La Era De La Encomienda

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Claudia Quirós

LA ERA DE LA ENCOMIENDA

EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

Edición aprobada por la-comisión Editorial de la Universidad de Costa Rica Primera edición: 1990 Cuarta reimpresión: 2001

Jefa de Planificación: María Elena Camacho V. Jefe de la Editorial: Nimrod Cabezas M. Dirección Editorial y Difusión de la Investigación: Mario Murillo R.

©Editorial de la Universidad de Costa Rica Ciudad Universitaria "Rodrigo Facio". Apdo. 75-2060. Fax: 207-5257 e-mail: [email protected] San José, Costa Rica.

972-860.2 Q8e

Quirós Vargas, Claudia La era de la encomienda I Claudia Quirós Vargas. - l. ed., 4. reimpr. - San José, C.R. : Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2001. 376 p. : il. (algunas plegs.) , mapas.- (Colección historia de Costa Rica ; v. [ 1]) ISBN 9977-67-132-X

1. COSTA RICA - HISTORIA - SIGLO XVIXVII. 2. ENCOMIENDAS - COSTA RICA. l. Título. CIP/ 923 CC/SIBDl.UCR

Prohibida la reproducción total o parcial. Todos los derechos reservados. Hecho el depósito de ley.

DEDICATORIA Con profundo respeto y adn1iración a los indígenas costarricenses, protagonistas funda1nenta/es de nuestra historia colectiva. Papel que asu1nieron,desde 1502,con su heroica lucha para enfrentar la agresión, el saqueo, la sobreexplotación y la deculturación que caracterizaron la do1ninación española. A sus descendientes que, desde el siglo pasado,son víctilnas de la negligencia estatal, de la usurpación de sus tierras y sus recursos naturales, ade1nás de la indiferencia del resto de los costarricenses. Particulannente dedico este trabajo a los indígenas queJgracias a su lucha cotidianc¡¡, por sobrevivir y conservar su -identidad co1no pueblo, subsisten precaria1nente en varias zonas de nuestro país, 1nostrándonos una continuidad cultural que se prolonga hasta nuestros días. Que los procesos reales., analizados en este libro, coadyuven, tanto a fortalecer esa identidad, corno a lograr que las reivindicaciones por la posesión de sus tierras y de sus recursos naturales, por un espacio de participación y acceso a los bienes nacionales, por el derecho a ser ellos 1nis1nos, por la oficialización de sus lenguas, por la libertad de expresión y la tra1nitación de sus cédulas de identidad, sean una realidad inn1ediata. Fraternaln1ente, Claudia Quirós Vargas 7

INTRODUCCION La literatura histórica costarricense de los últimos años acerca del período colonial -como se detallará en el análisis bibliográficoha dado y continúa brindando aportes fundamentales. No obstante, para la fase que cubre el presente estudio -la primera configuración colonial de la Alcaldía Mayor de Nicoya y de la Gobernación de Costa Rica, (S. XVI y XVII)- conviene subrayar que aún en el presente es ostensible el peso y la vigencia de la historiografía tradicional. Esta tradición historiográfica ha centrado su interés sobre personajes de los grupos dominantes, como adelantados, conquistadores, pobladores, alcaldes y encomenderos. También es notoria la tendencia al estudio de instituciones o de aspectos jurídico-políticos, particularmente sobre gobernaciones, cabildos, constituciones y jurisdicciones territoriales. Esta clase de preocupaciones se ha extendido hacia otros temas, incluyendo elementos puramente fenoménicos entre los cuales se destacan genealogías, heráldica, informaciones y relaciones. Paralelamente en este enfoque unilateral de la historia, se exaltan las virtudes de los personajes e instituciones que constituyen el tema de análisis, considerando con esta posición antidialéctica que las huestes europeas y todo lo que ellas representaban fueron las únicas constructoras de nuestro pasado colonial, que de ellas proviene nuestra identidad nacional, y que por.lo tanto determinaron la conformación de la sociedad costarricense. Obviamente, con esta actitud se ha nega9

do o subestimado el aporte de las sociedades aborígenes en el desarrollo histórico nacional, y se ha olvidado su papel como protagonistas activos y permanentes, no sólo de la eíapa pacificadora y de la colonial, sino también de los períodos subsiguientes de la historia patria. Además, el carácter parcializado de esa perspectiva ha sido causa importante de que prevalezca una visión distorsionada de la ~falidad costarricense, porque se ha omitido ese ingrediente común a la historia de los países hispanoamericanos y esencial en la forja de una auténtica identidad nacional latinoamericana, como son nuestras raíces indígenas. En coherencia con esta reflexión y con los planteamientos que la precedieron, este libro que entregamos al pueblo costarricense explica, desde una perspectiva global, la génesis y desarrollo, tanto de la conformación político jurídica de la Alcaldía Mayor de Nicoya durante el ciclo de esclavitud y repartimiento indígenas, como de la sociedad costarricense que emergió durante la etapa de la encomienda. Lógicamente, el estudio de esta estructuración política y socioeconómica trasciende los aspectos institucionales, para fundamentarse en el análisis de la explotación de la mano de obra del indio encomendado (tributos en especie), de su persona (servicios personales) y bienes atesorados (saqueo). Es decir, escudriña los procesos reales que condujeron a la sobreexplotación del indígena desde su primer contacto con el europeo. Para alcanzar estas metas, es inevitable retroceder hasta los primeros años del siglo XVI, con el fin de ubicar el descubrimiento y pacificación de ambas jurisdicciones dentro de una perspectiva de consolidación regional centroamericana, desde la que se e~p/icará cómo las áreas geográficas que en un futuro integrarían el territorio de la Gobernación de Costa Rica comenzaron a ser reconocidas por los europeos desde 1502. Este fue un proceso lento, envolvente y accidentado, sujeto a los vaivenes jurisdiccionales, a problemas entre los líderes conquistadores, a nuevos descubrimientos como el del río San Juan, y fundamentalmente, determinado por la búsqueda de áreas con alta concentración de población autóctona. De ahí que el reconocimiento general de los territorios que constituyeron la Provincia de Costa Rica se prolongó por más de las cuatro décadas comprendidas entre 1502 -año del primer contacto entre aborígenes y europeos- y 1544, fecha en que Diego Gutiérrez penetró en el interior del territorio costarricense, con lo que culminó el ciclo de intentos por ocupar Nueva Cartago y Costa Rica. Caso contrario fue el de Nicoya y sus áreas aledañas, las cuales fueron descubiertas 20 años después de que Colón y sus hombres 10

llegaron a las costas de Cariari. Sin duda los descubridoresconquistadores avecindados en la ciudad de Panamá fueron motivados por los resultados obtenidos en la expedición de González de Avila, lo cual determinó que Nicoya fuera reducida y ocupada tempranamente, mediante los recursos de la justa guerra, la esclavitud y el repartimiento de aborígenes lugareños, y el poblamiento-abandonorepoblamiento de Villa Bruselas. Este proceso de configuración colonial de Nicoya, hasta consolidarse como Alcaldía lv.fayor, abarcó los 30 años comprendidos entre 1524 y 1554, mientras que los indígenas costarricenses vivieron una angustiosa y prolongada espera de 60 años que, inexorablemente, los conduciría hacia un enfrentamiento desigual con las huestes invasoras, quienes a partir de 1561 reiniciaron la conquista sistemática del territorio de la Provincia de Costa Rica. Veremos cómo esta diferencia entre la ocupación de ambas jurisdicciones le imprimió a cada una de ellas su propia especificidad en su desarrollo histórico. Así, tal como se indicó líneas atrás, la conquista y la colonización de Nicoya, comparadas con las de Costa Rica, además de anticipadas fueron realizadas por expedicionarios que provenían desde Panamá con el único propósito de enriquecerse rápidamente, es decir, no por hombres preocupados por desarrollar las instituciones que consolidaran la administración colonial, ni interesados por asentarse permanentemente en los territorios indianos. Esto explica por qué Villa Bruselas fue un espacio político-jurídico inestable, creado para que los conquistadores se convirtieran en pobladores, el cual estaba despoblado cuando se decláró la justa guerra a los indios de la región. Desde este punto de vista puede afirmarse que la conquista y ocupación de Nicoyafue en realidad un proceso depredador, cuyas consecuencias para la población aborigen no han sido medidas en su justa dimensión, y que los excesos y tropelías cometidos por los conquistadores de Nicoya contra la población aborigen fueron de tal magnitud, que detérminaron, en gran medida, que la Corona decidiera administr.ar directa y permanentemente este territorio durante todo el período colonial. Con este objetivo Nicoya fue instituido como una Alcaldía lv.fayor, integrada por siete pueblos de indios, los cuales fueron encomendados como tributarios reales y explotados fundamentalmente por medio del tributo en especie de productos autóctonos. Por otro lado se analizará cómo la ocupación de la Provincia de Costa Rica, además de tardía fue realizada a partir de 1561 por _.hombres que provenían de Mésoamérica, con una experiencia de casi 40 años como conquistadores y pobladores, y consecuentemente con un conocimiento cierto y seguro de la encomienda como mecanismo 11

esencial de explotación. De esto se desprende el hecho de que la conquista de Costa Rica fuera alcanzada mediante la encomienda de indios. En síntesis, el estudio de los problemas que se analizan en este libro se centra, primero en los acontecimientos que determinaron la conformación colonial de la Alcaldía Mayor de Nicoya, y su organización y control administrativo directo ante la ausencia de encomenderos, y segundo, respecto de la sociedad que emergió y se constituyó en Costa Rica durante el ciclo de la encomienda. Obviamente, por tratarse de dos jurisdicciones separadas con diferentes épocas y modalidades de ocupación, se inicia el estudio de Nicoya a partir de 1524, año de la fundación de Villa Bruselas, y no se cierra cronológicamente porque, aunque se produjo una gran disminución de la población aborigen, no hubo modificaciones respecto de su organización político-administrativa ni de los mecanismos de explotación de los indios sobrevivientes, durante el resto del período colonial. En el caso de Costa Rica, se abre el estudio de la encomienda en 1569, año en que Perafán de Ribera repartió la mayor parte de la población indígena entre los conquistadores y primeros pobladores. Se prolonga este tema hasta 1699, fecha en que, de acuerdo con los reportes oficiales y con la realidad existente, se evidencia una ruptura del modelo colonial costarricense, estructurado sobre la base de la encomienda de indios. Esta rupturafue ocasionada básicamente, por las pérdidas demográficas entre los indígenas encomendados y debido a la política asumida por la monarquía después de 1630, la cual estaba orientada hacia el control directo de los pocos aborígenes que escapaban de la hecatombe demográfica. En este libro se trata de mostrar, de la mejor manera posible y en toda su amplitud y complejidad, los procesos que nos han permitido reconstruir, como bien lo afirma el historiador francés Braudel, la historia social de los destinos colectivos, es decir, una historia global que, sin descuidar el sector hispanocostarricense, hará hincapié sobre· el destino colectivo de nuestros aborígenes. El libro está dividido en doce capítulos. En el primero se· reconstruyen las luchas que se gestaron entre los conquistadores, los acontecimientos fundamentales que condujeron al descubrimiento de Costa Rica y de Nicoya y los pasos que determinaron la conformación de la Alcaldía M"ayor de Nicoya. Los antecedentes de la encomienda, su consolidación en. kfesoamérica y la actitud de los conquistadores al exigir esta gratificación 12

para asentarse en Costa Rica, son los temas del segundo capítulo. Complementariamente se detallan la estructuras vigentes durante el período de la encomienda. En los capítulos cuarto, quinto y octavo se analiza la importancia económica de los productos autóctonos, producidos y elaborados por los indígenas, productos que fueron exigidos como tributo por los conquistadores. Por lo tanto, se analiza la organización de los pueblos de indios como productores directos, y además se explican los mecanismos utilizados por los encomenderos para obtener ese tributo en especie, y la manera como este tipo de sobreexplotación afectó a los indios encomendados. En el sétimo capítulo se reseñan las disputas jurídicas que se suscitaron durante los años de 1600-1611 entre los grupos dominantes, por apropiarse del remanente de la población aborigen. También se destaca la fundación de la ciudad de Santiago de Ta/amanea como una alternativa para continuar con el modelo de explotación tradicional del indio, sobre la base del tributo en especie y el comercio, ya que ese modelo evidentemente había empezado a declinar en el Valle Central y en la jurisdicción de Esparza. Estos acontecimientos cu/minaron con el ingreso, por primera vez en nuestra gobernación, de un obispo, potestad superior dentro de la jerarquía eclesiástica y de un oidor, máxima autoridad político-jurídica de la Audien.cia de Guatemala. Estas altas personalidades de la magistratura indiana, llegaron con la misión de poner orden en el caos que reinaba en Costa Rica, particularmente en la jurisdicción de Cartago. Los problemas suscitados en Cartago desde 1600 entre el Cabildo y el Gobernador, entre éste y los encomenderos, entre el Vicario y el Gobernador y entre los frailes ~del convento de San Francisco y el Vicario, propiciaron la aparición de una nueva modalidad de explotación, la cual se fundamentó en los servicios personales, que precisamente son analizados en los capítulos noveno y décimo. Además se destacan los mecanismos utilizado~ por los encomenderos, frailes y corregidores para obtener servicios personales y para aplicar la justa guerra. En los capítulos tercero y sexto, se estudia el papel que desempeñaron las ciudades fundadas en la Provincia de Costa Rica durante el siglo XVI. Estas son consideradas como el marco geográfi~o que posibilitó el ascenso de un reducido círculo de pobladores, los cuales, sobre la base de la comercialización del tributo en especie y de la actividad ganadera, se consolidaron como sector dominante de la sociedad colonial. 13

La situación de los indígenas encomendados de Costa Rica y de Nicoya al finalizar el siglo XVII es el tema del capítulo undécimo, situación que en ambas jurisdicciones se destacó por la reducción de la población autóctona, la deculturación y la ausencia del mestizaje, y que, en el caso de la Gobernación de Costa Rica, determinó el final de la etapa de la encomienda. En el decimosegundo y último capítulo se examina el estado de la sociedad hispanocostarricense al finalizar el siglo XVII. Se estudián también las actividades productivas y el comercio, para determinar cuáles eran los mecanismos de producción y reproducción del grupo dominante, y cómo este mismo sector -sin perder su prestigio- fue empobreciéndose lentamente por la pérdida de sus encomiendas y por la crisis del comercio exterior. Y, a efecto de reconstruir un panorama global de esta sociedad hispana, se señalan los orígenes del sector cacaotero no costarricense, para determinar su preponderancia económica frente al paulatino empobrecimiento del grupo dominante tradicional que no pudo participar con éxito en la economía del cacao. Naturalmente, nuestras pretensiones son las de compartir con el mayor número de conciudadanos el conocimiento de la realidad histórica nacional, particularmente aquellos aspectos concernientes a nuestras raíces indígenas y al apor-te de los aborígenes en el desarrollo histórico costarricense. Se ha podido percibir esta realidad histórica, sobre todo después de escudriñar los valiosos fondos documentales depositados en el Archivo Nacional, en el de la Curia .Metropolitana y, complementariamente, en el archivo de la Catedral de León, Nicaragua. Por esta razón ha sido inevitable el uso de citas, que estrictamente se refieren a las fuentes documentales de los mencionados archivos. El texto se complementa con abundantes cuadros, para resumir y objetivar procesos y acontecimientos importantes y para detallar cifras sobre padrones, bautizos, precios y otros. Complementariamente se agregan algunos mapas, esquemas e ilustraciones. La culminación de este libro fue posible gracias a un conjunto de personas e instituciones que nos brindaron su apoyo, esfuerzo y estímulo. Agradecemos a las autoridades universitarias que llevaron a la realidad lafeliz iniciativa de instaurar el sistema de Estudios de Posgrado en nuestra Alma Máter: La apertura y el e~píritu renovador incorporados a los programas de .Maestría en Historia fueron decisivos para que tomáramos partido por una nueva forma de hacer historia: la historia social de los destinos colectivos, en fin, la historia del pueblo del cual formo parte. La Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica, aprueba y financia el proyecto Génesis, desarrollo 14

y consolidació.n del campesinado criollo costarricense. Siglos XVI y XVII, el cual ·aún sin finalizar, ha contribuido a enriquecer aspectos

medulares que van incorporados en este libro. La mayor parte de nuestras deudas de gratitud son las que tengo con el doctor Víctor Hugo Acuña O., en su doble condición de profesor en los cursos de .M0restría y como Director del Centro de Investigaciones Históricas de la Universidad de Costa Rica. Aprecio y reconozco tanto las enseñanzas que se derivan de su rico pensamiento, como su fe en mi capacidad, al encomendarme la redacción de este tomo. En la misma forma, deseo expresar mi reconocimiento al doctor Luis Fernando Sibaja Ch., Director de la Escuela de Historia y Geografía, por su apoyo y atinadas observaciones y comentarios sobre mi labor como investigadora. Debo mencionar a los compañeros investigadores del Programa de Historia Antigua y Colonial, del Centro de Investigaciones Históricas, en cuyo seno, además de la guía, estímulo y enseñanzas de su coordinadora, la doctora Elizabeth Fonseca C., he tenido la valiosa experiencia de compartir con historiadores, antropólogos y arqueólogos. También es justo reconocer que esta experiencia la inicié, desde 1979, con las antropólogas doctora María Eugenia Bozzoli y Máster Margarita Bolaños, en cursos de etnohistoria de los pue.blos de indios.

Extiendo mi sentimiento de gratitud al Archivo Nacional de Costa Rica y a todas las personas que ahí desempeñan diversas labores en beneficio de los que nos interesamos por la investigación. No puedo olvidar que hace 14 años dirigí mis pasos a esa institución, de la cual he recibido toda clase de ayuda y solícita atención. En los mismos términos deseo expresar mi sincero reconocimiento al Archivo de la Curia.Metropolitana y al archivo de la Catedral de León, Nicaragua. Los méritos de esta obra son compartidos por las instituciones y personas mencionadas, a las cuales eximo de los errores de fondo y forma que contenga, pues de éstos, naturalmente, soy la única responsable.

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Capítulo 1 EL DESCUBRIMIENTO DE CENTROAMERICA: UNA EXPERIENCIA REGIONAL

INTRODUCCION Para el estudio de los temas propuestos en este capítulo hemos obviado la historia local del desarrollo politico-administrativoj urisdiccional, con el propósito de contextualizar ese desarrollo dentro de una perspectiva regional centroamericana. Por lo tanto, nuestro enfoque se basará en el examen de las luchas que se gestaron entre los descubridores-conquistadores, desde que éstos ocuparon el Darién, por obtener supremacía en Tierra Firme y posteriormente en el istmo. Lógicai;pente, al abordar el desarrollo histórico del descubrimiento de Centroamérica, haremos hincapié en los hechos ocurridos entre 1502 y 1560, en el interior de los territorios que posteriormente constituyeron la Alcaldía Mayor de Nicoya y la Gobernación de Costa Rica. Nuestra concepción regional se orienta especialmente hacia el descubrimiento de Costa Rica y de Nicoya, lo cual no implica que ignoremos las particularidades que caracterizaron el devenir histórico de Costa Rica y de Nicoya a partir de su descubrimiento. En el caso de Nicoya explicaremos cómo su temprana ocupación y su configuración colonial, fueron dirigidas por peninsulares con escasa experiencia colonizadora, quienes se trasladaron desde Panamá hacia el noroeste, tanto para descubrir, como para conquistar y poblar, obviamente con el objetivo de enriquecerse rápidamente por medio del rescate, el saqueo, el repartimiento y la esclavitud de indios, pues las condiciones preexistentes en dicha área lo permitían. 19

En otros términos, el descubrimiento de Costa Rica y de Nicoya formaron parte de un solo proceso regional, pero no así los hechos que condujeron a la conquista y a la colonización de cada una de ellas. Por esta razón y sin perder el hilo cronológico, la conformación colonial de esas áreas será analizada en capítulos diferentes.

A. LA INVENCION DE COSTA RICA Y NICOYA: 1502-1544 Aunque ciertamente la conquista de nuestro territorio fue relegada a un segundo plano por los conquistadores, la futura jurisdicción de Nueva Cartago y Costa Rica, no quedó al margen de los intereses de la Corona ni de los conquistadores en los procesos de descubrimiento, penetración, expansión y establecimiento, pues desde 1502 fue descubierta y reconocida su costa atlántica. Luego, Costa Rica a partir de 151 O, y nueve años después Nicoya, fueron integradas a un proceso regional centroamericano de descubrimiento, conquista y colonización, que en una primera fase irradió desde el Darién hacia Veragua, en la búsqueda de zonas con mayor densidad de población nativa y de supuestas riquezas atesoradas. A pesar de las desastrosas consecuencias del primer intento por ocupar la costa atlántica de Centroamérica, en 151 O, y del fracaso de Diego de Nicuesa como su primer gobernador, no disminuyó el interés oficial ni particular por redescubrir la costa de Veragua y por posesionarse de ella. Esto se evidenció a partir de 1511, año en que fue creado y ocupado oficialmente el Reino de Tierra Firme, con el establecimiento de la primera gobernación y la designación de la autoridad respectiva en la persona del Adelantado Vasco.Núñez de Balboa, quien dos años después descubrió el océano Pacífico o Mar del Sur. Después de este extraordinario descubrimiento y ante la certeza de que América era un continente, surgieron, tanto la necesidad de encontrar un estrecho que comunicara a ambos océanos, como la urgencia de controlar la zona y, de este modo, consolidar la expansión territorial. Con estos objetivos fue creada, en 1513, la Gobernación de Castilla del Oro, cuyo territorio abarcaba la mayor parte de la vertiente del Pacífico de Costa Rica 1, y cuyo primer Gobernador y Capitán General fue Pedrarias Dávila. Este, buscando la estrategia que debía seguirse para lograr las metas propuestas, habilitó un centro político en su jurisdicción mediante el establecimiento de la Ciudad de Panamá, desde donde se difundieron, en fases envolventes, nuevas expediciones hacia el noroeste. 20

Entre estos viajes ocupa primer lugar, el que durante el mismo año de 1519 y por comisión del propio Pedrarias, llevaron a cabo Hernán Ponce de León y Juan de Castañeda, durante el cual descubrieron el Golfo de Osa, la comarca de Cuchiras (Quepo) y la ensenada de La Caldera, o sea la entrada al Golfo de Nicoya. Tanto aquí como en Cuchiras los expedicionarios tuvieron que enfrentar la actitud hostil de los indígenas, especialmente en el Golfo de Nicoya, donde fueron rodeados por guerreros montados_ en canoas, mientras otros desde la playa se manifestaban con gestos amenazadores. Estos hechos, por un lado despertaron la codicia de los españoles avecindados en La Española y Tierra Firme, y por otro, alertaron a la monarquía acerca de la necesidad de imponer su poder real sobre los nuevos territorios. Ante esta situación, las partes interesadas concertaron una empresa mixta, financiada por la Corona y por particulares. Uno de éstos fue Gil González de A vila, quien con el rango de Capitán General de la Armada Real recorrió, por tierra, el litoral pacífico costarricense, continuó por las costas y por el Golfo de Nicoya, y finalizó su travesía en suelo nicaragüense. La relevancia de este viaje estriba en que los invasores tuvieron contacto directo con los diversos grupos indígenas del área recorrida, contacto que se tradujo en el saqueo del oro atesorado, y en la imposición del bautismo como auto sacramental introductorio y básico para afianzar los mecanismos de dominación. Un simple vistazo sobre los datos demográficos y los resultados económicos contenidos en el informe del tesorero de esa empresa, Andrés de Cerezeda, y que hemos resumido en el Cuadro 1, revela diferencias sustanciales entre los tres sectores recorridos: CUADRO 1 RESUMEN DEL INFORME ELABORADO POR EL TESORERO ANDRES DE CEREZEDA

Area visitada y su ubicación 1.

2. 3.

Litoral costarricense, comprendido entre las Provincias de los Caciques Burica y Chorotega. Nicoya, incluyendo todos los cacicazgos de la Península, a los del Golfo y Costa Oriental. Parte de las Provincias de los Caciques Diriangen y de Nicaraguanica, entre otros pueblos: Ochomogo, Nandapia, Mombacho, Nandaime, Morati y Gotega.

No. de indios bautizados

Botín en pesos de oro

729

11.730

9.547

25.726

21.625

70.858

FUENTE: Fernández, León, 1976, 11. p. 33-35.

21

De este cuadro hemos sacado las conclusiones siguientes: en suelo costarricense, la población bautizada y el oro rescatado corresponden, respectivamente, al 2,28°/o y 10,82º/o del total. Para Nicoya los porcentajes son el 30°/o y 23, 7 5°/o. Y en relación con Nicaragua, las cifras son más elocuentes, puesto que el número de indios bautizados ahí representa el 67,78°/o del total, y el oro el 65,41°/o de toda la riqueza saqueada. Esas desigualdades fueron determinantes para aplazar la conquista de Costa Rica, dado que las preferencias o intereses económicos de los conquistadores se orientaban hacia aquellas áreas con mayor densidad de población aborigen y con grandes riquezas minerales, como lo sugieren los datos sobre Nicoya y Nicaragua. El éxito de González de A vila despertó los celos y avivó la avaricia de Pedrarias y de sus tenientes, quienes con supuestas preocupaciones evangelizadoras y con el pretexto de localizar el Estrecho Dudoso, se lanzaron a la organización de nuevas expediciones. Se puede afirmar que los viajes realizados después del retomo de Gil González fueron la expresión de luchas entre los descubridores-conquistadores, quienes en forma privada, oficial o mixta, pugnaban por apropiarse del botín americano: el indio y los metales preciosos atesorados. Lo anterior se pone de manifiesto con las medidas tomadas por Pedrarias, quien, tanto para contrarrestar el prestigio alcanzado por González de A vila, como para consolidar su ascenso hacia posiciones superiores, organizó en 1524, un viaje hacia el noroeste, al mando del capitán Francisco Femández de Córdoba. Como consecuencia de esa nueva expedición se inició un proceso de ocupación político-militar con la fundación de Villa Bruselas en los términos de Nicoya, cuya jurisdicción abarcaba todo el territorio nicoyano. Este m9delo de poblamiento con carácter regional trascendió los límites de Nicoya, gracias a la fundación de León y Granada y al descubrimiento del Desaguadero, pues con la creación de estos tres espacios políticos se habilitó e integró una región mayor, con características similares en cuanto a paisaje geográfico e histórico. Este hecho fue determinante para que en 1527 se creara la provincia de Nicaragua, cuyos límites por el suroeste se extendían hasta la jurisdicción de Villa Bruselas, abarcando todo el territorio de Nicoya. · Otro hecho importante que originó esa expedición fue consecuencia del anterior, ya que con la creación de ciudades el descubridorconquistador se transformó jurídicamente en poblador, el cual debía ser retribuido con repartimientos (servicios personales de indios), y tenía la facul~~d de realizar eventualmente la justa guerra, para esclavizar a los naturales de la región. En síntesis, la consecuencia que se derivó del viaje 22

de Fernández de Córdoba fue que se institucionalizaron, por primera vez en el área, el repartimiento y la justa gu,erra como mecanismos de explotación colonial. Los aspectos reseñados sobre Nicaragua, desde 1527 configurada como una gobernación, además de las noticias acerca de su numerosa población aborigen, de sus grandes riquezas y, particularmente, de sus grandes /agu,nas que juntaban las agu,as de ambos mares, atrajeron los intereses de los conquistadores ubicados en otras jurisdicciones. Esta convergencia de intereses hacia la provincia de Nicaragua, como lo hemos explicado, fue protagonizada primero, a partir de 1519, por los conquistadores de Panamá, y después de 1524 por los conquistadores del imperio de Moctezuma, con lo que México se convirtió en otro foco · de nuevas conquistas hacia Centroamérica. Desde México partieron hacia el sureste y suroeste dos expediciones dispuestas por Hemán Cortés, las cuales culminaron con la conquista de Mesoamérica y con su posterior ocupación, gracias a la fundación de las ciudades de Santiago de los Caballeros en Almolonga, San Salvador en Sonsonate y Trujillo en Honduras. De la misma manera que había sucedido en Nicoya y en Nicaragua, los conquistadores procedieron al reparto y a la declaratoria de guerra justa a los indios quichés, cachchiqueles, tzutuhils, pipiles, lenchas y otros. 2

Por su parte, Gil González de A vi.la reapareció como competidor, pues desde La Española y con carácter privado preparó una nueva expedición hacia Nicaragua, pero en esta ocasión por la vía de Honduras, tanto para buscar desde ahí el Estrecho Dudoso, como para no enfrentarse de nuevo con Pedrarias. Llegó a la costa hondureña, de donde se trasladó al Golfo Dulce en Guatemala, para luego funchlr la ciudad de San Gil de Buenavista. Esos acontecimientos desencadenaron serios disturbios entre los intereses de los tres grupos involucrados en la conquista centroamericana: el de Francisco Fernández de Córdoba, supuesto representante de Pedrarias; el de Pedro de Alvarado y Cristóbal de Olid, representantes de Hernán Cortés; y el de Gil González de A vila, en su condición de expedicionario privado. Desde esta perspectiva concebimos la conquista y ocupación del istmo como una lucha de carácter regional centroamericano entre los líd~res conquistadores de México y Panamá, en la cual afloraron las.· nvalidades, el odio, la intriga, la traición y el crimen por lograr cada uno su hegemonía en la región, particularmente en la provincia de Nicaragua. Como resultado de esas reyertas, Olid y Fernández de Córdoba fueron decapitados, González 23

de A vila expulsado, y Pedrarias quedó como el único vencedor al consolidar su posición sociopolítica.3 Una vez afianzado como Gobernador de Nicaragua, Pedrarias Dávila organizó nuevas empresas de descubrimiento y conquista, en las que indirectamente fue incluido el territorio costarricense. En 1529 comisionó a Martín Estete para que reconociera el Desaguadero, por lo que Estete recorrió el sector ya conocido del raudal del Toro, y continuó por tierra hasta llegar a la provincia indígena de Suerre, en suelo costarricense, donde los naturales enfrentaron a los invasores con heroica resistencia.4 Este redescubrimiento, sumado a la evidencia de que en ese lugar había población indígena patentizaron la necesidad de ocupar oficialmente el área de la vertiente atlántica. Así, en 1534 la Corona nombró a Felipe Gutiérrez como Gobernador de Veragua, nombramiento que, como había sucedido casi un cuarto de siglo atrás con Nicuesa, terminó en forma desastrosa. Rodrigo de Contreras, yerno de Pedrarias y sucesor suyo en la Gobernación de Nicaragua, patrocinó en 1539 la importante empresa que llevaron adelante los capitanes Calero y Machuca, quienes realizaron con éxito el recorrido completo del Desaguadero hasta su desembocadura. Sobra decir que este descubrimiento constituyó un aporte trascendental para los intereses locales de comunicación interoceánica y, aunque Contreras no había demostrado mayor interés en su realización, es indudable que se cubrió de gloria y consolidó su poder má.s allá de la provincia de Nicaragua. En 1538 fue creada la Audiencia de Panamá, cuya jurisdicción se extendía desde Nicaragua hasta la América del Sur. 5 El establecimiento de un organismo político jurídico-administrativo de mayor rango como ése obedeció al interés de la monarquía por concretar su poder real y poner orden en una región donde se venían suscitando tantos problemas entre los descubridores-conquistadores. El presidente de la nueva Audiencia, doctor Francisco Pérez de Robles, ante la eventualidad de que Contreras, como Gobernador de Nicaragua y alegando jurisdicción, interviniera en territorios sin conquistar, depositó en manos de su yerno Hernán Sánchez de Badajoz la misión de conquistar y poblar Costa Rica y Veragua. En 1540 Sánchez pretendió habilitar la zona atlántica con la fundación de asentamientos permanentes y protegidos, como la Ciudad de Badajoz y su respectivo puerto de San Marcos, en la boca del río Sixaola, además de las fortalezas de Corotapa y Marbella cerca del fértil valle de Coaza. Allí Sánchez de Badajoz y sus secuaces, con la complicidad 24

de un clérigo sobornaron al cacique Coaza y a sus Principales, para saquear el oro y los alimento~ de sus comunidades. Tanto las disputas legales como las bélicas trascendieron desde Nicaragua hacia Costa Rica, lugar hasta donde se trasladó el Gobernador. Contreras, argumentando jurisdicción sobre el territorio asignado a Sánchez. En ese lugar se produjeron feroces y prolongados enfrentamientos, durante los cuales murieron· españoles de ambos bandos y muchos indígenas, incluidos los caciques Coaza y Tariaca. Sánchez fue deportado, y los Contreras afianzaron aún más su posición y su poder. En 1542 Diego Gutiérrez llegó de Nicaragua para hacer efectiva la capitulación que dos años antes había rubricado con la monarquía, mediante la cual se le asignaba como Gobernador y Capitán Vitalicio de Nueva Cartago y Costa Rica. Los poderes conferidos al papel de gobernador, entre los cuales podemos mencionar la facultad para encomendar indios, otorgar tierras y cargos vitalicios, decretar la justa guerra y otros, lógicamente chocaron con los· poderes que disf{Utaba Rodrigo de Contreras como Gobernador de Nicaragua. A pesar de las argucias de Contreras, el nuevo gobernador de Costa Rica partió de Granada por el Desaguadero, a finales de 1543, 1

y continuó por la costa hasta llegar a la boca del río Suerre, cacicazgo del mismo nombre, tierra de los mártires Camaquiri y Cocorí, donde a cambio de vidrios, cascabeles y baratijas, rescató víveres y 700 ducados en oro. 6

Vale la pena destacar la estrategia seguida por Gutiérrez para crear espacio político por primera vez en nuestro territorio y todo lo que ello supone, al fundar la villa de Santiago, 6 millas aguas arriba de la boca del río Suerre, dotarla de cabildo y asignar el cargo de regidores a seis de sus compañeros. 1

Afianzados como pobladores de Santiago, los hombres d~ Diego Gutiérrez incursionaron 30 millas río arriba, hasta llegar a la comarca indígena de Suerre, donde continuaron el saqueo, la mentira y el despiadado trato hacia los indígenas, a tal grado que éstos se rebelaron huyendo hacia las montañas, hasta donde fueron perseguidos por los invasores. En esa persecuci(>n Diego Gutiérrez y sus amigos, después de recorrer las llanuras de Santa Clara, cruzaron la cordillera y, penetrando en el Valle Central, llegaron hasta el poblado indígena de Tayutic (Teotique), donde tuvieron que hacerle frente al cacique Zevaca y a sus tres mil indios de guerra, quienes se cobraron los abusos cometidos por Gutiérrez y su hueste en la provincia indígena de Suerre. 25

Debemos agregar que la jurisdicción territorial asignada a Diego Gutiérrez se extendía a lo largo del litoral Atlántico comprendido entre el Ducado de Veragua y el río Grande de Aguán. Además se estipuló que Gutiérrez asumiría el papel de Gobernador y Capitán General de Nueva Cartago y Costa Rica, para lo cual se le otorgaron importantes concesiones como un elevado salario en ducados de oro, cargos vitalicios, libertad para organizar rescates.de oro y cabalgadas y facultad para repartir mercedes de tierras y encomiendas de indios. Estas concesiones fueron heredadas por su hijo Pedro Gutiérrez, quien no cumplió con las obligaciones contraídas por su progenitor, por lo que tales derechos fueron cedidos a Juan Pérez de Cabrera, el cual fue nombrado Gobernador de Costa Rica en 1546. Pérez de Cabrera desembarcó en Honduras y, cuando expresó sus propósitos de esclavizar a los naturales a sangre y fuego Uusta guerra), fue reprimido por las autoridades audienciales exigiéndole beneficios en favor de los aborígenes. Ante estas expectativas poco halagadoras, el presunto conquistador de Costa Rica abandonó la empresa. Entre 1549 y 1556, el Consejo de Indias prohibió la realización de nuevas conquistas en sus tierras de ultramar. En 1559, Alonso Ortiz de Elgueta se comprometió a llevar a cabo la misión que 19 años antes había sido confiada a Diego Gutiérrez, pero esta vez rubricada a la luz de las Leyes Nuevas, vigentes desde 1542. En este nuevo contexto, la capitulación acordada con Ortiz de Elgueta tuvo una modificación política fundamental, en el sentido de que, a partir de su nombramiento, el papel asignado a los futuros conquistadores de Costa Rica, en propiedad o interinos, fue el de Alcalde Mayor8, una función eminentemente jurídica y consecuentemente desprovista de poder político-militar. Esto se tradujo en una serie de limitaciones, que impidieron a los conquistadores realizar la justa guerra, repartir tierras y encomendar indios. A nivel regional también hubo modificaciones político-jurisdiccionales importantes, especialmente a partir de 1543, con motivo de la creación de la Audiencia de Guatemala y Nicaragua, por supresión de la de Panamá9, hecho a partir del cual hubo una polarización en cuanto al desplazamiento de los intereses coloniales. Por un lado estaba Nicaragua, que había cobrado una importancia políticoestratégica a raíz del descubrimiento del Desaguadero, aunque la población indígena, su riqueza principal, se encontraba terriblemente diezmada.to Por otro lado estaba el noroeste del área mesoamericana, específicamente los territorios de Guatemala y El Salvador, 26

lugares donde tendrían su génesis los acontecimientos que condujeron al desarrollo de la etapa colonizadora. A raíz de la creación de la Audiencia de Guatemala, después de 1544 la provincia de Nicaragua fue administrada directamente por las autoridades audienciales, por lo que el cargo de Gobernador fue sustituido por el de Alcalde Mayor.11 Sin duda esta medida iba orientada a contrarrestar el poder casi absoluto que en esa gobernación ostentaban Rodrigo de Contreras y sus hijos, quienes con esa reorganización vieron disminuida su fuerza política y militar, y en adelante quedaron imposibilitados para intervenir en favor o en contra de nuevos descubrimientos y conquistas. Puede afirmarse por lo tanto, que hasta 1544 la Gobernación de Nicaragua fue el centro político de la conquista centroamericana, dado que hasta esa fecha -año del catastrófico final de la empresa de Diego Gutiérrez- las ciudades de León y Granada eran el punto donde convergían los intereses políticos y económicos de los descubridores-conquistadores que procedían desde Panamá y de otras áreas. Pese a los tropiezos sufridos por Gutiérrez y sus antecesores, no hay duda de que ya para el año de 1544, los invasores europeos habían logrado un reconocimiento general de las áreas geográficas centroamericanas. De ahí que a partir de ese año no se rubricaran capitulaciones de descubrimiento, y las acordadas con anterioridad a esa fecha, en el caso de Costa Rica, tuvieran vigencia histórica en los aspectos relativos a jurisdicción territorial y política. Esto se evidencia en la delimitación de territorios contenida en la capitulación de Diego Gutiérrez en 1540, delimitación que siguió vigente en las capitulaciones de Juan de Cavallón y posteriormente en las de Juan Vázquez de Coronado. Es decir que desde una época temprana se establecieron los límites jurisdiccionales, tanto entre Costa Rica y Nicoya, como entre éstas y sus respectivas vecinas. Los descubridores-conquistadores tuvieron una prematura, directa y forzada relación con las sociedades autóctonas de ambas áreas. Con respecto a Nicoya ese contacto fue más violento y permanente, lo cual determinó su temprana articulación colonial, casi cuarenta años antes de que emergiera la Gobernación de Costa Rica. B. LA CONFIGURACION COLONIAL DE NICOYA Para analizar el proceso de descubrimiento-invasión-ocupación de Nicoya, hemos conceptuado su jurisdicción como una unidad

27

PROVINCIA DE

N

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MAPA No. 1

NICARAGUA

EXPLORACIONES ESPAÑOLAS EN EL EXTREMO SUR DEL ISTMO CENTROAMERICANO (CONOOISTA DE PANAMA, NICARAGUA Y NICOYA)

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1500 - 1544

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......... 1500· 1502 Cuor10 vioje de Cristóbal Colón ...... • 1509·1510 Diego de Nicueso ....... 1513.

Vasto NÚfiez de Balboa descubre el f«Ífico

••••• 1519·

Hernón Pooce de León y Juan de Costolledo recorren

el litoral Pacífico, descubren Coldero 1

---- 1522 -1523 Gil Gonzolez DAvilo y Andrés Niilc. El primero tient! conlocto con los indígenas del Poc{f¡co de Costo Rico,

Nicoyo y Nicaragua; el segundocomirdo su viaje bOrdeondo lo costo hasta el istmo de Tehuonte9tC 1524·1525 Francisco Ferncíldez de Córdoba eaplcxo et litoral Pacífico, su capitón Ruy Oíoz descubre el río Desoguodero (Son Juon) -·-·- 1529-

M:Jrtín Es\ete recorre porte del De509uodero1 penetro

--·-1534-

Felipe Gutiérrez

-·-·· 1539-

Alonso Calero y Diego Mochnr.o recorren el Desaguadero,

por tierra hasta Suerre

siquen hasta Nombre de Dios --.. -1540-

Hernón SoÍlchez de Bo
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90 Km.

histórico-geográfica que abarcaba la península, las islas y la banda oriental del golfo a partir del río Los Lagartos. Aunque el Golfo de Nicoya había sido descubierto en 1519, no fue sino tres años después, con la expedición de Gil González de A vila, cuando los naturales del área tuvieron contacto forzoso con los invasores, y el proceso de estructuración colonial no se inició sino hasta 1524, con la empresa de Francisco Fernández de Córdoba. Primero fue definida y ocupada un área histórico-geográfica, cuyo centro político español fue Villa Bruselas, con lo que se habilitó un espacio político en beneficio de sus fundadores-pobladores, quienes por medio del repartimiento pasaron a controlar la provincia indígena de Nicoya y Chira con la mayor parte de sus pueblos. Así por ejemplo, a Juan Esteban, fundador y vecino del nuevo asentamiento, le fueron encomendados tres pueblos de Nicoya, entre los que se encontraba el de Nicopasaya.12 En esta coyuntura, el repartimiento, considerado como mecanismo jurídico para apropiarse de la mano de obra de los naturales, fue utilizado para iniciar y aplicar, en forma encubierta, la esclavitud de los indígenas de Nicoya. Las fuentes documentales nos informan que desde estos años los españoles, además del saqueo, las exacciones y toda clase de maltratos cpntra los aborígenes, erradicaban a éstos de sus comunidades y, después de marcarlos con hierro candente, los enviaban hacia Panamá y Perú para que fueran vendidos como esclavos. Cabe subrayar que después de 1524, Nicoya surgió como entidad política, administrativa y jurídica, y la ciudad de Villa Bruselas como su sede española. Consecuentemente Nicoya se configuró como un espacio socioeconómico, dado que por primera vez en el área se otorgaron encomiendas de indios, se practicó la esclavitud, y estas costumbres· se institucionalizaron como mecanismos fundamentales de la explotación colonial. Pocos meses después, el espacio político-geográfico de Villa Bruselas fue ampliado con los dos nuevos asentamientos de León y Granada. Estas ciudades fueron fundamentales para la creación, en 1527, de la provincia de Nicaragua, cuya jurisdicción se extendía hasta los límites de Villa Bruselas. A partir de ese momento Nicoya pasó a formar parte de la provincia recién constituida. A los argumentos que hemos formulado para explicar las tácticas de poblamiento y repoblamiento aplicados en Villa Bruselas, creemos pertinente agregar otros que permitan conocer el trasfondo del problema. En primer lugar, es evidente que la creación de esa ciudad no 29

obedeció a una política oficial ni coherente de poblamiento, sino que esa política fue definida y promulgada casi medio siglo después, con las Ordenanzas de Nuevo Descubrimiento y Nueva Población de 1573. Esto nos confirma que una de las prioridades al fundar Villa Bruselas fue la de crear espacio político, para que sus fundadores pudieran, en el marco del Derecho Castellano, apropiarse de la mano de obra, de los bienes y de la persona de los conquistados, en este caso de los indígenas de la provincia de Nicoya. Lógicamente no había preocupación por la propiedad territorial, por lo que los vecinos de la nueva ciudad no emplearon recursos en el desarrollo de ningún ciclo productivo, ni preexistente ni de carácter europeo. Una vez consolidada política y territorialmente la provincia de Nicaragua junto con los dos centros de León y Granada, su Gobernador, Pedrarias, procedió a despoblar Villa Bruselas, eliminando jurídicamente a sus pobladores y con esto el derecho al repartimiento de que ellos disfrutaban. De esa manera logró retener para sí y para sus familiares y amigos, tanto el control político de Nicoya, como la explotación de sus mejores encomiendas, la cual era realizada desde las sedes españolas de León y Granada. Cuando se suprimió definitivamente la ciudad de Villa Bruselas, en 1527, se argumentó que además de que sus pobladores eran pocos, los aborígenes de las comarcas circunvecinas se habían sublevado. Esta era una estrategia que solapadamente pretendía crear las condiciones jurídicas para legalizar la justa guerra e institucionalizar la esclavitud indígena en Nicoya, que por lo demás en aquel momento se encontraba en todo su apogeo y se perfilaba como una actividad económica de gran importancia.13 Reiteramos que el área de Nicoya, tanto desde el punto de vista histórico-geográfico como desde el político-jurisdiccional, fue parte integrante y fundamental de la provincia de Nicaragua. Y, aceptando que no existen referencias específicas en el caso de Nicoya, asumimos que la información sobre la esclavitud indígena en Nicaragua lleva implícito el mismo problema con respecto a Nicoya. No dudamos de que la causa fundamental de la crisis demográfica entre los aborígenes nicoyanos, haya sido precisamente la esclavitud. Esta situación dependiente de Nicoya como territorio de la provincia de Nicaragua prevaleció hasta 1554, año en que fue creado el Corregimiento de la provincia de Nicoya, puertos de Chira y Paro, con la designación de Pedro Ordoñez de Villaquirán como su primer · corregidor. Seis años después, este corregimiento fue elevado al rango de Alcaldía Mayor de Nicoya y su tierra comarcana. 14 30

El corrocimiento sobre el devenir histórico de Nicoya hasta su estructuración, en 1560, como Alcaldía }Jayor, ganará en profundidad y comprensión si lo complementamos respondiendo una interrogante que naturalmente surgirá de lo expuesto en los párrafos anteriores. ¿Por qué la monarquía demoró treinta años para ejecutar la ocupación oficial y permanente de Nicoya? Hubo un personaje que como hilo conductor nos puede llevar al conocimiento de los procesos que determinaron las características de la conquista de Nicoya y Nicaragua. Nos referimos a Pedrarias Dávila, gobernador y fundador de Panamá, y patrocinador del viaje durante el cual se descubrió el litoral Pacífico de Costa Rica y el Golfo de Nicoya. No hay duda de que Pedrarias se afianzó en el poder a raíz de la empresa organizada por él y realizada por Fernández de Córdoba, la cual culminó con la fundación de Villa Bruselas, León y Granada. · Este ascenso de Pedrarias hacia posiciones superiores y en beneficio de sus familiares y paniaguados, se consolidó a raíz de la fundación de la provincia de Nicaragua y de su nombramiento como- el primer gobernador. En esta nueva jurisdicción, tanto Dávila como su yerno y sucesor, Rodrigo de Contreras, sus nietos, familiares y amigos, cometieron toda clase de abusos de poder y de atropellos contra los indígenas, para saquearlos, esclavizarlos o encomendarlos. A partir del monopolio de las principales encomiendas de Nicaragua, incluidas las de Nicoya y Chira, sumado a la complicidad de los presidentes de~ la Audiencia, Maldonado y López de Cerrato, los Contreras se convirtieron en una verdadera dinastía, especialmente a consecuencia del descubrimiento del Desaguadero durante lagobernación de Rodrigo de Contreras. Aunque por otro lado, al patrocinar esta empresa Contreras fue excomulgado por fray Bartolomé de Las Casas, quien argumentaba que la entrada a territorios de indios infieles era tarea exclusiva de los frailes doctrineros. El absolutismo de los Contreras originó mucha inconformidad y profundos resentimientos entre los vecinos de León y Granada, quienes habían permanecido al margen de los favores de Pedrarias y de la familia de los mismos Contreras en la designación de cargos y en el otorgamiento de encomiendas.

Los problemas en el interior del sector dominante avecindado en Nicaragua se agudizaron durante el año de 1544, pues como ya lo establecimos en la primera parte de este capítulo, los ContrerasDávila, vieron disminuido en algún grado su poder político-militar, al suprimirse· el cargo de gobernador para depender directamente de las ejecutorias de los señores oidores de la Audiencia de Guatemala. 31

Sin duda el acontecimiento que condujo a la etapa final de esta crisis fue el arribo, durante el mismo año, del dominico fray Antonio Valdivieso (compañero de fray Bartolomé de Las Casas), como obispo de Nicaragua y Costa Rica y, como tal, defensor de los indígenas de su diócesis. Desde los primeros días de su consagración, asumió una lucha frontal contra la familia Contreras y sus allegados, en defensa de los aborígenes, clamando por un mejor trato para éstos y condenando las actividades esclavistas. Por otro lado, tuvo graves problemas con los oficiales de la Real Hacienda, quienes no querían cancelar los fondos provenientes de los diezmos, los cuales le correspondían a él como obispo y a la catedral de León como sede de la dióces~s.1 5

·

En una primera instancia Valdivieso apeló ante las autoridades audienciales, pero sus súplicas no encontraron eco. Las discusiones en defensa de los aborígenes llegaron a un punto en que el obispo decidió excomulgar al presidente Maldonado, apelando a los mismos argumentos que esgrimió Bartolomé de Las Casas cuando excomulgó al gobernador Rodrigo de Contreras. Como último recurso y persistiendo en su defensa de los indígenas, monseñor canalizó directamente sus denuncias ante la Corona. La situación delatada por Valdivieso era tan alarmante, que el Consejo de Indias obligó en 1548 al nuevo presidente, Lic. Alonso López de Cerrato, a que dispusiera una visita a Nicaragua y que el visitador fuera una autoridad con suficientes poderes para castigar a los culpables del maltrato a los indios.16 A raíz de esta visita hubo una redistribución de encomiendas, y los Contreras, sus familiares y amigos perdieron las que venían disfrutando·desde 1527, incluidas dos parcialidades de Nicoya y una de Chira, con 600 tributarios, que pasaron al control de la Real Hacienda. El resto de las encomiendas de la jurisdicción de Nicoya (Cangel con 75, Nandayure con 27, Nicopasaya con 50 y Zapandí con 80 tributarios respectivamente) fueron otorgadas a destacados vecinos de León y Granada.17 Estas luchas internas por la mano de obra indígena, sus personas y sus bienes, por los diezmos y los cargos burocráticos, llegaron a su punto culmh;1ante un año después, cuando los hijos de Rodrigo de Contreras asesinaron impunemente al obispo fray Antonio Valdivieso. A su vez, este crimen selló definitivamente la suerte de los Contreras y sus amigos, y creó las condiciones para que la monarquía impusiera su· poder real, como de hecho lo hizo creando la Alcaldía Mayor con el progresivo control de las encomiendas, evitando el 32

establecimiento de españoles en su jurisdicción, para eludir su convivencia con los naturales, y ejerciendo un control más directo sobre la propiedad territorial y sobre el comercio y movimiento de viajeros que se realizaban en el astillero de Nandayure. · Vale la pena subrayar que la realización de este proceso de estructuración colonial de Nicoya, y su creación como entidad político-administrativa, que dependiera directamente de la Audiencia de Guatemala, condujo a una reorganización de la provincia de Nicaragua, toda vez que ello implicó una segregación importante de su jurisdiccié>¡n territorial original. Lo anterior no quiere decir que Nicoya, como Alcaldía Mayor, fuera desligada decisivamente de Nicaragua. Aparte de la relación entre los pueblos, persistió la subordinación oficial a nivel eclesiástico y de la Real Hacienda, y según algunas fuentes, esta sujeción trascendió a lo político. Así, en un decreto emitido en 1663 para suprimir los corregimientos de la provincia de Nicaragua, se especificaba que ésta constaba de cuatro corregimientos y una Alcaldía Mayor, que era Nicoya, integrada por ocho pueblos con 227 tributarios. En cuanto a la relación oficial entre Nicoya y Costa Rica, sin tomar en cuenta la preexistente entre las comunidades autóctonas se inició desde el momento en que Nicoya adquirió su propia jurisdicción, con la conquista de los aborígenes de Chome y Abangares por parte del Corregidor Pedro Ordóñez de Villaquirán. Lógicamente la relación colonial surgió en 1561 con el inicio de la conquista de Costa Rica, se incrementó con su colonización y se mantuvo a lo largo del siglo XVI y durante los primeros años del siglo XVII. Esa conexión entre Costa Rica y Nicoya se concretó particularmente en los tres astilleros existentes en el Golfo de Nicoya adonde concurrían los intereses de los comerciantes avecindados en Nicaragua y Costa Rica. Puesto que en Nicoya no había españoles asen~ados, sólo participaban en esa actividad los que pasaban a embarcarse al puerto de Paro o permanecían algún tiempo en el astillero de Nandayure. , La administración colonial de Nicoya, por lo menos durante el siglo XVI, estuvo en manos de un Corregidor y de un Alcalde Mayor. La existencia de esos dos cargos no implicaba que se duplicaran las funciones, sino más bien que se complementaban. Por un lado estaba el Corregidor, con jurisdicción civil y criminal sobre toda la población indígena. Por el otro, el Alcalde Mayor, cuyo nombramiento era necesario cuando un corregimiento tenía puerto de mar, y era designado con autoridad, tanto para la defensa militar de sujurisdic33

MAPA No. 2

PUEBLOS DE INDIOS EN LA ALCALDIA MAYOR DE NICOYA : 1554

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PROVINCIA DE NICARAGUA

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34

c1on, como para despachar o recibir naves con licencia y registro. Estimamos que, dada la relevancia de la circulación de pasajeros (descubridores, conquistadores y colonizadores), del comercio y del movimiento en los astilleros durante el siglo XVI en el Golfo de Nicoya, fue indispensable la designación de un Alcalde Mayor, que en forma exclusiva controlara dichas actividades. Después de 1605 y a lo largo del siglo XVII, el gobierno de Nicoya estuvo exclusivamente en manos de Alcaldes Mayores. Esto pone de manifiesto la importancia de la labor desempeñada por esos funcionarios durante el siglo XVII, que obviamente trascendió el marco jurídico asignado en el siglo XVI. Para esquematizar la organización administrativa de la Alcaldía Mayor de Nicoya, elaboramos un cuadro con los detalles extraídos de una fuente de 1684, pero que se refieren casi a los mismos pueblos de indios que se vienen mencionando desde 1548.

CUADR02 ORGANIZACION DE LA ALCALDIA MAYOR DE NICOVA: SIGLO XVI CORREGIDOR

~Convento de San Francisco '
ALCALDE MAYOR

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Nombre del pueblo

Nicopasaya

San Pedro de Cangel

Santiago de Chira

Nicoya

Sto. Domingo de Cabo Blanco

San Juan de lndiriá

Sta. Catalina de Nandayure

Integración del Cabildo Indígena

1 Alcalde de (cacique) 1 Regidor

1 Alcalde

1 Alcalde

1 Alcalde

1 Alcalde

1 Alcalde

1 Regidor

1 Regidor

62 Alcaldes Mayores 2 Mayordomos 2 Regidores

1 Regidor

1 Regidor

1 Regidor







No hablan en lengua mangue

Hablan la lengua mangue

Hablan la lengua mangue

Tributario de la Corona Encomendado Número de caciques







Hablan la lengua mangue

Hablan la lengua mangue



5 Hablan la lengua mangue

1

Hablan la lengua mangue

Observaciones: El Corregidor y el Convento de San Francisco tenían su sede en el pueblo de Nicoya. El Alcalde mayor. durante el siglo XVI tuvo jurisdicción únicamente sobre la población no indígena moradora en el Astillero de Nandayure. FUENTE: A.N.C.R .• Serie: Guatemala No. 114, 1684. 38 fls.

35

CONCLUSIONES Destacaremos en primer lugar que entre 1502 y 1544 se realizó un reconocimiento geográfico general del istmo centroamericano, entre los cuales fueron determinantes el encuentro con la "Mar del Sur" (Oceáno Pacífico), y la travesía completa del Desaguadero o río San Juan. Estos recorridos fueron parte de un proceso regional mediatizado por la búsqueda de áreas con alta concentración de aborígenes,de metales preciosos y de un estrecho interoceánico. Por este motivo fue postergada la ocupación de Costa Rica, para invertir los recursos disponibles en la conquista y colonización de Nicaragua y Nicoya, donde las prioridades fueron el repartimiento y la esclavitud de indios, junto con la determinación de alcanzar la boca del Desaguadero. También se inició y consolidó el proceso de asentamientos españoles (ciudades) junto con la creación de sus respectivas jurisdicciones territoriales: Audiencias y Gobernaciones. Complementariamente, la zona de Nicoya, después de 25 años de expoliación, fue organizada como un Corregimiento, constituido exclusivamente por pueblos de indios tributarios de la Corona, manteniendo esta configuración durante todo el período virreinal. La conquista de Nicoya y Nicaragua, igual que el resto de América Central, se llevó a cabo mediante el saqueo, el engaño, la mentira, el cinismo y el crimen con todos sus matices. En este sentido destacamos la heroica resistencia de los indígenas, que desde el principio lucharon con todos los medios a su alcance para librarse del invasor, lo cual fue determinante para que la conquista del istmo, igual que el resto de las colonias españolas, no fuera un proceso acabado, dado que la resistencia indígena, con todos sus matices, formó parte de la cotidianidad colonial, y es una realidad social que se prolonga hasta nuestros días. 4

NOTAS CAPITULO 1 1. 2. 3. 4. 5.

6. 7.

8. 9. 10.

1 1. 12. 13. 14. 15. 16. 17.

Sibaja, Luis Fernando, 197 4, p. 46. Fernández, Ricardo, 1924, p. 46-55. Loe. Cit. Op. Cit., p. 66. Op. Cit., p. 89. Op. Cit., p. 101. Este Cabildo fue establecido el 22 de noviembre, y se integró con los siguientes regidores: Pedro Ruiz, Juan García Pacheco, Francisco Calado, Luis Carrillo de Figueroa, Alonso de Baena y García Osorio. Loe. Cit. Op. Cit., p. 87-88. Op. Cit., p. 110-111. En 1520 se reportaron 600.000 tributarios en toda la gobernación de Nicaragua, 24 años después se empadronaron 30.000, y en 1548 se registraron únicamente 11.137. Mac. Leod, Murdo. 1973, p. 53 Academia Costarricense de la Historia, 1961, p. 41. Fernández, León, CDHCR, 1883, V. 1, p. 63. Sibaja, Luis Fernando, 1982, p. 23-4 7. Fernández, León, Op. Cit., p. 105. Zúñiga, Op. Cit., p. 82-85. Op. Cit., p. 93. Meléndez, Carlos, 1983, p. 197-198.

37

Capítulo 11

LA CONFIGURACION COLONIAL DE COSTA RICA

INTRODUCCION

En este capítulo explicaremos entre otros aspectos, cómo la primera estructuración colonial de Costa Rica, además de realizarse en forma tardía, fue encabezada y .dirigida por conquistadores, en su mayoría criollos procedentes de Mesoamérica, con una prolongada experiencia respecto a la génesis y desarrollo de las relaciones sociales coloniales. Esta experiencia se refiere específicamente a los acontecimientos relacionados con la ·encomienda y con su consolidación como fuente fundamental de explotación. De lo anterior se desprende que la conquista de Costa Rica y el marco político y socioeconómico de su articulación colonial, fueron mediatizados por la consecución de la encomienda. De manera que, tal como lo analizaremos a lo largo de nuestra exposición, el proceso costarricense de conformación colonial tuvo sus propias peculiaridades y por ende, diferencias sustanciales respecto a la Alcaldía Mayor de Nicoya.

A. PRECEDENTES DE LA ENCOMIENDA

Antes de emprender el estudio de la encomienda como fundamento de la conquista de Costa Rica, es importante reiterar que en vísperas de que las huestes españolas penetraran en el territorio costarricense, .ya el proceso colonizador estaba en pleno apogeo en gran parte del noroeste 41

centroamericano, y además, que el fundamento material de tal estructura había sido la encomienda. A nivel teórico la encomienda ha sido considerada como la institución básica reguladora de la convivencia entre indios y españoles. En las relaciones entre estos dos grupos sociales, la encomienda adquirió mayor importancia que el repartimiento o la ocasional esclavitud, pues aquélla proporcionaba un contacto directo y permanente entre españoles y aborígenes y sus culturas. Su contenido legal-ideológico podría variar, como en efecto sucedió con la promulgación de las Leyes Nuevas, pero en el contexto de las relaciones coloniales, especialmente durante el siglo XVI la encomienda fue una institución que permitió a los colonos ejercer una potestad directa y prácticamente ilimitada sobre el indio. Por estas razones, y a pesar de todas las leyes restrictivas, la encomienda constituyó la más codiciada recompensa exigida a la Corona por los servicios prestados. La encomienda surgió y se consolidó entre 1524 y 1560 en regiones mesoamericanas productoras de cacao desde la época precolombina, fundamentalmente en Soconusco y SonsonateI, y en otras áreas con producción secundaria ubicadas en el istmo de Rivas y en la península de Nicoya. En dichas regiones los encomenderos no produjeron el cacao, pero controlaron su cosecha, procesamiento y comercialización. Los indígenas encomendados y como productores directos fueron tasados con grandes cantidades de cacao como tributo en especie, para lo cual fueron obligados a expandir sus cultivos. Podría afirmarse que, a partir del auge ~conómico del cacao en las áreas mencionadas, la encomienda se constituyó en el pilar fundamental de la sociedad indohispana en formación. Resaltaremos que, como parte integrante de la encomienda, fundamentada sobre la extracción del cacao como tributo, surgió el encomendero, segundo factor determinante en la conformación de la estructura social colonial, el cual se fortaleció en esta posición después de una serie de acontecimientos que lo transformaron de conquistador en fundadorpoblador, y como tal, acreedor al disfrute de un sinnúmero de prerrogativas como cargos burocráticos (civiles y eclesiásticos), mercedes de tierras y de encomiendas, exención en el pago de impuestos, no s·er juzgado por deudas, recibir un tratamiento especial y otras. Con base en la interrelación de esos factores en el interior de este sector de la emergente sociedad colonial, se generó y se afianzó un proceso de diferenciación, dado que sólo un puñado de encomenderos consolidó su hegemoníá/ y devino en un poderoso círculo de encomenderos-comerciantes.2 Estos y sus descendientes fueron veci42

nos de Santiago de Guatemala, San Salvador, León, Granada y otras ciudades. Sus importantes encomiendas se situaban a lo largo de la jurisdicción de la Audiencia, especialmente en áreas productoras de cacao, incluyendo a la Alcaldía Mayor de Nicoya.3 En una relación sobre el Reino de Guatemala efectuada alrededor de 1575, el informante especificaba el número de vecinosencomenderos, en cada una de las ciudades, con los siguientes porcentajes anotados abajo. 4

Nombre de la ciudad

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15.

Santiago de Guatemala Segovia Choluteca Olancho Granada San Miguel Gracias a Dios San Pedro Ciudad Real León Comayagua San Salvador Puerto Caballo Realejo Sonsonate

Porcentaje de encomenderos respecto al total de vecinos

Porcentaje de los vecinos sin encomienda

34 77 75 62 54 54 48 45 44 44 36 32 21

66 23 25 38 46 46 52 55 56 56 64 68 79 100 100

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Nótese cómo en cada una de las ciudades más importantes del siglo XVI se avecindó un pequeño y poderoso círculo de fundadorespobladores, quienes evidentemente habían acaparado las actividades económicas del período (esclavitud indígena, oro de aluvión y cacao), y monopolizado las encomiendas más valiosas, los cargos principales y las mejores tierras. Por otro lado hay que destacar que en el interior o en los alrededores de los centros políticos enumer~dos, se concentraban las actividades extractivas y el comercio: en Olancho, Comayagua, Segovia y otros, la economía se fundamentó en el binomio esclavitud-oro de aluvión. El cacao y subsidiariamente otros productos agrícolas autóctonos, en San Miguel, San Salvador, Sonsonate, Santiago, Choluteca, 43

León, Granada y Ciudad- Real. En Realejo y Puerto Caballo, el comercio. El hecho de que en Realejo, como puerto más importante, y en Sonsonate, como principal productor de cacao, no aparezcan encomenderos se debe a que eran tributarios de la Corona. En el lado de esta acaudalada élite, se aglutinó un numeroso sector de familias españolas pobres, pero siempre pertenecientes al grupo dominante. Nosotros complementamos el cuadro, estableciendo el porcentaje de los no encomenderos. Como puede observarse en centros como Santiago, San Salvador, Puerto Caballo, Comayagua, Gracias a Dios, San Pedro, León, Ciudad Real y otros, más de la mitad de sus vecinos carecía de encomiendas. En el interior de este sector empobrecido se diferenciaban dos bandos: el primero integrado por encomenderos pobres y sus descendientes, como primera generación de criollos. El segundo compuesto por los recién llegados, quienes por no ser pobladores-fundadores, a duras penas subsistían sin el favor de encomiendas o sin cargos burocráticos. Estas familias pauperizadas venían acumulando un sentimiento de inconformidad, y objetivamente enfrentaban la necesidad de buscar nuevos horizontes que posibilitaran más y mejores alternativas económicas. Hemos puntualizado estos aspectos para articular, una vez más, el desarrollo histórico de Costa Rica con la historia del resto de Centroamérica, dado que cuando se reinició la conquista de nuestro territorio, el interés fundamental de los conquistadores y de la Corona, era ocupar el resto de la región que permanecía al margen del proceso colonizador. En estas subregiones, por las condiciones jurídicas de tierras irredentas, los conquistadores podían realizar su proyecto hacia las posiciones de poblador, burócrata, terrateniente, y en particular llegar hasta la ansiada cúspide de encomenderos. B. EL PAPEL DE LA ENCOMIENDA EN LA CONQUISTA Y COLONIZACION DE COSTA RICA La mayoría de líderes conquistadores y primeros pobladores de Costa Rica provenían de los centros políticos del Norte, es decir, de ciudades españolas como Santiago de Guatemala, León, Granada, San Salvador y hasta de México. Muchos de ellos habían nacido en dichas ciudades, y ellos mismos o sus ascendientes habían protagonizado diversas campañas de conquista. Algunos de estos conquistadores, especialmente los líderes como: Juan de Cavallón, el padre Estra-

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da Rávago, Juan Vázquez de Coronado, Anguciana de Gamboa, Perafán de Rivera, los Sanch:o Barahona y otros, descendían de poderosas familias, o habían desempeñado importantes cargos. No hay duda, por tanto, de que la conquista y ocupación de Costa Rica fue una continuación de la conquista y ocupación de Mesoamérica, en la medida en que nuestros conquistadores y pobladores eran portadores de una experiencia acumulada durante casi cuatro décadas de colonización en dicha área. Entre los aspectos más relevantes de esa experiencia hay que destacar los procesos reales y legales, entablados en torno a la encomienda como principal mecanismo para explotar y rentabilizar la mano de obra indígena, pero que había sido acaparada después. de la salida de los Contreras, por un pequeño grupo de familias y amigos de los presidentes Maldonado y López de Cerrato. Los puntos destacados en los párrafos anteriores, determinaron el carácter de la ocupación de Costa Rica, pues las huestes españolas que la invadieron sabían a qué venían, qué necesitaban y qué deseaban. Y más importante aún, ellos conocían cuáles eran los mecanismos necesarios para llevar a feliz término sus propósitos. Venir a la conquista de Costa Rica suponía el ascenso a la categoría de fundador-poblador, y consecuentemente, el acceso a los privilegios que acompañaban a esa categoría, fundamentalmente el derecho a ser favorecido con encomiendas de indios. La posesión de una encomienda, por un lado, garantizaba la subsistencia del encomendero y su familia; y por otro, la misma encomienda podía diversificarse con la búsqueda de yacimientos minerales o mediante la realización de nuevas conquistas hacia otros puntos de la gobernación. En este sentido, el historiador Carlos Monge, al referirse a la conquista de Costa Rica reiniciada en 1561 expresó que Cavallón estimaba que su empresa era importante, no sólo por el oro que eventualmente podría obtenerse, sino porque con ella se les aseguraba el sustento a muchos españoles que se encontraban casi en la miseria en los principales centros de Guatemala y Nicaragua. s Examinando las Capitulaciones acordadas entre la Monarquía y los Conquistadores de Nueva Cartago y Costa Rica, particularmente aquellos aspectos relacionados con los indígenas y subsidiariamente los problemas de jurisdicción territorial, surgen las contradicciones de la legislación indiana. Por un lado estaba la Corona, con la pretensión de establecer el poder real en su último reducto de la región centroamericana, lo cual era posible en la medida en que se 45

impidiera la formación de una élite de conquistadores-pobladoresencomenderos. Por otro lado los conquistadores, dispuestos a iniciar la ocupación del Valle C~ntral y del litoral Atlántico pero exigiendo la merced de enco111iendas. Si analizamos los acuerdos entre Cavallón y la Corona para llevar a cabo la conquista de Costa Rica, podríamos obtener un conocimiento aproximado acerca de los hechos ocurridos durante este intento por reactivar la conquista de nuestro territorio. En primer lugar destacaremos los poderes generales, que como Alcalde Mayor de Costa Rica le fueron conferidos a Cavallón: jurisdicción civil y criminal, facultad Para fundar y poblar ciudades, nombrar ·justicias y regidores para integrar sus cabildos, repartir tierras (mercedes) y solares.6 En cuanto a las relaciones con los naturales se le instruyó para que, por la vía ideológico-religiosa y en el marco de la reducción indígena, éstos recibieran un buen trato, y fueran convertidos al catolicismo pero utilizando los medios persuasivos. Se establecía que si de buena voluntad aceptaban la santa fe católica y la sujeción al rey, serían exentos del pago del tributo por diez años. 7 Nótese cómo el sometimiento de los naturales fue mediatizado con promesas de exención de tributos por un lapso de diez años, que lógicamente no fueron cumplidas, puesto que atentaban contra el objetivo fundamental de la conquista hispana cual era el trabajo forzado del indio. Pero lo que sí se evidencia en estas instrucciones es el firme propósito de la Corona por imponer su hegemonía en los territorios por conquistar, lo cual era posible si concretaba el dominio político y económico sobre los naturales. En la primera ordenanza se establecía que, de acuerdo con las Leyes Nuevas, ningún indígena podía ser encomendado. Se especificaba que después de conquistada la jurisdicción, los naturales deberían ser inscritos a nombre de la Corona y tasados como tributarios reales, y que de los tributos recaudados se le otorgaría una porción a cada conquistador, según su calidad y servicios. 8 Las limitaciones que para los intereses económicos, políticos y sociales de los conquistadores de Costa Rica suponían estas instrucciones, explican el hecho de que por un lapso de ocho años y pese a los esfuerzos de Juan de Cavallón, Juan Estrada Rávago y Juan Vázquez de Coronado -los tres amparados con los acuerdos contenidos en la Capitulación de Ortiz de Elgueta- el español no se arraigara en el terruño costarricense. No habían sido suficientes para ello, acontecimientos importantes como nuevos descubrimientos, asenta-

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CUAOf.lO 3

ACTIVIDADES DE DESCUBRIMIENTO, CONQUISTA Y POBLAMIENTO 1561-1568 NOMBRE CARGO

Lic. Juan de Cavallón ALCALDE MAYOR

Lic. Juan Estrada Rávago VICARIO GENERAL DE COSTA RICA

Juan Vásquez de Coronado ALCALDE MAYOR

1. Provincia de Corotapa

DESCUBRIMIENTOS

1. Valle de Garabito = San Mateo y Esparza 2. Valle de la Cruz= Coyolar 3. Valle de Coyochi = Orotina 4. Valle Central Guarco Occidental

1. Pacífico Central y Sur desde Landecho a Boca de Térraba 2. Atravesó Cordillera Talamanca 3. Recorrió la Costa Atlántica con excepción de Suerre 4. Arenas auríferas en· el río La Estrella 5. Provincia de los Votos

1. Ciudad del Castillo de Garcimuñoz 2. Ciudad de los Reyes 3. Puerto de Landecho 4. Instalación del Cabildo, Justicia y Regimiento 5. Trazo del cuadrante 6. Distribución de solares

1. Villa del Castillo de Austria (Bahía Almirante) 2. Villa del Castillo de Austria (Bahía del Suerre) 3. Instalación del Cabildo Justicia y Regimiento 4. Trazo del cuadrante de la ciudad 5. Distribución de solares

1. Fundó la Ciudad de Cartago en el Valle del Guarco, 1564 2. Fundó la ciudad que llamó Nueva Cartago 3. Fundó Puerto Coronado

1. Rebelión permanente de Garabito 2. Saqueo y prenden cacique Coyoche 3. Saqueo indios Provincia de Pacaca prenden a Quezarco y a otro grupo de indios. Cavallón hizo azotar al Cacique Coquiva. 4. Valle Guarco: Orosi 5. PrQvincia Currirabá 6. Revuelta general como respuesta a la prisión de Quizarco y del falso Garabito

1. Rebelión de indios Corotapa, en número de 300 atacaron a los españoles que fueron a robarles su maíz

FUNDACIONES E INSTITUCIONES ESPAÑOLAS

CORRERIAS CABALGADAS Y ENFRENTAMIENTOS CON IN~IGENAS

INDIOS SOMETIDOS PERO NO REDUCIDOS

Ninguno

Ninguno

4. Trazó cuadrante de ciudades 5. Repartió solares 6. Instaló el Cabildo, Justicia y Regimiento 7. Otorgó ·mercedes'" de tierra 1. Nicoya, Bagocí, Cotán y Zapandí 2. Provincias de Garabito y Coyochí 3. Proceso contra Garabito a quien declara la guerra 4. Coto y Turucaca 5. Levantamiento pueblos del Valle de Guarco mataron a ocho españoles

1. Valle Central, los principales caciques le juran obediencia, se presentan en Garcimuñoz los Principales de Aserrí, Orosí, Ujarraz, Turrialba, Abra, Cobur, Pacaca, Guarco, Atirro 2. Quepo Pacífico Central 3. Pacífico Sur, Provincias de Cía, Yabo y Xarixaba 4. En el mar del Norte logró la obediencia de los caciques de las provincias: Quepa, Tariaca, Ciruro, Pococí, etc.

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mientos españoles (ciudades y puertos), la instauración del Cabildo español como órgano de gobierno local, el papel de la Iglesia, el descubrimiento y el sometimiento de numerosos pueblos de indios, la opción a la justa guerra, mercedes de tierra y otros. Era necesario otro ingrediente buscado y solicitado con insistencia por los conquistadores: la encomienda. En el Cuadro 3 hemos resumido _las diversas actividades realizadas a lo largo y ancho del territorio costarricense por Cavallón, Estrada Rávago y Vázquez de Coronado. Puede apreciarse que durante esos años se logró un reconocimiento ·general del territorio costarricense, los europeos tuvieron contacto con los aborígenes y consiguieron la obediencia de los caciques y principales del Valle Central (con excepción de Garabito), del Pacífico Central y Sur, y de la Vertiente Atlántica, salvo el cacicazgo de Suerre. Paralelamente se instauraron instituciones hispanas como la ciudad y, consecuentemente, la dinámica socio-cultural, económica y política que de ella irradiaba, con su trazo, ocupación y distribución del espacio. Lo anterior supone la instauración del cabildo, la prestación de servicios públicos y el establecimiento de la Iglesia. La conquista y pacificación de los naturales bajo la conducción de Juan Vázquez de Coronado y al amparo de una estrategia basada en la experiencia del conquistador en otros procesos de Mesoamérica, y disfrazada de tolerancia y de bondad hacia los aborígenes, creó las condiciones para la dominación y la explotación de éstos. Como lo indicamos en líneas anteriores, durante este periodo la pacificación y obediencia de los líderes indígenas fueron acontecimientos momentáneos que no tuvieron el respaldo de la creación de reducciones, ni -.. el otorgamiento de encomiendas, factor económico prioritario en los intereses de los conquistadores, y que por lo tanto seria fundamental para consolidar el proceso conquistador. Vázquez de Coronado en su calidad de Alcalde Ordinario, no tenía facultad de otorgar encomiendas a ningún conquistador. Por estas razones fue que en el interior de la gobernación, y gracias a una acción conjunta de las partes interesadas, fueron creadas las condiciones objetivas para que Vázquez de Coronado, en compañía de un selecto grupo de acompañantes, se trasladara a la metrópoli en la consecución de recompensas, tanto personales como para la Provincia en general. Pero en lo esencial, el propósito de esta embajada era lograr, para Juan Vázquez de Coronado, el ascenso de Alcalde Mayor al de Adelantado, dados los derechos y privilegios

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que disfrutaban los poseedores de ese título. Entre esos privilegios cabe mencionar el disfrute del cargo a perpetuidad, la facultad para repartir tierras y nombrar a los funcionarios locales, paraencomendar indios y promulgar ordenanzas. El adelantado era al propio tiempo Gobernador, Capitán General y Alguacil Mayor de su jurisdicción, o sea que ejercía a la vez el gobierno político y administrativo y el mando militar.9 La trágica desaparición del nuevo adelantado de Costa Rica, Vázquez de Coronado, provocó mucho desconsuelo entre los colonos, quienes en número significativo optaron por abandonar el territorio, desesperanzados de obtener las mercedes que ev~ntualmente podría otorgarles el adelantado. No obstante, a pesar de su fallecimiento, siguieron vigentes las instituciones creadas a raíz de su ascenso, por ejemplo el Vicariato General de Costa Rica y, particularmente, el ascenso político-jurisdiccional de la Provincia, al restituírsele la categoría de Gobernación y Capitanía General. Lo anterior fue muy bien aprovechado por Perafán de Rivera, quien gracias a su experiencia y prestigio obtenidos en el desempeño de diversos cargos en Honduras y México, logró, en julio de 1566, que el rey lo designara como Gobernador y Capitán General de Costa Rica, cargo que empezó a desempeñar en 1568, dispuesto a ponerle fin a la inestabilidad política y social prevaleciente en Costa Rica desde 1561. Con este objetivo escogió un punto estratégico en el Pacífico Norte, para establecer un asentamiento español que denominó Aranjuez, y que habilitó con un puerto en la boca del río del mismo nombre, al que denominó La Ribera. Con la ubicación estratégica de este nuevo asentamiento, se extendió la administración local hacia un área limítrofe con la Alcaldía Mayor de Nicoya, y de esta manera se hizo más efectiva la dominación colonial sobre importantes concentraciones de comunidades indígenas, como Bagací, Abancarí, Chome y especialmente sobre Garabito. Además se aprovecharon las condiciones y los recursos naturales preexistentes, tanto en el golfo como en la tierra firme de la región nicoyana: abundancia en ensenadas, bahías y embarcaderos para la realización del comercio local y regional, gran riqueza de maderas preciosas y otros materiales para la actividad astillera y condiciones para el desarrollo de la ganadería vacuna, caballar y mular. Precisamente aquí el nuevo gobernador distribuyó, entre los vecinos del nuevo asentamiento, la mayoría de las 400 cabezas de ganado traídas desde CholutecaIO, lo que sin duda alguna constituyó 49

el germen de la ganadería como actividad económica fundamental de Costa Rica, a partir de la segunda mitad del siglo XVI. La distribución de encomiendas fue ·1a segunda medida tomada por Perafán, después de consolidar la ocupación de una importante área del Pacífico Norte.

Si bien este reparto de encomiendas fue deci-

dido en última instancia por el gobernador, fue ejecutadg dentro del marco de una causa jurídica, por lo que intervinieron otras autoridades e instituciones en su realización. Como puede apreciarse en el Cuadro 4, en los autos creados con motivo del repartimiento de encomiendas participaron activamente las autoridades políticas, fiscales y eclesiásticas. CUADR04 AUTORIDADES E INSTITUCIONES INVOLUCRADAS EN LOS REPARTIMIENTOS DE ENCOMIENDAS

1569 Cabildo Justicia, Gracia y Regimiento lntegrantes:

Función:

Gobernación y Capitanía General

Real Hacienda

Iglesia

2 6 1 1

Alcaldes Ordinarios Regidores Procurador Escribano público y Cabildo 1 Portero

1 Gobernador 1 Teniente General de Gobernación 1 Alguacil Mayor 1 Escribano Mayor de Gobernación

1 Tesorero 1 Contador 1 Factor y Veedor

Fraile Guardián del convento de San Francisco

Institución que representaba los intereses de los vecinos de la comunidad.

Representantes del poder político-militar de la monarquía española

Intereses económicos y fiscales de la Corona.

Misional entre los pueblos de indios

FUENTE: Fernández, León, 1976, V. 4, p. 13-30.

