La-biblia-y-su-cultura-nuevo-testamento.pdf

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MICHEL QUESNEL Υ ΡΗΙLιΡΡΕ GRUSON (DIRS.)



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a ι la ysu cu tura jesιis Υ

el Nuevo

Testamento

α/ ]ι'l7 ι'

La Biblia

Υ

su cultura

(:οleccίόη «PRESENCIA ΤΕοιόGΙCΑ»

115/2

MICHEL QUESNEL Υ PHILIPPE GRUSON (directores)

La Biblia su cultura Υ

]esus Υ el Nuevo Testamento

Editorial SAL TERRAE Santander

(:onlite editorial: Miche! QUIOSNIOl. Υ Philippe GRUSON Consejeros: Yves-Marie BLANCHARlJ Υ Philippe ABADIE Redactores: Philippe ABADlE, Olivier ARTUS, Jesus ASURMENDI, Joseph AUNEAU, Marie-Franςoise BASLEZ, Jean-Franςois BAUDOZ, Pierre-Antolne BERNHEIM, Yνes-Marle BLANCHARD, Paul ΒΟΝΥ, Franςois BROSSIER, Jean CAMUS, Edouard COTHENET, E,lian CUVILLIER, Pierre DEBERGE, Luc DEVILLERS, Chrlstlane DΙΕΤΕRΙ.έ, Roselyne DUPONT-Roc, Joelle FERRY, Odile FLlCHY, CamlIJe FOCANT, Pierre GIBERT, Philippe GRUSON, Jean-Marie HUSSER, Raymond KUNTZMANN, Rene LEBRUN, Simon LEGASSE, Andre LEMAIRE, Charles L'E,PLATTENIER, Jean LEVEQUE, Odette ΜΑIΝνΙΙΙΕ, Alain MARCHADOUR, Daniel MARGUERAT, Alfred MARX, Jean MASSONNET, Damien ΝοΕι, Anne-Marie PELLETlER, Charles PERROT, Rene PETER-CONTESSE, Jean-Michel POFFET, Paulln POUCOUTA, Jean-Pierre PREVOST, Michel QUESNEL, Chantal REYNIER, Franςois RICHARD, Thomas ROMER, Catherine SALLES, Yνes SAOUT, Claude TASSIN, Agnes TICHIT, Gerard VERΚINDERE, Franς:οίs VOUGA, Jean ZUMSTEIN.

Ex Bibliotheca lordavas Titulo del original frances: Ια Bible ει sa culture. Anclen Testament © 2000 by Desclee de Brouwer, Paris TraducciCJn: Rαmόn Alfonso Diez Αrαgόn Gregorio de Pablo Otero © 2002 by Editorial Sal Terrae Polίgono de Raos, Parcela 14-1 39600 Maliano (Cantabrla) Fax: 942 369 201 E-mail: [email protected] www.salterrae.es Con las debidas licenclas Impreso en Espana. Prlnted ln Spain ISBN de la obra completa: R4-?q,- 14'4- ') ISBN de este νοlUΠ1en: 84-293-1436-9 DepCJsito Legal: ΒI-54-02 FotocomposiciCJn: 5a! Terrae - Santander Inlpresi6n Υ encuadernaciCJn: (~rafo, 5.Α. - Bilbao

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ΡRΕSΕΝΤΑcιόΝ GENERAL

Ε la Biblia se habla mucho actualmente Υ ηο sόΙ0 entre 10s creyentes que han redescubierto su interes para profundizar SLI fe en el Dios llnico, sino tambien en las escuelas, colegios Υ Ιll1ίνcrsίdades. Sobre el1a se escriben 1ibros, se hacen CD-ROM, obras teI,traics Υ pelίculas. Son ya multitud 10s sitios de Internet que le t~lit.~11 consagrados. Se dice que es ellibro mas vendido del mundo, i'Ul1(lUC πο necesariamente el mas leido.

D

υΝΛ ()ΒΙ{Α ORIGINAL

Ια ΒίΜίa Υ su cultura es una obra que tiene simultaneamente caracteristicas de manual de ίηtrοduccίόη a la Biblia Υ de enciclopedia bfblica. Redactada por exegetas* profesionales, seleccionados entre los 111ejores biblistas francόfonos, su objetivo es proporcionar, a c::uantos ηο les asustan 10s libros, medios para leer Υ apreciar 10s textos Ι)ίbΙίcos. Esta escrita con un lenguaje sencil1o, accesible a todas las personas con un grado medio de fοrmacίόη Υ a 10s jόveηes estudiantes; se han reducido todo 10 posible 10s terminos tecnicos Υ, cu<,ndo es necesario usarlos, se explican. Puede leerse toda seguida ο por capItulos ο parrafos, segun se necesite, Υ tambien puede ser conIIultada utilizando sus lndices. Επ esta obra se presenta la Biblia, en primer lugar, como un monumento cultural, que es indispensable conocer si se qoiere ωm­ prender algo, al menos, de la cultura de los paises que el1a ha marcado profundamente: Oriente Ρrόx:imο, Europa, America Υ, mas recientemente, Oceanla, Africa Υ algunos paises de Extremo Oriente. ICuantos lectores de libros Υ Ρerίόdίcos, personas que visitan iglesias Υ lnuseos, oyentes de piezas musicales con canto, experimentan dificultades de comΡreηsίόη porque encuentran alusiones a la Biblia de

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ΙΝΤRΟDuccιόΝ

1a que apenas conocen nada! ΑΙ abrir Vlas de acceso a 1a Biblia Υ a su cultura esta obra puede facilitar una mejor familiaridad coη un mundo que se refiere constantemente a la Bib1ia, muchas veces ίη­ cluso sin mencionarla. La Biblia es tambien un monumento cultural porque esta marcada por 1a historia Υ las costumbres de las regiones del mundo en que ηacίό, las de1 pais de 10s judIos ο Tierra Santa, cuyos limites se corresponden, mas ο menos, coη los del moderno Estado de Israel Υ 10s territorios palestinos. Los textos biblicos mas antiguos tienen a1rededor de tres mi1 afios Υ 10s mas recientes unos dos mi1. Esta doble distancia, geografica e hίstόrίca, contribuye a la dificultad de abordar los textos biblicos. Tanto en el texto seguido de este 1ibro como en sus nicuadros, se proporcionan todas las indicaciones que pueden ayudar a franquear esas distancias. Finalmente, en los dos volumenes de esta obra presentamos la Biblia como e11ibro de 10s creyentes, judios (e1 primer v01umen) Υ cristianos (los dos volUmenes). Los autores de Ιa Biblia Υ su cultura, especialistas en historia Υ en el estudio de textos antiguos, son tambien en su mayoria creyentes: judios, protestantes Υ catόΙίcos; muchos de ellos son sacerdotes ο pastores. Tienen en cuenta el hecho de que la Biblia ha a1imentado la fe de 1as grandes religiones para las que es Palabra de Dios, Escritura santa. La teologIa -el discurso sobre Dios- se ha alimentado de la Biblia Υ sigue haciend010. Los redactores de la Biblia, muy numerosos Υ anόnίmοs en su mayorla, eran creyentes que testimoniaron sus experiencias religiosas, Υ la tradίcίόη judIa Υ cristiana estima que redactaron sus obras bajo la ίnSΡίracίόη de1 Espiritu Santo. Νο tener esto en cuenta serla ηο respetar 10s textos. Pero esta perspectiva creyente ηο es para alejar de la Bib1ia a los increyentes ο agηόstίcos. Es simplemente un plus del que podran beneficiarse 10s lectores que sean creyentes. Dos vοιύΜΕΝΕS QUE

FORMAN υΝ TODO

La importancia del tema abordado nos ha obligado a componer dos volu1lltllt~.lvlu~.llU~ lllίtnuίtlt~ ωblίl..ο~ tll Jo~ volu1lltnts μΙtΜ::ΩίίtΩ,

en el primero, el Antiguo Testamento Υ, en el segundo, el Nuevo Testamento. Ιa Biblia Υ su cultura sigue grosso modo esa dίνίsίόη, pero coη una importante particularidad. Εη efecto, para los lectores de la Biblia cristiana 10s dos Testamentos ηο son dos hojas equivalentes, como si ambas se sucedieran sencillamente la una a la otra. ΕΙ Antiguo Testamento se redactό a 10

ΡRΕSΕΝΤΑcιόΝ

GENERAL

largo de unos mil afios, el tiempo de la historia judίa que va desde la entrada de 10s hebreos en la Tierra prometida hasta la conquista de Palestina por 10s romanos. Para 10s judίοs es la llnica Escritura que merece este nombre. Υ el pensamiento judίο ha continuado a 10 largo de 10s siglos, sin relacionarse con el pensamiento cristiano. La idea, extendida en determinados ambitos cristianos, de que el cristianismo sucede pura Υ simplemente a la reΙίgίόη judίa es falsa, tambien cuando se la utiliza en teοΙ0gίa cristiana. La Iglesia* ηο reemplaza a Israel. ΕΙ Nuevo Testamento, por su parte, fue redactado en υη periodo de tiempo mucho mas corto, en poco menos de cien afios. Νο esta vinculado a una larga historia, sino a υη acontecimiento llnico, la vida Υ la muerte de Jesus de Nazaret, que era judίο Υ cuya reΙίgίόη era el judaίsmο*. CόΜΟ SE PRESENTA ESTE LIBRO

10s dos volίlmenes de La Biblia Υ su cultura forman υη todo, como tambien Ia Biblia es un todo. Con frecuencia remitiremos de un volurnen al otro. Pero cada volurnen tiene su identidad Υ su autonomia. ΕΙ prirnero esta consagrado a la Biblia judίa, que 10s cristianos llarnan Antiguo Testamento ο Prirner Testarnento. ΕΙ segundo esta consagrado a Jesίls Υ al Nuevo Testarnento. La base de 10s dos volίlrnenes es un texto seguido de ίηtrοduccίόηa 10s libros biblicos, porque la Biblia es una biblioteca rnas que un libro propiarnente dίcho; en el citarernos nurnerosos textos bίhlίcos, en cursiva cuando se trate de citas arnplias. Hernos escogido esta forrna para que el lector de estos volίlrnenes pueda iniciarse sin tener que consultar una Biblia. ΑΒί que ηο es necesario tener una Biblia para utilizar provechosarnente esta obra. Adernas del texto seguido, nurnerosos recuadros perrniten aclarar 10s pasajes biblicos que se presentan, proporcionando indicaciones cornplernentarias. Estos recuadros son de distintas clases:

- Bίhlia: son textos extraidos de la Biblia, unos rnas antiguos, otros rnas recientes, que merecen ser relacionados con 10s pasajes que va tratando el texto seguido. - Docum.ento: Ρreseηtacίόη de textos de la antigίiedad, costurnbres, forrnas de vida, necesarios para la adecuada corn-

ρrensίόn de υη pasaje. Con frecuencia pertenecen a cuIturas vecinas a Ia biblica: mesopotarnica, egipcia, griega, rornana. Tambien se encontraran θη ellos citas de docurnentos aΡόcrίfοs judίos ο cristianos.

- Referencia: Ρreseηtacίόη sintetica, en pocas lineas, de un terna ο de una ηοcίόη abordados por la Biblia (por ejernplo:Vida Υ rnuerte θη la Biblia; Dernonios Υ exorcisrnos) ο respuestas a preguntas, religiosas la rnayor parte de las veces, que se plantea el lector de la Biblia (por ejernplo: ioSon cornpatibles ciencia Υ fe? ιFuηdό Jesίls una Iglesia?). Los dos volίlrnenes contienen, adernas, ίlustraciones fuera de texto Υ m.apas Υ planos al final. Con sus explicaciones estos docurnentos visuales constituyen un cornplernento al texto seguido Υ a 10s recuadros, para la cοrnΡreηsίόη de la Biblia Υ de su cuItura. Las lla.m.adas [entre corchetes] ίηνί­ tan a pasar de un capituIo a otro cuando estan vinculados entre sίo Los terminos tecnicos quc so explicar. er, οΙ glosaric, apendice 5, estan seftalados con un asterisco (*) la prirnera vez que aparecen en cada capitul0. , , Por ίlltirno, el Indice general, el Indice de textos citados, el de nom.bres propios Υ el analitico perrniten circular por las pagil1as del libro al ritrno de 10s centros de il1teres dellector.

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ΙΝΤRΟDuccιόΝ

De donde se sigue que el Nuevo Testamento πο puede leerse independientemente del Antiguo, al que se refiere constantemente Υ al que proporciona su consistencia hίstόrίca; Υ tambien se sigue que Jesίis es e1 esΙabόη indispensable que permite pasar del Antiguo al Nuevo Testamento, puesto que este ύ.ltimo se refiere constantemente a Jeslls Υ 10s cristianos consideran que Jesus cump1e* las Escrituras judias. Esta coπvίccίόη teοlόgίca rige el plan de conjunto que constituyen 10s dos volumenes de esta obra. ΕΙ primero esta dedicado por entero al Antiguo Testamento. ΕΙ segundo se subdivide en dos partes: la primera consagrada a Jesus, 1a segunda a 10s escritos del Nuevo Testamento, presentados libro por libro Υ autor por autor. Esperamos que, asί concebida, La Biblia Υ su cultura resulte cercana a 10s interrogantes, culturales Υ religiosos, de 10s lectores de este tercer milenio que esta comenzando, Υ que ayude a darles respuesta. Les aconsejamos que retomen estos volumenes siempre que quieran iluminar preguntas que se hagan. Les deseamos una lectura enriquecedora Υ agradable. Μ.

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Q.-PH. G.

tQuE ES

ΕΙ NUEVO TESTAMENTO?

L Nueνo Testamento se presenta como una co1eccίόη de νein­ tisiete 1ibros de autores diferentes, con frecuencia aηόηίmοs, de dimensiones muy νarladas (de uno a νeintlocho capItu10s) Υ de generos 1iterarlos extremadamente diνersos, desde e1 genero narratiνo, emparentado (οη 1a biografia, ο e1 re1ato de νiajes hasta e1 discurso judicia1 tecnicamente argumentado ο, inc1uso, a 1a νίsίόη de tipo apocalίptlco. Todos estos textos estan redactados en el griego comlln de 1a epoca llamado 1a koine*. Fueron puestos por escrito, tras una actiνidad editorial bastante extensa, en un perlodo de tiempo que se fija entre 10s afios 50 Υ 125 aproxlmadamente. Se ha podido llegar a cuestlonar 1a unidad del conjunto, hasta ta1 punto que un exegeta contemporaneo escrίbίό en 1994 un 1ibro tltulado dDa unidad Jesucristo al Nuevo Testamento? Eνidentemente e1 mlsmo titu10 serνla para desencadenar 1a respuesta: aunque 1a carta de Santiago sό10 menciona una νez e1 nombre de Cristo, todos 10s libros se presentan como testimonios de 1a fe en Jesus muerto Υ resucltado, reconocido como e1 Crlsto Υ e1 Hijo de Dios e1eνado ya a 1a g10ria, Sefior de 1a historla que conνoca a la comunidad que 1e ce1eI)ra Υ espera impacientemente su νenida. Este resumen incomp1eto Υ necesariamente torpe deja transparentar a1 menos, en 1a p1ura1idad de tίtu10s, 1as diνersas tentatiνas de Ias primeras comunidades para expresar su fe: pequefios grupos extraordinariamente minoritarios en e1 Imperio romano, pero muy pronto expandidos por una amp1ia area geografica, desde SirlaPa1estina hasta Roma, pasando por la (JreCla de 10s ahos 60, Υ de EgIpto a Bitlnla Υ a1 Ponto antes de termlnar e1 sig10, representan un amp1io abanlco de ambitos socia1es Υ cu1tura1es con una buena proΡοrcίόη de gentes humi1des Υ de esc1aνos. Εη todo este espaclo geografico se escribieron Υ ciertamente se lntercarnbiaron 10s textos Υ cartas que constltuyen e11ibro de 10s testigos.

Ε

IN"'I~OI)LJ(:CldN ~ Α Ι !Το 1{I~s?

IJodemos preguntarnos que se ent,iet)de ροτ «testigo», de que tipo de testimonio se trata Υ en que med1d", podemos saber quienes fueron sus autores. A1gunos textos del NuevQ Testamento, escritos en primera persona, permiten nombrar clarqmente a su autor; pero otros son aηόηίmοs Υ fue la tradίcίόη .de 1~ Igl~sia*, a 10 largo del siglo 11, la que [es fue dando su tltulo atrιbutIvo; varias cartas son conside-radas como pseudoepigraficas* (escritos q\ιe toman de prestado la primera persona para cobijarse bajo la autor:iclad de υη aΡόstol prestigioso). Todo en el Nuevo Testamento, ~8 testimonio posterior a la Pascua*. Los cristianos creyeron aρoyat"\dose en la palabra de quiene~ se encontrar?ll .con ~esύs resuat.a?o Υ afirmaron que estab~ v.1VO . Experiencιas ιnaudltas que r~mIt1a:rι~ todas ellas, a υη aconteamtento inasible, el de la Resurrecαόη, qι:ι~ nosotros nos vemos obligados a designar como el punto de conve1:'gencia ο el centro de perspectiva de esos testimonios. Ρaradόjίcameηte, .el primero 9u~ se presenta como «testigo ocular» -«lAcaso ηο he VlStO ΥΟ a Jesus, ~efιor nuestro?» (1 Co 9,1)- es el aΡόstοl Pablo que ηο coηοcίό a Jes~s en 10s dίas de su vida terrena. Su testimonio es el ~~ υη h?mbre qQ~ fue captado ροτ una ~eveΙacίόη fulgurante que volvlO su vlda del re\ιes [vease ρ. 182]. Es tltulo suficiente para mantener -aunque se co ~1.sidere a S1 mismo el ύΙtίmο Υ el mas insignificante de los aΡόstoΙes, c~mo el hijo nacido de una madre ya muert~- su leg1timo orgullo de ;< '::estigo» de Jesucrist<;>. Por eso, e~ final apaslOnado de su ca~ta a los ~at~tas termina aS1: «Mlrad con que letras tan grandes 05 escnb??e ml Pt-'Opio puiio» (Ga 6,11). Para coι:­ firmar su autoridad apostollca, Pabt'O tuvo que firmar de su propl? pυfιo Υ letra, ya que por ent~)I~ces la~ car tas se dictaban Υ Pablo Utllizaba naturalmente los serVlClOS de \ιη secretario. Otro escritor, sin nombrarse, s~ presenta como e1 autor de υη pritnero Υ, luego, de υη segundo Ι l\:::,ro, que mas tarde se llam~ran evange1io* segύη san Lucas Υ Hecho. ~ de los ΑΡόstοles. Este escntor, a quien 1a tradίcίόη dio e1 nombre de Lucas, quiere hacer obra de historiador Υ en el ΡrόΙ?gο de su eνaηgeΙίο traza, con vocabulario selecto Υ maestrίa de estl10, las ~tapa~ de su trabajo: se ha informado de testigos oculares, ha recogldo Q~rraci()nes V a ΤeόfiΙο (Lc 1,1-4). Este destInatano, \"ea1 Ο ficticio, cuyo nombre Slgnifica «e1 que ~~a a Dios» ha recib ~do ya una fοrmacίόη c~istiana oral: la narracιon de san Lucas, ο Ι::)arracίόη lucana*, se onenta a verificar su solidez., Los H~c~os d~ 10s ΑΡόstοles se presentaran como la segunda hOJa del d~ptICO (~ch 1,1): despues del tiempo de Ι" mίsίόη de Jesύs, vlene el tlempo d~ 1a mίsίόη de 10s aΡόstoΙes que 10

lQUE ES

ΕΙ NUEVO TESTAMENTO?

el Espiritu Santo va conduciendo hasta 10s confines de 1a tierra. Su texto sera atribuido a Lucas aunque mediante e1 oblicuo de una preροsίcίόη bastante vaga; como a 10s otros tres evangelios se 1e llamara «Evange1io segun... » (en griego kata). Es una fonna de decir que el Evangelio viene de Dios por Vla de una medίacίόη humana; es tambien una forma de reconocer que el texto es fruto de redacciones Υ relecturas qne responden a las expectativas de una comnnidad que invoca la autoridad de ιιη fnndador. ΕΙ evangelio segun san Juan es ciertamente el mas estudiado desde este pnnto de vista; Υ si la autoridad de Juan, ο joanica*, ηο se pone en tela de juicio, Sl se habla abnndantemente de la trayectoria del texto en e1 qne convergen e1 testimonio de1 discipu10 Υ e1 de ιιη «nosotros» mas comunitario; e1 corpns* joanico reflejara 1a historia atormentada de la comunidad. Se ha hecho costumbre designar bajo e1 termino genera1 de «pseudoepigrafia»* e1 feηόmeηο qne coηsίstίό en situar ιιη texto bajo la autoridad de ιιη antor aΡοstό1ίco. De 1as trece cartas de Pab10, siete son consideradas actua1mente por todos 10s bib1istas como autenticas (Rm, 1 Υ 2 Co, Ga, Ρ1ρ, 1 Ts, Flm); 1as otras suponen ta1 cambio en la coηceΡcίόη de1 tiempo Υ en la re1acίόη a1 mundo, ta1 eνο1ucίόη de la cristo10gIa* Υ ta1 traηsfοrmacίόη de 1a figura del aΡόstο1 que ηο pueden emanar directamente de e1: fueron puestas bajo su autoridad por discipu10s conscientes de su fide1idad a 1a ensefίanza pau1ina*. Estudiaremos e1 hecho caso por caso. Digamos ahora, nada mas, que actualmente todos 10s exegetas estan de acuerdo en considerar 1a carta a 10s Efesios, por ιιη 1ado, Υ las Cartas Pastora1es (1 Υ 2 Tm, Tt), por otro, como obras de obediencia pau1ina; 1a atrίbucίόη de Coloseηses Υ de 2 Ts sigue siendo mas controvertida. Las dos Cartas de Pedro, escritas en ambito griego entre fina1es del sig10 primero Υ comienzos de1 segundo, presentan 1anotab1e caracterlstica de situar bajo 1a autoridad de1 aΡόstοl Pedro una teologίa con resonancias paulinas. Con ello, ya desde muy pronto, ωmeηΖό ιιη dialogo que ηο es aηacrόηίco calificar de ecumenico*, puesto que comunidades de origen Υ de obediencia diversos acogieron la ensefίanza emanada de otro aΡόstοl. De hecho este proceso se produjo ya al interior mismo de muchos textos del Nuevo 'lestamento: bastenos evocar el evange1io segun san Mateo, en e1 que dia10gan judeo-cristianos* (los cristianos judios) Υ pagano-cristianos* (los cristianos de origen pagano); Υ tambien 10s Hechos de 10s ΑΡόstο1es donde se suceden 10s kerigmas* (predicaciones) Υ 1as proclamaciones de titu10s de Jesus, que corresponden a una misma confesίόη* de fe pero que reflejan modos, diversos en su origen, de expresar 1a Resurreccίόη. 11

Ι NTI{OnUCClON

Ει. οlωΕΝ ι >Ι: I.os I.IBIΙOS

Estudiaremos mas ade1ante Υ mas extensamente 10s criterios que intervinieron en 1a coηstίtucίόη de1 canon* de1 Nuevo Testamento. Nos detenemos ahora en el orden de Ρreseηtacίόη de 10s libros ta1 Υ como 10 fijό la tradίcίόη ec1esial. Responde a distintos criterios, sorprendentes a veceSj es c1aro que ηο responde en absoluto a la crono10gίa de su puesta por escrito, puesto que 10s primeros textos que se fijaron por escrito fueron ciertamente las cartas paulinas, entre los afios 50 Υ 60j se considera que 1a primera carta a 10s Tesa10nicenses es el primer escrito cristiano, redactado sin duda en 10s afios 49-50 [veanse ρρ. 533 Υ 549]. Es una idea muy distinta, al parecer, 1a que preside la organiza(ίόη de1 corpus: vienen en primer 1ugar los cuatro evange1ios, todo 10 que corresponde a la crοηοlοgίa de1 anuncio de la Buena Noticia: geηea10gίa e infancia de Jesus de Nazaret, su vida pub1ica en Gali1ea Υ Judea, su muerte en cruz, e1 anuncio de la Resurreccίόη Υ la apari(ίόη a las mujeres Υ a 10s dίscίΡu10S. Pero el mismo hecho de que haya cuatro evange1ios, de que la historia se repita cuatro veces con notab1es diferencias, desvincula a 10s evange1ios de1 genero biografico. De 10 que tratan es de re1eer el pasado vivido con Jesus el nazareno* a la luz de su Resurreccίόη Υ de su eΙevacίόη en gloria. Α cada comunidad, con su propia coηfiguracίόη sοcί01όgίca, cu1tura1 Υ re1igiosa, se 1e propone reemprender e1 camino, el que l1evό a Jesus a 1a cruz, Υ, a1 hacer ese camino, reconocer en aquel a1 que los hombres rechazaron Υ crucificaron, el poder de Dios actuando; reconocer a1 Resucitado que es ahora su Sefior. Α 1ectores de horizontes variados Υ a veces opuestos, 105 evange1ios les ofrecen una pluralidad de caminos para su fe. ΕΙ orden conservado hasta hoy es: Mateo, Marcos, Lucas Υ Juanj pero una pequefia parte de 1a tradίcίόη manuscrita, ref1ejo de determinadas Prilcticas eclesiales, mantiene otro orden: Mateo, Juan, Lucas Υ Marcosj lhay que ver en esto una οrganίΖacίόη mas esoterica de los materiales? Εn cualquier caso, es Mateo quien abre e1 Nuevo Testamento: este evangelio inscribe a Jesus en e11inaje de 1a promesa hecha a Israel, en e1 seno de una historia que e1 judaίsmο* coηcebίa como 1a historia de Dios con su pueb10; por eso 1e present<1 (01110 «tl Ell1Jllanuel» que signifιca «1J1OS (οη nosotros» (Mt 1,23), como e1 que hace rea1idad 1a promesa de Dios que acompafia a su pueb10 «hasta e1 fin de1 mundo» (Mt 28,20). Tras 10s evange1ios, los Hechos de 10s ΑΡόstοles abren el tiempo de la Ig1esia: e1 ΕSΡίrίtu asegura en ella 1a eΧΡaηsίόη de 1a Pa1abra hasta e1 centro de 1a tierra habitada, Roma, mientras que e1 problel11a de 1a artίcu1acίόη de Israe1 Υ de la Iglesia bajo e1 horizonte de 1a 12

lQUE ES ΕΙ NUEVO TESTAMENTO?

REFERENCIA

LA PSEUDOEPIGRAFiA Se llama «pseudoepigrafia» al procedimiento que consiste en escribir Υ publicar un texto bajo el nombre de un autor prestigioso ya desaparecido. ΑΙ texto Βθ le llama, θη este caso, «pseudoepigratico». Este fenόmenο fue abundante, desde muy pronto, en el mundo greco-romano: 10S discipu10S de fiΙόsοfοs ο de oradores celebres publicaban bajo el nombre del maestro 10 que ellos consideraban expresiones fieles de su pensamiento ο de su ensenanza. ΑΒί sucedίό con Ias cartas de ΡΙatόn ο el Epinomis; sobre estos escritos ΡΙaneό durante mucho tiempo la duda. Se ha repetido muchas veces que la nοcίόn de autor ηο tenia θη aquella epoca la importancia que tiene para nosotros; ciertamente ηο abarcaba 10s mismos contornos, pero Βί estaba vigente en la epoca clasica como 10 muestran con evidencia 10S concur80Β de tragedias Υ la rivalidad existente entre Esquilo Υ Euripides. Hasta tal punto que, θη Roma en el sigIo ι, el mundo de las gentes de letras puSO en marcha disposiciones legales para atajar el fenόmenο. Εη el mundo judio, la pseudoepigrafia se extiende durante 10S dos ιΊ.ltimos siglos a.C. Υ durante el primer sigl0 de nuestra era, con el desarrollo de la literatura apocalίptica*. Es una literatura de cοnsοlacίόn en periodos crίticos, que se presenta como la reveΙacίόn de videntes, hombres religiosos del pasado admitidos a 10S secretos de Dios: el patriarca Henoc, pero tambien ΜοίΒθΒ Υ Elias, posteriormente Daniel, Baruc, Esdras... ΕΙ anuncio que estos antepasados hicieron de acontecimientos doloΙ080Β para el presente se convierte θΏ figuΙΒ de νίΒίόη ο de profecia, Υ garantiza el

anuncio consoIador de una ίntervencίόn final de Dios. NaturaImente ηο se trata de producir falsedades, Βίηο de recordar a Ia comunidad que sufre Ia fidelidad indefectible de Dios, renovando asi su esperarιza. ΕΙ Nuevo Testamento utiliza ampliamente Ia pseudoepigrafia: confrontados a las crisis de crecimiento de Ias jόvenes IgIesias,los sucesores de 10s aΡόstοles Υ 10s responsables de las comunidades sintieron la necesidad de salvaguardar la integridad del mensaje aΡοstόlicο a la vez que 10 aplicaban a las nuevas situaciones eclesiales. Se trataba de seguir haciendo resonar la palabra viva de 10S aΡόstοles, expresando directivas e instrucciones que ellos hubieran prodigado Βί siguieran vivos. Es muy probable que algunos discipulos de Pabl0 se inspiraran en cartas que ellos conocian perfectamente para escribir otras nuevas (la segunda a 10S Tesalonicenses, las cartas Pastorales). Ciertamente las comunidades ηο Βθ engaiιaban al respecto: 10 importante ηο era la autenticidad literaria, Βίηο la autenticidad del mensaje transmitido, el «deΡόsίtο» de que hablan las Pastorales, que debia seguir resonando entre las nuevas generaciones. Durante 10s siglos 11 Υ 111, para fijar el Canon de las Escrituras, Ios Padres* de la 19lesia haran que entre en juego el criterio de la autenticidad: entendieron ροι tal la autenticidad literaria de 10s escritos que ellos atribuyeron sinceramente a 10S testigos oculares Υ a 10s aΡόstοles; pero nunca se olvidaron de aiιadir a ese criterio el criterio supremo que es el de la conformidad con «Ia regla de Ia fe» Υ con la tradίcίόn de la Iglesia universal.

e1eccίόn es formu1ado en 10s terminos ροco compatib1es de sustitucίόη Υ de esperanza. Pab10 ya habla franqueado e1 paso bastantes afios antes, Υ se habla conνertido en «el aΡόstοl de las naciones* paganas"». Negando a la ley" Judίa la posibi1idad de ofrecer 1a sa1νa­ ,ίόη, habia proc1amado que ηο hay mas sa1vacίόn que en Jesucristo Υ cn Jesucristo crucificado. Las cartas de Pablo estan co1ocadas en υη orden puramente con-

venciona1: desde 1a mas extensa (Romanos) a la mas corta (FίΙemόη), se νan incluyendo las trece cartas consideradas durante mucho tiempo como autenticas. 13

lNTRODUCClON

REFERENCIA

Los 27 LIBROS DEL NUEVO TESTAMENTO Υ

LA LECTURA DE LOS TEXTOS CITADOS

Presentamos aqui 10s libros del Nuevo Testamento en el orden Υ con sus abreviaturas usuales. Cuando se da la referencia de un pasaje biblico se utilizan las abreviaturas, seguidas del nllmero del capitulo Υ, tras una coma, el nllmero de 10s versiculos. Evangelio segun Mateo: Mt Evangelio segίuι Marcos: Mc Evangelio segίιn Lucas: Lc Evangelio segίuι Juan: Jn Hechos de 10s ΑΡόstοles: Hch Carta a 10s Romanos: Rm Prlmera carta a 10s Corlntlos: 1 Co Segunda carta a 10s Corlntlos: 2 Co Carta a 10s GaIatas: Ga Carta a 10s Efesios: Ef Carta a 10s Filipenses: Flp Carta a 10s Colosenses: Col Prlmera carta a 10s Tesalonicenses: 1 Ts Segunda carta a 10s Tesalonicenses: 2 Ts Primera carta a Timoteo: 1 Tm Segunda carta a Timoteo: 2 Tm Carta a ΤΗ: Tt Carta a Filemόn: Flm

Carta a 10s Hebreos: Hb Carta de Santiago: St Prlmera carta de Pedro: 1 Ρ Segunda carta de Pedro: 2 Ρ Prlmera carta de Juan: 1 Jn Segunda carta de Juan: 2 Jn Tercera carta de Juan: 3 Jn Carta de Judas: Judas Apocalipsis: Αρ Se leera asl: Mt 3,13 = Evangelio segίιn Mateo, capitulo 3, versicul0 13. Jn 3-7 = Evangelio segun Juan, del capitul0 3 al capίtul0 7. Rm 5,1-11 = Carta a Ios Romanos, capitulo 5, verslculos 1 a 11. 1 Co 5,1.11 = Prlmera carta a 10s Corlntlos, capitulo 5, verslculos 1 Υ 11. 1 Co 8,1-11,1 = Prlmera carta a 10s Corintios, desde el capitul0 8 verslculo 1 al capitul0 11 verslculo 1. La lista alfabetica completa de todos 10s libros de la Biblia Υ de sus abreviaturas esta en el apendice 6.

Vienen a coηtίnuacίόη 1a carta a 10s Hebreos, de tona1idad ultrapaulina, Υ 1uego, 1as llamadas cartas CatόΙίcas, es decir, cartas circu1ares dirigidas a comunidades dispersas en ta1 ο cua1 area geografica: carta de Santiago, la primera Υ la segunda de Pedro, 1as tres de Juan Υ 1a de Judas. Todas estas cartas reflejan la receΡcίόη Υ el enraizamiento del Evangelio* en las comunidades, pero tambien los conflictos locales, doctrinales ο de disciplina a que dio lugar. ΕΙ Evangelio de Pablo, que fue el primero, pudo ser ma1 comprendid(), esrl"('i;:!lmf'~te en ambitos paganos: los entusiastas* de Corinto se amparaban en la libertad proclamada por e1 ΑΡόstο1 (<
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su gusto, una garantia de

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saΙvacίόn:

jsabihereticos deI mensiljr cristiano; mas adeIante, avanzado eI sigIo, Ias cartas Pastorales rt'cιccionaran contra Ios que pretendIan que Ia resurreccίόη ya habia tt'11itlo Iugar; aI comlenzo del siglo ΙΙ la segunda carta de Pedro tlcl1unciara a quienes ya ηο esperaban Ia venida del Sefior Υ desvltaJizi1ban la esperanza de las comunidades. (:onstantemente amenazadas ροτ predicadores judaizantes*, ροτ cntusiastas exaltados, por adeptos a las filosofίas epicιireas ο esceptica5, las comunidades del Nuevo Testamento emprendieron la leηta Incιιlturacίόη del mensaje crlstlano en el mundo greco-romano. ΕΙ ρi1S0 tiecisivo del Evangelio a las naclones paganas Υ la seΡaracίόη del jtldaIsmo se realizaron ηο sln lnterrogantes ηί sufrimientos. Bien ΙΙVί\l1ιadο ya el primer siglo, mlentras que eI judaIsmo se reconstrula alrededor de su ley, el evangeIio de Mateo ίηteηtό, coη dificultad, hacer que convlvleran judeo-cristianos Υ pagano-cristianos, pero ahriendo la mίsίόη a todas las naclones. Εη esa mlsma epoca, pero en ot ΓΟ ambito geogrcifico Υ soclal, la carta a los Efesios considera la unitlad como definitivamente acabada. Pablo, que habia consumado prol1to la ruptura, conservaba respecto al judaIsmo una esperanza dolorosa pero sln quIebra; unos decenlos despues el autor de los Hcchos ya ηο la compartia. Aunque el Apocalipsis* sόΙο tardlamente fue reconocido ροτ tοd.ιs las IgIesias, termίηό slendo el ultimo texto deI Nuevo Testarnento, Υ este finaI estci cargado de sentido: reveΙacίόη deI designlo tfefinitivo de Dios, cuya ίηterveηcίόn debe poner υη termlno a Ι. historla, afirma la dίmeηsίόη transcendente de Ia saΙvacίόη Υ de la νenida del Relno de Dios. Entra asl en teηsίόη coη el despIiegue de I()S esfuerzos humanos en la mίsίόη Υ en la Iucha contra Ias poten,la8 hostiles que aparece a todo 10 largo del Nuevo Testamento. Αllί dontic Mateo abrla los tiempos nuevos proclamando la presencia del Resucltado junto a su Iglesia envlada a 10s hombres hasta el fin de 105 tiempos, el Apocalipsis celebra el fin de esta historla Υ el advenlmlcnto de 1a nueva creaclon. Pnesto que la liturgia es slmultanearnente actualiΖacίόη Υ antlclΡacίόn del Relno, el Apocalipsis concluye Υ labra el Nuevo TeIIti1mento en la perspectiva de ι.. ίnvοcacίόη litιirgIca: «iVen, Sefior JeIIus!» (Αρ 22,20). R. D.-R. (ΙΙΙΓί<ι ο senales! Corrientes anuncladoras de movlmlentos c.:oιlOcitios bajo eI nombre de Ρregηόstίcos* se apoderaban

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PRIMERA PARTE

]Εsύs

1 Ει MEDIO PALESTINO)

Ο MEDIO DE JΕsύs

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ΝΙα teologia cristiana se dice comunmente que «Dios se

ha hecho hombre en Jesucristo». Esta fοrmuΙαcίόn, que es falsa, es sin embargo insuJiciente. La encαrnαcίόn>l:- no limita α «Dios se ha hecho hombre», Υα que se hizo hombre de un pais Υ de una epoca. Una fοrmuΙαcίόn mάs completa podria ser: Dios se ha hecho judio, galileo, en el siglo primero de nuestra era. Presentar α Jesus en una obra titulada Ια Biblia Υ su cultura no puede dejar de lado hacerlo en estrecha νίncuΙαcίόn con su cultura, con su medio ambiente, con todo aquello mediante Ιο cual Jesus fue, concretamente, hombre de un tiempo Υ de un lugar. Por tanto, αΙ comenzar esta parte dedicada α Jesus de Nazaret vamos α dibujar los trazos dominantes de su medio: medio politico Υ social, muy especialmente en Galilea; medio religioso, comenzando por el Templo de Jerusalen, centro de la vida religiosa Υ del culto, Υ siguiendo por las tradiciones no btblicas, muy presentes en Ια οrαcίόn sinagogal; vida material Υ cotidiana; influencias extranieras en Ια νidaiudia. En "fecto, aunque estaban especiJicados por su fuerte identidad i~tnica Υ religiosa, los judios del siglo ι estaban en constante Contacto con Ια cultura helenistica de los pueblos de su entor"ο, las naciones* (ο goyim). Υ su forma de vida, aun en su ,τορίο pais, Palestina, estaba marcada por esos contactos.

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19

1.1. LA SΙΤUΑcιόΝ POLITICA

Α

entrada en Jerusalen del general romano Pompeyo Υ de sus legiones, el ano 63 a.C., marcό la ίηtegracίόη polίtica del pais de Israel en el imperio de Roma. Desde entonces, la historia de Palestina quedara enteramente dominada, directa ο indirectamente, por la autoridad romana. ΕΙ pais de Jesus νiνla, asl pues, en regimen de ΟCUΡacίόη. Νο hay que subestimar la Ρresίόη que esta sίtuacίόη polίtica ejercIa sobre la reΙίgίόη popular: la eχacerbacίόη de las esperanzas mesianicas, la eferνescencia apocalίptica* Υ el auge del nacionalismo judio en el primer siglo eran su consecuencia inmediata. <:onduciran a la ίηmersίόη incendiaria del pais en la guerra judia de 105 anos 66-70, que se saldara de forma catastrόfica con el aplastamiento del nacionalismo Υ la destruccίόη del Templo de Jerusalen.

L

TRES FORMAS DE DEPENDENCIA Ιι ίnterνeηcίόη de POlllpeyo puso fin al poder de la dinastla judia de 105 asmoneos*. Esta se habia instalado derrocando al rey seleucida Antioco ιν Epifanes (167 a.C.), cuya polίtica de heΙeηίΖacίόη forza-

da del pais habla desencadenado el odio del pueblo. Los asmoneos

desarrollaron una polίtica de eΧΡaηsίόη Υ de reconquista; sus exitos ι:nΔι; senalados fUCIonla conquista dt Sal1idIl
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MEDIO PALESTINO

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MEDIO DE

JΕsύs

DOCUMENTO

LA

ΙΝSCRlΡcιόΝ DE CESAREA

ίnscrίΡcίόn, rnuy rnutilada, se enconen 1961 en las rulnas del teatro de Cesarea rnaritirna. Confirrna la tίtuΙacίόn de Pilato Υ su presencia en ]udea en el relnado de Tiberlo (14-37 d.C.). He aqui el texto Υ su traduccίόn [el texto tlene lagunas; las partes reconstruidas estan entre corchetes]:

Una trό

Tiberleurn = Tiberlco (edificio en honor del ernperador Tiberio) [Po]ntius Pilatus

= Ponclo Pilato

[praef]ectus Iudae

=prefecto de ]udea

deado de jefes militares Υ de procuradores. Existίan tambien provincias senatoriales, cuya admίηίstracίόη era confiada a un Ρrοcόηsul. Cuando Judea se coηνίrtίό en proνincia, su procurador recίbίό el titulo de prefecto, como 10 atestigua una ίηscrίρcίόη descubierta en Cesarea marltima. Una tercera fόrmuΙa consistίa en confiar la gestίόη del territorio a una realeza bajo tutela. Estos soberanos clientes eran νasallos de Roma Υ recolectaban 10s impuestos para el Imperio. Sus hijos, educados en la corte del emperador, serνίaη de prenda de fidelidad. Su autonomla estaba, por tanto, estrictamente limitada a 10 que les permitla un juramento de fidelidad sin fisuras a Roma.

DESPUES DE ΙΑ MUERTE DE HERODES Ει GRANDE

Roma comeηΖό confiando el conjunto de Palestina a Herodes el Grande, que habίa sabido contratar buenas alianzas en la corte romana. ΕΙ ano 40 a.C. recίbίό el titulo de «rey de Judea» Υ su reinado durό hasta el ano 4 a.C.; fue prolongado, cultiνado, Υ rico en fastuosas construcciones (puerto de Cesarea, Templo de Jerusalen, fortalezas de Maqueronte Υ Masada). Pero su reinado estuνo tambien sembrado de 10s caprichos polίticos de un rey enfermizamente inquieto por las posibles riνalidades contra su poder, 10 que explica las huellas negatiνas que dejό en la memoria judίa. Su testamento dlνldia su reino entre tres de sus hijos: Arquelao recίbίό el tίtuΙ0 de etnarca de Judea, Samarίa e Idumea. Antipas heredό el titulo de tetrarca de Galilea Υ Perea. ΡίΙίρο admίηίstrό, como tetrarca, 10s territorios bcisicamente ηο judIos del noreste (Gaulanitide, Traconltide). ΕΙ ano 6 d.C., el emperador Augusto depuso a Arquelao por incompetencia Υ 10 desterrό a las Galias. Judea Υ Samarla se conνir-

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ΙΑ

SΙΤUΑcιόΝ

POLITICA

....

---------_ 1Α NOTIClA HIST0R10GRAF'ICA DE LUCAS ΕΙ evangelista Lucas, que quiere situar en la historia mundial 10s acontecimientos fundadores del cristianismo, aporta una datacίόn extremadamente precisa del comienzo de la vοcacίόn profetica de Juan el Bautista (ο el bautizador). Enella encontramos que ya ha tenido lugar la deSΡοsesίόn de Arquelao, aparece el nornbre de 10s dos hijos de Herodes el Grande: Herodes (Antipas) Υ Filipo. Debe tratarse del afιo 27:

En e1 aίio quince de1 imperio de Tiberio Cesar, siendo Poncio Pilato procurador de ]udea; Herodes tetrarca de Ga1ilea; Filipo, su hermano, tetrarca de lturea Υ de Traconitida, Υ Lisanias tetrarca de Abi1ene; en e1 pontificado de Anas Υ Caifas, fue dirigida 1a pa1abra de Dios a ]uan, hijo de Zacarlas, en e1 desierto.

(Lc 3,1-2)

tieron entonces en provincia procuratorial, cuyo prefecto teηίa su sede en Cesarea marίtίma Υ Ροdίa recibir la ayuda del legado de la provincia imperial de Siria. Con οcasίόη de este cambio de estatuto, Quirino procedera, con la ayuda del procurador de Judea Coponio, a hacer el censo de 10s habitantes de la nueva provincia (Flavio Josefo, Antiguedades judίas ΧΥΙΙΙ, 1; cf. Lc 2,1-2). Herodes Antipas gοberηό hasta el afio 39, antes de ser desterrado por el emperador Calίgula a ΙΥοη, ese mismo afio. Su territorio fue dado al rey Agripa Ι, nieto de Herodes el Grande, que recoηstrUΥό, bajo control romaπο, el reino de su abuelo Υ 10 admίηίstrό del afio 41 al 44. Αsί pues, durante la juventud Υ la actividad publica de Jeslls, <;alilea Υ Judea conocieron dos regίmeηes diferentes: la primera formaba parte de υη reino bajo tutela, mientras que la segunda era gestionada por υη prefecto a las όrdeηes del Senado romano. SΙΤUΑCIόΝ TENSA ΕΝ GALILEA

Tacito, el historiador romano, califica asί el estado polίtico de Palestina durante el reinado de Tiberio: sub Tiberio quies, «bajo Tiberio, calma» (Historias V, 9,2). Es cierto que entre las turbulencias que - . 1 . 1. τ Ι J 1 Γ' . . ] 1 ...• J" r r marLarUB d l11Ut:l Lt: ut: 1 t:1U C;:) t:1 vldl1Ut: Υ ιά !5Ut:l1d)U ld UC 0070, la regίόη coηοcίό cierta Ρacίficacίόη. Pero el historiador romano es poco sensible a otras tensiones, de orden sοcίο-ecoηόmίcoΥ de orden religioso, que reflejan tanto el historiador judίο Flavio Josefo como 10s evangelios*. La ecoηοmίa de Galilea se basaba en la agricultura Υ la pesca. La tierra era fertil, la regίόη exportaba. Los bienes raίces se 105 repar23

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tlan 10s grandes propIetarIos, que confiaban la eΧΡΙ0tacίόη de sus terrenos a arrendatarlos Υ a pequefi05 agricultores. La parabola de 10s colonos rebeldes (Mc 12,1-7) nos hace νer que las tenslones entre propIetarIos Υ arrendatarlos, obligados a entregar una parte importante de la cosecha, podian ser muy νlνas. Los jornaleros trabajaban sl se 1es llamaba Υ dependIan por comp1eto de qulenes 1es contrataban, como 10 atestlgua la parabola de 10s obreros de la hora undeclma (Mt 20, 1-15). La suerte de 10s pequefios agrIcultores era fragil: bastaba una mala cosecha para que se νleran arrulnados Υ desposeidos de sus bienes; para cubrlr 1a deuda, ellos Υ sus familias podIan ser νendidos como esc1aνos. Εη Ga1ilea exlstla tambien una teηsίόη entre cludad Υ zona rural. ΕΙ pais, esencialmente rural, debla contar en e1 primer sigl0 con menos de 150.000 habitantes. La riqueza se concentraba en la cludad Υ atlzaba 1a enνidia. La cultura urbana, muy aficionada a la modernidad, chocaba con la menta1idad campesina mas tradiclonal. Tambien exlstla una tensίόη semejante en todos 105 paises mediterraneos de la antigίiedad. Νο deja de ser sintomatico que, con excepcίόη de Cafarnaun, centro de la actlνidad de Jeslls, 10s eνange1ios ηο menclonen nlnguna de las ciudades de1 entorno: Seforis (a 6 km. de Nazaret) ο Tiberlades (a 16 de CafarnaUn). Este si1encio nos indica que Jesus fue mas bien υη hombre de1 campo, Υ que compartla 1a cultura Υ las preocupaciones de 10s campesinos Υ de 10s pequenos artesanos; ese mundo de campesinos, de pescadores Υ de arrendatarios es, por 10 demas, e1 que aparece en las parcibolas. Jesus ηο se dirlge principalmente a 1as clases situadas, sino sobre todo a aque110s Υ aquellas para quienes 1a perdida de una moneda es υη drama (Lc 15,8-10). Una efervescencia apocaliptica Entre la muerte de Herodes el Grande (4 a.C.) Υ e1 estallido de la guerra judia en el 66, 1a actualidad de Palestina estuvo atraνesada por una marejada de moνlmlentos contestatarlos. Ε1 01eadas suceslνas, surgieron motlnes contra e1 poder romano Υ sus a1iados; esta llamarada de νi01encia, alineada bajo la bandera del Dios-rey, se manίfestό particularmente en Galilea. Inmediatamente desPlJes σε' 1<1 mllf'ftf' Όρ Hprl)dps, υπ? ((gue!'!'~ de truhanes» hizo que surgieran numerosos pretendientes al trono. Muchos jefes populares pretendieron poner sobre su cabeza la diadema en nombre de Dios. υηο, llamado Judas hijo de Ezequias, de Gamala, 10grό arrastrar consigo a una multitud Υ se aΡοderό del arsenal de Seforis. La reΡresiόη, dirigida por el legado de Sirla Qulntilio Varo, fue despiadada Υ 10s habitantes de la cludad fueron entregados a 1a esclaνitud. 24

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6 d.C., Judas el Galileo se

ιηlΝΟ "Ι frcnte dc una campafΊa de negativa a pagar los impuestos, en nοlηl)ΓC de una teologIa de la pertenencia de la tierra al Dios de ΙΝΓΙΙΙ'Ι: nadie debla pagar el impuesto so pena de atentar contra la 1"I)CΓnnίa diνina. Este ideal teocratico Ρreηdίό en sus partidarios, qut' Γιιcrοn tambien aplastados por las legiones romanas (Hch 5,37). Vcinte afΊos mas tarde, Juan el Bautista laηΖό υη movimiento de reιιnίmacίόη llamando a los israelitas a la cοηversίόη. Con mayor

nltidez que los evangelios (Mc 6,17-18), Flavio Josefo narra la vίΓυ­

Ionta polemica que, en nombre de la moral Υ del respeto a la ley*,

mοηtό

Juan contra el tetrarca Herodes Antipas (Antiguedades judίas

χνllι, 118). ΕΙ puebl0 aprobaba la denuncia que Juan hacla de la

Corte herodiana contaminada por las costumbres helenisticas, asl COI'tlO su condena del matrimonio del rey con su cufΊada Herodlas. ι. ejccucίόη del profeta por Herodes pretendia acal1ar la protesta popular (Mc 6,21-28). Tambien es posible que detras del bafΊo de sangre provocado por Ι.ι tropas de Poncio Pilato se ocultara una reΡresίόη de ese mismo ΙlΡο lie galileos amotinados: «Εη aquel mismo momento 11egaron aI8ul10S que le contaron [a Jesus] 10 de 10s galileos, cuya sangre habla mezclado Pilato (οη la de sus sacrificios» (Lc 13,1). La reΡresίόη aparecfa como particularmente odiosa a 10s ojos de 10s creyentes, porcιuc, ίΙI masacrar a ]os peregrinos ga1ileos que sublan a] Temp]o mezCΙando su sangre con la de los animales que ofrecian en sacrificio, PI1"to les condenaba a morir en estado de impureza. La ferocidad de Pilatu para con toda agίtacίόη religiosa popular se corrοbοrό en la masacre que ρrovοcό en el monte Garizln, unos afΊos despues de ]a mucrc de Jesus; Una multitud de samaritanos habia concurrido en ιqucl lugar atraida por la promesa de ιιη profeta que les aseguraba gue Ics mostrarla la vajilla sagrada que Moises habia enterrado allί. Lι rCΡresίόη ordenada por el prefecto Pilato fue tan cruel que una embajada judIa enviada a Roma Ρίdίό, Υ obtuvo, su destίtucίόη. Εn el afΊo 44, cuando Galilea vοlvίό a ser administrada directamente por los romanos, dos hijos de Judas el Ga1ileo, Santiago Υ Ilmόη, fueron crucificados por el procurador Tiberio A1ejandro ,ncausados por agίtacίόη mesianica (Flavio Josefo, Antiguedades '" • .uH Ρ,.. ",.)..ι ~~~ m:~~~ A~~~~ O"~~~ ~~~.c~ .. ~~ ~o"'d"~'~~ ~ <''''' χχ 10 k} .... " Η >-ΙΗ1« "'jJV"'... LLV" t'Lvi'-l..ι" ~ <1 u~lLH1« "u" ~d{as eptos al desierto para vίvίΓ a11i ιιη nuevo Exodo (Hch 5,36; 21,38). : ΕΙ punto que tenlan en comun esos movimientos contestatarios .ra 5υ intento de precipitar ]a vue]ta de Dios, en un pais manchado r la presencia de ejercitos impuros Υ por ]a deΡravacίόη moral de • elίtes. La presencia Υ la influencia cultural del ocupador atizaron, . Ι pues, e intensamente, los accesos apocalipticos populares.

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Una reΡutacίόn inquietante Los galileos tenlan mala fama entre 10s judios: «De Galilea ηο sale ningun profeta» (Ιη 7,52). Tambien el gran rabi Yojanan ben Zakkay (hacia el afio 70) exclamaba: «jGalilea, Galilea, odias la Tora!». Esta desastrosa reΡutacίόη procedia de la epoca en la que la Ροblacίόη galilea era mayoritariamente ηο judia. Para designar esa tierra de paganos, ya Isalas hablaba de «Galilea de 10s gentiles» (ο de las naciones*) (Is 9,1, citado en Mt 4,15). Pero como consecuencia de la coΙ0ηίΖacίόη efectuada bajo el H~gimen de ΑrίstόbuΙο ι (105-104 a.C.) la judaίΖacίόη de aquella regίόη habla sido eficaz. Εη el siglo primero la mayoria de 10s galileos pertenecian al judaIsmo Υ hablaban arameo. Su vίηcuΙacίόη al Templ0 de Jerusalen se concretaba en la trίbutacίόη del impuesto para el Templo Υ en la ΡartίcίΡacίόη en las peregrinaciones. Aunque tambien es verdad que en Galilea se daba una practica de 1a ley mas 1iberal que en Judea. Α pesar de la coΙ0ηίΖacίόη judia de la regίόη, Galilea seguia con su fama de impiedad. La mantuvieron durante el primer siglo 10s rabinos*, que soportaban malamente la resistencia que 10s galileos oponlan a su hegemonIa religiosa. Ει CJSMA SAMARITANO

ΕΙ Nuevo Testamento conoce la οροsίcίόη fundamental que separaba a 10s judIos de 10s samaritanos (Lc 9,51-55; 10,29-37; Jn 4,9). Es falso pensar que la fe samaritana ηο fuera mas que una variante del judaIsmo* del segundo Templ0. Las dos formas de monotelsmo que en el siglo Ι eran el judaIsmo Υ el samaritanismo, eran herederas,

REFERENCIA ΙΕΙΟΤΑΒ Υ SICARIOS

Estas palabras, empleadas ambas por el historiador judio FΊavio Josefo, designan a grupos de reslstentes judios palestinos frente a la ΟCUΡacίόn romana a 10 largo del sigl0 ι. ΕΙ termlno «slcarlo» procede la :>iCd ΙatiΙΙd, un pequeno putίal que 10s sicarlos llevaban en 10s pliegues de su vestido para atacar en 10s sltlos pίlblicos a 10s romanos ο a 10s judίos colaboracionistas. Fueron ellos quienes organizaron la reslstencla en Masada conducidos por su jefe Eleazar ben Yalr. La fortaleza caΥό tras un largo asedio en el afιo 73 de nuestra era.

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La palabra «zelota» se relaclona con la ralz griega utilizada para hablar de «celo». Un discipulo de Jesίls llamado Sίmόn es designado como (
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SITUACION POLfTICA

---------------_---!Ει ORlGEN DE LOS SAMARITANOS

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la Biblia, el origen de 10s samarltanos e&ta narrado θη el texto clave de 2 R 17,24-41. Se relata en 131 que tras 1a toma de Samaria, θη 722 a.C., 10s aslrlos instalaron θη Samarla colonos extranjeros para reemplazar a 10s lsraelitas del relno del Norte deportados. Α partIr de ahi 10s aamarltanos fueron considerados como descendientes de esos colonos ignorant8& del Dios de Israel. La ereccίόη del templo de GarizIn, en tiempos de Alejan-

<Πο Magno (322 a.C.) sellaria eI cisma con el judaismo que habia permanecido fiel a Jerusalen. Los datos histόrίcοs llevan a poner en duda esta versίόη. ΕΙ exilio impuesto por Asirla sόΙ0 afecto a una minorla de las elites del pais. La ruptura con el judaismo parece que hay que fecharla, mas bien, en el relnado de Juan Hircano (134-104 a.C.) que, en su reconquista de Samaήa, asοlό Siquen Υ destrUΥό el santuario de Garlzln.

tanto la una como la otra, de la fe yahvista de 10s οrίgeηes; el mismo aamaritanismo se componia, a su vez, de varias ramas, que teηίaη numerosos puntos comunes con el partido saduceo*. Lο mismo que 10s saduceos, 10s samaritanos sόΙ0 reconoclan c::omo Escritura fundante el Pentateuco*. Con esta fe tradicionalista c::relan preservar la reΙίgίόη de 10s origenes manteniendose fieles a la ley de Moises, practicando la cίrcuηcίsίόη al octavo dίa, Υ observando rigurosamente el sabado. Su santuario se estabΙecίό sobre el monte GarίΖίη donde convergian 10s creyentes en las peregrinaciones Υ se inmolaba el cordero pascual. Los samaritanos rechazaban la fe en la resurreccίόη de 10s muertos, que ηο aceptaron hasta el siglo Ιν. ΕΙ termino «samaritano» puede designar tanto a 10s habitantes de la ciudad ο de la regίόη de Samarla como a 10s que se vinculan al culto del GarίΖίη. Εη este ύltimo sentido, coη coΙοracίόη etnica Υ religiosa, «samaritano» es sίηόηίmο de heretico para el judaismo. D.M.

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1.2. Υ

Ει ΤΕΜΡΙΟ LOS MEDIOS SACERDOTALES

Ε

NTRE todas 1as construcciones de Jerusa1en, e1 Temp10 era, en 1a epoca de Jesύs, 1a mas prestigiosa Υ 1a mas bella. Habrla que re1eer 10 que sίηtίό F1aνio Josefo cuando 10 coηtemΡ1ό ροτ ρτί­ mera νez. Esos mismos sentimientos debieron embargar a 10s disclpulos de Jesύs, impresionados, como narra Lucas, ροτ su ornamentacίόη «de bellas piedras Υ ofrendas νotiνas» (Lc 21,5). Pero ese Temp10 tenla ya una 1arga historia. Leνantado ροτ SaΙοmόη, en e1 sig10 χ a.C., ηο se habia sa1νado de 10s babi10nios que se apoderaron de 1a ciudad en 586. Α 1a νue1ta de1 exi1io, 10s repatriados de Babi10nia se apresuraron a reconstruir10, pero e1 nueνo edificio sό10 de 1ejos recordaba e1 fasto sa10mόηίco, Υ suscitaba muchas decepciones. De hecho, hubo que esperar a Herodes e1 Grande para que e1 Temp10 recobrara su prestigio Υ esp1endor. Llaman 1a ateηcίόη sus cifras: una explanada de 144.000 metros c:uadrados -cinco νeces mas que 1a superficie de 1a acrόΡοlίs de Atenas Υ nueνe νeces Υ media mas que 1a basilica de san Pedro-; b10ques de piedra de νarias toneladas, decenas de millares de obreros trabajando desde e1 afio 20 a.C. hasta e164 de nuestra era. De ahi 1a pregunta perfectamente 1egίtima de los judios tras una decΙaracίόη de JesίIs que acababa de proνocar1es:

«"Destruid este santuario Υ en tres dias 10 levantare': Los judios le fOntestaron: "Cuarenta Υ seis aiios se ha tardado en construir este santuαrio, dY tu 10 vas α levantar en tres dias?"» (Ιη 2,19-20).

Ι!'ι TEMPLO Υ SU ARQUITECTURA I~.rias puertas daban acceso a 1a exp1anada de1 Temp10. Al1ado sur, . minado ροτ e1 Ρόrtίco de Sa10mόη (Ιη 10,23; Hch 3,11), una escaata monumenta1 conducla a dos grandes puertas. Tras un bafio de rίficacίόη, 10s peregrinos que hablan llegado a ellas atraνesaban 80S tύne1es excaνados en 1a piedra para desembocar, luego, en un 29

ΕΙ

ΜΕ[)ΙΟ

ΡΑΙΕSΤΙΝΟ

Ο

MEDIO DE

JΕsύs

intncnso atrio que era accesib1e a 10s no-judios: e1 atrio de 10s paganos*. Era ahί donde se insta1aban 10s cambistas -porque el Temp10 tenla su moneda propia- Υ tambien 10s mercaderes de bueyes, corderos, palomas, aceite Υ de cuanto era necesario para el culto. Εη el angul0 noroeste de la explanada se encontraba la torre-fortaleza Antonia. Construida sobre una escarpadura rocosa, ocupaba una ροsίcίόη estrategica desde la que se podIa vigilar a la multitud de 10s que acudian a1 Templo (Hch 21,27-34). Εη fin, a cada lado de1 atrio amplias ga1erias cubiertas ofrecian espacio a 10s maestros que comunicaban sus ensefianzas Οη 18,19); era un lugar por el que a las gentes 1es gustaba pasear Υ relacionarse unos coη otros. Εη e1 centro del atrio de 10s paganos habla otro atrio, 1igeramente elevado Υ separado del primero por una balaustrada de piedra que marcaba e1lίmite que 10s paganos e incircuncisos ηο podIan pasar bajo pena de muerte. Inscripciones en griego Υ latln notificaban esa Ρrοhίbίcίόη. La mejor conservada lleva este texto: «Que ningun extranjero penetre al interior de la balaustrada Υ de1 recinto que estan alrededor de la explanada [del Templ0]: quien sea visto [penetrando ahi] sera causa de que se siga [para el] 1a muerte». Este atrio interior estaba dividido en dos grandes patios: el patio de 1as mujeres Υ el patio de Israel. Se entraba en el primero por la Puerta Hermosa en la que se apostaban numerosos mendigos esperando alguna limosna de 10s peregrinos (Hch 3,2). La puerta de Nicanor, con su escalinata de quince peldafios en semiclrculo, separaba el patio de las mujeres del de Israel. Este estaba reservado a 10s varones que tambien podian acceder a el sin pasar por el patio de las mujeres. Los judios afectados por alguna tara fisica ο moral tenlan prohibido el acceso. Dentro del patio de Israel un parapeto de piedra rodeaba el santuario Υ el altar, que eran dominio exclusivo de los sacerdotes*. Α la derecha del a1tar estaban co10cadas 1as mesas dedicadas a recibir 10s animales de los sacrificios, mientras que a la izquierda habla un estanque para 1a Ρurίficacίόη de 10s sacerdotes. ΕΙ santuario, al que se accedia ροτ una escalinata de doce escalones, comprendIa un vestibulo, luego el Santo Υ, coronando10 todo, el Santo de 10s Santos. Α la enιrada dei Santo, tlumtnada ροτ el candelabro de siete brazos, estaba la mesa de 10s panes de la ΡrΟΡοsίcίόη (ο de la ofrenda) Υ υη altar en οτο para la ofrenda del incienso que se hacla ροτ la mafiana Υ ροτ la tarde (Lc 1,9). Como remate estaba el Santo de 10s Santos. ΑΙ parecer, estaba separado del Santo ροτ una cortina doble; la que 10s relatos de la Ρasίόη haran sίmbόΙίcameηte desgarrarse en la muerte de JesUs. Εη 30

ΕΙ

ΤΕΜΡΙΟ

Υ

LOS MEDIOS SACERDOTALES

este local, oscuro Υ desprovisto de todo mobiliario, nadie teηίa derecho a entrar, salvo el sumo sacerdote con οcasίόη de la fiesta anual de las Expiaciones*: era ellugar de la presencia del Sefi.or. UNA ARQUITECTURA PORTADORA ΟΕ υΝΑ TEOLOGIA

De hecho, esta dίSΡοsίcίόη del Templo de Jerusalen

te asunto de arquitectura: estaba dictada tambien

ηο era solamenροτ motivos teo-

Ιόgίcos. Siguiendo

a la inversa la descrίΡcίόη que acabamos de hacer, captamos que, en efecto, Dios estaba en el coraΖόη Υ centro del edificio, Υ, simultaneamente, al final de un itinerario perfectamente reglamentado. Justo delante de el se acababan las oracione5 de 105 fieles; Υ Ρerteηecίa a los sacerdotes, reavivando el fuego del incienso, aer los mediadores entre los hombres Υ Dios. Veηίa luego el patio de 105 varones, Υ luego el de las mujeres, un poco mas bajo. Finalmente ιΙ mundo entero estaba invitado en el patio de los paganos. Αsί, cada Una de sus escalinatas servίa de intermediario Υ de seΡaracίόη entre ,1 espacio precedente Υ el siguiente. Para que quedara patente la νοcacίόη de Israel: interceder ροτ la saΙνacίόη de toda la humanidad. Simultaneamente, la arquitectura del Templo, con sus niveles .ucesivos Υ sus distintas separaciones (mujeres, varones, sacerdotes, 8umo sacerdote) ilustraba perfectamente la estricta jerarquίΖacίόn cιe Ia sociedad judίa en la epoca de JesUs. Mediante sucesivos filtros, todo estaba efectivamente organizado alrededor del clero en cuyo .....no la figura del sumo sacerdote aΡarecίa en todo su esplendor Ι vease νοΙ 1, ρ. 408]. R:εFERENCIA

EL TEMPLO Υ L05 5ADUCE05 i 11

Lι funcίόn de 10s sumos sacerdotes, guardianes del culto Υ sacrificadores, les pre-

: CUιponia a cierta forma de pensar. La maΙ JOr parte de ellos pertenecIa a la corrien, . de 10s saduceos*, que tοmό cuerpo aI:'~@dor del anc 200 a.C., pcrc quc ΖΟ !IInt1a vinculada al linaje de 5adoc, suilnO sacerdote θΩ tiempos de David Υ "lι1om6n.

!Ii

Su pensam.iento religioso era conserdor. 5610 reconoclan como verdadera critura judίa la ΤοιΔ*, 10s cinco libros buidos a Moises. Eran ajenos a las υ innovadoras que se habian desa-

rroIlado en el marco de 10s oficios sinagogaIes. ΕΙ autor de 10s Hechos de 10s ΑΡόs­ toles precisa sobre elIos: «Porque 10s saduceos dicen que ηο hay resurreccίόn, ni angel, ni espiritu; m.ientras que 10s fariseos profesan todo 330>: (Hcl'.23,8). Εη 10 politico se acornodaban aI poder romano, cuyos interlocutores eran, en el prirner sigl0 de nuestra era, las fam.ilias nobles sacerdotales. Entre sus filas 5e reclutaron 10s sacerdotes que entregaron a Jesus al gobernador rornano Poncio Pilato para que fuera ejecutado.

31

ΕΙ

MEDIO PALESTINO Ο MEDIO DE JΕsύS

SUMOS SACERDOTES Υ SACERDOTES

ΕΙ sumo sacerdote era el personaje principal de Israel, podIa ηο ser amado, pero siempre era venerado. Su prestigio le venla de la santldad que le conferia su mίsίόη. Esta santidad dimanaba de una prerrogativa: sόΙ0 el podIa entrar en el Santo de 10s Santos Υ mantenerse unos instantes al afio en presencia de Dios. Una vez desposeIdo ο retlrado de sus funciones, el sumo sacerdote conservaba su tίtulo Υ mantenla su prestigio (Ιη 18,13.24). Εη general, 10s deberes vinculados al cargo pontificio eran de naturalezaesencialmente cultual. Ροτ 10 demas, la ley* judia ηο lmponia al sumo sacerdote mas que una sola οblίgacίόη: efectuar el rlto de la eΧΡίacίόη de 10s pecados, el dla del Yom Κippυτ* (Si 50,121). La costumbre queria, sin embargo, que el sumo sacerdote presldiera tambien las tres grandes fiestas de la Pascua, Pentecostes Υ las Tiendas [vease ρ. 387, Υ νοΙ Ι, ρ. 273). De hecho, siempre podIa decldir presidir ο ηο una ceΙebracίόη litUrgica. Mas que nadie, el sumo sacerdote estaba sometido a leyes de pureza de υη rigor extremo. Su pureza personal exigia, en primer lugar, que se ofrecieran sacrificios cotidianos ροτ ]a eΧΡίacίόη de sus pecados. Ademas, se tomaban infinitas precauciones para que el sumo sacerdote ηο contrajera ninguna mancha legal, ηί slqulera ροτ lnadvertencla, antes de presidir una ceΙebracίόη, particularmente la de la ΕΧΡίacίόη*. Pero la pureza personal del sumo sacerdote ηο 10 era todo. Era preciso velar tambien ροτ la de su descendencia, puesto que el sacerdoclo soberano era normalmente hereditario (Ιν 21,13-15). Hay que afiadir a todo esto que la lmportancia del sumo sacerdote se vela reforzada ροτ el hecho de que, como jefe del Sanedrln* Υ primer personaje de Israel, representaba al puebl0 judIo ante 10s romanos. Εη la jerarquIa de Israel, el segundo, inmediatamente despues del sumo sacerdote, era el comandante del Templ0. Era su primer aslstente en las celebraciones Υ en las ceremonlas oficiales. Su mίsίόη era supervisar el orden Υ el buen desarrollo del culto. Pero su papel ηο era sόΙο cultual. Estaba encargado tambien de la seguridad del Templo; Υ disponia de fuerzas policiales que podia despleg,H p()r cualqUIer sitlo donde hubiera peligro de que se turbara el orden (Mc 14,43; Hch 4,1; 5,17.26). Siempre era elegido entre 1as familias de la arlstocracla sacerdotal Υ frecuentemente era pariente Ρrόximο del sumo sacerdote. Frente a la arlstocracla sacerdotal, constltuida ροτ el sumo sacerdote Υ quienes le eran cercanos, estaban 10s sacerdotes ordinarlos. Alrededor de 7.200 en la epoca de Jesus, sόΙο una minorla de ellos

32

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ΤΕΜΡΙΟ

Υ

LOS MEDIOS SACERDOTALES

viVlan en Jerusalen ο en 10s alrededores mas inmediatos. Estaban repartidos en 24 clases de 300 hombres, hacian su servicio en el Templ0 por turnos, cada uno durante una semana, a raΖόη de 50 sacerdotes por dia. Cada dia, el jefe de seccίόη sacaba a suertes, entre 105 50, al que harla arder el incienso sobre el altar que se encontraba ante la cortina doble del Santo de 10s Santos. Este ritual tenla lugar dos veces al dia, antes del saerifico de la mafίana Υ despues del saerifico de la tarde. Los 300 sacerdotes se reunian para la liturgia del sabado. Asi que 10s sacerdotes sόΙ0 eran movilizados para el Templo cinco semanas al afίo: sus dos semanas ordinarias Υ las tres semanas de las fiestas de Pascua, Pentecostes Υ las Tiendas. ΑΙ parecer, ηο se les retribuIa por esos servicios, sino que tomaban de las ofrendas la parte que les correspondIa. Εη muchos lugares 10s sacerdotes intervenlan tambien en 10s juicios. Como puede verse en un episodio de 10s evangelίos, tambien estaban encargados de autentificar la curacίόη de 10s leprosos (Mt 8,4). Pero su oficio cultual estaba estrictamente limitado al Templ0 de Jerusalen. Por eso, su tarea ηο tenla nada que ver con las actividades que se desarrol1aban en 1as sinagogas*. Los 1evitas eran el peldafίo inferior de 1a esca1a clerical. Su numero se elevaba a 9.600, repartidos en 24 secciones. Νο participaban directamente en el culto saerificial. Lo mismo que a 10s laicos, se les prohibia bajo pena de muerte acercarse a 10s objetos sagrados Υ al altar e, incluso, penetrar en la zona de 10s sacerdotes. Aseguraban 10s Iervicios anejos del culto, como el canto Υ la musica, Υ tambien tareΙ. materiales como la custodia de las puertas ο la coηservacίόη. 1.Α ΙOCURA DE υΝ GESTO

Ι:,

Ι

1ft. esta deserίΡcίόη del Templo Υ a esta Ρreseηtacίόη del clero hay que 1_l\adir 10s 18.000 corderos que se inmolaban en cada fiesta de Pas. ua,los 150.000 peregrinos que acudian tres veces al afίo a Jerusalen, • cientos de saerificios que se ofrecian cotidianamente, Υ tambien • comerciantes, 10s artesanos, 10s hospederos que viVlan del Tem,..o..... t~" ~0]1·(T;"~" ,-1,,] ;",-1"1'"...,,, ,,] 'Γρω .... l" "r" t"..., Ο • Pues S1' e~" '"ΟΙ "'..... ........ ....... n el nudo de numerosos intereses ecoηόmίcos Υ la sede de un " uilibrio social que, mejor ο peor, se habla construido alrededor de • Todo esto puede iluminar la 10cura del gesto de Jesus que, al atar al Templo, firmara su sentencia de muerte (Mc 11,18). Ρ. D. .ι"

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33

1.3. LA LITERATURA JUDIA ANTIGUA

Ε

Ν tiempos de Jesus, 10s textos del Antiguo Testamento se mantenlan en ro11os; las sinagogas* mas pobres ηο 10s tenlan todos, ηί mucho menos. Ademas, el canon* que delimita que libros poseen autoridad divina sόΙ0 se impondra con 10s rabinos* de fines del sigl0 ι. Con todo, la mayor parte de 10s judios del comienzo de nuestra era buscaban en la ley* mosaica Υ en 10s profetas la luz de su existencia. Para hacerlo, era necesario actualizar 10s textos venerables. De ahi procede, entre 200 a.C. Υ 200 d.C., una flοracίόη de obras llamadas «ΑΡόcrίfοs* del Antiguo Testamento» ο «Intertestamento». Son obras que prolongan la Escritura en fuηcίόη de un nuevo horizonte teοlόgίCO'lQueinteres espiritual podia representar, ιn el siglo ι a.C., la vieja historia del rapto de Sara por el faraόη (Gn ;Ι2)? Εη realidad, Abrahan era un exorcista que por la ίmΡοsίcίόη de :l8hanos habla liberado de un mal espiritu al rey egipcio. Esa es la afirif'1.1acίόη del Genesis αΡόcrifο de Qumran*, que se inspira en practicas '"..bituales que el mismo Jesus adoptara. , Jesus Υ sus adeptos ηο lelan 10s aΡόcrίfοs. Pero estos ύltimos fijan ροτ escrito tradiciones que difundian determinados clrculos d'os, Υ, en la sinagoga, las homilίas de 10s escribas. Asl, 10s evange08* ven en los antiguos profetas taumaturgos perseguidos ροτ ael Υ atestiguan que sus tumbas eran lugares de Ρeregrίηacίόη (Mt ). Pues bien, estos temas estructuran una Vida de profetas que ciraba ροτ Palestina en el siglo ι. Nuestra madre Eva, que sin embarηο era nada tonta, ccdίό a la scrpicntc. lPor quc? Una 1/ida dc dn Υ Ένα 10 explica: el diablo se habla vestido con ropa de angeles. 10 conoce la leyenda Υ advierte a 10s corintios que «el mismo .,tanas se disfraza de angel de luz» (l Co 11,14). Εn sintesis, Jesus Υ auyos ηο escuchaban en la sinagoga una Biblia desnuda, sino una Ιία enriquecida con tradiciones que, conocidas como legendarias, Ιοη llegado a formar cuerpo con ella, para actualizarla.

.

35

ΕΙ

ΜΕΟΙΟ

PALESTINO Ο ΜΕDΙΟ ΟΕ JΕsύs

DOCUMENTO APOCALIPSIS JUDiOS 10s apocalipsis* se polarizan en un final que hara justicia a la esperanza de 10s creyentes.. ΕΙ Apoca1ipsis sirio de Baruc (= 2 Baruc) consuela a 105 judios desmoralizados por la devastacίόn del Templ0. Doce plagas seran Ia seftaI de Ia venida deI Mesias. Entonces, cuando esto empiece a reveIarse,

caer 1a tarde nubes que desti1aran un rοcίο sa1udab1e. En aque1 tiempo e1 mana guardado en reserva vo1vera a caer Υ comeran de e1 aiίos Υ aiίos, porque han accedido a1 fina1 de 10s tiempos. (2 Baruc 29,5-8; segύ.n trad. de Ρ.-Μ. Bogaert)

1a tierra dara frutos, diez mil ροτ uno. Cada vid mil sarmientos, cada sarmiento mil racimos, cada racimo mi1 uvas, Υ cada uva producira un barriI de vino. Υ 10s que tuvieΤΟΏ hambre se a1egraran Υ cada dia contemp1aran prodigios. Vientos emanaran de mi rostro para extraer cada maiίana perfume de 10s frutos aromaticos Υ suscitar a1

Luego, Ios justos difuntos resucitaran para gozar de este mundo nuevo. La venida deI Mesias* renovara. Υ amplificara las maravillas del antiguo Exodo de Israel (Sal 78,23-26), incIuido el Iegendario racimo de uvas de Ia Tierra prometida (Nm 13,23). ΕΙ ApocaIipsis de Juan (2,17) aIude tambien al retorno del mana.

Con este objeto, 10s aΡόcrίfοs del Antiguo Testamento imitan 10s estilos biblicos Υ utilizan nuevas formas de escribir. Medio sigl0 antes de nuestra era, 10s Salmos de SaΙοmόn se inscriben en la tradi(ίόη de 10s Salmos, pero expresan una fe mas nίtida en la resurrec(ίόη Υ culminan con υη retrato notable del Meslas que vendra. Νο se sabe con exactitud cual fue el ambito en el que se originaron. Los Sabios fariseos* se dejan ver con mayor claridad tras las Antiguedades biblicas del Ρseudο-Fίlόn. Esta historia santa era leida sin duda en la sinagoga. Viva Υ colorista, rica en leyendas edificantes, resalta las figuras femeninas de la Biblia. Las despedidas de Jacob Υ de Moises (Gn 49 Υ Dt 33) inspiraron obras llamadas «testamentos». Asl el Testamento de 10s Doce Patriarcas pone en escena el ύltimo mensaje de 10s hijos de Jacob dirigido a sus descendientes, segun υη esquema literario fijo. ΕΙ genero testamento estructura algunos textos del Nuevo Testamento, por ejemplo la segunda carta de Pedro. Pero cuando predicen el futuro, 10s testamentos utilizan tambien el registro apocaiιptlCO"". La apocalίptica ηacίό dos siglos antes de nuestra era, con el Primer libro de Henoc cuya comΡοsίcίόη se extiende durante unos cien afios. Los dos ultimos monumentos del genero son 2 Baruc Υ 4 Esdras, que son contemporaneos del Apocalipsis de Juan, al acabar el sigl0 ι Los apocalipsls escrutan el mundo celeste Υ el desarrollo de la historia. Se presentan como revelaciones proporcionadas por υη 36

ΙΑ

LITERATURA JUDfA ANTIGUA

IItr sobrenatural a un elegido Υ se focalizan siempre en un final: el Juicio de Dios Υ el cambio total que νa a transformar el uniνerso. EI1tonces resucitaran 10s justos, mientras que seran condenados ηο ιόlο 10s ίmΡίοs sino tambien 10s angeles caίdοs (segun 1 Henoc) Υ otros eSΡίrίtus que hostigaron a 10s justos. Α νeces, como en 2 Baruc, .1 mundo nueνo se inaugura mediante el reinado del Μesίas. Este recurso obstinado a la trascendencia confiesa una impotencla paradescifrar las conνulsiones del cosmos Υ de la historia. Se replica en un determinismo ηίtίdο: Dios 10 ha preνisto todo segun υη plan que diνide el decurso de 10s tiempos en periodos cuasi matem
targum* traduce la Biblia al arameo pa-

ΤΑ el auditorlo sinagogal Υ pone empefιo βη extraer de el1a una teologίa aceptable Υ una espiritualidad fecunda ..... Cόmο

Iuperar el escandal0 de la aqueda* (<
ιnIo. sujetanιe bieJJ pala que Ι!υ Ιι: dt!: ραία­ dιιs Υ se haga inva1ida Ιυ ofrenda Υ sea empujado a1 ΡΟΖΟ de 1a deslrucciόn en e1

mundo venidero. Los ojos de Abrahan esta-

, ban en 10s ojos de 1saac Υ 10s ojos de 1saac

ιstaban mirando a 10s ange1es de 10 a1to. I&brahan no 10s veia. En aquella hora sa1iό IIna νΟΖ de 105 cie105 Υ dijo: Venid. ved dos personas ιinicas en mi mundo; una sacrifi-

ABRAHAN

ca Υ otra es sacrificada; e1 que sacrifica no titubea Υ e1 que es sacrificado extiende su cuello. (trad. de Α. Diez Macho)

10s dos personajes estan unidos en la ofrenda tota1 de ellos mismos a la voluntad de Dios. Se convierten por e110 en el mode10 de las disposiciones lnterlores que deben dlΊinlaϊ todo dcteι 3acrificial. A.sl, la tradicίόn judia (2 Cro 3,1) sitίla la aqueda en el monte en que se levantara el altar deI Templ0. Mediante la visίόn de Isaac Υ la visίόn celeste, Dios mismo da al aconteclmiento ese sentido profundo. Los evangeΙίΟΒ recurrlran tambien a la visiόn Υ a la νΟΖ celeste para interpretar el bautismo de Jesίls (Mc 1,1O-ll).

37

t:L MEDIO PALESTINO Ο MEDIO DE JΕSύs

Qumran Ροseίa manuscritos del Primer libro de Henoc, por 10 que se sabe que su lengua original era el arameo. Εη tiempos anteriores a este descubrimiento se hablaba del Henoc etiope pues la Biblia etίope ίηcΙuίa esta obra. De hecho, el judaίsmο* ηο coηservό la herencia de 10s aΡόcrίfοs, mientras que 1as Iglesias* antiguas 10s tradujeron a sus lenguas (griego, sίrίaco, latίη, eslavo) afiadiendo, en ocasiones, glosas cristianas. Por el contrario, 10s targumes mantuvieron el favor de 10s rabinos*. Εη su origen, el targum es una versίόη oral, en arameo, de textos bίbΙίcos para el uso litUrgico. Εη efecto, en el sigl0 Ι muchos oyentes de la sinagoga ya ηο eηteηdίaη el hebreo bίbΙίco. Se doblaba, por tanto, la lectura de la Ley Υ de 10s Profetas mediante una traduccίόη al arameo. ΕΙ meturgeman* (interprete) ηο debίa fijar su mirada en el texto hebreo para que su ίηterpretacίόη se distinguiera perfectamente del escrito sagrado. Luego, aparecieron diversas recensiones escritas del targum destinadas a salvaguardar ycanalizar las interpretaciones tradicionales. Todo targum se dirige a un auditorio que ηο tiene el texto ante sus ojos; Υ asί es llevado a las glosas que facilitan la comΡreηsίόη Υ salen al paso de las dificultades. lCόmο, por ejemplo, pudo Noe plantar una vifia (Gn 9,20) cuando el diluvio habίa ahogado toda vegetaciόη? υη targum afiade al respecto: «Εηcoηtrό una cepa que la corriente habίa arrastrado del jardίη del Eden». Con seguridad, el auditorio de la sinagoga eηteηdίa ese trazo legendario ηο como una glosa , sino como parte integrante del texto bίbΙίco. La ΡreΟCUΡaciόη central de las parafrasis targumicas era, sobre todo, actualizar la reveΙaciόη divina. Por eso, abundan las explicitaciones mesianicas: en la condena de la serpiente (Gn 3,15) el targum lee e1 triunfo futuREFERENCIA .ΑΡόCRIFΟS, PSEUDOEPiGRAFOS, INTERTESTAMENTO

Los catόlicοs llaman aΡόcrifοs del Antiguo Testamento a 10s libros ηο caηόnicοs que reescriben ο prolongan 10s escrltos del Antiguo Testamento. Ese nombre suqiere que esos libros SOIt secretos, inautenticos Υ marginales. Pero es engafioso, puesto que el canon ηο exlstla todavia cuando aparecieron la maΥοήa de 10s aΡόcrifοs.

10s protestantes llaman a esas obras pseudoepigrafos, literalmente: escrltos

falsos. Llaman aΡόcri!οs a 10s que 10s catόlicοs llaman deuterοcanόnicοs, es

38

declr a 10s libros de la Biblia griega que 10s protestantes ηο incluyen en su canon. La palabra in/er/es/amen/o designa tambien a esos aΡόcrίfοs, sugiriendo que, θ:Π diversos 'I.spectos, d.
ΙΑ

LITERATURA JUDIA ANTIGUA

ΓΟ tieI Μesίas. ΕΙ relato del sacrificio de Isaac (Gn 22), tan dίfίcίl, suscίι" una relectura targιimica de gran profundidad. La literatura judίa antigua busca escrutar la antigua reνeΙacίόη bfι rel="nofollow">Iica para extraer de ella su reIevancia para el presente. Este modo de proceder se llama mίdrάs*. Ciertos aΡόcrίfοs Υ otros apocalipsis lό}ο estaban destinados, quizas, a cίrcuΙοs marginales. Por eI contraΓίο, una vez inventariadas esas glosas demasiado tardίas, el targum representa el medio popular de las sinagogas del siglo Ι, υη judaίsmο reticente a las teοlοgίas demasiado sectarias ο demasiado innovadoras. ΕΙ targum refleja las tradiciones que Jesus Υ los suyos escuchaban Ios sabados, Υ marcό la redaccίόη de los evangelios.

CL. Τ.

39

1.4. ΕΝ

LA VIDA LOS PUEBLOS GALILEOS

Ε

L pais de los judios en tiempos de Jesus contaba coη una sola • ciudad digna de este nombre: Jerusalen, que estaba habitada ••• por unas cuantas decenas de miles de habitantes. Fuera de ella, !bO habia mas que pueblos, aldeas Υ granjas mas ο menos aisladas. [,'udea era mas aspera, Galilea mas sonriente, pero en todos los pue!bIos la vida social era semejante. Menos las familias muy bien situaidas. todos los demas vivlan muy en comίIn Υ la mayor parte de la jorInada, sobre todo en el buen tiempo, la pasaban en la calle. La fuente lipOblica ο los pozos eran ellugar en el que las mujeres hablaban entre 1!,Uas, mientras que los varones, para descansar al terminar su traba11:'.•(01 podIan estar durante largas horas sentados a las puertas del puel,bIo comentando los acontecimientos senalados de la localidad. :;;

Ι:

,11

liCAsAS Υ MOBILIARIO

ι . ...

arqueo10gia viene en ayuda de 10s documentos literarios para

:iρtostrarnos las condiciones de vida de los pueblos ga1ileos, en 1as 'ι' ue Jesus fue educado Υ en las que se dio a conocer como predica-

or. Εη las excavaciones de Nazaret se han encontrado trazos de ins:' laciones agricolas: prensas de νίηο Υ aceite, grutas que sirvieron ara almacenar jarras ο para dar abrigo a 10s animales, silos excava05 en las penas. Pero ηο se han encontrado restos de las casas en Ue vivlan. Eran, sin duda, construcciones de materiales muy ligeros ue ηο han resistido el paso del tiempo. !

ι

Por cl contrίlrio, las CΧ:C~.Γ{~cίοncs realiz3d~s en Cafarnaurl, a l~s ι illas dellago Tiberlades, sί han mostrado trazos mas sugerentes de νiendas.

Los cimientos de las casas, cuyos muros eran de basalto, n todavla hoy muy visibles. Las calles dibujan un tablero que deliita manzanas de casas ροco abiertas hacia el exterior. Se entraba en l1as a traves de muy pocas puertas que daban a patios interiores que rganizaban conjuntos de dos ο tres piezas pequefιas cuyas ventanas 41

Ι,:Ι

ΜΕΙ)/Ο

/'ΛΙ,ΕSΊΊΝΟ

Ο

ΜΕΟ/Ο

ΟΕ

JESιJS

daban al patio interior; cada conjunto daba alojamiento a una familia. Los tejados eran de ramajes mezclados coη barro seco Υ, frecuentemente, estaban soportados por una columna interior. Fabricadas de este modo, eran fnIgiles. Tras una tempestad habla que repararlas Υ tapar las grietas. Peldafios Υ apoyaturas de albafiilerla dispuestos a 10 largo de los muros permitian subir Υ realizar las reparaciones necesarias. Esta dίSΡοsίcίόη permite comprender la famosa escena del paralίtico al que sus porteadores lograron poner ante Jesus: «Abrieron el techo encima de donde el estaba Υ, a traves de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacia el paralίtico» (Mc 2,4). La pieza en que se encontraba el fοgόη, υη hueco en el suelo delimitado por algunas piedras, ηο estaba completamente cubierta, asl que el humo se escapaba por todas partes. Επ algunas casas se ha encontrado υπ horno que seguramente calentarian coη brasas sacadas del fοgόη. Εη estos pueblos, las gentes vivlan a1 ritmo de1 dia Υ se acostaban pronto; padres e hijos dormlan en la misma habίtacίόη, despues de haber asegurado la puerta. Piedras salientes ο soportes metalicos permitian, sin embargo, colocar una lampara de aceite Υ dar algo de luz a la habίtacίόη en caso de necesidad. ΕΙ mobiliario era rudimentario: mesas bajas Υ taburetes esencialmente. Hay que afiadir alguna cubeta de madera para algunas medidas de grano, colocadas sobre piedras para protegerlas de 10s roedores, Υ algunas cubetas para 10s lίquidos, el aceite Υ la leche coη que se hacla la cuajada. ΕΙ agua 10 conservaban en cantaros ο pellejos. Dormian sobre esteras dispuestas por la habίtacίόη, e incluso sobre el suelo. LA ALIMENTACION

La base de la aΙίmeηtacίόη era el pan, de cebada ο de trigo. ΕΙ grano era molido en molinos que consistlan en υη coηο fijo de basalto sobre el que daba vueltas una muela formada por υη doble embudo tambien de basalto: se echaba el grano por el coηο superior Υ se recogia la harina en la base del coηο fijo. Εη Cafarnaun se han encontrado ;ιΙgunΟ5 cjentpldlt:s rnuy hermosos. υηο solo de estos molinos, colocado las mas de las veces en el patio interior, servla por 10 general a varias familias. Una vez mezclada coη agua, salada Υ amasada, la harina formaba una pasta en la que se integraba la levadura Υ se la cocla en tortas sobre piedras previamente calentadas en el fοgόη familiar. 42

Ι.Α

VII)A

U11,1 ΙIΠ1ίlί" Ροdίa

ΕΝ

I.OS

rUEBIOS (;AI.IIEOS

poseer a las afueras del pueblo un huerto en el

q\lC (tIltiv,lt)an algunas legumbres: cebollas, lechugas, lentejas, habas.

ΙΟΝ ίirholes frutales en 10s alrededores del pueblo Ρerteηecίaη tamf.lmiιias que recogian sus frutos: almendras, aceitunas, higos, albi\ricoques, cerezas. ΕΙ pescado era abundante en ellago Υ consti-

bIen ,ι

ΙιιΙιι Ι" hase de la aΙίmeηtacίόη de carne animal en 10s pueblos Δ08 a sus oril1as. Pero ηο se comlan todos los productos de la

cercapesca; peces sin escamas como el clαriαs mαcracαnthus, un tipo de gran "luro, eran impuros. Tierra adentro se consumlan mas bien νolatiles. cordero Υ la cabra se reserνaban para 10s dias de fiesta, 10 mismo ,ue el νίηο. La carne de νaca, buey ο ternero era excepcional. Ι Se comla en la pieza en que estaba el fοgόη, someramente senta• alrededor de la mesa baja, en escudillas de barro, con un cuchiΥ 10s dedos. Para la comida de fiesta se instalaban en banquetas Ias que se recostaban sobre el codo izquierdo, a la romana, Υ alarban 1a mano derecha hasta e1 p1ato que estaba sobre la mesa. Εη ocasiones, sόΙ0 10s hombres estaban a la mesa, las mujeres Υ 10s Qos pequenos se moνilizaban para el serνicio .

t

• vestidos normales eran de lana. La tύnica de 10s νarones, una pecie de saco con aberturas para pasar la cabeza Υ 10s brazos, bajahasta las rodillas; se cenla con un cίηturόη de cuero ο de cuerda. n taparrabos anudado alrededor de la pelνis, bajo la tunica, proteeI sexo; en el pliegue de ese pano se colocaba la bolsa con la calrilla que se podIa necesitar. Un manto sin mangas que se Ροηίaη bre las espaldas les Ρermίtίa cubrirse mas cuando viajaban ο en vierno. Existian las sandalias; eran de cuero; se las utilizaba sobre do para 10s desplazamientos; el resto del tiempo andaban descal5. ΕΙ νestido de las mujeres ηο se diferenciaba mucho del de los ones, pero ηο llevaban ηί cίηturόη ηί taparrabos: su tύnica era, r tanto, claramente mas larga, bajaba hasta media pierna para prervar la necesaria decencia. Mas costoso que la lana, ellino era la fibra νegetal con la que se mΡοnίaπ les yestidos de fiesta, m6.s dccorados Υ ωa51argοs gue lv~ . ίπarίοs. Νο todas las familias los Ροseίaη, pero Ροdίaη pedirlos ,restados a amigos afortunados, especialmente para las bodas. Si ,πο πο se molestaba en procurarse un traje nupcial cuando era ίnνίΟ a una boda incurrla en negligencia culpable, pues podIa haberpedido prestado sin soltar un cuarto. Por eso, es ποπηal escuchar reproche del duefio de la casa, como en la paribola de 10s invita43

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MEDIO PALESTINO Ο MEDIO DE JΕsύs

DOCUMENTO

LAs SINAGOGAS DE GAIJLEA Desde 1930 sobre todo, 10s arqueόΙ0g0S han ido descubrlendo numerosas sinagogas* en Galilea, en el Golan, θη ]udea Υ en otras partes, en su mayoria son de entre 10s siglos Ν al VI de nuestra era; a veces, en sus subsuelos han aparecido elementos mas antiguos todavia. Su numero es considerable, alrededor de un centenar. Estos descubrimientos indican, a su manera, la importancia de Galilea tras las destrucciones de 10s aii.os 70 al 135 de nuestra era, felizmente seguidas de la recοnstruccίόn de launidad judίa en torno a la Tora*. Despues de la revuelta de 135, 10s judios ηο podian siquiera vivir en ]erusalen, Υ Galilea se cοnvirtίό entonces en uno de 10s centros principales del pensamiento judίo. Εη esta regiόn del Norte han aparecido mas de veinticinco sinagogas importantes. Ademas, desde el sigl0 IIl, la belleza de 10s monumentos iba a una con la riqueza de las homilias de la maii.ana de 10s scibados, de la que dan testimonio 10s antiguos escritos judios, de gran calidad, llamados midrases homileticos; por ejempl0 el Midrash Rabba, un gran comentario Υ reCΟΡilacίόn de predicaciones. Ademas de estos descubrimientos, antiguos testimonios literarios mencionan tambien sinagogas en Sθforis, cerca de Nazaret, en Tiberiades, en ]afa Υ en otros lugares. Indiquemos en primer lugar la diferencia existente entre estas sinagogas Υ las pobres casas que servian de sinagoga antes del aii.o 70 de nuestra era, con algunas excepciones como en Gamala sin duda. Εη esta έφοca antigua 10s lugares utilizados para la lectura Υ estudio de la Ley* ηο tenian apariencia alguna que pudiera atraer la mirada. Los edificios eran de dimensiones reducidas, corno el encontrado en Herodium cerca de Belen. Algunas proseujes*, las casas de οracίόn que fωιcίω:ιaban en la diaspora, tenian, sin embargo, un aspecto notable, Υ 10s autores antiguos hablan de ellas con cierta curiosidad. Asi, el historiador judίo

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Flavio ]osefo rnenciona la «muy grande casCi» de Tiberiades (Vida, 277). Tambien la proseuje de Alejandria era tan amplia que el servidor de aquel lugar tenίa que agitar una banderola para indicar el rnomento en el que habia que responder el «amen» de las oraciones. Por 10 dernas, aunque durante las oraciones la mirada debia volverse al oriente ο, mas aun, hacia el Templ0 de ]erusalen (1 R 8,38.44.48; 2 Cro 6,34; Dn 6,11), el edificio ηο tenίa que estar necesariamente orientado en esa direccίόn. Εη la epoca de las sinagogas galileas la situacίόn cambίό notablemente Υ la arquitectura sinagogal alcanzό su esplendor. Dos tipos de arquitectura se impondriιn entonces, sίmώtaneamente de hecho, aunque el

primero aparece como el mas antiguo. Este primer tipo, a grandes trazos desde el final del sigl0 111 al comienzo del ν, adΟΡtό un plan rectangώar,mas largo por un lado que por el otro, aniιlogo, por ejempl0, al edificio descubierto θη Garnala en el Golan [vease νοΙ ι, ρ. 508]. Filas de columnas dividίan, a veces, el conjunto para sostener la techumbre, pero θη Eshtemoa, por ejempl0, era de otro modo. ΕΙ muro que seii.alaba la orientacίόn de la οracίόn cubrίa uno de 10s laterales mayores. Υ ηο la fachada. Bellas pinturas rnurales Υ mosaicos enriquecian el edifico; asi sucedίa en Bet-Shearim, Susiya, Engadi, Κhirbet-Shema Υ Tiberiades-]ammat. ΕΙ segundo tipo de arquitectura, del sigl0 ΙΙΙ al νΙl, adopta un plan basilical, a la manera de la basίlica romana que servia de tribunal: una hermosa fachada con tres puertas, que miraba hacia ]erusalen, con una ventana en arco encima. Dentro, dos filas de columnas, Υ una hilera transversal al norte, dividian el conjunto en una nave Υ dos alas laterales; asientos a todo 10 largo de 10s lados. Ellugar en que se colocaban 10s rollos ηο siempre aparece claramente. Quizas se utilizaba slmplemente un cofre de madera, antes de que un nicho. excavado θη la piedra, indicara la direccίόη de la οracίόn; luego, se denominara Arca de la Ley (ο aron).

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ΥΙΟΑ

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LOS PUEBLOS GALILEOS

YDEJUDEA La sinagoga de Cafarnaίln serla su mAs bello ejemplar; tenla, entre otras cosas, un πίΒΟ que representaba eI Arca de Ia Alianza θη su carro. Entre Ias sinagogas de este tipo, seftalemos las de iaran, Corazin, Gush Halab Υ ΜθΥόη. Mas tarde, se aftadira al conjunto un abside en .1 que se colocaba el nicho de la Ley, indicando Ia direccίόn de ]erusalen; grandes mosaicos podian cubrlr el pavimento. Citemos en particular la sinagoga de lIet-Alfa. La blanca sinagoga de CafarnaίlnηΟΒ ofrece todavia Ia mas bella imagen de las antiguas construcciones de ••te tipo basilical, sin abside. Los arqueό­ 10gos la fechan en el siglo ν, pero siguen las discusiones al respecto. Se ha descubierto tambien un rnuro de basalto que •ubyaceria a todo el perirnetro de la 'ctual sinagoga. ",Seria este el ernplazamiento de la antigua sinagoga θη la que Iβ&ίlB solia enseftar (segίln Mc 1,2l)? La οrganiΖacίόn interior Υ la ornamentacίόn de las sinagogas eran sirnples, por 10 general. SόΙ0 despues de la des-

truccίόn

del ΤθΠΙΡΙο se νίο aparecer el candelabro (menorah) Υ otros simbolos heredados del Ternplo destruido (ellulab ., el etrog, la palma Υ θΙΙίΙηόη). Ya ηο se i , .eguia la costumbre de las antiguas proΙ ••ujes de Egipto, ornarnentadas con j' bellas inscripciones, con escudos dorai' do& ο exvotos θη honor de un bienhechor. 11 Lo& puestos de honor se reservaban para Ά .10. notables, θη 1a primera fila de los ban(.'; 00& adosados a 10s muros; de ahί la aluιi ιiόn a «los primeros puestos θη las slnaι. gogas» de que habla Mc 12,39. Una «cateι. dra de Moises» (Mt 23,2) designaba proI.,bablemente el aslento del homileta*; se :l\an descubierto varios de estos magnifiΆσο. aslentos de piedra esculpida, en ,IJtmιmat-TiberfadesΥ ρη Corazln SeflaleΆ 11\0&, θη ίίη, el estrado de madera (ο Ι b'ma) Υ un pupitre para las lecturas, al ii 1I\0do como se dice θη el libro de ), Nehemias: «ΕΙ escriba Esdras estaba de

ρίθ

sobre un estrado de madera levantado para esta οcasiόn» (Ne 8,4).

Lejos de lsrael, en las orillas del Eufrates, seftalemos, finalmente, la existencia de una llamatlva sinagoga de forma rectangular (actualmente θη el museo de Damasco), 1a de Dura-Europos, levantada a mediados del sigl0 πι. Extraordinarias pinturas cubrlan los cuatro muros. Se reconocen una serie de personajes Υ de escenas biblicas: SaΙ0mόn Υ la reina de Saba, Υ a continuacίόn el retorno del Arca del pais de 10s Filisteos; la dedίcacίόn del Tabernaculo con Αarόn Υ sus hίjos; 10s campamentos del desierto Υ el milagro de los pozos de Moises; el Faraόn Υ la infancia de Molses; la uncίόn de David por Samuel; Mardoqueo Υ Ester; Υ al final, Elias resucitando al nifto. Tambien, sobre el muro sur: 10s profetas de Baal en el rnonte Carrnelo; Elias Υ la viuda de Sarepta. Sobre el muro norte: ]acob Υ Betel; Ana Υ Samuel en Silo; la visίόn de Ezequiel de los huesos secos. Υ finalmente, sobre el nicho de la Tora, el sacrificio de lsaac, Υ otras maravillas mas. Como se ve, el autor de estas pinturas, Υ ya antes los artistas de 10s rnagnificos rnosaicos galileos, ηο parecian estar dernasiado preocupados por la Ρrοhίbίcίόn de imagenes (Εχ 20,4 Υ Dt 5,8). Pero, a partir del sigl0 11 de nuestra era, se fue irnponiendo una actitud liberar en este punto, como testimonia un targum arameo: «Νο hareis imagenes. [...] Pero podeis poner sobre el suel0 de vuestros santuarios un pavimento decorado con figuras Υ dibujos, pero ηο para prosternaros ante θΙ» (targum sobre Lv 26,1). Mas tarde el Talmud* recuerda tamblen que «θΙηΡθΖό a haber pinturas sobre 10s muros Υ 10s rabinos ηο las prohίbierom> (Talmud de ]erusalen, tratado Aboda Zara 3,3). Ch.P.

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ΜΕΌΙΟ

PALESTINO Ο MEDIO DE JESUS

dos a1 banquete: «Amigo, lcόmο has entrado aqui sin traje de boda?» (Mt 22,12). Los

OFICIOS

Los oficios de 10s varones estaban dedicados en su mayoria a 1a satisfaccίόη de 1as necesidades a1imentarias. Eran agricu1tores, ganaderos ο pescadores. Unos eran patronos de pequefias empresas, por ejemρ10 de sociedades de pesca que agrupaban cinco ο seis empleados, otros simp1es artesanos. Εη 1as haciendas de 10s grandes terratenientes, υη intendente llevaba 10s asuntos en nombre de su amo. Εη estos extensos dominios, casi siempre se empleaba a los obreros dla a dia, segun las necesidades, Υ ganaban un denarlo al dia. La esclavltud propiamente dicha ηο exlstla practlcamente en 10s pueb10s. Sό10 10s oficiales del ejercito romano, que en ellos vivlan en guarηίcίόη, podIan emp1ear a jόvenes esclavos judios. Tejer Υ hacer cestos eran actlvidades domestlcas. Los artesanos se dedicaban principalmente a 10s oficios de coηstruccίόη: albafiiles Υ carpinteros. Los textos hablan tambien de bataneros ο 1avanderos, Υ de a1fareros. La sίtuacίόη era muy distinta en Jerusalen donde las obligaciones de la vida urbana ηο permitian hacer muchas cosas en Ιa propia casa. Εη consecuencla, aparecen en ella otros oficios, por ejemp10 carnlceros Υ panaderos agrupados por barrlos, como en las cludades europeas de 1a Edad Media. Los pastores Υ guardianes de los rebafios eran contratados por 10s propietarios. Vivlan fuera de 10s pueblos; por 1a noche, mlentras que 10s anima1es de varios rebafios eran agrupados en un sltio cerrado Υ υηο de ellos montaba guardia, 10s otros dormlan a alguna distancla Υ a1 abrigo de una tienda ο de una choza de ramajes. Semejante vida ηο les permitia practicar, sino muy ma1amente, la ley judIa; por 10 general eran tenidos por ma10s observantes. Pero peor era 1a reΡutacίόη de 10s publicanos, judίοs al serviclo de1 ocupante romano para la recaudacίόη de 10s lmpuestos. Εη contacto permanente con 10s paganos impuros, tenidos como poco honrados pues "ο" ingreς()ς pran sobre las tasas percibidas. eran literalmente gentes sin honra. ΕDUCΑCIόΝ Υ VIDA RELIGIOSA

Los pequefios eran educados por las mujeres, tanto 1as nifias como los nifios; las mujeres Υ 10s nifios ηο haclan numero en una mu1titud. Por eso, en 1a mu1tίΡ1ίcacίόη de los panes, 10s evange1ios hab1an 46

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VIDA

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LOS PUEBLOS GALILEOS

de «ClllCO mil hombres, sln contar mujeres Υ nifίos» (Mt 14,21). Como 10s muchachos vίvίaη mucho tlempo en la calle facilmente multiplicaban las chiquilladas. La educacίόη judia se distingUΊa de la de 10s Ρaίses del entorno en que 10s chicos de clerto nivel social aprendIan con frecuencia a leer, 10 que les permitia particlpar actlvamente en la οracίόη slnagogal en la que cualquiera podIa ser ίηvί­ tado a leer un pasaje de la Tora* ο de ]os Profetas. Esta educacίόη religlosa se tenla en la sinagoga* ο en sus dependencias, con maestros que a la vez ensefίaban a sus jόveηes alumnos las lecciones de la tradίcίόη oraΙ υη chico se hacla mayor a 10s trece afios, una chica a 10s doce Υ medio; por 10 general, a esa edad 10s padres de las chicas decidlan sobre su matrlmonlo. Los jόveηes, por su parte, generalmente esperaban a casarse a haber trabajados unos afίos Υ haber reunido el dinero suficiente para fundar un hogar, 10 que SUΡοηίa financieramente tres cosas: disponer de un alojamiento para que pudiera Vlvlr Sl1 fami]ia, entregar a 10s padres de la joven el precio de la dote (en hebreo mohar*) Υ financiar el banquete de boda. Por ello, transcurrla alrededor de un ano entre la entrega del mohar Υ la boda propiamente dicha. 1a vida social estaba rltmada por las fiestas religiosas. ΕΙ sabado era el dia de reposo ob1igatorlo Υ de οracίόη en la sinagoga. Quicn ηο respetara esto, se Ροηίa a1 margen de la vida religiosa, Υ en consecuencla de la mlsma vida social, pues una Υ otra estaban ίηtίma­ mente mezcladas. Los oficios en que era muy difici1 esa observancla, por ejempl0 el de pastor ο el de vaquero, estaban mal vlstos. Εn las tres grandes fiestas de Ρeregrίηacίόη (Pascua* en prlmavera, Pentecostes clncuenta dίas despues Υ Tiendas en otono) se sl1bia, sl era posible, a Jerusalen. [vease ρ. 387; νοΙ 1, ρ. 273]. Para hacerlo, como para cl1alquier otro desplazamiento lmportante, se organizaban en caravanas, pues 10s camlnos eran poco seguros. Qulzas 10graban que el equipaje 10 llevara un asno, que era la montura Υ el animal de carga mas corrlente. Demasiado fragiles Υ demaslado caros, 10s caballos quedaban reservados a ]os notables judios Υ al ejerclto romaΩΟ de ΟCUΡacίόη. M.Q.

1.5. Los ]uDlos Υ ΙΑ INFLUENCIA DE LAS NACIONES

D

ISPERSADOS entre las naciones* paganas, 10s judIos deblan preserνar su identidad propia Υ defenderse contra 10s ataques de 10s ίdόΙatras. Mucho antes del comienzo de nuestra era, cierto antisemitismo, que tambien afectaba a 10s sirios, era muy popular en Egipto Υ en Roma. Por eso, en ocasiones era grande la teηtacίόη para 10s judIos de asimilarse por entero a las naciones, dejando de dar primacia a la especificidad judia, empezando por la cίrcuηcίsίόη que intentaban disimular. Νο faltaban, por tanto, 10s aΡόstatas, como el sobrino de ΡίΙόη de Alejandria, hasta tal punto que a este ύltimo se le pudo νer dirigir las acciones militares de las legiones de Tito durante el asedio de Jerusalen en el afio 70 de nuestra era. Ademas, hoy ηο caemos bien en la cuenta de la seduccίόη que podia ejercer la modernidad helenistica, con sus monumentos resplandecientes de be11eza, sobre un campesino de Judea que por una raΖόη ο por otra νiajara a Efeso ο Roma. Εη el mismo Israel, las ciudades de la Decapolis, Cesarea e incluso Seforis, muy cerca de Nazaret, deblan leνantar interrogantes en mas de uno, tan eνidente se mostraba la diferencia. Ademas, la paz romana abrla una nueνa edad de oro, ya desde la epoca de Νerόη, hasta tal punto que el historiador judIo Josefo pudo identificar sin mas al meslas esperado por 10s profetas jen el mismlsimo emperador romano, Vespasiano en aquel tiempo! La cultura helenistica, que se difundia por todas partes hasta en la misma Jerusalen, 11eνaba υη tanto a 10s judIos de la diaspora*, excepto a 10s de Egipto ο AntioquIa, a ocultar sus ro11os sagrados Υ sus extrafias costumbres. Los paganos* apenas conoclan 10s escritos de Moises. La cίrcuηcίsίόη era, segun e11os, una castracίόη inutil, 10 que impedIa en la practica la presencia judia en 10s gimnasios, que eran 10s lugares de la educacίόη intelectual Υ fίsica. Εη fin, la abstencίόη de la carne de cerdo Υ de 10s alimentos 11amados impuros era objeto de burlas por todas partes. Α pesar del esfuerzo de algunos apologetas judios, las historias extraνagantes del Exodo proνocaban mas bien ίrrίsίόη Υ burla. Pues 1a ley* de Moises parecia ya muy νieja 4Υ

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MEDIO PALESTINO Ο MEDIO DE JΕsύs

en aquella epoca, cosa desfasada para las exigencias ecoηόmίcas Υ cιιlturales del mundo helenlstico*. Ademas, desde Alejandro Magno Υ mas aιΊ.η en la epoca romana, el mundo se iba unificando progresiνamente; los νiajes se conνertl­ an en relatiνamente faciles Υ mas seguros por las calzadas romanas; I
LOS JUDlos Υ ΙΑ INFLUENCIA DE LAS NACIONES

ciaciones. Cesar Augusto sίguίό sosteniendo a 108 judios, que mantenlan su importancia en la νertiente oriental del Imperio. Tiberio (14-37) fue ya mas circunspecto, combatiendo en particular la inνa­ sίόη de dioses orientales en el coraΖόη mismo de Roma. Seyano, el jefe de la guardia pretoriana de Tiberio, es conocido por su notorio antisemitismo, Υ fue el νaledor de la carrera a la prefectura de Poncio Pilato. Α coηtίηuacίόη Calίgula (37-41) adΟΡtό una actitud enteramente desfaνorable a los judIos, hasta el punto de querer leνantar una estatua a Zeus, que lleνara sus propios rasgos, en el seno mismo del Templo de Jerusalen. FίΙόη de AlejandrIa cuenta el espanto de 10s judios ante semejante circunstancia, hasta que les ΙΙegό la feliz noticia del asesinato del emperador en el afio 41. Los emperadores Claudio (41-54) Υ Νerόη (54-68), al menos hasta el afio 66 en que comeηΖό la ίηsurreccίόη judIa, reemprendieron una polίtica mas bien faνorable a los judios, acumulando, sin embargo, profundos desaciertos en la eΙeccίόη de 10s procuradores romanos que regian Judea desde Cesarea marltima. Los judios de la Diaspora aparecIan, asl pues, mas bien como priνilegiados en reΙacίόη con numerosos residentes extranjeros de las grandes ciudades mediterraneas. Aunque generalmente ηο poselan la ciudadanla romana, sino mediante el rodeo de una Ιίberacίόη formal, ηο por eso excitaban menos la enνidia de los demas residentes extranjeros, llamados peregrinos ο metecos. Entre los priνilegios concedidos citemos en primer lugar el de poder recolectar entre ellos un impuesto νoluntario de un medio-sheqel* destinado al Templo de Jerusa1en; era un priνilegio considerab1e, dado el gran nllmero de judios residentes en la Diaspora. Ademas, los judios estaban exentos de las obligaciones militares, pues normalmente ηο podIan entrar en batalla el sabado, excepto para defenderse. Α fortiori, ηο podIan tributar honores a las fasces imperiales Υ consecuentemente estaban exentos del culto imperial. Εη fin, podIan reunirse, el sabado en particular, e incluso comer juntos en el marco de las comidas comunitarias conocidas por entonces en Roma Υ en otros lugares. Estos fueron 10s notables priνilegios, que, al menos al principio, fueron lltiles directamente para las primeras comunidades cristianas (para la comida comunitaria Υ la colecta, por ejempl0) en la medida en que toda'fla era!'. reconοcid,ιs por !as antoridades romanas como parte integrante del judaIsmo*. Despues de1 afio 64 de nuestra era, con e1 incendio de Roma atribuido por Νerόη a 10s cristianos, ya era mas delicado sostener esa asίmίΙacίόη. Con todo, esos priνilegios, ο mejor tolerancias, por parte del poder ηο situaban a los judios en e1 marco de una «religίόη lίcita»; este concepto, retomado por Tertuliano, sόΙ0 aparecera despues. Para un romano sόΙ0 hay una reΙίgίόη Υ una ciudadanla νalidas, las de Roma Υ nada mas. ~ι

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MEDIO PALESTINO

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MEDIO DE

JΕsύs

Aunque 10s judIos tenlan mas bien el apoyo imperial, la reaccίόη de las capas populares Υ de las elites intelectuales de Roma Υ de otros lugares estaba lejos de serles faνorable. Se les acusaba sobre todo de ser perezosos, porque rehusaban trabajar el sabado. Se les acusaba incluso de atelsmo, puesto que rechazaban reconocer 10s dioses de la Ciudad, Υ todas las demas diνinidades, ηο aceptando entrar en el juego del sincretismo religioso. Su particularismo religioso, duplicado por υη exclusiνismo comunitario marcado por la cίrcuηcίsίόη Υ por extrafias leyes alimentarias, les hacla facilmente odiosos. Tanto mas cuanto que buscaban cerrarse sobre el10s mismos para protegerse mejor Υ alimentarse siguiendo las reglas de Moises, sin beber jamas sangre ηί cQmer carnes aSfIXiadas. Horacio (65-8 a.C.) Υ mas tarde Juνenal atacan directamente la SUΡerstίcίόη judia, dando a esta ιiltima palabra el sentido antiguo que caracterlzaba a una reΙίgίόη extrafia a la Ciudad. Estos ataques romanos contra 10s judIos tenlan, por 10 demas, precedentes, Υ mas fuertes aun, en el mundo egipcio. Εη AlejandrIa en particular, a partir del afio 38 de nuestra era, el leνantamiento de 10s griegos ίdόΙatras Ρrονοcό υη νerdadero pogromo entre 10s judIos. Εη efecto, estos ultimos osaban reiνindicar υη titul0 de ciudadanla (griega) analoga a la de 10s griegos de la ciudad, Υ en consecuencia Ρretendίan una dίsmίnucίόη de sus impuestos. ΕΙ asunto ΙΙegό hasta Calίgula, como ya hemos dicho. Υ se coηνίrtίό en litigioso por doble raΖόη: en primer lugar porque este emperador queria erlglr una estatua idolatrlca en el Santo de 10s Santos, Υ ademas, porque fue sln duda el primer emperador que se tοmό en serio sus propios tίtuΙ0S de diνinidad. Hasta entonces, en efecto, se Ροdίa hablar del triunfo diνino de υη emperador difunto; incluso se podIan usar, sobre todo en Orlente, ciertos titulos de diνinidad. lNo se presentaba a sί mismo el emperador Domiciano como «Sefior Υ Dios»? Los judios que hasta ahi aceptaban, sin rechistar demasiado, esos titulos de rimbombante propaganda por parte del poder romano, se fueron haciendo cada mas desconfiados, antes de que se declarara una nueνa guerra contra Roma en el afio 135 de nuestra era. Pero ya antes, 10s acontecimientos de 10s afios 38-41, bajo el imperlo de Calίgula, iban a marcar para siempre al judaIsmo de la Diaspora. De ahi en adelante, dejό de existir la confianza de 10s judios deposltada en el poder romano, Υ seguidamente en cualquier otro poder humano. CH.

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Ρ.

2 ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JΕsύs

ARA presentar α ]esus de Nazaret en su medio, seguiremos globalmente el orden de los evange1ios, principalmente los de Mateo Υ Lucas: desde su conceΡcίόn hasta su muerte Υ su resurreccίόn. ΑΙ hacer1o, no tenemos en absoluto Ιa ίntencίόn de escribir una «biografia de ]esus», aventura α 1a que ningun historiador contemΡοrάneο serio pretende lanzarse. Νο Ιο permiten 10s documentos disponibles. Las tentativas criticas del u1timo siglo se atascaron en el empefιo, reflejando mάs 1a atmόs!era cientista de1 momento Υ la personalidad de sus autores que el objeto que esperaban alcanzar. Para precisar nuestro camino nos es necesario un capitu10 preliminar sobre e1 modo como Ι05 historiadores abordan Ιa busqueda de ]esus de Nazaret. Ιο podemos considerar como e1 teΙόn de !ondo de todo 10 demάs que diremos sobre ]esus en los capitulos posteriores.

P

2.1. LΑΒύSQUΕDΑ

DEL JΕsύs ΗιsτόRΙCΟ

busqueda del «Jesus de la historia» es la tentatiνa desde el punto de νista de la historia de reconstruir la νida de Jesus sobre la base de datos hίstόrίcos «neutros»; por neutralidad se entiende la ausencia de modificaciones debidas a la subjetiνidad de 10s testigos (su fe ο su hostilidad) en la recoηstruccίόη de 10s hechos. Pues bien, reconstruir la νida Υ el mensaje de un personaje de la antigίiedad suscita problemas de metodo relacionados con la naturaleza de la ίηfοrmacίόη disponible. Εη el caso de Jesus, la empresa se νe simultaneamente facilitada por la multiplicidad de fuentes disponibles Υ complicada por la perspectiνa ηο hίstοrίοgr<ίfica de 10s testimonios.

L

Α

LAS FUENTES DOCUMENTARIAS

Las fuentes son de cuatro tipos: 1. Las fuentes romanas son decepcionantes: la νida Υ la muerte del hombre de Nazaret ηο fueron juzgadas dignas de interes por 10s historiadores del Imperio. Por el contrario, sί se sefiala, aquί ο alla, la fe de 10s primeros cristianos, por las disensiones que proνocaba. Εη 10s comienzos del siglo Il, eνocando en sus Anales el incendio de Roma, Tacito hace una referencia a 10s cristianos. Hacia el afio 111 P1inio el Joνen escribe a Trajano a ΡrΟΡόsίtο de 10s que adoran a Christus. Diez afios despues Suetonio justifica la eΧΡuΙsίόη de 10s judίοs de Roma por la agίtacίόη leνantada por un tal (,'hrestus. Hstas tndιca­ ciones son bien escasas; atestiguan, sin embargo, que 10s historiadores romanos ηο dudaban de la existencia de Jesus, 2. Entre las fuentes judίas, el Talmud*, que es la comΡίΙacίόη tardίa de la ensefianza de 10s sabios de Israel, sόΙο contiene algunos trazos polemicos respecto a Jesus al que «colgaron la vίSΡera de Pascua» (Sanedrίn 43a). El11amado Testimonium Flavian1tm es, por el con-

ORIGEN Υ EDUCACION DE JΕsύs

trario, mucho mas instructiνo; se trata de un retrato de Jesus, debido a 1a p1uma de1 historiador judίο F1aνio Josefo en sus Antiguedades judias, pub1icadas en 10s anos 93-94; este texto ha sido νisib1emente sobrecargado de interp01aciones cristianas; testimonia, a1 menos, e1 interes que deSΡertό en e1 historiador judίο e1 moνimiento de Jesus. 3. Εη el Nuevo Testamento disponemos, ροτ orden crοηοlόgίco, de a1gunos datos de1 aΡόst01 Pab10, e1 mas antiguo de 10s cua1es se remonta al ano 50 (l Tes 4,16s; 1 Co 7,10; 9,14; Rm 14,14), del eνan­ ge1io segun Marcos (compuesto hacia e1 ano 65), de 10s eνange1ios* segύn Mateo Υ Lucas Υ de1 eνange1io segύn Juan. Pero es posib1e reconstruir, tras el texto de Marcos 14-15, un relato arcaico de 1a Ρasίόη, que quedό fijado en Jerusa1en alrededor de1 afio 40; ademas, Mateo Υ Lucas bebieron en una co1eccίόη de palabras de Jesύs (llamada fuente de 105 10gia* ο fuente Q*) que se coηstίtuΥό entre 10s anos 40 Υ 50 Υ hoy ha desaparecido. 4. Las fuentes cristianas aΡόcrijas datan, las mas antiguas, de mediados de1 siglo ΙI. Se trata del Papyru5 Egerton 2 Υ del Evange1io de Pedro (poseemos un fragmento de e1 que refiere 1a crucίfiχίόη Υ 1a resurreccίόη de Jesύs). υη Evange1io de 105 hebreos Υ un Evange1io de 10s nazarenos han desaparecido, a eχceΡcίόη de algunas pa1abras DOCUMENTO L05 ΤΕΧΤ05 DE L05 AUTORE5 LATINOS Tacito, Ana1es 15,44 Se trata de un cornentario de las consecuencias del incendio de Rorna, afιo 64 de nuestra era:

las rnedidas que ha tenido que tornar respecto a los cristianos. He aqui la descripcίόη que hace de su cornportarniento [vease ρ. 514]:

Νerόn Ρresentό como cu1pab1es Υ

Decian que todo su error ο fa1ta se limltaba a estos puntos: que en determlnado dia se reunian antes de salir e1 sol Υ cantaban sucesivamente himnos en honor de Crlsto, como sl fuese Dios; que se ob1igaban bajo juramento, ΩΟ para crimenes, slno a ΩΟ cometer robo Ωί adu1terio; a ΩΟ faltar a 1a promesa, a ΩΟ negar e1 deΡόsίtο (trad. de Francisco

sοmetίό

a 10s mas rebuscados tormentos a 10s que e1 vu1go llamaba cristlanos, aborrecidos ροτ sus ignominias. Aque1 de quien tomaban nombre, Cristo, habia sido ejecutado en e1 relnado de Tiberlo ροτ e1 procurador Ponclo Pilato; 1a execrab1e SUΡerstίcίόn, momentaneamente reprimida, irrumpia de nuevo ΩΟ sό10 ροτ judea, Ql'igeli del ilίαl, Si110 iaaIbien ρω Ια Ciudad, 1ugar en e1 que de todas partes confluyen Υ donde se celebran toda c1ase de atrocidades Υ vergίienzas (trad. de Jose L. Moralejo) [vease ρ. 466]. ΡΙίniο el Joven, Cartas Χ, 96 Gobernador de Bitinia, el autor escribe la ernperador Trajano para inforrnarle de

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de Barreda). Suetonio, Vida de C1audio 25,4 ΕΙ historiador evoca una rnedida irnperial de eΧΡulsίόη de los judios de Rorna, en el afιo 41 ό 49 de nuestra era: [C1audio] eΧΡu1sό de Roma a 10s judios, que provocaban a1borotos continuamente a de Cresto (trad. de Rosa Maria

ίnstίgacίόn

Agudo Cubas).

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BUSQUEDA DEL JESUS ΗιsτόRΙCΟ

DOCUMENTO

EL TESTIMONIO Antigiiedades judias XVιIΙ, 63-64 Ροτ estas fechas viviό jesus, un hombre sabio, si es que procede llamarl0 hombre. Pues fue autor de hechos extraordinarios Υ maestro de gentes que gustaban de a1canzar 1a verdad. Υ fueron numerosos 10s judios e igua1mente numeJ;osos 10s griegos que ganό para su causa. Este era eI Cristo. Υ aunque Pilato 10 cοndenό a morir en 1a cruz ροτ denuncia presentada ροτ 1as autoridades de nuestro pueb10, 1as gentes que 10 habian amado anteriormente tam-

DE F'LAVIO JOSEFO poco dejaron de hacer10 despues, pues

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les aΡarecίό vivo de nuevo al tercer dia, milagro este, asi como otros mas en nίlmo το infinito, que 10s divinos profetas habian predicho de el. Υ hasta e1 dia de hoy todBViII no ha desaparecido 1a raza de 10s cristianos, asil1amados en honor a e1 (trad. de Jose Vara Donado). Las frases en escritura redonda, ηο cursiva, son probablemente interpolacio· nes debidas a copistas cristianos de Ια antigίiedad.

citadas por 10s Padres. ΕΙ eνangelio copto de Τοmάs, hacia el ano 170, reuηίό una serie de sentencias de Jesus que el reίηterΡretό en sentido espiritualizante. ΕΙ Protoevangelio de Santiago (150-200) cuenta la infancia de Μarίa Υ de Jesus recurriendo ampliamente a la ficcίόη teοlόgίca. Εη resumen,

las fuentes principales son de origen cristiano; Υ 10s documentos del Nueνo Testamento tienen a su faνor una antigίiedad Υ una fiabilidad mucho mayores. Algunos trazos del Jesus de la historia han sido preserνados por 10s eνangelios aΡόcrίfοs*, pero la mayor parte de las νeces, han sido sometidos a fuertes reinterpretaciones. Entre las palabras que se presumen autenticas figura esta sentencia del Evangelio de Τοmάs: «Jesus dijo: ''ΕΙ que esta cerca de mί esta cerca del fuego, Υ el que esta lejos de mί, esta lejos del Reino"» (ΕνΤ 82; cf. Lc 12,49). ΕΙ fuego es aquί la imagen del juicio que νiene. LA PERSPECTIVA DE LAS FUENTES

ΕΙ origen principalmente cristiano de la dοcumeηtacίόη con que trabajan 10s historiadores lleνa consigo dos consecuencias: Εη primer lugar, estas fuentes ηο son «neutras»; son lecturas creΥentΡς ηρι 'Icnnte,imientn nt> 1a νida Υ muerte de Tesus. ΕΙ historiador intentara, por tanto, reconstruir, tras 10s textos, 10s hechos a que remiten esas lecturas creyentes; al hacerlo, extrae una objetiνidad que 10s textos dίfίcίΙmeηte le conceden. Εη segundo lugar, 10s eνangelistas ηο teηίaη νοcacίόη de archiνistas. La pregunta «lque Ρasό realmente?» les interesaba claramente menos que esta otra: «Cual es el sentido de este episodio para e\ conocimiento de Dios?». Por tanto, 10s eνangelistas ηο buscabl1l1

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ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ ΟΕ JΕSύS

inventariar hechos, sino desplegar la sίgηίficacίόη que la actividad Υ la ensefianza del Nazareno revisten para los creyentes. Υ anteriormente a ellos, la tradίcίόη que traηsmίtίό la memoria de Jesus funcionaba de esa misma forma. Por eso Ρreservό la memoria de tal palabra, de tal curacίόη, de tal parabola, pero sin memorizar el1ugar en que tuvieron lugar, ηί el momento ηί, la mayor parte de las veces, sus destinatarios. Asi que nosotros ya ηο podemos reconstruir una biografia de Jesus, en la que los distintos materiales que nos entregan 10s evangelios puedan ser situados en el tiempo Υ en el espacio con suficiente grado de certeza. Hay algunos mojones seguros: el bautismo de Jesus en el umbral de su ministerio publico; su actividad esencialmente desplegada en Galilea; una intensa practica de curacίόη; un conflicto creciente con las autoridades religiosas de Israel; un Ultimo periodo en Jerusalen marcado por la eΧΡΙοsίόη de una crisis, Υ, luego, su ejecucίόη decidida por 10s romanos a denuncia judia. Fuera de estos mojones, 10calizar crοηοlόgίca Υ geograficamente 10s materiales de la tradίcίόη de Jesus pertenece al campo de las hίΡόtesίs. Los

CRITERIOS ΟΕ HISTORICIDAD

lCόmο proceden 10s historiadores para aIcanzar Ia ίηfοrmacίόη «neutra» que buscan? Se entregan a una especie de limpiado de los textos taI cuaI estan ahora, sometiendo cada elemento a una serie de criterios que llevan a decidir si eI elemento en cuestίόη puede ο ηο ser retenido para Ia recoηstruccίόη del Jesus de Ia historia. Estos criterios son acumuIativos; Ia utίliΖacίόη de uno soIo de ellos ηο es suficiente. ΕΙ criterio de atestacίόn multiple: son reputados como autenticos los hechos Υ gestos de Jesus atestados por al menos dos fuentes Iiterariamente independientes una de otra. Εη consecuencia, se retendra un motivo del que den testimonio a la vez Pablo Υ Marcos, ο Mateo Υ Juan, ο tambien Lucas Υ el Evangelio de Τοmάs. ΕΙ criterio de dificultad ecΙesίάstίca: se retienen Ias paIabras ο Ias acciones de Jesus que crearon dificultad de aΡΙίcacίόη en eI seno de 1<1.1> jJli1lltldi> ωl1lUllidaJei> Lιί~ίίaJld1>. Ejenιplu~ ιIe mutivos que crean dificultad: el bautismo de Jesus por Juan (Mt 3,13-17) que pone al Nazareno en sίtuacίόη de subοrdίηacίόη ante el Bautista; ο tambien Ia venida inminente del Reino de Dios, puesto que ηο se produjo mientras vivlan «los aqui presentes» (Mc 9,1). ΕΙ criterio de discontinuidad ο desemejanza: una tradίcίόη puede ser considerada como autentica si ηο es pura reactίvacίόη de un motivo presente en el judaIsmo* de la epoca, ο efecto de una relec-

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ΒύSQUΕDΑ

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JΕsύs

ΗιsτόRΙCΟ

tura cristiana postpascual. Se dejan de lado, asί, la insistencia en la autoridad de la Τοπί* como tal (es un dogma fariseo) ο la refleχίόη sobre la οrgaηίΖacίόη de la Iglesia*, (asunto tipico del interes de 10s primeros cristianos). Por el contrario, e1 aspero «Deja que 10s muertos entierren a sus muertos}} (Lc 9,60) ηο tiene semejante en la antigίiedad, a ηο ser en algunos fi1όsοfοs clnicos. ΕΙ criterio de Ια plausibilidad hίstόrίcα lleνa a retener 10 que es plausib1e en el marco del judaIsmo palestino en tiempos de Jesιis (p1ausibilidad rlo arriba), pero tambien 10 que explica 1a eνοlucίόη de la tradίcίόη de Jesιis despues de Pascua* (plausibilidad [ίο abajo). Por ejemp1o, el hecho de que dos corrientes antiguas del cristianismo hayan podido defender, una de ellas 1a νίηcuΙacίόη a la Tora (Mateo) Υ otra la desνίηcuΙacίόη de la ley* judia (Pablo Υ Marcos), hara que se atribuya a1 hombre de Nazaret una ροsίcίόη que genere esos dos desarrollos. Segun e1 caso, se 1e reconocera una νo1untad de refundar 1a Τοπί, νo1untad que recompone 1a ley en torno al imperativo de amar a 105 demas, pero que ηο 1a abroga; 1a traηsgresίόη del sabado podIa ser entendida, entonces, tanto como el lndice de una crltica a la ley (Mc 2,28) como la sefta1 de una recoηfiguracίόη de la 1ey en torno a 10s preceptos mayores (Mt 12,7-8). ΕΙ criterio de coherencia postula que Jesus ηο fue υη ser absurdo ο contradictorio; es posible buscar una Ιόgίca entre sus palabras Υ sus gestos, 10 mismo que al interior de sus discursos. La mayoria de 10s historiadores estima que el ροlο de coherencia de la actiνidad de Jeslls, Υ de la conciencia que el tenla de Sl mismo, hay que buscarlo en una coηvίccίόη de 1a venida inminente del Reino de Dios (Lc 10,18,12,8-10); es 10 que da a su moral e1 caracter de urgencia que impregna todos sus actos. Por 10 demas, al estil0 de 10s Sabios de Israel, Jesus sabe sacar partido de la οbserνacίόη de la naturaleza, en la que se manifiesta Ia generosidad de Ia Providencia, para enseftar a imitar esa generosidad de Dios (Mt 5,43-47). Tambien hay que aplicar la Ιόgίcα de crisis. Toda recoηstruccίόη de la νida del Nazareno debe hacer que aparezca por que, Υ en que puntos, pudo desencadenarse el conflicto mortal que eηfreηtό a Jes(IS ωπ ]()s lίderes religiosos de Israel. ΗΟΥ se tiende a pensar que la Ρreteηsίόη de mesianidad atribuida a Jesus ησ fue decisiνa (otras figuras del judaIsmo, como Sίmόη bar Kochba, se atribuyeron el titulo de Meslas* Υ ηο fueron rechazados). Lο que sl reprocharon a Jesιis fue una impertinente libertad respecto a la Tora; la Ρroteccίόη ritual de Ia pureza del individuo ηο jugaba ningun papel en su consίderacίόη. ΕΙ gesto que ΡrecίΡίtό la crisis fue muy probablemente su atentado νiolento contra el Templ0 (Mc 11,15-18); Jesύs 10 Ρagό

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ORIGEN Υ EDUCAClON DE JΕsύs

perdiendo e1 respeto de 10s saduceos*, pero sobre todo 1a estima de1 pueb10, que desde entonces se vο1vίό contra e1 Υ rec1amό su muerte al prefecto Poncio Pilato. UNA IRREDUCIBLE SINGULARIDAD

Toda recoηstruccίόη de1 Jesus de 1a historia debe satisfacer estos seis criterios, que cada historiador pondera a su modo. Pero e1 resu1tado de 1a ίηvestίgacίόη hίstόrίca es diverso: lse asemejaba Jesus a1 profeta, al rabί* fariseo*, al curandero, a1 zelota*? Porque el historiador, para perfi1ar a una personaje hίstόrίco, se ve obligado a trabajar mediante aηaΙοgίas. Compara al personaje (οη distintas figuras presentes en su medio social, Υ reune 10s signos de pertenencia a una u otra de esas figuras. De este modo, se ha asemejado a Jesus, a1ternatiνamente, a 10s profetas de Israel (sus νisio­ nes, sus orclculos de sa1νacίόη, sus gestos sίmbό1ίcos), ο a 10s rabinos fariseos (su ensenanza sobre 1a Tora). Se le ha comparado a 10s ηυ­ merosos curanderos ο sanadores carismaticos* existentes por entonces en e1 mundo judίο Υ greco-romano. Su ejecucίόη por Pi1ato por de1ito de rea1eza Οη 18,19) ha llevado a pensar que comΡartίa e1 idea1 teocr
2.2.

LA CΟΝCΕΡcιόΝ

DE JΕsύs

YELMUNDO DE LAS CONCEPCIONES EXTRAORDINARIAS

05 relatos de concepciones extraordinarias son bien conocidos en la literatu~a anti?ua: ~gipcia, griega, romana Υ judίa. Pertenecen a un genero lIterano al que se recurre para senalar la grandeza de un personaje que ha llegado a ser ilustre en la historia, sea por sus logros polίticos, belicos ο sociales, sea por la influencia de su pensamiento ο de su ensenanza. Estos relatos de caracter ficticio se componen habitualmente tras un espacio de tiempo mas ο menos largo despues de la muerte del personaje, cuando, con cierto distanciamiento, es posible evaluar su notoriedad. Tenidos a la vez de 10 maravilloso Υ de la ίηverοsίmίl, primordialmente ηο pretenden informar sobre la cοηceΡcίόη Υ el nacimiento bίοlόgίcos del personaje en cuestίόη, sino dar testimonio de su importancia. 50η una forma de expresar la cοηvίccίόη de que ha sido elegido de antemaηο por la divinidad, aun antes de su coηceΡcίόη, para desempenar un papel particular en la humanidad.

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CΟΝCΕΡCIόΝ VIRGINAL ΟΕ JΕSύs

ΕΙ anuncio a Jose del nacimiento de Jesus, en el evangelio segun Mateo, asume con Ρrecίsίόη la fuηcίόη propia del genero literario «relato de coηceΡcίόη extraordinaria»; en este caso, destacar el papel particular de Jesus en la historia de la saΙvacίόη. He aquί el texto:

ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JΕSύs ΕΙ origen de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, Μαrία, estaba desposada cσn Jose Υ, antes de empezar α estar juntos ellos, se encσn­ trό encinta por obra del ΕSΡίrίtu Santo. Su marido Jose, que era justo, pero no querία infamarla, resο1vίό repudiar1a en privado. Αsί 10 tenία p1aneado, cuando el άngeΙ del Sefιor se le αΡαrecίό en suefιos Υ 1e dijo: «Jose, hijo de David, no temas tomar cσntigo α Μαrία tu mujer porque 10 engendrado en ella es del ΕSΡίrίtu Santo. Dαrά α 1uz un hijo, Υ 1e Ροndrάs por nombre ]esus, porque e1 sα1vαrά α su pueblo de sus pecados» (Mt 1,18-21).

Los componentes esenciales del genero literario «relato de conextraordinaria» son 10s siguientes: 1. la divinidad elige de antemano al futuro heroe; 2. interviene para asegurar su coηceΡcίόη (ο asegura ella misma la coηceΡcίόη); 3. designa el nombre del ηίηο que va a nacer; 4. determina su mίsίόη futura; 5. le asegura la asistencia necesaria para cumplir esa mίsίόη. La etapa 4 es el punto culminante del relato de conceΡcίόn extraordinaria: la divinidad interviene para que nazca υη heroe segun sus proyectos. Es muy frecuente que apenas se haga una leve aΙusίόn a la dίmeηsίόη sexual de la coyuntura e, incluso, que ηο aparezca en absoluto. Efectivamente, la divinidad puede procrear por el poder de su querer. Notemos, por 10 demas, el escepticismo de Plutarco, cuya obra es contemporanea de la redaccίόη de 10s evangelios, respecto a la materialidad de la υηίόη en las concepciones divinas egipcias. «Νο es completamente imposible que el espiritu de la divinidad se acerque a una mujer Υ que, por su fuerza, haga germinar en ella principios de geηeracίόη». Α la vez este cuestionamiento de Plutarco ofrece una preciosa inforceΡcίόη

BIBLIA CONCEPClONES EXTRAORDINARlAS ΕΝ EL ANTIGUO TESTAMENTO Sara, 1a mujer preferida de Abrahan, ηο tenia ningύ.n hijo. Dios corrige esta situacίόη para asegurar a1 patriarca una descendencia segύ.n su cοrazόη: Dijo Dios ι1 ./!bra~'1.jn: ί:lI Sa1"iij; (ί.i J.'71ujeT [...) ΥΟ la bendecire, Υ de ella tambien te dare un hijo. La bendecire Υ se convertira en naciones; reyes de pueblos procederan de ella». Abrahan caΥό rostro en tierra Υ se echό a reir {...}: «iA un hombre de cien anos νΒ a nacerle un hijo?, iY Sara, a sus noventa anos, va a dar a luz?» (Gn 17,15-17)

62

ΕΙ caso de Sara Υ Abrahan ηο es llnico en el Antiguo Testamento. Rebeca, mujer de Isaac, tambien tuvo un hijo gracias a 1a ίηterveηcίόη de Dios: «Isaac SUΡ1ίcό a Yahve Ειn fallO! dt:: su nιujel, pues ela esteril. Yahve 1e fue propicio, Υ cοηcίbίό su mujer Rebeca» (Gn 25,21). Ιο mismo sucediό con Raquel, mujer de Jacob (Gn 29,31; 30,2224), con Ana,la madre de Samue1 (l S 1,56.19-20) Υ con 1a mujer de Μaηόaj,la madre de Saηsόη ac 13,2-5).



CONCEPCI6N DE JΕsύs Υ ΕΙ MUNDO

DOCUMENTO 1Α CΟΝCΕΡcιόΝ DMNA ΕΝ EGIPTO Εη e1 mundo egipcio, e1 mito de 1a conceΡcίόη divina se aΡlicό a1 faraόη. Aparecen sefta1es de ello θη muchos casos, entre ellos 10s de Tutmosis ι Υ Tutmosis Ν, Amenofis 111 Υ Ramses 11. Los textos relatlvos a la cοηceΡciόη divina de 1a reina Hatshepsut, θη el origen de 1a χνΙΙΙ dinastla, ilustran 1a fuηcίόη de1 genero literario «re1ato de cοηceΡcίόη extraordi-

naria» Hatshepsut es, θη realidad, la hija del rey Tutmosis ι Υ de 1a reina Ahrnosis. Ella misma ΙΙegό a ser reina debido a 1a ausencia de un heredero varόη. Sin duda para 1egitimar que reinara una mujer, situaciόη anormal θη un pais θη que se desea ser dirigidos por hombres, se atribuye e1 origen de su rea1eza a 1a vo1untad de1 dios Amon. Este dios, se dice, desea el nacimiento de un soberano que relne sobre el conjunto de1 terrltorio egipcio. Se presenta, asl pues, a la reina Ahrnosis

bajo la apariencia de su esposo, e1 Tutmosis ι.

fΘY

L1egό, aslpues, este augusto Dios, Amoll. Sefior de Karnak, habiendo transformado .'>11 apariencia θΏ 1a Majestad de su esposo, οΙ Rey del A1to Υ de1 Bajo Egipto Aakheperkl/l"e. La encontraron cuando reposaba en 1a. mcιg nificencia de su pa1acio. Se deSΡertό ροτ οΙ perfume de1 Dios. Sοnriό ante su MajesIad. Εη seguida e1 se fue hacia e11a; 18 desοό; recΙinό su cοraΖόn sobre e11a; Ρermitiό φιο e11a 1e viera en su forma de Dios. Luego qllQ se acercό a e11a que goza.ba a1 ver su beJle za, su amor invadiό su carne...Ella, 1a Esposa Υ Madre Rea1 Ahmosis, dijo en presenciIl de 18 Majestad de este Dios augusto: «iSei!ol; verdaderamente que grande es tu poder! Nob1e situaciόn era ver Ιυ rostro cuando Ιο has unido a Μί Majestad con toda tu perff)(: ciόn Υ Ιυ roclo Ρenetrό todo mi sen). (segίιn traduccίόn

macίόη: la idea de engendrar mediante el espiritu diνlno ηο es ΟΓί­ ginal en el eνangelio segίIn Mateo. Por 10 demas, ya 1a tradίcίόη bib1ica habίa trazado el camino a 10s evangelistas. Εη efecto, esta tradίcίόη contlene bastantes casos de concepciones extraordinarlas, ηο νirginales Sln embargo. Se trata, la mayor parte de las νeces, de mujeres esteriles, muchas νeces de edad aνanzada, cuyo embarazo procede de una lnlclatlva de Dios, pero que conciben en una reΙacίόη conyugal normal. Dan a luz, entonces, a hijos que desempefιaran papeles lmportantes en el curso de la historla de saΙνacίόη. Es el caso de Sara, madre de Isaac, Υ de bastantes mujeres mas. Εη el Nueνo Testamento, ademas de 10s relatos aplicados a JesίIs, recordemos tambien 10s aplicados a Juan el Bautista. La sίtuacίόη de sus Ρaάres, Zacarlas e Isabel -pareja de eιiad ί:iναηzαιiα, Υ esίeriΙίdaιi de Isabel (Lc 1,7)- es, de hecho, una rep1ica del caso de Abrahan Υ dc Sara. Que el genero literarlo «relato de coηceΡcίόη extraordinaria» haya sido utilizado para presentar la coηceΡcίόη de Juan ηο tiene nada de extrafιo si consideramos la importancia de su papel como precursor de JesίIs. Tambien se comprendera facilmente que 105 eνangelistas Mateo Υ Lucas recurrleran a este genero para subrayar

de S. RιΙΙΙό)

ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JΕsύs

la venida de Jesus a este mundo, cosa que les Ρermίtίa inscribirle en ellinaje de 10s grandes personajes que marcaron la historia Υ testimoniar la eΙeccίόη que Dios habίa hecho de el. Por otra parte, para subrayar su papel ίInico en la historia de la saΙvacίόη, la tradίcίόη cristiana atrίbUΥό su coηceΡcίόη al ΕSΡίrίtu Santo, distinguiendola asί de las demas concepciones de la tradίcίόη bίbΙίca en las que se requerίa la ίηterveηcίόη masculina. UNA ΙΝΤΕΝCIόΝ ΤΕΟLόGΙCΑ

Los ejemplos que hemos evocado arrojan una luz determinada sobre el modo de abordar 10s relatos que rodean la coηceΡcίόη de JesίIs. Ροτ ejemplo, ηο se debe pretender ingenuamente que las tradiciones relativas a este acontecimiento se desarrollaran independientemente del modelo «relato de coηceΡcίόη extraordinaria» por entonces perfectamente conocido en las culturas del entorno. Ιο importante es buscar prioritariamente el alcance teοlόgίco de 10s relatos relativos a JesίIs, sin aferrarse a la cuestίόη de saber si es verdad que JesίIs fue concebido sin la coηtrίbucίόη masculina.

DOCUMENTO MIDRAs* DEL PEQUENO MOISES La adrniraciόη que el puebl0 judio sentia ροι Moises nunca dejό de crecer. Α 10s ojos de este puebl0, jamas hubo entre 10s hornbres nadie mas grande que Moises. Esta admiraciόη se refleja en 10s midraslm* que nos han transmitido autores judios del primer sigl0 de nuestra era cristiana, el historiador Flavio ]osefo Υ eJ Ρseudο-FiJόη. Estos midraslm retoman el texto del libro del Exodo sobre el nacimiento de Moises Υ 10 herrnosean. He aqul 10 que se puede leer en las Antigiiedades judias de Flavio ]osefo:

Uno de 105 escriba.<; .<;agradσ<; (Γηι",.,; estos son duchos en atinar la verdad de 10 que vaya a acontecer en el futuro) anuncίό a1 rey que por aquellas fechas naceria entre 10s israelitas υΏ niiio que, de adulto, reduciria el poderio de 10s egipcios Υ eleνaria el de 10s lsraelitas, Υ que superaria a todos en νirtud [. ..]. ΕΙ rey cοgίό mledo Υ; por consejo del escriba, mandό aniquilar a

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todos 10s ninos varones nacidos entre 10s israelitas arrojandolos al rio. (Antigiiedades judias

Π,205;

trad. de ]ose Vara Donado). Ε] Ρseudο-FiJόη,ροι su parte, relata un suefto que tuvo Marla, la herrnana rnayor de Moises: ΕΙ espirItu de Dlos descendίό υΏΒ noche sobre Maria, la cual Ιυνο un sueno que, a la manana siguIente, cοntό a sus padres: ((He sonado esta noche con un hombre que, en IJIe, I r estido de 1ino (un angcl), me decfa.: "να Υ di a tus padres: Lo que va a nacer de vosotros sera arrojado al agua, porque el agua se secara ροτ el (paso del rnar Rojo). Por su medio hare signos Υ salvare a ml puebl0, Υ el 10 regira para siempre"».

(Libro de las Antigiiedades biblicas ΙΧ, 1Ο;

trad. de Α. de la Fuente Adanez)

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CONCEPCION DE JESOS Υ EL MUNDO

Notemos, por 10 demas, que ningun caso de coηceΡcίόη extraordinaria debe proponerse como el prototipo perfecto de todos 10s demas. ΑΙ contrario, cada utίΙίΖacίόη que se hace adapta 10s parametros del genero a 10s rasgos de su cultura Υ a las exigencias de sus creencias religiosas. Los nacimientos que siguen a concepciones extraordinarias ηο por ello son virginales. Fecundadas por las divinidades, las mujeres dan a luz, por las νίas naturales, a las criaturas que llevan en su seno. Con todo, el nacimiento de Buda es eχceΡcίόη. Se cuenta, en efecto, que en la India, hacia el560 a.C., la reina Maya νίο en suefios que υη elefante blanco que llevaba υη loto blanco en su trompa se acercaba a ella Υ que, tocando su lado derecho, entraba en sus entrafias. Cuando, al despertar, coηtό a los brahmanes 10 que habίa visto le dijeron que ella habίa concebido υη νarόη que ΙΙegarίa a ser υη gran rey ο υη buda, es decir υη «despertador». Llegado el momento del nacimiento, al dirigirse a casa de su madre para el parto, Maya se detuvo en el camino para descansar. Υ estando de pie, apoyada en la rama de una higuera, el ηίηο saΙίό sin dolor alguno de su seno Υ fue recogido por υη dios en υη lienzo. Los textos evangelicos, por su parte, ηο hablan de nacimiento virginaI en el caso de Jeslls. Dicen sencillamente que «se le cumplie[οη [a Μarίa] los dίas del alumbramiento Υ dio a luz a su hijo primogenito» (Lc 2,6-7); Υ tambien que «dio a luz υη hijo, Υ [Jose] le puso por nombre Jesus» (Mt 1,25). Nada da a entender que este alumbramiento se desarrollara fuera de las νίas normales, ο, mas concretamente, que fuera virginal. Las leyendas asociadas al nacimiento de Moises aportan una Iuz suplementaria Υ favorecen una ίηterpretacίόη mas adecuada de las que se refieren a Jeslls. Recordemos, sin embargo, que las circunstancias de la coηceΡcίόη de Moises difieren de las de otras concepciones extraordinarias; en efecto, Moises es concebido en condiciones normales, de padres fecundos Υ en edad de procrear. Εη su caso el interes se centra en otro aspecto, como 10 demuestra 10 que sigue. Η llbro del .Exodo lcaplτulos 1 Υ 2) re1ara 10s comienzos fanrasticos de Moises que escaΡό al edicto del Faraόη que ordenaba matar a los recien nacidos de 10s hebreos arrojandolos al ΝίΙο. ΕΙ faraόη, temiendo que ese pueblo llegara a ser demasiado poderoso Υ se levantara contra Egipto, Ρreteηdίό frenar, de ese modo, su expansίόη. υη solo ηίηο escaΡό aI ahogamiento: Moises. Pues bien, mas tarde llegara a ser eI salvador de su puebl0, liberandolo de la esclavi-

ORIGEN Υ EDUCACION DE JESOS

tud. Sera tambien e1 intermediario entre Dios Υ ese pueb10 dando1e 1a Ley que 1e hara posib1e νiνir en alianza con Dios. Con toda eνidencia, el texto de Mateo referido a1 nacimiento e infancia de Jesus (Mt 2) se inscribe claramente en la lίnea tanto del Exodo como de 10s midrαsim*. Aparece enseguida Herodes turbado por las preguntas de 10s magos sobre el ηίπο «rey de Los judίοs que acaba de nacer». Elles pide que se informen cuidadosamente sobre e1 πίπο Υ sobre e1 1ugar de su nacimiento, con e1 secreto deseo de matarlo. Pero 10s magos, informados en suenos de las perνersas intenciones de Herodes, se νuelνen a su tierra por otro camino. Herodes decide, entonces, dar muerte a todos 10s ninos νarones menores de dos anos. Pero el ίInico que se Libra de la masacre es precisamente aquel al que se Ρreteηdίa eliminar: JesίIs. Por tanto, Herodes juega aqui e1 pape1 de1 faraόη, que quiso matar a todos 10s ninos hebreos recien nacidos, mientras que Jeslls, por su parte, es identificado a Moises que escaΡό de 1a masacre del faraόη. Captamos con claridad 1a ίηteηcίόη de Mateo al moldear 10s comienzos de JesίIs sobre la p1antil1a de 10s de Moises: quiere presentar a Jesus como el nueνo Moises, mensajero de la nueνa ley (que se encontrara resumida en el sermόη de 1a montana en Mt 5-7) Υ salνador de1 pueblo. Como Dios habίa interνenido en faνor de Moises, interνiene tambien en faνor de JesίIs. Por 10 demas, el caracter legendario de 10s re1atos que cuentan cόmο escaΡό Moises del ahogamiento se perfila tambien en 10s re1atos mateanos que cuentan cόmο escaΡό JesίIs de 1a masacre de 10s nifios de Belen. DOCUMENTO

EL CENSO Flavio Josefo, en Antigίiedades judias (XVIΙΙ, 1-2), menciona un censo ordenado por Cesar Augusto, del que efectivamente Quirino estuvo encargado en Judea: Quirino, perteneciente a1 orden senaΙοτίΒ1, qulen habia desempeflado 1as demas magistraturas Υ que, despues de pasar ροτ todas ellas, habia llegado inc1uso a cόnsu1, Υ que ela iaιporlarιie como pocos ροτ su categoria θΩ 10s demas sspectos, se Ρresentό en Siria, adonde fue envIado ροτ Augusto para administrar justicia entre 1as gentes Υ para efectuar e1 censo de sus propiedades. Υ con e1 fue "nvlado tambien CoponIo, perteneciente ιιl orden ecuestre, para gobernar a 10s judfos con poderes absolutos. Tambien

DE QUIRINO

Qulrlno se Ρresentό en judea, a1 haber sido agregada esta a 1a provincia de Siria, para llevar a cabo e1 censo de 1as propiedades judias Υ vender 10s bienes de Arque1ao (trad. de Jose Vara Donado). Quirino ΙΙegό a Siria despues de que Arquelao, hijo de Herodes el Grande, fuera depuesto. Ahora .blen, este Arquelao habia reinado sobre Judea desde la muerte de su padre, afιo 4 a.C., hasta que fue depuesto en el afιo 6 d.C. Como fue en ese momento cuando Quirino fue nombrado para hacer el censo, hay que situarlo en el afιo 6 ό 7 de la era cristiana. Jesus tendria entonces poco mas de diez afιos, si tenemos en cuenta que Jesus nacίό reinando Herodes el Grande.

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CONCEPCION DE JΕsύs Υ ΕΙ MUNDO

REFERENCIA FΈ:CHA DEL NACIMIENTO DE ΙΕ5ύ5 Algunos pretenden que eJ ano 2000 no corresponde exactamente aJ dos miJ aniversario deJ nacimiento de ]esus Υ que este nacίό entre eJ ano 4 Υ eJ 6 antes de Ia era cristiana.iEs esto exacto? iDe dόnde VΊene Ia fecha deJ 25 de diciembre? 5ό10 en e1 sig10 VI se comenzaron a contar oficia1mente 10s aftos sobre 1a base de1 nacirniento de Jesus. υη monje llarnado Dionisio e1 Exiguo situό, ροι error, e1 primer afto de 1a era cristiana en e1 afto 754 de 1a era romana, fecha que designa e1 ηίΙmθΙΟ de aftos transcurridos desde 1a fuηdaciόη de Roma. 5abemos, sin embargo, que Herodes e1 Grande muriό en 1a primavera de1 afto 750 de 1a era romana, cuatro aftos, ροι tanto, antes de1 cornienzo de 1a era cristiana estab1ecida segun 10s ca1cu10s de Dionisio e1 Exiguo. Ahora

bien, tanto Mateo como Lucas afirman q\lO Jesus naciό reinando Herodes. Εη COnS(! cuencia, hay que entender que ηaciό algo antes de1 afto 750, entre cuatro Υ cinco af\oH antes de1 cornienzo de 1a era cristiana. La ce1ebraciόη de1 nacirniento de }esus e1 dίa 25 de diciernbre se remonta a finales de1 reinado de Constantino en e1 sig10 ιν. ReemΡ1azό a la ceΙebraciόη de la fiesta pagana de1 501 naciente que coincidia con e1 solsticio de invierno, cuando efectiva·· mente 1a 1uz de1 s01, hasta entonces decre ciente, comienza de nuevo a crecer. Es into· resante notar, tarnbien, que 1a fecha del nacimiento de Juan e1 Bautista se fij6 el 24 de junio, en e1 solsticio de verano, cuando ΙΗ 1uz s01ar empieza decrecer. lNo era nece sario que Juan se oscureciera para que 80 manifestara Jesus?

UNA JNTENCION HISTORICA Νο es posible determinar con exactitud el momento en que ηacίό JesUs. Por una parte, Mateo Υ Lucas sitιian su nacimiento durante el reinado de Herodes el Grande; por otra parte, Lucas pretende que su nacimiento coίηcίdίό con el gran censo que οrdeηό hacer el emperador Augusto:

Por aquellos dίas saΙίό un edicto de Cesar Augusto ordenando que se empadronase todo εΙ J1lHndo. Este primer empadronaιniento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Quirino. Iban todos α empadronarse, cada ΗΗΟ α Sl,( cil,(dad. Subίό tambien Jose desde Galilea, de Ιa cil,(dad de Nazaret, α Judea, α Ιa ciudad de David, que se llama Βειεη, por ser ει de Ια casa Υ familia de David, para enΊPadronarse cση Μarία, su εφ()ςΠ; 1."Ρ Ρςfαhα Pnril1fa Minlfra.;; p<;tahan αΙΙΙςρ Ιε (lJmplieron 105 dίas del alumbramiento Υ dio α luz α su hijo primogenito, Ιε εηvοΙνίό εη panales Υ Ιε acostό εη un pesebre, porqLIe ηο tenίαn sitio εη εΙ albergue (Lc 2,1-7). La ίηfοrmacίόη relativa al censo efectuado por Quirino oscurece la sίtuacίόη en vez de clarificarla, puesto que este censo ηο se hi7.0 sino el ano 6 ό 7 de la era aistiana, como indica el testimonio (ie

ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ ΟΕ JΕSύs

Flavio Josefo. Εη consecuencia ηο se puede retener ese acontecimiento como indicador hίstόrίco para determinar el ano del nacimiento de Jeslls. ~Cόmο explicar, entonces, la presencia de esta ίηfοrmacίόη al comienzo del evangelio segun Lucas? Probablemente Lucas quiso situar el nacimiento de Jesus en el centro de υη gran censo de «todo el mundo habitado» para subrayar el valor universal de la saΙvacίόη que Jesus trae. Pero, ademas, parece que buscaba υη pretexto para llevar a los padres de Jesus, en el momento del nacimiento, a Belen, el pueblo en que tambien habla nacido David, para senalar mejor su ίηscrίρcίόη en la dinastla davldica. ΕΙ censo, cuya existencia conocla sin saber quiza su fecha exac-

REFERENCIA SENTIDO DE LA ΕΧΡRΕsιόΝ «HIJO DE DIOS» Εη la Biblia el tίtul0 «Hijo de Dios» reviste diversas connotaciones: 1. Se aplica a 10s angeles ο a 10s seres celestes (por ejemρΙ0 Οη 6,2). 2. Puede designar al puebl0 de Dios; sefιala, θη este caso, la predileccίόη de Dios por su puebl0 (por ejempl0 0& 11,1).3. Se le da a1 rey de Israel θη el momento de su acceso al trono, como da fe el oracul0 del Salmo 2,7 dirigido al rey: «Τύ. eres mi hijo, hoy te he engendrado». Εη este caso esta directamente vinculado a la fuηcίόη real (10 mlsmo θη 2 S 7,14). [vease νοΙ Ι, ρ. 261]. 4. Se utiliza tambien para identificar al justo, a aquel cuya conducta corresponde a las expectativas de Dios (por ejempl0 Sb 2,18); esta identificacίόη la encontramos tambien en el Nuevo Testamento (por ejempl0 Lc 6,35); θη este caso, 10 que predomina es el a&pecto moraΙ 5. Pabl0 aplica este tίtulo a 10& cristianos para caracterizar la novedad de su estatuto; asl, leemos θη Ga 3,26: «Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Crlsto JesUs». Aplicado i1 !es(ls, e 1 tjtn!l) ~(Hij(.' de Dios» puede tener tanto un valor moral como un alcance regio: tiene un valor moral cuando designa a JesίIs como el justo por excelencia, el ser humano perfecto ante Dios; tiene un alcance regio cuando designa a Jesus como Meslas, del linaje real de David, haciendo referencia, entonces, a su fuηcίόη de rey. Hay que

subrayar claramente que, θη el Nuevo Testamento, el tltulo aplicado a JesίIs ηο 10 es nunca θη sentido οηtοlόgicο, es decir, que nunca es utilizado para designar su naturaleza ο para hablar de su divinidad. Tambien es lmportante saber que el titulo «Hijo de Dios» ηο se utilizaba sόΙ0 en el mundo judίo Υ cristiano, slno tambien en otras culturas. Por ejempl0, 10s estoicos hablaban de Zeus como padre de todos. Pero el tίtulo se atribula sobre todo a las grandes personalidades: a filόsοfοs como ΡΙatόη Υ Pitagoras, a taumaturgos como Asclepio, a reyes como Alejandro Magno, Augusto, la relna Hatshepsut Υ Ramses ΙΙ. Refiriendose a este ίIltimo se lee θη el temρΙ0 de Ptah θη Menfis esta palabra del dίos: <<'Τίι eres mi hijo, mi heredero, el que ha salido de mis miembros». Es imposible sustraerse a ver la similitud con las palabras del Sa12,7 que acabamos de citar, dirigidas por Dios a1 rey de Israel el dίa de su entronizacίόη: «Τίι eres mi hijo, hoy te he engendrado». Ιο que muestra una νθΖ mas la interac~ϊ6η dc !:l:: i:tflucn::::ias cιlltu:ralcs. Todos estos ejemplos apoyan todavia mas la idea de que estas filiaciones divinas ηο deben considerarse desde la perspectiva οηtοlόgica; se desarrollan θη raΖόη de la importancia moraI ο polίtica del personaje. Se les atribuyen retrospectivamente, muy frecuentemente a personajes que se beneficiaron de una cοηceΡcίόη extraordinaria.

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CONCEPCr6N DE JΕsύs Υ ΕΙ MUNDO

ta, fue ese pretexto. La coherencia de su ορcίόπ, ηο es, sin embargo, evidente. Εη primer lugar, el censo, cuyo objetivo era la recaudacίόπ de impuestos, que normalmente se pagaban Υ percibian en ellugar de residencia del individuo, en Galilea por 10 que se referia a Jose, ηο exigia semejante desplazamiento. lCόmο comprender, ademas, que Jose impusiera inutilmente semejante viaje a Marla que estaba a punto de dar a luz, siendo asl que ηο se requeria de ella que se inscribiera con e1? ΕΙ motivo del censo para llevar a la pareja a Belen carece, por tanto, de credibilidad. Mateo, que tambien vela la necesidad de situar el nacimiento de Jesus en Belen, deja entender sencillamente que 10s padres de Jesus vivlan ya en ese pueblo (Mt 2,11). Se establecerlan en Nazaret a su vuelta de Egipto por temor a Arquelao que reinaba precisamente en Judea (Mt 2,22-23). Hay que concluir que ηο hay seguridad sobre ellugar de nacimiento de Jesus (lNazaret ο Belen?), Υ que es imposible fechar con Ρrecίsίόη el afio de su nacimiento. Por una parte, 10s datos de Lucas relativos al censo ηο pueden utilizarse validamente para hacerlo; por otra parte, situando e] nacimiento de Jesus υπ poco antes de la muerte del rey Herodes el Grande, sόΙο llegamos a υη tiempo aproximativo. ο.Μ.

2.3. LA INFANCIA DE JΕsύs Υ

ELMUNDO

DE LOS RELATOS DE JUVENTUD

L relato de coηceΡcίόη extraordinaria subraya la eΙeccίόη por Dios de υη gran personaje de la historia. Εη Ρrοlοηgacίόη con este genero literario existe tambien el genero «relato de juventud» que sirve para describir una hazana durante la juventud (alrededor de la pubertad) de υη futuro heroe. Da testimonio de la precocidad del ηίπο, habitualmente en υη terreno eSΡecίfico, presagio de la actividad en la que llegara a ser ilustre en su adultez. Pero 10 mismo que sucede en el caso del relato de coηceΡcίόη extraordinaria, tambien el relato de juventud esta escrito en retrospectiva, cuando ya se ha conocido el desenlace, Υ por todas partes se alaban las acciones prodigiosas del heroe. Ese genero ηο se orienta tanto a desvelar una anecdota ο υη hecho hίstόrίco cuanto a glorificar al heroe dibujando, ya en su infancia, signos precursores Υ predisposiciones particulares para la mίsίόη que cumΡΙίό en su recorrido vital. Ιο mismo que el genero «relato de coηceΡcίόη extraordinaria», tambien el genero «relato de juventud» era muy conocido en la antigϋedad egipcia, griega Υ romana. Son muchos 10s personajes antiguos que se beneficiaron de ese tipo de homenaje, entre otros: Ciro, Homero, Epicuro, Alejandro, Cίcerόη, Au~u~ΊU, ΑρυΙωΙΙύ Jc: Tial1d. Εη cada caso, el bίόgrafο quiere resaltar la inteligencia Υ la sabίdurίa excepcionales del heroe incluso durante su infancia. Νο hay que sorprenderse de reencontrar en el Nuevo Testamento el genero «relato de juventud» aplicado a Jesύs para subrayar su precocidad. Εn efecto, Lucas 10 utiliza en el marco del episodio en el que Jesύs, habiendose escapado de la vigilancia de sus padres, aΡarecίό

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ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JΕsύs REFERENCIA

LA PRECOClDAD

DE AιEJANDRO MAGNO

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su Obras mora1es, Plutarco saca a la luz la precocidad de A1ejandro:

ΕΙ deseo de gJorja que se habia anuncjado ya desde su jnfancja no hjzo mas que aumentar con 1a edad. Djo pruebas de ello cuando en ausencja de su padre recjbjό [...] a 10s embajadores de1 rey de Persia. Νο 1es hjzo preguntas puerj1es sobre 10s emparrados dorados ο 10s jardines co1gados nj sobre 1as pompas regjas, sjno que s610 se ίnΙeresό ροτ 10s resortes de1 poder.

Este interes prematuro del muchacho por cuestiones politicas tan serias admirό a sus interlocutores. Pero si Plutarco retuνο este rasgo concreto fue porque manifestaba por anticipado 10 que seria el punto fuerte de la carrera de A1ejandro. Εη efecto, la anecdota se cuenta para resaltar el talento polίtico innato del niiίo. Su inteligencia Υ su perspicacia se i1ustran en la leyenda sobre el famoso caba110 Bucefalo, que A1ejandro lοgrό montar

en su primera tentativa, gracias a la obserque habia hecho de los comportamientos del animal. La leyenda dice que nadie habia 10grado montar todavia aquel caba110, hasta tal punto que el rey Filipo 11, el padre de A1ejandro, habia decidido desprenderse de ό1. ΕΙ adolescente que habia percibido la gran calidad del animal Υ que habia descubierto la manera efica.z de abordarle, habria deplorado en estos terminos la decίsίόn de su padre: «jQue excelente caballo pierden, porque, faltos de habi1idad Υ de valentia, ηο saben sacar provecho de el!». Su padre quedό tan impresionado ante la hazaiίa de su hijo que dijo: «Hijo mio, busca un reino que sea digno de ti. Macedonia es demasiado pequeiίa para ti». Una vez mas, estas palabras sόΙ0 cobran su valor a la luz de la incomparable carrera posterior del gran A1ejandro; ο, mas exactamente, estas palabras se atribuyeron a su padre para destacar ma.s Υ mas la Ρredestίnacίόn del muchacho a su gloriosa carrera. νacίόn

en el Templ0 en medio de 10s doctores que se admiraban de su saber. Jesus maηifestό en aquella οcasiόη su superioridad:

Sus padres iban todos los afιos α Jerusalen α Ια fiesta de Ια Pascua. Cuando cumΡΙίό los doce afιos, subieron como de costumbre α Ια fiesta. ΑΙ volverse ellos pasados los dlas, el nifιo Jesus se quedό en Jerusalen, sin saberlo sus padres. Creyendo que estaria en Ια caravana, hicieron un dia de camino, Υ le buscaban entre los parientes Υ conocidos; pero, αΙ no encontrarle, se volvieron α Jerusalen en su busca. ΑΙ cabo de tres dias, lε Cl1contΓι:iΓίJiί είί el Tettιplu ;,ι:;rιΙαάυ en medio de los maestros, escuchάndοΙes Υ haciendoles preguntas; todos los que le oian, estaban estupefactos por su inteligencia Υ sus respuestas. Cuando le vieron quedaron sorprendidos Υ su madre le dijo: «Hijo, dPor que nos has hecho esto? Mira, tu padre Υ ΥΟ, angustiados, te αndάbαmοs buscando». Elles dijo: «Υ dPor que me buscabais? dNo sablais que ΥΟ debla estar en Ια casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron Ια respuesta que les 72

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INFANCIA DE JΕsύs Υ ΕΙ MUNDO DE LOS RELATOS

dio. Βαjό con ellos, vino α Nazaret Υ vivia sujeto α ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas 1as COSa5 en su coraΖόn. ]esus crecia en sabiduria, en estatura Υ en gracia ante Di05 Υ ante 105 hombres (Lc 2,41-52). ΕΙ ιίltimo

verslculo retoma el contenido del que precede inmediatamente al episodio de Jesus en el Templo (el Υ. 40), en el que se lela efectivamente que «el ηίπο crecla Υ se fortalecia, llenandose de sabidurIa», de forma que este episodio esta colocado formando una ίηc1usίόη entre 1a dob1e atestacίόη de su grandeza Υ sabidurla. Pues bien, su actitud ante los grandes del Temp10 confirma esa atestacίόη. Εη efecto, son su grandeza Υ su sabidurla las que se i1uminan en esta escena. De esta forma captamos claramente 1a ίηteηcίόη de Lucas al aplicar el genero a Jesus: desea situar a Jesus en la lίnea de los ninos prodigio que ya desde su juventud manifestaron signos de su grandeza futura Υ e1 ta1ento que debla hacerles aptos para asumir su vοcacίόη. Tambien en este caso, el texto biblico lleva la marca de su epoca Υ de su cultura. ΑΙ poner en paralelo el relato de juventud de Jesus Υ los de otros heroes, AIejandro Magno Υ Moises, 10 mismo que 10s de Buda ο e1 DOCUMENTO

LAs

PREDISPOSICIONES DE MOISES

ΕΙ genero literario «relato de juventud» tambien era bien conocido en e1 judaIsmo. Filόn de Alejandria Υ Flavio Josefo son testigos importantes de ello. Ambos se 10 aplicaron a Moises. Filόn alaba 1a precocidad inte1ectual de Moises afirmando que superaba a sus maestros, como dan fe los pasajes siguientes (Vida de Moises 1,20-21.25.27): Νο se divertia como 10s pequenos con 1as gracias, ritornellos Υ juegos { ..], sό10 mostraba reserva Υ seriedad, prestaba atenciόn a 10s temas Υ espectιicu10s que serfan pravechosos pa.ra el ",1m", Υ enseguida, desde todas 1as partes, 10s maestros se reunian en Ιοτηο a θl. [...] Νο necesitό mucho tiempo para superar sus capacidades, gracias a 1as admirab1es disposiciones de su natura1eza, yendo ροτ de1ante de sus 1ecciones, tanto que parecia cosa de reminiscencfa Υ ηο una adquisiciόn de conocimlento; ροτ anadidura, descubria θ1 so10

noclones dificiles de descubrlr. [... / Franqueando asi 10s lίmites de 1a lnlancll/, crecia en refleχίόn, sln soltar 1as brldas [... ] Ii 1as pasiones juveniles; [...] a1 contrario, /lJS contro1aba mediante 1a sabiduria Υ /a lirme za [...] Υ 1as contenia a viva fuerza. (segfuι traduccίόn de R. Arna1dez) Flavio Josefo dice igua1mente que «!a inteligencia [de Moises] crecla en θ! ηο orι ΡrΟΡοrcίόn a 1a edad, sino en una medida muy superior a 10 propio de esta, pero donde mostraba mas avanzado e! exce80 de su inteligencia era en 10s juegos, puel 10 que θ] hacla en ellos era indicio do hechos superiores que llevarla a cabo de adulto» (Antigίiedades judias 11,228). Εη este ultlmo testimonio, Flavio Josefo de8vola implicItamente la ίntencίόn que motiva 1a utίliΖacίόn de este genero literario, que es el testimonio por antίcίΡacίόn de !ιι vaIίa Υ de la funcίόn del futuro heroe.

7.

ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JESOS

egipcio Si-Osiris, se desνelan innegables analogias. Εη todos 10s casos: 1. el joνen se encuentra en medio de sabios adultos; 2. les supera en inteligencia Υ sabidurla; 3. suscita extrafi.eza Υ admίracίόη; 4. demuestra, mediante una palabra Υ una accίόη, que tiene en germen las cualidades esenciales para la reaΙίΖacίόη de su futura mίsίόη. Εη el caso de Jesus, lcόmο anticipan 10s detal1es narratiνos su mίsίόη especifica? Εη primer lugar mediante la eΙeccίόη de 10s lugares: Jerusalen, la ciudad santa hacia la que se orienta todo el pueblo judIo; el Templ0, coraΖόη de la reΙίgίόη judIa, simboliza la presencia de Dios en el seno de su pueblo. Luego, por la eΙeccίόη de 10s personajes: 10s sabios doctores son 10s maestros incontestados ante el pueblo Υ 10s interpretes cua1ificados de 1a 1ey*. Pues bien, JesίIs, sentado en medio de el1os, en 1a casa de Dios, les supera a todos en conocimientos Υ sabidurla. Es, por tanto, una aηtίcίΡacίόη sin equiνoco alguno de la mίsίόη que debera rea1izar: reemplazar a 10s maestros de la epoca como interprete de 1a νo1untad de Dios, conνertirse en e1 intermediario unico entre Dios Υ la humanidad. La ciencia de 10s grandes de Israel ησ es suficiente; es en JesίIs donde ahora se manifiesta Dios. Este relato atestigua, por tanto, que JesίIs desde su primera juνentud poseia todo e1 potencial requerido para cumplir la mίsίόη sin igual que Dios le confiaba. Tambien el hecho de que JesίIs l1ame a Dios «su Padre», cuando Marla le dice «Tu padre (refiriendose Jose) Υ ΥΟ, angustiados, te andabamos buscando», resalta la reΙacίόη filial de Jesus con Dios: es el hijo de Dios. Este tltulo se le atrίbUΥό, en retrospectiνa, la primera comunidad cuando recoηοcίό en el al Justo por excelencia Υ al Meslas de Israel. Q.M.

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2.4. FAMILIA Υ ΕDUCΑcιόΝ

DE JΕsύs

ACIERA en Be1en, en Judea, como escriben Lucas Υ Mateo, ο en Nazaret, como sugieren Juan Υ Marcos Υ piensan muchos historiadores modernos, es casi cierto que Jesus Ρasό su infancia Υ su ado1escencia en Nazaret, una pequefίa a1dea de Galilea. Nazaret que contaba por entonces con unas cuantos cientos de habitantes estaba situada a una hora de camino de Seforis, que era una de 1as dos ciudades mas amp1iamente he1enizadas de Ga1iIea; Ia otra era Tiberlades. Esta regίόη, Υ muy particuIarmente 1a Baja-Galilea donde se encontraba Nazaret, era una de las zonas mas fertiles Υ pobladas del mundo romano. Era una νla de paso muy frecuentada por los νiajeros Υ comerciantes.

Ν

JOSE Υ MARIA

Jose, e1 padre putatiνo de Jesus, era un artesano que trabajaba 1.1 madera Υ Ia piedra. Fabricaba muebles, utensiIios Υ particlpaba en 1<1 coηstruccίόη de todo tipo de edificaciones. Estas actiνidades podian necesitar una fοrmacίόη bastante amplia Υ conoclmientos tecnicos bastante profundos. ΕΙ termino griego utilizado, tekton, incluye una coηηοtacίόη de habilidad Υ de conoclmientos. Por eso, 10s buenos artesanos eran muy buscados, especialmente para l0s trabajos de 'Ηιψl.ίαι..ίιΊl1 Υ t:ωbeΙΙα:iωicntο dcl Tcmplo ωmcnΖ;:ιdοs por Herodes eI Grande. Quiza Jose, e inc1uso Jesus, participaron en l0s trabajos (ic recoηstruccίόη de Seforis durante ]os primeros decenlos de nuestra era. Qulzas Jose Υ sus hijos cultiνarlan tambien un trozo de tierr.t como 10 haclan, si damos fe a Eusebio, 10s nietos de su hijo Judas. Εn cua1quier caso, Jose, aunque estaba 1ejos de ser rico, ηο debla est,H entre 10s habitantes mas necesitados de Nazaret. 7

ORIGEN Υ ΕΟUCΑcιόΝ ΟΕ fΕsύs

La ascendencia daνldica de 1a familia de Jose se afirma en νarios escritos neotestamentarios. Mateo Υ Lucas presentan, inc1uso, genea10gias detalladas de Jose en 1as que e1 primero se remonta hasta Abrahan Υ e1 segundo hasta Adan. Sin embargo, 1as diferencias irreconci1iab1es entre estas dos genealogias, 10 mismo que su marcado caπίcter teοlόgίco, hacen que muchos exegetas* se muestren escepticos sobre 1a historicidad de esta ascendencia daνidica. Segίln ellos, se tratarla de υη teo10gίlmeno* pospascua1 desproνisto de todo fundamento hίstόrίco. Otros especialistas, por el contrario, piensan que la creencia en el origen daνidico de la familia de Jesίls podrIa ser anterior a 1a Resurreccίόη. Podrla incluso apoyarse en tradiciones familiares fuertemente estab1ecidas, estuνieran ο ηο bίοlόgίcameηte fundadas. Fuera de 10s relatos de la infancia, Jose esta ausente de 10s eνangelios*, 10 que sugiere que ya habla muerto cuando Jesίls comeηΖό su ministerio. Los eνange1ios ηο nos cuentan nada de 1a fami1ia de Marla, 1a madre de Jesιis. Segίln Lucas, Marla era parienta de Isabel, 1a madre de Juan el Bautista. Isabel, casada con el sacerdote Zacarias, era, tambien ella, de origen sacerdotal. Ιο que podrIa indicar que tambien 10 era su parienta Marla. Segίln Jn 19,25, una hermana de Marla, identificada a νeces con la madre de 10s hijos del Zebedeo, estuνo presente en 1a crucίfiχίόη. Segιin e1 Protoevangelio de Santiago, υη escrito aΡόcrίfο* de mediados del siglo π, Marla era hija de υη hombre rico, Joaquin, Υ de su mujer Ana. Fue prometida, a sus doce afios, a1 νiejo Jose, que ya tenla νarios hijos de su primer matrimonio. Cuatro afios despues dio a 1uz a Jesίls en una cueνa. Este Protoevangelio de Santiago, cuya credibilidad hίstόrίca es limitada, ha jugado υη pape1 importante en la hagiografίa Υ en 1a iconografίa cristianas. Εη 10s eνange1ios Marla aparece, sobre todo, en 10s relatos de la infancia. Aparte de Juan, 10s eνange1ios ηο 1a asocian, sino de una forma mas bien negatiνa, a1 ministerio de su hijo. Segίln Hch 1,14 estaba en Jerusa1en, despues de 1a Αsceηsίόη, en compafiia de 10s aΡόsto1es Υ de 10s hermanos de Jesίls. Los HERMANOS Υ HERMANAS ΟΕ JΕsύS

Los escritos neotestamentarios mencionan νarias νeces 1a existencia de hermanos, Υ en ocasiones tambien hermanas, de Jesιis (Ga 1,19; 1 Co 9,5; Mc 3,31-35 Υ para1e10s; Mc 6,1-6 Υ Mt 13,53-58; Jn 2,12; 7,3-5; Hch 1,14). Mc 6,3 Υ Mt 13,55 indican e1 nombre de 10s hermanos; Santiago, Joset, Judas Υ Sίmόη. Los nombres Υ e1 nιimero de 1as hermanas ηο se precisan. Segιin 1as tradiciones posteriores, Jesιis habrla tenido dos hermanas llamadas Miriam Υ Sa10me. La natura-

FAMILIA Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JESQS

leza exacta de la reΙacίόη de parentesco entre ]esus Υ sus «hermanos» ha sido objeto de numerosos debates. Tres son las teorlas que se han desarrollado. Segun la primera, denominada helvidista, por el nombre de Helνidio que fue υηο de sus defensores a finales del sigl0 ΙΥ, 10s hermanos Υ hermanas de ]esus serlan 10s hijos de ]ose Υ de Marla nacidos despues de el. Se trata de la ίηterΡretacίόη mas natural de 10s textos neotestamentarios. Da a la palabra hermano (adelphos en griego) su sentido mas corriente Υ respeta el hecho de que la mayor parte de las νeces 10s hermanos aparecen asociados a la madre de ]esUs. Con la aceΡtacίόη cada νez mas generalizada del dogma de la νirginidad perpetua de Marla, esta ίηterΡretacίόη se coηνίrtίό en heretica a partir de 10s comienzo del siglo V. Εη nuestros dlas es adoptada ροτ la gran mayoria de 10s exegetas protestantes Υ por υη numero creciente de especialistas catόΙίcos de primera fila. Esta forma de pensar, aunque parece la mas probable al obserνador imparcial, ηο puede ser probada de υη modo definitivo; de ahi la persistencia de otras teorlas que, ροτ su parte, preserνan el dogma de la virginidad perpetua de Marla. Segun la segunda teorla, llamada a νeces epifaniana ροτ el nombre de Epifanio obispo de Salamina, los hermanos Υ hermanas serlan hijos de υη primer matrimonio de ]ose. Esta ίηterpretacίόη, que aparece ροτ primera vez en el Protoevangelio de Santiago, es dificil de demostrar ο de refutar. Νο concuerda, sin embargo, con la ηοcίόη de primogenitura de ]eslls. Popular en las Iglesias ortodoxas, fue suplantada en la Iglesia catόΙίca romana ροτ la tercera ίηterΡretacίόη llamada jeronimiana, ροτ el nombre de san ]erόηίmο su creador a finales del siglo IV. Segun esta teorla, los hermanos Υ hermanas de ]esus serlan ρτί­ mos suyos. ]erόηίmο, ηο sόΙ0 eriticaba la coηceΡcίόη helνidiana que ηο respetaba la virginidad perpetua de Marla, sino tambien la epifaniana porque, segun el, tambien ]ose tuνo que haber sido virgen. Esta ίηterΡretacίόη, ensefiada ροτ la Iglesia catόΙίca romana, ha sido reafirmada recientemente por el papa ]uan Pablo ΙΙ. Reposa fundamentalmente en cuatro presupuestos: 1 -lνldfld) ld lllιidIC dc Sai1tiagG -:1 Λ,1cnοr γ Jvsct mc~(ionJ-d;} cn ~.1c 25,40 (Υ paralelos) ηο es la madre de ]eslls. 2 - Santiago el Menor Υ Joset, de Mc 15,40, deben ser identificados con Santiago Υ Joset, de Mc 6,3. 3 - La madre de Santiago el Menor Υ de Joset es una parienta de Marla ο de ]ose. 4 - Los primos son llamados sistematicamente «hermanos» en textos griegos. 77

ORIGEN Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JΕsύs ΕΙ primer presupuesto es el mas frecuentemente admitido. ΕΙ segundo es mas dificil de probar, sobre todo si se considera que «Marla, la madre de Santiago e1 Menor Υ Joset» ηο es 1a unica traduccίόη posible del texto. Para hacer veroslmi1 el tercer presupuesto, 10 mas frecuente es identificar a 1a madre de Santiago el Menor Υ de Joset como hermana de Marla; pero tambien son concebibles otras soluciones. Los defensores de la teorla jeronimiana explican que 10s primos de Jesus son llamados sistematicamente «hermanos» porque el hebreo ηο tiene υη vocablo que signifique «primo-hermano» Υ 1a Bib1ia hebrea emplea en ocasiones el vocab10 «heΓmaηο» para designar al primo. Estos argumentos tienden a subestimar el hecho de que los evange1ios Υ las cartas de Pab10 se redactaron en griego, lengua qlle Sl conoce el vocablo primo, Υ que Pablo, Υ sin duda los evangelistas, conoclan la reΙacίόη de parentesco exacto existente entre Jesus Υ sus ~~hermanos». La teorla de Jerόηίmο Υ sus variantes, aunque ηο puede ser refutada de forma decisiva, esta lejos de ser convincente. Reposa sobre una serie de hίΡόtesίs discutibles. Ademas, ηο esta atestiguada antes de los tiempos de Jerόηίmο; 10 que es tanto como decir que se inicia casi cuatro siglos despues del nacimiento de JesUs. Εη su demοstracίόη, Jerόηίmο identifica a Santiago el Menor, que para e1 es tambien Santiago el hermano del Sefior, de Ga 1,19, con el aΡόstοl Santiago de Alfeo, υηο de los Doce. Εη la tradίcίόη catόΙίca este Santiago es conocido con el nombre de Santiago el Menor por οροsίcίόη a Santiago el Μ ayor, υηο de 10s hijos del Zebedeo. Actualmente, son pocos 10s exegetas que aceptan identificar al hermano de Jesus con Santiago de Alfeo. JΕsύS Υ SU PAMlιrA

Segun 10s evangelios, partlcularmente segun Juan Υ Marcos, 10s mlembros de la familia de Jesus ηο contaron, mientras el vίvίό, entre sus discipulos. Segun Juan, «ηί slquiera sus hermanos crelan en el» (Ιη 7,5). Marcos nos dice que los familiares de Jesus, pensando que habia perdido la cabeza, intentaron hacerse cargo de el (Mc 3,21). Cuando vίsίtό Nazaret, Jesus ηο pudo hacer alli ningun milagro porque «υη profeta sόlo en su patria, entre sus parientes Υ en su casa carece de prestigio» (Mc 6,4). Cuando se le aηuηcίό que su madre Υ sus hermanos querian verle, Jesus dijo que su verdadera familia eran los que cumplian la voluntad de Dios (Mc 3,31-35 Υ paralelos). Con todo, podemos preguntarnos si, en cierta medida, ese escepticismo e inclusohosti1idad hacia la familia de Jesus ηο estara reflejando mas 78

FAMILIA Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JΕsύs

bien 10s conflictos posteriores entre las comunidades vinculadas a 10s hermanos de Jesus Υ las de Marcos Υ Juan. Hay que notar tambien que el tema de las rupturas Υ 10s conflictos familiares, sobre todo en 10s tiempos del final, es ιιη elemento tradicional de 1a profecia biblica. Fueran cuales fueran las relaciones entre Jesus Υ su fami1ia, sus hermanos ocuparon rapidamente posiciones de influencia en 1as comunidades cristianas. Santiago, el mas conocido de ellos, se beneficίό de una aΡarίcίόη del Resucitado (Ι Co 15,7), pero nada en e/ Nuevo Testamento indica que esa aΡarίciόη llevara a Santiago a /a «coηversίόη», como muchos historiadores piensan. Hacia el afio 50, en el momento del concilio de Jerusalen (Ga 2,1-10; Hch 15,4-29) aparece como jefe de la comunidad de Jerusalen, como ιιηο de /os hombres con mayor influencia, si ηο el mas influyente, del movimiento cristiano. Santiago, a pesar de su gran piedad Υ de su respeto de la ley mosaica, fue ejecutado el afio 62 por orden del sumo sacerdote Anan. Fue reemplazado en 1α dίreccίόη de la Ig1esia de Jerusa1en por ιιηο de sus primos, Simeόη hijo de Cleofas. Una cart<1 del Nuevo testamento, de naturaleza pseudoepigrafica* segun 1,1 mayorla de 10s especialistas, lleva su nombre. Tambien se atribuye ,1 Judas, otro hermano de Jesus, otra carta pseudoepigrafica para Ιι mayoria de 10s expertos. Con el tiempo, la influencia de la fami1ia tie Jesus se redujo a algunas modestas comunidades de Palestina Υ de "1S zonas vecinas. UNA ΡΑΜΙιΙΑ PIADOSA DE GΑLIΙΕΑ

Los relatos que Lucas Υ Mateo consagran al nacimiento Υ a la infancia de Jesus presentan a Jose Υ Marla como judios muy piadosos Υ respetuosos de 10s preceptos de la ley de Moises. Aunque 1a historicidad de estos relatos se puede poner en tela de juicio, otros testimonios parecen confirmar ese retrato. Los nombres de 10s miCll1bros de 1a fami1ia de Jose Υ de Marla se corresponden en su mayori,1 con 10s de grandes personajes de 1a Bib1ia ο con 10s de 10s l1eroes ιlc 1a subΙevaciόη de 10s Macabeos, 10 que viene a subrayar el car,ictcr traι:1ici n πalist,ι d~ ~sta

familia. 5antiago, ~l h~rmano de Jesus, (οι)

frecuencia calificado como justo en la tradίcίόη cristiana, goza1xl ιlι' reΡutacίόη por su respeto de la ley*. Los otros miembros de 1<1 t~1Jlli­ lia de Jesus que desempefiaron algun papel en la Iglesia de los ΡΓί­ meros tiempos aparecen asociados generalmente a corrientes jllllcocristianas* conservadoras. Jose Υ Marla, en su comportalniento rcligioso, ηο se distinguian sin duda de Ια mayoria de 105 dem,is jllllίos de Ga1ilea.

ORIGEN Υ ΕΟUCΑcιόΝ ΟΕ JΕsύs

Segun una ορίηίόη en otros tiempos ampliamente extendida, la judia de Ga1ilea, de 10s tiempos de Jesus, se caracterizarla ροτ una coηceΡcίόη muy laxista de la ley mosaica. Esta coηceΡcίόη, con frecuencia basada en algunas referencias rabinicas* tardias Υ sobre la (re)judaίΖacίόη reciente de Galilea subsiguiente a la conquista asmonea* υη siglo antes del nacimiento de Jeslls, permitia aportar una eΧΡΙίcacίόη a la supuesta discontinuidad entre Jesus Υ el judaIsmo*. Basandose en testimonios arqueοlόgίcos recientes Υ en una lectura mas crltica Υ cuidadosa de Flavio Josefo Υ de la literatura rablnica, la mayoria de 10s especialistas estiman ahora que la Ροblacίόη judia de Galilea, con eχceΡcίόη quizas de algunas costumbres 10cales, ηο era distinta de la Ροblacίόη de Judea en 10 relativo a la practicade la ley. Εη Galilea, como en Judea, habia clerta diversidad. Varlos grupos profesaban una observancia muy rlgurosa de la ley. Los fariseos* en especial poseian ciertas tradiclones ancestrales e interpretaciones particulares de la Tora* que otros judIos, como Jeslls, ηο sίeηψre aceptaban. Observaban escrupulosamente 10s leyes de la pureza, el sabado Υ el pago de 10s diezmos. Εη materia de pureza, su objetivo era tomar sus comidas ordinarias en el mismo estado de pureza que el exigido a 10s sacerdotes* para oficiar en el Templ0. Las practicas fariseas eran Sln duda mas populares en las cludades. Se puede pensar que en una aldea como Nazaret sus practicas sofisticadas e lnnovadoras eran ignoradas con mucha frecuencia e incluso rechazadas. Algunos especialistas, suponlendo que Santiago, el hermano de Jesus, era fariseo, deducen que Jose Υ su familia estaban Ρrόχίmοs a 10s ambitos fariseos. Pero estas hίΡόtesίs siguen siendo muy especulativas. La mayoria de 10s habitantes de Nazaret, como Sln duda Jose Υ su familia, se atendrlan a una practica simple Υ conservadora de la ley de Molses. ΕΙ centro de su practica religiosa estarla constituido ροτ las peregrinaciones al Templ0, cuando fuera posible, las reunlones en la sinagoga* ο en ellocal que hiclera sus veces, para la lectura de la Tora, el respeto del sabado Υ de las principales fiestas Υ ceremonlas que marcaban la vida de la comunldad Υ de cada υηο de sus miembros, asl como una observancia poco sofisticada de las leyes de pureza. Ροblacίόη

LA LENGUA Υ ΙΑ ΕΟUCΑCIόΝ ΟΕ JΕSύs

La mayoria de 10s especialistas plensan que la lengua mas corriente en la Palestina de 10s tiempos de Jesus era el arameo, lengua semltica Ρrόχima al hebreo, que se habia impuesto en 10s siglos νπ Υ νι a.C. ΗΟ

FAMILIA Υ ΕDUCΑcιόΝ DE ΤΕsύs

como la lengua administrativa del Medio-Oriente. Αsί pues, Jesus se expresaba sin duda en arameo Υ muy probablemente en esta lengua hizo su Ρredίcacίόη, como 10 sugieren los evangelios. Εη efecto, numerosos logia* de Jesus tienen con toda probabilidad un origen arameo que en ocasiones es posible reconstruir. Difίcilmente puede ponerse en duda que Jesus usό la palabra aramea abba (<<padre»). Aunque se puede poner en tela de juicio la autenticidad de algunas palabras en arameo atribuidas a Jesus (Mc 5,41; 15,34), la existencia de esas palabras muestra que las tradiciones mas antiguas SUΡοηίaη que Jesus se expresaba en esta lengua. La eχteηsίόη del uso del griego Υ del hebreo es una cuestίόη muy controvertida. Es cierto que la cultura Υ la lengua griegas habίaη penetrado ampliamente en la Palestina del primer siglo. Pero sigue siendo dίfίcίΙ de medir la amplitud de la heΙeηίΖacίόη de Judea Υ Galilea. Es probable, sin embargo, que una parte significativa de la Ροblacίόη judίa, sobre todo en las ciudades importantes, se expresara principalmente en griego. Sin que los elementos que muchas veces se aportan como pruebas (hίΡόtesίs de un dialogo en griego, sin interprete, con una sirofenicia Υ con Pilato) sean decisivos, es plausible que Jesus pudiera expresarse en griego, especialmente en su actividad de artesano. Sin embargo, parece dudoso que dominara suficientemente esta lengua para hacerla vehίcuΙο de su predicacίόη, como piensan quienes ven en el un sabio influenciado por la filosofίa popular griega de tipo cίηίco ο quienes esperan encontrar DOCUMENTO

1Α MUERTE DE SANTlAGO, EL HERMANO DE JΕsύs, SEGύN F'LAVIO JOSEFO Pero e1 [sumo sacerdote] Anan mas joven [. ..] era de caracter extraordinariamente osado Υ temerario, aunque pertenecia a 1a secta de 10s saduceos, quienes en sus sentencias se muestran mas severos que todos 10s demas judios [. ..]. Pues bien, Anan, dado su caracter, como creΥό disponer de υΠΒ οcasiόn pintiparada por haber muerto Festo Υ encontrarse Albino todavla en camino, institUΥό un consejo de jueces, Υ tras presentar ante e1 a1 hermano de1 11amado jesucrislQ, de rιulllble Sdlltiagu, Υ d dlgU1JOi:> otros, Ρresentό contra e110s 1a fa1sa acusaciόn de que habian transgredido 1a 1ey Υ; asi, 10s entregό a 1a p1ebe para que fueran 1apidados. Pero 10s que parecian ser 10s mas moderados de 10s habitantes de 1a ciudad Υ 10s mas escrupu10sos cumplίdores de 1as normas 1ega1es apenas soportaron esta acciόn. Por 10 que enviaron recado

secretamente ante e1 rey [Agripa 11] Ρθω exhortar10 a que ordenara a Anan que ΏΟ continuara con ta1es acciones, puesto que tampoco 1a primera que habia rea1izado οπ esa linea de comportamiento habia sido correcta. Υ a1gunos de e110s fueron inc1uso ιι} encuentro de Albino, quien hacia e1 viaje Ρ01 tlerra desde Alejandria, Υ; a1 ver10, 1e inl01 maron de que Anan no estaba autorizado i1 instituir un consejo de jueces sin e1 visto bueno de1 propio Albino. Entonces este, corι veiK:ido P,jΓ S",S a,legaciones, cnviό a AnBn υΠΒ carta que rezumaba ira, en 1α que Je amenazaba con exigir1e responsabiJidados. Υ e1 reyAgripa a causa de e11010 despoj6 do 1a dignidad de Sumo Sacerdote, cargo qUfJ habia ocupado durante tres meses, Υ 10 sus titUΥό por Jesr1s, hijo de Damneas. (Antigίiedades judias ΧΧ,

198-203:

trad. de Jose Vara

Doηado)

ΗΙ

ORIGEN Υ EDUCACI6N DE JΕSύs

en 10s evangelios las pa1abras exactas que Ρrοηuηcίό. [vease ρ. 99]. Notemos tambien que 10s exegetas que defienden 1a autenticidad de 1a carta de Santiago, redactada en υη griego e1aborado, conc1uyen de ello que su hermano Jesιίs teπdrla que dominar coπ 1a misma perfeccίόη e1 griego. Pero 1a autenticidad de esta carta es discutida Υ Santiago pudo recibir ayuda para redactarla. La abuπdancia de textos ηο biblicos de Qumran escritos en hebreo muestra que esta lengua ηο era eπ absoluto una lengua muerta en tiempos de Jesιίs. Algunos especialistas sostienen incluso que e1 hebreo era entonces la lingua franca de Pa1estina. Sin embargo, parece mas probab1e que el uso del hebreo se limitara a 10s sacerdotes, escribas Υ otros especialistas de la ίηterΡretacίόη de la Tora. A1gunos especia1istas, sobre todos aquellos para quienes ]esus era una especie de rabi metido en controversias sobre la ίηterΡretacίόπ de 1as Escrituras, piensan que sabia 1eer en hebreo Υ quizas incluso escribirlo. Tres pasajes de 10s evangelios pueden sugerir que Jesus sabla leer Υ quizas escribir (Lc 4,16-20; Jn 7,15; 8,6). Lucas presenta a ]esus leyendo ellibro del profeta Isaias en la sinagoga de Nazaret (4,1620). Εη ]n 7,15 1a mu1titud se admira de que ]esus conozca 1as Escrituras (ο sepa leerlas) sin tener estudios. Εn el episodio de 1a mujer adύltera, ]esus escribe con su dedo sobre 1a arena Οη 8,6). Sin embargo 10s prob1emas de historicidad Υ de ίηterpretacίόη vinculados a estos pasajes 10s convierten en testimonios dudosos en re1acίόη con la aΙfabetίΖacίόη de Jeslls. Hay historiadores que, suponiendo -sobre 1a base de referencias ta1mιίdicas* tardlas (Talmud de Jerusalen, Ketubot 8,1l,32c)- que existla en Pa1estina, a comieπzos de1 sig10 Ι, υη sistema educativo genera1izado, piensan que ]eslls, como la mayor parte de 10s judios de su tiempo, habrla aprendido a leer en una escuela de las llamadas bet Sefer (<
DOCUMENTO L05 DEBERE5 DEL PADRE 5EGύN ΕΙ TALMUD

Sabemos que nuestros rabinos enseίian: «ΕΙ padre esta obligado a circuncidar a su hijo, a rescatarle [si el hijo es el primoge-

82

nito], a enseίiarle la Tora, a encontrarle mujer Υ a enseίiarle un οficιΌ manual»

υΩΒ

(Talmud de Babilonia, Qiddushin 29a)

FAMILIA Υ ΕDUCΑcιόΝ DE JΕsύs

todo, son cada νez mas 10s especialistas conνencidos del anacronismo de semejante recoηstruccίόη. Piensan que, como en el resto del imperio romano, la tasa de aΙfabetίΖacίόη en Palestina ηο superaria ellO ό 15%. Segun ellos, la educacίόη de 10s nifi.os se dispensaba sobre todo en 10s hogares, fuera por 10s padres, fuera por υη preceptor en las familias mas ricas. Las pocas escuelas de Sabios exlstentes sόΙ0 acogian a un pequefio numero de alumnos, de edad mas aνanzada por 10 demas. Por tanto, α priori, 10s hijos del artesano de Nazaret debieron recibir una edυcacίόη bastante sumaria; el padre se centrarla sobre todo en ensefiarles su oficio. La mayor parte de los nifi.os, en sus casas ο en el 10cal que serνla de sinagoga, debian sin duda aprender 10s grandes acontecimientos de la historia de Israe1 Υ 10 que era necesario saber para νiνir como υη judio. Los mas dotados ο 10s mas motiνados podrIan ciertamente encontrar alguien que les ensefi.ar a 1eer, e inc1uso a escribir. Ta1 fue, quizas, el caso de JesUs. COll

Ρ.-Α. Β

Η.1

3 JΕsύs,

MAESTRO

Υ

TAUMATURGO

Α

COMPANADO de sus αΡόstσΙes Υ algunos otros discipulos, ]esus ραsό unos tres afιos fuera de su pueblo, en Ρredίcacίόn itinerante. Dejό el recuerdo de un predicador escuchado, especializado en un tipo de discurso original, las ΡαrάbσΙαs. Se hizo notar tambien por las curaciones que reaΙίΖό, acompatΊadas de algunos otros milagros. Los evangelios no permiten organizar una cronologia precisa de sus actividades. Pero se detienen en una serie de acontecimientos que se produjeron el ultimo αtΊσ, mάs σ menos, antes de su muerte: Ια muΙtίΡΙίcαcίόn de los panes Υ el anuncio que hizo α sus discipulos de que Ια aventura terminarla sin duda trάgίcamente.

85

3.1.

Los COMIENZOS DEL MINISTERIO DE JΕsύs

os evangelios* son unanimes en vincular 10s comienzos de la

L

mίsίόη de Jesίιs con la de Juan Bautista. Jesίιs fue a las orillas del Jordan al encuentro del predicador que la tradίcίόη cristiana designara despues con el nombre de «el Precursor». Se hizo bautizar por el. Εη el cίrcuΙ0 de las personas que frecuentaban al Bautista recΙutό sus primeros dίscίΡuΙ0S. Este conjunto de acontecimientos constituye para Jesίιs 10 que varios textos designan con la palabra «comienzo» (Mc 1,1; Lc 3,3; Hch 1,22).

TRA5 Ι05 ΡΑ505 DEL BAUTI5TA

Hablando hίstόrίcameηte, ηο conocemos muy bien 10s οrίgeηes de Juan Bautista. ΕΙ evangelista Lucas aporta el nombre de su padre, el sacerdote Ζacarίas, Υ el de su madre, Isabel, parienta de Μarίa la madre de Jesίιs (Lc 1,36). Pero Lucas da estas indicaciones en el marco de υη paralelo que <§ΟΙ establece entre Juan Bautista Υ Jesίιs, paralel0 que se extiende por 10s dos primeros caΡίtuΙ0S de su obra, comίιηmeηte llamados «relato de la infancia». ΕΙ paralelo entre dos heroes es υη procedimiento literario clasico en la antigίiedad, cuyo ejemplo mas famoso son las Vidas paralelas redactadas por el historiador griego Plutarco (46/49-125 d.C.). Νο se corresponde forzosamente con datos hίstόrίcos fiables. Por el contrano, 1a pertenenC1a de )uan Bautista a una familia sacerdotal ηο hay raΖόη alguna para ponerla en duda. Sacerdote por nacimiento, habίa tomado sus distancias respecto al culto que se celebraba en el Templ0 de Jerusalen, debido quiza al tipo de poder que en el ejercίa la familia de 10s sumos sacerdotes que entonces 10 regentaban, Anas Υ su yerno Caifas que llevaban ejerciendo el sumo pontificado durante bastantes afios seguidos alternandose: inmensa 87

JΕSύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

fortuna, compromlso con el poder de ΟCUΡacίόη; estaban en Ia CllSpide de una νerdadera empresa polίtica Υ financiera con Ia que se sentίan a disgusto Ias gentes deseosas de justicia. Asi que Juan se habla retlrado al borde del deslerto, en Ias orillas del Jordan, Υ al1i se le habian juntado multitudes sedientas de mayor pureza. Les predicaba que tenlan que arrepentlrse ante la expectatiνa del julclo Ρrό­ xlmo de Dios Υ acompanaba su Ρredίcacίόη con υη rlto de agua llamado «bautismo», palabra que significa «sumersίόη, ίηmersίόη», Υ que conνertίa en inlltiles 10s sacrificios por el pecado Υ 10s sacrificios de reΡaracίόη preνlstos por la ley judia Υ celebrados en el Templ0 (Ιν 4-5). ΕΙ eνangeIio segun Marcos dice a este ΡrΟΡόsίtο: ΑΡarecίό ]uαn bautizando en e1 desierto, proc1amando un bautismo de conversίόn para Ρerdόn de los pecados. Acudia α έΙ gente de toda 1a regίόn de ]udea γ todos 10s de ]erusalen, γ eran bautizados por e1 en e1 rio ]οrdάn, confesando sus pecados. ]uan llevaba un vestido de pie1 de camello; γ se a1imentaba de 1angostas γ mie1 si1vestre. Υ proclamaba: «Detrάs de mi viene el que es mάs fuerte que γο; γ no soy digno de desatar1e, ίncΙίnάndοme, 1a correa de sus sandalias. Υο os he bautizado con agua, pero el os bautίΖarά con Espiritu Santo» (Mc 1,4-8).

