac si qui extiter!r , qui tam evidcnter vetita trnnsccndat, pcrmissa omnibus facuitale, quos rectae observan tia.:: cultus et pulchritudo deleeta!, communi omnium bonorum eonspiru[ione pelJa[ur. (38), luI. 25): V,41. Licet crimina soleat poena purgare, nos t:nmen pravas hominum vol un tares admonitione paenitent iae volumus emendare. Quieumque igitur haereticorum, sive Dona ti stae sint sive Manichaei ve:l cujuscumque alterius pcavae opinionis ac seetae profanis ritibus adgregati, catholicam fidem et ri tum, quem per omnes homines cupimus observari, simplici confessione suscepcrint, licet adeo inveteralUm malum longa ae: diuturna meditatione nutriverint, lit edam legibus ante latis videantur obnoxii, tamen hos, statim ut fuerint deum simplici religione confessi , ab Offini noxa absolvendos esse censemus ... (407, Nov. 15).

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20, 379).

V. 11 . Los que esten infestfldos de la falsa doctrina de las diversas herejfas, a saber, cunomios, arrianos, macedonios, pneuma[icos, mani'lueos, encrati tis y snc6foros, no poddn congregarse en grupos, ni feuni!" ninguna mulri[ud, ni atraer gente hacia ellos, nl mostfar mum alguno de casu privad:l con pin ruras peopias de las iglesias, ni praceicar nada, en publico 0 en privado, que sea contrario a Ja santidad car6lica. Adcmlis, 5i hubiera ll iguien que traspasara 10 que ha s.i do t:ln claramente prohibido, sed expulsado par el consentimiento comun de [ados los hombres bueno~, y se dad la oportunidad de expulsarlo ;1 [odos aquellos que ponen sus delicius en el culto y bel!eza de In propia observancia de la religi61l. (Julio, 25,383). V. 41. Aunquc es costumbre expiar los crimenes can el cast igo, empero, es nuestra vo!untad corregir los deseos depravados de los hombres urgiendoles al arrepen[imiento. Por 10 cual, 51 algun hereje, donatista a maniquco 0 de alguna o[m Cl"cencia depravllclil y secta que ila congrcgado para la practica de ritos profanos, que abrace, pOI" una simple confesi6n, la fe y ritos cal6licos, los cuales es mi volunt:ld que sean observados por todos; aunque tales hercjes han alimcll!Hdo un mal profundo can una largJI y continua meditacion hasta tal punta, que rambien ellos esten probablemente obligados por las leyes promulgadas tiempo atras, decreramos, sin embargo, que scan absueltos de toda culpabi\idad tan pronto como conliesen a Dios como una sola simple expresi6n de fe. (Novicmbre 15, 407).

Rt/IlClOl/es cl/tre til Iglesia y el EstaJo

Ell e/ C&/igo de reodosio

. V,!. Antistitem, qui sanctitatem bapti sm i illicita usufpatione gemmaverit et contra instituta omnium earn gratiam iterando contaminave· rit, sacerdodo indignum esse censemus. 373, Fcbr. 20).

VI. 1. Juzgamos indigno del sacerdodo al obispo que rcpita la santi· dad del bautismo por una lIsurpad6n ilegal y, contra las ellsenanza5 dt: todos, manche este acto de gracia por la re:petici6n. (Febrcro 20 , 37.3). VII. 4. Los que traidonen la santa fe y pro[anen eI santo bautismo, senl n separados de In comun idad de los hombres, descalificados para ser testig05 y, segtlO ya hemos ordenado antes, no te nddn puder testamentario; 00 heredadn de nadie y nadie los nombtad herederos. Hubi~ramos tambien o rdcnado expulsarlos y llevarlos a lugares lejanos, si no hubier:, p.arccido ser mayor castigo habitar enlfe los hombres y carceer la aproba· c]60 de elias. P era jamas volvedn a su :1Otiguo estado; la desgrncia de su conducta no sed expiaJa con In pcnitencia ni ocultada can la sombm de ~na defensa 0 proteccion cuidadosamen te imaginadn, pues ninguna ficci6n 0 !nvcnto pucden proteger a los que han manchado In fe gue habian prometido a Dios, a los que han U'aicionado e\ mistcrio d ivino y abrazado doctri· nas. profanas. Se oft-ece aymb a los que han resba lado y n los que se han ulcJndo, pero los que estan perdidos, esto es, los que han profan
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,."

V! 1,4.

Ii, qui sanctam fidem prodiderint et Sllllctum baptisma profa-

nave~JnI,

a consort ia omnium segregati sim, :l testimoniis alieni, testamenU, ut ante iam sanximu s, non habeant (actionem, nuW in hereditate su~c~dant, a nemine scribanlUr heredes. Quos eliam praeccpissemus procul able! ae longius armndari, nisi poenae visum fuisset esse maiads versari in~er. homines et hominum carcre suffr agiis. Sed nee umquam in statu m pnstlnum reverlentu r, non fl agitium morum ohlilternbitur paenitenlia n~que ll:nbra aliqua exquisitfle defensionis aut muniminis obducetur, quonialn qutdem eos, qui fidem quam cleo dicavernnt polluerun l et proden les divin ul~ mysterium in profaoa mignar unt, tueri ea quae sunt commenticia e.t concmnata non possunt. L:lpsis etenim et erran tibus subvenitur, penlit ~s vero, hoc es t sanctum baptisma profanantibus, nullo remedio paenitenlIae, quae solei aliis criminibus prodessc succu rri tur. 09 1, Mai. 11).

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11, 39 1I. ,(IlI,9. Iudneorum sectam nulla lege ptohibitam salis constat. Uncle ·RraVHer commovemur interdictas quibusdam lads eorum fui ssc conventus Sublimis igitur magnitudo tua hac iussione suscepta nimietntem eorum' qui sub Chrislianae reli~ionis nomine inlicita qunequc prac:oum unr et dcs~ Huere synagogas adque expoliare conalllur, congrua severitate cohihfbit. (39.3, Sept. 29). VIII, 18. lu~a eos q~odam festivitatis sllne sollcmni Aman ad poenae quondam recordallonem tncendere et sanc tae crucis ndsimulatam specicm in contemptum Christ it ianae fidei slIcrHega mente exurere provi nciarum rectores p:ohibeant, ne iods suis fidei nostrae signum immiscennt, sed tituS suos CHra contemptum Chris ti
I

VI II . 9. Es bien sabido gue la secla de los judios no estd prahibida por ninguna ley. De agul que estemas grnndemcllte preocupados que sus l1snmblc:lS huyan sido prohibidas en dertos lugarcs. Vuestra magnirud, por tanIO, rep rimid, despues de reeibir e:sta orden, can In sevcridad ncc<::~aria los excesos de los qlle, en nombrc de In religi6n cristiana, se alrevcn a cometer ciertos actos ileglllcs, y tratnr de destruir y despojur las sinagogas. (Setiembrc 29, 39.3). VIII. 18. Los gobcrnadores de las provindas prohibiran II los judios quemar, d urante las ceremoni as de su fe stividad Haman pl1ra conmemorar algun castigo antigua, la figura simulada de la santn cruz, en desprcdo de In ft! eristinmt y con una mente sacrilega, no sea que asocien la senal de nuestra fe n sus lugares. Pr~clicanln sus ritos sin desprecio de ]a Icy ctis· liana, y perdcran , sin d ud" alguna, todos los privilegios otorg:ldos hasln aha ra si no se abstienen de aetas ilegales. (Mayo 29, 408). X. 2. Toda supem ici6n dene gue cesar; 13 locura de los sacrificios ti t:ne <jue ser abalida. P ues 5i algulen, en violaci6n de In ley del sall lO em· perador, nuestro padre, y en violad6n de est a o rde n de nucstra clemencia, se 3trevC a ofreter sacrificios, sufrid. .e1 castigo apropiado y el efecto de una inmediata sentencia. (.34 1).

ValentiniolltH III: De Primatu R . Ponti/icis

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~rt um est et nobis et imperio nostro unicum esse praesidium in supcrnae Divinitatis favore, ad quem promerendum praedpue Christiana .fides et veneranda nobis rcUgio suffragatur. Cum igi lur Sedis Apos lolicae primamrn sancti Petri meritl1 tJl , qui princeps est episcopalis coronae, ct Romanae dignitas civitat is, sacrae etiam synodi firmasset aucloritas, ne quid praeter aUClOritatem Scd is istius ilIici la praesump tio attemptare nitalur (tunc eniro Ecdcsiorum pax ubigue servabi tu r, si rectorem suu m agnoscat universitas), ct haec cum haelenus inviolabiliter fu erint custodi ta, H ila rius Arela tcnsis, sicu ! venerabilis vi ri Leonis Roman i Papae fi de!i relatione comperimus, conlum"ci ausu illici ta quaedam praesumenda tempt:lvit Ct ideo Iransalpinas Ecdesias abominabilis tumul tus invasit ... Nee hoc solum, auod est ma)(im i criminis, submovemus, verum ne Ie· vis slIltcm inter Ecclesias tu rba nll5catur vel in aliquo minu i religionis disciplina videalUr , hac pcrc:nni sanctionc CCll5emus, ne quid tllm episcopis Gallicanis quam aliarum provincia rum contra consuel udinem veterem liceat sine viri venerabilis Papae urbis aerernae aUClori ta te templare. Sed hoc JJJis omnibusque pro lege sit , quidquid sanxit vel sanxerit Apostolicae Sedis auCtorillls, ita UI, quisquis episcoporum ad iudicium Romani ani is tit is eVoal tus venire neglexerit, per moderatorem eiusdem provindae adesse cogatur ...

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Apud CoJiL"I'II' T hrodQJiulltlm, e<.I. Mommscn, II, lUI.

Vatell/iniano I II recolloce to supremacia de Romo (0"';0 445) Estamos convencidos de que la unica ddensa para nosotros y para nuestro imperio es el favor del Dios de los delos; y para ser merecedores de este favor, nues([o primer deber c:s prOteger la fe cristiana y su vene rable religion. Par 10 cual, considerando que I ~ preemineneia de la Scde Apostolica est:!. asegurada por los mcritos de San Pedro, el pdmero de los obispas, por eI primer lugar de 1a ciudad de Roma y tambien por b autoridad del santo sinodo, lJue no se presumu mostrar nuda cootrario a la autoridad de esa sede. Pues la pnz de las iglesias Sf preservar6 entonces en radas las partes cuandu todo el cuerpo reconoce a su gobcrnamc. Ha ~ta ahora csto ha sido obse rvado sin ni ngunll violaci6n; pero, H ilario, obispo de ArIes, segun h,;mos sabido por el informc de esa venerable persona Lc6n, el papa de Roma, se ha avelllU rado, con au·cv imiento contumaz, a cienos procedimielllos ilegales; y asl una confusi6n abominable ha invaclido [n iglesi!l al 0([0 lado de los Alpes ... La confianza en el imperio y el respelO de nuestro gobierno son destruidos por tales actos arrogantes. Por Ian to, reprimimos primero el cri· men; y, despues , para impedir que nnzc:. perlurb:Jci6n entre las iglesias, por pequena que sea, y pam que la disciplina de la religion en ninguna manera se menoscabe, de<:retamos por un cdicto perpeluo que nad:. aten· ten los obispos galicanos 0 de cU:llquiera OtTa provincia rontrario a la cos· tumbre allligua sin la autoridad del venerable pllpa de 13 Gudad Etern3. Que sea ley pllra lodos los que la autoridad de la Sede Apost6lica hn promulgndo 0 promulgue. Por 10 lanto, si un obispo eiudo a la presencia del papa de Roma, desdefia presentnrsc, que cl gobernador de la provincia Ie obligue a presentarse.

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El emperador Justiniano sobre las relaciones entre La Iglesia y el Estado L

EI emperador ! lIst;'liano sabre las relaciones entre la Iglesia y el Estado

M:lxima quid~m in hominibus sunt dona dei :l sup~rna coll:lta clementia sacerdotium et imperium, illud quidem divinis ministrans, hoc autem hum:lnis praesidens ac diligentiam exhibens; ex uno eodemque principia utraque procedentia hum:mam ~xornant vitam. Ideoque nihil sic erit studiosum imperntoribus, sicu! sacerdotum honestas, cum utique et pro illis ipsis semper deo supplicent. Nam si hoc quidem inculpabile sit undique er apud deum fiducia plenum, imperium autem reete et competenter exornet traditam sibi rempubHclllU, edt consonantia quaedam bona, omne quicquid uti le est humano conferens generi. Nos igitur ma ximam habemus sollicitudinem circa vera dei dogmata ec ci rca sucerdolum honest
Los oanes mas grandes que Dios, en su demencia celestial, Otorga a los hombres son eI sacerdocio y In autoridad imperial. EI primero cuida de las casas divinas; la segunda preside sabre las casas humanas y cuida de elias; ambos proceden de una y misma fuente y junto s?n los ornamentos de la vida humana. Por consiguiente, Ilada hay mas quen do de los empe~a­ dares que el bienestar moral del sacerdocio, puesto que los sacerdoles tleIlen eI deber de rogar constal1temenle a Dios par los emperadores mismos. Pues si el sacerdocio esta libre de todo vicio en tooas las casas y Ileno de Dios , y sj·la autoridad imperial impone eI orden con just icia y eficacin en la comunidad a ella confiacla , habra una armonia ideal para proveer. de 10 que sea util a la humanidad. Tenemos, par tanto, el mas grande mteres por la's verdaderas doctrinas de Dios y por el bienestar m~ral del sacerdocio, par medio del cual, si es conscrvado, creemos que DIOS nos ha de conceder los dones mas grandes, y conserv:ncmos intnctas las casas que poseemos y ademas, recibiremos los bendICios que ahara no tenemos_ Pero tod~ e; hecho correctamente y con eficacia si eI principia es digno y agradable. a Dios_ ESlamos convencidos de que as! sucedera si sC; observan cuidadosamente. los sagrados dnones, dados par los ap6stoles, Justamente alabados, y testigos venerados y siervos de Ia palabra de Dios, y que los san tos padres conservaron e interpretaron.

, Justi niano, Corpllf r"rir C;IIi/if, NOlld/llt: (ed. G. Kroll), Noydhl VI, pp. 35-36.



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Gelasius Papa: De regno et sacerdOlio

Carta del papa Gelasio I at emperador Anastasio I (ano 494)

Du quippe; sunt, imperalor auguste, quibus principaliter mundus hic regitur: auclorilas sacrata ponlincum et regalis potesta!. I n quibus tanto gravius est pondus sacerdolum, quanlo etiam pro ipsis regibus hominum in divino reddituri suot examine ralionem. Nosti elenim, 61i dementissimc, quod, Hcel praesideas humano gened dignitale, rerum tamen praesulibus divinnrum devotus colla submittis atque ab eis causas wae salUlis exspec\as, inque sumendis caelestibus sacramentis eisque ut competit disponendis subdi te debere cognoscis religionis ordini potius quam praeesse, haque inter haec eX ilIorum Ie pendere iudico, non ilIos ad luam velie redigi voIUnlalem. Si eoim, quantum ad ordinem pertinet publicae disciplinae, cog· noscentes imperium tibi sllperna dispositione coUalum, legibus lUis ipsi quoque parent religionis antistiles, ne vel in rebus mundanis exciusae videa.ntur obviare sentemiae: q40, oro te, dece! affectu eis obedire, qui praerogandis veoerabilibus sunt atlrihuti mysteriis? Proinde sicut non leve discrimen incumhit ponlificibus, siluisse pro Divinitatis cultu, quod COIlgruit; ita his, quod IIbsit, non mediocre periculuOJ est, qui, cum parere debeaot, despiciunL Er si cunctis generaliter sacerdotibus .l'Ccte divina Iractantibus 6delium conveni! corda submitli, quanto potius sedis illius praesuli consensus est adhibendus, quem cunctis sacerdotibus Divinitas summa voluil praeeminere et subsequens Ecdesiae generalis iugiler pielas celebravit?

Hay, en verdad, augustisimo empe.rador, dos poderes por los cuales este mundo es particularmente gobernndo: la sagrada autoridad de los papas y eI poder real. De e11os, e1 poder sacerdotal es tanto m:is importaote cuanlo que tiene que dar cuenta de los mismos reyes de los hombres ante el tribunal divino. Pues, has de saber, clementfsimo hijo, que, aunque tengas el primer lugar en dignidad sobre la raza humana, empero tienes que somelerte 6elmente a los que tienen a su cargo las cosas £livinas, y buscar en elias los medias de tu snlvnd6n. Tu sabes que es tu deber, en 10 que pertenccc a la rcccpci6n y reverentc administrnci6n de los sacramentos, obedecer a Ia autoridad eclcsiristica cn vez de domina ria. Par tanto, en esas cuestiones debes depender del juicio eclesiastico en vez de Iratar de doblegado a tu propia voluntad. Pucs, si en asuntos que tocan a Ia administrad6n'de Ia disciplina publica, los obispos de la iglesia, sabiendo que el imperio se te ha otorg3do por In disposici6n divina. obedccen IUS leyes para que no parC"lca que hay opiniones conlnti3S en cuestiones puramente matednles, ~con que diligencia. pregunto yo, debes obedecer a los que han rccibido eI cargo de administrar los divinos roisterios? De la misma manera que hay gran peligro para los papas cuando no dicen 10 que es nccesario en 10 que toca al honor divino, asl lambicn exisle no pequeno peligro pam los que se obstinan en resistir (que Dios no 10 perrotta) cuando tienen que obedecer. Y si los corazones de los fides deben someterse generalmenle a todos los sacerdotes, los cuales administrSm las cosas santas, de una manera recta, (curinm mas asenlimiento deben prestar al que preside sobre esa sOOe, que la misma Suprema Divinidad dese6 que tuviern In supremacia sobre todos los sacerdotes, y que el juicio piadoso de toda la I glesia ha honrado desde entonces?

, Apud Epil/U/IJI RO.'lIlJnoruJt1 Ponli{kulII g,enuinal I, cd. A. Thiel, 349 sq.

, Donatio Pippini

I

l taque unus ex ipsis ... ccleriter prncnominatum Fra ncoIUro adsecutus est chrislillnissirnum regem. Quem et in finibus Langobardorum non pr~ cui II Papia repperit civi,tlllCj et nimis cum deprecans atque pluta spondens lemui imperaHl muneta ut Ravennantium urbem vel cetera eiusdem uaIcat}.ls civitates et castra impeJiali tribuens concederet ditioni. Et nequa· quam valuit fumiss imum iamfati chritianissimi 81que benignissimi, fidelis Dei et amBlori, beati Petri, scilicet amdati Pippini Francorufll regis, iodinare cor, ut easdem civitates et loca imperiali tribueret dicioni; asscrens isdem Dei cultor mitissimus rex nulla penitus rntione easdem civitates II potcstate bead Petri et jure ecelesie Romanac vel pontifici Ilpostolice sedis quoque modo aliennri; adfumans sub iuramento quod per nullius hominis favorem sese cettamini sepius dedisset, nisi pro amore beati Petri et venia delictorum; asserens et hoc quod nulla eum thesauri copia suadere vaieret quod semel beato Petro obtulit auferrer... De quibus omnibus receptis civitatibus donationem in scriplis beato Petro atque sancte Romane ecclesine vel omnibus in perpetuum pontificibus nposwiice sedis emisit possidendas; que et usque actenus in archivo sancte nOSlrae ecclesiae recondita lenetur. Ad recipiendas vero ipsas civitates misi t ipse christianissimus Francorum rell: $uum conslliarium. id est Fulradum, venerabilem abbatem et presbiteruro, absolsit, et continuo eius eximietas feliciter cum suis exercitibus Franciam reppedavit. Praenominatus autem Fulradus, venerabilis abbas et presbiter , Ravennatium panes cum missis iamfati Aistulfi regis coniungcns et per singulas ingrediens civitates, tam Pentapoleos el Emi· liae, casque recipiens et obsides per unamquamque auferens atque prima· tos se<;um una cum c!aves portarum civitalUm ipsius Rnvennantium exat· chaws tma cum suprascripca don:ltione de cis 11 suo rege emissa in con· fessione bend Petri ponens, cidem Dei apostolo et tius vicario sanctissimo papae adque omnibus cius successoribus pontificibus perenniter possiden· das adque dlsponendas mdidit ...

Donaci611 de Pipi110 (ana 756) . . .Un mcnsa jero imperial se apresur6 a ir a la presencia del mcncionado cristianfsimo rey de los francos. Lo encontr6 mils 3en de In {rontera lombarda, no iejos de Ia ciudad de Pavia, y Ie rog6 urgentemente, con la promesa de muchos presentes imperiales, que entregaro. 0. las autoridades imperiales In ciudad de Ravena y las atras ciudades y los lugllres fortifica· dos del Exarcado. Pero no pudo persuadir 0.1 fuerte coraz6n de ese cristianfsimo y ben~volo rey, que era fiel aDios y amab3 a san Pedro, es decir, Pipino, rey de los francos, a entregar csas ciudades y lugarcs a la autoridad imperi31. Ese mismo amigo de Dios, muy bondadoso rey, se neg6 rotun· damente · a cna jenllr eSllS ciudades del poder de san Pedro y de la jurisdicci6n de 1a Iglesia romana a del pontifice de la Sede Apost6licn. Afirm6 bajo juramento que no habia hecho In guerra tantas veces para obtener el favor de nadie, sino por el amor de san Pedro y por la temisi6n de sus pecados, y declar6 que el acrecenlllmienlO de su tesoro no Ie persuadirfa a qui tar 10 que una vez habia ofrecido a san Pedro ... Habiendo adquirido tOOas eSlas ciudodes, redact6 un documento de donoci6n pnra 10 posesi6n perpetua de eUos por son Pedro y la Iglesia romana y por todos los pontifices de la Sede Apost6lica. Este documento todavfa existe en los archivos de nuestra santa iglesia. El cristianfsimo fey de los frnncos envi6 a su consejero Fulrad, venerable abad y sacerdote, a IOmar posesi6n de las ciudades, y tl mismo se puse en camino alegremente y sin tardanza con sus ejercitos para reStes:;r a Francia. E1 dicho venemble abad y sacerdote, Fulrad, vino a In religi6n de Ravena con embajadores del tey Astulfo, y, cnlrando en todas las ciudades de la Pentapolis y Emilia, lomo posesi6n de elias, y Hlmbi~n rchencs de entre los hombres principales de cada ciudad, y rccibi6 las Haves de las pucrtas. Entonces vino aRoma, y, poniendo $Obre la tumba de san Pedro las Jlaves de Ravena y de las otras ciudades del Exarcado junto con la ya mencionada donaci6n referente a elias concedida por su rcy, las entreg6 para que quedaran en propiedad y en domin.io perpetuos del ap6$lol de Dios y de 5U santlsimo vicario eI papa y de todos sus sucesores en el papado ...

I.'"

«ConsJitutio romano» del emperador Lotario I

I

COnstilUtum habemus, ut omnes qui sub speciaJi defensione domni apostolici seu nostra fuerint suscepti impetrata inviolabiliter iusta utanlur defensione; quod si quis in guocumque hoc contemptive violare praesumpseth , sciat se periculum vitae suae esse incutsurum. Nam et hoc decernimus, ut domno apostolico in omnibus ipsi iustam observent oboedientiam seu ducibus ac iudicibus suis ad iustitiam faciendam. In hoc capitulo fiat commemoratum de viduis et odanis Theodori, Floronis et Sergii. 2. Vt depraedHiones quae hactenus fieri salehan! prohibemus ne fiant, neque vivente ponti.6ce neque . defunctoj si quis vero ulterius hoc fecerit , sciat se legali setentia esse condemnandum. Quae ilutem reuo octne sunt, placet nobis ut per dispositionem nostram fiant legaliter emendalae. 3. Volumus ur in dectione pontificis nullus praesumat venire, neque liber neque servus, qui aliquod impedimentum faciat illis solummodo ROo manis, quibus anliquitus fuil consuetudo concc:ssa per constitutionem ,anetorum patrurn eligendi pontificem. Quod si quis contra hane iussionem noslram lacere praesumpserit, exilio tradatur. 4. Volurnus ut missi constituantur de parte domni apostolici et nostrn, qui annuatim nobis renumiare valeant, qualiter singuli duces et iudices iustitiam faciant populo et quomodo nostrom oonstitulionem observent. Qui missi, decernimus, ut primum ronctos clamores qui per neglegenitam duo cum aut iudicum fuerint inventi ad notitiam domni apostolici dderont, et ipse unum e duobus eligat: aut statim per eosdem missos fiont ipsae necessitates emend3tae, aut si non, pet nostrum missum fiat nobis notum, ut per nostras missos P. nobis directos iterum emendentur. 5. Volumus ut cunctus populus Romanus interrogetur, qua lege wlt vivere, ut tali qua lOe pre£essi fuerint vivere velie vivantj illisque denunlielur, quod hoc unusquisque sdat, tam duces guam et iudices vel reliquus populus, quod si in o££ensione sua contra eandem legem fecerint, eidem legi quam profitcnlUr per dispositionem pontificis ac nostram subiacebunt. 6. De rebus ecc1esiarum iniuste invasis sub occasione quasi Iicentill acceptn a pontilice, et de his qu~e necdum rcdditae sunt et tamen fllcmnt iniuste a potestate pontificll!ll invasae, volumus ut per missos nostrcs fiat emendatum. ,

MOrwmtll/p Gtrlnoniat Hillorica: Capitv(PFi{l

R~gv",

f,pncOFVIn, I, IIp. 323·324.

Constituci6n romana del emperador Lotario I 1. Hemos decretado que todos los que han sido pues[Qs bajo la protecci6n del sefior apost6lico 0 bajo la nuestra, gozaran de una defensa jus· ta e inviolable en donde la soliciten; si alguno se atreviera, con desprecio, a quebrantar esta ley, no importa la manera, que sepa que pone en peligro su vida. Pues tambien hemos decretado esto: que observen la obediencia debida al sefior apost61ico en toons las cosas, igualmente a sus duques y jueces en las casas que pertenecen a la administrad6n de Ia justicia. Men· cion amos en este capitulo 0 las viudas y huerfanos de Teodoro, Floro y Sergio. 2. :J..os abusos cometidos hastn ahora quednn prohibidos, ya el papa este vivo 0 muerto; si alguien hace tal cosa en eJ futuro, sepa que sed. condenado par proceso de ley. Es nuestra voluntad que los actos comelidolO en el pasado, sean tratados leg:tlmente segi'in nuestra decisi6n. 3. Es nuestra voluntad que nadie, libre 0 siervo, se atrcva a toma[ parte en las elecciones pontilicins, poner obstacllios a los romanos a quie· nes les fue concedida desde antiguo la costumbre de elegir pontifices por decisi6n de los santos padres. Si aJguno se atreviere a desobedecer esle nuestro mandato, sed: desterrado. 4. Queremos que sean nombrados por cl sefior apost6lico y por nos· lros inspectores, ruyo deber ser& informarnos anualmente sobre Ja manera en gue duques y jueces administran just ida al pueblo y rumo ponen en practica nuestro decreto. Dccretamos que estos inspectores dad.n primero a canacer al sefior apost6lica lodas las dispul"as que hayan encontrado aoondonadas por los duques y los jueces, y el propio Papa se decidini por una de estas alternativas: 0 Jos inspectores mismos entienden inmediatamente en los casas mas utgentes, 0, en caso contratio, deben ser traft!os a nuestro canocimiento por nuestro inspector, para que sean de nuevo enmendados por nuestros inspectores, enviados especialmellte por nosotros. 5. Es nuestro. voluntad que se pregunte al pueblo romano bajo que ley quiere vivir, para que viva bujo la ley que ha declarado guiere vivirj y que 10 entienda bien, para que cada uno, sin excepci6n, ya sean duques 0 jueces. 0 el pueblo en gener!!l, sepn que, si comete algun acto contra la ley, esa misma ley que ha profesndo sed aplicada POt el pontffice 0 por nosorros misrnos . 6. Es nuestra voluntad que sc enmienden los asuntos referentes a las posesiones eclesiasticns , tomachls injustamente (llegando petmiso papal, y

88

RrJuciollu

tllt r /!

ia 19lu;a y d E!lado

7. Prohibemus ut d~pN.t:daliont:s inter confinia nostu ultra non 6ant. et quae r.elae sullt, secundum legem de utrisque pa.nibus ordinerous UI emendentur. Similiter volumus, ut ttterae iruustidae de utrisque partihus fianl emend.lac. 8. PJllcuit nobis, ut runel i iudices sive hi qui cunelis pt'lees5e debem, ~r quos iudicaria potestas in hac urbe Roma agi debem, in prae5(:ntia noun veoiam; volcmcs Dumcrum et nomina eorum scire ct singulos de ministerio sibi credito admonitionem facere. 9. Novissime admoneantur, UI omois homo, sicul gratiam Dd el nostram habere dcsiderat, ila pneslcl in omnibus oboedientiam Itquc reo verentiam huic pontilicL Promi tto ego me per Deum omnipoteotem et per iSla sacra quatruor euangelia et per hane eructm domini I esu Christi e t per corpus belltissimi Petri pri ncipia apostolorum, quod ab hac die in futu rum fidelis ~ro dominis noslris irnperotoribu5 Hludowico et Hlothario diebus vi tae melle, iuxta vires et in re ll~ctu m meum, sine fraude atque malo ingenio, salva fi de qUllm repromisi domino Ilpos tolieo; et quod non eonsen tirun ut aliter in hlle sede Romana fiat eiect io pOnlincis nisi canonice C:l iuste, secundum virt:s et intellcctum meuDl; et ille qui electus ruerit me consenlicnte consecrlltus pon tifex Don bal, priusquam tale sacramentum facia t in praesentia missi domini imperatoris et populi, cum iuramento, qualc. dominus Eugelliu5 papa sponte pro conservatione omnium fllctum habet per scriptum.

.ConS/itllljo

rOmallfl"ll

de wluriu J

89

en eI caso de las que no hun sida too,\lI. dcvueltas a los dudios legales despues de haber sida IOmados inju$llm~nlt: por Iluloridlld pontifidn. 7. Prohibimos tado acto de IIgrc:si6n en c:1 fUlUro dt:ntro de nuestros t~rritorios, y ordenllmos que lIS agresiones cornetidas sean tnuadas teniendo ~n cuen!a I. ley de las paries ifltt:resadIlJ_ 8. Es nuestra volunlad que todos los juece:s 0 mllgistn.dos ordin:nios, cuyo d~~r c.s ejerccr autoridad judicial en uta ciud.d de Rom3, vengan a nUe5l.r:J. presencia; deseamos silber CU~ntOS son y sus nombres, y dar instrucciones a cada uno $Obre: los dt:beres que: Je han sido confi3dos. 9. Por ultimo, se h. de entcnder claramenle que eada subdito, 5i quiert poseer III gracill de Dios y la fluestea propia, d~be mostrar, en tadas las cosas, obedicncia y reverend. III ponlffice.

J"ramento de /0$ (01110110$: Prometo por Dios Todopoderoso, por los cuatro san las evangelios, por eSla cruz de Nuest ro Senor J esucristo y por el euerpo del muy bcndito Ped ro, PrIncipe. de los Ap6stoles. que desde hoy h:lS[a el fm de mis dfas sere flel Il mis senotes los emperadores Luis y Lo· tario, en cunnlo mis fUCr'lflS y conocimicnto me 10 permitan, salvo la fe que he prometido al sefior npost6!ico; y que no consenti re, en cuanlo mis fuerlas y conodmiento me 10 permitan, que III elecci6n del romano ponllfice · a esta sede romanll sea hecha de olm manera que no sea can6ruca y It:gal; y que el que sea elegido con mi consenlimienro, no sed consagrado pomffice hasta que no hnyn prestado este jurumenlo en la pres~ncia del enviado del empe~dor y del pueblo junto ron el jUl1Imento que el senor papa Eugenio escribi6 de su propia voluntlld para la conservllci6n de tadas csras rosas.

Canones del Concilio de Reims

I

(1049)

L Ne quis sine elect ione cleri et populi ad regimen ecclesiasticum pro-veheretur. II. Ne quis sac[os ordines, aut ministeria ecclesiastica, vel altaria, emeter, aut vendetet. Et si quis deticorum quidlibet eorum emisset, id cum digna satisfactione suo episcopo redderet. III. Ne quis laicorum , ecclesiasticum ministerium vel Illta ria lenerer, nec episcoporum quibus consentirent. IV. Ne quis in atriis ecclesillru m, praeter episcopum et ejus ministrum, quaslibet consuetudines ~xigel'e praesumeret. V. Ne quis pro sepultura, vel baptismo, sive pro eucharislia, aut infirmorum visitatione, quidquam exigeret. VI. Ne quis c1eticorum , aImn militllria gestaret, aut mundnnae militiae deservitet. VB. Ne quis c1eticus vellaicus usuras exerceret. VIII. Ne quis monachus, vel c1ericus. a suo gradu npostataret. IX. Ne quisquam aliqu ibus sacri ordinis iter agenl ibus violentiam ullam inferre auderet. X. Ne quis pnuperes homines rapinis vel captionibu5 vexnrel. XI. Ne quis incestuosae conjunctioni se copulnret. XII. Ne quis legilima uxore derelicta aJiam ducetet.

, En Mansi, vol. XIX, cob. 741·742.

Canones deL Conciiio de Reims I. Que nadie sea ascendido al gobierno de una iglesia sin set elegido primero por el clero y el pueblo. II. Que nadie compte 0 venda las 6rdenes sagradas U 06cios edesiastioos a iglesias; y si algun clerigo ha comprado alga de eSla naturaleza, que los entregue a su obispo 'I haga la penitencia cleoida . III. Que ningun seglar reciba alicia eclesitist ioo a iglesia, y que 1'1 111gun obispo consienla en esto. TV. Que nadie sino el obispo 0 su represenlnnte se atreva a pedi r dinero a las puenas de las iglesias. V. Que nadie demande pago par funerales 0 par administrar el bau· tismo 0 la ellcaristia 0 por visilar a los cnfermos. VI. Q ue los c1trigos no Beven armas 0 se dediquen a ocupaciones Illundanas. VII. Que oi c1crigo 0 segla r sean usu reros. VIII. Que nigUn monje 0 cterigo renieguen ...Ie su orden. IX. Que nadie se atreva II atilcar a persona bajo las 6rdenes sagr:ldas mientras viaia. X. Que nadie injurie a los pobres robandoles a engafiandoles . XI. Que nadie se una inceSlUosamenrc. XII . Que nadie abandone a su esposa y se case can otra mujer.

Carden~l HumberlO: Adverstts simoniacos

Et cardenal I-imnberlO contra ia investiduJ"a laica (105 4·1058)

I

Quicumque consecnttur episcopus, secundum decretales sanClorum regulas prius est a c1ero eligendus, deinde a plebe expelendus, landemque a comprovincialibus episeopis cum metropolitani iudido consecrandus. Neque enim aliter certus et fundatus vel verus episcopus did vel haberi poteri!, nisi cenum c1erum er populum quibus praesit habuerit et a comprovindalibus suis auctorilate metropolitani, ad quem vice apostolicae sedis cura ipsius provinciae pettine!, consecratus fueri!. Qui autem sine qual ibet harum triurn ~pilulorum consecratus fueri! , nec certus nee fundatus nee verus, sed pseudoepiscopus dicendus est et habendus nec inter canonice planta tos vel factos episcopos cornputandus; quia cum episcopus dicatur supe.rintendens aut superinspiciens, cui clero aut cui populo hie talis superintendit, qui nullius cieri nulliusque populi, quibus superintendat, e1ectionem habuit, insuper et metropolitani atque cornprovincialiu m auctorilate carui r? H aec cum ita venerabiles omni mundo et summi pontifices Spiritu sancIa dictame decreverint, ut metropolitani iudicio electio cieri, principis autem consensu expetitio plebis et ordinis connrmelur, ad reprobat'ionem sanetorum canonum et lotius christianae religioni s conculcationem praepostero ordine omnia fiunt, suntque primi novissimi et novissimi primi. Est enim prima in e1igendo et confirmando saecularis potestas, quam velit nolit subsequitur ordini s, plebis clerique consensus, tllndemque metropolitani iudicium. Unde taUter promoti, sicut superius praedicatur, non sun! inter episcopos habendi, quia subsrirutio eorum capite pendet deorsum , quia quod debuit cis fi eri postremum, factum est primum et ab illis, quorum interest niebilum . Quid cnim ad laieas pertinent personas sacramenta ecclesiastica et pontificalem seu paslOralem gratiam dist ribuere, camyros scilicet baculos et anulos, quibus praecipue perocitur, militat et innititur tota episcopalis consecratio? ... Quicumque ergo his duobus aliquem initiam, procuJ dubio omnem pastoralem aUClOritatem hoc praesumendo sibi vendicant. Nam paSt haec encen ia quod liberum iudicium de talibus te:ctoribus iam datis d erus, plebs et ordo seu metropolitanus eos eonseecaturus habere poterun!, quis tanlum superest vel nisi conivent? Sic enceniatus prius violentu s invadit derum, plebem et ordinem dominalurus, quam ab cis cognosca,

M01lvm~lI/a Gum~l1ia~

pp. 108, 205.

Hilloric,,: Libd/i

d~ UI~ I"'PI!t"~IO'Ii'" ~I

Porrli/icvm, I ,

SegUn los deerctOs de los Sil O lOS padres, d que cs consagrado obispo, primere es elegido por el clero, despues solici tado par el pueblo y, por uhimo, consagrado por los obispos de la provincia con eI consentimiento del metrepoli tano. Nudie puede set tenido 0 Uamado verdadero e indubi utble obispo a no ser que tenga clero y pueblo que gohemar y, si ha sido consa· grado por los otros ooispos de la provincia con hi autoridad del metropolilano, que estc a cargo de la provincia en nombre de la sede upost6lica. EI que haya sido eonsagrndo sin corformurse a es tns tres reglas, JIO puede ser tenido por obispo verdadero e indubitable y establecido, ni contacio entre Jo~ obispos crelldos y nombrados can6n icnmente. Por cl cOlHrario, debe ser Uamado pseudo·obispo; pues, siendo d obispo un gobemadot y un supervisor, que clero y pueblo puede uno gobernar cuando ni el dew ni d pueblo 10 han elegido pan gobematlos, y careee, adem:!s, de la aUlo· ridad del metropolilano y de la de los obispos de la provincia? .. Mienlras que hombres venerables de todo eI mundo y pont1.fiees soberanos inspirado5 por cl Espiritu Santo, han decrc tado que la eleccion del clero tiene que ser confirmada por el juicio del meU"opolilano y la pctici6n de los nobles y del pueblo can el consentimiento del principe, ahorn sc hace todo con tanto desorden, que 10 primero cs 10 ultimo, y 10 ulti mo es 10 primero de lal manera, que los sagrados dnones son rech:J.Zados, y toda la religi6n cristiani\ es atrope llada. EI poder secular es el primero en elegir y en confirmar; eI eonscnt imiento de los nobles, del pueblo y del clero y, finalmente, In dccisi6n del melropolitano vienen en ultimo lugar, 10 quieran 0 no. De aqul que, segUn ya se ha dicho, hombres :lscendidos de esta maDera no deben ser considerados como obispos, pues la manera de su nombramiento es absolutamente de otto modo; 10 que debe hacerse prj· mere es hecho 10 ultimo y pot hombres a quienes en absoluto incumbe este asunto. Pues, c6mo puede ser propio de seglares distribuir los sacramentos edesiasticos y la grada episcopal y pastoral, esto es, b:iculos y ani1105 con los cuales la consagraei6n episcopal es especialmente hecha y por los cuales funciona y se sostiene ? .. EI que, por tllntO, nombre a una persona con esto5 dos sfmbolos, se arroga para sf, obrando de esta manera, todos los dcrechos de la cura pastoral. Pues, despues de esta instituci6n, que pueden haeer tocante a estos gobernanles, ya nombrados, eI dero, los nobles y el pueblo, 0 el metropolitano que liene que consagrarlos 0 mera· mente esta presente, sino solo asentir? Un hombre asf insli luido, primero

94;'

Rdaciont!s mire La Iglesia y ef ESlado

tur, quaeratur aut petatur, Sic metropolitanum aggredituI, non ab eo iam iudiCllnclus est, sed ipsum iudicaturus; neque cniro iam regurit aut recipit eius judicium, sed solum exigit et extorquct servitium, quod ei solum in ora· done et unctione est relictum. Quid cniro sibi jam pectinet aut prodest baculum et anu\um, quos portat, reddere?

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El cardella! Humberto

COllira

/a i1l~stidurQ

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se fuerzn a Sl mismo en el c1ero, cn los nobles y en eI pueblo para sec sefior entre ellos en vez de sec reconocido, buscado y pediclo por ellos. 'rambien ataea al metropolilano no sometiendosc a su juicio, sino, pot el coorrario, juzgandolo; DO requiere a recibe la aprobaci6n del metropolitano pero exigt y arranea servicio, que es 10 unico que Ie queda en Ia ornci6n y unci6n, pues c6mo puede pertenecer a1 metropolitano 0 que fin pueJe lener el conferir de nuevo el bacula y ~l anilio que ya tiene? ..

Decreta de Nicolas II contra La ilJvestidura laica

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Nicolaus episcopus servus servorum Dei omnibus t:piscopus catholicis cunctoque clero et populo salutem carissimam et benedictionem nposlOliearn. Vigilantia universalis regiminis assiduam solHcitudinem omnibus debentes, saluti quoque vestrae providentes, quae in Romana synodo nuper celcbrala, coram centum tredecim episcopis, nobis licet inmeritis presiden. tibus, sun! canonice constituta, vobis notilicare curamus, quia ad salutem vestram exccutores corum V9S esse optamllS et apostolica auctoritate iu· bendo mandamus. 1. Primo nanque inspeetores Deos est statutum, Ut electio Romani pontificis in potestate cardinalium episcoporum sit, ita ut, si quis apostoHeae sedi sine premissa coneordi et canonica electione eorum ae delinde scqucmium ordinum rcligiosorum dericorum ct laicorum conscnsu intronizatur, non papa vel opostolicus sed apostaticus habeotur. 2. Vt moriente Romano pontilice vel cuiuscunque civitatis nuUus presumat facultates corum invadere, sed suceessoribus eorum rescrventur imegrae. J. Vt nullus missam lIudiat presbyteri, quem scit coneubinam indu· bitanter habere aut subintroductam mulierem. Unde etiam ipsa sancta synodus hoc capitulum sub excommunicatione statuit, diccns: Quicunque sacerdotum, diaconorum, subdiaconorum POSt oonstitutum bealae memoriae prcdeccessoris nosui sanclissimi Leonis papae de easlilate dericorum, ooncubinam palam duxeril vel duct·am non reliquerit, ex parle omnipoten~is Dei auctorilate beatorum apostolorum Petri et Pauli precipimus et omnino contradicimus, ut missam non cantet neque euangelium vel cpistolam ad missam legat, neque in presbyterio ad divina officia cum iis qui praefatac constitutioni obedientes fuerint maneat, neque panero ab neeclesia susci pillt, quousque a nobis sententia super huiusmodi Dco ooncedente procedat. 4. Et precipientes statui mus, UI ii predictorum ordinum, qui eidem predcccssori nostro abedientes castitatcm scrvnverunt, iuxta aecclesias qui . bus ordinati sunt, sicut cportet religiosos dericos, simul manducent et dormiant et quicquid eis ab aecclesiis venit communiter habeant. E t rogantes , En Milllsl. XIX, 907.

D~crelO 4e Nicolas II contra La illvestidura laica

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. Nicolas, obispo, sic:rvo de los sil!rvos de Dios, a todos los obispos ca-

lol~cos y a todo eI c1ero y pueblo, saludos afectuosos y la bendici6n apos-

t6bea. . PueslO que tenemos que ser diligentemente solkitos parl! todos los hombres oon la vigila.ncia propia de nuestro cargo universal preocup:indo. nos de vuestra salvaclon, hemos tornado el ruidndo de enviaros los deerelOS rromul?ados en eI s!nodo recientemcnte celeb~ado en Rom3, en pres~ncla .de clenta trece oblspos y, nunquc somas indignos, bajo nucstra presldcncJa; pues descamos que los hng:iis cumplir para vuestra snlvaei6n, y mandumos esto can aUlOridnd apost6liea: 1. Primero sc acord6, en III presencia de Dios, que 10 e1eccion del romnnQ pondfice fuern hechn par los cardenales ohispos de tal manera, que c! que sen ent roni:lado sin GU consenlimicnto previo y elccci6n can6nica y Sin el consentimiento posterior de los alros 6rdenes del dew y del pueblo, no sed tenido par papa y ap6s101, sino por un ap6stata. 2. Que euando e1 obispo de Ramo 0 et de cualquiera otm ciud3d mueta, n~die se atreva a saquear sus posesiones, sino que est as deben preservll rse mtaetas para sus succsores. 3. Que nadie oiga Ja misa de un sacerdotc del que se sabe, con certe:In, que mantienc una concubina 0 liene una mujer vjviendo con el. Par e~to el mismo santo sinodo decret6 10 sigu iente, bajo lit pena de excomum6n: EI sacerdote, diacono 0 subdi~lcono que, despues de lit constiluci6n sobre Ja castidad de los cierigos, dada por llJestro santisimo predecesor eI pllpa Le6n, de feliz memoria, tome concubina 0 10mnd:J, no 13 abandone, de parte de Dios Omnipotente y por la autoridad de los bienavenlurados ap6swles Pedro y Pablo, ordenamos, y nos opanemos en nbsolulo, que no conte Ia misa ni el evangelio, ni lea la eplstoia en 1a misa, ni participe en eI presbiterio en los olicios divin~s con los que obedezcnn la dicha callstitucian, ni recib parle de hi iglesia hasta que no st!ntt!llciemas, con la ayu~ da de Dios, sobre el plIl"lieular. 4. Dccretamos firmcment e que los det·igos de los 6rdenes mencianndos que, en obediencia :1 nucs\ros predccesores, St hun mantenido castos, duerman y coman en comunidad ee ren de Ie iglesia para la que han sido orden ados como conviene al clero piadoso, y que teogan en comun las entradas que procedan de In iglesia, y les urgimos muy encarecidamente que 7

Relaciofl~I

eutTe la Iglesia y d EstaJo

moncmus, ut ad apostolicam, rommunem scilicet vitam summopcre perve· nire studeanL 5. Deinde ut decimae et primiciae seu oblatiOf!es vivorum Ct mortu(} rum aecclesiis Dei fidelit er rcddanwr a laicis Ct ut in dispositione cpiscoporum sim. Quas qui retinuerint, a sanctae aecclesiae communione sepa· rentur. 6. Vt per laicos nullo modo qui tibet clericus aut presbyter obt ineat aecclesiam nec gratis nec precio. 7. Vt nullus habitum monaehi suscipiat spem aut promissionem ha· bens. UI abbas fiat. 8. Nee aliquis presbyter dullS aecclcsias simul obtineal. 9. UI per symoniacam heresim nemo ordinetur vel promoveatur ad quodlibet accclesiasticum officium. 10. V, cuiuslibet ordin is dericos laici 110n iudicem nee de necclesi is eiciant.

Decreta de Nicolas I I cOlltTe III inueu iduTa

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se esfuercen en alcnnznr eI modo apost6lico de vidn , que cs una vida en comunidad. 5. Ademas, que los die-Lomos y las primicias y los presentcs de personas vivas 0 difuntas se entreguen fidmente por los seglarcs a In iglesia, y que se dejen a la disposici6n del obispo. EI que los retenga sed separado de la romuni6n de la Iglesia. 6. Que ningtin derigo 0 s~cerdote reeiba una iglesia de manos de los seglares bajo ningun concepto, fa sea librernente 0 por un pretio. 7. Que nadie rcciba el h5biIO de monje con la esperanZ3 0 promesa de ser nombrado abad. 8. NillgUO sacerdotc Icndni simuh5neameme dos iglesias. 9. Nadie sera orUCllado 0 promovido a ningun cargo edesiastiro por medio de la herejfa simoniaca. 10. Que ningun seglnr juzgue 0 expulse de las iglesias a ningun cle· riga de cualquicr orden.

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Decreto de NicolO! II sobre las elecciolles papales (1059)

Decreto tie Nicolas II sobre las eiecciolles papales

... 2. Quapl'Optt:r inst~uCli preUCCCSSDrllm nOSlfQnU}1 ;.liOl'urnquc ~.:mc· torum Patrum ilucloritate, dec(rnimus atque Sllltuimus. UI, obeunte huius Romanae crc1esiae. universalis Ppn ti(ic~. imprimis cardinales episcopi diligentissima simul consiclcratione traClantes, mox sib~ dericos cilrdinale~ !,I~. hibeaot: sicque ~eliqul..ls dtru$ el populus ad cous<:nsum nouae ele~tJoms acetdanl, nimirum precaucntes. ne uenaijratis nl0rbus g.ligu@ (>Cc;a~ione s;up, repat. Religiosissimi uiri produces sin! in promouenda Pomificis electione, reJiqui lIutcm sequaces. 3. Cenus lIero :ltquc legitimus hie elcctionis erda perpendilllf, si, perspectis diuersorum Patrum regulis sJue gcstis, e[iam Wa B. predeeessoris Ilost ri Leonis selUemia reeoilltur. «Nulla» inquit, « ratio sinil, UI inter episcopos habentur, qui nee a clericis sunt eleeti, nee a plebibus expetiti, nee II eomprouineilibus episeopis cum metropolitani iudicio consC(rnli.» Quia sedes apostoliea cunetis in orbe terrnrum prefercur ecclesiis atque ideo supu se metropoliulIlum habere non pOtest, cardi· nales ep.iseopi proculdubio metropolitani uice funguntur, qui u.idelicel electum antistitem ad apostolici culminis IIpicem prouehant. 4. E!lgall][ autem de ipsius eeelesiac gremio, si repetitur idoneus; uel si de ipsa nOll inueni · tm, ex alia aSSUllllitur; silluo debito honore er reuerenlia dileeti filii Hen· riei, qui in presenliarum rex habetur, et futurus impenllor Deo concedcntc speratur, sinn !rUIl sibi concessimllS el successoribus illills, qui ab hac apostoliea sede hoc ius personaliter impetrauerinl. 5. Quod 51 prauol'urn Illque iniquorum hominum ita peruersila.s inunl':ltl'it, UI 'purn: sincel'a ~t.qu7 gra· tuita fieri in Urbe non possit eleetlo, cardmale! eplscopl cum rehglosls ele· rieis catholis cisque laicis,licet paucis, ius potesl:llis oblineanl, eligere llpoS ' wHeae sedis Pontifieem, ubi congruerit. 6. Pbne , postquam elecllo fue ri r facta si bellica tempestas uel qualiscumque hominum conatus malignitatis studi~ restiterit, UI is , qui eleclus est, in apos.tolica sedc iuxla cons~etudi­ nem inthronizlIri non ualeat, eleClus tamen, SIClll uere Papll, nuctonlatelll obtineut regendi Romanam ecelesiam, et disponendi omnes faeuitlltcs iUius; quod bea tum Gregorium ante conseerationelll suam fecisse cognouimus .

Apoyados en In autoridad de nuestros predeceso[es y de los Olros santos padres, decrelalllos y ordenamos que: Cuando el pondfice de esu igle· sia universal romann muera , los cardenales primero habladn diligentemenIe entre ellos sabre la clecei6n; despues ci taran II los otros cardenales, y, enlonees, eI reslo del clero y eI pueblo se aproximani para dar su asenti miento a la nueva e1ecci6n len iendo eI mayor cuidado de que no intervenga en modo lliguno eI demonio de la vcnalidad. Los eclesiaslicos mas prominen tes ser~n los primeros en 11cvar II cabo la e1ecci6n de un papa; los otros los seguidn. Ciertamente, eSla clase de elecci6n sera considcrada justa y legal si se examinan las reglas y las aedones de los diferentes padres y tambien se recuerda eI juicio d~ nuestro santo predecesor Leon: «Nada just-Hica», dice, «e1 que se tengan por obispos a los que no h.1Il sido clegi· dos por el dero 0 pedido:; por cl pueblo 0 cons:tgrado5 por Jos obi)pos de la provincia con la aprobaci6n del metropolitano.» Pero sicndo la sede apost6lica superior a tadas las iglesias del mundo, no puede tener sobre ella ninr,un metropolitano, y nsf los cardenales ohispos que ponen :II pontlnce e1egido en la cumbre de la dignidad apost6lica aWlan induclablemellle en lugar del meuopolilano. Deben hacer su elecci6n de emre los miembros de esta Iglesia si hay en ella un canclidalO dlgno; en caso con lrario , elegiran uno de olra iglesia, salvo el honor y revereneia clebidas a nuestro amado hijo Enrique, que es ahara rey y que, es de esperaI', sera, en eI futuro, empctador con la gracia de Dios, segUn ya. hemos coneedido a el y a sus sucesores, los cuales pediran persona.imenle CSle dereeho a III. scdc apost6lica. Pero, si III. pcrversidad de hombres ~or rompido~ y diab6!icos prevalecc hacienda imposible en Roma una e1ecCl6n pura, .s meera y Ilbre, los cardenales obisp05, junt o con d clero temeroso de Dms y d pueblo eat6lico, nunque [ucren pocos, tenJr£n eJ derecho y In autoridad de elegir un pontfnce para la sede aposI6lica en un lugar convenien;c. ?i, dcspues de In e1ecd6n, la guerra 0 los esfuerzos de hombres malos Implden nl de· gida ser entronizado en la sede aposl61iea, segun eostumbre, es daro que, II pesar de ella, eI elegido debe recibir ntltoridnd pam gobernnr a 1:1 igJesia romana y disponer de todos los medios como papa verdadero, plies sabe· mas que el bendito Gregorio obro asf despues de su consagraci6n.

, Corpllf II/ris Comollici, d . A. Frh·JIJt'lg. vol. I, cok 77·78.

Pedro Damian cOntra el lIombramiellto de clerigos cortesanos a las dignidades eclesiasticas I

Pedro Damian contra el l1ombrlllniento de clerigos cortesanos a las dignidades eclesiasticas

Domno Bonifacio reverendessimo episcopo, Petrus peccatus monachus scrvitutem ... Cum ieaque, venerabilis pater, de modernis episcopis mihi perplura dis· pliccan t, ilIud intolerabilius arbitror, qui nonnulli dum honores ecdesiasticos netneis vaporibus aestuantius ambiunt, in clientelam potentium can· quam servos se dedititios obscoene substernunt. Ecdesiastica quippe dese· runt, dum Ecdesias concupiscunt; er ut tynlnnidem arripiant super cives, ut itn dixcrim, dedignantur esse concives: militiam fugiunt, ut militibus prnefcrantur; et dum non erubescullt templo Dei mutare palatium, de reli· gione canonica in ordinem transeunt laicorum. Virtutum arma deponunt, procinctum spiritalis militiae deserunt, castra transfugiunt, militare cingu. lum solvunt. Dedignantur cum c:aeteris stipendii percipere donativum, ad solius anhelant dictaturae vel imperii principatum. Qui nimirum dun non per Ecdesiae ingrcdiuntur ostium, sed per saeculare posticum, non pastores ovium, sed fures et latrones fiunt; Veritate perhibente, quae ai t: «Qui non intrat ~r ostium in ovile ovium, iller fur est, et latro» ... Qui vetO se mundi principibus pro nanciscendis honoribus tradunt, ec pecunias necessario prodigunt, et delini6cis patronos suos adulationibus Hngere non omitrunt. Nequaquam ergo diffiteantur se dedisse pecuniam, qui praelalionis ambilione principibus exhibent dientelam. Qui nimirum dominationis desiderio serviunt ; et ut divitii! affluant, cum facu ltatibus suis, et semetipsos expendunr. H umiliantur, ut postmodum impune super· biant, se pedissequos exhibent, ut praccedant j laboribus atteruntur, UI gaudeant; affliguntur inopia, ut nuptialis edulu continua postmodum epulatione turgcscantj et velut proposita venalitatis mensa, fenerando servitium, mercantur imperium. Amant enim primos recubitus in coenis, et primas cathednls in synagogis, el salutationes in foro, et vocari ab hominibus rabbi.

Pedro, monje y pecador, al revercndfsimo senor obispo Bonifacio, a vuestros pies ... Aunque hay muchas cosas que me dcsagrlldan sobre los obispos de nuestros tiempos, no puedo tolupr, venerable padre, que algunos de ellos, mas ardientes que el aliento del Elna en su ambici6n de honores eclesilisticos, se entregan al scrvicio de gobernantcs con una conducta humillanle, como esclavos cautivos. Abllndonan las cosas dc In iglesia mientras que, por Otro lado, se muestran codiciosos de iglesias; evitan la guerra paca ser preferidos a los guerreros y pasar de III regia dc la religi6n a las :6las de los segla res, ya que no se averguenzan de cambiar el templo de Dios por el palacio. Ponen a un Indo las IltmllS de la virtud, aba ndon 3n el ejercito de la milicia espirilual, huyen del campo, pierden el cintur6n de soldado. Son demasiado orgullosos pora recibi r, como OlrOS, el sala rio; se muestran avidos solo por la preeminencia en el mandar y gobernnt. En vcrdad, estos hombres, que no cnttan en III iglesia por la puerta de In iglesia sino por un postigo mundano, se convienen en ladrones y salteadores, no pastores de ovejas, segun atestigua Ia Verdad diciendo: eEl que no en tra por la puerta en el aprisco, es un ladr6n y salteador.» ... Los que se ent regan a sf mismos Il los prfncipes del rnundo para oblenet honores, tienen que ser pr6digos con d. dinero y tambien tienen que adular a sus patronos con dukes adulaciones. Los. que hacen la corte a los principes, movidos por la ambici6n de puestos cclesiasticos, no pueden negar que han dado dinero. Los que sirven por la codicia del poder y ri· queza, prostiluyen sus mismas personas y sus talentos. Se humillan para mostrarse mas tarde arrogantes con impunidad; obtan como lacayos para haccrse senores; se agotan con trabajos pensando en eI placer futuro; suo fren nccesidad para engordar despues, banqueteando en un petpetuo ban· quete de bodas y, como si estuvietan anle eI mostrador del cambista, pagan con sus servidos para comprllr un puesto. «Aman eI primer lugar en fiestas y los primeros asien!os en las sinagogas, y snludos en eI mercado y ser Ilamados maestros.»

, Pedro Dnml~n, O p UsClitil Wlrill: CQIl/fa "01. 14', col,. 463-466.

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Carta de Pedro ,Damian a Enrique IV de Alemania sobre el sacerdocio y La rt!(Iteza 1

Carta de Pedro Damian a Emique IV dt! Alemalli(1 sabre d sacerdocio y la l'eaLe1.(l

... Utraque pratterea dignitas, el eegalis scilicet, et sacerdotalis, skut prindpaliter in Chrislo sibimet invicem singulari sacramenti veri late conneclittlr, sic in Christiano populo mutuo quodam sibi f()(!dere copu!alur. Utraque videlicet alternae invicem utilitatis est indiga, dum et sacerdolium regni tuitione prolegitur, et regnuro sacerdotalis officii sanelitale fu1citut. Rex enim praecingitur gladio, ut hos tibus Eeclesiae munitus occurrat. Sncerdos oralionum vocal excubiis, ut regi cum populo Deum placabilem reddat. lIIe sub lance justitiae negolia debet terrena dirimerej iSle fluenl:l c()(!lestis eloquii debet silientibus propinare. TIle consti lutus est, ut nocentes atque scelestos legalium sanctionum censura coercea tj iste ad hoc ordi,natus est, ut per claves Ecclesiae, quas accepit, alios zelo canonici'vigoris astringat, alios pet mansuetudinem ecclesiasticae pietalis :.Ibsolvllt. Sed audi Paulum de regibus disputamem, el re.Clam regalis officii lineam jacientem: nam post multa ~ie ait : «Dei enim minister est libi in bono; si autem malum feeeris, time. Non enim sine causa gladium portal. Dei eniro minister est, vindex in jeam ei qu i malum agi! ... Sed tunc deferendum es t regi, CU!J1 rex obtcmperat Conditori; alioquin cUql rex divjnis resultat imperiis, ipse quoque jure contemnitur a subjeclis. Si ' quis enim proprius, nOf! Dei rex esse convincitur, qui in die pugnae non stat pro castris Ecdesiae, et sic propriis lIIilitatibus, spedaliter metuit, ut ruinae periditantis Ecclesia~ non succurrllt. Sed et cum per I sa inm Dominus d.icat: '1IVenite, et arguite' mej» cu r homo ab 110mine despiciat argui quem constat eadem mortalitatis lege constringi? Et cum lege forensi cautum sit, UI qui in peremptores parenlum non ulciscitur; in jus haere· ditariae successionis nulialenus admittatur, ego, qui in homicidam mal ris meae, Romanae scilicet Ecdesiae ulcisci neq ueo, ultores saitem impellere non tentabo? Depula ergo me, a rex, fideliter consulentem, non procaciter obloquentem; , vel si placet, ae sl i~3to me pme dolote pe remptae . matrls insanum, non adversus cxcellentiam regiac majestatis insolenter elatum, Sed, 0 utinam ego ante tribunal luum adjudicer perdueliionjs, dUll! IU: \'amen in adversarios apostolicae sed;s vindiccs arbiter aequitutis. In cervids meae jugulum securis vibtata desaevin, tanlum modo Romana Ecclesia

As! como los dos poderes, eI real y el sacerdotal , (stan en primer Iugar unidos eI uno al OlrO en CriSIO por la verdad especial de un saCnlmento, ns! tambien estan unidos el uno nl otto en el pueblo cristiano par un3 especic de paCIO. Cada uno necesil:1 de los servicios del otro. EI sacerdecio es defendido por Ia protecci6n real mienlras que la realeza cs roslenid3 por la santidad del oficio sacerdotal. EI reyes cenido can una espad3 para que vaya arm:1clo con tra los encmigos de la Iglesi.!. EI sacerdote ora en much% vigitias P!lra ganar eI favor de Dios para el fey y para eI pueblo. EI primefa debe condudr los asuntos terrenales can la lanza de la justicia; el se· gundo debe dar al sediento agua del manantial de In diviml e1ocuencia. EI primero hu sido eSlablecido para forzat a los que hacen (lano Y :l los crimin~ les COil d castigo de las sanciones legales; el segundo est~ ordenado a estu: a atllr algunos can el celo del rigor canonico por media de I~s lIaves del reino que han recibido, y para absolver a altos a traves cle la clemencia de la compasi6n de la I glesia. Pero aye a Pablo hablar sobre los reyes y dcfinir el papel propio del ofieio teal. Despu~s de Olras casas, dice: «Pues el es el ministro de Dios pam ti en eI bien; Ierne, si ohrns mal, pues no lIeva la espada sin tilz6n. Pues es ministro de Dios un vengador que des· ca rga su ira sobre el que hace mal. • ... Un rey debe se e r evc renci ~do sicmpre que obedczClI al Cre"dor. Por OITa parte, cuando un rey n:siste las 6rdenes divinas, es justa que sus stlbditos Ie despreeienj pues, si uno se convence de que debe gobernnr como rey, no por Dios, sino por su propio interes, entonces no bntalla en eI c~.Ill· po de In Iglesia en el dia de lucha, y eSla muy preecupado par sus proplos intereses para veni r cn nyuda de In I glesia cu!lndo esta se encuentre en peiigro. Puesto que el Senor dice por boca de 1salas: «Ven y aeusame~, que razon hay para que un hombre desdene ser !lcusado por Otto hombre cuando todos estan atados pot Ia misma ley de la mOrl;.liclacl? Ademas , cuando la ley civil cstablece can todo cuid~do que el individuo que no tome venganza de los asesinos de sus Iladres, no tiene derecho a la heren· dJ, no podre yo, inC"Jpn de vengar cI asesinalo de Illi madre In 19lesilt ro· mana, par 10 menos urgir II los vengaclores? Consideradmt:, por tanIO, oh rey, como uno que as cia un conscjo fiel, no fepeeches insolentes, 0, si U: pttrece , pensnd de mf como uno que hA perdido la raz6n par eI dolor OHl-

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propri ae dignitatis apicem per te reparala conscendal. Porro si Cadaloum cito velut alter Constan linus Arlum destruis, el Ecclesiae, pro qua ChristU5 mortuus est, pacem reformate comendis; faciat te Deus in proximo de regno imperiale fastigium scandere, et a cunclis hostibus lUis insignis gloriae litulos reportare; alioquin si adhuc dissimulas, si mundi periclilantis errorem, cum possis nbolere, dClrcctas, et reliqua. Cohibeo spiri tum, ct consequentiae relinquo lectoribus intellectum.

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Carta de Pedro Damian a Ellrique lV

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sado por el asesinalO de una madre, no como uno opuesto insolentemente a la excelencia de In majestad real. Con todo, 6jaJa fuera yo dedarado culpable de traici6n anle tu tribunal 5i 5610 It), atbitto de la equidad , tambien castigaras a los enemigos de la sede apost6lica. Que Ia esp3d~ del ~erdugo eaiga sabre mi cuello si la Iglesia romana, testaurada por Il, pudlera oscender a la eminencia de su propia dignidad. Adem:is, si tu destruyes in· mediatamente a Cadalo, como Conslantino hizo con Arrio, y trabajas para devolver la paz a la Iglesia por la cua l muri6 Cristo, Dios pronto hani que subas a la altura del gobierno imperial y ganes de todos tus cnemigos d lulos de gloria. Pe ro sucedeni 10 contratio si eres falso y rehusas poner Icrmino al error que hace peligrar al mundo, cuando tu titn~s eI podcr de hacerlo. Cont~ngo mi ~spfritu y deja a mis l~c[ores adivinar las consecuencias.

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Quod Romana ecclesia a solo Do~ino 'sil fundata. Quid salus Romanus pontifex iure dicatur univchsalis. Quod ille solus possit deponere episcopos vel reconciliare. Quod legatus eius omnibus episcopis praesit in conciiio, etiam inferio· rlS gradus; e( adversus eos setenlinm depositionis possit dare. Quod absentes papa possit deponcre. Quod cum excommunicatis ab iIIo inter cctera nec in eadem domo dc· bemus mam:rc. Quod iIIi soli IiCCt pro temporis necessitate novas !egos condere, nova~ plebes congregare, de canonica abbatiam facere, et e conlra divitem episcopatum dividere et ino~s unite. Quod solus possit uti imperialibus insigniis . Quod solius papac pedes omnes principes deosculentur. Quod iIIius solius nomen in ecdesiis recilelUr. Quod hoc unic\IIn est nomen in mundo. Quod iIli liceat irnpera tores deponerc. Quod ilB licelll de sede ad sedem, necessit,lte cogente, episcopos trans· mutare. Quod de omni ecdesia, quocumque voluerit, dericum vakat ordinare. Quod. ab Hlo ordinatus alii ecclesiae praeesse potest, sed non militare; et quod ab aliquo episcopo non debet superiorem gradum accipere. Quid nulla s)'nodus absque praecepto eius debet gener;llis vocari, Quod nullum capitulum nullusque liber canonic1.l s h~beatur absque illius auctoritate. Quod setentill illius a nullo debeat retractari, et ipse omnium salus retraclare possit. Quod a nemine ipse iudicari debelll. Quod nullus Rudea! condemnare apostolicarn sedem appeJlantem. Quod majores causae cuiuscumque ecdesine old earn rdeni debe!!nt. Quod Romana ecdesia numquam erravit nee in perpetuum , scriptu r:.l teslanle, errabit. Quod Romanus pontifex, si canonice fuedl ordinatlls, metitis beat i Pc· tri indubitanter cfficitur sanC\U5, Icstante sanCIO Ennodio Papiensi episco, Cr("g.orii V/f r("gis/rum, cd. Ph.

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Cri:g"riallu, II, pJl. 17+176 .