Esos au~os se iniciaron el martes 4 de enero de 1569, fecha en que el cabildo se reunió en pleno para tratar sólo un punto, en cuya discusión destacaron que los vecinos de Costa Rica, habían venido a su descubrimiento, población y pacificación por su propia cuenta y riesgo, en lo cual llevaban casi ocho años sin que a la fecha se les hubiese dado gratificación alguna. Insistían en que si esa situación no se resolvía con la mayor brevedad, se producirían muchos inconvenientes en perjuicio de los interesados, particularmente de la Iglesia y la Corona. En vista de lo anterior acordaron llevar al gobernador 50

hasta el local del cabildo, para exigirle personalmente que atendiera los clamores del pueblo y procediera a encomendar a los indígenas conforme se les había prometido. En presencia de Ribera, el Procurador tomó la palabra para explicar que sus representados habían resuelto venir a la conquista de Costa Rica por las gratificaciones que se les habían ofrecido, fundamentalmente el reparto de indios y de la tierra. Agregaba que a falta de dichas recompensas se encontraban en un grado de extrema pobreza, que hasta andaban desnudos y descalzos. 11 Seguidamente fue exhibida una carta del Presidente de la Audiencia de Guatemala, fechada en 1563 y dirigida al Cabildo de Cartago, en la cual aquél se comprometía -a la distribución de encomiendas. Lo anterior fue reforzado con la presentación de una Real Provisión de la Audiencia de Panamá, emitida el 1O de febrero de 1568, en la cual se le ordenaba al gobernador de Costa Rica que encomendara a los pueblos de indios y repartiera la tierra entre las personas beneméritas. El gobernador respondió que obedecía la Real Provisión con el acatamiento debido, que todo sería estudiado de acuerdo con las instrucciones y que después proveería lo más conveniente. El sábado siguiente se volvió a reunir el Cabildo para continuar con la discusión del mismo asunto, especialmente de la propuesta oficial. Con ésta se pretendía tasar, con tributos en especie, a los pueblos de indios reducidos, e inscribirlos a nombre de la Corona; y entregar una porción de los tributos extraídos a cada poblador. El ayuntamiento se pronunció en contra de esta proposición, argumentando que perjudicaría a todas las partes interesadas, porque de concretarse tal solución los pobladores optarían por abandonar la Gobernación, con graves inconvenientes para la predicación del Santo Evangelio y para la monarquía, la cual perdería tierra principal en detrimento de las arcas reales. Por otro lado, replicaban que esa solución constituía una excepción, porque en ninguna parte de Indias jamás se había aplicado esa medida, e insistían en que ellos se habían atrevido a entrar a esta tierra porque se les había ofrecido la encomienda de indios. Otro alegato en contra de la propuesta real fue que los oficiales de la Real Hacienda por sí solos no podían conquistar ni extraer los tributos de los aborígenes, porque éstos se habían alzado. Pero que si los naturales eran encomendados a los pobladores de Costa Rica, éstos se quedarían aquí y cada encomendero se encargaría de traer a cada uno de los indios de su encomienda al conocimiento de Dios. 51

Los cabildantes destacaron que de no ser así, preferían dejarlo todo e irse de la jurisdicción, como lo había hecho la mayoría de los que entraron a esta tierra. El lunes siguiente se continuó con un acto más de la comedia, cuya representación se venía prolongando por siete días. Perafán de Ribera promulgó un auto para notificar que se había enterado de la decisión de los vecinos de Cartago, quienes con el pretexto de buscar maíz se estaban retirando hasta Garcimuñoz, pero en realidad lo que se proponían era trasladarse hasta Nicaragua. Insistía en que de permitirse lo anterior, se iba a despoblar el territorio a su cargo. Para evitar que esto sucediera amplió ese auto, agregando que sin su permiso nadie podía salir de la jurisdicción so pena de muerte y pérdida de bienes. Por la tarde se volvió a reunir el cabildo con el gobernador, para exigirle que decidiera de una vez por todas la petición formulada por el vecindario; una vez más recalcaron que si esta tierra era abandonada por los pobladores, él sería el único responsable. En estos momentos llegó al cabildo la noticia de que en la plaza estaba la gente alzada con armas y caballos, dispuesta a abandonar la provincia si el gobernador no accedía a sus peticiones. Este pidió que le dieran tiempo mientras que junto con las demás autoridades locales resolvían el problema. Hizo comparecer a los representantes de la Real Hacienda, para que como criados de la Corona le ayudaran a resolver la situación; también convocó al Guardián del convento de San Francisco, para que como representante de la Iglesia y de los misioneros, expresara su parecer, y así, entre todos, lo aconsejaran para decidir lo más conveniente. El fraile expresó que el menor daño posible era repartir la tierra, con lo cual se evitaría que ésta quedara abandonada, y así se beneficiarían la Iglesia y la Corona. Que de no ser así, continuarían los naturales en su idolatría, muertes y sacrificios. Insistía que el Rey podía descargar su conciencia encomendando a los indios a los pobladores, quienes se responsabilizarían de la salvación de las almas de aquéllos.12 Los oficiales de la Real Hacienda propusieron que se otorgaran las encomiendas, inscribiendo como tributarios de la Corona a los puertos y cabeceras principales de los pueblos de indios, para que, con la venta de los productos extraídos, se pagaran los salarios de las autoridades locales. Fundamentalmente recomendaban que los demás pueblos fueran encomendados, por dos vidas, a los fundadores, según sus méri52

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tos y trabajos. Subrayaban que en lugar de una retribución en pesos, era preferible concederla en indios, y que éstos rentaran la misma cantidad en productos como mantas, maíz, sal y otros, por vía de encomienda, puesto que a esa fecha no había moneda y todo estaba a precios bajos. Estimaban que con este tipo de medida se evitaría el trabajo de los funcionarios de la Real Hacienda, en la cobranza y venta de los tributos. Para finalizar subrayaban que al encomendar los indígenas a particulares, se lograría una pacificación más rápida, porque cuantos más encomenderos hubiese, era posible el nombramiento de más predicadores. El miércoles 12 de enero de 1569, afianzado con los autos creados (artificialmente) en este expediente, y fundamentalmente con el apoyo oficial (local) manifestado en las últimas declaraciones, Perafán de Ribera decidió encomendar a todos los indios de su jurisdicción entre los conquistadores y la Corona. De este modo cayó el telón que ponía fin a un sainete protagonizado por los invasores españoles y cuya presentación se había prolongado por nueve días, para dar lugar a un drama auténtico y secular en el que los principales actores serían nuestras comunidades indígenas. C. LAS ESTRUCTURAS COLONIALES Y LOS PUEBLOS DE INDIOS El proceso de articulación permanente y efectiva de los pueblos de indios al aparato colonial, fue posible gracias a la ejecución de dos hechos fundamentales. Primero, la instauración de la encomienda, como estructura de explotación sólida y duradera de la mano de obra indígena; y segundo, el eficaz desarrollo de un aparato represivo con carácter político, administrativo, militar, jurídico y clerical. Hemos elaborado los Cuadros 5 y 6, uno a nivel de virreinato y otro a nivel de gobierno local, para representar gráficamente los órganos de gobierno de las Indias radicados en Hispanoamérica, y de este modo evidenciar cómo, tanto a consecuencia de la asimilación recíproca entre el indígena y el invasor, como debido al absolutismo monárquico y a la política centralizadora de la Corona, ese proceso de articulación-estructuración fue realizado de manera orgánica. En el primer cuadro hay que destacar dos hechos fundamentales: primero, todas las instancias del Estado hispánico, incluida la ecle54

siástica, recaían sob re los pueblos d e indios; y segu ndo, cada una de estas instituciones civiles y eclesiásticas, est aban integradas con rigurosa vert icalidad , para lograr tanto la dominación id eológica como la explotación del indio, y de este modo cristalizar el proyect o colonizad or hispan o. Paralelamente se evidencia q u e esas estructuras de poder fueron canalizadas por tres vertientes: la administrativa, la fiscal y la eclesiástica. Las dos primeras con carácter civil y fieles expon ent es d el pod er p olítico y d e la voracid ad fiscal de la Corona, y por med io d e en

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las cuales se infiltraron los intereses de los conquistadorespobladores-encomenderos. La superestructura jurídica, mediante sus instituciones de derecho público, privado, indiano, procesal y penal, fue absorbida por el poder político-militar, puesto que los funcionarios que desempeñaban labores jurídicas, como los escribanos públicos y de cabildo (que en la práctica desempeñaban el papel de notarios), los jueces de comisión, pesquisadores, de residencia y especialmente los alcaldes (mayores, primero, de primer voto, etc.), eran designados por las autoridades políticas o adquirían el oficio en pública subasta a título perpetuo y renunciable. Tal es el caso de los alcaldes, con el agravante de que sus decisiones eran de primera instancia y podían ser apelados ante el Gobernador o la Audiencia.13 La tercera vertiente de poder fue la eclesiástica, dado que durante este proceso de estructuración colonial, la Iglesia desempeñó en Hispanoamérica un papel fundamental, el cual se inició con la promulgación de las Bulas Alejandrinas, mediante las cuales se donaban las Indias a la Corona de Castilla, a cambio de que ésta asumiera la evangelización de los aborígenes. Esta simbiosis se consolidó con la instauración del Real Patronato Indiano, cuya doctrina jurídica se fundamentaba en éstos y otros derechos otorgados por la Santa Sede a los Reyes de España. Todos estos hechos y el desarrollo posterior de la Iglesia en Hispanoamérica, determinaron que ésta se convirtiera en otra rama del gobierno real, es decir en otro mecanismo de poder político sobre los colonos.14 Respecto de la población indígen~ -reducida o no- es obvio que, gracias a las Bulas de Alejandro VI, en la América hispana tanto la Iglesia como el Estado trataban de poner al indio bajo su soberanía, por lo que ambas instituciones se brindaban un apoyo recíproco. Con el segundo gráfico pretendemos ampliar y profundizar la explicación del desarrollo que tuvo el proceso de estructuración colonial en el interior de la Gobernación de Costa Rica. Es evidente que la organización y el desarrollo de la administración colonial de Costa Rica giraron alrededor de las únicas dos ciudades existentes durante el período de estudio: Cartago como capital y Esparza como subsede. En este sentido vale la pena destacar el papel que desempeñaron las ciudades, como asentamientos españoles, en esa estructuración, particularmente después de que fueron promulgadas las ordenanzas de nuevo descubrimiento y nueva población, en las cuales se disponía todo lo referente a la ubicación y situación topográfica de los lugares elegidos, y se determinaban la bases para su organización política, administrativa y fiscal.

56

CUADR06

ESTRUCTURAS COLONIALES DE DOMINACION Y EXPLOTACION LOCALES, SOBRE LOS PUEBLOS DE INDIOS ESCLAVIZADOS SIGLOS: XVI Y XVII

Estructuras

Autoridades

JURISDICCION DE CARTAGO

Polltico-administrativas· jurfdicas

f·-·

JURISDICCION DE ESPARZA

1. Teniente de Gobernador

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Capitán General 1- 2. Cabildo-Justicia-Gracia y Regimiento

2. Cabíldo-Justicia-Gracia y Regimiento

Fiscal

Eclesiástica

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1- 3. Teniente de Contador

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1- 4. Sindico del Convento de San Francisco

Cabildos lndlgenas Cajas de Comunidad

Pueblos de indios reducidos

Pueblos indígenas reducidos del Valle Central, Vertiente None y Atlántica. PacCfico Central y Sur. Los rnás importantos: ASERRI, WARRAZ. COT. QUIRCOT. TOBOS1. CURRIDABA, PACACA, BARVA, TURRIALBA. TUCURRI· QUE, QUEPO.

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Pueblo de San Juan de Herrera de los Naborfos, fundado en 1590; con el fuero especial de no ser encomenados, pagaban tributo e le Corona.

Cabildos lndlgenas

Cajas de Comunidad

Pueblos indlgenas: SANTA CATALINA DE GARABITO, CHOME. BAGACI, ARANCA· RI, COCORA, CHUCASQUE, ABAZARA, GOTAINE.

NOTA: Por medio de las estructuras coloniales se ejercfa el dominio y la explotación sobre las comunidades indlgenas: al político-administrativo. bl jurldico, c) fiscal y d) eclesiástico. Claucfia Ouirós Oct/83

Cartago fue la sede de la Gobernación, en la cual ocupaban el primer lugar el Gobernador y Capitán General. Había otros cargos importantes, oficios de República y de guerra, como los de Teniente General de Gobernador, Alguacil Mayor, Escribano de Gobernación y otros. Igualmente Cartago fue la sede de las autoridades ·de la Real Hacienda, que en Costa Rica funcionó en forma independiente desde 1577 hasta 1637, año en que la provincia pasó a depender de las Cajas Reales de la Provincia de Nicaragua.is Cada uno de estos organismos tuvo sus respectivos subalternos radicados en la ciudad de Esparza. Además en cada una de las dos ciudades se instauró el Cabildo Justicia, Gracia y Regimiento, institución fundamental de los gobiernos locales. En cuanto a los pueblos de indios reducidos hubo dos organismos: el Cabildo Indígena, de carácter civil-político-administrativo y el Juez de Naturales (Corregidor), fiscal-jurídico. Ambos desempeñaron un papel estratégico de primer orden para consolidar el orden colonial, puésto que por medio de ellos se afianzó la relación entre las comunidades indígenas con las estructuras coloniales de dominación y explotación, los dos principales puntos de contacto entre indoamericanos e invasores. Respecto del Cabildo Indígena, sería utópico pensar que en las condiciones objetivas prevalecientes, ·se iba a permitir la instauración y funcionamiento de un organismo de gobierno local -como tradicionalmente se ha considerado a los ayuntamientos- y menos si sus integrantes eran indígenas. Por el contrario, esta institución fue creada y utilizada para canalizar y materializar los intereses económicos de la Corona, de la Iglesia y de los Conquistadores. Y fue con esa finalidad que esos cabildos indígenas se integraron con miembros del grupo dominante de la sociedad indígena (Caciques y Principales), aprovechando una situación preexistente en beneficio de los invasores. De esta manera se puede comprender por qué la Legislación Indiana, específicamente el Derecho Privado Indiano, incorporó en su articulado la preponderancia del papel de Caciques, Principales, Taques, lbures y otros. Se mantuvo, además, su derecho a sucesión y se les otorgaron privilegios con el título honorífico de Don y Doña. 16

El Corregidor o Juez de Naturales fue la autoridad civil española que tuvo injerencia directa sobre los pueblos de indios por medio del Cabildo y de las Cajas de Comunidad. Este funcionario era nombrado -con el pago previo del cargo- por la Audiencia, y en sus obligaciones dependía directamente de ésta. Pero su oficio de Repú58

blica comprendía, además de las actividades políticas, labores jurídicas y fiscales, lo cual se evidencia en el nombramiento de los Corregidores. Las responsabilidades de esos funcionarios eran llevar vara de justicia, visitar con frecuencia a los pueblos de indios de su jurisdicción, velar porque éstos permanecieran congregados, que asistieran a la doctrina y a los oficios religiosos, que cumplieran con la ración del fraile que los adoctrinaba y que realizaran (en forma individual o colectiva) las actividades productivas que se les asignaran.17 Los problemas jurídicos entre indígenas podían ser resueltos por los alcaldes ordinarios de Cartago o de Esparza o por el Gobernador, según la gravedad del delito, pero si se trataba de un juicio criminal, tanto la indagatoria como el fallo eran pronunciados y ejecutados, con carácter definitivo, por la Audiencia a través de un Oidor. Esto puede comprobarse en el juicio criminal seguido por el Oidor Sánchez de Araque contra don Juan Quetapa, Cacique Gobernador del pueblo de Parragua de la Tierra Adentro.IS Con respecto a la instancia eclesiástica en el interior de la Provincia, la máxima institución jerárquica de la Iglesia estuvo representada por la Vicaría, dependiente de la Diócesis de Nicaragua hasta 1850, año en que se creó la Diócesis de Costa Rica. El Vicario tenía su sede en Cartago, y de acuerdo con la doctrina jurídica del Regio Patronato Indiano, él era responsable de los Juzgados Eclesiásticos, de Diezmos y Capellanías, de la Subdelegación de la Santa Cruzada y de la Comisaría del Santo Oficio. I 9 En las ciudades de Cartago y Esparza se nombraban curas parroquiales dependientes de la Vicaría de Cartago. Eran llamados curas beneficiados, puesto que generalmente sólo en las ciudades tenían facilidad para desarrollar su labor sacramental, transmitir la doctrina y los dogmas entre españoles y criollos, y además porque percibían su salario de las Cajas Reales. En lo que corresponde a las comunidades indígenas, desde 1530 se les había asignado a todos los Obispos de Hispanoamérica el cargo de Protectores de Indios, pero desde el punto de vista legal tenían atribuciones muy limitadas, porque en el desempeño de su protecturía el Obispo no tenía derecho de actuar sino tan solo de informar. Esta limitación legal para actuar en favor del indio se mantuvo durante toda la Colonia, con mucho más razón en el caso de Costa Rica, en que ni siquiera había Obispo sino un Vicario dependiente del Cabildo Catedralicio de León. Sin embargo a pesar de esas limitaciones, el papel que asumió la Iglesia por medio de la Orden Francis59

cana fue determinante: precisamente el primer Vicario y primer misionero, y por ende fundador de la Iglesia Católica en Costa Rica, el exfraile franciscano Juan Estrada Rávago20, junto con los padres Fray Pedro Betanzos (que ingresó a la Provincia en 1563) y Fray Lorenzo de Bienvenida (que llegó a Costa Rica junto con cuatro frailes en 1564), iniciaron el proceso de catequización de los naturales, y se estableció en nuestra gobernación la Orden del Seráfico Padre San Francisco, la cual consolidó su supremacía a partir de 15 71 con la fundación de la custodia franciscana de Cartago. 21 En 1575, Fray Antonio de Laya, con el Padre Comisario General de Indias, lograron la creación de la Provincia franciscana de San Jorge de Nicaragua y Costa Rica. 22 La orden franciscana había incursionado en el territorio costarricense, desde que se iniciaron los viajes de descubrimiento: los conquistadores, con el objetivo de la conquista militar, y los frailes con el propósito de la conquista espiritual. De este modo se refleja tanto el vínculo de la Iglesia Hispanoamericana con el poder político, como su dependencia de la monarquía española. Debemos agregar que la predicación evangélica entre los infieles correspondió al proyecto político de la Iglesia, proyecto que por lo demás era congruente con los intereses de la Corona y de los conquistadores. De ahí que la labor misionera y evangelizadora de los franciscanos se orientó hacia la imposición del dogma cristiano y en general de la cultura occidental sobre el indio, especialmente la lengua castellana como recurso para consolidar la dominación ideológica y, por medio de ésta, legitimar la sobreexplotación del indio y de los bienes comunales. Respecto a su organización, la Orden de San Francisco estaba bajo la dirección de un Ministro General con sede en Roma, del cual dependían las diversas provincias franciscanas fundadas en Hispanoamérica. De acuerdo con'. los postulados de su labor eclesiástica y pastoral, los frailes de esta orden se agrupaban en tres ramas: observantes, recoletos y descalzos (esta última, no llegó a Costa Rica). Los observantes fueron los primeros frailes doctrineros que ingresaron en nuestro territorio a partir de 1561, año en que se inició la conquista formal de Costa Rica. Su labor fue mejor organizada y más eficaz a raíz de la fundación de la Provincia de San Jorge, en 1575, y después de establecerse en los dos conventos sede: el de San Francisco en Cartago y el de San Laurencio en Esparza. Estos frailes permanecieron durante todo el período colonial en las reducciones indígenas de la jurisdicción de Cartago y de Esparza y, hasta la década de 60

1670, en las misiones de Talamanca. 2 3 Los estudiosos de la historia eclesiástica subrayan que los frailes observantes tuvieron más inclinación por la vida conventual, en los pueblos de indios reducidos y más o menos cerca de las dos ciudades mencionadas, donde el ambiente era más tranquilo y estable. Los franciscanos recoletos llegaron a Costa Rica para sustituir a los observantes cuando éstos se retiraron de Talanianca. Como se puede deducir, la actividad evangelizadora y pastoral de esta orden religiosa se concentró en regiones habitadas por indígenas irredentos y que demostraron una constante hostilidad hacia todas las autoridades coloniales, tal como fue el caso de los grupos talamanqueños y del Pacífico Sur. Hay que señalar que esta rama franciscana no dependía de la Provincia de San Jorge, sino del Colegio Propaganda Fide de Guatemala. En Costa Rica tuvo su convento sede en la iglesia construida por la Cofradía de La Soledad. 24 CONCLUSIONES

Ha quedado demostrado el aspecto fundamental de que todas las estructuras coloniales incidieron directa y verticalmente sobre los pueblos de indios reducidos, a través de sus respectivos cabildos. El pueblo de indios fue el punto en el cual convergieron y se identificaron, por un lado, los intereses oficiales del Estado y de la Iglesia y por otro, los intereses privados de los conquistadores-pobladoresencomenderos. Esto se reflejó en una constante pugna entre los diversos sectores por obtener cada uno la mejor parte de la mano de obra indígena. De ahí que la lucha por la apropiación de esta fuerza productiva, verdadera riqueza de Hispanoamérica, se convirtiera en el elemento fundamental en la primera fase de estructuración colonial de Costa Rica. En consecuencia, a raíz de la distribución efectiva y jurídica de la encomienda, se inició, en la gobernación de Costa Rica, el proceso colonizador en forma permanente, puesto que ante el logro de esta ansiada retribución el poblador se arraigó en su jurisdicción, y amparado al Derecho Indiano y a sus propias capitulaciones, fue creando las instituciones políticas, administrativas, jurídicas, fiscales y eclesiásticas, para articular un aparato burocrático local que le permitiera el ascenso social por medio del control de los cargos burocráticos, de las tierras y de la mano de obra indígena, tal como lo analizaremos en el capítulo siguiente.

61

NOTAS CAPITULO 11 l. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 1s. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24.

62

MacLeod, Murdo, 1973, p. 80-81. Op. Cit., p. 83-90. Op. Cit., p. 114-119.

Lutz, Christopher, 1982, p. 328. Monge, Carlos, 1976, p. 102. Academia Costarricense de la Historia, 1961, p. 45-46. Op. Cit., p. 48-49. Op. Cit., p. 49-50. Ots, José Maria, 1969, p. 126-127. G.005, 1574, f. 9-9 v. Fernández, León, 1976, V. 4, p. 13-30. Op. Cit., p. 18. Ots, José Maria, Op. Cit., p. 142-161. Haring, Clarence, 1966, p. 189. e.e, 013, 1637, r. t. Ots, Op. Cit., p. 158-160. G.015, 1604, f. 1 v-2. Fernández, Op. Cit., p. 135-152. A.C.M.-S.P.A.: 4=2 Sanabria, Víctor Manuel, 1984, p. 92. Op. Cit., p. 97. Zúñiga, Edgar, 1981, p. 127-129. Sanabria, Op. Cit., cap. VI. Op. Cit., cap. VIII. Ver también Prado, Eladio, 1983, p. 115-132.

Capítulo 111

CIUDADES DEL SIGLO XVI: MARCO POLITICO-JURIDICO PARA EL SURGIMIENTO DE LOS GRUPOS HISPANOS DOMINANTES

INTRODUCCION

Como lo destacamos en el capítulo precedente, la conquista de Costa Rica se llevó a cabo gracias al otorgamiento de encomiendas, y se consolidó gracias a dos hechos fundamentales: primero, la ocupación militar en el Valle Central y las correrías que-realizaron los lideres conquistadores en el resto de la jurisdicción geográfica, particularmente las ejecutadas por Vázquez de Coronado y Perafán de Ribera. Segundo, el surgimiento y consolidación del conquistador como grupo social dominante, que por lo demás, en el caso particular de Costa Rica, era portador de experiencias acumuladas en la conquista de otras regiones centroamencanas. Con base en estos antecedentes se procedió a la creación e inmediata ocupación del espacio político-jurídico-administrativo, para lo cual era indispensable la fundación de asentamientos españoles dado que con el establecimiento de cada ciudad se cumplían objetivos fundamentales tanto para la monarquía, como para los conquistadores. Para la Corona significaba ampliar la ocupación, efectiva de su jurisdicción _ geográfica y, consecuentemente, el fortalecimiento de su estructura administrativa en el interior de la Provincia, con la instalación de autoridades políticas, jurídicas, fiscales y eclesiásticas. Respecto de los conquistadores, la fundación y el poblamiento de ciudades fueron los mecanismos oficiales y jurídicos utilizados por ellos para obtener y consolidar su ascenso hacia el papel de fundadores65

pobladores, gracias a las Reales Ordenes promulgadas por Felipe 11 en 1557, en las cuales declaraba a los pobladores de Indias y a sus descendientes en cualquier grado de consanguinidad, hijosdalgos y personas nobles de linaje y solar conocido.1 Al margen del surgimiento de esta nobleza criolla y sus preocupaciones genealógicas, lo que nos interesa es puntualizar cómo a raíz de estos antecedentes surgió un poderoso grupo, lo cual, para el caso de Costa Rica, se evidencia en el acta de fundación de la ciudad del Nombre de Jesús, realizada por Perafán de Ribera en 1571: ... y asentó y rescivió por vezinos des ta cibdad, para que gozen

de los privilegios ynmunidades y aprovechamientos que deben gozar los vezinos della, e los pobladores y fundadores della ... Concede y haze merced a los dichos fandadores e pobladores desta cibdad, conque sustenten en ella o residan con casa poblada y con armas y cavallo a su costa y minción, tiempo y espacio de seis años, que gozen ellos y sus hijos y descendientes perpetuamente para siempre jamás de los privilegios, libertades, franquizias y exenciones que gozan los hijosdalgos. 2 Estos privilegios otorgados a los pobladores incluían preferencia en los cargos de República, vale decir cargos de la administración colonial, en el otorgamiento de mercedes de encomiendas y de tierras. Además, como puede deducirse de ese texto, esta escalada hacia posiciones superiores era complementada con la adjudicación de rango militar. Desde esta perspectiva es comprensible el interés de los líderes conquistadores por fundar ciudades, como su permanente disposición por trasladar o eliminar el asiento de las fundadas por su antecesor. Uno de los ejemplos más evidentes en este sentido es el juicio criminal que en 1574 instruyó y falló el gobernador interino Alonso Anguciana de Gamboa, contra el cabildo y vecinos de la ciudad de Aranjuez, fundada en 1568 por Perafán de Ribera, porque no obedecieron la disposición de trasladarse a la ciudad del Espíritu Santo, asentada por él durante el mismo año de 1574.3 Vale la pena detenemos para analizar más a fondo la estrategia en cuanto a ubicación y las vicisitudes de las ciudades durante este primer ciclo de urbanización europea en territorio costarricense. Con este propósito elaboramos el Cuadro-resumen 7, con los aspectos relativos a la fundación de las catorce ciudades asentadas en nuestro territorio entre 1524 y 1577. Obsérvese, en primer lugar, el interés de los conquistadores por poblar el territorio aún antes de que se creara la Gobernación de 66

CUADRO 7

ASENTAMIENTOS ESPAÑOLES EN COSTA RICA*

1524-1577 Nombre de la ciudad capital

Ubicación

Nombre de la ciudad subsede

Ubicación

Nombre del Fundador

Año

Francisco Fernández de Córdoba

1524

Bruselas

Costa Orient. del Golfo de Nicoya

Hernán Sánchez de B.

1540

Badajoz

Margen del Río Sixaola

Diego Gutiérrez

1543

Villa Santiago

Margen del Río . Su erre

Juan Estrada Rávago

1560

Villa del Castillo de Austria

Juan de Cavallón

1561

Juan de Cavall6n

1561

Antonio Alvarez

1563

Juan Vázquez de C.

1564

Perafán de Rivera

Nombre de puertos y astilleros

Ubicación

San Marcos

Boca del Río Sixaola

Bahía Almirante, Vega Río Changuinola

San Jerónimo

Bahía Almi rante, Río Changuinola

Villa de los Reyes

Pacífico Central, Vega Río Jesús Ma.

Landecho

Boca del Río Jesús María

Nueva Canago

Pacífico Sur, Vega Río Diquís o Térraba

Coronado

Boca del Río Diquís o Térraba

1568

Aranjuez

Pacífico Central, Vega Río Aranjuez

La Ribera

Boca del Río Aranjuez

Perafán de Rivera

1571

Nombre de Jesús

Pacífico Sur, Vega Río Oiquís o Térraba

Osa

Golfo de Osa

Alonso de Anguciana

1574

Espíritu Santo

Pacífico Central, Vega del Río La Barranca

la Barranca

Boca del Río Barranca

Alonso de Anguciana

1575••

Esp. Sto. o Nuestra Sra. de Carribete

Litoral Atlántico, Vega Río Suerre

Suerre

Boca del Río Suerre

Diego de Artieda y Chirinos

1577

Anieda del Nuevo Reino de Navarra

laguna de Chiriqui, Vega del Río Guaymi

Nuestra Sra. de la O

Boca del Río Chiricanola Guaymi

Diego de Artieda y Chirinos

1577

Esparza

Pacífico Central

La Caldera

Pacífico Central

Castillo de Garcimuñoz

Canago

Valle Central Occidental

Valle Central Orient.

• Instituto Geográfico de Costa Rica, Mapa Histórico Geográfico . .. A.N.C.R., 9008 bis; 1593, F. 2 V. FUENTE: Fernández, León, 1975. V. 7.

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Costa Rica como entidad política y territorial. En segundo lugar hay que destacar, que a partir de 1561, se consolidó el Valle Central como sede de la metrópoli provincial, cuyo primer asentamiento fue la ciudad de Garcimuñoz, la que posteriormente fue trasladada al Valle Oriental y, dentro de éste, reubicada en dos puntos diferentes. Por otro lado debe subrayarse que la fundación y ubicación de la capital, obedeció a dos objetivos: primero, ocupar la jurisdicción geográfica provincial a partir del centro del territorio; y segundo, que esta ubicación se estableciera lo más cerca posible de la región donde se había asentado la mayor cantidad de la población indígena reducida, lo que obviamente facilitaba el control de ésta. A partir de 1561 y por un lapso de quince años se intentó incrementar el proceso de urbanización hacia otros ámbitos de la gobernación de Costa Rica, para lo cual se fundaron nueve ciudades como subsedes, pues además del interés sociopolitico y económico que revestían esos asentamientos españoles (cercanía a poblados indígenas y a regiones, la sospecha de que existía oro de aluvión o atesorado por los indígenas), es notorio que el establecimiento de esas ciudades subsedes obedecía a una actividad que trascendía los limites provinciales, dado que, en lo esencial, fueron creadas y ubicadas en función del comercio exterior orientado hacia Granada, Realejo, Nicoya, Panamá, Portobelo y Cartagena. Con este propósito fueron situadas a lo largo de ambos litorales, desde la Bahía de Almirante hasta Suerre por el Atlántico, y desde el golfo de Osa, hasta la costa oriental del Golfo de Nicoya, edificándolas a orilla de los ríos, preferiblemente en su margen izquierda y a una o cinco leguas de su desembocadura, donde se habilitaba el puerto respectivo. La excepción a este modelo en cuanto a utilizar las bocas de los ríos como fondeaderos lo constituyó el puerto La Caldera, el cual fue situado en mar abierto. Paralelamente se evidencia que de las catorce ciudades fundadas durante el siglo XVI, siete fueron asentadas en el litoral Pacífico, cinco en el Atlántico y dos en el Valle Central. Debemos señalar que pese a este reiterado interés de los conquistadores por poblar, es evidente que ni ellos ni la Corona tenían capacidad política ni económica para satisfacer los requerimientos que demandaba el proceso de urbanización. Entre estas limitaciones hay que mencionar la pobreza de la mayoría de los colonos, su escaso número, la indolencia del gobierno español por resolver los problemas de sus colonias y finalmente las condiciones naturales propias de estas regiones, particularmente de la Atlántica. Pero lo fundamental en cuanto a estas limitaciones fue el hecho de que durante los primeros ocho años no hubo decisión política de otorgar encomiendas, que co~o estímulo económico hubiese

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alentado a los invasores a poblar el territorio costarricense. Estos aspectos sin ser los únicos, en gran medida determinaron que durante los siglos XVI y XVII prevalecieran únicamente los asentamientos de Cartago y Esparza, con el título de ciudades. í

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69

A. APROPIACION.DE ENCOMIENDAS

Los factores externos hasta aquí analizados fueron muy importantes en el proceso de estructuración colonial. No obstante hay que destacar que, en lo esencial, el sistema colonial se constituyó por la forzosa convivencia entre el indoamericano y el español. Pero como lo señalamos al desarrollar el tema de las estructuras coloniales, ésta fue una penetración recíproca y desigual entre los sistemas sociales con culturas distintas. De ahí que una vez organizado y apropiado el espacio político, administrativo y jurídico, especialmente los cabildos de Cartago y Aranjuez, los conquistadores-pobladores, orientaron todos sus esfuerzos hacia la apropiación de la mano de obra indígena, por medio de la encomienda. Esto se concretó en 1569 con los repartimientos de encomiendas que realizó Perafán de Ribera, cuyos datos pueden observarse en el Cuadro-resumen 8. CUADROS

LAS ENCOMIENDAS Y LOS ENCOMENDEROS DE 1569 Nombre del Gobernador o Autoridad Sustituta

No. de hombres que ingresaron con cada autoridad

No. de los conquista dores que recibieron encomiendas

No. de pue- No. de inblos o par- dios otorcialidades gados distribuidas

Juan de Cavallón

76

27

33

8.263

Juan Vázquez de Coronado

114

22

27

4.981

Perafán de Rivera

111

34

45

7.705

5 306

2 85

3 208

250 21.199

Pedro Venegas de los Ríos TOTAL GENERAL FUENTE: Anexo No. 1.

Se otorgaron 109 parcialidades a 86 encomenderos, de éstos, 85 eran encomenderos particulares que recibieron 106 encomiendas y, a la Corona se le encomendaron 3 pueblos, todo hacía un total de 23.875 tributarios. De las 109 encomiendas otorgadas, 95 estaban ubicadas en la jurisdicción de Cartago: 31 en el Valle Central, 11 en la Vertiente Atlántica y Talamanca, y 11 en el Pacífico Sur. Las 14 encomiendas restantes estaban en la jurisdicción de Esparza: 8 en el Pacífico Central

70

y 6 en el Pacífico Norte. De los tres pueblos encomendados a la Corona, Pacaca y Quepo estaban en la jurisdicción de Cartago, y Chorne en la de Esparza, los cuales sumaban un total de 2.700 tributarios. De los 76 conquistadores que ingresaron con Juan de Cavallón, ya en 1569 se había devuelto la mayoría, pero los 27 que permanecieron en Costa Rica fueron favorecidos con 33 encomiendas que hacían un total de 8263 tributarios. En relación con el otorgamiento de encomiendas a los compañeros del Lic. Cavallón hay que destacar dos aspectos: primero que en manos de esos conquistadores quedaron 16 de las mejores encomiendas del Valle Central y las de Garabito en la jurisdicción de Esparza. Al definir estas encomiendas como las mejores, nos referirnos precisamente a su ubicación con respecto a Cartago, por el fácil acceso a esos pueblos, fundamentalmente por la calidad de los suelos donde se establecieron las reducciones y por el número de tributarios asignados a cada encomienda. El segundo aspecto que conviene señalar se relaciona con la legislación indiana, de la cual hemos reiterado su carácter mutable y vacilante. Sin embargo, cuando se trataba de luchas entre los sectores dominantes por escalar posiciones, se mantenía el cumplimiento de las leyes creadas al respecto. Esto se pone de relieve en el cuadro-resumen que venimos analizando, en el cual se observa que la calidad de las encomiendas otorgadas dependía del tiempo de permanencia de cada conquistador en la Gobernación de Costa Rica. De los 114 hombres que ingresaron con Vázquez de Coronado, la mayoría de ellos había optado por el regreso a su ciudad de procedencia, y a 22 de los que continuaron como vecinos de Cartago o Esparza se les asignaron un total de 27 encomiendas con 4981 tributarios en total. De los 5 conquistadores que entraron con Venegas de los Ríos, a dos les fueron concedidas 3 encomiendas con un total de 250 tributarios. Otro aspecto que se debe destacar en cuanto a este repartimiento de encomiendas, es el caso de los 111 conquistadores que habían ingresado al territorio costarricense con Perafán de Ribera. De ellos solamente 34 fueron favorecidos con 42 encomiendas, que hacían un total de 7705 tributarios, 28 de las cuales se ubicaron en la Vertiente Atlántica y Talarnanca, 8 en el Valle Central y 6 en el Pacífico Sur. Obviamente al ser los últimos en llegar antes de la distribución de encomiendas, los compañeros de Perafán de Ribera quedaron al margen de los privilegios otorgados a los fundadores-pobladores de Cartago. A partir de este hecho y con el objetivo de superar las limitaciones impuestas al resto de los 77 conquistadores, Perafán decidió asentar dos ciudades, Aranjuez y especialmente la del Nombre de Jesús, para crear un espacio político71

administrativo que les sirviera de fundamento hacia la escalada de posiciones, superando el papel de conquistadores para alcanzar el de fundadores-pobladores, y proceder a hacer efectivos los privilegios que la Corona otorgaba a éstos, fundamentalmente la apropiación de la mano de obra indígena, mercedes de tierras y cargos burocráticos. Los aspectos comentados en este último párrafo pueden ser ratificados si se analiza la jornada de Perafán hacia Tierra Adentro (ver Cuadro 9). Entre las 84 personas que iniciaron esta jornada en 1570, había dos mujeres y dos religiosos; el resto lo componían 80 hombres, de los cuales 11 habían penetrado con Cavallón, 9 eran encomenderos, 13 eran parte de la hueste de Vázquez de Coronado y 7 de ellos habían sido favorecidos con encomiendas. Los otros 55 conquistadores eran compañeros de Perafán, de los cuales solamente 11 habían alcanzado la función de encomenderos. De manera que, más de la mitad de los hombres que emprendieron el viaje hacia Tierra Adentro y se avecindaron en la ciudad del Nombre de Jesús ( 45 para ser exactos) lo hicieron con la expectativa de convertirse en encomenderos, especialmente si se considera la importante cantidad de comunidades indígenas que comprendía la jurisdicción políticoadministrativa de esa ciudad, la cual se extendía por la costa Atlántica donde incluía las comunidades de Pococí, Aoyaque, Tariaca, Moyagua, Morore, Cirure, la provincia de Ara y Cicúes, Toribí, Quequexque, Cujerinducagua, Arariba, Zeburim, Baxca y Bioro. Por la costa del Pacífico, desde Quepo hacia el sur hasta donde llegaban los limites de la gobernación de Costa Rica, incluidos los pueblos de Cocto, Boruca, Cía, Uriaba, Xarixaba, Y abo, Duarca, Tarima, Tabiquirí, Cabra, Bericala, Orejuja y otros muchos pueblos descubiertos y por descubrir. 4 En este contexto quedan claros los propósitos de los españoles avecindados en la nueva ciudad, desde la cual podían continuar la conquista y proceder a repartirse los indios ganados enjusta guerra. Por otro lado, no hay duda de que el punto escogido para asentar la ciudad del Nombre de Jesús era ideal, pues se reducía muy considerablemente la distancia con respecto a Panamá para realizar el comercio por tierra o por mar. Pero una cosa eran los intereses y las preocupaciones económicas de los conquistadores, y otra las condiciones objetivas prevalecientes. Tal como lo planteamos en un comentario anterior, ni la Corona ni los conquistadores tenían capacidad ni voluntad política para abastecer los requerimientos mínimos de una tercera ciudad. Pe ahí que el nuevo asentamiento no fue más que otro intento de los conquistadores por buscar nuevas alternativas políticas y económicas, las cuales fueron al-

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canzadas por un pequeño número de pobladores, en el marco político, jurídico y socioeconómico de las ciudades de Cartago y Esparza. CUADR09

FUNDADORES DE LA CIUDAD DEL NOMBRE DE JESUS

1571 Entró: Con Juan de Cavallón 1 . Luis González de E.• 2. Juan Alonso* 3. Juan Solano* 4. Lucas de Escobar* 5. Hernán Gutiérrez* 6. Juan Ordoñez del C. 7. Alonso Gutiérrez de S.• 8. Lic. Antonio de Olivares* 9. Juan de Cárdenas•

Con Juan Vázquez de Coronado 1 . Juan Martín 2. Juan Marín 3. Alonso López 4. Juan de Bonilla 5. Alonso de Guido 6. Simón Sánchez* 7. Francisco de Bonilla* 8. Alvaro de Acuña* 9. Francisco de Fonseca* 1O. Alonso Jiménez * 11 . Antonio de Carvajal*

Con Perafán de Rivera 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 1O. 11 . 12. 13. 14. 15. 16. 1 7. 19. 20. 2 1. 22. 23.· 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31 . 32. 33. 34. 35. 36. 3 7. 38.

Diego de Polo Martín de Ca rasa Bartolomé de León Juan de la Cruz N Alonso de Cáceres* Tomás de Mercado Gregorio de Trujillo Alonso de Quiñones* Miguel Angel Diego López Nieto Hortún Velazco Esteban Ramos Bartolomé Pérez de P. Matías de Palacios* Pedro de la Torre Juan García Juan Jiménez* Diego de Aguirre Juan de Olazabal* Melchor Pérez Morello Pedro de Albez* Francisco Núñez Chacón* Enrique de Cardonega Diego López de Ribera* Rodrigo de Ribera* Ruy López de Ribera* Francisco Tirado de la R. Pedro Ramírez Sebastián Rodríguez Hortuño de lbarra Bias Colmenares Lázaro Muñoz Diego del Casar* Francisco Pastor Juan Viñas Diego Prieto Perafán de Ribera (Gobernador)

Los nombres con asterisco (9) corresponden a encomenderos en la jurisdicción de Cartago y la de Esparza. Domingo Jiménez fue fundador y encomendero que ingresó a Costa Rica con Pedro Venegas dé los Ríos. FUENTE: Fernández, León, 1976, V. 2, p. 229.

NOTA:

73

B. APROPIACION DE TIERRAS

Antes de abordar el tema de la propiedad territorial, es imprescindible que nos refiramos a algunos problemas teóricos, que como marco de referencia nos permitan explicar el desarrollo de los procesos de apropiación y tenencia de la tierra durante el período que abarca este estudio. Partimos del supuesto de que los encomenderos, ya consolidados como tales, procedieron a apropiarse de las mejores tierras del Valle Central y de las de la jurisdicción de Aranjuez y Esparza, lo cual fue posible gracias a los privilegios a que eran acreedores por su condición de pobladores-encomenderos, y dados los poderes que para tal efecto tuvieron los líderes conquistadores a partir del Licenciado Juan de Cavallón. 5 En las instrucciones dadas para poblar se les otorgaban facultades para:

... dar solares para casas y tierras para yngenios de azúcar, y huertas y para viñas. Y repartir las aguas y dar cavallerías de tierra para llevar ganado, en cada pueblo de los que pobláredes sin perjuicio de los yndios. Repartiendo a cada uno conforme razón y a la calidad de sus servicios. 6 Hemos incorporado estas instrucciones en el Cuadro 1O, para hacer ver que ellas reflejaban el inicio de una política de la Corona respecto de los procesos de colonización, urbanización, distribución y uso de la tierra, en sus posesiones de ultramar; política que además, y como puede deducirse del último párrafo de dicha instrucción, contribuyó a que se _institucionalizara la diferenciación social en las emergentes élites coloniales, puesto que.tanto la propiedad urbana como la rural se distribuirían de acuerdo con la calidad de cada poblador. De lo expuesto se deduce que se produjo una temprana apropiación y concentración de tierras por parte de los conquistadores-pobladores, proceso que se aceleró a raíz de la distribución de encomiendas. 7 Los aspectos analizados en los párrafos anteriores llevan a suponer que paralelamente a la distribución de encomiendas, Perafán de Ribera también otorgó mercedes de tierras, lo cual se evidencia en documentos relacionados con su período de gobierno, particularmente en diversos pasajes de los autos creados con motivo del reparto de encomiendas. Así observamos cómo, para iniciar dichos autos el Cabildo de Cartago se dirigió al Gobernador, exigiéndole que gratificara los servicios de los vecinos mediante el repartimiento de la tierra. 74

CUADRO 10

LA PROPIEDAD TERRITORIAL Y LA POLITICA DE COLONIZACION SEGUN INSTRUCCIONES OTORGADAS AL LIC. CAVALLON

Distribución de solares a vecinos e instituciones de la ciudad.

Cuadrante de la ciudad. El espacio se dividía en manzanas y cada una de éstas ·en 4 solares.

Ingenios de azúcar, huertas y viñas. A cada vecino se le daban tierras fuera de la ciudad. Caballerías de tierra (mercedes)

Ejidos y Tierras de Propios

.. pan llevar" cultivo de productos agrícolas.

estancias para ganados

FUENTE: Cita No. 7.

En un párrafo que contiene el encabezado de una Real Provisión, relacionada con el mismo tema y promulgada por la Audiencia de Panamá en febrero de 1568, se destaca que .. . en el repartimiento de la tierra y encomienda de indios sean preferidas las personas beneméritas. 8 A lo largo del expediente los interesados insisten en que se reparta la tierra y se encomienden los indios, lo cual demuestra que los dos conceptos tenían significado diferente, en cuanto a los fines que a través de ellos se perseguían. Otro elemento que puede sumarse a estas argumentaciones, es el contenido de la carta enviada al Rey, por Perafán de Ribera, en marzo de 1571, por medio del cual le comunicaba que había realizado un repartimiento general de toda la tierra. 9 La información disponible sobre este tema, incluye un título de merced de tierras librado por Perafán de Ribera en favor del encomendero Alvaro de Acuña en 1570. IO (Ver M"apa No. 5). Estas tierras eran conocidas con el nombre de Sabana Grande, estaban situadas al no75

MAPA No. 5 MERCED DE TIERRAS CONCEDIDAS POR PERAFAN DE RIVERA A ALVARO DE ACUÑA EN LAS CERCANIAS DE CARTAGO 1570

J

Malluscu/as

Letras

A. B.

Ciudad

c.

Rio

de

Toros

D.

Río

de

Coris o poso

E

'Quebradas unicos que desaguan en Cori s

d

Primero

estancia

e

Segunda

estancia

Lo

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el

rumbo que hoy de lo reunion de /os ríos al

76

Alto

de Molejones

Saco te o Id por de Ciudad Viejo

de

Viejo

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Purires

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Letras Minusculas

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Reunion

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los ríos

M

Puente

de

Jos e

rios

Toras

Purires y Coris Purires

y

Taras

roeste de la Ciudad del Lodo y se componían de dos sitios para ganado mayor y menor, más dos caballerías para sementeras.11 De acuerdo con los elementos analizados a lo largo de esta exposición, creemos tener suficientes elementos de juicio para reiterar que durante la gobernación de Perafán de Ribera se ínició, entre los encomenderos, la concentración de la mano de obra indígena y de la propiedad territorial. Esos repartimientos de mercedes de tierras y los títulos de encomiendas fueron confirmados por autoridades posteriores, particularmente los títulos de tierras que en su mayoría fueron confirmados por el gobernador Diego de Artieda de ChirinosI2, dadas las facultades que para confirmar y conceder nuevas mercedes se le otorgaron en las Capitulaciones que él acordó con la Corona.13 Respecto de las mercedes de tierra agregaremos algunos comentarios que, a manera de observaciones muy generales, amplían el conocimiento acerca del origen de la propiedad territorial en Costa Rica. La información analizada nos sugiere que los títulos de merced de tierras, que únicamente fueron otorgados durante el siglo XVI, mantuvieron su vigencia legal a lo largo de la Colonia, y aún durante los primeros 25 años de nuestra vida republicana. Paralelamente, la posesión de esas tierras fue traspasada, en forma sucesiva, a manos de los descendientes de los dueños originales. Mencionaremos dos de los ejemplos más representativos para ilustrar esta aseveración: 1)

2)

Las tierras de Alvaro Acuña, aún en 1669 estaban en poder de sus nietos y bisnietosI4, y permanecieron en posesión de los descendientes de éstos hasta 1781, año en que fueron vendidas a la familia Oreamuno. I 5 En junio de 1584, el encomendero Gaspar de Rodríguez fue favorecido con una merced de tierras ubicada en el Valle de Ujarrás, la que aún en 1853 permanecía en poder de sus numerosos descendientes.16 (Ver M"apa No. 6)

En cuanto a la superficie de ese tipo de propiedad territorial, no había una cantidad de caballerías establecidas para cada merced. No obstante, en la libranza de todos estos títulos se determinó que esas tierras constaban de uno o dos sitios para criar ganado, más dos caballerías para dedicarlas a las labores agrícolas. I 7 En remedidas realizadas posteriormente, y siguiendo los mismos rumbos contenidos en el título original para elaborar el plano respectivo y establecer la superficie, se ha podido conocer la extensión territorial de algunos títulos. Por ejemplo en la merced de Gaspar Rodríguez, que fue remedida en 1852, se estable-

77

MERCED. DE TIERRAS DE GASPAR RODRIGUEZ CONOCIDA COMO TIERRAS DE LOS RAMIREZ

MAPA No. 6

PLANO Que demuestro el terreno nombrado de los Romírcz en jurisdicción Je Cortogo Contiene

48 caballo ríos, 33 manzanos y 50 varas

Esto ~tcuodro representa lo do terrenos quo en virtud do lo resolucfón supremo ndmero 150 del 26 do marzo de 1852 COrresp0n. de o lo Villa do Paro(io PGrclon

Fuente: C.A. 2202, 1853, f. l.

OibujÓ: Carmen Gonzáloz Golroud.

Goo9toffo. U. C. R. 1989.

ció una superficie de 48 caballerías y 33 manzanas. 18 Otras cubrian mayor extensión, como por ejemplo la merced del encomendero Francisco Magariño que abarcaba casi todo el Valle de Landecho. 19 (Ver Mapa No. 7). Otras eran menores, como la de Alfonso Jiménez que abarcaba 9 caballerías de superficie.20 Otra conclusión importante es que se respetaron las disposiciones creadas en las leyes indianas con respecto a este tipo de propiedad territorial, lo cual queda claro en los procesos legales a que fueron sometidas las tierras de Gaspar Rodríguez. En 1632 el Juez de Composiciones revisó el título de merced y le dio el visto bueno.21 Más de un siglo después, en 1744, el Juez Comisionado de Medidas y Composiciones hizo el reconocimiento de los mojones originales (1583), y con base en éstos tomó la medida, para finalizar aprobando de nuevo el título origina1.22 En 1785, a raíz de fuertes tensiones entre los herederos y pequeños productores que empezaron a ocupar esas tierras, el Juez Subdelegado de Medidas se pronunció amparando a los herederos y sucesores, con los siguientes términos: ... y siendo de los esceptuados por la última Real

Cédula, no se halla embarazo para su gosse y se le debuelve a los interesados el título para en guarda de su derecho. 23 Como consecuencias fundamentales de los puntos comentados hay que destacar, en primer lugar, que a partir de la sétima década del siglo XVI se produjo una temprana concentración de la propiedad territorial del Valle Central y en algunas áreas del Pacífico Norte, por medio de títulos de merced; y en segundo lugar, que esas mercedes de tierras, verdaderos latifundios en manos de los encomenderos, se extendieron más allá de los límites establecidos, rodeando y ocupando estratégicamente las tierras comunales de los pueblos de indios, y que generalmente el invasor de esas tierras era encomendero en la comunidad indígena invadida. En el Anexo No. 2, elaborado para resumir el proceso de apropiación de tierras, se pone de relieve esta situación, que de hecho perjudicaba en dos sentidos a las comunidades afectadas: por la invasión de sus tierras comunales y por la mayor oportunidad que se daba a los encomenderos para incrementar la explotación de los indios de su parcialidad. Del mencionado anexo hemos tomado algunos ejemplos para ilustrar este proceso:

79

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00

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1

84°30

MAPA No. 7

Merced de tierras en el Valle de Landecho

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otorgada por Juan Vázquez de Coronado a Francisco de Magari ño

1562

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5

Escala O

5 Km.

'i!!!!!!:::~iííííiiiil:::::J!!!!!!!!!!!t::====-=--=-=--==i==i

L.ocolizociÓn

Número correspondiente al nombre del cuadro

8 10 11 15 16

17 18 19

23 26

33 47 54 57

63

69

Ubicación de las encomiendas Oro sí Quircó Aserrí Puririco Currirabá Ujarraz Quircó Cot Barva Caraquiború Barva Currirabá Puririce Barva Barva Ujarraz

Ubicación de las tierras Gua reo Ouircó Barva Aserrí Currirabá Gua reo Quircó Cot Barva Barva Mata Redonda Currirabá Aserrí Aserrí Barva Gua reo

Durante el siglo XVII, debido a la escasa población de Costa Rica (que por lo demás en un alto porcentaje era descendiente de pobladoresencomenderos), los latifundios no produjeron fuerte presión social por posesión de la tierra. Comprendemos que nuestra aseveración pareciera contradecir el hecho de que en Centroamérica, e inclusive en Costa Rica, se originó durante ese siglo un proceso de ruralización. Pero en este sentido queremos aclarar que, tanto por la estructura de la propiedad territorial configurada desde el siglo XVI, como por los factores ya comentados cuando abordamos el tema de las ciudades y el intento de las autoridades por urbanizar diversos puntos de la provincia, el poblamiento y la colonización de Costa Rica fueron procesos que nacieron y se realizaron en un contexto eminentemente rural. Para reforzar nuestra hipótesis de que en Costa Rica se produjo una temprana concentración de la propiedad territorial en manos de los encomenderos, formularemos dos argumentos más, que consideramos relevantes. Primero, que por medio de la Real Cédula, promulgada en 1591, fueron eliminados los repartimientos de mercedes de tierras24, y de esa fecha en adelante los mecanismos de apropiación de tierra fueron los denuncios y la composición. Esto, agregado al hecho de que la mayoría de las tierras cultivables había sido apropiada, limitó el acceso a la propiedad territorial de un importante número de criollos pobres, los cuales no eran encomenderos ni descendientes de éstos. Aún considerando la escasa documentación que sobre el siglo XVII resguarda el Archivo Nacional de Costa Rica, encontramos para ese período únicamente 19 denuncios en toda la Provincia.25 Segundo, que en 1632 la Audiencia

81

de Guatemala acordó enviar un Juez de Composición de Tierras, para la revisión de títulos, remedidas y composición de tierras en Costa Rica. No hay duda de que ésta fue la primera ocasión en que las autoridades tomaron semejantes medidas, lo cual se evidencia con la reacción de los vecinos de Cartago, quienes al enterarse de la novedad acordaron levantar una información acerca de la pobreza de Cartago y de la gobernación en general, en la cual reiteraban lo mucho que habían servido como vecinos y conquistadores en estas tierras, y que lo habían hecho por su cuenta y gastando su hacienda: ". .. con infinitos riesgos y peligro de sus vidas en los asaltos y guazavaras que de contino(sic) les daban los yndios de gerra(sic). '-'26 El párrafo más elocuente de la información es el que dice:

... de quan poca importancia son las tierras que ay en esta dicha Provincia, assi por ser como son esteriles de su naturaleza, como por no aver otras granjerias en ella, mas de una sementera de trigo y maíz que hasen los dichos vezinos para su sustento. Y que los títulos que los mas tienen son dados por Governadores y los que lo an sido desta dicha Provincia, personas que tuvieron Poder Especial del Rey Nuestro Señor, para poderlos dar como todo consta de la dicha ynformación. 21 Obviamente los argumentos formulados en este instructivo público, sirvieron de base para solicitar al Presidente de la Audiencia lo siguiente: "... mande sobresser la dicha comicion a dicho don Florian Trnjillo y A4endoza. 2B Eso significaba que la élite colonial temía el riesgo de enfrentar la visita de una autoridad, que supuestamente pondría orden a la situación imperante. Aunque ni el protocolo ni ningún otro tipo de documento colonial aclaran si se realizó o no la visita del Juez de Composiciones, en una fuente original de 1832 se comprueba que efectivamente sí se apersonó dicha autoridad en la Provincia, pero se limitó a revisar los títulos de merced de tierras para darle el visto bueno.29 Es decir, que no hubo modificaciones a la concentración de la propiedad originada por el otorgamiento de mercedes, hecho que se venía presentando desde el siglo XVI, y que no se alteraría durante los dos siglos posteriores. Sin embargo en el siglo XVIII -especialmente a partir de la segunda mitaddebido a la recuperación demográfica y al surgimiento de nuevas poblaciones en el Valle Central, se inició una fuerte competencia por las tierras por parte de los sectores campesinos y de los municipios que deseaban engrosar los fondos de Propios. Precisamente gran parte de la informa82

ción que hemos utilizado para abordar este tema ha sido tomada de dos documentos emitidos a raíz de los litigios surgidos entre los propietarios de la merced de Alvaro de Acuña y la Municipalidad de Cartago, y entre los herederos de la merced de Gaspar Rodríguez y el vecindario y la municipalidad de Paraíso, respectivamente. Las reclamaciones y planteamientos del problema se iniciaron a nivel oficial en 1794, cuando el Gobernador Vázquez y Telles se dirigió al Juez Privativo del Real Derecho de Tierras, exponiéndole los problemas originados con las tierras otorgadas por Diego Artieda y Chirinos, y por algunos denuncios del siglo XVIJ30, puesto que, debido a la pérdida o falta de mojones, se habían derivado muchos litigios, particularmente con las mercedes de tierra, cuyos beneficiarios, amparados a la Ley Usucapión, habían cometido muchos abusos. Alegaba el gobernador que todo lo anterior había perjudicado a la Real Hacienda y a los pobres, a quienes no se permitía ni sacar leña, ... teniendo en la puerta de sus casas,

la montaña. 3 I Para reforzar los puntos analizados hemos elaborado un cuadroresumen, el cual contiene información relacionada con la apropiación territorial en las jurisdicciones de Cartago y Esparza, por parte de los pobladores-encomenderos; además incluimos la situación geográfica de las encomiendas y de las tierras de cada beneficiario, con el fin de establecer la relación geográfica entre la encomienda y las tierras del encomendero. Asumimos que todos los encomenderos fueron beneficiados con el otorgamiento de mercedes de tierras, pero sólo hemos podido recavar información acerca de 26 títulos de esta clase. La mayor parte de esa información ha sido extraída de fuentes posteriores al siglo XVI, por lo que las fechas de apropiación no coinciden con las de las citas documentales. A partir del nombre con el número 27 de la lista, aparecen propietarios de tierras que, de acuerdo con la fuente citada, fueron apropiadas durante el siglo XVII. Pero si observamos el cuadro con mayor detenimiento, notaremos que en las jurisdicciones de Cartago y Esparza sólo aparecen 9 dueños de tierras adquiridas por medio de denuncios. Esto nos ha permitido establecer un aspecto fundamental de la manera como evolucionó la propiedad territorial en Costa Rica, pues evidencia que la mayor parte de las mercedes de tierra fue fraccionada y redistribuida, de hecho, entre los descendientes y herederos de los propietarios originales, situación que en general se mantuvo durante el resto del período colonial y en algunos casos durante los primeros años de vida republicana. 83

Por otro lado, ese fraccionamiento y redistribución de las mercedes resolvió anticipadamente el problema, por lo cual no hubo presiones sobre la tierra durante el proceso de ruralización. Unos ejemplos tomados del mismo cuadro que venimos analizando ilustrarán mejor nuestra conclusión: 1) La merced de Alvaro de Acuña permaneció en manos de sus descendientes hasta 17 81. 32 2) Las 48 caballerias de tierras otorgadas al encomendero Gaspar de Rodríguez en 1584, aún en 1759 eran usufructuadas por 25 labradores mayores de 25 años, es decir jefes de familia, todos descendientes de Rodriguez.33 3) La propieda~ de Juan Solano situada en el Valle de Aserri, aún durante el siglo XVII estuvo en poder de sus hijos y los descendientes de éstos: Francisco Solano y Juana Solano casada con Luis Cascante de Rojas. 4) Las tierras de Cristóbal de Alfaro, ubicadas en Pacaca, permanecieron en poder de su hija Maria de Alfara y de los descendientes de ésta. 5) La merced de Cristóbal de Chaves, casado con Maria de Alfara, y situadas en el Valle de Barva, pasaron a poder de sus hijos, Juan de Chaves y Francisco de Chaves, éste casado con Francisca de Zúñiga. 6) La propiedad de Pedro Alonso de las Alas, situada en Mata Redonda, permaneció en poder de sus herederos, Juan y Francisco de las Alas y demás descendientes. 7) Las tierras de Alonso Jiménez, ubicadas en Guarco, quedaron en poder de su hija Isabel Jiménez y demás herederos. 8) La merced de Francisco Magariño, ubicada en el Valle de Landecho y la más antigua de que se tiene noticia, permaneció en poder de sus herederos y descendientes hasta 1665, año en que fue traspasada por éstos a la Cofradía de las Benditas Animas. 34 El hecho de que los descendientes de propietarios de mercedes disfrutaron de esas tierras se afirma si se analiza quiénes eran los usuarios de los ejidos de Cartago, ya que si éstos habían sido asignados a la ciudad desde 1584,35 se puede esperar con toda lógica, que los mismos fueran usufructuados por la élite de Cartago. Con una lista de arrendatarios de los ejidos de dicha ciudad, hemos elaborado el siguiente resumen:

84

CUADRO 11

USUARIOS DE LOS EJIDOS DE CARTAGO: 1649 Hato: 1-4

V 12

M 1 13

Chácaras: 0-4 V 7

M 7

Milpa: 0-4

V 4

M 4

Molino: 1-4

V 2

M 1

3

Casa: 0-4 V

M

4

1

5

NOTA: Las cifras indicadas en la parte superior, se refieren al monto anual del arrendamiento, la primera indica el número de pesos y la segunda el número de reales. FUENTE: A.N.e.R. e.e. 0031, 1648-1668, 96 fls.

Analizando los nombres de los ejidatarios de Cartago encontramos que, con excepción de María de Sandoval y Juan de Sanabria, propietarios de molinos, los demás no tenían ningún parentesco con los grupos tradicionales descendientes de encomenderos. Nos hemos extendido un poco en el enfoque de este tema, pero consideramos que era necesario, dado que tanto la distribución de la tierra como de la población indígena (mano de obra) constituyeron la base para el desarrollo social de la Colonia, y consecuentemente constituyeron la base socioeconómica en la formación de las estructuras coloniales. C. APROPIACION DE LOS CARGOS CIVILES Y ECLESIASTICOS

El monopolio de las tierras y de la mano de obra indígena por sí solos no garantizaban el éxito económico del encomendero, ni su consolidación como grupo dominante de la naciente sociedad colonial, porque si bien es cierto el éxito económico del encomendero dependía, en gran medida, de las características de su encomienda como su ubicación, el número de indios, la clase y cantidad de tributos, y la existencia de mercados locales, también era importante la posesión de tierras, su calidad y ubicación. No obstante el paso complementario para alcanzar el éxito lo constituyó el monopolio, por parte del encomendero y sus descendientes, de los cargos administrativos locales (civiles y eclesiásticos). En otros términos, para que el encomendero pudiera realizar su proyecto económico y político era indispensable que mantuviera su predominio en el espacio político-administrativo que él mismo había creado como poblador. 85

CUADRO 12

LOS ENCOMENDEROS DE CARTAGO Y ESPARZA Y LA BUROCRACIA COLONIAL Periodo o Año

Teniente de Gobernador

Alcalde de la Sta. Hermandad

Alcalde Ordinario

1573

Juan Solano Feo. Ramiro Ant. Alvarez

Jerónimo Vanegas

y

1577

1591 a

1594 1595

ísel Ejecutor

Regidor

Oficial Real Hacienda

Escribano

Feo. Mlñoz luis Gzlez. de Estrada Alonso Pérez Farfán Pedro Ribero Domingo Jiménez

Cristóbal de Alfaro Diego lópez Nieto Domingo Jiménez

Feo. Pavón Lucas de Escobar Jerónimo de Espinoza

Jerónimo Cueto

Diego lópez Nieto

Jerónimo de Espinoza

Jerónimo de CubKlo

Alonso del Cubillo

Jerónimo Fe6pe

Pedro dela PortiDa

Jerónimo de Retes

Pedro de Salazar

Jerónimo Fe&pe

Alonso Gutiérrez de Sibaja

Feo. de Ocampo Golfín

Pedro de la Portilla Francisco de Ochoa Alonso Gutiérrez Femando Aguilaf Agustín Félix de Prendas Bartolomé Sánchez

Diego del Cub4l1o

Jerónimo Felipe

Procurador Síndico

Mayordomo

Alonso Pérez Farfán Domingo J'ttnénez Juan Solano

Feo. Mulloz

Pedro de Ribero

Juan Ortiz Juan de Quesada

Ant. de Catvajal

Alonso Jiménez

Ant. de Catvajal Ant. Peralta Diego del Casal Diego de Sojo Juan de Peñaranda

Alonso Jiménez Alonso Pérez Farfán Antonio Alvarez P.

Feo. Román

Matías Palacios

Feo. Ochoa Feo. Genovés

Alvaro de Acuña

Ant. de la Cueva Pedro García C. Gaspar Rodríguez

Juan de Peñaranda Juan Gutiérrez Jaramillo

Antonio de Carvajal Juan lópez

Alonso Jiménez

Jerónimo Vanegas

Feo. Genovés

Alvaro de Acuña

Pedro García C. Gaspar Rodríguez

Alonso de

Alvaro de Acuña

Feo. Genovés

Alonso Gutiérrez

Bon~la

de Stbaja Pedro de Flores

Alguacil Mayor

de Ortega

1596

Diego de Sojo

Pedro de la P. Agustín Félix de Prendas

Gaspar Rodríguez Matías Palacios

Corregidor o

Juez de Naturales

Jerónimo de Bustos Juan Cabra!

1597

Feo. de Ocampo Golfin

Alonso de Bonilla Juan Rodríguez Feo. Ramiro Gaspar Rodríguez

Antonio de Carvajal Juan de Trevii'o Diego de Sojo Cristóbal de Chavez

Cristóbal de Alfaro

Diego de Aguilar

1598

Diego de Sojo Pedro Alonso de las Alas

Feo.Solano Diego de Cubillo

Alonso Jiménez

Pedro Ribero

Jerónimo Luis López Vanegas Juan de Ochoa

Bartolomé Sánchez Agustín F.de Prendas

Juan Solano

Diego del Cubillo Francisco de Chavez

Diego del Cubillo

Jerónimo Felipe

1599

Diego de Sojo

Ant. de Carvajal Alonso Gutiérrez

Gaspar Rodríguez

Juan Núñez

Jerónimo Vanegas

Pedro de Flores

Banolomé Sánchez

Diego de Aguilat

Francisco de Chavez Jerónimo Vanegas

Diego del CubiDo

Jerónimo Feipe Gasparde

1600

Antonio Ochoa

Juan Gutiérrez Jaramillo

Antonio de Carvajal Feo. de Ocampo

Pedro de Flores

Cristóbal de Chavez

Juan Ochoa

Juan López de Ortega

Antonio Vanegas

Agustín Féíix de Prendas Francisco de Ochoa

Diego del Cubillo

Jerónimo Felipe Gaspar de Chinchilla

Feo. Ochoa

Pedro de la Portilla

Feo. Rodríguez

Feo. de Ocampo Golfín

Banolomé Sánchez Alonso Fajardo Alonso Farfán

Matías Palacios Feo. Ramiro Feo. de Alfaro

Alvaro de Acuña

Diego de Aguilar

Fe6pe Monge Martín de Torres

Juan lópez de Ortega

Alonso de Bonilla Diego Peláez Gaspar Rodrfguez

Pedro A. de las Alas Ant. de Carvajal Juanlópez deOnega Jerónimo Vanegas

Diego del Cubillo

Jerónimo Fe6pe

Feo. de Ocampo

Luis Cascante de Rojas Bartolomé Sánchez Leandro Figueroa Gaspar Rodríguez Pedro Ribero

Pedro Alonso de las Alas Alonso Jimclnez Cristóbal de Chavez Feo. Ramiro Gaspar Rodríguez

Diego de Aguilar Banolomé Sánchez

Pedro de la Portilla Alonso Gutiérrez

Juan Núñez Gaspar Pereira

Feo. de Alfaro Diego del Cubillo

Ant. de Carvajal Alonso Guajardo Alonso de Bonilla

Matías Palacios Feo. Ochoa Agustín F. de Prendas

Pedro de Ribero Diego del Cubillo

Jerónimo Fefipe Gaspar de

Juan Solano

Esteban de Mena

Juan Barboza Pedro A. de las Alas

Juan de la Fuente

Diego de Trigueros

Ruy lópez de Ribera

Luis Gzlez. de Estrada Pedro A. de las Alas

Diego López Nieto Pedro de Cáceres

Feo. Magariño Pedro Balmaceda

Juan de Peña· randa

Feo. Magariño

Feo. de Fonseca

Pedro Ba!maceda

Diego lópez Nieto

Juan Uroz Navarro

Esteban de Mena Feo. de Fonseca Pedro Balmaceda

Feo. de Fonseca Feo. Pavón

Feo.Pavón Pedro de Avilés

Chinchilla

Golfín

1601

1602 1603

Golfin

y

1604

1569· 1574 1589· 1590

NOTA: Hemos reseñado unos pocos ejemplos para ilustrar cómo los encomenderos de Canago y Esparza. desde el momento en que se creaban los espacios pollticos-jurfdicos-administrativos, monopolizaron todos los cargos de la burocracia colonial. Es bueno destacar que este proceso continuó a lo largo del siglo XVII. FUENTE: Femández León, C.D.H.C.R .• V. 1, 1882, p. 170-206. Op. Cit. V. 111, 1882, p. 219-261. G., 008, 1590, 71 folios. G., 008 bis, 1593-1601. 27 folios. G.• 010, 1594, 2 folios. G., 015, 1599-1604, 174 folios. G., 024, 1600-1608, 396 folios. G., 026, 1600-1609. 110 folios.

ACM, SPA, 1:1. ACM, SPA, 2:4.

Chinchilla

Con el propósito de ilustrar ese proceso, hemos elaborado el Cuadro 12, en el cual incluimos el personal civil y eclesiástico de la administración colonial, con nombres de encomenderos de Cartago y Esparza. La parte que contiene datos de Cartago abarca los años 1573-1577, 15911594, 1595-1604, 1608; la sección correspondiente a Esparza incluye los datos de los períodos 1573-1574 y 1589-1590. En la información incluida en ese cuadro puede observarse que con pocas excepciones, la mayoría de los puestos de la burocracia civil colonial estuvieron y permanecieron en manos de los encomenderos y sus descendientes. CUADRO 13

EL VICARIO PROVINCIAL, .JUEZ ECLESIASTICO Y COMISARIO DEL SANTO OFICIO COMO MAXIMA AUTORIDAD EN EL INTERIOR DE LA PROVINCIA Y SU RELACION CON LOS ENCOMENDEROS Nombre del Vicario

Ascendencia

Período

Juan Estrada Rávago

Conquistador

1565-1591

Martín Muñoz

1594-1597

Lope de Chavarría

1597-1615

Baltazar de Grado

Juan Solano y Mayor Benavides

1615-1650

Alonso de Sandoval (sobrino de Baltazar de Grado)

Francisco de Ocampo Golfín e Inés Benavides (hija de los anteriores)

1651-1662

Domingo Echavarría Navarro

Juan de Echavarría y María de Sandoval (ella hija de los anteriores)

1664-1673

Joseph Cascante de Rojas

Luis Cascante de Rojas y Juana Solano (ella hija de Juan Solano y Mayor Benavides)

1674-1675

Francisco Ocampo Golfín

Diego de Ocampo Figueroa e Inés Velázquez (hijo de Francisco de Ocampo Golfín)

1676-1680

Agustín de Torres

Salvador de Torres e Isabel de Medina

1681-1699

FUENTE: ACM, SPA: Varios legajos, especialmente los de Cofradías y Capellanías. También Blanco, Ricardo, 1971, p. 82-107-108. Sanabria, Víctor Manuel, 1984, p. 167-179. G. 080, 1636, 13 fls.

87

En relación con las dignidades de la burocracia eclesiástica, particularmente en lo que se refiere a la más alta jerarquía, representada por el Vicario Juez Eclesiástico y Comisario del Santo Oficio, podemos afirmar que a lo largo del siglo XVII ese cargo fue monopolizado por sacerdotes descendientes de dos encomenderos. En el Cuadro 13 puede apreciarse que a partir de 1615 y hasta 1680, el vicariato estuvo en manos de un hijo, dos nietos y dos bisnietos del patriarca conquistadorpoblador y encomendero, Juan Solano, y que el último vicario del siglo XVII era hijo del encomendero Salvador de Torres. CUADRO 14

LOS ENCOMENDEROS Y LA FUNDACION DE COFRADIAS SIGLOS XVI Y XVII Cofradía

Año de Fundación

Priostes

La Veracruz con sede en el Convento de San Francisco en Cartago

18-09-1588

Juan Aznar de la Guarda

Matías Palacios

Antonio de Carvajal Alvaro de Acuña Juan Gutiérrez Ja ramillo Francisco Román

Pura y Limpia Concepción, con sede en el Convento de San Francisco de Cartago

7-12-1594

Martín Núñez

Diego de Aguilar Pedro Alonso de las Alas

Antonio Hernández ACM, SPA, Jerónimo Felipe 1:1 Alonso Pérez Farfán Alonso de Bonilla

El Santísimo Sacramento, con sede en el Convento de San Francisco de Cartago

7-12-1587

Fray Bartolomé Gadeas

Alvaro de Acuña Cristóbal de Cha vez

Op. Cit., Jerónimo Vanegas fls. 26-27 V. Diego de Quesada Francisco Ochoa Pedro Alonso de las Alas Leandro Figueroa

Mayordomo

Diputado

Fuente ACM, SPA, 2:6.

La Soledad construyó su propia ermita en Cartago

25-03-1623

Baltazar de Grado

Francisco Arrieta Cristóbal Durán de Chavez

Andrés Hernández Francisco Solano José de Sandoval

San Nicolás de To lentino construyó su propia ermita

20-05-1641

Andrés López de Céspedes

Francisco Solano Juan López de Ortega

ACM, SPA, Cristóbal Zapata Domingo de 4:2 Chavarría Vasco Solano Jerónimo de Retes Juan Cascante de R. Juan de Ocampo G. Juan Solano Alonso de Sandoval

Los Angeles Mhermandad que está en las goteras de la ciudad de Cartago ..

28-05-1652

Francisco de Chavarría

Cristóbal de Araya Miguel Rodríguez

ACM, SPA, Tomás Calvo 3:3 Diego .López Francisco Hernández Agustín del Carmen Ambrosio de Brenes Francisco Ouirós Alonso de Sandoval

ACM, SPA, 3:2

NOTA: Todos los fundadores de las Cofradías establecidas durante el S. XVI eran encomenderos. Los hermanos de las fundadas durante el S. XVII en su mayoría eran descendientes de encomenderos. FUENTE: ACM, SPA, 1: 1, 1 :2, 1 :3, 2: 1, 2:2, 2:4, 2:6, 3: 1, 3:3, 4:2, 4:3 y 4:4.

88

Cabe señalar que ya en 1596, el gobernador Fernando de la Cueva junto con los miembros del cabildo de Cartago, pretendieron crear el obispado en Costa Rica, para dejarlo en manos de Fray Francisco Sánchez de Guido, hijo del conquistador-poblador Miguel Sánchez de Guido. 36 Los mismos vicarios en colaboración con sus parientes encomenderos iniciaron la fundación de Cofradías durante los últimos ·años del siglo XVI y a lo largo del siglo XVII. Puede observarse en el Cuadro 14 que los fundadores, en su mayoría encomenderos o descendientes de éstos, monopolizaron desde su fundación, los mejores cargos dentro de las Cofradías.

CONCLUSIONES

En suma puede afirmarse que los diferentes aspectos analizados a lo largo de este capítulo ponen de relieve el papel que desempeñaron las ciudades durante el siglo XVI. Para el conquistador era indispensable la creación de asentamientos españoles con el rango de ciudades, para convertirse en poblador-hidalgo y, con base en las prerrogativas concedidas a esa categoría, proceder a la apropiación de tierras, de mano de obra indígena y de los cargos administrativos locales. Por tanto, conquistador y ciudad fueron partes integrantes de una misma operación, que -fue fundamental durante el siglo XVI: ocupar, fundar y poblar, dado que esos hechos condujeron a la consolidación oficial y real del proceso conquistador. Pero en última instancia, el beneficiario de estos asentamientos fue el poblador, puesto que los privilegios reales otorgados a éste desde el siglo XVI (cargos, tierras, encomiendas, trato preferencial, y otros), se proyectaron y fueron disfrutados por todos sus descendientes a lo largo del período virreinal. Esto nos explica cómo un numeroso sector de nuestra sociedad colonial, sucesora de esos privilegios y de todo el prestigio que ellos suponían, aprovechó esa herencia como coraza para mantener su autonomía, pues aunque vinieran épocas dificiles, ellos tenían sus tierras patrimoniales, que podían trabajar en compañía de sus familias sin tener que depender del grupo económicamente más exitoso.

89

NOTAS CAPITULO 111 l.

2. 3. 4. 5. 6. 7.

8. 9. 10. 11.

90

Ots, José María, 1969, p. 147. Poblador, según Norberto Castro Tosi, era estrictamente el fundador de una ciudad en la cual debía avecindarse por lo menos durante seis años. No hay duda de que con estas medidas la Corona se propuso fomentar en España, el deseo entre los españoles, de emigrar y avecindarse en las Indias. Pero en lo fundamental, la promulgación y vigencia de estas Ordenanzas durante la mayor parte del siglo XVI, determinaron que la totalidad de los conquistadores-pobladores de Indias y todos sus descendientes, se convirtieron en hidalgos: Castro, Norberto, "Real Orden declarando a los pobladores de Indias, hijosdalgos de solar conocido''. Revista de los Archivos Nacionales, No. 11-12, 1942, p. 46. Femández, León, 1976, T. 2, p. 230-231. Femández, León, CDHCR. T. I, 1883, p. 126-169. Femández, León, 1976, p. 230. Los poderes conferidos al Licenciado Ortiz de Elgueta fueron traspasados sin modificaciones importantes al Licenciado Juan de Cavallón y posteriormente a Juan Vázquez de Coronado. Femández Guardia, Ricardo, 197 5, p. 9 5-1 18. Academia Costarricense de la Historia, 1961, p. 4 7. Un prestigioso historiador del Derecho Español, al referirse al régimen de tierras señala que el repartimiento, junto con la Real Cédula de Merced, fue el título originario para adquirir en las Indias la propiedad de la tierra. Ots, José Maria, 1969, p. 35. Otro historiador marxista, al abordar el mismo problema destaca que el repartimiento, como base legal de la adquisición de tierras, estaba relacionado con la encomienda de indios. Dieterich, Heinz, 1978, p. 185. En un trabajo reciente sobre la ciudad de Guatemala, su autor afirma que la mayor parte de los españoles recibían tierra el mismo día que eran declarados como vecinos de la ciudad fundada. Cada conquistador presentaba al Cabildo una petición por escrito, en la que pedía que se le cediera un solar, y en la parte de atrás de esa petición, cada vecino describía las tierras agrícolas que deseaba le fueren otorgadas. Christopher H. Lutz, 1982, p. 82. Femández, León, 1976, V. 4, p. 13. Femández, León, 1976, V. 5, p. 46-52. C.A. Nos. 2164, 1792-1834, fls. 141-141 V. C.A., 2066, 1821-1834, fls. 20-21. Agregaremos que estas tierras comprendían los siguientes mojones: 1) El río de la Cruz o Quebrada del Fierro; 2) El camino general que va de esta ciudad (San José) a la de Cartago hasta el puente de Taras, 3) De allí aguas arriba de este río hasta su unión con las del Río Purires, 4) De aquí aguas arriba (del Río Purires) hasta donde

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12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36.

se unen las del Río Coris o Pacaca; y 5) De este lugar al alto de los Molejones. C.A., 2061, 1827-1831, fls. 16-18. C.A., 2066, 1821-1834, f. 42 V. Quirós, Claudia, 1976, p. 62. P.C., 817 bis, 1669, f. 498-498 V. Xirinach, Miguel Angel. ""Fundamentos que ubican a la "Ciudad del Lodo', junto a los ríos Coris y Purires". En Revista de los Archivos Nacionales, Nos. 7-12, 1962, p. 247. C.A., 2202, 2853, fls. 2 V.-4 V. Op. Cit.• fls. 30-39. Ver mapa No. 6. Femández, León, CDHCR, V. 11, 1882, p. 1-12. C.A., 2164, 1792-1826, f. 90-90 V. C.A., 2202, 1853, f. 6. Op. Cit., fls. 7 V.-1 O. Op. Cit., f. 16 V. Quirós, Claudia, 1976, p. 64. Fonseca, Elizabeth, 1983, Anexo No. l. P.C., 804, 1632, f. 102-102 V. Loe. Cit. Loe. Cit. C.A., 2202, 1853, f. 6-6 V. C.A., 1864, l 794, f. l. Op. Cit., f. 2. Cita No. 15. C.A., 2202, 1853, f. 25. Femández, León, CDHCR, V. 11, 1883, p. 1-3. Fonseca, Elizabeth, 1983, p. 167-170. Sanabria, Víctor Manuel, 1984, p. 103.