Esta descrίΡcίόη de Juan permlte realizar varlas semejanzas con otras reaIidades del mundo judio. Por el vestido Υ el contenido del mensaje (llamada al arrepentlmiento Υ anunclo del juicio de Dios), Juan se asemeja a Elίas, que fue profeta en el relno judIo del Norte en el siglo ΙΧ a.C. ΕΙ hecho de que utilizara υη rlto de agua ha lleνa­ do a preguntarse sl estarla cerca de 10s esenlos* del establecimiento de Qumran, υη grupo establecido al noroeste del Mar Muerto, ηο Iejos de Ia desembocadura del Jordan, lugar celebre por 10s manuscrltos que en el se descubrieron, en 10s afios 1947 Υ 1948, ocultos en grutas muy Ρrόχίmas. Las exacavaclones de 10s edificios en 10s que se reunlan han sacado a luz una red compleja de estanques Υ de canales destinados a recoger el agua de regatos que bajaban de la meseta de Judea, Υ a alimentar las pisclnas de Ρurίficacίόη que 10s adeptos al moνlmiento utilizaban profusamente. Ademas, conocemos por Flaνlo Josefo a otro predicador del mlsmo tlpo, llamado Banus, que actuaba en 10s anos :JU. ΕΙ texto de Josefo autonza a pensar que Juan ησ era el llnlco predicador bautlsta de su tlempo. Sin duda existia una corrlente mas amplia, popular Υ poco estructurada, de la que Juan Bautista podrIa ser perfectamente el representante mas conocido, pero πο el llnlco. Sin embargo, 10s textos crlstlanos han aislado a Juan Bautista de 10s grupos a que pertenecia, para hacer de el el profeta anunclador

LOS COMIENZOS ΟΕΙ MINISTERIO

ΟΕ

TESOS

de Jesus por excelencia, el Precursor. Este desplazamiento es particularmente perceptible en el eνangelista Juan, que conνierte la predίcacίόη de Juan Bautista en un mensaje de reνeΙacίόη sobre Jesus, influenciado manifiestamente por la refleχίόη crίstοlόgίca* de las comunidades cristianas de finales del primer siglo: ΑΙ dia siguiente [Juan Bautista] ve α ]esus venir hacia el Υ dice: «He ahi el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Bste es por quien ΥΟ dije: "Detrάs de rni viene un hombre, que se ha puesto delante de mi, porque existia antes que ΥΟ': Υο no le conocia, pero he venido α bautizar en agua para que el sea maniJestado α Israel». Υ ]uan dio testimonio diciendo: «He visto aΙ Espiritu que bajaba como una paloma ltel cielo Υ se quedaba sobre el. Υ ΥΟ no le conocia pero el que me envίό α bautizar con agua, me dijo: ''Aquel sobre quien veas que baja el Espiritu Υ se queda sobre el, ese es el que bautiza con Espiritu Santo': Υ ΥΟ le he visto Υ doy testimonio de que ese es el Elegido de Dios» (Τη 1,29-34). Εη la base de las descripciones de Juan Bautista que ofrecen 10s distintos eνangelios, hay un acontecimiento hίstόrίco Υ una tradicίόη constante: Jesus fue al Jordan junto a Juan Bautista, se dejό afectar por su Ρredίcacίόη Υ recibίό de sus manos el bautismo. Estos hechos son firmes hίstόrίcameηte. Νο pudieron inνentarlos 10s cristianos, puesto que se νieron enormemente embarazados por sus consecuencias: al hacerse bautizar por Juan, Jesus se comΡοrtό efectiνamente como un pecador, Υ 10s textos cristianos afirman que ηο 10 fue; ademas, ese bautismo parece situar a Juan por encima de Jesus, mientras que la tradίcίόη cristiana afirma 10 contrario.

DOCUMENTO TESTIMONIO ΟΕ F'LAVIo JOSEFO SOBRE BANUS Εη su Autobiografia, Flavio ]osefo cuenta su permanencia con Banus, un predicador bautista, durante tres aiίos, tras haber realizado antes otros ensayos:

Cuandc tenia

U:1aΞ diecis~i~ af!~~,

decidi obtener experiencia de 1as sectas que existen entre nosotros. Son tres: 1a ρτί­ mera, 1a de 10s fariseos, 1a segunda, 1a de 10s saduceos, Υ 1a tercera,la de 10s esenios, como he repetido θΩ tantas ocasiones. Crela que, si 1as conocia bien todas, podria e1egir 1a mejor. Con una dura discip1ina Υ mucho esfuerzo pase ροτ 1as tres; pero

despues de comprobar que 1a experien/:iII obtenida en elIas era insuficiente para ml, οΙ hab1ar de υΩ ta1 Banus, que νίνίιι en e1 de sierto usando como vestido 10 que 1e ρω porcionaban 10s arbo1es Υ como a1imento 10 que p!"C'ducf~ !a (ierTa espontanealnente. que se baιiaba varlas veces, de dla Υ do noche, en agua ΙτίΒ para purifίcarse. Υ 1110 convertί θΏ su discipu10. Vivi con e1 tres Ilnos Υ, υΩΒ vez cumplίdo ml ΡrΟΡόsίtο, regrese ιι 1a ciudad. (ΑuΙοbίΟΨI1II11Ι;

trad. de Margarira RodrJglIo:r.)

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

DOCUMENTO TESTIMONIO DE F'LAVIO J OSEFO SOBRE JUAN EL BAUTISTA Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, reίnό sobre Galilea Υ Perea, desde la muerte de su padre (4 a.C.) hasta el afιo 39 de nuestra era. Εη e1 ano 36 su ejercito fue deshecho por el de Aretas, rey de 10s nabateos. Comentando este acontecimiento, Flavio Josefo nos proporciona una noticia sobre Juan Bautista Υ las circunstancias θη que Herodes 10 matό. Difiere en algunos detalles del relato que nos dan 10s evangelios (Mc 6,17-29) Υ ofrece detalles complementarios, pero ηο le contradicen realmente. Constituye una fuente de primerisimo interes sobre 10s anos en que Jesιis cοmenzό su Ρredicacίόn.

Pero algunos judios eran de la ορίΏίόΏ de que el ejercito de Herodes habia perecido por castigo de Dios, quien de esta manera habria castigado muy justamente a Herodes en represalia por la muerte de ]uan, de sobrenombre Bautista, a quien, efectivamente, habia matado Herodes, a pesar de ser ]uan υΏ hombre bueno, quien recomendaba incluso a 10s judios que practicaran las virtudes Υ se comportaran justamente en las relaciones entre ellos Υ piadosamente con Dios Υ que, cumplidas estas condiciones, acudieran a bautizarse,

puesto que ΞόΙ0 ΒΞί Ει consideraria aceptable su bautizo, ΏΟ si 10 utilizaban para 10grar el Ρerdόn de sus pecados, sino si acudian a bautizarse ιinicamente para la Ρurificaciόn corporal Υ para ninguna otra cosa, al dar por sentado que su alma estaba ya purificada de antemano con la practica de la justicia. Υ como el resto de las gentes se unieran a el (pues sentian υΏ placer exultante al escuchar sus palabras), Herodes, por temor a que esa enorme capacidad de Ρersuasiόn que el Bautista tenia sobre las personas le ocasionara algιin levantamiento popular (puesto que las gentes daban la imΡresiόn de que harian cualquier cosa si el se 10 pedia), ορtό por matarl0, anticipandose ΒΞί a la posibilidad de que se produjera υΏΒ rebeliόn a instancias de el, juzgando este hecho mucho mejor que tener que arrepentirse luego, al encontrarse con problemas tras sufrir υΏ reves. Entonces ]uan, tras ser trasladado a la citada fortaleza de Maqueronte, fue matado θΏ ella. Υ 10s judios opinaban que el descalabro de sus fuerzas expedicionarias se habia producido en represalia por la muerte de υΏ hombre tan insigne, al querer Dios castigar asi a Herodes. (Antigίiedades judias

XVIII, 116-119; trad. de Jose Vara Donado).

Sin dejar de narrar el bautismo de Jesus por Juan, por fidelidad a la historia, 10s evangelistas dan al acontecimiento una perspectiva mas conforme a la dignidad que ellos atribuyen a Jesus: 10s relatos ηο insisten, en su caso, en la receΡcίόη de un Ρerdόη, sino al contrario. ΕΙ momento en que Jesus sale del agua se convierte en la ocasίόη de una maηίfestacίόηtrinitaria: el Padre envla su Espiritu sobre el Hijo Υ declara esa fiΙίacίόη con la ayuda de una νΟΖ celeste: «Τίι eres mi Hijo amado, en ti me complazco» (Mc 1,9-11). Los textos ηο son unanimes sobre la ldentldad de 10s oyentes de esa palabra: Marcos sugiere que Jesus fue el tlnico que la ΟΥό. Mateo Υ Lucas parecen asociar en la audίcίόη a 10s demas testigos de la escena (Mt 3,17; Lc 3,22). Sea 10 que sea de estas divergencias, 10s tres evangelios sίηόρtίcοs concuerdan en hacer del bautismo de Jesus por Juan el verdadero comienzo de su mίsίόη, una mίsίόη de la que Dios es presentado, en cierto modo, como garante. ι>ο

LOS COMIENZOS DEL MINISTERIO DE JΕsύs Ει RECLUTAMIENTO DE LOS DIscfpULOS

Jesύs

fue al principio dίscίΡuΙ0 de Juan. Ιmίtό a su maestro hasta e! punto de tomarle prestado el rito del agua que Juan utilizaba COlll0 sefial de Ρerdόπ Υ arrepentimiento. Hubo incluso υη momento en e! que pudo parecer que 10s dos se hacίan la competencia mutuamente, como atestigua el evangelio de Juan: «Despues de esto, se fue Jesύs con sus dίscίΡuΙ0S al Ρaίs de Judea; Υ aΙΙί se estaba con ellos Υ REFERENCIA JUAN, JΕsύs Υ LOS ESENIOS

iExIstIeron re1aciones hίstόrίcas entre Jesιis Υ 10s esenlos de Qumrcin? iY entre Juan Bautista Υ ese mlsmo grupo? Citados ροι Flavio Josefo como una de las tres grandes corrientes del pensamiento judio en el sigl0 primero de nuestra era, 10s esenios ocupan un puesto central en la ίηvestίgacίόη de 10s historiadores de la antigίiedad judia desde el descubrimiento de 10s Manuscritos del Mar Muerto en 1947, en las cuevas Ρrόχίmas al arroyo Qumran, seguido de excavaciones que dejaron ver 10s restos de una importante cοηstruccίόη vecina. Εη medio de cuestiones ηο resueltas, parece, sin embargo, que 10s especiaIistas concuerdan en varios puntos. Los sectarios de Qumran eran un grupo sacerdotal, que debίό retirarse al desierto en el afιo 152 a.C. bajo la direccίόη de un jefe llamado Maestro de Justicia, cuando Jonatan, hermano de Judas Macabeo, fue elevado al rango de sumo sacerdote. ΕΙ grupo fugitivo se cοnstitUΥό en comunidad de tipo monastico, fustigando al «sacerdote impio» Υ a sus descendientes, Υ esperando de Dios el restablecimiento de un sacerdocio justo. Sin duda, es su biblioteca, constituida ροι li01:"0Ι';

bfhlicos

Υ obr~s l1roni~s de 1~

ser:tii.

como la Reg1a de 1a cόmιinίdad Υ Ia Regla de la Guerra, la que se eηcοηtrό en las cuevas vecinas, cerca de mil novecientos afιos despues de que la ocultaran al acercarse las legiones romanas durante la guerra judia, afιos 66-70 de nuestra era. La viηculacίόη entre este grupo Υ 10s comienzos del cristianismo es tema muy

debatido. Los evangelios sίηόρtίcοs men·· cionan una estancia de ]esus en el desierto al comienzo de su misίόη (Mc 1,12 Υ para·· lelos), Υ ellugar tradicional de ese retiro, conocido ροι 10s peregrinos con οι nom·· bre de monte de la Cuarentena, esta cerca de este Iugar. Respecto a Juan Bautista, 10 que favorece el acercamiento Υ lleva a ρω guntarse si seria esenio es la semejanza entre el bautismo Υ las abluciones θΒθηίιιιι, asociada al anuncio de un ΡrόΧίmο juicio. Las respuestas de 10s historiadoroII ιι estas cuestiones hay que situarlas οη ιιη abanico muy abierto, que va desde la afίr~ macίόη de que ]esus Υ Juan θΙλη οβοηίο. hasta Ιιι ηegacίόη de cualquier tipo do reΙacίόη. Despues de tesis extremas, soste nidas en Ios afιos 1950, que haclan do Qumran la fuente principal del cristianis· mo, la tendencia actual es, mas bien, do marcar las diferencias, dentro del judal8~ mo extremadamente diversificado do1 sigl0 ι. Los esenios de Qumran eran pur08, formaban un grupo sectario, rechazaban mezcIarse con eI puebIo pecador. Νί ]θΒίl8 ni Juan Bautista se corresponden con 080 mode10. Sin embargo, es posible que ΙθΒίιι ο sus discipulos conocieran a simpatizantel de 10s esenios que vivieran menos retirados, Υ que algunas ideas ese!ι.ίas, eapeeiίil­ mente de οrganiΖacίόn, tuvieran su influjo en la Iglesia despues de la dίSΡersίόη do 10s que vivieron en Qumran Υ de la deatruccίόn de su establecimiento ρο! 10. romanos durante Ιιι guerra judia. νιιιίοl historiadores estiman que Juan fue forma do en Qumran antes de entregar su men·· saje a una multitud ffias mezcIada.

Ι)

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

REFERENCIA BAUTISMO DE ]UAN EL BAUTISTA Υ BAUTISMO CRISTIANO

iTiene eI bautismo cristiano eI mlsmo sentido que eI bautlsmo que admlnlstraba ]uan Bautista? Hay varias cosas sobre las que ηο hay certeza en reΙacίόn con el bautisrno que adrninistraba Juan Bautista. i,Era un «bautismo de arrepentirniento para la rernisίόη de 10s pecados» como afirrna Mc 1,4, ο un rito que «servia ηο para hacerse absolver de ciertas faltas, sino para purificar el cuerpo despues de que el alrna hubiera sido previarnente purificada por la justicia», segun la Ρreseηtacίόn que de el hace Flavio Josefo? i,Lo adrninistraba Juan una sola vez ο era reiterable? Εη cuanto al bautismo cristiano, 10s textos del Nuevo Testamento que aluden a el le ponen en relacibn explicita con la rnuerte Υ resurreccίόn de JesUs. Asi en

Pablo: «Cuantos fuirnos bautizados en Cristo Jesus, fuirnos bautizados en su rnuerte» (Rrn 6,3). Υ Lucas, haciendo hablar a Pedro en 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles, presenta la receΡcίόη del bautisrno cristiano corno signo de adhesίόn a la fe en la resurreccίόη de Jesus: «Con-vertios Υ que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nornbre de Jesucristo, para Ρerdόη de vuestros pecados; Υ recibireis el don del Espiritu Santo» (Hch 2,38). Progresivarnente, el bautisrno llegara a ser el signo visible de la pertenencia a la Iglesia, corno 10 es todavia en la actualidad. Aunque algunos efectos del bautisrno cristiano retornan 10s del bautisrno adrninistrado por Juan Bautista, por ejernpl0 la rernίsίόη de 10s pecados, 10 cierto es que estos dos bautisrnos ηο tienen la rnisrna envergadura ni perspectiva.

bautlzaba» Οη 3,22). Υ el texto continιia haclendo intervenlr a informadores que van a Juan Bautista para advertlrle: «Rabbί, el que estaba contlgo al otro lado del Jordan, aquel de qulen diste testlmonlo, mlra, esta bautlzando Υ todos se van a el» Οη 3,26). Otro pasaje del mlsmo evangelio de Juan corrige esta afirmacίόη diclendo que «ηο era Jesιis mlsmo el que bautlzaba, slno sus dίscίΡuΙ0S Οη 4,2). Sin embargo, se trate de Jesιis en persona ο de sus dίscίΡuΙ0S, retomar el mlsmo rlto lndica una fuerte contlnuidad. Con todo, esa contlnuldad ηο durό mucho tlempo. Hasta la Ρasίόη, tanto en Juan como en 10s demas evangelios, la coηtίηuacίόη de 10s relatos ya ηο muestra nunca a Jesus admlnlstrando bautlsmos ο pidiendo a sus dίscίΡuΙ0S que 10 hagan ellos. Jesιis fue bautlsta. Pero el eΡίteto sόΙ0 se le puede atribulr en las primeras semanas de su Ρredίcacίόη. Juan tenla disclpulos. Jesιis, cuando emΡeΖό a predicar, tambien reuηίό junιo a sί dίscίΡUΙοs Υ 10S coηservό casi hasta el final. Era ίο normal en todos 10s maestros de la aηtίgϋedad, rabinos judίοs, fiΙό­ sofos grlegos ο predicadores populares disemlnados por el lmperlo romano. Α sus disclpulos Jesus 10s recΙutό con toda naturalidad en el entorno de Juan Bautista, del que el mlsmo habίa formado parte. ΕΙ modo como el cuarto evangelio cuenta las cosas es un relato muy vίvο, en el que las relaciones lnterpersonales juegan un gran papel:

LOS COMIENZOS DEL MINISTERIO DE JΕSΌs

ΑΙ dia siguiente, ]uan se encontraba de nuevo alli con dos de sus discipulos. Fίjάndοse en ]esus que pasaba, dice: «He ahi el Cordero de Dios». Los dos discipulos le oyeron hablar asi Υ siguieron α ]esus. ]esus se νοΙνίό Υ, aΙ ver que le seguian, les dice: «dQue buscάίs?». Ellos le respondieron: «Rabbi -que quiere decir "Maestro"- ddόnde vives?». Les reSΡοndίό: «Venid Υ Ιο vereis». Fueron, pues, vieron dόnde νίνίa Υ se quedaron con el aquel dia. Era mάs ο menos Ιa hora decima. Andres, el hermano de Sίmόn Pedro, era uno de los dos que habian oido α ]uan Υ habian seguido α ]esus. Este encuentra primeramente α su propio hermano, Sίmόn, Υ le dice: «Hemos encontrado aΙ Mesias» -que quiere decir Cristo-. Υ le ΙΙevό α ]esus. Fijando ]esus su mirada en el, le dijo: «Tu eres Sίmόn, el hijo de ]uan; tu te ΙΙamarάs Cefas», que quiere decir "Piedra"» (Ιη 1,35-42).

La escena prosigue con 1a llamada de otras dos personas: Fe1ipe, de1 mismo pueb10 que Pedro Υ Andres (Ιη 1,43-44) Υ, 1uego, Natanae1 (J η 1,45-51) a1 que 1a tradίcίόη ha identificado en 1a 1ista de 10s Doce como Barto1ome. ΑΙ fina1 de1 episodio, son cinco 10s que se ponen a seguir a Jesus, pasandose de Juan Bautista a Jesus gracias a 1a seduccίόη enigmatica que e1 nuevo maestro ejerce sobre ellos. Jesus cambia a Sίmόη de nombre Υ 1e llama Cefas (su equiva1ente en griego es petros), pa1abra que significa «roca», a1go asl como si Jesus tomara Ροsesίόη de su persona. Es verdad que, segun e1 evange1ista Juan, Juan Bautista habla dado a Jesus υη tltu10 que evocaba su excepciona1 destino: «Cordero de Dios», eΧΡresίόη que hace pensar en 10s corderos de 1a pascua judIa, Υ en e1 adjetivo que signifiC
,------

1IΞiΞI!B DIFERENTES CLASES DE BAUTISTAS

Cuando se habla de 10s Bautistas del sigl0 de nuestra era, se esta designando con ese termino a predicadores judios que acompaiίaban su mensaje con un rito de agua destinado a la Ρurίfίcacίόnο al perdόn de 10s pecados. Νο hay que confundirlos con 10s cristianos baptistas, termiι

ηο que designa actualmente a grupoa pro testantes herederos de 10s anabaptistaa do sigl0 XV1, que tienen en comίln rechazar • bautismo de niiίos. Erι la actualidad 101 unos quince millones en todo el mundo, d. 10s que un 80% viven θη Estados Unidol d. America.

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JESOS, MAESTRO Υ TRAUMATURGO

BIBLIA 1Α LLAMADA DE ELISEO ΕΝ ΕΙ LIBRO PRIMERO DE LOS

Numerosos relatos de vοcacίόη obedecen a un esquema claslco: el maestro encuentra a una persona, la llama con un gesto ο una palabra. elllamado manifiesta eventualmente una reticencia, Υ, luego, abandona su actividad Υ finalmente se pone a seguir al maestro. Asi Elias llamando a Eliseo: ΡarΙiό de al1i [e1 monte Horeb] Υ encοntrό a E1iseo, hijo de SafaI, que esIaba arando. 'funia frente a e1 doce yuntas Υ e1 esIaba

REYEs

con 1a duodecima. Elias Ρasό a su 1ado Υ 1e echό su manto encima. Entonces Eliseo abandοnό 10s bueyes Υ echό a correr tras Elias, diciendo: «Dejame ir a besar a mi padre Υ a mi madre Υ te seguire». Le resΡοndiό: (dInda Υ vue1vete, pues ique te he hecho?». Vο1viό atras E1iseo, tοmό 1a yunta de bueyes Υ 10s οfreciό en sacrificio. Con e1 yugo de 10s bueyes asό 1a carne Υ 1a enΙregό a1 pueb10 para que comieran. Luego se 1evantό, siguiό a Elias Υ 1e servia. (l R 19,19-21)

Υ,

a 1a vez, e1 espacio en e1 que ΙΙamό a sus primeros dίscίΡu10S a seguir1e. La Ρreseηtacίόη que hacen Mateo, Marcos Υ Lucas, 10s evange1istas sίηόρtίcos, es distinta. De creer1es, casi se Ροdrίa decir que Jesus eηtrό en Ρredίcacίόη como se entra en re1ίgίόη. Εη cuanto fue bautizado por Juan Bautista, Jesus se fue durante cuarenta dίas a1 desierto, 1ugar de retiro Υ de prueba Υ υη tiempo que hace pensar en 1a estancia que 10s hebreos hicieron en 1a Ρeηίηsu1a de1 Sίηaί en tiempos de Moises. Los re1atos de su teηtacίόη por e1 diab10, que anticipan 1as tentaciones a que Jesus se vίο sometido despues, son justamente ce1ebres Υ han originado una rica iconografίa (Mt 4,1-11; Lc 4,1-13). Sό10 despues, Jesus, habiendo c1arificado, por asί decir, 10 que Dios 1e Ρedίa que hiciera, ΙΙamό a sus primeros dίscίΡu10S. Este otro re1ato de vοcacίόη aΡοstό1ίca es tambien υη texto conocido de1 que damos aquί 1a versίόη de Marcos:

Bordeando el mar de Galilea, νίο α Sίmόn Υ Andres, el hermano de largando las redes en el mar, pues eran pescadores. ]esus les dijo: «Venid conmigo, Υ os hare llegar α ser pescadores de hombres». ΑΙ instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un ροco mάs adelante, νίο α Santiago, el de ~ebedeo, Υ α su hermano ]uan; estaban tambien en Ιa barca arreglando las redes; Υ aΙ instante los ΙΙamό. Υ ellos, dejando α su padre Zebedeo en Ιa barca con los jornaleros, se fueron tras el (Mc 1,16-20). Sίmόn,

Cada tipo de re1ato tiene sus puntos de insistencia. Εη este, 10s candidatos ηο se 10 van comunicando unos a otros. Las pa1abras que

94

LOS COMIENZOS DEL MINISTERIO DE JΕsύs

se pronuncian se reducen a una orden dada por Jesus a personas que parece que ηί e1 mismo conoce, orden a la que inmediatamente sigue 1a obediencia. Υ esa obediencia es radica1: 10 dejan todo, sus redes, sus compafieros de pesca Υ su fami1ia. Ιο mismo que e1 texto de1 evange1io segun Juan, nos equίvοcarί­ amos si quisieramos 1eer este re1ato como υη reportaje minucioso de 10 que hίstόrίcameηte sucedίό. La escena esta construida, mas bien, a partir de υη esquema estereotipado, como se encuentran otras en 1a Bib1ia, por ejemp10 en 1a llamada de Μateο-Levί (Mt 9,9; Mc 2,1314) [vease ρ. 103]. La insistencia recae sobre 10s componentes fundamenta1es de una vοcacίόη autentica: se toma a 1a persona con sus capacidades Υ sus 1imitaciones -e1 pescador de peces se convierte en «pescador de hombres»-, se 1e llama en medio de sus ocupaciones ordinarias, 1a persona se da por entero, cuerpo Υ bienes, Υ sin mirar atras. Εη 10 que e1 texto insiste es en 1a radica1idad de1 compromiso. La llamada de E1iseo por Elίas, que se narra en e1 Antiguo Testamento, obedece a υη esquema ana10go (l R 19, 19-21). Tras estas primeras llamadas, vendran otras. De cuatro ο cinco al comienzo, 10s dίscίΡu10S se convierten enseguida en doce, numero sίmbό1ίco que recuerda e1 numero de 1as tribus de Israe1 Υ muestra, por parte de Jesus, su ίηteηcίόη de afectar a1 pueb10 e1egido en su tota1idad Υ en su identidad teο1όgίca. Siguiendo a1 evange1ista Lucas, se hara habitua1 reservar para estos doce e1 tίtu10 de aΡόst01es, pa1abra que procede de1 griego Υ que significa «enviado». Pero en su origen, e1 termino «aΡόst01» teηίa una aceΡcίόη mas amp1ia. Εη cuatro 1ugares de1 Nuevo Testamento aparece una 1ista de Doce (Mt 10,2-4; Mc 3,16-19; Lc 6,13-16; Hch 1,13). Α pesar de a1gunas variantes en su οrdeηacίόη, son muy semejantes entre sί. Α Pedro se 1e nombr,l siempre e1 primero Υ a Judas Iscariote e1 U1timo. He aquί 1a 1ista del Evange1io de Lucas, que brota en unas circunstancias en 1as que el Evange1ista dice que Jesus se1eccίοηό a sus aΡόstοles entre υπ grupo mas numeroso de dίscίΡu10S:

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _E1ΞiΞEB 10s DOCE ΑΡόSΤΟLΕS Εη el grupo de 10s Doce habia tres parejas que tenίan el mismo nombre. Hay dos Sίmόη: Sίmόη-Ρedrο, el jefe del grupo, Υ Sίmόη el zelota (ο celoso). Hay dos SantIago: el hijo del Zebedeo, que es llamado Santiago el Mayor (el de Compostela) , Υ el hijo de Alfeo,llamado SantIago el Menor. Hay dos Judas: el traidor, Judas

Iscariote, Υ Judas hijo de SantIago, al qu. Mateo Υ Marcos llaman Tadeo. Bartolome fue identificado por la tra· dίcίόη con Natanael al que Βθ nombra θη Ιη 1,45-51. Mateo es sin duda la mi8ma persona que Levi (comparar Mt 9,9 Υ

Mc 2,13-14).

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

REFERENCIA ί CόΜΟ RECONOCER Α LOS ΑΡόSΤΟLES ΕΝ LA ICONOGRAF1A?

Por 10 general son identificables por un objeto que les caracteriza, aunque la tradicίόn ηο sea completamente fija respecto de algunos: Sίmόn-Ρedrο lleva las llaves del Reino de 10s cielos (Mt 16,19) Υ a veces esta acompaftado por un gall0 (Mt 26,74-75). Andres lleva una cruz θη aspa, instrumento de su suplicio. Santiago el Mayor lleva 10s atributos de 10s peregrinos (el sombrero con la concha Υ el bordόn) de Compostela, lugar legendario de su enterramiento. Juan tiene θη sus manos un caliz del que escapa una .serpiente (alusίόn a una leyenda segun la cual se hizo beber al aΡόstοl una copa envenenada que ηο le hizo dafto alguno). Felipe tiene una cruz latina, que fue el instrumento de su suplicio. Bartolome tiene θη las manos el cuchillo que servίa para desollar. Mateo-LeVΊ tiene un hacha ο una lanza (instrumento de su suplicio). Tomas

tiene una escuadra ο una regla de arquitectura, aΙusίόn al saber hacer que la tradicίόn le atrίbUΥό. Santiago el Menor tiene una paleta de lavandero ο una espada. Sίmόη el Zelota, una sierra (aΙusίόn a su suplicio), Judas Tadeo tiene θη las ma-nos una maza ο una espada Υ θη ocasiones le acompafta una barca. Aftadamos los atributos tradicionales de tres hombres que ηο formaron parte del grupo inicial de 10s Doce, pero a 10s que tambien se les ΙΙamό aΡόstοles: san Pabl0 tiene una espada, la espada de la palabra de Dios (referencia a Ef 6,17). San Matias, al que se aftadiό al grupo de 10s Doce despues de la Ascensίόn (Hch 1,15-26), un hacha, una espada ο una maza. Bernabe, compaftero de Pablo θη 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles, es reconocible por unas llamas ο por una hoguera (murίό quemado vivo).

Por aquellos dias, se fue el [Iesus] aΙ monte α orar Υ se Ρasό Ιa noche Ιa οracίόn de Dios. Cuando se hizo de dia, ΙΙamό α sus discipulos Υ eΙίgίό doce de entre ellos, α los que ΙΙamό tambien aΡόstοΙes: Α Sίmόn, α quien puso el nombre de Pedro, Υ α su hermano Andrfs; α Santiago Υ ]uan, α Felipe Υ Bartolome, α Mateo Υ Τοmάs, α Santiago de Alfeo Υ Sίmόn, llamado Zelota; α ]udas de Santiago Υ α ]udas Iscariote, que fue en

el traidor (Lc 6,12-16). Los Evangelios presentan a los Doce como el pequefio grupo de los hombres de confianza en los que Jesus podIa apoyarse. Los envίό a predicar de dos en dos sin acompafiarlos fisicamente, despues de darles consignas (Μ t 10,1-42 Υ paralelos). Partieron, asl pues, Υ volvieron muy orgullosos de su exito (Lc 9,10). Ιο que ηο ίmΡίdίό que υnο de ellos le traicionara (Mc 1,10-11 Υ paralelos) nί que todos le abandonaran en el momento mas dificil (Mt 26,56 Υ paralelos). Habra que esperar a la Resurreccίόη Υ Pentecostes para que los miembros de este grupito, hombres cuyas debilidades ηο dudan en contar los evangelistas (por ejemplo Mc 8,32-33; 9,33-37; 10,35-40) se conviertan en los heraldos convencidos de la aventura a que fueΓοη lntimamente asociados. Todos, salvo Juan, murieron martires, pagando con su propia vida su fidelidad. M.Q. 96

3.2. LA ENSENANZA DE JΕsύs

υΑΝ el Bautista fue apresado por orden de Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, sin duda en el otofΊo del afΊo 27; Υ ηο fue ejecutado hasta afΊo Υ medio despues, en la primavera del 29. Su deteηcίόη fue con seguridad el fulminante de la mίsίόη de Jesus" AcompafΊado de algunos que se convertirlan en sus discIpulos, Jesus vίvίό unos tres a:fΊos como predicador itinerante, yendo de pueblo en pueblo entregando un mensaje que enseguida se hizo notar por su originalidad. Sin su muerte tr
J

Despues que ]uan fue entregado, marchό ]esus α Galilea; Υ proclamaba Ιa Buena Nueva de Dios: «ΕΙ tiempo se ha cumplido Υ εl Reino de Dios estά cerca; convertios Υ creed en Ιa Buena Nueva» (Mc 1,14-15).

~ UN PROFETA Ο υΝ SABIO?

Evangelio*, Reinado de Dios, son dos palabras que forman partc, ' .

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siones de la Biblia judia. Evangelio es un termino formado a parti .. del griego, cuyo equivalente hebreo es besorah; quiere decir simplemente «buena noticia, anuncio de un acontecimiento feliz». 1\)1" ejempl0, el mensajero que anuncίό a David la muerte del rey Si:\ίll esperaba, debido a la hostilidad del viejo rey para con su joven rivi:\I, anunciarle una buena noticia, un «evangelio» (2 S 4,10). 9'7

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

Reinado de Dios corresponde tambien a una tematica del Antiguo Testamento; es una eΧΡresίόη, con multiples connotaciones, que asocia simultaneamente las tres ideas de reino, reinado Υ realeza. Εη 10s tiempos de 10s reyes de Israel, cuya mίsίόη era ser 10s lugartenientes de Dios, de quien ellos recibian el trono; la tarea del rey consistla en establecer Υ salvaguardar el Reinado de Dios. Muchos de ellos frustraron esa expectativa, que se traηsfirίό a la de ιιη rey Meslas, expectativa esta muy viva en el primer siglo de nuestra era. Ει serla quien instaurarla realmente ese reino ο reinado: υη periodo de observancia sin deficiencia algnna de la Tora, ιιη reino de jnsticia Υ de paz. Un texto muy bello dellibro de Isalas asocia en ιιη mismo pasaje el anuncio de ese reino Υ la idea de evangelio: «jQue hermosos son sobre 10s montes 10s pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia saΙνacίόη, que dice a Sίόη*: "jYa reina tu Dios»!"» (Is 52,7). ΕΙ mensaje de Jesus, tal como 10 presenta Marcos, se situa directamente en continuidad con ese anuncio: proclama que llega ιιη tiempo nuevo. Es una buena noticia para todos Υ especialmente para las Vlctimas de la injusticia, 10s pobres; conviene prepararse para acogerl0. Νο se dice claramente si se trata de ιιη futuro Ρrόχίmο ο de una sίtuacίόn presente, ya discretamente actuante. Retomando la fοrmulacίόn clasica de esta cuestίόη, se duda en saber dόηde situar el reinado de Dios, si en el «ya» ο en el «todaVla no». De hecho es una realidad a la que sόΙ0 se puede acceder mediante ιιη movimiento de la persona. Ya ο todaVla ηο, el reinado de Dios siempre esta adelante. Cuando Juan el Bautista, ya en Ρrίsίόη, eηνίό una embajada a Jesus para saber si era el realmente el Meslas* esperado, Jesus les dijo: «Id Υ contad a Juan 10 que OlS Υ veis: 10s ciegos ven Υ 10s cojos andan, 10s leprosos quedan limpios Υ 10s sordos oyen, 10s muertos REFERENCIA

DIFERENTES SENTIDOS DEL TERMINO «EVANGELIO» Εη

griego profano, el termino se aplica a cualquier buena noticia. Εη la Biblia griega de 10s Setenta* (LXX), quedό reservado para la Buena Notlcla de1 Relno de Dlos. Cuando fue retomado por 10s cristianos del sigl0 primero, 10 hicieron en un doble sentido: el Evangelio (generalmente escrito con mayuscula) es la Buena Noticia de Ia Resurreccίόη (principalmente en san Pablo); tambien, Υ sigue la mayuscula, el contenido total del mensaje de JesUs.

98

Como la palabra figura en el primer versiculo de Marcos (1, 1), ya a finales del sigl0 ΙΙ se hizo costumbre designar con el nombre de «evange1los» a 10s cuatro lιbn­ tos «biograficos» dedicados a Jesus de Nazaret, nuestros cuatro evangelios caηό­ nicos* (la primera atestacίόη segura esta en las obras de Ireneo, muerto el afιo 202); se amΡliό su uso aplicandol0 tambien a 10s evangelios aΡόcrίfοs. Cuando se refiere a 10s libros se suele escribir con minUscula.

ΙΑ

ENSENANZA DE JΕSύs REFERENCIA

10s FΙLόSΟFΟS CiNICOS Dίόgenes

(413-327 a.C.), el hom.bre que dormia en un tonel Υ que pedia a Alejandro Magno que se retirara para ηο privarle del sol, es el mas celebre de 10s filόsοfοs de la escuela cinica. Pero su fundador es Antίstenes (444-365 a.C.), un alumno de Sόcrates (470-399 a.C.). La escuela cinica se caracteriza por su voluntad de volver a la naturaleza Υ por su menosprecio de todo 10 convencional.

Su nombre le viene del griego kyon (genIi kynos) , que significa «perro». Algunoll historiadores Υ biblistas han intentado establecer semejanzas entre la ensenanzI\ de ]esus Υ la de 10s cinicos. Sin embargo. hablar de influencia de 10s cinicos en ]θΙΙίιll es asunto problematico, tanto mas CUllnto que ηο poseemos ίηfοrmacίόn sobre 111 dίfusίόη del pensamiento cinico οη ΟΙ mundo judio del sigl0 primero.

νο

resucitan Υ se anuncia a 10s pobres la Buena Nueνa; ίΥ dichoso aquel que ηο halle escandalo en mH» (Mt 11,4-6). Νο es suficiente νer Υ οίΓ: se requiere, ademas, ponerse a hacer el camino que se ha abierto. Predicador de la Buena Nueνa Υ anunciador de nueνos tiempos: asl es como 10s eνangelios presentan a Jesίιs al comienzo de su vίιΙι pUblica. Εη reΙacίόη con 10s heroes del Antiguo Testamento esto lc sitίιa en la lίnea de 10s profetas. Sin embargo el contenido de SlI mensaje ηο se reduce a eso. Aparecen en e] muchos logia* (palal)r,1 griega que significa «oraculo» Υ que se ha convertido en υη termino tecnico para designar las palabras de Jesus) de otro tipo Υ que Sl' parecen mas a maximas de sabidurla. Las mas celebres son las par,1bolas. Otras, mas cortas, hay que emparentarlas con sentencias proverbiales, como las que encontramos en ellibro de Ben Sira, el Sabio, ο en 10s Proνerbios. Por ejemplo esta frase celebre: «Nadie pllclic serνir a dos sefiores; porque aborrecera a υηο Υ amara al otro; ο l)ien se entregara a υηο Υ despreciara al otro. Νο podeis serνir a Dios Υ ,ιl Dinero» (Mt 6,24). Podemos entonces preguntarnos si Jesus es m<.1s heredero de 10s sabios de Israel que de 10s profetas. Tambien se han podido establecer semejanzas entre el contenido de su ensefianz
el dIlUIILiaJur del Reil1aJu Jt: Όιω, lul> t:Vdιψ,elί~­

tas hayan acentιιado υη aspecto particlllar de su mensaje, al est
JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

REFERENCIA Ει JESUS SEMINAR

Se designa con e1 nombre ]esus Seminar (Serninario de Jesus) a un grupo que se reune desde 1985 en la universidad de Sonoma, en California, para trabajar sobre la figura hίstόrίca de Jesus de Nazaret. Su originalidad consiste en estar integrado ηο sόΙ0 por exegetas e historiadores, sino tambien por otras personalidades interesadas por el tema Υ con competencias muy diversificadas: polίticos, artistas, periodistas, etc. Con frecuencia se han censurado sus metodos de trabajo por su falta de rigor cήtίcο. Ha habido caso, por ejemp10, en que 1a probabi1idad

de que un logion fuera ο ηο pronunciado por Jesus se ha deterrninado mediante votacίόn en esa asamb1ea tan heterόclita. Este grupo es uno de 10s que han emitido 1a tesis de 1a semejanza de Jesus con e1 movimiento cinico. Aunque sus tesis extremas sean poco aceptadas por el mundo cientifico, ha tenido el merito de devolver su importancia a la dimensίόn sapiencial de la ensefιanza de Jesus. La insistencia de 10s itltimos decenios sobre su dimeηsίόη profetica Υ apocalίptica10 habia ocultado un poco.

Jestls, lprofeta ο sabio? Difίcil dar por acabado el debate. ΕΙ parentesco con determinados sabios de Israel existe; Ia proximidad con Ia corriente clnica ηο hay que excIuirIa sin previo examen. Pero parece reductor Iimitar a eso el mensaje de Jestls. Muchas de sus paIabras Υ de sus parabolas tienen una tonalidad escatοlόgίca; el termino «Hijo del hombre», con que el mismo se designa, pertenece tambien al mundo apocaliptico*; el anuncio de Ia destruccίόη del TempIo de JerusaIen dificiImente puede separarse de su Ρredίcacίόη. Cuanto mas se ve que merece Ia pena hacer aproximaciones entre el mensaje de Jesus Υ el de algunos de sus contemporaneos -Ias paIabras ηο Ie vinieron por geηeracίόη espontanea- tanto mas vano parece pretender expIicarIe mediante υη modelo tlnico. Parece que su mensaje se impuso a sus oyentes principaImente por su originalidad. UNA ENSENANZA Υ υΝ COMPORTAMIENTO NUEVOS

Desde el comienzo de su vida pubIica, Jesus ΙΙamό Ia ateηcίόη por Ia originalidad de su comportamiento Υ de sus discursos. lEn que sitios tomaba Ia paIabra? -Εη Ia calle Υ en 1a pIazas pubIicas, ciertamente, como se hacla en todo el Ρrόχίmο Oriente. Muchos de sus discursos se sittlan tambien fuera de 10s pueb1os, en cuaIquier sitio de 1as coIinas de GaIiIea ο de Ias orillas deIIago Tiberlades. Mateo Ie presenta diciendo su famoso Sermόη en una montafΊa (Mt 5-7), Υ Lucas, al contrario, diciendo υη discurso muy semejante a ese, en una llanura (Lc 1,17-49). Marcos menciona muchas veces el entorno deI1ago como escenario: 10s oyentes se agIomeran, entonces, en Ia orilla; 100

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ENSENANZA DE JΕsύs

Jesιis habla sentado, desde una barca situada a unos metros del borde, de forma que la superficie de las aguas hiciera de resonador Υ la palabra pudiera llegar a los oyentes (Mc 1,13; 4,1). Podia llegar a suceder que las gentes se quedaran tanto tiempo escuchandole en pleno campo que al atardecer se dejaran sorprender por la hora de cenar sin haber previsto provisiones con que saciar el hambre; en una οcasίόη de este tipo se produjo el milagro conocido con el nombre de muΙtίΡΙίcacίόη de los panes (Mt 14,13-21 Υ paralelos). Pero hay que pensar tambien en ocasiones mas institucionales, como las reuniones de οracίόη en las sinagogas*. Εη efecto, era habitual pedir a un huesped que estuviera de paso, notable por su saber ο por la calidad de su juicio, que pronunciara la homilίa tras la lectura de la Tora* (un texto del Pentateuco*) Υ de la Haftara* (un texto extraldo de un libro profetico que ilustraba el pasaje de la Tora previsto para el ciclo de lecturas). Los evangelios mencionan en bastantes ocasiones una ensefianza de ese tipo en las sinagogas (por ejemρΙο Mt 4,23; 9,35), recibida por 10 demas con mayor ο menor aceptacίόη segιin los casos. Jesιis tuvo exito en Cafarnaιin, el pueblo en que vivlan Pedro Υ Andres Υ donde el mismo Jesιis estuvo muchas veces (Mc 1,21; Lc 4,31-32). Pero el resultado fue claramente peor en su aldea de Nazaret, donde se sabla que aunque tuviera un buen nivel de cultura religiosa ηο habia hecho estudios especializados: ηο era mas que el carpintero del pueblo (Mt 13,53-58; Mc 6,1-6; Lc 4,16-24). Εη ocasiones se le contaba como demerito que nofuera un maestro patentado como los escribas Υ legistas, pero eso mismo fue tambien una de las causas de que le acogieran mas favorablemente, como sefiala el evangelio segιin Marcos: «Υ quedaban asombrados de su doctrina, porque les ensefiaba como quien tiene autoridad, Υ ηο como los escribas» (Mc 1,22). Por muy maestro cualificado quc uno sea, si la ensefianza que dispensa ηο hace mas que repetir los discursos usuales, 10 ιinico que provoca es un aburrimiento educado. Manifiestamente, la ensefianza que proporcionaba Jesιis resaltaba sobre la de un buen nιimero de sus contemporaneos. Sin embargo, originalidad ηο quiere decir ausencia total dc semejanza con la ensefianza de otros maestros. Se ha podido asemcjar a Tesιis con los fariseos*. υηο de los aspectos seductores de stI mensaje era su lectura abierta de la ley* judia, una interpretaci6n desprovista de todo formalismo, sin coηcesίόη a la facilidad pero sin rigidez, que con frecuencia se ha comparado con la ensefianza lic Hillel, un maestro fariseo de Babilonia, cuya vida incluye numerosos trazos legendarios Υ del que la tradίcίόη dice que muri6 a la edaLi de 120 afίos, alrededor del afio 45 de nuestra era. Hillel elliberal Sl' opuso a Shammay el rigorista Υ los debates entre ambos formal),1I1 Ι () Ι

JΕSύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

parte del folklore judίο. Ρrόximο a la corriente farisea en muchos aspectos de su ensefianza, Jesιis se opuso muy frecuentemente a ellos a ΡrΟΡόsίtο, por ejemplo, de la observancia del sabado. Νο sόΙ0 aceptaba realizar curaciones en ese dίa, estimando que la salud de un enfermo ο de un desvalido es mas importante que el respeto minucioso a una lista de trabajos prohibidos en sabado (Mt 12,9-14 Υ paralelos, Ιη 5,8-10; 9,13-16), sino que defeηdίό vigorosamente a sus dίscίΡuΙ0S que habίaη recogido espigas un sabado para alimentarse: Υ sucedίό que un sάbαdο cruzαbα ]esus por los sembrαdos, Υ sus disempezαron α αbrir cαmino αrrαncαndo espigαs. Deciαnle los

cipulos

fαriseos: «Mirα, dPor quέ hαcen en sάbαdο Ιο que no es licito?». Ει les

dice: «dNuncα hαbέίs leido 10 que hizo Dαvid cuαndo tuvo necesidαd, Υ έΙ Υ los que le αcompαfιαbαn sintieron hαmbre, cόmο entrό en Ια Cαsα de Dios, en tiempos del sumo sαcerdote Abiαtαr, Υ comίό los pαnes de Ια presenciα, que sόΙο α los sαcerdotes es licito comer, Υ dio tαmbίέn α los que estαbαn con έΙ?». Υ les dijo: «ΕΙ sάbαdο hα sido instituido pαrα el hombre Υ no el hombre pαrα el sάbαdο. De suerte que el Hijo del hombre tαmbίέn es sefιor del sάbαdο» (Mc 2,23-28). «ΕΙ sabado ha sido instituido para el hombre Υ ηο el hombre para el sabado». La sabίdurίa de Jesιis se apoya, casi en su totalidad, en esta afirmacίόη, Ρrόχίma, por 10 demas, a 10 que ensefiaban sin duda 10s maestros fariseos mas abiertos. Εη efecto, en el Tαlmud* aparece una afirmacίόη muy Ρrόχίma a ella: «ΕΙ sabado esta en vuestras manos, porque esta dicho: ΕΙ sabado es para vosotros». (Tαlmud

DOCUMENTO 1Α ΕΝSΕΝΆΝΖΑ DE HILLEL

contraste entre las proposiciones rigoristas de Shammay Υ la ensenanza mucho mas abierta de Hillel ίmΡresίοηό mucho a sus contemporaneos; Υ fue objeto de multiples anecdotas narradas en el Talmud. La siguiente es una eΧΡresίόη clasica de la diferencia entre 10s dos maestros: ΕΙ

Otra historia de un extranjero que fue a Sharnrnay Υ 1e dijo: ((Hazrne proselito, a cοndiciόn de que rne ensenaras toda 1a 7bra en e1 tiernpo que ΥΟ pu,.eda resistir apoyandorne en un so10 pie». E11e rechaΖό con 1a vara de rnedir que tenla en 1a rnano. ΕΙ extranjero fue a Hillel, que le hizo prose1ito diciendo1e: ((10 que no quieras para ti no se 10 hagas a tu Ρrόjirnο. Ahi se contiene

102

toda 1a 7bra. Ε1 resto no es rnas que ap1icaciones: aprende1o». (Talmud de

Babίlonia, Shabbat

31a;

trad. segun J. Bonsirven) Con este episodio puede emparentarse la respuesta que Jesus dio a un fariseo que le Ρreguηtό por el mayor mandamIento de la Ley: <<.Amaras al SEIirOR tu Dios con todo tu cοraΖόη, con toda tu alma Υ con toda tu mente: este es el primero Υ el principal mandamiento. ΕΙ segundo es semejante: Amaras a tu Ρrόjίmο como a ti mismo. Εη estos dos mandamientos se resume toda la Ley Υ 10s Profetas». (Mt 22,37-40)

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ENSENANZA DE JΕsύs

de Babilonia, Yoma 85b). Sin duda, en 10 que JesίIs se dίstίηguίa de la de 10s fariseos de su tiempo, era en que traducίa en hechos el contenido de su ensefianza, aunque tuviera que pasar por ser un provocador. Τemίa escandalizar a 10s pequefios, pero ηο dudaba en marcar sus diferencias frente a otros maestros; el debate a veces vίο­ lento entre maestros judίοs formaba parte, por 10 demas, de las costumbres de la epoca. υηο de 10s puntos sobre 10s que Jesus escandalizaba mas era en la acogida que daba a 10s pecadores, a 10s poco observantes, a todos aquellos a 10s que su estado de vida marginaba de la sociedad de 10s justos. Entre 10s Doce* figuraba un publicano*, dicho de otro modo un recaudador de las tasas impuestas a las poblaciones judίas por 10s romanos, un agente del poder colonial, en una palabra un mal judίο. La historia de su llamada Υ de la comida que a cοηtίηuacίόη tuvieron en su casa, junto con otros tan poco recomendables como el, es justamente celebre: maΥοrίa

Cuando se iba de αΙΙί, αΙ pasar νίο fesus a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, Υ le dice: «Sίgueme». ΕΙ se Ιevantό Υ le sίguίό. Υ sucedίό que estando έΙ a Ια mesa en Ια casa, vinieron muchos publicanos Υ pecadores, Υ estaban a Ια mesa con fesus Υ sus dίscίΡUΙΟS. ΑΙ verlo los fariseos decίan a los dίscίΡUΙΟS: «~Por que come vuestro maestro con los publicanos Υ pecadores?». Mas el, αΙ αίrΙο, dijo: «Νο necesitan rnedico Ios que estάη fuertes sino los que estάn mal. Id, pues, a aprender que significa "Misericordia quiero, que no sacrificio" [cita de Os 6,6]. Porque no he venido a llaInar a justos, sino a pecadores» (Mt9,9-13). Εη coherencia con ]esίls acogia de forma

su anuncio de un amor de Dios universal, efectiva a todos los pobres de la sociedad, enfermos, desvalidos, viudas, a todos aquellos a quienes su sίtuacίόη fίsίca ο social maηtenίa en desventaja. Εη favor de ellos, sobre todo, utilizaba su poder de saηacίόη. Εη todo esto tοdavίa ηο habίa nad'l que ηο fuera muy aceptable por 10s maestros de su epoca. Mas anormal les resultaba su benevolencia para con 10s pecadores pίIblicos, en quienes el veίa personas desgraciadas ο deseosas de Ρerdόη η1,ίs que infractores. Cuando dejό que una prostituta cubriera de besos sus pies en casa del fariseo Sίmόη (Lc 7,36-50) [vease ρ. 112], cuando remnio a sus propios pecados a 10s acusadores de 1a mujer adύί­ tera (Jn 7,53-8,11), escaηdaΙίΖό. La coherencia entre la ensefianza de JesίIs Υ su comportamiento es sin duda uno de 10s trazos mas fuertes de su personalidad. Εs!<ί tambien en la raίΖ de sus principales dificultades. Tambien muchos judίοs exigentes en materia de la Tora hablaban mal del Templ0 Υ (lrl comercio que en eι fomentaban 10s medios sacerdotales de }erusalcl1. 10

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MAESTRO Υ TRAUMATURGO

Υ

tambien era bastante corriente (Mc 13,1-2) anunciar solemnemente e1 fin de una sίtuacίόη tan inaceptab1e. Pero entrar en aque1 1ugar santo, expu1sar a 10s νendedores Υ νo1car sus mesas, era ir mucho mas al1a de υη mero debate, era sobrepasar toda medida (Mc 11,15-19). ΑΙ hacer1o, Jesus se atrίbuίa una autoridad que sus adνer­ sarios 1e negaban Υ que jugό υη pape1 ηο desdenab1e en e1 comp1ot que se οrgaηίΖό contra el.

LA AUTORIDAD DEL HIJO DEL HOMBRE

Los historiadores se p1antean 1a cuestίόη de1 origen de 1a ensenanza de Jesus Υ de 1a fuerza que emanaba de su persona. Si se ana1iza e1 texto de 10s eνange1ios, dado que 1a 1uz de 1a Resurreccίόη i1umina de manera retrospectiνa 10s hechos Υ pa1abras de Jesus que en ellos se narran, es difίci1 saber cόmο era perceptib1e su autoridad antes de su muerte. Con todo, hay dos e1ementos que se pueden resa1tar: su forma de orar Υ su forma de referirse, en sus pa1abras, a 1a figura de1 Hijo de1 hombre.

REFERENCIA

JΕsύs,

HIJO DEL HOMBRE

«Hijo del hombre»: la eΧΡresίόη griega que ηο remite a nada muy concreto en esta lengua, es un calco del hebreo Υ del arameo. Εη las lenguas semίticas, un hijo del hombre es un ser humano. Los salmos utilizan la eΧΡresίόη para hablar del ser humano en la fragilidad de su cοηdicίόη: «i,Que es el hombre para que te acuerdes de θΙ, el hijo del hombre para que de θΙ te cuides?» (Sal 8,5). Εη esa misma clave, Dios se dirige al profeta Ezequiel11amandole «Hijo de hombre» (ΕΖ 2,1.8). La eΧΡresίόη tiene otras connotaclones en 10s textos ·apocalίpticos.υη pasaje en arameo dellibro de Daniel alnde a ηη misterioso Hijo de hombre que forma parte de una visίόη celeste Υ que, por el contrario, esta lnvestido de poder. «Υο seguίa mirando, Υ en la visίόη nocturna vi venir sobre las nubes del ciel0 alguien parecido a un [hijo de hombre] ser humaηο que se dirίgίό hacla el anciano [Dios] Υ fue presentado ante θl. Le dieron poder,

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honor Υ reino Υ todos 10s pueblos, naciones lenguas le servίan (Dn 7,13-14). La interΡretacίόη de esta visίόη, dada unos versiculos despues, permite saber que se trata de una figura colectiva: el «puebl0 de 10s santos del Altisimo» (Dn 7,27). Υ

Posteriormente esta figura es evocada en terminos menos velados en textos judios aΡόcrifοs*, algunos de 10s cuales han sido objeto de retoques cristianos (Parabolas de Henoc; 4 Esdras 13). Se trata en estos casos de una figura lndividual, ηο ya colectiva, cuya fuηcίόη se identifica mas ο menos con la del Mes13.s, que se manifestara con poder en 10s ultimos tiempos, Υ que parece existir desde antes de la creacίόη del mundo. Aparece con estos rasgos en el Apocalipsis de san Juan (Αρ 1,13; 14,14). Toda esta ίmΡrecίsίόη hace casl imposible determinar el sentido que le daba Jesus cuando empleaba esta eΧΡresίόη. [vease ρ. 270; vol. ι, ρ. 448].

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ENSENANZA DE JΕsύs

Es incontestable que Jesus fue sίmuΙιiηeameηte υη orante Υ υη maestro de οracίόη. Lucas insiste sobre este punto mas que 10s demas eνangelistas. Pero todos 10 mencionan. ΕΙ Padrenuestro, la οracίόη por excelencia de Jesus, existla en formas ya fijas en 10s tiempos de la redaccίόη de Mateo Υ de Lucas (Mt 6,9-13; Lc 11,2-4) [veαse ρ. 381]. Juan pone en boca de Jesus largas oraciones que, aunque el texto ηο se remonte literalmente a1 mismo Jesus, expresan sus actitudes espirituales fundamentales; se dirigia a Dios como a υη padre (J η 17,1-26). Υ el mismo Marcos, que se detiene poco en 1a νida interior del Maestro, le muestra dejando en plena noche e1 grupo de sus discipulos para estar a solas: «De madrugada, cuando tοdaνίa estaba muy oscuro, se Ιeνaηtό, saΙίό Υ fue a υη lugar solitario Υ a11i se puso a hacer οracίόη» (Mc 1,35). ΕΙ mismo Marcos transcribe el texto de la οracίόη que Jesus dίrίgίό al Padre unas horas antes de su crucίfiχίόη: «jΑbbά, Padre!; todo es posib1e para ti; aparta de ml esta copa; pero ηο sea 10 que ΥΟ quiero, sino 10 que quieres tll» (Mc 14,36). Αbbά es υη termino arameo que significa «papa». Ningun judίο, antes de Jesus, se atreνίό, al parecer, a utilizar υη termino tan familiar para dirigirse a Dios. Caraterίstίco de Jesus es tambien el modo como el mismo sc 11ama Hijo del hombre, termino que sόΙ0 se encuentra en su propi<\ boca Υ en circunstancias muy particulares: cuando anuncia su sufrimiento Υ su Ρasίόη (asI Mc 8,31), cuando hab1a de1 adνenimiento escatοlόgίco del Hijo del hombre (asί Mc 13,26), Υ en otros casos mas dificiles de clasificar (asI Mt 8,20). Esta aΡeΙacίόη ha interrogado mucho a biblistas Υ teόΙ0g0S. Ιο νerοsίmίl es que Jesus la usara en su νida hίstόrίca Υ que esta eΧΡresίόη situe a 1a persona a que sc refiere simultaneamente bajo el signo de la fuerza Υ de la debilidati. Sin duda esta relacionada con el hecho de que el entorno de Jesus Ρeηsό, en determinados momentos al menos, que el era el Meslas ιic Israel. Con todo, esto ηο nos permite conocer que conciencia tenί,\ Jesus de su propia mίsίόη. Si es posible descubrir en el, con seguridad, una reΙacίόη muy priνilegiada con Dios Padre. Serίa presuntuoso querer precisar mas. M.l.'.



3.3. LAS PARΛBOLAS DE JΕsύs

parabola es υη rasgo distintivo de la Ρredίcacίόη de Jeslls. Si creemos a los evangelios, que nos presentan unas cuarenta Ρaπίbοlas distintas, Jesus se sίrvίό de ellas profusamente. Por 10 general son pequefios relatos muy graficos que Jesus tοmό de prestado de la vida cotidiana de su tiempo. Tratan de fiestas, semillas, vendimias, pastores que guardan sus rebafios, obreros agrίcoΙas que esperan en la plaza del pueblo a que vengan a contratarlos, discrepancias entre acreedores Υ deudores, etc. Despojadas de su contexto, estas historias pertenecen actualmente a nuestro patrimonio cultural. lQuien ηο conoce, en efecto, la historia del «hijo Ρrόdigο», de la oveja perdida ο la del buen samaritano? Aunque fue υη elemento caracterίstίco de su Ρredίcacίόη, ηο fue Jesus quien ίηveηtό las parabolas. Son patrimonio comlln de la humanidad, que habitualmente se ha comunicado mediante historias, refranes Υ sentencias. Por 10 general, con la ίηteηcίόη de cοη­ vencer a υη interlocutor ο recordarle una verdad nacida de la experiencia. Las historias Υ las comparaciones son, en esos casos, mas apropiadas que ellenguaje directo, pues sugieren sin encerrar, favorecen la refleχίόη apelando tanto a la ίmagίηacίόη Υ a 10 afectivo como a la inteligencia propiamente dicha. Todo esto es muy perceptible en esta parabola tomada del sufismo:

L

Α

Una tarde Rabya escrudriiiaba εΙ suelo α Ια puerta de su choza. - dQuιf l;USC,15 Ral;;:a?, lc ΡΓCgUίίtaίΌίί sus \:cciiιos. - He perdido mi aguja, reSΡοndίό Ιa anciana. Los vecinos se pusieron α bLlscar con ella. Uno dijo: - Rabya, να α anochecer Υ no vamos α tener tiempo para rastrear toda Ια calle. Intenta recordar dόnde se te [αΥό Ια aguja. - ίΙα perdi en casa, dentro en mi casa!, reSΡοndίό. 107

JΕSύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

- Pero entonces, le dijeron extranados sus vecinos, dPor que Ια buscas en Ια calle? - Porque aqui hay luz, eΧΡΙίcό Rabya, mientras que mi casa es oscura como boca de lobo. - jPero bueno, Rabya, Ρrοtestό uno, ni con toda Ια luz del mundo vas α encontrar una aguja que no estά aqui! jEntra en tu casa Υ enciende tu ΙάmΡarα! Rabya se echό α reir: - dQue astutos sois cuando se trata de cosas banales! Pero, dcuάndο vais α usar vuestra inteligencia para vivir en profundidad? Os veo α todos vosotros buscando fuera Ιο que habeis perdido dentro. dCreeis que vais α encontrar α Dios en el mundo exterior? dCreeis que le habeis perdido en alguna sitio fuera de vosotros mismos? Rabya dejό plantados alli mismo α sus vecinos, avergonzados, Υ se metίό en su casa. LAS PARABOLAS ΕΝ Ει ANTIGUO TESTAMENTO

Εη la utί1iΖacίόη de sus parabolas Jesus se ίηSΡίrό en la tradίcίόη bibLica, mas que en cualquier otra corrlente sapiencial ο religiosa. Εη efecto, aunque ηο pueda hablarse propiamente de parabolas, a 10s autores bίbΙίcos les gusta ilustrar su ref1eχίόη con sentenclas ο historlas tomadas de la vida cotidiana. Son 10s meshalim*. ΕΙ mashal*, palabra difίcilmente traduclble, evoca, segun su etίmοΙ0gίa, una ensenanza basada en una comΡaracίόη. Εη el Antiguo Testamento, puede revestir distlntas formas. Muchas veces esta emparentada con la sabίdurίa popular al modo de υη adagio ο de υη refran. Expresa, entonces, una verdad de experlencla: «Νο ha de cantar victorla quien cine la espada, sino quien la descine» (Ι R 20,11); dicho que podrIa corresponder al conocido proverbio: «Νο hay que vender la piel del oso antes de matarlo». Puede aparecer tambien bajo la forma de una historla, como la que el profeta Natan coηtό al rey David, despues de que este hizo matar al esposo de Betsabe. De hecho, Natan podria haber acusado directamente a David de asesinato Υ adulterio. Pero Ρrefιrίό someter a su coηsίderacίόη el siguiente caso:

Habia dos hombres en una ciudad, el uno era rico Υ el otro era pobre. ΕΙ rico tenia ovejas Υ bueyes en gran abundancia; el pobre no tenia mάs que una corderilla, sόΙο una, pequena, que habia comprado. ΕΙ Ιa alimentaba Υ ella iba creciendo con el Υ sus hijos, comiendo su pan, bebiendo en su coρα, durmiendo en su seno igual que ιωa hija. Vino un visitante donde el hombre rico, Υ, dάndοΙe pena tomar su ga-

Ι

OR

LAS PARABOLAS DE JΕsύs

nado, sus vacas Υ sus ovejas, para dar de comer α aquel hombre llegado α su casa, tοmό Ια ovejita del pobre Υ dio de comer α aquel hombre llegado α su casa. lQue hanl David al escuchar esta historia? Reaccionara, con toda seguridad, condenando al rico que usurΡό 10 ιinico que tenla el pobre. Ιο que ηο sabla David es que, al enunciar su veredicto, estaba pronunciando su propia condena. La coηtίηuacίόη del relato 10 ilustra perfectamente, al mismo tiempo que desvela la fuerza de la parabola, que toca el coraΖόη de David mas que cualquier discurso Υ prepara su futuro arrepentimiento:

David se encendίό en gran cόΙerα contra aquel hombre Υ dijo α Ναtάn: «ί Vive Yahve! que merece Ια muerte el hombre que tal hizo. Ραgαrά

cuatro veces Ια oveja, por haber hecho semejante cosa Υ por πο haber tenido comΡαsίόn». Entonces Νatάn dijo α David: «Τι1 eres ese hombre» (2 S 12,1-7).

Contando esta historia, Natan eνίtό una acusacίόη Υ condena demasiado abrupta que hubiera podido romper el dialogo entre el Υ David. Mejor aιin, condujo a David a reconocer por sl mismo la gravedad del mal que habla cometido. ΕΙ efecto es completamente distinto. Esta historia manifiesta tambien que muchas veces la parabola se inscribe en una estrategia que ηο esta desprovista de cierta aηagaza.

LAS PARABOLAS ΕΝ ΙΑ LITERATURA RABINICA

La parabola, que es frecuente en la Biblia, se desarrollara en la literatura rabinica*, aunque hay que reconocer que las citas anterίΟΓCS a la era cristiana son raras. Las parabolas rabinicas, que son diferentes de las del Antiguo Testamento, ilustran habitualmente Ιι Escritura Υ escrutan la Tora*, para desvelar su profundidad Υ riqucza. Como en 10s dos ejemplos que vamos a poner, su enseηanza COI1duce simultaneamente a una refleχίόη sobre la relatividad del tieJη­ ρο ο la fragilidad de la vida, Υ al conocimiento de la Tora COlno medida de todas las cosas: Cuando murίό Rabi Bun, el hijo de Rabi ΗίΥγα, νίπο Rabi Zeira ι' hizo este discurso de despedida: «Dulce es el suefίo del obrero, conιιι ροco ο coma mucho» (Qo 5,11). dA quitin le compararemos? Α un τι'γ que habia contratado α muchos obreros. Habla uno que se de!enι!ίιι muy mal coπ su trabajo. dQUti hizo el rey? Le dedίcό α hacer coπ cl lιι ronda de Ια calle. Cuando [αγό Ια tarde, los obreros vinieron α rccilIil" su salario Υ el rey Ρagό tambiin el salario completo α ese ob,-cγo. /'11.\ 11}9

JESOS, MAESTRO Υ TRAUMATURGO

otros se quejaban diciendo: Nosotros nos hemos Jatigado todo el dia, mientras que ese sόΙο ha trabajado dos horas ίΥ le da el salario completo COl1lΟ a nosotros! Υ el rey les dijo: Este se ha Jatigado en dos horas mάs que vosotros en toda Ια jornada. Del,niSmO modo, Rabi Bun en veintiocho afιos se ha fatigado estuttiando Ια Τοrά afιos mάs que otro discipulo sagaz hubiera podido hacerlo en cien afιos (Jeremias Berakhot Π, 8,5c). Se comprende 1a reaccίόη de 10s obreros ante ese rey que ηο resreg1as de1 trabajo; porque e1 dinero debe ser proporciona1 a1 tiempo dedicado. Pero... e1 rey tiene sus propios criterios: para el, ηο es la duracίόη de1 trabajo 10 que cuenta, sino su ca1idad Υ su intensidctd, sobre todo cuando se trata de estudiar 1a Tora. Aunque e1 coη­ tcxto sea distinto, puesto que el escenario es ahora υη jardin, tam[)icn se trata de la Tora en esta otra parabo1a que, como la precedente, tiene el origen de su ensefianza en un versicu10 de 1a Escritura: ρeta 1as

«8ί tu escuchas de verdad Ια νΟΖ de Yahvf tu Dios, cuidando de practicar todos sus mandamientos... » (Dt 28,1). Rabi Shim'on ben Halafta dijo: «ΕΙ que ha estudiado Ια ΤΟΓά sin ponerla en Ρrάctίca serά castigado con mayor rigor que quiell no Ια ha estudiado nada». JA quf es comparable esto? Α un rey que tenia un jardln. Puso en ει a dos empleados: uno ΡΙantό άrbοΙes, luego, los cortό. ΕΙ otro no ΡΙantό nada, Υ ηο cortό nada. dContra quicn se encoΙerίΖarά el rey? jCiertamente contra quien primero ΡΙantό Υ luego cortό! Del mismo modo, quien ha estlJdiado las palabras de Ια Τοrά sin ponerlas en Ρrάctίca serά castigado coη mayor rigor que qlJien no las ha estudiado en absoluto. dDe dόnde Ιο sabemos? De Ιο que estά dicho: «jQue se haga gracia αΙ malvado! Νο ha aprendido Ια jllsticia» (Is 26,1 Ο). Pero si ha aprendido Υ no Ιο pone en Ρrάctίca, no se Ιε Ιιarά graι-ia. Por eso estά escrito: «Envejece poniendo en Ρrάctίca todos sus man[iamientos» (Deuteronomio Rabba νπ, 4).

Esta parabo1a es sorprendente. Pues tanto coη el comportamiento de υπ emp1eado como coη el del otro, jel caso es que el jardin se queda pelado Υ sin arbo1es! Sin embargo, si 1a cό1era ηο se ejerce de1 mismo modo contra 10s dos emp1eados es porque υηο de ellos, aun\.1 Ut: ~αΙ)ς; ρΙdnίdΙ, ιιυ ~dLd Ut:llt:ULiU Jt: su SdUt:I l1dceI. Ια enserldΩZd que sigue ac1ara, por eso, el sentido de la parabola: «Del mismo modo, quien ha estudiado las palabras de la Tora sin ponerlas en ρractίca sera castigado coη mayor rigor que quien ηο las ha estudiado en abso1uto». Tras esta parabola, como en la mayoria de 1as panibo1as rablniCίlS, se oculta, por tanto, una ίηvίtacίόη a reconsiderar 1a propia exis-

110

LAS PARABOLAS DE JΕsύs

tencia Υ a ηο equivocarse en 1as opciones de vida que υηο 1oma. Ι,:1 Tora es 10 llnico que cuenta. Sin embargo: jateηcίόη, ηο basta con estudiar 1a Tora, hay que poner1a en practica! LAS PARABOLAS Υ JΕsύs

Α

diferencia de 10s rabinos*, para quienes 1a ensefianza en parabolas era, a1 parecer, una practica secundaria, Jesus 1as utί1ίΖό profusamente. Si damos credito a 10s evange1ios, eran, inc1uso, υη e1emen1o esencia1 de su ensefianza. Α diferencia de 1as parab01as rabίηίcas que sc desenvue1ven en una gama estereotipada de personajes c1ave (e1 rey Υ sus subditos, e1 rey Υ su hijo, e1 amo Υ sus criados), Jesus extr'ljo !ιι materia de sus parab01as de 1a vida cotidiana mas amp1ia Υ puso en escena figuras de todos 10s dίas: el sembrador Υ su campo, 10s pesccι­ dores en 1a ribera, 1a mujer que amasa 1a harina, ιιη padre Υ su hijo, ιιη encargado de obra Υ 10s obreros, ιιη pastor que pierde una ovejcι. Fina1mente, 1a parab01a rabίηίca servίa por 10 genera1 de comentario de 1a Escritura ο de 1a Tora, pero Jesus 1a sacό de ese marco e hizo (ic' ella ιιη 1ugar privi1egiado de su ensefianza. Νο es extrafio, por tan1o, encontrar parab01as suyas en contextos muy distintos.

Situaciones conflictivas ο de ίncomΡrensίόn Con mucha frecuencia, en e1 Nuevo Testamento 1as parab01as se producen en situaciones conflictivas: asί cuando Jeslls, contestado, prcfiere responder a 1as crίticas contando his10rias que parecen venir directamente de 1a vida cotidiana. Por ejemp1o, a quienes se 1e ορο­ ηίaη porque acogίa benev01amente a 10s pecadores Υ comίa con eJ)os, Jesus 1es dίrίgίό tres parabo1as: 1a de 1a oveja perdida Υ recobrada por su duefio, que deja 1as otras 99 que teηίa para ir a buscar1a; 1a de 1,1 moneda que 1a mujer encuentra despues de v01ver patas arriba 10(\;1 1a casa buscand01a; 1a de ιιη hijo a1 que su padre reencuentra tr,IS afios de ausencia Υ a1ejamiento (Lc 15,1-32) [vease ρ. 400]. Estas tres parab01as son una ί1ustracίόη tanto de la habi1idad (Ic Jesus como de 1a fuerza que contiene e1 genero Ρarabό1ίco. Pucs JC5U5 POdIla l-ωbπ ,'c5pondido diΓcctaπιcntc a Ια Cfltica Jc ΙΌ:; '"μιc ηο veίaη con buenos ojos 1as re1aciones que frecuentaba Υ su m.1Il<.'ra de vivir; habrίa corrίdο el riesgo de encapsu1arlos en su incoIl1Ρreηsίόη ο de romper 1odo contacto con e11os. Pero Jeslls, al conΙIΓ­ les estas parabo1as, desp1aza e1 debate Υ abre a sus inter10cutores ί1 ΙΙl1 mas alla distinto en e1 que ellos mismos pueden proyectarse ο re'co . nocerse. Desde ese momento, optando por ηο juzgar ο ηο conclcl1ί11" 11

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

a sus lnterlocutores, les abre υη camlno por el que les sea posible su encuentro con el Padre. La Ρaπίbοla se convlerte asί en una lnvltacίόη a salir de las proplas certezas Υ prejuicios para ponerse en el camlno de la acogida de la novedad de Dios. Otro dramatlsmo tlene el eplsodio en el que vemos a Jesus sentado a la mesa en casa de υη fariseo* llamado Sίmόη (Lc 7,36-50). Llega, entonces, una mujer que se le acerca, derrama sobre sus ples las lagrimas de su llanto, le seca 108 pies con sus cabellos Υ 10s cubre de besos Υ de perfume. Descolocado, Sίmόη se extrafia: «Si este fuera profeta, sabrίa quien Υ que clase de mujer es la que le esta tocando, una pecadora». Ya ha hecho su juicio. Es υη veredicto tanto sobre Jesus como sobre la mujer. lQue hara Jesus~ lProtestara~ lSe marchara? Νο; pide la palabra Υ cuenta esta parabola: «υη acreedor teηίa dos deudores: υηο le debίa quInIentos denarlos, Υ el otro clncuenta. Como ηο teηίaη para pagarle, Ρerdοπό a 10s dos». Υ vlene, a contlηuacίόη, la pregunta de Jesus: «lQuien de ellos le amara mas?». La respuesta es evidente Υ ηο se hace esperar: «Supongo que aquel a quien Ρerdοηό mas». Tiene raΖόη Υ Jesus se 10 subraya, pero 10 hace para comparar, enseguida, la actltud que aquella mujer habίa tenido con el con todo 10 que el fariseo Sίmόπ πο habίa hecho con el. Llegados a este punto, a Sίmόη ηο le queda mas remedio que reconsiderar todo 10 que habίa dicho, tanto sobre Jesus como sobre la mujer. Se habίa equivocado. Pero Jesus hizo todo 10 posible para que ηο se romplera el diaIogo Υ para que Sίmόη accediera, por sί mlsmo, a la verdad. Mas alln, en un contexto mas tragico, vemos a Jesus llevar a 10s sumos sacerdotes Υ a 10s escribas a pronunciar 8U propla condena (Mt 21,33-46). La escena se sltlla tras el relato de la historla de un propletarlo que eηvίό a sus crlados a percibir de sus arrendatarlos 10 que le correSΡοπdίa de la cosecha de sus vifiedos. Pero apalearon a unos Υ mataron a otros. Como ύltlmo recurso, el propletarlo de la vifia les eπvίο a su proplo hijo. Pues bien, πο contentos con haber maltratado Υ matado a 10s que les habίa envlado antes, mataron tambien al hijo del duefio de la vifia Υ le arrojaron fuera de ella. lQue hara el duefio de la vifia? Es la pregunta que Jesus plantea a 10s que ie escuchan. Υ πσ rlenen mas que una respuesra: «Α esos miserabies les daπί una muerte miserable Υ arrendara la vifia a otros labradores, que le paguen 10s frutos a su tlempo». Pero su propla respuesta retumba como una autocondena. Υ ellos ηο tardaron en comprenderlo, porque, escribe el evangelista Mateo, «108 sumos sacerdotes Υ 10s fariseos, al οίr sus parabolas, comprendieron que estaba refiriendose a ellos. Υ trataban de detenerlo, pero tuvleron mledo a la gente, 112

LAS PARABOLAS DE JΕsύs

porque 10 teηίaη por profeta». Hasta bola. [vcase ρ. 341].

ahί

llega la fuerza de la para-

En e1 marco de una ensefιanza Junto a parabolas que Jesus Ρrοηuηcίό en υη contexto de οροsίcίόη ο de ίηcomΡreηsίόη, hay otras que ilustran υη aspecto de su ensefianza ο conducen a los oyentes a progresar en la comΡreηsίόη de su mensaje. Es el caso de la celebre parabola del buen samaritano (Lc 10,25-37). Viene a coηtίηuacίόη de υη debate entre Jesus Υ υη legista que le habίa preguntado que debίa hacer para tener vida eterna. Νο quedando satisfecho con su propia respuesta -«Amaras al Sefior tu Dios con todo tu coraΖόη, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, Υ a tu Ρrόjίmο como a ti mismo»-, ellegista le habίa vuelto a preguntar: «lY quien es mi Ρrόjίmο?».ΑΙ contar esta parabola, Jesus le amΡΙίό su horizonte: el Ρrόjίmο es todo ser humano que necesite que tύ. estes cerca de el, sobre todo en que pasa υη aprieto:

]esus reSΡοndίά: «Bajaba un hombre de ]erusa1cn α ]erίcά γ caγά en manos de salteadores que, despucs de despojar1e γ darle una ρaΙίΖa, sc fueron, dejάndοΙe medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote γ, aΙ verle, dio un rodeo. De igual modo, un 1evita que pasaba por aquel sitio le νίο γ dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino ΙΙegά junto α ει, γ aΙ verle tuvo comΡasίάn. Αcercάndοse, νendά sus heridas, echando en ellas aceite γ vino; γ le mοntά luego sobrc su propia cabalgadura, le ΙΙeνά α una posada γ cuίdά de ει. ΑΙ dία siguiente, sacά dos denarios γ se los dio a1 posadero, diciendo: "Cuida de ει Υ, si gastas algo mάs, te Ιο pagart? cuando vuelva': dQuicn de esto5 tres te parece que fue Ρrάjίmο del que caγά en manos de Ι05 salteadores?». Ει dijo: «ΕΙ que Ρractίcά Ιa misericordia con ει». DίjοΙe ]esus: «Vete γ haz tίI 10 mismo» (Lc 10,30-37). Las Ρarάbο1as de1 Reino Mencionemos, en fin, las numerosas parabolas que evocan el Reino de Dins ,ςΩΏ lln::! de 1<'1s m<'1vnres c;:ιr:κtρrJstιc;:ιs ηρ 1;:ι enSefii1n7




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JΕSύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

Tαmbien declα: «ΕΙ Reino de Dios es como un hombre que echα el grαno en la tierra; duermα ο se levante, de noche ο de dla, el grαno brota γ crece, sin que el sepa cόmο. Ιa tierrα dα εΙ frt~to por sl rnis1tlα; primero hierbα, luego espiga, despues trigo αbundαnte en Ιa espigα. γ cuαndo el fruto Ιο admite, en seguida se Ιε mete Ια hoz, porque ha llegado Ια siega» (Mc 4,26-29).

Otras parabo1as, como 1a de 10s obreros que, aunque contratados a ύ.ltima hora, fueron pagados como 10s de la primera hora, ilustran la crisis que proνoca la realidad del Reino de Dios (Μ t 20,1-16). Pues, aunque nada tiene de extrafio que υη Ρatrόη contrate trabajadores a distintas horas de1 dia, la justicia requeriria que 10s contratados a ύ.ltima hora recibieran υη salario en ΡroΡοrcίόn al trabajo que habian desarrol1ado. Pero ηο es eso 10 que sucede en la parabola Υ los contratados a primera hora murmuran contra el duefio de la casa: «Estos ultimos ηο han trabajado mas que una hora, Υ les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del dia Υ el calor». Sobre el mismo tema del Reino de Dios, algunas parabolas subrayan el caracter νiolento, repentino e impreνisible de su νenida. Son una ίnνίtacίόη a estar preparados; Υ el Reino se perfila, a νeces, bajo el aspecto de juicio de Dios. Asi en la ceIebre escena del juicio final (Μ t 25,31-46), en la del Ιadrόη que puede νenir en cualquier momento (Mt 24,43-44), Υ tambien en esta otra:

Entonces el Reino de los cielos serά semejante α diez virgenes, que, con su lάrnΡara en Ιa 1tlano, salieron αΙ encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, γ cinco prudentes. Las necias, en efecto, aΙ tomar sus ΙάmΡarαs, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus ΙάmΡαrαs tomαron aceite en las alcuzas. Como εΙ novio tardara, se adormilaron todas γ se durmieron. Mas α media noche se ογό un grito: «ί γα estά aqui εΙ novio! ί Salid α su encuentro!». Entonces todas aquellas v{rgenes se levantaron Υ arreglaron sus ΙάmΡαras. γ las necias dijeron α las prudentes: «Dadnos de vuestro aceite, que nuestras Ιάm~ ~~ npngnn" D"γ,., Inc Υ' hγ",.:ιcn+nr ..cht;rn ..c...· ~Τ para ι..; "'''' ί4 ·V" vι., ". ~ ι...-ιV ί-ν" Ηι"ι ι Υ Η '-ι.-" , .ι.. \\l"U, ΙΙυ :,t;;U LJ.Uf: nυ alcance para nosotras γ para vosotras; es mejor que vαΥάίs donde los vendedores γ os Ιο compreis». Mientras iban α comprarlo, ΙΙegό el novio, γ las que estaban preparadas entraron con el aΙ banquete de boda, γ se cerrό Ια puerta. Μάs tarde llegaron las otras virgenes diciendo: «jSefίor, sefίor, άbrenοs!». Pero el reSΡοndίό: «En verdad OS digo que no os conozco». Velad, pues, porque no sabeis ni el dla ni Ιa hora (Mt 25,1-13). ....

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1-", ....

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LAS PARABOLAS DE JESOS ~QUE DECIR COMO CΟΝcιusιόΝ?

Las parabolas estan amasadas con la vida, 10s gestos, 10s encuentros Υ 10s conflictos de JesUs. Reflejan Υ traducen su ministerio de acogida, de Ρerdόη Υ de amor. Ilustran su ensenanza a la vez que orientan Υ conducen al mundo de Dios. Porque aunque en apariencia son simples, crean una brecha entre el mundo de los hοmbΓes Υ el de Dios. Αsί, la justicia queπίa que 10s obreros de la ultima hora fueran pagados en funcίόη del tiempo que trabajaron; el derecho eχίgίrίί1 que el hijo que maΙgastό su parte de la herencia paterna fuera dejado en la calle; la prudencia recomeηdarίa que el propietario de Ι1 vina ηο enviara a su hijo ίInico a 10s anendatarios que acababan de apalear Υ matar a sus criados. Pues bien, nada de eso sucede. Sino todo 10 contrario. Εη todos 10s casos, el amor prima sobre el derecho, la misericordia sobre la justicia. De hecho, muy pronto, las comunidades cristianas reconocieτon en Jesus muerto Υ resucitado la presencia transformadora Υ οcuΙtί1 del Reino de Dios que el mismo habίa anunciado en sus paraboIιts. Descubriendole tras la figura del pastor que se fue a buscar la ovej" perdida, ο tras la figura del sembrador, ο tras la del esposo que ta[(1<1 en llegar, la comunidad cristiana confesara a Jesus como la ParaboIιt de Dios. Reconocera en el al Hijo de Dios que introduce a la humίΙ­ nidad en el mundo divino que nunca llegaremos a poseer, pero qιIΙ' necesitamos acoger -en la medida en que seamos capaces de percibirlo- para vivir de el Υ en el. Υ eso, acogiendo su ineductible novcdad. Pues lse ha visto alguna vez a υη pastor abandonar 99 ovejas CIl el desierto para irse a buscar una sola que se ha perdido? ίSe ha visto alguna vez a υη senor de casa Υ hacienda que volviendo en ΡΙc!1ίl noche de υη largo viaje se ponga a servir a sus criados en vez til' hacerse servir por ellos? Ρ.ο.

3.4. CURACIONES Υ EXORCISMOS ΕΝ

LOS EVANGELIOS

Α

origina1idad de Jesus respecto a otros profetas Υ sabios de su tiempo ηο se 1imita a 1a fuerza de su pa1abra ηί a su abierta acogida de 10s pequefίos, pobres Υ pecadores. Mientras vίvίό tuvo fama de ser υη taumaturgo. Numerosos mi1agros acompafίaban su Ρredίcacίόη. Α veces, 10s textos sό10 10s evocan de forma global, en sumarios. Αsί este versίcu10 de Mateo: «Su fama ΙΙegό a toda Siria; Υ 1e trajeron todos 10s que se encontraban ma1 con enfermedades Υ sufrimientos diversos, endemoniados, 1unaticos Υ paralίticos, Υ 10s curό» (Mt 4,24). Pero a1gunos de ellos son re1atados con detalle: veintisiete re1atos de mi1agros distintos aparecen repartidos por 10s cuatro evange1ios, en su maΥοrίa curaciones -a 1as que hay que afίadir unas resurrecciones- Υ exorcismos; 10s otros, mi1agros sobre 1a natura1eza, de 10s que e1 mas conocido es 1a mu1tίΡ1ίcacίόη de 10s panes, ηο tienen 1a misma sίgηίficacίόη. He aquί e1 texto de υηο de ellos, tomado de1 evange1io segun Lucas, interesante porque se 1e puede comparar con re1atos ana10gos de1 Antiguo Testamento ο de 1a vida de Αρο10ηίο de Tiana, ce1ebre taumaturgo griego de1 primer sig10:

L

Α contίnuαcίόn se fue {Jesus} α una ciudad llamada Ναίn. Iban con sus dίscίΡUΙΟS Υ una gran muchedumbre. Cuando se acercaba α Ια puerta de Ια ciudad sacaban α enterrar α un muerto, hijo ίInico de su madre, que era viuda; Ια acompanaba mucha gente de Ιa ciudad. ΑΙ verla, εΙ ~efιor tuvo compaszon de elia Υ Ιε dlJo: «Νο ilores». Υ, acercάndοse, tοcό εΙ fCretro. Los que Ιο llevaban se pararon, Υ ει dijo: «Joven, α ti te digo: Levάntαte». ΕΙ muerto se ίncorΡοrό Υ se puso α hablar, Υ έΙ se Ιο dio α su madre. ΕΙ temor se αΡοderό de todos Υ glorificaban α Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros», Υ «Dios ha visitado α su pueblo». Υ Ισ que se decία de έΙ se ΡrσΡαgό por toda Judea Υ por toda Ιa regίόn circunvecina (Lc 7,11-17).

ει

117

JΕSύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

Otras veces Ia curacίόη se aIcanza por Ia eΧΡulsίόη de υη demoηίο -ο eSΡίrίtu impuro- que se ha posesionado de alguien. ΕΙ primer prodigio cumpIido por JesίIs en el evangeIio segίIn Marcos es de este tipo. ΕΙ evangeIista subraya que el gesto de JesίIs iIustra su autoridad, que tiene su fundamento tanto en Ia fuerza de su paIabra como en su poder sobre Satanas Υ sus emuIos: Llegan α Cafarnaun. ΑΙ llegar el sάbadο entrό en Ιa sinagoga Υ se puso α ensefιar. Υ quedaban asombrados de su doctrina, porque les ensenaba como quien tiene autoridad, Υ no como los escribas. Habia precisamente en su sinagoga un hombre poseido por un espiritu inmundo, que se puso α gritar: «dQue tenemos nosotros contigo, ]esus de Nazaret? dHas venido a destruirnos? Se quien eres tU: el Santo de Dios». ]esus, entonces, le conmίnό diciendo: «CάΙΙate Υ sal de el». Υ agίtάndοΙe νίο­ lentamente el espiritu inmundo, dio un fuerte grito Υ saΙίό de el. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos α otros: «dQue es esto? jUna doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda BIBLlA CURACIONES ΕΝ EL A.NΊ'rGUO TESTAMENTO

Algunos relatos del Antiguo Testamento relatan la vuelta a la vida de un muerto, gracias a la ίηterveηcίόηde un profeta. ΕΙ que vamos a transcribir se atribuye al profeta Elias que viviό en le sigl0 ΙΧ a.C. [vease νοl. Ι, ρ. 276]. ΕΙ profeta fue hospedado ροι un viuda que ηο tenia mas que un hijo. Podemos constatar que la autoridad de }esus sobre la muerte es mayor que la de Elίas. ΕΙ texto de san Lucas, en el episodio de Nain, se inspira, sin embargo, en este otro re1ato mas antiguo:

sobre e1 Ωίίio, Υ grίtό a Yahve: «Yahve, Dios mio, que vue1va 1a vida de este Ωίίio a su cuerpo». Yahve escuchό e1 grIto de Elias, Υ νο1νίό 1a vida de1 Ωίίio a su cuerpo Υ revίvίό. Elias tοmό a1 Ωίίio, 10 bajό de 1a habίtacίόn de arriba a1 lnterlor de 1a casa Υ 10 entregό a su madre. Dijo E1ias: ((Mira, tu hijo esta νίνο». La mujer dijo a Elias: (d!hora se que eres un hombre de Dios, Υ que 1a pa1abra de Yahve esta de verdad en tu boca» (1 R 17,17-24)

Despues de esto, e1 hijo de 1a dueίia de 1a casa caΥό enfermo; 1a enfermedad se agravό hasta e1 punto de que ΩΟ 1e quedaba ya aliento. Entonces ella dijo a Elias: ((iSe acabό todo entre tιi Υ ΥΟ, hombre de Dios? J"1ias iι~enidc a rccσrd3r:nc mis !3.1ta.:; Υ a causar 1a muerte de ml hίjο!».βιiasresΡοndίό: ((Entregame a tu hijo». Ε1 10 tοmό de su regazo Υ 10 subίό a 1a habίtacίόn de arriba, donde e1 vivia, Υ 10 acοstό en su lecho. Luego c1amό a Yahve, diclendo: ((Yahve, Dios mio, ivas a hacer ma1 tambien a 1a vluda que me hospeda, causando 1a muerte de su hijo?». Se tendίό tres veces

Εη 105 d05 relat05 5e trata de un «hijo ίInico» (Lc 7,12 Υ 1 R 17,12) a cuyas madres

118

se encuentra «junto a 1a puerta de la ciuda
Υ

1 R 17,23) ...,1\.dcm6.s, c:".

3.mbo~

casos el hombre de Dios es aceptado como profeta: las gentes de Nain ven en }esus al hombre mediante el cual <
CURACIONE5

Υ

EXORCI5M05

ΕΝ

L05 EVANGELI05

α 10s espiritus inmundos Υ 1e obedecen». eχtendίό por todas partes, en toda 1a regίόn de

hasta

Bien pronto su fama se Ga1i1ea (Mc 1,21-28). Varias son 1as cuestiones que se p1antean a ρroρόsίtο de 10s mi1agros de JesUs. La primera es saber si rea1mente tuνieron 1ugar ο si son re1atos 1egendarios. Difίci1mente se puede responder a esta pregunta con independencia de 1as conνicciones de quien 1a p1antea. La pa1abra «mi1agro» -e1 Nueνo Testamento hab1a mas bien de «poderes», «prodigios» ο «signos»- pertenece a1 νocabu1ario de 1a fe. υη agηόstίco ο υη increyente hab1ara mas bien de feηόmeηοs inexp1icab1es en 1as actua1es condiciones del saber cίeηtίfico. Ιο que sί es cierto es que a 10s ojos de 10s contemporaneos de Jesus, creyentes todos ellos en υηο ο en νarios dioses, Jesus rea1ίΖό prodigios irrealizab1es por υη hombre 1imitado a sus propias fuerzas. Sus contemporaneos se preguntaban si actuaba en nombre del Dios de Israel ο en nombre del diablo, pero nadie parece haber puesto en duda su poder sobrenatural. Testigo esta refleχίόη de unos escribas que bajaron de Jerusalen a Galilea: «Esta Ροseίdο por Beelzebul» Υ tambien: «por el ΡrίηcίΡe de 10s demonios expulsa 10s demonios» (Mc 3,22). Jesus -Υ con esto tocamos otra cuestίόη que se plantea, la del sentido de sus mi1agros- ηο buscό hacerse publicidad a partir de sus curaciones; al contrario. Algunos de ellos 10s reaΙίΖό casi a pesar suyo, como e1 de la mujer afectada de perdidas de sangre, que se eηcoηtrό curada con sόΙ0 tocar la franja de su manto (Mc 5, 25-34).

DOCUMEN'I'( ) CURACIONES ΕΝ LA ΑΝΤΙGϋΕDAD PAGANA Εη

la antigίiedad greco-romana, se atribuyeron numerosos milagros de curaciones al dios Asclepio (en latin Esculapio). Εη Asia Menor, en Pergamo, se han descubierto 10s restos de un templ0 que estuvo dedicado a θl. Ademiιs de 10s edificios destinados a acoger la estatua del dios Υ 10s espacios dedicados al culto, tenia dormitorios Υ cuartos de incubaciόη.. Εn efectG, la pc:rsona q'ilC de.scabu. obtener una curacίόη pasaba, con mucha frecuencia, varias noches cerca del dios. He aqui el texto de una estela encontrada en Epidauro, en Grecia, en la que se relata la curacίόη de un ηίfίo mudo en un santuario de Asclepio: Vino a1 santuario para recuperar 1a voz. Pues bien, como ya habia ofrecido el

sacrifico previo Υ cumplido 10s ritos tradi cionales, el pequefιo esclavo ρΙτΙΙοτο /portll dor del fuego] del dios le mandό, miι"ιIndo fijamente al padre del ηIfιo, prometer οηΙισ gar ofrendas de agradecimiento durantfJ aquel mismo aiϊo, si obtenia la curaciόn ροι la que habia venido. Entonces, e1 niίfo grito inmediatamente: «Lo prometQ». Estupefacto. el padre le οrdenό que repitiera 10 φ/θ l'Ιαl bab& dc dccir. Υ 61 ηΙήο 10 repiti6. Υ degde ese momento quedό curado.

(segun trad. de Α. J. Festugiere)

Νο es imposible que existiera un con· tro de curacίόη dedicado a Asclepio οη .1 mismo Jerusalen, al noreste de la ciudl\d vieja, cerca de la actual iglesia de SBntιa

Ana.

119

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

Por 10 demas, la posibilidad que Jesus tenla de actuar de forma milagrosa dependia de la actitud de la persona que apelaba a el. Α la mujer de que acabamos de hablar, le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz Υ queda curada de tu enfermedad» (Mc 5,34). Sin esa actitud de fe, por ejemplo en Nazaret ο en 10s pueblos que ηο depositaban en el su confianza, el evangelista subraya claramente que Jesus se encontraba sin posibilidades: «Υ ηο podIa hacer alli ningun milagro, a eχceΡcίόη de unos pocos enfermos a quienes curό imponiendoles las manos. Υ se maravίΙΙό de su falta de fe» (Mc 6,5-6). Muy frecuentemente, tras haber realizado una curacίόη, Jesus pedIa silencio a la persona curada Υ a su entorno; parece que rechazaba el exito que pudiera proporcionarle su obra taumatUrgica. Despues de devolver el oido Υ la palabra a un sordomudo, «les maηdό que a nadie se 10 contaran. Pero cuanto mas se 10 prohibia, tanto mas ellos 10 publicaban» (Mc 7,36). Pero parece que en este tema fue muy mal obedecido. Εη efecto, los milagros evangelicos ηο parecen tener la finalidad de probar nada sobre Jesus, Υ menos aun atraer la ateηcίόη sobre el. Una pequefia escena relatada por Mateo Υ por Lucas es sumamente iluminadora al respecto. Se situa antes de que fuera asesinado Juan el Bautista: DOCUMENTO APOLONIO DE ΤΙΑΝΑ

Un celebre curandero perteneciente a la corriente filοsόfica ne9Ρitagόrica, Apolonio de Tiana, muriό en Efeso, afιo 97 de nuestra era. Le conocemos por la Vida de Apolonio, escrita alrededor de un sigl0 despues por Filόstratο el Anciano (muerto hacia el 200 d.C.). Varios de 10s milagros Υ exorcismos que se le atribuyen se han comparado a 10s realizados por }esus, como este: Otro milagro de Apolonio. Α una muchacha se Ia dio ροτ muerta en el momento de su boda. ΕΙ novlo acompaiiaba 1as andas con las lamentaClones proplas de una boda no consumada. Se Iamentaba con el tambien Roma, pues sucedia que Ia muchacha era de una familia de rango consular. Asi pues, Apolonio, que se hallaba casua1mente presente en el dueIo, dijo: ((Poned Ias andas en el sueIo, pues os hare cesar de111anto ροτ Ia muchacha». Ε lnmediatamente Ρreguntό que nombre tenla. La

120

gente pensaba que pronunciaria un discurso, como Ios discursos funerarios Υ que mueven al llanto. Pero el, sin mas que tocarla Υ decirIe algo en secreto, deSΡertό a Ia muchacha de su muerte aparente. La joven recοbrό el habIa Υ νοlνίό a Ia casa de su padre, como AIcestis, vue1ta a 1a vida ροτ HeracIes. ΑΙ regaIarIe Ios allegados de 1a muchacha ciento cincuenta mil sestercios, dijo que se 10s daba como dote a Ia joven. Sea que descubrίό en ella una chispa de vida que se Ies habia escapado a Ios que Ia cuidaban (se dice que Zeus hacla lloviznar Υ que ella despedia vapor ροτ su cara), sea que a una vida que se habia extinguido Ie habia devueIto el caIor Υ reanimado, Ia comΡrensiόn de esto se ha vueIto misteriosa, no sό10 para ml, slno tambien para Ios que se hallaban presentes. (Filόstratο, Vida

de Αροlοηίο de Tiana ΙΥ, 45; trad. de Alberto Bernabe Pajares)

CURACIONES

Υ

EXORCISMOS

ΕΝ

LOS EVANGELIOS

]uan, que en Ιa cάrceΙ habia oido hablar de Ιa5 obra5 de Cri5to, 5U5 di5Cipul05 α decirle: «dEre5 tU el que ha de venir, ο debemos esperar α otro?». ]esus les reSΡοndίό: «Id Υ contad α ]uan Ιο que Oi5 Υ veis: Ι05 cieg05 ven Υ Ι05 cojos andan, Ι05 lepros05 quedan limpi05 Υ Ι05 sordos oyen, Ι05 muertos re5ucitan Υ 5e anuncia α Ι05 pobres Ιa Buena Nueva; ίΥ dich050 aquel que no halle e5cάndaΙο en mi!» (Mt 11,2-6). enνίό α

Εη este caso, como en muchos otros, Jesιis ηο reSΡοηdίό directamente a la pregunta que se le hizo. Ρίdίό a sus interlocutores modificar su mirada sobre 10s acontecimientos de 10s que todo el que se acercaba a el Ροdίa ser testigo. Los pobres de todo tipo, tanto 10s enfermos como ]os exc]uidos Υ desesperados, descubrίan una esperanza en 10s gestos de Jesιis Υ en sus pa]abras. Situaciones que parccίaη ηο tener sa]ida teηίaη de pronto un futuro. Esto es todo. Con 10 cual estamos diciendo simultaneamente muy pOCO Υ mucho: la respuesta a ]a cuestίόη de saber quien es Jesιis pertenece a quien se la plantea, pero se le dan indicadores de 10s que puede aproνecharse. Otra forma de decir 10 mismo es que las curaciones eνangelicas son signo de salud -los terminos «curar» Υ «salνar» son empleados muchas νeces el uno por e] otro- ο del Reino de Dios: este Reino tiene una rea]idad objetiνa, pero tambien depende de quien 10 busca. Νο puede existir sin el.

REFERENCIA DEMONIOS Υ EXORCISMOS

t!,Que pensar de 10s numerosos re1atos bίb1icοs que ponen en escena demonios ο eSΡίritus impuros? t!,Hay que tomar10s a1 pie de 1a 1etra ο no son mas que una forma de hab1ar habitua1 en aquella epoca? Es cierto que durante mucho tiempo ciertas enfermedades se tuvieron por posesiones demoniacas. TaI era eI caso de la epi1epSla, Υ eso hasta e1 s1g10 ΧΙΧ en ciertas zonas de Europa. ΕΙ evangelio segun Marcos narra un exorcismo sobre un ηίfιo, realizado por Jesus; la descripcίόη que eI padre ofrece deI estado de su hijo corresponde claramente a 10s sintomas de una crisis de epilepsia: «echa espumarajos, rechina Ios dientes Υ se queda rigido» (Mc 9,14-29). Εη este terre-

ηο, como en otros, 10S textos biblic08 801\ reflejo de una cultura Υ de una έφοca.

iEs necesario, sin embargo, eXpliCl\1 todos 108 ca80S de Ροsesίόη mediiltlto feηόmeηοs Ρatοlόgίcοs ο paranormaIos'? Los agηόstίcοs asi 10 hacen. Pero ηο Ιι\Η Iglesias cristianas, por 10 general. Εη 1ft Iglesia catόΙίca, por ejempl0, sigue exis tιendo 1a fuηcίόη del sacerdote exorcistH Υ sigue habiendo uno en cada dίόcesίs. Aunque 10 mas ordinario es que tenga qιω orientar todo el asunto a dar consejos de orden Ρsίcοlόgίcο a las personas que se 10 presentan creyendose poseidas -ο quo otros piensan de ellas que 10 estan-. coi\ todo hay casos en que si practican 10s ritos del exorcismo.

1,1 ,

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

REFERENCLA

Los

NOMBRES DE SATAN ΕΝ EL NUEVO TESTAMENTO

ΕΙ poder del mal recibe muchos nombres en el Nuevo Testamento. Por 10 demas, ηο es un poder Ilnico. ΕΙ jefe de este imperio tlene auxiliares [vease νοl. r, ρρ. 455 Υ 482]. Tres de sus nombres proceden del hebreo: - Satan, el mas usado, significa «el Acusador» ο «e1 Adversario»; - BelcebIl, es una defοrmacίόηdespreciatlva de una palabra hebrea que significa Baal-el Principe; Baal era una divinidad cananea; - Beliar ο Belial, termino usado en 10s escritos esenios de Qumran, cuyo sentido hay que aproximar a «nada» ο a «lnvalido»; (sόΙ0 se utiliza una vez en el Nuevo Testamento, θη 2 Co 6,15).

Los demas nombres estan formados a partir de ralces griegas: - Diabl0 viene del verbo griego diaballo, dividir. ΕΙ diabl0 es un divisor. - Demonio es un nombre comun; en griego daimon designa a una divinidad menor, que puede ser benefica ο malefica. ΕΙ Nuevo Testamento 1a reserva para Satan ο a1guno de sus auxiliares. De un poseso Βθ dice facilmente que «tlene un demonlo» Sln especificar cual. Α este ΡrΟΡόsίtο es interesante seftalar que cuando un demoηίο se expresa por la boca de un poseido, unas veces habla en primera persona del singu1ar Υ otras en primera persona del plural. Asl en Mc 5,9: «Μί nombre es Legίόη, porque somos muchos».

Esto es coherente con la forma en que 10s eνangelios hablan de la identidad de Jesils. Por 10 general Jesus ηο anuncia quien es el. Cuando 10s demonios -que estan bien informados- le desνelan, el les hace callar. Cuando Juan el Bautista, mediante una embajada, le hace esa misma pregunta, Jesus les orienta a que ηο fijen en el su mirada sino en sus obras. Cuando el mismo pregunta a sus discipu10s para ayudarles a percibir algo de su identidad, ηο les pregunta: «lQuien soy ΥΟ?», sino «lQuien dicen 10s hombres que soy ΥΟ?», Υ un poco despues: «Υ νosotros, lquien decls que soy ΥΟ?» (Mc 8,27-29). Es la actitud del creyente la que hace la fe, πο la naturaleza de la persona de Jesus considerada de modo general ο impersonal. La finalidad de 10s milagros eνangelicos πο es proνocar la fe. Caminan a la par con ella, alli donde existe. Υ la abren a una dimensίόπ mas amplia: la salud Υ la curacίόη de todos 10s pobres. Pero, claro esta, sigue siendo necesario ser pobre para que esto resuene como Buena Noticia. ΙνΙ.

122

Q.

3.5.

Los SIGNOS DEL MESfAS DE ISRAEL

DEMAs de curaciones Υ exorcismos, 10s evangelios* relatan cierto nlimero de milagros que suelen denominarse «sobre !η naturaleza», pues Jeslis se muestra en el10s victorioso sobrl' elementos naturales como el agua, el mar Υ la tempestad. Entre estos milagros esta e! de las bodas de Cana en las que Jesus coηνίrtίό el agua en νίηο Οη 2,1-11), la tempestad calmada (Mt 8,18.23-27; Mc 4,34-41; Lc 8,22-25) Υ su caminar sobre las aguas dellago. He Ηψιί el relato de la tempestad calmada, segun la νersίόη de Marcos:

Α

Bste dία, αΙ atardecer, les dice: «Pasemos α Ια otra orilla». Despidell α Ια gente γ le llevan en Ια barca, como estaba; e iban otras barcas COΙI ε!. En esto, se Ιevαntό una fuerte borrasca γ las olas ίrrumΡίαn en la barca, de suerte que γα se anegaba Ια barca. ΕΙ estaba en ρορα, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan γ Ιε dicen: «Μα estro, dno (ι' importa que perezcamos?». ΕΙ, habiendose despertado, ίncreΡό aΙ νίeιι­ to γ dijo αΙ mar: «jCalla, enmudece!». ΕΙ viento se caΙmό γ sobrevillo una gran bonanza. Υ les dijo: «dPor que estάίs con tanto miedo? dCι5,nιι no tencis fe?». Ellos se llenaron de gran temor γ se decίαn unos α otros: «Pues dquicn es cste que hasta el viento γ el mar le obedecen?» (Mc 4,35-41 ). Jesus eχοrcίΖό al mar (<
1

1

',1

Ι

vados. Ademas, realizando υη gesto reservado a Dios, que es el ίιπίco que puede mandar alll1ar (Εχ 14), Jesus mοstrό que saldrla victorioso de la muerte mediante su resurreccίόη [vease νοΙ Ι, ρ. 1361. Es litil, sin duda, recordar que cuando se habla de «mίΙιgrοs sobre la naturaleza», se utiliza una cΙasίficacίόη cuya crίterίο!οgί,ι es decididamente moderna. Εη efecto, para 10s antiguos el mίΙιgrο πο Ι

.!

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

es, como sucede en una coηceΡcίόη positivista, una eχceΡcίόη a las leyes de la naturaleza: nada esta al margen del poder de Dios Υ menos la naturaleza, cuyo sefior es Ει en todas las circunstancias. LA ΜULΤΙΡLΙCΑCIόΝ DE LOS PANES

La muΙtίΡΙίcacίόη de los panes (asί se la denomina de ordinario, aunque impropiamente, porque el termino «muΙtίΡΙίcacίόη» ηο figura en el relato) es υη texto importante ya que esta incluido en los cuatro evangelios e incluso dos veces en Mateo Υ Marcos: seis relatos narran, asί pues, el mismo acontecimiento. ΑΙ introducir el relato de la primera muΙtίΡΙίcacίόηde los panes, Marcos hace comprender que Jeslls, dando pan a una multitud desamparada, se revela como el Pastor del pueblo al que ensefia, organiza Υ alimenta. La concΙusίόη del mismo relato pone de manifiesto, por su parte, la abundancia del don de Dios; 10s restos dan testimonio de su generosidad: Los aΡόstοles se reunieron con ]esus Υ le contaron todo 10 que habί­ an hecho Υ 10 que habίan ensefίado. ΕΙ, entonces, les dice: «Venid tambien vosotros aparte, α un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban Υ venίan eran muchos, Υ no les quedaba tiempo ni para comer. Υ se fueron en Ιa barca, aparte, α un lugar solitario. Pero les vieron marcharse Υ muchos cayeron en Ιa cuenta; Υ fueron aΙΙά corriendo, α pie, de todas las ciudades Υ llegaron antes que ellos. Υ aΙ desembarcar, νίο mucha gente, sίntίό comΡasίόn de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, Υ se puso α ensefίarles muchas cosas. BIBLIA

LA

ΜULΤΙΡLΙCΑcιόΝ DE L08 ΡΑΝΕ8 DEL PROFETA ELI8EO

Discipulo de Elias, el profeta Eliseo realiΖ6 clerto nllmero de milagros entre 10s que figura una multiplicaci6n de panes, que al menos ha inspiradc la estructura de 10s relatos del Nuevo Testamento semejantes a θΙ Estos mostraran, sln embargo, que la figura de ]esus es muy superior a)a de Eliseo: renovando un prodigio del Exodo (el don del mana; Εχ 16; Nm ll), ]esus realiz6 un signo meslanico Υ mostr6 ser el Pastor de su puebl0 [vease νοΙ Ι, ρ. 138].

124

Un hombre de Baal Salisa

ΙΙegό

trayen-

do al hombre de Dios primicias de pan, veinte panes de cebada

Υ

grano fresco en

espiga. Elise~ dijo: ~(Dj$cl~ .::: 1:: gcntc ;F quc coman». Su servidor reΡΙicό: ((ι:!Cόmο voy 51 poner esto deIante de clen hombres?». ΕΙ dijo: ((DaseIo a la gente Υ que coman, porque asί dice Yahve: "Comeran Υ sobrara"». Lo puso ante ellos, comieron Υ dejaron todavίa sobras, conforme a Ia paIabra de Yahve». (2 R 4,42-44).

LOS SIGNOS DEL MESIAS DE ISRAEL

Era γα una hora muy avanzada cuando se le acercaron sus discipulos Υ le dijeron: «Ellugar estά deshabitado γ γα es hora avanzada. Despidelos para que vayan α las aldeas γ pueblos del contorno α comprarse de comer». Ει les contestό: «Dadles vosotros de comer». Bllos le dicen: «d Vamos nosotros α comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». Ει les dice: «dCuάntοs panes teneis? Id α ver». Despues de haberse cerciorado, le dicen: «Cinco, γ dos peces». Bntonces les mandι5 que se acomodaran todos por grupos sobre Ιa verde hierba. Υ se acomodaron por grupos de cien γ de cincuenta. Υ tomando los cinco panes γ los dos peces, γ levantando los ojos αΙ cielo, Ρrοnuncίό Ιa bendίcίόn, Ρartίό los panes γ los iba dando α los discipulos para que se los fueran sirviendo. Tambien reΡartίό entre todos los dos peces. Comieron todos γ se saciaron. Υ recogieron las sobras, doce canastos llenos γ tambien Ιο de los peces. Los que comieron los panes fueron cinco mil hombres (Mc 6,30-44). ΕΙ alcance sίmbόΙίco del texto es tan fuerte que muchas veces se ha puesto en tela de juicio la historicidad del suceso. Hay quienes han apelado a una eΧΡΙίcacίόη natural: Jesιis habria invitado a 1<1 multitud a compartir fraternalmente 10 que tenian, a 10 que la gente habria accedido gracias a su fuerza de Ρersuasίόη. Otros han considerado el relato como una leyenda, que seria una coηstruccίόη mitica basada en algunos textos del Antiguo Testamento, en particular en el milagro de los panes realizado por Eliseo Υ en el don del mana Υ de las codornices en el desierto (Εχ 16; Nm 11). Se tratarla de expresar, a traves de este relato, una coηvίccίόη teοlόgίca: lejos de abandonar al ser humano a sl mismo, Dios viene en su ayuda. La mayoria de los exegetas* admite hoy que en el origen de los relatos se encuentra υη acontecimiento real de la vida de Jeslis. lPodemos discernirlo de υη modo mas preciso? Α veces se avanz.1 una eΧΡΙίcacίόη: seria una comida ordinaria de Jesιis con sus dίscί­ pulos, a la que se habrla unido la multitud. ΕΙ conjunto se convertirla, luego, en υη relato de milagro. Una οbjecίόη se puede hacer Ιegί­ timamente a este tipo de eΧΡΙίcacίόη: lcόmο dar cuenta, entonces, de la efervescencia que ρrovοcό el episodio entre los testigos del acontccimicnto? Es prcciso admitir, cn c1 punto dc partida, υη hecho extraordinario que suscίtό reacciones en la multitud, sin duιΙι debido a su caracter mesianico. Hay que subrayar, en efecto, que las multitudes ηο reaccionan tanto por el hecho en si mismo como por su sίgηίficacίόη. Para dar cuenta de la historicidad de la muΙtίΡΙίcacίόn de los panes, fuera cual fuera el acontecimiento inicial, podemos resaltar <.'1

12~

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

va10r que tiene, ademas de su atestacίόη mιίltip1e, su coherencia con 1as pa1abras Υ acciones de Jeslls, que 10s evangelios* testimonian en otros 1ugares. Podemos, sobre todo, valorar que el re1ato permite explicar cierto nllmero de datos evange1icos de 10s que ηο se puede dar cuenta suficientemente mas que si se admite 1a base autentica del milagro de 10s panes (criterio de la eΧΡΙicaciόη necesaria). Asi: ~por que JesίIs fue considerado como el profeta al que se quiere hacer rey, como consecuencia de este acontecimiento, a1 menos segun la tradίcίόη joanica* (Ιη 6,14-15), pero en parte tambien segun 1a tradiciόη sίηόΡtica (Mc 8,29)? Υ con mayor Ρrecίsίόη alln: ~por que Jesus «οbΙigό» (Mc 6,45) a sus discipulos a subir a la barca nada mas terminar la muΙtiΡιicacίόη de 10s panes, mientras que e1 mismo se dedicaba a despedir a 1a multitud? Este hecho 10 mencionan Marcos Υ Mateo, Υ Ρaradόjicameηte es Juan quien 10 explica: le querian hacer rey (Ιη 6,15). ~Por que Marcos, en su primer relato de la mu1tiΡΙicaciόη de 10s panes en particular, subraΥό con tanta insistencia su a1cance cristοlόgico*? ~Cόmο explicar que el episodio se encuentre en todas 1as etapas de 1a tradiciόη Υ en 10s diferentes medios de las comunidades primitivas, en la redaccίόη final de 10s DOCUMENTO UNA MARCHA SOBRE LAS AGUAS ΕΝ LA TRADιcιόΝ BUDISTA Existen relatos de andar sobre las aguas fuera de Ia tradίcίόn bibIica. Εη el budismo ίηωο existe un reIato de este tipo, cuya sίgnifίcacίόη es, por 10 demas, bastante distinta de Ia del episodio evangelico. Marchar sobre aguas sin zozobrar es sefιal de una intensidad de contemplacίόn que hace que el cuerpo humano escape de Ias Ieyes naturaIes. ΕΙ siguiente texto esta traducido deI pali: Habia un hombre piadoso, virtuoso Υ excelente discipul0 que, una tarde, de camino hacia ]etavana, ΙΙegό al borde del τίο Aciravati, cuando 10s encargados de hacer σΙ paso γα 11.abfa;; a,ma.rrado su ba,rc::J θΩ la otra orilla para poder escuchar el anuncio de1 Dharma (1a doctrina bιidica). Νο viendo ninguna barca en el embarcadero Υ sumido θΩ υη arrobamiento causado ροτ [la cοntemΡlaciόn del] Buda, descendiό sobre el τίο. Sus pies ΩΟ se hundieroΩ en las aguas. Υ asi ΙΙegό a la mitad del rfo como si se moviera sobre tierra firme.

126

Pero en ese momento Ρrestό atenciόn a 1as 01as. Entonces, e1 arrobamiento causado ροτ [la cοntemΡ1aciόn de1] Buda [que se habia apoderado de el} se debi1itό Υ sus pies empezaron a hundirse. Pero l1egando de nuevo a 1a p1enitud de1 arrobamiento causado por [la cοntemΡlaciόn del} Buda, siguiό marchando sobre las aguas. Llegό asl a ]etavana, saΙudό respetuosamente al Maestro Υ Ξθ sentό a un lado. ΕΙ Maestro le acοgiό afectuosamente: «Oh piadoso laico, espero qu~ hayas hecho Ιυ camino sin problemas». ΕΙ reSΡοndiό:((Sefιor, despues de haber a1canzado el arrobamiento causado ροτ [la contemΡΙaciόn del] Buda, disfrute de un soportc sobrc 1a supcrficic de1 agua, C"omo $i pisa ra tierra firme». Υ el Maestro le dijo:((Con toda seguridad, oh hombre piadoso, no eres el ιinico que, recordando 10s meritos de Buda, ha obtenido ayuda; ya en tiempos lejanos hombres piadosos, tras naufragar en medio del mar Υ recordando 10s meritos de Buda, obtuvieron ayuda». Uataka, 190)

LOS SIGNOS

DEL MESIAS DE ISRAEL

sίηόρtίcos Υ, luego, en la de Juan? Todos estos puntos se aclaran si se admite la historicidad de la muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes, reΙeίda luego a la luz de 10s relatos de la ίηstίtucίόη de la Eucaristla. Εη efecto, como en la cena, νemos que tambien en estos relatos Jesus «toma» el pan, ο «bendice» ο «da gracias», 10 «parte» Υ finalmente 10 «da» a sus discipulos. Εη este sentido se habla, con raΖόη, de interΡretacίόη eucarlstica de la muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes. Los judios del siglo primero esperaban ιιη nueνo Moises que renoνara 10s signos del E,xodo, particularmente el don del mana. Es 10 que le dicen a Jesus: «ίQue signo haces para que νiendolo creamos en ti? ίQue obra realizas? Nuestros padres comieron el mana en el desierto» (J η 6,30-31). La muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes esta relacionada, asί pues, con la mesianidad de Jeslls. Sin embargo, Jeslls, lejos de dejarse reconocer, pone tierra de por medio una νez realizado cl signo. Αsί 10 atestiguan las tradiciones sίηόΡtίcas Υ joanica.

JΕsύs CAMINA SOBRE LAS AGUAS

Inmediatamente despues del relato de la muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes, tres de 10s cuatro eνangelistas presentan otro suceso, todavla mas tnrbador, que es como su complemento: su caminar sobre las aguas (Mt 14,22-23; Mc 6,45-52; Jn 6,16-21). Ellugar que ocupan estas tres narraciones muestra que las dos perIcopas* estaban νincu­ ladas en la tradίcίόη Ρre-sίηόΡtίca. Marcos 10 relata asl:

BIBLIA DΙΜΕΝsιόΝ SΙΜΒόLΙCΑ DEL MAR

Lugar de fuerzas maleficas, refugio de monstruos marinos, el mar, en el Antiguo Testamento, es simbol0 del mal Υ de la muerte. Con todo, como la creacίόn entera, esta sometido a Dios que ha dispuesto libremente de θΙ Υ le ha asignado lίmites que ηο podra franquear. De esta conviccίόn participa, por ejempl0, el libro qe Job: «ΕΙ despliega 10s cielos sin ayuda, ΕΙ aplasta la espalda del Mar» Qb 9,8)., Υ cuando Job se muestra arrogante ante ΕΙ, Dios le interroga en estos terminos:

iQuien cerrό el mar con compuertas. cuando escapaba impetuoso de su sono. cuando le ponia nubes ροτ mantillas. nubes tormentosas ροτ paίiales. cuando le marcaba las !indes poniendo puertas Υ cerrojos? Le dije: ((Hasta aqui llegaras. no pasaras. aqui se estrellara. e! orgull0 de tus O!RS)). Gb 38.811)

ΙΠ

JE,SU,S, MAESTRO

γ

TRAUMATURGO

lnrnediatamente οbΙίgό α sus discipulos α subir α Ιa barca γ α ir por delante hacia Betsaida, mientras ει despedia α Ιa gente. Desputs de despedirse de ellos, se fue aΙ monte α orar. ΑΙ atardecer, estaba Ιa barca en medio del mar γ ει, solo, en tierra. Viendo que ellos se fatigaban remando, pues el viento les era contrario, α eso de Ιa cuarta vigilia de Ιa noche viene hacia ellos caminando sobre el mar γ queria pasarles de largo. Pero ellos, vicndole caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma γ se pusieron α gritar, pues todos le hablan visto γ estaban turbados. Pero ει, aΙ instante, les habΙό, dicicndoles: «jAnimo!, que soy γο, no temάίs». Subίό entonces junto α ellos α Ιa barca, Υ amaίnό εΙ viento, γ quedaron en su interior completamente estupefactos, pues no habian entendido Ιο de 105 panes, sino que su nlente estaba embotada (Mc 6,45-52). Este re1ato es υηο de 10s mas contestados en su historicidad. Se ha hab1ado de 1eyenda ο de mito Υ tambien de re1ato sίmbόιico basado en υη nucleo hίstόrίco. Sin duda ηο hay que olνidar la νincula­ cίόη existente entre la marcha sobre las aguas Υ la muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes, como, por 10 demas, inνita a hacerlo la ιίltima frase de la ΡerίCOΡa que acabamos de citar (Mc 6,52): en ambos casos, Jesus renueνa υη signo del Exodo, sea al darles el mana sea al mostrarles su senοrίο sobre e1 mar. Creemos que se puede decir con raΖόη que DOCUMENTO MILAGROS SOBRE LA NATURALEZA ΕΝ LA TRADΙCIόΝ RABINICA

La tradicίόn rabinica estuvo marcada por el fenόmenο milagroso, como 10 atestigua el siguiente texto, que pone θΩ escena a un tal onίas que habria vivido hacia el afto 100 a.C. Νο hay que olvidar, sin embargo, que tanto θΩ la tradicίόn rabinica como θΩ la neotestamentaria, 10 esencial ηο es el suceso milagroso θη si mismo, sino la accίόn salvifica de Dios θη favor de 10s hombres, de la que el suceso θΒ eχΡresίόn: Οcuπίό UJld.

vez que dijeron a Onias, e1 marcador de circu10s, que ΟΤΒΤΒ para que descendieran 1as lluvlas. [. ..] Οτό, pero ΩΟ descendieron 1as lluvlas. iQue hizo? ΤτΒΖό υη cfrcu10, se cο10cό en e1 centro Υ dijo ante Ε1: ((Seiίor de1 universo, tus hijos se han dirigido a mi ροτ cuanto que ΥΟ soy como υΩ hijo de casa ante Τι juro ροτ Ιυ

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gran Nombre que ΩΟ me movere de aqui en tanto que ΩΟ desciendan 1as lluvias)). Comenzaron entonces a desprenderse unas gotas. Εχc1amό: «Νο he pedido esto, slno 1a l1uvia de 1as clsternas, de 1as fosas Υ de las grutas». Cοmenzό 1uego a llover con ΙυτίΒ. Εχc1amό: ((Νο es esto 10 que pedi, sino ΙΙυνίΒ de benevolencia, de bendίcίόn, de generosidad). Descendieron 1as lluVΊas con moderaciόn pero continuadamente. [ ...] Simeόn ben Sataj envίό a declr1e: ((Si tιi Ωσ fueras Onias, te lmpondria υηΒ eχcοmuniόn. Pero, ,Jque puedo hacer ΥΟ contJgo? Tίi te com.portas con Dios como υΩ importuno Υ Ε1 cump1e Ιυ vo1untad, como υΩ Ωίiίo que Jmportuna a su padre Υ este 1e satisface su deseOJ). (Misna., Taanit ΙΗ,Β;

trad. de Carlos del Valle)

LOS SIGNOS DEL MESIAS DE ISRAEL

hay, subyacente a una tradίcίόη antigua, υη suceso de tipo epifanico enraizado en 1a historia: Jesus maηίfestό a traves de este gesto e1 misterio de su persona.

UNA ELECCIdN DIFfCIL PARA LOS DISCIPULOS

Si volvemos a 1a muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes, constatamos que, en todos 10s evangelios, ocupa υη 1ugar estrategico importante porque constituye 1a cima de 10 que se 11ama el ministerio ga1i1eo de Jesίιs. Desde este punto de vista, marca una ruptura, porque constituye una etapa decisiva en e1 proceso que desembocara en la Ρasίόη, si creemos, por ejemp10, el testimonio de1 evangelio segun Juan: 10s oyentes de Jesus juzgan las palabras que pronuncia a coηtίηuacίόη de este suceso como «duro es este lenguaje» Οη 6,60). Υ justamente a coηtίηuacίόη de 1a mu1tίΡ1ίcacίόη de 10s panes se opera la distin(ίόη entre 10s que en ade1ante rehusan seguir a Jesus Υ 10s que reconocen gracias a este signo su verdadera identidad:

Desde entonces muchos de sus discipulos se volvieron αtrάs γ γα no andaban con el. Jesus dijo entonces α los Doce: «dTambien vosotros quereis marcharos?». Le reSΡοndίό Sίmόn Pedro: «Sefιor, da quien vamos α ir? Τίι tienes palabras de vida eterna, γ nosotros creemos γ sabemos qlle tU eres el Santo de Dios». Jesus les reSΡοndίό: «dNo os he elegido γο α vosotros, los Doce? Υ uno de vosotros es un diablo». Hablaba de Judas, hijo de Sίmόn Iscariote, porque este le iba α entregar, uno de los Dοι-e (Ιη

6,66-71).

La mu1tίΡ1ίcacίόη de 10s panes ob1iga, asί pues, a una eΙeccίόη radical. ΕΙ pasaje de san Juan que acabamos de citar resa1ta otros dos e1ementos tambien muy importantes: e1 anuncio de 1a traίcίόη de Judas Υ e1 reconocimiento de 1a identidad de Jesus por 10s dίscίΡuΙ0S. Εη e1 primer sig10 surgieron muchos profetas, en resumidas cuentas taumaturgos, que querίan renovar 10s signos del Exodo. Αsί un tal Teudas Ρreteηdίa dividir las aguas del Jordan. Νο hay ninguna dudιi dt Υω: Jι:.sίι.s [ue ωnsίderadο como υηο de esos protetas dc 10s tiempos nuevos. Tampoco hay duda de que algunos de esos profetas teηίaη algunas relaciones coη 10s agitadores polίticos, hasta tal punto que en ocasiones eran considerados como mesίas, en υη.\ epoca en que la expectativa mesianica era muy viva. Εη cua1quier caso, Juan evidencia este punto cuando re1ata que al acabar e1 episodio de la mu1tίΡΙίcacίόη de 10s panes querίan hacer rey a Jesίιs Il9

JΕsύs,

MAESTRO Υ TRAUMATURGO

(J n 6,] 4-15). Por 10 demas, ]esus sera condenado Υ morira como «rey de 10s judIos» Υ, por tanto, como Meslas*. Εη esta perspectiνa, ηο es muy extrano que ]esus fuera reconocido como Mesias a coηtίηuacίόη de la muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes Υ de su caminar sobre las aguas. ΑΙ realizar signos escatoΙόgίcos, reνe­ Ιό quien era: el Mesias de Dios. Como tal le coηfesό Pedro, en la famosa escena que se desarrοlΙό en Cesarea de ΡίΙίρο: «ΤιΊ. eres el Cristo» (Mc 8,29 Υ paralelos). Subrayemos, sin embargo, que en 10s eνangelios ]esus nunca se da a sl mismo el titulo de Meslas. ΑΙ contrario, parece tomar alguna distancia respecto a ese titulo (Mc 12,3537), sin duda debido a su ambίgϋedad Υ a 10s significados polίticos que estaban unidos a el, en una epoca en la que 10s agitadores polί­ ticos se haclan pasar por profetas de 10s tiempos nueνos. Sigue en pie, sin embargo, que 10s discipulos de ]esus percibieron, poco a poco, su identidad, aunque esta sόΙ0 despues de Pascua* alcanzara su sίgηίficacίόη completa.

].-F.

1)0

Β.

4

ΡΑsιόΝ Υ RΕSURRΕccιόΝ

L

Α Ραsίόn Υ Ια Resurreccίόn de ]esus de Nazaret forman

un todo en Ια trαdίcίόn eristiana. Son estos acontecimientos, interpretados por los discipulos, leidos Υ releidos α 10 largo de los siglos, los que estάn en el origen del lugar unico que ]esueristo ocupa en el universo cultural Υ religioso. Sin embargo, estos dos acontecimientos no son del mismo tipo. Ια vida de ]esus, incluida su muerte, puede ser objeto de una ίnνestίgαcίόn hίstόrίca orientada α eseribir una historia sobre Ια que, α pesar del cαrάcter hipotetico de algunos resultados, todos podemos entendernos bάsίcamente. Por el contrario, Ια Resurreccίόn, que los eristianos afirman que se produjo realmente, no es experimentable en sl misma por la ciencia hίstόrίca Υ sus mCtodos. Pertenece αΙ orden de Ια fe.

1.\1

4.1.

LA ύΙΤΙΜΑ

ESTANCIA

DE JΕsύs ΕΝ JERUSALEN, SU PROCESO Υ SU MUERTE

05 cuatro eνangelios* nos narran al detalle, por asl decirlo, el final tragico de la νida de Jesus Υ son 10s unicos escritos de la antigίiedad que 10 hacen, aunque la dοcumeηtacίόη extraeνangelica confirma, en 10 esencial, 10 que nos comunican las ΡΓί­ meras fuentes cristianas. ΕΙ historiador judIo Flaνio Josefo (Antigiίe­ dades judias ΧΥΙΙΙ, 53-64) nos dice que Jesus fue condenado por Pilato a ser crucificado a «ίηdίcacίόη» ο por «denuncia» de 10s jefes de la ηacίόη judia. 5umariamente es 10 mismo que dice la νersίόη de 10s eνangelios. Pero estos, 10 mismo que Josefo, ηο satisfacen nuestras ganas cuando se trata de saber cuaI fue la raΖόη precisa que ΟΓί­ gίηό el apresamiento de JesUs. ΕΙ grupo que Ρrecedίό a la ΟΡeracίόη en ellugar llamado Getsemanl (<<prensa de aceite») fue enνiado, segun dice el eνangelista Marcos (14,43), por «los sumos sacerdotes*, 10s escribas Υ 10s ancianos», es decir, por el gran 5anedrln* de Jerusalen, designado por 10s tres elementos que le componian: miembros de las grandes familias sacerdotales, legistas (generalmente fariseos*) Υ arίstόcratas laicos; 10s grupos primero Υ terceΓO se adherlan, por 10 general Υ en su mayor parte, al moνimiento saduceo*. Εη la solemnidad con que MarC05 ο,ι l,ι notici? 5ι:' rercibe υna intenciόn rolemia que se manifiesta, por 10 demas, en 10s relatos eνangelicos del proceso de Jesus: atribuir a las instancias supremas del judaIsmo* la responsabilidad de su muerte. Es de notar, ηο obstante, que el sumo sacerdote ο 10s sumos sacerdotes son 10s unicos que realmente se implican en la ΡreΡaracίόη Υ el desarrollo del asunto: esto les da υη peso superior al de 10s otros dos grupos que componian el consejo supremo.

L

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ΡΑsιόΝ

Υ

RΕSURRΕccιόΝ

LAS RAZONES DEL PROCESO

Si nos preguntamos por 1as razones que determinaron a 10s sumos sacerdotes a detener a Jesίis, chocamos con νerdaderas dificu1tades. Jesίis fue condenado a muerte por Pi1ato por razones polίticas, mas concretamente por pretender 1a rea1eza; 10 fijaba con toda eνidencia e1 carte1όη, pίib1ico e incontestab1e, que 10 resumίa en un mίηίmο de pa1abras: «e1 rey de 10s judίοs» (Mc 15,26)'lEn que medida esta acusacίόη corresponde a 1a rea1idad Υ permite inscribir a Jesίis en e1 moνimiento ze1ota* cuya marca de identidad era 1a rebe1ίόη antiromana? Ademas, dado que Jesίis fue entregado a Pi1ato por 1as autoridades judίas, llo que fue determinante para 10s romanos 10 fue para1e1amente para esas autoridades judίas? Fueran cua1es fueran 1as innoνaciones reformadoras de Jesίis respecto a 1a 1ey* de Moises Υ a su aΡ1ίcacίόη, nada permite suponer que su ροsίcίόη en este terreno jugara un pape1 en su deteηcίόη Υ en su muerte. Por e1 contrario, e1 tίtu1ο de Μesίas* (en griego Kristos) que 10s primeros cristianos confirieron desde muy pronto a Jesus (Pab1o, a1rededor de1 afio 50 nos 10 garantiza como ya tradicional) permite suponer en Jesίis, ο a1 menos en su entorno, una reiνindica­ cίόη de ese tipo, que Ροdίa νerse reforzada porque se sabίa que su fami1ia habίa guardado en sus archiνos 1a tradίcίόη de una ascendencia daνίdίca mediante υη oscuro hijo de rey, llamado Natan, como atestigua 1a geηea1οgίa que aporta Lucas (3,23-37). DOCUMENTO MOVIMIENTOS DE ΙΝSURREccιόΝ Υ «MESιAN"ICOS ΕΝ TIEMPOS DE ]Εsύs Los Hechos de 10s ΑΡόstο1es (6,36-37) ponen en Iabios de Gamalie1 e1 recuerdo de dos insurrecciones contra Ios romanos que tuvieron Iugar ροι entonces. F1avio Josefo (Antiguedades judias XVII, 286) ηΟΒ informa de que, a1gunos decenios antes de la muerte de ΙΘΒίιΒ, «Judea estaba llena de bandas de rebeldes)). Cualquiera pod.ia proclamarse rey a la cabeza de una banda de rebeldes, que el mismo reunia, para llevar a la ruina a la comunidad, causando perdidas insignificantes a 10s romanos, pero produciendo las peores matanzas sobre su ριορίο puebl0. Sabemos de la existencia de un tal Judas, hijo de Ezequias, de otro guerril1ero lla-

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mado Sίmόη Υ, a1 comienzo de 1a guerra judia, de Atronges, antiguo pastor, autoproclamado tambien rey contra Roma. Los Hechos de los ΑΡόstο1es mencionan a Teudas Υ Judas el Galileo. Aunque la actividad de este segundo, provocada ροι el censo de Quirino (6 d.C.), fue anterior a la muerte de Jesus, la del primero se desa rrοlΙό en tiempos del procurador Cuspio Fado, entre 10s afιos 44 Υ 46. ΑΙ autor del evangelio segun san Lucas Υ de 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles le gusta relacionar 10s hechos que cuenta con 10s sucesos de la historia profana, ηο Βίη cierta aproximacίόη al fechar estos ίιltimos.

ΙΑ

ύΙΤΙΜΑ

ESTANCIA DE JΕsύs ΕΝ JERUSALEN

Seguramente la entrada triunfal bajo 10s ramos, con sus aclamaciones reales, ηο puede representar una escena hίstόrίcameηte νίνί­ da, pues las autoridades romanas ηο habrlan soportado sin reaccionar 10 que tenla todas las apariencias de una restauracίόη monarquica organizada contra ellas:

Traen el pollino ante ]esus, echaron encima sus mantos Υ se sentό sobre el. MlJchos extendieron SlJS mantos por el camino; otros, follaje cortado de los campos. Los que iban delante Υ los qlJe le seglJian, gritaban: «jHosanna! jBendito el que viene en nombre del Sefιor! jBendito el reino que viene, de nuestro padre David! jHosanna en las altllras!» (Mc 11,7-10). lLo que Ρasό fue algo menos espectacular, una acΙamacίόη realizada por ιιη grupo reducido de discipulos? Νο se puede negar que el acontecimiento subyacente a la redaccίόη cristiana Υ teοlόgίca de 10s eνangelios posea alguna ralz hίstόrίca, pero es bien difίcil precisar sus rasgos. La Ρreteηsίόη mesianica, del mismo Jesύs ο de su entorno, era suficiente para molestar a 10s jefes judIos. Νο es que se tratara de ιιη pecado religioso, Υ menos todaνla de una «blasfemia», como se lee en el relato de la escena del Sanedrln. Pero proνocar directamente al poder romano sl era realizar una accίόη polίtica, cuyas funestas consecuencias 10s sumos sacerdotes sabian calibrar; ademas ellos mantenlan buenas relaciones con el gobernador Poncio Pilato. Sin suprimir sn impacto polίtico, hay una actitud de Jesύs que sl era susceptible de desatar la ΟΡeracίόη que le condncirla al Calνario, afiadiendose quizas a 10 que acabamos de considerar. Se trata tambien de ιιη acontecimiento al que se aiiaden palabras. Este acontecimiento es el incidente del Templo en el que νemos a Jesύs echar fuera del santuario a 10s νendedores de animales destinados a 10s sacrificios, Υ a 10s cambistas de dinero:

Llegan α ]eflJsalen; Υ entrando en el Templo, comenΖό α echar fuera qlJe vendian Υ α los que compraban en el Templo; vοΙcό 1as mesas de 10s cambistas Υ los puestos de 10s vendedores de palomas Υ no permitia que nadie transportase cosas por el lemplo. Υ les ensefιaba, diciendoles: «dNo estά escrito: Μί casa serά llamada casa de οracίόn para todas las gentes? jPero vosotros Ιa tentiis hecha una cueva de bandidos!» (Mc 11,15-17 Υ paralelos; cf. Ιη 2,14-16). α Ι05

Εη la forma en que esta descrito, este incidente ηο es mas plausible que la entrada trinnfal tal Υ como la pintan 10s eνangelios, daιiιl

ΡΑsιόΝ

Υ

RΕSURRΕccιόΝ

la νigilancia que las tropas romanas ejercian sobre ellugar Υ dado que ηο tenlan mas que bajar una simple escalera para restablecer el orden si se producIa algun tumulto de cierta enνergadura. Pero es posible que en el origen de este rela10 haya υη gesto de Jesus de caracter limitado, ges10 en el que reapareciera el acento de 10s antiguos profetas que criticaban el modo de practicar el culto. Aunque las palabras con que Jesus comenta su actuacίόη sean producto de la polemica cristiana, el gesto en Sl mismo -quizas unos cuantos pues10s echados por tierra- comunicaba una seνera Ιeccίόη, porque su crltica recala sobre el mismo culto, ya que el mercado del Templ0 Υ 10s puestos de cambio de moneda (para obtener la moneda reglamentaria) eran alimento indispensable de aquel culto.

DOCUMENTO ALGUNOS PROFETAS ANUNCIAN LA RUINA DEL TEMPLO Νο fue Jesίls el ίlnico que predijo la destruccίόη del Templ0, aunque ninguno fuera de θΙ se atrίbUΥό papel alguno θη esa ΟΡeracίόη. Dios se mοstrό a SaΙ0mόη θη el santuarlo que acababa de levantarle Υ le dίrίgίό unas palabras θη las que a Ιββ promesas sucedian las amenazas dirigidas al pueblo: «Pero sl vosotros Υ vuestros hijos dals la vuelta tras de mi Υ ηο guardais 10s mandatos Υ decretos que os he dado, Υ vals a servlr a otros dioses postriιndoos ante ellos, arrancare a Israel

de la superficie de la tierra que les di; retlrare de mi presencia el templ0 que he consagrado a mi Nombre, e Israel se convertira θη ejempl0 Υ escarnlo entre todos 10β pueblos» (1 R 9,6-7). Εη Jeremias leemos la mlsma amenaza Υ el mismo anunclo. ΕΙ antiguo santuario de Silό fue destruido. Otro tanto sucedera con el Templ0 de Jerusalen, por la maldad del pueblo: «Υο hare con el templ0 que lleva ml Nombre, θη el que confiais, Υ con el1uqar que οβ di a vosotros Υ a vuestros padres, 10 mismo que hice con Silό» ar 7,12-14). Ιβ colina del Templ0 se convertira en «un otero salvaje» Qr 26,18). ΕΙ Thstarnento de ώνΙ vuelve sobre el pasado de Israel: el orgullo sacerdotal Υ la mofa de 10 sagrado haran que «el Templ0 que βθ erigira el Sef\or quedara deslerto Υ profanado;

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vosotros serels conducidos a la esclavitud ente las naclones» (14,7-8; 15,1). Glosando las amenazas del Levitico (26,19) el Targum* Neofiti afίade: «Destrulre mi santuario, que es vuestra potente fuerza». Segίln Flavio Josefo (Guerra judia VI, 300-309), en 10β comlenzos de la guerra judia, bajo el procurador Albino (62-64), un campesino pobre, Jesίls hijo de Ananias, se puso a recorrer las calles de Jerusalen gritando: «Voz de Oriente, νΟΖ de Occidente, νΟΖ de 10s cuatro vientos, νΟΖ que va contra Jerusalen Υ contra el Templ0, νΟΖ contra 10β reclen casados Υ contra las reclen casadas Qr 7,34\ νΟΖ contra todo el pueblo». Severamente castigado, ηο deja de evocar a su hοmόηίmο Jesίls de Nazaret al que 10s evangelios atribuyen anunclos slmilares al suyo, aunque su final fue distlnto (Albino dejό en libertad, como a 10co, al profeta de calamidades). Pero al anunclo de la destruccίόη del santuario le sigue, θη ocasiones, el de su recοηstruccίόη. Del Templ0 antiguo «sacaron todas las columnas, vigas Υ ornamentos de la casa [Templ0], enrollados junto con ella; 10β sacaron Υ echaron θη un lugar al sur de la tlerra». Υ Dios instaurό, luego, «una casa nueva, mas grande Υ alta que la primera, Υ la puso en ellugar de la que habia sido recogida» (l Henoc 90,28-29).

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ESTANCIA DE JΕsύs ΕΝ JERUSALEN

Tambien hemos de tener en cuenta a1gunas pa1abras de Jesus anunciando 1a destruccίόη de1 santuario (Mc 13,2), cuyo eco οίmοs en e1 re1ato de1 proceso (Mc 14,58 Υ para1e10s). Estas previsiones de1 futuro ηο carecίaη de re1acίόη con e1 tema esencia1 de 1a Ρredίcacίόη de Jesus: e1 Reinado definitivo de Dios que e1 anunciaba ηο teηίa nada que ver con υη cu1to saerificia1 ordenado en buena parte a 1a eΧΡίacίόη de 10s pecados, mientras que Jesus consideraba que, mediante su Ρredίcacίόη, estaba poniendo 1as primicias de una reηοvacίόη tota1 de1 cu1to. Pero semejantes intenciones ηο Ροdίaη atraerse 1a benevo1encia de 1a jerarquίa de1 Temp10 ηί tampoco 1a de 1a Ροb1acίόη judίa profundamente apegada a su santuario. Por esta ίιltima raΖόη, sus propuestas eran una amenaza para e1 orden pub1ico, sobre todo en p1enas fiestas pascua1es cuando Jerusa1en entera rebosaba de peregrinos; Υ se comprende que Caifas, amigo de 10s romanos, juzgara prudente ordenar 1a deteηcίόη de JesUs. Αsί pues, sin exc1uir toda coηηοtacίόη mesianica en 1a actividad de Jesus ο a1 menos en 1a ΡerceΡcίόη que de ella teηίaη a1gunos, su postura respecto a1 Temp10 Υ su futuro jugό υη pape1 importante en e1 asunto que puso fin a su vida. Los ACONTECIMIENTOS

Jesus fue detenido por 1a Ρο1ίcίa de1 Temp10 por decίsίόη ίιltima de 10s sumos sacerdotes. La co1abοracίόη de 1a «cohorte» romana que deseribe e1 evange1io segun Juan es de una historicidad muy prob1ematica, pues e1 desarrollo posterior de 10s acontecimientos nos muestra a Jesus en manos exc1usivamente de 1as instancias judίas, Υ a Pi1ato, segun aparece, en 1a mas tota1 ignorancia de cuanto habίa pasado anteriormente, cosa que ηο se exp1ica si 10s romanos hubieran estado imp1icados en e1 asunto desde e1 principio. Podemos intentar rehacer 10s hechos comparando 1a versίόη que de ellos hace e1 cuarto evange1io Υ 1a que hacen 10s otros tres. La sesίόη en que vemos a Jesus comparecer ante e1 Saηedrίη, ta1 Υ como 1a cuentan 10s evange1ios segun Marcos Υ Mateo, ofrece mucha dificu1tad para ser 1eίda como una erόηίca hίstόrίca. Ciertamente se puede reconocer en ella e1 recuerdo deformado de1 objeto basico de 1a acusacίόη Oesus habrίa anunciado que destruίrίa e1 Temp10 para 1evantar otro nuevo). Pero acerca de- todo 10 demas, varias razones hacen poco verοsίmί1 que e1 proceso se desarrollar.l de esa forma. Υ ηο son sό1ο de tipo jurίdίco (i1ega1idad de υη proceso nocturno, e1 saηedrίη ηο teηίa su sede en e1 pa1acio de1 sumo sacerdote) ο de orden practico (la sesίόη ηο era pUb1ica). La raΖόη principa1 es que se trata de una comΡοsίcίόη en que se suponen 1as creencias cristianas en Jesus Μesίas, «Hijo de Dios», «Hijo de1 hOlllυ7

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bre» e1evado a1 cie10 Υ que ha de vo1ver pronto a 1a tierra. Estas convicciones de fe que e1 sumo sacerdote judio hace que Jesus se ap1ique a Sl mismo llevan consigo 1a acusacίόη de «b1asfemia» (asl 10 eran para υη judio semejantes reivindicaciones en su sentido cristiano) Υ 1a condena a muerte. Εη Marcos, a pesar de a1gunas huellas de retoque, e1 re1ato posee una bella unidad sostenida por una dinamica Υ por 1a dua1idad buscar/encontrar. Los jueces buscan υη testimonio que 1es sirνa «para dαr muerte a Jesus»; tras υη fracaso, (<<ηο 10 encontrαbαn»), terminan por encontrar e1 resu1tado deseado Υ pueden dec1arar que Jesus es perfectamente «digno de muerte»): Los sumos sαcerdotes Υ el

Sαnedrin

entero

αndαbαn

buscando con-

trα Jesus un testimonio pαrα dαrle muerte; pero no Ιο encontrαbαn.

Pues muchos dαbαn fαlso testimonio contrα ει, pero los testimonios no coincidiαn. Algunos, Ιeναntάndοse, dieron contrα ει este fαlso testimonio: «Nosotros le oimos decir: Υο destruirl! este Sαntuαrio hecho por hombres Υ en tres diαs edificαrl! otro no hecho por hombres». Υ tαmpo­ co en este caso coincidiα su testimonio. DOCUMENTO

10s DERECHOS DEL SANEDRlN lPor φθ las autoridades judias ηο procedieron por sl mismas a la ejecucίόn de Jesus? ΕΙ evangelio segίln Juan responde por boca de 10s mismos que querian hacerle desaparecer: «Nosotros ηο estamos autorizados a dar muerte a nadie» ση 18,31). Desde que emΡeΖό su relnado Herodes el Grande, afιo 40 a.C., el sanedrin habia perdido la autoridad de que disponia en tiempos de 10s Asmoneos*. Ιο que le quedaba de derecho 10cal, el poder judio 10 ejercia por cοncesίόn. Ιο mlsmo sucediό cuando Judea se cοnvirtίό en provincia romana. ΕΙ derecho 10cal, especIalmente el derecho penal, sόΙ0 subslstίa en forma de privilegios otorgados gracIosamente por la autoridad romana A-lgnnos testimonios rabinicos* dejan entender que la jurίsdίccίόncapital se le dejό al sanedrin hasta la destruccίόn del Templ0. Pero la realidad fue, sln duda, muy distinta Υ, por 10 demas, una serle de textos de ese mlsmo origen 10 confirman recordando que cuarenta afιos antes de la destruccίόn del Templ0 el sanedrin perdίό su poder de pena capital, noticia

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esquematIca cuyo alcance puede extenderse hasta el afιo 6 d.C. cuando se lnaugurό en Judea la admίnίstracίόn romana directa. Muchos hechos concretos acaecldos en este periodo 10 apoyan. ΕΙ martlrlo de Esteban, a pesar del caracter oficial que le dan 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles, fue un linchamiento Υ 10 mismo hay que suponer, para escarmlento, en el caso de 10s paganos* que a pesar de la Ρrοhibίcίόn osaron penetrar en el recinto del Templ0. SantIago, hijo de Zebedeo, fue ejecutado por orden de Herodes Agripa J (Hch 12,2) en un periodo (41-44) en que estuvo lnterrumpido en Judea el regimen procuratorlal. Tambien fue en el relnado de Agripa cuando tuvo lugar la ejecucίόn de una hija σ.Ε' l1n sacerd.ote ql1e. ροτ p:rostitυirse, fl1f' rodeada de haces de lefιa Υ quemada. Hay que admltlr, por tanto, que en tiempos de Jesus ηο sόΙ0 el sanedrin ηο estaba autorizado a hacer que se ejecutara una sentencla de muerte, slno que, ademas, sl dictaba una sentencia de ese Ηρο ηο tenla valor alguno ante el poder romano.

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ESTANCIA DE JΕsύs ΕΝ JERUSALEN DOCUMEN1'O

EL «PRETORIO» DONDE ]Εsύs FUE JUZGADO POR PlLATO ΕΙ

proceso romano de Jesus tuvo lugar θη el palacio ο «pretorio» que ocupaba el gobernador cuando, desde Cesarea donde vivia habitualmente, iba a establecerse θη Jerusalen θη las grandes fiestas judias. La ίdeηtίfίcacίόη arqueοlόgίca del edificio es objeto de debate entre 10s que sustentan dos opiniones. Para unos se tratarla de la torre Antonia, θη el angulo noroeste de la explanada del Templ0. Para 10s otros, el «pretorio» de Pilato se identificaba con el palacio de Herodes, sobre la colina occidental de Jerusalen, al sudeste de la actual puerta de Jaffa. De hecho, esta segunda 10caliΖacίόη es la que tlene las mejores garantlas. Εη Cesarea la residencla del gobernador

era el palacio del antiguo soberano. ΕI1 Jerusalen, el palacio de Herodes dominnk)I\ la cludad Υ ofrecia al gobernador un pUOH· to ideal para vigilarla, Υ particularn1OI\to para vigilar el Templo. Sin tener θΗ cuonlI\ algunos lndiclos θη este sentido proporcio· nados por Filόη Υ Josefo, hemos de retenor que segun el evangelio de Juan (19,13) οι lugar que ocupaba Pilato para adminlstraI justIcIa, ademas de su nombre griego do litostratos (<<Enlosado»), tenla tambίόη οΙ nombre arameo de Gabbata, derivado ,)ι, una ralz aramea que evoca la idea genoral de altura, de emInencia, cosa que COnviOI\O mejor a la ροsίcίόη del palacio de HerodoB que a la de la torre Antonla, aunque 6111.. dominara el patio del Templo.

Entonces, se Ιevαntό el Sumo Sacerdote γ ponicndose en medio, pre]esus: «JNo respondes nada? JQui es Ιο que cstos atestiguan contra ti?». Pero ει seguία cαllado γ no reSΡοndία nada. ΕΙ Sumo Sacerdote le Ρreguntό de nuevo: «JEres tU el Cristo, el Hijo del Bendito?». Υ dijo ]esus: «Sί, γο soy, γ vercis αΙ Hijo del hombre sentado α Ια diestra del Poder γ venir entre las nubes del cielo». ΕΙ Surrlo Sacerdote se rasga las tunicαs γ dice: «JQui necesidad tenemos γα cJe testigos? Habeis οίdο Ια blasfemia. JQui os parece?». Todos juzgaron que era reo de muerte (Mc 14,55-64).

guntό α

ΕΙ evangelio segun Juan, mejor que el de Marcos, puede ayudarnos a seguir a Jesus durante aquella noche fatal. Fue conducido, cn primer lugar, a la casa privada del ex-sumo sacerdote Anas, suegro de Caifas que era el sumo sacerdote en ejercicio. Fue aΙΙί, sin duιiιι, donde tuvo lugar una reuηίόη informal de algunos sumos sacerdotes para decidir que coηtίηuacίόη dar a la empresa. Fue aΙΙί tambicn donde Jesus fue maltratado por 10s esbirros mientras esperaban quι' amaneciera. Luego, fue llevado ante el tribunal de Pilato. Pilato, gοbeΠ1adοr ωωα110, (Γα (1 unico con .::apacidad ΡaΓa (ΙίΓ una sentencia de muerte Υ hacerla ejecutar. La ίηcuΙΡacίόη fuc, podemos tener seguridad de ello, polίtica, como se desprende de 10S relatos de la sesίόη, pero sin que esos relatos se puedan consider"r una receηsίόη exacta de 10s dialogos entre juez e inculpado. Sorprende, en efecto, ηο leer reaccίόη alguna de Pilato cuando ]esίιs recoηοcίό su Ρreteηsίόη al tίtuΙο de «rey de 108 judίοs», cosa qιιι'

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normalmente le acusaba de alta traίcίόη. ΕΙ papel de la multitud en el desarrollo del proceso es tambien dudoso, pues sόΙ0 interviene, en 10s dos primeros evangelios, en el episodio de Barrabas, cuya historicidad se puede poner en entredicho dada la ausencia total, fuera de 10s evangelios, de la costumbre que supone. Εη cuanto al va Υ viene de Pilato Υ su dialogo con la multitud en el evangelio segun Juan, son demasiado artificiales para merecer credito; Υ la comΡοsίcίόη en su conjunto esta demasiado penetrada de temas teοlόgίcos Υ polemicos para imponerse como un eco de 10s hechos. La sesίόη ante Pilato acabό, asl pues, en condena a muerte. Desconocemos cuales fueron entonces 10s sentimientos del gobernador, pues sus vacilaciones Υ la simpatIa, relativa por 10 demas, que manifiesta hacia .JesUs en 10s relatos evangelicos, tienen sabor de apologetica cristiana, interesada en apartar de Jesus, Υ en consecuencia de sus adeptos, una acusacίόη de οροsίcίόη al Imperio, Υ en subrayar, a la inversa, que su representante 10cal ηο encontraba nada que objetar sobre ese punto (el llnico que le ίηteresό) en el acusado. Seguramente el caso de Jesus fue examinado junto con otros, a juzgar por la ejecucίόη colectiva que νίηο a coηtίηuacίόη. Pilato Ρeηsό que al menos era prudente desembarazarse de la persona de Jesus (sus discipulos ηο se vieron inquietados), que era una forma de hacerse agradable a Caifas Υ a las autoridades judIas, pues en terminos generales se entendian bastante bien. Es posible que el envlo de Jesus a Herodes Antipas, tetrarca de Galilea Υ por entonces en Jerusalen, como dice el evangelio segun Lucas (23,8-12), tenga su base en un recuerdo hίstόrίco. Pero la comΡοsίcίόη de este episodio aislado es muy deudora del escritor Υ pudo brotar de su ίηteηcίόη apologetica: dos voces, romana una, judIa la otra, dan testimonio de 1a inocencia del acusado. Jesus fue condenado por Pilato a ser crucificado, tras sufrir el suplicio previo de la flageΙacίόη. Εη contra de la ίmΡresίόη que crean Lucas (23,25-26) Υ Juan (19,16), ηο fueron 10s judIos sino 10s solados de Roma 10s que llevaron a Jeslls allugar del suplicio. Dos ejemplos atestiguan que el condenado llevaba el mismo el instrumento de ese suplicio, en concreto el pal0 horizontal (patibulum) que luego habia que elevar sobre el poste fijado en tierra (stipes crucis). Menos el cuarto evangelio, 10s testigos son unanimes en decir que 10s soldados requisaron a uno que pasaba, un tal Sίmόη que iba a la ciudad, para llevar la cruz de Jeslls, demasiado debilitado sin duda para hacerlo eι mismo. Este Sίmόη era originario de Cirene, capital de la regίόη norteafricana de Cirenaica en la que vivlan muchos judios. Algunos de ellos hablan venido a establecerse en Jerusalen donde tenlan su propia sinagoga (Hch 6,9). Este Sίmόη era 140

LA ύLΤΙΜΑ ESTANCIA DE JΕsύS ΕΝ JERUSALEN

REFERENCIA Ε1 «CAMINO DE LA CRUZ»

Desde la antigiiedad 10s cristianos manifestaron deνοcίόη a 10s santos lugares, yendo a ellos θη- Ρeregrίηacίόη, particularmente a 10s puntos donde se habian desarrollado las principales etapas de la Ρasίόη de Jesίls. Pero fueron 10s franciscanos, encargados desde 1312 de la custodia de 10s santos lugares, quienes introdujeron θη Europa las imagenes de esas etapas tal como hoy las encontramos en nuestras iglesias para ofrecerlas a la piedad de 10s fieles Υ ayudarles a meditar sobre la Ρasίόη. Diferentes etapas, pues unos recorridos empiezan en el pretorio de Pilato Υ terminan en el santo sepulcro, Υ otros parten del cenaculo, θη el que

Jesίls ίηstίtuΥό la Eucaristia, Υ terminan ω\ la Asceηsiόη.ΕΙ numero de «estaciones» hII variado tambien a 10 largo de 10s tiempOfI Υ hay que esperar a finales del sigl0 χνll ραΤΑ ver establecido el camino de la cruz, Ο νίλ­

crucis, θη catorce estaciones. Estas inclu·· episodios ηο evangelicos, como las tro& caidas de Jesίls, su encuentro con su madro. el gesto de una mujer (Verόηίca) que limpia el rostro de Jesίls. 1a Iglesia ηο garantiza su historicidad como tampoco prohibo modificar el orden Υ el tema de estas osttι-­ ciones. 10 esencial es que esta practicl\ ayuda a 10s fieles a reflexionar sobre 1II Ρasίόη Υ a acoger su mensaje para sUII Υθη

νidas.

υηο

de ellos, pues, al indicar el nombre de sus hijos, Alejandro Υ Rufo, la tradiciun que llegu hasta Marcos deja entender que se trataba de personas familiarmente conocidas de 10s cristianos dc Jerusalen Υ domiciliadas en la ciudad santa. Una tumba descubiert,. en 1941 al sudeste del νalle de Cedrun Υ que lleνa, entre otras, la inscripciun «Alejandro (hijo de) Simun», coη υη afiadido que, corregido, podrIa dar el nombre de «cireneo», ηο autoriza, sin embargo, mas que a prudentes conjeturas si se trata de νer en ella la seΡuΙturίΙ del hijo del portador de la cruz de Jesιis. Jesιis fue conducido a υη lugar cuyo nombre arameo GόΙgοtιι han conserνado 10s eνangelios (Gulgulta; en hebreo Gulgolet, «cr{tneo»; en latln Calvaria), sin duda ninguna debido a la forma dcl terreno. Su emplazamiento tradicional dentro de la basίlica actual del Santo Sepulcro se apoya en una tradiciun que se remonta ,ιl menos al sigl0 ΙΙ Υ que quedQ consagrada coη la edificaciun de Ιι basίlica constantiniana a comienzos del sigl0 IV. La autenticidad de esta tradiciun la tiene que confirmar la arqueologia cuyos trabajos sc han hecho difίciles debido a 10s edificios que recubren ellugar. ΗίιΥ que notar que una inmensa cantera se extiende bajo la mayor pίlrtc de la basίIica Υ su atriu sur. Su explutaciun se detuνo hacia el suticste en υη espolun rocoso que se eleνa sobre sus lados oeste Υ nortc <Ι una altura de cinco metros. Con todo, 10s arqueulogos se manticncn prudentes cuando se trata de reconocer en ese lugar el montlculo ('11 el que Jesιis fue crucificado. De 10 que podemos estar seguros es ι1ι' que el lugar estaba situado fuera de las murallas del «segunt1o muro», Υ ηο en la ciudad, cosa que estarla en desacuerdo tanto con 14 Ι

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el Nuevo Testamento (Hb 13,12; Hch 7,58; vease tambien Jn 19,17) con la ley judίa (Ιν 24,14) como con las costumbres romanas. ΑΙΙί fue crucificado Jesus despues de que se le presentara el narcόtίco habitual Υ se le despojara por completo de sus vestiduras. ΕΙ vinagre que 10s soldados le dieron a beber ηο era sino la posca, una mezcla de agua, de huevos Υ vinagre, que solίan beber 10s soldados Υ 10s obreros agrίcoΙas. Ese gesto, aunque apaciguaba la sed del ajusticiado, 10 llnico que hacίa era retardar su final. ΕΙ de Jesus fue mas rapido que el de sus compafieros ya que fue dispensado del crurifragium (<
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CRUCΙFιχιόΝ

Se suele considerar la crucίfiχίόη como un suplico tIpicantente ιοnιa:nο, dωιque fue utilizada eΡίsόdicameηtepor 10s griegos Υ por 10s mismos judios. Hacia el afto 88 a.C. el sumo sacerdote Υ monarca asmoneo* Alejandro ]anneo hizo crucificar en ]erusalen a 800 rebeldes. Este caso 10 evoca el Comentario a Nahιim descubierto en Qumran*. Otro texto, del mlsmo orIgen, el Rollo del Templo, permIte adml-

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tlr que el medio esenio* consideraba la CΓucifiΧiόιι CQlno castigo ρa:ι:α detenniHados crlmenes. Pero ηο podemos declr, Sln embargo, Sl esta ΙegίsΙacίόη Ρasό de ser algo meramente teόrίcο, pues ηο conocemos ηίηgίι.η ejempl0 concreto que confirmara su aΡΙίcacίόη. Flavio ]osefo ηο menclona ηίηgίι.η caso de crucίfίχίόηdurante el mandato de Herodes.

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ESTANCIA DE JΕsύs ΕΝ JERUSALEN

DOCUMENTO 1Α MUERTE DE ]Εsύs SEGύN EL Segύ.n 10s cuatro evangelios, Jesus murίό en la cruz con una muerte rea1. Los cristianos hacen de esta muerte un articulo de fe. ΕΙ Coriιn contesta la realidad de esta muerte, ηο por οροsίcίόn al cristianismo, sino contra 10s judίos que dicen: «Hemos dado muerte al Ungido, Jesus, hijo de Maria, el enνiado de Dios [AIiι] , siendo asi que ηο le mataron ni le crucificarom> (4,157). Entonces, lque Ρasό? ΕΙ Coriιn ηο aporta respuesta alguna a esta pregunta. Para obtenerla hay que recurrir a 10s comentarios musulmanes: un doble crucificado en lugar de Jesus (exegesis

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ortodoxa), muerte aparente, supervivoll(:IιI del alma inmortal de Jesus (en el fOlldo, apariencia de muerte), Jesus desclavado <10 la cruz, cuidado Υ curado. La ίnterΡretacίόll coriιnica ηο nacίό de la nada sino que ιίθllΟ raίces en ciertas corrientes cristianas mIlr, ginales ο hereticas. ΕΙ evangelio de PedlΌ (versiculos 10 Υ 19) deja planear una duclII sobre la muerte real de JesUs. Pero fueroll sobre todos 10s medios gnόstίcοs* Υ docetas* 10s que se opusieron a la muerte ΙθΙΙΙ de Jesus, sosteniendo, en particular. quo Jesus, para morir cediό su puesto ίι ιιη sustituto.

La norma romana era que 10s crucificados, una νez muertos, permanecieran en la cruz. Unos notables judios fueron a νer a PiIato para obtener que Jesus Υ sus compafieros de suplicio fueran bajados de sus cruces antes deI comienzo deI sabado. PiIato coηcedίό el favor que Ie pedIan. Todos 10s eνangeIios atribuyen a Jose de Arimatea el honor de haber enterrado a Jeslis. Este hombre era originario de υπ<ι localidad cuyo tΟΡόηίmο griego remite a Ia actual ΡοbΙacίόη de Rantis (a unos 30 km. aI noreste de JerusaIen), Ia Ramatain bίbΙίc,ι (10 que hace que este Jose fuera compatriota de SamueI: νease 1 S 1,1). Α pesar de Ia estίιiΖacίόη de aIgunos textos eνangeIicos (Μι 27,57; Jn 3,2; 19,39), este hombre ηο era υη discipuIo de Jesus, sino υη notabIe judίο al que su piedad incitaba a obedecer Ia ley* '1ue prescribia enterrar, antes de que se pusiera eI so1, 10s cadaνeres de 105 ajusticiados. ΕΙ enterramiento debίa hacerse sin honores Υ 1<1 Mishna*, codificando Ios usos resefiados en Ia BibIia (l R 13,22; Jer 22,18-19; 26,23), concretara mas tarde que Ios condenados ηο pueden ser enterrados en la tumba de la familia. ΕΙ reIato de Marco5 incita a pensar, al respecto, que Jesus ηο gΟΖό de priνilegios: ηί le laνaron eI cuerpo ηί Ie ungieron. Cubierto con una sabana, su cuerρο fue depositado en una tumba cualquiera muy cerca dellugar clel suplicio. Como la Pascua era como Ios dlas de reposo sagrado, hicieron con el1a distancia mlnima. Rodaron una piedra a la eηtr,ιιΙι para impedir que entraran 10s animales. Las excaνaciones han S,ΙC,I­ do a luz, aIrededor del santo sepulcro, bastantes tumbas judίas clel primer siglo. Una de el1as fue, sin duda, en Ia que depositaron el cuerpo de Jesus. S. 1..

4.2. LA RΕSURRΕccιόΝ

Α Resurreccίόη

de Jesus ocupa el centro de la fe cristiana. Νο es un acontecimiento que pueda ser constatado en la misma lίnea que las peripecias de la νida de Jeslls, como su bautismo por Juan el Bautista, sus curaciones, su juicio Υ su crucίfΙΧίόη. La Resurreccίόη en cuanto ta1 ηο se asienta en hechos νerificab1es. Esta fuera de 1as condiciones espacio-tenlporales que nos son familiares. Hace entrar a Jesus en un mundo nueνo, enteramente ajeno a nuestras concepciones del tiempo Υ de Ia historia. Lejos de ser una reanimacίόη, una νueIta a Ia νida presente, marca una ruptura, la entrada en Ia νida eterna. Esta afirmacίόη es una coηfesίόη* de fe Υ ηο puede ser νerificada cientificamente como un acontecimiento hίstόrίcο corriente. Podria parecer la coηstatacίόη de una carencia. Pero el Nueνo Testamento ηο desarrolla una ap010getica probatoria respecto a 1a Resurreccίόη. Nadie νίο, por tanto, rea1izarse Ia Resurreccίόη en si misma. Por eso, ningun re1ato del Nueνo Testamento narra e1 acontecimiento propiamente dicho. Esta sobriedad impresiona, por contraste con el eνangelio aΡόcrίfο* de Pedro, que ηο duda en narrar 1a Resurreccίόη en si misma, de la que son testigos 10s soldados e incIuso Ias autoridades judias. ΕΙ Nueνo Testamento precisa, por el contrario, que «Dios Ie resucίtό a1 tercer dia Υ 1e coηcedίό la gracia de manifestarse, ηο a todo e1 pueb10, sino a 10s testigos que Dios habla escogido de antemano» (Hch 10,40-41). Εη el Nueνo Testamento, el objeto de ΙΓ\ ro-n"t-1t-η)J'"CΙ"f1 1.,(' b"al1.,,, h;C'+rι.".;.., ...... "'". 105 re l"to" .... u ... L"...., r-1 e;..,r"I.,C' Ο"Μο Ia Resurreccίόη. Υ 1a primerisima huella hίstόrίca es el cambio de actitud de 10s discipuIos: de Ia desί1usίόη a1 entusiasmo, del abatimiento al anuncio audaz de 1a Resurreccίόη, inc1uso ante e1 sanedrin* que habia tejido e1 procedimiento que condujo a Jesus a 1a muerte (Hch 4,7-12). lCόmο exp1icar este hecho, esta mοdίficacίόη espectacuIar Υ eficaz de su estado de animo? Εη teοrίa, son posibles

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distintas exp1icaciones. Hay quienes hab1an de a1ucίηacίόη co1ectiva ο de fiebre mesianica. Los discipuIos, por su parte, alegan unanimemente eI hecho de que ]esus ηο habia quedado prisionero de 1a muerte Υ que Dios le habla resucitado. La solidez de 10 que construyeron sobre esta base es un primer argumento hίstόrίco en favor de la fiabilidad de su testimonio. LAS CONFESIONES ΟΕ ΡΕ

lQue forma tοmό ese testimonio? Εη primer lugar la forma de afirmacίόη de fe, de credo ο de Ρredίcacίόη misionera, Υ 1uego la forma de relato evangelico. ΕΙ credo mas antiguo es el de Pab10, testigo de 1a fe ec1esial, en su primera carta a 10s Corintios, escrita unos treinta aiios despues de la muerte de ]esUs. Pablo cita en ella una tradicίόη que sin duda recίbίό de la Ig1esia de ]erusa1en:

Porque os trαnsmίtί, en primer 1ugar, 10 que α mi νez recίbί: que Cristo murίό por nuestros pecados, segun 1as Escrituras; que fue sepu1tado, Υ que resucίtό α1 tercer dία, segun 1as Escrituras; que se αΡαrecίό α Cefas Υ 1uego α 10s Doce (l Co 15,3-5). Los cuatro verbos utilizados en esta coηfesίόη de fe constituyen su centro Υ son particuIarmente reveladores. Van por pares. Ε1 prlmero recuerda dos hechos conocidos por todos: 1a muerte de ]esus Υ su sepu1tura. Este ίιltimo hecho esta expresado sobriamente sln ningun desarrollo Υ es llamatlvo que ηο haga nlnguna a1usίόη a 1a tumba vacla. Por e1 contrarlo, eI sentido de 1a muerte de ]esus se explicita por dos veces. La eΧΡresίόη «por nuestros pecados» lndica su valor sa1vador para 10s seres humanos, Υ «segun 1as Escrituras» recuerda que esa muerte de ]esus hace reaIidad 1a promesa hecha por Dios tal Υ como nos Ia dan a conocer las Escrituras. ΕΙ segundo par de verbos afirma 1a Resurreccίόη de ]esus Υ algunas apariciones. Mientras que todos 10s demas verbos de este credo describen acciones puntuales, el verbo griego traducido por «resucίtό» esta en preterito perfecto: es 1a accίόη centra1 que comeηΖό Υ permanece. Εη cuanto al ultlmo verbo, su traduccίόη literal serla «el se hizo ver a», subraya Ia lniciatlva de Ia persona que se presenta. Segun esta tradίcίόη antigua, 10s primeros beneficiarios de estas apariciones fueron 10s miembros del grupo aΡοstό1ίco. ΕΙ credo recuerda tambien que la Resurreccίόη de Crlsto sόΙ0 entrega toda su 1uz de reve1acίόη si se 1a sitίιa sobre el te1όη de fondo de las Escrituras, pues es su cumplimiento. 146

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DOCUMENTO EL Εη

MAs ALLA ΕΝ

EL JUDAlSMO ΑΝΤΙσυο

tiempos de Jesίls, el judaismo* conocla una esperanza οη la resurreccίόη de 10s muertos, que habia tomado cuerpo sigl0 Υ medio antes, en la revοlucίόη Υ martlrlo de 10s macabeos: 10s justos que dan su vida, antes que apostatar, recibiran en cοmΡeηsacίόηla vida eterna (2 Mc 7,9-14). Pero ηο exlstla una doctrlna unificada sobre la resurreccίόη; esta seguia slendo objeto de discusίόn Υ de especuΙacίόη. Ciertamente la Ιο οη la resurreccίόη ηο era central οη el judaismo. La esperanza comίln en la realiΖacίόη de las promesas divinas tomaba οη θΙ diversas formas. La resurreccίόη ηο aparece claramente οη 10s escrltos de Qurnran* Υ parece que estaba poco presente en el pensamiento esenio*. Εη conformidad con su voluntad exacerbada de atenerse rigurosamente a la ley de Moises fijada en el Pentateuco, 10s saduceos* rechazaban esta doctrlna como una peligrosa novedad (Mt 22,23; Hch 23,8). Por οΙ contrario, 10s fariseos* crelan θη una resurreccίόη

que tendria lugar despues de la venida dol Meslas*. Εη la linea de las Parabolas dol libro de Henoc la velan como una νίι111 transformada: «Εη esos dlas danzaran 10" montes como cabritos Υ 10s collados retozll· ran como corderos hartos de leche, Υ todoIJ [los justos] se convertlran οη angeles del cielo» (l Henoc 51,4). Esta cοηceΡcίόn θβIlι muy ΡrόΧίma a la de Jesίls οη su respuesta a 10s saduceos (Mc 12,25). Esa mlsma con· viccίόη se expresa tambien en la reΙecturιι que se hizo de algunos textos del Antiguo Testamento con οcasίόη de su traduccίόη. Por ejemplo, οΙ texto hebreo de Os 6,2 (<
Escritos sin duda hacia e1 afίo 80, 10s primeros discursos de 10s que retoman 10s Hechos de 10s ΑΡόstο1es, estan compuestos, sin embargo, sobre 1a base de fuentes antiguas. Dan testimonio de hasta que ρυηto 1a muerte Υ resurreccίόη de Jesus estuνieron en e1 centro de 1a Ρredίcacίόη primitiνa. Tres son 1as imagenes principa1es que se utilizan en estos textos para expresar e1 misterio: 1<1 Resurreccίόπ (Jesus fue 1eνantado ο despertado), 1a νida (a νue1to ,ι νίνίτ, esta νίνο) , 1a eχa1tacίόη (ha sido e1eνado, exa1tado, glorifίcado, sentado a 1a derecha de Dios). La primera imagen actua en 1a c1ave de 1a coπtraΡοsίcίόη muerte/νida ο antes/despues Υ caracteriza 1<1 Resurreccίόη a partir de 1a muerte: Jesus estaba muerto Υ despiert,. de 1a muerte; Υacίa en 1a tumba Υ es 1evantado. Las otras dos subr,lyan, mas bien, 1a noνedad: Jesus πο se reintegra a nuestro mundo, pasa a1 mundo de Dios. Εη Ρrοlοπgacίόη con estas expresiones, cI Cristo resucitado sera llamado «primogenito de entre 10s muertos (Co1 1,18), porque es quien inaugura e1 mundo nueνo. Εn su discurso de despues de Pentecostes, Pedro tiene una eΧΡresίόπ muy bel1a: «Dios 1e resucίtό librando1e de 10s lazos del Hades, pues πο cω posib1e que 10 retuνiera bajo su dominio» (Hch 2,24). Επ su senti(lo l)asico 1a pa1abra traducida ροτ «lazos» designa 10s do10res del parto. aΡόstο1es,

14'1

PASION Υ RESURRECCION

ΕΙ

texto concibe, por tanto, el Hades como una matriz de donde Cristo, dolorosamente, es expulsado, liberado para una νida nueνa en Dios. Los

RELATOS DE ΙΑ τυΜΒΑ VAclA

Otra forma del testimonio sobre la resurreCC10n de Jesus nos la transmiten los relatos eνangelicos. Εη este plano, dos tipos de signos nos hacen llegar los testigos de la epoca eνangelica: el descubrimiento de la tumba νacia Υ las apariciones del Resucitado a algunos testigos. La tumba νacia ha hecho correr mucha tinta. La tradίcίόη eνan­ gelica de la νisita 'al sepulcro ηο tiene una ίηteηcίόη apologetica de demοstracίόη, de prueba. Este relato quiza fue compuesto, en primera instancia, para ser leido con οcasίόη de alguna Ρeregrίηacίόη al sepulcro. Cuenta (οη una νersίόη en cada uno de los cuatro eνan­ gelios. Las que presentan los tres eνangelios sίηόρtίcos son muy paralelas Υ parecer cerrar el relato de la Ρasίόη. Su centro 10 ocupa un mismo mensaje celeste referido a la Resurreccίόη: «ΕΙ que buscais ηο esta aqui, ha resucitado». Las diferencias, por su parte, se explican por las intenciones propias de cada eνangelista. Por ejemρΙο, Lucas insiste mas en el papel de Maria de Magdala, Juana Υ Maria, como las primeras que proclamaron la Resurreccίόη. Εn el ηο se dice nada, como si sucede en Mateo Υ Marcos, de que Jesus preceda a los discipulos a Galilea. SόΙο menciona Galilea como el DOCUMENTO

LA RESURRΕCCIόΝ DE

JΕsύs ΕΝ EL EVANGELIO DE PEDRO

Este documento fue descubierto en 1886, en Egipto, Υ fue redactado hacia mediados del sigl0 11 inspirandose en 10s evangelios caηόnicοs*, en particular en el de Mateo. Este evangelio de Pedro describe la Resurreccίόη en si mίsma en estos terminos: Mas durante la noche que precedia al dcJlnil1gQ, ωjeπti-as estCiban ιc:; scldados dc dos en dos haciendo la guardia, se produ-

jo una gran νΟΖ en el ciel0. Yvieron 10s cieabiertos Υ dos varones que bajaban de alli teniendo υΏ gran resplandor Υ acercandose al sepulcro. Υ la piedra aquella que habian echado sobre la puerta, rodando por su ρτορίο impulso, se retίrό a υΏ lado, con 10 que el sepulcro quedό abierto

10s

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Υ

ambos jόvenes entraron. Al verl0, pues, aquellos soldados, despertaron al centurίόn Υ a 10s ancianos, pues tambien estos se encontraban alli haciendo la guardia. Υ, estando ellos explίcando 10 que acababan de ver; advierten de nuevo tres hombres salίendo del sepulcro, dos de 10s cuales servian de apoyo a un tercero, Υ una cruz que iba en pos de ellos. Υ 1a cabeza de 10s dos (primeros) llegaba hasta el ciel0, mientras que la de1 que era conducido ροτ ellos sobrepasaba 10s cielos. Υ oyeron una νΟΖ proveniente de 10s cielos que decia: «iHas predicado a 10s que duermen?». Υ se dejό οίτ desde la cruz una respuesta: «Si». (Eνangelio de Pedro 35-42; trad. de Aurelio de Santos Otero)

ΙΑ

RESURRECClON

lugar en el que Jesύs habla anunciado su Ρasίόη Υ su Resurreccίόη. Se debe sin duda al hecho de que Lucas sίtύa todas las apariciones en 10s alrededores de Jerusalen: ΕΙ primer dia de Ιa semana, muy de mafίana, fueron aΙ sepulcro llcvando los aromas que habian preparado. Pero encontraron que Ιa ρίc­ dra habia sido retirada del sepulcro. Entraron, pero ηο hallaron Ι'Ι cuerpo del Sefίor Jesus. Νο sabian que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hOl1lbres coη vestidos resplandecientes. Asustadas, inclinaron el rostro α tierra, pero les dijeron: «dPor que ll1,15cάίs entre los muertos aΙ que estά νίνο? Νο estά aqui, ha resucitacio. Recordad cόmο os habΙό cuando estaba todavia en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los peαz­ dores Υ sea crucificado, pero aΙ tercer dia resucίtarά». Υ ellas recordaron sus palabras. Regresaron, pues, del sepulcro Υ anunciaron todas estα5 cosas α los Once Υ α todos los demάs. Las que referian estas cosas α Ι05 aΡόstοΙes eran Maria Magdalena, Juana Υ Maria Ιa de Santiago Υ Ι(/5 demάs que estaban con ellas. Pero α ellos todas aquellas palabras ΙC5 parecian desatinos Υ ηο les creian (Lc 24,1-11).

La crltica hίstόrίca actual es mas bien faνorable a la historicid<1LJ de la tumba νacla, aunque sigue siendo imposible cualquier demostracίόη. Sin embargo, ese νaclo sigue siendo susceptibIe de diνers,ts interpretaciones. Algunos 10 han atribuido a una supercherJa de 10s discipulos. Estos ύltimos, por su parte, νieron en la tumba νacla ΙΙΙΙ signo de que el cuerpo de Jesύs habia sido glorificado Υ habla entr.!do en una nueνa existencia en Dios. ΙηterΡretacίόη de fe que los hechos ηο imponen, pero tampoco contradicen.

Los RELATOS

DE APARICIONES

ΕΙ segundo signo inνocado es el de las apariciones. Los relatos que de ellas nos proporcionan 10s cuatro eνangelios son diferentes Ι' imposibles de armonizar, incluso contradictorios: Jesύs se present.t estando todas las puertas cerradas a cal Υ canto Οη 20,19) Υ come pescadu aSaιlu (LL 24,42-43). Quien lea esrus textos a υπ ρτϊιηn niνel se νera tentado a concluir que, como se contradicen, sus .nιto­ res ηο son fiables. Pero al contrario, su falta de armοnίΖacίόn pucιJe testimoniar una ausencia de coηcertacίόη de 10s autores Υ signiflc.lf la independencia de cada υηο de 10s autores, Υ ser prueba, entonccs, de su sinceridad. Ademas, lcόmο ηο νer la dificultad que represcnt
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ΡΑsιόΝ

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RΕSURRΕccιόΝ

habituales? Los evangelistas, sin embargo, asumieron ese riesgo teniendo cuidado de cerrar el paso a las reducciones en que podIan caer sus lectores en fuηcίόη de su antropologIa propia. ΑΙ dirigirse a lectores de mentalidad griega, para quienes el cuerpo era una carcel de la que el alma debia ser liberada, Lucas subraya fuertemente Υ de forma muy realista el caracter corporal de la Resurreccίόη de JesUs. ΑΙ contrario, al dirigirse a judίοs, para quienes la resurreccίόη afecta a toda la persona humana en tanto que cuerpo viviente, Mateo resalta el caracter trascendente de la Resurreccίόη, para evitar que las apariciones sean demasiado materializadas, objetivadas. Εη sus relatos, los evangelistas subrayan con gusto el hecho de que los testigos se vean, loprimero de todo, sorprendidos, ηο reconozcan a Jesus, duden. Pero el que se aparece es perfectamente el mismo Jesus que sigue llevando las marcas de su muerte ignominiosa. ΑΙ atardecer de aquel dία, el primero de Ια semana) estando cerradas, por miedo α los judίοs, las puertas dellugar donde se encontraban los dίscίΡUΙΟS, se Ρresentό ]esus en medio de ellos Υ les dijo: «Ια ραΖ con vosotros». Dicho esto, les mοstrό las manos Υ el costado. Los dίscίΡUΙΟS se alegraron de ver αΙ Sefίor. ]esus les dijo otra vez: «Ια ραΖ con vosotros. Como el Padre me enνίό, tambien ΥΟ os enνίο». Dicho esto, sορΙό Υ les dijo: «Recibid el ΕSΡίrίtu Santo. Α quienes perdoneis los pecados, les quedan perdonados; α quienes se 105 retengάίs, les quedan retenidos» Οη

20,19-23).

Υ cuando, υη poco despues, Tomas duda, Jesus ηο se da a conocer por su rostro, sino por las sefiales de los clavos Υ de la lanzada. Οη 20,27). Ha sido transfigurado, pero con esas marcas. La Resurreccίόη ηο elimina la Ρasίόη como υη mal recuerdo; la asume. Retomando la imagen del Apocalipsis, es «el Cordero en pie, como degollado» (Αρ 5,6). Εη otros relatos, como el de la aΡarίcίόη a los discipulos de Emaus, el Resucitado va de ίηcόgηίto, Υ es υη gesto sίmbόΙίco, el de la fraccίόη del pan, el que hara que se le reconozca. Por 10 demas, apenas Iecunocido dcsaΡaΓCCC dc su γista (Lc 24,30-31). fugitiva, 1α presencia del Resucitado parece vinculada al tiempo necesario para reconocerla Υ recibir el enVlo a la mίsίόη. Porque ηο hay que retenerle. Su ausencia Υ su marcha son provechosas para los discipulos, como dice el evangelio segun Juan: «Os conviene que ΥΟ me vaya; porque si ηο me νΟΥ, ηο vendra a vosotros el Paraclito* ['00]' Cuando venga el, el Espiritu de la verdad, os guiara hasta la verdad comple-

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ΙΑ

RESURRECCI6N

ta» Οη 16,7.13). Este Espiritu dado por el Resucitado guίaπί a los ΑΡόstοles en su mίsίόη: hacer discipulos, bautizandolos en el ηοη1­ bre del Padre Υ del Hijo Υ del Espiritu Santo Υ ensefiandoles a observar todo 10 (que ΥΟ os he) mandado (Mt 28,19-20), predicar la coη­ versίόη para el Ρerdόη de los pecados (Lc 24,47). REPERCUSI6N DE ΙΑ RESURRECCI6N

Narrar asl las huellas de la Resurreccίόη es una tarea peligrosa: pues se trata de dar testimonio de υη acontecimiento en el que 10 escatoΙόgίcο, 10 que nos concierne ύltimamente, toca la historia universal Υ nuestras propias vidas. Es permanente la tentacίόη de evacuarlo, sea hacia la οbservacίόη empirica, sea hacia la subΙίmacίόη mltica. Α pesar de la dificultad de expresarl0, esto inclasificable ha conservado υη llamativo poder de οrίeηtacίόη. La reΡercusίόη hίstόrίca de la experiencia de la Pascua* en 10s primeros cristianos merece ser resaltada. Serla necesario retomar toda la historia del cristianismo primitivo. Pero bastaran algunos puntos entre 10s mas impactantes. Εη primer lugar la reηοvacίόη de la comΡreηsίόη de Dios Υ dc Cristo, su enviado. Jesύs fue peligroso Υ por eso le dieron muerte. Ese peligro puede ser interpretado de distintos modos. Pero, fundamentalmente, fue el peligro de υη deseo distinto, diferente. Fue un Dios diferente Υ el deseo de ese Otro, tan diferente de las imaginaciones de 10s contemporaneos de Jesύs, 10 que desquίcίό a estos ύlti-

REFERI:NC;I/\

LA RESURREccιόΝ lIMPLICA LA DΕSΑΡARιcιόΝ DEL CADAVER? ΕΙ hecho de que encontraran vacia la tumba provoca malestar θη el lector moderno. Se pregunta este que fue de 10s componentes bίοlόgίcοs del cuerpo de Jesus. Para θΙ, si el cadaver de Jesus hubiera quedado θη la tumba ηο estaria en absoluto en contra de la posihί1idad de su Resurreccίόngloriosa, que ηο debe confundirse con la reanimacίόn de un cadaver ni con la ΡrοΙ0ngacίόn de una vida segΊln nuestras condiciones espaciotemporales habituales. Sin embargo, aunque la desaΡarίcίόn de un cadaver plantea allector moderno mas preguntas que las que le resuelve, la critica histόrίca de

10s textos confirma, mas bien, el hecho da la tumba realmente vacia. Υ ese vacl0 con~ cuerda perfectamente con la cοmΡrenιΙόn biblica del ser humano. Siguiendo a ΡΙιιΙόη. la antropologia griega ΡθΜό con frecuancia al ser humano θη un registro dualiII•• cnmo υπ aJma prisionera de υη CUι;lrpo, Ροτ el contrarlo, el pensamiento blblico .ιl. marcado por la antropologia hebrea que e. mas unitarla. Si un hombre resucIta, θ8 lodo su ser el que queda afectado. Cuando Pabl0 habla de la muerte Υ de la resurrecci6n d. Jesus nunca habla de un «cadaven). P_r. designar a Cristo resucitado, Pabl0 habl. de «cuerpo glorioso» (Flp 3,21).

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ΡΑsιόΝ

Υ

RΕSURRΕccιόΝ

REFERENCIA 1Α SABANA SANTA DE

Si el santo sudario de Turin ha suscitado tanta Ρasίόn, es porque era considerado por algunos casi como una prueba de 1a Resurreccίόn. Una esperanza recientemente decepcionada. Un estudio cientifico, encomendado por 1a Ig1esia catό1ίca en 1973 termίnό, quince afίos despues, con el analisis al carbono 14 de fragmentos de1 sudario, realizado por tres laboratorios independientes (Zurich, Oxford, Tucson). Sus resultados concordantes se hicieron pίiblicos en octubre de 1988: eI sudario es de la Edad Media, en una horquilla crοnο1όgίca que va desde e1 1260 a1 1390. Esta cοnclusίόn parece irrefutable. Sin embargo, el test de1 carbono 14 ηο ha dilucidado todos 10s misterios de este sudario cuyas primeras pistas se

TURIN

encuentran en Francia, cerca de Troyes hacia eI afίo 1350. Presenta, en efecto, caracteristicas tecnicas desconocidas en Ia Edad Media, empezando por eI principio de la ίmΡresίόn en negativo. Los analisis han descubierto sobre el tejido huellas de polen de hace unos 2000 afίos provenientes deI Mar Muerto. En una pa1abra, nadie sabe cόmο se fοrmό esa imagen de un hombre crucificado que se ίmΡrίmίό en negativo sobre e1 tejido de lino. A1gunos aspectos del sudario de Turin siguen siendo, asi pues, enigmaticos para la ciencia. Por su parte, la Iglesia esta de acuerdo con ella en ιιο considerar e1 santo sudario como un vestigio hίstόrίcο de 1a epoca de Cristo, Υ sigue teniendol0 como una imagen de devοcίόn que merece respeto.

mos Υ Ζaraηdeό sus representaciones. Νί νinculados a elle comprendieron, hasta

siquiera sus Ρrόχίmοs mas tal punto que en ηο pocas ocasiones hicieron patente su οροsίcίόη al camino que habia elegido. Acoger υη deseo diferente como e1 presentado por Jesύs ηο se 10gra sino lenta Υ difίcilmente. Desde este punto de νista, 1a Resurreccίόη fue el lugar de una traηsfοrmacίόη, de una relectura espiritual, es decir de una lectura hecha en el Esplritu del mismo Jesύs. Cuando hablan de su poder, 10s discipulos ηο olνidan que su Senor fue υη crucificado. Las luminosas palabras que utilizan para expresar su g10rίficacίόη permanecen para siempre como fracturadas por la conciencia de que el rey de 10s cristianos fue υη amigo de 10s pobres Υ υη profeta en conflicto. Ciertamente surgira la teηtacίόη de olνidar al crucificado para deriνar en una reΙίgίόη del espiritu contra 1a historia, de1 entusiasmo contra la eηcarηacίόη*. Pero esas tentaciones seran rechazadas como desnaturalizadoras de Jesύs, de Dios Υ finalmente de la νida cristiana. Efectiνamente, ldόηde se encuentra de forma priνilegiada al ResuC1tado Slno en la ΡerseCUC1όη ο en el hermano desprotegido~ Singular este Senor, singular este rey, singular este Hijo de Dios. Νο es absoluto banal que 10s primeros cristianos fueran capaces, a pesar de todas las dificultades, de acoger a semejante Dios, tan diferente de las proyecciones de su propia ίmagίηacίόη. ΕΙ Espiritu dado por el Resucitado les Ρermίtίό comprender que el odio, a pesar de las apariencias de su νictoria sobre la cruz, ηο tenla la ύltima palabra, sino 152

ΙΑ

RΕSURRΕccιόΝ

habίa sido vencido por el amor. Para ellos, la Resurreccίόη sigηίficό en primer lugar la victoria del amor sobre el odio, antes ι1ι'

que

significar la victoria de la vida sobre la muerte. La Resurreccίόη ρrovοcό tambien una lectura nueva de 1<\s Escrituras Υ la creacίόη de υη genero literario nuevo, el genero eVί\ll­ gelio que es la «biografίa» de υη muerto al que se cree vίvο de υl1 modo nuevo Υ actuante. ΕΙ interes de 10s evangelios se vuelca SΟΙ1rc la actualidad, para ellos Υ para 10s cristianos, de 10 que vίvίόJesύs, reΙeίdο a la luz de su Ρasίόη Υ de su Resurreccίόη. Penetrar en profundidad en este genero literario original Υ unico requiere captar 1.\ fe en el Resucitado como resorte secreto Υ clave de lectura. Ademas, la Resurreccίόη nos invita, bajo el influjo de Pablo, ίl una comΡreηsίόη nueva del cristiano, humano liberado, COl110 «cuerpo espiritual». Pablo, al hablar, respecto a 10s resucitados, cic «cuerpo» ηο se esta pronunciando sobre el sustentador fίsίco-φιί­ mico ηί sobre la mοrfοΙ0gίa de 10s cuerpos resucitados. Desde estc ρυηιο de vista, ηο puede mas que lanzar υη poco a granel una seric de comparaciones: la diferencia entre el cuerpo bίοlόgίco Υ el cucrρο resucitado se puede comparar a la que hay entre una semil1a Υ 1.1 planta que de el1a brota, entre el resplandor de las estrellas Υ el ι1('1 sol, entre 10 corruptible Υ 10 incorruptible (l Co 15,37-44). ΕΙ CΙlcr­ po-persona del Resucitado sera distinto mas alla de toda expect<1tiva. Quien ηο haya visto nunca una flor difίcilmente podra imaginarse, viendo nada mas su semilla, la maravilla que de esta puec1c salir. Ciertamente, subsistira el cuerpo, la personalidad, la ίdeηtίdίΗ1 personal. Pero sera espiritual, es decir enteramente movido, aηίηΙί\­ do por el ΕSΡίrίtu, el Aliento divino. Segun la fe cristiana, esta transfοrmacίόη es posible ya desde la vida presente. Por eso, la vida nUCV(l tras la muerte manifestara Υ realizara plenamente al hombre nuevo al que la fe dio a luz ya antes de la muerte. Εη resumen, ηο hay que confundir la fe en la Resurreccίόl1 SiI1\plemente COl1 la creel1cia ('η la supervivencia, creencia esta que 110 cs eSΡecίficameηte cristiana. Fe el1 la Resurreccίόη es creer que la νίιΙι de 10s seres humanos, Υ mas ampliamente la de todo el universo, puede ser rel10vada Υ tral1sformada ('η τodas sus dimensiones por ι'ί ΕSΡίrίtu del Resucitado ya desde ahora, sin perder de vista Ιa esρc­ ranza ('η una traηsfοrmacίόηfil1al, mas total aUn. C.E

SEGUNDA PARTE

NUEVO TESTAMENTO

5 Ει MUNDO MEDITERRANEO

FUERA DEL PAIS DE LOS JUDIOS

L comienzo de Ιa primera parte de este volumen presentamos el medio palestino Υ el medio de ]esus. Era necesario para situar α ]esus en su entorno. En esta segunda parte, dedicada α los libros que componen el Nuevo Testamento, tenemos que ampliar el paisaje α dimensiones mάs extensas. ΕΙ cuadro en el que se constituye este cuerpo literario Υ teοΙόgίco es todo el mUl1do medίterrάneο, dominado en su conjunto por los romanos. Le dedicaremos dos apartados: uno para hablar del judaismo helenlstico* ο de los judios de Ιa DίάSΡοra, porque los judios fueron los primeros destinatarios de Ιa Buena Noticia de Ιa Resurreccίόn de ]esus; el otro Ιο dedicaremos aΙ resto del tnundo greco-romano tal Υ como podemos conocerlo, sobre todo en Siria, en Asia Menor, en Grecia Υ en Italia, cuatro regiones del mundo medίterrά­ neo que son Ιa cuna del Nuevo Testamento.

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5.1. Ει JUDAfsMO HELENfsTICO

ΟΝ

Ia eΧΡresίόη «judaismo heIenistlco»* se designa de ordinarlo al conjunto de Ios judios que νiνian en Ia Diaspora* (literaImente «Ia dίsemίηacίόη») en torno al Mediterraneo Υ hasta Mesopotamia. Se quiere, asi pues, distingulr a estos judios de los que estaban en Israel. La eΧΡresίόη ηο es, sin embargo, muy afortunada porque Ia cuItura heIenistica, Υ Iuego Ia greco-romana, se eχteηdίό por todas partes, lncIuido Israel, despues de Ia muerte de Alejandro Magno, afio 323 a.C. ΕΙ judaismo del sigIo Ι, tanto el anterlor a nuestra era como el primero de ella, estaba ampIiamente heIenizado hasta en Ia mlsma ciudad de JerusaIen. Con todo, Ias diνersas comunidades judias de Ia Diaspora tenian, cada una de ellas, un sello particuIar, especiaImente Ia de Egipto. Αsί, ΡίΙόη de Alejandria se mostrara singuIarmente distinto de Ios rabinos* paIestinos. IguaImente, Ios escritos producidos en el judaismo* egipcio, Υ tambien en Antioquia de Siria, difieren sensibIemente de los textos producidos en Judea, como Ios descubiertos en Qumran* en el marco de una comunidad esenia*. ΕΙ conjunto de estos textos, escritos en hebreo, en arameo ο en griego, constituyen 10 que se llama «Iiteratura intertestamentaria*». Se designa asi a todos los escritos ηο integrados en el canon de Ias Escrituras judias Υ crlstlanas, llamados aΡόcrίfοs* ο pseudoepigrafos*. Encajonada de algun modo entre Ios dos Testamentos, esta abundante Iiteratura judia, que se extiende desde los siglos ΠΙ-Π a.C. hasta el siglo π de nuestra era, brota de hecho de medios cuIturaIes distintos en Israel Υ en las diνersas diasporas del mundo mediterraneo. Pues los judios dispersos eran numerosos por todas partes, sobre todo en Ias cludades. Comencemos haciendo una amplia eνaΙuacίόη de su numero en aquella epoca, eνocando Ios principaIes Iugares de su actiνidad Iiterarla Υ religiosa, asi como su sίtuacίόη social; mencionaremos, luego, algunos escritos judeo-helenisticos, es decir redactados por estos judios de lengua griega.