Qm: hi Ig\csia n.llllan'l (110.: (UllJ.ld'l Ilnkamen1i; por Dius . QUI! solo cl romano pont1fice puede, en justitia, se:- lIam:1do llnivcrs:d. Que solo el puede deponer 0 restablecer a los oblspos. Que: 5U legado, aunque sea de menor rango, (iene In I? rce minel1ci~,. en cl concilio, a lodos los obispos, y pucde decretar sentenCI:l de deposltl6n cont ra ellos. Que el papa pued!! deponer :l los flusen les. Que, ent re OtnlS cosas, no debemos morar en la IIlISIllU casa cun los que han sido excomulgados por el. Que solo a el pertenece lega lmente pfoffi1.llgal· Ic)'e~ (Ie llcuerdo .:1 Ius necesidades de los tiempos, convocar nllevas l'OllgregllcIOIlI!S,. cooven .lf en abadfa una cononjfa, y, por otra parte, dividir un obispado nco y lllllt los pobres. Que solo el puede usar 13 insigni;I imperial. Que el Papa es el unico cu)'os pies deben ser besados por todos los principes. Que solo su nombre debe ser mencionauo en Ins iglesins. Que su titulo es unico en eI mundo. Que solo :l ei es Heito depo~er em~r:ldores. . . Que solo a el cs lreito camb,ar, cuando sea nccesano, ublspos de una sede a orn. . . Que solo el tiene autoridad para ordeu:tr c1erig0s de cWI!qu ie[;! 1~1csLn si IIsf 10 desca. Que el que ha sido ordenado par ei puede gobernar otl'lI Iglesia p.er.o no pueuc cstar bajo las 6rdenes de OltOS; Y que ese tal no puede reclblr un grado mols alto dc ningun obispo. . . . Que ningun sinodo puede ser llamado genefu l sm suo COrlS~nllmlenl o. Que ningun capitulo ni libro sean tenidos pOt can61l1cos sm su auto·

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" nadie tiene peder de retraClur ninguna scntencia que h;1 51"d0 1m" puesta por el; )' que solo el, enl~e todos, tlene a~toridad de lm·erlo. Que el mismo no puede ser Juzgado por nadle. . Que nadie se atl"eva II condenar a1 que llpele a la sede IlposI611l:a. Que la sede romana nunca ha errado, ni nunca comeled CHar por 100Ia hi eternidad segun el testimonio de 1:1 Escritura. . Que el I'omano pontifice, si ha sidu C1ll6nicumenle oniennJo, es, sm

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Rclacione$ Ifnlre la 19les;a y el Estado

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po, ei multis sanctis patribus faventibus, sicut in decrctis beati Symachi papae continetur. Quod mius praecepto et licentia subiectis liceat accusare. Quod absque synodaH COllventu possit episcopos deponere et reconciliare. . Quod catholicus non habeatur, qui non concordat Romanae ecdesiac, Quod a fidelitate iniquorum subiectos potest absolvere . .

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Los «Die/allis» del papa

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duda, santificado por los meritos de san Pedro; de esto dan testimollio san Enodio, obispo de Pavia, muchas santos padres eSlan de acuerdo, y eSln contenido en los decretos del benlo papa Sinmaco. Que es lkito a personas subordinadas presentar acusaciones bajo su orden y con su permiso. Que solo ei tiene autoridad para deponer 0 restablecer ohispos sin ne· cesidad de convocar un 5100do. Que el que no este en cooformidad con la Iglesia romana no puede ser tenido por cat61ieo. Que solo el papa tiene autoridad para absolver subditos de hombres injuslos de su juramenta de 6delidad .

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Carta de Gr'egorio VII·at duque Radotfo ae SIIa"bia Jobre :, - . ~!1riq~/e J.V:. (~ep~ie??!b.!~. l, ~Ql) ·I · . . ,-

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Gregorius cpiscopus sel"vus scrvOrU;ll·-Dei : Rodu lfo . $uaviac dud . saluH:m et apos!Olicam benedictionem. Licet ex prneteritis nobilitatis lUae stuJiis dareat, te s,mctll.C Romtlnne ecdesiae honorem diligere, nunc tamen, quanto ipsius amore ferveas qunn[umque cetero~ iIInrum partium prindpes eiusdem amoris magnitudinc t r~nsce~d:l!ls, Interne tuae nobis trnnsmissne evidemer exponunt. Qune nimlrum II\[er cetern dulcedinis sune verba il!ud nobis videbnntul" consulerc per quod. et .status imperii gloriosius rcgitur et sancwe ecdesiae vigor soli: da[ur; vIdeliCe t ut SlIcerdot ium ec imperium in unitale concordiac coniunsa nt ~r. N.am sicut du.ob~s ~ulis. humanum corpus tempo!".,! lumine fegilur !la hiS duabus dlgnn:ltlbus In pura religione concord"ntibus corpus ecdesja~ spirituali lumine regi et illum inati probatur. Unde nobilitatem tu~m. sCire volumus, qui:! non solum circa regem Heinricum, cui debito res e:mllmus ex 0 eo, quod ipsum in regem elegimus, el pater eius laudllndae memoriae H~ nricu ~ imperato!" in.t~r ?mn~s ltalicos in cu ria sua sp~ciali honore me trllctavI,I, quodque e.tlam Ipse moriens Rom:lnae ecc1esiae ptl" v~n~tandae momorllle papam Vtctorem praedictum filium suum com men~tlv i t, aliquam ffilllivolcntiam non observamus, sed neque aliquem chrisII.anum h.omin~m Deo Qu~iJjnnte ~odio hab~rc volu,mus; cum apostolus dicit: «Sl leadldero corpus meum Ita up ardcam, CI Sl dedero omn~s fncultates meas in cibos pauperum, carica tern non h!lbcns, nihil sum.» Sed qui;! concordiam istam, scilicet sacerdocii ct imperii, nihil fictum nisi purum decer habere, vidctur nobis omnino utile, ut prius tecum lHqUC Agnete imperatrice et cum comitissa Beatrice et Rainaldo episcopo Cumano et cum aliis Deum timencibus de his diligencius tractemus: qUatenus, voluntatc 1l0stnl bene a vobis cognil:!, si rationes nosttas iustas esse probaveri[is nobiscum consentiatis; si vero rationi nostrae aliquid :lddendum vel subttahe.ndum esse vobis visum fuer]t, consili is vestris Deo conscmienle parati crlm.us assens~m p:aebere. Quapropter prudenliam !lIarn rogarnus, ut i~ fidehtate oeatl Petri semper smdeas crescere, et ad !imina eius tum caus oratio,nis tu.m consideratione tantue uti~itatjs nOll pigent te venire: quale" ~us SIC te In utroque bento Petro debltorem facias, ut ct in praesenti et JO fUlura vita eius semper intereessione g:ll1deas. RI.'Killrlllll,

I, 19, pp.

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Carta de Gregorio VII at dllqlle Rodolfo de Suabia Jobre Enrique W Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, al dugue Rodolfo de $uabia, s:llud y bendici6n apost6lica. Aunque tu celo en el pasado ha puesto en claro tu Jevoci6n al honor de la santa iglesia romana , III ultima carta muesrra tu fervienle afecto por ella, y prueba cuan grandemente sobrepasas a todos los otros prindpes de esas tierras en eSle particular. TIntre oltas fdices expresiones en esto, esta pared6 especialmente a prop6sito para promover la gloria del gobierno imperint y tambien fortnlecer el poder de Ia santa iglesia, esto es, que el imperio y el sacerdocio deben eStaf ligados cl uno al otro en una uni6n armoniosa. Pues, de la misma manera que el cuerpo es guiado por dos ,o;os para su Iuz fisica, asf tambien el cuerpo de la iglesia es guiado e iluminado con luz espiritual cuando estas dos dignidades trabajan juntas por la causa de la pureza de la re!igi6n. Por consiguiente, queremos que sepas que no tenemos mala voluntad hacia cl fey Enrique, al cual estamos obligados porque fue nUeSlftl clecci6n como rey, y porque su padre, de recordadll memoria, el emperador Enrique, me trat6 con honor especial entre lodos los itaHanos de su cone, y encomend6, cuando muria, su hijo a la iglesia romana en la persona del papa Victor ( II), de venerada memoria, sino que, con el auxilio de Dios, ni odiariamos voluntariamente a ningun eristitlno, segun el Ap6stOJ: «Si entrego mi cuerpo para SCt quemado y doy todas mis posesiones para alimentar a los pobres, perc no [cngo caridad, no soy nada.» Pero, puCSIO que la armonfll entre el imperio y eI sacerdocio debe sec pura y Jibrc de I,odo engafio, nos parece de Ia mayor importancia aconsejarnos pl"imero contigo y la emperatriz Ines, 1a condesa Beatriz y Reinaldo, obispo de Como, y Olros hombres temerosos de Dios. Entonces, despues de que hayas entenclido bien ouestros deseos, si nueSlr3S razones Ie pareeen justas, puedes l!egar a un acuerdo con nosotros; pero, si encuenlras que algo debe anadirse a nuestros razonamientos, 0 eliminar algo de ellos, estnremos dispuestos a aceptar tu consejo, Por 10 tanto, te urgimos a trabajar aun con mas nhinco para aumentar tu lealtad hacia san Pedro y venir, sin demora, a su santua rio para ofrecet; IUS oraciones, y tambien por el beneficio que pudiera acarrearte. Por estas dos razones pondras a sao Pedro tan en deuda contigo, que gozarns de su intervenei6n en esta vida como en la futura .



Enrique N a Gregorio VII prometiendo sumisi6n (agosto-septiembre, 1073)] Enrique IV a Gregorio VII prometiendo sluJliri6n Vigilantissimo et desidernntissimo domno papae Gregorio apostolica dignitate coelitus insignito Hemicus Romanorum Dei gratia rex: debiti ·famulatus fidelissimam exhibitionem. Cum enim regnum et sacerdotium, ut in Christo rite administrllta subsistant, vicaria sui ope semper indigeant, oportee nimirum, domine mi et pater amantissime, quatinus ab invicem minime dissenliant, verum potius Christi glutino coniunctissima indissalubilitcr sibi cahaereant. Namque sic et non aliter conservatur in vinculo perfectae caritatis et pacis et christianae concordia unitatis et ecclesiasticae simul stants religionis. Sed nos, qui Deo annuente regni aliquamdiu jam sortimus ministerium, saccn.lotio, ut oporlUit, per omnia ius et honorem non exhibuimus legitimum; quippe nobis a Deo dale potestatis vindicem non sine causa gladium ponavimus, nec tao men in rros, ut iUSlum £oit, iudiciaria illum semper censura evaginavimus. Nunc autem divina miseralione aliquantulum compuncti et in nos reversi, pee-cata nostra priora vestrae indulgentissimae paternitati nos accusando confitemur; sperantes de vobis in Domino, ut, apostolica vesan nuctoritate ahsoluti, iustilicari mereomur. Eheu crimonosi nos et infdices, partim pueritiae blandientis instinctione, partim potestative nostrae et imperiosae potentine libert:lte, partim etiam eorum, quorum seductiles nimium secuti sumus consilia, seductorill deceptione petcavimus in coelum et coram vobis ; et iam digni non sumu! vocatione vestrae filiationis. Non solum enim nos res ecclesiasticas invasimus verum quoque indignis quibuslibet et symoniaco felle amaricutis ct non per ostium sed aliunde ingredientibus ecclesias ipsas vendidimus, et non eas ut oporntit de£endimus. At nunc, quia soli absque vest!a auctoritate ecclesias corrigere non possumus, super his, ut etiam de nostris omnibus, veslrum una et consi· lium et auxilium obnixe quaerimus; vestrum studiosissime prneceptum servaturi in omnibus. Et nunc in primis pro ecclesia Mediolanensi, quae nostra culpa est in errore, rogamus: ur vestra apostolica districtione canonjce corrigatur; et exinde ae caeterns corrigendas auctoritatis vestrae senlentia progrediatur. Nos ergo vobis in omnibus Dco volente non de£uerimus; rogames if ipsum suppliciter palernitatem veSlram, Uf nobis a1acris adsit clementer in 0Il!nibus. Litteras no~tras nom POSt longum tempus cum fidelissimis nosteis habebitis; ex quibus nostra, quae ndhuc dicenda restant, Deo dante plenius audietis.

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, Rtlis'",,,,, I, 291, pp. 4648.

AI mas vigilante y amlldisimo senor, papa Gregorio, investido, llor la voluntad divinn, con In dignidnd apost6lica, Enrique, rey de los romanos par la gracin de Di05, ofrece su debido y fiel servicio. Reina y sncerdoeio, si han de ser debidamente administrados tn Cristo necesitan su ayuda constante, 'I, por 10 tanto, mi amado senor y padre, nunc~ debe haber disensi6n entre ellos, sino que deben unirse mas inseparablemenle e1 uno al Olro con los lazos de Crislo. Pues asf, y no de otro modo, puedtn ser conservadas 1a armonfa de la unidad cristiana y la instituci6n de In Iglesia en un laze de aruer y de paz perfecta. Pero nosOtros, que ahara hemos tenido por algun tiempo, y por la volunrad de Dios, el 06cio real, no herno~ mostrado en todo tiempo hacia el sacerdoeio la reverenda y el honor q~e.Ie eun debidos. No sin raz6n htmos JlevaJo la espada de la justicin que 0]05 nos htl confiado; pero no siempre la hemos desenvainado contra el culpable como. hubiera sido Iluestra obligaci6n. Ahara, sin embargo, un TantO :mepentldos y pesarosos pot la divina misericordia, nos volvemos a vuestra palernal indulgencia, acusandonos a nOSOlros tnismos 'I confiandonos a vas en el Sefior para que podamos ser encontrados dignos de absoluci6n por vuestra aUleridad apost6lica. Ay de mi, culpable e infeliz que soy! Pane por los impulsos de mi iuvenlud engufiosa, parte por los consejos seduc!Ores de mis consejeros he pecado contra el cicio y ante vOSOlros con deslealtad fraudulenta, y no'soy digno de ser Uamado m:is vueslro hijo. No solo he usurpado propiedad de la Iglesia, pero tnmbien he vendido las iglesias mismllS a personas indignas, hombres emponzonados con el veneno de III simonia, hombres que entraron no por la puerta, sino por otros caminos, y no he defendido las iglesias como debiera hllberiO hecho. Pero, ahora, puesto que yo no puedo ordena r las iglesias por ml mismo, sin vueSlra aUloridad, as pido muy ansiosamenle vueSlro conscjo y ayuda en este 'I otros asunlos mfos. Seguin"! tscrupulosamente vuestras instruccioncs en !Odas las casas. Y, en primer lugar, en 10 toeante a la igresia de Mi1:in, que ha cardo en error por mt culpa, as ruego que sea restaurada segtin Ja ley por vueslra sentencia apost6lica, y despues que procedais al ordenamiento de otras iglesias de vuestra autoridad. No as fahare. Dios 10 quiera, y os fuego humildemenle vuestra ayuda paternal en todos mis asuntos. Recibireis pronto cartas mias de manos de mensajeros dignisimos y POt boca de elias sabrcis, Dios 10 quiera, 10 demas.

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Gregorio Vll at obispo (Ie Chalon-sur-Sacme contra Felipe J de Francia (diciembre, 1073 ) L

Gregorio VlI at obispo de Chalol1-sur-Saolle COlltra Felipe I de Francia

Inter .c~leros nostri huius temporis principes, qui ecclesiam Dei perversa cuplclnate venundando dissiparunt et mat rem sumn, cui ex dominico praecepto honorem el reverentiam debuerant, andllari subiectione penitus conculcarunt, Philippum regem Francorum Gallicanas ecclesias in lanlum oppressisse ceCla relatione dididmus, ut ad summum tam deteslandi huius fadnoris cumuium pervenisse videatur. Quam rem de regno iIIo tantO profecto lulimus molestius, quanta et prudemia et rcligione et vit"ibus noscitur fuisse potentius c[ erga Romanam ecc1esiam multo devotius. Et· nos quidem tam generalis nostrae cura sollidtudinis quam ipsarum destructio ccclesiarum vehcmenter nccendcrat, lH in tam audaces sanctae religionis excessus severius animadvenere deberemus. Sed quoniam anteaCiis diebus per familiarem suum, cubieularium videlicet Albericum, ad nom'i eensur~01 iudicii ct vitam corrigerc et ecdesias ordinare firmiler nobis respondit, ngorem canonicum interim exere distulimus. Huius ergo promissionis fidem in Matisconensi ecclesia, pastoris regimine diu desolata et ad nihilum pene redacla, in primis volumus expcriri; ut scilicet Augusludunensem arch idiaconum, unanimi cieri el populi consensu, ipsius etiam ut audivimus regis assensu e1ectum, episcopa tus dono gratis ut decer COllcesso, ecdesine pracfici paliatur. Quod si facere noluerit, indubitanter noverit, nos hane ecclesiae ruinam nequaquam diutius toleraturos et ex auctoritate bealorum IlposlOiorlim Petri et Pauli duram inobedientiae contumadam cano. nica austeritale cohercituros. Nam aut rex ipse, repudiato lUrpi symoniacae here.sis mercimonio, idoneas ad sacrum regimen personas promoveri permittet, aut Franci pro ceno, nisi fidem christian am abicere maluerinl, generalis anathematis mueronc percussi, illi ulterius obtemperare recusabunt. Haec ideo, frater karissime, vigilantiae tuae imimare curavimus, quatinlls ea praedicto regi insunuare et exhortando et rogando modisque omnibus inculcare studeat, ut et pmefatam Matisconensem aliasque eec1esins canonice concedat ordinarL 'fibi ergo maxime haec idcirco iniungimlls, quia prudentiam tuam magnam esse et regia familiaritate uti cognovimlls. Si qua autem, qune dicenda erant, a nobis practermissa sunt, haec jngenii tui acumen iniungat. haque in hac persccutione Inbora, lit et Dei gnlliam et nostrum bencvolentiam promerearis.

Hcmos sabido de fuentes fidedignas que entre los principes de nuestro tiempo que han devastado la iglesia de Dios poniendola en venta con impia avaricia, y pisoteando a ht mudre a la cual debcn honor y reverencia scgun el mandato de. Dios, teniendola en dependencia como a sierva suya, e! rey Felipe de Francia ha oprimido Inn to tl las igles ias galicanas, que parece que ha lIegado a 10 sumo de su odiosa iniquidad. Esto nos ha ofen dido tanto en eI caso de esc reino a causa de su bien conocida rcputflci6n de sana juitio, piedad y poder, y por su gran devoci6n a In iglesia romana. Nos preOClJpamos tanto, no solo por nueSlra responsabilidad generul, sino por la destruction real de las iglesias mismas, que debramos haber reprobado con nds s,tveridad esos audaccs ataquts COntra nuestra santa religion . Nos aseguro, empero, por su chamberl an Albcrico que respetaria nucstra opinion, reformarfa su vida y que pondrfa b s iglesias en orden. Deseamos, par tanto, probar la validez de su promesa en el CIISO de la iglesia de Macon, privaJa de su paStor por largo tiernpo y reducida casi a la nadfl. Es nuestro deseo que permira al archidi~cono de AUlun, elegido por e1e<:ci6n unanime del clero y del pueblo y, segtin hemos oido, con In aprobacion del propio rey, que sea puesto, como su obispo, a In cabe.za de If! iglesia de Macon, siendo becho el nombramiento como debe hacerse, sin pago alguno. Si se niega, que tengn por seguro que no sufriremos por mas liernpo la ruina de la iglesia, sino que haremos frente a persistencia Ian obstinada en In desobe.diencia con severidad canoniea con la autoridad de los bienavenlurados ap6stoles Pedro y Pablo. Pues, 0 el mismo rey, abandonando In diab6lica mercanda de la herejitl simoniaca, permite que personas dignas sean promovidas ai gobierno de la iglesia, 0 el pueblo frances, a no ser que desec rcneg;\r de In fe crist iana, sera castigado con Ia espada del anatema general y sc negani a obe.decerle en cl futuro. Hemos qucrido con. fiar esto a tu cuidado, amado hermano, para que 10 tnillsmitas al rey y bagas el mayor esfuer1.o pidiendo, rogando y por Olros medios, pllra persuadirle a que permita que [a ig[esia de Milcon y cualquiera Olm iglesitl recihan sus pastores segun el derccilo can6nico. Te urgimos eSIO muy encarecidamente porque sabemos que tu prudencia es grande}' que gOt:ns de la conlltlnza real. Si hemos olvidndo algo que debiamos haber clicho. 10 dejnmos a. tu ingenio. Trabajfl de tnl manera en eS le cometido para que te hagas merecedor de Ja gracia de Dios y de l}tJestra benevolencia.

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RegiJ/rII/lI, I , 35, pp. 53·.54 .

·. Gregorio VII a Al/onso VI de Le6n y Sancho 11 de Castilla (maTZo 19, 1074) ,

Gregorio V II a At/onso VIde Le6n 'Y Sancho II de Castilia

Gregoriu! episcopus serVllS scrvorum Dei Alfcnso et Sancllo regibus Hispaniae a panibus, et eplscopis in dicione sua constituis, salutem et aposrolicam benedictionem. Cum beatus apostolus Paulus Hyspaniam se adiise significet; ac pOstell septem episcopos ab urhe Rama ad inslruendos Hispaniae populos a Petro et Paulo apostolis din.octos fuisse, qui destructa idolatria chrisLianito tcm fundaverunt, rdigionem plant,3verunr, ordinem et officium in clivinis cuhibus agendis ostenderunt et sanguine suo ecclcsias dedicllverunr, VCSlnt dili. gcntia non ignoret; quantam concordiam cum Romana urbe Hispania in religjone et oecline clivini officii habuisset ; satis pnel. Sed, postquam ve· sania Priscillanistarum diu pollutum et perfidia Arianorum deprnvatum ct a Romano ritu sepilratum, irruentibus prius Gothis ae dcmum invadentibus Sa.racenis, regnum Hispaniae fuit, non solum religio est diminuta, verum etlam mundanae sunt opes Hispaniae Jabefactae. Quapropler ut lilios karissimos vos Ildhortor et moneo: ut vos, sicut bonae soholes, etsi post diu· turnas scissuras, demum tamen ut malrem Ie vera VESTRAM Romanam ecclesiam recognosca cis , in qua et nos fratres rt!peIiatis; Romnnae ecele· siae ordinem et officium recip,iatis, non Toklanae vel euiuslibet aliae, sed istius, quae a Petro et Paulo supra 6rmam petram pcr Chris tum £undata est et sanguine conseerata, cui portae inferni, id est linguae hereticorum, numquam prllevalere pOteIllnt, sicut celera regnll occidentis et septenll.rio. nis t~eat is . Uncle eoim non dubitatis vos suscepisse religionis exordiul1), restat etiam, ut inde recipiatis in ecclesiastico ordine officium, quod Innocentii papae ad Egubinum directa episcopum vos docet epistola, quod Or· misdae ad Hyspalensem missa decreta insinuant, quod Toletanum el Bragarense demon5trant concilia, quod edam episcopi vestri ad nos nuper venientes juxta constituionem condui per scripta sua facere promiserunt et in manu nostra firmaverunt ...

Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, a Alfonso y a Sancho, reyes de Espana; e igualmcnte II los obispos bajo su gobierno, s:.lud y ben· didon aposl6lica. Vucstra dlligencia sabe que el biellllveOlurado aposwl Pablo expres6 su intend6n de visitor a Espana, y que despues Pedro y Pablo enviaron, des· de Roma, siete obispos para instruir a los pueblos espaiioles, y que des· pues de abour la idolatria, fundaron e.l cristianismo, establecieron Ia religi6n, enseiiaron el ofido divino y dedicnron iglesias con su sangre. Es bien conodda la gran armonla quc existi6 entrc Roma y Espana en la fe y en la practica de las sagradas ceremonias. Pero despues de que el rcino de Espana fue manchado por In locura de los priscilianistas, degradado par la traid6n de los arrianos y sepllrndo del ritual romano ptimero pOt la invasi6n de los godos, y despues por la de los sarracenos, no solo la reli· gi6n fue danada, sino que tam bien el poder secular fue deSlrozado. Por 10 cual os exhortamos, como II hijos muy quericlos, que, como hijos buenos, a pesar de una larga separnci6n, reconozcais, al nn, a la iglesia tomana como a vuestta verdlldera madre, y en eSlo enCQntrart:is que somos vuestro herma· no. Siguiendo e1 ejemplo de los otros reinos del occidente y del Norte, aceptad la disciplina y el ritual romanos, no los de Toledo ni de otro ninguno que no sea de la iglesia que fue fundada por Pedro y Pablo en roea s6lida por medio de Cristo, y consagrada en sangre y contra la cual las puertasWel infierno, esto es, las lengu:ls de los herejes, nUllca pudieron prevalccer. No teneis duda en cuanlO a la fu ente de donde habeis recibido los principios de vuestra religi6n; recibid, pues, tambien de la misma fueOle el santo ritual del scrvicio de 111 igle~ia que sc ensena en la carta del papa Inocencio al obispo de Gubio, la cunl se encuentra en los decretos de Hormisdas, enviados a In iglesia de Esp.lna, que oprobaron los concilios de Toledo y Br:lga y que vuestros obispos, los cunlcs nos visiraron recientemcnte despues de b celebraci6n de un concilio, prometieron por escrito adoptor confirmandolo cn nueSltas manos .. J

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RtCiSlTIIIII,

I, 64, pp. 83.84.

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1 Gregorio VII a ta emperatriz Ines (jllnio 15, 1074)

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Gregorius episcopus servus servorum Dei Agneti christianissimae IInperatrid salutem et apostollcam benedictionern. Gaudemus et exultamus in Domino, quod lumen vestcae operationis ad nos usquc ' resplenduit et fructus veSIcae fatigationis, etsi non ad vOla vestca plene comulatus, Dec lameD ad laudem et gloriam, nobis ad laetitiam, vobis ad carOllam pcrfectae remunerationis excrevil. Neque coim nostra spes ideo coanari aut submitti debet, si desiderium vestrae sanctiIntis facuhatcm intcntionis explendac nOll habuit; quoniam apud Deum perfecit omnia, qui, voluntatcm gerens integram, quantum potuit operari non desiit. Scimus equidem, quod pro pace ct concordia universalis ecclesiae multum laboratis et omnia, quae pontificatum er imperium glutino caritatis aSlringere valenm, nmplius quam did possit concupiscitis et indefe5sa sollicitudine qUlleritis. Quorum quidem quod maximum est et unitati dilectionis coniunc[issimum, iam peregistis: videlicet filium vestrum Heinricum regem communioni ecdesiae reslirui, simulque regnum eius a communi periculo libcrnri. Quonillm, illo extra communionem POSiIO, nos quidem timor divinae ulrionis secum convenire prohibuil; subdi los vero sibi quoridie eius praesenlia quasi necessitas quaednm in culpa ligavit. Ad celera vero quae leviora SUnt licer prosperitatem vestrllm promptam esse non dubitemus, per fiduciam tllmen quam in Christo habemus gloriam vcstrllm, ut iugiter tam sonctis studiis inster, propter revelationem gaudij vestri quodammodo exhortnri impellimurj scribentes vobis et sub omni certitudinc notificnntes: pracfato !ilio veSTrO veS lra consilill vestraque muitum merita profu isse, el, quam mi ~erico tditer cum divina respiciat clementia, vcstram . adhuc beatitudinem cum gralulatione visuram esse. De cetera sciat eminentia veSltll nos his temporibus pro causa beati Petri aposlolorum principis in lahore non parvo posilos, et vestram in omnibus Beatricem nec non et CQmmunem 6liam nostram Malhildim die noctuque in nostro multum adiutorio oesudarc, ulpOte vos ~equentes, vos sicut dominam et magistram diseipulae fideHler imitantes. Per vos itllque novum exemplum anliquae iaetitiae, per vos, inquam, ilIae mulieres oHm quaeremes Dominum in monumento saepe nobis ad memoriam redeunt. Nam sicut iIle peae cunctis disdpulis ad sepulchrunl Domini miro carilalis ardore venerunt, ita vos ecdesiam Christi, quasi in sepulchro af6ctionis I

Regis/rl/III, I, 85, pp. 106-108.

Gregorio VII a to emperal riz lnes Gregorio, obispo, slervo de los siervos de Dios, a Illes, cristianisima emperatriz, salud y bendici6n aposl6lica. _ Nos regocijamos y alegramos en el Senor porgue la luz de vuestras aClividades ha lIegado incluso hasla nosotrOS, y porgue los resultados de vuestros esfuerzos, aunque no Ian grandes como fuera de des.car~ han dado, empero, a\!lb,mza y glorhl aDios, felicidad n nosotros y a II ln1s.m~ la corona de un perfecto galard6n. Ni nuestra esperanza ~ebe SCI hmttada 0 reprim ida porguc el deseo de HI sanlidnd no haya podldo ser clHera menl C s:uisfech oj pues el que con firme volunl!:d no deja de haeer todo 10 g~e est'! en su peder, perfecciona todo n los OJOS de ~IOS. S:l~mos. con ~e[l~z!l que Irabajll.s podcrosamente par la I~az'y concordIa en In IgleSia u~lvers~.I, y qut: descas m~s anri de luda dcscnpc16n,.y que tc.csfuerzas can i.ncam:lble dHigeneia en conseguir 10 que pueda untr, en cllndad mutua, all?,perlo y al papado. Ya has conseguido 10 mas. imporlfllHe p~ra eSla unt6n .de afec[Q, eSlo es, el que tu hijo, eI fey ~nf1que, sea. admJlld~ a 1:1 comu.n l6n de 111 Iglesia, y el que su reino se yea hbre del ~ehgro comun. No pudlmos tratar con ~I mienlras es(Uvo fuern de la comum6n por temor a la venganzu divina, pem sus subditos patlicipaban en s~ ofensa a causu de la nectsidad del trato dim·io. TocantC a onos y menos lmpOl"tan lCS asu ntoS, aunque no dudamos que vuestra prosperidad (sic) estar:'i dispuesta a obIllr, t~da­ via nos vemos ohligados a urgir a V. A., por la fe que le~cmo.s en.Crl sto para revelar III gozo, a que persistas en tan 5a.1110 empe~o. 1 amblen comunicamos u tll hijo que tu eonsejo y IUS mentos han sldo de . III mayor ulilidad, y que h i santidad vetil con satisfacd6n cudn misericordtosamente III gracill divina ha mirado pOt el. Por 10 demas, sepa vueSlra mnjeslao que estamos aho[o muy ocupados en la eausa de san Pedro, jefe de los ap6stoles, y que vuestras devOtaS BeMriz y MMildc, vucstras hijas, trabajan dia y poche por nuestra causa, siguiendo vuestro eiemplo e imilandoos como fie1es di~dpulas de su se· nora y ama. Por vuestro media recuerdo un gozo anttguo, po~ vuestro medio, digo, recllerdo II aquelllls mujeres q~e buscaton II su .se~or en eI sepu!cro. Pues, nsf como elias £lleron las. ptlmeras entre los dlSClPll ~OS en lIegar a In tumba del Senor en eI mnr3vllloso ardor de su arnor, IISI tambitn tu has visitll.do In Iglesia de Cristo, yacente en el sep~1cro de Ill. aflicci6n anles que muchos otrOsi mas lodavia, anles que casl todos los prfncipcs del mundo ell piadoso servicio. Trabajas con lodo III esfuerzo

122. • ~ .:-

Relaciont:s el/tre la Iglesia y el Es/ado

positam, prae rnultis jmmo pene prae omnibus terratum principibus pio amore visitalis, ct, Uf ad Statum libertatis suae resurgat, totis viribus anni· tentes, quasi angelicis instructae responsis, cCleros ad suffragium laborantis ecdesiae provocatis. Unde et revelationem supernae gloriae et aCte:rn3e vitae, quae est in Chris to l esu, non dubie expectabitis er, consones mulierum ilIarum, praescntillffi Salvatoris nosni inter angclorum agmina. pace perpetua fruentes, ipso praestante invenielis. Quod aute:m de {ilia vestra Mathildi nos Ioganis, gr:l\anter accepimus. collaudantes sanctitatem vestram, quod lants vobis de salute iIlius cura est; quae quidem in vas offini desiclerio et fide1itatis a£fectu cor et animam suam cffundit. gloriam vestram quasi gaudia propriae sa lutis cxposcit.

G'rep,oriu

V J I a Ju emjJerlllrtz 1116 '

123

para que ella pueda. una vel. mas, n:cobrat su l.ibenad y, cnsefiada, par asi dedtlo, por los angeles, Unmlls nairas en !Iyuda de In iglesia batalladora. Par 10 cual, espera, sin ansicdnd, la manifes(acion de la suprema gloria y vida eterna que hay en Cristo Jesus, y, en comparua de esas mujeres. ids a la presencia de nuestro Salvador can Ia hucsle :lOgelica para gozar siempre la paz can El. Hemos recibido con g$>'':o IUS prcgunras sabre tu hija Matilde, y felicitamos II tu sanridad par tu profunda interes i>or su bieneslar. De hecho, ella es devota tuya con todo su coraz6n y alma. y desea lu gloria COmo el gozo de su propia salvaci6n.

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Gregorio VIT a Salomon, rey de Htmgria (octubre 28, 1074)

I

Gregorius episcopus servus servorum Dei Salomoni regi Ungarorulll salu tem et apostolicam benedictionem. Litterae tuae ad nos tarde propter moram nuntii lUi allatae sunt. Quas quidem muho benignius manus nos tea suscepisset, sl lua incauta conditio non adeo beatum Pet rum offendisset. Nnm, sicut a maioribus patriae tuae cognoscere potes, regnum Ungariae sanctae Romanae ecclesiae proprium est, a rege Stephana olim beato Petro cum omni illfe et potestate sua obbtum et devote traditum. Praeterea Henricus piae memoriae imperator, ad honorem sancd Petri regnum iIlud expugmms, vielO rege er facta victoria, ad corpus bead Petri lanceam cocooamgue transmisit; et pro gloria triumphi sui illue regni direxit insignia, quo prioeipatum dignitatis eius aninere cognovir. Quae cum ila sinl, tu tamen, in ceteris quoque a regia virtute et mOTibus longe discedens, ius et honorem sRncti Pelri, quantum ad te, imminuisti et alienasti, dum eius regnum R rege Teutonkorum in beneficium, sicut audivimus, suscepisti. Quod 5i verum est, qunliter guliam beati Petri aut nostram benevolentiam sperare debeas, tu ipse, 5i iustitiam vis attendere, non ignoras: videlicet te non aliter earn habiturulll nee sine apostOliea animaclversione diu regnaturum, nisi seeptrum regni quod tenes, correcto errore tuo, apostolic:!e, non regiue, maiestatis beneficium recognoscas. Neque enim nos limore vel amore aut aliqua personali acceptione, quantum Dco adiuvante poterimus, debitum honarem eius, cuius servj sumus, inrequisitum relinquemus. Verum, si hac emendare ef vitam warn ut regem deeet instituere et Dea miserante ndornare volueris, proeul dubio dilectionem snnctae Romanae ecclesiae skut matds dilectlls filius et nostram in Christo amicitiam plene habere pOteris.



RtgiSlrulII,

II, 13, pp. 127·128.

Gregorio VII

II

Salomon, rey de Hzmgria

Gregorio, obispo, sieevo de Ius siervos de Dios, a Salom611, rey de Hungda, salud y bendici6n apost6lica. Vuestra carra Ueg6 II nOSOlros larde por la demora de tu menslljero. La hubi~ramos recibido con mas agrado si vuestra mal pensada condici6n no fueran Ian g1"elldemc ntc ofens iva a san Pedro. Pues, como podeis sabcr por los jefes priocipalcs de vuestro pais, cI reino de Hungria fue haee tiempo ofrecido y devotameme entregado a snn Pedro por el rey Esteban en plena propiedad a In santa iSlesia romana y pu~sto bajo su co,,?pleta jurisdicci6n y dominio. Ademas, el emperador Ennque (TIl), de plndosa memoria despues de conquistar ese reino, envi6, en honor de san Pedro, a su san:uario una espada y una corona, y, para celebrar su triunfo, entreg6 el slmbolo de soberania al lugar donde sabia estab:l Ja fuente dc esc pader. Siendo asl, tu, sill embargo, que tambien en otros aspectos te has mostrndo Icjos de tener c1 cadeter y la cu alidad de rey, has dcgradado, segun hemos oido, el derecho y el honor de san Pedro hasta d limite, acePlando cI rei no que es suyo, como un feuda de manos del rey de los alem:lnes. Si eSlo es tlSI, tu mismo sabes cufinlo favor 0 buena voluntad pucdes cspcrtlr de san Pedro 0 de nosotros mismos. Tu no pucdes l"ecibir cstas cosas, 0 esperar reinar por Inrga tiempo, sin el reproche aposl6lico a no ser que te enmiendes y reconozeas que el cetro del reino que tienes, es un feudo de la majestad apostolica y no de la real. Pues, ni miedo, favor 0 parcialidad nos impedirfi, en cuanlO este de nuesIra parte, redamar, con la ayuda de Dios, todo el honor que se deba a Aquel, euyos siervos somos . Si esuls preparado a enmendar estl1.s fahas y :l ordenar IU vida como pcrtenece a un rey! ent,onces gozarfis, S!ll duda alguna y en toda medida, el B1nor de la saOl.!l IgleSia. romana co~o el ama· do hijo de una madre, y tambicn nuestra mLsma amistad en Cnsto.

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Gregorio VII a Guillermo de Poitou (noviembre 13, 1074)

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Gregorius episcapus se rvus servorum Dei Guilielmo comiti Patavensi salutem ([ apostalicam benedictionem. Licet Philippi regis Francorum iniquitates ad notitiam 10am pervenisse dubitandum non sit, utile tamen duximus, quantum de eisdem inquitatibus daleamus, tibi innotescere. Nam inter cetera scelera, quibus non solum christianos sed e1 paganos videtur superasse principes, post ecclesiarum, quas sibi libuit confundere, vadas destructiones adeo regiae dignitatis posthabuit verecundiam: ut, avarilia potius inRammunte quam ratione aliqua, poscenle, Italia~ negociatores, qui ad partes vestras venera nt, depraedatus fueriL Qua de re quia episcapos Francine litteris noslris eum convenire monuimus, Ie quoque, sanctum Pel rum et nos pure diligenlem et ur credimus de eius nobiscum periculis contrislalum, praecipue rnonemus: qualenus, ex illis alque nobilioribus Franciae melioribus quibusdam adhibitis, iniquitates suas sibi nOIHicetis el , ul ipse, stulrorum suggestionibus renunciando atque bonorum et sapientium consiliis adhaerendo, incipiat iam n confusione ecclesiarum manum retrahere et ad exemplar bonorum Franeiae legum pravos mores suos commutare, depraedationes, quas supra cornmemoravimus, unde oratores sancti Petri impediunlur eapiuntur alque multis malis afnciuntur, sine dilalione emendare. Qui si consiliis veslris acquieverit, nos eum qua dehemus caritate tractabimus. Alioquin, si in perversitllte slUdiorum suorum perduraverit et secundum duritiam et impoenitens cor suum irarn Dd et sancli Petri sibi thesauriz:lYerit, nos, Deo auxiliante et nequilin sua promerente, in Romana synodo u corpore er communione sanClae ecclesiae ipsurn et, quicumque sibi regillem honorem vel obedientillm exhibuerit, sine dubio sequestrabimus; et eius cotide super ahare sancd Petri excommunicatio connrmabitur. Diu est enim, quod iniquililtes suas portuvimus, diu est, quod sanctae ecc1esiae iniuriam, parcendo adulescenliae suae, dissimulavimus. Nunc aUlem adeo perversitas morum suorum se notabilem reddidit, ut, elSi tantae valitudinis tantaeque forlitudinis esset, quantam pagani imperalores sanctis martyribus intuIerunt, nos timote aliquo 101 et lant:lS iniquitales suas nullo modo ampunitas dimineremus .

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Regis/rulIl, II, 18, pp. 132-1)).

Gregorio V II a Guillermo de Poi/ou Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, :1 Guillermo, conde dc Poitou, salud y be:ndici6n apost6lica. Aunque sin duda no ignoras los perversos aetas de Felipe, rey de Francia, pensamos, sin embargo, que vaHa la pena de informarte de cuan ofen didos estamos por ello. Entre OlrOS crfmenes por los cuales ha 50brepasado no solo a los principes cristianos, sino incluso a los paganos, y despucs de varios despojos de iglesias que ha tenido eI placer de destruir, ha olvidado hasta ahora todo cI respeto por su dignid,ld real como para robar a unos mercilderes italianos que viajaban par IU pals, arrastrado a csto por la avarici~1 y no por un motivo ruzonablc. Hernos acudido a los obispos de Francia para citarlo en este caso, y ahora te exhortamos a Ii, que tienes un respeto sinceto por san Pcdro y por nOSOlros mismos, y, segUn 'creemos, entristecido por su peligro y el nuestro, a unirte a algunos miembros de la alta nobleza de Francia y recordat"ie sus perversas actiones. Vas a urgi rle que rechace los consejos de los malvados y que siga los de los sabios y buenos, que tese en la destrucci6n de las iglesias y cambie su conducta pam segu.ir el ejemplo de los reyes buenos de Frllncia y que desista inmcdiatamcnte en los lalrocinios que hemos mencionado a los cuales ha somelido a los peregrin~s de san Pedro, haciendolos prisionetos y molest{(ndolos de divetsas maneras. Si acepla vucstro comejo, Ie trat~l\"('mos con todo eI respew debido. Pera, si persistc en su actitud perversa y provoca la il"l\ de Dios y de san Pedro cOlltra el por su durez!1 de coraz6n, entonecs, con 13 ayuda de Dios y segLin la medidu de su iniquidad, no dudaremos en separa rlo, cn un sinodo romano, del cuerpo y de la comuni6n de la santa I glesia, y con el cualquiera que Ie rinda los honores y In obediencia debidos a un rey, y su excomuni6n sera confirmada diariamenlc sobre el altar de san Pedro. Pues ya hemos IOlerado sus crimenes por largo tiempo, hemos pasodo por aho durante mucho tiempo sus insuhos a la santa Iglesia debido a su juventucl. Pero ahora su COIlducta es Ian escandalosa, que, aunque fuera tan bravo y poderoso como los emperadores poganos que causa ton lantos tOrmentos a los santos martires, ningull lemor nos moveria a dejar sin castigar (,lies iniquidiKlcs.

Gregorio VII a Enrique IV (diciembre 7, 1074)

I

Gregorius episcopus servus serVOrlilTI Dei Heinrico regi salutem et apes· tolicam benedictionem. Quamquam, fill karissime, causam Medielanensis ecdesiae non ita com· posueris, quemadmodum litterarum ad nos missarum series pollicitatioquc continebat; tamen, quia legatis nostris te benevolum tractabilemque prae· buisti eorumque inrerventu quasdam res ecclesiasticas laudabiliter corre· xisti, nobis quoque per eos congeue salutationis et devotae servitutis ex.hibitionem transmisisti, gratanc~r accepimus. Sed et illud, quod piae memonae Agnes mater tua imperatrix augusta apud nos constanter testificata est idcmque legati episcopi attestati suot, simoniacam scilicet heresim funditu s te de regno IUO extirpare et inveteratulll morbum fornicationis clericorum tOtO annisu corrigere velie, vehementer nos hilaravit. Filiae quoque nos· trae, fidelissimae vestrae, Baetrix comitissa et filia eius Mathildis non mo· dice nos laetificaverunt, scribentes nobis de amicitia et sincere dilectione vestra; quod libendssime accepimus. Quarum. consi~io, sed et persuasu d.i. 1ectissimae matris vestcae augustae, ad hoc mduct! sumus, lit has VODIS Iitteras scriberemus. Quamobrem, licet peccalOr sim, memoriam tui inter missarum sollemnia super corpora IIpostolorum et habui et habebo; suppliciter obsecrans: ut Deus omnipotens et haec tibi bona stabiliat et ad pro· fectum ecclesiae suae ampliora concedat. Moneo autem Ie, fiJi exceUentis· sime et sincera caritate exhortor: ut in his rebus tales ribi consiliarios adhibeas, qui non tua sed te dili8~\nt et sa luti tuae non lucro suo ronsulant; quibus si obtemperaveris, dominum Deum, cuius causam tibi suggerunt, protectorem propitiumque habebis. . . Porro de causa Mediolanensi, si viros religiosos et prudentes ad ~os miseris, quorum ratione et auctofitate clarescat, sanctae ~omanae ecc~esl~e bis synodali iudicio finnatum posse aut debere. mutart decn~tum~ Ill.sus eorum consiliis non gravabimur acquiescere et anllnum ad recllora Inchna· reo Sin autem impossibile esse const iterit, rogabo et obsecrabo sublimitR. tern tU:lm, ut pro amore Dei et reverenlia.sancti Petri eidem ecdesi:lc ~uum ius liberc restitua~. Er tunc demum reglam potestatem reCle re ob tmere cogooscas, si regi regum Christo ad restauratio~em .defen~ io~emque ecde· siarum suarum faciendam dominationis tuae alutudmem Inclmas et verb:l ,

RtgiJlrulII, II, )0, pp. 142·143.

Gregorio V I I a Enrique N Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, al rey Enrique, salud y bendici6n apost6lica. Aunque no has resueho, amado hijo, el caso de lu igJesia de Milan segtin IUS cartas y promesas, empero hernos ordo con gran satisfacci6n que tralaSle amablemenle a nuestros legaclos, que has corregido ciertos asuntos eclesiiisticos y que nos has enviado por medio de los dichos leg:ldos saludos y certidumbre de tu devote servicio. Ademiis, nos regocijamos en gran manera porque, como tu madre, la augusta emperatriz Tnes, de piadosll memoria, nos asegur6 constantemente, y los obispos, IUS legacios, confirman ahora, estas decidido a desarraigar completamen te la hercjiu de la simonla de tu reino, y II usar todo tu esfuer.:o para curar la invetcrada enfermedad del nicolafsmo. La condesa Beatriz y su hija Matilde, nueslras hijas y tus leales stibditas, nos han dado no pequeno placer inform6ndonos por sus Carl as de tu amistad y fidelidad sincere, 10 cual rccibimos con gran cOnten10. Por su consejo y persuasi6n de tu augusta y amantisima madre hemos sido movidos II enviaros esta carll!. Y asl, !lunque pecador, te he recordildo y recordare en el servicio solemne de In misa sobre los cuerpos de Jos ap6stoles, pidiendo con humildad que Dios Omnipotente te confirme en IU S presentes buenas intendones y pueda otorgarte cosas todav!a mejores para el provecho de su Iglesia. Te advierto, ademas, y Ie exhorto COD sincero nfeclo a que tomes consejeros que miren por Ii, no por luS posesiones; por [u bienestar, no por su propio provecho. Si sigues este can· sejo, el Senor Dios, cuya causa representan ante ti, sed IU gracioso pro· tector. Tocame al nsunto de Mil:in: Si nos cnvias hombres sabios y piadosos y si aparece de sus s6lidos argumentos que los decretos de ]a iglesia rama· na, con6rmados dos veces por la autoridad senatorial, pueden a deben ser modific:ldos, no dudaremos en seguir su bien considerado juicio y tamar un camino mas recto. Pero, si, por el comrario, esto no es posible, entonces ruego y conjuro II tu alteza, pOr el IImor de Dios y por tu reverencia n san Pedro, que res!aures sus derechos a. la iglesin de Millin. Entonces sabds, par ultimo, que hus ganado c\ verdadero poder de un fey, si Ie humillas ante Crislo, Rey de Reyes, por Ia restauraci6n y defensa de sus iglesias, recordando las palabras del que dijo: «Amare a los que me aman, honrare II los que me honran, y no estimare II los que me desprecian.» Ademas, sepa tu alleza que hemos escrito a Sigfredo, arzobispo de

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Gregorio Vll

Relaciones entre fa Iglesia y el Estado

ipsius dicelltis cum tremore recogilas: Ego diligente me diligo, et honodficantes me honorinco; qui autero me comemnunt, eram ignobiles. Prererea novedt sublimitatis tuae clignatio, nos Sigefredo Mogomino archiepiscopo litteras misisse, evocantes eum ad synodum, quam Deo auctore proximae quadragesimae prima ebdomada celebraturi sumus. Quadsi venire non posse patuerit, tales mittat legatos, qui vicem eius concilio repraesement. Similiter Babenbergensem, 5trazburgensem, Spirensem adesse praecipimus, introitus sui et vitae rationem posituros. Qui si forte, ut est hominuID protervia, venire dislulerint , regiae tuae potesratis impuIsu petimus ut venire cogamur. Cum quibus volumus a latere tuo legatos tales transmilti , qui nos 6deliter doceant et de ingressu et de vita eorum; quorum relatione cognita veri tate ad liquidum, certius possimus de indubitatis proferre judicium.

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Enrique IV

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Mainz, requiriendo su presencia en e1 sinodo que, con el favor de Dios , imentamos celebrar en la primera semana de Ia pr6xima cuaresma. 5i no puede venir, que envie legados que 10 representen en eI concilio. Tambien hemos ordenado a los obispos de Bamberga, Estrasburgo y Espira q ue se presen ten en persona y den cuenla de su prompci6n y modo de vida. Pero, si , tal es la insolencia de los hombres, demoran en venir, te pedimos que Ies obligues con to autoridad real. Deseamos que envies con ellos mensajeros de con6anza que nos den un relata fiel de su promoci6n y modo de vivir, para que, despues de haber sabido la verdad de sus labios, podamos dar con mas seguridad un ju icio indisputable.

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Gregorio V II a Rodolfo de Suabia y Bertoldo de Carintia (enero 11, 1075 ) 1 Gregorius episcopus servus servorum Dei dilectis in Christo filiis Rodulfo duet Sueviae alque Bertulfo duci Carenlano salutem et apostol icam benedict ionem. Scimus, quoniam prudentia vestca miserabilem christianae religionis desolationem perspicaci mente perpendirj quae pro peccatis nostris in ea nunc extremitate es t pasi ta, ut infeliciora tempora nemo vivemium viderit nec a tempore beati Silvestri patris nostri scripturarum traditione repereit. Verum huius ranti mali nos caput et causa SUffiUS, qui ad regendum populum praelati et pro lucrandis animabus episcopi vocati et constituti sum us . Ab eorum namque principatibus velut a quibusdam initiis subditorum bona vel mala veniunt, qui aut mundallas dignitates aut magistedum spirituale susceperunt. Qui , dum nibil aliud nisi gloriam et voluptates seculi querum, sine sua et populi confusione vivere nequeunl; quoniam, in malefactis prava sectanres desideria, et suae auctoritatis iura per culpam ligant et aliis peccandi per exemplum frena relaxant. Neque enim per ignorantiam aut improvidi dilinquull tj ~ed, pracsemptuosa obstinatione Spiritu S3ncto resistentes, divinas quas cognoverunt leges abiciunt et apostolica decreta contempnunt. Sciunt nanque archiepiscopi et episcopi terrae vestrae, quod Cl omnibus fidelibus notum esse debet, quoniam in S:lcris canonibus prohibitum est: lIt hi, qui per simoniacam heresim, hoc est interventu pretii, ad aliquem sacrorum ordinum gradum vel officium promiti sum, nullum in sancta ecclesia ulterius ministrandi locum habeant; nec illi, qui in cr imine fornicationis iacent, missas celebrare aut secundum inferiores ordines ministrare altari debeant. Quae cum cos sancta et apostolica mater ecdesia iam a tempore beati Leonis papae saepe in conciliis, tum per lega tos et epistolas, in se et commissis sibi plebibus, utpote ab flutiquo ribus neglecta per Petrum auctoriate iusseri t; adhuc tamen inohedieutes, exceptis perpaucis, tam execrandam consuetudinem nulla studuerunt prohibitione decidere, nulla districtione punirej non attendentes quod scriptum est, quia ariolandi peccatum est repugnare, et quasi crimen idolatriac nolle acquiescere. Cum igitur, mis apostolica immo sancti Spiritus mandata sper-

Gregorio Vll a Rodoljo de Suabia y Bertoldo de Carilltia Gregorio, obispo, siervo de los sicrvos de Dios, a Rodolfo, duque Suabia , y Bettoldo, duque de Cnrintill, salud y bendici6n apost6lica. No se nos oculta que vuestra prudencia esta sopesnndo inteligentemente la miserable desolaci6n de 1:1 religi6n de CriSto, la cua! ha decafdo tanto en estos dfas POt nuestros pecados, que ningiln ser viviente ha visto jamas otro tiempo mas infeliz, IIi puede encontrarse relatado desde los dias de nuestro bienaventllfado padre Silvestre. Pero, la causa principal y primera de esta s cnlamidades reside en nosotros, que hemos sido nscendidos al gobierno del pueblo y llamados y establecidos como obispos por el bien de las almas . EI bienestar y el dolor de sus subditos proceden, como de unos primeros principios, de In direcci6n de los que han asumido el gobierno civil 0 espiritual. 5i bu~can, entonces, solo su propia gloria y los placeres de este mundo, no pueden vivir sin confundirse a Sl mismos y ~ su pueblo. Persiguiendo sus deseos malvados, mania tan las leyes de su ptopia autoridad por su propia culpabilidad, y desatan las riendas del pecado en otros con su ejemplo. Ni cometen eerores por ignorancia 0 sin pensar, sino que, resistiendo
Relacionl?s entre lo Iglesia y el Estado

Gregorio VlJ a }{odolfo de Sill/ bill

nentibus et scelera subditorum criminosa foventibus patientia, divina ministeria indigne traclad, populum seduci iorclligimus, alio quolibet modo contra haec vigilare nos (oovenir, quibus cura dominici gregis peae cuocris incumbit. Multo enim melis nobis videtur, iustitiam Dei vel navis reaedilicare consiliis, quam animas hominum una cum legibus deperire ncglectis. Quapropter ' ad te et ad cmnes, de quorum fide et devotione confidi· mus, nunc convertimur, ragaotes vas et apostolica auctorit3te admonenres: ut, quicquid episcopi dehinc loguantur aut taeeant, vas officium corum, quos aut symoniace promotos et ordinatos aut in crimine foroicatioois iacentes cognoveritis, nulla tenus redpialis; et - haeceadem, adstrieti per oltedientiam, tam in curia regis quam per alia 10ca el conv.enlus regni notificantes ac persuadentes quantum potestis, tales sacrosanctIS deservire myst~riis, etiam vie si oportuerit, prohibeatis . Si qui autem contra vas, quasi is~ud officii yestri non esser, aliquid garrire incipiant, hoc illis respondete: ut, vestram et populi salmem non impedientes, de iniuncta vobis oboed!entia ad nos nobiscum disputaturi veniant . I Q uia vera te, Rodulfe, dieo ducem et karissimum sancti Petri filium, ad religionis spiritum desideranter anhelare con6dimus, unde nos consulisti, quiequid nobis perfectius visum est, ad correctionem tuam tibi intimamus: ut, quamtumcumque pretii te pro disponendis in ecdesia dericis accepisse recordaris, aut in militates eiusdem ecclesiae, si attinere ei videtur, aut in usus pauperum expendas; ut, nulla in te reprehensibilitatis macula remanente, inter electos regni caelestis cives ascribi merearis.

otros, que tenemos a nuestro cnrgo el cuidado del rebano del Senor, estemos alert a contra estas males usundo otros medios. Pues nos parece mucho mejor fortalecer Ia justicia divina can nuevos metodos que consenlir que perezcan las aim as de los hombres por haber hecho caso omiso de las Jeyes. Par todo 10 cual nos volvemos hacia ti y a todos en cuya leal tad y devoci6n hemos puesto nuestra confianza, rogandoos y picliendoos por la auto· ridad apost6lica, no importa 10 que los obispos digan a dejen de decir, que no reconozc;iis a los que sepan que han sido ascendidos u ordenados simonlacamente a han sido acusados de fornicaci6n. Publicareis y hareis cumplir, por obediencia, ante el tribunal del rey y en Otras partes en las asambleas dd reina, e impedireis, inciuso can 1a fuerza si fuera necesario, que taJes personas oficien en los sagrados misterios . Pero sl alguien comienza a murmurar contra vosotros, dieiendo que esto no es de vuestra incumbencia, respondedle de esta manera: que ellos no deben mezclarse en 10 que concierne a vuestro bienestar y el de vuestro pueblo, sino que han de venir a nosotros y discutir el asunto de la obediencia que os deben. En cuanto a ti, Rodolfo, duque y amadisimo hijo de san Pedro, conlla· mos emeramente de que estas animado muy de veras del espiritu de la religi6n: En cuamo a 10 que nos preguntaste, nosotros sugerimos 10 que a nuestro juicio es la mejor manera de satisfacci6n: que el dinero que recuercles haber recibido por el nombramiento de cierigos para una iglesia, 10 uses para satisfacer las necesidades de esa misma iglesia si es po· sible, 0 para ayudar a los pobres, para que te libres de (Oda maneha de culpa y puedas ser del numero de los ciudadanos escogidos del reino de los delos.

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Gregorio VII a Sancho [de Arag6n (enero 24,1075)

I

Gregorius episcopus servus servorum Dei Sanclio regi Hispaniorum salutem et aposloJicarn benedictionern. Quioniam erga reverentiam sanClae et aposlolicae sedis regiam nobilitntern tuam pia devotione' er amore fervere intelligimus, Ie et regnum tuum dignis honoribu$ sublimari cupimus et apostolicam benevolentiam non solum in nostro verum etiam in quocumque tempore tibi et causis mis sincerae carhatis affectum praebere desideramus. Ceterum, quod n05 de causa Aragonensis episcopatus et oonsuluiSlj er te quodammodo velle signi6casti, diu et muhum volventes et cum filiis sanctae Romanae ecclesiae pertractantes , incongruum fore peryidimus; ' quoniam in eo canoniea decreta nobis obviare cognovimus. Veniens enirn ad nos , sicut nosti , confrnter noster Sanctius Aragonensis episcopus, multa nobis de infirmitate corporis sui conquerens, deserendi episcopatum a nobis suppJiriter licentiam posrulavil, quod eum, morho confeclus et pene consumplUS, diutius competenti ministerio regere et ct1~codi re non possit. Atque ul fa cilius hoc impetrarel, indicavit nobis de duobus cierieis, quorum alterum in episcopatum eligi, luam et sui ipsius voluntlllem atque consilium fore nunciavit. De quorum vita et conversa· done eum interrogantes, alia omnia, praeter quod de concubinis nati erant , bona satis et honesta acccpimus. Er quia venernndi canones od sacerdotii gradum tales provehi contrndicunt, probare eos non satis cautum fore putavimus, ne quicquam n nobis contrarium sanctis patribus in exemplum et auctariralem posleris relinquatur. Soler enim sancta et aposrolica sedes pleraque consideratn ratione tolera re, sed nunquam in suis deeretis et constitulionibus a concordia canonicae trnditionis discooere. Quapropter novcri! dilectio tua, nos ita consuluisse et praecepisse episcopo: ut ipse, quan· IUm possit episcopali oflieio in spiritualibus insistens et auxilia conprovincialium episcoporum petens, ad peragendas e,"
&gillru11l. II, '0, pp. 16'·166.

Gregorio V II a Sancbo I de Arag6n Gregorio, obispo, sieevo de los siervos de Dios, a Sancho, rey de Espana, salud y bendici6n apost6lica. Desde que hemos sabido que t~ Alteza Real mira a !a santa s<;de apo~­ t61ica con piadoso afecta y pevocl6n, Jeseamos que tu y ttl remo Sc:1.1S ensalzados a lodo honor debido, y deseamos ofrecer nucstra buena voluntad aposl6lica no solo en eI presentc, sino tambi~n e~ I~O tiempo, a ti y a IuS intereses con sincero aEecto. En 10 tocante a la J I6cesis aragonesa sobre 10 cual nos consultaste y expresaste cierlo deseo, despues de un largo y cuidadoso estudio y despues de consultar a miembros de 1:1 iglesia romana, vemos que tus planes no son factibles pues hay col:tra ellos clecretas .can6nicos. Como sahes, nuestro colegn Sancho, un obiSpo de Ar:'!g6n, vmo II nosotros qllejnnrlose de una 63lud pobre, y pidicndonos ~e t'Jllisu para r~nunc iar a su obispado a caus:'! de que eSla casi 10la!mente quebra nlado por In enfcHllcdad, no pudiendo debido, a eIl.o. desempenar p~oplamente sus deberes. Para Ilevar a cabo eSlo con mH faclhdad, nos menclon6 ados clerigos y nos dijo que cualquiera de: ellos seria de tu agrado as! com? del su}'o propio para taffiar su lug:!!. Cuando Ie preguntamos sobre su Vida y costumbre:s los enconlrllmos en todo como hombres buenos y honorables, s:llvo eI he~ho de que los dos eran hijos de concubimls, y, puesto que los sagrados canones prohfben In promoci6n al sacerdoeio de tales personas, pensamos que no era prudente aprobarlos, para que ningtin acto nuestro, connario a los sagrados canones, sirva de precedente en e\ futuro. La sa';ta sede aposI6lica acostumbra n tolerar muchas COS:lS cuando hay razones bien ponderadas petO nuncll a desviarse de la tnldici6n can6nica en sus deereIDS 06cia le~. Por 10 cual sepa tu illteza que aconsejamos 01 obispo a continuar en cuanto Ie sea posible, desempefiando las funci ones espiritunles del obispado, que piela la ayuda de sus colegas pri~eipales y que nombre a Ull d erigo para que se haga cargo de: los aSUlllOS Illler~OS y ext~tnos de menor importancia, el cual debe ser capaz de ello y, 51 necesano fue re, que pueda desempenar las fun eion.es episcopates. D~spues de habet Ira.nscurrido un ano con este arreglo, SI entre~anto el obiSpo ha rccobmcl,?, con la gracia de Dios, su salud, debe conllnuar velando por. eI rehano del Senot · pero si su enfermedad se agrava y no puede contlnuar desempenando' eI deber que se Ie ha confiado, enlonces, si se aprueba la condu~ta del que tome su lugar, que s.e envie una rel ac~6n a la Sede Aposl6lica ju nto con cartas tuyas, del obISpo y de los·tesugos de entre el clero de

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Relaciones entre fa Iglesia y el Estado

~.

d~mum, 5i ilIius vita mores et disciplina probabilis fuc rir, apostolicae sedis CIUS luis et episcopi Httetis nee non sub testimonio cIeri eiusdem ecdesiae dequncietur; et de ord inatione ecclesiae deliberato consilio certa vobis et

salubris annuente Dea responsio dabitur. Verum haec nequaquam tum absol~te dj.xis~emus, nisi quod episcopo, se excusami et impedimenrum suae m6rmltuus proponenti, fraternae compassionis auditum denegare non poruimus. Haec igitUI, dilecte fiJi, prudenter considerata et ad observanda nostra monita episcopum, quantum potes, adiuvuj quatenus et tu a beato Pet,fo ~postolorum. principe ad regendum tihi commissum populum f1diuvatl, clUsque merltlS, a peccatorum tuoIum vinculis absolutus aeternae beatitudinis gloria in regno Christi et Dei merearis perfrui. '

Gregorio V 11

iJ

Sancho 1 de Aragon

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esa iglesia, para que, tras de un millucioso estudio, puedas reci?ir respuesta definitiva y apropiada can la aprobaci6n divina. No Ie hubleramos mandado tal decla raci6n positiva, si los sentimientos de compasi6n fralcrnal par un obispo que busca descanso y que alega el impedimenta de 5LI propia enfermednd, no nos hubiera obligado a escucharlo. Considcra, pues, amado hijo, cste asunto can todo cuidado, y ayuda al obispo en 10 que puedas a quc cumpla nuestras instrucciones, para que te hagas digno de la gracia de Pedro, jde de los ap6stoles, en e1 gobierno del pueblo con6ado a tu cuidado para que, par sus meritos, puedas libnme de IuS pecados y gozar de la bendicion cteroa en el teino de Cristo y de Dios .

, Gregorio VII

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Swell, rey de DillOmtlrCa (efJero 25, 1075)

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Gregorius episcopus servus sefVOfum Dt:i Sucino regi Danorum salutem et apostoHcan benedictionem. eUam adhuc in arcline diaconatus era mus, saepe dilectionis tuae litteras et legatos accepimus, in quibus magnificemiae tuae ptoptum erga nos animum fore intelleximus . Postquam vera, quod digoi non sumus, ad locum ahioris curae ministerijgue pervenimus, amorem tuum in subtracta visitatione tepuisse deprehendimus, qui scriptis tuis tam diu cafere nescia cur mer~jmus. ~os quidem iam nunc non solummodo regnum et principum sed ommum chnstianorum tlmto propensior sollicituda cOartal, quanta ex uni. versnli regiminc, quod nobis commissum est, omnium ad nos causa vicinius ac magis proprie spectal. Verum quia eminentiam tuae nobilitatis prae ceteris regnorum principibus tam peritia litterarum quam studio ecclesias. ticae exornationis pollere intelleximus, multo fidlldalills ad te scripta nos. tra dirigimus j existimantes in te tanto facilius lucrifacere quanta in ern. diti~ne et prude~tia morum amplius dinosceris profecisse. Rogamus igitur et smcera te cantate monemus, ut commissa tibi regni gubernacu la secun. dum Deum adm inistrare studeas, et nomen regalis excellentiae congrua ac eonsonanti virtu tum proprietate genIs, quatenus tam, pet euius prineipalum subicctis imperas, in corde IUO semper regnare iustitiam ostendas. Nosti enim: quod glo ~ifl et vana huius mundi ddeetatio labilis est et deeeptoria. NOstl, quod UOlversa earo ad finem cOlide properal, quod nee valenti no. lenti mortis neccesilas pareat. Nosti, quod reges aeqtla conditione ut pau· peres futuri sunt pulvis et einis; et quod omnes ad distrietum iudicium futuri examinis venturi sumus; quod nunc non sol1!m nobis, qui saeerdotes sumus, sed ct rigibus ceterisque principibus tanto concus~ius timendum et expavendum est, quanto p ro nobis et subdititis noslris rationem posituri sumus. Age ergo, dilectissime, ut ita vivas ita rcgncs, ut tUlle aeterni regis e,t iudicis ~aeiem .secur~s aspicia ~ Cl pro be~e gesta terrenae dignitatis glo. CUI caeiesl1s regnt subhmem et lncomparabtiem eoronam Deo donante reo cipias. . De cetero notum sit tibi, quod legatos ad te destinavimus, que super Ius, quae pro honorificentia regni tui tum de melropolitana sede tum de qui.busdam alijs rebus in tempore domini nostri Alexandri papae ab apos. IObca sede el poslulasti et invicem promissisti, tibi responsuri ac tecum Regi!trullI, 11,51, IIp. 167-168.

Gregorio V 11 a Swen, rey de Dil1pmarca Gregorio, obispo, sietvo de los sietvos de Dios, a Swen, rey de Dj· namarca, salud y bendid6n apost6liell. Cuando eramos di6cono, recibimos frecuentememe canas y Illcnsa je. 1"05 con muestras de tu afecto, y pOl" ello nos convencimos de tu buena voluntad haeia nosotros. Sin embargo, mas tarde, ruando fuimos elevados a una posiei6n mas alta de deber y servicio, hemos encontrado que tu lcahad se ha enfriado por Ja ausentia de relaciones personaies, y que faltaba en [US cartas, sin que fuera, en CUBnlO sabemos, culpa Iltlcstru. Pero ahora nos vemos obligados mucho m~s esnictamenle a cuidar no solo de rtycs y principes, sino tambitn de todos los eristianos, puts cl gobiemo u'niversal contiado a nosolros hace que los intereses de IOclos los hombre~ nos toquen mllS de cerea y mas e,pecilicamente. Pero, ya que hemos sabido que ~obresales entre onos reyes tamo por tu saber como por LU ccio en fomentar eJ mejoramiento de la 19lesia, nos hemos dirigido a Ii con 1a mayor confianza, creyendo que nos hemos de beneficiar por ello con mas placer par ser collocido cl hecho de que sobresales en cicncia y en ju icio. Tc rogamos y exhortamos, por tanto, a que administres eJ reino que se te ha donado, segun la ley de Dios, a que lleves d dtu lo de Aheza Real con esa cl1:llidad especial de virtud que It: pertenece, para que siempre puedas mostrar que reina en tu miS1l1O coraz6n el espiritu de justicia bajo cuya gura gobiernas a illS subdilos . Pues no ignoras que la gloria y los gozos vanos de este mundo son transitorios. Sabes !lIUy bien que toda carne cs precipitada diariamente a su fin y que la muerte nos espera, se quiera 0 no. Tu sabes que reyes y pobres, unos y OlrOS, se hfm de convenit en polvo y en cenizas, que todos hemos de oir la severa sentencia del juicio futuro, y que este juicio ha de set temido mas aun por nos· OlrOS, sacerdotes y reyes y otrOs principes, pues tenemos que dar cuenla de nosotros mismos y de aquellos que han eHado bajo nosotros. Trabaja, pues, rui amadisimo, para vivir y reinar de tal modo, que puedas, en ese dfa, mirar a la cara del rey y juez elemo sin temor y p(lfa que, como recompensa par haber llevado reetamente b gloria de este m11ndo, puc· (las recibir de Dios la corona incomparablemente he rmosa del reino ceo lesti:lL 'fambien te informamos por estas lelras que te enviamos mensajeros, que Ie responde ran y tomaran medidas en relaci6n II los asuntos que pre· senlastes a la Sede Apost61ica en tiempos de nuestro senor el pllpa Ale·

Relaciones entre la Iglesia y el Estado

Gregorio VIJ a Swell, rt y de Dilllllllllrca

acturi essent. Sed, propter perturbationem Teutonicae terrae periculosum iter fore cognoscentes, ad nos reversi sunt. Quapropter, si qua de his tibi cordi Sllm et si te ac regnum tuum, skut per legatos tuos aliquotiens accepimus, apostolorum principi pia devotione commiuere et eius auctoritate fuleiri volueris, fideles nuncios ad nos sine dilatione transmittere stude; quatenus, per eos lUaill in omnibus edocti volun tatem, deliberatio consilio, quid tibi respondendum quidque super his omnibus agendum sit, perspicere ac providere valeamus. Praeterea, si sancta Romana mater ecclesia contra profanos et inimicos Dei tuo auxilio in militibus et materiali gladio opus habuerit, quae spes nobis de Ie habenda sit, itidem tua cena legalione cognoscere cupimus. Est edam non longe a nobis provincia quaedam opuientissima juxta mare, quam viles Cl ignavi tenent haeretid; in qua unum de filiis tuis -si cum, sicut quidam episcopus terrae tuae in animo tibi fore nunciavit, apostolicae aulae milltandum dares cum al.iquanta mult itudine corum, qui sibi fidi milites essent- ducem BC principem et defensorem christianilatis nerie optamus.

jandro, tocante al asunto de una sede metcopolilana y OlrOS lemas. Perc, debido a las cli6cuhades en Alemania, juzgaron que el viaje era peHgt'Oso y regresaron. Ahora bien, si cualquiera de estos asuntos es impouante para ti y tu quieres, seglin hemos oido frecuentemente :I. tus mensajeros, ofrecerte a ti mismo y a tu reino con devoci6n leal al principe de los ap6stoles y tener el apoyo de su autoridad, despachamos legados dignos de connanza sin demora, para que, despU!!s de haber s:l.bido l US deseos con todo detalle, podamos deliberar. mirar y decidi.r 10 que hemos de rcspondcfte y las medidas a tomar. Tumbien deseamos saber con cen eza que podemos esperar de d, si nuestra S:lnta Madre la Iglesia romana tuviera necesidad de tu ayuda en forma de soJdados. Hay ahora, no Jejos de aquf, una provincia maritima mtly rica en pader de herejes bajos y miserables, en donde seria de nuestrO agrado poner a uno de tlIS hijos como duque y principe y defensor de [a fe cristiana, siempre y cuando que eSles dispuesto, scgun nos ha dicho un obispo de tu pais. que tu mismo 10 propones, a darlo como soldado de Ia corte apost6lica junto con un considerable numero de tropas Ieales .