91

Capítulo IV

LOS PUEBLOS DE INDIOS ENCOMENDADOS Y SU ORGANIZACION COMO PRODUCTORES DIRECTOS DE PRODUCTOS AUTOCTONOS 1569-1611

INTRODUCCION

En el capítulo precedente explicamos el papel que desempeñaron las ciudades establecidas en Costa Rica durante el siglo XVI. Enfatizamos que esas ciudades sirvieron de marco político-jurídico para que los conquistadores se afianzaran como sector privilegiado de la emergente sociedad colonial, por medio del monopolio de tierras, de las encomiendas y de puestos administrativos. No obstante, la consoli9.ación económica de ese sector, dependió en gran medida, de los mecanismos y del grado de explotación a que los conquistadores sometieron a los indios de sus respectivas encomiendas. El objetivo de este capítulo es analizar la manera como fueron organizados los indios encomendados de Costa Rica y Nicoya. Este análisis se. fundamentará en el concepto de pueblo de indios, del cual partiremos para determinar tanto el papel económico asignado a éstos, como su estructuración política y jurídica. Abordaremos el estudio del cabildo indígena para explicar cuál fue su función en el pueblo de indios. Paralelamente examinaremos la organización de las actividades productivas, cómo se institucionalizaron el tributo encomendado, los bienes comunales y las cajas de Comunidad. Particularmente nos interesa subrayar la importancia económica que tuvo el tributo en especie de productos autóctonos durante los años comprendidos entre 1569 y 1611. 95

Nos preocupa subrayar también la importancia histórica de los pueblos de indios, dado que éstos constituyeron el semillero donde se producía y reproducía la mano de obra indígena encomendada, cimiento de la explotación colonial. A. ORGANIZACION POLITICO-JURIDICA

Con el concepto pueblo de indios nos referimos a los asentamientos de aborígenes reducidos y encomendados, los cuales fueron establecidos como condición necesaria y fundamental del proceso de estructuración colonial. Por tal razón, esos pueblos se fundaron después de la distribución de encomiendas, del establecimiento de ciudades, y especialmente después de creados e instaurados los órganos de gobierno local. A diferencia de lo que sucedió en otras regiones centroamericanas, cuyas capitales y ciudades fueron virtualmente rodeadas de barrios indígenas1, en Costa Rica los pueblos de indios se establecieron únicamente con carácter estrictamente rural. La única excepción la constituyó el barrio urbano denominado San Juan de Herrera de los Naborías, fundado en 1590 por el Licenciado Velázquez Ramiro en los alrededores de Cartago.2 La distribución geográfica y la organización político-jurídica de las reducciones ü1dígenas obedecieron, en lo fundamental, a los intereses económicos de los europeos. La experiencia había demostrado que si no se alteraban significativamente las estructuras políticas preexistentes ni el equilibrio entre el índigena y su ambiente natural, la explotación podría ser más rentable. Con esta perspectiva se fundaron y asentaron, desde 1569, los pueblos de indios en nuestra provincia, tomando en cuenta patrones sociopoliticos y económicos prehispánicos, particularmente el cacicazgo y las relaciones de propiedad y de producción comunales. La preexistencia del cacicazgo y la importancia que le dieron a éste los conquistadores, se evidencian en los autos sobre repartimiento de indios ejecutados por Perafán de Ribera, específicamente en los párrafos que describen los pueblos que se habían de encomendar y repartir. Por ejen1plo, al referirse a la provincia de Garabito se detalla que ésta abarcaba el Valle de la Cruz, que el cacique era Garabito y que sus principales eran Cobobicí, Chucasque, Barva y Y orustí. 3 Con estos antecedentes, cuando se procedió a la distribución de encomiendas y, consecuentemente, a la fundación de reducciones indígenas, se repartieron pueblos enteros con sus barrios, estancias, caciques y

96

principales. 4 También se concedieron pueblos por mitades u otras fracciones menores, pero siempre en partes iguales, por ejemplo Cot, Garabito, Turrialba, Barva y Currirabá. 5 Lo importante es que, además de los pueblos otorgados a un solo poblador, aquéllos que fueron fraccionados en su distribución, permanecieron así a lo largo del período colonial. Esta fue una política permanente de la Corona, concretada con la abundante promulgación de leyes, en las cuales se establecía la separación domiciliaria entre el indígena y el encomendero. Insistimos en este punto para destacar la importancia política y económica que tuvo, para los pobladores y la Corona, la estabilidad político-jurídica de los pueblos de indios. La mayoría de esos asentamientos indígenas fundados a raíz del reparto de encomiendas, persistieron como unidades sociopolíticas y ocuparon el sitio original de su fundación, mientras contaron con un significativo número de pobladores. 6 El trabajo de Eugenia Ibarra acerca de la reconstrucción etnohistórica de los cacicazgos indígenas durante el siglo XVI ha sido de gran ayuda para profundizar el tema de la organización político-jurídica y el de la distribución geográfica de los pueblos de indios. De ese trabajo hemos tomado el dato de 15 provincias indígenas que la autora ubica dentro del Valle Central y la Vertiente Atlántica.7 Particularmente hemos utiliCUADRO 15

PROVINCIAS INDIGENAS COLONIALES DE COSTA RICA SIGLOS XVI Y XVII .Jurisdicción de Cartago 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13.

Pacaca Currirabá Aserrí Guarco Tariaca Pococí Talamanca Votos Suerre Quepo Couto Turucaca Guaymi

.Jurisdicción de Esparza

1 . Churuteca o Garabito

2. Orotina o Chome

FUENTE: Del número 1 al 9: lbarra, Eugenia, 1984, p. 40. Del número 1 O al 13: Academia de Geografía e Historia de Costa Rica, 1964, p. 46-51. Del número 1 al 2: Fernández, León, 1988, T.I. p. 69.

97

zado el ejemplo con el cual ella esquematiza los componentes de la provincia indígena del siglo XVI8, para establecer una comparación entre ésta y la idea que nosotros tenemos de una provincia indígena colonial. Con este propósito hemos confeccionado el Cuadro 15, en el cual incluimos los nombres de las provincias indígenas propuestas por la autora. A esos nombres hemos agregado, tentativamente, los nombres de las provincias indígenas del litoral Pacífico, con el propósito de ilustrar nuestra exposición y explicar la distribución geográfica de los pueblos de indios y su relación con las jurisdicciones de Cartago y Esparza. De acuerdo con la información contenida en el cuadro anterior, podemos concluir que la población indígena de Costa Rica, encomenda- . da en 1569, fue distribuida en 15 provincias indígenas, corregimientos o partidos. De las 15 provincias, 13 estaban ubicadas dentro de la jurisdicción de Cartago y 2 en la de Esparza. Si se compara el Cuadro 15 con el 2 puede comprobarse que se utilizó la misma configuración política para Nicoya que para los pueblos de Costa Rica. Con el Esquema No. 1 tratamos de establecer una comparación entre la provincia precolombina y la colonial, especialmente para destacar los elementos de esta última, dividiéndola en pueblos principales, pueblos secundarios y parcialidades, e ilustrar de este modo los casos en que una provincia indígena fue encomendada a más de dos conquistadores. En cuanto a la organización política de los pueblos de indios (como ya lo señalamos en la última parte del segundo capítulo), éstos fueron articulados directa y verticalmente a todas las instancias del aparato colonial por medio del Cabildo. Reiteramos que esa articulación se realizó en el preciso momento en que el Juez de Naturales o Corregidor (exponente de poder político, fiscal y jurídico) y el fraile doctrinero (exponente de la dominación ideológica) penetraron en la comunidad indígena, por medio del Cabildo Indígena, el cual fue institucionalizado precisamente para crear un espacio político-jurídico en beneficio de los grupos dominantes existentes en los pueblos de indios. Hay que destacar que ese espacio político-jurídico fue muy limitado, dado que .el Cabildo Indígena desde su instauración estuvo bajo el dominio de los órganos de poder colonial.

98

ESQUEMA 1

COMPARACION ENTRE UNA ESTRUCTURA POLITICA PRECOLOMBINA Y OTRA COLONIAL

Provincia indígena precolombina

Provincia indígena colonial Orotina

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PUEBLO SECUNDARIO AVANCARI

PUEBLO SECUNDARIO

Fuente: cita 46

PUEBLO SECUNDARIO CORBICIE

PUEBLO SECUNDARIO BOGACI

Fuente: Fernández, León. 1888 T. 1. p. 69 Reconstrucción de la autora con base en el esquema teórico propuesto por la Licda. lbarra.

Para el caso de Costa Rica no hemos localizado información que nos ilustre acerca de cuál era el mecanismo para la elección de regidores o para la instalación del cabildo en los pueblos de indios. Puede ser sugerente conocer la información acerca de los mecanismos utilizados por los cabildos de los barrios de Santiago de Guatemala. Ahí las sesiones para elegir a las autoridades locales se efectuaban durante el mes de setiembre, y los oficiales elegidos asumían el cargo tres meses después. Durante ese lapso de tres meses, el fraile doctrinero tenía tiempo para analizar a los personajes elegidos y para ejecutar los cambios que estimaba convenientes. El último paso de ese proceso era la aprobación y confirmación de los miembros electos, de acuerdo con los cambios hechos por el doctrinero en nombre de la Audiencia. 9 La autoridad política y jurídica de los oficiales de cualquier barrio indígena se circunscribía a las fronteras de su pueblo. Ellos tenían jurisdicción sobre todos los crímenes y disturbios en los cuales estaban involucrados indígenas o castas, pero sus decisiones jurídicas se limitaban a casos en que no se había producido derramamiento de sangre. Cuando esto ocurría, la jurisdicción de los alcaldes españoles se extendía y superponía a la de las autoridades de los barrios. to Respecto de los cabildos indígenas de Costa Rica y de Nicoya durante el siglo XVI, solamente existe una fuente documental relacionada con el cabildo de la provincia de Garabito. La información contenida en ese documento, junto con los aspectos reseñados para los cabildos de los barrios de Santiago, nos ha permitido comprender más a fondo cuáles eran las funciones de los cabildos indígenas de Costa Rica. En 1590, el cabildo de Santa Catalina de Garabito estaba integrado de la siguiente manera: 11

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 1 O.

100

Don Francisco Quioquicara Don Diego Coyoczara Don Francisco Ucara Don Francisco Tarica Jusepe Cutibir Alonso Coti Juan Solano Don Sebastián Carecoc Don Francisco Arayuris Juan Siras

Cacique Cacique Cacique Cacique Principal Principal Principal Principal Cacique Principal

Gobernador Alcalde Alcalde Regidor Regidor Regidor Regidor Regidor Regidor Alguacil Menor

En el encabezado de uno de los autos se lee: En el pueblo de Santa Catalina, provincia de Garabito, jurisdicción de la ciudad de Esparza 12 • En 1589 el cabildo de Santa Catalina contaba con los siguientes integrantes: 13 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Don Diego Coyoczara Don Francisco Ucara Don Sebastián Caricuy Diego Chavetava Francisco Ouirra Francisco Tirre Alonso Cote

Cacique Principal Vecino Vecino Vecino Vecino Principal

Alcalde Alcalde Regidor Regidor Regidor Regidor Regidor

De esta información deducimos que el régimen hispánico, si bien respetó a los caciques y a los principales de cada pueblo -cuando los había- ese respeto fue aparente, porque se introdujo, como integrantes del cabildo, a personajes que no pertenecían a la nobleza indígena. Además, en cuanto a la función político-jurídica de los caciques hubo cambios cualitativos, porque se les asignaron funciones de carácter represivo en contra de los indios del común, lo que obviamente contribuyó a romper el equilibrio social preexistente. Por otro lado hay que destacar el número de personajes de la nobleza indígena que integraban el cabildo en 1590; cuatro caciques y seis principales, lo cual nos sugiere que éstos eran representantes de los pueblos y parcialidades que integraban la provincia de Garabito. Particularmente es significativa la presencia del gobernador, para reunir bajo su autoridad a varios pueblos y facilitar así la labor de las autoridades españolas.14 Una vez constituidas las provincias indígenas y ubicados sus componentes en el espacio geográfico asignado por las autoridades españolas, se procedió a trazar y definir los elementos que integrarían cada poblado: las calles, la plaza, la manzana para construir la iglesia, la manzana para el cabildo y los solares que se distribuirían entre los vecinos, con lo cual se inició la articulación efectiva de los pueblos de indios a las estructuras coloniales de dominación y explotación.

101

ARTICULACION DE LOS "PUEBLOS DE INDIOS" A LAS ESTRUCTURAS COLONIALES

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TIERRAS COMUNALES

SECTOR INDOAMERICANO

SECTOR EUROPEO

B. ORGANIZACION DE LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS La tierra fue la base y medio fundamental de la producción y el

trabajo forzado la característica esencial de las actividades productivas realizadas por los indios reducidos. La condición jurídica de éstos era la de vasallos libres de la Corona de Castilla, equiparados jurídicamente a los rústicos o menores del Viejo Derecho Castellano. 15 Por lo tanto, vieron limitada su libertad para actuar por cuenta propia, y por ello fueron encomendados a los españoles. Complementariamente se les nombró a los obispos corno sus protectores. Entre las limitaciones civiles y jurídicas del indio reducido estaba la posesión de la tierra con carácter individual, lo que de por sí era casi imposible pues dificilrnente un indígena habría podido hacerles frente a los gastos económicos y a los procedimientos burocráticos que requerían los denuncios de tierras.16 Por otra parte, la legislación indiana establecía que el indígena sólo podría tener acceso a las tierras, en forma comunal, es decir, como integra~te de un pueblo de indios, de suerte que la propiedad colectiva indígena, como estructura precolombina de posesión y dominio, estaba amoldada a las necesidades de la Corona. 17 En otras palabras, los ibéricos aceptaron con un sentido práctico una realidad social preexistente e institucionalizaron las tierras comunales, dado que las actividades se realizaron dentro del marco tradicional prehispánico de las relaciones de propiedad y de producción comunales, y así todo el pueblo gozaba de la propiedad en conjunto. La tierra comunal asignada a cada pueblo de indios comprendía una superficie circular cuyo radio medía 2.873 varas a partir del centro de la plaza 18, y comprendía alrededor de 2.600 manzanas. Es bueno reiterar que esas tierras eran abundantes, de óptima calidad y excelente ubicación, condiciones que se evidencian fundamentalmente en los pueblos ubicados en el Valle Central, por ejemplo Barva, Pacaca, Currirabá, Aserrí, Ujarrás, Cot, Quircot y Tobosí. Dadas las perspectivas económicas de los encomenderos en particular, y de los colonos en general, es comprensible la asignación de tierras con las calidades mencionadas, puesto que en ellas, y por lo menos hasta principios del siglo XVII, los indígenas reducidos y encomendados produjeron el plusproducto para los encomenderos, la Iglesia y la Corona. Para realizar las actividades productivas en los pueblos de indios, las tierras comunales eran fraccionadas en tres secciones. Una de éstas era parcelada para adjudicar anualmente a cada familia un lote, cuya superficie dependía del número de los componentes de aquélla. La se103

gunda sección era designada como área de pastos comunes para ganado vacuno y caballar, recolección de leña y otras actividades. La tercera sección de los ejidos indígenas, era llamada tierra de uso común, dedicada a las labores agrícolas comunales. 19 Esa distribución en cuanto al aprovechamiento de las tierras comunales correspondía al papel económico asignado a los pueblos de indios, cuyas actividades productivas fueron realizadas en dos modalidades: producción familiar y producción comunal. Producción familiar Esta actividad era realizada en la parcela asignada por el cabildo indígena a cada indio tributario. Ahí se hacían sementeras de maíz, frijoles, y de otros productos que servían para el sustento de la familia. Además, en el solar de cada vivienda se criaban gallinas y se cultivaban algunos productos hortícolas, de acuerdo con lo ordenado por las autoridades en la visita que realizaban anualmente a los pueblos de indios. En esas visitas invariablemente se disponía que cada vivienda estuviera en buenas condiciones y que además de imágenes tuviera gallinas y barbacoas. 20 Debido al fuerte control de las autoridades sobre la producción comunal fue frecuente la queja de diferentes comunidades, exponiendo que con el exceso de trabajo impuesto por el encomendero, el fraile o corregidor, no les quedaba tiempo para hacer sus propias sementeras, y que las tenían casi abandonadas. 21 Producción comunal La explotación de las tierras de uso común se realizó en forma colectiva. La producción era tomada por dos sectores sociales: en primer

lugar, estaba establecido que de ahí se obtendria, el tributo en especie que cada comunidad debía entregar a su encomendero o a la Corona (supuestamente de acuerdo con las utasaciones" libradas por la Audiencia) y en segundo lugar también se favorecía con esa producción la Iglesia local, pues de ella dependían la manutención del fraile doctrinero, el pago de sus aranceles, la compra de imágenes y otros gastos más. Hay que destacar, una vez más, que las actividades productivas, y aún las extractivas, fueron organizadas de acuerdo con los intereses económicos de los invasores, los cuales se fundamentaron en la producción de frutos y artesanías autóctonos o en la extracción y recolección de algunos elementos de la fauna nativa como perlas, tinta de múrice, 104

miel y cera de abeja, pescado y otros. Tanto los frutos como las artesanías podían ser producidos o elaborados en la comunidad indígena y, ocasionalmente, en casa y propiedad del encomendero; otros eran recolectados en montañas y ríos. J. EL TRIBUTO ENCOMENDADO Y SU TASACION

La importancia de los productos autóctonos se evidencia en la tasación de la encomienda otorgada al conquistador Matías Palacios, la cual se refiere a las obligaciones tributarias designadas al pueblo de Ciruro, ubicado en Talamanca y compuesto por trescientos indios tributarios, y que dice así:

... mando a los dichos yndios que hagan al dicho su encomendero, en cada un año una sementera de maíz en la qua/ le siembren, cada doce yndios, una hq,nega de maíz: por manera que le han de sembrar todos trescientos yndios veynte y cinco hanegas de maíz, y lo beneficien, coxan y encierren en su casa del dicho su encomendero: y le den ciento y trece arrobas de henequén y doce botijas peruleras de myel, y nueve arrobas de cera, y trescientas mantas nuevas de tres varas de larga y dos de ancho, y seys arrobas de cabuya: y le hagan una sementera, en la qua/ se siembren un almud de frijoles, y lo beneficien, cojan y encierren en su casa del dicho encomendero en la dicha ciudad: y ansí mesmo le den cien cantaros y cien ollas y dos hanegas y tres almudes y tres almudes de sal: y seis yndios e dos yndias para leña, yerba y para que muelan pan y sirvan en su casa, por estos dos años sigientes: ... los cuales se mudarán cada semana o cada mes, como les pareciere. Y quando se ofreciere aver necesidad de reparar las casas de su encomendero de la dicha ciudad ... sean obligados a las hacer y las hagan por estas tasaciones. Y ansimismo le den pescado las quaresmas y días proyvidos de comer carne. No an de dar otra cosa ni se les a de llevar ni comutar de un tributo en otro. 2 2 Antes de analizar el contenido de esta tasación, es pertinente aclarar algunos puntos que contribuyen a la mayor comprensión del tema que venimos discutiendo. Por tasación entendemos la regulación determinada por la Audiencia, en cuanto a la clase y cantidad de tributo -en especie o en servicios personales- a que estaba obligado cada pueblo o parcialidad de indios encomendados, respecto de sus encomenderos. 105

En relación con Costa Rica, en los siglos XVI y XVII hubo tres tasaciones generales: una en 1590, por el Licenciado Velázquez Ramiro23, otra en 1611, por el Dr. Sánchez de Araque24, y la tercera en 1676, por el Dr. Benito de Novoa Salgado.25 Estas tasaciones fueron reguladas en forma comunal, en el sentido de que todo el pueblo asumía las obligaciones en ellas asignadas, tal como puede apreciarse en el texto que hemos incluido para ilustrar nuestro comentario. La tasación del pueblo de Ciruro ha sido muy cuestionada y desestimada como información documental por parecer poco lógica y realista. En este sentido es importante destacar que esta encomiendá y posiblemente su tasación original, seguían vigentes y estaban en poder de los sucesores de Palacio aún en 1613.26 Sin embargo, a pesar de las objeciones señaladas, los datos suministrados por la tasación de Ciruro son útiles desde dos puntos de vista. Primero porque evidencian la importancia económica que los productos autóctonos tenían para los encomenderos. Y segundo, porque esos productos constituyen un punto de arranque para abordar una explicación, cuantitativa y cualitativa, de los primeros procesos de explotación colonial. Por ejemplo, si con base en las cargas impuestas a los 300 tributarios calculamos las correspondientes a uno solo de ellos o a una cifra mínima, tendremos una idea más aproximada tanto acerca del papel económico que desempeñó la encomienda durante esa primera fase de acumulación de riqueza en Costa Rica, como de los efectos de esa explotación sobre la población nativa. Lógicamente, para darles mayor sentido a los datos de la tasación que venimos analizando, partimos del supuesto de que con las técnicas y condiciones de la época, para cultivar una manzana de maíz o de frijoles se requerían como simiente ocho cuartillos de maíz y cuatro de frijoles respectivamente. En el caso de la milpa, con un rendimiento aproximado de 520 cuartillos por manzana.27 En el marco de las consideraciones anteriores, estimamos que a cada indio tributario le correspondía labrar una milpa de una manzana. También tenía que entregar a su encomendero una manta de algodón de 3 x 2 varas, 9 1/2 libras de henequén, 1/2 libra de cabuya, 3/4 de libra de cera, un cuartillo de sal y una pieza de cerámica. Además, cada 25 tributarios tenían que recoger una botija de miel y debían cultivar un frijolar de una manzana. Cabe agregar que la producción de esas especies -tal como se establece en el texto de la tasación- incluía la siembra, el cuido, la recolección y el acarreo del producto hasta la vecindad del encomendero en Cartago. 106

Por otra parte, es notoria la poca importancia que se les daba a los servicios personales, los cuales en esa cédula representan solamente el 2,66º/o del total de los 300 indígenas encomendados. En el otro extremo podemos manejar estas cifras tomando en cuenta más o menos la mitad de las familias tributarias encomendadas. Estos cálculos se incluyen en el Cuadro 16, lo cual nos permitirá comprender, desde otro ángulo, la magnitud del despojo a que fueron sometidos los indígenas encomendados. CUADRO 16

CALCULO DEL TRIBUTO EN ESPECIE PRODUCIDO Y OTORGADO POR 15.000 TRIBUTARIOS Productos

Maíz Frijoles Henequén Mantas Cabuya Cera Miel Sal

Manzanas cultivadas por un tributario 1

Cantidad entregada por cada tributario

Manzanas cultivadas por 15.000 tributarios

Total de productos tributados por 1 5.000 familias

520 cuartillos

15.000 manzanas 500 manzanas

7 .800.000 cuartillos

335 varas cuadradas

9 1 /2 libras 1

1 /2 libra 3/4 libra 1 botella 1 cuartillo

1.425 quintales 15.000 piezas 75 quintales 112 1 /2 quintales 15.000 botellas 3.500 arrobas

FUENTE: Cita 22.

Estos cálculos han sido elaborados sobre la base de 15.000 tributarios, es decir poco más de la mitad de las 27.000 familias encomendadas por Perafán de Ribera. Por lo tanto podemos afirmar que las cifras del cuadro son bastante conservadoras, y que por ello nos acercan más a la realidad. Las significativas cantidades y tipos de productos exigidos a los indígenas, hablan por sí solos y reafirman nuestra posición en cuanto al fundamento económico de los productos nativos. En este sentido debemos resaltar que entre los productos extraídos, además del maíz, los frijoles, la miel y la sal, cuya utilización es obvia, los otros cuatro eran empleados en la construcción y reparación de naves, labor que se ejecutaba en los tres astilleros del Golfo de Nicoya. 2. LOS BIENES COM"UNALES Y LAS CAJAS DE CO.MUNIDAD

Teóricamente, las Cajas de Comunidad fueron creadas para allegar fondos y sufragar los gastos comunes de cada pueblo de indios. Estos incluían la construcción del cabildo, el costo de su mobiliario y la compra de instrumentos represivos como el sepo. No obstante, el gasto funda107

mental estaba relacionado con la Iglesia local y su culto, dado que las Cajas Comunales eran responsables del culto religioso, y de la compra de imágenes y de ornamentos, aden1ás de la manutención del fraile doctrinero. Los ingresos de las Cajas de Comunidad se obtenían, generalmente, de las labores agrícolas y artesanales realizadas en común. En otros pueblos, como Nicoya los ingresos se incrementaban con actividades ganaderas, especialmente con la venta de carne y de quesos entre la población nativa. La información documental del siglo XVI respecto de los bienes comunales es casi inexistente. La única fuente disponible se refiere a las Cajas de Comunidad de la provincia indígena de Garabito, y en ella se sugiere que las Cajas de Comunidad fueron institucionalizadas por el gobernador Diego de Artieda y Chirinos, a partir de 1587.28 En 1590, gobernador, alcaldes, caciques y principales del pueblo de Santa Catalina de Garabito demandaron ante Velázquez Ramiro, como Juez de Residencia, al Gobernador Artieda y Chirinos y al Alcalde Mayor de Esparza, a causa de los bienes que éstos tomaron de las Cajas de Comunidad. En el curso de la indagatoria, que se inició en octubre de 1590, los testigos declararon: ... la primera milpa de maíz de comunidad que se a hecho en esta provincia, a sido y fue aora hase tres años, en la cual se cojieron 200 hanegas de maiz. 29 Más adelante agregaban que en ese mismo año (1587) habían labrado una segunda milpa, de la que cosecharon 106 fanegas. Y que durante el año de 1588 habían cultivado dos milpas, de las cuales, la primera todavía en elote se la comieron los ratones, tal como había sucedido con las milpas de los españoles (refiriéndose a las mismas que ellos cultivaron para sus encomenderos). Añadían que la segunda milpa se había perdido por una tormenta general de vientos que hubo en toda la provincia. 30 Los testigos prosiguieron su declaración explicando que durante el año 1590, se había cultivado y cosechado la primera milpa, de la cual obtuvieron 7 5 fanegas, y que éstas las tenían en sus trojas con indios de guarda, de la misma manera en que lo hacían con las milpas de los encomenderos. 3 l Para finalizar su declaración (octubre de 1590) respecto de las actividades agrícolas realizadas para las Cajas de Comunidad, señalaron que ya tenían cultivada la segunda milpa de dos fanegas de sembradura, más una sementera de algodón de cuatro o cinco almudes de simiente. En el transcurso de esa sumaria información se estableció que Artieda y Chirinos (ya difunto) y el Alcalde de Esparza habían tomado 200 fanegas de maíz valoradas en 450 tostones, o sea 225 pesos.32 Las partes 108

demandadas se defendieron alegando que esa plata la habían invertido en la compra de diferentes artículos para la Iglesia y para el cabildo, de los cuales se hizo el siguiente inventario:33 Pesos 1 1 1 1

2 1

2 4 1 7 1

alba crucifijo hara imagen de Santa Catalina sillas casulla bancos petacas sepo (hechura) 1 /2 fanegas por ración de 4 semanas al fraile doctrinero candado

Reales

5

o o o

7

4

100 24

10 4 251 pesos

4 _Q

o

Puede observarse que los egresos económicos más altos de las Cajas de Comunidad, fueron los gastos del culto religioso. Nótese el elevado precio de la imagen de la patrona y de los ornamentos religiosos. Más profuso en detalles es el informe de las Cajas de Comunidad del pueblo de Nicoya, informe conocido a raíz de la investigación realizada en 1684 por el Juez Visitador. En el Cuadro 17 puede observarse que, los ingresos de la caja provenían especialmente del cultivo de maíz, y que esos ingresos eran apropiados en su totalidad por el fraile doctrinero y por los dos empleados del hato. El segundo rubro del ingreso era en dinero, el cual se obtenía de la venta de quesos, y se invertía en el pago de tres misas anuales, sueldos de los empleados del hato, correo, compra de huevos para el fraile, herramientas para el hato, un maestro de música que traían desde Masaya (Nicaragua), y las costas de las visitas. Un punto que llama la atención en esas cuentas de comunidad es que casi nunca quedaba saldo de maíz o de plata. Pareciera que las cuentas ofrecidas por los mayordomos de las Cajas de Comunidad no convencieron al Juez Visitador, por lo que dejó dispuesto que para incrementar los ingresos de las Cajas Comunales:

hicieran dos sementeras de mais (primera y postrera) cada año de una fanega de sembradura y una sementera de frijoles de media fanega de sembradura, los beneficien en común y hagan 109

obras de comunidad. Que pueden trabajar en haciendas de españoles vecinos, y todo el producto de sementeras y trabajo lo pongan en comunidad para gastos comunes. 3 4 CUADRO 17

BIENES COMUNALES DE NICOYA 1679-1683

Cargo

Maíz en cuartillos Descargo

2960 3520 6480

2800 ración fraile 2240 mozo del hato 5040

1680

1440 1280 2720

En 1680 sólo se produjeron 1280 cuartillos debido a la sequía, éstos junto con el saldo anterior fueron para el fraile doctrinero

1681

1520 2880 4400

2880 al fraile 1520 a soldados por emer4400 gencia con piratas

00

75=0 75=0

1682

1640 1600 3240

2400 al fraile 840 mozo hato 3240

00

105=0 105=0

1660 1700 3360

2560 al fraile 800 mayordomo 3360

00

120=0 120=0

Año

1680

Alcance

Cargo 88=0

+ 1440

00

Quesos en elata Descargo 12=0 en 3 misas 2 7 =0 huevos para el fraile y correo 35=0 mandador hato 74=0

14=0 Saldo 44=5 huevos para el fraile 46=4 y pago de misa 60=4 22=0 mandador hato 66=5 12=0 en 3 misas 24=0 soldados 32=0 otros 68=0

Alcance + 14=0

- 7=7

+ 7=0

3 1=6 derechos cuenta indios +24=0 13=6 mozo hato 12=6 3 misas 20=2 mandador hato 3=2 otros 81=2 24=0 mandador hato + 7=0 12=0 mozo hato 12=0 por 3 misas 00 14=0 huevos para el fraile 10=0 correo a Guatemala 6=0 correo a León 18=0 herramientas hato 12=0 maestro que vino desde Masaya a enseñar a tocar ahirimía, corneta y bajón

FUENTE: G., 114, 1684, fls. 1-24.

CONCLUSIONES: De acuerdo con los aspectos analizados en cuanto a las actividades productivas asignadas entre 1569 y 1611 a los pueblos de indios, concluimos en que la modalidad de trabajo y producción comunal constituyó el sector más dinámico de la comunidad indígena en particular, y de la economía colonial, en general, dado que esas actividades económicas comunales abastecían el tributo, en especie, para el encomendero y la corona, y la ración del fraile doctrinero, además de sufragar los gastos de la Iglesia local y de algunas necesidades comunales. 110

NOTAS CAPITULO IV 1.

A mediados del siglo XVI, la ciudad de Santiago de Guatemala, fundada en el Valle de Panchay en 1543, fue rodeada de 13 "barrios~' de indios. Lutz, Christopher, 1982, p. 94-101. 2. Femández, León, 1975, V. 7, p.· 73. 3. Op. Cit. V. 4, p. 126. 4. Op. Cit., p. 27. 5. Op. Cit., p. 28. 6. La desaparición de pueblos de indios~~ durante el siglo XVII se debió fundamentalmente a falta de pobladores. Por esta razón fueron suprimidos, entre 1697-1699, los pueblos de Orosí, Jucaragua, Auyaque y Chirripó. Cartago No. 094, 1697, fls. 44-45 y 943, 1699, fls. 48-60. 7. Ibarra, Eugenia, 1984, p. 37-40. 8. Op. Cit., p. 131. 9. Lutz, Christopher, 1982, p. 127-128. 10. Op. Cit., p. 129. 1 l. G., 008, 1590, fls. 5-11 V. 12. Op. Cit., f. 11. 13. Op. Cit., f. 42. 14. Castro, Norberto. Caciques de Costa Rica bajo la Monarquía Españolan. En Revista Ande, No. 49, 1974, p. 57. 15. Ots, José María, 1969, p. 206. 16. Hay que destacar el hecho de que históricamente las tierras comunales fueron el elemento fundamental en pueblos de indios, tanto para sus actividades económicas como para mantener su conciencia étnica. Sus luchas se orientaron a mantener la integridad de las tierras comunales y no por el acceso a éstas en forma individual. Bolaños, Margarita y Quirós, Claudia, 1984, p. 23-36. 17. Dieterich, Heinz, 1978, p. 198. 18. Durante el siglo XVI se institucionalizaron las tierras comunales en los pueblos de indios. Artieda y Chirinos lo que hizo fue. medir y asignar la legua correspondiente a cada reducción. Con el advenimiento de los Borbones se llevó a cabo la práctica de librar títulos de las tierras comunales que desde su fundación tenían en posesión los pueblos de indios. Bolaños, Margarita y Quirós, aaudia, 1984, p. 24. 19. Ots, José María, 1969, p. 245-246. 20. Cartago, 094, 1697, fls. 1-2 V. 44

44

111

21.

22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34.

112

Hay muchas fuentes respecto de este problema. Las más importantes pertenecen a la serie Guatemala, entre las que pueden citarse: Nos. 009, 1593, 20 fls.; 013, 1600, 13 fls.; 019, 1605, 69 fls.; 021, 1607, 5 fls.; 075, 1634, 23 fls.; 079, 1636, 2 fls.; 084, 1638, 4 fls.; 087, 1639, l f.; l 06, 1654, 5 fls. Femández, León, CDHCR, V. 11, 1882, p. 165. e.e., 5134, 1594, f. 2. G. 030, 1610, 6 fls.; G. 031, 1611, 41 fls. y C.C. 5118, 1611, 18 fls. Cartago, 046, 1675, fls. 1-19 V. Véase Femández, León, 1976, V. 4, p. 49-62. Femández, León, CDHCR, V. II, 1882, p. 154-167. Quirós, Claudia, 1976, capítulo III. G. 008, 1590, f. 2 V. Op. Cit., fls. 2 V. 3. Op. Cit., f. 3. Op. Cit., f. 3 V. Op. Cit., f. 59 V. Op. Cit., f. 40 V. G., 114, 1684, f. 23.

Capítulo V PUEBLOS DE INDIOS MECANISMOS DE EXPLOTACION Y SUS .CONSECUENCIAS

INTRODUCCION La conclusión fundamental del capítulo anterior fue que durante

los primeros 40 años de vida colonial, la fuente más importante de explotación estuvo constituida por el tributo en especie. Sin embargo, en el análisis general de ese capítulo, no abordamos el estudio de otro aspecto primordial e integrante del proceso de explotación colonial: los mecanismos utilizados por los invasores para explotar a los aborígenes. En este capítulo nos proponemos analizar los medios empleados por los grupos dominantes para asegurarse, a lo largo de la etapa de la encomienda, tanto de la mano de obra, como de los productos agrícolas y artesanales producidos y elaborados por los indígenas. Complementariamente estudiaremos, desde la perspectiva del indígena encomendado, las consecuencias de esa sobreexplotación.

A. CONCEPTO DE INDIO TRIBUTARIO Y LAS DISPOSICIONES LEGALES

Aunque conocemos la poca importancia práctica de la legislación indiana, especialmente cuando tenía que ver con el trato de los aborígenes, conviene reseñar algunas de las disposiciones que giraron en torno al concepto del indio tributario. Este concepto se derivó de la nueva condición jurídica del indígena que había sido subyugado, y por lo tanto 115

considerado vasallo libre de la Corona de Castilla y con la obligación de pagar tributo al Rey, o a los particulares a quienes aquél delegaba el compromiso de proteger a sus vasallos, tal como se estipulaba en las cédulas de encomienda.• Sin embargo, el concepto de tributario sufrió tres importantes modificaciones legales a lo largo del período que abarca nuestro trabajo. En primer lugar, hasta 1578 fue considerado como tributario, el indígena varón reducido y jefe de familia.2 No dudamos de que los repartos de encomiendas realizados en Costa Rica por Perafán de Ribera, se llevaron a cabo en el marco de esa definición jurídica de tributario. Lo cual nos da pie para argumentar que en la información en cuanto al número de aborígenes, suministrada en los autos de repartimiento de 1569, no se incluía a mujeres, varones solteros, ni a niños de ambos sexos. En junio del año mencionado se estableció para toda la jurisdicción del Virreinato de Nueva España, que era tributario todo indio reducido, hombre o mujer, que estuviera casado. Consecuentemente se introdujo la categoría de medio tributario para los yiudos de ambos sexos y se determinó la categoría de reservado para los caciques, principales, alcaldes, enfermos, minusválidos. o mayores de 50 años. 3 En 1638 se dispuso que a partir del año siguiente, todos los hombres y mujeres -sin importar el estado civil, pero-siempre que fueran mayores de 25 años- tendrían que tributar.4 Durante el resto del siglo XVII no hubo variaciones respecto de las disposiciones tributarias. Del concepto de tributario se derivan otras categorías, que en términos legales, establecían el destino fmal de los tributos extraídos: Tributario Real era el indígena encomendado a la Corona, y el que consecuentemente le correspondía tributar a la Real Hacienda. Tributario Encomendado era el indígena que integraba una encomienda otorgada a un encomendero particular. Tributario Vacante se denominaba al indígena perteneciente a una encomienda que había cumplido el ciclo de dos vidas en beneficio de su encomendero y un descendiente de éste. Tributario Embargado, era el indígena perteneciente a una encomienda cuyo encomendero no había confirmado la posesión de ésta ante la Audiencia.. Agregaremos dos conceptos más para caracterizar otras formas de trabajo forzado del indígena reducido. En primer lugar estaba el tributo naborio o laborío y en segundo lugar el de alquilón. El nombre de naboría fue tomado de un grupo especial de aborígenes sometidos, a los cuales nos referimos en el capítulo anterior cuando destacamos que el único asentamiento indígena de Costa Rica, con carácter urbano, fue el barrio que en 1590 fundó Velázquez Ramiro en 116

la periferia de Cartago, con el nombre de San Juan de Herrera, en el cual asentó a los naborías. 5 Es importante recordar que en todas las ciudades virreinales se establecieron barrios de naborías, y que sus vecinos indígenas mantuvieron una independencia aparente, en el sentido de que no fueron encomendados a la Corona ni a particulares. Pero en su condición de vasallos libres, les correspondía pagar un tributo anual, en efectivo, a las Cajas Reales. Ese tributo consistía en que cada tributario, hombre o mujer, debía pagar un peso de tributo, más cuatro reales para retribuir los servicios de un juez. Obviamente con el estímulo de no ser encomendados, los indígenas aceptaron integrar el barrio de San Juan, sin percatarse de que el objetivo de los colonos era reclutar mano de obra abundante y ubicada estratégicamente, para que tanto hombres como mujeres realizaran toda clase de trabajos, única forma de obtener el tributo que se les exigía en forma monetaria. Las fuentes documentales sobre Costa Rica no contienen información sobre el tema de los naborías. Sin embargo, con los manuscritos de la Real Hacienda hemos podido establecer que en la Gobernación de Costa Rica, la categoría de naborías abarcó a otras etnias. 6 Los datos sobre los ingresos reales, cuyas cuentas más antiguas se remontan al año de 1634, evidencian que existieron dos clases de tributarios naborías en la jurisdicción de Cartago. Primero el de los indígenas del barrio San Juan, quienes precisamente ese año cancelaron 63 pesos como tributo. 7 Segundo, otro grupo formado por negros y mulatos libres y las indias casadas con esclavos, que en 1634 se componía de cuatro varones y doce mujeres.8 En 1653, los oficiales de la Real Hacienda de León promulgaron un auto acerca de cómo debían tributar los naborías. Primero se estableció lo relacionado con los indios naborías, indicando que se hiciera cada año un padrón de indios(as), más los que estaban fuera del dominio paterno y los ... advenedissos de otras provincias que no tienen padron ni tasacion conosida donde deban tributar. 9 Los varones de 18 años y las mujeres de 16 ingresarían, a partir de ese decreto, a la categoría de tributarios, con las mismas disposiciones en lo que se refería a tributario entero y medio. El primero debía pagar cada año dos pesos y cuatro reales en dinero. De esta paga se excluyó a los varones de 55 años, a las mujeres de 50, a ciegos, tullidos y a los que padecían enfermedades incurables. 1o Se ordenó que si un indígena naborío casaba con india de otro pueblo, continuaba su condición de naborío, y si aquélla era tributaria de la Corona, automáticamente se convertía en tributaria naboría. 117

En segundo lugar se dieron a conocer las disposiciones en cuanto al tributo de mulatos(as), negros(as), y zambos(as) libres, que prácticamente eran las mismas señaladas para los indígenas.11 De acuerdo con informes de la Real Hacienda, esta segunda clase de tributarios naborí os permaneció vigente hasta que finalizó la década de 1660. Estimamos que esos negros y mulatos libres constituyeron el germen de los vecinos que fueron asentados, al fundarse la puebla de los pardos en 1676. 12 Otro aspecto importante respecto del tema de los naborías es que durante el año de 1634 también se recolectaron tributos naborías, de negros y mulatos libres, en la jurisdicción de Esparza, por un monto de 34 pesos.13 Esta extracción se prolongó hasta el año de 1640. Por ejemplo, en 1638 un negro libre forastero y dos indios chiras solteros pagaron tributo naboría en las Cajas Reales de Esparza.14 El segundo término utilizado para caracterizar la otra forma de explotación de la mano de obra indígena es el de alquilón. Aunque en la legislación oficial no existió una definición precisa para ese término, con base en los datos obtenidos de algunas fuentes documentales hemos establecido que alquilón era el indio reducido y encomendado que frecuentemente era alquilado por su encomendero a otro español para que realizara diver~os trabajos. El alquiler se efectuaba por medio de un contrato escrito, en el cual además del alquilón intervenían el encomendero, el alcalde ordinario y el escribano. En esa escritura protocolizada se indicaba que el indígena quería alquilarse por su propia voluntad, se definía la duración del trabajo y el monto por pagar, dinero que obviamente se embolsaba el encomendero.1 s A partir de 1615 se pretendió controlar ese abuso, para lo cual se decretó que todo alquiler de los naturales tenía que contar previamente con la aprobación del gobernador. Además se especificó que había dos tipos de alquilones: primero, los ordinarios, que se alquilaban a los vecinos de Cartago para que repararan y construyeran sus viviendas, Y que podían ser también utilizados en obras públicas y eclesiásticas; en segundo lugar los extraordinarios, que eran los indígenas alquilados a los vecinos de Cartago para que trabajaran en los cultivos de maíz Y labranzas de trigo que éstos tenían fuera de la ciudad. 16 En el marco de estas consideraciones legales en tomo al concepto de indio tributario, y con fines estrictamente de exposición, hemos caracterizado los mecanismos de explotación del indígena reducido en los dos grupos que a continuación analizaremos.

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B. MECANISMOS DE EXPLOTACION AUTORIZADOS POR LA

LEGISLACION INDIANA

Los mecanismos de explotación autorizados por la legislación indiana fueron aplicados por medio de dos vertientes del gobierno colonial: la eclesiástica y la civil. Entre los mecanismos de explotación aplicados por la Iglesia en beneficio de los encomenderos, hay que destacar la celebración del sacramento del bautismo, obviamente para satisfacer la pretensión de los españoles de asegurarse mano de obra indígena en forma directa y permanente. Con base en las fuentes documentales eclesiásticas que registraban la inscripción de los bautizos, hemos· logrado determinar diferentes categorías respecto a la condición civil y jurídica entre las castas. Señalaremos algunos casos para ilustrar nuestro comentario. Los hijos de indio tributario y de mulata o negra, esclava o libre, entraban a formar parte de la encomienda a que pertenecía su padre; los de indio naborío y mulata o de negra esclava o libre, serían ~aboríos; los de negro o mulato esclavo e india tributaria o naboría, serían negros o mulatos esclavos (en este caso se explotaba el vientre de la india como productora de esclavos); los de negro o mulato libre con india tributaria, serian indios tributarios; y los de negro o mulato libre con mulata naboría serían negros o mulatos naboríos. 17 Otro medio utilizado para reclutar mano de obra indígena, fue el padrinazgo en el mejor sentido de la palabra, el cual podía matizarse de diversas maneras. Frecuentemente encontramos en las fuentes documentales que los encomenderos marido y mujer, apadrinaban a los hijos de los indios de su servicio, especialmente si el bautizado era hijo de madre soltera, o aún mejor si era expósito.IS Otros mecanismos de explotación fueron canalizados por la Iglesia, pero en su propio beneficio. En principio hay que mencionar los costos tradicionales por concepto de matrimonios, entierros y bautizos, los cuales generalmente eran fijados por arancel. En el capítulo anterior explicamos cómo los pueblos de indios por medio de las Cajas de Comunidad asumieron una serie de compromisos económicos, particularmente la manutención, por encima de sus necesidades, del fraile doctrinero, lo cual se evidencia en la cuota anual de casi 3.000 cuartillos de maíz que se le debían entregar por concepto de ración. A lo anterior hay que sumar otras extracciones realizadas por el doctrinero, como el pago anual de tres misas extra, que éste oficiaba para celebrar el día del Santo Patrono del pueblo, además de la compra de huevos, gallinas, pescado, miel y manteca para su propio consumo. I9 119

Otra fuente importante de explotación la constituyeron las cofradías mdígenas y españolas, las cuales eran concebidas como obras pías fundamentales de la Iglesia colonial.20 Nos referiremos a la única cofradía indígena, fundada durante el siglo XVII para rendirle culto a la Señora de la Pura y Limpia Concepción. Esa hermandad se instauró en 167321 en el pueblo de Quircó, como filial de la cofradía matriz, lógicamente española, sita en la ciudad de Cartago y creada desde 1594.22 Los hermanos integrantes de esta filial podían ser tanto nativos de Quircó como de otros pueblos de indios. Con las limosnas y trabajo de los cofrades se financió la construcción de la ermita y de la sacristía, lo mismo que la compra de ornamentos, imágenes, joyas, mobiliario y especialmente una hacienda ganadera para dedicarla a la elaboración y venta de quesos. El fraile doctrinero era quien realmente mandaba en esta cofradía, puesto que él llevaba las cuentas,. presidía las reuniones para elegir a los oficiales indígenas que ocuparían los cargos de alcalde, priostes, diputados, mayordomos del hato, vaquero y ayudante, quienes, como buenos cristianos, adquirían el compromiso de trabajar al servicio de la patrona y procuraban el aumento de su hacienda para destinarla al culto divino.23 Parece que los hermanos de la cofradía de Quircó lo hicieron. muy bien, pues al año de su fundación el inventario detallaba 100 vacas paridas, 100 terneros, 24 terneras de año, 11 toretes, 6 novillos, 1 toro, 1 yunta de bueyes, 4 caballos, 8 yeguas paridas, 1 potranca, 1 potro, la quesera junto con sus bodegas, canoas y demás utensilios. 24 Estas cifras evidencian una actividad productiva fundamentada en la cría y desarrollo de ganado vacuno para la venta de machos en .pie y de carne (las hembras se dejaban para la producción de leche utilizada en la elaboración de queso). A estos ingresos se sumaba el producto de las limosnas recogidas todos los martes en los pueblos de indios comarcanos. Esta cofradía se aseguraba el peonaje por deudas, acudiendo al

expediente de fiar quesos a los cofrades indígenas. En 1676, entre 7 indios de Quircó, debían 28 pesos por dicho concepto y al año siguiente otro de los deudores tenía acumulada una cuenta de 33 pesos, por lo cual el doctrinero ordenó al mayordomo que el cofrade deudor ... se ponga en el hato por vaquero para que sirva en todo lo que es menester y desquente dicha deuda. 25 Cuando el vaquero o sus ayudantes eran tributarios, la cofradía asumía parte o la totalidad del tributo, puesto que el trabajo en la quesera era de todo el día. 26 Los gastos se relacionaban con la compra de sal y ornamentos y con fiestas patronales, las cuales incluían almuerzo del gobernador, pago 120

de misas cantadas, visita al hato para oficiar misas rezadas y bendecir el ganado. 27 En relación con las cofradías españolas, la mayoría de ellas con sede en Cartago, hay que subrayar que fueron otro instrumento en manos de los grupos dominantes para apropiarse del excedente y mano de obra indígenas. Una de las más importantes fue la de la Pura y Limpia Concepción, fundada en 1594 y cuya sede se encontraba en el convento de San Francisco de Cartago. 28 En esta cofradía, como en todas las demás, se admitían cofrades indios, negros y mulatos, siempre que pagaran una cuota de entrada. Esta apertura en cuanto a la admisión de hombres y mujeres no españoles era coherente con los intereses económicos de la institución, pues el indígena registrado como hermano (en libro aparte) era presa más fácil de la dominación ideológica y, consecuentemente, de la explotación, dado que a los cofrades indígenas les correspondía adornar las calles por donde a de andar la prosesion, festejarla y

solennisarla con el vayle, musica y danzas acostumbradas. 29 Por otro lado, los pueblos de indios productores o recolectores de cera le vendían importantes cantidades de ese producto a la cofradía. Por la libra de cera comprada a los indígenas pagaba un real, mientras que a los demás vendedores se les pagaba 1 1/2 real por la misma cantidad. 30 En 1635 varios pueblos de indios vendieron a la mencionada cofradía la cantidad de cera que se indica en el siguiente cuadro, 31 cera que suponemos era empleada en la elaboración de candelas para la venta pública. Peso

Valor

Parragua Paca ca Barva Tobosi Aserrí Tucurrique 1 indio de Aserrí

21 53 51 18 16 17 13

2 6 6 2 2 2 1

TOTAL

189 libras

libras libras libras libras libras libras libras

pesos pesos pesos pesos pesos pesos peso

23 pesos

5 5 3 2

reales reales reales reales

1 real 5 reales .5 reales 31

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La Cofradía de La Soledad, fundada en 1593, también permitió el

ingreso de hermanos indígenas, mediante la cancelación de una cuota de entrada que consistía en 2 pesos en dinero y 3 libras de cera.32 Esa cofradía tenía además indios e indias que servían en su hato, los cuales trabajaban por contrato anual. Por ejemplo, en 1602 laboraban en la hacienda de esta hermandad dos indios de Pacaca y tres de Barva, y un naborío que se desempeñaba como albañil. A cambio de estos servicios, la cofradía asumió el pago del tributo a que los indígenas estaban obligados. 33 También la Cofradía de La Veracruz, establecida desde 1588, contaba con cinco indígenas de Pacaca como trabajadores de su hato. 34 Igualmente la Cofradía del Santísimo tenía indios laborando en su hacienda, con la diferencia de que este trabajo era ejecutado por concertaje familiar, con un sueldo anual de 20 pesos, del cual se deducía el pago del tributo correspondiente. Los instrumentos y animales de trabajo que utilizaban estos indígenas se los vendía la misma cofradía. 35 Entre los n1iembros más importantes de esas hermandades estaban los diputados, a quienes les correspondía recoger limosnas un día por semana, en los pueblos· o barrios que les eran asignados. En la Cofradía de San Nicolás de Tolentino eran elegidos algunos indios como diputados, obviamente para facilitar e incrementar la recolecta de limosnas en los pueblos de indios. 36 Entre los mecanismos de explotación del indígena regulados por ley, existían los que se aplicaban por medios administrativos civiles, que incluían a todas las autoridades coloniales políticas, jurídicas, fiscales y por supuesto, al encomendero. Uno de esos mecanismos era la justa guerra, que en forma permanente y con cualquier pretexto declaraban las autoridades coloniales a las poblaciones aún no reducidas de Talamanca, para reubicarlas en otros asentamientos. También los indios capturados eran traídos hasta Cartago para repartirlos tanto entre los que habían participado en la campaña como entre los vecinos de la metrópoli, para que ejecutaran diversos trabajos.37 Los funcionarios administrativos, con el fin de apoyar a los encomenderos y argumentando que los indios encomendados se habían ido al monte, declaraban la entrada y saca, mecanismo que consistía en ir a recogerlos y redistribuirlos de nuevo. 38 Otro mecanismo de explotación es que a cada indio tributario se le impuso una contribución anual de un tostón ( 4 reales) para nombrarles abogados defensores en la Audiencia. 39 Lo significativo de este hecho no es el monto de la contribución, sino los argumentos formulados por las autoridades audienciales para tomar esa medida, quienes alegaban que era mejor no dejar que los indios condujeran sus propios pleitos,

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pues perdían mucho tiempo en perjuicio de sus cultivos y sementeras. Tradicionalmente, los problemas, demandas y autos correspondientes entre indígenas y otros sectores de la sociedad colonial, eran planteados e instruidos a nivel comunal, con los caciques y principales a la cabeza. (Recuérdese el caso de la comunidad de Garabito y sus demandas contra el gobernador y autoridades de Esparza, las cuales fueron planteadas y dirigidas por cuatro caciques y sus principales). 4 º Obviamente, este hecho podía ser el germen de una insurrección indígena o, en el mejor de los casos, esos enfrentamientos entre vencedores y vencidos podían contribuir a reforzar la conciencia étnica y comunal de los vencidos. De ahí que se relevara a los líderes indígenas de presentar y seguir querellas legales contra las autoridades locales o contra sus encomenderos. Otro ejemplo de explotación lo tenemos en las tasaciones, o sea las obligaciones de los tributarios con sus encomenderos, las cuales se fijaban en forma colectiva y por tiempo espaciado. De este modo, si fallecían algunos indígenas o se ausentaban de sus respectivos pueblos, la comunidad y los indios que quedaban asumían el pago del tributo establecido en la tasación. 4 I Cuando se presentaban crisis, fundamentalmente por la caída de la po.blación indígena, las autoridades superiores tomaban decisiones que evidentemente perjudicaban a los aborígenes, puesto que se recurría a todos los medios posibles para trasladar la solución de esa crisis a los hombros de la población indígena. Así tenemos que en 1635 el Visitador General de la Audiencia de Guatemala le comunicó al Presidente que:

por cuanto en las visitas y padrones consta haber gran número de yndios (hombres y mujeres), ellas de 12 años, ellos de 14 años a 26 años y más, de los cuales a titulo de vivir. en patria potestad no se quieren casar por no pagar tributo, ni acudir a los repartimientos y trabajos comunes que con sentimiento y agravio de los demas cargan continuamente sobre unos mismos. Y porque no habiendo los susodichos de elegir otro estado se pierde el aumento de sus pueblos. Y ellos acostumbrados a la vida suelta y vagamunda no adquieren bienes con que sustentarse, ni tienen tierras para labrar ni casa en que vivir, y carecen de la compañía y alibio que de tanta importancia les fuera para su regalo y conserbacion. Y que cuando tarde llegan a casarse no se tienen amor ni se guardan la lealtad y benevolencia que en el matrimonio se requiere, y asi no crian ni sustentan sus hijos y mugeres; antes los aborrecen y dejan ausentandose de sus pueblos para nunca bolber a ellos. Y aunque aun estos no 123

son los mayores inconbenientes, pues costa por esperiencia que mas de los daños de la ociosidad que siempre es ocacion de bicios y peligrosamente la mala yndinacion de los indios, los tales biben torpe y desonestamente y cometen muchos pecados y ofensas a Dios Nuestro Señor. Y como a su merced an informado religiosos y personas celosas de su onra y servicio, las mujeres de ordinario se asen preñar y por encubrirse y ebitar bergu,enza de los amanzebamientos y el castigo que les suele aser las justicias tobebidas con que abortar... 4 2 Este argumento fue formulado para subrayar que:

... los yndios que estan debajo del poderío paternal nunca an pagado tributo ni acudido a los servicios como los demas, de que resulta dejarse el casar muchos de edad de veynte y cinco años y treynta por gozar de libertad, acostumbrado en su ynfide/idad antes que llegasen a doze y que a bisto que esto es la· causa de que biban mal ... Encargamos a los religiosos que procuren aserias casar y para que cesen ofenzas a Dios Nuestro Señor y biban cristiana y politicamente y los que pasaren de veynte y cinco años sean obligados a tributar. 43 Agregaba que por ordenanzas reales se había acostumbrado que los huérfanos solteros pagaran tributo, y que las mujeres de catorce años y los hombres de dieciseis acudieran a los. repartimientos. Por todo lo expuesto se ordenó que a partir de 1639 todos los solteros, hombres y mujeres mayores de 25 años pagaran tributo, y que los solteros de 16 a 25 años se presentaran a los servicios públicos y fueran a los repartimientos de las labores. 44 Para finalizar este apartado es bueno recordar la existencia de los indios alquilones, los cuales en su mayoría eran vecinos de los pueblos comarcanos a Cartago como Cot, Quircó, Tobosi, Barva, Ujarraz, Currirabá y Pacaca. Generalmente se alquilaba al indígena varón, en compañía de su esposa. El dinero recibido por el alquiler cubría el valor del tributo, y quedaba un remanente siempre en favor del encomendero. 45

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C. MEDIOS DE EXPLOTACION NO REGULADOS POR EL DERECHO INDIANO

Los medios de explotación no regulados por el Derecho Indiano fueron los más rentables y, por lo tanto, los más utilizados por todos los sectores que participaron en la administración colonial, incluso por los encomenderos, dado que ellos ocuparon los mejores cargos del gobierno local. De la infinidad de casos que al respecto tenemos documentados, reseñaremos algunos extraídos de varios Juicios de Residencia y de documentos eclesiásticos relacionados con la Visita Canónica que debía cumplir el Obispo (o un comisionado) cada año, a todos los pueblos de su jurisdicción. Si tomamos en cuenta que los encomenderos, como tales, no estuvieron sujetos a Juicio de Residencia y que, por otra parte, la encomienda se caracterizó por las relaciones permanentes de dependencia personal, tenemos que convenir en que el abuso de los encomenderos con respecto a los indios de su encomienda fue mucho mayor que el cometido por los gobernadores y corregidores. Pero la explotación ilegal del indígena fue realizada tanto por las autoridades eclesiásticas como por las civiles. En el primer caso llevada a cabo por el fraile doctrinero, quien amparado en sus responsabilidades misionales, cometió toda clase de abusos en las comunidades indígenas que estaban a su cargo. En 1671, el cacique y los principales del pueblo de· Pacaca demandaron ante el Visitador a su doctrinero, por una serie de abusos que desde hacía diez años venía cometiendo en perjuicio de todo el pueblo. Entre los cargos formulados en su contra, uno se refería a que el fraile con el pretexto de que los muchachos asistieran a la doctrina, los tenía todo el día tejiendo petacas, petaquillas y petates. 4 6 Agregaban que el religioso acostumbraba enviar a los hombres adultos hasta la costa a teñir hilo, y el pueblo quedaba solo, sin hombres que trabajaran en las milpas, por lo cual todos pasaban grandes necesidades. 47 Por otro lado argumentaban que ellos cumplían sus obligaciones con el fraile, pues todos los domingos le daban, además de los 8 cuartillos de maíz, 5 gallinas, 4 reales de cacao y dos medios reales de carne. Los viernes le entregaban 2 1/2 reales de huevos, más cuatro libras de pescado; y para la cuaresma le llevaban todos los días 1 real de huevos y 2 libras de pescado y además 2 botijas de miel, 2 botijas de manteca. Añadían que ellos no acarreaban zacate para el doctrinero porque éste 125

no tenía mulas, pero que a cambio del zacate le daban cada semana 6 reales en géneros. 48 En otro documento sobre el mismo tema, los naturales de Currirabá y Aseni se. quejaron ante el Visitador contra su doctrinario por haber cometido éste varios delitos comunes y contra la fé, en perjuicio de ambos pueblos. Entre las infracciones del primer til>o se quejaban de que '.el padre los enviaba a trabajar a la fuerza a sus milpas y tabacales, sin pagarles ningún salario, y que en forma violenta sacaba a los indios y los enviaba a Cartago como alquilones. 4 9 Otro dato importante respecto de la conducta de este paw ~ es que gustaba de azotar a las mujeres en forma pública. De acuerdo con la sumaria información se estableció que el doctrinero había cometido graves faltas éontra la fe y contra la moral, al convivir públicamente con dos hermanas mulatas. 50 Pero lo más grave es que el abuso de los frailes doctrineros en los pueblos de indios era un mal generalizado en toda la gobernación. Prueba de ello es que el Visitador, al oomunicar los re.sultados de su visita a sus superiores, se dirigió con los siguientes términos: ... vivían los sacerdotes amancebados y obligaban a los indios a sembrarles milpas y a cons-

truirles casas para sus ba"anganas sin darles remuneración algu,na. 5 l Respecto de las cofradías indígenas y su aprovechamiento por. parte de los frailes,· merece destacarse que de acuerdo con la información documental que hemos recopilado y analizado, fue después de mediados del siglo XVII cuando se dio una proliferación de filiales de cofradías indígenas, cuya base económica era el ganado vacuno y lógicamente aprovechando sus tierras comunales. En este sentido hay que subrayar que la comunidad indígena no podía disponer de ese ganado, ya que todo pertenecía a la Cofradía con sede en Cartago o Esparza. Pero sí tenían que cuidar los bienes de ésta por lo cual dos mayordomos debían responder por el ganado. Entre las funciones de los mayordomos estaba la de pagar al doctrinero las misas que celebraba en homenaje al Santo Patrono de la Cofradía; hubo casos en que cuando los mayordomos no cancelaban las misas, el fraile los alquilaba pata que fueran a Cartago a trabajar y así descontar la deuda.s2 En otras ocasiones los curas vendían el ganado de las cofradías y se embolsaban el dinero. Este era uno de los cargos más corrientes contra los doctrineros; por ejemplo los .feligreses de Currirabá y .Aserri se quejaban ante el Visitador de que el padre cura había tomado 18 reses pertenecientes a las cofradías de la Soledad, la Concepción y del Santísimo Sacramento, sin que hubiera rendido cuentas a la comunidad. 53 · 126

La función administrativa civil, en todos sus niveles, hemos de subrayar que fue un instrumento más de explotación en manos de los burócratas coloniales, aún de las obras pías como los bienes y cajas comunales, dado que en éstas, además del fraile doctrinero tenían injerencia los gobernadores, los corregidores y otras autoridades. Así, en 1590 el Cabildo de Santa Catalina de Garabito puso una demanda contra el exgobemador Artieda y Chirinos y contra el alcalde de Esparza, porque éstos habían tomado 200 fanegas de maíz para venderlas en La Caldera, de lo cual nunca dieron cuenta a la comunidad. 54 Uno de los cargos formulados contra los exgobernadores Femando de la Cueva y Juan de Oconitrillo fue que éstos tomaban y retenían el dinero de las Cajas de Comunidad, sin devolver ni dar cuenta de esos fondos a los cabildos indígenas. 55 Algunas autoridades avecindadas en Santiago de Talamanca fueron acusadas de realizar intercambio comercial o rescate con los indígenas de la jurisdicción. Obviamente esta fue una relación comercial, con carácter desigual, pues a cambio de pita, cacao y telas de algodón, los españoles entregaban machetes, hierro para anzuelos o flechas y chaquiras valoradas éstas a 5 por 1 real. 56 U no de los cargos formulados con mayor vehemencia contra Anguciana de Gamboa y Artieda de Chirinos y, por supuesto, contra sus subalternos, fue que los vecinos españoles de Cartago y Esparza utilizaban a los indios como bestias de carga para que acarrearan productos hacia Suerre y a los puertos de Esparza. 57 Más recalcitrantes fueron las reclamaciones que en este sentido se lanzaron contra el gobernador de la Cueva. En los juicios sumarios se comprobó que éste obligaba a los indios, especialmente a los de los pueblos de la Corona, a extraer cabuya y zarzaparrilla para elaborar petacas y llevarle todo hasta Cartago. 58 Con el pretexto de que los vecinos de los pueblos de Barva, Currirabá y Aserrí se habían levantado, invocaba la entrada y saca para reclutar gente que viniera a trabajar a sus milpas 59, mientras obligaba a los indígenas de Quepo a que le elaboraran cinchas y jáquimas. 60 Por otro lado se denunció que el mismo Cueva, esta vez en la jurisdicción de Esparza, específicamente en el pueblo de Chome, construyó y puso a funcionar un obraje de añil, y que al mismo tiempo reclutaba naturales del interior para traerlos hasta Chome, donde ponía a los hombres a trabajar en el obraje y a las mujeres las repartía entre sus amigos avecindados en Esparza.61 El encargado del obraje era el Corregidor de la Provincia de Chome, Pedro García Carrasco, mestizo herrero, conquistador y encomendero, quien fue delatado porque tenía 127

a los indios del obraje como esclavos, los azotaba y maltrataba sin pagarles nada por el excesivo trabajo que realizaban, y porque debido a esto y al cambio de clima, habían muerto 12 indios de los que había sacado del interior (Valle Central). 62 También de esa misma región, posiblemente de Bagaces y Abangares, sacaba indios oficiales para llevarlos a trabajar al astillero denominado Juan Solano, en la construcción y reparación de fragatas. 63 Durante las gobernaciones del Adelantado y de Oconitrillo, continuaron los abusos para reclutar mano de obra. El gobernador Vázquez de Coronado permitió que el corregidor de Aserrí y Currirabá pusiera a las indias de estos pueblos a que le hicieran una labranza de maíz en sus propias tierras, pagándole a cada una con abalorios y cuentas de ámbar. 64 Mientras tanto, Oconitrillo sacaba por la fuerza a los indígenas de Currirabá, Barva, Aserrí y Tucurrique para que fueran hasta Suerre a reconstruir naves de sus amigos comerciantes. 65 Al mismo tiempo los hijos del Gobernador se iban al pueblo de Quepo, donde permanecían hasta cuatro meses durante los cuales ponían a los indígenas a hilar y tejer diversos artículos de pita y algodón, que luego se llevaban sin pagarles nada. 66 Cuando menos lo esperaban los indígenas, en cualquier pueblo -particularmente en los del Valle Central- se presentaban las autoridades y saqueaban los bienes de los indígenas. En una de esas oportunidades, el gobernador Oconitrillo acompañado por el encomendero Román Benito se presentó en el pueblo de Aserrí para levantar una sumaria información, dado que algunas familias tenían la costumbre de ingerir chicha en sus celebraciones; para pagar las costas de estos autos se llevaron gallinas, ollas, mantas nuevas, hachas y una patena de oro. 67 Desde 15 70 se había institucionalizado la participación de los indios de todos los pueblos cercanos a la capital, en las celebraciones de festividades religiosas, particularmente en las procesiones del Corpus Christi, en las cuales ellos tomaban parte con sus danzas y atuendos tradicionales. Lo insólito ocurrió cuando en una de esas procesiones en la que un grupo de indígenas participantes llevaba una cruz adornada con dos águilas y una patena de oro, el gobernador de la Cueva, sin ninguna explicación se abalanzó sobre ellos y les arrebató los objetos de oro para dejárselos. 68 Aparte esta clase de despojos, a los indígenas les correspondía asumir el trabajo de los preparativos para los festejos religiosos, como limpiar y adornar calles, construir altares y enramadas, arreglar, limpiar y encalar la Iglesia Mayor y otros, por lo que comprendemos su actitud al negarse a seguir participando en esas celebraciones. Y también comprendemos el problema que esta determinación de los indígenas significó 128

para las autoridades eclesiásticas, que encabezadas por Vicario y Comisario del Santo Oficio, Baltazar de Grafo, tuvieron que levantar una información en 1638 para que los naturales de los 15 pueblos continuaran participando en dichos festejos religiosos. 69 Resulta sorprendente que a fines del siglo XVII en la Provincia de Costa Rica se practicara la esclavitud indígena y que las autoridades la propiciaran. En los autos realizados con motivo del juicio de residencia de Femando de la Cueva y de Gonzalo Vázquez de Coronado, al elaborarse el inventario de las escrituras y demás instrumentos públicos rubricados por el escribano Gaspar de Chinchilla, uno de los expedientes inventariados es señalado como diligencias de los indios de la Tierra Adentro. 1 En un documento posterior pudimos constatar que el gobernador de V eragua, en complicidad con las autoridades de Talamanca, esclavizó a algunos indios terreve y quequesque y traficó con ellos. En carta enviada en enero de 1608 desde Talamanca al gobernador Oconitrillo, Alonso de Bonilla le decía que necesitaba refuerzos para proseguir la conquista y tomar posesiones de la tierra bajo su jurisdicción. Y, lavándose las manos por su complicidad con el gobernador de Veragua en el comercio con indios esclavos, decía que éste ... por aver llevado ocho piezas entre yndios e yndias, y el alcalde Diego de Sosa fue en su seguimiento, por volver estas piezas, asta la mar donde los alcanzo y le mando los sacase del barco y en esta razon se resistio y aunque apellido la bos del Rey, le pusiera los arcabuses al pecho. 11 En resumen, la verdadera riqueza de Costa Rica fue el indio, su persona, su mano de obra y sus bienes atesorados. Estimamos que el estudio del tema de la explotación colonial de los aborígenes tendrá mayor sentido cuando expliquemos, cuáles fueron las consecuencias de tanta expoliación..

º

·

D. CONSECUENCIAS DE LA SOBREEXPLOTACION DE LOS INDIGENAS REDUCIDOS La principal consecuencia de la sobreexplotación de los indígenas

costarricenses durante la etapa de la encomienda, fue la .disminución demográfica. Aunque no se ha establecido a ciencia cierta el nivel demográfico de nuestra población autóctona a la llegada de los europeos, ni siquiera el de la reducida y otorgada en encomienda, los- estudiosos de este campo han trabajado -aunque con ciertas reservas por considerarla irreal- con la cifra de 23. 8 7 5 tributarios que repartió Perafán de Ribera. 129

Para analizar el problema de las pérdidas demográficas hemos empleado los siguientes procedimientos; en primer lugar nos hemos cuestionado cuáles encomiendas fueron realmente apropiadas y explotadas por sus encomenderos. Después de un período de estudio y reflexión, hemos llegado a la conclusión de que los tributarios apropiados por medio de la encomienda constituyeron un 58.530/o de la cantidad asignada por Perafán de Ribera, y que hemos distribuido de la siguiente manera: EN LA JURISDICCION DE CARTAGO Valle Central Pacífico Central Quepo Vertiente Atlántica y Talamanca

8.225 1 .000 2.000 11 . 225

tributarios tributarios tributarios tributarios

EN LA JURISDICCION DE ESPARZA Pacífico Central Pacífico Seco TOTAL (valor aproximativo):

2.350 tributarios 400 tributarios 2. 750 tributarios 13.975 tributarios

Al manejar estas cifras debemos tener muy presente el significado jurídico del. concepto tributario, el cual, de acuerdo con los autos de repartimiento de encomienda, se refería al indio varón en el apogeo de su capacidad productiva, es decir, mayor de 25 años y generalmente responsable de una familia. Aunque los estudios han demostrado que en América Precolombina predominaban las formas comunales, para efectos puramente metodológicos los antropólogos han estimado que la familia nuclear estaba integrada por cinco miembros. 7 2 Si aplicamos este mecanismo a partir del número de 13.975 tributarios repartidos por Perafán de Ribera, tenemos que ese reparto comprendía un total de 69.875 aborígenes de ambos sexos y todas edades. Por otro lado, la información demográfica de que disponemos corresponde a la primera década del siglo XVII, y no nos permite establecer las variaciones ocurridas en los pueblos de indios, dado que los datos oficiales son muy generales y no precisan el sexo ni la edad. Así tenemos que en 1611, después, de concluir su visita a la gobernación de Costa Rica, el oidor Pedro Sánchez de Araque informó: ... visité y conté los ·pueblos de Vuestra Majestad y encomendados, y hallé en ellos 7. 708 personas de todas edades en que "entraron 540 infieles. 13 130

Sacando la diferencia tenemos que la población encomendada, fundamento de la estructura socioeconómica, se había reducido a 7.168 individuos; es decir, que en el término de 42 años los indios encomendados habían disminuido en un 89.74°/o. Este alarmante descenso de la población indígena fue ocasionado por el impacto de la conquista y por la convivencia forzosa del aborigen con el español. La brutal explotación a que fue sometido el indio tributario junto con su familia debilitó su organismo y los hizo presa fácil de las enfermedades que portaba el invasor. A lo anterior debemos agregar otro factor que contribuyó a la disminución del número de tributarios. Nos referimos al hecho de que muchos aborígenes, frente a la sobreexplotación de que eran objeto, decidieron refugiarse en las montañas de. Talamanca o de la Vertiente Norte. CONCLUSIONES

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Sin lugar a dudas llegamos a la conclusión de que el indio, como tributario, estuvo sometido a una diversidad de relaciones de explotación, que en lo fundamental iban orientadas a extraer productos autóctonos o a apropiarse de la mano de obra directa. La primera modalidad de explotación se mantuvo mientras persistió la integración de la comunidad indígena. Es decir, siempre que en los pueblos de indios hubiese suficiente mano de obra para producir los alimentos y artículos exigidos en forma creciente por todos los sectores del aparato colonial. Por otra parte, desde que se otorgaron las primeras encomiendas el indio fue obligado a trabajar ocasionalmente fuera de su comunidad, pues así lo establecía la tasación. Posteriormente los encomenderos y las autoridades optaron por alquilar los indios de sus encomiendas a otros españoles. En esta situación, el indio tributario se desligó de su comunidad y, al no poder participar en el proceso productivo en forma comunitaria, tuvo que cancelar su tributo en efectivo, lo cual condujo al peonaje y al debilitamiento de las comunidades indígenas. La dramática disminución de la población tributaria y la desinte~a­ ción de las comunidades, fueron los principales factores que desencadenaron los conflictos entre la Corona, la Iglesia y los encomenderos y colonos, por el reparto de la escasa población tributaria sobreviviente. En estas circunstancias se produjo el ingreso, en 1611, del Oidor Dr. Pedro Sánchez de Araque, quien durante ese año se trasladó a nuestro territorio para realizar la primer visita de que fueron objeto las autoridades de la Gobernación de Costa Rica. 131

En los capítulos subsiguientes explicaremos, primero, cuál fue el resultado de la explotación de los indígenas encomendados, desde la perspectiva de los encomenderos, y segundo, las modificaciones en cuanto a los medios de explotación de los indígenas, a partir de la visita de Sánchez de Araque, las cuales se basaron en la apropiación de los servicios personales. Para concluir este capítulo hemos reconstruido un cuadro sinóptico que contiene el resumen de los puntos fundamentales analizados .

. 132

CUADRO 18

LOS MECANISMOS DE APROPIACION DEL TRIBUTO EN ESPECIE Y DE LOS SERVICIOS PERSONALES Regulados Ejecutados por las autoridades administrativas civiles.

No regulados

1 . En beneficio de los encomenderos y de las autoridades locales:

1 . En beneficio de los encomenderos y de las autoridades locales:

a) Justa guerra. b) Entrada y saca. c) Contribuciones monetarias obligatorias. d) Medidas especiales para propiciar matrimonios. d) Alquiler de indios encomendados.

a) Extracción de plata y productos de las cajas comunales. b) Comercio o rescate (intercambio desigual). c) Reclutamiento de mano de obra forzosa. d) Saqueo. e) Peonaje. f) Esclavitud.

Ejecutados por 1 . En beneficio de los encola administración menderos: eclesiástica. a) Los registros de partidas de bautismo para determinar la condición jurídica de indios, negros y castas como esclavos o tributarios. b) El padrinazgo. 2. En beneficio de la Iglesia: a) Costos de los servicios tradicionales .como entierros, funeral, matrimonios, etc. b) Cajas de comunidad para mantener al fraile, sufragar el culto religioso y otros gastos del pueblo para la construcción del cabildo, de la cárcel, del convento y la ermita. c) Gastos extraordinarios o derramas con motivo de la visita de autoridades civiles y/ o eclesiásticas.

1 . En beneficio de la Iglesia: a) Extracción de plata y productos de las cajas comunales. b) Cofradías. c) Peonaje por deudas. d) Raciones excesivas. e) Abuso físico de las indias. f) Servicios personales fuera de la comunidad. g) Alquiler de indios.

133

NOTAS CAPITULO V 1.

2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 1O. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20.

134

Nótese que este concepto de que los indios sometidos eran vasallos libres de la Corona de Castilla, es argumentado reiteradamente en diversas disposiciones de la Corona. Con éstas se pretendía establecer y mantener en vigencia un hecho legal y por lo tanto abstracto, de que los reyes de España eran, en última instancia, los que tenían jurisdicción sobre los indígenas que habían aceptado el requerimiento. G. 084, 1638, f. 1 V. Op. Cit., fls. 1 V.-2. Op. Cit., f. 3 V. Femández León, 1975, V. 7, p. 73. G. 077, 1636, f. 2 V. Op. Cit., f. 7. Op. Cit., f. 26. Cartago, 039, 1653, f. l. Op. Cit., f. 1 V. Op. Cit., fls. 2 V.-3. A partir de 1676 los pardos libres fueron ubicados en el barrio que se denominó la Puebla de los Pardos. Fonseca Elizabeth, 1983, p. 169. G., 077, 1636, f. 6. Cartago, 019, 1637, f. 6-6 V. Protocolos Cartago, 1607, fls. 14-41 V. Cartago, 1131, 1615, fls. 2-2 V. A.C.M., S.S., Libros de Bautizos, T. 1 y 2. Loe. Cit. G. 008, 1590, 71 fls. y G. 114, 1684, 38 fls. Según una tesis.de Licenciatura en Historia recién presentada en la U.C.R., sus autores definen la Cofradía como 44 Una institución económica administrada por el grupo dominante que permite bienes y prestigio social por medio de una asociación religiosa con diversas formas de apropiación de la producción de excedentes y del trabajo''. Ligia Carvajal y Guillermo Arroyo. uLa Cofradía en el Valle Central: Principal obra pía en la colonia". Tesis, 1985, U.C.R., p. 74. A lo anterior nosotros agregamos que las cofradías fueron instituciones en manos de españoles, que los encomenderos fueron los primeros en fundarlas desde el siglo XVI,, especial-

21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37.

38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 4 7. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55.

56. 57. 58. 59. 60. 61.

mente las de La Vera Cruz, el Santísimo Sacramento, La Soledad, la Pura y Limpia Concepción, fundadas por encomenderos en 1588, 1593, 1595 y 1594 respectivamente. A.C.M., S.P.A. 1:2, 1:3, 2: 1, 3:3, 4:2. La única cofradía indígena que se fundó durante este período fue la de la Pura y Limpia Concepción de Quircot; a finales del siglo XVII, proliferaron las filiales de Cofradías en los pueblos de indios, cuyo sustento económico fundamental era la ganadería vacuna. (Loe. cit.). A.C.M., S.P.A., 1:1, 1677, f. 1 y 1:2, 1594, f. 1-1 V. Op. Cit., f. 2 V. Loe. Cit. A.C.M., S.P.A., 1:2, 1594, f. 6. Op. Cit., f. 2-2 V. Cita 21. A.C.M., S.P.A., 1:2, 1594, 6 V. Op. Cit., f. 1 V. A.C.M., S.P.A., 4:1, 1677, f. 8. Op. Cit., fls. 8-8 V. Loe. cit. A.C.M., S.P.A., 3:1, 1627, fls. 2 V. A.C.M., S.P.A., 3:3, 1670, fls. 45 V.-50. A.C.M., S.P.A., 2: 1, 1675, fls. 13. A.C.M., S.P.A., 4:2, 1678, f. 8-9 V. A.C.M., S.P.A., 4:3, 1641, 8-8 V. A partir de la "visita~~ realizada por el Oidor Pedro Sánchez de Araque en 1611, se inició en forma permanente la ''justa guerra" en la región de Talamanca y Quepo, con el propósito de obtener mano de obra. Desde 1613 se estableció una guarnición en Chirripó para controlar a los indígenas de Tierra Adentro y acosar a los de Talamanca. Fernández León, 1976, V. 7, p. 74-138. Los autos ejecutados en 1640 por el gobernador Gregorio de Sandoval respecto del descubrimiento de los indios votos y de los ríos Cutris y Joris, no son otra cosa que el pretexto para aplicar la "entrada y saca". Fernández León, 1976, V. 4, p. 153-190. Cartago, 1078, 1638, fls. 120-212. G. 008, 1590, f. 5-11 V. Cartago, 046, 1675, fls. 1-19 V. G. 084, 1638, fls. 1-1 V. Op. Cit., f. 2. Op. Cit., f. 3. Protocolos Cartago, 801, 1607, fls. 5-17-48-52. Documento sin clasificar depositado en el Archivo de la Catedral de León, que corresponde al año de 1671 y consta de 1O folios. Multigrafiado en poder de la autora. Op. Cit., f. 4. Op. Cit., fls. 5 V.-6. Quirós, Claudia, 1986, p. 8. Op. Cit., p. 7. Blanco, Ricardo, 1967, p. 174. Quirós, Claudia, 1986, p. 11. Cita 50. G. 008, 1590, fls. 1-5 V. G. 011, 1593, f. 96 y G. 027, 1610, f. 93 V. Respecto a los bienes comunales vale la pena reseñar que en los autos creados con motivo de una demanda de los indígenas de Nicoya contra su Alcalde Mayor, por mala administración de los bienes comunales, logramos establecer que, por lo menos en el Corregimiento de Nicoya, el maíz producido en la ''milpa de comunidad" era distribuido entre los caciques, el "Juez de Milpas y el sacristán, G.", 075, 1634, f. 10. G. 022, 1607, f. 150 V. y C.C. 3581, 1611, f. 3V. G., 009, 1593, f. 3. G., 011, 1593, f. 97. Op. Cit., fls. 121-135. Op. Cit., f. 146. Op. Cit., f. 154-154 V.

135

62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71 72.

73.

