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LA CONCIENCIA MORAL, Norma de moralidad. Sada, Ricardo. Ética general y aplicada, págs. 95-103.
I.- LA DEFINICIÓN DE CONCIENCIA MORAL. ¿En que consiste la conciencia moral? Sin duda, en más de una ocasión, habremos escuchado alguna vez de las siguientes expresiones: Actúe conforme a su conciencia. Yo tengo mi conciencia tranquila. No me remuerde la conciencia. Todo hombre tiene libertad de conciencia. Este es un problema de conciencia. Estas expresiones hacen referencia a algo interior del ser humano, a algo muy sagrado en el hombre. Muchas personas no pueden soportar el dolor causado por el remordimiento de su conciencia; por el contrario, si han actuado de buena fe, no pierden la tranquilidad de su conciencia a pesar de que los demás puedan creer que ha actuado mal. El término CONCIENCIA proviene de las voces latina “cum y scire” que significan un “saber reflexivo”: un saber interior o autoconomiento, un darse cuenta de los que pasa en uno mismo.
Hablamos de dos tipos de conciencia:
Conciencia psicológica.
Conciencia moral. La conciencia psicológica consiste en un darse cuenta tanto de la realidad exterior como de la realidad interior de la persona. Por ejemplo que esta en tal lugar, que tiene apetito, que esta, cansada, que está amando a alguien, que es responsable de lo que decide, etc. Definiciones de conciencia moral. 1
Conciencia moral se define también como una voz interior que juzga sobre la bondad o maldad de una acción o conducta. Asimismo manda, en forma categórica, hacer el bien o evitar el mal. La conciencia moral es un juicio (una afirmación o negación) que realiza la inteligencia frente a la bondad o maldad de una acción particular y concreta: Está bien o está mal. La voz de la conciencia nos censura o nos excusa, nos gratifica o nos condena. Su DICTAMEN es un dictamen categórico y nadie puede escapar a la voz de su conciencia. La conciencia moral aplica los principios éticos generales a las acciones concretas de cada hombre. Todos tenemos experiencia de la importancia de la voz de conciencia moral en cuanto nos gratifica o nos remuerde. Figuras de la conciencia. Los griegos definían el remordimiento de la conciencia como llevar un pescado podrido delante de las narices. Los medievales la figuraban como un gusano que roe, sin cesar, el cerebro ¿En qué momentos actúa la conciencia moral? La conciencia moral actúa en todo momento. No nos deja nunca. Salvo que se encuentre insensible. a) Antes de la acción, haciendo considerar al sujeto la relación que su acto tiene con el Derecho Natural y, en consecuencia, la prohíbe o la ordena. b) Durante la acción, la conciencia sigue actuando. c) Después de la acción, el juicio de la conciencia aprueba el acto bueno, produciendo una alegría, satisfacción y paz, o lo reprueba, si fue malo, con la inquietud, la tristeza o el remordimiento. ¿Qué debemos hacer frente a la voz de la conciencia moral? 2
Como en toda norma moral, todo hombre de seguir la voz de su conciencia, no sin antes informarse. No hay que olvidar que la conciencia moral es una realidad del conocimiento. Es posible, sin embargo, tratar "acallar" esa voz interior. Esto ocurre en quienes el actuar inmoral que buscan justificar sus acciones se convierte su actuar en una costumbre. Por ejemplo, el funcionario que acepta sobornos durante largo tiempo, poco a poco su conciencia se irá acostumbrando a esta acción y el reclamo de su conciencia irá siendo cada más débil. Se suele hablar entonces de conciencia endurecida. La conciencia moral, en su acción, está regida por la ley natural, por tanto, no es subjetiva. La conciencia es norma próxima de la moralidad. La ley es la norma objetiva y remota. La conciencia moral aplica la ley universal a los casos particulares que estamos viviendo. La acción de la conciencia se puede comparar con el modo de proceder del árbitro en un encuentro deportivo. El árbitro aplica los reglamentos a situaciones concretas. El árbitro hace un juicio en el que no puede dejar de aplicar las leyes objetivas, vistas a su modo en el caso concreto. II.- TIPOS DE CONCIENCIA Los filósofos y teólogos que se han preocupado sobre las formas de conciencia moral y han distinguido diferentes tipos de conciencia moral. a) b) c) d)
Conciencia RECTA # Conciencia VERDADERA # Conciencia CIERTA # Conciencia SENSIBLE #
VICIOSA. ERRÓNEA. DUDOSA. INSENSIBLE.
a) La conciencia RECTA # VICIOSA. Se habla de conciencia recta cuando ella actúa de buena fe, obra de manera prudente y trata de ajustarse a lo que realmente debiera realizar, a lo que Dios quiere, pero puede estar equivocada. Subjetivamente obra bien, pero no objetivamente.