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Gregorio VII a Demetrio de Rusia y a SrI esposa (abril17, 1075)

Gregorio VI! a Demetrio de Ruria y a su esposa

Gregorius episcopus servus servorum Dei Demetrio regi Ruscorurn et reginae uxori eius salutem et apostolicam benedictionem. Filius vester, limina :tpostolorum visitans, ad nos venit. EI, quod regnum illud dono sancti Petri per manus nostras vellet oplinere, ddem beato Petro apostolorum principi debila fidelitate exhibita, devolis precibus poslulavit; indubitanter asseverans: illam suam petitionem veslro COnsensu ratam fore ac stabiJem, si apostoJicae auctoritatis gratia ac munimine donaretur. Cuius votis et petitionibus, quia iusta videbanlur, tum ex consensu vestro tum ex devotione poscentis tandem assensum praebuimus et regni vestd gubernacula sibi ex parte bead Petri tradidimus ea videlicet intentione atque desiderio cadtatis: ut beattlS Petrus vos et 'regnum vestrum om~iaque vestra bona sua apud Deum inlercessione custodiat, er cum ornm pace honore quoque et gloria idem regnum usque in finem vitae veslrae tenere vos faciat , et, huius militiae finito cursu, impelrct vobis apud supernum regem gloriam sempiternam. Quin etiam nos paratissimos esse noverit vestrae nobilitatis serenitas, ut, 3d queacumque iusta negocia huius sedis auctoritatem pro sua necessitate petierit, procul dubio continuo petitionum suarum consequetur effeclum. Praelerea, ut haec et alia multa, quae litteris non contincmur, cordibus vestris artius infigantllr, misimus hos nuncios nostros, quorum unus vester notus est et fidus amicus; qui et e ~ in littetis sunt diligenter vobis exponent et, quae minus hie scripta sum, viva voce explebunt. Quibus pro reverentia beati Pelri, cuius legali sunt, vos mites et affabiles praebeatis; et quicquid vobis dixerint ex parte nOStra , patienter audiatis atque indubitanter creclatis; et quae ihi ex auctoritate apostolicae sedis negocia tractare voluerint et statuere, nullorum malo ingenio turbare permitlalis, sed potius eos sincero caritate favendo iuvelis. Omnipotens Deus mentes vestras illuminet, atque per temporalia bona faciol vas transide ad gloriam sempilernam .

Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Dics, a Demetrio, rey de los rusos y a la reina su esposa, salud y bendici6n apost6lica. Con ocasion de la visila al santuario de los apostoles, vueslro hijo vino \1 nosorros y, deseando obtener ese reino como una concesi6n de san Pedro por nuestro medio, y habiendo dado prueha de su devota leahad a ese misrna Pedro, jefe de los ap6stoles, presenl6 Stl pelki6n con sumisi6n supliCante. Declaro sin reserva que su pelici6n seria ratificada y conflrmada con vuestro consentimiemo si fuera OIorgado bajo b protecti6n favorecedora de la autoridad apost6lic>!. Consentimos, por ultimo, 3 sus promesas y petici6n pONue nos parecicton que eran autenticadas con vuesto consentimien to y par hi devocion del peticionario, transfel·jmos, en nombre de san Pedro, el gobicrno de vuestro reino a el. Obramos as! con hi intencion y cI deseo de que el bienaventurado Pedro, por SLI intetcesi6n ante Dios, pueda Olorgar su protecci6n a vosotros y a vuestro reino y a lOcbs vuestras posesiones, y permiliros preservar vuestra re31eza en toda paz, honor y gloria hasta el fin de vueSlras vidas, y cuando esta guerra terrenal termine, pueda obtener para vosotros gloria etctna en la presencia del supremo rey. Vuestras serenas altezas saben que las pCliciones que hagais en cllalquier asunto I~gal, cuyn aprobaci6n soliciten de esta sede cuando 10 necesiten, sedn escuchadas. Para que estas y Otr:lS casas no inc!uidas en esta carta, se graben m~s Grmcmellle en vucstras mentes, hcmos despacha. do estos mcnsajeros, de los cllnles uno es bien c:onocido como amigo fiel vuestro, los cuales explicndn dctalladamente 10 nqui escrilO, y suplidll de palabra 10 que £akl. Sed nmistosos y asequibles con ellos par respeto a san Pedro, cuyos embajudores son. EscuchadJos pncientemente y dndles credito indubituble; y no permir:\'is que una influencia perniciosa se interponga no importa los :'!rreglos que juzguen ncccsario haecr por la autoridad de Ja Sede Apost6lica, sino ayudadlos con el favor de vuestro sincero afecto. Y que el Dios Or'nnipotente ilumine vueSlros enlendimientos y os gUle a traves de 10 prosperidad terrenal a la glod:'! etern;!.

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RtgiJlTUlIl,

II, 7-1, pp. \98-199.

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Primera excomuni6n de Enrique IV (jebrero, 14-22, 1076)

I

Beate: Petre apostolorum princeps, inc\Lna, quaeso, piOlS aures tUIiS nobis et audi me servum tuum, quem ab infantia nutristi et usque ad hunc diem de manu iniquorum liberasti, qui me pro tua fidelitate oderunt et odiunt. Tu michi testis es et domina mea mater Dei Cl beatus POlulus frater lUUS inter omnes sanclos; quod tua sancta Romana eccIesia me invitum ad sua gubernacula t[axit, et ego non rapinam arbitratus sum ad sedem lUam ascendere, potiusque volui vitam meam in peregrinatione fi· nire, quam locum tuum pro gloria rnundi saeculari ingenio arripere. Et ideo ex tua gratia non ex meis operibus credo quod libi placui! et placet: \.It populus christianus, tihi spcciaIiter commissus, mihi oboediat. Specialiter pro vice tua michi commissa et michi tua gratia est potestas a Deo data ligandi atgue sol vendi in celo ct in terra. Hac itaque fiducia fretus, pro ecclesiae lUae honore et dcfensione, ex parte omnipotent is Dei Patris et Filii er Spiritus sancti per lUam potestalem CI aucloriullem Heinrico regi, £ilia Heinrici imperatoris, qui contra luam ecrlesiam inaudita superbia insurrexit, lotius regni Teulonicorum et Italiae gubernncula contra· dico; et omnes christianos a vinculo iu ra menti, quod sibi fecerunl vel beiene, absolvo; et, ut nuUus ei sicut regi servinr, interdico. Dignum est enim, ut, qui studet honorem ecclesiae tuae imminuere, ipse honorem amittat, quem · videtur habere. Et quia sicut christianus contempsit oboedire nec ad Dominum rediit quem dimisit -participando excommunicatis; et multas iniquitates faciendo meaque monita, quae pro sua salute sibi misi Ie teste, spernendo; seque ab ecdesia lua, temptans earn scindere, separando -vinculo eum ana thema lis vice lua alligo. EI sic eum ex fiducia tua aUigo: ut sciant gentes et comprobent, quia tu es Petrus et super luam pel ram filius Dei vivi aedificavit ecdesiam sua(J1 el porte inferi non praevalebunt adversus eArn.

,

Registrllm, Ill, 10:1, pp. 223·22" .

Primera excomlll1i6n de Enrique IV Oh, bienaven lurado Pedro, principe de los ap6stoles, inclina misc r i~r­ diosamente lu oido, as I'ogamos, y escucha a III siervo al que has protegldo desde la infancia y has librado hasta hoy del poder del perverso, que me ha odiado y todav!a mc odia por mi leahad hacia d. Eres mi lesligo asi como mi seilora, la Mad re de Dios, y el bienaventurado Pablo, tu herman~ entre rodos los san lOS, que tu santa iglesia [amana oblig6me conlCa ml voluntad a ser su gobernllnte . Nunea tuve intenci6n de ascender a tu trono como un ladr6n; mas todavfa, hubiera preferido tcrminar mi vida .c0z:no peregrina a tOmaf tu lugar movido por la gloria lerrenal y por los artdicloS mundan'lles. POf 10 cual , gracias a tu favor, no a mis trabajos, ere? que es y ha sido tu voluntad que el pueblo cristiano, encomendado a 0. de una manera particular, debe obedecerme ~ ml, tu represenlante, especlalmente constituido. Se me hn dado, por tu gracia, eI poder de atar y desatar en los cielos y en la tierra. Por 10 cual, fundado en eSUI comisi6n, y par el h~nor y defensa de IU Iglesia, en el Hombre ?e Dios .Omnipolente, ~adre , ~IJO y Espiritu Santo, por IU poder y aUlondad, prtVO 31 re~ Ennque, h.IIO del emperador Enrique, que 5e ha rebel.ado contNl tu !glesla con ~udacl~ nunca aida, del gobierno de todo el remo de .Ale:manLll y de Itaim, y llbro a lodos los cristianos del jur:lmentO de fjdehdad quc Je han dado 0 puede:n dade, y prohibo n lodos que Ie sirv:ln Co~lO r~y. Pues, es. propio que.el que trata de disminuir la gloria de tu IgleSIa, 1'Icrda el mlsmo la glorw que parece tener. Y, ya que se ha negado a ,:bedecer como un crisliano debe, 0 volver >11 Dios que ha abandonado, asocdndose con excomulgados, ha despreciado mis avisos que Ie di por cl bien de Sll alma, c~mo III S:lbes, y se ha scparado el mismo de tu Iglesill y tratado d: destnurla: ~o a[Q can la.s ligaduras del anatema en tu nombre, y 10 alO aSI como comlslonado por tt, p:tra que las naciones sepan y s~ convenzall d~ que IU er~5 Pedro y que sobre tu coca e:l Hijo de Dios VIVO ha constrUido su IgleSIa y las puerlas del infierno no prcvalecenin contra ella.

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Carta de Enrique IV rehusando reconocer a Gregorio VII por verdadero papa (febrero 27; 1076) •

Carta de Enrique IV rehllsando reconocer a Gregorio VII por verdadero papa

Heinricus non usurpative, sed pia Dei ordinatione rex Hildebrando jam non apostolico, sed falso monaeho, Hane taiem pro eonfusione tua salutationem promeruisti, qui nullum in ecdesia ordinem praeteristi quem confusionis nOn honoris, meledictionis n~:m benedictionis panicipem non feeeds. Vr enim de muhis plluea et egregJa loquamur, rectores sanctae ecdesiae, videlicet archiepiscopos, episcopos, prcsbiteros, non modo non tangere, sicut chritos Domini, timuisti, quin s~cut servos, nesdentes quid faciat dominus eorum, sub pedibus tuis ealcasl!. I n quorum conculcatione tibi favorem ab ore vulgi comparasti. Quos omnes nichil scire, te aUlem solum omnia nosse iudicasli, qua utique scientia non ad aedificationem, sed ad destructionem uti studuisti: ul jure hoc bcatum Gregorium, cuius nomen tibi usurpasti, de te prophetasse credamus sic dic~tem: «Ex affluentia subiectorum plerumque animus puelnti eXloliitur er aesrimat se plus omnibus nosse, cum se vide! plus omnibus posse.» Et nos quidem hnec omnia sustinuimus. dum apostolicae sedis honorem servare studuimus. Sed IU humiliralem nostram timorem fore intellexisli ideoque et in ipsam regiam potestatem nobis a Deo concessam exurgerc non timuisti, quam Ie nobis auferre ausus es minari: quasi nos a te regnum acceperimlls, quasi in tua et non in Dei manu sit vel regnum vel imperium. Qui dominus noster Iesus Christ us nos ad regnum, te autem non vocavit ad sacerdotium. T u enim his gradibus oscendisti: scilicet astutia, quod monachica abhominatur professio, pecuniam, pecunia favorem favore ferrum, ferro sedem pads adisti, et de sede pads pacem turbasti, dum subditos in praeilllos armasti, dum episeopos nostros a Deo vocatos tu non vocatus spernendos docuisti, dum Iaicis ministcrium corum super sacerdotes usurpasli, ut ipsi deponant vel condepnenr quos ipsi n manu Dei per impositionem manuum cpiscopalium docendi acceperan!. Me quoque, qui licet indignus int er christos ad regnum stirn unctus, tetigisli, quem sanctorum patrum tradilio soli Deo iudicandum docuit nec pro aliquo crimine, nisi A fide quod absit exorbitaverim, deponendum asscfuit: cum etiam I ulianum apostatam prudentia sanctorum patrum non sibi sed soli Dea iudicandum deponendumque commiseril. Ipse quoque verus pupa bea-

Enrique, rey no por uSlICpaei6n, sino par la disposici6n piadosa de Dios, a HiIdebrando, :lhora no papa, sino un monje fal so. Te has hecho merecedor de un saludo como este por la confusi6n que has eausado; pues no hay orden de la Iglesia que no hayas tocado al que no hayas IIcnado de confusi6n en vcz de honor, de maldici6n en vez de bendici6n. Para mtncionnr solo unos pocos puntos importantcs entre mu(hos, no solo Ie has atrevido a poner tus manos en los rcctores de la santa Igles~a, a saber, arzobispos, obispos y sacerdo tes, ungidos del Senor como ellos son, sino que has abusado de ellos como si fu/:!run esclavos que no saben 10 que su senor pued:l hacer. Oprimit'!ndolos Ie has hecho acreedor del favor de 1a chusma. H as declarado que todos ellos no sabcn nada; unicamente tu 10 snbes todo. En todo caso, has usado diligentemente este eonoci miento no para edi/icnci6n sino para dcstrucd6n de tal manera, que ,:IOdemos creer que s:m G regorio, cuyo nombre has usurpndo, profetiz6 en justicia de ti cuando dijo: "La mente del preludo es frecuenttmente exahada por e1 numero de sus subditos. y picnsa que sabe mas que nadie, puesto que ve que tienc mas peder que nadie.» Y nosotros lUvi· mas, en verdad, que tolemr todos estos abusos porque ansi.lbamos preservar el honor de la Sede Aposl6lica. Pero lomaste nueSlra humiIdad por temor, y asi te envalentonaste hast a levant:lrte contra el propio poder rcal que Dios nos 010rg6. Te atreviste a amenazarnos con privarnos de nuestra realeza, como si 1a hubit'!ramos rccibido de ti, como si la rea lela y el imperio estuvieran en HIS manos y no en las manos de Dios. Nuestro Senor Jesucristo nos ha Hamada !l Iii dignidlld real, pero no Ie ha lIamado a ti al sacerdocio. P ues, tu te has elev:ldo siguiendo eSlos pasos: esto es, por e1 engano, cosa que odia la profesi6n monastica; el dinero, par el dinero 31 favor; por cl favor a la cspada. Por medio de la espada has llegado h:lsta el trono de la pa"t, y desde cl Irono de la pa"t has destruido la paz. Has annado subditos contra ~l1S prelados; Ill, que no b;lS sido Hamado pOI Dios, has ensciiado que nuestros obispos, que han sido Ilamados por Dios, ticnen que ser rechazados; has usurpado en favor de los laicos el ministerio episcopal sabre los silccrdotes, con e1 resllltado de que estos laicos deponen y condcn:ln a los mismos que los ptopios laicos reciben por maestros de parte de Dios por medio de la imposici6n de las

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MOlllllllwia G~n/llllia~ Hillorica: L:gvm 5ulio IV . COllllillllif)II~S cl Acltl

Publica Impualorum tf Rtgvm, I, pp. 110-111.

Rdaciolles elltre fa Iglesia y eI ESlado

Carl" 1ft. Emil/lit: IV

IUS Petrus dalD:H: «Deum limete, regem honorincate.» T u autem, que Deum non times, in me conslitutum eius inhonoras. Uncle beatus P aulus, ubi de angelo de caelo, alia sibi praedicaverit, non pepercit, Ie quoque in terris alia praedicantem non exceptis. Ail enim: «Si quis vel ego vel an· gelus e caelo praeler id quod euangelizavimus vobis eU!lOgeJizaverit, anna· themn sit.» Tu ergo hoc anathematc Ct omnium cpiscoporum nos trorum judicio ct nostro dampnatus descendc, vendicatam sedem apostolicam relinque; alius in solium beati Peui ascendal, qui nulla violentiam religionc pallie!, sed bead Petri sanam doceat doctrinam. Ego Hcinricus Dei gratia rex cum omnibus cpiscopis noslris dbi didmus: Descende, deseende, per s!::culn clumpnaode.

manos de los obispos. Tambien me has tOC3do a mi, que, aunquc indigno, he sido ungido en 111 rClilela entre los ungidos. Me has hecho eSlc mal aunque In tradicion de los s:mtas padres ensefia que deho SCI" juzgudo solo por Dios, y no dcpuesto por ningun crimen a no SCt que, 10 cual nunca suceda, me desvie de la fe. P ues In prudencin de los santos obispos confi6 el juicio y la deposici6n incluso de Julian e1 Ap6m ta no a cllos mismos, sino unicamente aDios. EI verdadero papa san Pedro tambicn dice: «Teme n Dios, honra 31 principe.» Tu, sin embargo, pueslo que no temes a Dios, me deshonrns u mi, el ordenado del Senor. Por todo 10 cual, euando san Pedro no conccdi6 merced :11 angel del cicio si el angel ensenaba la heterodoxia, no Ie exceptu6 a ti que ahora predic:ls 1:1 heterodoxia por toda la tierra. Pues el dice: «Si alguno, yo 0 un angel del cieio, os ensena otro evangelio distinto al que yo os he predicado, que sell condenado.» Baja, pues, condenado por este anatema y par d juicio comun de lodos nueSlros ohispos y por ei propio nuestro. Abandona ht Sede Apost6lictl que has usurpaJo. Deja que Olro ascienda III trono de san Pedro, a atm que no disfm2an'i la violcncia, con la religi6n, sino que cnscnad III doelrina pura de ~an Pedro. Yo, Enrique, rey por la grncia de Dios, junto con todos nuestros obispos, te grilo: Desciende, descicnde para ser condenado por wda una. eternidad.

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Juramento de Enrique IV dado en Canossa

juramenta de Enrique IV dado en Cal/ossa

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Ego rex Heinricu5 de murmuratione et dissensione, quam nunc habent contra me archiepiscopi et episcopi, abbates, duces et comites ceterique principes regni Teutonicorum et alii qui eos in eadem dissensionis causa sequuntur, infra terminum, qu~m dominus papa Gregoriu5 constituerit, aut iustitium secundum iudicium eius aut concordiam secundum consilium eius faciam, nisi certum impedimentum mihi vel sibi obstiterit; quo transa~to, ad peragendum idem paratus ero. I tem si idem domnus papa Gregorlu~ ultra montes seu ad alias partes terratum ire voluerit, securus ceil ex mel parte et eorum, quos const ringere patero, ab omni laesione vitae et membrorum eius seu captione -tam ipse qUllm qui in eius conductu vel comitatu fuerint seu qui ad ilia mittentu r vel ad ellm de quibuscumque tetrarum partibus vencrint- io eundo et redeundo vel alicubi morando. Neque aliud aliquod impedimentum habebit ex meo consensu, quod contr" honorem suum sit; et si quis ei facerit, cum bona fide secundum meum posse adiuvabo. Sic me Deus acliuvet et haec sancta euangelia. Actum Canusie V. Kalendas Fcbruarii, indictione XV, anno domini nostd Iesu Christi MLXXVII, praesentibus episcopis Umbetto Praenestino, Giraldo Osticnsi, cardinalibliS Romanis Petro tillili Sancti Chrisogoni ct Clnone tituE Sanctae Anastasic et Romanis diaconibus Gregorio et Bernardo et subdiacono Umberto. Item ex parte regis interfuerunt Bremensis archiepiscopus et episcopi Vercellensis et Osnabrugensis et abbas Cluniacensis et multi nobiles viri.

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MOIIIIIIs.·nla GUl/JalliQt: 1/i$IOrico:

Publica [ ",pt:r.slortllll t:t Rt:gvlII, 1. p. 115.

Lt:gvlII S.·clio

IV. COIISlilliliollt:f

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Acla

Yo, Enrique, rey, dare satisfacd6n, en el termino que determine nuestro senor el papa Gregorio, segun su decision, en 10 tQcante al descontenro y discordia de que me acusan arzobispos, obispos, dllques, condes y otros principes del reino de Alemania, 0 lleg3n~ a un acuerdo scgun su consejo - 3 no ser que un obstaculo real Ie impida a el 0 a mi mismoy tuando eslO se hnya hecho, estare dispuesto 3 cumplirlo. Item: Si cl mismo seno!' papa Gregorio deseara ir a1 otro lado de las montanas 0 a otra parte, sepa que, en cuanto a ml toea y a aqueHos a quienes yo pueda obligar, no Ie ha de sobrevenir dano alguno para su vida 0 miembro, ni sed capturado -tanto el mismo como todos que Ie acompui'ien 0 que scan enviados por el 0 que vengan a el, no importa de que parte- al ir, durante Sli permanencia 0 a su regreso. Ni sufrin'i con m1 consentimiento ningtin'inconveniente contrario n su honor; y si alguno ha de ponerle dificultades, vendn! a ayudarlo con todo mi poder. Que Dios sea mi tesrigo y estos S:lntos evangclios. Dado en Canossa, en las kalendas de febrcro. en la dt:cimoquinta indicci6n, en cl afio de Nuestro Sefior Jesucristo de 1077, estando presentes los obispos Umbeno de Prenestc, Cirold de Ostia, los cordenales romanos Pedro, cit:! titulo de san Gris6gono, Conon, del titulo de Sllnta Anastasia, y los dikonos remanos Gregorio y Bernardo y el subdiacono Umberto. Por III parte del I'ey estuvieron presentes cl arzobispo de Bremen y los obispos de Vercell y Osnabrugh y el abad de Clun! y muchos nobles.

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Carta de Gregorio V I I a los alemanes urgiendoles a tina nueva elecci61l (septiembre 3,1076) I

Carta de Gregorio VII a los alemanes tlrgiendoies a tina nueva elecci6n

Gregorius episcopus servus serVOl"Um Dei omnibus dilectis in Christo fratribus et coepiscopis, ducibus, comitibus, universis quoque fidem chris. tianam defendentibus, in regno videlicet Teuotnico habitantibus, salutem et omnium peccatorurn nbsolutionem per apostolicam benedictionem. Si lineras, quibus Heinricus dittus rex in sancta synodo iudicio sancti Spiritus excommunicatus est, diligenler perpenditis, quid de eo debeat fieri, indubitanter cognoscetis. Ex illis en im intelligitur: cur sit anathematis vinculo aIligatus et a regia dignitate depositus; et quod omnis populus quondam sibi subiectus a vinculo iuramenti eidem promissi sit absolutus. Sed quia nos cOnlra eum non movit Dco teste secularis sllperbia nee vana mundi cupiditas et disciplina, monemus vOs in domino Iesu et rogamus SkUl karissimos fratres: lit eum benigne, si ex tOtO corde ad Deum conversus fuerit, suscipiatis et circa eum non tanlum iustitiam, quae ilium regnare prohibet, sed misericordiam, quae muha delet scelern, ostendatis . Estate, quaeso, memores humanae conditionis et communis fragilitatis; nee vas praetereat pia et nobilis memoria pntris eius et matris, quibus non possunt nostra aetate ad imperii gubernacula inveniri aequales. Sic tamen adhibete vulneribus eius oleum pietatis: ne, vino disdplinne neglecto, cicrlltices eius in peius quod absit putrescant et honor sane· tae ecclesiae Rornanique imperi i nostra negligentia mngnae ruinae patescat. Procul ab eo pravi removenntur consiliarii, qui, pro symoniaca heresi excommunicati, non erubuerunt dominum suum propria lepra contaminare et, per diversa crimina eum seducendo, ad scindendum sanctam ecclesiam provocare et in irarn Dei et saned Petri impellere. Adhibeantur illi tales consiliarii, qui non SWI tan tum sed cum diligant et seculari lucro per omnia Deum prneponant. Non ultra putet sanctam ecclesiam sibi suiectam ut ancillam, sed prnelat::lIn lit dominam. Non inflatus spiritu elationis consuetudines superbiae, contra Hbenatem sanctae ecelesiae inventas, defendat; sed observe! sanctorum pat rum doclrinam, quam pro salute nostra cos docuit pOlestas divina. Quodsi de his et aliis iure ab eo exigendis nos securos modis qui bus oporte! reddiderit, statim volumus per vestros idoneos legatos de omnibus

Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, a [odos los am~,dos hermanos en CriStO, obispos, duques, condes y a todos los defensores de In fe crisdana que modis en el reino de Alemania, sailld y absolucion de todos los pecaclos poria bendicion apost6lica. Si considerais cuidadosamente el decreta por el cual Enrique, el linmado rey, fue excomulgado en el santo sl'nodo por el juicio del Espiritu Santo, vereis, sin duda alguna, que accion debe tomarse en su caso. Vercis par que fue alado con los lazos del :lIlatema y depuesto de su dignidad real, y par que el pueblo, sujeto en otro liempo a el, fue librado del juramento' de fidelidlld. Pero, porque, como Dios sabe, no nos mueve contra el ni el orgullo ni el deseo vano por las casas de este mundo, sino solo eI cdo por In Santa Sede y de mles tra madre comun, la Iglesia, os amonestamos en e1 Senor Jesus, y os rogamos como amados hermanos que 10 re~ib3is ~on. dados:1mente si tornara a Dios de todo cornzon, y que mostr6s hacla el no solo justicia que Ie prohibiria reinar, sino tambien merced \:, cunl borra muchos c;imencs. 'l'ened ell cuen ta, os pido, la fragilidad de nuestm comun nnturaleza humana, y no olvideis la pindosa y noble memoriD de su pDdre y de su madre, gobernDntes semejantes a los cuales no pue· den encontr:1l'se en nuestros dfas_ Aplicad, sin embDrgo, el aceite de la bondad a su her!das de ID\ _m~­ nera, que IDS cicatrices no se pudran por abandono del VIIlO de In dISCIplin!l, Y !lsI el honor de In Santa Iglesia y del imperio ro;nano cargan ell completa ruina debido a nuestra indiferenci!l_ Removed leJos de el a es.~s consejeros malvados, que, excomulgados por ser culpables de la herel~a de Ja simonia no tienen cscrupulos en <:ontagiar a su senor con su propla en fermedad, ; le han movido, pOl' medio de diversos crfmenes, a dividir a nuestra sallta Iglesia y han atrafdo sobre ella ira de Dios y ~e siln P~dr~. Que se rodte de olros consejeros que te~gnn en cuenln sus Intereses ~as que los suyos propio~, y que pongan. n DJOS antes que tod.,s !as g:manC!:1s terrenales. Que no plense por mas uempo que la santa Iglesl;1 es su sub· dita 0 su sierva, sino que la reconozca, por el contrario, como su superior y seiiora. Que no se Ilene de v;lnidad con cl espfritu del orgullo y ~efier:da cos tumbres inventadas p(lrn limitar la libertnd de 1.1 santa Iglesln, SinO

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Rt:g;UrI/JII,

tV, J, pp.

24"-2~7.

156 RelaciOlles entre fa I glesia y el Estado fit informari , ut, quid debeat fier i, communi cOnsilio Deo ilspirante valeat inveniri. lUud autem inter omnia ex parle beali Petri inlerdicimus: ut nullus vestrum eum proesumat ab excommunicatione absolvere, quo usque, eis quae proediximus nobis indicatis, npostolicae sedis consensum et iteratum responsum recipiatis. De diversorum quidem divers is consiliis dubitamus; et humanam gratiam vel timorem suspicioni habemus. Quodsi exigentibus ffiultorum peccaris, quod non oplamus, ex corde non fuerit ad Deum conversus, tillis od regni gubernacula Deo fHvenle invcniotut, quia ea quae praediximus et cetenl, qUile videntur christianae religioni et totius imperii sal uri necessaria, se certa ae indubitabili prom is· sione observaturum promitlot. VI autem vestram electionem -si valde opocte! ut f:tt-;- aposlolica auctoritate firmemus, et novam ordinalionem nostri tempori ~us corroborcmus, sicut a sanctis nostri s patribus factum esse. c~gn?scimus: negocium personam et mores eius quamocius potestis nobis mdlcatei ut, sanCIa et utili intentione incedentes, mereamini, sicu! nobis cauase nOlae, apostolicae sedis favorem per dlvinam gratiam el beali P etri apostolorum principis per omni a benedictionem. De iuramen to autem - quod fa ctum es t karissimne fili lle nostrac Ag· neti imperatrlci augustae: si filiu s eius ex hac vita ante ipsam migraret non est opus adhuc dubitare. Q uia - si nimia pietatc circa fi li um ducta justitiae restiterit, vel iustitiae favens ut abiciatur a regno consenserit quid restet, vos ipsi comprehenditi s. Hoc tamen videtur laudabile: post· quam certum fucrit apud vas et omnino firm a tum, quod eius filius a regno removeatur, consilium ab ea et a nobis requiratur de invt:nta persona ad regni gubernacula. Tunc aut nostro communi consilio assensum praebebit, aut apostolicae sedis auctorilas omnia vincula quae videntu r iustitiae con· tradicere, rem'¥'ebit. De excommunicatis autem iam me vobis dedisse licentiam - qui fidem christianam, ut decet e:piscopos, defenditis - ut cos absolvatis, recordor; et adhuc hoc idem conflrmo, si re vera resipue:rint et humiliter poeni tentiam egerint.

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Carta de Gregorio VII a lOJ alemol1es

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que observe la dOClrina de los santos padres que les cnseM d pode r di· vino para nuestra salvaci6n. Pero, si as hubicre dado informacion fidedigna sobre estas y ouas condiciones que sc Ie pudieran imponer con justicin, es nuestro deseo que nos 10 hagais saber inmediatamente por mensajeros capaces, para que , considerandolas juntos, podamos, con la ayuda de Dios, obrar rectaOlcnte. Prohibimos, sobre todas las cosas, con In ayuda de san Pedro, que ninguno de vosotros se atreva a absolverlo de la excomuni6n hastll que no hnya· mos recibido In informacion que sc ha mcnciollado, y VO~O trOS hnyais recibido el consentimienlo de la Sede Apost6lica junto con nuestm nueva respuesla. Desconfiamos de los cansejos contradictorios de diferentes personas y tenemos sospecha del temOf y del favor de los hombres. Si i! causa de los cri'menes de muchos no vol viera a Dios de todo corazon, 10 que Dios no permita, que se mire, con el favor divino, por otrO gobernante del feino que se comprometa con obligacione:s ciertas n llevar :t cabo i:ls me:didas que hemos indicado y OltaS que puedan ser Ilecesarias para Ia seguridud de In religion cristiana y de lodo el imperio. Adcmas , p(lfa que podamo ~ confirmar vuestra elecci6n, cn easo de que fucr:\ ne· cesario hacer una, y apoyar el nuevo orden en nuestro tiempo, como sabemos que hicieron los santos padres antes de nosotros, informadnos cunnto antes de la persona, caractt:r y ocupacion del candidato. Procediendo asf can ~etod o pindoso y pr~ct i co as estaremos (lgradecidos c:n cI caso presenre, y merecereis el bvor de la Sede Apostolica por la gratia divina y 10 bendicion de san Pedro, P rincipe de los Ap6slolcs. Tocante al juramento que habeis prestado a nuestra muy amada hija, la emperatriz Ines, si su hijo muriera ante~ que el.!a, no debeis s.enlir escrupulos, porque, si fucra arrast[acia par un arnot 1l11lloderndo hncHl su hijo para OpOnerse al curso de la justicia 0, por cI cOllnnrio, defendiera In justicia y consintiera en su depOsicion, vosotros sabrcis romo hacer 10 demns. Con lodo, esto parece que debe ser nconsejado: ruando hay:iis decidido en tre vOSOlros firmemenle de que debe ser depuesto, consllltad con ella y con nosotros tocanlc a la pC[SOn~l que debe ser confiada con eI gobierno de:! reino. Entonces, 0 consiente a la decisi6n comun de todos nosotros 0 la autoridad de hi Sede Apost6!ica cortad los laws que obstruyen ei camino de la justicia. En relaci6n a las personas excomulgadas, as recuerdo que ya as he dado a los que defendeis la fe cristian o, segun deben obeat los obispos, au tori· dad para absolverlos y ahara confirrna esto, baio la condici6n de que Sl! arrepicntan de verdad, y soliciten, con razones humildes, la penitencia.

Carta pastoral de Gregorio VII a los reyes de EspaiiQ (iunio 28, 1077)' Grcgoril1s episcopus serv us servorum Dei regibus comi(ibus cercr isquc principibus Hyspaniae salutem et aposwlicam benedictionem. Non ignorare credimus prudentiam vest ram, quin sancta Ct apostolica sedes princeps et universalis mater sit omnium ecclesiurulll et gentium, quns divina clementia ad agnitionem sui nominis in fide domini ae 5alvatoris nostri Iesu Christi per euangelicam et apostolicam doctrinan venire ptaeordinavit. Quibus hanc curam et perpetuam debet exhibere sollicitudinem, ut sicut ad conservandam eatholieae fidei veritatem, ita quoque ltd cognoscendam et tenendam iustitiam documenta et salutifera administrct monita. Ad cuius dispcnsationis officium quoniam secundum voluntatem Dei quamquam inviti et indigni constiruti sumus , creditum nobis ministc· rium valde pertimescimus; scientes, quon iam et his qui prope et his qui longe sunt debitores sumus, nec apud supernum iudicem excusationis locum habere poterimus, si nostra taciturnitate eorum aut salus negligituf aut culpa fovetur. Cuius rei tam in prophe-t'icis quam euangelicis paginis muha nobis documen ta et cum terribilibus mini s exempla proposita sum; qU:le egregius ilJe praedicator et apostolus imuens ait: «Necessitas euangelizan· di michi incumbitj ve enim michi, si non euangelizavero. » Quaproptet et nos, dilectissimi, qui praesentes secundum desidetium nostrum verba non possumus, saltem absentes per epistolam de salu te vestra vos admonere euravimus; scribentes vobis, sicut in vos nffectum debitae caritatis ha· bemus ... Praeterea notum vobis fier i volumus, quod nobis quidem tacere non est liberum, vobis autem non solum ad fUluram sed etiam ad praesemem glo. riam valde necessarium: videlicet regnum H isplmiae ex antiquis constitutio· nihus beato Petro et sanctae Romanae ecclesiae in ius er proprietatem esse trnditum . Quod nimirum hactenus et praeteritorum tempoturn incommoda et aliqua antecessorum nostroru m occultavit negligentia. Num, postquam regnum illud a Saracenis et paganis pervasum est, et servitium, quod beato Pelto inde solebat fieri, propter infidelitatem eorum et tytannidem deten· tum, ab usu nostrorum tot ann is in terceptum est. Paci ter etiam rcru m et proprieta tis memoria dilabi coepit. Verum, quia divinu clementia, concessa ,

Regis/flllIJ, IV, 28, pp. 28)·287.

Carta pastoral de Gregorio VII a los reyes de Erptlna G regorio , obispo, sicrvo de los s ierv?~ de Dios, ~ los reyes, conde:; y ot ros principes de Espana, salud y bendlcl6n apost6hca. , ConEamos que vuestra ptudcncia sabe muy bien g.ue 1:1 Sunta ,Sede Apost61ica es la principal y madre universal de tadas las IgleSIas y n.ac~ones que fueron predestinadas por In divina misericordi3 a tene~ conocumento de SLl nombre en la fe de Nuestro Senor y salvador Jesucmto por In enscfianza de los evangelios y de los ap6stoJes. Esta, pues, obligada a cuidar const:mtemente de que Ja verdad de la fe c:1l6lica sen presel'vnda .y 9ue tada instrucci6n y aviso sean dirigidos h,ac,ia la pe rc~pci6n ~ man.te.mmlento de Ia justici\l. Pero, yn que hemos rectbldo por dispensaCi6n divma cl deber de esta administrnci6n, aunque somos indignos y reouentes, estamos posefdos de un santo tcmol' por este deber, dandonos cucnt:! de ,que somos deudorcs tanto a los que nos rodean, como a los que estan leJos d.c nos: otros, y que no tenemos justificaci6n en la I?rescllcia del s~pre l,no JU:.l Sl mostramos negligencia hacia su bienestar 0, 5t con nuestro silenclo, esttmumos sus faltas. De esto encontramos muchns pruebas y ejemplos en las las paginas de los profetas y de los ~vangelis t as junto con espanlosasamenazas, como atestigua e1 gran predlcador y a~s to~: «Se m.e ha dado la obligaci6n de prcdicar e1 evangelio; pucs temenn Sl n0.l~r~dlco el evangelio.» Par 10 cual, amadlsimos, puesro que no podemos dlflgltnOS a vosot ros cara a cara como deseariamos, nos hemos preocupado de amonestoros por escrito ca~o DlueSlra de nuestra afectuosa devod6n hacia vosOtl'OS. Ademas, deseamos que sepais 10 que 00 podemos pasar en silendo y 10 que es mas necesario pat:! vosotros ahara en el preseote, como en cl futuro; esto es, que e1 reino de Espana perteoece a s,an ~edro y a Ia Santa Iglesia RomJma, en Ia manct'
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Relaciones ellire la Iglesia y el ESlllllo

vobis in hasles illos sempcrque concedenda victoria, lerram in manus vestras tt1!dit, uherius vas causam hane ignorare nolumus; nc, quod supernus arbiter Ct legum ae iustitiae conditor de recuperanda Ct restlmcnda iustitia et hanore saneli Petri eiusque sanctae et apostolicae sedis veslrae gloriae ad bene merendum cantuli!, aut nobis ex taciturnitate in negligentiae culpam aut vobis ex ignorantia quod absit ad detrimentum propositae et clivinllus ohIatae rctributionis obveniat. Con6dimus coim in misericordia Dei, qui virrulem vobis dedit el vktoriam, ut hane edam volumatem vobis tribuat: qua, cognita veriulle, pOlius staluta christianorurn principum et exempla sequamini quam corum impietatem, qui chrislionum nomen magis cupiunt persequi quam venerori. Misimus outem ad vos eonfratrem nos trum Amatum venerabilem ElIorensem epicopum, cui et vicem nostram ad partes i!las dedimus, adiungentes sibi hune abbateIn Sancti POnt ii, virum vcnerabilem, fide et morum honestate probatum; 01, quod nos de insinuatione huius causae vest rae celsitudini succinCle scripsimus, ipsi vobis, si necesse sit, ladus apertiusque manifestent et, quantum ratio poslulavcrit, noeitiam veritatis praesenti denunciatione et certa assertione demonstrent. Quorum consili is in his, qUlle ad Deum pertinent et saluti animarum vestrarum necessaria sunt, indubitanter potestis credere; sicut nos in ipsis per stlldium religionis et aClllum suorum comprobavimus et vos in eorum poteticis conversatione perpenJere. I gitur, quod ad nos pertinuit aut providendum ex officio aut satisfaciendum justitiae debito, Deo miserante feeimus. Quid vestrae causa salutis a vobis exigat, et quantum beato Petro apostolorum principi debeatis, indicavimus; ne ignorantia obsit, nee sub vana securitate labentis lucis et lempods damnosa vobis quod absit subrepat negligencia.

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IJaslorol de G /'ego /'io VII

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ci6n de los derechos y dignidad de san Pedro y de la Sede Apost6lica, y hemos de mimr para que nada pernicioso obstruya esta recompensa divinamenle ofrecida, a causa de una negligencia culpable por nuestra parle, 10 que Dios no permita, por ignorancia vuestra. Confiemos en la misericordia de Dios, que os ha dado poder .y victoria y esa buena voluntaJ por Ia cual, cuando sabeis la verdad, deciws segun los estatutos y el ejemplo de principes verdaderamente cristianos, y no la impiedad de los que preferirian perseguir ei nombre de Cristo en vez de reverenciarlo. Os envialOos a nuestro colega Amato, el venerable obispo de Oleron, al que hacernos nuestro representante personal en esas regiones; Ie acompana el ahad de S. Pons, hombre venerable de probada piedad y honorable canicler, para que, si Euere necesario, os explicaran can mas delalle 10 que os hemos escrilo en bosguejo tocm1te a estos asuntos y, en cuanlO 10 re· quieran las circllllstancias, os puedan dar en persona informacion autorizada de la verdlld. Podeis poner por su consejo y de una maneIa indubitable vuestra fe en IllS casas que son de Dios y en las que son neetsarias plica la salvaci6n de vuestras almas, scgun hemos probado por su celo par la religi6n y el bien obrar y como podreis ver vosotros mismos en vuestros tratos can elIas. Hem'os hecho, pues, can la gracia de Dios, 10 que dehiamos hacer para el cumplimienlo de nuestro deber oGcial y para satisfacci6n del dc:recho. Os hemos comunicado llanamente 10 que exije de vosotros vueslro bienestar y cuan grande es vuestrn deuda a San Pedro, jefe de los ap6stoles, no sea que In ignorancia sea impedimento para vosO!rOS, 0, 10 gue Dios no permita, con el transcurrir del tiempo, Ja negligencia infunda en vosotros una falsa seguridad.

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Gregorio VII at arzohispo Lin/ronco I

Gregorio VII al orzohispo Lan/ranco

Gregorius episcopus servus servorum Dei Lanfranco Cantuariorum" afchiepiscopo salutem et apostolicam benedictionem. Quod ex Hlo tempore, quo sacerdotale summllC sedis iugum cervici nOstfae licet indigni suscepimus, venire ad nos non muhurn curavit haternil IS tua, quanto minu_s hoc de dilectione lua sperare poruimus, eo ampli us slupent:s miramur. Et nisi apostolica mansuetudo ncc 11011 ct amods pignus anuquum nos huc usque detinuisset, profecto, nos hoc graviter ferre, jam dudum tibi constitisset. Verum, sicut certissime compertum habemus, adventum tuum vel metus regis - cius scilicet, quem inter cacteros illius dignitatis semper dileximus - vel maxime tun clilpa nobis negavit. El te quidem, si vel prisci amoris memoria superesset vel debita malri Romanae ecclesiae dilectio in mente remaneret, non debu.it aliquis au t mundanae poteslatis tcrror aut cuiusquam personae sliperstilioSliS arnor a conspectu nOSIrO det~ahere. IIlu~ vero si contra nos ulla libido seu procacitas iactat, tnnto gravius feremus, quanta eum dilectione nostra indignum se fedsse constilerit. Quod tamen ne illi acddu, reUgio rua pOleril hoc modo vi tare, si ei diligcnler aperiendo et constanter admonendo consiliu m dederis: ne contra matrem omnium Romanam ecclesian quid iniustum praesumat, neve quid a rcligiosa potesta Ie alienum petulanter aude;a!, et neque luam neque alicuius devotionem ab apostoHcae sedis visitatione ulterius coercere auemptet. I gilU [ decet fral ernilatem luam: negligentiae suae excessus sapienter corrigere, alque ad apostolicam sedem quantotius properate leque ipsllm nostris obtutibus, ut optamus utque saepe mandavi mus, praesentare; quatinus nos de his et de allis negociis praesentialiter conierre, alque u,ililas ecclesiae de n ost~o colloquio allgmentum valeat Deo favente percipere.

G regorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, !l Lanfranco, arzobispo de Canterbury salud y bendici6n apost6lica. Desde que' tomaroos sobre nuestrO$ hombros, 3ll11que indigoos, el peso del supremo olldo sacerdotal, Iii. nuestro hermano, no has pensado en visitarnos. Esto nos ha maravillado porque tenemos el derecho a esperar un tralamicmo difcrcme PO[ parte de vueslt:;\ devod6n hacia nosotros, y nos hubieramos sentido dcsde hace tiempo gtavemente ofendidos pOr ti, si no hubiera sido por nuestra indulgenda apost61ica y por tus anliguas declal"adones de afeclo. Sabemos con toda ccrleza de que bcmos sido privados de, tu visita 0 por tu temor del rey, un rey al que hemos £a.vorecido de manera singular entre OtrOS del mismo rango, 0 por tu propla culpa. Pero, si eI n:cuerdo de tu antiguo afeclo eShl todavia vivo, 0 si la devoc.i6n dcbida a lu madre, la iglcsia romana, aun permanece en tu coraron, nt e1 lemor a ningun poder temporal, ni la lealtad supersti.ciosa hacia ninguna persona, cualquiera que esta sea, deben mantenerse aleJado de nuestro. presencia. Y si un nuevo ataque de arrogancia Ie (Guillermo de Ingluterra) ha laozado contra III Sede Apost61ica, 0 alguna ambici6n 0 desenfrcno Ie ha cxcitado conlra nosoltos, nos sentimos todavia mas agraviados porque eso probarfa de que no es digno de nUI!S\fa gt:acia. Para evilnr esto, dcsea· mos que vuestra reverenda Ie haga saber .c1a rllme.n~e c~~ vuestro con~taD :e consejo, que no se avenrure a comeicr nlOguna IOJUSUCla c~n tra la J g~e~la romllna madre de lodos nosotros; que no se atreva a segulC una poiJtlca hostil ; la religi6n, y que cese ya de poner impedime~tos a tu viaje a Ia Sede Apost6lica. Es lu deber poner f~eno con to sabldurfa. a los excesos de su negligencia, ace1erar vuestra ventda a In Sede Apost6hca tan pronto como pued:ls y ponerte bajo Iluestra protecd6n segun nuestro repet ido deseo, para que podernos discuI~r en persona sobre eSle y otros aSll~tos y para que el bienestar de la IgleSia se aumente con J\uestras conversaclOnes.

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RcgimullI, VI, )0, pp. 366-367.

Gregorio VII a Ai/onso VI de Leon y Castilia (oclubre 15, 1079) I Gregorius episcopus servus servorum Dei cansslmo in Christo filio, glorio.~o regi Hispaniarum, salutem et apostolicam benedictionem. Omnipolenti Dco Jaudes et gratias agimus, qui gloriam vestram gratia suae visitationis illumans. beato Petro apostolorum principi fide ac devotiane coniunxit; cui omnes principatus et potestBtes orbis terrarum subiciens, ius ligandi alque solvendi in caelo et in terra tradidit. Qua de re et vobis merito gaudendum est. Quoniam eo ampliora vobis parata sunt praemia, quo divina dignatio correctionem regni veslri, quod diu in errore perstiterat, usque ad veSlra reservavit tempora: ut vcritatem Dei CI iustiliam - qua illi, qui vos praecesserunt, rectores et principes et universus populus tOt annis tum cecitllte ignorantiae tum obstinata temeritate carnerant - vestca mereretur suscipere sublimis humilitas et 6delis oboedienua Verum qui omne opus bonum non tam ab inceptu quam ex fine suo retdbutionis debitum speclat, exccllentiam vestram, paterna cafilate monemus: ut, quod a legalis nOSlris de religione fidei et ecclesiastici ordinis accepistis et adhuc Dco auctore accepruri estis, firmiler leneatis . Quia, sicut certa spes slllutis est his, qui in observatione fidei et doctrinae huius sanctae apostolicae sedis permanent, ita iWs, qui ab eius concordia et unitate exorbilaverint, haut dubiae damnatiorus terror imminec. Et quidem de vobis bene speramusi quoniam relatione dilecti filii nomi Richardi cardinalis presbyteri sanetae Romanse ecclesiae, quem nunc secundo ad vos mittimus, benam voluntatem vos habere intelliximus. Sed quoniam devota corda semper admonitione gaudent ec ipse etiam virtutcs exercitio indigent, portamur eminemiam vestram: ut ab hac tercena et caduca dignitate ad illan, quae clle1estis et ae,erna est, mentem levet; hoc ulatur sicut transitorio et cite peritura, illan appetat, quae aeternitatem padter habet et glori ac plenitudincm. Attendere enim et sollicite pensare debetis: quoniam cot idie ad finem vitae volentes nolentesque properatisi et, quicquid divitiarum honoris pOienliae nunc arrider, vioina mors, tum minime putamur, rapiet et omnia tenebris et amaritudine claudet. Quae ergo in illis spes, quae gloria, quae deleclatio aut desiderium esse debet, quae se amantes decipiunt. sequentes fugiullt, habentes clerelinquunt? Quanto autem in his quisque ,

R~gi1trum,

VIT, 6, pp. J8B87 .

Gregorio VII a Allomo VI

d~

Le611 y Castiila

Gregorio obispo, siervo de los siervos de Dios, a nuestro amandsimo hljo en Cris'to, Alfonso, gloriaso rey de las Espanas, salud y bendici6n apost6!ica. . Damos gracias y alabanzas aDios Omnipotente que ha iluminado a to majeslad con In gracin de su visitaci6n y te ha ligndo en devoci6n. fi:1 n san Pedro, jefe de los apOstoles, a quien ha sometido lodos los pnnClpados y poderes de la tierra, y olorgado el poder de alar y desat~~ en los cielos y en la tierra. Tambien eSlo debin ser para ti causa de regoclJO, puesto que Ie espcran recompensas Ilub grandes, pues In sabiduria divina ha reservado pam tu reinado la rdorma de tu reino par tanto tiempo bajo el error para que IU sublime humildad y fie! obediencia puedan recibir la verdad y Ia justicill de Dios, de las cuales han carecido por t:lntos aiios tuS prede'cesores, gobernantes, prfncipes y todo el pueblo, debido tanto a la ofuscllci6n de la ignorancill. como a insolentc obstinaci6n. Pero, pucsto que rodas las buenas obras tienen su aptopiada recornpensa, no en su principio sino II su conclusi6n, amonestarnos a tu excelenci a con arnor paternal para que te aflrrncs en 10 que has recibido pOt nuestros Icgados y lambien en 10 que puedas recibir e!l eI futuro COil la voluntad de Dios. Pues, as! como los que perscveran en la observ:mcia de la fe y en Ia enseiianza de esta Santa Sede Apost6lica tienen una esperanz
ReinciolJes entre In Iglesia y e/ Estado

Gregorio V II a AltollsO VIde Leon

minus delectatur minusque e1atione super se rapirur, tanto securius ad ea quae vera sunt bona deducitu r. Cuius rei exemplurn ipse dominus ac salvator noster Iesus Christus aperte rnonstravit, cum oblalum sibi ab borninibus regnum pia bumililate respuit; nec speciem quidem terrenae sublimitatis in oculis hominum gerere voluit, qui in hunc mundum, UI nos ad regnum caeleste reduceret, venit. Quaptapter sicut ca rissimum filium vas admonemus: ut, haec sedu lo vobiscum cogitantes, coram ilIo vos exhibeatis humHem, qui vos constituit valde sublimem; et int er omnia et prae omnibus Dea placere studentes, commissa vobis regni gubernacula ita administrare cum Dei adiutorio procure tis, quatenus vestrB eminentia nullum futurae abiectionis regni et soHum aeternae gloriae transeat. Ut autem nostra exhortntio cordi vestro altius imprimatur, ex more sanctorum patrum misimus vobis claviculam auream, in qua de actenis beat i Petri benedictio conti netu f; quatenus, per eius praesenti:t p:tlrocinia, uberiora eius erga vas beneficia sentiatis, et in amore ipsius de die in diem ferventius ac~nd am ini, promerentes, ut omnipotens Deus, qui il1u~ a.dmirabili pOlenti.a a n~xibus ferreis liberavit,. eius meritis et imercesslombus vos ab omOlum peccatorum vestrorum vinculi s absolvat et 3d gaudia aeterna perducat. Ad haec commendamus vobis hune di!eclum £ilium nostrum, quem, sicut supra diximus, nunc secu nda ad vas mittimus, ut cum sicut nos audiatis et in omnibus sibi favorem exhibeatis; quatenus non fiat inanis cursus et labor iUius apud vas, sed pro commissa sibi legatione ea, quae de ecdesiast icis causis rractanda invenetit, efficaciter exequi et ad statu m rectilUdinis Dec adiuvanle perduccre valeat. Caetera veto, quae hic minus conlinemur, in eius ore posuimus. Cui vos in nullo credere dubitetis; per quem nos tram vobis lluctoritatem repraesentari cognosciris.

Cuamo menas uno sc gace de estas casas y cuamo menos gaze uno pong:! en elias, con mas seguridad uno sera conducido a las casas que en realidad son buenas. Nuestro Senor JesucrislO nos dio un cla ro ejemplo de esto cuando rehus6 can humildad piadosa eI reino que los hombres Ie ohecian. EI que vi no a este muncio para llevarnos al teino de los cielos no quiso llevar ante los hombres la apariencia de esplendor terrena!' Por eso, as amonestamos como a hijo amado que ponder ~ i s bien estas casas y os humilleis ante aque! que os ha puesto en lugar tan alto y, trabajanJo en todo y sobre lodo para agradar a Dios para que adminislreis, con la ayuda de Dios et fei no que se Ie ha confiado para que tu alteza no sufra menoscabo en la fonuna , sino que pueJa gozar la corona de un reino que no puede describirse, y un trono de gloria eterna. Ademas, para que nuestrns exhortaciones sc graven mas pro£und:llnente en tu coraz6n, os cnviamos, siguiendo la costumbre de nuestros santos predeceso res, una Have de oro que eontiene la bendici6n de las eadenas del bienaventumdo Pedro, para que, por medio de su protecei6n eonstante, puedas recibir de el los beneficios mas ricos, y para que Dios Todopodcro· so, e1 cual Ie jibr6, pueda, par sus meritos e i!1te rcesi6n, Ijbrarte de tada esclavitud pceaminosa y condueirte al gozo eterno. Con este fin te c:neomendamos a este nuestro amndo hijo, d cual, segun ya hem9s dicho, te enviamos par segunda vc:z. Oyclo como a nosotros mismos, y muestrale en todos los aspectos ttl favo r para que su viaje y trabajos en tu pars no sean eSleriles, sino que, de acuerdo con su misi6n, pueda lJevar a cabo en toda la Iglesia las reformas que esperaban su acci6n, y ponerlas can la ayuda de Dios, en orden permanente. Lo que no hemos eserito, se 10 hemos confiado verbalmcntc. No dudes en creerle 10talmentc, sabiendo como sabes que nuest ra autoridad esta representada ante ti por el.

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Seg~nda excomuni6n del emperador Enrique N

Segundo excomunion del emperador Enrique IV

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(7 de marzo, 1080) , . Bea~e. P etre princeps apostolorum et lu heale Paule doctor gentium, dlg?anUn! q~eso ~ure~ ~est~as ad me inclinare meque clemente\" cxaudire, QUia ver/tatls esus dlsclpuit et amatores, adiuvale, ut verila tem vobis dicam. Omni remota falsitate quam omnino detestamini ut fratres mei melius michi adquiesc~n t et sciant .et .imelligant, quia e~ vestra fiducia POSt Deu~ et matrem ~IUS sem?~t' vlrgtnem Mariam pravis et iniquis resisto, vestns autem £ide~Jbus auxlhum praesto. Vos eniro sci tis, quia non lihenter ad ~acnt?l ordmem. !~cessj; et invitus ultra montes cum domino papa Gre~orlo abu, s~d magIs tnvitus cum domino mea papa Leone ad vcstram ~pe~JaJ em ecclesiam redii, in qua utcumque vobis deservivi; deinde valde I~VJtUS cum multo dolore et gemltu ae planctu in throno vestro valde indlgnus .su:n co11alus. Hec ideo dico, 9ui non ego vos, sed vos elegbtis me et graVlss!mum pondus. ve~tI~e eccleslac supra me posuistis. E( quia Super montem .excelsum me lUSSI~U~ . asccndc;c et c1amarc arquc annunciare populo Del sceleta corum . et fiIi!s eccleslae peccala eorum , membra diaboli contta me coep7r~nt Iflsur~ere et uS~Jue ad sanguinem praesumpserunt in me man~s s~~s IflH;e:e. !'-stlterunt enlm reges terrae et principes saeculares et. eccleslastlcl, auitc) enam et vulgares convenerunt in unum adversus dornffium et adversus vas chrislas eius, dicentes: «dirumpamus vincula eor~f!1 et proiciamus a nobis iugum ipsarum»; el ut me omnino morte vel auxilia confunderunt, multis modis conati sunt in me insurgere. I~tet .quos specialiter H einricus, quem dkunt regem, Heinrici impetalOns films, contra vestram calcaneum erexit ecclesiam facta cum multis episcopi~ ult:amonrani~ et I talicis conspiratione, annit~ns, me deiciendo earn Slbl s~blUgare . CUI us. supetbiae vestra. resislit auctoritas, eamque vestra .destruxlt p0.reslas . QUI confusus et humiliatus ad me in Loogobardiam vefll7~s absolutlo~em ab exc0r:t~un~catione qu.esevit. Quem ergo videns humillatum, mulus ab eo promlsslOflibus acceptJs de suae vitae emendntione, salam ei commuruonem reddidi; non tamen in regno, a quo eum in ~omana synodo dep~suet~m, instauravi; nec fidelilatem omnium, qui sibi iuraverant vel eram !utall, a qua omnes absolvi in eadem synodo ut sibi setvaretut, ptaecepi. Et haec ideo detinui, ut inter eum et episc~pos vel 1

Monum~II!~ Germanill~ HifforiclI, loe. cit., pp. 557.559.

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Oh, bienavemurado Pedro, jefe de los Ap6stoles, y lU, Pablo, maestro de los gentiles, dignaros, os ruego, inclinar vuestros oidos hacia mi y oir misericordiosamente mi oraci6n. Vosotros, disdpulos y amances de In verdad, ayudadme a deciros Ja vetdad, limpia de toda falsedad tan odiosa a vOSOlros, p:ua que mis hermanos pued::m unirse mas estrechamente ami, y puedan saber y enlender que por la fe en vosotros, despues de Dios y de su madre, Maria, siempre virgen, que tesista al perverso y auxilio a los que as son fides. Pues, vosotros sabeis que tecibt las sagradas 6rdenes no de mi propio placer, y que acompafie 31 senor papa Gregorio (VI ) con· tra mi vol un tad al Olro lado de las momanas, pero todavb mas contra mi volun!ad regres6 con mi senor el papa Le6n (IX) a vueSlra iglesia especial, donde os he serviclo 10 mejor que he podido; y emonces, :lunque contra mi ;oluntad e indigno, fui sentado en vuestro trono para mi gtan pesar y con gemidos y lamcntos. Digo esto porque 00 he sido yo el que os ha escogido a vosotros, sino VOSOtTOS los que me habeis escogido a rut y (3rgada con la pesada carga de vuestra Iglesia. Y potque me habeis ordenado que subieta a una mon tana alta y denunciara al pueblo de Dios sus crime· nes a los hijos de b Iglesia, esos hijos del demonio han comenzado :1 levantarse de nuevo contra m! y se han alrevido a tocarme incluso hasta derramar sangre. Los reyes de la tierra y los prfncipes, tanto laicos como eclesiasticos, se han levantildo; cottesanos y villanos han tom ado juntos consejo contra e1 Sefior y contra vosotros, sus ungidos, diciendo: «Rompamas sus cadenas y nos libremos de su yugo», y se han eSfOi.lado en des· ttuirme totalmente con la muerte 0 el destierro. Entre elias esta de una manera muy particular Enrique, al que Haman «rey», hijo del emperador Enrique, y que se ha levantado contra vuestra Iglesia en conspiraci60 can muchos obispos, tanto ultramont::mos como italianos, trabajando para subyugatla derrodndome a mC VueSTr3 autoridad resisti6 su insolenci3, y vuestro poder la derrot6. Confundido y humi1lado, vino a mt en Lombardfa rogandonos Ie absolviera cle la excomuni6n. Y despues de sec testigo de su humillati6n y de habernos prometido que reformarfa su vida, 10 restaure solo en la cOllluni6n, pero no 10 ins tale de nuevo en el poder teal, del coal habfa sido depucslo por un slnodo romano. Ni ordene que se Ie renovara la fidelidad de los que Ie haMan prestado juramenta a 10 tuvieran que hacet en el futuro, del cual desligue a todos en el mismo sinodo. Me resetve este asunto para que pudieramos h3cel"

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Segunda excontll1lio/l de Enrique IV

Re/aciOllCI elllre la 19lelia y el Eltado

principes ultramontanos, qui ei caus:1 iussionis veSIcae ecdesine restiterant, iustitiam facerem vel pacem componerem, sicut ipse Heinricus iuramento per duos t:piscopos michi promisit. Praedicti autem episcopi et principes ultfllffiontani nudicotes , ilium non scrvare milli quod promiserat, qua~i desperati de eo, sine meo consilio vobis testibus. e1cgcrunr sibi Rodulfum ducem in regem. Qui rex Rodulfus festinanter ad me misso nuncio indic:lVit, se CORtlum re~ni gubernacula slIscepisse, tamen sese paratum michi omnibus modi oboedire. Et \It hoc verius credatur, semper ex eo tempore eundem mihi misit se rmonem, adiciens etiam filia suo obside et fidelis sui duds Bertnldi £ilia, quod promittebat, 6rmnre. I nlcrea Heinricus cepit me preeari, ut ilium con tran predictum Rodulfum adiuvarem. Cui respondi: me libenter facere, audita uuiusque partis milone, ut scirem, cui iustitia magis faverel. Ille vero pulans, suis viribus eum posse devincere, earn con· lempsit responsionem. Postquam sulem persensll, se non posse sicut spe· ravit agere, duo episcopi, Verdunensis videlicet el Osenburegensis, de con· sentaneis suis Romam venerunt et in synodo ex parte Heinrici me, ur eis iustitiam (acerern, rogavenlnt. Quod et nuncii Rodulli fieri laudaverunt. Tandem, aspirante Deo sicut credo, statui in eadem synodo: in partibus ultramontanis fieri colloqu ium , ul illic aut pax statuerc:tur aut, cui amplius iustitia fav eret, cognosceretur. Ego enim, sicut vas mihi testes estis pRtres et domini, usque hodie millan pattern disposui adiuvnre nisi earn, cui plus iustitia faveret. Et quia puubam, quod iniustior pars colloquium nollet fieri, ubi iustitiam suum locum servare!, excommunicavi et anathemBle al· lignvi omnes personas sive regis sive dueis mit cpiscopi seu alicuius homi· nis, qui colloquium aliquo ingenio impediret, ut non lieret. Prediclus autem H einricus cum suis faul'oribus non limens periculum inoboedientiae, quod est seelu s idolatriae, colloquium impediendo excommtlnicationem in· curcit et se ipsum anathema tis vinculo alligavit ma~nllmque muhitudinem christianorum ,mofti lradi er ecclesias fecit dissipari et tolum paene Teu· tonicorum rep:num desolationi dedit. Qllaproprer conlidens de iudicio et misericordia Dei eiusque piissime matris semper virginis Mariae, fuhus vesaa auctoritale, saepe nominatum Heinricum, quem re-'lem dicunt, om· nesque fRutoTes dus excommunication! sllhicio er anathematis vinculis alligo. Et iterum regnum Teulonicorum et Ttaliae ex parte omnipotentis Dei e! vestra interdicens ei, omnem potestatem et diRnitalern i1li regiam 10110 et, ut nullus christianomm ei sicut regi oboediat, interdico omnesque, qu i ci iuraverunt vel iurabunt de regni domina tione, II iuramenti prom issione absolvo. I ps! autem H cinricus cum suis fRut oribus in omni congres· sione belli nullas. vires nullamque in vila SUIl victoriarn opiineili. UI IIUlem Rodulfus regnum Tautonicorum rellat et defendat, quem Teutonici dege. runt sibi in regem, ad vestram fidelitatem ex parte vesIca dono, largioc et et c6ncedoi omnibus sibi fideliter adharenlibus absolutionem omnium pec· carorum vestrRmque benedictionem in hac vita et in futura, vestro. fcerus fiducia largior. Sicut co im Heinricus pro sua superbia, inoboedientia et

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justicia entre e:l y los obispos ultramontanos y los principes, los cuale;, en obediencia a vuestra Iglesia, se han enfrentado It e!, y pa~ll que nos ue~a posible restllblecer la paz entre ellos, como e! proptO E~nque me 10 hllbta prometido en su jurnmento y por la palabra de ~os oblspos. Los ya men· cionados obispos y principes ultramontanos, al Olr que n~ ~labia guaddad~ la palabra que me dio, y, como d~s~sperando, de el, eilg,er~n a.1 uque Rodolfo por su rey sin mi consentlmlento segun comprobnre!s. Entonces el rey Rodolfo me envi6 inmediatamente un legado para declarac que ~a­ bia tomado eI gobierno del reino contra su volulltad, per~ que e~t~~a diS· puesto a obedecerme en todo. Y para que cst~ fuera meJor. ret:l~t ~, me mandaba, desde entonces y repetidnmente, la mlsma declarllct6~ an~.dtendo ue confirmaria su promesa enviando como reh~nes a su proplo htJo. ~ al ~ijO de su vasallo Bertoldo. Mientnts tanto, ~I~r~que comenzab3 a soliCltar Illi Ilyuda contra Rodolfo. Replique que deetdma con gran con.t;nto des· pues de habet oido a las dos partes para que yo pudiera saber qu.ten obraba con m~s acuerdo con la verdad. Pero, pensando ~ue era 10 sufictelllemente fuerte para veneer a su contrario, no escuch6 mt reSpllesta. Pera, .!TInS tarde a1 ver que nO podia obrar como habfa esperado, los d~s obtspos d~ V~rdum' y Osnabruck vinic ron a Roma de parle de sus .s:gUl~ore~,'y solt· citaron en et sfnodo, en nombre de Enrique, 9u.e Je htc,c~n .Justlcla. Los .. dos de Rodolfo prescntaron la misma peuCl6n. Por uillmo, decret!!, ~~~tia inspiraci6n divina, segun creo, en d mismo sinodo que se celc:bn1r~ una conferenda del otTO lado de Ins monlanas para. restaurar .Ia paz ath, o que fucra reeol1ocicio tey aqud cuya caUSA p::recler:3 mas Just a. Pues, como podeis testificA[ vosotros, mis pn~res y senores, y~ n~n;a hasla el presente he tomado partido con exce~16n de 10 que b lumCI:3 hay::! de· pflfte en d do Y como supuse que la pnrte injusta rehusaria tomar mana. una confcrenda en la cual la justicia se .Impon d' na, excomu Igu;~ y 11'tecOn las Iigadurlls del anatema a todns Jas personas, rey, duque,. obISpo 0 cual· quier otro vasallo, que pusiernn obstnculos para la celebrac,.6n ~c una con· ferenda. Pero cl mcncionndo Enrique, junto con su~ parlldnnos: desp~e­ ciando los peligros de b desobediencill, que cs d. crImen de l.i ,dol~trla, incurri6 en la excomuni6n al impedir la conferenctn, y se at6. a sf mts~o con los la:r.os del anatem3, y fue causa de qu: un~ gran mul~Jtud de crts· tianos fuer
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Relaciones entre /a Iglesia y el Estado

Seglwda excomllni611 de Enrique lV

falsita:e u. regni d!gnitate iusle abicitur, ila Rodulfo pro sua humilitate, oboedienua ~t ventate potestas et dignitas regni conceditur. . A.gite nunc queso, patres et pr1ncipes sanctissimi, ut omnis muodus ~lell1gar.et co~noscat, quia, s1 pOlestis in coel0 ligare el"solvere, potestis I~ terra lI~pe!la, regoa, priociparus, ducatus, marchias, comitatus et ommum ~ommu~ possessiones pro meritis wHere unicuique et concedere. Vo~ : ntm p~tnar~ha.[us.' primatus, atchiepiscopatus, episcopatus frequenter tul~stJs ~tevl~ et IOdI8?IS et religiosis viri s dedistis. $i eoim spiritualia iudicalls, qUlcl de saeculanbus vos posse credendum est. Et si angelos dominantes omnibus superbis prindpibus iudicabitis, quid de illorum servis facere po~estis. A~discao t. nunc reges et omnes sacculi principes, quanti vos estis, qUId potestlt; et tlmeant parvipendere iussionem ecdesiae veslrae . Et in praedicto Helmko tam cito iudicium vestrum exercere ur omnes scian! quia. non fortu~t? sed .vestra potestate cadet. Confundetu'!,; utinam ad peni~ tentJam, ut SplIltuS SIt salvllS in die Domini. Acta Rome Nonis Marrii, indictione III.

cuentro de armas. Perc, para que Rodolfo, 2 quien los alemanes han elegido rey, gobierne y proteja el reino de los alemanes, 10 concedo y doy a vuestra lidelidad en vuestro nombre. Y confia ndo en vosotros, otorgo a todos sus seguidores !a absoluci6n de sus pecados y vuestra bcndici6n en esta vida y en la futura. Pues, asi como Enrique es justamente despojado de 1a dignidad real por su insolencia, desobediencia y falsedacl, as! Rodo1fo redbe el poder y Ia dignidad de la realeza pOl' su humHdad, su obedien· cia y su veracidad. Y ahora os ruego, santfsimos padres y prfneipes, que tomeis tales medicias para que todo el mundo sepa y entienda que si podCis alsr y desatar en los cielos, !ambien podeis dar en la tierra a cualquiera y quitar seg6n sus meritos, imperios, reinos, principados, dueados, marquesados, conda£los y los bienes de todos los hombres. Frecuentemente habeis despojado a malvados e indignos de los patriarcados , primacias, arzobispados y obispa. dos, y los habeis dado a va rones piadosos. Y si podeis pasar senteneias en casos espi l'i tuaIes, que raz6n nos asisee para no creer que vuestro poder se exticnde a nsuntos seculares? Si podeis juzgnr a los angeles, que gUlan a los pdncipes arrogantes, que no podeis hacer a sus siervos? Que conoz· can ahora los reyes y todos los prfncipes de la tierra euan grande es vues· ere poder, y que ternan despreciar los mandates de vuestra Iglesia . Y haced sentir contra el clicha Enrique vuestl'o juido con tal ce1eridad, que todos sepan que cae y es vencido no por casu
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Gregorio VJJ da ia iuveJtidura a Roberto GuiJcardo Otlllio 29, 1080) , Ego Gregorius pllpa investio Ie, Roberre dux, de lerra, quam libi concesserunt antccessores mei sanctae memoriae Nicolaus et Alexander. ~ illn nutem terra, quam iniuste tenes, sku t est Salernus et Amal1ia et pars marchine Firmnne, nunc te patiente! sustineo in confidentia Dei omnit)otentis et tune bonitatis: ut IU postea exinde ad honorem Dei Ct sancti i)etri ita te habeas, sicut et te agere et me suscipere decet sine pericu lo animac tune el meae.

