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Kris Bryant – Cayendo

Traducción – Martha Lo 2019

CAYENDO (FALLING) POR KRIS BRYANT TRADUCIDO POR: MARTHA LO 2019

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Kris Bryant – Cayendo

Traducción – Martha Lo 2019

Shaylie Beck solo quería ir a casa. Se las arregló para agarrar el último asiento en un vuelo tardío de Nueva York a Denver. Nadie pensó que algo saldría mal. Nadie esperaba que lo inimaginable pasara. Cuando el avión se estrella, Shaylie lucha por su vida y es una de las once sobrevivientes. Piper Cole quiere respuestas. ¿Por qué se estrelló el avión de su prometida? Ella perdió todo esa noche, y la investigación está tomando demasiado tiempo. Para ayudar a sobrellevar la pérdida de la mujer que amaba, Piper asiste a un grupo de apoyo para sobrevivientes. La amistad desarrollada por Piper y Shaylie ayuda a cada una a sanar, pero a medida que sus sentimientos se convierten en amor, Shaylie está desgarrada. Puede seguir su corazón a la mujer que ama, o puede aclarar lo que realmente pasó justo antes de que el avión se estrellara y arriesgarse a perder a Piper para siempre.

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CAPÍTULO UNO La primera sacudida fue estremecedora, pero no lo suficiente como para indicarme que algo estaba mal. Presioné mis manos contra las paredes para apoyarme hasta que la turbulencia pasara. Estaba acostumbrada, habiendo volado tanto por negocios en los últimos cinco años. Me incliné sobre el pequeño lavabo para mirarme mejor en el espejo. La inútil iluminación tenue en el lavabo mostraba una cara cansada y agotada. Hoy era interminable. El último día de la conferencia de bienes raíces comenzó a las ocho y terminó a las cuatro. El tráfico hacia LaGuardia (Aeropuerto en la ciudad de Nueva York) fue un verdadero infierno y a duras penas conseguí mi vuelo de regreso a casa a Denver. Había estado con la misma ropa desde las seis de la mañana y estaba lista para una ducha, mis suave pijama y el libro que olvidé empacar cuando volé a Nueva York hace cinco días. Me puse un brillo labial neutro y lo alisé sobre mis labios. El rizado de mi cabello estaba flojo así que lo esponjé lo mejor que pude. Nadie me esperaba en el aeropuerto, pero siempre me ha gustado lucir bien. Hace tres minutos, cuando la azafata anunció que comenzábamos nuestro último descenso en el área de Denver, me dirigí al baño en la parte trasera del avión. La azafata no estaba contenta de que estuviera de pie por allí, pero le prometí que sería rápida. Además, necesitaba un respiro de las tres horas de sesión de besos que dos mujeres estaban teniendo a mi lado. Era dulce, pero me recordó que no tenía eso en mi vida. La segunda sacudida me estrelló contra el espejo. Mi rostro se sintió hormigueante e hinchado de inmediato. Me atraganté con la sangre y la mucosidad que llenó mi boca y escupí. Hice un rápido inventario de mis dientes con mi lengua. Nada se sentía suelto. Me enderecé y luché para sentarme. No recuerdo haberme caído. No podía entender por qué la puerta estaba casi directamente encima de mí. Un horrible chirrido me impulsó a entrar en acción. Algo andaba mal. Algo malo estaba pasando. Me empujé contra la puerta y me arrastré cuando el avión se enderezó durante unos segundos antes de virar de nuevo hacia la izquierda. Bolsas y efectos personales fueron arrojados a lo largo del pasillo. Máscaras amarillas se movían furiosamente mientras el avión se balanceaba y zigzagueaba. Me arrastré para agarrar un carrito que se estrelló de costado contra la pared. "¡Tome asiento!" Alguien a mi izquierda gritó. Una azafata señaló la silla plegable frente a ella en la cocina. Me arrastré hasta el pequeño asiento plegable y me sostuve con toda la fuerza que pude reunir. La presión estaba por todo el lugar. Sentí que una tonelada de ladrillos estaba en mi espalda un segundo, y al siguiente estaba flotando. Si la azafata no

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hubiera agarrado mi brazo a tiempo, me habría golpeado contra al techo. Ella me ayudó a mantenerme en mi lugar mientras me ponía el cinturón. "¿Qué está pasando?" Grité a pesar de que lo sabía. Ella sacudió la cabeza hacia mí. Era imposible comunicarse. El chirrido del metal retorcido, presionado ahogó todos los otros ruidos. Estábamos desbaratándonos en el cielo. Rogué que aterrizáramos a salvo, aunque sabía que la oración era inútil. Cerré los ojos con fuerza. No, no, no. Esto no estaba pasando. Estaba atrapada en una pesadilla. Despierta, despierta, despierta. Un destello de luz brillante y un fuerte estruendo atrajeron mi atención hacia la ventana circular en la salida de emergencia. Las llamas cubrieron mi vista y me estremecí de horror. Esto no tenía sentido. Las probabilidades eran de una en diez millones de que una persona tuviera un accidente aéreo. Hoy no. Ahora no. El avión había estado bien durante tres horas. Apenas tuvimos alguna turbulencia en todo el vuelo. No sabía si estábamos a diez mil pies de altura y perdiendo altitud rápidamente, o a mil pies del suelo y solo necesitábamos un lugar para aterrizar. Los pasajeros estaban sorprendentemente callados hasta que el avión giró de nuevo y se lanzó hacia abajo. Grité con el resto de ellos hasta que sentí náuseas y vomité. La gente buscaba sus máscaras, varias las jalaban del techo por completo. Agarré a la azafata en frente de mí, sorprendida por la sangre en mis manos. Mi peso presionó contra el cinturón de seguridad del arnés que había sujetado con tanta fuerza a mi cuerpo como pude. La azafata me cogió las manos en un agarre como prensa. Ninguna de las dos iba a soltarse. Sus ojos estaban cerrados y sus labios se movían. No sabía si ella me estaba hablando o rezando a un ser superior. No quería morir. Comencé a orar, Dios, si me sacas viva de aquí, nunca te volveré a pedir nada mientras viva. “¡Prepárense para el impacto! ¡Prepárense para el impacto!” Repitió una voz distante y confusa por el intercomunicador. Eso significaba que estábamos cerca del suelo. Cerré los ojos con fuerza. Sabía que estaba a solo un paso de morir. El avión bajó la potencia y se estabilizó durante varios segundos. Pensé brevemente que íbamos a salir con vida hasta que el vientre del avión golpeó el suelo. Mi cuerpo se dobló como un acordeón y retrocedió cuando el avión rebotó. Sentí romperse mis huesos. Mi corazón martilleaba en mi pecho como nunca antes. El avión chocó contra algo y se partió. La sección en la que estaba se liberó y se lanzó de lado a través de árboles gruesos. Después de lo que pareció una eternidad, se detuvo y se inclinó hacia arriba. La bola de fuego que era el resto del avión corrió por delante. La línea de árboles terminó en una vertiente rocosa. Cuando el tubo de metal golpeó la roca, explotó. “¡Levántate, sal! ¡Levántate, sal!” XWPColección: Página y Facebook

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La azafata se soltó el cinturón y me sacudió. Debo haberme desmayado. El dolor estaba en todas partes. Sabía que algo estaba mal con mi brazo y me dolía respirar. Miré a mi costado en confusión. Una pieza irregular de algo sobresalía. Lo toqué y grité de dolor. "No puedo moverme. No puedo moverme," dije, mi voz se desvaneció. Manos fuertes me levantaron y un hombre con la ropa chamuscada me sostuvo cerca de él, cuidando de no tocar mi herida. Otros dos pasajeros lucharon con la puerta para abrirla. La azafata detuvo a las personas que arañaban por salir. Tomó unos veinte segundos en abrir la puerta y que la rampa de evacuación se inflara, pero se sentía como si fueran horas. "Necesitas estar despierta." El hombre me sacudió suavemente. "Soy Jason y te voy a ayudar. Vamos a bajar la rampa juntos, de acuerdo?” Asentí y miré hacia atrás antes de que nos agacháramos para salir del avión. Estaba demasiado oscuro para ver bien, pero podía distinguir cuerpos de personas todavía atadas en sus asientos y algunas incluso en el pasillo, o lo que quedaba de él. Ninguno de ellos se movía. La única luz que teníamos era de las llamas aleatorias que ardían brillantemente en el bosque a nuestro lado y los asientos que se incendiaban. El hedor del combustible del avión me hizo tener náuseas. El hombre que me sostenía estaba empapado, pero lo agarré con fuerza mientras descendíamos. Me sostuvo de pie y me alejó varios metros hasta que encontró un lugar seguro para que me sentara. "Quédate aquí y quédate despierta." Lo vi subir de nuevo a la sección de la cola y desaparecer. Miré a mi alrededor con incredulidad. El avión se había estrellado y de alguna manera todavía estaba viva. Hice un inventario de todas las partes de mi cuerpo. Mi cara estaba hinchada y tenía un corte que no dejaba de sangrar en algún lugar por encima de mi ojo. Me limpié la sangre con la manga de la chaqueta del traje, pero no pude contenerla. Miré hacia mi costado. O una costilla se había salido y había roto la piel, o estaba atravesada por un trozo de metal. Estaba demasiado oscuro para ver y estaba temblando demasiado fuerte para descubrirlo. Vi a cuatro personas a varios metros de distancia y trastabillé hacia ellas porque no quería estar sola. Una señora se acercó y me ayudó a sentarme a su lado en un árbol caído. No hablamos mucho. Nos abrazamos, sabiendo que sobrevivimos a lo imposible. Me dolía llorar, el respirar, pero estaba agradecida. Mis heridas no eran graves. Estos supervivientes fueron los primeros en salir del avión. Un joven cayó y se torció el tobillo. Linda, la mujer que estaba sentada a mi lado XWPColección: Página y Facebook

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en el tronco del árbol, tenía manchas de quemaduras en su ropa y en su rostro, pero por lo demás, no había un rasguño en ella. Una pareja casada se atendía mutuamente, pero nadie parecía crítico. "¿Hay alguien más vivo que no pueda salir?" Linda le preguntó a la azafata que apareció de la nada con una manta. Extendió la manta en el suelo e hizo un gesto a los demás para que la ayudaran. El sentarme dolía a rabiar y al parecer mi herida lo decía todo porque todos se lanzaron para ayudarme a recostarme. "Voy a comprobarlo." Me desmayé de nuevo. Cuando volví en si, la azafata estaba poniendo a uno de los sobrevivientes a cargo antes de que ella regresara a los restos. El hombre que me rescató había sacado a cuatro personas que no estaban en buena forma. No pude mirarlos. No sabía si a uno de los chicos le faltaba una mano o si estaba tan malherido que yo no podía distinguirlo en la oscuridad. Lo sentaron en la chaqueta de alguien. Me sentí inútil, pero no tenía energía y ni siquiera podía salvarme, y mucho menos a otra persona. "Con suerte, la ayuda llegará pronto. Llamé al 911. Ellos ya lo sabían," Jason dijo. Se paseó frente a mí y miró la ardiente sección de la cola del avión. “No queda nadie. Nadie vivo. Busqué por todas partes.” Se pasó una mano por la cabeza y siguió peseteándose. “¿Puedes ver el resto del avión?” Alguien preguntó. “¿Alguien tiene una linterna o algo que pueda usar? Tal vez pueda llegar allí antes de que llegue la ayuda.” Jason revisó su teléfono celular y negó con la cabeza. "Solo me queda el nueve por ciento de la batería." Algunos sobrevivientes tenían sus teléfonos, pero las linternas eran demasiado tenues para hacer una diferencia en el espeso bosque. El resto del avión parecía estar cerca, pero probablemente estaba a unos doscientos metros de distancia. Nadie pudo haber sobrevivido a la explosión. La cabina ahora era un infierno, saliendo humo negro que era más oscuro que el cielo nocturno. Jason estaba decidido, sin embargo. Me señaló, le dijo algo a la azafata y desapareció en el bosque. Algunos otros lo siguieron. La conmoción se fue disipando y el dolor aumentó, acompañado por los temblores. Mis dientes castañeteaban y los apreté. Me centré en lo bueno. A pesar de que estaba magullada y completamente apaleada, había sobrevivido a lo impensable.

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****** Los servicios de emergencia inundaron el lugar del accidente con luces brillantes y sirenas estridentes. Estaba cansada de escuchar los fuertes ruidos y gritos. Las luces de los helicópteros arriba me hicieron sentir náuseas y vomité dos veces antes de que los paramédicos me alcanzaran. No pude distinguir lo que decían, pero me colocaron un collarín ortopédico alrededor del cuello, me levantaron en una camilla portátil y me llevaron rápidamente a un helicóptero que esperaba. Sentí cada paso que dieron, pero estaba agradecida de alejarme de los restos. El hedor de la carne quemada, el combustible para aviones y la electrónica derretida era demasiado para mí. "Estás a salvo ahora. Vamos a cuidar de ti y llevarte a un hospital.” El paramédico me miró con una sonrisa forzada. Me dolía devolverle la sonrisa, así que intenté asentir. Al menos pensé que lo hice. Puso una máscara de oxígeno en mi boca y nariz y me dijo que respirara normalmente. Escuché fragmentos de voces profundas y sentí las manos cortando mi ropa, pero no me importó. Una vez que supe que estaba realmente a salvo, di la bienvenida a la oscuridad y me desvanecí para dormir.

CAPÍTULO DOS Según Vicky, la enfermera que revisó mi visión y mis signos vitales en el momento en que me desperté, había dormido durante dieciséis horas. Dijo que estaba en la sala de emergencias del Hospital de la Universidad de Colorado, pero no tenía ningún recuerdo de cómo llegué allí. "Cariño, sabes tu nombre?" "Shaylie. Shaylie Beck." Algo estaba mal con mi garganta. Se sentía como si estuviera en llamas. Intenté aclarármela, pero ni siquiera pude reunir la energía para tragar. Ella escribió mi nombre y se escabulló con la promesa de que un médico vendría enseguida. Escenas horribles pasaron por mi mente al recordar lo que había pasado y la pérdida de vidas que había presenciado. Una mujer con una bata blanca entró. "Shaylie, soy la Dra. Shafer. Eres una mujer muy afortunada. Nos alegra que estés despierta."

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"¿Qué pasó? Me duele cada parte de mí.” No reconocí mi voz. Era increíblemente doloroso hablar. Intenté tragar de nuevo pero fracasé. Ella puso su mano en mi antebrazo como un gesto calmante. "Tuviste un accidente aéreo. ¿Lo recuerdas?" Asentí pero desistí de tener una conversación. “Te trajeron el Viernes por la noche. Tienes tres costillas rotas y varias puntadas de una pieza de metal que extrajimos de tu caja torácica. Tus pulmones están inflamados debido a la exposición al combustible del avión. Te dolerá hablar y respirar durante las próximas semanas. Te dislocaste el hombro, te fracturaste la muñeca y tienes heridas en la parte superior del ojo izquierdo y en el costado de la rodilla.” Se inclinó sobre mi cama y comprobó mi visión haciéndome seguir su dedo con los ojos. "Y tienes una conmoción cerebral, pero estás viva y saldrás de aquí en unos días." Comencé a llorar porque no solo me dolía todo el cuerpo, sino que muchas personas no lo lograron. El vuelo 215 era un vuelo lleno. “¿Cuántos sobrevivientes?” Pregunté. Ella sacudió su cabeza. “Los paramédicos llevaron a los sobrevivientes a todos los hospitales disponibles en el área, por lo que no puedo darte un número en este momento. Los cinco pacientes que tenemos están bien y serán dados de alta este fin de semana." Nadie sabía que estaba en ese vuelo excepto mi jefa. Apostaría dinero a que ella ni siquiera estaba prestando atención cuando me llamó al aeropuerto para averiguar cómo fue el último día de la conferencia. Ella esperaba que llamara todas las noches con un informe. No me molestó que ella fuera dos años más joven y tuviera que informarle. Los corredores de bienes raíces comerciales no necesitaban jefes. Éramos demasiado ambiciosos y ansiosos para preocuparnos por los horarios corporativos. Ella fue la que me obligó a asistir a la conferencia en Nueva York. Brittany Miller se acostó con quien sea para ascender y no sabía nada de bienes raíces ni de cómo manejar a las personas. Intenté darle la vuelta, pero su jefe, Travis, también era su novio no tan secreto y él solo se encogió de hombros. Odiaba todo sobre la compañía para la que trabajaba, excepto el dinero. "¿Necesitas que llamemos a alguien? No tenías ninguna identificación o teléfono contigo, así que no estábamos seguros de a quién llamar.” Mi mejor amiga Marisa sabía que fui a la conferencia pero no sabía el horario de mi viaje. Probablemente ella no sabía que regresaría el Viernes. Mis padres vivían en XWPColección: Página y Facebook

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California. Mi madre probablemente intentó contactarme desde que se estrelló el avión justo fuera de Denver, pero nadie sabía realmente mi itinerario. "Marisa Bower." Mierda. No sabía su número. Estaba guardado en mi teléfono, no en mi memoria. "Ella es policía." “Marisa Bower? Podemos intentar localizarla. ¿Está ella en el área de Denver?” Asentí. Incluso eso dolía. Sabía que una vez que Marisa se enterara, ella se encargaría de informar a cada persona en mi vida, incluyendo a mis padres. "Está bien, intenta descansar un poco y localizaremos a Marisa por ti." Escribió la información y salió de la habitación. Hurgué con el enorme control remoto que controlaba todo lo que había en mi habitación, desde mi cama hasta la televisión. Tenía que saber qué pasó y por qué. Varios de los canales aún cubrían el accidente. Según las fuentes, había ciento cuarenta y cinco pasajeros, incluida la tripulación a bordo, pero solo once sobrevivientes. Dos estaban en estado crítico. Pensé en Jason y lo que tenía que haber visto en los otros sitios del accidente. El avión se partió en tres secciones y todos los sobrevivientes estaban en la sección de la cola. Si no hubiera desafiado las reglas y me hubiera colado al baño, estaría muerta. La pareja que se besaba sin parar a mi lado? Muertos. La mujer y su bebé tres filas arriba? Muertos. "Necesitas descansar y no preocuparte por las noticias." Vicky regresó y agregó algo a mi intravenosa que me relajó de inmediato. Apagó la televisión y me informó que Marisa estaba en camino. Ella dijo que debería dormir un poco hasta entonces. Cerré los ojos y permití que la medicina me hiciera olvidar el último día. Con gratitud me volví a dormir, agradecida de estar viva pero con tanto dolor que aún pensaba que iba a morir. ****** "Estas despierta. Cariño, Dios mío. Estoy tan feliz de que estés viva." Me concentré en el largo cabello rubio de Marisa mientras me rozaba la barbilla cuando intentaba abrazarme. Me mordí el labio para evitar gritar pero todavía gruñí ante su toque.

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"Oh, mierda. Lo siento. Ni siquiera sé qué hacer en este momento." Ella se sentó en una silla que ya estaba cerca de la cama. "¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?" “Llegué hace unas dos horas. Lo siento mucho, Shaylie.” Las lágrimas se juntaron en sus ojos azules y cayeron sobre sus mejillas. Ella parecía devastada. "La buena noticia es que sobreviví." Intenté reír un poco, pero en cambio gemí. Me duele hablar. Demonios, me duele respirar. No sabía cómo iba a arreglármelas con un yeso y las costillas rotas. "Mierda. Increíble. No puedo creerlo. Realmente no puedo. Lo que están diciendo en las noticias – ” Sus ojos se iluminaron cuando comenzó la conversación, luego se detuvo. "Podemos hablar de ello cuando te sientas mejor. Llamé a tus padres. Están en camino." "Gracias, Mar." "Todavía no puedo creerlo." "Yo tampoco puedo. Me duele todo. ¿Como me veo?" El labio inferior de Marisa comenzó a temblar de nuevo. Respiró hondo y miró por encima de mi cabeza. "Parece que acabas de regresar del infierno. Hicieron un trabajo bastante decente de limpiar la sangre, pero tienes un vendaje muy grande en la cabeza. La enfermera dijo que tenías ocho puntadas en la frente, veintitrés en el costado porque te habías empalado un pedazo de una silla y diecisiete puntos adentro en la rodilla." Me miró después de su resumen y me dio una sonrisa triste. "Pero sigues siendo hermosa." "Eres demasiado dulce." Todavía no reconocía mi voz. A pesar de que estaba viva, me sentía peor que cuando estaba en el suelo envuelta en una manta después de que Jason me sacó del avión. "¿Sabes si Jason está ahí fuera?" Marisa se sentó de nuevo después de tratar de arreglarme el pelo. "¿Quién es Jason?" "Él es el que me sacó del avión. Me salvó a mí y a un montón de los demás."

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“Hay mucha gente aquí, pero puedo preguntar por ahí. Tu enfermera podría saber dónde está. ¿Lo quieres aquí?” Asentí y comencé a llorar de nuevo. Estaba demasiado emocionada, pero quería agradecerle. Sabía que si alguien podía encontrarlo, sería Marisa. Ella era detective, por lo que con la placa obtuvo su información de inmediato, pero también era hermosa y la gente se desvivía por ayudarla. Ella era dura como una piedra con un rostro angelical. "Entonces iré a buscarlo. ¿Quieres algo? ¿Puedes comer? Gelatina? ¿Budín? ¿Helado?" Su voz sostenía una nota de desesperación. Quería ayudarme de cualquier manera que pudiera, pero no sabía cómo. Desestimé la oferta de comida. Nada sonaba bien, además, ni siquiera estaba segura de que pudiera mantener algo en el estómago. "Creo que voy a descansar. ¿Me puedes despertar si lo encuentras?” "Por supuesto. Estoy en ello." Salió corriendo de la habitación, ansiosa por tener algo que hacer. Marisa no era alguien que estuviera ociosa y yo estaba cansada de responder preguntas. Presioné el botón del dolor varias veces y volví al olvido. Me desperté con Marisa y mis padres inclinados sobre mí. "¿Está ella en coma?" El pánico en la voz de mi madre casi me hizo sonreír. "Ella no está en coma, Bridget. Está drogada. La doctora dijo que tenía mucho dolor," mi papá dijo. Déjaselo a él para ir directo al grano. Mantuve mis ojos cerrados por unos minutos más. Era bueno que estuvieran aquí. ¿Volaron?. Abrí mis ojos un poco mientras imaginaba su vuelo estrellándose contra el suelo. "Shaylie, es mamá. ¿Puedes escucharme?" Asentí. Mi dolor de cabeza que una vez fue atronador había disminuido en un molesto pulsar en la base de mi cráneo. Pulsé el goteo una sola vez. Quería estar lo suficientemente coherente para tener una conversación con ellos. "¿Encontraste a Jason?" Le extendí la mano a Marisa.

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Ella negó con la cabeza. "Ya ha sido dado de alta. Afortunadamente, solo tuvo algunos cortes y moretones y algunas quemaduras menores que sanarán. Estoy segura de que nos encontraremos con él pronto." “¿Cómo te sientes?” La voz de mi madre era dos octavas más alta de lo normal. Sabía que ella estaba a pocos segundos de haberse derrumbado por completo. No intentaba ignorarla, pero no quería decir lo obvio. Obviamente me veía como la mierda, así que estaba segura de que todos sabían que también me sentía así. "Estoy adolorida." "¿Puedo conseguirte algo?" Mi mamá me tocó la rodilla y yo hice una mueca. "No esa rodilla, Bridget. Esa es la que tiene las puntadas.” Escuché de nuevo la voz ronca de mi papá, pero él estaba parado demasiado lejos para que lo viera. Mi mamá palideció. Mi papá se inclinó hacia mi línea de visión, besó mi mejilla y jaló una silla para que mi madre se sentara. "Cariño, vas a estar bien. Tu mamá se va a quedar aquí por un tiempo y te ayudará a recuperarte. Estoy muy agradecido de que estés viva.” Me apretó la mano y me sonrió. Era la primera vez que veía a mi papá sonreír en años. La vida militar reprimió muchas de sus emociones. Mi madre era exactamente lo contrario. "Gracias chicos. Aprecio la ayuda.” Luché por sentarme, pero Marisa presionó su mano suavemente sobre mi pecho. "Déjame ayudarte." Usó el control remoto para inclinar la parte superior de la cama hacia arriba. "¿Alguna posibilidad de que pueda conseguir un espejo? O mejor aún, una ducha?” "Voy a decir que no a ambos en este momento. Estoy segura de que antes de que te vayas, te bañarán, pero ahora será difícil con todas tus puntadas y vendas,” Marisa dijo. Si Marisa no quería que me mirara en un espejo, entonces sabía que era malo. Fruncí el ceño y me eché hacia atrás. Toqué las costillas con cautela. Mi costado no me dolía tanto como lo fue cuando estaba en el lugar del accidente, pero también estaba muy medicada. Miré debajo de las sábanas a mi pierna. Estaba vendada por lo que no podía ver nada. Mi mamá también jaló las sábanas para mirar. Podía doblar mi pierna, pero se sentía apretada. No sabía si eso se debía a la hinchazón o los vendajes. Yo era un desastre, pero había terminado de llorar. Estaba viva y ciento treinta y cuatro personas en ese vuelo no lo estaban. XWPColección: Página y Facebook

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"¿Cómo te sientes hoy, Shaylie?" La Dra. Shafer tocó a la puerta mientras entraba con su portapapeles y una enfermera. "Mejor que antes, pero todavía ronca." Mi familia se arrinconó en la esquina de la habitación mientras ella tomaba mis signos vitales y revisaba mis heridas. "Cojearás un poco y será difícil respirar por unas semanas más, pero creo que para el Martes podrás irte a casa. ¿Como suena eso?" "Las mejores noticias que he escuchado en mucho tiempo." "¿No tienes hambre todavía?" Ella revisó mi bolsa de intravenosa. "Vas a necesitar más que líquidos." "Probablemente podría comer algo ligero." Todavía no tenía hambre, pero quería salir de este lugar, y ser agradable era el primer paso. "Perfecto. La sopa está bastante buena hoy. Es un buen comienzo." Ella me guiñó un ojo y asintió con la cabeza hacia mi familia que todavía estaba arrinconada en la esquina. "Esas son estupendas noticias. Puedo ir a tu casa y llenar el refrigerador y limpiar,” mamá dijo. Ella también odiaba sentarse alrededor. Las próximas semanas conmigo la iban a matar. “Marisa tendrá que darte una llave. No tengo nada. Ni siquiera mi bolso.” Levanté mis manos como un crupier de blackjack en los turnos de cambio del área. El único artículo personal que encontraron en mí fue el brillo labial neutro en mi bolsillo. Mierda. Iba a tener que cancelar todas mis tarjetas de crédito, llamar a mi banco, sacar otra licencia de conducir y pasaporte. "Ya estoy en eso. No te preocupes por nada," Marisa dijo como si me estuviera leyendo la mente. Salió de la habitación, con el teléfono en la oreja. "Estoy tan feliz que la tienes en tu vida. Dime otra vez por qué no están juntas?" Mamá dijo. Rodé mis ojos hacia ella. "Ella es heterosexual, mamá." Esta no era la primera vez que tuvimos esta conversación. Por alguna razón, mi madre seguía presionando.

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"Ella es hermosa. Solo deseo que ambas encuentren a alguien. No te estás volviendo más joven, ya sabes.” Típico de mi madre hablar de eso en un momento como este. “Treinta y dos no es viejo. Para ninguna de nosotras.” Cogí el mando a distancia y me recliné en la cama. "Estoy cansada." Ellos tomaron la indirecta. Mi padre se inclinó y besó la punta de mi nariz. Mi madre me apretó la mano. "Está bien, vamos a comer algo y te traeremos algo que puedas comer cuando estés lista." Me encantó que estuvieran allí para mí, pero solo necesitaba que el mundo se silenciara de nuevo.

CAPÍTULO TRES "¿Cómo puedes no tener ninguna noticia? Ha pasado un mes. Esto es ridículo.” Algunas personas aplaudieron ante el estallido de la mujer. Me incliné en mi silla para ver quién era lo suficientemente valiente como para interrumpir. El portavoz de la Administración Federal de Aviación, Dallas Thorpe, levantó la mano, indicando que entendía nuestra preocupación y tenía respuestas. “Todos estamos frustrados, todavía no tenemos todas las respuestas. La grabadora de vuelo se dañó, por lo que tomará tiempo procesar la información." Bueno, carajo. Tanto para la caja negra indestructible. “Sabemos que el motor izquierdo tuvo problemas. Nos puede llevar meses descifrar la verdadera causa, pero les prometo que haremos todo lo posible para entender lo que pasó." Resoplé por la forma en que dijo ‘problemas’. Estalló en una bola de fuego y nos envió a toda velocidad hacia el suelo. A Thorpe y su equipo se les asignó nuestro accidente. Hoy era la reunión semanal que la FAA tuvo con los sobrevivientes del Vuelo 215. Los sobrevivientes incluyeron a los once pasajeros y los seres queridos de aquellos que no sobrevivieron. No reconocí a la mujer que hablaba como una de las sobrevivientes del avión, por lo que probablemente perdió a un ser querido. Era el tipo de mujer que obtenía un montón de miradas las quisiera o no. Su cabello ondulado marrón estaba suelto jalado hacia atrás de su cara. La camiseta sin mangas blanca, los pantalones de yoga, la camisa atada alrededor de la cintura y varias pulseras en sus brazos le daban una onda XWPColección: Página y Facebook

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bohemia. Bajé la mirada hacia mis pantalones y una blusa de botones. Me sentía malhumorada y vieja, pero mi vestuario estaba muy limitado debido a mis heridas. Pasar algo sobre mi cabeza era imposible. Estaba destinada a usar camisas con botones y cardigans durante al menos otra semana. Antes de que mi madre regresara a California, habíamos comprado ropa que sería fácil de ponérmela. Mis costillas se estaban curando y mis puntadas habían desaparecido, pero estaba magullada y adolorida y aún tenía un yeso en la muñeca. “Mira, perdí a dos personas a las que amaba mucho en este vuelo y solo quiero respuestas para poder encontrar la paz. Todos lo hacemos.” Señaló detrás de ella a la multitud, que asintió una vez más. "Estamos trabajando en esto las veinticuatro horas todos los días. Tan pronto como tengamos un informe, lo compartiremos con ustedes." La señora se sentó y Thorpe nos aseguró que no descansarían hasta que tuvieran respuestas. No quería asistir a las reuniones, pero Marisa pensó que era una buena idea. La aerolínea tenía terapeutas de duelo disponibles con los que se nos alentó a reunirnos ya sea en un ambiente grupal o individual. Estaba reprimiendo muchas emociones, pero el hecho de estar viva superaba cualquier otra cosa. Estaba aquí hoy, mi primera reunión, porque quería agradecerle personalmente a Jason. Marisa lo localizó y hablamos por teléfono, pero él vivía en Cheyenne, por lo que no era fácil tomar una taza de café. Él dijo que asistiría a las reuniones y se reuniría conmigo allí. No lo vi, pero había más de doscientas personas en la abarrotada sala de conferencias de la Universidad de Colorado, donde la FAA celebraba las reuniones. Lo encontraría cuando terminara la reunión. "Guau. Es linda.” Marisa se inclinó sobre mí para ver mejor a la mujer que se había sentado. "¿En serio? Ella es un auténtico desastre ahora mismo. Me siento muy mal por ella. Perdió a dos personas que amaba," le dije. Me pregunté a quién había perdido. ¿Era el niño pequeño con su papá dos filas detrás de mí? ¿Era la pareja de ancianos frente a mí quien me entregó una servilleta cuando se derramó mi bebida? En un nivel más profundo y oscuro, me sentí culpable por sobrevivir. Mucha gente murió esa noche. Me había obsesionado con las fotos del accidente del sitio en línea, preguntándome por mi asiento original, el baño en el que había quedado atrapada, la rampa por la que caí. Me pregunté por qué lo hice. Quería que hubiera más sobrevivientes. "Pero, sí, ella es bonita." “Al contrario de lo que piensas, no estoy tratando de emparejarte. Solo estaba diciendo que ella es atractiva. Puedo apreciar la belleza,” dijo.

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Puse mi mano sobre la de ella. "Lo siento. Estoy con los nervios de punta de estar aquí. Estoy nerviosa por ver a Jason de nuevo.” No estaba completamente segura de por qué estaba nerviosa. El hombre me había salvado la vida y le debía agradecerle en persona. Pero la mujer me puso a pensar porque ella era hermosa y yo estaba en un evento sombrío y no esperaba sentir un hormigueo. Cuando terminó la reunión, varias personas se quedaron alrededor incluida la prensa, que estaba ansiosa por hablar con los sobrevivientes. Marisa se interpuso entre ellos y yo. Me dirigí a una habitación designada para terapia de grupo. Me asomé y vi a unas treinta personas rondando las cafeteras. “¿Cómo te sientes?” Preguntó una voz masculina detrás de mí. Me di la vuelta para encontrar a Jason. Lo abracé y comencé a llorar. Sabía que iba a tener una fuerte reacción al verlo de nuevo, simplemente no sabía que iba a descontrolarme. Marisa vino detrás de mí y me frotó la espalda con dulzura mientras me aferraba a él. "Muchas gracias," le dije. Él me abrazó con más fuerza. No me importaba que me dolieran las costillas o que la reciente cicatriz de mi costado estuviera en llamas. Solo lo abracé todo el tiempo que necesitaba. Cuando finalmente me relajé y retrocedí, toqué su cara y le sonreí. Él apartó mis lágrimas, y yo aparté las suyas. "Te ves y hueles mucho mejor." Él se rió. "Espero que sí. Me costó una eternidad deshacerme de ese horrible olor a combustible de avión.” Se inclinó hacia atrás, pero todavía sostenía suavemente mis codos. "Hola, soy Shaylie. Esta es mi mejor amiga, Marisa." Él me abrazó de nuevo. "Soy Jason. Encantado de conocerte finalmente. A las dos.” Le guiñó un ojo a Marisa. Juro que ella se sonrojó. "Te ves mucho mejor que la última vez que te vi," él dijo. "Me siento mejor, también. Algunas puntadas y algunos descansos, pero estaré como nueva en unas tres semanas." Al menos el yeso era removible y podía ducharme sin él. Mi primera ducha después de una semana de baños de esponja había sido celestial. Me quedé debajo del chorro hasta que el agua se volvió tibia y mi madre me regañó. Ella me recordó que no necesitaba un resfriado además de mis lesiones. XWPColección: Página y Facebook

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"¿Has vuelto al trabajo?" Él preguntó. "Sí. He estado trabajando desde casa. Afortunadamente, puedo hacer eso." Jason y yo tuvimos algunas conversaciones telefónicas durante las últimas dos semanas. Su familia era propietaria de un rancho en Cheyenne. Él era el vaquero por excelencia. Hablamos sobre el trabajo, las relaciones y por qué diablos estábamos los dos en ese avión. Él estaba visitando a su primo en Nueva York. "Entonces qué dijo tu jefa?" Él preguntó. Sabía mi problema con Brittany. "Oh, no me hagas hablar." Marisa agitó su mano hacia él como si tuviera mucho que decir y nada de eso fuera bueno.

Él se rió de su actitud teatral. Ella se sonrojó de nuevo. Eso fue interesante. Jason tenía treinta años y era soltero. Marisa tenía treinta y dos años y era soltera. Jason era un hombre guapo con ambición. Marisa era hermosa, inteligente y le gustaban los hombres que tomaban decisiones rápidas. Cambié al modo casamentera inmediatamente. "¿Pasarás la noche aquí? ¿Te gustaría cenar con nosotras más tarde?” No estaba segura del término apropiado para esta reunión de grupo y no me sentía cómoda llamándolo terapia. Sentí una ligera inclinación de Marisa. Ella estaba emocionada o molesta por lo que ofrecí. "Si a las damas no les importa la compañía, me encantaría," él dijo. Guió el camino hacia unas pocas sillas vacías dispuestas en un gran círculo cuando la persona a cargo de esta sesión nos pidió que nos sentáramos. Me puse rígida cuando noté que la mujer que se enfrentó a Dallas Thorpe estaba sentada a cinco asientos de nosotros. Marisa hizo la ligera inclinación de nuevo. Estudié el perfil de la mujer. Marisa tenía razón. Esta mujer era hermosa. Su cabello ondulado era del color del chocolate con leche y sus ojos eran de un castaño dorado claro. Mantuve su mirada brevemente cuando enfocó su atención en mi dirección para encontrar la fuente de una silla ruidosa y molesta. Hermosa en realidad era un término pobre. Con sus pómulos altos y labios carnosos, impresionante era mejor dicho. Probablemente tenía más de veinte años y tenía una confianza que aumentaba su atractivo. “Veo que tenemos algunas personas más en esta sesión. Hola, mi nombre es Daniel y todos estamos aquí para escucharnos y ayudarnos mutuamente. Lo que sucedió fue muy traumático y, a veces compartir realmente ayuda a purificar el alma." Jason se inclinó y susurró, "La semana pasada se puso ruidoso y se volvió feo rápido. Daniel tuvo que recordarle a la gente que no estaba con la FAA, sino que solo era un terapeuta de trastorno de estrés postraumático."

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"Jason, me alegro de verte aquí hoy. ¿Cómo van las cosas?” Daniel preguntó. Me quedé helada. Todos se giraron para mirarnos. Incluso Marisa se sentó en su silla un poco más erguida. No estaba lista para que la gente me notara. "Las cosas van bien. Me estoy acostumbrando a mi rutina diaria de nuevo. Los ruidos fuertes todavía me molestan y conduzco unos quince kilómetros por debajo del límite de velocidad, pero soy afortunado.” Se volvió y me miró, esperando que yo dijera algo o permitiera que él lo hiciera. Asentí. "Esta es Shaylie. Ella es la primera persona a la que ayudé a bajar del avión. Estoy agradecido de que ella también esté bien." Mierda. Se me llenaron los ojos de lágrimas e hice un pequeño ademán con la mano al grupo. "Bienvenida, Shaylie. ¿Te gustaría decir algunas palabras?” La voz de Daniel fue muy suave y no quería hablar, pero quería darle a Jason el respeto que se merecía. "También soy afortunada de estar aquí, y es por Jason." Extendí la mano y tomé la suya en busca de apoyo. "¿Quieres contarnos algo al respecto?" Daniel preguntó. “La razón por la que sobreviví fue porque estaba donde no debería haber estado. Habíamos comenzado nuestro descenso, fui al baño y me quedé atascada allí. Fue algo bueno que hice, o si no ...” Todos sabían lo que quería decir. "¿Dónde estabas en el avión?" No reconocí a la mujer que me preguntó. Ella no era una de las once sobrevivientes. “Mi asiento estaba en la parte delantera del avión. Fila nueve." La atractiva mujer se puso rígida e hizo un ruido, pero no dijo nada. Esperé. "Estamos muy contentos de que estés aquí," Daniel dijo. Algunas personas me hicieron preguntas e hice mi mejor esfuerzo para responderlas. Estaba tan nerviosa. La sesión terminó después de cuarenta y cinco minutos, pero estaba agotada. Escuchar a otros sobrevivientes y, peor aún, a las personas que perdieron a sus seres queridos fue agotador. Abracé y agradecí a la azafata, Carol, que me había puesto el cinturón de seguridad en un asiento. No vi a la señora mayor que me sostuvo cuando Jason me sacó del avión, pero descubrí que vivía en Oregón y que Denver era solo una

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parada para ella. Obtendría su dirección del representante del Programa de Asistencia a las Víctimas. El director del programa me había dado su tarjeta de visita y me dijo que la llamara cuando quisiera. "Disculpe. Puedo hablar contigo por un momento?” Me di la vuelta para encontrar a la mujer que Marisa y yo estábamos admirando. Asentí y me alejé de Jason, Carol y Marisa. "Sí, por supuesto." "Dijiste que estabas en la fila nueve. ¿Cuál era tu número de asiento?” No me sentía bien con esto. Su voz tenía una nota de ansiedad que elevó mi propio nivel de angustia. "Nueve C. Estaba en el pasillo." Ella puso su mano en mi antebrazo. “Debes haber estado sentada junto a mi novia, Robin y mi mejor amiga, Emma. ¿Las recuerdas?" Apreté los dientes e intenté no juzgar. Tal vez tenían una relación abierta. Las dos mujeres sentadas a mi lado se besaban, se tocaban, reían, se acurrucaban y actuaban como adolescentes enamoradas, no como si una de ellas estuviera involucrada con otra persona. "Había una dama con cabello castaño claro sentada a mi lado," le dije. "Esa es Robin. Y Emma tiene el pelo corto casi negro.” Se animó después de encontrar una conexión con sus seres queridos. Ella me apretó el brazo con más fuerza. "¿Cómo estaban? Sé que dejaste tu asiento antes de ... bueno, antes del choque. Supongo que solo quería saber que estaban felices y al menos juntas.” Ella soltó su mano de mi brazo. Tenía que darle algo. "Estaban bromeando y divirtiéndose mucho." Dejé de lado la parte en la que se estaban besando. Y el hecho de que me fastidiaron todo el vuelo. La culpa se apoderó de mí cuando me di cuenta de que era una completa idiota por seguir estando molesto con ellas. Estaba viva. Esta mujer que estaba frente a mí acababa de perder a dos personas muy importantes en su vida y estaba tratando de encontrar un cierre. Yo era la única persona que podía tranquilizarla y ayudarla a dar el siguiente paso. "No hablé con Robin antes de su vuelo. Estaba dando una clase, así que me dejó un mensaje de voz," dijo. Esperé mientras ella recordaba y me perdí por unos momentos. "Lo siento. Hola soy Piper, Piper Cole. Gracias por hablar conmigo.” Las comisuras de su boca se alzaron por un breve momento.

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"Hola, Piper. Soy Shaylie Beck. Lamento mucho tu pérdida.” No tenía ni idea de qué decirle más que eso. No me sentía cómoda diciéndole lo que presencié. "Me alegra que hayas salido bien. Debe haber sido una experiencia horrible para ti. Ni siquiera puedo imaginarlo.” La observé tragar saliva varias veces y supe que estaba a unos segundos de llorar. La tomé en mis brazos y la sostuve. Estuvo rígida por unos momentos, pero cuando los sollozos surgieron, se derritió contra mí. Yo era la última conexión entre ella y su novia. Después de unos minutos, se apartó de mi abrazo y se enjugó las lágrimas de las mejillas. "Lo siento por eso," dijo. Le hice un ademán de desestimación. “Créeme, he llorado más en las últimas semanas que nunca en mi vida. Lo siento mucho por todos los que perdieron a alguien. Si no fuera por Jason, yo tampoco habría sobrevivido.” Los presenté. Jason fue muy dulce con ella. "Si te apetece, vamos a cenar. Eres más que bienvenida a unirte a nosotros," él dijo. Ella vaciló brevemente antes de asentir. Vi un remolino de emociones en su cara. Sabía que se sentía culpable por vivir, pero era importante para ella saber que estaba fuera de su control. Fue un horrible accidente que nadie pudo evitar. Había un riesgo al subir a un avión. Ya había decidido que no volvería a volar por mucho tiempo, si es que alguna vez lo hacía.

CAPÍTULO CUATRO "No vas a creer esto," dije una vez que estuvimos en la privacidad del auto de Marisa. "¿Qué?" Ella arrastró la palabra dramáticamente, sabiendo muy bien que estaba a punto de decirle algo realmente importante. "Así que, estaba sentada junto a la prometida de Piper y su mejor amiga." "De ninguna manera. ¿Cuáles son las probabilidades?" "Mar, eso ni siquiera es la parte increíble. Su prometida y su mejor amiga se besaron todo el vuelo. Como risitas, y lenguas, y todo. Estaba tan molesta con ellas.” Me abroché y me

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aseguré de que el cinturón de seguridad estaba ajustado. Siempre usaría mi cinturón de seguridad de ahora en adelante. Sin excepciones. "Espera. ¿Estás bromeando? ¿Le dijiste?" La fulminé con la mirada. "Por supuesto que no. Además, ni siquiera la conozco. Tal vez estaban en un relación de tres o una polirelación (*). ¿Quién soy yo para decirle?” "Desearía que hubieras esperado para decirme. Ahora la estaré mirando toda la noche preguntándome," dijo. "Con suerte Jason mantendrá la conversación. Él es realmente agradable.” La miré por el rabillo del ojo y sonreí cuando vi una sonrisa bailar en sus labios. "Lo es. Y un caballero. Y tu caballero de brillante armadura. ¿Qué dijo cuando le dijiste que eres lesbiana?” "No lo desconcertó. Voy a ser la hermana que nunca tuvo. Solo tiene un hermano mayor. Es soltero, por cierto.” "¿Oh?" Me detuve de rodar los ojos. Sabía que ella estaba interesada en él. Marisa y yo habíamos sido las mejores amigas desde la universidad. Conocía su lenguaje corporal mejor que nadie. Nos detuvimos en el estacionamiento del restaurante italiano de Luigi y esperamos a Piper y Jason, que llegaron unos minutos después de nosotras. No fue una sorpresa total, pero Piper apareció en un viejo Bug convertible (Volkswagen Beetle). Jason tuvo que estacionar al otro lado de la calle porque su camioneta no cabía en el pequeño estacionamiento. La anfitriona nos acomodó enseguida. Solo hubo unos pocos segundos de incomodidad mientras nos acostumbrábamos a estar en el espacio del otro. “Bueno, la lasaña es excelente. Y si eres vegetariano, la berenjena rellena es deliciosa.” Tenía la sensación de que Piper era vegetariana.

(*) Mantener

relaciones amorosas o sexuales, de manera simultánea con varias personas, con consentimiento y conocimiento de todos los involucrados.

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Ella me sorprendió cuando pidió pollo parmesano. Jason pidió una botella de vino para la mesa. Me sentía fea sentada con estas tres hermosas personas. Jason tenía cabello oscuro y ojos oscuros y el tipo de mandíbula cincelada que ves en modelos masculinos que anuncian perfumes o trajes de diseñador. Piper era impresionante. Su maquillaje era ligero y acentuaba perfectamente sus rasgos. Tenía las pestañas más largas que había visto antes. Era difícil no mirarla. Y Marisa era la chica guapa rubia tipo porrista de al lado. Siempre sorprendía a la gente cuando les decía que era policía. “Piper, a que te dedicas?” Marisa preguntó. "Tengo un estudio de yoga en Thornton." Eso explicaba su físico perfecto. "Bonito. ¿Tú también vives en Thornton?” Le pregunté. Piper asintió y tomó un sorbo de vino. "El estudio está al otro lado del patio de mi loft. Es un gran vecindario prometedor. Están haciendo muchas renovaciones en el área para que sea más atractiva para los jóvenes." "Estoy en bienes raíces comerciales, así que sé a qué te refieres con Thornton. Ese no es realmente mi territorio, pero conozco el área bastante bien." "¿Qué hay de ti, Marisa? ¿También estás en bienes raíces?” Piper era dulce. Resoplé y dije en mi vino después de escuchar la pregunta de Piper. "Te encantará esto." "Soy detective," Marisa dijo. Piper y Jason la miraron sorprendidos. "Lo sé. No lo parezco, pero amo mi trabajo.” "Soy un ranchero y realmente lo parezco," Jason dijo. Señaló sus botas de vaquero. "Sólo me falta mi sombrero. Lo dejé en la camioneta.” "¿Aquí en Denver?" Piper preguntó. "No. En Cheyenne. Solo vine a la reunión para averiguar si sabían algo todavía." Eso nos puso serenos rápidamente. La mesa quedó en silencio. "Ojalá supieran lo que pasó." Piper habló primero, su voz baja y suave. "Lo sé. Yo también.” Me estiré a mi izquierda y le di un apretón de apoyo a su mano.

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"Si no les importa, podrían ustedes dos decirme qué pasó en sus palabras?" Ella preguntó en voz baja. Jason habló primero. "Estaba sentado a dos filas de la parte trasera. Tenía el asiento del pasillo y estaba leyendo la estúpida revista de la aerolínea por vigésima vez. El avión hizo un fuerte ruido de estallido, luego se viró de lado. De repente, estaba casi en el pasillo. El cinturón de seguridad fue lo único que me impidió caerme." "Entonces, por qué no estabas en tu asiento otra vez?" Piper se volvió hacia mí. Su solemne expresión hizo que me doliera el corazón. “Me levanté para ir al baño. Habíamos empezado a descender y la azafata no estaba contenta conmigo, pero de todos modos me levanté.” Me volví hacia Jason. "¿Sabes a qué altura estábamos cuando empezamos a tener problemas?" Él negó con la cabeza. "Pude ver las luces apagadas en la distancia, pero honestamente no sé a qué altura estábamos." "Recuerdo que me estrellé contra el espejo y caí de rodillas sobre el cristal. Probablemente fue cuando me corté la pierna.” Froté la piel sensible a través de los pantalones. El cirujano hizo un gran trabajo colocando pequeños puntos de sutura, pero la cicatriz estaría allí para siempre. "¿Cuáles fueron todas tus heridas?" Piper preguntó. "Si eso no es demasiado personal." "Me rompí tres costillas y mi muñeca, me disloqué el hombro y me empalé con el brazo de una silla," le dije. "Y puntadas sobre tu ceja y en tu rodilla," Marisa dijo. "Me alegro de que los moretones hayan desaparecido. Mis costillas aún se están curando, por lo que me duele respirar profundamente o reírme." "Eso es horrible. ¿Y tú, Jason?” Piper preguntó. "Nada en realidad. Algunas quemaduras ligeras donde mi camisa se prendió fuego, pero solo me puse un poco de crema cuando estaba en la sala de emergencias y me fui una hora después de que llegué," dijo. "Creo que es asombroso que hayas salvado a Shaylie. Eso fue muy valiente de tu parte," Piper dijo.

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Me gustó la forma en que dijo mi nombre. Sonaba como un susurro. "Jason salvó a varias personas esa noche," le dije. “Solo hice lo que cualquier otra persona hubiera hecho. Incluso intenté llegar a las otras secciones, pero ... bueno, aparecieron los vehículos de emergencia.” Miró hacia su plato y dio un mordisco. Sabía que eso no era cierto, pero Piper no necesitaba saber que las otras secciones del avión al que él corría estaban tan envueltas en llamas, que el humo le impedía siquiera acercarse lo suficiente para ayudar. Me dijo que nada sobrevivió a la explosión. No pudo identificar nada en el suelo. Trozos de metal eran lo único que quedaba. Todo lo inflamable se había quemado. “Marisa, en qué tipo de casos trabajas? ¿Homicidio?” Piper apartó su plato y se inclinó hacia delante. Un mechón de cabello escapó de su lazo y ella se la metió con gracia detrás de la oreja. Sus movimientos eran muy fluidos y calmantes. Dada la razón por la que estábamos juntos, pensé que la cena sería incómoda y rígida, pero Piper estaba tranquila y relajada. Marisa se echó a reír. "No. Estafas. Cosas aburridas. Tenemos algunos casos interesantes, pero la mayoría de las veces es bastante discreto." "¿Siempre quisiste ser policía?" Piper preguntó. "Oh, no. De ningún modo. Quería ser maestra,” dijo. Tosí para esconder mi risa. Marisa me lanzó una mirada. Levanté mis manos en señal de rendición como si no supiera nada y lo que sí sabía, no estaba dispuesta a compartirlo. Jason y Piper me sonrieron. "De acuerdo, cuando estábamos en la universidad, me metí en problemas unas cuantas veces disfrutando de la fiesta," Marisa dijo. "Traté de detenerla, pero ella no me escuchó," le dije. "Estabas demasiado ocupada con tu novia para prestarme atención. ¿Cómo se llamaba? Christina? Alicia ¿Kelly?” Marisa sonrió. “Ahora estás nombrando a los jueces de La Voz. Su nombre era Leah. Y ella era adorable," le dije.

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Fue el turno de Marisa de resoplar. "De todos modos, mi mejor amiga aquí no contestó su teléfono cuando la policía la estaba llamando para que viniera a buscarme porque estaba demasiado ocupada tratando de seducir a la pobre Leah. Mi borracho culo pasó la noche en la cárcel. Todo el proceso me pareció fascinante, así que cambié de carrera y obtuve una licenciatura en justicia penal.” "¿No de derecho?" Jason preguntó. Marisa negó con la cabeza. "Demasiado trabajo. Yo también quiero una vida." "Entonces, qué le pasó a Leah?" Piper preguntó. "Absolutamente nada. Ella era una de esas chicas que querían un novio y una novia pero solo querían a la novia en privado. Yo no estaba de acuerdo con eso. Pero maldita sea, lo intenté. Al menos, fui persistente." "¿También ibas a la escuela para ser maestra?" Jason preguntó. "No, tengo una licenciatura en negocios. No sabía con certeza lo que quería hacer, pero sabía que quería ganar dinero. Entré en el sector de bienes raíces comerciales luego de obtener un trabajo como directora de mercadotecnia para una pequeña compañía de bienes raíces en Colorado Springs. El resto es historia.” El éxito fue adictivo. Me sacrifiqué mucho por tener cosas bonitas. "¿Qué hay de ti, Piper?" "Me encanta mi estudio. Es muy relajante y tengo una buena base de clientes. Tenemos clases para principiantes e incluso clases de nivel profesional." “¿Tienes personal?” Pregunté. "Tengo cuatro instructores y un empleado administrativo de medio tiempo que ayuda con membresías y trabajo de contabilidad general." "Eso es impresionante," Marisa dijo. Cuando llegó la cuenta, Jason la tomó y pagó. Le discutí, pero él fue insistente. "Es mi regalo." Todos nos opusimos, pero él le entregó su tarjeta de crédito a la camarera primero.

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"Gracias por incluirme esta noche. Sé que las circunstancias son terribles, pero es agradable sacar algo bueno de lo malo," Piper dijo. Le toqué el brazo. "Gracias por venir. Lamento mucho tu pérdida.” Ella sonrió tristemente y asintió. "Gracias." Esperaba que mi abrazo de despedida con Jason fuera emocional, pero mi abrazo con Piper me sorprendió. No quería sentir nada cuando la sostuve contra mi cuerpo, pero una sensación cálida de hormigueo se apoderó de mí y terminé el abrazo rápidamente. "Si necesitas algo o solo quieres hablar, por favor, llámame." No podía creer que le estuviera entregando a Piper mi tarjeta de visita, pero me dije que era estrictamente porque necesitaba un amigo que entendiera su situación. Marisa y yo la vimos meterse en su auto y alejarse. "Bueno, esta fue una noche interesante," Marisa dijo. "Sí, hablaste efusivamente sobre Jason." "¿De verdad? Porque estoy bastante segura de que acabas de flirtear con una mujer que acaba de perder a su novia de una manera muy trágica." Suspiré. "Te refieres a su prometida, y no estaba flirteando. Me siento fatal por ella. No puedo imaginar perder a alguien tan violentamente." Marisa me rodeó con el brazo y me acompañó hasta su coche. "Estoy muy agradecida de que todavía estés aquí. Todavía tenemos muchos problemas en los cuales meternos. Tal vez no como antes, pero en definitiva problemas." Me abrió la puerta y la cerró con cuidado después de que estaba a salvo adentro. "Nunca dijiste nada acerca de Jason. ¿Qué piensas de él?” Le pregunté cuando ella se metió al auto. Ella me miró por unos momentos, luego suspiró. "Iba a decir que parecía genuino y restarle importancia, pero es sexy como el infierno y tiene un cuerpo increíble. Saldría con él, pero vive muy lejos." "Está a menos de dos horas en coche. Totalmente factible. Y él es realmente agradable. Tal vez podríamos tomar un fin de semana e ir a visitarlo al rancho."

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Marisa levantó la mano. "Está bien, no nos adelantemos aquí. Él no nos ha invitado y no sabemos si está interesado en mí." "Déjate de tonterías. Eres perfecta. Mi madre todavía está tratando de emparejarnos a pesar de que le digo todo el tiempo que bateas para el equipo equivocado." "Confía en mí, si no fuera tan hetero, tu madre podría haber planeado nuestra boda hace años." Me apretó la mano. "Te amo. Un día encontraremos gente digna de nosotras. Una de nosotras antes que la otra.” Le devolví el apretón.