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La conciencia viciosa es la conciencia que no es sincera consigo misma, es la que actúa de mala fe, es decir, de modo malicioso: Sabe que lo que hace o va a realizar está mal. b) La conciencia VERDADERA # ERRÓNEA. Se habla de conciencia verdadera cuando se ajusta realmente a la verdad objetiva, es decir, a lo que debe ser. Por ejemplo, el respeto a los padres, a la vida humana, etc. La conciencia errónea es la que no se ajusta a la verdad objetiva, tanto en sus principios como en sus conclusiones. Al ser el juicio de la conciencia un acto de la inteligencia, puede verse afectado por el obstáculo de la ignorancia. La conciencia errónea puede dividirse en: culpablemente errónea y no culpablemente errónea. La conciencia culpablemente errónea es cuando alguien puede salir del error y superarlo sin grandes dificultades, pero no lo hace. Ej.: Si alguien no sabe algo, pero lo puede consultar para salir de la duda y no lo hace. Entonces actúa en forma culpable. La conciencia no culpablemente errónea o invenciblemente errónea es cuando alguien no puede descubrir el error o no se da cuenta de que está equivocado al actuar. Por ejemplo, cuando una persona ni siquiera sospecha que su acción está equivocada, o sospechándolo, llegó a una solución objetivamente errónea, a pesar de haber reflexionado estudiado, consultado, etc. Es el caso de cuando algo es una costumbre, como muchas veces se dice: todos lo hacen. c) La conciencia CIERTA # DUDOSA. La conciencia CIERTA es aquella que está segura de que está actuando bien, sin embargo, está equivocada. La conciencia DUDOSA es la que no está segura de que está actuando bien. En este caso, para actuar se debe primero de la duda.
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d) La conciencia SENSIBLE # INSENSIBLE. La conciencia SENSIBLE es aquella que distingue lo bueno y lo malo aún en las cosas pequeñas y trata de realizar siempre lo mejor posible. Tiende constantemente a la perfección, y siente remordimiento aún en las faltas pequeñas. La conciencia insensible o anquilosada es aquella que no toma en cuenta las exigencias morales, ni se preocupa de las faltas graves. Las causas que pueden llevar a una conciencia insensible pueden ser: Los continuos malos ejemplos, sobre todo en el seno familiar, una educación deficiente en valores, la búsqueda continua de satisfacciones egoístas, por el hábito de obrar mal, como lo dice el refrán: cuando alguien no vive como piensa, termina por pensar como vive. Para salir de una conciencia laxa se precisa remover sus causas: procurar una sólida instrucción en la ley moral, fomentar la capacidad reflexiva, mejorar las disposiciones de la voluntad, etc.
III.- REGLA MORAL DE ACCIÓN Toda persona para actuar en conciencia lo debe hacer con CONCIENCIA RECTA, CIERTA Y VERDADERA. a)
En cuanto a la CONCIENCIA RECTA: Toda persona tiene la obligación de obrar con conciencia recta, es decir, de buena fe. Por esto, es un deber para todo hombre formar la rectitud de su conciencia. Por otra parte, nadie tiene derecho a actuar con conciencia viciosa o de mala fe. La deformación de la conciencia puede tener diversas causas: La despreocupación en la búsqueda de la verdad y del bien, la violación continua de la propia conciencia, los malos ejemplos, el medio en que se vive, etc. 5
b)
En cuanto a la CONCIENCIA CIERTA: Toda persona debe actuar con conciencia cierta. Antes de actuar se debe salir de la duda. Por tanto, no debe actuar con conciencia dudosa.
c)
En cuanto a la CONCIENCIA VERDADERA: Todo hombre debe buscar sinceramente y actuar con conciencia verdadera, es decir, conforme a la verdad objetiva. Con respecto a la conciencia errónea hay que tener en cuenta lo siguiente: No se debe actuar con conciencia venciblemente errónea. Se puede actuar con conciencia “invenciblemente errónea”. (Cf. M. Vidal, Moral de actitudes, T. I. 327-328) IV.- LA EDUCACIÓN O FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA
¿En qué consiste la educación? La educación consiste en desarrollar, perfeccionar, etc nuestras capacidades. La educación es siempre para mejor. El principal responsable de la educación de la conciencia es la persona. La conciencia moral es una facultad humana, por tanto, se puede y se debe educar. La dignidad de la persona humana implica y exige la rectitud de la conciencia moral, ya que ella le hace posible asumir la responsabilidad de los actos realizados. La educación de la conciencia es indispensable a los seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el mal a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas.