136

Op. Cit., f. 244 V. Op. Cit., f. 278 V. G., 015, 1594-1610, f. 10. e.e., 3581, 1611, f. 47. G., 022, 1607, f. 83 Op. Cit., f. 59. G., 011, 1593, f. i45 V. Fernández León, CDHCR. V. 11, 1883, p. 278-287. G., 015, 1600, f. 15. G., 024, 1608, f. 328 V. Tomamos esta relación de 1:5 lógicamente como hipótesis de trabajo; la que es utilizada pi,, Gibson en su estudio sobre la población de Tlaxlaca durante todo el siglo XVL Gibson, Charle , 1967, p. 139. Algunos autores usan otras relaciones según el área y el período. de estudio. P ,r ejemplo Borah y Cook emplean la relación 1:3.3 para calcular la población de México central a,_ mediados del siglo XVI. Sibaja, Luis Femando, 1982. Nota 79 en la página 47. Femández, León. 1976, p. 136 V.7, p.82. Tuvimos la suerte de ubicar en el Archivo General de Indias, el manuscrito original e inédito, rubricado por el escribano Alonso de Rojas, que contiene los autos de la Visita General a Costa Rica, realizada a partir del 20 de abril de 1611. Se enumeran los pueblos de la jurisdicción de Cartago. Turrialba, Atirro, Teoiíque, Chirripó, Güiziri, Parragua, Cucurrique, Corroci, Ujarraz, Orosi, Güicazi, Cot, Quircot, Tobosi, Curridabá, Aserrí, Pacaca y Barva, con un total de 5628 personas. Los pueblos de Auyaque y Ameas, con 1060 indígenas? de los cuales 540 son infieles. Agrega que la provincia de Quepos tiene 1020 vecinos, mientras que los de Boruca se calculan en 300. Respecto a la jurisdicción de Esparza, menciona los pueblos de Garavito, Catapas, Chomes y Abangares, con un total de 571 personas. Destaca la cifra de 28490 indígenas para la provincia de Nicaragua y Nicoya. De acuerdo con estos datos, en 1611 Costa Rica contaba con un total de 8579 aborígenes de ambos sexos y todas edades. Archivo. General de Indias, Indiferente General. 2978, 1611-1612, fls. 1-18 V. La autora está preparando un trabajo sobre este documento.

Capítulo VI TRIBUTO EN ESPECIE, COMERCIO, PRODUCCION Y SECTORES DOMINANTES 1569-1611

INTRODUCCION

En los dos capítulos precedentes destacamos la relevancia que tuvo el tributo en especie durante las cuatro primeras décadas del proceso colonial costarricense. También analizamos las consecuencias que ese tipo de explotación tuvo para el indio encomendado. Con el objetivo de completar nuestro enfoque, en este capítulo nos proponemos explicar el resultado económico y social que esa primera fase de explotación colonial tuvo para los sectores dominantes de la sociedad hispana en Costa Rica.

A. LA SOCIEDAD DOMINANTE

Entre las huestes invasoras del territorio costarricense había dos grupos: el primero estaba integrado por los líderes conquistadores, especialmente por los alcaldes mayores y los gobernantes, sus familiares y paniaguados. Algunos eran descendientes de poderosas familias avecindadas en Santiago de Guatemala, Granada, León y San Salvador. Además, todos eran portadores de una amplia experiencia adquirida en el desempeño de importantes y diversas funciones dentro del aparato colonial (incluso había encomenderos, como en el caso de los Vázquez de Coronado). 139

Sin duda alguna, en el desempeño de esas actividades los futuros lideres de la ocupación de Costa Rica acumularon importantes cantidades de riquezas que invirtieron o prometieron invertir en la conquista del territorio costarricense. Así tenemos que el padre Estrada Rávago aportó 7.000 pesos y Vázquez de Coronado, según sus propias palabras, gastó 20.000 pesos 1; Perafán de Ribera introdujo 500 cabezas de ganado vacuno, caballar y mular, que trajo desde Choluteca para distribuir entre los vecinos de Aranjuez. 2 Alonso Anguciana de Gamboa, al solicitar que se le otorgara el cargo de gobernador de Costa Rica ofreció invertir la suma de 31.000 pesos en barcos, ganado, fraguas y esclavos. 3 Con respecto a este importante grupo de lideres conquistadores debemos destacar que la mayoría de ellos, por diversas circunstancias, no se arraigó en nuestro territorio. De los cuatro gobernadores conquistadores del siglo XVI, tres optaron por retirarse prematuramente: Juan de Cavallón, Alonso Anguciana de Gamboa y Perafán de Ribera. Vázquez de Coronado desapareció trágicamente y años después su hijo vino a reclamar el adelantazgo. El segundo grupo, que era la mayoría, estaba constituido por jóvenes criollos pobres, quienes se habían enrolado en la conquista de Costa Rica como una alternativa económica para ascender hacia posiciones superiores, o sea para pasar de conquistadores a pobladores, a funcionarios de la Corona y a terratenientes y encomenderos. De aquí se deriva el hecho fundamental de que fue dentro del marco geográfico, político y social de nuestra juri.sdicción, donde se constituyeron y reprodujeron los diferentes sectores de la sociedad hispana colonial costarricense. Pero en esencia, al conquistador lo que le interesaba era afianzarse en posiciones políticas intermedias, para consolidar su hegemonía como encomendero y para poder explotar a los indígenas sin ninguna limitación. Esta es la segunda perspectiva desde la cual debemos analizar el significado económico de la encomienda, cuyo aporte fundamental durante este período ( 1569-1611) fue el tributo en especie. Este, como ya lo analizamos, fue apropiado de diversas maneras por los sectores dominantes de la sociedad hispana. En este proceso de apropiación del tributo en especie, se articularon las actividades económicas, políticas y jurídicas de la provincia, dado que si bien es cierto las actividades económicas y sociales se polarizaron en dos regiones distintas, en la práctica se complementaron. El primer polo dinámico lo constituyó el Valle Central, particularmente el sector Oriental, en el cual estuvo ubicada la capital como sede política administrativa, jurídica, fiscal y eclesiástica. Además, éste fue el punto de concentración de la población española y de los pueblos de 140

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indios, entre los cuales podemos citar los de Tobosí, Istarú, Ujarraz, Orosí, Guiciri, Tucurrique, Turrialba y Atirro, y en la banda occidental los pueblos de Currirabá, Barva, Pacaca y Aserri. Como puede deducirse, esta importante concentración de pueblos de indios, además de la calidad, cantidad y ubicación de sus tierras comunales, las crecientes exigencias de los encomenderos, y la represión del aparato colonial, obligaron al indígena a generar una producción agrícola y artesanal excendentaria. De ésta se apropiaban los sectores improductivos, especialmente los encomenderos, quienes después de satisfacer sus necesidades básicas, disponían de un importante remanente. Ese excedente del tributo en especie tenía que comercializarse fuera del Valle Central, porque en éste no había demanda para tales productos, dadas la abundante producción y la escasa población española que, por lo demás, en su mayoría estaba formada por encomenderos. Esta situación dio lugar al surgimiento de una actividad económica fundamentada en la comercialización del tributo en especie y condujo a que el comercio se consolidara como la fuerza motriz de la economía colonial. Sin pretender desestimar la importancia que para los indígenas tuvieron los caminos construidos por ellos desde época antigua, hemos de puntualizar que por lo menos hasta finales del siglo XVI no fue posible la comunicación entre Cartago y Suerre u otros puntos del litoral, para movilizar hacia la costa atlántica los productos autóctonos extraídos por el encomendero y demás sectores de la élite colonial. Era en la región del Pacífico donde, por sus condiciones naturales, se podía realizar la actividad comercial. Recuérdese que desde 1513 sus costas fueron reconocidas por expediciones que partieron desde Panamá, para dirigirse hacia el noroeste, y que a partir de 1561 se estableció una ruta de acceso hacia el Valle Central, cuyos puntos de penetración fueron los puertos de Chome y Landecho, vinculándose el interior de Costa Rica con Nicoya y Nicaragua, tanto por mar como por tierra. En 1566 la Monarquía organizó el sistema de flotas, estableció el istmo de Panamá como eje central del sistema de galeones y consolidó la relevancia de éste como encrucijada comercial. 4 Esto despertó las esperanzas de los encomenderos comerciantes avecindados en la región, por lo que Perafán de Ribera trasladó la ciudad de Cartago hacia la región occidental, y habilitó toda la vertiente del Océano Pacífico con el asentamiento de dos ciudades: la ciudad de Aranjuez y su puerto anexo La Ribera, en el Pacífico Norte, y la ciudad del Nombre de Jesús con sus dos puertos: Coronado en el Golfo de Osa y el otro en la vega del rio Térraba. Esta segunda ciudad tuvo corta duración; no así la de Aranjuez, que posteriormente fue reubicada con el nombre del Espíritu 141

Santo y habilitada con puertos fluviales y marítimos naturales, particularmente con el de La Caldera, fundado por Artieda en 1577.5 La importancia de la costa oriental del Golfo de Nicoya como polo dinámico estribó en que era un punto estratégico para el comercio por la abundancia de radas y puertos naturales. También se caracterizó por el escaso número de vecinos españoles, pues la mayoría eran moradores6, y por el número reducido de asentamientos indígenas (Garabito, Abazara, Chucasque, A vancarí, Bagací, Gotane y Cocara). Todos, salvo el pueblo de Chame, que fue tributario de la Corona, habían sido encomendados a particulares. La jurisdicción política de Esparza, como ya lo hemos destacado, a partir de la faja costera abarcaba el territorio comprendido entre los ríos Grande de Tárcoles y el Tempisque. De ahí nuestra afirmación de que Esparza era una región propicia para el comercio exterior. Además contaba con las condiciones naturales para la actividad ganadera, tales como clima, abundancia de tierras, vegetación natural, ríos y nacientes. Esas condiciones determinaron que fuera en el Pacífico Seco, específicamente en la banda oriental del Golfo de Nicoya, jurisdicción de Aranjuez, donde se originara la primera actividad económica colonial de Costa Rica con fines comerciales: la ganadería. En este sentido nos referimos a la ganadería en general, y en particular a la cría, desarrollo y amanse de mulas. De este modo, y tal como lo señalamos en un párrafo anterior, se consolidaron ambos polos dinámicos con sus propias características, pero complementados entre sí para constituirse en el marco geográfico, político, jurídico y económico donde se originó y desarrolló la base material sobre la cual emergió la sociedad costarricense. Ante la imposibilidad de cuantificar las actividades comerciales y ganaderas durante el período que venimos analizando, optamos por describirlas en forma cronológica, destacando los aspectos fundamentales que coadyuvaron a su consolidación. B. GANADERIA: PRIMER CICLO ECONOMICO COLONIAL

Hemos destacado que el primer ciclo productivo colonial de nuestra gobernación fue la ganadería, particularmente la cria, desarrollo y doma de mulas, con fines comerciales. Además señalamos que este ciclo fue posible, merced a dos particularidades: primero a las condiciones naturales ·óptimas para la ganadería y segundo a la ubicación geográfica favorable para el comercio exterior, especialmente el marítimo. 142

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Como ya lo señalamos, Perafán de Ribera, después de fundar y poblar la ciudad de Aranjuez, procedió a repartir entre los vecinos de esa nueva jurisdicción, 400 cabezas de ganado vacuno, caballar y mular7, lo cual sin duda constituyó el origen de la ganadería como actividad económica fundamental a lo largo del desarrollo histórico costarricense. Obviamente, esa actividad fue iniciada y monopolizada por los conquistadores-pobladores-encomenderos avecindados en Aranjuez y posteriormente en Esparza. Lo que deseamos es recalcar que la ganadería como actividad productiva, por lo menos en su etapa inicial, requería el apoyo político y socioeconómico de un asentamiento español. Por esta razón fue que el origen de la ganadería en la Alcaldía Mayor de Nicoya revistió otras características, ya que en ésta no existían pobladores españoles que promovieran esa actividad. Dado que la estructura administrativa del corregimiento de Nicoya se fundamentó en la existencia permanente de siete pueblos de indios, la ganadería -especialmente la vacuna- fue introducida desde fines del siglo XVI por medio de las cofradías indígenas, lógicamente controladas por los frailes doctrineros. s El avance de la ganadería en Costa Rica durante el siglo XVI se evidencia en la descripción que en 1572 realizó el padre Estrada Rávago acerca de la provincia, en la que destacaba que por las condiciones naturales ahí se criaba el ganado mejor que en parte alguna, y agregaba que por esa razón en Costa Rica se comía la mejor carne del mundo. 9 Dos años después, cuando se realizaron los autos criminales para trasladar la ciudad de Aranjuez al nuevo asentamiento de Esparza, uno de los perjudicados, el conquistador-poblador-encomendero Francisco de Fonseca, declaró que si ese traslado se hacía efectivo, las casas, ganados y haciendas de los vecinos quedarían perdidos•º. Por su parte elencomendero Juan Barboza argumentaba que:

... de llevar a la dicha cibdad del Espíritu Santo nuestras haciendas y ganados es y será en gran pérdida y disminución de todo ello, porque el ganado no se ha de poder, ni somos poderosos, por el ruin servicio y recaudo que todos tenemos, a sacallo de la querencia. Que en ella y por el camino se ha de quedar lo más dello, y que si .entrase todo en el valle de Coyoche y cibdad del Espíritu Santo, no hay pastos ni abrevaderos para allí sustentarse .. . demás del gran daño y molestia que los naturales de aquella provincia y nuestras encomiendas recibirán con las vacas, puercos y caballos en sus milpas. 11 144

Si analizamos el total de las declaraciones de los vecinos, encontramos que todos argumentaban el problema de trasladar sus haciendas y ganados a otra región, lo que evidencia la adaptación del ganado a la zona y, consecuentemente, el incremento del hato, no sólo de ganado vacuno, caballar y mular, sino que también de ganado menor como el porcino. Las autoridades posteriores continuaron con ese interés por el aumento de la actividad ganadera. Así tenemos que Alonso Anguciana de Gamboa, cuando fue nombrado gobernador interino, le envió una misiva al presidente de la Audiencia, en la que le indicaba que si confirmaba su título, él se comprometía a introducir 2.000 cabezas de ganado vacuno, más 500 yeguas y caballos.12 En las capitulaciones de Diego de Artieda y Chirinos, rubricadas en 1773, éste se obligó a traer 1.000 vacas, 100 caballos y yeguas. Artieda tomó posesión de su cargo en 1577 y tres años después se dirigió a sus superiores para comunicarles lo siguiente: Tengo metidas dos mil vacas y compradas novecientas Pn Granada, y en León tresientas yegu,as. En

Costa Rica tresientas yeguas y caballos. 13 De acuerdo con lo expresado por los entendidos en la materia, se estima que aún una cantidad menor de ganado (dígase una tercera parte de lo ofrecido), era suficiente para iniciar el desarrollo de la ganadería en el Pacífico Seco, a partir de la sétima década del siglo XVI, lógicamente dentro de las condiciones naturales preexistentes en la región y de acuerdo con las caracteristicas del ganado criollo introducido por los españoles.14

C. EL COMERCIO, FUNDAMENTO DE LA ECONOMIA Para abordar el problema del comercio en Costa Rica durante el siglo XVI y la primera década del siglo XVII, hemos tomado como base el área del litoral Pacífico comprendida entre el puerto de Realejo y el Golfo de Nicoya. Este enfoque regional, junto con el aporte de investigaciones realizadas particularmente sobre Nicoyais, han permitido que ampliemos sustancialmente el ámbito de nuestro análisis, articulando el incipiente comercio de Costa Rica al contexto de la expresada región. En primer lugar hay que destacar que desde la década de 1530 y gracias al tráfico de esclavos indígenasI6, esa región se integró y consolidó como una zona propicia para las actividades comerciales, tanto para el tránsito marítimo en sí (por la abundancia de bahías, golfos, ensenadas y fundamentalmente embarcaderos naturales), como por la riqueza del 145

litoral en cuanto a materiales indispensables para la actividad astillera. Entre esos recursos hay que mencionar la brea (de Segovia), las maderas preciosas, el algodón para tejer mantas y con éstas hacer velas para las naves, el henequén, la pita, la cabuya y otras fibras para elaborar cuerdas y aparejos. Dadas estas condiciones, los puertos de la región, especialmente el de Realejo, se convirtieron en importantes centros astillerosl7, y se creó un eficaz mercado para los productos mencionados, los cuales eran producidos y elaborados por los indígenas de la misma región. Es posible que las naves que llegaban a esos puertos a carenar y a enjarciar, propiciaran la creación de un mercado complementario para abastecer a sus tripulaciones de productos como maíz, perlas, tinta de múrice y añil, frijoles, miel y sal, así como de objetos de cerámica para el acarreo de agua, lo cual fue factible gracias a la abundancia que de ellos había en la región, incluso en la Alcaldía Mayor de Nicoya. Nuestra aseveración puede confirmarse con la tasación que en 1548 fue regulada para los pueblos de la región de Nicoya, en la cual se tasaron 600 tributarios de Nicoya y 60 de Chira, con los siguientes productos:

45 fanegas de maíz 300 cántaros de miel 600 mantas 1 50 ovillos de hilo de algodón 750 pares de alpargatas 30 cargas de sal

1 5 fanegas de frijoles 13 quintales de cera 15 hamacas 300 gallinas 50 tinajas 1000 piezas, todas de cerámica, obviamente con fines utilitarios. 18

Aunque a partir de 1550 dejó de tener importancia el comercio de esclavos indígenas, las actividades económicas citadas no desmerecieron, sino que más bien fueron incentivadas a raíz de la apertura del comercio con el Extremo Oriente, el cual se realizó a través del galeón de Manila. Durante este período de expansión comercial por el Pacífico, en los astilleros de Realejo, se construyeron buques de gran calado para la navegación por Acapulco y las Filipinas. I 9 146

Centrando nuestro interés en el área del Golfo de Nicoya, destacaremos que durante el siglo XVl existieron ahí por lo menos tres astilleros: el de Nandayure, en la jurisdicción de Nicoya, y el de Juan Solano y el del río La Barranca, en la jurisdicción de Esparza.20 Un manuscrito de la época nos ha suministrado datos suficientes para intentar una explicación acerca de las actividades de esos astilleros, específicamente en el de Nandayure, en el cu~ se laboraba tanto en la reparación como en la construcción de embarcaciones. Esta actividad se basaba en la fabricación de fragatas, las cuales eran buques con una quilla de más de 25 varas confeccionada generalmente de una sola pieza de madera de cedro o pochote, maderas entonces abundantes en el Pacífico Norte. La característica fundamental de las fragatas eran ~us tres palos o mástiles, en los que se ocupaban grandes cantidades de mantas para velas y jarcias de pita, cabuya y cera. La construcción de esas naves fue. y es en el presente, una labor manual altamente. calificada. El documento mencionado se refiere al español Juan Martín Montalvo, nativo de Triana (barrio de Sevilla situado en el sur de Sevilla en las márgenes del río Guadalquivir y de gran tradición en astilleros), maestro y carpintero de ribera, vecino del Callao (Perú) y morador en Nandayure. 21

En escritura mancomunada con el almirante Juan de la Plaza, administrador general de las armadas reales de la mar del Sur, para facilitar el trajín entre Nicoya y Panamá, ambos se comprometieron a construir tres fragatas en el astillero de Nandayure, las cuales debían contar con cubierta, alcázar y castillo. 22 A la fecha de la apertura de la mortual, de las tres naves por construir, la Santa Bárbara estaba casi terminada, y las otras dos -denominadas San Diego y San Onofre- se encontraban recién iniciadas. Es interesante destacar que en estas labores habían participado tres esclavos de Montalvo, como aserradores y hacheros, y una esclava como cocinera. Ocasionalmente fueron empleados indígenas de Chira, Nicoya y Diriá. Respecto a los bienes inventariados, aparecen 30 vacas grandes y 70 terneras, 8 yuntas de bueyes con dos carretas para acarrear madera, lo que revela la importancia de la ganadería vacuna en la Alcaldía Mayor de Nicoya. Este listado de bienes se complementó con el asiento de mercancías nuevas y de otros valores que el finado tenía a medias con el señor Plaza. Entre los bienes inventariados estaban los siguientes: 1) un navío de 21 varas de quilla y con dos cubiertas, (una entablada y la otra enlatada) 2) una barca con su vela y timón para servicio del navío 3) 300 piezas de cedro y pochote 147

4) 5) 6) 7) 8) 9) 1O) 11) 12) 13) 14)

15) 16) 17) 18) 19) 20) 21) 22) 23)

24 formones flamencos 160 pernos 3 arrobas de hilo de algodón 15 libras de hilo de Castilla 13 quintales de hierro 1 pie de cabra 1 barreta 5 azadones 15 hachas 12 barrenas 2 escoplos 1 gubia 4 sierras grandes 5 machetes 6 barrenas 70 fanegas de maíz 64 botijas de vino 72 cajones de clavos 390 varas de manta y 4.666 patacones en efectivo, en reales de a ocho, ~e cuatro de dos y sencillo23

Los datos suministrados en este inventario evidencian varios aspectos importantes: 1) Los grupos dominantes aprovechaban cualquier oportuni~d para dedicarse al comercio. . 2) Los instrumentos utilizados en la actividad de los astilleros eran muchos y muy variados. 3) Los productos autóctonos como hilo, manta, maderas finas y maíz eran muy importantes en la zona. 4) Para la actividad de los astilleros se dependía de productos europeos como hierro, clavos y toda clase de instrumentos. 5) Los hispanos, por lo menos los de la Gobernación de Costa Rica, no se enrolaban en las actividades específicas de los astilleros, toda vez que éstas requerían de una importante inversión y de mano de obra especializada. 6) Los costarricenses de la época se beneficiaron con las actividades económicas generadas en los astilleros, especialmente el comercio. Montalvo tenía tratos con algunos vecinos de Esparza, por ejemplo con el adelantado Juan Vázquez de Coronado, también con el alcalde y el cura. 148

En relación con la provincia de Costa Rica, algunas descripciones un poco más generales de la época destacan las magníficas cualidades del litoral Pacífico, tanto para la navegación como para el comercio. En 1572 el padre Estrada Rávago, refiriéndose a la ubicación de Costa Rica señalaba:

Está puesta esta provincia en el mejor puesto de todos cuanto hay en todas las Indias; porque por la banda del sur viene al Perú con sus puertos; y a esa misma banda tiene a Panamá. 24 En los autos criminales creados con motivo del traslado de la ciudad de Aranjuez, se señalaban aspectos importantes respecto del tema que venimos analizando. Entre ellos debemos destacar que al puerto La Ribera llegaban muchos pasajeros de Panamá y de otras partes2 5, que los vecinos encomenderos de Aranjuez con frecuencia viajaban por mar a Nicoya y a Nicaragua26, y además que algunos encomenderos vecinos de Cartago como Pedro Díaz y Domingo Hernández, ambos encomenderos de Cot2 7 , aparecen como estantes en Aranjuez. Refiriéndose a la posición de la ciudad de Aranjuez, el alcalde ordinario y encomendero Juan Barboza argumentaba la importancia de esa ciudad por ser pasaje y entrada de la tierra y tener muchos puertos a la mar del sur: ... a una

legu,a y a dos, para la contratación della y embarcar mulas y caballos, por donde el Real Haber de Su Majestad se aumenta y aumentará cada . día. 2 8 Además se estableció que la región era abundante en pesquería y frutales. 2 9 En 1578 el maestro provincial comunicaba a su superior, que en Costa Rica había un importante comercio por la mar del Sur en la cual abundaban los buenos puertos y aparejos. 30 Dos años después, el tesorero de Costa Rica comunicaba al Rey:

... también di quenta a Vuestra M"agestad que junto a una ciudad de esta provincia, se a descubierto un puerto que parece se lleva orden de frequentarse con fragatas que vienen de Panamá por maíz y miel y manteca y salsaparrilla, y aves, y madera, y se embarcan caballos y mulos, que se dize Esparza. 3 I Al año siguiente Artieda y Chirinos manifestaba a la Corona, que los españoles estaban muy contentos, porque por los puertos de Esparza les venía de Panamá ropa y otros artículos necesarios para la vida humana. 32 149

En un memorial de servicios que el Licenciado Velázquez Ramiro presentó en 1590, explicó que hizo diligencias para averiguar si había comodidad de caminos y puertos para el viaje y navegación, tanto de las flotas y armadas que venían desde España o iban al Perú, como para movilizar el comercio de una costa a la otra. Esas averiguaciones las realizó Francisco Pavón (encomendero), el cual exploró por varios rumbos de la gobernación: la costa del Norte hasta el río Sarapiquí, las vías de acceso hacia los puertos de la bahía de La Caldera y el Golfo de Nicoya. Acerca de la labor realizada comunicó:

.. . en este puerto y bahías de Nicoya, pueden entrar mucha suma de naos, tiene muchos puertos, aunque toda la bahía es puerto. Y de verano pueden estar las naos desta vanda de Esparza apegadas a tierra, y de ynvierno de la vanda de Nicoya. Tiene puertos aparejados para dar carena y materiales para ella como es cal y sebo ... y cantidad en mucha suma de pita y cabuya para jarcia para las naos. Y se lleba a Panamá muchos dias a y se vienen a enjarciar nabios aqui ... Es la tierra abundante de comida ay mucho ganado, mucho comodo de pastos y aparejo para las requas; baldran los fletes de las mulas mucho mas barato que en Panamá respecto de que las mulas que a/la ban se enbarcan en esta provincia y sin el costo principal de flete y otras cosas, puestas ella, treinta pesos .. . Para las naos hay mucho aparejo de madera de cedro y otras, para haser nabios y masti/es ... y todo casi a una legu,a del agu,a. 33 El informe de Pavón también ampliaba detalles en relación con San Juan del Norte, explicando que de ahí a La Habana había una distancia de 260 leguas; de Nombre de Dios a Cartagena 80 y de ésta a La Habana 335.34 Este interés por incursionar en las vertientes Atlántica y Norte se había manifestado desde los años de la gobernación de Anguciana de Gamboa, el cual descubrió el puerto de Suerre y construyó la vereda que comunicaba a éste con Cartago, todo lo que fue de gran provecho porque a partir de entonces empezaron a llegar fragatas desde Nombre de Dios, Portobelo y Cartagena. 35 De los puntos hasta aquí comentados se desprende que los encomenderos de Costa Rica orientaron su actividad económica hacia los puertos y astilleros de la jurisdicción de Esparza y Nicoya, actividad que consistió en la comercialización de mulas y de los productos autóctonos extraídos especialmente por medio del tributo en especie. Este punto quedará reforzado en las siguientes páginas, en las cuales mencionaremos 150

los casos más significativos. De acuerdo con los autos creados por quejas del cabildo de Garabito contra las autoridades de Esparza, se estableció que el alcalde y encomendero Francisco de Fonseca, en 1588 había sacado 200 fanegas de maíz pertenecientes a los bienes de comunidad, y que las había vendido en almoneda pública en La Caldera, por 400 tostones, a la gente de un barco surto en ese puerto. 36 En el mismo juicio, Fonseca alegó que por estar preso se le iban a perder las mercaderías y la plata que le habían enviado desde Panamá.37 Entre los cargos que se formularon en 1590, en el juicio de residencia contra Juan de Peñaranda, teniente de gobernador de la provincia, se estableció que éste hizo tratos en La Caldera, comprando y vendiendo ropa y mercaderías de Castilla y de la tierra, y permitió que vecinos y moradores de la jurisdicción realizaran rescates y tratos con indios de guerra. Además consintió que Juan Carrasco, encomendero y corregidor de Chome, fuera hasta Panamá a hacer tratos y al mismo tiempo autorizó salidas de naves, desde los puertos de Esparza, hacia Perú. 38 En el juicio de residencia contra Femando de la Cueva se le acusó, entre otros cargos, de que por sus abusos había disminuido el comercio de Costa Rica. Veamos algunas declaraciones de los testigos, relacionadas con esta afirmación: ... antes venian a Costa Rica muy a menudo navios desde Panama y Cartagena y de Nombre de Dios, y traian mercaderias y llevaban frntos de la tierra. 39 Otra de las quejas formulada contra Cueva decía que casi siempre a las naves que venían de Perú o iban hacia allá y llegaban al puerto y astillero llamado Juan Solano, el gobernador, además de secuestrarles las mercaderías obtenía ... tratos y granjerias de sacar cabuya y pita y

otras cosas para jarcia de nabios que les es de mucho interes. 4 0 A lo anterior puede agregarse que Cueva se dejaba sobornar para no embargar mercaderías provenientes de Panamá, y que entraba en componendas con los encomenderos para arrebatarles la tinta a los indígenas de Nicoya.41 A lo largo del voluminoso expediente que comentamos aparecen numerosos cargos que ponen en evidencia, tanto la riqueza de los productos autóctonos como los abusos de Cueva y de sus allegados con los indígenas encomendados, a los cuales obligaban a que les hicieran petacas, para venderlas a los mercaderes que llegaban a Cartago. 42 Otros testigos declararon que para obtener todas esas granjerías, Cueva tenía cómplices en Garabito, Esparza, Chome y Nicoya. Agregaban que además del obraje de tinta de añil que tenía en Chome y de que en ese puerto vendió 600 fanegas de maíz que los indios tributaron a la Corona, en una ocasión se fue hasta Quepo con unos amigos y puso a los indios a hacer 1.000 cinchas de cabuya para llevarlas hasta Panamá; y que lo 151

mismo hacía el corregidor, el cual ponía a los indios a sacar e hilar pita para elaborar cinchas y jáquimas, además de obligarlos a hilar algodón para mantas y que en igual forma trataban a los indios del pueblo de Ujarraz. Añadían que el exgobernador tuvo tratos con los encomenderos Juan López de Ortega y con Alonso de Bonilla, y que a éste le exigió 12 fanegas de trigo puestas en La Caldera, a cambio de indios que le segaron sus sementeras. 43 Cuando se trataba de obtener una ganancia fácil, los encomenderos eran los primeros en hacerse presentes. Por ejemplo, en remates de bienes de difuntos efectuados en Suerre, aparecen los nombres de los encomenderos Gaspar Pereira, Pedro Alonso de .las Alas, Felipe Díaz, Diego de Aguilar, Antonio Hernández, quienes compraron bienes al contado por un monto de 644 tostones. 44 A Vázquez de Coronado se le acusó de tener en Cartago una tienda de ropa de la China y de México, y que también expendía vino.· En la investigación se comprobó que en esa tienda había invertido 7 mil u 8 inil pesos. 4 5 Al ·gobernador Oconitrillo se le hicieron cargos de que él mismo enviaba cargamentos de zarzaparrilla hasta Nicaragua, y que sus· hijos comerciaban con los indígenas del Valle Central, de quienes recibía pita, cacao y telas, productos que posteriormente vendían a los mercaderes que llegaban hasta Cartago. 46 Además Oconitrillo declaró que él tenía una labranza de tierra, y que por Suerre enviaba harina y bizcocho hasta Granada. 47 En la información de méritos y servicios de .Juan Villarreal (encomendero casado con hij.a y nieta de enco~enderos), declaró que él traía · mercaderías desde Panamá hasta Cartago y que ahí la intercambiaba para llevar otros productos hasta Realejo por La Caldera. 4 8 A raíz de los problemas surgidos entre el Obispo Villarreal y el Gobernador de Costa Rica, Oconitrillo, se le exigió a és~e que nombrara fiadores. Al ser nombrádos para esto los encomenderos Pedro Alonso de las Alas; Remando Farfán y Alonso Bonilla, se argumentó que dichos fiadores ... son quantiosos para pagar todo lo que contra Oconitrillo fuere juzgado y sentenciado. 49 En el mismo expediente se estableció que Oconitrillo debía al encomendero Gaspar Pereira Cardozo 500 pesos por los tratos que tenían juntos. so En estos mismos autos se comprobó que el encomendero Bartolomé Sánchez, trajo desde Guatemala 562 pesos en ropa para vender en Cartago.5 1 El escribano y encomendero Agustín Félix de Prendas hacía negocios con uno de los oidores de la Audiencia de Guatemala, quien en una 152

ocasión le envió ropa y telas para vender o cambiar en Nicoya, más 200 tostones en efectivo para iniciar la construcción de un navío, todo por un valor de 769 tostones. Félix llevó, desde Cartago, pita y cabuya por un monto de 921 tostones para vender en los puertos de Nicoya.5 2 En la mortual del Maese de Campo Rodrigo de Cárdenas que murió intestado en julio de 1608 en el pueblo de Chome, se detalla con mayor claridad este tipo de comercio. Entre las mercaderías nuevas inventariadas tenía cañamazo, romanas, cueros de venado en pelo, clavos, macanas, brea, anís, machetes, coladores de cañamazo (para usar en: el obraje . de añil), hoces para segar jiquilite, carguillas de sal, 100 manojos de tabaco de Nicaragua, jáquimas y cabrestos de cabuya; además tenía una canoa y 16 animales entre mulas y caballos. La almoneda de estos bienes y de las pertenencias usadas se realizó en. la ciudad de Esparza, el 3 de agosto de 1608; a ella asistieron 23 compradores españoles, quienes pagaron todo en efectivo, por un monto de 450 pesos. ;Entre ellos había varios encomenderos, entre los cuales se encontraban lo~ siguientes: . Diego de Soja, Antonio Fernández, Francisco Magariño, Diego Polo, Diego Hemández, Alonso Rodríguez, Pedro Alonso de las Alas~ Juan. Uroz Navarro y Juan García Carrasco.53 Veamos algunos casos de comercio registrados en protocolos: Francisco de Ocampo Golfin, encomendero de Cartago, se obligó a pagar a un ve~ino de Granada 450 pesos de la· siguiente manera: 72 pesos en 6 yuntas de bueyes puestos en La Ribera, 2 arrobas de anís, 2 quintales de ajos, 12 quintales de bizcocho y el resto en zarzaparrilla.54 Juan de Lamas, encomendero, se obligó en favor del encomendero Pereira Cardoso, por la suma de 400 pesos que pagaría en géneros de la tierra, como puercos, trigo, maíz, miel, capirotes, pita hilada en huso y tejida sobre ·el muslo y pita floja.55 · . El encomendero Jerónimo de la Portilla G9mez vendió por 60 pesos los siguientes tributos de la encomienda que tenía en Aserrí: 1O petacas, 1 botija de miel y una milpa de maíz de 2 fanegas °de sembradura. 56 Juan de Lamas compró 9 bestias mulares en 270 pesos.5 7 Gaspar Pereira Cardoso entregó a Juan Sánchez 100 pesos por 30 telas y 9 pi~zas de . manta del tributo de Pacaca. 58 Gaspar de Chinchilla, escribano y encomendero, por una deuda de 80 pesos hipotecó, entre otras cosas, los tributos de Cot y Chirripó de su encomienda. 59 Veamos cómo participaron en ese comercio los miembros de la · Iglesia, en la persona del Bachiller Lope de Chavarría, quien ·fue Vicario de Costa Rica desde 1597 hasta 1617. La información que tenemos respecto del comercio que realizaba el padre Chavarría se hizo pública í;t. raíz de los problemas que tuvo con el corregidor de los partidos de 153

Turrialba y Ujarraz, y con doce encomenderos, posiblemente debido a que llegó un momento en que el Vicario monopolizó el comercio local de Cartago así como el de exportación hacia Nicaragua y Panamá. U no de los testigos declaró que el cura era un hombre acaudalado porque ... trata y contrata publicamente y envía recuas de bizcocho y harina a la

provincia de Nicaragua. Y todo su negocio es de contrataciones de comprar y vender.60 Agregaba el testigo que el Obispo conocía la conducta de ese padre y que no había hecho nada para corregirlo. También se mencionaron los graves problemas que éste había tenido con el adelantado Gonzalo Vázquez de Coronado y con Oconitrillo, pero se comprobó que con el gobernador Mendoza y Medrana tenía una íntima amistad. En la información se determinó que desde la época del adelantado y de Oconitrillo, Chavarría acostumbraba monopolizar las almonedas de tributos, comprando por su persona toda clase de géneros, los cuales enviaba al Obispo en recua, y que compraba ropa de Castilla y de la China, hierro, mulas, maíz y todo género de mercaderías, haciendo ventas, obligaciones y contratos con los encomenderos. 61 Otro de los testigos se quejaba de que Chavarría era un hombre insufrible y mal acondicionado, y que por su culpa, el gobernador Oconitrillo había .gastado 20.000 pesos en pleitos.62 En la declaración del encomendero Jerónimo Felipe, éste reiteró lo dicho por los testigos anteriores, agregando que el vicario compraba vino que traían a vender a La Caldera, para revenderlo en su propia casa, y que continuamente hablaba mal de los vecinos diciendo que eran malos pagadores, para que los mercaderes que venían hasta Cartago no les fiaran ni vendieran. De este modo Lope de Chavarría compraba y vendía, cada año, mayor cantidad que todos los vecinos juntos. Aseguraban que en el año de 1613 compró- y vendió más de 10.000 tostones a los mercaderes Pedro de Oller, Pedro y Lorenzo Vizcaíno y a muchos otros. 63 Juan de Acuña declaró que el cura tenía madera cortada en los astilleros de Esparza para hacer una fragata en compañía del gobernador Mendoza y Medrana. El encomendero García de Quirós añadió en su declaración que el vicario compraba miel, gallinas, petacas y chicubites; que él mismo pesaba la harina, la manteca y la miel; que los frijoles y chiles que sacaba de las almonedas las vendía en su casa y que ... envia recuas a Nicaragua y a Esparza con bizcocho, harina, zarzaparrilla; y tocino, manteca, grassa y cacao, para enviar tambien a Panama. 64 Otro de los testigos declaró que él se había enterado de que Lope de Chavarría le contó al corregidor Vallejo que el gobernador Mendoza le adeudaba 100.000 pesos de contrataciones, los cuales le pidió por el 154

favor que les hacía dicho gobernador a él y al obispo. 6 5 Para rematar estas declaraciones, el testigo Joseph de Bonilla describía al vicario ... como un rnfian y hombre perdido, un mercader ... que tiene a la tierra alborotada y escandalizada ... sin respetar su habito de sacerdote. 66 Disponemos de una copiosa información para ampliar la reseña sobre las características de este comercio. Sin embargo estimamos que los ejemplos detallados son determinantes para demostrar que ese comercio -doméstico y de exportación- con base en productos autóctonos elaborados y producidos por los indios de encomienda, fue el fundamento de la economía colonial, toda vez que con él se beneficiaron los encoménderos, las autoridades locales y la Iglesia. Obviamente ese comercio estimuló y se complementó con la ganadería, particularmente con la cría, desarrollo y amanse de mulas. En conclusión, sobre la base de esta actividad comercial y la dinámica socioeconómica que ella generó, surgió la s0,ciedad hispana costarricense, proceso que hemos resumido en el Esquema número 3 y del cual se ha excluido la jurisdicción de Nicoya, dado que en ésta, por no haber existido asentamientos españoles, no se dio la relación forzosa y desigual entre encomendado y encomendero. ESQUEMA No. 3 EVOLUCION DE LA SOCIEDAD HISPANA EN LA GOBERNACION DE COSTA RICA

1569-1611 Jurisdicciones Cartago

Esparza

Descubridor

Descubridor

Con~uistador

Conquistador

Pobl!dor

Pobl1dor

Funcionario Real

Funcionario Real

T erratemente ' .

T erraternente ' .

Enco,mendero-Militar

Enco,mendero-Militar

Comerciante

e omerc1ante ' .

' '

' '

'

Ganadero_ Encomendero Pobre

155

.

~.

.

.

Obsérvese que a partir del papel de descubridor era necesario escalar una serie de posiciones para culminar con el ansiado rol de encomendero. Luego de la consolidación del poblador como encomendero, y de acuerdo con una serie de factores como la clase y cantidad de tributo en especie apropiado, la ubicación de la encomienda, la articulación de ésta a los mercados exteriores, la capacidad del encomendero tanto para diversificar su encomienda como para afianzarse en todas las posiciones escaladas, se produjo una diferenciación entre los pobladoresencomenderos. Por un lado surgió un puñado de familias de encomenderos criollos con gran poder económico como comerciantes y ganaderos,_ fortalecidos con el poder político y por otro lado un grupo mayoritario de familias de encomenderos criollos y pobres, que durante los procesos histórioos del siglo XVII devinieron. en campesinos. Las actividades económicas, específicamente las que se realizaban en los tres astilleros del Golfo de Nicoya, junto con el movimiento comercial que ellas originaban, fueron resquebrajadas por la crisis que a partir de 161 O enfrentaron los astilleros de la región, dado que después de esa fecha, Guayaquil se convirtió en un centro astillero regional de gran relevancia67, con el cual no podían competir los tradicionales astilleros ubicados en el Golfo de Nicoya. Esta situación, aunada a la disminución de la población tributaria, en gran medida explican la crisis política y socioeconómica que sacudió a la Gobernación de Costa Rica durante el siglo XVII. ·

CONCLUSIONES Desde los primeros años de la Colonia, se inició en la Gobernación de Costa Rica, la formación de un pequeño grupo hispano dominante, en la cual intervino una serie de acontecimientos interrelacionados que se tradujeron en una lucha de los pobladores por alcanzar posiciones superiores, mediante el monopolio de los cargos burocráticos, la apropiación de tierras y de encomiendas y, fundamentalmente, por medio de la articulación al comercio exterior. Este comercio, desde la primera década del siglo XVII tuvo que enfrentar un enorme descenso, situación agravada por la disminución demográfica. Ante esta realidad el grupo dominante tuvo que acudir a nuevas fórmulas para explotar a los indios sobrevivientes.

156

NOTAS CAPITULO VI l.

2. 3. 4. 5. 6.

7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26.

Femández, León, 1975, V. 1, p. 98-124. G., 006 bis, 1574, fls. 4-5 V. e.e., 5041, 1573, f. 22 v. Haring, Clarence, 1966, p. 331. Quirós, Claudia, 1976, p. 272. Utilizamos el concepto de moradorn con el significado que a éste se le daba durante la Colonia: persona que permanecía ocasionalmente en algún sitio que no era su vecindad. En este caso aplicamos el término para designar a los vecinos encomenderos de Cartago que ocasionalmente se trasladaban a la jurisdicción de Esparza. G., 006 bis, 1574, fls. 8-10 V. Mortual Cartago, 918, 1620, fls. 9-83 V. Femández, León, CDHCR, V. 111, 1883, p. 8. Femández, León, CDHCR, V. 1, 1882, p. 149. Loe. Cit. e.e., 5041, 1513, r. 2-2 v. C.C., 5121, 1581, fs. 1-3. Quirós, Claudia, 1976. Ver capítulo 111, Sección B, donde se analiza el desarrollo de la ganadería en la jurisdicción de Esparza. Si baja, Luis Femando, en Estudios Sociales Centroamericanos, mayo-agosto 1982, p. 27. Loe. Cit. Ver también MacLeod, Murdo, 1973, p. 52. MacLeod, Murdo, 1973, p. 276-277. Sibaja, Luis Femando, op. cit., p. 36. Nótese que esta tasación, con excepción de las gallinas, contiene únicamente productos autóctonos, tanto alimenticios como los utilizados en la construcción y reparación de naves. Cita 17. G. 008, 1590, fls. 1-22 V.G. 011, 1591, f. 49 V. Mortual Cartago, 918, 1620, fls. 1-9. Op. Cit., f. 5. Op. Cit., f. 10-10 V. Fernández, León, CDHCR, V. 111, 1883, p. 7. Femández, León, CDHCR, V. I, 1882, p. 127. Op. Cit., p. 129. 44

157

27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67.

158

Loe. Cit. Op. Cit., p. 149-150. Loe. Cit. e.e., 5129, 1578, r. l v. Femández León, 1976, V. 2 p. 308. e.e., 5121, 1578, r. 1 v. e.e., 5134, 1591, f. 5-5 v. Op. Cit., f. 6. A.C.M., S.A.P., L. 1, p. 20. G., 008, 1590, f. 2-2 V. Op. Cit., f. 21. G., 009, 1593, f. 3-3 V. G., 011, 1595, f. 163. Op. Cit., fls. 50-74. Op. Cit., fls. 83-97. Op. Cit., f. 97. Op. Cit., fls. 135-161 y 171 V. G., 008 bis, 1596, f. 24-24 V. G., O15, 1605, fls. 67 V.-94. Op. Cit., f. 83. Op. Cit., f. 151 V. A.e.M., S.P.A., L. 1, p. 9. G., 024, 1608, f. 267-267 V. Op. Cit., f. 254. Op. Cit., f. 375 V. G., 025, 1609, f. 3. Mortual eartago, 607, 1608, fls. 11-25. Protocolos Cartago, 801, 1607, fls. 3 V.-4 V. Op. Cit., fls. 29-30 V. Op. Cit., fls. 32-33 V. Op. Cit., f. 53. Op. Cit., fls. 54 V.-55. Op. Cit., f. 64-64 V. G., 033, 1613, f. 5. Op. Cit., f. 9 V. Op. Cit., f. 11 V. Op. Cit., f. 12-12 V. Op. Cit., f. 23. Loe. Cit. Op. Cit., f. 26. MacLeod, op. cit., p. 276-277.

Capítulo VII TRANSICION HACIA NUEVAS FORMAS DE EXPLOTACION DEL INDIGENA COSTARRICENSE 1600-1611

INTRODUCCION

Tal como lo destacamos en la conclusión del capítulo anterior, desde principios del siglo XVII se produjeron dos problemas en la Gobernación de Costa Rica, uno local y otro de carácter externo, que causaron una profunda crisis política y socioeconómica. El primero lo constituyó la disminución demográfica entre la población aborigen, especialmente la encomendada; y el segundo, la contracción de la actividad en los astilleros del Golfo de Nicoya especialmente del comercio que ésta generaba. Obviamente estas dificultades golpearon más duramente a la élite colonial local, la cual se había mantenido improductiva y parasitaria. Dado que, con excepción de la ganadería mular en la jurisdicción de Esparza y una incipiente actividad triguera en el Valle Central, las relaciones de producción y de distribución impuestas por los colonos no habían sido modificadas sustancialmente, hasta los primeros años del siglo XVII la extracción del tributo en productos autóctonos y su comercialización constituyeron el fundamento de las actividades económicas del sector hegemónico de la sociedad colonial.1 De este análisis excluiremos la jurisdicción de la Alcaldía Mayor de Nicoya, pues durante el siglo XVII en ésta no hubo modificaciones importantes en cuanto a los mecanismos de explotación del indígena, toda vez que las relaciones de explotación continuaron basadas en la extracción del tributo en especie de productos autóctonos, y la ganadería, 161

como actividad económica no tradicional, fue controlada por la Iglesia a través de las cofradías. Para asegurar lo anterior nos apoyamos en el hecho de que en la Alcaldía de Nicoya persistía la configuración colonial tradicional, integrada exclusivamente por pueblos de indios tributarios de la Real Hacienda y sin asentamientos españoles. Es decir, con un espacio político, económico y social monopolizado por la Corona y, consecuentemente, agotado para otros sectores de la sociedad hispana. Como lo estudiaremos en este capítulo, en Costa Rica el poderoso grupo de encomenderos-comerciantes, ante los problemas que se presentaron, tuvo que buscar nuevas alternativas económicas. Por lo tanto, en la transición hacia otras formas de explotación, además de los indios como actores principales, participó activamente la élite local, particularmente la avecindada en Cartago. A. LOS PROBLEMAS ENTRE LOS GRUPOS DOMINANTES La crisis general que afectó a la provincia de Costa Rica desde los

primeros años del siglo XVII repercutió en todos los ámbitos de la vida colonial, se manifestó de diversas formas y cada protagonista actuó a su manera. Pero en conjunto, esta situación se reflejó en una prolongada y recalcitrante lucha entre los grupos dominantes, por apropiarse de la mano de obra del remanente de los indios encomendados. Aunque los conflictos de esta naturaleza fueron frecuentes a lo largo de toda la Colonia, es evidente que durante la década que venimos estudiando se incrementaron como nunca antes, y afectaron a todos los sectores de la sociedad hispana: desde las más elevadas autoridades civiles y eclesiásticas y los encomenderos, hasta el vecindario criollo y pobre de Cartago y Esparza. En este contexto, tales luchas adquirieron carácter jurídico y en algunos casos pasaron de un juicio civil a una querella criminal. En primer lugar esos problemas se manifestaron en discordias entre las autoridades civiles superiores y los encomenderos, lo cual es notorio en el juicio de residencia de Gonzalo Vázquez de Coronado, en el cual los encomenderos y los funcionarios locales se quejaron de que el Adelantado ... a procurado por todos los medios ase/les mal y destruyl/es, a dicho públicamente que aunque le cueste su hasienda a de destruír a esta tierra y ciudad 2 Entre otros cargos formulados contra el exgobemador agregaban que éste jamás había visitado los pueblos de indios, que nunca había 162

demostrado interés por el bienestar de éstos y que los corregidores eran quienes se encargaban de repartir entre sus amigos a los indios de servicio. En estos autos se patentizó el aporte de los indígenas de Quepas en la construcción del .camino de mulas, quienes sin recibir ninguna remuneración sirvieron como tamemes o cargadores durante muchos días, desde dicho pueblo hasta Boruca, y además dieron la alimentación para que el Adelantado junto con sus criados y soldados se mantuvieran durante varias semanas. 3 Estos conflictos se complicaron aún más con la llegada del nuevo gobernador Oconitrillo, quien se caracterizó por la intransigencia, la inestabilidad, el egoísmo y la incapacidad para gobernar. Por otra parte, como él sus hijos y paniaguados venían con el proyecto de enriquecerse, tendrían que imponerse sobre los sectores locales más poderosos. Oconitrillo, sus hijos y amigos no se detuvieron ante ese escollo, y se enfrentaron al cabildo, a los corregidores, a la Iglesia y a los encomenderos. Los expedientes que contienen esas causas son diez y muy voluminosos por lo cual haremos una reseña muy general de cada uno de los casos. En 1605 el tesorero y encomendero Diego del Cubillo demandó al Gobernador por mal trato y ofensas contra su persona y la de sus familiares; no obstante, el fondo del problema era que Oconitrillo pretendía usurpar la encomienda del tesorero, para llevarse a los indios hasta Cartago a trabajar para él y para sus amigos. 4 Al final de la causa, la Audiencia falló en beneficio de Cubillo. 5 Sebastián González Holguíncomo, Corregidor de Pacaca y Aserrí, fundamentó una querella contra el gobernador Oconitrillo, declarando que éste sacaba por la fuerza a los indios de su corregimiento, para llevarlos hasta Cartago y ponerlos a trabajar en beneficio de él, sus hijos y amigos. En estos autos el acusador detalló los abusos que cometían los hijos del Gobernador en detrimento de los indígenas de los pueblos comarcanos a Cartago. 6 También el cacique y demás autoridades del pueblo de Pacaca, en febrero de 1607 elevaron un memorial ante las autoridades superiores, quejándose de los abusos que contra ellos cometía el Gobernador junto con el juez de los naturales. 7 En 1605 el encomendero Miguel de Villalobos, casado con hija y nieta de encomenderos, demandó a Oconitrillo porque éste además de sacar a los indios de su encomienda, le había quitado a él unas casas, 100 fanegas de maíz, 4 vacas y otros bienes. 8 La Audiencia acogió la demanda y falló en favor de Villalobos. 9 Dos años después, el Cabildo de Cartago, por medio de su Procurador, el encomendero Francisco de Ocampo Golfin, inició un juicio contra el gobernador Oconitrillo. En la sumaria se estableció que realmente el acusado no tenía capacidad de 163

decisión, puesto que todas las resoluciones propias de su cargo las dejaba en manos de su escribano Jerónimo Felipe.10 En sus declaraciones, los testigos subrayaban que Oconitrillo era un hombre rencoroso y envidioso, que así lo demostraba con la mayoría de encomenderos a quienes con cualquier pretexto les quitaba los indios de servicio. Otro de los cargos señalaba que el Gobernador, recién llegado a la provincia, comisionó a su amigo y encomendero Pedro Flores para que fuera hasta la isla de Cebaca (Pacífico Sur) a sacar 200 indios para reasentarlos en el pueblo de Quepoll, que posteriormente esos mismos indígenas fueron llevados hasta Cartago, donde el Gobernador procedió a repartirlos entre sus familiares y amigos, y que la mayoría de ellos murió por los excesivos trabajos y necesidades a que fueron sometidos. Precisamente estos hechos fueron la causa inmediata para que en 1605 la Audiencia interviniera enviando un Juez Receptor hasta Costa Rica, para que indagara lo referente a los abusos y atropellos que los encomenderos y autoridades cometían con los indígenas de nuestra provincia.12 En 1609, el escribano y encomendero Gaspar de Chinchilla, casado con hija y nieta de encomendero, cuando era Procurador de Cartago presentó una demanda contra el Gobernador por la gran cantidad de causas que por culpa de éste habían tenido que plantear los vecinos de Cartago, y por el costo económico que ellas habían ocasionado. Reiteraba Chinchilla que por los abusos contra los indígenas por parte de Oconitrillo y de sus hijos, los vecinos de Cartago no habían podido disfrutar de sus encomiendas.13 También se querelló contra el escribano de gobernación y amigo incondicional de Oconitrillo, Jerónimo Felipe, por problemas relacionados con el oficio de escribano que ambos ejercían. 14 A los problemas anteriores debemos agregar los surgidos entre el Obispo y las autoridades locales, particularmente la querella criminal seguida por su eminencia Pedro de Villarreal contra el gobernador Oconitrillo y su escribano Jerónimo Felipe, denominada tradicionalmente la silla de la discordia. El trasfondo de ese litigio fue que la sociedad hispana avecindada en Cartago, obviamente polarizada, buscó refugio en cada una de las figuras de mayor representatividad ·política e ideológica existentes en ese momento en la provincia. Por un lado el Gobernador, apoyado por los frailes franciscanos y sus allegados, y por otro, el Obispo junto con el Vicario y el poderoso grupo de encomenderos. 15 Esta causa se prolongó por dos años, al término de los cuales se impuso el Rey, quien dictaminó en favor del gobernador Oconitrillo.16 Aunque esta decisión indirectamente afectó a todo el vecindario de Cartago, la Corona lo que hizo ·fue· aprovechar la oportunidad para imponer su poder real frente a la autoridad eclesiástica, puesto que la 164

Iglesia fue perjudicada en la persona del Obispo, al cual no le quedó más alternativa que retirarse a su sede de León. Todo se resume en una de las respuestas que durante la instrucción expresó el Gobernador al Obispo: Aquí manda Su .Ñ.fajestad. l 7 No podríamos finalizar esta reseña sin antes mencionar la participación del Vicario Lope de Chavarría en causas que siguió contra el Gobernador y su escribano Jerónimo Felipe. Los autos contenidos en esos expedientes son en realidad una continuación de los problemas que hemos venido reseñando. IS Lo importante es que todas esas disputas entre la Iglesia, las autoridades civiles y el vecindario, tanto de Cartago como de Esparza, en última instancia reflejaron la crisis económica ocasionada por la disminución de la mano de obra indígena y la lucha entre los grupos más poderosos por apropiarse de lo poco que quedaba. B. TALAMANCA UNA NUEVA ALTERNATIVA Dentro de este marco de conflictos entre los grupos dominantes, se trató de solucionar la dificil situación económica que enfrentaba la Provincia de Costa Rica, pero siempre adueñándose de los productos autóctonos, cultivados y elaborados por los indígenas y comercializándolos. Con este sistema de explotación, y dado el descenso de la población índígena en el Valle Central y en la jurisdicción de Esparza, era imprescindible la creación de un nuevo espacio político-geográfico. Esto se logró con el asentamiento de la ciudad de Santiago de Talamanca y su puerto de Punta Blanca o Santa Clara, en sustitución de la Villa del Espíritu Santo y del Puerto de Suerre, para el comercio con Granada, Portobelo y Cartagena. 19 La ciudad de Santiago de Talamanca se fundó tomando en cuenta dos factores, uno externo, cual fue su cercanía con respecto a Portobelo y Cartagena, y otro de carácter interno, la importante concentración indígena en el Valle del Duy y otros lugares aledaños. Paralelamente la fundación de esa ciudad con todos los elementos políticos, jurídicos y sociales que ello implicaba, fue una respuesta a las correrías de los corsarios ingleses, quienes en 1604 penetraron con cinco navíos y asolaron el Puerto de Suerre. 20 Para la fundación de esa nueva ciudad se argumentaron diversos pretextos, especialmente que los indígenas irredentos del Valle del Duy constantemente hacían daño a sus connaturales reducidos de Tierra Adentro, lo cual dio pie para declarar lajusta gu.erra contra los indígenas de la región y con este mecanismo legal poder doblegarlos por las armas. 165

La fundación de la nueva ciudad se efectuó el 1O de octubre de 1605, según las autoridades locales para perpetuar la pacificación de los pueblos reducidos y continuar la conquista de los rebeldes. En los autos de fundación se trazaron el cuadrante y las calles, se asignó la manzana de la plaza mayor y del cabildo, se repartieron solares y se midieron los ejidos para proceder al nombramiento de las autoridades respectivas.21 Seguidamente se pasó a establecer la jurisdicción político-territorial, la cual lógicamente se extendió hasta los términos de la Gobernación de Costa Rica, y abarcaba una importante cantidad de comunidades indígenas sin reducir, a las cuales se las denominaba encomiendas de espera porque estaban constituidas por indígenas que eventualmente podían ser reducidos y otorgados en encomienda. Otra medida relevante de esta fundación fue el poner en depósito de la Corona y 24 conquistadores-fundadores (ver Cuadro 19), a los indios de la Provincia de Ateo y Viceíta y de once pueblos más, asignando una tasación provisional, la cual consistía en que los indígenas encomendados harían milpas y construirían los ranchos de sus encomendadores. En dicha tasación se estableció que los encomenderos tenían que compartir los frutos de sus encomiendas con los españoles que no habían sido favorecidos con depósitos.22 Lógicamente, esta medida desencadenó problemas entre los vecinos y autoridades de la nueva ciudad, ya que a pesar de la abundancia de maíz, cacao, pita, zarzaparrilla, cerdos y otros productos, la cantidad no era suficiente para satisfacer la demanda creciente de los colonos, quienes pretendían extraer productos autóctonos especialmente para su comercialización. Conocemos parte del comercio que se realizó en la jurisdicción de Talamanca, gracias al expediente que contiene las vicisitudes del marinocomerciante y posteriormente encomendero Pedro García Cordero, vecino de Cartagena. Este, desde finales del siglo XVI empezó a destacarse como práctico de la Armada Real entre Cartagena y Portobelo. 23 En 1604, estando en Suerre con su nave cargada de mercancías, fue atacado por los corsarios, quienes le destruyeron su fragata y se llevaron toda su hacienda. 24 En otro de sus viajes, cuando venía de Cartagena para Suerre con una carga valorada en 2.000 pesos de oro, al pasar por Portobelo se enteró de la fundación de la ciudad de Talamanca, y decidió descubrir su costa:

... el puerto y río de dicha ciudad, llego a Punta Blanca y sondo (sic) el dicho puerto y boca del río Tarire y fue el primer hombre que por la mar entro y descubro el dicho puerto y llego con la dicha su barca hasta la población de Ta/amanea, donde tiene 166

astillero y esta construyendo unafragata ... los vecinos lo recibieron alegres porque podian vender sus frutos y proveerse ellos de lo necesario. 25 En recompensa de esos servicios, García Cordero fue gratificado en 1608 por Oconitrillo, quien le otorgó una encomienda de 50 indios de la provincia Viceíta, después de la muerte de Matías Palacio, su encomendero original desde 1569.26 CUADRO 19

DEPOSITO DE INDIOS ENTRE LOS VECINOS DE TALAMANCA OCTUBRE1605

Beneficiario

1. La Corona Simón Sánchez de Guido Alonso de Guido* Pedro Pérez Nicolás de Rodas* 6. Perafán de Ribera* 7. Diego Sánchez Picón 8. Francisco Ferreto* 9. Diego de Acevedo* 10. Juan Esteves 11. Diego de Sosa 12. Juan Alonso* 13. Pedro Sánchez de Oviedo 14. Martín Beleño 15. Antonio Rodríguez 16. Pedro Flores* 17. Juan Fernández 18. Pablo Milanés*

2. 3. 4. 5.

19. 20. 21. 22. 23.

Felipe Monge* Juan de Araya Francisco Rodríguez de V. Domingo López Luis de Flotes

24. Baltasar González*

~!~

25. Juan Gallo de Escalada

Provincia

Pueblo

Ateo Ateo Ateo Ateo Vice ita Vice ita Vice ita Vice ita Vice ita Vice ita Térrebe Térrebe Curaquira Quequexque Quequexque Usabarú Usabarú Zucaque y Arán Jicagua Muyagua Ca becara Ca becara CojirónDucagua CojirónDucagua CojirónDucagua

Cantidad de Cacique Tributarios

1/3 50 40 35 60 40 30 40 40 35 37 23

1

Entero

1

5/8 3/8 9/15 6/15 30 Entero Entero

1/2 1/2 40 40 35

NOTA: Los nombres con asteriscos corresponden a beneficiarios descendientes de encomenderos. Las cifras fraccionadas se refieren a porciones del pueblo respectivo. FUENTE: Cita No. 22.

167

Podemos deducir las consecuencias que para el desarrollo del comercio de la Gobernación de Costa Rica en general y para la ciudad de Talamanca en particular, trajeron esos acontecimientos protagonizados por García, quien se fue a residir a esa ciudad, donde inició un importante comercio con sus vecinos y encomenderos, a quienes compraba productos de la tierra para llevarlos a Portobelo y a Cartagena. Esto despertó la ambición de los colonos de la nueva ciudad y, ante la posibilidad de acumular riquezas, incrementaron la explotación de los indígenas por todos los medios posibles, desde los azotes y el corte de orejas, hasta la cacería. Los pobladores del nuevo asentamiento no contaron con la capacidad de respuesta de los aborígenes talamanqueños, quienes en julio de 161 O protagonizaron una insurrección general, a la cual se sumaron los de Quepo, Cocto y Boruca.2 7 Durante esa rebelión los indígenas ejecutaron a varios españoles -en cuenta a García- y tuvieron sitiados a los sobrevivientes por más de un mes. La rebeldía de los indios de Talamanca despertó la inseguridad y la zozobra entre las autoridades y el vecindario de Cartago, por lo que en marzo del año siguiente el gobernador Oconitrillo se dirigió a la Audiencia pidiendo auxilio de la siguiente manera:

... aora se ofrece dar aviso a nuestras majestades de como por justos respetos al sosiego de esta republica e comarca, conviene para la seguridad de lo que podría subseder, por estar esta provincia e naturales, sospechosos mediante la victoria de los enemigos alzados de Ta/amanea. Peligra que los yndios traten los unos con los otros, el triunfo de este hecho que era su pretension, y les digan que lo propio podran hazer todos juntos si quesieran quaunarse. 28 Desde esta perspectiva, y tomando en cuenta que las condiciones de la jurisdicción de Talamanca eran favorables tanto para la producción y elaboración de frutos y artesanías autóctonos como para su comercialización, es evidente que el fracaso de Santiago de Talamanca se debió a la capacidad organizativa y al coraje de los indígenas de ese territorio. La dificil situación de Costa Rica obligó a la Audiencia de Guatemala a intervenir en ella por primera vez en forma directa a finales de 161 O. Para justificar esta medida, las autoridades audienciales argumentaron que 168

... quanto más distante, padezen los yndios mas. Como es la provincia de Costa Rica distante a dosientas cinquenta leguas de Guatemala y jamás fue visitada. Por lo cual los yndios naturales de dicha provincia son muy vejados asi en la paga de tributos como en la administración de justicia y de los Santísimos Sacramentos, porque se sabe y a esta Real Audiencia llego noticia que los yndios estan como exclabos dando servicio personal a sus encomenderos, de casas, milpas y otras sementeras, y los dichos encomenderos los venden o arriendan a otros a quien hagan las dichas labores de nuebo, de suerte que la mayor parte del año acuden a dichos encomenderos, sin acudir a sus casas, mujeres e hijos. 29 Agregaban las autoridades qe Guatemala que, además de lo anterior, las justicias y otras autoridades de Costa Rica continuamente utilizaban a los indígenas para recolectar pita y algodón e hilarlos, por lo cual .. . quienes avian de ser sus pastores son sus lobos. 30 A los argumentos anteriores, el Presidente de la Audiencia agregó que los problemas entre las autoridades ordinarias, el Gobernador y el Obispo, habían ocasionado un notable daño a toda la Provincia de Costa Rica. Subrayaba que esto se debía a que no se habían aplicado los castigos impuestos por los jueces, los cuales se habían trasladado hasta la Gobernación, sólo para cobrar altos salarios. Finalizó su razonamiento reiterando que los problemas señalados habían perjudicado en mayor grado a los naturales y a muchos españoles que se encontraban en suma pobreza.31 Con base en los razonamientos anteriores se ordenó la inmediata visita del doctor Pedro Sánchez de Araque a la jurisdicción de Costa Rica, proceso político y administrativo de gran relevancia, dadas las circunstancias en que se llevaría a cabo y las potestades conferidas al oidor encargado de realizarla. Precisamente al finalizar los autos de la sumaria correspondientes , a esa visita, en los cuales se señalaba la situación real de los pueblos de indios y se recalcaba el escaso número de tributarios empadronados, se evidenció que el modelo socioeconómico estructurado sobre la base material del tributo en especie se había agotado. Por lo tanto, era necesario redefinir los mecanismos de explotación. Las acciones realizadas y las medidas decretadas por el doctor Sánchez Araque señalaron la transición hacia nuevas formas para explotar la mano de obra de los indígenas sobrevivientes. 169

CONCLUSIONES Entre los acontecimientos más significativos de esta turbulenta década, merecen destacarse los siguientes: por primera vez las autoridades civiles de la Gobernación de Costa Rica, recibieron la visita personal de un oidor representante de la Audiencia de Guatemala, máximo organismo político-jurídico del Reino. También los funcionarios eclesiásticos locales tuvieron que someterse a la visita de un año ( 1608) de Monseñor Pedro de Villarreal. Los problemas surgidos entre los grupos dominantes de la sociedad hispana condujeron a la consolidación de un poderoso número de encomenderos comerciantes, en su mayoría descendientes de pobladores. Complementariamente, los problemas suscitados a raíz de la visita del obispo Villarreal, fueron resueltos en favor de las autoridades civiles, y condujeron al fortalecimiento del poder real sobre el de la Iglesia. Por otro lado hay que destacar la apertura del camino de mulas, la cual permitió la articulación permanente de Costa Rica con Chiriquí, y dio pie para que las autoridades y los encomenderos-comerciantes costarricenses intentaran adherirse a la jurisdicción de la Audiencia de Panamá y viceversa, obviamente con el propósito de afianzar el comercio entre ambas regiones. No podríamos dejar de mencionar la fundación y poblamiento de Talamanca como alternativa socioeconómica tradicional y la inusitada respuesta de los aborígenes de la región, la cual evidenció el agotamiento de las formas tradicionales de explotar a los indios encomendados. Finalmente puede afirmarse que los acontecimientos que caracterizaron el desarrollo histórico de Costa Rica durante la primera década del siglo XVII, reflejaban un desequilibrio político, económico y social, causado fundamentalmente por la sobreexplotación de los indígenas tributarios y por la disminución de la actividad en los astilleros del Golfo de Nicoya.

170

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NOTAS CAPITULO VII l. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26.

024, 1608, f. 83. 015, 1604, f. 95. 015, 1605, fls. 95-96 V. 016, 1605~ f. 9 V. Op. Cit., f. 15 V. Op. Cit., 1607, fls. 6 V.-18. Op. Cit., f. 28 V. Véase, Femández, León, 1975, V. 7., p. 76. G., O18, 1605, fls. 3-22 V. Op. Cit., f. 12-12 V. G., 022, 1607, fls. 1-328 V. Op. Cit., f. 220-220 V. G., 016, 1605, fls. 9-10 V. G., 026, 1609, fls. 1-110. G., 028, 1610, fls. 1-30 V. G., 024, 1608, fls. 175-200 V. Op. Cit., fls. 395-396 V. Op. Cit., f. 295 V. G., Nos. 023, 1605, fls. 1-30; 029, 1610, fls. 1-33 V. C.C., 3574, 1609, fls. 1-351 V. G., 008 bis, 1593, fls. 19-27 V. C.C., 3581, 1611,' fls. 1-47 V. Femández, León, 1976, V. 4, p. 102-103. e.e., 3581, 1611, r. 46-46 v. e.e., 3581, 1611, f. 46-46 v. Op. Cit., f. 4 7. Op. Cit., fls. 40-54. Op. Cit., f. 46-46 V. Nótese la permanencia en 1608, de la Encomienda otorgada a Matías Palacios en 1569. Pero aún más importante es que de acuerdo con los udepósitos" de 1605 y 1608, nos enteramos de que el pueblo de Ciruro era realmente la provincia Viceita. Por otro lado, y en cuanto a la dotación de 300 tributarios otorgados en 1569 que nos parecía irreal, si sumamos el número de indígenas de las parcialidades de la Provincia Viceita, junto... ~ con los 50 de Cordero, tenemos un total de 295 tributarios. En otras palabras se destaca, tant~;-. G., G., G., G.,

171

27. 28. 29. 30. 31.

la permanencia de una Encomienda otorgada desde 1569 fuera del Valle Central, como la dotación de sus propietarios. G., 031, 1611, f. 2-2 V.

Loe. Cit. G., 030, 1610, fls. 1 V.-2.

172

Loe. Cit. Op. Cit., f. 2 V.

Capítulo VIII VIGENCIA Y MODIFICACION DEL TRIBUTO EN ESPECIE 1611-1695

INTRODUCCION En el capítulo sétimo señalamos los hechos de carácter local que desde los primeros años del siglo XVII forzaron al grupo hispano dominante a buscar nuevas formas para explotar a los indígenas de sus encomiendas. Es preciso destacar que durante esa centuria, debido a la situación de la Gobernación de Costa Rica fueron conformándose dos modalidades de explotación de los indígenas tributarios: por un lado estaban aquellos aborígenes encomendados a particulares, quienes eran sacados de sus pueblos por los encomenderos, para obligarlos a trabajar en actividades económicas desligadas de la economía indígena tradicional. Por otro lado estaban los indígenas encomendados a la Corona, tanto en . Costa Rica como en Nicoya, quienes fueron exigidos a continuar produciendo y entregando su tributo en especie con base en productos autóctonos. El tema fundamental de este capítulo será el tributo en especie,· lógicamente centrado más en los tributos de Costa Rica que en los de Nicoya, dado que respecto de los primeros disponemos de mayor información. ·.,

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~{~'.

A. LAS ENCOMIENDAS VACANTES Al iniciarse la segunda década del siglo XVII, había fallecido la mayoría de los encomenderos originales, pero como las mercedes de 175

encomiendas fueron concedidas por dos vidas, un gran número de las mejores encomiendas continuó en posesión de las mismas familias que desde 1569 las venían explotando.1 Por otro lado, cuando fallecía un encomendero original sin dejar sucesión, o se cumplía el plazo de las dos vidas durante el cual habían sido otorgadas, el gobernador o cualquier funcionario local de la Real Hacienda, publicaba un edicto en el que anunciaba que esa encomienda había quedado vacante. Inmediatamente se inscribía a nombre de la Corona, se procedía a levantar el padrón y a ordenar su respectiva tasación.2 Aunque algunas de las encomiendas vacantes fueron vendidas al mejor postor, revertiendo de este modo al sector hegemónico3, la mayor parte de las encomiendas vacantes fueron traspasadas a la Corona. De manera que, a lo largo del siglo XVII, la Real Hacienda administró vacantes ubicadas en el Valle Central, Quepo, Teotique, Chirripó y en otros lugares. (Ver Cuadro 20). Lo mismo podemos afirmar con respecto a las encomiendas que fueron embargadas por falta de confirmación y que permanecieron en esa condición jurídica durante todo el siglo XVII, las cuales se inscribían a nombre de la Corona, e incrementaban así los ingresos de la Real Hacienda. Como ejemplo de lo anterior pueden citarse las tres encomiendas de Magdalena Ballestero en los pueblos de Aserrí, Barva y Turrialba, compuestas en conjunto por 9 tributarios enteros, 25 indios solteros y 29 indias solteras; y la de Salvador de Torres, en el pueblo de Co (parcialidad), con 29 tributari<;>s.4 Durante el siglo XVII se mantuvo la división de la Provincia de Costa Rica en las dos jurisdicciones originales de Cartago y Esparza. No obstante, en cada una de ellas se operaron importantes cambios políticos y socioeconómicos, que obviamente modificaron el desarrollo histórico de la Provincia con respecto a la etapa precedente del tributo en especie. De manera que en ambas ciudades, Cartago y Esparza, como sedes político-administrativas, se consolidaron y perpetuaron todos los medios posibles de explotación del indio encomendado. Paralelamente a estos procesos se consolidaron las estructuras coloniales, y con éstas, los grupos dominantes tradicionales. En cuanto a la jurisdicción de la Alcaldía Mayor de Nicoya, como ya lo destacamos en la introducción del capítulo anterior, esta se mantuvo durante todo el siglo XVII con la misma función política, jurídica y territorial asignada desde 1554.

176

CUADR020

ENCOMIENDAS O PARCIALIDADES VACANTES Fuente

ce 6105 Cartago G.068, G.089, Cartago G.060, G.080, Cartago l. 252, 1626 1636 012, 1638, 040, 1638, 1638 1638, 045, 1676 1691, 1-16 v. 1-1 v. 1-2 v. 1-2 v. 1625 1-2 v. 1-2 v. 1-1 v.

T. 111,

Cartago 071, 1683, 1-2 v.

Corrocí

X

Teotique Chirripó

X

X X

Auyaque Parra gua

X

Güicací Atirro

X

Aserrí

X

X

Jucaragua Tl)bosi

X

X

X

X

Quircot

X

X

X

Cot

X

X

X

Currirabá

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

X

Ujarrací

X

Barva

X

Tucurrique Orosí Turrialba

X

X

X

X

X

A meas

X

Quepo

X

Paca ca

X

X

NOTA: En algunos pueblos como Barva, Currirabá, Cot, etc. aparecen hasta tres parcialidades encomendadas; de manera que en la práctica fue mayor el número de vacantes.

B. VICISITUDES DE LOS TRIBUTOS REALES En general, tanto en los pueblos de indios de Costa Rica como en los de Nicoya, prevaleció la misma organización política, social y económica, impuesta desde el siglo XVI, aunque entre ambas jurisdicciones el desarrollo histórico del siglo XVII tuvo sus propias peculiaridades. En d caso de Nicoya, tal como lo hemos reiterado, la fuente fundamental 177

de explotación 6ontinuó siendo el tributo en especie de productos autóctonos, lo cual puede comprobarse en la tasación general de 1682, regulada para los siete pueblos integrantes de dicha alcaldía. En esta tasación puede apreciarse que, excepto las gallinas, todos los productos extraídos como tributo eran indígenas (Cuadro 21). CUADR021

TASACION DE LOS PUEBLOS DE LA ALCALDIA MAYOR DE NICOVA 1682-1683 Nombre del pueblo Nicoya San Pedro de Cangel Santiago de Chira Sto. Domingo de Cabo Blanco San Juan de lndiriá Santa Catalina de Nandayure

No. de telas de manta 114 5 2 6 7 6

No. de varas No. de fanegas de cada manta de maíz 6 varas más 2 6 6 6 6 6

varas varas varas varas varas

más más más más

2 2 2 2

No.de gallinas

No. de almudes de frijoles

127

155

9 4

9 5 7

5 fanegas 3 almudes 9 medios 4 almudes 11 almudes 7 almudes 7 almudes

11 7 7

12 10

FUENTE: Fernández, León, 1976, V. 3, p. 85-86.

En lo que corresponde a la Gobernación de Costa Rica, debemos resaltar el hecho de que los dos sectores de la sociedad hispana costarricense, favorecidos con la apropiación del tributo en especie (encomenderos y Corona), debido a la disminución de éste y ante el fracaso de la conquista de Talamanca tuvieron que enfrentar esta coyuntura acudiendo a nuevas soluciones. Las condiciones internas y externas, permitieron que los encomenderos-comerciantes intentaran, desde principios del siglo XVII, la diversificación de sus actividades económicas, acudiendo a los servicios personales de los pocos indios sobrevivientes. Entre las condiciones internas hay que mencionar la abundancia de tierras excelentes con óptimas condiciones para el cultivo del trigo y el desarrollo de la ganadería, ambos incentivados por la apertura del camino de mulas hacia Chiriquí. Lógicamente debe destacarse, como factor determinante, la mano de obra indígena encomendada, la cual se encontraba en plena decadencia. Entre los factores externos debemos resaltar la demanda de mulas, en Panamá, y la de harina y sus subproductos tanto en los mercados de Panamá como en los de Nicaragua. 178

En cuanto a la Corona, como segundo sector favorecido con la adjudicación de encomiendas, desde 1625 empezó a retener las vacantes y las embargadas hasta llegar a monopolizar 4 7 parcialidades. A esta cifra se pueden agregar los pueblos de Quepo, Pacaca, Tucurrique, Chome, y los Naborías que desde el siglo XVI habían sido otorgados como tributarios de la monarquía. Acerca de estos tributos reales, que obviamente fueron administrados por los funcionarios locales de la Real 'Hacienda, contamos con una profusa información extraída de los reportes anuales enviados por éstos a las Cajas Reales de León. Otras fuentes importantes para conocer más a fondo el tema de los tributos reales en especie son los padrones de tributa~os y su respectiva tasación, junto con los autos ejecutados en la venta pública de esos tributos. De acuerdo con los datos incluidos en los Cuadros adjuntos 22 y 23, es indudable que los tributos en especie administrados por los oficiales reales desempeñaron un papel fundamental en la economía, ya que con ellos se abastecía el mercado interno. Por otro lado se evidencia que a partir de 1624 se produjo una importante modificación en el sistema tributario, al exigir que una parte del tributo fuera en dinero efectivos, de lo cual se puede deducir que a partir de esa fecha se introdujo el uso de la moneda en la economía indígena. Otro aspecto importante de esas tasaciones es el papel que durante el siglo XVII tuvieron en la economía los productos autóctonos, dado que la extracción de tributos por parte de la Corona se fundamentó únicamente en nueve productos: mantas de algodón con una medida uniforme de cuatro varas de largo por una de ancho, maíz, frijoles, miel, cera negra, chile, cacao, sal y gallinas. Obsérvese que la única especie no autóctona eran las gallinas. Un punto que vale la pena mencionar es que había cierta especialización en cuanto a la producción y a la elaboración de algunos productos, de acuerdo con la ubicación geográfica de los pueblos de indios. Así, en el Pacífico Central, en las partes bajas del Valle Central Oriental y hacia el litoral Atlántico, pueblos como Turrialba, Tucurrique, Teotique, Chirripó y Jucaragua elaboraban mantas de algodón. El cacao era abastecido por los pueblos de Quepo, Boruca y Abubaes o Caribes, y estos dos últimos desde 1611 empezaron a entregar cacao y sal a la Corona, como reconocimiento6, y continuaron tributando hasta 1685, último año en que aparecen registrados en los libros de la Real Hacienda. 7 De lo anterior deducimos la importancia del cacao, que en esta primera etapa fue producido por los aborígenes del litoral Pacífico (Central y Sur), obviamente para el consumo de la élite colonial local. __ 179

CUADR022

TASACION ANUAL DE LOS PUEBLOS DE INDIOS TRIBUTARIOS DE LA CORONA Partidos= 1 Pueblos= 2 Parcialidades = 3

Teotique (1)

Tasación anual

1peso1 real 5 fanegas de maíz 9 mantas de algodón 14x1) 9 gallinas 18 cuartillos de miel 9 libras de cera negra

35 1/2 mantas de algodón 35 fanegas y 3 almudes de mafz 35 galfinas 351/2 libras

No. tributarios

92/3

Año

Fuente

Tobosí (2)

Quepo (2)

15 mantas de algodón de 4x1 7 1/2 fane· gas de maíz 15 gallinas 15 libras de cera 30cuani!los de miel

27 fanegas de maíz 36 cuartiUos de miel 9 panes de sal 18 gallinas 9 almudes de frijoles 9 almudes de chile 9 fibras de cera negra

21 fanegas de maíz 28 cuartiUos de miel 7 panes de sal de 4 libras 14 gaUinas 7 almudes de frijoles 7 almudes de chile

19 mantas de algodón

14

15

9 1/3

7

1638

1638

1638

1638

1638

Loe. cit.

Loe. cit.

Guatemala, No 068, 1638. fls. 1-12 V.

Loe. cir.

Loe. cit.

Chirripó (3)

Ujarraz (2)

40 cuaniUos de miel 10panesde salde 4 fibs. 20ga!linas 10 almudes de frijoles

21 mantas de algodón de 4x1 1O 1/2 fanegas de marz 21 gallinas 21 libras de cera n1!9ra 42 cuartillos de miel

12 fanegas de maíz 56 cuanmos de miel 14 panes de sal 28 gallinas 14 almudes de frijoles 14 almudes de chile 14 libras de cera negra.

35 1/2

10

21

1624

1626

1638

Cartago, No. 001, 1624. fls. 1-11 V.

Guatemala, No. 060. 1626, fls. 1-2 V.