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ΕΙ

MUNDO MEDITERRANEO

UNA ΑΜΡιΙΑ DISΡΕRsιόΝ JUDIA SegίIn υη calcu10, bastante hipotetico es verdad, 10s judIos que vίvί­ an en GaH1ea Υ Judea, en e1 sig10 ι d.C., eran entre 500.000 Υ 600.000, Υ en 1a Diaspora entre seis Υ siete millones. Su nίImero serla, ροτ tanto, considerab1e en re1acίόη con 1a Ροb1acίόη g10ba1 (υη 8% qulzas). Barhebraeus, υη antlguo cronlsta slrlo de1 sig10 ΧΙΠ, da 1a cifra de υη censo rea1izado en tlempos de1 emperador C1audio (41- 54), que se e1evaria a 6.944.000 judios en todo e1 Imperio romano. De cua1quier forma, 10s judios de1 sig10 Ι tenlan 1a seηsacίόη Υ e1 orgullo de estar ροτ todo el mundo, desde Espafia hasta e1 pais de 10s Partos. Εη 10s ΟrάcuΙοs sibilinos (de1 sig10 Ι a.C.) e1 autor judios dec1ara a 10s suyos: «Toda 1a tierra de ti estara llena Υ todo e1 mar, pero todo e1 mundo [de 10s ίdό1atras] dirigira su odio contra tus costumbres» (ΟrάcuΙοs sibilinos πΙ, 271). Εstrabόη, e1 historiador Υ geόgrafο de Augusto (entre e1 afio 64 a.C. Υ e1 24 d.C.) escribe tambien: «Este pueb10 habia irrumpido ya en todas 1as cludades, de suerte que ηο es facil encontrar υη 1ugar de1 mundo habitado que ηο haya recibido a gentes de esta raza Υ que ηο sea dominado ροτ ellas» (segίIn F1avio Josefo, Antiguedades judίas XIV, 115). Brotaran actltudes contra el1os; e1 antisemitismo ya era vlrulento antes de la era cristiana. Poco despues, Ρί1όη de A1ejandrIa hab1aba de Jerusa1en como de 1a capita1 de Judea, pero tambien de 1as colonias (en e1 sentido de lugares de emίgraciόη) Υ decla que era Jerusa1en 1a que 1es habla enviado a esas tierras 1ejanas (Legatio ad GaiιHll [Calίgu1a], 281). Posteriormente, Filόη precisa en su tratado C011t1'a Flaccus, e1 prefecto de Egipto: «Los judios consideran como su metrόΡ01i 1a ciudad santa en 1a que se encuentra el sagrado templo del Dios AltIsimo, pero tienen como patrlas respectivas 1as regiones que 1a suerte dio para vlvlr a sus padres» (46). Como se ve, ηο se ha 01vidado 1a carta de Jeremias a 10s exi1ados Or 29): estos deben acu1turarse a1 pais en que se encuentren. Mencionemos, en fin, 1a 1ista que se 1ee en 10s Hechos de 10s ΑΡόst01es Υ que sefia1a, en Pentecostes, 1a presencia en Jerusa1en de judios Υ de prose1itos, venidos de Mesopotamia Υ mas alla, de Asia Menor Υ tambien de Roma (Hch 2,9-11). Las tres grandes cludades en que se aposentaron 10s judIos fue[οη Alejanclria, Antioquia, en Sirla, Υ Roma. Segιin Filon, haίJia υη miΙ1όη de judios en Egipto, sin contar 1as imp1antaciones judias en Cirenaica (Libia) Υ en Creta. De 1as cinco grandes zonas que componian 1a cludad fundada ροτ A1ejandro, dos eran enteramente judias, Υ particu1armente la zona De1ta a1 este de 1a ciudad cerca de1 pa1a(ίο real. Con sus cien mi1 judIos a1 menos, A1ejandria era, por tanto, 1a mayor ciudad judia de 1a epoca, mientras que Jerusa1en apenas

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JUDAfSMO HELENfsTICO

superaria 10s 25.000, mas ο menos. Muy cerca, en 1a is1a de I~,HOS, donde brillaba e1 ce1ebre faro, se νisitaba e11ugar donde se realiz() Ι'Ι) el siglo 111 a.C.1a traduccίόη griega de la Ley*. ΑΙ oeste, a unos 12 krn. de la ciudad, υη lugar retirado, habitado ροτ ιιη grupo religioso judJo, hombres Υ mujeres ροτ separado, atrala particularmel1tl' Ι .. ateηcίόη; se les llamaba los Terapeutas, con el sentido, en estc ι:
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MUNDO

MEDITERRANEO

ΕΙ estatuto social de 10s judios de la Diaspora podIa varlar mucho segιin 10s casos. Como se sabe, se distinguIa en la epoca entre cludadanos romanos, libertos, peregrlnos ο metecos, es declr, resldentes extranjeros, Υ esclavos, que eran el ιiltlmo esΙabόη. Estos ιilti­ mos eran, de hecho, la mltad, ο casl, de la Ροblacίόη urbana, sln contar 10s que VlVlan en las grandes instalaciones agricolas Υ en las mlnas. Υ es conocida la diferencia exlstente entre un esclavo imperlal, cuyos poderes podian llegar a ser considerables, 10s domesticos, en ocaslones mlmados por sus duenos, Υ 10s obreros agricolas de 10s latifundios Υ α fortiori 10s mlneros. Antes del ano 70 de nuestra era 10s esclavos de origen judio parece que eran pocos, pues las slnagogas se encargaban de obtener πίΡίdameηte su estatuto de libertos, lndemnlzando a sus duenos. Por 10 demas, en esa epoca esta liberacίόη era relativamente facil mediante dinero, Υ se hacla para recompensar a un esclavo ο, sencillamente, para eVltar tener que alimentar a incapaces. Fuera de algunos cludadanos romanos sln duda -pero lcόmο conciliar entonces las obligaciones militares Υ el honor debido a las insignias lmperiales con el descanso sab<ίtico Υ con las exigencias del culto al ιinico Dios?- 10s judIos se sltuaban en el nivel de 10s resldentes extranjeros, en ocaslones con 10s privilegios particulares de que hablaremos mas adelante. ΑΙ menos esa era su sίtuacίόη mas frecuente en Roma. Porque en AlejandrIa Υ tambien en Antloquia podIan alardear de clerta cludadania griega -de hecho ignorada por los romanos- en el marco de una comunidad urbana, llamada ροlί­ teuma. Por relVlndicar ιιη rango soclal todaVla mas elevado, en igualdad con los demas cludadanos grlegos de ΑΙejaηdrίa, se desencadeηό una Ρersecucίόη contra ellos, sostenida, por 10 demas, por el prefecto romano de Egipto. ΕΙ ano 39, ya 10 hemos dicho, ΡίΙόη presίdίό una deΙegacίόη de notables judIos para disculpar a sus correliglonarlos. Esta aSΡίracίόη a ascender en la escala soclal se explica mejor todaVla sl tenemos en cuenta que en aquella epoca 10s impuestos Υ otras tasas dismlnulan en fuηcίόη de la cuaΙίficacίόη social; se recargaba particularmente a 10s residentes extranjeros. Fuera de algunas damas de la bnena socledad, a veces slmpatlzantes ο «temerosas de Dios»*, 10s jιιdίοs de la Diaspora ejercian nnmerosos oficios, particularmente en la rama del tejido Υ del cobre. Podian viajar con relativa segnridad por las calzadas romanas qne snrcaban Asia Menor (la νίa Egnatla que tomό Pablo, por ejemplo). Eran mnchos 10s artesanos, al modo del mlsmo Pablo Υ de Aquilas (Hch 18,3), qne pasaban de nna clndad a otra para trabajar en sus especialidades, apoyados, ademas, por corporaclones profesionales en plena eΧΡaηsίόη. Sin embargo, en Roma la sίtuacίόη de los jn-

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dlos era mucho menos brillante. Εη alusiones literarias Υ en antiguas inscripciones funerarias vemos vendedores ambulantes, cerilleros, traperos Υ cacharreros, mujeres que interpretan suefios ο que ensefian a 10s nifios a pedir en 10s sitios mas adecuados, timadores, maestros de escuela, poetas que birlan 10s versos de un colega... Los ESCRITOS JUDEO-HELENfSTICOS DE ΙΑ DIAsPORA

Ademas de la traduccίόη griega de 10s Setenta Υ, luego, de 10s libros de FίΙόη Υ de Flavio Josefo, 10s escritos judeo-helenIsticos, designados como aΡόcrifοs Υ durante mucho tiempo desdefiados por judios Υ cristianos, son objeto actualmente de una intensa iηvestigaciόη lingίiίstica, literaria e hίstόrica. Su estudio es dificil, porque ηο se poseen 10s originales, Υ algunos de ellos sόΙ0 subsisten en versiones latinas, coptas, siriacas, armenias Υ otras. Νο por ello dejan de constituir una mina de informaciones sobre la extrema diversidad del judaIsmo de esa epoca, antes de que 10s rabinos del siglo ΙΙ de nuestra era, Υ despues, tejieran en torno a la Tora* la unidad del Israel disperso. ΕΙ principal de todos 10s escritos judeo-helenisticos sigue siendo la versίόη griega de 10s Setenta*. Se trata, en primer lugar, de 10s cinco libros del Pentateuco, traducidos por setenta Υ dos ancianos en la isla de Faros, como 10 cuenta detalladamente la Carta de Aristeas α FίΙόcrates, que es del siglo ΙΙ a.C. [vease ρ. 518]. Mas tarde, Flavio Josefo redujo el numero de traductores a setenta, de ahi su nombre de 10s Setenta. Como las guia de Ρeregrίηacίόη para visitar la isla de Faros en aquella epoca, Josefo subraya el caracter milagroso de esta νersίόη, en la que coincidieron todos 10s expertos, trabajando cada uno de ellos por su cuenta e independientemente de 10s demas. Mas tarde, desde el sigl0 ΙΙ a.C. hasta finales del siglo ι de nuestra era, se afiadiό la traducciόη de 10s Profetas Υ, finalmente, la de 105 demas Escritos. Esta versiόη griega, seguida en 10s dos primeros siglos por otras traducciones (Τeοdοcίόη, Aquila, Simmaco), era leida directamente en las «proseujes*», las casa de οracίόη de la Diaspora, sin que las tuviera que preceder ia iectura hecha εη hebreo. Los Setenta, CUY<1 lengua es la del griego corrlente de la epoca, marcό coη su sello todo el judaismo helenlstico. SόΙ0 a partir de 10s sigIos πι Υ ιν de ηuestΓί1 era Ios judios fueron abandonando progresivamente su uso, cuando 10s cristianos empezaron a reivindicarla (οη fuerza. ΕΙ principal comentarista de la Biblia griega es FίΙόη, fiΙόsοfο Υ uno de 10s principales guias de 10s judios de A1ejandrIa (entre IO~; ιω

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MUNDO MEDITERRANEO

aftos 13 a.C. Υ 41 d.C. ο mas). Nacido en una familia rica, ΙΙegό a desempaftar un papel esencial en el seno de la comunidad alejandrina. Tras una Ρersecucίόη de 10s griegos ίdόΙatras contra los judίοs de esta ciudad, afto 38 de nuestra era, Ρresίdίό una deΙegacίόη de notables judίοs para justificar la conducta de sus compatriotas ante el emperador Cayo Calίgula. Como fiΙόsοfο Υ teόΙοgο a la vez, su influjo intelectual fue considerable en Egipto Υ, luego, en los Padres de la Iglesia durante muchos siglos. Su Vida de Moises, en particular, esta en la base de υη nuevo tipo de lectura bίbΙίca, llamada alegorismo*. Se trataba con ella de descubrir las verdades eternas, seftaladas por la sabίdurίa de Dios, por debajo de la letra de determinados relatos del Pentateuco. Estos antiguos textos bίbΙίcos Ρarecίaη a veces extravagantes, e incluso poco morales, ante la coηsίderacίόn de υη judeohelenista del siglo Ι. Por su parte, ]osefo, el historiador de la casa imperial de los Flavios -de ahί su nombre habitual de Flavio Josefo- ocupa υη lugar destacado en el judaίsmο heΙeηίstίco. Nacido el afto 37 d.C., murίό despues del afto 100. Durante su agitada vida fue υηο de 10s generales de 10s galileos sublevados contra Roma; luego, tras ser apresado, fue promovido al rango de hίstοrίόgrafο imperial, por haber predicho a Vespasiano que pronto ΙΙegarίa a ser emperador. Gracias a el conocemos una de las formas existentes en su epoca de leer Υ comprender la historia bίbΙica; mas aun, relata cuidadosamente 10s acontecimientos tragicos que se desarrollaron a 10 largo del siglo ι. ΡubΙίcό en arameo Υ en griego una Historia de la guerra de los judios contra Roma, alrededor del afto 75; despues, al terminar el siglo, una obra monumental, Antigiίedades judias, que, en veinte volumenes, relata la historia sagrada desde el Genesis a la destruccίόη del Templo de Herodes. Segun los procedimientos de escribir de aquella epoca en materia hίstόrίca, el autor ofrece una dοcumeηtacίόη esencial, a la vez precisa Υ teftida de una fuerte apologetica que le permite disculpar en parte a los judίοs de su tiempo, cuando la guerra acababa de asolar Jerusalen. Τeηdrίamοs que citar numerosos libros producidos en el medio egipcio Υ que muestran con evidencia la riqueza cultural de estos judίοs de lengua griega. Enumeremos nada mas algunas de esas obras, aunque ηο sienΊPre podemos fecharlas con certeza. Encontramos entre ellas relatos legendarios, instrucciones de tipo sapiencial en forma narrativa ο presentadas como maximas de sabίdurίa; obras poeticas, pero relativamente pocos relatos de tipo apocalίpti­ co al modo de las obras de este tipo que se produjeron en el judaίs­ mo palestino (asί, despues del afto 70, el Cuarto Esdras ο Apocαlipsis sirio de Barι~c). ΕΙ judaίsmο egipcio caerίa pronto en la oscuridad despues del siglo ι de nuestra era. Ya la famosa biblioteca de Alejan164

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drla, con sus 490.000 rollos reunidos de todo el mundo, habί,ι sitio robada por Julio Cesar con el aval de Cleopatra, antes de desaP<Jrccer por completo despues del siglo ιν de nuestra era. Υ sobre todo, "Ι sίtuacίόη de 10s judIos egipcios se hizo delicada con el sometimicnto del pals por 10s romanos, despues de la batalla de Acclo, al10 3 Ι a.C. Pues hasta entonces, 10s judIos, (οιηο la familia de ΡίΙόη, tr(11);Ijaban en el cuadro de υη funcionariado bajo la gerencia de los Ptolomeos en el seno de una economla de tlpo estatal ο casl. Pul's bien, 10s romanos, al introducir υη" economla de mercado, des(nganizaron de hecho las pistas de la antlgua admίηίstracίόη, saque<1ron el pals Υ arrulnaron a ese estrato de la Ροblacίόη. Tanto 111<1S cuanto que 10s judlos ηο tenlan derecho a prestar dinero a intercs, debido al imperatlvo blblico al respecto. Pero volvamos a la ep()C,1 anterior. Desde el sigl0 111 a.C., Demetrio, υη judeo-helenlsta egipcio, Sl' interesaba Υ" por 10s elementos crοηοlόgίcos descubiertos en el Pentateuco. Εη el siglo 11 cltemos a ΕUΡόΙemο, orlginarlo de Cirenaica, Υ a Artapano, υη apologeta que ηο dudaba en atribulr a Moises ι, ίηveηcίόη de toda la cίvilίΖacίόη egipcia. ~η la mlsma epoca, F,zcqulel el Tragico quiso llevar 10s relatos del Exodo a la escena teatr<1l; pero el asunto chοcό con la retlcencla judIa ante aquella moderniz,lcίόη intempestiva. Α comlenzos del sigl0 ι, ellibro actualmente dl'signado como 3 Macabeos, (distlnto del 2 Macabeos, integrado en c/ canon*), cuenta la maravillosa historla de saΙvacίόη de Israel en 1,1 Ρersecucίόη de Ptolomeo 11: 10s elefantes del faraόη lanzados contr;1 10s judlos se volvleron Υ machacaron al ejerclto egipcio. Τοdavίa cn el siglo ι antes de nuestra era, sei'ialemos el Libro de las sentencias dcJ

DOCUMENT() UNA MlRADA ROMANA SOBRE 105 JUDi05

Griegos Υ romanos mlraban frecuentemente a 10s judios del Imperio romano con una mirada muy negatIva, debido a diferencias que ellos ηο comprendian. Asi ]uvenal, poeta satInco (muerto el ano 140 d.C.). He aqul un pasaje de su 5atlra χιν; 96-106: Algunos tJenen un padre de 10s que observan e1 sabado, Υ que no adoran mas que 1as nubes Υ e1 numen de1 cJe10. Creen que 1α carne de hombre es muy afin a 1α

de1 cerdo, que su padre jamas Ρrοbό. S'o Ι'ίι cuncidan sJn tardanza.Acostumbrado." α dos preciar 1as 1eyes de Roma, aprendon. Ι'ον" rencJan Υ cump1en e1 derecho judio. /fl.'i 1Ι0( mas que ΜΌίses ies ιransmίtίό en Ι1ΙΙ ,ιrC
(Trad. de Luis

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MUNDO MEDITERRANEO

BIB1JA

UN ΤΕΧΤΟ DE 10S SETENTA CON CONSECUENCIAS IMPORTANTES 1a traducciόn griega de 10s Setenta ΙΙegό a convertirse en la Biblia de referencia para las comunidades crlstlanas del sigl0 ι nacidas del judaismo de la Diaspora. 1a cοnceΡcίόn extraordinarla de Jesus sera interpretada a partir de un texto de Isaias citado en Mt 1,23: «Ved que la virgen concebira Υ dara a luz un hijo Υ le pondran por nombre Emmanuel, que traducido

quiere declr: Dios con nosotros». Ahora bien, el texto hebreo dice: «He aqui que una doncella esta encinta Υ va a dar a luz un hijo, Υ le pondra por nombre Emmanuel» (Is 7,14). ΑΙ traduclr «doncella» (en hebreo 'alma) por <
Pseudo-Focίlides, analogas a las maximas del libro de la Sabiduria, integradas en la Bib1ia griega. Ademas del Tercer Esdras (una relectura griega de 10s libros caηόηίcos de Esdras Υ Nehemias) ο tambien de la Carta de Aristea, ya mencionada, Υ de 10s ΟrάcuΙσs sibilinos (libro 1ΙΙ), sefialemos sobre todo el sorprendente relato de ]ose Υ Asenet, del sigl0 Ι de nuestra era. Sin duda estamos ante la primera novela de amor Υ caballeria conocida en el mundo. ΕΙ patriarca Jose, el ιiltimo hijo de Jacob exilado en Egipto, queria casarse con Asenet, hija de υιι sacerdote pagano*. Tras muchas peripecias, tendra lugar el matrimonio, Ulla vez convertida al mOlloteismo la joven novia. Este libro, feminista a su modo, es el eco de toda Ulla tradίcίόιι judia egipcia, ampliamente abierta a las naciones*. Ulla real apertura a 10 ulliversal, promovida tambien por 10s judios de Antioquia, atraviesa el judaismo egipcio. De hecho, la palabra proselito se deriva de una palabra griega que designa en primer lugar a «los que se acercan» a la fe de Israel, sin excluirse por ello de la sociedad griega que les rodea. Convertidos ell hijos de Abrahan por la cίrcuηcίsίόη, conservaban sin embargo su pertenencia etnica primera, tambiell las mujeres integradas al pueblo elegido por υη bafio de pureza ritual. Εη υη contexto tan acogedor, eran muchos 10s hijos de las llaciolles que, l1;;1mCldos ((tfffiΕ'τοsος df Tlios»* ο ((aσΟΤ;;1dΟfΕ'ς de Dios», rfοfeς(!Qaη el monoteismo, respetaban el decalogo Υ seguian algunas reglas de pureza ritual, como abstenerse de carne de cerdo. Algunos aceptaban, despues, la cίrcuηcίsίόη. Este intenso esfuerzo religioso desembocaria tambien en la rapida eΧΡaηsίόιι del cristianismo. ΕΙ centurίόη Cornelio es un ejempl0 (Hch 1Ο). CH.P.

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5.2. Ει MUNDO GRECORROMANO

UANDO se constituyeron las primeras comunidades crlstlanas, el Imperlo romano habίa alcanzado su plena eΧΡaηsίόη. ΕΙ poder de Roma domlnaba todas las naclones del Mediterraneo Υ se eχteηdίa hacla las regiones del Danubio Υ del Rin. La principal ΡreΟCUΡacίόη de Augusto, por el que la Republica romana se coηvίrtίό en Imperio, fue lnstaurar Υ consolidar la paz romana. Este periodo de tranquilidad relativa dentro del mundo romano durό 10s dos primeros siglos de nuestra era. Esa seguridad Ρermίtίό que la ecoηοmίa, la vida socia1, las manifestaciones culturales Υ artίsticas se desarrollaran de forma notable. Mas de trelnta provlncias, que agrupaban entre 50 Υ 80 millones de habitantes, coexlstleron en aquel gran Imperio Υ conservaron en buena parte sus costumbres Υ sus lnstltuclones de orlgen, respaldadas por el Estado romano.

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LA CΕΝΤRALIΖΑCIόΝ ROMANA

ΕΙ poder Ρermanecίa fuertemente centralizado: Todo veηίa de Roma, todo vοlvίa a Roma. ΕΙ emperador estaba presente en todas las provincias mediante representantes cuyas actlvidades el controlab,I personalmente. Los departamentos centrales en Roma (finanzas, polH;ra pv+r'::1ll;pr'::1) pstah '::1n dl'r;gl'dos ,....hasta' ... }'usti'ct'a ) adm~n;(,+"ario/n fines del sigl0 ι, por libertos del emperador. Administradores, procuradores, representaban al poder en todas las provincias llamadas «imperiales» Υ resίdίaη en la capital de la provlncla. Poncio Pilato ο Festo vίvίaη habitualmente en Cesarea. Debίaη dar cuenta de su gestίόη financiera Υ jurίdίca al emperador en persona, 10 que coηstίtuίa en ocaslones una cortapIsa a su libertad de accίόη. Αsί, el procur,I..ι..ί.

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dor de ]udea, Festo, muy prudentemente, ηο echό sobre sus espaldas juzgar a Pablo, sino que reSΡοηdίό favorablemente a la Ρetίcίόη del ΑΡόstοl que, como ciudadano romano, querίa comparecer ante el emperador en persona: «"Si en eso de que estos me acusan ηο hay EL COMERCIO MARITIMO SEGύN LOS HECHOS DE LOS ΑΡόSΤΟLΕS La ηavegacίόη era la forma de viajar mas utilizada en la antigίiedad. Α eχceΡcίόη de 10s ricos Υ de las personalidades, que disponian de naves privadas ο militares para sus desplazamientos, 10s simples particulares ηο podian embarcar en 10s barcos reservados a sόΙ0 viajeros Υ tenian que negociar con 10s armadores para viajar en cargueros mixtos que transportaban a la vez mercancias Υ pasajeros. Fue asi como Pabl0, en su viaje en cautividad, se embarcό en Mira en una barco alejandrino que debia transportar a Roma trigo de Egipto. Α bordo, 10s pasajeros tenian que prepararse sus comidas Υ dormian en el puente. Los mas pobres rea1izaban diversas prestaciones personales para pagar su travesia. Cuando se decίdίό que nos embarcasemos rumbo a Italia, entregaron a Pablo Υ a1gunos otros prisioneros a υη centurίόn de 1a cohorte Augusta, llamado Ιυ1ίο. Subimos a una nave de Adramitio, que iba a partir hacia 1as costas de Asia, Υ nos hicimos a 1a mar. Estaba con nosotros Aristarco, macedonio de Tesa1όnίca. (Hch 27,1-2)

Debido a las tempestades, ηο se viajaba por mar durante 10s meses de invierηο. Α partir de la primavera, se «abria» el mar Υ se podia volver a navegar. ΕΙ viaje de Pabl0, que tuvo lugar durante el otono e invierno deI afίo 59-60 (ό 60-61) fue una eχceΡcίόη, denunciada, por 10 demas, por el ΑΡόstοl. Muchas veces 10s vientos Υ las tempestades desviaban la trayectoria de la nayc. 10s Hcchcs dc 10::: ...lI~pt:st~ les narran con detalle las medidas que se tomaron cuando la nave que llevaba a Pabl0 se νίο envuelta por una especie de hurC!can que la arrastraba hacia las costas de Africa: aferraron las velas, cifίeron el casco con maromas para evitar la dislocacίόη de las planchas, arrojaron 10s ataVΊos al mar; luego, en un segundo tiempo,

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arrojaron fuera borda la carga Υ finalmente 10s aparejos. Sop1aba 1igeramente entonces e1 viento de1 sur Υ creyeron que podian poner en practica su ΡrΟΡόsίtο; 1evaron anc1as Υ fueron costeando Creta de cerca. Pero ΩΟ mucho despues se desencadenό un viento huracanado procedente de 1a is1a, llamado Εurοaquilόn. La nave fue arrastrada Υ, no pudiendo hacer frente a1 viento, nos abandonamos a 1a deriva. Navegando a sotavento de una is1eta llamada Cauda, pudimos con mucha dificu1tad hacernos con e1 bote. Una vez izado e1 bote se emp1earon 10s cab1es de refuerzo, ciiίendo e1 casco por debajo; Υ por miedo a chocar contra 1a Sirte, se echό e1 anc1a flotante.Asi se iba a 1a deriva. (Hch 27,13-17)

La segunda nave en la que Pabl0 Υ sus embarcaron en Ma1ta, en la primavera del afto 61, estaba bajo la proteccίόη de una figura en proa que representaba 10s Dίόscurοs, Castor Υ Pollux, divinidades tutelares de 10s marineros. Tras zarpar de Ma1ta hizo escala en Siracusa Υ, luego, en Reggio Υ en Pozzuoli. La ίηdίcacίόη que dan 10s Hechos sobre la duracίόη del trayecto es pretenciosa: de Reggio a Pozzuoli, unos 350 km., la nave emplea dos dias: la duracίόη de la navegacίόη era muy variable: se estima que podian hacer entre 4 Υ 6 nudos por hora. Se calcula que en una travesia sin incidentes una nave que fuera de Pozzuoli a Alejandria invertiria ocho ο nueve dias, pero en caso de mal tiempo esa misma travesia podia requerir hasta cincuenta dias: compafίeros

ΤΓanSCUΓΓidΟ5 [ΓθΞ .ιnes€'s l1CS 111.:111105 d

1a mar en una nave a1ejandrina que habia invernado en 1a is1a Υ llevaba por enseiίa 10s Diόscurοs. Arribamos a Siracusa Υ permanecimos alli tres dias. Desde alli, costeando, llegamos a Regio.A1 dia siguiente se 1evantό e1 viento de1 sur, Υ a1 cabo de dos dias llegamos a Pozzuo1i. (Hch 28,11-13)

EL MUNDO GRECORROMAJ\'O

ningun fundamento, nadie puede entregarme a eHos; apelo a\ (:csar". Entonces Festo deΙίberό con el Consejo Υ reSΡοηdίό: ''Has aμc­ \ado al Cesar, al Cesar iras"» (Hch 25,11-12). Α fecha fija, 10s procιl­ radores trataban en su tribunallos asuntos jurIdicos 10cales que los proνincianos ηο habian podido solucionar con su propia legislctcίόη: tanto a Jesus COmo a Pablo les lleνaron ante ellos las autοrίιΙι­ des judias, el primero ante Poncio Pilato, el segundo ante Festo. Los procuradores tenlan tambien la responsabilidad de las legiones acantonadas en sus proνincias Υ las usaban para ejecutar las decisiones de la justicia: «[Felix] οrdenό al ceηtιιrίόη que custodiase .ι Pablo, que le dejase tener alguna libertad Υ que ηο impidiese a ηίn­ guno de 10s suyos asistirle» (Hch 24,23). ΕΙ poder romano estaba representado tambien por las legiones que se encontraban en las proνincias «con riesgo» (Medio Oriente, Rin, Danubio), donde era necesario preνenir reνueltas. Poncio Pilato, procurador de Judea, era acompafiado por una cohorte militar cuando iba a Jerusalen en las fechas de las grandes fiestas judi.ts, ya que estos periodos, en 10s que muchos peregrinos afluian desde todo el Imperio a la ciudad santa, podIan generar disturbios Υ reνueltas. Pablo fue conducido ante υη tribuno militar, oficial supe-

REFERENCJ FILIPOS, COLONIA ROMANA Filipos era θη la antigίiedad una de las mayores ciudades de Macedonia; estaba situada a unos quince kilόmetrοs del puerto de Neapolis (actualmente Kavala). La ciudad debia su nombre al rey Filipos 11 de Macedonia, padre de Alejandro Magno. Εη el afιo 42 a.C. tuvo lugar θη Filipos una batalla entre 10s ejercitos de Bruto Υ Casio, asesinos de Julio Cesar, Υ 10s de Antonio Υ OctavIo. La victorIa de estos ίlltimos decίdίό la suerte de la Republica romana. Octavio. convertido θη el emperador Augusto, θηνίό a Filipos a 10s veteranos de su ejercito que se Instalaron θη la ciudad convertida en colonia con el nombre de Colonia Augusta ]ulia Filipense. Los habitantes de una colonia gozaban de todos 10s derechos de 10s ciudadanos romanos Υ la ciudad se administraba a si misma segun instituciones

semejantes a las de Roma. Filipos, 01\ Ι epoca θη que Pabl0 Ρredicό θη ella ροτ ρτΙ mera vez, era una ciudad ΡrόSΡera. ol\ri quecida por las minas de oro Υ por la agri cultura f10reciente de Ιιι regίόn. Su sitnacίόl de proximidad a la Via Egnatia, la gran ηιl que iba de Dirraquio (Durrazzo) a BizιtnC:1C le permitia mantener relaciones comorciII les con todo el Imperio romano. Todavl hoy se puede ver en Filipos el forum, οΙ 10/1 tro Υ una basilica construida θη el emplaz/l miento de la carcel en que estuvieron Pabl, Υ Silas. Los Hechos de 10s ΑΡόSΙοΙes doscri ben asi su llegada a esta ciudad: Nos embarcamos θΏ Τrόade Υ Ιιιiπ/Ο derechos a Samotracia, Υ al dia siguieIIto , Neapolis; de alli, a Fίlipos, que es Ia prin(;ifJ~ colonia de Ia demarcaciόn de Macedonitι.

(Hch 16,11-12)

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MUNDO MEDITERRANEO

rior bajo la tutela del procurador Υ comandante de una cohorte de 600 a 1.000 hombres: «Llamό a dos centuriones Υ les dijo: "Tened preparados para la tercera hora de la noche doscientos soldados, para ir a Cesarea, setenta de cabaΙΙerίa Υ doscientos lanceros. Preparad tambien cabalgaduras para que monte Pablo; Υ lleνadlo a salνo al procurador Felix"» (Hch 23,23-24). Los centuriones mandaban una centuria, que era una subdίνίsίόη de la cohorte (unos cien hombres): «Porque tambien ΥΟ, que soy un subalterno, tengo soldados a mis όrdeηes, Υ digo a este: "Vete", Υ νa; Υ a otro: "Ven': Υ νiene; Υ a misierνo: ''Haz esto", Υ 10 hace» (Lc 7,8). Roma tambien estaba presente en las proνincias mediante 10s pub1icanos*, que Ρerteηecίaη a las grandes sociedades financieras que se encargaban, en arriendo, de 10s distintos impuestos. Estos «arrendatarios generales» empleaban a cobradores seleccionados entre 10s autόctοηοs de cada proνincia, que eran detestados por sus compatriotas, ya que les consideraban colaboracionistas: «Cuando se iba de aΙΙί, al pasar νίο Jesus a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, Υ le dice: "Sίgueme". Ει se Ιeνaηtό Υ le sίguίό. Υ sucedίό que estando eι a la mesa en la casa, νinieron muchos publicanos Υ pecadores, Υ estaban a la mesa con Jesus Υ sus dίscίΡuΙ0S» (Mt 9,9-10). Los impuestos percibidos por 10s publicanos eran de distinta naturaleza: unos afectaban a la persona, el «tributo per e
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MUNDO GRECORROMANO

LA VIDA SOCIAL

La caracterlstica esencia1 de 1a vida socia1 en e1 mundo greco-rOl11,!πο era 1a lίnea divisoria entre 10s 1ibres Υ 10s esc1avos. De un lado estaban 10s que eran libres en sus pa1abras Υ actos, Υ del otro los esc1avos considerados juridicamente como «cosas» de sus amos Υ que ηο podIan disponer de sus personas. Sin embargo, esta distincίόη ηο tenla consecuencias directas en e1 modo de vida de 10s esclavos; aunque muchos de ellos, sobre todo en e1 campo, tenlan condiciones de vida muy penosas, tambien se puede constatar que existlan 1azos afectivos entre amos Υ esc1avos: «Se encontraba enfermo Υ ,1 punto de morir un siervo de un ceηturίόη, muy querido de este» (Lc 7,2). Εη 1a categoria de 10s hombres 1ibres, se establecia otra distincίόη, en e1 mundo romano, entre 10s que gozaban de 10s privilegios vincu1ados a 1a ciudadanla romana Υ 10s demas (a1iados, extranjeros,

residentes desprovistos del derecho ciudadano). Se podIa ser ciudadano romano por nacimiento, cuando el padre ya 10 era. Era e1 caso de Pab10 que tenla una personalidad jurίdica distinta a la de 10s otros

ι-~-~-~-~--Los JUEGOS DEL ESTADIO

Los juegos atleticos tenίan todavia θη Ια epoca de Pabl0 una importancia considerable θη Ια vida de 10s griegos. De origen casi siempre religioso, 10s juegos panhelenίcos (que integraban a todas las ciudades griegas) comprendian 10s juegos olimpicos (Olimpia), istmicos (Corinto), piticos (Delfos) Υ nemeos (Nemea). Segίln 10s casos, se celebraban cada dos, tres, cuatro ο cinco aftos, Υ habia θη e110s pruebas atleticas Υ musicales. Dirigiendose a 10s corintios, θη cuya ciudad se desarro11aban 10s juegos istmicos, Pabl0 usa con toda naturalidad la imagen de Ια cοmΡetίcίόn deportiva que para e110s era muy famiIiar. ΕΙ ΑΡόstοl 50 compara a ur: corredor θη el estadio ο a un luchador de pugilato (una especie de boxeo con Ια mano desnuda). Quizas pensaba, mas concretamente, en la prueba reina del pentatlon que incluia cinco pruebas: salto, carrera, lucha,lanzamiento de disco Υ de jabalina. Para todas estas pruebas, 10s atletas debian seguir un regimen ali-

menticio particular Υ dedicarse a ίηΙοη801 entrenamientos. ΑΙ terminar cada conιpoti· cίόn, un heraldo proclamaba 105 resultadoll Υ 5e repartian las recompen5a5: corona8 de οΙίvo Υ objet05 de valor. L05 atletas venco" dore5 gozaban de una considerable popularidad en el mundo griego Υ su gloria bri, llaba tambien sobre su patria chica, que elevaba en su honor estatua5 ο monun\ontos conmemorativos: ι!,Νο sabels que en 1as carreras del ΟΞ/α dio todos corren, ma5 uno 5010 recibe el pre mio? jCorred de manera que 10 consigιlis! Los atletas se privan de todo; Υ eso jpor un~ :::::;rQna. :::σrruptίble!; l7.osσtros, en cambio. ροι una Incorruptib1e. Asί pues, ΥΟ corro. no co· mo a 1a ventura; Υ ejerzo e1 pugilato. ΏΟ como dando golpes en e1 vacίο, slno que golpeo mJ cuerpo Υ 10 esc1avlzo; no sea que, habiondo proc1amado a 10s demas, resulte ΥΟ mlsmo descalificado.

(l Co 9,24-21)

17

ΕΙ

MUNDO MEDITERRANEO

BIBLIA EXTRACTOS DEL DISCURSO DE ATENAS ΕΙ celebre discurso AreόΡagο de Atenas

de Pabl0 ante el (Hch 17,22-31) iba destinado a convencer a 10s intelectuales paganos de la verdad del kerigma*. Pabl0 sίguίό en su juventud las ensefιan­ zas de 10s retόrίcοs Υ su discurso es fiel a las reglas de la retόrίca greco-romana: un exordio (νν. 22-23), el desarrollo del tema (νν. 24-29) Υ la Ρerοracίόn (νν.30-31). Εη su exordio, Pabl0 obedece a la regla de la captatio benevo1entiae picando la curlosidad de su auditorlo Υ adulandole un poco:
paganos Υ a crlstlanos. Su Ρresentacίόn de Dios (Dios creador, sefιor del tiempo Υ del espacio, providente, ηο 10calizable, que ηο necesita estatuas fabricadas ροτ manos humanas) esta en perfecta conformidad con 10s lugares comunes de la filosofia estolca. ΕΙ vocabularlo de Pabl0 remite a noclones filοsόfίcas muy extendidas en la epoca del ΑΡόstοl, Υ siguiendo en ello las reglas de la retόrίca ilustra su demostracίόη con dos cltas tomadas de autores clMebres: el ΡΙatόnίcο Epimenides «ζpue5

tros sois, por tOd05 105 conceptos, 10s mas respetuosos de 1a divinidad}}. Luego, su demοstracίόn parte de 10 general (<<e1 Dios que hizo e1 mundo...}}) para conduclr

el estolco Aratos (<<porque 50mos tambien de 5U 1inaje»). La Ρerοracίόη resume en pocas palabras la tesls desarrollada en la demοstracίόn para desembocar en 10 esencial: el Dios que θΙ anuncia ha afιadido un beneficio mas a todos 10s hasta ahora evocado~: la salvacίόn traida ροτ «e1 hombre que Ε1 ha destinado», es declr, ]esus. La ultima eΧΡresίόn que usa Pabl0 es la unlca referencia explicita al cristianismo «...re5U-

insensiblemente al publico al Dios que θΙ anuncla. Su dlscurso, que es conforme a las creenclas de un publico culto pagaηο*, ηο hace referencia alguna a 10s textos biblicos, slno que se alimenta de referencias universales (<
en e1 vivim05, n05 movem05 Υ exi5tim05») Υ

citar10 de entre 105 muertos».

actuantes de1 Nuevo Testamento. Esa ciudadanla 1e otorgaba prerrogativas mny c1aras: «Pero Pab10 coπtestό a 10s lictores: "Des-pues de habernos azotado Ρύb1ίcameπte sln habernos juzgado, a pesar de ser nosotros clndadanos romanos, nos echaron a 1a carcel, lY ahora quieren mandarnos de aqni a escondidas? Eso πο; que νengan ellos a sacarnos". Los 1ictores transmitieron estas pa1abras a los pretores. Les eπtrό miedo a1 olr que eran ciudadanos romanos. Vinieron Υ 1es rogaron que sa1ieran de 1a cindad» (Hch 16,37-39). Esa ciudadanla 1e va1ίό tambien a1 ΑΡόstο1 ιιη tratamiento de faνor: «Cnando entramos en Roma se 1e Ρermίtίό a Pab10 permanecer en casa particu1ar coη el soldado qne 1e cnstodiaba» (Hch 28,16). A1gunos poseedores de la ciudadanla romana 10 eran porqne habίan comprado ese ΡΓί­ vi1egio: «Αcudίό e1 tribuno Υ 1e Ρreguηtό: "Dime, leres ciudadano .J" 1'"0" .. nJlllalιO~ . - Jl , 1I::I>1-'U11 ω. 1U, tllJU t:l Ιπ UllU, cunsegul esιa clUdadanla por una fnerte snma". -"Pues ΥΟ, coηtestό Pab1o, 1a tengo por nacimiento"» (Hch 22,27-28). Aunque 10s ciudadanos romanos constitulan una e1ite proνista de mύΙtίΡ1es derechos, se dividlan entre ellos segύη nna jerarqUΊa basada simu1taneamente en sns riqnezas Υ en sus funciones en 1a sociedad. Εη la cima se encontraba el orden senatoria1 ο nob1eza ")"

172

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ΕΙ

MUNDO GRECORROMANO

hereditaria; luego, el orden ecuestre, ο alto funcionariado ΡύbΙίco. Ροτ debajo, las burguesIas municipales ο notables de las ciudades (Il' provincia. Despues, las distintas plebes, urbanas Υ rurales. ΑΙ fill
REFERENCIA ARTEMISA

Fundada en el sigl0 ΧΙ a.C., Efeso, situada en la costa de Asia menor, era una ciudad muy ΡrόSΡera que jugό un papel de ρτί­ mera importancia en las actividades comerciales del Oriente mediterraneo. Su renombre le viene de su templ0 a Artemisa, que era una de las siete maravillas del mundo. La Artemisa adorada en Efeso ηο tiene nada que ver con la divinidad griega del mismo nombre con la que 10s colonos griegos la identificaron en el sigl0 VJ a.C. Era una diosa madre de la fecundidad, representada con racimos de mamas Υ el cuerpo enfundado en una tίi.nica cubierta de diversos simbolos (leones, toros, esfinges, abejas). Su temρΙ0, el Artemision, era una obra de arte θΏ miιrmol, de estilo jόnίcο; media mas de 166 m de largo ροτ 66 m de ancho Υ estaba adornado con 127 columnas algunas de ellas crιteramerιtc csculpidas. Ί:οdοs 10s afιos, 10s peregrinos acudian a Efeso por las fiestas de la diosa. La estatua, rodeada de 29 idolos de oro, era procesionada θΏ el teatro de la ciudad, Υ en el estadio, muy cercano, se celebraban carreras de carros. Para responder a la demanda de 10s peregrinos, 10s mercaderes les ofrecian estatuillas de Artemisa Υ

ΕΝ EFESO modelos a escala reducida de su tenIρ!o. realizados en metales preciosos. ΕκΙο comercio que producia exce1entes ganIll1 cias se νίο amenazado ροτ la predicaci6n de Pabl0 que denunciaba el culto «a 1011 dioses hechos por mano de hombres». 1./\ reaccίόn de 10s efesios era previsible:

r

Cierto p1atero, llamado Demetrio. qιlO 1abraba en p1ata temp1etes de Artemis/i proporcionaba ΩΟ pocas ganancias a 105 α// fices, reuniό a estos Υ tambien a 10s obι-eι-os de este ramo Υ 1es dijo: «Compaiieros, ν050 tros sabeis que a esta industria debemo.'i οΙ bienestar; pero estais yiendo Υ oyendo do(:i, que ΩΟ solamente θΩ Efeso, sino en casi /odIΙ Asia, ese Pab10 ha persuadido a mucha gon/o a cambiar de idea, diciendo que ΩΟ so/l dio ses 10s que se fabrican con 1as manos. Υ 05/0 ΩΟ solamente trae e1 pe1igro de que nuostrII

Ρrο!esiό:1

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t~lmbi@n

de que e1 mismo temp10 de 1a gran diosιJ Artemisa sea tenido en nada Υ νθΩgιι 1/ 50,' despojada de su grandeza aquella a quion adora toda Asia Υ toda 1a tierra)!. ΑΙ oi/ ω1/0, llenos de turor se pusieron a gritar: (<jGlΊI/ldo es 1a Artemlsa de 10s efesios!».

(Hch 19,2428)

17

ΕΙ

MUNDO

MEDIΤERRANEO

LA VIDA INΤELECΤUAL Υ RELIGIOSA

La vida intelectual traducίa el mosaico de las diferentes culturas existentes en el Imperio. Todos 10s habitantes del Imperio eran bi1ingίies, sabίaη expresarse en griego Υ en Ιatίη, Υ 10s escritores, segun su regίόη de origen, dejaron obras escritas en una u otra de estas lenguas. La educacίόη integraba tres etapas: 10s nifios en edad escolar seguίaη la ensefianza de 10s gramaticos dedicada al estudio de las dos lenguas; luego, 10s retόrίcos ensefiaban a dominar el arte de la palabra; Υ 10s jόveηes eran oyentes de 10s fiΙόsοfοs; Atenas Υ Rodas eran 10s centros mas afamados de estos «estudios superiores». Las grandes corrientes fiΙ0sόficas de la antigίiedad, platonismo, pitagorismo, estoicismo Υ eΡίcureίsmο, se ΟΡοηίaη entre sί en sus concepciones del mundo -los ΡΙatόηίcos Υ 10s estoicos eran espiritualistas; 10s epicureos eran materialistas-, pero coίηcίdίaη en la moral que preconizaban: la busqueda de la sabίdurίa mediante el desapego frente a las pasiones terrenas. Εη efecto, la adhesίόη a una corriente fiΙ0sόfica se asemejaba a una creencia religiosa, pues implicaba la observancia de determinadas reglas morales: «Trababan tambien coηversacίόη coη el algunos fiΙόsοfοs epicureos Υ estoicos» (Hch 17,18). Esta actitud de 10s fiΙόsοfοs de Atenas se explica simultaneamente por la curiosidad quc seηtίaη por οίr alguna nueva coηceΡcίόη del mundo Υ de la REFERENCIA ZEUS Υ HERMES ΕΝ LISTRA La cludad de Listra estaba sltuada en Licaonia, regίόη retirada de FrigIa, cuyos habitantes se expresaban todavia en su argot 10cal. Pabl0 Υ Bernabe fueron θη esta cludad objeto de una divertida equivοcacίόη: 10s de Listra, tomandoles ροι 10s dioses Zeus Υ Hermes, se aprestaron a ofrecer1es un sacrificio. Esta sorprendente cοnfusίόη tuvo seguramente su origen θη la leyenda de Filemόη Υ BaucIs, contada ροι el poeta Ovidio. υη dia Zeus Υ Hermes se revlstleron de apariencia humana Υ bajaron a 1a rlerra para venfIcar la fidelidad de 10s mortales. Nadie quiso dar hospitalidad a estos viajeros desconocidos. SόΙ0 dos anclanos muy pobres, Filemόη Υ Baucis, recibieron afectuosamente a 10s extranjeros Υ les ofrecieron toda la comida de que disponian. Dandose a conocer, Zeus Υ Hermes, tras destruir todas las aldeas inhospitala-

174

rIas, cumplieron el deseo de Filemόη Υ Baucis, que conslstla en morir ambos a 1a vez para ηο quedar separados ροι la muerte. Los habitantes de Listra, recordando esta leyenda, se entregaron a honrar a 10s dos extranjeros que habian llegado. Con toda naturalidad tomaron a Pabl0 ροι Hermes, portavoz de Zeus, que ellos vieron figurado en Bernabe. La gente, a1 ver 10 que Pab10 habia hecho, emΡeΖό a gritar en 1icaonio: ((Los dioses lIan ba]ado hasta nosotros en Jigura de hombres».A Bernabe 1e llamaban Zeus Υ a Pab10, Hermes, porque era quien dirigia 1a pa1abra. ΕΙ sacerdote del templ0 de Zeus que hay a 1a entrada de 1a ciudad, trajo toros Υ guirna1das de1ante de 1as puertas Υ a una con 1a gente se disponia a ofrecer un sacrificio.

(Hch 14,11-13)

ΕΙ

MUNDO GRECORROMANO

diνinidad Υ por el temor «filosofίa» de Pablo.

a la competencia que Ροdίa representar Ιιl

Las creencias religiosas en el siglo ι estaban marcadas por la multiplicidad Υ el sincretismo. ΕΙ fondo comun de la mitοΙ0gίa griega Υ del Ρaηteόη greco-romano subsίstίa Υ 10s grandes santuarios del mundo griego seguίaη siendo objeto de la νeηeracίόη del publico. Sin embargo, esas creencias eran objeto de un escepticismo generalizado en 10s medios cultiνados que dejaban esas ingenuas supersticlones para las gentes del campo. De hecho la reΙίgίόη oficial sufrίa la competencia de las religiones llamadas «orlentales», orlginarias de Asia Menor, de Egipto, de Siria ο de Persia, que se eχteηdίaη entre todas las clases sociales. Los cultos de Isis, de Mitra ο de Cibeles, con νοcacίόη mοηοteίsta, abrίaη amplio espaclo al misticismo personal de 10s deνotos. Aportaban una respuesta a la angustiante preguntcl de la saΙνacίόη afirmando que la «νida santa» era la coηdίcίόη de ιι fe1icidad despues de la muerte. Estas creencias, toleradas en conjunto por las autoridades romanas, recίbίaη la aΡrobacίόη de muchos inte1ectuales que encontraban en ellas una fuente de ref1eχίόη. Νο hay que extrafiarse, por tanto, de que 10s fiΙόsοfοs de Atenas pensaran que Pablo era el predicador de una de esas religiones: «"Parece ser un predicador de diνinidades extranjeras". Porque anunclaba a Jesus Υ la resurreccίόη» (Hch 17,18). La «resurreccίόη» (αllαstαsis en griego) era comprendida por el10s como el nombre de la diνinidad originante de1 «dios» Jesus, Anastaslo. Εη todos 10s medios, en fin, las creencias en las formas paralelas de la reΙίgίόη estaban muy νlνas. La astroΙοgίa llegada de Persla, practicada por 10s caldeos Υ 10s magos de Babilonia, gozaba de un faνor excepcional entre las gentes de eleνada ροsίcίόη. La magia, forma degradada de la reιigίόη, atraίa a quienes buscaban milagros: «Sin embargo, ya de tiempo atras habίa en la ciudad υη hombre llamado Sίmόη que practicaba 1a magia Υ teηίa atόηίtο a1 pueb10 de SamarίcΙ Υ decίa que el era alguien importante. Υ todos, desde e1 menor hasta el mayor, le prestaban ateηcίόη» (Hch 8,9-10). Pablo la emΡreηdiό en muchas ocaslones νiolentamente contra esa ola de la magia, Υ el exito de su Ρredίcacίόη se manifestaba por e1 abandono de esas practlcas: «Bastantes de 10s que habίaη practicado la magia reunieron ]05 " .' J t: ω 'J.υ~. ~dlLU1dlUll f'" . Υ 11<1 'Ι'1<1l1' b ros Υ'iUs quelIlc:L[UlI ιlelίllHt: Ι::Ι, PJt:L1V ron que subίa a cincuenta mil monedas de plata» (Hch 19,19). Los ritos religiosos eran tan numerosos Υ diνersos como las creencias. ΕΙ acto esenclal, fuera cua1 fuera el dios inνocado, era el sacrifιcio de anima1es realizado por 10s responsables religiosos en el marco de υη acto publico ο por 10s particulares para cumplir un voto. Los demas rituales eran propios de cada creencia Υ eran perfectamente tolerados por el poder, 17'

EL MUNDO MEDITERRANEO

DOCUMEN'I'O INVITACIONES Υ BANQUETES ΕΝ 10S TEMP10S ritual del sacrifico griego respondia a un ceremonial preciso. Despues de despedazar las victimas degollaaas (buey, cordero, cerdo u otro animal) el sacerdote ofrecia una parte de ella a 10s dioses: el hueso princlpal Υ la carne de 10s muslos recubiertos ae grasa Υ quemados θη su totalidad. De esa forma 10s dioses recibian su parte θη la humareda que se elevaba desde el altar a 10s cielos. ~uego, se asaban las vlsceras sobre el altar e lnmediatamente se las comlan 10s sacrificadores. Finalmente, la carne se dividia θη partes 19uales Υ se distribula entre 10s asistentes que la consumlan cocida. Εη εΙ reclnto del templ0 de Asclepio θη Corlnto, se encuentran tres salas destlnadas a estos banquetes sagrados. Una parte de las viandas ηο consumidas la revendian 10s sacerdotes a 10s carniceros del agora. De seguida, despues ya de que oraron Υ arrojaron 10s granos de cebada, levantaron, primero, 1as cabezas de 1as victimas Υ 1as degoJlaron, Υ 1as despeJlejaron, Υ cortaron sus mus10s que cubrieron con grasa, de 1a que hicieron una dob1e capa, Υ encima de esos mus10s engrasados trozos de carne cruda co1ocaron. Υ e1 anciano [Crises] esas carnes iba asando ΕΙ

sobre brasas de astiJlas encendidas, vino chispeante encima derramaba; Υ a su 1ado 10s jόvenes tenian quintup1es asadores en sus manos. Mas 1uego que abrasados estuvieron 10s muslos, Υ 1as visceras gustaron, 10 demas en pedazos troceaban, Υ de 10s asadores en uno Υ otro extremo 10 espetaron. Υ 10 asaron con suma habi11dad Υ todo ya de1 fuego retiraron. Luego, despues que en 1a 1abor cesaron Υ e1 banquete aprestaron, ya comian Υ nada eI apetito echaba en fa1ta en un festin con equidad medido. Υ

(Homero, Ilίada, Ι, 458-468; Antonio LόΡeΖ Eire)

traduccίόη de

Εη Corlnto se ΡΙanteό la cuestίόn de saber sl 10s crlstlanos podian ο ηο podian partIcIpar θη 10s banquetes sagrados θη 10s templos de la cludad. Pabl0 trata del asunto en su primera carta a 10s CorlntlOs (1 Co 8-10). Era normal ser lnvitado a esos banquetes. He aqui el texto que se ha encontrado de una ae esas invitaciones: Herais te invita a cenar en 1a sa1a de1 Serapeion (e1 Asc1epeion) en un banquete de1 Seiior Serapis, maiiana once a partir de 1as nueve horas.

UNA GRAN MOVILIDAD

Fina1mente, e1 mundo greco-romano estaba caracterizado por su extrema moνi1idad de personas Υ bienes. Cada proνincia proporcionaba sus productos especίficos a 1as otras. Αsί, e1 trigo Ρrοcedίa en su mayor parte de Africa Υ Egipto. Los productos eΧόtίcos, perfumes, materias preciosas, maderas raras, eran objeto de υη comercio muy actiνo para responder a 1as necesidades de 1ujo de 1as c1ases a1tas de 1a sociedad. Lidia, comerciante de Fi1ipos, era νendedora de ρίιτΡυ­ ra, tintura roja νi01acea muy apreciada que importaba de Asia Menor (Hch 16,14). 'r~~b~..ζ.,.....

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para νiajar eran mu1tip1es: 10s hombres de negocios Υ 10s comerciantes se desp1azaban constantemente para lleνar a buen puerto sus actiνidades. Los deνotos Υ 10s enfermos iban a 10s 1ugares de peregrίηacίόη afamados. Los fiιόsοfοs hacίan giras para dar conferencias, 10s sacerdotes misioneros de 1as re1igiones orienta1es recorrίan 1as ciudades Υ 1as campifias en busca de nueνos adeptos. Los artistas, comediantes ο g1adiadores iban de ciudad en ciudad. Ηabίa tambien 176

EL MUNDO GRECORROMANO

muchos turistas, curiosos atraidos por el espectacul0 de 10s lugares naturales extraordinarios Υ de las obras maestras del arte. ΕΙ viaje era parte integrante de la existencia de la mayor parte de 10s habitantes del Imperio. Aunque el modo de transporte preferido de 10s viajeros era el barco, muchas veces se velan obligados a moverse por vla terrestre. ΕΙ Imperio romano estaba dotado de una red de rutas excepcionales, construidas en su origen para permitir a las legiones desplazarsc rapidamente de υη lugar a otro. Grandes ejes atravesaban todas las provincias. Los viajeros mas pobres se movlan a pie, pero 10s mas pudientes viajaban a 10mo de caballo ο de mula ο en vehiculos, pesadas carretas entoldadas ο suntuosas carrozas. Α pie, podIan recorrer hasta 30 km. diarios; a caballo 60, Υ en vehiculo de 45 a 70, segun 10s casos. Para alojarse Υ alimentarse durante el viaje habla varias soluciones segun la coηdίcίόη social del viajero: 10s mas pobres tenlan que contentarse con albergues generalmente sucios Υ de mala fama, mientras que 10s personajes importantes disponian de cadenas dc «hospedadores» que les recibian en sus casas: «Εη las cercanlas dc aquel lugar tenla unas propiedades el principal de la isla, llamado Publio, quien nos recίbίό Υ nos dio amablemente hospedaje durante tres dlas» (Hch 28,7). Los viajes de Pablo, tal Υ como nos 10s presentan 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles, nos permiten conocer las distintas peripecias que podian suceder en esos largos periplos a traves de las provincias.

c.s.

ΙΊ7

6 PABLO

L

AS cartas de san Pablo, Saulo de Tarso, son 105 textos cristianos mάs antiguos que poseemos. Fueron escritas entre el afιo 50 Υ el 67, fecha probable de su martirio. Como queremos seguir un orden crοnοlόgίco, empezamos por ellas Ιa Ρresentacίόn de los escritos del Nuevo Testamento. Hay tambien otras cartas atribuidas α Pablo que no son de su mano Υ que fueron escritas por dίscίΡUΙοs suyos despues de su muerte; hablaremos de ellas despues de presentar las autenticas. Reservamos un tratamiento particular α Ιa segunda carta α 105 Tesalonicenses; α esta, por su parentesco con ellas, Ιa presentaremos con las ultimas cartas del Nuevo Testamento: Ιa carta de ]udas Υ Ιa segunda de Pedro.

179

6. 1. VIDA DE PABLO DE TARso

Ρ

ΑΒΙΟ ηο coηοcίό

a Jesus durante su ministerio publico ηί del grupo de lo~ «doc~» aΡόstοles. Has~a ~nos afios despues de Pascua* (hacιa el ano 34) ηο se convlrtlO en creyente Υ en aΡόstοl de Jesucristo. lCόmο fue su descubrimiento de la fe cristiana? lCuales fueron los puntos fuertes de su ministerio fοrmό part~

aΡοstόlίco?

ΕΝ ΙOS ORIGENES DE υΝΑ VΟCΑCIόΝ

Pablo era υη judio de la Diaspora*, nacido en Tarso de Cilicia (actualmente en TurquIa). Se eηcoηtrό en la encrucijada de dos mundos. Heredero de la fe de Israel por su familia, estaba inmerso en el mundo helenistico, que representaba entonces la cultura dominante en toda la zona mediterranea. Esta doble pertenencia le predisponia al papel que jugarIa en el futuro. Bntre Tarso Υ ]erusalen Llegada la οcasίόη, Pablo supo recordar a quienes se le oponlan que ηο era un don nadie en judaIsmo*: «Circuncidado el octavo dia; del linaje de Israel; de la tribu de BenjamIn; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable» (Flp 3,5-6). Pudo ir a Jerusalen muy joven para continuar alli su fοrmacίόη. La leyenda recogida por Lucas le hace discIpulo de Gamaliel (Hch 22,3). ΕΙ mundo helenlstico* en el que se movera Pablo, era un inmenso agora, con mύltiples intercambios ecoηόmίcos, culturales Υ religiosos; un mundo en el que todo podIa contarse Υ confrontarse, tanto para la curiosidad supercifical como para la busqueda de la verdad. ΕΙ judaIsmo estaba presente en ese mundo Υ era atrayente a pesar del antisemitismo. Tarso era una ciudad universitaria de fama. 181

ΡΑΒΙΟ

Pablo coηοcίa 10s temas familiares a 10s fiΙόsοfοs Υ moralistas estoicos: conciencia, libertad, virtud, dominio de uno mismo. UtίΙίΖό libremente en sus cartas 10s procedimientos de la retόrίca practicada por 10s abogados Υ 10s polίticos. Con frecuencia, las competiciones deportivas le sirven de comΡaracίόη. Ademas de su nombre hebreo, Saιi1 (Deseado), teηίa un nombre latino: Paulus (<
del fariseo en aΡόstοl de las naciones Su coηversίόη coηsίstίό nada mas en que Pablo cambίό su mirada sobre Jesus (2 Co 5,16). Su fe cristiana ηο le arraηcό de la tradίcίόη judίa; le condujo ιίηίca~eήte con mayor intensidad Υ mayor libertad al encuentro de las gentes de las naciones*. lQue dice al respecto el mismo Pablo, veinte afιos despues? lQue dice el relato de 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles? Pues habIiis oido hab1ar de mi conducta anterior en e1 judaismo, cuάn encarnizadamente perseguia α 1α ig1esia de Dios para destruir1a, Υ cόmο superaba en el judaismo α muchos cornpatriotas de mi generacίόn, ανentαjάndο1es en e1 ce10 por 1as tradiciones de mis padres. Mas, cuando Aque1 que me seΡαrό desde el seno de mi madre Υ me ΙΙαmό por su gracia, tuvo α bien reve1ar en mi α su Hijo, para que 1e anunciase entre 10s genti1es, a1 punto, sin pedir consejo α hombre a1guno, ni subir α Jerusa1cn donde 10s aΡόstοles anteriores α ml, me fui α Arabia, de

donde

νο1νί α

Damasco (Ga 1,13-17).

Εη la carta a 10s Galatas, Pablo precisa que Ρerseguίa a 10s dίscί­ pulos de Jeslls por ser defensor intrepido de la identidad israeIita, dispuesto a encarnizarse contra 10s judίοs que contemporizaran con 10s paganos. Αsί pues, cierto movimiento cristiano Ie Ρarecίό una aΡοstasίa de la Ley. Εη JerusaIen, judeo-cristianos* de origen Υ de cuItura griegos* estabΙecίaη sus distancias respecto al culto sacrificiaI deI Templo v a Ias costumbres de la lev de Moises (Hch 6,14); su jefe de fiIa s~e llamaba Esteban (Hch 6-7); segun 10s Hechos, Pablo asίstίό a su ΙaΡίdacίόη Υ estaba de acuerdo (Hch 7,58; 8,1). lQue paso, entonces, en el camino de Damasco? υη «apocalipsis*» en el sentido teοlόgίco de la palabra: el «desvelamiento» de 10 que estaba oculto en Dios desde siempre, Υ que ahora, «en 10s uItimos tiempos», aΡarecίa en la escena de Ia historia. Era voIver compIetamente del reves 10 que Pablo Ροdίa pensar de Jesus: un crucifi-

182

VIDA DE

ΡΑΒΙΟ

DE TARSO

cado que se habίa ganado a pulso el ser objeto de la maΙdίcίόη divina. Pero he aquί que Dios se 10 revelaba como «su Hijo»o La «revel­ decίό «inmediatamente», Υ, basandose exclusivamente en esa revelιl­ cίόη, se fue a Arabia, ηο para tener υη tiempo de retiro, sino a misionar. Se trataba del reino nabateo que se eχteπdίa desde Petra hasta IιlS proximidades de Damasco, la actual Jordania aproximativamente. Επ la relectura que el hizo, la gracia de Dios adquίrίό υπ relieve muy fuerte. Desde antes de su nacimiento, antes por tanto de cιωl­ quier merito ο demerito, Dios le habίa elegido. Pablo se identific6 (οη la figura de Jeremίas, puesto aparte desde el seno materno con10 profeta ('π favor de las naciones (Jr 1,4). ΕΙ camino de Damasco [ιιι' el c~mino de la gracia, Υ el camino de la gracia fue el camino <Ι IιIS naC1oneso Los Hechos de los ΑΡόstοles relatan tambien el acontecimiento, en terminos distintos a los del mismo Pablo, sirviendose de υη relιl­ to justamente celebre:

Entretanto Saulo, respirando tοdαvία amenazas γ muertes contra los del Sefιor, se Ρresentό αΙ suIno sacerdote, γ le Ρίdίό cartas para las sinagogas de Damasco, para que, si encontraba algunos seguidorι's del CaInino, hombres ο mujeres, los pudiera llevar presos α ferusall'l1. Sucedίό que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Dα-mαsω, Ι/Ι' repente le envοΙvίό una luz venida del cielo, caγό en tierra γ ογό una νΟΖ que le decία: «Saul, SauZ, ~por que me persigues?»o Ει Ρreguntό: «~QlJil;lI eres, Sefιor?». Υ έΙ: «Υο soy fesus, α qHien tu persigues. Pero Ιενάl1ΙιΙΙι', entra εη Ια cilll/ad γ te dίrάn Ιο qHe debes hacer». Los hombres que ίl,ιιll coη έΙ se hαbίαn detenido rnudos de espanto, pues οίαη lα voz, ραο 110 νείαη α nadieo Saulo se Ιevαntό del suelo, γ, aunque tenία sus ojos iJi<'ll abiertos> ηο veία nada. Ιε llevaron de lα mano Υ Ιε introduiclϊJII Ι'ιι Damascoo Ραsό tres dίαs sin ver, γ sin comer ηί beber. Ηαbία εη Damasco un dίscίΡUΙΟ llamado Αnαnίαs. ΕΙ Sefιor Ιε ι/ίίο en una vίsίόn: «Αnαnίαs»ο Ει reSΡοndίό: «Αquί estoy, Sefιor». Υ εl '\{Ι'­ fιor: «Levάntαte γ vete α Ια calle Recta γ pregunta en casa de fudas j>or Ηηο de Tarso llamado Saulo; mira, estά en οrαcίόn γ ha visto qIl" Ιιιι hombre llal1lado Αnαnίαs entraba γ le imponia las mαnos para r,,((I. brar Ια vista»o ReSΡοndίό Αnαnίαs: «Sefιor, he οίdο α muchos haiJlαι· ι/ι ο dίscίΡUΙοs

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{'Sl' JlOrnbre Υ de los muchos males que ha causado α tus santos en jιη4salCtl Υ que aqui tiene poderes de los sumos sacerdotes para apresar α totlos los que invocan tu nombre». ΕΙ Senor le reSΡοndίό: «Vete, pues

cstc rnc es un instrumento elegido para llevar mi nombre ante los gentilcs, los reyes Υ los hijos de Israel. Υο le mostrare cuάntο tendrά que padc(cr por mi nombre» (Hch 9,1-16). Εη este relato, Lucas retoma, sin duda, una tradiciόη de la comunidad de Damasco. E,sta expresa cόmο saΙνό la piel cuando el perseguidor ya agarraba la presa. Ιο mismo que en los relatos bίbΙicos de tcofaηίa, la aΡariciόη divina es demasiado fuerte para soportarla sin dano; Saulo cae por tierra, cegado por la luz Υ sόΙο puede levantarse a la ναι del mandato celeste. SόΙο el es concernido por la νisiόη, sus cOlηρanerοs tienen apenas una ΡerceΡciόη imperfecta de 10 que sucede. Luego, Lucas utiliza un procedimiento que le es familiar: el de las visiones empalmadas (Αηaηίas ve a JesίIs, que le dice que Saulo ve a Αηaηίas). Αsί pues, Lucas ηο esta proyectado una pelίcula; pero a traves de metodos literarios codificados nos hace captar perfectamente el poder de Cristo en el origen del cambio de Saulo. ΕΙ perseguidor se νe obligado a llamar «Sefior» al que esta persiguiendo en sus discί­ pulos. Υ es remitido a esa misma comunidad de Damasco para saber 10 que debe hacer. Αηaηίas, que al principio se siente horrorizado, le recibe delicadamente como a un «hermano». Bautizado, Saulo recobra la vista, recupera fuerzas Υ se pone a proclamar en las sinagogas de Damasco que Jesus es el Hijo de Dios. Otras dos veces reproducira Lucas este relato, con algunas variaciones, poniendolo en boca de Pablo en momentos crίticos en que su ministerio de anunciar el Evangelio* a 10s paganos es violentamente contestado: cuando le detienen (22,6-21) Υ cuando le procesan (26,9-23). Εη el tercer relato pone en boca de Cristo, en el mismo momento de la aΡariciόη, la orden de ir a las naciones (26,17).

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LAs REPRESENTACIONES DE LA La iconografia de la epoca bizantlna representaba a Pablo a pie en el camlno de Damasco. SόΙο en el siglo ΧΙΙΙ en Occidente, βη οΙ tiempo de la Ρrοmοcίόη de la caballerla, se imaginara a Pablo a caballo, es-

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coltado por otros caballeros. Asi su caida es mas espectacular, Υ es la arrogancia del perseguidor la que, de esa forma, queda abatida.

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Αsί pues, Lucas Υ Pablo concuerdan en ver en el acontecimiento de Damasco el fundamento de su eηνίο a los paganos. Pablo es mas discreto que el relato de los Hechos sobre cόmο se desarrοlΙό el acontecimiento. Expresa 10 que fue su medula: la experiencia de 1,1 gracia, el desplazamiento del centro de gravedad desde la Ley a 1<1 persona de Jesucristo, Υ la llamada al apostolado. Lucas escribe desdc el punto de vista de la ίηscrίρcίόη del ministerio particular de Pablo en la comunidad eclesiaΙ Ει MINISTERIO DEL ΑΡόsτοι DE LAS NACIONES

ίCόmο pondra Pablo ηο de DaΩ1asco? lLo

en practica la vοcacίόη que recίbίό en el caΩ1ί­ hara poniendo a la Iglesia de 10s οrίgeηes en peligro de reventar? Pero aquella Iglesia ηacίό plural, Υ Pablo Ροηdr,ί tanto interes en la comuηίόη como en la mίsίόη. Distinguiremos cuatro etapas: - la de una primera eΧΡaηsίόη de envergadura, cuya cima sera la fuηdacίόη de la Iglesia de Corinto; - ιιη breve tiempo de pausa, pero capital, para reflexionar sobre 10 que estaba en juego en esa mίsίόη, en el concilio de Jerusalen; - un tiempo de combate teοlόgίco para mantener, contra viento Υ Ω1area, «la verdad del Evangelio»: el periodo efesino; - finalmente, ιιη tiempo de ίηmονίlίΖacίόη: Pablo es encarcelado, pero la Palabra ηο quedaπί encadenada. La eΧΡαnsίόn del Evangelio: de Αntίοquία α Corinto (37-51) Tres afios despues de su coηνersίόη, Pablo subίό a Jerusalen par,l conocer a Pedro. AIlί eηcoηtrό tambien a Santiago, el hermano dcl Sefior. Despues se fue a Αηtίοquίa, la tercera ciudad del ΙΩ1Ρerίο. Judeo-cristianos de tendencia heΙeηίstίca (como Esteban) habί,ιιι fundado aΙΙί una Iglesia abierta a los griegos. Αηtίοquίa se convirti6, entonces, en el pivote central de su ministerio aΡοstόlίco. (:011 Bernabe Υ su primo Marcos, se fue a evangelizar Chipre, Υ, luego, franqueando los pasos temerosos del Taurus, las 'provincias rOl11,1nas que ocupaban el sur de la actual Τurquίa: Panfilia, Pisidia Υ Licaonia (IIch 13-14). Pero todo eso fue sόΙ0 una primera gira. Con otros companeros, Silas de Jerusalen Υ Timoteo de Listra, eΩ1Ρreηdίό otra gira Ω1ιιchο mas amplia que le condlljo hasta Corinto, antes de devolverlc ,ι Αηtίοquίa νίa Jerllsalen. lCόmο caracterizar este periplo misionero? Pablo es ιιη itinerante qlle elige detenerse en los centros urbanos. Siglle 10s grandes itinerarios de las calzadas romanas a traves de 1.1

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meseta anatolia, de este a oeste; pasa a Europa, llega a Filipos, colonia romana, Υ luego a ΤesaΙόηίca, capital de Macedonia. De ahί alcanza Atenas, en barco, Υ llega hasta Corinto. Se ha calculado que al menos hacίaη falta cinco afιos para realizar este trayecto de Αηtίοquίa a Corinto, si se tienen en cuenta: la ίηmοvίlίΖacίόη del invierno; la deteηcίόη forzosa provocada por una enfermedad, en territorio de 105 galatas en pleno centro de la Jneseta anatolia; el 6empo necesario para la fuηdacίόη Υ coηsοlίdacίόη de comunidades a 10 largo de la ruta. Fundaba comunidades en los centros urbanos importantes -tal fue el caso, particularmente, de ΤesaΙόηίca Υ de Corinto, dos capitales administrativas Υ dos puertos de transito muy frecuentados-, Υ luego, se marchaba Υ depositaba su confianza en las jόveηes comunidades para que extendieran el Evangelio en su regίόη; se apoyaba en ellas tambien para que le proporcionaran nuevos compafιeros para el trabajo apostόlico. Esta itinerancia estaba llena de riesgos, por tierra Υ por mar. Pablo se hizo eco de ellos en υη parrafo muy conocido de la segunda carta a 10s Corintios cuando 10s manejos de sus adversarios le obligaron «en υη momento de 10cura» a hacerse valer: dSon mlnlstros de Crlsto? -jDigo una 10cura!- ί γο mάs que ellos! Μάs en trabajos; mάs en cάπe1es; 1nuchίsίmο mάs en azotes; en pe1igros de muerte, muchas veces. Cincσ veces recibi de 10S judίοs 10S cuarenta azotes menos uno. Tres veces fui azotado cσn varas; una vez 1aptdado; tres veces naufrague; un dία Υ una noche pase en a1ta mar. Viajes frectlentes; pe1igros de rίοs; pe1igros de sa1teadores; pe1igros de 10S de ml raza; peligros de 10s genti1es; peligros en cludad; peligros en despoblado; peligros por mar; pe1igros entre falsos hermanos; trabajos Υ fatlgas; noches sln dormlr, muchas veces; hambre Υ sed; muchos dίas sln cσmer; frίο Υ desnudez. γ aparte de otras cσsas, ml responsabίlidad diarla: la ΡreΟCUΡαcίόn por todas las iglesias (2 Co 11,23-28). Εη Listra, durante su primera gira, ya habίa sido lapidado (Hch 14,19). Εη Filipos, colonia romana, Pablo Υ Silas sufrieron encarcelamiento Υ flageΙacίόη por parte de las autoridades locales (Hch 16,16-40) Εη ΤesaΙόηίca ηacίό una joven Iglesia en pleno ambiente pagano, pero el Evangelio eηcoηtrό la doble οροsίcίόη de 10s judίοs Υ dc Ios PJ.gJ.~cs. Pablc sc yic obligado u paItiI iιntcs dc lu pITyistu Υ a abandonar una comunidad expuesta al peligro (1 Ts 1-3). ΕΙ mismo escenario se reprodujo υη poco mas adelante, en Berea. Se comprende que en semejantes circunstancias Pablo llegara a Corinto «tίmίdο Υ tembloroso» (l Co 2,3). Pablo tuvo tambien como principio anunciar el Evangelio sόΙο donde el nombre de Cristo ηο habίa sido pronunciado nunca (Rm 15,20-21). Su punto de miraeran los paganos. Es verdad que Ροdίa 186

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empezar por las sinagogas, en las que encontraba judIos Υ proselίtos, pero ηο se reducia a ellas. Podia alquilar la sala de υη retόrίco ο de 1I11 fiΙόsοfο. Las nuevas comunidades se reunlan en !a casa de ta] ο ωίl! notable, que tuVlera capacidad para recibir υη grupo de clerta importancla, Υ ese 10cal podIa estar abierto a cualqulera que pasara. ΕI1 ΤesaΙόηίca Υ en Corlnto el Evangelio fue anunclado en p]eno al1l1Jito pagano. La nueva corrlente relίgIosa de la epoca estaba en fase con cl Evangelίo. Los dioses de la cludad Υ ]os dioses de la naturaleza, detnilslado forma!istas, iban dejando de interesar. La ola favorab!e iba por las relaclones personalizadas con una diVlnidad (cultos electivos). Cada cual elegia sn culto mlsterlco en el supertnercado de las religiones grlegas Υ orientales: Dionisio, Isls, Serapls, etc. ΕΙ Evangelio tCI1drla qne destnarcarse de todo eso Υ subrayar su enralzaIηlento hίst('ι­ rlco, hablando de JesUs. Pero aportaba nna respnesta a ]a angustiil ΙΙΙ' lndividuos desenralzados en aquel lnmenso IIηperio Υ daba 111gar .1 comunidades fraternas, al modo de los thiasoi (confraternidades) cl1 las que se mezclaban fieles de distintas proveniencias etnicas Υ ΙΙΙ' diferentes capas soclales. Asl Pablo Ροdπί decir a sus comunidacll's: «ya ΩΟ hay judio ni griego; πί esclavo ηί libre; ηί hombre ηί mujer, Υίl que todos vosotros sols υηο en Crlsto Jesus» (Ga 3,28). AnUnCj,ll1llo a υη Crlsto crucificado, Pablo revelaba el aIηor de Dios a 10s que esf;lban en 10 Iηas bajo de la escala soclal (1 Co 1,26-28). PabIo pagaba el precio en su propia persona. Νο se hacla p,lg,lr sus servlclos. Se ganaba su vida trabajando; eso le hacla pasar por orgul1oso. Pero se aferraba a ese punto de honor, que era par,1 rl COIηO ]a niiia de sus ojos. Se destnarcaba de ese modo de los fιl('ιsο­ fos ambulantes que buscaban reΡutacίόη Υ dinero. EVltaba tocio 10 que pudiera constltulr υη obstaculo al Evangelio. Hacla de ello ιι 11 signo de su aIηor deslnteresado: «Estabatnos dispuestos a daros 110 sόΙο el Evangelio de Dios, slno nuestras propias vidas. iHabels l!eg,ldo a sernos entraiiables!» (l Ts 2,8). Se hacla todo a todos: «Con los judios Iηe he hecho judio para ganar a los judios; con los que estιin bajo la Ley, COmo qulen esta bajo la Ley -aun sln estar]o- par,1 g,1I1.\f a los que estan bajo el1a» (l Co 9,20). Pablo estaba obseslonado por la urgencia de la ωίsίόη, pero todaVla mas por el aIηor de Crlsto, φιι> dio su vida por todos (2 Co 5,14). DuπωΙt c:~c:

gian ΡCΓίΡΙο rablo 5":: qucj6 ίlmίlrgίlmC:ltc de qUt'

Ιo~

judios le itnpidieran predicar a las gentes de las naciones (1 Ts 2, Ι ()). Εη Corlnto, fue llevado por los judios ante el tribunal de Gί1lί()I1, ρrocόηsul de Acaya (Hch 18,12-17). Se le acusaba lnsidiosamentc ιΙι' ponerse «fnera de la Ley», Υ en consecuencla fuera de la ]ibertad rC'ligiosa garantlzada a] judaIstno por el poder romano. Pero (;,llί611 rehusό soberbiatnente entrar en ]as querellas lnternas a] jud,ιίsιιιο, Υ a Pablo ]e dejaron en paz. IΗ

PABLO

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LA ΙΝSCRIΡcιόΝ DE DELFOS ΕΙ emperador Claudio escrίbίό al sucesor de Galίόη, amigo suyo, que le habia alertado de la deSΡοbΙaciόη deI famoso santuario de Delfos: Tiberio Claudio Cesar Augusto Germanico [en e1 aiίo duodecimo de su} potestad tribunicia, ac1amado emperador ροτ vigesimo sexta vez, padre de 1a patria, sa1uda [...}. Hace ya mucho tiempo que he mostrado mi simpatίa hacla 1a ciudad de De1fos, inc1uso he procurado su prosperidad Υ he protegido siempre e1 cu1to de Αρ010 Pitico. Mas

como ahora se oye declr que esta slendo abandonada hasta ροτ sus ciudadanos, ta1 Υ como recientemente me ha hecho saber L. ]unio Gaιiόn, amigo mio Υ Ρrοcόnsu1, con e1 deseo de que Delfos conserve incό1ume su pristina belleza, os ordeno llamar nuevos habitantes Υ que a ellos Υ a sus descendientes 1es sea concedida integra 1a misma dignidad de 10s de De1fos, en ca1idad de ciudadanos iguales en todo Υ para todo. (trad. de Jeremias Lera)

Una ίηscrίρcίόη encontrada en Delfos menciona a GaΙίόη, prode Acaya, Υ permite fijar el afio en que estuνo en el cargo, el afio 51-52. Se deduce de ello que Pablo comΡarecίό ante su tribunal 10 mas probablemente durante el νerano del 51. Los dieciocho meses de estancia del ΑΡόstοl en Corinto (Hch 18,11) pudieron extenderse del inνierno 49-50 al final del verano de151. Α finales del νerano de151, Pablo embarcό desde Corinto a Cesarea Υ subίό a Jerusalen. Iba aΙΙί para exponer su Eνangelio a los «notables» Υ obtener reconocimiento pUblico. De 10 contrario, su obra corrίa el riesgo de ser aniquilada por la coηtra-mίsίόη de sus adνersarios judaizantes. Luego, νοlνίό a bajar a Αηtίοquίa. cόηsuΙ

Busqueda de un acuerdo en ]erusalen Υ Antioquia (finales del ano 51) Aunque Pablo fue abriendo caminos nueνos a la mίsίόη, tuvo tambien el sentido de la comuηίόη con la Iglesia de Jerusalen. Pero nunca quiso una comuηίόη en rebajas. Otros misioneros judeo-cristianos, a 10s que nosotros llamamos «judaizantes*», porque obligaban a las gentes de las naciones a «judaizan) si querίaη entrar en la comunidad de saΙνacίόη, contestaban νigorosamente la practica misionera de Pablo. ΕΙ conflicto era teοlόgίco: lno era necesario, mediante ia circuncision, tntegrar al puebto elegldo a 10s creyentes de las naciones, precisamente en aquel momento en que e1 pueb10 elegido recίbίa el cumplimiento de las promesas mesianicas~ ΕΙ conflicto era tambien sοcίοlόgίco: lhabίa que dejar a 10s creyentes de las naciones «fllera del plleblo» sin estatuto socio-religioso? Tenemos dos relatos de la «conferencia» (concilio) de Jerusa1en: el de Pablo, en la carta a 10s Galatas (2,1-10) escrita hacia el afio 53, Υ el de 10s 188

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Hechos de 10sΑΡόstο1es (15,1-29) compuesto por Lucas hacla e1 afio 80. Νο colnciden en todos 10s puntos. He aquί, en prlmer lugar, el testlmonlo de Pablo en la carta a 10s Galatas:

Luego, aΙ cabo de catorce afιos, subi nuevamente α ]erusaIen con Bernabe, llevando conmigo tambien α Tito. Subi movido por una reveΙacίόn Υ 1es expuse α 105 notabIes en privado el Evangelio que proc1amo entre 105 gentiles para ver si corrla ο habla corrido en vano. Pues bien, ni siquiera Tito que estaba conrnigo, con ser griego, fue obIigado α circuncidarse. Υ esto α causa de los intrusos, 105 faIsos hermanos que soIapadamente se infiltraron para espiar Ιa libertad que tenemos en Cristo Jesus, con eI fin de reducirnos α escIavitud, α quienes ni por un instante cedimos, sometiendonos, α fin de saIvaguardar para vosotros Ιa verdad deI EvangeIio... Υ de parte de 105 que eran tenidos por notables -jno importa Ιο que fuesen!: Dios no mira Ιa condίcίόn de 105 hombres- en todo caso, los notabIes nada nuevo me impusieron. Antes aΙ contrario, viendo que me habla sido confiada Ιa evangeΙίΖacίόn de los incircuncisos, aΙ igual que α Pedro Ιa de los circuncisos -pues eI que actuό en Pedro para hacer de el un aΡόstοΙ de 105 circuncisos, actuό tambien en ml para hacerme aΡόstοΙ de los gentiles- Υ reconociendo Ιa gracia que me habla sido concedida, Santiago, Cefas Υ ]uan, que eran considerados como columnas, nos tendieron Ιa mano en sefιal de comunίόn α ml Υ α Bernabe, para que nosotros fueramos α los gentiles Υ ellos α los circuncisos. SόΙο nos pidieron que nos acordάramοs de 105 pobres, cosa que he procurado cumpLir (Ga 2,1-1 Ο). Destacamos 10s puntos siguIentes: Pablo tοmό la lnlclatlνa: subίό a Jerusalen por una

ίηSΡίracίόη

diνina.

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Debatίό con 10s responsables de la Iglesia de Jerusalen; les expuEνangelio, Υ ellos ηο encontraron necesarlo afiadir nada. RechaΖό todo compromiso con 10s «falsos-hermanos» acerca de libertad crlstlana; Tito, cuya presencia constίtuίa todo un test, ηο

su

la fue sometido a la cίrcuncίsίόη; estaba en juego la νerdad del Eνangelio; Υ qucd6 α salyo. - Pedro Υ Pablo se reconocleron mutuamente como lnstrumentos de la accίόn de Dios; en consecuencla, las dos figuras del Eνangelio, (οη la Ley Υ sln la Ley, eran legitlmas. - Los dos equipos hlcleron un gesto de comuηiόη Υ el de Pablo tΊιι' comprometerse a asoclar a las Iglesias de las naclones en una coΙα­ ta en faνor de 10s pobres de Jerusalen.

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relato de los Hechos de los ΑΡόstοles (Hch 15,5-35), demasiado largo para transcribirlo aqui todo entero, insiste en otros puntos: * Todo sucede en Iglesia. Es la Iglesia local de Antioquia la que decide llevar el asunto ante la Iglesia de Jerusalen. La asamblea escucha primero e1 punto de vista de Pedro: Dios 1e e1ίgίό para bautizar a Cornelio, un incircunciso; Pab10 Υ Bernabe exponen, despues, el exito de su mίsίόη entre los paganos. * Α Santiago, jefe de 1a Iglesia de Jerusalen, le corresponde la ύlti­ ma palabra para proponer una s01ucίόη. Νο hay que m01estar a 10s creyentes de1as naciones; constituyen un pueb10 que Dios se ha coπ­ sagrado; en coηtraΡrestacίόη,debido a 1as relaciones de proximidad con 10s judeo-cristianos en las mismas ciudades, deberan abstenerse de determinadas practicas. Tendran un estatuto inspirado en las 1eyes del Levitico para 10s proselitos (Ιν 17-18). Santiago ηο hace de ellos judIos, sino invitados asociados al pueblo santo, mediando determinadas observancias. * La asamblea redacta, asl pues, un decreto de este tenor: «Que hemos decidido e1 Espiritu Santo Υ nosotros ηο imponeros mas cargas que estas indispensables: abstenerse de 10 sacrificado a los idolos, de la sangre, de los animales estrangulados Υ de la impureza. Hareis bien en guardaros de estas cosas. Αdίόs» (Hch 15,28-29). Υ hacen que esta carta llegue a Antioquia. Las cartas de Pablo Υ los Hechos de 10s ΑΡόstοles se encuentran en 10 esencia1: los creyentes de las naciones ηο estan obligados a 1a cίrcuηcίsίόη. Pero 10s textos de Pab10 ignoran el decreto. Ademas, jamas aceptarIa e1 transportIn que le ofrecian: ηο eran huespedes, sino miembros de 1a misma dignidad. Lucas, por su parte, ignora 1a colecta (sin duda porque fue un fracaso). Se puede pensar que Lucas reagrUΡό, en un gran fresco de Iglesia consensual, la s01ucίόη a problemas de distintos niveles Υ de diferentes tiempos: el de la circuncisίόη Υ el de 1a convivia1idad en las comunidades mixtas. Υ fue precisamente en este terreno de 1a convivialidad donde rebrotό el conf1icto, cuando Pedro tuvo 1a οcasίόη de bajar a Antioquia. Habia comenzado dando un precioso ejemplo de libertad cristiana. comiendo en 1as casas de naρ-an()-cristiτ() ί11<1nn() 111'garon de Jerusalen gentes del ~ηtΌrηο de Santiago, Pedro dejό de hacer10 Υ todos los judeo-cristianos le imitaron, incluso Bernabe. Se romΡίό 1a comensalidad. Pab10, entonces, reΡreηdίό a Pedro en ρίι­ blico: estaba disimulando sus verdaderas convicciones al obligar a los pagano-cristianos a «judaizar» si querian seguir siendo miembros de 1a misma comunidad: «Si tιi, siendo judio, vives como gentil Υ ηο como judio, lcόmο fuerzas a 10s gentiles a judaizar?» (Ga 190

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2,14). Pab10 ηο dice cual fue e1 resu1tado de esta eΧΡ1ίcacίόη. Ιο cierto es que Pablo dejό Αηtίοquίa Υ ya ηο νοlνίό a esta ciudad. ~Hay que llegar hasta decir que fue Αηtίοquίa la que 1e dejό a e1? ΕΙ periodo

efesino: las cartas (53-56) Pab10 retοmό e1 camino de la mίsίόη; se dίrίgίό esta νez hacia Efeso, sede del Ρrοcόηsul de la proνincia de Asia Υ ciudad reputada por su templo a la diosa Artemisa, una de las siete maraνillas del mundo. ΑΙΗ se quedό durante tres afios (Hch 20,31). Desde esta ciudad ρο­ dίa cόmοdamente mantener el contacto con las comunidades ya fundadas al este Υ al oeste. Ροdίa tambien extender el Eνangelio, por si mismo ο mediante colaboradores, en dίreccίόn a las regiones νeci­ nas: asί, Epafras (Col1,7) eνaηgeΙίΖό Colosas, Laodicea Υ ΗίeπίΡοlίs en el νalle del Licus. Pero el progreso teοlόgίco fue tοdaνίa mas importante que el misionero. Las crisis que pasaban las comunidades obligaron a Pablo a explicarse acerca del Eνangelio Υ a justificar su autoridad aΡοstόlίc,ι. Salνo la primera carta a 10s Tesalonicenses, que data del afio 50 cuando hizo su νiaje a Corinto, todas las cartas indiscutidas de Pablo (Galatas, Filipenses, FίΙemόn, Corintios, Romanos) son de este periodo (53-56). Los adνersarios «judaizantes» de Pablo Ρersίstίan Υ echaron por tierra la mίsίόn pisandole 10s talones, entre 10s galatas e incluso en Filipos. Pab10 reaccίοnό rapidamente. Estaba en juego el Eνangelio: en e1 centro 1a Ley ο la Cruz, hay que e1egir. Pab10 re1eΥό las Escrituras re1acionando1as con su descubrimiento de Cristo. De este ίη­ tenso trabajo de re1ectura dan testimonio 1a carta a 10s Galatas Υ, poco despues, 1a carta a 10s Romanos. Con 1a Ig1esia de Corinto fueron muchos 10s a1tercados Υ taInbien e1 intercambio de cartas ο de νisitas: cuestiones de costumbres, de νida eclesial Υ de ίnsercίόη social, pero tambien de autorid,ld aΡοstό1ίca. Se formaron camarillas que dejaban al margen al ΑΡόs­ tol. Ρreferίaη a ΑροΙ0 de ΑΙejaηdrίa que era mas e10cuente. Se presentaron, Υ contra e1, judeo-cristianos con una reΡutacίόη de hoιn­ bres mucho mas religiosos. Αsί las cosas, Pablo se saldra de sus casillas <.:ΟΠ [ftLutlil.id.

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mas mίstίca, mas discurso que la cruz de Cristo, por la que el est<ί crucificado para el mundo Υ el mundo crucificado para el. υη «aglIij6n en la carne» le fuerza a remitirse constanternente a la gracia de Cristo; lde que se trata?: lde una enfermedad crόnίca? ldel frac,lso de su mίsίόη con 10s judίοs? Nunca 10 sabremos. Pero Pablo nos entrega su experiencia: cuando es debil, es cuando experimenta Cll

ΡΑΒΙΟ

clla fuerza de Cristo (2 Co 12,9-10). Pablo νίνίό el misterio pascual en su ministerio aΡοstόlίco. Εη Efeso, Pablo fue encarcelado. Εscrίbίό a los Filipenses que estaba esperando su juicio: la muerte ο la vida; ηο sabla quc debia preferir, si la muerte para estar con Cristo ο la vida para proseguir la mίsίόη (ΡΙρ 1,12-26). De hecho, fue dejado en libertad. Fue tambien en Efeso donde el esclavo Onesimo, en apuros con su amo FίΙemόη, buscό Υ eηcoηtrό la Ρrοteccίόη de Pablo encarcelado. Pablo, reconciliado con los corintios, se fue a pasar con ellos el invierno 56-57.Preparandose, entonces, para llevar el producto de la colecta a Jerusalen, tuvo alguna duda sobre la acogida que le harlan (Rm 15,30-32). Se preparaba tambien para ίτ a Espafίa, pues pensaba que ya hablaterminado su mίsίόη en la parte oriental del Mediterraneo Υ queria abrir espacios nuevos al Evangelio (Rm 15,22-29). Para hacerlo, pasaria ροτ Roma, donde sabla que ya existlan comunidades cristianas. Les escrίbίό, asl pues, para pedirles ayuda en su nueva empresa misionera. Es la raΖόη ροτ la que les eηvίό desde Corinto la magistral eΧΡοsίcίόη del Evangelio que es la carta a los Romanos. ΕΙ

arresto Υ el martirio (d57-67?) Pablo subίό, asl pues, a Jerusalen para llevar la colecta (lPentecostes de157?). Sus presentimientos se hicieron realidad. La colecta fue mal recibida. Sin embargo, Pablo hizo un gesto pagando la Ιίberacίόη de un voto de cuatro judeo-cristianos; pero fue detenido en el Templo

REFERENClA INCERTIDUMBRES CRΟΝΟLόGΙCAS

La cronologia de la vida de Pabl0 que hemos propuesto es la mas aceptada actualmente. Sitίla la asamblea de ]erusalen entre la segunda Υ la tercera mίsίόη de Pabl0, haclendo la hίΡόtesίs de que 10s catorce aftos transcurridos entre la primera subida Jerusalen Υ la segunda (Ga 2,1) eran tiempo suficiente para 10s dos grandes viajes. ΕΙ libro de 10s Hechos habrla 8llticipado la asamhlea de JeT1!~alen parrι que 10s conflictos entre Pabl0 Υ SantIago quedaran arreglados 10 antes posible. Pero la marcha de 10s acontecimientos mas probable es la sIguiente: Prlmera mίsίόη (Hch 13-14); Segunda misίόη (Hch 15,36-18,22); Asamblea de ]erusalen (narrada en Hch 15,4-29):

192

Tercera mίsίόη (Hch 18,22-21,16). La cronologia tradicIonal, que aparece en 10s comentarlos antiguos, sigue mas de cerca 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles: primera mίsίόη, asamblea de Jerusalen, segunda mίsίόη, tercera mίsίόη. Otra Incertidumbre afecta a la fecha de 11'1

GrιTta 1'1

108

Galrιta8 1.1'1.

mayoria de 10"

comentarlstas sltίlan su redaccίόη poco antes de la carta a 10s Romanos, durante la tercera mίsίόη. Otros consideran que se la dίrίgiό a las ciudades que visίtό en su primera mίsίόη, que estaban vinculadas a la provincia romana de Galacia. Podrla ser, en este caso, del afto 49 Υ ser anterior a la primera carta a 10s Tesalonicenses.

VIDA DE PABLO DE TARSO

bajo pretexto de Ρrofaηacίόη: habrla permitido a Τrόfimο, υη griego de su entorno, franquear Ia barrera que separaba eI atrio de los gentiles deI espacio reservado a Israel, cosa que era digna de ll1uerte en forma de Iinchamiento inmediato (Hch 21,27-36). La guarnicίόη romana que vigiIaba Ia expIanada desde Ia fortaIeza Antonia se 10 arrebatό a Ia muItitud, pero a Ia vez que Ie protegIa Ie apresaba. Se Ie podia hacer sospechoso de haber provocado υη motln (Hch 21,37-40). Transferido a Cesarea, Ie hicieron comparecer ante eI tribunaI deI procurador Felix. Las autoridades judIas deI Templo Ie acusaban de ser fautor de desόrdeηes tanto en JerusaIen como en Ia Diaspora (Hch 24,5-8); ΗΙίχ dejό que eI asunto se fuera retrasando durante dos afios Υ ηο tοmό ninguna decίsίόη antes de que llegara su sucesor, Festo (len eI afio 59?). Fue entonces cuando PabIo, en su caIidad de ciudadano romano, interpuso aΡeΙacίόη aI Cesar (Hch 25,11.21); 26,32). Si hemos de tomar Ia fόrmuΙa en su estricto sentido jurIdico, esta aΡeΙacίόη suponia previamente una sentencia desfavorabIe: ο una coηdeηacίόη ο, como minimo, una decίsίόη de complementar la ίηνestίgacίόη. ΕΙ viaje por mar hacia ItaIia fue una peIigrosa odisea que termiηό bien (Hch 27-28). ΕΙ reIato de 10s Hechos se detiene en la imagen de PabIo, en residencia vigilada en Roma, predicando sin probIemas el EvangeIio en eI coraΖόη deI Imperio (Hch 2,30-31). Todo 10 que pudo pasar despues pertenece al orden de las hίΡόtesίs, salvo que Pablo murίό martir en Roma, en tiempos de Νerόη, entre 10s afios 64 Υ 68. Quizas fue dejado en libertad tras υη primer cautiveτίο romano Υ, Iuego, detenido de nuevo. Entre esos dos encarceIamientos, pudo dar continuidad a su proyecto de viajar a Espafia. Es 10 que cree saber Clemente de Roma (hacia eI afio 90). La decapitacίόη de PabIo se venera en Ia Vla Ostia, en San PabIo Extramuros. Ρ.Β.

19.\

6.2. PABLO PREDICADOR

L

os relatos de la νida de Pablo nos le muestran siempre comen-

zando por la sinagoga* su Ρredίcacίόη en una ciudad. Esto parece contradecir su propia afirmacίόη tras la asamblea de Jerusalen: «Reconociendo la gracia que me habίa sido concedida, Santiago, Cefas Υ Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en sefial de comuηίόη a mί Υ a Bernabe, para que nosotros fueramos a 10s gentiles Υ ellos a 10s circuncisos» (Ga 2,9). Ciertamente, Pablo ηο se quedό dentro de las fronteras de Judea Υ se dίrίgίό al mundo pagano recorriendo las rutas del Imperio romano. Pero a1 ir al mundo, buscaba en 1as sinagogas υη auditorio para anunciar la Buena Noticia. Esta forma de actuar οrίeηtό, incluso, su itinerario. Αsί 10 testimonian 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles Υ en muchas ocasiones 10 confirman sus propios escritos.

LA ITINERANCIA

Desde Chipre (Hch 13,5) a lconio (Hch 14,1) pasando por Antioquίa de Pisidia (Hch 13,14), el recorrido de Pablo por Asia Menor estuνo guiado por 10s ejes comerciales frecuentados por 10s comerciantes de tejidos Υ por las ciudades en que νίνίaη judίοs. Ιο mismo en Europa, con alguna eχceΡcίόη. Εη Filipos donde ηο habίa sinagoga, Pablo reuηίό a 10s judίοs, dedicados tambien al ambito del comercio, fuera de la ciudad, donde se reuηίaη para orar: ΕΙ dia de sάbαdο salimos fuera de Ια puerta, α Ια orilla de un rlo, donde suponiamos que habrla un lugar de οrαcίόn. Nos sentamos Υ empezamos α hablar α las mujeres que habian concurrido. Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de purpttra, natural de Ια cittdad de Tiatira, Υ que adoraba α Dios, nos escuchaba. ΕΙ Sefίor le αbrίό el coraΖόn para que se adhiriese α las palabras de Pablo. Cuando ella Υ los de

195

ΡΑΒΙΟ

CaSa recibieron el bautisn1O, SΗρΙίcό: «Si jΗΖgάίs que soy fiel αΙ Sefίor, venid Υ hospedaos en mi casa». Υ nos οbΙίgό α ir (Hch 16,13-15).

SH

Pablo sίguίό frecuentando las sinagogas en ΤesaΙόηίca Υ en Berea (Hch 17,2-10). Εη Corinto, ηο sόΙ0 «iba 10s sabados a la sinagoga Υ se esforzaba por persuadir a judIos Υ griegos» (Hch 18,4), sino que residia junto a la sinagoga (Hch 18,7). Cuando estuvo en Efeso, frecueηtό tambien la sinagoga durante 10s tres meses que durό su estancia alli (Hch 19,8). Εη Grecia, las dos excepciones son Atenas, donde el ΑΡόstοl buscό dirigirse a 10s paganos, Υ Stobi, donde habla una sinagoga que Pablo ηο vίsίtό, quiza porque deseaba descender hacia el sur. Esta Ρredίcacίόη itinerante hace pensar en la de 10s misioneros judios que, desde el siglo ιv e incluso el ΙΙΙ, visitaban a sus correligionarios que vivlan en la Diaspora para mantener contactos intelectuales Υ espirituales con ellos. ΕΙ parecido es sόΙ0 exterior. La predίcacίόn de Pablo era radicalmente diferente de la de 10s rabinos*. Su itinerancia tampoco tenia nada que ver con la de 10s fiΙόsοfοs paganos que, en esa epoca, recorrlan el mundo para difundir sus ideas, como Dίόn de Prusa, originario de Bitinia, que tuvo conferencias en toda la zona oriental del Mediterraneo. Pablo, por su parte, ηο difundia sus propias ideas. Se presentaba siempre como el «servidor de Cristo Jesιis» (Rm 1,1), completamente dependiente de Aquel que le coηstίtuΥό aΡόstοl Υ del que era testigo.

LA

ΡRΕDΙCΑCIόΝ Α LOS JUDίOS

Es el contenido de la Buena Noticia 10 que determina la singularidad de la Ρredίcacίόn del ΑΡόstοl. Ante 10s judIos de la sinagoga podIa presentar el inaudito acontecimiento de la Resurreccίόn insertando10 en la historia de Israel, en las Escrituras Υ, por tanto, en el desigηίο de Dios. Asi, en la sinagoga de AntioquIa de Pisidia, Pablo retomό la historia de Israel a partir del Exodo hasta Juan el Bautista, designado como el «precursor del Salvadof». Pudo, entonces, interpelar directamente a 10s judIos:

«Hermanos, hijos de Ια raza de Αbrαhάn, Υ CHantos entre vosotros temeis α Dios: α vosotros ha sido enviada esta palabra de sαΙvαcίόn. Los habitantes de ]erusalen Υ SHS jefes cumplieron, sin saberlo, las EscritHras de los profetas que se leen cada sάbαdο; sin hallar en el ningun nlotivo de muerte pidieron α Pilato qHe le hiciaa morir. Υ CHando hubieron CHmplido todo Ιο qHe referente α el estaba escrito, le bajaron del 196

PABLO PREDICADOR

madero, Υ le pusieron en el sepulcro. Pero Dios le muertos» (Hch 13,26-30).

resucίtό

de entre los

Esta es la Buena Noticia que Pablo anunciaba: «la promesa hech,t a nuestros padres, Dios la ha cumplido en nosotros» (Hch 13,3233). Pablo define la Resurreccίόη ηο sόΙ0 en reΙacίόη con el cιιιηρlί­ miento de las promesas de Dios a Israel, sino tambien en reΙacί<Ί11 ,ι la remίsίόη de 10s pecados. «Υ la total justίficacίόη que ηο pudisteis obtener por la Ley de Moises la obtiene por el todo el que cree» (Hcll 13,38). Es 10 que el ΑΡόstοl desarrollara en las cartas a 10s Romal1os Υ a 10s Galatas. Desde ahί se comprende por que Pablo se dίrίgίa primero a 1<1 sinagoga. Los judίοs son el pueblo de la Promesa, el pueblo en el que Dios se reνeΙό por las Escrituras que anuncian al Μesίas*. Es tambien el puebl0 que busca agradar a Dios mediante la practica de 1<1 ley judίa. Mostrando que en Cristo muerto Υ Iesucitado alcanzab,ln su cumplimiento las promesas, mostrando que quien fue resucitado es el Hijo de Dios, el Μesίas esperado, mostrando que la ley sόΙ0 cn el Ροdίa encontrar su cumplimiento, Pablo tomaba sus distanci,ls respecto a la sinagoga Υ corrίa el peligro de ser expulsado de ella. Sl! Ρredίcacίόη ηο era judίa, pero argumentaba sobre la mesianidad de Cristo a partir de las Escrituras. «Pues todas las promesas hechas por Dios han tenido su 51 en el; Υ por eso decimos por el ''Amen'' a la gloria de Dios» (2 Co 1,20). Si retomaba la lectura sinagogal ηο era par.1 hacer υη comentario personal de ella, sino en la perspectiνa de n10Strar cόmο esa palabra se cumplίa en Cristo JesUs. La Escritura le proporcionaba el punto de paItida por excelencia de su Ρredίcacίόn: «Pablo, segun su costumbre, se dίrίgίό a ellos Υ durante tres sabados dίscutiό con ellos basandose en las EscrituIas, explicando Υ probando que Cristo teηίa que padecer Υ resucitar de entre 10s muertos Υ que "este Cristo es Jeslls, a quien ΥΟ os anuncio"» (Hch 17,2-3). L'1S Escrituras son la base indispensable para comprender a JesUs. Por eso, la referencia a las EscrituIas se mantiene como fundamental en las cartas de Pablo. Sin embargo, esa Ρredίcacίόη, dado su objeto -el Cristo resucitado que afecta a todo ser humano- ηο podia qued'H Iimitada llnicamente a Israel. Pablo ηο representaba una corriente del ίudaίsmο*. Anunciaba una Buena Noticia singular que sόlο podia ser recibida por la fe que iluminaba, entonces; todo el contenido de las Escrituras. Lucas que centra la actiνidad de Pablo en la sinagoga habla tambien de 10s que graνitan en toΓηο a ella. Εη Iconio, Pablo Υ sus coιη­ paiieros hablaron en la sinagoga «de tal manera que gran multitlId de judίοs Υ griegos* abrazaron la fe» (Hch 14,1). Εn ΤesaΙόηίca, algunos judίοs se conνirtieron, asί como una multitud de adoradores {je ΙΙ)

ΡΑΒΙΟ

Dios (Hch 17,4). Εη Corinto, cada sabado, el ΑΡόstοl se dίrίgίό a judIos Υ griegos (Hch 18,4). Estas gentes son presentadas en bastantes casos como llenos de temor, a 10s que se llamara «temerosos de Dios*», eΧΡresίόη desconocida en Pablo e incluso en ΡίΙόη de AlejandrIa (Hch 16,14; 17,4.17; 18,7). LA ΡRΕDΙCΑCIόΝ Α LOS PAGANOS

Pablo eηcoηtrό υη auditorio entre 10s paganos que frecuentaban las sinagogas. Son 10s que constituyeron la claνe de la acusacίόη lanzada contra el en Corinto (Hch 18,13). Fue, en efecto, acusado por 10s romanos de transgredir la Ρrohίbίcίόη hecha a 10s judios de ηο aumentar el numero de sus correligionarios. Los judios, por su parte, considerando inaceptable la ensefianza de Pabl0, enνidiosos de la multitud que le escuchaba, replicaron que sus palabras eran blasfemas. Entonces, Pablo Υ Bernabe les dijeron solemnemente: «Era necesario anunciaros a νosotros en primer lugar 1a palabra de Dios; pero ya que la rechazais Υ νosotros mismos ηο os considerais dignos de la νida eterna, mirad que nos νolνemos a 10s gentiles» (Hch 13,46). Pab10 ya habla tenido encuentros (οη paganos (el Ρrοcόηsul Sergio Pau10 en Chipre, una multitud en Listra...), pero parece que el rechazo que 1e manifestaron 1as sinagogas coηfirmό la mίsίόη que le condujo hacia las naciones*. Ante 10s paganos, Pablo ηο hablaba 10 primero de1 cumplimiento de las Escrituras, sino que inνitaba a la multitud a desνincularse de la idolatrla: «Nosotros somos tambien hombres, de igual condicίόη que νosotros, que os predicamos que abandoneis estas cosas νanas Υ os νolνais al Dios νίνο que hizo el cielo, la tierra, el mar Υ cuanto en ellos hay» (Hch 14,15). Interpelando a su auditorio sobre la naturaleza, intentaba introducirles en el sentido de la creacίόη sin partir de la reΙίgίόη natural. Sin duda su discurso a 10s paganos de ΤesaΙόηίca fue de ese tipo, puesto que escribe en la carta que les dirigίό: «Ellos mismos cuentan de nosotros cual fue nuestra entrada a vosotros, Υ cόmο os convertisteis a Dios, tras haber abandonado 10s idolos, para serνir a Dios νίνο Υ νerdadero» (l Ts 1,9). 1:''Μ

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gίό a 10s fiΙόsοfοs epicureos Υ estoicos que estaban en el agora. Lleνado al ΑreόΡagο, le preguntaron: «lPodemos saber cual es esa nueνa doctrina que tιi expones?» (Hch 17,19). Los atenienses habian percibido la noνedad de 10 que proponia Pablo Υ su curiosidad les ίmΡuΙsό a hacer preguntas. La forma en que Pablo reSΡοηdίό mues-

tra que queria encontrar1es en su propio terreno, sin falsear por ello 198

ΡΑΒΙΟ

PREDICADOR

el mensaje que debίa transmitir. Ρartίό de la ίηscrίΡcίόη que habίa en υη altar de la ciudad: «'ΆΙ Dios desconocido". Pues bien, 10 que adorais sin conocer, eso os νengo ΥΟ a anunciar» (Hch 17,23). Εη esta οcasίόη, desarrolla mas ampliamente el sentido del Dios creador. Muestra que el orden del uniνerso abre al sentido de la naturaleza Υ a la busqueda de Dios. Llega, luego, al punto cimero de SlI mensaje, a saber, que todos, tambien 10s atenienses, estaban concernidos por la reνeΙacίόη que Dios acababa de hacer: que «Ει [Dios] hί1 fijado el dίa en que νa a juzgar al mundo segun justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garaηtίa al resucitarlo de entre 10s muertos» (Hch 17,31). Cuando escucharon esta palabra de resurreccίόη, sus oyentes, alimentados de la aηtrΟΡοΙ0gίa griega Υ considerando el cuerpo como una cubierta, sin νalor, del alma, ηο le dejaron seguir hablando. Aunque Pablo teηίa como su primera mίsίόη transmitir la ΒueΠίΙ Noticia a 10s paganos, ese anuncio ηο Ροdίa prescindir de su relacίόη con Israel; dado que se ίηscrίbίa de hecho en el designio de Dios reνelado en las Escrituras, tambien el judίο, Υ sobretodo el, deberίa comprenderlo. Υ por esa misma raΖόη el pagano, que necesariamente ignoraba las Escritura que anuncian a Cristo, tendra qlIe comprender que en consciencia tambien a elle interpelan.

νisto

Ει TRABAJO ASALARIADO

Los Hechos de 10s ΑΡόstοles aluden νarias νeces al trabajo de Pablo. el discurso de despedida pronunciado en Mileto ante 10s Ancianos de Efeso Pablo hace la siguiente decΙaracίόη: «Υο de nadie codicie plata, oro ο νestidos. Vosotros sabeis que estas manos proνe­ yeron a mis necesidades Υ a las de mis compafieros» (Hch 20,33-34). Sus cartas confirman esta actitud que ίηSΡίrό toda la νida del ΑΡόstοl. Εη efecto, ya en sus primeras cartas, escribe: «Pues recordais, hermanos, nuestros trabajos Υ fatigas. Trabajando dίa Υ noche, para ηο ser graνosos a ninguno de νosotros, os proclamamos el Eνangelio de Dios» (l Ts 2,9). Eνoca una νez mas ese comportamiento que el juzga fundamental: «Nos fatigamos trabajando con nuestras manos» (l Co 4,12). Para asegurar su SubslstenC1a, Pabl0 traba)o. Los Hechos de 10s ΑΡόstοles le muestran trabajando en el taller de Priscila Υ Aquila, judίοs originarios del Ponto, que echados de Roma por el edicto de C1audio, se habίaη establecido en Corinto (Hch 18,2-3). Se dedicaron a fabricar tiendas «Υ como [Pablo] era del mismo oficio se quedό a trabajar en su casa. ΕΙ oficio de ellos era fabricar tiendas» (Hch 18,3). Νο se trataba de una Ρrofesίόη en el sentido en que hoy Εη

19

PABLO

10 entendemos. Era un trabajo circunstancial; se tratabaprobablemente de preparar tiendas para los espectadores de los juegos ίstmί­ cos que teηίaη lugar en Corinto cada dos at10s. Pablo era capaz de participar en ese trabajo porque, por su origen familiar, Ρerteηecίa al mundo de los artesanos Υ del comercio textil que le ίηcuΙcό los rudimentos de ese oficio. Εη el mundo judίο, en efecto, el trabajo manual era muy estimado, hasta tal punto que los rabinos fariseos ejercίaη con frecuencia aΙgύη trabajo en el ambito de la artesaηίa. Algunos han pensado que el tenderete en el que Pablo trabajaba era tambien su lugar de Ρredίcacίόη. La realidad es que predicaba mas en la sinagoga que en ellugar de trabajo (Hch 18,4), pero seguΓΟ que eso ηο le ίmΡedίa dar su testimonio en cualquier lugar donde se encontrara. Εjercίa su oficio para asegurar sus necesidades cotidianas Υ las de sus companeros Υ ηο para enriquecerse. Se desmarcaba asί de tantos predicadores itinerantes que vίvίaη de la mendicidad, como los sacerdotes* de Cibeles, Υ que eran vivamente criticados por ello. Sin embargo, eso ηο le ίmΡedίa recurrir a personas que le hospedaran en sus desplazamientos -la hospitalidad eIa indispensable para el alojamiento Υ la seguridad del viajero de la antigίiedad­ Υ aceptar las ayudas de algunas Iglesias que el habίa fundado, como la de Filipos (Flp 4,16; 2 Co 11,8-9). Εη varias ocasiones en sus cartas, senala el ΑΡόstoΙ el sentido que daba a su trabajo manual. Afirma su gran libertad en este punto: «lAcaso ύηίcameηte Bernabe Υ ΥΟ estamos privados del derecho de ηο trabajar?» (l Co 9,6), protesta ante los corintios que ponen en tela de juicio su ministerio. Νο reivindica, pues, ηίηgύη derecho, ηί el de trabajar ni el de ηο hacer nada. Εn la sociedad antigua, en la que el tiempo libre iba tomando cada vez mayor importancia, ηο eχίstίa ηί derecho al trabajo ηί deber de trabajar. La vida social ηο estaba organizada en torno a las actividades de Ρrοduccίόη. ΕΙ trabajo ηο era considerado en sί mismo como un valor, sino mas bien como algo fastidioso Υ menospreciable. Αsί pues, para Pablo trabajar ηο teηίa un significado social ο cultural; sencillamente, le proporcionaba la independencia necesaria para aseguraI su apostolado. Sabίa que Jesύs habίa dado a sus discIpulos consignas distintas, de las que el se hace eco cuando escribe: «ΕΙ Sefior ha ordenado que los (ΗΙΡ .l

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de esos derechos he hecho uso. Υ ηο escribo esto para que se haga asί conmigo. iAntes morir...! Esta gloIia jnadie me la anebatara!» (l Co 9,13-15). Εη nombre de una libertad mayor, conforme al mensaje de libertad que le es ρroρίο, eΙίgίό libremente hacer 10 imposible para evitar que la Ρredicacίόη de la Buena Noticia pareciera interesada. La ύηίca llamada financiera que laηΖό fue la de la colecta en favor de la Iglesia de Jerusalen. Ch. R. 200

6.3. PABLO ESCRITOR

Α antigίiedad

greco-romana nos ha dejado gran cantidad til' cartas de todo tipo que se pueden repartir, por 10 general, eI1 dos grandes grupos: las cartas oficiales Υ privadas que se pueden considerar como el sustitutivo de una coηversacίόη de viva voz. Υ las cartas dogmaticas ο ficticias emparentadas a un genero liter,1Γίο. Εη reΙacίόη con el primer grupo 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles 110S hablan de un «servicio de correo» enviado por el tribuno (1(, Jerusalen al procurador Felix residente en Cesarea Υ que tratal)a tic la detencίόη de Pablo (Hch 23,25-33). Las cartas de Pablo, Sal1tiago. Pedro Υ Juan son del segundo tipo. ΑΙ elegir la forma epistolar para transmitir su ensefianza, Ρ,1ωο ηο hacla mas que amoldarse a una tecnica literaria en boga des(lc hacla siglos en el mundo helenlstico*. Εη efecto, 10s autores griegos Υ, luego, los romanos, para dar a conocer sus puntos de vist,j ('11 temas muy variados, retomaronlas caracterlsticas de las correspol1dencias intercambiadas entre personajes oficiales ο simples particιι­ lares. Los pensadores Υ 10s sabios descubrieron enla carta una forl11,1 privilegiada para transmitir una tesis fiΙοsόfica, religiosa ο cie11tifIci1 en una forma mas atractiva que la de υη tratado anόnίmο. PI,1t<)11, Epicuro, Seneca, entre otros, nos han dejado cartas muy extel1s,1S que, respetando las reglas formales de una carta (fόrmuΙas de s,lllldo al comienzo Υ al final del texto) son de hecho exposiciones de Sll.'i doctrinas. Existen incluso manuales de epistolografίaque prOpOΙ1Cl1 modelos
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ΡΑΒΙΟ

a su destino, tenlan que utilizar las distintas formas de transporte al uso εη aquel entonces. Tambien podia transmitirla un emisario especial elegido por el ΑΡόstol, como fue εl caso del εηνίο a ΤesaΙό­ nica de su colaborador Timoteo (l Ts 3,2). Εη otras ocasiones pudo aprovecharse de algίIn viaje que realizaban algunos de sus amigos cristianos: se puede suponer que Febe, que iba a Roma (Rm 16,1-2), Tiquico Υ Onesimo, que iban a Colosas (Col 4,7-9) llevaron a las comunidades de sus ciudades las cartas que Pablo les dίrίgίό. Como 10 habia hecho Cicerόη por ejemplo, Pablo coηfiό a estos mensajeros ocasionales el cuidado de proporcionar precisiones suplementarias sobre el contenido de la carta. Por 10 general, la carta ηο la escribia directamente su autor, pues este solia recurrir a un secretario, esclavo ο liberto, especializado en la tecnica de anotar rapidamente las palabras de su amo. La historia literaria ha conservado el nombre de ΤίΓόη, criado fiel de Cicerόη, que jugό un papel importante en la coηservacίόη de 10s obras de su sefior. Εη la carta a los Romanos aparece εΙ nombre de un secretario de Pablo: «Υο, Tercio, que he escrito esta carta» (Rm 1622). La ΡΓί­ mera carta de Pedro esta transcrita por un amigo del redactor: «Por medio de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevelnente» (l Ρ 5 12). Sin embargo, Pablo tuvo buen cuidado, εη varias ocasiones, de autentificar su carta afiadiendo al final algunas paIabras escritas por eI de pufio Υ Ietra: «ΕΙ saludo va de mi mano, Pablo» (l Co 16,21). Εη aIguna οcasίόη incIuso, para insistir en la importancia de esa auteηtίficacίόη, Pablo escrίbίό su saludo en caracteres mas grandes que εΙ resto de Ia carta: «jMirad con que letras tan grandes os escribo de mi ρΓορίο pufio!» (Ga 6 11) Υ, siempre para evitar cualquier posible faΙsίficacίόη, el aΡόstοl podia resumir, tras la fόrmuΙa de coηcΙusίόη, 10s temas esenciales que habla desarrollado εη la carta (Ga16,12-17). ΕΙ soporte mas frecuente de la escritura era el papiro, del que existian varias calidades; sobre el, εl secretario escribla con εΙ calamo, una cafia tallada que se mojaba εη la tinta. ΕΙ dictado de una carta era relativamente largo, duraba varias horas al menos, Υ se pueden ροηεΓ a la cuenta de la fatiga del secretario las irregularidades e incoherencias que se puedan apreciar aqui ο alla εη las cartas paulinίis. Tarnbien se puede suponer que, a1 re1eer 1a carta, Pab10 hiciera incluir a veces parrafos nuevos, por ejemplo el himno al amor de la primera carta a los Corintios (cap. 13). Como sus predecesores, Pablo se atenla a las reglas de la correspondencia usando una fόrmuΙa de saludo al comienzo de la carta: «Pablo, aΡόstοl de Jesucristo por voluntad de Dios, Υ Timoteo, el hermano, a la Iglesia de Dios que esta εη Corinto, con todos los san202

ΡΑΒΙΟ

ESCRITOR

tos que estan en toda Acaya» (2 Co 1,1). Esta fόrmu1a tras1uce Ι1 ({)rmu1a usua1 en aquella epoca: «Fu1ano de ta1 a fu1ano de ta1, Sί1IΙΙΙ)) (jαirein en griego, sαlutem dαt en 1atίη). Frecuentemente 1a (ίΗΙί1 Ι1 enVΊan varios, cuyos nombres acompafιan a1 de1 ΑΡόstοl: Ρaωο Υ Sόsteηes (l Co 1,1), Pab10 Υ Timoteo (2 Co 1,1; Flp 1,1; Col Ι, Ι), Pab10, Si1vano Υ Timoteo (l Ts 1,1; 2 Ts 1,1). Igua1mente, a1 finπl de 1a carta, se encuentra e1 sa1udo fina1: «jQue estes bien!» (eutyjci en griego, vale en 1atίη). Con todo, aunque e1 comienzo Υ e1 final de las cartas de Pab10 se acomodan a 1as reglas de1 genero, Pablo teηίί1 la costumbre de desarrollar esas dos formu1aciones estereotίΡadίΙS para integrar en ellas υη sa1udo litύrgίco ο una dοχ010gίa, a1 comienzo: «Gracia a vosotros Υ paz de parte de Dios, Padre nuestro, Υ de1 Sefιor }esueristo» (l Co 1,3) Υ a1 fina1: «La gracia de1 Sefιor Jesucristo, e1 amor de Dios Υ 1a comuηίόη de1 ΕSΡίrίtu Santo sean con todos vosotroS» (2 Co 13,13). Α veces 1a carta se escribe en ηοιη­ bre de todo υη grupo de personas Υ aparece una firma co1ectiva: asί, ocho personas se asocian a Pab10 para sa1udar a 1a comunidad de Roma (Rm 16,21-23). Las cartas de Pab10 tienen tambien 1as marcas de 1a 1iteratura de su tiempo en e1 sentido de que, como toda ensefιanza fi10sόfico-re1i­ giosa, uti1izan en muchos puntos 1as reg1as de 1a retόrίca codificadas en distintas ocasiones ροτ 10s teόrίcos griegos Υ 1atinos. Εη efecto,

DOCUMENTO CΙCΕRόΝ Υ ΤΙRόΝ

Los trabajos de1 gran escritor Cicerόn deben mucho a su secretario, e1 esc1avo Τίrόn a1 que dio 1a libertad θη e1 afio 53 a.C. Confidente de su sefior, dotado de plenos poderes θη 1a admίnίstracίόn financiera de 1a fortuna de su amo, Τίrόn, a pesar de su delicada sa1ud, estuvo siempre cerca de 131 para poner por escrito 10s discursos, tratados filοsόfίcοs Υ poemas que Cicerόn 1e dictaba. Para acelerar su trabaJo, '1Ίrοn ιηνΘητό θΙ sistema de anotaciones tironianas, una especie de estenografia que sίguίό usa.ndose hasta 1a Edad Media. Fue Τίrόn quien estab1ecίό e1 cata.10go de 1as obras de su sefior Υ quien reunίό su correspondencia para editarla. Como e1 mismo Cίcerόn reconoce, Τίrόn le sίrviό, segun el proverbio

griego, «de proa a popa», es decir, en tOd08 10s campos. Las cartas de Cίcerόn a 8U secretario traducen e1 afecto que tenia ιι este hombre Υ 10s servicios que le hacia: Cίcerόn a su querido ΤίτόΏ, saJud. [' .. 1 Son lnnumerabJes 105 servlclos que me 118." hecho, en casa, en 10 Ιοτο, en 1a ciudad. σΏ LΙΙ provIncIa, en privado, en pιibJico, en ml trn· bajo, en mls escritos. Sobrepasaras todos θΞΟΞ serviciU:i, 5i vue1vQ i::I. verIe pelfeC(dΠJen­ te recuperado en tu sa1ud. [ ...] Cuanto ιrlιlΞ

cuides tu sa1ud, tanto mas creere que nliTlls estes blen, mi querido Tir6n. quo estes bien, que estes bien Υ adίόs.

ροτ mi. QlJe

(Carta de CΊcer6n a Τίι6η, de! 7 de noviembre de! aiίo 50 R.C.)

20.

ΡΑΒ ΙΟ

para persuadir a 10s destinatarios de su carta de 10 bien fundamentado que estaba 10 que defeηdίa, Pablo se apoya en reglas precisas aprendidas en la escuela de retόrίca Υ que le guίaη tanto en el plan general de su carta como en la eΙeccίόη de las figuras estilίstlcas. Este recurso a la retόrίca nos permite medir la cultura de 10s destinatarlos de las cartas, que debίaη ser capaces de reencontrar en el texto de Pablo las marcas de una ensefianza que tambien ellos habίan reclbido. La comΡaracίόη entre el estilo de 10s Evangelios* Υ el de las cartas es muy reveladora al respecto. Los autores antiguos dίstίηguί­ an cuidadosamente la naturaleza del escrito segun a que estuviera destinado: elocuencia deliberativa, judicial ο demostrativa. Εη referencia a las definiciones que dan Cίcerόη Υ Quintiliano, se ha podido determinar que algunas cartas paulinas dan muestras, total ο parcialmente, de elocuencia deliberativa (1 Co,2 Co 8-9; Ga 3-6), de elocuencia judicial (2 Co 1-7 Υ 10-13; Ga 1-2), de elocuencia demostrativa (1 Υ 2 Ts). DOOUMENTO 1Α REτόRΙCΑ SECI1N QUINTILIANO

Quintiliano de Ca1ahorra (h. 30-100 d. Ο.), profesor de retόrίca, compuso 1a obra

lnstitutionis oratoriae [Sobre la [οrmaciόn del orador] , en 1a que estudiό 1a natura1eza Υ

10s usos de la retόrίca inspira.ndose en tratados precedentes compuestos en particular por Arίstόte1es Υ Cίcerόη. Da mucha importancia a la defίnicίόη de ese arte discursivo, que el presenta como inseparab1e de cierta mora1: Α esta esencia de la retόrica le convendra muy especialmente la definiciόn: ((18 retόrica es la ciencia de hablar bien». Pues

tal definiciόn incluye de una vez todas las virtudes del discurso Υ en consecuencia tambien 105 fundamentos morales de orador, ya que no puede hablar bien sino el hombre bueno. [... J. De intenciόn merecedora de aΡrοbaciόn son tambien aquellos que opinaron ser algo propio de la retόrica ((sentir Υ hablar rectamente». (Sobn" ia [onnαι:1όrι del orador Π, 15, ;;4.;;1; trad. de Alfonso Ortega Carmona)

Las reglas propuestas por 10s teόrίcοs antiguos para 1a cοmΡοsίcίόη de un discurso esta.n pensadas para llevar a 10s oyentes a unirse a 1a causa de1 orador: 7bda la docIrina de la oratoria, como han

transmitido 10s autores especialistas, en su

204

mayoria Υ 10s mas importantes, consta de cinco partes: invenciόn, diSΡοsiciόn, elocuciόn, memoria, Ρrοnunciaciόn ο acciόn, pues se emplean ambas denominaciones. Propiamente todo pensamiento, en el que se manifiesta con Ρrecisiόn una eΧΡresiόn de la voluntad, es imprescindible que encierre un contenido Υ palabras. (Sobre la fοrmacίόn del orador ΠΙ, 3, Ι; trad. de Alfonso Ortega Carmona)

Fina1mente, 10s generos en que se practica e1 arte de la palabra son especificos:

Hay. pues, un genero cuyo contenido es Υ la vitUΡeraciόn, pero ροτ la mejor de sus partes se llama laudatorio; otros llaman al mismo demostrativo [' .. J. ΕΙ segundo genero es el deliberativo, el terceτο el judicial. Las demas clases caen dentro de estos tres generos: Υ de entre estas clases "'..J .>ς;;: <;;'Jι<-ωιίΙdJ J dlguJld t:iJl lcl ιJUt:i πυ debdmos alabar ο vituperar, persuadir ο disuadir, pretender algo ο rechazarl0. Comunes a ellas son tambien el granjearse 10s animos, narrar, enseiiar, elevar, rebajar, moldear por eχcitaciόn ο apaciguamiento de 10s sentimientos 10s estados animicos de 10s oyentes. la alabanza

(Sobre la fοrmacίόn del orador ΠΙ, 4, 12.15; trad. de Alfonso Ortega Carmona)

ΡΑΒΙΟ

ESCRITOR

«Persuadir al otro», regla principal de la retόrίca, signifιca, en υΙ1 primer momento, refutar sus opiniones Υ desestabίlizarte; en ΙΙΙ1 segundo momento, convencerle. Encontramos este arte en ta prcguntas fιcticias dirigidas a 10s lectores: «Pues lque? Si algunos (ic ellos fueron infιeles, lfrustrara, por ventura, su infidelidad ta fιdcti­ dad de Dios? jDe ningun modo!» (Rm 3,3-4); en 10s di,Hogos reconstituidos: «Me refiero a que cada υηο de vosotros dice: 'Ύο soy de Pablo", 'Ύο de Αροlο", 'Ύο de Cefas", 'Ύο de Cristo"» (l Co 1,12); en las enumeraciones expresivas (2 Co 6,3-10; 11,22-29) recurrieI1do al asJndeton (ΥuχtaΡοsίcίόη de terminos); en la paradoja ιι οχί­ moron: «lAcaso ηο eηtοηtecίό Dios la sabidurJa del mundo?» (1 Co 1,20). Tambien es lIna tecnica de la retόrίca anunciar el tema coη una cita que preludia el tema del comentario (1 Co 14,21). Los teό­ ricos aconsejan tambien, para apoyar la demοstracίόη, recurrir ,\ exempla (ejempl0S) de 10s que existen catalogos preparados. 1:1 ejemplo del atleta que corre en el estadio (l Co 9,24-27), el de l,ls peripecias de 10s combates de gladiadores (1 Co 4,8-11) ηο son propios de Pablo, sino que aparecen tambien en escritores paganos. Pablo pone tambien a coηtrίbucίόη todo el arsenal de fιguras estilίs­ ticas (antitesis, juegos de palabras, metaforas, litotes ο hiperboles, etc.) para que hacer que brote la fuerza de su demοstracίόη. Sin embargo, las cartas paulinas se distinguen de otros textos dogmaticos de la antiguedad por su recurso a procedimientos caracterJsticos del pensamiento judίο. ΕΙ recurso a las Escrituras par,I mostrar que su Ρredίcacίόη es compatible con la Ley* Υ los Profet,ls es constante. Εη 76 ocasiones Pablo remite en sus cartas a algun pasaje de 10s textos sagrados del judaJsmo*. Α veces, esta referenci,. a la Escritura se desarrolla bajo la forma de aΙegοrίas*, como en 1<ι eνοcacίόη de Agar Υ de Sara representando las dos alianzas (Ga 4,2131). Esas citas ηο se quedan pegadas al texto, sino que, por el sistema de referencias, son reactualizadas mediante su ΡrοΙ0ηgacίόη en la demοstracίόη paulina: «Estas cosas sucedieron para ejempto nuestro, para que ηο codiciemos 10 malo como ellos 10 codiciaron» (l Co 10,6). Εη su recurso a 10s targumes*, encontramos tambien el influjo rabJnico* que recibiό J:>ablo. tstas parafrasls en arameo de 10s textos en hebreo eran utilizadas en las sinagogas* para una mejor COtη­ Ρreηsίόη del texto sagrado Υ ocuparon υη lugar oficial durante muchos siglos en las comunidades judias. Asi, el pasaje de la carta ,ι 10s Efesios «Subiendo a la altura, ΙΙevό cautivos Υ reΡartίό dones a los hombres» (Ef 4,8), que se presenta como una cita del Salmo 68,19, reposa de hecho en υη targum que compara esa «subida a 10 alto» ,ι 2Ι

ΡΑΒΙΟ

la subida de Moises a1 monte Sinaίo Igua1mente, expresiones como «la roca espiritual que les seguia» (l Co 10,4), «la promesa, promulgada por 10s ange1es» (Ga 3,19), «el nacido segύη la natura1eza perseguia al nacido segύη el Espiritu» (Ga 4,29), estan tomadas de comentarios de 10s targumes. Pablo, si damos fe a 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles, fue alumno del fariseo Gamalie1: «instruido a 10s pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres» (Hch 22,3). Gamaliel, heredero del celebre Hile, recίbίό de este ύ1tίmο las reglas sobre la ίηterΡretacίόη de 10s textos. Los razonamientos aηaΙόgίcos Υ α fortiori, que forman parte de esa codίficacίόη, estan representados abundantemente en las cartas: «Si otros tienen estos derechos sobre vosotros, lllO 105 tenemos mas nosotros?» (l Co 9,12); «Si cuando eramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, jcon cuanta mas raΖόη, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida!» (Rm 5,10). Mezclando distintas fuentes de ίηSΡίracίόη, Pablo redacto cartas que, en algunos aspectos, tienen el tono de correspondencia privada -anecdotas sobre el mismo, confesiones personales, noticias de una parte Υ de otra-, en otros aspectos responden a las reglas de la retό­ rica greco-romana, Υ en otros, fina1mente, tienen que ver con 10s comentarios judIos de la Escritura. C.S.

206

6.4. LA TEOLOGIA PAULINA

Α

teologIa paulina sόΙ0 puede comprenderse en fuηcίόη de Ιι experiencia del Resucitado. Esta experiencia es la que pone en marcha la vίsίόη paulina del ser humano, el misterio de la salvacίόη Υ el anuncio del Evangelio* a las naciones*.

L

LA RESURRECCION COMO ΤΕΙΟΝ DE FONDO

Su encuentro con el Resucitado sίtuό a Pablo en el mismo rango quc tenlan 10s que vivieron con Jesus durante su existencia terrena. Lc cοηfirίό el tίtuΙ0 de aΡόstοl Υ le coηfiό el encargo de hablar en nombre del Sefior. ΕΙ encuentro de Pablo con el Resucitado en el camino de Damasco constituye, asl pues, el centro absoluto de su vοcacίόη Υ de su mίsίόη. Escribe que Dios se coηvίrtίό para el en «Aquel que me seΡarό desde el seno de mi madre Υ me l1amό por su gracia, [Υ] tuvo a bien reνelar en ml a su Hijo, para que le anunciase entre 10s gentiles» (Ga 1,15-16). Α la luz de 1a Resurreccίόη, Pablo desarrolla e1 fundamento dc una vίsίόη espiritua1 de1 ser humano que ηο pertenece al orden dc υη sistema, sino a1 de una experiencia. Εη efecto, la identidad de Ιι persona de Cristo sόΙ0 se revela en su Resurreccίόη, que le arrebata del reino de la muerte. Muestra que Jesus procede «del cielo» (1 Co 15,47) Υ que ηο es υη humano entre otros, ο, mejor, que su humanidad, brotando de su pertenencia a Adan, es, sin embargo, humanidad del "nueyo Υ Ultiωο Adan,; (l Co l5,45). Nueνo Adan, Cristo tiene todas las caracterίstίcas del primero en el sentido de que es plenamente hombre Υ reconocido como hombre en su comportamiento (Flp 2,7). Αsumίό especialmente 10 quc en e1 ser humano hay de mas universal Υ mas indestructible, es decir, la muerte. Pero, puesto que trίuηfό de la muerte en su resurreccίόη, πο puede ser reducido a la tierra πί, en consecuencia, a la mer<ι 2()~

ΡΑΒΙΟ

humanidad. Su origen divino quedό definitivamente atestiguado por su Resurreccίόη. Por eso es el «Ultimo». Es Aquel que ηο sόΙ0 tοmό sobre Sl la muerte Υ fue arrancado de ella, sino tambien Aquel que es el ίInico que puede arrancar al ser humano del reino de la muerte. Es el ultimo porque es soberano en Υ sobre la naturaleza. Α 10s corintios, que rechazaban creer en la resurreccίόη de 10s muertos, Pablo les dice: «Si ηο hay resurreccίόη de 10s muertos, tampoco Cristo resucίtό. Υ si ηο resucίtό Cristo, vacla es nuestra Ρredίcacίόη, vacla tambien vuestra fe» (l Co 15,13-14). Siendo, como Resucitado, el que «ha sometido todas las cosas bajo sus pies» (l Co 15,27), Cristo aparece como el que hace realidad el programa que Dios coηfiό al ser humano. Εη efecto, el salmista define al hombre diciendo de el: «Apenas inferior a υη dios 10 hiciste, coronandolo de gloria Υ esplendor; sefior 10 hiciste de las obras de tus manos, todo 10 pusiste bajo sus pies» (SaI8,6-7). Cristo resucitado somete bajo sus pies «todas las cosas» porque sοmetίό bajo sus pies a la muerte Υ la sometera tambien en todos 10s demas seres humanos. Todo ser humano esta, por tanto, invitado a desplegar sus potencialidades: «Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud ο valor, tenedlo en aprecio» (ΡΙρ 4,8). Mientras dura la historia, 10s efectos de la Resurreccίόη ηο aparecen manifiestamente. Eso ηο quiere decir que Cristo resucitado sea incapaz de manifestar su gloria, sino que, por respeto a la humanidad, la retiene. Cristo ηο ha venido para destruir al hombre, sino para darle cumplimiento*. ΕΙ retraso de la Parusla* implica para el ser humano que conduzca su existencia en la espera de Cristo Υ ηο en su olvido. Reenvia al cristiano al compromiso en el mundo. Hace posible el crecimiento de la Iglesia en la espera del Dia del Sefior, es decir, de la Parusla, cuando resplandecera la gloria de Quien es la clave de la historia Υ de la naturaleza. Todo llegara a su cuΙmίηacίόη Υ la muerte quedara destruida para siempre. ΕΙ inacabamiento del mundo Υ la paradoja de la existencia cristiana afrontada al pecado podrIan convertirse en causa de duda Υ rebeldia. Pero, ese inacabamiento ηο es la ultima palabra del mundo: Porque estimo que 105 sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que ha de manifestarse en nosotros. Pues la ansiosa espera de la creacίόn desea νiνamente la reνeΙacίόn de 105 hijos de Dios. [... J Pues sabemos que la creacίόn entera gime hasta el presente Υ sufre dolores de parto. Υ no sόΙο ella; tambicn nosotros, que poseemos las primicias del ΕSΡίrίtu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo (Rm 8,18-23). 208

ΙΑ

TEOLOGIA ΡΑυΙΙΝΑ

ΕΙ designio de Dios ηο afecta sόΙ0 a 10s seres humanos, sino tarl1bien a todo el uniνerso. Este uniνerso ηο sera aniquilado por υη,1 deflagracίόη como pensaban 10s fiΙόsοfοs contemporaneos de Ρaωο, sino que sera transformado por la Resurreccίόη.

LA SΑΙVΑCIόΝ

ΕΝ ΙΑ CRUZ -

LA

RΕDΕΝCIόΝ*

Pabl0, cuya mίsίόη depende del Resucitado, ηο cesa, sin embargo, (Ic recordar que el Μesίas* que el proclama es un Μesίas crucificado Υ de sί mismo dice que «ηο quise saber entre νosotros sino a Jesu-cristo, Υ este crucificado» (l Co 2,2).

La cruz de ]esus Νο bastaba que Jesus se despojara de su coηdίcίόη diνina renunciando a todo 10 que en ella pudiera constituir un obstaculo a su vcrdad de ser humano, sino que pondrIa su entera humanidad al servicio de Dios para una tarea que superaba todas las tareas humί:IJ1(IS. Ademas, el mundo en que entraba es un mundo marcado por 1<1 historia del pecado, cuya potencia el tendrla que destruir poniendo su propio cuerpo al serνicio de la santidad de Dios. Era en su cuerρo donde harla desaparecer la marca del pecado que procede de 1<1 desobediencia radical del ser humano. Era su cuerpo el que se coπ­ vertirla en emblema publico de una obediencia del ser humano ,1 Dios. Por eso, es el modelo absoluto de la fidelidad a Dios al prccio de su νida:

«Fero ahora, independientemente de Ια ley, Ια justicia de Dios sc /1lI manifestado, atestiguada por Ια ley Υ 10s profetas, justicia de Dios Pot" Ια fe en ]esucristo, para todos 10s que creen -pues no hay diferen6a; todos pecaron Υ estάl1 privados de Ια gloria de Dios- Υ son justificallos por el don de SlJ gracia, en virtlJd de Ια redencίόn realizada en ('risto /esus, a quien eχlιίbίό Dios como instrumento de ΡrΟΡίcίacίόn Pot" S/I propia sangre, mediante Ια fe, para lnostrar su justicia, habiendo pasado por alto 10s pecados cometidos anteriormente, en el tiempo llc Ιιι "--0 """"'Α .....,.'" ..., . . "'''''" . . +... ι ': .. #1.+;,..';" ....,..,"" ,.,1 +;."''f''IΛhrt ΡrfJι,"ΙJ., pacl. .r:>IA,...: . . . Aro n.: .... te, para ser justo Υ jHstificador del qHe cree en ]esus» (Rm 3,21-26). L-

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La muerte de Cristo en cruz ηο fue un destino que ίmΡΙίcarί:1 υΠ,1 voluntad ciega de Dios ο de 10s hombres. Fue el resultado de υ Π,1 οblacίόη que ηο sόΙο purifica a la humanidad, sino que, ademas, ίΙιι­ mina con nueνas claridades toda ΡrecomΡrensίόη de Dios Υ (tc 1<1 humanidad.

ΡΑΒΙΟ

oblatiνidad destruye por completo la idea de un Dios que que aplacar su cόΙera. Muy al contrario, liberandonos del pecado que nos separa de ΕΙ, Dios, que nos entrega para ello a su propio Hijo, nos reνela hasta que punto la cruz es la maηifestaciόη de su amor, contra toda apariencia. ΕΙ Dios que parece inmolar a su Hijo es el Dios que acepta sacrificarse por nosotros. Si «le hizo pecado por nosotros» fue para liberarnos de ese pecado Υ ηο para una efusiόη de sangre ο para satisfacer su cόΙera. Igualmente, cuando Pablo nos dice: «iHabeis sido bien comprados!» (l Co 6,20), ηο se trata de ninguna traηsacciόη comercial, sino de υη amor que, dandose por completo, espera una respuesta de orden existencial: «Glorificad, por tanto, a Dios en νuestro cuerpo». Por afiadidura, la cruz permite a Diosalcanzar a la humanidad en su escandalo ante la muerte. Por su Resurrecciόη, Cristo lleνa consigo a la humanidad hacia el Padre, desde dentro de esa misma humanidad, en el moνi­ miento de oblatiνidad que a el mismo le lleνa hacia su Padre. La cruz es, por tanto, ellugar por excelencia en el que se manifiesta el amor recίΡrοco del Hijo Υ del Padre: es una νerdaderateοfaηίa* para nosotros. ΕΙ Hijo reνela en ella el amor que tiene al Padre Υ el amor con que el Padre puede Υ deber ser amado. Aunque νiniera impuesta por las circunstancias, la συΖ es, en el coraΖόη de la historia, el signo por excelencia del amor del Padre al Hijo Υ, a traνes de el, al mundo. Por la cruz, en efecto, Cristo realiza una recoηciΙiaciόη que ηο se limita exclusiνamente a la humanidad, sino que afecta a toda la creaciόη, la del cielo Υ la de la tierra. ΕΙ acontecimiento de la cruz tiene un alcance cόsmico (Col 1,20) que sόΙ0 puede reconocerse si se acepta, en la fe, a la luz de la Resurrecciόη, su escandalo (l Co 1,21).

Esta

tuνiera

ΕΙ

anuncio del Crucificado Υ su reΙacίόn con las culturas Para 10s romanos la crucifiχiόη era un suplicio infamante, reserνa­ do a 10s esclaνos (Tacito), indigno de un ciudadano romano Υ de cualquier hombre libre (Cicerόη). Tambien 10s judίοs experimentaban reΡuΙsiόη por ese suplicio que en ηο pocas ocasiones les iηfligί­ an 10s romanos, que recurrίaη a ella para «pacificar» las proνincias conquistadas. Por 10 demas, un texto del Deuteronomio, que parece ηο excluir ese tipo de muerte, dice que «Si un hombre, reo de delito capital, ha sido ejecutado, 10 co1garas de un arbol. Νο dejaras que su cadaνer pase la noche en el arbol; 10 enterraras el mismo dia, porque υη colgado es una maΙdiciόη de Dios» (Dt 21,22-23). Crucificado ο colgado, quien es expuesto de esa forma sobre el madero es un maldecido por la Ley. Εη semejante contexto, anunciar que quien fue crucificado es el Μesίas ηο Ροdίa por menos de desencadenar la reΡrοbaciόη conju-

210

ΙΑ

TEOLOGIA PAULINA

gada de judίοs Υ paganos*, aunque por distintas razones (l Co 1,2223). Para 10s judίοs, tal anuncio era inaceptable, porque la muerte en cruz ηο era sόΙ0 infrahumana, sino que ademas estaba declarad,1 como maldita por la Escritura. ΕΙ crucificado era υη rechazado por Dios. Es la raΖόη por la que 10s sumos sacerdotes* lucharon por obtener de Pilato la muerte de Jesύs en cruz, pues superando el asco que ese tipo de muerte les inspiraba, pensaron que asί acallarlan para siempre las pretensiones mesianicas de Jesύs. Α 10s paganos les pasaba algo parecido. υη hombre de Dios crucificado era para ellos locura Υ absurdidad. ΕΙ Ρaηteόη greco-romaηο, a pesar de sus dioses a νeces tan extrafιos, ηο Ροdίa reconocer como dios a alguien que hubiera sufrido una muerte tan infamante. Por eso, ΡΙίηίο, Tacito Υ Suetonio consideraban que los cristianos eran adeptos a una SUΡerstίcίόη irracional. La muerte ignominios,l de Jesύs de Nazaret ηο les permitia, en efecto, asimilarle a υη dios oculto bajo apariencias de υη ser humano. Αsί pues, el Μesίas crucificado sόΙ0 es aceptable tanto para υπ judίο como para υη pagano si υηο Υ otro aceptan en la fe el hecho de la Resurreccίόη. Sin la Resurreccίόη, Jesύs de Nazaret es sόΙ0 υπ colgado mas. La Resurreccίόη pone el sello de la autenticidad sobre la νida de Jesύs. Aceptar que Jesύs crucificado es el Μesίas resucitado obliga al judίο Υ al pagano a superar la reΡreseηtacίόη que ambos se hacen de Dios Υ la primera ίmΡresίόη que les ofrece la cruz. «Nadie conoce 10 ίηtίmο de Dios, sino el Espiritu de Dios. Υ ηο­ sotros ηο hemos recibido el espiritu del mundo, sino el ΕSΡίrίtu que viene de Dios, para conocer las gracias que Dios nos ha otorgado» (Ι Co 2,11-12). Es el ΕSΡίrίtu el que hace posible confesar que en la cruz es de Dios de quien se trata, Υ de υη Dios que reνela en ella su amor: «Nadie, moνido por el ΕSΡίrίtu de Dios, puede decir: "jMaldito se,l Jesύs!"; Υ nadie puede decir: "ίJesύs es Sefιor!" sino moνido por el ΕSΡίrίtu Santo» (l Co 12,3). Este ΕSΡίritu, desconocido todaνla por las culturas, interνiene en υη anuncio que sόΙο puede expresarse ,ι traνes de las paradojas de la fuerza Υ la debilidad, de la sabidurla Υ 1<1 locura. Νο se trata de una dialectica humana, sino del misterio de Dios. Es el mensaje de cuyo anuncio Pablo se siente responsable: Porque no me envίό Cristo α bautizar, sino α predicar el Evangelio. Υ no con palabras sabias, para no desvirtuar Ιa eruz de Cristo. Pues Ιιι Ρredίcacίόn de Ιa eruz es una locura para los que se pierden; mas parιι 105

que se salvan -para nosotros- es juerza de Dios (1 Co 1,17-18).

Αsί pues, la cruz tiene que dar acceso a υη conocimiento COll1pletamente nueνo de Dios. Haciendo saltar en pedazos las cultur,I~;

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ΡΑΒΙΟ

que se cierran sobre sί mismas, la cruz introduce υη lenguaje contradictorio respecto a toda sabίdurίa Υ todo poder. Dios se hace conocer en la cruz segun un designio eterno de amor, Υ ηο por accidente debido a la falta contingente de 10s humanos. Es 10 que retomafίί la carta a 10s Efesios (Ι ,3-14). Cristo, «en el que nos ha elegido antes de la fuηdacίόη del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor» (Ef 1,4), es tambien el que por la redencίόη nos arranca de las tinieblas capaces de velar el conocimiento Υ la acogida de esa eΙeccίόη*. La redeηcίόη es indispensable par,l que podamos entrar en las profundidades de la ReveΙacίόη. ΕΙ designio de Dios consiste en hacer de nosotros hijos, Υ en consecuencia, salvarnos de 10 que contradice tan excelente vοcacίόη. La cruz en la vida del cristiano partir de ahi, aunque ese lenguaje 11ega desde el ΕSΡίrίtu, tiene capacidad tambien para alcanzar la interioridad del creyente. Ciertamente el anuncio del crucificado implica una manera de creer, pero quien se adhiere a Cristo se compromete tambien a vivir segun 10s modos de Cristo Υ a «crucificar al hombre viejo» que habita en έΙ (Rm 6,6). ΕΙ cristiano encuentra en Cristo su identidad de ser humano, que ηο consiste, de primeras, en mucho sufrir, como υη Sίsίfο arrastrando su pesada piedra, sino en recibir el don de la vid'I que se le da en Cristo. Εη el amor de Cristo significado por la cruz, el cristiano es 11amado a responder en υη impulso de amor Υ de oblatividad analogo al de Cristo. ΕΙ amor que el cristiano tiene a Cristo invade, asί pues, toda su existencia, del mismo modo que el amor de Cristo a nosotros le condujo a έΙ a entregarse con toda su persona en la cruz. Por eso Pablo puede decir: «Con Cristo estoy crucificado; Υ ya ηο νίνο ΥΟ, sino que Cristo vive en mίo Esta vida en la carne, la νίνο en la fe del Hijo de Dios que me amό Υ se eηtregό a sί mismo por mί» (Ga 2,19-20). ΕΙ cristiano adquiere asί una libertad respecto al mundo Υ a sus seducciones, ηο frustrandose en 10 que Ροdrίa ser Ιegίtίmο, sino entrando en el movimiento del amor de Cristo, Υ en consecuencia, en su oblatividad, que hace que se muestre vano todo 10 que pudiera ()n()nprsp]p Pl1Pst() (]lJP CTt't'r ('Ω Cristo incllJve siemDre υπ asvecto de e~candalo Υ de 10cu;a, eso mismo le sucede 'a la exi~tencia cristiana. La cruz tiene, finalmente, υπ aspecto eclesial. La comunidad de 10s creyentes es reflejo de 10 que anuncia. Es una comunidad de 11amados Υ ηο de personas que son e11as las que se eligen entre sίo Ademas, es la sangre de la cruz la que de 10s dos grupos que constituίaπ la humanidad, el pueblo elegido Υ las naciones, hizo un unico puebl0 (Ef 2,11-22). La comunidad cristiana esta 11amada a vivir en Α

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TEOLOGIA PAULlNA

la accίόη de gracias su testimonio de Cristo que «se mismo por ella» (Ef 5,25).

eηtregό

a



Ει EVANGELIO Α LOS PAGANOS

Εη Cristo, la actitud fundamental que define la reΙacίόη entre el ser humano Υ Dios es la fe, πο la ley. Su contenido eSΡecίfico, desemejante a las culturas, implica una dίmeηsίόη personal que caracteriZ.1 el compromiso del creyente en el seguimiento de Cristo. «Ya ηο νίνο ΥΟ, sino que Cristo vive en mί» (Ga 2,20). Esta afirmacίόη paulina es valida para todo ser humano que acoja en sί mismo la vida que sόΙο Cristo puede dar mediante su vida Υ su Resurreccίόη. Εη consecuencia, la adhesίόη a Cristo ηο esta reservada unicamente al pueblo elegido, sino a todo ser humano. Una adhesίόη de este tipo ηο se limita a la aΡroΡίacίόη de un mensaje, sino que consiste en una rela(ίόη de persona a persona. Pablo mismo es ejemplo de ello.

Pablo Υ la ley Pablo ηο reηegό nunca de sus οrίgeηes judίοs. Sabίa que habίa sido modelado por la tradίcίόη del pueblo, tan singular, en el que habίa nacido. Reivindica un lugar especial en el seno del pueblo judίο: «Εη cuanto a la Ley, fariseo*» (ΡΙρ 3,5). Con anterioridad a 10 que le acoηtecίό en el camino de Damasco, Pablo, fiel a su pertenencia social Υ religiosa, buscaba servir al Dios de Israel en un esfuerzo ηο sόΙο etico sino legalista. Por eso, Ρreteηdίa ser irreprochable en el cuidado que Ροηίa en observar la ley judίa. Su celo Υ su empeno por la ley eran tales que le llevaban a oponerse, incluso con violencia, a quienes se atrevίaη a dispensarse de esa ley Υ teηίaη la audacia de reconocer a Jesus de Nazaret como el Hijo de Dios (l Co 15,9; Ga 1,13-14). Pero, debido a su encuentro con el Senor resucitado en el camiπο de Damasco, su vίsίόη de Dios quedό profundamente transformada. Pablo, que buscaba en las obras de la ley el camino de acceso a Dios, se eηcoηtrό confundido: Aquel a quien la ley declaraba maldito porque habίa sido clavado sobre una cruz, resultaba ser el justo por excelencia, el muy amado resucitado por Dios. Ιο que Pablo habίa buscado por sί mismo se 10 daba Otro, en la mas absoluta gr.ltuidad. Αbaηdοπό Υ aun deSΡrecίό todas las ventajas que para el representaba la ley en sus aspectos mas diversos: Todo eso dejό tie ser para el ganancia Υ emΡeΖό a considerarlo como perdida (Flp 3,514). Descubrίό que la justicia ηο estaba en la ley, sino en Cristo al que el despreciaba, en nombre mismo de la ley. Ese encuentro estabΙecίό al ΑΡόstοl en la coηνίccίόη inquebrantable de que sόΙο Cristo, 21.\

ΡΑΒΙΟ

porque es el Hijo de Dios, es capaz de justificar al ser humano, Υ de hacernos entrar a todos en comuηίόη con Dios ajustandonos a su misterio: ΕΙ hombre no se justifica por las obras de Ια ley sino por Ια Je en Jesucristo, tambien nosotros hemos creίdο en Cristo Jesus α fin de conseguir Ια justίficacίόn por Ια Je en Cristo, Υ no por las obras de Ια ley, pues por las obras de Ια ley nadie serά justificado (Ga 2,16). Para ser justificado, el ser humano ηο necesita, pues, apoyarse en el cumplimiento de las obras de la ley. Ιο unico que esta puede hacer es encerrar al ser humano en su pecado: ο bien se vera impulsado, por el simple hecho de encontrarse ante preceptos, a transgredir las prohibiciones, ο. bien se imaginara que es el quien se proporciona a sl mismo el acceso a Dios gracias a su observancia estricta de los preceptos, cosa de la que es incapaz. «La ley ηο da sino el conocimiento del pecado» (Rm 3,20), tal fue la experiencia de Pablo: «Υο ηο conocl el pecado sino por la ley» (Rm 7,7). Por tanto, con Cristo presente, la ley se revela incapaz de darnos la vida. Su encuentro con el Resucitado ίηvίrtίό su esfuerzo: ya ηο ίηteηtό alcanzar a Dios por la obediencia a una ley, sino que aceΡtό ser captado por ese Otro en su propia persona Υ en todas las dimensiones de su existencia: en su dίmeηsίόη moral, afectiva, social Υ cultural. La Resurreccίόη hizo comprender a Pablo que tenla que aceptar con toda humildad dejarse alcanzar por Dios sin meritos por su parte; es 10 que le sucede al cristiano en su bautismo; por la inmersίόη del bautizado en el agua, el bautismo evoca la ίηmersίόη de Cristo en la muerte: dO es que ίgnοrάίs que cuantos Juimos bautizados en Cristo Jesus, Juimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con ει sepultados por el bautismo en Ια muerte, α fin de que, αΙ igual que Cristo resucίtό de entre los muertos por medio de Ια gloria del Padre, αsί tambien nosotros vivamos una vida nueva (Rm 6,3-4). La fe por la que el hombre queda justificado ηο actιίa de forma juridica: ηο se trata principalmente de suprimir una deuda del tipo que sea ο de decretar exteriormente al hombre como justo. Sino que ρΙ r1A ... ~pγ _->- hl1Π1"JηΑ, .;nrArnAr '-" ~

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de Cristo es ajustado al misterio de Dios. La deSΡοsesίόη de sl -aceptar que ηο es uno mismo la causa de su propia saΙvacίόη­ pasa por superar el nivel de las obras. Pablo desarrollara 10 que significa esta SUΡeracίόη -el rechazo al sometimiento a la cίrcuηcίsίόη Υ a los preceptos que le son concomitantes (prohibiciones alimentarias, neomenias...)-, aunque el mismo habla vivido en fuηcίόη de esas obras antes de encontrarse con Cristo. 214

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TEOLOGIA PAULINA

Pablo e Israel La adhesίόη a Cristo ηο requiere ninguna pertenencia etnica, ωltιι­ ra ο religiosa. Νο estaba reservada a quienes observaban la ley judί,l, ηί a quienes se encontraron con Jesus cuando νίνίό en esta tierr,} ο en los momentos de las apariciones. Es una realidad para todos los que reconocen que Jesus es Sefior. Νο hay, por tanto, dos sistemas dt· saΙνacίόη: υηο que pasarla por la ley Υ afectaria al pueblo elegido, Υ otro que pasaria por Cristo Υ se orientarla a los paganos. Aunque h,1 habido dos modalidades hίstόrίcas de la reνeΙacίόη, sόΙο hay ιιπ llnico acceso a Dios en Cristo. Por eso, las naciones, en otros tiempos excluidas de la promesa de Israel, pueden adherirse a la Buena Noticia despues de olrla. Pablo escribe que los paganos pueden descubrir a Cristo mediante el antln(ίο de la palabra, sin haber sido preparados previamente para escucharla, Υ que al acoger esa palabra quedan «marcados por el sello» (ie la Promesa por el Espiritu. Dos grupos se unen asl en la escucha del Evangelio, aunque sus caminos se muestran hίstόrίcameηte diferentes. Para los judIos, es el descubrimiento de que la palabra contenid,l en el Antiguo Testamento anuncia a Cristo; para los paganos, el descubrimiento de que Cristo, que es el contenido de la Buena Notici,1, es quien les proporciona la saΙνacίόη Υ les revela que tambien ellos, desde el comienzo del mundo, estan llamados a ser hijos. Εη amlJos casos es el conocimiento de Cristo 10 fundamental Υ 10 que provoC,1 la relectura de la propia historia de cada υηο. Aunque hay dίstίηcίόη hίstόrίca entre las dos modalidades de 1<1 eΙeccίόη, ηο por eso hay dos Vlas de saΙνacίόη, una para 10s judios, otra para las naciones. ΕΙ grupo de 10s creyentes se define exclusivamente por su reΙacίόη a Cristo Υ ηο en fuηcίόη de su procedencia. Es Cristo quien les constitιιye. Israel fue elegido en Cristo. Εn cuanto a las naciones, es Cristo quien les posibilita creer acogiendo 1.1 Buena Noticia que es el mismo. La Iglesia* nunca se Ρreseηtό conlo el nuevo pueblo del Mesias ο el nuevo Israel. Pablo recurre principalmente a la imagen del cuerpo para hablar de la Iglesia, Υ ηο ιιtί­ liza para ella el termino pueblo, para mostrar el caracter inaudito (,' inesperado de la Iglesia en reΙacίόη con Israel. CnalqulCia quc dcspucs dc llabcγ LOllfesadeι a Cristo yuelva <1 las practicas de la ley, tendra que reconocer que coηfesό a Cristo (,'11 vano ya que ηο ΙΙegό a constituirle como principio Υ norma de stI existencia (Ga 2,17-18). La ley, antes de Cristo, cumΡΙίό su fuηcίόπ de pedagogo: «De manera que la ley fue nuestro pedagogo h,ISt,1 Cristo, para ser justificados por la fe. Mas, una vez llegada la fe, Υ,l ΠΟ estamos bajo el pedagogo» (Ga 3,24-25). Ahora que Cristo Υ,1 esl
ΡΑΒΙΟ

aqui, la ley pierde su raΖόη de ser, ya que es lncapaz de darnos la vida. Pablo descubrίό, a la luz de Cristo resucltado, que Quien hace vlvlr convlerte la ley en caduca. ΕΙ bautlsmo, que incorpora a Crlsto, ηο tlene nada que ver, por tanto, con la cίrcuηcίsίόη. Νο la reemplaza. Νί siquiera se inspira en ella. La cίrcuηcίsίόη reservada en exclusiva a 10s varones del puebl0 elegido era un slgno exterlor que significaba la pertenencla a ese puebl0. Era un simbolo que pertenecIa nada mas al puebl0 e1egido (Ga 5,1-12). ΕΙ bautlsmo es para toda 1a humanldad, varones Υ hembras, Υ esta vinculado al aconteclmlento hίstόrίco de la muerte Υ de la resurreccίόη de Crlsto. Εη este sentido, se comprende que sea, para Pab10, como «una cίrcuηcίsίόη ηο hecha por mano de hombre» (Co1 2,11). Por tanto, ya ηο divide a la humanidad, sino que la unifica segύη la promesa del Espiritu. Por eso mlsmo, el bautlsmo tampoco esta emparentado con 10s rltos de ίηίcίacίόη que llevan conslgo 10s cultos mlsterlcos de clertas re1igiones paganas. Este bautlsmo en e1 Espiritu pone a 10s crlstlanos en comuηίόη con eI Hijo Υ eI Padre. ΕΙ Espiritu invita a Ia humanidad a vlvlr al modo del Hijo que Iibera de Ia Iey del pecado. Efectivamente, «eI REFERENCIA SACRIFICIO Υ CHIVO EXPIATORIO ΕΙ chivo expiatorio es en la Bib1ia uno de 105 dos chivos que integraban la 1iturgia del Yom Kippur*, el Dia de las Expiaciones* (Lv 16): uno de 10s dos animales era sacrificado a1 Seiίor en sacrificio por e1 pecado; el otro, el «chivo expiatorio», era enviado a Azazel, demonio del desierto, cargado con 10s pecados de Israel [vease ρ.479].

Cristo entregado a la muerte locupa el lugar del chivo expiatorio como remedio a la violencia de las sociedades humanas? Εη su libro La vio1encia Υ 10 sagrado (1972) el aηtrΟΡόΙ0g0 Rene Girard se mostrό favorable a esa semejanza. Ρrοl0ηgό, ademas, esa misma tesis en escritos posteriores. La violencia es, segun θΙ, esencialmente mimetica: todo individuo desea 10 que tiene el otro. Pero puede resolverse mediante la transferencia en una VΊctima. Una οbservacίόnde Caifas en el momento en que se decίdiό la Ρasίόη de ]esus puede favorecer efectivamente el acercamiento entre esa figura Υ ]esus: «Os conviene que muera uno so10 por el puebl0 Υ ηο perezca toda la nacίόη» ση 11,50). Por tanto, subra-

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ya R. Girard, la muerte de ]esus es, segun el Nuevo Testamento, la de un inocente cuya Ρredίcacίόη cοnsίstίό precisamente en denunciar la violencia. Despues de esa muerte, el ftnico remedio a la violencia es el amor evangelico. Para Pabl0, Cristo ηο se identifica ciertamente con el chivo expiatorio. Su muerte es un sacrificio. Ει mismo es la victima sacrificada de una vez por todas (cosa que ηο es el chivo expiatorio), desempeftando la figura sea del cordero pascual (1 Co 5,7), sea de la VΊctima santisima de un sacrificio ofrecido por el pecado (2 Co 5,21). Otros autores del Nuevo Testamento, especialmente Marcos, insisten en otra figura, la del Siervo sufriente que se ofrece a si mismo por 10s pecadores (Is 53). Aunque 10s textos bib1icos ηο favorecen precisamente la tesis de Rene Girard, queda en pie que merece ser considerada como una teoria que ilustra la mayor parte de 10s funcionamientos humanos. La investίgacίόη antrΟΡοlόgica interroga constantemente a la teologia cristiana. M.Q.

LA

TEOLOGIA PAULINA

fruto del Espiritu es amor, alegria, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fide1idad, modestia, dominio de si; contra ta1es cosas ηο hay 1ey» (Ga 5,22-23). Vivir segun e1 Espiritu es dejar1e que se apropie de 1a existencia humana para que 1a configure a 1a de Cristo. De esa forma, todos 10s que confiesan una misma fe constituyen 1a COll1Unidad especIfica vincu1ada a1 anuncio de1 Evange1io. La con1unidad ηο e1ige sus mietnbros (l Co 1,26-29). Νο es e1 reflejo de un orden social. Como 1a fe es un don de Dios, 1a comunidad de 10s creyentes esta constituida por todos 10s que testimonian que «Jesus es Sefior» (l Co 12,3). Υ coη todo, Pab10, e1 aΡόsto1 de Cristo resucitado, sigue apeg,ldo a Israel. Εη su carta a 10s Romanos, despues de decir que «nada ρο­ dra separarnos de1 amor de Dios manifestado en Cristo Jeslls» (RIl1 8,38-39), lno dice que «desearla ser ΥΟ mismo ma1dito, separado lic Cristo, por mis hermanos, 10s de mi raza segun 1a carne» (Rm 9,3)? Pab10 se afana por exp1icar a Israe1 e1 sentido de 1a gratuidad de 1,1 e1eccίόη. Dios, en 1a Alianza, ηο ha querido cambiar de socio revc1andose a 1as naciones, sino que ha reve1ado que 1as naciones form,lban parte de 1a e1eccίόη que recίbίό Israel. Por tanto «ηο es que hay,1 fallado 1a pa1abra de Dios» (Rm 9,6). Si Israe1 se cree exc1uido es porque ηο ve que fue elegido para abrirse a las naciones por medio dcl Evange1io. Israe1 Ρrefirίό su propia Vla, que ίdeηtίficό coη 1a 1ey, a 1<1 Vla de 1a gracia reve1ada en Cristo, coη e1 pretexto de ηο perder SlI identidad. Εη este sentido, Pab10 puede decir que aquellos de su pueb10 ψι\.' rechazan a Cristo «rehazan someterse a 1a justicia de Dios» (RIl1 10,3). Υ sin embargo, Dios ηο ha rechazado de ninguna forma a SlI pueb10, porque sigue existiendo «υη restQ) que cree (Rm 11,5). Estt' «resto» que cree a Dios en Cristo esta en perfecta continuidad col1 1,1 fe de Abrahan: «La Escritura, previendo que Dios justificaria a los gentiles por 1a fe, aηuηcίό coη aηte1acίόη a Abrahan esta buen,1 nueva: Εη ti seran bendecidas todas 1as naciones. Asi pues, 10s qιlι> creen son bendecidos con Abrahan el creyente» (Ga 3,8-9; cf. RIl1 4) [vease νοΙ Ι, ρ. 90]. Υ puesto que 1as prol11esas de Dios 110 tίel1ι'n vue1ta atras, Pab10 puede anunciar, a1udiendo a Isalas, e1 retorl1o ιlι' todo Tsrae1 a 1a dinal11ica de 1a a1ianza cuando lleguen 10s u1tiI110S tiempos de 1a historia de1 mundo: ΕΙ endurecimiento parcial que sobrevino α lsrael durarά hasta ηιιι' entre Ιa totalidad de los gentiles, Υ asί, todo Israel serά salvo, como ι/ία la Escritura: Vendrά de Sίόn* el Libertador; aΙejarά de ]acob las impil'-dades. Υ esta serά mi alianza con ellos, cuando haya borrado sus ΡΙ'(ι/­ dos (Rm 11,25-27).

1

ΡΑΒΙΟ

ΕΙ encuentro de Pablo con el Resucitado transfοrmό, sin destruirla, su pertenencia inicial a Israel, puesto que Cristo a quien se entregό es «el sί a todas las promesas hechas por Dios» (2 Co 1,20). CH.R.

VIVIR SΕGύΝ SU ΡΕ ΕΙ

lector de 10s escritos paulinos que busque una eΧΡοsίcίόη sistematica de 10s principios eticos de Pablo se preguntara enseguida si realmente 10s hay, je incluso si puede haberlos! Encontrara ciertamente una acumuΙacίόη de consejos, sobre todo al final de sus cartas, pero le sera difίcil discernir que es 10 que constituye su fundamento. Encontrara, a la νez, formulaciones perentorias, del tipo «Si os anima el ΕSΡίrίtu ya ηο estais bajo la ley», jprecisamente colocadas en 10s mismos pasajes en 10s que Pablo acumula sus recomendaciones! Esta paradoja ηο es nueνa, por 10 demas, Υ 10s cristianos de las comunidades paulinas se νerίaη mal, en ocasiones, para orientarse en ellas. Αsί 10 testimonian algunas exclamaciones de Pablo como esta: «Vosotros, hermanos, habeis sido llamados a la libertad» (Ga 5,13) ..., temperada por un νigoroso «todo me es lίcito; mas ηο todo me conνiene» (l Co 6,12). lΗabrίa que concluir que Pablo ηο tiene etica alguna, ο mas exactamente que 10 unico que propone es una moral de sίtuacίόη? La realidad es que el estudio de sus cartas nos muestra que su etica esta profundamente enraizada en la νoca­ cίόη especIfica del cristiano. Una consecuencia de Ιa llamada si hay una eχhοrtacίόn en nombre de Cristo, un estίmuΙο de amor, una comunίόn en el Εspίrίtu, una entranable misericordia, coΙ­ mad mi aΙegrία, teniendo un mismo sentir, un mismo amor, un mismo άnίmο, Υ buscando todos Ιο mismo. Nada hagάίs por ambίcίόn, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando α los demάs como superiores α uno mismo, sin buscar el propio interes sino el de los demάs. Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: ΕΙ cual, siendo de condίcίόn divina, ;l,C codici6 cl scr ig~la! [; Dias sino que se deSΡοjό de sί mismo tomando condίcίόn de esclavo Υ asumiendo Ιa semejanza humana Apareciendo en su porte como hombre, se rebajό α sί mismo, haciendose obediente hasta Ιa muerte, Υ una muerte de cruz. Por eso Dios Ιο eχaΙtό Υ le οtοrgό el Nombre,

Αsί pues,

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que estά sobre todo nombre, para qlle a1 nombre de ]eslJs toda rodilla se dob1e en los cie1os, en la tierra Υ en 10s abisrn05, Υ toda 1engua confiese que Cristo ]esus es e1 Sefίor para gloria de Dios Padre (ΡΙρ

2,1-11).

Εη su carta a 10s Filipenses, Pablo encarcelado se expresa de [ΟΓ­ ma muy personal: exhorta a la comunidad a ser fuerte frente a 10s agitadores Υ divisores Υ a poner todo de su parte para manteneI" 1<1 unidad. La unica raΖόη que invoca es 1a llamada apremiante (1e Cristo, que fue el primero en ponerse totaltnente al servicio de sos hermanos. Apremia a 10s filipenses a que reproduzcan en ellos 10 que νίνίό Cristo. De hecho, una de las constantes de Pablo es calit1car a 10s cristianos como llamados Υ santos (titulos que les d,1 muchas veces al comenzar sus cartas). Es una llamada a ser santos ί,1 la vez que todo creyente ya 10 es! «Pues ηο nos ΙΙamό Dios a la imporeza, sino a la santidad» (l Ts 4,7). Nos encontramos en el centro (1ι' la etica paulina: la conducta moral del ser humano es consecuencia de su llamada; en otras palabras, reproduce en su vida 1a imagen misma del hombre ideal, creado por Dios Υ que el eηcoηtrό en JestIcristo. «Tened entre vosotros 10s mismos sentimientos que CΓίslo Jesus». ΕΙ termino «sentimiento» ηο debe equivocarnos; ηο se tr,11ίl en modo algtIno de dejarse conducir por el coraΖόη, sino de aplic,lr en la propia vida 10 que fue el principio mismo de la accίόη dl' Cristo. Para Pablo es algo οηtοlόgίco, una aceΡtacίόη que se realiz,l en el bautismo, rito que configura al cristiano con Cristo (Rm 6,34). La etica paulina es, por tanto, Υ en su sentido fuerte, una etica dl' imίtaciόη. Caer en la cuenta de esto permite comprender, por 10 demas, las expresiones de Pablo que, de prjmeras, parecen de ιιη orgullo desmesurado: «Os ruego, pues, que seais mis imitadores» (Ι Co 4,16) ..., pero que se explican con otras como «5ed mis imitadores, como ΥΟ 10 soy de Cristo» (1 Co 11,1).

Una etica optimista Esta etica, basada en la llamada a la santidad, puede ser restIelt,lmente optjmjsta. υη buen numero de paginas paulinas pareccn desesρerίΠ del ser humano Υ de sus capacidades para responder ,1 su vοcacίόη. Asi sucede especialmente con el comienzo de la carta ,ι lOS Romanos en el que Pablo presenta a toda 1a humanidad b
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libres respecto de la justicia. [... ] Pero al presente, libres del pecado Υ esclavos de Dios, fructificais para la santidad» (Rm 6,20.22). Puede sorprender esta afirmacίόη, tanto mas cuanto que la sίtuacίόη de las comunidades a las que Pablo se dίrίgίa estaba lejos de ser brillante. Pero Ρaradόjίcameηte es en el centro de las dificultades donde se afirma ese optimismo. Basta mirar la comunidad de Corinto para ver que el optimismo de Pablo ηο se basa en una situacίόη ideal, sino en la fe en la victoria de Cristo que comunica el ΕSΡίrίtu: «Cristo nos rescatό de la maΙdίcίόη de la ley [...] para que ροι la fe recibieramos el ΕSΡίrίtu de la promesa» (Ga 3,13-14). Es un punto sobre el que Pablo se vera obligado a insistir. Su etica ηο reposa sobre ningun tipo de coηvίccίόη personal que se pueda tener, sino sobre el conveπcimiento de que Dios actιίa en todos mediante el ΕSΡίrίtu que Ει da: «Si sois guiados ροι el ΕSΡίrίtu, ηο estais bajo la ley» (Ga 5,18). Es caracterίstίco que las expresiones concretas de esta etica ηο se traduzcan en virtudes, sino en fruto del ΕSΡίrίtu (Ga 5,22), eΧΡresίόη en la que el termino «fruto», en singular, remite sin duda al primero de ellos que engloba todo el conjunto, el amor, como precisaran las cartas posteriores.

Una etica universal Υ social Nunca subrayaremos en exceso la extraordinaria dίmeηsίόη de esta etica: permite, ροι su misma naturaleza, transcender 10s pueblos Υ las culturas. Toda etica, aun la mas universal, se inserta en una cultura. La de Pablo tiene la capacidad de ser valida para todas las culturas. Εη esto, la famosa decΙaracίόη «ya ηο hay judίο ηί griego; ηί esclavo ηί libre; ηί hombre ηί mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesus» (Ga 3,28), ηο intenta ser reductora de la personalidad. Lleva a entender que los principios de accίόη son los mismos para todos. Los comienzos del cristianismo corrίaη el peligro de hundirse en particularismos etnicos; al proclamar el primado de la accίόη del ΕSΡίrίtu, Pablo Ρermίtίa a todos inventar su manera de vίvίι como cristianos, fuera cual fuera su origen, respetando plenamente su particularidad. Esta coηceΡcίόη ηο ηacίό sin luchas ηί choques: ίηecesίtό nada menos que la mίsmίsίma accίόη del ΕSΡίrίtu C,,~t,,' (~+ Γ'"

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Esta accίόη del ΕSΡίrίtu constitutiva del pueblo de Dios salvado ροι Cristo, se traduce en una etica social antes de ser individual. Las recomendaciones de Pablo a las comunidades recaen esencialmente sobre la calidad de las relaciones, en primer lugar entre los miembros de las comunidades, pero tambien con los ηο cristianos. Εn vano buscarίamοs cualidades de decoro ο de autodominio, como las 220

ΙΑ

TEOLOGIA PAULINA

que encontramos en 10s moralistas griegos. La prioridad recae sobre la coηstίtucίόη del puebl0 de Dios, que se ha convertido, segύη Ι<ι eΧΡresίόη de Pablo, en el «Cuerpo de Cristo». Νο se trata de ηίηgύπ anonimato, sino dellugar privilegiado en el que se vivira coηcretίΙ­ mente la vοcacίόη humana Υ cristiana. Para Pablo, la etica sόΙ0 existe en referencia a 10s demas. Por eso la misma comunidad verifica que el creyente pone realmente en practica ese etica. Si se aparta de ella, se hace consciente de ello ηο porque se avergίienza de sus actos, sino porque se 10 dice lιι comunidad. Esta ha recibido el encargo de ser el lugar donde se hίΚΙ' el discernimiento: «Os exhortamos asimismo, hermanos, a qιΙι? amonesteis a 10s que viven desconcertados...» (Ι Ts 5,14); «Si algllno es sorprendido en alguna falta, vosotros, 10s espiritιιales, corregidlL' con espiritιι de mansedumbre» (Ga 6,1). La reΙacίόn con Ιa sociedad profana Se podrIa objetar, quiza, que la etica paulina se queda en la esferίΙ espiritιιal Υ permanece ajena a las realidades del mundo. υπ Ρa8ίιjι' de la carta a 10s Corintios llega a reprocharles que acudan a 10s tI'iREFERENCI PABLO Υ LA ESCLAVITUD ΕΙ texto de la primera carta a 10s Corintios (7,21) parece muy ambiguo: «lEras esclavo cuando fuiste llamado? Νο te preocupes. Υ, aunque puedas hacerte libre, aprovecha miιs bien tu cοηdίcίόn de esclavo». Εη este pasaje Pabl0 recomienda al esclavo jque ηο busque liberarse! c!,Seriι contradictoria su etica? La verdad es que este consejo se explica de varios modos: - ΕΙ principio esencial es que para Pabl0 el nuevo cristiano puede vivir su vida evangelica en todas las situaciones: «Que cada cual permanezca θη la condicίόn en que se encontraba cuando fue llamado», dlce por tres veces en este mlsmo pasaje. Lo principal ηο es cambiar las sItuacIones, sino la manera de vivirlas. - Las primeras comunidades esperaban para un dia muy cercano la venida en gloria de su Seftor: en las cartas miιs antiguas ηο hay perspectivas a largo plazo. jYa ηο queda tiempo para trabajar por la abοιicίόη de la esclavitud!

- Con frecuencia se traspone θΒω ιοχl. a otra realidad, la de la esclavltud (10 )0, siglos XVII-XIX, que, por 10 demas, )0 utiJizc para justificarse. Ahora bien, Pal'IictIllll mente en Corinto, las formas de eBcIHvi!lI( variaban: algunas de ellas eran corι Ιιο cuencia muy preferibles a la liberIad do 10, cargadores del puerto de Cencreil8 Υ ΟΙ nada se las podia comparar al Iralo cll) 10 siglos posterIores. - La etica de Pablo ηο era la de! «10(10' ahora mismo», que θη cualquier caao πΙ habria tenido exito, sino mas bien la do un. transfοrmacίόη de todo el ser, qtIo ιorιdrit capacidad para ir llevando a una Irllrιafor macίόn progreslva de la sociedad. Hay que releer, ademas, 111 CItrIn ι Pabl0 le pide que vuelvII ιι rocibl a su esclavo huido, Oneslmo... ίΡΟro 10 ... ftala tambien 10s caminos de la IranllforrIιA cίόη radical de las relaciones amo/ 08C!A\'( ahora que ambos han accedido a 111 fo. FίΙemόn:

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PABLO

bunales paganos en vez de juzgar sus asuntos entre ellos: «Cuando alguno de vosotros tiene un pleito con otro, lse atreve a llevar la causa ante 10s injustos, Υ ηο ante 10s santos? [... ] lNo hay entre vosotros algun experto que pueda juzgar entre hermanos? Sino que vais a pleitear hermano contra hermano, ϊΥ eso, ante infieles!» (1 Co 6,16). Αsί las cosas, se reprocha a Pablo de ηο tener en cuenta las realidades polίticas Υ sociales de su epoca para transformarlas segun el Evangelio: «Ya ηο hay ηί esclavo ηί libre»... ipero el mismo Pablo parece recomendar la sumίsίόη a una esclavitud bien poco compatible con 105 derechos humanos! De hecho, 10 que Pablo quiere, ροτ el contrario, es ηο distinguir al creyente del no-creyente, so pretexto de que el primero es ahora un hombre nuevo. Ciertamente sus acciones deben estar en conformidad con las de Cristo, Υ el convertido «se avergίienza» de su conducta de otros tiempos. Pero su comportamiento actual esta tambien en conformidad con la vοcacίόη profunda de todo ser humaηο, tal Υ como fue realizada ροτ Cristo. Nada hay en el cristiano que ηο sea humano. La etica de Pablo conducira, asί pues, a vίvίτ en sociedad discerniendo 10 que realmente corresponde a la vοcacίόη del ser humano Υ 10 que va en contra de ella: «Υ ηο os acomodeis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la reηοvacίόη de vuestra mente, de forma que podais distinguir cual es la voluntad de Dios: 10 bueno, 10 agradable, 10 perfecto» (Rm 12,2). Νο se trata, ροτ tanto, de evadirse del mundo para una especie de politica de espera eterea... ΕΙ autor de la segunda carta a 10s Tesalonicenses, un dίscίΡuΙ0 de Pablo, se vera obligado, mas tarde, a reaccionar contra 10s que se escudan tras una ίηterpretacίόηerrόηea del pensamiento del ΑΡόstοl jpara dispensarse de trabajar! Son tambien significativos 10s consejos que Pablo da a 10s romanos relativos a la sumίsίόη a las autoridades, incluido 10 referente a 10s impuestos: una lectura atenta de Rm 13,1-7 muestra perfectamente que el creyente sigue siendo actor de la vida publica, pero que tambien en ella pone en practica su discernimiento. La sumίsίόn a las autoridades tiene sus lίmites: ellas estan «al servicio de Dios» para «incitar al hombre al bien». Εη otras palabras, la οrgaηίΖacίόη polίtica Υ social permite al ser humaηο rcalizar 3U Υοcaciόn a condiciόΙΊ dc cncontrai" cn clla Uil CιίωϊΠυ hacia el bien. jEsta afirmacίόn ηο era una obviedad, dada la repugnancia que aquellos cristianos seηtίrίan ante un poder que consideraban «ίdόΙatra»! ΕΙ papel

de Ιa conciencia Para efectuar ese discernimiento, la etica paulina hace sitio a la conciencia del creyente. Una vez mas, nos Ροdrίa parecer que esto es 10

222

ΙΑ

TEOLOGIA PAULINA

mas evidente del mundo. Υ, sin embargo... Hay que recordar ellugar tan preponderante que se daba a la ley en el judaίsmο: en el, la conducta del ser humano estaba reglamentada por Dios por medio de la ley, Υ en la practica sόΙ0 por ella, 10 que ηο ίmΡedίa, desde luego, vivirla con eSΡίrίtu de fe. ΕΙ judaίsmο se maηteηίa desconfiado ante el ejercicio de la conciencia para iluminar la conducta personal, desconfianza que servίa, ademas, para resaltar el valor de la voluntad de Dios. Pues bien, Pablo ηο dudara un instante en apelar a la conciencia de cada uno para el discernimiento. Mientras que practicamente la palabra «conciencia» ηο aparece en el Antiguo Testamento, la primera carta a los Corintios la utiliza de manera repetitiva (en particular en 10,25-29), a ΡrΟΡόsίtο de las carnes inmoladas a los ίdοlοs Υ vendidas en el mercado. Esta importancia dada a la conciencia reposa sobre dos realidades. La primera es el optimismo de Pablo respecto a la vida del creyente justificado Υ que vive bajo la accίόη del ΕSΡίrίtu Santo capaz de guiar al hombre que le recibe: se trata, asί pues, de una conciencia esclarecida. La segunda es el encuentro de las eulturas. Las corrientes moralistas griegas habίaη desarrollado ya el papel de la conciencia en las opciones humanas; Pablo eηcoηtrό en ello la οcasίόη para presentar un cristianismo que respondiera a las aspiraciones mas nobles del ser humano. ΕΙ Sefιor estά

cerca

Α

pesar de todo, permanece la ίmΡresίόη de que la etica de Pablo sigue estando esencialmente vuelta hacia 10s creyentes. Los consejos que genera se refieren casi siempre a las relaciones entre miembros de la comunidad. Su manifiesta ΡreοeuΡacίόη de apertura nos prohibe, sin embargo, ver en ella una teηtacίόη de repliegue sobre sί misma, una huida de las realidades del mundo. Pero la eΧΡιicacίόπ es mas profunda. ΕΙ Cristo al que se quiere imitar es el Cristo de Ι.) Historia, el Sefior Resucitado, pero tambien el «que va a venir»: en otras palabras, las comunidades paulinas esperaban la venida en gloria de su Sefior -la Ρarusίa- para un dίa cercano, aunque desconocido. La etica sera, por tanto, una etica de la espera, la propia de un.! comunidad de creyentes que se mantienen preparados para la venida de su Sefior, al que celebran Υ cuyas ensefianzas siguen: «Νο durmamnς

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Esta dίmeηsίόη particular se encuentra en las primeras cartas, acentuando tοdavίa mas el caracter de etica de reΙacίόη. Esta coloraci6n tendera a atenuarse al hilo temporal de las cartas, a medida qιIc vayan tomando conciencia del alargamiento de los plazos relativos a la venida del Sefior. ΕΙ aspecto relacional se mantiene, pero las coπ­ secuencias de la venida tenderan a vivirse de forma anticipada: ya πο se tratara sόΙο de ser encontrados preparados, sino de vivir al mοι!ο 2.

ΡΑΒΙΟ

de resucitados, miembros por entero del Reino que ya ha comenzado. Para esto, la comunidad se coηvertίπί, mas que nunca, en ellugar donde se verificara la autenticidad de la puesta en practica de los principios fundamentales. dUna etica de sίtuacίόn? La οbservacίόη relativa a la evοlucίόη de las perspectivas plantea necesariamente la cuestίόη de la vίηcuΙacίόη existente entre la etica paulina Υ la sίtuacίόη de las comunidades. Εη otras palabras, mas alla de los principios generales que presupone, lno lleva esta etica a una moral de sίtuacίόη? La respuesta a esta pregunta es necesaria, Υ mas porque condiciona la aΡΙίcacίόη que podamos hacer a nuestro tiempo. Una cοηstatacίόη se impone: aunque las cartas de Pablo ofrecen una multitud de consejos ο de directrices practicas, nunca 10 hacen sin fundamentar su legitimidad. Α los corintios, cuya ciudad se enorgullecIa del celebre culto a Afrodita, Pablo ηο dudara en proREFERENClA ~Es PABLO ANTIFEMINISTA?

«Las mujeres callense en las asambleas» (1 Co 14,34). «La mujer oiga la ίηstrucciόη en silencio, con toda sumisiόη. Νο permito que la mujer ensefιe ηί que domine al hombre. Que se mantenga en silencio» (1 Tm 2,11-12). Este es el tipo de frases que llevan a acusar a Pabl0 de mίsoginia. Sin querer a priori lavar al ΑΡόstοl de toda imΡerfeccίόη,conviene, sin embargo, considerar las cosas con mayor detenimίento. La primera frase,!apidaria, es sin duda una glosa afιadida por un copista posterior a Pabl0. Εη efecto, en la misma primera carta a 10s Corintios, Pabl0 reconoce a la mujer la posibilidad de orar Υ de profetizar, dos actividades que en aquella epoca se haclan ambas en νΟΖ alta (Ι Co 11,5). Convlene sencillamente que la mujer tenga la cabeza cubierta, signo que garantiza su «autoridad» (<<sumisίόη» es una tradUCClon equlvocada de 1 (;0 H,lU). t;n cuanto a la primera carta a Timoteo, la inmensa mayoria de los criticos piensa que ηο es de san Pabl0. Hay que seftalar tambien que en una cultura en la que la mujer ηο ocupaba un lugar social en igualdad a! del varόn, Pablo tiene afirmaciones que matizan esa desigualdad. Basta para convencerse de

224

ello leer el capitulo 7 de la primera carta a los Corintios. Se encontrara ahi una perfecta reciprocidad de deberes de la mujer Υ del varόη en el matrimonio; tanto el uno como la otra tienen la iniciativa Υ son invitados a actuar de comun acuerdo. ΕΙ ΑΡόs­ tol se atiene de tal modo al principio de igualdad de todos ante Dios que pone en tela de juicio numerosos modos sociales de funcionar: «Ya ηο hay judio ni griego; ηί esclavo ni libre; ηί hombre ηί mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo ]esus» (Ga 3,28). Dicho esto, sus principios ηο contrabalaηceaη el peso de la οrganiΖacίόη social de su έφοca; Pabl0 ηο ejerciό de critico de las instituciones, ηί de la esclavitud ηί de la sumίsiόn de las mujeres a sus maridos. Υ, en ocasiones, tiene afirmaciones que ηο respetan la perfecta simetrla que el mismo establece como pnnc1plo. Asi, por eJemρΙ0: «ΕΙ origen de la mujer es el hombre» (l Co 11,3). Εη esto, es claramente un varόη de su tiempo, menos subversivo, sin duda, que ]esUs. Pero los cludadanos de 10s paises que sόΙ0 recientemente han dado derecho de voto a las mujeres ηο tendrlan mucha raΖόη si le montaran un proceso condenatorio.

LA TEOLOGIA PAULINA

hibirles el desenfreno; pero inmediatamente les da la mοtίvacίόη esencial: «ΕΙ cuerpo ηο es para la fοrηίcacίόη, sino para el Sefior, Υ el Sefior para el cuerpo. [... ] ίΝο sabeis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? [...] ίΟ ηο sabeis que vuestro cuerpo es templo del ΕSΡίrίtu Santo, que esta en vosotros Υ habeis recibido de Dios, Υ que ηο os perteneceis?» (l Co 6,13.15.19). Contrariamente a 10 que se suele decir con frecuencia, ηο hay en las cartas de Pablo una parte teόrίca Υ otra parte practica: todo en ellas esta ίηtίmameηte vinculado. Cada directiva esta fundamentada por los principios eticos. Es tanto como decir que ηο hay catalogos de leyes (jlos que aparecen son ejemplos tipo!), sino casos eSΡecίficos que denotan el modo paulino de reflexionar sobre cualquier sίtuacίόη. Pabld ηο propone una moral de sίtuacίόη, sino mas bien una etica del ser humano en sίtuacίόη: a elle pertenece, con la ayuda del ΕSΡίrίtu Santo Υ de su conciencia cuya autenticidad sera verificada por la comunidad, aplicar a su vida las consecuencias de su sίtuacίόη de salvado. Querer aplicar sin discernimiento υη consejo dado en otra sίtuacίόη conduce necesariamente a aberraciones: la pretendida misoginia de Pablo es el ejemplo mas corriente de ello. La etica paulina, pues, sigue siendo realmente una etica para todos los tiempos, pues alcanza a todo ser humano salvado en situacίόη; propone ap1icar 10s fundamentos de sus orientaciones Υ ηο una Ιegίs1acίόη preestablecida. Por eso, ellector moderno ηο esta llamado a seleccionar rechazando todo 10 que le pareciera vinculado a una sίtuacίόη hoy superada, sino a realizar υη trabajo hermeneutiCO*. Actualizara el texto ηο asemejandole artificialmente a una sίtuacίόη contemporanea supuesta analoga, sino aplicando a su propia sίtuacίόη los principios paulinos que haya visto con claridad al estudiar 10 que Pablo decίa a las primeras comunidades. Este tipo de trabajo ya se Ρractίcό, por 10 demas, en las cartas posteriores atribuidas a Pablo, cuyas aplicaciones concretas tienen en cuenta a comunidades que ya tienen cierto numero de afios Υ afrontan nuevos problemas. ΕΙ papel

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del amor

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13,1-13), resume perfectamente la etica paulina, fundamentada ella misma en la coηtemΡΙacίόη de Cristo, el cual puso en practica hast
ΡΑΒ ΙΟ

nar sobre las huellas de su Sefi.or, es porque ha sido involucrado en ese acto de amor. La practica de este unico mandamiento se convierte, por tanto, para el, en la practica de Cristo, del que ha llegado a ser, con el conjunto de 10s salvados, υη miembro. La etica paulina ηο se impone desde fuera; tiende a convertirse en el eSΡίrίtu mismo del creyente que vive bajo la accίόη del ΕSΡίrίtu Santo que le ha sido dado. J. C.

226

6.5. PABLO ΕΝ CONFLICTO CON LOS JUDAIZANTES

Α

carta a los Galatas confronta allector con una cuestίόη [,ψί­ tal Υ controvertida en el cristianismo naciente: lel dίscίΡυΙο (Ιι' Jesύs debίa someterse a la ley* judίa en su integridad, tal Υ COl1lO estaba formulada en el Antiguo Testamento? lDebίa, por ejemplo, hacerse circuncidar? lΤeηίa que cumplir las prescripciones de pLIrl'za ritual Υ respetar las prohibiciones alimentarias? lΤeηίa, il1cluso, que guardarse de todo contacto con 105 paganos*? lEra la identicIι,ci cristiana una identidad que se afiadίa a la identidad judίa sin por cllo borrarla? lO era una identidad que Ροnίa en cuestίόη determίηί\ΙΙΟS aspectos de la fe heredada de los Padres?

L

LA OPOSICION Α SANTIAGO Υ ΙΑ CRISIS GALATA

Las comunidades que habίa fundado el ΑΡόstοl, poco antes dcl ,1110 50, cuando su primer viaje misionero a Europa, en la actual Τυrφιί,ι, en las proximidades de Ankara, estaban sumidas en υη cruel dilcnlί1. Pablo, al marcharse de Αηtίοqυίa de Siria para continuar su ιηίsί611 en tierras paganas, les habίa anunciado υη Evangelio liberado dc "Ι ley Υ de sus obligaciones. Pero, poco despues de su partida par,l C;rc·cia, otros misioneros cristianos, llegados probablemente de JcrιI­ salen Υ cercanos a Santiago, el hermano del Sefior, les habίaη ,ΙΠΙΙI1­ ciado otro Evangelio: la adhesίόη a Jesύs era cosa vacίa -pretcnciί,II\­ si ηο estaba acompafiada por υη respeto absoluto a la ley, tal Υ coιηο la habίa recibido Moises. Los paganos convertidos al crίstίί\l1ίsιηο debίaη, por tanto, hacerse circuncidar Υ someterse a 10s η1(\I1ΙΙΙ­ mientos de la ley mosaica. Se llama judaizante* a esta coηceΡcίόl1 (1(, Ia ley cristiana que vinculaba, para 105 pagan05, adhesi611 ,ι Jesucristo Υ cumplimiento de la ley mosaica. lCόmο reaccίοηό Pablo frente a este cuestionamiento clc SLI mensaje? ΕΙ caΡίtuΙο segundo de su carta a los Gilatas es υηίl Ι'XCΙ'-­ Iente ayuda para saberlo, pues muestra <'.llector cόmο aparcci{) ('SI,1

ΡΑΒΙΟ

cuestίόη en el cristianismo naciente Υ cόmο se resοlvίό al hilo de σί­ sis sucesivas. Tracemos las etapas mas importantes de este conflicto. Ιa

comunidad de Antioquia Pablo, poco despues de su coηversίόη en el camino de Damasco, Ρasό a ser miembro de la Iglesia* de AntioquIa de Siria. Esta comunidad, fundada por 10s partidarios de Esteban que tuvieron que abandonar Jerusalen tras el martirio de su maestro, era de orientacίόη liberal. Por υη lado, practicaba la mίsίόη a 10s paganos; por otro, profesaba una actitud abierta respecto a que 10s paganos convertidos estuvieran obligados a someterse a la ley mosaica. Pablo habia encontrado en esta comunidad abierta su patria espiritual, pues la aΡarίcίόη de Cristo resucitado en el camino de Damasco le habla hecho comprender la inanidad de su conducta pasada. lNo habia sido su adhesίόη sin matices a la ley 10 que le habIa conducido a perseguir a las nacientes comunidades cristianas, Υ a ir, de ese modo, en contra del Hijo de Dios? ΕΙ acontecimiento de Damasco le habia mostrado que Dios ηο pedIa una obediencia ciega a Ιa ΙeΥ en su ίηterΡretacίόη farisea*, sino 1a fe en Jesucristo. Υ esta nueva fe ya ηο se dirigia sόΙ0 a 10s judios, sino a todos 10s seres humanos. Esta comΡreηsίόη abierta e innovadora de la fe cristiana ηο ρο­ dla dejar de levantar oposiciones. Los judaizantes venidos de Judea -quizas de Jerusalen- se hablan sentido ofendidos por la οrίeηtacίόη que habia tomado la comunidad de Antioquia. Υ es que, en efecto, la comunidad de Jerusalen, dirigida por Santiago, el hermano del Sefior, defendia otro modo de ver las cosas. Para ella, la fe en Jesύs el Meslas* tenla que ir aconΊPafiada de una estricta vίηcuΙacίόη a las obligaciones tradiciona1es de 1a fe judIa: cίrcuηcίsίόη, frecueηtacίόη del Temp10, puesta en practica sin concesiones de 1a 1ey mosaica. Estos misioneros judaizantes ηο podian to1erar, por tanto, 1as libertades que se tomaban 10s cristianos de Antioquia; velan en ello nna traίcίόη intolerable a la doctrina al uso en la comunidad primitiva de Jerusalen. Este fue el primer incidente de AntioquIa, el primer conflicto entre Pab10 Υ 10s judaizantes llegados de Jerusalen. Ιa

asamblea de }erusalen podIa resolverse este conflicto? La comunidad de AntioquIa tοmό la iniciativa de constituir una deΙegacίόη que subiera a Jerusalen a someter la cuestίόη a 1a comnnidad primitiva, Υ en particular a sus colnmnas: Santiago, Cefas (Pedro) Υ Jnan. Si Pablo, que formaba parte de esta de1egacίόη, evoca este acontecimiento en 1a lCόmο

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ΕΝ

CONFLICTO CON LOS JUDAIZANTES

carta a los Galatas (2,1-10) es porque querίa mostrar a quienes se encontraban en esa misma dificultad cόmο Ζaηjό esta cuestίόη 1.1 comunidad primitiνa, la Iglesia con mayor prestigio del cristianisJll0 naciente. ~Cόmο Ροdrίaη los galatas ηο someterse a 10 que haω'1JΙ decidido los dίscίΡUΙοs mas ilustres que habίaη acompafiado a Jesίls durante su ministerio terreno? [vease p.188]. ΕΙ encuentro entre la comunidad de Αηtίοquίa Υ la comunid'1d primitiνa de Jerusalen es conocido con el nombre de concilio apostόΙίco ο asamblea de Jerusalen. Se trata, sin lugar a duda, del acontecimiento mas importante de la historia del cristianismo nacientc, pues fue la primera νez, despues de Pascua*, en que los dίscίΡUΙοs de Jesus se νieron en la οblίgacίόη de definir su identidad propia Υ especialmente de clarificar la νίηcuΙacίόη entre judaίsmο* Υ cristianisnlo. Acompafiado de Tito, un pagano-cristiano* ηο circunciso, Υ dc Bernabe, Pablo se hizo el abogado de la mίsίόη a los paganos Υ de 1<1 libertad, ante la ley mosaica, de esos mismos paganos. Υ gaηό el pleito: fue reconocido su trabajo misionero; tambien fue aceptada su ίηterpretacίόη del Eνangelio*. La decίsίόη de reconocimiento que tοmό la comunidad primitiνa de Jerusalen, dirigida por Santiago, Pedro Υ Juan, significaba la derrota de los judaizantes. Estos, momentaneamente νencidos, ηο iban, con todo, a resignarse. Notemos, sin embargo, que en Jerusalen, Santiago, el hermano del Senor, que se habίa conνertido en el jefe de la comunidad primitiνa -Pedro se dedicaba ya a tareas misioneras- fue parte comprometida en el acuerdo. Los judaizantes, que sin duda le inνocaban a su faνor, encarnaban una ροsίcίόη mas intransigente. Concretamente, la asamblea de Jerusalen decίdίό la creacίόη de dos campos misioneros: el υηο, atribuido a Pedro, englobaba a los judίοs; el otro, confiado a Pablo, a los paganos. Esta decίsίόη, que puede parecer puramente pragmatica, teηίa su base en una decίsίόη teοlόgica de la mayor importancia. Significaba que cada υηο -fuere cual fuere su origen religioso- Ροdίa creer en Jesucristo sin renegar de su identidad cultural. ΕΙ judίο ηο teηίa que abandonar su identidad judίa para creer; era llamado a creer en tanto que circunciso, miembro del pueblo de la Alianza, sometido a la ley. Ροdίa recibir a Cnsto en la mlsma sItuacιon en que el tνangellO le habia encontrado. Ροdίa νiνir su fe manteniendose fiel a la tradίcίόη de νida en que habίa sido educado. Υ de igual forma, el pagano ηο teηίa que hacerse judίο para conνertirse en cristiano; ηο teηίa que hacerse circuncidar, ηί tampoco teηίa que cargar con el conjunto de los lllandamientos que regίaη la νida de Israel. La fe en Cristo era 10 llnico que importaba; llamado como pagano, era, en tanto que pagano, con-

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vertido -sin ninguna otra exigencia- como podia vivir su t'e. La llnica base sobre la que en adelante se fundamentaban las comunidades, Υ que transcendia su diversidad, era la fe en Cristo. Por primera vez se definia el elemento constitutivo Υ congregador de la identidad cristiana: la fe en la persona de Cristo muerto Υ resucitado COn10 llnica fuente de saΙvacίόη. Los judaizantes ηο podIan sentirse satisfechos (οη esta decίsίόη, pues, para ellos, la herencia de 10s Padres ηο era opcional. Νί siquiera para 10s paganos convertidos. Sin poner en litigio la fuηcίόη decisiva de la persona de Cristo en la saΙvacίόη del creyente, ellos mantenlan el caracter normativo Υ sagrado de las tradiciones de Israel. Quien quisiera hacerse miembro del pueblo de Dios debia circuncidarse; quien qιiisiera vivir fielmente en el seno del pueblo de Dios debla cumplir sin restricciones la ley dada ροι Dios a Moises en el Sinai. ΕΙ contenido de la Escritura ηο era negociable, ηί susceptible de revίsίόl1. ΕΙ

segundo incidente de Antioquia De esta forma quedaba programada la Ρrόχίma crisis, que se produjo poco tiempo despues: fue el segul1do il1cidel1te de Al1tioquia. Pablo 10 relata el1 estos terminos:

Mas, cuando vino Cefas α Antioquia, me enjrente con el cara α cara, porque era censurable. Pues antes ql1e llegaran alglJnos de parte de 5antiago, comla en compafιia de los gentiles; pero l1na vez ql1e aql1ellos llegaron, emΡeΖό α evitarlos Υ apartarse de ellos por miedo α los circuncisos. Υ los demάs jl1dios disim11laro11 como el, hasta el punto de qιte el mismo Berrlabf se νίο arrastrado α Ιa sίnι11lacίόn. Pero en Cllanto νί ql1e no procedian rectamente, cσnforrne α Ιa verdad del Evangelio, dije α Cefas en presencia de todos: «5ί tu, siendo judio, vives como gentil Υ no cσmo judio, dcόmο fHerzas α los gentiles α judaizar?» (Ga 2,11-14). lCόmο se ΙΙegό a esta COl1froηtacίόη entre Pablo Υ Pedro? l Υ que papel jugό Sal1tiago en esta circul1stancia? La asamblea de Jerusalen habia fortalecido a Pablo en su ροsίcίόη. La comunidad de Antioquia estaba en su derecho -pareceria- de mantener la ruta que habla elegidu: misi6n a lus ra~anus Υ Ιίl>e1ίau aπίe la ley ιιιυ:,αίι.-α 1-'d1d lu:, que, de entre ellos, se col1virtieran. Pero habla υη caso ejemplar que ηο habia sido regulado ροι la asamblea de Jerusalen. La llegada de Pedro Υ, luego, la de gentes Ρrόχίmas a Santiago iba a hacer que emergiera a plena luz. La comul1idad de Antioquia era de hecho una comunidad mixta. Agrupaba tanto a judIos convertidos (judeo-cristianos*) como a

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ΡΑΒΙΟ

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CONFLICTO CON LOS JUDAIZANTES

paganos ganados para la causa del Eνangelio (pagano-cristianos). Hasta la llegada de las gentes cercanas a Santiago, judeo-cristianos Υ pagano-cristianos νiνlan en buena comΡreηsίόη Υ armonla. Sin νer en ello el menor problema, lleνaban una νida en comύη Υ compartlan la comida del Sefior. La llegada de Pedro ηο cambίό nada. ΕΙ principe de 10s aΡόstoΙes, que habia cedido la dίreccίόη de la comunidad primitiνa a Santiago Υ se dedicaba a tareas misioneras en el seno de la Diaspora*, habia ido aAntioquIa Υ, en un primer tiempo Υ sin sentirse molesto en 10 mas mlnimo, participaba en la νida de esta comunidad mixta. Compartia a las claras la comida de 10s paganos, conνertidos ciertamente, pero ηο obligados a cumplir las reglas de pureza ritual. Pasaba por alto, asl pues, aquel no-cumplimiento, aquella sίtuacίόη objetiνa de impureza que ηίηgύη judIo fiel habrla tolerado. Las gentes de Santiago, que pasaban una temporada en AntioquIa, iban a recordarle 10 que ellas juzgaban que era su deber. Basandose en el acuerdo alcanzado en la asamblea de Jerusalen, reclamaron que 10s judios conνertidos se comportaran en conformidad con sus tradiciones, que cumplieran las reglas de pureza ritual, sin por ello demandar a 10s pagano-cristianos que siguieran ese mismo camino. Sin embargo, esta exigencia estaba prefiada de tremendas consecuencias. Significaba que en adelante judeo-cristianos Υ pagano-cristianos ya ηο podrIan coexistir en el seno de una misma comunidad, ya que ηα podrIan celebrar juntos la Eucaristla. ΕΙ cumplimiento de las reglas de pureza ritual impedirIa en adelante que 10s judeo-cristianos se mezclaran con 10s pagano-cristianos Υ se mancharan con su contacto. Pedro primero, Bernabe despues, se rindieron a 10s argumentos de las gentes de Santiago. La comunidad se escίηdίό. ΕΙ punto de νista judaizante, que imponia el cumplimiento de la ley mosaica -al menos a 10s miembros judios de la comunidad-, habla triunfado. Pablo, escandalizado por el giro que tomaban 10s acontecimientos, se interpuso Υ deηuηcίό ante la comunidad reunida la espantada de Pedro. Efectiνamente, en un primer tiempo, Pedro, compartiendo la mesa de 10s pagano-cristianos, habia demostrado con su comportamiento que la fe en Cristo era el denominador comύη de la comunidad. Todo νarόη Υ toda mujer -fuese cual fuese su origen "'r"il h",π",fjr;aγ;ο" d'" Ι" 1ΎΙ11e +",,, la γ",<.'"_, re ligio"" ' );udin n rηarr""Α", ' vu rreccίόη de Cristo Υ miembros de su comunidad de pleno derecho. Sin embargo, en un segundo tiempo, retirandose de la νida comύn Υ arrastrando tras el a 10s demas judeo-cristianos, debido a su posicίόη de prestigio, Pedro habla permitido creer que el cumplimiento de las reglas de pureza ritual que gobernaban, desde el punto dc νista judio, el correcto desarrollo de las comidas, primaba sobre la fc en Cristo. Ιο que podia separar a 10s judeo-cristianos de 105 paganoγ

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ΡΑΒΙΟ

cristianos -1a obserνancia de 1as reg1as de pureza- era considerado, de hecho, como mas importante que 10 que 1es unla: 1a fe en Cristo crucificado Υ resucitado. Para Pab10, 10 que estaba en te1a de juicio era el fundamento mismo de 1a identidad cristiana. Entraba de nueνo en conflicto con 10s judaizantes, que atribulan una fuηcίόη decisiνa a 1a 1ey mosaica en 1a coηduccίόη de 1a νida re1igiosa. Es νerdad que en esta οcasίόη ηο era a los pagano-cristianos a quienes se llamaba a someterse a la 1ey, sino a 10s judeo-cristianos. Pero 1a cuestίόη fundamenta1 seguia siendo 1a misma. lCua1 es e1 fundamento de la Ig1esia? lCual es 1a coηdίcίόη de 1a sa1νaciόη? Para Pab10, ηο se podIa dudar. Εη aquella situacίόη, en 1a que e1 judeo-cristiano tenla que elegir entre 1a unidad de 1a Ig1esia, manifestada por 1a ΡartίcίΡaciόη comun en la Eucaristla, Υ e1 cump1imiento de las ob1igaciones rituales, 1a fe en Cristo tenla una prioridad absoluta. La fe era, Υ sό10 ella, la coηdίcίόη de la saΙνacίόη. Con un νigor que ηο hacla aceΡciόη de personas, Pablo deηuηcίό e1 juego de 10s judaizantes Υ refοrmulό 10 que e1 juzgaba ser el Eνangelio que habla recibido. La primacia de la gracia Υ de la fe en Cristo relatiνizaba la οblίgacίόη que se inΊponia a los judeo-cristianos de seguir la tradίcίόη de los Padres. lFue Pablo escuchado por 1a comunidad de AntioquIa? lLe hizo mas caso que a las gentes de Santlago? lLοgrό reganar a Pedro Υ Bernabe para su causa? Es imposible saberlo con seguridad. Sin embargo, e1 historiador tiene derecho a pensar que fue Pab10 quien Ρerdίό la partida. Ροτ una parte, se seΡarό de Bernabe (Hch 15,3640) Υ Antioquia dejό de ser, en 1a cοηtiηuacίόη de su trabajo misionero, la comunidad en que e1 ΑΡόstοl podIa apoyarse. Por otra parte, serla muy extrafΊo que si Pab10 hubiera salido νictorioso, ηο menBIBLIA

EL DECRETO Presentado por Lucas como cοηclusίόη de la asamblea de ]erusalen (Hch 15,23-29), el «decreto aΡοstόlιcο»lncluye cuatro puntos, destinados, en la traωcίόη vetero-testamentaria judia, a permitir la coexistencia entre judios Υ paganos (vease Gn 9,3-7). Esos cuatro puntos son: a) abstenerse de las carnes destinadas a 10s sacrificios paganos; b) abstenerse de la inmoralidad (es decir de matrimonios i1egίtimos a 10s ojos de la Ley, Lv 18,6-18); c) abstenerse

2.12

ΑΡοsτόLΙCΟ

de 10s animales estrangulados (carnes de animales que ηο hubieran sido matados segun el riτual judio); ά) CiDsienerse άι::: sangre (alimentos preparados con sangre) .

Que hernos decidido e1 Espiritu Santo Υ nosotros ΩΟ irnponeros rnas cargas que estas indispensab1es: abstenerse de 10 sacrificado a 10s ido10s, de 1a sangre, de 10s anirna1es estrangu1ados Υ de 1a irnpureza. (Hch 15,28-29).

ΡΑΒΙΟ

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CONFLICTO CON LOS JUDAIZANTES

cionara su exito en la carta a 10s Galatas. lNo habrίa sido un argumento muy fuerte poder invocar la adhesίόη a su punto de vista lie Pedro, de Bernabe Υ de las gentes de Santiago~

Un compromiso Sin embargo, serίa exagerado pensar que las gentes de Santiago pudieron invocar υη triunfo indiscutible en Antiοquίa. De hecho -en 1<1 medida en que podemos reconstruir la salida de este cont1icto- 1,1 sοlucίόη elegida se basarίa en υη compromiso. Los judeo-cristianos, representantes del ala judaizante que contaba con el favor de Jerusalen, renuηcίarίan a sus exigencias maximalistas. Εη cοntraΡartίdίl, 10s pagano-cristianos aceΡtarίaη plegarse a un respeto mίηίmο de 1,ls exigencias de la ley mosaica. Este mίηίmο convenido de respeto Sl' basarίa en 10 que se ha convenido en llamar el decreto aΡοstόlίco. Ιa sίgnίjicacίόn de

estos conflictos para 10s gάΙatas Dirigiendose a 10s galatas, caldos en la όrbίta de misioneros jUl-!
Εη la asamblea de Jerusalen Pablo se comΡrometίό a οrganίΖί1Γ ΙΙI1,1 colecta, en las comunidades fundadas ροτ el Υ en las nuevas llue ΙΊιl1­ dara, en favor de la Iglesia madre. Νο se trataba de una simple ίιαί(ΊI1

2ι.

ΡΑΒΙΟ

caritatiνa para sostener a una comunidad en necesidad. Esa colecta tenla un sentido teοlόgίco. Para Pablo se trataba de demostrar, al reunir las ayudas, que la Iglesia constitula una unidad. Aunque los pagano-cristianos hablan tomado un camino propio que les distingula del tomado por los judeo-cristianos -Υ en particular de los que sostenlan la lίnea judaizante- querlan mostrar, dirigidos por Pablo, que reconoclan el papel de la Iglesia madre Υ que se sentlan deudores para con ella: de ella les habla llegado la Ρredίcacίόη del

Eνangelio.

Por eso, cuando Pablo estίmό que su actiνidad misionera en Oriente habla acabado Υ que en adelante debla dirigirse a Occidente, jUΖgό que era su deber lleνar a Jerusalen la colecta reunida durante afios en las Iglesias de Asia Menor, Grecia Υ Macedonia. La acogida que le hicieran serla muy significatiνa: si era positiνa demostrarla la unidad de la Iglesia. Si reciblan a Pablo Υ a sus colaboradores como hermanos Υ aceptaban su ayuda, los cristianos de Jerusalen estarlan reconociendo, en ese mismo hecho, la Ρredίcacίόη Υ la obra misionera del ΑΡόstοl. Sin embargo, en la carta que escrίbίό a los Romanos, el ΑΡόstοl se νίο obligado a admitir que su νiaje a Jerusalen estaba cargado de riesgos Υ que la acogida que dispensaran a la colecta podIa πο ser faνorable:

Os suplico, hermanos, por nuestro Seiior ]esucristo Υ por el amor del Espiritu Santo, que lucheis juntamente conmigo en vuestras oraciones rogando α Dios por mi, para que me vea libre de los incredulos de ]udea, Υ el socorro que llevo α ]erusalcn sea bien recibido por los santos; Υ pueda tambien llegar con alegria α vosotros por Ιa voluntad de Dios, Υ disfrutar de algun reposo entre vosotros (Rm 15,30-32). Dos peligros acechaban al ΑΡόstοl. Por una parte, para los judlos, Pablo, el fariseo conνertido al cristianismo, era υη renegado que habla negado Υ desacreditado en todo el Imperio romano el orgullo del judaIsmo, es decir la ley mosaica. Merecla ser castigado. Por otra parte, para los judeo-cristianos de la lίnea judaizante, Pablo era tambten un aΡόstata: oportunιsta, habίa dltundldo un .hνangellO que dejaba de lado 10 esencial judIo: la cίrcuηcίsίόη, la ley mosaica, la historia de Dios con su pueblo. Νο habla hecho un serνicio al Eνangelio de Jesucristo, sino que 10 habla perνertido. Aceptar la colecta que trala equiνaldrIa a implicarse con quien habla traicionado la fe. Υ para los judeo-cristianos reagrupados alrededor de Santiago era ponerse en una sίtuacίόη diflcil con su entorno judlo. 234

ΡΑΒΙΟ

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CONFLICTO CON LOS

JUDAIZANTES

Los temores del ΑΡόstοl estaban fundados. Poco tiempo despues de su llegada a Jerusalen, fue detenido en circunstancias poco claras. Cuando por ίηstίgacίόη de Santiago iba al Templ0, -acompafiando a cuatro judeo-cristianos a quienes se les cumplίa el plazo de su νoto de nazireato* Υ tenlan que cumplir el acto de Ρurίficacίόη exigido, Υ demostrando asl que ηο era el enemigo tan desacreditado de la fe mosaica, algunos judios de la Diaspora le reconocieron e hicieron que le detuνieran. Νο se sabe si, en el entretiempo, Pablo pudo entregar la colecta en la que tantos esfuerzos habia inνertido durante tanto tiempo. La coηSΡίracίόη que condujo al encarcelamiento del ΑΡόstοl, a su proceso Υ, luego, a su martirio en Roma, lla montaron judios aislados ο fueron ayudados por 10s circulos judaizantes de Ιι comunidad primitiνa? Nunca 10 sabremos. υη hecho sigue en pie: Pablo Ρagό con su νida su coηceΡcίόη del Eνangelio.