Entre los distintos medios para formar la conciencia se encuentran, por una parte, los que hacen referencia al intelecto, y por otra, los que se refieren a las rectas disposiciones de la voluntad. Veamos cada uno de estos tipos de medios por separado.
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1.- FORMAS DE ESDUCAR LA CONCIENCIA MORAL El estudio de la ética, en general. Dijimos arriba que la conciencia sólo aplica las normas morales objetivas caso particulares. Por tanto, si falta el conocimiento de esas normas, difícilmente podrá aplicar esas normas a los casos concretos. Cabe señalar, en este sentido, la inconsistencia de las posturas que pretenden fundamentar la conducta sólo con base en el criterio personal, pensando que para actuar bien basta estar seguro de que la actuación es buena. Tal actitud refleja la autosuficiencia de considerar que el sujeto 'no se equivoca nunca': basta que él considere que algo es bueno para que de hecho lo sea. El hábito de reflexionar antes de actuar. Es preciso que cada uno preste a atención a sí mismo para oír y seguir la voz de su conciencia. Esta exigencia de interioridad es tanto más necesaria cuando la vida nos impulsa con frecuencia a prescindir de toda reflexión o examen. La disposición a pedir consejo y ayuda. Es importante pedir consejo a quienes tienen mayor conocimiento y virtud. En la selección de personas consideradas capaces para resolver planteamientos éticos se ha de buscar no sólo la calificación intelectual (conocimiento), sino también su calificación moral personal. Esfuerzo por llevar una vida virtuosa. Esto depende de la voluntad. La formación de los hábitos positivos o virtudes morales. Entre las virtudes morales hay dos que tienen particular importancia en la formación de la conciencia: la sinceridad y la humildad. Con la sinceridad consigo mismo, el sujeto es capaz de reconocer sus limitaciones y sus equivocaciones personales. Si no logra esa virtud, vivirá engañándose a sí mismo, haciéndose cómplice de sus vicios y pretendiendo
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justificar su actuación ilícita ("quien no vive como piensa, acaba pensando como vive"). La humildad, lleva al hombre a recibir de buen grado sus carencias y limitaciones, que descubre a través de la sinceridad. Buscará entonces pedir consejo -la autosuficiencia es incompatible con la actitud humilde-, y poner en práctica lo que resulte pertinaz, aun a costa de que aquello suponga un cambio de vida. Es importante de destacar también, sobre todo en la época contemporánea, la importancia de la virtud de la templanza o sobriedad, que lleva a no confundir el bien placentero con el bien moral. En efecto, la presión de la sociedad consumista, al hacer excesiva propaganda de los valores puramente hedonistas, provoca de manera desenfrenada los instintos y las tendencias al goce inmediato, haciendo difícil el reconocimiento y el respeto de la jerarquía superior de los bienes morales sobre los placenteros. La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. En conclusión, el recto juicio de la conciencia no depende sólo de la agudeza o reparación del intelecto, sino también de una recta disposición de la voluntad (virtudes morales), sin la cual la razón no puede desempeñar su función rectora de la conducta. Históricamente se comprueba la realidad de personas -líderes políticos, jefes de Estado, intelectuales, etc.- que no obstante una adecuada formación ética desde el punto de vista racional (recuérdese el caso de Enrique VIII de Inglaterra), su conducta incoherente les ha conducido a la negación de principios éticos elementales, precisamente por haber perdido la adecuación entre la doctrina y la vida. V.- EL DEBER ESPECIAL DEL CRISTIANO DE EDUCAR SU CONCIENCIA El católico, por su calidad de tal, tiene una obligación especial de educar su conciencia moral de forma permanente para poder actuar correctamente en toda circunstancia y para poder ayudar a otros a actuar bien. Modo de hacerlo: 1.- Por la lectura y meditación continua de la Sagrada Escritura. 2.- Por el conocimiento y reflexión madura de los documentos de la IGLESIA, especialmente del Santo Padre, de los Concilios y de los Obispos de su país, en materia de moral. 3.- Por la participación permanente en el culto divino junto a los demás cristianos, por la oración diaria, etc. 8
VI.- INSTITUCIONES RESPONSABLES DE LA FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA MORAL ¿Cuál es la mejor forma de educar la conciencia moral? Sin dudas, la mejor forma de educar la conciencia moral en los demás es el testimonio de vida.