CAPÍTULO CINCO "Si crees que me subiré a un avión pronto, estás jodidamente loca." Enuncié cada palabra para asegurar que Brittany recibiera mi mensaje con gran claridad. "Mira, sé que tuviste una mala experiencia, pero estás en el programa y no es justo para el equipo si te lo saltas de nuevo. ¿Y no es la mejor manera de superar una mala experiencia que lanzarte de lleno?" Preguntó. Me puse de pie y me incliné hacia delante, con los dedos extendidos sobre la mesa de la sala de conferencias de caoba. "¿Mala experiencia? No me caí de una bicicleta. No creo que lo que alguien tiene aquí en su agenda sea más importante que mi recuperación. Así que búscate a alguien más." "Brittany, yo puedo ir." Peter Curtis se puso de pie y se enfrentó a Brittany. "Peter, estás lo suficientemente ocupado. Necesitamos que recorras áreas a lo largo del río Platte. Y averigües por qué Boulder Real Estate está interesada en propiedades en Todd Creek,” dijo. "Estoy seguro de que Shaylie puede manejar eso. Asistiré a la conferencia y daré el discurso. No hay problema." Él me miró y me guiñó un ojo. No éramos grandes amigos, pero nos respetábamos y él tenía una compasión humana básica. Brittany actuó como si el accidente del avión fuera un inconveniente.

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"Eso suena como una buena solución. Si no hay nada más, comencemos esta semana.” Travis, el propietario de Mountain View Commercial Real Estate, sofocó cualquier discusión adicional. "Gracias, Travis." Recogí mi cuaderno y salí de la habitación. "Shaylie, la oficina de tu abogado llamó de nuevo. Dijeron que no estabas contestando tu teléfono celular." Ginny, nuestra recepcionista, tenía cero discreción. Todos se giraron y me miraron. "Gracias, Ginny. La próxima vez, solo envíeme un correo electrónico con mis mensajes e intenta no compartir con toda la oficina." Ni siquiera hice contacto visual con ella. Solamente me marché y me dirigí directamente a mi oficina. Cerré la puerta con suficiente fuerza para que todos supieran que no debían molestarme. En lugar de sentarme y relajarme, me paseé por la pequeña oficina. ¿Por qué Brittany pensaría que estaría dispuesta a subirme a un avión? Solo habían pasado seis semanas desde el accidente. Todavía me encogía cuando escuchaba que los autos frenaban bruscamente en el tráfico. Mi teléfono celular sonó. Era mi abogado, Charles Tern. Estaba ansioso por demandar a la aerolínea y me quería a bordo. No me importaba. No quería ni necesitaba su dinero. Él quería que al menos recuperara el deducible de mi seguro. Legalmente, él no podía presentar ninguna demanda durante cuarenta y cinco días, pero nos estábamos acercando. La cara de Piper apareció en mi mente y me pregunté cómo estaba ella. Le envié un mensaje de texto a él Estaba en una reunión. Creo que deberíamos esperar y ver qué descubre la aerolínea antes de hacer algo. Tern y Asociados me contactaron tan pronto como supieron mi nombre. Estaba segura de que Charles también había contactado a otros sobrevivientes. Me enseñó más sobre los derechos de los pasajeros de lo que quería saber. Si el avión se estrellaba debido a problemas mecánicos, entonces las aerolíneas trataban de kkegar a un acuerdo. Charles estaba confiando en que era mecánico ya que lo redujeron a un problema con el motor izquierdo y tenían una lista de fabricantes para demandar una vez que la FAA dictaminara la causa oficial. Realmente no sentí la necesidad. Estaba agradecida de haber salido viva de allí con cicatrices con las que podría vivir. Mi teléfono zumbó con un mensaje de respuesta. Te llamaré más tarde en la semana para programar un horario para ir y reunirme contigo.

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Tiré mi teléfono en el escritorio. Solo quería seguir adelante y olvidarme de todo. Me senté y abrí mi correo electrónico. Peter me había enviado las direcciones que iba a revisar por él. Le agradecí por hacerse cargo de la conferencia y por su comprensión. Imprimí la lista y agarré mi bolso. Iba a estar fuera el resto del día. Gracias a Dios, porque si tuviera que escuchar la voz chillona de Brittany una vez más, iba a estallar. Hoy no era agradable, pero había mantenido mi ira bajo control. Ella no quería ver mi furia desatada. Sabía que no estaba en peligro de ser despedida, pero en serio, quién despediría a una sobreviviente de un accidente aéreo porque no quería volar? "Ginny, estaré fuera todo el día. Por favor mándame un mensaje de texto si surge algo importante," le dije mientras salía por la puerta. Ni siquiera esperé una respuesta. Me metí en mi Audi e introduje la primera dirección en la lista. No llegué muy lejos antes de que sonara mi teléfono. "Hola, sexy. Dime algo bueno. Tengo una mañana de mierda." Me alegraba que Marisa llamara porque siempre me ponía de buen humor. "Tengo una cita. ¿Qué tal eso para algo bueno?” Marisa sonaba feliz. Jadeé un poco, mi entusiasmo por el emparejamiento disminuyó mi mal humor. "Por favor, dime que es con Jason." "Es con Jason. Hablamos por unas horas anoche y decidimos reunirnos el Miércoles por la noche. Él viene para firmar algunos papeles.” Sonaba como si estuviera sonriendo. "Estoy tan feliz por ti. ¿A dónde van?” En mi cabeza, estaba planeando la cita. Conocía el restaurante, sabía qué iba a usar ella y sabía qué tipo de caballero él sería con ella. "Vamos a ver el rodeo." "Bueno, esa no es la cita con la princesa que había imaginado en mi mente." Suspiré audiblemente para hacerle saber que estaba decepcionada. "Todo el mundo ama las carreras de barriles y montar toros. Y para que lo sepas, lo voy a recoger,” dijo. "La caballerosidad ha muerto. ¿Por qué tengo la sensación de que instigaste todo esto?” “De hecho, lo hice. Gané boletos en una rifa en el trabajo y lo invité. Vamos a comer una barbacoa o algo así."

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"¿Quién eres y qué hiciste con la verdadera Marisa?" Este era un lado nuevo de ella que me intrigó. A Marisa le gustaba ser invitada a cenar. Un rodeo no era algo que le gustara. "Para ser justos, pensé en ti primero, pero luego Jason me llamó y me pareció tan ..." Hizo una pausa. "Tan perfecto." “¿Qué es más americano que un vaquero y un rodeo? Te divertirás y espero una descripción detallada, especialmente si hay otras cosas que involucran cuerdas," dije. "No seas rara. Él va a regresar el Miércoles por la noche y no, no voy a invitarlo a quedarse. No soy ese tipo de chica." Las dos nos reímos de esa mentira. Yo estaba feliz por Marisa. No es que esperara un final feliz para ellos, pero al menos ella lo estaba intentando. Siempre iba a estar apoyando a Jason. "Me voy a visitar algunos vecindarios en los que podríamos negociar o invertir. Checate esto, Brittany todavía quería que viajara a Washington para hacer la presentación esta semana. Volar." Todavía no podía creerlo. Cuando no me presenté a trabajar el Lunes después del accidente porque estaba en el hospital, Brittany llamó a Marisa porque era mi contacto de emergencia y se había quejado. Marisa le colgó. Hizo el trayecto de quince minutos hasta la oficina en diez minutos e iba echa una furia por el lugar hasta que encontró a Brittany. Desearía haber visto la cara de Brittany cuando Marisa cerró la puerta de la oficina de Brittany y dio rienda suelta. "¿Ella necesita otra visita de mi parte?" "No. Sabía que yo no estaba feliz. Peter va en cambio. Intercambiamos de trabajo por la semana. Y no voy a regresar a la oficina hoy, así que si estás libre más tarde esta noche, vamos a cenar o a tomar algo." "O ambos," ella dijo. "Definitivamente ambos."

****** El barrio era encantador, o al menos tenía el potencial de serlo. Había unos pocos edificios industriales vacíos que podían convertirse en lofts de condominios o en zonas de pequeñas empresas con el diseñador adecuado y el dinero adecuado. Manejé por ahí para XWPColección: Página y Facebook

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familiarizarme con la comunidad y vi una pequeña cafetería, Peak Brew, en la esquina con un increíble estacionamiento. Si este lugar prosperaba, podrían cobrar una fortuna por el estacionamiento y la gente con gusto pagaría. Estacioné y tomé algunas fotos de los edificios ocupados y desocupados para mostrarle a Peter. Entré en la cafetería e inmediatamente sonreí ante la decoración y el ambiente. Era exactamente lo que esperaba, solo que mejor. "Bienvenida a Peak. ¿Qué puedo servirte? ”Una linda camarera con el pelo largo y los ojos más azules que jamás había visto me sonrió y esperó a que tomara una decisión. Miré hacia arriba en el menú escrito con gis por encima de su cabeza y pedí un pequeño café con leche y un biscotti. Encontré una mesa de restaurante frente a una ventana y coloqué mi chaqueta en el respaldo de la silla mientras esperaba que preparara mi pedido. El dulce y delicioso olor a canela y arándanos llenó la tienda y me hizo sonreír con comodidad. "¿Cuánto tiempo ha estado aquí Peak Brew?" Le pregunté cuando me entregó mi café y galletas. "Alrededor de dos años." "¿Es tuyo?" “Mis padres lo poseen, pero yo lo manejo. Están demasiado ocupados con su arte para ser molestados con un negocio." Ella señaló algunas de las obras de arte en las paredes. "Son realmente buenas," le dije y lo decía en serio. Naranjas, rojos y azules complementaron las paredes de ladrillo rojizo. Sus padres tenían diferentes estilos. La mitad de las piezas eran abstractos con pinceladas grandes y seguras, mientras que el resto tenía un toque más delicado y colores mate. Ella se encogió de hombros, pero me dio las gracias por el cumplido. La observé mientras se apresuraba para esperar a una pareja acurrucada en un rincón. Metí el biscotti en mi café, pero me detuve antes de dar un mordisco. Piper Cole entró por la puerta principal. Me puse de pie por pura sorpresa. Mis movimientos llamaron su atención y ella me lanzó la sonrisa más dulce. No pude evitar devolverle la sonrisa. "Hola, Shaylie." Me sorprendió abrazándome. Maldije a mi cuerpo por sentir un cosquilleo por su cercanía. "Piper. Hola. ¿Qué estás haciendo aquí?” Le ofrecí la silla frente a mí.

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"Mi estudio está al otro lado de la calle. Vengo aquí al descanso para rejuvenecerme y tomar cafeína según considere necesario. ¿Cómo estás?” Ella apretó mi mano. "Estoy muy bien." Levanté mi muñeca para mostrarle que estaba libre del confinamiento del yeso. Ella suavemente acarició con sus dedos la delgada cicatriz rosada sobre mi ceja. Todavía era sensible al tacto. El hecho de que ella estaba completamente en mi espacio personal y sus dedos en mi cara me estropeó. Intenté no saltar, pero mi cuerpo me traicionó. "Lo siento. ¿Te lastimé?" Negué con la cabeza y le di una débil sonrisa. Los escalofríos recorrieron mi cuerpo y luché por contener el temblor. "No, sólo está un poco sensible todavía. Lo odio." No quería sonar vana, pero la cicatriz fue lo primero que la gente vio en mí. "No lo odies. No quita nada de tu belleza en absoluto. Cuenta una historia. Eres una sobreviviente y deberías llevarla como una insignia,” dijo. La camarera trajo una taza de té que no escuché pedir a Piper. Ella tomó un sorbo. "Gracias, pero siento que es lo primero que la gente nota de mí últimamente." La toqué con cautela. "Lo primero que la gente nota de ti es todo lo demás." Tomó otro sorbo mientras me miraba pensativamente. Me obligué a mantener el contacto visual. Sabía que solo estaba siendo amigable, pero era tan fácil tomárselo de la manera incorrecta. Ella no estaba interesada en mí. Acababa de perder la mitad de su corazón y estaba lejos de recuperarse. "La cicatriz en mi rodilla es aún peor. Mucho para usar shorts este verano." Traté de cambiar de tema porque no quería que supiera que la encontraba atractiva. Ella estaba fuera de los límites. "Tu médico hizo un muy buen trabajo. Los puntos de sutura en tu frente son casi perfectos y solo dejarán una pequeña línea. Todos sabemos que las cicatrices son sexy," Piper dijo. Una vez más, no coqueteando, solo siendo amable. "Eres muy dulce. Entonces, ¿cómo estás?” Levanté mi propia taza, pero esperé a tomar un sorbo hasta que ella comenzó a hablar. "Me va bien. No genial, pero mejor. Los servicios que tuvimos fueron maravillosos.” Se perdió en ese recuerdo por un momento antes de volver a la conversación. XWPColección: Página y Facebook

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"Estoy segura de que todo era hermoso. Espero que te haya permitido tener algún cierre," le dije. "Hablar contigo realmente ayudó al proceso de curación. Gracias de nuevo por eso y por presentarme a tus amigos. Parecen muy agradables." Me incliné hacia delante y sonreí. "¿Puedes guardar un secreto?" Ella también se inclinó hacia delante. "Definitivamente." "Estoy jugando a la casamentera con esos dos. Jason y Marisa. Creo que tienen mucho en común y podría ser bueno el uno al otro.” Me recliné, crucé los brazos y la miré como si acabara de compartir el mayor secreto de mi vida. "Pero estilos de vida muy diferentes," dijo. "Los opuestos se atraen." Le guiñé un ojo. Deja de coquetear, me regañé. “Quiero decir, un vaquero y un policía. Eso tiene que ser todo estadounidense en algún nivel, ¿cierto?” "Creo que es bueno que estés cuidando a tus amigos y que tú y Jason sean cercanos por lo que pasó." "Solo quiero que todos sean felices, supongo." "¿Qué hay contigo? Cuéntame más sobre Shaylie. Sólo sé algunas cosas.¿Qué te trae por aquí un Lunes?" Preguntó. "Solo mirando el área para otro agente de nuestro equipo. Mi jefa tenía programado que volara a Washington esta semana. No hace falta decir que dije que no.” Piper dejó su taza con la fuerza suficiente para que chocara contra el platillo. "¿Estás bromeando, verdad? Quiero decir, estoy segura de que una o dos personas pueden darse la vuelta y volver a subir a un avión, pero eso es completamente ridículo.” Ella frunció el ceño, consternada. Casi le sonreí a su fiereza. Piper era una persona apasionada. "Un chico en mi oficina se ofreció a cambiar de trabajos por la semana, por eso estoy aquí mirando alrededor y él está dando la presentación." "Puedo ayudar si quieres. Puedo contarte todo sobre el área.” Ella miró su delgado reloj. “Tengo cuarenta y cinco minutos antes de mi próxima clase. Si te apetece, podemos caminar.”

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"Eso sería genial, pero solo si tienes tiempo." Estaba nerviosa alrededor de Piper no solo porque era atractiva, sino porque estaba realmente confundida por lo que vi en el avión con Emma y Robin. No sabía si ella estaba en una relación abierta o si su novia la estaba engañando con su mejor amiga. Tenía miedo de dejar que algo se me saliera. Le dije que se veían felices, lo cuál hicieron, pero no quería volver a hablar de eso nunca más. “Incluso si nos demoramos unos minutos, mi clase puede comenzar sin mí. Mi clase de mediodía es avanzada. Probablemente debería pasársela a otro instructor, pero me gusta mantenerme ocupada y despejar mi mente, sabes?” "Veo la televisión hasta que me desmayo, así que sí, sé lo que quieres decir." Piper estiró la mano y tocó mi antebrazo. "Lo siento." "Yo también lo siento." "Basta de esto. Venga. Vamos a conocer el vecindario.” ****** “El estudio ha estado aquí durante casi dos años y ha tenido bastante éxito. La gente se está mudando a esta área porque el alquiler aún es barato y el centro de Denver tampoco está muy lejos." Piper me abrió la puerta y me indicó que entrara en su santuario. Había tres grandes salas de ejercicio en fila – todas llenas. ¿Quiénes eran estas personas que podían hacer yoga a mitad del día? "Estoy impresionada. Tan joven y tan exitosa. ¿Has tenido algún problema con los robos o algo así?” Quería darle a Peter una imagen completa. Piper ya había respondido muchas de mis preguntas sobre el vecindario. El crimen era el único tema que no habíamos cubierto. “Gracias, pero tengo veintiocho años, así que no soy tan joven como piensas. Hemos tenido algunos robos de autos, pero mi estudio no ha sido objeto de vandalismo. Creo que la tintorería en la esquina fue asaltada el año pasado, pero normalmente no tenemos problemas. La mayoría de las familias por aquí tienen niños muy pequeños. Es una comunidad en crecimiento.” Piper me mostró las dos oficinas, una de ellas la suya, y una pequeña cocina con enfriador de agua y un refrigerador provisto de bebidas con proteínas y agua mineral. "Tienes un agradable lugar aquí. ¿Por qué yoga?”

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“Emma y yo fuimos juntas a la Universidad de Denver para bellas artes. Tomamos yoga para relajarnos y nos enamoramos de ello. Cuando nos graduamos, decidimos abrir nuestro propio estudio. Antes de que mudaramos Bodhi aquí, teníamos un pequeño estudio de una habitación más cerca del centro. Ahora tenemos espacio y una fuerte base de clientes.” Se sentó y me ofreció la silla frente a ella. Tiré la chaqueta de mi traje en el respaldo de la silla y me senté. "¿Tú y Emma son dueñas de Bodhi?" La sonrisa de Piper se deslizó de su rostro. "Bueno, ahora lo soy. Le compré su mitad después de lo que pasó." Ella todavía no podía decir ‘el accidente’ y entendí. Tampoco me gustaba decir la palabra. “Mi abogado está finalizando todo. Estoy tan enojada que todavía no tienen respuestas." "Mi abogado está que se muere de impaciencia para demandar. Sinceramente solo quiero seguir con mi vida y tratar de olvidar lo que pasó. El es insistente. Desafortunadamente, ahora sé más acerca de demandar a las aerolíneas de lo que siempre he querido." Piper tomó mis manos. "Sé lo que quieres decir. No quería un abogado, pero la familia de Emma quería revisar el contrato que firmamos para ver si tenían la oportunidad de obtener la parte del negocio de Emma. Y la familia de Robin solo quería una llave de su casa y las llaves de su auto. Los abogados son un mal necesario.” Me soltó las manos y se reclinó. "Entonces, Robin y tú no vivían juntas?" Pregunté. Mis manos hormiguearon de donde sus dedos tocaron los míos. "No. En realidad nos comprometimos después de seis meses de citas. Ella quería que me mudara a su casa, pero mi vida está aquí. Todavía estábamos en la etapa de 'averiguarlo'. Todavía se siente tan irreal. Espero que ella entre por la puerta en cualquier momento. Solía pasar después del trabajo los Miércoles y traernos yogures helados.” Su voz se tembló ligeramente mientras contenía sus emociones bajo control. "Si me entero de algo, te avisaré de inmediato." "Déjame darte mi número de teléfono." Le entregué mi teléfono y ella rápidamente agregó su información. "Lo siento, pero mi clase comenzó hace cinco minutos y probablemente debería entrar allí," dijo.

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Me levanté de un salto "Oh Dios mío. Ve. Gracias por tu tiempo y por mostrarme el vecindario." "Cada vez que necesites un descanso, solo avísame. O si quieres tomar una clase de yoga, puedo meterte." "Probablemente podría manejar una clase de yoga," le dije. Ella rió. "Aún así empezarías en una clase de principiante. Me lo agradecerás después.” Me acompañó hasta la puerta principal y me abrazó de nuevo. Tendría que acostumbrarme a Piper y cómo se expresaba. Abracé a dos mujeres en mi vida: mi madre y Marisa. Mentalmente agregué a Piper a la lista.

CAPÍTULO SEIS "No puedes estar enojada conmigo por despertarte. Me diste instrucciones específicas para llamarte en el momento en que terminara la cita.” La voz de Marisa era tan fuerte que tuve que sostener el teléfono lejos de mi oído. "De acuerdo, de acuerdo. Ugh.” Miré el reloj. Era casi medianoche. "¿Y? ¿Como estuvo? Dímelo todo. Quiero saber qué llevabas, qué llevaba él. ¿Se tomaron de las manos? ¿Se besaron?” Me senté y encendí la pequeña lámpara que estaba junto a mi cama. El tono de Marisa tenía una larga historia por delante, además de que realmente quería saber. "Me puse unos jeans oscuros y esa blusa blanca sin mangas holgada que te encanta." "Oh, eso es sexy. Me encanta esa camisa. Lo siento. Sigue." “Él llevaba una camisa negra con botones, jeans y botas de vaquero. Y, Shaylie, es un gran caballero. Tomó mi mano solo para guiarme a través de la multitud. Los asientos eran increíbles y hablamos, hablamos de verdad, todo el tiempo." Esto fue bueno. Me hubiera gustado tener un tazón de palomitas de maíz y una copa de vino. En cambio tomé un sorbo de agua y me froté los ojos para despertarme. "¿Qué más pasó?" "¿Quieres decir, si él me besó?" Ella ofreció esa pregunta, esperando que yo rogara.

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"Puedo llamarlo y preguntarle," le dije. "Apestas y no eres divertida." Ella hizo un puchero. Sabía que sólo duraría unos segundos. "Y sí, me dio un beso de buenas noches." Grité un poco porque Marisa rara vez tenía buenas primeras citas. Muchas de ellas terminaron escabulléndose en medio de la noche. Aunque no estaba preocupada por ella. Era policía y tenía mucho entrenamiento en lectura de lenguaje corporal en diferentes situaciones. Ella podía cuidarse sola. "¡Lo sabía! ¿Como estuvo? ¿Fue increíble?” Me hundí más en mi cama porque quería escuchar todas las cosas buenas. Si no podía encontrarlas para mí, iba a vivir indirectamente a través de Marisa. "Fue increíble. Lo dejé en su hotel y salió del auto." "Espera. ¿Se quedó en un hotel?” "Sí, era bastante tarde y él tenía que hacer algunos otros mandados hoy, así que consiguió una habitación para pasar la noche." "Soy sospechosa de eso, pero sigue," le dije. "No, en serio, se reunirá con abogados mañana u hoy, como quiera que lo veas," dijo. Estaba segura de que él había contratado a un abogado. La mayoría de los sobrevivientes lo habían hecho, y estábamos esperando el informe de la FAA. Se iban a presentar muchas demandas esta semana. "De todos modos, así que él se despidió y salió del coche. En lugar de ir al hotel, caminó por la parte delantera del auto y abrió la puerta." "Para. Ya me estoy desmayando," le dije. Tal vez la caballerosidad todavía estaba viva. "Él tomó suavemente mi mano y me sacó del coche. Me tocó la cara, pasó el pulgar por mi labio inferior y me preguntó si podía besarme." "Para. Me estoy desmayando otra vez." “Fue un beso muy bonito, dulce. Nada exigente, solo lo suficiente para hacerme saber que disfrutó el tiempo conmigo y que quería volver a hacerlo. Luego dijo buenas noches y entró en el hotel.”

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"Eso suena maravilloso." Me lo imaginé por segunda vez y suspiré con ella. "Realmente creo que es uno de los buenos." "Él salvó a mi mejor amiga. Por supuesto que es uno de los buenos. Y nos invitó a las dos al rancho este fin de semana. Por favor dime que quieres ir. Le dije que volvería con él en la mañana." "Eso suena divertido. No he montado un caballo en años. No vamos a tener que trabajar, ¿verdad?” Sabía de muchos ranchos trabajaban y esa no era la forma en que quería pasar mi fin de semana. Casi estaba curada, pero mi muñeca aún estaba sensible y las costillas habían dejado de doler la semana pasada. "No puedo imaginarlo, pero no lo sé con seguridad. Ahora duérmete. Ya te lo conté todo. Te llamaré mañana." "No me voy a poner botas de vaquera. Para que lo sepas de antemano,” dije. Marisa tenía un muy buen par de botas de vaquera Corral (Marca de calzado), pero también tenía el atuendo y una actitud despreocupada para lograr el look casual de una manera sexy. "Puedes usar zapatos normales y argumentar que 'estoy herida', así estarás a salvo de trabajar." "De acuerdo. Hablaré contigo mañana.” Colgué y sostuve mi teléfono contra mi pecho por unos minutos. Estaba feliz por Marisa. Sus relaciones eran como las mías – empezaron fáciles, pero fracasaron. Aunque tenía muchas esperanzas para esta. ****** "No puedo creer que esté haciendo esto." Presioné el teléfono contra mi oreja. "Estarás bien. Te estoy poniendo en una clase fácil." "¿Estarán los mejores?" La risa de Piper fue baja y calmante. "Como en el yoga del mejor? No, nada tan divertido como eso. Sólo un montón de sudor y lágrimas. Oh, quiero decir, solo relajación y quizás algo de música suave. Es posible que aparezca Clifford, pero normalmente le gusta aparecer en las clases superiores donde los clientes están llorando."

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"Espera. ¿Por qué demonios llora la gente durante tus clases? Ya estoy arrepintiéndome de esto. ¿Y quién es Clifford?” "Estarás bien y puedes renunciar cuando quieras. Tengo una clase los Jueves por la noche de siete a ocho. ¿Por qué no vienes y lo intentas antes de comprometerte con algo semanal? La casa invita. Y Clifford es nuestro gato de yoga." Ya estaba en Amazon comprando una esterilla de yoga, nuevos pantalones de yoga y un lindo top de entrenamiento. Esto era estrictamente para ponerse en forma. Estaba pensando en tomar una clase de ejercicios de todos modos. Piper simplemente lo hizo sonar interesante. Además, me gustaba hablar con ella. Ella me relajaba. "¿Tienes que irte?" Preguntó. Me quedé helada. "Lo siento. Eso fue grosero. Solo tenía que terminar un correo electrónico.” No necesitaba saber que me estaba exagerando con mi ropa de yoga. "¿Necesito llevar algo además de una esterilla?" "¿Tienes una esterilla de yoga?" Pillada. Si esta era mi primera clase, por qué tendría una esterilla? "Acabo de pedir una y probablemente sea la incorrecta, pero no pude aparecer con las manos vacías." "Tenemos toneladas aquí. Podría haberte prestado una hasta que estés segura de que el yoga es para ti. Confía en mí, es brutal." Resoplé. "Creo que puedo manejarlo. E incluso si no me gusta el yoga, puedo donar la esterilla, pero no creo que vaya a tener ningún problema." Corrí en la universidad y jugué deportes intramuros. No estaba en forma como lo estaba en ese momento, pero aún era flexible y podía correr un kilómetro y medio con bastante facilidad. "Bueno. Te veré el Jueves por la noche.”

CAPÍTULO SIETE Piper en ropa casual era hermosa. Piper en ropa de entrenamiento era pecaminosa. Entré a la clase con pantalones negros de yoga, un sujetador deportivo negro y una camiseta holgada. Ella estaba en frente de la clase vistiendo diminutos shorts de bicicleta y una camiseta cruzada que era ajustada e iba a su vientre. Sus abdominales estaban cincelados y sus piernas tonificadas. Ella no podría haber estado en mejor forma si lo intentara. Miré

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mis muslos y fruncí el ceño. No eran tan sólidos como solían ser y mis brazos parecían débiles. Ella caminó hacia mí y mis rodillas casi se doblaron. "¿Estás lista para esto?" La mirada en sus ojos era juguetona e hice mi mejor esfuerzo para mantener el contacto visual con ella. Era tan difícil no admirar su forma. Sonreí. "Pan comido." Ella asintió. "Ya veremos. Traje a Clifford hoy para ayudarte a ti y a los demás. Vamos a colocarte aquí para que pueda vigilarte.” Caminamos hasta un lugar en la segunda fila al final. “Esta es Bridget. Ella ha estado en algunas clases ahora. Puede ayudarte si te encuentras con algún problema. Necesito ponerme al frente. Buena suerte, Shaylie.” Ella ni siquiera trató de ocultar su sonrisa. "¿Qué tan difícil es?" Le pregunté a Bridget, a pesar de que mis ojos estaban en Piper. Era difícil no mirar fijamente. “No es realmente difícil, pero puede ser incómodo. Piper es realmente buena para liberar tu mente y dejar que seas tú mismo," dijo. Eso no tenía sentido para mí. Había visto gente haciendo posturas de yoga. ¿No se trataba de equilibrarte y presionarte? Realmente debería haber repasado su historia. Sabía menos del 1 por ciento sobre el yoga. "Está bien, vamos a empezar," Piper dijo. La clase tomó su lugar en sus esterillas y comenzó un pequeño canto. Sabía que si Marisa estuviera aquí, nos habríamos deshecho en risas. Me obligué a aclarar mi mente y concentrarme en Piper. "Recuerden que el objetivo es unir su mente con su cuerpo." Su voz era increíble y calmante y, aunque recién habíamos comenzado, estaba relajada. Comenzamos de pie con las palmas de las manos juntas, los codos hacia fuera y enfocados en nuestra respiración. La segunda postura, sobre nuestras rodillas estirando nuestros cuerpos hacia adelante, se sintió maravilloso. Esas eran las poses fáciles. Fue cuesta abajo rápido después de eso. Me esforcé por mantener el equilibrio durante el resto de la clase, pero fracasé. El yoga era más difícil de lo que pensé.

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"Necesitas relajarte en la postura. ¿Te importa si te acomodo?” La voz de Piper era apenas un susurro. "Y necesitas respirar." Ella cuidadosamente presionó una mano en mi pecho superior y una debajo de mis costillas. "Contrae los músculos cuando respires. Relájalos cuando exhales." Los ojos de Piper estaban oscuros. Estaba completamente enervada y excitada por su cercanía. Sus manos sobre mi cuerpo eran casi demasiado. Mi corazón se aceleró con su toque y por un breve momento, quise apoyarme en ella y sentir su cuerpo apenas vestido contra el mío. Quería esa conexión. Movió su mano de mi estómago a mi espalda para ayudarme a alinearme en la postura. Nunca iba a sobrevivir al yoga con ella. Hace dos meses, tuve una experiencia cercana a la muerte y ahora quería abrazar todo, incluyéndola, pero ella había perdido a dos personas que amaba. Eso me hacía una idiota de categoría A ante los ojos de cualquiera. "Estás temblando." Ella me relajó de la postura. "Es solo nuevo para mí." "Te dije que no era tan fácil como pensabas." No necesitaba saber que la postura era bastante fácil, pero su inclinación hacia delante se volvió sexual tan rápido y duro en mi mente. Piper no me parecía una mujer agresiva, pero en ese momento, las fantasías que se desarrollaban en mi cabeza de ella inclinada hacia mi eran estelares. Entonces, estuve de acuerdo y la desestimé. Si supiera dónde estaban mis pensamientos, me habría echado antes de que empezáramos. Cuando terminamos, ya estaba agotada. No sé qué hizo ella, pero todas mis emociones estaban allí en la superficie. Quería reír, llorar, celebrar y no moverme. Bridget me comprobó antes de irse y chocó los cinco conmigo en mi primera clase. Algunos rezagados hablaban y se reían mientras salían por la puerta. No quería moverme. Clifford, el gato de apoyo emocional, me ignoró. No lo había acariciado porque estaba concentrándome demasiado en no hacer el ridículo frente a Piper y los otros quince estudiantes de la clase. "¿Cómo estuvo eso?" Piper se paró sobre mí y me ofreció la mano. "No quiero moverme. No porque esté adolorida, sino porque siento que toda mi energía abandonó mi cuerpo.” Acepté su ayuda y gemí cuando estuve erguida. "Lo hiciste muy bien para ser tu primera vez," dijo. Estaba completamente en su espacio personal y sudorosa y no me importaba. "Ni siquiera sudaste." Miré su cuerpo apenas vestido. Era una excusa para mirar, pero tal vez no tanto XWPColección: Página y Facebook

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como lo hice. Alejé mis ojos de sus abdominales. Piper me estaba sonriendo y por un breve momento, pensé que había un destello de interés en sus ojos. “He estado haciendo yoga durante años y me cuesta mucho sudar. Vamos, vayamos a tomar un agua fría. Eso te abrirá los ojos.” Sabía que no debería haber leído en eso. Piper era inteligente, pero parecía demasiado dulce para cualquier insinuación. La imagen de lo que la ponía a sudar fue una distracción. Agarró una camiseta y se la puso mientras la seguía a la cocina. Miré mi vestuario para asegurarme de que todo estaba en su lugar y me sorprendió ver que mi camiseta estaba empapada en sudor. Apenas me había movido. Me entregó una botella de agua helada de un nevera que estaba metida debajo de un mostrador cerca del pequeño refrigerador. La acepté con gratitud y me tomé la mitad antes de intentar hablar con ella. "¿Quieres sentarte?" Piper preguntó. Su voz tenía una punzada de soledad que jaló de mi pecho. Ese sentimiento era más notable en mi vida desde el accidente y lo sabía bien. Me encontré buscando la bondad de los extraños cuando antes no me importaba. "Claro, si tienes tiempo." "Los Martes y los Jueves son ocupados para nosotros, por lo que es difícil salir de aquí a una hora decente." "¿Estas aquí sola? ¿Eso es seguro?” "Está bien. Además, mi departamento está justo al otro lado del patio.” Ella había señalado su edificio cuando me dio un breve recorrido por el vecindario el otro día. "Está bien. Tan conveniente. Y el edificio se ve genial." "Lo es. Es un lindo y pequeño departamento tipo loft." "Entonces, trabajas y juegas aquí abajo. ¿Alguna vez vas al centro?” La mesa era pequeña y no me di cuenta de lo cerca que estaba hasta que vi un diminuto indicio de verde en sus ojos de color marrón claro y una pequeña cicatriz cerca de la oreja izquierda. Me incliné hacia atrás y crucé mis brazos, esperando parecer relajada. "Es demasiado concurrido para mí, pero me gusta comprar en Cherry Creek. A veces voy al centro para un concierto,” dijo. "¿Qué tipo de música te gusta?"

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"Alternativa, jazz, big band," dijo. "Probablemente algunas cosas de la nueva era, también, ¿eh? Quiero decir, yoga y todo." "¿Te estás burlando del yoga? ¿El mismo yoga que te dio una patada en el trasero allí atrás?” Señaló la habitación detrás de ella. "No, bueno, sí, pero lo digo en serio. Recuerdo una época en la que estaba la música de la nueva era.” No recientemente. "Me gustan muchos tipos diferentes. Sé que todos dicen eso, pero yo sí. Solo depende de mi estado de ánimo." Ella rápidamente ató su cabello en un moño, sus movimientos graciosos y fluidos. La miré abiertamente. Estaba demasiado cansada para preocuparme y ella no pareció notarlo. “Marisa y yo vamos a muchos de los conciertos al aire libre. No hemos estado en ninguno este año, bueno, debido a todo, pero sé que hay algunos que quiero ver. Eso es lo que amo de Denver. Es lo suficientemente genial como para atraer algunos de los grandes nombres." "¿Siempre has vivido aquí?" Piper preguntó. Clifford nos sobresaltó a ambas saltando sobre la mesa. Nos reímos nerviosamente. "Sí. Soy la única que queda. Mis padres se mudaron a California hace unos años. Mi tía y dos primos se mudaron a Texas. ¿Qué hay de ti?" "Nací en Colorado Springs. Siempre viví en Colorado. No podía imaginarme en ningún otro lugar siendo tan hermoso. Para ser justos, no he viajado mucho, pero soy tan loca por la naturaleza que este es el único lugar que me hace feliz." "Loca por la naturaleza cómo?" "A algunos de los instructores aquí les gusta andar en bicicleta y caminar, así que en los largos fines de semana festivos cerramos y vamos a acampar y nos presionamos nosotros mismos," dijo. "Eso ni siquiera suena divertido. Apenas sobreviví al yoga de curso introductorio. Ni siquiera puedo imaginar lo que ustedes hacen damas." Le fruncí el ceño juguetonamente como si su idea de diversión no fuera mi idea de diversión, que no lo era, pero la hice reír.

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"En realidad no está tan mal. Tal vez cuando estés toda curada y en forma nuevamente, puedas salir con nosotros. Nuestro próximo viaje es hasta el Día del Trabajo, así que hay mucho tiempo para prepararnos." "Piper, acabas de llamarme perezosa?" Pregunté. Ella se sonrojo. "No, en absoluto. Estás bien. Te ves genial." Toqué su antebrazo. "Ahora te estoy tomando el pelo. Sé que no estoy en la mejor forma, pero tal vez después de dos meses de clases, mejoraré. Anótame.” No podía creer que hubiera aceptado ir de campamento. Marisa me iba a joder tanto cuando se enterara. "Entonces, estás dispuesta a continuar con esta forma tortuosa de ejercicio?" Ella tamborileó con los dedos sobre la mesa en anticipación a mi respuesta. Todo acerca de esto, acercarse a Piper, leer demasiado en sus acciones, anticipar sus pequeños toques, decir cosas para ver su linda sonrisa, era una mala idea. Ambas seguíamos sanando del accidente aéreo. Estaba haciendo todo lo que podía para no arrepentirme y sentirme viva, y estúpidamente estaba confiando en obtener eso de una mujer que todavía estaba recogiendo los pedazos de su corazón destrozado.

CAPÍTULO OCHO Jason me abrió la puerta del carro. "No voy a dormir en el barracón," le dije. Echó la cabeza hacia atrás y se echó a reír. "Oh, no. Mi madre me mataría si incluso lo sugiriera. No, tú y Marisa estarán durmiendo en la casa principal. Tenemos un departamento privado en el nivel inferior." Marisa bajó del coche. "La tuve conduciendo todo el viaje hasta aquí." "Me alegro tanto de que ambas estén aquí," Jason dijo. Sus ojos nunca dejaron los de Marisa. Me sentí como un mal tercio, pero estaba bien con eso.

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"Aquí, déjame agarrar tus cosas." Jason tomó mi bolso y rodeó el auto con Marisa. Él la abrazó, luego recogió sus dos maletas. "Vamos a dejar tus maletas y te daré un recorrido por el lugar." "Esto es hermoso, Jason," le dije. La casa principal era una casa de estilo tradicional de dos pisos con un gran porche alrededor. Había varios corrales a la izquierda de la casa. Más allá de los corrales había pequeñas cabañas donde supuse que vivían los vaqueros. No sabía nada del funcionamiento de un rancho, pero había visto suficientes películas para dejar volar mi imaginación. "Hola. Bienvenidas a nuestra casa." Una mujer de aspecto gentil con rasgos suaves y cabello entrecano nos recibió en el porche delantero. La mamá de Jason estaba vestida exactamente igual que él, con jeans, botas y camisa con botones, con un par de guantes de trabajo de cuero que colgaban de su bolsillo trasero. No es que esperara que June Cleaver (Actriz) saliera por la puerta mosquitera con una bandeja de limonada, pero ciertamente no esperaba esto. "Soy Virginia. Bienvenidas al Rancho Doogan. Me alegro de que ambas hayan hecho el viaje." Jason nos presentó y ella tuvo una reacción diferente para las dos. Fue tierna y esperanzada cuando conoció a Marisa. Cuando me conoció, sus ojos brillaban. Ella me atrajo para un abrazo. Me estaba acostumbrando a la gente en mi espacio personal, así que le devolví el abrazo a pesar de que nos acabábamos de conocer. "Encantada de conocerte. A las dos.” Miró a Marisa después de liberarme de su agarre. "No sé si tengan apetito o no, pero la cena está lista." Mi estómago retumbó ante la mención de la comida. Podía oler el pollo frito en el porche, pero mis modales me mantuvieron a raya el tiempo suficiente para intercambiar bromas con la familia de Jason primero. Gary Doogan, el padre de Jason, era un hombre alto y delgado. Cuando salió a saludarnos, lo siguieron dos perros y una niña que comía una galleta que se desmoronó de lo fuerte que la agarró. "Jason, ve y guarda sus maletas en su habitación. Luego lávate para la cena y reúnete con nosotros en la mesa.” Jason asintió a su madre y desapareció detrás de la puerta mosquitera. Podía escuchar el tacón de sus botas por el pasillo. Me centré de nuevo en Virginia.

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"Ese pollo frito huele delicioso, y he estado viendo la galleta de esta linda niña durante el último minuto." Me agaché y le sonreí a la niña. Ella se escondió tímidamente detrás de las piernas de Virginia. "Vamos a comer, entonces." Gary mantuvo la puerta abierta para nosotros. Marisa y yo nos lavamos rápidamente las manos en el baño delantero y nos unimos con la familia en la mesa. Nos sentamos en silencio, todos nos tomamos de la mano, y escuchamos pacientemente a Gary agradecer a Dios por toda su buena fortuna, incluyendo la supervivencia al accidente. Cuando terminó de hablar todos empezaron a pasar los platos. Alrededor de la mesa había pollo frito, puré de papas, salsa blanca, ejotes, judías cocinadas en salsa de tomate, galletas caseras y rebanadas de fruta. Yo no era tímida. Empecé a comer. Mi plato estaba lleno y estaba decidida a entregarlo limpio. "Muchas gracias por recibirnos," Marisa dijo. Asentí porque mi boca estaba llena. No era un linda niña de cuatro años arrasando una galleta. Tragué y alcancé mi agua para poder hablar. "Si, gracias. Y esta cena es increíble." "Es bueno conocer a las dos nuevas mujeres en la vida de Jason." Esperé a que alguien preguntara por mi experiencia, pero nadie lo hizo. Virginia mantuvo la conversación ligera y divertida. Gary contó algunas historias sobre el rancho y acosó a Jason, pero fue hecho amorosamente. Jason se lo tomó con calma y agregó algunas historias sobre sus padres. No había estado tan relajada con gente nueva en años. Alison, la niña pequeña en la mesa, era la sobrina de Jason. Sus padres estaban en un concierto en Denver, pero nos reuniríamos con ellos mañana. "Jason, dale a tus invitadas la gran gira antes de que oscurezca demasiado. Nosotros limpiaremos aquí," Virginia dijo. Ella nos ahuyentó cuando saltamos para ayudar. Jason obedeció y comenzó con el piso inferior de la casa principal. Tenían una biblioteca, un comedor formal, la cocina, la oficina de su padre, una gran sala de estar y el departamento en el que estábamos alojadas. Marisa y yo nos quedamos atónitas con el departamento. Tenía su propia entrada, dos dormitorios, una pequeña cocina, una sala de estar de tamaño decente y dos baños completos. Le di un codazo a Marisa. "Esto es más grande que mi casa."

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"Ya me encanta. La decoración no es lo mío, pero el espacio es genial," Marisa susurró. "El piso de arriba son dormitorios y esas cosas. Nada emocionante. Salgamos y les mostraré el rancho. Mañana haremos una cabalgata para que puedan ver todo mejor," Jason dijo. "Um. Montar a caballo? No sé sobre eso. La última vez que monté en un caballo, monté en un círculo durante cinco minutos mientras alguien lo guiaba por el arnés." Solo estaba entusiasmada con la idea, no realmente montándolos." "Te pondré en el caballo de mi madre. Estará bien. Betsy es amable. Mi sobrina la monta. Y Betsy nunca la ha tirado a ella ni a nadie más," Jason dijo. Yo le fruncí el ceño. “No, no es una opción. Es ir a dar un paseo o recoger un poco de pacas de heno, o limpiar los compartimentos con los trabajadores. Tu decides," Jason dijo. Yo fruncí el ceño más fuerte. "Bien. Me montaré en un caballo." Continuamos nuestra caminata y, aunque estaba casi incómoda debido a toda la comida asentada en mi estómago, era agradable estar al aire libre, lejos de la ciudad. Las cabañas eran muy bonitas. Jason explicó que había seis habitaciones diminutas en una cabaña con cocina. Los vaqueros se turnaban para cocinar. Todo sobre este lugar era increíble. Los graneros eran impresionantes. Los caballos estaban bien cuidados. Estaba esperando la gira de mañana. Este era un fin de semana tan poco convencional para mí, pero me estaba divirtiendo. "Cuando oscurece, verán tantas estrellas que ni siquiera lo van a creer," Jason dijo. Estaba orgulloso de su lugar, y con razón. Él y su hermano mayor se encargarían de ello después de que su padre se retirara. Gary y Virginia ya tenían un lugar en Georgia y se jubilarían en cinco o diez años. Jason tenía raíces aquí, y eso hirió mi corazón porque Marisa amaba la ciudad y su trabajo. Los padres de Jason nos invitaron a sentarnos en la sala con ellos. Jason recogió a Alison y la cargó hasta que se quedó dormida. Hablamos durante varias horas sobre nuestras vidas, pero ni una sola vez se habló del accidente aéreo. Cuando sus padres se disculparon y se llevaron a Alison, Jason, Marisa y yo salimos al porche. No iba a quedarme mucho tiempo porque sabía que querían pasar un tiempo solos, pero no quería simplemente dejarlos y ser obvia que les estaba dando privacidad. XWPColección: Página y Facebook

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"¿Qué haces para divertirte?" Le pregunté a Jason. Estaba genuinamente curiosa. No había mucho por aquí. Por un breve momento en nuestro viaje, me asusté de haberme perdido un giro y dirigirnos a ningún lado. "Leo. Mucho. Y Cheyenne no está tan lejos. Hay mucho que hacer allí," dijo. "¿Qué lees?" "Me gustan los misterios y las historias de policías." Miró a Marisa y le guiñó un ojo. "Y me gustan las películas. Aquí vemos muchas películas." "¿Qué hay en el invierno? ¿Qué haces?" “Alimentamos al ganado y los mantenemos vivos. Los inviernos aquí arriba son brutales." Jason nos dijo que cuando hacía mucho frío, mantenían el ganado unido, por lo que era más fácil quitarles los carámbanos de la nariz. Las vacas no podían respirar por la boca. Fue lo suficientemente sensible como para no decirnos las dificultades de ser propietario de un rancho, pero sabíamos que no era fácil. "Está bien, tengo sueño, así que me voy a acostar." Miré a Marisa. Ella me guiñó un ojo, así que supe que era la decisión correcta. Los abracé a ambos y me dirigí adentro del departamento. No estaba cansada, así que escogí el dormitorio más alejado del resto de la casa y desempaqué. Me metí a la cama con mi Kindle completamente cargado y estaba lista para comenzar un nuevo libro cuando mi teléfono sonó. Me senté rápidamente cuando vi que Piper me envió un mensaje de texto. No pude evitar sonreír. ¿Llegaste bien? No hay mucho entre aquí y Cheyenne. Oh, este lugar es precioso. Sí, llegamos sanas y salvas. Agregué una carita sonriente y me detuve de bombardearla con mensajes. Mi corazón estaba latiendo más rápido de lo que debería. Definitivamente me estaba enamorando de Piper. Sostuve mi teléfono con ambas manos y esperé a que las burbujas de su siguiente texto iluminaran mi pantalla. Esas son buenas noticias. Estaba triste que no hubiera más. Esperé unos diez segundos apropiados antes de responder. Y la mamá de Jason nos preparó la mejor comida. Hoy no comí mucho, así que podría haberme avergonzado a mí misma en la cena.

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Bueno, lo quemarás en la yoga esta semana. Dos clases. DOS. No hay problema. ¡Pan comido! Agregué un guiño porque ambas sabíamos que estaba mintiendo. Solo para mantener la conversación, agregué, ¿Cómo va tu fin de semana? Tengo tres clases mañana y el Domingo es mi día libre. Grandes planes? No podía imaginar que estuviera lista para salir, pero aun así contuve el aliento. Clifford y yo vamos a limpiar el Domingo. Podría ir a la casa de mi hermana. Nada concreto. Me vendría bien un poco de sol y ella tiene una piscina. Todavía necesito mantenerme alejada del sol, pero lo extraño. Mi médico dijo que mis cicatrices serían peores si las expusiera al sol tan pronto en el proceso de curación. Mi vanidad me hizo tomar todas las precauciones necesarias. Asegúrate de tomar prestado un sombrero de vaquero o usar lentes de sol grandes y pantalones largos. Y de repente me he convertido en tu madre. Jajaja. No te pareces en nada a mi madre. Pero gracias por el recordatorio. Terminamos enviando mensajes durante más de una hora. Cuando me dijo que su primera clase era a las siete, la regañé por quedarse despierta tan tarde y terminé nuestra conversación. Me detuve por un momento. Era la primera vez que pensaba en Marisa. Me pregunté si estaría en su habitación. Quería detalles. Piper escribió: Qué tengas un buen fin de semana. Igualmente. Conecté mi teléfono y abrí la puerta justo cuando Marisa estaba a punto de llamar. Las dos gritamos. La metí en la habitación y cerré la puerta en silencio. "¿Qué pasó?" Se sentó en la cama y me jaló con ella. "Él me besó. Varias veces. Comenzó con bastante inocencia, pero luego se tornó intenso junto a uno de los graneros. No pude acercarme lo suficiente a él. Prácticamente envolví mis piernas a su alrededor.” Ella gimió. “¿Él qué hizo?” Agarré la almohada y la abracé contra mi cuerpo.

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“Se desenredó y dijo que quería tomárselo con calma. Qué me respetara demasiado. Y luego bromeó diciendo que su madre probablemente estaba mirando y que si se portaba mal, ella no estaría feliz con él." Me caí hacía atrás en la cama y suspiré. Esto era mejor que cualquier libro de romance. "Cuéntame más." Ella se dejó caer sobre la cama a mi lado. "Él es un muy buen besador. Y no tiene un gramo de grasa. Es todo músculo." Tomé su mano. "Estoy tan feliz, Mar. Él es genial y tú también. Espero que haya algo allí." "Yo también. Quiero decir, sé que nuestras vidas son completamente diferentes, pero es tan nuevo y emocionante y se siente como debe ser.” Nos sentamos en silencio. Sabía que ella estaba repitiendo la escena del granero en su cabeza. Yo estaba pensando en Piper y nuestro intercambio. "¿Qué hiciste cuando me fui?" La culpa me inundó a pesar de que no hice nada malo. Ni siquiera le había dicho que estaba tomando clases de yoga con Piper. Ella me conocía lo suficientemente bien como para llamarme y echarme la bronca. "Vagué en mi teléfono y empecé el nuevo libro de Elisabeth Keaton." Me desplacé al primer capítulo. "¿Sabes lo que vamos a hacer?" "No. Dime." “Vamos a encontrarte a alguien. Olvídate de los bares y las citas a ciegas. Tal vez deberíamos ponerte en un sitio de citas," dijo. "¿Estás bromeando? De ninguna manera. Lo intentaré del modo tradicional. Simplemente me enamoraré de alguien. Eso funciona, verdad?” "No en la vida real." Ella apretó mi mano con apoyo. "Mira. Estamos en esto juntas. Nos casaremos al mismo tiempo y tendremos bebés al mismo tiempo y nuestras hijas crecerán y serán tan cercanas como nosotras."

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"Mira, tu hija se casará con una mujer y la mía se casará con un hombre," le dije. Ella se rió. "Me alegro de que hayamos venido. Me lo estoy pasando genial." Yo también lo estaba, pero fue porque me acerqué un poco más a Piper.

CAPÍTULO NUEVE "A tu caballo no le gusto," le grité a Jason. Él estaba a unos quince metros por delante de mí montando junto a Marisa. Betsy, la dulce y adorable vieja Betsy, caminaba pausadamente, dejándome literalmente comiendo su polvo. "Y todo este polvo no puede ser bueno para mis tiernos pulmones." Estaba haciendo pucheros. No tenía idea de cómo sería estar en el lomo de un caballo. Era duro para el culo y mis muslos ya estaban adoloridos. Iba a ser un desastre cuando termináramos el recorrido. Decidí que debía enviarle un mensaje a Piper con una foto mía montada a caballo. Le envié un mensaje a Marisa. Oye, mándame la foto mía y de Betsy. Ella respondió de inmediato. ¿Por qué? Porque quiero publicarla. No iba a admitir la verdadera razón. Un segundo después, ella envió una foto. Entrecerré los ojos e hice un acercamiento a mi rostro. Me veía lo suficientemente bien. Mi maquillaje, aunque ligero, era perfecto. La cicatriz sobre mi ceja era difícil de ver debido al sombrero que llevaba. Me veía sexy. Antes de obsesionarme con eso, se la envié a Piper. Esto esta pasando ahora mismo. Siento que esto me destruirá como lo hizo el yoga. ¡Oh Dios mío! Te ves linda. ¡El caballo! Ella siguió sus palabras con varios emoticones con ojos de corazón. Al parecer a Piper le gustaban los caballos. ¿Has terminado con tus clases? Eran las once y sabía que su primera clase era a las ocho. Queda una más, entonces estoy libre! No quería ser una rara total, así que la dejé en paz. Espera. ¿Estás enviando mensajes y cabalgando? ¿Eso es legal? Piper incluyó una cara sonriente.

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El caballo en el que me pusieron está siguiendo al caballo de Jason. Solté las riendas hace mucho tiempo. Solo estoy aquí para el paseo. Y por el almuerzo. La comida aquí es deliciosa. Jason señaló cosas y nos contó historias divertidas sobre el rancho. Intenté prestar atención, pero mi mente estaba atascada en el tema acerca del mensaje. Cada vez que sentía que mi teléfono vibraba, sabía que era Piper y me esforzaba por no sonreír. Marisa rápidamente se dio cuenta de que algo estaba pasando. ¿Qué estás haciendo? El mensaje de Marisa sonaba acusatorio. ¿Por qué? Porque te ves culpable como la mierda, por eso. Yo sabía que estaba atrapada. Confesé. He estado mensajeándome con Piper. Ella giró la cabeza y me lanzó una mirada severa. Me encogí de hombros como si estuviera fuera de mi control. Era inocente. Me gustaba Piper como persona, y sabía que a ella también le gustaba como amiga. ¿Saldría con ella? Diablos, sí. Pero también sabía que no debía meterme en esa situación problemática. Me detuve cada vez que empecé a soñar despierta con ella. Había llegado tan lejos así que decidí confesar. Para que lo sepas, también estoy tomando clases de yoga. Marisa era menos probable que me gritara delante de alguien que estaba tratando de impresionar. Su silencio fue doloroso después de mi confesión. Lo escucharía todo en el camino a casa. “Ahí está la campana del almuerzo. ¿Tienen hambre?” Jason preguntó mientras se bajaba de su caballo. Ayudó a Marisa a bajar de su caballo con facilidad. Cuando se estiró por mí, lo despedí con la mano y me deslicé por el costado de Betsy sola. Mis muslos temblaron. Traté de restarle importancia, pero tropecé después de los primeros pasos. "Si no has estado en un caballo por un tiempo, te golpea un poco," Jason dijo. "Sé que la comida compensará el dolor que siento ahora."

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"La cocina de mi madre hace que todo sea mejor," Jason dijo. Él y Marisa caminaron delante de mí, pero no antes de que Marisa me enviara una mirada que frenaba mi necesidad de enviarle un mensaje a Piper. Los seguí subiendo los escalones, tomando cada uno lentamente. Antes de unirme a todos en la mesa, me lavé. El hermano de Jason, Bill, estaba allí con su esposa, Jordan, de regreso del concierto en Denver. Tenía rasgos más suaves que el cuerpo cincelado de Jason, pero era obvio que eran hermanos. Jordan hablaba con suavidad y adoraba a Alison como si se hubieran ido más de una noche. "No entiendo cómo puedo estar tener tanta hambre después de que desayune hace apenas cuatro horas," le dije. Eso no me impidió mirar la comida apilada frente a mí. Me sorprendieron las diferentes pastas y salsas. Comían muchos carbohidratos. Después del ejercicio que acababa de soportar, entendí la necesidad de ellos. Dijimos la oración del almuerzo y nos pusimos a comer. Quería saber más sobre Jordan y Bill, pero estaba demasiado cansada y demasiado hambrienta para preguntar. Marisa se adelantó e hizo todas las preguntas apropiadas. Ella era bastante carismática. Fue agradable verla abrirse y encantar a toda la familia. Después del almuerzo, hice una gran elaboración de bostezos. "Voy a dormir una siesta, así que ustedes dos sigan sin mí," dije. Sabía que Marisa estaba pensando que quería enviarle un mensaje a Piper, pero en realidad, estaba cansada. Siempre es difícil dormir en una cama diferente, y nos levantamos temprano. El sueño fue fugaz la noche anterior, así que necesitaba ponerme al día, especialmente porque esta noche era una gran fiesta de fogata. Tomé una ducha de dos minutos para quitarme el olor y el polvo del caballo y me metí a la cama. Tres horas después, Marisa me sacudió para despertarme. "Empieza a hablar." Su voz era algo aguda. "Hueles a caballo." Me aparté de ella. Me pinchó con el dedo sin cesar hasta que me di la vuelta. "¿Qué?" Ahora estaba gruñona. "¿Por qué el repentino interés en Piper? Quiero decir, no creo que ser su amiga sea una buena idea en este momento." Me incorporé y me froté los ojos. "Eso es ridículo. Ella es una buena mujer. Si no estuvieras tan obsesionada de que yo fuera amiga de ella, también te caería bien."