J. Ζ.

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6.6. Ει DEUTEROPAULINISMO

EIS cartas c1asificadas entre 1as de Pab10 son de una autenticidad discutida. La atribuciόη a1 mismo Pab10 de a1gunas de ellas es hoy objeto de debate: ta1 es el caso de 1a segunda carta a l0s Tesa10nicenses, de la carta a 10s Colosenses Υ de 1a segunda carta ..\ Timoteo. Esta muy amp1iamente admitido que otras las escribierol1 dίscίΡuΙ0S de Pablo, ya muerto, utilizando su nombre. Αsί pues, SOIl c1aramente ΡseudοeΡίgrafοs*: quiza 1a carta a 10s Efesios, 1a ΡrimeΓί\ a Timoteo, la carta a Tito. Esta segunda 01a de escritos pau1inos, CL\ΥΟ autor ηο es seguro que sea Pab10, constituye e1 feηόmeηο del «deuteropaulinismo». Generalmente se denominan «Cartas de1 cautiνerio» a las cart"ls que presentan a Pablo en Ρrisiόη (se trate ο ηο de cartas autenticas): Efesios, Filipenses, Colosenses Υ FiΙemόη. Desde 10s comienzos dl'l sig10 XVII1 se han llamado «Cartas pastorales» a tres cartas que est..in dirigidas a un s010 destinatario, jefe de comunidad (las dos ί\ Timoteo Υ la carta a Tito). [para 2 Ts, vease ρ. 499].

S

LAS CARTAS Α LOS EFESIOS Υ Α LOS COLOSENSES

La autenticidad de 1as cartas a 10s C010senses Υ a 10s Efesios fue puesta en te1a de juicio ('η e1 sig10 ΧΙΧ. Si e1 ΑΡόst01 ηο es su autor, ciertamente ς! e ς ςυ i.,ςn ί. ir3d()r t3n nrnΥim()ς ρςt:in ρςf()ς ρςπitος, f'll forma Υ contenido, a 10s autenticamente paulinos. Su lugar ell cl canon* de 1a Escritura nunca ha sido contestado. υη feηόmeηο ίΙllίΙ­ 10go sucedίό con 10s grandes profetas de1 Antiguo Testamento Υ SLlS dίscίΡUΙοs. Hay que distinguir10 de 1a ίηterνeηcίόη de falsarios, φιι' se inspiraron en autores ce1ebres Υ deformaron su pensamicnto (como en el caso de la correspondencia entre Pablo Υ Seneca). ~'

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ΡΑΒΙΟ

Las dos cartas, a 10s Colosenses Υ a 10s Efesios, presentan υη buen numero de puntos comunes. 5etenta Υ tres versiculos de la carta a 10s Efesios, sobre 10s clento qulnce de que consta, tlenen υη paralelo en Colosenses. Por este hecho, en muchas ocaslones se ha lntentado saber cual de ellas sίrvίό de modelo a la otra. ΕΙ analisis de 10s temas concede la anterloridad a Colosenses. Εη efecto, 10s temas mayores de las cartas a 105 Romanos Υ a los Galatas (ley* Υ justίficacίόη) han desaparecido; palabras utilizadas por Pablo tlenen aqui υη sentido diferente (por ejemplo etne, que designa a las naclones* Υ ηο a 10s paganos* en su COΠ1Ροrtamίeηtο ίdόΙatra); hacen su aΡarίcίόη temas nuevos (por ejeΠ1ΡΙ0, el coηοcίΠ1ίeηto). 5ί nos atenemos a las lndicaclones del texto, la carta a los Colosenses se dirlge a.los habitantes de una cludad de Frigia, sltιιada en el eje comercial que unla a Efeso con lconlo, cludad evangelizada por Epafras durante la estancla de Pablo en Efeso entre 10s anos 51 Υ 54, Υ destruida en 10s anos 60-61 por υη terreΠ10tο. La carta se presenta como escrlta durante una cautlvidad del ΑΡόstοl (Efeso, Cesarea ο Roma). Habrla que fecharla, por tanto, alrededor del ano 60. 5ί se piensa que, a pesar de sus lndicaclones, la carta ηο es de Pablo, se debe considerar, entonces, que los aconteclmlentos hίstόrί­ cos estan reinterpretados Υ, en este caso, la carta pudo haber sido envlada a una comunidad que ηο tendrla reΙacίόη con la cludad destruida. Εη aΠ1bοs casos, la redaccίόη se sitίιa entre el aflo 60 Υ el 70. La carta esta dirlgida a una comunidad en crlsls: una comunidad que aparta su mlrada de Crlsto para volverla a las potencias celestes e lntenta relntroduclr las practicas judaIzantes* en Π1aterίa liturgica Υ de observanclas. ΕΙ autor vuelve a centrar a 10s creyentes en la persona de Crlsto que arranca a 10s cristianos de las tinieblas para ίηΙro­ duclrlos en el Relno. Desarrolla, luego, las consecuenclas de la ΡΓί­ macla absoluta de Crlsto sobre todo 10 creado Υ 10 hace en tres grandes movlmlentos, que hablan del mlnlsterlo de Pablo (1,24-2,5), de la aΡreΠ1ίante ίηvίtacίόη a volver a la fe en Cristo (2,6-3,4) Υ, el ίιlΙί­ mo, contlene una eχhοrtacίόn a entrar en 10s modos de actuar de Crlsto (3,5-4,6). La cata a 10s Efesios ηο lleva meηcίόn precisa de destlnatarlos. Con10 la carta a 10s Colosenses, se coloca bajo la autoridad de Pablo ρonr.,1'"rCJol .... r1n

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varlas comunidades. Es υη texto tardlo. 5ί se trata de υη texto de Pablo, esta escrlto antes del ano 64 ο 67. La cautlvidad de que habla podrIa ser la de Cesarea ο la de Roma. 5ί se trata de υη texto cuyo autor ηο es directamente Pablo, puede sltιιarse entre 10s afios 70 Υ 80. Trata de la reΙacίόη entre Crlsto Υ la comunidad de 10s creyentes en υη momento en que la Parusla* ya ηο es percIbida como ίnΠ1e­ diata Υ en el que la comunidad crlstlana esta en plena eΧΡaηsίόn. ΕΙ 238

EL DEUTEROPAULINISMO

analisis de esta nueva sίtuacίόη integraun doble aspecto: una partc dogmatica (1,15-3,21) en la que se definen el ser cristiano, la existencia en Ig1esia* Υ e1 misterio que nos hace descubrir la Iglesia ρο)" Cristo; Υ una segunda parte (4,1-6,20) que es una exhοrtacίόη a 110 pensar 1a existencia cristiana a1 margen del crecimiento Υ de la υl1ί­ dad de 1a Ig1esia. Tres temas principa1es se abordan en estas dos cartas: la cristologia*, la eclesiologia Υ la etica cristiana. Ιa

cristologia: Cristo en Ιa creacίόn La carta a 10s Colosenses desarrolla υη aspecto entrevisto por I;ls cartas de la madurez: ellugar centra1 de Cristo en la creacίόη. Cristo es aque1 que ha reconciliado todo mediante su cruz. Εη efecto, puedc reconciliarlo todo porque en el Υ para e1 ha sido creado todo. υπ mediador de tal categoria excluye a cua1quier otro intermediario entre Dios Υ 10s seres humanos, ange1es, dominaciones, potestades, pues todas estas criaturas visib1es e invisibles estan sometidas ;1 Cristo de1 que dependen. Nada ηί en e1 orden de 1a creacίόη ηί el1 cl orden de la historia puede sustituir la grandeza personal de Cristo Υ su fuηcίόη. Esta vίsίόη encuentra su cima en 1a carta a 10s Efesios. Α la luz del Resucitado, el autor, cuya refleχίόη se ha enriquecido con el tral1Scurso de 10s afίos, comprende que el designio de Dios consiste, desdl' el origen, en hacernos «hijos en e1 Hijo» (Ef 1,3-14). Εη Cristo, el sc)" humano se descubre e1egido, distinguido, amado, desde antes de Ι1 fuηdacίόη del mundo. ΕΙ acento recae en 1a dίmeηsίόη vertical de 1<1 re1acίόη con Cristo (Cristo esta por encima de todo) sin que eso dafΊc su eχteηsίόη horizontal (Cristo esta entre nosotros Υ en nosotros). Επ efecto, cuanto mas ausente de la historia parece estar Cristo g10rioso, debido a1 retraso de 1a Parusla, tanto mas ejerce misteriosamente Sl! influjo ene1 mundo, en particular sobre 10s seres humanos Υ sobrc ι·ι cosmos. Por eso el autor se atreve a decir que 10s cristianos ya est;111 resucitados con el (Ef 2,6). Visto desde ellado de Cristo, todo esta Υ;1 dado. Visto desde ellado del ser humano, este sabe, en la fe, que su vida consiste en estar con Cristo actuando en la historia mientras 110 se haga realidad cumplida el acabamiento del mundo. Ιa

eclesiologia: Cristo Υ la Iglesia Si Cristo es la cima de la creacίόη, es tambien la cabeza de !a COIl1lInidad de 10s creyentes que confiesan su nombre, es decir, de 1<1 Iglesia. Esta ηο es υη grupo que se defina, el1 primer lugar, cultu)",]1 ο socialmente, sino que se define en reΙacίόη a Aque! en quien CI\,I cree Υ del que recibe la vida.

ΡΑΒΙΟ

La carta a 10s Efesios desarrolla, en fuηcίόη de la experiencia paulina, que es la Iglesia. Α partir deΙωοωeηtο en el que ekklesia ya ηο designa a una Iglesia particular, cοωο Ροdrίa ser la de Corinto ο la de Rοωa, sino la Iglesia universal, est~ puede ser designada coωο el cuerpo del que Cristo es la cabeza: «ΕΙ [Dios] le coηstίtuΥό cabeza suΡreωa de la Iglesia, que es su cuerpo» (Ef 1,22-23, Col1,18). Si la dίstίηcίόη cabeza/cuerpo es propia de las cartas de la cautividad, la ηοcίόη de cuerpo, por su parte, proviene de las Ρrίωeras cartas de Pablo. ΑΙ grupo de 10s creyentes se le ΙΙaωa en ellas cuerpo de Cristo por el hecho de su ΡartίcίΡacίόη en la Εucarίstίa (l Co 12,27). Esta ίωageη esta asociada al teωa del cuerpo tal Υ coωο 10 utilizaban 10s estoicos en el contexto social. Efesios retοωa, sin eωbargο, esas perspectivas en ιιη sentido universal. La ίωageη del cuerpo, convirtiendose en una definίcίόη de la Iglesia, Ρerωίte afirωar la unidad en la diferencia. ΕΙ cuerpo es inseparable de la cabeza Υ sin eωbargο ιιηο Υ otra funcionan de distinta fοrωa. La cabeza sugiere el origen, la autoridad, la vida dada, ωίeηtras que el cuerpo, en su reΙacίόη con la cabeza, ίωΡlica la cohesίόη, la vida recibida. La ίωageη del cuerpo se enriquece con la de «el hοωbre nuevo». Cristo crea «ιιη solo hοωbre nuevo», reconciliando dos entidades (judios Υ naciones) «en ιιη solo cuerpo» (Ef 2,15-16). Se trata de nna realidad nueva que ηο es resultado ηί de una fusίόη ηί de una suωa ηί de una ΥιιχtaΡοsίcίόη de esos dos grupos. Τaωbίeη se describe a la Iglesia en tenninos de esposa. ΕΙ antor ηο retοωa la teωatίca de las bodas de dios e Israel. La refleχίόη sobre la Iglesia «cuerpo de Cristo» le Ρerωίte afirωar que Cristo aωa a la Iglesia coωο a su propio cuerpo. Seωejaηte lenguaje de aωοr para hablar de la reΙacίόη de Cristo Υ de Ia Iglesia es capaz de disipar la idea de que la Iglesia serίa ιιη grupo de creyentes cerrado sobre sί ωίsωο. ΑΙ contrario, ese grupo esta ΙΙaωadο a ιιη crecίωίeηtο Υ a una eχteηsίόη que, por el anuncio del Evangelio, haga ωaηίfiesta la grandeza de Cristo ωas aIIa de todas las fronteras. Para la carta a 10s Efesios, la Iglesia fοrωa parte, en adelante, del objeto de la fe. Cristo esta incorporado de tal fοrωa a la Iglesia que es ίωΡοsίble proclalnar la fe en Cristo sin asociar a su Iglesia. Eso ηο ςiρηifiC::1. ςίη ρmI1;:ιrQ(). (ΙIlΡ 1::1 TQIE'sia este en el mism() nlano aue Cristo ο que ella ocupe el lugar de Cristo. La Ρrίωacίa de Cristo sobre ella se ωaηtίene sίeωΡre fuerteωente subrayada. V '

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etica cristiana Las dos cartas insisten ηο sόΙ0 en la dίωeηsίόη cognitiva en la que el creyente debe entrar, sino sobre todo en la coηfiguracίόη vital que

240

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DEUTEROPAULINISMO

debe tener con Cristo. La incompatibilidad entre las costumbres paganas Υ la fe en Cristo es absoluta. ΕΙ cristiano debe abandonar <11 «hombre viejo» para revestirse del «hombre nuevo», eΧΡresiόη tomada aqUΊ en sentido etico (Col 3,9-17; Ef 4,1-2.22-24). Las costumbres paganas son una idοlatrίa. ΕΙ autor recurre a ejemplos (robo, mentira, maldad) que son lugares comunes de la moral elemental. Considera, con ello, a la luz de Cristo, 10s campos fundamentales de la existencia humana en los que se construyen las relaciones entre 10s seres humanos. ΑΙ hombre nuevo ηο se le pone frente a υη ideal imposible puesto que es el ΕSΡίritu Santo el que nos establece en comuηiόη con Dios (Ef 4,25-32). La novedad de costumbres en Cristo ηο retira al cristiano del mundo en el que esta llamado a vivir, puesto que Cristo es la medida respetuosa de la verdad de ese mundo. Es en las estructuras del mundo donde la existencia de hijo debe llevarse adelante para que sea la existencia de υη testigo (Col 3,18--4,1; Ef 5,21-6,9). La novedad de costumbres alcanza, entonces, a la vida social. Sin embargo, la cuestίόη ηο se aborda en su angulo polίtico ο ecoηόmico, sino bajo el angul0 de la comuηiόη indestructible que debe unir a 10s cristianos entre sί en el seno de la Iglesia. Esta noνedad de costumbres cambia radicalmente ηο sόΙ0 las relaciones entre esposos, sino tambien las relaciones entre hijos Υ padres Υ entre amos Υ esclavos. Se propone asί υη tipo de relaciones humanas que el mundo antiguo difίcilmente Ροdrίa imaginar. Ιο que cuenta para las cartas a 10s Efesios Υ a los Colosenses es la relaciόη de todo ser humano, sea quien sea, con Dios. Ningun status, ninguna condίcίόη deben impedir νivir la fe. CH.R. LAS CARTAS PASTORALES

Las dos cartas a Timoteo Υ la carta a Tito son llamadas con justicia «cartas pastorales» (desde el comienzo del siglo XVIII), pues se dirigen a responsables de comunidades que deben hacer frente a las dificultades de una existencia cristiana de grupo en el mundo Υ en la duraciόη del lienιpu. Se sinίan (laraII1enle eIl υΙ1 ωηίαιu Iluevu en reΙacίόη al contexto pau1ino, Υ en una nueva sίtuacίόη de Iglesia. La comΡaraciόη con la primera carta a los Tesalonicenses es esclarecedora: en esta Pablo iηterveηίa directamente en una comunidad muy joven situada en ambito pagano, para que se mantuviera fiel en su ΟΡciόη mοηοteίstaΥ en su fe en el Senor resucitado. Se trataba de eνitar a cualquier precio que recayera en la ίdοlatrίa circun-

PABLO

dante, Υ de que se mantuvlera pura Υ firme en 1a espera urgente de 1a venida del Sefior; porque el ΑΡόstοl esperaba que la Parusla acontecerla en la presente geηeracίόη Υ, por eso, la perspectiva era guardarse del mundo ηο dejandose agarrar por la crltlca ηί por 10s juicios exteriores. Por el contrarlo, la Iglesia de 1as Pastora1es es una Iglesia de la tercera geηeracίόη: Timoteo habla recibido la fe de su madre Eunlce Υ de su abuela Loida; iban estando lejos 10s tiempos aΡοstόlίcos, 10s tlempos del origen, Υ se planteaba la cuestίόη de cόmο mantenerse fieles a ese origen. De hecho, cambia tambien la coηceΡcίόη del tlempo: el Sefior tarda en venlr Υ las comunidades que νίνeη e1 retraso de 1a Parusla se ven ob1igadas a pensar su futuro de otro modo. Para ellas se conVlerte en vltal lnsta1arse en e1 mundo Υ ηο ya frente al mundo, ese mundo grecο-rΟ1ηaηοde las «casas» de comlenzos del siglo ιι. Esas comunidades estaban, ademas, agitadas desde el lnterlor por la coηtestacίόη, estaban amenazadas por sus proplos mlembros de dίsΙοcacίόη ο de eΧΡΙ0sίόη: tentaclones judalzantes (gusto por 10s mltos Υ 1as genealoglas, 1 Tm 1,4), derlvas entuslastas* (con la afirmacίόη de que 1a Resurrecciόη ya ha tenido lugar, 2 Tm 2,18), rlesgos de revuelta en las capas desfavorecidas, mujeres Υ esclavos (1 Tm 2,12; 6, 1-2). Estos desόrdeηes acentuaban 1a crltlca exterlor Υ ρο­ drlan poner a las comunidades en una situacίόη diflcil ante las autoridades. Aslstlmos, entonces, en las cartas pastora1es, a una nueva toma de postura slmu1taneamente doctrlnal Υ disclplinar, con una nueva reΡreseηtacίόη de Pablo como fuente Υ modelo de1 mensaje a transmltlr, asl como a una nueva reΡreseηtacίόη del tiempo a Vlvlr en e1 mundo, dando a ese mensaje una nueva vlsibi1idad. Una nueva figura del αΡόstοl Υ del mensaje α transmitir Frente a la crecida de falsos doctores Υ de doctrlnas desviacionistas, convenla vlncu1ar de manera definitiva el presente de 10s herederos al tiempo de los primeros testigos; ύηίcameηte la autoridad de Pablo podla asegurar 1a Iegltlmidad de Ias palabras que se pronunclaban en una sίtuacίόη nueva. Efectivamente, su autoridad habla llegado a scr υη3 ;ιutοrid3d refere!1cial Υ su !1ombr~ antorizab3 13.. toma .. ι:!ρ postura disclplinares ο doctrlnales de 10s nuevos dirlgentes. Es la palabra de Pablo la que resuena en medio de la comunidad (se han podido contar hasta 85 lugares con motlVos ο vocabularlo paulinos en las cartas pastorales) jMas aύη, Pablo se ha convertido en el modelo a seguir Υ, Ρaradόjίcameηte, en el modelo del pagano convertido! Pablo es slmultaneamente quien traηsmίtίό, entre cadenas Υ sufrimientos, la tradίcίόη kerigmatica*, Υ qulen adaΡtό 1a fe a υη a 242

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DEUTEROPAULINISMO

υπ contexto nueνo: anunciando su Eνangelio a los griegos*, fue maestro de tradίcίόπ Υ de libertad. La traπsmίsίόπ del mensaje Υ de los poderes aΡοstόlίcos a Timoteo Υ a Tito se conνierte en el modelo Υ garaπtίa de una traηsmίsίόl1 bien realizada, Υ en consecuencia de una actualiΖacίόη posible. Si Pablo es el «modelo de base» de la fe Υ de la mίsίόη (l Τιη 1,16; 2 Τιη 1,13), a su νez Τίωοteο Υ Tito deben conνertirse en ωοdelοs para 105 creyentes Υ depositar la herencia en hοωbres de confianza que seί1ll capaces, taωbίeπ ellos, de ensefiar a otros. Nueνos responsables aparecen, en efecto, cuyas cualidades estan bien caracterizadas, pero cuyas responsabilidades respectiνas se ιηaηtίeηeη fluidas: el eΡίsco­ ρο, el presbitero, Υ l0s diaconos. Aunque sea difίcil distinguir las ful1ciones del epIscopo-presbitero, por una parte, de las del diacono, ΡΟΓ otra, es claro que el episcopo es fundaωeπtaΙmeπte υπ ensefiante, el responsable de la sana «didascalia»* (l Τιη 3,2; 5,17; 2 Tm 4,3). Su papel es a la νez pastoral Υ doctrinal; debe consagrarse a la lectufί1 cultual, a la ΡrocΙaιηacίόπ de la palabra Υ a dar anίιηοs: refutacίόη, reοrίeηtacίόη, amenazas, subrayan la νίηcuΙacίόη existente, en l0s que se desνlan, entre las falsas doctrinas Υ las perνersiones de COl11portamiento (2 Τω 4). ΕΙ destinatario debe recoger sobre todo el deΡόsίtο tradicional Υ releerlo a la luz de la sίtuacίόη nueνa para transmitirlo a la geπerίΙ­ cίόη ascendente. La fόrωuΙa de autenticidad, «Ia palabra de confianza» es nueνa; inaugura υπ νocabulario de doctrina Υ de dίscίΡΙίηί1, que se orienta a aclarar, fortalecer Υ dar seguridad, en υη clima comunitario en el que hay ίπcertίduωbre, si ηο coηfusίόη. Este νoca­ bulario se νincula eSΡecίaΙιηeηte a la ίωageη de «Ia herencia recibida», del «deΡόsίtο confiado» (l Τω 6,20; 2 Tm 1,12; 2 Tm 1,14). Con frecuencias estos terωίηοs son mal coωΡreπdίdοs Υ considerados cοωο signo de una ωeπtaΙίdad conserνadora, ο peor, de υη repliegue pusilanime Υ ωίedοsο sobre el pasado. ίΗabra desertado dc estas Iglesias el soplo del Espiritu? Si se consideran las cosas mas ι1ι' cerca, se cae en la cuenta de que el deΡόsίtο confiado a Timoteo COI1siste en retοιηar 10 que es sίωuΙtaηeameηte sedίInenΙacίόn Υ actuί1­ lίΖacίόη de l0s contenidos tradicionales de la fe: tradίcίόη eνangeli­ ca Υ motiνos paulinos se ιηeΖcΙaη con pasajes de caracter hlmnico, Q~j-l'1" pv",",;" va~u'mc'n"" a Ι:ect"d"~ ;ΙαΙ ~ ..ί.. '""vι..ι.V ..ί..VΥiV "'Ie α~"" "O"'"''''"';;Ι'';Ι''~ ..ι.1J.u..ί uι.λ.U'"-u') """Ώ Ι ..1.\...V.ί.i '-.'J normatiνos de la fe, fragιηeηtοs de catequesis α confesiones de fe, que unen fidelidad al kerigma* Υ noνedad de eΧΡresίόη Veωοs quc la exhοrtacίόη se despliega nutriendose de trozos lίtύrgίcos ο «1tcqueticos* anteriores Υ respondiendo a las necesidades actuales de los cristianos. Se desprende de todo eBo una eleνada cristologIa quc insiste ('η la humanidad de Cristo como ύηίco ιηedίadοr Υ ηα duιΙι en saludarle como Dios Υ Salνador. Aparece υπ inicio de l0s sίιηl)()11

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24.1

ΡΑΒ ΙΟ

10s de la fe que se desarrοlΙanίη en el sigl0 ΙΙ con Ignacio de Antioquia ο Ireneo de ΙΥοη. ΕΙ deΡόsίtο (en griego paratheke) ηο es, por tanto, un cuerpo de doctrlna fijada Υ est<ίtica; con ayuda de un sutil juego de palabras, es un cuerpo que se da como la tradίcίόη de la alianza (diatheke) que, al transmltlrse (para-, «a 10 largo de») de una geηeracίόη a otra, se adapta Υ se construye. Una nueva reΡresentacίόn del tiempo α vivir en el mundo grecorromano ΕΙ termlno paulino «parusia» ya ηο aparece en las Pastorales; queda reemplazado por un vocabularlo nuevo que es el de la «manifesta(ίόη» (epiJaneia). La epifanIa ο maηίfestacίόη del 5efior Jesucrlsto domlna en adelante el tiempo crlstlano: abre un gran arco desde la prlmera venida de Jesus hasta su maηίfestacίόη final. Εη efecto, la gracia de Dios se maηίfestό en un aconteclmlento pasado (vida, muerte Υ resurreccίόη de Crlsto) que abre un espacio nuevo Υ propone una vida nueva. ΕΙ eje de toda esta vida es, en adelante, la maηίfestacίόη futura, la ultima epifanIa esperada en la esperanza. ΕΙ tlempo abierto en el intervalo se presenta el mlsmo COllI0 un tiempo epifanico, un tlempo de saΙνacίόη Υ de gracla, que incluye todo un modo de vida. 5ί Jesucrlsto dio en la historla un «hermoso testlmonlo» (Ι Tm 6,13-15), 10s crlstlanos son llamados a su vez a dar cotidianamente ese mlsmo testlmonlo (2 Tm 1,8; 2,14). La gracla que ellos han recibido en el bautlsmo, por «el bafio de regenera(ίόη» (Tt 3,5) les ensena a VlVlr «con sensatez, justlcla Υ piedad en el tiempo presente» (Tt 2,12); estan encargados de hacer visible en su comportamiento de cada dla el relnado Υ la maηίfestacίόη de Jesucristo, es declr, la ρroροsίcίόη de saΙνacίόη que se ha hecho a todos los seres humanos. Dicho de otra forma, el tlempo crlstlano debe ser el tlempo de la Vlsibilidad de la gracla, Υ se comprende asl el papel obseslVo que juega la exhοrtacίόη a todo 10 largo de las cartas Pastorales. Para ofrecer una Vlsibilidad a la oferta universal de saΙνacίόη, las Pastorales hacen una ορcίόη que ηο carece de riesgos, Υ que se podrIa designar (οη el termlno moderno de lncuituracιon. Εη el mundo greco-romano de comlenzos del siglo π, el modelo soclal domlnante era el de la casa de estructura patrlarca1, en cuyo centro se encontraba la pareja domlnada por el marido; este estaba encargado de modelar a su joven esposa a su lmagen, para que ella le devolviera en todo una replica fiel de Sl mlsmo; las viejas Vlrtudes romanas se remltlan al honor: clVlsmo, fidelidad, estabilidad socia1, 244

EL

DEUTEROPAULINISMO

Υ

las grandes νirtudes estoicas que honran la figura del sabio se h,Iblan difundido ampliamente. Μοderacίόη, justicia, piedad, filantropia describian el ideal etico de la mejor sociedad, tanto en el ambito pagano como en el judio helenizado. Para las comunidades de las cartas Pastorales, la casa se conνier­ te ηο sόΙ0 en una metafora de la Iglesia (<
Semejante empresa ηο carece de riesgos. La crltica a1emana (ie finales del siglo ΧΙΧ reΡrochό abundantemente a las cartas Pastoralcs de haber perdido la noνedad eνange1ica, de haber producido cierto achatamiento del pensamiento pau1ino, en una palabra 10 que es,1 crίtica llamaba con menosprecio j«su cato1icismo burgues))! Viνiendo a1 ritlllo del mundo estoico, corrlan el pe1igro de perder Ι<ι pureza de la llamada Υ de ahogar e1 dinamismo misionero. La tentacίόη mas graνe era seguramente la de cierto conformismo: para conserνar su credibilidad a 10s ojos del111undo, las Iglesias de Tillloteo Υ de Tito exigian a las mujeres Υ a 10s esclaνos una sumίsίόη perfecta Υ un absoluto respeto a la jerarquia social. Pero el νiento de la contestacίόη soplaba sin duda con cierta violencia; en un tiempo (ie inseguridad, la Ig1esia de las Pastora1es Ιuchό por sobreνiνir Υ quiso asegurar, en primer lugar, una estabi1idad en el tiempo. jNo concltIyamos de ello demasiado pronto que era un cristianismo insIpido! Las cartas Pastora1es ηο olνidaron jamas el acontecillliento de salv,Icίόη que fundamenta a 1a Iglesia, ηί a1 EspIritu que la atraνiesa, Υ dieron a1 mundo que les rodeaba el testimonio de una esperanza ψιe se mantiene firme en el colllbate, remitiendo simultaneamente a ese mtInqo una imagen transfigurada de 10 que el lllismo consider,ll),1 su ideal: 1a piedad. Tambien eso era una manera de anunciarle el Eνangelio.

R. D.-R.

7 MARCOS Υ 'ΕΙ ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

Ε los cuatro evangelios canόnίcos, Marcos fue, sin du-

D

da, el primero en ser redactado, γ 10 fue ροco despues de Ια muerte de Pedro γ Pablo, en torno αΙ ano 70. Es tambien el mάs corto. Mateo γ Lucas se inspiraron en parte en su plan, γ relataron numerosos acontecimientos γ palabras que γα estaban en Marcos. De forma que las tres obras se pueden disponer en columnas paralelas γ leerse en sinopsis. Esta notable reΙαcίόn entre tres de los cuatro evangelio constituye 10 que se llama el fenόmenο sίnόΡtίco, fenόmenο en el que Marcos ocupa ellugar central.

247

7.1. MARCOS: AUTOR Υ DESTINATARIOS

Ε

L segundo evange1io* ηο lleva 1a firma de su autor, como tampoco 1a llevan 10s otros tres. Hay que esperar a1 sig10 ΙΙ para ver1e atribuido a Marcos. Eusebio de Cesarea, a comienzos de1 sig10 ΙV, aporta el testimonio de Papias, obispo de Hierapo1is en Frigia a1rededor de1 afio 11 Ο; este obispo a su vez aporta 1as pa1abras de un tal Juan el Presbitero: Υ el Presbitero decia esto: «Marcos, interprete que fue de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque no con orden, cuanto recordaba de Ιο que εΙ Seiίor habia dicho Υ hecho. Porque el no habia oido αΙ Sefίor ni 10 habia seguido, sino, como dije, α Pedro mάs tarde, el ωαΙ impartia sus enseiίanzas segun las necesidades Υ no como quien se hace una comΡοsίcίόn de las sentencias del Seiίor, pero de suerte que Marcos en nada se equίvοcό αΙ escribir algunas cosas tal como las recordaba. Υ es que puso toda su ΡreΟCUΡαcίόn en una sola cosa: no descuidar nada de cuanto habia oido ni engaiίar en ello Ιο mάs minimo» (Historia eclesίάstίca ΠΙ, 39,15; trad. de Argimiro Ve1asco Delgado).

Este testimonio ofrece preciosas indicaciones. Por una parte, el autor serla Marcos, que es mencionado en 10s Hechos de 10s ΑΡόs­ to1es (Hch 12,12-25; 15,5.13.37.39); acοmΡafiό a Pab10 Υ Bernabe en su primer νiaje misionero. Es citado varias veces en 1as cartas de Pab10 (Co1 4,10; Flm 24); Υ vue1ve a aparecer en 1a segunda carta a Timoteo (4,11). Tambien se le cita, por u1timo, en 1a primera carta de PeJl υ, 1:11 ld Υ Ut: ROlna c:S desίgΠάda COli c1 nombrc dc Babilonia (l Ρ 5,13). Por otra parte, el testimonio dice que Marcos es «interprete» de Pedro; termino este que ηο debe ser tomado en el sentido restrictivo de traductor. Marcos actuό como verdadero escritor de su obra. Fina1mente, Papias parece estar respondiendo a 10s detractores del evange1io de Marcos, a quienes 1es pareceria que carecla de pre249

MARCOS Υ EL ΡΕΝόΜΕΝΟ SIΝόΡΤΙCΟ

es cierto que Marcos ηο tuvo e1 orden cronode su comΡοsίcίόη; ηο era esa 1a preocupaensefiaba; pero esta coηstatacίόη ηο debi1ita en nada 1a exactitud Υ fide1idad de 10 que re1ata Marcos. lA quien destinaba Marcos su evangelio? Tampoco sobre esto tenemos ninguna ίηdίcacίόη precisa en e1 mismo evangelio. Las tradiciones antiguas dicen habitualmente que fue Roma, lugar en que fue martirizado Pedro, e11ugar de su redaccίόη. Cierto nllmero de 1atinismos que aparecen en e1 texto hacen probab1e esta hίΡόtesίs. Ademas, 1a 1engua que utίΙίΖό Marcos ηο fue en abs01uto e1 griego c1asico, sino mas bien e1 griego popu1ar que se usaba en toda 1a zona mediterranea. Marcos emΡ1eό, por tanto, 1a lengua de sus destinatarios, 1a que usaban en particu1ar 10s judίοs de 1a Diaspora* insta1ados en Roma. Con mayor Ρrecίsίόη, e1 conjunto de1 evange1io de Marcos parece perfectamente adaptado a 10s catecllmenos*. Εη su primera parte 10s re1atos inc1uyen una pregunta recurrente: lQuien es este hombre Jesus? La respuesta se da en e1 centro de1 evange1io: primero, en 1a Ρrοfesίόη de fe de Pedro: «Τύ eres e1 Cristo» (Mc 8,29); 1uego, en 1a traηsfiguracίόη: «Este es mi Hijo amado, escuchad1e» (Mc 9,7). La primera afirmacίόη la puede proc1amar un hombre, 1a segunda sό10 puede venir de una reνe1acίόη divina. Entre ambas, Jesus anuncia su Ρasίόη e invita a sus dίscίΡu10S a seguirle hasta la cruz: «Si a1guno quiere venir en pos de mί, nieguese a sί mismo, tome su cruz Υ sίga­ me» (8,34). Estamos asί en e1 centro de1 mensaje de1 evange1io de Marcos. Quien ha descubierto 1a identidad de Jesus ηο puede dejar de sacar 1a coηc1usίόη para su propia vida: ser dίscίΡu10 es poner 10s propios pasos sobre 10s de Jeslls, Cristo, Hijo de Dios. Εη todo el resto de1 evange1io segun Marcos, en e1 que Jesus se consagra a ensefiar a sus dίscίΡu10S, se v01vera a recordar este tema abundantemente: cisiones

crοη01όgίcas;

1όgίco como principio cίόη de Pedro cuando

Si uno quiere ser el primero, sea el ultimo de todos Υ el servidor de todos (Mc 9,35). Υο os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madrp.,;.itιadrp. . -,

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recibir el ciento por uno: ahora, aΙ presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos Υ hacienda, con persecuciones; Υ en el mundo venidero, vida eterna (Mc 10,29-30). Α 1a Ρetίcίόη de 10s hijos de Zebedeo de sentarse en la g10ria uno a su derecha Υ otro a su izquierda, Jesus 1es responde: «"Νο sabeis 10 que Ρedίs. lPodeis beber 1a copa que ΥΟ νΟΥ a beber ο ser bautizados

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MARCOS: AUTOR

Υ

DESTINATARIOS

con e1 bautismo con que ΥΟ νΟΥ a ser bautizado?". Ellos 1e dijerol1: "Sί, podemos". Jestίs 1es dijo: "La copa que ΥΟ νΟΥ a beber, sί 1a beΙχ'­ reis Υ tambien sereis bautizados con e1 bautismo con que νΟΥ a scr bautizado"» (10,38-39). Jestίs, que se hizo servidor de todos, invit.1 .1 sus dίscίΡu1οs a que tomen su mismo camino:

]esus, ΙΙamάnd01es, 1es dice: «5abeis qHe 10s (jlle son tenidos ("OnlO jefes de las naciones, las dominan como senores absolHtos Υ SHS grandL'5 las oprimen con SH poder. Pero no ha de ser asί entre vosotros, sino φιι' el qHe qHiera llegar α ser grande entre vosotros, serά VHestro servidoI~ Υ el qHe qHiera ser el primero entre vosotros, serά esclavo de todos, φιι' tampoco el Hijo del hombre ha venido α ser servido, sino α servir Υ ιι dar SH vida como rescate por nlLlchos» (Mc 10,42-45). E11ector de1 evange1io segtίn Marcos es conducido, de esa forn1.1, hasta e1 re1ato de 1a Ρasίόη. Pero en e1 centro de este tίltimo reΙιtο, descubrira, a traves de 1a figura de Pedro, 1a dificu1tad de seguir .1 Jestίs hasta e1 fina1: e1 Evange1ista pone en para1e10 e1 proceso dL' Jestίs ante e1 Saηedrίn* Υ e1 «proceso» de Pedro cuando se encuentr.1 en medio de 10s criados Υ criadas (14,53-72); a 10s fa1sos testimonios contra Jestίs Υ a1 si1encio de Jestίs responden 10s testimonios νerιΙι­ deros contra Pedro; a 1a pregunta de1 sumo sacerdote* sobre 1a idcntidad mesianica de Jestίs se corresponde 1a afirmacίόη que hacc 1<1 criada de que Pedro es ciertamente de1 c1an de Jestίs; a 1a respucst<ι de Jestίs: «Sί, ΥΟ soy» (14,62), se opone 1a respuesta de Pedro: «ίΥο ηο conozco a ese hombre de quien hab1ais!» (Mc 14,71). Jestίs cs condenado a mnerte mientras que Pedro queda 1ibre... pero llor.1 amargamente. F. Β.

7.2. MARCOS ΕΝ CONTINUIDAD CON PABLO: υΝΑ CATEQUESIS PARA LOS PAGANOS

partir del siglo ΙΙ, las tradiciones subrayan la reΙacίόη de Marcos coη el aΡόstoΙ Pedro, mas que sus contactos con Pablo. Ahora bien, si el autor del segundo evangelio* es ciertamente el Marcos ο Juan Marcos que acomΡafiό a Pablo Υ Bernabe en su primer viaje misionero, podemos esperar encontrar en su evangelio la influencia de los escritos paulinos*. Εη el vocabulario utilizado por Marcos ηο se constata esa influencia. Es inlltil, por tanto, buscar en Marcos ninguna dependencia literaria en reΙacίόη a Pablo. Εη revancha, una misma ΡreΟCUΡacίόη misionera subyace en las cartas de Pablo Υ en el evangelio segun Marcos: se trata de la apertura del Evangelio a 10s paganos*. Es a este nivel de la ΡreΟCUΡacίόη misionera en el que el evangelio segun Marcos, en su estado final, puede depender de los escritos paulinos, ο, al menos, testimoniar una misma ΡreΟCUΡacίόη. Los escritos del Nnevo Testamento atestiguan el papel esencial qne jιιgό Pablo en la apertura del Evangelio de Jesncristo a los paganos. ΕΙ libro de los Hechos sefiala varias veces que ese papel se 10 coηfiό Dios: KEste me es ιιη instrnmento elegido para llevar mi "" . . .,....+r iv.J Ιι".Γ> +;1..... (''' fU ..... "h G 1 ς,. //1\ιf""r"-J...,-1I "1"\Α.,..,.,,1Ι<:\ f-o (.\-rι"'T~'" nombr 1 \.... ",.... t-,V-i'1U- ..... 1 v -.. ...... ....._ re lejos, a 10s gentiles» (Hch 22,21); «... los gentiles, a 10s cuales ΥΟ te envlo» (Hch 26,17). Εη AntioquIa de Pisidia Pablo anuncia que en adelante se dirigira a los paganos (Hch 13,46). Εη su carta a 10s GaIatas, Pablo les recuerda esa vοcacίόη particular que tienen Bernabe Υ el mismo: «para que nosotros fueramos a 10s gentiles» (Ga 2,9).

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MARCOS Υ ΕΙ ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ LA ΡRΕΟCUΡΑCIόΝ POR ΙOS PAGANOS ΕΙ eνangelio segun Marcos se presenta como una gran catequesis* catecumenal* en la que ellector es conducido paso a paso a desembocar en la Ρrofesίόη de fe. ΕΙ relato del ministerio de Jesus en Galilea es fundamentalmente la οcasίόη de plantear la pregunta por la identidad de Jesus: lquien es este hombre que habla con autoridad, cura enfermos, expulsa demonios Υ proclama la llegada del Reinado de Dios? Una primera respuesta la da Pedro: Jesus es el Cristo (Mc 8,29); la segunda respuesta ηο es accesible a 10s humanos mediante sus meros razonamientos humanos, sino que νiene de Dios: Jesus es el Hijo muy amado (Mc 9,7). Estos titulos son νerda­ deros, pero susceptibles de ηο pocos contrasentidos: Pedro mismo οίπί que Jesus le llama Satanas cuando rechaza el anuncio de la Ρasίόη (Mc 8,31-32); es decir, que sόΙ0 se puede proclamar nltidamente la identidad de Jesus despues del relato de su muerte en la cruz. Por tanto, ηο es indiferente para nuestro ΡrΟΡόsίtο constatar que Marcos pone en boca de un pagano romano la primera confesίόη de fe en la fiΙίacίόη diνina de Jesus; tiene lugar al pie de la cruz, cuando Jesus acaba de morir Υ un ceηturίόη romano dice: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios» (Mc 15,39). Mientras que 10s sumos sacerdotes se mofaban de Jesus diciendo «jEl Cristo, el rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que 10 νeamos Υ creamos» (Mc 15,32), el centurίόη, el pagano, es presentado por Marcos como el modelo del creyente: al νer cόmο Jesus habla expirado, es decir νiendo a JesίIs en el colmo de su debilidad, es cuando el ceηturίόη ΡrocΙamό la fe cristiana. Reencontramos asl una constante del pensamiento paulino: mientras que muchos judIos, comenzando por 10s responsables, rechazaron a Jesus, una multitud de paganos se fueron adhiriendo a la fe cristiana. ΕΙ ceηturίόη al pie de la cruz les prefigura.

LA COMUNIDAD DE MESA ENTRE JUDIOS Υ PAGANOS

Dificilmente imaginamos hoy las dificultades que encontraron las primeras comllIljd(10e rr i sti;;1n:;J" rjl:;Jnd() ςρ ::Ihrjpr()n ::Ι ]()ς p::Ig::ln()" " Εη 10s primeros tiempos de la Iglesia* todos 10s que se adherlan a la fe en Jesucristo como Sefior eran judIos. Para ellos, Jesus muerto Υ resucitado era el que lleνaba a su Ρerfeccίόη Υ cumplimiento las Escrituras. Tenian conciencia, por tanto, de estar en continuidad Υ ηο en ruptura con el puebl0 judio del que formaban parte. Cuando 10s paganos comenzaron a adherirse a la fe cristiana, se ΡΙaηteό un problema crucial: lera necesario que 10s paganos pasaran antes por 254

MARCOS

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CONTINUIDAD CON

ΡΑΒΙΟ

la ίηtegracίόη al puebl0 judίο mediante la cίrcuηcίsίόη? La cuestίόl1 fue resuelta en la asamblea de Jerusalen [vcase ρρ. 189 Υ 228]. Pero seguίa en pie una cuestίόη espinosa: 10s cristianos de origen judio segUΊan respetando con toda normalidad las prohibiciones alimentarias que les diferenciaban de 10s paganos. Por ello, 10s pagal10s convertidos se veίaη rechazados de las comidas comunitarias. Es 10 que Pablo puso de manifiesto en la carta a 10s GaIatas (Ga 2,11- 14) reprochando a Pedro haberse dejado intimidar por cristianos de ΟΓί­ gen judio llegados de Jerusalen: Pedro ya ηο se atrevίa a comer con 10s cristianos de origen pagano. Pero era en el decurso de las col11idas cuando celebraban el memorial de la Cena del Sefior. Como Ι\ comida eucarίstίca era el signo de comuηίόη, las comidas separad.\s Ροηίaη en tela de juicio, radicalmente, la unidad de la Iglesia. Marcos es el eco de estos problemas: relata dos multiplicaciol1cs de panes, una primera en la Galilea judίa (Mc 6,30-44) Υ una segul1da en el territorio pagano de la Decapolis (Mc 8,1-10). lTuvierol1 lugar las dos? Lucas Υ Juan sόΙ0 relatan una. lNarra Marcos dos tr.\diciones diferentes de υη l11ismo acontecimiento? Es posible, pero nada probado. Nosotros emitimos la hίΡόtesίs de que el Evangelist.\ ha reproducido el relato dos veces voluntariamente. lCOll que fiπ<\­ lidad? Las alusiones a la Eucaristla son ηίtίdas: «Υ tomando 10s Cil1CO panes Υ 10s dos peces, Υ levantando 10s ojos al cielo, ρroηuηcίό 1<\ beηdίcίόη, Ρartίό 10s panes Υ 10s iba dando a 10s discipulos para que se 10s fueran sirviendo» (6,41) «Υ tomando 10s siete panes Υ dal1do gracias, 10s Ρartίό e iba dandolos a sus dίscίΡuΙ0S para que 10s sirvieran, Υ ellos 10s sirvieron a la gente» (8,6). El1ector del evangelio percibe en el signo de Jesus el anuncio de la doble comida eucarίstί­ ca: en territorio judίο Υ en territorio pagano. La cuestίόη estriba, .ISi pues, en saber que permitira unirlas. Entre 10s dos relatos, el Eval1gelista inserta dos textos importantes: en primer lugar υη discurso de Jesus sobre 10 puro Υ 10 impuro (7,1-23) Υ, luego, υη relato sοΙπe una pagana (7,24-30). ΕΙ comienzo del capitulo 7 presenta bien el contexto cultur.\I: contrapone las practicas rituales de Ρurίficacίόη, usadas particuIt\rmente en el ambiente fariseo*, a 10s dίscίΡuΙ0S de Jesus que ηο pr.\Ctican esos riιos antes de ιomar la ι:urnida. Despu~s de denunciar ί<\ hίΡοcresίa de las crίtίcas fariseas, Jesus se dirige a toda la muLtitLIti para afirmar que ηο es 10 que entra en el hombre 10 que le h'\Ct· impuro, sino 10 que sale de el. La eΧΡΙίcacίόη de este enigma est
MARCOS Υ EL ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόrτιcο

Es de dentro, del coraΖόn de los hombres, de donde salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro Υ contaminan αΙ hombre (Mc 7,21-23). Se elimina asί el οbsΙίcuΙ0 que ίmΡedίa que se unieran las comidas eucarίstίcas. Marcos da testimonio, por tanto, del enraizamiento eνangelico de la lucha que ΙΙeνό adelante Pabl0. Υ el relato que sigue inmediatamente al discurso de Jesιis sobre 10 puro Υ 10 impuro ilustra perfectamente tanto el enraizamiento judίο del anuncio de la llegada del Reinado de Dios como la apertura a 10s paganos. ΕΙ episodio de la siro-fenicia se desarrolla en territorio pagano, en la regίόη de Tiro (el actual Ιίbaηο). Esta mujer pagana se acercό a suplicar a Jesιis que curara a su hija Ροseίda por un eSΡίrίtu impuro. La respuesta de Jesιis puede sorprender: «Espera que primero se sacien 10s hijos, pues ηο esta bien tomar el pan de 10s hijos Υ echarselo a 10s perritos» (7,27). Los hijos designan eνidentemente a 10s hijos de Israel Υ 10s perritos a 10s paganos. Pero hay que subrayar la palabra «primero»: el eνangelio segιin Marcos sefiala de ese modo la dίvίsίόη tradicional de la historia de la saΙνacίόη: 10s judίοs primero, 10s paganos luego. ΕΙ hecho de que Jesιis se orientara esencialmente hacia el pueblo preparado desde antiguo para recibir su mensaje de saΙνacίόη ηο debe hacer creer que querίa reserνarlo sόΙ0 para 10s judίοs. Ιο muestra perfectamente la coηtίηuacίόη del episodio: la mujer pagana argumenta en el mismo registro en que Jesιis se habίa dirigido a ella: «Sί, Sefior; que tambien 10s perritos comen bajo la mesa las migajas que dejan caer 10s nifios» (7,28). Se trata de un νer­ dadero acto de fe. Marcos 10 subraya, pues es el ιiηίco pasaje de todo su eνangelio en el que un interlocutor de Jesιis, -Υ mas tοdaνίa, una pagana- utiliza el tίtuΙ0 crίstοlόgίco «Sefior», ampliamente usado en las comunidades cristianas. La curacίόη, finalmente realizada por Jesιis, testimonia que el don de la saΙνacίόη para 10s paganos, proclamado por 10s primeros misioneros, estaba en plena conformidad coη la νoluntad de Jesιis. Despues de Pascua*, por la fe, 10s paganos teηίaη acceso a la misma mesa que 10s judίοs. Marcos ilustra asί, en forma narrativa, 10 que habίa proclamado Pablo: Porque, si confiesas con tu boca que ]esus es el Seiior Υ crees en tu coraΖόn que Dios le resucίtό de entre los muertos, serάs salvo. Pues con el coraΖόn se cree para conseguir Ια justicia, Υ con Ια boca se confiesa para conseguir Ια saΙvacίόn. Porque dice Ια Escritura: Todo el que crea en έΙ no serά confundido. Que no hay dίstίncίόn entre judio Υ griego, pues uno mismo es el Seiior de todos, rico para todos los que le invocan. Pues todo el que invoque el nombre del Seiior se saΙvarά (Rm 10,9-13). F. 256

Β.

7.3. MARCOS: tUN SEDER* PASCUAL CRISTIANO!

Ε

S υη eνangelio* una literatura nueνa Υ ίInica en su genero ο, por el contrario, hay en la literatura de la epoca paralelos Ιίιι'­ rarios? Εη estos ίιltimos afios se han hecho diνersas tentativ,ts por establecer esos paralelos. Pero, ya se trate de modelos toΠ1ίιdοs del Antiguo Testamento, del judaίsmο* rabίηίco*, de la liturgia sin,tgogal, de la literatura greco-romana, de la tragedia ο del discιlrso retόrίcο, las selllejanzas resultan poco conνincentes. Mas recientemente se ha llegado a cierto consenso en torno al modelo biogr{j 11co (como la Vida de Apolonio de Tiana de FiΙόstratο, ο las vίιΙιs ιΙι' personajes celebres redactadas por Plutarco ο Suetonio). Sea de ι'lΙο 10 que fuere, e incluso considerando que υη eνangelio fuera υη Slll)genero dentro de la biografίa antigua, 10s eνangelios (Υ en ΡartίcιιΙIι· el primero de ellos, el de Marcos) siguen siendo una ΙίteraturίΙ ΙΙΙΙΙΥ particular por νarias razones, dos de las cuales parecen decίsίvίΙs. ΕI1 primer lugar, eνidentelllente, la personalidad del personaje cel1tΙ-ίΙI de la ηarracίόη eνangelica, que resalta por encima del estilo ΙΙι' 1,1 ηarracίόη. Confesar al personaje central de la intriga COlll0 Hijo tll' Dios Υ Sefior resucitado crea entre el autor Υ su obra una reΙκί{)ιι muy particular. Εη segundo lugar, Υ en uηίόη directa con 10 ρrl'Π'­ dente, el fin que persigue la obra es claralllente la ίηteηcίόη cie ι'ιΙί­ ficar comunidades de creyentes que, tambien ellas, mantiencl1 ΙΙΙΙ,Ι . /.. . . . .ι-ιU.L . . . <'"\"t"'t;'-~"' . . . 1;:l.J...,. . . . . υ.ι...ι "-.ι. ,.,,1 .y. . . ..,..... ..... ;"'....:1" 1.. . 'h;C't ....; . . . re1aCI0iJ. iιJO.1.1.U)\., '-λ\... .i.u. i.ί..ι,,) Ο.ι..ιu. υη analisis de las tradiciones sobre la ίIltima cena tie }esίls (011 sus dίscίΡuΙ0S (Mc 14,22-26 Υ paralel0S) -tradiciones recogίιΙιs col1 juntamente por 10s eνangelios sίηόρtίcos Υ por el aΡόstol Ρ,ιι,ιο- nos Ρermίtίπί comprender cόmο se constituye el relato eVίιηgί'lίco Υ cόmο 10s relatos son portadores de sentido para la COΠ1l1ηίcΙιιi aistiana que 10s recibe Υ utiliza para sus celebraciones Υ sus C,lICl)lIl'sis' . r11

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151

MARCOS Υ ΕΙ ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

1 Co 11, 23-26

23 Porque ΥΟ recibi de1 Sefιor 10 que os transmlti: que e1 Sefιor Jesus, 1a noche en que era entregado, tοmό pan, 24, dando gracIas, 10 Ρartίό Υ dijo: «Este es mi cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto en memorla mia}),

Asimismo tοmό e1 caIiz despues de cenar, diclendo: «Esta copa es 1a nueva Alianza en ml sangre. Cuantas veces 1a bebierels, haced10 en memorla mia».

25

26 Pues cada vez que comals este pan Υ bebals de este caIiz, anunciais 1a muerte de1 Sefιor, hasta que venga.

Mc 14,22-25

22 Υ tοmό

mientras estaban comlendo, pan, 10 bendijo, 10 Ρartίό Υ se 10 dio Υ dijo: «Tomad, este es mi cuerpo}).

23 Τοmό

1uego una copa Υ, dadas 1as gracIas, se 1a dio, Υ b,ebieron todos de ella. 24 Υ 1es dijo: «Esta es ml sangre de 1a alianza, que es derramada por muchos. 25 Υο os aseguro que ya ηο bebere de1 producto de 1a vid hasta e1 dia en que 10 beba nuevo en e1 Relno de Dios}).

LAs TRADICIONES DE ΙΑ ύΙΤΙΜΑ CENA DE JΕsύs: ENTRE HISTORIA Υ LITURGIA ΕΙ rclato dc Ιιι ~ltima ccna dc Jcsus, tal Υ coωο aparccc cn 10s c'{an gelios sίηόρtίcos, tiene υη tono biografico: nos cuenta υηο de 10s momentos especiales que Jesιis Ρasό con sus dίscίΡUΙοs en 10s ιilti­ mos dίas que precedieron a su Ρasίόη. Sin embargo, una lectura atenta nos permite pensar que, en este re1ato, mas al1a de la narracίόη de hechos Υ palabras de Jesιis, esta operando otra realidad. Las tradiciones que recoge Marcos tienen, con toda evidencia, una

258

MARCOS: lUN SEDER PASCUAL CRISTIANO!

Mt 26,26-29

Lc 22,14-20 14 Cuando l1egό la hora, se puso a la mesa con 10s aΡόstοles 15 Υ les dijo: «Con ansla he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; 16 porque os digo que ya ηο la comere mas hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios)}. 17 Τοmό

luego una copa, dio gracias dijo: «Tomad esto Υ repartidl0 entre vosotros;

Υ

18 porque os digo que, a partIr de este momento, ηο bebere del producto de la vid hasta que l1egue el Reino de Dios».

26 Mientras estaban comiendo, tοmό ]esus pan Υ 10 bendijo, 10 Ρartίό Υ, dandosel0 a sus discipulos, dijo: <
27 Τοmό luego una copa Υ, dadas las gracIas, se la dio diclendo: «Bebed de ella todos, 28 porque esta es ml sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para Ρerdόn de 10s pecados. 29 Υ os digo que desde ahora ηο bebere de este producto de la vid hasta el dia aquel en que 10 beba con vosotros, nuevo, en el Reino de ml Padre».

19 Τοmό

luego pan, dio gra~ias, 10 se 10 dio diclendo: «Este es ml cuerpo que se entrega por vosotros; haced esto θη recuerdo mlo».

Ρartίό Υ

De Igual modo, despues de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que se derrama por vosotros)}.

20

tοmό

dίmeηsίόη litUrgica. Dicho de otro modo, el texto tiene su fuente ('n la liturgia de las comunidades primitivas. ΕΙ indicador mas probatoΓίο se encuentra en el hecho de que tambien Pablo conoce esa traιiί­ cίόη, que el introduce con una fόrmuΙa slmilar a la que aparecera en 1 Co 15,3 cuando aporta una tradίcίόη antigua, en este caso el Creι\o pascual de la muerte Υ resurreccίόη de Cristo: «Porque ΥΟ recίω del Sefior 10 que os traηsmίtί» (l Co 11,23); «Porque os traηsιηίιi, en primer lugar, 10 que a mi vez recίbί» (l Co 15,3). Ιο que Pablo recίbίό es la tradίcίόη liturgica Υ cateqlletica de las comuηίιΙι­ des primitivas.

MARCOS Υ ΕΙ ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

Refiriendose a esta tradίcίόη narrada por Pab10 Υ 10s Sίηόρtίcos se hab1a de re1ato etίο1όgίco (litera1mente, re1ato que exp1ica e1 origen de una cosa), es decir, de un re1ato que fundamenta una practica, en nuestro caso una practica cu1tua1: 1a ΡartίcίΡacίόη eucarίstίca en las comunidades primitiνas. PASCUA JUDIA Υ PASCUA DE JΕsύs

lLa ίiltima cena de JesίIs es una cOInida pascuaH Si en el plano histόrίco es muy difici1 pronunciarse sobre !a natura1eza de la ύltima cena de JesίIs consus discipu10s, ηο por ello es menos νerdadero que 10s acontecimientos se desarrollaron durante 1a fiesta de Pascua*, Υ que Marcos, el primero, ίηterΡretό esa comida como una comida pascual:

El primer dia de los Azimos* (es decir, de 10s panes sin leνadura), cuando se sacrificaba el cordero pascuaI, Ιε dicen sus discipulos: «dDόn­ de quieres que vayamos α hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?». Entonces, envla α dos de sus discipulos γ les dice: «Id α Ια ciudad; os sαΙdrά αΙ encuentro un hombre llevando un cάntαrο de agua; seguidle Υ alli donde entre, decid aΙ dueno de Ιa casa: ''ΕΙ Maestro dice: dDόnde estά mi sala, donde pueda comer Ια Pascua con mis disclpulos?': Ει os ensenαrά en el piso superior una sala grande, γα dispuesta γ preparada; haced αΙΙί los preparativos para nosotros». Los discipulos salieron, llegaron α Ιa ciudad, Ιο encontraron tal como les habla dicho, Υ prepararon Ια Pascua» (Mc 14,12-16). υη examen atento de este texto muestra que ηο se trata de una resefιa hίstόrίca ηί tampoco de un testimonio ocu1ar. ΕΙ reconocimiento del1ugar eνoca un relato de1 Antiguo Testamento en e1 que Samue1 encuentra las pollinas de1 rey SaίI1 (l S 10,3-5). Se constata

igua1mente un estrecho para!elismo con e1 relato de 1a entrada de en Jerusalen en Mc 11,1-6 (eηνίο de una embajada de discipu10s para asegurar 10s preparativos). Se adνertira tambien e! aspecto sobrenatura1 de 1a escena (la presciencia de JesίIs que hace posib1e que 10s discipu10s puedan preparar 1a comida pascua1), asί como el hecho de que pudieran disponer de una sa1a en una epoca en que Jerusa1en νeIa aumentar su Ροblacίόη de un modo completamente excepcional. De hecho, 10 que hace Marcos es poner en escena 1a Pascua de Jesιls: <φara que tu comas 1a Pascua»; «dόηde esta mi sa1a, en 1a que γο pueda comer 1a Pascua con mis discipulos». Para Marcos, 10s dίscίΡu10S preparan 1a Pascua que JesίIs νa a νiνir. Jesιls

260

MARCOS:

lUN

SEDER PASCUAL CRISTIANO~

Εη 1a epoca de Jesύs, 1a comida pascual, e1 Seder*, se desarrοlΙίl­ ba segύη una 1iturgia precisa: - Εη prlmer 1ugar, para ca1mar e1 hambre, se servlan entremescs en otra habίtacίόη distlnta a 1a que iba a hacer de comedor. Una Γ6Γ­ mu1a de beηdίcίόη consagraba ese dia de fiesta Υ se distrίbιιί,l tJll
primera copa, llamada de beηdίcίόη. - Luego, en 1a sala principa1 comenzaba 1a comida propiamcntl' dicha. Servida 1a comida, se distribula una segunda copa, pero nο St' tocaba ηί 1a comida ηί 1a copa. Antes, un πίπο preguntaba al Ρ<1Ι!ΓΙ' de {ami1ia Υ este explicaba los rltos recordando la sa1ida de Egipto. Pues todos 10s comensa1es iban a una en recordar. Νο se quedίΙΙ)ίlll en repetir e1 re1ato fundador: se imp1icaban en el. La 1iturgia οΓrccίίl

DOCUMEN'I'( } Ει TARGUM DE LAS «CUATRO NOCHES»

La palabra targum proviene de un termiηο hebreo que significa «traduccίόn». Sirve para designar 1as versiones arameas de 1a Biblia judia. Esta traduccίόn ρο­ dίa transformarse en un verdadero comentario de1 texto. Asi sucede con e1 poema de 1as «Cuatro noches», que, despues de 1a traduccίόn ηο 1itera1 de 1a mencίόn de 1a noche pascua1 de Εχ 12,41-42, explicita su sentido mediante un comentario. Este comentario insiste en la dίmensίόn de 1a memoria, 1a de Dios que interviene en favor de su pueblo, Υ 1a de1 pueb10 que agradece Υ espera: Υ fue al cabo de cuatrocientos treinta aiios Υ fue este mlsmo dia que salieron libres del pais de 10s egipcios todos 10s ejercitos de Yahve. Noche de vela Υ predestinada para la redencίόn en el nombre de Yahve en el tiempo de la salida del pais de EgIpto de 10s hijos de /srael liberados. SόΙ0 cuatro noches son las que estan escrltas θΩ e/ Libro de 1as Memorias. La primera nociιe: cuando se aΡarecίό Yahve sobre el mundo para crearl0. ΕΙ mundo era cοnfusίόn Υ caos Υ la oscuridad estaba extendida sobre la superficie de/ abismo Υ el Verbo de Yahve era la Luz Υ lucia; Υ la ΙΙamό Noche Primera. La noche segunda: cuando Yahve se aΡarecίό a Abrahan centenarlo Υ Sara su

mujer nonagenaria para cumplir 10 quo (iII~tI la Escrltura: iPor ventura AbrahIΊn do ι"ίοfl aiios engendrara Υ su mujer SarfI de ιιανιιιι/ιι aiios parira? Ε /saac tenla treinta Υ sIe/o tltl().,1 cuando fue ofrecido sobre el Bl/BI~ Los ι:ίιιΙωι descendieron Υ bajaron e /saac νίο sll.<; jJtll fecciones Υ quedaron nublados sus ojo... ροι sus perfecciones Υ la ΙΙamό Segunda NoclIu. La tercera noche: cuando Yahve .<;(/ 'ψΑ a los egipcios a media noche: 51Ι ιιιιιιω daba muerte a los primogeni/os de 105 ogip clos Υ su diestra daba protecci6n tI Ιο!; ρrι mogenItos de /srael para cumplir 10 qUtl dIcfl la Escrltura: ((mi hijo primogeni/o es IsnIeI» Υ

recίό

la

ΙΙamό Tercera

Noche.

La Cuarta Noche: cuando llegIJtJ ιιΙ mundo a su fin para ser redimido: 105 yllgoιr de hierro seran quebrados Υ Ιιι genoffI(:idll malvada sera aniquilada Υ Molse5 sllbiHI do en medio del desierto (Υ el rey me51ns do 10 alto). υrιo camlnara a lιι cabeza del gnnndo Υ el οΙτο carnlnara a la cabeza del ganndo Υ )111 verbo carnlnara entre. ios dos Υ 10 Υ θllΟΙΙ carnjnarernos juntos. Esta es la nocho dft 1ft Pascua para el nombre de Yahve: ΙΙΟΙ'/ΙΟ reservada Υ fijada para la redenci6n de /od(f)l las generaciones de /srael. (Targum Neophyti 1, de Εχ 12.4142; trad. de Alejandro Dloz Mιιι~I\())

MARCOS Υ EL ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

un lenguaje que permitia suprimir la distancia tenlporal invitando a

10s participantes en el Seder pascual a convertirse en actores de la salida de Egipto: «Dios nos ha hecho salir del pais de Egipto Υ de la esclavitud...». Despues, venlan cantos de Salmos. Se bebIa, entonces, la segunda copa que se habla distribuido. - Tras esta liturgia pascual comenzaba la comida. Se distribula el pan, despues de que el padre de familia 10 hubiera bendecido. γ 10s comensales comlan el cordero pascual, el pan, las hierbas amargas Υ beblan una tercera copa. Una accίόη de gracias ponia fin a la comida Υ se cantaban de nuevo Salmos despues de tomar una cuarta copa. LA ΙΝΤΕRΡRΕΤΑCIόΝ υΕ LA ύLΤΙΜΑ CENA υΕ JΕsύs POR MARCOS

(14,22-25) Εη Marcos, la comida que Jesus deseό celebrar con sus discipulos esta plenamente orientada hacia su muerte. Ademas, el objetivo de las palabras de Jesus es dar sentido a esa muerte. ΕΙ relato en Sl mismo comprende tres momentos: una accίόη Υ una palabra sobre el pan (ν. 22), una accίόη Υ una palabra sobre la copa (vv. 23-24), Υ finalmente una promesa escatοlόgίca, es decir que concierne al fin de los tiempos (ν. 25). «Este es mi cuerpo». La accίόη sobre el pan es la del padre de familia judio que toma el pan, pronuncia la beηdίcίόη Υ 10 cOlnparte con 10s comensales. La diferencia se sitύa evidentemente en las palabras que Jesus pronuncia a coηtίηuacίόη. ΑΙ hablar del cuerpo de Jesus a ΡrΟΡόsίtο del pan, el relato crea, en el registro sίmbόΙίco, una verdadera comuηίόη entre el creyente Υ Cristo. La palabra sobre el pan afirma el modo nuevo en el que Jesus se hace presente en adelante en su comunidad: en el pan compartido. ΕΙ que en adelante va a estar ausente se da a conocer de otro modo. Νο colma la falta de su ausencia por sobreabundancia de un alimento terreno que podrIa saciar 10s cuerpos, pero ηο 10s corazones. Νο. Α traves del signo del pan partido, Jesus se da a compartir en la comunidad Υ asl se da a conocer en la comuηίόη de 10s discipulos en el pan compartido. «Esta es mi sangre, la sangre de la Alianza». Sucede con la accίόη sobre el νίηο 10 mismo que con la del pan. Se inicia con el gesto ordinario de 10s judIos puestos a la mesa. Como en el caso anterior del pan, la diferencia esta en las palabras de Jesus que asimilan el νίηο a su sangre. ΑΙ «Esta es Ι11ί sangre» le sigue una eΧΡιicacίόη: esa sangre se pone en reΙacίόη con el sacrificio del Sinal que seΙΙό la alianza entre Dios Υ su pueblo, anadiendose aqui, sin embargo, un «por mu-

262

MARCOS: lUN SEDER PASCUAL CRISTIANO?

chos» que hace explotar 10s lίmites nacionales. La palabra sobre \;] copa constituye υη complemento a la dicha sobre el pan. La dimensίόη comunitaria simbolizada por el compartir el pan se amplίa mediante la ηοcίόη de alianza. Se retoma asί ellenguaje de la antigua alianza, transfigurado sin embargo, por la ΡersοηaιiΖacίόη quc la palabra efectua sobrc Jcsιis. VίηcuΙacίόη a una tradίcίόη religiosa Υ apertura a otra dίmeηsίόη, una amΡΙίacίόη de aquella. Εη la fe de 10s primeros cristianos, la alianza «antigua» se encuentra asί lleνada a cumplimiento en la persona de Jesιis, en la sangre derramada, es decir, en la aceΡtacίόη de la νiolencia de 10s hombres Υ en su superacίόη. ΕΙ ritual ηο es meramente asumido, sino que se conνierte en una νiνencia personal: la alianza entre Dios Υ 10s hombres ya ηο se concluye en la sangre de 10s animales, sino en la νida de una persona hίstόrίca, Jeslls de Nazaret en quien Dios inscribe en adelante su νoluntad de recoηcίιiacίόη con la humanidad. ΑΙ participar de esta copa 10s dίscίΡuΙ0S son integrados en esa alianza. Viene, luego, la promesa: la espera del banquete celeste en el que Jesus gustara el νίηο nueνo del Reino. Εη la espera de este encuentro al que se cita a 10s dίscίΡuΙ0S, espera con la que el relato ahonda υη νacίο, una ausencia entre el «nunca mas» Υ el «hasta e1 dίa», se tratara de «hacer memoria» del ausente, de νiνir la ausencia de Cristo significando su presencia en el compartir el pan Υ el νίnο. ΑΙ final, e1 re1ato del compartir el pan Υ el νίηο ilumina el conjunto de la ηarracίόη eνangelica, al mismo tiempo que recibe de ella υη sobreafιadido de sentido: el eνangelio segιin Marcos es υη recorrido que parte de la presencia de Cristo para terminar en su ausencia Υ el relato se entrega como la memoria/signo de quien en ade1ante esta ausente del ambito de 10s suyos, pero siempre presente en su palabra, como 10 esta tambien en e1 pan Υ el νίηο en 10s que «signa» constantemente su presencia. ΕΙ relato del compartir el pan Υ el νίηο explicita asί esta teηsίόη propia de la ηarracίόη eνangelica de una muerte ineluctable debido a la νoluntad de 10s hombres Υ, sin embargo, plenamente aceptada por quien da sentido a la νio1encia Υ a 1a injusticia de 10s hombres. Este re1ato realiza υη νerdadero paso, e1 que νa del ritua1 judίο a1 ritual cristiano: Marcos pone en escena la Pascua de Jeslls, Pascua en 1a que l1ega a su cumpllmlento, para el .bνangelista, la de lsrael. Efectiνamente, para el Eνangelista la comida que Jesus toma con sus dίscίΡuΙ0S es rea1mente una comida pascual, la comida de 1a fiesta judίa de 10s «panes sin leνadura». Ahora bien, a1 insertar ahί e1 compartir el pan Υ la copa, Marcos (Υ tras έΙ Mateo Υ Lucas) muestra que 1a fiesta efectiνamente ce1ebrada por Jesus Υ sus dίscίΡUΙοs es la fiesta del Μesίas*, su Pascua, su paso de la muerte a la νida, Υ 1a liberacίόη que ella ofrece a 10s que la comen con el. 26.\

MARCOS Υ EL

ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

Finalmente, este relato prefigura 10 que tοdaνίa ηο es, el banquete celeste en el que Aque1 que hoy esta ausente Υ se da en el signo del pan Υ del νίηο, asί como en el relato que se hace de ese signo, estara de nueνo presente con 10s suyos. Εη esta espera, ellenguaje litίIrgico permite afirmar que el ausente esta misteriosamente presente en medio de 10s suyos. ΑΙ compartir las palabras del Maestro en adelante ausente Υ al compartir el pan Υ la copa, Cristo da testimonio, «significa», una presencia particular en medio de 10s suyos en la espera de una comuηίόη nueνa en el Reino. De 10 que se trata en adelante es de νίνίΓ la presencia de Dios Υ de su enνiado en el seno mismo de su ausencia, de aνanzar a la luz de una palabra Υ con la ayuda de un signo, caracterizadas ambas cosas por la fragilidad. RELEER EL EVANGELIO Α LA LUZ DE LA PASCUA

Los rasgos de liturgia del cristianismo naciente que hemos obserνa­ do en el re1ato de la ίI1tima comida de JesίIs, hacen posib1e extraer otros en el conjunto de la ηarracίόη eνangelica. Atestiguan que el Eνangelista eΙabοrό su relato a partir de tradiciones recibidas en las comunidades nacientes. Mencionemos algunos pasajes significatiνos. Εη primer lugar, 10 primero que eΧίstίό como relato antes de la redaccίόη del eνangelio segίIn Marcos fue el conjunto de1 re1ato de la Ρasίόη. Se nos presenta este como un texto armoniosamente organizado que debίό circular en las comunidades primitiνas Υ ser Ιeίdο en las asambleas cultuales. Luego, se distingue, en este eνangelio segίIn Marcos, 10 que comίInmente se 11ama la «seccίόη de 10s panes» (Mc 6,6b-8,30). Esta seccίόη esta articulada en torno a dos relatos de muΙtίΡΙίcacίόη de panes (Mc 6,30-44 Υ 8,1-1 Ο) Υ que muy bien pudo ser, en su origen, una catequesis eucarίstίca. Αsί 10 atestiguan, quiza, las huellas que contiene de 1a pa1abra eucarίstίca de 1a ιi1tima cena:

Mc 14,22

Mc 6,41 γ ιυιιιarιι1υ ίυ~ "illLU l-,aJlt:~ Υ

10s dos peces, Υ leνantando 105 ojos a! cie!o, Ρrοnuncίό Ιa bendίcίόn, Ρartίό los panes Υ 10s iba dando a 10s dίscίΡU!05 para qne se 10s fneran sirνiendo.

264

γ

mientras esTaban comiencio, tοmό pan,

10 bendijo, 10 Ρartίό Υ se 10 dio diciendo...

Ι

MARCOS:

ίυΝ SEDER

PASCUAL CRISTIANO?

EL DIA DEL SENOR ΕΝ JUSTINO Justino fue un filόsοfο pagano convertido aI cristianismo. νίνίό θη el siglo ιι Υ murίό martir en Roma, el afιo 166. Εη su Primera Apologia describe el culto dominical en cuyo desarrollo para celebrar la cena del Sefιor se retomaban las tradiciones relativas a la ultima cena del Sefιor: ΕΙ dia que se JJama del sol se celebra una reunίόn de todos 10s que moran en las ciudades ο en 10s campos, Υ aJJi se leen, en cuanto e1 tjempo 10 permjte, 105 Recuerd05 de 10s ΑΡόstοles, ο 10s escritos de 10s profetas. Luego, cuando el lector termina, el presidente, de palabra, hace una exhorta-

ciόn e invitacίόn a que imitemos estos bf.'llOo' ejemplos. Seguidamente, nos ΙevanΙ. } estas terminadas, como ya dijimos. se οΙI(}α pan Υ vino Υ agua, Υ el presidente, segrjn .'>1'.. fuerzas, hace igualmente subir a Dios 511.. preces Υ acciones de gracias Υ todo eJ ΡIIΟ bl0 exclama diciendo «amen». Ahora viollc Ιι! distribuciόn Υ ΡarticiΡaciόn, que se hlIι:e Ii cada uno, de 10s alimentos consagrados μοι la accjόn de gracias Υ su envio ροτ medio (},. 10s dia.conos a 10s ausentes. (Primera apologia 67,3-5;

trad. de Daniel Ruiz Bueno)

Finalmente, quiza, cierto numero de relatos como 10s del bautismo de Jesus (1,9-11) ο el de la traηsfiguracίόη (9,2-8), que estan muy directamente teftidos de la fe de las comunidades primitivas: «Τίι eres mi Hijo amado, en ti me complazco» (Mc 1,11). Εη cierta manera, el Evangelio en su conjunto se presenta como una anamnesis (literalmente υη «hacer memoria») de 10 que era esencial para las jόveηes comunidades cristianas, Cristo muerto Υ resucitado. Recordemos que en Israel* hacer memoria era υη acto fundamental de la vida religiosa; hacίa presente Υ actualizaba la presencia de Dios. Dicho de otro modo, recordar ηο es volverse a υη pasado desaparecido, sino hacer memoria del que viene. Por ejemριο, en el texto de Εχ 20,24, Dios dice a su pueblo: «Εη cualquier lugar donde conmemore mi nombre, vendre a ti Υ te bendecire». Αsί, hacer memoria es simultaneamente volverse al que νίηο Υ al que viene. Esto es exactamente 10 que esta en juego en la lectura comunitaria del Evange1io Υ en e1 compartir eucarlstico: confesar que νίπο Υ que viene aquί Υ ahora en el110y de1 creyente. Reconocer 1a ausencia Υ, a1 mismo tiempo, confesar que esa ausencia puede convertirse cn prcscnCia.

UN EVANGELIO AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

Leyendo 10 que precede, lhay que llegar a decir que υη evange1io como e1 de Marcos fue creado desde el comienzo para e1 cu1to?

MARCOS Υ ΕΙ FENOMENO SINOPTICO

lO quiza que el eνangelio segιin Marcos era leido la noche de Pascua como ΡreΡaracίόη al bautismo de 10s nueνos conνertidos? Es claro que el eνangelio es un testimonio de fe destinado a una lectura pιiblica Υ ηο priνada ο indiνidual. Por eso es νerosimil que su lectura se desarrollara en las asambleas cultuales ο en reuniones comunitarias. Pero, aunque las tradiciones utilizadas por Marcos (en particular en el relato de la Ρasίόη) beban en la liturgia antigua Υ realicen, algunas de ellas, una relectura de la fiesta judia de Pascua, hay que mantenerse sin duda prudentes ante tales afirmaciones para las que ηο poseemos ninguna coηfirmacίόη hίstόrίca precisa. lNo son demasiado reductoras al limitar la utίΙίΖacίόη Υ la fuηcίόη de 10s eνangelios al uso litιirgico? lNo tiene tambien el eνangelio segιin Marcos, mas alla de su dίmeηsίόη didactica, un alcance contestatario? Poniendo en escena a un Mesias crucificado, reduciendo a su mas simple eΧΡresίόη el relato de la Resurreccίόη, lno se oponia Marcos a una comunidad cristiana que corria el riesgo de instalarse en un cristianismo glorioso? Aunque esta hίΡόtesίs ηο excluye una dίmeηsίόη catequetica, al menos Marcos se habria hecho defensor de una catequesis en ruptura. Sea 10 que fuere de estas discusiones, una cosa es segura: la readΟΡcίόη que hace Marcos de la tradίcίόη litιirgica Υ cultual es todo salνo una simple reΡetίcίόη Υ un empobrecimiento de ella. ΕΙ relato del ministerio de Jesιis, en cuyo seno esta insertada, recibe de ella una refleχίόη teοlόgίca perfilada. Εη retorno, la ηarracίόη marcana* la ilumina con una dίmeηsίόη existencial que el aislamiento de la tradίcίόη litύrgica corria el peligro de empobrecer: el misterio del Reinado que νiene encuentra su cumplimiento* en el hombre de carne/cuerpo Υ de sangre, en aquel que camίηό por las rutas de Galilea. υη cumplimiento que ciertamente ninguno de 10s discipu10s hίstόrίcos de Jesιis habia tenido en mente bajo esta forma. Ει.

266

c.

7.4. MARCOS: υΝΑ RΕVΕLΑcιόΝ ΕΝ

DOS ETAPAS

«Comienzo del Evangelio de ]esus, el Cristo, Hijo de Dios» (Mc 1,1)

Ε

STA es la primera frase del evangelio* segun Marcos. La palabra «evangelio» es la traduccίόη de la palabra griega euangelion (en Ιatίη evangelium), literalmente «buena noticia». ΕΙ termino procede del griego profano, en el que designa las (buenas) noticias vinculadas a nacimientos ο victorias de reyes, heroes u otros personajes importantes. Εη Mc 1,11e termino euangelion designa el contenido de la predίcacίόη cristiana, es decir la «buena noticia» de la Ιίberacίόη que Dios promete Υ ofrece en la persona de Jeslls. ΕΙ evangelio seglln Marcos constituye la primera ηarracίόη de esta buena noticia. Cuando escrίbίό Marcos, ese era, sin mas, el primer sentido del termino: «el Evangelio» era el mensaje en sί mismo. Sin embargo, muy rapidamente el termino «evangelio» Ρasό a designar el relato confeccionado de 10s hechos Υ gestos del predicador de la buena noticia. Αsί se dira de Marcos que escrίbίό υη «evangelio». UNA CRi5ivLOGiA υΈ iiiuL05

La frase de apertura del evangelio rellne dos de 10s tίtuΙ0S principales dados a Jeslls, alrededor de 10s cuales se despliega la ref1eχίόη crίstοlόgίca* de Marcos, es decir su comΡreηsίόη de Jesus: Cristo e Hijo de Dios (en algunos manuscritos falta este segundo titulo). Α estos dos titulos conviene afiadir υη tercero: hijo del hombre. De estil

MARCOS

Υ

EL

ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

DOCUMENTO

1As ESTELAS

DE AsIA SOBRE EL ANIVERSARIO DE AUGUSTO

ΕΙ texto que vamos a ofrecer es una parte de una ίηscrίΡcίόη fechada en el ano 9 a.C., que reproduce un decreto de la asamblea de delegados de las ciudades de Asia. Para honrar la grandeza del reinado de Augusto, esa asamblea decίdiό cambiar de calendario Υ aceptar como comienzo del ano la fecha del nacimiento del emperador, considerada como el comienΖΟ de buenas noticias para todo el mundo:

Puesto que 1a providencia que ordena todas 1as cosas de nuestra vida, aplicando diligencia Υ arnbίciόn, dispuso e1 rnas curnp1ido bien para 1a vida a1 traernos a Augusto, a quien cο1rnό de virtud en beneficio de 10s hornbres, enviando1e para noso-

tros Υ nuestra posteridad corno un sa1vador que Ροndnί ΠΏ a 1a guerra Υ arreg1ara todo; Υ puesto que con su aΡarίcίόn e1 Cesar ha sobrepasado 1as esperanzas de 10s anteriores, ΏΟ sό10 superando a 10s benefactores que hubo antes que e1, sino ΏΟ dejando siquiera esperanza de superar1e a 10s que habra en e1 futuro; Υ corno e1 dia de1 nacirniento de1 dios fue e1 cornienzo para e1 rnundo de 1as buenas noticias [en griego: euangelia] debidas a e1 [...], ροτ el1o, con buena ventura Υ para sa1vaciόn suya, decretan 10s griegos de Asia que e1 Aiio Nuevo cornience en todas 1as ciudades e1 dia 9 antes de 1as ca1endas de octubre, que es e1 de1 nacirniento de Augusto. (trad. de Luis Gil)

forma, ya desde la obertura de su evangelio, Marcos parece afirmar muy claramente la identidad del personaje principal cuyo destino e historia va a trazar: Jesύs es realmente el Meslas* esperado. Sin embargo, la coηtίηuacίόη del relato ηο dejara de repetir, como a golpe de trompeta, el tema de esta obertura. Εη efecto, toda la narracίόη ira haciendo constantemente preguntas sobre la identidad de Jesύs Υ, de esa manera, ira planteando la cuestίόη del verdadero significado de los tltulos que se le atribuyen. De tal forma, que el oyente de este evangelio es convocado con 10 que sabe previamente de Jesύs (el evangelio se dirige a una comunidad cristiana), Υ que el relato ηο se le presenta como la adquίsίcίόη progresiva de υη saber que viniera a colmar una carencia. ΑΙ contrario, el relato toma la forma de υη cuestionamiento Υ de una redefiηίcίόη de ese saber Υ de ese creer ya existentes. Partiendo de una primera coηfesίόη, la de las comunidades primitivas, Marcos se propone interrogar a sus oyentes sobre que es verdaderamente la persona de Cristo, que significa seguirle Υ conocerle en verdad. ΕΙ tίtuΙο Cristo ΕΙ termino griego

Christos procede de la ralz chrio, (
268

MARCOS:

υΝΑ

RΕVΕLΑcιόΝ ΕΝ

DOS ETAPAS

errόηea del Mesias -como sucede en Mc 13,21: «Entonces, si alguno os dice: "Mirad, el Cristo aqui", "Miradl0 allί", ηο 10 creais»-, Marcos tiene buen cuidado de reinterpretar el titulo mediante las otras dos expresiones que νehiculan, en el segundo eνangelio, 10 esencial de su cristologIa*: la ηοcίόη de Hijo de Dios Υ la de Hijo del hombre. 5e sigue de ahi que si bien el destino del discipulo esta νinculado al Mesias, se trata, 10 νeremos, de υπ Mesias muy particular. ΕΙ tίtuΙο Hijo de Dios Εη el Ρrόχίmο Oriente antiguo, 10s reyes de las naciones paganas se llamaban ο eran l1amados Hijos de Dios. Εη el Antiguo Testamento,

el rey es considerado como Hijo de Dios, pero se trata siempre de una adΟΡcίόη (5al 2,7: «Τύ eres mi hijo, hoy te he engendrado»). Puesto que la eΧΡresίόη hundla sus ralces en el politeIsmo, el judaIsmo eνίtό llamar Hijo de Dios al Meslas. Νο se trataba, por tanto, de υη titulo mesianico muy frecuente. Εη Marcos, el titulo tiene una dίmeηsίόη muy particular: Jesus es Hijo de Dios en cuanto que es hijo llnico del Padre (cf. 1,11: «Τύ eres mi Hijo amado, en ti me complazco»). Jesus se conlprende, asί pues, en una proximidad completamente particular a Dios. Es sobre este teΙόη de fondo teοlόgίco sobre el que se forjara la idea de la preexistencia de Jesus cabe el Padre, tal Υ como aparece en el eνangelio segun Juan. Pero el Eνangelista acompafia su coηνίccίόη de esa fiΙίacίόη llnica del Hijo de Dios con una relectura de ese titulo crίstοlόgίco en la perspectiνa de la Ρasίόη. Efectiνamente, es en el hijo crucificado donde Dios se da a conocer en νerdad. Es el Crucificado el que realmente es «Hijo de Dios» (15,39). REFERENCIA

lEsPERAN TODAviA LOS ]UDlos AL MESiAs? Actualmente el judaismo liberal ha rechazado la idea de un Mesias humano. La espera rnp.!;iiιniCil se ilsimiIil. entonces. a un idea1 de progreso intelectual Υ mora1 para la humanidad. Εη su reinterpretacίόn occidental contemporanea, el meslanismo ha quedado secularlzado. Aunque el judaismo conservador ηο haya abandonado la espera del Meslas, esa espera se traduce, mas bien, en la espera de una era meslanlca. Este periodo estara carac-

terizado por la paz universal, la justicin social Υ el fin del ma1. Durante el sigl0 que acaba de terminIlr. la fuerza de la esperanza meslanlca 80 manίfestό de forma partIcu1armente impRCtante durante la Shoah. Conducidos a l«ι camaras de gas, 10s judios cantaban laιι palabras de Μaίmόnίdes (l135-1204): «Creo con una fe perfecta en la venida dol Mesias Υ, aunque retrase su venida. 10 seguire esperando cada dia».

MARCOS Υ ΕΙ FΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ ΕΙ

titulo Hijo del hombre «Hijo del hombre» es una eΧΡresίόη tomada del judaIsmo. Originariamente designaba a un miembro de la raza humana: el titulo significaba, por tanto, hombre, aunque con un cierto enfasis. Es en el libro de Daniel donde la figura del Hijo del hombre parece adquirir una dίmeηsίόη teοlόgίca mas precisa: el Hijo del hombre es ahi un personaje celeste que, al final de 10s tiempos, recibira de Dios el poder sobre todos 10s reinos de la tierra Υ sobre todos 10s pueblos. Para el autor dellibro de Daniel este Hijo del hombre es sin duda la persoηίficacίόη del puebl0 justo, la imagen perfecta del indiνiduo justo. Εη los eνangelios sίηόρtίcos, Jesus es identificado al Hijo del hombre. Εη Marcos las palabras sobre el Hijo del hombre son de tres tipos: - ΕΙ Hijo del hombre es percibido, en primer lugar, como quien tiene autoridad sobre la tierra. Asi Mc 2,28: «De suerte que el Hijo del hombre tambien es sefior del sabado». - ΕΙ Hijo del hombre es, tambien, el que νendra al fin de los tiempos. Asi Mc 13,26: «Entonces νeran al Hijo del hombre que νiene entre nubes con gran poder Υ gloria». - Finalmente, en Marcos, el Hijo del hombre es el que morira Υ νolνera a tener νida. Asi Mc 8,31: «Υ comeηΖό a ensefiarles que el Hijo del hombre debla sufrir mucho Υ ser reprobado por los ancianos, 10s sumos sacerdotes Υ los escribas, ser matado Υ resucitar a los tres dias». Marcos inslste fuertemente en esta figura que recίbίό de la tradίcίόη, como las otras dos, pero que el amplifica de una modo completamente partlcular [vease ρ. 104]. UNA CRISTOΙOGIA ΕΝ RELATO

de Jesus que propone Marcos se da a conocer ηο en 10s tltulos, sino en el modo mismo como 10s despliega en el conjunto de su relato. Marcos confecciona su ηarracίόη como un νerdadero drama teοlόgίco, la historia del destino de Jesus entre su bautismo Υ su muerte. ΕΙ lector de Marcos es inνitado a descubrir el destino del heroe principal, pero sln poder permanecer el mlsmo neutral. Efectlνamente, el relato conduce al lector a tomar postura respecto al destino del heroe (los versonaies aue νan tomando vostura ante Jesus a todo 10 largo de eνangelio pe;miten al1ector ide~tificarse con uno u otro de los interνinientes: multitud, discipulos, adνersarios, admirados, el hombre rico...): lque postura tomaras, tύ que lees, ante el Hijo del hombre Υ ante el camino que Jesus inνita a todos a tomar? Este proyecto toma forma, particularmente, en la organizacίόη del conjunto que se da al texto. Εη efecto, esa οrgaηίΖacίόη manifiesta un proyecto teοlόgίco preciso Υ coherente. La

comΡreηsίόη

sόΙ0

270

MARCOS: υΝΑ REVELACI6N ΕΝ DOS ETAPAS

Los primeros verslculos del evangelio (νν. 1-15) son un ΡrόΙ0g0. Marcos presenta muy concisamente el ministerio de Juan el Bautista, el bautismo de Jesus, su teηtacίόη Υ el contenido de su predίcacίόη. Este conjunto constituye un trozo aparte en el conjunto mayor de toda la ηarracίόη. Parece suponer un acuerdo tacito entre 10s oyentes potenciales del evangelio. Como si el Evangelista captara la ateηcίόη de sus oyentes proponiendoles, para empezar, un acuerdo doctrinal mlnimo. La primera parte (Mc 1,16-8,21) se compone esencialmente de relatos de milagros Υ de exorcismos. Todo esta centrado en la actividad terapeutica de Jesus en Galilea, con el objetivo de formalizar una primera senaΙίΖacίόη de la persona de Jesus: es un hombre que tiene autoridad, un hombre cuya palabra interviene con autoridad en las situaciones humanas. Pero ahi estan las consignas de silencio Υ las tomas de distancia para significar que 10 esencial de la autoridad de Jesus reside en otra parte. Esta primera parte acaba con una pregunta: «lAun ηο entendeis?» (8,21). La segunda fase del evangelio (Mc 8,22-10,52) esta dominada por 10s anuncios de la Ρasίόη Υ por la tematica del camino de Jesus, que es tambien el de 10s discipulos que ηο terminan de entender. Dentro de este segundo tiempo del evangelio, un relato central es el de Mc 8,27-32; se trata de la coηfesίόη de Pedro seguida del primer anuncio de la Ρasίόη. Este pasaje constituye el eje central de la narracίόη, que orienta definitivamente el relato hacia la Ρasίόη. Εη 10s diez primeros capitulos, la actividad de Jesus se desarrolla en Galilea, con una subida a Jerusalen a partir del capitulo 10. La llegada a Jerusalen (cf. Mc 11,1: «Cuando se aproximaban a Jerusalen» ) marca, por tanto, la ύltima etapa del relato. Esta llegada es el momento en el que culmina el conflicto entre el Meslas de Israel Υ las autoridades (Mc 11-13). ΕΙ conflicto desembocara en el apresamiento, el proceso Υ la muerte de Jesus, cuyo punto culminante es la coηfesίόη del ceηturίόη (Mc 15,39). ΕΙ relato termina, abruptamente, con el descubrimiento de la tumba abierta que remite al comienΖΟ del relato (cf. Mc 16,7: «Pero id a decir a sus discipulos Υ a Pedro que ira delante de vosotros a Galilea; alli le vereis, como os dijo» ). Retomemos dos episodios centrales en la ηarracίόη: la coηfesίόπ de Pedru en Ce.sarea Υ 1α ι.:uη[esίόη del ι;enlurίόIl. ΕIl ellu.s apareLen 10s dos titulos que abrlan el evangelio, Υ el de Hijo del hombre. LA CONFESI6N DE PEDRO ΕΝ CESAREA: lUN MALENTENDIDO? SaΙίό fesus con sus dίscίΡUΙΟS hacia los pueblos de Cesarea de ΡίΖίρο, Υ por el camino hizo esta pregunta α sus dίscίΡulοs; «dQuien dicen 105

271

MARCOS Υ ΕΙ FΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

hombres que soy ΥΟ?». Ellos le dijeron: «Unos, que ]uan el Bautista; otros, que Elias; otros. que uno de los profetas». Υ elles preguntaba: «Υ vosotros, dquien decls que soy ΥΟ?». Pedro le contesta: «ΤιΛ eres el Cristo». Υ les mandό energicamente que α nadie hablaran acerca de έΙ Υ comenΖό α ensefιarles que el Hijo del hombre debia sufrir mucho Υ ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes Υ los escribas, ser matado Υ resucitar α los tres dlas. Hablaba de esto abiertamente. ΤοmάndοΙe aparte, Pedro se puso α reprenderle. Pero ει, volviendose Υ mirando α sus discipulos, reΡrendίό α Pedro, diciendole: «jQuitate de mi vista, Satanάs! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres» (Mc 8,27-33). Este reIato de Ia coηfesiόη* de Pedro en Cesarea de FiIipo es fundamentaI en Marcos. Constituye una cima del reIato, justo antes del reIato de Ia traηsfiguraciόη (Mc 9,2-10). La coηfesiόη de Pedro lleνara al primero de Ios tres anuncios de Ia Ρasίόη: en adeIante eI destino de Jeslls, hasta entonces anunciado como en punteado, se desνeIa con toda cIaridad. Εη Cesarea, Ia cοηfesίόη de Pedro νiene motiνada por una pregunta de Jesus que resume Ia probIematica fundamentaI deI conjunto del eνangeIio. Se refiere a Ia identidad de aqueI a quien el reIato ha presentado como Mesias e Hijo de Dios. Pedro, como representante de 10s Doce, confiesa 1a mesianidad de ]esίIs, de forma que parece confirmar 10 bien fundada que estaba Ia obertura del reIato hecha en 1,1. Sin embargo, dos detalles del reIato ponen mas que un bemoI a esa coηfesίόη. Εη primer lugar, a Ia coηfesίόη le sigue inmediatamente una orden de siIencio. ΑΙ lPor que?, que brota inmediatamente en la mente del Iector, el relato Ie propone como respuesta el primer anuncio de la Ρasίόη. Εη contraste con la consigna de siIencio que sigue a Ia coηfesίόη de Pedro, este anuncio de Ia Ρasίόη es un anun(ίο nίtido de Ia PaIabra (8,32), como si ahi estuνiera el centro de Ia Ρredίcacίόη cristiana tal Υ como Ia entiende el EνangeIista. Pues bien, a esa nitida ΡrocΙamacίόη Pedro responde con un rechazo: su comΡreηsίόη del Mesias ηο es Ia del Mesias que sufre Υ l11uere. ΕΙ relato ηο es tanto una coηtestacίόη de Pedro en cuanto tal, comc Url~ refleχίόη sobre 1:1 inCΌmΡrensiόn fundan1ental de 105 discIpuIos que se despliega con fuerza a todo 10 largo del eνangeIio. Marcos abandona asl toda forma de reΙacίόη con Cristo basada en el poder Υ el saber: hay una forma demoniaca de confesar a Cristo, de reducir su identidad a un titulo reIigioso Υ a cuanto eso supone de autoridad Υ poder humanos. ΕΙ discipuIo tendra que pasar por el suefi.o de la νela en el huerto de los oliνos, por su huida ante los guardias, por sus negaciones Υ por su imposibilidad de estar presen272

MARCOS: υΝΑ RΕVΕLΑcιόΝ ΕΝ DOS ETAPAS

te en las tinieblas del calνario para entendery asumir que al Mesias se le encuentra en la debilidad asumida, en la falta reconocida Υ en la imposible posibilidad de la fe.

sόΙο

LA CONFESIόN DEL CΕΝΤURιόΝ ΕΝ LA CRUZ: CΟRAΖόΝ DEL EVANGELIO

Llegada Ια hora sexta, hubo oscuridad sobre toda Ια tierra hasta Ια hora ηοηα. Α Ια hora ηοηα grίtό /esus coη fuerte voz: «Eloi, Eloi, dΙemά sabactani?», que quiere decir: «jDios mio, Dios mio! dPor qtJe me has abandonado?». ΑΙ oir esto algtJnos de los presentes decian: «ΜίΓα, llalna α Elias». Entonces uno fue corriendo α empapar una esponja en vinagre γ, stJjetάndοlα α Ηηa cana, le ofrecia de beber, diciendo: «Dejad, varnos α ver si viene Elias α descolgarle». Pero /esus lanzando un ftJeι-te grito, eΧΡίrό. Υ el velo del SantHario se rasgό en dos, de arriba abajo. ΑΙ ver el centurίόn, que estaba frente α ει, que habla expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios» (Mc 15,33-39). La cristologIa de Marcos esta fundamentada, asl pues, sobre una paradoja, el Mesias sufriente. Esta paradoja culmina en Ια coηfesίόη del ceηturίόη romano. ΕΙ coraΖόη del relato es la coηfesίόη en Sl misma: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios». Esta confesίόη significa en cierto modo: el Hijo del hombre sufriente es el Hijo de Dios. La eΧΡresίόη «este hombre» (Mc 15,39) es esencial en Marcos. Efectiνamente, existe en el υη contraste muy fuerte entre Dios Υ el hombre, una seΡaracίόη total entre la majestad, la justicia Υ la rectitud de Dios Υ la incredulidad, la maldad Υ el pecado de los hombres. Pues bien, es en ese marco en el que Ια humanidad de Jesus se hace portadora de sentido. «Este hombre» aplica a Jesus un calificatiνo que en otros momentos del eνangelio manifiesta Ια resistencia aηtroΡοlόgίca a Dios (los hombres son poseIdos, enfermos, pecadores, sus tradiciones se oponen a la νoluntad de Dios... ). Εη Jesus 1,1 humanidad es reconciliada con Dios. Justamente esta autoridad del hombre Jesus es Ια que plantea interrogantes a 10s escribas a todo 10 largo del eνangelio: la acusacίόη de blasfemia se explica por esa preteηsίόη de Jesus de reabsorber, en su persona, Υ por la autoridad quc el dice tener, la radical seΡaracίόη entre 10 humano Υ 10 diνino. Estc conflicto, que nace de que un hombre hace exactamente 10 que sόlo Dios puede hacer, culmina en la coηfesίόη del centurίόη: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios». Es decir, sόΙ0 el crea la uni6n entre Dios Υ el hombre. Pero el hecho de que esta confesίόη la h,lg,1 υη ceηturίόη al pie de la cruz indica perfectamente el νuelco φιι' 27.\

MARCOS Υ EL FΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόrτιcο

efectua Marcos, νuelco fundamental si 10s hay: para Marcos, Jesus ηο es el hombre/Dios (es decir, el hombre que ha adquirido el poder de Dios, el hombre que ha llegado a ser Dios), sino el Dios/hombre, el Dios que se ha hecho hombre, que se ha solidarizado con el ser humano, en 10 que es propio de la coηdίcίόη humana: la finitud Υ la muerte. La uηίόη entre Dios Υ el hombre ηο se rea1iza en el orden del poder Υ de la dίνίηίΖacίόη del hombre, sino en el orden de la debilidad Υ de1 cuestionamiento: ηο es el hombre quien se identifica a Dios, quien adquiere sus cuaIidades, sino que es Dios quien se hace hombre, en Jesucristo, poniendo de manifiesto e1 desνarlo de 1a humanidad Υ, en consecuencia, la posibi1idad de su saΙνacίόη. Es en este sentido en e1 que se puede hab1ar, en Marcos, de una νerdadera teologIa de 1a Crίlz. Esta eΧΡresίόη, que se usa tambien para hablar de 1a teologia de Pabl0, incluye una triple dίmeηsίόη: 1. La cruz de Cristo reνeIa la aIteridad de Dios: 1e esperabamos poderoso Υ g10rioso Υ nos encontramos ante un crucificado. Se reνe­ la como totalmente distinto Υ totalmente libre. Rompe todas Ias ensofiaciones humanas Υ contesta tanto al discIpuIo como a 1as multitudes ο a sus adνersarios (la actitud de Jesus en su ministerio terrestre, segun Marcos, es 1a propia del hombre libre por exce1encia). 2. La Cruz es comprendida, al mismo tiempo, como 1a reνeΙacίόη de 1a 10cura de 10s humanos. ΕΙ Crucificado testimonia Υ desνela la Ρerdίcίόη de 10s hombres: rechazaron al enνiado de Dios, crucificaron a1 que les contestaba en su suficiencia (cf. la figura de 10s que se oponen a Jesus, pero tambien el brusco νiraje de la multitud, el lamentable fracaso de los discipulos Υ 1a figura de Judas, al que se presenta siempre como «uno de los Doce»). 3. ΑΙ final, 1a cruz abre el camino a una nueνa comΡreηsίόη de la existencia humana (cf. las figuras de ίdeηtίficacίόη propuestas al oyente, que son otras tantas posibi1idades de comprenderse a sl mismo ante Dios): en e1 reconocimiento de que a1 Dios de Jesus se le encuentra en la fa1ta asumida Υ en la debi1idad reconocida Υ en 1a comuηίcacίόη Ρaradόjίca de1 Eνange1io de la Cruz, el ser humano es introducido en una creacίόη nueνa en la que 1a posibilidad de Dios sale a1 encuentro de la imposibilidad del hombre, Υ en la que la mism<1 ff' ρς rf'con()cimiento de la propia incredu1idad. Vaciado de su saber, puesto al desnudo en sus ensofiaciones (coωο el joνen que hUΥό completamente desnudo cuando apresaron a Jesus: Mc 14,51-52), el discipul%yente es inνitado a retomar una Υ otra νez la 1ectura de1 relato, en el que le espera, en Galilea, un Meslas que se le descubrira bajo otro rostro, el rostro del Dios ausente de la tumba pero, de ahi en adelante, Ρrόχίmο a1 ser humano en el camiηο de su νida. EL. C 274

7.5.

LA ΡΑsιόΝ SΕGύΝ SAN MARCOS

Ν exegeta de comienzos del siglo χχ dijo en una οcasίόη quc los eνangelios eran «historias de la Ρasίόη coη una introduccίόη circunstanciada». Este dicho es particularmente apto para el caso de Marcos: todo su relato gira alrededor del destino tragico del heroe principal de la historia, Jesus de Nazaret. Su historia se circunscribe a la vida de Jesus de Nazaret entre su bautismo (ησ hay relatos de su infancia como en Mateo Υ Lucas) Υ su muerte (ησ hay relatos de apariciones del Resucitado en su relato breve). Εη este espacio, el hombre de Nazaret se revela de forma Ρaradόjίca (cf. los relatos de los milagros punteados de consignas de silencio) Υ coη­ flictiva (cf. los relatos de controνersias) sobre el teΙόη de fondo de la ίηcomΡreηsίόη de los dίscίΡUΙοs.

U

LA PASI6N INELUDIBLE

ΕΙ conflicto que desembocara en la Ρasίόπ enfrenta a Jesus Υ a las autoridades religiosas: durante el ministerio en Galilea, los «escribas Υ los fariseos*»; Υ luego, en Jerusalen, «los jefes del pueblo Υ los ancianos». ΕΙ conflicto νa apareciendo a todo 10 largo de la narr,1cίόη. Sin embargo, como obertura al ministerio en Galilea (Mc 2,1-3,6) Υ en el umbral de la Ρasίόπ (Mc 11,27-12,40), Marcos h,1 juntado dos series de controversias que dan las claνes para comprende r esa Ι:'Γοsiι:-iόf1 ? mnerte. [)escle 1<1s rrimeras (ontrC''!ersias, Jesus contesta los νalores religiosos de los escribas Υ fariseos (su forma de entender el sabado, el Ρerdόη, el ayuno) Υ, coη ello, COIltesta tambien el papel que ellos mismos desempenan. ΕΙ motiνo (lc acusacίόη que de todo ello brota es el de blasfenlia, motivo que retomaran en el proceso final. Intentemos comprender mas concrctamente a quienes sostuνieron Υ pusieron fin a este conf1icto.

MARCOS

Υ

ΕΙ

FΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

Examinemos para ello el breve relato que cierra la primera serie de controversias: Εntrό de nuevo en lα sinagoga, Υ habia αΙΙί un hombre que tenla lα mano paralizada. Estaban al acecho α ver si le curaba en sάbαdο para poder acusarle. Dice al hombre que tenla la mano secα: «Leνάntate ahi en medio». Υ les dice: «dEs licito en sάbadο hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?». Pero ellos cαllaban. Entonces, mίrάndοles coη ira, apenado por lα dureza de su corαΖόn, dice αl hombre: «Extiende la mano». Ella eχtendίό Υ quedό restablecida su Inano. Εη cuanto salieron los fariseos, se confabularon coη los herodianos COrltra el para ver cόιnο eliminarle (Mc 3,1-6).

Este relato comienza como un relato de milagro. Pero la expre«ellos estaban al acecho» -«ellos», es decir, 10s fariseos de 2,23permite augurar que el centro del episodio, mas alla del milagro de la curacίόη, es el conflicto que con el se origina. ΕΙ tema dellitigio es el sabado, mas exactamente la forma en que habla que observarlo. Para 10s adversarios de Jesύs, el mandamiento del sabado prima sobre cualquier otra coηsίderacίόη:es 1a letra de1 mandamiento la que condiciona la actitud que debe tener e1 creyente. Por su parte, el Jesύs de Marcos pone en cuestίόη esa reΙacίόη con el mandamiento. Νο pregunta: «~Se puede hacer algo en sabado ο ηο se puede hacer nada?», sino «ίQue hay que hacer?», ο mas exactamente: «~Es lίcito en sabado hacer el bien en vez de1 mal, sa1var una vida en vez de destruirla!». Dicho de otro modo, hay una forma de obedecer el mandamiento del descanso que es una traίcίόη (cuando se olvida a 1a persona humana en beneficio de la ley) Υ hay una forma de desobedecer el mandamiento del descanso que es una forma de olr la VΟΖ de Dios (cuando se tiene en cuanta a la persona humana en su situacίόη de criatura). Asi 1as cosas, resulta que Jesύs a1 transgredir el mandamiento jl0 cumple*! ΕΙ Jesύs de Marcos, al modo de Pablo, denuncia una manera de relacionarse con la ley* judia que es mortifera: sus adversarios -al menos como Marcos les presenta- convierten la ley en υη pretexto para defender una imagen de Dios acomodada a ellos mismos Υ a sus priyilegios re!igίσ"nς. Τρς(ις rn'Γ()ηρ ηtlf' h;:ΙΥ qne dejar espacio a la libertad que Dios da en su palabra, estableciendo de hecho una reΙacίόη diferente tanto con Dios como con el texto de la ley. Pero, para sus adversarios, esa libertad es blasfemia [vease Mc 2,7: «ίΡοr que este habla asί? Esta blasfemando. ίQuίeη puede perdonar pecados, sino Dios sόΙο!»]. Quien pone en peligro las seguridades religiosas, quien cuartea 1as respuestas doctrinales que tranquilizan Υ dan seguridad, debe morir. ίΥ morira, porque su libertad sίόη

276

ΙΑ

ΡΑsιόΝ

SΕGύΝ

SAN MARCOS

contesta radicalmente al hombre! Porque en la figura de 10s fariseos puede reconocerse todo ser humano: en cuanto apresado en sus seguridades religiosas ο ίdeοlόgίcas Υ contestado, por ello, por la palabra llena de autoridad de ]esύs. Por tanto, la muerte de ]esύs es, para Marcos, la consumacίόη de la misma reνeΙacίόπ que su palabra trae: ante ]esύs, el hombre se descubre revelado a Sl mismo. Aunque esta reveΙacίόη puede ser sίηόηίmο de curacίόπ Υ de lίberacίόη, produce, en quienes estan apresados en sus falsas seguridades, una ορο­ sίcίόπ irreductible que llevara a ]esύs a la muerte. Desde el comienΖΟ de su relato Υ a todo 10 largo de el, Marcos indica, asl, el caracter ineludible de la muerte de ]esύs. Ιο indica particularmente a traves de 10s tres anuncios de la Ρasίόη que van tachonando su subida a ]erusalen. ΕΙ primer anun(ίο de la Ρasίόπ (8,31) 10 sίtύa Marcos en el momento en que el relato da υπ giro fundamental al decidir ]esύs dejar Galilea por Cesarea de ΡίΙίρο (8,27), que· es presagio de su viaje a ]erusalen. ΕΙ segundo anuncio (9,30-32) viene a coπtίπuacίόπ de una dίscusίόη de los discipulos preocupados por 10s puestos de preeminencia en el Reino: «Habian discutido entre sl quien era e] mayor» (9 34). Ε] tercero Υ ύltimo anuncio (10,32-34) sigue a la Ρetίcίόη de los hijos del Zebedeo relacionada tambien con el tema de la preeminencia: «Concedenos que nos sentemos en tu gloria, υηο a tu derecha Υ otro a tu izquierda» (10,37). Marcos tiene buen cuidado de presentarnos a 10s discIpulos como inconscientes todaVla del destino de su Maestro. Subraya asl la distancia fundamental existente entre la idea que se haclan del Meslas* y]a realidad Ρaradόjίca que se les revela en ]esίls de Nazaret. Distancia que, en el evangelio segύη Marcos, ηο dejara de crecer hasta la fractura. ΙΑ PAsIόN Α ΙΑ LUZ ΟΕ LOS CANTOS οη SIERVO

Desde 10s origenes, ]a muerte de ]esύs fue interpretada a la luz de las tradiciones de la Biblia judia. Entre los muchos textos profeticos qne sirvieron para dar el significado de la muerte de ]esύs, Υ el significa(Ά Ι'"''' "~~~i-,",,, dl'l "IΆA~","," ~~" ... ~~ ,,~ J.U6Ui 1,,~~~ do \..f"UC ~A"A<,i-;A P~~A I~ 1-\"", "--..L privilegiado. [vease νοΙ Ι, ρ. 336]. Se pueden observar algunas hnellas de 10s cantos del Siervo en Marcos. Εη primer ]ugar, fuera del relato mismo de la Ρasίόη Υ, luego, en el centro mismo de ese relato: - Εη Mc 9,12: «;.Υ cόmο esta escrito del Hijo del hombre qul' sufrira mucho Υ que sera despreciado?»; es υη logion* sobre e] Hijo ..I."""~":;Ι.ίιλ.

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!.77

MARCOS Υ ΕΙ FΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

B1BLIA

10s

CANTOS DEL S1ERVO

Se encuentran en 10s capitulos 42 al 53 del libro del profeta 1saias (l1amado tambien Segundo 1saias) [vease νοΙ Ι, ρ. 336]. Εη estos capίtulos, el proyecto de Dios se cumple en un siervo que desempeiίa el oficio de mediador entre el pueblo Υ su Dios. La sangre de los sacrificios de animales es reemplazada por el compromiso de un hombre, Siervo fiel hasta dar su vida. Εη su muerte, ηο sόΙο restablece la alianza entre Dios Υ su pueblo, sino que su «sacrificio» tiene un alcance universaΙ Se comprende, asi, que la muerte de Jesus pudiera ser interpretada con ayuda de esta figura. Uno de 10s «cantos» miιs utilizados por la tradicίόn cristiana es el de 1s 53. Esta es su traduccίόn segun el texto hebreo:

iQuien dio crι~dito a nuestra noticia? Ye1 brazo de Yahve ia quien se 1e Τθνθ1ό? Crecίό como un TθΙoiίo de1ante de e1, como raΊZ de tierra arida. Νο tenla apariencia Ωί presencia; (le vimos) Υ ΩΟ tenla aspecto que pudiesernos estirnar. Despreciado, rnarginado, hombre do1iente Υ ΘΩΙθτrnίΖΟ, como de taparse e1 rostro ροτ no ver1e. Despreciab1e, un Don Nadie. ίΥ con todo eran nuestras do1encias 1as que e111evaba Υ nuestros do10res 10s que soportaba! Nosotros 1e tuvlrnos ροτ azotado, Jψrίdο de Dios Υ hurnillado. ΕΙ ha sido herido ροτ nuestras rebe1dias, φο1idο por nuestras cu1pas. ΕΙ SΟΡοrtό e1 castigo que nos trae 1a paz, Υ con sus cardena1es hernos sido curados.

1bdos nosotros como ovejas erramos, cada uno rnarchό por su carnino, yYahve descargό sobre e1 1a cu1pa de todos nosotros. Fue oprimido, Υ e1 se humiΙΙό Υ no abriό 1a boca. Corno un cordero a1 degiiello era llevado, Υ como oveja que ante 10s que 1a trasquiJan esta rnuda, tampoco e1 abriό 1a boca. Tras arresto Υ juicio fue arrebatado, Υ de sus contemporaneos, iquien se preocupa? Fue arrancado de 1a tierra de 10s vivos; por 1as rebe1dias de su pueb10 ha sido herido; Υ se puso su sepu1tura entre 10s ma1vados Υ con 10s ricos su turnba, ροτ mas que ΩΟ hizo atropello Ωί hubo engaiίo θΩ su boca. Mas p1ugo a Yahve quebrantar1e con do1encias. Si se da a si rnismo en exΡiaciόn, vera descendencia, a1argara sus dias, Υ 10 que p1azca a Yahve se cump1ira por su rnano. Ροτ 1as fatigas de su a1ma, vera 1uz, se saciara. Por su conocimiento justificara rni Siervo a muchos, Υ 1as cu1pas de ellos e1 soportara. Por eso 1e dare su parte entre 10s grandes Υ con poderosos repartIra despojos, ya que indefenso se entregό a 1a rnuerte Υ con 10s rebe1des fue contado, cuando e111evό e1 pecado de rnuchos, e ίntercediό ροτ 10s rebe1des. (1553,1-12)

del hombre sufriente que remite quiza a Is 53,3: «Despreciado, marginado, hombre doliente Υ enfermizo». - Εη el tercer anuncio de la Ρasίόη, el anuncio de burlas, escupitajos Υ azotes que caeran sobre el Hijo del hombre (Mc 10,34: «Se 278

ΙΑ

ΡΑsιόΝ

SEGON SAN MARCOS

burΙaπίη

de el, le escupiran, le azotaran...») recuerda a Is 50,6: mi espalda a 10s que me golpeaban, mis mejillas a 10s qιΙι' mesaban mi barba. Μί rostro ηο hurte a 10s insultos Υ salivazos». - Aunque ηο haya cίtacίόη literal, es probable que en el trasfondo de Mc 10:45 ((Tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir Υ a dar su vida como rescate por muchos»), se encuentre Is 53,12 donde se dice del Siervo que «eΙ11evό el pecado de muchos». La figura del Siervo doliente se despliega, luego, en el centro mismo del relato de la Ρasίόη: «Οfrecί

DOCUMEN'I'O

LA ΡASιόΝ Υ LOS

CANTOS DEL SIERVO ΕΝ CLEMENTE DE ROMA

Siguiendo a 10s Evangelistas, 10s Padres* de la Iglesia interpretaron el destino de Jesus a la luz de 10s textos del Antiguo Testamento. Clemente de Roma, θη su carta a 10s cristianos de Corinto (hacia 10s aftos 96-96) hace una relectura de la Ρasίόη de Cristo a la luz del Canto del Siervo de Is 63: Pues Cristo es de 10s que tienen sentimientos humildes, no de 10s que se ensaIzan sobre su rebaίio. ΕΙ cetro de la grandeza de Dios, el Seίior jesucristo, no vino con el alboroto de la jactancia ni de la soberbia, a pesar de que tenia poder, sino con sentimientos de humildad tal como el Espiritu Santo habia habIado de Ει Pues dijo: rrSeίior, iquien creΥό 10 que hemos oido?Yel brazo deI Seίioria quien se reveΙό? Lo anunciaron en su presencia como niίio, como raiz en tierra sedienta. Νο tiene figura ni gloria; le vimos Υ no tenia figura ni belIcz3., sinc q:.:c S:': ::lSpccto C:Ί" dcsprcci::. ble, eclipsado con respecto a la figura de 10s hombres. Hombre en desgracia Υ dolor que sabe de soportar f1aqueza porque su rostro se apcι.rta, se desprecia Υ ΩΟ se tiene en cuenta. Este 11eva nuestros pecados Υ sufre ροτ nosotros, pero creimos que el estaba en dolor, desgracia Υ vejaciόη. Sin

embargo, el fue golpeado ροτ nuestros ριιι:ιι dos Υ debilitado ροτ nuestras injusticias. ],(1 instrucciόn de nuestra paz recaΥό sobι-e ίιl; Υ con su 11aga nosotros fuimos curados. 7brJos, como ovejas, nos extraviamos; el hΟlllbΙΌ andaba desviado de su camino. Υ el Seίlor 10 entregό ροτ nosotros, Υ el no abriό su bοι-ιl "Ι ser maltratado. Como oveja que νΒ al degIle 110, como cordero mudo ante el que 10 esClIri la, asi el tampoco abre su boca. Εη la hU1l1i ΙΙaciόn ha sido levantada su condena. i QIli6n describira su generaciόn? Porque su vidιJ οι quitada de Ia tierra. Ροτ las iniquidades do mi puebl0 ha ido a la muerte. Porquo 110 cοmetiό ma1dad, ni se encοntrό engaίio 011 SII boca. ΕΙ Seiior quiere librarl0 de su desgnι cla. Si ofreceis sacrificios ροτ el pecndo, vuestra alma vera una 1arga descendencln. ΕΙ Seίior quiere poner fin a1 dolor de su II1mn, mostrarle 1uz Υ plasmar10 con ίnteΙigΟ1lciιι,. hacer justo a1 que sirviό bien a muchos. ΕΙ 11evara sus pecados. Ροτ e110, el heredItrιt n :τ::.:c.'ιοs;, :"Cφ3.rΙira !os despojos de 105 (U€l c tes a cambio de haber entregado su IllmIf ιι 1a mU,erte Υ ser contado entre 10s malhocho res. ΕΙ 11evό 10s pecados de muchos Υ 111Θ entregado ροτ sus pecados». (Clemente de RonlIι, Carta a 105 Corintio5 16,1-14; trad. de Juan Jose Ayl\n)

271.)

MARCOS Υ ΕΙ FEN6MENO SIN6PTICO

- La palabra de Jesιis sobre la sangre de la alianza, en la ύltima cena con sus discIpulos (Mc 14,24: KEsta es mi sangre de la alianza que es derramada por muchos» hace eco nuevamente a Is 53,12. - Hay que evocar ese mismo capίtulo de Isaias cuando leemos en Mc 15,27 la meηcίόη de la crucίfiχίόη de los dos ladrones junto a Jesιis (cf. Is 53,12: «con los rebeldes fue contado», eco que ηο le Ρasό desapercibido a υη escriba seguramente responsable de la adίccίόη secundaria de Mc 15,28 que cita explicitamente el pasaje de Isalas). UNA LECTURA ΟΕΙ RELATO ΟΕ ΙΑ PASI6N

Ampliamente preparado por el conjunto de la ηarracίόη, el relato de 1a Ρasίόη propiamente dicho comienza en el capitulo 14 con el anuncio del complot de 10s responsables religiosos cuando se esta preparando la fiesta de Pascua* (14,1-2). Entre esos dos acontecimientos Marcos establece una vίηcuΙacίόη que ηο cesara de seguir tejiendose a 10 largo de todo el relato. Una primera comida ( 14,3-9) sirve de οcasίόη a υη gesto de elevado contenido sίmbόΙίco, el de la mujer de Betania. Derrama su perfume sobre 10s pies de Jesιis Υ, sin saberlo, ofrece por adelantado la uηcίόη para el enterramiento de Jesιis, una uηcίόη que ηο podra hacerse en la tumba, puesto que ya ηο estara alli el cuerpo. Se hara memoria de esta uηcίόη en todas partes donde se predique el Evangelio*. Como la viuda que habia dado al Temp10 todo cuanto tenla para vίvίΓ, esta otra mujer da cuanto posee a quien, por su muerte, reemplazara al Tenιplo. Una segunda comida (14,12-25), la ύltima que Jesιis compartira con sus discipulos, va a convertirse en el signo de una a1ianza sellada por e1 cuerpo Υ la sangre del Siervo de Dios que es Jesιis. Es tambien 1a οcasίόη para e1 anuncio de 1a traίcίόη de «υηο de 10s Doce» (14,1 Ο) Υ de 1a ηegacίόη de Pedro. Este anuncio de la ηegacίόη ηο impedira al discIpulo sucumbir a la teηtacίόη de1 suefίo en Getsemani ηί, luego, renegar de el en e1 proceso. Pero el recuerdo de 1a pa1abra que le dijo Jesιis 1e hizo posible volver sobre sl mismo Υ produjo su llanto liberador que le abrίό al arrepentimiento: «Ύ Pedro recordό 10 que le habia dicho Jesιis: ''Antes que el gallo cante dos veces, me habras negado tres". Υ romΡίό a llorar» (Mc 14,72). La ηegacίόη de Pedro fue tambien 1a ηegacίόη co1ectiva del grupo de los discIpulos que huyeron todos ellos tras e1 prendimiento, dejando a Jesιis solo Υ abandonado: «Υ abandonando1e huyeron todos» (14,50). ΕΙ joven desnudo (14,50-51) es quiza una figura sίmbό1ίca 280

ΙΑ

ΡΑsιόΝ

SΕGύΝ

SAN MARCOS

de la coηdίcίόη del discipul0, νaciado poco a poco de sus certezas Υ puesto al desnudo ante ]esίIs arrestado. Dos procesos ocupan el centro del relato de la Ρasίόη: ante e\ Sanedrln* (14,53-65) Υ ante Pilato (15,1-20). La identidad de ]esίls sigue estando como siempre en el centro de estas dos escenas. «Hijo del Bendito» (14,61), «Hijo del hombre» (14,62), «rey de 10s judIos» (15,2 Υ 18). ]esίIs muere, asl pues, en la soledad, cara a cara con su Dios Υ con una ίIltima pregunta: «Dios mlo, Dios mlo, lPor que me has abandonado?» (15,34). Esta muerte tragica, signo eνidente de\ fracaso de su mίsίόη, se conνierte, sin embargo, en ellugar donde se descubre en νerdad al Hijo de Dios. ΕΙ relato termina, luego, muy rapidamente (15,42-16,8) con el miedo Υ el silencio de las mujeres, precedido por la orden dada a \os discipulos de νolνer a Galilea donde ]esus les espera. Como si se tratara de ηο escapar demasiado pronto de ιιη relato cuya lectura h
Aunque la νoluntad de colocar en el centro de su relato la muerte ιiι' ]esίIs es una eνidencia que la ηarracίόη ηο cesa de poner de m.1I1 ifiesto, Marcos articula este tema con una ίηνίtacίόη a seguir a Cristo (se ha impuesto el termino «seguimiento», Nachfolge en aleInal1, idioma en el que emΡeΖό a usarse). Εη camino a la Ρasίόη, el Cristo de Marcos ηο cesa de inνitar a 10s discipulos a que le sigan. Rst
-

2~

MARCOS Υ ΕΙ FEN6MENO SIN6PTICO

Pedro el renegado. Simultaneamente, todo el mundo es llamado a Jesιis: 10s dίscίΡuΙ0S, desde luego, pero tambien υη escriba (<
seguir a

EL.C.

282

7.6. Ει SECRETO MESIANICO: υΝΑ PEDAGOGIA

PARA ΕΙ LECTOR DE MARCOS

e1 cine e1 espectador se deja llevar por 1a pelίcu1a que se Ιι' proyecta, olvida e1 montaje; a ηο ser que sea un crltico a1ert,} Υ quiera ana1izar 1a obra; sό10 entonces toma conciencia ticl angu10 de 1a C
Ε

Ν

ΒιΙ identid;1d mesi~nic(l; r(lr(l d(lr Cl1ent;1 de l1ll hechn:

qlle

Jesίιs

110

habla dicho nada a1 efecto; que su mesianidad es una proclamaci()ll post-pascual de la fe cristiana. La tesis era desmesurada, Υ estu<.iios posteriores aportaron correctiνos. Pero Ρ1aηteό por primera V<"Z Ι'Ι problema de la teologia marcana*. Se tomaba en cuenta 1a me<.iίί1­ cίόη literaria: 10s exegetas* haran justicia a1 proyecto edίtοrω ΙΙΙ' Marcos si distinguen el p1ano de 1a historia Υ el de su present,ιcj()Jl

2ιη

MARCOS

Υ

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FΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

por el Evangelista. Partiendo de la dificultad que tuvo Jesus para hacer comprender su verdadera identidad Υ para que sus discJpulos le siguieran, el Evangelista hizo de ello una verdadera clave de lectura. Ademas, desde hace unos decenios, 10s exegetas muestran su interes ηο sόΙ0 por 10 que tiene que ver coη la teologIa propia de Marcos, sino por el relato en SJ mismo, por su arte de narrar. ΕΙ «secreto mesianico» se convierte, entonces, ηο sόΙ0 en la clave de una teologIa, sino tambien en el resorte dramatico de una obra literaria. La narratologJa (disciplina que estudia el relato como tal) desplaza la mirada del autor Υ de 10s lectores hίstόrίcos para descubrir al autor Υ a 10s lectores construidos por el relato mismo a todo 10 largo de la obra. ΕΙ interes ya ηο recae sόΙ0 sobre el tItulo del evangelio Υ sobre las escenas queretoman ese tItulo (como la coηfesίόη de Cesarea en le cap. 8 Υ la del ceηturίόη en el cap. 15), sino sobre el modo como el autor, que esta dentro del relato, conduce allector desde el primero al ίιltimo versIculo. lΑdόηde quiere conducirlo Υ por que? REVELΑCIόΝ Υ SECRETO

Alleer a Marcos llama la ateηcίόη la teηsίόη que se instaura entre la Ρrοclamacίόη de la identidad de Jesus Υ 10 que, luego, Wrede ΙΙamό el «secreto mesianico». Desde el primer versIculo del evangelio, se orienta allector: «Comienzo del Evangelio de Jeslls, el Cristo, Hijo de Dios» 0,1). Ιο esencial parece dicho Υ parecen anunciadas las etapas de esa reveΙacίόη. Sin embargo, es υη drama 10 que va a anudarse: lde que mesianismo se trata? lCόmο va Dios a establecer su Reinado? ΕΙ Bautista atiza todavJa mas el deseo: va a venir υηο que es «mas fuerte» Υ que bautizara en el EspIritu Santo. De hecho Jesus se deja bautizar por Juan... en el Jordan. Pero ellector recibe una ίηfοrmacίόη capital al oJr al Padre que dice a Jesus: «Τίι eres mi Hijo amado, en ti me complazco» 0,11). Notemos que en Marcos esta teofanIa se dirige a Jesus solo Υ allector que es omnisciente, ya que se le pone entre 10s bastidores de la accίόη. Ιηfοrmacίόη Υ dίserecίόη van de la mano. lPor que? Semejante novedad ηο puede ser callada: jlos demonios se encargan de proclamarla! Esta extrafia asοcίacίόη (el Padre Υ 10s demonios) subrava el hecho de que la identidad de Jesus sόΙ0 puede ser desvelada por una mirada que venga de mas alla. Pero esta~vez, Υ parece contradictorio, la orden de guardar silencio brota desde el momento en que es proclamada la identidad de JesUs. Esta atmόsfe­ ra de secreto, adosada a escenas de reveΙacίόη, marcara particularmente la primera parte del evangelio. Veamos la primera accίόη dc Iesus: υη exorcismo (Mc 1,21-28). Εη musica se dirJa que es la οbeι-­ tura de la obra, aquI se trata de la obertura del ministerio de JesUs. 2Η4

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SECRETO MESIANICO

La lucha es frontal. Εη plena sinagoga* Υ en sabado, υη hombre ρο­ seldo de υη espIritu impuro grita: «"~Que tenemos nosotros contigo, Jesus de Nazaret? ~Has venido a destruirnos? Se quien eres tu: el Santo de Dios". Jesus, entonces, le coηmίηό diciendo: "Callate Υ s.ll de el"» (1,24-25). ReνeΙacίόη Υ secreto andan a la par. Pero, ~de quc secreto se trata? La escena es publica, se desarrolla en plena sinagoga; ~ηo han oldo 10s asistentes el grito del esplritu impuro? Si se ωι­ tara verdaderamente de υη secreto a guardar, j1a orden llegab'l demasiado tarde! Hay que pasar del plano hίstόrίco alliterario: ies el lector quien una vez mas queda involucrado en esa reνeΙacίόη, que, sin embargo, se le embarga inmediatamente! Los seres espiritualcs saben quien es Jesus, pero ηο se les deja hablar. Marcos insiste en cl sumario que viene a coηtίηuacίόη: «Υ ηο dejaba hablar a 10s demonios, pues le conoclan» (1,34). Del mismo modo, 10s enfermos sc abalanzan sobre el para tocarle: «Los esplritus inmundos, al verle, sc arrojaban a sus pies Υ gritaban: "Τίι eres el Hijo de Dios". Pero el les mandaba energicamente que ηο le descubrieran» (3,11-12). ΕΙ sccreto, intimado a toro pasado Υ en medio de la multitud, ηο es absoluto: subraya la importancia de 10 que se ha dicho, aunque es inoportuno decirlo de ese modo ο decirlo en ese momento. Todos 10s titulos que indican poder (Santo de Dios, Meslas*, incluso Hijo ι1ι' Dios) se muestran ambiguos, ο requieren una eΧΡΙίcacίόη: la cruz sc la dara. Por el momento, la ίηfοrmacίόη queda sometida a embargo. Hay, coη todo, una eχceΡcίόη entre 10s relatos de exorcismo: la del demonio de Gerasa. Εη cuanto ve a Jesus se prosterna Υ grita: «~QtIc tengo ΥΟ contigo, Jesus, Hijo de Dios Altlsimo?» (5,7). Υ Jesus en estc caso ηο le manda callar. Es porque la escena sucede lejos, en tierr'l pagana* Υ, sobre todo, sin mas testigos que 10s disclpulos. Pero ellector sl asiste a la escena. Por su parte el enfermo, que ha recuper'll10 su equilibrio anlmico, es invitado, incluso, a proclamar entre los suyos 10 que Jesus ha hecho por el (5,19), primicias de 10 qtIe scra mas tarde la Ρredίcacίόη a 10s paganos. Consideremos ahora algunos relatos de milagros que, a veces, quedan sometidos tambien a una especie de embargo. ComenceIll0S por el del leproso (Mc 1,40-45). Pide a Jesus que le limpie de su lmpureza Υ Jesus 10 hace. Marcos afiade, sin embargo, que Jesus 10 rJar nrpfprpnr1., ., ρςΤ., lert'ura de! tρvtι) hace l(encοler1ψ,d,...." fh.,,, """J "ue 'i ...... .............. sobre la otra que es armonizadora: «movido a comΡasίόη»). lucgo, Jesus despide alleproso imponiendole silencio Υ enviCΊndole a prc;sentarse al sacerdote que debla ser capaz de interpretar aquel sigl1o. Ι Bfectivamente, curar a υη leproso equivalίa, segun 10s rabil1os, .1 iresucitar υη muerto. ΕΙ gesto que ha hecho Jesus es, por tanto, ΓΙΙΙ'Γte, es υη gesto de reveΙacίόη. Por eso precisamente se le sella COI1 cl I:ιecreto. jLe corresponde allector comprender! \

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MARCOS Υ EL ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

Hay υη segundo milagro que recibe el mismo tratamiento: la resurreccίόη de la hija de Jairo (Mc 5,21-43). Εη presencia, nada mas, de 10s padres de la nifia Υ de 10s dίscίΡuΙ0S Pedro, Santiago Υ Juan, Jesus devuelve la vida a la muchacha: «Quedaron fuera de sί, llenos de estupor. Υ les ίηsίstίό mucho en que nadie 10 supiera» (5,42-43). Ellector sί esta en la escena, con 10s mismos tres dίscίΡuΙ0S privilegiados que vera, despues, en la traηsfiguracίόη Υ en la agonia de Getsemanίo

ΕΙ tercer relato que consideramos es la curacίόη de υη sordomudo: «Jesus les maηdό que a nadie se 10 contaran. Pero cuanto mas se 10 Ρrοhίbίa, tanto mas ellos 10 publicaban. Υ se maravillaban sobremanera...» (Mc 7,36-37). Encontramos la misma mezcla de revelacίόη Υ silencio. ΕΙ cuarto es la curacίόη del ciego de Betsaida, cuya vista al principio es borrosa, pero termina siendo perfectamente ηίtίda (Mc 8,22-26). Anuncia sίmbόΙίcameηte la clarividencia de Pedro en la escena que sigue a coηtίηuacίόη. Tambien a este ciego, que sin embargo nada ha dicho sobre la identidad de Jesus, este le prohibe entrar en el pueblo. Marcos ha retenido estos cuatro milagros porque son gestos mesianicos. Εη Mateo, Jesus responde a 10s enviados de Juan Bautista que tenlan dudas sobre la identidad mesianica de Jesus: «Los ciegos ven Υ 10s cojos andan, 10s leprosos quedan limpios Υ 10s sordos oyen, 10s muertos resucitan» (Mt 11,5). iLo mas elocuente segun Mateo es sometido a silencio en Marcos! Si Jesus es el Mesias, lPor que se prohibe decirlo? Despues de la primera jornada del ministerio de Jesus en Cafarnaun, se desarrollan las controversias galileas, con dos curaciones para encuadrarlas. Εη primer lugar, la del paralίtico (Mc 2,1-12): el Ρerdόη de Jesus compromete la autoridad de Dios. Es 10 que 10s escribas piensan en su interior, pero Jesus lee en su coraΖόη (Υ ellector es asociado a su perspicacia): «lPor que este habla asί? Esta blast"emando. lQuien puede perdonar pecados, sino Dios sόΙ0?» (2,7). Indicador, asl pues, de reveΙacίόη Υ lejano anuncio de la Ρasίόη: la acusacίόη de blasfemia anticipa la que volvera a aparecer en la boca del sumo sacerdote* en el proceso (14,64). ΕΙ otro milagro, la curacίόη del honIbre que teηίa la mano seca, desemn()(";.) en Ι" ('()nsrir::ιcinn de l()s f"rise()s* Υ de ]()S nt'rncJi;:jn()s (3,6). Por 10 demas, ya desde el comienzo del relato, la misma sombra de muerte planea sobre quien habla sido el primero que anuncίό la llegada del Reino: Juan el Bautista, del que Marcos nos dice que fue «entregado» (1,14). lLe pasara 10 mismo a Jesus? Hasta sus mas cercanos se le oponen: su familia Υ sus parientes (3,20-21.31). Α partir del cap. 4, Jesus toma aparte a sus dίscίΡuΙ0S para introducirles en su misterio: «Cuando quedό a solas, 10s que le seguίaη, <1

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SECRETO MESIANICO

una con 10s Doce, le preguntaban sobre las parabolas. Elles dijo: 'Ά vosotros se os ha dado el misterio del Reino de Dios, pero a 10s qlIc estan fuera todo se les presenta en parabolas, para que por mucho que miren ηο vean, por mucho que oigan ηο entiendan, ηο sea qlIc se conviertan Υ se les perdone"» (Mc 4,10-12). Brusco lenguaje qlIc anuncia ηο la ίηteηcίόη ύltima de Dios, sino la consecuencia concreta de la Ρredίcacίόη del Reino: jciega tanto como ilumina! ~Senίπ los discipulos mas perspicaces? ΑΙ contrario, tres escenas nos muestran su profunda ίηcomΡreηsίόη: las tres tienen lugar en una bare<ι, sobre ellago: es ellugar de la prueba Υ de la inestabilidad. ΑΙ acab,1[ la primera prueba, el relato de la tempestad clamada, Jesιis preglIllta a sus discipulos: «~Por que estais con tanto miedo? ~Cόmο πο teneis fe?» (4,40). La segunda, el caminar sobre las aguas (Mc 6,4552), tiene lugar tras el signo mayor de la primera muΙtίΡΙίcacίόπ dc 10s panes en el desierto, en el que Jesιis se da a conocer como el p"tstor de su pueblo, en la misma lίnea que Moises Υ David. Entrada Υ'Ι la noche, 10s discipulos estan en la barca, en medio del mar. Jesus ν,ι hacia ellos, caminando sobre las aguas, Υ ellos creen ver un fantasm,1 Υ se sienten invadidos de estupor. Marcos precisa: «Νο habian entendido 10 de 10s panes, sino que su mente estaba embotada» (6,52). 1,,1 tercera escena (Mc 8,14-21) tiene lugar tras la segunda multip1ic
Νο es casualidad que Marcos ponga delante de la coηfesίόπ* tit' Pedro las curaciones de un sordomudo Υ de un ciego, que tennin,1 viendo nίtidamente: ambas son figura del Pedro que proclama: «Ί'ιΊ eres el Cristo» (8,29). Por primera vez, parece que el secreto es (it'svelado por un hombre. l'ero lnmedlatamente l'edro se opone ai t1t'stino lleno de sufrimientos de Jesιis. La segunda parte del evangt'lio es una extensa catequesis para hacer comprender a Pedro, a 10s tiiscipulos Υ finalmente allector, que tienen que comulgar con el νι'r­ dadero mesianismo de Jesιis. Se trata de seguirle. Jesιis dice a Pcιiro que desaparezca de su vista (8,33), que se ponga a sus espa1d,ls, trilS ~l. La subida a Jerusalen esta ritmada por 10s tres anuncios tic Ιι

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MARCOS Υ EL ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ Ρasίόη, seguidos 10s tres ροτ la ίηcomΡreηsίόη: ίηcomΡreηsίόη de Pedro (8,31-33), ίηcomΡreηsίόη de 10s discipulos que se preguntan, a su espalda, quien sera el mayor en el Reino (9,33-37), incomprensίόη de 10s hijos del Zebedeo deseosos de sentarse a la derecha Υ a la izquierda del Sefior en la gloria (10,35-40). Tras cada una de las tres ocasiones viene una verdadera catequesis* ροτ parte de Jesus: «Si alguno quiere venir en pos de ml, nieguese a sl mismo, tome su cruz Υ sigame» (8,34). La imagen del camino se superpone, entonces, a la de la coηfesίόη. υη camino que pasa ροτ el rechazo, el sufrimiento Υ la cruz: un Mesias debil Υ rechazado. Α 10 largo de estos capitulos, hay una segunda vez en que el secreto parece desvelado, pero ροτ el Padre, en una teofania* semejante a la del bautismo, con una diferencia: se dirige, esta vez, ηο sόΙ0 a Jesus, sino a 10s discipulos Pedro, Santiago Υ Juan, Υ se integra al lector en esa experiencia. ΕΙ Padre revela en ella, de nuevo, la filiacίόη de Jesus, pero afiade: «Escuchadle» (9,7). Ahi esta toda la apuesta, Υ reaparece el embargo sobre la ίηfοrmacίόη, que sigue reservada hasta la cruz Υ la resurreccίόη: «Υ cuando bajaban del monte les οrdeηό que a nadie contasen 10 que hablan visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre 10s muertos» (9,9). ΕΙ secreto se sigue desvelando, sin embargo. La curacίόη de un ciego (jciego, todavIa!) precede a la entrada mesianica de Jesus en Jerusalen (Mc 10,46-52). Extrafia escena, porque el hombre grita: «jHijo de David, Jesus, ten comΡasίόη de mi!» e incluso 10 repite cuando la gente le reprende asperamente. Pero Jesus ηο se 10 reprocha en absoluto. Notemos que, curado, el hombre «le seguia ροτ el camino», imagen del perfecto discipul0. Α coηtίηuacίόη, son las gentes las que toman el relevo: «jHosanna! jBendito el que viene en nombre del Sefior! iBendito el reino que viene, de nuestro padre David! jHosanna en las alturas!» (Mc 11,9-10). Se esta produciendo, sin embargo, un quid-pra-qua. La reveΙacίόη es clara para ellector, pero indignante para 10s que se oponen a JesUs. Llegado al Templo, Jesus se enfrenta a 10s escribas en una serie de controversias Υ anuncia la ruina de Jerusalen. ΕΙ desvelamiento del secreto tiene lugar en una escena particularmente solemne: ante el sumo sacerdote que le pregunta: «ζΕres tίί o .I(C", "-.ΤΓ\. n1 Β- ;Ι"t ?~~ Tcι('/-.C' '"t" ΟΙ U d ,,< "Τ1(ΤΟ1"';;Οι, "nl CΤ1" v, '-< <Δ)v CIlul 0.0, )""U" <,-"ροπdσ '-ο "v<, /v ",0/, J ,,-<,-1ύ al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder Υ venir entre las nubes del cielo» (Mc 14,62). Aparecen aqui reunidos todos 10s tltu10s, Υ la perspectiva mesianica asociada al origen celeste del Hijo del hombre constituye una blasfemia. ΕΙ secreto sόΙ0 es desvelado ροτ el mismo Jesus porque de ahi en adelante ya estaban jugadas todas las cartas: el sumo sacerdote desgarrό su tίίnica Υ «todos juzgaron qut' era reo de muerte» (14,64). O

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SECRETO MESIANICO

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levantamiento del secreto 10 hace el ceηturίόη al pie de la cruz: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios» (15,39). υη pagano tiene la ύltima palabra sobre Jesus: representa a la comunidad cristiana que ha brotado entre 10s paganos, para quienes se escrίbίό este evangelio. υη recorrido de este tipo, procediendo desde la Ρrοclamacίόη del Reinado de Dios para acabar en la crucίfiχίόn del Μesίas Υ del Hijo, era particularmente apto para estimular la esperanza de una comunidad cristiana νίctίma de persecuciones. Sigue siendo de actualidad para cualquier lector llamado a descubrir a Dios Υ su reinado πο en la fuerza, sino en la debil humanidad del Hijo.

J.-M. Ρ.



7.7. MARCOS, υΝ EVANGELIO QUE CONCLUYE CON υΝ SILENCIO

diferencia de 10s otros eνange1ios caηόηίcos*, que terminan con re1atos de aΡarίcίόη de Jesus a sus discipu10s, e1 de Marcos termina en 1a tumba de Jeslls, abierta Υ νacίa. Segun 1a tradicίόη manuscrita mas fiab1e, e1 texto se cierra con e1 si1encio Υ e1 miedo de 1as mujeres que habίaη ido a1 sepu1cro.

Α

LAS MUJERES ΕΝ ΕΙ SEPULCRO

La tradίcίόη de 1a νisita a1 sepu1cro, e1 dίa de Pascua, integra 10s siguientes e1ementos comunes a 10s re1atos eνange1icos: una νisita de mujeres, a1 alba, e1 descubrimiento de 1a tumba νacla, e1 anuncio de 1a Resurreccίόη por un mensajero (ange1 ο Jesus mismo), e1 eηνίο en mίsίόη. He aquί e1 re1ato, segun Marcos, de 1a νisita de 1as mujeres a1 sepu1cro:

Pasado el sάbadο, Maria Magdalena, Maria Ιa de Santiago Υ Salome compraron aromas para ir α embalsamarle. Υ muy de madrugada, el primer dia de Ιa semana, α Ιa salida del sol, van aΙ sepulcro. Se decian ιιnιι~ U uirιι~. «cQuien nω ιι:iίΙUfU Ιιι Ρίι:d,u ι1ι:: lιι ριιι:ι iu ι1ι:1 :>epulcro?». Υ levantando los ojos ven que Ιa piedra estaba Υα retirada; Υ eso que era muy grande. Υ entrando en el sepulcro vieron α un joven sentado en ellado derecho, vestido con una tUnica blanca, Υ se asustaron. Pero έΙ le5 dίι'c: «Νο 05 asustiis. Βuscάίs α ]e5US de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no estά aqui. Ved el lugar donde Ιο pusieron. Pero id α decir α sus discipulos Υ α Pedro que ίrά delante de voso291

MARCOS Υ EL FEN6MENO SIN6PTICO

tros α Ga1ilea; αΙΙί 10 vercis, como os dijo». Ellas sa1ieron huyendo de1 sepu1cro, pues un gran temb10r Υ espanto se hαbία apoderado de ellas, Υ no dijeron nada α nadie porque tenίαn miedo... (Mc 16,1-8). Es interesante obserνar las caracterlsticas propias del relato de Marcos. Las mujeres son de las que habian estado al pie de la cruz. lPor que νan al sepulcro? Εη Mateo, 10 hacen para νer la tumba Υ, en Juan, Marla de Magdala νa a llorar; pero en Marcos νan para ungir el cuerpo. Primera extrai1eza: lera perfectamente razonable haber esperado, todo el sabado Υ la noche siguiente, para proceder a ese homenaje? l Υ mas alln, para hacerselo a υη cuerpo torturado Υ depositado en υη sepulcro sellado? Suele decirse ordinariamente que se le habla sepultado rapidamente, sin los cuidados habituales. Nada de eso aparece en el texto del enterramiento: Jesus es enνuelto en una sabana Υ depositado en la tumba, Υ se hace rodar la piedra sobre la entrada del sepulcro; semejante entierro ηο tiene nada de proνisional. Ademas, Juan habla de υη enterramiento con 10s aromas que solίan usarse (Ιη 19,40). Nueνa extrafιeza: Ia piedra. Marcos introduce allector en los interrogantes que se plantean las mujeres por el camino: «lQuien nos retirara la piedra de la entrada del sepulcro?». lNo podian haber pensado en eso antes, Υ lleνarse la ayuda necesaria para ello? Cuando las mujeres descubren la piedra rodada, Marcos hace notar que era muy grande, pero ησ se preocupa para nada de decirnos cόmο ha sucedido eso ηί de describir la reaccίόη de las mujeres. Ellas entran Υ encuentran a υη angel que parece estar esperandoles: el centro del relato 10 ocupa el mensaje del angel. Marcos ηο nos describe ηί su llegada ηί su partida. Ιο importante es la Ρrοclamacίόη del mensaje pascual. La ηarracίόη de Marcos plantea, por tanto, mas de una pregunta en el plano hίstόrίco. Es sin duda el indicador de que hay que pasar de la historia al plano literario, de que hay que entrar en la dinamica Υ la dramatica del relato: lque quiere decirnos el relato? Las mujeres han sido testigos de la muerte en cruz de Jesus Υ de su enterramiento. Van al sepulcro ηο con la esperanza de encontrar υη sepulcro abierto ηί de encontrar al Resucitado. ΑΙ contrario, νan obsesionadas por la muerte de Jesils, que ahora reposa en υη sepul~r~ <:'cll""~f"' p.. . "'1"'IoAC';t'" de 1., ....,,;ο,..:ι't"'<'"1 r.101 C'ubr"''1;''''dc "" V "uv. 51, ;~+rι. ......... ....... .i.u.]" del redactor Υ la meηcίόη de los aromas para honrar el cuerpo del difunto, todo ello, funciona en el sentido de una dramatίΖacίόη en torno a la muerte Υ a su impacto. Es el mensajero el que νa a νolνer del reνes la perspectiνa. Se trata de υη hombre joνen, pero el color de su νestido blanco designa de dόηde proνiene (Mateo Υ Juan hablan de angeles). Esta sentado (sefιal de autoridad) a la derecha de la tumba (Ροsίcίόη de honor: es υη testigo priνilegiado). Los cooJ

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EVANGELIO QUE CONCLUYE CON

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mentaristas se han preguntado sobre este «hombre joven»: lrevestirίa el mensajero celeste 10s rasgos de un catecllmeno dispuesto . Ι proclamar la coηfesίόη* de fe de la Iglesia? La reaccίόη de las mujeres va al uηίsοηο de 10 que 10s dίscίΡuΙ0S ο 10s oyentes de Jesus sintieron ante sus palabras Υ sus gestos de poder (Mc 1,27; 10,24.32; 9,15; 14,33): extrafieza llena de temor ante la ίrrUΡcίόη de 10 divino en medio de 10s hombres. Εη el centro de la escena se expresa el mensaje pascual en un contraste cautivador. Aparecen frente a frente: la busqueda de Jesus «el nazareno» (eΧΡresίόη de Marcos) que ahora es «el crucificado» (este participio perfecto griego designa un estado Υ confiere a Jesus una especie de tίtuΙ0); -es sabida la importancia de la cruz en cl evangelio de Marcos, pero tambien en el kerigma* paulino, del quc Marcos esta aquί muy cerca-. Υ frente a esta meηcίόη del Crucificίl­ do, aparece el anuncio de la Resurreccίόη: jHa resucitado! Νο est..i aquίo Es el movimiento de la primera Ρredίcacίόη cristiana (cf. Hch 4,10). Υ sόΙ0 despues viene la meηcίόη dellugar, que esta vacίο. Ι ..ι tradίcίόη ulterior, perceptible a partir de Mateo, subrayara mas ι..ι importancia de la tumba vacίa como signo, Υ la apologetica cristi..lna abusara de esta escena para convertirla en una prueba de la resLIrreccίόη. Αquί, la reveΙacίόη pascual es proclamada en el sepulcro. Ι . ι fe ηο nace de la coηstatacίόη de una tumba abierta Υ vacίa (vease en Juan la reaccίόη de Μarίa de Magdala: se han llevado de la tumba . 11 Sefior; ο el rumor de un robo del cuerpo en la tradίcίόη mateana), sino de una reveΙacίόη Υ de las apariciones de Cristo. Viene, luego, el eηvίο en mίsίόη: tienen que llevar la noticia . Ι Pedro Υ a 10s dίscίΡuΙ0S retomando el camino de Galilea donde habίa comenzado el itinerario de Jesus en el evangelio segun Marcos. Es en 10s caminos de la mίsίόη donde se encontrara en adelantc . 11 Resucitado. Pero el final es sorprendente: temor, huida Υ silencio. ΕΙ temor es el indicador del misterio que esta revelandose. Pero, ll
1.

MARCOS Υ ΕΙ ΡΕΝόΜΕΝΟ SΙΝόΡΤΙCΟ

Jesus «de 1ejos»! (15,41). Las mujeres, ellas sl, asistieron a 1a crucifiellas «que 1e seguian Υ 1e servlan cuando estaba en Ga1i1ea, Υ otras muchas que habian subido con e1 a Jerusa1en» (15,41). Se esperarla que e1 Evange1ista diera un tratamiento privi1egiado a estas mujeres; 1a tradίcίόη va, por 10 demas, en este sentido: ellas corren a llevar 1a noticia. lHabIa una pericopa de este tipo en e1 texto de Marcos, actua1mente perdida? Una cosa es segura: e1 evangeIio segun Marcos termina en e1 si1encio (que e1 fina1 sea e1 corto ο e11argo es secundario). Νο debίό ser υη si1encio tota1, Υ e11ector 10 sabe perfectamente hoy que ya conoce 10s re1atos de apariciones. Ese si1encio subraya en e1 p1ano 1iterario 1a incapacidad de todos 10s humanos para penetrar e1 misterio de muerte Υ vida de Jesus: varones, mujeres, discipu10s, todos son como ciegos ο como gentes reducidas al silencio. Despues de la traηsfiguracίόη, 10s discipulos se preguntaban unos a otros que significaba eso de «resucitar de entre 10s muertos» (9,10). Aqui las tnujeres estan fuera de S1 Υ guardan si1encio, sefia1 de la huella del misterio sobre ellas. Es el Resucitado e1 que se dara a conocer por 10s caminos de la mίsίόη.

χίόη,

Ει ΡΙΝΑΙ CΑΝόΝΙCΟ

Las ediciones anotadas de la Biblia mencionan diversos finales al evange1io segun Marcos: υη final largo, llamado caηόηίco* (Mc 16,9-20) ο un final corto. ΕΙ final largo, aportado por algunos manuscritos antiguos, fue con1puesto probab1etnente para tapar el lado abrupto de1 evange1io Υ llenar e1 vaclo de un relato que se detenla sin llegar a 1as apariciones. Algunos piensan que primitivamente Marcos inclula un relato de aΡarίcίόη, especialmente a Pedro. De hecho, ningun manuscrito apoya esta suροsίcίόη. Εη el siglo ιν Eusebio de Cesarea dice que 10s «ejemp1ares exactos» de 10s manuscritos que tenla a su dίSΡοsίcίόη terminaban en e1 silencio de 1as mujeres (Mc 16,8) Υ que 10 que sigue (el final 1argo) fa1ta en casi todos 10s ejen1plares. Εη e1 mismo sentido van 10s testimonios de Jerόηίmο, 10s unciales mayuscu10s (Sinaltico Υ Vaticano, de1 sig10 ιν), muchas versiones Υ 10s Padres*. Sin embargo, e1 fina111amado caηόηίco* 06,9-20) forma parte de1 texto actual de1 Nuevo Testamento: esta atestado ya ροτ Ireneo en el siglo ΙΙ Υ tambien por el Diatesaron de Taciano. Data quiza de1 comienzo de1 siglo ΙΙ Υ es υη testimonio de1 cristianismo antiguo, pero ηο es de 1a mano de Marcos. Esta es la coηcΙusίόη que hay que sacar a partir de diversas razones (critica textua1, estilo, Υ otros motivos): por ejemplo, 1a eΧΡresίόη «e1 primer dia de 1a semana», en e1 verslcu10 9, ya ηο designa 1a fecha de 1a visita al sepu1cro, sino la de la Resurreccίόη de 294

MARCOS,

υΝ

EVANGELIO QUE CONCLUYE CON

υΝ

SILENCIO

Cristo. La tradίcίόη posterior en Justino Υ C1emente de ΑΙejaηdrίCl atestigua este motivo. [veαse ρ. 570J. La comΡοsίcίόη de este final caηόηίco es clara Υ dinamica: cn tres olas sucesivas, el Resucitado se aparece a Marla de Μagdaι.ι, luego, a dos dίscίΡuΙ0S que van de camino Υ, finalmente, a 10s Oncc. Ιο que subraya el redactor cada una de las tres veces es la incredulidad: ηο creen a Maria, tampoco creen a 10s discIpulos, Υ Jesύs reprocha a 10s Once su incredulidad. Sin embargo, la incredulidad, atestiguada por la tradίcίόη evangelica, recae aqui ηο sobre el Resucitado en sί mismo, sino sobre el portador del mensaje, con una iluminacίόη de las consecuencias de la fe ο de la incredulidad que se de a Ι1 Ρrοclamacίόη evangelica: la saΙνacίόη. Materia para interpelar a los lectores, a la comunidad cristiana. Sobre este punto, este final largo prolonga acertadamente la dinamica del evangelio, que habla insistido tanto en la incredulidad de los dίscίΡUΙοs. Otro punto de est;1 ΡrοΙ0ηgacίόη es el universalismo de la Ρredίcacίόη subrayado mediante tres terminos: «todo el mundo, toda la creacίόη, por todas partes» (Mc 16,15.20). ΕΙ final caηόηίco menciona, a coηtίηuacίόη, una serie de signos que seguiran a la ίηνοcacίόη del nombre de Jesύs: 10s dos primeros prolongan el obrar de Jesύs (la eΧΡuΙsίόη de demonios) Υ de la ΡΓί­ mera comunidad cristiana (1a glosolalia* en 10s Hechos de los ΑΡόstoΙes). La serpiente que ahora sera inofensiva remite tambien ;1 una promesa de Jesύs (Lc 10,19, en νίηcuΙacίόη con el demonio) . .t:l veneno, por su parte, era utilizado en las condenas a muerte Υ en "-1S persecuciones: es υη motivo conocido en la literatura aΡόcrίfa. Finalmente, la ίmΡοsίcίόη de manos a 10s enfermos. Es preciso subrayar la eχteηsίόη de estos signos a todos 10s creyentes Υ ηο sό]ο a 10s aΡόstοles: es una sefial de aηtίgϋedad. ΕΙ final culmina coη 1.1 eηtrοηίΖacίόη de Jesύs, elevado al cielo (como Elίas) Υ sentado a 1.1 derecha de Dios. La tematica es cercana a la de Lucas. Ύ; al mίSΠ10 tiempo, la Ρredίcacίόη se extiende por todas partes, colaborando cl Sefior coη ellos Υ confirmando la Palabra con 10s signos quc ΙΙ' acompafiaban. J.-M.1"'.

8 ΜΑΤΕΟ

cristiana del siglo ΙΙ atribuye aΙ aΡόstοΙ Mαteo el evαngelio mάs leido en las Iglesias antiguas. Algunos identificαn α este Mateo, un publicαno, con el Levi de los otros evangelios (veαse Mt 9,9; 10,3 Υ Mc 2,14). Pero el αutor se da α conocer sobre todo por su obrα, como en esta noticiα: «Asi, todo escriba que se hα hecho discipu10 del Reino de los Cielos es semejante aΙ dueno de una casa l]Ue sαca de su arca cosas nuevas Υ cosαs viejαs» (Mt 13,52). Especialista judio en Ια Ley* Υ 10s Profetαs (escribα), se Ιια hecho cristiαno (discipulo del Reino), Υ responsable de una Iglesiα* (dueno de unα cαsa). Con un equipo (todo escribα), hα puesto su cienciα del Antiguo Testαmento aΙ servicio del mensαje de JesUs. Su evangelio contiene cosas viejαs, las tradiciones de Jesus, Υ cosαs nuevas, unα forma de organizar Υ de completar esas trαdiciones parα iluminar una sίtuαcίόn nueva.

L

Α tradίcίόn

l.ΙΙΊ

8.1. ΜΑΤΕΟ:

AUTOR Υ DESTINATARIOS

Ρ

ARA elaborar su obra, Mateo se sίrvίό del evangelio* segύη Marcos Υ de υη documento que reunla palabras de Jesύs Υ algunos relatos. Los especialistas llaman «fuente Q*» (del aleman Quelle, fuente) a este documento hoy desaparecido, al que tambien Lucas tuvo acceso. Mateo utίΙίΖό tambien tradiciones propias de su Iglesla*, por ejemplo la parabola de los obreros enviados a la vifta (Mt 20,1-16). Esta hίΡόtesίs es contestada a veces. Pero ηο habrla que situar demasiado pronto la redaccίόη de Mateo, porque refleja una Iglesia con corrientes complejas, fruto de una historia bastante extensa. Parece que el evangelio segύη Mateo se ΡubΙίcό bajo 10s auspicios de la Iglesia de Antioquia de Siria, hacia el afto 90, unos veinte aftos despues de la destruccίόη de Jerusalen Υ de su Templo, acontecimiento del que hay huellas en el texto (Mt 22,7; 24,1-2). Esta Iglesia inclula herederos de Pablo, que deformaban su pensamiento pretendiendo que Jesύs habla abolido la ley* (Mt 5,17-19). Por el lado opuesto, habla gentes fieles a Santiago, el hermano del Seftor. Vinculados a los fariseos*, seguian minuciosamente las reglas judias (Mt 23). Estaban poco abiertos a los paganos*, recordando que Jesύs ηο habia sido enviado «mas que a las ovejas perdidas de la casa de Israel» (Mt 15,24). Entre ambos extremos. Mateo prefiere el clrculo de 10s que se gloriaban de seguir a Pedro. E,ste se habia seftalado, a pesar de Pablo, por una actitud moderada frente a las corrientes opuestas. Mateo comparte su mοderacίόη Υ, en filigrana, deja que se expresen los distintos clrculos. Su evangelio defiende a los insignificantes, a los nifios Υ a 10s que 10 ΡasaΏ ma!. Esta ternHra (ontrasta (οη ηη~ " Ρνerid(lr1 ΡΥtrρrη~ Γ::ΙΤ;:Ι (οη 10s que hacen sentir su poder, es decir, 10s profetas Υ escribas que actύaη en la Iglesia (Mt 7,15-23). Reprobando su autoritarismo, el Evangelista querria ver en ellos modelos; pero «dicen Υ ηο hacen» (Mt 23,3). Las tensiones entre las corrientes existentes en la comunidad Υ las crlticas contra los jefes se focalizan en el problema de la ley: ~con299

ΜΑΤΕΟ

siste la vida cristiana en la fidelidad a una ley? lEquivale esa ley a 1<\ ley de Moises, tal Υ como 10s escribas concretan sus obligaciones a partir de «la tradίcίόη de los antepasados» (Mt 15,1-6)? ΕΙ Jesus de Mateo fustiga la hίΡοcresίa de una reΙίgίόη reducida a una casuίstίca sin alma (Mt 23,23-24). Se trata de υη conflicto de autoridad: 10s fariseos, el movimiento judίο mas influyente, Υ 10s escribas, interpretes de la ley, se han hecho responsables de una complejidad de reglas coη las que someten a las gentes sencillas a su poder. Pero el ataque se dirige tambien a los jefes cristianos inclinados a esa misma deriva (Mt 23,1-11). Por el contrario, en materia de una justa practica de la ley, 10s dίscίΡuΙ0S deben superar a 10s escribas Υ fariseos (Mt 5,20), Υ el hijo que dice ηο, pero finalmente «hace la voluntad del padre» es mejor que quien dice sί, pero ηο hace nada (Mt 21,28-32). ΕΙ verbo «hacer» tiene en Mateo una fuerza particular. Doctor ο simple dίscίΡuΙ0, todos tienen υη mismo objetivo, dice Jesus: «hacer la voluntad de mi Padre que esta en 10s cielos»(Mt 7,21). Ahora bien, esta insistencia en el hacer es propia del alma del judaίsmο* fariseo, para el que 1<\ reΙίgίόη autentica es menos υη pensar justo que υη hacer justo. lDόηde situar, entonces, la lίnea divisoria? Para el Evangelista, la autoridad de Cristo suplanta a 1a de 10s escribas Υ ella s01a se impone en materia de ίηterΡretacίόη de la ley. ΕΙ sermόη de la montafia (Mt 5-7) preconiza la busqueda de 1a ίnteηcίόη profunda de 10s mandamientos, una practica envuelta en misericordia Υ ateηcίόη a aquellos a quienes las leyes Ροdrίaη ap1astar. La ίηterpretacίόη de Jesus sί es de recibo, porque el mismo se ίmΡΙίcό en ella como maestro «manso Υ humilde de coraΖόη» (Mt 11,18-30), haciendo realidad, el mismo, las bienaventuranzas (Mt 5,3-10). Mateo coηstrUΥό su evangelίo en torno a cίηco sermones en 10s que Jesus habla como υη maestro a sus dίscίΡuΙ0S. Pero tambien como el Μesίas* que juzgara a la Iglesia Υ a la humanidad, segun el όηίco criterio de1 amor puesto en practica coη 10s desheredados de la vida (Μ t 25,31-46). Pero este criterio tampoco es ajeno al pensamiento fariseo: «Νο hagas a nadie 10 que a ti te desagrada: en esto conslste 1a ley entera. El resto ηο es mas que su comentario» (Hillel) [vease ρ. 102]. CL. Τ.

300

8.2. ΜΑΤΕΟ: υΝ EVANGELIO

PARA CRISTIANOS υΕ ORIGEN ιυυιο

IVERSAS tensiones diνidian a 10s destinatarios del eνange­ Ιίο* segun Mateo, Υ el Eνangelista trabaja por reconciliarlas. Α 10s ministros de su comunidad les reprocha un autoritaris-

D

mo que les hacla semejantes a 10s escribas del partido fariseo* (Mt 23,1-11). Εη este animado debate, era la ley* mosaica la que estaba en juego, su lugar Υ su ίnterΡretacίόη en la νida cristiana. Mateo acepta el caπίcter central del problema Υ, en el sermόη de la montafia, presenta la autoridad de Jesus como la de un nueνo Moises. Ροτ cοmΡaracίόη con Marcos Υ Lucas, se concluye, de esta insistencia, que el Eνangelista se dirige a cristianos procedentes del judaIsmo*, a quienes su entorno pone en tela de juicio a ΡrΟΡόsίtο de su reΙacίόη con el judaIsmo.

SΕGύΝ EL ΤΕΧΤΟ DEL EVANGELIO

Marcos siente la necesidad de explicar 10s usos Υ costumbres judίοs a sus destinatarios romanos. Mateo, por su parte, sabe que sus 1ectores de AntioqUΊa estan al unlsono con las directrices de 10s escribas. De hecho, 10s cristianos a 10s que se dirige son en su maΥοrίa (1e origen judiCι. Obscγvan c1 dcscansG sabatico hast<1 tal punto que ~;ϊ sobreνiene algun peligro deben orar para que su huida ηο la teηgί\n que hacer un sabado (Mt 24,20): a la desgracia afiadirian una infr•.\(,ίόπ de la ley. Επ Mateo (12,1-8), 10s discipulos que arrancan ('sρί­ gas un sabado son excusados de bocetar el gesto de la recolecci6n, porque tenlan hambre Υ porque 10 que Jesus exige es 1a misericorι1i'J. Pero eso ηο pone en tela de juicio a1 sabado en cuanto ta1. Εη ι" \01

ΜΑΤΕΟ

debate en que ]esus contrapone la pureza ritual en materia de alila pureza moral, Marcos aproνecha la οcasίόη para dejar bien sentado que Jesus «declaraba puros todos 10s alimentos» (Mc 7,19). Nada de eso en Mateo, para quien las Ρfίίctίcas rituales νan a la par con las exigencias eticas: «Esto es 10 que habia que practicar, aunque sin descuidar aquel1o» (Mt 23,23), es la palabra que establece el orden. lDebian estos cristianos, como todo judIo, entregar su tributo anual al Templo? Α esta pregunta responde un relato sutil: el milagro del pez queofrece a Pedro Υ a Jesus el monto de su coηtrίbucίόη (Mt 17,24-27). Εη principio, dice ]esus, 10s cristianos estan exentos, por sus relaciones nueνas con el Padre. Επ la practica, «para πο escandalizar» a 10s judios, jque paguen! Es νerdad que cuando aΡarecίό eI eνangelio segun Mateo el Templo ya estaba en ruinas. Pero 10s romanos habIan mantenido ese impuesto judIo Υ entregaban el producto al templo de ]upiter capitolino. Εη esas circunstancias, la Iglesia mateana ηο cometla la bajeza de ηο ser solidaria con 10s νencidos. Νο podIa hacerlo si pretendia, de hecho, dar ejemplo de 10s νalo­ res judIos. ΕΙ judIo que busca ser «justO» a 10s ojos de Dios πο se contenta con satisfacer las exigencias de la 1ey. Su justicia se expresa mediante la limosna, la οracίόη Υ el ayuno. Estos tres pilares tienen su lugar propio en la comunidad de Mateo. ΕΙ Eνangelista reaIza Sll νalor en el sermόη de 1a montafΊa (Mt 6,1-18), a la νez que denuncia la practica exhibicionista de algunos cristianos inclinados a riνa­ lizar en piedad con otros circulos judios. ΕΙ justo prueba tambien Sll amor a Dios realizando «obras de misericordia» ο «buenas obras». Aunque νarlan segun las listas de 10s Sabios, incluyen la caridad ΡarίΙ con 10s desnudos Υ 10s hambrientos, νisitar a 10s enfermos, conso1ar a 10s afligidos por la muerte de algun ser querido. Pues bien, segun Mateo, la mίsίόπ de 10s cristianos es honrar a Dios Υ a la Iglesia" mediante la practica de esas obras, que son las que serνiran de criterio en el juicio final de Ia humanidad. Los otros Eνangelistas ignoran ese ambiente judIo porque tienen en perspectiνa otras culturas diferentes, Υ sόΙ0 la Iglesia mateana ha conserνado esta orden de ]esus: «Νο tomeis camino de gentiles πί entreis en ciudad de samaritanos; diriglos mas bien a 1as oνeias verdidas de la casa de Israel» (Mt 1O,5-6).~Se 1egitimaba asl la ορcίό~ dt' aquellos cristianos que centraban su esfuerzo misionero en 10s israelitas, aunque el Eνangelista aspira a una mayor apertura. Efectiνa­ mente, segun el, ]esus resucitado οrdeηό que su ensefΊanza l1egara .\ «todas las naciones*», sin dίscrίmίηacίόη (Mt 28,16-20). Por 10 demas, esta Iglesia acoge a no-judios, sobre todo mujeres. De ahi la ίηsercίόη de cuatro figuras femeninas en la genealogia dt' meηtacίόη Υ

302

PARA LOS CRISTIANOS DE ORIGEN JUDI0

Jesus (Mt 1,1-18). ReΡreseηtarίaη a 10s extranjeros conνertidos: Tamar, segun la tradίcίόη judίa, era siria; Rahab, cananea; Rut, moabita; Betsabe es designada por el nombre de su marido: Urίas, hitita. ΕΙ encuentro de la cananea con Jesus (Mt 15,21-28) tiene νalor dt· antίcίΡacίόη; dibuja una Iglesia que νe en Jesus al Enνiado de Dios a Istael Υ que, a la νez, integra a 10s ηο-judίοs que confiesan* al Μesίas de Israel. Entre el judaίsmο Υ este cristianismo, existe, por tanto, una ίntί­ ma cercaηίa, Υ sucede a νeces que el Eνangelista recompone las pal,lbras de Jesus para asemejarlas a maximas de 10s Sabios judίοs. lPor que, entonces, sόΙίdοs argumentos acusan a Mateo de «antίjudaίs­ mo»? lHasta que punto 10s ataques de Mateo brotan de un debate interno al judaίsmο? ΕΙ contexto hίstόrίco responde en parte a estas preguntas. ΕΝ ΕΙ CONTEXTO ΗιsτόRΙCΟ JUDI0

«Sobre tres cosas se sostiene el uniνerso: sobre la Tora, sobre el culto la caridad» (Misna, Pirqe Abot* Ι, 2; trad. de Carlos del Valle). Esta maxima judίa, anterior al comienzo de nuestra era, eηcοntrό υll cruel desmentido en el incendio del Templ0, en agosto del afio 70. υηο de 10s tres fundamentos desaΡarecίa: el culto, es decir, 10s sacri-

Υ sobre

DOCUMENTO ΎΑΒΝΕ

La caida de Jerusalen οfreciό una celebri-

dad inesperada a la cludad de Yabne (Yamnia, segίm el nornbre griego), situada a 20 krn. al sur de Tel Aviv. Segύ.n la leyenda Yojanan ben Zakkay, oculto en un ataud, saliό de la Jerusalen asediada Υ llegό al carnparnento de 10s rornanos. Estos habήan accedido a su Ρetίcίόn de establecer en Yabne una acadernia de Sabios judios. La realidad es que la fundacίόn de esa «casa de estudio» se hizo a cornienzos de 10s aiίos 80 Υ que fue sobre todo Raban Gamalicl IJ quicn Ιο dio augc entre 10s ultimos aiίos del sigl0 ι Υ 10s primeros del sigl0 11. Escribas Υ maestros espirituales fueron alli a «hacerse disclpulos», para usar un termlno querido a Mateo. Residieran ο ηο en Yabne,las generaclones de Sabios de 10s dos primeros siglos son llamados tannaim* («repetido-

res»). Asimilando el final del Templ0 Υ del Estado, centraron su empefιo en hacer de Ι. ley de Moises la base de las prescripcione. practicas en materia de derecho clvil, cr1minal Υ religioso. Para llevar a cabo o.t. proyecto, tuvieron que constitulr una juri.prudencia a partir de las tradiclones αηlβ· rlores, deterrninar que libros debian con.t· derarse como sagrados (el canon do la. Escrituras) Υ comentar Υ coleccionar Ι •• hornilias que habian alimentado la ίο judla. Este amplio trabajo desemboc6, οη βl 1.1mbral de! sigl0 πι, Θη la Ρrοmulgacίόn de ι la Mishna.* (Misna), cόdigο central do la. reglas de la vida judia, que en 10s siglol ιν Υ ν se enrίquecίό con la redacci6n del Talmud*. 10s escribas, saludados como rabis (titul0 honorifico) se convertlrlan .n rabinos (titul0 de funcίόn). Del judaI.mo antiguo se pasaba al judaismo rabinlco. Yabne fue su cuna.

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ΜΑΤΕΟ

ficios que sό10 Ροdίaη ofrecerse en e1 santuario de Jerusa1en. Se hundίa tambien e1 partido saduceo*, ya que su poder 1e νeηίa de 1a SUΡerνίsίόη de1 Temp10, ahora destruido, Υ de su poder polίtico, sin objeto en e1 presente, ya que Israe1 habίa dejado de ser υη Estado. Sό10 υη partido sοbreνίνίa a 1a dibacle: el de 10s fariseos. Es el que iba a asegurar e1 renacimiento del judaίsmο Υ otra forma de culto, precisamente en 1a epoca en que Mateo edίtό su eνange1io. Εη hebreo, e1 culto es «el serνicio» a Dios. Mientras e1 Temp10 estuνo en pie en Jerusalen, este serνicio se expresaba mediante 1a inmolacίόη de animales. Pero ya desde antes del cataclismo, 1as homilίas de 10s eseribas ο Sabios ensefiaban que e1 νerdadero serνicio a Dios consίstίa en obedecer en todo momento su 1ey. Ροτ 10s sacrificios que οfrecίa, e1 creyente esperaba tambien 1a restauracίόη de sus relaciones con Dios; Υ se sa1udaba a1 Temp10 como «e1 1ugar en e1 que se expiaban 1as iniquidades de Israel». Pero, despues de su destruccίόη, Yojanan ben Zakkay afirmaba: «Nosotros tenemos otra eΧΡίacίόη, tan eficaz como aquella. ~Cual? Las obras de misericordia, segun 10 que esta dicho: «Misericordia quiero, ηο saerificios» (Os 6,6). Poco despues de1 afio 70, e1 sabio autor de esta sentencia, ben Zakkay, ΙΙeνό a Yamnia (ο Yabne) a especialistas que instituyeron una casa de estudio, una academia. Se reunieron aΙΙί eseribas (ο «doctores de 1a ley» ο «Sabios»), fariseos Υ otras elites de1 judaίsmο de enDOCUMENTO 1Α ΒΕNDιcιόΝ CONTRA 108 Μ/Ν/Μ

1a οracίόn judia de las Dieclocho Bendiclones (Shemoneh Esreh) Incluia, al menos en PalestIna, esta duodeclma bendicίόn: Νο haya esperanza para 10s aΡόstatas. [...] Perezcan 10s nazarenos* Υ 10s minim* en un instante. [...] Bendito seas, Sefιor, que dob1egas a 10s tiranos. Una anοtacίόn Ιacόnica de la Misnii (s. πι) pretende que la bendicίόn contra 10s minim aΡarecίό enYamnia, a ίnstίgacίόn de Gamaliel π (ftnales del slglo ι). Segίln la ορίηίόη recibida, el texto se referiria a 10s crlstlanos: puesto que ηο podian maldeclrse a si mlsmos en esta οracίόn pίlblica, se verian ροι ello excluidos de las sinagogas*. Es verdad que 10s crlstianos de la Ig1esia de Juan sufrieron esta eχcΙusίόn ση 9,22; 16,2) Υ que ya Mateo sefιala un co-

304

mlenzo de ruptura cuando lndica que Jesίls ensefιaba «en sus sinagogas» (9,35). Pero 10s investigadores siguen IntrIgados: 10s minim (<<sectarios», mejor que «hereticos») son judios. Pero lquienes son 10s nazarenos?: luna secta judia? llos crlstlanos judios? luna secta judeo-cristiana? Hay que mantenerse prudentes en la contestacίόn. Εη primer Jugar, ηο se trata de crlstlanos no-judios. Estos dejaban indiferentes a 10s escribas. 1a palabra minim engloba grupos judios, que podian ser muy diversos Υ que se veian fustigados porque se desligaban ο se oponian al recentramlento teοlόgicο Υ disciplinar realizado ροι 10s 8abios de Yamnia. Εη este marco, 10s judios cristIanos, entre ellos la Iglesia de Mateo, se encontraban partIcularmente en la linea de mira.

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buen Pastor. Marmol, Museo del Louvre, Ρarίs. ΕΙ frontal de este sarcόfago del siglo ΙΙΙ, proveniente de Roma, esta decorado con acanaladuras cuyo movimiento evoca el agua viva Υ la resurreccίόη. Cristo, bajo los rasgos del Buen Pastor (Ιη 10), esta representado segιin los canones de la estetica greco-romana, imberbe Υ eternamente joven. ]esus Υ el Nuevo Testamento -

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Α

la izquierda:

Αdοracίόn

de los magos.

Pierre Bruegel el Viejo, National Gallery, Londres. La tradίcίόη aΡόcrίfa habla de tres magos a los que tiene por reyes. ΕΙ texto evangelico (Mt 2) ηο proporciona esos detalles.

Abajo: Ιa vοcacίόn ΕΙ

de san Mateo.

Caravaggio, Iglesia de San Luis de los franceses, Roma. Mateo se dedicaba tranquilamente a su ofιcio de publicano. Sύ extraneza al ser llamado se lee en su rostro (Mt 9).

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Α la izquierda: Crucifιjo (siglo χιι),

Braunschweig, Alemania. ΕΙ Cristo de los crucifijos romanicos esta despierto, vestido, Υ sus brazos en horizontal abrazan el mUl1do. La imagen expresa a la vez el sufrimiento Υ la gloria. ιιι

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- ]esus Υ el Nuevo Testamento

Abajo: La Resurreccίόn. Fresco Capilla de san Sebastian, Lanslevillard (Saboya). Los artistas hal1 representado a menudo el momento de la Resurreccίόl1. Los textos evangelicos sόΙο muestran sus efectos.

Arriba: Nuevo TestaIl1ento, Codex Sinaiticus. Parchen1in (siglo ιν). British Museum, Londres. Con el Vatίcanι/s, este manuscrito escrito en letI"as ιηayUSClllas es el testimonio ιηas antiguo conocido que reproduce la totalidad del Nuevo Testamento. Fue desCllbierto en el monasterio Santa CataJina del monte Sίηaί.

Α

la derecl1a: Nuevo Testamento, Papiro Ρ' (hacia e] ano 125 d.C.). )011η Ry!ands Library, Manchester, Gran Bretana. Es e! fragιηentο mas antiguo que se conoce del Nuevo Testamento. Escrito recto verso, rcproduce a!gunos versiculos de! caΡίtuΙο 18 de Juan.

]esus Υ el Nuevo TeslnII/cIItιl

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Arriba: Nave cargada de n1ercancίas. Mosaico, Ostia Antigua, Italia. Los barcos cargados de mercancίas aceptaban por υη precio nιόdίco a algunos viajeros con derecho a agua potable. Pablo Υ sus conlpaneros surcaron el Μedίterπίneο en naves de este tipo. Abajo: Dos gimnastas luchando. Detalle de una copa, Mnseo del Agora, Atel1as. Los juegos del estadio eran mlIY popnlares en el mnndo griego. Llegaron a introdncirse inclnso en Jernsalen. Pablo alnde a ellos en SllS cartas (l Co 9). Los atletas comΡetίan desnndos, 10 cnal snscitaba la reΡrοbacίόl1 de los jndίοs observantes.

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Εstatιια

de Artemisa. Mannol, Museo de Selcuk-Efeso, Τurquίa. con la ΌίίΊnίΊ rol11ana, la Arteinisa griega habίa sufrido el ίnl1ιιίο de las religiones orientales de fecundidad, Υ por eso tenίa numerosas lηίΊlη,,~. Pablo ωνο difιcultades con los orfebres que fabricaban reΡroduccίοlιι:~ del tenlplo de ArteInisa en έfesο, ηnίΊ de las siete lnaravilIas dell11undo (11Ιlι 19). Identifιcada

]esus Υ el NlIevo

Ίί's/ιιιι/c'ιι/ιι

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Cristo glorioso, rodeado de 105 sίmbοlοs de 105 cuatro evangelistas. Piedra (siglo

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antigua abadia de Jouarre (Seine-et-Marne). La aΙωeηdra, ο ωandοrla, expresa la gloria del Resucitado. Este esta rodeado de cuatro vivientes alados, simbolos de 10s cuatro evangelistas, tOJnados de ΜeSΟΡοtaωίa a traves dellibro de Ezequiel (1,10). La atrίbucίόη se hizo teniendo en cuenta el coωίenΖΟ de cada obra. υη honlbre para Mateo: la genealogia humana de JesίIs. υη leόn para Marcos: la Ρredίcacίόn de Juan Bautista en el desierto. υη toro para Lucas: el sacrificio de Zacarias en el Tenlplo de Jerusalen. υη aguila para Juan: el Verbo de Dios procede del cielo.

Viii- Jesus Υ el Nuevo Testamento

La Trinidad. ΤrίΡtίco. Jean BelIegaIηbe (siglo χνι), Museo de Bellas Artes, LilIe. Α partir de finales de la Edad Media, los artistas se atrevieron a representar la ΤΓίllί(I,1 Ι, contraviniendo asί el Iηandato bίbΙίco de ηο hacer iIηagenes de Dios (Εχ 20,4). Los Refοrιηadοres reaccionaron νίνaιηeηte contra esta practica. ΕΙ Padre es υπ anciano que lleva tiara Υ sostiene sobre sus rodillas al 11 ijo con las sefiales de las llagas de la Ρasίόη. La reΡreseηtacίόη del Espiritιι Sίll1to se inspira en Ιί] escena del bautisnl0 de Jesιis en el Jordan, donde se Π1anίfestό «el1 forIηa de paloIηa» (Mt 3,16). Segιin la costuΠ1bre l11edieval, en los paneles laterales estan representados 10s donantes Υ sus santos protectores.

Jesus Υ el Nuevo 7'c

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la izquierda:

Santa Μαrία Magdalena. Piedra, colegiata de Ecouis (Eure). Α veces se ha confundido a la pecadora de largos cabellos de la que habla el texto evangelico con santa Marla Egipclac;l, a la que descubrίό desnuda el eremita lόsίmο hacla el afιo 400. Α

la derecha:

San fuan Bautista. Piedra, Ρόrtίco norte de la catedral de Chartres. precursor es reconocible por su silueta ascetica, su larga barba Υ su vestido de piel de camello (Mc 1,6). Lleva un cordero a la altura del pecho que recuerd;1 10 que dijo sobre Jesίιs: «He ahi al cordero de Dios» (Ιη 1,29). ΕΙ

]esus Υ el Νιιι"νιι

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PARA LOS CRISTIANOS DE ORIGEN JUDI0

lMATEO ANTIJUDlo? Pilato cοndenό a Jesus, dice Marcos, porque 10s notables del Sanedrin* le empujaron a ello: «10s sumos sacerdotes incitaron a la gente» (Mc 15,11). Mateo extiende las responsabilidades: «Todo el puebl0 reSΡοndiό:"jSu sangre sobre nosotros Υ sobre nuestros hijos!"» (Mt 27,25). La historia se armό con este verslculo para deducir de el que 10s judίos, deicidas, invocaron sobre ellos una maΙdiciόn cuyos justos ejecutores serian 10s crlstlanos. Se olvidaba que θη sana teologίa cristiana Υ judίa, nadie puede ser deicida: i,quien podria matar al Inmortal? Ademas, ese versiculo de Mateo ha sufrido distorslones desastrosas. Εη primer lugar, θη el Evangelista, la paIabra <φuebΙ0» ηο designa aI conjunto de 10s judίos. Νο incluye ni a «las multitudes», dubitativas respecto a Jesus, ni a «las ovejas perdidas de Israeb>, maI guiadas, a quienes Jesus se dirigίa prioritariamente. La paIabra «pueblo» (en griego laos) , implica θη Mateo una dίmensiόn juridica, como cuando habla de 10s

«ancianos del pueblo». Εη otras paI 10s administrados (el <φuebΙ0») ρο «ancianos» Υ por 10s sumos sacerdot dejaron arrastrar θη la condena de J su segundo lugar,la fόrmuΙa «jSu sangr } nosotros Υ sobre nuestros hijosl» ηο t nada que ver con una autοmaldίcίόn 11 determine el futuro. Dice simplement θη nuestra sentencia compromet mo mas querido para nosotros, nosotro& t" mos Υ nuestra familia. La ΟΡiniόn pίlblica soporta qu 1 espafιol critique a Espafιa, porque aI fIn Υ cabo habla desde dentro de una COn1\1 dad de destino. Pero es mucho mas r ιί te si esa critica la hace un extranjero. \\Ι bien, el antijudaίsmo que se reproch Mateo viene de dentro. Convencido d Ι el futuro del judaίsmo reposa sobre 1m saje de Jesίls, Mesias de Israel, Mat ο 11\t pela a sus hermanos judίos que confί n el renacimiento que se estaba produci 1\ θη el clmbito de 10s Sabios de Yebn . virulencia (sobre todo θη Mt 23) indic , sentimiento de deceΡciόn.

tonces. Levantando acta del final del culto Υ de la autοnοmίa polίti­ ca, se dedicaron, durante largos afios, a concretar una οrίentacίόη que se iba esbozando desde bastante tiempo atras: la ley mosaica serίa el ύnico punto de convergencia del judaίsmο. Para que esta ley iluminara la vida cotidiana hasta en sus detalles, era necesario actuaIizar su sentido, legislar, recopilar Υ completar las tradiciones interpretativas forjadas por 10s escribas. Sin duda alguna, 10s fariseos tuvieron un papel preponderante en esa tarea. Pero nos equίvοcarίamοs si pensaramos que impusieron us propias ideas. Su intento se orientaba, mas bien, a clasificar Υ rganizar las tradiciones que Ροdίaη recibir la adhesίόη de una ιηaΥοrίa, incluso adoptando, a veces, determinadas tradiciones de 10s duceos, sus adversarios. Α la ez, e cΙuίrίaη de golpe ciertas inte pretaciones de la ley que, defendidas por grupos demasiado eSΡecίfi­ os, ηο Ροdίaη contar con el asentimiento general. ΕΙίmίnarίan asί las piniones Υ las practicas de 10s cίrcuΙ0S bautistas*, cristianos, esenios*, Υ de cualquier movimiento demasiado mesianico. Estas 'orrientes serίan consideradas desde entonces como sectarias Υ designadas globalmente con la palabra hebrea minim (<
ΜΑΤΕΟ

culares»). Enseguida, la liturgia de la sinagoga ahοηdarίa la fosa insertando en su οracίόη una «beηdίcίόη contra 10s minim». Mateo contesta la reοrίeηtacίόη que se estaba realizando en Yabne. Para el, es a Jesus a quien Dios habίa encomendado esa renovacίόη. Por una parte, la ruina de Jerusalen, pulverizando las instituciones judίas, sancionaba, a su parecer, la eΙίmίηacίόη de Cristo. Por otra parte, lque credito conceder en el presente a 10s escribas Υ a 10s fariseos, que en otros tiempos se habίaη mostrado tan sordos al Μesίas? Ahora existe «otro puebl0 (ethnos)>> (Mt 21,43), la Iglesia compuesta de judίοs Υ ηο-judίοs, a quien le corresponde hacer que fructifique la herencia de la Ley Υ de 10s Profetas, escuchando a una unica autoridad: Jesus, Μesίas de Israel. Para 10s Sabios de Yabne esta postura reflejaba perfectamente el orgullo de 10s minim. Α decir verdad, Mateo predica que la misma Iglesia sera juzgada por sus frutos Υ se compromete a una real comΡetίcίόη en la que le correspondera a Dios ver cual de 10s dos campos haya producido mas fruto. Si el historiador tiene que admirar el monumento espiritual que se coηstrUΥό en Yamnia, es indudable que tambien algunos cristianos de Αηtίοquίa quedaran seducidos por esa realidad. Εη este caso, el aηtίjudaίsmο virulento que Mateo atribuye a Jesus estarίa orientado a frenar esa seduccίόη. Ademas, teniendo en cuenta las fuentes judίas, 10s escribas de Yabne se habrίaη esforzado por reconquistar el poder socio-polίtico que habίa tenido sobre el mundo judίο el Saηedrίη de Jerusalen. ΕΙ autoritarismo que el Evangelista denuncia en su propia comunidad, en algunos de sus responsables, muestra que la teηtacίόη es contagiosa. Viendose entre esos dos fuegos, Mateo propone un autorretrato de Jesus, modelo de todo el que tenga la mίsίόη de interpretar la ley: «Venid a mί todos 10s que estais fatigados Υ sobrecargados, Υ ΥΟ os dare descanso» (Mt 11,28). CL. Τ.

306

8.3. CΟΝCΕΡcιόΝ Ε INFANCIA

DE JΕsύs SΕGύΝ ΜΑΤΕΟ

AS tradiciones evangelicas COll1ienzan con la Ρredίcacίόη dL' Juan el Bautista Υ con el bautisll10 de Jesus (Mc 1; Hch 1,2122). Sin ell1bargo, Mateo Υ Lucas ponen como prefacios de SlIS libros dos capitulos sobre la infancia de Jeslls, episodios sobre los que ya πο vuelven en el resto de sus obras. Επ estos dos evangelios de la infancia se reconoce el influjo de 10s autores griegos Υ roll1anos a quienes les gustaba recoger las leyendas relativas a sus grandL's hOll1bres (con el estribillo: «ya cuando era pequefio... »). Εη vano nos ell1pefiariall1os si quisieramos armonizar las informaciones histόri­ cas que ofrecen 10s dos evangelios* de la infancia. Sus convergenci,1s se lill1itan a esto: la coηceΡcίόπ virginal de Jeslls, el nombre de Jose, la ll1eηcίόη de Belen como lugar del nacimiento Υ de Nazaret (ΟΠ10 lugar de residencia de la fall1ilia del πίΠο. [vease ρ. 61].

L

SEIS SECUENCIAS

Los dos primeros capitulos de Mateo retOll1an a sus expensas cl genero legendario, ya que el Evangelista bebe en las forll1as literarj,ls del Antiguo Testamento, como la forma Απuπcίacίόπ, por ejell1plo, Υ sobre todo, mete a sus lectores en las Vlas del mίdrάs*. Este deriv,ldo del verbo hebreo darash (<
ΜΑΤΕΟ

de 1a infancia constituye 10 que un director de cine llamarla secuencia-anunciadora, que inc1uye por ade1antado toda 1a misiόη de JesUs. Las seis secuencias que se suceden en e1 re1ato exp10tan esta dob1e perspectiνa.

Lagenealogia (Mt 1,1-17) La genea10gia de Jesus que abre e1 eνange1io segun Mateo, pone en cabeza dos nombres: e1 de Daνid, porque e1 Meslas* esperado debla ser de su 1inaje (cf. 1 Cro 17,10-14) Υ e1 de Abrahan, puesto que 1a misiόη de Jesus debe traer a «todas 1as gentes» (Mt 28,19) 1a bendiciόη uniνersa1 prometida a1 patriarca (Gn 12,3). De esta forma toda 1a historia de Israe1 «se cump1e» (llega a su cump1imiento) en 1a persona de JesUs. Pero esta genea10gia desborda su marco conνenido. Εη primer 1ugar, su tίtu10 (litera1mente Libro del origen de ]esus Mesias) remite a 1as ύltimas pa1abras de1 eνange1io: «Υο estoy con νosotros todos 10s dias hasta e1 fin de1 mundo» (Mt 28,20). De esta forma, para e1 autor, 1a historia del mundo, desde e1 origen al final, se concentra Υ se desp1iega en 1a persona de JesUs. Εη segundo 1ugar, cuatro mujeres se insinuan en este catalogo masculino: Tamar, Rahab, Rut Υ 1a mujer de Urlas (Betsabe). Mateo habrla podido mencionar a grandes figuras de 1a Bib1ia, como Sara ο Raquel. Ρrefiriό inc1uir a extranjeras (segun 1as 1eyendas judIas), a no-judias. Segun 10s coREFERENCIA

LAs Εη

GENEALOGlAs

el judaismo antiguo, comenzando por la misma Biblia, las genealogίas tienen valor de carnet de identidad. Pero el arbol geηeaΙόgίcο, de ordinario paterno, puede bifurcarse hacia ramas colatera1es, Υ corresponde a1 genea10gista elegir el antepasado que el descendiente quiere tener como valedor. Asi, la ascendencia de Jesus, en Mateo, parte de Abrahan, mientras que en Lucas llega hasta Adan (Lc 3,23-38). Estas dos listas ηο coinciden; la primera insiste en la lίnea regia, la segunda s610 cita a un rey e integra nombres de profetas. Las dos estan esqllemrιtiz"'d"'s:::! veces 14 generaciones θη Mateo; 11 veces 7 generaciones en Lucas. Es tanto como decir el caracter artificial de esas genealogias Υ la diversidad de BUS orientaciones. Εη efecto, a diferencia del entusiasmo que actualmente sienten ηο pocos por su genealogίa, las listas judίas antiguas ηο ponίan el acento necesariamente θη la geηeracίόη bίοlόgίca Υ

30Η

θη

el cuadro familiar estricto. Su finalidad era fundamentar derechos. Podian referirse, θη consecuencia, a clanes Υ tribus e invocar un proceso de adΟΡcίόη -como θη el caso de Jesίls (Mt 1) que entra θη ellinaje de David gracias a su adΟΡcίόη por Jose-- ο un proceso de «ηaturaliΖacίόrn>, como θη el caso de la descendencia de Rut la moabita (Rt 4). Las genealogias tribales servίan eventualmente para legitimar reivindicaciones de bienes raίces. Εη las fiestas, 10s peregrinos consultaban 10s archivos del Templ0 para poner al dia su gene",Iogi", (Vida,

ΕΙ ~",~o pΡΤ~0T1"'1 Ι, 4-6) confirma el

de Fl",vio

Jo~efo

cuidado con que 10s sacerdotes* velaban por su genealogia para dar fundamento a sus derechos, especialmente en materia de diezmos, Υ para evitar uniones matrimoniales ηο apropiadas. Como 10 hace Mateo a ΡrΟΡόsitο de Jesus, algunos judios de aquel tiempo eran capaces, al parecer, de establecer su ascendencia davidica.

CΟΝCΕΡcιόΝ

Ε

INFANCIA ΟΕ JΕsύs

REFERENCIA

J

SAN OSE ΕΝ LA BIBLIA Εη el cuerpo de 10s evangelios, Jesύs aparece designado como οΙ .hijo del tekton (Mt 13,55). Esta palabra grIega, traducida norma1mente por «carpIntero» englobaba diversas ramas artesana1es (a1bafιile­ ria, trabajo del hierro forjado, de la madera). Quien ejercia este oficio tenia un status social honorable. Los evangelios de la infancIa, de Lucas Υ Mateo, son 10s ύnicοs que dicen el nombre de este tekton: Jose. Ambos declaran que por iniciativa de Dios mediante su EspIrItu creador (vease Gn 1,2), Marla se encοntrό embarazada de Jesύs antes de convivir con su prometido (Mt 1,18; Lc 1,26-38). Convienen οη declr que Jesύs nacίό en Belen, pero que Jose desarrοlΙό su vida οη Nazaret. Segίm Lucas, Jose ΙΙθνό a Marla encinta desde Nazaret a ΒοΙθη debido a un censo (Lc 2). ΑΙ contrarlo, segύn Mateo, Jose vivia οη Belen (Mt 2,1), pero despues del exilio οη Egipto Ρrefirίό retirarse a Nazaret (Mt 2,22-23). Este lugar de su nacimiento subraya que Jesύs es οΙ Meslas, Hijo de David,

puesto que νίηο al mundo en «la CiUdiHl ι!" David» (Lc 2,11; Mt 2,5). Εη sus genea10giIIfl (Mt 1; Lc 3,23) Υ en sus comentariOB (Ιι: 1,26; 2,3; Mt 1,20), Lucas Υ Mateo sostiol1on que Jose pertenecIa al linaje de Davicf, Υ que a1 adoptar legalmente a Jesύs le convi r tίό en Hijo de David. Ninguno de 10s dos Evangelistas sabol\ nada mas de Jose. Lucas dice que ora Ιιίίο de Heli (Lc 3,23). Mateo le cree hijo do Jacob (Mt 1,16), Υ hace sospechar que qUiHO hacer, con eso, una armοniΖacίόη con ΟΙ patrIarca Jose, hijo de Jacob (Gn 31-50). 81 ese patrIarca fue «el sofιador» (Gn 37,19) ηο tlene nada de extrafιo que Mateo redacte en forma de suefιo el anunclo divino φlO se le hace al prometido de Marla (Mt 1,1825). Las leyendas judias a1ababan la honrll' dez Υ la castidad del patrIarca Jose. ΜαΙοο. por su parte, ve en este nuevo Jose al «hont bre justo» (Mt 1,19), porque aunque la loy 10 demandaba repudiar a su prometida encin ta Ρrefίrίό entregarse a1 designio enigmAti co de Dios.

mentaristas, representan a 10s «parroquianos» de 1a Ig1esia de Mateo en 10s anos 80. La lista se organiza de forma que se totalizan 3 veces 14 gener,lciones (Mt 1,17). Entre distintas interpretaciones, se constata en esto el influjo de 10s apocalipsis* judίοs a quienes les gusta trocear la historia en periodos predeterminados. Este simbolismo aritmetico destila la idea de que Dios tiene υη plan 1egible Υ de que, segύn est,t geneaΙοgίa, con Jesύs se cump1e 1a plenitud de 10s tiempos. ΕΙ ΕΙ

anuncio a]ose (Mt 1, 18-25)

anuncio que se hace a Jose del nacimiento de Jesύs es deudor dcl estereotipo «anuncίacίόη», frecuente en el Antiguo Testamento (por ejemplo Jc 13). bsta forma lIterana es ennquecιda por otra, la dcl sueno, ya que el hοmόnίmο patriarcal de Jose era «el sonador» (Gn 37,19), Υ cump1e aquί varias funciones. [vease νοΙ Ι ρ. 112]. Εη ΡΓί­ mer lugar, revela al lector que, por el ΕSΡίrίtu Santo, la genesis de Jesύs brota de υη acto creador de Dios (vease Gn 1,2) Υ que, al adoptar al ηίπο que va a nacer, Jose le introduce legalmente en el1inaje dc David. .\()IJ

ΜΑΤΕΟ

ΑΙ

mismo tiempo, toda la secuencia esta como irradiada por el vocabulario del oraculo de Ιsaίas que, segun la Biblia griega (Is 7,14), anunciaba que el Μesίas ηacerίa de una virgen. Ρrofecίa que se cumplira en el nacimiento de Jeslls. Pero eΧίstίa tambien una leyenda judίa segun la cual Dios se habίa aparecido en suenos a Amram, el padre de Moises, para anunciarle que su hijo serίa el liberador de Israel (Flavio Josefo, Antiguedades judίαs Π, 210-216). Jose desempena aquί el papel de Amram, pues, segun las secuencias siguientes, Jesus es el nuevo Moises, salvador Υ legislador, enviado a IsraeΙ ΕΙ ηίπο que va a nacer es sobre todo el Μesίas, el Emmanuel* prometido por Dios al rey Ajaz. Aparece aquί la primera cita de cumplimiento del Evangelista, literalmente: «Ved que la virgen concebira Υ dara a lul un hijo, Υ le pondran por nombre Emmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros"» (Mt 1,23). [vease ρ. 166]. La Biblia griega eΙigίό la palabra «virgen» (<<mujer joven» en el hebreo origina1), 10 que permite al Evangelista fundamentar en la Escritura la coηceΡcίόη virginal de Jeslls, pero tambien esbozar por adelantado la plena personalidad de Cristo. Efectivamente, este a quien la Ρrοfecίa llama «Dios con nosotros» es el que dira al finalizar el evangelio: «Υο estoy con vosotros todos 10s dίas hasta el fin del mundo» (Mt 28,20); la eΧΡresίόη Υο soy es uno de 10s nombres bίbΙίcos de Dios. Ademas, la eΧΡresίόη «le pondran por nombre», que es un retoque de Mateo a la Ρrοfecίa, extiende a todas las naciones el futuro reconocimiento de Jesus como EmmanueΙ [vease νοΙ Ι, ρ. 295]. Ια visita de 10s magos (Mt 2,1-12) ΕΙ relato de la visita de 10s magos multiplica 10s sίmbοlοs que anuncian el destino de Jesus Υ muestran que en el se cumplen las Escrituras. He aquί el texto:

Nacido !esus en Belen de !udea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venlan del Oriente se presentaron en !erusalen, diciendo: «~Dόnde estά el rey de los judίοs que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente Υ hemos venido α adorarle». ΑΙ olrlo el rey Herodes se sοbresαΙtό Υ con ει toda !erusalen. Convocando α todos los sumos sacerdotes γ escribas del pueblo, les Ρre>ζuntαbα dόnde habla de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belen de !udea, porque asi estά escrito por el profeta: Υ tu, Beltin, tierra de !udά, no eres, no, Ια menor entre los principales clanes de !udά; porque de ti sαΙdrά un caudillo que apacentαrά α mi pueblo Israel». Entonces Herodes llαmό aparte α los magos Υ por sus datos Ρrecίsό el tiempo de Ια αΡαrίcίόn de Ια estrella. Despues, envίάndοΙοs α Belen, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese nino; Υ cuando Ιο encontrέis, comunίcάdmeΙο, para ir tambien ΥΟ α 310

CΟΝCΕΡcιόΝ

Ε

INFANCIA DE JΕsύS

adorarlo». Bllos, despues de oir aΙ rey, se pusieron en cαmino, Υ he aqlJi que Ιa estrella que habian visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que ΙΙegό Υ se detuvo encima del lugar donde estaba el nifιo. ΑΙ ver Ιa estrella se llenaron de inmensa alegria. Bntraron en Ιa cαsa; vieron aΙ nifιo con Maria su madre Υ, Ροstrάndοse, le adoraron; abrieron luego sus cofres Υ le ofrecieron dones de oro, incienso Υ mirra. Υ, avisados en suefιos que no volvieran α Herodes, se retiraron α su pais por otro camino (Mt 2,1-12). Leer este episodio como υπ relato hίstόrίco lleνarla consigo enormes dificultades. Ateniendonos a las leyes del genero utilizado descubrimos en primer lugar una Ρrefiguracίόηdel futuro: ya desde el primer momento el Mesias es rechazado por Jerusalen Υ sus autoridades, esos «sumos sacerdotes Υ escribas» que decidiran la muerte

REFERENCIA ~βON ΗιsτόRICΟS LOS EVANGELIOS DE LA INFANCIA?

i,Vinieron realmente 10s magos a adorar al ηίήο (Mt 2,1-12)? i,DίaΙ0gό Jesus a sus doce aftos con 10s escribas del Templ0 (Lc 2,46)? Planteadas asl, la5 preguntas reVΊsten un sentido de historicidad demasiado estrecho Υ ηο tienen θη cuenta las reglas de escritura que se fijaron 105 autores de estos capίtulos especiales. Conviene reformular la pregunta: θη est05 capίtulos i,que «historia» consideran Mateo Υ Luca5? La respuesta se construye, entonces, θη tres tiempos. 1. Nadie contesta el hecho de que Jesus, siendo muchacho, fuera θη Ρeregrίηacίόη con sus padres (Lc 2,41). Nadie ignora que Herodes el Grande οrdeηό masacres, empezando por su propia familia, ni que su hijo Arquelao fue tambien cruel (Mt 2,16-23). Pero ningUn escrito de la έφοca ha dejado huellas de una masacre de bebes θη ΒθΙΘη. Lucas Υ Mateo actuaron com~ histcriadorcs cuandc trazarO:l el paisaje cultural Υ polίtico θη que ηacίό Jesus. 2. Salvo hipotetIcas informacIones propias de Lucas Υ Mateo, la primera generacίόη cristiana, incluido Lucas (Hch 10,37), ηο conocla otro «comienzo» de la historia de Jesus mas que su bautismo por Juan el

Bautista. Εη revancha, segun las regla8 lilf,1 rarias que se dan 10s dos autores, 108 rolIIlol de la infancia constίtuyen un «micro-ovI\fI gelio». Εη Lucas, Jose Υ Marla represonlIιll, por adelantado, a 10s discipulos quo, «durante tres dίas», sin comprendor nadl\, tendran que buscar al ResucItado, quo 081& «θη casa de su Padre» (Lc 2,41-50). 1:η Mateo, ya 10s Herodes,padre e hijo, qUiOfCll1 acabar con Jesus; ya 10s escribas jUdi08 10 cIerran, ya 10s (magos) paganos νίοηοll Λ adorarle (Mt 2,1-12), como 10s adelanlado. de todas las naciones a las que Βθ dirigirA el Evangelio (Mt 28,18-19). Lucas Υ Ml\too son, por tanto, historiadores θη cuanlo quo, θη sus relatos de la Infancia, resumoll ροι adelantado sίmbόΙίcameηte el destino do Jesus Υ de su mensaje. 3. Finalmente, todo historiador que ηο quIore ser mero narrador, tiene sus clavo. do ίηterΡretacίόη: para unos, la historia .0 expli-:::a ΡΟΥ la economla; para 0lr05, ροι lM tensiones etnicas. Para Lucas Υ Matoo, quo son teόΙ0g0S, la historia Βθ ilumina ροι un plan de Dios. Ηίstόrίcamente, ΙΟΒίι. fuo enVΊado por Dios como un nuevo ΜοΙ•••. Mateo 10 muestra construyendo οΙ opi.odio del asesinato de 10s Inocentes, θΙΙ ριι.ιιι.1810 con la masacre de 105 hijos de Ι08 hobnιo. por όrdeηes del faraόn egipcio (Εχ 1002).