Guatemala No. 068, 1628, fls. 1-12 V. 49 pesos 42 galfinas

de cera 71 cuartiRos de miel

(3)

30 fanegas de

maíz

39 libras de Tasación anual

Paca ca (2)

Barva

Orosi Turrialba Corrosi (1)

cera. 44 cuartiílos de miel. 22 panes de sal. 22 fanegas

de maíz. 1 1/2 fanegas de frijoles 1 1/2 fanegas de chile.

Turrialba (3)

52 pesos 4 reales 23 fanegas de maíz 56 gatfinas 46 cuartillos de No tienen los productos que miel 46 libras de cera se les piden 23 almudes de frijoles 23 almudes de chile 23 panes de sal

421/2

39 1/2

12

Año

1681, 1682, 1684

1692

1681, 1682, 1684

Fuente

Canago No. 066,

Guatemala

Canago No.

v.

Currirabá (32)

Garabito (2)

12 pesos 4 reales 3 fanegas de maíz 18 gallinas 6 cuartillos de de miel 6 fibras de cera 3 panes de sal

97 pesos 4 reales 45 fanegas de maíz 89 gallinas 45 1/2 almudes de chile 45 1/2 almudes de frijoles 91 libras de cera 91 cuartillos de miel 45 1/2 panes de sal

9

11

811/2

Loe. cit.

1692

1692

Loe. cit.

Guatemala No. 118 bis, 1693, fls. 1·3V.

Loe. cit.

39 cuartillos de miel 34 libras de cera. 19 1/2 panes de sal 32 pesos 6 reales 19 1/2 fanegas de maíz 22 gallinas 1 1/2 fanegas de frijoles 1 1/2 fanegas de chile

No tienen los pro- No tienen los producduetos que les tos que les piden piden

26

2

1694

1681. 1682, 1684

1681, 1682, 1684

Complementario No. 3885 1644, fls. 1-7 v.

Cartago No. 066 Loe. cit. 070. 075; 1682. fls. 1-9 v.. 1682, fls. 1-11 V., 1689 fls. 1-11 V.

48 pesos 54 gaRinas 22 panes de sal 31 libras de cera 21 1/2 fanegas de maíz 1 1/2 fanegas de frijoles 1 1/2 fanegas de chile 45 cuanillos de miel 38

No. tributarios

070, 075; 1682, fls. 1-9 V.; 1683 fls. 1-11 V.; 1684 fls. 1-11

Jucaragua (2)

Tucurrique (2)

Aserrí (2)

No.118 bis, 1693, fls. 1-3 v.

066,070, 075; 1682, fls. 1-9 V.; 1683, fls. 1-11 V; 1684, fls. 1·11 v.

1681, 1682, 1684 Cartago, No. 066, 070; 075; 1682, fls. 1·9 V.; 1683, fls. 1-11 V.; 1684, fls. 1-11 V.

CUADR023

TASACION POR ''TERCIOS" DE LOS PUEBLOS DE INDIOS TRIBUTARIOS DE LA CORONA Aserrí

Currirabá

Barva

Turrialba

Tucurrique

Jucaragua

Tercios de Navidad 1676-1678

1 peso 3 reales 19 1/2 fanegas de maíz 11 gallinas 1 1/2 fanegas de frijol 1 1/2 fanegas de chile

24 pesos 21 1/2 fanegas de maíz 27 gallinas 1 1/2 fanegas de frijoles 1 1/2 fanegas de chile

24 pesos 4 reales 22 fanegas de maíz 21 gallinas 1 1/2 fanegas de frijoles 1 1/2 fanegas de chile

2 pesos 5 reales 4 mantas de algodón 5 fanegas de maíz 8 gallinas

3 reales 3 varas de tela de algodón 1 gallina 1/2 fanega de maíz

2 pesos 5 reales 3 mantas de algodón 6 gallinas 4 1/2 fanegas de maíz

Tercios de San Juan 1676-1678

17 pesos 4 reales 11 gallinas 39 cuartillos de miel 34 libras de cera 19 1/2 panes de sal

24 pesos 27 gallinas 45 cuartillos de miel 31 libras de cera 22 panes de sal

24 pesos 4 reales 21 gallinas 39 libras de cera 44 cuartillos de miel 22 panes de sal

2 pesos 5 reales 5 mantas de algodón 8 gallinas 13 cuartillos de miel 6 1/2 libras de cera

3 reales 3 varas de tela de algodón 1 gallina 1 cuartillo de miel 1/2 libra de cera

2 pesos 7 reales 3 mantas de algodón 6 gallinas 13 cuartillos de miel 6 1/2 li bras de cera negra

No. de tributarios

26

42 1/2

38

12

2

9

Fuente

Cartago, No. 050-057 1677, fls. 1-16 v. 1679, fls. 1-14 v.

loe. Cit.

loe. Cit.

loe. cit.

loe. cit.

loe. Cit.

Estos tributos reales en especie tenían que entregarse en dos fechas fijas: la primera correspondía al tercio de San Juan, o sea el 24 de junio, que incluía una pequeña cantidad de plata, además de sal, miel, cera negra, cacao y gallinas. La segunda, al tercio de Navidad, es decir el 24 de diciembre, en la cual se tenía que tributar con plata, cacao, mantas, maíz, frijoles, chile y gallinas·. La condición de tributario era asumida por cada pueblo o parcialidad por medio del cacique o del Cabildo Indígena en forma comunal, tanto para la producción como para el pago del tributo. Pero a medida que se fueron introduciendo otras categorias de tributarios como el medio y el tercio, hubo necesidad de especificar la cuota que correspondía tributar a cada uno de éstos, lo que obviamente también contribuyó a distorsionar el comunalismo tradicional. Así tenemos que el padrón y la respectiva tasación del pueblo de Garabito correspondiente al año de 181

1693, en términos tributarios se componía de 18 mujeres y 4 varones, cuya tasación y condición de tributarios hemos desglosado de la siguiente manera: TASACION DEL PUEBLO DE SANTA CATALINA DE GARABITO Tributarios 2 enteros 2 medios casados con indias de otros pueblos 8 tercios casadas con indios de otros pueblos 3 tercios de indias viudas 5 tercios de indias solteras

Varones

Mujeres

2

2

2

8 4

3 5 18

En resumen había en dicho pueblo: 2 tributarios enteros, 2 medios tributarios y 16 tercios de tributarios. Tributo Global 1 2 pesos 4 reales 3 fanegas de maíz 18 gallinas 6 cuartillos de miel 6 libras de cera 3 panes de sal Para cada categoría, esa tasación se desglosa de la siguiente manera:

Tributario Entero 1 1 2 2 2 1

182

peso 4 reales fanega de maíz gallinas cuartillos de miel libras de cera pan de sal

Medio Tributario 6 reales 1 /2 fanega de maíz 1 cuartillo de miel 1 libra de cera 1 /2 pan de sal

Tercio de Tributario 4 reales 1 gallinas

En términos demográficos es importante destacar el desequilibrio entre la población adulta compuesta de 4 varones casados y 18 mujeres, 5 de las cuales eran solteras. 9 Otro punto que hemos podido conocer es que los tributos en especie se vendían anticipadamente en almoneda pública y de acuerdo con el precio establecido en la tasación. Por ejemplo en 1633 se llevaron a venta pública 9 213 tributos del pueblo de Duguevas, a 2 pesos y 6 reales cada uno, lo que dio un total de 24 pesos y 6 reales.10 Para lograr mayor control, intervino la Audiencia por medio de la Real Hacienda, la cual dispuso que la venta de las especies tenía que ser precedida de nueve pregones, durante nueve días consecutivos, señalando el día específico de la almoneda para que se presentara la mayor cantidad de vecinos. A ésta debían presentarse obligadamente el Gobernador y el Tesorero de la Real Hacienda, y además al vender cada producto debía especificarse el número y precio por unidad.11 En relación con los precios de los tributos en especie vale la pena señalar que la cera negra y la miel mantuvieron el precio de un real por. cada libra a lo largo del siglo XVII. Otros precios variaban en una misma tasación, por ejemplo en 1676 la fanega de maíz valía 4 reales en Aserrí, y 1 real en Barva y en Turrialba, lo cual hemos detallado en el Cuadro 24.

183

CUADR024

LISTA DE PRECIOS DE LOS TRIBUTOS EN ESPECIE Parcialidades Aserrí

Currirabá

Fanega de maíz 3 reales 4 reales

3 reales

4 reales 1 peso

Cuartillo de miel

Pan de sal de 4 libras

1 real 1 1/2 reales 2 reales

1 real

2 1/2 reales 3 reales 4 reales 1 peso

1 1/2 reales 2 reales

Gallina

1 real 1 1/2 reales 2 reales 1/2 real 1 real

Fanega de Fanega de frijoles chile

1 peso 4 reales

2 pesos 3 pesos

Manta

2 reales 1 peso

1 real 1 1/2 reales

2 reales 6 reales 1 peso

1 real

2 reales 6 reales

1 real

3 pesos

3 pesos 3 pesos 2 reales

4 reales

libra de cera

Turrialba

6 reales 1 peso 4 reales

1 real

1 real

Ju ca ragua

6 reales 1 peso 4 reales

1 real

1 real

1 real

2 pesos 3 pesos

Tucurrique

6 reales 1 peso 4 reales

1 real

1 real 1 1/2 reales

1 real

3 pesos

Barva

3 reales 4 reales 1 peso 4 reales

1 1/2 reales

1 real

1 real

2 pesos

1 real 2 reales

1 real

NOTA: La lista de precios corresponde a los 6 años que se mencionan en cada una de las fuentes citadas. Los precios más altos corresponden al año de 1679, los más bajos a 1684. FUENTE: Cartago, No. 045, 1674, 2 fls., 050, 1677, 16 fls.; 057, 1679, 14 fls. 066, 1682, 9 fls., 070, 1683, 11 fls.; 075, 1684, 11 fls.

En cuanto a la comercialización del tributo en especie, la mayoría de los indígenas que estaban fuera de sus pueblos prestando servicio personal a los españoles cancelaban su respectivo tributo con dinero en · efectivo.12 Estimamos que esta alteración del sistema tributario fue un mecanismo para asegurarse los servicios personales de los indígenas, dado que al exigirles el tributo en plata, éstos tenían que trabajar fuera de sus pueblos para ganarse el dinero tasado. Por lo demás, esta modificación del tributo, constituyó otro factor que influyó en el deterioro y la desintegración de las comunidades indígenas. Dadas las condiciones históricas en que se realizaron estos mecanismos de explotación, las cuales se caracterizaban por el escaso o inexistente desarrollo del nivel de las fuerzas productivas, éstas entraron en contradicción y dieron origen por un lado, a problemas de subsistencia en las comunidades indígenas, y por otro, a dificultades de abastecimiento entre los vecinos de Cartago y Esparza. Decimos crisis de subsistencia ya que los indígenas alegaban que no tenían géneros por no haberlos 184

cogido para cancelar su tributo en especie. Estos géneros, como se puede apreciar en los cuadros anteriores, incluían maíz, miel, gallinas, sal, frijoles y chile, productos fundamentales en la dieta alimenticia durante la Colonia. En el Cuadro 22 puede observarse que a partir de 1679, los pueblos de Turrialba, Tucurrique y Jucaragua dejaron de tributar en especie porque no tenían los productos tasados. Por otro lado nótese que a partir de esa fecha los pueblos mencionados contaban con 12, 2 y 9 tributarios respectivamente, lo cual nos lleva a la conclusión de que, sin duda alguna, el problema era realmente falta de mano de obra indígena. ¿Cómo se empezaron a manifestar estos problemas en cuanto a la escasez del tributo en especie? A partir de la cuarta década del siglo, los indígenas empezaron a retrasar el pago de sus tributos, lo cual se evidencia en los autos de recudimiento promulgados por la Real Hacienda para la cobranza de aquéllos. Así, en enero de 1638 se ordenó a los indígenas de la. encomienda vacante de Salvador de Torres, ubicada en Cot, que cancelaran los tributos del tercio de navidad del año anterior, advirtiéndoles que: si luego como fu,eren requeridos no dieren y pagaren el dicho tributo, doy comision a qua/quier algu.azil ejecutor de esta ciudad para que les prenda los cuerpos y ponga en la caree! publica della asta en tanto que hayan satisfecho y pagado el dicho tributo. Y para este efecto los saquen de cualquier parte y servicio donde estuvieren. I 3 En problema similar se vio el pueblo de Turrialba durante el mismo año, porque no habían entregado al Bachiller Lope de Chavarría los tributos que se le habían rematado en almoneda pública. 14 También los indígenas del pueblo de Quepo tuvieron el problema de no poder entregar el cacao de tributo en la fecha estipulada. Ante esta grave situación (los indígenas debían los dos tercios de 1636, es decir 2.000 semillas por cada tributario entero), el Corregidor instruyó una información en la cual se determinó que durante todo el año los árboles de cacao ni siquiera habían florecido.IS Uno de los testigos, indígena vecino de Aserrí, declaró que tenía más de un mes de estar en el pueblo hasta donde había llegado para cobrar las deudas que algunos vecinos de ese pueblo tenían pendientes con éI.16 Pedro Sánchez, alcalde, declaró que la carestía del cacao era general en toda la jurisdicción. 17 En los mismos términos se pronunció el Corregidor de dicho partido, agregando que como no hubo cosecha de cacao los yndios estan imposibilitados de pagar a Su Magestad, el .tributo de cacao. Menos lo pueden 185

pagar en reales mediante a no correr entre ellos plata ningu,na ni otro genero mas del dicho cacao. I 8 De acuerdo con lo establecido en la información, el Corregidor decretó un auto de espera para que el pueblo cancelara el cacao en junio venidero ... por no poderse comutar el dicho tributo en otro genero ni en reales. 19 Los problemas de abastecimiento se incrementaron a tal grado que tuvo que intervenir la Audiencia, la cual por medio de los oficiales de la Real Hacienda de León envió un amplio y detallado auto a los corregidores de Costa Rica, para que éstos obligaran a los indígenas a pagar el tributo en especie, argumentando que Por quanto en esta provincia ay muchos yndios en serbicio de vezinos españoles que parte de ellos pagan el tributo a Su Magestad y tienen por costumbre no dar el dicho tributo en especie en que esta fecha la tasacion, sino pagarlo en reales fecha la almoneda de dichos tributos, de que se sigue muy ynconbiniente mediante a que el tiempo que se quieren hender y rematar los dichos tributos la mayor parte de ellos no parezen, por estar en servicio de dichos vezinos. Con lo qua/ las almonedas que se acen de ellos no son ciertas ni verdaderas. Y para que cese este ynconbiniente y los tributos que al Rey Nuestro Señor le pertenecen, se vendan legítimamente y en dichas almonedas no aya fraude, mando a los corregidores desta provincia, a cada uno por lo que les toca, que el día de navidad y San Juan, que es tiempo en que se cumplen los tercios de los dichos tributos reales, haga como son obligados conforme sus reales titulas, que los alcaldes de los pueblos cobren los tributos de todos los yndios y los traigan a esta ciudad ... en especie como deben para que de ellos se haga almoneda. Y para que los vezinos en su servicio tubieren yndios pertenecientes al Rey nuestro Señor, les obliguen a que den el dicho tributo en especie como son obligados. 20 Dados estos problemas, en cuanto a la escasez de productos en especie para el pago de tributo, y obviamente, con el propósito de resolverlos a como hubiese lugar, la Audiencia emitió un decreto que modificó sustancialmente la realidad del indio tributario, puesto que en él se determinó que a partir de 1639 todos los indígenas encomendados, mayores de 25 años, hombres o mujeres de cualquier condición civil serían tributarios. Lógicamente esta fue una decisión que posibilitó el 1

186

incremento de la explotación de los indígenas, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, al incorporar a las mujeres solteras o viudas a la categoría de tributarias2 1, aunque esta determinación se trató de compensar trece años después, al disponer que los indígenas varones de 55 años y las mujeres de 50 serían excluidos como tributarios.22 Desde esta perspectiva nos preguntamos, ¿cuál indígena sometido a tal grado de explotación podría sobrevivir más allá de los 50 o 55 años? En 1640 los indígenas del pueblo de Quepo enfrentaron otra crisis, en cuanto a la producción de cacao, Pll:es en el momento de presentarse a pagar el tributo, su alcalde Diego Su explicó que llevaba las telas y las gallinas menos el cacao, porque: no emos tenido cosecha ni los arboles

an nuebado ningu,na. 23 En vista de esta situación y dado que Quepo era el principal abastecedor de cacao para toda la Gobernación, se volvió a instruir otra información, a raíz de lo cual se decretó un nuevo auto de espera. 24 En 1654 los indígenas de Quepo, Tucurrique y Atirro no pudieron entregar las mantas del tributo por falta de género de algodóri25, y ese mismo año volvió a quedar pendiente el tributo en cacao del pueblo de Quepo, justificando que ... la retardacion de estos tributos ha sido causada

por grave enfermedad de viruelas en dicho pueblo. 26 Sin embargo, a pesar de los problemas surgidos entre la población indígena tributaria en cuanto a no poder cumplir con el pago de su tributo, se les impuso una nueva carga: a partir de 1667 cada tributario entero, de cualquier tipo de encomienda real, vacante, embargada o encomendada, tenía que pagar anualmente un almud de maíz, y el producto de su venta se destinaría a la construcción de una fortaleza sobre el río San Juan.27 En 1669 el tesorero comunicó a sus superiores que la recolección de tributos se había atrasado, porque los indígenas se habían acostumbrado a que se les siguiera diligencias para su pago. En cuanto al tributo de mulatos y de indios naboríos también había demora porque muchos de ellos estaban en Panamá adonde habían ido con partidas de mulas.28 En las cuentas del año siguiente, los libros de la Real Hacienda reportaron que había atrasos en el pago de los tributos de Turrialba y Chirripó por enfermedad de los indios, y de los de Quepo y Naborías, porque muchos andaban de arrieros en Panamá y Nicaragua.29 Un nuevo mecanismo de explotación utilizado en la época de crisis lo hemos detectado en las tasaciones de las encomiendas vacantes. Por ejemplo en la de los pueblos de Aserrí, Barva, Currirabá, Turrialba, Tucurrique y Jucaragua, los cuales durante los nueve años transcurridos entre .1676 y 1684 y a pesar de los problem~s de enfermedades y d~ '187

producción, tuvieron que pagar la misma cantidad y los mismos productos tasados desde 1676. (Ver Cuadros 22 y 23). A partir del tercio de junio de 1679, los pueblos de Turrialba, Tucurrique y Jucaragua, empezaron a tener dificultades para cumplir con la tasación asignada a ellos. Ante esta situación don Francisco Gómez, cacique de Turrialba expuso al tesorero: El tributo no lo hemos podido pagar porque no tenemos los

géneros; pero los pagare1nos en reales. 30 En los mismos términos se manifestaron las autoridades de los pueblos de Tucurrique y Jucaragua, a quienes de acuerdo con la propuesta les correspondió cancelar 14 pesos 7 reales, 12 pesos 3 reales y 2 pesos · 4 reales a cada uno. 31 Durante los cinco años siguientes tuvieron que continuar pagando el tributo en dinero efectivo. Por ejemplo, en 1684 cancelaron 14 pesos 5 reales, 11 pesos 2 reales y 2 pesos 2 reales. 32 Esta situación nos demuestra que la continuidad de ingresos en la Real Hacienda por concepto de tributo no puede ser un parámetro para determinar los problemas relativos a la disminución demográfica o a las crisis de subsistencia entre la población indígena. Finalizando el siglo XVII se puso de manifiesto una crisis general en cuanto al pago de los tributos reales, puesto que en 1695 el tesorero de Costa Rica se dirigió a León para comunicar que había una demora en la recaudación de los tributos:

... a causa del atraso tan grande que a habido en la cobranza, assi de los reales tributos, como de las demas bacantes que se administran en esta Real Caja. Por falta tan grande que hay de tributarios por las continuadas pestes que se han padesido en esta provincia en años antesedentes, de que han fallecido muchos. 33 Esta situación es más ostensible en el resumen de las cuentas de la Real Hacienda, cuyos ingresos correspondientes a 1695 registran 93 pesos de tributos reales, 20 pesos 1 real, de tributos embargados y 79 pesos de naborías, lo que suma 241 pesos y 4 reales de un total de 1979 pesos que ingresaron a las Cajas Reales. 3 4 Este ingreso de 241 pesos y medio por concepto de tributos reales representa la suma más baja que hemos localizado en los libros de la Real Hacienda. Tanto la situación denunciada por el tesorero de Costa Rica en 1695 respecto de la falta de tributarios ocasionada por las continuas pestes, como la baja cantidad de dinero obtenida por la venta de los tributos del mismo año, revelan con toda claridad que el papel económi188

co del tributo en especie había cumplido su ciclo, debido fundamentalmente a las pérdidas demográficas. El deterioro de las comunidades indígenas de Costa Rica, tributarias de la Corona, también se reflejó en la disminución de sus actividades agrícolas y artesanales, lo que en última instancia se tradujo en la inexistencia de bienes y cajas de comunidad. Lo anterior queda demostrado por el hecho de que en los manuscritos consultados no se volvieron a mencionar los bienes ni cajas comunales. Más bien pareciera que en 1693 se pretendió restaurar dicha institución, pues ese año se ordenó a los pueblos de Garabito, Ujarraz y Currirabá, que en cada uno de ellos se cultivara una milpa de una fanega de sembradura y que su producto se tuviera por bienes de comunidad. 35 Con respecto a los indígenas de los siete pueblos que a lo largo del siglo XVII integraron la Alcaldía Mayor de Nicoya, destacaremos que con excepción de San Pedro de Canjel, los seis restantes permanecieron en su condición de tributarios de la Corona. Esto los protegió en alguna medida, de una relación forzosa con otros colonos que no fueran su corregidor, su alcalde o su fraile doctrinero. Cabe destacar que la explotación de los aborígenes de Nicoya, durante el siglo XVII, tuvo su propia identidad: no fue tan brutal ni tan violenta porque en ella no intervinieron los encomenderos ni estuvieron sujetos a un aparato estatal tan burocratizado como el de Costa Rica. Las tasaciones de los indígenas de Nicoya fueron canalizadas a través de los bienes y cajas comunales, y en ellas destacaba la extracción de productos autóctonos como maíz, miel, cera y tinte de múrice. Complementariamente, ya a finales del mencionado siglo, se extraían ganado vacuno y quesos producidos y elaborados en forma comunal en el hato de cada pueblo o en sus respectivas cofradías.

CONCLUSIONES La conclusión fundamental que se deriva de los temas examinados en este capítulo es que los pueblos de indios tributarios de la Corona ubicados en Costa Rica y Nicoya, por conveniencia de los grupos hispanos dominantes, fueron salvaguardados de una drástica descomposición de sus formas comunales, pues su destino, como lo hemos explicado, fue el de abastecer de productos autóctonos al mercado local costarricense y el de los astilleros del Golfo de Nicoya. Es notorio que la explotación por medio del tributo en especie fue rentable en la medida en que las 189

comunidades permanecieron integradas, particularmente mientras en cada pueblo de indios persistió una importante concentración de mano de obra. Sin embargo la desintegración de las comunidades indígenas fue más temprana en los pueblos encomendados a particulares, quienes desde principios del siglo XVII empezaron a explotar a los indios de sus encomiendas por medio de los servicios personales en sus haciendas o sementeras; o como arrieros y correos.

Por otro lado, después de 1680, tanto en Costa Rica como en Nicoya empezó la disminución de los tributos reales en especie, a consecuencia de la escasez de mano de obra en las comunidades indígenas. Este derrumbe de la economía de los pueblos de indios tributarios de la Corona, fundamentalmente la dramática caída en cuanto a la producción de frutos y a la elaboración de artesanías autóctonas, llegó a su punto más bajo en 169 5 cuando se informó a la Corona que ya no había tribU:tarios, dado que la mayoría de éstos había fallecido.

190

NOTAS CAPITULO VIII 1.

En 1613 los pueblos de Pacaca, Barva, Currirabá, Aserrí, Cot, Ujarraci, Orosí, Turrialba, Corrosi y Atirro, estaban en poder de 2 - 6 - 2 - 5 - 2 - 3 - 2 - 8 - l y 4 encomenderos respectivamente y con un total de 908 tributarios enteros. Sibaja, Luis Femando, ''La Encomienda de Tributo en el Valle Central de Costa Rica ( l 569-l 683f'. En Cuadernos Centroamericanos de Ciencias Sociales, No. 11, 1984, p. 69. 2. G., 089, 1640, fls. 1-2 V. 3. En tiempos normales, el producto de los tributos vacantes se dividía en cinco porciones, una de las cuales se destinaba a fortalecer la Armada de Barlovento, y las cuatro restantes le correspondían a los "Señores del Real Consejo de Indias". Pero en tiempo de emergencia con los piratas o en conquista de Talamanca, pasaban a reforzar el "Situado de Guerra". C.C. 6111, 1691, 15 v. 4. Cartago, 071, 1683, fls. 1-2 V. 5. Cartago, 001, 1624, fls. 1-11 V. 6. G., 078, 1636, f. 78-78 V. 7. e.e., 089, 1685, fls. 1-8 v. 8. G., 118 bis, 1693, fls. 1-2 V. Este documento es analizado por Luis Femando Sibaja en su trabajo mencionado en la cita 1. 9. La siguiente visita a Santa Catalina de Garabito se realizó en l 708, y fueron tasados 3 indios casados con mulata, mestiza y en otro pueblo, respectivamente; 3 indias casadas en otros pueblos, l india viuda y otra soltera. Al final de este documento se anotó que no se empadronaron más indios porque la mayoria de ellos había muerto de sarampión y viruela. Cartago. 165, 1708, fls. 2-4 V. 10. Cartago, 001, 1624, f. 11 V. 11. G., 080, 1638, fls. 1-11 V. 12. Cartago, 001, 1624, f. 14. 13. G., 080, 1638, f. 6. 14. e.e., 018, 1637, f. l. 15. G. 081, 1636, f. 1-1 V. 16. Op. Cit., f. 2 V. l 7. Op. Cit., f. 4. 18. Op. Cit., f. 4 V. 19. Op. Cit., f. 5 V.

191

20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35.

G., 080, 1636, f. 7-7 V. G., 084, 1638, f. 1-1 V. eartago, 039, 1635, fls. 1-3 V. e.e., 2280, 1641, r. l v. Loe. Cit. e.e., 035, 1654, fls. 1-1 v. eartago, 041, 1654, f. 2. e.e., 3818, 1667, fls. 1-16 v. e.e., 066, 1669, f. 6. e.e., 065, 1610, r. 1 v. Cartago, 057, 167, f. 7 V. Loe. Cit. Cartago, 075, 1684, fls. 4 V.-5. e.e., 6111, 1696, r. l. Loe. cit. G., 118 bis, 1693, f. 1 V.

192

Capítulo IX SERVICIOS PERSONALES DE LOS INDIGENAS ENCOMENDADOS 1611-1695

1 '

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INTRODUCCION

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Con el concepto de servicios personales nos referimos _al trabajo que los aborígenes ·encomendados -hombres o mujeres- realizaban por un tiempo prolongado fuera de sus comunidades, en beneficio de sus encomenderos. En relación con este concepto, la información obtenida de una fuente manuscrita de 1615 1 nos ha permitido determinar dos tipos de servicios. En primer lugar la categoría de servicios tradicionales, constituida por trabajos realizados por los indígenas fuera de sus pueblos, donde eran obligados a laborar en la siembra de productos autóctonos, en artesanía, en la cacería y captura de animales destinados a la alimentación de los españoles, y en la construcción y reparación de viviendas particulares, de edificios públicos y eclesiásticos, de calles y caminos. En la segunda categoría incluimos los servicios no tradicionales, o sea labores que los indios encomendados realizaban fuera de sus comunidades pero en actividades económicas introducidas por los españoles. Entre éstas hay que mencionar el cultivo del trigo, la ganadería vacuna, caballar y mular y las actividades mercantiles. Estos servicios personales no tradicionales fueron los que, desde los primeros años del siglo XVII y durante el resto de la etapa de la encomienda en Costa Rica, constituyeron el medio fundamental de explotación, mecanismo utilizado con mayor intensidad por los encomenderos particulares.

195

A. MEDIOS UTILIZADOS PARA OBTENER SERVICIOS PERSONALES Los medios utilizados para obtener servicios personales de los indígenas fueron varios, algunos violentos, otros pacíficos o sutiles, unos legalizados y otros no, pero todos reflejaban el interés y la urgencia, por parte de los españoles, de asegurarse la mano de obra de los indios encomendados. Entre los mecanismos empleados por los colonos para obtener servicios personales pueden mencionarse los siguientes: 1) Desde las primeras tasaciones de 1569 se fijó un número determinado de indios para que realizaran algunos trabajos fuera de sus pueblos, en beneficio de sus encomenderos. Por ejemplo, en la cédula de encomienda otorgada a Matías de Palacios, se estableció que éste podía llevar indios desde el pueblo de Ciruro hasta la ciudad de Cartago para que construyeran o repararan su vivienda. Además podía sacar 6 indios y 2 indias para que realizaran toda clase de servicios domésticos. 2 Esta clase de concesiones fue ampliada en favor de los frailes doctrineros, al asignárseles indios e indias para el servicio doméstico.3 No dudamos de que este tipo de licencia constituyó un portillo mediante el cual los encomenderos y demás sectores de la sociedad-hispana explotaron en forma directa la mano de obra de los indígenas reducidos. 2) Entre los medios legales hay que mencionar una Real Cédula promulgada en 1638, la cual modificó profundamente el sistema de indios alquilones, dado que a partir de ese año todos los indios varones mayores de 16 años fueron obligados a acudir a los servicios públicos y a los repartimientos de labores. 4 3) Hubo otros mecanismos más sutiles, como el exigir tributos en especie constituidos por productos inexistentes en la comunidad del tributario. Un ejemplo de este caso lo constituyen los tres almudes de sal exigidos al pueblo de Ciruro, el cual está ubicado en el litoral Atlántico donde no existen las condiciones necesarias para la elaboración de sal. 4) Dentro de esta misma modalidad existió el procedimiento de exigir el tributo mixto (una parte en especie y la otra en dinero), el cual inevitablemente condujo al peonaje por deudas. Tanto en este caso como en el anterior, el tributario era obligado indi196

rectamente a trabajar fuera de su comunidad, para poder conseguir el dinero o el producto que le exigía su encomendero. 5) Los encomenderos, los alcaldes y los corregidores repartían mercaderías entre los indígenas tributarios, o les adelantaban algún dinero por el pago de ciertos productos como mantas de algodón, maíz, petates y telas de Nicoya. 6) Con la participación de los alcaldes ordinarios de Cartago y mediante escritura protocolizada, se colocaba a los niños indígenas huérfanos bajo la tutela de algún español y lo mismo se hacía con las indias viudas sin que mediara ningún tipo de compromiso legal. 7) Un nuevo mecanismo para obtener servicios personales de los indígenas fue la entrada y saca, la cual consistía en incursiones aparentemente pacíficas que los encomenderos o sus descendientes hacían en zonas que algunos indios tributarios habían escogido como refugio para protegerse de la sobreexplotación, con el fin de reclutarlos para su servicio. Nos referimos específicamente a las tres entradas que para capturar aborígenes realizaron entre 1638 y 1640 los capitanes Remando de Sibaja y Jerónimo de Retes en la región de los votos. s Desde el punto de vista jurídico, esos capitanes no podían argumentar la justa gu,erra para llevar a cabo sus propósitos, pues ésta sólo podía decretarse contra indios infieles o rebeldes. En este punto está la diferencia de la cacería de indios que realizaron Sibaja y Retes, pues los que éstos capturaron o sus ascendientes eran tributarios de encomiendas que habían sido apropiadas efectivamente por sus encomenderos y, consecuentemente, sólo podían ser considerados como indios cimarrones o retirados y no sujetos de guerra. Retes incursionó en la Vertiente del Norte, con el triple propósito de buscar un camino hacia el mar y ubicar su puerto respectivo, reducir a los votos que poblaban las márgenes del río Cutris (San Carlos) y, en un futuro cercano, establecer un asentamiento español. Con esos objetivos fundó y trazó el pueblo de indios que denominó San Jerónimo de los Votos, integrado por 190 pobladores indígenas de la misma región, subrayando que esa conquista no era nueva, puesto que esos dichos indios pertenecían, desde 1569, a la encomienda de Francisco de Fonseca.6 Sibaja penetró en esa región con el pretexto de sacar de ahí a los huetares encomendados que estaban lejos de sus pueblos, para que de nuevo se avecindaran en éstos. En las dos entradas sacó 96 indios, parte 197

de los cuales fueron repartidos entre sus compañeros de la siguiente manera:

CUADR025 INDIGENAS REPARTIDOS POR HERNANDO DE SIBAJA Encomendados

Sin encomendar

Pueblo de Origen Barva Aserrí Garabito Barva Quepo Paca ca Co TOTALES

V

M

3

4

7

o

5

4 2

1 1

V

M

3

4

3

4

1

17

20

FUENTE: Cartago, 029, 1638-1640, fls. -7.

Hay que destacar que legalmente esos indígenas debían servir durante seis años, después de los cuales tenían que ser reintegrados a sus respectivos pueblos donde les correspondía tributar. A los indígenas que no estaban encomendados se les asignó la categoría de Naboríos. 7 En el mismo documento se indicaba que los indios votos se habían reseivado para el descubrimiento del camino hacia el Desaguadero, y que los indios restantes se repartirían a las personas que mejor pagaran por sus servicios. En diciembre de 1640, la Audiencia ordenó que dentro de los 1O días siguientes esos indígenas repartidos fueran devueltos a sus pueblosB por lo que se les incorporó a sus respectivas encomiendas originales, lo cual fue ejecutado posiblemente por presión de los encomenderos. Nos hemos extendido en este caso, dado que los otros mecanismos utilizados para obtener servicios personales son ana.J.i:zados con gran propiedad en las célebres Ordenanzas decretadas por Benito de Novoa y Salgado en favor de los indígenas de la provincia de Costa Rica. 9 Después de esta reseña acerca de los medios empleados por los sectores dominantes de la sociedad colonial, para apropiarse la mano de obra indígena, procederemos abordar el tema de los servicios personales. 198

B. SERVICIOS PERSONALES Y MECANISMOS TRADICIONALES DE EXPLOTACION

En 1615, el Procurador del Cabildo de Cartago presentó a las autoridades una información para demostrarles que era necesario reconstruir la mayoría de las casas particulares y edificios públicos y eclesiásticos. 1 A lo largo de esa información los testigos declararon que los indios alquilones del Valle Central, quienes tradicionalmente acudían a servicios ordinarios y extraordinarios, ya no eran suficientes puesto que muchos de ellos habían muerto por diversas enfermedades.• • Agregaban que ésta era la causa de la ruina de Cartago, porque la mayoría de los vecinos eran pobres y no tenían esclavos para que realizaran esos trabajos de construcción, y que muchos hacendados teman necesidad de construir viviendas y corrales en sus hatos ubicados fuera de la ciudad de Cartago y en sus haciendas de la jurisdicción de Esparza. Con esos argumentos se pretendía justificar la necesidad de construir las casas de los españoles con adobes y teja, con lo cual ellos quedarían protegidos de los constantes levantamientos de los indios y de una eventual invasión de la ciudad. Pero lo más importante es la insistencia con que los interesados señalaban que, como había muy pocos indígenas comarcanos, la única solución posible era traer indios alquilones de Tierra Adentro:

º

... los cuales estan muy descansados y osiosos y todo el año se ocupan solo en borracheras en sus milpas, lo que a sido causa que hallan intentado lebantarse. 12 Hemos mencionado este caso para destacar que sobre los hombros de los indígenas del Valle Central recayó la tarea de construir viviendas particulares y públicas, conventos e iglesias, y que a partir de 1615 se pretendió incorporar en la misma actividad a los indígenas avecindados fuera del Valle Central. En .1636, Francisco Solano y Diego García, indios principales del pueblo de Quepo, pidieron al Presidente de la Audiencia que hiciera ·cumplir los autos generales proveídos en favor de los indígenas de Suchitepequez, en los cuales se les prohibía a frailes, alcaldes. y demás autoridades españolas que traten y contraten al fiado con nosotros. 13 Los ·representantes de Quepo insistían en que esos autos generales, por su carácter pragmático-jurídico abarcaban toda la jurisdicción audiencia!, por lo cual debían ser aplicados también en su pueblo, dado que el corregidor continuamente cometía ese tipo de abusos contra ellos. 199

La Audiencia se pronunció en favor de lo pedido por el pueblo de Quepo,

facultando a las autoridades de Costa Rica para que tomaran las medidas necesanas:

... que los yndios acudan a trabajar a sus casas y obligaciones de comunidad, y que las justicias por sus manos ni por las de los alcaldes ni en otra manera no ocupen en su aprovechamiento ni para si el trabajo y ocupacion de los yndios en hilados ni en otras cosas, pues les esta prohibido por derechos y ordenanzas... Y en casso que contraviniendo a esto se les repartiere algit,n ylado o dieren adelantos por sus frutos, los yndios o qualesquier otras personas en su nombre, los traigan a esta ciudad. l 4 · Recordemos que a partir de 1639 se estableció que tributario era todo hombre o mujer mayor de 25 años. I 5 Esta medida amplió en forma muy significativa las posibilidades de explotación del indio encomendado por parte de los encomenderos, quienes mantenían una relación personal, forzosa y permanente con los indígenas de sus encomiendas, por lo que éstos eran fácilmente manipulados para que no se quejaran de los abusos de su encomendero. La misma situación se dio con los pueblos tributarios de la Corona, sobre los cuales el corregidor tenía un dominio casi absoluto, dado que dependía de la Audiencia en forma directa. Conocemos detalles sobre las arbitrariedades cometidas por los corregidores con los indígenas de su corregimiento. Así por ejemplo, durante el mismo año de 1639, los alcaldes del pueblo de Quepo se dirigieron de nuevo ante la Audiencia para exponer los problemas que tenían con su corregidor:

... continuamente nos apremia a que bamos (sic) al monte a sacar pita que hilan en el pueblo todas las mugeres, muchachos y muchachas. Y luego bamos al mar a teñir la dicha pita con caracol, de manera que no nos queda tiempo para acudir al beneficio de nuestras milpas y sementeras. Sobre todo, no nos paga nuestro trabajo. Con que estamos pobres y padecemos necesidad, y es tan desordenada la cudicia que a los yndios fiscal, maestro y sacristanes, estando como estan reservados de acudir a los servicios personales, los ocupa en lo referido.16

200

Con base en esta presentación, los principales solicitaron al Presidente que ordenara al corregidor que ·en lo sucesivo no pusiera a nadie del pueblo en esos ni otros servicios personales:

... que libremente nos deje a todos vivir quieta y pazificamente en el dicho nuestro pueblo, y aunque nos enbie a lo susodicho, no tengamos obligación a yr. Y por razon de avernos benido a quejar, no nos haga maltrato, vejacion ni molestias,ymponiendo graves penas y apercivimiento que ira persona de esa corte a su costa, con dias y salarios a la ejecución. 17 En vista de lo anterior, la Audiencia ordenó al Corregidor que respetara las leyes, cédulas, autos y mandamientos del Gobernador General, que de ninguna manera maltratara a los indígenas ni los ocupara más en servicios personales, y que por lo contrario procurara aumentar el bienestar de éstos, como era su obligación. I 8 Esta resolución, sin embargo, no significa que el problema de los indígenas de Quepo fuera resuelto conforme ellos lo habían solicitado. , En 1650 se desarrolló una prolongada querella entre el corregidor del partido de Turrialba (que abarcaba además de éste, los pueblos de Tucurrique, Atirro, Ujarraz, Jucaragua y Auyaque), y el gobernador Chávez y Mendoza, por el reparto de indios de servicios. 19 El corregidor se oponía a las pretensiones del gobernador porque: .. . embarazaba de

ordinario a los indios con servicios en los que ocupaba, asi propios como ajenos en sembrar y beneficiar algodon. 20

sj;,i{h tifff~. ·-:.~:.

·

Los caciques y principales, amparados en las instrucciones del corregidor, se rebelaron y decidieron no acudir a los repartimientos que hacía el gobernador, por lo cual fueron encarcelados junto con aquél.2 1 En estos autos hay que destacar dos aspectos importantes: primero, la presión que ejerció sobre el gobernador un grupo de 12 criollos, descendientes de encomenderos, para que obligara al corregidor a que les diera indios de servicios. Segundo, el hecho comprobado de que aquél tenía a su servicio a tres indios de Ujarraz, Orosí y Güicací22 y que además llevaba a los indios a hacer pesquerías a lo largo del Río Reventazón. 23 En todos. esos casos, la Audiencia se pronunció a favor de los demandantes, pero los indígenas no podían nada contra esos grupos poderosos que permanentemente luchaban entre ellos por apropiarse de su mano de obra, de sus bienes o de sus personas. Lo anterior se evidencia en los pueblos del mismo partido de Turrialba, los cuales cuatro años después enfrentaron problemas de explotación similares a los anteriores, pero en esta ocasión con su corregidor y con el fraile doctrinero. 24 Don 201

Miguel Pérez, principal de todos los indios del partido de Turrialba, en nombre de éstos se querelló contra dichos funcionarios y los acusó ante el Gobernador:

... ordinariamente ocupan los indios e indias, muchachos y muchachas en sacar pita, sarsa y caña para chicubites y que la ylan al muslo y al uso, y ban de seis legu,as a sacar dicha sarsa, todo sin paga. Y los ocupan en otros tequios en que son obligados en que resiven notables agravios y bejaciones. Y no tienen tiempo para acudir a sus sementeras y granjerías de que se sustentan y pagan su tributo. Y a los yndios e yndias que se les dan servicio los ocupan en lo mismo quando el efecto para que se dan es para traer leña, agu,a y sacate, y las yndias que asen tortillas. Y cuando pagan en este zervicio las ocupan en dichos ylados conque no pueden acudir a azerlas para sus maridos y yjos. Y demas desto, se entrometen en las elecciones y asen alcaldes a los que quieren para tenerlos a su debosion ... No dejan elegir libremente a los regidores a quienes maltratan y oprimen por condusirlos y aser su voluntad, y las mas beses les dan las baras sin que preseda elección. 25 El gobernador decretó conforme con lo pedido por los indígenas, indicándoles que si:

... se les repartiere algu,n y lado o mercaderías, o dieren adelantado por sus frutos, los yndios o qua/quier otra persona en su nombre, los traigan a esta ciudad ... Así mismo se prohiben los tratos y contratos al fiado con los yndios. 26 Según se indica en el expediente, se sacó copia de este auto y se les dio a los caciques y principales de los pueblos del partido de Turrialba para que lo pusieran en práctica, lo que no quiere decir que el indígena se libró de la explotación. C. SERVICIOS PERSONALES Y MECANISMOS NO TRADICIONALES DE EXPLOTACION

Tal como lo indicamos en la introducción, los servicios personales no tradicionales, eran realizados por los indígenas fuera de su pueblo, pero en actividades económicas introducidas por los españo202

les. Naturalmente nos referimos a los indios de encomiendas,.fundamentalmente los encomendados a particulares, no a la Corona. Entre estas actividades económicas no tradicionales, analizaremos las más relevantes. En las haciendas ganaderas de la jurisdicción de Esparza Durante el siglo XVII se consolidó la ganadería, la cual desde 1568 se había iniciado como actividad económica en la jurisdicción de Aranjuez y posteriormente en la de Esparza. Como ya lo indicamos, la actividad ganadera se fundamentó en la cría, el desarrollo y el amanse de mulas, y fue complementada con la ganadería vacuna. La fuerza de trabajo que demandaba este tipo de actividad fue satisfecha, en una primera etapa, con indígenas de pueblos ubicados en la misma región, como Garabito, Chome, Abangares y Bagací. 27 Posteriormente la mano de obra de éstos fue complementada con la de indígenas encomendados o asalariados, pero movilizados desde el Valle Central, Nicoya y Nicaragua. Esta situación se evidencia en el padrón realizado en 1688, acerca del número de familias avecindadas en los valles de Bagaces comprendidos entre los ríos de Chome y El Salto -Tempisque28 (jurisdicción de Esparza). De acuerdo con ese padrón, había indígenas que prestaban servicio de concierto, otros servían de puertas adentro, otros eran tributarios del dueño de la hacienda y algunos servían a las Cofradías de El Carmen y La Soledad, fundadas en Cartago y con haciendas en esta región. Había 32 varones (menores y adultos) y 19 mujeres, incluso una indígena Catapa de 12 años, y todos servían en haciendas ganaderas. También se empadronaron cuatro familias indígenas de Nicoya y una de Nicaragua. Entre todos los indígenas avecindados en los valles de Bagaces hacían un total de 68 personas (41 varones y 27 mujeres). 29 Daremos algunos ejemplos en cuanto a la apropiación de la fuerza de trabajo entre los hacendados: Nicolás Gutiérrez Jaramillo, nieto de encomendero, tenía en su hacienda 13 indígenas (7 varones y 6 mujeres). Antonio Ramiro Corajo, nieto de encomendero, tenía a su servicio 3 indígenas (2 de Barva y 1 Naborío). José de Alvarado, encomendero en Barva, tenía 2 indígenas, y Francisco de Ocampo Golfin tenía 3 indígenas de servicio en su hacienda. Es importante destacar que en los documentos aparece un auto del Gobernador en el que declaraba que tenía ordenado a los alcaldes de los pueblos respectivos que de nuevo redujeran a estos indígenas 203

a sus comunidades, para la recaudación de sus tributos por parte de la Corona y de sus encomenderos. 30 Reiteradamente se argumenta que la ganadería extensiva requería poca mano de obra. No obstante, en el caso de la ganadería mular se necesitaban sabaneros para una labor fundamental, la cual según la tradición era realizada por indígenas. Nos referimos al proceso de amansar, tanto las bestias mulares como las caballares, pues el estar amansados era lo que realmente hacía valer a esos animales, especialmente a las mulas como medio de carga y de transporte.

Actividades agropecuarias del Valle Central Entre las actividades agropecuarias que se desarrollaron en el Valle Central -fundamentalmente por iniciativa de la élite encomendera y sus descendientes- se destacaron dos sectores productivos: primero la ganadería mixta> es decir la cría y desarrollo tanto de ganado vacuno como mular, y segundo, una actividad económica orientada hacia el cultivo de maíz, caña de azúcar, trigo, ajos y otros productos, más la cría y engorde de animales menores como cerdos, ovejas y cabras.3 1 En cuanto al cultivo del trigo y de la caña hay que tener presente tanto la elaboración de harina y la producción de sus derivados, como la producción de miel y azúcar. En estos procesos productivos se dio la apropiación directa de la mano de obra indígena, la cual fue extraída de los pueblos de indios pertenecientes a la jurisdicción de Cartago. Respecto del primer sector productivo, el hacendado podía dar mayor énfasis a la ganadería vacuna o mular, o mezclar ambas actividades (como parece que sucedió en el Valle Central). Lógicamente, cada actividad ganadera tenía necesidades específicas de mano de obra; así, en la ganadería vacuna se necesitaban trabajadores en forma permanente, para que se ocuparan del ordeño, el cuidado de los terneros y la producción de queso, lo mismo que de la matanza de reses para el consumo de carne, la producción de sebo y manteca y el procesamiento de cueros para elaborar aperos, muebles, albardas, fajas para yugos, mecates y otros objetos. En cuanto a la cría, desarrollo y amanse de mulas (que destacamos cuando nos referimos a la ganadería mular de la jurisdicción de Esparza), desempeñó un papel fundamental. Sin embargo, debemos subrayar que en general, por su índole esencialmente extensiva, la actividad ganadera colonial se caracterizó por la reducida demanda de mano de obra. Desde esta perspectiva, es obvio que la

204

mayor cantidad de mano de obra indígena apropiada por los encomenderos y sus descendientes fue empleada en el segundo sector productivo, pues la agricultura requería trabajadores en forma permanente para realizar las diversas labores que hemos mencionado. El aporte de la mano de obra indígena en estas faenas se pone en evidencia cuando analizamos los testamentos o mortuales de las personas dedicadas a las actividades económicas que venimos analizando. Por ejemplo en la testamentaria de María de Alfaro, hija y esposa de encomenderos, aparecen 12 indios a su servicio. 32 En una de las cláusulas del testamento de Magdalena de Chaves, hija de encomenderos, se lee:

... es mi voluntad y mando que cada yndio de mi servicio que son Cozme, Baltazar y Gaspar, se les de una res a su satisfaccion, y un capotillo de cordellete. Y a Pedro muchacho un vestido de tela de la tierra; y a María yndia de Curriraba, se le de una manta y capirote. Y lo mismo se le de a Matea madre de Pedro. Y a María 1nuchacha, otra manta y un guipil. Y asimismo a Bartola un capirote, por deversele a todos, por lo vien que mean servido. 33 En resumen, la testadora tenía a su servicio 8 indígenas, 4 varones y 4 mujeres. Otro caso similar lo encontramos en el testamento del encomendero Jerónimo Vanegas, quien declaró que tenía 4 indios de su encomienda sirviéndole en su casa y hato. 34 Correos y arrieros Estas dos actividades íntimamente relacionadas eran generalmente realizadas por indígenas del Valle Central, y comprendían servicios tanto en el interior de la provincia como hacia Nicaragua y Panamá. Entre los primeros hay que mencionar el acarreo de tributos y correos que hacían los indígenas desde sus comunidades hasta Cartago, y por los cuales percibían un salario de 7 pesos. 35 Respecto del segundo caso, un auto del gobernador, nos ilustra acerca de las arbitrariedades y abusos que cometían algunos vecinos de Cartago y Esparza:

... por quanto por muchos autos de mis antecesores que estan en los archivos de los escribanos desta ciudad y pregonados en la plaza publica de ella, esta mandado que ninguna persona de qua/quier estado, calidad y condicion que sea, saquen yndios 205

de los pueblos desta jurisdizion fuera de la provincia sin particular licencia. Sin embargo los sacan con recuas para servirse de ellos, y muchos se quedan en las provincias de Nicaragu,a, en Panamá y otras partes; lo que perjudica al Real Haber por perdida de Reales Tributos y de las encomiendas de la provincia. Los pueblos se asuelan (sic) y aniquilan, y cuelgan todos los trabajos comunes y hordinarios de los miserables hombros de los pocos naturales que en ellos quedan. Para remedio de ello mando que ningu,na persona sea hosada a sacar, llebar ni henbiar yndio ni yndia, muchacho ni muchacha fuera de la provincia. Si lo hace es con licencia del oficial real o del encomendero, confianza de que el yndio volvera y pagara su tributo. Y aunque el yndio vaya por concierto voluntario se castigara con 100 azotes en publico. 36 Tal parece que esta disposición no fue acatada, porque dos años después el Gobernador decretó otro auto para solucionar problemas similares:

... han salido de la provincia muchos yndios, asi para la ciudad de Panama con mulas que passan por tierra cada año, como para la provincia de Nicaragua y Guatemala, sirviendo de correos, arrieros y otros efectos los qua/es no an bue/to quedandose en dichas partes. Y las personas que los lleban y enbian no hasen diligencias en bolbellos, y es causa de que los pueblos se despueblan por falta que en ellos hacen sus becinos ... y sucede que habiendo estado un yndio ausente cuatro y seis años mas y menos, bue/be a su vecindad y se le pide todo el tiempo el tributo corrido, lo qual es imposible pagar por su poco caudal, de que se recrecen, p/eytos dicenciones y mo/estias.3 1 A lo anterior agregaba: ... los yndios por gossar de la vida licenciosa no vuelven y se quedan en esas partes. 38 Los decretos transcritos se refieren a la querella que por espacio de dos años mantuvo el Gobernador contra Tomás Calvo, comerciante, regidor y depositario de Cartago, el cual continuamente enviaba indios fuera de la provincia, irrespetando estas disposiciones. Después de la sumaria información se responsabilizó al señor Calvo. Pero a pesar de eso, los indígenas empleados como arrieros fueron declarados culpables39. Uno de ellos llamado Pedro Barbaza declaró que él, junto con Francisco Sánchez Bizcocho, natural de Turrialba, y Femando Calvo, 206

natural de Co, a la orden de Antonio Picado, español que tenía el cargo de mayordomo, salieron de Barva con una recua de 14 mulas cargadas de harina, con destino a Granada, y que fueron concertados a 1O pesos cada arriero. En la sentencia definitiva, el gobernador decretó que el señor Calvo pagara una multa de 30 pesos, y que cada uno de los tres arrieros, además de una multa de 1O pesos, fuera condenado a recibir 100 azotes atado a la picota. Esta sentencia fue ejecutada sólo contra el testigo Pedro Barboza, porque los otros dos indígenas andaban huyendo. 40 En realidad lo que legalmente se exigía cuando algún indígena se enrolaba como arriero o correo fuera de la gobernación, era que el contratante se comprometiera, por medio de escritura protocolizada, a que si el indio concertado no regresaba a su provincia él se hacía responsable del pago del tributo que le correspondía a éste.41 Las emergencias con los piratas Las emergencias provocadas por las invasiones de los piratas y bucaneros -fueran reales o no- ponían en movin1iento a toda la sociedad colonial. Esto se dio particularmente en las que se produjeron en el litoral Atlántico a partir de 1660, durante las cuales los indígenas encomendados desempeñaron funciones muy importantes. En abril de 1665 por ejemplo, cuando los piratas ingleses desembarcaron en Portete y aprisionaron a varias personas, el indígena Esteban Y apiro, vecino del pueblo de Teotique, escapó para comunicar lo acontecido al fraile de su pueblo, quien transmitió la noticia al Gobernador. 42 Sin duda el oportuno aviso de Y apiro fue determinante en el sentido de que las autoridades locales dispusieron de tiempo para desarrollar su contraofensiva, por lo cual el indio fue favorecido con una cantidad de dinero como ayuda de costa. Lo anterior fue ratificado en un auto decretado por el Gobernador, en el cual ordenaba a los oficiales de la Real Hacienda que, de lo que tenían a su cargo para gastos de guerra, dieran y pagaran

... al capitan Esteban Yapiro yndio del pueblo de Teotique dies pesos de a ocho reales que le estan señalados cada año por la buena nueba que dio con vista del enemigo; confirmando y mandado dar por el presidente de la Audiencia.43 Aparte de los servicios de Y apiro y durante todo el período de emergencias con los piratas ingleses y franceses, muchos indígenas anónimos fueron movilizados para servir de flecheros como carne de cañón. 44

207

En esta ocasión, los mismos caciques de Urinama ofrecieron una dotación permanente de 200 indios flecheros. 45 En junio de 1676 los piratas invadieron de nuevo los valles de Matina, pero durante esta emergencia no se utilizaron indios flecheros, sino que se los sacó de sus pueblos para que desempeñaran diferentes trabajos, los cuales hemos desglosado en el siguiente resumen:

CUADR026 INDIGENAS EN SERVICIO DURANTE LAS EMERGENCIAS CON LOS PIRATAS Pueblo

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Ouircó Tobosí Currirabá Tucurrique Jucaragua Auyaque Naboríos TOTAL

FUENTE:

e.e.

Número

V 7 3 2 14 2 4

Sueldo individual de los varones por mes

M

1 4 1

32

2 2 2 3 3 3 3

pesos pesos pesos pesos pesos pesos pesos

1 1 1 5 5 5 5

real real real reales reales rea le·s reales

6

098, 1678, fls. 27-35.

La mayoría de estos hombres, incluido el cacique de Aoyaque, trabajaron durante varios días en la construcción de una trinchera sobre Quebrada Honda. Las 6 mujeres enlistadas se desempeñaron como cocineras de la tropa, y por ese trabajo recibieron un salario promedio de 3 reales cada una. 46 En otros casos los indígenas eran obligados a producir algunos materiales necesarios para las armas de guerra. Por ejemplo al pueblo de Pacaca se le canceló la suma de 4 pesos por 400 brazas de cuerda producidas en comunidad, la cual era utilizada como elemento fundamental para detonar la mecha de los mosquetes y arcabuces.4 7 Elaboración de tejas y otros oficios Finalizando el siglo XVII, la Audiencia promulgó una Real Provisión en la que aprobaba las ordenanzas que desde 1686 había puesto en vigencia el Cabildo de Cartago. En éstas se ordenaba: 208

... les den a los dichos maestros y oficiales de todos los oficios y agan dar, los aprendizes y oficiales de que necesitaren. Y a los herreros se les aga dar el carvon que hubieren menester para sus fragu.as. Y en quanto a lo que toca al tejar de esta ciudad mandavan y mandaron que los yndios que actualmente trabajan en el se compelan con todo rigor asistan a el sin falta a/gu.na sin permitirles las escusas que para ello dan. 48 Dicha ordenanza, bastante extensa, reiteraba la conveniencia de que a los indígenas trabajadores del tejar, se les diera la alimentación, para ellos y su familia, durante todo el año:

... y para que mas bien se provea esta ciudad de teja, ladrillo Y lo demas que necesitaren sus vezinos respecto del corto numero de indios que oy tiene dicho tejar, se le de a la persona que corriere con ellos todos los yndios que necesitare para que aprendan dicho oficio como alquilones, remudados cada semana, pagando/es su travajo acostumbrado .. . Y en quanto al avio de los labradores mandamos que tengan para el ministerio, el avio necesario sin que sea ocupado en cosa alguna, para que mas vien puedan adelantar sus sementeras ... Para que esta ciudad y los vezinos mas principales tengan el pescado de que necesitaren desde luego se señale un pescador de cada uno de los pueblos de Orosi, Güicací, Ujarraz, Turrialba, Tucurrique y Jucaragua. Y que estos sean obligados a traer a esta ciudad todos los jueves de cada semana las raziones que esta ci'Udad les señalare. Y en la quaresma dos vezes a la semana. Y el pescado que asi crujeren se les pague puntualmente a real y medio la libra siendo fresco, y lo mismo el salado. 4 9 Como anécdota histórica merece la pena recordar el hecho de que en 1681 fueron descubiertos y denunciados algunos lavaderos de oro y de otros minerales en el Valle de Santa Ana. El Gobernador admitió la legalidad del denuncio, por lo cual procedió a fijar el número de indígenas que los interesados podrian requerir, si eventualmente iban a iniciar la actividad minera. so La asignación de pueblos e indios fue la siguiente:

209

Pueblos

Número de indios

Paca ca Barva Aserrí Currirabá Ujarraz Güicací

8 6 8 8 2 2

La disposición anterior se complementaba indicando que los indígenas debían remudarse cada dos meses y que el salario para cada uno debía ser de: un real cada dia y de comer, en plata y mano propia y no en especie. 5 1 Otro ejemplo se refiere a la inscripción de una fragata que salió de La Caldera, en la cual su maestre declaró que la tripulación estaba integrada de la siguiente manera: Francisco, Agustín, Pedro Solentiname y Joan, todos indios marinos. Como grumetes, Juan Pascual y Luis Peindado, también indígenas. 52 Aunque la fuente no indica la procedencia de estos trabajadores, hemos citado el caso para demostrar hasta qué punto fueron explotados los indios americanos. Todos los aspectos comentados a lo largo de este capítulo respecto de los servicios personales del indígena encomendado, se ponen en evidencia al analizar los datos estadísticos sobre padrones o bautizos de indios. En cuanto al primer caso hay algunos ejemplos que hemos resumido de la siguiente manera: CUADRO 27 PADRONES CON DATOS DE INDIGENAS TRABAJANDO FUERA DE SU COMUNIDAD Nombre del pueblo

Teotique y Duguevas Atirro y Yaribas Atirro Parcialidad de Pococí Parcialidad de Barva TOTALES

Total de adultos

Sirven fuera de su comunidad V M

Viven enla comunidad V M

Casados fuera de la comunidad V M

Año

V

M

17

23

10

9

7

14

12 12

15 14

7 7

6 7

5 4

9 6

1 1

1 1

1636 1638

14

18

4

6

5

8

5

4

1638

18 73

19 89

9 37

8 36

9 30

11 48

6

5

1624

1638

FUENTE: Cartago Nos. 001, 1624, 11fls.;013, 1638, 2 fls.; 030, 1638, 2 fls. G. 080, 1636, 13 fls.

210

Los pueblos de Teotique y Duguevas pertenecían a la encomienda otorgada en 1569 a Antonio de Carvajal, y estaban en poder de su nieto Tomás de Carvajal. Los pueblos de Atirro y Yaribas eran tributarios de la Corona. Las parcialidades de Barva y Pococí pertenecían al encomendero Francisco de Chaves, hijo, nieto y yerno de encomenderos. Nótese como el 40.44°/o de las mujeres y el 50.680/o de los hombres empadronados como adultos, estaban fuera de su comunidad sirviendo en casa de españoles. En este sentido debemos agregar que generalmente entre los indígenas que permanecían en sus comunidades se encontraban los reservados por mayoría de edad, enfermedad o impedimento fisico, de suerte que si hablamos estrictamente en términos de in9-ígenas con capacidad para trabajar, el porcentaje de los servicios aumentaría en forma considerable. Los documentos eclesiásticos nos han permitido conocer más a fondo el tema que venimos analizando. Específicamente nos ha sido útil la información extraída de los Libros Sacramentales, con la cual hemos construido el resumen del Cuadro 28, el cual comprende los bautizos administrados a los indios entre 1595 y 1690. Aunque éste es un largo período de 95 años, contiene sólo informaciones parciales en cuanto a los bautizos anuales. Tal parece que los frailes doctrineros no cumplieron lo dispuesto en relación con el estricto registro tanto de bautizos, como de defunciones y matrimonios. Por otro lado, es posible que mucha información documental se haya extraviado o deteriorado con el paso de los años. Para elaborar el resumen anterior recabamos todos los datos disponibles, tomando en cuenta además del dato estadístico, los conceptos y categorías que se explicitan en cada acta de bautizo. De acuerdo con estos elementos de análisis, notaremos que durante el período indicado se realizaron 336 bautizos de indios -161 varones y 175 mujeres- de los cuales 85 varones y 82 mujeres aparecen al servicio de vecinos de Esparza o Cartago, por ser hijos de padres en servicio, pertenecer a encomiendas o estar en servicio. Si a las cifras anteriores agregamos los 87 naborías bautizados durante esos 95 años, tendríamos un gran total de 423 indígenas bautizados, de los cuales 254, o sea el 60º/o, estaban en servicio o lo estarían en un futuro. Nótese que en este análisis no hemos tomado en consideración una cifra muy significativa, cual es la de 230 adultos, padres de los 115 indígenas bautizados o incluidos en la columna número 2, como hijos de padres en servicio. Por otro lado vale la pena destacar que en nuestro análisis no hemos incluido a los 169 indígenas - 76 varones y 93 mujeres- en cuya acta de 211

CUADR028 BAUTIZOS DE INDIOS Y DE OTRAS ETNIAS

1595-1690

M

V

1595 1599 1602 1603 1604 1605 1606 1607 1608 "1609 1610 1611 1616 1618 1620 1625 1637 1638 1639 1640 1643 1644 1646 1647 1660 1664 1666 1667 1668 1669 1672 1673 1674 1675 1680 1681 1682 1683 1684 1686 1687 1688 1689 1690

1 2 1 1

3 6 4 8 2 2 2 1 1

3 2 1 1

5

7 1 1 1 1 7 5

3 1 2

4

10

1

3

3 2

1 1 1 2 7 11 4 2 2 1

1 5 1 2 3 6 2 7 2 5 4 1 1 3 1

V

2

3

4

3

3

3 8

3 1 1

2 6 2 3 1

2

1 2

3

1 1 2

2

3 13 3 1 1 1

3

2

3 1

76

62 161

2 7 5 8 7 13 27 21 3 7 3

5 8 6 4

1 1 1 2

4

1 1 1 6

1

1

4

5

2

1 3

1

1

2

4

2 1

2 2

M

Total V

M

1 1 2 2 1 1

5

4

4

5

2

3 7

1 2

3 1 1

3

2

2 1 1

4 3 3

2 1 2 2

2 1 1 2

2

2

2

1 2

2

2 2

4

2 2

2 2

4

9 3 2

13 5 4

5 4 1

4 1

4 2

2 3 1 1

7 7 2 1

2

2

6

8

5 2 3

2 2 3 3 3 1 93 12

15 12 21 24 13 12

2 2 7

5 2 3 2 3

11

V

4

1 5

2 1 2 2 2 1 2 1 1 4 2 1

M

4

4 2 6

V

Huérfanos Total

2 24 26 4

5 4

M

Zambos Total

Total

Total 2

Mestizos

Nahoríos

Indios Año

2

4 4 4 7 3 1. 53

8

21

336

2 4

1 1

3 4

1

2

3 5 1

4 7 1

28

29

57

2

44

43

87

2

7

11

18

175

NOT AS:En la primera sección denominada indios, cada parte correspondiente a varones y mujeres se subdivide en 4 columnas para diferenciar las siguientes categorías: 1. Cuando no se especifica si el bautizado es hijo de padres en servicio o encomendados. 2. Cuando el bautizado es hijo de padres en servicio. 3. Cuando el bautizado es hijo de padres encomendados. 4. Cuando el bautizado está él mismo en servicio. En los aftos resumidos, se registraron únicamente dos partidas de indios ladinos en 1639. A partir de 1680 se especifica solamente indio, naboría y mestizo. Estas categorías vienen especificadas en el Acta de Bautizo. FUENTE: Archivo de la Curia Metropolitana, Sección Sacramental. Libros 1y 11 Bautizos Cartago.

bautizo no se especificó si eran hijos de padres encomendados o en servicio, o si estaban sirviendo ellos mismos. Pero dadas las condiciones objetivas prevalecientes ·en este período, ¿cómo garantizar que esos 169 individuos no serían eventualmente obligados a la prestación de servicios personales, ya que como ha quedado demostrado, en la Gobernación de Costa Rica éste fue el mecanismo fundamental de explotación de los indígenas encomendados, a lo largo del siglo XVII. Para complementar este capítulo, cuyos temas esenciales hemos contextualizado en la jurisdicción de_ Costa Rica, añadiremos algunos datos sobre el mismo tópico, pero relacionados con la Alcaldía Mayor de Nicoya. En primer lugar reiteramos que, si bien co~ una excepción, en Nicoya no se dio la relación encomendado-encomendero, sus aborígenes no quedaron al margen de la prestación de servicios personales. Esos servicios no fueron constantes, ni tan rígidos, diversos o personales como los que hemos analizado para el caso de Costa Rica, toda vez que para la Corona era más fácil y más rentable controlar a sus vasallos por medio del tributo en especie. Entre los servicios personales a que eventualmente fueron obligados . los indígenas de los pueblos de Nicoya, hay que anotar los siguientes: 1) Como vaqueros o mandadores, en cualquiera de las siete cofradías instituidas en ese territorio o en el hato de comunidad. En este hato de la comunidad laboraban en la cría y desarrollo del ganado vacuno, producción de quesos y quesillos y en el sacrificio de ganado, todo para la comercialización dentro de la misma comunidad. 53 2) Por lo menos durante el primer cuarto de siglo, los indios del pueblo de Santo Domingo de Cabo Blanco fueron ocupados en esas mismas faenas por su encomendero Juan de Enciso Hita. Este es el único caso documentado en que un pueblo de indios de Nicoya, por medio de sus caciques don Gaspar de Contreras y don Juan Serrano, se querelló contra su encomendero ante la Audiencia, porque éste sacó a ocho indígenas de esa encomienda para llevarlos a trabajar a su hato, ubicado a más de 30 kilómetros de Cabo Blanco. 54 3) Por lo menos en tres oportunidades los naturales de Nicoya, -particularmente los avecindados en los pueblos costeños- sirvieron como carne de cañón al enfrentar con flechas a los piratas invasores.55 213

4) Esporádicamente y como alquilones sirvieron de arrieros y correos a lo largo de la ruta Santa Catalina de Nandayure (astillero) - Nicoya - Granada - León - Guatemala. 56 5) Algunas familias del pueblo de Nicoya fueron obligadas a desempeñarse como mesoneros para atender a los pasajeros que transitaban por esta ruta. Ese trabajo debían complementarlo ofreciendo cabalgaduras de silla y carga a los usuarios del mesón. s7 6) Otro caso importante es el de los indígenas -en su totalidad tributarios del pueblo de Nicoya- que como pequeños productores de ganado en tierras realengas o bien como alquilones, aparecen empadronados en 1688 en lajurisdicción de Esparza, específicamente en los valles de Bagaces: 4 familias (entre ellas 1 viuda reservada) viviendo en su propio hato; 2 familias, con 1 hijo la primera y con 3 la segunda, que servían a Juan de Ledezma y a Miguel Calvo respectivamente; 3 mujeres solteras alquilonas sirviéndole a Cristóbal Quesada, a Andrés Clavija y a Andrés Picado; 1 hombre alquilón en servicio de Juan Rodríguez. En total había 20 aborígenes de Nicoya trabajando fuera de su comunidad, grupo integrado por 4 niños y 16 adultos. 58 Obviamente, en términos cuantitativos y en comparación con el caso de Costa Rica, estas cifras de los servicios personales en Nicoya no son tan significativas. Las hemos citado precisamente para destacar la diferencia, en cuanto a la modalidad de explotación de los indígenas, entre una jurisdicción controlada únicamente por la Corona, y otra manejada por un grupo hispano dominante.

CONCLUSIONES En conclusión, el tema de los servicios personales que hemos desarrollado abarcó una amplia gama de relaciones de explotación que perjudicaron al indígena de encomienda. Para efectos de exposición caracterizamos los servicios personales en tradicionales y no tradicionales, pues éstos se confunden y en ocasiones es dificil establecer la linea de separación entre unos y otros. También hemos determinado que el trabajo personal de los indios encomendados no fue un medio de explotación exclusivo del siglo XVII, dado que se había institucionalizado y regulado a partir de las tasaciones de 1569, y que, a medida que avanzaba el proceso colonizador, los encomenderos, los corregidores y los frailes sacaban a los indígenas y 214

aún a sus familias de los pueblos, para obligarlos a trabajar en actividades económicas no tradicionales. Esto constituyó un factor determinante en la desintegración de las comunidades indígenas que, aunada a las pérdidas demográficas, produjo la escasez de mano de obra indígena.

NOTAS CAPITULO IX 1.

En este documento se estableció que alquilones eran los indios asalariados, distribuidos en dos tipos de labores: 1) Servicios Personales Ordinarios, que se ocupaban en la construcción y reparación de viviendas, edificios públicos, iglesias, cercas, etc. 2) Servicios Personales Extraordinarios que constituían en el trabajo de sementeras y labranzas de trigo. Cartago, 1131, 1615, 2-2 V. En la legislación posterior se dispuso que sólo el gobernador podía dar mandamiento de 'alquilonesn para servicio ordinario y extraordinario. G. l 03, 1650, f. 34-34 4

v.

2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25.

Femández, León, CDHCR, T. 11, 1883, p. 163. G., l 06, 1654, f. 5. G., 080, 1638, fls. 1-4 V. Cartago, 029, 1637-1640, fls. 1-22 V. También véase Femández, León, CDHCR, T. 11, 1882, p. 222-227. Op. Cit., f. 20. Op. Cit., fls. 2 V. Op. Cit., fls. 20-21 V. Cartago, 046, 1675, fls. 1-20. Véase también Femández, León, 1976, V. 4, p. 49-62. Cartago, 1131, 1615, f. 8. Op. Cit., f. 2. Op. Cit., f. 4 V. G., 079, 1636, f. 2. Op. Cit., f. 2 V. G., 084, 1638, f. 3 V. G., 087, 1639, f. l. Op. Cit., f. 1 V. Loe. Cit. G., 103, 1650, fls. 1-244 V. Op. Cit., f. 2 V. Op. Cit., f. 34 V. Op. Cit., f. 43. Op. Cit., f. 90. G., 106, 1654, f. 5. Op. Cit., f. 2 V.

215

26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41.

42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58.

Loe. Cit. G., 008, 1590, fls. 63-65 V. Femández, León, 1976, V. 3, p. 93-111. Op. Cit., 109. Op. Cit., l 08. Mortual eartago, 609, 1650, fls. 3 V.-4. Protocolo eartago, 803, 1630, fls. 47 V.-49. Protocolo Cartago, 806, 1641, fls. 44 V.-45. Protocolo eartago, 801, 1607, f. 58-58 V. eartago, 009, 1638, f. 1. G., 092, 1645, f. 4. Op. Cit., f. 4 V. Op. Cit., f. 5. Op. Cit., f. 6. Op. Cit., fls. 1 1 V .-12. Información sobre este tema puede encontrarse en la Serie Protocolos Coloniales oon el título ''fianza de indios''. Ejemplo: En 1647 ''Felipe de Coto'' vecino de la ciudad de Cartago ... otorgo que fiaba y fio a Maria de Aguilar ... en tal manera que un yndio llamado Francisco Pluca natural de aqueste decho pueblo (de eurrirabá), de la encomienda del capitan Diego de Ocampo que enbia a la Provincia de Nicaragua con unas mulas ... para que en ellas venga Antonio de Orosco su yerno, bolbera y ara becindad y pagara su tributo adonde esta empadronado; y de no lo aser, como su fiador y principal pagador que por tal me constituyo .. :·' Protocolo eartago, 808, 1647, f. 18 V. Siguen escrituras de este tipo en los folios 19-19 V. y 21 v. Femández, León, 1975, V. 7, p. 113. e.e., 2818, 1673, r. 15. Femández León, 1975, V. 7, p. 113-125. e.e., 5188, 1666, fls. 2-4. e.e., 098, 1678, fls. 27-35. e.e., 016, 1674, r. 35. Cartago, 1078, 1693, fls. 386-387. Op. Cit., fls. 386 V.-387. Cartago, 064, 1681, fls. 1-2. Op. Cit., f. 2 V. G., 082, 1637, f. 6. G., 114, 1684, fls. 1-12 V. G., 019, 1605, fls. 1-69 V. Femández, León, 1976, V. 3, p. 79, 83, 90. G., 114, 1684, fls. 4 V.-93. Loe. Cit. Femández, León, Op. Cit., p. 109-111.