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"Creo que es muy agradable. Creo que te estás haciendo amiga de ella por las razones equivocadas. Ella no está lista para ti, Shaylie. Desde el accidente, has estado maravillosa. Estás tan llena de vida y diversión y simplemente no quiero que salgas lastimada. Tampoco quiero que lastimes a esta mujer que perdió a dos, no solo una sino a dos personas que amaba hace unos meses. Es asqueroso y tú eres mejor que eso." Al menos ahora sabía cómo se sentía ella. Mi ira burbujeaba y la empujé para pararme. "No sé por qué esto tiene que ser tu asunto. Piper y yo somos amigas. Eso es todo. Confía en mí, me he decepcionado a mi misma cuando me detengo en lo hermosa que es o lo dulce. En este momento, ella quiere una amistad. No lo olvides, ella y yo siempre tendremos una conexión. Siempre," le dije. Marisa levantó las manos. "Está bien, no puedo discutir eso y no lo haré. No puedo imaginar lo que pasaste y estoy segura de que no puedo imaginar lo que ella pasó. Simplemente no quiero que te enamores de ella por las razones equivocadas. Ella necesita tiempo para sanar y seguir adelante. No te hagas ilusiones. Parece que te quiere como amiga porque eres la única conexión que tiene con su último día, ya lo sabes?” "Eso me hace sentir increíble. Gracias." Ella agarró mis manos y me dio un abrazo. Estaba rígida, pero cuando me frotó la espalda, comencé a relajarme. "Eres la mejor amiga que una chica podría tener. Simplemente no quiero que te enamores de alguien que no esté disponible emocionalmente. Creo que ella es genial y en diferentes circunstancias, sería tu mayor animadora, pero no sabemos su estado de ánimo ni lo que está pasando. Es demasiado pronto. Necesitas confiar en mí,” Marisa dijo. Puse mis brazos a su alrededor y suspiré. "Tienes razón. Voy a retroceder. Pero ya he invertido financieramente en el yoga, así que voy a terminar su clase." De repente recordé el viaje de campamento que acepté, pero faltaban dos meses y muchas cosas podrían pasar en ese tiempo. ****** La fogata era espectacular, pero me sentí como un mal tercio. Dejé mi teléfono en la habitación y me obligué a relacionarme con los Doogans. Jason y Marisa estaban en su propio mundo, así que me senté junto a Virginia y le di las gracias nuevamente por su hospitalidad. "Este es un lugar hermoso," le dije. Ella apretó mi rodilla. "Estamos contentos de que estén aquí." XWPColección: Página y Facebook

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"Jason es un gran tipo. Deberías estar orgullosa. Hiciste un buen trabajo con él.” “Él tiene el mejor corazón del mundo. Y me gusta mucho Marisa. Ella es dulce y pícara. Jason necesita ambas cosas.” "Si no fuera por él, yo no estaría aquí. Él me salvó la vida." "Solo lamento que ambos hayan tenido que lidiar con eso. Todavía no duerme bien. ¿Cómo te va físicamente? Sufriste varias lesiones, verdad?” Ella se encogió cuando preguntó, como si supiera que mi respuesta iba a ser mala. Levanté mi brazo. "Me acaban de quitar el yeso. Mis costillas todavía están adoloridas y mis cicatrices están sensibles al tacto, pero sobreviví." “Y aquí estás, montando caballos y jugando a la trabajadora de rancho. Notable,” ella dijo. Me reí. "Oh, no hice nada más que subirme al lomo de Betsy. Ella sabía a dónde iba y solo me agarré para el viaje. Y cepillar a los caballos después fue fácil. En realidad es muy terapéutico para mi muñeca. No necesitaré mi terapia física esta semana." "Eres una mujer maravillosa, Shaylie. Fuerte, decidida, y una verdadera delicia. Gracias por entrar en nuestras vidas, por horribles que fueran las circunstancias." Las lágrimas brotaron. Nadie me había agradecido por ser parte de su vida antes. "No te preocupes. Esta definitivamente no es la última vez que me verás," le dije. "Siempre eres bienvenida aquí. Incluso si Jason no extiende una invitación formal." Alison y Jordan pusieron los malvaviscos y tuve mis primeros s'more (Postre) en más de veinte años. Me detuve después de dos. Estaba tan calmada frente al fuego, bajo las estrellas, que no quería dar por terminada la noche, pero era tarde y planeamos levantarnos temprano para salvar parte de nuestro Domingo allá en casa. "Buenas noches a todos." Me puse de pie. Abracé a los más cercanos y le guiñé un ojo a Marisa. Estaba segura de ser la que conduciría a casa mañana, ya que tenía una larga noche escrita en toda su cara. Cuando regresé a mi habitación, cerré la puerta, le eché llave e inmediatamente revisé mi teléfono en busca de mensajes. Sonreí cuando vi que tenía cuatro mensajes de Piper. Sobreviví a mi clase final.

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¿Alguna vez te dije lo mucho que odio cocinar? Una foto de Clifford era el tercer mensaje. Su vientre flácido tocando el suelo socavaba el hecho de que era un gato de yoga. ¿Cómo es la vida del rancho? ¿Te perdí por las actividades al aire libre? Sonreí más ampliamente. Yo era suya de alguna manera. Ahora, yo no era un experto en señales, pero Piper quería hablar conmigo. Todos eran mensajes amistosos, pero podían tomarse como coqueteos. O al menos así fue como mi corazón los tomó. Estoy aquí. Tuvimos una fogata con barbacoa o algo así. Fue muy divertido y comí s'mores. Eso suena divertido. ¿Montaste de nuevo en Betsy? Absolutamente no. Voy a esperar hasta que esté completamente curada antes de volver a subirme a un caballo. Un yeso es suficiente para mí este año. Finalmente puedo usar ropa de verdad. Bueno, ahora me siento mal por presionarte en el yoga. Cara triste. Oh no lo hagas! Estaba bien. Lo prometo. No quería que se sintiera mal o me echara de la clase. Rápidamente me puse mi pijama, mi teléfono al alcance en caso de que ella respondiera el mensaje. Me lavé los dientes con mi teléfono a mi lado en el lavabo y sonreí cuando vi su nombre aparecer en mi pantalla. Le pregunté qué hizo para cenar ya que odiaba cocinar. No se lo digas a nadie, pero comí en Taco Bell. Es lo peor y lo mejor todo en una comida deliciosa y poco saludable. Envié el emoticón de rodar de ojos. ¿Ves? En mi mundo Taco Bell es saludable. Imaginé que solo comías ensalada y me sorprendí cuando pediste un pollo parmesano cuando salimos todos. Tal vez podríamos hacer eso de nuevo? Mi corazón se aceleró. Sabía que ella no lo decía como una cita, pero mi corazón me estaba ignorando. Bombeó mi sangre un poco más rápido. Realmente no sé qué hacer con mi tiempo, pero necesito mantenerme ocupada.

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Y entonces mi corazón cayó. Me sentí mal por ella, mal que nos conociéramos bajo estas circunstancias. Marisa dijo que era posible que la tristeza de Piper me agobiara, y estaba empezando a creerlo. Aunque no podía dejar de hablar con ella. Definitivamente podemos hacerlo de nuevo. Siento mucho que estés pasando por tanto. Estoy aquí si quieres hablar. Y lo digo en serio. No lo digo por decir. Todos siempre decían eso cuando no tenían ningún consejo que dar. Esperaba que Piper supiera que era sincera. Gracias. Simplemente conocerte me ha ayudado. Me cepillé el pelo mientras miraba mi teléfono. Aunque estaba cansada y sabía que tenía que levantarme en menos de seis horas, me quedé despierta solo para hablar con Piper. Me froté los ojos y me recosté contra la cabecera. Marisa tenía razón. No solo estaba cayendo en una situación surrealista con Piper Cole; había saltado con los pies por delante.

CAPÍTULO DIEZ "Entonces, cómo estuvo tu noche?" Salí del camino de terracería del rancho y me metí en el pavimento, ansiosa por regresar a la ciudad. "Fue muy bueno. Y no, no pasó nada. Realmente no. Solo tocando y besando mucho. Realmente es un caballero.” La voz de Marisa tenía una leve nota de decepción, pero su sonrisa me hizo saber que estaba de acuerdo con eso. “Estoy segura de que es difícil llevar a mujeres al rancho sin que su familia sepa lo que está pasando. ¿Alguna vez él va a tener su propia casa? ¿Qué esta pasando ahí? ¿Lo sabes?” Alcancé uno de las donas que Virginia había empacado para nosotras. Nuestro tiempo de viaje era de una hora y media. Teníamos suficiente comida para todo el día. "No hablamos mucho sobre eso. Tal vez cuando sus padres se muden, él se mudará al departamento y Bill, Jordan, y Alison se mudarán a la casa principal." "Eso no parece justo. Estoy segura de que tienen un plan," le dije. "Deja de tirar migajas por todas partes." Marisa señaló a mi regazo. "Oye, mis muslos están atrapando todo. Las mantendré allí hasta que paremos, de acuerdo?”

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“Cuéntame de tu noche. ¿Hablaste con Piper cuando regresaste?” No iba a mentir porque Marisa siempre sabía cuándo no estaba diciendo la verdad. "Por un ratito. Ella me envió algunos mensajes durante la fogata. Ella está realmente sola. Anoche me dijo que tenía que estar ocupada o de lo contrario se volvería loca." "¿Ella va a terapia? ¿Lo sabes? Dios, yo tendría que hacerlo,” dijo. "No lo sé. Solo le dije que podía hablarme de lo que sea si lo necesita. No es que sea de mucha ayuda.” "¿Supongo que no le contaste sobre la sesión de besos que presenciaste en el avión?" Me encogí. "Ni siquiera sabría cómo plantear algo así. Además, por qué decírselo cuando está deprimida? Quiero decir, no importa a estas alturas, verdad?” Ella me señaló. “Odias los secretos. Te matan. ¿No recuerdas cuando te enteraste de Brian y le diste el fin de semana para decirme que me estaba engañando?” “Esa relación era ridícula. Y yo era joven. No sabía cómo resolverlo.” Ambas sabíamos que eso era una tontería. Me gustaba sacar mis sentimientos, especialmente cuando se trataba de Marisa. Pero por alguna razón, no estaba dispuesta a compartir a Piper con ella. Estaba protegiendo a Piper y a mí misma del juicio de mi mejor amiga. "Duraste ocho horas." "Al diablo él. Todavía te engañó. Ese fin de semana incluso. No pude evitarlo. Nadie se mete con mi mejor amiga," le dije. Marisa suavizó las líneas del ceño en mi frente. "Eso fue hace mucho tiempo. No te preocupes. Realmente me gusta lo que tengo con Jason," dijo. "Virginia es dulce, no es así? Le gustas. Ella dijo que eras pícara." Hice hincapié en la palabra ‘pícara’. "Y dijo que odiaba la forma en que Jason y yo nos conocimos, pero que está agradecida de que tú y yo estemos en sus vidas. Estoy segura de que realmente lo dijo en serio, pero para llegar a ti, tienen que pasar por mí." Pasamos el resto del viaje hablando del rancho. Para crédito de Marisa, no mencionó el nombre de Piper. Tan triste como estaba al ver que Piper no había enviado mensajes en todo el viaje, sabía que era lo mejor.

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"Gracias de nuevo por hacer esto por mí este fin de semana. Sé que todavía te estás curando, pero me divertí y es debido a ti,” Marisa dijo. Estábamos en mi camino de entrada. Marisa estaba al volante con la ventanilla bajada. Se jaló hacia abajo los lentes de sol por la nariz para que nuestros ojos pudieran encontrarse. "¿Estás bromeando? Fue divertido hacer algo diferente. No es que vaya a extrañar a Betsy, pero me encantó ver a mi mejor amiga feliz.” Me incliné y besé su mejilla. "Te veré después esta semana." Ella se apartó y yo llevé mi bolso a la casa. Eran las once de la mañana y tenía toda la tarde para mí sola. Empecé a lavar la ropa y me paseé. Revisé mi teléfono varias veces, pero las únicas notificaciones que recibí fueron unos cuantos correos electrónicos. Revisé los eventos en Denver, pero nada me atrajo. Desde el accidente, estaba ansiosa y siempre quería estar afuera haciendo algo, cualquier cosa. Me sentía sofocada en espacios pequeños, cuartos pequeños, demonios, incluso en mi oficina en el trabajo. No podía tomar el elevador. Incluso con las costillas rotas, subía las escaleras. Sabía que iba a llevar tiempo, y posiblemente terapia, pero en este momento solo estaba tratando de volver al ritmo de mi vida. Cogí la tarjeta de visita de un terapeuta que me proporcionó la aerolínea y le di la vuelta a un horario que ella había escrito en letra pequeña en la parte posterior. La terapia grupal era de dos noches a la semana. Los Domingos y Miércoles eran solo para los sobrevivientes. Sabía que Jason no estaría allí, pero pensé que sería bueno escuchar a otras personas y condolerse con ellas. ¿Llegaste bien a casa? Mi corazón se detuvo ante el inesperado mensaje de Piper. Lo hice. Empecé a lavar la ropa y estoy sentada aburrida. ¿Qué estás haciendo? Nada. ¿Quieres ir a tomar un café en algún lado? Mi corazón dio un respingo ante su invitación. No lo dudé. Claro. Podría ir allí ya que ambas conocemos Peak Brew. Yo era demasiado complaciente. ¿A qué hora? ¿Qué tal en una hora? Me levanté de un salto antes de que ella respondiera y corrí a mi habitación para sacar algo casual de mi armario. Escogí unos capris que escondían mi cicatriz y una camiseta sin mangas azul real. Me veía brillante y soleada pero con una necesidad desesperada de bronceado. La palidez estaba adentro, al menos eso es lo que buscaba. La única opción para mi pelo era ponerlo en un moño. Me vi en el espejo. Parecía diez años mayor de lo que era. Me dejé el cabello suelto. Era demasiado

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sencillo, pero no tenía tiempo para peinarlo. Agarré mis llaves y salí como una mujer en una misión. En la carretera, mi teléfono sonó. Respondí sin mirar el identificador de llamadas. "¿Hola?" "Hola. Soy Piper." Fallé por poco de chocar contra una minivan. Reduje a velocidad normal y sostuve el volante con ambas manos. "Hola. ¿Estás bien?" Esperaba que ella no estuviera cancelando. "Oh, no. Todo está bien. Solo quería ver si querías que te pidiera algo. Aseguré una mesa en la parte de atrás, pero hoy está bastante lleno aquí,” dijo. Había olvidado lo hermosa que sonaba su voz. Ella era de hablar suave, pero su voz tenía una tranquila confianza. "Eso seria genial. Me encantaría un café con leche de vainilla. Estaré allí en diez minutos.” Mi GPS decía doce minutos, así que aceleré. "¿Algo más? ¿Una galleta? ¿Una rebanada de pastel?" "Gracias, no. Comí el desayuno de camino a casa. La mamá de Jason nos empacó suficiente comida para un fin de semana, no un viaje en automóvil de una hora y media. Estoy llena.” Mis nudillos estaban blancos en el volante. Relajé el agarre. "Está bien, te veré en breve." Terminé la llamada y encendí la radio. Tenía energía extra que necesitaba expulsar. Elegí cantar. No era mi punto fuerte, pero era uno que funcionaba bien en una situación de crisis de tiempo. Afortunadamente, encontré lugar en el estacionamiento. Me pregunté si ella me vio llegar. Me pregunté si podía verme ahora. Por si acaso, me mantuve tranquila. Tan pronto como entré, vi a Piper en una mesa en la parte de atrás. Ella tenía razón. La cafetería estaba llena de gente. "Hola. Justo a tiempo. Acabamos de recibir nuestras bebidas.” Piper se inclinó por un abrazo.

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Contuve el aliento hasta que nos separamos. Ella sonrió como si fuéramos viejas amigas que no nos habíamos visto en mucho tiempo. "Gracias de nuevo por hacer mi pedido. La próxima vez lo haré.” “Los Domingos están bastante llenos por aquí. Debería haberte advertido.” Se inclinó hacia mí para que pudiera oírla. Yo también me incliné. Estábamos a unos sesenta centímetros de distancia, lo suficientemente cerca como para que pudiera ver cuán suave era su piel. Tenía unas pocas pecas adorables esparcidas pecas en las mejillas, pero ninguna en el puente de la nariz. Sus ojos castaños con una pizca de verde casi centelleaban a la luz del sol, y aunque intenté no sonreír por lo bonita que era, fracasé. "Podemos terminar aquí e ir a otro lugar. Seguramente hay un parque por aquí, verdad?" Si pensaba que sus ojos centelleaban antes, la forma en que brillaron después de mi sugerencia fue impresionante. Sonreí mas ampliamente. "Sí, hay uno en el otro lado de mi edificio," ella dijo. Tomé mi café en sólo unos tragos. El calor quemó mi lengua, pero presioné a través del destello de dolor. "¿Crees que vas a volver al rancho? Sonaba divertido.” Ella tomó un sorbo de té. Deseaba que se lo bebiera más rápido. "Creo que sí. Nos lo pasamos muy bien,” traté de concentrarme en nuestra conversación. El tipo detrás de mí seguía recostado en mi silla y quería desesperadamente salir de la cafetería. Estaba demasiado lleno. Me moví hacia adelante hasta que la mesa de metal presionó mis costillas. Me estremecí ante el repentino dolor. "¿Estás bien? Vamos. Salgamos de aquí ahora,” ella dijo. Me puse de pie con gratitud. El chico detrás de mí apenas esperó hasta que me puse de pie para mover su silla toda hacia atrás. Moví mis dedos justo antes de que los aplastara con el peso de su silla. "Tarado," murmuré. Piper me permitió dirigir, pero sentí el calor de su mano cerca de la parte baja de mi espalda mientras caminábamos hacia el frente de la cafetería. "Este lugar está en auge hoy," dije una vez que escapamos del confinamiento de la cafetería. Caminamos por la calle hasta el parque, pero estaba tan lleno debido a una recaudación de fondos para la concientización sobre el SIDA. XWPColección: Página y Facebook

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No pudimos encontrar un lugar tranquilo en ninguna parte. "Nunca lo he visto tan lleno. ¿Quieres venir a mi casa? Estoy segura de que a Clifford le gustaría saludarte,” dijo. "Clifford nunca me dio un segundo pensamiento después de nuestra reunión inicial." Estaba segura de que Clifford podía oler una mezcla de miedo y falta de compromiso con el yoga que se filtraba por mis poros, pero la oportunidad de pasar el rato con Piper en su espacio sonaba realmente bien. "Clifford es solo un pedante. No nos parecemos en nada." Ella guiñó un ojo e indicó que cruzáramos la calle. Estábamos en su casa en poco tiempo. El sencillo edificio de ladrillo rojo no tenía mucho que ver, pero era todo lo que podías querer adentro. Tomamos un gran elevador de carga con puertas correderas verticales. El departamento de Piper era un loft convertido con tuberías expuestas y techos altos. Esperaba una explosión de arte, pero solo un gran lienzo colgaba en la pared. Había varias esculturas soldadas y varias formas de cerámica por todas partes, pero nada tan llamativo como el lienzo. "Esto es precioso, Piper," le dije. Todo el loft tenía menos de 93 m2, pero utilizaba cada centímetro de una manera muy cómoda y moderna, incluidas tres bicicletas unidas a la pared del fondo por ganchos rojos brillantes. Su dormitorio era accesible por una escalera suspendida. No podía ver mucho desde esta posición estratégica, a excepción de una bola de piel naranja y blanca enroscada al final de su cama. No había paredes internas y solo unas pocas puertas que supuse que eran armarios y un baño. "Gracias. Me gusta mucho. Es perfecto para mí." Recordé que Robin no vivía aquí. Quería saber dónde vivía ella, pero sabía que era de mala educación preguntar. "¿Usas esas bicicletas o son solo para decoración?" Ella se rió. "Las uso. ¿Tienes una bicicleta de montaña? De lo contrario, puedes tomar prestada una de las mías para nuestro viaje de campamento en unos pocos meses." Mi corazón se agitó y puse mi mano en mi pecho para evitar que se saliera. Ella hablaba en serio. "Si el yoga no me mata primero," le dije. XWPColección: Página y Facebook

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“Ya que la cafetería fue un completo fracaso, qué tal una taza de té? Puedo ponerle hielo,” dijo. "Lo que sea que tengas. No soy exigente." Me senté en el sofá y seguí admirando su casa. Estaba celosa de que ella fuera tan genial y a la moda. Mi casa era linda pero muy aburrida. Todas mis obras de arte eran artículos de producción masiva que compré en línea o en tiendas de artículos para el hogar porque eran baratos y fáciles. Estaba segura de que todo lo artístico en la casa de Piper era original. Me entregó un té helado con hojas de menta molida. Temía que el verdor quedara atrapado en mis dientes. Antes de que pudiera preguntar, ella puso una pajita en él. Me dio una botella en forma de oso de miel de un colmenar local que me hizo sonreír. “En caso de que te guste el té endulzado. Aquí no tengo azúcar,” dijo. Pensé en el tercer cajón de mi cocina que albergaba nada más que barritas de chocolate, ositos de goma, Tootsie Rolls, paletas y cualquier cosa llena de azúcar para aplacar mi gusto por lo dulce y mis cambios de humor. "¿Sin azúcar? ¿No te gustan las cosas dulces?” Pregunté. "Oh, ese es mi problema. Si tuviera azúcar aquí, pesaría nueve kilos más.” Probablemente yo pesaba nueve kilos más que Piper. Miré la parte superior de la mantecada que comenzaba a formarse en mi cintura. No toqué la miel. El té era ligeramente amargo, pero estaba decidida a beberlo hasta la última gota. "Me pareces el tipo de persona que nunca se dejaría estar fuera de forma," le dije. "Perdí mucho peso después del accidente." Su voz era seria y tranquila. Tenía ganas de poner mi brazo sobre sus hombros y darle un abrazo de lado, pero no estábamos allí. "Hice exactamente lo contrario. Quiero decir, no pude comer por algunas semanas, pero luego no podía tener suficiente comida. Me comía todo. Así que, ahora hago yoga.” Sonreí. "Oh, basta. Te ves bien. Y el yoga te ayudará con el tono muscular y la flexibilidad. Al final de la clase, verás una mejora, te lo prometo.” Hice una nota mental para empezar a trotar. Tendría que ponerme en forma si iba a estar al día con Piper y sus amigos en menos de dos meses. Marisa era buena para inscribirnos en deportes intramuros en la ciudad, pero era más una oportunidad para conocer gente. XWPColección: Página y Facebook

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Genial para ella, pero no muchas lesbianas jugaban en los equipos en los que nos inscribíamos. La mayoría de los deportes tenían sus propios equipos LGBTQIA, pero esto nos dio algo que hacer juntas como amigas. Así que, jugamos al frisbee, golf y al voleibol de playa e incluso al snowboard juntas. La última vez que Marisa me permitió elegir una actividad, me inscribí en una clase de cocina francesa durante ocho semanas. Para la tercera clase, estábamos bebiendo vino y apenas cocinando. Toda la clase estaba formada por divorciados de cuarenta años que odiaban a todos. Ni siquiera fuimos a la última clase. Después de eso, fui castigada de elegir actividades. "¿Cómo has estado pasando tus noches? ¿Te ha ayudado tu familia a lidiar con las cosas?” Le pregunté. Me tomé el último sorbo de té helado. El vaso tenía hojas de menta pegadas en su interior. Lo puse en un posavasos de cerámica. Ella se encogió de hombros. “En realidad no hay mucho que la gente pueda decir. Solo necesito superar las cosas, pero estoy mejorando. Estoy viendo a un consejero varias veces a la semana y eso ha ayudado mucho. Ahora puedo dormir toda la noche.” Ojalá supiera su secreto. La mayoría de las veces me despertaba jadeando por aire cuando la pesadilla del accidente invadió mis sueños. No recuerdo haber tenido dificultades para respirar en el lugar del accidente, pero esa noche fue algo incompleta en el mejor de los casos. Varios cuadros de mi memoria desaparecieron. No recuerdo haber llegado al final de la rampa de escape, o cuando llegó la ayuda y no pude decirles mi nombre ni nada sobre mí. Sin embargo la doctora dijo que eso era normal. El cerebro tenía una forma de protegerse. Estaba completamente alerta en el hospital cuando me desperté y le di a la enfermera en turno mi nombre y mi dirección. "Me alegra que estés recibiendo ayuda. También me ha ayudado. Nunca he sido una fanática de la terapia, pero es bueno hablar de eso," le dije. "¿Te ha cambiado mucho?" Ella se estremeció ante su propia pregunta. "Quiero decir, ciertamente ha cambiado mi vida, pero de una manera totalmente diferente." Suspiré y me recosté en el sofá. Ella se acercó y tocó mi antebrazo. "No tienes que responder eso. Lo siento." Puse mi mano sobre la de ella por un breve momento y le di una palmadita para que no creyera que estaba tratando de tomar su mano. “Me ha hecho darme cuenta de que necesito apreciar cada día. Estoy haciendo cosas que nunca habría hecho, como el yoga y aceptar ir a un viaje en bicicleta para acampar.” No quería que sonara como si todos mis cambios fueran sobre ella, por lo que rápidamente continué la lista. "Y montar un caballo. Confiar más en la gente. Creo que hay más bien que mal en este mundo. No soy XWPColección: Página y Facebook

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tan escéptica como solía ser." Podría haber seguido y seguido, pero no era justo para mí continuar con la importancia de la vida cuando ella había perdido a dos de sus personas favoritas. "Estoy feliz por ti, Shaylie. Realmente muy feliz. La vida es tan importante.” Piper agarró un cojín y lo abrazó contra su pecho. "¿Cómo se llevaban Emma y Robin? ¿Eran cercanas?“ Me odié por preguntar, pero me pareció la oportunidad perfecta para hablar de ellas. "Eran cercanas. También lucharon mucho, pero en su mayor parte, se llevaban bien." "¿Por qué estaban en Nueva York?" "Había un acuerdo que Robin estaba tratando de cerrar. ¿Te dije que era asesora financiera?” Negué con la cabeza. No estaba por interrumpirla a ella. Quería respuestas para poder entender lo que vi. “Su compañía la envió allí para cerrar un acuerdo, pero necesitaba a alguien que la ayudara a redactar el papeleo. Su asistente estaba enferma y Emma se ofreció a regañadientes. Sólo fueron dos días. No debería haber insistido en que fuera a ayudar a Robin.” Su voz estaba cargada de pesar. "Nadie sabe lo que va a pasar," dije. Ambas estuvimos en silencio mientras ese pensamiento se asimilaba. “Me ha vuelto nerviosa por cosas en las que nunca hubiera pensado antes. Como conducir," ella dijo. “Conducir no me molesta, pero la idea de volar es bastante aterradora. Estoy segura de que voy a reunir el coraje para volar de nuevo, pero ahora mismo, simplemente no puedo soportar la idea. Suficiente de eso. Cuéntame más sobre Robin. ¿Una asesora financiera? ¿A ella le gustaba?” "Ella estaba empezando a hacerse un nombre por sí misma. Las cosas estaban saliendo bien para ella." Piper dejó de hablar por unos momentos y sonrió ante un pensamiento. "Esa es una de las razones por las que me propuso matrimonio. Ella sabía que era pronto, pero estaba lista para comprometerse. Yo no lo estaba."

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"¿Qué?" Su confesión me dejó anonadada. "¿Qué te hizo cambiar de opinión?" Piper se encogió de hombros. “Seis meses no es suficiente para conocer a alguien. Lo gracioso fue que Emma tampoco creía que yo estuviera lista. Finalmente acepté, pero con la condición de que tuviéramos un largo compromiso. Robin era muy encantadora y muy persuasiva." Podía sentir mis mejillas calentarse al saber que Robin y Emma definitivamente andaban a escondidas, y eso me molestó. Piper era dulce y sensible, y sentí esta feroz necesidad de protegerla a pesar de que éramos nuevas amigas. "¿Te funcionaron las cosas con la familia de Robin? ¿Es malo preguntarlo?” Me arrepentí de mi pregunta cuando la media sonrisa en su rostro se desvaneció. “Sí, les di la llave de su departamento, pero no antes de sacar mis cosas de allí. Pero solo mis cosas," agregó rápidamente, como si creyera que se robaría algo. "Estoy segura. No juzgo. No sé lo que la gente comparte. Nunca he estado comprometida o vivido con nadie antes. Quiero decir, compañeras de habitación, sí, pero novias? No." "¿Nunca? ¿Tú? ¿En serio?” Piper sonaba tan incrédula que tuve que sonreír ante su escepticismo. "Nunca. Nunca he estado tan cerca de nadie. He tenido novias y mujeres con las que salí, pero nada serio. Tanto Marisa como yo hemos tenido la misma suerte, aunque tengo grandes esperanzas para ella y Jason.” Sonreí. Estaba tan feliz por ella y Jason. "Él es realmente agradable y Marisa parece dulce. ¿La conoces desde la universidad? Parecen muy cercanas." "¿Tienes algún amigo para toda la vida?" Me estremecí cuando me di cuenta de que Emma era probablemente su única amiga para toda la vida. "Quiero decir, ya que has vivido en Colorado toda tu vida." Ella me desestimó. "Fui muy tímida y tranquila mientras crecía. Me perdí en los libros. Mi mejor amiga en la escuela secundaria prácticamente desapareció cuando fui a la universidad. Conocí a Emma y ahora ella se ha ido.” No pude evitarlo. Me estiré y apreté su mano. Fui recompensada con una pequeña sonrisa. "Soy amiga de los instructores en Bodhi. Ellos son los que les gusta andar en bicicleta y acampar. Es difícil conocer gente para ser solo amigos. Las personas de mi edad se casan y están comenzando una familia,” dijo. XWPColección: Página y Facebook

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"Bueno, como dijo la mamá de Jason, a pesar de que el evento fue catastrófico, se alegró de tenerme como parte de sus vidas. Me alegro de que seas parte de la mía." Eso no sonó demasiado egoísta, ¿verdad? “Mi corazón sufre, pero al menos no hasta el punto en que si pienso en lo que pasó, vomitaré. Seguiré adelante en algún momento, pero me llevará algo de tiempo. Ojalá supiera cuánto tiempo me tomará,” dijo. No me di cuenta de que todavía estaba sosteniendo su mano hasta que sentí la presión de sus dedos contra los míos. Le di otro apretón y aparté la mano. Necesitaba distanciarme de Piper y rápido. Estaba segura de que había una condición para esto – afecto desplazado o algo obsesivo. Marisa tenía razón. Estaba proyectando mi nueva oportunidad de vida en alguien que no estaba disponible emocionalmente. "Piper, eres una persona maravillosa. Por favor no te castigues. Lo que les pasó a ti, a Robin y a Emma y a todas las demás personas a bordo fue una tragedia. Tengo una perspectiva diferente. Lo sobreviví. No puedo imaginar lo que estás pasando, pero lo superarás. La vida tiene una forma de darnos esperanza.” Recé para que no sonara como una completa idiota. Definitivamente estábamos en dos lugares diferentes y tenía que andar con cuidado. "Sé que tienes razón. Voy a superar esto. Gracias por hablarme. Lo aprecio mucho.” Esa fue mi señal para irme. "Probablemente debería ir a terminar de lavar la ropa y el resto de mis aburridas tareas." Me levanté y llevé mi vaso al fregadero de la cocina. Podía sentirla mirándome. Estaba a la vez nerviosa y emocionada. ¿Ella me encontraba atractiva? ¿Habría sido alguien con quien ella hubiera salido en un mundo diferente? ¿Alguna vez superaría su angustia? "Es bueno hablar con alguien que no me tiene miedo. Todos andan de puntillas porque temen que me desmorone o me dirán algo incorrecto.” Me acompañó hasta el elevador. "Me alegra que seamos amigas. Y te prometo solo tenerte miedo en clase. Ah, y me encanta tu casa. Gracias por la invitación. También me gusta salir.” Estábamos en la incómoda etapa de despedida donde me detengo junto a la puerta y espero a que el elevador subiera tres pisos. Cuando se abrió, me giré hacia ella y ella caminó de inmediato hacia mi abrazo. "Te veré en yoga en unos días," dijo. Su sonrisa genuina fue conmovedora. En ese instante, no vi tristeza ni dolor. Vi esperanza y su verdadera belleza. Fue impresionante.

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CAPÍTULO ONCE "¿Esta fue mejor?" Piper se paró con sus pies a cada lado de mis caderas y me miró. Ella estaba sonriendo esa sonrisa sexy de nuevo. "Te odio en este momento," le dije. Quería mirarla desde esta posición un poco más, pero ella extendió las manos y no tuve más remedio que aceptar su ayuda. Era un desastre sudoroso y mis músculos estaban adoloridos, pero me levanté con su ayuda. "No me odias. Me odiarás en unos pocos meses cuando empiecen las clases intermedias. Esto ahora mismo? Es fácil." Su sonrisa maliciosa desató un millón de mariposas en mi estómago. Recogí mi toalla y me limpié el sudor de la cara y la parte posterior de mi cuello. Al menos en el peor de los casos, Piper todavía me consideraba una amiga. Busqué la silla más cercana a mi alrededor. "Venga. Vayamos a mi oficina por un momento.” Era como si leyera mi mente y mi necesidad de colapsar. Pasé por alto la silla y me zambullí juguetonamente en el sofá, boca abajo. La oí reírse. "Nunca vas a sobrevivir al viaje en bicicleta. Tal vez tengamos que zafarnos de las bicicletas para que mis amigos no nos abandonen en el camino." Gemí en el cojín. "Realmente te odio. ¿Cómo es que estás en tan buena forma?" "Mi trabajo es estar en forma. Todo lo que hago, lo hago bien." Me volteé y la miré fijamente. Ella arrugó la nariz y guiñó un ojo. Estaba ansiosa por conocer este lado juguetón de Piper. "Oye, Piper? ¿Puedo hablar contigo por un minuto?” Otra instructora asomó la cabeza en la oficina de Piper. Ella también era hermosa. Su largo cabello negro estaba recogido en una cola de caballo y llevaba menos ropa que Piper. Tragué saliva y me incorporé. "Entra, Lani. Esta es Shaylie," Piper dijo.

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Me puse de pie para estrechar la mano de Lani, odiando que estuviera sudando y no apta para la aparición pública. Sus ojos se abrieron ligeramente como si se diera cuenta de quién era yo. Ella rápidamente extendió su mano. "Es un placer conocerte, Shaylie. ¿Estás tomando la clase de Piper?" Toda su atención estaba en mí. "Quieres decir, si está Piper torturándome dos veces por semana los Martes y Jueves? Por qué sí, sí, ella está," le dije. Lani apretó mi mano y se rió antes de volverse. "Piper, me preguntaba si podrías manejar mi clase el Viernes por la noche? Hay un viaje en bicicleta de ochenta kilómetros que acaba de surgir y quería hacer un seguimiento de la pista." Me quedé mirando las piernas de Lani. Sus pantorrillas eran musculosas y parecía estar en buena forma, pero no me pareció una ciclista. “Lani es parte del grupo para el viaje de campamento del Día del Trabajo. Invité a Shaylie a acompañarnos." "Nunca voy a sobrevivir." Gemí y me recosté en el sofá. Lani me tocó la rodilla. "Estarás bien. Nos divertimos más que ejercitarnos.” "De alguna manera no te creo." Ella se rió. "Estás mejor de esa manera. De todos modos, gracias por cubrirme, Piper. Te debo una. Y a ti.” Ella me señaló. “Tienes mucho tiempo para ponerte en forma. Cinco semanas. Nos vemos.” Ella me guiñó un ojo y salió de la habitación. Me volví hacia Piper. "Voy a odiar a todos, ¿no?" “Lani es muy competitiva. Aunque es genial." "Ella se ve joven." Ella tiene veintinueve años. Su madre podría pasar por su hermana. Tienen buenos genes." "De ninguna manera tiene casi treinta." Me sorprendió. Ella era mayor que Piper. "Eso es lo que hace el yoga y el ejercicio," Piper dijo.

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"Ja, ja, ja. Bueno, vamos a tener que andar en bicicleta si espero que continúe con eso." Señalé con el pulgar detrás de mí. "Lani tiene razón. Es muy informal, pero podemos salir y comenzar a andar en bicicleta si lo deseas.” Piper me dio un agua fría que inmediatamente puse contra mi mejilla. “Un día tendrás que explicarme el yoga y por qué me da una paliza. Corrí casi cinco kilómetros anoche como si no fuera la gran cosa. Una hora aquí y soy un desastre.” Levanté mi mano. "Pero no hoy. Hoy voy a arrastrar mi cuerpo cansado a mi coche y conducir a casa." "¿Qué tal mañana? ¿Quieres que nos reunamos en Confluence? Tienen una pista decente. Puedes tomar prestada una de mis bicicletas," dijo. Mi noche estaba completamente despejada. Lo pensé un poco, como si estuviera revisando el calendario de cosas que había planeado, y lentamente asentí. "Sí, pero cómo vamos a llevar las bicicletas allí?" "Tengo un portabicicletas." "En tu Bug? ¿Como funciona?" "También tengo un Corolla. El Bug no es completamente confiable. Es más para conducir fácilmente por la ciudad." "Eso suena bien. ¿Cuándo es tu última clase?" Ya sabía que había terminado a las seis, pero no podía decir que sabía su horario. Estaba en el sitio web. Cuando me invitó a Bodhi, revisé las diferentes clases y en cuáles enseñaba. "A las seis. ¿Nos vemos en mi casa a las seis y quince? Eso debería darme suficiente tiempo para preparar las bicicletas." "Eso es perfecto. Tengo una reunión a las dos en el centro, así que eso me da mucho tiempo para llegar a casa, cambiarme y volver contigo." Animada por que la vería mañana, me puse de pie, bebí un poco de mi agua y me dirigí hacia la puerta. “Gracias por el entrenamiento de hoy, pero aún te odio.” Le guiñé un ojo mientras cerraba la puerta. ****** Estaba conduciendo cuando Marisa llamó. Cuando respondí, ella dijo, "Voy a ver a Jason este fin de semana. ¿Quieres que nos reunamos para desayunar o almorzar el Sábado?

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"Claro, eso suena genial." No iba a preguntar si él se estaba quedando con ella. Ella me daría los detalles después. "Él y su familia realmente disfrutaron de nuestra visita y dijeron que somos bienvenidas en cualquier momento." “Me gustó, pero puedo esperar un rato. Mi caballo me odiaba.” Yo fruncí el ceño. "Betsy no te odia. Todos querían que estuvieras en un caballo seguro para no caerte y lastimarte. Fue dulce de su parte,” ella dijo. Sonaba como un regaño. "Lo siento. Estoy cansada y de mal humor hoy. No dormí muy bien.” Hice eso en cada par de minutos que revisaba mi teléfono para ver si Piper había enviado mensajes. Cuando finalmente lo hizo, la oleada de adrenalina me empujó una hora después de mi hora de acostarme. Entendí la necesidad de Piper de una conexión. Esa fue mi defensa. Si Marisa me daba un mal rato, iba a sacar esa tarjeta. Marisa rara vez se sentía sola. "¿Quieres salir para la hora feliz esta noche?" "No puedo. Voy a dar una vuelta en bicicleta.” Era mejor soltarlo. "Oh. Bueno. Raro, pero está bien. Primero yoga, ahora andar en bicicleta. Bien por ti, sin embargo.” Pensé que iba a librarme sin tener que dar una explicación. En realidad me estaba preparando para cambiar de tema, pero ella me detuvo antes de que pudiera. "¿Incluso tienes una bicicleta? ¿Compraste una?” Pillada. "No. De hecho voy a dar una vuelta con Piper.” Me encogí, esperando el aluvión de criterios. "Eso suena divertido. ¿Vas a tomar prestada una de sus bicicletas?” Anduve ligeramente ¿Por qué estaba siendo tan comprensiva? "Sí. Hay un viaje de campamento en bicicleta al que me invitó con un grupo de sus amigas durante el fin de semana del Día del Trabajo. Si sobrevivo esta noche, entonces me voy con ellas.” "¿Cuándo fue la última vez que acampaste?"

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"Déjame pensar. Fue la vez en que tú y yo hicimos una excursión a Ninguna Parte y acampamos en Nunca.” Las dos nos echamos a reír. Aunque vivíamos en Colorado, no éramos chicas deportistas al aire libre. El esquí era un requisito, pero nunca habíamos tenido la necesidad del senderismo. "Nunca he estado, pero tengo la necesidad de probar cosas nuevas." Marisa y yo habíamos tenido conversaciones profundas sobre mi nueva perspectiva de la vida. Ella sabía que me importaba menos mi trabajo y más mi vid. No estaba devastada si no conseguía un trato o si mi cliente firmaba con otra compañía. Aunque obtuve más clientes una vez que la gente descubrió que sobreviví al accidente aéreo. Todavía era un tema candente en Denver, incluso tres meses después. "Yo creo que es genial. Jason me explicó que sentía la necesidad de no solo quedarse en tierra sino de probar cosas nuevas porque estaba feliz de estar vivo." Rodé los ojos. Claro, crees en un casi extraño, pero no en tu mejor amiga. Exhalé lentamente. "Sí. Entonces, cuando Piper me invitó, dije que lo intentaría. Hay una instructora en Bodhi que está realmente interesada en andar en bicicleta. Ella también es muy linda." "Oh. ¿Es gay?” "Honestamente no lo sé. Estaba dentro y fuera de la oficina de Piper en un instante, así que no tuve una vibra. Aunque ella estará en el viaje. Estoy segura de que me enteraré más entonces.” "¿Supongo que no estás disponible ese fin de semana para ir al rancho Doogan?" "Lo siento amiga. Salimos el Sábado por la mañana y volvemos el Lunes por la tarde. ¿Estás bien yendo allí sola?” Dije. "Oh, estoy completamente bien. Confío en Jason y amo a su familia." "Bueno, puedes arrestarlo si se pasa de la raya." "O simplemente uso mis esposas," dijo. "Para. Él es como mi hermano o algo así." "Entonces, no quieres detalles si nos acostamos?"

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"Oh, los quiero. Solo tengo que prepararme mejor para ellos.” Me estacioné afuera del edificio de Piper. "Está bien, ya llegué. Necesito irme. Te veré este fin de semana. Mantendré mi Sábado despejado. Deberíamos ir a almorzar. Puede que tengas una larga noche el Viernes.” "Buen punto. ¿En Lucy a mediodía?” "Perfecto. Nos vemos luego.” Terminé la llamada y agarré mi botella de agua. Llevaba pantalones de yoga y una camiseta blanca sin mangas. Era a finales de Julio en Denver y el sol estaba ardiendo. Mi cabello estaba trenzado hacia atrás y fuera de mi cara en caso de que Piper me hiciera usar un casco. No estaba segura de qué zapatos debía ponerme, así que agarré mis tenis y me dirigí al tercer piso. Piper abrió la puerta. "Llegas temprano," dijo. "Lo siento. Puedo esperar aquí afuera si no estás lista." Llegué ocho minutos antes. "No seas tonta. Pasa. Muévete, Clifford,” dijo. Ella bloqueó su escape con su pie y me hizo entrar. "Te voy a dar la Raleigh (Marca de bicicleta) porque es la más indulgente." "Maldita sea. Pensé que solo íbamos a dar una vuelta. ¿Por qué diablos me estás haciendo pasar?” Sonreí. La ayudé a sacar una bicicleta plateada y azul de uno de los ganchos. Piper y yo teníamos la misma altura, por lo que no tenía que ajustar mucho la bicicleta. Ella bajó una bicicleta roja Norco y la puso al lado de la que yo estaría montando. "Está bien, entonces te voy a dar un casco, aunque hoy vamos a tomarlo con calma. También recomiendo uno en el viaje.” Me entregó un casco brillante amarillo y azul. "Esto va a chocar totalmente con mi ropa," dije. Ella me miró de arriba abajo. Mi cuerpo palpitaba. Estos pantalones de yoga eran demasiado ajustados. "Estoy bromeando. Tenía la sensación de que tendría que usar un casco." "Tu cabello se ve lindo trenzado hacia atrás. Te da una apariencia despreocupada." Me sonrojé y baje la mirada. ¿Desde cuándo soy tímida? "Gracias. Tuve que ponerme pantalones para cubrir la cicatriz. Todavía hay bastante sol afuera.” “¿No te rozan la cicatriz? ¿Deberías envolverla con una gasa o algo así?”

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Me derretí ante la mirada preocupada en su rostro. "No, estoy bien. Gracias por preocuparte por mí, pero no duele.” Me detuve porque sentía que siempre estaba hablando de mis cicatrices. Las mías no eran permanentes, pero las suyos lo eran. "¿Estás lista?" "Veamos qué puedes hacer," dijo. No, no iba a ir allí en mi mente. La seguí hasta el coche y la dejé poner las bicicletas en el estante. Tenía miedo de raspar la pintura, pero miré para ver cómo funcionaba todo. Intenté no fijarme en sus antebrazos musculosos o en la forma en que centró su cuerpo para levantar las bicicletas y asegurarlas en su lugar. "¿Lista?" Estuvimos en el parque en menos de diez minutos. Podríamos haber ido en bicicleta allí, pero Piper estaba siendo amable y se tomaba su tiempo conmigo. Cuando nos subimos a las bicicletas, ella extendió la mano y apretó la correa del casco debajo de mi barbilla. Solo un simple toque despertó instantáneamente cada escalofrío en mi cuerpo. Corrieron sobre mi piel y ni siquiera traté de ocultarlos. Piper se aclaró la garganta y apartó sus manos de mi cuello. "Eso debería bastar. Las reglas son rebasar por la izquierda y anunciarlo si ves gente delante de ti en el camino." "¿El viaje también será en senderos pavimentados?" Ella se rió. "Absolutamente no. Pequeños pasos, Shaylie. Pequeños pasos.” Me guiñó un ojo y salió delante de mí. Tuve que pedalear duro para mantener el ritmo. No me lo estaba poniendo fácil y me quedé detrás de ella varias veces, pero para ser justos, la vista no me molestó en absoluto.

CAPÍTULO DOCE Supe en el momento en que entré a Lucy que tuvieron relaciones sexuales. Marisa estaba radiante. Nunca había visto esa mirada en ella antes. Ella y Jason estaban tomados de la mano y esperándome en la cabina. "Lamento llegar unos minutos tarde. El estacionamiento por aquí es un completo desastre," dije. Me deslicé en la cabina frente a los tortolitos. Evité mirar a Marisa porque sabía que íbamos a reírnos y estaba tratando de ser madura por ella. "Jason, cómo estás? Es bueno verte otra vez." Realmente no le di tiempo para responder. "¿Qué se ve

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bien? Me muero de hambre.” Cogí el menú y lo examiné a pesar de que casi lo sabía de memoria. "Voy a comer el sándwich de pavo." Cerré el menú. Katie, la camarera quien usaba su nombre de pila con nosotros, deslizó un té helado, sin limón, delante de mí. Ella tomó nuestros pedidos y se fue antes de que pudiéramos intercambiar bromas. Estaba lleno en Lucy y muy ruidoso. Tuvimos que inclinarnos para escucharnos unos a otros. "Estoy genial. Te ves bien. Betsy te manda saludos," Jason dijo. Rodé los ojos. "La próxima vez me voy a sentar en el porche y tomaré una limonada con tu mamá. O tu sobrina. Ella es adorable." "Venga. No fue tan malo, verdad?” "No. Estoy bromeando. Estuvo bien. Tienes un rancho increíble y estás haciendo un gran trabajo con él." "Shaylie, pregúntanos qué haremos hoy," Marisa dijo. La miré por primera vez. Nos sonreímos la una a la otra. Sabía que se moría por contarme sobre su noche, pero no podíamos hablar ahora. "Está bien, morderé el anzuelo. ¿Qué está pasando?” Tomé mi primer sorbo de té helado y lamenté no haber pedido un café fuerte. La calurosa mañana fue combatida por los dueños de Lucy encendiendo el aire acondicionado a condiciones polares, y me estaba congelando. “Vamos a dar una vuelta en motocicleta. Jason trajo su moto.” "¿Te viniste subida hasta aquí?" Miré la cabeza de Marisa, pero se veía perfecta. Ni un pelo estaba fuera de lugar. "No, la traje en mi camioneta. Quería asegurarme de que Marisa estuviera dispuesta," Jason dijo. Puso su brazo en la parte de atrás de la cabina y casi suspiré cuando Marisa se deslizó más en su abrazo. Era tan adorable. "Eso suena divertido. Usa un casco," le dije. Marisa puso los ojos en blanco. "Esa es la cuestión. Libertad total."

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Era mi turno de poner los ojos en blanco. "Todavía te necesito en mi vida. No tiene sentido que Jason y yo sobrevivamos de una caída de miles de pies de altura y que te desparramen sobre la carretera a nivel del suelo." "No es por ser un aguafiestas total, pero has sabido de tu abogado?" Jason preguntó. Charles había sido persistente acerca de demandar. Cuando el informe inicial reveló que se trataba de una falla mecánica, redactó cartas a la aerolínea y al fabricante de la pala del ventilador del motor izquierdo, una compañía llamada Millennial Works. Honestamente, no me importaba lo que Charles les sacara. Estaba viva y el dinero no era importante. Le había dicho que se conformara con lo que él pensaba que era justo. "Sí. Ahora que tienen una idea de lo que pasó, él ya comenzó su plan de ataque," le dije. Marisa extendió la mano y tocó las manos de ambos. “Sé que ambos quieren seguir adelante y físicamente se han curado, pero emocionalmente, el accidente casi te destruyó. Shaylie, ni siquiera puedes imaginarte subirte pronto a un avión, y viajas mucho. Te ha afectado, y no hay razón por la que debas sufrir." Ella tenía razón, pero nunca quise ser una persona que demandara a otras personas. Tal vez si estuviera incapacitada por el resto de mi vida, pero no lo estaba. Me sentía viva y en mejor forma de lo que había estado en mucho tiempo. Quería olvidar el accidente que alguna vez sucedió. “Entonces, volvamos a lo que es importante. Los cascos son importantes. Es por eso que compré dos. Me aseguraré de que proteja esa hermosa cara,” Jason dijo. Le dio un suave beso en los labios a Marisa. Me di la vuelta a su intimidad. "Bueno, estoy segura de que ambos harán lo mejor para ustedes," les dije. Marisa cedió y estuvo de acuerdo en usarlo. Más tarde llamaría a Jason para discutir el informe inicial publicado por la aerolínea. No quería echar a perder lo que obviamente fue una noche increíble. "¿Cuándo van a salir?" "Creo que justo después del almuerzo, ¿verdad?" Marisa miró a Jason, quien asintió. "Eso suena divertido. ¿Estes Park?” “Algo fácil la primera vez. ¿Quién sabe? Tal vez tengamos suerte y veamos un oso negro,” Marisa dijo. Habíamos ido a Estes Park y caminamos algunos de los senderos hace varios años, pero estaba demasiado concurrido y caluroso. No sabía cómo iban a sobrevivir a todo eso en la parte trasera de una motocicleta. XWPColección: Página y Facebook

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Mi teléfono sonó con un mensaje de Piper. ¿Estás lista para un paseo en bicicleta este fin de semana? Mi corazón saltó. Intenté disimular mi reacción, pero ambos captaron mi emoción. "¿Por qué es esa sonrisa?" Jason preguntó. "Oh, nada." Tiré mi teléfono de nuevo sobre la mesa como si no fuera nada importante. “¿Esa es Piper?” Marisa preguntó. "Sí. Ella me preguntó si quería ir a dar una vuelta en bicicleta este fin de semana." Me volví hacia Jason. "Voy a hacer acampada y andar en bicicleta con Piper y algunas otras instructoras de su estudio de yoga durante el fin de semana del Día del Trabajo. No he andado en bicicleta desde hace una eternidad, así que Piper me está ayudando a ponerme en forma para eso." "Creo que eso suena como una gran idea. Me alegro de que ella esté saliendo y haciendo cosas dado todo lo que ha pasado. Y me alegro de que haya encontrado una amiga en ti," Jason dijo. Al menos él no creía que estuviera mal que nos convirtiéramos en amigas. Me salvé de defenderme cuando Katie trajo nuestros almuerzos a la mesa. "¿Cómo está tu madre?" Le pregunté a Jason. "Ella quiere que vuelvas al rancho. Oh, deberíamos invitar a Piper. Apuesto a que a ella le gustaría eso," él dijo. "Ella sólo tiene los Domingos libres," le dije. "¿Conoces su horario?" Marisa preguntó. “Sí, hemos hablado de su trabajo. Ella tiene que cerrar el estudio durante el fin de semana largo cuando todas vamos a acampar, así supe sobre el horario." Cambiando de tema, cómo te sientes acerca de Lani? Ese era un mensaje que no podía ignorar. Ella parece agradable ¿Por qué? ¿No quiere que yo vaya en el viaje?

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Oh, por el contrario. Quería saber si estás soltera y quería tu número telefónico. Le dije que lo averiguaría. Bueno, mierda. Mi corazón se hundió y mi apetito desapareció. Sí, Lani era hermosa y parecía agradable, pero no era en ella en quién pensaba sin parar. No era ella la que me mantenía despierta por la noche, o el primer pensamiento que tenía en la mañana. Le había dado a Lani algunos pensamientos fugaces desde que la conocí, pero me interesaba la chica guapa, tranquila, dulce y desconsolada. "Bueno, eso es interesante," dije. "¿Qué?" Jason y Marisa preguntaron al unísono. "Al parecer, Lani, una de las instructores del estudio de Piper, quiere mi número telefónico." "Oh, dijiste que era linda," Marisa dijo. Ella estaba completamente emocionada por esto. "¿Vas a darle tu número?" Me encogí de hombros. No quería, pero sabía que debía hacerlo. Para que Marisa me dejara en paz, para sacar a Piper de mi cabeza, para seguir adelante con mi vida. "Tal vez. Déjame conseguir más información sobre ella." ¿Es eso una buena idea? Quiero decir, vamos a acampar de cerca en unas pocas semanas. ¿Y si no nos llevamos bien? Entonces será incómodo. Odiaba que Piper estuviera de acuerdo con esto. Una parte de mí quería que ella dijera que no. Una parte muy grande. Eso es verdad, pero entonces y si me llevaba bien? Entonces será más emocionante. ¿Cierto? "Espero que le estés diciendo que sí. Porque estabas muy emocionada cuando me contaste sobre ella," Marisa dijo. Tomé una respiración profunda. Tenía que hacer esto por algo más que por mi misma. Supongo que si lo apruebas, claro, dale mi número. Metí mi teléfono en mi bolso porque no quería tener esta conversación ahora mismo frente a Marisa y Jason. "¿Le dijiste que sí?" Jason preguntó. Asentí.