I

Rtgis/rI
Gregorio V II da la illveJtidura a Roberto GuiJcardo Yo, Gregorio, papa, te OIorgo a ti, duque Roberto, las tierras que nues· tr,os predecesores. de benoit.1 memoria, Nicolas (II) y Alejandro (II ), te dJeron, Tocante a las ticrfllS que injustamcnte celiencs, a snber; Salerno, Ama,lfi y patte del m:uqu estldo de Fenno, par el momento sere pacicnte CO!ltJgo, confiando en Dios y en tu propia I'ectimd que, en eI futuro, Ie gobernariis a Ii mismo parn honor de Dios y de san Pedro de In manera que es propia de ti y de rn! aceptarlo, sin peligro de tu alma 0 dt: In mfa,

Acuerdo entre Gregorio VII y Roberto Guircardo (iunia 29,1080) 1 Ego Robertus, Dei gratia et sancti Petri Apu!iae et Caillbriae et Siciliae dux, ad confirmationem traditionis et ad recognitionem fidelitatis de omni terra, cuam ego leneo propfie sub dominio meo, et quam adhuc nulli ultramontanorum ita concessi ut teneat, promitto: me annualiter pro unoquoque bourn pensionem, duodecim scilicet denarios Papiensis monetae, perso utururn beato Petro et tibi domino meo Gregorio papae et omnibus successoribus luis, aut tuis aur successomm tuorum nunciis. Huius autem pensionariae redditionis erit semper terminus, finito quoque :lnno, Sllnctae resurrectionis dies dominicus. Sub hac vero conditione huius persolvende pensionis obligo me et meos sive heredes sive successores tibi domino meo Gregorio papae et successoribus tuis.

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Acuerdo entre Gregorio VII y Roberto GlIircardo Yo, Roberto, por In gracia de Dios y de S~ll Pedro, duque .de. Apulia, Calabria y Sicilia, en ronfirmaci6n de In donacl6n y en reco~ocll:llento de vasaIJaje, promelo pagar :mualmente a san Pedro y avos, fil senor Papa, Gregorio, y a (Odos vucstrOS sucesores, 0 a tus representan~cs 0 a los de vuestros sucesores, par las tierras que tengo en derecho prop:o y que? hasta el prescnte no he concedido a cambio de una retnuneraet6n a nmguna persona del otro l:1do de los Alpes, doee denario~ en din~ro de Pavia p.or cada )'ugada de bueyes. La fecha de! pago cada, an? sed sle~pre el dommgo de la S;mta Resurrecci6n, y me obligo :1 tnt JTIlSmO, a ~ms heredcros y sucesores :I d:u ('stc tributo It VOS, mi seilor P:lpa Gregorio, y a vuestros succsores.

, Ibid., VIII, 1e, p. 428.

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Gregorio VlI alobispo German de Melz (marzo 15, 1081)

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Gregorius episcopus servus servo rum Dei dilecto in Christo fratri He-' rimanno Metensi episcopo salutem et apostolicam benedictionem. Quod ad perferendos lahores ac pericula pro defensione vedtatis te paratum intelligimus, divini muneris esse non dubitamus. Cuius haec est incffabilis gratia et mira clementia, quod nunquam eleclos suos penitus aberrare perminir, nunquam funditus labefaClari aut deici sini tj dum cos, persecutionis tempore quadam utili probalione discussos, edam post uepid:lIionem aliquam semet ipsis foniores facit. Quoniam autem -sinn inter ignavos alium, quo turpius alio fugiat, timor exanimal- ita etiam inter estrenuos quo fortius alio agat quo ardcntius pCOrumpat, virile peCtuS inllammat, hoc carilali tuae exhorlationis voce curavimus commendare: ut eo magis in ade christianae religionis stare te delectet inler primos, quo eos non dubilas victori Deo proximos alque dignissimos. Quod autem postulasti, Ie quasi nostris itlvari ae praemuniri con tra iUorum insaninm,' qui nefando are ganiunt: auctoritatem sanctae el apostolica- sews non potuisse regem Henricum, hominem ehristianae legis contemptorem, eedesiarum videlicet et imperii desrruetorem atque hereticorum auctorem et consentaneum, excommunicare, nec quemquam a sacramento fideliultis cius absolvere, non adeo necessarium nobis videtur; cum huius rei lam muha ac certissima documenta in sacrarum scripturarum paginis reperiantur. Neque enim credimus, eos, qui ad cumulum suae dampnationis veritati imprudenter detrahunt et contradicunt, haec ad suae defensionis audaciam tam ignorantia, quam miserae desperation is vecotdia, coaprasse. Nec mirum. Mos est enim reprobo!'Um, ob suae nequitiae protectionem niti, consimiles sibi dcfendere; quia pro nichilo habent, mendalii perditionem incurrt:re. Nam, U t de multis pauca dic:nnus, quis ignorat vocem domini ac salvatoris nostri Iesu christi dicentis in euangelio: «Tu es Petrus, et super hanc petram aedif.icabo eccltsiam meum, et portae inferi non praevalebunt adversas eamj et tibi dabo c1aves regni coelorum; et quodcunque Iigaveris super [crram, erit ligatum et in codis, et quodcunque solveris super ler· ram, erit soIutum el in codis .» Nunquid sunt ruc regcs excepti? aut non sunt de ovibus, quas ftlius Dei bealO Peuo commisi!? Quis, rogo, in hac universali concessione Iigandi atque soivendi a potestate Petri se exclusum , Ibid., VIII, 21, pp. >4.5J·467.

Gregorio VlI al obispo German de Metz Gregorio, obispo, siervo de los sicrvos de Dios, a nuestro :lmado hermano en Cristo, German, obispo de Metl, salud y bendici6n aposl6lica. S:lbemos que siemprc cstas dispuestD a rrabajar y pasar peligros en defensa de la verdadj y no dudamos que eso es un don de Dios. Es patte de su gracia il\dable y de su misericordia maravillosa 110 permitir a sus elegiJos a alejarse mucho 0 sucumhir pot completoj por d contrario, les h~ce mas fuertes que antes tras de lin tiempo de persecuci6n y de dura prueba. Par Otro lado, asi como entre cobardes uno que es peor que los OIfOS sucumbe par lemar, as! tambien entre los esfOl'zados uno que obm con mas coraje que los demas, es estimulado por eso mismo a mas aetividad. Te recordnmos esto a manera de exhorlaci6n par:! que estes con mas gozo en las primeras lilas de la hueste cristiann, con mas confianza, potque 5011 los mas pr6ximos J1 Dios, cl victorioso. Nos pides que te fortalezcamos contra In locum de los que murmunln can lenguas maldilas diciendo que la autorid3d de Ia Santa Sede Apost6lica flO puede excomulgar al rey Enrique como depreciador de la ley de Dios, destructor de iglesias y del imperio y fauto r y partkipe de herejias, ni librar a nadie de su juramenta de fidelid:!d a el; pero, no h:! parecido necesario contestar a estn petici6n, viendo que hay en l':is SllIltas Esctituras tantas y tan convincentes pruebas. Ni tampoco creemos que los que abusan y contradicen la verdad, para su completa condenaci6n, haeen esto tanto por ignorantia como por malvadll y desesperada locuta. Y no es de estrafiar. EI perverso siempre obra asi para proteger sus propias iniquidades pensando que a rras son como elias, pues no les preocupa incurrir en la pena de perdici6n de la menlira. Para citar solo una entre una multitud de pruchas: Quien no recuerda las palabras de Nuestro Senor y Salvador Jesucristo: «Ttl eres Pedro y sobl'e esta roca edilicarc Illi Iglesia, y las puertas del inlicrno no prevaleceran contra ella. Y yo te dllre las Ilaves del reino de los cielos y 10 que :lIares en la tierra, senl IItad'o en los cielos, y 10 que desatares en la tierra, sera desatado en los cieios.)) Se haee aqui excepci6n de los reyes? 0 no son tambien las ovejas que el Hijo de Dios confi6 a Pedro? Quien, pregunto yo, se cree excluido de esta enLrega universal a san Pedro del poder de atar y desatar a no ser que, pOl' ventura, ese infeliz, el cual, no queriendo tolerar eI yugo del Sefior, se somete el mismo a la carga del demonio y se niega a ser contado en cJ rcbnno de Cristo? Su perversa Iibertad no Ie aea-

Relociollcr mlrc 10 19lcria y cl Er/ado

Grl!goriu V I I III obirpo GenII/iII Je Mctz

esse exislimat, nisi forte iofeHx ille, qui, iugum Domini porture nolens, diaboli se subicil oneri, ct in numcro ovium Chr.isti esse recusat? Cui tIlmen hoc ad miseram libertatem minime proficit, quod potestatem Petri , dividitus sibi coocessam, a superba eervice excutit; quoniam, quanta earn quisque per eiationem ferre abnegar, tanto durius Ild dammationem suam in iudicio portal. Halle itague divinac volunto(is ins(imtionem, hoc firmamentum dispensationis eeclesiae, hoc privilegium, beato Petro apostolorum principi coc· lesli decreto principaliter traditum atque firmatufIl, sancti patres cum magna veneratione suscipienles atq!Je servantes, sanctam Romanam ecclesium lam in generalibus conciliis quam etiam in ceteri s scriptis et gcstis suis universalem matrem appellaverunt. Et sicut eius docum~nla in confirmutione fidei et eruditione sactae religionis, ita etinm judicia susceperunt; in hoc consentientes et quasi uno spiritu et una voce concordnntes: orunes maiores res et praecipua negocia nec non omnium ecdesiarum iudicia ad earn quasi ad matrem et caput debere referri; ab ea nusquam appellari, iudicia eius a nemine retractari aut refelli debere vel posse. Unde bealUs Celasius papa Anastasio imperatori scribens, divina fultus auctorilale, quid et qualiter de principalu sanctae et apostolicae sedis semire deberet, hoc modo eum instruxit: Etsi, inquit cunctis generaliter sacerdotibus recte divina tranctantibus 6delium convenit rolla submiti, quanto potius sedis illius praesuli consensus est adhibendus, quem cunclls s8cerdotibus et divinitas summa voluit praeminere, el subsequens ecclesia(~ generalis iugiter pietas celebrllvit. Ubi prudentia tua evidenter ndvertit, nunquam quolibet penitus humano consilio aequare se quemquam posse ilIius privilegio vel confessioni, quem Christi vox proetulit universis, quem ecclesia venerandu coufessa semper est et habet devota primatem.» Item lulius papa, orientalibus episeopis 5Cribens, de poteSlllte eiusdem sanctae et apostolicae sedis ait: «Decuerat vos, fratres, adversus sanctam Romanam et apostolicam ecclesiam limate et non yronice loqui; quoniam et ipse dominus noster Iesus ChrislUs, earn decenter alJoculus, ait, «Tu <:s Petrus, et super hanc pel ram aedificabo ecclesiam meam, et portae inferi non praevalebunt advc'rsus earn; et tibi dubo daves regni coelorum.» Habet e,nim potestatem singulari privilegio concessam, aperire et claudere ianuas regni coe!estis, quibus voluerit.» Cui ergo apcriendi daudendique cOOi data potestas est, de terra iudicare non lieet? Absit. Num rednetis, quod ait beatissimus Paulus apestolus: «Nesci tis, quia angelos iudicabimus? quanto magis saecularia .• BC1Itus quoque Gregorius papa reges a sua dignitate cadere statuit, qui apostolicae sedis decreta violare praesumpserint, scribt~ns ad quendam Senaterem abbatem his verbis: «Si quis vera regum sac:erdotum iudicum a[que saeculariUnl personarum hllnc constitutionis nos/rae paginam agnoscens, contra earn venire temptaverit, potestatis honorisque sui dignitate careat, reumque se divino iudicio existere de perpenata iniquitate cognoscal; er nisi et, quae ab ilia suot male abllllll, restitueri t, vel digna poenitentia

rread ningun bene/iew; pues sl sacude de su cucllo orgulloso el poJer dado a san Pedro par obra divina, mas pesado sera para ei en el Jia del juicio. . . Esta instituci6n de la divina voluntad, esta fundael6n del goblerno de b Iglesia, este privilegio otorgado y sellado e:sp:cialmente por un decr~[Q celestial a san Pedro, jde de los ap6stoles, ha sldo acept:lclo y ~ant:ntdo can gnlO reverencia por los santos padres, y elias han dado ~ .la IgleSia romana el nombre de «madre universal» tanto en los eoncliJos generales como en sus o[ros actos y escritos. No solo han aceptfldo sus exposiciones doctrinales y sus insnucciones en la san ta religi6n, sino que tambien ha~l reconocido sus decisiones judiciales. Esuin de acuerdo, como un solo e~p t­ ritu y una sola voz, que todos los casos mayores, todos los asuntos partlCUial'mente importances y los juicios de todas las iglesias sean referidos a ella como 1\ su cabeza y madre, que de eUa no hay apelaci6n, que todas sus sentencias no pueden ser revisadas ni revocadas por nadie. Y asi, el papa Gelasio cscribiendo al emperador Anastasio, Ie envi6 las siguientes inslruccio~es como la verdlldera doctrina sobre el principado de ,In Santa Sede Apost61ica fundada en la autoridad divina: (lAunque es ptopio que todos los fieles ,icben some terse a todos los sacerdotes que desempefien coerec· tamente sus funciones con cuanta mas raz6n deben :lceptar el juicio del prebdo que ha sido ~Iegido por cI su~remo ~obe.rnante divino para s:r superior a todos los s:Jcerdotes, y a qUien In fidehdad de toda la I ~I~s[a hll reconocido como tal. Tu sabidurfa ve daramente que no hay poslcl6n Immllna que pucda igualarse !l la de aque! que la palahr:l de Cristo elev6 sobre otros y al qlle la reverenda Iglesia siempre ha eonfesado y tod:l~ia reconoce como su Cabeza.» As! Illmbien dice cl papa Julio cuando escnbe a los obispos orientales sobre los poderes de Ia mismll Santa y Apost6lica Sede: «Debiais, hcrmnnos, habet hablado respctuosamente y sin ironia ?e la Santa Ronlanu y Apost6lica 19lesia, viendo que Nuestro Senor JCSllCClSto se dirigi6 a ella con todo respelO, diciendo: «Tu eres Pedro y sobre est:! roca edificare mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecenin contra ella; y te dare las !laves del reino de los cielos.» Pues tiene.el poder, dlldo por un privilegio unico, de abrir y cerrar las pliertlls del remo ~e~es­ tial al que desee.» No podra, enronees, juzgar a la tlerra el quc ha recrbrdo poder de abrir y eerrllr los cielos? Dios no 10 permitn. Recuerda 10 <:Iue el muy bienaventurado ap6stol Pablo dice: «No sabes que s~remos Jue~e5 de los angeles? Cudmo mas de las cosas que Wean a esta VIda? Tamblen e! papa Gregorio dcc1ar6 que los reyes que 51! atrevieran n desobedecer las 6rdencs de In Sede Apost6!ica, perderian su cargo. Escribi6 est:!s pabbras n un senador y a un nbad~ «$i un rey, sacerdote, juez 0 petsonaje segla r desprecia este nueslro decreto y aura en contra rio, sen, pri~ado de. su pod!!r y de su oficio y sabra que esra condenado en la presencIa de Dl~S. por el dnno que ha causado. Y a no ser que tome 10 que ha tomado mahclosamente y hecho la pcnitencia debida por sus acms ilegllles, sera separado

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RelaciOlles entre la Iglesia y el Estado

Gregorio V II af obispo GUl1Ilm de Melr

illicite acta deOeverit, a sacratissimo corpore ae sanguine domini redemptoris nostri lesu Christi alienus fiat atque in neterno examine districtne ullioni subiaceat.» Quodsi bealus Gregorius, doclor utique mitissimlls, reges, qui stat uta sua super unum xenodichium violatent, non modo deponi sed edam excommunicari atque in aeterno examine dampnari decrevit, quis nos H(enricum), non solum apostolicorum iudidorum contemptorem verum edam ipsiu5 matris ecclesiae, quantum in ipso est, conculcatorem totiusque regni et ecdesiarum improbissimum praedonem et atrOcissimum destruclorem, deposllisse et excommu nicasse reprehend:lt, nisi forle similis dus? Sicut beato Petro docente cosnovimus in epislola de ordina tione Clemen t is, in qua sic ait: *Si quis amicus fuerit iis, quibus ipse -de eodem Clemente dicens- non loquitur, unus est et ipsi ex illis, qui exlerminare Dei ecelesiam volunt; et cum corpore nohiscum esse videarur, menle et animo conIra nos est, et est multo nequior hoslis hie, quam iIli, qui foris sunt et evidenter inimici. Hic enim per amici[iarum speciem, quae inimica sunt, gerit; et ecdesiam dispergit ac vasta!.» Nota ergo, carissime, si eum, qui amiciti a vel colloquio lis, quibus papa ptoactibus suis aversus est, sociatur tam graviter iudicat, quanta ilium ipsum, cui pro actibus suis aversus est, arumadversione dampnat. Sed U[ ad rem redeamus; it'ane dignitas, a saeculnribus .......-.t:tiam Deum ignoI8ntibus- inventa, non subicielu r ei dignilali , qll!lm omnipolenlis Dei providentia ad honorem suum invenit mundoque misericorditer tribuit? CU IUS filius -sicut deus et homo indubitanter creditur- ita summus sacerdos, caput omnium sAcerdotum, ad dexlenlm Patris sedens et pro nobis 5empcr interpellans, habetur; qui saeculllte regnum, uncle filii saeculi tumen!, despexit et ad sacerdotium crucis spontaneus venit. Quis nescia !: reges et duces ab lis hahuisse principum, qui, Deum ignoInnles, superhin rapinis perfidia homiddiis, postremos universis pene sceleribus, munru principe diabolo videlicet agitante, super pares, scil icet homines, dominari caeca cupidine et intolerabili praesumpliones affectaverunt. Qui videlicet, dum sacerdotes Domini ad vestigia sua inelinare contenclunt, cui t ectius comparentur quam ei, qui est caput super omlles filios superhiae? qui ipsum sum mum ponlificem, sace rdotum caput, Altissimi 6liurn, temptans et omnia illi mundi regna promittens, ait: «Haec omnia libi dabo, si procidens adoraveris me.» Quis dubitet: sacetdotes Christi regum et principum omniumque fidelium p:ures et magislros censeri. Nonne miserabilis insaniae esse cognoscitur: si filius patrern, discipulus magistrum sibi conetur subiugare, er iniquis obligalionibus illum uae potestati subicete, II quo credit non solum in terra sed etiam in codis se ligari posse et solvi. Haec, sirut beatus Gregorius in epislola ad Mauritium imperatorem directa CO ITJ' memorat, Constantinus Magnus imperatOr, omnium regum et prindpum fere totius orbis dominllS, evidenter intelligens, in sanctll Nycena synodo post ocmes episcopos ultimus ftsidens, nullam iudicii sentenliam super eos

del cuerpo y sangre sagrados de Nuestro Sefior y Salvador Jesucristo, y recibini, en el ultimo juicio, eI castigo que se mercce.» Ahora bien, si el bienaventurado Gregorio, el Imis suave de los doctores, decre[6 que los reyes que desobedecieran sus 6rdencs tocanle a un hospital para extranjeros, no solo fuecan depueslos, sino tambien excomuJgados y condenados en el ultimo juicio, por que se nos reprende Ja deposid6n y excomuni6n de Enrique, el cual no solo despreci6 los mandatos aposl6licos, sino que lam bien, en cuanto dt: el depende, pisotea a su Iglesia, saql1e:l viI mente tado eI teino y destruye sus iglesias, :l no ser que existiera solo uno que fuera de su mismn naturaleza? Segun sabcITIos n Iraves de las enseiianzas de san Pedro en su Glrtll refiricndose a In ordenaci6n de Clemente, en donde dice: «Si hay alguno que fucra amigo de Ilquellos con los cuales el no eSla en relaciones amistosas, ese tal es del numero de los que gustarfan des[ru ir II. la I glesia de Dios y, mienttas en Ilpariencia eSla con nOsolros cn el cuerpo, es[a contra n050lr05 en el espf. rim y coraz6n, y es un enemigo peor que los que est~n afueta y se muestran constantemente hostiles. Pues el , bajo el disfraz de la amistad, obrn como enemigo y desparrama y destruye a In Iglesia.» l>ondera, entonces, IImll.dfsimo, la severidlld con que condenll at que se enfrenlll abiertamenle al papa, si pronuncia senlenda tan fuerte contra el que se una a los que se opopgan al papa. Pera, volviendo a nuestro tema; no eSI.t la soberanln inventada por hombres de este mundo, que son ignorantes de Dios, sujela a la que hn estableddo la providencia de Dios Omnipolente pa ra su Iglesia y que hn dispensado graluilamente al mund<)? Creemos que d Hijo de Dios es Dios y Hombre, que eSln sentado a la diestra del Padre como Sumo Sacerdote, Cllbe'ln de todos los sacerdotes y sicmpre intercediendo par nosottos. Despreci6 el reino de este mundo, donde los hijos del siglo se ensalzan a si mismos, y se ofreci6 EI mismo en sacrifido en In cruz. Quien ignora que los reyes y los principes tienen su origen en hombres ignoranles de Dios que se elevan a sl mismos sobre sus semejantes por el orgullo, d saqueo, 10. rraici6n, el asesinato; en suma, por tada clase de crimen, a instigaci6n del demonio, prfndpe de este mundo, hombres degos por 1a avaricia e intolerables en su audacia? Si se esfuerzan en doblesar a los sacerdotes de Dios a su voluntad, con quien se les puede comparar con mas propiedad sino con aquel que es jde de tados los hijos de la soberbin? Pues, tcnlando a nuestro Sumo Sacerdole, Cabeza de lodos los sacerdo[es, Hijo del Ahfsimo, offeci~ndole [ados los reinos de es[e mundo, (lijo: *Todo eslO te dare! si Ie postras y me adorns.» Duda alguno de que los sacerdotes de Cristo tengan que ser considerados como padres y senores de reyes y ptfncipes y de todos los creyentes? No se lendrfa como locura digna de compasi6n si un hijo tratara de gobernar !II padre 0 el discfpulo ~I maestro, y ligar con obligaciones injustas prccisamente al que por su medio espcta ser atado 0 desatado no solo en la tietra , sino tllmbien en los delos? Reconodendolo asf, con toda c1aridad, el emperador Constantino eI Grande,

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RelaciOlleJ entre fa Iglesia y el ESlaJo

Gregorio VlJ af obispo Germall de Melz

dare praesumpsit; sed illos edam deos vacans, non suo debere suhesse iudicio, verum se ad illorom pendere arhitrium iudicavit. Supra dicta quoque Anastasio imperatori praelibatus papa Gelasius persuadens, ne ille in· timatam SUIS sensibus veritatem arhitraretur iniuriam, subintulit dicens: «Duos sunt qwppe, imperator auguste, quihus principalitcr mundus hic regitur, auctoritas sacrata pontificum et regalis potestas; in quibus tanto gravius pondus est sacerdotum, quanto etiarn pro ipsis regibus hom inurn in divino reddituri sunt examine rationem.» Et paucis interpositis, inquit: «Nosti itaque inter hee, ex iIlorum te pendere iudicio, non iIlos ad tUBm velIe redigi voluntatem.» Talibus ergo institutis talibusque fulti auctoritatibus, plerique pontifi· cum, alii reges, alii imperatores excommunicaverunt. Nam, si speciale aliquod de personis principum requiratur exemplum, beatus Illnocentius papa Archadium imperatorem, quia consensi!, ut sanctus Iohannes Chrisostomus a sede sua pelleretur, excommunicavit. Aliu item RomllOus pontifex, Zacharias videlicet, regem Francorum, non tam pro suis iniqui· tatibus quam pro eo, quod tantilte potestati non erat utilis, a regno deposuil; et Pipinum Caroli Magni imperatOris patrem in eius loco substicuicj omnesque Francigenas a iuramenta fidelitatis, quod illi fecerant, nbsolvit. Quod etiam ex frequenti auctoritate saepe agit sancta ecclesia, <:urn mililes absolvit a vinculo iuramenti, quod factum est his episcopis, qui npostolica auctoritate a pontificali gradu deponuntur. Et beatus Ambrosius , licet sanctus non tamen universalis ecdesiae episcopus, pro culpa, quae ab aliis sacerdotibus non adeo gravis viJebatur, Theodosium Magnum imperatorem excommunicans ab ecclesias exclusit. Qui etiam in suis scriptis ostendit, quod aurum non tam pretiosius sit plumbo, quam regia potestate sit altior dignit:ls sacerdotalis, hoc modo circa principum sui pastoral is scribens: «Honor, fratres, et sublimitas episcopaJis nul!is poterit comparationibu5 adaequari. 5i regnum ful gori compares et principum diademati, longe erit inferius, quam si plumbi metallum ad nuri fulgoren compareSj quippe cum videas regum colla et principum submitti genibus sncerdotum ct, exosculata eorum dextera, orationibus eorum credant se communiri», er post pausa: «Haec cuncta, fratres, ideo nos praemisisse debetis cognoscere, ut ostenderemus: nichi! esse in hoc saerulo excellentius sacerdotibus, nichil sublimius episcopis reperiri.» Meminisse etlam debet fraternitas tua: quia maior poestas exorcistae conceditur, cum spiritualis imperator ad abiciendos demones constituitur, quam nlicui Jaicorum causa saecularis dominationis tribui possit. Omnibus nempe regibus et principibus terrae, qui religiose non vivunt et in actiuus suis Deum ut oportet non metuunt, demones heu prob dolor dominantur et misera cos servitute confundunt. Tales enim, non divino duct! amore sicut religiosi sacerdotes ad honorem Dei et utilitatem anirnarum, praeesse cupiuntj sed ut intolerabiIe superbiam suam ostendenl animique libidinem explellnt, ceteris dominari affectant. De quibus beatus Augustinus in libra primo de dactrina christiana dicit: «Cum vera etiam cis, qui sibi naturali-

senor de reyes y pdncipes en toda Ia tierra, segun dice san Gregorio en su carta al emperador Mauricio, tomo asienlO en el concilio de Nicea cn un lugar inferior al de lOdos los obispos, y no se atrevi6 a decret;."!t sentencia contra ellos, sino que, dirigiendose a ellos como a dioses, penso que no debian estar sometidos a su juicio, sino que el debra estar obligudo par sus decisiones. EI papa Gelasia, amonestando al emperador Anastnsio que no se sintiera ofendido por la verdad que Ie exponfa, dijo: «Hay dos poderes, oh, Augusto Emperador, por los cuales el mundo es gobernado, la autoridad sagrada del sacerdocio y el poder de los reyes. De estos, el sacetdotal es cl mas grande, pues ellos tenddn que dar cucilla de los mismos reyes en el dia del juicio divino.» Y algo mas adelanle: «S~lbe que esuls sujelo a su juicio, no ellos a tu voluntad.» Fundados, pues, en tales declaraciones y autoridades, muchos prclados han excomulgado a reyes y emperadores. Y si pides ejemplos: el papa Inocencio excomulgo al emperndor Arcadio porque aprob6 de la deposicion de san Juan Crisostomo. Otro pontifice romano depuso al rey de los francos, no tanto por sus acciones perversas como por el hecho de que no poseia las cualid:1des para tan alto oficio, y puso en su lugar a Pipino, padre del emperador Carlos el Grande, desligando a lOdos los francos del jur:l1nento de fidelidad que Ie hablan prestado. Y esto mismo hace frecuentemcnte la I gl{fsia cuando absuelve a los guerreros del juramento que han dado a obis· pas dcpueslOs par la autOridad apostolica. As! el bienavenlurado Ambrosio, santo pero no obispo de tada la Iglesia, excomulgo al emperador Teodosio el Grande por una falta que no pareci6 a otros prelados ser muy grave, y Ie separ6 de la Iglesia. Talllbie.n ensefia en sus escritos que cl Sll cerdocio es muy superior al poder real de la misma manera que el oro es mas precioso que el plomo. Dice: «No se pueden comparar el honor y lu dignidad de los obispos. 5i los comparamos al esplendot de los reyes y a la diadem:! de los principes, es como complltar el plomo aJ {ulgor dd oro. Tu yes a reyes y prfncipes postrarse ante los sncerdotes, y besando sus manos creen que participan de los bendicios de sus oraciones.» Y poco despues; «Recuerda que hemos dicho todo esto para mostrar que no hay nada en este mundo mas excch~n ! c que el sacerdote, nada m,is sublime que un obispo. Tu fraternidad debe tambien recordat que se ha dado al exorcista un poder mas grande cuando es creado, como emperacior espiritual, p~ra e.x· peller a los demonios, que el que se da a un seglar pata el dominio terre· nal. Todos los prfncipes y I"eyes de este mundo que no viven piadosamente ni se muestran temerosos de Dios en sus obras, SOil gobernados por los demonios y son hundidos en servidumbre miserable. Tales individuos de· scan gobernur, no guiados por el amor de Dios, como los sacerdotes, par~ Ia gloria de Dios y el provecho de las almas, sino para mostrar Sll intole· rable soherbia y satisfacer la lujuria de sus mentes. De eJ10s dice e! bien· aventurado Agustin en el libro primero de su Doctrina cristiana: ~El que trata de gobernar sabre los hombres, que por naturaleza son iguales, obra

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ReladOlles entre lo Iglesia y el Esluda

ter pares sunt , hoc est . hominibus. qilibet dominari affectat intolerahilis ?mn~o superbia est.» Porro exorcislae, ut diximus, super de'mones a ~o Imperium habent; quanta igitur magis super eos, qui demonihus subjecti et membra sunt demonum. Si ergo his tantum praemincm exorcistae, quanta ampliu5 sacerdotes. Praelerea omnis rex christianus ad exiturn veniens, ut inferni carcerem evadat, ut de tcnebris in lucem tendat, ut de peccaloru m vinculis in Dei iud!c.io absalums appareat, sacerdotis opem supplcx :Ie miserandus requirit . qUls autem non ~odo sacerdotum verum etiam laicorum, in eJl:tremis poSitus, pro s,use 1I00rnae sa l~te terrelli regis imploravit auxilium ? Quis vero regum vel Imperatorum al!quem christianum ex irnposito sibi officio valct sacra babtismate ex diaboli potestate eripere el inter 6Iios Dei connumerare .s~nctoquc. chrismate praemuni;-e? Et quod maximum est in christiana religlone, qUls. eorum valet proprio ore corpus et sanguinem Domini conneere? Vel CUI eorum data est potestas ligandi solvendique in coelo et in terra? Ex quibus apene COlJigiruf, quanta pOleState praecellal dignitas sacerdotum. Aut qUls corum potest aliquem clericum in Sllnela aeeclcsia o.rdi~a.re? q~a.nlo min~s ,Pro aliqua eulp;! eum deponere? Namqlle in C!:clesl.asu~ls ordmtbus ,?alOtl~ est porest.atis, deponere quam ordinare. Episcopi eruro possunt altos eplseopos ordmare, sed nullo modo sine auctoritate apostolieae sedis deponere. Quis igirur, vel tenuiter sciolus saeerdotes dubitet regibus anteferri? Quodsi reges pro peccatis suis a sa~erdotibllS sunt iudicandi, a quo rectius quam a Romano pontifice iudicoti debent? Ad s~m.mam , quos!ibet .h?nos ehrist!ano~ multo eonvenien tius, quam ~alos prlnClpes, reges m.te!hgl decet. I st~ eOlrn, gloriam Dei querendo, se IpSOS strenue regunt; at IIll, non quae Del sun t sed sua quaerentes sibimet hostes, alios tyrannice opprimunt. Hi veri regis Christi, ilJi ver~ diaboli corpus sunt. I Sli ad hoc sibi imperanr, Ut cum summa imperatore aeternalit~r regnen!; illorum vero .id potestas agit, ut cum tenebrarum principe, qUI rex cst super o~nes nllos superbiae, aeterna dam pnatione dispereant. N~ valde sane ffilrandufl! est, q.u.od mali pontifices iniquo regi --quem, adeplt~ male per .eum ho~or,bus, dlllgum metuun tque- consentiunt; qui, symoru?ce quos.li?et or?~nando, ~?l ~ro. viii etiam prctio vendunt. Nam, Stcut elect~ lnso.lub'li~~r suo captII UflIonlUntur, ita et reprobi, mnxime contra bonos, el, qUI mallllae caput est, pertinadter foederantur. Contra ~uos profeeto non ta~ disserendlVIl quam pro eis est lacrimosis planctibus Ingemendu~: .lIt omntpotens Deu~ ilIos a laqucis salhanae, qu ibus eapt ivi tenentur, erlplat et, vel POSt pericula, ad ngnitionem veritat is tandem ali'luanda perducat. . H aec de regibus et imperatoribus, qui, saeeu lari gloria nimium tumidi ·non. Deo sed s.ibi. regnant. Sed.quia noslri est officii, unicuique secundurr: ordmem vel dlgn1tatem , qua vldetur vigere, cxortationem distribuere im. p~rnloribus et rcgi?us ceterisque prjncipibus... ut . elationes maris ec s~per­ blae lluctus. compru;nere v~leant, nrma hU';ntlnlllls Deo nuctore providere curnmus. SClinus entm: qUIa mundana glana et saeeularis eura eos perml!-

Gregorio VIi

(Il

obispo Germim de Met:{.

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con sobcrbia intolerable.» Ahora bicn, si los exordstas tienen poder sobre los demonios, segun hemos dicho, eu:\nto mas sobre los que estan sometidos a los dcmonios y son miembr05 de los demonios. Y si los exorcistas son superiores a eslOs, Cllanto mas 10 serin los sacerdotes. Ademas, todo rey cristiano, cuando sc aeerea su fin, llama en su ayuda 3. un sacerdote como miserable suplicante, para que pueda libratse de la careel del infiemo, ir de las tinieblas a In luz, y para que pueda pres~ntarse ante d tribunal de Dios libre de Ins atnduras del pecaJo. Pero, qUI.!n, se· glar 0 sacerdote, ha pedido, en sus ultimos momentos, la ayuda de ningull rey terrenal para la sa\vad6n de su alma? Y que rey 0 emperlldor tiene poder po r su ofido para arrebatar a cristiano alguno del poder del den1er nio por el sagrado rito del bautismo, confirmarlo entre los hijos de Dios y fo rtificarlo con el santo crisma? 0, y esto es 10 mas grande en la rel igion cristiana, quien entre ellos puede con su propia palabra crear el werpo y la sangre d el Senor? II quien de ellos se Ie ha dudo el poder de atn y desatar en los cielos y en la tierra? Dc (lqu f se ve cuan superior en poder es la dignidad sacerdotul. 0 q uit!n de ellos [luede ordenar un clerigo en la Santa I glesia?, mucho menos dcponerlo por cualquieru faIta? Perc , los obispos, aunque pueden ordenar otros obispos, no pueden, en manera algUlla, deponerlos a no ser con In :I11toridad de la Sede Apost6lica. C6mo puede, enrollees, incluso la person:l menos infol'mada, dudar que los sacerdo tes son superiores a los reyes? Ahora bien, si los reyes son juzgados a causa de sus pecaclos por los sacerdolcs, por quicn pUL!den ser juzgaclos con mas justicia que por el propio romano pontifice? En suma, todos los buenos cristianos, no importa quienes sean, pueden ser llamados can mns justicia reyes que Jos malos principes; pues, los pri· meros, buscafldo la gloria de Dics, gobiernan rigu rosamente, mientras que los segundos, buscando sus propios intereses en vez de los de Dios, siendo enemigos de sf mismos, gobicrnlln a olros tiranicamcnte. Los pl'imeros son el euerpo verdadero de Cristo; los segundos, el euerpo del demonio. Los primeros gobiernan para que puedull gobernnr pa ra siempre con eI supremo gobernan te. El poder de los segundos viene a perecer en condenaci6n e[erna Call el prfncipe de las tinieblas que reina sabre todos los hijos de la soberbia . Ni es de marnvillarse que los malos sacerdoles tomen pa nido par un rey inicuo, al que aman y temen pot los honores que han rC!:ibido de el. Consagrando a cualquier persona, venden aDios por una bicoca. As! como los elegidos permanecen siempre unidos a su Cabeza, de la misma manera los malvados estan iirmemen te unidos al que es la fuente de todo 01;11, en particular contn! el bien. Pero es jnulil disculir con ellos; es mejor rog:tr a Dios con higrimas y gcmidos para que les libre de los I~zos de satall, en que han sido atrapados, y para que, despt1~s de la prueba, pueua conducirlos, al fin, al conocim ien to de In verdad. No hablemos mas sobre reyes y emperadores, los cuales, hinch.ldos pOl' el orgullo de este Illundo, gobiernlln no \-la ra Dios, sino para 5i mis-

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Rtdaciolles ellire to Iglesi(/ y el Estado

Gregorio VII Itl obispu Germ!m de Metz

xime, qui praesun t, ad elationem trahere soler; qua semper, neglecta 1mmilitate, propriam querendo gloriam, fratribus cupi:lnt pracmine:rc. Proinde videtur utile maxime imperatoribus et regibus; Uf, cum mens iIlorum se ad aha erigece et pro singulari yult gloria oblectare, inveniat, quibus se: modis humilict, atgue unde gaudebat. scntia! plus timendum. Perspiciat ergo diligenter; quam pcricu losa quamve timcnda sit impcraloria vel regia dig nitas; in qua paucissimi salvanlur, et illi, qui Dec miserante ad sa lutern veniunt, non aeque ut multi pauperum iudicio sancti Spiritus in sancIa ecclesia c1armcantuf. A mundi enim principia usque ad haec nostra tempofa in tota autentica scriptura non invenimus septem imperatores vel reges, quorum vila adeo fuerit religione praedpua et vi r-tute signorum decorata, sicu t innumerabilis multirudinis saeculi contempto.tuffij licet p lures eorum credarous apud omnipotentem Deum misericordiae salutem invenisse. Namque, ut de apo~ t olis et manyribus taceamus, quis imperatorum vel regum ut bealUs Marunus, Antonius et Benedictus miIRculis daruit? Quis enim imperator aut rex monuos suscitavit, leprosos mundavit, cecos iI1ulnin~'. vit? Ecce Constantinum piae meroorine imperaton:m, T heodosium et H Onorium, Carolum e t Lodovicum, justitiae amatotes, christi:lnae rciigionis propngatores, ecclesiarum defensores, sancta quidem ecclesia laudat et ve· neraturj non tamen eos fulsisse tanta miraculorum gloria indicae Praeterea ad quod nomina regum vel imperatorum basilicas seu aharia dedicari, vel ad eorum honorem sanCIa ecdesia missas statuit edebrari? Timeant reges aliique principes: ne, quanto se ceteris homin ibus in hac vila praefcrri gaudent, tanto amplius aelernis incendiis subiciantur. Unde scriptum est: «P otemes potenter lormenta p:lIienrur.» De tot eniro hominibus Deo red· dituri sum rationem, quOt suae dominalioni subditos habuerunL Quodsi aticui religioso privalo non parvus labor est, unam suam animam cuslodire, quantus Jabor imminet principibus super muhis milibus animarum. Prae· terea, si iudicium sanclae ecclesiae valde constringit peccatorem pro unius hominis interfeclione, quod erit de iis, qui multa milia morti tradunt pro huius mundi honore? Qui, licet ore aliqullndo dicant: «Mea culpa» p ro multorum occisione, tamen oorde gaudem in sui quasi honoris extensione; noluntque non facisse, quod egerunl: neque dolenl, quod fflltres suos in Tartarum compulerunL Cumque ex tOIO corde eos non penilentia apud Deum sine digno penitentiae £ructu manet. Unde p.rofecto valde est timen. dum; atque ad memoriam corum crebro revocandum: quod, sicut peae. fali sumus, a mundi principio paucissimi per diversa terrarum rcgna reges sancti ex innumenlbili eorum multitudine reperiunrUfj cum in una tanlUm pontificum seriatim succedentium sede, videlicet Romana, a tempore beari Petri apostoli ferme centum inter sanctissimos oompulenlur. Cur autem hoc, nisi quia ~eges terrae el principes, valla gloria illccli, sicu! prneliba. tum est, quae sua sunt spirilualibus rebus praeferufl tj religiosi autem pontifices, vnnam gloriam despicientes, quae Dei sunt carnalibus rebus praeponunt. Illi in se deliquenles facile puniunl, in Deum peccanles aequo animo ferunt; iSli in se peccantibus cito ignoscunt, Deum offendentibus

mos. P ero, puesto que es nuestro deber exhortar a cada UflO segun su posici6n, es de nuestro cuidado proporcionar, con In nyuda de Dios, a empt:· radores, reyes y Olros principes con las arlnas de 1a humildad para que, fortalecidos, puedan rechazar las avenidas y las olas de la soberbia. Sabe· mos que la gloria mundanal y los cuidados de eSle mundo causan la exa.lt:lci6n de los gobernanles, el olvido de la humildad y, bUSC3Udo su prOp!a gloria, se esfuerlan por superar a sus iguales. Parece, por t!lnto, particularmente util para emperadores y reyes, mienlras que sus (orazones eSlan puestos en la lucha por la gloria, aprender a humillarse a sf mismos y a conocer el leruor en vez del gozo. Que ponderen cuidlldosamente cuan peligroso, incluso terrible, es el estado de emperndor 0 rey, cw\n pocos se sal van, y c6mo los que se sill van por la in le rcesi6n de la misericordia de Dios, son, por cl juicio divino, menos famosos en la Iglesin que muchas personas humildcs. Desde cl principio del mundo hasla nueslrOs dins no encontramos en lodos los regislros autenticos emperadores 0 reyes, cuyas vidas se distinguieron por Ill. virtud y la piedad como los de un numero infinito de hombres que desprecian el mundo, aunque creemos que 11luchos de ellos se salVll ron por la misericordia de Dios. Pasando por alto fl los ap6sroles y a los martires, quien de los emperadores y reyes gan6 fllma por sus ';nilagros como Ia ganaron los biellavenlUrados Martin, Antonio y Benito? Que emperador 0 rey ha resucilado a los muertos, limpiado a los leprosos 0 dado visla a los ciegos? Es verdacl que In Sanla Iglesia alaba y honea al emperador Constantino, de piadosa memoria, a Teodosio y ;\ Ho· norio, a Carlos y a Luis como amantes de la justicia, campcones de 1;\ fe crisliana y como pro[ectores de las iglesias, pero no prelende que fllcro n ilustres por el esplendor de sus obras extraordinarias. 0 cwintas iglesias o alta res han sido dedicados 0 misas ofrecidns a emperadores y reyes por orden de Ja Santa Iglesia? Que reyes y principes temfln, no sea que cuanle mas sobresalgan sobre sus serocjanlcs, mas profundamen te scan precipilados en el fuego elerno. Por 10 cual sc ha escrito: «EI poderoso sufrira grandes y espantosos tor· mentos.» Tendrdn que dar cuenta a Dios de cada uno de los que esuin bajo su autoridad. Pero, si no es pequeno Irabajo para eI simple particular salvar su alma, que no sera para los principes que estan :II cuidado de tan· tos miles de almas? Y , si la S:lnta Iglesia impone un duro castigo al que toma una sola vida humana, que debe haterse con los que envlan a Ian lOS miles a Ia muerte por la gloria de este JDundo? ESlos, aunque diccn oon los labios mea CIIIPIl por la malanza de much(}S, con todo, se alegran en su coroz6n ante el aumento de su gloria, y ni se arrepienren de 10 que han hecho, ni se lamentan de haber enviado a las tinieblas a sus hermnnos. As! que, puesto que ni se arrepie.nlen de todo coraz6n, ~i de.volvedn ~o que han ganado cOn el derramamJcnto de sangre, su penllenClR anle Dms flO tiene los frUIOs de un verdadero arrepentimi(~nto. Por todo 10 cual deben lemer grandemenle y se les debe recordar frecuentemCnle que, segun he· mos dicho, se han enconlrado desde eI principio del mundo y en todos los

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RdaciOIJ~S

entre la Iglesia y el Estado

Gregorio VII of obispo German de Metz

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non leviler parcunt. IUi, [cerenis nClibu5 nimium dediti, spiritualia parvi pendunt; isti, coelesti!l sedulo meditantes, quae sunt tenena, contemnunt. Admonendi ergo sunt omnes chrlstiani, qui cum Christo regnate cupilln!: se ambitione saeculnris potestatis regnare nffeCIent; sed potius prae oculis habeant, quod beo tus Gregorius papa sanctissimus in !ibro pastorali ndmonet, dicens: «I nter haec itague quid sequendum en, quid tenendum, nisi ul virtutibus pollens coactus ad regimen veniat, virtlllibus vacuus nee coactus accedat.» Quodsi ad apostolicam sedem. in qun ordinari merilis beari Petri apostoli meliores efficiuntut, qui Deum timent coaeti cum magna timore veniunt; ad regni sclium cum quanta timore ac tremore accedendum est; in quo etiam boni el humiles -sku! in Saul et David cognoscitur- deteriores 6unt. Nam quod de apostolica sede praelibavimus, in decretis be:lti Symachi papae -licet experimento sciamus- sic continelur: «IIle» scilicet beutus Petrus «perennem merilorulll dotem cum haereditate innocentiae misil ad posteros;» et post pauca: «Quis enim sanctum esse dubhet, quem apex rantne dignitatis aClOllitj in quo, si desint bona adquisita pcr medtum, sufficiunt, quae a loci uecessore praestantur. Aut enim datos ad haec fastigia edgit, aut eos qui eriguntur illustrnt.» Quapropter, quos sancta ecc!t:sia sua spome ad regimen vel imperium deliberato consilio advocat, non pro transJtoria gloria, sed pro multorum salute, humiliter oboediunc; et semper caveam, quod beatus Gregorius in eodem libra pastorali testatur: .Apostatae quippe angelo similis ef6citur, dum homo hominibus esse similis dedignuur. Sic Saul post humilitatis meritum in lOmorem superbiae culmine poteslatis excrevit. Per humilitatem quippe praelatus est, per superbian reprobatus, Domino attestante, qui ait: «Nonne cum esses parvulus in oculis luis, caput' te constitui in trihubus Israel?» et paulo in£erius: «Miro autem modo cum apud se magnus npparuit, apud Dominum parvulus fuiL» Vigilanter quoque tetineant, quod Dominus in eUllngelio dicit: «Ego gloriam mcam non quaero,» el: «Qui vult inter vos esse primus, sit omnium servus.» H onorem Dei semper suo praeponant; iustitiam, unicuique suum servando ius, amplectanru r atque custodiant; non eant in consilio impiorum, sed religiosis semper adquiestendo corde adhaereant. Sanctam ccdesiam non quaerant sicut ancillain sibi subicere vel subiugare; sed permaxime oculos illillS, videlicet Domini sacerdotes, magistros el patres resognoscendo, decentcr studeant honorare. Nam, si camales patres et matres honorare iuhemur, qurlll lO magis spiritudes? Et si ille, qui carnnli patri vel matri maledixerit, morte mulctandus est, quid ille, qui maledicit spirituali paui vel m::ltri, meretur? Non, carnali nmore illecti, studeant 6lium Sllum gregi, pro quo Christus sangui. nem suum fud it, praeponere, si mcliorcm illo et uliliol'em possunt invenire; ne, plus Deos diligendo iilium, maximum sanctae ecclesiae inferant detrimentum. Paten ter enim Deum et proximum, sieut christianum oponet, non Bmare convineitur, qu i tanlne utilitati tanquam llecessariae sanctae rna· tri ecclesiac, prout melius potes t, negligit providerc. Hac namque virtute

reinos de la tierra a muy pocos reyes de vida santa entre una multitud innumerable, mientras que en una sola sede de obispos sllcesivos, la romana, desde el tiempo del ap6stol Pedro se cuentan eerca de ciento entre los hombres mas santos . C6mo puede ser esto sino porque los reyes y principes de Ia t ierra, seducidos por ia vanngloria , preiieren sus propios intcreses a las cosas del Espiritu, mientras que pontiGces piadosos, desprecillndo la vanagloria, ponen lus cosas Je Dios anles que Ins cosas de la carne. Los primeros castigan inmediatamente las ofens as COntra eUos mislDos, perc no les molestan las ofcosas COntu. Dios; los segundos perdonan en seguida a los que les o£enden, pero no perdonan tan f~cilmente a los que ofenden a Dios. Los prirueros, dedicados en demasia a los asuntos mundanos, tienen en poco las cosas espirituales; los segundos , viviendo con ardor las casas celestiales, dcsprecian las casas de este mundo. Por tanto, lOdos los cristianos que desean rcinar can Cristo, deben ser nmonestados para que no reinen sirviendose de la ambici6n pOt eI poder mundllnal. Deben recordar In admonici6n del muy bienaventurado papa Gregorio en su libra del olicio pastoral: «De todas es tu s cosas que han de ser obserndas, cu~l es 1a mas sorprendente sino que el que es fuertc cn la virrud, ti~ne que ser obligada a aceptar su ofieio? Que el que no sea virtuOSO, que no 10 acepte, aunque sea cstimulado a ello.» Enlonces, si individuos temerosos de Dios Ilegan, obligados, con temor y temblando II la Sede Apost61ica donde los que han sido leghimnmente ordenados se haeen mas fuertes pOt los merilos del bienaventurado llp6stol Pedro, con que espanto y duds deben los hombres ascender ::I I trono de un rey donde incluSQ iodividuos buenos y hum ildes, como Saul y David, se hicieron pear. Lo que hemos dicho arriba esta aSI estipulado en los decretos del bendito papa Sinm::lco, allnque llOSatrOs 10 hemos aprcndido por experienciu; «EI, esta es, el bicnaven lurado Pedro, transmiti6 il sus sucesol'es una dOle peI"cn ne de met'itos juntO con una hcrclleia de inocenciaj» a tan alto es tado, en el cual, si carcce de Ia virtud adqui rida par sus propios meritos, cs sufi ciente la que ha dcjado su prcdecesm. P ues, a cleva a hombres de distinci6n para soporlar Ja carga, 0 los gloriftcu despucs de ser elevados.» Por tanto, que los que In Santa Iglesia ha Hamada al gobierno real a imperi~l, de su propia voluntad y deliberadamente, no por gloria pasajera sino por el bien de las multitudes, sean obedienles y tengan siemprc presen te la declaraci6n del bienaventurado Gregorio en cse mismo trat::Jdo pastmal: <.
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Re/tlciolles entre 10 Iglesia y el ESlodo

Gregorio VII III obispo Germfm de Melt

id est caritate neglecta, quicquid booi aliquis faeerit, arnni salutis fructu carcbiL Haec ilague humiliter agenda et amorem Dei et proximi sinn oportet scrvando, praesumant de iUius misericordia, qui dixit: «Discite a me, quia mitis sum et hurnilis ccrde.» Quem si humilitcr imitati fucrint, de regno servili et transiruro ad regnum vert: liberhHis ct aeternitatis transibun t.

antes que el suya pIopio; que ubracen la justicia y In mantcngan pIeservanda a cada uno su derecho; que no den cidos a los conscjos de los im· pros, pero que acepten a los de In religi6n con lodo su coraz6n. Que no traten de hacer n l:t Santa Iglesia su sierva 0 su suhdha, sino que, rceonocicndo a los saceruotes, los ojos de Dios, como a maeslros y padres, se esEuercen en rendirle el honor debido. Pues, si nos mandan hamar a nuestros p:ldres segun la carne, cuantO mas a nuestros padres espiriluales? Si el que maldice a su padre 0 a su madre, debe ser condenado a muerlC, ,que se merece el que maldice a su padre 0 madre espirituaI? Que los prlncipcs, d esviados par su nfeelo carnal, no pongan a sus hijos sobre cl reball0 par el eual Crislo derramo su sangre, si se eneucntra a olro mejor preparndo. Amanda mas a Sli propio hijo qlle aDios, atraen sabre la Iglesia los mayores males. Pues es claro que el que no provee segUn su capaeidad, ventajll tan gmnde y n~cesaria a nueSlra Sanla Madre la Iglesia, no ama aDios y al pr6jimo como es propio de un cristiano. Si falta lao virlud de Ia caridad~ entonces, cualquier bien que haga, carece de la gracla snlvadora. Pero, 51 hacen eSlas cosas con humildad, presel'vando su amor para Dios y para el pr6jimo, sebrUn deben, pueden conlar can la misericordia de aque! que dijo: <~Aprended de mi, pues soy manso y humilde de corazon.)} Si Ie imitan humiJdemente , pasaran de su reino servil y temporal al reino de III verdadera libertad y elernid:ld . ,

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Gregorio VII a Alfonso VI, rey de Cas/ilia (1081)

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. Gr~gorius epbcopus servus servorum Dei A(de£ollso) glorioso regi Hispamae salutem et apostolicam ~nedictionem. Non ignorat prudentia tua: mentiri peccatum esse si et de ocioso verba in distrkto :xa~ine ~igenda est ratio. Sed ne quldem mendacium ipsu~, quod 6t pia .mt~ntlone p,ro pace, II. culpa penitus immune esse, proban pote.st. H~ec.ldclrcO praehbavimus: ut, cum in ceteris illud peccatum e~s~ ,dubua,ven,s, 10 sacerdotibus quasi sacrilegium coniciasj et, quod tibi dUIglmus, lta In re esse, teste veritate cognoscas. Non nos latet: multa de nostris factis ae dict'is tuis aurihus sinistra interpretatione deferri. Uncle ct, pro nobis in notitiam clilectionis ruae ab. trectantibus respondere, non alienum putavimus. Peccatorem me esse sicut verum est,. ~on6teri millime piget. Verum si causa odii vel detract;tionis eo;:um~ 9U1.ln .nos fremunt, subtiliter investigetur, profecto, non tam ali. CUIUS l~lq.uilatl~ me~e intuitu q~am ex ve.ritatis assertione iniusliriaegue con~ra~hcl!one dlos In nos exarsJsse, patebn. Quorum quidem servitin et larglsslma munera nos satis abundantius multis anlecessoribus nosrris ha. b.ere potuimus, si, ad periculum illorum et nostrum veritatem silere malitJam9ue ipsorum dis.simulare maluissemus. At nos' certe, ex huius vitae ter~lOo et temporalJUffi comm~orum qualitate perpendentes, nunqtlam melius q.ue~~uam posse esse eplscopum, quam cum persecutionem patitur propter. t~st~t~a~, ?ecrevimus potius.. 9ivinis mandatis obtemperando, pra. vorum lllmlCJtlas IOcuccere, quam, dhs male placendo, iram Domini provocate. Nunc ad industriam tuam sermonem vertimus, carissime fili. Noverit excellentia tua, dilectissime, iIIud unum admodum nobis immo dementiae divinae placere: quod in ecdesiis regni tui matris omnium sanctae Ro. man~e ec.de~iae ordinem recipi et ex antiquo more celebrari effeceris. I?e.fil9ue .l~ Ill?, .q.uem hactenus tenuisse videmini, sicut suggerentibus reo hglosls VI.flS dldlclmus, quaedam. contra catholicam fidem inserta esse parulo convmcuntur. Quae Cum relmquere et ad priscam consuetudinem sci Hcet huius ecclesiae, reyerti deliberasti, non dubie te be!ltum Petru~ pa. t~onum oplare et subdltorum tuoru~ salutem, coclesti gratia inspiranle, Slcut regem decet,. curare ~onstrastl. Quod tamen goudium de sapientia Cua multo cumuIattus refenmus, cum tuae humilitatis illustres farnam me. ,

Regis/rum, VIII, 25 ([X, 2), pp. 470.47.3.

Gregorio VII a Al/onso VI, rey de Castilla

Gregorio, obispo, siervo de los siavos de Dios, a Alfonso, glorioso rey de Espana, salud y bendici6n apost6lica. Tu prudencia se da cueilta perfecta de que Ia falsedad es un pecado y que bemos de dar cuenta de toda palabra vana en el dia del juicio. Pero, ui !lun esa falsedad que se dice COil buena intenci6n por la paz, puede estar libre de toda mancha. De<:imos esto a manera de prdudio para que, es. tando seguro de este pecado en otros, entiendas que en sacerdotes es poco menos que un sacrilegio, y puedas reconecer 10 que te mandamos como Ia misma verdad. No hemos dejado de notar que muchas casas sobre nuestras acciones y palabras han llegado a tus oldos falsamente interpretadas. Por 10 tanto, no nos .ha parecido impropio replicar a nuestros dctractores en nuestta propia defensa y hacerlo saber a tu devoci6n. No dudo en confcsarmc pecador pues ella verdad. Pero, si se estudian con cuidado las causas del odio y dd abuso que eslan lanzando contra 110sotros, se vera que su Euria es excitada no tanto porque hayamos cometido un crimen de nuestra pane, como por nuestras declaraciones de la verdad y nueSlra oposici6n a sus ofens as. Hu. bieramos podiclo gozar de sus servicios y sus presentcs mas copiosamente que muchos de nuestros predecesores, si nos hubieramos mostrado dispues. lOS a suprimir la verdad y ocultar sus malvados prop6sitos. Ponderando, por ouo lado, que, debido a la brevedad de esta vida y a Ia naturaleza de los bienes tcmpotales, nadie puede ser obispo mejor que cuando sufre per. secuci6n pot la justicia, cstamos dispuestos a incurrir en cI odio del mal· vado obedeciendo los mandamientos de Dios antes que provocar la ira de Dios Ilegando a un acuerdo perverso con ellos. Y ahara, amado hijo, vol vamos a tus asunlos. Tu excclenda sabe que en este amnlO en particular nos place grandemente; mas, incluso a la misericordia divina, esto es, que has introducido en las iglesias de tu reino y hecho celebrar segtin la cosrumbre antigua d rito de la iglesia romana, madre de todas elIas. Pero, segun sabemos por las relaciones de hombres piadosos, Sf han introducido ciertas cosas conttarias a la fe cat6lica en Ia disciplina que segun parece has observado hasta el presente. Si decides abandonar esto y volver a la coslumbte antigua, esto es, a la de esta igle· sia, demostranis que has escogido aI bienaventurado Pedro por tu protector y que, POt inspiraci6n divina, te in tercsas de todo coraz6n por el bien de IUS subditos como conviene a un rey. Y nos t egocijamos todavfa mas

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Relaciolles tntre la Iglesia y d EJ/odo

moriae inel"JuID reducimus, et cam virtutem, quae cum regia potentia vix !lut rarissime cupi sub uno domidlio cusuevi t, in oorde lue modcrari consideraffiUS. Ceterum, quod de uxore tull et de abbatia saned SecuDdi posluillSti, competentius responded per filium nostrum R( ichardum), sanctae Remanae ecelesiac cardinalem et 1egatuffi, et fral rern Symeonem episcopum atbitrati sumus. De iUa autem persona, quae in archiepiscopum fuerar eligencla, dicimus: licet satis prudens et liberalis videatur, tamen --quemadmodum nobis notum est et liuerae tuae non negant- disciplinac fun damenta, videlicet lineralis scientiae perilia, indiget. Quae virtus quam si t non modo cpiscopis verum etiam sacerdotibus necessari::t, ipse salis intelligis ; cum nlillus sine ea aut alios docere aut sese possit defendere. Quaproptel' serenitalem tuam studere oportet: ut cum consilio praefati legati nostri R(ichardi) Massiliensis abba tis aliorumque religiosorum virorum eligatur inde, si inveniri potest, sin aUlem, aliunde expelatur talis persona, cuius religio et doctrina ecclesiae veslrae et regno decorem can feral et salulem. Neque vero Ie pigeat aut pudeat, extraneum forte vel humilis sanguinis virum, dummod.o idoneus sit, ad ecclesiae tuae regimen, quod proprie bonos exopllll, asclre; cum Romana res publica ut paganorum tempore sic et sub christianitatis titulis jnde maxime Deo faveme excreverit, quod non tam generis aut p::ltriAe nobililAtem qUAm llnimi et corpori5 virtutes perpendendlls adiudicavit. Quoniam autem, sicut de bonis gloriae tuae merila cangratutari, ila et de his , quae non conveniunl R Ie lieri, dolere IIC ea merito inhibcre compellimu r, dileclionem luam monemus: ut in lerra tua Iudeos christianis dominllri vel supra cos potestatem exercere ulterius nullatenus sinas. Quid enim est Iudeis christianos supponere atque hos illocum iudicio subicerc nisi ecclesirun Dei opprimere et sathanae synagogam exaltare et, dum inimicis Christi velis placere, ipsum Ouistum comemnere7 Caveas itaque, fili, hoc facere domino et cre:uori tuO, quod non impune fieri tibi sus tineres a servo tuo. Memento honoris et gloriae, quam tibi super omnes Hispaniae reges misericordia Christi concessit; atque Huus volumatcm tuis actibus quasi forman adhibendo, mutuam vicen in cunctis ei rependerc stude; immo, ut hic et in futura ~xahari merearis, te in omnibus iIli submittere semper memineris. Valde quippe indignum est, ei unum hominem, videlicet et ipsum, perfecte non subicere, qui (wi ulna mille hom inum subiecit et iudicio [uo commisit.

Gregorio Vii a Alfonso Vi

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par IU sabiduda cull!lclo recordamos !a gloriosa Iama por IU humildad, y consideramos que esa virtud, que tllra vez se encuent l'll en la misma fa milia con poder real, gobierna IU coraz6n. En cllanto a 10 que pregUlllas sobre tu esposa y la abadia de san Segundo, hemos decidido contestar por nuestro hijo y legado, Ricardo, cardenat de Ia santa Iglesia romana, y pot nuestro hermano, eI obispo Sime6n (de Burgos). Tocanle a la persona que ha de set elegida 3ilobispo (de Toledo), pen· sa mos que, aungue parece lener L1na mente >uficientemente liberal y petielica, no obstante, segun sabemos y [u carta no 10 niega, careee de los fundamentos de disciplina, esto es, en education. I'll sabes muy bien cuan necesario es no solo para los obispos, sino tambien para los sacerdotes, pues sin ella uno no puede ensefiar a Olros a defendersc a si mismo. Tu serenidad debe, pOt tanto, aconsejatse de nuestro legado Ricardo, del abad de Marsella y de otras personas piadosas, y procurat la e1ecci6n de una persona, cuya piedad y cicncia de honor y prospcridad a tu Iglesia 'J a TU reino, de ser posible, una de esa di6cesis; si no, de ot ra patte. No dudes 0 sientas vcrgiienza en elegir II un extrafio a a un hombre de origen humi t d~, sicmpre que sea una persona capaz, para d gobierno de tu iglesia, la cual demanda to mejor. El Esrado romano, tanto en liempos paganos como bajo el gobierno cristiano, se hizo grande con el favor Jiviuo, ponluc cSlaba convcncido de que m:ls consideraci6n habla que dar a la vinud de mente y cuerpo, que a ill nobleza de familia a faza. Pero, pueslo que lenemos que felicitane no solo por la gloria de IuS acciones buenas, sino tambien rcprimirte lamentllblemente de h3cer accio· nes indignos, lenemos que prohibirle que permilas por nUls tiempo que los judfos gobierncn en tu pars sobre los cristianos, 0 que tengo!1 podcr sobre ellos. Pues, poner cristianos bjo los judfos, 0 somelertos a su ju. risdicci6n, que es eso sino oprimir a In I glesia de Dios, exaltar a hi sinogog::t de Sadn, y tener por £in et agradar a los enemigos de Cristo y arrojar desprecio sobre el propio Cristo? No trates, pues, hijo mia, a lu Senor y creador de una manera que lu no permitirfas II 11ll siervo t\lyo que obram contigo con impunidad . No olvides el honor y la gtoria que, por la misericordia de Cristo, has recibido, m~s que too.os los reyes de Esp3fia; tomas su voluntad como regIa de tus acciones; ttabaja por ajuslar tu cuenla con el en lodos los aspectos y siempre recuerda, para estar sometido a el en lodo, que puedes ser digno de exahaci6n aqui y en el futuro. Serfa injusta no sometee II uno, es decir, a ti mismo, a aque1 que ha puesto bajo tu poder y confiado n tu juicio a miles y miles.

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Gregorio VII a Desiderio, abad de Montecasino (1081)

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Gregorius epiicopUS servus servoruDl Dei venerabili abba Ii Cilsinensi D{esiderio) slIiutcm et apostolicam benedictionem. Satis navit dilectio tUII, qUllnturn commodi de pacatione duds Roberti sancta Ramana e(:clc;sia speravit, quantumve ex hoc inimici eius timuerinl; neque etiam Ie lalcIt: pucamus, huic apostolicae sedj ex parte ilHus quid utilitatis accesserit. Uncle, quia plurimorum fidelium super eo spes, sicut palam cernitur, hue usque non processit, valumus: ul de cetero animum ipsius, qualitcr se circa Romanam ecclesiam habeRt, veraciter inlclligere studeas. Praecipue autem dus voluntatem in his agnoscere diligenter Ie Ulpimus: scilicet, si necessaria nobis expeditio fuedt post pascha, an per se vel per 6lium suum se deeenter suecursurum fiducial iter polliceaturj si veto hoc non oportuerit, quot milites post paschale festum, ut in familiari militia bead Petri sint. se deninarurum indubitanter promillat. Hoc etiam soUerter procures advertere: 1111 iUos dies, videlicet quadragesimales -quibus Normanni solem pugna vacate- pI1lefatus dux assentiat hoc paClO Deo offerre, ut una vel nobiscum vel cum nostro legato ad aliquias terras beati Petri , qUD invitatus fuerit, competenter instrictus accedat; quatinus hoc sui obsequii studio et bonos in apostolica fidelitate confirmet, et rebelles ae contumaces ad clebitam sanctlle Romanae ecdesille reverentiam l1!que servitium vel terrore revocet vel vi; talique modo suae Deo militiae munus gratuitum oHerat. Prelerea de nepote suo Roberto de Loritello ad ipsius ducis memoriam revoces, qualiter de ilIo nobis promisit: videlicet quod idem comes, se terras apostalicae sedis, preter quas habebat, ulterius non invasurum, spoponditj quas tamen pro posse suo invadere, sieut audivimus, adhue non desistit. Suadens igitur aclmoneas eum: ut memorati nepolis sui sacrilegam compescat auclaciam, Inque hartetur ilIum, ec praelerita corrigendo ct in futuro se abstinendo, beatum Pelrum propitium sibi facere; in cuius irritatione ruinam, et in gratia vitam et felicitatem possit obdnere perpetuam. De novis ultramontanis nichil ceCli habemus; excepto quod, Henricum nunquam se infelicius habuisse, pene omnes illinc advenientes affirmanr.