216

Capítulo X LA JUSTA GUERRA COMO MECANISMO PARA RECLUTAR MANO DE OBRA FORZADA

INTRODUCCION

lf :.~ ~=... 4

--;.~ • •

-

El concepto justa guerra, en términos jurídicos indianos, empezó a configurarse a partir de una real cédula promulgada en 1500 para condenar las actividades esclavistas realizadas por Colón en cada una de las islas que iba descubriendo. Se estableció en esta Pragmaticia que todos los indígenas tenían que ser considerados como vasallos libres de la Corona de Castilla 1, pero contradictoriamente se decretó en ese miSmo documento la salvedad de que los aborígenes cautivos en justa guerra podían ser tenidos como esclavos, ya que así lo determinaba el requerimiento, y además se los exhortaba, tanto a convertirse a la santa fe católica, como a aceptar la potestad de un nuevo rey.2 No cabe duda de que al amparo de esa excepción legal se cometieron todos los abusos, que precisamente fueron los que determinaron el auge de la esclavitud indígena. La monarquía pretendió rectificar esta situación mediante un decreto real promulgado en agosto de 1530, en el cual se ordenó que ni aún en los casos de justa guerra podrían esclavizarse los indígenas capturados. Nótese que estamos hablando de la década de mayor apogeo del tráfico de indios esclavos en la gobernación de Nicaragua, particularmente del sector de su jurisdicción que se extendía a lo largo y ancho del golfo de Nicoya. No obstante y debido a la fuerte presión de descubridores y conquistadores, cuatro años después fue restablecida dicha excepción, que fue 219

incorporada como definitiva en las Leyes Nuevas de 1542 y ratificada posteriormente en la Nueva Recopilación de 1680.3 Al margen de estas disposiciones jurídico-legales, y con fundamento en los procesos reales que se originaron y desarrollaron en la Gobernación de Costa Rica, señalaremos lo que para nosotros significa el concepto de justa gu,erra. En primer lugar destacaremos que la justa gu,erra se caracterizó por la permanente violencia y agresividad de los hispanos contra las comunidades indígenas irredentas, o contra los pueblos de indios encomendados cuyo dominio no se había logrado en forma efectiva y permanente, debido tanto a la rebeldía de los aborígenes, como a la ubicación geográfica de algunas comunidades que dificultaba el acceso a los invasores, como sucedió con las encomiendas ubicadas en Talamanca y en el Pacífico Sur. El objetivo que se perseguía con esa agresión era el de asegurarse mano de obra, la cual, dadas las condicionesjurídicas en que se reclutaba, adquiría el carácter de mano de obra semiesclava. Es decir que los indígenas capturados en justa gu,erra quedaban al margen de las categorías de alquilones o de encomiendas, y por tanto fuera de la jurisdicción de la Legislación Indiana, a la que eventualmente podrían acudir en demanda de protección. Los argumentos esgrimidos para legitimar las embestidas en contra de las comunidades y pueblos de indios de Talamanca y del Pacífico Sur fueron muchos y variados, entre los cuales hay que destacar tres: primero, el castigo a los crímenes perpetrados contra frailes doctrineros y españoles; segundo repoblar otras comunidades, y tercero reubicarlos en asentamientos más accesibles. Por otro lado debemos subrayar que la mayoría de estos argumentos fueron encubiertos y matizados con planteamientos dogmático-religiosos, fundamentalmente el de convertir a los infelices o infieles sublevados para traerlos al suave yugo del evangelio. A. LA "JUSTA GUERRA" EN COSTA RICA DURANTE EL SIGLO XVII Las campañas de justa gu,erra del siglo XVII en Costa Rica, se iniciaron con la visita que realizó el Oidor, doctor Pedro Sánchez de Araque, particularmente a raíz de las ordenanzas decretadas por éste, en las cuales reiteraba que sólo el Gobernador tenía facultad para repartir indios alquilones. Además redujo en forma drástica la dotación de éstos, al fijar la cantidad de 40 indígenas para servicios ordinarios y 20 para 220

servicios extraordinarios, por períodos de dos, tres o cuatro semanas. 4 Obviamente esta disposición no fue respetada en todos sus términos, sino que por lo contrario, ella misma sirvió de argumento para justificar la violencia contra los indígenas no reducidos, pues los vecinos de Cartago alegaban que con esa cantidad de alquilones, les era imposible satisfacer la necesidad que tenían de trabajadores. El Oidor no se limitó a dictar ordenanzas, sino que él mismo, desde que llegó participó en actividades que revistieron el carácter de justa guerra. Así, a su paso por los pueblos de Chome y Abangares decretó autos de prisión contra los indios vagos de esas comunidades, para reclutarlos en la conquista de Talamanca. 5 Cuando entró a Cartago, en abril de 1611, fue recibido con todos los honores que el caso ameritaba, pues era la primera ocasión que la provincia de Costa Rica recibía la visita de una autoridad tan relevante de la magistratura indiana como fue la del Oidor, el cual en sus ejecutorias representaba al tribunal de la Audiencia, organismo político-jurídico superior de toda la jurisdicción. En el recibimiento del Oidor cuando ingresó a Cartago, estuvieron presentes el Gobernador, los miembros del Cabildo y los representantes de la Real Hacienda y de la Iglesia. Además se le homenajeó, con alarde de las compañías de la gobernación junto con los soldados reclutados por el gobernador de Talamanca. Después de las ceremonias realizadas en su honor, Sánchez de Araque dio de alta a todos los soldados presentes, y ordenó que ninguno saliera de la ciudad so pena de muerte. Inmediatamente pronunció un bando para que todos los soldados vecinos de Cartago fueran con él a la guerra de Ta/amanea. El mismo día se qiscutió en junta de guerra, el problema que eventualmente podía presentarse si se concretaba el propósito del Presidente de la Audiencia de Panamá, de penetrar por Veragua y proceder a la ocupación de Talamanca. Algunos de los miembros de esa junta alegaban que esto era bueno porque cuando Montilla y sus soldados invadieran el Valle del Duy, los indígenas recibirían pacíficamente a los soldados que iban desde Cartago, porque preferían pertenecer a Costa Rica y no a Tierra Firme. 6 En el marco de estas circunstancias tan favorables, el visitador inició sus ejecutorias orientadas hacia la justa guerra, para lo cual penetró en Tierra Firme, donde instruyó unjuicio criminal contra don Juan Quetapa, cacique del pueblo de Parragua, al que le impuso una pena de dos años de destierro sirviendo en la conquista de Talamanca. 7 Si reflexionamos un poco respecto de esta sentencia, podemos concluir que fue una estrategia política del Oidor, tomando en cuenta el impacto que podía producir en los indígenas del Valle del Duy el hecho de que el cacique 221

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Principal de una región vecina y enemiga fuera a luchar contra ellos. Sánchez de Araque demostró mucho interés en la reconquista de Talamanca, pero como no podía hacerlo personalmente, comisionó al Gobernador y al capitán Diego de Sojo para que la llevaran a cabo. Estos hicieron varios intentos por reactivar la conquista de Talamanca, promovidos nada menos que por el Oidor, pero tuvieron un fracaso rotundo. 8 En 1612, estando el Oidor Sánchez de Araque en Nicaragua, de vuelta hacia Santiago de Guatemala, se enteró del fracaso de sus disposiciones, por lo Que envió estas órdenes a las principales ciudades de Nicaragua:

levanten bandera en nombre del rey nuestro señor, y a son de caja e semejanza de gu,erra, alisten gente para ir en auxilio de la provincia de Costa Rica. 9 Algunos vecinos se alistaron, otros contribuyeron con armas, municiones y alimentos, por valor de 5.000 pesos. Paralelamente, la Audiencia nombró como Jefe de esta proyectada reconquista al alcalde ordinario de Verapaz, el cual penetró por tierra a Talamanca, mientras que un hijo del gobernador Oconitrillo salió desde Granada por el Desaguadero. Sin embargo, a pesar de estos financiamientos, de la participación de soldados con experiencia y, fundamentalmente, a pesar de la estrategia aplicada de nuevo, la reconquista de Talamanca no tuvo ningún resultado positivo para los invasores. En vista de los continuos fracasos, se optó por establecer una guarnición de soldados entre el limite de Tierra Adentro y el de Talamanca, en 1603 en Tariaca y en 1618 en Chirripó, para proteger a los indígenas reducidos de Tierra Adentro y repeler un eventual ataque de los de Talamanca a la ciudad de Cartago. No podríamos dejar de mencionar el juicio seguido y la sentencia decretada por Sánchez de Araque contra el cacique don Andrés de Alfaro y dos principales del pueblo de Quepo, quienes fueron condenados a la horca porque se encontraron culpables de la muerte que en 1581 (hacía 30 años) habían dado a su doctrinero fray Juan Pizarro.10 Este es el mismo religioso que en 1569 bendijo y santificó los repartimientos de encomiendas y que, según declaración de los testigos en la sumaria instruida por el Oidor, fue ejecutado porque azotó a un hermano del cacique.11 Según las fuentes oficiales, en 1614 se rebelaron los indígenas de Chirripó, por lo que hubo necesidad de enviar una guarnición, la cual los dominó fácilmente y pudo capturar 12 piezas. 12 Un año después y argumentando que los indígenas de Tierra Adentro y Talamanca se habían confederado con los del Valle del Duy, el nuevo gobernador Juan de Mendoza y Medrano procedió a castigarlos, sacando 80 piezas junto 222

con el cacique don Lorenzo, para reasentarlos en el pueblo que denominó San Juan de Auyaque.13 Inmediatamente y argumentando nuevos alzamientos, ese Gobernador se apersonó en el pueblo de Quepo, donde capturó a 30 indígenas junto con el cacique don Sebastián Jarú 14. Posteriormente se trasladó a la región de los votos, quienes se habían rebelado, y sacó a 20 indígenas: hassiendose para ello corredurías y otras estratagemas militares. 15 En un informe enviado a la Audiencia, ese Gobernador sintetizó los resultados de sus tres corredurías explicando que en ellas había sacado a más de 400 indios.16 En 1620, el sucesor de Mendoza, Alonso del Castillo y Guzmán, se dirigió a la Audiencia para comunicar las medidas que había tomado respecto del levantamiento de las parcialidades de los indios auyaques, cureros y hebenas, los que cuatro años antes habían dado muerte a su fraile doctrinero y a otras personas. Explicaba en su carta que había recogido a más de 400 piezas junto con sus caciquesl 7 , y tratando de superar las hazañas de su antecesor y de mejorar posiciones ante la Audiencia, añadía: ... meti en esta ciudad toda la pressa donde hize el castigo en los cabezas y capitanes ejemplarmente, con que guarda muy asegurada la provincia. 18 Nótese que la nueva autoridad castigó delitos que ya habían sido penados por su antecesor, dado que en el informe se refiere a los mismos hechos relacionados con las parcialidades de los auyaques, cureros y hebenas. Lo importante es subrayar que Castillo y Guzmán, como todo funcionario real de alta jerarquía, fue sometido a juicio de residencia, en el que se conocieron las atrocidades a las que sometió a los 400 indígenas, y particularmente a los caciques y líderes de las parcialidades mencionadas. En la investigación se determinó que el Gobernador, con el propósito de encontrar un argumento legal que lo respaldara, en junio de 1619 · . convocó, a unajunta extraordinaria de guerra, alegando que dado el alto costo que significaba para todos el sostenimiento del presidio de Tierra Adentro era necesario para la paz y seguridad de la provincia proceder al castigo y reducción de los indios auyaques, cureros y hebenas. 19 Ofreció que él iría en persona y que a todos los que lo acompañaran les daría indios de servicios para reedificar casas y para labores de campo. Seguidamente ordenó a los vecinos y encomenderos que se presentaran con sus armas y caballos para hacer reseña y alarde general de gente a caballo, infantería española y tropa auxiliar de naborios e iniciar la marcha hacia Tierra Adentro. 20 Cuando estaba cerca del pueblo de Auyaque con 220 indios prisioneros, ordenó que salieran escoltas de madrugada en todas las direccio223

nes, con el objetivo de cazar más indios, y así ajustó las 400 piezas. Estos indígenas fueron trasladados a Cartago, donde fueron sometidos a un juicio militar, cuya sentencia, sin ningún derecho de apelación, fue decretada el 24 de diciembre de 161 9 en los siguientes términos: En primer lugar, se condenó a todos los indios, incluidos los caciques y los principales del pueblo de Curero, como autores de los delitos de rebelión, sacrilegio y homicidio. A todos se les impuso la pena de expulsión de sus pueblos, cuyas tierras serían aradas y sembradas de sal. Bajo pena de muerte, ni esos indígenas ni sus descendientes hasta la tercera generación podrían acercarse a Curero a menos de 10 leguas (50 kilómetros) a la redonda. En segundo lugar se pronunciaron condenas especiales contra grupos de indígenas cabecillas, en .la forma siguiente: 1) Los caciques don Juan Serrabá, Francisco Cagji y Diego Hebena, fueron sacados desde la Iglesia de La Soledad -que servía de cárcel- montados a caballo, con los pies y manos atados y con sogas atadas a la garganta, paseados por todas las calles de Cartago, acompañados del pregonero, quien denunció sus delitos, y llevados hasta las afueras de la ciudad, donde fueron ahorcados. Después cortaron sus cabezas y las enarbolaron así: la de Serrabá, en la plaza del pueblo de Güicucí, y la de Hebena, en el pueblo de los Harneas. Los cuerpos descabezados fueron arrastrados hasta una hoguera donde se los redujo a cenizas. 2) Francisco Muchú, Yiriquirá, Mateo Catebá, Diego Areucará, Lucas Noariz, Duará, Quirodujara, Juan lbaczará y Bicara fueron ahorcados y decapitados. Sus cuerpos fueron enterrados en los cementerios de las iglesias de la ciudad. Dos de las cabezas se enviaron al pueblo de Quepo, otra a Co, otras fueron abandonadas en el camino de Ujarraz, en Auyaque, en Pejibay, en Catapas y en Abangares. Las otras dos fueron colocadas en el punto de ajusticiamiento, como advertencia contra los frecuentes alzamientos indígenas. 3) Pablo Zuré, Quirigrama, Baltazar Cruz y Chirobujiburú fueron paseados por las calles de Cartago hasta la plaza pública, donde se les cortó a cada uno el tendón del pie derecho. 4) Otras sentencias menores fueron las siguientes: Jeca fue sentenciado a servir 1O años al vicario Baltazar de Grado; Luis Querisocá, después de ser paseado por las calles, recibió 100 azotes; Pedro Gómez Quioquirá tuvo que trabajar 4 años en el Convento de San Francisco; Alonso Jiménez Quiñore, Juan Díaz Cacari224

cará, Pedro Y aramá y Diego Garito fueron condenados a destierro perpetuo del pueblo de Auyaque, so pena de muerte. 5) Contra los reos ausentes Francisco Duadore, Cabeuras, Domingo Calirrabá, Encabrizo, Abari y otros se dejó abierto el proceso. 21

La sentencia fue decretada y ejecutada por la vía judicial, el 8 de enero de 1620. Los indígenas sobrevivientes fueron repartidos, como lo había prometido el gobernador, entre los soldados que lo acompañaron en esta campaña de justa gu,erra en Costa Rica. Después de haber cometido tan horribles crímenes, Castillo y Guzmán se dirigió al Rey para informarle de los servicios que había hecho en su favor, por los cuales pedía que se le gratificara con 3.000 pesos en efectivo o con indios de encomiendas vacantes, pues no tenía recursos con qué poner a sus hijas en estado de matrimonio. 22 Ante las atrocidades cometidas por este gobernador y sus antecesores, es obvio que los indígenas vieron reducida su capacidad de respuesta, y con ello la posibilidad de rebelarse o enfrentar con éxito a sus agresores. No hay duda de que la masacre de caciques, principales y otros lideres indígenas -particularmente los de Tierra Adentro y Talamanca- desarticuló sus estructuras sociopoliticas. Sin embargo, gracias a su organización política y socioeconómica y a su capacidad de resistencia en el seno de una geografia inaccesible para los hispanos, los indígenas de Talamanca permanecieron irredentos. De las cuatro décadas comprendidas entre 1620 y 1662, no existe documentación que informe acerca de nuevas campañas de justa gu,erra en Talamanca, lo cual no quiere decir que éstas dejaran de realizarse, aprovechando el debilitamiento transitorio de los pueblos talamanqueños. A partir de 1662, el gobernador Rodrigo Arias Maldonado emprendió la reconquista de Talamanca y Tierra Adentro. Con este objetivo penetró en la región y estableció un real a orillas del río Tarire (Sixaola). Desde ahí y con el propósito de fundar en ese punto un nuevo asentamiento indígena, procedió a sacar a los indios de Ciruro, Uruscara, Duqueiba, Moyagua y Jicaguajunto con el cacique Cabsí23, y de ese modo reunió a 1.200 hombres en edad productiva, quienes junto con las mujeres y niños poblaron el asentamiento que denominó San Bartolomé de Duqueiba.24 Esta nueva campaña y fundamentalmente la ubicación de ese pueblo que albergaba una impresionante fuerza productiva de 1.200 hombres, ponen en evidencia un cambio cualitativo que se venía 225

produciendo en Costa Rica. Nos referimos a la actividad cacaotera, la cual con gran suceso se había iniciado en la región del litoral Atlántico desde mediados del siglo XVII. En 1665, el gobernador Juan López de la Flor sacó a 90 indígenas votos para reubicarlos en el pueblo de Atirro. El mismo año se dirigió a Tierra Adentro y en el pueblo de los Tariaca capturó a 63 indígenas, de los cuales arcabuceó a 7 y sacó el resto hasta Cartago para repartirlos entre sus compañeros.25 A partir de ese año no se tienen más noticias relacionadas con las correrías en búsqueda de indios de guerra, infieles y rebeldes. Sin duda alguna, los recursos que tradicionalmente se destinaban a la justa guerra tuvieron que desviarse para hacerles frente a las incursiones de los piratas. Lo anterior puede comprobarse en unos autos de 16 77, en los que el tesorero se negó a entregar al Gobernador 161 pesos: ... para con ellos hacer el viaje a la saca de los yndios de guerra que incomodan a los urinamas catolicos y que estan de pas.26 Lo importante es destacar los argumentos esgrimidos por el tesorero para no cumplir con esa libranza, al subrayar que los gastos de guerra eran los que se producían por la guerra contra los ingleses y franceses y no contra los naturales.27 Tres años después se intentó reducir a los indios Caribes y Abubaes que estaban entre Quepo y Boruca, y cuya población se estimaba en 500 familias, lo cual no se pudo ejecutar, porque el enemigo inglés tenia infestada la mar del Sur. 2 8 Esta breve reseña acerca de la justa guerra en Costa Rica y las peculiaridades que revistió, nos permite sacar algunas conclusiones. CONCLUSIONES Primero, no dudamos de que la justa guerra y toda la violencia que implicó forma una parte muy poco conocida del desarrollo histórico costarricense. Segundo, estos procesos tuvieron su centro principal y permanente en Talamanca. Tercero, destacamos una vez más la capacidad organizativa y de resistencia que a lo largo de la Colonia manifestaron los aborígenes de esa región. Cuarto, esta particularidad de la justa guerra en Costa Rica contribuyó a que ésta persistiera y en consecuencia, a que se produjeran constantes sublevaciones parciales o generales de los aborígenes. Sabemos que casi cien años después del levantamiento general y de la masacre de auyaques, 226

cureros y hebenas, se produjo otra insurrección general en la región de Talamanca a la cabeza de don Pedro Comezala y del cacique de Suinze don Pablo Presberi, ambos héroes de la rebelión de 171 O. Los dos fueron capturados en justa guerra y arcabuceado el segundo por orden del gobernador Lorenzo Antonio de la Granda y Balbín en un juicio militar, inicuo y sin ninguna apelación. 2 9 Otra conclusión fundamental es que la justa guerra no fue un fenómeno exclusivo del siglo XVI. Convenimos en que durante la segunda mitad de esta centuria, la justa guerra tuvo sus propias características, dado que fue realizada durante las campañas de descubrimiento y conquista, con el propósito de capturar aborígenes para esclavizarlos y venderlos o para utilizarlos como cargadores, guías, intérpretes, o en el descubrimiento y conquista de nuevos territorios. Por otro lado tenemos la justa guerra de Costa Rica del siglo XVII, obviamente realizada en pleno apogeo de la etapa colonial y con el propósito directo de los captores de obtener mano de obra forzada para emplearla en sus propias actividades económicas.

227

NOTAS CAPITULO X l. Ots, José María, 1969, p. 205-207. 2. Op. Cit., p. 6. 3. Loe. Cit. 4. G., 058, 1620, f. 291-291 V. 5. G., 031, 1611, fls. 2-23. 6. Loe. Cit. 7. Fernández, León, 1976, V. 4, p. 135-152. 8. Fernández, León, 1975, V. 7, p. 81. 9. Loe. Cit. l O. Pérez, Pedro, 1971, p. 56-57. 11. Loe. Cit. 12. e.e., 3498, 1622, 2 v .-4. 13. Op. Cit., fls. 2-2. 14. Op. Cit., f. 2 V. 15. Op. Cit., f. 8. 16. Op. Cit., f. 3 V. 17. C.C.,5204, 1620,f. l V. 18. Op. Cit., f. 2. 19. Pérez, Pedro, 1971, p. 74. 20. Op. Cit., f. 76. 21. Op. Cit., fls. 80-84. 22. e.e., 5204, 1620, fls. 1-4 v. 23. e.e., 3585, 1665, fls. 146 v.-150. 24. e.e., 5175, 1667, r. 1. 25. Fernández, León, 1975, V. 7, p. 114. 26. e.e., 091, 1677, r. 18. 27. Op. Cit., f. 18 V. 28. e.e., 5225, 1680, r. 1. 29. Castro, Norberto. "Caciques de Costa Rica bajo la Monarquía Españolan. En Revista ANDE, No. 49, 1974, p. 40-70.

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Capítulo XI SITUACION DE LOS INDIGENAS ENCOMENDADOS DE LA GOBERNACION DE COSTA RICA Y DE LA ALCALDIA MAYOR DE NICOYA A FINALES DEL SIGLO XVII

INTRODUCCION Con este penúltimo capítulo de nuestro trabajo nos proponemos examinar y establecer cuál era, al finalizar el siglo XVII, la situación de los indígenas encomendados de la Gobernación de Costa Rica y de la Alcaldía Mayor de Nicoya. Al abordar los diversos aspectos de este problema es imprescindible tener presente una característica que hemos destacado a través de nuestra discusión: que los indígenas de Nicoya y Costa Rica, en su desarrollo histórico colonial, tuvieron puntos coincidentes pero también su propia particularidad. Con esta perspectiva optamos por analizar por separado el estado que esos grupos tenían al finalizar el siglo XVII. A. FINAL DE LA ETAPA DE LA ENCOMIENDA EN COSTA RICA: Sobreexplotación indígena y crisis demográfica, débil proceso de mesthaje y desestructuración cultural

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Finalizando el siglo XVII, los aborígenes encomendados de Costa Rica mostraban las funestas consecuencias, tanto de la conquista, como de la sucesión de 130 años ininterrumpidos de explotación y de convivencia forzosa con el invasor. Estos efectos se concretaron en un significativo cambio socioeconómico en los pueblos de indios, modificaciones que en última instancia determinaron el final de la etapa de la encomienda. 231

Desde esta perspectiva podemos afirmar que fue un proceso global de desestructuració.n el que determinó la caída de la encomienda como mecanismo fundamental de explotación, y que ese proceso se materializó a través de la disminución demográfica. El descenso de la población indígena se puso de manifiesto de dos maneras y con carácter coyuntural: primero, las pandemias que a nivel centroamericano asolaron la región durante los años de 1600, 1607, 1631, 1686 y 1694. I Y segundo, las pestes locales como la de 1614 en el Valle del Reventazón, que dejó sólo 14 sobrevivientes en el pueblo de Atirro, la de 1645, que azotó a toda la provincia, la de viruela, en 1654, que atacó al pueblo de Quepo y reapareció de nuevo, en toda la jurisdicción de Costa Rica, entre los años 1690 y 1694.2 Pero si trascendemos el fenómeno puramente externo de la muerte por epidemias o pandemias y analizamos este problema en forma global, concluiremos con que la causa fundamental de la caída de la población indígena fue la sobreexplotación a que permaneció sometida, la cual fue un proceso que se inició desde el momento de la conquista y revistió varias facetas y modalidades. En primer lugar destacaremos que la ocupación del territorio costarricense por los invasores europeos rompió el equilibrio preexistente, tanto entre los hombres como entre éstos y la naturaleza. Sin duda el impacto más dramático de este desequilibrio se debió a que la población carecía de defensas para combatir las enfermedades que portaban los conquistadores, entre las cuales hay que puntualizar la neumonía, la lepra, la viruela, el tifus, la fiebre amarilla, el tétanos, el tracoma y la caries.3 Desde el punto de vista de la dominación colonial, hemos puesto en evidencia a través de nuestro trabajo, todos los mecanismos de explotación de que fueron objeto los indios de encomienda. Esta expoliación fue de tal magnitud que, por un lado atentó contra la propia reproducción biológica de la población encomendada (lo que deducimos de los padrones generales, donde se demuestra que durante el siglo XVII hubo un significativo descenso de la tasa de natalidad, pues un alto porcentaje de familias manifestaron no tener hijos menores), y por otro lado condujo a que los organismos de los indígenas, debilitados por la sobreexplotación, no tuvieran defensas ante las nuevas enfermedades, o en el mejor de los casos, que tardaren mucho tiempo en desarrollar mecanismos biológicos para superar la contaminación microbiana. De ahí que, a lo largo del período colo232

nial, se registraron tanto pandemias regionales como epidemias locales en la Gobernación. Reiteramos que no existe la información documental deseada, para cuantificar las pérdidas demográficas durante el siglo XVII, pues sólo disponemos de algunos padrones parciales y tres generales correspondientes a las dos últimas décadas del siglo. A manera de ejemplo citaremos el número de tributarios de varias parcialidades durante 1636: Auyaque 30, Teotique 40, Atirro 18, Yarikas 9, Cot 30, Quircó 25, Tucurrique 1 7, Corrosí 25, Jucaragua 13, Ujarraz 52, Turrialba 35, Güicasi 12, Orosí 20.4 Como se puede apreciar, estas cifras tienen limitaciones que impiden su análisis, en primer lugar todos se refieren únicamente a tributarios, de manera que no se toma en cuenta a los reservados ni a la población menor de edad. En segundo lugar, la mayoría de estas cifras son de parcialidades, y por lo tanto no se refieren a pueblos enteros. Respecto de los padrones generales, éstos corresponden a· los años 1682, 1697 y 1699, cuya información hemos incluido en cinco cuadros, a los cuales agregamos un padrón general de 1692 correspondiente al pueblo San Juan de Herrera de los Naboríos. La fuente de 16825 contiene datos de 18 pueblos cuyos vecinos sumaban un total de 1,343 individuos. (Ver Cuadro 29). Además, la información extraída evidencia un proceso muy importante, cual fue la exogamia entre indígenas, lo que puede apreciarse en la segunda columna del cuadro mencionado que se refiere a solteros y solteras, a casados y casadas en otros pueblos, es decir a medios tributarios. Esa columna contiene un total de 752 personas (373 varones y 379 mujeres), pero no podríamos determinar cuántos eran los solteros o los casados en otros pueblos. Otro punto que merece ser destacado, es el número de reservados que suman un total de 299 individuos, con la limitación de que no se especifica si esa condición era por edad, enfermedad o invalidez. No obstante, los datos contenidos en este padrón nos han permitido establecer que las reducciones ubicadas en el Valle Central Occidental tuvieron una población mucho más significativa, en términos cuantitativos, que los pueblos asentados en la porción oriental; nótese que Pacaca, Barva, Currirabá y Aserrí tenían una población de 125, 21 7, 120 y 166 individuos respectivamente.

233

CUADR029 PADRON DE LOS PUEBLOS DE INDIOS DE LA PROVINCIA 1682 Solteros(as) Casados Nombre del pueblo 1. Naboríos 2. Pacaca 3. Barva 4. Currirabá 5. Aserrí 6. Quircot 7. Cot 8. Ujarráz 9. Orosí 10. Güicací 11. Turrialba 12. Tucurrique 13. Juacaragua 14. Auyaque 15. T eotique 16. Güicirí 17. Tobosi 18. Quepo 19. Urinama 20. Boruca y Abubaes

y Casado(as)

Reservados(as)

otros puebl.

Total Parcial x sexos

V

M

V

6 12 24 7 15

18 19 32 10 24 2

18 11 21 24 5 15 15 11

28 9 69 44 43 6 15 32 10 14 25 30 5 12 20 9

6 3

40 66 96 62 85 19 41 14 32 18 27 40 11 27 20 13

58 59 121 58 81 13 22 51 31 26 38 43 13 22 26 12

V

M

V

M

14 31 20 4 14 5 1 4 8 6 3 5 4 8

14 31 20 4 14 5 1 4 8 6 3 5 4 8

20 23 52 51 56 14 35

6

5 10 6 1 3 11 2 4 5 2

15 13

6 10 8 4 2

M

19

19

2

8

2

8

23

35

146

146

373

379

115

184

634

709

292

752

299

Total General

1343

98 125 217 120 166 32 63 65 63 44 65 83 24 49 46 25· 58

1343

NOTAS: En Tobosi no hay indios porque están avecindados en otros pueblos; no se sabe el número de indios Borucas y Abubaes por no estar todos reducidos, pero voluntariamente dan reconocimiento en cacao a la Corona. Los Urinama no están todos reducidos. Se sacan algunos cada medio año para el beneficio de las haciendas de cacao que los vecinos de Cartago tienen en la costa del Mar del Norte. A éstos se les paga su trabajo con herramientas como hachas, machetes y flechas y alguna ropa de la tierra por no querer recibir plata corriente. FUENTE: Archivo General de Indias, Sección Contaduría, No. 815, 1685, fls. 1-4 V:

En cuanto al padrón de 16976, hay varios aspectos que merecen ser destacados: había una población de 662 indígenas distribuidos en 236 familias asentadas en 17 pueblos. Obsérvese que en un lapso de 15 años la población encomendada se había reducido a menos de la mitad: 49,29º/o. Paralelamente surge el problema de que de 236 familias, 119 que corresponden a un 50.420/o del total, no tenían hijos menores (ver Cuadro 30). Además, la ausencia de datos sobre tributarios de Güicasí y Quepo nos sugiere que estos asentamientos habían desaparecido por falta de vecinos. 234

CUADRO 30

PADRON DE LOS PUEBLOS DE INDIOS EN COSTA RICA

1697

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Nombre del pueblo

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11

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Tucurrique

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NOTAS: Caciques: Don Pedro de Peñaranda, de Orosf. Don Mateo Sánchez, de Auyaque. Don Francisco Gómez de Sojo, de Turrialba. Marta Sánchez. de Tucurrique, viuda del Cacique, vive con su hijo. Bernabé, éste aparece como Cacique en el padrón de 1699. FUENTE: Cartaan 094. 1697. 45 fls.

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Respecto al padrón de 1699 7 y tomando como referencia el de 1697 se observa una recuperación de 443 personas (ver Cuadros 31 y 32). Por otro lado se evidencia la pérdida total de vecindario de los pueblos de Chirripó, Orosí, Jucaragua y Auyaque, lo cual quiere decir que este incremento de la población se produjo fundamentalmente en los pueblos del Valle Central Occidental.· En el caso de Pacaca se pasó de 93 a 132, en Barva de 170 a 299, en Currirabá de 86 a 132 y en Aserrí de 90 a 151. Nótese que el incremento de la población en estos cuatro pueblos fue de 275 personas, es decir un 62,24°/o del aumento total. Otros pueblos, ciertamente tuvieron una recuperación demográfica, pero ésta fue poco significativa: Cot pasó de 12 a 17, Güicací de 11 a 19, etcétera (ver. Cuadro 33 que contiene el resumen de los tres padrones). De acuerdo con las cifras que venimos analizando, en 1699 había en Costa Rica 2 7 8 familias de indígenas encomendados, en su mayoría como tributarios de la corona. De este número de familias, 96 -que corresponden al 34,53ºA> del total- no tenían hijos menores. Otro aspecto importante que se deduce de la información contenida en este padrón es el hecho de que en algunos pueblos se configuró la familia ampliada (ver Cuadro 32) rompiendo el molde tradicional de la familia nuclear impuesto por las autoridades. Lo anterior se produjo en pueblos como Pacaca, Currirabá, Tucurrique, Ujarráz, Tobosí y especialmente en Barva donde se empadronaron 25 familias con estas características, a las cuales además del núcleo familiar se integraron otros miembros, como suegros, nueras, yernos, hermanos, nietos y huérfanos. U na explicación de estos procesos podría ser que familiares de los indígenas de Pacaca, Currirabá, Aserrí y Barva avecindados en otros pueblos fueron obligados a trasladarse a la zona occidental del Valle Central, para que trabajaran especialmente en labranzas de trigo, dado que los aborígenes reducidos carecían de libertad para trasladarse por voluntad propia de un pueblo a otro. En relación con los pueblos de indios ubicados en la jurisdicción de Esparza, hay que señalar que durante los primeros años del siglo XVII existían los pueblos de Chome, Abangares y Santa Catalina de Garabito. De éstos los dos primeros desaparecieron en la primera mitad del siglo, pues en 1620 se menciona por última vez el pueblo de "Avancarf'' y en 1638 el teniente de oficiales reales de Esparza informó que había recibido el tributo de Antonio Basques indio soltero, único sobreviviente del pueblo de los Chome, por un monto de 2 pesos y 4 reales. 8 '· 236

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NOTAS : Uno de los caciques d e Barva don Juan de las A las; era soltero. El otro don Gabriel Uribe era casado con M aría Ro dríguez y t enían un hijo llamado Pablo (14 v) . El cacique d e Turrialba d on Silvestre Gómez (2 1). Don M ateo Sánchez era cacique de Auyaque aparece com o morador en Tucurrique (44). Con respecto al padrón d e 1697 d esaparecieron 5 pueblos : Chirripó, Orosí, Jucaragua, Auyaque y Güicurú. FUENTE: Cartago 943 , 1699, 63 fls.

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1699

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Fuente: Canago 943, 1699, fls. 63.

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2

5

3

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V

M

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1

4

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2 1

5

2

1 1 1 1

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Hijos

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Total Total meno- generes ral

Menores y su parentesco con el jefe de familia

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Cabeza de familia Otros adultos y su parentesco con el jefe de familia

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34

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10 13

19

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El único pueblo que sobrevivió, aunque con escasa población, fue el de Garabito, que en 1693 contaba con un total de 50 individuos.9 Dentro de la complejidad de este proceso global de desestructuración de la sociedad indoamericana, además de las crisis demográficas surgen otros problemas importantes como el de mestizaje y el de aculturación. Respecto del primero hemos llegado a la conclusión de que definitivamente no hubo mestizaje en forma significativa durante el período que estamos analizando. Para afirmar lo anterior nos hemos basado en tres fuentes originales: primero, el padrón general de 1682, cuyos detalles sobre población no indígena hemos desglosado de este modo:

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POBLACION NO INDIGENA AÑO 1682 Mestizos

Mulatos y Negros Libres

Total

Españoles

Cartago Puebla .de Los Angeles Arrabal Esparza

475

475

100 16 84

55

Totales

675

530

16

129

Porcentaje

99.9

78.25%

2.3%

19.1% 1º

Jurisdicción

100 16 29

Nótese que entre las 675 personas censadas, únicamente se registraron 16 mestizos, los cuales representaban el 2,3% del total de la población no autóctona, muy por debajo de los 530 españoles y de los 1.343 indígenas censados durante el mismo año (ver Cuadro 31). La segunda fuente utilizada es el padrón de 1691, le.vantado en Cartago para el cobro de alcabala, en el cual no se especificó el número de mestizos, pero se los incluyó en la cifra de 64 familias de mulatos y negros libres y mestizos.u La tercera fuente son los libros de bautizos de la Sección . Pastoral que se conservan en. el archivo de la Curia Metropolitana, en los cuales se puede calcular el total de bautizos realizados entre 1595 y 1690 (Cuadro 34). Aun con las limitaciones de esta fuente -por no contener información completa de cada año- es muy significativo que durante todo ese 240

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CUADR034

BAUTIZOS EN GENERAL: 1 595-1690 Año Indios

N

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1595 1599 1602 1603 1604 1605 1606 1607 1608 1609 1611 1616 T618 1619 1620 1621 1625 1637 1638 1639 1640 1642 1643 1644 1645 1646 1647 1660 1664 1665 1666 1667 1668

1669 1672 1673 1674 1675 1676 1677 1678 1679 1680 1681

1682 1683 1684 1685 1686 1687 1688 1689

1690 1610

Total

Indios y Castas Naboríos

V

M

1 10 14 1 1 5 10 11 14 6 4 2 1

1 14 12 3 4 10 2 10 10 7 2 1 5

2

V

1 1 1 2

M

Mestizos

V

M

Huérfanos

Zambos

V

M

V

2 1

2

3

4 4 8 12 9

4 3 5 15 12

2 4

1 3

1 2

2 2

1 5

2 1 2

5 2

5 3 4

V

Criollo

M

2 24 26 4 6 17 14 31 29 17 6 3 14

4

2

Españoles Español

M

4

3 5 1

2 3 1

6 11

,,

19 8 20 38 27

2 1 2

3

6 10

2 2

4 6 1 1 1 3 7 11 4 25 20 13

4 1

2 2 4 2 2

2 9 3 2

2 3 1

5 4 1

V

5 5 6 12 10

8

4

7

3

4

2 3

1 1 4 2 1 4

3

8

161

175

2 2 3 3 1

336

4 5 4 4 8

2 4

1 2 4

44

43 87

2

4 12 14 6 1 19

11

506

3 5 1

28

29 57

6

2

8

7 18

2 3

Hijos de la iglesia M

6 7 3 12 6 2 10 7 14 2

1 3

4 2

12 12 4 7 7 11 35

13 13 1 14 19 12 28

11 11

6

1 1 3 5

2 1

5 6

5 22

10 30 8

1 9

3 16

5 52 9 16 17 15 2 9 4 30

1 43 16 33 16 23 4 12 5 22 6 2 6

12 377 421 798

V

2 16 20 27 5

1 2

30 6 12 13 4 3 5 2 11 6 2

1 2 2 1 1 1

M

~

V

3 1

1 4 1

1

2

2 2 1

4 4 2

2

3

3 2

M

3

4 6

13 10

17

4

5

9

2

8

1 15

4

1 19

19 79 13

5 2 1

4 4

6 7 132 6 37 8 69 9 55 10 53 2 11 12 41 3 17 13 77 7 27

1 5 3 3 2 2

1 3 1 3 1 2

8 4 6 3 4

2 4 8

1 3 7

3 7 15

3

3

2 2

2 3

91

184

8 8 93 184

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3

4

5

9 6 1

2

5

NOTAS: Criollo: Hijo de españoles nacido en Costa Rica. Se distinguen por los apellidos y porque algunos se inscriben como don y doña. Español: asf se especifica en los libros a panir de 1666. Hijos de la Iglesia: también se denominan hijos de padres no conocidos. En algunos casos dice espúreo, pero el término viene tachado. Todos deben ser hijos de mujeres criollas solteras (7), porque también aparecen huéñanos indígenas.

FUENTE: Archivo de la Curia Metropolitana, Sección Sacramental. Libro 1y11 de Bautizos.

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145 128 1097 273

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1 20 10 4

6

Total

Otros

'<

12 12 9 27 17

3

Negros Total Mulatos General

M

5 2 1

8

26

V

9

4 2 14

Total

7

5

2 2 2 1 2

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De acuerdo con los datos contenidos en este cuadro resumen, hemos dividido el número de bautizos de la siguiente manera: BAUTIZOS DE INDIOS, MESTIZOS Y ZAMBOS ENTRE 1595-1690 (Números relativos) Naboríos

Mestizos

Indios

Zambos

Huérfanos

17.19%

11.26%

66.40%

1.60%

3.55%

BAUTIZOS EN GENERAL 1595-1690 (Números relativos) 1ndios y Castas 28.27%

Españoles 61.18%

Negros y Mulatos 10.26%

Otros 2.28%

Obsérvese en el primer caso que el porcentaje 4e mestizos bautizados corresponde a 11,26% del total, y que ocupa el segundo lugar después de los indígenas, es decir, de indios y naborías juntos. En el segundo caso se evidencia el incremento de la población española ( 61, 18o/o del total de bautizos), con respecto a los indígenas y castas que registran un 28,27% del total de bautizos. Por razones obvias, en este estudio no podremos abordar el problema de aculturación del indígena. Sin embargo, no dudamos de que el proceso de conquista y explotación de los indios produjo la deculturación de éstos, dado que la relación entre las sociedades y culturas española e indígena se caracterizó por la imposición violenta, irrespetuosa, precipitada e interesada de la primera sobre la segunda. El caso más importante de aculturación sin duda lo constituyó la imposición de la religión cristiana occidental, la cual produjo un cambio radical en la vida del indígena, tanto en los aspectos materiales como en su concepción filosófica de la vida y de la muerte, su organización política, su lengua, en fin, su cultura global. Desde esta perspectiva cabe preguntarse qué impacto tuvo para el indígena el hecho de que se le obligara a dejar de creer en sus propios dioses y a desconocer la autoridad de sus caciques, porque sus nuevos amo~ eran dos personas invisibles: el Rey y el Dios cristiano. Por otro lado vale la pena destacar que, en alguna medida, nuestros aborígenes resistieron la avalancha de la aculturación. Esto 242

puede apreciarse, por ejemplo, en tres fuentes documentales, en las cuales aparece un número bastante grande de indígenas empadronados con nombres españoles, pero cuyos apellidos son autóctonos. La primera fuente del año 1615 nos ofrece la nómina de algunas parcialidades de los pueblos que integraban el partido de Turrialba. En el pueblo de Atirro, de una lista de 21 tributarios, 16 tienen apellidos aborígenes: Lázaro Ayube Juan Puvru ·Juan Vu Francisco Suti Lucas Cuyuristi Juan Quecho

Francisco Tistis Francisco Acheas Bernabé Jorco Alonso Piuse Diego Amecara

Francisco Puc Domingo Yerrave Diego Chique Juan Sorio Ventura Ouemizara

En una parcialidad de Ququerrique, de 1O tributarios 7 se distinguen por las características anteriores: Juan Tubicara Diego Corozara Luis Corci

Pascual Queme Diego Saquevara

Pedro Quechico Luis lsca

En una parcialidad de Corroce se da.la relación 6 a 8: Andrés Turrialba Cristóbal Tubuzirri

Antonio Urare Pablo Caveta

Juan Pizizara Francisco Ograva

En otra nómina de una parcialidad de Turrialba puede observarse la relación 8 a 18: Diego Pariara Martín Carriga Antón Cüico

Alonso Goara Pablo Tavagua Lorenzo Cobebra 12

Diego Y abizara Pedro Cochos

El segundo manuscrito, fechado en 1616, contiene una lista con los nombres de 104 indígenas de Quepo, registrados como deudores de su corregidor Juan Mendoza Abaigar, de los cuales 88 tienen apellidos aborígenes: Cacique don Luis Uraga Diego de Oco Felipe Sebone Alonso llca Marco Sareba Juan Cotera Ernando Sua Gaspar Ooro Tomás Sobi

Cristóbal Boco Pablo Arebe Martín Cio Alonso Dari Antón ltaru Juan Cu Simón Ure Francisco Durujara Cristóbal Daibar

Agustín Yvur Gaspar Cu Bernabé Sacaba Juan Xida Luis Dariburru Erriando Baaraga Diego Bure Matías Jo Pablo de Oco

243

Juan Tari Juan Cotera Lucas Chiri Diego Deuco Luis Ugara Lorenzo Abaru Diego Due Diego de Oca Andrés Cris Diego Bongara Juan Sare Benito Oco Mateo de Oco Luis Aro Gabriel Xida Diego Caragua Juan Su Diego Sufí Alonso laca Antonio Cara Tomás Sacu 13

Gaspar Sap Francisco Salri Diego Satridi Antonio Siba Juan Beare Pablo Arebe Antonio Taqui Luis Sabi Lucas Cristava Andrés Due Juan Guabu Diego Caru Miguel Behara Diego Betu Lázaro de Ugara Jusepe Borasa Diego Corrobore Diego Aibaro Marcos Baru Pablo de Oca

Pablo Gi Francisco Seibro Diego Bisacora Diego de Ariburu Lucas Ari Francisco Gu Juan de Aras Ernando lea Juan Behara Jerónimo Xida Diego Boruse Gabriel lvur Diego Su Nicolás Beju Juan Boju Antonio Taba Pascual Doe Juan Colocorrose Marcos Lua Gaspar Curadura

La tercera fuente se refiere al padrón de los nueve pueblos que· integraban el Corregimiento de Turrialba en 1635, en la cual, de los 227 empadronados, 34 se registraron con apellidos indígenas:

Tucurrique

Corrosí

Turrialba

Francisco Sitoroba Diego Siaraca Martín Quioquiocara Diego Cosovesara

Diego Yrrut Gabriel Pisi Juan Uras Juan Cayube

Francisco Cu Pedro Escurramar Alonso Paraban Francisco Basiaco

Turrialba

Auyaque

Atirro

Francisco Cu Pedro Escurraman Alonso Paraban

Pedro Pirru Andrés Amicurra Diego Chirragua Esteban Catisara Francisco Narisiba Feo. Suquebusiu Juan Quiasgrama Bernabé Burabá Lázaro Uchara

Juan Purru Alonso Tuesi Pedro Yoris Diego Namacate Juan Parragua Lázaro Caype

244

Jucaragua

U}arraz

Andrés Coriba Juan Tuquis Juan Chucu Juan Tepsar Juan Coacsara

Lorenzo Güisi Jusepe Curtudu

En la misma lista aparecen algunos nombres con apellidos que se refieren a oficios, a alimentos autóctonos, o que son adjetivos burlescos.

Corrosi

Turrialba

Auyaque

Juan Tonto

Juan Bizcocho Cristóbal T artilla

Pablo Tejero Francisco Arriero Cristóbal Gordo

Güicasí

Orosí

Pedro Petaquero

Francisco Pescador 14

Este padrón de 1638 es el último que contiene nombres con tales características, pues en documentos subsiguientes ya se han españolizado todos los nombres y apellidos indígenas. Es indudable que el cambio social fundamental provocado por la explotación-aculturación fue la desintegración de la comunidad indígena. Este cambio tuvo su origen en la distribución de encomiendas y se orientó hacia un lento proceso de campesinización a partir de la estructuración colonial. Es decir, los indígenas encomendados fueron objeto de una lenta transformación a largo plazo, que en ocasiones se detenía o retrocedía: de productores agrícolas y artesanales directos en forma comunitaria, pasaron a ser pequeños productores agrícolas y artesanales, usuarios de parcelas previamente asignadas en tierras comunales. Aparte de las pérdidas demográficas y del ausentismo de los indígenas, tanto por servicios personales como por evadirse hacia otros sitios para librarse de la servidumbre, la desintegración de la comunidad indígena y su campesinización se produjo porque, paradójicamente, la mayoría de las disposiciones tributarias atentaban contra las formas comunales. Por ejemplo, a partir de 1578 se dispuso que tributario era todo indígena varón o mujer casado 15 • Obviamente, esto hizo que algunos no contrajeran matrimonio, lo que alteró en alguna medida la tasa de natalidad. A partir de 1639 todos 245

los indígenas solteros mayores de edad pasaron a la categoría de tributarios. I 6 N átese que esta disposición contribuyó a producir una mayor y más efectiva integración de la familia indígena, tanto en las relaciones cotidianas como en la ejecución de las actividades productivas, agrícolas y artesanales. En todas las visitas que las autoridades realizaban a los pueblos de indios ordenaban que cada matrimonio hiciera casa aparte. De este modo atentaban contra la costumbre de la familia ampliada, la cual, según los padrones de finales del siglo XVII, caracterizó a los pueblos del Valle Central Occidental, como Barva, Pacaca y Aserrí. A los aspectos que hasta aquí hemos señalado para explicar el deterioro socioeconómico e institucional de la encomienda, agregaremos otros factores de carácter externo que en forma sensible contribuyeron a su decadencia. En primer lugar hay que resaltar la política de la corona orientada hacia el control absoluto de los indígenas reducidos, lo cual se evidencia en su actitud reacia para conceder a particulares las encomiendas vacantes o embargadas. En segundo lugar debemos subrayar las pretensiones de la Real Hacienda por extraer parte de las rentas que producían las encomiendas otorgadas durante el siglo XVII. Respecto del primer caso, desde la tercera década la Real Hacienda administraba parcialidades vacantes en Turrialba, Orosí y Tucurrique. 17 Durante la década siguiente controlaba parcialidades en Barva, Ujarraz, Chirripó y Tobosi.18 Esta situación de monopolio de las encomiendas por parte de la Corona llegó a su máxima expresión en 1686, año en el que, de acuerdo con los oficiales de la Real Hacienda local, ésta percibía, además de los Tributos Reales de Pacaca, Tucurrique y Naboríos, los tributos vacantes y embargados de Barva, Aserrí, Currirabá, Quircó, Cot, Ujarraz, Turrialba y Teotique.19 Cinco años después, durante la visita del gobernador Gómez de Lara a los pueblos de indios, éste comunicó a las autoridades superiores que la mayoría de encomiendas pertenecían a la corona.20 En cuanto al segundo caso relacionado con los intereses de las Cajas Reales y su voracidad fiscal, es notorio que a partir de 1638 los encomenderos avecindados en el Reino de Guatemala sufrieron una fuerte caída de la renta de sus encomiendas. Ese año la Corona decretó un mandamiento para que los Oficiales Reales ... cobren cada un año la tercia parte de lo que balieren encomiendas, que en esta provincia se ubieron encomendado desde dies y siete dias del mes de setiembre de( pasado de mil y seissientos y treynta y cinco.21 246

Un año después se estableció una nueva carga fiscal sobre las encomiendas otorgadas después de 1635. Esta fue la media anata y consistió en el pago, durante dos años consecutivos, de una cantidad preestablecida en dinero en efectivo. Por ejemplo, a Juan Solano se le asignó el pago de 165 pesos y 6 reales pagaderos en cuotas iguales durante dos años-consecutivos.22 Para resaltar la injerencia de la Real Hacienda en las encomiendas otorgadas con la obligación de tributar un tercio de su renta, citaremos de nuevo el caso del encomendero Juan Solano, al cual, en su condición de encomendero de una parcialidad de Quepo, se le comunicó en un auto de la Caja Real de León que

... debe el terzio de la renta en que goza, que conforme a su titulo de encomienda son trezientos y treynta y nuebe pesos, y por ellos ciento y trece para el mar de Barlovento y situado della. Sino paga se aran todas las diligenzias que conbengan para su cobranza. 23 Merece la pena destacar que, aunque esta encomienda fue concedida a Solano desde 1635, gracias a la influencia de su tío el Vicario Baltazar de Grado24, en el juicio de residencia del presidente Quiñones Osorio se determinó que había sido otorgada en forma irregular, por lo que se dictaminó que fuera reintegrada a la Corona. Ante tal situación, la madre de Solano, por ser éste menor de edad, apeló dicha sentencia ante los Oficios Reales, reiterando que

... lo ago a viva hoz e por ante el Rey nuestro señor y señores de su Real y Supremo Consejo de Yndias; y por ante quien puedo y devo, por no aver sido oydo ni convensido conforme a derecho. 25

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Es importante señalar que esta apelación fue escrita, firmada y rubricada por la petente, quien alegaba que era hija de conquistador y encomendero, pero las autoridades locales expresaron que esta sentencia era definitiva. Dado el poder de esta familia y a pesar de las decisiones de las autoridades de la Real Hacienda -las locales y las de León- esta encomienda se mantuvo en poder de Solano hasta 1654, año en que éste falleció, sin dejar herederos, por lo que fue declarada vacante.26 La política oficial en cuanto a alcanzar cada vez mayor control sobre las encomiendas de Costa Rica, se volvió a poner en práctica 247

en 1641, fecha en que los encomenderos de Cartago solicitaron a la Audiencia que los eximiera del pago del mencionado tercio, lo cual fue denegado. 27 Por lo contrario, en 1664 la Real Hacienda, con el propósito de evitar nuevas demandas y para garantizarse el pago de ese tercio, determinó que los encomenderos otorgaran fianzas que pudieran garantizar el pago de sus respectivos tercios.28 Este proceso de desvalorización de las encomiendas llegó a su punto culminante en 1667, cuando todas las encomiendas de la Gobernación de Costa Rica fueron de nuevo gravadas con el 19,50/o de sus rentas. Complementariamente, a cada tributario de la Corona -vaco, embargado o de encomiendas- se le impuso una carga extraordinaria, que consistió en un almud de maíz cada año. Ambas partidas serían destinadas a fortificar el río San Juan.29 Resumiendo los aspectos analizados en esta sección, destacaremos que en Costa Rica, además de las pérdidas demográficas en la población indígena reducida, hubo otro elemento que determinó la desvalorización de la encomienda. Nos referimos a la política de la Corona, la cual estaba orientada, por un lado, a monopolizar las encomiendas, y por otro, a gravar con cargas progresivas las rentas que éstas les producían a sus encomenderos. B. LA POBLACION DE NICOYA Y SU ESTADO AL CONCLUIR EL SIGLO XVII Carecemos de la información apropiada que nos permita explicar el desarrollo histórico de las siete comunidades que configuraron la jurisdicción de Nicoya a lo largo del siglo XVII, pues aunque en 1611 ésta fue visitada por el Oidor Pedro Sánchez de Araque30, desconocemos por completo cuáles fueron los resultados obtenidos durante su visita. En 1644 Celeidón de Morales, como Alcalde Mayor de Nicoya, se dirigió al Rey para informarle acerca del estado miserable en que se encontraba la jurisdicción a su cargo. Destacaba Morales que esta desdichada situación se debía específicamente a la escasez de población, obviamente la indígena.31 Una fuente documental de 1684 ha recompensado parte de esta ausencia de detalles. Nos referimos al informe de la visita que durante ese año llevó a cabo Juan Romero Tamaris, como juez comisionado por la Audiencia para tal fin.32 Entre los datos que nos ofrece ese manuscrito, sin duda el más valioso es el padrón general de los siete 248

pueblos de Nicoya. En él se consignan datos fundamentales que permiten formarse una idea muy aproximada acerca de la situación real de esos pueblos a finales del siglo XVII. Entre los pormenores consignados destacan la calidad jurídica del tributario, su estado civil y si se había casado(a) fuera del pueblo o con individuos de otras etnias. Complementariamente se especifica, tanto el número de hijos por familia como el número de menores huérfanos en cada comunidad. Casi todos los datos anteriores se incluyen en el Cuadro 35, del cual procederemos a subrayar algunos aspectos. En primer lugar, es evidente la continuidad de los siete pueblos indígenas tradicionales, entre los cuales sumaban un total de 702 individuos (402 adultos y 302 menores de edad). Paralelamente se destaca la importancia del pueblo de Nicoya, tanto como sede de las autoridades españolas, como punto donde se concentraba la población aborigen. Nótese que de los 702 pobladores, el 62,53°/o eran vecinos de Nicoya. Además éste fue el único pueblo en donde se registraron varones que vivían fuera de su comunidad. Por otro lado hay que destacar la permanencia de la parentela nuclear, puesto que aparece un total de 132 familias empadronadas, aunque el pueblo de Santiago de Chira, cuando se empadronó carecía de familias y contaba con una exigua población de 21 individuos, 10 de los, cuales eran menores de edad. Una situación parecida en cuanto a la escasez de vecinos y particularmente al reducido número de familias, se patentiza en los pueblos costeños de Santa Catalina de Nandayure, San Pedro de Canjel y Santo Domingo de Cabo Blanco. Otros datos muy significativos de este padrón son los 69 menores de edad huérfanos, especialmente en el caso de Nicopassaya, el cual con un reducido vecindario de 102 personas tenía 15 huérfanos. El otro hecho importante es el de las 70 viudas frente a los 9 viudos del total. Particularmente se destacan las cifras correspondientes a 46 viudas de Nicoya y 1O de Nicopassaya. Un aspecto fundamental que resalta en este padrón es el hecho de que durante el siglo XVII, tanto en la Alcaldía Mayor de Nicoya, como en la Gobernación de Costa Rica, no se produjo el mestizaje. Obsérvese que en Nicoya hay empadronados únicamente 5 individuos de otras etnias: 2 mestizas, 2 negros y 1 mulato y que en Santiago de Chira solamente hay 1 mestiza. Aunque los negros y los mulatos esclavos no se empadronaban, no podríamos presumir la existencia de ellos en los dominios de 249

CUADRO 35

PADRON GENERAL DE LA ALCALDIA MAYOR DE. NICOYA 1684

Pueblos de indios

Familia Nuclear

V coy a copassaya m Juan de diriá mta Cata1a de 3ndayure mtiago de iirá

M

103 103 12 12 5

5

7

7

Solteros (as) V

M

9

1 6

V

3

3

Casados . Casados Casados Casados (as) fuera (as) con mes (as) con (as) con mutizas(os) negras(os) latas(os) del pueblo

Viudos (as)

M

V

46 10

14

M

V

M

V

2

2*

1*

M

V

1*

M

Hijos menores

Huérfanos menores

Total Parcial

Total General

V

M

V

M

82 24

47 14

20 13

15 223 216 2 58 44

439 102

3

20

8

28

23

25

48

12

9

21

10

18

28

2

9 12

13

5

3

2

V

M

2

2

3

3

2

2

3

1

3

2

5

4

4

3

13 .

4

2

25

11

36

9

69

86

45

24 371 331

702

1*

m Pedro de 3ngel 3nto Domingo ~ Cabo Blanco

2

2

3

3

3

132 132

20

15

14

~

2

3

1

OTA: Números con asteriscos, 2 mestizas en Nicoya, 1 en Chira, 1 negro y 1 mulato en Nicoya. 'JENTE: Guatemala, 114, 1684, 110 fls.

147

5

Nicoya, pues al no haber ahí asentamientos españoles, dificilmente podría darse el caso de esclavos que vivieran fuera de la jurisdicción de sus amos. Un detalle interesante de este padrón es la existencia de cinco principales y dos caciques, todos del pueblo de Nicopassaya, cuyos nombres detallamos a continuación:33 Don Don Don Don Don Don Don

Sebastián de Mendoza Antonio de Contreras Bias de Mendoza Mateo de Mendoza Bernabé de Mendoza Cristóbal Sánchez Cristóbal Contreras

Cacique Cacique Principal Principal Principal Principal Principal

CONCLUSIONES Para concluir este capítulo y de acuerdo con los temas desarrollados y con los datos estadísticos utilizados en su exposición, no dudamos en afirmar que a finales del siglo XVII la situación de los indígenas encomendados de Costa Rica y de Nicoya revelaba las consecuencias de la sobreexplotación secular de la cual habían sido objeto. Esta situación, sumada a la expansión microbiana que se produjo en los territorios indianos desde el primer e·ncuentro entre indígenas y europeos, dio como resultado una crisis demográfica, de grandes proporciones, la cual llegó a su punto más bajo a finales del siglo y afectó tanto a la población encomendada como a la irredenta. En el caso de la Gobernación de Costa Rica, ésta concluyó la centuria con un total de 14 pueblos de indios, 13 de los cuales estaban ubicados en la jurisdicción de Cartago y sumaban un total de 1105 individuos distribuidos en 278 familias, 96 de ellas sin hijos menores. De este número de familias, 198 (7 l ,22o/o) eran tributarias de la Corona y el resto pertenecía a encomenderos particulares. El otro pueblo era Santa Catalina de Garabito, situado en la jurisdicción de Esparza, el cual en 1693 estaba integrado por un vecindario de 50 personas tributarias de encomenderos particulares. Respecto de la Alcaldía Mayor de Nicoya, en 1684 tenía una precaria población general de 702 sujetos, quienes integraban 132 familias ubicadas en 7 pueblos, 4 de los cuales tenían menos de 40 vecinos. 251

En síntesis podemos aseverar que a finales del siglo XVII, entre Costa Rica y Nicoya la población indígena encomendada sumaba un total de 1807 personas (1046 adultos y 751 menores), repartidas en 41 O familias que ocupaban 20 pueblos. De este número de familias, 330 eran tributarias de la Corona y 80 -de Costa Rica- pertenecían a encomenderos particulares. Con base en estas cifras y sin omitir la evidente tendencia hacia el monopolio de las encomiendas, podemos asegurar que la causa fundamental de la decadencia de la encomienda fue la disminución de la población aborigen. Desde este punto de vista debe agregarse que la caída demográfica no fue un fenómeno exclusivo de los indígenas encomendados. Dado que los microbios propagadores de las pestes no respetan fronteras culturales ni sociopolíticas, es lógico suponer que también las comunidades irredentas de Talamanca y del Pacífico Sur sufrieron los embates de las epidemias. Esto, aunado a la persistencia de la justa guerra, particularmente en Talamanca, fueron factores que ~Iteraron significativamente la población aborigen de estas regiones. Otra importante conclusión aplicable tanto a Costa Rica como a Nicoya fue la ausencia del mestizaje, ya que al finalizar el siglo a lo sumo habría 25 familias de mestizos entre ambas jurisdicciones. Esto revela por una parte la contradicción de la política oficial en cuanto a la protección del indio, al legislar para que éste permaneciera en su comunidad, sin mezclarse con otras etnias, lo cual obviamente perpetuaba su condición de tributario, dado que jurídicamente el mestizo no era considerado como tal. Por otro lado, no dudamos de que ese débil proceso de mestizaje durante la etapa de la encomienda fue otro factor que impidió la recuperación de la población indoamericana. De esta manera, las sociedades aborígenes de Costa Rica y de Nicoya, dueñas naturales de las montañas, valles y ríos que habían favorecido por muchas generaciones tanto la existencia y reproducción de sus ancestros como el desarrollo de una cultura autóctona, fueron despojados de esas riquezas de su cultura y arrasados hasta casi su total extinción. De modo que, finalizando el siglo XVII, las autoridades y grupos dominantes de Cartago y Esparza tuvieran que enfrentarse al hecho de superar ellos mismos, en número, a la población encomendada.

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NOTAS CAPITULO XI l.

2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.

.. ! ' . ·~'

12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33.

MacLeod, 1973, p. 98-99. eartago, 041, 1654, fls. 1-2 V. Véase: Thiel, Bernardo, ''Monografia de la población de la República de Costa Rica en el siglo XIXn. En Biblioteca Patria, V. 5, 1977, p. 53-72. MacLeod, Op.cit., p. 98-100 y Galeano, 1979, p. 27. Cartago, 00 l y 080, 1636, 22 fls. y 13 fls. Archivo General de Indias, Sección Contaduría, No. 81 5, 1685, fls. 1-4. Cartago, 094, 1697, 45 fls. Cartago, 943, 1699, fls. 1-63 V. Cartago, O19, 1637-1638, f. 2. Cartago, 083, 1691, f. 1-1 V. Cita Número 5. Cartago, 083, 1691, f. 14. Esta fuente documental ha sido trabajada por Fonseca, Elizabeth, 1983, p. 77-78. Mortual Cartago, 1305, 1615, fls. 60-62 V. Mortual Cartago, 917, 1616, fls. 89-92 V. Cartago 021, 1638, fls. 1-3 V. G., 084, 1638, f. l V. Op. Cit., f. 1-1 V. G., 060, 1626, f. 1-1 V. G. 068, 1632, f. 2-2 V. e.e., 6098, 1686, r. 2 v. e.e., 6105, 1691, r. 15-15 v. e.e., 0021, 1638, r. 2. Cartago, 026, 1639, f. 2-2 V. e.e., 0164, 1641, r. 1. e.e., 3385, 1638, r. 1-1 v. e.e., 3231, 1645, r. 1o. Cartago, 040, 1654, f. 1O. e.e., 3667, 1641, fls. 1-3. e.e., 030, 1664, r. 2. e.e., 3518, 1667, r. 5 v . Femández, León, 1976, T. 7., p. 82. Op. Cit., 103-104. G., 114, 1684, 110 fls. Op. Cit., fls. 7 V -N 95 V.

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Capítulo XII VICISITUDES DE LOS SECTORES DOMINANTES COSTARRICENSES, SU SITUACION AL FINALIZAR EL SIGLO XVII

INTRODUCCION

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Los temas que abordaremos en este último capítulo girarán en torno a la sociedad hispana del siglo XVII, pero concebida ésta como el segundo sector de la colectividad colonial, puesto que emergió y se desarrolló sobre la base de la explotación de la sociedad preexistente. Es decir que la sociedad dominante durante la etapa de la encomienda adquirió valor histórico a partir del momento en que se iniciaron las relaciones de explotación entre ella y los indígenas reducidos. Por lo tanto in~istimos en que el papel protagónico con que tradicionalmente se ha caracterizado al invasor europeo, es admisible en la medida en que expliquemos, desde su propia perspectiva, cuáles fueron los resultados económicos de la explotación de los aborígenes, especialmente durante el siglo XVII en que esta explotación se fundamentó en los servicios personales de los indios encomendados. Al examinar el desarrollo histórico de este grupo nos referiremos tanto a los descendientes de los conquistadores que fundaron y poblaron las ciudades de Cartago y Esparza, como a los colonos que ingresaron durante el siglo XVII. No podríamos hablar de vecinos hispanos en la jurisdicción de Nicoya, toda vez que en ésta, durante el período que abarca nuestro estudio no hubo asentamientos españoles, solamente estantes o moradores en el astillero de Nandayure.

257

A. DINAMICA DE LA PRODUCCION Y REPRODUCCION DEL SECTOR TRADICIONAL. SURGIMIENTO DE LOS CACAOTEROS Para iniciar el estudio de la sociedad hispana local y sus procesos de producción y reproducción operados durante el siglo XVII, debemos partir de la serie de acontecimientos representados en el Esquema número 2 del capítulo sexto. En éste destacamos que al finalizar la etapa del tributo en especie se habían consolidado en las ciudades de Cartago· y Esparza, dos pequeños grupos de vecinos encomenderos: el encomendero-comerciante y el encomendero-comerciante-ganadero. También destacamos que frente a esta poderosa élite se aglutinó, en ambas jurisdicciones, pero especialmente en la de Cartago, un grupo mayoritario de criollos, integrado por encomenderos pobres, en virtud de que éstos por distintas razones no diversificaron sus encomiendas ni pµdieron consolidar posiciones dentro de la administración colonial. Desde este punto de vista destacaremos que durante el siglo XVII continuó vigente esta misma situación so~ial. Con otras palabras, el sector hegemónico que surgió y se consolidó durante los últimos años del siglo XVI, además de super(;lr los conflictos socioeconómicos y políticos de la década de 161 O, se afianzó y fortaleció a lo largo del siglo XVII, sobre la base de la mano de obra indígena, las tierras apropiadas desde el siglo anterior (mercedes y realengas) y el monopolio de los cargos administrativos. · Estas transformaciones quedan representadas en el Esquema número 4, en el cual hemos incluido el proceso global comprendido entre los años 1569 y 1.699. Otro aspecto que merece ser destacado en relación con el grupo hegemónico es el de que, después de fortalecer y consolidar sus posiciones por encima del sector hispano mayoritario que era el de los criollos pobres, tuvo que enfrentar, y ciertamente con éxito, a los recién llegados que venían a desempeñarse como gobernadores, corregidores y aun a sus paniaguados. Por ejemplo, en el juicio de residencia instruido por el gobernador Juan de Villalta contra su antecesor, Juan de Echauz, se presentaron situaciones que confirman lo dicho. Uno de estos problemas surgió entre Francisco de Ocampo Golfin, Juan Solano, Juan de Ocampo Figueroa, Vasco Solano, Diego de Ocampo Sandoval (todos encomenderos o descendientes de éstos) frente al Gobernador Villalta, pues ellos, como fiadores del Corregidor Juan de los Ríos, fueron injuriados y perjudicados con elevadas condenaciones monetarias, las cuales ascendían a 3.000 pesos.1 En su alegato insistían en que Villalta los había 258

encerrado en la cárcel pública, en la que fueron muy agraviados porque ... somos hombres nobles y principales y personas segu,ras y asendadas. 2 En los mismos autos recusaron al Gobernador y a sus testigos, particularmente a Pedro Gascón porque éste: ... es deudo forastero, y todas las personas que trajo en su compañía son forasteros y no tienen bienes raices. 3 Por otro lado, como este poderoso grupo y sus descendientes continuaron ocupando los cargos de gobierno local más importantes, siempre resultaron airosos en sus enfrentamientos con las autoridades políticas como el Gobernador, los corregidores, los jueces de comisión que venían ESQUEMA No. 4

EVOLUCION DE LA SOCIEDAD HISPANO-COSTARRICENSE

1569-1699 Jurisdicciones

Esparza

Cartago 1 Conquistador

1

Conquistador

1

1

Poblador

Funcilnario Real 15691610

1 .

T erra¡ernente Encomendero

Poblador

Encomendero

FunciJnario Real

Pobre ~

~

~

~

·1· 1 M 11tar

1 .

T erraternente

1

Encomendero

MT f 11taÍ

1

Comerciante

Comerciante

1

Ganadero

16111699

Productor Agropecuario

l

Ganadero

l

1

Comerciante

Comerciante Campesino criollo pequeño y mediano productor en ambas jurisdicciones

259

desde Guatemala, los visitadores y otras. Por tal razón el Gobernador continuamente se sentía atado o limitado para cumplir su labor, puesto que con excepción de él y de los corregidores, que eran los recién llegados, todos los demás funcionarios eran criollos descendientes de conquistadores-pobladores-encomenderos. Esta situación de monopolio de los cargos administrativos adquiridos por compra o por elección, en manos de la élite colonial, se patentiza en el juicio de residencia del gobernador Juan de Salinas. En él se determinó que entre 1650 y 1662, entre los cargos de elección, el de Alcalde Ordinario fue desempeñado por Diego de Ocampo, Juan Cascante de Rojas, Alonso de Bonilla, Alonso Gómez Macotela, Francisco Ramiro Corajo y Diego Quintero. El de Alcalde de la Santa Hermandad, por Esteban de Torres, Pedro de la Portilla, Juan de Chavarría Navarro, Diego de Ocampo Figueroa y Diego del Cubillo. El de Teniente de Gobernador, por Juan Martín Macotela, el de Alguacil Mayor, por Juan Romero Macotela y el de Escribano, por Manuel de Flores y Baltazar Rosales. Todos descendientes de conquistadorespobladores-encomenderos4 o emparentados políticamente con ellos. En relación con la compra de algunos cargos tenemos que en 1678 fue rematado por 1.000 pesos el oficio de Alcalde Provincial de la Santa Hermandad, con el que se favoreció a José de Alvarado, descendiente de encomenderos. 5 En ese mismo año, Jerónimo Valerino, quien era cacaotero y estaba casado con nieta de encomenderos, compró el cargo de Regidor perpetuo.6 En 1681, Jorge y Pedro de Alvarado, parientes del Alcalde Provincial, compraron sendos regidorazgos en 500 pesos cada uno, después de ofrecer el doble de lo que habían apostado sus contrincantes. 7 En cuanto a los procesos productivos, no está de más reiterar que la ejecución de éstos recayó sobre los hombros de los indígenas encomendados, quienes durante este período -como lo demostramos en los capítulos anteriores- fueron sobreexplotados fundamentalmente por medio de servicios personales. En cuanto a las actividades económicas monopolizadas por los vecinos del territorio de Esparza podemos anotar que se fortaleció la ganadería mular, la cual se había iniciado desde 1568 en el área, gracias a la fundación de la ciudad de Aranjuez, y que durante el siglo XVII se extendió por la jurisdicción hasta abarcar toda la zona comprendida entre los ríos El Salto, Tempisque y el Grande de Tárcoles. Entre las familias dedicadas a la cría, desarrollo y comercio de mulas se destacaron las siguientes: 1. Los Ramiro Carajo, encomenderos dueños de las haciendas San Buenaventura y San José de Ciruelas, ambas ubicadas en los valles de Bagaces. s 260

2. Los Calvo-Chinchilla, amos de la hacienda San Antonio de las Cañas, situada en la región de Paso Hondo. El propietario original había sido Miguel Calvo, cuya esposa era descendiente de encomenderos. 9 3. Los Alvarado-Vera, descendientes de encomenderos, propietarios de las haciendas Miravalles y Tenorio.10 4. Los Ocampo Golfin-Mora Salado, descendientes del encomendero Román Benito y emparentados con los Ocampo Golfin de Cartago. Sus haciendas ganaderas eran San Francisco del Higuerón, San Nicolás de las Piedras y Chome. I I 5. Los Gómez Macotela-Ocampo Figueroa (Golfin), descendientes de encomenderos, propietarios de la Hacienda San Felipe, ubicada en el Valle de Landecho. I2 Los Gómez Macotela desempeñaron el cargo de Oficiales RealesI3, y también compraron a perpetuidad el cargo. de Alguacil Mayor del Cabildo de Esparza.I 4 6. Gutiérrez Jaramillo, hijo de encomenderos, dueño de la hacienda Asiento Viejo ubicada en las vegas del río Tempisque.Is 7. Pedro de Arce, alcalde ordinario, emparentado con encomenderos, tenía dos haciendas: San Antonio, en Abangares y San Ildefonso, en el valle de Landecho.I6 D~ acuerdo con la información extraída de mortuales y protocolos, se destaca que a lo largo de siglo XVII la ganadería mular tuvo gran importancia económica en toda la jurisdicción de Esparza, lógicamente sin dejar de lado la cría y desarrollo de ganado bovino. Obviamente, en la medida en que esta actividad ganadera se fue extendiendo a los mercados exteriores, se fue consolidando como el motor económico de la región. En los inventarios y declaraciones de bienes, al detallar la información relacionada con la actividad ganadera, siempre son más significativas las cifras correspondientes al número de yeguas de vientre y de burros, lo cual pone de manifiesto el énfasis que durante el siglo XVII se le dio, en la jurisdicción de Esparza, a la cría, desarrollo y amanse de mulas para su comercialización hacia Panamá. I7 La información recopilada nos sugiere que hubo una incipiente diversificación de actividades en las haciendas ubicadas hacia el valle de Landecho, donde el régimen de lluvia es más favorable para las actividades agricolas. Lo anterior se confirma en la mortual de Pedro de Arce, pues de esta causa se deduce que en la hacienda de San Ildefonso se producían más de 1.000 pesos anuales en tinta de añil y tabaco.IS Además había cría de cerdos, mulas y ganado vacuno. También se exportaba madera en tablones hacia Panamá.19 261

A finales del siglo XVII empezó a manifestarse en la región la importancia económica de las exportaciones de sebo. Así, en 1682 Fernando López de Ascuña, casado con nieta de encomendero y avecindado en las vegas del. río Machuca, declaró tener, además de 9 esclavos, un crédito a su favor de 121 arrobas de sebo y 2 quintales de algodón. 20 Y un mercader que murió ahogado en el río La Barranca había comprado 770 arrobas de sebo a ganaderos de la zona.21 La situación política y socioeconómica descrita anteriormente prevaleció en la región de Esparza a lo largo del siglo XVII. No obstante, al final de esta centuria se produjeron importantes modificaciones en toda lajurisdicción debido a algunos acontecimientos de carácter.externo, los cuales fueron ocasionados por los piratas, quienes durante tres años consecutivos (1685, 1686 y 1687) invadieron la ciudad de Esparza y finalmente la quemaron y arrasaronjunto con su puerto La Caldera. 22 Esos acontecimientos determinaron el desplazamiento de los vecinos hacia el noroeste en busca de un lugar donde pudieran estar protegidos de los piratas. La ciudad de Esparza quedó desolada23, pues sµs vecinos se trasladaron a poblar los valles de Chome, Bagaces y Tempisque, con lo que aumentó la escasa población que con anterioridad se había establecido en estos valles. La consecuencia más relevante de estos hechos fue que, a raíz de tal desplazamiento, los criollos pobres que salieron de Esparza se oonvirtieron en campesinos, como pequeños y medianos productores de ganado. En un padrón de 1688 se registraron 65 familias avecindadas en área comprendida entre los ríos Chome y Tempisque.24 · El abandono y la indigencia de la ciudad de Esparza se revelan con toda crudeza en una carta de carácter suplicante que en 1698.enviaron sus patricios al Gobernador, en la que le manifestaban que la Iglesia, el Convento y las casas del Cabildo estaban en ruinas, y que las calles y la plaza mayor estaban cubiertas de monte. Destacaban que el problema era la falta de vecinos que realizaran algunos trabajos, además de que entre el escaso vecindario no había individuos aptos para desempeñar los cargos administrativos.25 Los problemas que hemos reseñado se refieren fundamentalmente a la ciudad de Esparza y no a los territorios y demás poblados de su jurisdicción, como Bagaces, Las Cañas, Chome y Aranjuez, los cuales surgieron o se revitalizaron a le largo del siglo XVII, gracias a la actividad ganadera. Respecto de Cartago y su jurisdicción destacaremos que mantuvo su hegemonía política y social, y que además durante este segundo período de la encomienda consolidó su supremacía económica. Su economía 262

se fundamentó en las actividades agropecuarias, sustentadas por la mano de obra indígena y las mercedes de tierra obtenidas desde el siglo XVI. Con excepción del ciclo cacaotero que se inició en la vertiente Atlántica a mediados del siglo XVII al margen de la encomienda, las actividades agropecuarias de la jurisdicción de Cartago se concentraron en el Valle Central, y particularmente por iniciativa de encomenderos y de sus descendientes. La economía agropecuaria del Valle Central fue diversificada en dos sectores. Primero en la ganadería mixta, es decir, la cría· y desarrollo de ganado vacuno y mular, la cual proveía de una serie de productos básicos para el consumo interno como carne, leche, queso, sebo, manteca, cueros, bueyes para las labores agrícolas y otros. 26 Respecto de la ganadería mular hay que destacar que desde sus inicios se extendió hacia los mercados exteriores y que fue incentivada por la creciente demanda de mulas en Tierra Firme. Esto a su vez condujo a que los grupos dominantes avecindados en Cartago y Esparza emprendieran y culnlinaran con éxito la construcción del camino de mulas. En el Anexo No. 2 puede observarse que las tierras dedicadas a la actividad ganadera eran especialmente aquéllas ubicadas al sur del Valle Central, las cuales por sus condiciones eran las más apropiadas para el ganado criollo introducido por los españoles. Además esas tierras contaban con otras dos ventajas: por una parte disponían de abundante mano de obra, puesto que en ellas había un importante núcleo de habitantes indígenas, avecindados en los pueblos de Pacaca, Aserrí, Currirabá y Tobosí; y de otro lado, estaban situadas cerca de la ruta seguida por el camino de las mulas. En general, la actividad ganadera por ser extensiva requería poca mano de obra, especialmente la ganadería mular27 cuyo trabajo mayor consistía en amansar cada bestia para las faenas de carga o para el transporte de personas. Si el hacendado daba énfasis a la ganadería vacuna o mezclaba ambas actividades -como parece ser que sucedió en el Valle Central- lógicamente necesitaba mayor número de trabajadores para el ordeño, la elaboración de quesos y el cuidado de terneros y vacas, lo mismo que para el destace de reses para el consumo doméstico, la elaboración del ·sebo y de la manteca para la producción de candelas y de jabón, la preparación de cueros y la confección de aperos para bestias y bueyes.· El segundo sector de las actividades agropecuarias se fundamentó en el cultivo de trigo (harina y bizcocho), maíz, ajos28, zarzaparrilla, anís y tabaco29, además de la cría y desarrollo de animales menores como gallinas, cabras, ovejas, y especialmente cerdos. En la mortual de Juan Cascante de Rojas, nieto del encom~ndero Juan Solano, se inventariaron 263

los bienes ·correspondientes a sus dos haciendas ubicadas en el Valle Central, en cada una de las cuales se evidencia la diferenciación de las actividades productivas. Primero, en la hacienda denominada Nuestra Señora del Rosario, ubicada en el valle de Aserrí, además de las casas de vivienda se inventariaron 2 corrales de madera nacida, moldes para hacer candelas, hachas, una quesera y canoas para cuajar leche, una labranza de trigo de ocho fanegas de sembradura, una milpa de una fanega de sembradura, 372 vacas y terneros, 19 carneros, 43 ovejas, 12 cabras, 3 rejas de arar, 2 yugos, 8 yuntas de bueyes y 4 caballos de la vaqueria30. En la segunda hacienda, llamada Nuestra Señora de la Candelaria y situada en los Valles de Pacaca, se inventariaron 2 casas de bahareque, 2 corrales de madera nacida, 1 cría de cerdos, 1 milpa de maíz de 3 almudes de sembradura y 1 platanar para sustento de la gente que trabajaba en la hacienda, 40 vacas, 1 quesera, 3 burros cubridores, 450 yeguas de vientre y 24 mulas mansas. 31 En la mortual de Maria de Ortega hija de encomenderos y encomendera ella misma, fueron inventariados una estancia de dos caballerías de tierra situada en los valles de Pacaca, además de 44 yeguas y 60 cabezas de ganado vacuno. En otra propiedad ubicada cerca de Quircot se asentaron una milpa de una fanega de sembradura, una labranza de trigo de 15 fanegas de sembradura, arados, yugos, 3 yuntas de bueyes y 4 rejas.32 En el testamento de Magdalena de Chaves, hija y nieta de encomenderos, además de una estancia de ganado mayor ubicada al sur del Valle de Ujarraz, fueron inventariados su hacienda (situada a una legua de Cartago), 2 milpas, 2 quintales de sembradura de ajos, un papal de una fanega de sembradura, 70 cerdos y 2 rejas de arar. 33 Catalina de Ortega, descendiente de encomenderos, en su testamento declaró un hato de ganado mayor ubicado en Ujarraz, con 250 cabezas de ganado vacuno, además de una hacienda a una legua de Cartago donde tenía una milpa de 30 fanegas de maíz de sembradura, 50 cerdos, 5 bueyes, 2 rejas de arar, 1 labranza de trigo y 19 hozes34. Como ya lo destacamos, estas actividades productivas -particularmente las vinculadas con los mercados exteriores- surgieron y continuaron en poder del grupo dominante. Sin embargo, tal como sucedió en Esparza, también en Cartago desde el principio del siglo XVII ocurrió un proceso de campesinización entre los encomenderos y sus descendientes pobres, pues éstos se transformaron en el campesinado criollo del Valle Central, caracterizado por ser pequeño y mediano productor. La actividad agropecuaria se originó y desarrolló con la mira puesta en los mercados externos, particularmente en los de Panamá, Portobelo 264

y Cartagena. Antes de abordar el tema del comercio, explicaremos algunos aspectos íntimamente relacionados con éste y que ayudarán a comprender mejor su desarrollo. En 1624 se perdió el puerto natural de Suerre debido a que el rio Reventazón tomó otro rumbo. Según las fuentes documentales, a ese puerto llegaban muchas fragatas desde Cartagena y Portobelo, con grandes cantidades de mercaderias y dinerq que cambiaban por géneros y frutos de la tierra. A raíz de ese fenómeno natural y por iniciativa del gobernador Gregorio de Sandoval, se buscó otro camino que condujera hasta Matina, o sea, al punto donde había desembocado el rio. 35 Posteriormente se vuelve a hablar del Puerto de Suerre, posiblemente porque el rio volvió a su curso original. Hay que resaltar la permanente insistencia de las autoridades y de los vecinos de Cartago y Esparza por adherirse administrativamente a la Audiencia de Panamá, lógicamente con el propósito de favorecer el comercio, lo que se manifiesta en los argumentos formulados para reforzar esas peticiones. En primer lugar se ~eñalaba la enorme distancia entre Costa Rica y Guatemala, la cual dificultaba los trámites administrativos, juridicos y fiscales, especialmente los relacionados con el despacho de naves. En segundo lugar se explicaba la importancia del camino de las mulas como ruta terrestre alterna. En cuanto a la ruta maritima indicaban que de Cartago a La Caldera había 20 leguas, y que desde ahí a Panamá la distancia era de 48 leguas, en cuyo recorrido se tardaba únicamente 27 o 30 horas. Insistían en que el Puerto de La Caldera, además de ser. frecuentado por barcos y fragatas en que se llevaban bastimentos a Panamá, era importante porque en él ... se hacian mas bajeles por la comodidad que hay en ella de madera36 lo que sugiere que la actividad astillera no había desaparecido del todo en la jurisdicción de Costa Rica. Respecto de las ventajas del litoral Atlántico detallaban que de Cartago a Suerre había una distancia de 30 leguas, que de ahí a Portobelo se tardaba uno o dos días de navegación, y que de este puerto hasta la ciudad de Panamá había una distancia de 18 leguas.37 Posiblemente con base en esta realidad la Audiencia prefirió agilizar el comercio de Costa Rica con Panamá, antes de ver reducida su jurisdicción territorial, ya que en 1635 los oficiales de la Real Hacienda de Costa Rica fueron facultados para despachar y registrar las naves que salieran de la Gobernación de Costa Rica por los puertos de Suerre y La Caldera hacia Panamá y Portobelo, siempre que fuesen cargados con frutos de la tierra. 38 Pocos años después, en 1640, se ordenó a esos oficiales que cobraran derecho de entrada a las mercaderías que no portaran certificación de registro, y que, de acuerdo con las nuevas ordenanzas de Contaduria, 265

ese almojarifazgo debía calcularse en el 7,5°/o.39 Una medida fiscal importante fue promulgada a partir del 28 de marzo de 1652, cuando se decretó que el peso plata del Perú valdría 6 reales, con lo que se produjo una brusca devaluación de un 25º/o de la moneda circulante o atesorada. 40 Esta medida afectó sensiblemente a los sectores hegemónicos que tenían relaciones comerciales con Panamá, Portobelo y Cartagena, donde obviamente circulaba el peso perulero o macaco. Con respecto a Esparza hemos de señalar que todos los puertos de su jurisdicción -particularmente La Caldera, que desde 1577 había sido el centro principal del comercio exterior de la provincia- empezaron a perder importancia comercial desde finales del siglo XVI, mientras surgía el circuito Valle Central Oriental-Suerre-Portobelo-Cartagena. No ob~tante, los dueños de encomiendas ubicadas en el Valle Central Occidental y en Garabito -como los Ramiro Corajo y los Chaves Alfaro en Barva, los Ocampo Golfin en Currirabá y los Solano Benavides en Garabito, Barva y Puririce- continuaron utilizando la ruta Valle Central Occidental-La Caldera-Panamá. Este comercio por La Caldera haciá Panamá fue menos constante, pero se mantuvo durante el siglo XVII. Citaremos algunos ejemplos. En 1633, el encomendero García Ramiro Corajo fletó en Panamá una fragata de 500 piezas de porte, para que viniera a La CaÍdera a cargar harina, bizcocho y manteca.41 En 1637 Gil de Alvarado y García Ramiro Corajo exportaron entre ambos, 73 tercios de harina y 27 petacas de bizcocho. 42 Juan Solano y Joseph de Sandoval enviaron a la ciudad de Panamá 65 chiquigüites de harina y 10 petacas de tabaco.43 En 1658, los encomenderos Juan de Ocampo Figueroa y Juan de Sanabria Maldonado fletaron una fragata de 500 tercios para que se trasladara hasta La Caldera a cargar harina, tabaco, bizcocho y anís. 44 El escribano y encomendero Manuel de Flores dotó a su hija con 200 arrobas de harina, 4 quintales de ajos, 18 quintales de anís y 30 cerdos, todo puesto en La Caldera. 45 En la carta dote de María de Ortega, hija y nieta de encomenderos, entre otras cosas, se aportaron 100 pesos en harina, puestos en La Caldera.46 Juan de Sanabria Maldonado fletó una nave para que viniera hasta La Caldera a cargar 600 tercios de harina, bizcocho y ajos. 47 La viuda de García Ramiro Corajo detalló en su testamento que había enviado hacia Panamá 112 chiquigüites de harina y 26 petacas de bizcocho. 48 En la dote de Antonia de Ocampo Golfin, hija y nieta de encomenderos, sus padres se comprometieron a entregar en La Caldera, 1.000 pesos en harina y bizcocho. 49 Como ya lo anotamos, el segundo circuito del comercio exterior se realizó en la jurisdicción oriental de la ciudad de Cartago, a través de los puertos de Suerre y Matina. Sin embargo, en ocasiones venían comer-

266

ciantes desde Panamá hasta Cartago, o llegaban hasta los puertos comerciantes dueños de naves para vender y comprar en forma directa. Por ejemplo, en 1613 un comerciante vecino de Panamá estuvo tres meses en Cartago tratando con la élite encomendera, vendiendo telas finas y comprando géneros de la tierra, entre los que se mencionan 100 gallinas y 30 cerdos. 50 Durante el año de 1623 Femando de Oses, natural de Sevilla y mercader vecino de Portobelo, permaneció 14 meses en Cartago comprando pita, cerdos, gallinas, zarzaparrilla, mulas, cacao a los encomenderos y autoridades de la gobemación51, entre los que hay que citar al gobernador -que por lo demás era su cuñado- y a los encomenderos Cristóbal de Chaves, Remando Farfán, Juan de Chavarría, Juan Barboza, Salvador de Torres, y Jerónimo de Retes.52 Además, Oses tenía cuentas pendientes con el herrero Mateo Díaz y con Pedro de Santiago Galindo, a quien debía 52 pesos por 14 meses de alquiler de vivienda. 53 En la causa mortuaria de Gertrudis de Alvarado, descendiente de encomenderos y casada con comerciante, se inventariaron los cinco créditos que a su favor tenían pendientes sendos vecinos de Panamá, por un monto de 3.923 pesos.54 En cuanto a comerciantes dueños de fragatas, el caso más representativo es el de Juan Ortiz Soriano, vecino de Portobelo·e íntimamente relacionado con el encomendero Cristóbal de Chaves, en cuya casa falleció. Ortiz Soriano dejaba su navío anclado en Suerre, luego se trasladaba a la casa de Chaves y por medio de ést~ negociaba con los demás personajes relacionados con la actividad comercial. 55 Por su parte Chaves aparece desde 1618 como propietario de dos fragatas denominadas Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de la Candelaria56, y su hija Magdalena también era propietaria de la fragata denominada San Pedro. 57 Este comercio por Suerre y Matina (nos referimos al que aparece registrado) se evidencia con mayores detalles en las escrituras protocolizadas donde invariablemente aparecen ·mencionados los personajes a que nos hemos referido en los párrafos anteriores o sus descendientes. Por ejemplo Francisco de Chaves, encomendero e hijo de encomendero, contrató una nave para que le transportara hasta Portobelo 200 tercios de harina y bizcocho, 60 cerdos y 200 gallinas58, a la vez que su madre se comprometía a sumar a esta carga 185 arrobas de harina y 40 gallinas.59 Respecto de estas exportaciones merece la pena señalarse que en un documento de la época se reiteraba que los cerdos eran ... el genero y mercaderia que mas apetecen y buscan los dueños y compradores que vienen al puerto de Suerre desde las ciudades de Cartagena y Portobelo. 60 267

Así, en 1638 los Chaves-Alfaro exportaron 70 cerdos hacia Cartagena61, y dos años después los encomenderos María de Ortega y Juan Solano fletaron una fragata para que viniera hasta Punta Blanca a cargar cerdos, anís, ajos y zarzaparrilla de la primera; y 200 cerdos de Solano, para que todo fuera enviado rumbo a Cartagena. 62 En 1640 Magdalena de Chaves exportó 100 chicubites de harina y 60 cerdos63, y posteriormente envió otros 33 cerdos a un mercader de Portobelo para que con la venta de éstos le comprara un esclavo. 64 Alonso de Bonilla, hijo y nieto de encomendero, en 1654 se comprometió con el dueño de una fragata a poner en Suerre o Punta Blanca 500 pesos en 50 cargas de harina, bizcocho y zarzaparrilla. 65 U na forma de establecer las riquezas generadas por este comercio y acumuladas por estas familias es conocer los bienes dotales entregados a sus hijas cuando iban a contraer matrimonio. Con este propósito reconstruimos un cuadro resumen incluyendo recibos de dotes cuyo monto asciende a más de 1000 pesos, desde luego otorgados por encomenderos o por descendientes de éstos en favor de sus hijas. (Ver

Cuadro 36). V ale la pena subrayar otros aspectos del lucrativo comercio que con grandes perspectivas se había venido realizando por la Vía de Suerre, Matina y Punta Blanca con Cartagena y especialmente con Portobelo, el cual empezó a desarrollarse desde pri1'_cipios del siglo XVII y era fundamentalmente para el abastecimiento de las flotas de galeones que arribaban a Portobelo. 66 Obviamente ese comercio dependía directamente de la regularid8;d y celeridad con que llegara la flota de galeones a ese puerto. En un importante estudio sobre economía terciaria y la sociedad de Panamá, el autor establece una periodización sobre el sistema de ferias, y destaca que a partir de 1664 éstas se celebraban cada 4.56 años6 7, por lo que, durante los 13 años comprendidos entre 1684 y 1697, únicamente arribaron tres flotas a Portobelo. 68 Desde esta perspectiva y tomando en consideración las características de los productos comercializados por los costarricenses en la plaza de Portobelo, es lógico suponer que este tipo de comercio dejó de ser rentable. En relación con el comercio de abasto entre La Caldera y Panamá, éste empezó a declinar a partir de 1670, debido a que en las regiones costeras de Perú y Ecuador se había iniciado, desde mediados del siglo XVII, una importante actividad agrícola, cuyos excedentes de trigo, anís, ajos y de otros productos se orientaron irremediablemente a los mercados de Panamá. 69 Esta situación, aunada a los problemas acarreados por la irregularidad en el sistema de flotas hacia Portobelo, golpeó duramente la economía de la 268

CUADR036 BIENES DOTALES OTORGADOS POR ENCOMENDEROS (ORIGINALES O DESCENDIENTES) EN FAVOR DE SUS HIJAS Nombre de los otorgantes

Relación del o de los Nombre de la beneficiaria Monto otorgantes con (valorado encomenderos en pesos)

Gaspar Pereira Curdoso e Isabel de Acuña Hija Alonso de Guido e Isabel de Núñez Nieto Manuel de Flores y María Barboza Encomendero e hija de encomendero Miguel Calvo v María Pereira Hija Esteban Rodríguez y Juana Bautista Hijo Diego López de Onega Hijo Cristóbal de Chavez y María de Alfara Encomendero e hija de encomendero Antonio Rodríguez e Inés de Benavides Encomendero e hija y nieta de encomendero Jerónimo de Retes y María Vázquez de Hijos de encomendeCoronado ros y del adelantado Diego López de Onega y Ana de Chaves Hijos y nietos Gil de Alvarado y Juana de Vera Hijos Baltazar de Onega y Jerónima Gómez Hijos y nietos Antonio Rodríguez e Inés de Benavides Encomendero e hija de encomendero Andrés de Esquive! y Antonia de Madrigal Nietos Juan de Herrera y Estefanía de Aguilar Nietos Jerónimo de Retes y María Vázquez de Hijos Coronado Juan Gómez Rico María Cerdoso Hijos Diego López de Onega y Ana de Chaves Hijos y nietos Tomás Calvo y Eugenia Abarca Nietos Juan Vázquez de Coronado y Ana Mora Hijos

Femando de Salazar y Ambrosia de Echavarría Rodrigo Calderón e lsidora Zambrano Juan de Echavarría y Ana Retes Gil de Alvarado y Juana de Vera

Encomendero

Nietos Hijos Encomendero y nietos de encomendero Hijo y nieta del adeJerónimo de Retes y Maria Vázquez de Coronado lantado Francisco de Chaves y Francisca Zúñiga Hijos y nietos Diego López de Onega y Ana de Chaves Hijos y nietos José de Sandoval Ocampo e Isabel Obando Hijos y nietos Diego de Ocampo Golfín e Inés Velázquez Hijos y nietos Francisco Hemández y Ana de Espinoza Nietos Tomás Calvo y Eugenia Abarca Nietos r omás Calvo y Eugenia Abarca Nietos Juan de Vida Manel y Juana de Onega Nieta José de Sandoval y María Ramiro Nietos Juan de Echavarrfa y Ana de Retes Nietos José de Alvarado y Petronila de Retes Nietos r omás Calvo y Eugenia de Abarca Nietos )iego de Ocampo y María Mora Hijo Juan de Echavarría y Ana de Retes Nietos Juan de Echavarrfa y Ana de Retes Nietos

Fuente

v año

María Pereira Catalina de Guido Isabel de Quiñones

2.685 1.036 1.884

Prot. Canago, 804, 1632, fls. 89-97 Op.cit., fls. 181 v-184v Prot. Canago, 805, 1638, fls. 11-13

Juana de Calvo lsidora Zambrano Catalina de Onega Ana de Chaves

1.885 1.558 1.300 1.609

Op.cit., fls. 149-159 v. Op.cit., fls. 210-216 v. Op.cit., 1640, fls. 330-337 v. Prot. Canago, 806, 1640, fls. 4-8

Barbara Rodríguez

3)08

Prot. Canago, 807, 1646, fls. 19-25

María de Retes

7.000

Op.cit., fls. 45v-60

Juana de Onega María de Alvarado María de Sibaja Petronila Moreno

2.297 4.052 2.000 3.124

Prot.Canago, 808, 1648, fls. 36-41v Prot.Canago, 815, 1660, fls. 20-25v Op.cit., fls. 51-56v Op.cit., fls. 66-71

Francisca de Esquive! Juana de Herrera Jerónima de Retes

1.076 3.023 5.490

Op.cit., fls. 104-107v Op.cit., 1662, fls. 116-123v. Op.cit., fls. 132v-137v

Isabel de Castillo María de Alfaro Sebastiana Calvo Micaela Vázquez de Coronado

1.541 2.000 4.332 2.403

Op.cit., fls. 140-143v Op.cit., fls. 154-157v Op.cit., fls. 173-178v.