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"Bien hecho," Marisa dijo. "Estoy orgullosa de ti. Y quiero todos los detalles." Jason, una vez más, pagó por la comida. Nos abrimos paso entre la multitud. Era agradable estar afuera y lejos de todas las personas a pesar de que el sol ardía implacable. "Va a ser muy caluroso hoy. Tengan cuidado con la moto," les dije. Nos abrazamos y nos separamos. Sostuve mi pulgar y meñique junto a mi cabeza, recordándole a Marisa que me llamara más tarde. Ella me guiñó un ojo y se metió en la camioneta. Se dirigían de regreso a su casa para buscar la moto y cambiarse de ropa. Me metí en mi auto y lo puse en marcha para que el aire frío circulara. Saqué mi teléfono para leer cualquiera y todos los mensajes que envió Piper. Lo apruebo. Ambas son dulces. Espero que sepas de ella pronto. ¿Y quieres andar en bici este fin de semana o hace demasiado calor para ti? Quería enfurecerme e ignorarla, pero no pude. Por supuesto. Acabo de almorzar con Jason y Marisa, pero no tengo planes para el resto del fin de semana . Eso no sonó demasiado desesperado, ¿verdad? ¿Qué tal mañana por la mañana? Podemos encontrar un sendero y realmente prepararte para el viaje. Por supuesto. ¿A qué hora y qué debo llevar? Tendría que ir a una tienda de artículos deportivos si ella quisiera que tuviera algo específico. Agua, aperitivos, unos calcetines extra, lleva buenos zapatos. ¿Qué constituye un buen calzado? Entré en pánico. Tenía tenis y botas de montaña, pero podía andar en bici usando botas de montaña? Corres, ¿verdad? Puedes usarlos si no te importa ensuciarlos. A algunos corredores no les gusta usar sus tenis para nada más que para correr. Yo resoplé. Llevé mis tenis a McDonald's. Y cuando no estaba corriendo. Puedo ponérmelos. Sólo corro cuando me siento repulsiva sobre mi misma. Basta. No eres una repulsiva de ninguna manera o forma. Ella lanzó un emoticón con mala cara solo para hacerme saber que hablaba en serio. A que hora me quieres? Esperé cinco minutos y me dí por vencida. Me metí en el tráfico y me dirigí a casa. El Sábado por la tarde, trabajar no era como quería pasar mi día, pero

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no tenía otras opciones. Además, me estaba quedando atrás en el trabajo y empezaba a notarse. “¿Hola?” No podía ver mi identificador de llamadas en la pantalla debido al brillo del sol, pero pensé que probablemente era Marisa. "Decidí llamar en lugar de enviar mensajes constantemente. Espero que esté bien." Contuve mi jadeo. Era Piper. "No, no, eso está bien. Estoy manejando de todos modos. ¿Cómo estás?" Ella se rió. "Estoy bien hoy. Gracias. Ya que no estás haciendo nada, quieres ir a ver una película esta noche o algo divertido? Sería bueno salir un rato que no implique hacer ejercicio." Casi pierdo mi vuelta. Bajé la velocidad y giré a la derecha. Me merecía el bocinazo del tipo detrás de mí. "¿Estás bien?" Ella preguntó. "Sí, interrumpí el paso a alguien. Completamente mi culpa. De todos modos, claro, una película suena genial. ¿Quieres venir? Hay un bonito cine con asientos asignados a solo kilómetro y medio de distancia de mi casa.” Agarré el volante y esperé su respuesta. "Por supuesto. "¿Hay alguna película en particular que quieras ver o algún género que realmente te guste?" “No he visto una película en meses, así que todo es nuevo para mí. Me gustan las comedias, los romances, la acción. No hay demasiadas películas que no me gusten.” Quería ser agradable, pero sabía que una comedia era la mejor idea. No quería una película de terror porque mis pesadillas seguían sucediendo. Y definitivamente no quería un romance en donde llevaba a besarse. Eso sería demasiado incómodo. Nos decidimos por una comedia que había salido hace unas semanas. "Te enviaré mi dirección y puedes venir cuando quieras." Terminé la llamada justo cuando llegué a mi camino de entrada. Afortunadamente, el césped estaba recién cortado y las plantas anuales estaban en plena floración. Mi estilo Tudor tenía atractivo. Ayudó que tuviera el dinero y lo invertí en mi casa. Estar soltera tenía algunas ventajas. Tenía más dinero para gastar en cosas para mí. Televisión grande, jacuzzi, e incluso un viejo videojuego vertical Galaga. Mi casa estaba relativamente limpia, pero descargué el lavaplatos y desempolvé toda la planta baja. Me gustaba tener

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una casa limpia para que nunca se saliera de control. Cuando mi madre estaba aquí, limpiaba sin cesar. No éramos una familia ociosa. Sonó mi teléfono, pero no reconocí el número. Sabía que era Lani. Mi estómago no se agitaba como lo hacía cuando llamaba Piper, pero no podía hacer daño darle una oportunidad. "¿Hola?" "Hola. ¿Es Shaylie?” Ante mi confirmación, la voz fuerte pero dulce continuó. "Soy Lani, de Bodhi. Piper me dio tu número. Espero que esté bien." "Por supuesto. ¿Cómo estás?” Estaba participando en la conversación, pero me preguntaba qué me iba a poner hoy cuando Piper viniera más tarde. Le envié un mensaje con mi dirección tan pronto como entré en mi casa ya que el margen de tiempo para prepararme se acercaba. "Estoy bien, gracias. Quería invitarte a un festival de comida mañana por la tarde. Pensé que sería una buena ocasión para pasar el rato, hablar y comer. Tres de mis cosas favoritas," dijo. "Eso suena genial. ¿Dónde es?" Ella me dio las indicaciones y acordamos una hora y un lugar para reunirnos. Cuando colgué, estaba feliz de tener algo que hacer. Esperaba que Lani pudiera apartar a Piper de mi mente. Ella parecía encantadora. ****** Para cuando apareció Piper, mi ansiedad estaba fuera de los límites. Respiré hondo y lentamente abrí la puerta. "Hola, pasa." Me aparté para darle acceso. Mientras ella pasaba, olí a lavanda. Casi suspiré. Se detuvo a unos pocos metros y esperó a que cerrara la puerta. "Tu casa es tan hermosa, Shaylie." La miré descaradamente de arriba abajo y, maldita sea, me gustó lo que vi. Estaba vestida con unos jeans ajustados y una camisa negra sin mangas que mostraba un indicio de XWPColección: Página y Facebook

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escote. Llevaba ropa de salir. Su cabello estaba recogido en un moño desordenado y sonreí cuando noté reflejos rojizos. Esos eran nuevos. Un delgado collar con un pequeño amuleto de plata descansaba contra su garganta. Estaba definitivamente vestida para una cita. Nadie se veía tan bien a menos que lo intentaran. Eché un vistazo a mis pantalones y blusa y me di cuenta de que también estaba vestida para una cita. "Gracias. Es bueno tener a alguien con conexiones cuando se trata de bienes raíces. A pesar de que estoy en el negocio comercial, tengo muchos amigos que están en el residencial. La compré en una verdadera ganga y la arreglé yo misma.” Estaba orgullosa de mi trabajo. Vi como Piper pasaba su palma por la madera que llevaba a la sala de estar. "¿Puedo ofrecerte algo de beber? ¿Agua? ¿Refresco? ¿Vino?" Ella sonrió cuando dije vino. "El agua sería genial." “Toma asiento. Vuelvo enseguida.” Señalé el sofá y me dirigí a la cocina. Me hubiera venido bien una copa de vino, pero no quería ser la única bebiendo. Agarré dos vasos, los llené con hielo y agua filtrada, y regresé con Piper. Su cabeza estaba ligeramente inclinada hacia arriba mientras miraba la obra de arte. Le di el vaso y me senté en el otro lado del sofá. "Me gusta esa pintura." Ella asintió con la cabeza en dirección a la copia producida en serie del Boston Común durante el Crepúsculo de Childe Hassam. “Bueno, lamentablemente, es solo una copia y mi casa es aburrida en comparación con la tuya. Tienes tanto estilo y vida en tu decoración. Llegué a casa después de pasar tiempo contigo y Clifford y me decepcionó completamente mi falta de emoción," le dije. Ella se rió y me tocó el brazo. "Lo primero que pensé cuando entré fue cuán tranquilo y silencioso es. No puedo escuchar nada. En mi casa, escucho el tráfico y la gente todo el tiempo. La tranquilidad es agradable." “Puedes venir cuando quieras. Incluso si no estoy aquí. Entiendo la necesidad de tranquilidad," le dije. "Gracias, pero no quiero molestar," dijo. Me detuve de rodar los ojos. "Nos estamos conociendo, ¿verdad? Somos amigas, hemos pasado por mucho juntas. Marisa tiene una llave y viene cuando quiere. Su auto está en mi camino de entrada al menos una vez a la semana cuando llego a casa." "Debes tener un montón de amigos."

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La miré por un largo tiempo, contando las personas con las que hablaba semanalmente. No Sólo Marisa y ella. Negué con la cabeza. “Marisa y tú. Espera. Jason Soy amiga de Jason." "Para. ¿Quieres decirme que no sales con gente del trabajo o con gente que has conocido haciendo cosas divertidas con Marisa?” "Eso me hace sonar horrible, ¿no es así? Realmente no soy una mala persona para conocer. Creo que solo trabajo y salgo con Mar." Nunca pensé realmente en lo sola que estaba hasta ese momento. "Necesito salir más." "Bueno, Lani dijo que ustedes dos se van a reunir mañana, así que eso es algo, ¿verdad?" Piper preguntó. No vi nada más que felicidad en su expresión. Dolía. Respiré hondo y sonreí. "Sí, ella quiere ir a algún evento de comida al aire libre. Parece que será divertido." "Lani es agradable. Es un poco mandona, pero creo que puedes manejarla.” Ella sonrió y sus ojos brillaron. Piper tenía los ojos marrones más bonitos y claros que jamás había visto. "Espera. Soy mandona?” "Oh, no. Me refiero a que eres fuerte y resistente. No creo que dejes que mucha gente te pisotee.” Ella miró su regazo. "Me gustaría tener la mitad de tu confianza." "Somos más parecidas de lo que piensas." Ella me miró. "Oh, para. Soy buena en una cosa. El yoga." "¿En serio? Eres buena en el yoga, andar en bicicleta, enseñar, ser amable. Creo que eres adorable.” Me encogí ante la mirada de sorpresa en su rostro y me di cuenta de que había dicho demasiado. Tuve que hacer un serio retroceso. "Quiero decir, eres una persona tan dulce y bonita." Gah. Me estaba hundiendo rápido. "Sabes lo que estoy tratando de decir." La sangre corrió a mis mejillas y se quedó allí. "Estás bastante llena de confianza." Sus ojos se encontraron con los míos y la mirada que me dio envió escalofríos sobre mi cuerpo. Realmente necesitaba sacarla de mi sistema. "Gracias. Es agradable escuchar elogios sobre mí y no ... " Dejó que la frase se desvaneciera.

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"Sé que todo sigue siendo difícil para ti. Solo han pasado unos meses. Realmente espero que te sea más fácil. No soy Emma, pero me gustaría ser una amiga a la que puedas recurrir cuando la necesites. Demonios, incluso cuando no necesites una. Con lo molesta que es a veces Marisa, pero aún así la amo." No pude contenerme. Sonaba desesperada por más amigos. Ella me tocó el brazo. "Me encantaría eso, Shaylie. Necesito una amiga que no sea alguien con quien trabajo," dijo. "Hecho. Somos amigas. Eso significa que puedo decirte cualquier cosa y tú puedes decirme lo que sea." Le di una sonrisa traviesa y alcé mis cejas. Ella se rió. "Tengo la sensación de que vamos a ser buenas amigas." Mi corazón bailaba en mi pecho. Maldita sea. ¿Por qué tuve que conocer a esta maravillosa mujer de esta manera?

CAPÍTULO TRECE "¿Hay algo que no comas?" Lani y yo estábamos mirando la gran variedad de carnes asándose en una enorme parrilla. El calor era casi abrumador, pero tenía apetito y todo se veía delicioso. El dulce y picante olor de la salsa de barbacoa hormigueaba en la parte de atrás de mi garganta. Mi paseo en bicicleta temprano por la mañana con Piper había aumentado mi apetito. Fue agradable volver a verla después de la película de anoche, pero arruinó mi tiempo con Lani. Sabía que Lani y yo estábamos condenadas incluso antes de que empezara la cita. "No soy una fanática de las costillas, pero las pechugas de pollo me interesan," le dije. Ella enarcó una ceja y me lanzó una mirada que decía que había leído demasiado en ese comentario. Me sonrojé. Mi costumbre de soltar palabras tontas en los peores momentos posibles continuó. Comprendí cómo Lani podría haber confundido eso con el coqueteo, pero no lo pretendía de esa manera. "En serio. La comida. Sólo la comida.” Ella se rió. "Mmm-hmm. Bueno. Tomaremos una orden de costillas y una pechuga de pollo. ¿Y qué tal un poco de judías cocinadas en salsa de tomate?” Me miró.

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"Por supuesto. Soy fácil.” Joder. Tan pronto como las palabras salieron de mi boca, lo supe. Afortunadamente, Lani se mantuvo en silencio. "Sé que probablemente has contado tu historia un billón de veces, pero estoy realmente interesada en lo que pasó con el accidente aéreo. ¿Es tan malo que quiera saberlo?” Nos sentamos en una paca de heno que era más dura de lo que parecía y cambié mi peso de lado a lado hasta que los tallos no se clavaron dolorosamente en mis jeans. Deseé haber traído una chaqueta o una manta para ablandar el asiento. Estoy segura de que si dijera eso, Lani también lo tomaría de la manera equivocada. “No, mucha gente siente curiosidad sobre eso. Demonios, yo preguntaría si conociera a alguien que sobrevivió a un accidente aéreo. ¿Qué quieres saber?" Ella no perdió el tiempo para llegar a las preguntas sustanciosas. "¿Pensaste que ibas a morir? ¿Te avisaron de lo que estaba pasando? ¿Qué tan malas fueron tus heridas?” Terminé mi bocado, me lo pasé con un sorbo de cerveza e hice mi mejor esfuerzo para responderle sin revelar demasiado. Entendía la curiosidad, pero me estaba bombardeando con demasiadas preguntas, todo al mismo tiempo. "Sí, totalmente pensé que iba a morir. Justo antes de que el avión cayera a tierra, el piloto gritó varias veces ‘prepárense para el impacto’. En cuanto a mis lesiones, tuve algunos huesos rotos y necesité muchos puntos de sutura." Lani puso su mano suavemente sobre mi rodilla. "Lamento que fue tan malo para ti y me alegro de que hayas sobrevivido." Y así como así ella volvió a caerme en gracia. "¿Viste a todas las personas que murieron? No puedo imaginar cómo debe haber sido eso. Me siento tan mal por Piper. Estaba más alterada de que Emma muriera que Robin. A Piper le afectó más la muerte de Emma . Quiero decir, ella amaba a Robin, pero realmente no creía que Robin fuera su chica por siempre." Casi me atraganto con mi bocado. Estaba dividida entre acosar a Lani con un montón de preguntas sobre Piper y aparentar calma. Tomé otro trago de cerveza. "¿Oh?" Quería información y odiaba los chismes, pero quería saber más sobre Piper y sus relaciones. "Robin era agradable, pero era demasiado experimentada. Sentí la necesidad de proteger a veces a Piper de ella. Piper es maravillosa y se merece a alguien que la ame toda, no solo a su cuerpo o su ambición," Lani dijo. Se paró de la paca de heno para tirar su basura. Yo no había terminado de comer, así que rechacé su oferta de tirar la mía también.

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"Me gusta Piper y espero que ella pueda sanar de esto," le dije. Ignoré por completo el asunto sobre lo que vi en la escena del accidente. Ciertas cosas eran mejor solo entre mi terapeuta y yo. “Estoy segura de que lo hará. Es tranquila, pero es fuerte. Ella no tuvo problemas para enfrentar a Robin a veces," dijo. No, no vas a morder el anzuelo. No me sentía cómoda sabiendo más sobre su relación de lo que Piper me había contado, aunque una parte de mí quería saber cada detalle. "Entonces, dime cómo llegaste a ser instructora en Bodhi?" Si Lani se dio cuenta de que había cambiado de tema, no lo dijo. "Bueno, también trabajo a tiempo parcial en el gimnasio a pocas cuadras de distancia. Tomé todas las clases de Piper y cuando un puesto de instructor estuvo disponible, hice la solicitud. El gimnasio para el que trabajo es muy servicial y como soy entrenadora personal, puedo establecer mis propios horarios.” Dijo. Al menos, Lani sabía lo que le gustaba y amaba su vida. "¿Qué haces para divertirte?" “Me encanta estar al aire libre, andar en bicicleta, hacer caminatas, acampar. Colorado es el mejor lugar para mí. Mis padres se mudaron aquí cuando yo era joven, así que nunca he conocido ningún otro lugar.” Se ofreció a tomar mi plato nuevamente. Me di por vencida y le di mi pollo a medio comer y apenas toque las judías. Al parecer habíamos terminado de comer o ella pensó que podía saltarme una comida. "Estoy ansiosa por dar una vuelta. Habrá mucha comida en todas partes,” dijo. Alcanzó mi mano y me ayudó a salir de la paca de heno. Podía decir que quería agarrar mi mano, pero me aparté con el pretexto de tener que limpiarme. Sostuve la servilleta en mi mano izquierda por lo que era imposible para ella sostenerla. Caminamos alrededor de las carpas probando todos las diferentes comidas y terminamos cerca de un escenario donde una banda tocaban grandes éxitos. "Suenan bastante bien," le dije. Lani encontró un lugar lo suficientemente lejos para que pudiéramos hablar y seguir escuchando la música. “Ahora que nos acomodamos, cuéntame un poco sobre ti. Estás en el sector inmobiliario, ¿verdad?” Piper debe haberle dicho eso. "Sí. Bienes raíces comerciales, no residenciales."

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“Tienes tu propia casa y manejas un buen auto,” me miró de arriba abajo antes de decir, “y un gran sentido de la moda. Dime por qué estás soltera?” Me encogí de hombros. "Supongo que me centré demasiado en mi carrera. De repente, tengo treinta y dos años y me he perdido de mucho." "No creo que te hayas perdido mucho. Los veinte son para todos los errores." Me reí. “Mis años universitarios fueron para todos los errores. Mi amiga Marisa y yo aprendimos de los errores de los demás." "He escuchado ese nombre antes. Piper la mencionó,” Lani dijo. "Ella es mi mejor amiga. Después de una de las reuniones, algunos de nosotros fuimos a cenar, incluida Piper. Entonces conoció a Marisa.” No tuve que explicar qué tipo de reunión. Lani sabía a lo que me refería. "Oh, ella es la rubia bonita, ¿verdad?" "Sí, ella es hermosa." Odiaba que la gente se basara mucho en las apariencias. "Pero ella es mucho más que una cara bonita. Es mi roca. Realmente te caería bien. Ella es extrovertida y divertida.” "Mi mejor amiga se mudó a Texas el año pasado". La sonrisa de Lani se desvaneció. "La extraño, pero su compañía le dio un ascenso y un buen aumento de sueldo. Le fue difícil decir que no." “No sé qué pasa con Texas, pero mi tía, mi tío y mis primos también se mudaron allí. Incluso mis padres se fueron de Colorado. ¿Quién se ofrecería voluntariamente para dejar este hermoso lugar?” Pregunté. Lani asintió. “Tenemos todo desde la naturaleza hasta la cultura. Denver es el mejor lugar para vivir." "¿Es casa propia o rentas? Y no estoy siendo una agente de bienes raíces en este momento. Soy genuinamente curiosa.” Esperaba que no pensara que quería que fueramos a su casa. "Tengo un departamento a kilómetro y medio del gimnasio que comparto con dos chicos." La mirada horrorizada en mi rostro hizo que Lani se riera.

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“Oh, son una pareja y mantienen el lugar inmaculado. Simplemente me adoptaron después de que ayudé a Steve a ponerse en forma. Fui su entrenadora durante aproximadamente un año. Cuando rompí con mi novia, realmente no tenía a dónde ir. Me quedé en el estudio durante unas semanas y, una vez que Steve se enteró, me ofrecieron una habitación." "Eso es muy amable de su parte, y Piper fue dulce al dejarte quedarte," le dije. "Oh, nadie estaba feliz con ella cuando eso pasó." Lani puso los ojos en blanco y negó con la cabeza. "¿Qué quieres decir?" "Hay un pequeño, pequeño departamento en el estudio. Es más como una habitación con un futón, un televisor y un medio baño. No es lujoso en absoluto. No planeaba vivir allí para siempre, pero Emma quería que me fuera.” Inmediatamente deduje que el pequeño departamento era el lugar de follar de Emma y Robin. Lani estaba poniendo un problema en su aventura. Estiré mis dedos para evitar que mis manos se cerraran en puños. "¿Hace cuánto tiempo fue eso?" “Hace unos cuatro meses. En algún momento, conseguiré mi propio lugar, pero a los chicos no les importa que yo esté allí, así que seguiré ahorrando dinero hasta que se cansen de mí. Tenemos una buena dinámica. Me gusta compartir espacio con ellos.” Ella se acercó y me tocó las manos. "Está bien. Es encantador que te preocupes." Por mucho que quisiera corregirla, tenía que mantener en secreto lo que sabía. Al menos mantenerlo entre Marisa y yo. “Apesta que Emma te haya echado, pero al menos ahora tienes tu propio lugar. Es agradable tener compañeros de cuarto. Ayuda a mantener el aburrimiento al mínimo." "Todo fue para mejor. Realmente me encanta donde estoy," dijo. Miré mi teléfono, en parte porque quería saber la hora y en parte porque tenía curiosidad por si Piper me enviaba mensajes. Estuve decepcionada todo el recorrido. Era demasiado pronto para terminar la cita, y no tenía un solo mensaje. Realmente necesitaba hacer un mayor esfuerzo en la cosa de la amistad. Tal vez en lugar de competir por la atención de Piper en el yoga, podría acercarme a más estudiantes. Bridget parecía amistosa. Aburrida, pero amistosa. Yo era tan pedante a veces. “¿Tienes que irte?” Lani preguntó.

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La miré y elegí mis palabras con cuidado. No quería molestarla, pero tampoco quería animarla. "Probablemente debería. Lamento interrumpir esto. Tal vez simplemente no estoy lista para estar con un grupo de personas.” La excusa era sosa, pero la aceptó. "Entiendo. Voy a quedarme aquí un rato." Y así, todo había terminado. Compartimos un incómodo abrazo y yo me fui por un lado, y ella por el otro. Me compré un helado cuando salía del festival y me tomé mi tiempo para volver a mi coche. Lo que esperaba lograr era separarme de Piper, pero lo único que hizo esta cita fue hacerme sentir aún más protectora con ella. Iba a tener que esforzarme más. Pensé en la aplicación de citas que Marisa me había sugerido y odiaba todo al respecto. No podía recordar una sola cita a ciegas buena. ¿Y no era la aplicación de citas como una cita a ciegas? Un fiasco total. Le dije a Marisa que le enviaría un mensaje cuando termináramos nuestra cita. Ella respondió con varios emoticones diferentes que me hicieron reír a carcajadas. ¿Qué carajo pasó? Teníamos química cero y al parecer ella no quería que comiera. Eso no era del todo cierto, pero me apresuró y no sabía si era porque creía que necesitaba perder algunos kilos o estaba ansiosa por ir a todas los puestos. Para mí está muerta. La odio. Y un emoticón guiñando un ojo. Marisa era tan buena luchando por mí. Ella no está mal, simplemente no era para mí. Agradable, sin embargo, y una gran sonrisa, simplemente no hay cosquilleo. Muy mal por ella. Se lo está perdiendo contigo. Sonó mi teléfono. Era Marisa. "No fue tan malo," le dije. "Mierda. Entonces, supongo que no querrás invitarla al rancho este fin de semana, ¿eh?” Marisa dijo perturbada. "No, no voy a aceptar eso. ¿Qué pasa?" "Es mi turno de ir allí. Quiero que vengas, pero también quiero que te diviertas. Pensé que invitar a Lani funcionaría.” Ella sonó derrotada. "Todavía puedo ir. Oh, o puedo invitar a Piper. Jason quería invitarla de todos modos.” Esperé a que Marisa se me echara encima, pero no lo hizo.

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"Eso podría funcionar. ¿No trabaja ella todo el fin de semana?” Excelente punto. "Creo que sale al mediodía. Tal vez pueda conducir y reunirse con nosotros el Sábado por la tarde. No sé su horario con seguridad, pero le enviaré un mensaje más tarde." Lo hice de manera despreocupada aunque me moría por colgar para enviarle un mensaje a Piper. “El rancho es terapéutico. Sería bueno para ella. Espera, eso significa que volverás a subirte a un caballo?” Puse los ojos en blanco a pesar de que ella no podía verme. "Sí, dile a Betsy que estoy en camino." "Bueno, lamento que tu cita haya sido un fracaso, pero me alegro de que vayas al rancho. ¿No es tan relajante allá arriba?” "Oh Dios mío. ¿Puedes tener sexo allí arriba? Es decir, dónde Mamá Doogan no puede escucharte?” Viví y fui de fiesta con Marisa el tiempo suficiente para saber que era ruidosa durante el sexo. "Estaremos en el departamento," dijo. "Espera, voy a estar en el departamento. Eso significa que voy a escuchar," le dije. Ella dejó escapar una risa perversa antes de desconectar la llamada.

CAPÍTULO CATORCE "¿Qué pasó?" Piper se me acercó después de la clase. Estaba en mi posición normal, acostada de espaldas, y desestimé su ofrecimiento para ayudarme a levantarme. "Me voy a quedar aquí por un rato," le dije. Pasé la mayor parte del Domingo comiendo pizza y helado sin otra razón que no fuera para alimentar mi soledad. Tres días sin ejercicio hicieron brutal la clase de esta noche. No le escribí a Piper porque cuanto más lo pensaba, más me sentía como una rarita. Entendí por qué Marisa estaba preocupada. Piper se despidió del último estudiante que salía de la clase, y luego se tendió a mi lado. Me giré hacia ella y sonreí.

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"Realmente necesito hacer más que solo yoga. Tengo treinta y dos con el cuerpo de una de ochenta años,” dije. "No conozco a ninguna de ochenta años que corra casi cinco kilómetros como si no fuera nada," dijo. "Ni siquiera he hecho eso en unas pocas semanas. Estoy aprendiendo que tienes que seguir haciendo ejercicio para mantenerte en forma." "Entonces, cuéntame qué pasó contigo y con Lani." Piper se giró de modo que estaba de costado, con el codo doblado y la mano levantando la cabeza. Si me diera la vuelta y la enfrentara, estaríamos a centímetros de distancia. Ella estaba en mi espacio personal y no me importó ni un poco. Giré la cabeza para mirarla. "No hay mucho que contar. Simplemente no congeniamos. Ella era agradable y todo. Tal vez simplemente no estoy lista." Fue una excusa poco convincente. No había ninguna razón para que no lo estuviera intentando. "Eso es muy malo. Me gustan las dos. Pensé que tal vez se llevarían bien.” Ella se encogió de hombros. "Tenías razón sobre la parte de mandona." Piper se rió. "Traté de advertirte antes de tiempo. Me imaginé que incluso lo harían la una a la otra, sabes?” "Estaba muy relajada para ser mangoneada." Ella estiró su mano y me tocó el brazo. "Lamento que no funcionara." Su toque era cálido y suave. Ella tenía un ligero rubor en sus mejillas por el entrenamiento. Se lamió los labios y no pude evitar mirarlos. ¿Qué tan fácil sería agarrarla y jalarla hacia mi boca? Aparte la mirada. “Cambiando de tema, Jason y Marisa nos invitaron al rancho este fin de semana. Le dije que lo checaría contigo ya que tienes clases los Sábados." "Eso suena divertido. Debería terminar al mediodía. ¿Tengo que manejar por separado o vamos juntas?" "Puedo recogerte. Podemos quedarnos allí una noche.”

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"¿Vamos a montar a caballo?" La emoción en sus ojos era inconfundible. "Por supuesto. Estoy completamente curada así que no tengo excusas," dije. "¿Cuánto tiempo vamos a permanecer aquí en el estudio? No me importa, pero me vendría bien un agua fría y una ducha eventualmente," dijo. "Dice la chica que huele a lavanda y madreselva todo el tiempo." Después de darme cuenta de lo que dije, cerré los ojos con pesar. "Genial. Es muy fuerte." Extendí la mano y evité que se levantara. "No, no es nada fuerte. Solo soy sensible a los olores y ambos son muy agradables. Lo prometo. Somos amigas, ¿recuerdas? Podemos decirnos cualquier cosa. ¿Ahora yo? Huelo como el miedo y la derrota. Soy la que necesita una ducha." "Venga. Salgamos de aquí. Quiero terminar antes de medianoche.” Piper volvió a colocarse sobre mí, con los pies a cada lado de mis muslos, y se agachó. Sonreí. Esto era lo nuestro ahora. Gemí y extendí la mano, agradecida por su ayuda. "Sabes, podrías querer usar menos ropa. Esta es una forma de yoga sofocante. Recomendaría algo como lo que llevo puesto. Quítate la camiseta, quédate con camiseta sin mangas y opta por shorts para correr. Me lo agradecerás." "Está bien, espera allí. No tengo la confianza suficiente para ponerme ...” Hice una pausa y la miré de arriba abajo varias veces. No pude detener la sonrisa que se deslizaba en mi cara. "Eso." Piper se sonrojó y eso la hizo aún más hermosa. Me recordé de intentar reprimirme. "Hay días en los que solo quiero comer pizza y dulces todo el día y ahogarme en las películas de Hallmark durante diez horas seguidas," ella dijo. "¿En serio? Porque eso es exactamente lo que hice el Domingo. No me moví de mi sofá durante horas.” "Deberías haberme llamado. Estaba aburrida,” dijo. Me sentí culpable. Fui yo quien presionó todo el asunto de la amistad con ella y luego no lo llevé a cabo. Me pregunté si ella sentía mi vacilación. ¿Sabía que me sentía atraída por

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ella? “Los Domingos son tus días libres. No quería monopolizar tu tiempo. Parece que hago mucho eso." Me dio agua y me indicó que la siguiera a su oficina. Me tiré en el sofá sin ninguna consideración. Después de unas cuantas respiraciones profundas, me incorporé y me recorrí para dejarle espacio. Tanto ella como Clifford se sentaron al mismo tiempo. Extendí la mano para acariciarlo, pero él rápidamente se alejó de mí y se acurrucó en el regazo de Piper antes de que incluso se acomodara. "Hola amigo. ¿Creías que te había dejado?” Ella le acarició el cuello con la nariz. Era linda la forma en que lo adulaba. “Explícame las razones por las que vengo aquí. Soy mala en el yoga y tu gato me odia." Piper me miró y me guiñó un ojo. Mi corazón se agitó. Tomé un largo trago de agua. “Él es muy especial. Se va a llevar bien contigo. A él le gusta hacerse del rogar." Compartimos unos momentos de silencio mientras las dos terminábamos nuestra agua. Hablé primero. "Entonces, dime, cómo estás? Está funcionando la terapia? Eres capaz de superar las cosas?” Ella me dio una sonrisa triste. “Todavía es difícil, pero me estoy volviendo más fuerte cada día. Las extraño por supuesto. Extraño a Emma porque era divertida y hacía que los días pasaran más rápido. Extraño a Robin por la cercanía. Es difícil tener tanto amor en tu vida y luego perderlo." Casi lloro ante su confesión. Esnifé y pensé en otra cosa. Algo más. Entendí por qué su familia estaba nerviosa por hablar con ella. ¿Qué podría decir una persona a eso? Las palabras no podían transmitir el mensaje correcto. "Lo siento. Esperaba que estuviera mejorando para ti," le dije. "Lo está. Despacio. Al menos ahora mis padres se dan cuenta de que voy a sobrevivir y han dejado de enviar cazuelas.” Se dio unas palmaditas en el estómago. “Me encanta la cocina de mi madre, pero solo soy una persona. No puedo comer ni la mitad de lo que ella me trae.”

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"Mi madre se quedó conmigo durante unas tres semanas después del accidente. No había manera de que pudiera haber hecho nada sin su ayuda. No podía vestirme, ella tenía que ayudarme a bañarme y apenas podía alimentarme.” "Tenías un metal en tu costado, ¿verdad?" Ella se encogió cuando preguntó. Me puse de pie, me levanté la camisa del lado izquierdo y le mostré la cicatriz. Pasó las yemas de los dedos por la piel ligeramente arrugada e hinchada. Los estremecimientos explotaron y me alejé un poco. No porque me doliera, sino porque su toque inocente me afectó más de lo que esperaba. Las yemas de sus dedos eran cálidos, cuidadosos, y pensé en todas las cosas que podían hacerle a mi cuerpo. "Lo siento mucho. No quise lastimarte.” Sus ojos se agrandaron y el rubor que coloreaba sus mejillas se drenó. "No, no me duele." Dejé caer mi camisa en su lugar. "Son solo un poco de cosquillas allí." "No se ve nada mal, sin embargo. Hicieron un buen trabajo," dijo. "La piel estaba irregular así que sabía que volver a juntarla no iba a ser bonito." "¿Recuerdas que pasó?" Ella miró mi pierna, pero mi cicatriz estaba cubierta. "Me desmayé. La azafata me sacudió para despertarme y me dijo que me levantara. Sentí algo en mi costado, pero pensé que era una costilla que sobresalía. Nadie quería decirme lo que vieron y yo evité mirar hacia abajo. Me encogí de hombros como si no fuera la gran cosa.” Piper palideció de nuevo. "Eso debe haber sido horrible. Ni siquiera puedo imaginarlo.” Asentí. "Estaba en negación y en conmoción. Pensé que estaba soñando. De ninguna manera estaba pasando eso. De ninguna manera sobreviví a ese accidente," dije. Los ojos de Piper se humedecieron. Mierda. No necesitaba hacerla sentir peor. "Lo siento. No debería haber dicho nada.” Ella tomó mi mano. "No, no. Solo lamento que hayas pasado por todo eso. Eres tan valiente y ni siquiera lo sabes.” Sus manos eran cálidas. "Si no fuera porque Jason me sacó de ese avión ..." me detuve. No necesitaba terminar mi oración.

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Diablos, en primer lugar no debería haberla empezado. "Está bien, suficiente sobre eso. Hablemos de lo bueno. Centrémonos en el rancho.” Piper asintió, pero sus ojos se lanzaron a mi frente, a mi costado y a mi pierna. Estaba pensando en mis heridas y mis cicatrices. Nunca volvería a usar un bikini y los shorts para correr ya no estaban en mi lista. No podía hacer nada acerca de la cicatriz sobre mi ceja, así que la usé como una insignia de honor, según la evaluación inicial de Piper de que las cicatrices eran atractivas. "¿Qué debo llevar?" Ella preguntó. "Sólo ropa. Yo recomendaría jeans para montar. El pelo de caballo es más puntiagudo y más sudoroso de lo que recuerdo. Y un sombrero. ¿Tienes sombreros?” "Una gorra en algún lugar, creo," dijo. "Eso servirá. Se supone que estará soleado este fin de semana. Ah, y la mamá de Jason hará la comida más increíble. Y luego estarás perezosa el Martes," le dije. Como todavía estaba de pie, decidí que probablemente era una buena idea irme. Tiré mi botella en la papelera de reciclaje y agarré mi esterilla. "¿Te vas?" Piper sonaba sorprendida y algo triste. "Sí, tengo un día ocupado en el trabajo mañana. Estamos probando cosas nuevas que no estoy segura de que funcionen, así que necesito estudiar los valores y cosas así." No quería aburrirla con mi trabajo porque realmente no era emocionante a menos que estuvieras en bienes raíces. "Gracias por pasar el rato conmigo esta noche. Disfruto la compañía.” Su sonrisa era tan genuina que no pude evitar abrazarla. "En cualquier momento. Hablaré contigo pronto.” Me alejé rápidamente y aparté los ojos. Mi intento de una salida elegante fue frustrada por Clifford, quien decidió pasar por mis piernas y hacerme tropezar. Me agarré antes de caer completamente. Piper se rió detrás de mí. Señalé hacia Clifford. "Mira, bestia, he sobrevivido a caídas más grandes. Buen intento.” Le guiñé un ojo a Piper y salí. ****** Treinta minutos antes de que comenzara el yoga, le envié un mensaje a Piper. Odio tener que faltar al yoga esta noche. Se estaba trabajando hasta tarde. Teníamos compradores que estaban considerando invertir en lugares en Denver, y el agua siempre atraía mucho interés. Los precios en el centro de la ciudad eran demasiado elevados y con el XWPColección: Página y Facebook

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crecimiento de las pequeñas empresas, los edificios comerciales en los vecindarios emergentes empezaban a generar mucho interés. Te lo pondré muy difícil la semana que viene. ¿Por qué es que te creo? Porque soy dulce y confiada. Ella siguió eso con un emoticón demonio púrpura sonriendo, bueno, diabólicamente. *

Rodar de ojos*

"Shaylie, cuando estés lista." Travis asomó su cabeza hacia mi oficina. Levanté la vista y asentí. Esperaba que mi mirada fuera pasiva, pero esa sonrisa cursi apareció en el momento en que Piper me envió un mensaje y Travis probablemente lo vio. Lo seguí a la sala de conferencias. Estábamos en un descanso de diez minutos de una conferencia telefónica con clientes de Salt Lake City. "¿Ya estamos todos?" Travis preguntó a la habitación. Brittany asintió y señaló el teléfono de SoundStation donde estaba nuestra llamada en espera. Nuestros clientes, Penshaw & Fern, querían consolidar sus oficinas en el área de Denver pero querían evaluar nuestra opinión sobre el espacio disponible. Tenían una oficina en el centro, una en Englewood y dos en Littleton, pero estaban considerando comprar un edificio en lugar de rentar cuatro oficinas. A la larga, les ahorraría dinero, pero encontrar el lugar perfecto sería un desafío. "Shaylie vio algunos edificios el mes pasado que tienen potencial," Peter dijo. Me animé cuando escuché mi nombre. "Sí. Thornton tiene un área prometedora con edificios comerciales y alrededor de media docena de antiguos almacenes de dos y tres pisos que se convirtieron en condominios realmente geniales. Los vecindarios de viviendas unifamiliares están a menos de un kilómetro y medio de distancia de la plaza. Siento que hay una inversión sólida.” "Pero eso significa que cualquier empleado que trabaje al sur del centro de Denver tendrá un viaje más largo," el propietario de Penshaw & Fern dijo. Puse los ojos en blanco y silencié mi suspiro. "Entonces tendrás el gasto adicional de la ubicación. Podemos encontrarle algo en el centro, pero no estará dentro de su presupuesto." XWPColección: Página y Facebook

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Travis me lanzó una mirada para recordarme que no era mi reunión. Me encogí de hombros. Estaba diciendo la verdad. Tendrían que pagar una prima por el espacio en el centro de la ciudad o comprar algo a 16 kilómetros al norte y tener fondos para renovar. No me pareció una decisión difícil. "Podemos revisarlo. Danos unos días para llegar a algo. Te llamaré el Viernes.” Travis terminó la llamada y se volvió hacia nosotros. "Muy bien, ya escucharon al cliente. Echemos un vistazo a todas las propiedades en venta o arrendamiento y veamos qué podemos encontrar." "¿Quieres que involucremos a otros agentes inmobiliarios o simplemente nos atengamos a nuestras cosas por ahora?" Recogí mis carpetas y notas. Miré mi reloj. No había tiempo suficiente para ir al yoga. Haría un rápido trote alrededor del vecindario. Me encontré comiendo mejor, saltándome donas en el trabajo y haciendo abdominales y pesas en casa. Aunque me decía que era para ponerme en forma, tenía muchas ganas de bajar unos cuantos kilos para sentirme atractiva. Quería que se fijaran en mi. Mierda, a quién estaba engañando? Quería que Piper me viera como más que una amiga. Todas las demás mujeres en su vida estaban en una forma impecable. No me veía mal. Solo me veía blanda. "Qué pasen buenas noches." Salí de la sala de conferencias. "Espera, Travis está esperando tu ayuda en esto." Brittany casi me persiguió por el pasillo. Me detuve. "Ustedes pueden sentarse aquí y mirar libros, pero voy a manejar hasta que vea algo que creo que funcionará. El tráfico será ligero ya que es después de la hora pico y quién sabe? Tal vez surja algo nuevo de lo que no sepamos.” Sonreí con dulzura, bateé mis pestañas un par de veces y atravesé la puerta principal. Odiaba trabajar allí.

CAPÍTULO QUINCE "¿Qué es esto?" Piper abrió la puerta del pasajero y miró el sombrero en su asiento. Se veía adorable en jeans y una blusa sin mangas. Su cabello ondulado estaba suelto alrededor de sus hombros. Incluso tenía botas de vaquero. Realmente también yo necesitaba un par. Me incliné sobre el reposabrazos para verla mejor. No me decepcionó. "Es un sombrero de vaquero. ¿O es sombrero de vaquera? De todos modos, es solo un sombrero para usar

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en el rancho. También tengo uno.” Señalé el sombrero en el asiento trasero junto a mi bolsa de viaje. "Entra." Se puso el sombrero y se metió en el coche. "¿Qué te parece?" "Luces como una vaquera." Aparté mis ojos de ella para unirme al tráfico. "Deberíamos llegar allí a las dos y media. Le envié un mensaje a Marisa para que sepa cuándo esperarnos.” “Gracias de nuevo por invitarme. No he estado tan emocionada en mucho tiempo," Piper dijo. Se quitó el sombrero y lo puso en su regazo. "Siento que bloqueará tu vista. Me lo pondré cuando lleguemos al rancho.” Ella pasó los dedos sobre el fieltro con cuidado, como si lo estuviera atesorando. Sonreí más. "Todos merecemos un descanso. ¿Cómo fueron tus clases?” "Bien. Acabo de comenzar una nueva clase avanzada, así que fue agradable esforzarme,” dijo. "Nadie alguna vez ha dicho fue agradable esforzarme," le dije. Ella golpeó su codo suavemente contra mí. “Te gusta el yoga y lo sabes. Has avanzado mucho. Pronto estarás lista para una clase avanzada." Ambas sabíamos que ella estaba mintiendo. Renuncié pronto cada vez a través de cada postura. El yoga no era lo mío, pero las mujeres hermosas con cabello largo y oscuro y ojos únicos sí lo eran. “¿Qué otros negocios hay en tu edificio?” Me di cuenta de que solo presté atención a Bodhi aunque había estado allí una docena de veces. “La papelería está al lado, y combinados, ocupamos el primer piso. El segundo piso es una firma de arquitectos, una pequeña empresa de ingeniería y una de negocios en internet." "Entonces, está bastante lleno," le dije. “Creo que hay un espacio de oficina vacío, pero se rentará rápidamente. Tendré nuevos vecinos para fin de mes. El vecindario está en auge."

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Nos sentamos en un amistoso silencio hasta que salimos del tráfico y nos dirigíamos al Rancho Doogan. Una vez que salimos a la carretera, Piper me entretuvo con su conocimiento del área y los lugares en los que había estado de niña. "Me perdí aquí una vez," dijo. ¿De adulta o de niña? ¿Qué pasó?" “Mi familia fue a acampar justo en las afueras del Parque Nacional Rocky Mountain y estuve vagando. Tenía ocho años y vi un venado que sabía que era Bambi. Tuvieron un grupo de búsqueda para mí y todo.” Señaló una de las entradas del parque. "Estábamos a unos ocho kilómetros por ese camino, pero me encontraron al otro lado de la carretera." "Santa mierda. ¿Cuánto tiempo estuviste perdida?” "Alrededor de un día. Me escondí de la gente porque cuando eres un niño, los adultos siempre te dicen que te mantengas alejado de los extraños. Me escondí en la maleza y crucé el camino cuando estaba oscuro.” “Apuesto a que tus padres estaban felices de encontrarte. Y estoy segura de que también te metiste en problemas.” Bajé la velocidad porque el giro para llegar al Rancho Doogan estaba justo por la colina. "¿Ya llegamos? Eso fue realmente rápido.” Piper miró la inmensidad que nos rodeaba. "Me alegro de que estés conmigo. Tendría demasiado miedo de hacer este viaje sola.” Me estiré y apreté su mano. "No me importaba esperar. Además, el tiempo voló contigo a mi lado." Piper tuvo la misma reacción que yo tuve cuando vine al rancho la primera vez: asombro total. Le dije que me sentí transportada instantáneamente a Wyoming en el siglo XIX. "Oh, Dios mío. Este lugar es hermoso. Y tan grande." Di un rápido bocinazo y estacioné al lado de la casa. Jason y Marisa salieron del establo a caballo con dos caballos ensillados a cuestas. Piper y yo salimos del coche. "¿Ya? Pero acabamos de llegar," me quejé. Jason se echó a reír mientras se bajaba del caballo para abrazarnos a ambas. "Deja tus cosas aquí. Las recogeremos más tarde. Tenemos que aprovechar cada minuto para que Piper obtenga el efecto completo de ser una ranchera."

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Piper me miró, sus ojos llenos de emoción y felicidad. Me derretí. "Shaylie nos consiguió sombreros," dijo y se dio una palmada en la cabeza. Me encontré con la mirada de Marisa y le guiñé un ojo. "Tuve exactamente lo mismo." Puse los ojos en blanco para restarle importancia al momento, pero Marisa me conocía demasiado bien. Ella estaba tan a favor y en contra sobre Piper. Basado en la ceja arqueada y los labios apretados, este no era un momento cálido. Ya me enteraría de eso más tarde. Vi a Piper montar el caballo como una profesional. Jason ajustó los estribos a su altura y le entregó una cantimplora. “Solo ata esto a la silla. Tendrás acceso a él cuando quieras.” Él se giró hacia mí y me subió en Betsy el caballo antes de que supiera que iba a hacerlo. "¡Jason!" Grité. Él se rió. Me sonrojé ante Piper, quien trató de ser comprensiva pero se rió con los demás. "Ustedes son malos." Me ajusté el sombrero, tomé la segunda cantimplora de Jason y presioné mis talones contra Betsy. Para mi sorpresa, ella se apegó a mi orden y salió al trote. Me incliné y le froté el cuello, agradeciéndole por hacerme ver bien mientras me agarraba al cuerno de la silla y me sostenía como si me fuera la vida en ello. Jalé de las riendas para frenarla y esperé a que los otros tres me alcanzaran. "Pensé que solo habías montado un caballo una o dos veces antes," Piper dijo cuando su caballo, Totem, se detuvo junto a Betsy. "¿De verdad? Recuérdame que le dé una zanahoria a Betsy por hacer una salida tan genial." "Totalmente genial. Marisa todavía está allí atrás asombrada.” Piper miró hacia atrás. Marisa y Jason estaban a unos seis metros detrás de nosotras sin una clara intención de alcanzarnos. "Ese sombrero te queda bien." Me detuve antes de decirle todas las razones de porque. Hice un gran trabajo escogiéndolos. Mi sombrero era unos tonos más oscuro que el de ella, pero el estilo era el mismo. Tuve que adivinar sobre el tamaño. Éramos muy similares en altura y estructura corporal, así que encontré uno que me quedara y también agarré el suyo. No me importó que fueran caros y que vinieran con una caja de almacenamiento a prueba de golpes que también valía una pequeña fortuna. Los dejé en mi casa por temor a que Piper pensara que me estaba esforzando demasiado. Lo estaba, pero no quería que el resto del mundo lo supiera.

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"Ya lo amo. Gracias," ella dijo. Bajé la mirada hacia sus labios carnosos y rojos y me esforcé tanto de no pensar en inclinarme hacia ella y besarla. Le guiñé un ojo y reduje la velocidad de Betsy hasta que Jason y Marisa nos alcanzaron. "¿No se supone que debes contarnos la historia del rancho y todas las cosas?" Le pregunté a Jason. "Te adelantaste corriendo, así que pensé que lo ibas a hacer por mí." "Sé dos cosas. Este rancho es enorme, y tu madre es la mejor cocinera.” Me dirigí a Piper. "¿Qué más quieres saber?" "Tal vez un par de cosas más. Como cuánto tiempo ha estado aquí el rancho? ¿Cuántas cabezas de ganado tienen? Cuantos caballos Cuántos trabajadores? Qué hacen en el invierno Ya sabes, cosas normales," Piper dijo. Jason se acercó a Piper y comenzó la gira. Reduje la marcha para andar junto a Marisa. "¿Qué tal fue tu noche?" Marisa me sonrió maliciosamente. "Estoy sorprendida de poder subirme a este caballo hoy." Gruñí. "Yo pregunté." "Jason nos preparó una buena cena y acampamos a unos tres kilómetros de distancia, cerca del arroyo," dijo. "Acampaste? ¿Afuera? ¿Bajo las estrellas? Jason es tan romántico." "Oye, tal vez fue mi idea," dijo. Las dos nos reímos. Marisa tenía miedo de los bichos y de cualquier cosa salvaje. "¿Qué pasa con los leones de montaña? ¿U osos? ¿O desconocidos?” Pregunté. "Jason tiene un arma, y los caballos nos habrían alertado si hubiera algo cerca," dijo. "Mírate. Toda country y esa mierda. Me encanta. Pareces relajada y feliz," le dije. Ella extendió la mano y apretó mi brazo. "El realmente me gusta."

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"¿Es la cosa del rancho un problema? Quiero decir, es un poco imposible para él mudar su trabajo a Denver y probablemente no haya muchos trabajos de detective por aquí. ¿Ya han hablado del futuro? ¿O es demasiado pronto?" "Realmente no hemos hablado de eso. Solo nos conocemos desde hace tres meses, por lo que estamos tratando de tomarnos las cosas con calma. Pero, Shaylie, es difícil. Es tan difícil no abrirse con él y lanzarse con los pies por delante." Lo entendí completamente porque estaba haciendo exactamente lo mismo con Piper, solo que ella no lo sabía. Estaba enamorada de una mujer que no me veía como más que una amiga. No podía verme más que como una amiga por algo que trágicamente nos unió. Incluso si terminaba siendo un amor no correspondido, no quería dejarla ir. "Sin embargo, podría verte aquí arriba en el rancho, montando caballos y limpiando compartimentos." Ella me empujó e inmediatamente me agarró cuando perdí el equilibrio y casi me caigo de Betsy. "Oye. Este nuevo modelo no quiere romperse nada más por un largo tiempo. Nunca, si es posible." "Lo siento." Marisa parecía tan preocupada. "Estoy bien. He sobrevivido caídas desde más de cinco pies del suelo," dije. Ella hizo un ruido extraño y la miré. Las lágrimas brotaron de sus ojos y su barbilla se estremeció ligeramente. Puse mi mano en su pierna. "Está bien, Mar. Estoy bien. Sobreviví. No vas a lastimarme.” "Lo sé. Aunque siempre estaré preocupada por ti. Casi te perdemos.” Se apartó una lágrima errante de la mejilla. "Te quiero. Se necesitará más que un accidente de avión para sacarme de tu vida," dije en voz baja. No quería que Piper me escuchara por obvias razones. "Yo también te quiero. Pero y si me mudo aquí? ¿Qué pasa si tengo que elegir entre nuestra vida en común y una vida con Jason? No puedo perderte.” Su confesión hizo que me doliera el corazón. “Si te mudas aquí, te veré todo el tiempo. Sabes que eres la única a quién quiero en esta vida. Hemos pasado por mucho. Nunca vas a deshacerte de mí. Estarás a menos de dos horas de distancia. No te preocupes por mi. Tú ocúpate de ti.” XWPColección: Página y Facebook

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"No puedo dejarte sola." "No estoy sola. Sabes que estoy casada con mi trabajo. Tengo nuevos amigos y me estoy diversificando. Prometo que estaré bien. Si quieres estar aquí con Jason, entonces hazlo. Siempre nos hemos cuidado mutuamente. Además, cuándo no he alentado sobre el amor?” Marisa tomó mi mano. “Te encontraremos a alguien. No nos estamos haciendo más jóvenes.” “Mierda, has estado hablando con mi madre otra vez?” ****** “Jason, este rancho es magnífico. Muchas gracias por invitarme," Piper dijo mientras caminábamos con los caballos de regreso al establo. "Gracias por venir. Todas ustedes son bienvenidas aquí cuando sea.” Pasó varios minutos mostrándonos cómo quitar la brida a nuestros caballos. Llenamos cubos con agua para que bebieran y los limpiamos con una manguera antes de cepillarlos. Sonreí por lo juguetones que estaban con el agua, incluida Betsy. "Es por eso que siempre tengo que ducharme después de montar," él dijo. Revisó todos los cascos de los caballos en busca de piedras o aglomeraciones de tierra y los limpió con un instrumento en forma de gancho que parecía más un arma homicida que una simple herramienta de limpieza. "O podría ser que solo montáramos caballos sudorosos durante dos horas." Olí mi camisa y arrugué mi nariz. "Bienvenida a la vida del rancho. Entra y dúchate. Tú y Piper agarren el departamento. Marisa se quedará conmigo.” Él meneó las cejas y le guiñó un ojo. Me tapé los oídos y canté una canción porque no quería escuchar sus planes con mi mejor amiga. Piper agarró nuestras bolsas. Ambas teníamos simples mochilas ya que era solo de una noche. "Este lugar es hermoso." Piper lentamente giró su cabeza de lado a lado para tener una vista completa. “Nos alojamos en un departamento que está detrás de la casa. Si nos escabullimos por atrás, podemos asearnos antes de que Virginia nos encuentre. Me gustaría estar limpia

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cuando la vuelva a ver.” Piper me siguió por atrás. Nos metimos en el departamento con aire acondicionado y dejamos caer nuestras mochilas en el sofá. "Hay dos habitaciones. Puedes tener esa.” Señalé a la más cercana a nosotros. "Y mi habitación está más allá de la cocina. Ambas tienen baños, así que me voy a bañar y nos vemos aquí en un momento." Piper sonrió y tocó suavemente mi brazo. "Has agarrado un poco de sol. Probablemente esto va a doler en unas pocas horas." Los escalofríos que surgieron cuando me tocó fueron difíciles de ocultar. “El aire fresco es muy evidente. Cada vez que me quemo, no puedo entrar en calor." "La próxima vez me aseguraré de que también te pongas bloqueador solar," dijo. Recogió su bolso y se dirigió a su habitación. "Te veo en un rato." Cerré la puerta de mi habitación y saqué ropa limpia de mi bolso. La capa de polvo en mi piel también estaba en mi cabello, así que me bañe a fondo. Me apresuré porque no quería hacer esperar a Piper. Ella todavía tenía que conocer al resto de la familia de Jason. Me cepillé el cabello. El sombrero había bloqueado el sol de mi cara, pero mis brazos estaban rosados y me ardían un poco. Me puse loción en ellos, me puse mis sandalias y salí de mi habitación. Encontré a Piper parada en la ventana mirando uno de los corrales donde algunos rancheros estaban trabajando con un caballo. Su cabello estaba húmedo y colgaba sobre un hombro. Tuve la urgencia de pasar los dedos sobre el porque era muy espeso y bonito. Miré por la ventana con ella. "Me están empezando a gustar los caballos, pero mis muslos están destrozados," dije. Piper se volvió y me sonrió. "Y yo que pensé que te había estirado lo suficiente en yoga. Voy a tener que trabajar más duro." Arqueé mi ceja por costumbre ante la ligera insinuación. Retrocedí un poco por temor a estar demasiado cerca, que su cercanía me hiciera hacer algo estúpido. Me di la vuelta y me dirigí a la cocina. "¿Quieres un agua?" "Por supuesto. ¿A qué hora es la cena?" "¿Ves? Es el aire, o estar bajo el sol, o montar a caballo, pero me muero de hambre cuando estoy aquí y como todo lo que veo.” Le entregué un vaso con hielo y una botella de agua.

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"Bueno, solo tendremos algunas comidas aquí, así que creo que podemos ser excesivas," dijo. Miré descaradamente mientras ella bebía la mitad del vaso de agua sin detenerse. Su piel era pálida y encantadora y el deseo de tocarla era fuerte. Me alejé de nuevo. Piper me estaba volviendo loca y ella no tenía ni idea. Se veía tan adorable que suspiré audiblemente. Llevaba unos jeans ajustados y nuevos que ceñían sus caderas y muslos. Sus botas vaqueras estaban pulcras y libres del polvo que las había cubierto hacía treinta minutos. La camisa de color óxido que dejó desabotonada con las mangas enrolladas mostraba su figura, y la camiseta blanca debajo se aferraba a sus pechos y abdomen. Pude ver un atisbo de escote cuando se inclinó para arreglar el dobladillo de sus jeans. Tragué saliva. Ella se veía increíble. Parecía que me iba al supermercado. Agarré mi dona del pelo de la muñeca y comencé a jalarlo, pero ella me detuvo. "Déjalo suelto. Es tan lindo largo y suelto," dijo. Me sonrojé y dejé la dona en la encimera. "Si estás lista, vamos a conocer a la familia." Piper me ponía tan nerviosa. Ella era tan segura. Mi estómago se estremeció a su alrededor. Internamente, era un desastre. Abrí la puerta al resto de la casa. Ella la atraveso y me esperó en el vestíbulo. "Shaylie, estás aquí." Alison corrió y apretó mis muslos. "Hola, nena. ¿Cómo estás? ¿Acabas de levantarte de una siesta?” La levanté y la apoyé en mi cadera. Ella era pequeña para sus cuatro años, así que no puso tensión en mi espalda. "¿Quieres conocer a mi amiga?" Esperé a que Alison asintiera. "Alison, esta es mi amiga Piper. Piper, esta es mi amiga Alison.” Alison extendió la mano para que Piper la estrechara. "Hola, Alison. Encantada de conocerte. Eres adorable.” Piper juguetonamente jaló de la manga de Alison. Me di cuenta de que quería estrujarla porque esa fue también una de mis primeras reacciones cuando conocí a Alison. "Alison es la Srta. Espuela en el rodeo aquí en la ciudad," dije con orgullo, a pesar de que no sabía nada al respecto. "Oh, ¿cómo conseguiste ese título?" "Até a una cabra más rápido," Alison dijo. "¿No fue un concurso de talentos?" Pensé que era un concurso de belleza. XWPColección: Página y Facebook

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"Ese fue mi talento," dijo con confianza. Miré a Piper y negué con la cabeza. "No estaba lista para eso. Acabo de ver su listón y la tiara en exhibición la última vez que estuve aquí." "Eso es genial. Felicidades. Debes estar orgullosa y destacada," Piper dijo. Ella fue genial con Alison y le dio todas las expresiones correctas y exageradas. "Lo estoy. Es algo importante.” Alison asintió, seria por un momento. "Es algo muy importante," Piper dijo. Podría decir que ella se moría por cargar a Alison y probablemente lo haría al final de la noche. "Entonces, qué hay para cenar? ¿Dónde están tu abuela y tu tío?” Alison se puso un dedo en la boca mientras pensaba en ello. "La abuela está en la cocina y el tío Jason está arriba con la tía Marisa." Me giré hacia Piper y arqueé una ceja ante el título de Marisa. Ella arqueó su ceja hacia mí. Eso era noticia y solo podían significar cosas buenas. “¿Sabes qué hay para cenar?” Pregunté. “Algún tipo de carne y puré de papas. Y algunas otras cosas,” dijo. "Necesitas ser una mejor espía para mí." "Puedo ser un buena espía." Ella frunció el ceño con determinación. "Sé que puedes." La puse con cuidado en el suelo. "Adelante. Te seguimos,” le dije. Alison se escabulló y la seguimos a la cocina. Virginia me saludó con un cálido abrazo. "Shaylie, me alegro de verte. Y tú debes ser Piper.” Virginia extendió la mano y estrechó la de Piper con ambas de las suyas. "Bienvenida a nuestra casa. Toma asiento, señoritas.” "¿Podemos ayudar con algo?" Estaba ansiosa por participar solo en la preparación de la comida para poder robar bocados antes de la cena. Mi estómago retumbó durante un momento de silencio y quise caer al suelo avergonzada. "¿Te gustaría algo de comer como tentempié?" Ella preguntó.