.\1

Ι

ΜΑΤΕΟ

de Jesus (Mt 26,57). Α 1a lnversa, ya desde e1 primer momento, 10s magos, ade1antados de «todas 1as naciones» (Mt 28,19) reconocen en Jesus al Rey de 10s judIos. Ademas, a la Biblia ηο le gustan 10s magos, astrό10g0S e interpretes de suenos; 10s mas reputados de entre ellos eran 10s ca1deos. Εη e11ibro de Danlel, son vencidos por la sabidurla del joven judio, Υ 1as Iglesias prlmitivas tuvieron que haberse1as con este tipo de personajes, como Sίmόη e1 mago (Hch 8) ο E1imas (Hch 13,6.8). Pero Mateo ηο condena su ambigua bUsqueda. La ambίgϋedad afectaba ya a Ba1aan. La tradίcίόη judia 1e considerarla como υη mago pagano*, pero le reconocla el honor de haber anunciado a Israe11a venida del Mesias en el oracu10 sobre la Estrella de Jacob (Nm 24,17). La estrella de 10s magos ηο hay que buscar1a en e1 cielo de 105 astrόηοmοs, sino en las Escrituras, como el cumplimiento de 1a profecIa de Balaan. De nuevo, en efec1o, el episodio de 10s magos enralza la venida de Jesus en 1a historia biblica Υ 1egendaria de IsraeΙ Herodes ocupa el papel del faraόη perverso que, segun una leyenda, habia Vlsto en suenos el nacimiento de Moises como una amenaza para su poder. La 10caΙίΖacίόη del nacimiento de Jesus en Belen cumple la profecIa de Miqueas (5,1), segun el cual Belen serla la a1dea que verla nacer al nuevo Molses; Υ para que nadie se enganara al respecto, Mateo contamina el final de ese oraculo con una clta (2 5 5,2) que asemeja a Jesus con David, pastor de Israel [νease νοΙ Ι, ρ. 213]. Finalmente, la adοracίόη de 10s magos Υ sus dones cUlnplen la profecIa del homenaje ofrecido al Mesias por todas las naciones (5al 72,9-11). La huida α Egipto Como Moises cuya muerte queria el faraόη (Εχ 2,15), Jesus ηίπο tlene que huir al extranjero. Pero, de esa forma, cumple el destlno de Israel desterrado en Egipto. Εη efec1o, 1a decΙaracίόη divina «de Egipto llame a mi hijo» (Os 11,1) se referia al puebl0 de IsraeΙ Jesus es, por tan1o, el Hijo de Dios, porque tambien el asume las pruebas de Israel «hijo primogenito de Dios» (Εχ 4,22). La matanza de 10s inocentes ninos de Bele~ por orden de Hero?es tienen estrechas

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renueva la triste actuacίόη del faraόη al mandar matar a 10s nlnos hebreos (Εχ 1) Υ, segun la leyenda en boga en las sinagogas*, la perspectiva de aquella matanza era hacer que desapareciera Moises nada mas nacer. Por el momento, el nuevo Moises escapa de la muerte, pero ηο escapara de la cruz que ya se perfila aqui por primera vez. Mediante una nueva cita de cumplimiento, el autor ofrece otra clave de ίηterΡretacίόη: .~

12

CΟΝCΕΡcιόΝ

Ε

INFANCIA DE JΕsύs

Entonces se cumΡΙίό Ιο dicho por el profeta ]eremias (31,15): «Un clamor se ha oido en Rαmά, mucho llanto Υ lamento: es Raquel que llora α SΙlS hijos, Υ ηο quiere consolarse, porque Υα ηο existen» (Mt 2,17-18). Εη 1a pluma de Jeremias esa νοι viene de u1tratumba: Raque1, 1a madre de1 patriarca Jose, 110ra a sus descendientes, 10s israe1itas del Norte deportados por 10s asirios en e1 ano 721 a.C. Mateo recurre a este texto porque 1a tradίcίόη hacla de Rama una loca1idad cercana a Be1en Υ e11ugar donde estaba 1a tumba de Raquel. Mediante esto, e1 Evangelista vincu1a de nuevo el destino del Mesias al de Israel, a su historia marcada por las masacres Υ 1as deportaciones. Ια vuelta de Egipto ΕΙ viaje de retorno,

(Mt 2,19-23) que termina en Nazaret, retoma 10s armόηίcos de 1as dos secuencias anteriores. Εη primer 1ugar, Jesus vue1ve a cump1ir el destino de Moises: Mateo (Mt 2,22-23) retoma casi 1itera1mente 10s terminos que describen e1 retorno de Moises a Egipto despues de la muerte del faraόη (Εχ 4,19-20). Los pintores captaron este paralelo cuando incluyeron υη asno en 1a huida a Egipto, siendo asl que el asno ηο esta en e1 evangelio, sino en la historia de Moises (Εχ 4,20). Pero Jesus rehace tambien el viaje que condujo al pueb10 de Dios desde Egipto a 1a tierra prometida. Sin embargo, 1a historia sufre aqui una extrana ίηνersίόη: es JudeίΙ 1a que representa una amenaza para e1 Meslas, Υ e1 extranjero es el propio Meslas. Ademas, el retorno ηο acaba en Judea, sino en Galilea. Esta geografίa sinuosa juega sίmbόΙίcameηte en dos planos. Por υllίl parte, el ministerio futuro de Jesus se enmarcara en Gali1ea, a la que, apoyandose en la Biblia, el Evange1ista denomina «Ga1i1ea de las naciones (paganas)>> (Mt 4,15). Despues, desde esta Ga1i1ea Jesus enviara a sus discipulos a «todas las naciones» (Mt 28,16-20). Por otra parte, tras la marcha de1 Maestro Υ la destruccίόη de Jerusa1en, la Ig1esia de Mateo se encontrara tambien e11a coη 1a hostilidad ηο ttr Ga1i1ea ο de 10s paganos, sino de los lίderes judios de Judea. La ίιltima cita de cumplimiento se atribuye globalmente a los profetas: «Sera 11amado Nazoreo» (Mt 2,23). Νο remite a ningun texto concreto de 1a Hlbl1a, pero Juega sobre υη puzzie de Ρarόηίmοs hebreos, a partir del adjetivo geogrMico «nazareno». Como 5an56n (J c 13,5), Jesus es nazir*, consagrado a Dios; es tambien el lle~'cr (<
ΜΑΤΕΟ

UNA H1STOR1A ΟΕ CUMPLIM1ENTO

Un contrapunto musical se emplea para vestir un «canto firme» mediante lίneas meΙόdicas 10 mas autόηοmas posible entre ellas Υ que tan pronto se oponen como se conjugan. ΕΙ arte consiste en hacer que surja, del entrecruzamiento, una verdadera armonla. Εη este evangelio de la infancia (Mt 1-2), Mateo parece tomar como «canto firme» una bella historia que uno estci en su derecho si quiere leerla ingenuamente. Pero una lectura atenta descubre rcipidamente que la muΙtίΡΙίcacίόη de suefιos Υ de intervenciones del Angel del Sefιor confiere a esos dos capitulos una coΙ0racίόη muy distinta al resto del evangelio; en este, el Angel del Sefιor, que en el Antiguo

REFERENCIA

~CUMPLE JΕsύs LAS ESCRlTURAS?

Mateo recurre muchas veces a Ias Escrituras, al Antiguo Testamento, para iluminar 1a persona de JesUs. Insistencia muy comprensib1e, porque e1 Evange1ista se dirige a judios que, cristianos ο ηο, sό10 reconoceran a Jesus como e1 Mesias si su vida se corresponde con las profecias de 1a Bib1ia. Una especie de sίstematίΖacίόηse suhraya en las «citas de cump1imiento», asi l1amadas porque las citas del Antiguo Testamento son introducidas por una fόrmuΙa de este tipo: «Esto sucedίό para que se cumpliese 10 dicho por el Sefιor por medio del profeta...». De la docena de ejemplos que hay Θη todo eI conjunto de1 evange1io, cinco aparecen Θη 10s capίtulos de la infancia: se cumple la Escritura Θη el hecho de que Jesus fue concebido por una virgen (Mt 1,22-23), ηacίό Θη ΒΘΙθη (2,5-6), hUΥό a Egipto (2,15) escapando de la matanza de 10s nifιos de ΒΘ1θη (2,17-18) Υ vivίό Θη Nazaret (2,23). ΕΙ procedimiento, por su aparente automatismo, tiene algo de turbador. Asi (Mt 8, 16-1 7), Jesus habria curado enfermos para. .:urnplir ΟΙ oracu1eι d€ I.saias: \{Erιil~L nuestras dolencias las que θΙ llevaba Υ nuestros dolores 10s que soportaba» (Is 53,4). La reιaciόη parece extrafιa, porque ese versicul0 de Isaias es desviado de su sentido por el Evangelista. ΕΙ texto, Θη efecto, ηο hab1a Θη abso1uto de curaciones, sino de1 martirio del Siervo de Dios que asume 10s sufrimientos de sus herma-

314

nos. Como Mateo es un agudo 1ector deI Antiguo Testamento, evidentemente ωνο conciencia de su propio artificio. Este ejemp10 muestra que hay que distinguir dos aspectos de1 prob1ema. Εη primer 1ugar, Jesus ηο hace ta1 ο cua1 gesto para, a fin de cump1ir 10 que dice e1 Antiguo Testamento; ηο 1e sucede esto ο aquel10 para dar razόη a Ias profecias. Lo que si sucede es que e1 autor Υ su 1ector creyente postulan que hay una continuidad g10bal entre 10s proyectos de Dios, inscritos Θη 1a Bib1ia, Υ su rea1ίΖacίόη Θη 1a persona de Jesίls. Para ello, Θη segundo lugar, e1 Evange1ista se1ecciona, como otras tantas emergencias de1 tejido de 1as profecias, las dignas de ser memorizadas, sobre todo si pueden servir al dialogo apologetico con e1 mundo judio. Por una parte, su ίηterΡretacίόηpuede ser a1egόrίca*, como cuando ap1ica a Jesus esta frase «de Egipto llame a mi hijo» (Os 11,1); e1 procedimiento de la alegoria se orienta a mostrar que de un texto se pueden extraer mas sentidos que el meramente 1iteral. Por otra ΡάΙΙε., ε.::. lα. perso.ιlc:ι.

Illsl6rlCd U'"

J"'Sίιs

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que, entre 10s mensajes a veces contradictorios del Antiguo Testamento, inspira al Evange1ista a citar un texto Υ ηο otro. Si Jesίls es el Siervo de Dios, el profeta martir de1libro de Isaias (en Mt 3,17; Β, 17; 12, 1Β), si es el Mesias de 1as Escrituras, Mateo evita toda cita que dibuje un retrato guerrero de1 personaje esperado.

CΟΝCΕΡcιόΝ

Ε

INFANCIA DE JΕsύs

Testamento puede designar a Dios mismo, ηο νοlνeπί a aparecer hasta el final del eνangelio como mensajero de la Resurreccίόη de Jesus (Mt 28,2.5), es decir en un acontecimiento que desborda «1<.Ι historia» ('η el sentido corriente de esta palabra. La riqueza de las seis secuencias del eνangelio de la infancia procede del «contrapunto» que Mateo construye con ayuda de las tecnicas del mίdrάs judio. Traza un retrato que, [ίο arriba, enralza a 1<ι persona de Jesus en el Antiguo testamento Υ, [ίο abajo, esboza los rasgos de un Cristo contestado por su propio pueblo Υ reconocido por las otras naciones como quien tiene «todo poder en el cielo Υ cn la tierra» (Mt 28,18). ΕΙ Eνangelista priνilegia el enraizamiento ('η el Antiguo ΤestίΙ­ mento: hijo de Abrahan, hijo de Daνid, el ηίfιo es tambien el nuevo Moises. Es cierto que rίνa1ίΖaπί con e1 1egislador de1 Sinal (νease cl sermόη de 1a montafia en Mt 5-7), pero por encima de eso, perscguido como Moises desde su nacimiento, es e1 salvador de Isr'-Jel. Ademas, Mateo lee en Jesus el destino de Israel, su exodo Υ SlIS exilios. Ateniendonos a la teologIa del autor, Jesus, en 10s afιos 80, se 11ί\ conνertido en el ροΙ0 religioso de la νida de cristianos ηο- judios. Pero estos, como 10s magos extranjeros, deben reconocer en el «'-ι Ι rey de 10s judios» (Mt 2,3). Se pone de manifiesto aqui la teηsίόπ que habita el pensamiento de Mateo: por una parte, el Eνangelio esti\ desatinado a todos los seres humanos, pero, por otra parte, esl' mismo Eνangelio proclama que Jesus sigue siendo para siempre ι'l Mesias de Israel. Por un lado, las autoridades judIas (los Herodes, los sumos sacerdotes* Υ 10s escribas), seguidos por «toda Jerusa1en» ίll rechazar al Meslas, despojaron a las instituciones judias de su legίtί­ mo derecho a hacer fructificar 1as promesas hechas por Dios en ι'l Antiguo Testamento. Pero, por otro 1ado, amenazado de mueΓtc Υ desterrado, hijo de Daνid νenerado por las naciones, este ηίfιo ΓeCίΙ­ pitu1a ('η su persona 1a historia de Israel. Εη realidad, Mateo ηο construye estos dos capitulos en torno ίl episodios de la infancia de Jesus. ΑΙ contrario, la trama del texto son las cinco citas de cump1imiento que 10s re1atos νienen a i1ustΓίlΓ. Efectiνamente, segun e1 ρroρόsίtο fundamental de1 ΕνaηgeΙίstίΙ, si Jesus es el Meslas, sus origenes deben corresponderse a 10 qul' Ιι Escritura anuncia sobre el. Υ si este prόlogo evangelico se desviίl ι'l) algo es porque el autor judIo ηο lee una Biblia desnuda Υ 1impia, sino una Biblia mezc1ada, ('η las sinagogas, con comentarios ΙegeηdίΗίοs, especialmente con re1atos edificantes sobre 1a infancia de Moiscs. Cι.1'.

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8.4. JΕsύs ΕΝ ΜΑΤΕΟ: ΕΙ MAESTRO DE ΙΑ LEY

Α maΥοrίa

de 10s investigadores consideran que e1 evange1io* segun Marcos es ηο sό10 mas antiguo que e1 de Mateo, sino tambien que 1e sίrvίό de fuente a Mateo para componer su obra. Ροτ ello es interesante para e11ector comparar 10s dos evange1ios Υ observar sus diferencias. Ese trabajo desemboca en resu1tados tan incontestab1es como significativos. Εη re]aciόη con Marcos, e] evange]jo segun Mateo contiene un nllmero incomparab1emente mayor de pa1abras de Jeslls. La maΥοrίa de esas pa]abras que ηο figuran en e] evange]io segun Marcos sί tienen, sin embargo, υη para1e10 en e1 evange]io segun Lucas, de ta] forma que 10s exegetas sacan de eIlo una senciIIa coηc1usίόη: aparte de] evange1io segιin Marcos, Mateo dispuso de una segunda fuente que coηteηίa esencia1mente pa1abras de Jeslls. Α esta segunda fuente se 1e denomina fuente de ]os logia ο fuente Q*.

L

Ει HOMBRE DE ΙΑ PALABRA: LOS DISCURSOS

Mateo se distingue de Marcos, asί pues, por disponer de una documeηtacίόη mucho mas amp1ia sobre 1a Ρredίcacίόη de Jeslls. Esta acumu]acίόη de materia1es tiene sus consecuencias, porque e1 Evange1ista testimonia con eJla υη particu1ar interes ρor 1a ensefianza de Cristo. Interes que encuentra su eΧΡresίόη literaria en 1a reagnφJcίόη que hace 1\1atea d~ !as distint'1s tΤ'1dj("i()l1ρς np qll P dispone en grandes discursos. Se enumeran cinco: e1 sermόη de 1a montafia (5-7), e1 discurso de1 eηvίο en mίsίόη (10), e1 discurso en parabo1as (13), e1 discurso sobre 1a comunidad (18) Υ e1 discurso sobre e1 fina1 (24-25). Estos cinco discursos son faci]mente identificab1es, pues terminan con una forma ana]oga: «Υ sucedίό que cuando acabό Jesus estos discursos... » (Mt 7,28; 11,1; 13,53; 19,1; 317

ΜΑΤΕΟ

26,1). Α estos cinco discursos afiaden a1gunos e1 dirigido contra 10s escribas Υ fariseos* (23). Estos discursos tienen un a1cance te01όgίco que hay que saber medir adecuadamente, porque expresan una ίηterpretacίόη perfi1ada de 1a persona de Jesύs. Dos breves comparaciones permiten sacar a 1uz 1a origina1idad de Mateo. Mateo concede ciertamente una importancia capita1 a 1a ensefianza de1 Jesύs terreno, pero a diferencia de1 evange1io de Tomas inserta esa ensefianza en e1 re1ato de una vida. La Ρredίcacίόη de Jesύs ηο es una ensefianza que se baste a si misma, sino que es inseparab1e de1 re1ato de1 destino de quien 1a ρroηuηcίό. Sό10 adquiere su sentido verdadero integrada en 1a historia de Jesύs de Nazaret, desde su nacimiento hasta su muerte, desde su bautismo hasta su Resurreccίόη. La comΡaracίόη con Pab10 nos confronta con otro aspecto tambien muy importante. Εη sus cartas, e1 ΑΡόsto1 de 10s genti1es ηο a1ude nunca a 1a Ρredίcacίόη de Jesίιs, como tampoco a sus actos. Para el, e1 destino de Jesύs se recapitu1a en su muerte Υ en su Resurreccίόη. La Ρredίcacίόη de la cruz Υ de la Pascua es eΧΡresίόη suficiente de1 Evange1io. La distancia con Mateo es patente. Para este ύltimo, Jesύs ηο es sό10 e1 Crucificado resucitado, sino tambien un maestro Υ su ensefianza es parte integrante de1 Evange1io. Ademas, en Mateo, e1 termino «evange1io» ηο designa 1a Ρroc1amacίόn de 1,1 muerte Υ de 1a resurreccίόη de Cristo como e1 acontecimiento salvador, sino mas bien e1 contenido de 1a ensefianza de1 Nazareno (Mt 4,23; 9,35; 24,14). Para Mateo, una parte capita1 de 1a sίgηίficacίόη de Jesύs se basa en 1a ensefianza que ίmΡartίό durante su ministerio terreno. ~Cόmο se presenta esta ensefίanza? Ει SΕRΜόΝ ΟΕ lλ ΜΟΝΤΑΝΑ (Μτ

5-7)

Es sin duda e1 discurso mas conocido de1 primer evange1io. Νο sό10 ha marcado profundamente la historia de1 cristianismo desde sus οrίgeηes hasta hoy mismo, sino que ha desbordado ampliamente las fronteras de 1a Ig1esia. Ha impregnado la cu1tura occidental. Υ ha ca1ado en a1gunas tradiciones espiritua1es ηο cristianas (por eiemp10 en Gandhi). Εη e1 primer evangelio, el sermόη de 1a montafia se presenta como una eΧΡοsίcίόη program<ίtica de 1a ensefίanza de Jesύs. ~Cua­ 1es son 10s rasgos caracterίstίcos de esa ensefianza? La ίηtrοduccίόη de1 discurso ofrece una serie de indicadores interesantes. Se presenta asί: «Viendo [Jesύs] 1a muchedumbre, subίό a1 monte, se seηtό, Υ sus dίscίΡUΙοs se 1e acercaron. Υ, tomando 1a pa1abra, 1es ensefiaba 318

JEsύs

ΕΝ

ΜΑΤΕΟ:

ΕΙ

MAESTRO DE ΙΑ ΙΕΥ

diciendo...» (Mt 5,1-2). Jesus hace su discurso en υη 1ugar preciso: desde υη monte. Esta ίηdίcacίόη tiene su importancia, porque en 1a tradίcίόη vetero-testamentaria Υ judia, la montafia es ellugar de la reνeΙacίόη. Por tanto, la pa1abra que Cristo pronuncia tiene va10r de reνeΙacίόη, es la palabra de Dios. Pero para Mateo Υ sus oyentes, que estaban fuertemente enraizados en la tradίcίόη judia, la montafia en 1a que piensan inmediatamente, como cua1quier asiduo a 1as Escrituras, cuando se trata de la reνe1acίόη de la voluntad de Dios, es el monte Sinal. lNo fue en e1 Sinal donde Moises recίbίό 1a Τοπί* ο, si se prefiere, las dos tablas de la ley*? La a1usίόη es clara. La montafia a que asciende Jesus tiene como teΙόη de fondo sίmbό1ίco el Sinal, Υ el Cristo que va a hablar en ella esta en la misma lίnea que Moises. Asi que, efectivamente, es de 1a vo1untad de Dios de 10 que se va a tratar en el sermόη de la montafia. Sin embargo, Jesus ηο νίΙ a contentarse con contribuir a 1a ίηterΡretacίόη de 1a Tora que se dio a Moises en e1 Sinal. Α la reνeΙacίόη de Moises va a responder en adelante la reνeΙacίόη de Cristo en el sermόη de 1a montafia; pretende ser simultaneamente SUΡeracίόη Υ cuΙmίηacίόη de la reνeΙacίόl1 hecha en el Sinal. La postura de Cristo sentado Υ la utίlίΖacίόη dcl verbo «ensefiar» completa el cuadro: quien aqui se expresa es el Cristo que ensefia, es el maestro de la ley*. La ensefianza que entrega se dirige a υη dob1e auditorio. Los discipu10s constiuyen el primer clrculo. Νο se trata solamente de 10s compafieros hίstόrίcos del Jesus terreno; 10s discIpulos que se acercan al maestro simbolizan a todos 10s creyentes futuros. ΕΙ Cristo dcl sermόη de la montafia se dirige de hecho a toda la Iglesia Υ 1e dice cual es 1a voluntad de Dios que debe regir1a hasta el fin de 10s tiempos. Pero ηο se trata de una ensefianza esoterica: la «multitud» forma el segundo circu10 del auditorio de Jesils. Esta multitud tiel trasfondo recuerda que se trata de una ensefianza pilblica destinati una decΙaracίόη de felicidad. Se fija asl el horizonte de1 discurso: Ιι finalidad de todo 10 que va a decirse ηο es a1canzar un aumento ιle conocimientos religiosos nί establecer υη cόdίgο moral, sino llegilr ίΙ la felicidad a que todo ser humano aspira. Α esta primera decΙιrίΙ­ cίόη viene a afiadirse una segunda, muy sorprendente tambicll, Υ que define la νοcaciόη de 105 discipulos: «Vosotros sois 1a sH1 dc Ιι

ΜΑΤΕΟ

tierra... Vosotros SOiS la luz del mundo» (5,13.14). Tomemos buena nota: Cristo ηο propone un objetivo a conseguir, expresa cual es eI ser de Ios discipuIos. Son 10 mas necesario para que el mundo reciba 10 que necesita para vivir. Α esta entrada en materia, colocada bajo eI signo de una extraordinaria promesa, Ie sigue Ia tesis (Μ t 5,17-20) que afecta a todo eI conjunto deI sermόη de Ia montafia: «Νο penseis que he venido a abolir Ia Ley Υ los Profetas. Νο he venido a abolir, sino a dar cumplimiento» (5,17). Esta afirmacίόη es capital, pues con ella Cristo se apoya en eI centro mismo de la fe judIa -Ia ley- para situar ellugar Υ el significado de su ensefianza. La Tora, que fue dada por Dios a Moises en el Sinal Υ que luego fue interpretada por los profetas, esa Tora que eηcoηtrό su eΧΡresίόη escrita en Ia Biblia judia, es el punto de referencia deI Cristo que se expresa en el sermόη de la montafia. Νο piensa en modo aIguno en negar su validez ηί en rechazar su contenido. Su mίsίόη consiste en «cumpIir la Ley Υ Ios Profetas». lCόmο hay que entender este cumplimiento de Ia Ley, que acontece en la persona Υ Ia mίsίόη de Cristo? Ese cumplimiento tiene dos facetas. Por una parte, la misma existencia del sermόη de la montafia muestra que ese cunΊPlimien­ to de Ia Ley se realiza en la ensefianza dispensada por Cristo. «CumpIir la Ley» significa, entonces, interpretarIa en su verdad, expresar su sentido simultaneamente originario Υ ίιltimo. ΕΙ Cristo deI sermόη de la montafia pretende, por tanto, establecer el sentido verdadero de la Ley, dar a la voluntad de Dios su fοrmulacίόη plena Υ definitiva. Pero, por otra parte, eI cumplimiento de la Ley ηο es sόΙο tomar la paIabra -por importante que esto sea- es tambien una actuacίόη en Ia vida. La coηtίηuacίόη deI evangelio muestra que Cristo instaura en hechos la voluntad de Dios que el proclama. Con sus actos de misericordia (las curaciones, por ejemplo), con su fidelidad sin grietas, demostrada en la Ρasίόη, Cristo cumΡΙίό la vοlυη­ tad de Dios que habla proclamado. ΕΙ famoso «Hagase tu voluntad» (Mt 26,42) pronunciado en Getsemani Υ que retoma la tercera peticίόη de la οracίόη del Padrenuestro, coraΖόη del sermόη de Ia montafia, tiene aqui un valor de demοstracίόη. Que el Cristo deI sermόη de la montafia se presente como aquel yut: Lunιp1t: 1α Ley 11Ο Jebe, Si11 embargu, llacer creer que el mismo estuviera sometido a la Ley. Es verdad que la Ley constituye eI punto de partida Υ el marco de su ensefianza. Pero como interprete soberano de ella, habIando directamente en nombre de Dios, es Jesus quien establece el sentido ίιltimo de la ley. La diferencia con cualquier rabi* es patente: mientras que estos ίιltimos se situaban en una tradίcίόη de ίηterΡretacίόη hecha de fideIidad Υ de sumίsίόη a la 320

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ΜΑΤΕΟ:

EL MAESTRO DE LA LEY

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ΜΑΤΕΟ

La parte central del sermόη de la montafia acaba con la celebre «regla de oro» (Mt 7,12): «Por tanto, todo cuanto querais que os hagan los hombres, hacedselo tambien vosotros a ellos; porque esta es la Ley Υ los Profetas». Esta regla tiene su importancia, porque atrae la ateηcίόη dellector sobre un doble aspecto. Por una parte, la Ley Υ los Profetas quedan regidos, en adelante, por el criterio que ocupa el centro de la ley Υ que debe guiar su ίηterΡretacίόη. Ese criterio es el amor al Ρrόjίmο. Pero, por otra parte, ese amor al Ρrόji­ mo ηο es mera benevolencia, tolerancia Υ fiΙaηtrΟΡίa. Ιο que esta exigencia significa para Cristo queda claramente definido en la ι:ίlti­ ma aηtίtesίs: el amor incluye el amor al enemigo ο ηο es amor. ΕΙ sermόη de la montafia acaba con una serie de exhortaciones (Mt 7,13-27) que llaman a una obediencia sin desfallecimiento. La metafora de la puerta estrecha, la puesta en guardia contra los falsos profetas Υ la parabola de las dos casas subrayan la necesidad de una vida religiosa en la que los actos concretos de obediencia son los ύηί­ cos capaces de salvaguardar a los fieles del rechazo en el juicio final. Ει EJEMPLO DE LAS BIENAVENTURANZAS

Ellector del sermόη de la montafia queda admirado Υ simultaneamente asustado por el mensaje que en el descubre. La claridad con que se formula la voluntad de Dios, el redescubrimiento de 10 que constituye su centro -el amor-, la llamada a entregarse sin la menor restrίccίόη Υ en la mas absoluta confianza a un Dios que se muestra Padre lleno de benevolencia para con sus criaturas, son cosas que suscitan admίracίόη. Rara vez la vida religiosa ha sido descrita con mayor intensidad, claridad Υ profundidad. Pero esa admίracίόη se conjuga con el sentimiento de una profunda incapacidad: lexiste un solo ser humano que pueda estar a la altura de la exigencia de justicia Υ de Ρerfeccίόη formulada en este texto? lNo corremos todos al fracaso Υ ηο estamos en peligro de ser condenados en el juicio? La historia entera de la Iglesia esta habitada por esta reaccίόη ambivalente'lHay lugar para la gracia en el sermόη de la montafia? lO es e! manifiesto de una exigencia imposible? lCόmο se articulan gracia Υ obediencia en este texto tan impresionante? Las ocho primeras bienaventuranzas permiten simu1taneamente descubrir el problema Υ ver el camino que traza el evangelio segύη Mateo. He aquί el texto:

Bienaventurados los pobres de eSΡίrίtu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos Ροseerάn en Ιa tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serάn consolados. 322

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ΜΑΤΕΟ:

EL MAESTRO DE ΙΑ LEY

Bienaventurados 10s que tienen hambre Υ sed de 1a justicia, porque serάn saciados. Bienaventurados 10s misericordiosos, porque ellos aΙcanΖarάn misericordia. Bienaventurados 10s 1impios de coraΖόn, porque ellos verάn α Dios. Bienaventurados 10s que trabajan por 1a paz, porque serάn llamados hijos de Dios. Bienaventurados 10s perseguidos por causa de 1a justicia, porque de ellos es e1 Reino de los Cie10s (Mt 5,3-10). La comΡaracίόη entre las bienaventuranzas que se encuentran en el evangelio segun Mateo Υ las que estan en el evangelio segun Lucas (Lc 6, 20-23) es rica en ensefianzas. Nos permite constatar quc 10s dos evangelios tienen en comtln tres bienaventuranzas: la de 10s pobres, la de 10s afligidos Υ la de 10s hambrientos. Estas tres bienaνenturanzas, que ciertamente fueron pronunciadas por el mismo Jesus, formulan el coraΖόη mismo del Evangelio: sin poner la menor coηdίcίόη, Dios se acerca a quienes nada tienen -los pobres-, a quienes ya ηο esperan nada de la vida -los afligidos- Υ a quienes ηί siquiera tienen acceso al alimento que les asegura un mafiana. Son estos excluidos, estos desesperados, estas νίctίmas de la precariedad, estos que ηο tienen nada a 10s ojos del mundo, 10s que son declar..ldos felices por Dios, 10s privilegiados de su amor Υ de su solidaridad indefectible. Son ellos 10s que tienen un futuro cerca de Dios. Εn boca de Jestls, las bienaventuranzas son, por tanto, gracia Υ don, eΙeccίόη de quien ηο es nada. [vease ρ. 319]. Estas tres bienaventuranzas, Mateo las habίa recibido Υ comentado. Los pobres se convierten para el en «105 pobres de eSΡίrίtιι» (los que tienen un coraΖόη de pobre); 10s hambrientos se convierten en «los que tienen hambre Υ sed de justicia». Ademas, a estas tres bicnaventιιranzas iniciales el Evangelista afiade otras cuatro que est"lban en curso en su Iglesia*: la de 10s mansos, la de 105 misericordiosos, la de 10s limpios de coraΖόη Υ la de 10s que trabajan por la paz. Finalmente, el mismo compuso probablemente la ύltima, la bien;lνenturanza de 10s perseguidos. lSe puede percibir una coherencia eπ este desarrollo de la tradίcίόn? Si Jesus se dίrίgίό prioritariamente a personas caίdas en un;I situacion de necesidad para anunciarles 1a promesa divina, Mateo SΙ' orienta mas a 10s comportamientos eticos que estan llamados ;1 estructurar la vida cristiana. lQuiere decir esto que Mateo traicion;t a Jesus? ίΝο! Sino que reinterpreta su mensaje para la sίtuacίόη ΨΙι' el esta viviendo. Α 10s miembros de su Iglesia las bienaventuranz;ls les recuerdan en primer lugar que Cristo es solidaridad Υ pronlcs" para todos 10s que han caίdο en estadode necesidad: 10s pobres (le eSΡίrίtu -los que saben que ηο tienen nada de 10 que puedan cnor.\2,\

111

ΜΑΤΕΟ

gullecerse ante Dios Υ que todo 10 tienen que esperar de :έΙ-, 10s afligidos Υ 10s perseguidos siguen siendo 10s destinatarios de la extraordinaria promesa de Cristo. ΕΙ don Υ la gracia νinculados a la νenida de Dios permanecen. Pero a ese don se afiade una exigencia: quienes 10 han recibido todo del Padre son llamados a ser mansos, misericordiosos, limpios de coraΖόη, artesanos de la paz. ΕΙ don del Reino que νiene es inseparable de υη compromiso, de una fidelidad. Asi, al leer las bienaνenturanzas en el texto de Mateo, el lector escucha simultaneamente dos notas: promesa Υ exigencia. Los dos aspectos ηο se presentan como diferenciados -como en Pablo, por ejemplo-, sino formando una unidad. Esta νiηcuΙaciόη indisoluble entre la gracia Υ la exigencia es, Ροdrίamοs decir, el sello propio del sermόη de la montafia. Ει FINAL DE ΜΑΤΕΟ

ΕΙ sermόη

de la montafia nos ha permitido medir la importancia que para el primer eνangelio tiene la ensefianza de Cristo. Para el Cristo es, en primer lugar, υη maestro, mas exactamente el maestro que apoyandose en la Ley consignada en el Antiguo Testamento da a la νoluntad de Dios su forma plena Υ definitiνa. Pero les este υη aspecto mas entre otros ο, por el contrario, se trata del centro mismo del mensaje de Mateo? Hay υη texto muy conocido Υ νalorado que nos permite responder a esa pregunta. Es la ιiltima escena del eνangelio en la que Cristo resucitado, apareciendose a 10 suyos en υη monte de Galilea, 10s eηνίa en misiόη a todas las naciones. Este texto, conocido con el nombre de «final de Mateo», dice asί: Por su parte, los once discipulos marcharon α Galilea, aΙ monte que ]esus les habia indicado. Υ aΙ verlo le adoraron; algunos sin embargo dudaron. ]esus se acercό α ellos γ les habΙό asi: «Me ha sido dado todo poder en el cίεΙο γ en Ιa tierra. Id, pues, γ haced discipulos α todas las gentes bautίΖάndοΙas en εΙ nombre del Padre γ del Hijo γ del Espiritu Santo, γ ensefιάndοΙes α guardar todo Ιο que γο os he mandado. Υ he aqui que γο estoy con vosotros todos los dias hasta εΙ fin del mundo» (Mt 28,16-20). Este texto desempefia una fuηcίόη claνe en el eνangelio segίIn Mateo. Es su coηcΙusiόη tanto narratiνa como teοlόgίca. Cristo resucitado se aparece en una montafia, lugar de reνeΙaciόη por excelencia segίIn el Eνangelista. Indica cόmο νiνir el tiempo que se abre con la Pascua Υ que terminara en la Ρarusίa*. ΕΙ Resucitado dispone soberanamente de ese tiempo, que es el tiempo de la Iglesia, Υ le da υη contenido. Con frecuencia se ha subrayado, ademas, que, si bien 324

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ΜΑΤΕΟ:

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MAESTRO DE

ΙΑ

ΙΕΥ

este fina1 re1ata 1a aΡarίcίόη Υ 1a ίηstruccίόη de Cristo a 10s suyos, nada dice, en cambio, sobre su desaΡarίcίόη Υ su retorno a1 Padre. Por tanto, e1 eνange1io termina con esa apertura i1imitada a1 futuro, situada bajo 1a pa1abra de Cristo. lCua1 es, asί pues, e1 sentido de este u1timo encuentro? Con 10s que Cristo se encuentra, son sus once dίscίΡu10S (Judas ηο sobreνi­ νίό a 1a Ρasίόη). Como a todo 10 1argo de1 eνange1io, este grupo tiene υη νa10r sίmbό1ίco: es figura de 1a Ig1esia llamada a extenderse por toda 1a tierra habitada. Dos detalles significan que 10s dίscίΡu10S son e1 paradigma de 10s futuros creyentes. Por υη 1ado, se eνitan todos 108 rasgos aηecdόtίcos susceptib1es de dar υη caracter 10ca1 Υ pasado a 1<1 escena; mas aun, 1a aΡarίcίόη de1 Resucitado se presupone simp1emente, ηο se describe. Cristo llega a 10s suyos, ηο sirνiendose de soportes materia1es como 1a comida, sino mediante su pa1abra. Pero, lno es esa 1a sίtuacίόη tίΡίca de 10s creyentes de todas 1as generaciones? Por otro 1ado, 10s que νan a1 encuentro de1 Maestro son υn08 dίscίΡu10S diνididos entre 1a fe Υ 1a duda. DίscίΡu10S cuarteados entre su fide1idad a1 Maestro a1 que han seguido Υ amado, Υ su duda re8pecto a 1a rea1idad de su Resurreccίόη. Es 1a misma teηsίόη que caracteriza 1a νida de fe a todo 10 1argo de1 tiempo de 1a Ig1esia. Α estos dίscίΡu10S cuarteados, Cristo 1es entrega su ύltima ensenanza. Comienza recordand01es que en ade1ante e1 ejerce 1a autoridad sobre toda 1a ereacίόη. La orden misionera que sigue (<
DOCUMEN'I'( ) lιAs FUENTES

JUDlAs

ΕΙ

DEL PADRENUESTRO

Padrenuestro que Jesus eηsefιό a sus discipulos se inscribe θη la larga tradicίόη de la οracίόη judia. Asi, sus dos primeras peticiones (la saηtίfίcacίόη del Nombre Υ la vemda άθΙ Reino) ΤΙθηθ un estrecho paralelo con el comienzo del Qaddish, οraciόη que θη tiempos de Jesus se decia despues de la homilia durante el servicio sinagogal:

texto completo del Qaddish θη ρ. 383J. La quinta Ρetίcίόη del Padrenueslro, la άθΙ Ρerdόη, ιίθηθ un paralelo en la oraci6n por excelencia del judaismo, la οracίόn d. las Dieciocho Bendiciones (ShemolJeh sreh); θη efecto, el contenido de la 80ΧΙ" beηdicίόη es el siguiente:

Que sea engrandecido Υ santificado su gran nombre en e1 mundo que ha creado segιin su vo1untad; Υ que estab1ezca su reino en vida vuestra Υ en vuestros dias Υ

Ρerdόnanοs, Padre nuestro, pues pΙΙι:l.' mos contra ti; borra nuestros pecados ιιηΙ. tus ojos, pues es grande tu piedad. 8ondiIo seas, SefioTy que perdonas generosamente.

en vida de toda 1a casa de Israe1, pronto Υ en un tίempo cercano. Υ decid: Amen [νθΙΙΞ" οΙ

ΜΑΤΕΟ

lCual es, asl pues, la mίsίόη de 10s enviados de Cristo elevado al cielo? Hacer discipulos a todas las gentes. Esta fοrmulacίόη de la mίsίόη -unica en el Nuevo Testamento- significa que todos Υ cada υηο de 10s seres humanos son llamados a pertenecer a la coηdίcίόη de discipulos. ΕΙ evangelio ha ilustrado abundantemente esa condicίόη de vida describiendo la reΙacίόη que tuvieron Jesus Υ sus compafieros durante toda su actividad terrestre. Para Mateo ηο existen diferencias cualitativas entre el discipul0 anterior a la Pascua Υ el posterior, hasta tal punto que el creyente de las generaciones futuras esta llamado a reconocerse en 10s discipulos que acompafiaron a JesUs. ΕΙ Cristo elevado al cielo ηο se queda, sin embargo, en una afirmacίόη general. Especifica que hace de υη ser humano υη discipu10. ΕΙ bautismo es la primera coηdίcίόη a cumplir; eι sella la pertenencia del catecumeno* a Cristo Υ a la Iglesia. ΕΙ nombre que se invoca sobre el bautizado expresa la saΙvacίόη que se le concede. Pero, simultaneamente, al recibir el bautismo, el candidato se compromete a aceptar en obediencia la llamada Υ la exigencia de Cristo. DOCUMENTO

EL

ΜΟΝΤΕ

SINAI

Mojses recjbjό 1a Tora de1 Sjnai Υ 1a ΕΙ Sinal juega un papel de primera importancla en el judaismo* antIguo. Es ellugar transmjtjό a ]osue, ]osue a 10s ancjanos, 10s en el que Molses recίbίό su vοcacίόn ancjanos a 10s profetas, 10s profetas 1a transUubiJeos 48,2) Υ 10s mandamientos: «Tam- mjtjeron a 10s hombres de 1a Gran Asambien te indique en el monte Sinal 10s saba- b1ea. Estos decian tres cosas: sed cautos en dos de la tIerra, Υ aslmlsmo !os afιos de e1 jujcio, haced muchos discipu10s, poned jubileo...» UubiJeos 50,2). «Cuando [... Μοί­ una vaJJa en torno a 1a Tora (Pirqe Abot Ι, 1; ses] ΙΙegό a! monte Sinal, Dios desde e! trad. de Carlos del Valle). clel0 le dio la ley tras escribir en dos tabliPuesto que Israel recίbίό la Tora en el llas todos 10s preceptos» (Oracu10s sibiJi- Sinal, este lugar es por excelencla uno de nos ΠΙ, 256-257). Segun la tradίcίόn judia, 10s lugares de la presencia divina sobre la el don de la ley estuvo acompafιado de tierra. Comparte este privilegio con otros truenos, rayos Υ humareda, pero slmultacuatro !ugares: «Pues cuatro sltlos en la tleneamente 10s lsraelitas que estaban en el rra son del Sefιor: el }ardin de! Eden, el Sinal fueron milagrosamente transporta- monte oriental, este monte en que estas dos a un estado paradisiaco, liberados por hoy, [a saber] el monte Sinal, Υ el monte un instante de la enfermedad, del sufri- Sίόn» (JubiJeos 4,26). miento Υ de la πιuerte. ΕΙ pueblc que rcci bίό la Tora es un puebl0 santo Υ puro. ΕΙ ΕΙ Sinal se cοnvίrtίό asl en e! lugar de episodio del becerro de oro puso fin a la reveΙacίόn por excelencla. Lugar en aquel momento privilegiado. otros tiempos de la reveΙacίόn de la Tora, Εη la tradίcίόn rabinlca, se presenta el sera Igua!mente el lugar de la manifestaSinal como el lugar en el que se dieron la cίόn ίιltlma de Dios a! final de 10s tiempos: Tora oral Υ escrita. Asi, el tratado Pjrqe «Saldra el Santo Υ Grande de su morada, Υ Abot*, que figura en la Mjsna*, comlenza desde alli el Dios eterno camlnara al con esta sentencia: monte Sinal» (l Henoc 1,3-4).

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ΜΑΤΕΟ:

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MAESTRO DE ΙΑ ΙΕΥ

Recordando esta primera coηdίcίόη, Mateo ηο hace mas que recordar la tradίcίόη de 10s primeros cristianos. Pero el aftade una segunda cοηdίcίόη, que es en la que reside su originalidad. Para convertirse en dίscίΡuΙ0, hay que aprender a observar todo 10 prescrito por Cristo. Αsί pues, el dίscίΡuΙ0 es invitado a ponerse a la escucha de la enseftanza de Cristo Υ a ponerla en practica. Esta enseftanza (e] tiempo pasado del verbo «mandar, prescribir» 10 confirma) es una enseftanza que se dio en el pasado, es decir, durante la actividad terrena de Cristo. Υ, para Mateo, esta consignada en 10s grandes discursos que ritman su evangelio. Pero el verbo «prescribir, mandar» tiene υη acento particular que conviene mostrar: la enseftanza pasada de Jesus esta presente como la eΧΡresίόη de una voluntad imperativa, la voluntad de Dios, que 11ama al ser humano a la obediencia Υ a la fidelidad. ΕΙ final del evangelio pone υη caΙderόη al relato de Mateo recordando el armόηίco esencial. ΕΙ Cristo del primer evangelio es υη maestro ο mejor el Maestro que ensefta la voluntad de Dios en su forma definitiva. Esta voluntad de Dios es simultaneamente -como 10 muestran de forma ejemplar las bienaventuranzas- gracia Υ exigencia. Se convierte en dίscίΡuΙ0 quien se somete a esa voluntad. Υ quien se compromete en el camino de la justicia -por utilizar una eΧΡresίόη querida a Mateo-puede contar con seguridad con e] apoyo activo e indefectible de Cristo hasta el fin del mundo.

J. Ζ.

.\27

8.5. ΜΑΤΕΟ: ΕΙ EVANGELIO DE ΙΑ IGLESIA

Ε

L evangelio segιin Mateo es υη evangelio* en el que la Iglesia* ocupa υη lugar esencial. Es verdad que Cristo es el centro de todo el asunto -es de su historia de 10 que trata-, pero esa historia es una historia construida en υηίόη con sus dίscίΡuΙ0S. La historia de Cristo -tal Υ como se cuenta en el primer evangelio- se dirige de forma privilegiada a la comunidad de dίscίΡuΙ0S. Muestra cόmο debe vivir su fe esa comunidad de dίscίΡuΙ0S, la comunidad que compone cualquier geηeracίόη de ellos.

Los DOS DISCURSOS CON

DIMENSIόN ECLESIAL

Los cinco grandes discursos proporcionan una ejemplo llamativo de esa οrίeηtacίόη eclesial de este evangelio. Efectivamente, 10s dίscίΡU­ 10s son su auditorio privilegiado Υ son tambien el espacio en el que Cristo instruye a su Iglesia. De 10s cinco discursos, dos se interesan mas especίficamente de la realidad de la Iglesia en cuanto tal. ΕΙ primero, llamado por 10 general «discurso del envlo en mίsίόη» (9,35-11,1) trata de la reΙacίόη de la Iglesia con el mundo que le rodea. ΕΙ segundo, conocido con el nombre de «discurso comunitario» (18,1-19,1) se dedica a mostrar cόmο debe concebirse Υ asumirse la vida en Iglesia'lQue vίsίόη de la Iglesia desarrolla cada υηο de estos dos discursos? ΕΙ

discurso del envίο en mίsίόn (Mt 10) Este discurso pone fin a la Ρreseηtacίόη de Cristo tal Υ como la concibe el primer evangelio. Esta Ρreseηtacίόη incluye tres tablas. La primera es el sermόη de la montana «Mt 5-7); su fuηcίόη consiste en presentar la ensenanza de Cristo. La segunda tabla comprende 10s caΡίtuΙ0S 8 Υ 9, que incluyen esencialmente 10s milagros que hizo 329

ΜΑΤΕΟ

Cristo. ΕΙ significado de este encadenamiento es claro. Cristo 10 unico que hace es ensefi.ar la voluntad ίιltima de Dios, que es voluntad de amor. Υ actua de tal forma que esta voluntad ίιltima de Dios entra en 10s hechos, transforma concretamente las condiciones de vida de 10s hombres Υ mujeres con quienes se encuentra. ΕΙ Μesίas* de la Palabra ηο puede separarse del Μesίas de la accίόη. La voluntad de Dios revelada por el Cristo del sermόη de la montafi.a es una voluntad liberadora Υ transformadora, es amor en accίόη Υ en hechos. ΕΙ discurso del eηvίο en mίsίόη (Mt 10) constituye la tercera tabla. ΕΙ Cristo del sermόη de la montafi.a ηο es un Cristo solitario, sino que asocia a 10s dίscίΡuΙ0S a su accίόη, les hace sus colaboradores. Υ sό10 despues de haber asociado a sus dίscίΡu10S a su mίsίόη, Juan el Bautista puede plantear 1a pregunta: «lEres tti el que ha de venir, ο debemos esperar a otro?» (Mt 11,3), porque sό10 en ese momento Cristo -ta1 Υ como Ie concibe Mateo- ha reve1ado 1a amplitud de su proyecto. ΕΙ discurso del eηvίο en mίsίόη marca, por tanto, e1 momento decisivo en e1 que Cristo convierte a sus dίscίΡU­ 10s en co1aboradores que toman una responsabilidad capita1 para con el mundo. lCuales son 10s e1ementos caracterίstίcos de ese entrar en estado de responsabi1idad? lQue coηceΡcίόη de Iglesia se pone de manifiesto en ello? ΕΙ discurso de eηvίο en mίsίόη se abre con un ΡrόΙ0g0 narrativo (Mt 9,35-38), que es importante porque define e1 sentido de la mίsίόη que se va a confiar a 10s discIpuIos. Para el primer evangelio Ia necesidad de Ia mίsίόη ηο resuIta de 1a v01untad de extender un mensaje nuevo Υ ganar 1a adhesίόη a e1 del mayor numero posib1e de personas. Ιο que suscita 1a piedad de Cristo es 1a debi1idad de 1as gentes, sus penalidades, su deficit de vida. Los dίscίΡUΙΟS son llamados para devolver a las multitudes abatidas Υ desorientadas la p1enitud de vida a que tienen derecho. La ce1ebre dec1aracίόη, «La mies es mucha Υ 10s obreros pocos. Rogad, pues, al Duefi.o de la mies que eηvίe obreros a su mies» (Mt 9,37-38) subraya perfectamente esa v01untad de aportar socorro Υ sa1vacίόη. La imagen de 1a mies ha dejado de ser principa1mente metafora del juicio -como 10 era en la Ρredίcacίόη de Juan el Bautista, por ejemplo-, sino la οcasίόη de prodigar amor v Ιίberacίόη. Antes de pronunciar su discurso, Cristo llama junto a sί a 10s «doce aΡόstοles». Mientras que en el evangelio segun Marcos la llamada de 10s Doce Υ 1a meηcίόη de sus nombres se situan a1 comienιο de la ηarracίόη (Mc 3,13-19) Υ preceden claramente al envIo en mίsίόη (Mc 6,7-12), Mateo espera al envIo para llamar a 10s dίscί­ pu10s Υ enumerar sus nombres. Este desplazamiento es a1tamente significativo. Muestra que, para Mateo, ser discipu10 es inseparable 330

ΜΑΤΕΟ:

ΕΙ

EVANGELIO DE

ΙΑ

IGLESIA

del cumplimiento* de una mίsίόη. Es cierto que la eνοcacίόη del clrculo de 10s «Doce», Υ mas aun la aΡarίcίόη de la ηοcίόη de 10s «doce aΡόstοles» (Mt 10,2), podrIan hacer pensar que las instrucciones que νan a seguir sόΙ0 son para 10s compafieros hίstόrίcos del Jesus terreηο. Pero ηο es asί en absoluto, pues tambien 10s doce aΡόstοles son dίscίΡuΙ0S (Mt 10,11) Υ, mas concretamente, estan en el origen de la Iglesia Υ encarnan el modelo en el que estan llamados a reconocerse todos 10s dίscίΡuΙ0S de las generaciones posteriores. La mejor prueba del alcance general de este discurso se apoya en el hecho de que, a diferencia de Marcos Υ lucas, a Mateo ηο le Ρarecίό bueno contar cόmο aquellos primeros dίscίΡuΙ0S ejecutaron concretamente 1<ι mίsίόη que se les cοηfiό. Ellector buscara en νano alguna huella de la partida Υ del retorno de 10s enνiados. Para Mateo, 10 significatiνo es la mίsίόη de 10s enviados, como ta1, Υ ηο aquella primera realiza(ίόη. lCual es, asί pues, la mίsίόη confiada a 10s Doce? La primera parte del discurso (10,5-16) subraya la perfecta identidad existente entra la mίsίόη de Cristo Υ la de 10s discipulos. Εη cuatro niνeles podemos observar esta identidad en el ejercicio de la mίsίόη. Εη primer lugar, 10s discipulos son llamados a proclamar el mismo mensaje que Jesus (cf. Mt 4,17): «Proclamad que el Reino de 10s Cielos esta cerca» (10,7). Esta identidad de contenido es profundamente significativa. Como 10 sefiala el final del evange1io (Mt 28,16-20), Υ a diferencia de las cartas de Pablo, a 10s discipulos ηο se les encarga principalmente predicar a Cristo Υ, en particular, el significado salvador de su muerte Υ resurreccίόη. La mίsίόη que reciben es la de repetir la ensefianza de Cristo. Deben decir 10 que han oldo de sus labios. Εη segundo lugar, la identidad entre Jesus Υ sus dίscίΡuΙ0S SΙ' apoya en una misma habίΙίtacίόη carismcitica*. Ιο mismo que Cristo eΧΡuΙsό 10s eSΡίrίtus inmundos Υ curό toda enfermedad (Mt 10, Ι), eso mismo es 10 que tienen que hacer 10s dίscίΡuΙ0S. Son llamados ,) cumplir toda la gama de acciones milagrosas que se atribuyen ,) Cristo en 10s caΡίtuΙ0S 8 Υ 9: «Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios» (10,8). La palabra que est,111 encargados de extender es, por tanto, una palabra todopoderosa. En tprcpr _. -" ll1qf1r lns r1isrin111ns. ' . f ' ΡΠ 1'1 Ρiercicio de Sl1 misίόη. 5011 inνitados a adoptar la etica de νida que mantuvo el mismo JesUs. Es la etica de vida propia del profeta itinerante que ha renunciado ,) cualquier tipo de seguridad material (ηί dinero ηί alforja par,t ι·1 camino) Υ a la νiolencia (ηί bastόη para alejar a salteadores Υ perros salvajes), Υ que vive en pobreza (ηί sandalias ηί dos tύηίcas; Mt 10,910). Los discipulos deben mostrar, con su mismo comportamiento, que esperan todo del Dios a quien predican. "'Ο.

~

Ι

..

.\.\1

ΜΑΤΕΟ

Εη cuarto lugar, en fin, como 10 muestra la beηdίcίόη que deben dar ο negar en las ciudades ο aldeas (Mt 10,11-15), la palabra de 10s discipulos es una palabra que crea la vida ο consuma la Ρerdίcίόη de aquel10s a quienes se dirige. Es verdad que sόΙ0 el juicio final dira la ultima palabra sobre la vida de cada cual, pero su criterio sera la postura que se haya tomado ante el Evangelio. Lo mismo que la palabra de Jesus tenla un significado ultimo para sus oyentes, asl sucede tambien con la Ρredίcacίόη de sus colaboradores. Estos cuatro niveles en 10s que el ministerio de Jesus Υ la mίsίόη de 10s discipulos coinciden perfectamente, expresan 1a grandeza de la coηdίcίόη del discipulo: participa de la omnipotencia de su Maestro. La coηtίηuacίόη del capitulo (Mt 10,16-42) aporta un correctivo importante. Esta elevada mίsίόη, para la que el discipulo hereda sus prerrogativas de su Maestro, estara bajo el signo de la οροsίcίόη, del rechazo Υ de la Ρersecucίόη. Si 10s discipulos participan en la grandeza de su Maestro, tambien estan asociados a su abajamiento. Ιο mismo que el proclamador del Reino fue rechazado por 10s suyos, tambien 10 seran sus enviados (10,24-25). ΕΙ rechazo ηο sera eΡίsόdίco, sino generalizado; judios Υ paganos* se uniran en ese rechazo (10,17-20). Esta sίtuacίόη de extrema precariedad ηο debe ser considerada, sin embargo, como tragica ο absurda, sino, al contrario, como la οcasίόη de dar testimonio en la fuerza del Espiritu (10,20) Υ de confesar valientemente la fe. ΕΙ Padre benevolente, cuya bondad aparece en la creacίόη, ηο sustrae a 10s discipu10s de la prueba, pero les acompafta Υ 10s sostiene en la adversidad (10,26-33). ΕΙ tiempo de la mίsίόη ηο es un tiempo tranquilo, sino un tiempo de teηsίόη, de conflicto Υ de desgarramiento (10,34-39). Pero a la vez es el tiempo en el que se decide el acceso a la vida ο su perdida irremediable. ΕΙ envlo en mίsίόη llama a 10s discipulos simultaneamente a un destino de grandeza Υ de abajamiento. ΕΙ capitulo 10 dibuja una Ig1esia portadora de vida Υ, sin embargo, puesta bajo el signo de la cruz. Εη esta sίtuacίόη, ~cόmο estan llamados a vivir en comun 10s disclpulos cuya reΙacίόη al mundo esta hecha de tensiones Υ promesas?

ΕΙ

discursu LUmuniiuriu (1\ιΙί 18) mismo que el discurso de envlo en mίsίόη, tambien el discurso comunitario se refiere sόΙ0 a 10s discipulos. De nuevo, 10s destinatarios ηο son sόΙ0 10s compafteros hίstόrίcos del Jesus terrestre, sino, a traves de el1os, todos 10s creyentes de todas las generaciones. ΕΙ tema que se trata a 10 largo de todo este capίtulo es el de las relaciones que deben prevalecer entre 10s miembros de la comunidad. Ιο

332

ΜΑΤΕΟ:

ΕΙ

EVANGELIO DE LA IGLESIA

ΕΙ centro del discurso 10 constituye la descrίΡcίόη del procedimiento que debe establecerse para ίΓ al encuentro del hermano pecador. Segιin la regla que se enuncia, el miembro de la comunidad que se ha hecho culpable debe ser objeto de una correccίόη fraterna orientada a que reconozca su falta Υ recuerde el camino de la obediencia. Si, al termino de tres intentos sucesivos, realizados primero por ιιη solo hermano, luego por varios Υ finalmente ante la comunidad, el hermano pecador ηο acepta escuchar 10 que se le dice, queda excomulgado (Mt 18,15-17). ίΑ que falta le corresponde semejante saηcίόη? ΕΙ discurso, en SLI conjLIDto, mLIestra qLIe se trata de ιιη comportamiento qLIe amenaz..l la comιιηίόη eclesial. ΕΙ pecado cometido es ιιη pecado que pone en peligro a otros miembros de la comunidad. ΕΙ desprecio de las gentes humildes que desemboca en arrLIinar su fe (18,5-6.10) ο el perdόη rehusado (18,23-35) son otros tantos ejemplos de la falta fat,11 qLIe lleva a la eχcomuηίόη. ΕΙ pecado, en el discurso comunitario, sc sitιia ciertamente en el nivel de las relaciones interpersonales qLIc deben prevalecer en la Iglesia, pero, para Mateo, transgredir la exigencia del amor debido al Ρrόjίmο es oponerse a Dios e ίΓ contra su voluntad. Como muestra el desarrollo del procedimiento en tres fases, el poder disciplinar 10 ejerce el conjunto de la comunidad. Ademas, es tambien a la comunidad a la que se le da el poder de atar ο desat,ιr, Υ ηο a una e1ite ministerial (18,18). Este procedimiento emprendido para ίΓ al encuentro de 10s miembros que faltan indica que par,1 Mateo existe una frontera entre la comunidad Υ el mundo Υ que cl dίscίΡuΙ0 ηο debe transgredir esa frontera si quiere seguir siendo miembro de la Iglesia. La comunidad se distingue del mundo Υ debl' velar por conservar su santidad. Esta firme defensa de la identidad religiosa Υ etica, apoyada por el gesto disciplinar, Ροdrίa hacer pensar que, desde ιιη punto de vist,1 sοcίοlόgίco, la Iglesia, tal Υ como la concibe Mateo, arrastra tendel1cias sectarias. Sin embargo, este juicio ηο es equitativo, porqLIe 110 tiene en cuenta la forma como esta regla de correccίόη fraterna Sl' contextualiza en el conjunto del discurso. Tres indicaciones se imponen al respecto. Εη

primer 1'..lgar, e1 texto

'Ίυι> ςigυ(' inmι>di;1t~tηI"TltΡ ",] ("ηυrK;;l­

do de la regla disciplinar es una ίηstruccίόη sobre la οracίόl1 ι'η comιin (18,19-20). Este encadenamiento ηο es fortuito. Signif1c,1 que hay que llevar el1itigio a la οracίόη Υ considerarlo ante Dios. Ι "ι comunidad ηο tiene capacidad por sί misma para adoptar selnej,ll1te decίsίόη. La celebre palabra de Cristo que cierra esta instrLIcci6n (<
ΜΑΤΕΟ

la presencia de Cristo elevado al cielo; pero esta presencia se concreta especialmente en la ensenanza que Jesιis traηsmίtίό. Esta es la primera coηteχtuaΙίΖacίόη que hace el Evangelista. Ciertamente debe practicarse la correccίόη fraterna, pero hay que hacerlo en οracίόη Υ respetando a Cristo presente mediante su ensenanza. Εη segundo lugar, hay que prestar ateηcίόη al comienzo del discurso que encamina allector hacia la regla disciplinar. Esta primera mitad del discurso comprende tres momentos. ΕΙ dialogo sobre la verdadera grandeza, que inicia el discurso (Mt 18,1-5), define la etica que debe prevalecer en la comunidad. La verdadera grandeza consiste -a imagen del ηίnο- en reconocer su fragilidad, su pequenez Υ su absoluta dependencia ante Dios. Los miembros de la comunidad son llamados a mostrarse humίldes, dispuestos a servir Υ carentes de apetencias de poder, sabiendo que es de Dios de quien 10 reciben todo. Son invitados a acoger a los mas pequenos, porque, al hacerlo, es a Cristo mismo a quien reciben. Podran poner en practica la disciplina si viven habitados por esta coηνίccίόη. ΕΙ segundo pasaje se refiere a la puesta en guardia contra los escandalizadores (Mt 18,6-10). Mateo sabe que la comunidad cristiana cuenta entre sus miembros (οη «pequenos», es decir con hombres Υ mujeres que viven su fe bajo el signo de la fragilidad. Estos «pequenos», lejos de ser una carga ο υη peligro para la comunidad, son los preferidos de Dios (18,10). Ponerles en peligro, llevarlos a vacilar en su vida de fe constituye una falta de una gravedad irremediable. SόΙο aquella comunidad que vela con ateηcίόη sobre los «pequenos» Υ los protege puede ejercer la disciplina. ΕΙ tercer texto que precede inmediatamente a la ίηstruccίόη disciplinar es la parabola de la oveja perdida (18,12-14). La reinterpretacίόη que de ella hace Mateo es profundamente significativa. Si en el evangelio segιi.n Lucas (Lc 15,3-7 [vease ρ. 401] la parabola de la oveja perdida celebra la aΙegrίa que produce en el cielo la coηνersίόη de υη pecador, este mismo relato tiene una punta distinta en el primer evangelio. Subraya la responsabilidad sin lίmites que tiene la comunidad ante υη «pequeno» en peligro de Ρerdίcίόη. SόΙο puede practicar la disciplina aquella comunidad que, a imagen del pastor que abandona su rebano para ir al encuentro de la oveja perdida, ηο ahorra esfuerzo alguno para volver a ganar al creyente que ha desviado el camino. Tambien es muy interesante la forma como el discurso continιi.a la refleχίόη despues del enunciado de la regla disciplinar. Εη efecto, la parte final del caΡίtuΙο 18 esta constituida por una ίηstruccίόη sobre el Ρerdόη. Esta refleχίόη viene introducida por una pregunta de Pedro que se interroga sobre la amplitud del Ρerdόη que debe 334

ΜΑΤΕΟ:

EL EVANGELIO DE LA IGLESIA

conceder al hermano que peca contra eI (18,21-22). La respuesta de Cristo que lanza su famoso «setenta veces siete» suprime toda limitacίόη Υ convoca a un Ρerdόη ilimitado. Ιο bien fundado de su respuesta se desarrolla en la Ρar<ίbοla del deudor inmisericorde (Mt 18,23-35). Pone en la balanza el Ρerdόη divino Υ el Ρerdόη humano: quien se beneficia del Ρerdόη divino -ίΥ somos todos!- debe dar pruebas para con sus hermanos de la misma generosidad con que a elle ha tratado Dios. Negar el Ρerdόη al hermano que 10 necesita, es exponerse al juicio venidero. Una vez mas queda perfectamente claro el acento: sόΙ0 10s hermanos que viven Υ practican la exigencia de un Ρerdόη infinito pueden poner en practica la disciplina. Αsί pues, el discurso comunitario esta habitado por una teηsίόη. Cuando estan en juego la vida en comunidad Υ 10s νίηcuΙ0S que unen entre sί a sus miembros, conviene velar para que los comportamientos pecadores ηο pongan en peligro a 1a Ig1esia, Υ, si llega el caso, debe ser severa a fin de preservar su integridad. Pero la accίόη disciplinar sόΙ0 puede emprenderse Υ llevarse a cabo en οracίόη Υ ante Cristo presente. Encuentra su lugar exacto en una etica de serνicio, en la vigilancia por ηο poner en peligro a 10s pequefios, en la voluntad de reganarlos cuando sobreviene 1a prueba Υ en la disponibilidad a1 Ρerdόη infinito. LA MISIόN DE PEDRO

Aparte de 10s dos discursos cuya perspectiva teο1όgίca acabamos de bocetar, hay otro e1emento de 1a ηarracίόη de Mateo que es importante cuando se trata de abordar e1 tema de 1a Ig1esia: es 1a persona de1 aΡόstο1 Pedro. lQue pape1 desempefia Pedro en e1 evange1io segιin Mateo? lQue sίgηίficacίόη tiene para la Iglesia este eminente personaje? Una pasada a vista de pajaro sobre e1 evangelio muestra 1a importancia que Mateo concede a Pedro. Es e1 discipu10 cuyo nombre cita mas veces. Ademas, el Evangelista introduce en su ηarracίόη episodios que sό10 e1 conoce Υ vinculados a1 nombre de Pedro (Mt 14,28-31; 16,17-19; 17,24-27). Esta dοcumeηtacίόη tan abundante muestra dos rasgos principa1es en e1 retrato de Pedro que traza el Evange1ista. Εη primer 1ugar, Pedro encarna 1a figura tipica del discIpulo, Υ ello de dos formas. Por un lado, es el portavoz de los dίscίΡUΙοs. Rs el quien, en nombre del grupo, hace preguntas a Jesιis (Mt 15,15; 18,21). Es el quien formula objeciones Υ quien se ve corregido Ρ(Η Jesιis (Mt 16,22-23; 19,27-30; 26,33-34). Pedro desempefia ('η est<\s ocasiones el papel del alumno que se pone a la escucha de su ιη(lΙ'~;-

ΜΑΤΕΟ

DOCUMENTO <<Τύ ERES PEDRO»:

EL

COMENΊ'AR10 DE SAN CIPRIANO

Cipriano viviό en el sigl0 111. Nacido en Cartago, θη el norte de Africa, fue obispo de esa ciudad Υ alli muriό martir. Εη una de sus cartas comenta la frase «Τίι eres Pedro» (Mt 16,18) en estos terminos: Nuestro Senor, cuyos mandatos debemos respetar Υ observar, a1 regu1ar e1 honor de1 obispo Υ 1a οrganiΖaciόn de su 19lesia, hab1a θΩ e1 evange1io Υ dice a Pedro: «Υο te digo que tU eres Pedro Υ sobre esta piedra edificare mi Ig1esia, Υ 10s poderes de1 infierΩΟ ΩΟ 1a venceriίn, Υ te dare 1as llaves de1 reino de 10s cie10s, Υ 10 que ates θΩ 1a tierra, seriί atado θΩ e1 cie10, Υ 10 que' desates en 1a tierra, seriί desatado θΩ e1 cie10». Desde entonces va continuiίndose θΩ e1 decurso sucesivo de 10s tiempos 1a e1ecciόn de 10s obispos Υ 1a οrganiΖaciόn de 1a 19lesia, de manera que 1a 19lesia descansa sobre 10s obispos, Υ toda 1a actuaciόn de 1a 19lesia se

rige ροτ esos mismos jefes. Estab1ecido esto asl ροτ 1ey divina, me quedo admirado de que a1gunos con temeraria audacia hayan querido escribirme que mandaban sus cartas θΩ nombre de 1a Ig1esia, cuando 1a 19lesia estiί fundamentada θΩ e1 obispo, en e1 c1ero Υ en 10s que permanecen fie1es. (Cartas 33,1; trad. de ΜΌ Luisa Garcίa Sanchidrian)

Este breve extracto es un ejempl0 entre otros de cόmο la conocida declaraciόn de Cristo sobre Pedro fue recibida e interpretada en la Iglesia antIgua. Dos elementos que ηο aparecen en el texto original ocupan el centro de 10 que dice Cipriano. Por una parte, se identifica la mlsίόn de Pedro con el cargo episcopal. Por otra parte, se trata de un cargo transmisible (principio de sucesiόn).

tro Υ se deja instruir por el. Encarna la coηdίcίόη propia del dίscί­ pulo: recibir Υ asimilar la ensenanza de Jesύs. Εη este aprendizaje, Pedro aparece, sin embargo, como el primus inter pares (el primero ο principal entre iguales). Por otro lado, Pedro reνiste una significacίόη tίΡίca por su comportamiento compuesto de grandeza Υ de debilidad. ΕΙ relato de la marcha sobre las aguas muestra simultaneamente su νίηcuΙacίόη a Jesύs Υ su falta de fe (Mt 14,28-31). La escena en Cesarea de ΡίΙίρο (Mt 16,13-23) pone de relieνe simultaneamente su indiscutible coηfesίόη* de fe Υ su rechazo de la Ρasίόη. Εη la ύΙtίma cena, asegura a Cristo su indefectible fidelidad (Mt 26,3335) para negarle, luego, e inmediatamente arrepentirse (Mt 26,6975). Εη su misma ambiνalencia de confesor que niega, de creyente que duda, de fuerte que es debil, Pedro se conνierte en el paradigma del dίscίΡuΙ0 de todas las generaciones. Εη segundo lugar, mas alla de su fuηcίόη paradigmatica, Pedro desemrena ιιη r;ψf'111nicn Snlidns indic<1dnrf''' df' f'l1n snn S11 fι1PΤ­

te presencia en 10s caΡίtuΙ0S 13 a 18, en 10s que se trata fundamentalmente de la edίficacίόη de la comunidad cristiana, Υ el hecho de que se le presente como el «primero» de entre 10s dίscίΡuΙ0S (Mt 10,2). Pero la ίηdίcacίόη definitiνa la proporciona la famosa declaracίόη de Cristo sobre Pedro, despues de que este le reconociera como el Μesίas: 336

ΜΑΤΕΟ:

ΕΙ

EVANGELIO DE

ΙΑ

IGLESIA

Rep1icando ]esus 1e dijo: «Bienaventurado eres Sίmόn, hijo de ]οnάs, porque no te ha reve1ado esto 1α carne ni 1α sangre, sino mi Padre que estά en 10s Cie105. Υ ΥΟ α mi vez te digo que tu eres Pedro, Υ sobre esta piedra edificare mi Ig1esia, Υ 1as puertas de1 Hades no Ρrevα1ecerάn contra ella. Α ti te dare 1as llaves de1 Reino de 10s Cie10s; Υ 10 que ates en 1α tierra quedαrά atado en 10s cie10s, Υ 10 que desates en 1α tierra quedαrά desatado en 105 cie10s» (Mt 16,17-19). Esta decΙaracίόη, que instituye a Pedro como fundamento de ΙίΙ IgIesia, sόΙο aparece en eI primer evangeIio. ΕΙ objetivo deI comentario que de ella vamos a hacer πο es estabIecer que Jesus dijera hίstόREFERENCΙA

lF'uNDό ]Εsύs LA IGLESIA?

Segun el evange1io mateano*, la declaracίόn de Jesus en Cesarea de Filipo declarando a Pedro fundamento de la Iglesia Υ atribuyendole el poder de las llaves, parece zanjar la cuestίόn: Jesus fuηdό la Iglesia. i,Pero que pasa con 10s demas escritos del Nuevo Testamento que ηο conocen este episodio? i,Y cόmο se proηuncίό el mismo ]esus hίstόrίcameηte sobre esta cuestίόn? Segun el conjunto de 10s escritos del Nuevo Testamento, Ια fuηdacίόn de la Iglesia coincide con la resurreccίόn de Cristo. Las apariciones del Resucitado volvieron a juntar al circulo de 10s discipu10s que se habian dispersado cuando apresaron, procesaron Υ ejecutaron a su Maestro. Asentados Υ fortalecidos por Ια cοηviccίόη de que el Crucificado vivia, los ΑΡόstοles se vieron investidos de una doble misίόn: anunciar al conjunto del mundo habitado la novedad de ese acontecimiento decisivo Υ reagrupar en comunidades de fe a 10s hombres Υ mujeres que aceptaban el Evange1io de la muerte Υ de la Resurreccίόn de Cristo. Las cartas de Pablo Υ los Hechos de los ΑΡόstοles dan abundante testimonio de ese giro basico que marcό Ια emergencia de la Iglesia. Εη este sentido, se puede decir que es el Cristo resucitado el que funda la Iglesia Υ es su Seftor. i,Hay que deducir de eso que οΙ ]esus de Ια historia nunca cοηsίderό Ια creaci6n de la Iglesia que debia perpetuar precisamente su enseftanza Υ su obra? Afir-

marl0 seria errόneο, con toda segurida(l. Tres observaciones bastan para mostrarlo: - Durante su ministerio terreno, JolI\l. ΙΙamό a hombres Υ mujeres a seguirle. Ellto {{seguimiento» suponia una adhesίόn η ]/\ persona misma de Jesus, la fe en ΒΙΙ mίsίόll divina. Νacίό asi ιιη grupo soldado ρο!' Ι" cοnviccίόn de haber encontrado en Je"\ls 111 enviado definitivo de Dios para 108 "oro. humanos. Este grupo de discipul08 congro gado antes de la Pascua Υ reunido dofinitI· vamente por la fe en la resurrecci6n <10 Cristo cοnstίtUΥό el nucleo primitivo dol que iba a nacer Ια Iglesia. - Entre 10s discipu1os, se destac6 ιιη clr·· cu10 mas estrecho, distinguido por ΙθΒύ.Β: ΟΙ circul0 de 10s Doce. ΕΙ nύ.mero de Doco ο. altamente sίmbό1icο; remite a las doco trl· bus de Israel. La eΙeccίόn de 10s Doce signl· ficaba que Jesus se dirigίa a todo Israol, ρο­ ro manifestaba simu1taneamente 8ΙΙ νοl\ιη­ tad de congregar αΙ nuevo puebl0 de Dio•. - Las palabras pronunciadas por }ΟΒίιΒ οη la ύ.1tίma cena que hizo con sus disclp\llol indican que el Ν azareno estaba persuadldo de la perennidad de su obra. La procIan"acίόη del Reinado de Dios tenia --θΒα oft" 111 firme cοnviccίόη- ιιη futuro mas alla inclulo de su muerte inminente (Mc 14,22-25). Estas tres observaciones permiten ροη­ sar que ]esus cοngregό en su vida hist6rlca a quienes θΙ consideraba como el puoblo do Dios del ίίη de los tiempos. Εη este Bontido. la Resurreccίόnηο hizo mas que dar todo IU significado Υ su amplitud a un movimlonto que habia comenzado antes de la Ρascuιι.

ΜΑΤΕΟ

ricamente esas palabras, ηί en que forma, sino mostrar el sentido de ese pasaje en el primer evangelio. Despues de validar la coηfesίόη de fe de Pedro que desvelaba su origen divino, Cristo decΙarό a Pedro fundamento de la Iglesia. La metafora de la piedra, que juega con el nombre del ΑΡόstοl, quiere acreditar la idea de solidez, de estabilidad Υ de duracίόη. Ningun poder de ningun tipo -ηί siquiera las puertas del Hades*- podra aniquilar ηί poner en peligro el fundamento que se ha puesto. La nueva roca elegida se contrapone a la antigua, a la de Sίόη*; simboliza la ereccίόη del Nuevo Templo. Este Nuevo Templo es la Iglesia comprendida en sentido universal, tanto en su eχteηsίόη como en su historia. Ademas, es la primera vez que Mateo utiliza el termino «Iglesia». . La gran cuestίόη consiste en saber cόmο cumple Pedro esa funcίόη capital de ser el fundamento estable Υ durable de la Iglesia. ΕΙ poder de las llaves (ν. 19) nos proporciona la acΙaracίόη esperada. Pedro es el fundamento de la Iglesia en cuanto que es el quien «ata» Υ «desata». Pues bien, en la tradίcίόη rabίηίca* el poder de las llaves designa, en primer lugar, la habίΙίtacίόη del escriba para tomar decisiones en materia de ίηterΡretacίόη de la ley. «Atar» ο «desatar» consiste en promulgar 10 que esta permitido ο prohibido por la Ley*. Por aηaΙοgίa Υ teniendo en cuenta el enraizamiento del evangelio segun Mateo en la tradίcίόη judίa, es Ιegίtίmο pensar que el poder de las llaves atribuido a Pedro se refiere a la ensenanza de Jeslls. Pedro es el encargado de velar por la traηsmίsίόη Υ la justa interpretacίόη de la ensefianza de Jeslls. Es cumpliendo este oficio como Pedro es fundamento de la Iglesia. Sea como figura tίΡίca del dίscίΡUΙο, sea en su papel unico, Pedro muestra el rasgo fundamental de la Iglesia tal Υ como la concibe Mateo. La Iglesia se constituye por su vίηcuΙacίόη irrompible con quien es su origen, Cristo. Εη cuanto persona en cuyo comportamiento todo creyente puede reconocerse, Pedro sefiala que la historia llnica que el νίνίό con el Jesus terreno se convierte en el espacio en el que cada dίscίΡUΙο esta llamado a comprender Υ vivir su fe. Εη cuanto personaje ιinico, fundamento de la Igiesia, Pedro muestra que la Iglesia ηο puede viνir si ηο es νinculada a sus οrίgeηes Υ especialmente a la ensefianza de su Maestro.

J. Ζ.

338

8.6. ΜΑΤΕΟ)

ISRAEL Υ LAS NACIONES

Ε

ha dicho del eνangelio segun Mateo que es, a la νez, el mas judίο Υ el mas aηtί-judίο de todos los eνangelios. La teοlοgί,l mateana* νiνe de esa doble particularidad; por υη lado sus categοrίas de pensamiento proνienen ίηtegrameηtede la tradίcίόη judίa, por otro lado, a esas mismas categοrίas les da la νuelta de form'l polemica contra Israel. Εη efecto, el Eνangelista se emΡefiό en denunciar la incredulidad que Jesus Υ sus dίscίΡUΙοs encontraron en Israel; la dramatica del relato confiere υη lugar capital al rechazo del Μesίas*, desde la infancia de Jesus (la νiolencia asesina del rey Herodes, Mt 2,16-18) hasta el terrible grito de las gentes de Jerusalen reclamando la ejecucίόη de Jesus: «jSU sangre sobre nosotros Υ sobre nuestros hijos!» (Mt 27,25). Pero si la afirmacίόη del juicio de Dios contra su pueblo endurecido se repite νarias νeces, ese mismo juicio amenaza tambien a la Iglesia* Υ sancionara su fidelidad al final de los tiempos.

S

CRONICA DE υΝΑ RUPTURA

lQue imagen de Israel se perfila en el primer evangelio? Una mer<ι ojeada nos hace νerificar inmediatamente que el retrato del puel)lo judίο que realiza el narrador se parece mas al judaίsmο que le er
np 1<1 ιristi<Jlln<Jn

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Mateo. Αsί se dice que Jesus ensefiaba «en sus sinagogas» (Mt 4,23; 9,35; 13,54). ΕΙ relato se dirige a lectores que ya ηο tienen acceso .1 las sinagogas. 2. Α diferencia de 10 que aparece en Marcos ο Lucas, Israel se amuralla frente a Jesus en υη frente de rechazo. Aunque las multίtιι­ des manifiestan υη cierto interes por el, las autoridades religiosas sι'

ΜΑΤΕΟ

muestran, ya de entrada, agresivas; entre ellas, 10s fariseos* ocupan un lugar predominante. 3. La hostilidad judίa para con 10s cristianos se concreta, en la Resurreccίόη, en el rumor del robo del cadaver de Jesus por 10s discίΡuΙ0S. Υ el narrador hace notar que esa leyenda, iniciada por 10s sumos sacerdotes Υ por 10s ancianos, «se corrίό entre 10s judίοs, hasta el dίa de hoy» (Mt 28,15). Este retrato corresponde punto por punto al judaίsmο contemporaneo de Mateo, que bajo la alta dίreccίόη de 10s rabinos* fariseos estaba rehaciendo su unidad despues de la catastrofe del afio 70. La Iglesia Υ la sinagoga ya ηο comΡartίaη el mismo culto. Εη su reescritura de la tradίcίόη de Jesus, Mateo quiere repensar teοlόgίca­ mente el fracaso de Israel Υ la ruptura que acaba de producirse entre judίοs Υ cristianos; su evangelio se presenta como el relato fundante de la ruptura. Ει FRACASO DE ISRAEL

lEn que consiste el fracaso de Israel? La reescritura mateana* de la historia del ceηturίόη de Cafarnaun (Mt 8,5-13) nos proporciona un primer indicador. υη ceηturίόη romano suplica a Jesus que cure a su criado ο a su hijo, pero es consciente de su indignidad de pagaηο* Υ de la imposibilidad en que se encuentra Jesus de entrar en su casa sin caer en estado de impureza: «Sefior, ηο soy digno de que entres bajo mi techo; basta que 10 digas de palabra Υ mi criado quedara sano» (8,8). Despues de reconocer que la curacίόη era necesariamente inmerecida, le sugiere que la realice con una sola palabra, a distancia, cosa que provoca la admίracίόη de Jesus: «Os aseguro que en Israel ηο he encontrado en nadie una fe tan grande» (8,10). Αsί pues, la confianza en el poder sanador de Jesus que muestra el oficial pagano ηο tiene igual en Israel. Α esta fe ejemplar, que es reconocimiento del poder liberador de la palabra de Jesus, se contrapone la incredulidad judίa. Ιο que le falta a Israel es, exactamente, esa confianza en el poder que tiene Jesus para acabar con las fuerzas del mal. Las consecuencias de ese rechazo se enuncian en un comentario que Mateo inserta inmediatamente despues Υ que ha eχtraίdο de la fuente de 10s 10gia*: «Υ os

digo que vendrάn muchos de oriente Υ occidente Υ se Ροndrάn mesa con Αbrαhάn, Isaac Υ Jacob en el reino de 10s Cielos, mientras que 10s hijos del Reino serάn echados α las tinieblas de fuera; αΙΙί serά el llanto Υ el rechinar de dientes» (Mt 8,11-12; vease Lc 13,28-29). α Ια

340

ΜΑΤΕΟ,

ISRAEL

Υ

LAS NACIONES

La mutacίόη que aquί se anuncia es considerable. Tomar parte en el banquete del fin de los tiempos con Abrahan, Isaac Υ Jacob, es ser beneficiarios de las promesas de saΙvacίόη hechas a Israel. Si los beneficiarios Ιegίtίmοs de la promesa son excluidos, significa que la saΙvacίόη ya ηο esta vinculada a la eΙeccίόη*. Ya ηο esta entregada ί1 una colectividad nacional, sino a todas las personas, Υ en base a la te que tengan. Dicho de otro modo: la pertenencia a Israel ηο es unί1 garaηtίa de saΙvacίόη. Abrahan, Isaac Υ Jacob son 10s padres de todos 10s creyentes; pero en adelante ya ηο ofrecen Ρrοteccίόη alguna a sus descendientes endurecidos. La figura del ceηturίόη romano se convierte, asί, en el prototipo del pagano al que, en adelante, se dίrίgίrίΙ la cristiandad mateana. Las palabras de Juan el Bautista, que Mateo asemeja todo 10 quc puede a la ensefianza de JesιΊs, tienen, ya ~η el umbral del evangelio, esa misma resonancia: «Dad, pues, fruto digno de cοηversίόη, Υ 110 creais que basta con decir en vuestro interior: "Tenemos por padrc ίl Abrahan"; porque os digo que puede Dios de estas piedras suscitar hijos a Abrahan» (Mt 3,8-9). Abrahan ηο aporta recurso alguno a ]os incredulos. Vincular la saΙvacίόη a la fe es dar a entender que Ι1 alianza con Dios se ofrece en adelante a todo el que cree, independientemente de su origen Υ de su pasado. UNA ΡΑΙΤΑ DE FIDELIDAD

Pero el primer evangelio ηο se contenta con la mera coηstatacίόη dc la falta de fe de Israel ante JesιΊs. La incredulidad se concreta en UΙ1ίΙ falta de fidelidad a la alianza, Υ esta carencia era algo que ya caractcrizaba al Israel del pasado. La parabola de 10s vifiadores asesinos (Μ ι 21,33-43) es una evidente maηίfestaciόη de ello: Ηαbία un propietario que Ρ1αntό una νίfια, Ια rοdeό de una cerca, cavό en ella un 1agar Υ edίjicό una torre; 1α αrrendό α unos 1abradores Υ se αusentό. Cuando ΙΙegό e1 tiempo de 10s frutos, enνίό sus siervos (Ι

10s 1abradores para recibir sus frutos... (Mt 21,33-34). La cita de Isaias 5,1-2, que da forma al comienzo del texto, anUl1cia que el relato va a tratar de la historia de Dios con su puel1lo. Detras del propietario hay que ver a Dios; detras de 10s vifiadorcs que se niegan a entregar el producto de la vifia esta Israel; detras ιΙΙ' 10s criados que reclaman 10 que pertenece al duefio hay que ver a l0s profetas; Υ detras del hijo asesinado a JesUs. .\41

ΜΑΤΕΟ

La suerte vio1enta reservada a 10s profetas Υ, 1uego, a1 Hijo, manlfiesta la amplitud Υ profundidad de la rebe1dίa deI pueblo eIegido contra su Dios. ΕΙ tema en Iitigio es Ia entrega de «frutos»: este motlνο es una metafora bibIica cIasica para designar eI comportamiento, Ia fideIidad practica exigida a Ios creyentes. Νο entregar Ios frutos es transgredir el contrato de alianza rechazando la obediencla requerlda. Israel se ha cerrado a las repetidas lnlclatlvas de su Dios a 10 Iargo de la historla; Ie ha faItado la fideIidad que Implica su pertenencla a la aIianza. Vista desde esta perspectlva, Ia cruz es el apogeo de una actltud de rechazo, de Ia que ya en el pasado fueron Vlctlmas 10s profetas. lA que atribulr esta falta d fidelidad? ΕΙ evangeIio vuelve sobre esto en bastantesocaslones. La defiηίcίόη judίa de Ia «justlcla» es insuficiente (5,20), porque Ia coηfiguracίόη de 1a etlca judIa ηο mantuvo e1 prlmado de1 mandamlento deI amor por enclma de todas las demas prescripclones (12,1-8; 22,34-40). La Iarga serle de lnvectlvas contra 10s «escribas Υ fariseos hίΡόcrίtas» (23,13-32) denuncla en termlnos drastlcos el extraVlo en que habian caίdο Ios fariseos en su ίηterpretacίόη de 1a Tora*: confunden a los demas con sus casulstlcas engafiosas, respetan las menores prescripciones rltua1es dejando de Iado 10s imperativos esencia1es de la ley* (<
lNo es una sίmΡΙίficacίόη escandalosa recapitu1ar la historla santa de Dios Υ de su pueb10 bajo el signo del rechazo de 10s enviados? De 342

ΜΑΤΕΟ,

ISRAEL

Υ

LAS NACIONES

hecho, ηο se trata de una ίηveηcίόη del evangelio. La idea se remonta a la teοΙ0gίa deuteronomista (cf. Νehemίas 9,26), en su tentativa de comprender la causa de la desaΡarίcίόη del reino de Israel en el ano 722 Υ de la destruccίόη del Templo en el ano 587. La resΡuesι.ι fue una lectura simplificadora de la historia santa: a pesar de las repetidas exhortaciones de Dios llamando hacia Ει a su pueblo rebelde, este reSΡοηdίό siempre asesinando a 10s enviados, atrayendose asί el justo castigo de Dios. Εη el primer sigl0 de nuestra era 10s predicadores judίοs de la coηversίόη, para convocar a Israel a hacer penitencia, les recordaban el destino violento de 10s profetas. Mateo retoma ese motivo Υ 10 lleva a su paroxismo por la crucifΙΧίόη del Μesίas. Εη el desastre del ano 70 Υ en el final del Templo, Mateo -a imagen de algunos rabinos judίοs- νίο la firma del Dios de la cόΙera. Pero a diferencia de 10s rabinos, Mateo interpreta ese castigo como el final de la historia privilegiada de Israel. ΕΙ juicio Ultimo se ha abatido en la historia. Israel ha perdido la eΙeccίόη. Εη efecto, al contrario que Pablo (Rm 11,25-29), el Evangelista considera que el beneficio de las promesas ha dejado de pertenecer a este pueblo. Εη adelante, 10s judίοs ηο son malditos, pero su derecho exclllsivo sobre la saΙvacίόη qlleda abrogado; sόΙ0 la fe actuante en la fidelidad les abre el acceso a la aΡrοbacίόπ de Dios. ΕΙ grito de las gentes de Jerusalen en la Ρasίόη (<<jSu sangre sobre nosotros Υ sobre nuestros hijos!»; Mt 27,25) ηο es una decΙaracίόη de automaΙdίcίόη. ΕΙ pueblo notifica a Pilato, que hace protestas de la inocencia de Jesιis, que carga con toda la responsabilidad jurίdίca de la condena. La cruz ηο fue en absoluto fruto de ιιη tragico accidente, insiste Mateo. La decίsίόη de eliminar a Jesιis fue el resultado de una voluntad deliberada, pero en ningιin momento esa accίόπ fundamenta, en el primer evangelio, una ροsίcίόη antisemita. Israel ηο es ιιπ puebl0 maldito por ser judIo. Dios le condena, segun Mateo, porque su infidelidad ha llegado hasta a matar al Meslas qLJe, sin embargo, le estaba destinado. Si en adelante la coηcesίόη de 1.1 saΙvacίόη ηο pasa ya por la cίrcuηcίsίόη, sino por la sola fe, est;1 promesa se ofrece a todos 10s seres humanos, sean judios ο ηο. UN DESTINO ΕΝ SUSPENSO

lCual es, en el evangelio segιin Mateo, la identidad del nuevo puel1!o beneficiario de la alianza? La lectura atenta del comentario concltJsivo de la panibola de 10s vinadores asesinos es extraordinariamente instrllctiva: «Se os quitara el Reino de Dios para darselo a υπ ριιι'-

ΜΑΤΕΟ

b10 que rinda sus frutos» (Mt 21,43). Estas pa1abras son propias de Mateo. La transferencia del Reino de Dios indica 1a transferencia de1 acceso a la saΙνacίόn. Si la identidad del pueblo deSΡοseίdο ηο p1antea dudas, lquienes son 10s nueνos beneficiarios? jSeguramente serίa precipitado νer en ellos a 1a Ig1esia! Es νerdad que esa dec1aracίόn se dirige a 10s cristianos Υ mira hacia su comunidad; pero e1 hecho de que 10s beneficiarios sόΙ0 sean designados mediante el giro «un pueblo que rinda sus frutos» implica que la transferencia se hace bajo condiciones. La sa1νacίόn se dara a quienes sean fieles; esta fidelidad se confunde con 1a obediencia, tal Υ como 1a presenta la ensefianza del Jesιis mateano sobre la ley (5,21-48), Αsί pues, la saΙνacίόn se promete bajo reserνa de fidelidad comprobada. Νο es cosa adquirida a 1a que todo creyente pueda sentirse suscrito: el Juicio del fin de 10s tiempos decidira. DE ISRAEL Α ΙΑ IGLESIA

La parabola de 10s inνitados al banquete (Mt 22,1-14), que sigue inmediatamente a la de 10s νifiadores asesinos, prosigue la refleχίόη sobre este punto. ΕΙ relato despliega de nueνo una aΙegοrίa de la historia centrada en el eje de la receΡcίόη de 10s enνiados, pero con un desplazamiento en e1 tiempo; se ha pasado aquί de 10s profetas a Jesιis Υ sus enνiados: «ΕΙ Reino de los Cielos es semejante α un rey que ceΙebrό el banquete de bodas de su hijo. Επνίό sus siervos α llamar α los invitados α Ια boda, pero πο quisieron venir. Εnvίό tοdαvία otros siervos, con este encargo: Decid α los invitados: "Mirad, mi banquete estά preparado, se han matado Υα mis novillos Υ animales cebados, Υ todo estά α punto; venid α Ια boda': Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno α su campo, el otro α su negocio; Υ los demάs agarraron α los siervos, los escarnecieron Υ los mataron. Se enοjό el rey Υ, enviando sus tropas, dio muerte α aquellos homicidas Υ Ρrendίό fuego α su ciudad. Entonces dice α sus siervos: "La boda estά preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, α los cruces de los caminos Υ, α cuantos encontreis, invitadlos α Ια

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encontraron, malos Υ buenos, Υ Ια sala de bodas se ΙΙenό de comensales» (Mt 22,2-10). Tambien en este caso la aΙegοrίa* atraνiesa el texto. Εη la persona del rey hay que reconocer a Dios; en la del hijo, a Jesιis; Υ en la boda, la ίrrUΡcίόη del Reino. Los dos eηνίοs sucesiνos de mensajeros corresponden a la mίsίόη de 10s dίscίΡuΙ0S antes de Pascua* Υ des344

ΜΑΤΕΟ,

ISRAEL

Υ

LAS NACIONES

pues de Pascua. La Ρersecucίόη que se abate sobre ellos coincide con 10 que dice el capitulo 10 (w. 16-25). La alegoria comanda tambicn la descrίΡcίόη de la eΧΡedίcίόη punitiva del rey, cuya amplitud c intensidad (jdestruir la ciudad de 10s invitados ausentes!) sobrepascl el cuadro del relato: hay que adivinar tras esa furia destructora 10s acontecimientos dram<ίticos del ano 70. Que 10s primeros invitados sean juzgados ηο «dignos» de la ίηvίtacίόη ηο inclina a ηίηgύη tipo de Ρredestίηacίόη: son las acciones las que califican a las personas; en este caso, 10 que ha hecho a Israel indigno de participar en la boda es el comportamiento de rechazo que opuso Israel a la mίsίόη cristian'l. ΕΙ desarrollo del relato muestra que 10 ύηίco que lleva al rey a convidar a otros invitados es el fracaso de la mίsίόη a Israel. Dί­ cho claramente, sόΙ0 el doble rechazo de la ίηvίtacίόη al Reino dc Dios lleva a Dios a dirigir su llalllada a otros. Se expresa aqui con intensidad la conciencia de la Iglesia mateana de ser heredera dc una vοcacίόη destinada primitivamente a Israel. Pero esa herencia esta gravada por dos condiciones que hay que tener en cuent<1 imperativamente. Primera coηdίcίόη: aunque la Iglesia nace del fracaso de Isr,lel, ηο acapara, sin embargo, ηί sus titulos ηί sus privilegios. La Iglesi,1 ηο es ηί el nuevo Israel ηί el verdadero Israel. Νο es la simple continuadora de la historia del puebl0 de Moises, que mantiene su papcl hίstόrίco en el proyecto de Dios, aunque en adelante ya ηο jueglIc ese papel. La Iglesia es ιιη pueblo enteramente determinado por su mίsίόη: «entregar 10s frutos» (21,41), «ser digno» de la invitaci6n que ha recibido (22,8). Segunda coηdίcίόη: aunque 10s cristianos son beneficiarios de 1<1 nueva ίηvίtacίόη, ηο se les da ninguna garantIa de saΙvacίόη. ΕΙ grupo de 10s nuevos invitados es reunido a toda prisa Υ se compone tanto de «buenos» como de «malos». Esta agregacίόη al azar es la im,lgcn de una gracia divina que convoca a todos, sin preferencias, sin qιιι' nadie pueda declararse merecedor de ella. lSe pueden discernir Yίl, bajo estas palabras, 10s rasgos de una Iglesia de masas que acoge en cl bautismo a las multitudes? Quizas. Ιο mas importante es que la par,lbola coηtίηύa. Mientras que su paralelo en Lucas acaba con la c1COgida universal de los creyentes (Lc 14,16-24), el texto de Mateo prosigue con el episodio del hombre que ηο tenla traje de boda:

«Cuando entrό el rey α ver α los comensales νίο aΙΙί uno quc ,,0 tenla traje de boda; le dice: ''Amigo, dcόmσ has entrado aqui sin trajf' Ι/Ι' boda?'~ Ει se quedό callado. Entonces el rey dijo α los sirvientes: ''AΙaιI/o de pies Υ manos, Υ echadlo α las tinieblas de fuera; aΙΙί serά ell/ll1lto Υ el rechinar de dientes'~ Porque muchos son llamados, mas pocos esω.ιζί­ dos» (Mt 22,11-14).

ΜΑΤΕΟ

Queda patente que si la primera ίηvίtacίόη se dίrίgίa a un cίrcu­ 10 muy definido, la segunda esta destinada a todo el que quiera recibirla. Pero aceptarla compromete. Pues el reyviene a visitar a la multitud ambigua, compuesta de gentes de toda calidad. ΕΙ hombre que carece de traje de boda simboliza al creyente que ηο se ha revestido de la ropa adecuada, la que corresponde a la altura de la ίηvίtacίόη con que ha sido gratificado. lQue quiere decir esto? Los Padres* de la Iglesia leyeron frecuentemente en este pasaje una aΙusίόη a la vestidura bautismal. Εη la perspectiva del primer evangelio, hay que pensar, mas bien, en la «justicia» a que 10s creyentes son invitados sin cesar; el convidado desprovisto representa a 10s creyentes que han acogido la gracia de Dios, pero sin responder a ella con una vida de obediencia. Ροτ tanto, ηο basta con ser llamado; para ser elegido, es decir, recibido ροτ el Juez del fin de 10s tiempos es necesario comprobar que se ha hecho fructificar la gracia en la vida, mediante actos de fidelidad Υ misericordia. ΕΙ slogan final suena como una advertencia: aunque son muchos 10s llamados, el juicio final efectuara un discernimiento Υ se quedara con pocos elegidos. Νο se Ροdίa dar a entender con mayor claridad que la Iglesia ηο se reinstala en la certeza de la saΙvacίόη que pudo tener Israel. La comunidad creyente es una colectividad mezclada, un corpus mixtum, en la que sόΙ0 el Juez escatοlόgίco desvelara la identidad de cada uno, si elegido ο reprobado. UN Αsί

ΡΑΡΕΙ DE ΡRΕVΕΝCIόΝ

pues, constatar que Israel ha sido juzgado ροτ Dios ηο instala a la Iglesia de Mateo en la satίsfaccίόη de 10s elegidos. ΑΙ contrario, el juicio que se ha abatido dramaticamente sobre el pueblo ηο se le ahorrara a la Iglesia; las abundantes referencias al juicio final que hay a todo 10 largo del evangelio recuerdan una Υ otra vez que el veredicto de Cristo Juez se inscribe en el horizonte de la historia del mundo. La evοcacίόη del juicio de Israel en el seno del evangelio ηο juega, ροτ tanto, un papel esencialmente polemico, sino parenetico*. Traumatizado ροτ la catastrofe del afio 70, Mateo intenta conjurar que se replta ese mlsmo desastre, esta vez en la 19lesia. Porque la medίtacίόη de la historia reciente de Israel le ha conducido a esta evidencia: se puede decaer de la gracia recibida. La suerte tragica de Jerusalen 10 demuestra: Dios abaηdοηό la Ciudad Santa (23,38) debido al endurecimiento de su pueblo. Εη su ίηterΡretacίόη de la tradίcίόη de Jesύs, ηο dejara pasar οcasίόη alguna de recordar a sus oyentes/lectores que puede esperarles identica calamidad. Esta insis346

ΜΑΤΕΟ,

ISRAEL

Υ

LAS NACIONES

tencia sobre la amenaza que hace planear el Juicio juega un papel eminentemente preνentiνo. Ει JUICIO UNIVERSAL

La mas conocida eνοcacίόη del Juicio final esta al final del discurso sobre 10s ύΙtίmοs tiempos (Mt 24-25). υη fresco grandioso (Mt 25,31-46) reύηe a todas las naciones ante el Hijo del hombre que separara a 10s benditos de 10s malditos, como el pastor separa a las oνejas de 10s cabritos. Α 10s primeros les dίπi: « Venid,

benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino prepl1rado para vosotros desde la creacίόn del mundo. Porque tuve hambre, Υ me disteis de comer; tuve sed, Υ me disteis de beber; era forastero, Υ me acogisteis; estaba desnudo, Υ me vestisteis; enfermo, Υ me visitasteis; en la cάrcel, Υ acudisteis α mi» (Mt 25,34-36). Υ cuando se extrafιan Υ preguntan cuando le νieron en esas condiciones Υ actuaron asί, el Rey les responde: «Εη νerdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos mlos mas pequefιos, a ml me 10 hicisteis» (25,40). Con 10s otros, con 10s reprobados, se produce el mismo dialogo, pero en negatiνo: negaron esas acciones dc ayuda Υ es como si se las hubieran negado al mismo Cristo. Esta Ρreseηtacίόη del Juicio uniνersal esta destinada a 10s disclpulos, a todos 10s creyentes por tanto, para precisar que criterio aplicara el Juez supremo. Ya antes 10 hablan anunciado νarios textos (7,21-23;

REFEREN(~II\

EL JUICIO FINAL La existencia de unJuicio U1timo al acabar la historia humana era una evidencia para el judaismo antiguo, aunque sus representaciones fueran mUltiples. Este acto U1timo se orienta a restablecer οι άΟΙΘΙ:Ιιο de Dios sobre una humanidad Υ una historia que se ponen al margen de :Ει Permite tambien el desvelamiento de la verdad de cada individuo Υ del mundo, que sόΙο Dios conoce. Varios rasgos son comunes a la expectativa judia Υ cristiana del Juicio final:

- el juicio es universal: se fue aballdo'< nando progresivamente Ia idea de un juicIo colectivo, en provecho de un vorodIcto sobre cada individuo; - el j uicio se llace ::>ol:ιω las iicCiofiiJίi del ser humano, porque en la cοnCΟΡclόn judia de 10 humano οι hacer (Υ ηο 108 ΡΘΙΙ­ samientos) es 10 que revela el ser; - el juicio esta frecuentemente νίιισιll_· do a la esperanza de la resurrecci6n, qU8 constituye su cοndicίόn previa; 108 10rcι. humanos son levantados de la muerte p.r_ recibir el veredίcto de Dios.

ΜΑΤΕΟ

13,41; 16,27; 19,28). Aqui se detalla: 10s seis comportamientos enumerados se caracterizan por su simplicidad, su eνidencia, su urgencia, cuando se trata de responder a la necesidad del otro; ponen en practica el mandamiento del amor a 10s demas, al que Jesus conνir­ tiό en el principio de ίηterΡretaciόη de la Tora (22,34-40). lQuienes son esos «hermanos mlos mas pequefios»? La respuesta mas probable es que el relato designa con esa eΧΡresίόη a todas las personas en estado de necesidad, con quienes el Cristo Hijo del hombre se solidariza hasta el punto de designarles como sus hermanos. Este es el criterio segun el cual el Juez decidira el destino ultimo de los creyentes: la comΡasίόη manifestada a toda forma de necesidad. Otra lectura, menos probable, νe en la persona de 10s «hermanos» de Cristo a 10s discipulos; el relato anunciarla, en este caso, que el mundo sera juzgado sobre la base de la misericordia para con 10s cristianos (pero esta coηceΡciόη ηο es familiar a Mateo). Tambien hemos de fijarnos en la sorpresa de los que son justificados: «Sefior, lcuando te νimos hambriento, Υ te dimos de comer; ο sediento, Υ te dimos de beber...?» (25,37). Esta sorpresa pone de manifiesto 10 sorprendente del texto: 10 que νiνimos cotidianamente se conνierte en ellugar donde se hace realidad actualla reΙaciόη de 105 creyentes con su Sefior. Por tanto, ηο hay fe autentica al margen de una fidelidad comprobada en las acciones Υ palabras. La atenciόη dedicada al otro queda designada para siempre como el lugar donde debe cristalizar la piedad cristiana. D.M.

348

9 LUCAS-HECHOS

Ε

Ν las Biblias, el evangelio segun Lucas estά separado del

libro de los Hechos de los ΑΡόstοΙes por el evangelio segun ]uan. Esta dίSΡοsίcίόn se debe α que el canon* del Nuevo Testamento agrUΡό desde siempre los cuatro evangelios aΙ comienzo del corpus* Υ todos ellos seguidos. Tiene εΙ inconveniente de no resaltar el hecho de que el evangelio segun Lucas Υ los Hechos de los ΑΡόstοles son dos volίιmenes de una misma obra, una historia continuada del cristianismo que abarca sesenta afios, desde el anuncio del nacimiento de ]uan el Bautista hasta Ιa llegada de Pablo α Roma. Ιa critica agrupa normalmente estos dos volumenes, teπα evangelio Υ Hechos, bajo un titulo global: Ιa obra de Lucas.

9.1.

Los DOS vοιύΜΕΝΕS υΕ ΙΑ OBRA υΕ LUCAS

Α

unidad de autor entre e1 eνange1io* segun Lucas Υ 10s Hechos de 10s ΑΡόst01es se ha reconocido siempre, porque asl 10 postula el mismo texto de ambas obras. Efectiνamente, de 10s cuatro eνangelistas Lucas es el llnico que abre su relato con una dedicatoria en toda regla Υ en debida forma, a la que genera1mente se denomina «Ρrό10g0»:

L

Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio Jueron testigos oculares Υ servidores de Ια Palabra, he decidido ΥΟ tambien, despues de haber investigado diligentemente todo desde los ο rigenes, escriblrtelo por su orden, ilustre ΤeόjiΙο, ρατα que conozcas Ια solidez de las ensenanzas que has recibido (Lc 1,1-4). La misma dedicatoria es mencionada al comenzar el1ibro de 10s Hechos de 10s ΑΡόsto1es: ΕΙ primer libro 10 dedique, Τeόji10, α todo 10 que ]esus hizo Υ ensefιό desde εΙ principio hasta el dla en que, despues de haber dado instrucciones por medio del Espiritu Santo a 10s aΡόstο1es que habia elegido,Jue 1evantado α Ιο alto (Hch 1,1-2). La semejanza de estos dos textos indica c1aramente que e1 «primer libro» a1 que a1ude e1 segundo es e1 eνangelio segιin Lucas. Antes de que se reagruparan 10s cuatro eνange1ios, e1 que ahora esta co10cado entre Marcos Υ Juan debla estar articulado con ellibro de 10s nar t...."u ",,, r1", un" m;"m" ob r " pa r " lppyln<: 'ln() .., He rho~ r"mo d"" vv,t-J coηtίηuacίόη de1 otro. Esta unidad de autor 1a confirman muchas semejanzas en e1 modo de escribir Υ de componer, en e1 νocabulario recurrente Υ en 10s temas a que se presta mayor atencίόη. Notemos en primer lugar cόmο las dos dedicatorias comunican 10 esencial del proyecto del autor; en ambos casos se expresa en primera persona, pero sin decir su nombre. 51 nombra, por e1 contra"'"

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351

LUCAS -

HECHOS

rio, al destinatario de su obra; eso quiere decir que 10 hace con alguna ίηteηcίόη. Τeόfiιο, un nombre griego, significa «amigo de Dios». Es difίcil decir si se trata de una personaje hίstόrίco, desconocido por 10 demas, (que Ροdrίa ser υη mecenas que favoreciera la difusίόη de la obra), ο si el autor escogίό ese nombre para simbolizar al tipo de lector al que querίa dirigirse. Sea de ello 10 que fuere, la ύΙtί­ ma frase del ΡrόΙ0g0 del evangelio le presenta como υη convertido reciente, probablemente de origen pagano*, que ha recibido una catequesis* oral elemental Υ a quien el Evangelista quiere ofrecer una obra escrita, muy elaborada, que le permita profundizar esa primera ensenanza Υ fortalecerse en sus convicciones cristianas. Este Ρrό­ 10go presenta sobre todo a su autor como υη catequista deseoso de proporcionar a su lector una ensenanza teοlόgίca. Su proyecto es, por tanto, esencial1nente didactico. Esta constatacίόη es valida tanto para el evangelio como para 10s Hechos, pues la segunda dedicatoria, al aludir al primer libro, se refiere tambien a su ΡrόΙ0g0 Υ ηο necesita repetir todo su contenido. UNA HISTORIA DE SΑLVΑCIόΝ ΕΙ genero literario que anuncia Lucas explίcitamente el de relato, siguiendo

en la primera dedicatoria es las huellas de otros diversos ensayos del mismo genero sobre «las cosas que se han verificado entre nosotros» (Lc 1,1). Tiene buen cuidado en precisar que ha llevado adelante una ίηvestίgacίόη a fondo al respecto Υ que ha dado forma, en una «eΧΡοsίcίόη ordenada», a los hechos recogidos: brevemente, se presenta como quien ha llevado a cabo υη trabajo de historiador. Su obra sostiene la comΡaracίόη con 10s escritos de 10s historiadores griegos de su epoca, por la forma de situar el escenario geopolίtico de 10s sucesos que relata, de precisar 10s datos, de destacar a algunos personajes principales, reconstruyendo sus discursos Υ formas de pensar, Υ de organizar en υη relato coherente las tradiciones parciales que ha recogido. Para instruir a ΤeόfiΙ0, Lucas ηο Ρeηsό en presentar υη catecismo sistematico, sino que ορtό por contarle una historia significativa, capaz de robustecer su fe. Esta ορcίόη es importante, pues por ese caracter hίstόrίco el evangelio se desmarca de cualquicr ιίι>v Jt: ωίΙvΙvgid. Und 1llildJa glul.>al sul.>rt: ~sla ι:at~­ quesis narrativa en dos entregas mostrara 10s significados esenciales que desea vehicular. Que el tema de la saΙvacίόη ocupe el centro de ambos libros es cosa que aparece ya en la frecuencia con que se hace presente el vocabulario referido a este asunto. Si totalizamos las veces que aparece el verbo «salvar», 10s sustantivos «saΙvacίόη» Υ «salvador», el 352

LOS DOS vοιύΜΕΝΕS DE ΙΑ OBRA DE LUCAS

DOCUMENTO

1As DEDICATORIAS ΕΙ genero de dedicatoria redactado por Lucas encuentra analogias en la literatura griega de su tiempo. Por ejempl0 Diοscόrίdes, medlco griego del sigl0 ι, lnlcla asl su tratado P1antas Υ remedios medicina1es (1,1):

Aunque muchos escritores tanto antiguos como recientes han compuesto tratados sobre 1a ΡreΡaraciόn, e1 poder Υ 1a verίfίcacίόn de 10s a1imentos, intentare mostrarte, queridisimo ΑΤίο, que ΏΟ me mοviό υιι impu1so ba1dio ni sin sentido a esta empresa. (trad. de Manuela Garcia Valdes).

Mas llamatlva sln duda es Ια semejanza con Flavio ]osefo, contemporaneo de Lucas Υ, como θΙ, historlador deseoso de transmitir las tradiclones judias en el ambito de la cultura greco-romana; en θΙ encontramos esta doble dedicatorla: En ml obra sobre 1as Antigίiedades, nob1e Epafrodito, creo haber dejado ya

ΕΝ LA AN'rIGϋΕDAD suficientemente c1aro [ ...] 1a extrema ι1Ι1/ί gίiedad de nuestra raza judia { ..]. ΡθΙΌ C"Oιιιο observo que muchas personas { .. } 110 (11111 cn§dito a 10s re1atos de ml historla /11Ι/Ι<]lΙ/l [ ...], he creido que debia escribir brcvι'flIOIl te sobre todos estos puntos para [ ... / dIIl 1I conocer a todos 10s que 10 deseen 18 VOldll(1 sobre 1a antigίiedad de nuestra raza. COlIIO testIgos de mls afirmaciones pondn'! 11 /0.'1 escritores que, a juicio de 10s griego.'>. 5011 mas dignos de credito en 10 que a 1a hi.<;tolia antigua se refiere (Contra ΑΡiόn 1,1-2; Ιτ/ιι'Ι

de MargarIta Rodriguez de

Sepίιlveda).

Α 10 1argo de1libro primero. ml 1Ι1ΙΙΥ eS(l mado Epafrodito, he mostrado //1 vcnJIHI sobre 1a antigίiedad de nuestro pueb/o 1.. ./. Comenzare ahora a refutar a 105 res(
Rodriguez de SepUlveda).

resultado es exactamente 27 νeces en cada una de las dos obras (contra sόΙο 16 νeces en Mateo Υ 8 en Juan). Este indicador estadlstico queda confirmado ροτ el examen del contenido de la historia qLIt' narra Lucas. Leίda de seguido, nos presenta υη cuadro de acontecimientos de saΙνacίόη que se νan encadenando: -el nacimiento de ]uan el Bau6sta, el de Jesus a coηtίηuacίόη (en tiempos de Herodes, rey de ]udea); -el ministerio del Precursor Υ el de Jesus, su Ρasiόn, St) Resurreccίόn, su eΙeνaciόn a1 cielo (en tiempos del emperador Tiberio); -luego, el nacimiento de la Iglesia*, 1a Ρredίcacίόn apost6lica a Israe1 Υ, finalmente, la apertura de 1a saΙνacίόn a 10s paganos, en la que la mίsίόη paulina* en el mundo greco-romano ΟCUΡίl amplio espacio, acabando con la llegada de Pablo a Roma (sientio Νerόn emperador). Si dejamos a υη lado, desde el punto de νistil hίstόrίco, los relatos de la infancia, que tienen υη caracter 1egentiilτίο Υ teοlόgίco muy particular, el trabajo de historiador de LUCilS Cl1brι:- ι:- ι rerinrin ήeΓjsivn rlP lns nrigenes nel cri.sti::ιnismn, ρη los afios 30-60 de nuestra era. Es interesante destacar cόmο concibe Lucas este tiempo de 5<11vacίόη, que JesίIs eΧΡresό de esta forma: «La Ley Υ 10s profetas lIeg
LUCAS -

HECHOS

Reino se inaugura ya Υ se proclama. La primera epoca llega hasta Juan (el Bautista) sin que la fοrmulacίόη precise si hay que incluirle a el como recapitulador de la profecIa ο considerarle como quien abre ya el tiempo del Evangelio. ΕΙ hecho de que Lucas ηο ponga en boca de Juan el anuncio explicito del Reino (cosa que sl hace Mateo) parece justificar la primera lectura. Sin embargo, su relato comienza con el ministerio del Precursor, segιin la tradίcίόη evangelica unanime. Haciendo de bisagra de la historia biblica, el Bautista es en realidad quien inaugura la nueva era, el tiempo del cumplimiento, esa segunda epoca que va a contar el relato de Lucas (evangelio Υ Hechos). La origina1idad de 1a obra de Lucas consiste en que esa historia de 1a sa1vacίόη .cumplida se divide, tambien ella, en dos partes: e1 tiempo de Jesιis, objeto de su primer libro, Υ e1 tiempo de 1a Iglesia, al que consagra el segundo. Aunque estos dos tiempos se suceden el uno al otro Υ hay que distinguirlos, ηο hay lugar para contraponer10s. ΑΙ contrario, e1 autor tiende a sugerir de distintas formas que el ministerio de 10s aΡόstoΙes pro10nga el de su Sefior Υ presenta fuertes semejanza con el. Es cosa que se observa ya a nivel de la construccίόη global de 10s dos libros, que presenta un notable paralelismo: cada uno de 10s dos frescos puede ser dividido en cuatro grandes partes precedidas de un ΡrόΙ0g0 Υ concluidas por un epi1ogo. Νο vamos a demostrarlo aquί con todo detalle, pero sl podemos indicar 1as grandes lineas de ese parale1ismo en un cuadro. ΕΙ parale1ismo estructural que pone en evidencia el cuadro que presentamos manifiesta globalmente que para Lucas 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles pro10ngan 10s de Jesιis, mas exactamente que es e1 mismo Sefior e1 que prosigue su accίόη mediante 1a actuacίόη de sus enviados, animados como el por el Espiritu Santo. U ΝΑ

MIRADA MAs ESPECIFICA

Si observamos mas de cerca e1 contenido de 1a dob1e ηarracίόη 1ucana, podemos descubrir la ίηteηcίόη teοlόgίca particular de1 autor. Α todo 10 1argo de su obra aparecen de forma recurrente tres temas fnndamentales: 1a contin1.1idHd del Eyangelio en

reΙacίόn coη 1a

reye-

Ιacίόη

de Dios en la Ley* Υ 10s Profetas, la οροsίcίόη de 10s jefes re1igiosos de1 judaIsmo a1 Evangelio, 1a apertura del Evangelio a 10s paganos.

La continuidad La continuidad entre reveΙacίόη a Israel Υ Evangelio es evidente desde 10s mismos re1atos de 1a infancia (Lc 1-2) en 10s que e1 autor 354

LOS DOS VΟLύΜΕΝΕS DE LA OBRA DE LUCAS EVANGELIO DE LUCAS

1,1-4

Dirigido a

ΡrόΙοgο ΤeόfiΙο

1,5 - 4,13 Relatos introductorios Αηuηcίacίόη / Nacimiento de Juan Υ de JesUs. Sίmeόη anuncia la reveΙacίόη a las naciones (Is 49,6) Ρredίcacίόη de Juan: bautΪsmo, conversίόη, remίsίόη de los pecados. 4,14 - 9,50 La pnictica liberadora de Jesus Εη el poder del ΕSΡίrίtu, Jesus predica, enseiia Υ cura. Suscita la οροsίcίόη de los escribas Υ fariseos. 9,51 - 19,28 La saΙvaciόη es presentada en todas sus dimensiones Dialogos, discursos Υ parabolas van tratando los diversos aspectos de la ηοcίόη de saΙvacίόη. La saΙvacίόη se ofrece a los pobres Υ excluidos, Υ prometida a los paganos. 19,29 - 24,46 cumplimiento de la saΙvacίόη Enfrentamiento fina1 entre Jesus Υ 10s jefes judίοs. Comparece ante el Saηedrίη Υ el Gobernador romano. Su muerte Υ resurreccίόη. ΕΙ

24,47-53 Epi1ogo Jesus anuncia a 10s aΡόstοles su misiόη: predicar 1a coηversiόη Υ 1a remis!όη de los pecados a todas las naaones. Se separa de ellos (Αsceηsίόη).

HECHOS DE LOS ΑΡόSΤΟLΕS

1,1-11 Ρrό10g0 Dirigido a ΤeόfiΙο. Jesus anuncia la misίόη de 10s ΑΡόs­ toles Υ se separa de ellos (Αsceηsίόη).

1,12 - 2,41 Relatos introductorios Αηuηciacίόη / Nacimiento de la Iglesia. Ρredicacίόη de Pedro: coηversίόη, remίsίόη de los pecados, bautismo. 2,42 - 5,42 La pnictlca 1iberadora de los aΡόstοles Con el poder de1 ΕSΡίrίtu, los aΡόstο­ les predican, enseiian Υ curan. Suscitan la οροsίcίόη de los judίοs. 6,1 - 15,35 La salvacίόη es presentada en todas sus dimensiones De la crίtica radical al judaίsmο (Esteban) a la toma de conciencia del universalismo de la sa1vacίόη (Pedro Υ Corne1io). Pab10 Υ Bernabe justifican el paso a los paganos apelando <\ Is 49,6. 15,36 - 28,15 ΕΙ cumplimiento de la saΙvacίόη La mίsίόη paulina en el mLIlldo

greco-romano. Enfrentamiento de Pablo con Ias <Ηι­ toridades judίas. Comparece ante el Sanedrίη Υ los gobernadores. 28,16-31 Epίlogo

Pablo en Roma dirige un uItimo 11<\mamiento a los ;udίοs Υ decIara φιι' la saΙvacίόη de Dios ha sido enνί<ιιΙι ,\ las naciones.

LUCAS -

HECHOS

plagia el estilo de la Biblia griega de los Setenta* para mostrar que la venida de Cristo hay que comprenderla a la luz de las promesas de Dios a Israel. Ζacarίas e Isabel, Μarίa Υ Jose, Sίmeόη Υ Ana son judί­ os piadosos alimentados por esas promesas. Jesus, en su discurso inaugural en Nazaret (Lc 4,16-21) presenta su mίsίόη como el cumplimiento de la Escritura. Es al pueblo elegido a quien el reserva, en primer lugar, el anuncio de la Buena Noticia. Paralelamente, en los Hechos de los ΑΡόstoΙes, Lucas pone buen cuidado en subrayar que los misioneros, especialmente Pablo Υ Bernabe, al anunciar el Evangelio en las sinagogas* de la Diaspora*, daban siempre prioridad a los judίοs (Hch 13,5.14). Teorizan su postura diciendo a los de AntioqUΊa de Pisidia: «Era necesario anunciaros a vosotros en primer lugar la palabra de Dios; pero ya que la rechazais [... ] nos volvemos a los gentiles» (Hch 13,46). Εη Roma, en el epίlogo ya dellibro, Pablo sigue dirigiendose a los judίοs de la ciudad: «intentando persuadirles acerca de Jesus, basandose en la Ley de Moises Υ en los Profetas» (Hch 28,23). Ιa ΟΡ05ίcίόn de 105 jefe5 religi0505 La οροsίcίόη de las autoridades judίas aparece en el cap. 5 del evangelio (5,21.30) Υ se desarrolla en controversias cada vez mas duras. Jesus denuncia ellegalismo hίΡόcrίta de los fariseos* (Lc 11,37-54). La coηfrοηtacίόη desemboca en su apresamiento (Lc 22,47-53) Υ en

su condena a muerte por el Saηedrίη* (Lc 22,66-71). Εη ellibro de los Hechos vemos que esa οροsίcίόη prosigue: los ΑΡόstοl en Jerusalen (Hch 4,1-22; 5,17-42) Υ, luego, Pablo a 10 largo de todos sus viajes misioneros (13,50; 14,19; 17,5; 18,12) se encuentran con la hostilidad de los jefes judίοs, comparecen ante el Saηedrίη (23,1-10) Υ son denunciados a las autoridades romanas (24,1-9). Algunos mueren martires como su Sefίor: Esteban (7,54-60) Υ Santiago hijo del Zebedeo (12,1-2). Ιa

apertura α 105 pagan05 La apertura del Evangelio a los paganos se muestra en las dos partes de la obra lucana como cumplimiento del proyecto divino. Desde la Ρrofecίa de Sίmeόη, se presenta a Jesus como el portador de la salvacion que 1Jios «ha preparado a ia vista de τodos 10s pueblos, 1uz para iluminar a las gentes» (Lc 2,31). ΕΙ ministerio de Jesus se mantiene limitado a Israel, pero la mίsίόη de los 72 dίscίΡUΙοs (numero de naciones paganas en la tradίcίόη bίbΙίca que Lucas es el unico que menciona, Lc 10,1-20) prefιgura la mίsίόη universal de la Iglesia. ΕΙ libro de los Hechos se escribe para narrar la puesta en practica de esta mίsίόη, que se hace al principio tίmidamente Υ, luego, cada vez 356

LOS DOS vοιύΜΕΝΕS DE ΙΑ OBRA DE LUCAS

mas resueltamente, hasta conνertlrse en la gran aνentura de la eνan­ geΙίΖacίόη «hasta 10s confines de la tlerra» (Hch 1,8). Pero Lucas ηο se limlta a relatar como historlador las etapas dι' esa marcha hacla adelante. Subraya como teόΙοgο que ese proccso esta justificado por el testlmonlo de la Escrltura, por la orden dcl Resucitado Υ por 1a accίόη de1 Espirltu Santo que conduce tod,) Ι" aνentura.

Ει AUTOR Υ SUS DESTINATARIOS

La constante coηjugacίόη de 10s tres temas fundamenta1es que ,1(ίl­ bamos de sefia1ar es reνe1adora de cuaI es la οrίeηtacίόη esencial (ic Lucas, Υ nos permite aνanzar una hίΡόtesίs respecto a1 autor Υ a los destlnatarios de esta obra orIgInal. Los anaIisis precedentes confirman la hίΡόtesίs segιin la CUίll Τeόfi10 slmb01iza a 10s lectores de orlgen pagano a qulenes LUCί1S consagra su obra. Pues bien, es facil imaginar las cuestlones ΨΙι" podIa p1antearse ιιη ηeόfitο de cu1tura grlega en una Ig1esia paganocrlstlana* de Asia Menor ο de Grecla, en 10s afios 80, fecha Ρrοbal1!ι' de 1a redaccίόη 1ucana*. Tras el drama de 1a caida de JerUSίΙΙcl1, queda practicamente consumada 1a ruptura entre 1a Ig1esia Υ el jιιι!<ι­ lsmo* (este sobreνlνlra en su forma rablnica* Υ farisea). Cosas ΨΙι" ese ηeόfitο podia preguntarse: lcόmο es posib1e que ιιη Ρrοfcι<ι judio crucificado en Jerusalen haya podido ser promoνido al rango de Salνador del mundo? lPor que su propio pueb10 rechaΖό mayoritariamente su mensaje Υ Ρersίguίό a sus mensajeros? Υ tambicn: lCual es la raΖόη de 1a tensίόη, que roΖό con el desgarrόη ίrreΡ<1rίl­ ble, entre las Iglesias nacidas de la mίsίόη de Pab10 Υ la corrientc judeo-cristlana* que puede inνocar a su faνor la tradίcίόη apost6lica prlmltlνa? ΕΙ fresco hίstόrίco dibujado por Lucas responde ,ι estίlS preguntas. Tiende a demostrar a sus lectores que la sa1νacίόπ CΙΙ111­ plida por Cristo estaba profundamente enraizada en 1a revelaci61l hecha a Israel, pero que legitimamente se ofrece ahora a tod"s I
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midad de la mίsίόη a 10s paganos como querida por el Sefior Υ conducida por el Espiritu Santo, Υ viendo el modo de apartar sus prevenciones para con Pablo, que segιin el nunca habla renegado de su judaIsmo. Queda la cuestίόη de la identidad del autor de Lucas-Hechos. ΕΙ texto nos permite perfilar su ίηteηcίόη fundamental Υ su teologIa. Pero, lquien es ese autor que calla su nombre? La tradίcίόη eclesiastica, a finales del siglo Π, atrίbUΥό la obra a Lucas, medico Υ compafiero de viaje de Pablo, al que alude este ιiltimo en sus cartas (Col 4,14; Flm Υ. 24; 2 Tm 4,11) Υ por comodidad 10s exegetas han conservado esa aΡeΙacίόη tradicional. Pero la mayoria de 10s especialistas contemporaneos contestan por diversas razones pertinentes esa atrίbucίόη, en cuanto a la obra ya acabada. Se la atribuyen, mas bien, a υη cristiano de origen pagano Υ de cultura helenistica* de la segunda ο tercera geηeracίόη, perteneciente a una de las Iglesias fundadas por Pablo en Asia Υ en Grecia. lFue el mismo misionero itinerante? Algunos imaginan que sl, pero nada permite probarlo. ΕΙ autor pudo integrar al relato de la mίsίόη paulina notas de viaje redactadas en primera persona del plural, que, a su vez, provendrIan probablemente de υη compafiero de Pablo, quizas el medico Lucas, ο Silas como se ha sugerido (Hch 15,40; 16,6). Pero, como sucede tambien con 10s otros Evangelistas, ηο lleva a ninguna parte intentar atravesar el anonimato voluntario del redactor. Es su mensaje 10 que cuenta. CH.

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L'E.

9.2. CON LUCAS, DE JERUSALEN Α ROMA

ESDE siempre la historia Υ la geografIa son indisociables. Tambien la historia de la saΙνacίόη relatada por Lucas lleνa consigo una geografIa de la saΙνacίόη. Νο sόΙ0 el narrador casi nunca omite indicar 10s lugares en que suceden 10s acontecimientos que cuenta, sino que conoce ademas la carga sίmbόΙίca de algunos de esos lugares. Por eso, es interesante seguir con Ρrecίsίόll el plano geografico de su obra, que nos lleνa de Jerusalen, lugar priνilegiado de la reΙίgίόη judia, hasta Roma, capital del imperio romaηο que se Ρreteηdίa uniνersal.

D

LA GEOGRAFfA DEL EVANGELIO

Α primera νista, la comΡaracίόη sίηόΡtίca lleνa a constatar que paril contar el ministerio publico de Jesus Lucas retoma, como Mateo, el esquema geografico, muy simple, del eνangelio* segun Marcos: Ullίl actiνidad de Ρredίcacίόη Υ curaciones, que se desarroIla en Galilea, al que le sigue una unica «subida a Jerusalen», en la que muy rapidamente el Maestro es detenido, condenado Υ crucificado. Εn Marcos Υ Mateo Galilea juega υη papel sίmbόΙίco importante, puesto que es en esos lugares de su ministerio terreno donde el galiIeo Resucitado cita a 10s once discipulos. Lucas ηο presenta ese dato Υ, como el cuarto eνangelio, situa en Jerusalen la aΡarίcίόη a 10s ΟI1(Ι' (Lc 24,33-43). Εη efecto, para el, son la ciudad santa Υ su Templo l0s que Juegan el papei central en su geografίa de saΙνacίόη. Εη cli
L05 relat05 introductori05 ΕΙ escenario de 10s primeros caΡίtuΙ0S es Jerusalen Υ su Tenlplo, Υ algunas comarcas νecinas de Judea, a eχceΡcίόη de la aηuηcίacίί>1l ίι Marla que se situa en Nazaret.

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ΕΙ primer relato es el de la νίsίόη de Zacarlas en el Templo (Lc 1,5-25). Es en el centro mismo de la reΙίgίόη de Israel donde el angel del Sefιor anuncia la νenida de quien νa a recapitular Υ actualizar a 10s profetas antiguos, siendo el mismo «profeta del Altlsimo» encargado de preparar 10s caminos del Sefιor, como 10 proclama su padre (Lc 1,76). Α un pueblo de las tierras altas de Juda sube Marla de Nazaret a saludar a su prima Isabel. Cuando esta cerca el momento del parto debe dejar de nueνo Nazaret, con Jose, para subir «a Judea, a la ciudad de Daνid, que se llama Belen» debido a un edicto de censo, ordenado por Cesar Augusto (Lc 2,1-4). Adνirtamos aqui una primera aΡarίcίόη discreta de la coηfrοηtacίόη entre el mundo judio ο eνangelico Υ el mundo romano, que parece interesar especialmente a nuestro historiador. ΕΙ nacimiento del Meslas* en la ciudad de Daνid, dando cumplimiento a una profecIa biblica (Μί 5,1) esta condicionado hίstόrίcamente por la polίtica del imperio romano. Tambien 10 estara su muerte, a traνes de la decίsίόη de Pilato que hubiera podido dejarle en libertad, pues reconocla su inocencia (Lc 23,13-16). Pero la perspectiνa final de Lucas sera mostrarnos al Crucificado Ρaradόjίcamente proclamado «Sefιor» por Pablo, prisionero por orden del Cesar, en la mismlsima Roma, la capital de quien se pretendIa sefιor del mundo (Hch 28,31). Sigue siendo el Templo de Jerusalen el lugar adonde los padres del ηίfιo Jesιis le lleνan para presentarle al Sefιor, segιin la ley*; aΙΙί, Sίmeόη Υ Ana, judios justos Υ piadosos, impulsados por el Espiritu, anuncian el destino de aquel ηίfιo que trae una saΙνacίόη que responde a las expectatiνas de quienes «esperaban la coηsοlacίόη de Israel» (Lc 2,22-38). Eνocando sόΙ0 sumariamente la νida oculta del ηίfιo en Nazaret (2,39-40), Lucas narra otra «subida a Jerusalen» con sus padres para celebrar la Pascua cuando Jesιis ΙΙegό a la edad de los doce afιos (Lc 2,41-50). ΕΙ relato le muestra sintiendose como en su propia casa en el santuario al que llama «la casa de mi Padre» (ν. 49). Ese Padre es aquel a quien desde siglos atras su pueblo iba a adorar en aquel Templo. Aunque Jesιis, mas tarde, criticara seνeramente el sistema religioso establecido en la casa de Dios (Lc 19,45-46) Υ anunciara la destruccίόη del Templo (21,5-6), su mensaje ηο dejara αςt'"1r C'ton rryrlt~"11~d ..... r1 rn.n 1 rD"tral."rloAn r1a 1., Τ Drn.fDt..,,, d ..... v..L .... -"- ...... ' ...... .1."_ .................... J lrH' ... Es en el desierto de Judea, en las riberas del Jordan, donde resonara la llamada de Juan el Bautista al arrepentimiento, anunciando la νenida de quien «bautizara en Espiritu Santo Υ fuego». Fue alli donde Jesιis recίbίό el bautismo Υ donde tuνo lugar su eηtrοηίΖacίόη por el Padre (Lc 3,1-22). Tambien fue alli donde ayuηό durante cuarenta dlas Υ fue «tentado por el diablo» (Lc 4,1-13). 13 .....

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CON LUCAS, DE JERUSALEN Α

ROMA

ΕΙ ministerio

de ]esus en Galilea Lucas se mantiene fiel a 10s datos de la tradίcίόη segun la cua] el anuncio de] Reino de Dios por Jeslls, acompaiΊado de curaciones milagrosas Υ de enseiΊanza en las sinagogas*, se desarrο11ό en primer lugar Υ esencialmente en su proνincia de Galilea. Sitύa en Nazaret su discurso inaugural Υ, luego, siguiendo a Marcos, hace de Cafarnaun, ciudad de Sίmόη Pedro, el centro de una actiνidad que alcanza a toda la comarca. Esta parte del eνangelio nos hace saber que Jesus «recorrίa ciudades Υ pueblos» (Lc 8,1), pero ηο incluye ningun itinerario preciso de sus desplazamientos: ηο siempre se 10calizan con Ρrecίsίόη 10s diνersos episodios, bastantes suceden en las riberas del ]ago de Genesaret, pero tambien en υη puebl0 (Lc 5,12), en una 11anura (6,17) aηόηίmοs, ο tambien en una sinagoga cualquiera (6,6). Ιa

subida α ]erusalen Mucho mas ηίtίdameηte que en Marcos ο en Mateo, la tercera parte del eνangelio segun Lucas insiste en la subida de Jesus a Jerusalen, que se menciona en cuatro notas redaccionales que νan jalonando el relato. Νο tienen parale]os en 10s sίηόρtίcos. La primera es particularmente solemne: «Sucedίό que como se iban cumpliendo 10s dίas de su asuηcίόη, e] se afirmό en su νo]untad de ir a Jerusalen» (Lc 9,51). Con inflexib]e resοlucίόη se pone Jesus en camino hacia la ciudad «que mata a 10s profetas Υ apedrea a 10s que le son enνiados» (Lc 13,34). Es en esa ciudad donde debe tener lugar su «eΙeνacίόη», termino ambiνalente que designa simultaneamente su muerte en la cruz alzada Υ su «eΙeνacίόη al cielo» (Lc 24,51). Εη el tercer anuncio de la Ρasίόη, retoma el tema de la subida a Jerusalen, como Marcos Υ Mateo, pero Lucas af1ade una nota teοlόgίca: es a11ί donde deben cumplirse las Ρrοfecίas que se refieren al Hijo del hombre (Lc 18,31). En ]erusalen: ministerio de ]esίIs, Ρasίόn Υ Resurreccίόn ΕΙ relato retoma a coηtίηuacίόη el esquema tradicional para eνocar la entrada mesianica en Jerusalen (Lc 19,29-39), las ensef1anzas dc Jesus en el Templ0, sus controνersias con 10s sumos sacerdotes* Υ ]05 escribas (Lc 20,1-47), la comida pascual Υ la ίηstίtucίόη de la Ει!C(ιriςti;:ι (Τ Γ ??, 1 - ~R), 1;:ι M;:ΙΓϊfιη ρη 1"1 hJJert() nρ l()ς ()1ϊν()ς (T.c 22,39-46), el prendimiento de Jesus (Lc 22,47-53), su proceso, su crucίfiχίόη (cap. 23). υη rasgo propio de Lucas acentlla el caracter pasional de la relacίόη de Jesus con la ciudad santa, es decir, e] sentimiento tragico dc una cita frustrada entre Dios Υ su pueblo: «ΑΙ acercarse Υ νer la cίιι­ dad, 110rό por e11a, diciendo: "iSi tambien tll conocieras en este (Η,ι

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el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos"» (Lc 19,41-42). ΕΙ llltimo capItulo del evangelio es el que mejor manifiesta el caracter de esta ciudad como lugar del cumplimiento de la saΙvacίόη. Todo sucede en Jerusalen ο en sus alrededores mas cercanos, Υ para comenzar, desde luego, el descubrimiento del sepulcro vaclo. Jerusalen se encuentra en sίtuacίόη privilegiada de ίηcΙusίόη en el admirable relato, propio de Lucas, de los peregrinos de Emaus: al comienιο de ellos dos discίΡUΙοs, hundidos por 10 que ha sucedido, dan la espalda a la ciudad santa que ha matado a su Maestro. ΑΙ final del relato, despues de haberle reconocido al partir el pan, se apresuran a volver a Jerusalen para compartir su aΙegrίa con sus compafieros.

Aquel mismo dία iban dos de ellos α un pueblo llamado Emaus, que dista sesenta estadios de Jerusalen, γ conversaban entre sί sobre todo Ιο que hαbία pasado. Mientras conversaban γ dίscutίαn, εΙ mismo Jesus se αcercό α ellos γ camίnό α su lado; pero sus ojos estaban como incapacitados para reconocerle. Ει les dijo: «dDe que dίscutίs por εΙ camino?». Ellos se pararon con aire entristecido. Uno de ellos, llamado Cleοfάs, Ιε reSΡοndίό: «dEres tU εΙ unico residente en Jerusalen que no sabe las cosas que han pasado αΙΙί estos dίαs?». Elles dijo: «dQue cosas?». Ellos Ιε dijeron: «Lo de /esus εΙ Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras γ palabras delante de Dios γ de todo εΙ pueblo; cόmο nuestros SUl1lOS sacerdotes γ magistrados Ιε condenaron α muerte γ Ιε crucificaron. Nosotros eSΡerάbαmοs que serία el εΙ que iba α librar α Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos γα tres dίαs desde que esto Ραsό. ΕΙ caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de rnadrugada αΙ sepulcro γ, αΙ no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que incluso hαbίαn visto una αΡαrίcίόn de άngeΙes que decίαn que el νίνία. Fueron tambien algunos de los nuestros αΙ sepulcro γ Ιο hallaron tal como las mujeres hαbίαn dicho, pero α el no Ιε vieron». Ει les dijo: «jOh insensatos γ tardos de corαΖόn para creer todo Ιο que dijeron los profetas! dNo era necesario que εΙ Cristo padeciera eso para entrar αsί en su gloria?». Υ, ernpezando por Moises γ continlJando por todos Ιοs profeta,. !e, ρχ-ρΗΓι1 !n Ψ/Ρ hnhfn -nhrp 151 f't1 fadn5 !(15 Escrituras. ΑΙ acercarse αΙ pueblo α donde iban, el hizo αdemάn de seguir adelante. Pero ellos Ιε rogaron insistentemente: «Quedate con nosotros, porque atardece γ εΙ dία γα ha declinado». Εntrό, pues, γ se quedό con ellos. Sentado α Ια mesa con ellos, tοmό el pan, Ρrοnuncίό Ια bendίcίόn, Ιο Ραrtίό γ se 10 iba dando. Entonces se les abrieron los ojos γ Ιε recono362

CON LUCAS, DE JERUSALEN Α ROMA

cieron, pero ει desaΡarecίό de su vista. Se dijeron uno α otro: «dNo estaba ardiendo nuestro coraΖόn dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino Υ nos explicaba las Escrituras?». Υ, Ιevantάndοse aΙ momento, se volvieron α lerusaZcn Υ encontraron reunidos α los Once Υ α los que estaban coη ellos, que decian: «jEs verdad! ίΕΙ Seiϊor ha resucitado Υ se ha aparecido α Sίmόn!». Ellos, por su parte, contaron Ιο que habia pasado en el camino Υ cόmο le hablan conocido aΙ partir el pan (Lc 24,13-35). Despues de evocar dos apariciones particu1ares, 1a de 10s discipu10s de Emaιis Υ 1a de Pedro, Lucas, como Juan, sitιia una aΡarίcίόη mas instituciona1 de1 Resucitado a 10s Once Υ a sus compafιeros, ηο en Ga1ilea, sino como siempre en Jerusa1en (Lc 24,36-49). Es entonces cuando 1es da e1 encargo de predicar en su Nombre «a todas ]as naciones, empezando desde Jerusa1en» Υ 1es manda: «Vosotros ΡeΓ­ maneced en 1a ciudad hasta que seais revestidos de poder desde ]0 a1to» (24,47-49). Εη e1 recorrido de aquellargo dia de la Resurreccίόη, Lucas termina su relato donde 10 comeηΖό: despues de que Jesιis «fue llevado al cielo» en Betania, los discIpulos «se volvieron a Jerusalen con gran gozo. Υ estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios» (Lc 24,52-53). Lugar de cumplimiento de la saΙvacίόη, Jerusalen va a set' cl punto de partida de la evaηgeΙίΖacίόη deltnundo, como aΡareceΓa en la segunda entrega de la obra de Lucas.

LA GEOGRAFIA DEL LIBRO DE LOS HECHOS

ΕΙ Ρrό10g0 dellibro

de los Hechos de los ΑΡόstοles (Hch 1,1-11) sc superpone, como las junturas de υη entejado, sobre el epίlogo dcl evangelio. Recuerda a ΤeόfiΙο, bajo la forma de υη sumario, el hecho decisivo de las apariciones del Resucitado, que repite a los ΑΡόstolcs el mandato «Νο os vayais de Jerusalen» (1,4), Υ luego explicita Ι-ι promesa Υ las όrdeηes enunciadas al final del evangelio segιin LuC
«Vosotros recibirtiis una fuerza, cuando el Espiritu Santo venga sobre vosotros, Υ de este modo sercis mis testigos en Jerusalfn, en to([ιι ludea Υ Samarla, Υ hasta los confines de Ιa tierra» (Hch 1,8). Υ, dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, Υ una tlulJe !e σcuΙtό α sus ojos. Como ellos estuvieran rtlirαndo fijametlte α! L"ίe!o mientras ει se iba, se les presetltaron de pronto dos hombres vestidos (1(, \1

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HECHOS

blanco que les dijeron: «Galileos, dPor quέ Ρermanecέίs mirando aΙ cielo? Este JesίIs, que de entre vosotros ha sido llevado al cielo, vοlverά asi tal como le habέίs visto marchar al cielo» (Hch 1,9-11). Queda sefίalado de ese modo el lίmite temporal ιiltimo de la la venida sobre las nubes del cielo del Hijo del hombre, la parusia. Lucas ηο olvida esta perspectiva escatοlόgίca, pero deja entender que ηο es en absoluto inminente Υ que, en espera de ese dia que sόΙο Dios conoce, la historia continιia Υ en ella los ΑΡόstοles tienen un papel que cumplir. La ιiltima palabra del Resucitado, en Hch 1,8, les coηcretό ese programa de evaηgeΙίΖacίόη, en una perspectiva de eχteηsίόη geοgπίfica. Con ello, Lucas anuncia a sus lectores el plano del segundo libro. Relatara muy extensamente el nacimiento de la Iglesia en Jerusalen, su crecimiento Υ sus primeras confrontaciones con los jefes judios, hasta la ΙaΡίdacίόη de Esteban (capitulos 2 a 7). Una primera eχteηsίόη, debida a la huida de 10s partidarios de Esteban, se realiza efectivamente en las comarcas de Judea Υ en Samarla (cap. 8). La orden de mίsίόη se limitaba a indicar, luego, su perspectiva final, «hasta 10s confines de la tierra». De hecho, ellector va ser conducido por diversas etapas Υ peripecias hasta Roma, que era en la epoca el centro del mundo conocido. mίsίόη:

Las grandes etapas de la evangeΙίΖacίόn ΕΙ capitulo 9 de 10s Hechos narra a la vez la coηversίόη de Saulo, futuro evangelista de las naciones, Υ la actividad de Pedro en las ciudades del1itoral de Judea, Lod Υ Jaffa. ΕΙ relato, admirablemente bien construido, del encuentro de Pedro Υ de Cornelio, el mas extenso del libro (Hch 10, 1 a 11,18), nos lleva a Cesarea Υ constituye sobre todo un importante eje teοlόgίco del libro. Para mantener el equilibrio entre las dos figuras aΡοstόlίcas que dominan su relato (Υ sin duda para atenuar las tensiones entre las Iglesias judeo-cristianas* Υ paulinas*), Lucas quiere mostrar que el gran giro de la apertura a 10s paganos ηο fue obra de un individuo carismatico* aislado (Pablo), sino que fue el fundador de la Iglesia madre de Jerusalen (Pedro) quic~ fuc cl priI~lCrG cn Tv~crs-: impulsado ΡΟ! c1 LSPIIitu Sallto ιi tomar conciencia de la dίmeηsίόη universal del Evangelio. Iluminado por una vίsίόη Υ por la llamada del ceηturίόη romano Cornelio, Pedro alllegar a la casa de este ιiltimo confiesa sencillamente que acaba de descubrir que Dios derribaba de ahora en adelante el muro de seΡaracίόη entre judios Υ paganos*: «Vosotros sabeis que le esta prohibido a un judio juntarse con un extranjero ο 364

CON LUCAS, DE JERUSALEN Α ROMA

entrar en su casa; pero a ml me ha mostrado Dios que ηο hay que llamar profano ο impuro a ningιin hombre» (Hch 10,28). Pedro anuncia, entonces, el Evangelio a aquella pequefta asamblea de «temerosos de Dios»* (paganos simpatizantes del judaIsmo) sobre 10s que desciende el Espiritu Santo (Hch 10,44) «como sucedίό al principio sobre nosotros» (Hch 11,15), haciendo aΙusίόη a! dia de Pentecostes cuando el Espiritu desceηdίό sobre el grupo apostόΙico (Hch 2,1-4). Para Lucas, el episodio adquiere el valor de υη nuevo Pentecostes, que viene a testificar la voluntad divina de una saΙvacίόη amp!i,lda a toda la humanidad. Pedro recuperado de su sorpresa bautiz,1 ,ι aquellas gentes en el nombre de Jesucristo. De vuelta a Jerusa!cn, tiene que justificarse de su audacia ante la Iglesia contando cόmο ,ι el mismo la accίόη del Espiritu le ha zarandeado sus prejuicios. Convencidos, glorifican el nombre de Dios diciendo: «Asl pucs, tambien a 10s gentiles les ha dado Dios la cοηversiόη que lleνa a 1<1 vida» (Hch 11,18). Los acontecimientos posteriores mostraran φιι' esta bella Ρrοfesiόη de fe universal ηο hizo desaparecer todas las reticencias de 10s judeo-cristianos. Pero el mensaje para ellector queLiil claro. Α traves de la experiencia de Pedro, queda definitiνamente atiquirido el principio de la eχteηsίόη del Evangelio al mundo pagano. La etapa siguiente es la fuηdacίόη de la Iglesia de AntioquIa (ΗΙ:11 11,19-26). ΕΙ episodio es importante por doble motivo: son los humildes cristianos aηόηίmοs, dispersados por la Ρersecuciόη ιμΙι' siguίό al martirio de Esteban, 10s que anuncian el Evangelio; Υ V,111 mas alla de la experiencia de Pedro. Mientras que Cornelio Υ stI entorno eran simpatizantes del judaIsmo*, ellos toman la iniciativ,t de dirigirse a 10s griegos, es decir, a la Ροblaciόη pagana de aqucll..t gran metrόΡοlί siria. Se trata de υη avance decisivo. Bernabe, venido de Jerusalen, se instala en AntioqUΊa Υ, antL' 1<1 multitud de convertidos a 10s que habia que instruir, busca el refucrΖΟ de Pablo de Tarso. υη poco de tiempo despues, 10s dos parten CI1 mίsίόη, enviados por esta Iglesia de Antioquia, que seπί en adeΙII1IΙ' la base de salida de la misίόη paulina (Hch 13,1-3). Los capitulos υ Υ 14 narran este primer viaje misionero de Pablo Υ Bernabe, Llue !cs conduce sucesivamente a Chipre, a AntioquIa de Pisidia, a lconio, ,ι ,.r Dc"h~ "':udΛdc'" τ ;~"'~η;Λ (..,1... "" ~<> .L" 1" _"ct-""I Ll·St··~ 1 1 U\,." \.,.1 u ...., dΛ '"" ........ .... .,) u . . . . . TurqU\"l\ 1:1 narrador pone buen cuidado en subrayar cόmο 10s misioneros, ιΙΙ' ciudad en ciudad, se dirigen en primer lugar a 10s judios Υ a !os ΨΙΙ' temen a Dios en las sinagogas, pero al toparse coη 1a hosti!id,ILi ΙΙΙ' 10s judIos que rechazan e1 mensaje, se dirigen, en segunda inst<1IKi,l, a 10s paganos. Lucas inserta, despues de esta primera mίsίόη, e1 re!ato tic 1<1 asamb1ea de Jerusa1en, en la que Pablo Υ Bernabe, tras las tur!HJlcl1 (1

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cias fomentadas por 10s circuncisos intransigentes, exponen la obra de Dios entre 10s paganos Υ obtienen un compromiso que salvaguarda la unidad de la Iglesia (Hch 15). Α partir del cap. 16, el relato se concentra exclusivamente en la obra de Pablo. Ιa mίsίόn paulina en υη segundo viaje, en

el mundo grecorromano el que a Pablo le acompafian Silas Υ Timoteo, lleva a 10s misioneros a Europa, despues de una travesla por Asia Menor hasta el puerto de Τrόade. Se produce la evaηgeΙίΖacίόη de Filipos, de ΤesaΙόηίca, de Berea Υ, luego, la breve estancia en Atenas donde Pablo, ante el ΑreόΡagο, ηο convence a 10s atenienses curiosos Υ burlones (Hch 17). Tras una estancia mas fructifera, de afio Υ

REFERENCIA

PEDRO Υ PABLO, FIGURAS PARALELAS Sobrevolando ellibro de 10s Hechos podemos observar que la figura de Pedro domina el relato desde eI cap. 1 al 11, Υ la de Pabl0 desde el cap. 16 al 28, mientras que ambos se entrecruzan en la parte central del libro (capitulos 12 al 15). Se produce asi un equilibrio casi perfecto entre estos dos personajes dominantes de la historia del cristianismo primitivo. Si miramos con mayor detalIe, caemos en la cuenta de que se puede establecer un verdadero paralelismo, que se marιifiesta en numerosas semejanzas tanto en su actiVΊdad como en su destino. Sin ser exhaustivos, he aqui una muestra de 10s principales elementos de ese paralelismo: Ambos ΑΡόstοles estan «llenos del Espiritu Santo» (Hch 4,8; 9,17; 13,2) Υ «hablan con franqueza» (2,29; 4,13; 9,27, 19,8). Ambos reciben directrices diVΊnas a traves de VΊsiones (10,11-16; 18,9) Υ tienen extasis (10,10; 22,17). Signos semejantes acreditan su Ρredicacίόn:la curacίόn de un paralitico (3,2-8; 14,8-10) e incluso a ambos se les atrιbuye la reammacιόn de un muerto (9,32-43; 20,7-12), asi como una reΡutacίόn de curanderos que suscita en ocasiones expectativas un poco magicas (5,15; 19,11-12), Υ ambos tienen ocasiones de oponerse VΊolentamente a un mago (8,18-24; 13,8-11). Tambien es posible mostrar un parale10 sigrιificativo en Ia argumentacίόn de sus

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discursos a 10s judios, cuando el narrador opta por ofrecernos sus desarrollos (2, 1436; 13,16-41). Ya hemos VΊsto que aunque Pabl0 se conVΊerte en el evangelizador por excelencia de las naciones*. Lucas tiene buen cuidado de mostrar que el principio que rige esa accίόn se le reveΙό a Pedro (10,1-11,18). Es llamativa la semejanza de su destiηο en la prueba. Uno Υ otro, apresados, conocen una liberacίόn milagrosa (12,317; 16,19-40). ΕΙ primer relato, sugiere por su vocabulario que Pedro VΊVΊό una especie de Ρasίόn Υ resurreccίόn sίmbόΙίcas, que le asocian a la suerte de ]esus (12,7). Por su parte, Pabl0, lapidado Υ dejado por muerto, «se Ιevantό» (Hch 14,19-20): en ambos casos aparece el verbo griego con el que se designa la Resurreccίόn. Sin embargo, tambien 10s dos aseguran energicamente que «ηο Βοη mas que hombres» cuando se les quiere tributar un homenaje que sόΙο a Dios se debe dar (10,26; 14,15). Pero Lucas ηο escribe una hagioqrafia de 10s dos aΡόstοles. Tras desempefιar su papel en la historia de la saΙvacίόn, ambos desaparecen Βίη que eI autor nos resefιe su suerte final. Aunque sugiere su martirio, 10 hace con alusiones muy tenues. Un paralelismo tan sostenido ηο puede deberse al azar. Expresa una voluntad deliberada del autor.

CON LUCAS, DE JERUSALEN Α

ROMA

DOCUMENTO PEDRO Υ PABLO ΕΝ LA CARTA DE CLEMENTE DE ROMA

Es posible constatar que desde rnuy pronto 1a tradίcίόn de 1a Ig1esia retuvo 1a 1eccίόn de Lucas Υ puso en pie de igua1dad a 10s dos grandes aΡόst01es de 1a prirnera geηeracίόη cristiana, rnostrandose, por 10 dernas, rnas particularrnente atenta a su rnartirio. Diez ο veinte aiίos despues de 1a redaccίόn de 10s Hechos, hacia fina1es de1 sig10 ι, e1 obispo de Rorna, C1ernente, escribe en su carta a 10s Corintios: Pero, dejando a υη Iado Ios ejernpIos de Ios antIguos, vengarnos a Ios atletas que nos son mas cercanos: tomemos Ios precIaros ejempIos de nuestra epoca. Ροτ envidia Υ rnaIevoIencia, Ias coIurnnas mas Irnportantes Υ justas fueron perseguidas Υ cornbatIeτοη hasta Ia rnuerte. Pongarnos ante nuestros ojos a Ios buenos aΡόstοΙes: a Pedro

que, ροτ inicua envidia, sufrίό ηο una ni dσ.<;, sIno muchas fatigas Υ; tras habel' dado IesIi πιοηίο de esta manera, marchό aI Iugar c/o /11 gIoria que Ie era debido. Α causa de Ia envidia Υ Ia rivaIidII(J. PabIo rnοstrό eI gaΙardόn de Ia pacienciII, 111 arrastrar siete veces cadenas, aI ser deste rrado Υ apedreado. Siendo heraIdo θ1l oriente Υ occidente aΙcanΖό Ia iIustre gloriil de su fe. Despues de haber enseiiado /ιι jus tIcIa a todo eI rnundo, de haber ido hasI8 IOf/ confines de occidente Υ de dar testirnonio ante /as autoridades, se fue asi de/ rnIIndo Υ rnarchό a1 1ugar santo, convIrtjendose οπ 0/ rnayor ejernp10 de paciencia. (Carta de C1emente a 10s Corintio!l β; trad. de Juan Jose Aylιll)

medio, en Corinto, donde funda una importante Iglesia, Pablo vuelve a Antioquia, a la comunidad que le habia enviado (Hch 18). ΕΙ relato del tercer viaje se demora hablando de una estancia de Pablo en Efeso, de sus altercados con exorcistas judios Υ, luego, con los orfebres fabricantes de reproducciones en plata del templo de Artemis (Hch 19). Los capitulos 20 Υ 21 cuentan el ύ.ltimo periplo del ΑΡόstοl, estando todavia en libertad, para llegar a Jerusalen, Se queda tres meses en Corintio, Υ se va, luego, a Τrόade. Mileto, Tiro Υ Cesarea, para finalmente, «subir a Jerusalen» donde presiente que le esperan tribulaciones. De hecho, Jerusalen, que fue ellugar de la Ρasίόη de JesίIs, del martirio de Esteban, del encarcelamiento de Pedro, ve .\ Pablo, tambien a el, sufrir las consecuencias de la hostilidad de los jefes judios. La denuncia calumniosa de judIos de Asia, diciendo qtIe habia profanado el Templo introduciendo en el a griegos, provoc6 υη alboroto popular Υ Pablo lοgrό escapar ρor poco del linch.\miento gracias a la ίηterveηcίόη del tribuno romano Υ de sus sol.\dos (Hch 21). Lucas consagra cinco largos capitulos (del 22 al 26) a las COllSL'cuencias de ese arresto: comparecencia ante el Sanedrln, ante los gobernadores Felix Υ, luego, Festo Υ el rey Agripa, complot de los judios, traslado de Pablo a Cesarea donde Ρasό, cautivo, dos afios. Τermίηό ροτ reclamar, en su coηdίcίόη de ciudadano romano, st'r juzgado ante el tribunal del Cesar.

LUCAS -

HECHOS

DOCUMENTO' lιAs VlDAS PARALELAS DE PLUTARCO ΕΙ paralelismo que hemos mostrado entre que se opusieran frontalmente a reyes Υ tiraPedro Υ Pabl0 en eIlibro de Ios Hechos de nos; que perdieran una hija; que fueran desIos ΑΡόstοΙes sugiere otra semejanza, terrados de sus patrias, que, luego, volvieran quiza mas curiosa, con Ia obra deI historla- con todos los honores Υ, despues, tuvieran dor griego PIutarco (45-127), mas ο menos que hulr de nuevo Υ cayeran en manos de contemporaneo de Lucas. Fue aI comienzo sus enemigos; que, el final de su vida coincideI sigIo 1I cuando escrίbίό sus Vidas para- diera con el final de la libertad de sus conlelas en Ias que compara, de dos en dos, a ciudadanos. personajes ceIebres, griego uno, romano Es cierto que ηο se puede apurar eI otro: AIejandro Υ Cesar, AIcibiades Υ Coriolano, Demόstenes Υ Cίcerόn, etc. ΕΙ mucho Ia semejanza, por dos razones: texto siguiente, de Ia vida de Demόstenes, - ΑΙ contrario que PIutarco, Lucas ηο presenta cierta anaIogia, en .las semejan- escrίbίό Ia biografia de sus personajes, zas que evoca, con Ias referidas a Ios dos desde su naclmlento hasta su muerte, ηί Ia de Pedro ni Ia de PabIo. ΑΡόstοΙes: - Εη casl todos Ios casos, PIutarco La divlnidad, queriendo, al parecer, hacer a Demόstenes Υ Cίcerόn con el redacta, tras Ia dobIe biografia, una commismo modelo, puso en su naturaleza Ρaracίόn sistematlca, en Ia que despues de muchos rasgos de semejanza, como la justificar haber puesto en paraIeIo a sus ambiciόn Υ el amor a la libertad en poIitica, heroes, subraya todavia mas 10 que Ies ο la pusilanimidad ante el peligro Υ la guediferencia. Lucas, por su parte, ηο se prorra, Υ anadiό muchas coincidencias en su pone explicitamente comparar Ia suerte destino.Asi, no creo que se pueda encontrar de Ios dos ΑΡόstοΙes.Le toca aIIector atena otros dos oradores que se hayan elevado to percibir Ias correspondencias que el desde un rango humilde Υ oscuro al grado reIato construye implicitamente Υ descude poder Υ grandeza que ellos alcanzaron; brlr en ellas su alcance teοlόgicο.

La llegada de Pablo α Roma Hacia mucho tiempo que Pab10 habia expresado su deseo de ir a Roma; Υ e1 Sefior 1e habia dicho en una νίsίόn: «jAnimo!, pues como has dado testimonio de ml en Jerusa1en, asl debes dar10 tambien en Roma» (Hch 23,11). Seguramente se preguntaba Pab10 cόmο se podria rea1izar esa promesa, siendo asl que, encarce1ado, ya ηο podia tener 1a iniciatiνa de sus desp1azamientos. Υ encontrό 1a sοlucίόn: si ape1aba a1 Cesar, 1a autoridad romana tendrla que encargarse de lleνar1e ella misma a 1a capital. Es este u1timo νiaje 10 que Lucas cuenta en e1 capitu10 27, υη rρΙ""1tΑ ll.(.:ιηΑ Λcι Λοt-.,l1 " "p""l"""rιr;.."" ......... ~ '"'τr.ι.r....1..",...:ι .......... ..,.....,.,.,.."...."f-Α .. --""" v .1..&."' ...... '-' u ..... irιoλ"-"-U- ... .a. e v Ι ........ 1''--''''''''.'''''''':') 11" ............. f'.,..,...rr...,..,rι .L.ι.~b.L.J..'-'..ι.ι.ι.'-' ,,\... UUU",.ι.u..ι.Ιi,--i..ιι.1ιι..

efectista en e1 que e1 narrador saca brillo a1 retrato de su heroe Υ da pruebas de υη conocimiento muy preciso de 1as condiciones de 1a naνegacίόη de su tiempo. Es υηο de 10s re1atos escritos en 1a forma 1iteraria «nosotros», construido a partir de 1as notas de a1guien que ΡartίcίΡό en e1 νiaje, sin duda υηο de 10s compafieros de Pab10 que hablan sido autorizados a embarcarse coη el para e1 tras1ado oficial. 368

CON LUCAS, DE JERUSALEN Α ROMA

Partiendo de Cesarea, el cortejo-escolta hace escala en Sίdόη, en Mira de Licia Υ, 1uego, en Creta, donde, segun 1es aconseja Pablo, serla prudente invernar. Pero el capitiIn, queriendo a1canzar el puerto de Fenica, se mete en una maniobra peligrosa Υ 1a nave, arrastrada por un viento huracanado anda a la deriva en medio de la tempestad durante catorce dias. Pablo, a quien una vίsίόη divina le asegura que l1egar
epilogo dellibro de los Hechos (28,17-31) llltimo relato concluye ηο sόΙο ellibro, sino todo el conjunto (1(· la obra 1ucana. Fie1 a su practica constante, el autor ηο formula nίn­ guna concΙusίόη teόrίca, sino que recapitula en unos pocos verslcιI­ 10s 10s elementos esenciales de su catequesis* narrativa. Νο nos dice nada mas sobre 1as re1aciones de1 preso con 1a Iglesiίl de Roma, que contrariamente a sus temores 1e recίbίό bien. La perspectiva de este epίlogo es distinta. Muy significativamente, vuelvl' .1 sumergir a11ector en e1 contexto judio en el que nacίό e1 Evangelio. Pab10, que tiene derecho a recibir visitas, toma la iniciativa de COI1vocar a 10s notables judIos de 1a capita1 renovando su vieja costulllbre de evangelista que se dirigia siempre en primer 1ugar a 1as sin'Igogas para proc1amar a sus hermanos judios el mensaje de la s.llv.Icίόη. Hasta su ιίltima pagina, e1 re1ato de 10s Hechos quiere mantcner, asl, e1 principio de prioridad enunciado en AntioquIa de PiSit!i.1 (Hch 13,46). De hecho, Pablo se dirige a 10s que fueron a visitar1e l1alllal1t!o1es «hermanos» Υ se presenta a el10s como portador de 1a espcr.Il1z.I de Israel, injustamente entregado a 10s romanos por los judios (1(, Jerusalen. Pab10 1es dice que 10s romanos que le hablan interrog'Il!o fueron justos Υ conc1uyeron que era inocente, Υ les cuenta la CI1('.lrnizada οροsίcίόη de 10s judIos contra el, que 1e habia obligado .1 <φΙ.' 1ar a1 Cesar (Hch 28,17-20). υη

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ΙΟ llniCO que saben 10s judios de Roma es que el «partido» cristiano se encuentra por todas partes con la coηtradίccίόη, pero ηο tienen ninguna Ρreνeηcίόη contra Pablo. Εη un segundo en~uentro, Pabl0 les νa exponiendo su mensaje durante todo un dla: «Elles iba exponiendo el Reino de Dios, dando testimonio e intentando persuadirles acerca de Jeslls, basandose en la Ley de Moises Υ en 10s Profetas» (28,23). Εη estilo indirecto, bajo la forma de sumario, habitual en Lucas, aparece recapitulada la Ρredίcacίόη aΡοstόlίca dirigida a 10s judios, a la que se ha concedido importante espacio en todo el libro, coη la ηοcίόη de cumplimiento* de las Escrituras. Como siempre, esta Ρredίcacίόη diνide al auditorio: «Unos crelan por sus palabras Υ otros en cambio permanecian incredulos. Cuando, en desac.uerdo entre sl mismos, ya se despedIan...» (28,2425). Esta ίηdίcacίόη deja abierta la posibilidad ulterior de una eνan­ geΙίΖacίόη positiνa de 10s judIos de Roma. Sin embargo, Lucas coloca aqui en boca de Pablo un juicio global sobre la sordera Υ ceguera espirituales del pueblo de 1srael, citando la dura ίηterpeΙacίόη del profeta: «Porque se ha embotado el coraΖόη de este puebl0, han hecho duros sus oldos, Υ sus ojos han cerrado; ηο sea que νean con sus ojos, Υ con sus oldos oigan» (Hch 28,27, que cita 1s 6,9-10). Es eνidente que esta afirmacίόη, excesiνa respecto a la sίtuacίόη de aquel momento concreto, esta orientada a recapitular el segundo tema que ha estado presente a todo 10 largo de la obra de Lucas. La incredulidad de este puebl0 se maηίfestό ya ante Jeslls, Υ fue un enigma doloroso cuando reflexionaron sobre ella todos 10s Eνangelistas. Sίguίό νiνa frente a la Ρredίcacίόη apostόΙίca. La cita de 1salas, aunque ηο quita para nada ese escandalo, permite comprender que ese enigma se inscribe en la lίnea de toda la historia biblica, en la que con tanta frecuencia 1srael hizo oldos sordos a las adνertencias de 10s profetas. La ύltima palabra en estilo directo atribuida a Pablo es una afirmacίόη concisa, proνocadora como un desafIo, dirigida a 10s judIos: «Sabed, pues, que esta saΙνacίόη de Dios ha sido enνiada a 10s gentiles; ellos sl que la oiran» (28,28). Reencontramos el tercer gran tema de la obra lucana, es decir, el del anuncio del Eνangelio al mundo pagano. υη ύltimo sumario de este epίlogo concluye, entonces, ellibro:

Pablu Ρerrnaneι-iό dus anus enteros en una casa que habla alquilado Υ recibia α todos los que acudian α ει; predicaba el Reino de Dios Υ ensenaba Ιο referente al Senor Jesucristo coη toda valentla, sin estorbo alguno (Hch 28,30-31). Se ha dicho, a ΡrΟΡόsίtο de este texto, que es un final abrupto del libro de 10s Hechos. Es νerdad que desde el punto de νista narratiνo, el lector puede sentirse frustrado: ηο sabra nada del proceso de Pablo ante el Cesar, nada de su eνeηtuaΙΙίberacίόη que le habrla per370

CON LUCAS, ΟΕ JERUSALEN Α

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mitido rea1izar su proyecto de viajar a Espafia (cf. Rm 15,28). Estc hecho confirma que 1a ίπteηcίόη de Lucas ηο era escribir una biografίa de1 ΑΡόstοl. Pero, teniendo esto ('η cιιenta, es posible 1eer10 (1c υπ modo positivo: e1 caracter inacabado de1 re1ato, lllO esta invitando a sus 1ectores a que escriban e110s mismos su coπtίπuacίόπ en 1<\ historia, a que entren e110s mismos en 1a dinamica de la traπsmίsίόn de1 Evange1io a todos 10s seres humanos? Sin embargo, si se ha estado atento a 1a tematica de 1a obra, sc convendra en que este fina1 esta perfectamente elaborado para quc constituya su verdadera coηcΙusίόη. Lucas ha llegado al termino (1(' su proyecto, Υ nos dej<\ metidos en una imagen fuerte. Estamos ('11 Roma, centro g10rioso de una cίvί1ίΖacίόη que se pretende univers'll. ΑΙΗ e1 emperador se hace venerar como Seiίor Υ piensa que es el amo del mundo. Pues bien, 1a tiltima palabra de1 libro es que aΙΙί, en 1<1 mίsmίsίma Roma, resuena, ('π boca de υη encarcelado sin poder alguno, la afirmacίόπ Ρaradόjίca Υ provocativa de que e1 verdadero Sefior ηο es quien se piensa: e1 verdadero amo del mundo, el qut' hara que llegue e1 reinado universal de Dios, es ίυη tal JesίIs, desconocido profeta judίο, desafortunado pretendiente a 1a realeza, crucificado en Jerusa1en bajo Poncio Pi1ato hace una treintena de afios! CONCLUSION

Al terminar de pasar nuestra mirada sobre 1a geοgrafίa lncana, nos es posible recapitular e1 sentido del recorrido que hemos seguido. 1,,1 geografίa del evange1io, muy simple, nos ha conducido de Jerusalcn (Υ su Temp10) a Jerusalen (Υ su Templo): Jernsalen Υ su Tenlplo, 1ugares santos del judaίsmο, de 10s que los fie1es esperan e1 cιιιηplί­ miento de las Ρrοfecίas mesianicas. Pero Jerusa1en es tambien 1a cίιι­ dad que mata a 10s profetas, a la que sube JesίIs consciente de su dcstino. Jerusa1en, en fin, 1ugar de la crucίfiχίόη Υ de la resurreccίόη (1cl Hijo del hombre, hechos en 10s que, ('η verdad, se hace reaΙίιΙιι1 cιιmp1ida el destino del mundo. La geοgrafίa de 10s Hechos de los ΑΡόsto1es, lllas comp1eja, 110S ha llevado de Jerusa1en a Roma. ΕΙ mensaje de ]a saΙvacίόη Ρrοcι.1­ mado primero ('η Jerusalen por 10s Doce Υ que sirve de base Ρaω Ι" fnndaciιln de lJΠ;:Ι T2:1esia indeσ-cristiana, sale de sn caonllo jιιdίο v avanza por oleadas"'sucesivas: Samarίa, Αηtίοquίa, que" se cόΙ1vίcrι~' en e1 ροlο de una primera evaηgeΙίΖacίόη del mnndo pagano, Asi'I Menor, Grecia, Roma finalmente. ΕΙ caracter cosmopolita de 1<ι c,φί­ tal del imperio permite afirmar que el testimonio cristiano ha lleg,ldo sίmbόιicamente a «todas 1as naciones» (Lc 24,47), dispuesto .1 bri11ar en todo el espacio humano «hasta 10s confιnes de la ticrr,l» (Hch 1,8). De esta forma, el programa anunciado ha 11egado a ser, ('ι) su nuc1eo esencial, nna rea1idad. CH. ι.'(~ \71

9.3. JΕsύs, PROFETA SΕGύΝ LUCAS

Ε

L tercer evangelio* presenta a Jesus como aquel en quien se cumple la figura del profeta del Antiguo Testamento. Εη efecto, mediante cierto nllmero de rasgos caracterίstίcos que el da al relato, le sitlla en una lίnea de continuidad con 10s profetas conocidos de la Biblia Υ le hace aparecer como el punto culminante Υ recapitulador de todas esas figuras. Como Samuel Υ Elίas mas particularmente, segun el relato de Lucas, pero tambien como Jeremίas, Ιsaίas Υ todos 10s profetas, Jesus recibe del cielo la mίsίόη de anunciar a 10s hombres que Dios, fiel a su promesa de dar vida a su pueblo a pesar de su infidelidad, eηνίa a su Μesίas* a instaurar su Reino sobre la tierra. Todo 10 que tiene en comlln con 10s profetas que le precedieron, permite reconocerle en su papel de enviado de Dios, pero tambien permite destacar todo 10 que le diferencia de 10s profetas anteriores a eι Situado al final de todo el1inaje profetico, Jesus aparece ηίtίdameηte como el Profeta, el profeta de 10s ύltimos tiempos, el que teηίa que venir el dίa del juicio de Dios, aquel cuya venida abre a una autentica novedad e inaugura una etapa nueva; pues en el, tanto en 10 que es como en 10 que hace, llega a hacerse realidad todo 10 que la Escritura habίa anunciado por 10s profetas. Es el profeta mesianico esperado por Israel Υ es, al mismo tiempo, el Μesίas salvador prometido por Dios a su pueblo, aquel descendiente dellinaje regio de David cuyo trono sera asί «firme, eternamente», segun el oraculo dado por Dios al rey David mediante el profeta Natan (2 S 7,16). Los primeros caΡίtuΙ0S del evangelio segun Lucas desempefian la fuηcίόη de introducir a 10s lectores en esa cristοl0gίa* de Jesus profeta: Jesus es presentado en primer lugar como un nuevo Samuel, mientras que Μarίa su madre es dibujada segιin el modelo de Ana, la madre de Samuel (1 S 1); se le presenta, luego, como un nuevo Elίas, ο como Eliseo el dίscίΡuΙ0 de Elίas. Los libros de 10s Reyes (1 R 17 a 2 R 2) nos relatan 10s ministerios de estos dos profetas. [vease νοΙ Ι, ρ. 276]. 373

LUCAS -

HECHOS

]Εsύs, NUEVO SAMUEL, Υ ΜΑRίΑ SΕGύΝ ΕΙ MODELO DE ΑΝΑ

Como Samuel, e1 primer profeta de 1a Bib1ia, ]esus viene al mundo como resultado de una ίηterveηcίόη divina que se nos narra en e1 marco de uno de esos re1atos de aηuηcίacίόη de nacimiento con los que esta fami1iarizado cualquier 1ector de1 Antiguo Testamento. Las semejanzas Υ 1as diferencias que e11ector puede estab1ecer entre 10s episodios conocidos Υ e1 re1ato de 1a aηuncίacίόη de1 nacimiento de Jesus hacen que destaque mas la novedad de1 acontecimiento narrado por el Evange1ista: ΑΙ sexto n1es εηνίό Dios εΙ άngeΙ Gabriel α una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, α una virgen desposada con un hοmbι-e llanIlldo /ose, de Ια casa de David; el nOlnbre de Ια virgen era Marla. Υ, entrando, le dijo: «Alegrate, llena de gracia, el Sefίor estά contigo». ΕΙΙα se conturbό por estas palabras Υ se preguntaba que significaria aquel saludo. ΕΙ άngeΙ le dijo: «Νο temas, Marla, porque has hallado gracia delante de Dios; vas α concebir en el seno Υ vas α dat" α luz un hijo α quien pondrάs por nombre ]esUs. Ει serά gran(ie, se le llαmαrά Hijo del Altlsimo Υ el Sefίor Dios le dαrά el trono de David, su padre; reίnαrά sobre Ια casa de /acob por los siglos Υ su reino ηο tendrά fin». Marla ι-eSΡοndίό αΙ άngeΙ: «iCόmο serά esto, puesto que 110 conozco vαrόn?». ΕΙ άngeΙΙe resΡοndίό: «ΕΙ Espiritu Santo νendrά sobre ti Υ εΙ poder del Altisimo te cubrίrά coη su sombra; por eso el que ha de nacer serά santo Υ se le ΙΙα­ mαrά Hijo de Dios. Mira, tanIbien Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez Υ este es Υα εΙ sexto mes de Ια que se decla que era esteril, porque ηο hay nada imposible para Dios». Dijo Marla: «He aqui Ια esclava del Sefίor; hάgαse εη ml segun tu palabra». Υ el άngeΙ, dejάn­ dola, se fue (Lc 1,26-38). Εη ambos casos, nacimiento de Samuel Υ de ]esus, el re1ato pone en escena a una mujer que ηο esta en sίtuacίόη de tener un hijo; pero mientras que Ana, 1a made de Samuel, es esteril (l S 1,2.5), como 10 eran antes que ella 1as mujeΓes de los Patriarcas, SaΓa, Rebeca, Raque1 Υ tambien Isabel la madΓe de ]uan el Bautista (Lc 1,5-25), ΜaΓίa es «una virgen desposada con un hOlllbre llamado ]ose» (Lc 1,27). Ademas Ana, ΡΟΓ propia iniciativa suya, suplica a 1)10S que le conceda un h1Jo, llllentras que Maria recιbe la V1s1ta del angel Gabriel que le anuncia e1 nacimiento de su hijo: «Alegrate, llena de gracia, e1 SeiΊor esta contigo. [... ] Vas a concebir en e1 seno Υ vas a dar a luz un hijo a quien pondras por nombre ]esUs». La reaccίόη de Marla, en forma de pregunta espontanea ante el anuncio -«~Cόmο sera esto, puesto que ηο conozco varόn?»-, subraya perfectamente 10 inaudito de la noticia Υ el caracter sοbreηatuΓaΙ del

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JESUS, PROFETA SΕGύΝ LUCAS

acontecimiento, cuya naturaIeza Ie reveIa, entonces, el angel: «ΕΙ ser"ί grande, se Ie llamara Hijo del Altίsimo Υ el Sefior Dios le dara el trono de David, su padre; reinara sobre Ia casa de Jacob por 10s sig10s Υ su reino ηο tendra fin». Εn este anuncio, que incide iguaImente sobre la identidad de1 nίηο que va a nacer, Marla oye paIabras que Ie habIan a su memoria de hija de Israel, que son como un eco preciso de Ia promesa que se Ie hizo al rey David (2 S 7,11-14). [νease νοl. Ι, ρ. 214]. ΕΙ angeIIe hace comprender, asl, que e1 hijo que va a concebir sera aque1 Hijo de David prometido por Dios para veIar por siempre sobre su puebIo. REFERENCIA

MARiA ΕΝ Donde mas aparece MarIa es οη los Evangelistas Lucas Υ Mateo, en el marco de los relatos de la infancia de Jesus: en Lucas, en la Anuηcίacίόη (Lc 1,26-38), en la Vίsitacίόη (Lc 1,41-56), en el episodio de la Ρreseηtacίόη en el Templo (Lc 2,3351); en Mateo, aparece cltada en la genealogia como esposa de Jose (Mt 1, 16-18) , en la huida a Egipto (Mt 2,13-20), θη la νisita de 10s magos (Mt 2,11) Υ θη el cuadro que evoca la familia de Jesus (Mt 13,55). Donde menos aparece θΒ οη Marcos, ya que sόΙ0 Ια cIta en esa misma eνοcacίόη, que tambien 131 hace, de la familia de Jesus (Mc 3,31; 6,3). EnJuan, se la presenta θη la boda de Cana ση 2,1-5) Υ al pie de la cruz ση 19,25). Εη todos estos textos se la designa sea ροτ su nombre, Μarίa, sea ροτ su fuηcίόη de «madre de JesUs». Εη el Apocalipsis, aunque ηο θΒ designada directamente, esta muy presente bajo la imagen de la mujer aureolada de sol, con la luna bajo sus ρίθΒ Υ coronada de Doce estrellas (Αρ 12,1) que da a luz a un hijo νarόη (12,5) Υ escapa de las garras del Dragόη (Αρ 12,5.13-16). Lucas Υ Mateo evocan a MarIa esenclalmente como madre del Μesίas. el MesIas daνidico prometido a Israel. Α este titulo νίθηθ a lnscribirse en el extenso linaje de las mujeres de Israel a quienes Dios cοηcediό concebir un hijo para la saΙνacίόη de su puebl0. Εη ella νienen a cumplirse, 19ualmente, 10s oraculos de 10s profetas que habίaη anunclado la venida de un descendiente de Daνid (θη cοηtίηuacίόη con 2 S 7,8-16), subrayando

LA BIBLIA el papel de la madre del hijo real, «lα ql10 dara a luz» (Μί 5,2). ΕΙ profeta IsaIas ρΟ! lιιι parte, aηuηcίό que «la joven» concebirlι 1111 hijo cuyo nombre sera Emmanuel, «Dio" con nosotros» (Is 7,14). Εη un oracιιlo
LUCAS -

HECHOS

Como Ana (l S 1,11), Μarίa se llama a sί misma la «esclava (sierva) del Sefior», Υ acepta que se realice en el1a la voluntad de Dios. Tambien como Ana, Μarίa expresa en un canto de accίόη de gracias la ίηterveηcίόη de Dios en su historia: el Magnificat que ella formula en su visita a su prima Isabel recuerda desde muchos puntos de vista el canto de Ana. He aquί el texto del Magnificat (con 10s pasajes paralelos del canto de Ana): Magnificat (Lc 1,46-55)

Cίίntίco

Alaba mi alma Ια grandeza del Sefιor Υ mi eSΡίrίtu se alegra en Dios rni saIvador porque ha puesto los ojos en Ια pequenez de su esclava. Por eso desde ahora todas Ias generaciones me ΙΙαmαrάn bienaventurada, porque eI Poderoso ha hecho en η1ί favor cosαs grandes. Santo es su nombre, Υ su misericordia alcanza de generacίόn en generαcίόn α los que le temen. DeSΡΙegό Ια fuerza de su brαzo, dίSΡersό α los de corαΖόn αltaιlero. Derrίbό α Ios potentados de sus tronos Υ eχαΙtό α Ios humildes. Α los hαmbrientos coΙmό de bienes Υ deSΡίdίό α los ricos coη Ias manos ναcίαs. Αcogίό α IsraeI, su siervo, αcordάndοse de Ια misericordia, como hαbία anunciαdo α nuestros padres, en ΙανΟΓ de Αbrαhάn Υ de su linαje por los siglos.

Μί corαΖόn exuIta

de Ana (l S 2,1-10)

en eI SENOR [...] rni fuerza se αΡΟΥα en Dios, [... ]

ΕΙ arco

de Ios fuertes se ha quebrado [...]

Los hartos se contrαtαn por pan, los haιnbrientos dejαn su trabajo[... ] Es el SENOR quien enriquece Υ despojα, quien αbate Υ ensalza [... ]

Las correspondencias entre 10s dos textos son significativas: celebra la accίόη presente de Dios en su favor repitiendo las hazafias que hizo en el pasado, las mismas que ya celebraba Ana. Se sίtύa asl en continuidad con la presencia de Dios a su pueblo: presencia de un Dios poderoso que «deSΡΙegό la fuerza de su brazo, disΡersό a 10s de coraΖόη altanero» Υ «derrίbό a 10s potentados de sus Μarίa

JESUS, PROFETA SΕGύΝ LUCAS

tronOS»; a1 mismo tiempo, presencia de ιιη Dios misericordioso que «acogίό a Israel, su sierνo, acordandose de 1a misericordia» Υ «so misericordia alcanza de geηeracίόη en geηeracίόη a 10s que le temen». ΕΙ Dios de Israel que ha interνenido en la historia de Marla, como en la de Ana, es ιιη Dios fiel. Εη Marla se cumple el destino de 1as sierνas de Israel, aquellas mediante las cuaIes se hace reaIidad cl pIan de sa1νacίόη de Dios para su puebIo. ΕΙ paraIeIo entre SamueI Υ Jesιis prosigue mas alla de estos cantos. Ιο mismo que Samue1 fue presentado por su madre al sacerdote Elί para ser consagrado al Seftor, conforme aI νoto formuIado por Ana antes de darlo a luz, asl tambien Jesιis, en conformidad con 10s ritos de Ia ley mosaica, es lleνado a Jerusa1en por sus padres para ser presentado Υ consagrado al Seftor (Lc 2,22-38). Como Samuel, en fin, Jesιis νa creciendo en estatura Υ en sabidurla. Son de notar Jos sumarios semejantes que describen el crecimiento de ambos ninos: «En cuanto al ηίπο Samuel, iba creciendo Υ haciendose grato tan10 a Yahνe como a 10s hombres» (l S 2,26). «ΕΙ ηίπο crecla Υ se fortalecla, llenandose de sabidurla» (Lc 2,40). De esta forma, al hilo de 10s dos primeros capItulos de su eνan­ gelio, Lucas informa al lector de la identidad de Jesιis; 1e inνita .1 reconocer en el al Meslas, hijo de Daνid, Hijo de Dios, pero tambien Mesias profeta, νenido a reνelar a los hombres de parte de Dios la buena noticia de 1a saΙνacίόη. Εη el Antiguo Testamento, e1 profet.1 Samue1 es aquel a quien Dios escogίό para ungir a1 primer Μesίas­ rey (Saιil Υ, 1uego, Daνid). ΕΙ relato de Lucas sugiere que Jesιis cs simultaneamente profeta como Samuel Υ Mesias-rey descendientc de Daνid. Ιο inaudito de su nacimiento abre ιιη futuro nueνo a Iί1S figuras del Antiguo Testalnento, a las que ellleνa a su cumplimiento. Lucas establece asl las bases de su cristologIa: la coηtίηuacίόη del relato mostrara en que Υ cόmο Jesιis es Mesias Υ profeta, confornlc a 10 que hablan anunciado las Escrituras.

r----------------J~ ΡΡ..ΕSΕΝΤΛcιόΝ DE SJHV!ιTET, ΕΝ ει ΤΕΜΡΙΟ

La Ρresentacίόn de Tesus en e1 Temp10 por sus padres (Lc 2,::!2-38) esta inspirada en 1a de1 joven Samue1: Cuando 10 hubo destetado {a1 ηΗϊο}, 10 consigo, llevando ademiίs un novill0 de tres aiios, una medida de harina Υ un odre de vino, e hizo entrar en 1a casa de

subiό

Yahve, en Si1ό, a1 niiίo todavia muy poquofIo. Inmo1aron ~I noviJJo r llevaron eJ niflo tt ε/l. Ella dijo: ((Oyeme, senor. Ροτ tu vida, seffor; Υσ soy 1a mujer que estuvo aqui junto θ tl, onIn do a Yahve. Este niiio pedia ΥΟ Υ Yah~ rno hII concedido Ja Ρeticiόn que Je hlCe. Μοτιι 50 /0 ofrezco a Ycιhve ροτ todos 10s dias do su vidII; estiί ofrecido a Yahve (1 S 1,24-28).

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HECHOS

JΕsύs, NUEVO ELfAS La asοcίacίόη coη 1a figura de1 profeta Samue1 ηο era capaz, por sl sola, de expresar en que Υ cόmο Jesus es e1 MesIas-profeta segun 1as Escrituras: e1 re1ato lucano* seguira e1aborando su cristologIa haciendo otras asociaciones con grandes figuras del Antiguo Testamento. Εη 10s medios judios contemporaneos al Nueνo Testamento se esperaba el retorno del profeta Elίas, arrebatado al cielo en υη torbellino mientras que su discIpulo Eliseo recibla su espiritu (2 R 2,1115): ese retorno debla ser el signo de la llegada de1 Dia de1 Juicio: «Voya enνiaros al profeta Elίas antes de que llegue el Dia de Yahνe, grande Υ terrible» (ΜΙ 3,23). La figura de Juan el Bautista correspondIa, desde muchos puntos de νista, a ese pape1 de profeta precursor de la νenida de1 Meslas, Υ la tradίcίόη sίηόΡtίca atestigua 1a existencia de esa ίdeηtίficacίόη de Juan el Bautista Υ Elίas. Como Marcos Υ Mateo, tambien Lucas eνoca esa asοcίacίόη (Lc 1,17; 1,76 Υ 7,27), pero a1 contrario que ellos 1a desarrolla muy poco, pues 1a uti1iza mucho mas para i1uminar su retrato de Jesus, e1 Mesias-profeta, νenido como nueνo Elias a inaugurar 10s ίιltimos tiempos, 10s tiempos de la νenida de1 reinado de Dios. Es el mismo Jesus, en su Ρredίcacίόη en Nazaret, quien hace la asοcίacίόη entre su ministerio Υ 10s de Elias Υ E1iseo: Os digo de verdad: Muchas viudas habia en Israel en los dias de Elias, cuando se cerrό el cielo por tres afιos Υ seis meses Υ hubo gran hambre en todo el pais; Υ α ninguna de ellas fue enviado Elias, sino α una mujer viuda de Sarepta de Sίdόn. Υ muchos leprosos habla en Israel en tiempos del profeta Eliseo, Υ ninguno de ellos fue purificado sino Νααmάn, el sirio» (Lc 4,25-27).

Jesus hace referencia, de ese modo, a 10s ministerios de 10s dos profetas para exp1icar a 10s habitantes de Nazaret 1a natura1eza de su propio ministerio: como Elίas Υ E1iseo, tambien el debe socorrer a las 'T~η(1~,; )' ':"H!'~!' ~!1f~rnΊo~: !:1Πlbien. ccmo e!!cs, esen,r12da fuer~ de S~ patria. Es importante notar que, (οη ello, confirma a la νez su estatuto de profeta, haciendose cargo de e1 Υ asumiendo su carga Υ sus pe1igros (pues aunque Jesus ηο hace ninguna aΙusίόη directa a ello, su auditorio ηο ignora que Elias Υ E1iseo, como muchos otros profetas, fueron rechazados Υ perseguidos por 10s hijos de Israe1 a quienes habian sido enνiados; esa misma suerte correra JesUs).

JESUS, PROFETA SΕGύΝ LUCAS

Ademas, el ministerio de Jesus en Galilea incluye episodios qιιι' hacen eco a 10s relatos de curaciones que se cuentan en 10s libros ι1ι' 10s Reyes, en 10s capitulos que consagran al profeta Elίas Υ a su discipul0 Eliseo (Ι R 17 a 2 R 10). Asi pues, ellector se νe const,lntcmente remitido a recordar el sentido del ministerio de Jeslls, tal Υ como el mismo se 10 habia expuesto a 10s habitantes de Nazarct haciendo referencia a las figuras de 10s profetas Elίas Υ Eliseo. Asi !
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HECHOS

perspectiva de 1a llegada de1 reinado de Dios: ese reinado de Dios, que 10s profetas, como Elίas Υ E1iseo, habίaη anunciado Υ que e1 retorno de1 profeta Elίas debίa inaugurar segun 1a Ρrofecίa de1 profeta Μa1aquίas, se cump1e ahora en Jesus «nuevo Elίas». JΕsύs, MAESTRO DE ORACION

Nuevo Samuel, nuevo Elίas, Jesus es e1 Μesίas davίdico, e1 profeta de 10s u1timos tiempos, prometido por Dios a su pueb10. Mediante estas referencias a las grandes figuras de1 Antiguo Testamento, Lucas ayuda a sus 1ectores a reconocer en Jesus e1 cump1imiento* de 1as promesas de Dios Υ 1e invita a acoger1e como Aque1 a quien esperaba Israel, a ejemplo de 10 que hicieron 1as gentes de Νaίη (<< υη gran profeta ha surgido entre nosotros»; Lc 7,16), Υ a ejemp10 de Pedro en Cesarea cuando coηfesό a Jesus como «e1 Cristo de Dios» (Lc 9,20). Recibir de esa forma a Jesus, es v01verse simu1t
JESUS, PROFETA SΕGύΝ LUCAS

ejemplo en el oraculo que el profeta Natan hace al rey Daνid, cuando Dios dice, a ΡrΟΡόsίtο del descendiente que le promete: «Υο sere para el padre Υ el sera para ml hijo» (2 S 7,14). Este eco del Antiguo Testamento subraya de nueνo el cumplimiento de las Escrituras: en Jesus se realiza plenamente la reΙacίόη que une a Dios, el Padre amante, Υ a su Hijo. Ιο que sl puede parecer nueνo es el adjetiνo posesiνo «nuestro», aunque en el Salmo 89, por ejemplo, el salmista hace decir a Dios a ρroρόsίtο de Israel: «Ει me inνocara: "iPadre mlo, mi Dios..."» (Sal 89,27), Υ aunque el profeta Oseas denuncia en la ingratitud de Israel para con Dios la ingratitud de υη hijo para con su padre (Os 11, Ι ). Mas que una simple metafora es, de hecho, υη punto esencial de la ensefianza de Jesus 10 que se subraya con esa palabra: el Dios que Jesus ha νenido a reνelar ηο es sόΙο su Padre, sino tambien el Padre de todos los seres humanos que en adelante pueden dirigirse a Ει como νerdaderos hijos suyos. La οracίόη que Jesus les ensefia, respondiendo a la Ρetίcίόη que le han hecho «5efior, ensefianos a orar» (Lc 11,1), expresa en primer lugar Υ con fuerza el caracter esenci
6,9-13

Padre, santijicado sea tu Nombre,

Padre nuestro que estas en los cielos, santijicado sea tu Nombre;

venga tu Reino,

venga tu Reino; hagase tu Voluntad asl en la tierra como en el cielo.

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HECHOS

danos cada dia nuestro pan cotidiano,

Danos hoy nuestro pan cotidiano.

Υ Ρerdόnanοs

nuestros pecados, porque tambien nosotros perdonamos a tooo el que nos debe,

Ρerdόnanοs

Υ

Υ no nos dejes caer en tentacίόn, mas lίbranos del mal.

no nos dejes caer en

tentaL"iόn.

nuestras deudas, como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.

Si el Nombre de Dios debe ser «santificado», segun el deseo formulado por la οraciόη, es porque Israel, con el transcurso de los siglos, le ha profanado con sus infidelidades (Ιν 22,32; Is 52,5-6; ΕΖ 36,20-21). Mediante la iηstauraciόη de su Reino, Dios restablecera la soberanla de su Nombre; al pronunciar esta palabra, 10 mismo que el segundo deseo «Venga tιι Reino», el creyente expresa su deseo de νiνir cada νez mas plenamente de esa νida del Reino que recibe de Dios Υ que se ha inaugurado en Jesucristo. Las tres peticiones esquematizan el tipo de νida que debe lleνar el creyente, νuelto hacia Dios, para significar la economla nueνa del Reino: tener confianza en la solicitιιd de Dios Υ depender de ΕΙ en todas las cosas de su νida (<
EL PADRENUESTRO La Didaje θΒ un manual catequetico, 1iturgico Υ disciplinar del siglo ι, redactado probablemente en Siria. Despues de ΒθίΒ capitulos consagrados a la ensefιanza de las dos vias, νίθηθ una parte litύ.rgica (capitulos 7-10) θη la que esta la οracίόn del Padrenuestro. ΕΙ texto es muy semejante al de Mt 6,9-13, pero las diferencias son suficientes para atestiguar que procede de otra tradicίόn: Tampoco oreis como 10s hiΡόcritas; ροτ e1 contrario, orad asi, como mandό e1 Seίi.or θΩ su Evange1io: Padre nuestro, que estas en 10s cie10s,

3Η2

DE LA DIDAjE

santificado sea tu nombre, venga tu reino, hagase tu vo1untad en 1a tierra como en e1 cie10. Danos hoy nuestro pan de cada dia Υ Ρerdόnanοsnuestras ofensas como n050tr05 perdonam05 a 105 que n05 ofenden, Υ no nos dejes caer en 1a tentaciόn, mas 1ibranos de1 Ma1igno. Porque tuyo es e1 poder Υ 1a gloria ροτ 10s sig1os. (Didaje 8,2;

trad. de Juan Jose Ayan)

JESUS, PROFETA SΕGύΝ LUCAS

por la solicitud diνina: para esto, pide a Dios que aleje de ellas situaciones que pueden poner en peligro la fe. La fοrmulacίόη de est.l ιiltima Ρetίcίόη (<<ηο nos dejes caer en la teηtacίόη») puede suscitar algunas reticencias: hay que tener claro que ηο presupone la imagen de υη Dios que indujera a la teηtacίόη, pues esta es una imagen ajena a la Biblia. Εη efecto, en la Biblia Dios es siempre el Dios que salνa a su pueblo de las «pruebas» (este es, efectiνamente, el sentido literal de la palabra griega que se suele traducir por «tentaciones») que pueden alejarle de ΕΙ; la experiencia del desierto que ΙΙeνό a Israel a «murmurar» contra su Dios despues de haber salido de Egipto, es υη buen ejemplo de ello. Αsί pues, es en este contexto νeterotest.l­ mentario en el que hay que entender esta Ρetίcίόη; ηο expresa temoι' a υη Dios cruel, sino conciencia de la fragilidad de la fe humana que puede tambalearse en la prueba; expresa, sobre todo, la confianza en la paciente misericordia de Dios que siempre acude en ayuda de quien le inνoca. Para explicitar este sentido, Υ argumentando con Ιι existencia de un modo causatiνo en el sistema νerbal hebraico (sin equiνalente en griego), algunos han propuesto esta traduccίόη: «Haz que ηο nos νeamos sometidos a la teηtacίόη», que generalmente se juzga mas satisfactoria desde el punto de νista teοlόgico.

DOCUMENTO

LA

ΟΜαόΝ JUDίA DEL QADDlSH

Εη la cοleccίόn de oraciones cotidianas judias, el Sjdur, una de las mas conocidas es el Qaddish, que se recitaba al final de cada parte de la οracίόn comunitaria. Esta en el origen de Padrenuestro pronunciado por Jesus en 10s evangelios segun Lucas Υ Mateo. Νόtese que el judaismo sό­ 10 se dirigia a Dios invocando su <
sa

co~ m~cha

no".red3.d 13. fe -en '!.1n

infinitamente tierno

Υ

Ω!σ~

rnisericordioso.

Que sea engrandecjdo Υ santj[jcado su gran Nombre en el mundo que ha creado segun su voluntad; Υ que establezca su reino en vjda vuestra Υ en vuestros dias Υ en vjda de toda la casa de lsrael, pronto Υ en un tjempo cercano. Υ decjd: Amen.

Que su gran Nombre sea bendIIo ριιιtι sjempre Υ de eIernjdad en eIernjdad. Que sea bendjto Υ celebrado. gl0rifiι:ι1 do Υ exaltado, elevado Υ honrado. magnifiαl do Υ §11abado, el Nombre del SanIo, berιdiIo sea. ΕΙ, que esta ροτ encjma de Ioda bendi cjόn Υ de Iodo canIjco, de toda alabanztJ Υ (to toda cοnsοlacjόn que se profieren οη οΙ mundo. Υ decjd: Amen. Que las oracjones Υ suplicas de Iodo Israel seaI! '1cogidas ροτ 191 Nombre qtle e!i'M en 10s cjelos. Υ decid: Amen. Que la plenitud de la paz ΙΙ05 (venga) do 105 cielos, asl como la vida, para nosoIIΌs Υ para todo lsrael. Υ decid: Amen. Que el que estabΙecίό la paz en las lιl/ιι ras,la establezca sobre nosotros Υ sobre todo lsrael. Υ decjd: Amen. (segun la trad. de Sch. Βοη Chorin)

LUCAS -

HECHOS

Ει ESPIRITU SANTO SOBRE JΕsύS Υ SOBRE ΙΑ IGLESIA

Jesus en Nazaret Εη 10s dos prlmeros capitulos de su evangelio, Lucas apela ampliamente a la memorla biblica de sus lectores para que comprendan que en Jesιis de Nazaret ha venido el Mesias daVldico esperado por Israel, el profeta de 10s ιiltimos tiempos. Ahora bien, en el Antlguo Testamento el Meslas, es declr «el ungido», designa al rey que recibe la uηcίόη, signo de que la mίsiόη le viene de Dios: despues de derramar el frasco de aceite sobre la cabeza de Saιil, Samuelle dice: «lNo es Yahve quien te ha ungido como caudillo de su heredad?» (1 S 10,1). ΕΙ profeta, a su vez, proclama que el Espiritu del Sef10r esta con el: «Υ ahora el Sef10r Yahve me enVla con su Espiritu» (Is 48,16). Sin embargo, el termino «ungido» parece aplicarse por igual al profeta en el texto de Isaias (61,12) que ΙeΥό Jesιis en la sinagoga* de Nazaret [vcase νοΙ Ι, ρ. 347]: Vino α Nazaret, donde se habia criado, entrό, segun su costumbre, en Ιa sinagoga el dia de sάbαdο, Υ se 1eναntό para hacer 1α 1ectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaias, desenrοlΙό el vo1umen Υ hαΙΙό el pasaje donde estaba escrito: ΕΙ Espiritu del Senor sobre mi, porque me ha ungido para anunciar α 105 pobres 1α Buena Nueva, me ha enviado α proc1amar 1α 1ίberαcίόn α 105 cautivos Υ 1α vista α los ciegos, para dar 1α 1ibertad α 105 oprimidos Υ proc1amar un ano de gracia de! Senor. ΕnrοlΙό el vo1umen, 10 deνο!νίό a1 ministro Υ se sentό. En 1α sinagoga todos 105 ojos estaban fijos en ει. CοmenΖό, pues, α decir1es: «Esta Escritura que αcabάίs de oir se ha cump1ido hoy» (Lc 4,16-21). Ellector comprende que esta cita se ap1ica a Jesils, sobre quien e1 EspIritu Santo desceηdiό en su bautismo mientras que una νΟΖ venida de1 cie10 1e designaba como «mi hijo», «engendrado hoy» (Lc 3,22). Lv diccn cxplicitcilTH.:i1tc lds Pd1dl.Jid-,> LJ.ut: ίt:~ίt~ Jili~t: d tuJu~ 10s que en la sinagoga «tenlan 10s ojos fijos en el»: «Esta Escrltura que acabais de olr se ha cumplido hoy» (4,21). ΕΙ mismo Jesus se reconoce, en adelante, investido de1 Espiritu Santo para llevar a buen termino 1a reaΙίΖacίόη del plan de saΙνacίόη de Oios: la mίsίόη que se le confia hace llegar el cumplimiento de las promesas de Dios a su pueblo. 384

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Este eplsodio de la Ρredίcacίόη de ]esus en Nazaret, que lnlcla el mlnlsterlo de ]esus en Galilea, es, por tanto, υη momento lmportante del relato lucano: a la vez que nos comunlca, Υ en primer lugar, el sentido de la mίsίόη de ]esus, a saber el cumplimiento de la promesa de Ιίberacίόη de 10s pobres Υ oprimidos, revlste ademas υη valor «programatico», proporcionando allector una clave de interΡretacίόη de todos 10s episodios que seguiran Υ anticipando desde ese momento del relato el caracter profetico del mlnlsterlo de ]esίIs. Εη 10s capitulos siguientes, en efecto, ]esus expulsa demonios, cura enfermos, resucita al hijo de la vluda de Naln, perdona 10s pecados, «da vlsta a muchos clegos» (Lc 7,21) Υ, a1 responder a 10s envlados por ]uan el Bautista que le preguntan sl es el quien tenla que venir, es declr el Meslas, retoma 10s termlnos de la clta de Isaias para subrayar que todo eso se esta cumpliendo (οη su mίsίόη. Ιο que los profetas hablan anunclado de parte de Dios se cumple en ]esίIs. Ροτ 10 demas, en la coηtίηuacίόη del texto (Lc 4,25-27), el mismo ]esus compara su mlnlsterlo al de 10s profetas Elias Υ Eliseo, retomando asl ροτ su propia cuenta la ίdeηtίficacίόη que habla hecho el narrador Lucas desde los prlmeros capitulos de su evangelio. ΕΙ mensaje de saΙvacίόη que Dios entrega a 10s hombres ροτ sus profetas Υ su Mesias es υn mensaje de Ιίberacίόη que conclerne a todos los seres humanos, pero que ηο slempre es bien recibido: «Εη verdad os digo que ningun profeta es bien recibido en su patria» (Lc 4,24). Basandose en el pasado de Israel Υ en la ma1aventurada suerte qtle sufrieron sus profetas, ]esus pronuncia con esas palabras una profecla que ηο tarda en verificarse a su costa: «ΑΙ οίτ estas cosas, todos 10s de la sinagoga se llenaron de ira Υ, levantandose, le arrojaron fuera de la citldad Υ le llevaron a una altura escarpada del monte, sobre e1 ctlal estaba edificada su ciudad, para despenarle» (Lc 4,2R29). Es como si 10s habitantes de Nazaret πο hubieran soportado 110 ser 10s ίInlcos destinatarios del mlnisterlo de Jesus, que, sln embargo, ahi estaba con ellos «donde se habia criado» (Lc 4,16). Se puedel1 comprender en este sentido esas palabras oscuras con las que ]esus parece bruscamente hacerles υπ reproche. Ellos querrian decirll': «Medico, cίIrate a ti mismo» (Lc 4,23), es declr «cura a los tuyos» Υ, de esa forma, ~uardarle para ellos solos; pero ηο es ese el sentido til' la mίsίόη de ]esίIs. Ιο que se mantiene como esencia1 para 1a contίnuaciόn de1 reI.Ito, es saber que todo 10 que hara ]esίIs, en el marco de su ministerio, es fruto de1 Espiritu del Senor: la uηciόη que le coηsagrό le ha puesto aparte para liberar a todos 10s pobres, cautlvos Υ oprimidos, ι'η conformidad con la profecIa de Isalas. Todos 10s relatos de curaci6n que vendran a coηtίηuacίόη en el relato de Lucas deberan comprell.Η!.