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R~l.islrul!I.

VIII, 27 (IX, 4), pp. 477478.

Gregorio V I I a Desiderio, abad de MOlltecasino Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Dios, al venerable Desiderio, abad de Montecasino, salud y bendici6n apost6lica. No ignora tu devoci6n las grandes ventajas que In santa iglesia ramana espera de III pacificaci6n del duque Roberto y del temor que inspira a sus enemigos, ni suponemos que hayas dejado de notar cuan util ha sido en ese sentido para estu Sedc Apost6licll. Par 10 cual, pucsto que las esperanzas de muchos (de nuestros) vasaUos en estc asunto evidentcrnentc no aumentan, dcsearnos que tu averigiies cual es su aClitud para con la iglesia ramana. Especialmente te pedimos que mires cuales son sus inten· ciones sobre este punto: si prometer6. ayudarnos fielmente, en persona 0 por medio de su hijo, en caso de que organicemos una expedicion despues de pascua, 0, si esto no es posible, cu~ntos soldados prometera, sin reserva alguna, despachar despues de pascua para hacer servicio con las tropas del bienaventurado Pedro. Ademas, miraras con sumo cuidado si el duque esta dispuesto a hacer un sacrificio por Dios, en esos dias de cuaresma, durante los cuales los normandos deben abstenerse dc luchar, enviando una misi6n competente a ciertas tierras del bienaventurado Pedro, para hacer tratados con nasotros 0 can nuestro representante, para que con esa muestrn de su leahad puedn confirmar 10 bueno en su fidelidad apostolica y pueda obligar, por la fUeI"la 0 por el teroor, a los que estan en revuelta y son pertinaces, a dar la reverencia y el servicio debidos a la santa iglesia romana, y pueda ofrecer un preseote voluntario a Dios con el usa de sus soldados . Ademas, tocante a su sobrino, Roberto de Loritello, reC\lerda al duque ·}a seguridad que nos dio de que el conde (Roberto) ha prometido no violar mas las titrras de la Stde Apost6lica, con excepci6n de las que posee. Ahora oimos, no obstante, que no ha desistido de tales violaciones siempre que se presenta la ocasion. Por tanto, urge y ordena al duque que suprima el sacrilego atrevimiema de eSle sabrino y persuadele, haciendo reparaci6n par las ofens as posadas y absteniendose de elias en el futuro, a gonar el favor del bienaventurado Pedro, en cuya ira encontmra 1a ruina y por cuyo favor obtendra vida y felicidad eternas. No tenemos nOlicias 6jas de mas alla de los Alpes aunquc todos los que vienen dc alii cuentan que Enrique nunca estuvo en pear sit uaci6n.

Gregorio V II a Desiderio, abad de Montecasino (1081)

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GU!gorius episcopus servus servorum Dei D(esiderio) venerabili cardinali sancli Peui et abbati Casinensi salutem et apostolicam benedictionem. Fraternitatem luam dileclissime cognoscere volumus: quod, sicut pro certo didicimus, Heinricus dictus rex in suburbanis Ravenne moratur, disponens, si poterit, Roman circa pente<:ost~ venire. Quen certissime scimus ex- ultramontanis et Longobardis parvam manum babere. Audivimus autem: quod ex his, qui circa Ravennam vel in marchia morantur, putet exercitum, cum quo veniat, colligere. Quod fied minime credimusj quoniam nec edam fotrum ab his, per quos transitum hobet, habere patest. Tu vera ipse amande fra ler cognoscis, quia, si nos arnor iustitiae et honoris santae ecclesiae non tenere! tamque pravae nequitiae regis el suorum vellemus !avere, nuUus aliquando praedecesorum nostroum ab anteccessoribus regibus seu edam archiepiscopis tam nmplum et devotum servitiurn, sicut nos ab hoc rege et ab archiepiscopo, habere potuerunt. Verum, quoniam et ilIorum minas et servitia pro nichilo ducimu5, magis, si necesse fueti!, morrem suscipere parali erimm, quam impietatibus eorum assensum praevere aut iuslitiam relinquete. Quapropter togamus atque monemus, ur, quarnadmodum te decet, ita nobis adheteas, quatenus sanctae matris tuae Romanae ecclesiae honor, quae de te multum eonfidit, nunc et semper robut optineat. H oc etiam te scire volumus: quod comitissR Mlltildis lilteras ad nos dircxit, quibus continetur hoc, quod, quemadmodum a f:uniliaribus ipsius pro certo Cognovit, praefalUs rex placitum cum R(oberto) duce habeat, videlice t hoc, ut fi lius regis filiam ipsius ducis acdpiat et rex- duci mar· chiam tribuat. Quod Romani facile credent, si viderint, ducem adiutorium - sicut iuramento fidelitatis nobis ptomist - subtrahere. Sed prudentia tua sollicite invigi let et, quid super hac re acturn sit, diligenti examinatione cognoscat. Tu ipse etiam quanlotius ad nos prospera. Stias praetera, quod Romani et, qui circa nos sunt, fide et prompto animo Dei et nostro servitia parati per omnia existunt.

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R~giJlTU"',

VIII, )4 (IX, II), pp. 48'-486.

Gregorio VII a Desiderio, abad de Montecasino Gregorio, obispo, siervo de los siervos de Oi.os, a Desiderio, ~e~e· rable cardenal de san Pedto y abad de Montecasmo, salud y bendlc16n aposlolica. Queremos que sepas, amadfsimo hermano, que, segtin nos ~an infor. mado con certeza, Enrique, cI Uamado rey, prolonga su estanCI a en los alrededores de Ravena y que piensa, si pucde, venit aRoma por pente· castes. Sabemos con certCZ3 que tiene ahi una peque1ia fucrza de ultra· montanas y lombardos. Tambien hemos o!do que cspcra reunit un cje~. dto en la vedndad de IHventl y de LI Marca (Ancona) p:1ra eSla expedl· cion. No nos preocupa mucho si hace esto, porque no podd conse~uir vituallas en c1 territorio II traves del cua! debe pasar. Sabes rouy bien, amado hermana, que si no fuera por nuestro anlor a la justicia y el honor de fa Santa Iglesia, y no eSluvieramos dispuestos II lIegar a .un 3cuerclo con la mala voluntad y la perversidad del rey y de sus segUldores, ninguno de nues!ros predecesores mmca hubiera tcnida un servicio tan COm· pleto y devoto de ningun rey 0 arzobispo como nosotros J)()(ifamos tenerlo de este rey y de este ar,wbispo (Wiberto). Somas indiferenles lan~o a sus amenazas como a sus sufrimientos, y estamos preparados a monr antes que ceder a sus iniquidades 0 a abandonar l:t causa de la justicia. Por todo 10 cual, te rogamos que te mantengas firme a nuestro .lado. de un3 manera apcopiada, para que e1 honor de III santa madre, la IgleSIa roma· na, que tiene gran confinnza en ti, sea fortalecida a~ora y sierupre .. Tambien queremos que sepas que la condesa Maulde nos ha escnto dici~ndonos que tiene ciert:! informaci6n de algunos de sus intimos de que d rey ha hecho un Pllcto con el duque Roberto (Guiscardo), en virtud del cua! un hijo del rey se easa con una hija del duque, y eI rey entregari Ja Marca (de Fermo) al duque. Los romanos creedn prontamente esto si yen que eI duque retira la ayuda que nos ha ptomet ido en su juramento de fidelidad. Que tu prudencia vigile cun cuidado y averigue con una ptolija pesquisa que hay de verdad en eSle asunto, y te pido que vengas a nos· altos tan pronto como puedas. Quiero que umbien sepas que los romanos y los que cstan con nOSOII"OS, est:ln dispuestos con pronta y leill asistencia para DiQS y nosolros misnlOs.

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Parcual II remmc~a a la regalia (febrero 1111)

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PascIJalis episcopus st:rvus setvorum Dei dileclo Olio 1-Ieinrico c=iusque succcssoribus in perpetuum. Et divine legis institutione sanccitum CSt et sacris canonihu$ interdictum, ne sacerdotes curis secu luribus OCtupentur, neve ad comitalum, nisi pro dampnatis eruendis aut por aliis qui iniurillm patillo!ur, occedanL Unde et aposto!us Paulus: -.cSecularia, inquit, judicia si h~bucr i lis, contemptibiles qui sun! in ecclesia, ilIas constituite ad iudicandum.» Tn regni !\UlCffi veslri partibus cpiscopi vel abbales adeo curis secularibus occupantur, ut camitatum assiduc frequenlare et miJitiam exerccre cogantur. Que nimirum aut vix aut nullomodo sine rapinis, sacriiegiis, incendiis aut homicidii exhihentur. Ministri enim altaris ministri cuie facti sunt, quia dvil~tes, ducatus, matchias, monetas, curIes et cetera ad regni se r~jtium pertinentia a regibus acceperunt. Unde etiam mas inolevit ecclesiae intollerabilis, et episcopi elect! nullomooo consecrationem acciperent, nisi prius per manum regiam investirentur. Qua ex causa et symoniace heresis pravitas et ambirio nonnunquam tanla prevaiuit, ut nulla electione premissa episcopales cathedre invaderentur ... Tibi itaque, fili karissime, rex Heinrice et nunc per officium nostrum Dei gratia Romanorum io{peralor, et regno regalia ilia dimittenda predpimus, que ad regnum manifeste pertinebant tempore Karoli, Ludewid, Hdnrid et ceterorum predecessorum tuorum. l nterdicimus etiam et sub districtione · anathema tis prohibemus, ne quis episcoporum seu abbatum, presentium vel futurorum, eadem regalia, invadant, id est dvitates, duc;!· tus, marchias, comitatus, monelas, teioneum, mercarum, advocatias regni, iura centurionum et curtes que manifeste regni er,lllt, cum pectinentiis suis, milldam et castra regni, nee se deinceps nisi per gratiam regis de ipsis regalibus intromittant. Sed nec posteris nostris liceat, qui POSt nos in apostoloca sede successerim,' te aut regum super hoc inquaetare negotio. Porro eccJesius cum oblationibus et hereditariis possessionihus, que ad regnum manifeste non pertinebant, Iiberas manere decernimus, {bid., p. W .

Pascual I I Tellllllcia a Itl Tegtllitl Pascual, obispo, siervo de 105 siervos de Dios, a su amado hijo En· rique y a sus sucesores para perpelua memoria. Esta decretado en contra por las instituciones de In ley divina, y prohibido por los sagrados canones que los sacerdotes se ocupen en :Isuntos seculares 0 vayan al tribunal pu· blico, con exception del rescate del condenaclo 0 en favor de OlrOS, cuyo derecho ha sido violado. De aquL que el :1p65tol Pablo diga: «Si tiencs casos seculares, nombru jueces a los que son de bnja categoria en la iglesia.» Ademas, obispos y abades esuln tan ocupados en asunlOs seculares en algunas partes de tu reino, que se ven oblig:ldos a (recuentar l'IsiduAmente la corte, y a hacer servicio militnr. Lo cual pdcticnmente no puede Ilevarse a cabo sin snqueos. sncriiegios c incendios. Pues ministros del altar son hechos ministros de In corle del rey; y con mas razOn cuando reciben eiudades, ducados, marquesaJos, dinero y ot ras cosas que son propias del servido del rey. De aqui que haya aumentado 1a costumbre. intolerable para 10 Iglesia, de qlle los obispos cleclos no sean consagrados en manera alguna a no set que hayan rcdbido primero la investidura de manos del rey. Por cuya causa la perversidad de la herejia de la simonb y, a veces, una desmedida ambici6n Sf han hecho tan romunes, que iris sedes episcopates son invndidas sin previa elecdon. Y asi, muy amado hijo, rey Enrique, ahora emperador de tomanos por la gracia de Dios y por nuestro oficio, decretalllOS que Ins pertenencias reales Ie sean devueltns a ti y A IU reino, las cuales, evidentcmcnte, pertenecicron a esc reino en liempos de Carlos, de Luis y de los otros predccesores tuyos. Prohibimos. y 10 prohibimos bajo penn de anatema, que nin~lin obispo a nbad, presenlc o futuro, lomen eSlas mismas pertenencias reales. En las ClJ3les se induyen ciudades, ducados, mnrquesados . condados, dinero, impuestos, merendos, abogadas del rei no, derechos de los jueces de los tribunales de los cien, y los tribunaJes que calarmnente pcrtenccen al rey junto con 10 que va con ellos, los pucstos militares y los campamcntos del reino. Y ell adeIante, a no ser par la gracin del fey, no se pteOCllparan de tales rega\fas. No sera Hcito a nuestros Slicesores que nos sigan en In silla apostolica, crea r dilicultades a Ii 0 a tu reino a cnusa de cste asunto. Adem~s, decretamos que las iglesias que ti enen vOtos y posesiolle~ hereditarias que manifiestomente no pertcnecen 01 reina, pennnnezcan libres, segun

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RdtJciofl~I

clltre /a 19luia y el Ellado

sicu! in die coronationis tuac omnipotcnto Domil)O in conspectu tot ius ecclesiae promisisl i. Cponet enim episcopos curis secularibus expeditos ~uram suorum agere populorum nee ecclesiis suis abessc diu!ius. I psi enim Jux ta aposlolum Paulum pervigilant, tnmquam rationem pro animabus eorum reddi luri.

Pascual 11 relllll/cia a la regalia

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prometiste que seria asi en el dia de lu coronaci6n, en presenci
Pascual II concede la investidura (/ Enrique V

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Paschalis episcopus servus servorum Dei brissimo in Christo fjlio Heinrico glorioso Teutonicorum regi et per Dei omnipotent is gratiam Romanorum impt:ratori augusto salutem et aposlolicam benedicl ionem. Regnum vestrum sanctae Romanae ecclesiae singulariler coherere, dispositio divina consli tuit. Predccessores siquidem vestri prohilillis el prudentiae IImplioris gratia Romanac urhis coronam et imperium consecuti sunt_ Ad cuius videlicet coronae e l imperii digni latem tuam quoque personam, 61i karissime Heinrice, per noslri sacerdOlii rninisttrium maiestas divina provexir. I llam igi!ur digni talis prerogativam, quam predecessores nostri vestris predecessorihus catholicis imperatorihus concesserunt et privilegiorum paginis confirmaverunt, nos quoque dileetioni tuae concedimus et presenli, privilegii pagina cOlllirlllamu5, ut regn! tu ! episcopis velll.hbatihus libere, preter violentiam el simoni am, eleeds investituram virgae er anuli conferas. POst investit ionem vero eanonice consecrationem accipiant ab episcopo ad quem pertinuerint. Si quis au tem a clero el populo preter assensum tuum elcetus fuerit, nisi a te inves!iatur, a nemine eonsecretur. Sane archiepiscopi vel episcopi libertatem habennt a Ie investitos cpiscopos vel abbales canonice consecrandi. Predeccesores enim vestri ecclesias regni sui tantis regaliu m presidiis oportell.! communiri, et populares dissensiones, que in e1ectionibus sepe contingun! , regilli opotlea! maiesta te compesci. Quam ob rem pruden! ie et potes tati rue cura debet sollk itius im· mineIe, ut Romanae ecclesiae magnitudo el cetcrarum salus lUis prestantc domino beneficiis et serv iciis conserve!ur.

, lbid., pp. 144·14'.

Pascual II concede la illvestidtlra a Enrique V Pascua l, obispo, siervo cle los siervo!i de Dios, a !iU muy amado hijo en Cris to, Enrique, gloIi050 rey de los (llemancs, y, por la gracia de Dios Omnipolente, emperador (lugusto de romanos, saludos y bendici6n ilpOSt6lica . La divina providencia ha decrctado que tu rcino esH'! unido de una manera particular a la santa iglesia romana. Tus antecesores han ohtenido la corona de la ciudad de Roma y del imperio por justicia y la virtud Imh grande. A cuya dignidad, eSlo e5, n la de la corona y eI imperio, In majesrad divina ha Imido tu persona, muy amado hijo Enrique, por medio del minis\erio del sacerdocio. Por tanto, esa prerrogativa de 1a dignidad que nuestros anleccsores concedieron a tus predecesores, lo~ emperadores cat6liC?s, y confirmaron con sus letras, tambien Ie la concedemos II ti, amado, y la confumamos con el prescnte privilegio, n snber: que pucdcs conferir lihremente la iovestidura del b~c\llo y del anillo, siemprc que sea sin simonfa y violencia por parte del e1egido, a Jos obispos y abades del reino. Pero tienen que n:cibir, dcspues de b investidura, la consagra· ci6n can6nica de manos del obispo a cuya jurisdicci6n pertenezcan. Pero, si alguno ha sido e1egido, sin tu consenlimicnlO, por eI clero y el pucblo, no sera consllgrado por nadie a no ser que tu Ie olorgues la inveslidunl. Por 10 taDlO, los obispos y arl.obispos lenddn eI derecho de consugrar can6nicamente a los obispos y abades que hayan recibido la investidura de Ii. Pues, tus anleccsores han enriquecido las iglesias de su teino con tales bene6cios de las pcrtenendas reules, que el propio reino debe minlr por su seguridad principal al proteger a los obispos y abades, y l:t majes lud real debe reprimir las disensiones populares, que frecuentement e tienen lugar durante las elecciones. Por todo 10 cual, eI cuidado de tu prudencia y poder debe uplicarse con mas solicitud a este fin: a In prcservaci6n de la grandez;\ de la iglesia romanu y a In seguridad de las Olms iglesias a Iraves de heneficios todaV!:1 mayorcs ...

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Concordato de Worms elJtre Calixto II y Enrique V ( septiembre, 1122 ) I Privilegium imperatoris; In nomine sancte et individue 'friniutis. Ego Heinricus Dei gratia Romanorum imperator augustus pro amore Dei et sancte Romane ea:lesie et domini pape Calixti et pro remedio ani me mee dimitto Deo et sanctis Dei apostolis Pelro et Paulo sancteque catholice ecclesie omnem investiluram per anulum et baculum, et concedo in omnibus ecclesi js, que in regno vel imperio meo sunt, canonicam fieri e1ec. tionem et liberam consecrationem. 2. Possessiones et regalia beati Petri, que a principio huius discorJie usque ad hodiernam diem sive tempore p:nris mei sive e[iaITI meo abillta sun t, que habeo, eidem sancte Romane ecclesle restituo, que autem non habeo, U! res tituantu r fidelite r iuvabo. 3. Possessiones edam aHarum omnium ecclesiarum et principum el aliorum tam dericorum quam laicorum, que in terra ista amisse sunt, consilio principum vel iusticia, que habeo, reddam, que non habeo, ut reddantu r 6deliter iuvabo. 4. EI do veram pacem domino pape Calixto sancteque Romane ecdesie et omnibus qui in parte ipsius sunt vel fuerunl . 5. Et in quibus sancta Romana ecdesia auxilium postulaverit, fideHter iuvabo et, de qu ibus mihi feeeri t querimoniam , debitam sibi faciam iust idam. Hec omnin acta sunt consensu et consilio principum quorum nomina subscripta sunt: Adelbertus archiepiscopus Mogontinus, F. Coloniensis nrcbiepiscopu$, H. Ratisbonensis episcopus, O. Bauenbergensis episcopus, B. Spirensis episcopus, H. Augustensis, G. Traiectensis, O. Constanciensis, E. abbas Wldensis, H einricus dux, Fridericus dux, S. dux, Penolfus dux, marchio Teipoldvs, marchio Engelbertus, G()(lefridus Pahninus, OttO Palatinus comes, Beringa rius comes. Ego Fridericvs Colonicnsis archiepiscopus et archicancellarius recognovi. Privilegium pontificis: Ego Cali xtus episcopus servus servorum Dei tibi dilecto filio Heinrico Dei gratia Romanorum imperatorii augusto concedo, electiones episcoporum et abba tum Teutonid regni, qui ad regnum pertinent, in praescntia tun fieri, absque simonia et aliqun violentia; ut si qua inter partes discordia emcrserir, metropolit ani et conp rovincialium consilio ,

MOIIII"'tllftl Gt!'fnlllnillt Hirloriea.

/0£'. cit., pp. 1'9·229.

Concordato de Worms entre Calixto 11 y Enrique V Privilcgio del emperndor; En eI nombre de III Santa e Indivisible Trinidad. Yo, Enrique, pOt la gracia de Dios emperador augusto de roo manos, por el amot de Dios y el de la Sant:'! Iglesia Homana y por el de! senor papa Calixlo y por In sllIv:lci6n de mi alma, entrego a Dios, II 105 santos up6sto!es de Dios, Pedro y Pablo, }' a la Santa Iglesia Hom:m:l toda investidura par medio de! anillo y cl bkuio, y acepto el que se ce!ebren eleccioncs can6nicas y consugt'aci6n libre en todns las iglesias en lodo mi reino y a traves del imperio. .2. Devuclvo a la dicha iglesia ronlililn todas las posesiones y temporabdades' tomadas hasta el presentt tanto en vida de Illi padre como en la min ptopia y que retengo; y ayud:lr~ ficlmente en la devoluci6n de las que no retengo. 3. Tambien devolver~ las poscsioncs quc tcngo de toelas las Olras iglesias}' principes y de cualquiera ottO, c1~rigo 0 seglar, que se perdieron durante esa guerra, de acuerdo con eI consejo de los principes y segun jus licia; y ayudarc ficlmente en la devoluci6n de las que no [elengo. 4. Y otorgo una paz vcrdadera al senor papa Calixto y a la Santa Iglesia Romana y a todos que csdn 0 han eSlado a su lado. 5. Prestare ayuda con toda lealtad en las cuesliones que 1a Santa Iglesia Romana solicite mt asistcncia , y Ie hare justicia en los asun lOS que exponga ante mi. Dado con el conscntimicn lO y comejo de los principes cuyos nombres aparecen; Adalberto, arzobispo de Msguncia; F., arzobispo de Colonia; H., obispo de Ralisbona; 0., obispo de Bamberg::; V., obispo de Spira; H., obispo de Ausburg; G., obispo de Frllncfort; 0., obispo de Constsnza; E., abad de Uidina; Emique, duque; Federico, duque; S., duque; Benoldo, duque; Leopoldo, marqu~s; Engelberto, marques; Godofredo, Palatino; O[on, conde Palatino; Bercngluio, conde. Yo, Federico, ar.mbispo de Colonia y arcbicanciller 10 nutentique. Privilegio del papa: Yo, C.. lixlO, obispo, siervo de los siervos de Dios, Ie concedo a ti, amado hijo Enrique, augusto emperador de romanos por 1a grad:t de Dios, d que lu e1ccci6n de los obispos y abadcs en el reino aleman que pel'tenezcan al reino, sea hecha en IU presencia y sin simonia y sin violencbl, pam que, en el caso Je que haya alguna discordia

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210 .,.

Relaciolles entre /a Iglesia y el ESlado

vel iudicio, saniori parti assensum et 3UXJhum praebeas. Electus autem regalia per sceplrum a Ie recipiat et quae ex his iure ubi debet faClat. . 2. Ex aHis vera partibus imperii consecratus infra sex menses regalia per sceptrum a te recipiat ct quae ex his jure libi debet faciat; exceptis omnibus quae ad Romannm ecdesiam pertinere noscuntur. 3. De quibus vera mihi querimoni:lffi feeeris et auxilium posrulaverls, secundum officii mei debitum auxilium tibi praestabo. 4. De tibi veram pacem et omnibus qui in parte tua sunt vel fuerum tempore huius discordiae.

COllCOrdllto de \\7 orms

211

entre las partes interesadas, puedas, can e1 camejo y juicio del metropolitano y de los comprovinciales, dar tu asentimiento y asistencia a la parle que p:lrC'.lca tcnga raz6n. EI candidllio elegido puede recibir la rcg:llfa de ti por media del cetro y estara obligado par ella a descmpefiar sus deberes legales para contigo. 2. EI elegido en OWlS partes de.! imperio recibid, dentro de seis meses, la regalfa de ti por media del cetro y cumpljr~ po~ ella sus debercs legales para contigo salvo en 10 que pertenezca a la JgJeslU romana. 3. Si te q\lejas ante mt en alguna de estas cuestiones y pides ayuda, yo te preseare ayuda si tal es parte de los deberes de mi cargo. 4. Te otorgo paz verdadera a Ii y a tOOos los que son 0 han sido de tu partido durante est a discordia.

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f: ~'

". Soberania y I.

in

Au(oridad

en,el Corpus luris Civilis

I

imperi~l.

Eral coirn mirabile Romanam sanctionem ab urhe condita usque ad nostri imperii tempora, quae paene in mille et quadringcntos annos concucrunt, intestinis proeliis vacillantem hocque et in imperiales constitutiones ex tendentem in unom reduccIc consonantiam, ut nihil neque conlnuiUIll neque idem n¢que simile in ea inveniatu r et oe geminae leges pm rebus singuiis positae usquam appnrcnnt. namque hoc caelestis quidern providentiae peculiare fujt, humanae vetO inhecillitati nullo modo possibilc, nos itaque mOrc soli to ad immortalitatis respeximus praesidium . et summa numine inVOCRto deum auctorem et tot ius operis praesulem fieri op!avimus, et omoe studiurn Triboniano vim excelso magistro ofliciorum et ex quaes· tore sacri nostri palatii et ex consule credidimus eique omne minislerium huiuscemodi ordinaliollis imvosuimus, ul ipse una (Uill ali is illusuibus c:t prudentissimis viris nostrum desideriunl adimpleret. nostra quoque majes· tas semper investigando et perscrutando ea quae ab his compone nebantur, quiodquid duhium et inccrtum invenieharur, hoc numine caelesti erecta emendahat et in competentem formam redigebal, omnis igitur confecta SUnt domino et deo nostro ~hesu Christo possibilitatem lam nobis quam nos· tris in hoc satellitibus praestante ... Sed quia divinae quidem res perfectissimae sunt, huma; vcro iuris candido semper in infinitum decurrit et nihil est in ea, quod stare perpetuO poni! (multas etenim formas edere natura novas deproperal), non desperamus quaedam postea emergi negotia, quae adhuc legum laqueis non sunt innodata. si quid igitur tale contingerit, Auguslum imploretur remedium, quia ideo imperialem forrunam rehus humanis dcus praeposuit, UI possit omnia quae nov iter continguflt et emendare et componere et modis el regulis competentibus Iradere.

Ius/il/iall; Di:t'Jla, ed. P. Krueger, pp. ]}·14, 21; Inslilul;omn, ed. P. Krue·

ger, p. 1.

Soberania y ley ell el Corpus [uris Civilis I.

Autoridad imperial.

Fue en verdad, suceso estupendo cuando la jurisprudencia romana desde l~ fundaei6n de Roma hnsla nueslro reinado, un espacio de tiempo de unos mil cuatrocientos anos, fue eonmO'/ida can un conflicto interno. y la legislacion imperial contagiada de III mi5m,I enfermedad, para crear, at rin, un sistema armonioso , para eliminar :o<1a contradiccion, repetici6n y tentaci6n de repetir, y para cvitar quc aparecieran dos estntutos sabre una misma cuesti6n. Esto, en verdnd, comenia a la Providcnda Divina pero no ' en manera alguna a la fiaqueza del hombre. Siguiendo nuestra costumbre, hemos, por tanIO, putsto nuestros ojos en hI ayuda de la lnmortalidad, e, invocllndo a la Suprema Divinidlld, benlOS querido que Dios' fuera hedlO el au tor y custodio de tocia la ohra, y heroos confiado el trablljo a Triboniano, persona muy Jislinguida, primer secretario, excues tor dc nuestro palacio sagrado y exc6nsul, y hemos cargndo sohre el toda Ia direcci6n de In cmpresa descrit:!, para que, junto con otros Hustres y sabios colegas, pueda dar realidnd a nuestro deseo. Ademas de eslO, nuestra Majestad, siemprc investigando y estudiando la naturaleza de estos hombres, corrigi6 y molde6 en la justa medida, upoyandose en la Divi· nidad celestial, 10 que encontr6 dudoso 0 incierto. Todo esto ha sido hecho de esta manen por Nuestro Senor y Dios JesucrislO, que graciosaOlente nos otorgo a nosotros y a nuestros servidores los medios para obtener eI exilo. Ahara bien, 10 que es divino es perfecto en su lotalidad, pero la naturaleza de la ley hUlllllnll tiene siempre que ser apremiada, y no hay en ella parte alguna que sea permanente, pues III n:Huraleza siempre se muestra inclinada a produeir nuevas formas, y asf nos damos cuema de que se presentar:in CIISOS que no esten incluidos en las disposiciones legales. Cuando tal sucedn, que sc mire por la soludon augusta, pues Dios puso, en verdad, la dignidad impcrilll al ircnte de los asuntos humanos para eSle fin: para que eSle dispuesta, siempre qlle se presenlC una 110vedad illlprevistll, con unn modi/icilci6n y providencia y ponerln bajo forma y disposicioJleS apropilldas. EI elllperador no esta obligado por las Icyes. La ell1peratriz denamcntc csta ligadu, pe ro nl [})iSIllO tiempo cI emperudor Ie otorga, generalmente, los mismos derechos elCcepcionflles que i!1 mismo goza.

· 214 ! ' I I.

Relaciones entre la Iglesia y el Estado Fuentes de la ley.

Soberania y ley elf el Corplls iuris Civilis

II.

Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum Ctlique tribuens. Iuris prudenta est divinarum atque humanarum rerum nOli ria, iusti atgue iniusti scientia... ..." " , \ Iuris praecepta sunt haec: honeste vivere,' alterum non laedere, suwn Ctlique tribuere. H uius studii duae sunt positiones, publicum et privatum, publicum ius est, quod ad statum rei Romanac sptttat, privatum, quod ad singulorum utilitatem peninet, dicendum est igitur de iu re privata, quod est tripertitum: coHectum est cnim ex naturalibus praeceptis aut gentium aut civilibus. . Ius naturale est, quod natura omnia animalia docuit, nam ius is tud non humani generis proprium est, sed omnium animalum, quae in caelo, quae in terra, quae in mati nascuntur. hinc descendit maris atgue femin.ae coniugatio, quam nos matrimonium appellamu s, hinc Hberorum procrea· ti~ et educatio : videmus etellim cetera quoque animalia istius iuris peritia censeti. Ius autem civile vel gentium ita dividitur: Omnes populi, qui Iegibus et morihus reguntur, partim suo proprio, partim communi hominum iure Uluntur: nam quod quisque populus ipse sibi ius constituit, id ipsius proprium civitatis est vocaturque ius civile, quasi ius proprium ipsius civitatis : quod vero naturalis ratio inter omnes homines constituit, it apud omnes populos peraeque custoditur vocaturque ius gentium, quasi quo iure orunes gentes utuntur, et populus itaque Romanus partim suo proprio, partim comm~n i omnium jure utitm. quae singula qualia sunt, suis locis proponernus ... Constat autern ius nostrum aut ex scripto aut ex non scripto, ut apud G raecos. Scriptum ius . est lex, plebi scita, senatus coflSulta, principum placita, magistratum edicta, responsa prudentium. Lex est, quod populus Romanus senatore ,magistratu interrogante, veluti consule, constituebat, plebi scitum est, quod plebes plebeio magistratu interrogante, velu ti trio buno, conslltuebat ... Senatns consuitum est, quod senatus iube! atque con5tituit. nam cum auctus est populus Romanus in eum modum, ut difficile sit in unum eum convocare legis sanciendae causa, aequum visum est senatum vice popuij consuli. Sed et quod principi piacuit, legis habet vigorem , cum lege regia, quae de imperio eius lata est, populus ei et in eum suum imperium 1et potestatem concessit. quodcumque igitur imperator per epistulam constituit vel cognoscens decrevit vel edicto praecepit, legem esse constat: · hae<: sunt, quae constitutiones appellantur.

..

215

Fuentes de la ley.

Justicia es la determinaci6n y el fin constante que da 9. cada uno 10 que Ie es debido. J urisprudentia es el conocimiento de las cosas divinrts y humanas, In dencia de 10 justo y de 10 injusto ... Los preceptos de la ley son los siguientes: vivir honestamente, no injuriar a nadie y dar a cada uno 10 suyo. El estudio del derecho esd dividido en dos campos: derecho publico y derecho privado. EI primero se rcliete al bienestar del Estado romano; cl segundo, 91 mejoramiento del ciudadano. Podemos, por tanto, decir que el origen de Ia ley privllda es triple, arrancando de los preceptos de la naturaleza, dt; los del dereeho de naciones 0 de los del derecho civil de Roma. La ley natuml es Ia que la naturaleza ha ensenado a todos los anima· les, un derecho que no es exclusivo de la raza human a, sino que es comun II todas las criaturas vivientes, ya vivan en cl aire, en la arida tierra 0 en el mar. De aquf se origina la uni6n del var6n con la hembra, uni6n que lJamamos matrimonio; la procreaci6n y cdama de los hijos, pues este es un derecho por cuyo conocimiento vemos que incluso los animales mas bajos se distinguen. EI derecho civil de Roma y el dere<:ho de nllcioJleS se diferencian entre 51 de In. siguiente manera. Las leyes de cnda naci6n gobernada por estatutos y costumbres, parte son exclusivas de esa nil.· ci6n, parte son comunes a toda la raza humana. Las disposiciones que el Estado promulgn para sus propios miembros son exclusivos de el, y reciben el nombre de derecho civil ; las reglas preseritas por la raz6n natural por todos los hombres, son observadas por todas las naciones sin excepci6n, y reciben el nombre de derecho de naciones. Asi', las leyes del pueblo romano son en parte propias de el, y en parte comunes a todos los pueblos; tendremos en cuenta esta distinci6n segun se presente In oca5i6n. AI igual que entre los griegos, nuestro derecho es en parte escrito, y en parte no escrito. EI derecho escrito consiste de estatutos, plebiscitos, senlldoconsuitos, declaraciones de los emperadores, edictos de los magistrados y respuestas de los jurisconsultos. Un estatuto es una ley del pueblo romano que se hada a propuesta de un magistrado senatorial COmO, por ejemplo, un c6nsul. Un plebiscito es una ley de Ia comunidad, hechn II propuesta de sus propios mogistrados, un tribuno, por cjemplo ... Un senadoconsulto es un mandato u ordenanza del senado, pues, al aumentar el pueblo romano tanIO, que se him di[jcil convocarlo para promulgar leyes, pareci6 que 10 mejor era consultar al senado en vez del pueblo. De nuevo, 10 que e1 emperador decide tiene fuerza de ley, habiendo el pueblo conuado en su persona toda su lIutoridad y poder en virtud de la lex regia, la cuat fue aprobada en cuanto a su 06cio y autoridad. Por consiguiente, 10 que eI emperador determine por su rescripto, 0 decida como juez, 0 mande pot ediclos, debe ser tenido sin Jugar a dudas pof ley : esto se llama constituci6n imperial.

., Carla de Adriano IV at emperador Federico (Ieptiembre 20,1157) I

Carla de Adriano IV al emperador Federico 1

Adrilnus (piscopus servus ~rvorum Dei dileclo fili a Frid~ico iUustti Romanorum imperarori saJutem el apostolicam benedictionem.

Adriano, obispo, siervo de los siervos de Dios, a su amado hijo federico, ilust re emperador de romanos, salud y bendid6n apost6lica_ 1. Rerordamos haber escrilo hace unos dfus n tu m:!jeslad imperial para haeer presence n tu aite".ta que, segun crcemos, ese crimen horrible y abominable, y IIcci6n impla de mald3d comelido en nuestro liempo en Alemania, no ha sido investigado hasta ahora , y udndonos cuentu, no sin mataviIbCllos en grlln monera, que lu has permitido que la monstruosid ad de un crimen Ian pernicioso hllya tenido lugar sin haber tomndo 1a severa venganza quc crn npropiadu ; pues, pOl' un lodo, III serena U\tCZIl snbe que no podemos menos de sentimos nnigidos eu.~ndo tmemos a nuestr:! memoria III manera en que nues tro vcncrnble hcrmnno E., arzobispo de Lyon , (ue C"Jptutado e.n eSB tierrll por ciertos individuos impfos e infieles, cunndo regresaba de la sede npost6lica (:stnndo todnvfa bajo custodia; c6mo, ademas, los impfos. simiente de maIdad e hi jos del crimen, levanlaron violentamente, en la mencionada captura, sus espadas dcsnudas contra ei y sus aeompaiianlcs, y ruan vii y vergonzosamenle Ie Innaron, despojandole de todo 10 qlle renia; y por o tre, que In fama de afrent!! tan grande ha lIegado a las regiones nlas distantes e inacc:esibles. 2_ Tu, que, segun creemos, amu 10 buena y odias 10 maJo, debias haber mostrndo mas resoluci6n en vengat diche crimen; y la cspada que Ie fue d ada por roncesi6n divinl\ par:t C1Islign a los malos y ex:tltar a 105 buenos, debra haber amCIlIl7Jldo el cuello de los blasfemos y dcstruido, de la manera mas dutil, a los presuntuosos_ Pero sc dice que IU oculu.ste eSlo 0, mejor diche, que no Ie preocupaste de ello, r que declaraste que los malvlldos no ti(:nen por que arrepent irse de haber tometido tal acci6n. cspeciaimente ruando ya piensan que no seran casligados par eI S:tcrilegio que cometieron, Ignoramos en absoluto la causa de estc disimulo 0 negliJolcncia, pues ningl1n escrupulo de eoncienda nos ncus:t de habet ofendido, en manera algunll , a tu serenll ulte"I.D.: por eI conlrllrio, siemprc amamos tu persona como III de nuestro muy qucrido y singu lar hijo y cristianisimo prlndpe, euyo poder no dudumos ha side eimentado por 10 gracia de Dios en la rOea de III confesi6n ap')sI6Iicu. Y siempre te hemos tratado con la parcialidad de !~ dcbida benignidad. 3. Pues, ttl. oh muy glorioso hijo, dc:bes tecotdll r ewin graciosamente, cuan gozosllmetllC Ie l'ecibi6 lu madre, la fglesi:t Rom:tna, el nna an terior ; con cunnlO ~reclo d e coraz6n Ie tnH6; In abundancin de:; dig-

. I., Imperatoriac rno.iestali pllucis rctroactis diebus recolimus nos scripStSSt Illud horrendum et execrabile facinus et pi:lculare /lilgilium tempore nostro commissum, in Teutonicis partibus, sieU( c reclimus, Illiqllsndo intemI?tIH~m. excellentiae lUae ad memoriam revocantes, nee sine gtandi admltalJone {erenlcs , quod absque disna severitaw vindiclne usque nunc [fonsire pinus sis tam perniciosi sceleris feritat em ; qualiter coim venerabilis fruler noster E . Lundenensis lIrchiepiscopus, dum n sede upastoliea remCllrel, Q quibusdam impiis et scelestis, quod sine grandi animi merore non d icimus, in partibus iIIis captus fuerit el adhuc in custodia len(:o tut quftlit(:r (:tiam in ipsa captione pf(:dicta viri impj(:latis s(:men nequam' Gilii seele~ati in ~um el in suos evaginatis gladiis viole~ter eXllfSerint, e~ eos, ablalls om~lbus, quam tutpiter atque inhoneste IraclIlVerint , et lU4 serentss"na celsnudo cognosdl atque ad lo nginquas el remolissimas regiones fama lallt i seeleris iam. pervenit. 2_ Ad ruius utique vehementissimi facinotis uhionem, SicUI is cui bona placere, mala vero displic:ere credimus, constant ius exurgere d(:bu isti, et gladium, qui tibi ad vindictam ma!(:faclorum, laudem vero bonorum est ex clivina provisione conttSSU$, in cervicem desevire oportuit impiorum et gravissiroe conterere ptcsumptorcs_ Tu veto id ipsum i1a dissimulasse diceris seu etiam n(:glexis5e, quod eosdem malefac lores non eJl quare penilellt commisisse reatum, quia se inpunilatem sllCfilegii quod gesserunt iameam senliunt invenissc_ Cuius quidem dissinmlationis el negligentiae cauum penitus ignoramus , quoniam nos in aliquio SC!renitlltis luae gloriam offendisse conscientiae scrupulus nostrum ani mum non accusat, sed persOnllm tUlim sicul karissimi el spedaUs (ilii nostri et principis chriniani uim i, quem in apostolicae confessionis petr:! non ambigimus per Ifti griHiam solidatum , s inc~ra semper dileximus karilatc ct debitll ~ trllCtavimus benigni latis Ilffccl'u. . 3. Debes enim, gloriosissimi fiji, ante oculos ment is reduc~re, quom gr:lIon ter et quam iocunde alio Ilnno matt':f tua .sacrosnnlll Roman:1 ecc1esia te suscepeti t, quanta cordis a[feclione traclaveJ;ir, quanl Rm' libi dignito tis plc.nitudinc.m contu!erit et honoris, et qualiter imperiolis insigne _ _- - ',' -

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, Mommu ntll Gcrrnall;ll~ fiiJlor;ca, loc_ cif., pp, 229·2}O.

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Re/ac;ones elltre 10 Iglesia y el Estado

coronae libem issime conferens, benignissimo gremio suo tuae sublimitatis apicem studuerit confovere, nichil prorsus ef6dens q uod regine voluntad vel in minima rognosceret obviare. Neque tamen penite! nos luae desideria voluntatis in omnibus implevisse, sed in maiora beneficia execllentia tua de manu nostra suscepisset, si fieri posser, considerantes quanta ecclesinc Dei et nobis per te incrementa possin! e l commooa provenire, non inmerito gauderemus . 4. Nunc autem, quia tam immensum facinus, quod in conlumeliam universalis eclesiae et imperii lui noscitur etiam commisum, negligere aedissimulare videos, suspicamur utique ae veremur, ne forte in hane dissimulationem et negligenriam propter hoc tuus animus sit inductus, quod suggestione perversi himinis zizania seminantis adversus clementissiman matrem tuam sacrosanctam Romanam eclesiam et nos ipsos indignationem, quod absir, nliquam conceperis vel rancorem. 5. Ob hoc igitur et ob aHa omnia negotia, quae cognoscimus imminere, d uos de melioribus et carioribus quos circa nos habemus, dileClOs scilicet filios nosotros Berhardurn tituli Sancli Clementis presbiterum cardinalem et Rolandum tituli Sancti Marci presbiterum cardinnlem et cancellarium nostrum, viros utique religone et prudentia et honestnte conspicuos, se~eni­ lali tuae de late re nosolro ad presens duxirnus destinandos, excellentiam !Uarn rogantes attentius. quutinus eos tan honorifice quam bcnigne redpillS, honeste tracles et ea quae ipsi super hoc et super aliis ad honorem Dei et sacrosantae Romanae ecclesiae, ad decus etiam et exahalionem imperii perlinenlia ex parte nostra imperatoriae proposuerint dignitnti, sit-ut ab o re nostro procedanr, absque ulla hesitatione suscipias et ipsorum verbis, tamquam si ea contingeret nos proferre, fidem non dubites adhibere.

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Carla de Adriano IV a Federico 1

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nidad y honor que te 0I0t g6 ; y c6mo ella, cOJ~ccdiendotc muy graciosamenle la distinci6n de la corona imperial, se esforz6 en conservarte en su seno fertiHsimo en el pinaculo de IU subl imidad, no haciendo. nada que supiera fuera conlrllrio en 10 mas minimo 11 IU real voluntad. NI nos nnepentimos de haber satisfecho en todo los deseos de tu coraz6n; pero nos alegrllriamos, y no sin causa, si tu excelencia hubiese recibido de nosotros beneficios lodavia mayores, si esto fuera posible, sabien~o, ~omo s a~­ mos, cuan grande acrecentamiento y ventaja podemos la IgleSia de DJOS y nosotros recibir por tu medio. 4_ Pero, ahora, puesto que parece que muestras negligentia y disculpa sabre crimen tan Illonstruoso, el cual se sabe ha sido cometido para vergiienza de la Iglesia universal y de tu imperio, sO~J?CChan1os y t~mbi~n tememos q ue tu mente hn sido empujada a eSle dlSlmulo y negllgencla por habet germinndo en ti, que Dios no quiera, movido por In sllgerencia de un hombre perverso que siembra la discordin, alguna indignaci6n 0 rencot cont ra lu mansislma madre, la muy santa iglesia romana, y contra nuestra propia persona. 5. Pa r tanto debido a eSlo y a otras cues tiones que sabemos nos agobian, hemos ~ensado que por el momenlO seria conven~ente envi~r a tu serenidad, de nuestra paIle, II dos de las personas melores Y mas amadas 'que nos tOdean: nllestros queridos hijos Bernnrdo, cardenal presbitero ' de san Clemente, y Ricardo, cardenal presbhero del titulo de san Marcos y nuestro propio candJler, siendo hombr~s que sobresalen par su piedad, prudencia y honestid:ld. Y debemos pedlr con todo apremlo que to aheza los redba honorable y bondadosamente y que sean tralndas bien y recibir sin tilubeos, como si procediera de nueSlros labios, 10 que declaren en nuestro nombre a IU majestad imperial locante a este asunto y a Olras cosas que pertenecen al honor de Dios y de In Santa Iglesia Romaua, y lambien a la gloria y exaitaci6n del imperio. Y no dudes de la veracidad de sus palabras como 51 nosotros mismos las hubieramos dicho_

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Mani/ieIIO de Federico I (oelubre, 1157)

I

Cum divino poten tia, a qua potestas in ca~lo et in lerra, nobis, C~lri$IO eius, regnum et im~rium regendum commlSt~rjt CI pacem .eccles,arum imperialibus armis c~ns ervandam ordinaveri t, non sine m(lXlmo dol,ore cordis conqueri cogimuf dilectioni vestrae, quod a capite sanCI3e eccJ~sl:te. cui Christus pads ae dilectionis suae characterem impressit, causae, dlssen. sionum seminarium rualorum pesliferi morbi venenum mannre vldentur. De qUibus, nisi Deus avenat: tctum corpus ecelesiae commaculari, unila. tern srindi, inler regnum et sacerdotium stisma fieri pertimesdmus. Cum cniffi nuper in curia Eisuncii essemus e[ de honere imperii ct salule ceelesiarum debita soJlicitudinc tractaremus, venerunt Jeg:lti nposlOlici, asserenles, se talem lecationem nostrae afferre maiestati, un~e ho~or imperii no~ pllrvum accipere deberet incrementum. Quos cum pnma die adventus SUI honorifce suscepissemus et secunda, ut mos est, ad audiendam legationem eorum cum principibus nostris consedissemus, ipsi quasi de mammona iniquitatis inSati, de altitudine superbiae, de fastu arrogamiae, de execrabili tumidi cordis elatione, legationem apostolicis Iitteris conscriplam nobis presentaverum, quarum tenor talis erat: quod pre oculis mentis semper de~­ remus habere, quali ler domnus papa insigne imperialis coronae comulerlt, neque limen penitentia mov~relur, si maiora ex:e~lentia ~ostra ab eo. beneficia suscepissee, Haec erne Ilia paternae dulcedlOls Jegauo, quae unuatem ecclesiae et imperii confovere debuit, quae vinculo paeis 1I1rumque colligare studuil, quae ad utriusque. concordiam et obedie.tiam. animos audientium allexit. Cerle ad vocem Illam nefandam et omnt vemate vacuam nOn solum imperialis maiestils debitam indignationem concepit, verum om. nes principes qui aderant lantO fu~ore et ir~ sunt repleti, qu~. sine dubio ilIos duos iniquos presbiteros mOrliS sententla dampnassent, ntSI hoc nostra intercepisset presentia. Porro qua muha paria litterarum aoud eos repena sum et scedulae sigillatae ad arbitrium eorum adhuc scribendae , quibu$, skut actenus consuetudinis eorum fuil, per singu],ls ecdcsias Teutonici regni conceptum iniquitatis sune virus respergere, altaria denudare, vasa domus Dei asportare, cruces excoriare nit.ebantur, ne ultra pr~eden? i facultae cis dnretur, eadem qua venerant vIa ad Urbem cos redlre feclillUs. Cumque per dectionem principum a solo Deo regum et imperium nostrum sit, qui in passione Christi filii su i doubus gladiis necessoriis regendulll , Ibid., pp. 23 1·232.

Mani/ies/o de Federico 1 Pueslo que eI poder divino, fuente de toda POlCstllU, tanto en los cielos como en III lienn, nos ha confilldo a nosotros, su ungido, el gobiemo del reino y del imperio, y decretado que la pn de la Iglesia sea mantenida por las armas del imperio, nos vemos obligados, no sin dol.o r de co~a. 26n, a quejarnos a VOSO[[OS, amados, porque pareee que motJvo~ de discordia semiUlis de maldad y el veneno de una cnferrncdnd pesllfcra han diman~do de la cabeza de la Santa Iglesia en hl eual Cristo imprimi6 cl car:itlcr de Sll paz y amor. Si Dios no 10 impidc, Icmcmos que por ello tOdo el cuerpo de In Iglesia Sell mancillado, In unidad sea truncada y un cisma se~l causado entre el teino y el sncerdocio. Pues, no hace mucho, mientras estabamos celebfllndo corte en Bes an~on '! tradbumos, con la dehida vjgilaneia, del honor del imperio y de In seguridad de la Iglesi:!, Ilegaron Icgados apost61icos afirmando que trairm un mensaje de tal naturaleza, que deb jdo a el aumentaria, en no poco grado, el honor de nuestro imperio. Cuando los huhimos rccihido honorablemente el primer dfa, y, en el segundo, nos sentamos, segun costumbre, juntO can ~~es[fos principes para oir su mens:lje, ellos, como hinchados con cl espEritu de injustieia, nos entreg:lron desde 1:1 cumbre de su orgullo y la cima de su arrogancia, en el COntenlo lloominable de sus inllados corawnes, un mensaje en forma de una carta apost6liclI, cuyo tenor era que siempre debiamas lener presente c6mo eI seilor papa nos h:lbia concedido la dislinci6n de la corona imperial y que no sentirfamos si nuesttll aheza rccibia de el beneficios todav!a mayores. Este fue el mensllje de dulzura paternal que iba a mantener la unidad de In Iglesia y del impel"io, que pretendfa unirlos con un mensaje de paz, que urgia a las inteligencias de los presentes a la concordia y obedieneia de ambos. No s610 la majestad imperial mostro una justa indignaei6n con tra la veraddad de tal mensaje, blasfemo y fataz, sino tambien [Odos los principes prescntes se llenaron de t~ta furia e ira, que hubieran, sin dud!!, condenado a esos dos maldnos presbheros a hi pena de muerle, si nuestra presencin no los h~b!era delenido. E ntonces, al encantrarse sabre sus personas cartas slmllares y formas selladas panl ser completadlls mas tarde a su voluntad, por cuyo medio, segun ha sido su cOSltlrn~re hastn ahara, inlentaba.n llegar a IOdas las iglesias del reino de Alcmallia para desparramar el VIfUS engendrado por su iniquidad, dcsnudar los alures, apadcrarsc de los vasas de Ia easa de Dios y despojar las cruces, hicimos que regresaran aRoma por el mis-

Relac;ones entre fa Iglesia y el Es/ado

Manijiesro de I;ederico I

orbem suiecit, cumque Petrus apostolus hac doctrina mundum informaverit: *deum timete, regem honorificate», quicumque nos imperialem coronom pro beneficio a domno papa suscepisse dixerit, divinae institutioni et doctrinae Petri contrarius est et mendacii reus erit. Quia vero actenus honortm ac liberlalem ecclesiarum, quae iamdiu indebitae servitutis jugo depressat est, a manu Egyptiorum sruduimus eripere et omnia tis dignitatum suarum iura conservare intendimus, universi tatem vestram super tanta ignominia nobis el imperio condolere rogamus, sperantes, fle honorem imperii, qui a constitutione Urbis et christianae religionis institutione ad veslra usque lempora gloriosus et imminutus extitit, fidei veSlrae indivisa sinceritas tam inaudita novitate, tam presumpruosa elatione imOlinui patiarursciens omni ambiguitate remota, quod mortis periculum ante veliemus ineurrere, quam nostris temporibus tanlae eonfusionis obprobrium sustinere.

mo camino que haMan traldo, no fuera que se ies diera una oportunidad para ir mas lejos. Y, pueslo que, por 1a elecci6n de los prineipes, hemos reeibido e1 reino y cl imperio de Dios, el ellal, por la pasion de su Hijo, Cristo, someti6 este mundo al gobierno de las dos espadas neeesarias; y puesto que el ap6stol Pedro ensen6 al mundo esta doctrina: «Teme a Dios, homa al rey., el que diga que hemos reeibido la corona imperial como un beneficio del senor papa, eontradief! las instilUciones divinas y la ensenanza de Pedro, y debe ser tenido pO l' mentiroso. Ademas, ya que hemos Irabajado hasta aqui por librar de las manos .de los egipcios el honor y la libertad de la Iglesia, oprimida por largo liempo con eI yugo de una servidumbre no merecida, y eontinuamos esforL:indonos en preservarle todas las prerrogativas de su dignidad, apela [I VOSOlros como a personas que os doIeis con nOsotros por In ignominia que nos ha sido infligida a nosotros y al imperio, eonfiando que la sinceridad tooa de vucstra 1ealtad no permitira que e1 honor del imperio, que ha permanecido &lorioso y sin humillaei6n desde la fundnei6n de Roma y el estableeimiento de la religi6n eristiana hast a lluestros dbs, sea degradado por tal novedad, nunea orda. Y que se sepa, sin la menor sombra de duda, que estamos dispuestos a correr incluso el peligro de muerte antes que IOlerar, en nuestro tiempo, la verguenza de tan gran desastre.

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Carta de Adria,no IV a Federico J (febrero, 1158)

I

Ex quo universalis ecdesiae curam, Deo prout ipsi placuit disponcn{c susccpimus, ita in cunctis negotiis magnificemiam tU3m honomre curavi: mus ut de die in diem animus tuus magis ae magis in amore nosteo et ver:enatione se~is apostolicae debuisset aecendi. Uncle sine grandi ammicanone nOll fenmus quod, cum, audito ex suggestione quorumdam animum tuum aliquantulum contra nos fuisse commotum duos de melioribus et maioribus fratribus nastris, Rolandum scilicet c~ncellarium tiluli Sancti Marci et Bt?r~I~3rdum ticuli Sancti Clementis presbiteros cardinales, qui pro cu~e cogm~lOne ~d tuam presenciam direximus, alicer quam imperialem decuet!( honon.6centlam sunt tractali. Occasione siquidem cuiusdam verbi, quod est «beneficium», tuus animus, sicut dicitue, est commotus quod ulique nedum lami viti, sed nec cuiuslibel minoris animum merit~ comm~)Vis.set: Lic.et enim hoc n~men,. ~uod est beneficium, apud quosdam in alia slglllficatlOne, quam ex lmposlllone habeat, assumatur tunc tamen in ea significatione aceipiendum fuerat, quam nos ipsi posui~us et quam ex institutione sua noscitu r retinere. Hoc cnim nomen ex «bona» el «facta» est editum et dicitur beneficium apud nos non feudum, sed bonum faetlllTI. In qua si~nific~tione in universo sacme scripturae corpore invenitur, ubi ex beneficia Det, non tanquam ex feudo, sed velut ex benedictione et bono f~ct? ipsius gube~·nari didmur et nuuiri. Et tua quidem magnificentiam ~tq~ldo recogno.s~lt.' quod. nos ita bene et honorifice imperialis dignitatis insigne tuo capi!1 ImpOSUlmus, ut bonum factum valeat ob omnibus iudicari. Uncle quod quidam verbum hoc et ilIud retorquere, non ex merilO causal:!, s~d de voluntate .p.ropria et illorum suggestione, qui pacem regni ete1:cleslae nullatenus dlhgunt, hoc egerunt. Per hoc enim voeabulum «(c?nlulimus» nil a!iud intelligimus, nisi quod superius dictum est, «imposunuus». Sane quod postmodum personas ecdesiastiC"Js a debita sacrosanctae Romanae ecclesiae visitatione, ur dicitur, revocari iussisti si ita est qU3ln inconvenicnter actum sit, tua, fili in Christo karissime discretio u~ credi~nus, re.cognoscit. Nam.si aput ~os. aliquid am:H'iludinis'habebas, 'per nuncIOs et lJUeras tuas nobiS fuetat IOttmandulTI, et nos honod ruo cumvissemus, sicut filii karissimi, providere .. Nunc igitur quoniam ad COIll . monitionem dilecti filii noslri Heinrid Baionrine et Saxoniae ducis duos de frarribus nom·is Heinricum thuH Sanctorum Nerei et Achillei prcsbi. JbiJ., pp. 234·23.5.

Carta de Adriano N a Federico I Desde que, poe disposicion de Dios, recibimos el cuidado de la Iglesia universal, nos hemos preocupado de honrar a tu a!teza de lal manera, que lU mente debia, de dia en dia, haberse lIenado mas y mas de amor para can nOSOItOS, y de veneracion hacia la sede apost61ica. Por cuyo motivo no podemos menos de oir con gran horror que, hrtbiendo sabido que tu ira fue pL"Ovocada contra nosotros par consejo de ciertOs individuos, cuando envi3mos a III presencia para saber tu voluntad a dos de nueslros mejores y m~s ensalz.:tdos hermanos, el canciller Rolando, del titulo de san Marcos, y Bernardo, del titulo de san Clemente, cardenales prcsbi· teros, los cuales siempre se han prcocupado por el honor de tu majestad en Is Iglesia romana, fueron tratados de una manera impropia de la majestad imperial. Dicen que fuiste presa de la ira a causa de ciecta palabra, a saher, beneficium; palahra que en modo alguno debiera haber causado ira en tan grande hombre, ni aun en person[l de menos catego· ria. Pues, 3un cuando csta pabbIa, beneficiutn, es usada por algunos en sentido distinlO [II que ti ene par Sll etimologia, debia, sin embargo, haber sido aceptada en d sentido que nosotros mismos Ie dimos y que tiene pOl' su origen. Pues est3 palabra sc deriva de bonus y factum, y Jlamamos beneficiulIJ no al fel/dum, sino al bonum foctum. Se encuentI:I can eSle significado en todrt la Sagrad3 Escritura, donde se habla del bel/eficium de Dios no como un [eudo, sino como una bendici6n 0 una obca buena pracedentc de EI, par 10 cual decimos que somos gobernados y alimentados. Y tu magnificencia, en verdad, cl:namente reconaee que pusimos la marca de la dignidad impt:rial 1:10 acertadamente y tall ,honorablementc, que bien pudo considerarse por todos como un bOllllm foc/llm. Por 10 cual, cuando algunos han tralado de un significado distinto al suyo propio a nuestras palabras, a saber: «(Hernos conferido la distinci6n de la corona imperial», han obrado as! no basados en las exigencias del caso, sino en su propio arbitrio y en el consejo de los que en manera alguna aman la paz entre cl reino y la I glesia. Pues, can esta p:Jlabra conflllimus no qucremos decir otra cosa sino 10 que hemos indicado ya: impo. suimuJ. Pero el que ordellaras, segUll nos dicen, que los eciesiasticos cesaran de visitar a la Santa Iglesia Romana segun cleben, si es asf, tu discrecci6n reconocera, como esperamos, oh muy querido hijo en Cristo, cuan equivocadamcnte se ha obrado. Pues si tenias contra nosotros motivos de queja, debias haberlo comunicado por tus cnvi:\dos y par 1.'1

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Relaciollcs entre [" I glesia y el Estado

',.', tecum e t Iaci nClum Sanctae Mariae in Cosmedin ditlconem cll rdinaies, prudentes siquidem et honeslos vi ras, ad luam presentiam des tinamus, eelsi. luclinem luam monentes et exhortantes in Domino, qU3tinus eos honeste ae benigne recipias; et quod ab cis ex parte nost.ra lUae magnilicentille fueri! imimarum, a sinceri tate cordis nostri noveri! lua exceUcntia processisse. ae per hoc cum eisdem £lItis nosuis, mediante iam dicto Lilia nostro duce, ita celsitudo tua studea! con venire, ut inter Ie et malrem luam sacrosanclam Romllnam ecclesia m ammodo nullius discordiae seminariuffi debea! remanere.

CUrIa dt: Adriflilo IV a Fetlt:ricu 1

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car~as , y hubieramos dado sat!sbccion il ttl h~:mor como al de nues.l.ro queridfsi mo hijo. Ahora te eOVlllmos, por coosejO de nuestro amado hila, Enrique, duque de Baviera y de Sajonia~ ados dt; nuestros ~crman~~, Enrique, del titulo de san NeTeo y AqUlles, presbnero, y JaclIlto, dJacooo de santa. Maria. in Cosmide, ambos cardenales y hombres, en verdad, prudeotes y honestos. Urgimos y exhort3m?s a ttl alteza en eI Senor a recibirlos bondadosamente. Y tu cxcelencla. puede estar seg~ro de que 10 que digan a. tu magnificcncia en nuestro nombre! ha proc~dldo de la sinceridad de nucstro coraz6n; y por eUo, por medlo de la mtercesi6n del clicho duque, nues tro hijo, que tu alte-.la se esfuerce en. ~Iega r a un 3cuerdo con ellos para que aSI deje de exiSli r campo proplCIO de discordia entre Ii y ttl mAdre, la Santa Iglesia Romana.

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Paz de V enecia entre Federico 1 y A lejandro ill (1177)

I

l. Dominus imperator F. sieu! dominum papam A. ill catholirum et universalem papam rc:ct:pit, ila ei debitam reverenliam exhibebit, sku! catholici sui antecessores suis clltholicis anl~ssoribus exhihuerunt. Suecessoribus quoque suis c:nholice iot cantibus tandem reventiam exhibebit. 2. Et reddet dominus imperator veram pacem tam domino pape Ale· xandre quam omnibus successoribus suis et toti Romane ecclesie. 3. Omnem vero possessionem et tenementum sive prefecture sive al· terius rei, qUllm Romana ccciesi a habuit et ipse nbstulit per sc vel per alios, bona fide restituet ei salvo omni iure imperii. Ecclesia quoque Romana Offinern possessionem et tenementum, quod ei absLulil per se vel per alios, bona fide restituet salvo omni iure Romane ecclesie. 4. Possessiones etiam, quas dominus imperator restituet, ad retinendum iuvabit. 5. Similiter et universos vasallos ecclesie, quos occasione scismatis dominus imperator abstulit vel recepit, dominus impenHor absolvet et domino pape A. restituet e[ ecclesie Romune. 6. Preterea dominus imperalo! et dominus papa ad honorem el iura ecclesie et imperii conservandn se vicissim iuvabullt, dominus papa ul be· nignus pater devotum et carissimum 61ium et imperatorem christianissi. mum, dominus vero j mper ~ tor UI devotus filius et chris tinnissi mus impe· rator dilectum et reverendu m pnrrem et beati Pelfi vicnrium. 7. Quecumque autem tempore sdsmatis vel occasione ipsius aut sine ordine iuclitiario ecc1esiis n domino imperatore vel suis sum ablata, eis restimentur. 8. Domina euam B. imperatrix red pie! dominum papam A. in cathoticum et universalem papam. Dominus quoque Henricus rex fil ius corum sim iliter eum recipiet et ti et catholids successoribus suis debitam reverentiam exhibebit et iuramentum, quod dominus imperator exhibuerit, si· militer et ipse prestabit. 9. Pacem aU lem veram reddit dominus imperator et dominus H ericus rex filius dus illustri regi Sidlie usque ad XV annos, sicut per mediatores paeis est ordinatum et scriptum. 10. Constantinopolitano etialll imperatori et uni versis adiutoribus ,

MonUmtnl1l Gt:rmllnia~ HiS/oriell, loco cit., pp. 362-36'.