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Gruñí. "Escuchaste eso, ¿eh? Me salté el almuerzo porque sabía que la cena iba a ser increíble, pero no me di cuenta de que Jason nos haría montar tan pronto como saliéramos del auto." Virginia me indicó que me sentara, sacó un bizcocho de una canasta calentadora y deslizó la bandeja de mantequilla y un cuchillo frente a mí. Piper rechazó la oferta y dijo que comió una barra de proteína antes de que yo la recogiera. "Odias los carbohidratos, ¿no?" Le pregunté después de darle un mordisco justo delante de ella. "¿Estás bromeando? Los amo. Simplemente no puedo permitírmelos," Piper dijo. Resoplé y di otro mordisco. "Mmm. No sabes de lo que te estás perdiendo. Además, te ves muy bien. Un panecillo no te matará.” Dejé de hablar porque me di cuenta de lo que acababa de decir. Elección de palabras. Hicimos contacto visual y no pude distinguir las emociones en su rostro, pero no eran buenas. "Lo siento. No quise decir eso." "Piper, Jason me dice que eres una instructora de yoga y que tienes tu propio estudio. Eso es muy impresionante." Gracias a Dios por Virginia con la salvación. "Sí, Bodhi. Es mi trabajo ideal. Me encanta todo al respecto. Shaylie está tomando una de mis clases. Está haciendo un buen trabajo, pero con estos carbohidratos, entiendo por qué siempre es la última en levantarse de las esterillas e irse a casa." "Perezosa aquí." Levanté mi mano. "Y soy mala en el yoga y ambas lo sabemos. No voy a durar el viaje en bicicleta. Debería cancelar ahora y quedarme en casa y comer pizza y helado." Piper alzó su ceja hacia mí. "Vas a ir y te va a gustar." Se giró hacia Virginia para explicárselo. “Durante el fin de semana del Día del Trabajo, cuatro amigas y yo vamos de campamento en bicicleta. Finalmente convencí a Shaylie para que fuera, pero está tratando de encontrar todas las razones para no hacerlo." "Suena divertido, y sé que eso es exactamente lo que necesitas. Un poco de diversión.” Virginia apretó mis dedos suavemente, como un padre amoroso. "Ahora termina antes de despejar la cocina para la cena." Le ofrecí a Piper el bocado final, pero ella negó con la cabeza. Puse los ojos en blanco y me lo metí a la boca. Gemí mi agradecimiento por su sabor. Piper sonrió ante mi alegría. Me encogí de hombros y puse mi plato en el fregadero, mi hombro apenas rozó el suyo mientras caminaba de regreso a mi silla.

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"Entonces, tienes protección cuando acampas? ¿Estás preocupada por encontrarte con leones de montaña u osos?" Virginia preguntó. Cristo, ni siquiera había pensado en eso. "Hemos estado haciendo esto durante varios años y no hemos tenido roces con la vida silvestre que no sea una familia de mapaches que robaron nuestros Kisses de Hershey una noche. Ha sido bastante tranquilo," Piper dijo. "Por supuesto, la naturaleza no ha conocido a Shaylie Beck, ni sus amigas," le dije. "Bueno, algunas de nosotras te conocemos," Piper dijo. Dejé caer mi cabeza en mis manos y gemí de nuevo. "Ni siquiera lo mencionemos." Virginia, que estaba a mitad de camino a través de la cocina lidiando con una falda (Tipo de corte) de carne, se levantó. "¿Oh? ¿De qué trata eso?" "Nada." "Le arreglé una cita a Shaylie con una de las instructores de yoga y al parecer no salió bien. Estaba segura de que habría una conexión," Piper dijo. Ella finalmente se sentó en la silla a mi lado. Virginia miró de un lado a otro entre nosotras. Miré mi vaso y evité el contacto visual. Ella lo supo. Piper no tenía ni idea. Una pequeña sonrisa se posó en los labios de Virginia y asintió. "Estoy segura de que Shaylie encontrará a alguien pronto. Es demasiado bonita e inteligente para estar soltera por mucho tiempo." "Oh, basta. Finalmente me di cuenta de que el trabajo no lo es todo. Así que ahora me centraré en mí y en lo que quiero.” Mis mejillas se sonrojaron. Agarré una servilleta para tener algo en mis manos. Quería que cualquier distracción me impidiera pensar que Piper estaba a solo quince centímetros de mí, ajena a mi enamoramiento. "¿Qué quieres?" Piper preguntó. Mi corazón latía frenéticamente. “Quiero lo que todos quieren. Para siempre. El final feliz. El apresurado ‘no puedo esperar para llegar a casa contigo’ cuando hablas por teléfono o la emoción cuando entras en el camino de entrada y sabes que la verás en solo un minuto." No pude mirar a ninguna de las dos mujeres.

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"Abuela, cuando es la cena? Shaylie y yo tenemos hambre.” Alison regresó a la cocina, rompiendo la crudeza de mi confesión. Me sentí tan aliviada de su llegada que me eché a reír y me puse de pie. "Sí, vamos a poner la cena en la mesa. ¿Qué puedo hacer?" Virginia debe haber escuchado la ansiedad en mi voz. Ella me dirigió al horno. "¿Puedes por favor sacar la carne? Las agarraderas de cocina están en el primer cajón." Me ocupé de poner la comida en la mesa. Virginia tocó el timbre y Piper entretuvo a Alison. Intenté no prestarles atención, pero la voz de Piper era baja y tranquilizadora y me sorprendí observando su interacción más de una vez. Piper era muy paciente y Alison estaba tan enamorada de ella. Era una belleza digna de suspiro. "¿Por qué tardaste tanto?" Le pregunté a Marisa cuando ella y Jason finalmente entraron en la cocina. Ella tuvo la decencia de sonrojarse. Ignorándome, Marisa se acercó a Piper. "¿Qué te pareció el paseo? ¿Estás adolorida como la debilucha por allá?” Ella me señaló por encima del hombro. Les fruncí el ceño y puse mala cara. "Yoga," Piper dijo. Me detuve de rodar los ojos. "Bueno, estoy bien, gracias por preguntar. No estoy adolorida en absoluto." "No dejes que esas damas te afecten," Jason se inclinó y susurró. “Sé de primera mano que Marisa está adolorida por montar a caballo, pero no lo admite. Y no lo olvides, ella ha estado montada en un caballo casi todos los fines de semana desde estuviste la vez pasada.” Me tomó de la mano y me acompañó a la mesa. Le sonreí a Marisa cuando pasamos junto a ella. Ella me sacó la lengua. Dijimos la oración de la cena y le hincamos el diente al banquete de carne, puré de papas, salsa, dos verduras y galletas calientes. Piper se sentó frente a mí. Su plato no estaba tan lleno como el mío, pero me impresionó su tamaño de las porciones. Después de ver su reacción después del primer bocado, dije, "Te dije que la comida es fabulosa." Ella se tapó la boca y asintió. "No estabas bromeando. Esto es fantástico.” Piper apuntó su tenedor hacia su plato. "Virginia, gracias de nuevo por la cena. Shaylie y yo estábamos hablando de lo difícil que es cocinar para una persona. Esto es grandioso."

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"Para que lo sepas, Virginia nos va a cargar con los restos. Y no voy a luchar contra ella por eso.” "Bien. Iré a cenar esta semana.” Casi dejo caer el tenedor ante la mirada que me dio. Fue fugaz, pero lo sentí. Miré a mi alrededor, casi con culpabilidad, para ver si alguien más lo vio o si era solo una ilusión. Marisa empujó su pierna contra la mía. Ella también lo vio. "Sabes que siempre eres bienvenida." Marisa empujó contra mí de nuevo. Vi a Jason tocar su rodilla. Tal vez él estaba de mi lado. "Guarda espacio para el postre y los s'mores después de la puesta de sol," Jason dijo. Esa buena noticia no me impidió limpiar mi plato. Sin embargo me detuvo de estirarme por otro. ****** "Elogios de Virginia." Le di a Piper una manta que ella extendió sobre sus rodillas. Aunque era Agosto, cuando se ponía el sol, las noches se ponían frías. La fogata proporcionó calor, pero tenía escalofríos de las quemaduras solares. Jason me prestó una camisa de franela de manga larga que me quedaba más como un vestido, pero aún así lo aprecié. La moda no era algo en un rancho, aunque Marisa siempre se veía fantástica. Ella llevaba unos jeans y una camisa ajustada de franela que acentuaba su pequeña cintura y sus bonitos pechos. Diferentes botas, me di cuenta. Eran nuevas y hermosamente hechas a mano. Todos llevaban botas excepto yo. Yo llevaba sandalias Eran sandalias de atletismo, pero yo definitivamente era una forastera. Me incliné hacia Piper. "Llévame a comprar botas. Me veo y me siento ridícula." Se inclinó tan cerca que podría haber girado la cabeza y besarla. El alcohol fluía libremente y Piper se complacía. Habíamos comido s'mores hace aproximadamente una hora, pero mi estómago no podía manejar el alcohol después de los dos s'mores enfermizamente dulces. Yo era la única que no bebía. "Te ves muy bien, pero claro, te llevaré," Piper dijo. Ella miró mis labios. La sonrisa torcida en su cara era tan malditamente linda. Quería acercarme y tocar sus labios, sentir su suavidad bajo mis dedos. Las amigas hacían eso, ¿verdad? No, no lo

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hacían, me recordé. Era tan difícil tener en cuenta que ella no estaba disponible, especialmente cuando me miraba de esa manera. "Está bien, esta semana. Dudo que vuelva a estar aquí antes de nuestro viaje, pero necesitaré tiempo para acostumbrarme." "Hablas como una verdadera vaquera." Piper chocó su vaso con mi botella de agua. Apoyó la cabeza en mi hombro y me olvidé de respirar. Tomé pequeñas jadeos para que mis hombros no se movieran arriba y abajo e interrumpieran el momento. Me negué a hacer contacto visual con alguien así que me quedé mirando el fuego y pensé en los últimos tres meses y medio. Había sobrevivido cayendo del cielo. Debería haber estado abrazando la vida y tomando todas las oportunidades. En cambio, estaba sentada junto a una fogata bajo el cielo nocturno de Wyoming, suspirando por una chica que no estaba disponible pero cuya mera presencia me volvía a poner en picada.

CAPÍTULO DIECISÉIS "¿Cómo lo llevas?" Piper frenó y esperó a que la alcanzara. "Mírame." Pude sentir el sudor que corría por mi espalda, alrededor de mis sienes, y acumulándose entre mis pechos. El sujetador deportivo que compré hizo que mi escote se viera genial, pero era incómodo y la camiseta que llevaba encima me picaba y mostraba todas las marcas de sudor. Yo era un completo desastre. "No voy a ducharme durante días y estoy de mal humor." “Nos lavaremos en el arroyo cuando acampemos. Lo estás haciendo genial. Mejor de lo que esperaba,” dijo. "Estoy demasiado cansada para estar insultada, pero debes saber que cuando esté descansada, vamos a hablar de esto." Me volví a subir a la bicicleta y pedaleé en silencio hasta que llegamos al campamento. Me saludaron con un aplauso y un agua fría. "Bien hecho, Shaylie." Lani me dio unas palmaditas en la espalda. Me senté en una roca grande y estiré las piernas. "Estoy enojada con todas y cada una de ustedes." Ellas fingieron inocencia.

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"¿De qué estás hablando?" Cheryl, la esposa de Meagan y una de las de mejor condición de Denver, bateó las pestañas hacia mi. “¿Cuarenta y ocho kilómetros en un solo día? Ni siquiera en el pavimento? Eso es simplemente cruel." "Y estuviste genial." Piper apretó mi hombro mientras pasaba. "Estoy impresionada de que no te cayeras. En realidad, ninguna de nosotros mordió el polvo, así que fue un gran día,” Lani dijo. Me quité el casco y me sacudí el pelo. Estaba empapada. Necesitaba lavarme y enfriarme. "¿Cuál es el camino al arroyo?" Meagan señaló un pequeño camino a través de los árboles. "Está justo ahí abajo. No puedes perderlo." Gemí cuando me puse de pie y sacudí mis piernas. Mi mochila contenía muy poca ropa, pero tenía una camiseta seca y unos shorts que podía ponerme. Agarré mi toalla y me dirigí por el camino que Meagan señaló. Podía escuchar a las chicas reírse de algo, probablemente yo, en la colina. Até mi cabello hacia atrás en un moño rápido y me agaché para coger el agua y salpicarla en mi cara y cuello. Se sentía celestial. Me quité la camiseta, los zapatos y los calcetines y me metí. Suspiré por lo refrescante que se sentía. "¿Te sientes mejor?" Me di la vuelta para encontrar a Piper en la orilla con las manos en las caderas, sonriéndome. "Si hubiera sabido que esta era la recompensa, habría pedaleado más rápido." No me importaba que estuviera básicamente en sostén y shorts, y a ella tampoco parecía importarle. Continué sacando agua con las manos y salpicándome las piernas y los brazos. Traté de ignorarla cuando se quitó los zapatos y los calcetines y se metió a mi lado. "Esto se siente maravilloso." Piper encontró una roca plana y se sentó sobre ella. El agua cubrió sus piernas y hasta su cintura. Ella echó agua sobre su espalda y brazos, suspirando con cada salpicada.

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Intenté no mirar, pero ella era hermosa y yo estaba viva. La observé, sin disimular ninguna de mis emociones. Sus ojos estaban cerrados y si los abría, solo por un momento, vería la crudeza en mi mirada. Ella tenía que saber cómo me afectaba. Tenía que hacerlo. Suspiré y me dirigí hacia la orilla. Ella me salpicó cuando me dirigí hacia allí. "¿Ya te vas?" Preguntó. "Me he refrescado por ahora." Eso ni siquiera era la verdad. Ahora estaba más caliente, solo de mirarla, que cuando me bajé de la bicicleta. Agarré mi camiseta, me di la vuelta para quitarme el sujetador deportivo y rápidamente me puse la camiseta sobre mi cabeza. Cuando me di la vuelta, Piper me estaba mirando. "¿Qué piensas de Jamie?" Jamie no estaba en mi radar en absoluto. Ella era la amiga de Lani. Linda, pero apenas hablamos desde que nos juntamos para este viaje. "Realmente no la conozco." Me encogí de hombros y recogí mi ropa desechada, sacudiéndole el polvo aunque era inútil. Solo necesitaba mantener mis manos ocupadas y no concentrarme en la mujer semidesnuda sentada en un arroyo a unos metros de mí. "Ella es soltera y muy agradable." Levanté mi mano. "Basta. Por favor basta." "¿Qué quieres decir?" Se levantó y caminó hacia mí, el agua fría corría por su abdomen y piernas. "Piper, por favor. Simplemente no puedo.” Agarré mi toalla, la puse alrededor de mi cuello y me volví para regresar al campamento. Ella agarró mi mano y me detuvo en seco. "Háblame. Qué pasa?” Me di la vuelta y me paré justo frente a ella, completamente en su espacio personal. Ella no se movió. Yo tampoco. "Tienes que saberlo." "¿Saber qué?" Ella parecía realmente confundida. "No puedo hacer esto." Me di la vuelta de nuevo, pero ella me detuvo de nuevo.

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"¿Qué no puedes hacer?" La miré y suspiré. "¿En serio estás de acuerdo en que yo salga con tus amigas? ¿No te molesta en lo más mínimo?” "Bueno, en realidad no, no." "No quiero estar con tus amigas. Voy a sonar como una completa cabrona en este momento porque me gustas. Y no puedo. Perdiste a las dos personas que amas y todo en lo que puedo pensar es en besarte, y eso me convierte en una persona horrible." Levanté las manos con frustración. Se quedó parda frente a mí, su cara ilegible, así que hice lo que mejor hago. Divagué. "En serio, no sé qué hacer. No puedo dejar de querer estar cerca de ti. ¿Qué clase de persona soy?” Me alejé, pero ella me agarró del brazo antes de llegar lejos. Al instante me detuve. Me merecía lo que tuviera que decirme. "Shaylie, mírame. Por favor." La miré porque tenía que hacerlo. Podría haberme sacudido su leve agarre y enfurecido, pero había terminado de luchar. "No debería haber dicho nada. Lo siento." Cerca de las lágrimas, miré hacia abajo, avergonzada de mi debilidad. Sentí su mano bajo mi barbilla. Ella inclinó mi cabeza hacia arriba para que nuestros ojos se encontraran. “No quiero que en el último minuto desaparezca. Gracias por decírmelo." "Ugh. El temido gracias por decírmelo, pero vamos a permanecer como amigas.” Gemí y traté de dar un paso atrás. Me acercó más a ella esta vez. "Ahora es tu turno de parar. ¿Sabes cómo me siento? Perdí a mi prometida y a mi mejor amiga hace menos de cuatro meses, y todo lo que quiero hacer es pasar tiempo contigo. Así que, quién es realmente aquí la cabrona?” Me quedé boquiabierta ante su confesión, pero me quedé callada porque necesitaba más. Quería escuchar todo. Tenía miedo de que si decía algo, toda esta felicidad desaparecería como si la hubiera soñado. "¿Cuánto tiempo se supone que debo llorar? ¿Un mes? ¿Dos meses? ¿Cuatro meses? No sé la respuesta, pero me siento lista para seguir adelante. Quiero seguir adelante. Sigo viva y aunque todos esperan que llore durante mucho tiempo, no puedo. Y me siento culpable por querer estar cerca de ti. Por eso he estado tratando de emparejarte. Tal vez si encontraras a alguien, podríamos ser amigas y dejaría de pensar en ti de esa manera." Respiré hondo y pensé cuidadosamente en mis palabras antes de confesar. No quería asustarla, pero quería que supiera que los sentimientos eran mutuos. “Tenías que haber XWPColección: Página y Facebook

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sabido lo que siento por ti. Quiero decir, me inscribí en tu clase de yoga. Soy horrible en eso y sin embargo, sigo apareciendo dos veces por semana. Te escribo constantemente. Incluso en el rancho cuando pusiste tu cabeza en mi hombro, no me moví por miedo a que te apartaras. Me gustó tenerte tan cerca de mí.” Ella unió sus dedos con los míos y me acercó más hasta que nuestras frentes se tocaron. "¿Está mal que yo también quiera eso?" Suavemente solté sus manos y pasé mis dedos por sus brazos. Coloqué mis manos a ambos lados de su cuello. Ella se apoyó en mi toque. Pasé mi pulgar arriba y abajo por su lisa piel, asombrada de lo suave que era. No podía esperar. Tenía que probarla. Antes de que tuviera la oportunidad, sin embargo, sentí sus labios presionarse contra los míos. La apreté contra mí y le devolví el beso. Fue un primer beso perfecto. Cálido, gentil, y todo lo que quería. Cuando su lengua tocó brevemente mis labios, los abrí y chupé su labio inferior en mi boca. Nuestro beso se profundizó y jalé de su cuerpo al ras contra el mío. La sensación de ella en mis brazos me debilitó. Abrazarla era mejor de lo que imaginaba. Probarla trajo lágrimas a mis ojos. "¿Estás segura de esto?" Me aparté solo para averiguar su respuesta. Ella asintió y me besó más fuerte esta vez. Gemí dentro de ella, tropezando besándonos hasta que su espalda estaba presionada firmemente contra un árbol. Ella extendió su postura y me puse entre sus piernas, acercándome lo más posible a ella. Sus manos se enrollaron en el cabello que se había soltado de mi rápido moño, sosteniendo mi cabeza en su lugar mientras su lengua se hundía dentro de mi boca. No podía creer que esto estuviera sucediendo. Quería ir despacio, debería haber ido despacio, pero mi deseo por ella era demasiado grande. Me había estado obsesionando con ella durante meses y ahora aquí estaba, en mis brazos, besándome como nunca antes me habían besado. O al menos no que pudiera recordar. Cuando finalmente me detuve para que ambas pudiéramos respirar, me apoyé en ella, mi frente presionada contra la suya otra vez, y suspiré. "¿Estás bien?" Ella pasó sus dedos sobre mi cara, sobre mis labios. Sentí su cálido aliento en mi mejilla y sonreí. Cuando abrí mis ojos, ella me estaba mirando, sus ojos buscando en los míos por confirmación. Asentí y me dije que no llorara. Besar a Piper era algo que nunca pensé que sucedería pero que había deseado más que nada. "Estoy muy bien. Sólo un poco abrumada." Ella limpió una lágrima de mi mejilla. Besé su palma.

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"Entonces, qué hacemos ahora?" En serio no tenía ni idea. No es como si estuviéramos en una cita y todo esto era esperado. “Volvamos al campamento antes de que nos envíen un grupo de búsqueda. Tenemos tiempo de sobra para hablar más tarde y resolver todo esto.” Me besó rápidamente una última vez. La seguí hasta el campamento, mi estómago en nudos todo el tiempo. ¿Qué acababa de pasar? Mi vida acababa de dar un giro enorme y no estaba segura de cómo procesar mis emociones y euforia sin parecer una tonta total. "¿Cómo está el agua?" Jamie preguntó. “Fría y refrescante. Todas deben ir y probarla.” Piper colgó su camisa en la cuerda que Cheryl y Meagan habían colgado junto al fuego para que pudiéramos secar nuestra ropa rápidamente. "Shaylie y yo necesitamos armar nuestras tiendas. Vigilaremos la fogata," Piper dijo. Colocar mi tienda de campaña era tirarla al suelo y verla abrirse de golpe. Unas cuantas estacas en el suelo y se acabó. Piper había recomendado algunas tiendas en línea, pero recordé haber visto algunas desplegables instantáneas en la película Congo cuando era una niña y juré que tendría una en caso de que alguna vez se me presentara la oportunidad. Probablemente nunca volvería a usar la tienda, pero no pesaba casi nada y era fácil de instalar. Siendo un reto el acampar, esta era realmente la única manera de hacerlo. "Guau. Impresionante.” Piper me vio martillar las estacas en el suelo. “¿Necesitas ayuda con la tuya?” Me eché hacia atrás y la miré. Era tan bella. La camiseta que llevaba era ceñida, pero no demasiado apretada. Su cabello estaba recogido hacia atrás y sus shorts de bicicleta mostraban todas sus curvas. "¿Puedo echar un vistazo adentro?" Preguntó juguetonamente. Asentí y la vi entrar en mi tienda, mis ojos nunca dejaron su trasero. Oh, Dios, no podía esperar para tocarla. Me arrastré hacia la abertura. "¿Cómo se ve?" "Bueno, no hay mucho espacio para nada más que tú, pero funcionará," dijo. Quería desesperadamente meterme adentro con ella, pero tenía razón. A menos que me arrastrara sobre ella, solo había espacio para una persona.

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"¿Es la tuya más grande?" Extendí la mano y la ayudé a salir de la tienda. Ella no soltó mi mano. "Un poco. Si me ayudas, te la mostraré.” La ayudé a desempacar su tienda y le tendí los palos. Tomó uno, me mostró cómo meterlo en la arandela y asintió para que yo hiciera lo mismo de mi lado. Luché por un momento pero lo puse en posición y lo aseguré al suelo. "Ahora, veamos el interior de la tuya." Abrí la cremallera y me deslicé adentro. Era más grande que la mía. Piper me sorprendió poniéndose a mi lado. "Es apretado para dos, pero no imposible," le dije. Estaba nerviosa de que ella estuviera tan cerca de mí. Se inclinó de lado, su rodilla ligeramente doblada y sobre la mía. Sentí la punta de su dedo en mi mejilla y cerré los ojos de nuevo. "Mírame, Shaylie," dijo. Me volví hacia ella y fui saludada con otro beso. Era el tipo de beso que era tan bueno que mi cuerpo se alzó con el suyo cuando ella intentó alejarse. Me caí hacia atrás y me golpeé la cabeza en el suelo. "Ow." Me froté la cabeza e hice una mueca. Ella puso su mano en mi cabeza con simpatía. "Espero que hayas traído una almohada porque el suelo no es muy suave." Piper había recomendado traer esterillas de yoga. La idea era empacar ligero porque teníamos que llevar todo con nosotros. Colchones inflables y mantas estaban fuera de cuestión. Esto resultó ser el mejor y el peor primer viaje de campamento de todos los tiempos. “Confía en mí, con la actividad que tuviste hoy, te dormirás rápido y profundamente. Eso te lo puedo prometer.” Tomé su mano y la puse contra mi garganta. Sus ojos se abrieron cuando finalmente sintió el latido de mi corazón. Era rápido y ganando impulso. "No creo que me quede dormida rápido esta noche. Hay demasiadas cosas en este momento." Ella mantuvo sus dedos en mi cuello cuando me besó de nuevo. El calor ardió a través de mi sangre y mi piel estaba en llamas. Mi corazón se aceleró unas muescas, la sangre bombea cada vez más rápido hasta que fue difícil recuperar el aliento. Ella terminó el beso, pero su boca se cernía sobre la mía. "El latido de tu corazón es sin duda una de las cosas más sensuales que he sentido."

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Los estremecimientos explotaron a través de mi cuerpo a pesar de que estaba acalorada y la temperatura afuera era un paso por debajo de sofocante. Me estremecí. "Oigan, dónde están chicas?" Meagan preguntó. La culpa se apoderó de mí, y por la expresión de la cara de Piper, también la afecto. Ella salió de la tienda. “Mi tienda puede ser lo suficientemente grande para dos, pero apenas. Mira la tienda de Shaylie. La lanzó al aire y surgió así de fácil.” Piper señaló el pequeño tubo en el que se esperaba que durmiera. Mientras todas miraban mi tienda, salí de la de Piper y terminé de martillar los lazos. La tienda estaba segura, pero necesitaba estar ocupada. Ellas sabían que estaba en la tienda con Piper, pero nadie dijo una palabra. “La cena es hot dogs y malvaviscos asados. Y lo que sea que trajiste en el viaje," Lani dijo. Tomé el consejo de Piper y empaqué comida como si me persiguieran los zombies durante un apocalipsis. Las visiones de perderse y racionar comida estaban constantemente en mi mente. Tenía fruta, mezcla de frutos secos, barras de proteínas, cecina y galletas, todo empacado en las bolsas que Piper me había prestado. Los únicos artículos en mi mochila impermeable eran ropa limpia, una toalla, artículos de tocador y zapatos adicionales. Gasté demasiado dinero en este viaje, pero valió la pena. El viaje duró dos días y medio, y ya habíamos sobrevivido el primer día. Mis piernas estaban adoloridas, pero estaba tan llena de adrenalina que sentí que podría volver a hacerlo mañana, siempre y cuando mi recompensa fuera más besos que dan calidez al alma. "¿Necesita algo más para comer o está lista?" Piper preguntó. "Creo que estoy bien. Tengo suficiente comida para un ejército.” Señalé las mochilas y toda la comida de los bolsillos profundos. Piper hurgó. "Es por eso que estás en apuros. Tienes demasiado peso en tu bicicleta. ¿Realmente necesitas seis manzanas?” "Pensé que la gente me ayudaría a comer, así que eres más que bienvenida a todo lo que tengo," dije. Me quedé inmóvil ante mi insinuación. "Lo tendré en cuenta." Me apretó la cintura y se alejó para ayudar a Meagan y Jamie a recoger piedras y troncos para sentarse. Me estremecí ante su toque. Estar cerca de ella en este viaje de campamento me iba a matar. Suspiré y desempaqué algunas cosas. Encontré XWPColección: Página y Facebook

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mi plato metálico que lo hacía parecer como si estuviera buscando oro. También tenía una pequeña silla plegable que probablemente iba a destruir mi espalda. Llevé todo a la fogata y me hice un lugar en el círculo. El fuego tenía una buena altura y Cheryl ya estaba asando los hot dogs. No sabía de dónde venían y no lo cuestioné. Estas chicas eran profesionales y yo literalmente las estaba acompañando en el viaje. “El primer día es siempre el más difícil. Mañana será pan comido. Además, la mayoría de los senderos son cuesta abajo, por lo que será un paseo más fácil," Meagan dijo. "Se supone que lloverá esta noche," Lani dijo. Miró la notificación en su Apple Watch. Tenemos recepción aquí en medio de la nada? Impresionante. "Alzaremos la comida y nos acostaremos temprano. Son solo las siete. ¿A qué hora se supone que lloverá?” Meagan preguntó. "No por unas horas. Podemos relajarnos,” Lani dijo. “¿Ya no estará mañana?” Pregunté. Odiaba el lodo y ensuciarme. Fue una de las razones principales por las que no era una chica de la naturaleza. Me gustaban las duchas y los baños y los jabones con aroma floral. Este viaje definitivamente me estaba sacando de mi zona de confort. "Sí, pero tendremos un campamento embarrado para limpiar," Lani dijo. Todas gimieron. "Eso no suena bien," le dije. Comí mi hot dog asado en silencio, preocupada por las tormentas. No me gustaban las tormentas antes del accidente, y ahora los fuertes truenos me asustaban. ¿Cómo no sabía que iba a llover? "¿Es solo lluvia, o tormenta?" "Déjame buscar en el radar. Espera," Lani dijo. Pulsó en su reloj hasta que encontró Doppler (Una de sus aplicaciones más importantes es la del radar). "Parece que tal vez una ronda de tormentas. El radar está en rojo, pero solo un poco. La mayor parte es amarilla, por lo que debería ser solo lluvia.” "Odio que el clima aquí sea tan impredecible," me quejé. "¿Tienes miedo de las tormentas?" Meagan preguntó. "No me gustan los ruidos fuertes ahora."

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Todas se callaron ante mi confesión. Piper rompió el silencio sacando la bolsa de malvaviscos y lanzando a todas algunos para asar. Azúcar. Era un gran potenciador del estado de ánimo. Ensarté dos en un palo y lentamente lo puse sobre la llama. Era tan relajante sentarse frente al fuego y simplemente relajarse. Estaba limpia, cálida y feliz. Piper me había besado. Y no fue un beso casto, amistoso. Era el tipo de beso que prometía mucho más. Un dejo de culpabilidad pinchó en mi corazón, pero no lo suficiente como para hacerme querer parar. Pensé que cuatro meses eran lo suficientemente largos como para llorar, pero también era egoísta y con una actitud para conseguir más. No sabía su estado de ánimo. ¿Era porque estaba sola? ¿O que yo era su última conexión con Emma y Robin? ¿O era que a ella realmente le gustaba? Muchas preguntas. "Shaylie? Shaylie?” Me giré para mirar a Cheryl. "¿Disculpa qué?" Cheryl señaló mis malvaviscos que ahora se parecían a las briquetas. Pequeñas llamas anaranjadas estaban consumiendo la esponjosidad. "Mierda." Los jalé hacia mí y apagué las llamas. Casi no valían la pena comérselos, pero tuve que fingir como si los disfrutara. Una vez que pasé el sabor a quemado, el centro cálido y cremoso no estaba tan mal. "No puedo creer que comieras eso." Cheryl tenía una mirada de puro disgusto en su rostro. "Honestamente, tampoco puedo creer que lo haya hecho, pero no estaba tan mal. Prestaré más atención la próxima vez," dije. Piper me lanzó dos malvaviscos más y los atrapé con una mano. Los puse en el palo, me recosté en mi silla, que estaba a siete centímetros del suelo pero sorprendentemente resistente, y escuché todas sus historias anteriores sobre acampar. Me reí con ellas y rogué por más detalles cuando las historias eran sobre Piper. Emma había estado en varios viajes, pero Robin nunca lo había hecho. Las chicas tuvieron cuidado de no hablar demasiado de Emma, pero fue difícil cuando muchas de las historias eran sobre ella. La sonrisa de Piper tenía un toque de tristeza, pero participó en las conversaciones. Cuando el primer relámpago iluminó el cielo, todas saltamos y empezamos a empacar. "Necesito tus bolsas," Piper dijo. "De repente seis manzanas no parecen mucho, ¿eh?" Pensé que todavía tenía hambre. "No. Necesitamos asegurar la comida."

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"¿Qué quieres decir?" Estaba completamente confundida. "Me dijiste que esta era una bolsa hermética." “Impermeable, sí. A prueba de osos, no.” La miré fijamente. "¿En serio?" Señaló un árbol a varios metros de distancia con una rama grande que sobresalía del tronco. “Ahí es donde pondremos la comida. Dame todo lo que tienes." Saqué unas barras de proteínas de mi mochila y las agregué a las bolsas. "Eso es todo. Lo prometo." Piper le entregó a Cheryl mi bolsa y la suya, y vimos como ella ataba todas las bolsas y las colgaba lejos del campamento. Las primeras gotas de lluvia cayeron cuando Cheryl estaba atando la cuerda alrededor del tronco de un árbol. Todas nos apresuramos a volver a las tiendas. Cheryl y Meagan tenían una tienda grande, así que todas nos lanzamos a esa. Apenas tuve mis piernas adentro antes de que la lluvia cayera. Era un poco estrecho con seguridad. No estaba del todo cómoda con eso. Todavía tenía problemas con los espacios pequeños, a pesar de que mi propia tienda de campaña parecía parte de una jaula de hámster. "Eso estuvo cerca," le dije. Me estremecí ante el trueno y apreté el borde de la esterilla en la que estaba sentada. Sentí que la mano cálida de Piper frotaba pequeños círculos reconfortantes en mi espalda. Ella sabía de la aversión que tenía a los espacios pequeños y los ruidos fuertes. "Esto no durará mucho. Luego podemos dirigirnos a mi tienda, para que no estemos tan apretadas aquí," susurró. No la miré, pero asentí en acuerdo. Traté de prestar atención a la divertida conversación que las chicas continuaron en la tienda, pero estaba agotada. Estaba cansada y tensa y solo quería estar sola. "Está bien, la lluvia está disminuyendo. Vamos a irnos. Nos vemos en la mañana.” Piper casi me sacó de la abertura. Corrimos a nuestras tiendas y nos metimos en la suya. Aparté mi cabello mojado de mis ojos y metí los mechones detrás de mis orejas. "¿Quieres mi toalla? Probablemente esté seca ahora," Piper dijo. "Oh, no. Simplemente puedo ir a mi tienda y buscar la mía si empieza a molestarme.” No era consciente de que mi camiseta estaba húmeda y mis pezones estaban firmes debido a la caída de la temperatura y porque estaba muy cerca de ella. “Ten, al menos cúbrete con mi saco de dormir. Y acuéstate. El sentarse no sirve." XWPColección: Página y Facebook

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Cristo, ella me estaba matando. Me estiré y la observé mientras extendía el saco de dormir sobre nosotras. “¿Te importa si pongo mi cabeza en tu hombro? Quiero decir, porque quiero hacerlo, pero también es más cómodo en esta pequeña tienda." Le di una palmadita a mi hombro y ella recostó la cabeza, pero no antes de ver su hermosa sonrisa. Ella estaba disfrutando de esto. Yo también lo estaba, excepto que la tormenta me estaba asustando. Saltaba cada vez que tronaba. Apoyó la mano en mi estómago para calmarme. Mis energías pasaron de sobrevivir a la tormenta a sobrevivir a su toque. Mi voz se enganchó cuando dibujó pequeños círculos en mi estómago. Olvidé la tormenta. Ninguna de las dos habló, pero estaba pasando tanto en este pequeño espacio. Las yemas de sus dedos rozaron la piel desnuda que asomaba por encima de mis shorts. Sus caricias ligeras me hicieron querer presionar mis caderas hacia ella. Casi gemí cuando ella jaló la camisa para cubrir mi piel, puso su pierna sobre la mía y jaló de la manta hasta nuestras cinturas. "¿Estás cansada?" Su voz retumbó con fuerza contra mi garganta. Sonreí cuando sus dedos encontraron el pulso en mi cuello. Sabía que todavía estaba acelerado. La sentí sonreír contra mi hombro. "Estoy un poco cansada. Es agradable relajarse aquí contigo.” Realmente no lo llamaría relajante. Esto era más como una prueba. Maldije la falta de espacio en esta tienda, pero fue una bendición disfrazada. El confinamiento me impidió hacer algo estúpido. Sea lo que sea esto, íbamos a movernos a su ritmo. "Lamento que las tormentas sean difíciles para ti." Su mano todavía estaba sobre mi estómago, haciéndome sentir segura y protegida. "Les tenía un poco de miedo antes del accidente, pero ahora, en cualquier momento que escucho un ruido fuerte, simplemente me asusto. Lo siento. Estoy segura de que lo superaré. No es como si el accidente hubiera ocurrido durante una tormenta. Solo estoy siendo ridícula.” "Oye, está bien. Realmente lo entiendo. Siempre tengo que tener ruido a mi alrededor. Cuando el mundo se queda en silencio, empiezo a pensar y luego se pone difícil para mí." La culpa me inundó mientras abrazaba a Piper. ¿Qué estaba haciendo? ¿Estaba ella realmente lista para una relación?

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Esto no se trataba sobre el sexo. Piper no me parecía el tipo de chica que fácilmente se metía en la cama. No, ella era una romántica. Le gustaban las flores, los besos suaves, las largas caminatas y las noches de cine. "¿Vas a estar bien conmigo?" Le pregunté. Contuve la respiración y esperé. Ella me miró y tocó mis labios. No dijo nada, solo asintió y me dio una medio sonrisa triste. "Estoy segura de que tendré momentos, pero sí, Shaylie, quiero esto contigo." Y me derretí. Todo lo que quería estaba aquí en esta tienda conmigo. Me incliné y la besé. Era difícil desde este ángulo, pero quería que supiera que no estaba tomando esto a la ligera. Sabía que ella era un precioso regalo.

CAPÍTULO DIECISIETE ¿Donde estaba ella? Caminé por la sala de estar, asomándome por la ventana cada diez segundos hasta que finalmente vi que su auto se detenía en mi camino de entrada. Grité un poco, luego me alisé la falda para recuperar la compostura. Esta noche era nuestra primera cita de verdad. Habíamos robado algunos momentos durante el resto del viaje de campamento, pero nada como la primera noche. Estaba ansiosa por tenerla sola y para mi. Tuve que saltarme el yoga toda la semana por el trabajo, pero ella entendió. Me negué a trabajar el Viernes por la noche, para disgusto de Brittany. Al diablo ese lugar. Sus demandas eran ridículas. "Hola." Abrí la puerta antes de que Piper tuviera la oportunidad de tocar el timbre. "Hola." Tomé sus manos y la atraje hacia mí. La miré a la cara, a sus labios llenos casi carnosos, a sus ojos castaños claros, y a sus largas pestañas que solo contenían una pizca de rimel. "Eres hermosa." Un bonito rubor rosado salpicó sus mejillas ante mis palabras. "Gracias." Tenía que besarla. Esperé toda la semana para probarla otra vez. Me incliné hacia adelante y capturé sus labios con los míos, gimiendo por el placer que me dio un simple beso. "Hola," dije de nuevo.

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"Ya dijiste eso." "Sí, bueno, estoy feliz de que estés aquí. Entra por un ratito.” Me siguió a la sala de estar y se sentó frente a mí en un sillón. "Háblame de nuestra cita." Su voz tenía una nota de emoción. "Sólo sé que soy muy mala en elegir cosas divertidas para hacer. Marisa me ha prohibido elegir actividades desde nuestra debacle en la clase de cocina.” "¿Qué pasó? ¿O puedo siquiera atreverme a preguntar?” Piper se rió de lo que estaba pensando, o de mi vergüenza. La desestimé como si fuera a ignorar mi declaración. "Oh, no importa eso. Digamos que ella tenía todo el derecho de prohibírmelo." La vi inclinarse hacia atrás en su sillón. La cómoda Piper se veía relajada y absolutamente follable. Las temperaturas comenzaban a ser frías por la noche y ella estaba vestida de acuerdo con eso. Jeans ajustados oscuros, una bonita blusa de manga corta y zapatos bajos. Tenía una chaqueta corta, de moda. Yo llevaba una falda con una blusa campirana y sandalias de tiras. Tenía un suéter ligero para ponerme si hacía mucho frío. Ella se puso accesorios al máximo. Llevaba las pulseras de plata que había usado cuando nos conocimos. Tenía un total de tres anillos en sus manos: una anillo plateado en su pulgar, un anillo plateado delgado en su dedo medio y, en su mano izquierda, un anillo que giraba cuando estaba nerviosa. Justo como ahora. "Estoy segura de que tienes una gran noche planeada." Me encogí de hombros como si no hubiera puesto mucho esfuerzo en la planificación, pero pensé que había encontrado algo que fuera divertido y diferente. Tuve suerte de que Marisa se ofreciera a ayudar. "De acuerdo, entonces no quería hacer la cena típica y una película o un concierto porque nunca podríamos escucharnos, así que pensé que tal vez podríamos ir a una inauguración de una galería y luego ir a cenar a la plaza. La amiga de Marisa, Lorie Stewart, ha estado trabajando con una nueva técnica y pensé que sería bueno apoyarla." Marisa también me había informado que la galería estaba junto a Twain's, un restaurante que servía muy buena comida pero que no era muy lujoso. "Eso suena divertido," Piper dijo.

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Cuando ella sonrió, me sentí débil. Estaba aprendiendo que Piper no era el tipo de mujer que se hiciera cargo, pero las miradas que me lanzó me hicieron saber que estaba bien si yo quería hacerlo. Aunque era nuestra primera cita. Por mucho que quisiera desnudarla y hacerle el amor allí mismo en el sofá, sabía que estábamos lejos de ese punto. Íbamos a tomarlo despacio. La gente iba a tener que acostumbrarse a que estuviéramos saliendo. Si leía sobre una sobreviviente de un accidente aéreo que se enamoró de la novia de una persona que murió en el accidente, me comería esa mierda con una cuchara. Nuestra historia tenía un montón de interés personal, pero tenía miedo de las repercusiones. Los románticos del mundo suspirarían y nos sonreirían como si lo que pasó fuera increíble, y los cínicos me reprenderían por ligar a una mujer que perdió no a una, sino a dos personas que amaba. Como si me hubiera aprovechado de ella por alguna razón. Su familia iba a estar en la última categoría. "Te ves muy bien." Ella me miró por encima. "Ese color te queda muy bien." "Gracias. Me imagino que esta será una de las últimas veces que puedo salir con una falda y sandalias ya que el otoño está a la vuelta de la esquina." “El otoño es deprimente. Parece como si estuviera aquí por dos semanas y nos deslizamos hacia el invierno,” dijo. “Al menos nuestra ciudad es excelente para remover la nieve. Y no tienes que ir muy lejos para ir al trabajo y yo puedo trabajar desde casa en los días malos." “¿Esquías?” Preguntó. Me reí. "Sorprendentemente, sí, y no soy mala en eso. Llevo mucho tiempo esquiando y haciendo snowboard. Marisa y yo simplemente ya no vamos mucho.” “Puedo esquiar, pero no puedo hacer snowboard. Simplemente no tengo el equilibrio para ello." "¿De verdad? ¿El equilibrio no es una de las cosas que enfatizas para tus alumnos?” Me sorprendió su confesión. "Sí, pero no tengo la fuerza en la pantorrilla para ello. La mayor parte de mi fuerza es el centro y la parte superior del cuerpo," dijo. "Venga. Eso es una salida fácil. Los niños pequeños hacen snowboard por aquí. En la primera nieve, saldremos y te mostraré cómo se hace.” Estaba emocionada de mostrarle algo para variar. Ella me había introducido al yoga y al ciclismo de montaña, y yo le había presentado mi lado llorón que pocas personas conocían. Y ella estaba aquí. Ella quería estar aquí. XWPColección: Página y Facebook

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"Vamos a tomarlo con calma. Has pasado por mucho. Me alegra que no te hayas caído en nuestro viaje en bicicleta. Ni siquiera pensé en la posibilidad de eso y en cómo podrías lastimarte de nuevo.” Ella gimió. Tomé su mano. "¿Estás bromeando? Ese fue uno de los mejores viajes de mi vida.” Me sonrojé por mi confesión. "Te he echado de menos esta semana." Entrelazó sus dedos con los míos y frotó su pulgar a lo largo de la piel sensible entre mi pulgar y el índice. Quería cerrar los ojos, inclinar la cabeza hacia atrás y perderme en su toque. Quería poner mi cabeza en su regazo y disfrutar sus suaves manos sobre mi piel. ¿Cuándo fue la última vez que tuve a una mujer y quería eso? "Lo siento estuve muy ocupada esta semana. Créeme, no fue porque quería. También te extrañé.” No quería admitir que estaba furiosa con Brittany y Travis. Era como si Brittany me estuviera castigando por no asistir a ninguna conferencia este verano. Me hizo trabajar en cosas en las que su asistente o Ginny podrían trabajar. Era ridículo. "Tu jefa es un poco idiota, ¿eh?" “Solo sabes un pequeño cachito de Cruella de Vil. Estoy tratando de mantenerme concentrada y positiva porque soy exitosa allí, pero ella me vuelve loca. No puedo decidir si quiere explotarme debido al accidente o simplemente tratarme como una mierda porque me odia y no puede despedirme." ¿Cuántos empleados podrían maldecir a sus jefes y seguir teniendo un trabajo? Brittany y yo sabíamos que tenía las de ganar, pero pronto eso cambiaría a medida que el tiempo me separara del accidente y las cosas se calmaran. "Sí, tu jefa es un gran idiota. Ella no querría nunca conocerme," Piper dijo. Era entrañable lo protectora que era ella. No pude evitar sonreír. Apreté sus dedos y me puse de pie. "Deberíamos irnos." Por mucho que quería quedarme, Marisa nos estaba esperando en la galería y estábamos a punto de llegar tarde. El tiempo siempre pasaba volando con Piper. “Entonces, cuéntame sobre esta artista. ¿La has visto antes? ¿En qué tipo de arte se especializa?” Piper preguntó una vez que salimos. La galería estaba a solo veinte minutos en automóvil, pero en un Viernes por la noche, estacionarse iba a ser difícil. "No la había visto nunca. Ella es la novia de una de las detectives con las que trabaja Marisa. Creo que hace técnica mixta, por lo que podría ser cualquier cosa.” Esperaba que XWPColección: Página y Facebook

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su arte fuera interesante y no un dibujo de crayón contemporáneo que todo el mundo adulaba. "No puedo prometerte un gran arte, pero al menos la compañía será buena y espero que la cena también lo sea." "Estoy totalmente de acuerdo. Además, será bueno volver a ver a Marisa. ¿Jason viene?” "Sí, él debería estar allí. Han sido inseparables desde que los vimos por última vez. Almorcé con Marisa hace unos días. Ella está delirantemente feliz y voy a tomar el crédito por eso.” Me aseguré de mencionárselo a Marisa cada vez que ella hablaba de él. Piper se rió. “Estoy segura de que Jason va a querer algo del crédito. Quiero decir, él es un tipo genial y parece que realmente ella le importa." "Me gusta. Él es tan bueno con ella. Sabía que serían una gran pareja.” Ambas suspiramos al mismo tiempo y nos reímos. "Aparentemente, a las dos nos gusta un buen romance." La mirada que me lanzó hizo que mi corazón se detuviera y acelerara todo al mismo tiempo. Salté cuando el coche detrás de mí sonó su claxon. No quería dejar de mirarla, pero estaba bloqueando el tráfico. Pasé por la galería y encontré un lugar dos cuadras más abajo. Encontramos a Marisa adentro, charlando con una morena muy atractiva y muy alta. "Hola, llegaste." Marisa me dio un abrazo. Luego alcanzó a Piper y me guiñó un ojo. Puse los ojos en blanco y me volví hacia la mujer con la que Marisa estaba hablando. "Hola, soy Shaylie." "Soy Lorie Stewart. Gracias por venir esta noche." "Nos alegra estar aquí. Estoy emocionada de ver tu trabajo.” Me volví hacia Piper. "Esta es Piper Cole." "Encantada de conocerte." "Se ve hermoso aquí adentro. ¿Es esta tu primera exposición en la galería?” Piper preguntó. Marisa se alejó conmigo mientras Piper y Lorie conversaban sobre el arte y el espacio disponible en Denver. "¿Cómo te va con Piper?"

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"Esta es la primera vez que la veo desde el viaje de campamento." Ella me apretó el brazo. "¿Estás bromeando? ¿Por qué la demora?" "Dos palabras." "Brittany Miller," dijimos al mismo tiempo. "Es tan horrible. Necesito pensar en algo. Ella siempre va a ser un dolor en mi culo." Marisa puso sus manos sobre mis hombros. "Sabes lo que necesitas hacer. Tienes una gran base de clientes. Bótala y ve por tu cuenta.” "Tengo una cláusula de no competencia. No puedo dedicarme a las bienes raíces comerciales durante seis meses si renuncio," le dije. “Seis meses no es nada. Y eso no significa que no puedas vender otras propiedades, ¿verdad? Solo piensa en ello. Nos reuniremos esta semana para cenar y hablaremos de esto a fondo. Ahora veamos de qué hablan las chicas.” Las miramos a las dos. ¿Cómo tuve tanta suerte con Piper? Se sentía cómoda hablando con cualquiera. Y ella era hermosa e inteligente y mía. "¿Dónde está Jason? Va a venir, verdad?” Miré a mi alrededor una última vez. "Está atrapado en el tráfico. Se retrasó en el rancho, pero estará aquí a las ocho," dijo. "Piper y yo tuvimos una agradable charla sobre ustedes dos de camino hacia aquí. Ella está de acuerdo en que soy la única razón por la que están juntos.” Asentí para reafirmar nuestra conversación. "Oh, basta. Le voy a preguntar si realmente dijo eso,” Marisa dijo. Ella me miró, que era su forma de refutar mis tonterías. "No en serio. Hablamos de ustedes dos. Lo dulces que se ven juntos. Deberíamos combinar tus nombres como Jarisa o Marison como celebridades.” Ella se rió de mí. “¿Cómo van las cosas?” Pregunté. Marisa dudaba en hablar sobre la seriedad de su relación. Parecía que cada vez que alguna de las dos hablaba de una relación en la que estábamos que duraba más que algunos meses, esa relación fracasaba.

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"Nos va bien. Sigo tomando las cosas con calma. Ninguno de los dos quiere comprometerse todavía con nada. Su vida es cien por ciento el rancho." "¿Has pensado en transferirte a Cheyenne?" Ella me miro fijamente "Shaylie, nunca pasa nada en Cheyenne. Me moriría del aburrimiento." Sabía lo mucho que amaba su trabajo y lo orgullosa que estaba de sus logros. Y con razón. Marisa había trabajado duro para ascender en los rangos tan rápido como lo hizo. "Además, no vamos a tomar ninguna decisión hasta que estemos juntos por lo menos un año," ella dijo. “Al menos estás hablando de eso. La mayoría de la gente lo ignora el mayor tiempo posible.” Le di un golpecito en el hombro y le hice un gesto con la cabeza en dirección a Piper. Llamé a Marisa después del viaje de campamento y le dije que Piper y yo nos besamos, pero no profundicé en lo perfecto que era. No le dije cómo se sentía en mis brazos ni cómo ponía los dedos en mi cuello solo para sentir mi pulso. "¿Estas segura acerca de esto?" "Sabes lo que siento por ella. Si ella está dispuesta a arriesgarse en esto, entonces yo también. No la estoy presionando. Ella está tomando todas las decisiones y se está moviendo al ritmo que quiere." "Espero que funcione. Me gusta Piper y sabes que te quiero. Recuerda, tenemos que tener nuestros bebés al mismo tiempo. Nuestras hijas van a crecer juntas," dijo. "Y luego se casaran cuando hayan terminado la universidad y estén trabajando en el mismo hospital." "En el centro de Denver porque necesitan estar cerca de nosotros," Marisa dijo. "¿Qué está pasando aquí? Las damas parecen estar listas para llorar," Piper dijo. Ella nos dio a las dos una copa de vino. Aceptamos con entusiasmo y chocamos nuestras copas. "Estábamos pensando en nuestros hijos que crecerán juntos y se casarán y nos darán preciosos nietos," dije. Piper se rió de nosotras. "¿Es esto algo de lo que hablan con frecuencia?"