LUCAS - HECHOS

derse como maηίfestacίόη del ΕSΡίrίtu de Dios Υ como reaΙίΖacίόη hecha por Jesus de la Ιίberacίόη prometida. Pentecostes Ιο mismo que el ΕSΡίrίtu Santo desceηdίό sobre Jesus en su bautismo para investirle de su mίsίόη de saΙvacίόη en medio de 10s hombres, asί tambien viene sobre 10s ΑΡόstοles, reunidos en Jerusalen en Pentecostes, en conformidad con la promesa que Jesus les hizo en el momento de su asceηsίόη, al confiarles su mίsίόη: «Vosotros recibireis una fuerza, cuando el ΕSΡίrίtu Santo venga sobre vosotros, Υ de este modo sereis mis testigos en Jerusalen, en toda Judea Υ Samarίa, Υ hasta 10s confines de la tierra» (Hch 1,8). La continuidad que asί queda establecida por la venida del ΕSΡίrίtu Santo sobre 10s que Dios ha elegido para ser sus enviados, es esencial a la coηstίtucίόη de la primera comunidad cristiana. Es exactamente el mismo ΕSΡίrίtu de Dios el que anima, para una misma mίsίόη de saΙvacίόη, a 10s profetas del Antiguo Testamento en el ejercicio de su ministerio, a Jesus en su mίsίόη en Galilea Υ en Jerusalen, Υ a 10s ΑΡόstοles. Por otra parte, la artίcuΙacίόη entre las dos entregas de la obra lucana subraya la ροsίcίόη llnica de Jesus en el desarrollo de la historia de la salvacίόη: es en el en quien se recapitula Υ alcanza su pleno cumplimiento el ministerio de todos 10s profetas del Antiguo Testamento, Υ es en el en quien se eηraίΖa el ministerio de aquellos a quienes pide que sean sus «testigos». ΕΙ capίtul0 2 de 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles nos narra este acontecimiento de la venida del ΕSΡίrίtu Santo, que instituye a 10s Doce ΑΡόstοles de Jesus como representantes de la primera comunidad cristiana:

Alllegar el dία de Pentecostes, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa rάfαgα de viento, que ΙΙenό toda Ια casa en Ια que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron Υ se posaron sobre cada uno de ellos; se llenaron todos de ΕSΡίrίtu Santo Υ se pusieron α hablar en diversas lenguas, segun el ΕSΡίrίtu les concedία expresarse. Resίdίαn en /erusalen hombres piadosos, venidos de todas ias naciones que hay bajo el cieio. Αϊ producirse aquei rUldo ία gente se congregό Υ se ΙΙenό de estupor, porque cada uno les οία hablar en su propia lengua. Estupefactos Υ admirados decίαn: «iEs que no son galileos todos estos que estάn hablando? Pues icόmο cada uno de nosotros les οίmοs en nuestra propia lengua nativa: Partos, medos Υ elamitas; los que habitamos en Mesopotamia, /udea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, Ια parte de Libia fronteriza con Cirene; los ro386

JESUS, PROFETA SΕGύΝ LUCAS

manos residentes aquί, tanto judίσs como prose1itos, cretenses Υ άrabes, 1es σίmσs proc1amar en nuestras 1enguas 1as maravillas de Dios?». Todos estaban estupefactos Υ perp1ejos Υ se decίan unos α otros: «dQlJC; significa esto?». Otros, en cambio, decίan riendose: i(jΕstάn llenos dc' mosto!» (Hch 2,1-13). ΕΙ viento Υ el fuego son imagenes conocidas del Antiguo Test,tmento en las escenas de teofania, donde Dios manifiesta su presencia (l R 19,11; Is 66,15; Sal 50,3). Acompafίan, por tanto, la venid<1 del Espiritu de Dios, que llena a cada υηο de 10s ΑΡόstοles, c<1pacitandoles para iiProclamar las maravillas de Dios» (Hch 2,11) Υ profetizar, tambien ellos, haciendose comprender de todos. ΕΙ don tle lenguas es una respuesta a la coηfusίόη de Babel (Gn 11,1-9) [vease νοΙ Ι, ρ. 74]. Υ en efecto, es al Espiritu al que Pedro atribuye el acontecimiento que acaba de producirse, segun la profecIa del profet,t Joel013,1-5): Sucederά en 10s u1timos dίas, dice Dios: derramare mi ΕSΡίrίtu sobre todo morta1, Υ ΡrσfetίΖarάn vuestros hijos Υ vuestras hijas... (Hch 2,17). Esa fuerza, recibida del Espiritu Santo, es precisamente la qlle inspira a Pedro υη amplio discurso (Hch 2,14-36) en el que ρrocΙι­ ma con segllridad la Resurreccίόη de Cristo: iiSepa, pues, con certcza todo Israel que Dios ha constituido Sefίor Υ Cristo a ese Jesus ,1 quien vosotros habeis crucificado» (Hch 2,36); muestra tambien que eso ya habla sido anunciado por la Escritura, pues el mίSΠ10 David 10 habia profetizado. Finalmente, el sumario que cierra el capitul0 2 describe la vid<1 Υ el crecimiento de la primera comunidad cristiana asl fundada por 1,1 venida del Espiritu; notemos de paso que 10s signos Υ prodigios reaDOCUMf:N'I'( ) PENTECOSrt:S ΕΝ EL JUDAiSMO ANTIGUO Juntamente con la Pascua Υ la fiesta de las Tiendas, la fiesta de las Semanas (ο Pentecostes) formaba parte de las fiestas de Ρeregrίηacίόη. Primitivamente eran fiestas agricolas que jalonaban el ritmo de las cosechas: en efecto, Pentecostes tenίa lugar siete semanas (50 dίas) despues de la siega de las primeras espigas de cebada que seftalaba el comienzo de las recolecciones de Pascua; era el momento del fin de la cosecha del trigo (de ahi su otro nombre de iifiesta de la

Cosecha»). Estaba prescrito ofrecer dot panes de harina cocidos con levadura (Ιν 23,27). Como a las demas fiestas. tambi6n. esta se la viηcuΙό, despues, con la hiItori. de la salvacίόη Υ se cοηvirtίό οη la «Ιί.ιΙ. de la Alianza» para conmemorar οΙ don d. la Tora* en el sinaί. Seftalaba, entoncet, 1. fiηaιiΖacίόn del caminar de Israel ροτ .1 desierto, el momento en que, al recibir Υ aceptar la Tora, se cοηvirtίό realmente οη .1 puebl0 de la Alianza.

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1izados por 10s ΑΡόst01es son una coηfirmacίόη mas de1 cumplimiento de 1a profecIa de ]oe1 citada por Pedro:

Se mantenlan constantes en Ια ensefianza de los αΡόstοΙes, en Ια en Ια !rαccίόn del ραη Υ en las oraciones. Pero el temor se apoderaba de todos, pues los αΡόstοΙes realizaban muchos prodigios Υ signos. Todos los creyentes estaban de acuerdo Υ tenlan todo en comun; vendian sus posesiones Υ sus bienes Υ Ιο repartian entre todos, segun Ια necesidad de cada uno. Acudian diariamente αΙ Templo coη perseverancia Υ coη un mismo espiritu, partian el ραη en las cαsas Υ tomaban el alimento coη alegria Υ sencillez de corαΖόn, alabando α Dios Υ gozando de Ια simpatia d.e todo el pueblo. Por Ιο demάs, el Sefior agregaba αΙ grupo α los que cαda dia se iban salvando (Hch 2,42-47). comunίόn,

La tradίcίόη de 1a Ig1esia ha dado siempre una importancia particu1ar a este sumario; representa, en efecto, 10 que fuηdameηtό Υ sigue fundamentando 1a νida de toda comunidad cristiana. La 1iturgia pascua1 proc1ama este texto, asociando, a ejemp10 de 10s ΑΡόstο­ 1es, 1a ensefianza de 1a Pa1abra Υ 1a fraccίόη de1 pan, mientras 1a comunidad se entrega a dar testimonio de una νida fraterna Υ s01idaria. σΕ

9.4. RETRASO DEL RETORNO DE JΕsύs Υ ETICA LUCANA

Ν

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es Lucas el ιinico autor del Nuevo Testamento que tοmό conciencia de que la maηίfestacίόη gloriosa del Resucitado ηο se produciria en el espacio de dos ο tres generaciones. Pero, lque consecuencias sacό de ello? Εη primer lugar, que hay quc dar su importancia al tiempo de la dίfusίόη de la palabra de Dios entre las naciones*. Luego, que hay que profundizar en la ensefianza de Jesιis para extraer de ella indicaciones sobre la manera de vivir -en la duracίόη- la ορcίόη de ser discipulo. Los Hechos hablan del cristianismo como de «el Camino» (9,2; 19,9.23; 22,4; 24,14.22) Υ ηο parece ser una simple abreviatura de la eΧΡresίόη «el camino del Sefior» (18,25). Como en Qumran*, «Camino» parece designar en Lucas la manera de vivir de υη nuevo grupo religioso. Este sentido de la duracίόη -«jAh, que cotidiana es la vida... !», escrίbίό el poeta Jules Laforgue- se observa en las matizaciones de Lucas respecto a Marcos Υ Mateo, aun en pasajes que ηο tocan directamente temas morales: «Si alguno quiere venir en pos de ml, nieguese a sl mismo, tome su cruz cada dia, Υ sigame» (Lc 9,23). Εn Ιι Ρetίcίόη del Padrenuestro sobre el pan, la forma verbal Υ la preposicίόη que emplea Lucas (como buen escritor en griego) significan · 1nlente: «KeIleranus ~ '. ,J J ,. ; r τ "~ τ -Ι J C1 011 ι.α (1 U1a» ~ u. Ll. 11,J). Ld !yilldUU ,ι 1ltera de las diez minas ο talentos (una moneda antigua) la dirige a quienes piensan -equivocadamente- que el Reino de Dios va a aparecer «de un momento a otro» (Lc 19,11). Es verdad que Lucas ηο bοrrίΙ la perspectiva de la aΡarίcίόη de Jesιis en gloria (Hch 1,11). Pero llevar el testimonio «hasta ]os confines de la tierra» (Hch 1,8) suponc duracίόη temporal. ΕΙ evangelio* de Lucas, que aΡarecίό probablc\

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mente entre 10s afios 80-85, intenta responder a las preguntas de 10s cristianos de aquella epoca. Les exhorta particularmente a ηο ver en las pruebas Υ la Ρersecucίόη una ίηdίcacίόη de que el final de 10s tiempos esta cerca, sino, mas bien, la coηdίcίόη normal del discipu10 de ]esύs en este mundo. La forma que da a las bienaventuranzas se explica mejor en esta perspectiva: Υ έ1, a1zando los ojos hacia sus dίscίΡUΙΟS, decία: «Bienaventurados 10s pobres, porque vuestro es e1 Reino de Dios. Bienaventurados los que tentis hambre ahora, porque sertis saciados. Bienaventurados 10s que llοrάίs ahora, porque reirtis. Bienaventurados sertis cuando 10s hombres os odien, cuando os expu1sen, os injurien Υ proscriban vuestro 110mbre C01110 malo por causa del Hijo del hombre. A1egraos ese dία Υ saltad de gozo, que vuestra recompensa serά grande en el cie10. Pues de ese modo tratabal1 sus padres α 10s profetas. «Pero ίαΥ de vosotros, los ricos!, porque habtis recibido vuestro consuelo. ίΑΥ de vosotros, 10s que ahora estάίs hartos!, porque tel1drtis hambre. jAy de 10s que reίs ahora!, porque tendrtis αjlίccίόn Υ llal1to. ίΑΥ cuando todos 10s 110mbres hab1el1 biel1 de vosotros!, pues de ese modo tratabal1 sus padres α los fa1sos profetas (Lc 6,20-26).

Lucas introduce cuatro veces el termino «ahora» que ηο aparebienaventuranzas de Mateo. Los destinatarios del evangeLucas estan marcados por el «ahora» de las pruebas, pero el Evangelista les afirma que la Buena Noticia les promete una liberacίόη total en el futuro. Los ricos que tienen ante sus ojos -Υ que sin duda son, al menos una parte de ellos, sus perseguidores- tienen «ahora» su consuelo, pero ηο tendfίln la cοηsοlacίόη futura. Es una coηtraΡοsίcίόη que puede parecer esquematica, pero volvemos a encontrarla en la parabola del [ίco Υ del pobre Lazaro, que es propia de Lucas (16,19-31; la transcribiremos entera unas paginas nlas adelante): «Recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida Υ Lazaro, al contrano, sus males; ahora, pues, el es aqui consolado Υ tύ atormentado» (Lc 16,25); el «ahora» de este versicul0 es distinto: es el de la saΙvacίόη para 10s que han sufrido. Se ha dado al evangelio segun Lucas el calificativo de «social» porque pone de relieve la dignidad de 10s pobres Υ exige radicalmente repartir 10s bienes. Νο sόΙ0, como en Mateo 11,5, es un hecho que «se anuncia a 10s pobres la Buena Noticia» (Lc 7,22), sino que cίa en las ιiο segύη

RETRASO DEL RETORNO DE JΕsύs

en Lucas es υη programa, simultaneamente de Dios Υ de ]esus: porque ]esus ha sido consagrado por el Espiritu de1 Sefior «para anunciar a 10s pobres 1a Buena Noticia» (Lc 4,18). Ademas, en su evangeΙίο es a 10s pastores (ηο a 10s magos) a 10s que se les anuncia 1a «gran a1egria» de1 nacimiento de υη Salvador Υ ellos 1e encuentran en tIll pesebre (Lc 2,10-12). Dios «eχa1tό a 10s humildes» (Lc 1,52). Εη el re1ato de la ofrenda de 10s dos realillos que hace una viuda, Lucas evita decir que «muchos ricos echaban mucho» (las dos pa1abras sί aparecen en Mc 12,41, pero faltan en Lc 21,1). Entonces, lseria Lucas culpable de una vaΙ0racίόη mόrbίda de la pobreza? lconsideraria las riquezas como malas en sl mismas? Α la primera pregunta hay que responder netamente que no. Para Lucas, la pobreza, con e1 hambre Υ e111anto que 1a acompafian, es υη mal que desaparece"l con 1a sa1vacίόη definitiva. ΕΙ canto de Marla 10 dice por anticipado: «Α 10s hambrientos coΙmό de bienes» (Lc 1,53). Dejara de exisitir la pobreza cuando Dios reine en plenitud. Dicho esto, es posib1e que una corriente fi1οsόfica que impregnaba 1a cu1tura de entonces, el estoicismo en su forma popular, tuviera a1gull influjo en Lucas ο en 1as comunidades en que ηacίό su evangeljo.

DΟCUΜΙ:Ν'Ι'() 1Α POBREZA ΕΝ LOS ESTOICOS

La actitud de los filόsοfοs estoicos respecto a la riqueza se orientaba a la libertad personal: ηο ser esclavo ni de sus pasiones ni de sus posesiones. Α mediados del sigl0 ιν a.C., Crates el Cinico -Ios cinicos ηο estaban lejos de los estolcosse desembarazόde todos sus dineros. He aqui dos textos de dos estoicos de comienzos de la era cristiana. ΕΙ primero Νerόη οbligό a

es de Seneca (al que abrlrse las venas, en el ano 65) en una de sus EpIsto1as mora1es a

Luci1io: Si quieres consagrarte a tu a1ma, es necesario que seas ο pobre ο semejante a1 pobre. Este empefιo ΩΟ puede resu1tar provechoso sin 1a practica de 1a fruga1idad; mas 1a fruga1idad es una pobreza vo1untaria (1I,17,5; trad. de Ismael Roca Melia). Ningun otro es digno de υΩ dios sino quien desdefιό las riquezas; Ξυ Ροsesiόn no

te 1a prohibo, mas quiero que 1as po.<;OIl." :ιIrι temor; Υ esto sό10 10 conseguira.s si te per suades de que aun sin ellas puedes νίνίl fe1iz, si 1as contemp1as siempre como pθnι cederas (11,18,13; trad. de Ismael Roca

Melia). ΕΙ segundo es de Epicteto, antiguo esc1avo liberado (muerto hacia el afto 140 d.C.), que pone θη boca de un clnico 0lΙ41 palabras: ΩΟ tengo casa, πί plltrill. 1Ii esclal'os; en e1 sue10 me BC!l!!!! to; sin mujer, sin hijos, sin υΩ maJ cuarteJ. ιιιπο tierra sό10 Υ cie10 Υ una ma1a capa. ι! Υ qu6 mo fa1ta? iNo ando sin penas, sin miedo, ΩΟ :ΙΙΟΥ libre? [. ..} iAcaso uno de vosotros mo νιο (70Π maJa cara? c;'Y cόmο abordo a esos a qui_n•• vosotros temeis Υ admirais? iNo como ιι esc1avos? (pJ8.ticas ΙΙΙ,22,47-49; trad. d.

Vedme,

."ι3ciende., ιι!

Pablo Jordan de Urries).

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Εη Lucas, sin embargo, el acento es muy diferente. Νί Jesus πί el mismo Lucas son sabios cίnίcos al modo de Dίόgeπes. Νο es 1a libertad persona1 10 que les preocupa, sino la saΙvacίόn; nί la satίsfaccίόη humana de haber fortalecido la propia voluntad, sino la confianza en Dios. Es sorprendente el contraste entre 10s versίcuΙ0S evangelicos Υ este consejo de Seneca a Lucilio (iambos, por 10 delnas, muy ricos!): «Νο hay agrado en el agua, en las gachas ο en un trozo de pan de cebada; pero el supremo placer es ser capaz de encontrar placer aun en eso Υ reducirse a 10s que πο puede arrebatarnos ningun reves de la Fortuna» (Epistolas tnorales α Lucilio, Il,18,5-1O).

La segunda pregunta -t1a riqueza es en sί misma, para Lucas, causa de Ρerdίcίόη- Ροdrίa resultar mas sospechosa tοdavίa al leer expresiones lucanas como «el dinero injusto» (Lc 16,9.11: literalmente «el Mamona de la injusticia», «el Mamona injusto»). Pero hay que tener presente todo e1 evangelio segun Lucas, especialmente la parabola de1 rico necio:

Les dijo una ΡarάbοΙa: «Los campos de cierto hombre Γίco dieron mucho fruto; Υ pensaba entre si, diciendo: "~Qut? hare, pues no te11go dόnde almacenar ηιί cosecha?': Υ dijo: "Voy α hacer esto: Voy α demoΙεΓ mis graneros, edificare otros mάs grandes, reunirti αΙΙί todo t11i trigo Υ mis bienes Υ dire α mi αΙηια: Alma, tienes muchos bienes εη reserva ραΓα muchos afιos. Descansa, come, bebe, banquetea': Pero Dios Ιε dijo: "jNecio! Esta misma 110che te recΙαmarάn εΙ alma; las cosas que preparaste, ~paΓa qztien serάn?': Asi es εΙ ql4e atesora riquezas ραΓa sl Υ no se enriquece en orden α Dios» (Lc 12,16-21). Este rico es necio, carece de sabίdurίa, porque pone su confianza en sus bienes en vez de poner1a en Dios (ademas, dialoga consigo mismo en vez de alabar a Dios). Εη el versίcuΙ0 anterior Jesus acababa de decir: «Aunque alguien posea abundantes riquezas, estas ηο le garantizan la vida» (12,15). La viuda pobre cuenta (οπ Dios para «asegurar» su vida, pues da «todo 10 que tlene para vivir» (Lc 21,4). r 1 ., 1 u:ι t:ll1lUll1t:ΙIlU Ut: Id lJiUt:l lt:, ld l1ιιυ~zα IJ
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RETRASO

DEL RETORNO DE

JΕSύS

ΕΙ arnor a la riqueza terrena conduce a υη desden total por las riquezas eternas. ΕΙ rico necio es preνisor para agrandar sus graneros, pero ηο es preνisor para hacerse υη tesoro en el cielo. Sil1 ernbargo, este es el ίιηίco que ηο esta bajo la arnenaza de la rnuerte. Es facil preνer que rnorirernos, pero «los que ahora estan hartos», los que «ahora rlen» (Lc 6,25) son ciegos Υ se han quedado sordos. Νο es sόΙ0 la arnenaza de la rnuerte 10 que ηο νen, es que tarnpoco oyel1 la Buena Noticia de la νida eterna con Dios. Εη la parabola del sembrador, «la seduccίόη de las riquezas» ahoga «la palabra» segίιη Μ ι 13,22 Υ Mc 4,19; pero en Lc 8,14, incluso «los que han oldo» SOI1 sofocados por «las riquezas Υ 10s placeres de la νida» Υ ηο pueden llegar «a rnadurez». lPor que la parabola del rico necio dice al final: «Asi es el que atesora riquezas para sl Υ ηο se enriquece en orden a Dios»? (Lc 12,21). Otros pasajes de Lucas nos rnuestran que aqui alude a otro peligro de la riqueza: pensar sόΙ0 en uno rnisrno Υ olνidar a 10s herrnal10s pobres ο, peor aun, explotarlos. Con el terna del cornpartir las riquezas, estarnos realrnente en la aceηtuacίόη rnoral del eνangelio segίιl1 Lucas. Ya en la Ρredίcacίόη de Juan el Bautista, Lucas (Υ sόΙ0 cl) denuncia las extorsiones de 10s soldados (<<Νο hagais eχtοrsίόl1 .1 nadie, ηο hagais denuncias falsas Υ contentaos con νuestra soldad.I») Υ 10s abusos de 10s recaudadores de irnpuestos (<<Νο exijais rnas ιΙe 10 que os esta fijado»), asentando desde el principio su terna faνori­ to: «ΕΙ que tenga dos tίιηίcas, que las reparta con el que ηο tiene; ι'l que tenga para corner, que haga 10 rnisrno» (Lc 3,10-14). Εη una par
Habia un hon1bre rico ψιε vestia de purpura Υ lino, Υ celelJra!JIΙ todos 10s dias esp1endidas fiestas. Υ uno pobre, llamado LάΖarο, ηιη',

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echado junto α su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de Ιο que cala de Ια mesa del rico... pero hasta los perros venlan Υ Ιε lamlan las llagas. Sucedίό, pues, que murίό εΙ pobre Υ los άngeΙes Ιε llevaron αΙ seno de Αbrαhάn. Μurίό tambicn el rico Υ fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos, Ιevαntό los ojos Υ νίο α Ιο lejos α Αbrαhάn, Υ α LάΖαrο en su seno. Υ, gritando, dijo: «Padre Αbrαhάn, ten comΡαsίόn de ml Υ envla α LάΖαrο α que moje en agtla Ια punta de su dedo Υ refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama». Pero Αbrαhάn Ιε dijo: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida Υ LάΖαrο, αΙ contrario, sus males; ahora, pues, ει es aqui consolado Υ tU atormentado. Υ αdemάs, entre nosotros Υ vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aqui α vosotros, no puedan hacerlo; ni de ahi puedan pasar hacia nosotros». ReΡΙίcό: «Pues entonces, te ruego, padre, que Ιε envles α Ιa casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les advierta Υ no vengan tambicn ellos α este lugar de tormento». Αbrαhάn Ιε dijo: «Tienen α Moiscs Υ α los profetas; que les oigan». Ει dijo: «Νο, padre Αbrahάn, que si alguno de entre los muertos να α ellos, se convertίrάn». Le contestό: «Si no oyen α Moiscs Υ α los profetas, tampoco se convencerάn aunque un muerto reSllcite» (Lc 16,19-31). Asl pues, el rico ηο es condenado por ser rico, sino porque ηο ha sabido hacerse amigo del pobre que estaba «echado junto a su portal», para que este le acogiera en el banquete de Dios. Bajo este lenguaje realista, que parece apelar mas al interes bien entendido que al amor fraterno, se adivina, sin embargo, la dignidad que para Di05 tienen 10s pobres: ηο sόΙ0 son objeto de su amor, porque carecen de amor, sino que tienen la capacidad de introducir a 10s ricos en 1as moradas de Dios. De esta dignidad de 10s pobres es, tambien, de 10 que hablan «Moises Υ 10s Profetas». Sin embargo, despues de Pascua, segun Lucas 10 que debe l1evar a compartir 105 bienes entre 10s disclpulos de Jeslls, es el amor fraterno. He aqul cόmο describe Lucas a la primera comunidad de Jerusalen:

Se Inantenlan constantes en Ια ensefιanza de los αΡόstοΙes, en Ια en Ιa frαccίόn del pan Υ en las oraciones. Pero el temor se apoderaba de todos, plles los aΡόstοΙes realizaban muchos prodigios Υ signos. Todos los creyentes estaban de acuerdo Υ tenlan todo en comun; vendlan sus posesiones Υ sus bienes Υ Ιο repartian entre todos, segun Ια necesidad de cada uno. Acudian diariamente aΙ Templo con persevecomunίόn,

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rancia Υ cσn un mismo esptritu, partian el pan en las casas Υ tomaban el alimento cσn alegria Υ sencillez de cσraΖόn, alabando α Dios Υ gozando de la simpatia de todo el pueblo. Por lo demάs, el Sefιor agregalJa α/ grupo α los que cada dia se iban salvando (Hch 2,42-47). Esta descrίΡcίόη ηο es totalmente extrafia a Ia cuItura de 10s tiempos de Lucas. Entre Ios griegos*, para quienes Lucas escribe, era conocido eI tema de 1a edad de oro: en 10s οrίgeηes, 10s seres humanos ηο coηοcίaη Ia propiedad privada. ΕΙ fiΙόsοfο Pitagoras, con sus dίscίΡu10S, habίa intentado vivir en esa c1ave. Νο son raras en 1a 1iteratura, expresiones como «entre amigos, todo es comun», Υ «la amistad es Ia iguaIdad». Entre Ios judίοs, 10s esenios*, aI menos los que llevaban una vida comunitaria, practicaban 1a puesta en comun de 105 bienes. «Es ley que quienes entran en Ia secta dejen sus bienes a Ia orden» (Flavio ]osefo, GueJTιI, Π, 122). Αsί sucedίa en Qumran, segun la Regla de Ιa Comunidad (VI,13-23), si el candidato pasaba el examen al terminar su segundo afio: «Se 1e inscribira forma1mente en su rango, entre SU5 hermanos, para cuanto se refiere a la Ley, al derecho, a 1a Ρurίficacίόη Υ aI poner en comun sus bienes». Αsί sucedίa, tambien, entre Ios terapeutas de 10s que hab1a eI fiΙόsοfο judίο Ρί1όη de Alejaηdrίa. Α pesar de todos estos armόηίcos con Ia cuItura de su epoca, 10 que Lucas presenta en 1a descrίΡcίόη de Ia primera comunidad es aIgo nuevo. Cuando vueIve sobre el compartir Ios bienes, en Hch 4,32.34-35, insiste en su fundamento, que es haber «accedido a 1a fe» DOCUMENTO ΡιιόΝ Υ LOS <
Las casas de 10s que se han agrupado 50η extremadamente simples. Ofrecen 1as (ios protecciones mas indispensab1es: contra (Ι/ ardor de1 sol Υ contra 1a ge1idez de1 vionto [ ...] En todas ellas hay υΏΒ habitaciόn sagrn da, llamada santuario ο ermita, donde so αlιι lan para realizar 10s misterios de la vida 101ί giosa; a11i !'!ο !1et al! !1·3da ni .bebida [11 t1li mentos ηί nada de 10 que precisan 1as rιoco sidades del cuerpo, sino sόΙο 1as leye5. lοιι oraculos tomados de labios de 10s pro/fftffif. 10s himnos Υ todo 10 que posibi1ita crCCQ1 οη sabidurla Υ piedad Υ a1canzar su plenitud. 7

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segΊin

(De vita contemplativa 1,18 26; trad. de F. Daumas Υ Ρ. MίqιωΙ)

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Υ

a 1a fraternidad que de ella se desprende: «La multitud de 105 creyentes tenίa υη solo coraΖόη Υ una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo 10 tenίan ellos en comun» (Hch 4,32). Creer en una vida nueva en el Resucitado, es saber, por 10 mismo, que esa vida es fraternal ο ηο es nada, sin mas. Dicho de otro modo: ηο hay caja comun posible si ηο hay un alma comUn. Ademas, al afirmar que «entre ellos nadie pasaba necesidad», Lucas quiere mostrar el eumplimiento, ηο del ideal griego de la amistad, sino de la palabra bίbΙίca que se puede leer en ellibro del Deuteronomio: «Νο habra ningun pobre entre 10s tuyos» (Dt 15,4). Lucas presenta sin duda a 10s dίscίΡuΙ0S de Jesus simultaneamente como 10s que obedecen a la pa1abra de Dios Υ como 10s que se benefician de la promesa de Dios que se hace realidad. Pues Dt 15,4 se Ιeίa asί en la Biblia griega de 10s Setenta *: «Νο habra indigentes entre los tuyos, pues el Sefior tu Dios te bendecira»; las traducciones al arameo que se usaban en las sinagogas iban en este mismo sentido. REFERENCIA

GHAY ΡυΕ ΙΜΙΤΑΗ ΕΙ COMPARTIR DE 108 PRIMEROS CRISTlANOS? lDeben Ios crlstlanos de hoy lrnltar θη rnutua (Hch 4,35 Υ 6,1) -alirnentada por las todos sus puntos eI cuadro que presenta ventas voluntarlas que algunos haclan de 1ucas θη Ios prirneros capituIos de sus bienes-, Υ que tenian cornidas cornuniHechos? Se dice a veces que Lucas quiso tarlas (Hch 2,46) Υ colectas que unas cornupresentar un rnodel0 idilico de 10S orige- nidades haclan para ayudar a otras (Hch nes crlstlanos. Pero se fuerza un poco eI 11,27-30). Todo esto ηο constituye un texto aI traduclr por «ponian todo θη rnodel0, porque Ias condiciones ecοηόrnί­ cornun» cuando 1ucas escribe «tenlan cas carnbian. ΕΙ rnodeIo ο ideal que todas todo θη cornUru rel="nofollow">. Por una parte, sl «nadie Ias generaciones cristianas tlenen que reallarnaba suyo 10 que Ie pertenecIa», era lizar es ser un so10 cοrazόη Υ una soIa aIrna sefιal de que seguia perteneciendoIe. Νο (Hch 4,32). Α partir de ese fundarnento, habrla resaltado eI ejernpIo de Bernabe cada geηeracίόη de crlstlanos debe reln(Hch 4,36-37) sl todos practIcaran la venta ventar Ias forrnas ecοηόrnίcas concretas de de todos sus bienes. ΕΙ episodio de Ia fraternidad, θη eI sisterna ecοηόrnίcο en Ananias Υ Safira 10 confirrna (Hch 5,4). Este que cada una viva, cosa que puede llevar relato (cuyo genero literarlo hay que tener consigo una fuerte cοηtestacίόη de ese en cuenta para ηο tornarIo a la Ietra histό­ rnlsrno slsterna. ActuaIrnente las acciones rIcarnente) ηο deja ser idiIico aI cuadro concretas de solidaridad, entre 10s crlstlapintado por 1ucas. Mas adeIante, ηο terne- nos, se orlentan a todos, sean creventes ο ra 1ucas rnostrar otros probIernas exlsten- ηο 10 sean. Εη Ios deΡόsίtοs bancarlos solites θη el uso de 10s bienes: favoritisrno de darlos, una vez garantizado eI capitaI congrupo cultural (Hch 6,1), avidez de algu- tra Ia ίnflacίόη, Ios lntereses se dedican a nos responsabIes (Hch 20,29). sostener acclones de desarrollo. 1as cornunidades pobres, en Ios paises deI Sur Aunque ηο sea idilico, lse trata, con donde ηο existe seguridad soclal publica, todo, de un «rnodelo»? 10 que sl parece relnventan Ias cajas Υ acciones de ayuda seguro es que exlstla una caja de ayuda rnutua.

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RETRASO DEL RETORNO DE JΕsύs Ιο mismo que Lucas ηο ignora las dificultades de la vida conlUnitaria, asl tambien la presenta (Hch 2,42) como una triple ο cuadruple perseverancia en la ΡrofuηdίΖacίόη de la fe, en la comunίόη fraterna concreta, Υ en la liturgia, particularmente en la EucaristiJ (<
S.

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9.5. LUCAS, EVANGELISTA DEL ΡΕRDόΝ

ΕGύΝ Lucas, seguir a Jesus dla tras dla exige todo del discl-

S

pulo: «Cualquiera de vosotros que ηο renuncie a todos sus bienes ηο puede ser discipulo mlo» (Lc 14,33: estas palabras se las dirige, ηο a 10s Doce, sino a las muchas gentes que caminaban con el, Υ. 25). Εη el pensamiento de Lucas hay un elemento esencial que viene a equilibrar esta exigencia radical: el Ρerdόη de Dios, un Ρerdόη que tambien el es radical, que es para todos Υ que llega hasta el ύltimo instante de la vida. Sus acentos son distintos a 10s que aparecen en Mateo, que esta marcado por las discusiones con el judaIsmo* fariseo*: este reprochaba a la comunidad de Mateo que acogia a 10s paganos*, impuros, es decir, prohibidos, con 10s que ηο habla que andar, aunque ηο estuvieran necesariamente sumergidos en graves desόrdeηes morales; 10s «pecadores» de Mateo son, por tanto, un grupo social, rechazados tanto por razones rituales como morales. Partiendo de 10s mismos datos de la tradίcίόη sobre la acogida a 10s excluidos que Jesus Ρractίcό, Lucas ve a 10s «pecadores» mas bien como individuos perdidos, que han destruido su vida por una conducta deplorable, contra la que 10s Sabios siempre pusieron en guardia, en Israel, ο en las zonas vecinas, ο en la corriente estoica de 10s tiempos de Lucas. Lucas era lllcido sobre 10s desόrdeηes Υ la corrUΡcίόη de la sociedad greco-romana. Εη 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles muestra al gobernador Felix aterrorizado cuando Pablo le habla de justicia, de dominio propio Υ del juicio futuro, cuando 10 que el esperaba era qu~ Ραblυ, ωη Ια ayuJa Jt: ~υ~ Jli>~lpulos, le dieid dintIO pίiϊίi quc lc dejara en libertad (Hch 24,24-26). La carta a 10s Colosenses nos hace ver que 10s cristianos ηο estaban al abrigo de recaidas: «Mortificad cuanto en vosotros es terreno: fοrηίcacίόη, impureza, pasiones, malos deseos Υ la codicia, que es una idolatrla, [...] que tambien vosotros practicasteis en otro tiempo, cuando vivlais de ese modo. [... ] Mas ahora, desechad tambien vosotros todo esto» (Col 3,5-8). 399

LUCAS

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HECHOS

DOCUMENTO CONSIDERACIONES DE LOS SABIOS SOBRE L05 QUE ECHAN Α PERDER 5υ VIDA La8 advertencias de 10s 5abios a 10s que echan a perder su vida son habitua1es en e1 mundo antiguo. Asi, por ejemp10, en el Antiguo Testamento, esta de un 5abio de Israel contra la mujer ligera que aprovecha 1& ausencia de su marido para seducir a un jσven ingenuo:

se hace. [. ..] Una nonada, la semejanza de υη se alcanza la muerte ροτ haberla conocido.

sueίio, Υ

(SegιΊ.n

Υ

trad. de ]ohn Α. Wilson)

estas palabras de Seneca:

ΕΙ recto camino que descubri tardiamente, cansado de mi extravio, 10 muestro a 10s demas. Proclamo a gritos: (([...J Manteneos desconfiados Υ recelosos de todo bien fortuito: tanto una fiera como υη pez son engaίiados por el cebo que les atrae. [...] (Pr 7,21-23) Cualquiera de vosotros que desee pasar la Citemos tambien estas maxlmas de la vida en paz debe evitar en la medida de 10 5abiduria de Ptah-Hotep, vislr de un faraόn posible estos beneficios pegajosos que lastimosamente nos engaίian tambien en esto: del tercer milenio a. C. : en que creemos poseerlos Υ quedamos 5ί deseas conservar la amistad de una casa a la que tienes acceso como seίior, sujetos a ellos. Esta carrera conduce al precomo hermano ο como amigo, en cualquier cipicio... (Eplstolas morales a Lucilio 1,8,3-4; lugar ΘΩ que entres, evita acercarte a las mujeres. Porque ΩΟ agrada en el sitio ΘΩ que trad. de Ismael Roca Melia).

Con sus muchas artes 10 conquista, 10 seduce con sus labios lisonjeros. Υ el ingenuo se νΒ tras ella [...] como pajaro que cae ΘΩ la trampa, sin saber que le va la vida en ell0.

Lucas, a traνes de los personajes de sus fuentes, los fariseos Υ los escribas (Lc 15,2) ο la multitud de Jerίcό (19,7) -que murmuran porque Jesύs acoge beneνolamente a los pecadores, come con ellos ο se inνita a la casa de υη recaudador de impuestos al serνicio del inνasor romano-, tiene en su mente probablemente a los cristianos Υ a los responsables de comunidades de tendencia rigorista. «Conνiene que hoy me quede ΥΟ en tu casa», dice Jesύs a Zaqueo (Lc 19,5). Esta conνeniencia (ο necesidad) teοlόgίca se explica al final del pasaje: «ΕΙ Hijo del hombre ha νenido a buscar Υ salνar 10 que estaba perdido» (Lc 19,10). ΕΙ termino «perdido/a» se repite cinco νeces en el caΡίtuΙο 15 de Lucas, el νerbo «perder» otras dos νeces, el participio «reencontrado/a» ocho νeces (sin contar «recuperado con νida»). Este caΡίtuΙο constituye el coraΖόη de la Buena Noticia del Ρerdόηj Υ, en el, la Ρaπibοla del hijo Ρrόdίgο muy en particular: Un hombre tenία dos hijos. ΕΙ menor de ellos dijo αΙ padre: «Padre, dame Ια parte de ία hacxenda que me corresponde». Υ elles reΡαrtίό Ια hacienda. Pocos dίαs despues, el hijo menor Ιο reunίό todo Υ se marchό α un pais lejano, donde mαΙgαstό su hacienda viviendo como un libertino. Cuando se Ιο habla gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel pais Υ comenΖό α pasar necesidad. Entonces fue Υ se αjustό con uno de los ciudadanos de aquel pais, que le envίό α sus fincas α αρα)0

LUCAS, EVANGELISTA DEL ΡΕRDόΝ

centar puercσs. Υ deseaba llenar su vientre cσn las algarrobas que cσmi­ an los puercσs, pues nadie le daba nada. Υ entrando en si mismo, dijo: «ίCuάntοs jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que ΥΟ aqui me muero de hambre! Me levantare, ίτι? α mi padre Υ le dire: Padre, peque cσntra el cίεΙο Υ ante ti. Υα no merezcσ ser llαtnado hijo tuyo, trάtαme cσmo α uno de tus jornaleros». Υ, Ιevαntάndοse, ρατ­ tίό hacia su padre. Estando el todavia lejos, le vίο su padre Υ, cσnmovido, cσrrίό, se echό α su cuello Υ le besό efusivamente. ΕΙ hijo le dijo: «Padre, peque cσntra el cίεΙο Υ ante ti; Υα no merezcσ ser llamado hijo tuyo». Pero el padre dijo α sus siervos: «Daos prisa; traed el mejor vestido Υ vestidle, ponedle un anillo en Ια mano Υ unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, Υ comamos Υ celebremos una fiesta, porque este hijo nlio habia muerto Υ ha vuelto α Ια vida; se habia perdido Υ ha sido hallado». Υ cσmenzaron Ια fiesta. Su hijo rnayor estaba en el campo Υ, αΙ volver, cuando se αcercό α Ια casa, ΟΥό Ια musica Υ las danzas; Υ, llamando α uno de los criados, le Ρreguntό que era aquello. Elle dijo: «Ηα vuelto tu hermano Υ tu padre ha nlatado el novillo cebado, porque le ha recσbrado sano». Ει se ίrrίtό Υ no queria entrar. SαΙίό su padre Υ le rogaba. Pero el reΡΙίcό α su padre: «Hace tantos afίos que te sirvo, Υ jαmάs deje de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito ρατa tener una fiesta cσn rnis anligos; Υ jahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para el el novillo cebado!». Pero el le dijo: «Hijo, ω siempre estάs cσnmigo, Υ todo Ιο mio es tuyo; pero convenia celebrar una fiesta Υ alegrarse, porque este hermano tuyo habia muerto Υ ha vuelto α Ιa vida, se habia perdido Υ ha sido hallado» (Lc 15,11-32). Esta parabo1a forma parte de 1as parabo1as con dos puntas. Α traves de1 Ρerdόη de1 padre a su hijo perdido Υ de su a1egria exuberante por reencontrar1o, 1a primera parte de 1a parabo1a (νν. 11-24) apunta a1 amor extraordinario de Dios para con sus hijos «perdidos». Α traves de 1a reaccίόη rIgida de1 hijo mayor Υ de 1a Ρetίcίόη que e1 padre 1e hace de que se afiada a 1a fiesta, la segunda parte de 1a parabo1a apunta a 10s rigoristas, invitados a superar su escanda10 ... .,. .,...--... • .,.....' • .'. 1 . . ""'. 1 .. para descuDnr al lJlOS de )esus, 11lvllίtdus d <Ιlllω d .u1U1> Υ Μ1-'ω}ιmo, jta1 Υ como son! Los otros eνange1ios ηο ofrecen textos para1e1os a1 de esta parabo1a de1 hijo perdido ηί a1 de 1a moneda perdida que 1e precede (15,8-10). Sό10 1a primera de 1as tres parabo1as de este b1oque, 1a de 1a oveja perdida (Lc 15,4-7) tiene para1e10 en Mt 18,12-14, pero 1a aΡlicacίόη es distinta: en Lucas, 10s «justos» son invitados a compar,1'

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LUCAS -

HECHOS

DOCUMENTO FΙLόΝ: INVIΤΑcιόΝ Α AMAR Α LOS PAGANOS

Un texto rabinico compara la actitud de Dios para con Israel con la de un padre que se reconcilia con su hijo despues de haberlo echado de casa. Otro la compara con la ίnvitacίόn que dirige un rey a su hijo depravado: que ηο le de vergίienza volver a su casa, porque es a su padre a quien vuelve. Νο sabemos con exactitud sl el nucleo de estos textos puede remontarse al sigl0 ι. Εη cambio, el fi1όsοfο judio Fi1όn sl es contemporaneo de Lucas: su invitacίόn (ηο es una parabola) a amar a 10s paganos que se apartan de la idolatrla hace pensar en la eΧhοrtacίόndel padre al hijo mayor:

Α todos aquellos que inicia1mente ΏΟ creyeron tener que adorar a1 Creador Υ Padre de1 universo, pero, 1uego, aceptaron e1 mandamlento de υΏΟ so10 en vez de1 mandamlento de muchos, tenemos que tratar1es ciertamente como a nuestros mas queridos amigos, como a nuestros parIentes mas cercanos, pues es VΊsib1e que poseen una natura1eza que ama a Dios, cosa esta que es 1a que mas contribuye a 1a amlstad Υ a 1a lntimidad. Tenemos que a1egrarnos con ellos, porque, podriamos decir, esIando antes clegos han recuperado 1a vΊSta Υ, llegados de 1as mas profundas tlnleb1as, contemp1an 1a 1uz mas brillante. (De virtutibus, 179; segίιn

trad. de R. Arnaldez)

tlr la alegria que Dios slente por 10s pecadores arrepentidos; en Mateo, 10s responsables de las comunidades tienen el deber de buscar a 10s extraviados. [vease ρ. 334]. Α pesar del caracter ιinico del texto Υ de que facilmente se reconoce en el el estilo lucano, ηο es probable que Lucas sea el inventor de esta parabola del hijo Ρrόdίgο. Procede de la fuente particular de Lucas Υ en su esencia se remonta, sln duda, hasta el mlsmo ]esιis, porque se corresponde perfectamente con la sίtuacίόη trlangular que eΧίstίό entre ]esιis, 10s escribas Υ 10s «pecadores». Εη las dos parabolas de Lucas que preceden a esta del hijo Ρrό­ digo, ηο hay lugar ninguno para la culpabilidad: una oveja que se ha extraviado, una moneda que ha caido Υ ha desaparecido, pero el texto dice que son sus poseedores 10s que las han perdido (Lc 15,4.8): esta eΧΡresίόη subraya la pertenencia. La parabola del hijo Ρrόdίgο va mas lejos. Νο se trata ya de una oveja ο de una moneda, slno de υη hijo; ηί se trata de propiedad, sino de fiΙίacίόη. La alegria es menos poseslva. La parabola de la moneda perdida (Lc 15,8-10) subraya que es muy vital para la mujer, pues enciende la lampara Υ barre la casa. ΕΙ pvanaplin nn (r,........,o 10 ι.."rο P~ 1" dcl ~Λmb~"dΛ~Ί - , ......... 0- -"-'-/ ........ '. . . pvnlira ............r . . . '- ....l a n'1r~bol'1 ... \'"-v .... Uij, pero se puede decir que en ella se ve a Dios, en filigrana, con rasgos femeninos, Υ que υη ser humano «perdido» es para Ει una carencia vital. De forma semejante, el propietario de la oveja (Lc 15,4-7) esta tan obseslonado por la oveja que le falta que abandona el rebafio «Υ se να α buscαr la que se Ρerdίό, hasta que la encuentra». Pero ya en estas dos parabolas 10 esencial es la alegria de 10s encuentros, una aΙegΓίa que hay que compartlr. ΕΙ ΡastΟΓ, que lleno de alegrIa puso a t'.....ι

402

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LUCAS, EVANGELISTA

DEL

PER[)ON

la oveja sobre sus hombros, reιine a sus amigos Υ vecinos, Υ la mujer reιine a sus amigas Υ vecinas, Υ ambos les hacen la misma ίnvίtacίόn: «Alegraos conmigo, porque he hallado la (moneda, oveja) que habί,ι perdido». Εη la parabola del hijo Ρrόdίgο sί entra en juego la culpabilidad, aunque el padre ηο hace ningιin reproche al hijo pequefio Υ accede a su demanda. Ademas, este hijo aparece con 10s rasgos de la vida echada a perder: el deseo del dinero Υ el desenfreno. Pero su principal culpabilidad es sin duda ηο haber hecho caso alguno a la posibilidad de vivir en intimidad con su padre. Esta Ρerdiciόη se tradtIce coneretamente en miseria, hambre Υ afioranza de la casa de stl patirl' (falta de dinero, de alimento, de seguridad). La parabola ηο describe una bιisqueda activa del que ha perdido al hijo, sino que Sl' extiende en 1a evοlucίόη Ρsίcοlόgίca del que se ha perdido: exiJrl's;1 una afioranza, que tοdavίa ηο es arrepentimiento. Hay, sin embargo, υη elemento narrativo equivalente a 1a bιisqueda deserita en l;ls otras dos parabolas: el padre, que reSΡetό la libertad de su hijo dc REFERENCIA DIFERENTES LECTURAS DEL HIJO ΡRόDΙGΟ La riqueza de la parabola del hijo Ρrόdigο ha tentado a todos los metodos recientes de analisis. ΕΙ enfoque psicoanalitico recuerda que demandar la parte de la herencia antes de la muerte del padre, es como entregarle a la muerte. Un enfoque sοcίοlόgίcο pretende que el padre corre hacia su hijo para impedir que 10s miembros del clan 10 maten, porque su actitud pasada era destructora del vinculo social de aqueI1a epoca. Los que investigan cόmο el texto produce sentido (metodo «semίόtίcο») ven el desdoblamiento del padre, que l1ega a desempefιar el papel de madre, papel que sόΙ0 en superficie esta ausente; es interesante, desde luego, para 10s enfoques feministas del Dios del Evangelio. Piense5e en 105 comentarios sobre la mano femenina del padre del cuadro de Rembrandt. «t,Dόnde estaba la madre?». pregunta un obispo de Burkina Fasso partiendo de la antropologia africana. ΑΙ metodo narrativo le interesa el texto como ejemplo de historia interrumpida, de «suspense narrativo». Εη cuanto a 10s efectos del texto en la cu1tura, citemos a dos grandes escritores. Un heroe de Dostoievski cuenta: Tropece con υΙΙΒ campesina con υιι de pecho. La mujer era todavia joven

IIIiίo Υ la

criatura tendria rnes Υ rnedio. ει lIiflo Ι" habia sonreido ροτ prirnera vez desd(} φtΟ naciό. Vi que la rnujer se sanliguabII α)lι gran devοciόn. ((For que haces eso, Ιl1lιι:hl1 cha?» le pregunte [. ..) Υ elJa cOlllesld: «ΑΙ igual que una rnadre se regocija de lιι νο, /11 prirnera sonrisa de su niiio, Dios IClltJ]JjlIll ~o regocija cuando ve desde ft/ cie/o i1 Iftl ροι:" dor que se arrodiIJa ante ΕΙ oralldo ι/ο lodo cοraΖόn})[. ..} Υ ese pensamiento ιall prolu/J do, tan sutil Υ genuInarnente re/igioso, ΟΙΟ pensarniento que expresa de ulla νθΖ 10(/0 /0 esencial del cristianisrno, ο sea, la 1I0(:i6n d. Dios como nuestro Fadre Υ ο/ regocl]o d. Dios ante un hombre, como el de υπ pIIdro anle su ρτορΙο hijo, es el pensarniento ριίπ cipa/ de Cristo. iUna sirnp/e carnpesina/lJlJII madre, es verdad... ει ;(I;o/n, Alianza, Madrid 1996, ρ. :117. Υ Ρι?gΙΙΥ~

Cuando se yerra, se yerra a dιio. Lιt IIιΙ/1ιι del hombre hace errar a Di05 misrno./... Jει que arna se hace dependienle del a1l1l1do, [. ..) Cuando el buen pastor se νΗ θΙΙ bu.clll de la oveja perdida {...} 5θ puede docir qufl para encon/rarla se deja guiar por eJJII Υ por sus errancias. (ΝΟΙΒ conjul\t., Pleiade,Prose/J. ρρ. 1275 Υ 1400).

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LUCAS -

HECHOS

hacerle mal Υ de hacerse mal a sί mismo, corre ahora al encuentro de quien ha emprendido solo el retorno. Su comportamiento es poco conνeniente para υη notable oriental, pero el deseo que tiene de perdonar ϊηο tiene nada que νer con las conνeniencias! Εη cualquier caso, el texto hace que todo el acento recaiga en la ternura del padre, corporalmente expresada: «Cοrrίό, se echό a su cuello Υ le besό efusiνamente». Todo 10 demas que hace a continuacίόη es tambien poco «razonable»: impide que su hijo se humille cortandoIe Ia palabra, le deνuelνe su dignidad (el mejor traje, Ias sandaIias), le restituye su autoridad Υ sus recursos ecoηόmίcos (el anillo), organiza la fiesta haciendo que maten eI ηονίlΙο reserνado para Ios dίas de fiesta mayor. La ίηνίtacίόη a la fiesta se despliega con mayor ampIitud que en las dos parabolas anteriores: «Comamos Υ celebremos una fiesta. [... ] Υ comenzaron Ia fiesta. [ΕΙ hijo mayor] ΟΥό Ia mllsica Υ Ias danzas [... ]. Cοηνeηίa celebrar una fiesta Υ alegrarse...». Tambien se despliega en profundidad el motiνo de la fiesta. Es que el hijo ηο sόΙο estaba perdido Υ se le ha reencontrado, sino que «habίa muerto» Υ ha «νuelto a Ia νida», (νν. 24.32). Lucas νe en eI pecado una muerte Υ, en Ia coηνersίόη, una resurreccίόη, una ΡartίcίΡacίόη en eI misterio pascual. Las paIabras deI hermano mayor reνelan que habίa estado νiνien­ do (οη su padre una reΙacίόη de mero deber: «Hace tantos afios que te sirνo, Υ jaluas deje de cumplir una orden tuya». Es una actitud interesada por la recompensa: «Nunca me has dado υη cabrito». Se ha comentado muchas νeces su agresiνidad para con su padre, su rechazo Υ menosprecio de su hermano pequefio (<<ese hijo tuyo», «que ha deνorado tu hacienda con prostitutas»). Pero pocas νeces se hace notar que su enνidia ηο es inteIigente: eI hijo mayor pierde Ia οcasίόη de estar tοdaνίa mas cerca de su padre que su hermano menor. Antes de explicarIo, podemos νer el sίmbοlο material que subyace: segun la ley de Dt 21,17, el hijo mayor Ροseίa ya, aun estando con su padre, Ios dos tercios de todos Ios bienes; eI menor sόΙο pudo lleνarse consigo υη tercio. «Todo 10 mίο es tuyo», dice eI padre. ΕΙ Deuteronomio fundamenta este derecho de mayorazgo en el hecho de que eI primogenito es «primicia del νigor» del padre (Dt 21). «Τύ siempre estas [has estado] conmigo», dice el padre de la parabola a su hijo mayor. Εη este contexto aparece como el hlJO mayor podria estarcon su padre, adherirse a eI en el sentido mas fuerte de Ia palabra, mucho mas que su hermano menor, incIuso en Ia fiesta destinada a su hermano. Porque el menor recibe sόΙο el amor de su padre, siendo asί que el mayor Ροdrίa dar a su hermano esa misma ternura, comulgar en Ia actitud del padre. Se coηνertίrίa, entonces, ηο sόΙο en «las primicias deI νigor» genitaI deI padre, sino en Ias primicias de su νigor espirituaI que esta haciendo reνiνir a su hermano. 404

LUCAS, EVANGELISTA DEL ΡΕRDόΝ

Los amigos del pastor ο las amigas de la mujer ηο tienen vincualguna con la oveja ο con la moneda: su ίInica raΖόη para alegrase es suamistad con el propietario. Pero la vida personal del hermano mayor, la riqueza de su identidad, de sus relaciones, Ροdrίaη acrecentarse con la vuelta del menor. Es asί como el mismo Jesus participa en el amor de Dios a 10s pecadores Υ se alegra profundamente de ser el testigo Υ el instrumento de la acogida ο de la busqueda que el Padre dispensa a los <φerdίdοs». Los rigoristas cristianos de 10s tiempos de Lucas, 10 mismo que 10s escribas de 10s tiempos de JesίIs, ηο comprenden qιIc Dios desee encontrar en ellos a unos hijos a la vez justos Υ misericordiosos, como JesίIs. «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo» (Lc 6,36). Αsί «sereis hijos del Altίsimo, porque el es bueno con 10s desagradecidos Υ 10s perversos» (Lc 6,35). La parcibola del hijo Ρrόdίgο ηο nos dice si el hijo pequefio νίνί6 υη autentico arrepentimiento despues de la festiva acogida que le hizo su padre. Pero Lucas nos presenta, en otro lugar, υη personaje lleno de υη amor arrepentido: la pecadora aηόηίma, que la tradίcίόl1 coηfuηdίό con Μarίa de Magdala (Lc 7,36-50 [vease ρ. 112]). ΕStίΙ mujer da muestras de mucho amor porque se sabe ya agraciada coιι el Ρerdόη de Dios. Por el contrario, «a quien poco se le ΡerdΟl1ίΙ, poco amor muestra» (7,47). Ya el canto de Ζacarίas decίa que el pueblo del Sefior teηdrίa «conocimiento de la saΙνacίόη mediante el perdόη de sus pecados» (Lc 1,77). Por eso, 10s discursos misioneros dc 10s Hechos terminan, por 10 general, con una llamada a la convcrsίόη (Hch 2,38; 13,18). Lucas nos muestra que este ofrecimiento gratuito del perti6n sigue teniendo vigencia hasta el ίιltimo momento de la eχίsteηcίίΙ terrena de cada persona. Αsί sucedίό con el buen Ιadrόη crucificado allado de Jesus: Uno de los malhechores colgados le insultaba: «~No eres tιJ ('/ Cristo? Pues jsάΙvate α ti Υ α nosotros!». Pero el otro le ίncreΡό: «~Es φ/(' no temes α Dios, tίι que sufres Ιa misma condena? Υ nosotros con razιJ". porque nos Ιο hemos merecido con nuestros hechos; en cambio cS/(' nada malo ha hecho». Υ decίa: «]esus, acuerdate de mi cuando vengas con tu Reino». ]esus le dijo: «Te aseguro que hoy estarάs conmigo εll ('/ Ρaraίsο» (Lc 23,39-43). Como sucede en la parabola del hijo Ρrόdίgο, tambien estc ιli:ι­ logo es escandaloso para 10s rigoristas: jVaya gracia! lToda una νίιΙI de esfuerzos para guardar 10s mandamientos de Dios ηο vale 111<1S que υη arrepentimiento tardίο e incluso a ultima hora? Εη los Ρίιί­ ses del Sur se puede οίr a predicadores (venidos de Ρaίses del ΝΟΓlι' para invitar a las gentes a convertirse -ο a cambiar de Iglesia-
LUCAS -

HECHOS

del fin del mundo) que proclaman por las calles: «jEl infierno esta lleno de creyentes que han creίdο demasiado tarde!». Quizas... quien sabe... iPero a mί nadiepuede impedirme pensar que es difίcil11egar a creer con mayor retraso que eΙΙadrόη del evangelio! Quiza 10s dos compafteros de suplicio de Jesus eran dos resistentes frente a la ΟCUΡacίόη romana. Pero Lucas les tiene por malhechores. υηο de ellos confiesa: «Υ nosotros con raΖόη, porque nos 10 hemos merecido con nuestros hechos» (Lc 23,41). Esta frase expresa un movimiento de arrepentimiento. ΕΙ malhechor aftade un reconocimiento de la inocencia de Jeslls, una fe en su mesianismo «cuando vengas con tu Reino» Υ un amor lleno de confianza, que se expresa cuando le llama, nada mas, «Jesus», sin aftadir tίtuΙ0 alguno. Estamos ante otra persona «perdida», como la pecadora aηόηίma, como el hijo Ρrόdίgο, como Zaqueo... Υ resuena aΙΙί, en el espacio que media entre dos cruces, el mismo «hoy» que ΙΙeηό un dίa la casa de Zaqueo: hoy la SaΙvacίόη, hoy el arbol de la vida del Ρaraίsο, hoy el Reino para el malhechor, pues hoy estara con Jeslls. Ha sido «reencontrado». Para quienes en su «hoy» ηο pueden reconocer la saΙvacίόη ηί οίr la Buena Noticia del Ρerdόη, el evangelio de Lucas tiene en reserva, mas alla de toda la historia de 10s seres humanos, otra palabra de Jesus: «Padre, ΡerdόηaΙ0S, porque ηο saben 10 que hacen» (Lc 23,34). Υ.

406

S.

10 JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

Α tradίcίόn cristiana atribuye aΙ aΡόstοl ]uan,

L

hijo del Zebedeo, una serie de escritos del Nuevo Testamento que constituyen un grupo particular: 105 escritos jοάnίcos. Son estos: el evangelio segun san ]uan, las tres cartas de ]uan, el Apocalipsis. Un parentesco les une. Diferencias les distinguen. Se considera generalmente que el evangelio Υ las cartas forman un mismo conjunto redaccional, mientras que el Apocalipsis representa otra clase de escritos jοάnίcos. De esta familia de eseritos nos vamos α ocupar en este capitulo. Los primeros apartados tratarάn del conjunto del evangelio Υ de las tres cartas. Luego, en un ultimo α parte, nos ocuparemos del Apocalipsis.

407

10.1. ]UAN: AUTOR, DESTINATARIOS, PERSPECTIVAS

π ο muy al comienzo del πι, C1emente de que «Juan, finalmente, reconociendo que la naturaleza humana de Jesus ya habίa sido el tema de la preseηtacίόη de 10s tres primeros eνangelios, impulsado por sus dίscί­ pulos e inspirado por el ΕSΡίrίtu Santo, habίa redactado υη eνange­ Ιίο espiritual» (Eusebio de Cesarea, Historia ΕcΙesίάstίca, VI, 14,7). Esta Ρreseηtacίόη program
Α

finales del siglo

Alejaηdrίa decίa

PERSPECΊΊVAS ΤΕοιόGΙCΑS

Desde cierto punto de νista, el relato que hacen 10s eνangelios Sίηόρtίcos de la obra Υ de la persona de Jesus es suficiente Υ ηο necesita ninguna oιra obra suμΙeωenίaιίa;o[n:Len lodo tllnatC:iialneccsario para el conocimiento de la historia Υ del destino terreno de JesUs. Desde otro punto de νista, su Ρreseηtacίόη es unilateral Υ deficitaria: en efecto, sόΙ0 νieron Υ contaron la naturaleza humana de Jeslis, es decir, 10 que de ella se puede percibir consider
JUAN Υ ΕΙ ΜΕΟΙΟ JOANICO

sable para permitir una comΡreηsίόη real. Εη efecto, captar el sentido νerdadero del eηνίο del Hijo ιinico de Dios Υ de la eηcarηacίόη* del Logos* diνino en el mundo exige una νίsίόη en tres dimensiones que alcance a distinguir 10 que es «de arriba» de 10 que es «de abajo». Pues bien, esto sόΙ0 es posible a partir de un tercer espacio: la singularidad fundante que constituye el acontecimiento de la reνeΙacίόη del Hijo de Dios bajado del cielo, que realiza la dίstίηcίόη entre 10 que hay «en el mundo» Υ 10 que es «del mundo». Εη Juan el primer caΡίtuΙ0 de las apariciones del Resucitado termina asί: «Jesιis reaΙίΖό en presencia de 10s dίscίΡuΙ0S otros muchos signos que ηο estan escritos en este libro. Estos han sido escritos para que creais que Jesιis es el Cristo, el Hijo de Dios, Υ para que creyendo tengais νicla en su nombre» Οη 20,30-31). ΑΙ escribir esto, el Eνangelista entiende que la existencia humana pertenece a la oscuridad Υ a la muerte mientras ηο este enraizada en la reνeΙacίόη de la νerdad Υ de la luz que el Hijo introduce en el mundo. ]uan, libro de la reνeΙacίόn de Dios ΕΙ tema dellibro es, por tanto, la reνeΙacίόη hecha por sί mismo del Salνador bajado del cielo antes de que aΙΙί νolνiera a ascender por su muerte Υ resurreccίόη, interpretadas como su eΙeνacίόη Υ su νuelta al Padre. ΕΙ objetiνo de su eηνίο al mundo es atraer hacia sί e introducir en la comuηίόη del Padre Υ del Hijo a todos 10s seres humanos que el Padre le ha entregado Οη 12,32). Esta reνeΙacίόη determina la forma del libro, de suerte que se puede decir que su estructura, 10 mismo que su contenido, consisten en la reνeΙacίόη que hace de sί mismo el Salνador descendido del cielo Υ ascendido al Padre. La primera parte esta consagrada a su eηνίο al mundo, la segunda a su retorno al Padre: Τη

1-12:

La eηcarηacίόη como descenso de1 Hijo de Dios a1 mundo. La eηcarηacίόη de 1a pa1abra de Dios. La reve1acίόη de1 Padre Υ de1 Hijo en e1 mundo. La οροsίcίόη de1 mundo.

I~

13 2!:

ΕΙ :cto:nc dc! Hijo dc Dic,:; ίll Padr'.: La ίηstruccίόη de 10s dίscίΡu10S, que siguen en 1a tierra. La reve1acίόη Υ 1a g10rίficacίόη de1 Hijo por su retorno a1 Padre.

Εη estas dos partes, el eνangelio segιin Juan presenta una doble reνeΙacίόη. Por una parte, la persona hίstόrίca de un ser humano, Jesιis de Nazaret, es reνelada como la persona del Hijo Υ Salνador escatοlόgίco que Dios ha enνiado al mundo para salνar a la huma-

410

JUAN: AUTOR, DESTINATARIOS, PERSPECTIVAS

nidad. Por otra parte, se manifiesta la ineredulidad que viene a luz ante la reveΙacίόη del Hijo. Esta reveΙacίόη de la incredulidad lleva el nombre de «juicio», de suerte que el1ibro se presenta como ]n 1-12:

ΕΙ

descenso deI Hijo de Dios como juicio deI mundo. ]n 13-21: ΕΙ retorno del Hijo de Dios como juicio deI mundo.

La coηcΙusίόη de la primera vertiente del libro Οη 12,44-50) resume el resultado de la reveΙacίόη publica del Hijo de Dios en cl mundo, mientras que el ΡrόΙ0g0 allavatorio de 10s pies (Τη 13,1-3) anuncia 10s discursos de despedida a 10s discipulos, la elevaci6n Ι'Ι1 la eruz Υ el retorno al Padre. ]uan, libro de la actuaΙίΖacίόn Υ ΡresencίaΙίΖacίόn de Ιa reνeΙacίόn Por la estructura de su forma Υ de su contenido, Juan ηο se integr,1 en el genero de relato biografico, sino en el genero didactico de los libros de reveΙacίόη. Se explican, asi, 10s saltos Υ las fallas del relato. Se constata que el autor del evangelio segun Juan, ο 10s diferentes autores que trabajaron en el Υ se fueron sucediendo, ηο pretenclil'τοη dar al libro la forma de una historia continuada. Se deduce (1(· esto que la coherencia literaria de la obra hay que buscarla en otr,1 parte. La forma del texto esta mucho mas determinada por una tar(',1 de ίηterΡretacίόη: la tradίcίόη que conduce el hilo dellibro sc 11,1 esforzado continuamente en actualizar el sentido de la verdad rcvclada que queria transmitir. RΕFΕRΙ:ΝΠ/\

UN JUEGO

DE REACTIVACIONES ACTUALIZADORAS

La coherencia, la continuidad Υ la unidad de Juan ηο residen en la continuidad narrativa de su relato, sino en la lόgica de una tradicίόη (entrega) de reveΙacίόη que se desarrolla en una sucesίόη de explicitaciones Υ actualizaciones: - ΕΙ ΡrόΙοgο (1,1-18) es un resurnen prograrιιaticQΥ Lnιa ρrt::-inΙeιρretacίόηdel conjunto dellibro. - ΕΙ fragrnento de discurso introducido despues del Ultirno encuentro de Jesus Υ Juan el Bautista ση 3,31-36) es una relectura Ο una reίηterΡretacίόη del dialogo con Nicoderno ση 3,1-30), incluso del conjunto del relato desde que entra en escena Juan el Bautista ση 1,19--3,30).

- ΕΙ segundo discurso de de.pod1da 15,1-16,33) es una relectura Υ Ull. actuaΙizacίόη deI prirner discurso de d.... pedida ση 13,1-14,31). - La οracίόn llamada sacerdotal ση 17,1-26) es una relectura Υ una reinterpr8tacίόn de 10s dos prirneros discur.o. d. despcdida σΙ'. !3,1-16,33). - Los segundos relatos de aΡar101όn del Resucitado ση 21,1-23) conatituyen un nuevo desarrollo de 10s prirnero. nι1atol de aΡarίcίόη ση 20,1-29). - Finalrnente, el segundo ciernt d.l libro ση 21,24-25) es una reactίvιιc1όn d •• prirnero ση 20,30-31). ση

41

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

]uan, libro de reνeΙacίόn de Ιa comunίόn con el Padre Υ el Hijo ΕΙ contenido Υ la forma de Juan se corresponden con las convicciones de las comunidades Υ de 10s cristianos del ambito joanico. Los dίscίΡuΙ0S que han creίdο forman la comunidad del Salvador en la tierra Υ viven en la unidad de1 Padre Υ de1 Hijo. Constituyen, por eso, la figura ejemplar de todos 10s que seran creyentes a 10 largo de todos 10s tiempos Οη 20,29) Ya ηο pertenecen a este mundo, sino que son «re-nacidos de 10 alto» υη 3,3.5) Son «re-nacidos de 10 alto» porque Dios ha enviado a su Hijo al mundo para que todo e1 que crea en e1 ηο muera, sino que tenga vida eterna Οη 3,16). Ε1 Hijo de Dios bajado del cielo da a todos Υ cada υηο de 10s seres humanos la posibilidad de esa vida, porque a todos llama a creer. De esa forma, sitila a cada uno ante una decίsίόη que le constituye como sujeto personal. Los que creen siguen viviendo «en este mundo» ο «en el mundo», pero ya ηο son «del mundo» ο «de este mundo». La existencia REFERENCIA

EL ENIGMA DEL DIscipULO ΕΙ

discipuIo amado Υ ]esύs

La primera Ρreseηtacίόηque de θΙ hace el texto de Juan evidencia ya el papel partlcular del discipulo amado: es, por una parte, el discipul0 al que Jesus «amaba». Los ίlnicos otros personajes de 10β que Juan dice que Jesus 10S amaba βοη Marta, su hermana Υ Lazaro ση 11,5, cf. Ιη 11,11: «nuestro amigo Lazaro» Υ Ιη 11,36: Ved cuanto le amaba. Νόtese de paso que el empleo del verbo «amar» referido al hermano Υ a las dos hermanas quita cualquier fundamento a las relaciones homosexuales, que en alguna οcasίόη se han sospechado, entre Jesus Υ su discipulo. Por otra parte, el discipulo amado esta en el seno de Jesus ση 13,23), 10 mismo que el Hijo ίlnico de Dlos estaba en el seno del Padre ση 1,18). Se le muestra asl como el interprete autorlzado Υ el revelador del Hijo, 10 mismo que e1 Hijo θβ el reve1aάοr e interprete del Padre.

26), Υ es el primero que ΙΙegό al sepulcro vacio. Fue asi el primero que νίο Υ creΥό, βίη ayuda de la Escritura ση 20,2-10). ΕΙ discipulo amado θΒ la figura ejemplar de la fe. Nunca θβ victima de malentendidos. Se mantiene fiel θη 10β tres momentos esenciales de la Ρasίόη, de la muerte Υ de la Resurreccίόη de Jesus. Por 1a eΙeccίόη particular debida al amor de Jesus, es tambien el mediador entre Jesus Υ 10β Doce ση 13,25-27; 21,2-8) Υ el testigo autorlzado ση 21,14). Su actitud esta orlentada hacia el porvenir: su fe Υ su comprenβίόη ejemplares confieren autoridad a su testimonio en el tiempo que sigue a la marcha de Jesus. ΕΙ Evangelista se declara enraizado en su testimonio que procede de la cοmuniόη inmediata con Jesus. Testigo del conjunto de 10β acontecimientos fundantes, puede comunicar Υ transmitir una interpretaclon perfecta de todos ellos. ΕΙ

Este pape1 particular 10 expresa e1 hecho de que el discipulo amado, siguiera, quiza, a Jesus θη su proceso ση 18,15-16) Υ θη todo caso βί estuvo presente al pie de la cruz ση 19,26-27). Jesus hizo de θΙ su representante (se cοnvirtίό θη e1 «hijo», Jn 19,

412

AMADO

discipuIo amado Υ Pedro

SistemMicamente, las dos figuras, la del discipulo amado Υ la de Pedro, aparecen θη escena juntas. Pedro depende de1 disclρulο amado para comprender a Jesus ση 13,25-27), para seguirl0 ση 18,15-16) Υ para reconocer1o ση 21,2-8). Α 1a vez, am-

JUAN: AUTOR, DESTINATARIOS, PERSPECTIVAS

cristiana sigue teniendo su 1ugar de presencia en 1a tierra, pero sus raίces estan en e1 amor de1 Padre a1 Hijo, en e1 amor de1 Hijo a 10s dίscίΡuΙ0S que ha e1egido Υ en e1 amor mutuo de 10s seres nuevos que de ahί brotan (Τη 15,1-17). Estas raίces nuevas, p1antadas en e1 cie10, confieren a todos 105 creyentes una nueva identidad que 1es distingue de1 «mundo» ο de «este mundo» (Τη 15,18-16,15). Esta nueva identidad presenta dos aspectos contrarios. Por una parte, suscita e1 odio de1 mundo que reconoce que 10s dίscίΡu10S de1 Sa1vador ya ηο 1e pertenecen, sino que en ade1ante forman parte del mundo divino de 1a 1uz Υ de 1a verdad (Τη 15,18-16,4a). Por otra parte, 1a nueva existencia dada a 10s creyentes es 1a vida eterna ο, simp1emente, «la vida». Participa de la comuηίόη ya presente con e1 Padre Υ con e1 Hijo que ha dado su vida por 10s que ama (Τη 15,9-17). De este modo, se a1imenta de 1a espe-

Ει ENIGMA DEL DISC1PUΙO AMADO

bas figuras aparecen en contraste la una con la otra: Pedro niega a ]estis, mientras que el discipul0 amado esta presente al ρίθ de la cruz ση 19,26-21). ΕΙ discipul0 amado νίο Υ creΥό, aunque Pedro entrara antes que el al sepulcro ση 20,2-10). ΕΙ discipulo amado parece ser la figura ideal de la fe joanica*, mientras que Pedro representaria, mas bien, la realidad empirica de la fe del lector. Sin embargo, el cuarto evangelio ηο contiene polemica alguna anti-petrina*: nunca de pone θη cuestίόn el papel particular de Pedro θη 10s relatos de Pascua Υ θη 10s comlenzos del cristianismo. Ιο llnico que hace ]uan es relativizar su papel oponiendole una segunda autoridad legίtima. Los dos personajes podrian parecer complementarios: Pedro serla el mascarόn de proa de la ίnstίtucίόn eclesiastlca, nLletLIras qu.e .:;;1 discip'ιl10 amado jugaria un papel mas teοlόgίcο. La ίntencίόn del texto de ]uan seria conduclr a sus lectores a una mejor cοmΡrensίόn de ]estis que la que aportan 10β evangelios sίnόΡtίcοs. Εη esta perspectiva, Pedro Υ el discipul0 amado slmbolizan dos grados de comΡrensίόn de la reveΙacίόn, presentes por un lado θη las Iglesias aΡοstόlicas Υ, por

otro, θη las Iglesias joanicas. Pero 1« toιι dencla βθ modifica: la argumentacίόn ρω sigue, θη el cap. 21, afirmando la espocIfi· cidad de la tradίcίόn del discipul0 anll\(lo. reconoclendo desde luego la autentlcidιId de la fe de las Iglesias aΡοstόlίcas βίηιl)()!Ι· zadas por la figura de Pedro. ΕΙ ΕΙ

discipulo amado Υ ]uan dialogo entre ]esus Υ Pedro del cap. 21 presupone la muerte del discipul0 amιIdo. Asi que este ηο puede haber sido el rodac.. tor del conjunto del evangelio. Sin oml)nr· go, el texto del evangelio tal Υ como ollt/\ ahora lnvoca su testlmonlo como tostin1oniο de la autoridad fundante dol n\ov! . miento joanico Υ de la tradicίόn de rovolIIcίόn puesta θIl forma θIl este libro. ε. οΙ lnlclador de una ίnterΡretacίόnoriginal d. 1α ρeτεοηα Υ dc 1a o!:::::a de ]esus, ReagrUΡό οη torno a el a alumnos que prosiguieron su trabajo, como 10 muestra οl procodl mlento de las relecturas suceslvas cuyo resultado es οι evaIlgelio. Fundό λΙΙΙ απιι escuela teοlόgίca que cοnstίtUΥό ΟΙ centro de las Iglesias joanicas Υ se cοnvίrtiό. "Ι final del evangelio ση 21,24), θη ΟΙ garant. de la obra colectiva que el habia inspirado.

'. Ι. \

]UAN Υ ΕΙ ΜΕΟΙΟ JOANICO

ranza de una comuηίόη futura Υ perfecta en el cielo (Τη 14,1-4; 16,16-27). Α pesar de las particularidades dellenguaje Υ de las representaciones que pone en juego, esta ίηterpretacίόη del cristianismo implica una continuidad esencial con la Ρredίcacίόη, la actuacίόη Υ la νida del Jesus hίstόrίco. La conνiνialidad del Reino νiνida por Jesus sigue siendo tambien el acontecimiento mediante el cual cada ser humaηο es amado Υ recreado, como υη ser nueνo plenamente reconocido como sujeto personal. AUTOR, LUGAR Υ FECHA ΟΕ ΙΑ RΕΟΑcαόΝ ΟΕ JUAN

Εη

la segunda mitad del siglo ΙΙ, el cuarto eνangelio era conocido Υ difundido bajo el tίωlo de eνangelio segun san Juan. La atestacίόη mas antigua de la atrίbucίόη de este eνangelio a Juan es, sin duda, el tltulo que aparecia en el ro11o utilizado COlll0 modelo por el copista REFERENCIA 105 JUDi05 ΕΝ EL CUARTO EVANGELIO Cuadro genera1 Ιο

mas frecuente es que Juan pre8ente a1 judaismo con la eΧΡresίόn general «los judios» (70 veces en el evangelio). Esta lt1.anera de hablar ηο θΒ la misma que usaban los judios para definirse a ellos misnιoB, Βίηο la que utilizaban 10S ηο judios para designarles. Por tanto, Juan adopta θη Su lenguaje el punto de vista de una socledad pagana* en la que 108 jUdi08 constitul<ιη un circulo reconocible. Luego, aparecen θη el texto 10s fariseos* como sus jefes incontestados, hasta tal punto que el judaismo* de Juan parece a veces confundirse Βοη ellos. Esta cοnfiguracίόη corresponde a la de la sinagoga* tal Υ como se reestructurό despues de la destruccίόη del Templ0 de Jerusalen en el afιo 70. Finalnιente, con eχceΡcίόη de Ιη 1,19, 10s partidos del judaismo palestino antes de la caida del Templo ΠΟ r1p~empe;;~rι rιing',n papel θη la ηarracίόη.

La

eχcοmunίόn de 105 cristianos fuera de 1a

Sinagoga

Segύ.n Ιη 9,22, 12,42 Υ 16,2, todo el que confiese a Cristo esta amenazado de ser excluido de la sinagoga. Los disclpulos Υ testigos del cristianismo joanico corren

-

414

incluso peligro de muerte. probablemente ροτ 1aΡίdacίόn (cf.Jn 8,59; 10,31.39), como maestros hereticos. Estas dos medidas diferentes, (la primera afectaba aI conjunto de Ios circulos joanicos, Ia segunda ΒόΙο a las elites), presuponen un marco hίstόrί­ co que se corresponde con el que existia en 10s comienzos del judaismo rabinico. La eΧΡresίόη «excluido de la sinagoga», que nuestro texto utiliza tres veces ση 9,22; 12,42 Υ 16,2), hasta ahora sόΙ0 se la ha encontrado en Juan. Por 10 general, esta medida se interpreta como eco natural a la afιadidura, hecha por la academia de Yabne, de 1a duodecima beηdicίόn en la οracίόn de las Dieciocho Bendiciones. [vease el documento de 1& ρ. 304]. De hecho, esta duodeclma bendίcίόn ηο tiene en perspectiva a 10s cristianos, Βίηο mas bien, despues de la guerra judia, '" Ιo~ colaboradores proromanos Υ a las tendencias helenistas dentro del mismo judaismo. 5ί 10s miembros de 10s clrculos joanicos estaban amenazados por estas medidas es sefιal de que todaVla pertenecian a las sinagogas Υ se les identificaba con movimientos centrifugos peligrosos para el mantenimiento de la identidad judia.

JUAN: AUTOR, DESTINATARIOS, PERSPECTIVAS

de los mas antiguos papiros que se conservan (ρ66, de Ios De la misma epoca data la ίdeηtίficacίόη del dίscίΡΙΙΙΟ amado con el discIpulo Juan, hermano de Santiago e hijo del Zebedeo (Ireneo, Clemente de Alejandria), asi como el establecimiento de la vίηcuΙacίόη entre la redaccίόη de Juan Υ las tradiciones joanicas de Efeso.

de

ιιηο

afίos 200).

La cuestίόn del autor Como libro de la reveΙacίόη, Juan se apoya en una triple autΟΓίd,1d: - La primera autoridad es la del ΕSΡίrίtu Paraclito* que garantiza la verdad de la memoria de los disclpulos (Ιη 14,15-17.25-26; 15,26-27; 16,7-15). - La segLInda autoridad es la de una tradίcίόη de reveΙacίόη qlIc aparece en el cuerpo del evangelio Υ en su coηcΙusίόη final. Esta tradίcίόη la transmite ιιη grupo que habla en clave de «nosotros» Υ cuyo autor (que toma explίcitamente la ΡaΙabΓa en clave de «ΥΟ» cn Ιη 21,24-25) se presenta como su portavoz. Este grupo desempen,l una doble fuηcίόη: es representativo de la fe de 10s que han llegado a creer Υ confiesan a Jesύs como la palabra de Dios hecha caΓΠe (Ι η 1,14.16); es, tambien, el garante de la tradίcίόη de reveΙacίόη joanica (Ιη 21,24) Υ representa al Revelador en persona que habla por SlI boca (Ιη 3,11-12; 4,22; 9,4). - La tercera instancia de autoridad es la figura enigmatica del dίscίΡuΙ0 amado. ΕΙ autor de 10s Ultimos verslculos del evangelio (Ι η 21,24-25) le presenta en primer Iugar como eI testigo bajo cuya responsabi1idad se ha escrito el1ibro. ΕΙ grupo «nosotros» sabe Υ atestigua, mediante la pluma de su representante, que el testimonio del discIpulo amado es veΓdaderο. Le presenta, luego, como el redactor de 10 que precede, es decir probabIemente del cuerpo del evangelio incluido el cap. 21: KE:ste es el discIpulo que da testimonio de est<:lS cosas Υ que las ha escrito» (Ιη 21,24). Esta ύΙtίma decΙaracίόη sorprende en la medida en que 10s dos verslculos precedentes (21,2223) parecen presuponer la muerte inesperada del disciplIl0 amado. Es evidente que estas tres autoridades se refuerzan mutuamentc: por una parte el grupo «nosotros» es la autoridad que invoca inmcdiatamente el ύΙtίmο redactor dellibro; por otra parte, este grιIρo, ωΥα ΥΟΖ IcapaTccc ωΙa Γτιωπa caTta (l ].. 1,15; 4,6.14) :;c <ιρογ;l en el testimonio del disclpul0 amado Υ atestigua su vaIidez. Destinatarios, fecha Υ lugar de comΡοsίcίόn Υ de ΡubΙίcacίόn de Juan Los indicadores que permiten localizar ellugar de redaccίόη de JlI,lIl son pobres. ΕΙ parentesco formal de 105 dialogo5 Υ de 10s discLIrsos joanicos, primero con el Evangelio de Tomas Υ, luego, con 10s di
JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

quίa?). Pore1 contrario, 1as similitudes que hacen 10s Padres entre e1 cuarto evange1io Υ 1as tradiciones vincu1adas a Juan, hijo de1 Zebedeo, suponen un νίηcu10 entre 1a redaccίόη joanica Υ Asia (Efeso). La hίΡόtesίs mas p1ausib1e es 1a de un desp1azamiento de 1a escuela joanica de Siria a Asia. Dos argumentos fuertes permiten una datacίόη aproximativa de 1a comΡοsίcίόη de 10s caΡίtu10S 1 a1 20 que constittIyen e1 cuerpo de1 evangelio: 1a imagen que transmiten de1 judaίsmο Υ 1a eχcomuηίόη de 10s cristianos joanicos fuera de 1a sinagoga. La idea que sostiene que e1 evange1io segun Juan serίa un escrito misionero ha sido abandonada. Los destinatarios de su libro de reve1acίόη son cristianos: e1 ΡrΟΡόsίtο que persigue el Evange1ista es forta1ecer su fe Υ conducir1es a que tengan una mejor comΡreηsίόη de ella. Partiendo de ahί, Υ si 10s destinatarios son cristianos, μ que comunidades se dirige Juan? lAl conjunto de la cristiandad ο a una e1ite que fοrmarίaη las comunidades joanicas? La respuesta a esta pregunta sigue abierta. Sea de ello 10 que fuere, e1 cuarto evangelio da una idea precisa de1 tipo de cristianismo en e1 que esta enraizado: el nucleo de cίrcu­ 10s joanicos Υ de su escuela se desarrοlΙό Ρacίficameηte en el interior de 1a sinagoga hasta que 10s fariseos tomaron de su mano e1 judaίs­ mo. Αsί pues, ese cristianismo 10 coηstίtuίaη esencialmente judίοs he1enizados (Ιη 12,20-36) que creyeron en e1 Hijo de Dios bajado de1 cie10, que fundaron su propia escuela teο1όgίca cristiana, pero que por su propia voluntad ηο abandonaron e1 medio judίο. La sίtuacίόη cambίό en un pasado tοdaνίa cercano a1 tiempo de la Ρredίcacίόη evangelica. Experimentaron la ruptura como do10rosa, Υ Juan se esfuerza por curar 1as heridas. Estas Ρrονeηίaη: - de1 recuerdo de 10s conflictos con 10s nuevos maestros de 1a stnagoga; - de 1as re1aciones nada seguras, Υ desde e1 punto de vista joanico (Ιη 15,18-16,15) esencialmente conflictivas con el mundo; - de 10s feηόmeηοs de erοsίόη existentes dentro de1 mismo cίrcuΙ0 de 10s dίscίΡu10S (Ιη 6,60-71). Τιι-:ιn oγprl1prf"1'1 '1 lΓ\~ nιιΡ h.,,, "'t"'"'A ...,..,.,nCtr~r1A ha.lcH' J "' "1 SOll 1a comunidad del Padre del cielo Υ de su Enviado a1 mundo, porque ellos han οίdο Υ comprendido la palabra del Salvador. ΕΙ Padre 1es ha confiado al Hijo bajado de1 cielo Υ vuelto a e1 para preparar1es un lugar en 1as numerosas moradas que tiene 1a casa de1 Padre (Ιη 6,37.44.65; 14,1-4; 17,6.8). F. v. j

416

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10.2. JUAN, υΝ EVANGELIO PARA TIEMPOS DE CRISIS

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belleza de las meditaclones joanicas* puede produclr allector la ίmΡresίόη de que se trata, sobre todo, de un evangelio* esplrltua1. «Juan, el evangelio espirltual», suele declrse. Sin embargo, su contenido ηο es preclsamente un mar en calma. Las dificultades por las que Ρasό la Iglesia* al final del primer sigl0 son perceptibles en el texto. Podemos hablar de una verdadera crisls.

L

LA RUPTURA CON ΕΙ JUDAISMO

Recordemos 10s hechos tal Υ como el mlsmo texto de Juan nos permite reconstruirlos. Todos 10s que confesaban a Jesίls como el Crlsto se encontraron bajo la amenaza de ser excomulgados de la slnagoga*. Los doctores de la comunidad joanlca corrieron incluso el peligro de ser perseguidos Υ lapidados como hereticos. Las dos medidas eran muy distlntas tanto respecto a las personas a que se orlentaban como respecto a sus implicaciones teοlόgίcas Υ sus efectos: - La amenaza de eχcomuηίόη Οη 9,22; 12,42; 16, 2a) afectaba a todos 10s cristianos que confesaran* su fe. Semejante amenaza era fruto de las consecuencias de la guerra judίa. Los fieles de la tradicίόη joanica eran considerados como judίοs helenizados, internacionalistas Υ quizas pro-romanos, es decir como renegados que traicionaban ia identidad judIa Υ aIIlt::nazaLJa11 ια LU;lt::~iun Υ ια ~UIJtlV ί­ vencia del judaίsmο*. Εη consecuencia, ya ηο habia sitio para ellos en las sinagogas. - La amenaza de muerte para 10s jefes de la escuela joanica Οη 16,2b) Ρrοcedίa de otra Ιόgίca. Νο se Ροnίa en tela de juicio su pertenencla a la sinagoga. Se les recoηοcίa incluso como maestros del judaίsmο, Υ eso mlsmo era 10 que les creaba la dificultad, pero a la '117

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

inversa que a 10s otros cristianos. Εη tanto que maestros, sόΙ0 Ροdίaη ser juzgados en cuanto maestros de herejίa. Su error coηsίstίa en ηο seguir la ensefianza de 10s rabinos* ηί las decisiones de sus academias. Cοrrίaη, ροτ tanto, el peligro de ser lapidados porque, tambien el1os, con sus ensefianza, amenazaban la cohesίόη Υ la identidad judίas. ΕΙ presupuesto de semejantes medidas era el hecho de que 10s cίrcuΙ0S joanicos se encontraban todaνίa, en el tiempo en que se tomaron esas medidas, bajo jurίsdίccίόη sinagogal. Ροτ tanto, la escuela joanica se desarrοlΙό, hasta 10s afios 70, dentro de las sinagogas, Υ Juan ηο conserva huellas de conflictos anteriores a 10s que deseηcadeηό el apoderamiento del judaίsmο ροτ 10s fariseos*. Confrontado a esta sίtuacίόη, Juan ηο contesta, sin embargo, la eΙeccίόη* de Israel: 10s judίοs forman parte de 10s destinatarios de la promesa. Α ellos, en primer lugar, ha sido enviada la palabra hecha carne (<<νίηο a 10s suyos, Υ 10s suyos ηο la recibieron»; Jn 1,11). La tradίcίόη joanica sabe que la singularidad de la reνeΙacίόη del Hijo de Dios se desarroΙΙό en la historia de Israel, a la que ella misma siempre ha tenido conciencia de pertenecer, Υ la sigue teniendo (<<nosotros adoramos 10 que conocemos, porque la saΙνacίόη viene de 10s judίοs»; Jn 4,42). Sin embargo, en el espacio de tres dimensiones que pone de manifiesto la reνeΙacjόη de1 Hijo bajado de1 cielo, 10s judίοs forman parte del mundo. Es verdad que 1a historia de Israel Υ e1 texto de1 Antiguo Testamento son testimonios que ava1an 1a reνe1acίόη de Dios en e1 eηνίο de su Hijo. Pero ηο ροτ eso constituyen una historia de saΙνacίόη. Abrahan (8,21-59), Jacob (Ιη 4,4-42), Moises (Ιη 1,18; 5,31-47), e1 don del mana en el desierto (Ιη 6,1-58), e1 Temp10 (Ιη 2,13-22) forman parte integrante de la historia del mundo a la que ha descendido el Hijo de Dios del cielo, pero hay que leerlos como signos terrenos de la reνeΙacίόη divina. Ademas, la eΧΡresίόη «los judίοs» se convierte en e1 equivalente teοlόgίco del concepto «mundo». Como el mundo, 10s judίοs son 10s destinatarios del amor del Padre Υ del eηνίο portador de saΙνacίόη del Hijo. Como el mundo, 10s judίοs se dividen frente a la paradoja de la reνeΙacίόη de la palabra hecha carne Οη 10,19-21; 11,45-46). Unos «creen» Οη 2,23; 8,30, etc.), mientras que otros se escandalizan (Τη 5.1-47: 6,4 158, etc.). De esta forma, 10s judIos, 10 mismo que el mundo, que al principio son 10s destinatarios de la reνeΙacίόη, se convierten, al irse desarrollando el drama, en la figura de sus adversarios. La raΖόη de la incredulidad de 10s judίοs reside precisamente en su pertenencia al «mundo». Son de abajo, mientras que Jesus es de arriba; pues el acontecimiento de la eηcarηacίόη*, es decir la proximidad inmediata de Dios en el mundo, manifiesta la distancia infinita que separa a Dios del hombre Υ del «mundo». La posibilidad de 41Η

JUAN:

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EVANGELIO PARA TIEMPOS DE CRISIS

la fe ηο pertenece a las capacidades humanas: nadie puede creer si eΙ Padre que ha enviado a su Hijo al mundo ηο le atrae Οη 6,44) Υ ηο le pone en manos del Salvador (Ιη 6,37.65). EL CONFLICTO CON EL MUNDO

La eΧΡresίόη «los judIos» esta completamente ausente de 10s discursos de despedida. Esta ausencia 11ama mas la ateηcίόη si tenemos en cuenta que las medidas de eχcΙusίόη de la sinagoga Υ la condena de 10s doctores hereticos forman parte de esa epoca marcada por la marcha del Hijo, por su ausencia Υ por la soledad de 10s discipulos que quedan en el mundo (que es el tema de las conversaciones de 10s capitulos 13-17). Asl pues, al pasar de la reνeΙacίόη pύblica (Ιη 1-12) a 10s discursos de despedida (Ιη 13-17), Juan reemplaza el tema de la hostilidad de 10s «judios» contra Jesύs por el tema del «odio del mundo» cuyas Vlctimas son ahora 10s discipulos. Dos modelos de ίηterΡretacίόη son posibles. Primer modelo: las exclusiones de la sinagoga Υ 10s procesos contra 10s dirigentes de 10s clrculos joanicos son cosas que pertenecen ya al pasado Υ, entonces, el odio del mundo evoca las nuevas dificultades que las comunidades del discipul0 amado encuentran en el mundo. Recientes investigaciones hίstόrίcas han mostrado que la eνοcacίόη que hace Eusebio de persecuciones organizadas contra 10s cristianos por el emperador Domiciano proceden de una amΡΙίficacίόη hagiografica. Entonces, se piensa, mas bien, en la inseguridad, en las denuncias, en la hosti1idad popular Υ en 10s linchamientos que en todos 10s tiempos amenazaron a las Iglesias Υ a sus miembros en el imperio pagano. Los cristianos del cuarto evangelio, Vlctimas ya de la reestructuraci6n farisea del judaIsmo, se habrlan convertido tambien en presa facil de la antipatIa, e incluso de la hostilidad pagana*. Segundo modelo: el odio del mundo es una geηeraΙίΖacίόη en el marco de la ref1eχίόη teοlόgίca sobre el rechazo de 10s judIos. Ιο que manifiestan las medidas tomadas por la sinagoga es a todas luces el odio del mundo contra una comunidad que ha dejado dc pertenecerle. La retΙeχιόη teolόgιca que Juan realiza a partir de esta situaci6n de hecho conjuga tres temas (Ιη 15,18-16,15): - ΕΙ destino de 10s discipulos va a la par con el de su Maestro () 11 15,18-20): de la misma forma, Υ porque el mundo ηο recίbίό la revcΙacίόη del Hijo, de esa misma forma Υ por el mismo motivo, adiara ahora a sus disclpulos. - Determinadas pertenencias son incompatibles (Ιη 15,21-25): el mundo ama 10 que le pertenece. Ahofa bien, Jesύs coηfirίό a StlS

JUAN Υ ΕΙ ΜΕΟΙΟ JOANICO

discipulos una identidad Υ un origen que ηο son de este mundo, Υ en consecuencia el mundo 10s rechaza como a cuerpos extranos. Ιο semejante atrae a 10 semejante. La consecuencia inmediata es que el mundo, que rechaΖό a Dios Υ la singularidad de su reveΙacίόη contenida en el envlo de su Hijo, ηο puede dejar de rechazar a 10s que, al creer en Jesιis, han entrado en la comuηίόη del Padre Υ del Hijo. ΕΙ odio del mundo se convierte, entonces, en el slntoma Υ la verificacίόη de la pertenencia de 10s creyentes al mundo celeste. - ΕΙ Paraclito* es enviado Υ actιia Οη 15,26-16,15). Por un lado, actualiza la presencia de Jesιis en medio de sus discipulos Υ les conduce hacia la verdad completa, es decir a la plena comuηίόη con el Padre que les ha revelado el Hijo Οη 15,26-16,6 Υ 16,12-15). Por otro lado, pone de manifiesto, a traves de 10s discIpulos, el pecado (es decir la increencia), la injusticia Υ la pertenencia de este mundo a las tinieblas de la incredulidad Υ, en consecuencia, a la Ρerdίcίόη. ERosIόN Υ DlVISIONES DENTRO ΟΕ ΙΑ COMUNIDAO

Εη bastantes momentos, tanto el evangelio segιin Juan como las cartas joanicas presentan las divisiones existentes dentro del clrculo joanico: - Εη Jn 6,60-71, un buen nιimero de discipulos se escandalizan de las palabras de Jesιis Οη 6,60) Υ le abandonan Οη 6,66). - Εη 1 Jn 2,18-19, algunos que formaban parte de la comunidad joanica se han marchado del grupo representado por el autor, Υ constituyen una amenaza en la medida en que podrIan tentar a 10s otros a seguirles. - Εη 2 Jη 7-11, el Anciano manda a la comunidad destinataria de la carta que ηο reciba a 10s representantes de esas personas. - Εη 3 Jη 9-11, el Anciano constata que ha perdido la partida: la Iglesia esta ahora bajo el control de Dίόtrefes, su adνersario, Υ ya sόΙο cuenta con la ayuda de unos pocos «amigos» (3 Jn 15), entre el10s Gayo (3 Jn 1-18) Υ Demetrio (3 Jn 12).

Lo que estaba en juego Es dificil reconstruir que estaba eniuego en el conflicto Υ la identidad de las partes implicadas. Segιin el autor de la primera carta de Juan Υ segιin el Anciano que firma la segunda, l0s disidentes han abandonado la coηfesίόη de fe joanica tal Υ como esta resumida en 1 Jn 2,22 (<<Jesιis es el Cristo»), en 1 Jn 4,2 (<<Jesucristo venido en carne»), en 1 Jn 5,5 (<<Jesιis es el Hijo de Dios») Υ en 2 Jn 7 (<<Jesucristo venido en carne mortal»). Pero, lquienes son esos disidentes Υ en que han abandonado el credo joanico?

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IUAN:

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EVANGELIO PARA TIEMPOS

ΌΕ

CRISIS

La sίtuacίόη es la misma en el evangelio segίIn Juan, en la ΡΓί­ mera Υ en la segunda cartas. La historia de las comunidades joanicas esta dominada por el conflicto con la sinagoga farisea Υ con 10s «anticristos», es decir, con aquellos que rechazan confesar al Cristo joanico. Se trata sin duda de antiguos cristianos que, convertidos en aΡόstatas, al vuelto a la sinagoga. Los escritos joanicos, evangelio Υ cartas, atestiguan un proceso de desmembracίόη del movimiento joanico del que se han ido 10s «anticristos», es decir 10s que han dejado de reconocer su identidati en la coηfesiόη de fe que es propia de esta escuela (Ιη 1,14). ΕΙ evangelio segun Juan intenta fortalecer la unidad de las comunidades joanicas despues de una primera crisis. La primera carta se esfuerzJ por devolver autoridad a Juan tras una segunda crisis; finalmente, las cartas segunda Υ tercera atestiguan la desaΡarίcίόη de la eseuela joanica como movimiento. La insistencia que se hace en la «carne» indica la raΖόη por la que 10s «anticristos» han abandonado ]a comunidad joanica: rechazan creer en la eηcarηacίόη, porque tienen una coηceΡciόη ΡregnόstίCί1 del cristianismo. Por tanto, la lucha del evangelio segun Juan Υ de las cartas es el buen combate de la fe ortodoxa contra la herejίa. ΕΙ acento que se pone sobre el conocimiento compartido desde el comienzo por 10s autores Υ 10s destinatarios (l Jη 1,5; 2,7, etc.), sobre el patrimonio propio de la tradίciόη de reveΙaciόη joaniCίl, sobre la coηfesiόη de fe que sirve de referencia identitaria a la eseucla, dejarίaη entrever, mas bien, 10 contrario. ΕΙ efecto que teηdrίan cl evangelio segίIn Juan Υ las cartas serίa defender la unidad de υη cristianismo Ρregηόstico contra su asίmilacίόη en un cristianisIl10 mayoritario Υ comlln. ΕΧΡΙicaciόn: necesidad teοlόgica de Ιa Ρredestinacίόn

Sea cual fuere la recoηstruccjόη histόrica que se emprenda, la explicaciόη que el evangelio segun Juan Υ las cartas dan de esa desmeIllbraciόη traduce una continuidad de pensamiento. Si 10s disidcl1tl's han abandonado la unidad del movimiento joanico, es porquc ΙΙ0 formaban parte de el (l Jn 2,19) Υ, si ηο formaban parte de el, es ΡΟΓ­ que nadje Duede ir al Salvador joanico por otros caminos qιιc 110 sean el don del Padre Οη 6,65). ΕΙ motivo de la Ρredestίηaciόl1 sirvt" pues, de eΧΡΙicaciόη teοlόgjca de la fidelidad ο de la apostasIa: qιιίι'­ nes son de arriba 10 son porque el Padre 10s ha atraίdο hacia el Hijo, Υ 10s que se van 10 hacen porque son de abajo Υ del mundo. Esta eΧΡΙicacίόη Ροdrίa parecer como una racίοηalίΖacίόl1 ι1ι'l fracaso Υ una estrategia de ίηmuηίΖacίόη. Ahora bien, COI1Vil'Ill' subrayar su coherencja con el mensaje central de! cristianiSl110 joj 4.lJ

JUAN Υ EL MEDIO JOANICO

niCO: Dios ha enviado a su Hijo al mundo para dar su vida a todo el que crea en el, es decir a todo el que acepte comprender Υ realizar su existencia a partir de la eηcarηacίόη como reveΙacίόη de la verdad en la historia. La llamada a creer plantea la cuestίόη de la posibilidad misma del creer. Creer ηο le es posible a la humanidad ηί al mundo de 10s hombres, porque 10s seres humanos sόΙ0 pueden captar υη mundo de dos dimensiones, de ahί el malentendido de la reveΙacίόη divina. ΕΙ paso de la muerte a la vida tiene necesidad, por tanto, de un re-nacimiento Οη 3,3.5), es decir de una traηsfοrmacίόη que ηο se puede obtener a partir de nada de 10 que hay en el mundo, sino sόΙ0 a partir de la posibiIidad que ofrece eI Padre. Las afirmaciones segun las cuaIes sόΙο puede creer aquel a quien el Padre atrae, expresan, por tanto, eI hecho de que Ia fe sόΙ0 puede comprenderse como un don de Dios. Αsί, una persona sόΙο puede creer si reconoce Υ confiesa ηο poder creer Υ, en consecuencia, se pone confiadamente en manos de Ia palabra creadora que se ha hecho carne. Llamar a creer es 10 mismo que decir que creer ηο puede ser una actuacίόη de la libertad humana, sino que constituye un don de Dios.

La estrategia unitaria: el mandamiento jοάnίco del amor mutuo Frente a Ios riesgos repetidos de hundimiento de 10s cίrcuΙοs joanicos, eI evangeIio Υ Ias cartas llaman aI amor mutuo Οη) ο al amor a 10s hermanos (l Jn), tema que retoma Ia οracίόη de Jesus (en Jn 17), con Ia ayuda deI concepto de unidad: 05 doy un mandal1liento nueνo: que 05 amei5 105 un05 α 105 otr05. Que, como ΥΟ 05 he amado, a5i 05 amei5 tambien v050tr05 105 un05 α 105 otr05. En e5to conοcerάn tod05 que 50ί5 di5cipul05 lni05: 5ί 05 tenei5 amor 105 un05 α 105 otr05 Οη 13,34-35). Este mandamiento (vea5etambien Jn 14,15-24; 15, 1-17; 1 Υ 2 Jn) ηο es una reΡetίcίόη deI dobIe mandamiento de amor a sί mismo Υ aI Ρrόjίmο, taI Υ como aparece en PabIo (por ejempIo en Rm 13,810) Υ en Ios evangeIios sίηόρtίcos (por ejemplo en Mc 12,28-34, citando Ιv 19,18). Εη Juan, esta siempre limitado aI cίrcuΙ0 de Ios discipu10s ση: «amaos 10s unos a 10s otros») ο a 10s hermanos II Υ 2 Jn). ΕΙ amor mutuo entre 10s creyentes fieles aI Salvador es una caracterίstίca de Ia comunidad del Hijo enviado por el Padre. ΕΙ caracter interno de este amor mutuo procede de 10 que le funda Υ fundamenta: el amor mutuo de 10s dίscίΡuΙ0S es debido al amor que les tiene el Hijo bajado deI cielo, Υ este mismo amor es el resultado del amor del Padre al Hijo. ΕΙ amor mutuo es, por tanto, 422

IUAN:

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EVANGELIO PARA TIEMPOS

ΟΕ

CRISIS

el signo de la pertenencia a la comuηίόη del Padre Υ del Hijo. Esto es 10 que hace que este mandamiento sea un mandamiento nueνo ση 13,34): el mandamiento de amor joanico es una llamada a participar en la unidad del Padre Υ del Hijo, que sόΙ0 ha sido posible por la reνeΙacίόη de la palabra encarnada. Por eso tambien, la obserνan­ cia de este mandamiento νa a reνelar al mundo la pertenencia de 10s dίscίΡuΙ0S al mundo celeste del Padre Υ del Hijo ση 13,35). Por el amor mutuo ο por su unidad que da testimonio de la unidad existente entre el Padre Υ el Hijo, 10s creyentes muestran que ya ηο son del mundo. ΕΙ caracter propiamente teοlόgίco -Υ ηο etico- del mandamiento joanico de amor mutuo explica su fuerza unificadora. Permanecer en la unidad del amor mutuo de 10s dίscίΡuΙ0S Υ de 10s hermanos, es permanecer en la comuηίόη del Padre Υ del Hijo, mientras que toda seΡaracίόη de la comunidad unida al Padre Υ al Hijo tiene como consecuencia la ruptura con el Padre Υ el Hijo. Existe, por tanto, equiνalencia entre estas tres expresiones del eνangelio joanico: la llamada a creer que Jesιis es el Hijo de Dios, para tener la νida eterna ση 20,31); la decΙaracίόη de la doble paradoja segιin la cual nadie νa al Padre sino el Hijo, Υ nadie νa al Hijo si el Padre ηο 10 atrae ση 6,37, etc.); Υ la reΡetίcίόη del mandamiento de amor mutuo de 10s dίscίΡuΙ0S Υ hermanos como particiΡacίόη en la comuηίόη celeste de ο con el Padre Υ de ο con el Hijo ση 13,34-35, etc.). Εν

10.3. υΝ

JUAN, RELATO ΕΝ DOS TIEMPOS

Ε

L evangelio* segun Juan es de tal riqueza que se le han atribuido 10s mas diversos planes, al menos una treintena. Con todo, la mayoria de 10s exegetas* admite que hay en el una estructura fundamental en dos tiempos. La primera parte ση 1,19-12,50) narra la vida publica de Jeslls, desde su bautismo por Juan cl Bautista hasta su ιίltima Ρredίcacίόη. La segunda parte (13-20) evoca su cena de despedida con sus lntimos (13-17), su Pasi6n (18-19) Υ su Resurreccίόη (20,1-29). Una breve coηcΙusίόη ponc termino al conjunto (Ιη 20,30-31). Α este dIptico le precede υη pr()logo ση 1,1-18) Υ le sigue υη epίlogo (Ιη 21,1-23) con una nueV,l coηcΙusίόη (Ιη 21,24-25). ΕΙ ΡrόΙοgο es una obertura teοlόgίca, c\ epίlogo ofrece una nueva perspectiva ecΙesίοlόgίca. Asi el «acontccimiento Jesucristo» afecta a toda la historia del mundo, desde stI origen (<<en el principio»; ]η 1,1-3) al fin (<
Aparentemente simple, el texto joanico es en realidad enormementc sutil. Para dar todo su fruto, exige del lector ιιη buen conocimiento del Antiguo Testamento Υ de la tradίcίόη judia antigua. Quiere mostrar qne Je~ίΊ~ e~ annnciaclo por ('] Antigl1() Τf'ςtament(), para ]() cιωl le compara con las grandes figuras biblicas. Asi le pone por enCiIl1il de 10s Patriarcas: «ζΑcasο eres tll mas que nuestro padre Jacob?» (J η 4,12); «~Eres tll acaso mas grande que nuestro padre Abrahan» (Jn 8,35); «Antes de que Abrahan existiera, Υο Soy» ση 8,58). ΕΙ Hijo llnico amado del Padre se parece tambien a Isaac, aunφιι' nunca se le nombra. ΕΙ Genesis decla: «Toma a tu hijo, a tu ιΙnίco, ,11

JUAN Υ EL ΜΕΟΙΟ JOANICO

que amas, a Isaac» (Gn 22,2), Υ Juan dice: «Dios [... ] dio a su Hijo unigenito» (Ιη 3,16); «el Padre quiere al Hijo» (Ιη 5,20). ΕΙ «cordero de Dios» (Ιη 1,29.36) evoca tambien a Isaac, segun la interpretacίόη judIa de la palabra de Abrahan: (<
Los

SIGNOS ΟΕ LA ΥΙΟΑ ΡύΒLICΑ

La primera parte de1 cuarto evangelio relata la vida pιiblica de Jesιis. Se ha llamado a esta parte el «Libro de 10s signos», por el nombre que en el se da a algunos de sus milagros. ΕΙ termino semeion (signo) aparece 16 veces entre Jη 2,11 Υ Jη 12,37. Pero vuelve a aparecer otra

426

JUAN:

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RELATO

ΕΝ

DOS TIEMPOS

vez muy al final (20,30), como si 10s signos de la vida publica (hechos Υ palabras) anunciaran el signo pascual. Α las personas que encuentra, Jesus les propone υη camino de vida vinculado a la acogida de su palabra. Deliberadamente se fusionan dos planos: eI recuerdo de la vida publica Υ de la pascua de Jesus Υ la actuaΙίΖacίόη que hace la comunidad joanica de ese acontecimiento fundador. Esto explica que ya desde la primera etapa el relato este marcado por la coηfesίόη* de fe de la comunidad. ΕΙ testimonio de ]uan el Bautista ΕΙ primer personaje con el que Jesus se encuentra es Juan el Bautista. Εη 10s Sίηόρtίcos es verdaderamente el Bautista, pero el relato de Juan nunca le l1ama asίo Su mίsίόη es, mas bien, la de dar testimonio

a favor de Jesus: «He venido a bautizar en agua para que el sea Inanifestado a Israel. [...] Υ ΥΟ le he visto Υ doy testimonio de que ese es el Elegido de Dios» (Ιη 1,31.34). Dos de sus discIpulos le dejan ΡarίΙ seguir a Jesus (1,36) que les hace una pregunta; es su primera paIabra: «lQue buscais?» (Ιη 1,38; al final dellibro dira: «ίΑ quien buscas?»; Jn 20,15). Jesus invita, pero respetando la libertad: «Venid Υ 10 vereis» (Ιη 1,39). Se le presenta como υη maestro de sabidurla que tiene algo que ofrecer, pero que ηο obliga a seguirle: 10 contrario dc υΏ gurtl embrujador. ΕΙ testimonio de Juan el Bautista conduce a 10s primeros dίscί­ pulos a JesUs. υηο de el1os, Andres, l1eva, a su vez, a su hermano Sίmόη. Felipe convence al esceptico Natanael: «lDe Nazaret puedc REFERENCIA

SIGNOS Υ SIMBOLOS ΕΙ signo es un convenclonalismo de lenguaje arbitrarIo, univoco, Υ sln reΙacίόn lntrinseca con la realidad que expresa: signos matematIcos, signos de trafico. ΕΙ simbol0 es la eΧΡresίόn sensible de una reaIidad ηο visible, transcendente, con la que mantiene una reΙacίόn lntrinseca: ηο se contravone a 10 real. slno que. al contrarIo, suφere un «mas-que-real» oculto bajo 10 real. Juan llama semela (<<signos») a 10s milagros Υ acclones de Jesus, quizas incluso a toda su vida ση 20,30-31). Sin duda tοmό de prestado este terrnino al Antiguo Testamento griego, en el que designa las acclones maravillosas del Sefιor (Εχ 10,1-2), Υ en ocasiones tarnbien

una sefιal (Nm 21,8; Is 11,12). Pero 108 81gnos joanicos estan mas cerca del simbolo, como la serpIente de bronce levantado por Moises: «Pues tenian un signo [ση griego: symbolon] de saΙvacίόη [···1 Υ ΟΙ que 10 mlraba se curaba [...] por Η, Salvador de todos» (Sb 16,6-7). Εη οΙ θνιιη· geIio segun Juan, la reveΙacίόη Βθ anuncIa bajo forma sίrnbόΙίca.Α traves de Ιιι vida Υ de la muerte de Jesus, es Οί08 mi.mo quien 5θ manifiesta, actua Υ se da. ΕΙ θνιιη.. geIio nos entrega 105 hechos que βΟ rofI.· ren aJesίls bajo una forma ya Interpretada, e lnvlta βΙ lector a entrar θη esa diniιmic& InterpretatIva. Pero 10s signos 8όΙ0 .ση inteIigibles para 10s que ya creen.

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JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

haber cosa buena?» Οη 1,46). Quiza tambien entre Pedro -ο Αη­ dres- Υ Felipe Οη 1,43) se produjo esa misma entrega del testigo, como en una carrera de releνos. Aparece asl una cadena de discipu10s testigos, que proporciona a las paginas iniciales del libro una tonalidad muy distinta al relato de 10s Sίηόρtίcos, en 10s que Jesus, clara Υ directamente, l1ama a sus discipulos a seguirle. Υ todo esto sucede en un eνangelio en el que se considera que la iniciatiνa la tiene siempre JesUs. ΕΙ vino de Canά Jesus hace enseguida υη signo. Mas que el primero de una serie, este «comienzo de 10s signos» es una guia de lectura de 10s demas signos. Como todos 10s signos, tampoco este suscita la fe en Jesus, sino que la aumenta en quienes ya son «sus discipulos» Υ νen «su gloria». Una lectura sίmbόΙίca hace que brote todo su sentido profundo. ΕΙ agua se convierte en νίηο, como la bellota se convierte en encina -ηο como la calabaza conνertida en carroza. Existe continuidad, pero la reνela­ cίόη encuentra con Jesus su sabor de plenitud:

Tres dias despues se celebraba una boda en Cαnά de Galilea γ estaba αΙΙί Ιa madre de ]esus. Fue invitado tambien α Ιa boda ]esus con sus discipulos. Υ no tenian vino, porque se habia acabado el vino de Ια boda. Le dice α ]esus su madre: «Νο tienen vino». ]esus le responde: «dQue tengo γο contigo, mujer? Todavia no ha llegado mi hora». Dice su madre α los sirvientes: «Haced Ιο que ει os diga». Habia αΙΙί seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judios, de dos ο tres medidas cada una. Les dice ]esus: «Llenad las tinajas de agua». Υ las llenaron hasta arriba. «5acadlo ahora, les dice, γ llevadlo αΙ maestresala». Ellos Ιο llevaron. Cuando el maestresala Ρrοbό el agua convertida en vino, como ignoraba de dόnde era (los sirvientes, los que habian sacado el agua, si que Ιο sabian), llama el maestresala αΙ novio γ le dice: «Todos sirven primero el vino bueno γ cuando γα estάn bebidos, el inferior. Pero tu has guardado el vino bueno hasta ahora». ΤαΙ comienzo de los signos hizo ]esus, en Cαnά de Galilea, Υ mαnίfestό su gloria, γ creyeron en ει sus discipulos. Despucs bαjό α Cafarnaun con su madre γ sus hermanos γ sus discipulos, pero no se quedaron αΙΙί muchos dias Οη 2,1-11).

Despues del signo inaugural de Cana, Jesus expulsa a 10s νende­ dores del Templ0 Οη 2,13-22). Εη 10s Sίηόρtίcos este episodio esta colocado al final de la νida publica, cosa que se corresponde con una sίtuacίόη hίstόrίca mas νeroslmil. Juan 10 ha transportado al comienzo de la νida publica, como un signo anticipado, programatico tambien el, del futuro acontecimiento pascual: «"~Que signo nos muestras para obrar asi?': [... ] "Destruid este santuario, Υ en tres 42Η

JUAN:

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RELATO

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DOS TIEMPOS

dlas 10 leνantare" [... ] Ει hablaba del santuario de su cuerpo» (Jn 2,18.21). ΕΙ eνangelio recuerda que la plena ίηteΙeccίόη de la νida de Jesύs se hace a partir de la fe pascual. Υ concluye: «Cuando fue leνantado, pues, de entre 10s muertos, se acordaron sus discipulos de que habla dicho eso, Υ creyeron en 1a Escritura Υ en las palabras que habIa dicho Jesύs» Οη 2,22). ΕΙ nuevo nacimiento Εη el cap. 3 aparece

Nicodemo Οη 3,1-21), al que νolνeremos <1 encontrar despues (7,50; 19,39). Este hombre reconoce en Jesύs a υη maestro enνiado por Dios. ΕΙ relato eνoca el Exodo: signos Οη 3,2 recuerda Εχ 4,8-9.28.30), contexto pascual Οη 2,23 eνoca Εχ 12,11), noche Οη 3,2 eνoca Εχ 12,42), luz Οη 3,19 eνoca Εχ 14,20-21). Pero 10 que Jesύs anuncia es su propia Pascua: «Como Moises eΙeνό Ia serpiente en e1 desierto, asl tiene que ser e1eνado el Hijo del hombre» Οη 3,14). Jesύs anuncia υη nueνo nacimiento: «ΕΙ que ηο nazca de nuevo ηο puede νer el Reino de Dios» Οη 3,3). Nacer de nueνo es nacer del agua Υ del Espiritu; es necesario acoger el don del Espiritu para acceder al mundo de Dios. Ver el Reinado de Dios es entrar en CL. Nicodemo νa a Jesύs de noche Υ aΡreηdeπι que Jesύs es «la luz [que Ι νίηο al mundo» Οη 3,19), Υ que se ofrece a todos: «ΕΙ que me sig.1 ηο camίηaπί en la oscuridad, sino que teηdπι la luz de la νida» Οη DOCUMJ ;Ν'J'Ι )

Luz Υ TINIEBLAS ΕΝ QUMMN Εη θη

Qumran la humanidad esta repartida dos 10tes: «Εη mano del Principe de las Luces esta el dominio sobre todos 10s hijos de la justicia; ellos mar,chan por caminos de luz. Υ θη mano del Angel de las tinieblas esta todo el dominio sobre todos 10s hijos de la falsedad; ellos marchan por caminos de tinieblas» (Reg1a de 1a comunldad ΠΙ, 20-21). Los que pertenecen a Qumran son del 10te bueno: «Nos has hecho caer θη el 10te de la luz segίln tu verdad. Desde antiguo, encargaste al Principe de la luz que nos ayudase [...] Υ todos 10s espIritus de verdad estan bajo su dominio» (Βο1l0 de la guerra ΧΙΙΙ, 9-10). Deben «amar a todos 10s hijos de la luz [...] Υ odiar a todos 10s hijos de las tinieblas» (Reg1a de 1a comunidad Ι, 9-10); ellos, que son «los hijos de la luz», hacen la

guerra a «los hijos de las tinieblas, ΟΙ oJ.r· clto de Belial» (ΒοlΙο de 1a guerra Ι, 1). P.ro el dualismo de Qumran esta atemporado. pues Dios esta θη el origen do 108 dol eSΡίήtus: «Del manantial de la luz provio· nen las generaciones de la verdad, Υ CΙ. Ι. fuente de tinieblas las generacionol d. falsedad [...]. Ει creό a 10s angeles do 14 Ιwι Υ de las tinieblas, Υ sobre ellos fund6 lod•• las obras» (Reg1a de 1a comunldad 111, 19.25). «Los hijos de la luz» , que 80η 101 destlnatarlos de sus escritos, debon loguir luchando. Εη Juan, Cristo Luz θΒ ya ν.ησ.· dor de las tinieblas (<
JUAN Υ EL MEDIO JOANICO

8,12). Pero muchos la rechazan: «La luz νίηο al mundo, Υ 10s hombres amaron mas las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas» (Ιη 3,19). La dialectica luz-tinieblas se expresa en Juan en terminos que recuerdan 10s escritos de Qumran*. ΑΙ final del cap. 3 nos enteramos incidentalmente de que Jesus habia sido antes discipul0 de Juan el Bautista, con el que habla practicado bautismos (Ιη 3,22). Este detalle parecer ser hίstόrίcο, a pesar de la desafortunada correccίόη que se afi.ade: (<
agua νίνα Para huir lejos del Templ0 Υ de sus guardianes, Jesus decίdίό pasar por Galilea. ΕΙ camino ordinario, conocido por 10s Sίηόρtίcos, llegaba al Lago por Jerίcό Υ el valle del Jordan. Otra Vla, mas larga, costeaba el Mediterraneo Υ llegaba al valle de Yizreel: era la νία maris.

DOCUMENTO PASAJES DE LAS QDAS DE SALΟΜόΝ SOBRE EL AGUA Las Odas de SaΙοmόn estan redactadas en slrlaco Υ parecen proceder de una comunidad judeo-cristiana* Ρrόχίma al rnedio joa.nico, a principios del sigl0 11. Juegan con rnuchos sirnbolos, en particular con el del agua: «Saliό un arroyo Υ se cοηvίrtίό en un rlo grande Υ ancho [...]. Bebieron todos 10s aedientos de la tierra Υ la sed desapareci6 Υ cesό» (6,8.11); «υη agua que hablaba se acercό a rnis labios, abundante de la fuente del Seftor. Bebi Υ me ernbriague σοη el agua viva, que ηο muere» (11,6-7); «Llenaos de agua de la fuente viva del Seftor, porque esta abierta para vosotros. Venid todos vosotros, 10s sedientos, tomad bebida Υ descansad en la fuente del Seftor [...].

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Porque de 10s labios del Seftor saliό Υ del cοrazόη del Seftor es su nornbre» (30,12.5). Esta sίrnbόlica de las OdC!:s debe provenir del cuarto evangelio: «ΕΙ te habrla dado agua viva [...], una fuente de agua que brota para vida eterna» ση 4,10.14). «De su seno correran rlos de agua viva» ση 7,38). Juar. ΖC apoyaba, a 3\1 'Iez, εn te.ctos profeticos: «Sacarels agua con gozo de 10s hontanares de sa!vacίόm rel="nofollow"> (Is 12,3); «jOh, todos 10s sedientos, id por agua!» (Is 55,1); «Aquel dia rnanaran de Jerusalen aguas vivas» (Za 14,8). ΕΙ cuarto evangelio Υ las Odas presentan a Crlsto σοrnο el manantial de agua viva que quita la sed al creyente.

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RELATO

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Jesus escogίό la tercera, la mas dίfίcίl, la que pasaba por Samarίa. Era montaiίosa, Υ ademas cualquier judίο era persona ηοη grata para 10s samaritanos". ΕΙ Evangelista presenta este paso por Samarίa como una necesidad, ηο geografica, sino teοlόgίca: «Τeηίa que pasar por Samarίa» Οη 4,4). Se detuvo ante una fuente Οη 4,6), υη ρΟΖΟ que Jacob habίa excavado para su familia Οη 4,12). Se eηcoηtrό aΙΙί (οη una mujer samaritana Υ se Ρreseηtό a eIIa como el verdadero ΡΟΖΟ del que brota el agua viva de la reveΙacίόη:

]esus reSΡοndίό [α Ια 5amaritanaJ: «5ί conocieras el don de Dios, Υ quien es el que te dice: Dame de beber, tu le hαbrίαs pedido α el, γ el te hαbrία dado agua νίνα». Le dice Ια mujer: «5efιor, ηο tienes coη qzιe sacarla, γ el ΡΟΖΟ es hondo; dde dόnde, pues, tienes esa agua νίνα? dAcaso eres tU mάs que nuestro padre ]acob, que nos dio el ΡΟΖΟ, γ de el bebieron el γ sus hijos γ sus ganados?». ]esus le reSΡοndίό: «Todo el que beba de esta agua, vοΙverά α tener sed; pero el que beba del agua que γο le de, ηο tendrά sed jαmάs, sino que el agua que γο le de se convertίrά en el en fuente de agua que brota para vida eterna». Le dice Ια mujer: «5efιor, dame de esa agua, para que ηο tenga mάs sed γ ηο tenga que venir αquί α sacarla» (J η 4,10-15). Jesus anuncia, a coηtίηuacίόη, que el Templo de Jerusalen (santuario de 10s judίοs) Υ el del monte GarίΖίη (santuario de 10s samaritanos), han dejado de ser 10s llnicos lugares para orar a Dios. Una reΙacίόη nueva es posible entre 10s hombres Υ Dios, mas fi1ial: «Adorareis al Padre» (J η 4,21). «Dios es eSΡίrίtu, Υ 10s que adoran, deben adorar en eSΡίrίtu Υ verdad» Οη 4,24). Prepara, luego, a sus dίscίΡuΙ0S para la mίsίόη en tierra ηο judίa: «Ved 10s campos, que blanquean ya para la siega» Οη 4,35). Es 10 que tendra que hacer la Iglesia" primitiva. Pero ya en aquel momento, como por anticipado, 10s samaritanos reconocieron en Jesus al «Salvador del mundo» Οη 4,42). Llegado al termino de su viajo, Galilea, cura aI hijo de υη funcionario real: υηο de 10s raros textos joanicos que tienen υη parale10 con 10s Sίηόρtίcos (Ιη 4,46-54). La pagina siguiente nos sitύa en Jerusalen, para una fiesta lίtύΓ­ gica. Νο se d1Ce el nombre de esta iiesta, cosa que ha hecho correr mucha tinta. La eΧΡresίόη «subir a Jerusalen» hace pensar que se trataba de una fiesta de Ρeregrίηacίόη Οη 5,1). Cerca de una piscina Jesus cura a υη enfermo, en dίa de sabado. Ηabίa aΙΙί υη santuario pagano vecino: Jeslls se muestra mas poderoso que las divinidades paganas, ya que devuelve «la salud plena a υη hombre» Οη 7,23). Ι,! inobservancia del sabado suscita la animosidad de 10s jefes religio-

JUAN Υ EL MEDIO

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sos contra eI Οη 5,16) Υ se menciona ya su ίηteηcίόη asesina Οη 5,18). ΕΙ Evangelista inserta, a coηtίηuacίόη, υη extenso discurso: Jesus se presenta en eI como el enviado del Padre anunciado por las Escrituras, que ha venido para realizar obras Υ dar la vida (Ιη 5,19-47). ΕΙ pan de vida Ιο que sigue Οη 6) sucede de nuevo en GaliIea. Ρrόxima la Pascua* Οη 6,4), Jesus alimenta a la muItitud multiplicando el pan Οη 6,5-

15). Despues de caminar por las aguas dellago, sobre las que se mantiene en pie con el poder divino Οη 6,16-21), pronuncia una especie de homilίa sobre la Escritura: «Esto 10 dijo ensefiando en la sinagoga*, en Cafarnaun» Οη 6,59). Establece en ella un paralel0 entre eI mana Υ su Palabra Υ se presenta COmo el verdadero pan de vida que colma el hambre de 10s hombres: «γο soy el pan de vida [... ] Υ el pan que ΥΟ le νΟΥ a dar, es mi carne por la vida deI mundo» Οη 6,35.51). Con palabras apenas veladas, evoca de esa forma su Ρasίόη, el don supremo que hara de su vida. Su ofrecimiento choca con la ίηcomΡreηsίόη, el rechazo e incluso la desercίόη: «Desde entonces muchos de sus discipulos se volvieron atras Υ ya ηο andaban con el» Οη 6,66). ΕΙ grupo de fieles se limita a 10s Doce: «Τύ tienes palabras de vida eterna. [...] Τύ eres el Santo de Dios» Οη 6,68.69); pero tambien ellos le fallaran el dla de la cruz. Por primera vez aparece el nombre del traidor: «Judas, hijo de Sίmόη Iscariote» Οη 6,71). Decididamente la Ρasίόη ηο queda relegada a la ultima pagina. Ιa

luz del mundo Los acontecimientos se precipitan. La fiesta de las Tiendas (Ιη 7,1-10,21) Υ la de la Dedίcacίόη Οη 10,22-42) componen el cuadro liturgico en el que cristalizara la οροsίcίόη al mensaje de Jeslis. Es entonces cuando el origen divino de Jesus Υ su verdadera identidad se afirman Υ se debaten intensamente: «lDόηde esta tu Padre?» Οη 8,19). «lQuien eres tύ?» Οη 8,25). Ciertos ritos de la fiesta de las Tiendas aclaran 10s acontecimientos. Los sacerdotes iban en Ρrοcesίόη a la piscina de Siloe, para sacar agua Υ pedir la lluvia (Si1oe quiere decir «Enviado»; Jn 9,7.11). Pues bien, Jeslis, el Enviado, clama: «Si alguno tiene sed, que venga a ml». γ el Evangelista comenta: «De su seno correran rlos de agua viva» Οη 7,37-38). Jesus se proclama «la ΙυΖ del mundo» Οη 8,12; 9,5), mientras que la ίΙumίηacίόη nocturna del atrio del Templo convertla a JerusaIen en una ciudad-luz. Es entonces cuando tiene la osadla de pronunciar el nombre de Dios: egό eimi, «γο Soy» Οη 8,18.24.28.58). La hostilidad contra el 432

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alcanza su cima, Υ quieren lapidarlo (Ιη 8,59). La curacίόη del ciego de nacimiento (Τη 9) obliga todavla a las gentes a pronunciarse sol)re de el. Εη cualquier caso queda claro que los signos ηο suscitan la fe (Ιη 9,16). ΕΙ termino aposinag6gos (<<excluido de la sinagoga», Ιη 9,22) evoca la ruptura entre judIos Υ cristianos joanicos. Jesus eηcoηtrό la hostilidad, Υ del mismo modo seran perseguidos sus discipulos: «Os expulsaran de las sinagogas» (Ιη 16,2). Εη la secuencia del Buen Pastor (Ιη 10), Jesus anuncia que ν<ι il dar su vida por sus ovejas υη 10,11.17-18), Para eso ha venί
La resurreccίόn Υ la vida Enseguida el relato se inclina hacia su segunda fase. Εη el centro (1cl evangelio aparece un personaje enigmatico Υ silencioso: Lazaro, hcrmano de Marta Υ de Marla. Esta enfermo (Ιη 11,1-10), muere, ('S enterrado en Betania (Ιη 11,11-36). Marta reconoce que Jesus cs «el que iba a venir al mundo» Υ expresa su fe en la resurreccίόη fin
11,21-27).

REFERENCJA

1Α GLORlA: ΚABOD, DOXA, LA GLORlA ΕΝ IRENEO

Juan emplea muchas veces οΙ termino doxa. Εη griego clasico significa la ορί­ ηίόη, οΙ parecer, la creencia (cf. «ortodoxia/heterodoxia), ο la buena ορίηίόη, la reΡutacίόη. de donde la celebridad, la gloria (cf. «doxologia», fόrmuΙa liturgica para dar gloria). Εη la Biblia, doxa traduce muchas veces οΙ hebreo kabod, que expresa una ηοcίόη de peso: un ser que tiene «peso» es glorioso Υ merece respeto Υ honores. Dios, mas que nadie. Εη el A.ntiGl1o 1'ρ~t;:ιmΡntο, la aloria de Dios es la manifestacίόη de la diνinidad, el signo νisible de la presencia del Dios inνisible. ΕΙ Jesus joanico ha recibido del Padre la gloria Υ se la comunica a 10s seres humanos ση 17,22). Para san ΙΤθηθΟ, Dios creό a la humanidad a su imagen, libremente Υ ροτ amor, para prepararla progresIvamente a recibir

su gloria Υ ,a partIcIpar de ella ρΙοηιlπιοl\ te un dia: «ΕΙ concede la vida, la incorrup cίόη Υ la νida eterna a quienes LΟ slgllon Υ le sirven. [... ] Υ es una gloria del sor hUΙl1l1 ηο perseverar Υ mantenerse θΙΙ el 8orviclo de Dios» (Contra las herejίas ΙΥ, 14,1); «Ιιι gloria del hombre es Dios» (ΠΙ, 20,2); «Ιιι gloria de Dios es el hombre vivionto: Υ Ιιι νida del hombre es la νisίόη de Dio8» (ιν. 20,7). La eηcarηacίόη del Hijo do Djo. marca un giro decisivo θη οΙ proyocto do Dios sobre οΙ ser humano: «[L08 daba .. entender οl Seiίor] que ηο eran 01108,[10. discipulos] quj.enes Ιο daban gloria 1\ ει ΑΙ seguIrl0, slno ΕΙ quien a 10s seguidoro. dol Hijo de Dios concedia su gloria» (IV, 14.1). De esta forma, «Dios sera glorificado οη .u criatura que por su bondad ΙIΙΙ hocho semejante a el, Υ conforme a la imagon d. su Hijo» (V, 6,1).

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Jesus deνuelνe a Lazaro a la νida terrena (J η 11,37-44). Pero este ύltimo signo incita a 10s jefes religiosos a decidir la muerte de Jesus: «Os conνiene que muera υηο solo por el pueblo» Οη 11,50). Εη el transcurso de una comida, Jesus es ungido por Marla. Lazaro esta allίo Υ el Eνangelista establece υη contraste entre el olor de la muerte que ya se habla apoderado de el (<<Sefior, ya huele»; Ιη 11,39) Υ el «olor del perfume» que impregna la casa Οη 12,3), signo de que la tumba ηο podra retener a Jesus Οη 12,7). Se decretara la desaΡarίcίόη de Lazaro, beneficiario del poder νiνificante de Jesus Υ testigo ίηcόmοdο Οη 12,10). Cuando Jesus entra solemnemente en Jerusalen Οη 12,12-16), la multitud le aclama como «rey de Israel» Οη 12,13). Pero sus enemigos constatan: «Todo el mundo se ha ido tras el». ΕΙ «mundo» (kosmos) ηο es sόΙ0 la multitud de aquel dia, sino tambien toda la humanidad compuesta por judIos Υ paganos. Asi unos griegos*, paganos adheridos al Dios de Israel, pueden decir: «Queremos νer a Jesus» Οη 12,21). Juan habla hecho ya algunas alusiones a la mίsίόη uniνersal salνadora de Jesus (<<Este es νerdaderamente el Salνador del mundo»; Ιη 4,42). Ahora la Ρetίcίόη de 10s griegos reνela a Jesus que su «hora» ha llegado por fin: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre» Οη 12,23). Εη efecto, debia morir por todos 10s seres humanos: «Υ ηο sόΙ0 por la ηacίόη, sino tambien para reunir en υηο a 10s hijos de Dios que estaban dispersos» Οη 11,52). Jesus lanza, entonces, una ύltima llamada: «Mientras teneis la luz, creed en la luz» Οη 12,36). Pero su νida publica parece haber terminado en el fracaso: «Aunque habla realizado tan grandes signos delante de ellos, ηο crelan en el» Οη 12,37). Para leer a traνes de ese fracaso 10s designios misteriosos de Dios, el Eνangelista recurre, una νez mas, al profeta Isaias: «Ha cegado sus ojos, ha endurecido su coraΖόη» Οη 12,40). Finalmente, el mensaje de Jestls, expuesto a 10 largo de su νida publica, es reafirmado una ύltima νez, en una slntesis impactante en la que se expresa la νίηcuΙacίόη existente entre el Padre Υ su Enνiado Οη 12,44-50).

LA HORA DE ΙΑ CRUZ

La segunda parte del eνangelio podrIa titularse «ΕΙ Libro de la hora de la gloria». ΑΙ morir Υ resucitar, Jesus manifiesta el amor del Padre a todos 10s hombres; Υ en eso consiste su gloria. 434

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Ια despedida ΕΙ Eνangelista

dedica cinco capitulos a la ύltima cena que Jesus tοmό con sus discipulos Οη 13-17). Jesus expresa en esta sίtuacίόη cual es la medida de amor fraterno que espera de ellos: «Que como ΥΟ os he amado, asl os ameis tambien νosotros 10s unos a 10s otros» (J η 13,34); «Habiendo amado a 10s suyos que estaban en el mundo, 10s amό hasta el extremo» Οη 13,1): hasta el extremo del amor, Υ, en consecuencia, hasta morir. Tres etapas marcan esta larga νelada: Jesus conνersa con sus discipulos (13,31-16,33) Υ ora a su Padre (cap. 17), pero, antes, realiza dos gestos Οη 13,2-30). Comienza haciendo el gesto propio del esclaνo con su amo, ο del hijo con su padre: laνa 10s pies a sus disclpulos.. ΑΙ hacerlo, les «da» un «ejemplo». Εη Juan el νerbo «dar» tiene casi siempre como sujeto a Dios ο a Jesus; el «ejemplo» asl dado ηο es, por tanto, una Ιeccίόη de moral, sino un acto de reνela­ cίόη, νital. Ademas, Juan coloca esta ηarracίόη en el mismo sitio en el que 10s Sίηόρtίcos relatan la ίηstίtucίόη de la Eucaristίa:

Despues que les Ιανό los pies, tοmό sus vestidos, νοΙνίό α Ιa mesa, Υ les dijo: «dComprendeis Ιο que he hecho con vosotros? Vosotros me ΙΙα­ mάίs "el Maestro" Υ "el Sefιor'; Υ decis bien, porque Ιο soy. Pues si ΥΟ, el Sefιor Υ el Maestro, 05 lιe lavado los pies, vosotros tambien debeis Ιaνα­ ros los pies unos α otros. Porque 05 he dado ejemplo, para que tambien vosotros hαgάίs como ΥΟ he hecho con vosotros» Οη 13,12-15). REFERENCIA ~POR ου:έ SE PRESENTA LA CRUZ COMO GLORlA?

Para Juan, la cruz es gloriosa: «Ha l1egado 1a hora de que sea glorificado el Hijo de hombre» ση 12,23). i.Se niegan 10s sufrimientos de Jesίis? Νο. Ya desde la muerte de Lazaro se sugieren la agonia Υ la Ρasίόn: estremecimiento Υ turbacίόn, lagrimas ση 11,33.35); nueva turbacίόη del alma ση 12,27); «caliz» que hay que beber, dado por el Padre ση 18, ll); flageΙacίόn, burlas, golpes ση 19,1-3). Pe:ro Juan quierc subrayar la libertad Υ el amor de Jesίis: «Υο doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; ΥΟ la doy voluntariamente» ση 10,17-18); «Nadie ιίΘηΘ mayor amor que el que da su vida por sus amigos» ση 15,13).

Por su misma forma de ejecucίόn, la cruz implica una eΙevacίόη ση 12,33): «Αιιl ΗΘηΘ que ser elevado el Hijo de1 hombw» ση 3,14; tambien 8,28 Υ 12,30). Pero ΟΙ verbo hipso6 significa tambien «exaItan). La cruz es por tanto la eχaltacίόn del Hijo de1 hombre, su gl0rίfίcacίόη,segίln 1ιι ριο­ fecia de Isaias (texto griego): «Μί siervo sera levantado Υ ensalzado sobremanera)) (Is 52,13). La cn:ιz se convierte θη un lugar teοlόgicο mayor, θη el que resplandecen la gloria Υ el amor divinos, porque ιι1 dar su vida Jesίis revela el amor Βίη medida de1 Padre. La iconografia de cristos θη cruz, vestidos Υ serenos, que aparece θη 1ιι Ιιιι­ dίcίόn siria Υ, luego, θη e1 arte romanlco catalan, traduce perfectamente θβΙιι VΙlIόη joanica de la cruz.

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Viene a coηtίηuacίόη eI otro gesto, con frecuencia pOCO resaItado: eI don deI bocado a Juan. Juan es el uniCO que 10 menciona Υ 10 hace dos νeces seguidas (Τη 13,26). Εη el ambito cuIturaI palestino, este gesto expresa una sefial de honor. CuaIquier ser humano puede fallar Υ llegar hasta Ia traίcίόη, como Judas, pero Jesus le ama hasta eI extremo. ΕΙ traidor ηο debe ser excIuido demasiado rapidamente del amor de Jesus a todos «los suyos» (Τη 13,1). La Ρasίόn Los ultimos

caΡίtuΙοs estan consagrados a la Ρasίόη (18-19) Υ a la Resurreccίόη de Jesus (20). Varias notas distinguen la νersίόη joani-

ca del relato sίηόρtίco. Juan insiste en la libertad de Jesus, que mantiene hasta el fιnalla iniciatiνa, saliendo al encuentro de 10s que νie­ nen a detenerIe (Τη 18,4-8). Subraya el papel de 10s jefes religiosos judios en su condena a muerte, pues 10 que dice Jesus a Pilato: «ΕΙ que me ha entregado a ti tiene mayor pecado» (Τη 19,11), 10 dice aludiendo al sumo sacerdote, Υ ηο a Judas. Juan construye tambien υη dialogo entre Pilato Υ Jesus: eI «rey de 10s judios» habla de su reinado, Υ de su mίsίόη al serνicio de la νerdad (Τη 18,36-37). Condenado, Jesus lleνa el mismo su cruz (Τη 19,17). Le quitan sus νestiduras: la tunica sin costuras eνoca sin duda la unidad de la IgIesia (<<Νο la rompamos; Ιη 19,24). Una νez crucifιcado, coηfίa su madre al dίscίΡuΙ0 aI que ama, Υ muere, luego, como υη cordero pascual (Τη 19,14.36). Su cuerpo traspasado es el Templo nueνo del que brota el agua νiνa (Τη 19,34, que recuerda a ΕΖ 47 Υ Za 14,8). Su

REFERENCIA MARiA, FIGURA DE LA IGLESIA Desde san Ireneo (finales del sigl0 ιι) qued6 establecido υη paralel0 entre Eva Υ Maria (Contra 1as herejias, ΠΙ, 22,4). Como la primera mujer era «la madre de todos 108 vivientes» (Gn 3,20), la «nueva Eva», Maria, debia jugar tarnbien υη papel importante respecto a la humanldad. 1V1uCh08 han visto θη la escena joanica de la cruz ση 19,25-27) el anuncio de la reΙacίόη e8pecial entre Maria Υ la Iglesia. ]esus le dice: «Mujer, ahί tienes a tu hijo», refiriend08e al discipul0 al que amaba ση 19,26). <.Sera figura de la Iglesia ο figura de 10s creyentes? Εη este sentido, se cita a veces la visίόη del Apocalipsis. la mujer vesti-

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da de sol Υ coronada con doce estrellas (Αρ 12). Pero este pasaje, de ίηterpretacίόη discutida, ηο tiene reΙacίόη alguna con la escena evangelica. Ademas, θη ]uan, es el discipulo amado el que recibe a Maria θη su casa, Υ ηο a la inversa ση 19,27). La presencla anonιma αθ estas tlguras nιsτόncas junto a la cruz de ]esus (<<su madre» Υ «el discipulo a quien amaba») confiere a 10s dos una dίmeηsίόη sίmbόlica: es juntos como constituyen el embrίόη de la nueva familia de ]esus, la Iglesia de despues de Pascua. ΕΙ Evangelista 10s convierte θη modelos de fe, de confianza θη ]esUs.

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REFERENCIA ιCuANDο ΜURιό JΕsύs? Segun 10s Sίηόρtίcοs, Jesus ceΙebrό la cornida pascual la νispera de su rnuerte: «i,Dόηde quieres que vayarnos a hacer 10s preparativos para que cornas οΙ cordero de Pascua?» (Mc 14,12); «Gon ansia he deseado corner esta Pascua con vosotros antes de padecer» (Lc 22,15). Habria rnuerto, por tanto, el dia de la fiesta, aque! afto «vispera del sabado» (Mc 15,42). Segun Juan, fue condenado en la hora en que se inrnolaban !os corderos, Υ crucificado poco despues ση 19,14-16). Μurίό, por tanto, antes de la cornida pascual, la νispera de la fiesta, que coincidia entonces con el sabado (<<porque aque! sabado era rnuy solernne», Jn 19,31). Los SίnόΡ­ ticos Υ Juan divergen. Pero el caracter pascual de la cornida de 10s Sίηόρtίcοs θΒ

terna controvertido. Por otra parte, a ΡΟθω de su rnenosprecio por 10s judios, es dtI(lo so creer que Pilato pudiera provocιnlo/l voluntariarnente prograrnando una ejuc;ιI cίόη en plena Pascua. Por Su parte, ]uan (111 la ίrnΡresίόη de querer rnostrar a ]ΟΗίιll corno el verdadero cordero pascua! ση 19,14); pero aunque le gusta atribuir 11 !οιι hechos un caracter teο!όgίcο, ηο por 0110 10s crea por cornpleto. ΕΙ Talrnud* (lc.1 Babilonia tarnbien dice que «Yeshfi (\10 co!gado la vispera de Pascua» (I>T, Sanedrln 43a, baraϊta*). Por tanto, βί 11'1 rnuerte de ]esus tuvo lugar ιιη afto οη ΟΙ que la Pascua caia en sabado, fue protHI blernente el νiernes 7 de abril de! afto :JO. [vease ρ. 142].

muerte anuncia ya el don del Espiritu en la tarde de la Pascua (} 11 «eηtregό el espiritu», pero tambien «traηsmίtίό el espiritu» (Τη 19,30). Jose de ΑrίmateίΙ Υ Nicodemo le dan sepultura. Los jefes religiosos ηο habian entrado en el palacio de Pilato «para ηο contaminarse Υ poder asi COlner 1<, Pascua» (Τη 18,28): al tocar el cadaver de ιιη ajusticiado, Jose Υ Nicodemo se excluyen de la pascua judia. Han elegido a Jeslls, a1 gUl' honran como a ιιη rey (Τη 19,40). 20,22): paredoken to pneuma significa

La fe en ]esus Los testigos de la tumba vacia Υ de las apariciones del Resucitado estimulan la fe de 10s lectores. «ΕΙ discipulo a quien amaba» es el priIncro que cree en la Resurreccίόη de Jesus (<<νίο Υ creΥό»; Jn 20,8): ellector se ve invitado a tener, tambien el, una mirada de fe. Jesus se di ..ige a Maria de Magdala (<
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21)

ΕΙ capitulo 21 es ιιη afiadido posterior. Los Doce habian νisto ,11 Resucitado (Τη 20,19-28); aqui siete discipuIos, dos de 10s cιωΙι's SOI1

JUAN Υ

ΕΙ

MEDIO JOANICO

aηόηίmοs, se

van a pescar Οη 21,3). La crίstοΙ0gίa cede su lugar a la la pesca milagrosa Υ el almuerzo en la orilla dellago tienen resonancias eucarίstίcas; Pedro es entronizado como pastor del rebafio siguiendo a Jesιis hasta el martirio Οη 21,15-19). ΕΙ anonimato persistente del dίscίΡuΙ0 amado le convierte en υη modelo para todos 10s dίscίΡuΙ0S Οη 21,22-24). ecΙesίοl0gίa:

L.D.

43Η

10.4.

Los DISCURSOS ΕΝ ΕΙ EVANGELIO DE JUAN

Ε

L cuarto evangelio* sorprende por la importancia que concede a los discursos. Dialogos por todas partes como en una obra de teatro (curacίόη del ciego de nacimiento en el cap. 9), parlamentos alternados entre dos (Jesus Υ la samaritana* en el cap. 4), mοηόlοgοs introducidos por un breve intercambio (encuentro (οη Nicodemo en el cap. 3) ο reactivados por preguntas del auditorio (discurso sobre el pan de vida en el cap. 6), duras controversias que enfrentan a Jesus con adversarios obstinados Υ duchos en finuras argumentativas (cap. 7 Υ 8): todas las formas de discurso se van sucediendo, en contrapunto a la accίόη, a la que proporcionan cierto numero de claves de ίηterΡretacίόη. LA OBRA DEL Ηιιο (JN

5)

Εη

el capItulo 5, el discurso sobre la obra del Hijo ilustra la curacίόπ de un paralίtico en dia de sabado. Para el cuarto evangelio, πο se trata sόΙο de una coηfrοηtacίόη de Jesus con las autoridades judIas, sino de una reνeΙacίόη de su coηdίcίόη de Hijo de Dios, soberanamente libre respecto a la Ley* Υ, 10 mismo que Dios, duefi.o de la vida Υ de la muerte.

Porque, como el Padre resucita α los muertos γ les da Ια vida, asί tambien el Hijo da Ια vida α los que quiere. Porque el Padre ηο juzga α rιαάίι:; ~ίrιυ '1ue ωάυ juίιίu lu Ιια t:titIt:)!,uJu αΙ IIiju, PUIU ιjιιιΞ tυdίJ5 Ιωn­ retl aΙ Hijo COl1lO hotlratl aΙ Padre. ΕΙ que ηο honra α! Hijo ηο honra al Padre que Ιο ha enviado. Εη verdad, en verdad os digo: el que escucha mi palabra γ cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna γ no incurre en juicio, sino que ha pasado de Ιa muerte α Ιa vida. Etl verdad, εη verdad os digo: llega Ιa hora (γα estamos en ella), en que los muertos οίrάn Ιa νΟΖ del Hijo de Dios, γ los que Ιa oigan νίνίrάn (Ιη 5,21-25).

JUAN Υ

ΕΙ

MEDIO

JOANICO

Haciendo de bisagra entre el relato de la curacίόη Υ e1 discurso sobre el Hijo, υη embrίόη de parabola hace de traηsίcίόη entre la sίtuacίόη hίstόrίca (conflicto en torno a1 reposo sabatico) Υ 1a refleχίόη teοlόgίca (misterio del Hijo Υ de sus obras). ΕΙ texto se apoya en 1a realidad cotidiana del aprendizaje. Ιο mismo para un trabajo manua1 que para un saber intelectual, e1 hijo se forma junto a su padre Υ aprende de eι tanto 10s gestos como 10s razonamientos necesarios para la practica de un oficio: «Εη verdad, en verdad os digo: el Hijo ηο puede hacer nada por su cuenta, sino 10 que ve hacer al Padre: 10 que hace el, eso tambien 10 hace igualmente e1 Hijoι) Οη 5,19). Jesίls el Hijo recibe todo del Padre Υ modela su ΡΓορίο comportamiento sobre el del Padre: sus dos voluntades son ya una sola, Υ la obra del Hijo se mantiene en perfecta adecuacίόη con el designio del Padre. ΕΙ final de la parabola realiza el paso al discurso propiamente teοlόgίco, relativo a la obra de saΙνacίόη cumplida en e1 Hijo: «Porque el Padre quiere al Hijo Υ le rnuestra todo 10 que e1 hace. Υ le mostrara obras aίln mayores que estas, para que os asombreis» Οη 5,20). Ει ΡΑΝ DE VIDA (JN

6)

De la misma forma, e1 discurso sobre el pan de vida ilumina el gesto de la muΙtίΡΙίcacίόη de los panes. Mas que el mana venido del cielo, Jesus es el enviado de Dios para la saΙvacίόη del mundo: «Εη verdad, en verdad os digo: Νο fue Moises quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo Υ da la vida al mundo» (Ιη 6,32-33). La fe en la persona de Jesus tiene valor de a1imento para sus discIpulos: «Υο soy el pan de vida. ΕΙ que venga a ιηί, ηο tendra hambre, Υ el que crea en ml ηο tendra nunca sed» Οη 6,35). La comida eucarlstica vivida en la comunidad realiza la comuηίόη con el ser mismo de ]esus, el Hijo unico de Dios: ΕΙ auc ~σ'''~ .~,; ",w-"H,.,)' ~,." .. ~~ .. Ι~~"~ Μ'; ~"'''g''~ ~;M'~ ,,;d~ ~~M""'" J,. ,,~ Ι~ iL-, resucitartf el ultimo dία. Porque mi carne es verdadera comida γ /Ηί sangre verdadera bebida. ΕΙ que come mi carne γ bebe mi sa1Jgre, pernlanece en mί, γ γο en ει Ιο mismo que el Pαdre, que vive, me hα enviαdo γ γο νίνο por el Pαdre, tαmbien el que me comα νίνίrά por mίo Este es el ραΗ bαjado del cielo; ΗΟ como el que comieron vuestros padres, γ murieron; el que coma este pan νίνίrά para sieπιpre Οη 6,54-58). J-"1.

440

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LOS DISCURSOS

ΕΝ

EL EVANGELIO DE JUAN

ΕΙ discurso sobre el pan de vida parece estar construido a Ρartίr de dos exposiciones, probablemente compuestas en tiempos distintos, pero unidas en el texto de tal forma que constituyen ya ιιη solo discurso. Εη ιιη primer tiempo, el acento recae sobre la fe en la persona de Jesίis como el modo de acceso a la vida de Dios: «Porque estίΙ es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea aI Hijo Υ crea en el, tenga vida eterna Υ que ΥΟ le resucite el ιiltimo dia» (Jn 6,40). ΙίΙ maηducacίόη del pan es una imagen de la reΙacίόη de fe que une ίΙI discipul0 con Jesιis reconocido como eI enviado del Padre para 1<ι saΙνacίόη del mundo: «Obrad, ηο por el alimento perecedero, sino por el alimento que perιnanece para vida eterna, eI que os dara el Hijo deI hOlnbre, porque a este es a quien el Padre, Dios, ha marCίΙ­ do con su seIlo» Οη 6,27). Εη ιιη segundo tiempo, el «pan bajado deI cieIo» es identificado aI pan eucarlstico: «ΕΙ pan que ΥΟ le νΟΥ a dar, es mi carne por la vίdίl del mundo» (J n 6,51). De ahi la οbjecίόη que se pone en boca de 105 que oyen a Jesιis: «lCόmο puede este darnos a comer su carne?» Οη 6,52). De esta forma el discurso es fruto de una extensa refleχίόπ realizada en la comunidad joanica a partir de Ia tradίcίόη eνaηgeΙί­ ca de la muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes, Υ en fuηcίόη de Ios debates sobre l0s ]ugares respectivos que tienen ]a fe Υ ]a Eucaristίa en la experiencia cristiana de saΙvacίόη que acontece en Cristo Jesιis.

Los

DISCURSOS DE DESPEDIDA (JN

13-17)

Son esenciales para la comΡreηsίόη de la persona de Jesιis Υ se desίl­ rroIlan particularmente en Ia hora de la Ρasίόη. Entre el relato de Ι1 ιiltima cena, marcado por el gesto simbόΙίco deI Iavatorio de 10s pies, Υ la deteηcίόη de Jesίis en el huerto de 10s olivos, se desarroIla ΙΙΠί1 Iarga secuencia de mοηόΙοgο. Jesιis comienza a habIar en cuanto sc marcha Judas Οη 13,31) Υ ηο para hasta cuatro capitulos despues (Ιη

18,1).

ΕΙ conjunto ηο es homogeneo: varias secciones parecen hal)cJ" sido encajadas Ias unas en Ias otras, Υ quedan hueIlas de esta COB1ροsίcίόη en estratos. Εη Jη 14,31, parece que JeSllS termina ιιη primer discurso: «Levantaos. Vamonos de aqUΊ»; pero retoma el vllclo con Ia paraboIa de Ia vid verdadera: «Υο soy la vid verdadera, Υ 111 ί Padre es el viiΊador» (J η 15,1). ΕΙ comienzo del capitul0 17 marCίΙ una pausa en la enseiΊanza de Jesίis: «Asi dijo Jesίis», pero es ΡίΗίΙ introducir una Iarga οracίόn, dirigida aI Padre Υ pronunciada en ΥΟί'. alta como el conjunto deI discurso: «Alzando Ios ojos al cielo, dijo:

441

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

"Padre, ha l1egado 1a hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti"» (Ιη 17,1). Α 1a οracίόη de1 caΡίtu10 17 se 1e l1ama frecuentemente «sacerdota1»: Jesus ocupa en el1a e11ugar de1 sumo sacerdote*, intercesor ante Dios en favor de 10s hombres. De hecho, Jesus ora ηο sό10 por sus dίscίΡu10S de aquel momento, ro1Os por 1a traίcίόη de Judas: «Cuando estaba ΥΟ con el1os, ΥΟ cuidaba en tu nombre a los que me habίas dado. He ve1ado por el10s Υ ninguno se ha perdido, sa1vo e1 hijo de Ρerdίcίόη, para que se cump1iera 1a Escritura» (Ιη 17,12), sino tambien por todos 10s que, con e1 correr de 10s tiempos, haran acto de fe en 1a persona de Jesus Υ se veran expues10s a 1as divisiones Υ persecuciones: «Νο ruego sό10 por estos, sino tambien por aque110s que, por medio de su palabra, creeran en mί, para que 1Odos sean uno» Οη 17,20-21). Los discursos que preceden a 1a Ρasίόη hacen de bisagra entre la νida de Jesus Υ el tiempo de la Iglesia*. La comunidad de Juan hace memoria en ellos de las palabras de Jesus a la luz de su propia experiencia, en un mundo tantas veces hostil para con ellos. Esta situacίόη atestigua el caracter relativamente tardίο de 1a οracίόη reseiiada en el cap. 17. Tras las dificultades para dialogar con 10s j udίοs (encuentro con Nicodemo en el cap. 3), el cuarto eνangelio evoca la desί1usίόη que experimentaron en el contacto con la sociedad pagana*. La comunidad, situada en medio del mundo, sόΙ0 puede contar con Cristo: «En el mundo tendreis trίbuΙacίόη. Pero, janimo!: ΥΟ he νencido al mundo» (Ιη 16,33): Υο les he dado tu palabra, Υ el mundo los ha odiado, porque ΗΟ son del mundo, como ΥΟ ΗΟ soy del mundo. Νο te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos ΗΟ son del mundo, como ΥΟ ΗΟ soy del mundo. Santί!ίcaΙοs en Ιa verdad: tu palabra es verdad. Como tu me has enviado aΙ mundo, ΥΟ tambien los he enviado aΙ mundo (Ιη 17,14-18).

LA ΡΑΜΒΟΙΑ DE ΙΑ VID

E1l U1l C01ltcxtc diflcil, 1<1 p<1.ίibV]J dc 1J v'id νπdadσa adquiί-it: tudo

su relieve. Forma parte de 10s discursos testamentarios, pero su genero literario contrasta con el flujo de las palabras de JesUs. Como en 10da parabola, 10s materiales del re1ato estan tomados de las realidades de la vida socia1; en este caso, del1aboreo de 1as νides con sus distintas operaciones de corte Υ limpieza hasta la destruccίόη por el fuego de 10s sarmientos inutiles: 442

LOS DISCURSOS

ΕΝ

ΕΙ

EVANGELIO

ι>ε

JUAN

Todo sarmiento que en mi 1'10 da fruto, [el vinador] Ιο corta, Υ todo el que da fruto, Ιο limpia, para que de mάs fruto. [...] Ιο mislno qιte el sarmiento 1'10 puede dar fruto ροτ sl mismo, si 1'10 permanece en Ιa vid; asi talnpoco vosotros si 1'10 permaneceis en mi. [...] 5ί alguno 1'10 permanece en mi, es arrojado fuera, como el sarmiento, Υ se seca; luego los recogen, los echan αΙ fuego Υ arden Οη 15,2.4.6). La ίηterΡretacίόη de 1a parabo1a tiende a 1a a1egοrίa*, puesto que cada e1emento de1 re1ato es objeto de una traηSΡοsίcίόη precisa. Jesus es 1a νid; su Padre, e1 viiiador; 10s dίscίΡu1οs, 10s sarmientos: «γο soy 1a νid νerdadera, Υ mi Padre es e1 νiiiador. [...] γο soy 1a vid; νosotros 10s sarmientos» Οη 15,1.5). La fusίόη entre el mundo dl'l re1ato Υ e1 de1 sentido se rea1iza casi a 1a Ρerfeccίόη: «La gloria de mi Padre esta en que deis mucho fruto, Υ seais mis discίΡu10S» Οη ] 5,8). «Νο me habeis e1egido νosotros a mί, sino que ΥΟ os he elegido (\ νosotros, Υ os he destinado para que νayais Υ deis fruto, Υ que νues­ tro fruto permanezca; de modo que todo 10 que pidais al Padre en mi nombre os 10 conceda. Ιο que os mando es que os ameis 10s unos a 10s otros» Οη 15,]6-17). ΑΙ contrario de 10 que sucede en 10s Sίηόρtίcos, la entrada en materia es directa Υ se apoya en la eΧΡresίόη: «γο Soy». Mas que una coηstruccίόη gramatical, se trata de una a1usίόη al nombre diνino, en continuidad con e1 relato de1 Exodo (episodio de la zarza que ardia sin consumirse, Εχ 3,]4). Aparece tambien esta eΧΡresίόη par,1 introducir las imagenes del pan de νida Οη 6,35.4].48.51), de la ΙΙΙΖ Οη 8,]2; 9,5), de 1a puerta de1 aprisco Οη 10,7.9), de1 buen pastor Οη 10,11.14). De 1a misma forma, Jesus se presenta como Ιί\ Resurreccίόη Οη 11,25), el camino, 1a verdad Υ 1a vida (Ιη 14,6). Inc1uso, a1gunas νeces, a la eΧΡresίόη «γο Soy» ηο 1e sigue ningίIll atributo; 1a referencia a1 nombre divino es entonces explίcita: «5ί

1'10 creeis que Υο 50Υ, morireis en vuestros pecados» (Ιη 8,24). [...] «Cuando haΥάίs levantado αΙ Hijo del hombre, entonces sabreis que Υο 50Υ» (8,28) [... ] «En verdad, en verdad os digo: antes de qlH' Αbrahάn existiera, Υο 50Υ» (8,58). «Os Ιο digo desde ahora, antes dl' que suceda, para que, cuando suceda, creάιs que Υο Soy» (15,19). La metafora de 1a vid es frecuente en 10s eνange1ios sίηόΡticos. ΕΙ cιιarto evange1io participa, en esto, de 1a tradίciόη comun, pero -"ιι οrίeηtacίόη teο1όgica es distinta. La νid designa habitιιa1mente ,11 νiiiedo, es decir una realidad co1ectiνa, sίmbό1ίca de1 pueb10 de [)jos ο,

tambien, del mundo.

Εη

e1 evange1io segun Juan, se trata, '11,IS

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

bien, de la cepa, cuyos multiples sarmientos tienen νida por estar unidos a la cepa ilnica que es Jesus en persona: «ΕΙ que permanece en mί Υ ΥΟ en el, ese da mucho fruto; porque separados de mί πο podeis hacer nada» (Ιη tS,S). Ιο mismo sucede con la imagen del rebafΊo, tradicional para designar al pueblo de los creyentes, Υ orientada, en Juan, a la reΙacίόη personal entre cada oνeja Υ el unico pastor: «Υο soy el buen pastor; Υ conozco mis oνejas Υ las mias me conocen a mί, como me conoce el Padre Υ ΥΟ conozco a mi Padre Υ doy mi νida ροτ las oνejas» (J η 10,14-15). ΕΙ recentramiento en la persona de Cristo es una de las caracterίstίcas del cuarto eνangelio, muy particularmente en 10s discursos. ΕΙ efecto de las ensefΊanzas de Jesus es precisamente extraer la ίηterpretacίόη crίstοlόgίca* del conjunto de 10s acontecimientos relatados en el eνangelio.

DOCUMENTO

Los

DISCURSOS TESTAMENTARIOS ΕΝ EL JUDAiSMO ANTIGUO

Εη la 1iteratura judia antigua θΒ frecuente el genero 1iterario de 10s testamentos. Antes de rnοιίι, el anciano torna la palabra Υ Βθ extiende θη comunicar 10 esencial de su rnensaje. Esta practica comporta poca verosimilitud histόrίca:perrnite a 10s autoΙθΒ desarrollar su ίηterΡretacίόη de 10s acontecimientos vividos ροι el antepasado. Tarnbien 10 hacen 10s grandes escritoΙθΒ griegos: piensese en el Fedόn de ΡΙatόη, testamento espiritual de Sόcrates, pronunciado θη las horas que precedieιοη a su ejecucίόη. Del mismo modo, 10s historiadores de la antigiiedad recornpoηθη ροι entero 10s discursos de 10s personajes histόrίcοs: tarnbien θη este caso, su finalidad ηο θΒ reproducir palabras forzosamente perdidas, sino expresar toda la sustancia del personaje. Εη el caso de 10s personajes de la tradici6n biblica, el discurso testaHLt::Hlario 8θ inscribe θη la continuidad de la alianza de Dios con Israel. Como θη una carrera de relevos, de 10 que Βθ trata θΒ de pasar el relevo al que viene detras Υ seguira adelante. Asi Abrahan dirige sus ωtimas palabras a su nieto Jacob, que sera a 5U νθΖ padre de las doce tribu5 de Israel. Le recuerda todas las promesas de Dios; Υ

444

ροηθ θη manos del heredero la fide1idad a la alianza:

Bendito es mi hijo ]acob Υ todos sus hijos en e1 Seiίor A1tisjmo ροτ todos 10s sigIos. ΕΙ Seiίor te de una descendencia justa Υ santifjque hijos tuyos ροτ toda 1a tieΠΒ. [...} Hijo mio, ]acob, recuerda mis pa1abras Υ guarda Ios mandamjentos de tu padre, Abrahan. Apartate de 10s gentiles, ΩΟ comas con ellos, ΩΟ hagas como ellos, Ωί 1es sjrvas de compaiίero [. ..J. Sean sobre mi hijo, en e1 que se regocijan todo mi cοraΖόn Υ todas mis entranas, tu cIemencia Υ abundante gracia, asi como sobre su descendencia perpetuamente. [ ...} Bendice1o, con todas tus bendiciones desde ahora ροτ todos Ios dias de Ia eternidad Υ renueva tu a1janza Υ cοmΡasjόn con e1 Υ su 1inaje con toda tu vo1untad ροτ todas 1as generacjones αΌ::: ia {ιΊ;ΗΙi:J.. UubiIeos 22,11.16.28.30;

trad. de F. Corriente

Υ Α. Pifιero)

De esta misma forma, el di5curso testamentario del cuarto evangelio (13,31 a 17,26) entrega a 105 discipul05 el mensaje de Jesus: cosa suya sera vivirl0 hasta el fin de 10s tiempos.

LOS DISCURSOS

ΕΝ

ΕΙ

EVANGELIO DE JUAN

Tal Υ como se presentan en la redaccίόη final del eνangelio, los discursos tlenen motlνos para sorprender al lector moderno. Por una parte, es difίcil imaglnar al Jesus hίstόrίco dedicandose con tanto gusto a la elocuencla. Por otra parte, se experlmenta bastante dificu1tad en captar la argumeηtacίόη, que ηο parece obedecer a 1<1S reglas de la lόgίca occidental. Se han realizados conclenzudos estudios para sacar a luz la estructura de estos discursos. Se ha creίdο reconocer en ellos las estructuras concentrlcas llamadas qulasmos. Parece mas sencillo νer en ellos una sucesίόη de segmentos simples, clerto numero de los cuales podrIa proνenir de la tradίcίόη de los logia*, es declr de las palabras de Jesus heredadas de la primera prcdίcacίόη crlstlana. ΕΙ encaje de esas palabras obedece a la tecnlca de los enganches νerbales, frecuente en el judaismo* antiguo. Cada νerslculo se apoy" en e1 anterlor, del que conserνa algunos elementos, a la νez que 1ι' proporclona expreslones nueνas, una parte de las cuales serνlra ι1ι' base para el siguiente νerslculo, Υ asi suceslνamente ... Esta forma dc coηψοsίcίόη despliega un razonamlento en espiral, con lneνltables repeticiones, pero sln dejar de tener un real progreso expositiνo. Es un modo de escribir que se acomoda muy bien a la redaccίόη del cuarto eνangelio: slmultaneamente deseoso de ηο perder nada de 1<1 tradίcίόη prlmltiνa Υ osado en la eΧΡresίόη de ideas nueνas. Con-tribuye tambien ampliamente al caracter meditatlνo de la obra de Juan: al lector que tlene prlsa por conocer cόmο sigue todo, le propone detenerse en el camlno para saborear mejor la rlqueza del mensaje... Ει VERBO HECHO CARNE ΟΝ

1,1-18)

La lnslstencla en la palabra esta marcada desde las prlmeras palabr.ls del cuarto eνangelio. Εη el ΡrόΙοgο Οη 1,1-18), a Jesus se le identifica con el Verbo (en griego logos*), es declr la Palabra de Dios qιιe preside la creacίόη. Νο es extraiΊo, por tanto, que a Jesus se le presente como autor de numerosos discursos. Εη tanto que reνelado)" de Dios, su Padre, el ]esus del cuarto eνangelio νa mucho mas lejos que Moises: ηο es sό1ο el portaνoz, slno que encarna Ρersοnalmeηtι' 1<'1 P::tI::thr::t; t::tn rrfιxim::J ::Jl P qtlt> ρς Oi()s miSill(). ςίη p()r ello confundirse con el Padre:

En el principio eΧίstία Ια Palabra Υ Ια Palabra estaba junto α υίοs. Palabra era Dios. ΕΙΙα estaba en εΙ principio junto α Dios. Todo 5(' hizo por ella Υ sin ella no se hizo nada. Ιο que se hizo en ella era la νίι/ιι Υ Ιa vida era Ιa luz de los hombres, Υ Ιa luz brilla en las tinieblas, Υ la5 tinieblas no Ιa vencieron (J n 1,1-5). Υ Ιa

JUAN Υ ΕΙ MEDIO

JOANICO

Ya presente en Ia creacίόη Υ manifestada a IsraeI por eI ministerio de 10s profetas, Ia PaIabra divina se une a Ia historia humana a traves de Ia persona misma de Jeslls. ΕΙ testimonio de Juan eI Bautista reconoce en Jesus Ia Iuz verdadera, identica al Verbo de Dios. ΕΙ principio universal, que esta en eI origen de toda reaIidad creada, se confunde con eI ser concreto de Jeslls. La venida deI Verbo en Ia coηdίcίόη humana (la eηcarηacίόη*: «ΕΙ Verbo se hizo carne»; Jn 1,14) constituye la cima deI don divino Υ manifiesta υη compromiso de Dios mas radical que Ia AIianza establecida con Moises: Hubo un h01nbre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de Ιa luz, para que todos creyeran por έΙ Νο era έΙΙa luz, sino quien debία dar testimonio de Ια luz. Ιa Palabra era Ια luz verdadera que ilumina α todo hombre, viniendo α este mundo. En el Inundo estaba, Υ el mundo fue hecho por ella ση 1,6-10).

Colocado en el ΡrόΙοgο del evangelio, este himno aI Verbo de Dios anuncia Ios temas que se desarrollaran a todo 10 largo de 10s discursos. Sobre todo, resume todo el misterio de Jesus en torno a una palabra clave: «monogene», es decir «Hijo llnico», e incluso «ύηίco Engendrado». Mas alln que el tituIo de «Verbo», familiar en Ia cultura griega contemporanea, la eΧΡresίόη «Hijo unico» es la llnica que puede sugerir eI caracter absoIutamente inedito de la reIacίόη entre Jesus Υ el Dios de Moises. De cara a Dios desde toda Ia eternidad Υ, por ese tltulo, asociado a la obra de la creaciόη, el Hijo DOCUMENTO 1Α PALABRA DE DIOS ΕΝ EL TARGUM

L08 targumes* son traducclones libres de la Biblia judia al arameo; eran corrlentes θη Palestina en 10s tiempos de ]esus. Las libertades que se tomaban en reΙacίόη con el texto hebreo revelan la sensibilidad del judaismo palestino al comienzo de nuestra era. ΑΙ retomar el relato de la creacίόη de Gn 1, e1 targum amp1ifica e1 papel de la Palabra. Lejos de ser nada mas un atributo de Dios, es tratada como un ser personal, sujeto de verbos de accίόη Υ de eχΡresίόη. Esta lnslstencla evoca la Ρer80nificacίόη de la Palabra divina (el Verbo) en el ΡrόΙ0g0 de ]uan. Εη la edicίόη del Codex Neophyti 1 (trad. de A1ejandro Diez Macho), se puede leer 10 siguiente:

446

Desde e1 principio e1 Verbo de Yahve con sabiduria terminό 10s cie10s Υ 1a tierra

(tg Gn 1,1). Υ dijo e1 Verbo de ΥΒ1ινθ: «Haya 1uz»; Υ hubo 1uz segιin 1a orden de su Verbo. Υ fue manifiesto ante Yahve que 1a 1uz era buena; Υ e1 Verbo de Yahve seΡarό 1a 1uz de 1as liniebias ltg Gn 1,3-4).

Υ e1 Verbo de Yahve creό a1 hijo de1 hombre a su semejanza, 10 creό a 1a imagen de de1ante de Yahve, macho Υ comparte 10s creό. Υ 1a G10ria de Yahve 10s bendijo Υ e1 Verbo de Yahve 1es dijo: Forta1eceos Υ mu1tip1icaos (tg Gn 1,27-28).

LOS DISCURSOS

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EVANGELIO DE JUAN

DOCUMENTO EL LOGOS DIVINO ΕΝ FΙLόΝ DE ALEJANDRIA ΕΙ

vocabl0 griego logos designa a la palabra Υ es, por ese tίtul0, un atributo privilegiado del Dios de la Biblia. Creador del mundo, el Dios de Israel establece alianza con su puebl0 Υ se dirige a θΙ por medio de 10s profetas (= <<portavoz» en griego). Pero, en griego, la palabra logos designa tambien a la razόη: 10s filόsοfοs griegos veian en el 10gos divino el principio de la racionalidad que preside el buen funcionamiento del universo. ΕΙ primer autor que asocia al relato biblico de la creacίόη la refleχίόη fiΙ0sόfί­ ca sobre el Logos universal es, sin duda, el gran pensador Filόη de Alejandria. Contemporaneo de Jesus Υ de 10s ΑΡόstοles, Filόη lleva a cabo un verdadero encuentro entre la fe judia Υ la cultura griega. Celebra al Logos de Dios creador con palabras que anuncian el ΡrόΙ0g0 de ]uan. Filόη reconoce al Verbo de Dios un estatuto cuasi-personal Υ le atribuye cierto nIlmero de tίtulos, ΡrόΧίmοs a la teologia cristiana posterior: «ΕΙ primer nacido suyo, el Logos, el mas antiguo de 10s angeles, a modo de arcangel (es decir, jefe de 10s angeles), que tiene muchos nombres.

Εη efecto, se

le dan las denominaciones de "Principio", "Nombre de Dios", "Logos", ''Hombre hecho a su imagen", Υ tambien "Vidente", es decir, Israel». (De confusione Jinguarum 145;

trad. de Luis Gil) Υ tambien, evocando la creacίόη del primer hombre, concebido para acoger como en un templ0 «el alma racional (literalmente: «el alma Ιόgίca», es decir del logos) , la mas semejante a Dios de las imagenes divinas, que el hombre debia llevar θη si mismo», Filόη dice: <<Νο parece que Dios se sirviera para fabricarle de ningίln otro model0 que tomara en el futuro, Βίηο Ilnicamente de su propio Logos. Por θΒΟ, Moises dice que es una reΡreseηtacίόηde ese Logos 10 que se cοηvirtίό en el hombre vivificado por el sopl0 sobre su rostro»; Υ un poco mas adelante: «Es necesario quo de un model0 absolutamente bello salga una copia absolutamente bella. Pues bien, el 1ogos de Dios tiene mayor valor que la belleza misma».

(De opificio mundi, 136-139)

es el enviado perfectamente garantizado Οη 6,27). Ει es, en la condίcίόη humana, la reveΙacίόη misma del Dios inaccesible: Υ la Palabra se hizo carne, Υ puso su Morada entre nosotros, Υ hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigcnito, lleno de gracia Υ de νerdad. Juan da testimonio de έΙ Υ clama: KEste era del que ΥΟ dije: ΕΙ que νiene detrάs de mi se ha puesto delante de mi, porque existia antes que ΥΟ». Pues de su plenitud hemos recibido todos, Υ gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moiscs; la gracia Υ la νerdad nos han llegado por Jesucristo. Α Dios nadie le ha νisto jamάs: eL Hijo Unigcntto, que estά en el sellO del Padre, έΙΙο ha contado (Τη 1,14-18).

Totalmente consagrado al proyecto de Dios, Jesus es el Hijo llnico que revela sus designios a traves de todos 10s acciones Υ palabras de su existencia de persona humana: «Μί alimento es hacer 1<1 voluntad del que me ha enviado Υ llevar a cabo su obra» (Τη 4,34). <1 447

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

cambio, goza de la confianza plena del Padre como el ejecutor fiel de las obras divinas:

Υ

puede presentarse

Υο no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo segun Ιο qt/e oigo; Υ mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino Ιa voluntad del que me ha enviado Οη 5,30). Pero ΥΟ tengo un testimonio mayor que el de ]uan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar α cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de ml, de que el Padre me ha enviado Οη 5,36). LA DIVINIDAD DE JΕsύs

Venido de junto a. Dios, ο bien, en un lenguaje colorista, «bajado del cielo», Jesus hace realidad cumplida la figura del Hijo del hombre, personaje celeste originado en la tradίcίόη de 10s apocalipsis* judlos. Como el Hijo del hombre, Jesus preside el juicio universal: «Como el Padre tiene vida en sl mismo, aSl tambien le ha dado al Hijo tener vida en sl mismo, Υ le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre» Οη 5,26-27). Si la eηcarηacίόη constituye un descenso de junto a Dios, el destino de Jesus culmina con su retorηο junto a Dios, es decir con su asceηsίόη al Padre, ο tambien con su eχaΙtacίόη a la derecha del Padre: «Nadie ha subido al cielo sino el que bajό del ciel0, el Hijo del hombre» Οη 3,13). Pero esa eΙevacίόη coincide con la hora de la cruz. Elevado sobre la tierra, el Hijo del hombre extiende la saΙvacίόη de Dios sobre la humanidad: «Como Moises eΙevό la serpiente en el desierto, aSl tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga en ella vida eterna» Οη 3,14-15). SόΙ0 entonces resplandece a plena luz su coηdίcίόη divina: «Cuando hayais levantado al Hijo del hombre, entonces sabreis que Υο Soy, Υ que ηο hago nada por mi propia cuenta; sino que, 10 que el Padre me ha enseiiado, eso es 10 que hablo. Υ el que me ha enviado esta conmigo: ηο me ha dejado solo, porque ΥΟ hago siempre 10 que le agrada a el» Οη 8,28-29). Los discursos del cuarto evangelio preparan allector para interpretar el relato de la Ρasίόη ηο como el h"mann ("Ι~l Ρr("\fρ+~ ('Η y u ..... u ... ,,;.,.,n f'-aC.,,,A ...,v ... ............... ΤΡC'l"1" t-'t"'.,;r~ryn"dn ............ v como la maηίfestacίόη en gloria del unico Salvador, el Hijo enviado del Padre Υ perfectamente fiel a la mίsίόη recibida. Semejante afirmacίόη de la divinidad de Jesus sόΙ0 es posible desde la mirada de la fe. ΕΙ ΡrόΙ0g0 de Juan l1ama a la coηstίtucίόη de una comunidad de testigos, para quienes la fe en Jesus constituya un verdadero nacimiento. Α diferencia de 10s paganos (<<el mundo»), ..ι..

44Η

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LOS DISCURSOS

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EVANGELIO DE JUAN

e incluso del pueblo de Israel (<
mundo estaba, Υ εΙ mundo fue hecho por ella, Υ εΙ mundo no Ιa conοcίό. Vino α los suyos, Υ los suyos no Ιa recibieron. Pero α tocJos los que Ιa recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, α los qlJ(' creen en SU nombre; los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo (J(, carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios (]η 1,10-13). En

εΙ

Εη esa misma lίnea, Jesύs propone al fariseo* Nicodemo «nacer de nuevo» (]η 3,3; tambien se puede traducir «nacer de 10 alto»), es decir reconocerse hijo de Dios, mas alla del mero nacimiento terreηο: «Εη verdad, en verdad te digo: el que ηο nazca de nuevo ηο puede ver el Reino de Dios» (]η 3,3); ο tambien: «Εη verdad, en verdad te digo: el que ηο nazca de agua Υ de ΕSΡίrίtu ηο puede entr,lr en el Reino de Dios» (]η 3,5). La impotencia de Nicodemo, presentado, sin embargo, como sabio en materia religiosa, sugiere que la f"e

REFERENCIA

l QUE QUIEREN DECIR LOS CRISTIANOS CUANDO HABLAN DEL MISTERIO DE LA ΕΝCARNΑcιόΝ? La palabra «eηcarηacίόη», tan farni1iar al cristianismo, deriva directamente del Ρrό­ 10go de Juan. Para decir que Jesus el Hijo de Dios se ha hecho plena Υ concretamente hombre, el cuarto evangelio emplea la palabra «carne»: «La Palabra se hizo carne» ση 1,14). Este termino se ha vuelto ctIasi incomprensible en nuestros dias. Εη san Juan, ηο tiene ningun valor peyorativo; ηο se opone tampoco a alma, como en la dίstίηcίόη griega de alma Υ cuerpo. Designa sencillarnente la cοηdίcίόη hurnana en su realidad concreta, cuerpo Υ alma de una vez. La sίtuacίόη del ser hurnano, inscrita θη el espacio Υ en el tiernpo, esta destinada a la mucrtc; pcrc, p3.ra el cuarto evange!io, es? muerte ηο es definitiva. Por la fe el ser hurnano nace a una vida nueva, a la que se llama «espiritu» distinguiendola de la existencia sirnplernente humana a la que Βθ llama «carne». Eso es 10 que Nicodemo rechaza reconocer, encerrandose en ιιη rnaterialismo sin salida: «ιCόrnο puede ιιηο nacer siendo ya viejo? ,,-Puede acaso

entrar otra vez en el seno de su ΠlίJClΤo γ nacer?» ση 3,4). Por el contrario, 10s creyent08 110 adhieren a esa vida de Dios, calificada do eterna, por ser diferente de las realidI\
Ζacίόru> ofrecida, en retοrηΌ, ~1 s~r h~;~~•. ηο, a traves de la cοmuηίόη en la porllOI1A de Jesus, el Hijo unico, muerto en Ιιι cOl1dI· cίόη humana (la carne) Υ resucitado ΡΑΤ" la vida eterna de Dios. Se trata dol corιtro mismo de la fe cristiana: jDios ΒΟ hl\C8 hombre, para que el hombre soa lιocho Dios!

JUAN Υ ΕΙ ΜΕΟΙΟ JOANICO

supera las meras capacidades del ser humano: «ίCόmο puede υηο nacer siendo ya νiejo? ίΡuede acaso entrar otra νez en el seno de su madre Υ nacer?» Οη 3,4); Υ tambien, en boca del mismo Nicodemo: «ίCόmο puede ser eso?» Οη 3,9). LA ADHESIόN ΟΕ ΙΑ FE

La adhesίόη de fe a la persona de Jesus ηο puede realizarse sin υη proceso νerdaderamente espiritual, es decir νuelto hacia algo distinto a la simple satίsfaccίόη de las necesidades terrenas. Semejante coηνersίόη implica una libertad interior tan fuerte como la del νien­ to, impreνisible PQr defiηίcίόn: «ΕΙ νiento sopla donde quiere, Υ oyes su νΟΖ, pero ηο sabes de dόηde νiene ηί a dόnde νa. Αsί es todo el que nace del ΕSΡίrίtu» Οη 3,8). La fe es esencialmente don de Dios. ΕΙ abandono de los dίscίΡuΙ0S es υη escandalo, incomprensible desde el punto de νista de la raΖόn: «Jesus sabίa desde el principio quienes eran Ios que ηο creίan Υ quien era el que 10 iba a entregar. Υ decίa: "Por esto os he dicho que nadie puede νenir a mί si ηο se 10 concede el Padre"» Οη 6,64-65). Esta reνeΙacίόη choca profundamente a 10s interlocutores judίοs de JesUs. ΕΙ cuarto eνangeIio es todo menos irenista. Α la incomΡreηsίόη de Nicodemo Ie sucede eI desencanto de Ia muItitud, e incluso la hostilidad de ciertos grupos νiolentos. Jesus se encuentra en peligro de muerte, cuando se atreνe a presentarse como igual a Dios, anterior incluso a Abrahan, padre de 10s creyentes: «Entonces tomaron piedras para tirarselas; pero Jesus se οcultό Υ saΙίό del Templo» Οη 8,59). Esta afirmacίόη tan fuerte traduce el punto de νista de las comunidades post-pascuales. Los cristianos del grupo joanico* confiesan tan ηίtίdameηte la diνinidad de Jesus guiados ροτ la luz de la Resurrecciόη Υ motiνados por la fe. Εη este sentido, 10s discursos, aunque esten constituidos de fragmentos primitiνos, expresan la teοΙ0gίa de comunidades ya antiguas, enriquecidas con Ia experiencia de bastantes generaciones de creyentes. Ει ΟΟΝ ΟΕΙ ESPIRITU

Los autores del cuarto eνangelio son muy conscientes de que la profundidad de la mirada depositada sobre Jesus Hijo de Dios ηο es sόΙ0 fruto de una refleχiόη humana. Hay en ello una especie de insΡίracίόη, que tambien ella es don de Dios: «Υ decίa: "Por esto 0$ he 450

LOS DISCURSOS

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EVANGELIO DE JUAN

REFERENCIA «CONOCER}) ΕΝ LA BIBLIA Las palabras «conocer» Υ «conoclmlento» traducen palabras griegas que han originado θη castellano, ροι ejempl0, el termlηο «gnosis*». 50η frecuentes en el cuarto evangelio. Hay un grave peligro de entenderlas en οΙ sentido de una actividad propiamente intelectual: el evangelio segun Juan estarla destlnado a Ιιι elite Υ la experlencla de la fe ΟΒΙιιιίιι reservada a 10s sabios. Υιι θΩ la antigίiedad (siglos 11 Υ 111), las sectas gηόstίcas se apoyaban en οΙ cuarto evangelio para expresar sus concepciones de una saΙvacίόη ροι el «conocirniento», es declr ροι una especie de despertar de la consclencla ροι via de ίnicίacίόn. Εη realidad, en el conjunto de la Biblia, el verbo «conocer» tlene un sentido mucho mas amplio que actualmente. Se trata de una verdadera cοmuniόη entre dos seres, incluyendo la mediacίόη de las relaclones fisicas. Εη consecuencia, conocer a ]esus ηο es adquirir un saber objetiνο sobre su identidad, slno comunicarse con su persona Υ compartir su vida en una

relacίόη de amor Υ de fe. Εη la medida 011 que el Hijo esta, el rnismo, intlmamonlo unido al Padre, la fe θη Jesucristo da acco so a la vida de Dios,Y ροηθ en comunlca cίόη con el Padre: «Esta es la vida eternII: que te conozcan a Ιί el ίInico Dlos verda·· dero, Υ al que tίI has enviado, Jesucristo» ση 17,3). 5e trata de una reΙacίόη existon· cial, que implica toda la persona, como Jesus le recuerda a Pedro en el lavatorlo de 10s pies: «5ί ηο te lavo, ηο tienes parto conrnigo» ση 13,8). Igualmente, aunque Jesus es, hablan· do con toda propiedad, la verdad, tambien ΘΒ, e inseparablemente, el camino quo conduce a esa verdad, Υ la vida que fluye de esa misma verdad. Εη el cuarto ονιιl1 gelio, el conoclmlento es un proceso νίΙιιl Υ dinamlco: supone que el discipulo sal0 de sl mismo Υ se ροηθ θη camlno siguien· do a Jesus: «Le dice Tomas: "Seiίor, ηο sabemos a dόηde vas, i-cόmο podemoK saber el camino?". Le dice Jesus: 'Ύο soy ΟΙ Camino, la Verdad Υ la Vida. Nadie va al Padre slno ροι rni"» ση 14,5-6).

dicho que nadie puede venlr a mί sl ηο se 10 concede el Padre"» (111 6,65). Por eso 10s discursos anterlores a la Ρasίόη lnslsten en la obr'l del ΕSΡίrίtu 5al1to. 5όΙ0 el tlene capacidad para revelar a 10s dίscίΡU­ 10s la verdad sobre JesίIs:

Cuando venga el, el Espiritιι de Ιa verdad, os guίarά hasta Ιa verda(} cornpleta; pues no habΙarά por 5ΙΙ ctlenta, sino que habΙarά Ιο que oiga, Υ 05 eΧΡΙίcarά Ιο que ha de venir. ΕΙ me darά gloria, porque recίbίrά de Ιο mio Υ os Ιο eΧΡΙίcarά α V050tros (Τη 16,13-14). Es el ΕSΡίrίtu 5anto el que permite actualizar las ensenanzas tic el que da a 10s dίscίΡuΙ0S la capacidad de recibir toda la sustanc!r1 qlJe ccφt;fΠf1Τ "ΕΙ P;:Jr~rlit(): 1"1 FsrJritl1 Sant(), q11e el Patire envlara en ml nombre, os 10 enseiίara todo Υ 05 recordara todo 10 que ΥΟ os he dicho» (Τη 14,26). Εη el discurso que precede a la Ρasίόη, JesίIs ηο sόΙ0 precisa cl papel del ΕSΡίritu 5anto, slno tambien su orlgen: Procede del Padrc, pero por medίacίόη del Hijo: «5ί me amals, guardareis mls manιΙI­ mlentos; Υ ΥΟ pedire al Padre Υ os dara otro Paraclito, para que cstc con vosotros para siempre, el ΕSΡίrίtu de: la verdad, a qulen el11HII1JesίIs Υ

·1) Ι

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

do ηο puede recibir, porque ηο le ve ηί le conoce» (Ιη 14,15-17); «Pero el ΡaπίcΙίtο, el Espiritu Santo, que el Padre eηvίaπί en mi nombre, os 10 eηsefiaπί todo Υ os recordaπί todo 10 que ΥΟ os he dicho» (Ιη 15,26). La venida del Espiritu a 10s discipulos es inseparable de la muerte Υ de la resurreccίόη de Jesus. Εη la medida en que el Hijo de Dios se retira de la historia, da a 10s creyentes la capacidad de ser su propia palabra en el coraΖόη del mundo. Para hacerlo, les transmite su Espiritu, literalmente el «soplo» ο «aliento» que inspirara su testimonio: Pero ΥΟ os digo Ια verdαd: Os cσnviene que ΥΟ me ναΥα; porque si no me voy, no vendrά α vosotros el ΡαrάcΙίtο; pero si me voy, os Ιο enviαre (Ιη 16,7). Cuαndo tom6 ]esus el vinαgre, dijo: «Todo estά cumplido». Ε inclinαndo Ια cαbezα entregό el espfritu (19,30). Dicho esto, sορΙό Υ les dijo: «Recibid el Espfritu Sαnto. Α quienes perdoneis los pecαdos, les quedαn perdonαdos; α quienes se los retengάίs, les quedαn retenidos (20,22-23). Del don del Espiritu Santo nace la comunidad, pero esta se encuentra enfrentada a multiples dificultades. Ademas de la ruptura REFERENGIA

LA GONGIENGIA DE ]Εsύs: Εη

una primera aΡrοximacίόη,el ]esίls del cuarto evangelio puede producir la impresίόη de ser un tanto «desencarnado», cosa que estaria en cοηtradiccίόηcon la afirmacίόη central de la Εηcarηacίόη. De hecho, ]esίls aparece como soberanamente dueήο de su destino; incluso su sufrimiento parece estar muy atenuado. De la agonia en el huerto de los olivos, sόΙο queda una pequefta turbacίόη ση 12,27), de la que ]esus es liberado inmediatamente por la ίηterveηcίόη de una VOΖ celeste. Sin embargo, a todo 10 largo del relato se recuerda la humanidad de ]esus: tiene sed Υ da muestras de fatiga bajo el sol del mediodia ση 4,6); llora la muerte de su amigo Lazaro ση 11,35); le afecta profundamente la traicίόη de ]udas ση 13,21). Muchas de las notas relativas al domiηίο de ]esίls (por ejemplo, ]η 2,24-25 ό ]η 6,64-65) podrian ser perfectamente aftadidos que expresaran el punto de vista del autor del texto. Para el Evangelista, por mas que ]esίls parezca vulnerable a las maquinaciones humanas, en el fondo

452

lSABίA ]Εsύs QUE ΕΜ DIOS?

de si mismo es perfectamente consciente de las ambigίiedades de la sίtuacίόη ση 7,3-10) Υ completamente lίlcido sobre el comportamiento de ]udas ση 6,70-71). Esa clarividencia, i,es mero producto de una gran sabiduria humana ο hay que ver en ella un efecto de la conciencia divina?Esta pregunta ηο tiene respuesta. Gomo ηο hay paralelo alguno, es imposible saber cόmο podia vivir ]esίls simultaneamente la omnisciencia divina Υ las incertidumbres de la cοηdίcίόη humana. De todas formas, el evangelio recoge la experiencia espiritual de despues de la Pascua*: las cuestiones gue ΡΙaηteό la vida pίlblica son releidas por creyentes que disponen, de la Pascua en adelante, de una parte de la respuesta. ΕΙ Evangelista Υ la comunidad que le sostiene, ηο dudaban de que ]esίls era el Hijo unico, eterno como el mismo Dios. Respecto a cόmο ]esίls podia siendo hombre vivir esa cοηdίcίόη divina, los autores del cuarto evangelio ηο sabian mas que nosotros.

LOS DISCURSOS

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EVANGELIO DE

ΙΙΙΛΝ

con e1 judaIsmo, 1a comunidad de Juan experimenta 1a indifl'I"l'11(j~1 de1 mundo pagano. Υ sufre, sobre todo, sus propias diνisiol1l·S. 1.<1 οracίόη de Jesus anterior a la Ρasίόη (Ιη 17) se centra en el ten1~1 tll' 1a unidad: coηfesίόη indirecta de la importancia de las diνisioncs que afectaban a 1a comunidad en aquellos ultimos afios del sigl0 Ι. SόΙ0 1a unidad existente entre Jesus Υ su Padre puede serνir de modelo Υ fuente para producir una νida comunitaria armoniosa: Νο ruego sόΙο por fstos, sino tambifn por aquellos que, por medio de st" palabra, creerάn en mi, para que todos sean uno. Como tίI, Padre, en nli Υ γο εη ti, que ellos tanlbifn sean uno εη nosotros, para que el mundo αεa que tίι me has enνiado. Υο les he dado Ιa gloria que tίI me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: γο en ellos γ tίι εη mi, para que sean perfectamente uno, γ εΙ mundo conozca que tίι mt' has enνiado γ qι"ε los has amado α ellos como me has amado α rnί (Ιη 17,20-23). ΕΙ cuarto eνangelio insiste en el carc:ίcter personal del Espiritιι Santo: igual al Padre Υ al Hijo, es indispensable para la comuηίόη diνina, que mas adelante recibira el nombre de Trinidad. Es necesario para la νida de 10s cristianos, Υ el pape1 que juega para con ellos es ser «Paraclito*» (palabra griega que significa «abogado, defensor»). Vistas las dificultades encontradas, tanto fuera como dentro, el sosten del Espiritu «defiende» a la comunidad contra 10s ataques de sus adνersarios. La amenaza de las persecuciones se perfilaba en el horizonte de aquellos ultimos afios de1 sigl0 Ι. ΕΙ Espiritu protege tambien a la comunidad de sus propios demonios, empezando por el de la desuηίόη. ΕΙ eνangeIio segun Juan ηο desarrolla una teoIogIa de Ia Trinidad, en el sentido intelectual del termino, pero Sl muestra la coherencia existente entre eI amor de Dios a Ia humanidad, Ia mίsίόη ttt' Jesus eI Hijo unico enνiado por el Padre, Υ la accίόη del EspiritlI Santo en la comunidad de Ios creyentes. Εη este sentido, 10s discursos del cuarto eνangelio constituyen una cima de Ia afirmacίόη cristiana sobre la saΙνacίόη que se realiza en Jesucristo: Porque tanto amό Dios aΙ mundo que dio α su Hijo Ll11igenito, pan/ que todo eί que αεa εη ιiί ηο perezca, sinv que tengu νίιlιι eternlI. Porque Dios ηο ha enνiado α su Hijo aΙ mundo para juzgar aΙ munt}o, sino para que εΙ mtlndo se salνe por ει (Ιη 3,16-17). Lejos de imponer una νίsίόη sintetica, Ia espiraI de Ios discursos inνoIucra allector en una medίtacίόη que le νa lleνando por etap"1s al coraΖόη del misterio cristiano. Υ-Μ. Β.

., f).

5

10.5. Ει ApOCALIPSIS JOANICO

todos 10s tiempos, el ser humano busca escrutar 10 descσno­ cido, Υ particu1armente en 10s momentos de crisis. Los pueblos de1 Oriente antiguo pensaban que 1as divinidades revelaban e1 destino de la persona Υ 1a marcha de 1a historia a traves de signos escritos en 1a natura1eza: e1 vuelo de 10s pajaros, e1 movimiento de 1as estrellas, de 1as nubes, de1 viento... Νί e1 judaIsmo* ηί el cristianismo podian aceptar la dίνίηίΖacίόη pagana*. La astrologia es cσsa vana. Es Dios quien 1evanta el velo de los secretos del mundo Υ de 1a historia. De ahi la flοracίόη, entre 10s afios 150 a.C. Υ 100 d.C., de escritos que quieren aportar por revelacίόη υη cσnocimiento secreto del universo, de1 pasado, del presente, del futuro, e incluso deI final de 10s tiempos. ΕΙ Apocalipsis joanico* se inscribe en esta perspectiva. Υ sin embargo, Υ en la misma medida, se desmarca de ella. Α traves del genero literario desconcertante Υ dellenguaje lleno de imagenes de la literatura apocalίptica\ eIIibro reveIa al Resucitado que rige la historia mientras Ios imperios se agitan Υ se derrumban. ΕΙ Apoca1ipsis joanico es esencialmente υη grito de esperanza.

Ε

Ν

UN GENERO LITERARIO DESCONCERTANTE

ΕΙ

termino «apoca1ipsis»

ηο

es en absoluto tranquilizador. lNo es

sίηόηίmο de guerras, terremotos, catastrofes ecσ1όgίcas Υ humanas? Εη realidad, esta palabra se deriva del griego apokalypsis cuya traducciόη es "desyelamiento, m!1nifest(1(inf1, f/"v",l;:ιriόf1» ΕΙ Arn-

calipsis joanico es una reveΙacίόn de Jesucristo por Jesucristo (Αρ 1,1). Una reνeΙacίόη que esta escrita en ellenguaje ΡΓορίο de Ia apocalίptica.

Este genero, que ηacίό con 10s libros de Isalas, Ezequiel Υ, luego, de Joe1 Υ de Zacarlas, a1canzara su esplendor cση ellibro de Daniel. Este u1timo servira de modelo a 10s apocalipsis aΡόcrίfοs* judIos ο 455

JUAN Υ ΕΙ ΜΕDΙΟ JOANICO

cristianos, a los textos apocalίpticos de Pablo ο de los evangelios sίηόρtίcos Υ, desde luego, al Apocalipsis joanico. La apocalίptica es un genero dificil de definir. Podemos esbozar sus rasgos principales tal Υ como aparecen en los textos, como en este de la vίsίόη del Hijo del hombre: Υο, ]uan, vuestro hermano Υ col1ιpafιero de lα trίbuΙαcίόn, del reino Υ de lα paciencia, en ]esίIs. Υο me encontraba en lα isla llamada Patmos, por cαusa de lα palabra de Dios Υ del testimonio de ]esίIs. Cal en cxtasis el dla del Sefιor, Υ οί detrάs de ml una gran voz, como de trompeta, qlle decία: «Lo qlle veas escrίbeΙο en lln libro Υ envlalo α las siete iglesias: α Bfeso, Esmirna, Pcrgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia Υ Laodicea». Me νοlνί α ver qllf νΟΖ era lα que me hablaba Υ αl volverme, νί siete candeleros de oro, Υ en medio de los candeleros como α un Hijo de hombre, vestido de una tίInica talar, cefιido αl talle con un cefιidor de oro. SΙI cabeza Υ sus cabellos eran blancos, corno lα lana blanca, como lα nieve; sus ojos como llama de fuego; sus pies Ραrecίαn de metal precioso acrisolado en el horno; su νΟΖ como νΟΖ de grandes aguas. Τenία en Sll rnano derecha siete estrellas, Υ de su boca salίa una espada aguda de dos filos; Υ su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza (Αρ 1,9-16). ΕΙ genero apocalίptico se caracteriza esencialmente ροτ visiones, por una abundante utίΙίΖacίόη del lenguaje (οη imagenes, ροτ un trasfondo de οροsίcίόη al poder polίtico, ροτ una llamada a la perseverancia. Las visiones se traducen mediante verbos de sensaciones: «vί», «οί». Igualmente, la eΧΡresίόη «entre en extasis» (literalmente «entre en eSΡίrίtu» se utiliza en ellibro para expresar la experiencia de la vίsίόη. ΕΙ autor ve Υ oye con los ojos Υ los oldos de una fe viva Υ concreta. ΕΙ lenguaje apocaliptico es extraordinariamente rico en imagenes. ΕΙ autor emplea multitud de simbolos, con frecuencia dificiles de descifrar, queriendo indicar asl que el mensaje viene de Dios mismo. Asi la figura del Hijo del hombre es presentada a traves de una serie de imagenes tomadas del Antiguo Testamento, esencialmente del libro de Daniel. La tunica larga Υ amplia evoca al sumo sacerdote*, el cίηturόη de oro es slmbolo regio, el aspecto del rostro indica su majestact que proctuce temor, el cabeHo blanco su divinidad, Υ los ojos como llamaradas de fuego significan su Olnnisciencia divina. Tambien es caracterlstico de la apocaliptica un trasfondo de οροsίcίόη entre el pueblo de Dios Υ las autoridades politicas, consideradas como soportes de las fuerzas del mal. De esta forma, Juan evoca la prueba de la Ρersecucίόη. Exilado en la isla de Patmos, escribe a los cristianos de Asia Menor, representados por las comu456

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APOCALIPSIS JOANICO

nidades de Efeso, Esmirna. Pergamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia Υ Laodicea. Los soberanos romanos teηdίaη a hacerse divinizar en vida. Εη Efeso, capital provincial de Asia, el emperador Domiciano (81-96) hizo construir υη templo en el que se le daban honras. ΑΙ rechazar adherirse a esas pretensiones blasfemas, 10s cristianos fueron marginados, perseguidos Υ algunos de ellos matados. Las persecuciones entrafiaban el peligro de desmovilizar a 10s cristianos. Estos se hacίaη permeables a las doctrinas gnostizantes* Υ docetas* que traηsmίtίaη falsos profetas Υ destilaban una moral de tibieza. De ahί la llamada de Juan a la constancia Υ a la lealtad. Εη la lucha que le ΟΡοηίa a 10s enemigos de su puebl0, el Hijo del hombre, el Μesίas* de Dios, tendra la ύltima palabra. Juan retoma, asί pues, las formas del genero apocalίptico, pero sin esclavizarse a ellas. Modifica profundamente la estructura Υ, sobre todo, la teοlοgίa de la apocalίptica tradicional. Αsί, esta utiliza la pseudonimia Υ la aηtίdatacίόη. ΕΙ autor se cobija bajo el patronazgo de υη antepasado (Adan, Abrahan, Daniel... ) para darse credito Υ tambien por razones de seguridad. Pues bien, la pseudonimia

BIBLIA EZEQUIEL Υ LA VIsιόΝ DE LOS CUATRO VIVIENTES ΕΙ

profeta Ezequiel utiliza imagenes complejas, que la distancia hίstόrίca convierte en hermeticas. Asi la vίsίόη de 10s cuatro vivientes. Ε1 profeta describe animales fantasticos, con cabeza humana, cuerpo de Ιeόη, patas de toro Υ alas de aguila. Son criaturas mitΟΙόgicas tomadas de la cultura babilόηίca. Efectivamente, estatuas de este tipo de bestias habia delante de 10s palacios de Babilonia donde habian sido deportados 10s judios. Se pensaba que estas bestias servian a las divinidades paganas. ΕΙ Antiguo Testamento retοmό esta !!ίmbόlica bajo la forma de querubines. Estos estan al servicio de Dios: sostienen su trono Υ le Slrven de montura. Para Ezequiel, 10s querubines arrastran el carro del Senor. Compara a Dios con un rey poderoso, montado sobre su carro, llevado Υ servido por la creacίόη representada en su totalidad por esas bestias fantasticas. Las cuatro caras, que les permiten desplazarse en las cuatro direc-

ciones, simbolizan 10s cuatro puntos caH1I· nales, el conjunto de toda la tierrn. ΑΙ someter a estos seres al Dios de Israol. clI profeta muestra la transcendencia (1cll Dios biblico que esta por encima do 11.\. divinidades paganas: Habia en e1 centro 1a fίgura de αΙ/Ι/ΙΌ seres cuyo aspecto era e1 sJguJente: 1011/"11 fίgura humana. Thnian cada uno cuatro α/ ras Υ cuatro a1as cada uno. Sus ρίΟΤΙΙίΙΞ ση/ιι rectas Υ 1a p1anta de sus pies era conIo 1ιι ΡθΖυίίίΙ de1 buey, Υ re1ucian como eI /ulgor del bronce brunido. Bajo sus alas II//bIlI unas manos humanas ροτ 10s cuatro coS/ιI aos; 105 cuatro tenian 5US caras Υ sus a/"•. Sus a/as se tocaban unas a otras; a/ II1IdιII no se vo/vian; cada uno marchaba de Ιnιll te. La forma de sus caras era un Ι(λ'iIΙΌ humano, Υ 10s cuatro tenian cara de /06n ιι 1a derecha, 10s cuatro tenian cara de /om ιι 1a izquierda, Υ 10s cuatro tenian C/lrtl (Ι. agui1a (ΕΖ 1,5-10).

JUAN γ ΕΙ ΜΕΟΙΟ JOANICO

Υ

la aηtίdatacίόη brillan en el Apocalipsis de Juan por su ausencia. Es Juan mismo el que habla a cara descubierta: «Υο, Juan...». Ademas, el Apocalipsis joanico es, sobre todo, un escrito profetico, como 10 subrayan sus numerosas referencias al vocabulario de la Ρrοfecίa: «profetizar», «Ρrοfecίa», «profeta», «profetico», «palabra profetica», «elIibro de la Ρrοfecίa». Juan se presenta como profeta. Su mίsίόη es una investidura profetica a semejanza de Ia del profeta EzequieI en quien se inspira. ]uan se sirve del genero apocalίptico para transmitir un mensaje profetico Υ cristiano. Αsί, excluye eI determinismo que caracteriza 10s apocalipsis tradicionales. Εη estos, efectivamente, Dios 10 ha fijado todo por adeIantado. ΕΙ papeI del vidente es desvelar a 105 seres humanos ese designio oculto en libros secretos del cieIo. Εη el tiemρο fijado, Ios enemigos de Dios seran irremediabIemente destruidos. Siguiendo a 105 profetas del Antiguo Testamento, tambien Juan se siente investido por el Hijo del hombre para interpeIar vigorosamente tanto a Ios cristianos como a 10s paganos. ΕΙ Apocalipsis joanico es una reνeΙacίόη de Jesucristo que llama a la coηνersίόη Υ abre a la esperanza. UNA FLΟRACIόΝ DE IMAcENES ΕΙ Iibro del ApocaIipsis esta caracterizado por una flοracίόη de imagenes: nombres, colores, animales, personajes, Iugares... ΕΙ autor 105 toma deI mundo orientaI Υ mas concretamente de Ia literatura bίbιi-

DOCUMENTO EZEQUIEL Υ ΕΙ LIBRO COMIDO Ellenguaje lleno de imagenes Υ complejo de Ezequiel expresa la riqueza Υ grandeza de la gloria de Dios. ΕΙ hombre ηο puede expresarla en fόrmu!as estereotipadas, simplistas e inadecuadas. SόΙ0 puede balbucirla a traves de imagenes. aparentemente incoherentes, incomprensibles, pero que invitan a cada uno a hacer su propia experiencia de Dios. Asi, para narrar su propia investidura profetica Υ las exigencias de la mίsίόn que se le confίa, el profeta se sirνe de la imagen bibliografica. Narra una visίόη en la

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que el angel de Dios le invita a comer el rollo de la palabra de Dios, para sostener la esperanza de sus hermanos en el exilio Υ ser en medio de ellos como un vigia: Υ me dijo: «H~ίo de hombre. come 10 que se Ιθ ofrece, come este rolIo Υ ve 1uego a hab1ar a 1a casa de Israe1». Υο abri mi boca Υ e1 me hizo comer e1 rol1o, Υ me dijo: «Hijo de hombre, a1imentate Υ saciate de este rol1o que ΥΟ Ιθ doy». Lo comi Υ fue θΩ mi boca du1ce como 1a miel. Entonces me dijo: «Hijo de hombre, ve a 1a casa de Israe1 Υ hab1a1es con mis pa1abras» (ΕΖ 3, 1-4).