1.-
LOS PADRES de familia. Sin duda los padres juegan el rol prioritario en la tarea de la formación de la conciencia de sus hijos. Ellos deben realizar esta tarea por el ejemplo y la palabra, buscando la verdad con toda sinceridad.
2.-
LA ESCUELA, es otra institución fundamental en la formación de la conciencia moral de toda persona, y siempre a través del ejemplo y de la fundamentación del por qué realizar tal o cual comportamiento. Lo importante es formar en los estudiantes virtudes fundamentadas.
3.-
LA UNIVERSIDAD Y LOS CENTROS DE EDUCACIÓN SUPERIOR tienen la grave obligación de formar la conciencia de los futuros profesionales y de todos sus alumnos, sobre todo, por la responsabilidad frente a la sociedad.
4.-
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Los medios de comunicación social tienen también la obligación de formar la conciencia de la ciudadanía, especialmente presentando buenos ejemplos.
5.-
LA IGLESIA, especialmente PARA LOS CREYENTES y para los que quieran escucharle. La Iglesia tiene el ejemplo de Cristo, de la Santísima Virgen y de una multitud de santos que han sido modelo para toda la humanidad, Además debe pronunciarse claramente sobre los problemas actuales que tiene relación con la ética. 9
6.-
LAS BUENAS LECTURAS Y LAS BUENAS COMPAÑÍAS: “Dime con quien andas o qué lees y te diré quién eres”. Actividad: lectura de algunos textos. SUMARIO
I.-
EN QUÉ CONSISTE LA CONCIENCIA MORAL y SU FUNCIÓN.
II.-
TIPOS DE CONCIENCIA. a) Conciencia Recta / Viciosa. b) Conciencia Verdadera / Errónea. c) Conciencia Cierta / Dudosa. d) Conciencia Sensible / Insensible.
III.- FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA. 1.- Medios intelectuales. 2.- Rectas disposiciones de la voluntad. IV.- EL DEBER ESPECIAL DEL CATÓLICO DE EDUCAR SU CONCIENCIA
V.-
INSTITUCIONES RESPONSABLES DE LA FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA MORAL. 1.- Los padres. 2.- La escuela. 3.- La universidad y los centros de educación superior. 4.- Los medios de comunicación. 5.- La Iglesia. 6.- Las buenas lecturas y las buenas.
¿Qué es educar?
COMO EDUCAR LA CONCIENCIA ÉTICA. Síntesis.
1.- Por la reflexión y el estudio de la ética 10
2.3.4.5.-
Por medio de del hábito de pensar antes de actuar Por la disposición de pedir consejos, sobre todo en los casos complicados. Por medio de la información seria sobre un asunto determinado Por la adquisición del autodominio. Esto es lo contrario al hombre leight o a dejarse llevar por las ganas. 6.- Por la sinceridad en la búsqueda de la Verdad ética. 7.- Por la formación de virtudes o hábitos calóricos. QUIENES DEBEN EDUCAR LA CONCIENCIA ÉTICA Y EN GENERAL EN LA ÉTICA. 1.2.3.4.5.6.7.-
La familia La escuela La misma persona durante oda su vida Los Centros de Educación Superior, formadores de profesionales Los medios de Comunicación Superior. La Iglesia Las buenas lecturas. CÓMO SE DEBE ENSEÑAR EDUCAR EN LA ÉTICA.
1.- A través del ejemplo de vida 2.- A través de las buenas compañías 3.- Las buenas lecturas.
CÓMO LO DEBEN HACER LOS CRISTIANOS. 1.- Por la lectura de la Sagrada Escritura 2.- Por la lectura y estudio de los documentos de la Iglesia 3.- Por la Oración, la participación a la Misa dominical. Etc.
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