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"Cada vez que hablamos de relaciones." Marisa suspiró y apoyó la cabeza en mi hombro. "¿Ambas quieren hijos?" Piper preguntó. Nosotras asentimos. "Idealmente, nos gustaría que crezcan juntos, pero las dos queremos al menos dos," dije. "Me gustaría al menos uno, pero no tengo ninguna prisa," Piper dijo. "Eso es porque eres joven. Una vez que llegas a los treinta, el tiempo se acelera," Marisa dijo. Ella unió sus brazos con el mío y de Piper y nos llevó al primer conjunto de pinturas en la pared más cercana a nosotros. "Me encantan los paisajes," dijo. Observé la reacción de Piper. Estaba fascinada con los paisajes de Lorie. Ella y Marisa no podían decidir cuál les gustaba más. Me gustó más su fotografía. Eran manipulaciones fotográficas de desnudos que parecían paisajes. Lorie Stewart era muy talentosa. "¿De qué hablaron Lorie y tu?" Le pregunté. No estaba celosa, solo curiosa. "Ella fue a la misma escuela que yo." Había olvidado que Piper y Emma asistieron a la Universidad de Colorado y obtuvieron licenciaturas en bellas artes. "Ah, sí. Una artista local. ¿Sigues haciendo arte?” Me preguntaba si alguno del arte original en su casa era suyo. "No lo he hecho en mucho tiempo, pero lo echo de menos." Cambié nuestras copas vacías por unas llenas. "Probablemente deberíamos comer algo pronto." "¿Podemos esperar hasta que Jason llegue aquí? Me gustaría verlo," Piper dijo. "Siempre podemos invitarlos a cenar con nosotras." Piper se acercó más. Deslizó su mano por mi brazo y entrelazó sus dedos con los míos. "Esta es nuestra cita. Me encantan tus amigos, pero quiero pasar un tiempo a solas contigo. Eso está bien, verdad?” "La respuesta perfecta," le dije. Se inclinó y me besó suavemente delante de todos. Cuando se alejó, noté que Marisa y Lorie nos estaban mirando. No pude evitar sonreír. Tenía a la mujer más bonita de la

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habitación como mi cita. Detrás de Marisa, Jason entró en la galería. Se lo señalé a Piper. Él jaló de Marisa hacia él y ella se derritió en sus brazos. "Ellos van en serio, no?" Piper preguntó. "Sí. Ella realmente se enamoró con fuerza. Vamos a saludar y despedirnos para buscar algo de comer," dije. Jason alcanzó a Piper y a mí y nos dio un abrazo grupal. "Ustedes se ven increíbles." "Me alegra que finalmente hayas llegado. Empezábamos a preocuparnos." "Lamento llegar tan tarde. ¿Qué me perdí?" Señalé sobre mis hombros. “Algunas fotografías muy interesantes. Quizás puedas comprarle una para su cumpleaños el próximo mes." Él alzó una ceja hacia mí. "Sí, pero realmente le gustaría? Quiero decir, ella no tiene mucho arte en su casa." "Bueno, no, pero es un bonito regalo y a ella le encantaría porque vendría de ti. A menos que quieras llevarla a un lugar para un fin de semana largo. Ya sabes, a un día por carretera.” Jason también estaba extremadamente nervioso por volar de nuevo. Me había llamado la semana pasada para hacerme saber que su abogado estaba cerca de llegar a un acuerdo con las aerolíneas. Mi abogado todavía estaba alineando a mil personas para demandar. Le había dicho a Charles de nuevo que no necesitaba nada, pero se había convertido en su misión personal hacerme su prioridad número uno. Además, el 25 por ciento de lo que podía ganar también significaba mucho dinero para él. Sería bueno para su negocio. Sabía que Charles se preocupaba por mí, pero él se preocupaba más por el dinero. "Oye, estás lista para escabullirte?" Piper me susurró al oído. La acerqué más a mí. "Definitivamente." Nos despedimos. Piper intercambió tarjetas de visita con Lorie y nos dirigimos por la cuadra hasta el restaurante de Twain. Ella sostuvo mi mano todo el camino. "Entonces, te gustan los niños, ¿eh?" Era un tema delicado para discutir cuando salías en una cita por primera vez, así que quería abordarlo con cuidado. Estábamos esperando nuestras entradas y decidí que necesitaba saber más sobre su idea de familia. No todos querían tener hijos. Yo los quería, pero egoístamente esperaba que mi pareja los diera a luz. XWPColección: Página y Facebook

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"Sí, los quiero. Creo que sería divertido enseñar yoga a los niños." “Eres valiente, mujer. Muy valiente para querer eso. Una vez, Marisa y yo nos ofrecimos como voluntarias en la YMCA (Asociación Cristiana de Jóvenes) para introducirles en la aptitud física a muchos chicos en el vecindario donde vivíamos, lo que fue un desastre. Estaban más preocupados por los bocadillos que por las rutinas que creamos," dije. “Estaba pensando en que algunos de los padres llevan a sus hijos solo para ver si les gusta. A los niños les gusta emular a sus padres, así que tal vez si suficientes niños muestran interés, entonces puedo comenzar una clase.” Piper jugaba con su cabello cuando hablaba de sí misma, girándolo alrededor de sus dedos de una manera repetitiva y calmada. "Creo que serías genial con una clase de niños. Eres calmada." Ella estiró la mano y entrelazó sus dedos con los míos. Su mano era tan suave y sus dedos tan delicados. “Puedo enloquecer y enojarme y frustrarme como cualquier otra persona. Es dulce que pienses que soy esta persona imparcial que nunca alza la voz. Se me conoce por gritar y azotar puertas." Sostuve mi mano libre contra mi pecho. "Dime que no cierto." Cuando nuestras comidas llegaron, el tema cambió a los alimentos que nos gustaban, el maridaje de vinos, quién tenía el mejor paladar y finalmente si debíamos o no pedir postre. En un giro sorpresa de los eventos, Piper quería y yo no. Lo hice, pero había bajado unos kilos y quería mantenerme así. Comer una porción saludable de tiramisú no estaba en mi rutina de ejercicios. El yoga no lo estaba haciendo por mí, así que corrí todas las mañanas, sin que Piper lo supiera. Era la última en el trabajo todos los días debido a mi nuevo amor por la carrera, pero no me importaba una mierda, y era feliz. Hablamos tanto tiempo que fuimos las últimas en Twain. Eran casi las once y decidimos irnos antes de que nos echaran. Le ofrecí una última copa inocente cuando regresamos a mi casa, que ella aceptó con entusiasmo. Después de sentir su mano reposar justo sobre mi cadera cuando abrí la puerta, me di cuenta de que podría no ser tan inocente. No era el toque breve y orientador, sino más bien un apretón posesivo que prometía más que un beso casto de buenas noches. Habían pasado al menos cuatro meses desde que Piper tuvo relaciones sexuales, y muchos más desde que yo las tuve. "¿Qué tal una copa de vino? No tengo nada más fuerte," le dije. Estaba nerviosa y necesitaba estar ocupada.

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Piper me siguió a la cocina y se sentó en la encimera. Serví dos copas de Riesling y le di una. "¿Debemos ir a la sala de estar?" Preguntó. Negué con la cabeza y sonreí. "Será mejor que nos quedemos aquí. Es más seguro." "¿Más seguro para quién?" La sonrisa en la cara de Piper era inconfundible. "¿Qué pasa si prometo mantener mis manos para mí?" "Tal vez no estoy solo preocupada por ti." Cogió su copa y salió de la cocina. Sonreí y la seguí rápidamente, forzándome a mantener la calma a pesar de que quería agarrar su copa y jalarla sobre el sofá y hacer todas las cosas que le había hecho en mis sueños. Desnudarla, besarla en todas partes, hacerla sentir atesorada y viva. En cambio, me senté en el lado opuesto y le sonreí. "Entonces, Shaylie, de qué más deberíamos hablar?" Se veía tan hermosa en la tenue luz, su boca generosa flotando sobre el borde de su copa antes de tomar un sorbo. No pude dejar de mirar sus labios. Los deseaba contra los míos. Extrañaba sus curvas contra las mías, la forma en que sus caderas se movían cuando nos besábamos. A la mierda. Puse mi copa sobre la mesa de café y me deslicé hasta que estaba sentada a su lado. Ella puso su copa junto a al mía. "Hola," le dije. "Hola." Me atrajo hacia ella hasta que estuvo de espaldas. Mi boca estaba a centímetros de la suya, mis pechos casi presionados contra los suyos. Su cuerpo estaba tan cálido y dispuesto. "¿Cómo está tu ritmo cardíaco?" La besé con fuerza. Gemí cuando sentí que sus dientes rozaban mi labio inferior y gemí cuando su lengua tocó la mía. Me puso encima de ella, así que estaba descansando entre sus piernas. Sentí sus manos en mi cuello, sus dedos buscando mi pulso. Profundizó el beso después de sentir el rápido latido de mi corazón. Sus manos estaban en mi espalda, jalándome hacia ella. No quería frotarme contra ella, pero sus caderas estaban empujando contra mí y quería darle todo lo que quería. Quería complacerla pero no aprovecharme. Me alejé. "Espera. Espera. Detengámonos un momento.” Miré su boca hinchada y la besé de nuevo.

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Joder, nos besamos tan bien. Su camisa se había abierto durante nuestro inicio duro y rápido. Deslicé mi mano a lo largo de la suave piel de su estómago. "Está bien, está bien," ella dijo. Su mirada entrecerrada era sexy como el infierno, y tomó toda mi fuerza de voluntad para dejar su abrazo. Me volví más y más débil con cada latido de mi corazón. "Joder," dije y caí contra ella. Mi boca se inclinó sobre la suya otra vez y me fundí en sus brazos. Mis caderas presionaron en su cuerpo cálido. Ambas gemimos al mismo tiempo. Envolvió su pierna alrededor de mi cintura y me acercó más. Sabía que no iba a durar mucho tiempo y no quería que nuestra primera vez fuera embarazoso. Me permití diez segundos más de mecerme contra ella antes de alejarme por última vez. "Necesitamos parar. Esto es demasiado pronto." "Está bien, Shaylie." Tenía un agarre firme en la parte posterior de mi cuello, pero negué con la cabeza. "Quiero que esto sea especial." "Esto es especial, lo prometo," ella dijo. Un indicio de desesperación entrelazó su susurro. "Por favor." La besé suavemente y la sentí relajarse. "Tienes razón. Deberíamos esperar un poco.” Su voz era temblorosa y cruda. Se aclaró la garganta varias veces y se incorporó, manteniendo una distancia segura entre nosotras. Me sentí como una cabrona y un ángel al mismo tiempo. Toqué su cara, metí su cabello detrás de su oreja, pasé mis dedos por su cuello y su clavícula. "Sólo por un tiempo. Esto, nosotras, sin duda seguiremos." Ella me sonrió tristemente y asintió. "Entiendo. Y tienes razón. Emocionalmente, necesitamos ser más fuertes. Físicamente, me estoy muriendo." Acuné su cara en mis manos. “Escucha, eres hermosa y maravillosa, y ahora estoy haciendo todo lo posible por luchar contra mi atracción. Sé que las cosas todavía están recientes en tu corazón, y sé que hay espacio allí para mí. Quiero que seamos perfectas." Ella suspiró y cerró los ojos. "Tienes razón." "Acostúmbrate a eso. Siempre tengo razón,” dije, tratando de aligerar el estado de ánimo.

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Respiró hondo y alcanzó su copa de vino. "Puse tu porcentaje cerca de ochenta y ocho." Fingí conmoción. "¿Qué? Seguramente es más alto que eso." Ella sacudió su cabeza. "Recuerda, soy terca." La observé beber su vino, mi mirada nunca dejó su boca. Esa boca ancha y deliciosa iba a ser mi muerte. Gemí y apoyé la cabeza contra el sofá. Ella alcanzó mis dedos y puso mi mano en su regazo. Sonreí ante su calidez. Ella apretó mi mano para llamar mi atención. "Me lo estoy pasando bien esta noche." "Yo también. Deberíamos hablar, mirar una película o salir a correr para distraerme del sofá." Incliné la cabeza para poder verla. Ella tocó mi mandíbula, suavemente, como si memorizara cómo me sentía. "No estoy vestida para correr, así que veamos una película. Todavía no estoy lista para irme a casa." Fue después de la medianoche y aunque estaba tanto agotada como eufórica, encendí Netflix. Vimos una comedia que tuvo cero oportunidades para el romance. Aunque me moría por sentirla debajo de mí, era agradable tenerla a mi lado, tocándome el brazo y acariciando mi piel suavemente. ¿Cuándo fue la última vez que me tomé mi tiempo con una mujer? No podía recordar, pero sabía que esto era diferente. Piper era especial y quería que ella supiera que era más que una necesidad física. Mi corazón también la necesitaba.

CAPÍTULO DIECIOCHO "Solo dime y tendré los documentos redactados." Charles estaba trabajando con varios abogados y agentes de seguros y estaba llegando a un acuerdo con todos ellos. La aerolínea tenía un límite en su acuerdo que llegaba a poco menos de medio millón. Millennial Works estaba cerca de eso, y MobileTech, una compañía más pequeña responsable de la hidráulica que había utilizado Millennial, también recibió la misma oferta que Millennial Works. Después de todo lo que se diría y se hiciera y se pagaran los honorarios de Charles, me iría con más de un millón de dólares. También acordamos no participar en ninguna demanda colectiva y que los detalles del acuerdo serían privados.

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"Lo que creas que es mejor. Gracias, Charles.” Colgué y me sentí extrañamente vacía. Fue una parte tan importante de mi vida y ahora era el momento de seguir adelante. El dinero me sentaría muy bien para el futuro, pero aún no se sentía definitivo. Mi teléfono volvió a sonar, pero esta vez me alegré por la llamada. "Oh, Dios mío. ¿Estás viva?” Pregunté. "Lo sé, lo sé. Soy mala por no reportarme antes.” Marisa sonaba culpable y con razón. No había sabido nada de ella en una semana. "Estaba a punto de llamar a Jason." Honestamente estaba tan ocupada y tan absorta que no había echado de menos a Marisa tanto como debería. "¿Como esta todo?" "Realmente bien. Jason y yo estamos bien. He pasado la mayor parte de mi tiempo libre con él. Te hecho de menos. Vamos a tomarnos algo de tiempo pronto, de acuerdo?” "¿Qué te parece tomarnos unas bebidas esta noche? ¿Estás disponible?" "Por supuesto, pero no tienes yoga esta noche?" "El yoga está hecho. Terminé la clase de principiante y no tengo ningún interés en continuar. Preferiría tomar una cerveza contigo y quemar las calorías.” Extrañaba ver a Piper dos veces por semana, pero habíamos estado en un total de tres citas realmente geniales que no cambiaría por todas las clases de yoga. "¿Cómo les va a ti y a Piper Perfecta?" "Vamos, sé amable. Ella es genial y nos está yendo bien. Ella viene mañana a hacerme la cena. Las cosas están progresando muy bien.” Traté de no sonar engreída, pero estaba feliz. "¿Has tenido relaciones sexuales?" Marisa no estaba actuando fuera de lo común o diciendo algo que ninguna de las dos no hubiera dicho en el pasado, pero me molestó. Piper y yo nos estábamos tomando las cosas con calma y no tenía nada más que el máximo respeto por ella y por nuestra situación. Respiré hondo antes de contestar. "No. Nos estamos tomando las cosas con calma." No iba a decirle cuántas veces en las últimas dos semanas estuvimos cerca pero paramos. Por temor a la combustión espontánea, decidí que si las cosas se intensificaban mañana, las dejaría. Me estaba enamorando de Piper y terminé de luchar contra ello.

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"Tengo tantos sentimientos encontrados al respecto. Quiero que seas feliz, pero quiero que ella esté en el lugar correcto, ¿sabes?” "Lo sé. Ambas queremos eso, también. Ambas hemos estado yendo a terapia y creo que estamos en el punto en que nos sentimos cómodas con nosotras como pareja. Obviamente, ella tiene que trabajar más, pero estoy siendo sensible. Confía en mí, yo he sido la que se está reteniendo," le dije. "¿De verdad? Guau." "Con suerte, eso significa que entiendes que la respeto y que no se trata solo de sexo." "Basta. Estoy super impresionada porque han pasado como, qué? ¿Dos años?” Oí su risita sofocada. "No, pero no todos nos abrimos de piernas en la primera cita." “Buen punto, amor. Escucha, reúnete conmigo en Ofelia y continuaremos esto. Tengo que irme. ¿A las seis?" "Perfecto. Te veré allí.” Deja que Marisa me ponga de mejor humor. Revisé la hora. Había una reunión de ventas en terrenos comerciales y edificios que estaban a la venta o arrendamiento en los próximos seis meses. Decidí asistir porque era una buena idea concluir en la mayor medida posible durante los próximos meses antes del invierno. "Vamos a empezar," Brittany dijo. Ella repartió carpetas de edificios que podríamos representar o rechazar. Mountain View tenía una buena reputación a pesar de toda la energía negativa interna que yo sentía. Examiné la carpeta y me sorprendió la cantidad de bienes raíces fuera de los límites de la ciudad que estábamos considerando. Travis estaba tratando de expandir el negocio y pensé que era la mejor idea que había tenido en meses. Asentí con la cabeza a Peter cuando llegamos a la sección que me pidió que revisara hace meses. Había seis edificios en el vecindario de Piper, la mayoría de ellos edificios comerciales más pequeños. Todavía me gustaba la idea de convertir los almacenes en condominios, pero los condominios eran un mercado difícil. El retorno de la inversión no era inmediato y la mayoría de los inversionistas querían resultados y dar la vuelta rápidamente. Las bienes raíces ya no eran lo que solía ser, pero estaba resurgiendo lentamente.

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"¿Hay alguna pregunta o ideas?" Brittany preguntó. No me importó lo suficiente como para expresar mi opinión. Brittany discutiría conmigo por un cumplido a estas alturas. Nuestra relación era casi inexistente. Podía manejar un frío recibimiento, pero en el momento en que ella comenzó a joder con mis comisiones, yo estaba fuera. Hasta ahora, me estaban pagando por todo lo que había traído. No era la mejor, pero estaba allí, y con mi fama no intencional, mis números subían. Nadie tenía nada que decir, así que la reunión terminó rápidamente. Iba a tener que prestar más atención al vecindario de Piper. No era mi territorio, pero ciertamente hizo sonar mi radar. A Piper le gustaba donde vivía y se sentía segura allí. Lo comprobaría la próxima vez que la visitara. ****** No era como si nunca antes hubiera tenido una mujer en mi casa. Piper había estado más de media docena de veces, pero esta noche era diferente. Ambas sabíamos que había una gran posibilidad de que nuestra relación diera un paso gigante pronto. Estaba lista. Piper me dijo que estaba deseando cocinar para mí. Sabía por conversaciones anteriores que cocinar no era lo suyo, pero dijo que quería preparar algo rico para mí. Me puse un suéter con cuello en V de cachemira de color durazno y un pantalón negro y me quité los zapatos. Quería que Piper se sintiera cómoda. Me serví una copa de vino mientras me arreglaba el cabello y el maquillaje. Estaba en mi segunda copa cuando escuché el toquido en la puerta. "Hola. Pasa.” Retrocedí para dejar espacio para Piper y sus dos bolsas de compras. Me ofrecí a llevarlas por ella, pero negó con la cabeza. "Estoy perfectamente equilibrada. Sólo sígueme a la cocina. Y hola.” Se inclinó para besar mi mejilla. Hice exactamente lo que ella me pidió y la seguí. Llevaba unos pantalones, una camisa negra de manga larga y botas negras. Ella había intentado domar su cabello jalándolo hacia atrás, pero algunos mechones salvajes escaparon y enmarcaron su rostro. Sus mejillas estaban rosadas por la noche fresca o por nuestro calidez. De cualquier manera, se veía hermosa y no pude evitar sonreírle. "¿Qué? ¿Hay algo en mi cara?” Ella cuidadosamente se tocó sus mejillas.

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"No, lo siento. El vino me ha mantenido entretenida hasta que llegaste aquí. Tendré que ir despacio porque a veces el vino me hace reír sin ninguna razón." "¿Has comido algo hoy?" "Almorcé, pero nada desde entonces," le dije. Puso sus manos en sus caderas, lista para regañarme, pero puse mis brazos alrededor de su cintura y la besé. Ella movió sus manos de sus caderas a las mías y profundizó el beso. Gemí. El vino había derribado todas mis restricciones. Ella terminó el beso primero. Hice un puchero. "Quería tener apetito para esta noche," le dije. "Es posible que todavía tengas apetito si esto no sale según lo planeado," dijo. "Tengo todos los restaurantes en marcación rápida si ese es el caso. Chino, pizza, tailandesa, el restaurante italiano a un kilómetro y medio de distancia, sándwich submarino, lo que quieras," le dije. "Vivir en los suburbios tiene algunas ventajas," dijo. “Lo mismo ocurre con vivir en la ciudad. Es casi tan tranquilo aquí, pero amo mi casa.” Miré a mi alrededor. No había una sola cosa que no hubiera tocado ya. La cocina fue completamente remodelada y modernizada con los mejores electrodomésticos y las encimeras industriales más geniales que pude encontrar. Rompí la mayor parte de la alfombra e instalé pisos de madera dura con calefacción en todas partes, excepto en la sala de estar. "Tienes una hermosa casa, Shaylie. Y una cocina de ensueño que estoy a punto de destruir con mis débiles intentos de cocinar." Le di un rápido recorrido por donde podía encontrar cosas en los gabinetes y me senté en una de las sillas altas de la encimera para hacerle compañía. Me giré una vez y ella tomó mi copa de vino y la reemplazó con agua. "Necesito toda tu atención esta noche," dijo. "Oh, creo que tienes toda mi atención esta noche y todas las noches, si la quieres." Bueno, eso fue más evidente de lo que pretendía ser. Mis mejillas se calentaron. Tomé un largo

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trago de agua y evité el contacto visual con ella. Ella esperó hasta que me acomodé antes de contestar. "Ya lo sabía," dijo, engreídamente. Rodé los ojos. Odiaba que supiera lo fuerte que me estaba enamorando de ella. Afortunadamente, el sentimiento era mutuo. Al menos ella besaba como si lo estuviera. "Dime lo que vas a preparar." "Voy a preparar enchiladas de pollo con queso. Haré un guacamole fresco para que podamos comer con papas fritas y un aderezo mientras esperamos que las enchiladas se cocinen." "Qué rico. Suena delicioso. Estoy realmente hambrienta." Ella deslizó la bolsa de papas hacia mí. "Adelante y empieza." Abrí la bolsa y me metí unas cuantas papas en la boca. "¿Qué tal si te ayudo? Estoy segura de que necesitarás ayuda para picar cosas o rallar el queso." “No te daré ningún cubierto afilado, pero si rallarás el queso, eso sería una ayuda enorme. Gracias." Me lavé las manos y busqué el rallador. Rallé dos paquetes de queso, picando algunos bocados aquí y allá. Ella me pilló pero no dijo nada. Fue divertido verla trabajar en mi cocina. Aunque dijo que no era una gran cocinera, sabía lo que estaba haciendo. Mientras se cocinaba la sartén de enchiladas, hizo el mejor guacamole que jamás haya probado. "Si tu cena es tan buena, nunca te dejaré salir de mi casa." Ella se encogió de hombros y se sirvió una copa de vino. Volvió a llenar mi copa con agua. Fruncí el ceño ante su elección de bebida para mí. "Esto será fantástico. Solo sé que voy a entrarle." Sabía que todo iba a ser fantástico, pero sabiamente me mantuve en silencio. Con papas fritas y guacamole en mi sistema, ya no sentía la falta de claridad del vino. Ella se sentó a mi lado y giró mi silla para que estuviera frente a ella. "Bésame." Era más que una orden.

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La complací. Deslicé mis manos desde sus rodillas hasta sus muslos y me incliné para besarla. Estaba completamente en su espacio personal, pero a ella no parecía importarle. La sentí abrir sus piernas muy ligeramente. Mis pulgares se deslizaron hacia sus muslos superiores, a una o dos centímetros de su cálido núcleo, y apreté ligeramente. Ella pasó sus manos por mis brazos hasta mi cuello y sostuvo mi cara mientras profundizaba el beso. Gemí de nuevo y me acerqué más. Ella extendió más sus piernas para acomodarme. Moví mis manos hacia sus caderas por temor a que si continuaba mi viaje hacia donde estaban, comenzaría algo y tendría que detenerme. La cocina no era el mejor lugar para el sexo, al menos no la primera vez. Quería a Piper desnuda y extendida en mi cama para poder tocarla en todas partes. Quería que ascendiera lentamente y que se viniera con fuerza. "Estamos haciendo eso otra vez," Piper dijo. Ella se reclinó en su silla. "¿Qué cosa? ¿Lo del beso? Pensé que estaba bien.” Me incliné hacia delante y besé las comisuras de su boca antes de besarla completamente en sus labios otra vez. Ella se retiró de nuevo. "No, esa cosa donde empezamos y no podemos terminar." "Oh, estoy segura de que podemos terminar." Estaba completamente segura. "No con la comida saliendo del horno en diez minutos." Ella me apagó. "Eso. Bueno. Sí.” Me senté en mi silla y crucé los brazos sobre mi pecho. Ella pasó sus dedos ligeramente sobre mi cuello. Me estremecí. Ella dobló su dedo en la V de mi suéter y cuidadosamente me atrajo hacia ella. "Oh, vamos a retomar esto después de la cena. Tenemos toda la noche.” Tragué saliva justo antes de que sus labios capturaran los míos en un beso abrasador. Me deslicé de mi silla y me paré entre sus piernas. Deslicé mis manos hacia su culo y la atraje hacia mí. Sus dedos se deslizaron debajo de mi suéter y acariciaron mi piel suavemente. Se detuvo bruscamente cuando sintió mi cicatriz. Su rostro palideció. Pasó de cálido y rosado a vacío de color cuando la tocó y se apartó. "Oh, Dios mío. Lo siento mucho." "Oye, está bien. No me duele. Sé que no es atractivo, pero no me duele cuando me tocas allí.” Me retorcí en su abrazo y me levanté el suéter para que ella pudiera ver la cicatriz. Muy cuidadosamente trazó la línea irregular con su dedo. "Eres hermosa y también lo es esta cicatriz. Solo lamento que la tengas," dijo. Ella se veía tan triste. Odiaba que mi cicatriz arruinara el momento. XWPColección: Página y Facebook

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"No lo estés. Una amiga me dijo una vez que las cicatrices son atractivas y que debería llevar la mía como una insignia de honor." Le guiñé un ojo y ella me sorprendió inclinándose y besándola. Contuve la respiración todo el tiempo. Sus labios sobre mi cuerpo era demasiado. Me alejé. "¿Estás bien?" Preguntó. Medio me reí por la vergüenza y la reacción de mi cuerpo a sus labios. "Um. Sí. Solo fue mucho para mí para asimilarlo.” Ella no se estaba riendo ni sonriendo. La expresión de su rostro era feroz y decidida. "Planeo besar todas tus cicatrices." Si el temporizador no se hubiera apagado en ese momento exacto, la habría arrastrado de regreso a mi habitación. La tensión sexual entre nosotras era palpable. Estaba tan concentrada en ella que salté ante el ruido. "Hijo de puta," murmuré. Dejé su abrazo para apagar el timbre repetitivo del temporizador y sacar la comida del horno. "Parece que ya está," ella dijo. Su aliento era un susurro contra mi oreja. No la había oído acercarse detrás de mí. Me estremecí de nuevo. "Necesita enfriarse por unos minutos," le dije. Ni siquiera era mi platillo, pero me hice cargo porque necesitaba mantenerme ocupada. Sentí su presión detrás de mí, su cuerpo al ras con el mío. Apoyé mi cabeza en su hombro y la incliné para un beso que me debilitó con el deseo y la sumisión. Me dio la vuelta y yo me derretí contra ella. Estaba cansada de luchar contra mi atracción y hacer lo que pensaba que era lo mejor para nosotras. La deseaba.

CAPÍTULO DIECINUEVE “Tengo una idea mejor que la cena. Ven conmigo en lugar de eso.” Me empujó por el largo pasillo. Nos besamos todo el camino hasta que llegamos a mi habitación. Retrocedí lo suficiente como para preguntar, "¿Estás segura?" Ella me respondió desabotonando su camisa y quitándosela. La empujé suavemente hacia la habitación, mi boca en la suya, mis manos en su cuerpo. Cuando la parte posterior de

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sus rodillas golpeó el colchón, la seguí besando hasta que perdió el equilibrio y nos caímos en la cama. Me puse a horcajadas sobre ella lo suficiente como para quitarme el suéter y desabotonarme los pantalones. Apartó mis manos y deslizó la cremallera hacia abajo. Cerré los ojos mientras sus dedos rozaban la parte superior de mis bragas de encaje. Cuando volví a abrir los ojos, la mirada que me dio era de ansía, deseo y necesidad. Ella me quería. Alejé sus manos y las sostuve sobre su cabeza mientras me inclinaba para continuar besándola. Mi piel desnuda contra la suya me hizo estremecer. “¿Tienes frío?” Preguntó entre besos. "De ningún modo." Ella sonrió ante mi respuesta y me jaló para que me tendiera sobre ella. Me desabroché los pantalones y me senté el tiempo suficiente para quitármelos. También pateé los míos. No podía quitar mis ojos de su cuerpo. Piper era hermosa. Llevaba un conjunto de sostén y bragas de encaje rosado a juego. Sonreí. Yo llevaba un conjunto similar que cubría más, pero en color blanco. Ambas claramente queríamos que esto sucediera esta noche. La forma suave en que me tocó me hizo sentir hermosa. Por más apasionadas que habíamos estado al empezar, nos estábamos tomando nuestro tiempo que habíamos sucumbido. Pasé las yemas de los dedos por su estómago hasta el oleaje de sus pequeños pechos. Su aliento se enganchó cuando me incliné hacia delante y tracé la parte superior del encaje con mi lengua. Ella se inclinó y se desabrochó el sostén pero no se lo quitó. La besé con fuerza esta vez y levanté su sostén para que descansara en su clavícula. Pasé mi lengua por su cuello, más allá del encaje, hasta su pezón erecto. Tomé su pecho y me lo metí todo lo que pude a mi boca. Ella gimió su aprobación y entrelazó sus dedos en mi cabello, presionando mi cabeza abajo más fuerte. Deslicé mi lengua hacia su otro pecho e hice lo mismo. Sentí su mano deslizarse entre nosotras y soltar mi sostén con un solo movimiento de su dedo. Cuando me tocó el pecho, gemí. Había olvidado lo sensibles que eran mis pechos. Su mano estaba presionada entre nuestros cuerpos, pero ella logró frotar su pulgar de un lado a otro sobre mi pezón hasta que gemí. Necesitaba sentir su boca cálida y húmeda en él. Me alcé y ella obedeció sin ninguna indicación. Sus dientes rozaron mi pezón y chuparon fuerte. "Oh, Dios, Piper," le dije. Ella me dio la vuelta, para mi sorpresa y aprobación. Se inclinó sobre mí en sus manos y rodillas, moviéndose solo lo suficiente como para permitirme quitarle el sostén. Levanté la mano y le aparté el pelo. Su largo y ondulado cabello nos envolvió y yo le sonreí. Sus ojos viajaron por toda mi cara y se detuvieron cuando vio mi cicatriz. Ella se inclinó y le dio el más suave beso. Agarré sus brazos con más fuerza. Ella besó mi cuerpo hacia abajo, deteniéndose en la cicatriz irregular en mi costado para darle la misma atención amorosa y gentil. Me quitó las bragas pero se detuvo y regresó hacia arriba por mi cuerpo para besar la cicatriz arrugada que tenía en la rodilla. XWPColección: Página y Facebook

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"Es tan fea," le susurré. "Nada de ti es feo. Todo sobre ti es hermoso. Tus cicatrices solo le dicen al mundo que estás viva.” Le dio un último y diminuto beso y continuó su viaje por mi cuerpo. Contuve la respiración cuando llegó a mi centro. No hubo vacilación. Me abrió y deslizó su lengua por toda mi longitud, con fuerza y rapidez. Me quedé sin aliento ante la intimidad de eso, ante el puro placer de eso, y me propuse no venirme en el instante en que sintiera su lengua sobre mi clítoris. Ella empujó mis piernas hacia arriba y sostuvo la parte de atrás de mis muslos mientras continuaba prodigándome con atención húmeda y cálida. Me esforcé por durar, pero me vine en menos de un minuto. "Mierda." Dejé caer mis piernas en la cama. Sentí a Piper sonreír contra mi pierna. "Lo siento." Estaba mortificada. Cubrí mis ojos con la curva de mi brazo, avergonzada. "¿Me estás tomando el pelo? Me siento como una diosa en este momento," Piper dijo. Ella salpicó pequeños besos de vuelta hacia arriba por mi cuerpo hasta que estuvo cara a cara conmigo. Le dio golpecitos a mi brazo hasta que lo aparté de mis ojos. Ella tenía la sonrisa más engreída en su cara. Gemí e intenté cubrirme la cara de nuevo, pero me detuvo. "No. Déjame ver tu cara. Eres tan hermosa, Shay." Fue la primera vez que usó mi apodo. Incluso Marisa no me llamaba así. Era un nombre que usaba mientras crecía, pero una vez que llegué a la universidad, usé mi nombre completo. Quería que me tomaran en serio en el mundo real. Pero escucharlo ahora me hizo sonreír. Se sentía como una expresión de cariño, no solo un apodo. "¿Podemos empezar de nuevo? ¿Pretender que eso no pasó?” Pregunté. Ella me besó suavemente. Me probé en su boca y pasé la lengua por sus labios para probar más. Nuestra noche apenas comenzaba. "Siempre quieres volver a empezar. Conversaciones sobre nosotras y ahora sobre el sexo.” Me mordió el labio inferior y lo chupó en su boca. Gemí de nuevo y me subí encima de ella, extendiendo sus piernas con las mías, sin romper nuestro beso áspero y apasionado. Podía besar a Piper toda la noche, pero quería más. Necesitaba más. Le chupé el cuello. Su cuerpo se alzó para encontrarse con mi boca. Besé el punto sensible sobre su clavícula, la suavidad de su pecho, la curva de su cadera. Todas las zonas sensibles que la hacían gemir cuando mis labios las rozaban. La besé a través de sus bragas de encaje, ansiosa por saborearla pero prolongando el momento tanto como pude antes de caer sobre ella. Casi rasgué el encaje y ella levantó las caderas. Jalé de sus bragas más allá de sus rodillas y esperé a que se las quitara antes de continuar. Ella era suave en todas partes. Sonreí y pasé mi lengua por el interior de su muslo. XWPColección: Página y Facebook

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Estiró la mano detrás de ella y agarró la cabecera enrejada. Bajé la velocidad para poder apreciar todo sobre su cuerpo. Los escalofríos que estaban bajo mis dedos, el ligero estremecimiento cuando acaricié un lugar sensible, el sonido de su respiración agitada cuando me acerqué a su vagina. "Te he deseado durante tanto tiempo," dije en voz baja. Ella enredó sus dedos en mi cabello. Sonreí porque no creía que me escuchara. Lo dije más para mí porque no podía creer que mi sueño se estuviera haciendo realidad. Sentí un sentimiento de culpa, porque quería comenzar con nada más que honestidad entre nosotras. El secreto de Emma y Robin pesaba mucho en mi mente, pero mentalmente lo bloqueé y enfoqué toda mi atención en Piper. Deslicé mi mano arriba y abajo de su pierna, moviéndome más cerca del interior de su muslo con cada caricia. "Shay, me estás volviendo loca." Su voz era ronca y con una nota de desesperación. Le agradecí su súplica silenciosa y lamí suavemente su húmedo centro. La abrí para deslizar un dedo adentro. Ella estaba tan apretada y caliente. Gemí cuando sus paredes me apretaron. Me moví lentamente al principio, viendo su cuerpo levantarse con cada suave empuje. Cuando deslicé otro dedo dentro de ella, gimió ruidosamente. Mi corazón se aceleró y palpitó incluso más rápido con cada ruido que ella hacía. Estaba decidida a complacerla de todas las maneras que me permitiera. Capturé su clítoris abultado en mi boca y lo rodeé suavemente, chupándolo, lamiéndolo, sintiéndolo endurecerse con cada jalón de mi boca. Sostuve sus caderas hacia abajo con mi mano libre por temor a que se levantara y nos lastimara a las dos. "Justo allí, sí, allí mismo," susurró. Basada en su voz entrecortada y sus pequeños gritos de placer, sabía que estaba haciéndolo bien. Cuando finalmente se vino, metí mis dedos dentro y fuera hasta que ella me detuvo. Sus piernas se sacudieron con cada réplica y sus caderas se mecían de lado a lado. Jalé las sábanas y la tomé en mis brazos. Todavía estaba rígida por el orgasmo y quería que se relajara en mí. La sostuve hasta que su respiración volvió a la normalidad y su cuerpo se volvió manejable en mi abrazo. "¿Estás bien?" Me preocupaba que no estuviera lista para mí, para esta intensidad todavía. El sexo por primera vez era difícil porque estás aprendiendo los gustos y desagrados de la otra. Le acaricié la espalda con suavidad, con amor, y esperé a que respondiera. Ella asintió contra mí. Cuando sentí cálidas lágrimas contra mi cuello, la apreté aún más fuerte. No había palabras que pudiera decir para aliviar su mente o su corazón, así que hice lo mejor que podía al abrazarla y esperar. "Guau. Eso fue más difícil de lo que pensé,” dijo. XWPColección: Página y Facebook

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¿Qué demonios significaba eso? Traté de no tomármelo a mal así que esperé hasta que ella se explicara. No pasó mucho tiempo antes de que se diera cuenta de que lo que dijo no era halagador. Sentí su mano sobre mi pecho. "No quise decir eso. Quise decir que no esperaba ser tan emocional acerca de lo que acaba de suceder. Pensé que estaba lista," dijo. Me tensé. No quise hacerlo, pero su explicación no fue mejor. Esto fue demasiado pronto. Fruncí el ceño en su cabello, pero me dije a mí misma que no lloraría. "No, no. Lo estoy haciendo mal explicándolo. ¿Esto? ¿Nosotras? Fue increíble. Me sorprende lo increíble que fue, lo es. Estaba pensando que nos reiríamos y pasaríamos un buen rato. No esperaba que mi corazón estuviera tan involucrado." Me relajé y apoyé la cabeza en mi almohada. Piper se inclinó sobre su codo y me miró. Me limpié una lágrima que descansaba en el rabillo del ojo. Ella tocó mi cara y trazó un camino hacia mi cuello donde sintió mi pulso. "Bastante rápido," dijo. Deslicé mi mano hacia su cuello y sentí el suyo. Martilleaba contra mis dedos. "Guau." Ella sonrió y apoyó la cabeza en mi hombro. "Eso fue muy agradable." "Y acabamos de empezar." Besé la parte superior de su cabeza y me acurruqué debajo de la sábana con ella. "Y todavía tenemos que cenar." "Creo que nos merecemos cenar en la cama. Iré a arreglarnos dos platos y regresaré.” Piper se abalanzó sobre mí cuando intenté salir de la cama. "Oh, no. Todavía no vas a ninguna parte.” Duré más de un minuto el segundo orgasmo que me dio, y me olvidé del tiempo después del tercero. ****** "Tantos maravillosos sabores esta noche." Inocentemente apunté mi tenedor al plato de enchiladas en mi regazo. Nos tomó dos horas antes de que finalmente pudiéramos comer. Tuve que meter al microondas ambos platos, pero la comida era deliciosa. Piper llevaba una camiseta que decía ‘No temeré a las mujeres’ y sus pequeñas bragas XWPColección: Página y Facebook

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rosadas. No tenía idea de dónde terminó su sostén. Me negué a explicar mi camiseta favorita descolorida pero la hice ponérsela de todos modos. Se había trenzado el pelo hacia atrás para mantenerlo fuera de su comida, pero yo planeaba soltárselo en el momento en que termináramos. "No podría estar más de acuerdo." "Gracias por preparar la cena esta noche." Comí el último bocado y puse mi plato en la mesita de noche. "No puedo recordar la última vez que alguien cocinó para mí." "¿Cuánto tiempo ha pasado desde que saliste? Quiero decir, no tienes que responder si no quieres," dijo. No sabía si quería hablar sobre relaciones pasadas ya que acabábamos de tener sexo alucinante y quería bañarme en el resplandor posterior un poco más, pero decidí seguirle el juego. "Si no cuentas a Lani, mi última cita fue hace unos ocho meses." Ella me miro fijamente. "¿Qué?" "¿Cómo es eso posible? Eres perfecta." Me sonrojé y la desestimé. "Ni siquiera cerca de eso, pero gracias. Simplemente nunca pensé realmente en citas y relaciones. Estoy bastante ocupada con el trabajo.” Me encogí de hombros como si no fuera un gran problema, pero encontrar a alguien con quien encajaras tan bien no era tan fácil. La mayoría de las mujeres de mi edad ya estaban en relaciones, o estaban ocupadas con sus hijos y cónyuges, o simplemente eran idiotas. Colorado era una meca de las lesbianas, pero me costaba encontrar la correcta y no quería pasar por todas. "Mírame," dijo. Respiré hondo y me encontré con su mirada. "Realmente eres especial. Han pasado muchas cosas en los últimos seis meses en nuestras vidas, pero estoy feliz de que estés en la mía. No sé qué sucederá en el futuro, pero aquí mismo, en este momento, estoy en un buen lugar." A decir verdad, lo que ella dijo no me hizo sentir mariposas. No esperaba que me profesara su amor eterno después de una noche, pero esperaba más compromiso. No me acosté con cualquiera, o al menos no en la última media docena de años. Ganar dinero me hizo feliz y me concentré en eso. Con todo lo que me pasó este año, mis prioridades han cambiado. Estaba lista para el feliz para siempre, pero aparentemente Piper no lo estaba. Al menos no conmigo.

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"¿Ya terminaste? Me llevaré tu plato.” Necesitaba salir de allí para tomar un respiro rápido. Tomé su plato, lo apilé sobre el mío y salí de la cama. "¿Necesitas algo?" "Tal vez un poco de agua con hielo?" Asentí y salí corriendo de la habitación. No sabía cómo hablar del futuro con ella. Puse los platos en el fregadero después de enjuagarlos. Ante el sonido de la voz de Piper, me giré sorprendida. "¿Está en funcionamiento el jacuzzi?" Preguntó. Miró por la puerta corredera de cristal. Mi camiseta era lo suficientemente larga para cubrir sus caderas, pero demasiado corta para cubrir su dulce trasero que se asomaba por debajo de sus bragas rosadas. Su cabello estaba recogido sobre su cabeza, pero unos cuantos mechones enmarcaban su rostro. Ella siempre era hermosa. Suspiré. "Seguro que lo está. ¿Quieres sentarte un rato en el?” Las visiones de sexo con Piper en mi jacuzzi me motivaron a salir y encenderlo para nosotras. "Me encantaría. Espera. ¿Alguien puede vernos?” Miró a su alrededor en la oscuridad. "Solo las estrellas pueden ver mi patio trasero." Le agradecí mentalmente a Marisa, quien insistió en que comprara una bañera de hidromasaje a pesar de que peleé a cada paso del camino. "Vamos a darle un poco de tiempo para que se caliente y voy a agarrar unas batas." Ya hacía frío por la noche, por lo que el jacuzzi sería perfecto. "Oh, y no puedes usar ropa." "Solo estás diciendo eso." Ella me dio un codazo. "No, en serio. Las fibras de poliéster de los trajes de baño obstruyen el filtro." “Entonces solo me pondré esta camiseta de algodón. Eso está bien, verdad? Sin poliéster." La acerqué más y envolví mis brazos alrededor de su cintura. Ella respondió envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello. "Estoy bastante segura de que el técnico de tinas dijo que no se permite ropa de ningún tipo en la tina. Lo siento. Si te preocupa la modestia, supongo que podría esperar hasta que hayas terminado y luego meterme sola.” Suspiré dramáticamente. Piper se apartó de mi abrazo y se quitó la camiseta. Me miró con la sonrisa más traviesa en su rostro.

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"También vas a tener que quitarte las bragas." Las miró, enganchó los pulgares en la parte superior, las bajó un poco y luego las levantó. "Creo que está bien dejarlas puestas." Era tan difícil no caer de rodillas y probarla de nuevo. La alcancé y ella se acercó a mí de buena gana. "Va a tomar tiempo antes de que se caliente. Tenemos tiempo para matar.” Ella alzó una ceja mientras se presionaba contra mi cuerpo. "Puedo pensar en algunas cosas que podemos hacer." "¿Sólo algunas? Qué decepcionante. Esperaba más que algunas." Piper me silenció con un beso. El tipo de beso que me hizo abrazarla con debilidad. Chupó mi labio inferior en su boca y pasó su lengua sobre él, adelante y atrás hasta que abrí mi boca y nos besamos tan profundamente como pudimos. La jalé hacia el sofá y me acurruqué entre sus piernas. Esto no iba a ser un dulce sexo como el de arriba. Esto iba a ser duro y rápido. Me presioné contra ella, odiando que todavía llevaba sus bragas. Envolvió sus piernas alrededor de mi cintura y movió sus caderas contra las mías, ambas gemimos y nos tocamos tanto como pudimos. Rompí nuestro abrazo y me senté el tiempo suficiente para quitarle las bragas y tirar de ella hacia el sofá. Me cerní sobre ella, recorriendo con mis dedos su vagina abultada y húmeda. Cuando entré en ella con dos dedos, ella gritó y levantó sus caderas contra mi mano, deseando más. La penetré rápido y profundo y observé su cuerpo sonrojarse de pasión. Se estiró por mi, acercándome a ella. "Necesito tocarte," susurró. Su voz era irregular y temblorosa y sabía que estaba lista para ser liberada. Mi mano estaba empapada y apretada, pero no iba a detenerme. Sentí sus uñas presionando mi espalda mientras se abría paso para recibir a su orgasmo. Su cuerpo estaba rígido, excepto por sus caderas, que se mecían contra mi mano, recibiendo a cada empuje con una fuerza propia. "Más, Shay. Necesito más." No sabía si su cuerpo podía aceptar más, pero desaceleré mi mano y empujé suavemente un tercer dedo. Ella siseó. Gemí cuando la sentí ajustarse a mí. Con cuidado me moví dentro y fuera de ella, alentándola igual que antes, pero no tan duro. Ella estaba apretada y no quería lastimarla. Estiró su mano y detuvo la mía. Me quedé quieta en la confusión.

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"¿Te lastimé? ¿Estás bien?” Me sentí mortificada al pensar que la había lastimado. Me retiré. "Estoy bien. Hazlo de nuevo,” dijo. Miré sus ojos mientras presionaba los tres dedos dentro de ella. Su pecho se levantó y contuvo el aliento. "Otra vez." Me deslicé y salí por completo y volví a entrar. Ella tragó saliva y parpadeó lentamente. "Otra vez." Cristo. Ella estaba incluso más mojada que antes. Nunca había estado tan excitada simplemente por ver a otra mujer. Me incliné, mi cara a centímetros de la suya, y rápidamente la besé. "¿Qué quieres, Piper?" Salí por completo y esperé su respuesta, mis dedos apenas tocaban su vagina. "Quiero ..." Hizo una pausa y tragó saliva. "Quiero que me folles duro." Una explosión estalló dentro de mi cuerpo. El tamborileo grueso de mi corazón latía por todas partes. La besé y le di exactamente lo que quería. Ella rompió el beso para gritar y hundió sus dientes en el músculo tenso justo debajo de mi cuello. Siseé en una mezcla de dolor y placer. No me detuve hasta que ella gritó y detuvo sus caderas. Sentí que sus brazos me envolvían mientras me deslizaba fuera de ella. Su respiración entrecortada me preocupaba un poco, pero no lo suficiente como para querer moverme. Estaba agotada, pero también emocionada. Estaba exhausta, pero llena de energía. Sintiendo que pesaba demasiado para ella, aparté mi cuerpo del suyo y me moví hacia un lado. Sus pechos y su estómago brillaban con sudor. "Eres increíble," dijo. Le sonreí y pasé mis dedos por su cuello y sobre sus pezones y los apoyé en su estómago. Nunca había experimentado esta confianza tan pura en mi vida. Sabía sin lugar a dudas que me estaba enamorando de Piper. Incluso si borráramos los últimos treinta minutos de nuestra relación, lo que afortunadamente no podíamos, seguiría estando asombrada de ella. Ella era todo lo que esperaba y mucho más.

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"Ni siquiera puedo empezar a decirte cuán al revés tienes esto. Tú eres la increíble.” Sonaba sofocada y un poco emotiva, pero estaba tratando desesperadamente de mantener las cosas bajo control y no profesar amor por esta mujer. No la miré porque sabía que estaría escrito en mi cara. En cambio, puse mis dedos sobre sus curvas y observé cómo su cuerpo respondía a mi toque. "No creo que pueda moverme." Ella se rió a medias. "No espero que lo hagas. Relájate." Ella se estremeció, así que jalé la manta del respaldo del sofá para cubrirnos. Nos acostamos en un amigable silencio. Su mano estaba envuelta en mi cabello, acariciando mi cuero cabelludo suavemente. Apoyé mi palma sobre su estómago casi posesivamente. "¿Crees que el jacuzzi está listo ahora?" "Voy a ver. Espera aquí.” Sabía muy bien que ella no se iba a mover a menos que tuviera que hacerlo. Me desenredé de su abrazo, la besé rápidamente y salí. Me estremecí en el aire fresco y comprobé la temperatura. Era exactamente la que queríamos. Levanté la vista hacia la noche y sonreí a todas las estrellas. Esta noche era perfecta.

CAPÍTULO VEINTE "Si pasamos por el supermercado, no tendremos que salir de mi casa en absoluto." Estaba siguiendo a Piper a su loft, sorprendida de que tuviéramos la energía para levantarnos y vestirnos esta mañana. Perdí la cuenta de cuántas veces hicimos el amor desde el Viernes. Conté el número de horas que había dormido todo el fin de semana y todavía estaba en un solo dígito, pero no me importaba. Renunciaría a dormir por pasar tiempo con Piper sin dudarlo. "Llegaré antes que tú," le dije. Mi teléfono sonó con otra llamada. “Oh, Marisa está en la otra línea. Te veré adentro.” Colgué con ella y cambié las líneas. "Hola, chica, hola." “Parece que tuviste una buena cita el Viernes por la noche. Gracias por llamarme.” El sarcasmo goteaba de su voz. "Oye, no puedes odiarme porque no te llamé. Literalmente acabo de dejar aparte a Piper. La estoy siguiendo de vuelta a su casa después de que hagamos algunas compras.”

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"Oh. Si la estás siguiendo, eso significa que probablemente te quedes a pasar la noche allí así que puedes tener motivación mañana. Necesito más información. Empieza por el principio,” dijo. “Siempre la detective. ¿Y por qué no suenas feliz por mí? Cuando me contaste lo de Jason, yo estaba muy entusiasmada contigo. Venga. Necesito apoyo.” Incluso escuché el gemido en mi voz. "Estoy emocionada por ti. Solo soy un poco más cautelosa. Lo siento. Por favor, cuéntame sobre tu cita. Lo digo en serio. Quiero saber,” dijo. "Tendré que llamarte mañana. Me estoy estacionando en un lugar. Todo está bien, de acuerdo? Solo sé que las cosas están bien.” Colgué con Marisa y le sonreí a Piper cuando apareció en mi ventana. "¿Todo bien?" Preguntó. "Todo es perfecto," le dije. Me abstuve de besarla dado que estábamos muy recientes. No sabía cómo quería que nos comportáramos, especialmente en público. Abrió mi puerta y tomó mi mano. Agarré mi bolso y la seguí a la tienda. Teníamos suficiente comida para seis comidas a pesar de que solo iba a estar allí para dos como máximo. "Siempre me ha gustado ir de compras." Agregué una bolsa de malvaviscos al carrito. "¿Qué pasa con esos?" Piper señaló la bolsa. Agarré barras de chocolate y galletas Graham de un cercano exhibidor de comida de camping y las lancé en el carrito. "Vamos a hacer s'mores la próxima vez que vengas. Por lo tanto, no solo habrá tiempo en la bañera de hidromasaje sino también en el foso de fogatas. ¿Recuerdas esa cosa cuadrada en el patio toda cubierta? Esa es el foso de fogatas que nunca he usado, pero realmente quiero hacerlo." "Esto simplemente significa que tendré que ejercitarme más duro debido a las calorías que me das de comer." "Prometo que quemaremos todas las calorías que te estoy dando." Moví mis cejas hacia ella. Fui recompensada con la sonrisa más dulce y sexy de todas. Me derretí aún más. “Apurémonos y regresemos a tu casa. Clifford me envió un mensaje. Quiere que nos acurruquemos en la cama con él.”

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"Huh. Clifford. Es extraño que nunca me haya enviado un mensaje antes y yo soy su mamá." “Es porque nos hicimos amigos en las esterillas. Él es casi tan ágil como yo," dije. "¿Clifford también puede poner sus piernas detrás de sus orejas?" Me sonrojé, recordando nuestra madrugada donde Piper me superó total y completamente. Su lengua me hizo cosas que tenían mi mente tambaleándose. "Basta." Le di un empujoncito en el hombro con el mío. "¿Qué?" Susurró inocentemente. Miró alrededor y me besó rápidamente. La fuerza de su cuerpo chocando contra el mío hizo que mi cabeza golpeara varias cajas de cereales y las tirara en el pasillo. Me froté la cabeza, me reí y la regañé. Volví a golpearme la cabeza, esta vez con la de ella, cuando ambas nos agachamos para recoger las cajas dispersas de Frosted Flakes y Honey Smacks. "Ay. Necesitamos salir de aquí antes de que necesite más puntadas." Me encogí una vez que me di cuenta de lo que dije. "No más puntadas, pero sí. Salgamos de aquí." Dimos la vuelta a la esquina y por poco chocamos contra otro carro. Me disculpé con la señora mayor y me aparté de su camino. "Piper. ¿Cómo estás?" La sentí ponerse rígida a mi lado. "Marilyn. Me va bien. Gracias por preguntar." Marilyn miró hacia nuestros dedos entrelazados y de regreso hacia Piper. "Puedo verlo. Parece que te estás adaptando bien a la vida.” Ella empujó su carrito lejos de nosotras sin esperar una respuesta. Me incliné y le susurré a Piper, "Ella literalmente acaba de alzar su nariz en el aire hacia nosotras. ¿Quién era esa?" “Marilyn trabajó con Robin. Ella es la asistente administrativa de la empresa."

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"Bueno, ella fue grosera y no me agrada." Fruncí el ceño en dirección a Marilyn. "No la escuches." Cambié rápidamente de tema al café. Piper prometió que nos tomaríamos un café, e incluso si por alguna falta de suerte eso no era cierto, siempre había Peak Brew al otro lado de la calle. Pagué por las compras y una vez más la seguí de regreso a su loft. Las dos encontramos estacionamiento y agarré una bolsa de comestibles y mi bolsa de viaje. Piper abrió el camino escaleras arriba. "Clifford, estoy aquí. Traje a tu mamá a casa tal como lo pediste.” "Míralo. Todavía dormido en la cama.” Piper señaló escaleras arriba hacia el círculo redondo de su cama. "Él no te envió ningún mensaje. Demonios, es probable que ni siquiera haya abandonado ese lugar desde la noche del Viernes." "Voy a estar en desacuerdo. Él ha salido de la cama para comer. Y con suerte usar la caja de arena.” La seguí a la cocina para dejar la bolsa de las compras. "Puedes colgar tu ropa en el armario allí mismo. Puede que tengas que apretujarlas. O simplemente colgarlas en las escaleras,” Piper dijo. Las colgué en las escaleras. Entrar en el armario de Piper parecía bastante íntimo, independientemente de las últimas cuarenta y ocho horas. Me entregó una botella de agua después de guardar las compras y me indicó que me sentara en el sofá con ella. Me senté y me apoyé contra ella. Sonreí cuando sentí que su brazo cubría el respaldo del sofá. Estaba triste porque ella no me tocó, pero realmente no podía quejarme. "¿Quieres ver una película?" Preguntó. Estaba cansada, pero asentí. Piper eligió un romance de Hallmark Channel que acababa de comenzar. Recuerdo haber visto los créditos iniciales y pensar que la protagonista principal era bonita y luego todo se volvió negro. ****** Abrí los ojos y encontré una manta sobre mí y Piper en la cocina preparando la comida. Escuché el ronroneo, así que supe que Clifford estaba cerca. "¿Qué hora es?" "Las cinco quince. Estabas bastante cansada y no quería despertarte. Sé que necesitas dormirte y tienes muchas reuniones importantes esta semana."

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Me incorporé y me froté los ojos. "Lo siento mucho. Desperdicié nuestra tarde.” "Oh para. No lo hiciste. Ven aquí y terminemos de hacer la cena juntas.” Piper se había cambiado de ropa. Llevaba unos jeans y un suéter color crema. Se había puesto gruesos calcetines antideslizantes y tenía el pelo ondulado recogido en la nuca. Parecía como un anuncio para un folleto de Visite Colorado en el centro de visitantes en el límite estatal. Lo único que faltaba era una chimenea y zapatos de nieve apoyados cerca de la puerta principal. Me sentí desaliñada y despeinada en mi ropa arrugada de esta mañana. Solo tenía ropa para el trabajo mañana y un conjunto de pijamas que no planeaba usar toda la noche. "¿Qué vamos a comer?" "Pizza. De esa manera podemos picar más tarde esta noche si tenemos hambre. La masa está lista para estirarla. Solo estoy rebanando algunos champiñones.” "Puedo rallar el queso," le dije. Me entregó el rallador y un pedazo de mozzarella. Preparamos la pizza y la pusimos en el horno en poco tiempo. "¿Qué quieres hacer ahora?" "Tal vez podamos intentar con una película diferente?" Piper preguntó. "No sé si quiero salir más esta noche." "Prometo que no me quedaré dormida de nuevo. Al menos no todavía." Nos pusimos cómodas en el sofá y elegimos una película de acción. Sin embargo por la mitad, me incliné y besé su cuello suavemente. Al principio, ella me ignoró, y pensé que era un juego. Me esforcé más. Cuando sentí su mano en mi pecho deteniendo mi avance, retrocedí. "¿Qué pasa?" "No lo sé con seguridad," dijo. Cuando me miró, vi un dolor en sus ojos. Mi corazón se hundió. "Me siento mal." "Háblame." Tomé sus manos en mi regazo. "Dime qué pasa." Ella suspiró y apoyó su frente contra la mía. “Estando en tu casa, lejos de mi vida, sentí que las cosas podrían ser normales para mí. Me sentí especial y atesorada. Pero estar aquí contigo es muy difícil. Todo me recuerda a Robin. Sé que eso suena estúpido. Y luego toparme con Marilyn y las cosas crueles que dijo.” Ella rompió a llorar.