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APOCALIPSIS JOANICO

ca Υ apocalίptica. La νίsίόη dellibro sellado nos proporciona algunos ejemplos al respecto: νί tambicn en Ια mano derecha del que estά sentado en εΙ trono ιιη libro, escrito por el anverso Υ el reverso, sellado coη siete sellos. Υ νί (/ un άngeΙ poderoso que proclamaba con fuerte VOZ: «dQuicn es digno dc abrir ellibro γ soltar sus sellos?». Pero nadie era capaz, ni en el cielo ηί en Ια tierra ni bajo tierra, de abrir el libro ni de leerlo. Υ γο lloraba mucho porque no se habla encontrado α nadie digno de abrir ellibro ni de leerlo. Pero uno de los Ancianos me dice: «Νσ llores; mira, Ιιa triunfado el Leόn de Ια tribu de ]udά, el Retono de David; ει po{lrti abrir ellibro γ sus siete sellos» (Αρ 5,1-5).

Este pasaje se abre a la Ρreseηtacίόη del objeto principal del texto: ellibro. Luego, se plantea una cuestίόη claνe: lquien es digno de abrir ese libro? Respuesta dramatica: jNadie! Desolado, el νiden­ te es tranquilizado por uno de 10s ancianos. Entonces aparecι' solemnemente un Cordero que «se acercό Υ tοmό ellibro de la mano

DOCUMEN'I'(

EL CUARTO ESDRAS ΕΙ cuarto libro de Esdras (4 Esd), escrito probablemente en lengua semίtica (hebreo ο arameo), es contemporaneo del Apocalipsis joanico. La obra es un grito de esperanza dirigido a la comunidad judia aterrada despues de la destruccίόn del Ternpl0 por 10s rornanos. ΑΙ ernperador se le presenta mediante el aguila, sirnbol0 de las enseiίas, escudo de armas del irnperio. ΕΙ autor quiere suscitar en el puebl0 la confianza en la restauracίόnde Jerusalen Υ del Ternpl0 que l1evara a cabo el Seiίor. Este mensaje se transmite esencialmente mediante una serie de siete visiones. La quinta es la del aguila Υ eΙΙeόn. Εη a,guila designa, en forma aΙegόrίca, la OWT\ipotf.'l1Cia σρ] poder romano. Pero un Ιeόn, que evoca la figura mesianica del Ιeόn de Juda, vendra para poner fin a las pretensiones totalitarias del irnperio: Υ tuve un sueno, Υ he aqul un a.guίla que ascendIa del mar Υ que tenla doce alas con plumas Υ tres cabezas. Υ vi que extendIa sus alas sobre toda la tIerra, Υ todos 10s vientos del clel0 soplaban sobre ella Υ [las

nubes] se congregaban. Υνί que de SIJS ρΙιι mas naclan plumones que se convertlnn οιl plumas dimlnutas Υ estrechas; sus ca.bo.lI~ estaban fιjas Υ la cabeza central era mayot que las otras, pero tambien estaba /ij8. Υ νι que el a.gui1a νοlό con sus alas plumlIdtJIf ) reίnό sobre la tlerra Υ sobre quienes vtνel1 en e11a. Υ νί que todo 10 que hay bajo Οι ciel0 le era sometido, Υ nadie la contnrrtII ba, nl una sola de las criaturas que puebJIII1 la tlerra. [ ...]Υνί como υπ Ιeόn rugiente qu. saIίa bruscamente de la selva Υ ΟΙ quo letnJ. νΟΖ de hombre al dirigirse al AguiJn. Υ Ι. habΙό asl "[...] ΕΙ AJtIslmo ha revlsa.do IfUΙ tlempos Υ he aqui que se han acabado, Ifυι siglos Υ se han cumplido. Ροτ 8S0, d.b., desaparecer, tιi, el a.gui1a Υ tus ΒΙΙΙ5 horrJ bles Υ tus pequefιas alas /unes/lIs Υ /υι cabezas perfidas Υ tus garras deIosltιbJ•• , todo tu cuerpo de Impostura. ΜΙ Iodll Ιιι 11. rra se vera aliviada Υ liberada de ι/ι νΙοΙοπ cla, podra respirar Υ esperar el juicto Υ Ιι misericordia de su creador. segίm

(4 Esd 11,1-6.37-48; trad. de Ρ. Geoltraill).

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JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

derecha del que esta sentado en el trono» (Αρ 5,7). Todo esto se expresa en sίmbοlοs. Αsί, la eΧΡresίόη «el que esta sentado en el trono» evoca a un soberano oriental majestuosamente sentado en su trono. Esta imagen designa a Dios. Ει domina desde su trono real a todo 10 Iargo del Iibro, desde el comienzo hasta Ia victoria final que ve el castigo a Ia gran Babi10nia Υ e1 triunfo definitivo de Dios que regenera la historia de 10s hombres: «Entonces dijo el que esta sentado en el trono: "Mira que hago nuevas todas las cosas"» (Αρ 21,5). Εη su mano derecha -Ia que en la Biblia Υ en liluchos otros puebIos significa Ia fuerza- Dios tiene un Iibro. Mas concretamente se trata de υη ro11o, como el de Ezequiel (ΕΖ 3,3), pero de un ro11o se11ado. ΕΙ se110 es signo de pertenencia Υ de secreto. ΕΙ autor precisa que eIIibro esta se11ado con siete se11os. Las cifras tres, cuatro Υ siete indican Ia totalidad. Se trata, por tanto, de un documento secreto, compIetamente se11ado (siete se11os). Esta fuera del aIcance de toda investίgacίόη humana. SόΙο el Cordero es capaz de descodificarIo.

DOCUMENTO

Los ORACULOS SIBIUNOS Escritos a 1a manera de 10s oracu10s paganos, 10s oracu10s sibi1inos, de esti10 apocalίptico, fueron compuestos por judios θη tiempos de 1a gran crisis que ΡreΡarό e1 levantamiento de Bar Kochba. Son una critica a 10s perseguidores de1 pueb10 (ψίθ­ gos Υ romanos); denuncian 1a ido1atria Υ anuncian e1 juicio de Dios. Εη 10s primeros sig10s, estos or~cu10s seran retocados por 10s cristianos. Estos veran θη ellos 1a llegada de Cristo, su victoria sobre 10s ίdό1a­ tras Υ 1a posibi1idad de 1a cοnversiόn de 1a8 naciones paganas, entre ellas Egipto: Isls, diosa tres veces desdichada, te quedaras sobre 1as corrientes de1 Νί10 s01a, menade muda sobre 1as orίllas de1 Aqueronte Υ ya no perdurara recuerdo tuyo θΏ parte a1guna de 1a tlerra. Tambien tίί, Serapis, 1evantada sobre numerosas piedras brίllantes, conocenls tu terrib1e caida θΏ EgJpto, perra tres veces desdichada, Υ cuantos egipcios padecieron tu nosta1gJa, todos te 110raran con d010r cuando hagan un sltlo en su cοraΖόn a1 Dios imperecede-

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reconoceran tu nada cuantos e1evaron a Dios sus himnos. A1guna vez dira uno de 10s sacerdotes, un varόn con tιinica de lίno: «Venga, 1evantemos υΏ hermoso temp10 a Dios verdadero; jea!, cambiemos 1a terrib1e 1ey heredada de nuestros antepasados, ροτ 1a cua1 ellos a 10s dioses de piedra Υ arcilla hicleron procesiones Υ saerifίcios sln saber 10 que hacian. Demos 1a vue1ta a nuestras a1mas con himnos a1 Dios imperecedero, a1 ρτορίο creador, a1 que es eterno, a1 soberano de todos, a1 verdadero, a1 rey, a1 que a1imenta 1as a1mas, a1 re1ampagueante, a Dios grande que siempre exlste». Υ entonces en Egipto habra υΏ gran temp10 santo Υ alli presentara sus sacrίficios e1 pueb10 creado ροτ Dios. Α 10 1argo de cuantas generaciones sea venerado Dios en e1 reclnto sagrado, durante todas ellas concedera a 10s hombres disponer de recursos. το;

sibίJinosV,

484-503;

Ε. Suiιrez de

la Torre)

(OracuJos

trad. de

ΕΙ

APOCALIPSIS JOANICO

REFERENCIA i.ιΟυ:έ RELAcιόΝ ΕΧΙ5ΤΕ ENTRE EL APOCALIP515 Υ EL EVANGELIO DE JUAN? ΕΙ

Apocalipsis joanico forma parte del corpus* joamco*, de 10s tres grupos de escrltos atribuidos a Juan ο a su escuela: el Apocalipsis joanico, el cuarto evangelio Υ las cartas joanicas. Εη este sentido, tlene vinculos con el cuarto evangelio. 5ίη embargo, la cosa ηο parece evidente. Es verdad que, en ellibro, el autor se nombra explicItamente por dos veces: «Juan, a las siete Iglesias de Asia» (Αρ 1,4); «Υο, Juaru> (Αρ 1,9). Υ sln embargo, esta Ρresentacίόn InsIstente, que difiere de la discrecίόn del Evangelista, ηο cοnvencίό a todos 10s Padres de la Iglesia. Ademas, el libro tuvo dificultades para ser admitido θη el canon del Nuevo Testamento, principalmente θη Oriente. La utilίΖacίόn sectarla que haclan de θΙ algunas comunidades, como la del sacerdote frigio Montan, hizo que 10s Padres ηο se fiaran mucho. Eusebio de Cesarea, apoyandose θη 10s testimonios de PapIas, de Policarpo Υ de Dionisio de Alejandria atribuye ellibro ηο a Juan el aΡόstοl, Slno a Juan el presbitero (el anciano), un discipulo de 10s aΡόstοles Υ prIncIpalmente de Juan. Dionisio de Alejandria habia mostrado disparidades literarlas Υ teοlόgίcas entre 10s dos escritos. Εη efecto, aunque 10s dos libros recurren abundantemente a 10s slmbolos, ηο 10s utilizan del mlsmo modo. Los del evangelio son sugerentes, 10S del Apocalipsis son mas bien hermeticos. Los dos libros ηο pertenecen al mismo genero literario: uno es un evangelio, el otro es un apocalipsis. Igualmente, los tenιιinΟ5 .:lανε del .:uarto evangelio estan ausentes θη el Apocalipsis: luz, tinieblas, verdad, mundo... Aun reconociendo estas disparidades entre 10s dos escritos, hay que subrayar las numerosas semejanzas existentes entre el Apocalipsis Υ el cuarto evangelio.

Aunque de generos literarlos dίfΘΤΘIΙ tes, 10s dos libros tlenen un gusto ΡΤΟΙΙΙIΙI clado por el simbolismo, la alegoria * Υ 1011 paralelismos. Aparecen en e110s nunlorosos temas comunes: el testImonio. CrIIIto como cordero Υ pastor Υ tambien COlllO palabra de Dios, el agua que da la vida. Ι/ι victorla de Cristo Υ de 10s suyos, la ΡΙΙΒι61\ de Jesίls presentada como la g1orificaci6n de Jesίls, 10s signos, las obras que hay φιο cumplir, la fe, la observancla de ΙΟΒ [ΤΙ/ΗΙ damientos... 5eftalemos tambien un miιInlo entuslasmo por 10s elementos litίlrgtcoII: asl el cuarto evangelio esta tachonado ροτ las fiestas judias (Pascua, Fiestas do 11\1Ι Tiendas Υ de la Dedίcacίόn) e incluyo alu slones sacramentales (bautismo. eucariII tia). ΕΙ Apocalipsis incluye numeroso hill\ nos Υ aluslones litίlrgicas. Εη fin, 10S doJl escritos tlenen el mismo modo aluslvo do referirse al Antiguo Testamento. ΑΒί qιlt) οΙ libro del Apocalipsis se sltίla adec\lιι<1/, mente θη la tradίcίόn joanica. Dobo κοτ leido como un escrito joanico, sea que Ι/ι obra haya sido escrlta por Juan el Αρ6ΒΙΟΙ. por Juan el presbitero ο por algίln οlω miembro de la escuela joanica. Con todo, conviene tener en cuenta Ι4 perspectIva propia del libro. ΕΙ Apocalil) sls ηο es un evangelio, en el sentido tecni co del termino. Νο habla ηί aΙusίvαmοntο siquiera de la vida terrena de Jesίls. Εκ 11ΙΙ4 medίtacίόn sobre el Resucitado a Ια luz do las vivencias dramatlcas de las comunidRdes cristianas de Asia. Α esos cristiano. perseguidos el Apocalipsis les dirigo un mensaje de esperanza basado οη οΙ Resucltado. 5ί el evangelio es esencinlmente kerigmatico~ Υ catequetico*. lιι perspectIva del Apocalipsis es bhIIicamente etlca: mantenerse fiel a las οχιςιοη" clas concretas de la fe crlstlana οη lιι. pruebas que sacuden a la Iglesia. ΕΙ g~no~ ro literario utilizado permIte rocalcar olt. doble llamada a la esperanza Υ a Ια fidolt" dad en obras.

JUAN Υ ΕΙ ΜΕΟΙΟ JOANICO

Εη el mito babίΙόηίco de la creacίόη Enuma Elis, aparecen tablas libros magicos de las que Marduk se habrla apropiado para vencer a Tiamat Υ convertirse en una nueva divinidad. La literatura apocalίptica, por su parte, habla de escritos secretos Υ celestes en 10s que estan consignada la historia de 10s seres humanos Υ sus acciones, con vistas al juicio. ΕΙ Apocalipsis joanico se inscribe en la historia de la saΙνacίόη. Tambien para Ireneo, Origenes ο Victorino de Pettau, ellibro simboliza las Escrituras, cuyo unico interprete es Cristo. ΗίΡόΙίtο de Roma va mas lejos. ΕΙ Cordero es la reνeΙacίόη plena del plan de salνacίόη de Dios contenido en las Escrituras, plan completamente inaccesible a la comΡreηsίόη de 10s seres humanos. Segun la literatura apocalίptica Υ la ίηterΡretacίόη de 10s Padres* de la Iglesia, ellibro simboliza la historia universal de la humanidad. Por su victoria pascual, el Cordero ha sido juzgado digno de tomar el libro Υ abrir sus sellos, es decir de dar un sentido a la historia Υ tener dominio sobre ella. Juan superpone unas sobre otras imagenes a veces contradictorias. Asl, el cordero degollado recibe 10s titulos mesianicos de «leόη de la tribu de Juda», «retono de David» (Αρ 5,5). Por su muerte Υ su resurreccίόη, el Cordero es el vencedor: «Entonces νί, de pie, en medio del trono Υ de 10s cuatro Vivientes Υ de 10s Ancianos, un Cordero, como degol1ado» (Αρ 5,6). Esta en pie, habiendo triunfado de la muerte Υ de las potencias del mal. Se puede comprender, entonces, que el autor haya superpuesto la figura deΙΙeόη, simbolo de la fuerza, Υ la del cordero, debil. Entronizado por Dios, cuya gloria comparte, el Cordero recibe la alabanza de cuatro vivientes, de veinticuatro ancianos Υ de angeles. Los cuatro vivientes representan a 10s cuatro angeles que gobiernan la creacίόη, 10s cuatro puntos cardinales. Simbolizan el universo creado, el mundo νίνο. La tradίcίόη cristiana vera en ellos el simbolo de 10s cuatro evangelistas. Los veinticuatro ancianos tienen una funcίόη regia Υ sacerdotal. Representan a las veinticuatro clases sacerdotales del pueblo hebreo, dos por tribu. La cifra doce evoca las doce tribus del puebl0 elegido, 10s fieles de Cristo. Los veinticuatro ancianos representan, por tanto, al nuevo pueblo de Dios en gloria, que da gloria a IJios Υ al Cordero, Υ participa de su realeza. Los angeles, por su parte, son 10s enviados especiales de Dios Υ 10s interpretes de las revelaciones divinas. Tienen tambien una funcίόη litίιrgica: alaban a todo ΡuΙmόη. Εη suma, mediante un lenguaje rico en imagenes Υ colorista, la νίsίόn del1ibro sellado propone una medίtacίόn sobre el Cordero. Α 10s cristianos perseguidos el autor les afirma que el dueno de la historia ηο es el emperador, sino Cristo muerto Υ resucitado. Como la

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APOCALIPSIS JOANICO

de 10s angeles Υ del resto de la corte celestial, la mίsίόη de 10s cristianos es proclamarlo. Juan retoma imagenes que pertenecen a la herencia comun del mundo oriental, mas particu1armente a la Ιί­ teratura bίbΙίca Υ apocalίptica. Pero 10s relee en funcίόη de su mensaje crίstοlόgίco* Υ etico. Los

TlTULOS ΟΕΙ RESUCITADO

ΕΙ Apocalipsis presenta a Jesus mediante una superabundancia de tίtuΙ0S, con frecuencia largos: - Hijo del hombre (Αρ 1,13; 14,14). Este tίtuΙ0 esta tomado del

libro de Daniel (Dn 7,13). La figura danielica del Hijo del hombre puede designar una realidad humana, individual ο colectiva, Υ serίa, entonces, la aηtίtesίs de las realidades ίmΡίas simbolizadas por las bestias. Pero puede remitir, tambien, a una figura transcendente. Efectivamente, el Hijo del hombre se mueve en un marco teofanico*: viene de las nubes. Juzga en lugar de Dios. Νο pertenece a la creacίόη. Εη este sentido 10 entienden 10s apocalipsis judίοs posteriores al1ibro de Daniel. Tambien Jesus se aplicara esta figura para expresar su origen celeste Υ desmarcarse de las ambigίiedades de 10s tίtu­ 10s mesianicos, como del tίtuΙ0 hijo de David. Εη el Apocalipsis la eΧΡresίόη tiene un valor escatοlόgίcο Υ trascendente.

- ΕΙ que tiene en su mano derecha las siete estrellas, el que camina entre los siete candelabros de oro (Αρ 1,16; 2,1). Subraya, en este caso,

el senοrίο de Cristo sobre sus Iglesias*. Estas estan en la mano derecha de su Maestro, bajo su Ρroteccίόη. Camina en medio de e11as como su jefe, su inspector, su cuidador, su verdadero eΡίscoΡΟ. ΕΙ es la eηcarηacίόη de la presencia de Dios en medio de 10s hombres.

- ΕΙ primero Υ el ultimo, alfa Υ omega, el que estuvo muerto Υ ha vuelto α Ιa vida (Αρ 1,17-18; 2,8). Cristo ηο es solamente el Jefe de la Iglesia, sino el de toda la historia. Esta se parece a 10s huesos secos de que habla Ezequiel. SόΙ0 Cristo pueda volver a dar1e vida insuflando en e11a su vida de Resucitado. [Vease νοΙ Ι, ρ. 317]. - ΕΙ que tiene Ιa espada aguda de doble filo (Αρ 1,16; 2,12). Siervo sufriente, el Cordero es la Palabra del Padre, «una palabra viva, eficaz, cortante, que penetra hasta la dίνίsίόη entre alma Υ eSΡίrίtu...» He 4,12). Cιιsίu sundt:d lus LUldLU1ic:s Υ lus ι1Γωω::s. PUJic: dl Jes(,ubic:Γtιi el coraΖόη del ser humano Υ le invita a una verdadera conνersίόη - ΕΙ Hijo de Dios (Αρ 2,18). Jesus ηο es simplemente un mesίas, es el Hijo unico del Padre. Tiene la ciencia divina simbolizada por «unos ojos que son como 11ama ardiente». Posee 10s siete eSΡίrίtus, es decir, la plenitud del ΕSΡίrίtu. Sus pies de bronce son muestra de su estabilidad inquebrantable Υ la de su Iglesia en un mundo COI1vulso, sin cimientos.

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

- Jesus es, asί mismo, εΙ Santo, εΙ Verdadero, εΙ que tiene Ια ΙΙανε de Ια casa de David (Αρ 3,7). Encarna la santidad, la verdad de Dios. Εη el Oriente antiguo era el intendente del reino el que teηίa sus llaves. Esa fuηcίόη le correSΡοηdeπί a Pedro. Jesus es el verdadero intendente del reino, el camino cierto Υ seguro hacia el Padre: «Si el abre, nadie cerraπί; si el cierra, nadie abrira» (Αρ 3,7). - Jesus es εΙ Amfn, εΙ testigo fiel Υ verdadero, el Principe de Ια creαcίόn (Αρ 3,14). ΕΙ hebreo arntin significa «asl sea», «ciertamente», «es verdad», «es seguro», «es firme». Jesus se presenta como el Amen, la verdad misma, la certeza, la solidez por excelencia, porque es Dios. Υ asί, es el testigo fiel, fiable Υ seguro. Α partir delcapitulo 5, Jesus es designado, sobre todo, como el Cordero. Este titulo aparece 29 veces en ellibro. ΕΙ cordero esta degollado, inmolado. Su sacrificio tiene un valor saΙvίfico. Las numerosas imagenes regias sembradas por todo el texto muestran e1 sefiorio universal de Jesus en e1 tiempo Υ en e1 espacio: «Es e1 Sefior de sefiores, el Rey de reyes» (Αρ 17,14; 19,6). Es e1 principio de la nueva creacίόη. Α traves de distintos titulos, el Apocalipsis expresa la preexistencia de1 Cordero, su 1ugar en e1 seno de la Trinidad Υ su mίsίόη sa1vifica:

Gracia Υ ραΖ α vosotros de parte de «Aquel que es, que era Υ que να venir», de parte de los siete Espiritus que estάn ante su tro 11 Ο, Υ de parte de ]esucristo, εΙ Testigo {ιεΙ, εΙ Primogtil1ito de el1tre los muertos, εΙ Principe de 10s reyes de Ια tierra. ΑΙ que nos ama Υ nos ha lavado con su sal1gre de l1uestros pecados Υ ha hecho de 110sotros un Reil10 de sacerdotes para su Dios Υ Padre, α έΙΙα gloria Υ εΙ poder por los siglos de los siglos. Amel1 (Αρ 1,4-6). α

LA CAfDA DE LOS IMPERIOS

Εη e1 capitul0 3, Juan describe una bestia a la que «ve surgir de1 mar» (Αρ 13,1). La tradίcίόη veterotestamentaria incluye numerosas figuras de monstruos que pueblan 1as aguas ο 10s abismos. Asi Rajab frecuenta 10s mares mientras que Bejemot habita 10s rlos Υ 10s cafiavera1es. La Biblia tοmό estas imagenes de 10s mitos babilόηίcos ο ugarίticos, en 10s que 10s oceanos son potenClas dlvlnlzadas. Los autores biblicos transformaron esos mitos. Asl, 1as bestias mίtο1όgίcas pasa[οη a significar a 10s enemigos de Israel. ΕΙ combate entre 1as fuerzas del mal Υ 1as de Dios ηο se p1antea ya a nivel imaginario, sino en 1a historia rea1 Υ concreta. Εη esa perspectiva es en la que ellibro de Daniel utiliza la simbόΙίca de las bestias: «Cuatro bestias gigantescas, todas diferentes en-

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APOCALIPSIS JOANICO

tre Sl, salίan del mar» (Dn 7,3). Esas bestias simbolizan a 10s cuatro reinos que se fueron sucediendo: 10s reinos sίro-babίΙόηίco al noreste, el medo al sur, el persa al este, el griego al oeste. Asiria que se deSΡertό con el rey Assurnasirpal ΙΙ (883-859) dοmίηό la regίόη durante mas de dos siglos. Εη el ano 606, 10s babi10nios del rey Nabopolasar pusieron fin al imperio asirio. Εη 612, cl rey medo Ciasares, que dominaba por entonces el sur de la regίόη, se aΙίό con el rey babi10nio Nabopolasar para conquistar Υ destruir Ninive. Εη el 555, el persa Ciro se rebeΙό contra el rey de 10s medos Astiages. Εη el 549 se hizo rey de 10s medos Υ de 10s persas. Εη el 53\.) coηquίstό Babilonia. Εη el ano 331, mediante su victoria en Arl1elιls, el griego Alejandro Magno puso fin al imperio persa. Ellibro del Apocalipsis, por su parte, hab1a del imperio romano que sucedίό al reino griego. Es una temible maquina administrativ'l Υ militar que quiere gobernarl0 todo, hasta las conciencias. Para el Estado romano, muy preocupado por el orden, 1a multiplicidad de religiones puede provocar la anarquia Υ poner en peligro la estabilidad del imperio. De ahί su voluntad de imponer υη culto llnico, el culto imperial, capaz de asegurar la perennidad del poder imperial. Aceptan con facilidad las religiones de 10s misterios porque sc adhieren al culto imperial. ΕΙ cristianismo ηο 10 acepta Υ es considerado como l1na peligrosa Sl1Ρerstίcίόη ql1e, en nombre de 10 absoluto de Dios, socava 10s fl1lldamentos del imperio. Jl1an establece υl1 paralelo entre el Cordero dego11ado Υ el animal herido de ml1ertc Cl1ya herida se cura: «Una de sus cabezas parecia herida de ml1ertc, pero sl111aga mortal se le curό» (Αρ 13,3). All1de, ql1iza, a ΙeΥeηιΙιs ql1e corrlan a finales del sigl0 Ι sobre el emperador Νerόη ml1erto ('11 el ano 68. ΕΙ soberano habria escapado de la ml1crte Υ volveria paΓ t:>ί1Uι-ίιΗd.:> Υ Ιω 111Jlv1Juv::> tlenLll la ίc:ι:ιtaciόπ dc pcϊcnni­ zarse, Υ rechazan reconocerse fragiles Υ transitorios. Se toman asl ροι' Dios. Ql1eda abierto, entonces, el camino al totalitarismo, a la ίntο­ lerancia, a la idolatrla de las personas Υ de las institυciones. Ellibro del Apocalipsis, como el de Daniel, Iηl1estra el caractcJ" efίmero de las estrl1ctυras hl1manas. Dios Υ el Cordero son l0s Dl1enos de la historia. Son el alfa Υ la omega, el comienzo Υ el fιl1.

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

DOCUMENTO ΝΕRόΝ Υ EL INCENDIO DE ROMA Εη sus Ana1es,

escrltos en el afιo 116 ο 117, slendo emperador Trajano (98-117), el historlador romano Tacito habla del lncendio de Roma que Νerόη (64-68) hizo atribulr a 10s crIstIanos, discipulos de Crestus (ο Crestos) ejecutado por Ponclo Pilato (26-36), en tiempos de Tiberlo (1437). Para el autor, 10s cristianos constituyen una «execrable SUΡerstίcίόη»que con toda razόη merece ser erradicada. Con todo, desaprueba el proceder de Νerόη que muestra mas la 10cura cruel del soberano que la busqueda del blen .comUn: Mas ni con 10s remedios humanos ni con 1as larguezas de1 principe ο con 10s cultos expiatorios perdia fuerza la creencla inlamante de que e1 lncendio habia sido ordenado. En consecuencla, para acabar con 10s rumores, Νerόn Ρresentό como culpables Υ sοmetίό a 10s mas rebuscados Ιοτ­ mentos a 10s que el vulgo llamaba crlstlanos, aborrecidos ροτ sus ignominias. Aquel de quien Iomaban nombre, CrIsto, habia sido ejecutado en el relnado de Tiberlo por e1 procurador Ponclo Ρί1ΒΙΟ; la execrable SUΡerstίcίόn, momentaneamente reprimida, irrumpia de nuevo no sόΙ0 ροτ ]udea,

origen del mal, sino tambien ροτ la CΊudad, lugar en el que de todas partes conf1uyen Υ donde se celebran toda clase de atrocidades Υ vergiienzas. ΕΙ caso fue que se empeΖό ροτ detener a 10s que confesaban abiertamente su fe, Υ luego, ροτ denuncla de aqutMlos, a una ingente multitud, Υ resultaron convictos no tanto de la acusaciόn del incendio como de odio al genero humano. Pero a su suplicio se unίό el escarnlo, de manera que perecian desgarrados ροτ 10s perros tras haberlos hecho cubrlrse con pieles de fieras, ο bien clavados en cruces, al caer el dia, eran quemados de manera que sirvieran como iIumίnaciόn duranIe la noche. Νerόn habia ofrecido sus jardines para ΙΒΙ espectcίcu10, Υ daba festiva1es clrcenses mezc1ado con la plebe, con aIuendo de auriga ο subido en el carro. Ροτ ell0, aunque fueran culpables Υ merecieran 10s maximos castigos, provocaban la cοmΡasiόn, ante la idea de que perecian no ροτ el blen publico, sino ροτ satisfacer la crueldad de uno sol0. (Anales xv, 44,2-5; trad. de Jose L. Moralejo)

SόΙο

ellos permanecen eternamente. Reconocer la fragilidad de las instituciones humanas es abrirlas a la novedad permanente de la accίόη de Dios Υ a su mίsίόη de servicio. LA ESPERANZA ΤΙΕΝΕ ΙΑ ύΙΤΙΜΑ PALABRA

Εη la tormenta que atravesaba la Iglesia Υ el conjunto de la humanidad, la llltima palabra Ρerteηecίa a la esperanza. Esta ηο es ηί pasividad ηί beato optimismo, sino combate allado del Cordero Υ de los "l1Υω; (nntr<1 l<1ς fllPr7::1S

Υ

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Ας! ;Ψ<1ΤΡ(Ρ ρη Ι;ι visifIn ιiρ 1;1 Μιιjρr

Dragόη:

Un gran signo aΡarecίό en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con Ιa luna bajo sus pies, Υ una corona de doce estrellas sobre su cabeza; estά encinta, Υ grita con los dolores del parto Υ con el tormento de dar α ΙΗΖ. Υ aΡarecίό otro signo en el cielo: un gran Dragόn rojo, con siete cabezas Υ diez cuernos, Υ sobre sus cabezas siete diademas. SH coΙa 466

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APOCALIPSIS JOANICO

arrastra Ια tercera parte de las estrellas del cielo Υ las ΡrecίΡίtό sobre Ια tierra. ΕΙ Drαgόn se detuvo delante de Ια Mujer que iba α dar α ΙΙΙΖ, para devorar α su Hijo en cuanto Ιο diera α ΙΙΙΖ. Ια Mujer dio α ΙΙΙΖ un Hijo vαrόn, el qιte ha de regir α todas las naciones cσn cetro de hierro; γ stl hijo fue arrebatado hasta Dios γ hasta su trono. Υ Ιa Mujer hιιγό aΙ desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser αΙΙί αΙί­ mentada mil doscientos sesenta dίαs. Entonces se entαbΙό una batalla en el cielo: Miguel γ sus άngeΙes cσmbatieron cσn el Drαgόn. Tambicn el Drαgόn γ sus άngeΙes cσrllba­ tieroll, pero no prevalecieron γ no hubo γα en el cielo lugar para ellos. Υ fue arrojado el grall Drαgόn, Ια Serpiente antigua, elllamado dialJlo Υ Sαtαnάs, εΙ seductor del mundo entero; fue arrojado α Ια tierra γ sus άngeΙes fueron arrojados cσn ει Οί entonces una fuerte νΟΖ que decία en el cielo: «Ahora γα lια Ηι'­ gado Ια saΙvacίόn, el poder γ el reinado de nuestro Dios γ Ιa potestad Ι/Ι' su Cristo, porque ha sido arrojado εΙ acusador de nuestros herιllanos, el que los acusaba dία γ noche delante de nuestro Dios. Ellos Ιο vencil'ron gracias α Ια sangre del Cordero Υ α Ια palabra de testimonio φιι' dieron, porque despreciaron su vida ante Ια muerte. Por eso, regocija05, cielos Υ los que en ellos hαbίtάίs» (Αρ 12,1-12a). Este pasaje introduce de lleno en la gigantesca batalla φιι' enfrenta, de υη lado a Dios, al Cordero Υ a 10s suyos, Υ de otro latio al Dragόη Υ sus secuaces, batalla que proseguira hasta la victori,1 final del Cordero Υ de 10s santos. Esta victoria se anuncia ya en cstc pasaje. Εn efecto, 10s dos combates que se describen terminan con ι'l triunfo de 10s aliados de Dios Υ del Cordero. ΕΙ primer combate enfrenta al Dragόη Υ a la Mujer. Ireneo ιΙι' ΙΥοη ve en la mujer el slmbolo de Maria, la madre de JesUs. [vcase ρ. 436]. Εn el Antiguo Testamento, la mujer simboliza a Israel, la esρo­ sa de Dios. La mujer representa aqui a la Iglesia, el pueblo dc 1<1 segunda alianza, euya figura Υ reaΙίΖacίόη anticipada es Μarί,ι. Ι "ι Iglesia participa ya de la gloria Υ realeza de su Meslas. Las fuerzas ιΙι'l mal, simbolizadas aqui por el Dragόη, ηο pueden aniquilar);t. ["Ι cifra de 1.260 dίas, ο sea 42 meses, ο sea, tres afios Υ medio, signifIca, segun Daniel, el tiempo de la prueba, pero υη tiempo, en totlo caso, de duracίόη e impacto limitados. ΕΙ Cordero, representado ΡΟΓ el ηίϊιο, Υ 10s suyos ganaran la partida. ΕΙ segundo combate enfrenta al Dragόη Υ sus seeuaces Υ ,ι Ios mensajeros Υ ayudantes de Dios que son Miguel Υ 10s suyos. τ.ιιη­ bien este combate termina con el triunfo de las huestes de Dios. Un,t νΟΖ celeste puede entonar, entonces, el himno de victoria φιι' recuerda 10s numerosos cantos de que esta sembrado el libro tlcl Apocalipsis. Celebran la victoria de Dios Υ del Cordero sol)rc ι.ιs

JUAN Υ ΕΙ MEDIO JOANICO

REFERENCIA EL APOCALIPSIS, iHOY Ο ΜΑΝΑΝΑ? Ese mundo nuevo que canta el Apocalipsis, les para hoy ο para mafιana? Εη realidad, Juan superpone la realidad presente Υ la realidad escatοlόgίca.Por su muerte Υ resurreccίόη Jesus ίηaugurό una historia nueva. Pero ese mundo alln ηο esta plenamente realizado, esta en devenir. La saΙvacίόη de Dios esta en teηsίόη entre el presente Υ el futuro, entre el hoy Υ el mafιana, entre la historia de Dios Υ la de 10s hombres. Ellenguaje de 10s apocalipsis 10 traduce sirviendose de la dicotomίa alto/bajo. Lo que viene de 10 ,alto es diviηο, 10 que viene de abajo es humano. La historia de la saΙvacίόη se juega en la recοηci1ίacίόηentre el tiempo de Dios Υ el del hombre, entre la realidad de Dios Υ la

del hombre. Pero desde la eηcarηacίόη*la realidad de Dios ha entrado en la del hombre. Ha tomado carne en ella. Εη este sentido, la nueva Jerusalen simboliza a la Iglesia, el nuevo puebl0 de Dios, renovado por su Sefιor. Pero representa tambien a la humanidad nueva que Dios quiere engendrar en su Hijo, Υ de la que la Iglesia es signo Υ fermento. La Jerusalen de 10 alto alcanzara su pleno cumplimiento en la segunda venida de Cristo. Asi, cuando 10s cristianos cantan con esperanza su iVen, Seίior ]esris! celebran al Sefιor que ya vino en su eηcarηacίόη, al Sefιor que viene hoy en sus sacramentos Υ en la vida cotidiana Υ al Sefιor que volvera.

fuerzas de1 ma1 Υ 1a posibi1idad que se 1es ha dado a 10s cristianos de participar en ella. Νο hay que ver en esto ni triunfa1ismo ni eSΡίritu de revancha ni fanatismo. Εη efecto, e1 canto precisa que 10s cristianos «vencieron gracias a 1a sangre de1 Cordero Υ a 1a palabra de testimonio que dieron, porque despreciaron su vida ante 1a muerte» (Αρ 12,11). ΕΙ testimonio de1 don de sί es la principa1 arma de combate del discίΡu1ο de1 Cordero. Ademas, el canto de1 caΡίtuΙο 12 es un pre1udio al gran himno de victoria que constituyen los dos ύltimos caΡίtuΙοs del libro. Antes de llegar a ese punto, hay que atravesar las angustias Υ do1ores que describen 1as p1agas. La historia de 10s hombres progresa en dientes de sierra. Es un engendramiento progresivo. Juan es muy rea1ista. Tiene muy en cuenta e1 caracter conflictivo de 1a historia de 105 seres humanos. Υ 10 expresa a traves de 1as imagenes be1icosas Υ terrib1es propias de 1a 1iteratura apocalίptica. Negar 1a presencia de1 ma1 es dar pruebas de ceguera, carecer de 1ucidez Υ .cι1 ΔΡnr."Ι;Ρ";(, ;n~"t"';rA nrn. pe nρtr.,rΙ0'n ,0TΎ1111t.-)n,cι"1n1pnt.cι ·l . ι. ..Ι....ι.. υ_ .ιi. ...ι.; ) v .t' u r 1.,.....,.,., j..i~ rJl1D '1 'en e1 coraΖόη de esta historia tan surcada Υ herida por enfrentamientos, Jesιis esta presente, victorioso por siempre. Su presencia destruye el viejo mundo Υ transfigura 1a historia. Εη esos tiempos de tormenta, 1a misiόη de 1a Ig1esia es, sobre todo, dar testimonio de esperanza. Esta debe traducirse en conversiόη. La historia nueva es don de Dios. Pero todos Υ cada uno esta\o,..

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.io.

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APOCALIPSIS JOANICO

mos llamados a participar en e1 advenimiento de ese mundo nuevo que Dios Υ e1 Cordero quiere hacer brotar. Cada ser humano debe adherirse a e1 con su compromiso persona1 mediante una exigente coηversίόη de vida, como 10 traducen 1as advertencias severas que esma1tan e1 texto que anuncia 1a Jerusa1en nueva: «Nada profano entrara en ella, ηί 10s que cometen abοmίηacίόη Υ mentira... » (Αρ 21,27). La llamada a 1a coηversίόη de 1as naciones paganas se expresa .ι traves de11enguaje vigoroso propio de 1a 1iteratura aΡοcalίΡtίca. Estc se compone de anuncios de juicios Υ castigos, que son otras tant'ls llamadas a υη cambio urgente Υ radical. Los caΡίtu10S 2 Υ 3 insistcn en 1a coηversίόη de 1as comunidades cristianas como signo Υ fermento de υη mundo nuevo. Ρ. Ρ.

11 CARTAS CΑτόΙΙCΑS Υ FINAL DE ΙΑ RΕDΑccιόΝ DEL NUEVO TESTAMENTO

DEMAs de 10s cinco 1ibros ο «cuerpos mayores» (Pab1o, Marcos, Mateo, Lucas, juan), que estructuran su pensamiento teο1όgίco, e1 Nuevo Testamento inc1uye tambien otros textos que proceden de corrientes menos representativas. Un primer grupo puede ser considerado como perteneciente α 1a herencia pau1ina. En segundo 1ugar conviene citar 1a primera carta de Pedro, unico documento que representa e1 pensamiento teo1όgίco de1 principa1 de 10s ΑΡόstο1es. Hay fina1mente tres cartas que por su epoca de redaccίόn Υ su prob1emάtίca podemos considerar1as como un b1oque: son escritos de consο1acίόn frente α 10s desόrdenes que 10s fie1es consideraban precursores de1 fina1 de 10s tiempos; son 1a segunda carta α 10s Tesa1onicenses, 1a carta de judas Υ 1a segunda carta de Pedro; α pesar de 1a fa1ta de certeza propia de este tipo de ίnvestίgacίόn, se 1as pueda fechar α fina1es de1 sig10 ι

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11.1. LA HERENCIA PAULINA

Ε

L pensamiento de1 ΑΡόst01 de 1as naciones es tan rico que insa numerosos continuadores. Ya presentamos anteriormente, a coηtίηuacίόη de 1as cartas propiamente pau1inas, a1gunos escritos de 1a corriente pau1ina: por un 1ado, 1a pareja formada por 1as cartas a 10s C010senses Υ a 10s Efesios, dos cartas geme1as, Υ, por otro 1ado, 1as cartas pastora1es. Sin embargo, ηο acaba ahi 1a herencia pau1ina. Inc1uye, ademas, 1a carta a 10s Hebreos, que a1gunas Ig1esias de 10s primeros sig10s c1asificaron en e1 corpus pau1ino (que estarla constituido, en este caso, por catorce cartas) Υ, Ρaradόjίcameηte, otro texto que reacciona contra 1as interpretaciones excesivas de1 pensamiento pau1ino en materia de 1ey Υ de fe, 1a carta de Santiago. Ρίrό

LA CARTA Α LOS HEBREOS

Es 1a ύltima de 1as cartas atribuidas a Pab10 Υ aparece como llnica en su genero. Νο comienza con 1a fόrmu1a habitua1 Υ toma 1a forma de υη sermόη en e1 que a1ternan desarrolIos dogm
CARTAS CΑτόLlCΑS dίa

de Pablo mismo, 10 que hizo que esta carta ηο fuera reconocida como caηόηίca hasta finales del siglo IV. Ροτ contra, Oriente siempre recίbίό este texto como cargado de autoridad, aunque algunos autores, como Οrίgeηes, dudaran de que su redactor fuera Pablo. Εη efecto, el tipo de argumeηtacίόη que desarrolla esta carta tiene todos los ingredientes para que fuera bien recibida ροτ la escuela de Alejaηdrίa.

Para detectar el origen del documento, sόΙο podemos basarnos en la crίtίca interna: la meηcίόη, que hace al final, de los santos de Italia es ambigua; puede tratarse de personas que vίvίaη en Italia ο de personas que provenian de aquellas tierras. ΕΙ hecho de que Clemente de Roma se inspire en la carta a los Hebreos hace suponer que la carta estaba dirigida a la comunidad de Roma en la que habίa muchos judίοs de origen. [Vfase ρ. 524]. Su autor, discIpulo de Pablo, es υη cristiano cultivado, formado en las tecnicas oratorias Υ en el arte de la ίηterpretacίόη, como 10 eran los judίοs alejandrinos, FiΙόη ροτ ejemplo. Le preocupan el cansancio Υ el desanimo que acechan a la comunidad a la que escribe. Υ le eηvίa υη mensaje de reaηίmacίόη basado en la medίtacίόη de la obra de Cristo en cuanto sumo sacerdote*. Es la llnica vez en todo el Nuevo Testamento en que a Cristo se le aplica este tίtuΙο; los desarrollos que hace sobre el sacerdocio Υ el sacrificio de Cristo constituyen, ροτ tanto, la aΡοrtacίόη doctrinal mas caracterlstica de esta carta. La demοstracίόη se muestra ardua para υη lector moderηο, que ηο esta familiarizado con el Antiguo Testamento Υ se le hace dificil comprender la importancia que da a la ηοcίόη de sacrificio. Para comprender la carta a 10s Hebreo hay que dejarse desterrar Υ aceptar entrar en otro mundo. lSe dirigia el autor a sacerdotes judios convertidos, que echaban de menos el esplendor de la liturgia de Jerusalen? Εη realidad, la evocacίόη del Templo que hace la carta es mas literaria que vivida, al modo de FίΙόη de AlejandrIa. Se trata de mostrar cόmο Cristo nos ha liberado de una vez ροτ todas del pecado, de forma que los antiguos ritos ya ηο tienen raΖόη de ser. ΕΙ autor ηο rechaza el Antiguo Testamento, pero pone todo su empefio en mostrar que. en realidad. el mismo orientaba hacia el cumpl[miento* que ya se"ha realizado en la persona de Cristo, Palabra definitiva de Dios a los hombres. Ιa

superioridad de Cristo (1,5-4,13) La carta comienza con una frase majestuosa, comparable al ΡrόΙοgο del cuarto evangelio: «Muchas veces Υ de muchas maneras habΙό Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. Εη

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HERENCIA

PAULINA

estos ύltimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quicn ίηstίtUΥό heredero de todo, por quien tambien hizo el uniνerso» (ΗΙ) 1,1-2). Agente divino para la creacίόη del mundo, el Hijo es el resplandor de la gloria diνina. Tras haber realizado la Ρurίficacίόη dl' los pecados, esta sentado a la derecha de Dios, muy superior a los angeles. Εη υη primer desarrollo, subraya la grandeza ίInica de Cristo mediante una serie de comparaciones. Es superior a 10s angeles (ΗΙ) 1,5-14). Este desarrollo sόΙ0 se comprende bien si se piensa en 1;1 importancia que en aquella epoca se concedia a 10s angeles. PabJo tuvo que poner en guardia contra el culto que se les daba (Col 2,18). Una serie de extractos de 10s Salmos ilustra la dignidad del Rey MeSlas*, asociada tanto a la creacίόη como a la saΙνacίόη del munclo. ΕΙ encadenamiento de citas termina con υπ versiculo del Salmo 1] Ο: «Sientate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por escalx'l de tus pies» (Hb 1,13). Este Salmo desempefiara υη papel fundίl­ mental en toda la argumeηtacίόη. Despues de hacer una inνitaci6n a escuchar la Palabra de Dios (Hb 2,1-4), el autor responde a llll;1 οbjecίόη graνe: lcόmο Cristo es superior a 10s angeles siendo asl qlll' tuvo que sufrir? La respuesta se fundamenta en una palabra: solid;lridad. Cristo ηο nos salνa a distancia, sino haciendose semejante ;1 sus hermanos: «Por tanto, como 10s hijos comparten la sangre Υ ΙΙ carne, asl tambien comΡartίό ellas mismas, para reducir a la impotencia mediante su muerte al que tenla el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo» (Hb 2,14). Los νersiculos que siguen tienen valor de tesis: Ροτ eso tuvo que asemejarse en todo α sus hennanos, ρaτa ser ω1 sunlO sacerdote misericordioso Υ fiel en Ιο que toca α Dios, Υ expiar los pecados del ptJeblo. Pues, habiendo pasado ella prueba del sufrin'tiel1to, puede ayudar α los que Ιa estάn pasando (Hb 2,17-18).

Εη el judaIsmo*, Moises representa la autoridad suprema, μΟΓ haber sido el transmisor de la ley* de Dios al pueblo. Mediante toques sucesivos, el autor se dedica a manifestar la superioridad qlle sobre Moises tiene JesίIs «aΡόstοl Υ sumo sacerdote de nuestra confl'-1'-<;·- L,l-J f_ι·οΙ:c-:.Ζ ~ 1\ "1\1-''' ..,de1..,,,r,, ΙρςιΊς n dc fCl" ~ υιι i .)lV.i J" fHh \.ί υ ..ι..t' ",J"'" . . . . . .ι.ι~ ..... l'nre<,<,nt"'r-5 . . .Η .i..ι ... u.. u. .., ...... ) .................. como el iηiciador de la fe, a la que lleva a su cumplimiento (Hb 12,2). Εη consecuencia, JesίIs ηο es sόΙο aquel en quien debemos deposit
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....



CARTAS CΑτόΙΙCΑS

La obra de Moises quedό marcada por un fracaso, el endurecimiento de la geηeracίόη que, habiendo murmurado contra Dios en el desierto, ηο pudo entrar en la tierra prometida. La llamada del Salmo 95 sigue siendo perfectamente actual: «Si hoy escuchais su νΟΖ, ηο endurezcais vuestros corazones como cuando le irritaron, el dίa de la prueba en el desierto. [... ] Por eso jure con ira: jNo entraran en mi descanso!» (Hb 3,7; 4,3). iQue 10s destinatarios de la carta ηο sucumban al descorazonamiento, sino que se disponga por la fe a entrar en el reposo de Dios! ΕΙ hoy de la saΙνacίόη sigue resonando: «Esforcemonos, pues, por entrar en ese descanso, para que nadie caiga imitando aquella desobediencia» (Hb 4,11). La palabra de Dios da pruebas de una eficacia temible: es «mas cortante que espada alguna de dos filos» (Hb 4,12). Cristo, sumo sacerdote misericordioso (4,14 - 9,1 Ο) «Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote, que Ρeηetrό 10s cielos -Jesus, el Hijo de Dios- mantengamos nuestra coηfesίόη de fe» (Hb 4,14): asί comienza la parte central de la carta. Cada palabra es importante: Jesus, en su humanidad concreta, el Hijo en su reΙacίόη llnica con Dios [vease ρ. 68], el sumo sacerdote que, en nuestro favor, esta en el trono junto a Dios, la ίηνίtacίόη a mantenerse firmes en la fe. Segun una primera descrίΡcίόη, «todo sumo sacerdote es tomado de entre 10s hombres Υ esta constituido en favor de 10s hombres en 10 que se refiere a Dios para ofrecer dones Υ sacrificios por 10s pecados» (Hb 5,1). Dar a este νersίcuΙο valor de defiηίcίόη reduce la teοlοgίa del sacerdocio. Νο podemos olvidar la fuηcίόη de enseftar evocada por el tίtuΙο de aΡόstοl dado al sumo sacerdote de nuestra fe (Hb 3,1), Palabra definitiva de Dios a 10s hombres. La comΡasίόη del sacerdote para con 10s pecadores se eηraίΖa en la conciencia de sus propios pecados. Cristo, por su parte, es sin- pecado (Hb 7,26), pero coηοcίό como nosotros la prueba del sufrimiento. La fuηcίόη sacerdotal depende de una llamada de Dios, como sucedίό con Αarόη Υ su descendencia (Nm 16-17) [vease νοΙ Ι, ρ. 268]. Tambien Jesus fue llamado: «Τύ eres sacerdote para la eternidad, a la manera de Melqnisedec» (Ηhς,n: ("it<1 de ,ς", 1 110) F<;j> sacerdocio Jesus 10 ejercίό en primer lugar mediante su οracίόη envuelta en el dolor de su agοηίa: ΕΙ

cual, habiendo ofrecido en los dias de su vida mortal ruegos Υ suplicas con poderoso clamor Υ Ιάgrίmas aΙ que podia salvarlo de Ιa muerte, fue escuchado por su actitud reverente, Υ aun siendo Hijo, por los padecimientos aΡrendίό Ιa obediencia; Υ llegado α Ιa Ρerfeccίόn, se 476

ΙΑ

conνίrtίό en

causa de

HERENCIA PAULINA

sa1νacίόn

eterna para todos 10s que 1e obedeccll

(Hb 5,7-9). Αsί, el sacrifico comienza por la escucha, por la obediencia, COll10 10 muestra la larga cita que en Hb 10,7-9 se hace del Salmo 40: «ίΗc aqUΊ que vengo [... ] para hacer tu voluntad». ΕΙ camino del sacrificio conduce al eneuentro definitivo (οη Dios, que es 10 que expres,\ la idea de cumplimiento tan importante para el autor. ΕΙ termino evoca, en este caso, la traηsfοrmacίόη de la voluntad humana en ('ι crisol del sufrimiento. lNo οrό Jesus en Getsemaηί con estas ρ,\Ι\­ bras: «jAbba, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mί esta COP,\; pero ηο sea 10 que ΥΟ quiero, sino 10 que quieres tu» (Mc 14,36)? Εη la traduccίόη griega del Antiguo Testamento, la obediencia signific,\ la investidura sacerdotal. Jesus es, por tanto, el sumo sacerdote por la lIamada que ha recibido de Dios Υ por la dolorosa obedienci,\ Ψlι' le hizo compartir 10s sufrimientos Υ ser compasivo con sus hern1,\nos 10s hombres. Antes de proseguir su eΧΡοsίcίόη dogmatica, el autor renueva su lIamada a la refleχίόη (Hb 5,11-6,20). De eχhοrtacίόη en exhort<1cίόη, el tono se va haciendo cada vez mas incisivo. Los destinatarios ven que se les reprocha su falta de madurez en la fe. Necesitan esforzarse para acceder a υη nivel superior, mas alla de las verdades cll'mentales que son como la base de toda catequesis, los «temas fundamentales del arrepentimiento de las obras muertas Υ de la fe CJl Dios, de la ίηstruccίόη sobre 10s bautismos Υ de la ίmΡοsίcίόη de Ι\!'> manos, de la resurreccίόη de 10s muertos Υ del juicio eterno» (6,2). Εη adelante, la recaίda en el pecado serίa imperdonable. Εsω intransigencia sίrνίό de caucίόη a 10s rigoristas que en el siglo 111 Sl' ΟΡοηίaη al Ρerdόη de 10s pecados mas graves (aΡοstasίa, adultcrio, asesinato). Pero hay que tener en cuenta el estilo oratorio de la c,\r1
CARTAS CΑτόΙΙCΑS

DOCUMENTO MELQUISEDEC ΕΝ LA TRADιcιόΝ JUDίA Para comprender el desarrollo de ideas que hace la carta a 10s Hebreos en torno a Melquisedec, hay que partIr ηο sόΙο del texto del Genesls, slno evocar, ademas, el lugar que este personaje enIgmatIco οcuρό en el judaismo antiguo, especialmente en un Importante texto de Qumrano Ει sera el jefe de 10s ejercitos angelicos que proclamara el gran jubileo, antes del juicio. He aqul 10s dos textos: Α su regreso despues de batir a Quedor1aomer Υ a 10s reyes que con el estaban, le [a Abrah8.n] le saιiό al encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save (ο sea eI valle deI Rey). Entonces Melquisedec, rey de Salem, Ρresentό pan Υ vino, pues era sacerdote del Dios Altisimo, Υ le bendijo diciendo: ((jBendito sea Abran del Dios A1tisimo, creador de cielos Υ tierra, Υ bendito sea el Dios A1tisimo, que entregό a tus enemigos en tus manos!»o Υ Abran le dio el diezmo de todoo (Gn 14,17-20). ΕΙ dia de las expiaciones es el final del jubileo decimo en el que se expiara ροτ todos 10s hijos de Dios Υ por 10s hombres

del 10te de Melquisedeco [00 ο] Melquisedec ejecutara la venganza de 10s juicios de Dios en ese dia, Υ ellos ~eran librados de las manos de Belial [000]0 Este es el dia de la paz del que hab1ό Dios de antiguo por las palabras de 1saias el profeta, que dijo: ((Que bellos son sobre 10s montes 10s pies del pregonero que anuncia la paz, del pregonero del bien que anuncia la saΙvaciόn». (l1Q Melquisedec ΙΙ, 7-8.13.15-16; trad. de Florentino Garcia Martinez)

He ahi ροτ que la carta a 10s Hebreos compara a Jesus con 10s angeles. Es en su humanidad concreta donde Jesus ejerce su sacerdocloo ΕΙ hecho de que Abrahan entregara 10s diezmos al rey de Salem aerusalen) muestra la superioridad de este. ΕΙ sacerdoclo segun el rito de Melquisedec es, por tanto, superior al sacerdOClo de la tribu de Levi, descendiente del patrIarca. ΑΙ modo de Filόn, el autor subraya que el Genesls ηο ofrece la genealogia del rey de Salem: porque es figura del Hijo de Dios que supera todos 10s tiemposo Su sacerdoclo es para siempreo

mente «el sumo sacerdote que nos convenla: santo, inocente, incontaminado, apartado de 10s pecadores, encumbrado sobre 10s cielos», que οfrecίό e1 sacrificio definitivo «de una vez para siempre, ofreciendose a sl mismo» (Hb 7,26-27). Por e1 contrario, eI culto judio se distingue por su car<ίcter provisionaI e imperfecto. Moises habla construido la Tienda de 1a reuηίόη [νέase νοΙ 1, ρ. 273] Υ regu1ado eI cu1to segun e1 modelo ce1este. Una idea semejante a esta es frecuente en 1as re1igiones: el verdadero santuario esta en Ios cie10s. Ahora bien, el advenimiento de una nueva A1ianza, patentemente superior a la primera, ya habla sido anunciado ροτ JcrcmiQs: ;<\'
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re la palabra de Cristo en la Cena: «Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que se derrama por vosotros» (Lc 22,20). Para manifestar la ίmΡerfeccίόη de las instituciones antiguas (9,1-10), el autor evoca cόmο se desarrollaba el culto antiguo, refiriendose ηο al Templ0 de Jerusalen, sino a la Tienda del Encuentro que se describe en Εχ 25-27. ΕΙ acento recae en la dίstίηcίόη entre el Santo, cuyo acceso estaba prohibido a 10s israelitas, salvo a 10s sacerdotes, Υ el Santo de 10s Santos donde sό10 el sumo sacerdote podia entrar una vez al afio. «De esta manera daba a entender el Espiritu Santo que aun ηο estaba abierto el camino del santuario mientr,ls subsistiera la primera Tienda» (Hb 9,8)'lCόmο tendremos acceso ,ι la presencia de Dios? Esta sera la obra que realice Cristo. BIBLIA EL DIA DE LA ΕΧΡΙΑαόΝ (ΥΟΜ KIPPUR) ΕΙ capitul0 16 del LeVΊtico ηΟΒ ofrece el ritual muy complejo del dia de las Expiaciones (Kippur) θη el dia decimo del mes de tishri (septiembre) θη el que toda la comunidad tenia que guardar ayuno. Sea cual fuera su origen, a partir del Εχilίο la fiesta fue tomando un relieve cada vez mayor. Tras ]a dura experiencia de la ruptura de la alianza, marcada por la destruccίόn del primer Templ0, era necesario obtener cada afιo como una remisίόn total de la deuda implorando el Ρerdόn ωVΊηo por todas las faltas cometidas, para que el nuevo afιo pudiera transcurrir θη paz. Ese dia ΒόΙ0 oficiaba el sumo sacerdote: [Αarόn] recibini de 1a comunidad de

10s israe1itas dos machos cabrios para e1 sacrificio ροτ e1 pecado Υ un carnero para e1 h010causto. Αarόn ofrecera. su novίllo ροτ e1 pecado como eΧΡiaciόn ροτ si mismo Υ ροτ su casa; tomara. 10s dos machos cabrios Υ 10s presentara. ante Yahve, a 1a entrada de 1a Tienda de1 Encuentro. Echara. 1as suertes sobre 10s dos machos cabrios, υΩΟ (<para Yahve», Υ otro (<para Azaze1» (Lv 16,5-8).

De origen popular, Ia eχΡulsίόn del «chi...-c emlsarla>: al deslertc significaba 1<1desaΡarίcίόn del pecado. Hay que notar que ηο Βθ sacrificaba al animal, Βίηο que se le enVΊaba al demonio Azaze1. La carta a 10s Hebreos ηο dice nada sobre eso. Εη modo alguno Βθ puede comparar a Cristo con el chivo emisario. Αarόn ofrecera. su novillo ροτ e1 pecado para hacer eΧΡiaciόn ροτ si mismo Υ ροτ su

casa, Υ 10 inm01ara.. Thmara. despIlOs υ/l incensario lJeno de brasas tomadIi'<; dol a1tar que esta ante Yahve, Υ dos puifado.<; do lnclenso aroma.tico en ρ01νο para ίη110(111 clr10 detra.s de1 ve10; pondra e1 ίnι·ίΟ11.'i() sobre e1 fuego, de1ante de Yahve. Ρlllϊl φι" 1a nube de1 lncienso envue1va e1 ρroρί(:ίιl/() rio que esta enclma de1 Testimonio Υ /1.<;1 ιΊΙ no muera. Tomara. 1uego 1a sangre de1 ιιονί Πο, roclara. con su dedo e1 1ado οιίθllllll (!ιιl propIcIatorIo, Υ con su dedo harn siofo aspersiones de sangre de1ante del IJrOf>i clatorlo (Lv 16,11-14). ΕΙ punto culminante de 10s τίΙ08 d.1 Kippur consistίa θη la entrada del 8umo sacerdote θη ellugar miιs santo del ιιιιπ· tuario, el Santo de 10s Santos dondo 011 otros tiempos reposaba el Arca de Ι. Alianza. Εη el Templ0 reconstruido (1.1 pues del ΕχΗίο, el Santo de 10s Sant08 oIItR· ba vacio. Segun el LeVΊtico, sόΙ0 ΟΙ 8Un\0 sacerdote podia penetrar θη ΟΙ Sanlo do 10s Santos; bajo la Ρrοteccίόn de un,. nubo de incienso pronunciaba el Nombre ΙΙΙΥΙΛ­ do de YHWH, el nombre que estaba prollIbido prcnunciar en ,:ualquier otra circun§tancia. Α la νΟΖ que subrayaba Ια distltncI. entro el Dios Santisimo Υ ΟΙ pueblo.•11. rltual manifestaba que Dios, modiant. Ι. liturgia, ofrecia la posibilidad de re8tablocer cada afιo la alianza siempro anHtnΙUSA­ da. Εη nuestros dίas, al ηο habor Templ0. 1. fiesta del Κippur Βθ celebra medianto un ayuno Υ oraciones θη la sinagoga.

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sacrificio de Cristo (9,11 - 10,39) ritual del Kippur constituye el teΙόη de fondo del desarrollo que hace la carta sobre el saerificio de Cristo. Α decir verdad., 10 que el autor marca son, sobre todo, las diferencias: a la Tienda terrena se contrapone el santuario celeste; a la sangre de los animales, Ia sangre del propio Cristo; a una eficacia limitada a la carne, el valor eterno de la ofrenda de Cristo que, por el Espiritu Eterno, se ha ofrecido a Dios en su misma persona, sin mancha ηί tacha alguna, Υ nos obtiene, asl, la verdadera Ρurίficacίόη que nos permite dar culto al Dios νίνο. ΑΙ fuego que consumla las Vlctimas en 10s saerificios antiguos le corresponde ahora el Espiritu que con su impulso hace pasar a Jesus de nuestro mundo al santuario celeste. Los dos sentidos de la palabra griega Liiatheke, testamento Υ alianza, permiten afirmar la necesidad de la muerte para el establecimiento de la nueva alianza. La comΡaracίόη con la aIianza deI Sinal iIustra 10s efectos deI saerificio de Cristo. Moises habia asperjado aI Iibro mismo Υ a todo eI pueblo diciendo: κέsta es Ia sangre de Ia alianza que Dios ha ordenado para vosotros» (Hb 9,19-20). La insistencia en Ia sangre sorprende a 10s lectores modernos. Tenemos que recordar el importante papel que jugaba en el rituaI judio: «Sin derramamiento de sangre ηο hay remίsίόη» (Hb 9,22). Para la carta a Ios Hebreos la sangre de Cristo es eI signo deI don que hace de su propia vida. ΕΙ punto culminante del rituaI del Kippllr se alcanzaba cuando el sumo sacerdote penetraba en presencia de Dios en el Santo de 10s Santos. Comenzado en la tierra, el saerificio de Cristo encuentra su coηsumacίόη en el cieIo, donde, en adelante, esta sentado a la derecha de Dios como intercesor nuestro. ΕΙ autor insiste de nuevo en Ia unicidad de este saerificio: la eΧΡresίόη «de una vez por todas» es un verdadero leitmotiv. Por tanto, ya ηο hay que buscar ningun otro medio de saΙνacίόη mas que la fe en Cristo, eI ilnico mediador. Una cita del SaImo 40 confirma eI punto de vista deI autor: 10 que cuenta para Dios ηο son 10s saerificios exteriores, sino la obediencia amante. Pues bien, toda la vida de Cristo ηο fue sino total adhesίόη a Ia voluntad divina: «ΑΙ entrar en este mundo, dice: "Sacrificia Υ αbΙacίόπ πα <JHisiste: perα me has farm
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REFERENCIA DE LOS SACRIFlCIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO Αι SACRIFICIO DE CRISTO La Biblia conoce multiples formas de sacrificios. Εη 10s origenes, Caln Υ Abel pagaban un tributo de homenaje a Dios, uno ofreciendo 10s productos de la tierra, el otro las primicias de su rebafto (Gn 4,14) [vease νοΙ ι, ρ. 58]. Los sacrificios de cοmunίόn, en 10s que 1a carne de 1as νicti­ mas se repartIa entre Dios Υ 10s oferentes, se caracterlzaban por 1a alegria de la comida compartida Υ tomada en presencla de Dios. Εη el caso de 10s holocaustos, toda la νictima quedaba consumida por el fuego: es el acto de adοracίόn por exce1encla. Con e1 correr de 10s tiempos, e1 pape1 de 10s sacerdotes se fue acrecentando de continuo: aunque 1a νictima fuera inmolada por 10s oferentes, era e1 sacerdote e1 que la presentaba sobre al altar Υ esparcia su sangre sobre el altar. ΕΙ sacerdote ηο es sόΙ0 hombre de1 rito; como guardian de 1a Ley, debe instruir a 10s fieles sobre las condiclones a cumplir en sus ofrendas. Es 10 que hacen 10s Salmos de entrada: «Yahve, i,quien νiνira en tu tlenda? lquien habitara en tu monte santo?» (SaJ J5). Despues deJ ExjJjo, 105 sacrjfjcjos por e1 pecado van adquiriendo cada vez mayor importancia Υ surge una codifica-

cίόn detallada que realza el papel (1(, (ΟΙ( sacerdotes. ΑΙ analizar el sacrificio, COnVlellι! (1111 tinguir 10s papeles respectivos del οΙοτt!ll te Υ del sacerdote, 1a natura1eza de lil νΙτ: tlma, el 1ugar del sacrificio, 1as condH:io nes requeridas para que Dios 10s acuIJtt!, e1 efecto pretendido. La aΡlicacίόn a Cristo que hace la ι:nι Ιη a 10s Hebreos provoca una subνersιόl1 ιΙο 1as ideas recibidas. Ya ηο hay distinci611 entre e1 oferente Υ e1 sacerdote: Cristo "8 el sacerdote de su propia ofrenda. Tnrιι poco la νictima es ajena ni distlnta ηΙ οΙο rente: es e1 mismo quien se ofrece. LOB 8ΙI­ crificios tenian 1ugar en la tlerra Υ, 011 ΟΙ caso de1 Kippur, culminaban con la entrada del sumo sacerdote, el sol0, en el Santo (10 10s Santos. Crlsto, habiendo cumplido 0(\ In tlerra la ofrenda de su νida, penetra junto r:ι Dios donde esta sentado «siempre νίvo para lnterceder» en favor de sus hermanoH 10s hombres (Hb 7,25). Α la repetici6n incosante que manifestaba la ineficacia do JOH sacrificios antiguos se contrapone la UnICJ dad de 1a ofrenda de Crjsto. Α la alJiIJΙZtl realizada en favor de un so10 puebl0 BUClI de la Alianza nueva destlnada a todos.

La eΧΡοsίcίόη dogmatica es rica en consecuencias para la νida de la comunidad cristiana amenazada de cansancio Υ reΙajacίόη. «Mantengamos firme la coηfesίόη de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa» (Hb 10,23). ΕΙ autor vuelνe sobre los peligros de la aΡοstasίa (Hb 10,26-31), pero concluye con una nota positiva recordando a sus lectores su νaΙeηtίa pasada en los tienlpos de persecucίόη (10,32-35). La exhοrtacίόη termina (οη una cita de 1<1 Escritura que inνita a esΡeΓar con confianza eI retorno de Cristo: «Pues todaνίa un poco, muy poco tiempo; Υ el que ha de venir νen­ dri sin t3rdanza. !'ι1! justo ~Ti~/ira por 1a fe; rΏ9.S J si ι.:aS (obgrde !η! alma ηο se complacera en el» (Hb 10,37-38; incluye una cita de Ha 2,3-4). j

Feyaguante (11,1-12,13) Si la ley judίa ηο ha 10grado lleνar nada a la Ρerfeccίόη, ~es necesa[ίο seguir leyendola? Recorrida a la luz de la fe, la gaΙerίa de los antepasados ilustra la afirmacίόη de partida: «Muchas νeces Υ de muchas ·ΙΗΙ

CARTAS CΑτόΙΙCΑS

maneras habΙό Dios en el pasado a nuestros Padres...». La fe orienta hacia 10s bienes futuros Υ se expresa en convicciones de base: «Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, 10 visible, de 10 invisible. [... ] Sin fe es imposible agradar a Dios, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe Υ que recompensa a 10s que le buscan» (Hb 11,3.6). Entre 10s grandes antepasados, Abrahan ocupa un lugar distinguido (Hb 11,8-19) [vease νοΙ Ι, ρ. 90]. «Por la fe, Abrahan, al ser llamado por Dios, οbedecίό Υ saΙίό para ellugar que habίa de recibir en herencia, Υ sa1iό sin saber a dόnde iba» (Hb 11,8). ΕΙ sacrifico de Isaac prefigura el de Cristo:

REFERENCIA 108 8ACERDOTE8 i80N 8ACERDOTE8? ΕΙ vocabularlo usual en la actualidad ηο facilita la respuesta a esta pregunta. 8ί nos atenemos a la carta a 10s Hebreos, 10s terminos sacerdote Υ sumo sacerdote sόΙ0 se aplican a 10s sacerdotes judios, cuyo ministerlo ya ha caducado, Υ a Jesucristo, llnico sumo sacerdote de la nueva Alianza, el llnico mediador entre 10s hombres, sus hermanos, Υ Dios. La carta menclona a 10s primeros evangelizadores de la comunidad Υ a sus actuales jefes (hegoumenes) , pero sln precisar nada su status ni sus funciones propias. Toda la demοstracίόη recae sobre el papel de Crlsto que, slendo superior a 10s a,ngeles, a Moises Υ Αarόn, esta sentado a la derecha de Dios como soberano lntercesor. Nuestro termino «preste», (ηο muy usado actualmente para designar al sacerdote, pero que seria la correspondencia mas literal del usado por la carta a 10s Hebreos) es υη derlvado del griego presbyteros, que significa «anclano». Las cartas de PabIo a Tito Υ Timoteo son 10s dOcllmentos m!ls explicitos sobre la lnvestidura de 10s anclanos mediante Ia imposicίόη de manos Υ sobre su funcίόη de jefes de la comunidad. ΕΙ papel del obispo, como jefe llnico de la comunidad, se concretό a partir deI comlenzo del sigl0 π, como 10 muestran las catas de Ignacio de Antioqώa. La denοmίηacίόη latina «sacerdos» aparece aplicada al obispo a co-

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mienzos del sigl0 πι, en la Traditio apostolica de ΗίΡόΙίtο de Roma (cap. 3), Υ mas tardiamente aplicada a 10s presbiteros cuando se mu1tiplicaron las parroquias. De esta forma, las funciones ministeriales en la Iglesia se fueron comprendiendo progresivamente al modo de una continuacίόη del sacerdoclo levitico del Antiguo Testamento. Estas varlaclones en la terminologia son concomitantes con una refleχίόη mas desarrollada sobre la Eucaristia, memorlal de la Ρasίόη Υ de la Resurreccίόηde Cristo. Εη tanto que presidente de la Cena del 8eftor, el obispo hace actual el llnico sacrlficio de Crlsto para el bien de la comunldad. Por ese hecho esta asoclado al ministerlo del llnico sumo sacerdote de la nueva alianza, pero su sacerdocio ηο hace suma con el de Cristo. Demasiados abusos explican la aspereza de la polemica de 10s tlempos de la Reforma del sigl0 ΧΥΙ. Lutero rechazό con fuerza el sacrificio de la misa como algo que atentaba a la unicidad del sacrificio de Cristo. pero mantuvo con energίa la presencia de Cristo en el pan Υ el vino de la Eucarlstla. Hubo que esperar al Concilio Vaticano π para contar con una eχΡοsίcίόη serena que respetara las enseftanzas de la carta a 10s Hebreos Υ reaIzara, para el sacerdoclo ministerial, las dos funclones inseparables de evangeιiΖacίόn Υ de presidencia de la Eucaristia.

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HERENCIA

ΡΑυΙΙΝΑ

«Por Ια fe, Αbrαhάn, sometido α Ια prueba, οfrecίό α Isaac conιο ofrenda, γ, el que habia recibido las promesas, ofrecia α su unico hijo, respeeto del cual se le habla dicho: Por Isaac tendrάs descendencia. Pensaba que poderoso era Dios aun ραΓα resucitarlo de entre los muertos. Por eso Ιο Γecobrό como slmbolo» (Hb 11,17-19). La galeria de 10s antepasados termina con la evοcacίόη de 10s martires de Israel, modelos para una comunidad que tambien esta sometida a prueba. Υ finalmente el ejemplo supremo, el dc Jesucristo, jefe Υ guia de nuestra fe, que la lleva a su Ρerfeccίόη, el qtIc en vez del gozo que se le proponia, cargό con la dureza de la cruz (Hb 12,1-2). Las pruebas tienen valor Ρedagόgίco Υ en ellas Dios educa a 10s fieles al modo de un padre que ηο ahorra las correcciones para el bien de sus hijos.

Recomendaciones Ρrάctίcas (12,14 - 13,25) La puesta en guardia contra 10s peligros de la apostasIa viene acompaftada de un paralelismo entre la Ρrοmulgacίόη de la ley en el Sίηaί Υ el acceso de 10s fieles a la ciudad del Dios νίνο. Los fieles se han acercado a un Dios juez universal, a «Jesus, mediador de una nueva alianza, Υ a la aSΡersίόη purificadora de una sangre que habla mas fuerte que la de Abel» (Hb 12,24). ΑΙ temor debe suceder la confianza. Entre las recomendaciones practicas se seftalan: la fidelidad a l0s primeros evangelizadores (Hb 12,7), la obediencia a 10s jefes actualcs (Hb 12,17), la ayuda mutua Υ el respeto al matrimonio (Hb 13,4). La ruptura con el judaIsmo queda ya consumada para 10s fieles dc la nueva AIianza. La mencίόη del altar, del que 10s sirvientes de Ιι Tienda ηο tienen derecho a alimentarse, remite a la ceΙebracίόη euc,lrlstica. Esta ίηdίcacίόη sumaria se completa con la ίηvίtacίόη a la accίόη de gracias Υ a la puesta en comun de 10s recursos. Una procl,lmacίόη resume la eΧΡοsίcίόη: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy Υ por 10s siglos» (Hb 13,8). La carta acaba con «palabras de exhοrtacίόη». Se aftaden, como en las demas cartas, una bendίcίόn Υ algunas fόr­ mulas de saludo, pero son demasiado poco explίcitas para permitir precisar ηί ellugar de redaccίόη ηί la identidad de 10s destinatarios. LA CARTA DE SANTIAGO

Aparte de la fόrmuΙa de saludo del comienzo, la carta de Santiago 110 presenta ninguna caracterlstica de una carta. Es un escrito de eχhοΓ­ tacίόη enviado a cristianos provenientes de las doce tribus dc 1<1 Diaspora*. Εη ausencia de indicaciones concretas, salvo la νίν"ι tcnsίόη entre ricos Υ pobres, toda determίη'1Cίόη de fecha es aΙeatοΓί,l.

CARTAS CΑτόΙΙCΑS ΕΙ autor se presenta como «5antiago, siervo de Dios Υ del 5efior Jesucristo» (5t 1,1). ~5enί eI hermano del 5efior, responsable de Ia comunidad de Jerusalen? 5ίη embargo, la carta ηο alude para nada ηί al Templo de Jerusalen ηί a Ias leyes de pureza que tanto significaban para el hermano del 5efior (Hch 15,20). ΕΙ estilo Υ sobre todo el vocabulario manifiestan la pertenencia del autor a la cultura helenlstica. Conoce 10s procedimientos de la ensefianza de la epoca, coη dialogos imaginados (diatribe) Υ la [υη­ cίόη de 10s ejemplos (Abrahan, Rajab, Job, Elias). La yuχtaΡοsίcίόη de sentencias hace recordar las colecciones de Proverbios. Debe a 10s profetas el vigor de sus invectivas contra 10s ricos. Como 10s Testamentos de 10s Doce patriarcas, 5antiago condena a 10s dubitativos de coraΖόη dividido( 5t 1,8; 4,8) e invita a la fidelidad indivisa. La ensefianza de ]esus, segun la tradίcίόη de Mateo, constituye el basamento principal de Ias exhortaciones de Santiago. Como su Maestro, concentra la ley en el amor al Ρrόjίmο (5t 2,8): «ley de la libertad» (5t 1,25; 2,12); esa ley esta inscrita en el coraΖόη del creyente ροτ la Ρredίcacίόη de 1a Pa1abra (5t 1,21) Υ conduce a 1a autentica sabidurla (1,5; 3,17). Νο se mencionan 1a muerte ηί 1a Resurreccίόη de Cristo, pero 5antiago espera su advenimiento (parusia) (5t 5,7-8) Υ exhorta a Ios fieles a ηο desanimarse mientras esperan. La vida cristiana sό10 es posible en υη clima de οracίόη; son numerosos 10s desarrol1os sobre el1a. ΕΙ interes de la carta de Santiago procede de que atesta la continuidad de la corriente de la Sabidurla en las comunidades cristianas Υ e1 impacto de 1as instrucciones de Jesίιs en la vida concreta de Ios fieIes. Lο mas notab1e es la controversia sobre 1a justίficacίόη: mani-

REFERENCrA ΡΕRFEccιόΝ Υ SIMPLICIDAD DE CΟRAZόΝ Εη sus exhortaciones, Santiago toca un tema bien desarrollado en un escrito judio, 10s Testamentos de 10s doce patrIarcas. Isacar se presenta a si mismo como ~a persona que da limosna sin segundas lntenciones, con simplicidad de cοrazόn (3,8). Υ exhorta a sus descendientes a hacer 10 rnismo:

Proceded con sencillez de cοraΖόn [ ...].

ΕΙ sencillo ΩΟ ansia e1 oro, ΩΟ anhe1a Ios

variados manjares, no gusta de vestimentas

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especia1es [ .. .}. La envidIa ΏΟ se Introduce sus de1iberacIones Ώί 1a malicIa se apodera de su a1ma. θΏ

(Thstamento de /sacar 4,1-2.5:

trad. de Α. PiiΊero)

Estos consejos reflejan perfectamente la espiritualidad de 10s pobres (anawim*) del Sefιor, que caracterizara tambien a las comunidades judeo-cristianas de Palestina. Este tema reaparece en la Didaje Υ en el Pastor de Hermas. [vease ρρ. 527 Υ 529].

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HERENCIA PAULINA

fiestamente 5antiago reacciona contra 1a ίηterΡretacίόη 1axista de 1<1 ensenanza de Pab10. [vease ρ. 214]. Α fa1ta de υη verdadero p1an, podemos distinguir υη prill1cr conjunto sobre e1 tema de 1a prueba ο teηtacίόη, cuya pa1abra c1<~νι' es 1a perseverancia (5t 1,2-18). υη segundo tema es e1 cump1imiento de 1a Pa1abra: ηο basta 1a fe, debe traducirse en obras (5t 1,19 ,ι 3,18). Entre Dios Υ e1 mundo, hay que e1egir (5t 4,1 a 5,6): este pasaje contiene 10s reproches mas vigorosos contra 10s ricos. Vienen, para terminar, 1as exhortaciones fina1es (5t 5,7-19), muyparticularmente sobre la vida interna de las comunidades. Ρer!eccίόn, prueba, ley de libertad Vamos a indicar a1gunos de 10s temas mayores de esta carta. Haciendo eco a la ίηvίtacίόη de Cristo «Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial» (Mt 5,48), 5antiago invita a sus 1ectores a ser «perfectos e Integros» (5t 1,4). La perfeccίόη se contrapone a la dίvίsίόη del coraΖόη, que es 1a dίvίsίόn de quien quiere conciliar la fe con el amor a las riquezas. ΕΙ ser humaηο «irresoluto e inconstante en todos sus caminos» (5t 1,8) nad,t puede obtener en sus oraciones. Α este se le contrapone e1 humilde, porque «Dios resiste a los soberbios Υ da su gracia a los hUll1ildes. 50meteos, pues, a Dios; resistid al diablo Υ e1 huira de vosotros» (5t 4,6-7). Como Marla cantό en e1 Magnificat (Lc 1,52), Dios ensaIzara a los que se humillan ante Ει (5t 4,10). «jFe1iz e1 hombre que soporta 1a prueba!» (5t 1,12). Εη torno a esa bienaventuranza, 5antiago desarrolla varias exhortaciones: necesidad de 1a perseverancia, compromiso en e1 compartir, oponiendose a la dίvίsίόη interior (1,8), confianza en Dios a pesar de todo (1,12). lPrueba ο tentacίόn? Una misma pa1abra (peirasmos) signifιc,t ambas cosas; hay que e1egir segιin el contexto. Un primer caso es c1aro: 1as pruebas contribuyen a la Ρurίficacίόn de 1a fe Υ deben set" aceptadas con a1egria (5t 1,2), con esa a1egria perfecta de la que hab1aba Francisco de Asis a1 hermano Leόn. Peirasmos significa tanlbien tentacίόη; a1guna traduccίόη posib1e de1 Padrenuestro dicc: «Νο nos sometas a la teηtacίόn» l5era Dios responsab1e de nuestro pecado? 5antiago protesta energicamente: «Dios nί es probado ρΟΓ cl mίll ηϊ prucbίl ίl nadic. Sino quc cada ίlηo cs probado, aΓIastratio Υ seducido por su propia concupiscencia» (5t 1,13-14). Dios cs Padre de 1as 1uces Υ ηο tienta a nadie, sino que es 1a fuente de todos 10s dones exce1entes: «Nos engeηdrό por su propia v01untad, COI1 pa1abra de verdad, para que fuesemos como 1as primicias de SlIS criaturas» (5t 1,17-18). Preocupado por 1a coherencia en 1a vida de 10s fie1es, Santiίιgο insiste en la puesta en practica de 1a Pa1abra: «Νο os contenteis s()lo

4t15

CARTAS CATOLICAS coη olr1a, engafi.andoos a vosotros mismos» (5t 1,22). Es e1 tema que cerraba e1 sermόη de 1a montafi.a (Mt 7,24-27). 5antiago ηο es activista: 1a acciόη brota de 1a acogida de 1a Pa1abra imp1antada en nosotros como fuente de regeηeraciόη. Frente a quienes se jactan de su ciencia Υ desp1iegan υη ce10 amargo, 5antiago recuerda 1a importancia de 1a humi1de du1zura. Puesto que «la 1ey perfecta de 1a 1ibertad» tiene su centro en e1 amor a1 Ρrόjimο, «la re1igiόη pura e intachab1e ante Dios Padre es esta: visitar huerfanos Υ viudas en su tribu1aciόη Υ conservarse incontaminado del mundo» (5t 1,27). Para i1ustrar su ensefi.anza, 5antiago parte de υη caso practico: 1a acogida de pobres Υ ricos en 1a asamblea cristiana. Α 10s primeros se 1es reservan puestos de honor, a 10s segundos se 1es deja de pie en 10s peores sitios. 5emejante menosprecio de 10s pobres va contra e1 modo de proceder de Dios que «ha escogido a 10s pobres segύη e1 mundo como [... ] herederos de1 Reino» (5t 2,5). Los ricos actύan como opresores, uti1izando sus influencias ante 10s tribuna1es. La «ley regia», llamada tambien «ley de 1ibertad», se resume asl: «Amaηίs a tu Ρrόjimο como a ti mismo» (5t 2,8) Υ todos 10s demas mandamientos son meras consecuencias de ella.

La fe Υ las obras Es e1 pasaje po1emico sobre 1a fe Υ 1as obras e1 que ha hecho decir que 5antiago esta en e1 po1o opuesto de 1a ensefi.anza de Pab1o. Comienza componiendo una pequefi.a escena: Si un hermano ο una hermana estάn desnudos Υ carecen del sustento diario, Υ alguno de vosotros les dice: «Id en ραΖ, calentaos Υ hartaos», pero no les dais Ιο necesario para el cuerpo, dde quf sirve? Αsί tambicn Ια fe, si no tiene obras, estά realmente muerta (5t 2,15-17).

Luego, 5antiago discute e1 caso de Abrahan: lde dόηde 1e viene su cua1idad de justo~ La historia de1 sacrificio de Isaac proporciona 1a respuesta: Ιο que 1e va1iό e1 ape1ativo de «amigo de Dios» fue su obediencia ejemp1ar: «l Ves cόmο 1a fe cooperaba con sus obras Υ, por 1as obras, la fe aΙcaηΖό su Ρerfecciόη~» (5t 2,22). Eso ηο equivale a negar e1 pape1 de 1a fe, sino que se trata de insistir en la coherencia entre la coηvίccίόη Υ la actuacίόn: «Porque asl como el cuerρο sin espiritu esta muerto, asl tambien la fe sin obras esta muerta» (5t 2,26). Dos formas de sabίdurία Contra quienes se quieren hacer pasar por maestros, 5antiago invita a 1a discreciόη, pues son muchos 10s pecados que comete 1a 1engua 486

ΙΑ

HERENCIA

ΡΑυΙΙΝΑ

(5t 3,1-13). Viene, luego, υη arranque de braνura para denunci,lr ι·1 poder malefico de ese όrgaηο pequefιo, pero peligroso, capaz COΠ10 el fuego de quemar υπ bosque entero. Α diferencia de 10 que sucedc con 10s animales que se puede llegar a amaestrarlos, la lengu
r--------------------'_ LA FE SEGύN PABLO Υ SEGύN SANTIAGO

ΕΙ

desarrollo que hace SantIago del tema de la fe Υ las obras ha llevado a creer que Santiago se οροηθ directamente a Pabl0. Ambos explotan la historla de Abrahan, pero de un modo diametralmente opuesto. Pabl0 ροηθ θη primer plano la fe del patriarca, que le vaιiό la justifίcacίόη:
cίόη por la fe Υ dejando de lado BU8 con·, secuenclas θη la vida practIca. Par/\ com.. batlr mejor las ideas incriminad•• SantIago aisla de fe del amor, Υ 8θ ιιιreνcι: incluso a hablar de la fe de 108 domonio. (St 2,19). ίΙθ es facil, entonces, decir quo, en semejantes condiciones. la fe .ιι. muerta! Νο es que desconozca la nec.IIdad de la fe, slno que precisa qUf) Ιιι Ιο debe «cooperar» con las obras (2,21). Para Pabl0, ηο puede exlstlr una ccΙ. muerta» como la de 10s demonio8, porqu. la fe εο::> dperiura d la Palabra de ηίδ. Υ obediencla. Fe es la aceΡtacίόη deI don gratuito que Dios nos da en su Hijo cruatftcado Υ resucltado para nuestro bien. La ι. ηο se manifiesta θη menor medida 8η 8Ι ejercicio concreto de la caridad: «Porqu8 slendo de Cristo Jesus ni la cίrcuηci'iόn nt la ίncίrcuncίsίόn tlenen eficacIa, 8ίηο lόΙ0 la fe que actua por la caridad» (Ga 6,θ).

4Η7

CARTAS CΑτόΙΙCΑS

llaos ante el Sefior Υ eι os eηsaΙΖaπί» (St 4,10). Juzgar al hermano es ponerse en ellugar de Dios, siendo asί que ηο hay mas que υη solo legislador Υ υη solo juez, Dios que puede salνar ο condenar.

Diatriba contra 105 rico5 Εη dos pasajes paralelos, Santiago se enfrenta a 10s negociantes Υ a 10s malos patronos. Los primeros multiplican proyectos, cuando en realidad deberίaη decir: «Si el Sefior quiere, νiνiremos Υ haremos esto ο aquello» (St 4,15). Εη υη estilo Ρrόχίmο al de Amόs, Santiago interpela tambien a 10s segundos: «ΕΙ salario de 10s obreros que segaron νuestros campos Υ que ηο habeis pagado esta gritando; Υ 10s gritos de 10s segadores han llegado a 10s οίdοs del Sefior de 10s ejercitos» (St 5,4). Α la νiolencia de 10s unos se contrapone la no-resistencia del justo, que en aquella epoca ηο teηίa mas sοlucίόη que padecer la arbitrariedad de 10s poderosos: «Condenasteis ymatasteis al justo; [Υ el] ηο os resiste» (St 5,6). Frente al afan mercantil, se pone como ejemplo la paciencia del agricultor: «Tened, pues, paciencia, hermanos [... ] porque la νenida (Ραrusία) del Sefior esta cerca» (St 5,7-8). Esperar la νenida lde quien? lDe Dios como juez soberano, segιin la tradίcίόη judίa, ο de Cristo, como en el cuadro del juicio final segιin Mt 25, 31-46? Las mιI]tip]es alusiones a las palabras de Cristo transmitidas en el eνan­ gelio segιin Mateo faνorecen esta segunda ίηterpretacίόη. La οrαcίόn Υ Ια uncίόn de 105 enferm05 Santiago concluye su carta coη recomendaciones sobre la οracίόη, siempre oportuna en cualquier circunstancia, Υ especialmente en caso de enfermedad: «lEsta enfermo alguno entre νosotros? Llame a

REFERmcU\

RIcos Υ POBRES La carta de Santiago es el texto del Nuevo Testamento que mejor se presta a un aniι.­ ΗΒίΒ sοcίοΙόgίcο, ροτ "!υ

intenso contrastE'

entre dos grupos. Santiago toma partido vigorosamente por unos contra las exacciones de 10s otros. Los ricos sόΙο piensan en hacer buenos negocios (4,13-17), Υ explotan sin vergίienza a sus trabajadores (5,1-6). Unos aparecen como miembros de la comunidad (2,1-6), 10s otros como perseguidores (2,6.7; 5,6). Los pobres

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pertenecen al iι.mbito de 10s anawim, cuyos sufrimientos Υ confianza expresan con tanti'! frecllencia 10"! Si'!.1mo"!

1,θ

c0J1111nid.i'!.d

primitiva de Jerusalen estaba formada principalmente por personas de este iι.mbito, pero en la carta ηο hay referencia alguna a la Ciudad santa; 10 dominante en ella es el punto de vista espiritual: elegidos por Dios (2,5), 10s pobres deben cultivar la humildad Υ la dulzura (4,6).

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HERENCIA PAULINA REFERENCIA

UΝcιόΝ CON ACEITE Υ SACRAMENTO DE LOS ENFERMOS Εη

1a antigίiedad, e1 aceIte servίa para remediar 1as heridas Υ quemaduras. Νο parece que Jesus 10 uti1izara, pero cuando 10s apbst01es fueron enviados en misibn «expulsaban a muchos demonios, Υ ungian con aceite a muchos enfermos Υ 10s curaban» (Mc 6,13). SantIago preconiza que sigan actuando asi. Los presbiteros, sobre quienes las cartas pastorales pro-

porcionan indicaci~nes mas ampli'HI, 0101 cen de forma. c01e91ada su funcibn do ]011)" de la comunIdad. Mediante la unclbn α)ιι aceIte, piden para 10s enfermos la <:ΙΗΙΙ cibn corporal Υ, eventUalmente, el ροηlόιι de 10s pecados. Se invita tambίόη 11 Ιιι mIsma c.omunidad a que se una a θΒθ rito, reconocIdo por la Iglesia catblica (:01110 uno de 10s sIete sacranιentos.

10s presbiteros de la Iglesia [vease ρρ. 482 Υ 530], que oren sobre el Υ le unjan con όΙeo en el nombre del 5efιor. Υ la οracίόη de Ι, fe salνaπί al enfermo, Υ el 5efior hara que se leνante, Υ si hubiera cometido pecados, le seran perdonados» (5t 5,14-15). La ύltima palabra de la carta es una maxima optimista qul' recuerda la parabola de la oνeja perdida (Mt 18,10-14), Υ qlle COI1trasta con el t0l10 frecuentemente seνero de la carta: «ΕΙ qlle COI1νierte a ιιη pecador de su camino desνiado, salνara su all11tI de ιιι muerte Υ cubrira multitud de pecados» (5t 5,20).

4Χ'

11.2. LA PRIMERA CARTA DE PEDRO

AS dos cartas de Pedro tienen una tonalidad Υ υη estil0 muy distintos. La primera es una carta circular, destinada a las comunidades de cinco provincias de Asia Menor. Asia proconsular, cuya capital era Efeso, Υ Galacia habίaη sido evangelizadas ροι Pablo; ηο sabemos quienes fueron 10s primeros evangelizadores de el Ponto, Capadocia Υ Bitinia. Una carta de ΡΙίηίο el Joven (afio 112) atestigua la importancia de la comunidad de Bitinia Υ alude a una Ρersecucίόη ροι la que Ρasό veinte afios antes, en tiempos de Domiciano, en la epoca en que fue redactado el Apocalipsis de san Juan. Sin duda, Pedro ηο vίsίtό personalmente todas esas regiones, pero les escribe como aΡόstοl, testigo de 10s sufrimientos de Cristo Υ de su gloria. Esta primera «encίcΙίca» pone de manifiesto su prestigio ante la fraternidad cristiana. [vease ρρ. 56 Υ 514].

L

UNA MlRADA GENERAL

Enviada desde Babilonia (es decir Roma) con la ayuda de Silvano como secretario, la carta se compone de una serie de ex:hortaciones destinadas a devolver la confianza a 10s fieles que sufren las vejaciones de un ambiente hostil. La bienaventuranza de 10s perseguidos (Mt 5,10) le sirve de teΙόη de fondo. De el1a encontramos una formuΙacίόη original en las ίIltimas exhortaciones de la carta: «Dichosos vosotros, si sois injuriados ροι el nombre de Cristo, pues el ΕSΡίrίtu de gloria, que es el Espiritu de Dios, reposa sobre vosotros» (1 Ρ 4,14). Este tema se repite como un canrus firmus, ωl1 UIle:ι graduacίόl1 el1 las precisiones que ofrece sobre las pruebas que amenazan a la comunidad cristial1a en el mundo. lHay que ver en el10 una aΙusίόη a la Ρersecucίόl1 de Νerόη desatada a coηtίnuacίόη del incel1dio de Roma en el afio 64? Εη realidad esta Ρersecucίόη quedό limitada a Roma Υ ηο puede servir de referencia para fijar la fecha de la carta ηί para pronunciarse sobre su autel1ticidad. 491

CARTAS CATOLICAS

Se trata, ademas, de υη escrito para dar animos, pero desprovisto de cualquier tipo de polemica. Impresiona por la calidez de su tono Υ parece, en algunos pasajes, una homilίa dirigida a nuevos bautizados (2,2). Contiene numerosas alusiones a palabras de Cristo, especialmente al sermόη de la montafιa. Α diferencia de la carta de Santiago, sus exhortaciones se basan en el misterio pascual: Ρasίόη, descenso de Cristo a 10s infiernos, g10rίficacίόη a la derecha de Dios. La espera de la Parusla, ya Ρrόχίma, es muy viva Υ ηο parece plantear ningun problema, a diferencia de la sίtuacίόη que pone de manifiesto la segunda carta de Pedro. Las numerosas citas del Antiguo Testamento se hacen segun la versίόη griega de 10s Setenta*. lHay que hablar de una dependencia de Pablo? Algunas semejanzas innegables permiten descubrir, mas bien, 10s temas mayores de la catequesis aΡοstόlίca. Ciertas recomendaciones son propias de la epoca e incluso son sorprendentes: por ejemplo la ίηvίtacίόη que hace a esclavos Υ mujeres a la sumίsίόη (1 Ρ 2,18-3,6). Pedro ηο tiene nada de revolucionario. Εη una sίtuacίόη que 10s cristianos aun ηο pueden modificar, proclaman la dignidad del ser humano verdaderamente libre (1 Ρ 2,16) que, en conciencia, prefiere sufrir a hacer el mal (2,18-20). Pequefιa minorla, 10s cristianos contribuiran con el resplandor de su vida fraterna a que el conjunto del mundo habitado descubra el valor de su fe (2,12.15; 3,1). Ellos tienen que dar raΖόη de su esperanza, con mansedumbre Υ respeto (3,15-16). Su consuelo Υ fortaleza es constituir juntos «la casa de Dios»: asl 10s excluidos de la sociedad podran encontrar en la comunidad cristiana υη lugar de paz Υ confianza. OBERTURA

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modo judio, la carta empieza con una beηdίcίόη solemne: «Bendito sea el Dios Υ Padre de nuestro Sefιor Jesucristo» (1,3). Εη estrofas sucesivas, Pedro celebra la misericordia de ese Dios que «mediante la Resurreccίόη de Jesucristo de entre 10s muertos, nos ha reengendrado» U,':», e lnvlta a la alegria, a pesar de las pruebas actuales; alegria que nace de la vίηcuΙacίόη con Jesucristo: «Α quien amais sin haberle visto; en quien creeis, aunque de momento ηο le veais, rebosando de alegria inefable Υ gloriosa...» (1,8). Reconocemos en estas palabras el eco de aquella palabra del Resucitado, que nos transmite Juan: «Dichosos 10s que ηο han visto Υ han creldo» ση 20,29). 492

LA PRIMERA CARTA DE PEDRO

La ίηvίtacίόη que se hace a 10s fieles (1,13 a 2,3) a llevar una νίιΙι digna de su esperanza hace referencia al Exodo Υ al cordero Ρascωl. Como en la catequesis* bautismal, el rechazo del pecado se motiv<1 por la santidad de Dios: «5ereis santos, porque santo soy ΥΟ» (1,16). La reveΙacίόη de Dios como Padre refuerza esta exigencia, al mίsιηο tiempo que la hace posible por el sacrificio de Cristo, el verdadero cordero pascual (Εχ 12,5), «predestinado antes de la creacίόη del mundo Υ manifestado en 10s ιiltimos tiempos» (l Ρ 1,20). Toda 1<1 historia de la saΙvacίόη esta centrada en Cristo Υ encuentra su υηί­ dad en el ΕSΡίrίtu 5anto. FORMAR υΝ TEMPLO PARA

DIOS

Α 10s cristianos, a quienes su fe sitίιa al margen de la sociedad, Pedro les revela su dignidad: son el verdadero pueblo de Dios, el Τemρlο que habita el ΕSΡίrίtu Santo. Ιο que el Antiguo Testamento decla dl' Israel, se 10 aplica a 10s fieles a Cristo: Αcercάndοοs α

el, piedra νίνα, desechada por 10s hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, tambien vosotros, ωαΙ piedras vivas, entra(1 en Ια construccίόn de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrijicios espirituales, aceptos α Dios por medίαcίόn dc' ]esucristo (l Ρ 2,4-5). Estas palabras aluden a υη salmo citado en 10s evangelios: «ΙίΙ piedra que 10s constructores desecharon en piedra angular se ha convertido» (Sal118,22, citado en Mt 21,42). Εη este caso, el aΡelί1­ tivo «piedras vivas» se aplica a 10s cristianos que deben contribuir .1 la edίficacίόn del Templ0 habitado por el Espiritu 5anto, Templo cuya piedra angular es Cristo. Sobre este texto se injerta υη oraculo de Isaias sobre el templ0 de 10s tiempos mesianicos: «He aquί que ΥΟ pongo por fundamento en 5ίόη una piedra elegida, angular, preciosa Υ fundamental: quien tuviere fe en ella ηο vacilara» (Is 28,16). Segιin sea la actitud de la persona, fe ο rechazo a creer, la piedra es principio de saΙvacίόη ο de Ρerdίcίόη. 1]11 ίt:ll1d \"'ci\_CΙHu d ~:>ίt: 10 ΡΙΟΡOlι::ΙΟl1ίω las LICΊusulas dc 1;1 Alianza del 5ίηaί: «Sois linaje elegido, sacerdocio real, ηacίόη sanl.l, puebl0 adquirido» (l Ρ 2,9). Este pasaje de Εχ 19,5-6 es citado segίιιι la traduccίόn griega, que acentιia su valor comunitario. Es el pLIe[)lo elegido* en su totalidad el que es llamado, en medio de las naciones, a cumplir la funcίόη sacerdotal de proclamar la Palabra Υ hacer 1<1 ofrenda espiritual de una vida santa. Νο se trata en este caso de 1<1

CARTAS CΑτόΙΙCΑS

tarea propia de los responsables de la comunidad, sino de la mίsίόη de toda la Iglesia*: los «sacrificios espirituales agradables a Dios» que hay que ofrecer mediante Jesucristo ηο son otros que la νida concreta de 10s fieles, cuyos diνersos aspectos Pedro detalla a contiηuacίόη. Inspirandose finalmente en Oseas (Os 1,6.9; 2,1.25), que eνocaba el Ρerdόη de 10s hijos de Israel mediante el cambio de nombre, Pedro presenta a 10s conνertidos, νenidos en su mayoria del paganismo, como el pueblo de Dios que ha obtenido misericordia. Todo este pasaje 10 retοmό el Concilio Vaticano ΙΙ. DEBERES DE LOS CRISTIANOS

Los cristianos ηο tienen en la tierra ciudad permanente, νiνen como peregrinos a semejanza de 10s patriarcas. Eso ηο significa que se desinteresen del mundo. Segίin la ίηνίtacίόη de Cristo en el sermόη de la montana (Mt 5,16), deben «tener en medio de 10s gentiles una conducta ejemplar [...] a fin de que, a la νista de νuestras bellas obras» (l Ρ 2,12) desarmen las preνenciones hostiles Υ conduzcan a 10s paganos a glorificar a Dios. Deben ejercer su apostolado mediante el ejempl0. Υ eso tanto en la νida familiar como en las relaciones con 10s poderes publicos (2,15-16). Sin embargo, la obediencia que se les pide ηο tiene nada de serνil. Utilizando el libro de 10s Proνerbios (Pr 24,21) que prescribe el temor a Dios Υ al rey, Pedro distingue el temor de Dios de 10s honores al rey, con 10 que excluye el culto imperial. Es de notar tambien la importancia que da al respeto a todos 10s seres humanos Υ al amor a 10s hermanos en la fe. La esclaνitud era la tara de la sociedad greco-romana. Se podrIa esperar del Nueνo Testamento su condena firme, pero eso supondrIa olνidar que los cristianos eran una Infima minorla en el Imperio, perfectamente incapaz, por tanto, de promoνer una reforma social.

REFERENCIA

EL

SA(;J::1illU(;ίO ΗΕΑ!..ι SΕGύΝ El.ι VATI(;ANU 11

Cristo Seίior, Pontifice tomado de entre 10s hombres, de su nuevo pueb10 hizo «un reino Υ sacerdotes para Dios, su Padre». Los bautizados, en efecto, son consagrados ροτ 1a regeneraciόn Υ 1a unciόn de1 Espiritu Santo como casa espiritua1 Υ sacerdocio

494

santo, para que, ροτ medio de toda obra de1 hombre cristiano, ofrezcan sacrificios espirituales Υ anuncien e1 poder de Aque1 que 10s ΙΙamό de 1as tinieb1as a su admirab1e 1uz

(Lumen Gentium, 10).

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PRIMERA CARTA

ΟΕ

PEDRO

Sό10 Pab10 en su carta a FίΙemόη invita explίcitamente a este aIno cristiano a dejar en libertad a Onesimo, ιιη esclavo que le habίa perjudicado. Pedro, por su parte, se situa en el plano espiritual, orientandose a dar a los esclavos toda su dignidad: lllO son e110s en 1<1 comunidad 1a imagen viva de Cristo sufriente? E110s deben vivir 1<1 bienaventuranza de los perseguidos: «Porque es meritorio tolerar penas, por cοηsίderacίόη a Dios, cuando se sufre injustamentl'. lPues que gloria hay en soportar los golpes cuando habeis faltado?» (2,19-20). ΕΙ deber de sumίsίόη ηο es incondicional. Ape1ando a 1<\ conciencia de los esclavos para negarse a realizar un acto injusto, Pedro les considera ηο como cosas de sus amos, sino como person,1s responsables. Apoya estas consignas, que pueden parecer austeras, en el ejel1lρΙο del Siervo sufriente de Ιsaίas: «Ει ha sido herido por nuestr,1S rebeΙdίas, molido por nuestras cu1pas. ΕΙ SΟΡοrtό e1 castigo que ηο.<, trae 1a paz, Υ con sus cardena1es hemos sido curados. [...] Fue opril1lido, Υ e1 se humί11ό Υ ηο abrίό la boca. Como ιιη cordero al degϋe­ 110 era 11evado» (Is 53,5-7, citado por alusiones en 1 Ρ 2,21-24) [vease ρ. 278]. Ya antes se habίa inspirado en el Cristo. Mediante SlI slIfrimiento obtuvo el Ρerdόη, el «que sobre el madero ΙΙevό nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, vivieramos para la justicia» (Ι Ρ 2,24). De ahί brota cual es el cornportarniento que se espera de 10s cristianos: «Νο devolvais ma1 por mal, ηί insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habeis sido 11amados a heredar 1a bendίcίόη ...» (3,8-12). Sin duda esta confianza en Dios esta expuesta al desmentido tie 10s hechos. Εη esas situaciones, Pedro invita a la vaΙeηtίa Υ a1 testimonio, en terminos que a 10s cristianos de todos 10s tiempos, principa1mente a 10s que viven en ιιπ mundo hastiado de todo, 1es viene bien οίr: «Estad siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida raΖόη de vuestra esperanza. Pero hacedlo con du1zura Υ respeto. Mantened una buena conciencia» (Ι Ρ 3,15-16). ΕΙ apostolatio tiene sus raίces en la esperanza Υ exige e1 respeto a las personas. Ηι bVANGELIO ANUNCIADO Α TODOS, INCLUSO Α LOS MUERTOS

Pues tambien Cristo, para llevarnos α Dios, mιιrίό una sola vez por los pecados, el justo por 105 injustos, muerto en Ια carne, vivificado en (,Ι eSΡίrίtu. En el eSΡίrίtu fue tambicn α predicar α 105 eSΡίrίtus encarcι'I{/­ dos, en otro tiempo incredulos, cuando 1es esperaba 1α paciencia ιJι· Dios, en los dίαs en que Νοέ construία el arca, en Ιa qιte unos ροω5, ('5

CARTAS CΑτόΙΙCΑS

decir ocho personas, fueron salvados α traves del agua; α esta corresponde ahora el bautismo que os salva Υ que no consiste en qιIitar Ιa suciedad del cuerpo, sino en pedir α Dios una buena cσnciencia por medio de Ιa Resurreccίόn de ]esucristo, que, habiendo ido aΙ cielo, estά α Ιa diestra de Dios, Υ le estάn sometidos los άngeles, las dominaciones Υ las potestades (l Ρ 3,18-22). Este pasaje inspirado en una coηfesiόη* de fe, oscuro en su extrema coηcisiόη, es como el fundamento de todas las exhortaciones que componen el cuerpo de la carta. Aparecen expresadas en ellas convicciones del autor sobre el descenso de Cristo a 10s infiernos, Υ sobre el diluvio como figura del bautismo. Cristo «en el eSΡίrίtu fue tambien a predicar a 10s eSΡίritus encarcelados». Esta eΧΡresiόη hay que unirla al anuncio, que se hace un poco mas adelante, de la Buena Noticia a 10s muertos (4,6). Tiene un sentido positivo: Cristo ηο fue sόlo a liberar a las almas de 10s justos que esperaban en el Sheol*, sino que οfreciό una ίιltima oportunidad de saΙvaciόη aun a los mayores pecadores, representados por la geηeracίόη del diluvio. Con formas llenas de imagenes, Pedro quiere decir que Cristo, al bajar el mismo hasta la oscuridad de su propia tumba, ofrece a todos 10s seres humanos, sea cual sea la epoca en que vivieron, la posibilidad de su saΙvacίόη. ΕΙ tema de la bajada a 10s infiernos, sobriamente mencionado en el SίmbοΙ0 de 10s ΑΡόs­ toles, coηοcίό desarrollos muy amplios en 10s aΡόcrίfοs que, luego, inspiraron la iconografίa del Sabado Santo. ΕΙ arca de Noe se coηvirtiό pronto en un sίmbοΙ0 de la Iglesia. ΕΙ agua que 10 tragό todo era, simultaneamente, la que llevaba sobre sί DOCUMENTO

EL DE5CEN50 DE CRISTO Α

la sobriedad del texto de Pedro se contraponen los relatos drarnaticos de varios aΡόcrίfοs. Cristo fuerza las puertas del Hades* para liberar a Adan Υ Eva Υ a los patriarcas. Α titulo de ejernplo, he aqui algunos extractos del EvangeJio de BartoJome, un aΡόcrίfο'" cornpuesto, redactado en griego sobre la base de tradiciones antiguas. Jesίls se dirige al aΡόstοl Bartolorne: ((Cuando desapareci de 1a cruz, es que baje a1 infierno para sacar de a1Ji a Adan Υ a todos 105 que con e1 se encontraban, accediendo a 1a supJica de1 arcange1 Migue1». Dice entonces Barto10me: (c!Yque significa-

496

Α L05 INFIERNOS

ba aquella νΟΖ que se ΟΥό?». ReSΡόnde1e Jesus: «Era 1a voz deJ 1nfierno, que decia a Belia1: 'Ά mi modo de ver, Dios se ha hecho presente aqui". (Cuando descendi, pues, con mis ange1es a11nfierno para romper 10s cerrojos Υ 1as puertas de bronce, decia este Β1 U1ablo: "Me parece como SI V1n1era U10S a 1a tierra". Υ 10s ange1es dirigian sus c1amores a Jas potestades diciendo: 'Ά1Ζad, ioh principes!, las puertas Υ haced correr 10s cance1es eterna1es, porque e1 Rey de 1a gloτίΒ va a bajar a Ja tierra "».) Υ e11nfierno dijo: ((ι! Quien es este Rey de 1a gJoria que viene deJ cie10 hacia nosotros?» (1,9-12;trad. de Aurelio de Santos Otero).

ΙΑ

PRIMERA CARTA

ΟΕ

PEDRO

el arca. Εη este sentido, eνoca el agua del bautismo, que destruye el pecado Υ proporciona la νida. ΕΙ bautismo «ηο consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurreccίόη de Jesucristo» (3,21). De esta eΧΡοsίcίόη dogmatica, Pedro saca las consecuencias: «Ya que Cristo Ρadecίό en la carne, armaos tambien νosotros de este mismo pensamiento: quien padece en la carne, ha roto con el pecado» (4,1). Α pesar del sarcasmo de sus antiguos amigos, 10s fieles deben perseνerar en su ruptura con la dίsοlucίόη de un mundo ίdό­ latra. Confrontados con un mundo hostil, 10s fieles sόΙ0 podran mantenerse en pie si forman una νerdadera comunidad: «Ante todo, tened entre νosotros intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados. Sed hospitalarios unos con otros sin murmurar» (4,8-9). Se inνita a cada uno a que ponga a dίSΡοsίcίόη de 10s demas 10s dones particulares, ο carismas, que ha recibido de Dios. ύΙ:Τ1ΜΑS RECOMENDACIONES

Antes de presentar sus directrices a 10s ancianos (presb1teros) [νέase ρ. 530], Pedro se presenta a S1 mismo con simplicidad como un cic ellos. Es testigo de 10s sufrimientos de Cristo Υ espera la gloria futura. «Apacentad la grey de Dios que os esta encomendada, νigi1ando, ηο forzados, sino νoluntariamente, segύη Dios; ηο por mezquil10 afan de ganancia, sino de coraΖόη» (1 Ρ 5,2). La autoridad el1 1<1 Iglesia debe ejercerse con un espiritu de serνicio a ίmίtacίόη del BueIl Pastor, que ηο dudo en 1aνar los pies a sus discIpulos (Jn 13,12-] 7). La eχhοrtacίόη fina1 se dirige de nuevo a todos 10s fie1es. Retol11<1 10s grandes temas espirituales de la carta: humildad, νigilancia, COI1fianza, a pesar de 10s ataques del demonio. Los ν1ncu10s fratern,1les entre 1as comunidades son un apoyo para 10s perseguidos «sabiel1lio que vuestros hermanos que estan en el mundo soportan 10s mislllos sufrimientos» (l Ρ 5,9). Una fraternidad que νa mas alla de 1<1S comunidades 10cales, unida, tanto en 1as pruebas como en 1a espl'... ~ .. ,. . ,- 1._ ~-~.11·J-,-;J .......;] """'~ ... +,.,." .......... " __ ~""""""",h .... ,,,ro • ........... '"' ldJlLa, 1-"'-.>1 Ια ~UJ. Udi iudU L~ll.! L. "U" .l.lJ.H..... J.J.lLJ.J. voJ. u.i..Lu

para 1a Ig1esia

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uniνersa1.

ED.C.

11.3. LAS ύΙΤΙΜΑS CARTAS

Ε

L final del siglo ι es υη periodo bisagra en la historia de la Iglesia*. Ya habίaη muerto los aΡόstοles Υ la οrgaηiΖaciόη de la comunidades seguίa siendo fπίgil. Con Ignacio de Αηtiοquίa [vease ρ. 525] se fortalecera la estructura tripartita del ministerio: el obispo a la cabeza de1 colegio de 10s presbίteros [vease ρ. 482], Υ 10s diaconos al servicio de1 obispo. Se plantean problemas nuevos: el retorno de Cristo que se daba por cercano se hacίa esperar, 10 que proνocaba la teηtaciόη de1 escepticismo en unos ο e1 recurso a una espiritua1idad intempora1 Υ desencarnada en otros (el gnosticismo*). lQuien tomara la palabra en esta difίcil situaciόη? Εχistίaη ya colecciones de escritos que circulaban de comunidad en comunidad: cartas de Pab10, eνangelios, pero ηο bastaban para responder a las nueνas cuestiones que se planteaban. Aparecen, entonces, nueνos escritos que se presentan como la actua1iΖaciόη de la νΟΖ aΡοstόlica. La atribuciόη a Pablo ο a Pedro ο a Judas corresponde a υη procedimiento corriente en aquella epoca, la pseudonimia, que conviene νaciar de la coηηοtaciόη negatiνa que Ροdrίa presuponer1e la palabra pseudos (mentira). lNo se atribuίaη a 10s fundadores de 1as escuelas fi10sόficas 10s comentarios redactados por sus discίΡu10S? Algunos de esos escritos ηο llegaron a ser admitidos en el canon de las Escrituras, por ejemp10 1a Didaje (Ensefianza de 10s ΑΡόstο1es) [vease ρ. 527], que ηο por eso dejarίa de tener υη influjo considerab1e. Otros escritos sί seran admitidos, ηο sin dudas en a1gunos casos. Vamos a presentarlos breνemente con 1a ΡreΟCUΡaciόη de resa1tar su aΡοrtaciόη pecu1iar en 1a situaciόη que acabamos de evocar. SEGUNDA CARTA Α LOS TESALONICENSES

La segunda carta de Pab10 a 10s Tesalonicenses se parece mucho a 1a primera: 10s mismos remitentes, Pablo, Silνano Υ Timoteo, 10s mismos destinatarios Υ, a grandes rasgos, 10s mismos temas. Muchas expresiones de 1a segunda estan tomadas de la primera. Pero, mien499

CARTAS CAT6LICAS

tras que en un caso Pablo consolaba a 10s tesalonicenses que deploraban que sus padres hubieran muerto antes de la Ρarusίa que creί­ an cercana, en este caso Pablo insiste en 10s plazos de demora antes de que acontezca la venida del Dίa del Sefior. Εη apariencia, la carta fue escrita en Corinto, unos meses despues de la primera. lPor que, entonces, tanta insistencia en la autenticidad del documento distinguiendole de las cartas falsas (2 Ts 3,17)? Este tipo de coηcΙusίόη hace pensar en 10s procedimientos clasicos de la pseudonimia. Sin que sea posible precisar la fecha ηί las circunstancias de la redaccίόη, esta segunda carta a 10s Tesalonicenses hay que atribuirla a un dίscί­ pulo de Pablo que, inspirandose en la primera, aporta una respuesta a algunos nuevos interrogantes. ΕΙ calculo de 10s plazos de vencimiento Υ del fina1 ha preocupado siempre a 10s eSΡίrίtus. Ya Jeslls declaraba que respecto al final de 10s tiempos nadie conοcίa ηί e1 dίa ηί la hora, ηί siquiera 10s angeles, ηί siquiera e1 Hijo, sino solamente el Padre (Mc 13,32). Εη conformidad con la tradίcjόn apocalίptica*, el autor desarrolla, en este caso, la naturaleza de 10s signos precursores, Υ particularmente 1as artimafias del Adversario por excelencia. Εη ese marco, volvemos a encontrar expresiones del Antjguo Testamento sobre la venida de Djos como juez de las naciones. Ιο esencial de la eΧΡοsίcίόη recae sobre 10s acontecimientos precursores de la Ρarusίa* (2 Ts 2,1-12): - en primer lugar la aΡοstasίa Υ la reveΙacίόn del Hombre ίmΡίο; - el Hombre jmΡίο llevara a su cima la jmpjedad sentandose el mjsmo en el Santuario de Dios; - al presente hay «uno que retiene» su manjfestacίόn, aunque efectivamente el misterio de la impiedad esta actuando; - cuando el que ahora le retiene sea quitado de en medjo, el ΙmΡίο se revelara medjante todo tipo de prodigios realizados bajo el influjo de Satan; - al final el Sefior «con el soplo de su boca» destrujra al Ιηψίο. Esta eηumeracίόn incorpora 10s cliches clasicos de la literatura apocalίptica, especialmente 10s del1ibro de Danjel, como tambien 10 hacen el discurso de Jesus sobre la destruccίόη del Templ0 (Mc 13), e1 ApocaEpsjs de san Juan Υ el final de la Didaje. Se transparenta en fJdΙίiι.uΙdΙ ld fi~U1d Jt.: Αιιίlυω [plfdl1t.:1> (17:J-IG4 ci.C.),.::l i"cy ~iriCι que se habίa presentado como la maηjfestacjόη de Zeus Υ habίa

hecho instalar una estatua de el mismo en e1 Ten1plo de Jerusalen. Este ίdοlο es desjgnado en el primer libro de 10s Macabeos (1 Mc 1,34) como la Αbοmίηacίόη de 1a desοlacίόη. Este termino vuelve a aparecer en el apocalipsis sίηόρtίco: «Pero cuando veais la abominacίόη de la desοlacjόη erigida donde ηο debe (e1 que 1ea, que entien500

LAS ύΙΤΙΜΑS CARTAS

da), entonces, 10s queesten en Judea, huyan a 10s montes...» (Mc 13,14). Tambien es corriente la idea de que el Impio realizara prodigios seductores: «Pues surgiran falsos cristos Υ falsos profetas Υ realizaran sefiales Υ prodigios con el ΡrΟΡόsίtο de engafiar, si fuera posible, a 10s elegidos» (Mc 13,22). Ιο especifico de la segunda carta a 10s Tesalonicenses es la insistencia en «el que retiene», designado sea como una fuerza (to katekhon en neutro), sea como una persona (ho katekhόn en masculino). lDe que ο de quien se trata? Los Padres de la Iglesia νieron en ello al imperio romano que, a pesar de su idolatrla, retenla las fuerzas dcl mal Υ hacla que reinara cierta justicia. Sin embargo, mas νale abstcnerse de una ίdeηtίficacίόη demasiado precisa. La idea fundamental es que Dios es el duefio de 10s acontecimientos. ΕΙ aparente retr,150 de la Parusla, que inquietara tambien a la segunda carta de Pedro, C5 cosa de la νoluntad de Dios que es el llnico que fija 10s tiempos Υ 105 momentos. ΕΙ desencadenamiento del mal se mantiene contenido por Dios que ηο abandona a 10s suyos. Se condenaran «cuantos πο creyeron en la νerdad Υ prefirieron la iniquidad» (2 Ts 2,12). La carta termina con la ίηνίtacίόη a la perseνerancia Υ al trabajo para ganarse la νida, siguiendo el ejempl0 de Pablo. Es probable qul' en bastantes comunidades de finales del siglo ι, los fieles esperar,lll la Parusla con 10s brazos cruzados. Aunque el autor denuncia la νan,l

REFEREN(;IA EL ANrICRISTO ΕΙ termino griego antichristos (anti en el sentido adversativo «contra») s610 apareCθ en las cartas de ]uan. Se emp1ea θη plural para designar a 10s hereticos que ponen en tela de juicio la realidad de la encarnaci6n*. Bajo la forma Antecristo (ante θη sentido temporal «antes»), es emp1eado para designar a1 Adversario por excelencia, el que se manifestara al final de 10s tiempos. Νο se trata ya de un grupo, SlnO de un persona]e sobre el que se hacen converger todos 10s rasgos miιs siniestros, 10s de Antioco Epίfanes, 10S de Ner6n... Εη e1libro v de su tratado Contra 10s herejes, Ireneo se esfuerza en combinar todos 10s textos de la Escritura relativos a 10s Ultimos tiempos Υ presenta al Antecristo como el que recapJtula en Β1 toda 1a apostas1a del diab10 (V, 26,1). La

Leyenda aurea detalla 1as cuatro forma. como e1 Antecristo engaftara a 108 .ore. humanos: en primer 1ugar, 1a aslucilI qu. emp1eara para interpretar falsamenlo 1•• Escrituras; luego, mediante sus accion•• mi1agrosas; en tercer lugar, por Ιιι abun" dancia de sus dones; Υ fina1menle. por 10. suplicios que infligira. Νο es de exlranar que Lutero presentara al papa como οΙ Antecristo ni que sus adversarios 10 oon" testaran con la misma moneda. 8610 .1 reconocirniento de1 genero apocaliptloo. perrnite ηο caer θη ninguna actualiΖaciόn tendenciosa Υ mantenerse fie1 a1 eslilo aluΒίνο Υ ηο predictivo de1 texto. ΕΙ de••ncadenamiento de1 mal θη el mundo 18 man· tiene contenido por Dios; s610 el amor a Ι. verdad permite acoger la saΙvacίόn d. Dios.

;,Ο!

CARTAS CΑτόLJCΑS

agίtacίόη, tambien pide a los fie1es que ηο sean carga para nadie: ηο qulere trabajar, que tampoco coma» (2 Ts 3,10).

«Si

a1guno

CARTA DE JUDAS

Por su breνedad Υ el νlgor de su polemica, la carta de Judas es υηο de 10s escrltos mas sorprendentes del Nueνo Testamento. ΕΙ autor se presenta como Judas, hermano de Santiago; se trata sln duda de Santlago hermano del Sefior, responsable de la comunidad de Jerusalen, a qulen se le atribuye una carta. La lista eνangelica de los hermanos del Sefior Incluye efectiνamente υη Judas (Mc 6,3), cuyos nletos, simp1es campeslnos, fueron perseguidos como descendientes de Daνid en tiempos de Domiciano (Εusebίο de Cesarea, Historiα ec[esίάstίcα ΙΙΙ, 20,7). Considerando la caΙίdad del grlego de este escrlto es difίcil pensar que 10 haya escrlto υη humilde gali1eo. ΕΙ autor real es desconocido. Εη el Nueνo Testamento esta carta es υη precloso νestlgio de la tradiciόπ judeo-cristiana*. Los destlnatarlos son personas ΡrόΧίmas a corrlentes apocalίptl­ cas, pero perturbadas por lnnoνadores que se lntroduclan en sus asambleas. Sin discutlr sus tesls, Judas se centra en desacreditar a las personas. Es υη lugar comtln de la p01emica, que hay que lnterpretar con prudencla. Mas explίclta, 1a segunda carta de Pedro, dependiente de esta de Judas, denunclara el rechazo de la fe en Dios creador Υ la ηegacίόη de la Parusla. Segun Judas la reνeΙacίόη ya esta cerrada. Se dio de una νez por todas a los «santos» (ν. 3), ο sea a los aΡόst01es Υ profetas. Νο hay que salirse de ella, slno luchar por mantener 1a tradίcίόη. Νο se exc1uye necesarlamente todo progreso en 1a fe, puesto que se lnνlta a 10s fie1es a construlr su νida sobre 1a base de 1a ensefianza recibida (ν. 20). Para poner de manifiesto la graνedad de1 pecado de 10s heretlcos Υ lleνar a 10s fie1es a separarse de ellos, e1 texto pasa reνlsta a 10s grandes pecadores de 1a historla. Su castlgo prefigura el que a1canzara a 10s cu1pab1es de ahora. Se eνoca en primer 1ugar e1 castigo que sufrieron 10s israelitas rebeldes tras la salida de EgIpto (ν. 5). Vienen, luego, 10s angeles culpables por haberse υηίαο con ias hijas de los hombres, segίin e1 re1ato 1egendarIo de Gn 6,1-4, que ocupa υπ 1ugar lmportante en e11ibro de Henoc, que se clta υη poco mas adelante (ν. 6). Se nombra, a coηtίηuacίόη, a Sodoma Υ Gomorra, 1as cludades pecadoras por exce1encia (ν. 7; cf. Gn 19,1-11). Los heretlcos se consideraban, debido a sus νislones, superlores a 10s ange1es de rango mas e1eνado (νν. 8-10). Oponlendose a ellos, 502

LAS

ύΙΤΙΜΑS

CARTAS

Judas evoca el altercado entre el arcange1 Miguel, protector designado de Israel, Υ e1 diab10, sobre e1 enterramiento de1 cuerpo de Moises. Νο fue e1 mismo arcange1 e1 que Ρrοηuηcίό 1a condena, sino que se remίtίό a Dios. Es reconocib1e en esto una 1eyenda aΡόcrίfa* (Αsuncίόn de Moises). Prosigue, a coηtίηuacίόn, 1a 1ista de 10s pecadores (ν. 11) con Caln (Gn 4), Ba1aan, considerado ροτ 1a tradίcίόη judia como e1 instigador de 1a infide1idad de Israe1 (Nm 25, 1-9), Core, que se opuso a 1a autoridad de Αarόη (Nm 16,1-5). Vo1viendo a 10s desόrdeηes de 1a Ig1esia, Judas dep10ra 10s desόr­ denes que se producen en 10s «agapes», previstos para ser comidas comunitarias de caridad.lQue frutos se pueden esperar de semejantes banquetes? Una serie de comparaciones subraya 1a vacuidad dl' su agίtacίόn: «Nubes sin agua, arbo1es sin frutos, espuma de1 lllar, estrellas errantes a quienes esta reservada 1a oscuridad de 1as tinieb1as para siempre» (νν. 12-13). Su juicio es inminente. Para anU11ciar10, Judas cita e1libro de Henoc, muy en boga en 10s clrcu10s apocalίpticos judIos de 1a epoca: «Mirad, e1 Sefior ha venido con sus sa11tas mirladas para realizar e1 juicio contra todos Υ dejar convictos ίΙ todos 10s impios de todas las obras de impiedad que rea1izaron Υ dl' todas 1as pa1abras duras que hab1aron contra el10s pecadores ί111­ pios» (l Henoc 1,9, citado ροτ Judas νν. 14-15).

REFEREN(;IA EL LIBRO DE HENOC Υ LOS PROBLEMAS DEL CANON La carta de ]udas, muy rlca θη aluslones biblicas, sόΙ0 contiene una cita forma1, la del libro de Henoc, el sέφtίmο patriarca despues de Adan, arrebatado junto a Dios (Gn 5.24). ΕΙ texto citado es la traduccίόn griega de un original arameo, del que se han encontrado amplios extractos θη Qumran. La obra completa sόΙ0 se ha conservado en lengua etiope, de ahi el nombre de Henoc etίope que se da a esta extensa cοmΡilacίόn. ΕΙ libro dc Hcncc comienza ccn una descrίΡcίόn de la venida de Dios para el juicio. Es el pasaje que cita ]udas. Α contlnuacίόn, Henoc debe hacer saber a 10s angeles caidos su cοndenacίόn definitiva. Vislta 10s lugares donde esperan 10s espirltus de 10s difuntos, el jardin del Eden, revela el calendarlo celeste que hay que respetar para que la liturgia sea vaIida.

Siguiendo 10s pasos de la reveΙacίόn d. Danlel 7, la seccίόn llamada de 1•• Parabolas atribuye el juicio al Hijo d.I hombre. Muy importante para comprender la utίιiΖacίόn del termίno «Hijo dal hombre» en 105 evangeli05, οβΙιι pιtrI. parece haber sido escrita θη las inmodIA·· Clones de la era crlstlana. Νο se puede declr que para ]ud••, como tampoco para Qumran*, ο1 canon· judio este definitivamente cerrado. Ιιι lοΥ· de ΜοίΖέΖ co:nstituye su :nucleo central; 1011 Salmos Υ 10s libros profeticos ιίοηοη ν.Ιοι normativo. En torno a estos circulol σοη· centricos gravitan otros escrltos. acept.dos por unas comunidades Υ ηο ροι olr••. ΕΙ autor de la segunda carta de Podro •• muestra mas restrictivo que ]UdII8 οη .u. referencias; ηο cita a Henoc ni alude Λ Ι. Asunciόn de Moises.

50.~

CARTAS CΑτόLΙCΑS

Los ίιltimos tiempos quedan caracterizados, efectiνamente, Ρrοlίferacίόη de errores, proferidos por «hombres sarcasticos νiνiran segun sus propias pasiones ίmΡίas» (ν. 18; ηο se sabe a

por que que remite este miembro de la frase, que se presenta como una cita). Tan orgullosas de sus pretendidas νisiones, esas gentes ηο pasan de ser «ρsίquίcos», con un alma (psiche) meramente humana, estan desproνistos del ΕSΡίrίtu de Dios. Por el contrario, 10s fieles deben edificar su νida sobre la fe: «orando en el ΕSΡίrίtu Santo, manteneos en la caridad de Dios, aguardando lamisericordia de nuestro Sefior Jesucristo para νida eterna» (Judas 20-21). Εη reΙacίόη con 10s hereticos tοdaνίa dubitatiνos, Judas promueνe una actitud de dialogo, pero con 10s endurecidos se impone la mayor prudencia.

la

SEGUNDA CARTA DE PEDRO

La segunda carta de Pedro presenta dos caracterίstίcas muy distintas de la primera: si una impresiona por sus cordiales exhortaciones, la otra corre el riesgo de repeler por la νiolencia de su polemica (2 Ρ 2). La primera tiene un estilo directo, Υ la segunda, por el contrario, rebuscado, con abundancia de palabras raras nada faciles de traducir. Autor Υ origen ΕΙ autor se presenta como Sίmόη Pedro, aΡόstοl de Jesucristo, testigo de la traηsfiguracίόη de Cristo (1,16). Dando continuidad a una primera carta (3,1), se propone ofrecer como un resumen de su ensefianza, para que, despues de su muerte ya Ρrόχίma (1,14), 10s fieles se νean fortalecidos contra 10s errores que amenazan a la νer­ dadera fe. Son las mismas preocupaciones que caracterizan 10s «discursos de despedida», genero literario ampliamente conocido en el judaίs­ mo* Υ en el Nueνo Testamento. Εη el marco de un testamento espiritual, un dίscίΡuΙ0 actualiza las ensefianzas de su maestro. Αsί son 10s discursos de despedida de Jesus en el eνangelio segun Juan, caΡί­ tulos 13-17, de Pablo en 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles (20,18-35) Υ la segunda carta a Timoteo. Εη nuestro caso, son numerosas las expre(';OllDr quo"'.i..;. ;ll"l'tan ...

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mantenga despiertos Υ νigilantes (1,13) Υ estimule para 10s necesarios discernimientos. ~Cual es el error que con tanta νirulencia denuncia el caΡίtuΙ0 2, en terminos muy Ρrόχίmοs a 10s de Judas? Sobre todo el escepticismo desengafiado de 10s que han dejado de esperar el retorno (la Ρarusίa) del Sefior (3,4). Son gentes que adoptan el punto de νista de 10s griegos* que creen que la materia ha existido siempre, ηο 504

LAS ύΙΤΙΜΑS CARTAS

admiten su creacίόη por Dios Υ ponen enduda el juicio del mundo. Sin duda se apoyan en υη Pablo mal comprendido. Frente a sus propuestas desorientadas, Pedro el autor recuerda 10s fundamentos dc la fe: - el testimonio de 10s aΡόstοles sobre la maηίfestacίόη de la gloria de Cristo en la traηsfiguracίόη, aηtίcίΡacίόη de su retorno; - la ίηSΡίracίόη de la Escritura que es necesario interpretar segύn la tradίcίόη; - las cartas de Pablo que hay que entender bien (3,15-16). Α diferencia de la carta de Judas, el autor elimina las referencias a obras judίas ηο reconocidas como inspiradas (Henoc, Αsuncίόn de MoisCs). La segunda carta de Pedro se muestra asί como υη buen hito en la fοrmacίόη del canon de las Escrituras: al Antiguo Testamento recibido de 10s judίοs se afiaden 10s relatos sobre la νida de Cristo Υ las cartas aΡοstόlίcas (Pedro, Pablo, Judas). De esta forma, este escrito es υηο de 10s ύltimos del Nueνo Testamento, quiza incluso el ύΙtίmο. Utilizado primero en Egipto, sόΙ0 progresiνamente fue reconocido por las demas Iglesias. Se le atribuye a υη discIpulo lejaηο de Pedro, que νίνίa en ΑΙejaηdrίa, comunidad que se seηtίa νίη­ culada a Marcos, el interprete de Pedro. ΑΙ

hilo del texto Despues del saludo de apertura, el autor inνita a 10s fieles a tomar conciencia de la grandeza de su νοcacίόη: lllO han sido llamados a participar en la «naturaleza diνina» (1,4)? Es la ύηίca νez que esta eΧΡresίόη aparece en el Nueνo Testamento, Υ llegara a desempefiar υη gran papel teοlόgίco; particularmente en Oriente fue la base de la doctrina de la dίνίηίΖacίόη progresiνa de 10s fieles que dejan que la gracia haga plenamente su obra en ellos. Exhortando al progreso en la νida cristiana, el autor enumera las νirtudes: se trata de «afiadir a νuestra fe la νirtud, a la νirtud el conocimiento, al conocimiento la templanza» (1,5). Υ en la cima se encuentra la caridad: «Pues asί se os dara amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Senor Υ Salνador Jesucristo» (1,11). Este tίtulo dc Salνador νolνera a aparecer insistentemente para designar a Jesύs: ηο es sόΙ0 cuestίόη de conocimiento, como piensan 10s adνersarios d

10~

qut denUlKla V1gOlusaHlente, S1110 dt saΙγaciόη.

Despues de este preambul0 bastante general, se entra en el centro de la cuestίόη. ΕΙ autor νa a transmitir, de a1gύη modo, el testamento espiritual de Pedro, para que 10s fieles esten preνenidos contra 10s errores que les amenazan: «Pondre empefio en que, en todo momento, despues de mi partida, podais recordar estas cosas» (1,15). Εη este marco se eνoca la transfiguracίόη, cuya νerdad se οροπe a 10s mitos paganos. Pedro, en tanto que testigo, insiste en la g10rίίΙ 50;

CARTAS CΑτόLICΑS

de la νisiόη, que es presentada como υη signo precursor de la Parusla del Sefior Jesucristo: Porque recίbίό de Dios Padre honor Υ gloria, cuando Ιa sublime Gloria le dίrίgίό esta voz: «Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco». Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con έΙ en el monte santo (2 Ρ 1, 17-18). Es interesante comparar este pasaje con sus paralelos en los evangelios (Mt 17,1-8, etc.). La misma νοι divina declara: «Este es mi Hijo muy amado, en quien me complazco». Pero ηο aparecen ni Moises ni Elias. ΕΙ autor centra su interes en la palabra. Υ plantea el problema de la recta iηterΡretaciόη de la Escritura: «Ninguna profecίa de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca profecIa alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres, movidos por el Espiritu Santo, han hablado de parte de Dios» (1,20-21). Puede compararse este texto con 2 Tm 3,16, segιin el cual «toda Escritura es inspirada por Dios». ΕΙ primer texto se centra en la actividad de los autores sagrados, el otro en sus escritos. ΕΙ Espiritu de Dios es el que actύa siempre; Υ guia tambien la interΡretaciόη en conformidad con el testimonio de los aΡόstοles. Quienes ensefian falsas doctrinas son acusados de inmoralidad Υ comparados a 10s grandes pecadores del pasado (2 Ρ 2). Εη esto, el texto sigue de cerca la carta de Judas, pero eliminando las referencias a 10s textos ηο caηόηicos. Los primeros culpables son 10s angeles infieles arrojados al Tartaro en espera del Juicio (2,6). ΕΙ diluvio se tragό a 10s pecadores que, segιin la tradiciόη judIa, hablan rechazado dar oidos a la llamada a la coηνersiόη que les habia hecho Noe, «heraldo de la justicia» (2,5). La historia de Lot muestra que «el Sefior sabe librar de la prueba a 10s piadosos Υ guardar a 10s impIos para castigarles en el dla del Juicio» (2,9). Creyendose 5uperiores a 105 angeles, 10s falsos doctores «no temen insultar a las Glorias» (2,10), siendo asl que el juicio esta reservado a Dios. Los imΡίοs siguen la νοι de Balaan «que amό un salario de iniquidad, pero fue reprendido por su mala acciόn» (2, 15-16). Tambien en esto Pedro sigue la tradiciόη judia que ve en Balaan el prototipo del adivino que profetiza por amor al dinero. ί vease νοΙ 1, ρ. 2 ϊ7]. ΕΙ exito de los falsos doctores procede de la promesa de libertad que dirigen a 10s oyentes. Pero esa pretendida libertad ηο es, de hecho, mas que libertinaje, retorno a los desvarlos del pasado (2 Ρ 2,19). Merece ser denunciada, cosa que el autor hace inspirandose en proverbios: «el perro vuelve a su νόmitο» Υ «la puerca lavada, a revolcarse en el cieno» (2,22). 506

LAS ύΙΤΙΜΑS CARTAS

Renovando sus advertencias, el autor recuerda que el pulular dc errores es una caracterlstica de 10s ύltimos tiempos. Ya 10 habί,l anunciado Jesus: «Surgiran muchos falsos profetas que engafiaran ,1 muchos» (Mt 24,11). lDe que crisis se trata ahora? Impregnados lie concepciones griegas, los hereticos ponen en duda la creacίόη Υ rechazan la esperanza de la Parusla: «lDόηde queda la promesa de su Venida? Pues desde que murieron 10s Padres, todo sigue como al principio de la creacίόη» (2 Ρ 3,4). Los hereticos olvidan que Dios ha creado el mundo por su Palabra Υ que el diluvio fue como un preludio del gran Juicio, e ignoran el valor del tiempo de Dios: «Ante ('Ι Sefior un dia es como mil afios Υ mil afios, como un dia» (3,8). ΕΙ retraso aparente del Sefior es sefial de su misericordia. Quiere ql1C nadie perezca Υ, por el contrario, que todos tengan tiempo para arrepentirse. Esta afirmacίόη sobre la universalidad de la llamada a 1<1 saΙvacίόη suaviza la acritud de la polemica precedente. Pero ηο por eso el juicio dejara de llegar, marcado por el abrasamiento universal, antes de que lleguen 10s nuevos cielos Υ una tierra nueva «en 10s ql1C habite la justicia» (3,13). Las ultimas advertencias dejan entrever dόηde se encuentra Ia fuente de 10s errores que denuncia la carta: son las interpretaciones laxistas de las cartas de Pablo, una coΙeccίόη de las cuales ya circulaba por las Iglesias. Podemos leer estas afirmaciones que hacen sonreίr allector moderno, que ηο pocas veces esta muy de acuerdo con el autor de la segunda carta de Pedro: «Aunque hay en ellas [en las cartas de Pabl0] cosas difίciles de entender, que 10s ignorantes Υ los debiles interpretan torcidamente -como tambien las demas Escrituras- para su propia Ρerdίcίόη» (3,16). Como tambien poden10S constatarlo por la carta de Santiago, la doctrina de Pablo ο de sus dίscίΡUΙοs causό problemas en bastantes comunidades. Α pesar de la brevedad del tiempo en el que se escalona la escritura del Nuevo Testamento (alrededor de 70 afios, del afio 50 aI120), las ύltimas obras que se redactaron muestran ya las dificultades dc ίηterΡretacίόη que planteaban las primeras. Aunque la Iglesia neccsita leer las Escrituras, porque en ellas estan todas sus raίces, caemos en la cuenta de que ya desde el comienzo plantearon dificultades ιΙι' ίηterΡretacίόη.

ED.C.

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12 PROLONGACIONES

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AS pro1ongaciones de 1a historia cu1tura1 de 1a Bib1ia se pueden examinar en dos campos entre otros: en e1 de 1a eΧΡansίόn geοgrά[ica de1 cristianismo Υ su receΡcίόn en 10s nuevos άmbίtοs cu1tura1es, Υ en e1 de 10s discursos de insercίόn en e1 universo cu1tura1 greco-romano de aquella fe que habia nacido en e1 άmbίtο semitico. En 10 que toca a1 sig10 ι, a1 que se 1imita 1a eΧΡοsίcίόn que vamos α hacer, hay que reconocer que muchos aspectos de estos dos campos se mantienen ve1ados por carencia de testimonios hίstόrίcos directos Υ comp1etos.

509

12.1. Ει CRISTIANISMO ΕΝ ΕΙ

SIGLO Ι, FUERA DEL NUEVO TESTAMENTO

cristiana reposa en una paradoja: un pequefιo nllmero de adheridos al comienzo, Υ decenas de miles dos siglos despues. Es difίcil cifrar el nllmero de cristianos existentes al terminar el sigl0 ι, pero, de manera desigual sin duda, segun las regiones, habίaη invadido 10 esencial del mundo entonces conocido, el mundo del imperio romano. lCόmο se explica este feηόmeηο? Entre 10s factores que favorecieron esa eΧΡaηsίόη, el gran exegeta protestante del siglo χιχ Α. Harnack enumera sin orden de importancia: la relativa unidad del mundo de entonces marcado por el helenismo (1engua Υ filosofίa), la dοmίηacίόη imperial, e1 sistema viario de 10s romanos, 1a coηvίccίόη dominante de una sociedad humana igualitaria en derechos Υ deberes, la descomΡοsίcίόη de las culturas ίηdίgeηas, 1a tolerancia re1igiosa romana, 1a οrgaηίΖacίόη imperial hasta en 10s niveles provinciales Υ 10cales, el paso de las evidencias cίeηtίficas a 1as aspiraciones religiosas mίstίcas. Todos estos factores favorecieron la eΧΡaηsίόη del cristianismo fuera de sus fronteras palestinas. Concretamente, 1a dίSΡersίόη cristiana inicial se reaΙίΖό sin duda apoyandose en 1as huellas de1 judaίsmο* antes de que se produjera una ruptura definitiva con el para ir a una apertur'"1 rΑcι-ιρ!+"1 "11 m"ndA rTr.oro .rnmanA En .oC'f-e "\C'""ertA Ωα ..I..1."J h."r ,.,1 ... .... "vJ:-' menospreciar la importancia de 10s misioneros, empezando por san Pablo; 10s ciudadanos itinerantes de1 imperio romano (militares, comerciantes) fueron tambien puntas de flecha de la dίfusίόη de 1a nueva fe Υ comp1etaron la accίόη directamente misionera. Los Hechos de 10s ΑΡόstοles nos informan ampliamente de 10s οrίgeηes aΡοstό1ίcos de la Iglesia* metrόΡο1ί deΑηtίοquίa, capital de

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511

PROLONGAClONES

Siria Υ de las Iglesias que bordeaban la parte norte del ΜedίterπΙηeο. Las comunidades de AntioquIa emigraron a Tiro, Sίdόη, Damasco Υ hacia el Eufrates al este. Por las cartas de Pablo particularmente conocemos la Ρeηetracίόη cristiana en Asia Menor Υ hasta Roma, bajo el impulso de Pablo Υ de Pedro. San Pablo Υ su equipo recorrieron las bandas costeras del Mediterraneo (Mare nostrum) arriesgandose frecuentemente hacia el interior por las vias romanas todavia hoy observables en Asia Menor. Al comienzo, 10s misioneros buscaban el contacto con las comunidades de la Diaspora* judIa asentada en las zonas, πο sin pasarl0 mal en muchas ocasiones, pero ese modo de proceder implicaba tambien que trababan contactos con simpatizantes ηο judIos de esas comunidades. Culturalmente, por tanto, el Evangelio* era acogido por oyentes abiertos a su cultura semltica de origen, Υ el gran desafίo cristianos sera introducirlo en la cultura greco-romana. Α 10s ojos de 10s paganos*, la ruptura con el judaIsmo fue lenta, Υ la coηfusίόη de las dos comunidades Ρersίstίό durante largos afios. Asi Suetonio, υη historiador r01nano de finales del sigl0 Ι, ηο es muy capaz de distinguir con claridad a 10s cristianos de 10s judios. Εη su historia del emperador C1audio, justifica el edicto de C1audio del afio 49 (lO de141 ?): «ΕΧΡuΙsό de Roma a 10s judios, que provocaban alborotos continuamente a ίηstίgacίόη de Cresto» (Suetonio, Vida de Claudio 25,4). Esta meηcίόη implica que 10s fautores de 10s disturbios eran 10s judios, judeo-cristianos* sin duda; el mismo Suetonio, como su colega Tacito, se hace eco de 10s chismes que circulaban sobre ellos: para el, el cristianismo es una perniciosa SUΡerstίcίόη (Vida de Νerόn, 16); para Tacito, 10s cristianos son seres odiosos, dignos de 10s peores castigos, porque sus asambleas se resumen en orgias que llegan hasta ]a antropofagia (Anales, 15). [vease ρρ. 56 Υ 466] . Menos documentada, la Ρeηetracίόη cristiana en Ia periferia de las Iglesias clasicas ofrece una imagen diferente de la eΧΡaηsίόη cristiana en e] siglo 1. ΕΙ Evangelio ΙΙegό a las comunidades que Pablo ηί fuηdό ηί frecueηtό bastante mas rapidamente de 10 que solemos imaginarnos. Muy pronto, hacia el afio 67 d.C., poco antes de la destruccίόη del Templo de Jerusalen, cristianos de Jerusalen se refugiaron en Pela, una cίuάad de 1a u~capu1is, αί ~ω Jt:i idgu TiLC:ildJcs, dando fe a υη oraculo de υη profeta de ]a comunidad de Jerusalen que recordaba la orden de Jesus de huir a las colinas (Mc 13, 14; Eusebio, Historia ecΙesίάstίca, ΠΙ, 5). υη sarcόfago de finales del sigl0 ι descubierto bajo el abside de la basilica oeste constituye, al parecer, υηο de 10s escasos testimonios de esta comunidad. Estos cristianos serlan nazarenos* judeo-cristianos que, sobre el terreno, se unieron 512

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CRISTIANISMO

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SIGLO

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a e1ementos judίοs para dar origen a 10s ebionitas* conocidos por 1as Pseudo-Clementinas mas tardίas. Eran sectarios Υ dejaron su 1ugar a una comunidad griega a mediados del siglo ΙΙ, en 1a que destacό Αrίstόη, uno de 10s mas antiguos apologistas del cristianismo. Se puede pensar que Pe1a fue e1 centro de una eΧΡaηsίόη hacia e1 este para una evaηge1ίΖacίόη faci1itada por e1 uso de una 1engua popu1ar comun, e1 arameo. Muchos investigadores, con todo, ηο aceptan esta mίgracίόη hacia Pe1a, aun reconociendo 1a gran antigίiedad de1 cristianismo de1 este sirio. A1gunas comunidades, bien conocidas mas tarde, se colocaron rapidamente bajo e1 patronazgo de 10s aΡόstοles que habrίaη ido a evange1izar1as. La resefia de su fuηdacίόη dio 1ugar a re1atos esencia1mente legendarios ο a sίηtesίs mas tardίas, como e1 texto de la coηversίόη de un alto funcionario de la reina Candace de Etiopia:

Un άngeΙ del Seiior habΙό asl a Felipe: «Levάntate γ marcha hacil1 el sur por el camino que baja de JerusaZen a Gaza. Es desierto». Se Ιevantό γ Ρartίό. Υ he aqui queun etiope eunuco, alto funciollario (ie Candace, reina de los etiopes, que estaba a cargo de todos sus tesoros, γ habia venido a adorar en Jerusalcn, regresaba sentado en su caΓTo, leyendo αΙ profeta Isalas. ΕΙ Espiritu dijo a Felipe: «Accrcate γ pOlIte junto a ese caΓTO». Felipe coπίό hasta ει γ le ογό leer αΙ profeta Isaias; γ le Ρreguntό: «~Entiendes Ιο que vas leyendo?». ΕΙ reSΡοndίό: «~Cόιnο Ιο puedo entender si nadie me hace de guia?». Υ rοgό a Felipe qIle subiese γ se sentase con ει. [...) Felipe entonces tοmό Ια palabra γ, paι'­ tiendo de este texto de Ια Eseritura, se puso a anunciarle 1α Buena Nueva cie JesίIs. Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde halJίa agua. ΕΙ eunllco dijo: «Aqui hay agua; ~qui inιpide que γο sea bautizado?». Υ mandό detener el carro. Bajaron ambos αΙ agua, Felipe γ εl ellnuco; γΙο bautίΖό (Hch 8,26-31.35-38). Corroborando este texto sintetico, el re1ato de Pentecostes ofrecl' una imagen significativa de 1a eΧΡaηsίόη de1 Evange1io. Enumera Jos pueb10s reunidos ante Pedro Υ los aΡόstοles: «Partos, medos Υ eIί1­ mitas; 10s que habitamos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, cI Ponto, Asia, Frigia, Panfi1ia, Egipto, la parte de Libia fronteriza COI1 Ciit:1H:, lus ωωιiΓι.O;) tesidcntc5 aqui, tailtv )ud.ivs ωl11υ prvsclitos, cretenses Υ arabes» (Hch 2,9-11) [vcase ρ. 386]. Esta eηumeracίόη va de este a oeste. Es artificia1, pero pretel1l!l' ser representativa de1 mundo entonces conocido. La Ρreseηtaciόη ('S sintetica, Υ cubre Judea Υ Jerusa1en, Creta Υ Roma, Egipto Υ Cirel1ίlί­ ca, la Asia de Efeso, Frigia, Capadocia Υ e1 Ponto, Mesopotamia (οι) los partos, 10s medos Υ 10s habitantes de E1am. Esta 1ista indica φιι'

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PROLONGACIONES

a1 terminar e1 sig10 ι se habla conseguido ya una c1ara eΧΡaηsίόη cristiana periferica. Afirma que e1 Evange1io habia llegado a todas 1as naciones* Υ que estas se hablan reunido en torno a1 monte de Dios (cf. 1s 45,20-22). Los enc1aves ηο mencionados en e1 Nuevo Testamento en 10s que podemos sospechar 1a presencia cristiana son: Dura-Europos, Siria-Osroena, Egipto Υ Cirenaica. Εn estos 1ugares, e1 Evange1io ΙΙegό a un mundo cu1tura1 nuevo Υ debίό su ίrradίacίόη a 10s e1ementos portadores de ese universo de acogida. DURA- EUROPOS

Aunque es posterior a1 sigl0 ι, 1a «casa cristiana» de Dura-Europos, una importante posta comercia1 sobre e1 Eufrates, da testimonio de un proceso muy antiguo de crίstίaηίΖacίόη. Los cristianos dejaron alli frescos evange1icos de comienzos de1 sig10 ΠΙ. Estas i1ustraciones denotan una origina1idad que se desvla con respecto a 10s re1atos

DOCUMENTO C~TADEPLOOOA~J~O ΕΙ

Evange1io llegό pronto a Bitinia, segun se ve ροι la correspondencia entre ΡΙίηίο el joven Υ el emperador Trajano. Εη una carta redactada entre 10s afιos 111 Υ 113 (Carta a Trajano Χ, 96), ΡΙίηίο el Joven, legado imperial de Bitinia Υ del Ponto al norte de Asia Menor, confirma la presencia cristiana en esos territorios:

He aqui cόmο he actuado con quienes me han sido denunciados como cristianos. Les preguntaba a ellos mismos si eran cristianos. Α quienes respondian afirmativamente, 1es repetia dos ο tres veces 1a pregunta, bajo amenaza de sup1icio; si perseveraban, 1es hacia matar [...}. Como sucede ordinariamente, ροτ e1 mero hecho de que Ξθ esta inl'estigando eI astInto, han apare-::ido diferentes formas de1 crimen. Me llegό una denuncia anόnima que contenia e1 nombre de muchas personas. Quienes negaban ser ο haber sido cristianos [...} considere que debian ser puestos en 1ibertad. Otros, cuyo nombre habia sido denunciado, dijeron ser cristianos Υ 10 negaron poco despues; 10 habian sido, pero 1uego

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habian dejado de ser10, a1gunos hacia tres aiios, otros mas, otros inc1uso veinte aiios atras. Tambien todos estos han adorado tu imagen Υ 1as estatuas de 10s dioses Υ han ma1decido de Cristo. Por otra parte, ellos afirmaban que toda su cu1pa Υ error consistia en reunirse en un dia fijo antes de1 a1ba Υ cantar a coros a1ternativos un himno a Cristo como a un dios Υ en obligarse bajo juramento no ya a perpetrar de1ito a1guno, antes a no cometer hurtos, fechorias ο adu1terios, a no fa1tar a 1a pa1abra dada, ni a negarse, en caso de que se 10 pidan, a hacer un prestamo. (Trad. de Jeremias Lera)

Esta carta muestra que la ίmΡΙantacίόn C'ristiana era importantc cn Bitinia Υ 'Γιlo algunos eran cristianos desde hacίa mucho tiempo. Εη su respuesta, el emperador Trajano concede su Ρerdόn a 10s arrepentidos, pero rechaza que se detenga a 10s cristianos basandose θη denuncias anόni­ mas, pues, dice, «constituyen un ejempl0 detestable Υ ηο son d.ignas de nuestro tiempo». [vease ρ. 56].

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CRISTIANISMO

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SIGLO

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DOCUMENTO

Los FRESCOS

DE DURA-EUROPOS

Los frescos del baptisterio se encuentran actualmente θη eI museo de la Universidad de Yale θη Estados Unidos. Sobre la pared de fondo de una tina bautismal poco profunda se puede ver al Buen Pastor, que lleva una oveja sobre sus hombros, su rebafίo, Υ a Adan Υ Eva a sus pies; θη la pared de la derecha de 1a tina, un registro superior evoca 10s milagros de Cristo: curacίόη de un paralitico Υ su caminar sobre las aguas. ΕΙ registro inferior ροηθ θη escena personajes de mayor tamafίo, θη varias escenas sucesivas de un mismo acontecimiento, particularmente cinco mujeres con un cirio θη la mano que avanzan θη Ρrοcesίόη hacia una puerta abierta de dos batientes; θη la pieza abierta se deja entrever un sarcόfagο cerrado; se trata de la escena de las muje-

res θη el sepulcro del Resucitado, poro (:011 algunas novedades respecto al toxto «'νι", gelico: ηο hay Resucitado, ηί angeloH. 111110 dos estrelIas sobre la tapa del sarc6fago; Ι/ι presencia de Ia samaritana Υ de David Υ Goliat θη este contexto es ins61ita. Estas particularidades abogan por una comunidad que supo darse una representaci6n personalizada del acontecimiento central. prescindiendo de imagenes Υ de simbolol'I que 10s militares Υ comerciantes converti dos habian importado del ΟΟΒΙΟ: 011 Mesopotamia, las dos estrellas, signo de 111 Anuηcίacίόη, reemp1azan a 10s dos Ange1es de 1a reΡreseηtacίόη pa1estinll. 80 puedo pensar que la comunidad cristi/Il1n de Dura-Europos se remonta hastιl Ιίηιt)08 del sigl0 ι.

evangelicos Υ parecen depender de las iglesias sirias. Situada en relativa proximidad de la sinagoga* mejor conocida, esta casa ilustr.1 adecuadamente nuestra afirmacίόη de una llegada cristiana progresiva Υ de su ίmΡΙaηtacίόη cerca de una comunidad judίa ΡrόSΡera. OSROENA Εη la ruta que uηίa Αηtίοquίa de Siria Υ Dura-Europos, la provinci.1 de Osroena Υ su lugar principal Edesa albergaron otra comunidati antigua. Αquί, era la figura de un aΡόstoΙ la que funcionaba como fundador: Tadeo, ulteriormente sustituido por Judas Tomas. Un.1 tradίcίόη hace que Tadeo, un dίscίΡuΙ0 directo de Jeslls, bautizar.l .11 rey Abgaro v, muerto en el afio 50 de nuestra era. Este mismo rey ίηtercambίarίa cartas coη Jesus, segun dice Eusebio de Cesarea (Historia eclesίάstίca Ι, 13; Π, 1,6-7). Αsί que esta tradίcίόη crea UΠ
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PROLONGACIONES

finales del siglo π, la Iglesia de Osroena cuenta con varios obispos, 10 que permite suponer una οrgaηίΖacίόη eclesial ya elaborada. Εη esta Iglesia destacan dos personajes que dejaron huella en el crίstίaηίsmό mas alla de Siria central: Bardesanes (154-222), υη poeta fiΙόsοfο, fundador de la literatura sirlaca cristiana, Υ el polemista Taciano (convertido hacia el ano 150) que codίficό en el ocaso de su vida una vίsίόη pesimista de la cοηdίcίόη humana Υ se hizo el camΡeόη de υη encratismo* cercano al gnosticismo*. Εη este proceso de eΧΡaηsίόη cristiana hacia el norte Υ el este de Palestina, hay que subrayar el soporte de las comunidades judias que DOCUMENTO

LA CARTA DEL REY ABGARO

Α ]Εsύs, Υ LOS HECHOS DE LOS ΑΡόSΤΟLΕS

Abgaro Ucama, toparca, a ]esιis, e1 buen sa1vador que ha aparecido en 1a regiόn de ]erusa1en, sa1ud: Han l1egado a mis oidos noticias acerca de tu persona Υ de tus curaciones, que, a1 parecer, rea1izas sin emp1ear medicinas ni hierbas, pues, por 10 que se cuenta, haces que 10s ciegos recobren 1a vista Υ que anden 10s cojos; 1impias a 10s 1eprosos Υ arrojas espiritus impuros Υ demonlos; curas a 10s que estan atormentados por 1a 1arga enfermedad Υ resucitas muertos. Υ ΥΟ, a1 oir todo esto de ti, me he puesto a pensar que una de dos: ο eres Dios, que, bajando persona1mente de1 cie10, realizas estas maravillas, ο er~s hijo de Dios, ya que ta1es obras haces. Este es, pues, e1 motivo de escribirte rogandote que te apresures a venir hasta mi Υ curarme de1 ma1 que me aqueja. Porque ademas he oido que 10s judios andan murmurando contra ti Υ quieren hacerte mal. Pequeiίisi­ ma es mi ciudad, pero digna, Υ bastara para 10s dos. [Respuesta de }esus]: Dichoso tιi, que has creido en mi sin haberme visto. Porque de mi esta escrito que 10s que me han visto ΏΟ creeran en mi, Υ que aquel10s que ΏΟ me han visto creeran Υ tendran vida. Mas, acerca de 10 quc .ι.7:ε cscribcs dc llcg3ymc ,.;J.:.:::st::. ιί, es necesario que ΥΟ cump1a aqui por entero mi misiόn Υ que, despues de haber1a consumado, suba de nuevo a1 que me envίό. Cuando haya subido, te mandare a1guno de mis discipu10s, que sanara tu do1encia Υ os dara vida a ti Υ a 10s tuyos. (Eusebio, Historia eclesiastica 1,13,6-8.10; trad. de Argimiro Velasco Delgado)

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Obvlamente, este lntercambio epIstolar, cuya historlcidad ya rechaΖό san AgustIn, reposa sobre una maniΡulacίόη: se ha confundido voluntariamente a Abgaro ΙΧ, un rey cristiano de alrededor del afιo 180, con su predecesor Abgaro v, contemporaneo de }esUs. ΕΙ discipul0 enviado por }esus habrla sido Tadeo, sustituido luego por el aΡόstοl Tomas, cuyo culto se eχteηdiό desde Edesa hacla las tlerras de 10s partos, a ArmenIa, Υ hasta la India. Esta cοηfusίόη muestra la voluntad de vlncular las fundaciones de las Iglesias 10cales al mlsmo }esus ο a alguno de sus discipulos lnmediatos. Esto explica tambien las mlslones de 10s aΡόstοles Υ discIpulos, de 10s que, exceptuado Pabl0, poca cosa sabemos. Asi, con la finalidad de legitimar la eΧΡaηsίόη de la Buena Notlcla por el mundo,la tradicίόη aΡόcrίfa* reparte 10s campos de apostolado sIguIentes, con otros tantos relatos de lnvestidura del tipo del que acabamos de presentar. Asi 10 hacen las Actas de 10s ΑΡόstοles (siglos 11 Υ 111); 10s mas representatlvos son: Andres para BitInIa, el Ponto, Acaya, Tracla Υ Macedonia; Barto10me en MesopotamIa,. Persla Υ las Indias orlentales;]uan para Efeso, Esmlrna Υ las cludades sltuadas a sus espaldas; judas ο 'i'adeo en Osroena Υ Persia; Matias en Capadocia; Mateo en Etiopia; Felipe en Galilea, en las tierras de 10s escitas Υ en Grecla; Pab10 para FrIgIa, TracIa, Macedonia, Creta, Chipre Υ Roma; Pedro en AntIoquia Υ Roma; Fe1ipe para Galilea Υ Grecla; Tomas para Edesa, 10s partos, 10s medos, 10s persas Υ la India.

EL CRISTIANISMO

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EL SIGLO

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ya estaban diseminadas en 10s territorios en que se aseηtό el criSti,lnismo judeo-cristiano de lengua aramea. ΑΙ final del siglo Ι, 1as nucvas comunidades se imp1antaron sόΙίdameηte, buscando, mediantc leyendas de fuηdacίόη aΡοstό1ίca, sa1vaguardar e1 vinculo con el Scfior Jesιis, por medίacίόη de sus discipulos inmediatos. Por otr,1 parte, esta bιisqueda de fundamento Υ de 1egitimidad iba acompafiada de una apertura indiscutible de 1as comunidades a todo e1 que llegara a ellas Υ aceptara el contrato cristiano. ΑΙ comenzar e1 siglo 11, habla entre 10s cristianos gentes de todas las condiciones Υ representantes de todas las capas socia1es, reunidos en comunidades igualitarias: agrupadas inicialmente en iglesias domesticas en torno a familias acomodadas, estas comunidades se van dando [(ipidamente un marco de referencia, calcado de la estructura imperial, Υ se van plegando a exigencias eticas especIficas. Ignacio, e1 obispo de Antioqul,l, es 1a ίΙustracίόη perfecta de ese proceso de coηstίtucίόη ec1esiastica. EGIPTO

Egipto, con A1ejandria que era su centro religioso e intelectual, segιin la reίνίηdίcacίόη de 10s cristianos de11ugar hacia el afio 200, estuvo bajo la egida de san Marcos. Egipto quedό fuera de 1a esfer,1 de accίόη de san Pablo, 10 que explica, sin duda, el silencio que guardan 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles sobre su eνaηge1ίΖacίόη. Son difίci­ 1es de observar 10s comienzos del cristianismo egipcio, pero la antiguedad de esta comunidad es real, a juzgar por el judIo convertido de AlejandrIa Αροl0, «hombre elocuente, que dominaba las Escrituras» (Hch 18,24). Se ha querido explicar el si1encio sobre l0s inicios cristianos en AIejandrIa por el tono heterodoxo de su doctrina que habrla sido esencialmente gηόstίca Υ, por el1o, condenada ,11 olvido por 1a preponderancia de la gran Ig1esia* a fina1es del siglo 11. Εη rea1idad, hay que exp1icar ese si1encio por 10s origenes judeocristianos de la comunidad alejandrina. Nacida en el seno de Ullίl comunidad judia potente, con unos 180.000 hombres, 1a primer<1 eΧΡresίόη cristiana se νίηο abajo con el1a. Εη efecto, 10s dramas νίνί­ dns nnr 1<1 c:nml1nid<1n il1di<1 1<1 llev<1rnn <1 1<1

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sίόη de Α.Α. Flaco en el afio 38, 1a rebe1ίόη judIa cle1 afio 66 apl;st,lL

da por Τ. J. Alejandro, sobrino de Ρί1όη, la aηίquίΙacίόη completa lil' 1as comunidades de A1ejandrIa Υ Cirenaica del afio 115 a1117. Α Ρ,ΙΓ­ tir de esta ιiltima masacre, un cristianismo de origen pagano, griego Υ egipcio, toma el relevo, como 10 confirma el corpus copto de N
PROLONGACIONES

Volνamos a 10 que es posible sugerir acerca del primer cristianismo judeo-cristiano en Egipto. Antes de su final tπίgίco, la comunidad judίa helenizada, patria del fiΙόsοfο judίο ΡίΙόη, coηtemΡοπίηeο de Jesus (20 a.C. a 50 d.C.), sίrνίό probablemente de lugar de anclaje Υ fijacίόη de la primera eΧΡresίόη cristiana. ΕΙ influjo de ΡίΙόη, que reaΙίΖό la sίηtesίs entre la tradίcίόη bίbΙίca Υ el helenismo, parece haber sido determinante para el pensamiento cristiano. Ademas de la refleχίόη de ΡίΙόη, hay que mencionar tambien el influjo que ejercίό sobre el cristianismo naciente la traduccίόη de 10s Setenta. Efectiνamente, fue en Egipto donde se tradujo al griego la Biblia hebrea, Υ 10s autores del Nueνo Testamento siguieron basicamente esta

DOCUMENTO

LA TRADuccιόΝ DE 10S SETENTA SEGύN LA CARTA υΕ ARISTEAS Εη el siglo 11 a.C., Aristeas, un judio de Alejandria, escrίbίό a su hermano Filό­ crates para informarle de la traduccίόn griega de la Toni*. Su carta ηο es en realidad mas que una fίccίόn literaria orientada a canonizar el origen divino de la traduccίόn griega de la Biblia judia Υ lograr imponerla al mundo judio de la Diaspora*. Segίln esta pseudo-carta, el rey Tolomeo 11 Filadelfo (282-246 a.C.) Ρίdiό al sumo sacerdote de ]erusalen hombres honorables Υ competentes en la ciencia de la Tora, seis de cada tribu, para obtener una traduccίόn de la 1ey que fuera digna del Estado Υ de las intenciones del rey. ΕΙ sumo sacerdote envίό, asl pues, setenta Υ dos traductores a Alejandria, cada uno de ellos con un ejemplar de la Tora. Demetrio de FaΙerόn, fundador Υ responsable de la biblioteca de Alejandria, les puso a trabajar: Dernetrio 10s invitό a que ejecutaran 1a traducciόn proveyendo10s de todo 10 que necesίtaban. Ellos 1a rea1izaron haclendo que cada punto coincidiera entre sl rnediante cοnfrοntaciόn.Μί se produjo, de1 resu1tado de este acuerdo, 1a copia adecuada de Dernetrio. La sesiόn duraba hasta 1a hOl"a 110118. Α conιilιua(;i6il se disolviaιι para atender a 10s cuidados de1 cuerpo, provistos en abundancia de todo 10 que 1es podia apetecer. [. ..] Υ resu1tό que terrninaron 1a obra de 1a traducciόn en setenta Υ dos dias, corno si ta1 ernpresa fuese rea1izada segιin un ΡrΟΡόsίtο fijado de anternano. En cuanto 1a terrninaron, Dernetrio congregό a 1a Ροb1aciόn de 10s judios en e1 1ugar

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en que se habia llevado a cabo 1a traducciόn se 1a 1eyq a todos en presencia de 10s traductores. Estos tuvieron tarnbien una exce1ente acogida de 1a Ροb1acίόn ροτ haber contribuido a un beneficio tan grande. La rnlsrna acogida tributaron a Dernetrio, invitando1e a que entregara a sus jefes una copia de toda 1a 1ey. En cuanto se 1eyeron 10s rollos, se pusieron en pie 10s sacerdotes, 10s ancianos de 1a de1egaciόn de traductores, 10s representantes de 1a comunidad Υ 10s jefes de 1a Ροb1aciόn, Υ dijeron: ((Puesto que 1a traducciόn es correcta, de una Ρrecisiόn Υ piedad extraordinarias, justo es que perrnanezca ta1 corno esta Υ que no se produzca ninguna desviaciόn». Todos asintieron a estas pa1abras Υ ordenaron pronunciar una rna1diciόn, corno es costurnbre entre ellos, en e1 caso de que a1guien se atreviera a revisar1a aίiadiendo, rnodificando ο quitando a1go a1 conjunto de1 texto. Ε hicieron bien, para que se rnantenga siernpre igua1 e irnperecedera.

Υ

(Carta de Aristeas 301-303, 307-311;

trad. de

Ν.

Fernandez Marcos)

1a traduccίόn, como la liturgia que νίηο a cοntίnuacίόn, reΡοsό en la voluntad de proponer la ley santa del judaismo al Hιundo Υ de lnΙPQnerla, al igual que ::;α ULlginal hebreo de ]erusalen, como versίόn oficial del texto de la fe. 10s trabajos actuales sobre los Setenta muestran que aquel trabajo tendiό un puente sobre la fosa que separaba dos culturas muy alejadas entre sl en el punto de partida. 10s cristianos franquearon ese puente con la Buena Noticia de ]esίls el Cristo.

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CRISTIANISMO

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SIGLO 1

adoptando asί el canon * griego de las Escrituras judίas. en la Biblia cristiana, los Setenta proporcionaron a los autores cristianos υη νocabulario griego que les Ρermίtίό introduciI" el mensaje semίtίco de Jesus en la cultura occidental radicalmentc diferente, Υ pensar la fe cristiana en terminos de teοΙ0gίa uniνersal. Los destinatarios de la carta a los Hebreos Υ de υη Evange1io α 105 Hebreos que mencionan C1emente de Alejandrίa Υ Eusebio de Cesarea Ροdrίaη andar cerca de esta corriente cristiana. Segun C1ementc de Alejaηdrίa esta literatura se remonta a los presbίteros, es decir ,ι la primera geηeracίόη judeo-cristiana egipcia. C1emente mencion,1 tambien υη Evange1io de 10s egipcios, que parece depender del preccdente Υ proνenir de una comunidad cristiana de origen pagano. Redactado en los comienzos del siglo π, transmite tradiciones mlIY anteriores. Hay que sefialar tambien la aΡοrtacίόη del gnosticiSH10 egipcio, aunque haya que buscar sus raίces en Siria e Iran; explic,l, sin duda, la atraccίόη que el primer cristianismo egipcio seηtίa pOI' los sistemas especulatiνos Υ esotericos. ΕΙ gηόstίco egipcio VaΙeηtίη, hacia el afio 150, sera su ίΙustracίόη mas cabal. Segun Eusebio de Cesarea (Historia ec1esίάstίca ΠΙ 14), el obislJo Abilio sucedίό a Aniano, el lJrimer obispo de ΑΙejaηdrίa, durante ι·1 periodo 87-100 Υ estuνo a la cabeza de υη colegio de doce Ρresbίte­ ros segun el modelo de las Iglesias νinculadas a Pedro (Jerusalen, Αηtίοquίa, Roma). ΕΙ patronazgo de san Marcos, cercano a Pedro en Roma, Ροdrίa explicarse de esta forma. La tradίcίόη hermοseό cl acontecimiento: el eνangelista Marcos Ρredίcό en ΑΙejaηdrίa hacia cl afio 40; coηνίrtίό, en e145, a υη zapatero llamado Aniano, que sufri6 el martirio en el afio 62. Este zapatero fue el primer pastor ο eΡίsω­ pos, antes de recibir el tίtuΙ0 de patriarca Υ de nombrar obispos. Valiosos papiros testimonian, por su parte, la ίmΡΙantacίόη dcl cristianismo en Egipto. Durante el primer cuarto del siglo ΙΙ, fue cl eνangelio segun Juan el que coηοcίό aΙΙί una importante difusi6n (papiro Egerton 2, papiro John Rylands 457, papiros BodmeI" 11 Υ XIV-XV). Algunos inνestigadores νinculan a esta literatura la Carta de Bernabf, caracterίstίca del judeo-cristianismo Υ tefiida de un fueΓ­ traduccίόη, Conνertida

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es segΙΗίl_

Los siglos π Υ ΠΙ desplegaron una actiνidad literaria, de creacίόη ο ιiι' traduccίόη, digna de aquel mundo espiritual e intelectual en fCΓ­ meηtacίόη que era Alejaηdrίa. Durante el siglo ΙΙ, corrientes heteΓO­ doxas procedentes de Siria crearon disidencias en reΙacίόη con IιIs creencias ya implantadas. ΕΙ gηόstίco Basίlides, alumno del sίΓίο Menandro Υ predecesor de VaΙeηtίη, mantuvo una escuel,1 cn ΑΙejaηdrίa Υ propuso una mezcolanza de filosofίa griega Υ apoC
PROLONGACIONES

tica judίa. Por aquella misma epoca aparecieron en Egipto algunos tratados gηόstίcos que se han encontrado en Nag Hammadi en sus traducciones coptas. ΕΙ original griego aflora bajo el copto Υ son incontestables las influencias sirias. Εη el siglo ΙΙ, la Iglesia se conνir­ tίό en «la gran Iglesia» asentada en una ortodoxia que ηο era sino la sίηtesίs de un impresionante hormigueo de especulaciones fiΙοsόfi­ cas Υ religiosas. Es cierto que Egipto, Υ Α1ejaηdrίa en particular, fueron tierras de expectatiνa para el cristianismo, debido a esa abundancia de filosofίas Υ creencias.El culto a Serapis, inνentado probablemente por los Ptolomeos tres siglos antes de nuestra era, ΡroΡοηίa un dios curandero extraiiamente semejante al taumaturgo JesUs. Los partidarios de Isis Υ Osiris, por su parte, presentaban un dios muerto Υ resucitado Υ reclamaban la coηνersίόη. Α este tίtulo, Υ sin entrar en concurrencia ηί orientarse a la misma clientela, el osirismo Υ el cristianismo aΡarecίaη como religiones de saΙνacίόη e integraban ritos ίηί­ ciaticos parecidos, a la νez que eχίgίaη un cambio de νida. Mediante ritos funerarios el fiel de Osiris se identificaba con su dios que mοrίa Υ resucitaba cada aiio Υ asί tambien el adquίrίa la inmortalidad. Los polemistas cristianos, poco sensibles a la antigίiedad de esos ritos, denunciaron los misterios egipcios como una parodia sacrίlega del misterio cristiano. Por su parte, Isis amamantando a su hijo HarΡόcrates Ρarecίa una Ρrefiguracίόη de la Virgen con su hijo. Hay que aiiadir tοdaνίa el culto de la muerte Υ de la νida en las mίstagοgίas de Mitra que se celebraban en Α1ejaηdrίa Υ en el resto del imperio. Este culto al 50! invictus (sol inνencible) Υ la comida de comuηίόη en su honor ηο Ροdίaη dejar de prestarse a una adaΡtacίόη de la DOCUM~

LA HUIDA DE Hacia eI afιo 300, unpasaje deIAsc1epio (ο perfecta) del corpus copto de Nag Harnrnadi (NHC VI, 8) describe con realisrno Υ horror la consecuencia del sincretismc religi~so qu.c sc h:lbl:l i~stalado θη el pais: Enseίianza

Th conviene no ignorar que vendra un tiempo en e1 que parecera que 10s egipcios sirvieron a 1a divinidad en vano, Υ todo su cu1to divino sera despreciado. Pues toda divinidad huira de Egipto Υ ascendera a1 cielo, Υ Egipto quedara como una viuda,

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LOS DIOSES

abandonado por 10s dioses. Los extranjeros invadiran Egipto Υ 10 dominaran. jEgipto! Ademas, se prohibira a 10s egipcios rendir cu1to a Dios, Υ aun seran condenados a 1a pen:J. ca.pita.l

l~s

que sean . ι. "aΙΙadοs dando

cu1to Υ venerando a Dios. En aque1 dia, este pueb10, e1 mas piadoso de 10s pueb10s, se v01vera irre1igioso. Ya no rebosara de temp10s, antes bien de cadaveres. iEgipto! Egipto entrara en e1 ambito de 10s mitos. (Asclepio 70,10-38; trad. de Jose Montserrat Torrents)

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CRISTIANISMO

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EL SINCRETISMO ΕΙ

emperador Adriano, muerto en el afιo 138, subraya 10s oscuros comienzos del cristianismo en Egipto cuando escribe: «Se ven en Egipto a obispos que se dicen cristianos Υ rinden culto a Serapis. Νο hay ηί un so10 sacerdote, samaritano, jud.io ο

ΕΝ EGIPTO

cristiano, que ηο sea matematico, "rι'IfΨΙΙ:Ι' ο maestro de escuela. ΕΙ mismo pillriI\lt:I\ cuando llega a Egipto (ηο griego) <1(101 ιι i1 Cristo ο a Serapis para tener contonto 11 todo el mundo.

eucaristia cristiana. ΕΙ cristianismo eηcoηtrό en Egipto υη seno propicio para sus creencias Υ sus ritos, pero su originalidad ΡΓορί.ι, enraizada tambien en la sίmbόΙίca local, le ΙΙevό a suplantar a los anfitriones que le 11abian acogido. Desembocando todavia en el siglo ΠΙ con nobles figuras como Plotino (nacido en Assiot en el ai10 205), que puso todo su empefio en salvaguardar la herencia griega ι1ι' ΡΙatόη, el mundo alejandrino se Ροblό progresivamente de cultos Υ de practicas menores, de tipo magico ο astral, de los que tοdavί ΡuΙ~ιίLU:> Lul11U ic:li~iu.:>u:>. c:lιi lltCC:':>MiO

afirmar la «identidad egipcia» frente a ιιη helenismo extranjero, cιιy.1 eΧΡresίόη mas horrorosa fue la terrible Ρersecucίόη de Diocleciano en el afio 284. Segun Harnack, el valle del ΝίΙο contaba a comienzos del siglo IV con ιιη miΙΙόη de cristianos Υ υη centenar de obispos. Tambien esta Iglesia fiel conocia disensiones internas, a juzgar por 10 que aparece en el corpus copto de Nag Hammadi.

PROLONGACIONES CIRENAICA

Εη el relato de la Ρasίόη de Jesus aparece Sίmόη de Cirene, padre de Alejandro Υ de Rufo (Mc 15,21). Ya la lista estereotipada del relato de Pentecostes (Hch 2,1 Ο) habla de oyentes de «la parte de Libia fronteriza con Cirene». Estas eνocaciones de Cirene parecen mostrar que el cristianismo habia llegado sin duda muy pronto al pais situado al este del delta del ΝίΙο. Cirenaica era una proνincia romana desde el afio 74 a.C., Υ estaba situada en el radio de influjo de AlejandrIa. Habia en ella una lmportante comunidad judia, que ya en tlempos de Crlsto (Hch 6,9) contaba con una slnagoga en Jerusalen; la cludad de Cirene acogίό la fe Υ la ίrradίό rapidamente hacia otras comunidades cristianas: algunos clreneos partlclparon en la eνaηgeΙίΖacίόη de los paganos de Antloquia (Hch 11,20), Υ Lucio de Cirene era profeta Υ doctor en la mlsma metrόΡοlί del norte (Hch 13,1). Los cementerlos de la cludad nos muestran tumbas crlstlanas testigos de υη eνidente slmbolismo crlstlano como el del Buen Pastor Υ su rebafio, rodeado de peces. Εη tiempos de Vespasiano, se refugiaron alli zelotas judIos que lograron escapar de la masacre del afio 70 en Jerusalen. Qulzas habla entre ellos judeocrlstlanos, pero ηο sabemos mas. Las eνocaclones del crlstlanlsmo del siglo Ι ηο explίcltas en el Nueνo Testamento permlten algunas obserνaciones: 1ο al comlenzo, la actlνidad de los grupos judeo-crlstianos fue determlnante; podIan sltuar sus conνlcclones crlstlanas a remolque de las comunidades judias νlνas Υ ΡrόSΡeras a 10 largo Υ ancho de todo el imperio romaηο; 20 las Iglesias mencionadas son por 10 general extenslones de las grandes comunidades fundadas por Pablo al irse produclendo desplazamlentos de crlstlanos de υη lugar a otro; 30 estas Iglesias basaban su legltimidad en la νίηcuΙacίόη ηο a una Iglesia central como Antloquia, Jerusalen ο Roma, slno a υη ΑΡόstοl ο al mlsmo JesίIs (Osroena) mediante υη relato fundador legendario que Ρasό, luego, a los Hechos (Actas) de tal ο cual aΡόstοl; 40 estas Iglesias perteneclan a νarlos tipos: en el area de influencia del judeo-cristianismo, las Iglesias slrlas eran sensibles a los νalores etlcos hasta el punto de moralizar al extremo la νida crlstlana Υ abrlr el camlno al gnosticis1 r!"lTill" ""0' n..-ροrηn ρ1 1 "" t"o,J n"..-I:1"J r!1 "rU"I ... ".1" 1" ar!:1 r"ill" '_'v J_ oJ "np" v' u r!e vb ) 1" 0

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de AlejandrIa, nacida en el area de influencia de Jerusalen, eηcoηtrό en Eglpto el judaIsmo cultural de eΧΡresίόη griega, del que ΡίΙόη es la eΧΡresίόη mas emlnente. ΕΙ crlstlanlsmo de Eglpto Υ de sus satelites debe mucho al medio slncretlsta que rοdeό su naclmlento; dependiente de Roma, supo rechazar las especificidades romanas para engendrar una fe Υ υη modo de νida crlstlanos tίpicamente africanos. R. Κ. 522

12.2. PADRES ΑΡοsτόιιcοs Υ ΑΡόCRΙFΟS CRISTIANOS

L

Α eΧΡaηsίόη cristiana coηquίstό el espacio apoyandose en la dίSΡersίόη preνia del judaίsmο* Υ en las Escrituras judίas tra-

ducidas al griego (los Setenta*). Paralelamente, 10s Padres 11amados «aΡοstόlίcos» fueron adaptando el mensaje cristiano al mundo greco-romano. Εη la misma epoca, las obras del Nuevo Testamento conocieron una ΡroΙ0ηgacίόη distinta en 10s aΡόcrίfοs" cristianos, que lleνaron a una lenta fijacίόη del canon* oficial de Iίls Escrituras. Los PADRES ΑΡοsτόLICΟS

Se trata de υη conjunto de escritos de autores cristianos que nosotros situamos entre 10s afios 80 Υ 150 de nuestra era. Fue en el siglo ΧΥΙΙ cuando se les dio υη nombre Υ se 10s reagrUΡό, en Ρarίs, bajo el tίtuΙ0 de Patres Aevi Apostolici. Son nueνe escritos redactados cn griego: la Carta de Clemente de Roma α los Corintios; una homilί'I penitencial del siglo ΙΙ 11amada tambien Homilίa de Clemente ιl(' Roma α los Corintios; las Cartas de Ignacio de Αntίοquία; la ΕΡίsto!ιι de Bernabe (ο Pseudo-Bernabe); el Pastor de Hermas; la Carta α !os Filipenses de Policarpo de Esmirna; una Carta α Ια Iglesia de EsmirιlιI que narra el martirio de Policarpo; la Ensefιanza del Sefιor α !as naciones por los doce αΡόstοΙes ο Didaje, Υ las Explicaciones de las S('I,tencias del Sefιor de ΡaΡίas de Hierapolis. Estos escritos dan muesII,Is de una compleja historia redaccional. Dos criterios son importantcs VdlCι situ.HlLJs. SU iHvJO de j.-eLω:.ϊiτ ά Ιά Lsσitu;:α Υ 1a imagcl1 φΙί' ofrecen de las instituciones eclesiales. Es util, por tanto, leerlos coιι cierto orden crοηοlόgίco, aun cuando este ηο sea del todo seguro. Estos escritos ηο se reducen simplemente a υη cristianisI110 moralizante Υ a υη nueνo legalismo de tipo judeo-cristiano*, coιηο se quiso creer. Terminado el tiempo de las fundaciones, con coιηιι­ nidades tοdaνίa muy independientes entre sί Υ una doctrina ι]υC 10-

PROLONGACIONES

davίa ηο habίaη fijado definitivamente 10s grandes concilios, 10s Padres aΡοstόlίcos velaron por la ίηcuΙturacίόη del cristianismo de tipo semίtίco en el mundo greco-romano en el que se planteaban dίfίcίΙes preguntas sobre la divinidad de Cristo Υ sobre su resurrec(ίόη. Garantizaron el transito del tiempo de 10s aΡόstοles al tiempo de la Iglesia* en la lίnea de una fe paulina consciente de la universalidad del Evangelio*. Α nivel mas inmediato, amalgamaron las comunidades dispersas en una cierta unidad en torno a 10s grandes polos de evaηgeΙίΖacίόη (Αηtίοquίa, ΑΙejaηdrίa, Roma); combatieron las desviaciones e inventaron una etica tίΡίcameηte cristiana aunque deba mucho al Antiguo Testamento ο al estoicismo. Hagamos una breve Ρreseηtacίόη intentando resaltar la estatura propia de cada υηο de ellos.

Carta de Clemente de Roma α 10s Corintios (l Clem) Hacia 10s afios 96-98, al salir de la Ρersecucίόη de Domiciano, Clemente de Roma dίrίgίό υη escrito de circunstancias a 10s cristianos de Corinto que vίvίaη una sίtuacίόη de conflicto a ρroρόsίto de la destίtucίόη de presbίteros. Este Clemente es, quiza, el colaborador de Pablo que se menciona en ΡΙ 4,3. Su carta da testimonio de la aguda conciencia que teηίa la Iglesia de Roma de su derecho a intervenir en 10s asuntos de otra Iglesia. Sin apoyarse en su autoridad personal, 10 que esencialmente quiere Clemente es reconducir a la unidad a la comunidad dividida. Aconseja, por tanto, a 10s responsables de la discordia que se sacrifiquen Υ se exilien: Αsί pues, dquien de vosotros es gel1eroso, quiel1 corl1pasivo, quierl repleto de amor? Diga: «Si por mi causa sucedίό Ιa revuelta, Ιa discordia Υ 10s cismas, me marcho, me νΟΥ adonde querάίs Υ hago 10 que sea mandado por el pueblo coη tal que el rebafιo de Cristo se mal1tel1ga en paz coη sus Ρresbίterοs establecidos». ΕΙ que llaga esto se Ρrocurarά una gran gloria en Cristo Υ cualquier lugar 10 recίbίrά (l Clem. 54,1-3; trad. de Juan Jose Ayan).

Clemente es υη hombre impregnado de cultura griega, particularmente de estoicismo. Αsί, abogando por la unidad de la Iglesia, saca ejemplos de la armοηίa del cosmos, de la οrgaηίΖacίόη del ejerCltO romano ο del cuerpo humano. lJero Uemente es tambien el heredero de Pedro Υ de Pablo en Roma, 10 que aclara el cafί:ίcter judeo-cristiano helenizado de su carta Υ su modo de citar las Escrituras judίas. Evoca 10s personajes del Antiguo Testamento, 10s presenta como modelos Υ ηο duda en desplegar temas apocalίpticos*. ΕΙ conflicto de Corinto era sobre personas. Quiza habίa, al menos en la argumeηtacίόη justificativa de unos u otros, υη tras524

PADRES ΑΡοsτόLΙCΟS Υ ΑΡόCRΙFΟS CRISTIANOS

fondo doctrinal afiadido a 10s motiνos disciplinares. Εη cualquier caso, despeja νiνamente las dudas sobre la Resurreccίόη, sin dudar en afiadir al ejempl0 νiνido de Cristo el simbolo del fenix que renace de su ρΓορίο cuerpo (l C1em 24-25). La carta de C1emente es ιιη documento de primera mano para el conocimiento de la Iglesia de Roma Υ de su liturgia a finales del sigl0 Ι (1 C1em 59-61). Cοηοcίό una gran dίfusίόη en las comunidades cristianas, en Corinto Υ en otras partes.

Homilia penitencial (2 Clem) Una segunda Carta de Clemente de Roma α los Corintios da muestras de ser una homilίa penitencial de autor desconocido. Parece datar de 105 afi05 120-150. La atrίbucίόη a C1emente proνiene del hecho de que se la transcribia inmediatamente despues de su Carta. γ,\ Eusebio Υ Jerόηίmο dudaron de su paternidad literaria. Su estilo ηο es el de C1emente Υ aιin menos aparece en ella la riqueza de SlIS ideas. Para C1emente de AlejandrIa este texto proνendrIa dl'l Evangelio de los Egipcios, ιιη aΡόcrίfο del sigl0 ΙΙ. ΕΙ mensaje centr,lI de esta homilίa es la llamada a 10s nueνos conνertidos a que rech,\cen 10s idolos Υ a dedicarse al ascetismo de una νida digna de Cristo. De 10 que se trata es de establecer ya, mediante una νida cristian,\ adecuada, las condiciones de la llegada del Reino de Dios. Asi eI capίtulo 12 que muestra una eΧΡοsίcίόη ΡrόΧίma al modo de proceder rablnico*: Asi pues, aguardemos en cada momento el Reino de Dios en amor Υ justicia, porque no sabemos el dia de Ια mαnίfestαcίόn de Dios. Εη efecto, el mismo Sefίor, αΙ ser preguntado por alguien acerca del tiernρο de Ια venida de su Reino, dijo: «Cuando el dos sea uno Υ Ια de fuera cσmo Ιο de dentro, Υ Ιο masculino [se junte] cσn Ιο femenino, Υ no [sea/ masculino ni femenino». Pero «el dos es uno» es cuando hablamos [(/ verdad unos cσn otros Υ hay dos cuerpos en una sola alma sin hipocresia. «Lo de fuera cσmo 10 de dentro» significa esto: «Ιο de dentro» Sl' refiere αΙ alma, Υ «10 de fuera», αΙ cuerpo. Asi pues, de Ια misma mancra que tu cuerpo se manifiesta, asi tambien sea visible tu alma en [(/S buenas obras. «Ια masculino [se junte] cσn Ια femenino, Υ ηο [sca/ masculino ηί femenino» sil1nifica aue un hermano. αΙ ver α una ΙιεΓ­ mana, ηο piense sobre ell;{ n'ada ;eferente a Ια mujer, ni ella picnsl' nada referente αΙ νarόn. Si haceis estas cσsas -dice-, νendrά el Reino ι/ι' mi Padre (2 C1em. 12,1-6; trad. de Juan Jose Ayan). Ignacio de Antioquia Ignacio, segundo obispo de AntioquIa, Ρrοsίguίό el trabajo ιΙΙ' C1emente en pro de la unidad. Durante el νiaje que le condlljo .\

PROLONGACIONES

DOCUMENTO EVANGELIO SEGύN Una sentencia del evangelio segί1n Το­ mas tiene como tema la entrada en el Reino; es pariente Ρrόχίmο del texto citado de la homilίa del pseudo-Clemente Υ muestra una gran semejanza de modelos literarios: jesus vio a unos pequeiίos que mamaban. Dijo a sus discipulos: «Estos pequeiίos que maman son semejantes a 10s que entran θΩ el Reino». Le dijeron: ((Entonces, ihaciendonos pequeiίos entraremos θΩ el Reino?». jesus les dijo: ((Cuando hagais de

ToMAs, DICHO 22 10s dos υΩΟ Υ hagais 10 de dentro como 10 de fuera Υ 10 de fuera como 10 de dentro Υ 10 de arriba como 10 de abajo de modo que hagais 10 masculino Υ 10 femenino θΩ υΩΟ sol0, a fin de que 10 masculino ΩΟ sea masculino ni 10 femenino sea femenino; cuando hagais ojos θΩ lugar de υΩ ojo Υ una mano θΩ lugar de una mano Υ υΩ pie θΩ lugar de υΩ pie, una imagen θΩ lugar de una imagen, entonces entrareis [en el Reino}». (Evangelio de 1bmas 22:

trad. de

Ramόη Trevijano)

Roma, donde teηdrίa que sufrir el martirio, hacia el ano 11 Ο en tiempos del emperador Trajano, hizo escalas que le permitieron saludar a las Iglesias 10cales Υ a sus obispos. Les escrίbίό cartas, siete de las cuales son reconocidas actua1mente como autenticas; son las destinadas a las comunidades de E,feso, Magnesia, Tra1ia, Filadelfia, Roma, Esmirna, Υ a Policarpo. Estas cartas conocieron una larga historia literaria hecha de interpolaciones Υ reescrituras. Ignacio se muestra en ellas consciente de su cargo de obispo Υ de las amenazas que pesan sobre las Iglesias. Entre estas, la ηegacίόη de la encarnacίόη de Cristo Υ de la realidad de su sufrimiento:

Glorifico α fesucristo, Dios, que os ha concedido [. .. Ιa plenitud de} certeza en nuestro Senor, que es verdaderamente de Ιa estirpe de David, segun Ιa carne, Hijo de Dios por Ιa voluntad Υ el poder de Dios, nacido verdaderamente de una virgen, bautizado por fuan para que toda justicia fuese cumplida por el, crucificado verdaderamente en Ιa carne por nosotros bajo el poder de Poncio Pilato Υ del tetrarca Herodes (Ignacio a 10s de Esmirna 1,1-2; trad. de Juan Jose Ayan). ΕΙ error que denuncia es el del docetismo* que exp1ica la encarηacίόη* Υ la Ρasίόη de Cristo excluyendo todo 10 que es indigno de su diνinidad, como la carne, el nacimiento de una νirgen ο el sufrimiento. Todo eso ηο es sino apariencia en 1a perspectiνa de una νίsίόη piatonica en ia que ias reaiidades νerdaderas dei mundo superior se contraponen a las realidades aparentes del mundo sensible. Pero Ignacio despliega tambien otros pensamientos que se abren camino al hilo de las cartas con particular insistencia: la Carta α los de Efeso exhorta a la unidad en torno al obispo, representante de Cristo; la Carta α los de Magnesia expone la misma doctrina Υ se inquieta por la persistencia del judaίsmο entre 10s conνertidos; en la 526

PADRES APOSTOLICOS Υ APOCRIFOS CRISTIANOS

Carta α 105 de Trai1a Ignacio se enfrenta al docetismo de inspiraci611 ΡΙatόηica que niega la realidad carnal de la eηcarηaciόη Υ de 1.1 Ρasiόη Υ la considera mera apariencia; en la Carta α 105 Roman05, Ics pide que ηο hagan nada para evitarle el martirio, pues desea imit,H la Ρasiόη de su Maestro; la Carta α 105 de Fi1ade1fia presenta 1.\ Eucaristla como el signo de la unidad, Υ la carta destinada a Esmirn,\ vuelve sobre la realidad de la eηcarηaciόη Υ de la resurrecciόη. Α Policarpo, joven obispo de Esmirna, Ignacio le da consejos pastor,\les de asistencia a 10s mas debiles Υ a las viudas, Υ de cόmο llevar bien las asambleas comunitarias. Es, por tanto, υη pastor que busca el dialogo entre las Iglesias Ρ<\­ ra favorecer la unidad. Las ideas de Ignacio Υ la figura episcopal quc el encarna han parecido tan nuevas a algunos investigadores actuales que han pensado que habrla que fechar sus Cartas en tiempos posteriores e incluirlas entre 10s escritos Ρseudόnimοs. Sin embargo, el obispo, la Eucaristla Υ el martirio son realidades que cuadran perfectamente con 10 que vivlan las comunidades a finales del siglo Ι. Ιa

Didaje Una pequefia coΙecciόη anόnima de alrededor del afio 95, encontrada en Constantinopla en 1883, la Didaje, ο «Ensefianza del Sefior ,\ las naciones por 10s doce aΡόstοles», es originaria de la regiόη dc Antioquia de Siria. Νο es υη texto homogeneo Υ parece ser, mas bien, una comΡiΙaciόη de tradiciones nacidas en comunidades judί­ as convertidas, 10 que explica quiza el parentesco de la doctrina dc 10s dos caminos con la del Manua1 de di5cip1ina de Qumran*. Despues de una iηtrοducciόη sobre 10s dos caminos, da indicaciones referentes a la liturgia (bautismo, ayuno, eucaristia) Υ a 10 institucional (los ministros profetas itinerantes de comunidad en comlInidad); el ίιltimo capitulo se dedica a la inquietud sobre el final dc 10s tiempos. Este enfoque de 10s problemas de la primera comunidad hace pensar que la Didaje es bastante anterior a las cartas dc Ignacio. Α diferencia de 10 que sucede en estas cartas, en este docιι­ mento aparecen 10davla las dos jerarquIas conocidas por 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles, la 10cal Υ la misionera. Carta de Bernabe Encontrada con el codex Sιnaίtιco en 1859, la L'arta de Hernabe tiel1c el tono de υη tratado de teologIa, que ηο tiene nada que ver COI1 Bernabe el compafiero de Pablo. La aΙusίόη a la recoηstrucciόη ()ι·ι Templo de Jerusalen por Adriano permite situarla en 1Orno al ,\110 130. Εη una primera parte (capitulos 1-17) su interes recae s01πι' cόmο deben leer 10s cristianos las Escrituras judIas. ΕΙ autor dcs(\rrolla las bases de una lectura aΙegόrica* en 10s antipodas de la Icc':ι/.7

PROLONGACIONES

DOCUMENTO BAUTISMO Υ EUCARISTίA ΕΝ LA DlDA]E

Los textos de la Didaje sobre el bautismo Υ la eucaristia merecen ser citados por su gran antiguedad:

En cuanto a1 bautlsmo, bautizad de esta manera: despues de haber dicho previamente todas estas cosas, bautizad en e1 nombre de1 Padre Υ de1 Hijo Υ de1 Espiritu Santo en agua vlva. Si no tlenes agua vlva, bautlza con otra agua. Si no puedes con agua fria, con agua caliente. Υ sl no tlenes ninguna de 1as dos, derrama tres veces agua en la cabeza en e1 nombre de1 Padre Υ de1 Hijo Υ de1 Espiritu Santo. Antes de1 bautismo ayune e1 que bautiza Υ e1 que va a ser bautlzado asi como a1gunos otros que puedan. Pero ordena que e1 que va a reclbir e1 bautlsmo ayune uno ο dos dias antes. (Didaje 7,1-4; trad. de Juan Jose Ayc'ιn)

En cuanto a 1a eucarIstia, dad gracias asi. En primer 1ugar, sobre e1 ca1iz: «Te damos gracIas, Padre nuestro, por 1a santa vid de David, tu siervo, que nos diste a conocer por ]esus, tu Siervo. Α Ιί 1a gloria por 10s sig10s». Luego, sobre e1 pedazo (de pan): «Th damos gracIas, Padre nuestro, por 1a vida Υ e1 conoclmlento que nos diste a conocer por medio de ]esus, tu Siervo. Α Ιί 1a gloria por 10s sig10s. Asi como este trozo estaba disperso por 10s montes Υ reunido se ha hecho uno, asi tambien reune a tu ig1esia de 10s confines de 1a tlerra en tu relno. Porque tuya es 1a gloria Υ e1 poder por 10s sig10s por medio de ]esucristo». Nadie coma nl beba de vuestra eucarlstia a no ser 10s bautizados en e1 nombre de1 Sefίor, pues acerca de esto tambien dijo e1 Sefίor: ((Νο deis 10 santo a 10s perros». (Didaje 9,1-5; trad. de Juan Jose Ayan)

tura rabinica que desprecia violentamente. Lejos de rechazar el Antiguo Testamento como 10 hacla Μarciόη, el autor piensa que 10 que hay que hacer es superar su lectura literal Υ leerlo a la luz de Cristo. SόΙο elles confiere su dimeηsiόη verdaderamente espiritual. La segunda parte del texto (capItulos 18-21) se dedica a exhortaciones morales Υ retoma la teorla de 10s dos caminos ya desarrollada por la Didaje.

Policarpo de Esmirna La personalidad de Policarpo de Esmirna (que muriό martir el 23 de febrero de 167) fue puesta de relieve por la carta que le dirigiό Ignacio. ΕΙ mismo Policarpo escribiό en torno al afio 135 a 10s filipenses para salir al paso de la crisis originada por la codicia de υη tal Valente «que habla sido presbitero» Υ para enviarles las cartas de Ignacio que obraban en su poder. Esta Carta de Policarpo parece ser en realidad una amalgama de dos escritos, una nota (capitulo 13) sobre las cartas de Ignacio, Υ υη escrito mas largo en el que Policarpo deplora la codicia de Valente, pero pide que con el Υ con su esposa mantengan la mansedumbre. La Iglesia de Esmirna describe a la comunidad de Filomelio la Ρasiόη Υ muerte de Policarpo, υη afio despues de hacer sucedido; este escrito se conoce con el nombre de Martirio de Policarpo (afio 167). Es el primer relato de υη martirio cristiano Υ tambien la pri528

PADRES ΑΡοsτόιιcοs Υ ΑΡόCRΙFΟS CRISTIANOS

mera atestacίόη del uso del termino «martir» para hablar de un cristiano muerto ροτ la fe. Martir es aquel cuyos sufrimientos Υ muertl' le identifican con el Cristo de la Ρasίόη. «Sefιor, Dios todopoderoso, Padre de tu amado Υ bendito siervo ]esucristo, por el que te hemos conocido, Dios de los άngeΙes, de las potencias, de toda Ιa creacίόn Υ de todo el pueblo de los justos que viven en tu presencia. Te bendigo porque me has juzgado digno de este dia Υ de esta hora, de tomar parte en el numero de los mάrtίres, en el cάΙίΖ dc tu Cristo, para resurreccίόn de Ιa vida eterna en alma Υ cuerpo, en Ιa incorruptibilidad del Espiritu Santo. Que hoy sea ΥΟ recibido con ellos en tu presencia, en sacrificio generoso Υ grato, tal como Tu, el Dios verdadero que no engafιa, Ιο has preparado de antemano, Ιο anunciaste Υ Ιο has cumplido. Por ello Υ por encima de todas las cosas te alabo, tc bendigo, te glorifico, por medio de ]esucristo, Sumo Sacerdote eterno Υ celeste, tu amado siervo, por el ωaΙΙa gloria (sea dada) α Τί junto α Ει Υ aΙ Espiritu Santo, ahora Υ en los siglos venideros. Amcn» (Martirio de Policarpo 14; trad. de Juan Jose Ayan).

Hermas Hermas, hermano del papa Ρίο Ι, escrίbίό hacia el ano 150 el ΡastΟΓ. Mezclando fuentes biblicas, judIas Υ paganas*, utiliza tres fοrmίΙS literarias basicas: Visiones (capitulos 1-4) de fuerte tono apocalίpti­ co, Mandamientos, con intenciones morales, Υ Parabolas (ο Comparaciones) que ilustran el status del cristiano en el munLio. Hermas instaura el principio segun el cual se pueden perdonar los pecados cometidos despues del bautismo, pero una sola vez. ΡΟΓ otra parte, su imagen de la Iglesia es dinamica: es una torre en COI1Struccίόη ο un arbol en crecimiento (Parabolas 8 Υ 9). Ροτ 10 demίίs, el tiempo que vivimos en esta tierra es tiempo de penitencia. Papias Nos falta mencionar las Explicaciones de las sentencias del Sefιor, ι1ι' Papias de Hierapolis; son cinco libros escritos hacia el ano 130, ι1ι' 10s que sόΙ0 nos quedan trece pequenos fragmentos coηserVί1ι10S ρο! !:r~neΩ j'

Eusebio de Ces3.:re3.. P2.pias !1Ο er:l illll)' del 3grado tfc este llltimo: era sospechoso de ideas milenaristas Υ le reprocha ψιι' pervierte la tradίcίόη oral con «algunas extranas parabolas ιΙι·' Salvador [... ] Υ algunas otras cosas todavla mas fabulosas» (ΗίsΙΙΙΓίιι ecΙesίάstίca ΠΙ, 39,11). Con todo, estos escritos aportan precisiol1l's interesantes sobre el presbitero Juan, que parece haber sido elI11ίΙl'S­ tro de Ireneo.

ΡRΟΙΟΝGΑCΙΟΝΕS

Balance Podemos esbozar υη balance al terminar este leνe recorrido por 10s Padres ΑΡοstόlίcos. Sus escritos son esencialmente escritos de circunstancias, solicitados por la gestίόη de las comunidades Υ por la necesidad de ensenanzas doctrinales Υ morales. La substancia eνan­ gelica muy implantada en el judaIsmo* de Jesύs ηο era aplicable, tal cual, a 10s cristianos ηο palestinos. Exigia una actuaΙίΖacίόη. Sin enunciar υη proyecto institucional preciso, dejando a υη lado la Didaje, 10s Padres ΑΡοstόlίcos tienen dos preocupaciones: la edificacίόη de las comunidades 10cales Υ la unidad intercomunitaria. Con la dίsemίηacίόη del Eνangelio, las comunidades iban perdiendo progresiνamente el contacto con el judaismo Υ con 10s judeo-cristianos residuales, con 10 que se planteaba el problema de la receΡcίόη de la Biblia judia Υ la necesidad de traducir el mensaje de Jesύs de Nazaret para υη ΡύbΙίco ηο perteneciente a la cultura semita. Los Padres ΑΡοstόlίcos procuraron esa actuaΙίΖacίόη. Su enraizamiento biblico Υ su cultura griega les predisponian a semejante empresa. Paralelamente a este esfuerzo de adaΡtacίόη doctrinal, elaboraron una estructura institucional de tipo jer
EL PRESBiTERO ΕΙ presbίtero es el anciano, el preste, presbiteros en griego, que se menciona cinco veces en las cartas de Pablo; en cuatro de esas cinco veces aparece en plural, 10 que remite a un grupo determlnado Υ reconocido. Es dificil, sin embargo, precisar su fuηcίόη exacta. La primera carta a Timoteo, les coloca junto a 10s episcopos Υ diaconos, pero subraya que «los presbίte­ ros que ejercen bien su cargo merecen doble honor, principalmente 10s que se afanan en la ΡredicacίόηΥ en la ensenan-

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za» (1 Tm 5,17). Tito 1,5 recomienda que se establezcan presbίteros en cada ciudad, Υ denomina «episcopo» al responsable de la comunidad. Parece que la fuηcίόη de 10s presbiteros era la de jefe espiritual de las comunidades antes de que se establecieran obispos institucionales del Ηρο de Ignacio ο de Policarpo. Su existencia se enraiza en la antigua ίηstίtucίόηjudeo-cristiana que tiene su origen en 10s «ancianos» que Jesus eηcοηtrό en su camino por Palestina.