Juana de Echavarría

4.446

Op.cit., fls. 402-406v.

Juana de Calderón Mariana de Echavarría Sebastiana de Alvarado

2.648 3.200 3.641 136v. 4.300

Op.cit., fls. 407-411v. Op.cit., fls. 490-494v.

Petronila de Retes Josefa Genrudis de Chaves Gregoria López Inés de Ocampo Golfín Antonia de Ocampo Golfín Catalina Hernández Francisca de Calvo Magdalena Calvo Manuela de Vida Manel Mariana de Ocampo Ambrosía de Echavarría Isabel de Alvarado Luisa Calvo Tomasina de Ocampo Genrudis de Sandoval Clara Eugenia de Echavarría

2.480 2.427 3.175 8.565 1.344 4.026 5.253 1.765 3.364 3.338 2.183 5.436 3.355 5.421

Prot. Canago 815 bis, 1663, fls. 313-316v

Prot.Canago, 817, 1665, fls. 133Prot.Canago, 817 bis, 1658, fls. 249-251v. Op.cit., fls. 293-298v. Op.cit., fls. 321-324v. Op.cit., fls. 325-329v. Op.cit., fls. 337-345v. Op.cit., fls. 423-425v. Op.cit., fls. 428-432v. Op.cit., fls. 489-492v. Prot.Canago 819, 1670, fls.4-10v Prot.Canago 820, 1672, fls.15-19v Prot.Canago 821, 1673, fls.7-10v. Op.cit., fls. 44-48v. Prot.Canago 812, 1674, fls.15-19v. Op.cit., fls. 20-21 v. Op.cit., fls. 43-52 Prot.Canago 826, 1679, fls.28-35v.

Provincia de Costa Rica, pues se tradujo en una baja de la demanda y de los precios de los productos costarricenses tradicionales, mientras se incrementaba la demanda de las importaciones hacia Costa Rica. La única actividad económica tradicional de exportación que sobrevivió con éxito en estas vicisitudes, tanto en la jurisdicción de Cartago como en la de Esparza, fue la cría, desarrollo, amanse y exportación de mulas. Toda la información recabada sobre el problema de las actividades de la Gobernación de Costa Rica durante el siglo XVII sugiere que a partir del último cuarto del siglo, el comercio de Costa Rica se fundamentó en la exportación de mulas hacia Panamá, tanto por vía terrestre -utilizando el camino de mulas- como por vía marítima -a través de La Caldera-. Sólo en 1681 se registró una exportación de 1387 mulas hacia los mercados de Tierra Firme. 10 Si el comercio exterior fue el motor fundamental de la economía colonial, su caída condujo al empobrecimiento de los sectores dominantes que desde finales del siglo anterior habían monopolizado esa actividad. Podemos asegurar que este balance desfavorable del comercio exterior causado por la competencia y por los problemas con la flota de Portobelo, si bien afectó la economía general de la provincia, a quienes afectó más directamente fue a los encomenderos-comerciantes. Esto se pone de manifiesto en una fuente documental de 1678, la cual informa acerca de los negocios que el encomendero Francisco de Ocampo Golfin tenía con un comerciante de Panamá. Este comerciante le debía 144 pesos a Ocampo, por los cuales recibió 63 varas de terciopelo, media arroba de acero y un quintal de fierro de clavos podridos de la quema de Panamá.11 En carta posterior, el mismo mercader le comunicaba a Ocampo Golfin que le había vendido las mulas a 60 pesos cada una y que no le enviara ... biscocho ni arina, ni de balde, porque no valen en esta ciudad. 12 No obstante lo manifestado en las lineas precedentes, estimamos que este factor externo por sí solo no es suficiente para explicar las penurias económicas de la élite costarricense. Para ello es preciso recordar -como lo hemos demostrado a través de nuestra exposición- que el fundamento de la economía colonial lo constituyó la sobreexplotación del indígena, y que esta sobreexplotación se incrementó en la medida en que los hispanos fueron incapaces de llevar el nivel de las fuerzas productivas coloniales, lo que se tradujo en las pérdidas demográficas del indígena, especialmente del encomendado. Los hispanos comprendían cuál era la causa principal de esta pobreza, lo que se evidencia en una carta que en 1665 dirigió el cabildo de Cartago al Rey, para exponerle la ruina de la ciudad, debido a que en

270

la jurisdicción se había incrementado la población hispana73, y que de otro lado toda la provincia se encontraba ... aniquilada de yndios, pues en toda su jurisdicion no hay quatrocientos, por cuya causa a faltado en gran parte el beneficio de los frutos con que hasta el tiempo se habían sustentado. 14 Realmente lo que pretendían con estos argumentos los integrantes del Cabildo era que la Alcaldía Mayor de Nicoya se pusiera bajo la jurisdicción del Gobernador de Costa Rica, para lo que ofrecían que éste administrarla esa Alcaldía Mayor sin cobro alguno de salario, con lo que la Real Hacienda se economizaria el pago del sueldo al mencionado funcionario. 75 Es obvio que el grupo dominante de Cartago, que aún conservaba su poder político, pretendía resolver el problema de falta de mano de obra indígena encomendada, sacando a los tributarios reales de los 7 pueblos de la alcaldía de Nicoya. Ni la Corona, ni la Audiencia, accedieron a esta petición. Sin embargo, dado que aumentaba la escasez de servicios personales, el cabildo de Cartago tomó otra decisión, acudiendo al expediente de decretar ordenanzas.. Así, en 1686 los cabildantes trataron el problema, argumentando que en los ejidos y valles de la jurisdicción de Cartago

... viven muchas personas vagamundas que no se save de que viven, de que se sigue perjuicio a los demas vezinos desta ciudad, rovandoles sus haciendas y haciendo otras ofensas ... La justicia ordinaria como a quien toca el remedio de esto salgan y agan averiguaciones quienes sean las tales personas y constando de su mal vivir les apremien con todo rigor de derecho para que se pueblen en esta ciudad con sus familias, y para ello desde luego, se les señale por arraval desde la casa de Diego Cardenas al rio de el Molino. 16 La ordenanza no especifica quiénes eran los futuros vecinos del

Arrabal que se ubicó en la Puebla de Los Pardos; pero en un padrón de 1682 se detallaba que en el Arrabal había un total de 16 mestizos. 77 Tal parece que con este nuevo asentamiento se pretendió reclutar mano de obra, aunque la cifra de 16 mestizos es elocuente para concluir señalando que por esta vía no era factible resolver el problema de escasez de servicios personales. Pareciera que el único y último recurso que encontró la élite cartaginesa para solucionar esta situación, fue incrementar artificialmente la población naboria. Esto lo afirmamos porque a pesar de que en 1682 271

solamente había 98 individuos en ese pueblo, y entre 1682 y 1690 únicamente se realizaron 9 bautizos, sorpresivamente en el padrón de 1692 se registraron 271 vecinos, y siete años después, en el padrón de 1699, se registró un total de 68 personas, distribuidas en 16 familias (ver cuadros del capítulo precedente). En síntesis, el grupo de familias descendientes de conquistadoresencomenderos que tradicionalmente habían dominado en la gobernación de Costa Rica empezaron a perder su supremacía, pues aunque ellos mantuvieron el poder político y el prestigio social heredado de sus antepasados, se empobrecieron porque fueron incapaces de superar los problemas de falta de mano de obra indígena, la cual junto con la propiedad territorial eran los agentes fundamentales de la producción en la época colonial. En los párrafos anteriores analizamos los problemas económicos que enfrentaron los grupos dominantes tradicionales (descendientes de encomenderos), a raíz de la crisis del comercio de exportación, lógicamente de productos también tradicionales. No obstante, a partir de 1660 se iniciaron en la Gobernación los ciclos monocultivistas, y a través de los puertos de Matina y Portobelo, se reinició -en forma legal o ilegal- el comercio de exportación, pero en esta oportunidad gracias al surgimiento de las haciendas cacaoteras en los valles de Matina. 78 Esta actividad productiva se caracterizó por haber surgido y haberse desarrollado al margen de la encomienda, en el sentido de que la mayoría de los primeros y principales cacaoteros no tenían ninguna relación, ni familiar ni política, con los sectores dominantes tradicionales. En consecuencia, el ciclo cacaotero de Costa Rica fue iniciado y consolidado por elementos que ingresaron durante el siglo XVII. La primera cita de la que se tiene conocimiento respecto de la transacción de una hacienda cacaotera corresponde a un cacaotal de 160 árboles situados en Matina, que en 1657 Nicolás Barrantes vendió al gobernador Femández Salinas. 79 Otra fuente posterior ofrece mayores detalles sobre esta nueva actividad económica. Nos referimos al inventario del número de árboles ejecutado por las autoridades correspondientes en 1682, en el cual fueron empadronados 55 productores, cuya relación en cuanto al número de plantas es la siguiente:80

272

Cantidad de árboles por hacienda

No. de productores

200 hasta 500 De 500 hasta 1 .000 De 1.000 hasta 3.000 De 4.000 hasta 6.000 De Con 10.000 Con 16.000

23 12 4 1 1

13

80

De los primeros siete productores cuyas haciendas sobrepasaban de 4.000 plantas, seis entraron a Costa Rica después de 1660: Jerónimo Valerino, propietario de 16.000 árboles vino desde Génova y lo mismo puede afirmarse de Alonso Sáenz Vázquez hermano del Gobernador y dueño de 10.000 pies de cacao. En igual situación ubicamos al griego Antonio Acosta Arévalo, con una hacienda de 6.000 árboles, y con 4.000 a Antonio Pacheco, el único cacaotero emparentado con encomenderos. Los aspectos analizados nos permiten afirmar que a partir del ciclo cacaotero, en la Gobernación de Costa Rica emergió un grupo de peninsulares productores y comerciantes de cacao, el cual consolidó su supremacía económica frente al paulatino empobrecimiento de los encomenderos comerciantes. Aunque el tema de los cacaoteros-comerciantes es de gran trascendencia para la historiografia costarricense, su estudio queda fuera de las posibilidades de este trabajo. Nosotros nos limitamos a señalar su existencia e importancia, para continuar explicando las vicisitudes de los grupos descendientes de encomenderos. B. SITUACION DE LA SOCIEDAD HISPANO-COSTARRICENSE DESARROLLO DEL CAMPESINADO CRIOLLO

A través de nuestra exposición hemos analizado los factores internos y externos que determinaron el desarrollo desigual de la sociedad hispano-costarricense a partir de las actividades del encomendero. Así, en el capítulo sexto y en la primera parte del presente estudiamos con mayor énfasis, tanto las condiciones materiales de los conquistadores para iniciar un camino hacia posiciones superiores, como las que posteriormente posibilitaron su consolidación. Complementando los aspectos tratados hasta aquí sobre este tema, agregaremos un comentario sobre otro factor que contribuyó a crear 273

desigualdad entre la sociedad hispana avecindada en Cartago. Nos referimos al hecho de que, debido a que la mayor parte de la población indígena e hispana, así como los espacios agrícolas disponibles entre las tierras comunales indígenas, las mercedes de los encomenderos y los ejidos de la ciudad de Cartago, se concentraban en el Valle Oriental, éste no ofrecía condiciones favorables para el surgimiento de un significativo sector de campesinos criollos. En esta situación, los encomenderos pobres devinieron en pequeños y medianos productores, pues su única alternativa fue el retorno a la tierra, sin posibilidad de utilizar mano de obra indígena encomendada, la cual aunque terriblemente diezmada, permanecía bajo el dominio de la corona y de un reducido círculo de poderosos encomenderos. Los encomenderos pobres reivindicaron sus privilegios como descendientes de conquistadores-pobladores, y amparados en este prestigio social, se cubrieron de una fuerte coraza que los protegió del vasallaje, para iniciar un proceso de colonización agrícola como pequeños y medianos productores en las tierras heredadas de sus antepasados. Estacampesinización se inició desde los primeros años del siglo XVII, en las tierras ·más importantes para el cultivo del trigo y la caña de azúcar, precisamente las ubicadas a ambos lados del río Virilla en la región occidental del Valle Central. Este importante sector de campesinos criollos rápidamente tuvo conciencia de su situación, lo cual puede comprobarse en un Poder General otorgado en 1629 por el capitán Juan de las Alas y por los alférez Luis Machado, Salvador de Torres, Francisco Rodríguez de Sosa, Andrés J aimes y Andrés Morillo, en el cual expresaban: ... por nos y en nombre de los demas vezinos y labradores que labramos y cultivamos las tierras de pan llevar en estos valles de Barva y la M"ata Redonda. s 1 Aunque el documento parece incompleto pues no aclara con qué objeto fue otorgado este Poder, hay que subrayar dos aspectos de su contenido. Primero, el hecho de que los otorgantes se autodefinieran como labradores y cultivadores implicaba la aceptación de una realidad existente. Segundo, los firmantes del protocolo eran descendientes de conquistadores-encomenderos, o encomenderos ellos mismos y dueños de tierras ubicadas en el Valle Occidental. El común denominador de estos personajes, aparte de su prestigio como encomenderos o como descendientes de conquistadores-pobladores, era el poco éxito económico que habían logrado. Un ejemplo lo constituye Salvador de Torres, quien en su testamento mencionaba ser hijo del profesor de medicina doctor Antonio Torres, estar casado en primeras nupcias con hija de encomendero y haber desempeñado importantes cargos administrativos 274

como Corregidor, juez de bienes de difuntos y otros. Sin embargo, pese a todos estos antecedentes fue un encomendero frustrado, ya que su parcialidad de Cot permaneció embargada porque no la pudo confirmar ante el Consejo de Indias. 82 Para complementar este análisis contamos con un material que ayuda a ejemplificar, para el caso de Cartago, el proceso descrito. Nos referimos al padrón que en 1691 realizaron los funcionarios de la Real Hacienda respecto del número de vecinos de la ciudad de Cartago y su jurisdicción, en el que establecían el trato y comercio de cada uno para regular el monto de la alcabala correspondiente. 83 Antes de analizar la información contenida en esta fuente manuscrita, destacaremos las limitaciones que contiene. Primero, hay que señalar el hecho de que ese padrón fue dispuesto para el cobro de una carga fiscal, por lo que es de suponer que los empadronados no dieron una información veraz, a fin de evadir el pago respectivo. En segundo lugar, este documento no ofrece datos acerca de toda la población de la jurisdicción de Cartago, puesto que, aunque esporádicamente aparecen los nombres de algunas viudas, se refiere exclusivamente a varones mayores de 25 años y supuestamente dedicados a alguna actividad económica. De esta circunstancia se deriva el problema de que no se establece la condición civil de los varones asentados. Otra limitación que nos presenta esta fuente documental es la de no contener datos acerca de la jurisdicción de Esparza. En el marco de las advertencias anteriores asumimos que los datos de ese padrón son los suficientemente representativos para abordar una explicación acerca de la situación de la sociedad hispana costarricense a finales del siglo XVII, puesto que sus datos se refieren a la jurisdicción más importante de la provincia en términos demográficos, socioeconómicos y políticos, como fue la de Cartago, ya que abarcaba todo el Valle Central, la región Atlántica y el Pacífico, Central y Sur. La falta de padrones sobre Esparza ha sido compensada, en parte, con un padrón parcial extraído de una fuente impresa. Por otro lado destacamos que un padrón realizado en 1682 puede servir como marco de referencia y como punto de partida para analizar el de 1691, ya que el de 1682 fue un padrón general. Los datos globales de éste los hemos incluido en el cuadro siguiente:

275

CUADR037 RESUMEN DEL PADRON GENERAL DE 1682

.Jurisdicción

Cartago 18 pueblos Puebla de Pardos El Arrabal Esparza TOTALES

Indígenas

Mestizos

Mulatos y Negros libres

Españoles

475

1343 100 16

1343

16

29

55

129

530

FUENTE: Archivo General de Indias. Sección Contaduría No. 815. 1682.

Como se puede deducir, la población hispana de la ciudad de Esparza a lo sumo representaba el 10,37°/o de la población española de toda la provincia. Si tomamos en cuenta la invasión que realizaron los piratas en esta ciudad durante tres años consecutivos84 y posteriores a la ejecución del padrón, concluiremos -como ya lo señalamos en el apartado anterior- que si bien la población española de Esparza era reducida, para el año de 1691 la mayoría de ésta se había trasladado a los valles de Bagaces. Continuando con el padrón de 1691, es importante explicar.que, después de cuantificar todos los datos, procedimos a desglosarlos con ocho cuadros estadísticos, para analizar cómo sobre la base de actividades económicas, poder político y prestigio social se consolidó el proceso de diferenciación dentro de la sociedad hispana cartaginesa en el transcurso del siglo XVII. Con el propósito de fundamentar nuestra interpretación de ese proceso de diferenciación, nos hemos auxiliado con dos trabajos: primero, la obra manuscrita y clasificada como el Primer Libro Copiador, de Manuel de Jesús Jiménez85; y segundo, las revistas editadas por la Academia de Ciencias Genealógicas. 86 Por supuesto también hemos aprovechado la información extraída de los dos libros de Bautizos y Matrimonios, correspondientes al período, depositados en el archivo de la Curia Metropolitana. 87 En el Cuadro 38 hemos incluido el resumen general de las familias criollas y las de mulatos y negros libres y mestizos. Entre las primeras

276

CUADR038 TOTAL DE JEFES DE FAMILIA Y ACTIVIDADES ECONOMICAS DE ESTOS

1691 Actividades económicas

No.

Observaciones

48

Se incluyen cacaotales con más de 500 árboles.

Criollos: Cacaoteros

Productores de trigo, azúcar y dulce Ganaderos Varias Actividades

17 29

Comerciantes

15

TOTAL PARCIAL

16 Se incluyen hatos de 50 cabezas en a del. Se dedican al comercio con Nicaragua y Panamá.

125

Cargos y Oficios:

TOTAL PARCIAL

23 23 360 406

TOTAL

531

- Artesanos - Militares - Viven de su trabajo

Mulatos y negros, Libres y mestizos: Actividades propias Artesanos Viven de su trabajo TOTAL PARCIAL TOTAL TOTAL DE FAMILIAS

3 4

57 64 64 596

FUENTE: Cartago 083, 1691, 33 fls.

había un total de 531 familias, 125 de las cuales se dedicaban a actividades económicas lucrativas. Centraremos nuestro análisis en estos 125 nombres, los cuales hemos distribuido en los cuadros subsiguientes de acuerdo con la peculiaridad de sus actividades económicas. En el Cuadro 39 aparecen los 48 nombres de los principales cacaoteros, de los cuales hemos establecido que 11 eran descendientes de encomenderos o tenían algún grado de parentesco con aquéllos. Nótese que los cacaotales de estos propietarios oscilaban entre 500 y 800 árboles.

277

CUADR039

CACAOTEROS DUEÑOS DE PLANTACIONES DE 500 ARBOLES EN ADELANTE

1691 Grado

1

2 3

4 5 6 7 8 9 10

11 12 13 14 15 16

17

Alférez Alférez Capitán Capitán Alférez Alférez Alférez Alférez

18 19 20 21

22 23 24 25 26

27 28 29 30 31 32 33 34 35 36

Capitán Teniente Sargento Alférez Capitán Capitán Sargento

37

Capi~án

38 39 40 41 42 43

Alférez Alférez

44 45 46

47 48

Capitán

Nombre

No. de árboles

Antonio de Jarra Pedro de Fuentes Miguel López• Isabel de Sojo (viuda)* José del Río Diego de Quesada* Salvador Perajeles Antonio Acosta Arévalo Alonso de Quesada* Joseph Calderón José López de la Flor Antonio Salmón Pacheco Bárbara Lamine (viuda) Pedro de Mora Sebastián de Garita Francisco Fernández Juan Jines Hinojosa Antonio Villalobos Luisa Calvo (viuda)* Rafael Barquero Baltazar Segura Andrés Chacón Bernardo Chacón José Pérez del Muro• Agustín de Piedra Juan de Bonilla* Francisco López• Francisco de Flores Cristóbal de Oviedo Diego Vásquez Francisco López Conejo Diego Rendín de Soto Nicolás Calderón Juan Masís Juana Ortega José Carvajal Francisco de Bonilla* Jerónimo de Guzmán Francisco de Espinoza Juana Calvo T eodoro de los Ríos Matías Trejos José de Quirós José de Aguilar María Flor (viuda de) Sebastiana Calvo (viuda)* María de Guido (viuda) • José de Paniagua

500 1.000 2.000 500 2.000 500 500 10.000 1.500 5.000 2.000 4.000 10.000 2.000 1.000 2.000 2.000 1.500 2.000 500 500 500 500 4.500 500 2.000 3.000 1.500 600 1.500 1.000 1.000 500 500 500 500 8.000 800 500 1.000 1.000 1.000 500 500 500 500 500 3.000

TOTAL DE ARBOLES .

89.400

NOTAS: Los nombres con asterisco corresponden a cacaoteros que tienen algún grado de parentesco con encomenderos. Lo mismo rige para los cuadros 40, 41, 42 y 43. FUENTE: Cartago 083, 1691, 33 fls.

278

Había otro gruyo de 16 familias relacionadas con el cultivo de caña de azúcar y de trigo, de las cuales 5 tenían alguna relación con encomenderos, tal como lo indicamos en el Cuadro 40, en el cual estos cinco nombres aparecen señalados con asterisco. En el Cuadro 41, que corresponde a los nombres de 17 ganaderos, los 14 más importantes eran descendientes de encomenderos. Puede ob~ervarse que algunos de estos ganaderos, aunque eran vecinos de Cartago, habían ampliado esa actividad hasta la jurisdicción de Esparza. El resumen del Cuadro 42 contiene los nombres de 29 familias que habían diversificado sus actividades económicas, dedicándose a labores productivas como el cultivo de caña de azúcar y de trigo y la ganadería vacuna y mular. Del total de estos 29 jefes de familia, 17 tenían algún grado de relación con los encomenderos. El Cuadro 43 abarca los nombres de 15 jefes de familia dedicados exclusivamente al comercio exterior, de los cuales 5 estaban emparentados con encomenderos. CUADR040 VECINOS DE LA JURISDICCION DE CARTAGO DEDICADOS A LA PRODUCCION DE AZUCAR O AL CULTIVO DEL TRIGO

1691 Suerte de caña

Trapiche

Producción anual de azúcar (en arrobas)

Labor de trigo

Grado

Nombre

2 Alférez

Pedro de Soto Francisco de Moya•

xx1 xx1

3 Alférez

Cristóbal Guerrero

xx1

4

Juan Hidalgo

5

Juan Vásquez•

6

Andrés Montero

xx1

7

Andrés Delgado

X

8

Felipe Monge•

9 Alférez

Domingo Esquive!

xx1

10

José Arias•

xx1

11 Teniente

Alonso de Sibaja•

12 13 14 15 16

Miguel Salazar Juan Matías de M. Juan de Aguilar Antonio Jiménez Nicolás de Arce

Molino

30 50

xx1

xx1

Notas

Sin caña por habérsela perdido. Sin caña porque se le perdió Hace una labor de trigo cada año. El molino está a ocho leguas de Cartago. No dice la cantidad de azúcar. A ocho leguas de Cartago. No dice la cantidad. A ocho leguas y produce poco azúcar. Hace una pequeña labor de trigo. Hace una labranza cada año. Hace una labranza cada año.

xx1 xx1 1 1

15 10

FUENTE: Cartago 083, 1691, 33 fls.

279

CUADR041

VECINOS DE CARTAGO DEDICADOS A LA ACTIVIDAD GANADERA Jurisdicción de Cartago Cargo

Grado

Nombre

Estancia cgv

1 Alcalde Ordinario 2 Regidor 3 4 5 6 7 8

9 10 11 12 13 14 15 16 17

Alférez

cgcym

Jurisdicción de Esparza

Hato cgv

cgcym

cgv

cgcym

Sebastián de Zamora• xx 100

Alférez Nicolás de Céspedes* Ayudante Francisco Hernández* x250 Juan López• Capitán José de Alvarado* Alférez Juan P.de Sandoval* Alférez Francisco Solano• Capitán Diego Martel* Cristóbal Salís* xx300 Nicolás Morera Teniente Diego de Chávez* Juan Fernández* Juan de Ballestero Sargento Pedro de Loría* x100 Juan de Mora* x100 Salvador Murillo ' xx300 Lorenzo Morera x100

x100 x150 xx600 xx200 xx200

xx800=4 xx50=1 xx400=2 xx200

50=1

xx100

xx200=2

xx100 xx100=1 xx500

x50=1

NOTAS; c.g.v. =Cabezas de ganado vacuno; c.g.c.y.m. =cabezas de ganado caballar y mular. Una ·x'" a la izquierda del número de cabezas, significa que éste se encuentra en ejidos de Cartago; dos ·x· indican que el ganado se encontraba en terrenos propios. FUENTE: Cartago 083, 1691, 33 fls. .

En síntesis, de los 125 jefes de familia dedicados a las actividades económicas lucrativas, únicamente 52, que representaban el 41,60°/o del total, tenían alguna relación de parentesco con encomenderos o con descendientes de éstos. Conviene destacar que el sector hispano mantuvo el monopolio de la actividad ganadera, pues de 17 productores, 13 pertenecían a ese sector. Pero en términos generales es evidente que el grupo dominante tradicional, había perdido su superioridad económica; en particular es elocuente su poca participación en la actividad económica más importante del momento, como era la cacaotera, pues de 48 cacaoteros, solamente 11 -que ciertamente no eran los principales- eran descendientes de encomenderos. Los detalles del segundo grupo de esas familias, el mayoritario, han sido resumidos en el Cuadro 44. Obsérvese que este sector lo componían 41 O jefes de familias, de los cuales 2 7 desempeñaban funciones militares como capitán, sargento, teniente, ayudante y alguacil; otros 23 laboraban en oficios artesanales como silleros, zapateros, sastres, carpinteros, herreros, canteros, pintores y tejedores. El resto, integrado por 360 jefes de familia, vienen claramente diferenciados en dos categorías: primero, 23 cabezas de familia cuyos nombres van seguidos de la aclaración pobre 280

CUADR042

VECINOS DE CARTAGO QUE DIVERSIFICARON SUS ACTIVIDADES ECONOMICAS

1691 Cargo

1 Alcalde Or. 2 Alcalde Or. 3 Regidor 4 Regidor 5 6

7 8

9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26

27 28

29 N

00

......

Grado

Capitán Sargento Capitán Capitán Capitán

Nombres

'Miguel Calvo 'Sebastián Sandoval 'Francisco de Ocampo 'Miguel Echavarría 'Diego de lbarra Lorenzo de Arburola Capitán •Jerónimo de Valerino 'Pedro de Alvarado 'Petronila Valerino Capitán 'Matías González C. Sargento 'Juan González C. Sargento Francisco Gutiérrez Diego Chacón Alférez 'Diego de Aguilar 'Pedro de Torres Alfonso de Porras 'Pedro Durán de Ch. Capitán 'Gregorio de Chaves Capitán Antonio Vásquez Capitán Bernabé de Segura Cristóbal Tenorio Antonio de la Vega Mateo Sánchez Alférez 'Tomás de Chaves 'Francisco de las Alas 'Gabriel Romero 'Nicolás González Antonio de Bustos Bernardo Cortés

Suer te de caña

Tra·

pi· che

Pro· ducción azúcar

Labo· res de trigo

Mo·

Estancia

Hato

Número

Número

no

cgv

cgcn

cgv

40

500

xx200 x100 xx800 xx200

50 x100

x200 x200 xx200 xx100 xx100 xxl xxl xx1 xx1

._

xx1 xx1 xx1 xx1

xx1 xx1 xx1 1 1 xxl

xx300

xx1

Número

xx500

100

xx1

Actividades comerciales

cgcn

x600 x200 xx1 xx1

Cacao

li-

-

-

xx200 xx100 xx100 xx50 xx400 xx200 xx50 xx100 x50 xx100

x200 xx200 xx500 xx1000 xx300 xx500

200

200

500

500

1000 2000 3000 1500 1000 3000 1000 3000 1000

Lleva mulas a Panamá

Lleva cosas de esta Provincia a Nicaragua y trae géneros de la tierra. Tiene una recua de mulas en la que conduce cacao a Nicaragua. Tiene una recua de mulas en la que conduce cacao a Nicaragua. Tiene una recua de mu· las en la que conduce cacao a Nicaragua.

NOTAS: Una equis a la izquierda del numeral indica que la actividad se realiza en ejidos de Cartago, dos equis indica que la actividad se realiza en tierras propias. FUENTE: Cartago 083,· 1691, 33 fls .

CUADR043

JEFES DE FAMILIA DEDICADOS EXCLUSIVAMENTE AL COMERCIO

1691 Grado 1 Alférez 2 Teniente 3 Alférez 4

5 6 7

8 9 Alférez 10 11 12 13 14 15

Nombre

Actividades

Lope de Alcarazo Gil de Alvarado* Francisco de Arlegui* José de Guzmán Juan A. de Guevara• Jorge Alvarado Juan Alberto González• Juan Matías Pedro Colina Dionisio de Fonseca José Hidalgo Juan de Loría* Mateo de Segura Francisco Bogantes Pedro de Azofeifa

Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas). Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas). Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas). Durante el verano lleva algunos tercios de cacao a Nicaragua. Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas). Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas). Lleva zurrón de cacao a Nicaragua. Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas). Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas). Alquila una recua de mulas que tiene para llevar cacao a Nic. Fleta una recua de mulas para llevar cacao a Nicaragua. Conduce algunas cargas a flete desde esta provincia a Nicarag. Lleva zurrón de cacao hacia Nicaragua. Lleva tercios de cacao hacia Nicaragua. Lleva mulas a Panamá en tiempo de Armada (flotas).

FUENTE: Cartago 083, 1691, 33 fls.

vive de su trabajo personal, y que en nuestra op1n1on constituyó un pequeño grupo de jornaleros. Los restantes 337 nombres de familia aparecen calificados con la frase vive de su trabajo personal. No hay duda de que estas 360 familias (particularmente el segundo grupo, el cual en 1691 representaba el 67, 79°/o de la sociedad hispana cartaginesa) protagonizaron un proceso de cambio social fundamental en el desarrollo histórico costarricense, porque de criollos descendientes de encomenderos y colonos pobres pasaron a ser pequeños y medianos productores agrícolas, ubicados fundamentalmente en el Valle Central Occidental. CUADR044

JEFES DE FAMILIA QUE VIVEN DE SU OFICIO O DE SU TRABAJO PERSONAL

1691 Grado Militar

Oficios

Los que viven de su trabajo personal

Alfé. Tenien- Capi- Selle- Zapa- Sas- Carpin- Herre- Canpitán rez te ro tero tre tero ro teros p - p p p - p 1 1 4 1 3 11 1b 1c 1 5 1 1 5 2 3 1d 1a 1c 1a 1b 1d Sar-

Ayu-

gento dante

-

3

12 1 1

-

1 6 1 1 27

-

-

1

1

5

7

3

3

23

1

Pintor

Teje- Pobre vive de dores su trabajo pers.

1

2

1

2

23

VIVe de su trab. pers. 337

360

41 O jefes de familia

NOTAS: Cuatro vecinos (a-b-c y d) con grado militar viven de su oficio. Cuando en el documento se especifican el adjetivo ·pobre'", lo hemos tomado en cuenta; así entre los que tienen grado militar hay 6 pobres y entre los que viven de su trabajo personal hay 23 de ellos. FUENTE: Cartago 083, 1691, 33 fls.

282

El proceso de campesinización también se produjo entre los integrantes de otras etnias, pero por supuesto en forma poco significativa en cuanto al número. En el padrón de mulatos y negros libres y mestizos, cuya información hemos resumido en el Cuadro 45, puede apreciarse que existían 66 familias incluidas en la categoría de negros y mulatos libres y mestizos, de los cuales 56 fueron empadronados con la especificación de vive de su trabajo. Los dos vecinos con grado no vivían de esa posición, puesto que uno de ellos subsistía de su oficio como carpintero. Había tres jefes de familia con actividades económicas propias: uno cultivaba caña de azúcar y trigo y tenía trapiche y 50 caballos; otro, además de cultivar caña, tenía trapiche y 100 cabezas de ganado vacuno, · mientras que el tercero declaró a su haber una labranza de trigo. CUADR045

MULATOS Y NEGROS LIBRES Y MESTIZOS

1691 Grado

Oficios

Capitán

Alférez

Carpintero

1a

1b

1 1b

2

Trabajo personal

Actividades productivas propias

Herrero Cultivo de caña Labranza y trapiche de trigo

2 4

1e 1d

1e 1 3

Ganado Ganado vacuno caballar 50c

Pobre

Vive de su trabajo

1a

56

100d

57

66 jefes de familia

FUENTE: Cartago 083. 1691. 33 fls.

En cuanto a la situación del grupo hispano avecindado en el territorio de Esparza, algo mencionamos cuando nos referimos a las invasiones que los piratas llevaron a cabo en esa ciudad. Comentamos que una de las consecuencias de tales invasiones fue el traslado de los criollos pobres, vecinos tradicionales de esa ciudad, hacia los valles de Bagaces, de Chame y del Tempisque, donde se campesinizaron como pequeños y medianos productores de ganado vacuno y caballar. Lógicamente en este proceso de campesinización, fueron determinantes las condiciones de carácter interno, entre las cuales hay que mencionar la disponibilidad de tierras realengas en una zona que ofrecía óptimas condiciones para el desarrollo del ganado criollo, y también la existencia de pequeños rebaños pertenecientes a las Capellanías o tutelas, dispuestos para ser colocados a censo con el pago de un módico arrendamiento del 5ºA> anual. Por ejemplo, la iglesia del Espíritu Santo de Esparza, durante el siglo XVII dispuso, por concepto de capellanías, de varias 283

manadas que sumaban 443 cabezas de ganado bovino, 1.750 yeguas y 9 burros. 88 Imaginemos cuál pudo haber sido el nacimiento de un hato de 50 reses en un corto plazo de dos o tres años, además del beneficio que pudo haber obtenido el productor de carne, sebo, leche, quesos, cueros y otros productos, por el cual únicamente pagaba 5 pesos cada año. Estimamos que esta situación permitió que durante el siglo XVII se consolidara, un sector de pequeños ganaderos descendientes de criollos pobres, avecindados especialmente en la zona comprendida entre los ríos El Salto-Tempisque y Chome, los cuales podían surgir en la actividad ganadera, si la complementaban con pequeños cultivos de maíz, caña y plátanos, además de la cría de gallinas y de cerdos. Dadas las características de estas actividades, es obvio que esos campesinos podían laborar ocasionalmente en las grandes haciendas de la misma región, cuyos principales propietarios enumeramos en el primer apartado de este capítulo. Precisamente de los vecinos de la zona antes mencionada tenemos noticias de un padrón levantado en 1688, a raíz de una petición suya por separarse del gobierno de Costa Rica. La información suministrada por esta fuente ha sido desglosada e incluida en el Cuadro 46. Puede apreciarse que estos datos no se refieren a la totalidad de la jurisdicción de Esparza, dado que en ellos no se incluyen detalles sobre Landecho Y otras regiones hacia el este, que eran dependientes de esa ciudad. Sin embargo estimamos que ese padrón, por abarcar la región más poblada y más importante en términos económicos, puede tomarse como representativo de toda la jurisdicción de Esparza. Nótese que aparece un grupo de 35 familias campesinas cuyos jefes eran pequeños y medianos productores y vivían con su esposa y sus hijos en las estancias. Frente a éstos se empadronaron 11 grandes hacendados, algunos de los cuales eran encomenderos con el título de don o doña y cuyas familias estaban en Cartago. En estas 11 haciendas se registran como trabajadores muchos indígenas, negros y mulatos, libres o esclavos. Por otro lado destacamos que estos sectores de la sociedad hispana avecindada en la jurisdicción de Esparza sumaban un total de 116 personas, es decir el 39,05º/o de los individuos registrados en el padrón. En segundo lugar tenemos dos grupos entre los mulatos y negros, de los cuales 12 familias se campesinizaron, puesto que cada una de ellas llevaba una vida independiente. El otro grupo lo integraban trabajadores incorporados en las haciendas o estancias de los criollos. U na observación importante sobre esta etnia es que representaba el 3 7, 71 º/o 284

de la población empadronada, y que su predominio fue determinante a partir del siglo XVIII en toda la región del Pacífico Norte, incluida la Alcaldía Mayor de Nicoya. En tercer lugar se destaca el número 68 indígenas estantes o moradores en la región, lo que demuestra que de los indígenas empadronados ninguno era nativo de la jurisdicción de Esparza. Como esos indígenas provenían de Nicoya, del Valle Central y hasta de Nicaragua, se confirma que para finales del siglo XVII ya no existían pueblos de indios en esta zona de Esparza, con excepción de Santa Catalina de Garabito, el cual en 1693 contaba únicamente con 20 tributarios. 89 El último dato que vale la pena mencionar es la existencia de sólo una mestiza, lo cual pone de relieve la ausencia de mestizaje en la región de Esparza, en la misma forma que sucedió en las jurisdicciones de Cartago y en la Alcaldía Mayor de Nicoya. CUADR046 PADRON DE FAMILIAS AVECINDADAS EN LA JURISDICCION DE ESPARZA COMPRENDIDA ENTRE LOS RIOS CHOME-EL SALTO 1688

Adultos Menores V Hispanos: 35 núcleos familiares de campesinos criollos, pequeños y medianos productores de ganado vacuno y mular. 31 11 hacendados ausentes con sus familiares en Cartago, todos poseen el calificativo de don o doña, hay tres viudas. Utilizan mano de obra esclava, libre e indígena. (Estos no son de la jurisdicción de Esparza). 9 TOTAL 40

Total Total Parcial General

M

V

M

V

M

V

25

17

22

48

47

95

3 28

7 24

2 24

16 64

5 52

21 116

Negros y mulatos libres y /o esclavos: 1 1 núcleos familiares de mulatos libres, e~ decir campesinos pequeños productores. 12 Negros y mulatos libres y/ o esclavos que trabajan en casas de españoles. 22 TOTAL 34

12

15

9

27

21

48

28 40

8 23

6 15

30 57

34 53

64 112

Indígenas: Indígenas, incluyendo 6 familias, 5 de Nicoya y 1 de Nicaragua, además procedentes del Valle Central, ninguno de Esparza. 30

22

11

5

41

27

68

Mestizos: 1 mestiza.

1 297

FUENTE: Fernández, León, 1976. V. 3. p. 93-111.

285

83°

PRCMNCIA DE

MAPA No. 9

lJBICt)CION CE LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS DE COSTA RICA Y NICOYA.SIGLOS XVI _XVII

\

~

\

\\

o~

000~ 000000 1

ººººººº"'~ o 000000

ºººº:!oo~

........ ........ ........ ........

0000

00000 0000

········ vv~1·w··:

MAR DEL

10°

NORTE

000

vvvvvvv vvvvvvvvv vvvvvvv vvv vv

MAR DEL

SUR

PROVINCIA

Simbología:

DE VE RAGUAS

~ ~ Cacao vvvvvv vvvvvv

Ganadería mular

l~;;~yl

Ganadería vacuno

~ Trigo y coño de ~

azúcar

Economía indígem natural

Actividades agropecuarios: maíz, popas, frijoles, ojos, anís, gallinos, cerdos, cobras, etc.

ESCALA 21

o

21

42 KM.

<1 f?

83º

CONCLUSIONES

En conclusión, a finales del siglo XVII se hallaban claramente diferenciados dos sectores dentro de la sociedad costarricense dominante. El primero estaba integrado por criollos descendientes de pobladoresterratenientes-encomenderos o emparentados con ellos. Esos criollos gozaban de gran prestigio social y del predominio político local, heredados de sus antepasados, protagonistas de una prolongada historia de 130 años. Sin embargo, muy tempranamente se había iniciado en este sector, un proceso de diferenciación, en el cual un pequeño núcleo de familias se enriqueció sobre la base de la encomienda y del comercio exterior, y consolidó y mantuvo incólume su supremacía durante los primeros tres cuartos 'del siglo. En el lado opuesto se fue aglutinando un significativo número de encomenderos pobres y descendientes de éstos, fundamentalmente debido a que sus encomiendas no eran rentables o habían dejado de serlo, lo cual impidió que se articularan con éxito al comercio exterior. Frente a esta situación existente desde finales del siglo XVI, se formó y creció dentro del sector dominante tradicional de la sociedad avecindada en Cartago y Esparza, un numeroso grupo de familias campesinas criollas. Particularmente debemos destacar, dentro de este proceso de campesinización de los encomenderos pobres, al campesinado del Valle Central, el cual dentro de nuestro desarrollo histórico ha sido el componente de la sociedad costarricense que con mayor propiedad ha representado nuestra idiosincracia y nuestra manera de ser. Por otro lado, la preponderancia económica del reducido círculo de encomenderos-comerciantes fue seriamente resquebrajada a partir de 1670, tanto por la crisis del comercio exterior, como por la virtual extinción de la población indígena encomendada. El poder económico que perdió el grupo de encomenderoscomerciantes fue monopolizado paulatinamente por el que hemos conceptualizado como el segundo sector dominante de la sociedad costarricense del siglo XVII, integrado por cacaoteros-comerciantes, el cual emergió durante el último cuarto del siglo y cuyos integrantes en su mayoría eran peninsulares y de otras naciones europeas.

287

NOTAS CAPITULO XII l. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. l7 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24.

288

G., 063, 1630, f. 55. Op. Cit., f. 8 V. Op. Cit., f. l l.

G., 017, 1662, fls. 1-46. Cartago, 051, 1678, f. 15. e.e., 0102, 1678, f. 3. Cartago, 065, 1681, f. 67. Protocolos Cartago, 842, 1692, f. 3-3 V. También en Quirós Claudia, 1976, Anexo No. l l. Protocolos Cartago, 836, 1687, fls. 54-55 V. Protocolos Cartago, 813, 1657, fls. 5-18 V. Trabajo en preparación sobre la hacienda ganadera en la jurisdicción de Esparza. Mortual Cartago, 777, 1660, fls. 8-9 V. Cartago, 025, 1639, fls. 1-4 V. C.C., 3232, 1647, fls. 1-3 V. Protocolos Cartago, 838, 1689, f. 3-7. G., 076, 1634, f. 126. Op. Cit., fls. l V. - 120 V. También véase Quirós, Claudia, l 976, Anexos Números: 15-16-1 718-19 y 20. Trabajo en preparación sobre la hacienda ganadera en la jurisdicción de Esparza. G. 076, 1634, f. 126. G. 082, 1635, f. 10 V. Mortual Puntarenas, 2473, 1682, f. 18-18 V. Mortual Puntarenas, 2474, 1681, fls. 1-50 V. Quirós, Claudia, l 97 6, p. 2 7. La población de Esparza nunca se recuperó; en 1798 su vecindario alcanzó una cifra de 52 personas ( 42 varones y l O mujeres). Op. Cit., p. 32. En relación con el mercado interno hemos podido establecer un aspecto muy importante, el cual consistió en que durante las emergencias con los piratas había un significativo ingreso de circulante para el Situado de Guerra, inyectado por las Cajas Reales de León, Guatemala y hasta de Perú. Este dinero se gastaba en salarios de soldados, vigías, correos, arrieros, cocineras, etc., particularmente en la compra de bastimentos como bizcocho, maíz, sal, ganado en pie, carne salada, cacao, tabaco, licor y hasta telas para los soldados pobres. Entre 1680 y 1688 se pagaron 15.326 pesos en salarios; en alimentación, 11.041 pesos; en correos, 84 7 pesos, etc. En total hubo un gasto de 30.218 pesos. Quirós, aauclia, 1976, p. 243 y s.s.

2 7.

28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. 73.

En 1620 había un grupo de criadores de mulas entre los que pueden mencionarse el Vicario Lope de Chavarría, Alonso del Cubillo, Juan Vázquez de Coronado, Luisa Hemández, Juan Solano, Femando Farfán, Juan Valverde Zárate, Pedro Vizcaíno y Juan Femández. G. 058, 1620, fls. 23 V.-24. Cartago, 025, 1639, fls. 1-4 V. G., 051, 1613, f. 8. Mortual Cartago, 609, 1658, f. 35. Op. Cit., fls. 6-7 V. Mortual Cartago, 881, 1655, fls. 3 V. - 4. Protocolos Cartago, 805, 1640, f. 40 V. Op. Cit., 1640, f. 330. e.e., 5380, 1637, f. 10. Loe. Cit. e.e., 4960, 1627, f. 29 v. Op. Cit., f. 31. Cartago, 005, 1635, f. 7 y C.C. 0014, 1637, f. 3. e.e., 2279, 1640, f. 1. e.e., 0033, 1653, f. 19. Protocolos Cartago, 804, 1633, fls. 156 V. - 160. Cartago, 005, 1657, f. 7. Cartago, O1 1, 1638, f. 4. Protocolos Cartago, 805, 1658, fls. 72-73 V. Protocolos Cartago, 801, 1633, f. 11 y Op. Cit., 805, 1638, f. 160. Protocolos Cartago, 808, 1648, fls. 39 V.-41. Protocolos Cartago, 805, 1638, f. 5 V. Protocolos Cartago, 813, 1657, fls. 174 V.-180. Protocolos Cartago, 817 bis, 1664, f. 331. G., 033, 1613, fls. 1-46 V. G.,051, 1623,fls. l-48V. Los expedientes que se citarán corresponden todos al mismo año de 1623 y cada uno de ellos se refiere al comercio que realizó el señor Oses con las personas mencionadas: G., 044, 3 fls. G., 046, 3 fls. G., 047, 7 fls. G., 048, 5 fls. G., 049, 10 fls. G., 050, 8 fls. G., 053, 5 fls. G., 049, 1623, f. 10-10 V. Mortual Cartago, 429, 1693, f. 2-2 V. G., 042, 1623, f. 13. Op. cit., f. 13 V. c. C., 013, 1638, f. 20. Protocolos Cartago, 803, 1629, f. 18 V. Op. cit., f. 39. G., 076, 1634, f. 90. Cartago, 022, 1638, f. 3. Protocolos Cartago, 806, 1640, fls. 15 V.-17 V. Op. Cit., f. 45 V. Op. Cit., 1646, f. 4 V. Protocolos Cartago, 811, 1654, f. 9. Solórzano, Juan Carlos, 1977, p. 116. Castillero, Alfredo, "Econonúa Terciaria y sociedad de Panamá en los siglos XVI y XVIr. En V Centenario de Gonzalo Femández de Oviedo, 1978, p. 335. Op. Cit., p. 377. McLeod, Murdo, 1973, p. 275. Castillero, Op. Cit., p. 342. e.e., 3901, 1678, f. 8. Op. Cit., f. 2-2 V. Respecto del incremento de la población hispana y al margen de los padrones que analizaremos en la segunda parte de este capítulo, es obvio que, en términos demográficos, la población hispana se reprodujo en proporción mucho mayor que la población indígena encomendada, lo cual se evidencia en el cuadro 37 de este capítulo que contiene el resumen general de bautizos registrados entre 1595 y 1690. Nótese que mientras en el mismo período se bautizaron 506 indígenas, en el sector hispano aparecen 1.097, y entre negros y mulatos 184. Es decir,

289

74. 75. 76. 77. 78. 79. 80. 81. 82. 83. 84. 85. 86. 87. 88. 89.

que de 1. 787 bautizos, 28,31 O/o corresponden a indígenas, 61,380/o a hispanos y el 10,290/o a negros y mulatos. e.e., 5201, 1665, r. 3. Op. Cit., fls. 1-3 V. Cartago, 1078, 1694, f. 387. Archivo General de Indias, Sección Contaduría, No. 815, 1685, fls. 1-4 V. Solórzano, Juan Carlos, p. 117. Protocolos Cartago, 813, 1657, f. 4-5 V. Femández, León, 1976, V. 4, p. 307-312. Protocolos Cartago, 802, 1629, fls. 18-19. Protocolos Cartago, 804, 1632, fls. 7-12 V. Cartago, 083, 1691, f. 1-1 V. Cita 22. A.C.M. "Primer Libro Copiador de don Manuel de Jesús Jiménezn. Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas. Volúmenes 1-20. Véase también Colección Norberto de Castro. V. 1 y 2. A.C.M., S.S., Libros de Bautizos 1 y 2. Quirós, Claudia, 1976, Anexo No. 32. G., 118 bis, 1693, f. 1-3 V.

290

CONCLUSIONES GENERALES

Entre las conclusiones fundamentales a las que hemos llegado a lo largo de nuestra exposición, debe destacarse que el descubrimiento de los territorios de la Gobernación de Costa Rica y de la Alcaldía Mayor de Nicoya fue parte de un mismo proceso regional, el cual tuvo su inicio en 1502, durante el cuarto viaje de Cristóbal Colón, y concluyó en 1544 cuando Diego Gutiérrez penetró en el Valle Central de Costa Rica. También cabe destacar que, no obstante los intentos de Sánchez de Badajoz y de Diego Gutiérrez por poblar Costa Rica y el sector atlántico de Veragua, durante ese período la pacificación de estas tierras quedó al margen de los intereses de la Corona y de los conquistadores, lo que se comprueba en el hecho de que, después de efectuar varias empresas de exploración a lo largo de cincuenta años, los conquistadores decidieron que era más prometedora, desde todo punto de vista, la dominación de Nicoya y Nicaragua. Desde esta perspectiva es comprensible el hecho de que la pacificación de esas jurisdicciones fue independiente de la de Costa Rica. Dentro del proceso de conquista de los indígenas de Nicoya y de Nicaragua hay que mencionar los repartimientos, el saqueo, la justa guerra y la esclavitud, factores que hicieron de esos treinta años comprendidos entre 1524 y 1554 un período depredatorio, en el que se produjo una verdadera catástrofe demográfica que afectó a la población aborigen de la región. 291

A partir de 1554, la Alcaldía Mayor de Nicoya se encaminó hacia un desarrollo histórico colonial que tuvo sus propias peculiaridades, entre las que deben destacarse las siguientes: 1) La configuración colonial de Nicoya fue llevada a cabo por empresas y conquistadores provenientes de la ciudad de Panamá. 2) Después de 1554 y por el resto de la etapa colonial, la Alcaldía Mayor de Nicoya permaneció controlada directamente por la Corona y, por lo tanto, estuvo integrada únicamente por pueblos de indios como tributarios reales de productos autóctonos. 3) Al no tener asentamientos españoles permanentes, en Nicoya no se produjo la apropiación de tierras ni de cargos burocráticos, ni la relación encomienda-encomendero, ni la formación de una sociedad criolla o hispana. 4) Esta situación jurídica particular, protegió de alguna manera· a los aborígenes de Nicoya de la excesiva explotación que caracterizó la relación entre el indio encomendado y el encomendero particular. 5) Por último hay que subrayar la preponderancia de los productos autóctonos en la economía indígena, con la única excepción de la crianza de gallinas y de ganado en las cofradías indígenas, a partir de 1679. Dos consecuencias fundamentales marcaron el destino histórico de los aborígenes de Nicoya y de Costa Rica durante la etapa de la encomienda. Nos referimos tanto a la crisis demográfica como a la ausencia del mestizaje, evidentes en ambas jurisdicciones al finalizar el siglo XVII. Sin embargo, a pesar de estos puntos de coincidencia, el desarrollo histórico de la Provincia de Costa Rica tuvo también sus particularidades. Su jurisdicción, desde época temprana fue objeto de exploraciones por parte de invasores europeos que partieron de Panamá y posteriormente de Granada, Nicaragua, y paralelamente se produjo un choque violento y pasajero entre los descubridores y los indígenas de algunas de las áreas recorridas. No obstante, la ocupación permanente y efectiva de Costa Rica fue un proceso tardío, que por lo demás nunca se logró a plenitud, pues durante toda la etapa colonial los conquistadores tuvieron que enfrentar las constantes rebeliones de los indígenas de Talamanca. A lo anterior hemos de agregar que la pacificación de la mayor parte

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del territorio de Costa Rica fue llevada a cabo por conquistadores que provenían desde Mesoamérica, en donde ellos o sus antecesores habían alcanzado una vasta experiencia de casi cuarenta años como conquistadores-pobladores, y por lo tanto conocían la evolución que había logrado la encomienda en el área cacaotera de esa región como mecanismo fundamental de explotación. De manera que conquistar y poblar los territorios de Costa Rica suponía para los invasores la oportunidad de conseguir la ansiada encomienda de indios. Por esta razón hemos insistido en que la pacificación de la Provincia de Costa Rica fue un proceso mediatizado por la encomienda, y que a lo largo del período colonial los indígenas encomendados, tanto en la jurisdicción de Cartago como en la de Esparza ..:..a diferencia de lo que ocurrió con los medios de Nicoya- estuvieron permanentemente sujetos a una infinidad de formas de explotación. Para caracterizar los aspectos fundamentales de la primera estructuración colonial de la Gobernación de Costa Rica, subdividimos la etapa de la encomienda en dos períodos. El primero lo ubicamos entre los años de 1569 y 1611, durante los cuales se creó la emergente sociedad costarricense, sobre la base económica del tributo en especie de productos autóctonos. Entre los procesos que condujeron a la consolidación de esta fase hay que destacar: 1) La creación de ciudades fue una condición necesaria para que el conquistador ascendiera a poblador, y consecuentemente para que se apropiara de los cargos burocráticos, de las tierras (mercedes) y de la mano de obra indígena (encomienda). 2) Las relaciones de producción se inscribieron en el marco de la economía indígena preexistente. Por otra parte, la economía colonial se caracterizó por la ganadería mular, en la jurisdicción de Esparza, y por la ganadería mixta y el cultivo de productos hortícolas, en el Valle Central. 3) La actividad económica se fundamentó en la comercialización del tributo en especie y de mulas. Este comercio tuvo dos niveles; existió un mercado interno que demuestra la complementariedad entre las jurisdicciones de Cartago y Esparza. La mayor parte de los productos extraídos por medio del tributo en especie y las mulas se comercializaba en ios tres astilleros ubicados en el Golfo de Nicoya. Luego se llevaban hasta los mercados de Panamá. 293

4) Sobre la base de este comercio de exportación se dio un proceso de diferenciación dentro del grupo dominante, dado que sólo un reducido número de sus miembros consolidó su preponderancia política, económica y social, mientras el resto, que era mayoría, se empobreció. Esta situación se tornó más grave en la medida en que decreció la población indígena encomendada y se redujo drásticamente la actividad de los astilleros, mientras que de otro lado se incrementaba la población hispanocostarricense. Esta coyuntura obligó a los criollos a buscar nuevas alternativas políticas y económicas y mecanismos diferentes para explotar a los indígenas sobrevivientes, preocupaciones que se plasmaron en la fundación de Talamanca y en las luchas que durante la década de 1600161 O se suscitaron entre los diversos sectores de la sociedad colonial. El segundo período se extendió entre los años 1611 y 1699, durante los cuales las relaciones de producción asumieron las siguientes características: 1) Existieron dos formas productivas muy bien diferenciadas: por un lado estaba la economía autóctona tradicional de los pueblos de indios tributarios de la Corona ubicados en el Valle Central y los de Garabito y Chome en Esparza, y por otra existía una economía eminentemente colonial, la cual se caracterizó en Esparza por la ganadería mular, y en el Valle Central por la ganadería vacuna, caballar y mular, por el cultivo de trigo, caña de azúcar, ajos, cebollas y papas y por la cría y desarrollo de cerdos, gallinas, cabras y ovejas. 2) De acuerdo con las particularidades de esta segunda forma de producción, se necesitaron los servicios personales de los indígenas, por lo que, para asegurarse este tipo de mano de obra, se acudió a todos los mecanismos posibles: alquilones, peonaje por deudas, entrada y saca, justa guerra, y otros. 3) La circulación económica obviamente tuvo sus propias peculiaridades. Así, la mayoría de los productos extraídos como tributo de los pueblos pertenecientes a la Corona fueron destinados a abastecer el mercado interno, mientras que la producción agropecuaria colonial era exportada hacia dos mercados regionales: una parte era movilizada por Suerre o Matina hasta la plaza de Portobelo, para comercializarla en las 294

ferias anuales, y la otra era embarcada por el puerto La Caldera hacia los mercados de la ciudad de Panamá. 4) En el contexto de este próspero comercio exterior, durante el siglo XVII la sociedad hispanocostarricense mantuvo y consolidó su diferenciación interna. Los descendientes de la élite encomendera que había surgido desde el siglo XVI fortalecieron su posición con el monopolio del comercio, mientras los encomenderos pobres y los criollos indigentes que no habían sido favorecidos con encomiendas ni habían logrado relacionarse con la élite de encomenderos enriquecidos devinieron en pequeños y medianos productores, pues su única alternativa fue el retorno a la tierra sin posibilidad de utilizar mano de obra indígena encomendada. Esta campesinización de los españoles pobres se había iniciado desde los primeros años del siglo, en las tierras aptas para el cultivo del trigo y de la caña de azúcar, precisamente en las ubicadas en la región occidental del Valle Central, sobre la cuenca del río Virilla. Ahí los encomenderos pobres reivindicaron sus privilegios como descendientes de conquistadores-pobladores y, amparados en su prestigio social, se cubrieron de una fuerte coraza que los protegió del vasallaje, para iniciar un proceso de colonización agrícola en las tierras heredadas de sus antepasados. 5) El comercio de exportación hacia el mercado panameño dejó de ser rentable por tres causas fundamentales: a) Desde 1652 los exportadores costarricenses se enfrentaron a una devaluación del 25º/o de la moneda perulera circulante en la región. b) El comercio que se realizaba en Portobelo dejó de ser importante al aumentar la irregularidad en el arribo de la flota española. . c) El intercambio con Panamá tropezó con la fuerte competencia de los productos enviados desde Perú y Guayaquil. El deterioro del comercio exterior de Costa Rica fue en aumento, al punto que sólo el ganado mular mantuvo una significativa y creciente demanda en las plazas de Panamá. 6) El descenso de las exportaciones tradicionales afectó enormemente al grupo dominante tradicional, el cual se había enriquecido y subsistía explotando a los ·indígenas encomenda295

dos. Por esta razón se puede concluir que la causa fundamental de la crisis económica que a finales del siglo XVII tuvo que enfrentar el grupo de encomenderos-comerciantes fue la enorme disminución de la población indígena. Es decir que la desestructuración de la primera configuración colonial de Costa Rica, evidente a finales del siglo XVII fue ocasionada fundamentalmente por las pérdidas demográficas entre los indios encomendados y por la crisis del comercio exterior, lo que a su vez se reflejó en el empobrecimiento generalizado de la sociedad hispanocostarricense, aunque ésta siempre conservó su prestigio y su poder político local. 7) En este contexto de desvalorización de la encomienda y del resquebrajamiento de la primera estructuración colonial, desde mediados del siglo XVII surgió una nueva actividad productiva basada en el cultivo del cacao. La actividad cacaotera no fue determinada por la encomienda, sino que, por lo contrario, tuvo su origen en la iniciativa de un grupo de inmigrantes griegos, genoveses y funcionarios políticos de alta jerarquía recién designados, quienes sustituyeron a la empobrecida sociedad hispanocostarricense tradicional. Para complementar nuestras conclusiones, y esta vez desde la perspectiva del indígena costarricense, deseamos agregar tres comentarios fundamentales: 1) Dado que durante la etapa de la encomienda no se produjo el mestizaje, podríamos afirmar que a lo largo del siglo XVII se mantuvo el sistema de dos repúblicas: la indígena y la española, es decir, la separación domiciliaria jurídica entre el aborigen y el hispanocostarricense. 2) Nuestros ancestros indígenas no fueron sumisos ni temerosos, sino que lucharon con todos los medios que tuvieron a su alcance para librarse del yugo opresor. Durante esas luchas, las cuales revistieron diversos matices -desde el enfrentamiento violento con el agresor hasta la resistencia por mantener su nombre autóctono- los aborígenes pudieron conservar su identidad étnica y su cultura comunal. 3) Es indudable que sobre los hombros de los indios encomendados recayó toda la carga económica para que los grupos dominantes se reprodujeran y acumularan riqueza. Por tanto, la

296

etapa de la encomienda perdió su vigencia histórica debido a que casi se había extinguido la población aborigen. Como punto final de estas conclusiones deseamos reiterar que, debido a que este libro ha sido pensado y redactado con una perspectiva global, sus temas no han quedado agotados, precisamente porque esa estrategia global implica que los temas, por ser tantos y tan diversos, no pueden ser tratados con profundidad. Por lo tanto sugerimos que algunos de los asuntos estudiados en este libro sean retomados para futuras investigaciones. Proponemos algunos como los siguientes: la actividad en los astilleros del Golfo de Nicoya, el origen y el desarrollo de la economía del cacao, la redistribución de tierras a partir del título de merced, la campesinización de los diversos sectores de la sociedad colonial, las cofradías indígenas de Nicoya, la recolonización y el repoblamiento de la Alcaldía Mayor de Nicoya y la situación de la sociedad indígena en la transición del siglo XVII al XVIII. Sin duda alguna la realización de esas investigaciones contribuiría a ampliar y a mejorar sustancialmente nuestro estudio, todo lo cual redundaría en un mejor conocimiento del desarrollo histórico costarricense.

297

GLOSARIO

ADARME: ADELANTADO:

Medida de peso equivalente a 179 gramos o tres tomines. Jefe de una empresa de descubrimiento y pacificación, el cual era al mismo tiempo gobernador y capitán general en su respectiva jurisdicción, y además tenía facultad para otorgar cargos vitalicios, repartir tierras y encomendar indios.

ARCHICOFRADIA:

Cofradía más antigua de una jurisdicción eclesiástica.

ALCABALA:

Impuesto sobre el comercio realizado en una jurisdicción territorial, el cual se calculaba con base en un 50/o del valor de los bienes muebles o inmuebles comercializados.

ALCALDE JJA YOR:

Autoridad española superior en una provincia indígena o corregimiento.

299

ALCALDE ORDINARIO: Integrante de los cabildos españoles, quien tenía jurisdicción civil y criminal de primera instancia. ALCALDE DE LA SANTA HER.kfANDAD:

Miembro del cabildo español que ejercía, con procedimiento sumario, en los casos de violencia, resistencia a la j-µsticia, violación y allanamiento producidos en zonas despobladas.

ALCALDIA .MAYOR:

Demarcación político-administrativa integrada exclusivamente por pueblos de indios y bajo la autoridad de un Alcalde Mayor o Corregidor.

ALFEREZ REAL:

Puesto dignatario dentro del cabildo español. Como portador del estandarte del Rey.

,

ALGUACIL:

Miembro del cabildo español encargado de ejecutar las órdenes dictadas por los alcaldes.

ALGUACIL .MAYOR:

Funcionario que ejecutaba las disposiciones administrativas, políticas y jurídicas decretadas por el gobernador.

AL.MOJARIFAZGO:

Derechos sobre el comercio de exportación y de importación.

AL.MONEDA:

Venta pública adjudicada al mejor postor.

AL.MUD:

Medida de capacidad equivalente a 24 cuartillos.

ALPARGATA:

Calzado de ·cuero en forma de sandalia . tosca, generalmente conocido con el nombre de caite.

300

ALQUILON:

Indígena supuestamente asalariado que con el permiso del gobernador podía trabajar fuera de su comunidad realizando dos tipos de servicios: ordinarios, en la construcción o en la reparación de viviendas, templos y caminos, y en el cultivo o en la elaboración de productos autóctonos, extraordinarios, en sementeras de trigo.

APAREJOS:

Conjunto de velas y jarcias de una embarcación.

APERO:

Montura de las bestias caballares o mulares.

ARRABAL:

Punto designado en 1682 por las autoridades locales, cerca de la Puebla de los Pardos, para que se avecindaran los mestizos.

ARRIBADA FORZOSA:

Término utilizado por los dueños de naves en complicidad con los comerciantes para disimular el contrabando, argumentando el desembarco forzoso a causa de averías.

ARROBA:

Medida de peso equivalente a 25 libras.

ASTILLERO:

Paraje en los esteros o boca de los ríos donde se construyen y reparan naves.

AUDIENCIA:

Organismo más importante de la administración de la justicia colonial. Como alto tribunal de justicia, estaba integrada por un presidente y varios jueces u oidores, quienes fallaban en las apelaciones presentadas contra las sentencias de las autoridades subalternas. La Corona les atribuyó además funciones políticas y administrativas. 301

AUDIENCIA PRETORIAL:

La que disfrutaba de una gran autonomía además de una vasta jurisdicción territorial (como la de Guatemala).

AYUDA DE COSTA:

Remuneración que solicitaban a la Corona los conquistadores, los pobladores y otros funcionarios, como recompensa por los servicios prestados volunt~riamente.

BIENES COAfUNALES: Caudal obtenido como resultado de las actividades productivas realizadas en comunidad por los pueblos de indios, el cual se invertía en la construcción de cárceles e iglesias, y en la manutención del fraile doctrinero y del culto religioso. BIENES DE DIFUNTO: Bienes muebles e inmuebles que dejaba al morir una persona que no tenía herederos. Esos bienes eran vendidos en almoneda, y el producto en efectivo era remitido hasta Guatemala para que fuera administrado por el "Juzgado de bienes de difunto''. BIZCOCHO:

Pan que se elabora de harina de trigo o maíz y se cuece dos veces, para que se enjugue y dure mucho tiempo, y con el cual se abastecían las embarcaciones.

BREA:

Sustancia resinosa que se obtiene de algunos árboles de la familia de las coníferas, la que mezclada con sebo, cal y aceite de pescado se utiliza para calafatear y pintar las maderas y jarcias de las naves.

BULA DE LA SANTA CRUZADA:

Indulgencias concedidas por los papas a los españoles que guerreaban contra los infieles. En el caso de Costa Rica existe el testimonio de bulas impresas otorgadas a cambio de limosnas.

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BURRO "CUBRIDOR" O "HECHOR":

Semental que se cruzaba con yegua para procrear mulas. Generalmente se le destinaban 100 "yeguas de vientre".

CABALLERIA:

Medida de superficie utilizada en la medición de tierras. En Costa Rica, durante el siglo XVII se estimaba cada caballería en 65 ó 66 manzanas.

CABILDO INDIGENA:

Autoridad de gobierno local de los pueblos de indios, el cual generalmente estaba integrado por caciques y principales.

CABILDO JUSTICIA, GRACIA Y REGilvfIENTO:

Institución de gobierno local de las ciudades españolas. Este ayuntamiento se organizaba de acuerdo con el modelo castellano, y lo configuraban los alcaldes ordinarios, los regidores, el procurador, el alférez real, el fiel ejecutor, el depositario y otros funcionarios.

CABUYA:

Ver pita.

CAJAS DE COMUNIDAD:

Institución que administraba los bienes comunales de los pueblos de indios.

CAJA REAL:

Ver: Real Hacienda.

CALAFATEAR:

Cerrar las junturas de las tablas y maderas de las naves.

CAMPESINIZACION:

Cambio social que se produjo en algunos sectores de la sociedad colonial costarricense, mediante el cual los encomenderos pobres y sus descendientes, a causa de su pobreza no tuvieron más alternativa que cultivar sus propias tierras. 303

CAlkfPESINO CRIOLLO:

Pequeño y mediano productor agropecuario, descendiente de encomenderos, que desarrolló sus labores tanto en el Valle Central occidental como en los Valles de Bagaces, jurisdicción de Esparza.

CAPELLANIA:

Fundación eclesiástica instaurada por cláusula testamentaria en la que el testador designaba los bienes que integrarían el capital de esa fundación. Esos bienes se colocaban en arrendamiento y devengaban un rédito del 5°/o anual que el capellán cobraba por rezar misas en memoria del fundador.

CAPIROTE:

Especie de capa de tela rústica.

CAPITULACION:

Acuerdo~ jurídicos

CARENA:

Reparación que se hacía con brea en el casco de las naves para que volvieran a servir.

CARGA:

Unidad de peso equivalente a tres quintales.

CARGOS DE REPUBLICA:

Cargos civiles de la administración colonial, especialmente los del cabildo español.

CARTA Y RECIBO DE DOTE:

Documento protocolizado en el que se hacía el inventario y avalúo de los bienes otorgados al novio por los padres o parientes de la novia para "aliviarle las cargas del matrimonio''.

CASTA:

Grupo de población que tiene un origen racial producto de la mezcla de blanco, indio y negro.

304

rubricados entre la Corona y los particulares para descubrir y pacificar territorios en Hispanoamérica.

CELEkfIN:

Medida de capacidad equivalente a cuatro cuartillos.

CENSO:

Contrato protocolizado por medio del cual el beneficiario tomaba el Principal de una Capellanía con cargo hipotecario más el pago de un rédito del 5% anual.

CERA NEGRA:

Cera extraída de las abejas negras criollas, la cual era muy utilizada en la construcción y en la reparación de las naves.

CikfARRON·

Ganado silvestre criado en el sapance.

CINCHA:

Faja con que se asegura la silla o albarda a la cabalgadura.

CIUDAD:

Asentamiento español del siglo XVI con el que se iniciaban los procesos de creación del espacio político y de urbanización.

COFRADIA:

Congregación o hermandad que fundaban algunos devotos como obra pía, pero que en la práctica la utilizaban para afianzar su posición social y económica.

CO.MISARIO DEL SANTO OFICIO:

Juez eclesiástico representante de la inquisición, cuyas funciones generalmente eran desempeñadas por el vicario.

CO.MPOSICION DE TIERRAS:

Remedida de tierras llevada a cabo por un juez competente para establecer si había demasías y acordar el pago respectivo.

COA:IUNIDAD INDIGENA:

Familias indígenas que tenían un habitat disperso porque no se habían reducido. 305

CORRAL DE "HINCHIMIENTO":

Encierro para curar, herrar o inventariar ganado. Podía ser construido de piedras, como en Guanacaste, o de "madera nacida'' (generalmente de poró ).

CORREGIDOR:

Máxima autoridad española designada en un corrigimiento, alcaldía mayor o provincia indígena.

CORREGTMIENTO:

Ver: Provincia indígena.

COSTA Y M"INCION:

Situación en la que un descubridor o conquistador realizaba sus actividades por cuenta y riesgo propios.

CRIOLLOS:

Hijos de españoles o de negros, nacidos en América. Por extensión, cosas o costumbres latinoamericanas.

CUARTILLO:

Medida de capacidad equivalente a la cuarta parte de una arroba.

CUERDA CASTELLANA:

Cuerda de 50 varas de largo utilizada como medida lineal en la medición de tierras.

CURA BENEFICIADO:

Miembro del clero secular designado por el Patronato Real como sacerdote o sacristán de una parroquia.

CHIQUIGÜITE:

Cesto o canasta de mimbre o bejuco.

DEFENSOR DE INDIOS:

Nombre asignado a los obispos con base en la misíón que debían cumplir en su diócesis.

DE.MAS/AS:

Nombre utilizado cuando se sospechaba que el propietario de tierras con Título Real, obtenido por medio de Denuncio, poseía mayor cantidad de tierras que las declaradas.

306

DENUNCIO DE TIERRAS:

Serie de trámites burocráticos prolongados y de un elevado costo económico, indispensable para obtener "Título Real de Tierras".

DEPOSITARIO GENERAL:

Miembro del Cabildo Español en quien se depositaban, en custodia provisional, los bienes embargados, congelados o hipotecados a particulares.

DESJARRETAR:

Quebrar las piernas por los jarretes. Fue un procedimiento utilizado para sacrificar al ganado silvestre.

DESOCAR:

Era lo mismo que desjarretar, pero se empleaba cuando se refería a personas. Por ejemplo, en los juicios instruidos en 1620 contra los indígenas de Talamanca algunos de éstos fueron sentenciados a ser desocados.