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Mi garganta ardió y parpadeé para contener mis propias lágrimas. "Sé que no puede ser fácil para ti." No tenía idea de qué decir. Odiaba que nos encontráramos con Marilyn, pero sabía que algo así sucedería. "No esperaba tener tantos sentimientos. Buenos y malos. Estar contigo me hace sentir feliz y esperanzada por primera vez en meses. Pero una parte de mí se siente abrumadoramente culpable. Pensé que iba a estar bien. Realmente lo hice. Marilyn fue la gota que derramó el vaso.” Se limpió las lágrimas de las mejillas y me sonrió débilmente. "Guau. No tengo idea de lo que me está pasando en este momento.” Se levantó y caminó hacia la isla de la cocina. Puso ambas palmas en la superficie y bajó la cabeza. Yo estaba inmóvil. No sabía cómo consolarla. No sabía lo que estaba pasando, pero la sensación de vacío en la boca del estómago me advirtió que no era bueno. "Yo tampoco lo sé, pero me estás asustando." Caminé hacia ella vacilante y puse mi mano en su espalda. “Piper, realmente no puedo imaginar por lo que pasaste o por lo que estás pasando, pero por favor no te des por vencida con nosotras. Podemos retroceder varios pasos. No me quedaré aquí esta noche.” La desesperación llenaba las grietas de mi corazón, un mecanismo de defensa mientras mi cerebro intentaba comprender lo que Piper realmente estaba diciendo. "Este fin de semana no debería haber pasado. Fue demasiado pronto. Quedé atrapada en cómo me hiciste sentir y cuánto disfruté de estar contigo, pero siento a Robin aquí, apretando mi corazón y la culpa ... " Se detuvo para respirar y mirarme a los ojos. "La culpa está en todas partes." "No digas eso. Por favor, no digas eso." Ella lloró más fuerte. La tomé en mis brazos y susurré contra su cabello, "Por favor, Piper. Por favor solo danos tiempo. No quiero perderte. Podemos resolver algo. Ten fe en nosotras.” La sostuve hasta que sus sollozos se calmaron. "No es justo para ti pedirte que me esperes. Eres una persona tan maravillosa, Shay. Todavía soy un completo desastre. Estamos justo en diferentes lugares de nuestras vidas ahora mismo. Lo siento mucho, pero solo necesito enfocarme en mí y fortalecerme.” Hizo una pausa para tocarme. "Has sido tan maravillosa y me has apoyado y esto me rompe el corazón." Podía decir por la mirada derrotada en su rostro y sus hombros caídos que estaba hablando en serio. Reuní mis cosas con tanta dignidad como pude y silenciosamente salí de su vida.

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CAPÍTULO VEINTIUNO "Entonces, qué pasó exactamente? Comienza desde el principio y solo omite lo que necesites.” Marisa salió de la puerta corrediza de vidrio y me asustó muchísimo. Estaba afuera, sentada junto al foso de fogata, con una manta envuelta alrededor de mis rodillas. Había estado revolcándome en la autocompasión durante horas, sin saber cómo manejar la confesión de Piper. "En primer lugar, apestas por asustarme," le dije. “Lo siento, pero cielos. Me enviaste un mensaje de emergencia 911 y me asusté. Además, te llamé. ¿Dónde está tu teléfono?” Busqué en los pliegues de mi manta antes de recordar que lo había dejado en la encimera de la cocina, junto a lo que ahora era una botella de vino casi vacía. "Creo que está en la cocina en algún lugar. No es que alguien me envíe un mensaje o me llame, y ya estás aquí." Estaba deprimida. Había manejado el rechazo antes, pero esto era diferente. Realmente pensé que Piper y yo teníamos una oportunidad. Marisa volvió a entrar por una manta y una copa de vino. Después de que se puso cómoda, se giró hacia mí. "Cuéntame." "Tuvimos esta estupenda cita el Viernes. La cita duró todo el fin de semana. Aquí en mi casa, Piper fue dulce y atenta. Y el sexo? Oh, ni siquiera me hagas empezar con eso." "¿Quién hizo el primer movimiento?" Marisa estaba pendiente de cada una de mis palabras. "Bueno, eso no es realmente de lo que quiero hablar." "Lo siento. No tenemos que hablar de eso ahora mismo.” Marisa me apretó la mano. "De todos modos, así que decidimos pasar el Domingo en su casa. Ella tenía que checar a Clifford y simplemente volver a la rutina," le dije. “¿Tuvo alguna clase el Sábado?” Marisa preguntó. "Ella debe haber intercambiado porque no se apartó de mi lado. Eso es lo extraño de todo esto. En un momento somos amantes felices y despreocupadas, al minuto siguiente se está volviendo loca y dice que es demasiado pronto y no puede hacer esto.” Me levanté y añadí algunos troncos al fuego. "Nos encontramos con esta mujer horrible que nos vio

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tomadas de la mano en el supermercado. Al parecer, ella conocía a Robin. Le dijo algo malicioso a Piper. ¿Cómo se supone que debo combatir los recuerdos de una prometida muerta?” "¿Alguna vez le dijiste lo que viste en el avión?" La voz de Marisa era baja y cautelosa. "Por supuesto que no. Eso es lo peor que alguien podría escuchar acerca de su pareja. O de su mejor amiga.” Volví a colocar la manta sobre mis piernas. Hacía demasiado frío para estar afuera, pero me sentía adormecida y el aire frío era lo único que sentía. "Shaylie, tienes que decirle. Tal vez no te escuche, pero necesita saberlo. Tal vez la verdad la liberará y te dará la oportunidad que ambas se merecen. No es justo dejarla que llore por personas que le ocultaron un secreto tan terrible." "Así que, simplemente voy a soltarle ‘por cierto, Piper, me senté junto a tu prometida y tu mejor amiga, que se besaron durante todo el viaje. Pensé que estaban juntas y luego pensé que quizás lo sabías y estabas de acuerdo con eso’. ¿Cómo le dices a alguien que amas que su vida durante el año pasado fue una mentira?” "No sé si lo diría así, pero tal vez – " "¿Qué acabas de decir?" Preguntó una voz detrás de nosotras. Me di la vuelta para encontrar a Piper parada dentro de la puerta de la privacidad pareciendo sorprendida. Cerró la puerta de golpe y se acercó a mí. Frunció el ceño y entrecerró los ojos con rabia. "En serio, qué acabas de decir?" Su voz era temblorosa y varias octavas más altas de lo normal. Su barbilla sobresalía desafiante, pero su lenguaje corporal era el de un animal asustado y atrapado. "Oh, mierda," Marisa dijo. Se puso de pie y estaba casi entre nosotras, una especie de árbitro. "Piper, espera. Deja que Shaylie te explique.” "No puedo creer que inventes algo así solo para retenerme," dijo. "¿Estás bromeando? Nunca mentiría sobre algo como eso, ni siquiera para retener a alguien en mi vida.” Mi ira se ocultó justo debajo de la superficie al ser acusada de mentir, especialmente a alguien a quien amaba. "Puedo responder por eso," Marisa dijo.

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Piper se volvió hacia ella. "Mantente al margen de esto." Marisa levantó las manos y retrocedió unos pasos, pero se quedó cerca. "¿Qué se supone que debía decir? ‘Oye, sí, conocí a tu prometida, pero ella y tu mejor amiga prácticamente estaban teniendo relaciones sexuales a mi lado en el avión’. Piper, absolutamente nadie te lo habría dicho después de lo que pasó. Nadie. Mierda como esta me carcome por dentro. Odio los secretos, pero no sentí la necesidad de decírtelo. Ya perdiste tanto.” Traté de tomarle las manos, pero ella se apartó furiosa. "Estás mintiendo. ¿Por qué dirías algo así?” Ella se alejó de mí. "No estoy mintiendo. Robin y Emma actuaban como una pareja. Lo siento mucho, pero estaban tomadas de la mano y besándose." Me mató decir esas palabras, pero ahora que estaba ahí fuera, Piper necesitaba saberlo. "No. Eran amigas. Trabajaban juntas a veces. Eres una imbécil." Sus palabras me hirieron rápidamente. Mi corazón se cerró de golpe en mi pecho y la ira recorrió mis venas. "Bien, seguro. Solo estoy siendo hiriente y dije estas cosas porque sabía que estabas acechando afuera de mi puerta justo ahora. Tiene perfecto sentido.” Puse los ojos en blanco ante lo absurdo de la situación. "Shaylie." La voz de Marisa contenía una advertencia. Ella sabía que mi sarcasmo salía con toda su fuerza cuando me presionaban. "Mira, Piper. Sé lo que vi. Marisa me rogó que te lo dijera desde el primer día, pero quería protegerte. Quería que tuvieras paz con Robin y Emma.” Traté de explicarme, pero sabía que Piper estaba decidida. Estaba demasiado enojada para escuchar. "Simplemente no puedo creer que te cayeras tan bajo." La expresión de desdén en su rostro era desgarradora. Sentí que mi corazón se rompía aún más. Guardar los secretos era una estupidez. Lección aprendida de la peor manera posible. “Vine aquí para encontrar una manera de hacer que esto funcione. Porque pensé que tal vez valíamos la pena el luchar, pero ahora sé que fue un error. Fuimos un error.” Piper se dio la vuelta y se marchó. Ni siquiera intenté detenerla. Yo estaba inmóvil. “¿No vas a ir tras ella?” Marisa preguntó. "¿Estás bromeando? Ella no me va a escuchar en este momento.” Caminé frente a la fogata hasta que Marisa me detuvo.

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"Ve adentro. Voy a apagar el fuego y estaré allí en un segundo." Cada paso que di era pesado. Estaba tan cansada. Mi cuerpo se estaba adormeciendo porque me dolía mucho el corazón. Me tumbé en el sofá y no miré nada. Hace veinte minutos, pensé que todavía tenía una pequeña posibilidad con Piper. Estar en su casa como su amante en lugar de su amiga realmente la desconcertó y supe que necesitaba espacio. Esperaba que pudiéramos resolverlo porque sentía una conexión tan fuerte con ella. Después de esta noche, supe que nuestra oportunidad había muerto. Sentí que los cojines se hundían cuando Marisa se sentó en el sofá. Ella comenzó a jugar con mi pelo. "Siento mucho que haya pasado así. Ni siquiera debería haberlo mencionado. Todo es mi culpa. ¿Sabías que ella iba a venir?” No pude hablar. En cambio negué con la cabeza. Ella continuó acariciando la parte de atrás de mi cabeza. Cuando llegaron las lágrimas, me abrazó hasta que me quedé dormida, agotada y con el corazón roto. ****** Esto no podía estar pasando. Revisé el informe dos veces durante la reunión. De todos los edificios a elegir, ¿cuáles eran las posibilidades? "Creo que nuestro cliente estará contento con nuestra recomendación. Es un edificio lo suficientemente grande para su negocio en crecimiento y lo suficientemente cerca del centro de la ciudad para darle esa sensación de importancia sin ser demasiado caro." Brittany nos estaba preparando para nuestra próxima reunión con Penshaw & Fern. “Les llevará un año consolidarse. Eso les da a los inquilinos con contratos de arrendamiento un montón de tiempo para encontrar un nuevo lugar." No sabía qué decir sin deshacerme, pero tenía que decir algo. Me aclaré la garganta, indicando que tenía algo que decir. “Esta zona limita con lo residencial. Hay varios condominios cercanos. Creo que nuestro cliente podría negarse a eso.” "Shaylie, esta área está bajo tu recomendación. No puedes retroceder ahora. Incluso dijiste que era genial para los negocios prometedores." “Lo hice, pero no creo que este edificio sea el adecuado para nuestro cliente. Creo que querrán un espacio más grande. Si están consolidando cuatro oficinas diferentes, este edificio no les dará la capacidad en cinco, diez años en el futuro.” Mi corazón latía con fuerza. Respiré hondo y esperé mientras Brittany revisaba las especificaciones del edificio.

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"Este es un edificio de ladrillo de dos pisos. Es una compra directa. Pueden construir si lo necesitan. Nadie va a rechazar un edificio asequible en un área prometedora. Denver está creciendo y no hay muchos lugares disponibles. Creo que nuestro cliente estará de acuerdo. Tenemos una buena y sólida relación con Thompson Realty, y entrar sin problemas antes de que incluso aparezca en la lista es lo mejor. Esta propiedad saldrá en el momento en que se publique.” Se detuvo el tiempo suficiente para revisar la información nuevamente. “Los contratos de arrendamiento de los inquilinos actuales acaban en tres meses. Estoy segura de que se les notificará pronto sobre el cambio de propietario si este acuerdo se lleva a cabo." Brittany no lo abrió para discusión. Salió de la oficina con sus fieles secuaces pisándole los talones. Me senté en la mesa de conferencias en completa conmoción. El estudio de Piper y las otras pequeñas empresas de su edificio tendrían que mudarse gracias a una recomendación que hice hace meses. No sabía que su edificio estuviera incluso a la venta. Ella nunca mencionó nada al respecto. Demonios, probablemente ni siquiera lo sabía. "Shaylie, línea uno. Shaylie.” La voz de Ginny resonó a través del sistema telefónico y me sacó de mi trance. "Esta es Shaylie Beck. ¿En qué puedo ayudarle?” Contesté el teléfono en la sala de conferencias. "Soy Charles. Tengo buenas noticias. ¿Puedes pasar por la oficina hoy?” Cristo. Hoy no era el día para lidiar con mi abogado. Mi estado emocional estaba lo suficientemente frágil, pero me sentía atrapada aquí, como si las paredes se derrumbaran. Necesitaba salir. "Por supuesto. Pasaré por ahí después del almuerzo.” Terminé la llamada y me dirigí a mi oficina para responder algunos correos electrónicos urgentes y hacer una lista de todas las malas decisiones que tomé este año. Subirme a un avión lleno, verificado. Estrellarse, verificado. Enamorarme de la prometida de alguien que murió en un accidente, verificado. Ocultarle un gran secreto, doble verificado. Dios me ayude, pero estaba enamorada de Piper. Lo estaba antes de nuestro fin de semana largo, hace tres semanas. Lo estaba antes de que hiciéramos ese loco viaje en bicicleta. Mi teléfono me sacó de mis listas de cosas que no podía cambiar. "¿Qué pasa, Mar?" Traté de sonar jovial más por ella que por mí. Ella había amenazado con mudarse conmigo hasta que dejara de amar a Piper o encontrara a alguien más. Ajusté mi actitud rápidamente a su alrededor. No pensé que podría manejar a Marisa y Jason en mi casa. Los quería, pero no necesitaba que me recordaran todo lo que me estaba perdiendo – los toques amorosos, los dulces besos, la cercanía de alguien a quien amas.

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"Solo reportándome. ¿Cómo estás? ¿Quieres venir al rancho conmigo este fin de semana? Alejarte un poco? Podríamos irnos esta noche.” Me mordí mi labio inferior mientras pensaba en su ofrecimiento. El clima se estaba volviendo más frío y estaba empezando a pasar al modo de hibernación, lo que se adaptaba a mi estado de ánimo en este momento. Pero salir de la ciudad sonaba perfecto, y me vendría bien un poco de amor maternal ya que mi propia madre estaba en una zona horaria diferente. Virginia era la persona perfecta con quien sentarse y hablar sobre mis problemas. No es que no confiara en el consejo de Marisa, pero Virginia era más sabia y se había enamorado de Piper dentro de los treinta segundos de estar con nosotras dos. "Cuenta conmigo." "¿De verdad? Quiero decir, eso es genial." "Estoy rodando mis ojos hacia ti ahora mismo." "Realmente puedo escucharlos rodar." Eso me hizo sonreír por primera vez en mucho tiempo. “Puedo conducir después del trabajo.” Ya estaría oscuro cuando terminara el trabajo, pero ya había hecho el viaje varias veces y me sentía cómoda con él. "Absolutamente no. Pasaré por ti a las seis.” "En realidad estoy pensando en escabullirme del trabajo. Charles llamó, así que prometí verlo después del almuerzo. Estoy considerando seriamente en tomarme la tarde libre.” A pesar de que me tomé tres días de descanso después de la desgarradora ruptura con Piper semanas atrás, no estaba tan ocupada que no podía retirarme unas horas antes. "Eso es aún mejor. ¿A qué hora quieres que te recoja?” "Debería estar lista para irme a las tres. Voy a comprar unos bocadillos para el viaje," le dije. "No mucho porque Virginia tendrá algo increíble para la cena. Y ambas sabemos cómo podemos atiborrarnos de su comida." Me animé ante eso. No había comido bien en semanas y había bajado unos cuatro kilos y medio. Mis comidas eran principalmente líquidas y nada nutritivas a menos que creyera que el vino era saludable. "Buen punto. Solo compraré unas cuantas cosas.” Colgué sintiéndome ligeramente mejor que en semanas. Un fin de semana lejos era justo lo que necesitaba. Terminé mi correo electrónico, cerré mi computadora y agarré mi bolso. Esperaba que el rancho de alguna manera pudiera aliviar el dolor que latía en mi XWPColección: Página y Facebook

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pecho, recordándome lo jodida que se había convertido mi vida a causa de una conferencia a la que nunca debería haber asistido.

CAPÍTULO VEINTIDÓS Salí de la oficina de Charles con una pila de papeles y la promesa de un cheque que cambiaría mi vida. Estuve allí durante dos horas y apenas llegué a casa a tiempo para empacar para el viaje. Marisa irrumpió exigiendo el chocolate que supuso que había comprado. "¿Qué está pasando? Estás muy pálida. ¿Finalmente hablaste con Piper?” Ella se sentó a mi lado y me agarró las manos. Negué con la cabeza. "No, pero acabo de terminar con Charles." "Pensé que habías ido allí hace horas." Miró su reloj. “Tuve que firmar un montón de papeles. Ten. Mira esto.” Le entregué el archivo. Ella lo abrió y se puso de pie. "¡Santa mierda!" Me miró fijamente. "Santa mierda, Shaylie. Este es tu acuerdo? ¿Todo esto?" "Bueno, no olvides que Charles recibe algo de eso." Marisa se sentó y me apretó la pierna. "Esta es la mejor noticia. Quiero decir, cómo lo obtuviste es horrible, pero esto es una locura." "Mar, tienes que prometerme que no se lo dirás a Jason. Parte del acuerdo es que no estoy autorizada a divulgar ninguna información sobre el acuerdo. Sé que es difícil ya que eres parte de la vida de Jason, pero no puedes compartir esto.” Por una fracción de segundo, estaba preocupada de que Marisa me lo echara a perder, pero mis temores eran por nada. Ella dejó los papeles y me dio el abrazo más fuerte. "Eres mi mejor amiga, pero esto no es de mi incumbencia. Gracias por confiar en mí. No se lo diré a nadie.” Me miró con tanta solemnidad que me reí. No pude parar. Ella se unió hasta que las dos estábamos tendidas, llorando. Era una cantidad tan asombrosa que parecía increíble.

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"Venga. Salgamos de aquí. Oh, se me olvido comprar los bocadillos. Tendremos que parar en el camino.” "Definitivamente los estás comprando esta vez," dijo. Subimos a su auto y salimos hacía la carretera. La mayoría de la gente no viajaba al norte, por lo que no tuvimos que luchar mucho contra el tráfico. Durante los primeros veinte minutos, nos reímos y hablamos de lo loca que era la vida. El accidente aéreo fue horrible, pero el resultado fue un cambio de vida emocional y financiero. Encontré a la chica de mis sueños, la perdí, pero gané una fortuna. No estaba segura de cómo sentirme sobre eso. El dinero era genial, pero el precio era impensable. "Será mejor que lo inviertas en algo sólido," dijo. "Ni siquiera he pensado en el futuro. Espera hasta que lo tenga primero. Entonces estoy segura de que Charles me dará algunos consejos sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer para invertir." "Está bien, vamos a hablar de mí por un minuto." "Soy toda tuya. ¿Qué pasa?" Marisa comenzó a estar inquieta con el volante de cuero, doblando los dedos alrededor de él como si estuviera acelerando una motocicleta. "Entonces, recuerdas cuando dije que Jason y yo ni siquiera hablaríamos de mudarnos juntos o del futuro por al menos en un año?" Yo chillé "¡Calla de una vez!" "Espera, espera. Nada es definitivo, pero en la primavera, Jason va a construir una casa en el rancho, lo suficientemente lejos de la casa principal para tener privacidad, pero lo suficientemente cerca como para ser parte de la acción." La sonrisa en el rostro de Marisa me dio esperanza. Estaba tan feliz por ella y Jason. "Lo sabía. Lo supe todo el tiempo." "Por favor no te rompas el brazo otra vez dándote una palmadita en la espalda. Pero sí, te llevas todo el crédito.” Ella estiró la mano y apretó mi rodilla. "Lo sé. Debería abrir un negocio de emparejamiento. Soy tan jodidamente buena en esto.” Hace varios años, cuando Marisa y yo estábamos solas y deprimidas en una fría noche de

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San Valentín, vimos un documental sobre casamenteros exitosos en todo el país y prometimos que podríamos hacerlo. "Ah, no. Jugaré la carta de mejor amiga y evitaré que hagas eso. Una historia de éxito no te hace un experta." "Sí, especialmente desde que hice un trabajo tan estelar con mi propia vida y mis relaciones." Levanté mi dedo justo antes de que ella respirara profundamente para pelear conmigo. "Vamos a volver contigo y Jason. ¿Te vas a casar? Obviamente vas a transferirte, verdad?” "No hemos hablado de casarnos." "Porque si lo hubieras hecho, me habría sentido tan molesta el que no lo supiera dos segundos después de que sucediera." Me crucé de brazos para hacerle saber lo serio que era esto. Ella me tocó el costado juguetonamente. "Prometo que te lo diré antes de que se lo cuente a mi propia madre." Me acurruqué y esperé a que ella terminara de contar su historia. "No hemos hablado oficialmente al respecto, pero él me dijo que quería tener su propia casa para poder comenzar una familia y esas cosas." Chillé de nuevo, pero esta vez la agarré del brazo y lo apreté. "No puedo soportar toda esta genialidad a la vez." Ella se desvió un poco en el camino. "Cuidado. No me asustes así.” Levanté mis manos. "Bien, bien. Me quedaré en este lado del auto, pero cuéntame más. ¿Estás ayudando a diseñarla? ¿Tiene un constructor? ¿Qué tan lejos de la casa principal?” "Para, para. Está bien, sí, tiene un constructor y sí, lo ayudé a elegir un diseño. Su hermano se la está comprando para que pueda irse de la casa grande, así que él está usando ese dinero para comenzar." "¿Qué tan grande quiere que sea esta casa? Quiero decir, sí, voy a necesitar una habitación de invitados allí, pero aparte de eso, qué vas a tener ahí?” "Cinco habitaciones, seis baños, una sala de recreación, dos oficinas, una cocina grande."

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La interrumpí. "¿Por qué la cocina? ¿Va a venir Virginia a cocinar para ti?” Tuve un buen puñetazo en el brazo por ese comentario. Me froté el sitio adolorido. "Quiero decir, no puedo esperar a ver la magia que creas en una cocina grande y hermosa con las últimas y mejores cosas." "Podría adoptarlo como hábito. Quiero decir, Virginia. ¿Hola? La mejor cocinera que conocemos." Marisa entró en el largo camino de entrada, y una sensación de emoción y alivio se agitó dentro de mí. Hoy ha sido un día difícil. Todavía estaba deprimida por Piper, pero me habían dado muy buenas noticias sobre mis amigos. Estaba empezando a salir de debajo de la bruma de mi vida diaria, y algo se agitó en mi pecho que no había sentido en semanas: esperanza. ****** "Me alegro tanto de que hayas venido aquí este fin de semana." Virginia me dio un cálido abrazo y casi lloré en el acto. Me sentí muy a gusto aquí, y por una fracción de segundo, contemplé mudarme a Cheyenne solo para estar cerca de las personas que me amaban. Podría vender bienes raíces comerciales en la Antártida si tuviera que hacerlo. "Este es uno de mis lugares favoritos. Gracias por invitarme." “Pasa. Entremos y salgamos del frío. Puedes ayudarme a terminar la cena.”, dijo. Abracé a Jason en el camino, levanté a Alison y la llevé a la casa conmigo. "¿Qué está cocinando la abuela?" Ella se encogió de hombros. "No lo sé. He estado jugando juegos." Fingí sorpresa. "¿Qué? Pensé que eras la pequeña ayudante de la abuela." Ella se rió. "Ahora que estás aquí, puedo ir a jugar videojuegos." "Espera un minuto. Aguarda. ¿Cuántos años tienes ahora? ¿Trece? ¿Dieciséis? ¿Cuánto tiempo he estado fuera? ¿Tengo que esconderte las llaves de mi auto?” La bajé y la vi correr hacia la otra habitación. Miré a Virginia. "¿Cuándo fue que creció?" "Sucedió en un abrir y cerrar de ojos, pero afortunadamente todavía es manejable. Vamos, necesito ayuda con las papas.”

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La seguí a la cocina y me puse el delantal que me dio. "Nunca pensé que alguna vez usaría uno de estos." "Te salvará la ropa. Necesito que hagas el puré de papa mientras preparo el pastel de carne. Parece que estás lista para una comida sustanciosa.” Ella frunció los labios y me miró. "Ha sido un mes difícil." "Ha sido un año difícil," ella dijo. “Pero has perseverado y eres una de las mujeres más fuertes que conozco. Pero dime que está pasando. ¿Por qué no te estás cuidando mejor?” Suspiré y esperé a encender la batidora. "Piper y yo empezamos a salir y todo fue perfecto. Luego se echó para atrás, diciendo que se sentía culpable y que realmente no estaba lista para un compromiso." "Y eso es completamente comprensible," Virginia dijo. Levanté mis manos hacia ella en señal de rendición. "Eso es lo que dije. Esa no es la parte mala. Lo malo es que ella escuchó una conversación que estaba teniendo con Marisa. Mira, cuando estaba en el avión, me senté junto a su prometida y su mejor amiga. Se reían y se besaban y se tomaban de las manos. Pensé que eran una pareja. Después de descubrir quiénes eran, pensé que era mejor no compartir esa información con Piper." "Entonces, su novia se estaba acostando con su mejor amiga?" Asentí. "¿Cómo le dices eso a alguien?" "¿Por qué le dirías eso a alguien?" Preguntó. "No quería, y no lo hice. Fue solo una cosa desafortunada que ella escuchó. De todos modos, me llamó mentirosa y se fue furiosa. Claramente terminó la posibilidad de cualquier tipo de relación. No atenderá mis llamadas ni responderá mis mensajes.” El temido escozor se abultó en mi garganta y llenó de lágrimas mis ojos. No quería llorar de nuevo. Nunca más. Virginia me vio luchando por mantener mi compostura y me dio un abrazo. Lloré, estrechándola por fortaleza. La vida era tan injusta. La segunda oportunidad que tenía no era la que esperaba. Era igual como lo anterior, solo el doble de complicado con más cicatrices. "Escúchame, Shaylie. Eres una mujer increíble y Piper lo sabe. Ella está luchando contra sus propios demonios en este momento. Si las cosas están destinadas a ser entre ustedes, XWPColección: Página y Facebook

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ella encontrará su camino de regreso. El tiempo. Siempre es el enemigo.” Ella se echó hacia atrás y sostuvo mi rostro lloroso en sus manos. "Tienes que mantenerte fuerte. Las he visto a las dos y nunca vi a dos personas más conscientes la una de la otra que a ustedes dos. Cuando Marisa me dijo que finalmente empezaste a salir, estaba muy feliz." "Solo odio que ella lo haya descubierto de esa manera. El odio puro que tenía en su cara me rompió el corazón. Nunca quise lastimarla. Realmente no quería." "Sé que no lo hiciste. Y en el fondo, Piper sabe que tampoco lo hiciste. Sólo dale tiempo. Eso es todo lo que puedes hacer," dijo. Me limpié la cara, respiré hondo y asentí. Estaba bien. Al menos por ahora. Ella me deslizó la mantequilla y la leche y me dio instrucciones sobre cómo hacer las papas más esponjosas. Para cuando la cena estaba en la mesa, me sentía normal y nuevamente en control. Las manchas rojas del llanto desaparecieron y nadie más se enteró sobre mi crisis. "Entonces, oíste las noticias, eh?" Jason me dio un codazo cuando nos sentamos. "Espero que todos tus hijos lleven mi apellido," susurré lo suficientemente bajo para que solo Jason me escuchara. Echó la cabeza hacia atrás y se carcajeó. Antes de que él tuviera la oportunidad de responder, Gary inició la oración, lo cual dispuso a la mesa para la comida. Comí más de lo que debería, pero no pensaba hacer nada más que sentarme en el sofá y escuchar a la familia hablar. Me encantó que Marisa se asentara bien y fuera considerada una de la familia. Estaba tan orgullosa de ella y feliz que encontró la paz. Trasladamos la conversación a la gran sala una vez que se limpió todo. "Lo siento por ti y por Piper." Jason se sentó a mi lado en el sofá. Puso su brazo sobre mis hombros y me dio un rápido apretón. "Ella va a entrar en razón. Eres demasiado especial como para simplemente olvidarte.” Apoyé la cabeza en su hombro. "Es una lástima que no tengas una hermana lesbiana sexy y disponible que sea inteligente e ingeniosa como tú y tu hermano." "Yo sería tu defensor más grande." Me besó la frente. "Siempre está tu mamá," le dije. Él se rió entre dientes "Ella no está disponible, sin embargo, y tengo que ponerme del lado de mi papá. Quiero decir, siempre serás familia, pero como mi hermana, no como mi madrastra malvada."

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Levanté mi cabeza de su hombro. "Aguarda. ¿Soy malvada?" "Sólo como mi madrastra. Aunque eres un ángel de hermana.” "Eres mi ángel. Siempre y para siempre.” Me acurruqué de nuevo en él, agradecida por su calidez y apoyo. "Sé que suena raro, pero es cierto." “Me has pagado. Créeme." "¿Cuál es el plan ahora? ¿Con ustedes dos?” Pregunté. Ambos miramos a Marisa, que estaba sentada al lado de Jordan y tenía a Alison acurrucada en su regazo. "¿Siempre le han gustado los niños?" Él preguntó. “Desde que la conozco. A ambas nos gustan los niños. Cuidamos a muchos niños en la universidad. Mar será una excelente mamá. No es que te esté presionando, pero simplemente lo digo para que lo sepas." "Como decir que tengo que ponerle tu apellido a todos mis hijos." Me guiñó un ojo y se inclinó más cerca. "Eres un ángel por presentarnos." "Ella es perfecta." Miré a Marisa y cómo ella irradiaba felicidad y me di cuenta de que aunque me dolía el corazón, estaba lleno de nada más que amor por ella y esta familia que me había hecho uno de los suyos.

CAPÍTULO VEINTITRÉS "No puedo creer que estés haciendo esto. Después de todo lo que he hecho por ti.” Brittany golpeó su mano en su escritorio con ira e incredulidad. Intenté no parecer engreída mientras deslizaba mi renuncia oficial sobre su escritorio, pero la sonrisa no dejaba mi cara. "Y viceversa. Ambas nos hemos beneficiado la una de la otra. Solo mantengamos esto profesional, de acuerdo?” Quería apoyar mis pies en su escritorio y reclinarme en la silla, pero me contuve.

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"No puedes llevarte a tus clientes contigo. Firmaste una no competencia con nosotros," dijo. Nunca había escuchado tal veneno en su voz antes. Me hizo sonreír. "Oh, lo sé. Todos los archivos son tuyos. Solo me estoy llevando mis efectos personales. Escucha, gracias por la oportunidad. Buena suerte.” Me puse de pie. "¿Qué vas a hacer ahora?" Había pánico en su voz. "¿Solo te vas a ir? Ni siquiera diste dos semanas de aviso.” "Vamos. Ambas sabemos que esa no es la norma en bienes raíces. Al menos no aquí. No necesito entrenar a nadie. Puedes pasar mis cuentas. La base de datos está actualizada y bien documentada. Me iré a almorzar, así que si quieres que el equipo revise las cosas, estaré disponible para las preguntas hasta ese momento.” Me levanté, le estreché la mano, tomé la copia de mi carta de renuncia que firmó y salí de su oficina. No iba a tomarme tres horas empacar mis cosas, pero quería estar disponible para las preguntas. Los bienes raíces no requerían un aviso de dos semanas. Si eres ambicioso, estabas ocupado. Los otros agentes probablemente estaban dando vueltas como tiburones, esperando que Brittany les pasara las cuentas. Dejé la puerta abierta mientras metía en cajas mis fotos y libros. Brittany convocó a una reunión de emergencia para el personal, por lo que no me preocupaba que alguien me sacara información. No me importaba compartir mis razones con nadie. "Entonces, quieres decirme la verdadera razón por la que te vas?" Travis apoyó su hombro contra el marco de mi puerta. Aunque su rostro decía que estaba tranquilo y relajado, la tensión en su lenguaje corporal era inconfundible. "Es sólo hora de seguir adelante." Me encogí de hombros como si realmente no tuviera un plan. No quería que él intentara boicotearme o difundir rumores sobre mí en la industria. Sabía que iba a haber algún retroceso, pero quería mantenerlo al mínimo. Él no fue apaciguado por mi razón, así que ofrecí más. “Ha sido un año difícil. Solo estoy tratando de hacer lo mejor para mí." Fue un sutil recordatorio de lo que había pasado. Sabía que él no iba a pelear conmigo por eso. "Bueno, te deseo suerte y si necesitas algo, estoy a solo una llamada de distancia." Le agradecí la oportunidad y le deseé constante éxito. Cuando finalmente él se fue de mi oficina, me relajé. Realmente iba a hacer esto. No tenía mucho que empacar y terminé mientras la reunión estaba en sesión. Tomé una segunda taza de café, encontré una de mis XWPColección: Página y Facebook

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tazas escondidas detrás de otras en la cocina y regresé a mi oficina. A las once estaba ansiosa por marcharme. Me quité los zapatos y me puse mis cálidas botas. Había nevado siete centímetros y medio durante la noche, y aunque las calles estaban despejadas, desconfiaba de los tacones y las aceras heladas. Algunos agentes pasaron y me desearon lo mejor, pero la mayoría de los empleados evitaron mi oficina. Estaba segura de que Brittany les aconsejó que no me hablaran. Ella siempre estaría emocionalmente atrapada en la escuela secundaria. Cuando el reloj dio las once y media, agarré mi caja de pertenencias y salí por la puerta principal de Mountain View Commercial Real Estate. Tenía un plan en marcha y más papeles para firmar con Charles. Salí del estacionamiento y entré al tráfico con una gran sonrisa en mi cara. Llamé a Marisa de camino a casa. "Bueno, lo hice. He terminado con ese lugar.” Sonreí, completamente cómoda con mi decisión. "Estoy tan orgullosa de ti. ¿Te hicieron pasar un mal rato por irte?” Marisa me advirtió que debía dedicar más tiempo, pero después de que le expliqué cómo históricamente las cosas ocurrían en las bienes raíces, ella quería que me fuera de inmediato. "Brittany entró en pánico, pero hice un excelente trabajo al mantener registros y compartir información. No tendrán ningún problema y no estoy preocupada por ninguna llamada telefónica," le dije. Marisa crujió algo antes de responder. "¿Les contaste tus planes?" "Diablos no. Déjalos que se enteren de la manera difícil. Ahora solo necesito averiguar quién, qué, cuándo, y especialmente dónde.” “¿Quieres compañía esta noche? ¿Para celebrar?” Preguntó. No había visto a Marisa en unos días y pasar el rato en la casa bebiendo vino sonaba perfecto. "Seguro. Extraño tu cara." "No tanto como extraño la tuya.” ****** Comencé una fuego. Mi sala de estar era mi lugar favorito en la casa. La chimenea de piedra era un poco más grande, pero emitió una enorme cantidad de calor y no quería ponerme capas de ropa. Marisa iba a estar aquí en cualquier momento con pizza y una XWPColección: Página y Facebook

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bolsa de viaje. Sonó mi teléfono. Casi lo contesto sin mirar, pero me detuve justo a tiempo. Se me heló la sangre a pesar de que mi corazón estaba acelerado. Tragué saliva y finalmente contesté al sexto timbrazo. "¿Hola?" Sabía que era Piper, pero no quería sonar desesperada. "Shaylie. Hola. Soy Piper.” Su voz era temblorosa y automáticamente pensé que algo malo había pasado. Mi mente siempre se ponía sombría ahora. Desde el accidente. Fui directo al grano. "¿Estás bien?" "Si y no. Necesito hablar contigo. ¿Crees que puedes hacer tiempo para mí esta semana?” A pesar de que había empezado a nevar nuevamente, pensé en ofrecerme a conducir a su casa de inmediato, pero necesitaba ser fuerte y no atenderla en todos los caprichos como lo hice antes. Me había esforzado demasiado. Había tratado de forzar algo que no estaba allí. Enamorarme de Piper fue lo mejor y lo peor que me pasó. "¿Qué te parece el Sábado?" Era Jueves por la noche y pensé que para el fin de semana, podría prepararme mental y emocionalmente para volver a verla. "Estoy libre al mediodía. ¿Puedes encontrarme en Peak Brew? ¿Sobre la una?" Ya estaba contando las horas. Puse los ojos en blanco ante mi propia debilidad. "Esta bien. ¿Estás segura de que estás bien?” "Lo estaré." Hizo una pausa y nuestra conversación habría continuado, pero sonó el timbre de mi puerta. "Oh, hay alguien ahí. De acuerdo hablaré contigo el Sábado.” Terminó la conversación y me quedé mirando mi teléfono hasta que Marisa abrió la puerta y gritó desde el vestíbulo. "¿Qué demonios? ¿Por qué no abriste la puerta?” La oí pisotear la nieve de sus botas e hizo un gran drama mientras se quitaba el abrigo y la bufanda. Ella dejó de hablar cuando vio mi cara. "¿Qué pasó?" "Piper me acaba de llamar. Inesperadamente. Quiere hablar.” "¿Dijo por qué?"

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Levanté mi mano para detener el aluvión de preguntas. "Le pregunté si estaba bien y ella dijo que sí y no. Luego me invitó a tomar un café el Sábado.” Marisa me acompañó a la cocina y me sirvió una copa de vino. "Venga. Vayamos junto a la chimenea y hablemos de ello.“ Llevó la pizza y los platos a la sala de estar. "Eso es todo lo que era. Entonces tocaste el timbre. La única vez que realmente tocas el timbre de la puerta y la asustaste." "Iba a hacer algo divertido, pero no seguirías la corriente." Aunque la boca de Marisa estaba llena, le entendí perfectamente. "Bueno, eso es una buena noticia sobre Piper, ¿verdad? Quiero decir, ella no ha hablado contigo en más de un mes." Habían pasado cinco semanas, pero quién estaba contando? "Sí, sobre eso. Simplemente me derribó. ¿Son buenas noticias? ¿Son malas noticias? Ella no me lo dijo. Va a ser difícil dormir hasta entonces.” Tomé un bocado de pizza y gemí ante la distracción placentera. "Esta es realmente una buena pizza." "Es una nueva pizzería cerca de mi trabajo." "Voy a extrañar esto cuando te mudes," le dije. "¿Qué parte? ¿Te atiendo y te traigo comida deliciosa durante una tormenta de nieve? Bueno, deberías saber que he decidido que solo vas a pasar el rato conmigo durante los inviernos. Quiero decir, cuánto se vende realmente del sector inmobiliario durante las temperaturas bajo cero?” Marisa dio otro gran bocado. “Un día tu metabolismo no será tan amable contigo. Es increíble verte comer.” Marisa era la misma talla que tenía en la universidad. Al menos yo había perdido unos cuantos kilos recientemente así que no era tan cohibida con ella. "Jason me mantiene en forma." Me lanzó un guiño exagerado y dio otro mordisco. Puse los ojos en blanco y sacudí la cabeza. "Eres imposible. Nuevo tema. Dime lo que dijeron cuando les dijiste que te marcharías en la primavera?” Ella se rió. "Estaban sorprendidos." "¿Puedes ganar más dinero en Cheyenne?" Me moví más cerca del fuego. “Aparentemente, Cheyenne es demasiado rural para muchos detectives y es difícil que se queden. Todo el mundo quiere estar en ciudades grandes, como Denver, debido a la

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acción.” La mirada lejana en sus ojos me dijo que no estaba preocupada por extrañar ninguna acción. "Gracias a Dios todavía estarás cerca. No quiero tener que buscar una nueva mejor amiga." "Imposible. Nadie podría conocerte mejor que yo. Quiero decir, compartimos muchos años al crecer. No voy a abandonar los relajamientos. Tal vez podamos hacer el viaje a Aruba como siempre hemos querido.” Cada invierno, íbamos a un destino cálido, nos tumbábamos al sol y bebíamos mai tais en la playa. Este año, ninguna de nosotras lo mencionó. No estaba lista para volar. Estabamos atrapadas en el frío por meses. "Estoy segura de que estaré lista para volar en los próximos cinco años." “Incluso si no lo estuvieras, lo entendería. Siempre podemos manejar al sur de California o México. Tenlo en cuenta. Ahora que no estás trabajando, estoy segura de que puedo pedir una semana." Sabía que si Marisa tomaba vacaciones, sería sin paga. Ella había pasado varios días ayudándome a sanar después del accidente. Aunque mi madre estuvo conmigo durante casi un mes, Marisa me llevó a citas, a especialistas, a reuniones, a terapias. Sabía que sus días libres eran limitados. "No sé si estoy de humor, de verdad. En este momento quiero revolcarme un poco más." "No puedo imaginar que Piper tenga malas noticias. En el peor de los casos, querrá que sean amigas." “¿Después de las cosas que hicimos? No tocas a alguien así y al día siguiente esperas ser solo amigas. Ella podría ser capaz de olvidarlo tan fácilmente, pero no está romántica de aquí.” Me señalé con los pulgares y asentí cuando sus ojos se encontraron con los míos. Marisa me tocó la pierna. "Venga. No sabemos lo que quiere. No asumas que es un escenario de amigas solamente. No es que esté tratando de darte esperanza, pero mantén una mente abierta y escucha lo que tiene que decir. Ahora pon la película antes de bajar por la pendiente resbaladiza a Piperville." Terminé mi pizza y puse mi plato en la mesa de café. Pusimos una película aliens contra humanos, uno de mis géneros favoritos para distraerme, pero no podía concentrarme. ¿Qué quería Piper? Me quedé mirando el fuego y pensé en nuestro tiempo juntas. Me extrañaba? Finalmente me perdonó? Tenían que ser buenas noticias porque se había acercado a mí. Pensé en todos los mensajes nocturnos que había escrito pero que nunca XWPColección: Página y Facebook

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había enviado, las llamadas telefónicas que quería hacer pero que no hice, y las docenas de veces que manejé cerca de su casa pero no tomé la salida. Odiaba no ser lo suficientemente fuerte para seguir adelante, para olvidar. Cuando Marisa pasó por una ruptura desgarradora después de la universidad, la abracé mientras lloraba y le expliqué que era imposible hacer que alguien te amara. Le dije que ella era mejor que él y que pronto encontraría a su verdadero amor. Le tomó varios años y varios hombres, pero lo encontró. Necesitaba prestar atención a mi propio consejo. No podía hacer que Piper me amara, así que me advertí a mí misma que no me hiciera ilusiones, pero en el fondo, debajo de todo el dolor y la pena que se habían asentado en mi corazón, había una mínima esperanza esperando el momento adecuado, las palabras correctas, para florecer y calentar mi corazón de nuevo.

CAPÍTULO VEINTICUATRO Después de probarme siete atuendos, me decidí por un par de pantalones color carbón y un sencillo suéter negro. Pasé media hora con mi cabello y otros quince minutos perfeccionando mi maquillaje. Llegué quince minutos antes y pedí un té de menta. Con la Navidad a menos de un mes y la cafetería decorada para las fiestas, era la bebida festiva de elección. Además, tenía miedo de tomar cafeína en exceso. Ya era un manojo de nervios. Puse mi mano en mi estómago para tratar de aligerar los estremecimientos que sentía. Hoy se sentía como un día muy importante, uno más allá de mi control. Agregué miel a mi té y esperé a que apareciera Piper. "Hola. ” La voz de Piper era baja y tenía un toque de tristeza. Levanté la mirada hacia ella. Mi corazón casi se detuvo en lo hermosa que era. Quería pararme y darle un abrazo, pero me quedé sentada porque estaba nerviosa y no estaba segura de por qué estábamos aquí. "Hola." "¿Puedo sentarme?" Señalé la silla frente a mí. "Por favor adelante." Piper se sentó y saludó a la camarera en turno. Todos aquí conocían su pedido. Incluso y. Té verde con una ramita de menta. Debería haberle pedido uno, pero llegué temprano y ya se habría enfriado.

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"¿Cómo estás?" Le pregunté. Me negué a apartar la mirada de ella. Tenía el cabello suelto y se veía aún más hermosa de lo que recordaba. Mi corazón latía tan fuerte en mi pecho, temía que fuera a desmayarme. Necesitaba oxigeno. Tomé una respiración profunda. Extrañaba sus ojos y cómo siempre me miraba como si yo fuera lo único que importaba en el mundo. Ella dejó escapar un profundo suspiro que contenía una leve risa. "He estado mejor." Me detuve de tomar sus manos. "¿Estás bien?" Mi mente estaba inundada de posibles peores escenarios: cáncer, que Clifford se hubiera muerto, alguien más en su familia que hubiera fallecido, que perdió el negocio. Me mordí la lengua para no gritar ‘dímelo ahora’, porque cada segundo parecía una hora. "Bueno. En primer lugar, tengo que disculparme contigo.” No es lo que esperaba de inmediato. Me eché hacia atrás, me abstuve de cruzar los brazos y esperé. Las lágrimas llenaron sus ojos y amenazaron con derramarse. Una vez más, me abstuve de tocarla. Levantó la vista hacia el techo durante tanto tiempo que casi también lo miré, pero me di cuenta de que estaba aguantando e intentaba no llorar. Yo lo había hecho mucho últimamente. No la presioné. Esperé. Al menos sabía que ella estaba bien físicamente y esto se trataba de nosotras y no de otro evento horrible en su vida. “Así que, esa pequeña habitación que tengo atrás de Bodhi? ¿La del futón y el escritorio? Bueno, la estaba limpiando porque iba a donar el escritorio. De todos modos, el cajón de abajo estaba cerrado, pero logré abrirlo y encontré – “ Volvió a mirar hacia el techo. Le di mi servilleta porque sabía que las lágrimas iban a ganar. "Encontré cartas que Emma y Robin se escribieron la una a la otra." Las lágrimas se derramaron sobre sus mejillas enrojecidas. "Lo siento mucho." No sabía qué más decir. Sabía que no podía ser fácil para ella descubrirlo, y mucho menos confesarlo. "No confié en ti y debí haberlo hecho. Debería haber visto las señales. Estaban en todas partes. Lo que no entiendo es por qué Robin no simplemente rompió conmigo si estaba tan enamorada de Emma. ¿Por qué Emma no me dijo que estaba enamorada de Robin?” Finalmente tomé sus manos. "No lo sé, pero lamento que nunca tendrás una respuesta." “Debería haberte creído. No has sido nada más que solidaria, dulce y paciente conmigo desde el accidente. Debería haberte prestado más atención a ti, a nosotras, y centrarme en

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lo que tenía delante de mí. No en el pasado,” dijo. Ella apretó mis dedos y soltó mis manos para poder limpiar sus lágrimas nuevamente. "Fui muy agresiva. No te di tiempo para resolver las cosas y lidiar con todo lo que pasó. Fui egoísta, y por eso lo siento.” Tomé un sorbo de mi té a pesar de que estaba tibio. Me las arreglé para poner la taza en el plato sin dejarla caer. Yo era la personificación de tranquilidad por afuera. Por dentro, le estaba rogando que dijera que todavía teníamos una oportunidad. “Fui la imbécil que te dijo cosas horribles. Dios, lo siento mucho. Espero que si nada más, me perdones por ser tan horrible contigo. Y con Marisa.” Surgieron nuevas lágrimas y miré a mi alrededor en busca de otra servilleta. Encontré una en la mesa junto a nosotras y se la di. “Piper, esa noticia no es fácil de manejar para nadie. Habría dudado de cualquiera que me dijera eso. Reaccionaste exactamente como cualquiera lo hubiera hecho. No te culpo.” Quería culparla por romper mi corazón y no tratar de entender mi lado de las cosas. Quería enfadarme con ella por todo el dolor que sentía cuando no atendía mis llamadas ni respondía a mis mensajes el día después de que se marchó furiosa, pero no pude. La amo. No sabía cómo evitarlo. Al verla frente a mí, hermosa, vulnerable y herida, no pude evitar perdonarla. “Te han pasado muchas cosas este año y has estado en esta montaña rusa conmigo durante meses. ¿Puedes perdonarme? ¿Podemos empezar de nuevo?" No tenía idea de lo que eso significaba. La miré fijamente, rogándole silenciosamente que fuera más específica. Tenía que saber dónde estábamos paradas. "¿Qué significa eso? ¿Como amigas? Porque honestamente, no sé si puedo ser solo tu amiga en este momento. Estoy demasiado involucrada para controlarlo. Tal vez en unos meses más." Ella puso su mano sobre la mía y dejé de divagar. "Sí, quiero decir, no. Quiero retomarlo donde lo dejamos. Volver tranquilamente si estás dispuesta.” Era mi turno de mirar al techo. Odiaba que quisiera llorar. Odiaba que estuviéramos en público para este avance tan emocional y tener que mantener la compostura. “Sé que tengo mucho por hacer, pero no quiero perder lo que teníamos. Podemos comenzar de nuevo con la cita número uno," dijo. "Dijiste que nunca quisiste volver a empezar. ¿Qué tal si retomamos las cosas donde estábamos, pero nos tomamos las cosas con calma? Un ritmo con el que las dos estemos cómodas. No quiero olvidarme de los últimos seis meses. Bueno, tal vez el último mes.” Cinco semanas y dos días, pero quién estaba contando? XWPColección: Página y Facebook

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Ella asintió. "¿Te importa si salimos de aquí? Tal vez ir a mi casa? Solo porque es más tranquilo y cercano. No puedo estar cerca de todas estas personas en este momento." Me levanté y me puse el abrigo. "Dirige el camino." Puse mi mano en la parte baja de su espalda y salí con ella. Cruzamos el patio en silencio. Tuve que evitar saltar con alegría a través del suelo helado cuando su mano encontró la mía. "¿Está bien?" Levantó nuestros dedos entrelazados. Asentí. "¿Estás segura? Porque no sé si puedo – “ Se detuvo y me puso delante de ella. Me miró a los ojos, bajó a mi boca, luego volvió a mis ojos. "Estoy segura. Te lo prometo. No voy a retroceder o huir. Quiero esto, Shaylie. Más de lo que nunca sabrás.” Me pasó la punta del dedo por la mejilla y con mucho cuidado, muy cuidadosamente, se inclinó y me besó. Fue un beso dulce y suave que me recordó lo perfectas que estábamos juntas. Había un indicio de pasión cuando sentí su lengua deslizarse en mi labio superior por una fracción de segundo. Mis rodillas se debilitaron. Un beso tan delicado que casi me derribó. Me jaló en dirección a su loft. "Hace demasiado frío para estar aquí." La seguí hasta su loft. Clifford nos estaba esperando y yo me agaché para acariciarlo. "¿Cómo estás, chico grande? ¿Me extrañaste? Te extrañé." Por una vez, él parecía emocionado de verme. "Entra. Toma asiento. Aquí, dame tu abrigo.” Piper era muy educada y un poco nerviosa. Sabía que debería haberme resistido un poco más, tal vez hacerla sudar un poco más considerando que me había hundido en un pozo de depresión total, había perdido cuatro kilos y medio y me había duchado solo cuando Marisa me había obligado, pero solo quería paz. Ella se disculpó y yo acepté. Era hora de perdonar. "Gracias," le dije. Demonios, ahora estaba nerviosa. Me senté en el sofá y esperé a que ella se uniera a mí. Rechacé su oferta de té y esperé pacientemente a que ella preparara el suyo. Cuando se sentó, nos dio suficiente espacio pero estaba lo suficientemente cerca para que pudiera acercarme a ella, si quisiera. "¿Podemos hablar de ti? ¿Qué ha sucedido? Pensé mucho en ti. Y te ves increíble.” Sacudió la cabeza. Toqué su brazo que estaba puesto en la parte posterior del sofá. “No lo hagas.”

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"¿Qué? ¿No qué?” "No pienses en eso. Este es un nuevo comienzo, de acuerdo?" Deslicé mis dedos por su brazo y entrelacé mis dedos con los suyos. "Dime lo que ha estado pasando contigo. ¿Cómo va el yoga?” "El yoga va bien. Está yendo mejor de lo que proyecté para esta época del año." "Me alegro de que Bodhi esté bien. ¿Algún cliente nuevo?” No le dije a Piper que le había pasado sus tarjetas de visita a mis clientes y compañeros de trabajo desde el principio cuando la conocí, y no paré incluso cuando nuestra relación terminó. “Me sorprende la cantidad de clientes que tenemos. Le di todas las clases para principiantes a Lani y agregué algunas clases avanzadas a mi agenda. Me he estado presionando a mí misma, tratando de despejar mi mente de las cosas. Decidí limpiar esa habitación y convertirla en un lugar de almacenamiento. Ahí fue cuando encontré todas las cartas." Ella dejó de hablar por unos segundos y suspiró. “Eso me destruyó en muchos niveles. No solo la traición, sino darme cuenta de lo que hice y te dije.” "Lamento que tuvieras que enterarte en absoluto." Ella suspiró. "Sobreviví. Vi a mi terapeuta unas cuantas veces más y ella realmente me ayudó a lidiar con la verdad." “¿Cuándo encontraste las cartas? ¿Hace cuánto tiempo?” "A principios de la semana pasada. Quería llamarte entonces, pero ni siquiera sabía cómo acercarme a ti. Mi terapeuta me dio consejos sobre cómo hablar contigo. Una vez más, Shaylie, lo siento mucho," dijo. Me di cuenta por la expresión abatida en su rostro y la caída de sus hombros que lo decía en serio. "¿Puedes decirme lo que viste? Quiero decir, si no te importa. Sé que suena raro, pero también me ayudará con este cierre." Sabía que ella necesitaba saber la verdad, pero su corazón estaba herido. Decidí llevar esto con cuidado y hablé con poca emoción. "Abordé después de que ellas lo hicieron. Me sonrieron, luego se centraron la una en la otra. Se besaron y se rieron y se tocaron. No hablamos mucho.” Eso era lo suficientemente informativo, y no terriblemente hiriente. Ella asintió. “Sí, sus cartas eran bastante íntimas. Que malo que nunca sabré por qué." “¿Qué hiciste con las cartas? No es que quiera leerlas. Solo tengo curiosidad." No quería ser entrometida, pero esperaba que ofreciera más.

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"Pensé en guardarlas pero decidí eliminarlas de mi vida." “¿Las rompiste?” Pregunté. "Añadí un poquito más de veneno. Las quemé. Se las enseñé a mi mamá y las rociamos con gasolina. Básicamente hicimos una gran hoguera en su patio trasero." "¿Se lo dijiste a tu mamá?" "Tenía que decirle a alguien. Ella estaba más decepcionada con Emma. A ella no le agradaba mucho Robin.” No podría estar más de acuerdo con su madre. No era una admiradora de Emma. Tenían una historia sólida y ella había roto esa confianza. Robin estuvo solo en la imagen durante seis meses y presionó a Piper para que se casara. Obviamente Robin era hábil y encantadora, pero sus intenciones eran sombrías. Podría ser tan simple como que amaba a las dos mujeres al mismo tiempo, pero amaba más a Piper. Una era suficiente para mí. "Lamento que no tengas el tipo de cierre que necesitas, pero estoy feliz de que ya no soy una idiota ante tus ojos." "Dije algunas cosas bastante horribles." “Estabas herida y solo tratabas de procesar las noticias. Está bien. Lo comprendo.” Ya había terminado de hablar de eso, pero ella todavía estaba lidiando. "Suficiente sobre eso. De verdad. Hablemos de otra cosa. ¿Qué hay de nuevo contigo?” Me sonrió y me sorprendió lo mucho que la extrañaba y lo hermosa que era. "Has perdido mucho peso." Me encogí de hombros. Lo último que necesitaba escuchar era lo mal que me había estado cuidando. "Veamos. Pase Acción de Gracias en el rancho, que fue muy divertido." "¿No lo pasaste con tus padres?" “Mi mamá me invitó, pero no estaba lista para tomar un avión y no tenía ganas de conducir durante doce horas. Así que, me uní a Mar y pasé el fin de semana largo allí.” Fue divertido y caótico y exactamente lo que necesitaba. "Marisa se mudará allí en la primavera. Ella y Jason están construyendo una casa en la propiedad."