Paz de Venecia entre Federico I y Aleiandro III 1. EI senor cmpcrador Federico, asi como ha recibido al senor papa Alejandro como papa cat6lico y universal, de 10 misma manera Ie mestrafa la debida reverencia como sus antecesores cat61icos la mostraron a los predeeesores cat6licos de Alejandro. Tambien obsc:rvar~ la misma reverencia a los sucesores del papa que sean cat61icamente entronizados. 2. Y tambien el seilor emperador reslaumni la paz al sefior papll Alejandro, :l sus sucesores y a toda la Iglesia Romana. 3. Devolver~ de buena fe, salvo los derechos del imperio, toda posesi6n 0 perlenencia, ya sea de prefeclura 0 de olra cosa, que poseyera la I glesia Romana y que el arrebat6 personaimcnle 0 por medio de ?tros. Igualmente, la Iglesia Romana restaurara de buenll fe loda posesI6n 0 penenencia que tom6 de el por sf misma 0 por medio de OlrOS, salvo todos los derechos de la Iglesia Romana. 4. EI emperador ayudani a la preservaci6n de IOOas las posesiones que devuelva. 5. De la misma manera, tambicn el senor emperador dejad librcs y devol vera al senor papa Alejandro y a la Iglesia Romana todos los vasa1I0s de la Iglesia que, por raz6n del cisma, el senor emperador apres6 0 redbi6. 6. Adem:ls, el seiior emperador y el senor papa sc ayudadn mutuamente, el uno al otro, para conserv:lr el honor y los derechos de la I glesia y del Imperio; el senor papa ayudara, como padre bondadoso, a su devoto Y !nUY amado hijo, el cristianisimo emperador; y el senor empcrador, por otro lado, ayudacii, como devotfsimo y criuianfsimo emperador, a su amado y reverendo padre, el Vicario de san Pedro. . 7. Se devolved a las iglesias todo 10 que el emperador a sus segU!dores les haya arrebatado durante el cisma y por su caus:l., 0 sin procedi. mientos legales. 8. T ambien la c:mperalriz Beatriz recibira al sefior papa Alejandro como papa universal y cat6lico. Igualmente, el seilor rey Enrique, su hijo, Ie aceptani y Ie mostrad In rc:verencia debida :l el y a sus sucesores, y prestara e\ mismo juramento que ha de pres tar el sefior emperador. 9. EI senor empcrauor y eJ senor rey Enrique, su hijo, haran una paz verdaderu con cl ilustre rey de Sicilia por quince anos, segUn ha sido ordcnado y pucstO por eseejlo por los mediadores de III paz. 10. Tambien hace verdadera paz con el c:mpc:rador de Constantino-

Relaciones entre 10 Iglesia y d Estado

Paz de Velll:cia

ecdesie Romane pacem veram reddir et nullulI~ ma lum medtum redder eis per se vel per suos pro servitio colla to ecdesie Romane. 11. De querelis autem et controversis, que ante tempora domini Adriain inter ecdesiam et imperium vertebantur, mediatores ex parte domini pape et domini imperatol"is constituentur, quibus commitentur, ut eas iuditio vel concordia terminent . Si vero predicti madiatores non convenerint, iuditio domini pape et domini imperatoris vel eius seu corum, quos ad id elegerint, finientur . 12. Cristiano autem dicto cancellario Maguntinus arcniepiscaparus, Philipo autem Coloniensis archiepiscopatus concedentur el confirmabuntur eis cum omoi plenitudine archiepiscopaJis dignitatis et offii tii. Er primus archiepiscopatus, qui in Theutonico regno vacaverit, domino Conrado auctari tate domini pape et auxilio domini imperatoris assignabitur, qui tamen congruus videatur. 13. Ei autem qui dicitur Calixtus una abbatia dabitur. lUi aucem qui dicebantur eius cardinales redibunt ad Ioea que pl"imo habuerunt, nisi ea sponte vel iuditio dimiserant, et in ordinibus , quos ante scisma preceperunt, relinquentur. , 14. Ge.ro autem nunc dictus Albetstatensis precise deponetur et U1ricus verus Alberstatensis restituetur. Alienationes a Gerone facte et beneliitia data similiter et ab omnibus intrusis auctoritate domini pape et domini irnperatotis cassabuntur et sUls ecclesiis restituentut. 15. De deuioue Bnmdeburgcmis CpiKOpi, qui ad Bremensem archiepiscopatum electus etat, congnoscetur et, 5i canonicum fuerit, ad eandem ecclesiarn transferetut. Et quecumque a Baldeuuino, qui nunc pteest Brernensi ecclesie, alienata vel inbeneficiata sunt, sian canonicum et iustum fuedr, eidem ecclesie restitllentur. 16. Item que Salsiburguensi ecclesie tempore scjsm~tis subtracta sunt, ei plenarie restituentur. 17. Universi clerici qui sunt de Ytalia vel aliis regionibus, qui sunt extra Theotonicum regnum, dispositioni et iuditio domini pape A. SllCcessorumque dus relinquentut. Si vera domino imperatori placcuerit rogare pro ordinibus aliquorum ql,lOS canonice perceperunt , usque ad X vel XII, 51 instare voluerit, exaudierur. 18. G. autem Mantuanus ad apiscopatum quondam suum restituetllr, ita ramen quod ille qui nunc est Mantuanus, auctoritate domini pape et auxilio domini imperatoris ad Tridcntium episcopatum transferetur, nisi forte inter dominum papam et dominum imperatorem convenerit, ut io alio ei episcopatu pravidearur. 19. Archipresbiter vero de Sacco in archipresbitenltu quondam suo ex in aliis benefitiis, qu an Ie scisma habuit, cum omni plenitudine resti[netur. 20. Universi eliam ordinati a quondam catholicis vel ab ordinatis eorum in Theutonico regno resti.luentur in ordinibus taliter preceptis nee oecasione huius scismatis gravabuntur.

pIa yean todos los que han ayudado a la Iglesia de Roma, y no les hani danos, por sf mismo 0 por media de sus seguidores, a causa del scrvicio hecho a la Iglesia de Roma. 11. Tocante a las quejas y contl"OVerSills que e:l[istan entre la 19lcsi:l y el Imperio antes de! papa Adriano, se nombrar:in mediadores por parte de! sefior papa y del senor emperador, a los cuales les dara llutorid.\d para poner fin a ella por medio de una sente-ncia 0 por media de 1m acuerdo. Pero si dichos mediadores no pucden ponerse de acuerdo, b dispma sera terminada par la dccisi6n de! senor p~pa y del senor cmpcrador 0 dd que 0 de los que sean elegidos para ese fin. 12. Cristian, e1 dicho canciller, tecibir:i el arzobispado de Mainz, pero el de Colonia se entrcgar5. a Felipe; y recibiran la confirmaci6n de eHos con toda la plenitud de la dignidad y cargo ar.>:obispaies. El maestro Conrado recibin'i, de cotlvenirle, por la autoridad del senor papa y con la ayuda del senor emperadot, el primer llnobispado vacante en cl reino de Ale· mllnJa. 13. Tumbien se dani una ubadia al que es lIull1ado Clllixto. Pero los llaJlwdos sus cardenales tendnln que vol vet a los lugates que tenian llntes, a no set que hayan renunciado a elias de su propia voluntad 0 por sentencia; tendran la misma categorb que ten ian antes del cisma. 14. Gero, Hamado ahara obispo de Halberstadt, sera depuesto sin condiciones, y Ulrica, el verdadera obispo de Halberstadt, sera restaumdo. Los enajenamientos y beneficios dados por Gcro, y Iu ]IliSIllO por todo~ los intrusos, sedn cancelados en virtud de la autoridad de! senor papa y del senor emperador, y devuehos a sus iglesias. 15. Se llevara a cabo una investigaci6n sobre la elecci6n del obispo de Brandcnburgo que ha sido elegido para cl arzobispado de Bremen; y,si es canonica, sera cambiado a es,\ Iglesia. Y 10 que haya enajenado 0 dado como beneficio pOl" Balduino, que ahora gobierna la iglesia de Bremen, se devolved: a esa iglesia en CllantO sea canonico y juSto. 16. Igualmente, se devolved. en su totalidad 10 que fue tomado de la iglesia de Salzburgo durante cl cisma. 17. EI clero que pertenezca a Italia a a OlnlS rcgiones fuera del reino de Alenamia, estanl a la disposicion y bajo la decision del sefior papll Alejandro y de sus sucesores. Pero se considerarii si es la volllnt!ld del sefior empcJ"ador interceder en favor de los que hayan sido aceptados canonicamente, en numero de diez 0 doce, y si quisiera qlle fuetan instalados. 18. Gacsidonio de Mantua sed restabJecido en su antiguo obispndo, pew de lal maneta, que el que ohora es obispo de Mantua, seni cambiado al obispado de Trento par la amoridad del papa y can el concurso del sefior emperador si el senor papa y el senor emperador no deciden darle OttO qbispado. 19. EI arcipreste de Sacco sera restaurado COil todo derecho a su antiguo arciprestazgo y a los ott·os beneficios que tenia ::Intes del cisma. 20. Los ordenados por cualquiera de los antiguos primados 0 por sus

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, Relaciolles entre fa I glesia y el Estado 21. De Argentinensi Dutejll ~ l Ba siH en~i dietis episeopis, qui ordinati fuerunt a Guidone Cremensi, in eodem regno a predictis mediawribus commiuetur X vel octo quos ipsi elegerint, qui p.restito iuramento firmabunt, quod illud eQ(}siJium de ipsis Romano pontifici et domino imperatori dabunt quod , vjQerif!t se canonice posse dare absquo~ periculo scilicet anime domini pape et domini imperatoris et sue, et dominus p3pa adquiescet corum consilio. ' 22. Dominus aulem papa et omnes cardinales sicut receperunt dominum imperatorem F. in Ramanorum et catholiculII imperatorem, ita recipient B. felicem uxorem eius in calholieam et Romanarum imperat ricem, ita tamen quod ipsa corOnelu! a domino papa A. vel a legato ipsius. Domi· nurn autem Hericum filium eorum in catholicum regem recipient. 23. Pacem etiam venm reddet dominus papa et cllrdinnles domino imperatorio F. et domine imperatrici B. et H erico regi filia eorum et universis adiUloribus ipsorum, snlvis que de spiritualibus disposition i et iuditio domini pape A. et Romane e(:clesie presenti scripta relinquuntur ct salvo omni iure Romane ecdesie adversus detentuores rerum beati Petti et salvis his que pr.escdpta sunt ta m pro parte e.c:desie quam pro p~rte domini imperatoris et imperii. 24. Pacem vera predictam promittir dominus papa se abservaturum in verba veritatis et omnes cardinales et privilegium inde faciet cum subscriptione omnium cardinalium. Ipsi etiam cardinales scriptum confirmatianis predicte pacis faciem cum appositione sigillorum suorum. 2.5. Er dOnlinus papa statim advocato concilio, qunle subito advocari polerit , cum cardinalibus episcopis aliisque religiosis viris qui interfuerinl ~xcommunicalionem statuet in omnes qui hanc pac(:m infringere lemptaverint . Deinde in generali concilio idem faeiet. 26. Plures edam de nobilibus Romanis et capilaneis Campanie hanc • eandem pacem .firm ~bunt. , 27. Imperator .vera , predictam pacem ecclesie et iam dictam 'pacem XV annorum Hlustris regis Siei!ie et treuquam Lombardorum It proximis scilicet Kat. Augusti usque ad VI annos lirmabit iuramento suo et principum et faciet Lombardos qui ex parte sua sunt, skut in communi scripto treuque disposituml et scriptum est, eamdem treuquam firmari. Si vera aliquisc fuerit ex parte impeC1ltOris qui predictam treuquam jutare recusaveril, imperator preeipiet universis, que ex parte sua SUDt, sub debi to fideli latis et grade sue, ut nullum pre~tent ei auxilium et volemibus eum offendere in nullo . obsistant vel contradicam, et si quis offenderit, non teneatur inde. Mandatum nu[em istud non revocllbit dominus imperator, done<: treuqua durabit. Et dominus Hericus rex fil i.us eius predicta firmabit, sicut scripto dispositllm est. Dominus etiqm imp,:rator predictam pacem ecclesie et i!lustris regis S!cilie usque lld XV annos et treuguam Lombardotum corrorabit scripto suo cum subscriptione sua et principum. 28. Si vero,- quod absit, dominus papa premorialur, dominus imperator et dominus Hericus rex filius eills et principes hanc formam pacis et

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Paz de Ventcia

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delegados denlro del reino de Alemania, serlin restaurados en los ordenes . recibidos; 'I no sernn perseguidos por causa del cisma. 21. EI caso de los dichos ohispos de Estrasburgo y Bastlea, los cuaIcs fueron ordenados por G uido de CtemOnfl, sera confiado, en c1 mismo reina, por los ya mcncionAclos mediadore~ a die'!. u ocho personas, gu: ellos mismos eleginin; y jut:min que el conselO que den al romano ponufice y al sefior papa sed a tenor de los canones, sin peli~ro para la: almas del senor emperador y del senor papa y de la suya propta; yel senor papa seguifli su consejo. . . 22. Asi como el senor papa y todos Ins ca rdenales .han rec,b,do. al senor emperador Federico par emperador romano y. cat6hc?, as! lambJ~n recibiran II Beatriz, su serena esposa, pOt emperatrtz cat6hca y romana, pero con la condki6n de que sea coronada por cl sefior papa Alejandro 0 por su legado. Ademas, re(:ibiran como rey cat6lico a su hijo, el sefior Enrique. 23. EI seilor papa y los cardcllales firma ran una paz verdadera con el sefior emperadol' Federico, can In emperatd:.-. Beatriz y con el rcy Enrique, su hijo, y con lodos sus parridarios, <:on excepci6!l de los a~llnto.s espirituales, los cuales sc d ej~n, por cl pres<:nte documento, a la dISPOSIci6n y juicio del senor papa Alejandro, salvo [ados los dcrechos de la Iglesia Romana contra los detentadores de Ins posesiones de sun Pedro, y salvo 10 ya estipu lado tanto de pa rte de la iglesia como de parte del senor emperador y del impe rio. 24. Ademas, el seoor papa promete observar la paz a ht lena, y 10 mismo los cardenales ; y para este efeclo harn levantllr un documento legal que finnadn todos los cardenalcs. Tambien los propios cardenales kyantadn acta confirmando In dicha paz y en la ctlal fijadn sus sellas . 2.5. EI sefior papa, convocando inmediatamcnte un conciiio, declarani, junto con los cllrdenales, obispos y monjes y demfi5 eclesi:i:sticos presentes, la excomuni6n contra todos que intenten quehr:llllar CSt ll paz. Tambien had 10 mismo en un concilio general. 26. Tambien cOllfirmaran est a paz con juramento muchos nobles y senores principales de III Campania. 27. EI emperador confirmani, can su propio juramento y el de los pdncipes, la ya mencionada paz de quince aoos con eI ilusn·e rey de Sicilia, y Ja tregua de seis aoos, comenzando en las kalendas de agosto, con los lombardos; y procurara que los lombardos que eSlan a su lado, confirmen esta misma uegua segun ha sido acordada y redoCl ada en los terminos generales de la tregua. Pero, si alguno del partido del emperador se negare a jurat dicha tregua, d emperador mand3d: a todos los que son de su partido, par el vasallaje que Ie deben y por :;tI gracia, que no otorguen su ayuda a tal persona, ni se inlerpongan u opongnn a los que deseen hacerle dana; y si alguno Ie danara, que no sea tenido por responsable de ello. EI emperlldor 110 revocarn esa orden mientras dure III tregua. EI senor rey Enrique, su hijo, conflrman'i 10 dicho, segun ha sido es [ipulado en el docu·

Relatiolles elltre fa Iglesia y el Es/udo

compositionis firmiter observabunt successoribus suis et universis cardinaJibus el loti Romane ecclesie et illustri regi Sicilie et Lomba rdis et ceteris qui secum sentium. Similiter, quod absit, si dominus imperator premoriatur, dominus papa et cardinales ct ecclesia Romana jam dicram pacem firmiter observabunt successori suo et B. [did uxoti eius e[ Herico regi {uio eius er omnibus de Theu tonico regno et ceteris adiutoribus suis, sicut prescriptum est. Et successores domini pape similiter observabunt. Wiemannus Madiburgensis archiepiscopus subscripsi. Philippus Coloniensis archiepiscopus subscripsi. Ego Crist ianus Maguntinus archiepiscopus subscripsi. Ego Arnuldus Treuerensis archiepiscopus subscripsi. Ego AIduinus imperialis prothonotarius subsctipsi.

Puz

t/~

Vellecill

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memo. T ambien el senor emperador confirmad dichll paz can 1a Iglesia y can eI Hustre rey de Sicili a por quince anos, y la tregull can los lombardos en un documento propio y con su propia firma y la de los pdncipcs. 28. P ero si el senor papa fue ra el primero en morir, 10 que Dios no permita, el seil~r emperador y el senor Enrique, su hijo, y los prfncipcs observarfin firmcmc nle estn paz y acuerdo can sus sucesores, lOdos los cardcnales y toda la Iglesia Romana, con el ilustre fey de Sicilia y los l ~m. bardos y can los otrOS que sienten como ellos. Igualmente, Sl eI senor emperador muriera primero, que Dios no 10 permil:l, ~I sefio~ papil y los cardenales y la Iglesia romana guardaran can toda fidehdad dlcha paz con su sucesor su serena esposa Beatriz, el tey Enrique, su hijo, y con todos los que ~rtenezcan al reino aleman, y con todos sus seguiclores, seg~n ha sido cstableddo arriba. Y los sucesores del senor papa hamn 10 rnlsmo. Firmado por Wiemann, arzobispo ? c Magdeburgo; Fe~ipe, arzobispo de Colonia; Cristi~!l, arzobispo de Mamz; Arnaldo, arzoblspo de Treve· ris; Arduino, protonotario imperial.

... Constituciones de Clarend6n

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Anno ab Incarnatione Domini MCLXIV, papatus Alexandri anne I V, illustrissimi regis Anglorum Henrici secundi anne decima, in praescmia ejusdem regis, facta est ista recordatio vel recognitio cu jusdam panis consuetuclinum et libertatum et dignitatum anteccssorum SUOIum, videlicet regis Henrici avi sui, et aliorum quae obscrvari et teneri debent in regno. Et propter dissensiones et discordias quae emerseranr inter clerum et Jusririas domini regis et barones rcgni de consuetudinibus et dignitatibus. facta est ista recognitio coram Ilrchicpiscopis et episcopis et clero ct comitibus et baronihus et proceribus regni. Et easdem consuetudines rccognitas per archiepiscopos et episcopos et comites et barones et per nobiliores et antiquiores regni, Thomas Cantuariensis archiepiscopus, et Rogerus EOOncensis archiepiscopus, et Gillibertus Londoniensis episcopus, et Hen ricus Wintoniensis episcopus , et Nigellus Euensis episcopus, e t Willelmus Norwicensis episcopus, et Robertus Lincolniensis episcopus, er Ricardus Cicestrensis cpiscopus, et Bartholomaeus Exoniensis cpiscopus, et Robertu s Herefordensis episcopus, et David Menevensis episcopus, et Rogerus \"'igornensis electus, concesserunt, et in Verbo Verilatis viva voce firmiler promiserunt tenend:ts et observandas, domino regi et hacrcdibus suis, bona fide et absque malo ingenio, praesenlibus iSli5 ... Consuetudinum vero et dignilalum [egni recognit!lrulll quadem pars praesenti scripto continetur. Cujus partis capitula haec sunt: Cap. i. De advocatione et praesenratione ecclesiarum 5i controversia emerserit inter laicos, vel inter laicos et elericos, vel inter elericos, in curia domini regis tracle tur vel terminelUr. Cap. ii. Ecclesiae de Ecudo domini regis non possunt in perpetuum dari absque tlssensu et concessione ipsius. Cap. iii. Clerici recl:1Ii et acrusati de quacunque re, summomu a Justitia regis venient in curiam ipsius, re5ponsuri ibide.m de ~oc und~ vi.debitur curiae regis quod ibidem sit respondendum; et In curia ecc~e~!asuc~, unde videbilUf quo dibidem sit respondendum; ita ~uod Jus:Jt~a regts mittel in curiam sanctae ecdesiae ad videndum qua rauone res tbJ tracta, W. Srubbs, Sdtrl Cbarurr and Olbu II/liftralionr 01 ElIglirb C'JJlSlil"liQII~1 HisIO,.,. ed. 1884, pp. 137·140.

Constitllciolles de Clarend6n En el ano de la cncarnaci6n del Senor 1164, en eJ cuarto :lno del pontificado de Alej:lOdro, y en el dccimo ano del reinado del muy ilustre rey de la nad6n inglesa, Enrique II, se hizo la sigu iente relaci6n 0 memorandum de lIna pane de las costumbres, Iibertades y dignidades de sus predecesores; eslO es, de su abuelo el rey Enrique y de Olros, las cuales deben observarse y conservarse en el rei no. ESle memorandum fue hecho en In presencia de los 3rzobispos, obispos, cierigos, condes, batones y los nobles del reino a causa de las querelJlls y discordias que han tenido lugar entre los cierigos y los jueces del sefior rey y de los barones del reino tocnnte a las costumbres y dignidades. Y estas mismas costumbres, reconocidas por los ur-lobispos, obispos, tondes, barones y por los hombres mas nobles y venerables del reino, concedieron Tomas, arzobispo de Canterbury; Roger; arzobispo de York; Gilberto, obispo de Londres; Enrique, obispo de Winchester; Nigel, obispo de Ely; Guillermo, obispo de Norwich; Roberto, obispo de Lincoln; Hilario, obispo de Chichesler; Jocelin, obispo de Salisbury; Ricardo, obispo de CheSler; Ban%me, obispo de Exeter; Roberto, obispo de H ereford; David, obispo de SI. Davids y Roger, obispo electo de Worcester, y prometieron lirrnerncmc, pOl' palabra de bOCIl, guardarlas y observarlas en 10 que loca al fey y a sus herederos en la presencia de. Parte de las costumbres y dignidades del reino que fueron redactadas, consta en el presente documento. Los siguientes son los capftulos de esta parte: Cap. i. Toda dispUl1l sobre la presentaci6n de un beneficio 0 sobre la presentaci6n de iglesias que tenga lugar entre seglares 0 entre seglares y c!erigos, 0 entre cierigos, serd llevada ante eI tribunal del senor rey y decidida POt el. Cap. ii. Las iglesias en feudo del senor n:y no pueden ser concedidas ill pupettlllnl sin su conscntimiento y concesi6n . Cap. iii. Los cierigos tirados 0 acusado$ de cualquier olro delilo, cuan· do sean llamudos por eI justicia del rey, vendran a su tribunal para responder a Ius prcguntas que el tribunal del rey considere que deben ser respondidas en el, y 0.1 tribunal de la Iglesia para 10 que se considere conveniente responder en el, con la condici6n de que el justicia del rey mandora un observador III tribunal de b Iglesia para ver el procedimiento que se sigue

ne/UciQllel ,'lIIrt:

lu Igh'siu y el ESll1do

COllf/illlciolsRS

bilur. El si c1ericus conviclUS vel confessus fuerll, non debet de cetero eum ""ecclesia lUeri. Cap. iv. Archiepiscopis, episcopis, et personis regni, non licet exire de regno absque licentia domini regis. Et si exierint, si domino regi placuerit, assecurabunt, quod nee in eundo, nee in moram faciendo, nee in redeundo, perquirent malum vel dammum regi vet regno. Cap. v. Excommunicati non debent dare vadium ad remanens, nec praestare juramentum, sed tantum vadium et plegium standi judicio cedesiae Ul absolvantur. Cap. vi. Laici non debent accusari nisi per ccrtos et legales accusuto. res et testes in praesentia episcopi, ita quod archidiaconus non perdat jus suum, nee quicquam quod jnde habere debeat. Et si tales luerint qui eulpantur, quod non velit vel non audeat aliquis eos accusare, vicecomes requisitus ab episcopo faciet jurare duodecim legales homines de vicineto, seu de villa, coram episcopo, quod inde veritatem secundum conscienciam suam manifestabunt. Cap. vii. Nullus qui de rege tenet in capite, nee aliquis dominicorum ministrorum ejus, excommunicetur, nee terrae alicujus illorum sub imerdicto ponantW', nisi prius 'dominus rex, si in terra fuerit, conveniatur, vel Justitia ejus, si fuedt extra r~gnum, ut rectum de ipso faciat: et ita ut quod pertinebit ad curiam regiam ibidem terminetur, et de eo quod spectabit ad ecclesiasticam curiam, ad eandem mittatur ut ibidem traCtelur. Cap. viii. De appellationibus si emerserint, ab archidiacono debcnt procedere ad episcopum, ab episcopo ad archiepiscopum. Et si archiepisco· pus defecerit in justitia exhibenda, ad dominum regem perveniendum est postre010, ut pra~l?to ipsius in curia archiepiscopi conlroversia terminetur, ita quod non debet uherius procedere absque assensu domini regis. Cap. ix . 5i calumnia emerserit inter clericum et laicum, vel inler laicum et clericum, de ullo tenememo quod clericus ad eleemosinam velit attrahere, laicus vero tid Iaicum feudum, recognitione duodecim legalium hominum, per capitalis Justitiuc regis considerationem terminabilur, utrum tenementum sit pertinens ad eleemosinam sive ad laicum feudum, coram ipso Justitia regis. Et SI recognilum fuerit ad eleemosinam pertinel'e, placilum edt in curia ccclesiastica, si veto ad laicum feudum, nisi ambo de eadem episcopo vel barone advoeaverint, erit placitum in curia regia. Sed si uterque advoeaverit de feudo illo ante eundem episcopum vel baroncm, erit placitum in curia ipsius; ita quod propter factum rccognilionem seisinam non amitrad, qui prior seisitus fueral, donee per placitum dirationatum fuetit. Cap. x. Qui de civitate, vel castcllo, vel burgo, vel dominico manerio domini regis fuerit, 5i ab archidiacono vel episcopo super aliquo deliclo chatus {uerir, unde dcbeat eisdem respondere e t ad citadones corum satisfacere noluedt, bene licet eum sub interdicta ponere, sed non debet excommunicari priusquam capitalis minister domini regis villae iIlius conveniarur, ut justiciet eum ad satisfactionem venire, Et si ministcr regis '.

de Clarelldoll

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~n el caso. Y si el derigo es declarado culpable y conliesa, Iu Iglesia no debe otorgarle su protecci6n pOr mas tiempo. Cap. iv. Los ar'.lObispos, obispos y subditos del rcino no pUCdCll solir del reino sin e! permiso del sefior rey. Y si 10 haccn, si eI rcy asf 10 desea, prometeran no hacer nada en perjuicio del rey 0 del rcino ni en eJ viaje de ida, ni durante su perm:lnencia, nj a su regreso. Cap. v. Los que eslan excomulgados no harao una promesa perpetua, ni prestaran jurnmenlo, sino solo daran una garuntfll y harfin promesa de pl'csent:usc en persona :mte d tribunal eclesiastico para recibir la absolu· ci6n. Cap. vi. NingUn seglar sera 3cusado en presencia del obispo sino por acusadores y testigos dignos de confianla y de acuerdo con In ley, para que el archidiacono no pierda su derecho y 10 que Ie sea debido. Y si hay per· sonas que son culpables pero que nadie quiere 0 no se atreve a acusarlas, cl sheriff, avisado por eI obispo, had que doee hombres buenos de la comunidad u del Jugar juren en presencia del obispo que descubrin'in la verdad segun su conciencia. Cap. vii. No se cxcomulgnnl a ningun vasallo directo del rey , ni a oficial alguno de sus demesne, ni las lierrus de ninguno de eUos se pondron en enlredicho sin antes haber pedido justicia para cl a1 fey, si est
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Reioc;om:J enlre lo Jglesia 'Y el ESJado

COII!titllcionJ:J de C/orclld611

inde defecerit" ipse erit in misericordia domini regis, et exinde poterit .' episcopus ipsum accusalurn ecclesiastica justitia cohibel'e. Cap. xi. Archiepiscopi, episcopi, et universae pees.onae regn,l, qUi de rege tenem in capite, haber'lt ,~ssessi0!1~s s~as d~ dommo rege SICUt b,arooiam et inde respondent jUStltllS et mmlstrls regIs, et sequuntur t!,t facluot omnds rectitudines et consuetudines regias, et sicu! barones celem, debe,m interesse judicijs curiae domini regis cum baronibus, usque dum perveOlatur in juicio ad diminutionem membrorum vel mortem, , ,. Cap, xii, Cum vacaverit archiepiscopams, vel episcopatus, vel abbaua, vel prioratus de dominio regis, debet esse in manu ipsius, et in,de petcipiet omnes reditus et exitus sicut dominico5. Et cum ventum fuent ad cansuecclesiae debet dominus rex mandare poliotes personas ecdesiae, et in lendurn ~ape1la ipsius domini regis debet fieri dectio assensu ,domin,i ,regis er consilio personarum regni, q~as ad hoc ~aciend~m, voca~e,rlt. Et ,IbIdem fader e1ecms homagium et fidehtatem dommo regl Slcut hg~o dommo" de vita sua et de membris et de honore suo terreno, salvo ordme suo, priUSquam sit conse<:rntus. . , . . . ' Cap. xiii. Si quisquam, de procenbus regnl.de.fort.l~vetlt ar.chleplscop~, vel episcopo, vel archidiacono, de se vel de SUIS Justlu?m e;
obligue a responder a In citaci6n, Y 5i eI oncial del rey no haec case de eSle asunto, se pondd a la merced del rey, y, a parti.r de entonces, el obispo puede obligllr al acusado por medio de 1a justicia edesiastica. Cap. xi. Los arzobispos, obispos y todas las personas del teino que hayan recibido beneficios directamente del rey, tienen dicha posesi6n del sefior rey como una baronia, son responsables de ella ante los justicias y onciales del rey y tienen que observar las mismas obligaciones reales y costumbres y, al igual que los otros barones, tienen que tomar parte en el tribunal del sefior rey con los otros barones hasta la terminaci6n de los juicios de los CASOS cnpitales, Cap. xii. Permaneceran en peder del rey arzobispado, ohispado 0 ahadia 0 priorato en tierrns del rey, cuando esten vacantes; el rey percibid. codas sus rentas y enlrndBs como 5i fueran rentas y entradas de un demesne. En la provisi6n de llna iglesia, el sefior rey tiene que citar a las personas principales de la Iglesia, ya la elecci6n tendra lugar en la capilla del sefior rey can el consentimiento del mismo rey y con el coosejo de las personas del reino que habra citado para este fin. Y aUf el elegido presro.r:i homenaje y fidelidad al senor rey como a su senor feudatario par su vida y sus rpiembros y por su honor terrenal, salvo su estado, antes de ser consagrado. Cap. xiii. EI sefior rey traera ante la justicia a cualquiera de los nobles del reino que impida a un arzobispo u obispo a archidiacono hacer justicia a sf mismo 0 a su pueblo, Y cunlquiera que impida al senor fey, los arzobispos, obispos y archidiaconos tiene que juzgarle para que de satisfacci6n al sefior rey. Cap. xiv. Ninguna iglesia 0 cementerio debe retener, contra Ia justicia del rey, los bicncs muebles de los que estan bajo In pena del rey ; estos bienes muebles pertenece nal rey, ya se encucnt ren en las iglesias 0 fuera de elias. Cap. xv. Casos de deudas debidas bajo promesa de fe 0 sin promesa de fe, perteneecn a la jurisdicci6n del rey. C3P, xvi. Los hijos de los villanos rUsticos no seran ordenados sin el consentimicnto del sefior en cuya tiern se sabe que han nacido. El registro de las dichas costumbres y dignidades reales file hecho por los arzobispos, obispos, condes, barones, nobles y dignararios del reino en Clarendon, cuatro diu antes de In Purificaci6n de la bienaventurada Maria, siempre Virgen, en presencia del sefior Enrique, en compaiifa de su padre, el sefior rey. H3Y, adem5s, oUas muchas y grandes costumbres y dignidades de la Santa Madre In I glesia que no estan incluidas en este documento. Que se preserven para la Santa Iglesia y e1 sefior rey y sus herederos y los barones del rei no, y que sean observadas inviolablemente para siempre,

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Decretal «Novit ille» det papa Inocencio III (12 04 )

Decretal «Novit ille» del papa Inocencio I II I

Novit HIe, qui nihil ignorat, qui scrutator est cordium nc conscius secrctorom , quod clarissimum in Christo filium nostrum Philippum regem Francorum illustrem de corde puro et consciencia bona et fide non fi cta diligimus, et ad honorem ac profectum et incrementum ipsius efficaciter adspiramus, exahationem regni Francorum sublimationem sedis apostolicae reputantes, quum hoc regnum benedictum a Deo semper in ipsius devotione permanserit, et ab eius devotione nullo, sinn credimus, tempore sit discessurum ; quia, licet interdum hinc indc £ant immissiones per angelos ma los, nos tamen, quia satnnae non ignoramus nstudas, circumventiones ipsius studebimus eviale, credentes, quod idem rex illius seduci fallaciis non se permittet. Non ergo putet aliquis, quod iurisdictionem aut potestatem illustris regis Francorum perturbare su t minuere intendamus, quum ipse iurisdictionem et potestatem nostram nee velit nec debeat ethan i~pedire, quo.mquam iuri sdictionem proprhull non sufficiamus explere, cur alienam usurpare vellemus? Sed quum Dominus client in evangelio: «Si peccaverit in te frater tuus, vade et cortipe eum inter te et ipsum solum. Si te audierit, lucratus erit frat rem tuumj si te autem non audierit, adhibet tecum D.dhucunum vel duos, ut in ore duorum vel trium testium stet omne verbum. Quos si non audierit eos, die eccJesiae; si au tem ecclesiam non audierit, sit ubi sicut ethnicus et pubIicanus,» et rex Angliae, sicut asserit, sit paratus sufficienter ostendere, quod rex Francotum peccat in ipsum, et ipse circa eum in correctione processit secundum regulam evangelicam, et tandem, quia nullo modo ptofecit, dixit ecdesiae: quomodo nos, qui sumus ad regimen universalis ecclesiae superna dispositione vocati, mandatum divinum possumus non exaudi re, ut non procedamus secun. dum forman ipsius , nisi forsitam ipse coram nobis vel legato nostro suffi. cientem in contrarium rationem os tendat? Non cnim intendimus iudicare de feudo, cuius ad ipsum Speclat iudicium, nisi forle iuri communi per speciale privilegium vel contrariam consuetudinem aliquid sit detractum, sed decernere de peccalo, cuius ad nos pertinet sine dubitatione censura, quam in quemlibet exercere possumus et debemu •... Quum cnim non humanoe 1;onstitutioni, sed divinae legi potius innilAmur, quia potestas nostra non est ex homine, sed ex Deo: nullus, qui sit sanae mentis, ignoul, quin ad officium nostrum spected de quocumque , Corpus Juris CIlIIOlliei, ed. A. Friedberg, vol. II , cols. 242-244.

EI que nnda ignora y cl que, conocicndo los secretos, es escudrinador de corazQnes, sabe que amllmos a nuestro ilustte hijn cn Cristo, Felipe, rey de los franceses, con coraz6n puro, buena conciencia y sincern fidelidad; fnvorccemos genuinamente su honor, exilo y prosperidad reficxionando en et aumento del reino frances 'I en la exaltaci6n de la Sede Aposl6lica, y, cleseando que este reino, bendecido pot Dio$, permanezca ell su devoci6n y que nunea se separe, asi 10 esperamos, de esta devoci6nj pues, nunque algunas veces, de vez en vez, se hace vcr In influencia de los angeles pervcrsos, ttrlbajaremos, no ignorandn Ia astucia de Satan, cn avitur sus tentaciones con la esperanza de que el clicho rey no se dejani tentar por sus engaiios. Que nlldie, por tanto, supongll que pretendemos perlUl"bar 0 disminuir la jurisdicci6n 0 poder del ilusrre rey de los £ranceses, de la misrna m;lIlera que el no quiere ni debcrfa poner obstaculos D. nuestra jutisdicci6n y poder, pOr que vamos a desear usurpar la de otro? Pero el Senor dice en eJ evangelio: «5i tu hermano te ofen de, ve y reprendele solo entre los dos. Si te escucha, recobrnds a tu hermano . Y si ei no te oye, Jleva conligo uno 0 dos mas, parD. que toda palabra. perdure en la boca de dos 0 tres testigos. Y si rehusa escucharles, da aviso a Ia I glesia. Y si no oye a In Iglesi a, que sea para ti 10 que el inlieJ y el publicano .• Y el rey de Inglaterra esta preparado, al menos eso dice, a probar suficientemen te que el rcy de los fnlllceses peca contra el, que el mismo trat6 de enmendnrlo a tenor de la regia evangelica y que entonces, al no tener exilo, 10 comunic6 a la I glesia. Y c6mo podemos nosotros, que hemos sido llamaclos pOr la mas aha disposici6n al gobierno de toda la Iglesia, librarnos de obedeccr el divino mandato y no proceder segun la regia a no ser que, por ventura, presente ante nnsotros 0 en Ir. presencia de nuestro legado suficien ce justificaci6n de 10 contrario? Pues, no pretendemos hacer justicia en asuntos fcudnles, cuya jurisdicci6n Ie pertenecc, siempre que no viole algo de In ley comun por un privilegio especial 0 por una costumbre contraria, pero nOSOtros queremos decidir en la cuesti6n d~ peccato, cuya censura nos pertenece sin Juda, y nosouos podemos y debemos ejerdtarla contu cual. quieta ... En esto, por supuesto, no nos apoyamos en ninguna conslituci6n humana, sino en mucho mas , en la ley divina, porque nuestro poder proccde no de hombre, sino de Dios; cualquiera que este en su sano juicio sabe que es propio de nueStro CD.rgo apartar al cristiano de todo pecaclo mortal y obligarle, si desprecia la correcci6n, con penas eclesitisticas.

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Re/acioner entre la Iglesia y el ESlado

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morIaH peccato corripere quemlibet Christi anum, et, si correctionem contcmpscrit, ipsum per disaictionem ecclesiasticam coercere ... Quod aUltm possimus et debeamus etiam coerceee, patet ex eo, quod ioquit Dominus ad Prophetam, qui fuit de sacerdotibus AnathOI: «Ecce constitui Ie super gentes et regna, ut evellas et destruas, et dissipes, et aedifices, et planles.,. Constat vero, quod evellendum destruendum et dissipandum est arnne mortale peccatum. P raeterea q~um Dominus daves regni coelorum B. Petro tradidit, dixit ei: «Quodcumque ligaveris super terram, eeit ligatum et in caelis, et quodcumque solveris super terram, teil solutum et in .coe.lis.~ Verum nullus dubitat, quin oronis mortaliter peL'Cllns apud Deum Si t hgatus. Dr ergo Petrus divinum judicium imitetur, ligare d~bet in terri.s. quos ligfltos esse constat in coells. Sed forsBn dicelur, quod altter cum alns est agendum. Ceterum scriptum Ilovimus in lege divina: «Ita magnum iudicabis, u t patvum, nee erit apud te accepdo personarum,» quam B. I acobus imervenire testatur, «si dixeris ei, qui indutus est veste praeclara, tu sede hie bene; pauperi auten, tu sta illk, aut sede sub sea· bello pedum meorum .» Licer au tem hoc modo procedere valeamus super quolibet el"iminali peccato, ut peecatorem revocemus a vitio ad virtutem ah er~ore ad veri~ate.m, praeeipue tamen quum contra pacem peccntur, qlla~ est v1.nculum carnatJs ... Postremo quum inter reges ipsos reformata fuerint pacis foedera, Cl utrinque praestito proprio iuramento 6rmata, quae tamen usque ad tempus praetaxatum serva~a non fuerim, numquid non poterimus de iuramenti religione cog~oscere, quod ad iudicium ecdesiae non est dubium pertinere, ut rupta pacls foedera reformentur? Ne ergo tamam discordiam videamur sub dissimulatione fovere, dissimulare religiosorum locorum excidium, et stragem negligere populi QlIistiani, dilecto 6lio Abbate Casemarii praediclo I~gato dedimus in praeceptis, ut, n.isi rex ipse vel solidam pacem cum prae· dlcto rege reformer, vel treguas meat cornpetentes, vel saltern humiliter patiatur, ut idem abbas et venerabilis frater noster archiepiscopus Bituri· ceosis de plano cognoscant, utrum iuxta sit querimonia, quam contra eum proponit coram ecclesia rex Anglorum, vel ejus exceptio sit legirima, quam contra eum per suas nobis literas duxit exprimendam, iux ta formam sibi datas a nobis procec,lere non omittat. Ideoque universitatibus vestris per apostolica scri!?ta manda~us, et in virtute obedientiae districte praecipi· mus, quatenus 'postquam Idem abbas super hoc mrmdatum fuerit apostolicum exsecutus, sententiam eius, jmo nos tram verius recipiatis humiIiter et vos ipsi servetis et faci:lI is ab aliis observari, securi, quod si secus egeritis inobedientiam vestram puniemus.

Decretal de Inocencio III

1-15

Que podemos y debemos obligllr se deduce claramente de las palabras que el Senor dijo al profeta , que era uno de los sacerdotes de Anatot: «Lo, teo he constituido sabre las naciones y sobre los reinos para arrancar y derrthar, para perder y para destruir, para constuir y plantar.» Es evidente que 10 que se ha de arrancar, derribar y destruir es todo pecado mOrlal. Ademas, cuando el Sefior tntreg6 al bienaventurado Pedro las Ilaves del reino de los cidos, Ie dijo: «La que desata~s en i:l tierra, sera desatado en los cielos.» Nadie duda, en vetdad, que el que cornete pecados morta· les, esta alado en la presencia de Dios. Si, por tanto, Pedro tiene que imi· tar la justicia divina, debe atar en In tierra a los que se sabe estan atados en los cielos. Quizas alguno dira que los reyes deben ser tratados de dife· rente manera. Peto, segUn sabemos, esta escrito en la ley divina: «No h~bni distinci6n de personas; oids al pequefio 10 mismo que al grande; n.1 respetad~ la persona de nillguno porque es el juicio de Dios;» y Santiago es tesugo de c6mo tiene lugar una distinci6n: «Si viene a tu teulli6n una persona con un anillo de oro, en atuendo impecable y viene tambi~n un ho,?bre po.bre cn atu.endo miserable, y te muestras deferente con el que esta bien vestJdo y Ie dices: sen taos aqu! c6modamellte; pero deds <11 po· bre: peEmallcced en pie 0 sen taos junto a mi escabe.» Estamos aSI autorizados 11 usar el pader para proceder de este modo en cualquiet caso de un pecado criminal para traer al pecador del vido a Ia virtud y del error a la verd::td, y con mas raz6n si los pecados son cometidos contra la paz que es el vinculo de la caridad. ' Finalmenle, puesto que los tratados de paz deben ser tenovados entre ~os dos reyes, .y, puesto que han sido confirmados por ambas partes con Juramentos viilidos pero no cumplidos dentro del tiempa fijado, no podremos nosotros estudiat estos juramentos religiosos, Jos cuales, no hay duda penenecen a la jurisdicd6n de la Iglesia, para reslablecer los quebranlado~ tratndos de paz? Para que no parezca que favorecemos hip6critamente tal discordia, que ocultarnos la destrucci6n de lugares sagrados y que no hacernos caso de la ruina del pueblo cristi:mo, comunicarnos al ya mendona· do legado, nuestro amado hijo el abad de Casnmari, que, a no ser que el rey (de Francia) restablezca con eI dicho rey (de I nglaterra) una paz firme, o concIuya una tregua adccuada, 0 por 10 menos permanezca humildemente inactivo para que este abad y nuestro venerable hermano, el arzobispo de Bourges, investiguen extrajudicialmente si las quejas presentadas contra el :lnte la Iglesia por el rey de los ingleses, son justas, a si su defensa contra el querellante es verificada, 10 cllal ha rnanifestado en la carta que nos ha enviado, sin olvidar eI procedimiento que hemos sefialado para d. Y man· damos a rodos vosotros par medio de esta carta aposI6lica y os ordenamos en virtud de obediencia que nos debeis que, cuafido el rnencionado abad lIeve a cabo las inttucciones apost61icas en este asunto, acepreis su ded. si6n, la cuaI, en realidad, sera nueSlra sentenda de una manera humilde que la observeis ~osotros y que haguis sea obser~ada por Olros, estando se~ guro de que castlgaremos vuestra desobedienda si no la cumplfs.

Juan Sintierra entrega el reino de Inglaterra a la Santa Sede (1213)

Johannes,' Dei gratia, rex Angliae, dominus Hiberniae dux Normanmae, et Aquita?niae, c0!l1es Andegaviae, omnibus Christi' 6delibus praesentem carta,m InspeetorlS, salutem. Universitllti vestrae per hane eartam nostram sanetam ecciesiam offenderimus in multis et proinde Divina misericor~ia pl.urimum indigere noscamur, nee quid digne offerre possimus pro satls(actlone Deo et eedesiae debita facienda, nisi nos ipsos et regna nos~ra hun~i~ie~us: -Volentes nos ipsos humiliare pro IlIa Qui Se pro n?~ls hU~·lIl!av!t. usque ad mortem, gratia Sancti Spiritus inspirante, non VI Induct! nee t!more coacti, sed nostra bona spontaneaque voluntate ac communi consilio baronum nostrorum, offerimus et libere concedimus Oeo et sanctis apostolis Ejus Petro et Paulo et sanclae Romanae ecclesille mlltri nostrae, ac domino nostro papae Innocelliio ejusque ca t.holicis su~sori · bus,. totu~ reg.num Anglia~ ~t totum regnum Hiberniae, cum omni jure et pertu~entl!s ~~!s, pro remlSSlo~e peccalorum nostrorum et totius generis noslr! pro VIV1S quam defunctls; el amodo ilia a Deo et ecdesia Rom:ma tanquam foedatarius reeipien tes et tenentes, in .Ilraesentia prudent is viri Pandul~, domini papae subdiaconi et familiari s, lidelitalem exinde praedicto domino nosuo papae Innocentio, ejusque catholicis successoribus et ecclesiae Romnnae, secundum subscriptam formam facimus et juramus et h~magium. ligium in praesenti a domini papae, si coram eo esse poterj~us, eldem facle.mus; succ~so~~s et haeredes nostr.os de uxore nostra in per. petuum obltgantes, ut slmdl modo summo ponufici que pro tempore fueri t et ecelesiae Romanae, sine contradictione debeant lidelitatem praestare e~ homagium recognoscere. Ad indicium autem hUjU5 perpetuae nostrae obli. gationis et concessionis voiumus et stabilimus, ut de propriis et specialihus redditibus praedictorum regnorum nostrorum, pro omni servitio et (onsuetudine quod pro ipsis !acere debt:remus, salvo per omnia dena rio beati Petri, ecclesi!l Romana mille filarcas sterlingorum percipiat annuarim scilicet in festo ~ancti Mi.c?aelis quingentas marcas et in Pascha qUingentas marcas; septlgentas schcet pro regno Angliae et trecenlas pro regno I-liherniae : sal vis nobis et haeredibus nostris justitiis, libertatibus, et reglllibus nostris, quae omnia, sicut supradicta sunt, rata esse volentes perpeluo

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juan Sinlierra dona el rei110 de Inglaterra a fa SOlita Sede

I

W. Stubbs, loe: at., pp. 284·286.

Juan, por lu grncia de Dios, Rey de lnglaterra, senor de Irlanda, duque Normandla y Aquitania, conde de Anjou, salud a todos los lieles crisHanos que yean eSln presente cedula. Es nuestro deseo que todos vosotros sepais por esta nuestra cedula, In cual lleva .nuestro sello, que, puesto que hemos ofend ida n Dios y a Nuestra Santa Madre la Iglesia en rnuchas cosas y par 10 tanto es publico que necesitamos grandemente la misericordia divina, y puesto que no podernos ofrecer aDios y a la Iglesia nada que s~u digno y propio para rendir debidamente satisfacci6n aDios y a la Igle:sla a no set que nos humiUemos nosatros rnismos junto con Iluestros rei· nos; Nosotros, deseosos de humillarnos por Aque1 que se humil16 por noso.tros hasta la. muet~e, inspi.rados por la gracia del EspIritu Santo y no movldos por la vlOlencla u obltgados por el temor, sino obrando pot nuesUa espontanea buena voluntad y por el cansejo unanime de nuestros baranes, ofrecemos y concedemos libremente aDios y a sus santos ap6slOles Pedro y Pablo y a Nuestra Madre la Santa Iglesia, a nuestro sefior eI papa Tn.ocencio y a SIIS sucesores cat61icos, IOdo eI reino de Inglalerra y todo eI remo de Trlanda can todos sus dcrechos y pencnencias por 1a remisi6n de nuestros pecados y los pecados de todos los miembros de nuestra familia viyos y muertos; .y recibiendolo5 y leniendolos, de aquI en adelantc, d~ Dlos y de la Igles!a romana como vasallo, preslamos :ahora y juramos vasalIaje al mencionado nuestro sefior papa Tnocencio, a sus sucesores 0116Iicas y a In Tglesia romana en presencia de este hombre prudente, Pandulfo, subdi~cono y miembro de In familia del sefiot papa, segun Ia f6 rmula ,-!ue adjunlamos; y prestaremos homellllje en presencia de! senor papa en caso de que nos sea posible ir ante cl; y obligamos en perpeluidad a nues· tros.succsores y a los herederos par nueslra espos:! a observar, sin can· trad!cci6n, fidelidad y prestar vasalIaje de igual manera al supremo pontf{ice de entonces. PlIra evidenciar esta nuestra obligaci6n y concesi6n perpetuas queremos y establecemos que de las renlas ordinarias asf como de Jas extraordinarias de [luestros mencionados reinos por todo setvicio y costumbre, que nos o\Jligarernos a rendir pOl: ellos, salvo en todos los aspectos, eI 6bolo de slIn Pedro, la Iglesia RomanI! reciba anualmcntc mil marcos de plata, quinientos en la fiesta de san Miguel, y quinientOs marcos por Pa scua ; es deeir, setecientos por eI reino de Inglaterra y treseienlOS por el teino de Irlanda; queremos que todo 10 dicho, salvo nueSlra jurisdicci6n, libertades y regalfas para nostros y nuestros herederos, ~ea ~e

fH •••

Relaciofles entre

to

Iglesia y el Estado

arque firma, obligamus nos et successores nastrOs contra non venire. Et si nos vel aliquis Sllccessorum nostrorum hoc attemptare praesumpserit, quicunque fuecit, .ille, nisi rite commonitus resipuerit, cadat a jure regni, et haec carta obilgationis et concessionis nosteae semper firma permaneat. F6rmula del juramcflto de fidelidad:

Ego Johannes, Dei gratia, rex Angliae et dominus Hiberniae ab hac hora inanlea lidelis eo Dea et bealo Petro et ecclesiae Romanae ac'domino meo papae I nnocentio ejusque succes~oribus catholice intrantibus: non ero in facIo, dicta, consensu vel consilio, ut vitam perdant vel membra, vel mala captione capiantur . Eorum damnum, si scivero, impediam et sernavere faciam si poterQ : alioquin quam citius potero, intimabo vel tali personae dicam quam eis credam pro cetto dicturam. Consilium quod mini crediderint, per. se vel per nuncios suos seu per litteras suas, secretum tenebo et ad eorum damnum nuUi pandam, me sciente. Patrimonium heati Petri et specialiter regnum Angliae et regnum Hibertiae, adjutor era ad tenendum et defendendum cont ra omnes homines pro posse mea. Sic Deo me adjuvet et haec sancta Evangelia. Teste me ipso apud domum Militiae Templi juxta Doveriam, coram domi71? H. archiepiscopo Dublinensi, domino ]. Norwycensi episcopo; G . Fluo Petri comite Essexiae justitiario nosteo; W. camite Saresberiensi fratre nostro; W. Macescallo comite Penbrociae; R. comite Boloniensi' W. comite Warenniae; S. comite Wintoniaej W comite Arundelli; W. c~­ mite de Ferreriisj W. Briwerj Petro filio Hereberti; Warino filio Geroldi; XV die Maii, anna regni nostri XIV. • "

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Juan Sintierra dOlla el rcillo de Inglaterril

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valida a perpetuidad, y nos obligamos nosotros mismos y nuestros sucesores a no contravenirlo. Y 5i 110sotros 0 U110 de nuestros sucesores se atreviera a intentarlo, quienquiera que sea, si no se enmienda despues del aviso pertinente, que pierda sus derechos al reina, puesra esta cedula de nuestra obJigaci6n y concesi6n sera siempte valida. F6rmula del juramento de fidelidad: Yo, Juan, par la gracia de Dios rey de Inglaterra y senor de Irlanda, en adelante sere Gel aDios y al bienaventurado Pedro y a 1a Iglesia ramana, y a mi sefior papa I nocencio y a sus sucesores que suban a la sede cat61icamente; no sere causa par obra, palabra, consentimienlo 0 coosejo de que pierdan su vida 0 miembIo, 0 que sean puestos en cautividad. Impedice, si 10 se, que sufran dano, y hare remover el dano 5i puecio hacerlo; o les informare de ello tan pronto como sea posible, 0 10 comunican;: a la persona de la cual yo crea can certeza que les informara. Si me conHan su consejo en persona 0 par media de sus enviados 0 por sus canas, guardare secreta y no 10 revelare a sabiendas a nadie para perjuicio de eUos . Asistire, scglin mi capaddad, a sostener y defender el patrimonio del bienavenlurado Pedro y en particular el reino de Inglaterra y el reino de Irlanda contra todos. Que Dios y estos santos evangdios sean mis testigos. Yo mismo di testimonio en la casa de los caballeros templarios cerca de Dpver, en presencia de lord H., arzobispo de Dublin; lord]., obispo de Norwick; G., hijo de Pedro, conde de Essex, nuestro Justicia; R. conde de Salisbury, nuestro hermano; \VI. Marshall, conde de Pembrocke; R. conde de Boulogne; W. conde de Warenne; S., conde de \V'inchesterj W. conde de Arundel; W., conde de Ferrieres; \V'. Brivet; Pedro, hijo de Herberto; Wain, hijo de Gerald. A 15 de mayo, en el ana decimo cuarto de nuestro reinado .

Decretal «Vellerabilem» de Inocencio III

I

1. Venernbilem fratrem nostrum ... Salzburgensem nrchiepiscopum et di]ectum filium... abbatem de Salem et nobilem virum... marchionem Orientalem, quorundam principum nuntios ad sedem apostolicam destinatos benigne recepinus et cis benivolnm duximus audientiam indulgendam. Lineras quoque, quas per cos quidam nobis principes destinarunt, diligenter perlegi fecimus et que continebantur in eis notavimus universa. 2. Inter cetera vero, que dicti principes per easdem nobis lineras intimarunt, hac precipue objectione sunt usi dicentes, quod venerabilis hater noster Pre· nestinus episcopus, apostolicc sedis legatus, aut e1ecloris ge5sit aut cognitoris personam; si e1ectoris, in alienarn rnessem miserat fa!cem suam et electioni-se ingerens principum derogaverat dignitati; 5i cognitoris, nbsen· te altera partium videtur perperam processisse, cum citata non fuerh et ideo non debuerit contumax iudicari. 3. Verum nos, qui secundum apos· tolice servitutis officium SUtnuS singulis in iustitia debitores, sicut iustitiam nostram ab ali is nolumus usurpari, sic ius principum nobis nolumus vendicate. Unde illis principibus ius et potest:nem eligendi regem in impe· ratorem postmodum promovendum recognoscimus, ut debemus, ad quos de iure ac antiqua consuetudine noscitur pectinere; presertim ctlm :Jd eos ius et potestas huiusmodi ab apostolica sede pervenerit, que Romanum imperium in persona magnifici KaroH a Grecis translulit in Germanos. 4. Sed et principes recognoscere debent et utique recognoscunt, quod ius et auctoritas examinandi personam electam in regem et promovendam :JJ imperium ad nos speclat, qui earn inungimus, consecramus et coronamus. Est enim regulariter ac generaliler observatum, ut ad eum examinatio persone pertineat, ad quem impositio manus spectat. Numquid enim si principes non solum in discordia, sed etiam in concordia sacriIegium quemcumque vel excommunicatum in regem, tirnmpnum vel fatuuffi, hereticum c1igerent aut paganum, nos inungere, consecrare ac coronare hominem huiusrnodi deberemus· Absit omnino ... 6 ... Quod llutem, cum in electiones vota principum dividuntur, POSt nm· rnonitionem et exspectationem alteri panium £avere possimus, maxime postquam a nobis tlnctio, consectalio et coronatio postulantur, sicut utraque pars a nobis multotiens postulavit, ex iure patet pariter et exempJo. M()mllJl~llId

G~rllldlliat

Hit/oricd.

PubliCa Impera/orum et Regultl,

ugrllll Seaio IV. C()n!tituli(Jllt.r et ANn

II, pp. '0'·'07.

Decretal «Venerabilem» de Inocencio III Hernos recibido hondadosamente a nuestro venerable hermano el arz· obispo de Salzburgo, a nuestro amado ~ijo el a~ad de Salmansweib;t y al noble marques de Este, los cuales han sido envl ados por algunos prmclpes como embajadores nnte la Sede Apost6lica, y decidimos otorgorles una nudiencia benevola. Hicimos que se leyera con todo cuidado la carta que por Sli medio habra sido despechada por algunos nobles y prfncipes, y hemos tornado nota de todo su contenido. 2. Entre otras cosas, algunos prfncipes se qllejan de que nuestro venerable hermano, e1 obispo de Palestrina y Legado de Ia Sede Aposl6lica, se port6 como un elector 0 como juC'.l; si como elector, us~ba su hoz en cosecha ajena e, imervinienJo en Ia e1ecci6n, desaereditaba In dignidad de los electores; si como juez, pareee ~vidente que procedi6 con error, porque una de las partes no estabn prescnte, no estabn cit ada, y asf no podia ser juzgada contumaz. 3. De la misma manera que nosotros, que debemos justicia a individuos particulates de acucrdo al servicio lInido al cargo apost6lico, no queremos que nueSlra jusricia sea usurpada por ottos, asi tampoco Jeseamos vindicar para nosotros los dcrechos de los principes. Por 10 cual, reconocemos, segun debemos, el derecho y el poder de los prlncipes, a quienes pertenece por derecho y antigua costumbre, de elegi T rey e1 cual es m:is tarde e1evado a la dignidad de emperndor; y en particular, en cuanto que han recibido este derecho y poder de la Sede Apost61ica, que habia transferido el 1m" perio romano de los griegos a los alemanes en In persona de Carlomagno. 4. Pero, por otro Iado, los prfncipes deben reconocer, y 10 reconocen, que el derecho y Ia autoridad de examinar la persona elegjda rey, In cunl debe ser e1evada nl cargo de emperador, nos pertenece a nosotl'OS, qut: la ungimos, consagramos y corenamos. Pues, genera lmenre se ha observado que el exnmen de la persona pertenece al que va a imponer las manos sobre ella. Par consiguiente, si los prfncipes, divididos 0 incluso umlnimes, e1igen pOI su rey a una persona $.lcrilega 0 excomulgada, n I1n tirano 0 a un idiota, a un hereje a un pagano, estamos obligados a ungir, consagrar y coronar a semejante individuo? Ciertamente, no ... 6. Y es evidente tanto por la ley como pOI" el preced.::nte 'll1e, 5i en una elecci6n los voros de los prfncipes estan divididos, noson-os, despues de Ull aviso npropindo y de una espera adecuadn, podemos inclinarnos par una de las dos paries, especinlmente cuando van a pedirnos la unci6n, consagraci6n y coronaci6n, y frecuentemente ha sucedido que ambos bandos

°

l~elaciOflcs

entre fa f.gfesia y el ESlado

Decre/al de Illocencio II I

coim, si principes ammoniti et exspectati vel non polerint vel

nos 10 han pediclo. Pues, sj los principes, dbPut~5 de habet ~ido avislldos y concedida una demora, no pueden 0 no se pencn de acuerdo, la Sede Apost61ica se encontrani sin abogado y sin defensor, y entonces no sed. par su culpa el que la Iglesia sea castigada? .. 11. Puesto que no seremos apart:ldos pOl' circuLlstancia alguna de nuestra intenci6n, insisliremos en ella, y asl como nos haocis urgido quc no demos nuestro apoyo a ese duque (Felipe de Hohenstaufen), ahara Ildver· limos a vuestr:l noble-L.a y la conjuramos pOt eslas lelras apOst6licas a que, pues ya que confiais en nuestro favo r, y esperalllOS que sea pOI' devoci6n nuestra, abandoneis totalmemc hi causa del yo mencionado duque Felipe no obstante cualquier juramento que Ie hay,iis prestado tocante a1 ~illO; pues tales jurameotos no obligan, pues no puede lllcanzar la dignidad imperial al ser rechazado. Par el contra rio, abrazad abiertamcnte y can elicllcia la callsa del rey Ot60 a1 que, con la ayuda de Dios, intent amos Hamar a la corona imperial; si, siguiendo nuestro aviso, as unis a el, as hareis acreedores de una manera muy particular y serbs entre los primeros en obtener su favor y benevolellciu, y cn CStO (cndreis, por arnor a nuestra noble-L.a, todo nuestn) favor.

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N~mquid

noluerin t [onvenire, apostolicll sedes advocato et defensore carebit eorum· que culpa ipsi redundabit in peoam? .. 11. Cum ergo nos flecti a naSlIO proposito nulla pcnitus occasione possimu5, sed in eo polius firmissime et tu nobis sepe pcr Hueras luas cluxeris suggerendum, ut cldem dud nuUatenus faveremus, nobilitatem tuam monemus et exhortaroue in Domino cr per aposlolica scripta mandamus, quatenus, sicu[ de gratia noslra confidis et nos de rue devolione speramus, de a:tero a pre~rsistamus,

fato duce Ph. recedas omnino, non obstarite iuramenlo, si quod ei ratione regni fedsti, cum eo quantum ad obtinendum imperium reprobata iUf:l o mentum huiusmodi non debeat observllti. PrediC[Q vera regi Otloni, quem nos concedente Domino ad coronam imperii disponimus evocare, patentet adher~as et potenter, ut cum ei ad commonitionem nostr:lm adheseris, inter ptlmos grlltiam et benivolentiam eius obtinere precipues merearis: ad quod nos pro tue nobilitlltus amore dabimus operam efficacem.

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Bula de Inocencio IV deponiendo a Federico II

I

Innocentius episcopus servus servorum Dei Silcro presenlc conci lio nd rei memoriam sempiternam. 1. Ad npostolice digniullis apicem licet indigni dignntione divine maies· tatis assumpti, omnium chrislillnorum curam vigili sedulaque sollertill gerere ac intime considerationis oculo singulorum discernere merita el provide deliberationis Staten librnre debemus, UI quos iusti vigor examinis dignos ostenderit, congruis attollamus favoribus, quos autem reas, penis debitis deprimamus, appendentes semper meritum Ct premium equa lance retribuendo cuique iuxta qualitatem operis pene vel gracie quantitatem. Sane cum dira guerrarum commotio nonnullas professionis christiane provincia! diutius a£8ixissct, nos tOIO cupientes mentis affectu tranquillitalcm er pacem ecr:lesie sancle Dei ac generaliter cuncto populo christiano, ad precipuum principem secularem, huiusmondi dissensionis et tribulatioms aClorem, a felicis reeordationis G. papa predecessore nosao pro suis exeessibus anathemntis vinculo innodatum, speciales nuntios magne auclOrilatis viros , videlicet venerabiles frotres P. Albanensem, tunc Rothomagensem archiepiscopum, et Guillell11um Snbinensem, lunc quondam Mutinensem, episeopos ac dilectum 6lium nostrum Guillelmum basilice duodecim Apos[alarum presbiterum cardinalem, tunc abbalem Sancti Facundi, qui salu. ten celabantur ipsius, duximus destinandos, hcienles sibi proponi per ip50S, quod nos et fralres nostri quantum in nobis etat pacem per omnia secum habere necnon cum omnibus hominibus optnbamus, parad sibi pacem et tranquillitalem dare lie mundo etiam universo.

2. Et quia prelatorum, clariconln1 omniumque aliorum, quos detinebat captivos, et omnium tam clericorum quam laicorum, quos ceperat in galds, restitutio pmerat esse pacis plurimum inductiva, eum ut illos restituere, cum hoc idem tam ipse quam sui numii, anlequarn ad apostolatus vQCati essemus officium, promisissent, rogari et peti ab ipso fecimus ptr cosdem, ae proponi insuper, quod iidem parati pro nobis eratH audire et tractul'e pacem nc etiom audire satisfnclionem, quam facere vellet princeps de om,

Monumtlltll Gtrlllfllliat Hiltoricll:loc. cit., lJ, pp. .508·.512.

Bula de Inocencio IV deponiendo a Federico II lnocencio, obispo, siervo de los sie!'vos de Dios, 01 presentc santO coneilio para pcrpetua memol'ia. 1. Habiendo sido elevados, aunque indignos, a Ill. suprema altura de la dignidad apost6Jica por el favor de In divina majeslnd, estamos obl igados a cuidar de todos los cristianos con vigilante soiicitud, diseernir sus medtos por un examen profundo y pesarlos cuidadosameme en la balanza de nuestra reflexi6n, para asi elevar con favores adecuados a los que un justa eX8mcn muestra ser dignos, y llfligir con los debidos castigos :I los culpables, ponderando siempre con imparcilllidad los merilos y los premios, y reeompensando a eada uno por la cualidad de sus hechos con In justa medida de castigo 0 de gracia. Cuando la horrible agitaci6n de la gueHl!' azutaba a varias regiones de In Cristiand:ld, deseando, can toda la fueria de nuestra men Ie, Ia pllZ y la tranquilidad para III Sanla Iglesia de Oios y para todo el pueblo cristiano en general, enviamos, como legados espedales, a nuestros venerables hermanos los obispos P. de Albano, entonces arzobispo de Rouen, a Guillermo de Sabina, entonces obispo de M6dena, y :I nuestro amndo Ili jo Guillermo, carden~l presbitero de b b:ls~!ica de los Doce Ap6stoles, en ese tiempo tlbad de san Facundo, al prinClPa.i principe secular, instigador de esta discordia y dilirultad, al que el pllpa Gregorio, nuestro predecesor de feliz memoria, al6 COil rigurosa excomuni6n POt sus excesos, Y por cuya salvaci61l se mostraban celosos; les encargamos que Ie dijeran de Iluestt:l parte que nosotros y nuestros hermanos deseamos la paz con el y con IOdos los hombres, y que eSlnmos preparados il darle paz y trnnquilidad n el como a todo el mundo. 2. Y puesto que In paz puede set obtcnidn con mas fa cilidad 51 do III Iibertad a los prelados, clerigos y a todos los demas que dene en prisiones, y a lodos los derigos y seglares que ha condenado a gnleras, Ie pedimos y rogamos por medio de estos envilldos que les diera 1:1 Iibenad segiin el mismo y sus embajadores habian promet ido antes de set Ilamados al cargo apost6lico; mas todavia, anunciamos que los mismos individuos eSlnban preparados a escuchor propuestas de paz y a negociar en nuestro nombre y tambien a ofr pl'opuestas sobre ulla compensaci6n que el principe pudiera estar dispuesto a realizar por todas Jas tosas por las cuales habfa sido excomulgado, y a ofrecer, ademas, que, si la Iglesia Ie hab!a injustamente ofendido (10 que ella no cree), estaba dispuesta a dar cumplida s:ltisfacd6n, y a remediar las dificultades adecuadamente. Y si dijera que no habra

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Relaciones entre la I glesia y el EJ/(uJo

Billa dt: IIl()u/Jcio IV

nibus, pro quibus vinculo erat excomunicationis astrictus, et oiferri pre· terea, quod si ecclesia cum in aliquo contra debitum leserat, quod non credebat, parata erat corrigere ac in statum debitum reformare. Et si dice· ret ipse, quod in nullo contra iustitiam leseIat ecclesiam vel quod nos eum contra iustitiam Jesissemu5, parati eramus, vocare reges, prelatos et prin· cipes tam ecclesiasticos quam seculares ad aliquem tutum locum, ubi per se vel sollempnes nuntios converurent; eratque parata ecclesia de consilio concilii sibi satisfacere, si eum lesisset in aliquo, ac revocare senteotiam, si quam contra ipsum iniuste rulisset, et cum omni mansuetudine ac miseri· cordia, quantum cum Deo et honore suo fi eri poterat , recipere de iniuriis et oHensis ipsi ecdesie suisque per eum arrogat is satisfactionem ab ipso. Volebat etiam ecdesia omnes amicos suos sibique adherentes in pace po. nere plenaque SeoJritate g:lUdere, ut numquam hac occasione possent aliquod subire discrimen.

ofen dido a Ja I glesia en manera injusta, 0 que nosotros Ie habiamos in)u· dado a el sin justicia, est amos preparndos a llamar a reyes, prelados y n principes, tanto eclesiastieos como seglares, a algun Jugar segura en uonde puedan reunirse en persona 0 por embajadores totalmente acte
3. Sed licet sic apud eum pro pace paternis monitis et precum insistere curaverimus lenitate, idem tamen Pharaonis imitatus duritiam et opturans more aspidis aures suas, huiusmodi preces et monita elata obstinatione ac oOOtmata elationes despexit. Et licet processu temporis in die cene Domini proximo nuper preterita precedente coram (no)bis et fratribus nostris, presentibus carissimo in Christo filio nostro Constantinopolitano imperatore illustri, eeru quoque non modico pre1atorum, senatoribus populoque Romano et maxima multitudo aliorum, qui eadem die propter sollempnita. tern ipsius de diversis mundi partibus ad apostolicam sedem convenerant, quod staret nost ris et ecclesie mandatis per nobilem virum ... comitem Tholosanum ac magistros Petrus de Vinca et Tadeum de Suessa curie sue iudices, nuntios et procuratores suos speciales super hoc ab ipso manda. tum habentes, prestiterit iuramentum: postmodum tamero quod iUfaverat non implevit. Quin immo ea intentione ipsum prestitisse probabiliter cre· ditur, sicut ex factis sequentibus colligitur evidenter, ut eidem ecclesie ae nobis illuderet potius quam pareret, cum anno et amplius iam c\apso nec ad ipsius ecdesie gremium revocari potuerit nee sibi de illatis ei dampnis et iniuriis cu raverit satisfacere, licet super hoc extiterit requisitus. Propter quod non valentes absque gravi Christi of(ensn eius iniquitates amplius to· It:rare, cogimur urgentc nos conscientia iuste animadvertere in eundem.