PADRES ΑΡοsτόLΙCΟS Υ ΑΡόCRΙFΟS CRISTIANOS Los ΑΡόCRΙFΟS CRISTIANOS

Los Padres Apostόlicos fueron gestores, tanto respecto a la doctrina como a las instituciones. Paralelamente a su esfuerzo, se desarro1l6 una literatura que tambien queria ser ΡroΙ0ηgacίόη del primer Eνangelio; son 10s aΡόcrίfοs cristianos, redactados sobre e1 modelo de 10s aΡόcrίfοs de1 Antiguo Testamento. ΕΙ termino aΡόcrίfο significa «oculto», «secreto» Υ, para 10s antiguos, denotaba la profundidad de las rea1idades a explorar. Los modernos se acercan espontaneamente al feηόmeηο aΡόcrίfο de un modo muy distinto. Εη efecto, sue1en dominar dos actitudes contrapuestas. A1gunos lectores desprecian esta literatura, reduciendola a fabulas sospechosas Υ generadoras de herejIas. Α 1a inνersa, otros son muy aficionados (1 ella Υ esperan sacar de esos textos alguna νerdad que la Iglesia ofιcΪ<1l les habrla escamoteado porque serla contraria a sus dogmas. Pero 10s aΡόcrίfοs ηο merecen ηί tanto honor ηί tanto desprecio. Su caracterlstica comun es que SOll textos ηο recibidos en e1 canOll*. Exc1uidos ο ignorados, eso mismo ha permitido indirectamente su fijacίόη. Cuando se 10s examina bajo el aspecto de prolongaciones de1 COrpUS* caηόηίco, se descubre que 10s aΡόcrίfοs ηο SOll falsificaciones popu1ares ο sectarias de escritos de la Biblia. Si su lista es larga es porque 10s primeros siglos cristianos fueron un crisol de busquedas, ideas Υ relecturas. Dos posibi1idades se presentan para establecer el origen de los aΡόcrίfοs cristianos: ο 1a comΡοsίcίόη directa de textos que se pretendlan como cristianos, ο 1a reCUΡeracίόη de textos ya conocidos por el judaIsmo, con afiadidos ο retoques; 1a Αscensίόn de Isaias es υπ ejemplo de esto ίιltimo. La fοrmacίόη judaica ο helenlstica* de sus autores explica, por su parte, el uso de formas lίterarίas νariadas, reductibles, sin embargo, a 1as cuatro formas neotestamentarias basicas: el eνangelio*, 10s hechos, la carta Υ el apocalipsis*, con gran νariedad de fόrmuΙas retόrίcas Υ eνocaciones mlticas. La re1acίόη dc l0s textos aΡόcrίfοs con textos caηόηίcos νarla tambien de un libro a otro: tan pronto es estrecha, Υ llena, por asl decir10, 1as 1agunas narratiνas de l0s textos normatiνos, como se centra en un solo personaie ο un solo acontecimiento, ο abandona el terreno narratiνo Υ toma tonos de tratado fiΙοsόfico. Los distintos aΡόcrίfοs ηο pertenecen a 1a misma corriente de pensamiento ηί a la misma escue1a doctrinal ο espiritual, 10 que se conνierte tambien en otra eΧΡ1ίcacίόη dc su diνersidad. Segun esto, ηο constituyen un corpus homogeneo. Εn nuestra ορίηίόη, su unidad reside unicamente en ser testigos de 1<1 «diνersidad Υ creatiνidad de la memoria cristiana acerca de sus heroes Υ acontecimientos fundadores» (Ε. Junod). "i.\

"' PROLONGACIONES

La lista de 10s aΡόcrίfοs cristianos es amplia, imposible de presentar aqui. Mencionaremos, nada mas, 10s textos mas antiguos, contemporaneos de 10s Padres Apostόlicos. De finales del sigl0 Ι Υ primera parte del ΙΙ, tenemos que mencionar una parte del Evange1io de Pedro descubierto en Akhmin en 1887, con la Ρasίόη de Cristo, la Resurreccίόη Υ las primeras apariciones; υη Evange1io de 10s Nazarenos emparentada con υη Evange1io de 10s Ebionitas Υ υη Evange1io de 10s Egipcios; 10s tres eran uti1izados en las comunidades judeo-cristianas*; la Αscensίόn de Isaias; el Protoevange1io de Santiago; 10s Hechos de Αndrέs, de Santiago, de ]uan Υ de Τοmάs, este ύΙtίmο mejor conocido por la Biblioteca copta de Nag Hammadi* (Alto Egipto); la Carta de 10s ΑΡόstο1es, redescubierta en copto. ΕΙ Evange1io de Τοmάs (NHC Il, 2) constituye υηο de 10s tratados mas interesantes de la Biblioteca copta descubierta fortuitamente en Nag Hammadi en 1945. Muestra cόmο una substancia eνangelica primitiνa eνοlucίοηό hacia la canonicidad sin llegar a 10grarlo por entero. Εη efecto, a partir de una eνοcacίόη muy leνe e imaginada de la reΙacίόη hίstόrίca de Jesύs con sus aΡόstοles, este eνangelio alinea 114 dichos. Elaborados probablemente en 10s medios sirlacos del sigl0 ΙΙ, esos dichos fueron interceptados Υ reelaborados por 10s gηόstίcos*: Es la raΖόη por la que ηο fueron juzgados dignos del deΡόsίtο de la tradίcίόη. ΕΙ dicho 28, a titulo de ejemplo, utiliza la imagen filoniana de la embriaguez para designar el estado de inconsciencia del ser humano sumergido en la materia:

]esus dijo: «Με he mantenido en medio de1 mudo Υ me he manifestado α ellos en carne. Los he encontrado α todos ebrios. Νο he encontrado α ninguno de ellos sediento, Υ mi a1ma se ha apenado por 10s hijos de 10s hombres, pues estάn ciegos de coraΖόn Υ no ven c1aramente que han venido a1 mundo vacios. Buscan de nuevo sa1ir de1 mundo vacios; pero ahora estάn ebrios. Cuando vomiten su vino, entonces se convertίrάn» (ΕνΤ

28; trad. de

Ramόη Treνijano).

Este ejemplo muestra una de las funciones que desempenaron efectiνamente 10s aΡόcrίfοs: explorar las posibilidades teοlόgίcas, fiΙ0sόficas Υ eticas abiertas por la Ρredίcacίόη de Jesύs, νalidas para υη mundo nueνo, uniνersal ν ηο palestino, en υη momento en el

que el Nueνo Testamento hacia taήteοs para darse υη corpus caηό­ nico. Los aΡόcrίfοs son en muchas ocasiones el producto ο el botln ο tambien la refutacίόη de las primeras herejίas como la de Cerinto Υ la gnosis, el marcionismo ο el montanismo. La tesis tradicional de una doctrina unificada que se remontara directamente al mismo Jesύs Υ que despues se habrla descompuesto en herejias 10cales ya ηο es sostenible: en el comienzo estan 10s testigos del acontecimiento

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'" PADRES ΑΡοsτόιιcοs Υ ΑΡόCRΙFΟS CRISTIANOS

fundador de la muerte Υ resurreccίόη de Jesus, Υ esos testigos anl1l1ciaron su fe a muchas voces, a veces discordantes. ΕΙ Credo se elal)orό a toro pasado, mediante ιιη acuerdo progresivo de las comunidcldes sobre 10 esencial. Los aΡόcrίfοs, 10 mismo que 10s escritos caηι)­ nicos, muestran que la diversidad estaba presente en el origen Υ los dos corpus intentaron, cada ιιηο a su forma, dar cuenta del misterio de ιιη Salvador, Hijo de Dios hecho hombre. Con el tiempo, la distancia entre escritos aΡόcrίfοs Υ escritos caηόηίcos se fue profundizando cada vez mas. Los aΡόcrίfοs mas recientes, muchos de 10s cuales describen la vida de Jesus ηίπο, exaltan hasta el absurdo sus capacidades de saber Υ poder. Algunas escenas son justamente celebres, como este pasaje, tardίο, del Evangelio άrαbe de Ια Infancia: CumΡΙίό el nifιo Jesus los siete afιos Υ estaba un dia entretenido jugando con los muchachos de su misma edad. Todos se divertian haciendo con barro figurillas de asnos, bueyes, Ράjαrοs Υ otros animales. Cada cual hacia alarde de sus habilidades Υ aplaudia su trabajo. Entonces dijo Jesus α 10s demάs: «Υο voy α mandar correr α mis figurillas». Admirados los otros le preguntaron si por ventura era hijo del Creador. Entonces Jesus 1as mαndό ponerse en movimiento, Υ ellas empezaron α saltar. Luego, α una ίndίcacίόn suya, se v01vieron α parar. Habia hecho tambien figuras de Ράjαrοs Υ aves que, α1 oir su voz, se echaban α v01ar; mas cuando 1as mandaba estarse quietas, se paraban. Υ siempre que las ponia a1go de comer ο de beber, ellas comian ο bebian. ΑΙ marcharse 10s muchachos contaron todo esto en casa, Υ sus padres 1es dijeron: «Tened cuidado, hijos, Υ no trateis con el. Huid Υ no jugueis Υα mάs en su compafιia, pues es un encantador» (cap. 36; trad. de Aurelio de Santos Otero).

HACIA υΝ CANON DE LAS ESCRITURAS CRISTIANAS

Finalmente, el debate fundamental tanto de 10s Padres ΑΡοstόlίcos como de 10s aΡόcrίfοs cristianos fue la fijacίόη de la tradίcίόη de la gran Iglesia* Υ de su eΧΡresίόη mayor, que es el canon de las E.)LliiUIa.). 51:: ulvidct ωιι de1lla.)iada fleLul::llLia: en el plilliel .)iglu lus libros de las comunidades cristianas eran esencialmente la Biblia judίa, Ιeίda a partir de la experiencia viva de la muerte Υ de la resurreccίόη de Jeslls, «segun las Escrituras». Esta Biblia judίa se νίο aumentada pronto por algunas cartas de Pablo Υ, luego, por 10s evangelios. Intervino entones la ardua tarea de discernir que es Escritura, norma de la fe, Υ que ηο es mas que ιιη libro piadoso.

PROLONGACIONES

Aunque el proceso de la coηstίtucίόη de υη corpus cristiano de las Escrituras fue lento Υ complejo, ηο existe la menor duda de que 10s Padres ΑΡοstόιicos tuνieron conciencia de esa responsabilidad. Una prueba anodina de ello nos la suministra su interes por enumerar las dependencias mutuas de 10s grandes doctores de la Iglesia. Asl Ireneo nos hace saber que en Esmirna, en su juνentud, el ΟΥό hablar al anciano Policarpo (Contra las herejias ΠΙ, 3,4) Υ que el anciano obispo estaba en reΙacίόη con Juan el Presbltero al que el identifica, errόneameηte sin duda, con el aΡόstοl Juan, a 10 que se opone Papias (Eusebio, Historia eclesίάstίca ΠΙ, 39,4). Orlgenes (In Jo. νι, 54,36) identifica a C1emente de Roma con C1emente, el colaborador de Pabl0 mencionado en Flp 4,3). Estas menciones son intentos de transmitir la idea de υη consenso inicial al interior de la primera geηeracίόη cristiana postaΡοstόlίca. La ρπίctίca de 10s Padres ΑΡοstόlίcos muestra que esa conciencia de υη consenso eνοlucίοηό lentamente hacia la creacίόη de υη sistema normatiνo. La Escritura a que se refiere C1emente de Roma es el Antiguo Testamento, en el que C1emente lee el anuncio REFERENCIA lιA ΤRADΙCIόΝ ΕΙ

termino

«tradicίόru>

proviene del latin tradjtjo, paradosjs en grlego, Υ designa la accίόη de transmitir una ensenanza, un informe, pero θη ambiente crlstlano toma un sentido eSΡecίfίcο. Νο es una acumulacίόη de 10 vivido desde 10s orIgenes, slno la traηsmisίόη viva del deΡόsίtο de la fe en las situaciones siempre nuevas, slmultaneamente memorla de 10 que fue Υ don transmitido. Lo transmitido es, θη primer lugar, la ensenanza de Cristo comunlcada de forma oral. Α este tίtulo, cada Iglesia apela a la tradίcίόη, lncluso 10s gηόstίcοs que tambien pretendian que sus doctrlnas se remontaban hasta Jesίis, de forma secreta por e1 canal dc 105 aΡό3tοlεs. Estas des viaciones obligaron pronto a 10s responsables a elaborar una doctrlna de la tradicίόη. Los Padres ΑΡοstόlicοs pusieron mucho empeno θη definir 10s criterios autenticos de 10s escrltos Υ de las doctrlnas. Asi, en el sigl0 11, Ireneo aventura una defίnicίόη de la unidad de la tradicίόη en οροsίcίόη a las pretensIones gηόstίcas.

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Para el, la primera prueba de la tradίcίόη autentica es la sucesίόη InInterrumpida de 10s obispos en las Iglesias aΡοstόlίcas, sobre todo de 10s obispos de Roma; la segunda prueba reslde θη la concordancla entre la regla de fe Υ la ίηterΡretacίόη de las Escrituras: la tradicίόη tiene su fuente θη la Escrltura acogida como norma de la reveΙacίόη,Υ la Escrltura, a su vez, ilustra el fundamento sόlidο Υ la ortodoxla de la tradicίόη de las Iglesias locales. Εη el sigl0 IV, con 10s concilios crίstοlόgίcοs*Υ las herejias colindantes, el termlno «tradίcίόη» toma un sentido nuevo Υ remlte a una doctrlna elaborada por un concilio ecumenlco. Α partIr de ahi, brota la teηtacίόη de reconocer dos fuentes de la fe: la Escrltura Υ la Τradiciόr-•. ΕΙ Concilio \'aticanc π rcstablc cίό la perspectiva mantenlendo la Escritura como norma de la reveΙacίόη Υ entendiendo por tradίcίόη «todo 10 necesarlo para una vida santa Υ para una fe creclente del puebl0 de Dios; asl la Iglesia con su ensenanza, su vida, su culto, conserva Υ transmite a todas las edades 10 que ella mlsma es Υ 10 que cree» (Dej Verbum, 8).

PADRES ΑΡοsτόLICΟS Υ ΑΡόCRΙFΟS CRISTIANOS

profetico del mlsterlo de Crlsto Υ 10s modelos de la ίηstίtucίόη eclcslal. ΑΙ Nuevo Testamento C1emente nunca 10 presenta como un corpus escrlto, slno que remlte a la palabra de Jeslls, empleando en dos ocaslones la fόrmuΙa solemne: «Recordemos las palabras de nuestro Sefιor». Para el el Evangelio es todavla la Buena Noticia llevada a los hombres, Υ es esa Buena Noticia la que el descifra para resolver la crϊ­ sis de Corlnto. Cuando la Didaje (11 ,3) pide «obrad asl, segun 105 preceptos [dogma] del Evangelio», tampoco parece que este remltlendo a υη escrlto, slno a 10s principios evangelicos. Sin embargo, Υ'\ exlste una evοlucίόη cuando aconseja: «Vuestras oraclones, limos,\5 Υ todas las acclones realizadlas tal como 10 tenels en el Evangelio tic nuestro Sefιor» (Didaje 15,4). Para Ignaclo las cosas ηο estan tοdavί<1 totalmente claras, pero parece clerto que utίΙίΖό evangelios escrltos Υ que 10s ponia por enclma de la Ley Υ 105 Profetas. Se abre camlno ,15ί otra Escrltura, que tambien permiten barruntar 10s dichos primitivos del Evangelio de Τοmάs. Distlntos factores ayudaron, al parecer, .\ la lenta cοηstίtucίόη de υη corpus de escrltos neotestamentarlos normatlvos. Εη prlmer lugar, el habito de cltar palabras ο escrltos anterlores para sacar de ellos que era 10 importante para la vida actual de las comunidades; luego, la practlca de envlarse cartas dc una comunidad a otra Υ de establecer, de esa forma, una unidad en torno de unas mlsmas ensefιanzas; finalmente, con el alejamiento en el tlempo del acontecimlento fundador, la llegada al mercado dc toda una literatura lncontrolable, nacida de medios marginales Υ que lntentaba lmponerse al conjunto de la Iglesia. Estos factores explican el paso a un corpus escrlto que fue acogido como herencla comlln por todas las comunidades en busca de ortodoxla. ΑΙ quedar fijos en υη escrlto, cosa que asegurό ademas que pudieran difundirse por las comunidades mas alejadas, 10s evangelios, las cartas de Pablo, 10s Hechos Υ 10s otros escrltos del Nuevo Testamento se convirtleron en «canon», norma para la fe Υ la practlca. Parece que Μarcίόη en el afιo 144, que rechazaba todo el Antiguo Testamento Υ sόΙ0 retenla del Nuevo una versίόη abrevlad,l de Lucas Υ 10s escrltos de Pablo, hizo que se acelerara el movlmlento v se seΡarό del uso comlln de la Iglesia. Por su parte, Ireneo dio el tίtύΙ0 de -Escrltura al Antiguo Testamento Υ a 105 escrltos crlstlanos que el percibia como lnsplrados Υ normatlvos. Justlno eΙabοrό los prlnclplos de la lectura crlstlana de las Escrlturas e ίηsίstίό en cl aspecto figurativo del Antiguo Testamento; este tipo de lectura ya 110 es judIo, a pesar de las apariencias, porque sltlla a Crlsto el Sefιor cl1 el centro de las Escrlturas Υ le constltuye en princlplo Υ fuente de 1<\ Escrltura.

PROLONGACIONES

Una lista romana, fijada entre 10s anos 165 Υ 185, el Canon de Muratori, del nombre de su descubridor en la Biblioteca ambrosiana de Milan en 1740, amplificada despues (οη diνersos fragmentos latinos de Montecassino, proporciona el punto de llegada para la afirmacίόη del canon propiamente cristiano. [vease ρ. 552]. ΕΙ reconocimiento comiln de este canon por caminos que en buena parte se nos escapan es υη hecho adquirido para Atanasio de Alejandria en el ano 367 que cifra el Nueνo Testamento de 27 libros, Υ eso mismo hace el decreto de Oamaso en Roma en el ano 382. ΕΙ canon se conνierte de ahi en adelante en ellugar de la ceΙebracίόη Υ en el principio de la ίηterpretacίόη de la gran Iglesia.

R.

536

Κ.

LA BIBLIA Υ SU CULTURA

CΟΝCLusιόΝ GENERAL

Α llegado el momento de concluir. ΑΙ terminar el reco-

Η rrido que l1emos efectuado en los dos esta obra, Biblia se nos ha mostrado con su riqueza

vοΙιίmenes

de Ιa Υ su complejidad. Εs.tά vinculada α un conjunto de acontecimientos hίstόrίcos Υ de hechos culturales que ella ίnterpretό Υ que condicionaron el texto. Pero Ιa ίnterΡretacίόn no termina cuando queda escrito el texto. Leido Υ releido α Ιο lardo de dos mil afιos, el texto biblico se encuentra en el centro de un proceso de ίnterΡretacίόn que ha seguido adelante Υ que no ha terminado de proseguir su camino. Tambien estos dos mil afιos han hecho Ιa Biblia tal Υ como es percibida, por tanto tal Υ como existe. Por tanto, no podemos cerrar esta obra sin evocar, aΙ menos rάΡίdamente, que lecturas se han hecho de ella α Ιο largo de las epocas. Lο harelnos en el primer capituΙο de esta concΙusίόn. Sin embargo, Ιa existencia de Ιa Biblia abre otro cuestionamiento, teοΙόgίco esta vez. dQue hace que Ιa Biblia sea Biblia? dPor quf los textos que Ιa componen han sido agrupados en un corpus*, en vez de quedar dispersos en el vasto campo cultural qHe los νίο nacer? dQue proceso Ρresίdίό su seΙeccίόn para formar el canon'f- de las Escrituras? dΥ cuάΙ fue π1 "';ΙΤ.Λi.(;ra~" +n"1/'".';r,, ~π π<,π n1crr';/'", ήΠΥΠ

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creyentes que Ιa realizaron? Trataremos estas cuestiones en el segundo capitulo de esta concΙusίόn, que serά el ultimo de este segundo volumen.

538

HERMENEUTICA Υ LECTURAS BIBLICAS

Α

ι ser la Biblia Palabra de Dios dirigida al ser humano, son muchos 10s que esperan que esa palabra sea clara, unlvoca, simple Υ facil de interpretar por cualquiera. Ilusίόη que hunde sus ralces en nuestros deseos mas que en la ίηteηcίόη dίvίηa'lCόmο podrIa Dios ausentarse de su misterio, Ει que desde el Antiguo Testamento se presenta como el que habita en la nube (que muestra Υ oculta a la vez) ο como quien tiene su trono por encima de 10s cie10s? Dios se revela en la historia Υ ('η las Escrituras, ('η su Hijo de modo eιninente Υ definitivo, pero dejando siempre percibir haste:l que punto «sus pensamientos ηο son nuestros pensamientos» Υ haciendo percibir al ser humano hasta que punto la luz divina ίΙυ­ mina Υ ciega. La humanidad de Jesύs ηο fue simple ηί sencilla de descifrar, ηί tampoco 10 fue el alcance de sus palabras Υ de sus acciones. Ιο mismo sucede con 10s textos que dan testimonio de el. Su ίηterpretacίόη ηο es sόΙ0 posible, sino necesaria para quien desee:l entenderlos adecuadamente. Cada epoca Υ cada lector, puestos ante 10s mismos textos, plantean de nuevo la cuestίόη del sentido, Υ la plantean de una forma situada, hίstόrίca, original. Cada texto de la Escritura esta situado hίstόrίcameηte Υ literariamente, Υ tambien cada lector. Todo ello hace que el texto nunca se lea de una vez por todas, sino que, como le gustaba decir a san Gregorio Magno, «la sagrada Escritura crece con 10s que la leen» (Moralia in ]ob ΧΧ, 1).

INTERPRETAR

«La Biblia» es una eΧΡresίόη engafiosa; es ciertamente υη volumen, pero que reύηe una coΙeccίόη de escritos, del Antiguo Υ del Nuevo Testamento, en hebreo, arameo Υ griego. Mas que de υη libro se trata de una biblioteca. Ademas, la puesta por escrito de esas tradiciones,

CΟΝCLusιόΝ

GENERAL

1a mayor parte de las veces transmitidas antes oralmente, se extiende a 10 1argo de mas de diez sig10s: se producira, por tanto, un desfase entre el tiempo de1 acontecimiento Υ el tiempo de1 re1ato. La ίηterpretacίόη tendra que tener en cuenta ese desfase. Diversidad de escritos Υ de generos literarios ΕΙ acontecimiento del Exodo Υ, sobre todo, su receΡcίόη en 1a confesίόη* de fe, 10s relatos, 1a liturgia, marcό con su impronta las tradiciones vetero-testamentarias. DeI mismo modo, 10s acontecimientos re1atados por los evange1ios* fueron profundamente transfigurados por la experiencia pascua1 Υ fue a la 1uz de 1a Resurreccίόη como los autores, impulsados por su propia comunidad, v01vieron a 10s hechos Υ palabras d.e la vida de Cristo. ΕΙ interprete de este tipo de textos debe adaptar su metodo Υ su perspectiva a este hecho, bajo pena de graves contrasentidos. Asi, por ejemp10, el re1ato de 1a mu1tip1icacίόη de 10s panes esta hoy saturado de referencias eucarlsticas que remiten a1 re1ato de 1a ίnstίtucίόη de 1a Eucaristla. La comunidad postpascua1* Ρercίbίό tanto mas el alcance de ese re1ato cuanto que ella misma celebraba 1a Eucaristla. Α todo 10 1argo de las paginas biblicas aparecen trazos de1 ambiente vita1 de las comunidades cristianas (la catequesis*, 1a liturgia, 1a mίsίόη). Esa distancia entre e1 tiempo de1 acontecimiento Υ el tiempo de la escritura ηο es un tiempo muerto ηί un tiempo vaclo, sino un tiempo de maduracίόη Υ de profundizacίόη de1 sentido. San Juan sίstematίΖό esa experiencia, diciendo en bastantes ocasiones que 10s discipu10s ηο comprendian 10 que 1es decla JesUs. SόΙο comprendieron despues de Pascua Υ Pentecostes. Hay que contar tambien con considerables diferencias de objetiνο: un1ibro hίstόrίco ηο se escribe ηί se interpreta 10 mismo que un poema; un salmo ο un proverbio es profundamente distinto de una carta Υ, entre las cartas del Nuevo Testamento, 1as cartas a 10s Corintios, muy circunstanciadas, ηο se leen del mismo modo que la carta a los Hebreos que mas que una carta es en rea1idad un sermόη de estilo oratorio Υ muy cuidado. Tendrlamos que hablar tambien de Ios oraculos profeticos, de 10s relatos epicos (por ejemplo, Ia salida de Egipto ο los reIatos deIIibro de los Jueces), de los relatos sobre 10s origenes de trasfondo mltico (los primeros capitulos del Genesis) ο '-Ic t-r~ --1; ~;oη ~~ u 1 l r'bro dc 1 Apor~l;p~r' ~ v"ση ~t-~~~ t-~nt-o~ a"tor~~ u .., '" , enraizamientos culturales, modos de hab1ar Υ de escribir distintos, que requieren una ίηterpretacίόη (es decir una hermeneutica*) apropiada. Cada genero 1iterario ref1eja usos, un mundo social Υ convoca al 1ector a que sepa 1eer10. ΕΙ Ρ. Lagrange 10 indicaba ya a comienzos del siglo ΧΧ, ante 1a coηmοcίόη causada por 10s primeros descubrimientos arque01όgίcοs Υ 10s estudios hίstόrίcos sobre e1 te1όη de fondo de 10s acontecimientos bib1icos: en e1 Antiguo Tes.l.i.

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HERMENEUTICA Υ LECTURAS BIBLICAS

tamento hay un modo de escribir la historia que ηο es nuestro mοι!ο de hacerl0. Pero el mismo feηόmeηο se extiende tambien al Nucvo Testamento, especialmente a 10s eνangelios Υ Hechos de los ΑΡόstoΙes. Este ultimo relato contiene numerosas indicaciones histόrίcas precisas Υ fiables Υ, sin embargo, ηο pocas νeces se aleja dc \;1 crόηίca para hacerse epopeya: pensemos, por ejempl0, en el final dcl libro que narra el ultimo νiaje de Pablo. ΕΙ ΑΡόstοl dirige multiplcs discursos a diferentes auditorios, Υ despues de salνarse de un naufragio llega a Roma Υ anuncia el Eνangelio, estando preso, «con tοιΙI νaΙeηtίa, sin estorbo alguno» (Hch 28,31): jSOll las ultimas palabr<\s de Lucas! Se afiade ademas el feηόmeηο de la traduccίόη: el paso dcl hebreo al griego ηο fue ηί inmediato ηί facil; Υ la traduccίόη a Ι\s distintas lenguas actualmente νiνas plantea tambien todo tipo (ic dificultades: las palabras, 10s tiempos, ηο se dejan trasponer ιiι' modo uηίνοco de una lengua a otra. ΕΙ autor de la traduccίόη gricga del1ibro del Siracida resefiό esta dificultad: «Sed indulgentes aΙΙί donde os parezca que, a pesar de nuestros denodados esfuerzos dι' ίηterpretacίόη, ηο hemos acertado en la traduccίόη de algun<\s expresiones. Es eνidente que las cosas dichas en hebreo ηο tienen 1<1 misma fuerza que cuando se traducen a otra lengua. Esto ηο sucedι' sόΙ0 en este libro, sino que tambien la misma Ley, 10s Profetas Υ los otros escritos presentan notables diferencias respecto a sus originιl­ les» (Sίrάcίda, ΡrόΙ0g0 18-26). Traducir es ya interpretar, Υ el fenό­ meno siguen produciendol0 10s mιίltiples traductores de la Biblia .1 las lenguas actuales. ΕΙ fundamentalismo, que un documento reciente de la Pontifici'l Cοmίsίόη ΒίbΙίca (Ιa ίnterΡretacίόn de Ιa Biblia en Ιa Iglesia, 1993) dice que tiende a υη «suicidio del pensamiento» ηο tiene en cuent.1 este enraizamiento de 10s textos inspirados ηί tampoco la situaci61l hίstόrίca de la humanidad del Hijo de Dios Υ del testimonio que ι1c el dieron sus aΡόstοles; considera que en 10s textos inspirados todo hay que tomarlo al pie de la letra, por miedo a perder 10s «fund.lmentos» de la fe. Εη el centro de la disputa modernista, una ΡaΙaΙπ.1 de Mons. Duchesne, refiriendose al cardenal Secretario de Estado ι1ι' 1." Αρ" ........... Α<' +".....".."~+;"......,, r1,-,,1 . . . 11·.,............" nI ":i~'UAL ............ "h..."; . . . h,,, ",Τ l.•..,,,...l-.. . . . b.., n.1 Ι)• v\."u., ""' lJ. J u. Lagrange para acreditar el enfoque hίstόrίco: «ΑΙ difunto cardenιll Ιι' habrίa gustado mas creer que Jonas se habίa tragado la ballena ψιc dejar de decir que la ballena se habίa tragado a Jonas». Es tod'l 1<1 cuestίόη de 10s generos literarios la que se plantea. Poco a poco, todas estas cuestiones Υ obserνaciones han ido ΙΙι'­ gando a la conciencia de 10s Iectores cristianos aνisados. ΟΙ)SΙ'Γ'"';

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CΟΝCLusιόΝ

GENERAL

vemos que es perfectamente posible, incluso hoy dίa, leer las Escrituras buscando fortalecer la fe Υ orar sin haberse planteado nunca la cuestίόη crίtica. Pero una vez que se ha planteado, ya ηο se contenta con piadosas escapatorias. Bscritura Υ relectura Los modernos ηο somos 10s primeros que hemos estudiado de cerca el texto bίbΙίcο, que hemos escrutado su letra, que hemos investigado el sentido de las palabras, de las frases, de las imagenes. Εη la epoca del Nuevo Testamento, las Escrituras eran 10 que mas tarde se l1amό el Antiguo Testamento. Los lectores eran en primer lugar 10s judίοs familiarizados con la Escritura, fami1iarizados tambien con las relaciones entre 10s textos de la Ley, de 10s Profetas Υ de 10s Escritos. La escucha de la Escritura en la sinagoga* Υ la lectura cotidiana de 10s textos sagrados habίaη formado en el10s una memoria bίbΙίca. ΕΙ mismo Antiguo Testamento esta constituido por relecturas de 10s acontecimientos (por ejempl0, 10s libros de las Crόηίcas releen 10s de Samuel Υ Reyes) Υ de 10s textos (el oraculo del Emmanuel de Ιsaίas retomado desde la tradίcίόη hebraica a la griega Υ a su receΡcίόη en el evangelio segun Mateo). Interpretar es, tambien, tener en cuenta ese trabajo de ίηterpretacίόη que subyace ya al mismo texto, antes de ser tarea Υ trabajo dcl lector de hoy: lcόmο comprender el Apocalipsis sin un amplio conocimiento de ese genero literario Υ del tejido de reminiscencias subyacentes a esa tradίcίόη? LECTURAS DE ΙΑ BIBLIA Α LO LARGO DE LOS SIGLOS

Vamos a evocar aquί -a grandes rasgos Υ simplificando mucho- la exegesis antigua, Υ a situarla en reΙacίόη con la exegesis hίstόrίca Υ crίtίca moderna; Υ a evocar tambien las nuevas corrientes que han ido apareciendo en estos tίltimos afios. Sίtuacίόn de Ιa exegesis Ρatrίstίca Los primeros exegetas*, tanto judίοs como cristianos, realizaron su trabajo de ίηterΡretacίόη simultaneamente a nivel de estudio Υ en el plano pastoΓcil. lvlas al1a dc las difacncias dc Il1ctodo (1Cctul
542

HERMENEUTICA Υ LECTURAS BIBLICAS

escrita» (Comentario α GάΙatas 5,20). ΕΙ exegeta ηο se distancia del texto, sino que busca estar en comuηίόη con el ΕSΡίrίtu que alienta a traνes de 10s libros sagrados Υ les da unidad en una especie de sinfοηίa que 11ama al creyente a entrar en la reνeΙacίόη, a νiνir en e11a, a configurar con e11a su existencia. ΕΙ segundo adagio, del siglo ΧΙΙ en este caso, resume cόmο se hizo la lectura antigua hasta la Edad Media: «La letra te ensefia 10s acontecimientos, la aΙegοrίa 10 que tienes que creer, el sentido moral 10 que tienes que hacer Υ la aηagοgίa aque110 hacia 10 que tiendes». Aparecen aqUΊ 10s famosos cuatro sentidos de la Escritura. ΕΙ sentido literal tiene en cuenta el sentido primero de 10s acontecimientos Υ de las palabras; se trata en muchas ocasiones de la dίmeηsίόη histόrίca de 10s textos: por ejempl0, la salida de Egipto, ο la toma de υπ,ι ciudad, ο esta ο aque11a accίόη de υη profeta ο de Jeslls. Pero lse puede quedar en eso ellector creyente? Es la pregunta fundamental que se plantearon tanto 10s antiguos como 10s modernos que buscan alimentar su fe con la lectura de las Escrituras. De ahί el despliegue de υη triple sentido aΙegόrίco, tomando este termino en su sentido mas amplio. Εη primer lugar, el sentido crίstοlόgίcο*: se trata en estl' caso de que el creyente cristiano 10 lea todo a partir del cumplimiento de las Eserituras en Cristo. ΕΙ primer exodo orientara haci<1 la Pascua cristiana; υη relato de Josue sera reΙeίdο en claνe de Jesus (1os dos nombres son muy semejantes); 10s salmos se leeran de forma mesianica. Otra claνe de lectura es 10 que se 11ama el sentido moral ο troΡοlόgίco: 10 que se subraya en este caso son las consecuencias eticas de 10s acontecimientos salνίficos. Εη particular, la Ilamada a la coηνersίόη Υ a una νida nueνa. Finalmente, una ultim<1 relectura se hace en la claνe de la teηsίόη hacia el mundo futuro: es la lectura aηagόgίca ο escatοlόgίca. Εη este caso, el interprete se dedica a discernir todo 10 que en 10s textos alimenta la esperanza e inνita a tener en cuenta las realidades ύltimas, el adνenimiento del Reino de Dios, 11egado ya bajo formas de primicia en la existencia dc Jesus de Nazaret muerto Υ resucitado. Esta triple lectura es sίmuω­ neamente rica Υ compleja, pero hay que notar, sobre todo, que cn muy buena parte en esta lectura a la νez crίstοlόgίca, pastoral Υ espiritual el sentido literal, si ηο queda ignorado, sί puede quedar conlO ΟevσπΟο. υπ", obseryaci6n ΟΕ' Origrnes es significatiY? :".1 resrecto: «Pero nosotros, que sabemos que todo ha sido escrito, ηο Ρ,ΙΓ,Ι narrar hechos antiguos, sino para instruirnos Υ para sernos ύtϊI, comprendemos que 10 que hoy se ha Ιeίdο, tambien se realiza ahor(1» (ΗοmίΙίas sobre el Exodo Π, 1; trad. de Angel Castafio Felix). Una doble clave de lectura: tίΡοlοgία Υ aΙegοrία Por tanto, lcόmο leer 10s relatos antiguos (las gestas de 10s patri,Hcas, la toma de Jerίcό ο el Cantar de 10s Cantares, por ejemplo) sin

CΟΝCLusιόΝ

GENERAL

encerrar10s en su dίmeηsίόη pasada, slno abrlendo1os a 1a vida de fe de1 creyente actua1? Los Padres rea1izaron, mediante 1a a1egorIa, esta re1ectura de todo e1 Antlguo Testamento a 1a 1uz de1 Nuevo, Υ de1 Nuevo Testamento a 1a 1uz de1 presente Υ de1 futuro de la vida de 10s creyentes. Εtίmοlόgίcameηte, a1egorlzar significa hablar en termlnos distlntos a 10s termlnos propios. Se trata de una traηSΡοsίcίόη de la sίgηίfιcacίόη, pasando de1 prlmer sentido de 10s tenninos a otro sentido, supuestamente ocu1to bajo e1 sentido literal. ΕΙ procedimlento era conocido de los antlguos, en la lectura a1egorizante de los poemas homerlcos ο en la exegesis del judio ΡίΙόη de Alejandria. lQue principio guiara al exegeta crlstlano en esa traηSΡοsίcίόη, de forma que ηο 1e permita caer en 10 arbitrarlo? San Pablo ]0 lndica en el llnlCO texto de1 Nuevo Testamento en que aparece la eΧΡresίόη «alegoriza[», en Ga 4,24 a ΡrΟΡόsίtο del destino de los hijos de Abrahan, nacido ιιηο de su esclava Υ el otro de su esposa, mujer libre: «Hay en esto una alegorIa: estas mujeres representan dos a1ianzas». ΕΙ Antlguo Testamento se convlerte, asl pues, en el «tipo» (de ahi el termlno «tlpo]ogia») de 10s aconteclmlentos qne encnentran su realiΖacίόη en el Nuevo. Jnan Caslano (fιnales del sig10 1V Υ comlenzos del siglo ν) hizo υη comentarlo ilumlnador a esta exegesis paulina (Conferencias XIV, 8): «ΕΙ sentido literal cnenta el suceso de las cosas pasadas, presentes ο venideras, vlsibles ο lnvlsibles, de que lΊab1a e1 ΑΡόstοl, cuando dice: ''Escrlto esta que Abrahan tuvo dos hijos, ιιηο de esc]ava Υ otro de su mujer; Ρeω e] de 1a esclava nacla como los otros, Υ el de su mujer ηacίό ροι promesa de Oios" [Ga 4,22-23 J. Las pa1abras sigulentes pertenecen a la a]egoria; porque las cosas que realmente han pasado son figura de sacramentos Υ secretos mas ocultos. Estos, dice, son 10s dos Testamentos, ιιηο dado en el monte Sinal que se dio a slervos, significados por Agar; porque el monte Sinal esta en Arabia, Υ se compara con esta cludad, que ahora se llama Jerusalen Υ slrve con sus hijos [Ga 4,24-25J. La anagogia, subiendo de los sentidos espirltuales a otros mlsterlos n1as altos Υ secretos, la exp1ica el ΑΡόstοl alli mlsmo, con estas pa1abras: "Pero la Jerusalen celestial es libre Υ es nuestra madre, Υ asl esta escrlto: Alegrate, tll que eres esteril Υ ηο lJdit~, Jdlt ιι ωπυ,::(τ Υ d" -.0'::'::5 1α quc πσ padcccs dolc,·cs dc pJ.rtc; porque mas hijos tlene la que πο es casada que ]a que tlene marido" [Ga 4,26-27]». Caslano concreta, lnego, Ιο referente al sentido moral: «La tωΡοlοgίa es ιιη sentido moral, perteneciente a 1a lnstrιιccίόη, ensefianza Υ enmlenda de la vida». Υ conclnye: «Estos cuatro sentidos tlenen 1a mlsma unlca raiz, Υ se hallan a veces en nna mlsma cosa. Porque la cludad de Jerusalen tlene cιιatro significacio544

HERMENEUΤICA

Υ

LECΤURAS

BIBLICAS

Εn sentido hίstόrίcο significa la metrόΡοlί de 10s hebreos; en aΙegόrίco, la Iglesia de Cristo; en anagόgίco, la patria celestial, que es madre de todos nosotros; Υ segun el troΡοlόgίco, el alma del hombre, a quien Dios unas νeces alaba, Υ otras reprende, con este mismo nombre de Jerusalen» (trad. de Miguel Vicente de las Cueνas

nes.

[Almagro 1926]). Los riesgos de Ιa alegoria Este procedimiento de lectura marcό todo el periodo de 10s Padres*, en particular el ambito monastico. La Escritura lelda a traνes de este Ιίρο de comentarios dio nacimiento especialmente a biblias glosadas en las que el texto biblico estaba, por asl decirl0, encajado en extractos de comentarios de Padres. Era, podrIamos decir, una memoria de la lectura patrIstica. Con una doble consecuencia, incluso sc puede decir que con una doble desνίacίόη: cada escena biblica ηο sc lela ya en sl misma en su contexto escriturario, Υ el mismo comentario patristico tampoco se lela en su contexto Υ en su integralidad. Ademas, la alegoria, cuando ηο esta controlada por una tipologi<1 segura, corre el peligro de perderse en 10 arbitrario: la cifra tres remitira indefectiblemente a la Trinidad, la cifra dos a las dos naturalezas de Cristo, etc. υη lector moderno se siente extraftado cuando, a ΡrΟΡόsίtο del νerso del Cantar de 10s Cantares «Μί nardo exhala su fragancia» (Ct 1,12, lee, escrito por la pluma de υη Padre del sigl0 ΙΥ, Gregorio de Elνira (Homilias sobre el Cantar ΠΙ), una indicacίόn de la νirtud de la cruz, puesto que el nardo se hacla de aceitc mezclado con materias leftosas. ΕΙ olor que desprende indica, asί pues, el buen olor de Cristo, del que habla Pablo (2 Co 2,15). ΕΙ νer­ dad que el Cantar de 10s Cantares fue recibido en la Biblia a ιίtυlo de su lectura espiritual. ΕΙ sentido literal de υη texto como ese supera, por tanto, la letra -ya a ΙίωΙ0 de su escritura poetica Υ sίmbόΙίca- Υ su perspectiνa es la de las relaciones entre Dios Υ su pueblo. Pero 1<1 exegesis citada descubre ese simbolismo en cada una de las realidades eνocadas en nombre de la alegoria. Vuelta aΙ sentido literal La primera reaccίόη a 10s excesos de la alegoria se produjo con el renacimiento humanista del siglo ΧΙΙ, Υ enseguida con la creacίόn de las uniνersidades. Hugo de San Victor compuso su Didascalic011 () Arte de leer. Νο rechaΖό el sentido aΙegόrίco en su triple οrίentacίόl1, pero quiso afianzar la vίηcuΙacίόη a la historia Υ al sentido liter,ll. Hay que decir que con las Escuelas Υ Uniνersidades se Ρasό de la Ια­ tio divina en el claustro a la dίscusίόη teοlόgίca en las Facultades. Hugo Ρrecίsό tambien que ηο eran las palabras las susceptibles tie mil interpretaciones aΙegόrίcas, sino que eran 10s acontecimientos

CONCLUSI6N GENERAL

10s que estaban cargados de sentidos. Tomas de Aquino en el sigl0 ΧΙΙΙ volvera sobre esta tematica, por una parte con gran interes por la herencia patristica, especialmente por la patristica griega muy abandonada hasta entonces, pero, por otra parte, insistiendo en el sentido literal, el llnico apto para fundamentar una argumeηtacίόη teoΙόgίca. La apertura del sentido, especialmente en la relectura cristiana del Antiguo Testamento, proviene de que Dios es duefio de 10s acontecimientos Υ ha podido darles una plenitud de sentido que 10s primeros autores sόΙ0 percibieron parcialmente. Humanismo Υ desarrollo de Ιa edίcίόn biblica Εη el Renacimiento, en vίηcuΙacίόη con el humanismo, se impusieron nuevos metodos. ΕΙ retorno a las fuentes estίmulό a 10s eruditos a preparar edίcίόηes de 10s escritos de la Antigίiedad Υ de la Biblia, ediciones cr1ticas, purgadas de todo tipo de afiadidos ο glosas. La Reforma se ίηscrίbίό en este movimiento Υ ΡrίvίΙegίό el estudio de la Biblia en las lenguas originales. ΕΙ movimiento se hizo mas fuerte al ser impulsado por la demοcratίΖacίόη del recurso a la Escritura que supuso la imprenta. Hasta entonces sόΙ0 10s monjes poseian 10s pocos ejemplares existentes de la Biblia; en adelante, la imprenta Ρermίtίό que un nllmero cada vez mayor de lectores se confrontara con el texto en S1 mismo. La t10rescencia del sentido aΙegόrίco pasara entonces a un segundo plano Υ, luego, abandonada, especialmente por 10s reformadores. Para Lutero el sentido de la Escritura es ante todo crίstοlόgίco: es tambien simple Υ accesible a cualquiera. Νο se necesita el testimonio de 10s Padres ηί de la autoridad eclesial. La Escritura es 1a primera Υ ultima autoridad que se impone al1ector. ΕΙ

estudio crltico Es a Richard Simon (1638-1712) a quien debemos uno de 10s primeros estudios crlticos de 10s libros bib1icos. Su Historia crltica de1 Antiguo Testamento es del afio 1678. La mirada que extiende sobre 10s textos es hίstόrίca. Se descubre, por ejemp1o, que Moises ηο pudo ser el autor de todo el Pentateuco, en particular de 10s relatos que narran su propia muerte. Por debajo del texto bib1ico hay una tradicίόη viva que ha dejado huellas de re1ecturas Υ de reinterpretaciones. COl1ΊPIt:ndeI ese plΌceso

ll
gencia progresiva de 10s acontecimientos salvificos. Simon escrίbίό despues una Historia crltica de 10s textos, de las versiones Υ de 10s comentarios del Nuevo Testamento (1693). Bossuet reaccίοηό en contra publicando -ya el mismo titulo es significativo- su Defensa de 1a Τradίcίόn Υ de 10s Santos Padres. Lectura crltica contra 1ectura tradicional. Enfrentamiento clasico de las exegesis... 546

HERMENEUTICA Υ LECTURAS BIBLICAS

RaΖόn Υ fe: el tiempo del enfrentamiento ΕΙ debate de la fe contra la raΖόη iba a necesitar tietnpo antes de ap,lciguarse. Spinoza en primer lugar, en el sigl0 XVII, ΡriviΙegiό la lectura de la Biblia por sί misma, a la luz de la raΖόη Υ de la sola investίgacίόη hίstόrίca. ΕΙ movimiento se Ρrοlοηgό durante el siglo de las luces Υ el siglo ΧΙΧ, especialmente a traves de las vidas de Jesus (Reimarus, Lessing Υ, sobre todo, Strauss; Renan en Francia), mas reveladoras de la atmόsfera del momento Υ de las convicciones de sus autores que de Jesιis. ΕΙ sigl0 χχ estuvo marcado en sus comienzos por la crisis modernista en la que la exegesis llamada «independiente» se eηfreηtό a una Iglesia, especialmente la CatόΙίca, poco preparada intelectualmente para semejante debate. Fue necesaria la ciencia Υ la perseverancia de todo un Ρ. M.-J. Lagrange, fundador de la Escuela ΒίbΙίca de Jerusalen en 1890, para mantener conjuntamente estudio crίtίco de la Escritura Υ fe de la Iglesia. La iηvestίgaciόη se beηeficίό de varias aportaciones: en primer lugar (Υ fue la aΡοrtacίόη de la Escuela ΒίbΙίca) una coηfrοηtacίόη con el monumento Υ el documento, con el Ρaίs Υ la cultura que habίaη visto nacer a la Escritura. Luego, una toma en coηsίderacίόηcada vez mas precisa de 10s generos literarios: en Oriente, Υ en la Αηtίgϋedad, ηο se narraba como 10 hace un historiador actual en Occidente. Los generos literarios ηο son sόΙ0 literatura. La escuela de las formas (con exegetas como Dibelius ο Bultmann) subraΥό el enraizamiento sοcίοlόgίco de ese hecho de la escritura. Los relatos evangelicos ηο revelan sόΙ0 tal accίόη ο tal

palabra de Jesus, slno en primer lugar el impacto de la comunidad que l0s dio forma Υ 10s traηsmίtiό. Fue la epoca del «radicalismo critlco». Poco a poco se fue descubriendo que era muy exagerado atribulr a la comunldad υη poder creatlvo cuasl absoluto. Sin embargo, 10 adqulrido era declslvo, Υ es extrafio que haya hecho falta tanto tiempo para reconocer (partlcularmente en 10s medios catόΙίcos) que la tradίcίόη referida a Jesus pasaba por las comunidades eclesiales. Debido a esa realidad, 10s centros de interes ο las cuestiones de la comunidad estan como entrelazados en las mallas del relato evangelico. ΕΙ exegeta busca, en consecuencla, distinguir 10 que procede de la comunidad de 10 que se puede remontar al Jesus de la historia. ΕΙ enfoque sοcί01όgίco, a partlr de 10s modeios que se usan en ias ciencias sociales, prolonga actualmente esa ΡreΟCUΡacίόη Υ estudia las condiciones de vida del Israel antiguo, del movlmlento de Jesus ο de las comunidades paulinas* por ejemplo. Una nueva etapa de la ίηvestίgacίόη se referira a l0s redactores. ΕΙ relato evangelico ηο se compone sόΙο de unidades yuxtapuestas, de «formas» (relatos de milagros, parabolas, dichos ο palabras), sino

CΟΝCLusιόΝ

GENERAL

tambien de υη tejido conjuntivo que les aporta la perspectiva. ΕΙ relato de Marcos Υ su dίSΡοsίcίόη dan muestras de una Ρreseηtacίόη teοlόgίca tanto como biografica; 10 mismo sucede, por ejemplo, con el sermόη de la montaiia Υ con el relato de la Ρasίόη. Los exegetas van descubriendo, asl, 1a teologIa de 10s redactores. Primero en e1 detalle de 1as escenas (ta1 eΧΡresίόη esta en Mateo ο Lucas, pero ηο en Marcos, por ejemplo), Υ, luego, en el proyecto teοlόgίco del conjunto. Cada evangelio tiene su propia coherencia narrativa. La ίηvestίgacίόη se desplazara, todavia una vez mas, pasando de una perspectiva dίacrόηίca (historia de1 texto Υ de su Ρroduccίόη) a una perspectiva sίηcrόηίca (el texto tomado en su estado final). Unos, influidos por las ciencias de1lenguaje, privi1egian el interrogante fi1οsόfico sobre e1 nacimiento Υ el recorrido del sentido en υη texto: es e1 enfoque semίόtίco. Mas extendido Υ mas abordable, hay otro enfoque que parte ηο ya sόΙο del texto, sino tambien dellector que entra activamente en su conocimiento. Εη 10s relatos, la narratologIa investiga cόmο υη autor establece las pistas en el camino del sentido; ηο se puede llegar a la ίηteηcίόη de υη autor hίstόrίco (porque este ya ha desaparecido), pero el texto construye una imagen del autor; el exegeta descubre, entonces, la intriga de cada relato, el modo cόmο e11ector es conducido, sorprendido, evangelizado. Εη los discursos, 10 que se impone es e1 analisis retόrίco Υ sacar a luz 1a estrategia que se usa para persuadir a1 oyente, convertido en lector cuando el texto se puso por escrito. Tenemos que evocar tambien la lectura de 1a Bib1ia en las comunidades de base Υ en el movimiento de la TeologIa de la Lίberacίόη, especialmente en America Latina; Υ tambien el enfoque feminista que subraya 1a teηsίόη entre, por ejemplo, 1a afirmacίόη de la igualdad de las personas en 1as cartas pau1inas Υ 1a regresίόη de esta perspectiva en detrimento de la mujer. Todo 10 que llevamos dicho habla de la complejidad de las tradiciones referidas actualmente a 1a Biblia, a su enraizamiento hίstόrί­ co Υ a 1a necesidad de una ίηterΡretacίόηsagaz Υ cuidadosa. Con ello ηο se produce ningun empobrecimiento, sino, a1 contrario, υη enriquecιmtento de sentldos, tanto mas cuanto que 10s nuevos entoques suscitan nuevas respuestas. Es 10 que Jesus decla de1 escriba sagaz, que «saca de su arca cosas nuevas Υ cosas viejas» (Mt 13,52). J.-M.

548

Ρ.

CANONICIDAD Ε ΙΝSΡΙRAcιόΝ

Α

Biblia cristiana ηο se constίtuΥό en un solo dla. Νο sόΙο los numerosos textos que la componen fueron redactados en έρο­ cas muy distintas, sino que ademas su reCOΡίΙacίόη en un ύηίco libro, el que ahora llamamos Biblia, Υ su receΡcίόη como Escritur"ls Sagradas, constituyen un proceso de largo aliento. Todo comenΖό con la resurreccίόη de Jesus Υ el anuncio del Eνangelio* que νίηο a coηtίηuacίόη. Confundido al principio coη el judaismo*, el grupo cristiano fue ροco a ροco desprendiendose de sus origenes. Hacia finales del siglo ι, comenΖό a ser reconocido como un moνimiento religioso autόnοmο. ΑΙ perder el beneficio del estatuto propio que se reconocla al judaIsmo, se νίο expuesto a ser molesto para las autoridades romanas, tradicionalmente desconfiadas respecto a cualquier noνedad que νiniera de Oriente. La correspondencia entre el emperador Trajano Υ el escritor ΡΙίηίο el Joνen, gobernador en Bitinia (noroeste de la actual TurquIa) da testimonio de la precariedad del cristianismo alla por el afio 110. [vease ρ. 514].

L

ANTIGUO Υ NUEVO TESTAMENTO

De ese doble origen, la Biblia cristiana heredό su Ρartίcίόη en dos partes, de desigual eχteηsίόη pero indisociables en el fondo: el Antiguo Υ el Nueνo Testamento. La primera comunidad cristiana, constituida al principio por judios que reconoclan en Jesus de I'J~zarct J.l !',{~sias* esperJ.dc por ΙsrJCΙ t~ιγο COΠlG propias lJ.s Escri turas judias. Reconocia en ellas el anuncio del personaje de Jesus Υ se sίηtίό especialmente νinculada a los Profetas Υ Salmos. Α la inνer­ sa, ίηterΡretό las Escrituras antiguas a la luz de la fe nueνa en Jesus de Nazaret, Hijo ύηίco de Dios Υ Salνador de los hombres. Desde los primeros escritos cristianos, en los afios 50, el conocimiento de I"ls Escrituras judIas fue considerado como necesario para la comprel1-

CΟΝCLusιόΝ

GENERAL

sίόη del acontecimiento de saΙνacίόη que se habla manifestado en la muerte Υ Resurreccίόη de Jesus, como 10 atestigua la fόrmuΙa tradicional: «segun las Escrituras» (Ι Co 15,3-5). [νέαse ρ. 146]. Εη el mismo sentido, todaνla a finales del sigl0 ι, υη autor cristiano como C1emente de Roma eνocaba la Ρasίόη de Jesus a traνes de 10s cantos del Sierνo sufriente dellibro de Isaias: «Pues Cristo es de 10s que tienen sentimientos humildes, ηο de 10s que se ensalzan sobre su rebafio. ΕΙ cetro de la grandeza de Dios, el Sefior Jesucristo, ηο νίηο con el alboroto de la jactancia ηί de la soberbia, a pesar de que tenla poder, sino con sentimientos de humildad tal como el Espiritu Santo habia hablado de Ει Pues dijo: "Sefior, ~quien creΥό 10 que hemos oido? Υ el brazo del Sefior ~a quien se reνeΙό?"». C1emente introduce a coηtiηuaciόη una larga cita de Isaias 53,1-12, antes de sacar la siguiente coηcΙusίόη sobre la aΡΙίcaciόη a Cristo de 10s rasgos del Sierνo: «Ved, amados, el modelo que [se] nos ha dado. Pues si el Sefior tuνo tales sentimientos de humildad, ~que haremos nosotros que, por medio de ΕΙ hemos νenido bajo el yugo de su gracia?» (Ι C1em. 16,1-17; trad. de Juan JoseAyan). Mas aun, 10s eνangelios atribuyen al mismo Jesus la iniciatiνa de una lectura cristiana de las Escrituras judias. Desde el discurso inaugural en la sinagoga de Nazaret hasta la escena pascual de la cena en Emaus, el Jesus de Lucas lee las Escrituras a la luz de su propio destino. Se νa aplicando a sl mismo 10s oraculos profeticos relatiνos al adνenimiento del Mesias: «Esta Escritura que acabais de olr se ha cumplido hoy» (Lc 4,21). Conνierte en un deber para la comunidad cristiana releer el conjunto de las Escrituras judias (nuestro Antiguo Testamento) como el espejo de 10s acontecimientos de saΙνacίόη cumplidos a traνes de su Ρasίόη Υ Resurrecciόη.

Ει les dijo: «jOh insensatos Υ tardos de corαΖόn para creer todo Ιο que dijeron los profetas! dNo era necesario que el Cristo padeciera eso para entrar asi en su gloria?». Υ, empezando por Μοίsέs Υ continuando por todos los profetas, les eΧΡΙίcό Ιο que habia sobre έΙ en todas las Escrituras (Lc 24,25-27). DeSΡuέs les dijo: «Estas son aquellas palabras mias que os dije cuando todavia estaba con vosotros: Es necesario que se cumpla todo Ιο que estά escrito en Ια Ley de Μοίsέs, en los Profetas Υ en los Salmos acerca de mi». Υ, entonces, αbrίό sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras Υ les dijo: «Asi estά escrito: que el Cristo debia padecer Υ resucitar de entre los muertos αΙ tercer dia Υ que se predicaria en su nombre Ια conνersίόn para Ρerdόn de los pecados α todas las naciones, empezando desde !erusαΙέn. Vosotros sois testigos de estas cosas» (Lc 24,44-48).

550

CANONICIDAD Ε ΙΝSΡΙRΑcιόΝ

Por otro 1ado, a medida que 1a comunidad cristiana se fue a1ejando de1 acontecimiento fundador de su fe, fueron apareciendo cierto nllmero de escritos especIficamente cristianos: cartas a 1as comunidades, 1as de Pab10, e1 primer autor cristiano conocido, Υ otras que siguieron sus huellas; 10s evange1ios ο «memorias de 10s ΑΡόstο1es» (segun 1a eΧΡresίόη que utί1ίΖό Justino de Roma hacia el afio 150) a1imentados de 1a tradίcίόη de 10s 10gia* (pa1abras del Sefior); apoca1ipsis* Υ re1atos de misiones, como 10s Hechos de 10s ΑΡόstο1es. Compuestos a 10 1argo de 1a segunda mitad de1 sig10 Ι, Υ a1gunos muy en 10s comienzos de1 sig10 π, 10s 1ibros de1 Nuevo Testamento ηο fueron considerados inmediatamente como e1 equiva1ente de 1as Escrituras antiguas. Su reconocimiento oficia1 (canoηίΖacίόη*) se ira produciendo progresivamente, a partir de1 sig10 11, Υ ηο acabό hasta e1 sig10 IV. La existencia de 1istas caηόηίcas confirma cua1 era 1a ΡreΟCUΡacίόη que tenlan aquellas primeras generaciones cristianas: fijar 10s lίmites de 1a co1eccίόη bib1ica, sobre 1a base de1 mas amp1io consenso entre 1as Ig1esias. [vease ρ. 533]. Las 1istas caηόηίcas que han llegado hasta nosotros ηο son unanimes. Muestran a1gun desacuerdo respecto a 10s margenes dcl canon. Asl, hubo dudas sobre e1 Apoca1ipsis Υ 1a carta a 10s Hebreos. Otros inc1uian con gusto 1a Carta α 10s Corintios de Clemente de Roma ο e1 Pastor de Hermas. Por e1 contrario, 1a presencia del Antiguo Testamento era universa1mente admitida. Μarcίόη Υ las herejIas gηόstίcas* de1 sig10 π ηο fueron capaces de persuadir a los cristianos a que rompieran con 1a primera A1ianza. Εη ade1ante, la Bib1ia cristiana estara compuesta siempre por e1 Antiguo Υ por el Nuevo Testamento. Εη esto se parece tambien a 1a Bib1ia judIa, 1itera1mente 1a Tora (ο tambien TaNaK, abreviatura de Torah-Nebi'il1lKetubim, es decir, Ley-Profetas-Escritos), a 1a vez que se distinguc resue1tamente de ella: e1 Nuevo Testamento ηο sό10 se afiade <\1 Antiguo, sino que modifica su ίηterΡretacίόη. Α esta diferencia mayor se afiade otro rasgo, imputab1e a 1a diversidad de1 mundo judio antiguo. Amp1iamente heredera de1 judaIsmo* de 1engua griega, 1a comunidad cristiana reconocla una 1ista dc 1ibros un poco mas amp1ia que 1a que reconoclan 10s medios judios de 1engua hebraica. Siete son 10s 1ibros transmitidos por 1a edici6n ;:ι1cj<:ιndrίna ΙΙam<:ιda dc 10s Sctcnta* que ηο figuran cn 10s manuscri tos en hebreo. Ademas, estos ιίltimos presentan una estructura en trcs partes (Tora* ο Ley, Profetas, Escritos), mientras que e1 Antiguo Testamento cristiano en 1engua griega reparte 10s 1ibros en cuatro CI
CONCLUSI6N GENERAL

llamar Τοπί a1 conjunto de 1as Escrituras), νeηίaη 10s Profetas Υ 10s Escritos, en cuanto que ilustraban ei1uminaban 10s textos fundadores. Por el contrario, la cΙasίficacίόη cristiana de los libros del Antiguo Testamento responde a principios puramente literarios: ηο establece ningίIn tipo de jerarquίa entre los cuatro generos que designa. Aunque se mantiene una claνe de 1ectura de todos ellos, esa es nada mas 1a persona de JesίIs Υ el acontecimiento de su Resιιrreccίόη. Dicho de otro modo, e1 centro de la Bib1ia cristiana ya ηο es 1a Ley*, sino 1a artίcu1acίόη de 1as dos a1ianzas ο testamentos en la persona misma de JesίIs Υ en e1 misterio pascual de sn mnerte Υ Resurreccίόη. ΕΙ conjunto de1 cristianismo antiguo utί1ίΖό la νersίόη griega de1 Antiguo Testamento. Esta eΙeccίόη constituye incluso ιιη principio de dίfereηcίacίόη con el jιιdaίsmο, que se fιιe νinculando cada νez mas a la forma hebraica de 10s Escrituras. Αsί pues, e1 Antiguo Testamento cristiano Υ la Tora de Israel constituyen dos formas emparentadas pero distintas de una misma tradίcίόη textual. Pero este principio relatiνamente simple conocercl. νarias correcciones, que dieron como resultado la actual diνersidad de 1as ediciones bίblicas. Desde e1 siglo ΙΥ, eruditos como san Jerόηίmο reνa10rizaron 1a νersίόη hebraica del Antiguo Testamento. Considerada su anterioridad sobre e1 texto griego, parece mas fie1 a la primera Alianza Υ mas DOCUMENTO

EL

CANON DE MURATORl

Hay que utilizar con prudencia el fragmento de Muratori, frecuentemente ίηνο­ cado como un testigo decisivo en la historla del canon del Nuevo Testamento. Habitualmente fechado en 10s afιos 200, este texto griego (conservado en latin θη un manuscrlto mucho mas tardio Υ designado con el nombre de su descubridor, un erudito italiano del sigl0 χνιιι) ηο pertenece al genero de las listas canόnicas. Νο se pronuncia sobre la cuestίόn de saber sl hay que aceptar ο ηο tal ο cuallibro contestado. Se refiere. por el contrario, al orlgen aΡοstόlicο de 10s escritos neotestamentarios Υ, para hacerl0, evoca cierto numero de rasgos legendarios. Asi por ejempl0, relata la genesis del cuarto evangelio de un modo original. ΕΙ cuarto evange1io es de ]uan, uno de sus discipulos. Como sus condiscipu10s Υ sus obispos 1e exhortaban [a escribir], e1 1es dijo: (
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10sΑΡόstο1es, que ]uan debia escribir10 todo en nombre ρτορίο con e1 visto bueno de todos. Υ, en consecuencia, aunque cada 1ibro

de 10s evange1ios ensena de distinto modo 10s primeros hechos, 1a fe de 10s creyentes no es diferente, porque es un mismo espiritu soberano e1 que 10 expone todo en cada uno de el1os, sobre e1 nacJmJento, 1a Ρasίόn, 1a resurreccίόn, 1a cοnversacίόn con sus discipu10s Υ su dob1e advenimiento, menospreciado como 10 fue en e1 primero en su estado de bajeza, revestido de poder rea1 en e1 segundo, glorJoso, esperado todavia. (segύ.n

trad. de M.-J. Lagrange)

ΕΙ razonamiento es convincente: la ;φ",laciόη a 1.:1 antor.idad de1 F.spiri.t11 (1a ίnSΡίracίόn) Υ la referencia a 10s ΑΡόstοles permiten legitimar la utίΙίΖacίόn del cuarto

evangelio. a pesar de sus evidentes diferencias con 10s sίnόΡtίcοs. Se trata claramente de un proceso de canοniΖacίόn. pero este modo de argumentar atestIgua que todavia ηο se habia cerrado el canon. Las listas del sigl0 Ν marcaran el final del proceso.

CANONICIDAD Ε INSPIRACI6N

capaz de representarla, incluso al lnterlor del crlstlanlsmo. De CSIoI preferencia por la Veritas hebraica ηacίό la Vulgata, ο Biblia Ιatίl1ίl, que se coηνίrtίό en el unlco texto de referencia del Occidente aistlano, lncontestado hasta el Renaclmlento. Aunque 10s libros lll'I Nueνo Testamento estan traducidos naturalmente del griego, los lil'l Antlguo Testamento ηο se toman de los Setenta slno del tcxto hebralco (al que las ediclones judίas posteriores llamaran «tcxto masoretlco»*). Sin embargo, deseoso de ηο perder nada de la trίΗiί­ cίόη cristiana primltiνa, Jerόηίmο coηserνό 10s slete 1ibros suplementarios, sόΙ0 disponibles en griego. ΕΙ Antiguo Testamento de 1<1 Vulgata presenta, por tanto, ιιη aspecto hίbrίdο: por una parte se apoya en el texto hebreo; por otra parte conserνa el numero Υ la CIl1icos», es declr pertenecientes a una lista segunda (ο secundarla) rcspecto al original hebreo. La Τraduccίόn Ecumenica de Ιa Biblia (Το Β ) hace esta ορcίόη, mientras que la Biblia de Jerusalen BJ) se mantienc fiel al ordenamiento de los Setenta. Todo esto puede producir alguna coηfnsiόη en ellector, que se νera obligado a recurrlr a 10s ίnιlί­ ces de materlas para 10calizar alguno de 10s libros del Aηtiguo Testamento. Ει CANON ΟΕ LAS ESCRITURAS, υΝΑ REALIDAO TEOL6GICA

La seΙeccίόη Υ la agrUΡacίόη de los libros bίblicos, tanto del AntigIIO como del Nueνo Testamento, ηο son ηί fruto del mero azar ηί resuItado de decislones arbitrarias. Son mas bien el resultado de ΙΙI1ί1 iarga eνοiucίόη, desde finales del sigiu 1 ilasla ia ~puLa LUIlsίallιίllί,,­ na. Las Iglesias aproνecharon la libertad adqulrida para poner orLlcl1 en sus dogmas, en sus practicas Υ en sus modos organizatiνos. Es entonces cuando se fijό definitiνamente el canon de las Escrlturas, l'S decir la lista de libros del Antiguo Testamento Υ del Nueνo Τeslίl­ mento reconocidos por todas las Iglesias como la fuente Υ ηΟΓωίl lll' la identidad crlstiana. Las diνergencias que aparecieron en Οι

CΟΝCLusιόΝ

GENERAL

cidente en e1 sig10 χνι (νίηcu1acίόη de 10s protestantes a1 mode10 judio de1 Antiguo Testa-mento; autoridad exc1usiνa de la VHlgata reafirmada en e1 Conci1io de Trento, por parte de 10s catόΙίcos) ηο son suficientes para poner en te1a de juicio e1 consenso globa1 en torno a1 canon bib1ico, considerado como cerrado Υ definitiνo. La pa1abra «canon», que se impuso a partir de1 siglo IV para designar e1 conjunto de 10s 1ibros bib1icos, sugiere simu1taneamente 1a diνersidad de 10 recogido Υ su fuηcίόη en e1 seno de 1a re1ίgίόη cristiana. De origen fenicio, pero de uso corriente en griego Υ en 1atIn, e1 termino «canon» se aplica a una especie de cafia, es decir una barra recta, susceptib1e de ser utilizada como reg1a ο como ιιηί­ dad de medida. De ahi su sentido de «norma», especia1mente en estetica (se hab1a,en ese caso, de canones de 1a bel1eza) ο en arqnitectura (es conocida 1a obra de1 romano Vitruνio sobre 10s canones que deben presidir el arte de construir 10s edificios pίib1icos). Εη e1 caso de la Biblia, 1a pa1abra «canon» tiene ηη doble a1cance. Por una parte, designa 1a ΟΡeraciόη de seΙecciόη Υ de cΙasificacίόη que Ρermίtίό realizar 1a coηstίtucίόη de la coΙeccίόη biblica: en este sentido, se habla de «cierre de1 canon» para eνocar la coηcΙusίόη de ese proceso Υ el caracter definitiνo de la co1eccίόη asl constituida. Por otra pare, la palabra «canon» evoca la autoridad que se dio a los escritos biblicos Υ su reconocimiento oficial en las Iglesias cristianas:

DOCUMENTO

1As LISTAS Εη el sigl0 de Constantlno la Iglesia*, liberada por ίίη de la inseguridad, se dοtό de clerto numero de referencias declslνas: concilios, dogmas, liturgias, circunscripclones ecleslastlcas. Εη este contexto, ηο es de extraiίar que se pusiera tambien cierto orden en la cίrcuΙacίόη de las Escrituras biblicas. Asi ]erόnimο recίbίό la misίόη de unificar las traducclones latlnas que se usaban; fue el punto de partida del extraordinarlo trabajo de la edicίόη de la Vulgata. Con todo. !':ubslstleron alg1Jna!': ίη­ certidumbres respecto a las fronteras del canon biblico. Varlos autores Υ concilios regionales trataron este asunto: nos dejaron listas caηόηίcas, que testimonian el estado de los debates entonces en curso. Mas alla de las νarlantes, relatlνa­ mente menores, es interesante notar los crlterlos de seΙeccίόη ο principios de cla-

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CΑΝόΝΙCAS sίficacίόη. ΕΙ slstema mas elaborado es el de Eusebio de Cesarea, que propone distInguIr: - 10s libros «recibidos» ο «reconocldos» (literalmente, homo]ogados) sobre 10s que el consenso ya es cosa adquirida; - 10s libros «contestados» ο «discutidos», aceptados por la mayorIa, pero que comportan alguna lncertidumbre respecto a la identidad de su autor; - 10s libros «aΡόcrίfοs» (literalmente

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cer νerdaderamentecompartido, pero que ηο parecen comportar peligros para la fe; - ]os libros «ηο testamentarlos», rechazados por la mayorIa, que ηο pueden pretender un autentico origen aΡοstόlicο Υ presentan posiciones teοlόgίcas Inaceptables para la fe crlstlana. (Historia eclesiastica ΠΙ, 25)

CANONICIDAD Ε

INSPIRACION

sea cual fuere el valor de otros escritos cristianos, antiguos ο ωοιΙι'l' llOS, las Escrituras bίbΙίcas son una referencia unica Υ fundanlc" tanto para la refleχίόη teοlόgίca coωο para la deterωίηacί6η ιΙι­ coωΡοrtaωίentos Υ reglas de vida eSΡecίficaωente cristianos. Εη la epoca ωοderηa ha aparecido ιιη tercer sentido. Cοηs-cίι-η· tes de la eχtreωa diversidad que afecta al canon bίbΙίco, a1gunos autores se han dedicado a buscar cual es el espacio de unidad (]υι' asegura 1a cohesίόη de υη conjunto tan coωΡΙejο. Νacίό asί 1a exprL" sίόη «canon en el canon», para significar una regla de lectura (μΓί ωer eωΡΙeο de la palabra «canon») aplicab1e al agrUΡaωίeηtο ωωί co en su conjunto (segundo eωΡΙeο de la palabra «canon»). Algunos de ellos han propuesto sostener el ωοtίvο paulino* de la justific,\(ίόη por la fe coωο el «canon» que Ρerωίte sostener la unidad de 1<\ coΙeccίόη bίbΙίca. Otros autores sugieren buscar ηο tanto ιιη princiρίο fοrωal de unidad cuanto las condiciones de una lectura plur,\I, preocupada Υ deseosa de articular las ωuΙtίΡΙes diferencias entre los textos coleccionados en la Bib1ia: se habla, entonces, de «crίtίc,\ (ο exegesis) caηόηίca». Nacida Ρrοbab1eωeηte de la practica litύrgica (habrίaη llegado ,ι ser caηόηίcos 10s libros que se Ιeίaη ΡubΙίcaωeηte en todas Ι\ . . Iglesias), la canonicidad de 10s escritos bίbΙίcos requiere una justiIIcacίόη teόrίca. Se habla, entonces, de ίηSΡίracίόη. La ίωageη del soρΙ0 de Dios asistiendo al profeta es faωilίar al Antiguo Τestaωenl0. Εη el crίstίaηίsωο tiende a ser una especie de ωarca de fabrica, el ί­ queta, que atestigua el valor caηόηίco de 10s libros bίbΙίcos. Sin eIl1 bargo, hay que desconfiar de una reΡreseηtacίόηdeωasίadο ωaterί,11 (ιιη sinlple dictado que Dios hace al escritor sagrado) ο deωasίίιιiο ίηtίωa (la conciencia personal del autor coωο ellugar ΡrίvίΙegίί\ιiο de la coωuηίόη con Dios). Τaωbίeη hay que considerar a la ίηsρίι-,ι­ (ίόη coωο una realidad coωuηίtarίa, que inlplica al conjunto de I
CΟΝCLusιόΝ

GENERAL

Una cuestίόη que se ΡΙaηteό con frecuencia concierne al caracter inspirado ο ηο de traducciones antiguas como 10s Setenta ο la Vulgata. Ciertamente parece preferible reservar el reconocimiento caηόηίco a 10s escritos primordiales, en su lengua original. SόΙ0 ellos pueden ser tenidos como la eΧΡresίόη directa de las comunidades consideradas fundadoras. Es claro respecto al Nuevo Testamento: la referencia al texto griego se impone. Pero respecto a la versίόη griega del Antiguo Testamento, llamada 10s Setenta, la cuestίόη se plantea de manera υη tanto distinta. lSe puede rehusar todo tipo de insΡίracίόη a υη libro que ηο sόΙ0 fue el Antiguo Testamento de 10s primeros siglos cristianos, sino que ya en el judaίsmο* antiguo ocupaba υη lugar importante, si ησ preponderante? Sin negar la Ρrίmacίa del texto hebreo, parece dίfίcίΙ ignorar la aΡοrtacίόη eSΡecίfica del judaίsmο de lengua griega Υ su importancia decisiva en la elaboracίόη del cristianismo antiguo, comenzando por la escritura del Nuevo Testamento. Εη resumen, como la misma ηοcίόη de canon 10 sugiere, el concepto de ίηSΡίracίόη deber tener en cuenta la pluralidad de 10s escritos bίbΙίcos: ηο sόΙ0 pluralidad de lenguas, sino aίIn mayor diversidad de formas textuales, a traves del gran nίImero de manuscritos de que disponemos. ΕΙ texto bίbΙίco ηο esta definitivamente fijado: el trabajo de 10s editores Υ especialistas en la crίtica textual sigue tοdavίa formando parte, de alguna manera, del proceso de escritura de 10s libros bίbΙίcos. Υ-Μ. Β.

556

APENDICES

APENDICE 1

Los MANUSCRITOS DE LOS SETENTA Υ DEL NUEVO TESTAMENTO

L Nueνo Testamento, redactado todo e1 en griego, pro10nga a1 Antiguo Testamento griego conocido con e1 nombre de Bib1ia de 10s Setenta, compuesta tambien ella de traducciones a1 griego de 10s 1ibros de1 Antiguo Testamento cuyo texto origina1 esta en hebreo ο arameo, mas a1gunos 1ibros griegos ajenos a1 canon* judIo de 1as Escrituras. Los manuscritos griegos antiguos reprodujeron en muchas ocasiones en υη mismo ν01umen 10s Setenta* Υ e1 Nueνo Testamento, υηο a coηtίηuacίόη de1 otro. Por eso, νamos a tratar conjuntamente 1as cuestiones referidas a 10s manuscritos de1 Antiguo Testamento griego Υ a 10s manuscritos de1 Nueνo Testamento. Υ por eso mismo, en e1 apendice siguiente agruparemos 1as cuestiones sobre e1 griego bib1ico, tanto de1 griego de 10s Setenta como de1 griego de1 Nueνo Testamento.

Ε

Los TESTIGOS Todaνia

siguen siendo bastante desconocidas 1as condiciones de de numerosas obras antiguas. Como sucede con 10s demas textos de 1a antigiiedad ΠΩ naseema'> πϊπ~η'Ίπ rιrίςro ίπ<'!l np 1::1 Bib1ia griega (los Setenta = LXX) ηί de1 Nueνo Testamento; pero 10s conocemos por una tradίcίόη manuscrita que esta excepciona1mente Ρrόχίma a1 periodo de 10s origenes. Tres grandes manuscritos uncia1es (en 1etras mayύscu1as ο uncia1es), que proceden de 10s sig10s ιν Υ v, inc1uyen, con a1gunas 1agunas, 1a Bib1ia griega de 10s Setenta Υ e1 Nueνo Testamento: Ρrοduccίόη

~

i

σ

559

APENDICES

- el cόdίce Vatlcano, del siglo IV, contlene un texto casl completo. - el cόdίce Sinaltlcus, tambien del siglo IV, tlene completo el Nuevo Testamento, Υ un texto con lagunas de 10s Setenta; en efecto, ηο conserva el Pentateuco* salvo algunos folios. - el cόdίce AlejandrIno, del siglo Υ, es el mas completo sobre 10s Setenta. Pero del evangelio segύη san Mateo sόΙ0 conserva 10s dos ύΙtίmοs capitulos (27 Υ 28). Otros unciales, de 10s slglos V al ΙΧ, contlenen: - ο bien libros de 10s Setenta (una trelntena de e11os), - ο bien el Nuevo Testamento entero ο partes de el (actualmente se conocen 306). Entre el siglo ΙΧ Υ el ΧΥΙ cambίό el modo de la escrltura, que se hizo curslva Υ rapida; Υ se utίΙίΖό en 10s manuscrltos 11amados «mίηύscuΙ0S»:

-

hay 1.600 de 10s Setenta, Υ mas de 2.800 del Nuevo Α partlr del comlenzo del

Testamento. siglo ΧΧ, el descubrlmlento de paplros nos ha 11evado a hacer un vlraje extraordinarlo de varlos siglos atras. Se les suele designar con el nombre del coleccionista que 10s comΡrό: - De 10s Setenta, el papiro Rylands (gr. 458) data del afio 150 a.C., ο sea de poco mas de un sigl0 despues del perIodo de traduccίόη; contlene unos 20 versiculos del Deuteronomlo. ΕΙ papiro Fouad, en el Calro, contlene fragmentos del Pentateuco. Εη el desierto de Juda, se han encontrado numerosos fragmentos de 10s Setenta en las cuevas 4 Υ 7 de Qumran*, Υ otros en la cueva 8 de Nahal Hever, un oasls en la ribera occidental del Mar Muerto. - Del Nuevo Testamento, poseemos actualmente 99 fragmentos de papiros designados como Ρ', Ρ 2 , etc., de 10s que el mas antiguo es el PS2 (Rylands), escrlto qulza hacla el afio 125 de nuestra era: comprende algunos fragmentos de versiculos del capitulo 18 de Juan. Con unas pocas excepclones, estos papiros proceden de cόdίces, es declr de libros de formato carre (hojas plegadas en cuadernos) Υ ηο de ro11os. Parece que fueron 10s crlstlanos qulenes sl ηο lnauguraron, si al menos generalizaron la utilίΖacίόη dellibro carre: lpudo ser porque de esa forma un solo libro podia contener 10s cuatro evangelios, mlentras que un ro11o escrlto por un s010 lado sό10 podia contener un evangelio~ Del comlenzo del siglo πι, el Ρ (coΙeccίόη Bodmer) incluye 10s cuatro evangelios, en el orden Mt / Ιη / Lc / Mc, Υ 10s Hechos de 10s ΑΡόstοles. Α estos testlgos grlegos hay que afiadir las prlmeras traducclones ο verslones de la Biblia grlega aΙΙatίη, slriaco, copto, armenlo, etc., que en muchas ocaslones son testigos de un estado notablemente antiguo del texto. 45

560

LOS MANUSCRITOS DE LOS SETENTA

Εη e1 Africa romana se hab1aba 1atίη. La traduccίόη 1atina de1

S,11-

terio Υ de1 Nueνo Testamento esta atestiguada desde comienzos dL'1 sig10 ΠΙ de nnestra era en Tertιι1iano (mnerto hacia e1 ano 220); Ι'Ι conjunto de 1a tradιιccίόη aΙ1atίη de 10s Setenta se fiηaΙίΖό hacia el aiio 250. Se 11ama Vetu5 latina a1 conjunto de testigos de esta tradtIccίόη, mny anterior a 1a de san Jerόηίmο que 1a Ig1esia oficia1izara coπ el nombre de «Vn1gata». Sabemos qne, para sn traduccίόη dcl Antigno Testamento, Jerόηίmο tιινo como referencia globa1 e1 texto hebreo. Εη sίrίaco, 1a tradιιccίόη oficial, la Peshitta, se hizo directamentc sobre el hebreo para el Antigno Testamento, Υ sό10 refleja el estado siro-bizantino del Nueνo Testamento a comienzos de1 sigl0 ν; pero poseemos muchos fragmentos de tradncciones mas antignas del Nneνo Testamento (siglos πι Υ ιν). Ει FSΤΑRΙFCIΜΙΕΝΤΟ DEL ΤΕΧΤΟ

L05 Setenta ΕΙ establecimiento de1 texto de 10s Setenta presenta dificu1tades mtIy caracterίstίcas. Aunqne al principio fue recibido en 1as comnnidades judίas de Egipto, hasta tal punto que en el sigl0 Ι de nuestra era ΡίΙόη νeίa en el el equiνalente del texto hebreo inspirado, tambien mtIy pronto caΥό bajo sospecha, e incluso fne contestado. Este moνi­ miento de desconfianza es ya perceptible hacia el ano 130 a.C. en el nieto de Ben-Sira que tradujo al griego 1a obra de su abue10 (e1 Siracida), pero se aceηtuό a1 comenzar nuestra era: en e1 medio judίο se hicieron nnmerosas tentatiνas para acercar mas la traduccίόη ,1] hebreo; se las denomina «reνisiones». Podemos ennmerar 1a reνίsίόπ 11amada kaige, 1a de Τeοdοcίόη, η1ΙΙΥ Ρrόχίma a 1a precedente, Υ lnego, a comienzos del sig10 π, las de Aqni1a Υ Sίmaco. Nnestros mannscritos de 10s Setenta contienen, de a1gnnos 1ibros bίbΙίcos, el texto de estas reνisiones, iprobablemente porqne ηο eχίstίaη otros! Cnando se coηνίrtίό en 1a Bib1ia de 10s cristianos, 10s Setenta manifestaban, por tanto, nna plura1idad de formas. Ahora bien, en 10s siglos ΠΙ Υ ΙΥ, 10s sabios cristianos se esforzaron por poner orden en esa coηfιιsίόη textιιal Υ retuνieron para cada 1ibro la forma qtIc pensaron era la autentica: se hablara, en este caso, de «recensiones». La mas celebre, pero ηο 1a ύηίca, es ]a receηsίόη de Οrίgeηes, para 1<1 cιιal ιιtί1ίΖό e1 enorme trabajo de co1acίόη Υ de comΡaracίόη que SOI1 10s Hexaple5 (ιιη texto dispnesto en seis colnmnas). Este texto dc Οrίgeηes se ha perdido, pero nos es conocido sobre todo por 1a tr,1duccίόη mny 1itera1 que de el hizo a1 sίrίaco Pab10 de Te11a en 10s

APENDICES

afios 616-617; ademas, esta traduccίόη indica al margen numerosas variantes de revisiones judias. ΕΙ texto de Origenes ίηflUΥό, mas ο menos, en todos nuestros manuscritos griegos en unciales, Υ especialmente en el Alejandrino. ΕΙ Vaticano ofrece por 10 general un texto pre-Origenes de gran calidad, pero ellibro de Isaias 10 trae segun la receηsίόη de Origenes. Vemos hasta que punto es difίcil Υ lleno de trampas el establecimiento del texto de los Setenta. Renunciando a la ambίcίόη de restablecer el texto original, los expertos en critica textual intentan precisar al menos las formas de dίfusίόη textual, Υ, utilizando el trabajo critico de Origenes, las formas que en el medio cristiano resistieron mejor a las distintas revisiones judias. Esta historia.del texto griego suscita todavia otra cuestίόη: lcon que objetivo se establece el texto de los Setenta? Es ya claro que los Setenta traduce un texto hebreo mas antiguo que el Texto Masoretico* (ΤΜ), texto oficial de la Sinagoga* fijado varios siglos mas tarde, e incluso un poco anterior a los testigos hebreos descubiertos en el desierto de Juda (que son del siglo ι a.C.). Asi las cosas, es fuerte la teηtacίόη de reconstruir a partir del griego el original hebreo que leian los traductores. Es innegable que, en muchos casos, 10s Setenta permite un mejor establecimiento del texto hebreo alli donde el texto masoretico se muestra equivoco ο incomprensible; nos ofrecen asi una perspectiva interesante sobre la diversidad de tradiciones antiguas en hebreo Υ, principalmente, sobre la posibilidad de interpretar un texto que todavia ηο estaba vocalizado. Pero ηο hay que olvidar que los Setenta quiere ser un texto que pueda ser recibido por una comunidad helenόfona,Υ que primariamente debe ser leido por si mismo. ΕΙ paso de una lengua a otra lleva consigo inevitablemente configuraciones mentales diferentes que pueden modificar la coηceΡcίόη del tiempo, de la ley, del juicio Υ por consiguiente la teologia. Si la edίcίόη de referencia de Gottingen esta muy atenta al interes de los Setenta por la critica textual del texto hebreo, la traduccίόη francesa de la Bible dΆΙeχαndrίe (publicada a partir de 1986) eΙίgίό deliberadamente leerla como un texto griego por si mismo Υ centrarse principalmente en su receΡcίόη Υ en sus comentarios. ΕΙ Nuevo Testαmento Α su vez el establecimiento del texto del Nuevo Testamento choca con un feηόmeηο extrafio: si los grandes unciales de los siglos ιν Υ V

presentan diferentes estados del texto, pero que se pueden localizar geograficamente Υ que se reflejan cada uno de ellos en una tradίcίόη manuscrita bastante homogenea, cuando nos remontamos mas alla 562

LOS MANUSCRITOS DE LOS SETENTA

del siglo IV, 10s papiros, la Vetus latirιa, las antiguas traducciones sirlacas presentan una sίtuacίόη textual muy explosionada. Εη lugar de remontar, como teόrίcameηte se podrIa esperar, hacia la unidad -el arquetipo original que se postula- encontramos tradiciones textuales muy diversificadas, como si 10s textos ηο estuvieran definitivamente fijados, sino que mostraran todavla tradiciones orales que variaban segun lugares Υ pUblicos. Parece claro que la primera puesta por escrito de 10s textos fue a 1a vez p1ural Υ poco cuidada. Las comunidades reciblan e1 testimoηίο vίvο de 10s predicadores en una expectativa urgente de la vue1ta del Sefior; todavia en el sigl0 ΙΙ, para υη hombre como PapIas, el testimonio ora1 Υ la palabra viva conservaban υη valor infinitamente mayor que e1 escrito. Sin embargo, progresivamente 10s re1atos se fueron fijando por escrito, pero en orden disperso Υ en condiciones modestas en cuanto a la calidad de 10s materiales Υ de la copia. Εη muchas ocasiones, persecuciones regionales hicieron que desaparecieran 10s textos. SόΙ0 en 10s sig10s ΠΙ Υ ΙΥ, en 10s grandes centros intelectuales del imperio romano, Antioquia, Cesarea, Alejandrίa, algunos eruditos como Origenes empezaron a entregarse a υη verdadero trabajo de recensίόη. Εη el momento en que el imperio se hizo cristiano (afio 315), Constantino eηcargό a Eusebio de Cesarea cincuenta ejemp1ares del Nuevo Testamento caligrafiados sobre vitela: es posible que nuestro cόdίce Vaticano sea debido a ese mecenazgo. Entonces, en 1as distintas regiones, las Iglesias se hicieron con υη texto oficial: se corrige, se armoniza, se imita el griego clasico e1iminando construcciones demasiado rudas. Actualmente se considera que.al menos dos grandes escuelas de escribas dieron lugar a estas recenSlOnes: - ΑΙejandrίa: el texto «egipcio» ο «alejandrino» esta representado sobre todo por el Vaticano, pero tambien por el Sinaltico, por 105 REFERENCIA lPOSEEMOS MANUSCRITOS DE1 NUEVO TESTAMENTO DE1 SIG10 Ι? Ρerίόdicamentela

prensa saca algun titul0 sensaclonalista sobre este tema: jse habrlan descubierto fragmentos del eνangelio de 10s aiιos 50 ο 60! Algunos sabios han hecho de esto su especialidad Υ pretenden que un fragmento griego de Mateo, conocido como ρ64, sea de 10s anos 50. De hecho, unido a 10s papiros ρ67 Υ ρ4, parece pertenecer a un cόdίce muy antiguo de 10s cuatro eνangelios que puede ser fechado en 10s anos finales del sigl0 11. 10 mlsmo, el pretendido «fragmento griego

de Marcos» encontrado εη Qumran, qu. serla de antes del ano 70, sόΙ0 contiono 6 fragmentos de palabras, que ηο •• encuentran en nίnguna parte θΙΙ ΟΙ ονιιιι·· gelio segun Marcos. Νο poseemos con certeza ningun manuscrito del Nueνo Testamento anlorior al ano 125, aunque esto constituye ya οη 11 mlsmo una extraordinarla proximidad 11 108 origenes Υ un caso llnίco en la lίI6Τ"I\I­ ra antigua.

APENDICES

Dos VARlANTES TEXTUALES ]uan 1,13 υη

ejernpl0 celebre del lnteres deI texto «occidental» se encuentra en Juan 1,13. ΕΙ texto estandar se traduce asl: «Los cuales [los que creen en su nornbre] ηο nacieron de sangre, ηί de deseo de carne, ηί de deseo de hornbre, slno que nacleron de Dios». Se trata de 10s crlstianos, renacidos rnediante un nuevo naclrnlento en el EspIrItu. Es el texto atestiguado por toda la tradίcίόη griega. Pero algunos testIgos de la Vetus Latina, el rnanuscrito b (sigl0 ν), el texto latino de Ireneo, Tertuliano Υ una antIgua traduccίόη slrlaca (sigl0 Ν) dicen: «el cual ηο ηacίό de sangre...». Se trata entonces de Crlsto en persona. Desde luego que a uno le impresiona Ia cantidad de atestaclones grIegas, pero tarnbien se ve uno dividido ante la antigίiedad de 10s testigos latlnos. ΕΙ texto rnlnoritario, Iatlno, puede reflejar la voluntad de afirmar fuerternente la divinidad de Crlsto Υ quiza la cοηceΡcίόη virginal. Sea cual fuere la sοlucίόη que se de al debate sobre su autentIcidad, testlrnonla a1 rnenos el vigor de 1a polernica en fecha tan antIgua.

ΕΙ fina1 Εη una

CELEBRES

de Marcos

parte de 1a tradίcίόη manuscrita, e1 evangelio segun Marcos acaba abruptarnente en e1 verslculo 16,8: «Υ ellas [las rnujeres] ηο dijeron nada a nadie ,porque tenian mledo». Asi 10 hacen la tradicίόη egipcia (Β03, ΑΟΙ), eI rnanuscrito k de 1a Vetus Latina (sig1o Ν), 1a slrlaca slnaltlca (sig1o ιν), C1ernente de Alejandria, Orlgenes; Eusebio Υ Jerόnirnο poseen rnanuscritos que terrnlnan de esa forrna. Sin ernbargo, Ia rnayor parte de 1a tradίcίόη, 1a tradicίόη siro-bizantina, pero tarnbien e1 cόdice de Beza D05, inc1uyen a continuacίόη 10s verslculos 9-20, llarnados fina1 1argo de Marcos (a1gunos rninίl.sculos 1e rnarcan con una seftal (+), lndicando asl una duda sobre 1a autentlcidad de1 texto). Νο es este e11ugar para discutlr detalladarnente este terna, pero este ejernp10 ilustra e1 caso de un texto evidenternente lnautentlco: e1 fina1 (νν. 9-20) esta visib1ernente aftadido, sln ΡreΟCUΡacίόηpor 1a coherencla con 10 que precede, por una rnano que ηο es Ia de1 redactor rnarcano. Pero a1 rnlsrno tIernpo, recibido por 1a tradicίόη de 1a Ig1esia Υ sentido corno conforrne a1 conjunto de1 rnensaje evangelico Υ de Ia fe crIstIana, este texto se cοηvίrtίό en e1 fina1 caηόηίcο de1 evangelio segun Marcos. [vease ρ. 294].

fragmentos de 10s papiros Ρ66 Υ Ρ75, Υ por cierto numero de minuscu1os. Este texto sobrio Υ denso, cuidadoso con 1as correcciones, es recibido actua1mente en 1as Ig1esias Catό1ica Υ Protestante como texto griego «standard»; es e1 que imprimen 1as ediciones criticas de Nest1e-A1and Υ el Greek New Testament. - AntioquIa: e1 texto llamado «siro-bizantino», i1ustrado por e1 Alejandrino, la Vu1gata, 1a Peshitta Υ 1a masa de minusculos bizantinos. Este texto, llamado tambien koine*, se caracteriza por un deseo de ar!!!οniΖ:ιciό!: )' de simplicidad) ΡΩ!' u~a ~scritur:l C:l~i siempre mucho mas popular, desprovista de correcciones clasicas. Su forma popu1ar Υ su teologIa mas a1isada aseguraron su exito hasta el siglo XVIII; deSΡertό, luego, 1as sospechas de 1a crίtica textua1 erudita, pero conserva sus partidarios. Fina1mente, se llama «texto occidental» a todo un conjunto de testigos antiguos que parecen haber escapado al feηόmeηο de 1a re564

LOS MANUSCRITOS DE LOS SETENTA

ceηsίόη sistematica Υ que reflejan estados probablemente muy antiguos del texto: se trata del manuscrito bilingίie greco-latino conocido con el nombre de cόdίce de Beza con 10s evangelios Υ 10s Hechos de los ΑΡόstοles, de algunos papiros, de la Vetus latina, de algunos fragmentos de traduccίόη siriaca, asl como de citas de Padres como Ireneo, Tertuliano Υ Cipriano. Asi la historia del texto griego de la Biblia, al ser tal Υ como acabamos de esbozarla rapidamente, deberla curarnos del suefιo siempre renaciente de llegar al texto original. Al contrario, mas bien vamos hacia una diversidad original. Las Iglesias, ya 10 hemos dicho, tuvieron que darse un texto, Υ actualmente la ορcίόη se inclina por el texto egipcio; pero eso ηο debe hacernos olvidar que la Escritura es un texto νίνο que progresa con quienes 10 leen. La presencia del texto occidental en su variedad nos 10 recuerda; testimonia conflictos doctrinales que, ya en el siglo ΙΙ, agitaban a las comunidades cristianas. Abre a una diversidad liberadora, ia coηdίcίόη de ηο ceder de nuevo a la teηtacίόη del origen! R. D.-R.

APENDICE

2

Ει GRIEGO DE ΙΑ ΒΙΒΙΙΑ

os reinos helenlsticos que se repartieron despues del ano 322 las conquistas de Alejandro extendieron el griego como lengua diplomatica Υ administrativa sobre υη inmenso territorio que iba desde Egipto al Mar Negro Υ desde Italia a 10s confines de Asia Menor. Muy rapidamente SUΡΙantό en ese papel al arameo del imperio persa; sin embargo, el arameo sίguίό siendo durante mucho tiempo la lengua popular en una buena parte de las regiones dependientes del reino egipcio de 10s Ptolomeos, especialmente en SiriaPalestina. Εη el siglo πι a.C., el griego se habia convertido en la lengua corriente de los judIos de Egipto; en Palestina, anexionada por entonces al reino de 10s Ptolomeos, es probable que el medio sacerdotal judIo tuviera υη buen dominio del griego, aunque sόΙ0 fuera para mantener el contacto con 10s judIos helenizados de la Diaspora*; por 10 demas, documentos arqueοlόgίcos, inscripciones Υ όstraca* atestiguan claramente que las poblaciones 10cales, incluso las rurales, conoclan el griego. Tambien en Jerusalen se han encontrado inscripciones funebres en griego de numerosos judios de la Diaspora que querian ser enterrados cerca del Templo. Lengua administrativa, lengua, sobre todo, del comercio Υ de 10s negocios, el griego era tambien la lengua de 10s intelectuales, Υ conservaba todaVla el aura de su prestigioso pasado. Εη Roma, al final de la Repllblica, la alta sociedad hablaba con gusto el griego Υ enviaba a sus hijos a estudiar a Atenas. ΕΙ griego se habia convertido en la lengua corriente, la kοίnέ*. Como pasa hoy dla con el ingles, kοίnέ actual, el griego se diversitlcaba Υ se co10reaba segun 10s ambitos geognificos bajo e1 ini1ujo de las lenguas 10cales. Los puristas dirlan que se hacla bastardo, pero tambien se puede considerar que se enriquecia. Hay que intentar pensar el asunto a la luz de las situaciones de una lengua aprendida, ο tambien del caso de bilingUismo: 10s hablantes que manejan desde la infancia dos lenguas sin confundirlas trasladan de una a otra giros gramaticales, expresiones graficas, 10cuciones propias.

L

566

ΕΙ

GRIEGO DE

ΙΑ

BIBLIA

Ει GRIEGO DE LOS SETENTA

La traduccίόη griega de 1a Τοπί*, e1 Pentateuco*, se termίηό en A1ejandrIa en 1a primera mitad de1 sig10 ΠΙ a.C. Es c1aro que 10s traductores de1 Pentateuco atestiguan un exce1ente conocimiento tanto de1 hebreo como de1 griego; vierten con finura en buen griego 10s matices de1 hebreo. Α medida que avanza 1a papiro10gia Υ que contamos con mas documentos profanos redactados en griego, principa1mente actas notaria1es Υ contratos de venta, captamos mejor que 1a traduccίόη que ellos hicieron se mantiene Ρrόχίma a una 1engua hab1ada corriente en e1 medio a1ejandrino. Entre e1 interes por una traduccίόη 1iteral, rigurosa pero necesariamente rugosa, Υ e1 de una traηSΡοsίcίόη 1iteraria mas 1ibre pero que diera mejor e1 sentido, 10s traductores de1 Pentateuco optaron por una especie de compromiso: manteniendose muy cerca de1 texto hebreo, evitaron un paIabra a pa1abra que habrla terminado en un texto griego extrafio. Tradujeron de forma que e1 texto fuera comprendido Υ recibido en 1as comunidades heIenόfonas; supieron conservar una verdadera flexibilidad Υ transponer con cierta genialidad Ios giros propios de1 hebreo en una aceptabIe sintaxis griega. Con raΖόη se llama a estos giros «setentismos»; nosotros 1es definiriamos gustosamente como semitismos inteIigentes, es decir que en ellos se recurre a las ampIias posibiIidades de1 griego para ca1car eI hebreo 10 mas de cerca posibIe. Convertidos en expresiones corrientes en e1 mundo judIo he1enόfono, esos setentismos fueron ac1imatados Υ recibidos en e1 mundo griego pagano: iLucas recurrira constantemente a ellos! Tampoco en e1 vocabu1ario 1a fide1idad a1 origina1 es servi1: es verdad que buen numero de pa1abras encontraron υη equiva1ente fijo (eI nombre de kyrios para traducir Adonai, «el Seiior»; doxa que se coηvίrtίό en e1 equiva1ente ob1igado de kab6d, «1a g10ria», con una reηοvacίόη de sentido muy interesante, etc.). [vease ρ. 433]. Sin embargo ηο hay ninguna rigidez: ηο hay correspondencia termino a termino, sino una busqueda caso a caso de1 equiva1ente mas apropiado. Εη fin, cuando e1 griego desconoce 1as imagenes hebraicas, estos traductores encontraron en muchas ocasiones υη buen equiyalente: asi la eΧΡresίόn ((circnncidar el prepL1cio del COΠΖόη\\ se coηvίrtίό en griego en «1a dureza del coraΖόn», sklerokardia, un,1 pa1abra griega llamada a tener un enorme exito. Los traductores siguientes, e1 de1 1ibro de Isalas, Υ 1uego, en 105 sig10s ΙΙ Υ Ι, 10s de 10s Profetas Υ 10s Escritos, parecen haber sido πσ tan buenos conocedores de1 hebreo: traducen con menor Ρrecίsίόιι, Υ hay ocasiones en que parece que se dedican a hacer juegos de adivinanzas. Aunque , Ρaradόjίcamente, se atienen mas a una especie dι'

APENDICES

~

1itera1ismo, en ocasiones impresionante: en bastantes sa1mos Υ en 10s Profetas menores, se reproduce en griego e1 orden de 1as pa1abras hebreas Υ hasta su nllmero. Aunque 1a traduccίόη de1 Pentateuco, muy estimada en e1 judaίsmο*, jugό un pape1 de referencia Υ de 1exico basico, 10s traductores de 10s Profetas introdujeron en e1 griego imagenes hebraicas (asί «marchar» en e1 sentido de «comportarse»), que e1 griego termίηarίa asimi1ando. De hecho todos 10s 1ibros de 10s Setenta, Υ cada 1ibro tomado por separado, son una mezc1a, dosificada en diferentes proporciones, entre un 1itera1ismo rίgίdο Υ una 1ibertad que se aνecina a 1a parafrasis. Ιο que cuenta es que siempre se mantienen comprensib1es para un greco-par1ante. Sefia1emos fina11nente que 10s Setenta contienen 1ibros escritos directamente en griego (Judit, 2 Macabeos, Sabίdurίa... ): dan testimonio de 1a νita1idad de1 griego de 1a koine en 10s medios judίοs he1enizados. Ει GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO

Εη 1a Pa1estina de1 sig10 ] de nuestra era, 1a 1engua 10ca1 seguίa siendo e1 arameo, Υ en ocasiones quiza en ]udea una forma eν01uciona­ da de1 hebreo. Aunque en 1as ciudades Υ a νeces tambien en 1as zonas rura1es, 10s comerciantes habίaη introducido e1 griego, 10s primeros dίscίΡu10S de ]esus de Nazaret, como e1 mismo, hab1aban arameo. La Ρrίmerίsίma eΧΡresίόη de 1a fe pascua1 se fοrmu1ό en esta 1engua. Sin embargo, 10s Hechos de 10s ΑΡόst01es dan testimonio de una comunidad de dίscίΡu10S procedentes de 1a diaspora de 1engua hebrea, 10s he1enistas, presentes muy pronto en ]erusa1en. Εη e1 caΡί­ ω10 6 de Hechos, 10s siete νarones e1egidos por 10s ΑΡόst01es para ayudar1es tienen nombres griegos. Αsί que tambien muy pronto 1a fe pascua1 ωνο que decirse en griego. Por 10 demas, encontraba a su dίSΡοsίcίόη υη notab1e instrumento para intentar expresar e1 acontecimiento de 1a Resurreccίόη: desde hacίa mas de dos sig10s 1a traduccίόη de 10s Setenta habίa recogido Υ en parte forjado todo e1 νocabu1ario griego de 1a fe judίa: e1 νocabu1ario de 1a a1ianza, e1 de 1a esperanza mesianica ο escat01όgίca, etc. Sobre todo, despues de 1a guerra judίa de los Macabeos. 1a creencia en 1a resIIrreccinn de lns muertos habίa adquirido en griego una eΧΡresίόη cuasi tecnica con e1 νerbo αnistemi, «1eνantar, resucitar». Las tradiciones eνange1icas, re1atos de 1a Ρasίόη, memoria1 de 1a u1tima cena, parab01as Υ re1atos de curacίόη, debieron transmitirse a1 principio, en Pa1estina, en arameo Υ adquirir una forma re1atiνa­ mente fija apta para 1a catequesis Υ 1a 1iturgia. Pero ίΠΟ se transmitieron casi inmediatamente en griego! Segun 1a tradίcίόη que refe-

568

ΕΙ

GRIEGO

ΟΕ

ΙΑ

ΒΙΒΙΙΑ

rencia ΡaΡίas, una primera trama del eνangelio segun Mateo eχίstίό en «lengua semίtίca». Igualmente la coΙeccίόη de palabras ο logia* de Jesus, que habitualmente se denomina Quelle (ο «fuente Q*») quiza quedό fijada simultaneamente en arameo Υ en griego. Lo que obserνamos con mayor claridad es que el redactor mateano, que utiliza esas fuentes asί como un primer estado del eνange­ lίο segun Marcos, eνita al maximo retomar fόrmuΙas arameas: asί Mateo escribe: «ΕΙ lJesus] la tοmό de la mano, Υ la muchacha se leνaηtό» (Mt 9,25), donde Marcos dice: «Υ tomando la mano de la nifia, le dice: "ΤaΙίtά kum", que quiere decir: "Muchacha, a ti te digo, leνantate"» (Mc 5,41). Del mismo modo, a ΡrΟΡόsίtο de las curaciones realizadas por Jesus en las riberas del lago de Τίberίades, Mateo escribe: «Υ el10s curό» (Mt 15,30), eνitando la fόrmuΙa de Marcos: «Υ le dijo: 'Έ!fatά", que quiere decir: "iAbrete!"» (Mc 7,34). Mateo sabe tambien admirablemente corregir a Marcos para eνitar semitismos demasiado asperos para un οίdο griego: asί 10s arameίs­ mos que aparecen en el primer relato de la dίstrίbucίόη de 10s panes, en Mc 6,40 (symposia symposia: «por grupos»; prasiai prasiai: «por REFERENCIA

lSE

PUEDE HABLAR DE «GRIEGO BIBLICO»?

υη

rasgo comίln a todos 10s textos del Nuevo Testamento γ, por tanto, a todas las comunidades destinatarias, es la lengua griega. Dicho de otro modo, nuestro Nuevo Testamento es griego de punta a cabo, Υ 10s mas antiguos fragmentos de manuscritos que Βθ han descubierto 10 confirman. La cοΙ0racίόη propia del griego de cada autor puede estar teftida de hebraismos (ο mas bien de arameismos) Υ sobre todo de setentismos, pero eso ηο quita nada al hecho de que la lengua uti1izada siga siendo el griego, γ la comparacίόη con 10s papiros de la epoca muestra hasta que punto el Nuevo Testamento (como tambien 10 esencial de 10s Setenta) emplea la koine, la lengua griega comίln: πσ se tr:ιta en absolnto de '.1η? )ρηΨ1" «biblica» particular ο aderezada para las necesidades de la causa. Todavia θη tiempos recientes se han hecho retroversiones del griego del Nuevo Testamento al arameo ο al hebreo, como la traduccίόη del Nuevo Testamento de Andre Chouraqui, que es la traduccίόη

del texto arameo que el traductor SUP0l10 ser el trasfondo del Nuevo Testamento; por 10gradas que esten, estas retroversiolloK siguen siendo de finales del sig10 ΧΧ, Υ nunca Βθ ha encontrado una sola confirIl\II' cίόη manuscrita. ΕΙ griego del Nuevo Testamento Υ ,18 10s Setenta, muchas veces llamado todavi", «griego biblico», ha sido considerado como el pariente pobre del griego c1asico. Νο es mera coqueteria de helenista: Υ/Ι Oll el sigl0 πι algunos letrados reaccionaball de ese mismo modo; asi Origenes Ιυνο que defender ese «griego de campesino.» contra 10s ataques de 10s ΙίΙόΒΟΙΟΒ pagAnos, insistiendo θη la universalidad de υη rn."".1l<;aj"" φιρ !os simp]es Υ pequeftoB podJ" an comprender. Tambien Jer6nimo Υ Juan Crίsόsιοmο 10 defendieron, pero Βίη nogar nunca el caracter prosaico Υ un poco rugoso de esta lengua. Εη cualquier caso, ο •• es el punto de vista de personas 1etrad",., educadas θη la lengua muy conservador. Υ purista de Atenas. Nuestro juicio αΙ το.· pecto pretende ser mas equilibrado.

APENDICES

grupos de cien ο de cincuenta») han desaparecido del texto de Mateo (Mt 14,18). Su escritura simple, sobria Υ densa es, a niνel de ese griego 10cal, de un porte admirable. Si hemos de dar credito a ΡaΡίas, Marcos recogίό para la comunidad de Roma las ensenanzas de Pedro. Su lengua esta sembrada de algunos latinismos (kenson: «el censo»; legion: «la Ιegίόη»; kenturi6n: «el ceηturίόη»). Transcribe νarias expresiones fijadas en arameo (Mc 5,41: taΙίtά kum; Mc 7,34: e!fatά; Mc 15,34: eΙοί, eΙοί lema sabacctani), pero inmediatamente las traduce al griego; su estilo popular Υ pintoresco conserνa semitismos, que proceden sin duda del bilingίiismo, pero que pueden inscribirse perfectamente en determinadas posibilidades del griego: asί la parataxis (<<Υ... Υ... Υ...) que utiliza constantemente, esta muy acomodada al estilo de la Ρrοclamacίόη popular. Α la νez usa admirablemente el presente hίstόrίco griego, al que conνierte en el presente de la palabra νiνa del Resucitado. ΕΙ estilo de Lucas, mas sostenido, reνela un buen dominio del griego literario Υ un conocimiento amplio de vocabularios tecnicos como el de la ηaνegacίόη (Hch 27). Se toma el trabajo de trasponer 10s arameίsmοs de Marcos a un griego correcto: «por grupos de unos cincuenta», ana pentekonta (Lc 9,14). Pero Lucas es sobre todo un lector de 10s Setenta; adopta sus giros sintacticos mas corrientes, traspone el estilo poetico de 10s salmos, Υ sobre todo retoma su νoca­ bulario con el que teje todos sus escritos. Las citas de cumplimiento caracterίstίcas de Mateo las reemplaza por una reescritura del acontecimiento en el estilo Υ 10s terminos de 10s Setenta. La aηuηcίacίόη a Jose en Mateo termina con estas palabras: «Todo esto sucedίό para que se cumpliese 10 dicho por el Sefior por medio del profeta: Ved que Ia νirgen concebira Υ dani a Iuz un hijo Υ Ie pondran por nombre Emmanuel*» (Mt 1,22-23); Lucas reescribe Ia cita de Ιsaίas Υ Ia integra en Ia aηuηcίacίόη del angel a Μarίa: «Vas a concebir en eI seno Υ νas a dar a Iuz un hijo a quien pondras por nombre Jesus» (Lc 1,31). jEs su originaI manera de expresar eI cumplimiento de las Escrituras! La escritura de Juan, con medios sintacticos relatiνamente ρο­ bres (a pesar de algunos beHos penodos condlClOnales), ha stdo considerada demasiadas νeces como el reflejo de un originaI semίtίco. Serίa mas justo decir que el autor expresa un pensamiento semίtίco en una lengua griega simple, que utiliza especialmente la parataxis, pero cuyas sutilezas domina admirablemente: por ejemplo, Ios νalo­ res de aspecto del νerbo griego, Υ especialmente el perfecto, le permiten aportar admirables matizaciones teοlόgίcas. 570

EL

GRIEGO

DE LA

BIBLIA

Pab10, que muy probab1emente era bi1ingίie, escribe υη griego apasionado Υ abrupto, cuya dificu1tad se debe principa1mente a 1a comp1ejidad de υη pensamiento en p1ena teηsίόη. Como persona habituada a 1as escue1as de retόrίca, uti1iza 10 mismo e1 esti10 de 1a dίscusίόη rabinica* que e1 de 1a diatriba griega. De1iberadamente, en continuidad con 10s ιi1timos escritos de 10s Setenta, introduce en e1 mensaje cristiano e1 νocabu1ario de 1as instituciones polίticas griegas Υ de1 estoicismo νu1garizado. Citemos como ejemp10s: 1a parusia*, «νenida triunfa1» de1 emperador a una ciudad; e1 titu10 soter, «Sa1νador»; 1a pa1abra ekklesia, que se conνertira en «1a Ig1esia»; Υ en e1 orden de 1as re1aciones Υ de1 comportamiento, filadelfia, «amor fraterno»; sofronein, «1a sabiduria practica»; egkrateia, «dominio de si». Sus sucesores ηο haran mas que acentuar esta tendencia. Fina1mente, si obras como 1as cartas de Pedro Υ de Santiago ο 1a carta a 10s Hebreos estan redactadas en υη griego sostenido, de buena ca1idad 1iteraria, e1 texto de1 Apoca1ipsis esta en e1lίmite de 10 soportab1e Υ en ocasiones de 10 comprensib1e. Sin embargo fue recibido por comunidades he1enόfonas, probab1emente bi1ingίies; Υ como 10s otros autores de1 Nueνo Testamento, e1 redactor de1 Apoca1ipsis supo ap1icar 1a marca propia de su genio a una 1engua que manejaba mal. Su obra termina con 1a ίηνοcacίόη 1itίIrgica: «Ven, Seiior Jesιis» (Αρ 22,20), eco en 1a koine de 1a ίηνοcacίόη que Pab10 pronunciaba todaνia en arameo a1 fina1 de 1a primera carta a 10s Corintios: Maran atha (1 Co 16,22). R. D.-R.

~71

APENDICE

3

CRONOLOGIA

HISTORIA UNIVERSAL HISTORIA υΗ PAIS JUDio HISTORIA CRISTlANA ESCRITOS CRISTlANOS

(DATOS HIPOTETlCOS)

. :123 MLlerte de Alejandro Magno Ι ι,7 Reinado de Antioco ιν ΕΡίfaηes en Siria Comienzo de la revuelta judίa de los Macabeos 6.~ Toma de Jerusalen por Pompeyo. Comienzo de la epoca romana . 44 Asesinato de Cesar Comienzo del reinado de Herodes el Grande .\7 .\1 Batalla de Accio. Victoria de Octavio sobre Antonio 29 Comienzo del reinado de Octavio con eI nombre de Augusto Herodes eI Grande emprende la recoηstruccίόη del Templo de Jerusalen 20 ·6 (aprox.) Nacimiento de JesίIs de Nazaret Muerte de Herodes el Grande 4 Reparto de su reino entre sus hijos: Arquelao, Herodes Antipas Υ Herodes Filipo DeΡοsίcίόη de Arquelao. Judea, gobernada por un Pl"aefectus romano Quirino, legado de Siria 14 Muerte de Augusto. Tiberio, nuevo emperador 26 Poncio Pilato, prefecto de Judea 27 Comienzo de la Ρredίcacίόη de JesίIs .\0 Viernes, 30 de abril, muerte de JesίIs .\4 ('Iρrox.) Cοηversίόη de san Pablo .\6 Poncio PiIato es llamado a Roma .J7 Muerte de Tiberio. CalίgLIla, nuevo emperador Π5Ι Ι" Υ 2" misiones de Pablo .19 Herodes Antipas, exίliado en ΙΥοη. Le sustituye Herodes Agripa ι 41 Muerte de Calίgula. Claudio, nuevo emperador Herodes Agrιpa ι recιbe Judea Muerte de Santiago, hijo de Zebedeo 44 Muerte de Herodes Agripa ι Judea vuelve a ser provincia procuratoriana 50 1 Tesalonicenses Asamblea de Jerusalen 51 52 3" mίsίόη de Pablo

572

HISTORIA UNIVERSAl. ΗΙSΊΟRΙΑ Ι)Ει PAls JUDiO

HISTORIA t:RISTIANA ESCRITOS CRISTJANI ),\

(DATOS ΗΙΡΟΤΡΤΙΙ:, ιs)

1 COI'intios

53-57

2 Corintios

Filipenses, ωίlιιl,ι' Romanos, h'il('l/IιIΙI 53 Muerte de Claudio. 59-60

Νerόη,

62

nuevo emperador Viaje de Pablo a Roma Muerte de Santiago, hermano de )es(Is Muerte de Pedro Υ de Pablo

64-68 65 66 Comienzo de la guerra judia 68 Suicidio de Νerόη. Galba, nuevo emperador 69 Vespasiano, emperador 70 29 de agosto: tonIa de jerusalen por Tito 73 TOll1a de Masada 79 Tito, emperador 81 Doιniciano, emperador 85 (aprox.)

90 (aprox.) 95 (aprox.) 98 Trajano, ell1perador 110 (aprox.) 118 Adriano, emperador 125 (ilprox.)

135

Evangelio de

ΜιlΙ'ΙΙΙ"

Evangelio de MιΙΙ('ιl Evangelio dI' Ι/ιιω Υ HecllOs tle /Ο, Λ/"",ιι/," EvaIlgelio γ αll'lω '/,' 11/1/11 Apocalipsis 1 ClementI~. 1 Ji,/I"" C>'artas de IgIII/Iio de AntioCJIIiII 2 Pedro Evallgelio Ι/Ι' ""ι/ιι' Evallgelio Ι/Ι' Ίί,/ιιι(\

Revuelta de Bar Kochba. Los judios son expulsados de jcrιIs;tll'I\

Ι,],,

APENDICE

4

BIBLIOGRAFIA Biblias en lengua espanola edίcίόη revisada Υ aumentada, Desclee De Brouwer, Bilbao 1998. De ella se han tomado 10s textos citados en este libro. Ια Bib1ia. Nueva edίcίόη revisada (La Casa de la Biblia), Verbo Divino, Madrid 1991. Ια Bib1ia de1 Peregrino. Εdίcίόη de estudio, 3 vols. (trad. de L. Alonso SchOkel). Mensajero / Verbo Divino, Bilbao / Estella 1993. ΕΙ Antiguo Testamento contiene el texto de la Nueva Biblia Espaiiola, pero con numerosas enmiendas, Υ el Nuevo Testamento es una versίόη nueva. Sagrada Bib1ia, trad. de Ε. Nacar Υ Α. Colunga, BAC/Ed. CatόΙίca, Madrid 1944ss.

Bib1ia de ]erusa1Cn. Nueva

Texto griego del Nuevo Testamento ALAND,

Κ.

- BLACK,

Μ.

- MARTINI, C.M. - METZGER,

Β.Μ.

- WIKGREN,

Α.,

The Greek New Testament, United Bible Societies, London 19934. Las variantes de los manuscritos son detalladas, pero poco numerosas. NESTLE, Ε. - ALAND, Κ., Novum Testamentum Graece, Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart 199527 rev. Las variantes de 10s manuscritos son numerosas, pero estan presentadas de manera muy tecnica. Instrumentos de trabajo ARCO, J. DE (Υ otros), Concordancias de Ια Biblia. Nuevo Testamento, Desclee De Brouwer, Bilbao 1975. ΒΑΙΖ, Η. - SCHNEIDER, G. (eds.), Diccionario exegftico de1 Nuevo Testamento, 2 vols., Sigueme, Salamanca 1996. ΒΕΝΟΙΤ, Ρ. - BOISMARD, Μ.Ε. - MALILLOS, J.L., Sinopsis de 10s cuatro evange1ios, Desclee De Brouwer, Bilbao 1977. Ρreseηtacίόη de los textos evangelicos paralelos en columnas. CERVANTES GABARRON, J., Sinopsis bi1ingue de 10s evange1ios, Verbo Divino, Estella (Navarra) 1999. COENEN, L. - BEYREUTHER, Ε. - BIETENHARD, Η., Diccionario teοΙόgίco de1 Nuevo Testamento, 2 vols., Sigueme, Salamanca 1998. LEoN-DuFOUR, Χ. (ed.), Vocabulario de te010gία bίb1ίcα, Herder, Barcelona 200118. υη lexico de las principales nociones teοlόgίcas del universo biblico.

574

BIBLIOGRAFIA

Introducciones generales KOSTER, He1mut, Ιntrσduccίόn αΙ Nuevo Testamento, Sίgueme, Sa1amanca 1988. VIELHAUER, Philipp, Historia de Ια literatura cristiana primitiva, Sίgueme, SaIamanca 1991. Comentarios Υ co1ecciones ΕΙ comentario ροτ νersίcu10 Υ

de un Iibro bίbΙίco ofrece el anaIisis νersίcu10 presenta en una ίηtrοduccίόη 1as cuestiones crίtί­ cas genera1es pertinentes. Ofrecemos a1gunos tίtu10S Υ a1gunas co1ecciones. BROWN, R.E. - FITZMYER, J.A. - MURPHY, R.E., Comentario Biblico «5an !erόnίmσ», 5 ν01s., Cristiandad, Madrid 1971-1972. Comentario Biblico Internacional (bajo 1a dίreccίόη de W. FARMER Υ otros), Verbo Diνino, Estella 1999, 1.760 ρρ. Preparado ροτ mas de cien especia1istas internaciona1es, con eSΡίrίtu ecumenico. Rigor academico Υ νίsίόη pastoral. Claνes interpretatiνas de 1a PaIabra de Dios desde diferentes perspectiνas cuIturaIes. Comentario αΙ Nuevo Testamento, La Casa de Ia BibIia, Madrid 1995\ 748 ρρ. Elaborado por treinta profcsorcs νincu1ados a 1a Casa de Bib1ia de Madrid. Introducciones a 10s grandes b10ques, a cada uno de 10s 1ibros, a cada parte ο seccίόη de cada libro; comentarios Υ explicaciones ύtί­ 1es para desentrafiar el sentido de cada texto. (Con 1as mismas caracterίstίcas hay otros dos νοlύmeηes dedicados al Antiguo Testamento). CσΙeccίόn «Cuadernos Biblicos», Verbo Diνino, Estella. Contiene buenos estudios sobre 1ibros ο temas bίb1ίcos, pero ηο comentarios propiamente dichos. Εη e1 aspecto Ρedagόgίco, destaca su c1ara Ρreseηtacίόη mediante recuadros, resύmeηes, ίηdίces Υ bib1iografίa. CσΙeccίόn «Gula de Lectura del Nuevo Testamento», Verbo Diνino, Estella. C01eccίόη compuesta de 17 ν01ύmeηes que inc1uyen todo e1 Nueνo Testamento. Cada 1ibro contiene e1 texto bίb1ίco comp1eto, con guίas de 1ectura de conjunto que operan ροτ unidades menores, con una οrίentacίόη pastora1 que ayuda a 1a 1ectura comprensiνa Υ actua1izada de1 libro que se COlnenta. Pueden utiIizarse como Iectura personal ο lJd1d ~t1 tSΊUJ~dJuS t11 gtupo Ο t11 ι.ΙΗ.. uΙοs lιιω~ωs, ωl1 t:l ubjtίl νυ final de obtener una mayor ίηfοrmacίόηΥ un mejor conocimiento crί­ tico del Nueνo Testamento.

APENDICE

5

GLOSARIO

Εη e! Indice de nociones esencia!es [ρρ. 593-595 J se encuentran !as paginas de!!ibro

en que aparecen !os terminos de este G!osario.

Alegoria: Figura literarla que pone en paralelo dos realidades, de forma que cada elemento de una de ellas tlene su correspondiente en υη elemento de la otra. La tradi(ίόη nos ha hecho llegar algunas parabolas evangelicas en forma alegorizada; la exegesis de los Padres de la Iglesia aceηtuό todavla mas ese caracter aΙegόrίco. Anawim: Palabra hebrea en plural. ΕΙ singular anaw significa «pobre». Los anawim eran los mlembros de υη movlmlento esplrltual judIo del sigl0 ι que reacclonaban contra la complejidad de la ίηterΡretacίόη de la Tora Υ en pro de la simplicidad de coraΖόη. Apocalipsls, apocalίptlca: Apocalipsls es la traηscrίΡcίόη del grlego apokalypsis, que significa «desvelamiento, reνeΙacίόη». ΕΙ contenido de υη libro perteneclente al genero lίterarίo apocaliptlco se ofrece como el relato de vlslones, la mayor parte de las veces celestes, de las que se ha beneficiado υη vislonarlo. Redactados en epocas turbulentas, estos relatos son portadores de υη mensaje de esperanza para 10s justos. Εη la antlgίίedad el termlno ηο tuvo el sentldo Inoderno de catastrofe, que adquίrίό posteriormente. ΑΡόcrίfο: ΤraηscrίΡcίόη de υη adjetivo grlego que significa «oculto, secreto», que empeΖίι d Jeslgndl ιω t:~Ι-ι ίίυ~ j uJiu~ u υ ί~ίίαllυ~ ηο incluidos en el canon de las Escrlturas. Los aΡόcrίfοs se difundieron menos que los textos caηόηίcos, pero ηο se trata de textos que contuvleran secretos que sόΙο una elite se reservaba para S1. Hay que lndicar que los ρrοtestaηtes llaman «aΡόcrίfοs» a los libros (le la Biblia grlega de los Setenta que ηο fue-

576

ron recibidos en el canon judio de las Escrlturas; los catόΙίcos les llaman «deuterocaηόηίcοs».

Αquedά: Termino dura» Υ designa la

hebreo que significa «ataescena narrada en ellibro del Genesis en la que Abrahan se apresta a sacrificar a su hijo Isaac despues de haberle manlatado (Gn 22); en consecuencla, se dice «sacrificio de Abrahan» ο «aqedά» de Isaac. Asmoneo: Dinastla real judia nacida de la familia de 10s Macabeos, que organizaron la rebeΙίόη judia contra las tentatlvas de heleηίΖacίόη forzada en el siglo 11 a.C. Azlmo: Termino formado a partlr del griego Υ que significa «sln levadura». La fiesta judia de 10s Azlmos colncidia, desde el Exodo, con la Pascua. Durante ocho dlas se comla pan sln fermentar. Baraita: Termino hebreo que significa «10 que es externo». Designa las opiniones de 10s rabinos ηο incluidas en la Mishna (Μίsnά). Bautistas: Movimiento judio, cuyo representante mas conocido es Juan el Bautista; predicaban υη bafio de agua como signo del arrepentlmiento Υ del Ρerdόη recibido. Νο se debe confundir con 10s protestantes baptlstas que admlnlstran el bautlsmo crlstlano en la edad adulta Υ mediante ίηmersίόη ι-uιιψΙt:Ιd.

Canon: Termino formado sobre el griego kanon que significa «cafia», Υ de ahi «regla». Εη reΙacίόη con la Biblia desIgna el corpus de libros aceptados como Escrltura, Υ por tanto, como regla de la fe, por 10s judios por υη lado Υ por 10s crlstlanos por otro.

GLOSARIO

Carisma: Del griego charisma, significa «gracia, faνor». ΕΙ Nueνo Testamento Υ la tradίcίόπ crlstlana usan esta palabra para hablar de los dones que el Espiritu Santo da a los fieles para el bien de la 19lesia. Catecumeno, catecumenal: ΕΙ catecumeno es una persona que se prepara para ser bautlzado. Catecumenal es el adjetivo correspondiente. Catequesis: Palabra formada sobre el grlego que significa «resonancla», Υ de ahi «lnstruccίόπ»; en la antigίiedad la ίπstruccίόπ se hacla prlnclpalmente mediante la ensefianza ora1. Επ el crlstlanlsmo designa la fοrmacίόπ religiosa que se da a los nuevos convertidos ο a los crlstlanos jόveπes. Cοπfesίόπ de fe: Resumen de la fe, generalmente crlstlana, que ιιπο puede verse llamado a proclamar, a confesar pIiblicamente, para declarar su pertenencla a ιιπ grupo religioso. ΕΙ uso corrlente ha termlnado limltando su uso a la fe crlstlana. ΕΙ Credo es una coπfesίόπ de fe. Corpus: υπ corpus literarlo es ιιπ conjunto de textos reagrupados. Ροτ ejemplo, el Απ­ tiguo Testamento ο el Nuevo Testamento. Cristologia: Estudio de la persona de Crlsto (ο Meslas). Εtίmοlόgίcameπte, es el estudio sobre el Mesias de 1srael; se puede hablar, entonces, de una «cristologIa del Antiguo Testamento». ΕΙ uso corrlente 10 limlta, sln embargo, al estudio de la persona de Jesus de Nazaret. Cumplir, cumplimiento: Terminos teοlόgί­ cos utilizados principalmente para declr que Jesus cumΡΙίό la Escrltura judia; es en el en qulen esa Escrltura encuentra su significacίόπ Ultlma. Asi ροτ ejemplo, la infancia de Jesus tal Υ como la narra Mateo cumple la historla de 1srae1. Deuterocanonico: Literaimente «io que se refiere a ιιπ segundo canon». Nombre Υ adjetlvo que designan, para los catόΙίcos, las slete obras judias, redactadas en griego, πο admltidas en el canon judIo de las Escrlturas. Los catόΙίcos las admlten en el canon del Antiguo Testamento, pero πο los protestantes, que prefieren llamarlas aΡόcrίfas.

Deuteropaulinismo: Liter.IIIIIι'llll·, «111 segundo grupo de escrltos 1);lIllillOs» Ι. palabra designa el feπόmeπο ιΙι' l
APENDICES

Entusiasmo, entusiasta: Aparte de su sentido habitual, designa unas desviaciones que existieron en 1a Ig1esia primitiva Υ mas especia1mente en Corinto: sus adeptos estaban tan convencidos de haber entrado, por su conνersίόη, en 1a era de la saΙvacίόη que olvidaban las obligaciones de la vida ordinaria. Esenios, esenismo: Palabra que procede del arameo por vla del griego Υ significa «curandero, sanador». Fue, con los fariseos Υ los saduceos, υηο de los grandes movimientos doctrinales Υ espirituales del judaIsmo del siglo ι. Los esenios estaban vinculados a familias sacerdotales opuestas a los sumos sacerdotes instalados en Jerusalen. Con frecuencia vivlan en comunidad, Υ esperaban una restauracίόη del sacerdocio legitimo que rea1izarla Dios mismo. Los famosos manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en 1947, proceden de esta secta. Cerca, en Qnmran, se ha descubierto Υ excavado ιιηο de stlS principales asentamientos. Evangelio: palabra calcada sobre el griego euangelion, qne significa «bnena noticia». Los cristianos la ntilizaron para designar la bnena noticia de la Resιιrreccίόη de JesίIs. Cnando expresa este sentido nosotros la escribimos con mayίιscnla. La nsamos con minuscula para designar ιιηο ιι otro de los cuatro libros «biograficos» que tenemos sobre la vida de Jesus. Exegeta: Especialista en textos bίbΙίcos. ΕχΡίacίόη (fiesta de la): Εη hebreo Kippur. Fiesta jndia annal del Ρerdόη de los pecados, marcada por ritos de penitencia Υ por ιιη aynno de veinticuatro horas. Su ritual esta descrito en e1 capitu10 16 de1 Levltico. Fariseo, farίseίsmο: Los fariseos constitulan una de 1as tres grandes corrientes del jndaIsmo antigno, nacido a coηtίηιιacίόη de la Ρersecucίόη de AntlOCO ιν Epifanes en el ano 167 a.C. De etίmοlοgίa discutida, sn nombre Ροdrίa significar «separado». Considerando que la Tora reve1ada por Dios a Moises se subdivide en Tora escrita Υ Tora oral, Υ qne el verdadero cu1to a Dios es 1a observancia rnoral Υ ritua1 de 10s mandamientos, eran llartidarios de nna ίηterΡretacίόη de la Tora

578

abierta a la novedad. Sin embargo, esto desembocar en nna enorme minnciosidad practica Υ en menospreciar a los pecadores. Jesus estuvo cerca de ellos en cuanto a1 pensamiento de fondo, pero crίtίcό sn exceso de rigor. Los maestros fariseos iniciaron la corriente rabίηίca qne se desaποlΙό despues de la destruccίόη del Templo de Jernsalen. ΕΙ termino «fariseismo» designa el sistema del pensamiento fariseo considerado en sn aspecto negativo.

Ροdίa

Glosolalia: Ο «hablar en lengnas». Feηόme­ ηο qne consiste en hablar, bajo el impulso del ΕSΡίrίtu Santo, lengnas desconocidas. Generalmente se necesitan interpretes para dar el sentido de las palabras pronunciadas. Gnosis, gnosticismo, gηόstίco: Gnosis es la traηscrίΡcίόη del griego gnosis, «conocimiento». Pensamiento gηόstίco, ο gnosticismo, es nna forma de pensamiento religioso segun la cnal 10s seres hnmanos pneden acceder a Dios mediante el conocimiento, Υ ser sa1vados pasando por ritos esotericos. Tendencias gηόstίcas existieron en el cristianismo desde StlS origenes. Α partir de1 sig10 ΙΙ se desarrollaron sistemas de pensamiento gηόstίco constituidos. Griego: Εη e1 Nnevo Testamento es nna persona ηο jιιdίa, sea cual sea la etnia a que pertenezca. Hades: Dios griego de los mnertos. ΕΙ Nuevo Testamento utiliza esta pa1abra como sίηό­ nimo de los infiernos. Haftara: Pa1abra hebrea. Designa la lectura de los Profetas hecha a coηtίηιιacίόη de la de la Tora en el oficio sinagogal. ΗeΙeηίstίco: La cίvί1ίΖacίόη he1enistica es la cίvίΙίΖacίόη que se eχteηdίό por todo el Ρrόχίmο Oriente como consecuencia de las conquistas de Alejandro. lodavta eJeraa su inflnjo en el siglo ι de nuestra era. Hermeneutica: Palabra formada sobre el verbo griego hermeneuein que significa «tradncir, interpretar». Εη nuestro caso remite a la ίηterΡretacίόη de los textos biblicos, necesaria para toda lectura crίtίca. Ellector aborda el texto con una ΡrecomΡreηsίόη, he-

GLOSARIO redada de su cu]tura Υ de sus presupuestos persona1es. Toda 1ectura pone en juego υπ νa Υ νiene entre el texto Υ e1 ]ector (ο grupo de 1ectores). Homi1eta: Persona que pronuncia 1a homilίa, especia1mente en e1 oficio sinagogal. Ig1esia: De1 griego ekklesia, que significa «asamb1ea conνocada». Nosotros 10 ponemos con mayίιscula cuando se refiere a υη grupo de cristlanos -Iglesia universal, Iglesia de Corinto- Υ con minllscula cuando se refiere a1 edificio en el que se rellne 1a Iglesia. Α partir de1 sig10 11 e1 grupo cristiano que se sentla heredero de 1a tradίcίόη aΡοstό1ίca tοmό e1 nombre de gran Ig1esIa. Intertestamentarios: Se designa con esta pa1abra los escrltos judios ηο aceptados en el canon del Antiguo Testamento, redactados entre el sig10 11 a.C. Υ e1 sig10 ι d.C. Pero como esta epoca πο recubre exactamente e1 lnterva10 de tiempo transcurrido entre e1 Antlguo Υ e1 Nueνo Testamento, en muchas ocaslones se prefiere hab1ar de «literatura judia antigua» ο tambien de «escrltos de1 judaismo antiguo». Joanico: Adjetiνo asoclado a1 nombre de Juan, e1 evangelista. Judaismo: Nombre formado sobre !udά, ηπο de 10s hijos de Jacob. Επ sentido general, e1 jndaIsmo es 1a religίόη de los judios. Con υη sentido mas 1imltado, desIgna 1a re1ίgίόη en 1as formas que tοmό a partir de la νue1ta de1 destierro judio en Babi10nia (sig1o νι a.C.). Jndaizante: Corrientes jndaIzantes son aquellas corrlentes de pensamiento crlstlano segun 1as cua1es 10s cristianos tendrlan que observar ]os rltos judios, entre ellos 1a clrcuncίsίόn. Pablo las combatίό lntensamente. )udeo-cnstlano: tn su sentIdo preClso, designa al cristiano judio, ο a1 cristlano de orlgen judio. Se contrapone a pagano-cristiano, que es ηη crlstlano de orlgen pagano, es declr, ηο judio. Se uti1iza e1 termlno impropiamente sl se 11ab1a de1 jndaIsmo Υ de1 crlstlanismo afiadidos el υηο al otro.

Kerigma: Del griego kerygIIItΙ, <ψΗ!II.IIII.1 cίόn, Ρredίcacίόn». Design<1 111,'1\ 1 1 ,1Ι'lίl 111.11 mente ]a Ρroc1amacίόn de1 ιηΙ"}~,ιίι' \ Ι 1\1111 ΠΟ Υ de la Resurreccίόη de ]esίls. Kippur: Palabra hebrea de la Γ,ιί,. /\/ι/ι" ψΙ significa «cubrlr, absolver». [)(,Si~II.1 ι'll ι afio jndio e1 Dia de la ΕΧΡίacίόη, φιl' ι .11' 1'1 otofio, el 10 de1 mes de tisri. Es 111, Ι'ί",ο hacer υη ayuno de velntlcnatro I)OI·
57'

APENDICES

los cscribas que recopiaron eI Antiguo en Ia epoca de Ia Alta Edad Mc(1ia. MIlteano: Adjetivo asociado aI nombre de Milteo, εΙ evangeIista. Mesias: ΤraηsΙίteracίόπ de ιιπ termino 11('I)Γεο que significa «ungido». Los reyes de Isntel eran ungidos, Υ aI voIver deI destierro tilnlbien 10 eran 10s sumos sacerdotes. Saύl, I>'lvid Υ sus sucesores, son Mesias. Despues tic la epoca monarquica, εl Mesias judIo se convίrtίό en una figura esperada, principaIrnente regia Υ επ ocaslones sacerdotal, que csωωecerίa ιιπ relno de justicia Υ de paz, εΙ l{ein<1do de Dios. Para Ios cristianos, Jesύs de Nazaret es εΙ Mesias de Israel. Su equivalenΙc griego es christos, de ahi Cristo. Mcturgeman: La persona que επ ιιπ oficio sinilgogaI procIamaba εΙ targum, es decir, Ia tnιdιιccίόπ al arameo de Ia BibIia hebrea. Midrash (midras); εη plura1 midrashim (midraslm): PaIabra hebrea que significa «ίnterpretacίόπ, estudio». υπ mίdrάs es ιιπ cotnentarlo deI texto bibIico realizado ροτ ΙΙI1 maestro. Los midrasim se desarrollaron tntIcho en Ia epoca rablnlca. Minim: Personas contra Ias que se ΡΓΟΠΙΙΠ­ (ί .. l.. duodeclma de Ias Dieciocho Bendiciones, tIna οracίόη judia llamada en hebreo 8JIcltloneh Esreh. Los minim son «sectarios» ο «heretlcos». Es posibIe que esta impreca(ίόl1 designe a 10s pagano-eristianos. Mishna (Μisnά): Palabra hebrea qtIe signifiCil «reΡetίcίόπ» Υ, a partlr de ahi, «enseiίan­ Zil». Uesigna Ia puesta ρσΓ escrito de Ia ense"ίιηι.. de Ios rabinos, εη eI sigIo πι de nuestr.. era, por maestros llamados Tarιllaim (cnsciΊantes ο repetidores), termlno que a vcces se castellaniza en Ia forma tannaltas. Mohar: La suma de dinero que eI futurσ csρoso entrega aI padre de su futuril esposa 'Iesl<ιrnento



el

I110111elllu

utl

ι.ωιίωΙυ 111ιιίl i111Ul1ial.

Νucίόπ: Επ hebreo goi (pIural, goyim) , paIaI)ra (Jue desIgna a ιιπ pueblo πο judio ο a ιιηο (ie sus miembros. Nag Hammadi: Lugar de Egipto donde se ιΙescιι1πίό εη 1947-1948 una bibIioteca eristi<1na gηόstίca.

580

Nazareno: Nombre dado a Jesύs de Nazaret discipuIos; su etimoIogia es discutida. Puede νεπίΓ de Nazaret, a1dea en Ia que se educό Jesύs, ο deI hebreo rιetser, «retoiΊO», ο de rιazίΓ (vease este termino). Nazlr, nazlreato: υπ nazir es ιιπ varόη judio que ha pronunciado ιιη voto, segύπ ιιη rltuaI que se describe en εΙ Iibro de Ios Νύmerοs (6,1-21). Υ a sus

Dstracon (plural, όstraca): Palabra formada sobre eI griego Υ que designa ιιη recipiente de ceramica qne servla de soporte a ιιπ texto qne por 10 generaI se escribla coη ιιπ ιrσzo de carbόπ ο de madera quemada. Pagano, paganismo: Επ εΙ estudio del Νιιενο Testamento se refiere a ιιπ πο jndIo. Por tanto, se puede ser a la νεΖ pagano Υ cristlaπσ, es declr, pagano-eristiano. Pagano-cristiano: Cristiano de origen pagano. Padres de la Iglesia: Los escritores cristianos de Ios primeros sigIos, anteriores a Ia Edad Media. Paraclito: PaIabra formada sobre el griego qne significa «abogado, defensor». Los escrltos joanicos Ia utilizan para hablar del Esplrltu Santo. Parenesls, parenetlco: Discurso de tipo exhortatlvo ο moral. Parusla: PaI<1bra prσveniente deI griego, significa «venida». ΕΙ Νιιενο Testamento Ia reserva para 1<1 «segunda venida» de Cristo al finaI de Ios tlempos. Pascua: Fiesta judia qne conmemora Ia saIida de Eglpto; se celebra επ primavera (comienza Ia tarde deI 14 de rιisarι). Εη eI cristianismo se nsa tambien εη pluraI Υ desIgna Ia fiesta cristiana de Ia Resurreccίόη de Jesύs, cuyos signos aparecieron dos ο tres dlas despues de Ia Pascιιa jndia. Paulinu: Aιljt:livu asuι:ίaιlu ιιΙ IlωηΟΓΙ:: ιlι:: PabIo, εΙ autor de Ias cartas. Pentateuco: Los cinco prlmeros libros de Ia Biblia judia, ο Tora, ο Ley (vease esta palabra). Pericopa: Es una seccίόπ del texto biblico. Petrlno: Adjetivo asoclado al nombre de Pedrσ, eI aΡόstοl.

GLOSARIO

Pirqe Abot: Las «maximas de los Padres» son υη

tratado de 1a Μίsnά que reproduce las ensefianzas de los maestros judios del sIglo ΙΙ a.C. al slglo ΙΙ d.C. Prlmlclas: Los prlmeros frutos de la cosecha que se lleνaban en ofrenda al Templo de Jerusalen. Proseuje: Del griego proseuche, «οracίόn», designa las casas de οracίόn del judaismo en la Diaspora. Es casl sίnόnίmο de sinagoga. PseudoepIgrafo, pseudoepigrafia: Un pseudoepigrafo es ιιη escrlto ptIesto, por ficcίόn, bajo la atItoridad de una persona que ηο es su autor real. Este fenόmenο se desarrοlΙό ampliamente en el judaIsmo antiguo Υ en el crlstlanlsmo prlmltlνo. Varlas cartas de Pablo son pseudoepIgrafas. La pseudoepigrafia es el fenόmenο literarlO correspondiente. Publicano: Recaudador judio de Impuestos al serνlclo del lmperlo romano. Su paga era una parte de 10 que recaudaban. Por 10 general, eran menospreclados por los fariseos. «Q», fuente de los logia: Sigla formada a partir del aleman Quelle, «fuente». Segun el parecer de muchos exegetas, es la prlmera coΙeccίόn escrlta de palabras pronuncIadas por Jesus ο que le fueron atribuidas. Νο ha aparecido ninguna huella de ιιη documento de este tipo que slrνlera de fuente comun a Mateo Υ Lucas. Qumran: ΕΙ wadi Qumran es una torrentera de fuerte pendiente que desemboca en el Mar Muerto. Εη sus orillas se descubrίό ιιη emplazamIento esenlo (νease esta palabra) cercano a las cueνas donde se descubrleron, en 1947, 10s manuscritos de1 Mar Muerto. Rabi, rabino, rabinismo: Rabi es ιιη termino hebreo que significa «mi maestro». Α Jesus le dierc!1 e~te tltulo. De tltu!a ho~orifico p~s6 a ser tίωlo de fuηcίόη, despues del afio 70, bajo la forma «rabino». ΕΙ rabinlsmo es el conjunto del moνlmlento de pensamiento que se constίtUΥό en torno a los rabinos. De el nacleron la Μίsnά Υ los dos talmudes. Redencίόn: Elemento del dogma crlstlano segun el cualla muerte de Jesus en la cruz es

el acto gracias al cual se ha re,IIi".t,lo Ι,I~.II νacίόη del mundo. Sacerdote: Εη este libro usaIηos ,'SI
;~dl~.

Setenta (1os): Nombre que se ι1<1 ;1 Ι<ι ΙΙIi'Ν antigua de las traducclones grieg,ts ιlΙ' Ι" Biblia judia. Segun la leyenda, Ιι ΙI',lιlιlηίcΊιl del Pentateuco la realizaron 70 (ο 72) s.III;os reunidos en la isla de Faros, <'n Αlι'j.ιιιι(I·(ιl. en el sIglo π a.C. Εη su estado (ietInil ίνο, ΙΟΝ Setenta contlene tambien libros φιι' 110 ΙΙ~ιl

APENDICES

ran en la Biblia hebrea, a 10s que 10s protestantes l1aman «aΡόcrίfοs» Υ 10s catόΙίcos «deuterοcaηόηίcοs» . Sheqel (siclo): Medida de peso correspondiente a 11,4 gramos. Servia tambien como moneda Ρatrόη. Sicarios: Palabra formada sobre ellatin sica, «pufial». Designa al grupo de judios que presentaban resistencia a la ΟCUΡacίόη romana; l1evaban υη pufial pequefio bajo sus ropas Υ realizaban asesinatos en 10s lugares pιiblicos. Fueron particularmente activos a partir de 10s afios 50 de nuestra era. Su actividad fue una de las causas de la represίόη romana a partir de 10s afios 66-67. Sinagoga: Termino formado sobre el griego Υ que significa «reuηίόη». Ιο escribimos con minιiscula para designar ellugar de reuηίόη para la οracίόη de una comunidad judia. Υ con mayιiscula cuando designa a la misma comunidad judia. Ha sido frecuente contraponer la Iglesia a la Sinagoga. Sίόη: Nombre de la colina sobre la que estaba construida Jerusalen, la ciudad de David. Εη 10s textos biblicos, Sίόη es equivalente, en muchas ocasiones, a Jerusalen. Mas tarde se dio este nombre a otra colina situada al sudoeste de las mural1as de la actual ciudad antigua. Talmud: Palabra hebrea que significa «ensefianza». ΕΙ Talmud esta compuesto de la Μίsnά (1os tratados que 10 componen llevan el mismo nombre) mas 10s comentarios de los maestros judios, la Gemara. Dos talmudes vieron la luz en el siglo IV, υηο en Palestina, el Talmud de Jerusalen, el otro en Mesopotamia, el Talmud de Babilonia, mas extenso que el precedente. Tannαim: Palabra hebrea que significa «ensefiantes» ο «repetidores», con la que se

582

designa a 10s maestros judios cuyas ensefianzas se consignaron en la Μίsnά (vease esta palabra). Tαrgum: Palabra que significa «traduccίόη, ίηterΡretacίόη», la cual, mediante el arabe, ha dado en castel1ano «trujaman» Υ «truchiman» (interprete, intermediario). Designa las traducciones al arameo que se hacian de la Biblia hebrea en el oficio sinagogal, en las comunidades que ηο entendian el hebreo. Eran traducciones interpretativas orales, que luego fueron puestas ροτ escrito. Testimonian el modo como se interpretaba la Biblia en el sigl0 ι de nuestra era. Temeroso de Dios: Nombre que se da en el Nuevo Testamento, principalmente en los Hechos de 10s ΑΡόstοles, a los paganos Ρrό­ ximos a la reΙίgίόη judia, pero ηο circuncidados. Los judios les denominan mas bien «proselitos a la puerta». Teofania: Palabra formada sobre el griego que significa «maηίfestacίόη divina». Teologιimeno: Enunciado teοlόgίco que pudo estar en el origen de la puesta por escrito de υη relato que le sirve de base. Τοnί: Palabra hebrea que significa «instruccίόη, ensefianza» Υ que es el nombre hebreo de la Ley judia. Los judios l1aman ΤαΝaΚ (Ley, Profetas, Escritos: Τοrά, Nebiim, Ketubim) a 10 que 10s cristianos llaman Primer ο Antiguo Testamento. Yom Kippur: ΕΧΡresίόη hebrea que designa el primer dia de la fiesta judia de las Expiaciones (vease esta palabra). Zelotas: Del griego zelotes, «celoso», designa a los miembros de la resistencia judia contra la ΟCUΡacίόη romana. SόΙ0 constituyeron υη grupo organizado en los afios inmediatamente anteriores a la guerra judia deI66-73.

APENDICE

6

ABREVIATURAS DE LOS LIBROS BIBLICOS POR ORDEN ALFABETICO

Ab Ag Am

Abdias Ageo

Αρ

Apocalipsis

Ba

Baruc

1 Co 2 Co Col 1 Cro 2 Cro Ct

Primera carta a 10s Corintios Segunda carta a 10s Corintios Carta a 10s Colosenses Libro primero de las Crόηίcas Libro segundo de las Crόηίcas Cantar de 10s Cantares

Dn Dt

Daniel Deuteronomio

Ιν

Ef Esd Est



Ει

Carta a 10s Efesios Esdras Ester Exodo Ezequiel

Flm Flp

Carta a FiΙemόη Carta a 10s Filipenses

Ga Gn

Carta a 10s Galatas Genesis

Ha Hb Hch

Habacuc Carta a 10s Hebreos Hechos de 10s ΑΡόstoΙes

1s Jb

Αmόs

Jueces Judit η Joel Evangelio segun Juan Jn 1 Jn Primera carta de Juan 2 Jn Segunda carta de Juan 3 Jn Tercera carta de Juan Jon Jonas Josue Jos Jeremias Jr Judas Carta de Judas Jc Jdt

Lc Lm

ΙΜ

Εχ

Evangelio segun Lucas lamentaciones levitico

Μι

Libro primero de 10s Macabeos Libro segundo de 10s Macabeos Evangelio segun Marcos Miqueas Malaquias Evangelio segun Mateo

Na Ne Nm

Nahum Nehemias Numeros

Os

Oseas

1Ρ Pr

Primera carta de Pedro Segunda carta de Pedro Proverbios

1saias

Qo

Qohelet (Eclesiastes)

Job

lR

Libro primero de 10s Reyes

Mc Μί ΜΙ



APENDICES

584

2R Rm Rt

Libro segundo de los Reyes Carta a los Romanos Rut

1S 2S Sal Sb Si 50

Libro primero de Samuel Libro segundo de Samuel Salmos 5abiduria Siracida (Eclesiastico) Sofonias

St

Carta de Santiago

Tb lTm 2Tm 1 Ts 2 Ts Τι

Tobias Primera carta a Timoteo Segunda carta a Timoteo Primera carta a los Tesalonicenses 5egunda carta a los Tesalonicenses Carta a Tito

Za

Zacarias

APENDICE 7

INDICE DE CITAS

TEXTOS BtBL1COS

ANTIGVO TESTAMENTO

Gn 14,17-20: Gn 17,15-17: Ιν

16,5-8.11-14:

1 S 1,24-28: 1 S 2,1-10:

478 62 479 377 376

2 S 12,1-7:

109

1 R 17,17-24: 1 R 19,19-21:

118 94

2 R 4,42-44:

124

Jb 38,8-11:

127

Pr 7,21-23

400

1s 7,14 (ιχχ) Is 53,1-12

166 278

Ει Ει

1,5-10 3,1-4

Eνangelio

1,18-21

457 458 de Mateo: 297-348 62

1,23 2,1-2 2,18 5-7 passim 5,3-10 6,9-13 8,11-12 9,9-13 10 passim 11,2-6 16,17-19 18 passim 21,33-34 22,2-10 22,11-14 22,37-40 25,1-13 25,34-36 26,26-29 27,25 28,16-20

166 310 313 318 323 381 340 103 329 121 337 332 341 344 345 102 114 347 259 305 325

3,1-6 4,26-29 4,35-41 6,30-44 6,41 6,45-52 7,21-23 8,27-33 9,35 10,29-30 10,42-45 11,7-10 11,15-19 14,12-16 14,22-25 14,22 14,55-64 15,33-39 16,1-8 16,9-20 Eνangelio

Eνangelio

1,1 1,4-8 1,14-15 1,16-20 1,21-28 2,23-28

de Marcos: 247-295 267 88 97 94 119 102

Πι

11· 12 Ι .~ ~ 2()~

Ι.!Ι

2 ~)~ 27. .ι~~}Ι

2',1 2~

11: 11' 261

2:': 26

11' 27 Ν

294. ',11

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Ιuca~: 341)·4()ι

1,1-4

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1,26-38 1,46-55 2,1-7 2,41-52 3,1-2 4,16-21

.17

.171 (Ι

7 l .\/i



APENDICES

4,25-27 6,12-16 6,20-26 7,11-17 7,36-50 10,30-37 11,2-4 12,16-21 15,11-32 16,19-31 22,14-20 23,39-43 24,1-11 24,13-35 24,25-27 24,44-48

378 96 390 117 112 113 381 392 401 394 259 405 149 363 550 550

EvangeIio de Juan: 1,1-5 1,6-10 1,10-13 1,13 1,14-18 1,29-34 1,35-42 2,1-11 2,19-20 3,16-17 3,26 4,10-15 5,21-25 5,30.36 6,54-58 6,66-71 8,24.28.58 13,12-15 13,19 13,34-35 15,2.4.6 16,7 16,13-14 17,14-18 17,20-23 19,30

5R6

409-453 445 446 448 570 447 89 93 428 29 453 92 431 439 448 440 129 443 435 443 422 443 452 451 442 453 452

20,19-23 20,22 20,30-31 21 passim

150 452 410 437

Hechos de los ΑΡόstοles: 349-406 351 1,1 363 1,8 364 1,9-11 387 2,1-13 387 2,17 388 2,42-47 513 8,26-31.35-38 184 9,1-16 196 13,26-30 172 14,11-13 190 15,5-35 passim 232 15,28-29 169 16,11-12 196 16,13-15 172 17 passim 173 19,24-28 168 27,1 -2 168 27,13-17 168 28,11-13 370 28,30-31

11,25-27 15,30-32

181-235 209 214 208 256 217 234

Ι Corintios: 1,17-18 9,24-27 11,23-26 15,3-5

181-235 211 171 258 146

2 Corintios 11,23-28

181-235 186

Romanos: 3,21-26 6,3-4 8,18-23 10,9-13

Galatas 1,13-17 2,1-10 2,11-14 2,16

181-235 182 189 230 214

Efesios

237-241

FiIipenses 2,1-11

181-235 219

Colosenses

237-241

1 Tesalonicenscs

181-235

2 Tesalonicenses 499-502 1 Timoteo

241-245

2 Timoteo

241-245

Tito

241-245

FiIemόn

221

Hebreos 2,17-18 5,7-9 11,17-19

473-482 475 477 483

Santiago 2,15-17

483-489 486

1 Pedro 2,4-5 3,18-22

491-497 493 496

2 Pedro 1,17-18

504-507 506

1 Juan

409-453

2 Juan

409-453

3 Juan

409-453

lNDICE DE CITAS

Judas

502-504

Apocalipsis 1,4-6 1,9-16 5,1-5 12,1-12

455-469 464

456 459 467

OTROS TEXTOS

Mundo grecorromano Cίcerόη,

Cartas νι1, 11 ,50: 203 Dίοscόrίdes, Plantas Υ remedios medicinales 1, 1: 353 Epicteto, ΡΙάtίcas ΙΙ1,22,4 7-49: 391 Holllero, Ilίada 1,460-480: 176 ΙηserίΡcίόη de Cesarea sobre Pilato: 22 ΙηserίΡcίόη de Delfos 188 sobre Ga]ίόη: Juvenal, Sάtίras 14: 165 Fίlόstrato, Vida de Apolonio de Tiana IV,5: 120 Ρlίηίο el Joven, Cartas Χ,96: 56,514 P]utarco, Obras morales: 72 P]lltarco, Vidas paralelas: 368 Quinti]iano, Sobre la formacίόn del orador: 204 Seneca, Cartas α LLIcilio: 1,8,3-4: 400 11,17,5: 391 II,18,13: 391 Estela sobre el aniversario de Augusto: 268

Estela de Asclepio en Epidauro: 119 Suetonio, Vida de Claudio 25,4: 56, 512 Tacito, Anales 15,44,2-5: 56, 466 Judaίsmο

antiguo 2 Baruc 29,5-8: 36 4 Esdras 11,1-6.37-46: 459 1 Henoc 1,3-4: 326 1,9: 503 Jubileos 22,11.16.28.30: 444 Carta de Aristeas: 518 Libro de las Antiguedades biblicas (de] PseudoFί]όη),ΙΧ,lΟ: 64 Oracu]os sibilinos 5,484-503: 460 Testamento de Isacar 4,1-2.5: 484 Flavio Josefo Antiguedades judias ΙΙ,205: 64 ΙΙ,228: 73 χνΙΠ,I-2: 66 χνΠΙ,63-64: 57 χνΠΙ,116-119: 90 ΧΧ,198-203: 81 Contra Αρίόη, dedicatorias de ]os libros Ι Υ ΙΙ: 353 Autobiografia 2: 89 Fi1όη de Alejaηdrίa De confusione linguarum 145: 447 1)e OP!tΙClO mund! 156-ljY: 447 De vita contemplativa 1,18-25: 395 De virtutibus 179: 402 De vita Moysi 1,20-21.25.27: 73

Qumran passim (Iuz

Υ lίl1ίι'IIΙI~):

,1." -1'/1

11Q Me]quis('lIt't: Targumes Gn 1,1.3-4.27-2Χ: Gn 22,10: Εχ 12,41-42:

-Ι-ΙΙ Ι, },/ιι

Escritos rabίnίcos Denteronomio ΙΙII1!).111 VII,4: Dieciocho bendi(ioι1ι'S ι): 12: .IO~" Jeremias Berajot ΙΙ,Χ,"Ι: Misna Pirqe Abot Ι, Ι: Pirqe Abot 1,2: Taanit 3,8: Qaddish: \2·1, Talmud de Β'IΙ1ίΙοllί.1 Qiddnshill 2'-);\: Sanhedrill 43.\: Shabbat 3]a: ΑΡόcrίfοs cristi
101 Ι!'

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Evange]io de B,ιrΙololllί' 1,9-12: '1'11 bvangelio <ίω[χ' de la Infallci.1 ,\Ι,: ';1 Escritos patristicos Canon de ΜΙΙΓ.\ι()Ι·ί: 1 Clem 5: 1 Clem 16,] - ]4:

)~l.

.\Μι πιι

APENDICES Ι CΙem 54,1-3: 2 CΙem 12,1-6: Cipriano, Cartas 33: Didaje 7,1-4: Didaje 8,2: Didaje 9,1-5: Eusebio,

Historia ecΙesίάstίcα 1,13,6-8.10: ΙΙ1,25: ΙΙ1,39,15:

588

524 525 336 528 382 528

516 554 249

Ignacio de Αηtiοquίa a los esmirniotas 1,1-2: 526 Ireneo, Contra las herejίαs (textos sobre la gloria): 433 Justino, Primera apologia 67,3-5: 265 Martirio de Policarpo 14: 529 Odas de SaΙοmόη (textos sobre el agua): 430

Budismo Jataka 190: Paganismo egipcio ΙηscriΡcίόη sobre Hatshepsut: La sabidurla del visir Ptah-Hotep:

126

63 400

Escritos musulmanes Coran 4,157: 143 Parabola sufί: 108

APENDICE

8

INDICE DE NOMBRES PROPIOS: PERSONAJES Υ LUGARES GEOGRΛFICOS Los terminos que se explican en el glosario [vease ρρ. 576-582] llev'1I1 .ωι'l'ί~ιo. A1gunas palabras que aparecen a todo 10 largo dellibro ηο figuran en este ίnιlία', Ι'ψΙ' cialmente: Grecia, Israel, Jesύs, judίο, Jerusalen, Palestina, Roma. Los nomhre~ ρnψίo~ que se refieren al Antiguo Testamento sόΙο figuran en sus citas principale~; ,φ,IΙ"Ι'ΙΙ'11 mas extensamente en el indice correspondiente del νοl. Ι

Αarόη,479

Abel, 481, 483 Abgaro ν, 515, 516 Abrahan, 62, 217, 308, 315, 341,418,425,426,444, 482,484,487 Acaya,188,203,516 Adiabene,515 Africa,174 Afrodita, 224 Agripa ι, 23, 81,138,170, 367 Ahmosis,63 Akhmin,532 Albino, 81, 136 ΑΙejaηdrίa, 44, 52, 160, 162,165,474,505,517520,522,524,530,542, 569,573 A1ejandro Janneo, 142 A1ejandro Magno, 27, 50, 68,71,72,73,159,161, 4h'). ')7?

Alejandro, 517 Alejandro, Hijo de Sίmόη, 141, 522 Amenofis πι, 63 Ana, Madre de Maria, 76, 360 Ana, Madre de Samuel, 62 Αηaηίas Υ Safira, 396

Ananias, 183 Anas (ο Αηιίη), 79, 81, 87 Andres,94,427,516 Aniano,519 Antίoco ιν Epifanes, 21, 161,500,501 Αηtίοquίa de Pisidia, 195, 253,365 AntioqUΊa de Siria, 159, 160, 161, 162, 185, 186, 188,190,227-231,299, 365,367,371,415,511, 515-517,522,524,525, 527,530,542,569,570 Antipas, 22, 23, 25, 90, 97, 140,170 Antonia, 30,139,193 Apolo,517 Apolonio de Tiana, 71, 117,120,257 Aquila Υ Priscila, 162, 182, 183, 184, 199 Aqllil<1, 1fi~" Sfi7

Aratos,l72 Aretas,90 Aristeas,518 ΑrίstόbuΙο ι, 21, Αrίstόη, 513 ΑrίstόteΙes, 204

26

Arquelao, 22, 23, 25, 66, 69,311

Artapano, 165 Artemisa, 173 Asclepio,68, Ι Ι 9, 17,1, 11) Ι Asia proconstII,lr, 2IJI-l, " ι ι 461,491,51~~

Atenas, 172, 175, Ι Χι), 1% 198,366,572 Augusto, 22, 50, 66, 61'1, 160,169,261'1,360 Babilonia, 29, 175, 21\9, 465,491 Banus, 88, 89 Bar Kochb.t, Vι;ιιsι' SiIII<'1I1 bar Kochlxt Baran,45 Bardesanes, 5 16 Barrabas, 140 Bartimeo, 282 Bartolome, 92, 95, %, '12~ 516 Basίlides, 5 Ι 9 Belcebύ. 119. Ι 22 Belen, 44, 66, 69, 7':>, .Η)7. 311,312, 314, "~60 Belial (ο Beli'Ir), Ι 22 Berea, 186, Ι %, 366 Bernabe, 96, Ι 72, Ι 1'15, Ι ΗΙ, 190, 198,229,2.\.\,25.\. 356,365,3% Bet-Alfa,45

APENDICES

Betania, 280, 363 Bet-Shearim, 44 Bitinia, 9,196,491,514, 516,549 Buda,65, 73,126 Cafarηaίιη, 24,

41, 45, 118, 123,286,361 Caifas,87 Caln,481 Calίgula, 23, 51, 52,164 Cana, 123,428 Capadocia, 491, 513, 516 Cefas, νέase Pedro Cesarea de Filipo, 130, 271-273,277,284,336, 337 Cesarea marltima, 22, 23, 49,51, 139, 167, 188, 201,364,367,569 Cibeles, 175 Cίcerόη, 71, 202, 210 Cirenaica, 160,513,514, 517,522 Cirino (Quirino), 23, 66, 134 CirO,71 Claudio, 51, 160, 199,203, 204,512 Clemente de Roma, 193, 279,367,474,524,525, 530,534,550,551 Colosas, 191,202,237-241 Constantino, 67 Coponio, 23, 66 CoraZln,45 Corinto, 14, 171, 174, 185188,191,192,198-200, 202,367,524 Cornelio, 166, 190, 364 Creta, 160, 168,513,516 Chipre, 185, 195, 198,365

Dίόgeηes, 392 Οίόη de Prusa,

196 Dionisio el Exiguo, 67 Dioniso, 187,521 Dίοscόrίdes, 353 Diotrefes, 420 Dirraquio, 169 Domiciano, 52, 457, 502, 524 Dura-Europos, 45,514, 515 Edesa, 515, 516 E,feso,49, 112, 173, 191, 192,196,199,237-241, 367,397,416,457,491, 516 Egipto, 9, 49, 63, 148, 160, 174,262,312,314,460, 505,514,516-522,572 Elam,513 Eleazar ben Yalr, 26 Elίas, 94, 118,378-380,484 Elimas,312 Eliseo, 94, 124 Εmaίιs,362-363,550

Engadi (En-Gedi), 44 Epafrodito,191 Epicteto, 391 Epicuro, 71 Epidauro, 50, 119 Epimenides, 172 Esculapio, νέase Asclepio Esmirna, 457, 516, 527, 528,534 Espafia, 192, 193 Esteban, 138, 182, 356, 367 Estrabόn, 160 ξ:tίΟΡίa, 513, 516 Eufrates, 514 Eunice,242

590

Gabriel, 374, 375, 380 Galacia, 186, 191, 491 Galilea, 21,22,23,24,26, 41-47,69,75,79-80, 100,148-149,160,431, 516 GaΙίόη, 187, 188 Gamala, 24, 44 Gamaliel 1,134,181,206 Gamaliel 11, 304 Garizln, 27, 431 Gaulanίtide, 22 Gayo,420 Gerasa,285 Getsemani, 133,280,293 GόΙgοta, 141 Gush Halab, 45

ΕUΡόΙemο,165

Ezequiel el Tragico, 165 Damasco, 18]-185, ]13, 228,512 David, 68, 108-109, 315 Oecapolis, 49, 512 [)elfos, 50, 171, 188 [)emetrio de FaΙerόη, 165, 518 [)emetrio, 420 Uerbe,365

Filadelfia,457 FίΙemόη, 192 Filipo (hijo de Herodes), 22 Filipo de Macedonia, 169 Filipos, 169, 186, 191, 195, 366 Filόcrates, 518 Filomelio, 528 FίΙόη (Pseudo-), 64 FίΙόη de Alejandria, 49, 51, 73, 139, 159, 160, 162, 163-164,395,402,447, 517,518,522,544,567 FίΙόstratο, 112,257 Flaco,517 Flavio Josefo, 23, 25, 29, 44,54,55,57,64,66,68, 73,81,88,89,90,91, 133, 134, 136, 139, 160, 161,163,164,308,310, 353,395 Focίlides (Pseudo-), 166 Frigia, 249, 513, 516

F7Pflll;P] 1()4 4<;7 4<;~ ----'1-.• --' -" -, - - . , -- ~

Felipe (υηο de los Doce), 96,427,516 Felipe (υηο de los Siete), 513,516 ΗΙίΧ, 169, 170,201,367, 399 Festo, 81, 168, 169,367

Hammat-Tiberlades, 44, 45

Hatshepsut, 63, 68 Helena de Adiabene, 515 Henoc,503 Hercules, 120 Hermas, 529, 551 Hermes,l72 Herodes Agripa, νέase Agripa

lNDICE DE NOMBRES PROPIOS

Herodes Antipas, vease Antipas Herodes el Grande, 22, 23, 24,29,66,67,69,75,90, 138,170,311,312,339 Herodias, 25 Herodium, 44 Hierapolis, 191, 249, 529 Hillel, 1Ο 1-1 02, 206 Homero, 71, 174 Horacio,52

Judas el Galileo, 24, 25, 26, 134 Judas Iscariote, 95, 281, 325,436 Judas, hijo de Ezequias, 24, 134 Judea, 22, 23, 26, 44-45, 69,160,168,359,360 Justino, 265, 295, 551 Juνenal, 52, 165 Khirbet-Shema, 44

lconio, 195, 197,365 Idates de Adiabene, 515 Idumea,22 Ignacio de Antioquia, 525528,530 India, 65, 516 Isaac,341 Isabel, 63, 76, 87, 360, 374 Isaias, 166 Isis, 175, 187,460,520 Italia, 193,572 Jacob, hijo de Isaac, 62, 341,425,444 Jacob, hijo de Judas, 25 Jaffa, 44, 364 Jairo,286 Jamnia, vease Yabne Jesύs, hijo de Ananias, 136 Joaquίn,76

Job,484 Jordan,92 Jose de Arimatea, 143,437 Jose,77-78 Jose, esposo de Maria, 6169,74,75-76,309,360, 374,576 Jose, hijo de Jacob, 309 Josefo, vease Flavio Josefo Juan el Bautista, 23, 25, 58, 60,63,67,87-93,97,98, 1?Ί,

1<)h, 771. 284, 28h.

313,330,354,360,378, 411,427-429,430 Juan Hircano, 21, 27 Juan, hijo de Zebedeo, 11, 96,189,228,233,407469,516,576 Judas (uno de 10s noce), 95,96,502-504,515,516

Laodicea, 191, 457 Lazaro, 412, 430,434 Levi, vease Mateo- Leνi Licaonia, 185,365 Lidia, 195 Listra, 172, 185, 186, 198 Lod,364 Lucas,10,76,349-406, 541,573,576 Lucio de Cirene, 522 Macedonia, 169,516 Malta,168 Μaηόaj,62

Maqueronte, 22 Μarcίόη, 528, 535, 551 Marcos, 185,247-295,517, 519,575-576 Marduk,462 Maria de Magdala, 148, 291-295,437 Maria, madre de Jesύs, 6469,74-78,359,360,374378,436,467,485 Maria, madre de Santiago, 77-78,291 Marta,412 Masada, 22, 26 Mateo-Levi, 11,76,95,96, 170,297-348,516,575 Μ3Ι13ς,

%,

ς 1h

Maya,65 Melquisedec,476-479 Menandro, 519 Menfis,68 Μerόη,45

Mesopotamia, 513, 516 Miguel, 467,503 Mileto, 199, 367

Mira,168 Miriam, hermana de Moises,64 Mitra, 175,520,521 Moises, 64, 73, 227, 301, 312,313,315,319,320, 326,418,426,475,476 Muerto (Mar), 91 Nag Hammadi*, 517, 520, 521, 532 Nain, 117, 118,380 Natan, 108-109 Natanael, vease Βartοlοιηί Nazaret, 24, 44, 49, 69, 75, 78,80,83,101,307,311 359,374,378,379,384385,550 Nemea,171 Νerόη, 49, 51, 52, 353, 465,466,491,501 Nicodemo, 429, 437, 441) 0limpia, 171 Onesimo, 192, 202, 221 , 495 Onias,128 Osiris, 520, 521 Osroena,514,515-517, 522 Oνidio,l72

Pablo, 10, 13, 15,96, 179 245,249, 253, 299, 35h. 357,365-371,397,31)9, 473-489,487,49\,41)9 502,512,516,522,524, 533,535,541,551,577 Panfilia, 185,5\3 Papias de Hierapolis, 241), 529,569,574,576 Patmos,456 Pedro, 11,93,95, %,147. 18 Q, 1<)(), 228-? η, 249; 253,280,287,21)3,21)9, 334-338,36\,363,365 367,387,388,413.427. 451, 491-497, 504507. 512,513,516,524,576, 577 Pela, 512, 5\3 Perea,22

APENDICES

Pergamo, 50, 457 Persia, 175,516,572 Petra, 183 Pilato, vease Poncio Pilato Ρίο 1,529 Pisidia, 185 Pitagoras, 68 ΡΙatόη, 68, 151, 44 ΡΙίηίο el Joven, 55, 56,491, 514,516 Plutarco, 87, 257, 368 Policarpo de Esmlrna, 526, 528-530,534 Pompeyo, 21, 161 Poncio Pilato, 22, 25, 31, 51, 133, 139-143, 167, 169 Ponto, 9, 199 Pozzuoli, 168 Ptah-Hotep, 400 Ptah,68 Ptolomeo π, 165,518 Publio,l77 Quintiliano, 204 Quintilio Varo, 24 Qumran*, 35, 38, 82, 88, 91,122,159,389,395, 429,478,527 Rajab,484 Ramses π, 68 Raquel,62 Rebeca,62 RegIo, 168 Rufo, 141, 522 Rut,308 Sadoc,31 Salome,291 SaΙοmόη, 430 Samaria, 22, 26, 27, 431 Samuel, 62, 377 Saηsόη,62

Santiagn 1"1 Μ/"ηnr; νρπςρ Santiago, hijo de Alfeo Santiago, hermano de Jesus, 76-78, 81, 190, 227-233,483-489,577

592

Santiago, hijo de Alfeo, 7678,95,96 Santiago, hijo de Zebedeo, 78,95-96,356,415 Santo Sepulcro, 141, 143, 371 Sara,62 Sardes, 457 Satan, 116, 122,467 Seforis, 24, 44, 49, 75 Seneca, 237, 391,392,400 Serapis, 187,520,521 Sergio Paulo, 198 Seyano (Sejano), 50 Shammay, 101-102 Sίdόη, 512 Silas, 169, 185, 186,366 Siloe, 432 Silvano, 202, 203, 491, 499 Sίmeόη,360

Simmaco, 360 Sίmόη bar Kochba, 59, 460 Sίmόη de Cirene, 140 Sίmόη el Mago, 175, 312 Sίmόη el Zelota, 26, 95, 96 Sίmόη Pedro, vease Pedro Sίmόη, hijo de Clopas (Cleofas), 79, 134 Sίωόη, hijo de Judas, 25 Sinal, 326, 497 Si-Osiris,74 Siracusa, 168 Siria, 23, 24, 415,514,515 S6crates, 444 S6stenes, 203 Stobi,196 Suetonio, 55, 56, 257, 512 Susiya,44 Taclano, 294, 516 Tacito, 23, 55, 56, 210, 466, 512

TerClo,202 ΤesaΙόηίca,

186, 196-198, 202,366,499-502 Teudas, 129, 134 Tiamat, 462 Tiatira, 195,457 Τίberίades (Lago de), 41, 100,512 Τίberίades, 24, 44 Tiberio Alejandro, 25 Tiberio, 22, 23, 50, 198, 466 Timoteo, 185, 202, 203, 241-245,366,499 Τίquίco, 202 Tiro, 256, 367, 512 Τίrόη, 202, 203 Tito (hijo de Vespasiano), 49 Tito, 189,202,203,241245 Tomas (uno de 10s Doce), 96,150,437,451,515, 516 Tracia,516 Τracoηίtίde, 22 Tr~ano,466,514,526,549

Τrόade, 366, 367 Τrόfimο, 193

Tutmosis Tutmosis

ι,

63 63

IV,

Valente, 528 Valentίn, 519 Vespasiano, 49, 522 Yabne (Yamnia), 303, 304, 306 Yizreel, 431 Yojanan ben Zakkay, 26, 304

T;Jnρn; νρπςρ Jl1n;Jς

Tarso, 181 Τeοdοcίόη, 163,567 ΤeόfiΙ0, 10,351, 352,

363

357,

Zacarlas, 63, 87, 360 Zaqueo, 406 Zeus, 68, 172

APENDICE 9

INDICE DE NOCIONES ESENCIALES * Los termlnos que se explican en el Glosarlo [vease ρρ. 576-5R21 van seguidos de υη asterlsco.

Abba, 105 Acimo*, 260 Agua,127,430-432,496497 Alegoria*, 344-345, 542-545 AlegrIa, 397, 404-405 Alianza, 263, 480 Amen,464 Amor, 225-226, 422-423 Anawirn*, 484 Angel, 62,292,314,374, 462,467,475 Antlcrlsto, 421, 501 Αηuηcίacίόη, 309-31 Ο Aparlclones de Jesus, 149151 Apocalipsls, apocalίptlca*, 36,375,455-469 ΑΡόcrίfο*, 35, 38,159-166, 531-533 ΑΡόstοl, 242-244, 516, vease tarnbien Doce Aqeda*,37 Arameo,80 Arca de la Alianza, 45 Arca de 1a Ley, 44 Asamblea de Jerusalen, 188191,228-230,255 Asmoneo*, 21 Baptistas*, 87-93, 305, 313 Bautlsmo, 88, 92, 214, 216, 326,496-497

Bienaventuranzas,322324,390,391 Blasfemia, 138,275, 276 Camlno de la cruz, 141 Camlno,389 Canon*,12-15,294,503, 533-536,549,556 Cartas,201-206 Cautlvidad (cartas de la), 237-241 Cena, 255,258 Chivo emisarlo, 216, 479 Cίnlcos, 391 Cίrcuηcίsίόη, 216 Colecta para Jerusalen, 189,233-235 Compartlr 10s bienes, 396 CοηceΡcίόη de Jesus, 6169,309-310 Conclencia de Jesus, 452 Conclencla, 222-223 Cοnfesίόn* de fe, 271-274 ConOClmlento,451 Cοηversίόη de Pablo, 182185 Cordero, 462, 464, 465, 467,468 Cosecha, 330 Cristo, vease Meslas* CristologIa*, 239, 267-271, 426 Crucίfιχίόη, 140-143

Cru~209-213,271,243,

434,437 Cuerpo,153,225,262 Cump1ir, CΙlllφlίΙJlίι'IIIIΙ' 314,315,321 Curaclones, Ι Ι 7- Ι 22 Dedίcacίόη

(IIl'st" ιlι' Ι.

432 Dedίcacίόπ, 353 Demonio, 121, 2Κ5 DeΡόsίtο de 1,1 Γι.', 2'Η Descenso a los illfil'lllOS, 496 Despedida (ιlίSιΊΙΓ,SIΙS Ι\Ι' 441-442 Deuterocan6lKO', .\R DeuteropatiIilliSI110·, 2.1', 245 Dia del SefJor, 2/1) Diablo, 122, 503 Diaspora*, 49-52, 1)9 Ι ι Didascalia*,24.\ Dieclocho lX'lllliliOIH'S, 304 Discipulo aIl1,llto, /112 "Ι DiscIpulo, 2Η Ι Doce (aΡι'Jstolι'S), 95 %, 129,437 Doceta, ιlolΊ.~Ι isl}}o', "Ι'ϊΙ 526 Dragόη,467

APENDICES

Ebionitas*,513 ΕcΙesίοlοgίa, 239-240 ΕΙ mas alla, 147 ΕΙeccίόη*, 50, 215-218,

341-343 Emmanuel*, 12,310 Εηcarηacίόη*,410,445­

450 Encratismo*, 516 Entusiasmo, entusiasta*, 14,242 Esclavitud, 221 Esenios, esenismo*, 88, 89, 91,305-395 Esperanza,466-469 Espina en la carne, 191 ΕSΡίrίtu Santo, 220, 384388 Estoicos,391 Etica, 218-226, 240-241, 389-397 Eucaristίa, 255, 258, 440441,482 Evangelio*, 12, 97-100, 267,268 Exegesis, exegeta*, 542-548 Exorcismos, 117-122,284 Expiaciones (fiesta de las)*, 31, 478, 479 Fariseos, farίseίsmο*, 36, 60,89, 101, 112,305, 414,418 Fe, 213-214, 450, 481,486, 487,547-548 Fuente Q*, 54, 299, 317 GeηeaΙοgίas, 308 Genero literario, 540-542 Gloria, 433, 434 Gnosis, gηόstίco, gnosticismo*, 451, 457,519, 532 Griego (idioma), 572-577

Hades*, 338, 496 Haphtara*,101 Hasmoneo*, vcase Asmoneo Hermanos de Jesύs, 76-78

594

Hermeneutica*, 225, 539548 Hijo de Dios, 68, 137, 284, 285,288,289,364,439440,456,463 Hijo del hombre, 104-105, 137,456,463 Homileta*,45

Μίdrάs*, 39, 307, 315 Λ1ίΙagrοs, 117-122, 123-

Iglesia*, 239-240, 244- 245, 329-338,344-346,436, 467,468,577 Imagen, 458-463 Infancia de Jesύs, 71-74, 75-83,307-315,354, 356,533 Inocentes (santos), 311

Λ1uηdο,218-226,419-420

Ιηterpretacίόη,539-548

Οracίόη,

Intertestamento*, 35, 38 Israel, 215-218, 339-348 /esus seminar, 100 Judaizante*,227-235 Judίοs (en Juan), 414 Juegos del estadio, 171 Juicio,347-348 Justίficacίόη, 209-213, 215, 487 l(ippur*,32,479,480 l(oine*,9, 570,572, 575 Ladrόη (buen) 405 Levita,33 Ley*, 213-214, 276,317327,487 Logos*, 410, 445-448 Luz Υ tinieblas, 429, 432434 Λ1agηίficat,376,485 Λ1agοs,31Ο-312

lVIanuscritos, 565-571 Λ1ar,127

Mashal*, 108 masoretico*, 553,568 Λ1esίas*, 36, 38, 68, 98, 130,134,197,476-481 Meturgeman*, 38 Λ1asοretas,

130 Minim*,304-306 Λ1ίsίόη, 329-332 Λ1ίsηa*, 303, 326 Mohar*,47 Λ1ujer, 224, 291-295, 302, 303,466-467 Nabateos, 90 vcase Paganos* ΝarratoΙοgίa, 284 Nazareno*, 304, 313, 512 Nazir, nazireato*, 235, 313 Νacίόη*,

380-383, 488-489

Padrenuestro, 321, 324, 381-383 Padres de la Iglesia*, 523530,542-545 Pagano, paganismo*, 213218,253-256,339-348, 356,370,402,512 Palabra de Dios, 446 Pan, 432, 440-441 Parabolas, 107-115,442445 Paraclito*, 150,420,450453 Ρarusίa*, 484, 492,500, 504,507 Pascua*,32,33,47,42, 260-262,387 Ρasίόη de Jesύs, 133-143, 275-282,361-363,436437, Pastor (buen), 433 Pastorales (cartas), 241245 Pentateuco' , 21 Pentecostes, 32, 33, 45, 386-388 Ρerdόη, 399-406 Ρersecucίόη,457

Peshitta, 567, 570 Pirqi? Abot*, 303, 326 Pobreza,390-397,488

INDICE DE NOCIONES

Presbitero, 530 Pretorio, 139 Primicias*, 485 Proceso de ]esύs, 133-143, 281 Ρrόdίgο (hijo), 400-403 Promesa,197,263 Proseuque*, 44 Prueba,485 PseudoepIgrafo, pseudoepigrafia*, 13,38, 159 Publicano*, 170 Q, fuente de !os logia*, vease fuente* Q. Qaddish, 324, 383

RabI, rabino, rabinismo*, 35,45,60, 109-111, 128, 303,320,338 RecoηcίΙίacίόη,21Ο Redeηcίόη*,209-213

Reino (ο Reinado) de Dios, 58, 59,97-100, 113-114, 353 Resurreccίόη de ]esύs, 145-153,207-209,291295, 361-363 Reve!acίόη, 410-414, 455458 Riqueza,391-397,488 Sabado,102-103,276 Sabana santa de ΤυΓίη, 152,414,417 Sacerdote*,32-33,476482, 493-494 Sacrificio de Cristo, 476481

ESENCIALES

Sacrificio judIo, 216 Sacrificios griegos, 174 Saduceos*,27,31,59,89, 147,305 Sa!vacίόη, 209-213,352354,410-411 Samaritanos*, 26, 27, 113, 302,393,431 Sanedrin*, 32,133,137139,305,356 Sangre, 263, 305 Santo (parte de! templo), 30 Santo de !os Santos (sancta-sanctorum), 30, 32, 33 Santo Espiritu, vease Espiritu Santo Secreto mesianico, 283289 Seder*, 257-266 Sello,459,460 Semanas (fiesta de las), vease Pentecostes Sentido de la Escritura, 543 Seol*,496 Sermόη de la montafia, 318-322 Setenta*, 163-166,518, 519,565-568,573-577 Sicarios*, 26 Sidur,383 Siervo de Dios, 277-280, 314,495,550 Signo, 123-130,426-434 Simbolo, 427, 456 Sinagoga*, 33, 35, 44-45, 50,414,417,568

Sumo sacertlotl', .1.'. Talmud*, 45, 303

Ι:δ, J ο.ι J () ι

Τannaίm*, 3ω

TargtIm*, 37, 3Η, 2() Ι Temp!o de }erιIs,MII, 2(1, 29-33, 135-137, .~()}, 360,371,572 Templ0,493 Τeηtacίόη, 4Η5

Teofania*, 288 Τeοl0gύmenο*

76, Testamento, 444 TestimoniurrI /"ΙΙIΙ'ίιιιιιιιιι, 55,57 Tiendas (fiest
de !os 488-489

CnItoIΊ110S,

Vaticano 11, 494 Verbo, vease Ιοg(JS' Vias romanas, 177 Υίηο,428

Vifia, 442-445 Vulgata, 567, 570

Yom Kippur*,

νι;ιl.~ι·

ΚίρρυΓ*,

Zelotas*, 26, 60,

Ι.Η,

'i22

APENDICES

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ΑΒΙΙΕΝΕ

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TIEMPOS DE LOS HERODES

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Puerta Hermosaeres 2 Alrio de lαs mul 3 ΑΙrίο de Isroel

' de los socerdotes 6 Α ΙΓΙΟ

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NUEVO TESTAMENTO

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APENDICES

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Cirene

200 km

Rutas romanas Ινία Αρία en lιαlία; νΙα Egnaciana α traves de Macedonial

1. Filadelfia 2. ΗίerάΡοlίs 3. Colosas

ΕΙ MEDITERRANEO ORIENTAL ΕΝ ΙΑ EPOCA DEL NUEVO TESTAMENTO

598

MAPAS

BAJA ARMENIA

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ARMENIA

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Antioquia de Pisidia



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ARABIA

DESIERTO DE ARABIA

EGIPTO

200 km ΕΙ MEDITERRANEO ORIENTAL ΕΝ LΑ EPOCA DEL NUEVO 1ESTAMENTO

LISTA DE AUTORES DE ESTE vοιυΜΕΝ

Jean-Franφίs BAUDOZ, Institut catholique de Paris . Pierre-Antoine BERNHEIM, Londres . Yves-Marie BLANCHARD, Institut catholique de Paris. Paul ΒΟΝΥ, Seminaire de Marseille . Franι;:οίs BROSSIER, Institut catholique de Paris . Jean CAMUS, Institut catholique de Paris . . . . . Edouard COTHENET, Institut catholique de Paris. Ellian CUVILLIER, Institut protestant de theologie, Montpellier Pierre DEBERGE, Institut catholique de Toulouse .. Luc DEVILLIERS, Ecole biblique de Jerusalem . . . . . Roselyne DUPONT-Roc, Institut catholique de Paris . . Odile FLICHY, Centre Sevres, Paris Camille FOCANT, Universite catholique de Louvain Philippe GRUSON, Institut catholique de Paris .. Raymond KUNTZMANN, Universite de Strasbourg Simon LEGASSE, Institut catholique de Toulouse . Charles L'EpLATTENIER, Gap . . . . . . . . . . Odette ΜΑΙΝΥΙΙΙΕ, Universite de Montreal. . Daniel MARGUERAT, Universite de Lausanne . Charles PERROT, Institut catholique de Paris . Jean-Michel POFFET, Ecole biblique de Jerusalem Paulin POUCOUTA, Universite catholique dΆfrίque centrale, Yaounde Michel QUESNEL, Institut catholique de Paris . . . Chantal REYNIER, Centre Sevres, Paris . Catherine SALLES, Universite de Paris Χ, Nanterre . Yvts SAUUl, Bn:sL . C1aude TASSIN, Institut catholique de Paris . Franφίs VOUGA, Faculte de theologie protestante, Bielefeld Jean ZUMSTEIN, Universite de Zurich .

600

J.-EB. Ρ.-Α. Β.

Υ.-Μ.Β

Ρ.Β. Ε Β.

J. C. Ed. C. ΕΙ C. Ρ.

D. L.D. R.D.-R. Ο,Ε

C.E Ph.G. R. Κ.

S. L. Ch. L'E. ο'Μ.

D.M. Ch.P. J.-M. Ρ. Ρ.Ρ.

M.Q. Ch.R. C.S. ίΌ

S.

Cl.

Τ.

Ε

V.

J. Ζ.

INDICE

ΙΝΤRοοuccιόΝ

Ρreseηtacίόη general (Μ.

Una obra originaI: ~Que

ρ.

QUESNEL - Ph. GRUSON) 5; Dos voIumenes que forman

5 υη

todo:

ρ.

6.

es eI Nuevo Testamento? (R. DUPONT-Roc) lAutores?: ρ. 10; ΕΙ orden de Ios Iibros: ρ. 12.

9

PRIMERA PARTE

JΕsύs ρ.

1.

Ει ΜΕΟIO

17

PALESTlNO ρ.

Ο ΜΕΟΙΟ ΟΕ JΕsύs

19

1.1. La sίtuacίόη polίtica (D. MARGUERAT) Tres formas de dependencia: ρ. 21; Despues de Ia muerte de Herodes eI Grande: ρ. 22; Sίtuacίόη tensa en Galilea: ρ. 23; ΕΙ cisma samaritano:

21

ρ.

26.

1.2. ΕΙ TempIo Υ Ios medios sacerdotales (Ρ. DEBERGE) ΕΙ Templo Υ su arquitectura: ρ. 29; Una arquitectura portadora de una teοΙοgίa: ρ. 31; Sumos sacerdotes Υ sacerdotes: ρ. 32; La Iocura de υη gesto:

29

ρ.

33.

1.3. La Iiteratura judίa antigua (Cl. TASSIN)

35

1.4. La vida en Ios puebIos gaIiIeos (Μ. QUESNEL) Casas Υ mobiliario: ρ. 41; La aΙίmeηtacίόη: ρ. 42; ΕΙ vestido: ρ. 43; Los oficios: ρ. 46; Εducacίόη Υ vida religiosa: ρ. 46.

41

1.5. Los judios Υ Ia influencia de Ias naciones (Ch. PERROT)

49

2. ORIGEN Υ

ΕΟUCΑcιόΝ ΟΕ JΕSύs ρ.53

2.1. La busqueda del Jesus hίstόrίco (D. MARGUERAT) Las fuentes documentarias: ρ. 55; La perspectiva de las fuentes: ρ. 57; Los criterios de historicidad: ρ. 58; Una irreducibIe singularidad: ρ. 60.

55

2.2. La cοηceΡcίόη de Jesus Υ el mundo de Ias concepciones extraordinarias (ο. MAINVILLE) 61 CοηceΡcίόη virginaI de Jesus: ρ. 61; Una ίηteηcίόη teοlόgίca: ρ. 64; Una ίηteηcίόη hίstόrίca: ρ. 67.

lNDICE GENERAL

2.3. La infancia de Jesus Υ el mundo de los relatos de juventud (ο. MAINVILLE)71 2.4. Famίlia Υ educacίόη de Jesus (Ρ.-Α. BERNHEIM) Jose Υ Maria: ρ. 75; Los hermanos Υ las hermanas de Jesus: ρ. 76; Jesus Υ su familia: ρ. 78; Una familia piadosa de Galilea: ρ. 79; La lengua Υ la educacίόη de Jesus: ρ. 80. 3.

JΕSύs,

75

MAESTRO Υ TAUMATURGO ρ.85

3.1. Los comienzos del ministerio de Jesus (Μ. QUESNEL) Tras los pasos del Bautista: ρ. 87; ΕΙ reclutamiento de 10s discipulos: ρ. 91.

87

3.2. La enseίianza de Jesus (Μ. QUESNEL) ί υη profeta ο un sabio?: ρ. 97; Una enseίianza Υ υη comportamiento nuevos: La autoridad del Hijo del hombre: ρ. 104.

97 ρ.

100;

3.3. Las parabolas de Jesus (Ρ. DEBERGE) Las Ρaπίbοlas en el Antiguo Testamento: p.108; Las parabolas en la literatura rabinica: ρ. 109; Las parabolas Υ Jesus: ρ. 1 Ι Ι; lQue decir como concΙusίόη: ρ. 115.

107

3.4. Curaciones Υ exorcismos en los evangelios

117

(Μ.

QUESNEL)

3.5. Los signos del Mesias de Israel (J.-F. BAUDOZ) La muΙtίΡΙίcacίόη de 10s panes: ρ. 124; Jesus camina sobre las aguas: ρ. 127; Una eΙeccίόη difίcil para 10s discipulos: ρ. 129. 4.

123

PASΙON Υ RΕSURREccιόΝ ρ.131

4.1. La ιίltima estancia de Jeslls en Jerusalen, su proceso Υ su muerte (5. LEGASSE) Las razones del proceso: ρ. 134; Los acontecimientos: ρ. 137.

133

4.2. La resurreccίόη (C. FOCANT) 145 Las confesiones de fe: ρ. 146; Los relatos de la tumba vacia: ρ. 148; Los relatos de apariciones: ρ. 149; ReΡercusίόη de la resurreccίόη: ρ. 151.

602

lND1CE GENERAL SEGVNDA PARTE

NUEVO TESTAMENTO ρ.155

5.

Ει

MUNDO MEDITERRANEO FUERA DEL PAiS DE LOS JUUloS ρ. 157

5.1. ΕΙ judaίsmο heΙenίstίcο (Ch. PERROT) Una ampIia dίSΡersίόη judia: ρ. 160; Los escritos judeo-heIenisticos de Ia diaspora: ρ. 163.

ι :,<J

5.2. ΕΙ mundo grecorromano (C. SALLES) La ceηtraΙίΖacίόη romana: ρ. 167; La vida social: ρ. 171; La vida intelectual Υ religiosa: ρ. 174; Una gran movilidad: ρ. 176.

167

6. PABLO ρ. 179

6.1. Vida de Pablo de Tarso (Ρ. ΒΟΝΥ) Εη los origenes de una vοcacίόη: 181; ΕΙ ministerio del ΑΡόstοΙ de las naciones: 185.

ΙΗΙ

6.2. Pablo predicador (Ch. REYNIER) La itinerancia: ρ. 195: La Ρredίcacίόη a los judios: ρ. 196; La Ρredίcacίόη a los paganos: ρ. 198; ΕΙ trabajo asalariado: ρ. 199.

Ι '))

6.3. PabIo escritor (C. SALLES)

201

6.4. La teοΙοgίa paulina (Ch. RεYNIER) 207 La resurreccίόη como teΙόη de fondo: ρ. 207; La saΙvacίόη en la αυΖ - La redeηciόη: ρ. 209; ΕΙ EvangeIio a Ios paganos: ρ. 213; Vivir segun su fe Ο. CAMUS): ρ. 2 Ι Η. 6.5. Pablo en conflicto con los judaizantes Ο. ZUMSTEIN) La οροsίcίόη a Santiago Υ la crisis gaIata: ρ. 227; La colecta, .1υη signo de unidadr: ρ. 233.

227

6.6. ΕΙ deuteropaulinismo Las cartas a Ios Efesios Υ a los Colosenses (Ch. RεYNIER): ρ. 237; Las cartas pastorales (R. DUPONT-Roc): ρ. 241.

257

7. MARCOS Υ Ει FENOMENO SINOPTICO ρ.247

/ .1. Iνiarcos: autor Υ destinatario:; (Ε

uRvSSilORj

7.2. Marcos en continuidad con Pablo: una catequesis para Ios paganos (Ε BROSSIER) La ΡreΟCUΡacίόη por 10s paganos: ρ. 254; La comunidad de mesa entre judios Υ paganos: ρ. 254.

24') 2:'.\

2':07 7.3. Marcos: tun Seder pascual cristiano? (Ε. CUVILLIER) Las tradiciones de la Ultima cena de Jesus: entre historia Υ liturgia: ρ. 25Η;

fNDICE

GENERAL

Pascua judia Υ Pascua de fesus: ρ. 260; La ίηterΡretacίόη de la tiltima cena de Jesus por Marcos: Releer el eνangelio a la luz de la Paseua: ρ. 264; υη eνangelio al serνicio de la comunidad: ρ. 265.

ρ.

262;

7.4. Marcos: una reveΙaciόη en dos etapas (έ. CUVILLIER) Una crίstoΙοgίa de tίtuΙοs: ρ. 267; Una crίstοΙοgίa en relato: ρ. 270; La coηfesίόη de Pedro en Cesarea: tnn malentendido?: ρ. 271; La coηfesίόη del ceηtιιrίόη en la crllZ: coraΖόη del eνangelio: ρ. 273.

267

7.5. La Ρasίόη segun san Marcos (Ε. CUVILLIER) La Ρasίόη inelndible: ρ. 275; La Ρasίόη a la ΙΙΙΖ de Ios cantos del Siervo: ρ. 277; Una lectura del reIato de la Ρasίόη: ρ. 280; Ρasίόη del Hijo Υ «segnimiento» del discipnIo: ρ. 281.

275

7.6. ΕΙ secreto mesianico: una Ρedagοgίa para ellector de Marcos (J.-M. POFFET) ReνeΙacίόη Υ secreto: ρ. 284; Desvelamiento progresiνo del secreto:

ρ.

7.7. Marcos, ιιη eνangelio que termina con ιιη silencio Ο.-Μ. POFFET) Las mnjeres en el sepuIero: ρ. 291; ΕΙ final caηόηίco: ρ. 294.

283 287. 291

8.ΜΑΤΕΟ ρ.297

8.1. Mateo: autor Υ destinatarios (Cl. TASSIN)

299

8.2. Mateo: ιιη evangelίo para los cristianos de origen judίο (Cl. TASSIN) Segun el texto deI eνangelio: ρ. 301; Εη el contexto hίstόrίco judio: ρ. 303. 8.3. CοηceΡciόη e infancia de Jesus segun Mateo (Cl. TASSIN) Seis secιιencias: ρ. 307; Una historia de cumplimiento: ρ. 314.

301

8.4. Jesus en Mateo: el maestro de la Ley Ο. ZUMSTEIN) ΕΙ hombre de la Palabra: l0s discursos: ρ. 317; ΕΙ Sermόη de Ia montafia: ρ. 318; ΕΙ ejemplo de las bienaνenturanzas: ρ. 322; ΕΙ final de Mateo:

307

3ι 7 ρ.

324.

8.5. Mateo: el eνangelio de la Iglesia Ο. ZUMSTEIN) Los dos discursos coη dίmeηsίόη eclesial: ρ. 329; La mίsίόη de Pedro: ρ. 335.

329

8.6. Mateo, Israel Υ las naciones (D. MARGUERAT) Crόηίca de una ruptura: ρ. 339; ΕΙ fracaso de Israel: ρ. 340; Una falta de fidelidad: 9. 341; La eΙeccίόη perdida: ρ. 342: υη destino en suspenso: ρ. 343; De Israel a Ia IgIesia: ρ. 344; υη papeI de Ρreνeηcίόη: ρ. 346; ΕΙ jnicio nniνersal: ρ. 347.

339

9. LuCAS-HECHOS ρ.349

9.1. Los dos volumenes de la obra de Lucas (Ch. L"E,PLATTENIER) Una historia de saΙνacίόη: ρ. 352; Una mirada mas eSΡecίfica: ρ. 354;

604

349

INDICE GENERAL ΕΙ

autor Υ sus destinatarios: ρ. 357.

9.2. Con Lucas, de Jerusalen a Roma (Ch. L'EPLATTENIER) La geografia del evangelio: ρ. 359; La geografίa dellibro de 10s Hechos: ρ. 363; Conclusi6n:

359 ρ.

371.

9.3. Jesύs, profeta segun san Lucas (ο. FιrCHY) Jesus, nuevo Samuel, Υ Maria segun el modeIo de Ana: ρ. 374; JesίIs, nuevo Elίas: ρ. 378; Jeslls, maestro de oraciun: ρ. 380; ΕΙ Espiritu Santo sobre lesus Υ sobre la Iglesia: ρ. 384. 9.4. Retraso del retorno de

JesίIs Υ

9.5. Lucas, evangelista del perdun

etica lucana (Υ.

10. lUAN Υ

(Υ.

.Π~

.~89

SAOUT)

.{Ψ)

SAOUT) Ει ΜΕDιΟ

JOANICO

ρ.407

10.1. Juan: autor, destinatarios, perspectivas (Ε VOUGA) Perspectlvas teοΙόgjcas: ρ. 409; Autor, lugar Υ fecha de la redaccίόη de Juan: ρ. 414. 10.2. Juan, un evangelio para tiempos de cτisis (Ε VOUGA) La ruptura coη eI judaismo: ρ. 417; ΕΙ cont1icto coη el mundo: Εrosίόη Υ diνisiones dentro de la comuπidad: ρ. 420.

,!οι)

417 ρ.

4 19;

10.3. Juan, un reIato en dos tiempos (Ι. DEVILLERS) Las figuras deI Antiguo Testamento: ρ. 425; Los signos de la νida publica: ρ. 426; La hora de la cruz: ρ. 434; Epίlogo: ρ. 437.

42;'

10.4. Los discursos en el evangelio segun Juan (Υ.-Μ. BLANCHARO) La obra del Hijo: ρ. 439; ΕΙ pan de vida: ρ. 440; Los discursos de despedida: ρ. 441; La paraboIa de Ia νid: ρ. 442; ΕΙ Verbo hecho carne: ρ. 445; La diνinidad de ]esus: ρ. 448; La adhesίόη de la fe: ρ. 450; ΕΙ don del Espiritu: ρ. 450.

431)

10.5. ΕΙ Apocalipsis joanico (Ρ. ΡουcoυΤΑ) 455 υη genero literario desconcertante: ρ. 455; Una t10raciun de ill1agenes: ρ. 458; Los tίtulos del Resucitado: ρ. 463; La caida de ]os ill1perios: ρ. 464; La esperanza tiene la Ultima palabra: ρ. 466 11. CARTAS Υ

FIN

CΑτόLICΑS

ΟΕ ΙΑ RΕlJΑCCIόΝ ΟΕι

NUEVO TESTAMENTO

ρ.471

11.1. La herencla paulina (Ε. COTHENET) La carta a los Hebreos: ρ. 473; La carta de Santiago: ρ. 483.

473

11.2. La primera carta de Pedro (Ε. COTHENET) Una mirada gel1eral: ρ. 49 Ι; Obertura: ρ. 492; Formar un Tel11pIo par<1 \)jos: ρ. 493; Deberes de Ios cristianos: Ε] EvaπgeIio anuIKia(!o ,Ι tO(!o.~, incJuso a ]os muertos: ρ. 495; ύΙtίmas recomel1d,ιciol1('s: ρ. 497.

491 ρ.

494;

fNDICE

GENERAL

11.3. Las ultimas cartas (Ε. COTHENET) Segunda carta a Ios Tesalonicenses: ρ. 499; Carta de Judas: ρ. 502; Segunda carta de Pedro: ρ. 504.

499

12. PROLONGACIONES ρ.509

12.1. ΕΙ cristianismo en el siglo ι, fuera del Nuevo Testamento (R. ΚυΝΤΖΜΑΝΝ) Dura-Europos: ρ. 514; Osroena: ρ. 515; Egipto: ρ. 517; Cirenaica: ρ. 522. 12.2. Padres aΡοstόlicos Υ aΡόcrίfοs cristianos (R. ΚυΝΤΖΜΑΝΝ) Los Padres aΡοstόΙίcos: ρ. 523; Los aΡόcrίfοs cristianos: ρ. 531; Hacia υη canon de las Escrituras cristianas: ρ. 533.

511

523

LA BIBLIA Υ SU CULTURA:

CΟΝCLusιόΝ GENERAL ρ.537

13.1. Hermeneutica Υ lecturas biblicas (J.-M. POFFET) Interpretar: ρ. 539; Lecturas de Ia Biblia a 10 largo de Ios sig!os: ρ. 542.

539

13.2. Canonicidad e ίnSΡίracίόη (Υ.-Μ. BLANCHARD) Antiguo Υ Nuevo Testamento: ρ. 549; ΕΙ canon de Ias Escrituras, una realidad teο!όgίca: ρ. 553.

549

APENDICES ρ.557

APENDICE 1. Los manuscritos de los Setenta Υ del Nuevo Testamento (R. DUPONT-Roc) Los testigos: ρ. 559; ΕΙ estab!ecimiento de! texto: ρ. 561. APENDICE 2. ΕΙ griego de Ia Biblia (R. DUPONT-Roc) ΕΙ griego de !os Setenta: ρ. 567; ΕΙ griego de! Nuevo Testamento: ρ. 568. APENDICE 3. Cronologia APENDICE 4. Bibliografίa APENDICE 5. GIosario APENDICE 6. Abreviaturas de los libros biblicos .ι\!1Ε!'Jl:~CΕ 7 .lndice de cita~ APENDICE 8.1ndice de nombres propios: personajes Υ lugares geognIficos APENDICE 9.lndice de nociones esenciaIes MAPAS LISTA DE AUTORES INDICE GENERAL

606

ΟΕ

ESTE νοιυΜΕΝ

557 566

572

574 576 583

589 593 596 600 601

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