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"Oh Dios mío. Esas son noticias increíbles. Me alegro tanto por ellos. ¿Va a renunciar a su trabajo?” "Solicitó un puesto de detective en Cheyenne. Ella se aburrirá y eventualmente renunciará y tendrá bebés. Y será una gran madre." "Estoy atónita. Eso es grandioso. Realmente me gustan los dos. Hiciste un buen trabajo allí.” "Créeme cuando te digo que estoy tomando todo el crédito." Ella se echó a reír, y el sonido hizo que mi corazón palpitara más fuerte. Miré a Piper y sonreí. Realmente la amaba. Lo que comenzó como un enamoramiento se había convertido en algo que no esperaba, pero que acepté por completo. Fui honesta y franca por primera vez. Mi nueva oportunidad en la vida me ayudó con esa necesidad pura y espontánea que tenía. "Además, renuncié a mi trabajo," le dije. "No lo hiciste. ¿En serio? ¿Por qué?" "Simplemente decidí que necesitaba un cambio. Probablemente me expandiré por mi cuenta.” "¿Te quedarás aquí? ¿En Denver?" Sus ojos se agrandaron y se inclinó hacia adelante. "Me quedaré aquí. Conozco mejor el área y estoy pensando en concentrarme en el sector residencial durante seis meses hasta que caduque mi no competencia. Luego golpearé duro el área comercial a menos que realmente disfrute la residencial." "Me alegra que te quedes aquí. Y creo que te irá bien con cualquiera. Entiendes a tus clientes y lo que necesitan. Tengo plena fe en ti.” Ella tomó mi mano y la apretó. "Estoy orgullosa de ti. Eres joven y exitosa y superaste posibilidades increíbles." Todo lo que podía pensar era en su cálida mano en la mía. Ella era tan suave y delicada. No pude evitar besarla. Extrañaba su boca, su calor y la sensación de su cuerpo contra el mío. Cuando nuestros labios se tocaron, mi cuerpo explotó con pura alegría. Estaba de vuelta donde necesitaba estar. Lo tomamos despacio, besándonos solo un par de veces. Se acercó más y pasamos la mayor parte de la tarde poniéndonos al día. Piper era diferente. Ella no estaba cautelosa como antes. Creo que, por primera vez, confiaba completamente en mí. Lo sentí en mi corazón y en sus acciones. Ella se derritió contra mí, XWPColección: Página y Facebook

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tocándome suavemente cuando estábamos cerca. Me fui alrededor de las siete de la noche, citando que tenía una reunión con mi abogado al día siguiente, lo cual era cierto, pero nuestra reunión no era sino hasta la tarde. Quería tomarme mi tiempo con ella. No era el momento de profesar mi amor o compromiso. Todavía me sentía rara en su casa. Era donde ella nos había terminado, y aunque habíamos trabajado en ello, su pasado y nuestra ruptura aún eran muy recientes.

CAPÍTULO VEINTICINCO Piper y yo tuvimos una cena rápida después de una de sus últimas clases a principios de la semana. Nos reunimos en una parada de sándwich en su vecindario y nos despedimos con un beso afuera de mi auto hasta que el frío nos separó. Esta noche era una historia diferente. Estábamos cenando con Marisa y Jason en el centro. Era una celebración previa a la Navidad seguida de un intercambio de regalos en mi casa. Tenía grandes esperanzas de que después de que Marisa y Jason se fueran, nuestra relación pasaría de besos apasionados a horas en mi cama donde nuevamente nos llegaríamos a conocer. "La cena es a las siete y media. ¿Eso te da suficiente tiempo para prepararte?" Acordé recoger a Piper ya que estaba desempleada y aburrida. Durante el día, trabajé en algunas cosas, incluyendo el regalo de Piper. Quería que tuviera algo que abrir frente a nuestros amigos, pero esas baratijas no eran su regalo principal. No, eso sucedería después de que ella llegara a casa de la casa de sus padres el día de Navidad. Íbamos a intercambiar regalos en su casa y luego conducir para pasar el fin de semana largo con los Doogan. Piper cerró Bodhi la semana entre Navidad y Año Nuevo y planeamos aprovecharla al máximo. "Eso me da mucho tiempo. No llegaré tarde. Puedes venir temprano. ¿Oye, tal vez quieres probar una de mis clases intermedias?” Ella se echó a reír, sabiendo muy bien que el yoga y yo nunca íbamos a funcionar. "Eso suena terrible. Podría ir y verte y puedes verme comerme un brownie." Estaba bromeando. Recuperé algunos de los kilos que perdí cuando estábamos separadas. Decidí mantener un peso saludable. No podía hacer yoga, pero compré una bicicleta estacionaria y la montaba todas las mañanas. Las clases de spinning eran las siguientes, pero quería estar en forma antes de intentar avergonzarme frente a treinta extraños. "Ven temprano. Puedes hacerme compañía mientras me preparo. Además, me gusta verte cuando puedo.” Su voz era tan juguetona y coqueta que me enamoré de ella una y otra vez. Estaba haciendo eso mucho últimamente. Cada llamada telefónica, cada mensaje

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dulce, cada beso apasionado. Necesitaba hacerle el amor otra vez. Y otra vez. Necesitaba su cuerpo cálido y desnudo encima del mío, debajo del mío, junto al mío. Como íbamos a estar en mi casa más tarde abriendo regalos, tenía muchas esperanzas de que ella se quedara conmigo esta noche. No iba a presionarlo, pero tampoco iba a detenerlo. "Tal vez pueda persuadirte para que envuelvas los regalos que les compré a Marisa y Jason," dijo. Me imaginé sus labios llenos en un puchero y sus largas pestañas revoloteando hacia mí en un intento de seducirme para que lo hiciera por ella. "Depende de lo que haya para mí?" Me di cuenta de que sonaba más sexual de lo que quería. "Y mantendrás a Clifford lejos, verdad? Su idea de ayuda y la mía son totalmente diferentes." Afortunadamente, eso lo neutralizó. "Te lo compensaré, no te preocupes. Y mantendré a Clifford en el baño conmigo para que no destruya el papel de regalo." "De acuerdo. Te veré en el estudio.” Colgué y comencé a limpiar la casa. Ya estaba casi impecable, pero quería hacer esta noche muy especial. Mi árbol estaba decorado. Tenía cuatro calcetines colgados en la chimenea y un quinto pequeño con el nombre de Clifford junto al de Piper. Había ocho imágenes de renos colocadas estratégicamente alrededor de la habitación. Era navideño, pero no exagerado. Jason nos advirtió que Virginia hizo todo lo posible y debíamos prepararnos para la exhibición más llamativa de las fiestas que alguna vez hayamos visto. Cambié las sábanas de mi cama y en la habitación de invitados en caso de que Jason y Marisa quisieran pasar la noche. Tenía dos botellas de Cabernet Sauvignon de Cakebread Cellars que me moría por abrir. Estaba lista para los invitados y emocionada por esta noche en tantos niveles diferentes. Marisa me llamó justo cuando estacioné frente al edificio de Piper. "No llegues tarde." "Ya estoy en casa de Piper. No llegaremos tarde. Sabes cómo odio eso.” Apagué el auto y coloqué mi teléfono en mi oído. “Escucha, la habitación de invitados está lista para ti. La que está en el piso principal, no la que está justo al lado de mi habitación. No quiero escuchar ningún gemido a menos que sea mío o de Piper." "¿Crees que esta noche podría ser la noche?" Marisa sabía que no nos habíamos acostado juntas desde aquel fin de semana hace casi dos meses.

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"Creo que estamos allí de nuevo." "Bueno, no queremos estar allí cuando eso suceda," dijo. “Mi casa es lo suficientemente grande. Sólo recuerda las numerosas veces que compartí un departamento contigo, incluso en el rancho, cuando tuve que soportar tus momentos de pasión," le dije con un falso disgusto. "Bastante justo. Llevaremos una bolsa de viaje por si acaso. Te veo en un rato. No llegues tarde.” Ella colgó antes de que pudiera recordarle en voz alta que no lo estaríamos. A Piper aún le quedaban diez minutos de su clase, así que decidí ir y esperarla. Estaba en la última sala con unos quince estudiantes. La observé a través del cristal y sonreí por lo mucho que ella amaba su trabajo. Se deslizó de la postura siempre popular del perro boca arriba hacia una postura que nunca había visto antes, pero eso hizo que mi corazón latiera con fuerza en mi pecho. Me olvidé de respirar. Se movió sin esfuerzo a una postura compleja de la que ni siquiera sabía el nombre, pero que prendió fuego a mi cuerpo. Era sexy y sorprendente verla en su elemento. Su cabello estaba ligeramente trenzado por un lado y la ropa que llevaba apenas dejaba poco a la imaginación. Estaba celosa porque todos en la sala pasaron la última hora mirando a una Piper casi desnuda, pero también emocionada porque ella era mía. Nuestros ojos se encontraron cuando ella terminó su parada de manos y se deslizó de nuevo en la casi dividida postura. La mirada ardiente que me envió me hizo aflojar mi bufanda y desabotonarme el abrigo. Tragué saliva con fuerza. Definitivamente estábamos teniendo sexo esta noche y no iba a ser lento y dulce. Al menos no la primera vez. Ella le ordenó a la clase que terminara de estirarse, pero sus ojos nunca dejaron los míos. Incluso sus estiramientos de repente parecían eróticos. Tuve que romper el contacto visual y quitarme el abrigo. Mi cuerpo estaba ardiendo. Cuando sus estudiantes comenzaron a salir del salón de clases, me metí. "Esa fue toda una mirada." Le di una toalla. "Mmm. ¿A qué te refieres?” Ella entrecerró los ojos. Quería agarrarla y besarla, pero la gente seguía pululando alrededor. "Estás sudando. Esta debe haber sido una de tus clases avanzadas.” Solo sabía el nombre de una postura, por lo que definitivamente no era una clase para principiantes. Ella se acercó más a mí. "O tal vez fue la forma en que me mirabas."

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La observé limpiar el sudor de la parte posterior de su cuello y la parte frontal de su pecho. Me mordí el labio inferior en lugar de jalar de ella contra mi cuerpo y besarla sin aliento. Eso vendría después en mi casa. "Tal vez." Alcé una ceja hacia ella. Se inclinó y rozó sus labios sobre los míos. "Vámonos." Miré a mi alrededor a la habitación ya vacía. "¿A dónde se fueron todos?" "Al igual que nosotros, tienen lugares en los cuales estar. Salgamos de aquí. No queremos llegar tarde." Era como si ella hubiera hablado con Marisa. Esperé hasta que se puso la sudadera y el abrigo y apagó las luces. Me besó en el pasillo cerca de la puerta principal. Sus labios y su lengua encendieron la pasión que siempre rebosaba justo debajo de la superficie y le devolví el beso, empujándola contra la pared. Ella acercó mi cuerpo hasta que mis piernas estaban entre las suyas. Oscilé mis caderas hacia ella. Entrelacé mis dedos con los suyos, levanté sus manos sobre su cabeza y las sostuve con fuerza contra la pared. Ella gimió en sumisión y durante unos cinco minutos nos quedamos allí, besándonos, gimiendo y tomando la una de la otra. Solté sus manos para poder tocarla. Sostuve la parte de atrás de su cabeza con una mano y metí la otra dentro de su abrigo. Moví mi mano desde su cintura hasta su trasero. Ella gimió cuando moví mi mano para frotarme entre sus muslos. Amplió su postura, permitiéndome tener acceso completo a ella. Su ropa estaba muy apretada, así que no pude entrar. Froté mis dedos arriba y abajo de su cálida vagina y escuché su respiración engancharse más y más hasta que gruñó de frustración. Se bajó sus pantalones de yoga hasta las rodillas y gritó cuando me deslicé dentro de ella. Estaba deliciosamente mojada y apretada. Apoyé mi frente contra la suya y observé su rostro sonrojarse de pasión. Sus labios se presionaron contra los míos, pero sus jadeos y gritos cortos hicieron difícil besar. Deslicé mi boca hasta su cuello, pasé mis dientes sobre su hombro y mordí el músculo blando justo debajo de su cuello. "Más rápido, oh, Dios. Más rápido, Shay,” dijo entre alientos entrecortados. Metí mis dedos dentro y fuera de ella hasta que me agarró, gruñó profundamente en su garganta y cayó débil contra mí. La besé hasta que se apartó, jadeando por respirar. "Guau. Deberías recogerme después de clase todos los días."

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Nos besamos una y otra vez hasta que Piper puso su mano en mi pecho y me apartó suavemente. "Tenemos que irnos. Tendremos que volver a retomar esto más tarde.” Retrocedí para que ella pudiera acomodarse su ropa. Se abotonó la chaqueta y entró en mis brazos para un largo abrazo. A pesar de lo apresurado que era, aún necesitábamos la proximidad íntima que seguía al sexo. "Vamos, nena." Revisé la hora. Eran las 6:20. Piper tenía unos cuarenta minutos para prepararse. "Me temo que vamos apuradas de tiempo." Cerró con llave y rápidamente nos dirigimos a su loft. Prometí hacer un buen trabajo envolviendo los regalos. Su trabajo consistía en prepararse en un tiempo récord para que Marisa no tuviera más argumentos contra nosotras. Terminamos casi al mismo tiempo. Estaba apilando regalos junto a la puerta cuando salió del baño. "Guau. No solo te ves genial, sino que te arreglaste a tiempo.” No pude ocultar mi apreciación. La atraje a mi abrazo. "Y hueles maravilloso." Piper nunca usaba perfume, pero tenía filas de lociones. Esta noche llevaba mi favorita, azahar y miel. Su cabello estaba mojado y recogido en un moño desordenado. "Gracias." Subió la cremallera de sus botas cafés hasta la rodilla. Llevaba unos leggings oscuros y un suéter de color gris topo que hacía que sus ojos castaños brillaran. Se puso la chaqueta, se despidió de Clifford y se dirigió a la puerta principal. Cogí los regalos y nos dirigimos hacia el coche. Tomó mi mano durante todo el viaje y señaló todas las decoraciones navideñas en los escaparates e incluso en los departamentos. “¿Es la Navidad tu festividad favorita?” Pregunté. Ella estaba tan cautivada e infantil que era difícil no sonreír ante su apreciación. La Navidad era definitivamente mi festividad favorita, pero tenía la sensación de que mi nueva favorita sería el Día de San Valentín. "Me gustan todas los días de fiesta, pero hay algo mágico en esta época del año." "Hiciste un gran trabajo al escoger los regalos para Jason y Mar." Ella había puesto mucho esfuerzo y pensamiento en sus regalos. "Gracias. Resultan fáciles de comprarles algo. También tengo algo para el resto de la familia, pero como vamos a ir al rancho después de nuestra Navidad, tengo tiempo para envolver esos regalos." XWPColección: Página y Facebook

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"Me excedí un poco con ellos." Pasé más tiempo con la familia de Jason que con la mía. Mis padres me habían visitado durante mi tiempo libre con Piper, pero ese fin de semana fue apresurado. Sabían que yo manejaría en la primavera y andaría con ellos durante una semana. Los regalos de Navidad nunca fueron importantes en mi familia. Crecí con todo lo que quería, así que dedicamos más tiempo a las tradiciones que a los regalos. Este año les envié una tarjeta y una suscripción de vino del mes. Eran difíciles de hacerles regalos, pero era de esperar que la mayoría de los padres que se jubilaban pronto con inmensas cuentas bancarias lo eran. Nos detuvimos con el aparcacoches dos minutos antes de lo que esperábamos. Le di al valet las llaves y una propina y guié a Piper al interior, donde Marisa y Jason nos esperaban. "Te dije que no llegaríamos tarde." Le di un beso en la mejilla a Marisa. Jason me dio un abrazo de oso hasta que chillé. Yo lo quería mucho. Él saludó a Piper de la misma manera. La anfitriona nos acomodó junto a la ventana donde podíamos ver el centro envuelto en alegría navideña. "Esta es la época del año favorita de Piper," les dije. Ella se ruborizó. "Bueno, todo el mundo está de buen humor. Y es frío y perfecto para acurrucarse o sentarse junto a una chimenea o meterse en un jacuzzi." "Me alegra ver que finalmente estás usando tu jacuzzi. Tardé una eternidad en convencer a Shaylie de que lo comprara,” Marisa le dijo a Piper y a Jason. "Me alegro de que lo haya hecho." Piper apretó mi pierna. Me estremecí al recordar las cosas maravillosas que le había hecho a Piper en el jacuzzi. Dudé que pudiéramos salir adelante con algo esta noche, ya que teníamos invitados, pero tenía un gran recuerdo y una imaginación aún mejor. Mañana, después de que Jason y Marisa se hubieran ido, lo sugeriría de nuevo. "Oh, yo también estoy feliz." La comida fue fabulosa y la conversación aún mejor. Nos llevamos muy bien. Sonreí durante toda la comida. Piper era encantadora y me tocaba mucho, algo que no pasó desapercibido por la Detective Bower.

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Marisa arqueó una ceja hacia mí unas cuantas veces cuando la mano de Piper desapareció debajo de la mesa y mi lenguaje corporal cambió. Piper no estaba bromeando. Era solo su forma de estar cerca. Eran casi las diez cuando nos instalamos en mi casa. Serví el vino mientras Marisa repartía los regalos. Ante mi insistencia, Jason abrió el mío primero. Levantó el disco plateado liso de cinco centímetros de ancho y lo miró interrogativamente. "Dale la vuelta," le dije. Lo sostuvo en su mano y no habló por un momento. Marisa se inclinó para ver qué era. "Mira en la caja." Sabía que les llevaría un minuto averiguarlo. Marisa encontró la tapa de la caja y leyó el pedazo de papel adentro. Ella se echó a llorar al instante y se lo dio a Jason. Lo leyó y me acercó hacia él. Nos abrazamos y lloramos. Marisa y Piper se unieron. Todos estábamos llorando y riendo y sollozando. "Ni siquiera sé qué está pasando." Piper se secó las lágrimas en la manga. “Shaylie hizo un recuerdo de buena suerte que llevaré en el bolsillo. Es del avión.” Jason se lo dio para que ella lo mirara. Piper trazó su dedo sobre la fecha y el ‘gracias’ grabada en él. “¿Es eso de la pieza que estaba dentro de ti? Pensé que querían todas las piezas para la investigación," Marisa dijo. "Estoy bastante segura de que la pieza de la silla que me apuñaló no fue la razón por la que se cayó el avión. Vicky, mi enfermera, lo limpió y me lo dio como recordatorio de supervivencia. No sabía qué hacer con eso hasta hace poco." "Es asombroso. Gracias.” Jason apretó mi mano. "De nada. Abramos más regalos antes de que esto se nos vaya aún más de las manos.” Abrí uno de mis regalos de Marisa. Era un hermoso juego de accesorios de escritorio hecho de cuero italiano marrón oscuro. "Ya sabes, para cuando finalmente averigües lo que vas a hacer," dijo.

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Pasé mi mano sobre la suave textura del cuero. Esta era la forma en que Marisa me decía que fuera por ello, que empezara mi propio negocio. No le había contado mis planes porque quería una celebración pacífica, pero a la larga, sabía que ella me apoyaría. "Gracias." Intercambiamos regalos hasta que quedó claro que todos nos habíamos pasado de la raya. Era la una de la madrugada cuando finalmente dimos por terminada la noche. Jason y Marisa se dirigieron a la habitación de huéspedes en el primer piso. "Qué duerman bien," les dije. Jalé de Piper en mis brazos. "¿Estás cansada?" "Estoy muy emocionada para estar cansada. Vayamos arriba para que puedas desenvolver tu regalo.” Me llevó de la mano al piso de arriba y comenzó a desvestirme cuando doblamos la esquina. Me quité el suéter mientras ella me desabrochaba la blusa. Dejé caer su cabello bellamente espeso. Rizos de su ducha más temprano brotaron de su ondulado normal. Envolví mis manos en su cabello y llevé su boca a la mía. Lo que sucedió en Bodhi fue solo el comienzo. La besé y la llevé a la habitación. Nos tropezamos y pude cerrar la puerta con el pie antes de caer con ella en la cama. Me paré el tiempo suficiente para quitarme los pantalones y los suyos. Cuando apreté mis caderas entre sus piernas abiertas, ella gimió. Presioné contra ella con mis caderas cada vez que mi lengua entraba en su boca. Chupé su lengua, mordí sus labios, luego me aparté para morder un rastro por su cuerpo. Le arranqué el sostén y las bragas para que estuviera completamente desnuda en mis brazos. "Estás temblando. Entremos debajo de las mantas.” Rápidamente jalé del edredón y me deslicé entre las sábanas frías con ella. "Nos calentaremos rápidamente." Ella deslizó sus manos debajo de mi sostén y lo jaló sobre mi cabeza. Lo único entre nosotras era un par de bragas de encaje. Estaban empapadas y yo estaba ansiosa por quitármelas. Me moví rápidamente y me las quité. Estar desnuda en la cama con Piper era la mejor sensación, emocional y físicamente, que jamás había sentido. Ambas sabíamos que no iba a tomarme las cosas con calma esta noche. Ella se quedó sin aliento cuando me deslicé por su cuerpo y empujé sus rodillas hacia arriba. "Necesito probarte," dije justo antes de que mi boca reclamara su vagina mojada. Ambas gemimos ante el contacto. Su mano presionó la parte de atrás de mi cabeza. Por mucho que quisiera estar en sus brazos, besándola cuando llegara su orgasmo, tenía que saborearla en ese momento. No fui amable. Levanté sus piernas y pasé mi lengua arriba y abajo de su abertura. Empujé mi XWPColección: Página y Facebook

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lengua dentro de ella y disfruté sus suaves paredes. Me moví dentro y fuera hasta que ella se movió contra mí y me rogó que terminara. Chupé su clítoris y deslice un dedo, luego dos dentro de ella. No me detuve hasta que ella gritó por segunda vez. Se retorció contra mí, apartándome y jalándome hacia ella hasta que hubo terminado. "Estoy temblando." Incluso su voz temblaba. "Eso fue increíble." Hizo una pausa para recuperar el aliento. Mi corazón, mi corazón anteriormente roto y destrozado latía con furia por esta mujer. Estaba más feliz que nunca. La alegría que sentía no podía contenerse y me reí a carcajadas. "¿De qué te ríes?" Ella me sonrió y apartó mi cabello de mi cara. "Me estoy riendo porque soy feliz. Por todo lo que ha pasado con nosotras. Me estoy riendo porque te conocí de la peor manera posible, en las peores condiciones posibles, y aquí estamos en mi cama.” La besé con tanta emoción como pude poner en un solo beso. "Haríamos un buen libro o película, ¿eh?" Las yemas de los dedos de Piper revolotearon sobre mi hombro, sobre mi cuello, sobre mi cara. Capturé sus dedos y los apreté contra mis labios. "Del mejor tipo. Romance, comedia, suspenso, intriga." “¿Suspenso?” Piper preguntó. Chupé juguetonamente la punta de su dedo por un segundo antes de responder. "Sí, suspenso. ¿Se juntarán? ¿Encontrará el verdadero amor su camino de regreso a sus corazones? ¿Qué pasará con la hermosa pareja?” No me di cuenta de lo que dije hasta que vi la expresión de su cara. Parecía confundida y muy seria. Mi corazón se desplomó. “Esa es solo la versión de Hollywood. La versión real es más suave.” Puse mi frente contra la suya y suspiré. Ella negó con la cabeza antes de besarme suavemente. "No. Es la versión correcta. Todo lo que dijiste es correcto. Tan acertado.” Me atrajo hacia ella y envolvió sus piernas a mi alrededor. "¿Estás segura?" Le pregunté. Estaba completamente inmóvil, excepto por mi corazón martilleando dentro de mi pecho. Puso sus dedos debajo de mi mandíbula hasta que encontró el pulso en mi cuello. "Esta es lo que más me gusta. Esto nunca mentirá." "Nunca te mentiré." Nunca había hablado más en serio.

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"Lo sé. Y te amo por eso.” Todo se detuvo. Mi respiración, mi pulso, el mundo, mi vida. Cerré mis ojos. "Dilo otra vez. Por favor. Dilo otra vez.” La miré mientras las lágrimas se acumulaban en las esquinas de mis ojos. "Te amo." Piper envolvió sus brazos alrededor de mi cuello. “Lamento haberte lastimado, especialmente cuando no has hecho nada más que apoyarme. Nunca volveré a dudar de ti. Te amo Shaylie.” Por supuesto que lloré. Bajé la cabeza y traté de no sollozar en su cuello. Ella me abrazó y colocó pequeños besos en mi cabello mientras aceptaba este momento crucial. En el lapso de seis meses, había encontrado la vida y el amor de mi vida. Me limpié los ojos y traté de recomponerme. "Te amo. Sé que ya lo sabes, pero lo hago y lo he hecho desde hace mucho tiempo." "Gracias por aceptarme de nuevo." Miré a Piper, su largo cabello extendido sobre la almohada, sus labios hinchados por besarnos, un hermoso rubor en su pálido cuerpo y le dije exactamente lo que estaba sintiendo. "Siempre estuviste aquí." Señalé mi corazón. Apretó su mano contra la mía y la mantuvo allí. "Eres demasiado buena conmigo," dijo. "Lo sé." Me reí cuando ella me dio la vuelta y se sentó a horcajadas en mi cintura. "Te amo y voy a mostrarte cuánto." Piper me besó posesivamente y comenzó un largo viaje descubriéndome de nuevo. Pasó un tiempo a lo largo de mi cuello sensible y mis delicados pezones, y besó suavemente la cicatriz en su camino hacia la unión de mis muslos. Me extendió, lamiéndome por todas partes, tocándome en los lugares que su boca no cubría, y me acumuló hasta que casi estaba lista para la cresta. Se detuvo cerca de mi orgasmo, se abrió camino por mi cuerpo hasta que estuvimos cara a cara. "Voltéate." Alcé la ceja con sorpresa, pero de buen grado obedecí. Se arrastró encima de mí y me mordió la espalda, sobre mi trasero, y separó mis piernas. Me puse sobre mis rodillas y ella se deslizó por debajo, llevando mi centro a su boca. Un abrumador sentimiento de decadencia y erotismo me inundó mientras me movía sobre su boca. Tuve cuidado de no presionar demasiado. No iba a durar de esta manera, con las caderas hacia arriba y la boca abajo sobre la almohada. Cuando Piper se deslizó dentro de mí, comenzó la cuenta regresiva. Cinco, sus dedos tan profundos como podían ir. Cuatro, su otra mano agarrando mi cadera, sosteniéndome contra su boca. Tres, su lengua girando alrededor de mi palpitante clítoris. Dos, escucharla gemir cada vez que lo hacía. Uno, oh, Dios, caí justo XWPColección: Página y Facebook

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en dos orgasmos uno tras otro. Me derrumbé hacia adelante, con cuidado de no aplastar a Piper. Me di la vuelta y estaba de espaldas. pero más arriba en la cama. "Ven acá. Necesito abrazarte,” dijo. Me escabullí hasta que estuve en sus brazos. Nos cubrió con la manta y me apretó con fuerza hasta que sonreí. "Eres el mejor regalo que he desenvuelto." Le apreté en respuesta. “Solo soy uno de los regalos. Espera hasta que tengamos nuestra Navidad.” Sus labios se presionaron contra mi sudorosa sien. "¿Esto? ¿Aquí? Tú, en mi cama, es el mejor regalo de todos. Y no se trata solo del sexo increíble, sino de ti, Piper Cole." Nos quedamos dormidas en los brazos de la otra y no nos despertamos hasta que Marisa y Jason comenzaron a golpear ollas y sartenes y a reírse suavemente. Miré el reloj. Eran casi las nueve. Mi vida, en este mismo momento, era perfecta. Tenía a la mujer que amaba en mis brazos y mis mejores amigos estaban cerca. Piper se agitó en mis brazos y parpadeó. "Te amo," le susurré. Ella sonrió y se acurrucó más dentro de mí. "Me he estado enamorando de ti desde que te vi." Le metí el cabello detrás de su oreja y toqué su mejilla. "Ojalá nos hubiéramos conocido en diferentes circunstancias." "Si el accidente nunca hubiera pasado y nos encontráramos en la cafetería, crees que te habrías fijado en mi?" "Me habría fijado en ti. Habría pensado en ti y me habría preguntado quién eras.” Se frotó los ojos y se inclinó para depositar un pequeño beso en mis labios. "Creo que las dos sabemos que habría ido allí todos los días hasta que me hablarás o me armara de valor para hablar contigo." "Me encanta que seas tan abierta y honesta conmigo. Es tan refrescante y franco.” Ella apoyó la cabeza en mi hombro. "Sólo seré eso contigo. Piper, eres mi segunda oportunidad en todo."

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CAPÍTULO VEINTISÉIS Piper me saludó con un pequeño baile cuando abrió la puerta. "Ven acá. Feliz Navidad, Shay." Ella me mantuvo en la puerta y me besó hasta que me quedé sin aliento. "Guau." Señaló el muérdago clavado en el marco de la puerta y me guiñó un ojo. “Entonces, el beso era solo tradición? ¿No significa nada?” Fingí que me dolía. Me llevó al loft por las solapas de mi abrigo, me empujó en el sofá y se abalanzó sobre mí. "Significa todo." Ella me besó suavemente solo para demostrar su punto. Cuando se apartó, me miró expectante. "Entonces, dónde está mi regalo? El tuyo está en la cocina.” Ella estaba tan jodidamente linda y juguetona hoy. Esperaba que apreciara mi regalo y pudiera ver el potencial. "Tenemos que salir a caminar por tu regalo." Su labio inferior sobresalió en un juguetón puchero. Lo capturé en un beso y pasé mi lengua por él. Ella gimió y se apartó de mí. "El regalo primero," dijo. Me senté cuando se quitó de encima de mí y le permití que me sacara del sofá. "Está bien, así que el tuyo está detrás de la manta." Me reí. "Está bien, qué es?" Me quedé mirando el edredón que había colgado de la puerta de un armario en el lado izquierdo, a una puerta a la derecha. "Baja la manta." Piper estaba tan alegre que aplaudió varias veces. Bajé la manta para revelar una hermosa bicicleta de montaña roja. “Ahora no tendrás que pedir prestada la mía. Tienes la tuya.” Ella estaba tan complacida con su regalo. La atraje hacia mí. "Gracias. Ahora tal vez podamos hacer nuestras propias excursiones en bicicleta. Excursiones de un día solo porque soy mala acampando," le dije.

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"Bueno eso lo arreglaremos. Te gusta?” Ella jugó con su labio inferior, esperando nerviosamente mi respuesta. "Me encanta. Te amo. Me encanta esto.” Me incliné para agradecerle adecuadamente. "Muy bien, dónde está el mío?" Preguntó. “Ponte las botas y agarra el abrigo. No tenemos que caminar muy lejos.” Era mi turno de estar alegre ante su mirada perpleja y la apuré. "Vamos, vamos." Rebotó de ponerse las botas y me agarró la mano. "Muéstrame." Fue solo una caminata de cinco minutos, pero cuando llegamos a Bodhi estaba completamente confundida. "¿Por qué estamos aquí?" Abrí la puerta del edificio y la cerré detrás de nosotras. Ella ni siquiera se dio cuenta. Comenzó a caminar por el pasillo hacia Bodhi, pero la detuve. "¿A dónde vas?" Le pregunté. "Pensé que íbamos a mi oficina," dijo. "¿Por qué mi regalo para ti estaría en tu oficina?" Estaba siendo tan imprecisa. Su frente se arrugó en adorable confusión. Alisé las arrugas hasta que sonrió y se apartó. "Sube las escaleras conmigo." Me detuve en la primera puerta una vez que llegamos al segundo nivel y señalé. Beck Realty estaba grabado en el cristal, y la observé mientras pasaba los dedos sobre el nombre. "Espera. ¿Qué?” Preguntó. Abrí la puerta y la dejé entrar. "Venga. Déjame mostrarte todo.” La oficina contaba con ciento once metros cuadrados. Todavía no tenía muchos muebles, pero lo suficiente como para hacerle saber que tomaba en serio mi propio negocio y que estaba lista para comenzar a principios de año. "Shaylie. Oh Dios mío. Empezaste tu propio negocio. Eso es increíble. Estoy tan orgullosa de ti." Las lágrimas se juntaron en sus ojos y levanté mi mano.

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"Si lloras, yo lloro. Y no puedo llorar, porque mi maquillaje es perfecto y nos dirigimos al Rancho Doogan en unos minutos." Piper me retuvo por varios minutos. "Esto es maravilloso. Puedo subir y verte cuando quiera." "Oh, este no es tu regalo." Ella se alejó alarmada. "¿Qué?" "Tu regalo está en mi oficina." La llevé de la mano a una oficina detrás del área de recepción. Me apoyé contra el marco de la puerta y la observé mientras ella caminaba y tocaba todo en mi oficina. Cuando llegó a mi silla ejecutiva de cuero, le dije que se sentara. "¿Voy a estar trabajando para ti?" "Abre esa carpeta manila en el escritorio." Asentí con la cabeza cuando sus dedos la rozaron. La abrió y leyó dos veces. "Espera un minuto." Se puso de pie y me miró fijamente. "Shaylie, no entiendo." Me senté en la silla de invitados frente a ella. "Nunca tendrás que preocuparte por perder Bodhi. Tomé el acuerdo del accidente y comencé mi propio negocio. Compré el edificio y ahora lo estoy administrando.” Obtuve mi licencia de agente cuando estaba en Mountain View. Una bendición disfrazada ahora, pero entonces odiaba el programa. "Compraste el edificio." La voz de Piper sonaba hueca. Sabía que estaba procesando la información, así que seguí hablando. “Honestamente, esta será probablemente mi única inversión. Estoy emocionada de empezar a vender bienes residenciales. Estoy viendo algunas propiedades que anunciaré después de las vacaciones, y esta primavera cuando termine mi acuerdo de no competencia, anunciaré bienes comerciales otra vez. Tengo muchos contactos y muchos clientes que necesitarán ayuda en el próximo año o dos cuando finalicen sus contratos.” Dejé de lado la parte donde robé el edificio justo delante de las narices de Mountain View Real Estate. Tuve una mejor relación con Thompson Realty que Travis, y Bob Thompson se divirtió diciéndoles que el edificio ya no estaba en venta. Desearía haber visto la cara de Brittany cuando se enteró de esa noticia.

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"Pero por qué mi nombre está en esto?" Piper preguntó. “Si algo me pasa, todo esto te corresponde a ti. El edificio está pagado y las reparaciones necesarias provienen del alquiler. Si mantengo el alquiler de todos igual durante los próximos tres años, recuperaré el dinero invertido. Tenías toda la razón. Esta área está lista para el auge." Se paró de nuevo y se acercó a mí. "Nada va a pasarte, así que ni siquiera hables así." Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello. “Esta es la mejor Navidad de todas. La vida mejora cada día contigo en ella. Ni siquiera sé qué decir." La besé porque era feliz. Estaba preocupada por cómo tomaría las noticias, pero la pasión que sentía en sus besos me dijo que estaba bien con todo. Íbamos a estar bien. Caminé con ella a mi escritorio. "Creo que deberíamos bautizar mi escritorio. Ya sabes, como buena suerte." Una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios. Se quitó la chaqueta y desabrochó su larga falda de lana. Salió de ella y la colocó sobre la silla de invitados para que no se arrugara. Se quitó el suéter hasta que estuvo frente a mí, vestida con bragas negras, un sostén negro y sus botas negras hasta la rodilla. “Debería haberte conseguido un látigo. Tal vez incluso un collar," le dije. Me desabotonó el abrigo y me lo quitó de los hombros. Pero no me desnudó. Se sentó en el borde de mi escritorio y lentamente extendió sus piernas. Mi corazón saltó en mi garganta. Tragué saliva con fuerza. Piper tendida en mi escritorio era algo que nunca olvidaría. Subí mis manos por sus muslos y deslice mis pulgares dentro del pequeño hueco en sus bragas justo al lado de su abertura. Se apoyó en los codos y observó mis manos. Ella se quedó sin aliento cuando masajeé su montículo y presioné su clítoris suavemente. "Necesito estas quitadas," le dije. Levantó sus piernas de modo que sus rodillas estaban arriba y sus botas se tocaban. Levantó sus caderas cuando enganché mis pulgares en sus bragas. Separé sus piernas y me incliné para besar su estómago, la suave piel de su pelvis y, finalmente sus labios vaginales suaves y recién depilados. La miré mientras pasaba mi lengua lentamente arriba y abajo, probándola, sintiéndola temblar ligeramente cuando mi lengua encontró su clítoris en pliegues que se abultaban y engrosaban debajo de mi boca.

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Traducción – Martha Lo 2019

"Te necesito," susurró. Me paré y observé su rostro mientras deslizaba dos dedos tan profundamente como pude. Su boca se abrió ligeramente y se cerró cuando los saqué completamente. A ella le encantaba ser follada de esta manera. En este ángulo, pude controlar mejor mis movimientos. Lo hice una y otra vez, lentamente, hasta que ella cerró los ojos y dejó caer la cabeza hacia atrás. Sus caderas se levantaron con cada empuje y se acomodaron en el escritorio cuando los sacaba. "Mírame, Piper." Ella me miró a través de estrechas rendijas. Apretó los dientes cuando entré y siseó cuando salí. "Otra vez." Me encantaba cuando hacía eso, cuando tomaba el control y me decía exactamente qué hacer. "Más. Necesito más de ti." Lamí un tercer dedo y lo metí dentro. Estaba tan tensa, pero no se quejó en absoluto. Me tomó unos cuantos empujes antes de que pudiera salir por completo y entrar de nuevo, pero cuando su cuerpo se adaptó, me rogó que fuera rápido. "No te muevas." Lo último que quería era salir y lastimarla. Ella asintió. Comencé lento, pero aceleré el ritmo en unas cuantas embestidas. Ella no se movió en absoluto aunque sabía que se moría por hacerlo. Me mordió el hombro, el cuello y hasta el labio inferior. Cuando la sentí apretar, permanecí dentro de ella, los tres dedos, y los agité tan rápido como pude. Había mucha humedad dentro, afuera, sobre mi escritorio, pero no me importaba. Este era un nivel completamente nuevo para nosotras y la iba a follar al máximo. Cuando finalmente se vino un minuto después, todo su cuerpo temblaba con tanta fuerza que estaba realmente preocupada de que la lastimara. "¿Estás bien?" Me abrazó fuerte contra ella. "¿Por qué es cada vez mejor contigo?" "Porque nos amamos y confías en mí." Me incliné para poder mirar su cara. "Eres tan hermosa, Piper." Nos besamos hasta que mi teléfono sonó. Miré mi reloj. "Y realmente tenemos que irnos." Miró el escritorio, el suelo y se tapó los ojos. "Eso nunca ha pasado antes." Levanté un dedo para indicar que debía esperar y corrí hacia el pequeño baño. Saqué dos toallas de XWPColección: Página y Facebook

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mano limpias y la ayudé a pararse. Estaba tambaleante, así que la sostuve con un brazo y le di una de las toallas. "Estoy tan avergonzada." "¿Me estás tomando el pelo? Nunca te avergüences por el sexo o lo que hacemos o lo que pasa cuando hacemos el amor." Ella me besó suavemente en la mejilla. "Necesito vestirme." Encontró sus bragas y agarró su ropa antes de cerrar la puerta del baño. Limpié lo mejor que pude con la otra toalla. Cuando salió completamente vestida, todo se veía igual. "Dame un segundo y podemos irnos." Me lavé en menos de un minuto. Besé a Piper profundamente. "Gracias por ayudarme a estrenar mi oficina de la mejor manera posible." "Te amo." "Siempre. Siempre te amaré." ****** Llegamos solo unos minutos tarde. Tuvimos que cargar mi carro con los regalos aún en el loft de Piper. Las carreteras estaban despejadas, así que pude conducir el límite de velocidad. Cuando nos detuvimos, toda la familia nos saludó. "¿Qué está pasando?" Salí del coche, ligeramente alarmada por la atención. "La chiquilla estaba demasiado emocionada para esperar adentro. Ella quiere mostrarte el regalo que Santa le compró,” Jason dijo. “Y a mí también,” Marisa dijo. Inmediatamente miré su mano y me decepcionó no haber visto un anillo de compromiso. "Estamos aquí. Muéstranos," le dije. Piper y yo nos pusimos nuestros abrigos y seguimos a la familia al granero. Tomé la mano de Piper mientras se inclinó hacia mí. "Apúrate." La impaciencia de Alison era contagiosa. Marisa intervino. "Sí, apúrate." Le susurré al oído a Piper: "Si no hay un anillo en ese establo, no estoy impresionada."

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"La Navidad es demasiado obvia para eso. Estoy segura de que Jason lo tiene todo resuelto.” "Solo quiero ser parte de eso." Siempre me había imaginado al verdadero amor de Marisa pidiéndome un consejo. Planeando el lugar perfecto y anotando todo lo que él debería decirle. “Estoy segura de que lo estarás. Apuremos el paso antes de que nos regañen de nuevo.” Besé la sien de Piper y empecé a correr hacia el granero. Piper se rió y mantuvo el paso. Pasamos junto a Marisa y Jason quienes, en espíritu, también comenzaron a correr. En unos momentos, todos estábamos haciendo una loca carrera al granero, para deleite de Alison. "¡Mira! ¡Mira lo que me trajo Santa Claus!” Nos llevó a un compartimiento donde estaba metido un caballo de tamaño mediano. "Ella es hermosa. ¿Cómo se llama?" "Canela. Es una appleloosa," Alison dijo con orgullo. "¿Una manzana (apple) – como la fruta – loosa?" Bromeé. "Appaloosa," Alison dijo más despacio. Me estiré y acaricié el suave hocico del dócil caballo. "Ella es tan dulce y te va a hacer tan feliz. Debes haber sido una buena chica este año para que Santa Claus te haya traído un caballito." Alison asintió y procedió a contarme cómo Santa Claus dejó un mapa del tesoro esta mañana y cómo la abuela la hizo ponerse las botas y el abrigo primero. Puse los ojos en blanco como si esa fuera una petición ridícula de Virginia y fui recompensada con una risita. "Mi turno," Marisa dijo desde el otro lado del granero. Piper y yo nos dirigimos hacia ella, y me quedé sin aliento cuando encaminó a un hermoso árabe desde un compartimiento. "Conoce a Honey." “¿También tienes un caballo?” Dije, estirándome para acariciar el cuello de Honey. Marisa sonrió. "Me estoy convirtiendo en una vaquera, qué puedo decir?" "Supongo que vas a necesitar un caballo viviendo aquí."

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"Déjame mostrarte algo más." Marisa puso a Honey de nuevo en su compartimiento y me hizo un gesto con el dedo para que la siguiera hasta el otro extremo del establo. Agité mis manos hacia ella. "Oh, no. Por favor dime que no me compraste un caballo." "No, cállate. Ven acá. Quiero mostrarte algo.” Me agarró de la mano y me llevó al triple compartimiento al final del establo. "Mira, Tinney tuvo a su bebé ayer." Me derretí cuando vi al pequeño potro parado sobre sus piernas temblorosas, amamantándose de su madre. "Tinney, él es precioso. Hiciste un trabajo increíble.” Ella me miró. Aparte de Betsy, Tinney era el único otro caballo que no quería matarme. Desde que estaba embarazada, nadie la montó, pero yo ayudé a ejercitarla en uno de los corrales. Piper tomó varias fotos en su teléfono del bebé sin nombre. "Realmente es tan perfecto y orgulloso." Era negro como el carbón con una estrella blanca en la frente y patitas blancas como botas. "¿Cómo fue el parto?" Le pregunté. "Jason, Bill y Gary pasaron la mayor parte de ayer con el doctor sacándolo. No pude verlo." "Tendrás que endurecerte si planeas ser la esposa de un ranchero y dar a luz a ocho futuros ganaderos," le dije. "Estoy en esto por dos. Eso es todo. Los gemelos serían mejor para poder sacarlos de una vez." Miré a Marisa y pensé en lo adulta que parecía. Atrás quedó la fiestera en busca del próximo buen momento. Puse mi brazo sobre sus hombros cuando caminamos de regreso a la casa. "Te quiero. Estoy muy feliz por ti y prometo ser siempre tu mejor amiga para siempre." Ella puso su brazo alrededor de mi cintura. "¿Estás bien?" Asentí. "No podría estar más feliz. Mi vida es perfecta. Tengo mi propia compañía, tengo a la chica de mis sueños y mi mejor amiga está saliendo con mi héroe.” Miré de nuevo a Jason y Piper, que estaban cinco pasos detrás de nosotras y riéndose de algo que dijo Virginia. Puse mi cabeza en el hombro de Marisa y estire mi mano hacia atrás hasta que sentí que el dedo de Piper se entrelazaba con el mío. La jalé para que caminara con nosotros. Los ojos de Piper estaban llenos de amor. La besé suavemente antes de terminar de responderle a Marisa. "Enamorarme fue lo mejor que me ha pasado."

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EPÍLOGO Tres años después "¡Estamos aquí! ¡Estamos aquí!” Piper y yo fuimos a la sala de espera que estaba repleta de rancheros y todos los Doogan que conocía. "Por aquí." Virginia me hizo un gesto hacia el frente del grupo. "Buena suerte." Piper apretó mis manos con alegría. “Necesitas sentarte y descansar.” Un asiento se hizo disponible cuando tres vaqueros se levantaron de un salto y le ofrecieron a Piper el suyo. "Te amo." Puse un sólido beso en los labios de mi esposa después de que supiera que estaba tranquila y cómoda. "Yo también te amo. Ahora vete," me regañó juguetonamente. Chillé y seguí a Virginia a través de las puertas y por el pasillo. "Dile que todos estamos pensando en ella." Virginia besó mi mejilla. Entré en la habitación, tentativamente al principio, luego con más audacia cuando vi a Marisa en la cama, acurrucada de dolor. "Oh Dios mío. ¿Dónde has estado?” Ella se puso blanca y tomó mi mano. La agarré y la apreté con fuerza. Me incliné sobre ella para abrazar rápidamente a Jason, que estaba varios tonos más blanco que Marisa. “Si hubieras llamado cuando empezaron las contracciones, entonces habría estado aquí mucho antes. Llegamos aquí tan rápido como pudimos." La Dra. Kane entró en la habitación, jovial y feliz, para ver el progreso de Marisa. “La buena noticia es que es la hora del epidural (Anestesia local). Estás bien situada en un tres (Centímetros de dilatación del cuello uterino). Enviaré a Matt si aún quieres.” "Ya es hora. Jesús, me estoy muriendo. Creo que me estoy muriendo.” Ella gimió e intentó girarse en la cama para ponerse cómoda. "Esto es exactamente lo que se espera. Enviaré a Matt de inmediato.” Le dio unas palmaditas en la pierna a Marisa. "Realmente no me agrada," Marisa dijo tan pronto como la puerta se cerró.

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Intenté enmascarar mi sonrisa pero fallé. "Venga. No eres esa persona. Eres ruda. Eres fuerte." "Soy débil." Se volvió hacia Jason. "Cariño, no sé si puedo hacer esto." Él le acarició la frente y le besó la mano. "Sí, tu puedes. Sé que puedes. Una vez que Matt llegue por fin con el epidural, las cosas irán mucho mejor." "Déjame decirte lo que Piper y yo vimos en el camino hasta aquí." Atraje la atención de Marisa hacia mí. Jason estaba a unos diez segundos de desmayarse. “Entonces, conoces esa pequeña gasolinera abandonada justo al lado de la carretera? Piper y yo vimos a una familia de lobos, como cinco de ellos, deambulando por la puerta.” No fue hace mucho tiempo cuando los lobos estaban en la lista de especies en peligro de extinción, por lo que ver a cinco en una manada era una rareza. Traté de distraer la mente de Marisa de su dolor, pero cada vez que sentía una contracción, siseó ruidosamente y nos apretó las manos. Moría un poco cada vez que veía el dolor grabado en su cara. Como si lo hubiese ordenado, Matt entró en la habitación con todo lo que necesitaba para que Marisa se sintiera cómoda. Me aparté del camino para que él pudiera administrar el medicamento. Se sintió tan bien sentarse. No me di cuenta de lo tensa que estaba hasta que me puse de pie. La epidural relajó a Marisa después de unos treinta minutos. "¿Por qué esto tardó tanto? Esto está mucho mejor, pero estoy muy cansada." Matt nos informó que si quería, podía tomar una siesta. Tenía tiempo antes de estar completamente dilatada. Me quedé sentada. Jason dio un largo y audible suspiro. "Lamento que nos tardáramos mucho tiempo en llegar aquí. Las carreteras estaban un poco peligrosas y no quería meterme en un accidente.” Jason y Marisa quedaron embarazados en el momento en que decidieron hacerlo. Su médico dijo que podría tomar algunos meses, pero para su sorpresa, solo tomó un mes. "Estoy tan agradecido de que estés aquí." Jason tomó mi mano. Le apreté su mano. "Mira, papi, lo estás haciendo muy bien. Demos la bienvenida a este pequeño recién nacido con todo el amor que podamos." Ashlynn Shay Doogan bació a las 7:14 p.m. el día de San Valentín. Comencé a llorar en el minuto que coronaba su cabeza. Una hora más tarde, viendo a Jason y Marisa adularla toda, todavía estaba llorando. Los tres eran tan hermosos. Lloré de nuevo cuando Piper la abrazó y le cantó una canción de cuna. Marisa me pidió que tomara fotos, y después de un centenar de instantáneas y ocho miembros de la familia diferentes que estaban apretujados en la pequeña habitación privada, nos echaron a todos. Les dije que la tía Shaylie y la tía XWPColección: Página y Facebook

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Piper volverían por la mañana y esperaba que descansaran. No quería irme, pero necesitaba llevar a Piper a casa. Virginia nos invitó a quedarnos en el rancho, pero tenía algunos cabos sueltos que necesitaba atar. Pondría a cargo al gerente de mi oficina por el resto de la semana, pero tuve dos ventas por la mañana que no podía ceder y Piper tenía que hacer arreglos para Bodhi. "Ya la amo," Piper dijo mientras caminábamos de la mano hacia el SUV. "Todo ese pelo rubio. Ella es tan hermosa como su mamá y papá," dije. Teníamos una semana ocupada por delante, y estaba emocionada de tener a Ashlynn en mis manos y empezar a consentirla. Ayudé a Piper a subir al auto y la besé antes de cerrar la puerta. Nuestra vida era perfecta. Éramos completamente honestas la una con la otra y nos comunicamos abiertamente. Nuestras discusiones fueron sobre qué comer para la cena o si a Clifford se le permitía entrar al dormitorio por la noche. "Te amo." "Yo también te amo nena. Nos queda aproximadamente una hora del día de San Valentín. Es mi nuevo día festivo favorito," dijo. “Entonces vamos a casa.” ****** "¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí!” Corrí en el hospital. Todo estaba bien esta mañana. Piper no se sentía mal. Estaba incómoda pero no experimentaba ninguna contracción. "Shaylie, aquí." Lani me hizo un gesto hacia la enfermera en el mostrador de maternidad. "¿Se encuentra bien? ¿Qué pasó?” Agarré a Lani, desesperada por su respuesta. “Ella solo me pidió con mucha calma si la traía aquí. Te llamé enseguida.” "Gracias. ¿Dónde esta?" La enfermera me acompañó a la habitación de Piper. En silencio, pero rápidamente entré en la habitación. "Nena, estás bien?" Ella estiró la mano hacia mi. "Estoy bien. Me siento perfecta, maravillosa y emocionada de conocer a nuestra hija." XWPColección: Página y Facebook

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No pude evitar llorar. Me incliné y le di un suave beso en la boca. "Ella llego antes." "No te preocupes. La doctora dice que está bien." "Pero no la esperábamos hasta dentro de dos semanas más." "Shay, todo está bien. El doctor dijo que si ella está lista para salir, está saliendo. ¿Llamaste a todos?” Preguntó. Cómo Piper podía estar tan calmada en todo esto estaba más allá de mí. Estaba estresada más allá de lo que había experimentado antes, y ella era la personificación de la paz. Cuando decidimos formar una familia, decidimos llevar al bebé de un lado a otro. Nunca pensé que quisiera dar a luz, pero el amor que sentía por Piper era tan fuerte que parecía natural. Como Piper estaba en excelente forma y cuatro años más joven, finalmente decidimos que ella llevaría mi óvulo. Cuando Piper anunció que estábamos embarazadas, mi vida cambió de nuevo. Justo cuando pensé que no podía ser mejor, lo hizo. Íbamos a ser mamás en cuestión de horas. "Llamé a Mar y a Jason y a Virginia. Ah, y también llamé a tu mamá. Estará aquí pronto. La enfermera sabe que debe dejarla entrar.” "¿Puedes creer que vamos a tener un bebé pequeño?" Ella acarició mi mejilla suavemente, con amor. Me apoyé en su toque y besé la palma de su mano. "Eres tan valiente por hacer esto. Gracias." No sabía qué más decir. Cuando la médico entró y revisó su avance, envió a busca el epidural. Ni siquiera sabía que Piper estaba teniendo contracciones. Tenía sentido porque nunca se quejó durante el embarazo. La atendí a cada capricho, pero nunca se aprovechó. A veces me molestaba cuando ella trataba de hacer demasiado. Marisa se asomó por unos minutos para ver cómo estábamos. Lloré en su hombro porque no podía controlar mis emociones. "Oye, shh. Está bien. Todo es maravilloso. Piper lo está haciendo muy bien, Jason y Ashlynn están en la sala de espera. Estamos aquí para las dos. Avísame si me necesitas. Literalmente estoy justo afuera de esas puertas.” Me besó, besó a Piper y se fue. Veinte minutos más tarde, la madre de Piper, Caroline, entró a la habitación y se sentó al otro lado de Piper. Ambas sostuvimos su mano y sus rodillas y después de una corto lapso, mucho más corto que el de Marisa, Piper dio a luz a Maribelle Ann Beck a las 2:42 de la tarde. Era perfecta y hermosa, con el pelo oscuro y un conjunto de pulmones que se podían escuchar en la sala de espera. Estaba tan abrumada por el amor, la vida y la felicidad que me senté y lloré. Mi esposa, que acababa de dar a luz, me acarició la espalda XWPColección: Página y Facebook

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y me consoló. La enfermera que limpió a Maribelle y registró su información me entregó a nuestra envuelta recién nacida. Me levanté para tomarla y, en cuanto la sostuve, me enamoré más de Piper por darme tanta perfección. "Gracias," le susurré a Piper. Puse a Maribelle en sus brazos y observé cómo se acostumbraban. Las besé a ambas y acaricié la suave mejilla de Maribelle. "Ella es tan suave y perfecta." Pasé los siguientes veinte minutos con mi esposa y mi hija. Les tomé fotos. Caroline nos tomó fotos. "Probablemente deberías ir a decirle a todos. Estamos todos bien aquí," Piper dijo. Abrí las puertas y entré en una sala de espera llena de familiares y amigos. Quería volver a llorar mientras todos se levantaban, esperando ansiosamente cualquier noticia. "¡Maribelle Ann está aquí!" Los aplausos estallaron en la sala de espera. Marisa me agarró y lloró. “Nuestros deseos se hicieron realidad, hermana. Felicidades." "Estoy tan feliz por todo. Tú, Jason, Ashlynn, Piper, Maribelle, la vida, mi compañía. Es imposible que pueda ser mejor.” Finalmente dejé de llorar y me sequé los ojos con un pañuelo que Virginia me entregó. "Venga. Quiero conocer a mi sobrina.” Marisa me agarró de la mano y se lavó rápidamente antes de entrar en la habitación. Piper le entregó a Maribelle y vi el amor instantáneo allí. “¿Cómo es posible que ella ya se parezca a ti?” Marisa se volvió hacia mí. “Tiene la misma nariz respingada y labios. Será hermosa como sus mamás." Me senté junto a Piper y le cogí la mano. "¿Estás bien? ¿Necesitas algo?" "Estoy genial. Me siento bien. No podría estar más feliz o más saludable en este momento. Te amo Shaylie.” Besé de nuevo a Piper y reflexioné por un momento. Mi vida era perfecta. Tenía algunas cicatrices en el camino, pero nada que no pudiera manejar. Piper siempre me dijo que mis cicatrices eran insignias de supervivencia, pero eran el resultado de un viaje que tuve que hacer antes de encontrar la razón por la cuál vivía. Sobreviví por la máxima belleza en este mundo. Sobreviví por amor.

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