4. Et ut ad presens de ceteris eius sceleribus taceamus, quator gl'8vissi. rna , que nulla possunt celari tergiversalione, commisit: Deieravit enim multotlens; pacen quond:lm inter ecclesiam et imperium refonnatam temere violavit; perpetrnvit etiam sacrilegium, capi faciens cnrdinales snnCle Romane ecclesie ae aliarum ecclesiarum prelatos et dericos, retigiosos et secu·

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Reloclorles elltre la Iglesia y el Es/ado

Jart:s, venientes ad concilium quod idem predect:ssoI duxt:rat convocandum; de heresi quoque nun dubiis et levibus set diffidlibus et evidemibus nrgumentis suspectus hllbetur. ,

5. Plum siquidem cum commlSlsse periuria satis patel. Nam oUm cum in SicHie partibus morabatur, priusquam esset ad imperii dignitatem electus coram bone memorie G. Saneri Theodori diacono cardinali, apostolke ;«I.is legato, felicis recordationis I nnocentio pape predecessori nostIO et successoribus dus ecdesi(:que Romane pro concessione regni Sicilie !lb eadem ecdesia sibi facta fidelitatis prestitit iuramentum el, sieut meitur, illud idem, postquam ad eandem dignitatem deems e."(titit et venit ad Urben, coram eadem 1. suisque fratribus, aliis multis presentibu5, ligium hominiurn in eis faelens manibus innovavit. Deinde coam in Alamannia esset, eidem 1. et, ipso defuncto, bone memorie Honoria pltpe predecessori nostro et eius successoribus ac ipsi ecclesie Romane, prt:sen tibus imperii principibus atque nobilibus, iuravit honores, iura et posst:ssiones Romane ee· desie pro posst: suo scrvare ac protegere bonlt fide, t:t quod quecumq~e a~ manus suas devenirent, sint: diHicultate restilUere procuraret, nommaus expresse diditis possesionibus in huiusmodi iuramenta; quod postmodum con6rmavit coronam imperii iam adeptus. Set horum iuramentorum temera· rius extilit violator non sine proditioni~ nOla et lese crimine maiestatis. Nam contra prefarum predecessorem G. et £Iures suos comminatorias litteras eisdem fratribus destinare ac dictum G. apud frntres ipsos, sicut apparent per litteras ab eo tunc directas eisdem, et edam, prout fer lur, per universum fere orbem terrarum multipliciler diffamare .pre~uml?si.L Ac venerabilem fra trem nostrum O. Portuensem, tunc Sanctl Nicolai 10 Carcere Tullillno diaconum cardinalcm, et bone memorie I. Penestrinum episcopos, apostolice sedis legatos, nobilia et magno ecdesie Romane membra, peIsonaliter capi fedt et bonis omnibus spolia lOS ac pcr diversa loca non semel ignominiose deductos carceribus mancipari. Privilegium insuper, quod bealo Petro et successoribus eius in ipso tradidit dominus Iesus Christos, videlicet: tlquodcomque Jigaveris super terram, erit Hgatum et in celis, et quodcumque solveris super terr.am, erit solutu~ ~t in celi~ • .' in quo utique auctoritas et potestas ecdesle Romane conSIStlS, pro vlIlbus diminuere vel ipsi ecclesie auferre sategit, scribens se pIefati G. sementias non vereri, lalam ab eo e:.:communicationem in ipsurn non solum contemp· tis ecdesie davibus non servando, verurn edam per se ae officiales suos et illam et alias excommunicationis vel interdicti senlentias, quas idem omnino contempsit, cosendo alios non serva re. Possessiones quoq~e prefate Romane ecdesie, videlicet Marchja~, Ducatum, Beneuentum, COIUS mures et turres dirui fecit, ae alias quas in Tuscie ac Lombardie partibus et quibusdam aliis oplinebat locis, pauds exceptis, occupare nOn metuens, cas adhuc detinet occupatas. Et tamquam ei non sufficerer, quod manifeste

BII/a de Illocellcio IV

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en presencia de Juan de san Teodoro, de feliz memoria, carden;!1 diacono y legado de la Sede Apost6lica, jura fidelidad al papa Inocencio (III), nuestro predecesor de bendita memoria, y a sus sucesores en la iglesia romana, por la concesi6n del reino de Sicilia, que esa misma iglesia Ie hizo y, sCgUn ya se ha clicho, 10 renov6 despues de babel' sido elegido a In dignidad imperial y venido aRoma, curlndo, en presenda del mendonado Inoctndo y sus hermanos, tambien estando presentes ottos muchol>, renov6 cl homenaje de vasallajc en las manos de Inocenci o. Mas tarde, de regreso en Alemania, jur6 al dicho lnocendo y, y despucs de su muerte, al p:lpa Honorio, de feliz memoria, nuestro antecesor, y a sus sucesores y a la propia iglesia romana, en presencia de los prindpes y nobles del imperio, que guardaria 10 mejor que pudiera y protegerla los honores, leyes y posesiones de la iglesia romana, y prometi6 dar compensaci6n sin supercheria por las posesiones, expHdlamente mendonadas en el juramento, que hubieran venido a sus manos; y confir0l6 mas tarde eslO cuando recibi6 la corona imperial. Pero se ha convertido en un desvergonzado violador de los nes mendonados jurltmentos sin evadir una traici6n infame y el crimen de lesa majestad. Pues se atrevi6 a cnviar ca rtas acusadoras contra nuestro mencionado pre· clecesor Gregorio y sus hermanos, a esos mismos hermanos, y a difamar en multiples ocasiones al clicho Gregorio enlre sus hermanos, como consta en las cartas que el mismo envi6, y tambien les difam6 a eUos, segun se dice,' en casi todo e1mundo. Y el mismo orden6 caplurar y despojar de to· das sus pasesiones y ponerlos en prisi6n ignominiosa, Inas de una vel Y en varios Jugares, a nuestro venerable hermano O. de OporLO, entonces cardenat diacono de san Nicolas, en la prisi6n tuliana, y a I. de Pales trina, de feliz memoria, ambos obispos, legados de la Sede Apost6lica y miernbros nobles y grandes de la iglesia romana. Ademas, ha tratado con todo su ser de disminuir 0 arrebalar a la Iglesia cl privilegio que Nuestro Senor JcsucriSto dio al bienaventurudo Pedro y a sus sucesores, a saber: «La que atares en la tierra scra atado tambien en el delo, y 10 que dcsatares en Ja tierra rambien sera desntado en el delo,» en 10 cual predsamcnre consistc In aUloridad y el peder de la iglesia romana; cscribi6 que no habra que tcmer las decisiones del dicho Gregorio, y despreci6 las Uaves de la Iglesia negandose no solo a observar la excomuni6n que Ie fue impuesta, sino tamblen obligando a olros, personlllmente 0 par sus oneiales, a no observaria, 0 las otras sentendas de excomulli6n 0 entredicho; y las redujo 10talmente a la nada. Tambien hizo derribar las muraUas y tres torres de Jas posesiones de la iglesia romana, a saber, las Marcas, el Ducado (de Rom:, ) y Benevento; y no temi6 apoderarse de las posesiones de la Iglesia en Toscana, Lomburdfa y en Olras partes que pudiera conquista r, con solo pocas excepciones , ocupllndolas todavfa al presen te. Y como 5i no Ie bastara, atreviendose a tales cosas, a quebrantar los juramentas que hnbfa prestado, oblig6 de hecho, aunque nc de detecho, a los habituntes de esas mismas posesiones, por sf mismo 0 por medio de sus onciales, a cometer perjurio; Ies libr6 del jurameOlo de fidelidnd que los unia a la iglesia ro-

RdOC;OlleI enlre io Iglesia y el Estado

Billa de Jlloce/lcio IV

contra iuramenta premissa prcsumendo talia vcnif:bat, per se vd suas officiales earumdem possessionem homines deierarc compulit, ipsos II iuramentis fidelitatis, quibus Romane tcnebantur ecclesie, de facto, cum de iure non possel, absolvens et faciens eosdem fidelitatem nichilominus abviare prooiclam sibique fidelitatis huiusmodi iuramenta prenare.

mana, Ies oblig6 a abjurar de dicha lidelidad y a prestOl!" II I!l mismo un jUl"arnc!1to de vasallaje de la misma naturale:za. 6. Const:l con c1aridad que es un quebrantador de In paz porque, cuando se hubo reSlllblecido la paz entre e.J. mismo y la Iglesia, jur6 ell presencia de I . de Abbeville, de feliz memoria, obispo de Sabina, y del maestro Tomas, cardenal presbitero del titulo de santa Sabin:!, y de III de muchos prelados, principes y barones, cumplir y obedecer 0 la letra e in· condicionalmente todos los mandam ientos de la Jglesia tocall\e II esas cosas por 1115 cuales eSlaba bajo la excomuni6n, de£;pu~s de presenlarle en forma debida las rarones dt: su excomuni6n; despll~s perdon6 toda ofens a legal o pena a todos los alemanes y a los subditos del reino siciliano y a otros que hablan dado su ayuda a la I glesia conl ra el, y por medio del conde de Acerra jur6 olvidar y que nunC'", lomada ocasi6n ni la haria lamar contOl elias por haber auxiliado a la Iglesia; despues, sin avergonzarse de ser sorprendido en perjurio, no cumpli6 esta paz ni esle juramento. Pues 0[den6 encerrar en prisiones ;1 varios de esos individllos, tltnlO nobles como de mas baja condici6n sodal, y reducir a la servidumbrc a sus esposas e hijos tras de conliscar todos sus bienes; tambien invadi6 sacdlegomente los estudos de la Iglesia en contm de la palabra que habla dado al ya mencionado T., obispo de Sabina, y al cnrdenal T .• aunque en esa ocasi6n, en su propia presencia, habra declarado contra ella sentencia de excomuni6n, la cual cae ria inmedialamenle sobre el si violaba 10 pactlldo. Y los mismos individuos fueron conjurados por la autoridlld aposI6lica a no poner impedimentos, en persona 0 por otros, en las libres presenlaciones, eJecdones y confirmaciones de nombrllmientos a 13s iglesias y monasterios en el dicho reino y en olras panes segun los canones de:! coneilio general; y que en adclante no impondria tributos a los d ~rigos :ni a 5US posesiones en el mis· rna reino; y que ningun elerico u olro ecle!;iaslico serla citado pam responder ante un juez secular de acusaci6n alguna civil 0 criminal, a no scr que el caso civil fuera sabre fe udos; y que estaba obligado a dar complela satisfacci6n a los templarios y hospitalarios as! como a OlIOS eelesibticos por el dano y las ofensas de que habran sido obieto. Pew no hizo caso de este mandata. Pues ha dejado Vllcanle hasta ahora, en die:ho reina, once 0 mds aF.wbispados y obispados as! como abadfas y otras iglesias, y, como e5 bien sabido, eSlas se han visto por su causa privadas del gobierno de prelados can grove detrimenlo de elias y con peJigro para las nlmas. Y, aun· que pudierll ser posible que en algunas jglesia~ del mismo reino Se celcbrcn e1ecciones por los capitulos, se puede, sin embargo, 85umir con mucha pro· babilidad que esos capitulos eiigen a sus clerigos favoritos puesto que no exisre e1 poder de libre elccci6n. No solo consinli6 en que dichas iglesills fucran privadas de sus prerogaljvas y posesiones segUn su deseo, sino que, incluso, como si se budara de III sllsrada liturgia, se apader6 de las cntces, incensarios, cdlices y de otros de SlIS tesoros y ornamentos de seda, nLlnque se dice que parte de esto fue devuelto a esas mismas iglesias, pero no sin antes haber fijaclo por elias un precio. Los clcrigos eSlan cargados de mu.

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6. Pads vero ipsum violatorem existere plene constat, quia cum olim tempore p3cis inter ipsum et ccdesiam rdormDte iurasset coram bone me· morie 1. de Abbatis Villa episcopo Sabinensi et mllgislco Thomasio tiluli Sanclc Sabine presbitero cardinali, presenlibus multis prelalis, principihus er baronibus, quod staret er pareeel precise absque ulla conditione omnibus mandalis ecd=sie super hiis, pro quibus erat vinculo excommunicationis aSlrictus, causis excommunicationis eiusdem express;s per ordinem coram eo, tunc omnibus Theotonicis, hominibus reg.ni Sicilie ac quibuslibet aliis, qui ecelesie contra ipsum IIdheseram, omnem remittens o£fensam et penam, et quo nullo tempore oHenderet vel offendi faceret ipsos pro eo quod ecelesie 8stiterant, prestari in anima sua p~:r ... comitem Acerrarum faciens iuramentum, postmodum pacem et iuramenta huiusmodi, nequa· quam eribescens irretiri periuriis, non serv8vit. Nonnullos enim ex ipsis homnibus lam nobiles quam alios poslea capi fecit et, eis bonis suis omnibus spoliaris, uxores ipsorum el filios captivari, ae: terras ecrlesie contra promissionem, quam eisdern I. Sabinensi episcopo et T. cardinali feceral, irreverenter invasi!, licel ipsi lunc in eum present.em, si contraveneri!, ex· communicationis sententiam promulgarint. Et cum iidem apostolica sibi Iluctoritate mandassent, ut nec per se nec per alium impediret, quin postulationes, electiones et confirmationes ecclesiarum et monasteriorum in regno prelato libere decetero 6erent secundum stlltUla coneilii generalis, et quod nullus deins:eps in eadem regno viIis ecdesiastids IIC rebus eorum i~poneret taWas v~l colleclas, quodque nullus ibidem elericus vel persona eclesillstica decttero in dvili vel criminali cllusa conveniretur coram iudice seculari, nisi super feudis questio civiliter haberetur, ac Templariis, Hospitalariis et aliis personis ecclesiasticis de dampnis et iniuriis irrogatis cisdem satisfnceret compelenter: ipse mandatum huiusmodi adimplere can· tempsit. Liquet namque undecim aut plures archiepiscopales et multas episcopales sedes, abbatias quoque ac alias ecclesias vacare ad presens in regno predicto easque procurante ipso, sicut aperte patet, fuisse diulius prelatorum regimine destitutas in grave ipsarum preiudicium et periculum :lOimarum. Et licet forte in IIliquibus eiusdem reg.ni ecclesii electiones sint a capitulis ceiebrllte, quia tAmen per ilia eiusdem familiares c1erici sunt electi, probabili potest argumento coneludi, quod facuitates et bona fecit prout voluit OCCUPllri, set eciam cruces, turibula, calices et alios sacros earum thesauros et pannas sericos vclud cuhus divini contemptor auferri, Iieet ut dicitur ipsis ecclesiis exaclo tamen prius pro eis ceno pretio in par-

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Relaciones entr/! In Iglesia y el EstaJo

", te fuermt restitutio Clerici quippe collectis et talliis mulripliciter afAigun-

[ur, nee solum trahuntur ad iudicium seculare, set ut asseritur coguntur subire duella, incarcerantur, occiduntur et palibulis cruciantur in confusionem et opprobium ordinis dericalis. Prefati aUlem Tcmplariis, Hospitalariis et personis ccdesiasticis non est de dampnis il1atis eisdem et iniuriis satisfacturn.

7. Eum quoque cettum est fore sacrilegii p:matorem. Nam cum prefati Portuensis et Peneslrinus episcopi el quam plures ecclesiarum prelati et derici tam religiosi quam seculares ad apostolicam sedem pro celebrando concilio, quod prius ipse petivera t, convocati per mare veni.rent, viis tene ipsis de mandata eius omnino prec1usis, idem destinato Ensio 61io suo cum multitudine gaJearum et per alias quam plures longe antea serio preparatas in partibus Tuscie maritimis insidiis positis contra eos, ur gravius posset virus vomere preconceptum, ipsos ausu sacrilego capi fecit, quibusdam prelatorum ipsorum et aliis in huiusmodi captione submersis, nonnullis etiam interemptis et aliquibus hostili insecutione fugalis, reliquis autem bonis spoliatis omnibus et de loco ad locum in regnum Sicilie opprobriose deductis ac ibidem diris carceribu5 mancipatis. Quorum aliqui macerati squaloribus et inedia pressi miserabili ter defecerunt.

8. Merito insuper contra cum de heretica pravitate suspitio est exorta, cum postquam excommunicationis sententiam a pre£atis I. episcopo Sabi· nensi et T. cardinali prolatam incurri! et dictus G. papa ipsum anathematis vinculo innodavit, ac post ecclesie Romana cardinalium, preilitorum et c1ericorum ac aliorum edam diversis temporihus ad sedem apostolicam venientium captionem chwes ecclesie contempserit et contempnat, sibi fllciens celebrari vel potius quantum in eo est prophanari d ivina , et constamer asseveraverit, ut superius est narratum, se prefllti G. pape sententills non vereri. Preterea coniunctus amicitia detestabili Sarracenis, nuntios et munera pluries destinavit eisdem et ab eis vicissim cum honori6centia et Ha· ri tate recepit ipsorumque ritus amplectitur, ilIos in cotidianis eius obsequis notabilitet seCUID tenens, eorundem etiam more uxoribus quas habuit de stirpe regia descendentibus eunuchos, precipue quos, ut dicitur serio, casttari fecerat, non erubu it depulare custodies. Et quod exccrabi lius est, oHm existens in partibus transmarinis, facta compositione quamdam, inmo collusione verius cum saldrlOo, Machometi nomen in Templo Domini diebus et noctibus publice proclamad permisit . Et nuper nuntios soldani Babilonie, postquam idem soldanu! Terre Sancte ac christianis hllbitatoribus eius per se ac suos dampna gravissima et inextimabiles iniurias irrogarat, fecit per regnum Sicilie cum laudibus ad eisdem soldani extolle,ntiam, sicut fer-

IJII/a dl: Inocencio tV

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chos tributos e impuestos, mientras que ademas no solo cst:1n obligados a aparecer ante eI tribunal de la justicia secular, pero tambien se alirma que son obligados a suftir la prueba del duelo, y son puestos en prisiones, cje· cutados y torturados para vergilenza y turbaci6n de la dignidad edesidstica. No se ha dado satisfacci6n por los insultos y ofens as que han sufrido, a los dichos templarios, hospitalarios y otras personas ecleshisticas. 7. Tambien es un notorio sacrilego. Pues, ruando los yn mencionados obispos de PorIa y de Palestrina y nlUchos prelados de iglesias y dcrigos, tnnto seculares como regulares, lIamados para asistir nl condlio que el mismo habra pedido, venian por barco a la Sede Apost6lica potque todos los caminos por tierra haMan sido cortados de orden suya, habia enviado a su hijo Emio contra los viajeros con un gran numero de galeras , preparadas mucho anles de los olros obstdculos, en los dislritos costeros de Toscana, para poder aSI mancharlos con mas poder; e hizo apresar con atrevimiento sacrilego a los ohispos junlo con algunos de los ptincipales clerigos, incluso matando a varios y descuartizando a Olros cuando trataban de escapar, mientras que los demas eran despojados de sus bienes, lIevados vergonzosamente, en Sicilia, de lugar en lugar, y, por ultimo, encerrados en la mas 16brega prisi6n. Algunos de estos murieron llenos de miseria y agotados por el hambre. ~. Mas rodavla, la acusaci6n de perversidad heretica ha sido justamente lanzada contra cl, pues despues de haber incurrido en In sentenci>l de e>:comuni6n pronunciada por los clichos 1., obispo de Sabina, y el cardenal T, y despues de que eI clicho papa Gregorio Ie habra atado con los lazos del anatema, y despues de la captura de carclenales de la I glesia Romana, de prelados, c1erigos y de otros que venfan en OCllsiones diversas a III Santa Sede, despreci6, y todavla desptecia, las llnves de In 19lesia, h~­ ciendo que celebraran para el, 0 mejor dicho, que profananlll en cuanto de el dependfa, los misterios divinos, y ha alirmado repetidns veces, segun ya se ha clicho, que las sentencias del dicho papa Gregorio no lienen que ser cumplidas. Ademds, despues de haberse ligado con los sarracenos en vergonzosn amistad, les envi6, en varias ocasiones, mensajeros y presentes, y recibiendo, en cambio, otros de los sarntCCIlOS con honor y gazo; abraz6 sus costumbres siguiendolas publicamente en su vida diaria, pues, indoso, no se avergonz6 de nombrar a eunucos vigilantes de sus esposas de estirpe rcal. Y 10 que todavfa es mas abominable es que una vez, estando en los parses de uitl'amar, concert6 un tratado 0, mejor dicho, una conspirnci6n con eI su1t~n y toler6 que el nombre de Mahoma fuera publicamente proc1amado, dIa y !loche, en eI templo del Senor. Y mas tarde, como se dice, rccibi6 con todos los honores y obsequi6 con toda munificencia en el reino de Sicilia, con alabanzas por eI prestigio de esc mismo suhdn, a los mensajeros del sultan de Bl1bilonin a pcsar de que ese mismo suitan habra causado, en persona 0 por sus subordinados, innumerables ofens as a la Tierra Santa y a sus habilantes cristianos. Tambien practic6 contra los fieles otras perniciosas y horribles costumbres, y se uni6 con parentesco y amistad a

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Re/aciollts elltre 1.1 Iglesia y td ESludo

tur, bonorifice suscipi et msgniflci procurari. AHorum quoque infideliurn perniciosis et horrendis obsequiis contra 6cleles shuteos et illis, qui dampnohilitcr vilipendentes apostolicam sedem ab unitllte ecclesiae discesserunt, procursns af6nitate ae amicitia copuiari, clare memorie ... ducero Bauarie, specialem edesie Romane devolum, fecic, sicut pro certo asserituf, chr i s~ tiana religione despecta per Asisino$ occidi, et Batatio, Dei et ecclcsit. inimico a communione 6delium per excommunicationis sen!cntiam cum adiutoribus, consiliatoribu$ et facroribus suis sollempniter separalo, filillm suam tradidit in uxorem. Catholicorum vero principum actus et mores respucos, neglector salutis et fame, pieillis operihus non intcndit, Quin immo ut de suis nefariis dissolutionihus sileamus, cum didicerit opprimere, non cunt oppressos misericorditer relevare, manu eius, ut decet principem, ad e1emosinas non extenta, cum destructioni ecclesiarum institerit et religiosas ac alias ecclesiasticas iugi attriverit aHlictione personas; nec ecclesius nee mooasteria nee hospitalia seu alia pi::l loca eemi rur eonstruxisse. Noone jgi tur hee non levia, set efficaci::l sun! argumenta de suspidone heresis contra cum? cum tamen hereticorum vocabulo ilIos ius dvile eontincri asserat el l::Itis adversus cos sementiis dcbere succumbere, qui vel levi argumento a iudicio catholicc religionis e1 tramite detecti fuerint deviare.

9. Freter hee regnum Sicilie, quod est speei::lles patrimunium beali Pe-

tri et idem princeps ab apostolica sede tenebat in feudum, iam tid lantam in clericis et laicis exinanitionem servitUlemque redegit, quod ds pene pe. nitus nichil habentibus et omnibus exinde fere probis eiectis, Hlos qui remanserunr ibidem sub servili quasi conditione vivere ae Romunan t.''CClesiam, cuius principaliu~r suot homines et vassalli, offendere multipliciler et hostiliter impugnare compellit. Posset edam me.rilO .reprehendi, quod mille squifatorum annuam pensionem, in qua pro eodem regno ipsi ecclcsie Romane tenetur, pe:r novern annos et amplius solvere pretermisit.

10. Nos itaque super premissis et quam pluribus aliis eius nefandis excessibus cum fratribus nosais et sacro concilio deliberlltiooe prehnbi[n diligenti, cum I esu Christi vices Iieee immeriti tenenmus in terris nobisque in beati Petri apostoli persona sit dictum: «quodcumque ligaveris super ferram» eu;., memoratum principem, qui se imperio et regnis omnique honore ac dign itllte reddidit Ism indignum, quique propter suas iniquitates a Dea ne regnet vel impel'et est abiectus, suis Iigatum peccatis <:t abieclum omnique honore ac dignitate privatulll II Domino ostendimus, den unciamus ac nichilominus sententiando privamus, omnes qui ei iuramento fidelitatis tcnentur astricti , a iuramento huiusmodi perpetuo llbsolvcntes, !lUCtorit!!te apostolica firmiter inhibendo, ne q uisquam Jeeerero sibi tamquam

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Billa de IIlOCl!lIcio IV

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los que, calumniando a la Sede Apost6liea, hablan abandonado la unidad de la Iglesia; hizo que los Asesinos mlltarlln ::II duque de Baviera, hombre panicularmente leal 1\ Ja Iglesia Romana, como se ha mostnldo con ciena prueba, en desafio a III religi6n criuiana; y dio su propia hija a Baucio (Juan Vataczes)' enemigo de Dios y de la 19lesia, y se apart6 solemm:mentc de la comuni6n de los fides por la sentencia de excomuni6n jumo con sus seguidores, consejeros Y c6mplicts. Ademns, rechazando las obras y cos· tumbres de los principes cri5tianos, sin preocuparse por su salvilci6n 0 reputllci6n, no tiene en cuenta las obras pindosas. Por d contrario, guardando silencio sobre sus vergonzosas orgfas , desde que ha aprendido a oprim ir, no se molesta en aliviar nl oprimido como es propio de un principe, pues su Olano no se exticnde para dar limosnas; c!l mismo se ha dedicado a descruir iglesias y n nfligir miserablemtnte a los monies y a OCnlS personas edesihticns; ni se snbe que haYII fundado iglesias, monasterios, hospitnles y oltas inslituciones piadosns. No son, par 10 tan to, las razones para que sea sospechoso de herejfa, debi!es, sino fuertes? Con coda, la Icy civi l dice que los que han sido dcscubicrtus, aUllque sea solo con una ligefa prueba, de svj~ndose de la doctrina y m:lnera de la religi6n cristinna de· ben ser tenidos par herejes Y sucumhir bnjo Ins penns dictodas contra cllos. 9 . . Adenlas de todo csto, ha reducido II tal postraci6n y scrvidumbre en los asuntos tanto eclesi:bticos como secu !ures al reino de Sicilia, que C.'s patrimonio especial del bienaventurado Ped ro y que eI mismo principe ciene ell feudo de la Sede Aposl6lica, que cl~rigos y seghucs y todos los hombres decenles hun sido obligados II. saIlr de ahi, mientras que obliga II los que quedan a vivir casi como siervos, a ofender repecidamenre a la Iglesia Romana, de In cunl son en manera principal suhdilos y vasallos, y a Juchar como enemigos comra dId. Tambien puede en jus[iciu ser condenado poTque no ha pagado, en nueve anos, lu suma anual de mil leypha/i, que debe It la Iglesia Romana por el reino. 10. Par lodo 10 cual, nosottOS, que, aunque indignos, somos eI vica· rio de Cristo en Is lierra y a quien fue dicho en la persona de Pedro e.I np6stol.' «La que ata.res en la tierra» ecc., mOSlramos y declaramos, debido a los mencionados crimenes y de OlIOS muchos, despues de consultar con todo escrupuJo a nuestros hermanos y el samo concilio, que eI dicho prIncipe, el cual el mismo se hll hecho indigno de tudo honor y de la dignidad del imperio y del reina, y el cua l ha sido, a causa de sus vicios, privado por Dios de fungir como rey 0 cmperador, eSIR preso de sus pecados y nrrojado fuera y desposddo de todo honor y dignidad par Dios, a 10 eual anadimos Lllmbien nuestro sentenci~ de priv!!ei6n. Absolvemos para siem· pre II lodos que Ie deben vastllJaje en vinud del juramenta de lidelidad de [odo juralllent'O de e~!(1 OlltU f01e1a, y prohibimos rigurosamcLHc por In :1OCOridad apos[6lica obedeccrJe y cOllsidt:rnrle de nqui en ~delall!e como rey 0 emperador, y decretnmos la excomuni6n contra cl que, en cl futuro, Ie diere consejo, ayuda 0 buena volllnt:ld como si fuese rey 0 emperador. Que prucedan Il elegi r Iibremente un sucesor los !jUI:: [(ellen, Cil cl mismo im·

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Relaciom's entre La 19lesiu y el £j'ladO

Billa I/e Illocellcio IV

imperatori vel regi parent vel intendul, et decernendo quoslibet, qui demceps ei VclUf impcrslOri aut regi consilium vel auxilium presti tcrint seu fllvorem, ipso {UCIO cxcommunicationis vinculo subiacere. l Ui autem, ad quos in eodem imperio imperatoris specIal electio. eligant Iibere successorem. De prefala vero Sicilie regno providere cunlbimus cum eorumdem ftalrum nostrofum consilio, sicut viclcrimus expedite.

pe:rio, eI debet de praceder a 1a e1ecci6n de un cmpcl"ador. Nosatros nos encargarcmos, aconsejados por nuestros hClI'm:lOos, de proveer 01 clicho rdna de Sicilia segun nos parezca mas conveniente. Dado cn Ly6n, el dieciseis de las kalendas de agosto, ell e[ llno lercero de nuestro pontificado.

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Dar. Lugduni, XVI. Kal. Augusti, pontilicatus nomi anna tertio.

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Respuesta de Federico 11 a la hula de deposici61l

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Respttesta de Federico II

Fridericus. etc. 1Ios felices describit antiqui tas, qui bus ex alieno prestatur cautela periculo. Status naroque sequens foemalur ex principio precedentis et ut impressionem cera red pit ex sigillo, sic humane vile formalur moralitas ab exemplo. Hanc utinam fdicitatem nostra screnitas pregustassel, ut cautele solertiam qUllm vobis, 0 christiani reges er principes, ex nosl ra majestatis nimia lesione relinquimus, nobis potius christiani reges et principes les! reHnquissent. Porro, quia c!eriei censentu r proctrum eleemosynis impinguati, fi lios opprimunt; ipsique nosttorum /jlii subditorum, paterne conditionis obliti, nec imperatorem nee regem aliqua veneratione habere dignantur, quoties in panes apostolicos ordinantur. Quod autcm ex conculcationibus nosuis innu ilUr, ex I nnocentii pape quarti presumpdone probatur; quia vocata synodo, ut asseri t generati, conlra nos non vocatos, nee super aHqua fcaude vd pravitate convictos, ausus est sententiam depositionis statuece, quam preter omnium regum enorme prejudicium non poterat stabilire. Quid enim vobis et singulis regibus singularum regionum a facie talis principis sacerdotum timendum non superesl, si nos ex prineipum electione solenni et adprobat ione lotius Ecclesie, dum cieri fide ac religione vigebanl, imperiali diademate divinilus insigllitos, et ollia regna nobilia magnifice gubernantes, deponendos adgreditucj cujus, quoad temporalium detrimenta, non interest aliquid in nos exercere I'igoris, etiam si cause legitime probarcnwL'? Verum quos sacerdotal is sic illfestat abusio pOlestatis et a su mmo conatur precipitare deorsum, nee primi sumus nec uhimi. Et hoc quidem vos faeitis obedientes simulatoribus sllnctitalis, quorum sperat ambilio quod lotus Jordanes influat in os suum. si vestre credulitatis simplicitas a scribarum et phariseorum fermento, quod est hypocrisis, juxta sentenliam Salv8lOris, sibi curaret alendere, quod illius curie t urpitudines execrari possetis, quas honestas et pudor proh ibel nos cHari? Sane redditus copiosi , quibus ex plurium depaupcrationc regllorum ditanrur, quemadmodum ipsi nostis. ipsos faciunt insanire. ApuJ vos christialli vel peregrini mendicant, ut apud eos Pata reni manducentj ibi vest ras domos obslruitis, ut illic adversariorum oppida construalis. Sicque de vestris decimis el eleemosynis impinguati tales Christi pauperes sustentati qua beneficii compensatiolle, qua saltem gratitudinis exhibilione vobis se prebent obnoxios, qui quanta manus cis indigenlibus libcraliores ostenditis, lantO

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His/aria DiplOllllltic" 11,iJ..,id SUIlIIJi, cJ. A. HUm~fd, llrellllllc~, VI, pp. 391-393.

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La btlla de deposici611

FeJerico, elC. Los an tiguos tellian por fdices a los que ha~ian ~pren­ dido a ser caulos por los peJigros de Otros, pues una nueva sltuacl6n sc crea por un precedente Y asf como la cera recibe su impresi6n del sello.. de ]a misma mancra tl CAnleter de la vida human a es modelado por el eJempIa. PareCerlR que hemos gustado de csa fclicidlld, para que. 3si la.p~ecau­ ei6n observada que os transmitirnos a vosotros, l'eyes y prfnclpcs cnsuanos, del gf3n dano infiigido a nucstra majestad, hubiera sido preferible que la hubierais recibido de reyes y prfncipes ofen didos. Pero, en vez de clIo, los que se hacen llam3r d~rigos, engordados por las ?~d iva s de los pd,nci~e s, oprimen ahora a los hijos de los principes; y los hlJos de nuestres subdltos que son ordenados padres apost6Jicos. olvid~lldose de lit posici6n de sus padres. no se digllan en mostrar ninguna revcrencia po~ e~perador 0 rey. La presullci6n del papa Inocencio IV hace pUiente el sl~~!ficado de nuestro mal tralamiemo, pues. hrlbiendo convocado lin .conclho, 3~ 9,ue llama conciHo gener31, se ha atrcvido a pronunciar sentencla de d.e,PosIClon ~nt;a 110sotros que no [uimos cirados oi probada nuestra culpablhdad en nmgun engano 0 maldad, senleneia que no ha podido pronun~iar sin ~rjuicio grave para todos los reyes. Vosotros y tados los reyes de uerras parllculares debeis teillerlo lodo de 1ft afren!3 de lal principe de sacerdotcs, cuando se prepara a deponernos a nOSOltOS que hemos sido divinamente honrados con la diadema imperial y elegidos solemnemente por los prfncipes COil eI asentimiento de tada III iglesia, wando f10 reeian la fe y b religi6n en el clew; a nosotros que lambien gobcrnamos con :splen~or aIres nobles reinos. y esto a pesnr de que no es d~ su incumbenoa castlgarnos por ofensas temporales aunque, incluso•. pudlera demo~tr~rlas legalmenu; . ,En verdrld 110 somos los ptimeros, nl seremos los ultunos. en ser VICIlmllS de cste' abuso del podcr sacerdotal; pero esto mismo sufrfs vosOlros cunndo obcdeccis a estos hombres que simulan sanlidad, cuya ambici6n les hace esperar que «Iodo cl Jordan p3sar:i por su boca» .. 0, si vu.estf3 simple credulidad se apart:Ha «de In levadura de los CScnb~IS y f3flS~OS que es hipocreslal>, segun las palabl'as del Salvador, cu~ntos he~,hos f~udos de ~sn cone pod~js aborninnr, hechos que cl honor y la verguen::a Il~S prohlbe mencionar. Las copiosas rentas, con las cu~les se han entlquecldo por cl empobrecimiellto de muchas reinos, como vosotros misn~os no ignoeais, les hace r3bial' como locos. Crislianos y peregrinos son pordloscros en vuestr3s tierr3S para que los herejes patarinos puedan comer en la nuestr3 . Ceertiis I

ReiaciO/les entre la Iglesia y el ESlado

ResplieSla de Federico II

non solum manus, sed etiam manus et cubiws avidius adprehendunt, Sli O vos 13queo delinenles, sicut avinculam, que quanto ad evasionem fortius nititur, tanto firm ius alligatur? Hec vobis ad presens scribenda curavimus , insuficicnter exprimentia votum nostrum. Cetera vero secretius intim:mda decrevimus omittere: videlicet in quos usus divitias pauperum expendit prodigalitas avarorum; quid super imperatore compe-rimus eligendo, nisi pax, quam per magnos mediatores intendimus reformare inter nos et Ecclesiam, sahem superficinliler, reformetur; quid de regum omnium specialibusque negot iis disponere interdamus; quid super insulis Oceani fuerit ordinatum; quid COnlra principes universos quibusdam consiliis vel negoliis, que nO$ qui nonnullos ibidem habemus familiares et subditos, lice! clandestine, latere non possunt, illa curia machinetur; quantis viribu s, quOt virorum insidiis, qualiter inseructorum ad bella, in hoc ipso vere quod instae, omnes qui nunc nos opprimunt opprimere posse speremus, etiam si se nobis opponeret tOtus mundus. Quidquid autem ... et ... fideles nostri, latores presentium, vobis retulerint, certe ctooatis, nc etinmsi sanctus Petrus jurasset, firmissimum hnbentis, nec propter hoc quod a vobis petimus, videatu r vobis quod propter in nos latam sententiam depositionis, nostre magnanimitas majestatis aliquatenus incurvetur. I-Iabemus cnim noslre conscientie puritatem, ac per consequens Deum nobiscum; cu jus testimonium invocamus, quia semper fuit nostte voluntatis intentio dericos cujuscunque ordinis ad hoc inducere, et precipue m::tximos ad ilium statum reducere ut tales perseverant in fine, quales fu erunt in Eclesia primitiva, apostolicam vitam ducentes et humilitatem Dominicam imitantes. Tales namque c1erici solebant angelos inrueri, maraculis coruscat e, egros ruran:, mortuO$ suscitare, et sanctilate, non armis sibi reges et principes subjugareo At isti seculo dediti et ebriati deliciis, Deum postponunt, quorum ex affluentia divitiarum et opum omnis religio suffocatur. Talibus igirur subtrahere nocentes divitias, quibus damnabiliter onerantur, opus en charitatis. Ad hoc vos et omnes principes una nobiscum, ut cuncta superflua deponentes, modicis rebus contenti, Dco serviant cui serviunt omnia, omnem quam porestis debetis diligentiam adhibere.

alH vuestros casas para levantnf IllS poblaciones dl! vuestros cnemigos aquf. Estos seguidores pobres de Cristo son manlenidos y enriquecidos por vuestros diezmos y dadivas, pero con que beneficios os compenS:ln, 0 que gratitud os muestran? Cuanto m~s generosamente alargais la mano a estos necesitados, mas avaticiOsamente arrebatnn no solo In mano sino [ambien el brazo, atrapandoos COmO pajarillo en su obnr serpentino, que se enreda mas cuanto mas se esfuerza en escapar. Nos hemos ptcocupado de escribiros estas casas ahora aunque sin expresar propiamente nuestns intellciones. Hemos decidido omitir otras materias y ponerlas en vuestro conocimiento mas secretamente; es decir, en que gasta la prodigalidad de estos hombres avariciosos has riquczas del pohre; 10 que hemos descubierto tacante a la e1ecci6n de un emperador si la paz no se establece, al menos en la superficie, entre nosolros y la I glesia, paz que intentamos establecer por medic de legados inm inentes; las disposiciones que pensamos tomar en relaci6n a los reinos en general y a cada uno en particular; 10 que ha sido dcterminado tocante 0 las is!as del ocenno; c6mo esa corte conspira contra todos los ptfncipes con palllbras y hechos, los cuales no son ignoTIIdos por nosotros que tenemos niH, aunque clanJestinamente, amigos y subditosj las estratagemns y ejerci tos prepnrados para la guerra can que esperamos subyugat esta primavera a los que ahora nos oprimen, ounque todo ,el mundo se ponga con tra nO$otros. Lo que nuestros fieles subditos, [os p6rtadores de esta carta, os relo!an, podeis creerlo con la mismll certezll y tenerlo tan firmemente como si el mismo bienoventurodo Pedro 10 hubiera jurado. No penseis que por 10 que os pedimos, la grandeza de Iluestra majestad ha sido doblcgada por la sentencia de deposici6n Ianzada contra nOSOltos, pues tenemos una conciencia limpia, y asi Dios esta con nosotros. Le ponemos pot tesligo de que siempre (ue nuestra intenci6n persl1adir 31 cleto de rodos los grados para que continuanl hasta el 6n como en los primeros tiempos de la vida de la I glesia, una vida apost6lica e imitando la humildad del Senor, y que fue nuestra intenci6n especialmente reJucir a eSla condici6n al clero del mas aho rango. AquellO$ clerigos acostumbraban a ver angeles y resplandecfan con milagros; cunban a los enfermos, resucitaban a los muettos y dominaban II reyes y prfncipes con su santidad, no con armas. Pero estos, embriagodos con los pJaceres del mundo y devotos de elIos, han apattado a Dios de su lado, y la verdadera teligi6n est:!" 50focada pot el exceso de riquezas y de peder. De oqui e1librar a todos los individuos de 10 perniciosa riqueza que les otosiga pnca su propia condeOIlci6n, es una obra de caridad. Vosottos y lodos los prillcipes, unidos 1I nO$ottos, debeis mostraros tan diligentes como podrlis para obtenet cste lin para que, abnndonando todas las vanaglorias y contentos con pensiones modestas, puedon servit II Dios, !II cua! sirven todas las criaturas .

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,. Bula «Clerieis [aieo!» del papa BOllifacio VIl [ (febrero 24, 1296) , Ad per~tuam rei memoriam. CJericis laicos infestos opido Iradil anli· quitas, 9uod ad presentium experimenta temporum manifeste declarant, dum SUiS finibus non contenti niruntur in vetitum. ad iIlicitn frena rela. xan t nec prudenter attendunt quod sit eis in clericos ecc!esillsticasve pers~)!las et bona interdicta potestas, ecclesiarum prelati, ecclesiis ecclesiasti. CJsque personis regularibus et secularibus imponunt oneta gravia ipsosque talliant er collectas imponunt, ab ipsis suorum proven tuum vel bonorum dimidiam deciman seu vicesimam vel qUll1llVis aliam portionem aut quotam exigunt Cl exte rquent eosque moliuntur multifarie subicere servituti sue· que submitte{j: ditioni, etc" quod dolenter refcrimus, nonnuW ecclesiarum prel a~i ~cclesiasticeque persona, trcpidantes, ubi trepidandums non est, rransltorJsm pacem querentes, plus timentes majeStlllem temporslem offendere quam elemam, talium abusibus non tam temerarie quam improvide acquiescunt, sedis apostolice auctoritate seu licentia non obtenta, Nos igi· tur talibus iniquis act ibus obviare volentes, de featrum nostrorum consilio apostolica ~u;toritate stslUimus quod quicunque prelati ecclesiasticequ~ persane reIJglOse vel seculares, quorumcunque ordinum, condi tionis seu statuum, collectas vel tallias, decimsm, vicesimam seu centesimam suorum et ecclesio.rum proventuum vel honorum laids solverint vel promiserint vel se solutoros consenserint aut quanvis aliam quanti tatem, portionem aut quolam ipsorum proventuurn vel bonorum, extimationis vel valoris ipso· ":1m, ~ub, adjutorii, mutoi, soventionis, subsidii vel doni nomine, seu quo· VJS abo titulo, modo vel quesi to colore, absque auctoritate sedis ejusdem, neenon imperatores, reges seu principes, duces, comites vel barones, potes· tates , capi tanei, oHiciales vel rcctores, quocumque nomine censeantur civitatum, casuorum seu quorumcunque locorum constilutorum ubilibe't et quivis alius cujuscunque preminentie, conditionis et status, qui talia imposuerint, exegerint vel receperint aut apud edes sacras depositll ecciesiarum vel ecc1esiasticarum personarum ubjJibet arestaverint, sasiverint seu occu· p:lIe presumpserint , vel areslari, sasiri aut ocupari mandaverint aut occu· pata, sasita seu arestata receperint, nencnon omnes qui scientes in predictis dcderint auxilium, cons ilium vel favorem, puhlice vel QCuite, eo ipso sententiam excommunicationis incurran!. Universitates quoque que in hi is , LeI Regiltrrs de Doni/ace VIII, ed, G, Digard, eels, .58·1·.58.5,

Bula «Clericis laicos» del papa Bonifacio VIII , PU!1l perpetuu memoria. EI liempo nos ha mostrado que los Iaicos han sldo slempre hostiles en exceso para can e1 clero; y esto 10 demuestrs dsra~~nte la experiencia de los tiempos preseotes, pues, no contentos can sus limltaciones, los Jaicos desean rosas prohibidas y dan ricnda sueha a la b~squcda de la ganancill iUcita. Passn prudeotemente por alto que se les n,l cg~ todo dominio sobre el clcro asf como sabre tOOns las personas ecIe. SlaS~JCas y sus posesioncs, pero imponen pesadas cargas a los prelados de las .Iglesias, a las iglesias mismas y al ciero, tanto regular como secular, h!lC I ~ndole pagar alcabalas y otros tributos, Arr!lncan a tales personas y reqUleren de ellas el pago de una mitad, un decima, un vigesimo a alguna otra cuota de su propledad a tenta, y se esfuerzan de otras muchas maneras en ssclavizar al cJerigo y ponerle bajo su dominio, Y, declaramos es [o con dolor, ciertos prelsdos, de iglesias y personas cclesiasticas, temiendo 10 qu~ no debefl tC:'mcr y buscando una poz precal'iu, tcmiendo ofender a una m~lestad temporal. e~ vez de la eterna, ronsienlen tales abusos sin cl per. mJSO 0 el consentJmlento de 1a Sede Apost6lica, no tanto por temeridad como por falta de previsi6n. Deseando, por lantO, poner [10 a estas pnkti. cas i~ icua s , decr~tamos por consejo de nuestros hermanos y de nuestra a,utondad apost6!tca, que I?s prelados 0 personas eclesi:isticas, ya monastiCas 0 serula~es, de cualquler o rden, condici6n 0 estado, que paguen, prometan 0 conSlentan en pagar a los laicos conlribuciones 0 aIcabalas diezmos, ,vigesimos 0 ,ceDt~simos de su propio patrimonio 0 de las re~tas y poseslones de sus IgleSias, 0 pagar una sumll, porci6n 0 parte de sus ingre· sos y bi~nes , a d~ s,u valor aproximado 0 real, en forma de ayuda, prestamo s~bve".Ci6n, SUbS.ldw 0 prcsent~ 0 bajo cualquier otro pretexto 0 preten. sl6n, SIO la,su,tOndad de esta mlsma Sede Apost6lica, tambien cmperadores, reyes y pnncJp<:s, duqucs, rondes, barones, podestas, capitanes, oficiales, reetores, cualqUlera que sea su !ftulo, de ciudadcs, caslillos 0 de OltOS Jugares, no import~ .d6nde estell siwados , u otra persona, cualquiera que sea su rango, condiCl6n 0 estado, cl que imponga, demandc 0 reciba tales pago.s, 0 el que. se atreva a violar, tomar u ocupa r las propiedades de las J~leSlas 0 los blenes de las personas eclesibt icas depositados en los cdifj. CIOS sagrados, 0 el que ordene que scan tornados 0 confiscados a reciba taIe, rosas segtin [ueren tomada,s 0 con6scadas; igu31mente coda; 10 que a sabJcndas presten ayuda , conseJo 0 apoyo a tal empreSR, en publico romo en privado, incurrira por el mismo acto en la pena de excomuni6n; pero

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Reluciolles entre ia Iglesia y el ESlodo

Billa dt: £ollilliCio V111

culpnbiles fuerint ecdesiastico supponimus interdicta, prelatis et personis eclesiasticis supradlctis in virtute obedientie et sub depositionis pena dis{ticte: mandantes ut tali bus absque expressa licenlia diete swis nul1::ltenus acquiescant, quodque pretextu cujuscunque oblationis, promissionis et con:

ponemos en entrcdicho a las corparaciones culpables. Ordcnamos severa· mente a lodos los prelados y personas eclesiasticas, ya mencionndas, en virtud de obediencia y bajo la pena de deposici6n que en adelante no consientan a tales dem
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ccssionis factarum hactenus vel faciendarum ian ten, priusquam hujusmo
constitutio, prohibitio seu preceptum ad notitiam ipsorum prevenerinr,.oichi! solvant nec supradicti teceperint, in excommunicationis sententlam incidant ipso facto. A supradictis autem excommunicationum Ct interdicti sententiis nulIus absolvi valeat preterquam in mortis articulo absque sedis apOstolice auctoritate et licentia spctiali, cum nostre intentionis exismt tam horrendum secularium potesta tum abusurn nullatenus sub dissimulatione transire, non obstantibus quibuscunque privilegiis sub quibuscunque tenoriblls, formis seu modis nut verborum conceptione concessis' imperaIOribus, regibus et aliis supraclictis, que contra premissa in nuUo volumus alicui vel alquibus suffragari. Nulli ergo, etc., nostre constitutionis, prohibitionis seu precepti, etc.

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Bula «Elsi de ;tatu» de Boni/acio VIII (31 de julio de 1297)1

Bula «EIsi de statu» de Boni/acio VIII

... Dudum siquidem, pastoralis officii debitum exequentes, in favorem ecdesiarum et ecdesiastice libertatis auctoritate apostolica duximus statuendum oe prelati et persone ecclesiastice, cujuscumque dignitatis status aut conditionis existant, sub adjutorii, mului vel dami nomine, imperatoribus, regibus, principibus aut presidentibus ceteris, prestent absque apostolice sedis auctoritate subsidia, quocumque nomine censeantur; neve imperatores, reges, principes, aut aliter presidentes ea imponere, exigere vel recipere ab eisclem prelatis et personis ecclesiasticis audeant ... Adjicimus insuper hujusmodi declarationi nost're quod, si prefatis regi et successoribus suis pro universali vel particulari ejusdem regni defensione pcricuJosa necessitas immineret, ad hujusmodi necessitatis casum se nequaquam estendat constitutio memorata. Quin potius idem rex as successores ipsius passint a prelatis et personis ecclesiasticis dicti regni petere ac recipere pro hujusmodi defensione subsidium vel contributionem, illudque aut Ulan prelati et persone ptedicti sepefato. regi suisque successoribus, inconsulto etiam Romano pontifice, teneantur er valeant, sub quote nomine aut alias etiam, impertiri, non obstantibus constitutione predicta, seu quovis exemptionis, vel alio quolibet privilegio, sub quacumque verborum forma confe<:to, a sOOe apostolica impetrato; quodque necessitatis declaratio supradicte ipsius regis et successorum suorum conscientiis ... relinquatur ...

... H aec poco, ejercitando el debet de nuestro cargo pastoral, dimas un decreto por autoridad apost61ica en favor de las iglesias y de la libertad eclesiasliea, proclamando el principia de que prelados y personas ecleshisticas de cualquier est ado, rango 0 dignidad no debfan pagar impueslos a emperadores, reyes, principes 0 a otros gobernaotes sin 1a autoridad de la Scde Apost6lica, ya sea en forma de ayuda, prestamos 0 preseote 0 cn cualquier otra forma; y que emperadores, reyes, principes u ottos gobernantes no deben atreverse a exigirlos, sacarlos 0 recibirlos de los prelados y personas eclesiasticas . Afiadimos a esta nuestra declarad6n que si una emergencia peligrosa amenaza at dicho rey (Felipe Augusto) 0 a sus sucesores en cuanto tocare a 1a defensa general 0 particular del reina, el arriba mencionado decreta de ning6n modo puede aplicarse a semejante caso de necesidad. Par el contrado, el clicho rey y sus sucesores pueden pedir y redbir de esos prelados y edeshisticos un subsidio 0 contribud6n para tal defensa, y los dichos prelados y personas pueden y deben pagarJo a dicho rey y sus sucesores yl1 sea con e1 nombre de cootas 0 can otro nombre, incluso aunque el romano pontifice no haya sido consultado y no obstante el ya mencionado decreto 0 cualquier priviJegio 0 franquieia otorgados por la Santa Sede en cualquier forma que esten redactados. Y la declaraci6n de la necesidad del Estado sea dcjada a las conciendas del dicho rey y sus $ucesores ...

I

Les Regimes de Boniface VlI/, ed. G. Digard, cols. 941-942.

Bula «Asculta Fiji» del papa Bonifacio V 111 (diciem bre 5, 1301 )

I

Charissimo in Clnisto fili o Philippo, regi Fl'ancie i!!ustti. Ascu ltn, fili carissime , prcceptn pnrris et ad docrrinnm magistri, qui geret lJIius vices in terris qui solus est mngister et dominus, Burem lui cordis inelina , viseerose sanete Mattis Ecclcsie amon itionem libenter excipe et cura efficaciter adimplcre ut in corde contrito ad Deum revcrenter redeas, it quo, per desicliam vel depravatus consilio, nosceris recessisse ac Ejus et nostris bene:placitis te: devote conformes ... sic veti Noe es arcam ingressus, extra quam nemo salvatu r, calholicam scilice t ecclesiam, unnm columbam, imm"culatam unid Christi sponsam, in (qua) Ch risti vicnrius Petrique successor prima tum noscitur obtinere, qui, sibi colletis elavibu s regni coclorum, judex a Deo vivorum et mortuorum constitutus agnoscitur, ad q uem sedentern in judicii solio dissipate peClinet suo intuitu omne malum. Hujus profeno sponce, que: de coelo descendit, a Deo parata sieul sponsn ornata viro suo, Romanus Pontifex capud existit. Nec habet pluta capita mostruosa, cum sit sine macula, sine ruga, nec habens aliquod inhonestum. Snne, fili, cur istn dixererimus, immineme necessitate ac urgen te conscientia, express ius aperimus. COLlstitUit enim nos Deus, licet insufficientibus meritis, super reges et regna, imposito nobis jugo AposlOlice servitutis, ;\d evelendum, destruendum, disperde:ndum, dissipnndum, edificandum :Hque plantandum sub ejus nomine e:a doctrina ... Quare, fiB carissime, nemo tibi suadeat, quod supe:riorem nos habeas tt non subis summo jerafche ecle:siaslice jerarchie, nam desipit qui sic snpit, ct pertinaciter hoc affirmans convincitur infidel is, nee cst intra boni paslOtis ovi !e .. Ecce (Iuod, licet pateat m:lni{este ac exp!or:ui juris existnt, quod in ecclesiasticis dignital ibus, persona libus et beneficiis, canonicalibus e t pre· bendis, vncantibus in curia vel ex tra curiam Romannm, pontiCex summum et potiorem obtinet potestatem , ad te tamen hujusmodi ecclesiarum, dignitatum, pcrsonatuum, bcneficiorum, canonicatuum, coUalio non potest quomodolibet pen inere nec pertinel, nee per luam collalioncm in ipsis vel corum nliquo potest nlicui jus adquiri, sine aUCloritolC vel consensu Apestolice Sedis, tncitis vd expressis, quos qui acceperit et se denegat llccepisse, cis per illgratitudinem est ptivandus, et etiam We qui permissn vel concessa abubitur pOteslate, et qui conlrnrium libi suodet es t contrarius veri· ,

Lt'J Rt'gir/Tt'1 dt' lJ.vlli/au VHf,

ed. G. DigMd. vol. Ill , cols. }28·3J5.

Bula «Asctllla Fili» del papa Bonifacio VIII A nuestro amadfsimo hijo en Cristo, Felipe, i1ustre fey de Francia. Oye, am:ldo hijo, los pteccptos de un padre y pon atenci6n n In ensen:lI\za de un maestro que ocupa en In lierra el lugar de Aque1 que es el unico Senor y MtlCSlto; pon en lu comzon eI aviso de la Santa Madre la I glesia, y trata de obrar de acuerdo con eI con buenos resultados para que, con u n coraz6n dolido, vuelv3s reverentemenle a Dios del cual, se· gun es sabido, Ie apartaste por negligencia 0 pOI' eonsejos pervetsos, y conf6rmate a su voluntnd y a la nuestrn. Has entrado en el arca del verdadero Noe. fuera de la cual nadie puede snlvarse; es decir, III I glesia Cat6lica, la «paloma"», In inmllculada esposa de Cristo, cuya primada per· tenece al vicario de Cristo, el sucesor de san Pedro, el cual, habiendo recibido las Ilaves del reino de los cielos, es teconocido como establecido pot ' Dios como juez de vivos y muertos; y tiene autoridad para abolir, desde la sede dc In justicia, tada maldad. EI romano pont/Gee es, en verdad, la cabeza de estn espOsa que vino del cicIo, y que fue dispuesta pot Dios como una csposa ndornada para su esposo; no tiene varias cabezas como 1111 monstruo, pues no dene mancha, arrugn 0 nlgo indesc:tble. Movidos por nuestra condencia y urgente necesidad, Ie explicnremos, !Imado hijo, con mas daridad In raz6n por la cunl te escribimos esto. Pues, aunque nuestros mcritos son insllficientes, Dios nos ha estableddo sobte reyes y reinos, y pucsto sobre nosotros el yugo del deber apost61ico para atrancar, d erribar, desbar3lar y destruir, edificar y plantar en su nombre y siguiendo su enseiianzn ... Por 10 cunl, muy querido hijo, no te dejes convencer por nadie de que no tienes un superior 0 que Jl 0 estas sujcto a In cabezo de !a jerarquia eclcsinstica, pues es tonto el que piensa de esa manera , y el que 10 nfirma con pertinacia, es ta convicto de inctedulidad. y permalleee fu era del rebano del bucn pastor. .. Es evidente y pertenece a In ley promulgada que eI romano pontHice liene poder supremo y eficaz sabre las digllidadcs edesidslicas, ofid os y bcnefidos, canonjias y prebendas, vncantes en la cu ria romana 0 en otra parte, y que no Ie pertenece, ni puede pettenecerte, ni nadie puede ndquitit ningun derecho sobre elias porque los hayas pIeSClltado, n no seI a:J:1l In autoridad y el consentimiento, tkito 0 expreso, de In Sede Apost6Iic(l. E! que redbe eS la autoridad y desputs niega que la ha recibido, merece set privado de ella por ingra titud, como cl que abusa de un poder que Ie ha sido concedido 0 pcrmitido, y el que Ie haga creer 10 cont rario habla contra

Rell1ciollcr

eli/re

io Igleria

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el Erlado

tati, nichilominus tu, melll.s et terminos tibi positos irreverenter excedens , el factus impatiens, super hoc inuriose obvias ipsi Sedi, ejusque collationes, csnonice factas, executioni mandsri non sustines sed impugnas, quam vis tuas, quslicercumque factas, precedere dinoseuntur ... Prelatos insuper et alias personas eccicsiasticas, laID religioses quam seculares, regni tui el iam super personalibus aetionibus, juribus et immobilibus bonis, que a Ie non tencntur in feudum, ad tuum judicium pettrshis el coaretas, et inquestss fieri facias et detincri tales, lieet in derieo! et personas ecclesiasticas nulla sit lakis attributa potestas: preterea contra injuratores et molestatores prelalorum et personarum ecclesiasticarum eos spiriluali gladio, qui eis competit, uti libere non permittis ... Vacantium euam regni lui ecclesiarum cathedralium redditus et proventus, quos tu et tui appellalis regalia, per abusum tu et ipsi lui non moderate consumitis: sic fit, UI, quorum custodia fuil ab initio regibus pro conservslione commissa, nunc sd consumptionis noxam discriminose deveniant et discriminosis abusibLis exponantur. .. Deliberatione cum frntribus nos Iris super hoc habitl' pleniori, venerabiles fralres nosttOs archiepiscopos, episcopos ac monasteriorum abbates et capitula ecclesiarum cathedralium regni tui, ac m!lgistros in theologi:! et in jure canonico et dvili, er nonnullas alias personas ecciesiasllclts oriundas de regno predicto, per aliss nostras patentes lilteras, cetto modo ad nostrom presentiam evocalnUS: mandantes eisdem, quod in kalendis novembris futuros proxime ... nostro sc conspeclui represement, ut ... tractare consultius el ordinate salubrius valeamus que ad premissorum emenda· (ionem tamque directionem, quielem alque salutem, ac bonum el prospc· rum regimen ipsius regni videbimus expedite ...

BuIll til: DOlli/ocio V II I

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la ve.rdad. No obstante CStO, traspasaste irreverentemcnte las frontettls y Iimites que U~ fueton sei'ialados, y pones obsloculos tcmeraria e injustamente a la misma sede, y no permites que se lIeven a cabo sus colaciones, hechas can6nicamente, y te opones a elIas incluso cuanda se sabe que pretedieron a las tuyas ... Llevas an Ie tu tribunnl a prelados y ouos c1erigos de tu reino, tunto regulares como setularcs, por actos persona!es 0 en casos sobre dcrechos y propiedades que no lienen como feudos tuyos; haces que sean detenidos y sometidos a investigaci6n aunque no sc ha dado a los seglares poder sobre c1erigos y eclesiosticos. Ademas, no permilcs que los preIados y eele· siislicos usen con libcrtad la espada espiritu:li que les pertenece, contra los que les ofenden a molestan ... Castas injuslamente y sin moderaci6n las rentas y enlradas de las iglesias catedrales vaanles en tu reino, a las cuales lIamais regalia y IuS criados, y asf las iglesias, cllyn custodia fue confiada en un principio a los reyes para su prolecci6n, ahora sufren In cal:unidad de pillnjes desastrosos, y eSllln expueSlas a peligrosos abusos ... H abiendo deliberado concienzudamente con nuestros herm:mos sobre escas cosas, hemos Jl arnndo a nuestra presencia por caW1S patentes a los ar.:obispos, obispos, nbades de monasterios y a los cabildos caledrales de tu reino junlo con maestros en [cologIa, derecho cnn6nico y derecho civil, y a olros edcsilislicos de dicho reino, y les hemos ordcnado que se presenlen ante nOSOlfOS el ano que viene, eI primero de noviembre ... para que consideremos mas cuidadosamente, y ordenemos mas prove<.:hosamenlc 10 que sea conveniente para reformar los yn mencionados asunlOS, ~' para ru gu ra y para salud, buen gobicrno )' prosperidad de ese reino ...

tu

Bula «Unam sanetam» del papa Bonifacio V III (noviembre 18, 1302) I Unam s~nc!am ecclesiam catholicam et ipsam apostolicnm urgente fide credere coglmur et tenere, nosque hanc fi rmiter credimus et simpliciter eonfi~e.mur, ext ra quam nee salus est, nee remissio peccatorum, spon50 in Canuels procla~a~t.e: «Una est columba mea, perfecla mea. Una est rnalri suae, eleet~ 8enttrt~ s~ae», quae unum corpus mysticurn repraesenta!, cuius caput Chrtstus Chnstl vero Deus. In qua unus Dominus una fides unum baptisma. Unn .nempe fui~ dili ... ii tcmpore area Noe, una:n ecc!esia~ prae. figurnns, ~uae In uno cubltO eonsummata unum, Noe ... idelicet, gubernatorem ha?ult el rectorem, extra quam omnia subsistentia super terram legimus fUl sse deletn. Hane autern veneramur et unicam, dicente Domino in Propheta; «Erue a framea, Deus, animam meam, el de manu canis unicam meam.» Pro anin:ta enim~ !d CSt pro se ipso, capite simul of:l ... it et corpore, quod corpus unlcam. sCI.hcet e~lesiam nomina ... it, propter sponsi, fidei, sacramenlorum e[ earltatls ecch~s lae unilatem. Haec est tunica ilIa Domini ineons.uti[is, quae scissa non fuit, sed sorte pro... en il. Igilur ecciesiae unius er ~nleae ~num corpus, unum caput, ·non duo capila, quasi monstrum Chns.tus .... I~clicet et Chrisli ... icarius Petrus, Petrique successor. dicent~ I?omlno. IPS! Petro; .«P;lsce o ... es meas.» Meas, inquit, et generaliter, lion sJ.nguiawer has vel dIas; per quod commisisse sibi inteUigitur universas. S1Ve ergo Graeci sive alii se diC1lnt Petro eiusque successoribus non esse d.icente Domino in Joanne, unum oviJe e[ unicum esse paSlorem. In ha~ e!Usque. ~le~la.te .duos .esse gladios,. spiri rualem videlicet e! temporalem, e~ang7hcl s d!c~ts !~s.trUlmur. N:Ull clteentibus Aposlolis: «Ecce gJadii duo hlc», 1." ~cclesl a soitcel.' quum ap~s~ol i loquerentur , non respondit Domi. nus, OHUIS esse, sed sat IS . Cene qUI In potestatc Petri temporalem gladium esse n~gat, ~alc verbum attendit Do,?ini proferentis. «Con ...ene gladium tuum m vagmam .• Uterque ergo est In polestate ecclesiue, spiri lualis sc:lieer gladius et materialis. Sed is quidem pro ecclesia, ille veto ab eeclesia exercendus. lIle sacerdOlis, is manu tegum et militum sed ad nutum et patientiarn .sacerdO!i~ . .O~rtet ~.u~em gladj~m esse sub ~Iadjo, et tempOrllle~ auctontatem sp.J~nuah SUbUCL pOlestnlJ. Nam CJuum dicat Apostolus: «Non cst potestas mSI a Dca; quae autem sUnt, It Dco ordinata sunt», non 1

CorpllJ l,/rir C'lIIonir;i, ed. A. Frkdbers, "'01. II, ools. IN5-1246.

Buill (~Unam sancLam» del papa Boni/acio VIII Segun nueSlra fc estamos obligados a creer y a soslener que hay una sola Iglesia, Santa, Cat61ica y Apost61ica, y esto crcemos firmemcnte y con· fesamos simplemente; y tambi~n que no hay sal ... aci6n nj perd6n fuera de ella, como el esposo dice en d Cantar: aUna es mi paloma, mi paloma per· fecta es una sola; es la unka de su madre, la eseogida de la que Ie dio el sec., la cua[ representa un solo cuerpo mislico, cuya cabcza es Crislo; y Dios es la cabeza de Cri~to. Y en ella hay «un solo Senor, una sola fe, un solo bautismo». Hubo durunte el dilu ... io una sola arca (Ie Noe, ligura de una iglesia unica; fu e terminada en till solo cubico, tuvo solo un limonel y un solo capiuin, esto es, Noe, y leemos que fuera de ella IOOas las casas perecieron. ESla es In Iglesia que ... eneramos, y solo esta, como el Seiior dice por el profeta: «Libra, oh Dios, a mi alma, mi unica alma, de la espada y de la mana del perro.» Rog6 por d alma, esto es, por EI mismo, por 19. cabeza y d cuerpo al mismo liempo, al cual cuerpo llam6 sola y unics Iglesia por In prometida unidad de fe, de los sacramentos y de la caridad de In Iglesia. Que es [n lunica inconsulil del Seilor, [a cllal no fue partida sino que se ech6 a la suerte. Por taniO, hay en est a sola y unica Ig[esia un solo cuerpo y una sola cabeza, no dos cnbezas como si fuerA un monstruo; a saber, Cristo y Pe(iro, d \'kario de Cristo y cI sueesor de Pedro; porque el Senor dijo a Pedro: «Apacienta mis o ...ejas.» «Mis ovejas. dijo, hablando en general y no en particular de esus 0 de aquellas ovejas; 8S1 debe en lenderse que Ie conli6 a CJ todas sus o ... ejas. Si, por consiguienle, los griegos y los otros dicen que elias no fueron confiados a Pedro ni a sus sucesores, confiesan de necesidad que elias no son de las ovejas de Cristo, pues eJ Senor dice en JUlIn: «I-{abni un solo rebano y un solo paslor.» Las palahras del en ... angelio nos ensefian que en esta Iglesia y en su poder hay dos espadas, a saber: una espiritual y una temporal. Pues, cuando los ap6stoles Jijeron: «He agui dos espadas», significa la Iglesia puesto que hablaban los ap6sloles, el Senor no replic6 que eran muchas, sino sulicientes. Y cl que niegue que la espada temporal eSln comprendida en el pOOer de Pedro, ha entendido equi ... ocadamente la pa[abra del Senor, cuando dice: «TatOa In espada a su Jugar.» De donde flmb:ls se contienen en eI poder de la I glesia; esto es, las espaJl1s espi ritual y lemporal; la una, para ser utilizada en fa ...oL· de la Tglesia, y Ia otra , por 1a rglesiaj 1;1 primera, por cI sacerdotej la ultima, por hi mano de reyes y caballeros pero a volunuld y can consentimiel1 lo tacito del sacerdole. Pues es necesnrio que una espada este subordinttdn a

Rc:laciOIl~S t:/Jlr~ lu Iglesia

y el ESlarla

autem ordinata essent, mSl gladius ess!!t sub gladio. et tanquam inferior reduceretur per alium in suprema. Nam secundum 8. Dionysium lex divini· tatis est infima per media in suprema reducL Non ergo secundum ordinem universi omnia aeque ac immed iate, sed infima per media et inferiora per superiora ad ordinem reducuntur. Spiritualem alltem et dignitate et nobi· litate terrenam quamlibet praeceUere potestatem, oponer tanto darius nos fated . quanto spirirualia temporalia antecellunt. Quod etiam ex dttimarum datione, et benediclione, et sanctificatione, ex ipsius potestatis acceptione, ex ipsarum rerum gubernatione daris oculis intuemur. Nam, veritate tes· tante, spiri tualis potestas terrenam potestatem instituere habet, et judicare, 5i bona non fuerit. Sic de ecclesia et ecclesiastica potestate verificatur vaticinium Hieremiae. «Ecce constitudi Ie hodie super gentes et regna» et cetera, quae sequuntur. Ergo, si deviae tertena potestas, iudicabilur a pOlestate spirituali; sed, si deviat spiritualis minor, a suo superiori; si vera suprema, a 5010 Deo, non ab homine poterit iudicari, test ante Apos· tolo: «SpirilUalis homo iudicat omnia, el si dnta sit homini, et exercearur per hominem, non humana, sed pOI ius divina, are divino Petro data, sibiquc suisque sucressoribus in ipso, quem confessus fui! pelra, firmal:!., dicente Domino ipsi Petro: «Quodcunque ligaveris NC.~ Quicunque igitur huic potescati a Deo sic ordinntne resistit, Dei ordinationi resistil, nisi duo, sicul Manichaeus, fingat esse pl'indpia, quod falsum et haerclicum iudicamus, quia, leslante Moyse, non in principiis, sed in principia coelum Deus crea· viI et terram. Porro subesse Romano Pontifici omni humanae creaturae declaramus, dicimus, definimus er pronunciamus omnino esse de necessi· late salutis.

BlillI

de

Bmu/llclO

VI {I

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la otra, y que la uutoriJud temporal este sujtta a lu espiritulIl. Pues, cunndo el ap6stol dict: «Todo poder procede de Dios y los podetes que exislen son ordenados por Dios~, no estarfan orden ados si una espada no eSluviera bajo In olra espada, y 10 inferior, par as! dec!r, no (uefa prescrvndo p:lrn ser cOl1ducido a hechos ilustres. Porque, segun e\ bienaventurado Dionisio, es ley de Ia divinidad que 10 mas bajo dene que ser guiado por 10 lmls alto. Por 10 tanto, segun la ley del universo, no todas las cosas son preservadas en orden igual e inmedial:lmente; sino que las mas bajos par medio de un inlermediario, y Ius inferiores por las superiores. Perc es neceso rio que confesemos sin rodeos que el poder espiritual excede a lodo poJer lem· paral en dignidad y en Iloble-.r.a, como los cosas espi rituales superan a Ius temporales. Podemos, en verdad, ver clara mente esto con nuestros ojos en la enlrega de los diezmos, en la bendici6n y santificaci6n, en el rcconacimiento de eSle poder y en el ejerddo de gobierno sobre esas mismas cosas. Pues, testigo la verdaJ, el peder espiritllal liene que eSI:lbleccr e1 peder lerrenal y juzgarlo si no es buena. Asl se ve en la profecia del profeta Jeremias locante a lu I glesia y al poder de la 19lesia: -I
,""

Acta de lor £lectores alemaner cOI1/irmando fa entrega de Ilalia por Rodollo de Hobsburgo (1 2 79) '

Acta de lor Electores alemanes cOllfirmando ta eltlregll de [tillia por Rodolfo de Habsburgo

Nos principes imperii universis prcscmem paginam inspccturis. Compltttens ab oHm sibi Romona mater ecclesia qU:lsi quadam germanil. tari lalC Germaniam ilIam eo tcneno dignit:lIis nomine decoravit, quod est super Offine nomen temporaliter tBlllum presidentium super tCl"rAm, plantans in ea principes tanquam arbores preelcctas et rigans ipsas gratia singulari, ilIud eis dedit incrementum mirande potentie, UI il)sius ecclesie auctOritate suffuhi velut germen electum per ipsonJm electionem ilium, qui frena Romani tenerct imperii. germ ina rent. Hie est illud luminare minus in firmamento militantis ecclesie per luminare m:J.ius, Christi vicarium, iIIusttatum. Hie est qui m;lterialem gladium ad ipsius nulum excu(i( et convertit, ut eius presidio pastorum pastor adimus aves sibi crcditas spirituali gladie protegendo communiat, remporali tefrenet et coaigat ad vindiclam malefaclorum, laudem veto ctedentium et bonorum_ Ut igitur omnis materia dissen tionis el scandali seu etiam rancoris occasio inter ipsam ecclesiam et imperium auferantur el hii duo gladij in dome Domini constirulj debito fede re copulati se ipsos exerceant in ulilem reformationem regiminis universi et nos in aClu voiunt:llis el operis inveniamur filii devotionis et pads, qui lam ecclesiam quam imperi um confovere tenemur, quicquid per dominum nOStrum R .• Dei gratia Romanorum regem semper augus!Um sanctissimo palri et domino nostre domino Nicolao papa III. eiusque sucessoribus et ipsi Romane ecelesie recognitum, confirmatum, ratificatum, innovatum, de novo dena tum, deeloratum sive concessum, iurarum et acturn seu factum est per privilegia vel quecumque alia scripta quorumcunque tenerum super recognitionibus, ratificationibus, approba· tionibus, innovationibus, confirm:ltionibus, donationibus, concessioniblls et facris seu gest is tam aliorum imperatorum et regum Romanorum predecessorum regis eiusdem quam ipsius regis, et speciali!er super fidelitlHC, obedientia, honorificentia et reverentia pel" Romanos imperatores et reges Romanis pontificibus et ipsi ecclesie impedendis ac possessionibus, honoribus et iuribus eiusdem ecclesie, et nominatim super tota terra, que est a Radiocofano usque CeperBnum, marchia Anoonitann, duc91U Spoletano, ter ra con1itisse Matildis, civilare Rauenne et Emilia, Bobio, Cesena, Foro-

Nosolros, los principes dd imperio a lodos los que vean este presente documeoto. Mos!rando a Alcmanin desde muy antiguo un afetlo autentico, 1>1 Madre I glesia Romana la ~,dorn6 con un titulo de una dignidad tern:nal que excede a todos los otros tltulos de los gobernantes temporales de la tierra; y plamando en su sudo principes cual arboles e1egidos, les otorg6 un aumento de su poder tan grande, que pueden , con la :Iyuda de In :\O toridad de ];, Iglesia y por su elecd6n, escoger, como frUIO selecto, >II que ha de Jlevar las riendas del imperio romano. Es esa luz de menor inlensidod que brilla en eI firm amentO de In iglesia milirante, que es iiumin'lda por la Im1s grande luminaria del Vicario de Cristo. Es el el que saca y retira Ia e5padll material II invitod6n del Vic:uie de Cristo, pilra "lUI: :.lsi, bajo su prolecci6n, el pastor de paSlQfeS pueda guardar junlas las ovcjas a ei COnfil\(las, ayudando a p l"Oregerlas con b espada espiriluol, mient ras que el, sirviendose de Ia espada tcmporal, pueda delcner y enmelld:u con castigos a los malhechores. y ensa\zaf a los buenos y fieles. Por 10 tanto, para remover loda causa d e d iscordia y de posible escandalo 0 inclllso de una ocasi6n de lucha entre ]a Iglesia y el Imperio, y para que estas dos espadas, establecidas en la casa del Senor, pued>ln acoplarse con unit alianza conveniente y ejercer su in!luenda en la sana rdorma del gobierno en tode d mundo; y para que nOSOIros, que esramos obligado~ a favorc<:cr por igual a la Iglesia y al I mperio, aparcrcamos, en deseos como en hechos, como hijos devotos de ]a paz, :lprobrunos y ratificamos todo 10 que ha sido reconoddo, confi rmado, ratificado, renovndo, olorgado de nuevo. declarado 0 concedido, jurado, dado y acordado par nuestro senor Rodolfo, par la gracia de Dios rey de Romanos, sicmpre Augusto, a nuestro S:lOtlsimo padre y senor, cl senor papli Nicohis III, a sus sucesorcs y :I b iglesia romana, por media de privilegios 11 orros documentos escritos, en los que se comienen reconocimientos, ratificaciones, aprohaciones, renovadones, confirmaciones, donaciones, concesiones hechos por este pr~scnte rey y par olros emperadores romanos y reyes, sus antecesores, partK"Ularmente si lratan de III fidelidad, obedienda, honor y reverendll debidos por los emperadores remanos y reyes a los pOnti£ices romanos y a su iglesia, y de las posesiones, honores y derechos de esta igJcsi:l; Y en particlllnr en

,

MorWf//~nla

Gumaniae l-/iSlorica: LelI'J, IV,

vol. III, PI). 213·214.

Rdllciolll!s entre 19lej"ia y d Estudo ....288 populi, Forliuio, Fauemia, Ymala, Bononia, Ferraria, Comaclo, Addams

At'Ia de fos eieclOres alemalle!

[II

alque Cabello, Arimino, Vrbmo, Monleferetri, lerrnorio Balnensi, comitato Brectenorii, exarcatu Rauenne, Pentapoli, Massa Trilbaria cum adiacentibus terris et omnibus ali is ad predictllm ecdesiam pertinentibus cum omnibus finibus, territoriis atque insulis in terra mariqu'e ad provincias, civitates, territoria et loca predict a quoqua modo spectantibus, nc~non super dvitate Romana et regno Sicilie cum omnibus ad ipsa m SpectllllUbus, tam citra Parum q uam ultra, Corsica quoque arque Sardinia e t ceteris terris ae iuribus ad ipsam ccclesiam pertinentibus nos noslri nom ine principatu!: in omnibus et per omnia approbamus et rarificamus DC eisdem omnibus ct singulis ct quibuscunque aliis super eisdem per eundem regem quoquo modo factis et in posterum faciendis voluntatem nostram, assensum lltque consensum ununimiter et concorditer exhibemus el promitt imus, quod contra premissa vel aliquod premissorum nullo unquam tempore veniemus, sct ea omnia et singula pro posse nostro procurabimus inviolabiliter observari. Et ut hec nostra voluntas, approbatio, ratificatio, assensus, consensus atque promissio a nobis eisdem Romanis pontificibus et ecclesie in perpetuum observentur, hoc presens scriptum inde fieri facimus nostroru m sigillorum mllnimine roborarum. Act. et dat. anno Domini millesimo CC septuagesimo nono, indictione VII , regnante domino nostro predicto domino R. Romllnorum rege glorioso, regni dus anna sexlO. Sigillum Sigillum Sigillum Sigillum SigiHum Sigillum SigiIJum SigiUum Sigillum

Henrid archiepiscopi Treuerensis. Sifridi lfchiepiscopi Coloniensis. Warneri archiepiscopi Maguntini. Ludouid comitis palatini Rtni ducis Bawuric. lohannis duds Saxonic. Albeni duds Saxonie. lohanni> marchionis Brundeburgensis. Ottonis marchionis Brandeburgensis. Ottonis marchionis Brandeburgensi.

289

10 que se rcliere a todo el tetritorio que se exl'iende d<.-sde Radicofuno a Ceperano, la Marca de Ancona, e1 ducado de Espoleto, las posesiones de la condesa Matilde, las ciudadcs de Ravena, Emilill, Bobbio, Cesena, For· limpopoli, ForH, Faenza, Imola, Bolona, Fcuara, Comachio, Adria, Gahe· lIo, Urbina, Montefeltro, el territorio de Bano, el pals de Bertinoro, el exarcado de Ravena, Pentapolis, Massatrabaria can sus territorios y todas las otras tierras que pertenecen a In dicha iglesia, con tadas las mareas , territorios e islas que pertenecen en alglin modo, tanto por tierra como par mar, a las dichas provincias, poblaciones , territorios y localidades; y rambien en relad6n a la ciudad de Roma con todas sus pertenencias y el teino de Sicilia en ambas orillas del estrecho de Mesina, y C6rcega y Cerdena, y tadas las oteas !ierras y derechos pertenecientes n esa iglesia. Aprobamos y l'nti!icamos en represent.lci6n de nuestro reino en general y en plirticuiar, y expresamos unanimemente y en completo acuerdo nuestra vollintad, nprobaci6n y consentimiento a todos eSlos actos en general y en particular, y n lodos los otros que h:1O sido hechos por eI clicho rey 0 seran hechos en el futuro; y prometemos que no obraremos contl'a 10 Jicha a contra parle nillguna de clio, sino que teneremos el mayor cuidado que todo esto y cada parte de ella se observe de unn manera inviolable. Y para que esta nuestra voluntad, aprobaei6n, ratilicaci6n, asentimiento, consenti· mienlo y promesa a los romanos pontilices y II Ja I glesia sean siempl'c ob. servados, hidmos icv:mlar este documcnto y 10 conli rmamos y corrobora· mos con nllestros sellas. Hecho y dado en el ano del Senor 1277, en la septima indicci6n, en eI reinado de nuestro dicha senor R., tey glorioso de romanos, en el fino sexto de su reinado. Estc documento fue confirmado por los sellos de los siguielltcs prln· eipes: Enrique, Arzobispo de Treveris. Sigfredo, Ar'lobispo de Colonia. Werner , A'L.obispo de Mainz. Luis, Conde Palatino del Rin, Duque de Baviera. Juan, Duque de Sajonia. Alberto, Duque de Sajonia. Ot6n, Mnrgrave de Br:lIldenburgo. Juan, Margrave de 13r:lIldenburgo. Ot6n, Margrave de Brandenburgo.

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Breve «Meruih> del papa Clemente V (febrero 1, 1306)

!

Meruit carissimi filii nostri Philippi regis Francorum illustris sincerae affectionis ad nos et ecclesiam Romanam integritas, et progenitorum suorum praeclara merita meruerunt, meruit insuper regnicolarum puritas ac devotionis sinceritas, ut tllm regem quam regnum £aYOre benevolo prosequamur. Hinc est, quod nos regi et regno per definiti.onem e~ declar~tlo.n~m bonae memoriae Bonifllcii Papae VIII. praedecessons nostrl, quae !nClplt: «Unam sanctam» nullum volurous vel intcndimus praeiudiciuro generari. Nee quod per i1I~m rex, regnum et regnicolae praelibali. an:plit1~ eeclesiae sint subiecti Romanae, quam antea existcbant; sed omnia Intelbgantur IJl eadem esse statu, quo erant ante definitionem praefatam tal;l quant~m ad ecclesiam, quam etiam ad regem, regnum et regnicolas superlUs nomlnatos.

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Corpl/f II/Tis Canollici, ed. A. Friedbc::rg. yol. 11, rols. 1300.

Breve «Meruit» det papa Clemente V La integridad de sincero afccto de nuestro amado hijo Felipe, ilustre rey de los fr::mceses, para con nosotros y los meritos de la iglesia romana, y tambieo los meritos bien evidentes de sus antecesores y, ademas, la pureza y sinceridad de la devoci6n de los habitaotes de su remo mcrecco que otorgucmos un favor bcoevolo tanto al rey como a su reino. E~t~ .es la raz6n por 13 cual no descamos 0 intentamos que sobrevenga perJUlCIO algnno a esc rey y reino par la deunici6n y declaraci6n de nuestro predecesor el papa Bonifacio VIII, de feliz memoria, 13 cual comienza can las palabras «Unam Sanctam». Y nosotros no deseamos ni pretendemos que por media de esta declaraci6n c1 dicho rey, el reino y sns hubitantcs esten mas sujetos a la iglesia romana que 10 han estado antes! sino que quercmos 9ue ~e ;nlienda que todo debe pe rmanecer en el Illismo esttldo que habla extstJdo antes de 1a ya mencionada declaraci6n tanto en relaci6n a la Iglesia como tocante al dicho rey, reino y sus habitanres.

Decreto «Licet

tUrlS»

dado por

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Dieta de Frank/oTt

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Decreto «Licet iurin> dado pOT La Dieta de Frank/ort Ludovicus dei gratia Romanorum imperator et semper augusrus, Ad etemam memoriam, Licel iuris utriusque testimonill mllnifeste declarent, imperialem dignilalem et potestate~ immediate ~ ,solo deo ab initio ,pr~ cessisse et deum per imperatorem et reges mundi IUra human~ genen t,nbuisse, ae quod imperator ex sola eleetione corum, ad quos perlmet elecuo, verus e£6citur unperator nee alicuius alterius eget confirmatione seu approbatione, quoniam in lempotalibus superiorem non habet, in terris, sC;d eidetn orones subsunt naliones, et ipse Dominus lesus Chnstus mandavlt, que sunt dei deo, et que sunt eesaris eesad fore r~en~a; qui~ tam~n ali.qui avaritie et ambitionis cecitate, devicti et nonnulh SCripture tntelhgentJum se habere fatentes, sed divertentes a tramite recti sensus in quedam iniqua prava commenta et in ~ssertiones detestabiles prosumpunt, contra ~o­ lesta!em el auetoritatem imperialem et iura electorum imper:norum el altorum principum et imperii fidelium mendaciter et faJlllei!cr asserentes, quod imperialis dignitas et potestas est a papa, et quod electus impennorem ex eleetione non est verus imperator nee rex, nisi prius per papam sive per sooem apostolicam connrmelUr approbetur ~t cor?netur, ct per .hu iu~m~ pravas assertiones et pestifera dogmata hostLs antlquus moveat Jiles, lurgJa suscitel contentiones patet et seditiones procure!: ideo ad tan tum malum evitand~m de consilio et assensu eleetorum et aliorum principum imperii declnramus, quod imperialis dignitas el potestns est immediate a solo deo e! quod de iure et imperii consueludine o.ntiq~itus approbnta est,. qu~, pos ~: quam Illiquis digitur in imperlltorem sive m tegem ab elcctonbus Jm~rn eoncorditet vel a maiod parte eorundem, statim ex sola electione est verus rex et impera!(~r Rom~~orum ~e!lsendus ~t ,nomin~n~us, et ide.m dc:bet a~ omnibus impeno SUbdHlS obedm, et admllllStnmdJ msbona el lUra mlperu et cetera faciendi, que ad imperatorem verum pertinent, habet plenariam potestatem, nee pape sive sedis apostolice aut alieuius alterius approbatione confirmalione et aucloritate indiget vel consensu. Et hac in perpetuum valitura lege decernimus, ut deetus in imperatorem concorditer vel a maiori parte electorum ex sola electione censea\Ur et hnheatur ab omnibus pro vero et legitmo imperatore, et eidem ab omnibus subieetis imperio debeat obediri, et administrationem et iurisdictionem imperialem et imperialis potestatis plenitudinem habcat et habere ac obtinere ab omnibus censeatur et firmiter asseratur. , W. Altmann y E. Bernheim, AUfg~rvahll~ Urktwden ~IIr £rliillU"11II1. du Va-

et

IDfSU"trt~schiehl ~ DtuuebklltrJi im Millda/lu, pp.

'4-55.

Luis, por In gracia de Dios emperador de Romanos 'I siempre augusta. Para etem:t memoria. Aunque los testimonios de ambos dereehos muestran clar~mente que desde antiguo la dignidad y poder imperialcs han procedido directamente del Hijo de Dios, que Dios ha OIorgado la ley secular a la taza humana por medio de emperadores y reyes, y que d emperador se constituye legltimo linicameme pot la elecci6n de los que tjenen detecho a elegir sin necesidad de ninguna eonfirmaci6n a aprobaci6n por parte de nadie mas; pues, en la tierra no tiene superior en los asuntos tcmporales, sino que pueblos y naeiones estan sometidos a el segun el mandala de Nuestro Senor Jesucris!o mismo, el elLal orden6 que 10 que fu era de Dios, se diera aDios, y al CCs:lt, 10 que pertenedera al Cesar; a pesar de ello, algunos, guiados por la eeguedad de la avaricia y la ambici6n, y no entcndiendo ia.Escrilura,. sino mas bien scpanindose de su sentido verdadero, apeJnn a IIlterpreweJOnes inicuas y perversas 'I a declaraeiones detestable!, y ataclln el poder y la :lUtoridad imperiales, los derechos de los emperadores clectos y los de otros principes y de los licles subclitos del imperio, afirmando, con blsed:td, ~ue 18 dignidad y d poder imperiaJes proceden del papa, y que e1 que es elegtdo emperador, no es verdadero emperador 0 rey por la elecci6n 11 no set que primero sea eonlirmado, aprohado y coronado por eI papa 0 Is Sede Apost61ica, Y, puesto que eI viejo enemigo causa discordia, prepara disensiones y origina sediciones con tales dec1araeioncs falaces y pestffenls doctrinas, declaramos, para evilnr tal moJdad, con el collsejo y consentimiento de los Eleclores y OttOS prlncipes del imperio, que la dignidad y poder im perialcs proceden direetnmente solo de Dios y que segun eI antiguo y aceptado dcrecho y la costumbre del imperio, eI que es elegido emperadot 0 rey por los Elenores del imperio, ul1:lnimcmente 0 par mayoda, debe str tcnido y Hamado inmediatamente y por eI mero hecho de la elecei6n, verdadero rey y emperadot de tomanos; y que lodos los subdilOs del imperio Ie deben obeJienein, y que el dene todo el derecho a administrar la propiedad y los derechos del imperio y a ohrar segun es propio de un emperador legltimo, sin que tenga neeesidad de aprobaci6n, confirmaci6n, nutoridad 0 eonsenlimiento del papa, de la Sede Apost61ica a de eualquier otro. Por 10 tanto, deeretamos por esfa ley, valida para siempre, que eJ que e! elegido por los Electores, unanimemenle 0 por mayorfa, sed eonsidcrado y tcnido por todos por vcrdadero y legltimo cmpcrador como efecto

Re/aciolJes

mlrf:

ltl Iglesia y cl Estado

Quincunque autem contra hee declarata decreta Ct diffinita vel aliquid eorum asserere seu dicere aut asserentibus seu dicelltihus consemire vel eorum mandatis litteris vel preceptis ohedire presumpsednt, eos omnibus feudis, que ab impedo detinent, et omn ibus gratHs iurisdictionihus privilegiis et immunitatibus a nobis vel predecessorihus nostris eis concessis ex nunc privamus et ipso iure et facto decernimus esse privatos. Insuper eos crimen lese maiestatis committentibus subiacere ... Facta fuit hec lex et publicata in opido nost ro de Franchenvutt 6. die augusti anna Domini 1338, regni nostri anna 23, imperii veIO 11.

Decreta de fa Dh:1/1 de Frallk/orf

del simple hecho de la elecci6n, que todos los subditos del imperio dcb';n obcdecerle y que ei tendril, y sera tenido y prodamado fi.rmemente por todos, Ia administraci6n y jurisdicd6n imperiales y la plenuud del poder imperial. Y el que se atreva a afirm:ar a dedr alga contrariamente a 10 que aqu! ha sido declarado, decretado y defi.nido, 0 contra cualquier parte de ella, 0 a aprobar a los que tal afirman 0 dicen, 0 a obedecer a sus dem:lIldas, cart:as o in strucciones, privamos acto seguido a ese tal de todos los fcudo~ que tiene del imperio y de tedas las gracias, jurisdicciones, privilcglOs e !nlnUnidades otorgados par nosotros 0 por nuestros predecesores, y decretamos su perdida automdtica por el mero hecho de quebranta~ esta ley . ~de~lds, decretamos que se ha hecho reo del crimen de lesa maJestad .y esta sUJeto a lodas las penns que se aplican a los que cometen este cnmen de alta traici6n . Dado en nuestra ciudad de Frankfort , el octavo dia del mes de agosto del ano del Senor 1338, en el decimoprimer ano de nueStro imperio.

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Concordato de Viena entre Nicotas V y Federico TIll

Concordato de Viena entre Nicolas V y Federico TTl

In nomine Domini amen. Anno a nativiule eiusdem millesimo quadringentesimo octavo decima septima mensis febroarH intcr sanctissimum in <7hristo patre;n ae dominu~l nostrum dominum Nicoilium divinn providcn· tla papam qumtum apostolicaroque sedem Ie nationem Alamanicam sanctis· simi domini nostri et sedis eorundem nominibus per reverendissimum in ChriSto pattern ae dominum Iohannem sacrosancte Romane ecdesie cacclinalem l eg~tum ad nationem Germanicam de latere missum plena in ea part~ ~uc.torltllte e~ ~testate minutum et pro ipsa nallone Alnmllnica per glorloslsslmum prlllclpem ae dominum nostrum dominum Fridericum Rom anorum regem semper augustum etc plurimorum sacri Romani imperii electorom aliorumque eiusdem nationis tam ecclesiasticorum quam seculllrium principum conscnsibus accedentiblls conclusa laudata et flcceptata sunt concordata subscripta. S~nc t issim u s do.minus noster Nicolaus papa quintus super provisione ecclestarum benefiuorumque quorumcunque utetur reservationibus luris scrip.ti et con5litutionibus .. execrabilis. et .. ad regimen. modHiC1lris, u[ sequitur:

En el nombre del Senor. Amen. En el ana mil cUB[rocicntos cu:ltenta y ocho de In Natividad del Senor, en eI decimOieptimo dla del mes de febre· ro, el concordato abajo descrito, fu e conciuioo, confirmado y aceptado JX>.r e1 muy santo padre en Cristo y nuest ro senor Nicolds, pnpa por la provldencia divina, quimo de Sli nombre, y la Sede Apost6lica, de un lado, ¥ la nacion alamdnica del otro; fue cond uido en nombre de nues tro SantlSmlO senor y en el de In Sede Apost6lica por el muy reverendo padre en CriSIO, e! senor Juan (CarvajBI), cardcnal lcgaclo de la santlSim.B Iglesia r0!llana, con autoridad y poder completos, y en nombre de la nncl6n IIlamnl1lCa por el gloriosisimo principe y nueStro seilor Federico, Hey de Homanas, siempre augus to, etc., con eI consent imiento y adhesi6n de va~ios Electores ~el SantO I mperio Romano, y de otrOS principes de esta nacl6n, l:m[O eclesl~s­ ticos como seculares. En relaci6n a In provisi6n de iglesias y de todos los beneficios, nuestro santisimo senor el p:tpa Nicolas V invoca las rescrvnciones de la ley escriu y de las bulas modificadas .Exec:rabilin y .Ad regimen. en los siguientes terminos: 1. Siendo lIamados al gobierno de la Iglesia Universal, aunque indignos, por suprema disposici6n, desellmos, segUn es nuestro deber, que personas competentes sean elegidas al gobieroo de iglesi:ts, monasterios y otros beneficios eclesiasticos segun la voluntad divinl y nuestro pau:rnal intenci6n, p:tro presidir y cuidar de dichas iglesias, monasterios y beneficios a ellos confiados. Movido por estas considcracioncs y tambibt guiado por OlrOS motivos racionales unidos a la memoria y politica de varios pOntifices romanos, nuestros prcdecesores, nos reservamos III presentaci6n ~e tooas las iglesias plltriarcales, a'lobispa les y episcopales, monasterios, prlOratoS, dignidadcs, rectOrras y oficios, usl como tambi~n canollila!, prebendas, iglesias y otros beneficio! ec!esiasticos, con cura de almas 0 si n ella, secular y regular, en cualquier parte y cualesquiera que scan, aunque las personas sean 0 deban sec asccndidas II elias general mente por t:lecci6n 0 de alguna otra manerll que este ahora vacan[e 0 10 sea en el futuro, en In curia de In Sede Apo~t6lica y lalllbien nos rcservamos la presentaci6n de los beneficios que estcn vaca~tes 0 que 10 sean en eI futuro en cualquier parte, por ooso[ros o por nuestrn amoridlld, por dCJ>osici6n, privoci6n 0 cllmbio. y rambien la de aqucllos para los ClIales los candida tos han sido eJegidos 0 presentados en concordia 0 disrordia y cuya e1ecci6n haya pedido ser :mulada 0 Ia pre-

. 1. Ad regimen eeclesie generalis quamquam immeriti superna dispositione vocati gerimus in nostris desideriis, ut debcmus, quod per nostre diligentie stud iu m ad quarumlibet ecclesinrum et mon:Jsteriorum regiminn et alia beneficia ecclesias tica iuxta divinum beneplacitum et nostre intentionis affectum viri anumantur idonei, qui presint ct prosint committendis cis ecdesiis monasteriis et beneficiis prelibatis. Premissorum itaque consideratione inducti et suadentibus nobis aliis rationabilibus cau· sis nonnulJorum predecessonn nOSlroreum Romanorum pontificum vestigHs inherentes onmes patriarchales archiepisropales episcopaJes ecdesias mopastetia prioratus dignitBtcs personarus et offi cill neenon canonicatus e[ prebendas et ecclesias ceteraque beneficia ecclesiastica cum iu ra vel sine cura, seculal'ia et rcguJaria, quecunque et qualiacunque fuerint , etinmsi ad illa persone consueverint seu debuerint per e1eclionem st:: L1 quemvj, niiulU lIlodUVi IIssumi, nunc apud sedem npostolicam quacunque modo vacantia et in paslerum vncatura necoon pef depositionem seu privatio, W. Ahmt nn y E . Berr.heim, op. !;it., pp. 14
I l
et

COl/cordata de

Estado

nem seu tfallslal iOllem per nos seu allctorilate nOSlf::! factas el innnlea faciendas ubilibet necnon ad que aliqui in concordia seu discordia electi vel postul:lli {uerint, quorum elenio cassata seu postulatio repulsa vel per cos facta renun tiatio er admissa auctoritate nOstra cxtiterit seu quo· rum eIectorum vel postulatorum et inantea eligendorum vel postulandorum eIectionem cassari seu postulationem repeUi aut renunciarionem admini per nos aut auctoritate nostra continger, apud sedem predictam vel alibi ubicunque, et edam per obi tum cardinnlium eiusdem ecdcsie Romane aut officiorum dicte sedis, quamdiu ipsa oflicia actualiter lenebunt, videlicet vicecanceUarii camerarii, septem 1l0tarioJ:um, auditorum litterarum cont radictarum et apostolici pallacii causarum audilorum, correctOrum, centum el unitis scriptorum litteramm apostolicarum et viginti quatuor penitentiarie pre fate sedis et viginti quique abbreviatorum neenon verorum commensalium nostrorum et aliorum viginto quique capeUanorum sedis eiusdem in ephitaphio descl"iptorum et etiam quorumcunque legatorum seu collectorum ae in terris Romane ecclesie rccrotum et thesaurariorum dcpulIHorum seu missofUm hactenus vel deputandorum aut mittendorum imposterum vacan tia et inantea vacatura, ubieunque dietos Jegaros vel collectores seu reetores aut thesaurarios, antequam ad Romanam curiam redierint seu venerint, rebus exirni contigerit ab hun1anis, necnon quorumlibet pro quibuscunque negociis ad Romanam curiam venientium seu eliam recedentiu m ab eadem, si in locis a dicta curia ultra duas dietas legales non distantibus iam fonam obie:rint vel eos inantea ab hac luce transire contigerit, etiam simili modo quorumcunque curialium peregrinationis inlirmitatis seu recreationis vel alia quaeunque causa 3d quevis loca se:cedentium, si cos, 3ntequam ad dictam curiam redierinr, in locis ultra duas dietas ab eadem curia, ut premitittur, non remotis, dum· modo eorun proprium domicilium non existat ibidem, iam forsum decessednt vel imposterum eos contigerit de medio submoveri el nunc per obi tum huiusmodi vacantia vel imposterum vacatura, rursus monasteria priotatus et decanatu5 dignitates personatus administrationes oEGcia canon icarus prebendas et ecclesias ceteraque beneficia ecclesiastica secuJaria et regularia cum cura vel sine cura, quecunque et qualiacunque fuerinl, etinmsi ad ilia persone consu,everint seu debucrint per electionem seu quemvis alium modum assumi, que promoti per nos vel auctoritate n()Stra ad palriarchalium archiepiscopalium et episcopalium ecclesiarum necnon monasteriorum regimina obstinebanc tempore promotionum de ipsis fawlfum, nunc quocunque modo vacantia aut imposterum vacatura nccnon etiam que per assecucionem pacificam quoru rucunque prioratuum dignitatum personatuum ofGciorum canonicatuum prebendarum ecclesiarum aut bene6ciorum aliOrum per nos seu auctorilue nost rarunl litterarum immediate collatorum seu conferendorum imposlerum, preterquam si virtute gratie expectative assecutio fint, nunc vacantia et inanlea vacatura, plena super premissis omnibus et singulis cum fratribus nostris collation!: prehabitn et matura delibcratione Secutll ordinacioni disposicioni ac prornossioni nostre de ip-

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Vi(~1Ii1

29.9

sentaci6n rcchazada, 0 los cuales hayan pediclo dimitir y su dim~sj6n haya sido aceptuda por nuestra autoridad , 0 cuya decci6n 0 pr~se~~llcI6n pueda ser anulada en el futuro, 0 la apelaci6n rechazada, 0 1a dtmlsl6n ~ceptada por nasotros 0 por nuestrll autoridacl en la dicha curia 0 en cllalqUlcra olr~ parre; y tambien 13 de les que esyin vacantes.por muerte.de cardenales de In dieha iglesia romana 0 de ofictales de la {hcha sede, ,slemp r~ que estos oliciales esten en posesi6n de sus cargos; eSlo es, los vlcecan~!lIe~es y tesoreros, los siete notarios, los oidores de las Canas ContradlClOr~ns y dt los oidores de las Instancias del pal~cio papal, los correctores, los Clcnto un tedactores de las Letras Apost6licas, veintieualro de la Penitenciarla de la dicha sede: y veinticinco abrevilldores, y tambjen los miembros de nues,un casa y los veinlicinco capeUnnes de la dicha. sede mencionados en eI eplta60' y tnfi)bh~n nos reservamos la presenl!lcl6n de legados y recaudadores, de'los reClores en los estados de la iglesin romana, los lesorer05 hasla ahora enviados 0 delegados 0 los que sean enviados 0 delegades en el futuro , cuyos cargos estfin vacantes 0 10 estanin en d futuro, sin tener en cuenta el lug!!r donde estos leg!!dos, recaudadores, rectores 0 tesoreros. pued:lfl morit antes de regresar a la curia romana; y tambien la presentaCt61.1 a los beneficios de los que estin en camino n III curia romana por cualqUJ:r fin, o que regresc.n de ell:!, si han falleddo 0 mu(':ren ~n un lugar a _dos ~tas de Roma; e igualmente Ia presentaci6n de los beneficlos de cual~u,e~ mlcmbro de In curia romana en camino a co:J1quier lugar, por pe rep,rlOaC!~n, 0 por enfetmcdad 0 rcerco 0 por cUlllquier otta r~z6n, si, como ~e hn dlCho, han muerto 0 mueren antes de regresar a In conn en lugares dlstante de Romo no mas de dos nbs de tal modo, que sus benelicios estnn vacan tes 0 10 cstaran en el futuro debido a un::! muerte de esa clas7, a no ser que, Sli residencia este en elll1gar doncle mueran; y b ~r:sent~cI6n de monaslen05, prioratos, diaconlas, dignidades, rectorf~s, Ildlnl;lLSt.t:lCIones, cnrgos, canonjfas, prebendas, iglesias y ottos beneJiclOs eclest6sllcos, seculares .0 regula: res, con cura de almns 0 sin ella, en donde esten y 10 que senn, lOcl~so 51 las personns son, por regia genernl, elegidas 0 deben serlo pOt e1eccl6n 0 por otro medio, si esas personas. han. sido ~~cendidos por. nosotros O. pot nuestra autoridlld al gob!erno de IcieSl:l5 patrLarcales, onobtspnles y eplSCOpales y de monasterios, y que ahora estan vac:mtes 0 10 estar:l'n .e ~ el futuro per unn raz6n a I>or otn; y. tambien de las v~C1!ntes ql;e ~e Orlgmen ahorll o en e1 futuro de una sucesI6n pacffica en pnofstos. dlgnJdil~es, r_cctorf~s, oficios, canonjfas, prebendas, iglesias u OItOS beneficios confertdos IIlm~dI3' tnmente, 0 que vayan a set conferidos por nosotros , 0 cla~os por, nuesua autoridnd por escrito, excepto cuando se trate de una suces~6n paCifica que tiene lugar en vittud de una prom~sa. Re,serv~:~os todo I? ~I~cho, en general y en particular, a nueSUn ordenacl6n. dtSposICt6n y poslbtltdad de prometer, para ser concedido despues de consultar con nuestro.s hermanos y tr~s de un meticuloso estudio, pOl' nueSlra nutoridad apost6!tco. con el. con~eJo de nueslros hermanos; y decretamos por adelantado su nultdad e IIlvalidez

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sonull fr:llrum consilio auctoritllte apostolica l"eservamus, d~cem~lltes exnunc irritum et inane, si secus super premissis et quolib~ t ~orum per quosqunque quavis lIuct oril;lte scienter vel ignoranler comig~rit IIlIemptari.

2. Item in ecclesiis ruetropoli tanis et cathedralibus edam apostolice sedi immediate non subiectis et in monasteriis apo5tolice sedi immediate subiecti~ Gant eJection~s canonice, que ad sedem apostoJicam deferantur, quas ellllm ad tempus constituendum in constitucione Nicola i, que indpit «cupienles», papa expected; quo facto si non fu~rint presenlate minus canonice fuerint, papa providea!; si vero cananice fuerint, papa cos confirmet, nisi ex causa rationabili et evidenti et de frlltrum consilio de digniori et utiliori persona dux~rir providendlllll, proviso, quod confirmati et provisi per papam nichilomi nus metropoli tanis et oliis prestenl debita iuramenta et alia, ad que de iure tenentur. 2b. I n monasteriis, que non sunt immediate sllbiecta sedi apostolice, nec~0!1 in aliis bene6ci~s realliariblls, super quibu5 pro confirmatione seu prOVlSlOne non consuevlt haberi recursus ad sedem apostolicam, non teneonlur venire cIecti s~u iUi, quibus providendum est , ad curiam ad habendum confirmadon em vel provisionem; nec eciam dicta beneficia regularia cadant in graciis expectativis. Ubi autem in monasteriis ad curiam Romanam venire seu mittere consueverunt, ibi papa aliter non confirmet scu provideat, quam superius de cathedralibus ecclesiis est expressum. De monasleriis monialium papa non disponat, nisi sint exempta, et tunc per commissioncm in partibu5.

3. De ceteris dignitatibus t:t bene6ciis quihuscunque secularibus et regularibus vacaturis ultm reservationes iam dictas (mnioribus dignitatibus post pontificales in cathedralibus et prindpalibus in collegiatis exceptis, de quibus jure ordi nario providealUr per illos infcriores, ad quos alis pertinet) idem sanctissimus dominus noster per quamcunque aliam reservadonem gradam exspectativam aut quamvis sHam dispositionem sub quacunque verborum fo rma per eum aut dus auctoritate factnm vel fiendam non impediet, quominus de illis, cum vacabunt de mensibus februarii aprilis iunii augusti octohris et decembris, libere di sponatur per illos, ad quos collatio provisio presentatio electio aut alia quevis dispositio pertinebit, reservationibus aliis II. premissis ae dispositionibus aueloritate einsdem domini nostd pape faeds vel iiendis non obstantibus quibuscunque. Quociens vero ~liquo vaconte bendido de mensibus ianuarii mardi maii iulii scptembtis et nove mbris sped aliter disp05ition i apostolice sedis reservatis non appnruerit infra tres menses a die note vacationis in loco hendicii, quod alicui de ilIo npostolica ouctoritate fuetit prov isu m, extunc

CUllcorJfllu tit: Vii-Ill}

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si se tratara de ptoceder contra ria mente a 10 estipulado, en todo 0 en parte, por cualquier persona y fllltOri dad, a sahiendas 0 con ingnorancia. 2. Se celebra d n elecciones canonicas en las iglesias metrapolitanas y catedrales, aunque no esu~n directamcnte bajo III Sede Apost6!ica, y en los monasterios que eShln directameille bajo la Sede Aposl61icn; (el rcsultado de estus eleeciones) se presentani II la Sede Apost6lica, segun 10 dem anda el papa, denao del liempo fijado en la bula de Nicolas que comienza con Ia palabra «Cupicntcs». Por consiguiente, si no son presentadas, 0 si son prcsentadas y se hall an can6nicamente defectuosas, el papa proveera el beneficio; si son can6nicllmente correctas, cI papa las confirmani a no ser que decidu, por causa justa y evidente y con eI consejo de sus hermanos, de que se e1iga olta persona mas digna y mas util, con la condid6n de que las personas confirmlldas 0 nombradas por el papa, tomen los juramentos dcbidos y hagan 10 que legalmente deben con los metropolitanos y olras. 2b. Los que son clegidos para monasterios que no estan sujelos clircctamente a Ia Sede Apost6lica y II otros beneficios regulares tocante II los cuales no es costtlmbre recurri r a la Sede Aposl6lica para Iii confirmaci6n o colaci6n, 0 han redbido los bcneficios, no estan obligados a ir a la curia para la confiarmad6n 0 colaci6n; ni los clichos beneficios ordinarios se incluiran en los de prom~sa. Pero, en los monasterios que se ha teuido por costumbre ir 0 enviar a la curia romana, el papa no eon6rmara n i proveera contrariamente a 10 estipulado arriba sobre las iglesias c:uedrales. El papa no dispondra de convent05 de monjas a no ser que eSI\~n exentos (de la jurisdicd6n del ordina rio) y 10 hani por comisi6n en los distritos respectivos. 3. En 10 que toca a otras dignidades y beneficios, seculares 0 regu· lares, que quedadnn vacantes fuem de las reservaciones mencionadas (con excepci6n de las siguientes dignidades mayores : en las iglesias catedrales, las dignidades pontificias, y, con excepci6n de las principales dignidades en las iglesias colegiatas, las cuales seran olorgadus segun el derecho 0[dinario por esas personas inferiores a las cuales, por otta parte, pertenece) nuestro muy santo padre no se opondd por reservaci6n, promcsa 0 por cualquier otra decisi6n, que ha sido hecha 0 10 ser:i por el mismo 0 con su autoridad, a la libre disposid6n de los beneficios que queden vacantes en los meses de febrero, abril, junio, agosto, octubre y diciembre, por las personas a quienes pertenezca Ia colad6n, provisi6n, presentaci6n, elecci611 u ot ro medio de otorgamien ro, y no scran impedidos por Otras rcservadones que las indicadas, 0 por orros acuerdos hechos 0 que se hAgan con :mtoridad del mismo nuestro senor papa. Los meses de encro, marzo, mtlyo, julio, scptiembre y noviembre se l"eservan de manera particular :1 Ia disposici6n de la Sede Apos t6lica; pcro, 5i un beneficio qucdtl vacante duran te ellos y no se provee a nadie por la autoridad apos t6lica dentro de tres meses a partir de la fecha en que se conoci6 In vacante en ellugar del beneficio, desde esc momento, pero sin valicle-l retrospcctiva, que el

JUl

l{ drlt'l() 1I 4'l 4'lIln' Ju 19i(litl y d lislado li-' et non !Iu te:1 ordinarius vel alius, ad yut:m illius disposilio peninebit, de illo liberc disponat.

Jb.

Item ad finem, ut hec ordinatiQ co11ationi5 beneficiorurn non

res.e~vat oru m per ahern
qUI Ipsa gaudere v?luermt, tempus congruum habeant eandem acceptandi, tun~ ~u?ad apost?licam sedem in kalendis iun jj proxime futuris ipsa currere IOclplet durabllque deinceps, nisi in fmuro concilio de consensu nationis aliter fuerit ordinanun. , 4. Item circa provisionem apostolke sedi ordinandam modu s annatarum hoc modo currat: de ecclesiis cathedralibus omnibus et monasteriis viro.rum . dumtax.at .vacantibus et vacaturis solventur pro fructibus primi nnnL II die vacac~oms s~l:nm e peeuaniarum in libris camere apostolice taxate, que eommuma servltla nuncupantur. Si que vero excessive taxate sunt', reta~emur ; et provideatur specialiter in gravatis rcgionibus secundum quah~at~m rerum ~emporum et regionum, ne nimium pregravcntur; ad quod S;I~CU~~ lInus d? ml~us noster petentibus dabit commissarios in partibus, 9U1 dJilgemer IOqUJrant e r retaxent. Taxe autem predicte pro media patte mfra annllm a die habite possessionis paeifice totius vel maiods p!lrtis ~olvantur et pro media parte alia infra sequentem annum. E t si infra annum his vel pluries vacaverir, semel t"mtum solvetur' nec debitum huiusmodi in successorem in ecclesia vel monasterio trans~a t . 4b. De ceteris dignitatibus personatibus officiis et bene6ciis secularibus quibuscunque et regularibus, que auctoritate sedis aposlOlice coofef~ntur vel de quibus providc:bit.ur preterquam vigore grnciarum expec:tIl.tlvarum aut CaUsa permutaclOlllS, solvantur annate seu medii fructus iuxta taxam soHtam a tempore possessionis infra annum- et debitum huiusmodi in successorem in beneficio non transeat. D e b~eficiis vero que valorem viginti quatuor flo renorum de camera non excedunt nihii solva tur. Curratque hec observantia deinceps, nisi earn similliter in 'futuro concilio de consensu nationis inmutari contingat.

5. 1n aliis autem, q,ue per felicis recordationis dominum EugeniuOl pnpaOl quartum pro nntlOne prefata usque ad tempus futuri generalis condlii permissa concessa indulta atque decreta et per memoratum sanetissimurn dominum nostrum papam Nicolaum confirmntll fuere, in quantum illa concordie presenti non obviant, ista vice nihil extitit immutatum. I / l. ,

;; 6. Voluit etJam memoratus dominus legatus, quod super concordatis 'presentibus smguli metropolitani predictae nauonis petentibus qllibus-

Conco n /ulo de ViCll1l

303

ordinario u otm persona a la que pertenezca esta colad6n, disponga libre· mente de ella. Jb. Para que esta disposici6n sobre Ia colad6n de beneficios no rescrvados en los meses alternos pueda ser publicada por todo el pais, y para que los que deseen aprovecharse de ella puedan tener ticmpo suficiente para aceptarla, se pondd en vigor, en 10 que toea a la Sede Apost6lica, en las siguientes kalcndas de junio, y sera v'lida a partir de entonces a no ser que se disponga otra COsa en el futuro concilio con el consentimiento de la naci6n. 4. Tocante a las provisiones que sean hechas por la SOOe Apost6lica, el sis tema de las annatas sera e1 siguiente: todas las iglc$ias catedrales y monasterios de hombres que estell vacantcs 0 que queden vacantes, pagadn, a partir del dia de la vaennte en lugar de los hutos de primeros de aiio, sumas determinadas en el libro del tcsoro papal llamadas «communia servililH>_ Si algunas iglesias han sido tributadas en exeeso, cstO se revisar:l. Se tomara cuiJado especial en las regiones que estan lOuy tributaJas segUn la calidad de los bienes 'I de la tierr:l y seglin las circuns· tancias del tiempo, no sea que estell sobrecarg:ld:ls j para este fin nuestro muy santo sefior nombrarn, a pet ici6n de los solicitante, comisionados en esos distritos que investigarfin con diligeneia las solicitudes y revisadn los impuestos . Se pagara la mitad de dichos impuestos dentro del aiio a partir del dia en que se tom6 posesi6n pacifica de todas 0 de la mayor patte de las pwpiedades en cuesci6n; la segunda mitad se pagani en el ano siguiente. Y si (el mismo benelicio) quedara vacante en el curso del mismo ana dos 0 tres veccs, los pagos se hadn solo una vezj e1 sucesor en la iglesia 0 monasterio no sera responsable de una deuda de esta naturaleza. 4b. Sc pagaran las annat liS 0 los medios frutos de las otras digni. dades, rectorfas, oncios y beneficios, tantO sccularcs como regulates, que son conferidos 0 cuya provisi6n es hecha por la autoridad de la Sede Apost6lica, con excepci6n de las expectativas 0 permutaciones, segun eI arancel ordinario denno de un aao a partir del momento de In toma de posesi6n; eI sucesor en el beneficio no sera, sin embargo, responsable de una deuda de esta clase. Nacla se pagara por los beneflcios cuyo valor no excede veinticuntro florines en rentas . Esto estara vigen te a partir de ahora a no ser que el futuro concilio 10 altere con el consentimiento de la naci6n. 5. Nada se modifica, en cual1\O no sea incompatible con este concordato, en las materias que el seiior papa Eugenio IV, de feliz memoria, haya permilido, concedido, otorgado y decretado a la dicha nacion hasta la cele· braci6n de un fut uro conci lio y que hayan sido confirmadas por el ya mencionado nuestro santlsimo sefior eI papa Nicolas . 6. EI clicho seiior legado tambien J ese6 que cacb menopolitrmo de 13 (licha naci6n pueda tener autoridad pa rt! intimar, a peticion de cua lquicra en cllan to 10 juzgue necesnrio, el contenido de eSle concordato en su propia transcripci6n y con su sello, y que se de n estas copias credibilidnd IOlal en

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Reloeioncs entre //J 19lesia y el ESfado

CUllcOrdulQ d£· Viell';

cunque, quantum opus eis videbitur, sub suis sigilis transsumpta conce. dere valeant, quodque transsumtis eisdem in iudicio et extra sterne et adhibeatur tanquam huic originali carte per omnia plena fides. Per hoc autem, quod in concordatis huiusmodi sive quibusvis aIiis eorum occasione conficiendis litteris propter competentiorem descriptionem Alamania specialis appellatur Olltio, ipsa tensed non debet a Germanica natiooe distincta seu quomodollbet separata. Ad fidem igitur et robur ae testimonium omnium premissorum nos Fridericus Romanorum rex nos Iohannes cardinalis legatus supradicti car. tam presentem nostris appensis mandavimus communiri sigWis. Ad mandatum domini regis in consilio.

todo ante la justitia y extrilordinariamcnte como si se tratara del texto original. Porque se mencione en este cOllcordato ':J en Olros documentos, que seran redact ados basados en el, a una naci6n particular aIamanica can el 6n de una descripci6n mejor, no debe entenderse que In misma cs distinta 0 de tllguna mtlnertl scparada de la ntlci6n tliemana. Como tesligo y testimonio de toclo 10 clicho, nOSOlros, cl mencionado Federico, Rey de Romanos, y Juan, Cardenal Legado, hemos ordenado que este documento fueta corroborado 6jando en ei nuestros sellas. Por orden del Camejo del senor rey.

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Cronologia

236-25} 250 2H·258 257

Popas Fabi~n y Cornelio. El emperlldor Decio decreta II primera pc:rsecuci6n general de los ctistianos. P~pu Lucio I, Estebnn I y Sixto II. El cmpcrador Valeriano promulgn el primer edicto de pcrsen.lci6n gene:tal contra cl cristianismo. El edicta iba Jirigido contra In jerarqufa cdcsinstiell,

258 259-268 260 296-304 Feb. 303 311-314 Abr. 311 Feb. 313 Jun. 3D Ago. 314

314-335 325 1:52·)66

Segundo et!ieto de Valeriano. Papa Dionisio. Primer edina de toler:mcia promulgado por el emperador Galieno. P apa Marcelino. £'1 emperador Diocleciano, pcrsundido por el dsu GaJerio, decreta III pcrsccud6n de los cris!innos por tOdD d imperio. Papa Melquiaclcs. EI empcrador Galerio promulga, en Nioomc:dia, cinco dlus ames de su mu('rtc:, un ('dicto de: {oleranda en favor de los cristianos. Los cmperadores Constantino y Lieinio promulgan el Edieto de Tole· rancia, dc Mn'n. El cmpcudor Lieinio promulga el cdicto en Nicomedia. Concilio de At1
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JuJi~no

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Ap6sllll~

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pllll~nislllo.

Condlio I de ConstantinopJa. Damaso I dednta, en d slnodo romano, que la supremada de Rama se debra II los poderes pctrinas y no a un dcrreto ooncilior. Papa Le6n I. El empcr;!dor Valentininno III recoooce: el primado del romano pomlflee durante el conflieto entre LeOn f e Hilario de Arlb. Lc6n I rcchaza el dcrreto ca!cedanense que reronoda igual pdmada yl patriarca de Const~ntinapla. Papa Simplido. EI empel'lldor Zc:n6n promulga cI HenOlic6n 0 .... Cll de Uni6n. Papa GellSio. Carta de Gdasio 01 erupcrador Anastasio dedarnndo la nlluraleza de las rdacianes entre el sllcuJ orillNf y d ill/pUIIIIII, Y afirmando d prirnado de Roma. Este dOC1Jmemo es de: import.nda capital en 10 doctrina de la supre:mada romana. Juniniano, emperador del Oriente. Justiniaoo es d perfecto ~poneme del cesaropapismo. Se oonsider6 II SI mismo scilor de la IgleSIa y con autorid~d para decldir aun en >lsumos dOI:Ul~ticos. Se promulgB cl Codex] IIS/il/iall/IS. Publicaci6n de l Diles/flS 0 Pal/dee/lie y [liS / nJlirllricme!. Promulgaci6n de las NOl'l!IIae, la legislxi6n de Jusliniano. Pap. Gre:gorio 1. Gregorio I protest. lInte los empel'lldores bi1;Bntinos por eI uso del titulo ",eculllenico», que se arrogan 101 patriarcas de Constanlinopla. Decreto del e:mpe rador focas prohibie:ndo al patrian;s lIamaIse: cecum':· nieo•. E.I empcrador Heraelio promulgl eI Ect hesis, oompucsto por el patriarca Sc:q~io.

Papa Aga t6n. . 680 Sexlo ooncilio eC\1m~nicO, ce!ebrndo en Constant/nopia. EI papa es reoonodtlo como ..ctbe:u de: JQ primera scdc: de i. Iglesia Universal». 687-701 Sergio I.. Q. 691 Justiniano II conv0C3 el ooneilio TTIil/anum secllndum 0 concilillm /II .

678·681

lIiuxlmn.

Grego rio II. Gregorio III. Gregorio III pide: ayud. a urlol Martel contra los lombardos. No CJ escuehado. 74 1-752 Papa Z~ctrlas. 751 EI papa Zacarfas sanciona la deJlosici6n dd ultimo rey merovingio por eI mayordomo de: palacio Pipino eI Breve. 752·757 Esteban II. Vims del papa con Pipino. Unci6n de Pipino y de sus hijos u rlos y Carlomlln. EI pap. Esteban II otorgn 11 Pipino eI titulo de Pa/ricius 715-731 73 1-741 741

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r omilflorum.

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Expc:dici6n de P ipino a !talia. . . . Donaci6n de Pipino 0 Trlllloo de Qwerty. La Do~acI6~ sc oonslde:ra conlo eI estlblecimiemo de los esrados papalc:s 0 PalflmOll/um Perri

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JOY

CroJl/J{og;(/

768-772

E$\cban ilL

76' Decreto sinodal prohibiendo a los laico$ Jl~pales.

l)articip~r

en [as

el ecciolle~

772-795 Adriano r. 773 Expcdici6n de Carlomagoo a halla. Jun. 774 ulda de Pavia. Carlomagno loma el titulo de rey de los lombardos. Confirm. d Tral~do de Quiercy. 795·816 L.:6n 11 1. Die. 800 Coronaci6n de Carlomagno como emperador J e Occidentc. 817·824 Pl5cuai I. 82J Coronaci6n de !..otyrio 1 en Roma. 824·827 Eogenio II. 824 !..otario [ promulga ]a Consfitllrio romana. _ /l58·867 Nkolds L 860 Excomuni6n de! ~1"1;obispo de lUveno. 861·867 Conllicto emre NicoMs I e Hinemaro de Relms. Condlio de Troyes. 867-872 AJriaoo II. ComieruD a declinar cl papado, que pasa a 5I.:r juguelc de bs ambicioncs italianas y romDUUS. Se Dcenl\lu 1m doctr!na de: la aUlOnomfa p~pal formu· !ada en las Falsu Decretoles. 904·911 Sergio II. . Sep. 910 Guillermo, duque de Aquitania, fund .. el ffiOnuSt erto de Cluny. 923 Fundad6n de b abad!a de Brogne 'por Gerardo. senor de Brognt'. 95,5-963 Juan X II. Ene. 962 Coronad6n de Ol6n I empe rador de Occidenle:. 996·999 Gregorio V_ May. 996 Coronaci6n de Ot6n Ill . 999.1(0) Silvestre II. 1010·1024 Benedicto VIII. 10 14 Enrique II convoCH e! sLnodo de R,Lvena. que decrct6 In deposici61\ de c1~r igos de ddec tuosa ordenaci6n. 1020 Enrique II confirma c:I OUOllialllllll . 1022 Sinodo de PavLa comrn Ia simonla y elllioob fslO(l. 1045·1046 Gregorio VI (Juan Graciano Pierlconi). Dic. 1046 Deposici6n par Enrique III de G regorio VI en eJ sinodo de SUlri; depo· ski6n de Silvestre III y Benedicto IX en eJ sJnodo de Romn. Elecci6n de Qemente It (Suigerio. oonde de Morsleben y obispo de Bamh<'tg). 1049·1054 u6n IX (Bruno, conde y obispo de: Tau!). 104' Comienu la rclorma ayudado por Hildebrando, Federico de Lorena, Hugo el Blanco Hu mberto de Silva C:indida y Borli(:\Cio de Albano. Sinodos de Rcim; y Mogunda bajo Jo presidem:ia del mismo papa. Se legisla contra 10$ simoniacos y nicol.lst u. 1050 Concilio de Coyann (Valenc ia de D. Juan) en el reinado de: Fe:rnando I el Magno. Dccretos conlra la autoridad secular sobre In iglesias y los ecleshisticos, y contra el matrimonio de las cMrigos. 1054·1057 Victor II (Gcbardo, conde de Hirschberg y obispo de Eichstadt). 1055 Concilio de Florencio. lnfluencia de Hildebrando. 1056 Enrique IV, de sc:is arias de: edad, sube al trono alemin; regencia de la emperatfiz Ioes. 1057·1058 Eueban IX (FcJetioo de Lorena ).

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10' 7

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Por primer. ve~ un ]llIpa es c:lc:gido sin la illtc:rvencion imperial. E[ cardenol lIumberto de Silva CAndida publica d lralado Ad~'fIIs si· 1tI()!JiacoJ.

1058·1061 1059

1061·1073 1061

1075 1076

Oct. 1076 Ene. 1077

1078

1080

1084

May. 1085 1088·1099 1088 1091 1093 109,

109'

1099·1118 lJ 02 1104·1106 Ago. 1106 1106

Nicolas II (Gc:r~rdo de Borgori;), anobispo de: Florellcia) . . Sfnodo lateranense, Nicohfs II prom ulgn cl d ~reto sobre [a eleccion del pont ifice, cuyos eleclore$ habriall de ser sacados dd colcgio de cudc. nales. Alejandro II (Anselmo de: Lucca). E legido papa a Icno r del decrelo de 1059 de su predc:cesot. E! slnodo de Basilca, apoyado pot Enrique IV, opone II Alejandro II el InUpaI»- Honorio II (Cadalo, obispo de Parma ). Gregorio VI I (Hildebrando). Prime r sl noclo euartlmal. EI papa prohlbc el ministerio II los sacer· dotes simonCacos. Segundo sCnodo euaresmal: prohibici6n de I. investidutrt laia. Sfnodo de Wor:ns. Enrique IV pronuncia ]a depositi6n de Gregorio VII . Gregorio VIi depone al rey de Akmania en c:l te rcer slnodo cun resmal. Diela de Tribur. Enrique IV es obligado a buscar I~ rt:eonciliacion con el papa anles del 22 de febrero de 1077 5i no querfa ser de:spucslO pot los alemanel. Canossa. Grcgo:io VII absuelve Je la excomunion I Enrique IV, ~ro rehusa, por c:l momento, a r«onocerle tOOos 105 poclerC$ rcales. La Dieta de Forcheitn da 1$1. corona de: Alemania II Rodol fo Je Suahia . Cornienza I. Kucrra civil. Concilio de Geron. prc:sidido por cI Iegado Amado de Dleron. Da:retos com r. siroonl.cos 'I concubinariO$. Rodolfo de: Sua!!ia c:s dertolado y mueHO en 19 ba talla de Elster. ScgundJ deposicion y excoDlunion de Enrique IV. Sfnodo J e Brixen. Gregorio V(J es Jepucsto y d anobispo de R~yen'l e:s elegido amipa!,a con c! nombre: de Clemenle I ll . Enrique I V enita en Rom a y ..,$ coronado por e! antipapa Clemente Ill. Gregorio VII, obdndon.do par gran parte de sus c~rdennles, es Jlcynun a Salerno por los normandol de Roberto GuiscarJo. Muerle de Gregorio VII en Salerno. Alfonso VI de CasliUa y Leon cmra en Toledo. Urbano II (OdOn Je OlDtill6n). La sc:ae de Toledo e, dccllraJ a scJe prim.da Je Esllaiio. Coneilio de Benevento contra c:l amipapa Oemenle Ill. An5ClmO de Bee es dev.do a ]a scdc: de: Gnlerbut'l. Urbano II entn en Roml. Renuev. la excomuni6n de Enrique IV. Comienu II dispul a entre Anselmo de Canterbury y Guillermo II el Rojo. Sfnodo de Piacenz.a. Sc: prohlbe a los cUrigos prestar holllenaje a los laicos. Condlio de Clcrmonr. Urb'IIlO II, como caben Je II criui:mdaJ, pro. clama la primeu cruz~Ja. Pascual II (R~inerio Je B!eJa). Se renueva II ncomunion de: Enrique IV. Enrique V se rebel. contra su paJre, Enrique I V. Enrique IV mucrc en u eja. SlnoOO de Guutalla. Pascual II renueva la condenacion de ]a invesd.

Crollologia

Ago. 1107

1108 Feb. 1111 jun. 1111 Mar . 1I 12

Mar. 1I16 1117

Ene. 11 18 1119·1124 1119 112 1 1122

1130· 1143 11 30 113J

1154· 1159 1157

1157 II58 1159·1 18 1 1159

1162 l!64 1167 1170 1176

311

duro lok"ll , l>eta reronocio a los obispos nombudos por Enrique IV 'I Enrique V. Concordato de Londrtl enlfe Enrique I de Ingliuerra 'I san Anselmo de Canterbury. Concilio de Londres conrm 105 clerigos concubilUrios. Tratado de Suui. Paseu~1 H, fa Ito de libertnd, renuncia a Ja regalia . Sinodo de ROlfl~. Se condcna el Tratado de Sutri. S!nOOo 1~letanensc. EI priyilegio 0 concesiond de Pascua! 11 a Enri. que V (puvilegio) es declaraJo nulo. Sfflodo Je Vienfle. Convaeado por iniciMiva de GuiJo de Vienne, d sf. nodo e:xcom u[go a Emique V 'I repudio el p'h'lf~gillm; tambj6J amc:nauS >I Pascual II con el cisma. SfnOOo latttlnen5C. Pascual II rcpudia d priv!le8io 'I confi rlllJ [3 aromuni&! de Enrique V. Enrique V elllU en Rom~; d papa huyc: a lknevcllto. Pascual II mutre en d Vaticano. Calixto II (GuiJo de Vienoe). Concilio de Reitns. Excomunion de Enriqllc '/ y Jd antipapa Gr~go­ rio VIII. Dieta de Wiil""tburg. En dla Enrique V y los principcs alemanes IIcgaron a un acuerdo, que serfa b base del Concordato de Worms. ConcorJno de Worms. Enrique V renul'\Cio a II inyestiJuta per allntduill 1:1 b ueU/III11, y promelio libenad en tas e:lccdoncs episcopales. CalixlO II concedi6 al em ~ rador c:l der«ho de elegit obispos a candiJatos dignos en Alema" i.. ; ell h.~ ck~'\;iu"es Ji~pur.du , la ei«:eidn se Jejaba aJ metro-polil_no y SU$ surragancos. Enrique V podia dar II in'ICStidura de: 1Js remporalidades con cI (tlta. En OlnlS pan~ del imperio la invcstidura se darla a los seis meSC5 Je ]a cons~gtaci6n. Inocencio II (Gregorio Papareschi ). £StaUa el cisma con la clecci6n Jc:! amipapa Anacleto (Pierlcone). EI em pcraJor Low rio II, iniluenciaJo por u n BeroarJo, t«onaec a Inocencio II, Ie hiw coronu en Roms y confir!1lO c! Collcordato Je Worms, Adriano VI (Nkol:is BreaksJ>ear). Dieta de lksnnr;on. Confrontacion entre Federico I Ilarbattoja y el kgJdo papal Rolando llanJineUi; e! Jocumen to plpa~ Ji o a ..,mcnd~r que el imperio era un «beneficia. recibido de la Iglesia. Manifiesto de Federico l. Dieta de: ROllCllglia. Federico I, apoyado en el der~ho romano, promulga la Comrilutio de rccaiibus. Alejandro I II (RolanJo Banclinelli). Sinodo de Pav ia con\IQCado por d empe raoor. Sc reconocio como f>'lpa [cgfrimo allintipnpa Victor IV. Tomas Beckel nombmdo ~rzobispo de Clntcrbuf)·. Enriquf: II de InglMerrs promulga las Constituciones J e ClarcnJ 6n. LOOi, Crelllona, Brescia, Manilla y Ferrara fund~n ]a Liga Lombard~ COntrQ Federico J. Asc:sina to de Tom~s Bec ket. Batalla Je LegnKno, en ]a cual Fedtrko I ei uerl'OtaJo por la Liglt Lombanlo.

LrulI{)/{)gia May. 1177 PII~ oJe Vened". FeoJeJico I n:conoce A Alejnmlro III. ! 17? Concilio Ilf tic Lclr~n. Sc promulgn el decrelo Uctf de vitam/a por cl eual In c1ccci6n del pontffice serla valida oon unn I~reera p~rte de los VOlOS ae los caraennles. 1187·1191 Clemente III (Paolo Scolari). Jun. J 190 MueTte de Federico I Barharroja. 1191·1198 Ce!eslino III (jacinto Bohoni·Orsini, eardennl de Santa Marfa in Cos. medin). Abr.1191 Enrique VI, que 5e hizo proclnmar rey en Magunda, redbe In ooTC!na imperial de manos de Celeslino 11 I. 1197 EstaUa In guerra civil en Alemania erure Fdipc de Suabia y 0!6n de Brunswick. 1198·1216 Inocencio HI (Lotario Segni). 1198 Inocencio III exeornu!3n a Felipe ]I Augu£lO, rey de Francia. 1201 EI papa feconOCe el lhulo real a 016n. Mar.1202 Decretal .. Venerabilem Fralrem». Inocencio III rt'C(lnoce a los prfn· cipcs alemanes el derccho n elegir empcrador; aurma la intervenci6n papa! ratiolle cOllfl!Crario1lis et corOllaliOlliI.

1204 1205 1207 1208 1209 Nov. 1210 Sep. 12 11 12iJ

121-' 1216·1227 1220 1226 1227·1241 1227 1230 1237 1239 1243-12.:54 1244 1245 1246

Inocencio III promulga b decretal «Novil iHe», en la que proclama la plenitud del padcr papal. Comlenza el confilcto entre cl papa y Juan Sintlerro. El papa nombra a ESI~ban Langton para I~ sede de Canterbury. Asesinato de Felipe de Suabia. Inocencio III pone n I nglolerra en entredicho. ColOnaci6n de 016n IV. E"collluni6n de Juan Sintierra. Inocencio III excomulga a 016n IV y rcconoce II Federico II. Dicta de Nurembef{;. Los prindpes alemanc"S ofrt<;en III COlOna 0 Fe· derico I!. Deposici6n de Juan Sinlierta . I nocencio III encarga a Felipe Augusto de Funcia IB ejecud6n (!e In selltenciu. Juan Sintierra se rinde y se declara fe~ldalario de Itl Sanla Sede. Dieto de Eger. Federico H garantiza In lihertad de las elecciones epis· copales en Alemania y reconoce el derecho dc apelar aRoma. ' I)ocencio III rech~za I" Carla Moglia y suspcndc III cardena! Langton. Concilio IV de Letr'n. Honorio III (Cencio SaveUj). Coronaci6n de Federico II. Segunda U ga l.ombarda, provocad~ pm ]a decla raci6n de Federico 11 aurmando los dercchos imperiales sobre Lombardta. Gregorio IX (Ugolino di Segnij. Exoomuni6n de Federico II. Paz de san Gennano entre Gregorio IX y Federico II. Batalla d~ ~ortenuova. Federico II derroln a In Lisa Lombardo. Segunda excomuni6n del emperador. Inocencio IV (Sinibaldo de Fieschi). Huida del papa a Ly6n. Deposi~i6n de Federico If ell d concilio de Lyon. Enrique Raspe, duque de Turingb, es c1egido rey de Alemania .

12·17 12·18·1249 1253 1254·1261 1254 1257 1261 126 1·1264 1262 1265·1268 1266 Ago. 1268 Oct. 1268 1277·1280 1279 1285 J ul. 1294 Die. 1294 1294·1303 Feb. 1296 Ago. 1296 Feb. 1297

) U

Lus cimbdes rCllanas
Jul. 12')7 Bub Elsi d.· sial/I. Bonifacio VIn capiluhl lOlalmeme :1!1IC cI rey d~ Francia. 1302 Bulas Sallill/Or lIIl
laicos

y

V'IIJIII Sallcfalll.

Bula Rr."( gloriat:. Clemente V alaba a Felipe IV cI Hermosa y nnulo las bubs de Bonifacio ofensivas al monarca f111nces. 1312 Coronnd6n de Enrique VIl en Roma. 1316·1334 Ju:m XX IJ (J,lc
l{dllf/f/II ~'l 1' 11('1' I') IlI.it'HIl 'I

d I !JfIJdo

UI4 EIc«i6u de Luis .Ie IIllYierl' COJIIO fey de Alemani!!. 1J2J JUDn x..,{11 $e nicgl! a reconoccr a Luis IV eI 111\.10 ill1pcri~L CoU\ienz~ el ronlliclo enue d papa y d emperador. lJ2J Excomuni6n de Luis IV, Marsilio de Padua publica d De/elISor Pads. 13J4·1342 Benedicto XII (Jacqucs Fournier). 13J8 Dicta de Rems. Los elccLores dcdal1lron yalida 1a decci6n hcch. por una mayorfa de los elcctores y sin Ie confirmaci6n papal. Ago. IJJ8 Dicta de Frankfort. Se confirm. la 1Cllislflci6n sobre !:t decci6n imperial de la Dieta de Rems por d decl"eto Licd iflrir. IJ'I2·IJ'2 Clememe VI (Pedro Rogerio de Beaufort). 1346 Deposid6n de Luis IV. Elcccion de Carlos de Bohemia. IJ'2·1362 Inocen~o VI (Esteban Aub(,n). IJ,6 Carlos IV promuigl 11 Bull de Oro, por la cual se e1imin6 para siem. pre ]a inlerYendon papal en In eleccione5 imperiales. Alemania paso a ser unll fcdemci6n aristocrddca. La Bula de Oro es tuyo en vigor huta 1806. 1370·1378 Gregorio XI (Pedro Rogerio de Beaufort, d loyen). Sept. 1376 Termin. d pontificado de Aviooll. 1378 Elecci6n de Urbano VI (Bartolome Prignano). Comienza d gran asma de Occideme. ' 1409 Comienza d corocilio de Pisa. 1~14·1417 Concilio de Cons tanza. 1417 Elccci6n de Marten V (016n Colonna). Termina d dsma. 1424 ! Couoordato de Manin V ron Jngiatern, negOciado con eI duque de Bedford, en nomble de Enrique VI. 1~26 ContOrdalO con CarlO$ VII de Francia. 1431-H4i ' Eugenio IV (Gabriel Condulmet), 1431·1449 Condlio de Builea. 1438·144' Concilio de Fernfl·Florencia. 1438 Carios.vIl de Francia promuiga la Pragm;\tica Sand6n de Bourge$, fun· d./tlento de las liberudes dc I. iglesia gali«na. 14J9 La Dicta de Mainz .cepla la Pragmatica Sand6n de: Mainz Bnulando los privilegios papales. 1447 Acuerdo preliminar (concordata principum) enlre Eugenio IV y dimperio, negociado por EnC1ls Silyio Piccolomini (Plo II). 14~7-14" Niroliis V (Tomas PaICmucelli). 14~8 ConrofdalO de Viena CMre Nicohls V y d cmperndor Federico Ill. Sc res tablete d Sllllur quo previo a [a Pugmatica Sandon de Maim:, Se ronsuma la separaci6n entre el imperio y e! papado.

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