DERECHO INDIANO:

Conjunto de normas jurídicas emitidas generalmente por juristas e historiadores (siglos XVI y XVII) y aprobadas por el Estado español, para regular las relaciones políticas, económicas y jurídicas de los pobladores y sus descendientes avecindados en el Nuevo Mundo. En lo fundamental estas normas legales fueron instituidas para reglamentar las relaciones de los colonos con los índigenas y moderar las desmesuradas ambiciones económicas y políticas de aquéllos. "Las leyes de Indias expedidas. con este fin no lograron su propósito. Era dificil imponerlas debido a su carácter muchas veces casuista, contradictorio e inseguro. Fueron un conjunto híbrido: el paternalismo medieval se entremezclaba con ideas renacentistas de los derechos individuales; el pro307

teccionismo tradicional de la Coi ona se entremezclaba con ideas mercantilistas modernas; y elementos feudales disyuntivos chocaban con la centralización del poder en manos del Monarca. Las Leyes de Indias trataban de reconciliar en vano, en la mayoría de los casos, el antagonismo inherente a una situación en que convergen intereses contrapuestos. El sistema era el de ''control remoto" que, para ser eficaz, hubiera necesitado modernos medios de comunicación y vigilancia que no eran factibles.'' Friede, Juan, 1976, p. 8-Q. DERRA.MA:

Contribución extraordinaria que se asignaba a los indígenas de un pueblo cuando éste recibía la visita de una autoridad civil o eclesiástica. Generalmente se pedían gallinas, huevos, cerdos y pasto para las mulas.

DIEZ.MO:

Impuesto de carácter eclesiástico, pero administrado por la Real Hacienda, que consistía en el pago del 1 Oo/o de todo lo producido en labores agropecuarias. Los indígenas fueron eximidos del diezmo.

DIPUTADO:

Miembro principal de una cofradía, quien tenía a su cargo la recolección de limosnas.

DON:

Título honorífico dado a todos los conquistadores-pobladores y a todos sus descendientes. También se adjudicó este título a la nobleza indígena.

DOÑA:

Ver: Don.

DUCADO:

Moneda de oro equivalente a 11 reales.

308

EJIDOS:

Tierras comunales, tanto en las ciudades españolas como en los pueblos de indios. Eran medidas, a partir del centro de la plaza de cada pueblo, en forma de círculo con un radio de 2.5 kilómetros.

ENCOMIENDA:

Grupo de familias de indios asignado a los pobladores para que les sirvieran a éstos y a sus descendientes por dos generaciones. A cambio de ese servicio, cada encomendero debía procurar la evangelización de los indígenas de su encomienda.

ENCOMIENDA DE ESPERA:

Ofrecimiento que se les hacía a los conquistadores de otorgarles en encomienda a los indígenas que conquistaran y pacificaran.

ENCOMIENDA EMBARGADA:

Aunque el encomendero tuviera cédula de encomienda, ésta tenía que ser confirmada ante la Audiencia o ante el Consejo de Indias; de lo contrario era embargada.

ENCOMIENDA VACANTE:

La que quedaba libre después de haberse cumplido las dos vidas de su posesión, o cuando el encomendero original la abandonaba o fallecía sin dejar herederos.

ENJARCIAR:

Poner las velas y los aparejos a una embarcación.

ENTRADA Y SACA:

Procedimiento empleado por las autoridades para incursionar en regiones alejadas y así poder buscar y .capturar a los indios que, después de haber sido encomendados habían huído de sus pueblos.

ESCRIBANO:

Importante funcionario de la administración colonial. Desempeñaba el papel de not~rio y daba fe pública de los diferentes documentos que rubricaba. Su función no 309

era escribir, puesto que para tal fin exis..; tían los "escribientes". Había diferentes clases de escribanos: público (encargado de los protocolos), de cabildo (encargado de instruir las informaciones y juicios seguidos por los alcaldes ordinarios), de gobernación, de la Real Hacienda, de las Bulas, de visita y otros. ESTANCIA:

Hacienda de campo destinada a la agricultura y a la ganadería.

FANEGA:

(Hanega). Medida de capacidad equivalente a 48 cuartillos.

FIEL EJECUTOR:

Miembro del cabildo español encargado de inspeccionar el peso y la medida de las mercaderías y de los productos vendidos al público consumidor.

FIRl'JADO:

Escritura del nombre propio con sus respectivos apellidos. Para efectos legales no era válido por carecer de rúbrica.

FRAGATAS:

Buques de gran tamaño y resistencia utilizados para la navegación en mar abierto. Su construcción requería una serie de materiales que abundaban en el Pacífico Norte. Las fragatas se caracterizaban por sus tres palos o mástiles, que requerían grandes cantidades de mantas de algodón para sus velas y de pita y cabuya para sus jarcias. La quilla, de madera, generalmente tenía una longitud de más de 25 varas y era construida de una sola pieza de cedro o pochote.

GANADO CRIOLLO:

Ganado vacuno y caballar criado y desarrollado en Hispanoamérica, con base en el que introdujeron los conquistadores y pobladores.

310

GANADO DE HIERRA ARRIBA:

Ganado que tenía más--tfe un año, porque a esa edad se marcaba con el fierro de su dueño.

GENEROS DE CASTILLA:

Géneros, instrumentos y mercancías en general, traídos a Hispanoamérica desde España.

GENEROS DE LA CHINA:

Productos, generalmente de lujo, transportados por el Galeón de la China desde las Filipinas y otras regiones de Oriente hasta Acapulco (México), los cuales posteriormente eran comercializados en las distintas colonias.

GENEROS DE LA TIERRA:

Productos y subproductos agropecuarios producidos o elaborados en Hispanoamérica.

GOBERNACION:

Jurisdicción territorial, política, jurídica y administrativa.

GRANJERIA:

Ganancia y utilidad que comercio.

HACIENDA:

1. Cúmulo de bienes muebles e inmuebles. 2. Finca con tierras generalmente dedicadas a la ganadería.

HATO:

Porción de ganado que generalmente pastaba en tierras realengas o de ejidos, lo cual significa que el dueño de un hato necesariamente no era propietario de tierras.

HISPANOAMERICA:

Territorios americanos pacificados y poblados por la Corona española.

HISPANO-. COSTARRICENSE:

Ver: criollo.

s~

obtiene con el

311

INDIOS DE GUERRA:

Indígenas no reducidos y hostiles a la dominación española.

INDIOS REDUCIDOS:

Indígenas sometidos a autoridades españolas y ubicados en "pueblos de indios'.''.'.

INTESTADO:

Situación legal de la persona que al fallecer dejaba bienes sin disposición testamental.

JAQUIMA:

Parte de los aperos elaborada con cuero y mecate, que sirve para ceñirles y sujetarles la cabeza a las bestias.

JARCIA:

Aparejos y cabos de un buque.

JUEZ DE COMISION:

Individuo designado por las autoridades para que realizara una sumaria sobre casos extraordinarios.

JUEZ DE NATURALES: Ver: Corregidor. JUEZ DE RESIDENCIA: El encargado de instruir y dictaminar un ''Juicio de Residencia". JUICIO DE RESIDENCIA:

·JUZGADO ECLESIASTICO:

312

Causa del Derecho Indiano por medio de la cual todos los funcionarios de alto rango dentro de la administración colonial, eran obligados a dar cuenta de los oficios que habían desempeñado. Tribunal presidido por el vicario y con jurisdicción sobre varias comisarías: el Juzgado de Capellanías, la Subdelegación de la Bula de la Santa Cruzada, la recaudación de diezmos y la Comisaría del Santo Oficio de la Inquisición. La \Comisaría del Santo Oficio conocía de casos sobre brujerías, amancebamientos, usura, contratos y juegos ilícitos. Como se puede ver, el problema de controlar a la sacie-

dad colonial por medio de los mecanismos civiles sufrió, en cierta medida, una modificación jurisdiccional, puesto que algunos delitos civiles fueron tipificados como pecados que pertenecían a la jurisdicción del Tribunal del Santo Oficio. LABRADOR:

Pequeño y mediano productor que cultiva sus propias tierras.

LEGUA CASTELLANA: Medida lineal equivalente a cinco kilómetros y medio. MAESTRO DE CAM"PO: Oficial de grado superior en las milicias españolas y criollas. MANDAS FORZOSO:

Tres limosnas que el testador estaba obligado a señalar en su testamento y cuyo monto era a su voluntad: una para los Santos Lugares de Jerusalem, otra para la Virgen de Guadalupe y la tercera parte para la Redención de Cautivos.

MANZANA DE TIERRA: Medida de superficie utilizada en el trazo de villas y ciudades y en la medición de tierras. Cada uno de sus lados mide 100 varas, por lo tanto abarca una superficie de 10.000 varas cuadradas. MARA VED/:

Fracción del peso (moneda nacional) equivalente a la trigésimacuarta parte de un real.

.MARCO:

Unidad de peso equivalente a 8 onzas utilizada para pesar oro y plata.

MAYORDOMO:

Administrador de los bienes de la Iglesia o de las cofradías. 313

.MEDIA ANATA:

Impuesto ~xtraordinario cobrado por la Real Hacienda a los individuos que eran favorecidos con título de tierras y cargos administrativos .

.MERCED:

Extensión de tierra concedida por la Corona para recompensar a los pobladores.

MESTIZO:

Persona nacida de la unión de india con español o viceversa.

.MIEL DE TRIBUTO:

Miel extraída de las abejas silvestres. Era muy apreciada por los españoles, quienes la exigieron en grandes cantidades como tributo en especie.

.MORADOR:

Español o criollo que se asentaba provisionalmente en un punto fuera de su vecindario.

.MORTUAL:

Causa mortuoria seguida por las autoridades para inventariar, valorar y adjudicar los bienes a los herederos forzosos, y para cancelar las deudas del difunto.

.MOSTRENCOS:

Bienes muebles e inmuebles que carecen de dueño conocido.

NAGUATLATO:

Indígena que servía de intérprete.

NEGROS Y .MULATOS Personas no sujetas jurídicamente a esclaLIBRES: vitud. OIDOR:

314

Ministro togado integrante de la Audiencia de Guatemala. Todos los oidores, ade- . más de sus funciones administrativas, tenían la potestad de oir en juicios civiles y criminales.

1rr :.··

ONZA:

Medida de peso equivalente a 16 adarmes.

ORDENANZAS:

Mandamientos que documentaban una serie de disposiciones para reglamentar determinados asuntos.

ORDENES REGULARES:

Congregaciones religiosas como la de los franciscanos, los mercedarios, los dominicos y otras, las cuales en lo fundamental, realizaron una labor doctrinal y misional entre los indígenas.

OREJANO:

Ganado sin herrar y por lo tanto, sin dueño legal.

PANIAGUADOS:

Familiares, criados y allegados de las autoridades procedentes de España.

PARCIALIDAD:

Fracción de los vecinos de un pueblo de indios otorgada en encomienda.

PARROQUIA:

Iglesia construida en una ciudad bajo la jurisdicción del Real Patronato Indiano.

PATA CON:

Otra de las denominaciones que tenía el peso de plata (ver: peso).

PATRONATO REAL:

Conjunto de derechos y privilegios concedidos a la Corona Española por Alejandro VI, los cuales hicieron de la Iglesia Hispanoamericana otra rama de la administración colonial.

PEONAJE POR DEUDAS:

Trabajo exigido al indígena que no podía cancelar sus deudas con dinero.

PESO:

Unidad monetaria equivalente a ocho reales. 315

PETACA:

Fardo de tabaco en rama que pesaba aproximadamente un quintal.

PITA:

Planta nativa de América, familia de las amarilídeas, de cuyas hojas se fabrica hilasa y mecate.

POBLADOR:

Hombre que durante el siglo XVI participó en la fundación de una ciudad y se avecindó en ella por un lapso de seis años con lo que se convirtió en noble y por lo tanto, fue acreedor a un sinnúmero de prerrogativas.

PODER:

Escritura protocolizada en la cual un individuo otorga facultad legal a otra persona para que actúe en su nombre en asuntos de carácter general o especial.

PRAGMATICA:

Real Provisión decretada para que tuviera vigencia en todos los territorios indianos.

PRINCIPAL:

Valor total de los bienes con los cuales se fundaba una capellanía.

PRIOSTE:

Ver: Mayordomo.

PROCURADOR:

Integrante del Cabildo Español, representante de los intereses de la comunidad.

PRODUCTOR DIRECTO:

Indio tributario que en compañía de su familia y de los demás miembros del pueblo cultivaba las tierras comunales para producir el tributo en especie.

PROVINCIA:

Ver: Gobernación.

PROVINCIA

Jurisdicción integrada por varios pueblos

316

INDIGENA:

de indios, entre los cuales se destacaba uno como pueblo principal y sede del cabildo y del cacique.

PUEBLO DE INDIOS:

Asentamiento de indígenas reducidos y encomendados.

QUINTAL:

Medida de peso equivalente a 100 libras o 4 arrobas.

QUINTAR:

Pagar a la Real Hacienda la quinta parte de los metales extraídos en América en forma particular. Este gravamen también recaía sobre los utensilios de plata atesorados, como cucharas, jarros, platos y otros. Cuando su dueño cancelaba el quinto, el utensilio se marcaba con un sello especial.

RACION:

Cantidad de productos alimenticios extraídos de los bienes de comunidad que cada pueblo de indios estaba obligado a entregar a su fraile doctrinero.

REAL:

Octava parte del peso de plata.

REAL CEDULA:

Documento mediante el cual se decretaban instrucciones jurídicas, políticas o administrativas a los funcionarios reales. Era menos solemne que la Real Provisión y más extenso que los que, con carácter público emanaban de la autoridad soberana.

REAL HACIENDA:

Institución local encargada de recaudar y administrar los ingresos de la Corona: tributos reales, almojarifazgos, alcabalas, derechos de naves, rentas estancadas, venta de papel sellado, ingresos por la venta de cargos, situados de guerra, multas y otros. 317

REAL PROVISION:

El más solemne de los documentos emanados de la autoridad soberana. Era el medio para promulgar ordenanzas y títulos, y para designar cargos (seculares y eclesiásticos), mercedes, indultos, confirmaciones y otros.

REDUCCION INDIGENA:

Nombre utilizado para designar a los . ''pueblos de indios''.

REGIDORAZGO:

Denominación de los cargos del ayuntamiento o Consejo Municipal.

REPARTLMIENTO:

Acción de repartir indios para que sirvieran a los pobladores. Acción de repartir tierras y encomiendas. Mecanismo de explotación empleado por autoridades y encomenderos, el cual consistía en vender al crédito y por la fuerza, diversas mercancías a precios elevados entre los indígenas.

RESCATAR:

Cambiar o trocar oro, plata y otros objetos preciosos, por mercaderías ordinarias, adornos, cuentas y otros objetos de poco valor.

RESERVADO(A):

Dícese del cacique o del indígena eximido del pago de tributo, por mayoría de edad,!. enfermedad o impedimento fisico.

RESINA:

Sustancia viscosa, untuosa e insoluble en el agua que se obtiene de las coníferas, la cual es muy utilizada para carenar.

REZAGO:

Porción del tributo que en ocasiones quedaba pendiente de pago, por lo que los indígenas eran obligados a cancelarlo en un plazo fijado por las autoridades.

318

RUBRICADO:

Rasgo que se agregaba a cada firma para darle a ésta autenticidad jurídica.

SACRISTAN:

Sacerdote ayudante del "cura beneficiado".

SAPANCE:

Sitio en el cual se criaba y desarrollaba el ganado silvestre.

SECUESTRO:

Embargo de bienes muebles e inmuebles aplicado para responder por las costas personales y procesales en una causa criminal.

SEÑOR:

Título nobiliario que generalmente se adjudicaba al dueño o amo de una encomienda. Los nobles criollos y todos sus descendientes eran reconocidos también con este título.

SER VICIO PERSONAL: Ver: Alquilón. SITIO:

Paraje o terreno determinado. En Guanacaste y en algunas áreas de Puntarenas, se utiliza este término para referirse a lugares conocidos. Ejemplos Sitio Viejo, Sitio de las Loras, Sitio de los Monos. También se utiliza este término para referirse al lugar en que se pastorea el ganado cimarrón.

SOBREEXPLOTACION: Explotación exagerada de que fue objeto el indio encomendado. Dicha expoliación fue de tal magnitud que la familia encomendada con frecuencia enfrentaba la escasez de alimentos necesarios para su reproducción biológica. SOLAR:

Cada una de las cuatro porciones en que se dividía una manzana en las ciudades y 319

villas. Cada solar constaba de 2. 500 varas cuadradas. TAMEME:

Indio cargador.

TASACION:

Regulación que hacían las autoridades de la Audiencia para calcular el tributo de los indígenas encomendados.

TERCIO DE NA V/DAD: Segunda mitad del tributo en especie impuesto a los pueblos de indios, la cual debía ser cancelada el 24 de diciembre. TERCIO DE SAN JUAN: Primera mitad del tributo anual en especie, la cual era cancelada por los pueblos de indios o parcialidades cada 24 -de junio, día de San Juan. TESORERO JUEZ OFICIAL REAL:

Funcionario ·que a partir de 163 7 tuvo a cargo, en Costa Rica, la administración de la Real Hacienda.

TIERRAS COM"UNALES:

Ejidos asignados a cada pueblo de indios.

TIERRA ADENTRO:

Región de Talamanca.

TOMIN:

Medida de peso equivalente a 60 gramos.

TOSTON:

Unidad monetaria equivalente a 4 reales, o sea a medio peso.

TRIBUTARIOS:

Entre 1578 y 1638: indígenas (varones) encomendados y casados. A partir de 1638: indígenas (hombres y mujeres) mayores de 25 años, casados(as), solteros(as) y viudos(as).

USUCAPID:

Modo de adquirir el dominio sobre una propiedad mueble e inmueble por haber

320

pasado el tiempo que las leyes establecían para que la reclamara su legítimo dueño. VAQUERIA:

Infraestructura donde estaba la galera y el corral para cuidar terneros, ordeñar vacas, elaborar quesos y guardar canoas, sal y otros productos.

VECINO:

El que había ganado el domicilio en una ciudad por haberla fundado o por haber habitado en ella durante el tiempo que estipulaba la Ley.

VELA:

Pieza de lona o de manta que se amarra a las perchas para recibir el viento que impele la nave.

VICARIO:

Máxima dignidad eclesiástica de una Gobernación. Era también representante del Santo Oficio.

VIRREINATO:

Cada una de las dos jurisdicciones territoriales en que se dividió Hispanoamérica durante los siglos XVI y XVII.

VIRREY.·

Máxima autoridad representante del· Estado Español en las Indias la cual estaba a la cabeza de cada virreinato.

VISITA:

Según el Derecho Público Indiano, acción jurídica realizada por un oidor en cualquier momento que surgieran problemas reales o se sospechara la existencia de éstos .

VISITA CANON/CA:

Según el Derecho Canónico, obligación que tenían los Obispos de visitar anualmente todas las ciudades, pueblos y barrios de su diócesis.

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321

VISITADOR:

Oidor que realizaba la "Visita". Tenía jurisdicción sobre todas las autoridades civiles y eclesiásticas del territorio visitado, podía decretar Ordenanzas y sus sentencias eran inapelables. En el caso de Costa Rica, encontramos un buen ejemplo en la visita que en 1676 realizó el oidor Dr. Benito de Novoa Salgado y las respectivas Ordenanzas que decretó como fuero especial en favor de los indígenas costarricenses.

YEGUA DE VIENTRE:

Yegua joven y en capacidad de reproducirse.

ZAMBO:

Hijo de negro o mulato e india o viceversa.

ZURRON:

Saco generalmente de cuero utilizado para el transporte del cacao.

322

CRONOLOGIA 1 502

Cristóbal Colón llega a lp.s costas del litoral Atlántico Centroamericano en su cuarto y último viaje.

1 509

Se crea la Gobernación de Veragua, la cual incluye la región del Atlántico costarricense.

151 O

Vasco Núñez de Balboa funda el primer asentamiento español estable en tierra firme, llamado Santa Maria la Antigua del Darién.

1511

Se funda la gobernación de Tierra Firme, la cual tiene como primer gobernador a Vasco Núñez de Balboa.

1513

Se descubre el Mar del Sur (Océano Pacífico).

1513

Se crea la Gobernación de Castilla de Oro, la cual abarca la región del Pacífico costarricense y tiene a Pedrarias Dávila como primer gobernador.

1519

Se funda la ciudad de Panamá como centro político para descubrir y habilitar los territorios de la costa del Pacífico Centroamericano. 323

1519

Hernán Ponce de León y Juan de Castañeda recorren el Golfo de Osa, la comarca de Cuchiras, en Quepo, la ensena~ da de Tivives y la entrada al Golfo de Nicoya.

1 522

Gil González de A vila inicia la empresa en la cual tiene contacto directo con los indígenas del Pacífico de Costa Rica, de Nicoya y de Nicaragua.

1 524

Francisco Fernández inicia la configuración colonial de Nicoya y Nicaragua, al fundar los asentamientos de Villa Bruselas, León y Granada.

1 524

La encomienda surge y se consolida en regiones mesoamericanas productoras de cacao (Soconusco y Sonsonate).

1 525

Los españoles reconocen la existencia del Desaguadero y lo recorren hasta el raudal del Toro.

1 529

Martín Estete navega por el Desaguadero hasta el raudal del Toro. Ahí desembarca y luego recorre por tierra la provincia de Suerre, la cual posteriormente pasa a ser parte de la jurisdicción de Cartago.

1 530

Se establece el cargo de Protector de Indios para todos los obispos. de Hispanoamérica.

1 535

Felipe Gutiérrez es nombrado Gobernador de Veragua.

1 538

Se erige la Audiencia de Panamá.

1 539

Alonso Calero y Diego Machuca completan el recorrido del Desaguadero (Río San Juan) hasta su desembocadura en el Océano Atlántico.

1 540

Se señala la jurisdicción territorial de Diego Gutiérrez, la cual se extiende a lo largo del litoral Atlántico comprendido entre el Ducado de Veragua y el Río Grande de Aguán.

1 542

Se suprime la Audiencia de Panamá.

1 543

Se crean la Audiencia de Guatemala y la de

324

Nicaragua~

1 543- Diego Gutiérrez sale de Granada por el Desaguadero y llega 1 544 a las costas de Suerre, en donde funda la Villa de Santiago

y la dota de cabildo y de las autoridades respectivas. 1544

Fray Antonio de Valdivieso es nombrado obispo y defensor de indios de Nicaragua y Costa Rica. Inspirado por Fray Bartolomé de las Casas, inicia una campaña en contra de los abusos que la familia Contreras cometía con los indígenas de Nicaragua y Nicoya.

1545

Fray Antonio de Valdivieso es asesinado por los hijos de Rodrigo de Contreras.

1546

Juan Pérez de Cabrera es designado Gobernador de Costa Rica con lo que adquiere los derechos otorgados a Diego Gutiérrez: cargos vitalicios, libertad para organizar rescates de oro y cabalgadas, facultad para repartir mercedes de tierra y encomiendas de indios.

1548

Se les tasan a los indios de Nicoya los tributos en especie de productos autóctonos.

1 549- Se emite la Real Cédula en que la Corona prohíbe la realiza1 556 ción de nuevas conquistas, la cual se mantiene hasta 1556. 1 554

Se crea el Corregimiento o Alcaldía Mayor de Nicoya y se designa a Pedro Ordóñez de Villaguirán como su primer corregidor. Con esta medida se consolida la estructuración colonial de Nicoya.

1560

Juan Estrada Rávago funda la Villa del Castillo de Austria en la Bahía del Almirante y en la vega del río Changuinola, y cerca de ésta funda el puerto de San Jerónimo.

1561

Juan de Cavallón funda la ciudad del Castillo de Garcimuñoz en el Valle Central Occidental. Igualmente funda la ciudad de la Villa de los Reyes en la vega del río Jesús María, Pacífico Central y el puerto de Landecho en la boca de ese río.

1561

Se reinicia la conquista formal de Costa Rica. 32.5

1561

Se establece una ruta de acceso hacia el Valle Central a través de Chames y Landecho.

1 563

Se exhibe en Cartago una carta del Presidente de la Audiencia de Guatemala, fechada en 1563 y dirigida al Cabildo, en la cual éste se compromete a la distribución de encomiendas.

1563

El exfraile franciscano Juan Estrada Rávago, primer vicario y primer misionero y fundador de la Iglesia Católica en Costa Rica, junto con Fray Pedro Betanzos y Fray Lorenzo de Bienvenida, inician el proceso de catequización de los naturales.

1563

Antonio Alvarez funda Nueva Cartago en la vega del Río Diquís o Térraba (Pacífico Sur) y en la boca de este río funda el puerto Coronado.

1564

Juan Vázquez de Coronado funda Cartago en el Valle Central Oriental. ·

1 566

La Corona designa a Perafán de Ribera Gobernador y Capitán General de Costa Rica.

1 566

La Corona organiza el sistema de flotas que se establece en Panamá.

1567

Felipe 11 promulga las ""Reales Ordenes'', en las cuales declara hijosdalgo y personas nobles/a los pobladores de Indias y a sus descendientes en cualquier grado de consanguinidad.

1568

Se emite la Real Provisión de la Audiencia de Panamá, en la que se le ordena al Gobernador de Costa Rica que encomiende a los pueblos de indios y reparta las tierras entre las personas beneméritas.

1 568

Perafán de Rivera funda la ciudad de Aranjuez en las márgenes del río Aranjuez, y habilita la boca de este río como el Puerto de La Ribera.

326

1 569

Perafán de Ribera inicia el repartimiento de encomiendas de indios.

1 569

Se inicia la fundación de pueblos de indios, tomando en cuenta patrones sociopolíticos y económicos prehispánicos (cacicazgos, relaciones de propiedad y de producción comunales).

1 569- Se inicia la explotación de los pueblos de indios encomenda161 O dos, por medio del tributo en especie de productos autóctonos. 1570

Perafán de Ribera otorga a Alvaro de Acuña, un título de merced de tierras las cuales son conocidas con el nombre de Sabana Grande al oeste de la Ciudad del Lodo.

1571

Perafán de Ribera comunica al Rey acerca de los repartimientos de tierras y encomiendas.

1571

Perafán de Ribera funda la ciudad del Nombre de Jesús en la vega del Río Diquís o Térraba.

1571

Se funda la custodia franciscana de Cartago.

1572

El Padre Estrada Rávago realiza la descripción de la Gobernación de Costa Rica.

1573

Felipe 11 promulga las ''Ordenanzas de Nuevo Descubrimiento y Nueva Población''.

1574

Alonso Anguciana de Gamboa funda la ciudad del Espíritu Santo y el astillero de La Barranca, en la boca del río del mismo nombre.

1574

Se traslada la ciudad de Aranjuez a la ciudad del Espíritu Santo.

1575

El obispo Fray Antonio de Laya crea la Provincia Franciscana de San Jorge de Nicaragua y Costa Rica, y da un informe del número de vecinos encomenderos en cada una de las ciudades del Reino de Guatemala. 327

1576

Alonso Anguciana de Gamboa funda la ciudad de Espíritu Santo o Nuestra Señora de Carribete y el puerto de Suerre, en la vega y en la desembocadura del río Suerre respectivamente.

1577

Diego de Artieda y Chirinos funda la ciudad del Nuevo Reino de Navarra y Señora de la O en la vega y río Chiricamola y Guaymí.

1577

El mismo Artieda funda la ciudad de Esparza y habilita el puerto de la Caldera en mar abierto.

1577- Cartago funciona como sede de la Real Hacienda. A partir 1637 de 1637 es anexada a las Cajas Reales de la Provincia de Nicaragua. 1578

Se establece la categoría de tributario para toda la jurisdicción del Virreinato de la Nueva España.

1 584

El encomendero Gaspar Rodríguez es favorecido con una merced de tierras en el Valle de Ujarraz, la cual abarca gran parte de lo_, que hoy es el cantón de Paraíso.

1587

Las Cajas de Comunidad son institucionalizadas por el Gobernador Diego de Artieda y Chirinos.

1 587

Se funda la Cofradía del Santísimo Sacramento, con sede en el Convento de San Francisco en Cartago.

1588

Se funda la Cofradía de la Veracruz, con sede en el Convento de San Francisco en Cartago.

1590

Francisco Pavón explora varias zonas de Costa Rica (costa norte hasta el río Sarapiquí y las vías de acceso hacia los puertos del Golfo de Nicoya) para facilitar el comercio que venía de España e iba hacia Perú.

1 590

El Licenciado Velázquez Ramiro decreta la primera tasación general de los indígenas encomendados.

328

1 590

El cabildo y el pueblo de Santa Catalina de Garabito demandan al exgobernador Artieda y Chirinos y al Alcalde de Esparza, por la "usurpación" de 200 fanegas de maíz de la comunidad.

1591

Se eliminan los repartimientos de mercedes de tierra por Real Cédula y se legisla una nueva forma de apropiación de la tierra mediante los ''Denuncios" y "Composición''.

1 592

El Licenciado Velázquez Ramiro, Oidor, Visitador y Gobernador Interino, confirma las encomiendas otorgadas a Perafán de Ribera y a Anguciana de Gamboa.

1 594

Se funda la Cofradía de la Pura y Limpia Concepción, con sede en el Convento de San Francisco en Cartago.

1596

Se pretende establecer el obispado en la gobernación de Costa Rica.

1 600- Se producen conflictos entre los sectores dominantes por 1 61 O apropiarse de la mano de obra de los indios que habían

sobrevivido a la catástrofe demográfica. 1 604

Los ingleses penetran en el puerto de Suerre y lo arrasan.

1605

La Audiencia de Guatemala envía a un Juez Receptor para que investigue los abusos y atropellos que los encomenderos y autoridades cometen contra los indígenas.

1 605

Se funda Santiago de Talamanca.

1 608

Alonso de Bonilla pide refuerzos para proseguir la conquista de Talamanca.

1 61 O

Se produce una insurrección general de los aborígenes de Tierra Adentro contra los vecinos de la ciudad de Talamanca.

161 O

Los· astilleros entran en crisis por la relevancia que adquiere Guayaquil (Ecuador) al convertirse en centro astillero de gran relevancia. 329

1611

El Doctor Pedro Sánchez de Araque lleva a cabo la primera visita a la Gobernación de Costa Rica realizada por un Oidor.

1611

Se inicia la '"justa guerra~~ en 1a región de Talamanca y Quepo con el propósito de obtener mano de obra.

1611

El Doctor Pedro Sánchez de Araque realiza la segunda tasación general.

1611-· Los servicios personales de los indígenas encomendados al1 699 canzan preponderancia económica. 1613

Se establece una guarnición en Chirripó para controlar a los indígenas de Tierra Adentro y acosar a los de Talamanca.

1 61 5

Se redefine oficialmente la situación jurídica del indio alquilón.

1 61 5

Los indígenas alquilones son obligados a construir viviendas particulares, conventos e iglesias y edificios públicos fuera de Cartago.

1 623

Se funda la Cofradía de La Soledad, con sede en su propia ermita, en Cartago.

1 624

Se introduce el uso de la moneda en los pueblos de indios, al exigírseles a éstos el tributo mixto (en moneda y en especie).

1 625

La Corona empieza a acaparar las encomiendas vacantes y embargadas.

1 629

Los encomenderos y vecinos de los valles de Barva y de la Mata Redonda se autodefinen labradores y "campesinos".

1 632

La Audiencia de Guatemala envía a un Juez de Composición de Tierras para que lleve a cabo la revisión de títulos, remedidas y composición de tierras en Costa Rica.

330

1635

Los oficiales de la Real Hacienda de Costa Rica son facultados para despachar naves por Suérre y La Caldera hacia Panamá y Portobelo.

1 636

Los principales del pueblo de Quepo piden a la Audiencia que los Corregidores no los obliguen a comprar "al fiado'' (repartimiento de mercaderías).

1637

La Real Hacienda de Costa Rica es anexada a la de León, Nicaragua.

1 638

Por medio de una Real Cédula se establece que todos los indígenas mayores de 16 años acudan a los servicios personales.

1 638

La Audiencia decreta que las encomiendas concedidas después de 1635 deben entregar a las Cajas Reales la tercera parte de sus rentas anuales.

1638

El Teniente de Oficiales Reales de Esparza informa que en el pueblo indígena de Chame queda como único tributario Antonio Vázquez, indio soltero.

1638- Remando de Sibaja y Jerónimo de Retes aplican la entrada 1 640 y saca entre los indios votos.

1 639

Se dispone que todos los solteros, hombres y mujeres mayores de edad (25 años), deben pagar tributo.

1 640

En Quepo se produce una crisis en la producción del cacao.

1 641

Se funda la Cofradía de San Nicolás de Tolentino, con sede en Cartago.

1652

El peso perulero se devalúa en un 250/o.

1 652

Se funda la Cofradía de los Angeles, en Cartago.

1 653

Los oficiales de la Real Hacienda de León promulgan un auto acerca de cómo deben tributar los indios naborías. 331

1657

Se realiza la primera transacción inmobiliaria protocolizada relacionada con la economía del cacao.

1660

Se producen invasiones de piratas y bucaneros en el litoral Atlántico.

1665

Los piratas ingleses desembarcan en Portete.

1665

En vista del descenso de la población indígena encomendada de Costa Rica, los vecinos de Cartago solicitan la anexión de la Alcaldía de Nicoya.

1667

Todas las encomiendas son gravadas con el 19,5o/o de sus rentas.

1667

A cada indio tributario se le impone un tributo extraordinario de un almud de maíz cada año.

1671

El Cacique y los principales del pueblo de Pacaca demandan ante el Visitador a su doctrinero por abusos del Corregidor.

1673

Don Benito de Novoa Salgado realiza la tercera tasación general.

1676

Los piratas invaden el Valle de Matina.

1681

Se descubren los lavaderos de oro del Valle de Santa Ana.

1682

Se informa que hay 100 mulatos y negros libres en La Puebla de los Angeles, 29 en Esparza y 16 mestizos en el Arrabal ' de Cartago.

1682

Se da a conocer un padrón general que contiene datos de 20 pueblos de indios, con un total de 1.343 individuos.

1682

Se levanta un padrón de la población no indígena de Costa Rica.

1685 1686 1687

Los piratas invaden la ciudad de Esparza, el puerto de La Caldera y la Alcaldía de Nicoya.

332

1 686

Se funda el barrio del Arrabal, en Cartago, para ubicar a los mestizos.

1688

Se levanta un padrón de los mestizos ubicados en la Jurisdicción de Esparza, en el sector comprendido entre los ríos Salto-Tempisque y Chome.

1 691

Se levanta un padrón de los vecinos no indígenas de la jurisdicción de Cartago.

1692

Se levanta un padrón del pueblo San Juan de Herrera de los naborías, eón un total de 271 individuos.

1 697

Se levanta un padrón de los 18 pueblos de indios existentes en la jurisdicción de Cartago, en el cual se registran 662 individuos.

1 699

Se levanta un padrón general de los 16 pueblos de indios ubicados en el Valle Central, con una población total de 1.105 personas.

333

BIBLIOGRAFIA COMENTADA

l.

FUENTES PRIMARIAS

A. Manuscritos originales

l.

ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE LEON, NICARAGUA:

En enero de 1983 formé parte de un equipo que realizó una jornada de investigación en el archivo de la Catedral de León, república de Nicaragua. Estrictamente hablando y a la fecha de nuestra visita, en lugar de archivo deberíamos referirnos a un depósito de documentos manuscritos, ya que estaban sin clasificar y no se encontraban al servicio del público. A pesar de estas limitaciones, es justo reconocer que el Vicario, presbítero Marcelino Areas, puso a nuestra disposición una impresionante cantidad de legajos que están bajo su custodia, los cuales, obviamente tienen relación directa con la historia eclesiástica de Costa Rica. Es importante destacar que en ese depósito localizamos manuscritos de los siglos XVII, XVIII y XIX, no sólo de carácter eclesiástico, como era de esperar, sino que también de tipo civil como protocolos, mortuales y actas del Cabildo de León. De estos fondos revisamos aproximadamente un 5º/o, y fotocopiamos los expe335

dientes que consideramos fundamentales para nuestras investigaciones. Entre las fuentes eclesiásticas importantes para la historia social hay que mencionar las administrativas, por tratarse de expedientes que dan noticias fehacientes acerca de la relación entre los fieles y las diferentes instancias de la estructura eclesiástica. Para especificar cuáles fuentes con tales caracteristicas han sido utilizadas en este trabajo, hemos de referimos al Derecho Canónico, dentro del cual existió la Visita Canónica, que el Obispo o su delegado debía realizar cada año a los pueblos de indios y ciudades españolas. El objetivo de esta visita era el de "una general inquisición y visitación y escudriñación de la vida y costumbres de todos sus súbditos y del tratamiento que reciben los naturales.'" Realmente el contenido de los expedientes que analizamos sobrepasó nuestras expectativas, al cerciorarnos de los desafueros y agravios cometidos por los frailes doctrineros, tanto en contra de la fe cristiana, como en perjuicio de los indios encomendados. Trabajamos con varios legajos de ese tipo, los cuales, por no estar clasificados ni descritos, enumeraremos únicamente con el nombre de los pueblos visitados por el Obispo o por su delegado, la fecha de la visita y el número de folios correspondientes.

Visitas Canónicas a: Cartago, Nicoya, Pacaca y Ujarraz. Tucurrique y Urinama. Aserrí y Pacaca. Currirabá, Pacaca y Nicoya. Cartago y Esparza. Barva. Ujarraz. Tucurrique. Pacaca. Currirabá y Aserri. Quircó, Tobosi y Cot. Ujarraz, Tucurrique y Tuis. Currirabá y Aserrí.

336

5-12-1685, 1- 9-1690, 7-12-1690, 4- 6-1697, 31-12-1704, 6-12-1704, 1- 1-1706, 9-12-1706, 8- 6-1706, 5- 1-1708, 2- 2-1708, 4- 4-1 708, 31-12-1 711,

46 15 6 15 7 5 4 4 4

fls. fls. fls. fls. fls. fls. fls. fls. fls. 5 fls. 5 fls. 6 fls. 1O fls.

2. ARCHIVO DE LA CURIA METROPOLITANA DE COSTA RICA

Entre los valiosos y abundantes manuscritos que resguarda este archivo utilizamos los que integran las dos secciones principales: la Sección Pastoral Administrativa y la Sección Sacramental.

Sección Pastoral Administrativa Contiene varias series entre las que se destacan las cofradías, las capellanías, las obras y los fondos píos, todo acomodado en cajas con varios legajos cada una.

Caja No. 1: 1) Legajo de la Cofradía de la Pura y Limpia Concepción del pueblo de Quircó, 1677-1833 (63 folios). 2) Legajo de la Cofradía de la Pura y Limpia Concepción de Cartago, 1594-1720 (30 folios). 3) Legajo de la Cofradía de la Pura y Limpia Concepción de Cartago, 1636-1667 (65 folios). Caja No. 2: 1) Legajo de la Cofradía de la Veracruz, 1675-1698 (41 folios). 2) Legajo de la Cofradía del Rosario, 1639-1665 (28 folios). 3) Legajo de la Capellanía fundada por el encomendero Francisco de Chávez, 31-10-1651 (6 folios). 4) Legajo de la Cofradía del Rosario, el cual contiene los autos originados por problemas entre los familiares del vicario Domingo de Echavarría Navarro, descendientes de encomenderos, y esa cofradía, por la posesión de una capilla construida en la Iglesia Parroquial de Cartago, 1677 (30 folios). 5) Legajo sobre la fundación de una capellanía en 1639 (5 folios). 6) Legajo de un cabildo celebrado por los fundadores de la Cofradía de la Veracruz el 18-9-1588 (1 folio). Caja No. 3: 1) Legajo de la Cofradía de la Veracruz, el cual contiene el ingreso de hermanos y de limosnas, elección de diputados, censos de Capellanías, etcétera, 1699 (4 folios). 2) Legajo que contiene las Ordenanzas de la Cofradía de La Soledad, 1593-1634 (23 folios). 337

3) 4) 5) 6) 7)

Legajo sobre la fundación de la Cofradía de Los Angeles, 28-51652 (9 folios). Legajo que se refiere al inventario y elecciones de la Cofradía de La Soledad, 1692-1610 (6 folios). Legajo perteneciente a la Cofradía mencionada, el cual contiene egresos por pago de misas. 1679-1766 (18 folios). Legajo de la fundación de Capellanías y Patronazgo, 1636 (5 folios). Legajo de cargo de la Cofradía de La Soledad, 1672-1825 (40 folios).

Caja No. 4: 1)

2) 3) 4)

Contiene el Libro Copiador del Licenciado Manuel de Jesús Jiménez, en el cual reconstruye el cuadrante de la ciudad de Cartago, con el nombre de su vecindario. Esta representación corresponde a los años 1608-1650-1670 y 1690 (200 páginas). Legajo que se refiere a la Cofradía de San Nicolás de Tolentino, 1641-1650 (15 folios). Legajo con informes sobre el cargo y descargo de la Cofradía del Santísimo Sacramento, 1679-1729 (20 ,íolios). Legajo sobre la Cofradía de San Nicolás de Tolentino, 16561700 (16 folios).

Sección Sacramental Aquí se localizan los manuscritos fundamentales para el análisis demográfico, entre los cuales hay que destacar las actas de bautizos, matrimonios y defunciones. Estos registros están distribuidos en varios libros que se iniciaron a finales del siglo XVI. Lamentablemente la documentación correspondiente a los siglos XVI y XVII es incompleta, tanto por el deterioro como por el extravío de legajos. El problema esencial lo constituye el faltante de actas bautismales por varios años seguidos a lo largo del siglo XVII, e idéntico problema se presenta con el registro de actas matrimoniales, el cual se inició en la segunda mitad del siglo XVII. Pero, a pesar de las restricciones indicadas, utilizamos los tres primeros libros que aportaron datos esenciales para este trabajo, cuya reseña detallamos a continuación: Libro lo. de Bautizos de Cartago, del 19-10-1595 al 27-12-1668 ( 150 folios). 338

Libro 2o. de Bautizos de Cartago, del 23-4-1680 al 10-5-1695 ( 168 folios). Libro 3o. de Matrimonios de Cartago, 16-4-1662 al 7-10-1698 (30 folios).

3. ARCHIVO NACIONAL DE COSTA RICA Sin duda alguna la información documental sobre la cual se ha fundamentado el presente estudio es la que hemos extraído de los valiosos expedientes que tiene esta institución al servicio de los investigadores. Antes de proceder al detalle de estas fuentes, es útil describir cada una de las series consultadas.

Cartago: Esta documentación, de la cual existen originales desde 1577, contiene diversos aspectos relacionados con la administración colonial. Entre los tipos diplomáticos indianos emanados de la autoridad soberana y de las locales están la Real Provisión, la Real Cédula, las Ordenanzas, los Bandos y otros. En términos generales, esta serie es importante porque permite determinar la política oficial en relación con los diversos campos de la administración colonial. Por otro lado se evidencian las pretensiones de la Corona por mantener un control absoluto sobre los territorios indianos, por ejemplo mediante disposiciones sobre las elecciones y la jurisdicción de las autoridades, el cobro de tributos y los aranceles. No obstante, el contenido de esta clase de fuentes debe tratarse con reserva, pues a pesar de la avalancha de reales provisiones, reales cédulas, decretos y bandos, los procesos reales en las colonias se caracterizaron por las luchas entre los grupos sociales que se estructuraron en Hispanoamérica por causa de la búsqueda y realización de intereses contrapuestos.

Complementario: Este fondo consta de un considerable número de piezas, algunas de las cuales no son originales sino transcripciones de los manuscritos depositados en el Archivo de Indias. Entre los expedientes más importantes que contiene esta serie hay que destacar los siguientes: 339

1)

2) 3) 4)

Las Informaciones de Méritos y Servicios recopiladas a instancias de conquistadores, pobladores, encomenderos, funcionarios de alto rango, y otros, con el fin de obtener encomiendas. La importancia de estas fuentes radica en la detallada y valiosa información que los testigos aportan en sus declaraciones. Manuscritos que se refieren a la correspondencia entre los frailes doctrineros locales y las autoridades superiores. Autos sobre Bienes de Difunto, ejecutados por la autoridad competente. Cuentas de la Real Hacienda, los cuales son sin duda los legajos más útiles, puesto que en ellos se detallan los ingresos reales por concepto de tributos reales, vacantes y embargados, alcabalas, oficios vendibles, almojarifazgos, medias anatas, embargos, secuestros, derechos de entradas y salidas de naves y otros. Complementariamente se pormenorizan los egresos: gastos de administración, "situado de guerra'', evangelización de los indios de Talamanca, sueldo de los curas, beneficiados y otros.

Contencioso Administrativo: La información que aportan los manuscritos de esta serie es la base para estudiar la apropiación de tierras con Título Real por medio de los denuncios realizados en forma colectiva o privada. Los fondos de esta serie se inician en 1650, y junto con la compra-venta protocolizada de tierra y las mercedes otorgadas durante el siglo XVI, constituyen la base para el estudio de la propiedad agraria durante los siglos XVI y XVII. Otro punto que conviene destacar en estos manuscritos es. la rica información histórico-geográfica que contienen. En los autos de medidas se mencionan nombres de accidentes geográficos que persisten hoy día, la dimensión de cada rumbo, el nombre de los colindantes, etc. Además cuando se determina el valor de cada caballería de tierra, los testigos declaran sobre las características del suelo, para qué eran útiles, y qué empleo se les podía dar de acuerdo con su cercanía respecto de rutas terrestres o marítimas.

Guatemala: Esta serie está integrada por los documentos devueltos por el Gobierno de Guatemala al de Costa Rica a finales del siglo pasado. La información suministrada por estos legajos se refiere, en primer 340

término, a los juicios civiles y penales elevados ante la Audiencia como tribunal de última instancia. Los juicios civiles son de diferente índole, entre los cuales hay que mencionar las causas sobre Bienes de Difunto, Juicios de Residencia, querellas cotidianas suscitadas entre los grupos dominantes de la sociedad colonial y otros. Los autos sobre juicios penales también eran remitidos hasta la Audiencia, en donde se dictaminaba la sentencia definitiva. Otra clase de documentación que contiene esta serie es la relacionada con el otorgamiento o embargo de encomiendas y su avalúo y tasación.

Mortuales: Esta serie destaca entre los fondos documentales más importantes para la historia socioeconómica. Según las autoridades del Archivo hay 12.459 piezas emitidas entre 1640 y 1895. No obstante esta delimitación, hemos fichado mortuales correspondientes a la primera década del siglo XVII, por ejemplo la del Maestre de Campo Rodrigo de Cárdenas, ejecutada en el pueblo de Chame en 1608. Entre la información más relevante que contiene este tipo de fuentes hay que subrayar los aspectos relacionados con la evolución de los grupos dominantes, sus relaciones de parentesco, origen y posición social y, en fin, el estado económico del otorgante y sus actividades lucrativas. Todo esto se establece en los minuciosos inventarios de los bienes acumulados, con la ventaja de que cada bien inventariado y adjudicado en el remate correspondiente es valorado en términos monetarios. Además, en toda ejecución de una causa mortuoria se especifican las gananciales, los bienes dotales y parafernales y la distribución de hijuelas entre herederos.

Protocolos: Estos, junto con las mortuales, integran los expedientes fundamentales para abordar la historia social. Como su nombre lo establece, son escrituras de instrumentos públicos ejecutadas ante la autoridad competente, las cuales se inician en 1602 con el escribano Gaspar de Chinchilla. Esta documentación contiene detalles meticulosos acerca de la compra y venta de bienes muebles e inmuebles, y sobre testamentos, codicilios, cartas-poder (dotales y de horrios), alquiler de indios, hipotecas, censos sobre capellanías, cofradías y bienes tutelares y remate de diezmos y tributos. 341

Series: 1) Cartago: 027, 028, 1078, 1078, 1078, 1Q78, 1078, 1078, 1131, 001, 005, 1117, 007, 1078, 012, 008, 009, 1132, 013, 1078, 011, 016, 012, 015, 019, 020, 021, 023, 024, 022, 025, 026, 027, 029, 030, 031, 1135,

8- 5-1577 6- 5-1583 ' 15- 5-1592 ' 30- 5-1597 ' 19-12-1600,' 19- 8-1608, 3- 9-1608, 11- 7-1614 . ' 10-12-161 5' 12- 4-1624 8- 1-1635,' 8- 1-1635, 28- 3-1637, 29- 5-1637, 20- 1:.1638, 25- 1-1638, 23- 3-1638, 24- 3-1638 ' 18- 5-1638, 8- 6-1638, 2- 7-1638 2- 7-1638,' 9- 7-1638, 13- 7-1638, 31-10-1638, 13-11-16 38' 19-11-1638, 19-11-1638, 22- 1-1639, 23- 1-1639, 13- 3-1639, 29- 3-1639 30- 3-1639,' 29-12-1639, 30-12-1639, 25- 9-1642 11-10-1644,' .

fls. 33 V - 35. fls. 28-30. fls. 11-13. fls. 14-16. fls. 20-20 V. fls. 27-30. fls. 29-32. fls. 1- 8. fl. 8. fl. 22. fl. 10. fl. 90. fl. 2. fls. 113-11 5. fl. l. fl. 2. fl. l. fl. 7. fl. l. fls. 120-125. fl. 2. fl. 2. fl. l. fl. l. fl. l. fl. l. fl. 4. fl. l. fl. l. fls. 14. fl. 4. fl. 2. fl. 2. 22 fls. 2 fls. 1 fl. 34 fls.

034, 038, 039, 040, 041, 116, 1126, 043, 045, 046, 047, 048, 050, 051, 052, 057, 059, 062, 064, 065, 066, 070, 071, 073, 075, 129, 078, 130, 094, 083, 085, 086, 1078, 094, 1133, 098, 943,

1 fl. 9-11-1651 ' 1 fl. 1- 3-1653, 2- 3-1653 3 fls. 4- 7-1654,' 1 fl. 13- 1-1622, 14 fls. 17- 6-1662, 3 fls. 3 fls. 30- 6-1667, 1 fl. 26- 1-1672, 2 fls. 4- 2-1674 20- 2-1675 ' 20 fls. 1 fl. 16- 4-1676,' 1 fl. 16- 4-1676 21- 2-1677,' 16 fls. 10- 1-1678 15 fls. 4 fls. 20- 1-1678,' 5- 5-1679 14 fls. 20-10-1679,' 20 fls. 3- 3-1681, 9 fls. 10- 4-1681, 6 fls. 7-11-1681, 67 fls. 9 fls. 21- 2-1682, 13- 3-1683, 11 fls. 2 fls. 27- 4-1683, 4 fls. 30- 7-1683, 11- 2-1684 11 fls. 28-11-1684,' 38 fls. 4 fls. 12- 3-1685 ' 2 fls. 26- 3-1685 3- 3-1687' 45 fls. 23- 3-1691 ' 18 fls. 23- 4-1691,' 10 fls. 9- 6-1692, 17 fls. 27- 6-1696, fls. 428-430V 20- 7-1697, 45 fls. 7 fls. 13- 9-1698, 2- 1-1699, 12 fls. 18- 3-1699, 63 fls.

3997, 0058, 0059,

14- 6-1664, 10- 8-1664, 31-12-1664,

2) Complementario: 5033, 5068, 5009,

342

28- 8-1562 1 fl. 7- 5-1563,' fl. 2 V. 23-10-1563, 45 fls.

5 fls. 5 fls. 14 fls.

!..

'·~: t

~.··

5102, 4186, 5038, 5055, 5057, 5023, 5671, 5024, 5041, 5040, 5369, 5050, 1147, 5048, 5135, 5135, 5129, 0711, 5121, 5147, 5148, 5141, 5134, 3577, 5111, 5208, 5210, 5211, 5450, 3579, 5118, 3581, 3587, 4962, 5203, 5204, 3498, 3382, 0005, 6511, 4960, 0004, 3582, 0013, 0018, 0011, 0020, 0021,

23-10-1563, 1- 1-1564, 2- 1-1564, 23- 9-1564, 24- 7-1565, 24- 7-1567, 30- 4-1569, 28- 1-1572, 29-10-1573, 1-12-1573, 18- 2-1574, 17- 3-1574, 1- 1-1575, 24- 3-1576, 1- 3-1577, 1- 3-1577, 15- 4-1578 4- 8-1579,' 1- 4-1581 30- 3-1583,' 29- 1-1585, 15- 5-1587, 19- 3-1597, 1- 1-1600, 5- 1-1602 1- 1-1603,' 18-12-1604, 5-10-1605, 27-11-1607, 7- 3-1609, 26- 1-1611, 22- 4-1611, 16- 8-1613, 3- 1-1620, 4- 1-1620, 26- 2-1620, 21-12-1622, 1-12-1623, 1- 6-1624' 1- 1-1625, 30-77-1627, 1- 1-1630 10- 5-1634,' 5- 1-1635, 4-11-1637, 4-11-1637 5- 2-1638,' 4-12-1638, .

18 fls. 3 fls. 9 fls. 9 fls. 2 fls. 53 fls. 1 fl. 2 fls. fls. 12. 5 fls. 6 fls. 4 fls. 3 fls. 1 fl. fls. 3-4. fl. 4 V. 8 fls. 1 fl. 1 fl. 1 fl. 1 fl. 1 fl. 8 fls. 25 fls. 34 fls. 14 fls. 2 fls. 10 fls. 27 fls. 351 fls. 18 fls. 129 fls. 23 fls. 20 fls. 20 fls. 4 fls. 56 fls. 1 fl. 1 fl. 6 fls. fls. 29V.-30. 5 fls. 1 fl. 37 fls. 1 fl. 10 fls. 3 fls. 2 fls.

0057, 5207, 5208, 5181, 5188, 0174, 5188, 3818, 0060, 3891, 0061, 0062, 0063, 0064, 0065, 0066, 0067, 0069, 2812, 0071, 0070, 2415, 2813, 0073, 0074, 2815, 2816, 2818, 2817, 0076, 7393, 0078, 0079, 0080, 5218, 5221, 5100, 0087, 0084, 0088, 0095, 0096, 0091, 0092, 0097, 0098, 3900, 3901,

20-11-1665, 8 fls. 30-11-1665, 3 fls. 6- 1-1666, 2 fls. 2 fls. 2- 5-1666, 3- 5-1666, 4 fls. 3 fls. 4- 5-1666, 2 fls. 12- 5-1666, 1- 1-1667, 16 fls. 2 fls. 14- 1-1667, 17- 1-1667, 20 fls. 2 fls. 30-12-1667, 10 fls. 1~ 1-1668, 1- 1-1669, 11 fls. 1~ 1-1669, 5 fls. 1- 1-1670, 8 fls. 1- 1-1670, 6 fls. 5- 1-1670, 2 fls. 1- 1-1671 16 fls. 1- 1-1672' 8 fls. ' 2 fls. 4- 1-1672 4- 1-1672,' 6 fls. 1- 1-1673, 4 fls. 2 fls. 10- 1-1673, 7 fls. 29- 6-1673, 1- 7-1673, 29 fls. 18-10-1673, 4 fls. 2 fls. 20-10-1673, 21-10-1673, 16 fls. 3 fls. 20-11-1673, 11- 2-1674, 38 fls. 11- 4-1674, 2 fls. 28- 8-1674, 27 fls. 31-12-1674, 48 fls. 129- 8-1674, 9 fls. 5 fls. 20- 3-1675, 5 fls. 6- 3-1675, 5 fls. 10- 6-1675, 31-12-1675, 10 fls. 4- 1-1676, 32 fls. 2- 1-1677 3 fls. 8 fls. 3- 1-1677,' 7 fls. 7- 5-1677, 4- 8-1677, 27 fls. 3- 1-1678, 13 fls. 3- 1-1678, 11 fls. 12- 1-1678, 60 fls. 28- 4-1670, 61 fls. 8 fls. 8- 5-1678 '

343

3385, 5380, 0022, 0019, 0023, 0764, 3767, 5381, 3586, 3885, 2809, 3231, 0093, 0029, 3232, 5200, 0031, 0030, 5052, 5193, 0033, 0035, 3582, 0037, 2811, 0039, 0040, 0042, 0044, 5293, 0045, 0049, 0050, 3585, 5292, 0053, 5291, 5307, 5174, 5175, 5176, 3386, 0055,

344

30-12-1638, 1- 2-1639, 3-10-1639, 4-10-1639, 5- 1-1640 15- 2-1641 ' 8- 4-1641,' 28- 6-1642, 16- 1-1643, 6- 5-1644 31-12-1644,' 5- 8-1645, 10- 2-1646, 2- 3-1646, 12- 1-1647, 12- 1-1648, 12- l-1648a 12-12-1657, 20- 9-1649, 1- 1-1652, 12- 1-1652, 28- 3-1653, 14- 6-1653, 10- 5-1654, 17- 2-1657, 22- 2-1657, 23- 5-1657, 7- 6-1657, 30-12-1658, 2- 1-1659, 8- 7-1659, 1- 1-1660, 17-12-1661, 1- 1-1662, 16-10-1662, 16-10-1662, 20-11-1662, 1- 1-1663, 8- 3-1663, 14- 4-1663, 1- 4-1663, 4- 4-1663, 28-10-1663, 18-12-1663,

2 fls. 7 fls. 2 fls. 9 fls. 6 fls. 1 fl. 3 fls. 2 fls. 2 fls. 7 fls. 1 fl. 1O fls. 44 fls. 1 fl. 5 fls. 6 fls. 96 fls. 2 fls. 5 fls. 6 fls. 19 fls. 7 fls. fl. l. 5 fls. 8 fls. 12 fls. 11 fls. 4 fls. 4 fls. 8 fls. 14 fls. 7 fls. 5 fls. fls. 146-150. 4 fls. 6 fls. 5 fls. 5 fls. 40 fls. 2 fls. 4 fls. 1 fl. 10 fls.

0102, 3903, 0110, 0114, 0105, 0115, 0106, 0108, 0109, 0111, 0112, 0116, 3904, 3574, 5225, 6023, 0120, 6071, 6089, 6090, 6092, 3909, 2820, 6096, 3915, 3916, 3919, 3921, 6098, 6097, 6101, 6103, 0125, 6105, 3926, 0118 bis 3573, 6111, 3947, 3928, 0024, 3951, 3955,

14- 7-1678, 18- 8-1678, 3- 1-1679, 4- 1-1679, 9- 2-1679, 9- 2-1679, 12- 2-1679 ' , 12- 2-1679, 25- 6-1679, 8- 7-1679, 9- 7-1679, 24- 9-1679, 19- 2-1680, 1- 7-1680, 31-12-1680, 1- 1-1682, 7- 5-1'682, 1-12-1683, 31-12-1684, 31-12-1684, 1- 1-1685, 17- 7-1685, 14- 2-1686, 31-12-1686, 30-10-168 7' 13- 3-1688, 20- 5-1688, 6-10-1688, 31-12-1688, 31-12-1688, 31-12-1689, 31-12-1690, 25- 8-1691, 31-12-1691, i-7- 3-1693, 1- 4-1693 26- 1-1695,' 31- 1-1696, 25-10-1697' 10-12-1698, 22- 1-1699, 22- 6-1699, 5- 7-1799,

3 fls. 25 fls. 3 fls. 1O fls. 3 fls. 9 fls. 4 fls. 1 fl. 2 fls. 1 fl. 1 fl. l fl. 37 fls. 1O fls. 1 fl. 36 fls. 18 fls. 9 fls. 8 fls. 8 fls. 6 fls. 27 fls. 84 fls. 10 fls. 20 fls. 11 fls. 12 fls. 10 fls. 11 fls. 9 fls. 12 fls. 1O fls. 25 fls. 15 fls. 10 fls. 5 fls. 7 fls. 25 fls. 13 fls. 4 fls. 1 fl. 1O fls. 21 fls.

3) Contencioso Administrativo:

3180, 3898, 4040, 4150, 4060, 2447,

1433111-

3-1650, 3-1664, 3-1664, 1-1668, 3-1668, 2-1682,

15 fls. 15 fls. 1O fls. 9 fls. 9 fls. 12 fls.

4070, 2843, 2164, 1864, 2202,

2- 1-1690, 2- 5-16 91, 1792-1826, 2- 1-1794, 1- 1-1853,

16 16 90 15 35

fls. fls. fls. fls. fls.

4) Guatemala:

005, 24- 9-1564 59 fls. 006 bis, 3-15 74,' 17 fls. 007, 2 7- 7-15 7 7, 1O1 fl.s. 22-10-1590, 71 fls. 008, 008 bis, 4- 6-1593, 27 fls. 009, 27- 8-1594, 10 fls. 010, 1- 6-1594, 2 fls. 011, 10-11-1595, 358 fls. 012, 8- 5-1598, .2 fls. 013, 13-11-1600, 52 fls. 014, 9- 1-1603, 34 fls. 014 bis, 14- 7-1603, 2 fls. 015, 5- 1-1604, 174 fls. 015 bis, 3- 7-1604, 1 fl. 016, 29- 3-1605, 15 fls. 017, 29- 3-1605, 16 fls. 018, 25- 8-1605, 13 fls. 019, 27- 8-1605, 69 fls. 020, 9- 6-1606, 28 fls. 021, 19- 1-1607, 5 fls. 022, 22- 8-1607, 328 fls. 023, 14- 2-1608, 30 fls. 024, 28- 7-1608, 396 fls. 025, 5- 1-1609, 57 fls. 026, 20-12-1609, 110 fls. 026, 18- 2-1610, 56 fls. 028, 20- 3-1610, 3 fls. 029, 21- 4-1610, 33 fls. 030, 10- 5-1610, 6 fls. 031, 5- 3-1611, 41 fls. 033, 28-11-1613, 36 fls. 035, 2- 5-1615, 2 fls. 037, 18- 5-1615, 51 fls. 041, 10-12-1621, 30 fls. 042, 1O- 2-1623, 46 fls. 044, 23- 2-1623, 16 fls. 046, 28- 3-1623, 3 fls. 047, 28- 3-1623, 7 fls.

048, 049, 050, 051, 052, 053, 055, 056, 057, 060, 062, 067, 068, 069, 075, 076, 077, 079, 080, 081, 082, 084, 063, 087, 089, 088, 092, 100, 101, 102, 103, 105, 106, 114, 115, 118 bis, 120,

28- 3-1623, 19- 4-1623 20- 4-1623,' 26- 8-1623, 22- 9-1623, 22- 9-1623, 1- 1-1624 16- 2-1625,' 16- 2-1625, 17- 2-1626, 5-10-1630, 5- 2-1632, 22- 4-1632, 29-11-1632, 26- 4-1634, 7- 7-1634, 28- 3-1636, 2- 8-1636, 8-11-1636, 28-12-1636, 1- 1-1637, l 0-10-1638, 10-12-1638, 17- 9-1639, 4- 1-1640, 23- 7-1640, 5- 1-1645, 21-12-164 7, 7- 4-1648, 15- 4-1649, 21-10-1650, 28- 9-1654, 29- 9-1654, 22- 1-1684, 15- 7-1684, 26- 9-1693, 21- 8-1694,

5 fls. 10 fls. 8 fls. 48 fls. 1O fls. 5 fls. 5 fls. 24 fls. 4 fls. 2 fls. 4 fls. 15 fls. 2 fls. 140 fls. 23 fls. 126 fls. 78 fls. 2 fls. 13 fls. 5 fls. 8 fls. 4 fls. 59 fls. 1 fl. 2 fls. 2 fls. 22 fls. 6 fls. 13 fls. 14 fls. 244 fls. 53 fls. 5 fls. 38 fls. 14 fls. 10 fls. 14 fls.

5) Mortuales: Cartago:

606, 607, 788, 416, 776, 1067, 417, 881, 609, 529, 777, 613, 530, 778, 614, 924,

1 - 8-1606, 26- 7-1608, 18- 9-16 31, 1- 1-1640, 2 5- 5-164 7, 10-11-1650, 7- 5-1654, 31- 4-1655, 1- 9-1658, 22- 9-1661, 6-10-1666, 1- 1-1671, 3- 9-1671, 13- 2-1672, 18- 3-1672, 22- 7-1678,

54 fls. 74 fls. 19 fls. 58 fls. 113 fls. 47 fls. 2 fls. 19 fls. 35 fls. 11 fls. 15 fls. 102 fls. 12 fls. 5 fls. 56 fls. 17 fls.

1038, 725, 739, 1146, 783, 619, 620, 1040, 887, 427, 429, 430, 683, 433, 538, 1156,

17- 8-1598, 3- 5-1614, 27- 4-1679,

26 fls. 56 fls. 20 fls.

2474, 2473, 2163,

7- 7-16 8 1, 5- 2-1682 7- 7-1683,'

3- 8-1614, 39 fls. 1- 1-1650, 65 fls.

2164, 2174,

1- 3-1688, 100 fls. 1- 5-1672, 111 fls.

21- 7-1679, 42 fls. 25- 3-1680, 34 fls. 29- 9-1683, 6 fls. 29- 9-1683, 112 fls. 3- 7-1686, 1O fls. 5 fls. 13-12-1686, 14-12-1686, 10 fls. 8- 1-1691, 23 fls. 4- 5-1691, 54 fls. 18- 5-1693, 57 fls. 3- 2-1693, 17 fls. 12-10-1694, 13 fls. 7- 2-1696, 24 fls. 18- 6-1696 51 fls. 8- 7-1704,' 93 fls. 22- 6-1708, 65 fls.

Puntarenas:

2475, 2480, 2476,

3 5 fls. 19 fls. 40 fls.

Guanacaste:

2222, 2221,

6. Protocolos: Cartago:

801, 802, 803, 804, 805, 806, 807, 808,

346

1607, 1629, 1629-1630, 1632, 1638-1640, 1640, 1646, 1647-1698,

fls. fls. fls. fls. fls. fls. fls. fls.

1-71 V. 1-44 V. 1-81 V. 1-223 V. 1-340 V. 1-48 V. 1-45 V. 1-76 V.

82 7, 828, fls. 1-61 829, 830, 831, 832, 833,

16 81, fls. 76-112 V. 1677-1678-1679-1680-1681, V. fls. 1-7 V. 1680, 1680-1681, fls. 1-36 V. 1682-1683, fls. 1-32 V. fls. 1-60 V. 1684, . 1684-1685, fls. 1-101 V.

809, 1649, fls. 1-59 V. 810, 1650, fls. 1-42 V. 811, 1654-1655, fls. 1-21 V. 812, 1656, fls. 1-20 V. 813, 1657, fls. 1-27 V. 814, 1658-1659, fls. 1-35 V. 815, 1654-1655-1659-16601661-1662-1663, fls. 1-265 V. 815 bis, 1654-1655-1657-16621663-1664-1665-1666-1667' fls. 269-537 V. 816, 1664-1665, fls. 1-8 V. 817, 1665-1666, fls. 1-222 V. 817 bis, 1657-1658-1659-1661fls. 225-527 V. 1666-1668-1669, 818, 1664-1668-1670-1671, fls. 1-41 v. 819, 1670, fls. 1-82 V. 820, 1672, fls. 1-24 V. 821, 1673, fls. 1-49 V. 822, 16 73-16 74, fls. 3-4 3 V. 823, 1675, fls. 1-48 V. 824, 1675-1676-1680, fls. 1-100 V. 825, 1677-1678-1679, fls. 1-176 V. 826, fls. 1-48 V. 1679,

834, 1685-1686, fls. 1-53 V. 835, 1686-1687, fls. 1-107 V. 835, 1686-1687, fls. 1-107 V. 836, 1683, fls. 111-115 V. 837, 1688, fls. 1-99 V. 838, 1689, fls. 1-154 V. 839, 1690, fls. 1-138 V. 840, 1689-1690-1693, fls. 1-31. 841, 1691, fls. 1-149 V. 842, 1692, fls. 1-143 V. 843, 1693, fls. 1-132 V. 844, 1687-1691-1692-1693-1694, fls. 1-84 V. 845, 1694, fls. 1-3 5 V. 846, 1695, fls. 1-67 V. 847, 1695, fls. 1-31 V. 848, 1696, fls. 1-149 V. 849, 1697, fls. 1-101 V. 850, 1698, fls. 1-58 V. 851, 1698, fls. 1-70. 852, 1699, fls. 1-195. 853, 1697-1699-1700, fls. 1-80. 866, 1602-1657-1658-1659-16671670-1671-1672-1673-1677, fls. 1-45.

B. Transcripciones l. ARCHIVO NACIONAL DE COSTA RICA

Serie: Complementario 5386, 3370, 6506, 3371, 4960, 4964, 0001, 6502,

1- 1-1523 7- 5-1524' ' 1- 1-1 52 6-91, 18- 1-1527 1529-1860,' 24- 4-1529, 5- 9-1539, 30-12-1545,

8 fls. 17 fls. 83 fls. 9 fls. 56 fls. 28 fls. 5 fls. 1O fls.

347

4189, 3372, 3389, 0002, 4235, 1258, 6503, 5671, 5610, 5676, 5897, 6504, 6510, 5611, 3373, 7237, 3932, 5380, 5381, 3390, 1258, 6512, 3584, 4185, 5669,

20- 9-1546, 19 fls. 1- 1-1547, 2 fls. 1- 1-1556, 9 fls. 21- 1-1557, 3 fls. 7- 2-1561, 4 fls. 4- 8-1561, 4 fls. 15- 4-1567, 26 fls. 1- 4-1569, 4 fls. 30- 9-1576, 3 fls. 4-12-1576, 8 fls. 2-11-1580, l fl. 22- 4-1583, 3 fls. 15- 2-1591, 9 fls. 22- 7-1602, 6 fls. 21- 7-1609, 3 fls. 2- 8-1616, 3 fls. 11- 8-1623, 28 fls. 9-12-1636 a 5-5-1649, 20 fls. 28- 6-1642, 20 fls. 10-12-1652, 3 fls. 18- 7-1658, 5 fls. 25-11-1663, 18 fls. 24- 7-1665, 48 fls. 2- 3-1691, 8 fls. 24-12-1692, 3 fls.

C. Impresos: Consideramos como fuentes primarias aquellos impresos que contienen transcripciones de documentos manuscritos originales, de los cuales hemos utilizado los siguientes: Fernández, León . Colecciones de documentos para la Historia de Costa Rica. 10 Vols . San José, Costa Rica: Imprenta Nacional. París, Francia: Imprenta Pablo Dupont. Barcelona, España: Imprenta de la viuda de Luis Tasso, 1881-1907. Fernández Guardia, Ricardo. (Editor). Cartas de Juan Vázquez de Coronado, conquistador de Costa Rica. Barcelona, España: Imprenta de la viuda de Luis Tasso, 1908. 348

11. FUENTES SECUNDARIAS A. Obras Especializadas:

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5.

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360

ANEXOS

ANEXO 1-A

LAS ENCOMIENDAS Y LOS ENCOMENDEROS DE 1569 Nombre del conquistador

1-

Poblador

1- Jurisdicción de Esparza

Encomendero

1-

Ubicación de los pueblos de indios encomendados

Pacífico Central

Pacífico Seco

1. Antonio Alvarez

Jurisdicción de Cartago

Valle Central

1. 2. Garabito

Puririce

Garabito Chucasque

6. Francisco de Estrada 7. Esteban de Mena 8. Luis González 9. Juan López 1O. AlonsO" Pérez 11. Lic. Antonio de Olivera

12. Domingo Hernández 13. Román Benito 14. Hernán Gutiérrez 15. Jerónimo Barros 16. Juan de Cárdenas 17. Alonso Gutiérrez de Sibaja 18. Juan Sánchez Terreros 19. Luis Diaz T rejo 20. Diego de Alvarado

1. 2.

Ujarraci y TurichiUjú Garabito Turrialba Turrialba Turrialba Turrialba Chica Coo

1. 2. 1. 2.

Chirripó Quircó Sara Atirro Aquicerri Tobosi Buxebur Tayutic Güicerí Turrialba Carucap Pucuca y Pura Pura Pocoa

1.

2 1. Juan Alonso

2.

22. Diego Quintero 23. Francisco Genovés 24. Jerónimo de Villegas

1. 2.

Atirro Zuringa Pocoa o Pococí Votos 1/2 Ca tapas Pococí

25. Francisco Magariño 26. Pedro de Balmaceda 2 7. Lucas de Escobar 27

4

16

Pacífico Central y Sur

600 400 150 250 400 300

Garabito

3. Juan Solano 4. Juan Romo 5. Pero Alonso

TOTALES

Vertiente Norte. Atlántica y Talamanca

Currirabá

2. Diego de Trejo

Número Caciques Principales de indios

12



7

200 400 400 300 400 400

1

?

150 150 150 150 300 400 100 200 300 300 300 200 100 250 100 300 300 7

? 300 8250

7

6

363

(Continuación Anexo 1-A) Nombre del conquistador

1-

Poblador

1- Jurisdicción de Esparza

Encomendero

1-

1. Juan Mejía Valladares 2. Francisco Lobo de Gamaza

Ubicación de los pueblos de indios encomendados

Pacífico Central

Pacífico Seco

Juñsdicción de Cartago

Valle Central

Vertiente Norte, Atlántica y Talamanca

Pacífico Central y Sur

Garabito

400 300

Turrialba Chica Coo

1.

Número Caciques Principales de indios

175

3. Pero Díaz de Loría 2.

Chirripó

4. Alvaro de Acuña 5. Alonso de Lidueña

150 300 300

Atirro Atirro (abajo) Aquicerri Corroci

6. Baltazar González 7. Pedro de Ribera y Escobar 8. Pero García Carrasco

200 300 300

Pariagua y Pacha gua

1.

Orocí

100

9. Bias Vera Bustamante 2. 1O. 11 . 12. 13. 14.

Martín de Miranda Alonso Jiménez Francisco Bonilla Diego Hernández Simón Sánchez

15. 16. 17. 18. 19.

Cristóbal Abrego Alonso de Morales Martín Blásquez Francisco Díaz Juan de la Puente

Pariagua y Pachagua Zurinza Ayaque Guazara

150 300 300

300 Uriaba

1. Garabito

2.

Marena Tabequeri Bejú Votos 1/2 Patica Uru y Turriú Pocora y Jurrú

20. Antonio de Carvajal 1.

250 100 200 250 200

? ? ? Cía

350

2 1..Juan Zárate 22. Francisco de Fonseca TOTALES

364

22

2. 1. 2.

Curaic

50

? 7

Avangares Corobicíes 2

2

7

13

3

4975

4

2

ANEXO 1-B

LAS ENCOMIENDAS Y LOS ENCOMENDEROS DE 1569.

Poblador

1- Ubicación de los pueblos de indios encomendados Número Caciques Principales de indios 1- Jurisdicción de Esparza Jurisdicción de Cartago

Encomendero

1-

1. Diego López de Ribera

1. 2. 1. 2. 3.

Nombre del conquistador

2. Cristóbal de Alfaro

Pacífico Central

Pacífico Seco

Coctos

15. Diego de Cáceres

26. Miguel Villalobos 27. Salvador Lozano 28. ? Martínez 29. Francisco Rodríguez 30. Diego de Cáceres 31 . Juan Pérez 32. Domingo Fonseca 33. Bernardino Saravia

1. 2. 3.

200 400 350 50

Cía Gurde Güicací

?

300 150 200 200 100 250 400 200 400 150 400 300 350 200 200 300 300 200 300

Aoyaque Ud ea ro Moya gua Cariba Cariba Caraquiború Mesabarú Curbubite Mesabarú Tariaca Cirore Bejú Tariaca Moya gua Moyagua Ursuá Paraba si Ciruro Caraquiború y Ciruro

1. 2. 1. 2.

1. 2. 3.

Boruca Toboba Cabra

- Tices

? ?

Gotane y Cocora Turrialba

2

? ? ?

150 200 200 150 150 150

Caraquiború Ciruro Tariaca Tariaca Tariaca Tariaca

2. 34. Gaspar Delgado TOTALES 34

2

400 Chirripó

1.

?

Xarixaba

16. Pedro de Cáceres 17. Francisco Ramiro 18. Pedro de Albis 19. ? Morón 20. ? Monzón 2 1. Bartolomé Pérez Prado 22. Juan Román 23. ? Lucero 24. Matías Palacios 25. Francisco Muñoz

?

200

lztarú Aquiay Tiribíy Yurusti Orocí

5. Alonso de Quiñones 6. Juan Aznar

8. Juan Jiménez 9. Juan Rodríguez 10. ? Pinto 11. ? Morillo 12. Alonso de Cáceres 13. Mateo V arela 14. Ruy López de Ribera

Vertiente Pacífico Norte, Central Atlántica y Sur y Talamanca Tuyo tique

3. Perafán de Ribera

7. Juan de Olazabal

Valle Central

8

28

6

? ?

?

7700

5

365

(Continuación Anexo 1-8)

Poblador

1- Ubicación de los pueblos de indios encomendados Número Caciques Principales de indios 1- Jurisdicción de Esparza Jurisdicción de Cartago

Encomendero

1-

1.. Domingo Jiménez

1. 2.

Nombre del conquistador

Pacífico Central

Pacífico Seco

Valle Central

Abicetaba Xupragua y Cía

2. Jerónimo Venegas TOTALES

Tariaca

7 1.

2. 3.

-

5

31 Paca ca 1

Total de encomenderos 86

7

6

32

NUMEROS. DE INDIGENAS ENCOMENDADOS EN CADA REGION

1.950

400

8.225

?

?

54

8

2

250

11

16

Quepo• 1

21.175 1.600 100 1.000 2.700

12

23.875

20

8

2.300

23.875

20·

8

Chome 1

? 100 150

1

2

85 encomendados Encomiendas de la corona

Vertiente Pacífico Central Norte. Atlántica y Sur y Talamanca

54

11.000

3 1 4

NOTAS: Los primeros 27 nombres de encomenderos corresponden a los conquistadores que ingresaron con el Lic. Cavallón. los 22 siguientes son de la hueste de Juan Vásquez de Coronado; los 34 siguientes son parte de los que entraron con Perafán de Ribera y los 2 últimos son los nombres de los que vinieron con Venegas de los Ríos. El número de 111 encomiendas no coincide con el de 86 encomenderos. porque a algunos de estos se les otorgaron 2 y hasta 3 encomiendas. FUENTE: Fernández, león 1976, V.4. p.p. 13-30.

366

ANEXO No. 2

TIERRAS DE LAS JURISDICCIONES DE CARTAGO Y ESPARZA APROPIADAS POR LOS POBLADORES ENCOMENDEROS PARA DEDICARLAS A LA GANADERIA, SIGLOS XVI Y XVII Nombre del conquistador encomendero o de su descendiomo

Conquistador o Poblador encomendem o gnido de parentesco cuando es descendlema de este

1. francisco MagaMo

Encomendero

2. Vicencio Miklnes 3. Felipe de Miranda 4. Diego Hemández 5. Diego Hem•ndez 6. An1onio Hembn
Encomendero

8. Pedro de Ribero

Encomondero

9. Alvaro Acuña

Ubicación da la encomienda original

Ubicación de las tierras apropiadas

Jurisdicción Jurisdicción de Canago de Esparza

Jurisdicción Jurisdicción deCartago de Esparza

Merced

Tlerras encomendadas o parcelación de la merced

Compo1iclón del hato de acuerdo con la fecha de la fuente

Año de la apropiación

landecho



1564

Conquistador

landecho



Conquistador Encomendero Encomendero Poblador

landecho Landecho landecho



1564 1564 1578 1599 1585

Vo1os

Uriaba Uriaba

Si

Valle Ujarréz

Si Si

Mata Redonda

SI

Orosi

Guarco

SI

1587

Encomendero

At~ro

Norooste ciu· dad del lodo

Si

1570

10. Andrés Benito

Encomendero

Qui reo

Quiteo



1579

l t. Alonso de Bonl!a

Encomendero

Aserri

8arva



1584

t 2. Gaspar Rodrlguez 1J . Francisco Hidalgo

Encomendero Encomendero

Turrialba Pura pura

Valle Ujarráz Faldas del Volcln de los indios de Coo o lrazú

Sí Si

1584 1584

14. Alonso Jiménez

Encomendero

Aoyaques

Guaico



200 ego

1584

15. Juan Solano

Encomendero

Puririce

Aserri

Si

150 ego. 50 yeguas

1584

Valle del Coyod!e

200 C!IO· t burro, 400yeguas

1585

Fuente

Feméndoz. León. T. 1:1. Loe. Cir. Loe. Cir. Op. Cit. 14 Loe. Cir. P.C. 815 bis: 531·532 V,1667 p.c. 817:20-22 1665 Op. Cir.: 368-364 1661. C.A. 2184-2165, 1826 y Op. Cir. 499-0500. 1669 P.C. 824 ; 82-83, 1676. P.C. 834: 52-53, 1685. C.A. 2202: 1, 1853

v.

v.

v.

P.C. 804:85-86. 1632.

v.

C.A. 2164: 128, 1826 y P.C. 802: 3·8, 1829. P.C. 817 bis: 350-354 1661

v.

1584? 1575

P.C.811 :3.1654 P.C.801 :20-22.1607

1579

Op. Cir.: 33, 1607 y C.C.0711 :1579. P.C . 801 :64V, \607

Encomendero Encomendero

Curriraba Ujarráz

Currlraba

t 7. Alonso Guti6rrez de S.

Guvco

Sí Si

18. Román 8eni1o

Encomendero

Qui reo

Si

t 9. Domingo Hembndez 20. Jerónimo Venegas

Encomendero

Cot Valle Ujarrbz

Si Si

150 vacas

Paca ca

Si

150 cgv, SO yeguas

P.C. 811 :21V·23.

Encomendero

1584

21 . Cñstóbal de AKaro

Quircoy Vara Cot Teotique y Ouguevas lztarú y Aquiay

Encomendero

Tecas

la lajuela



200 ego. '\()() yeguas y 4 burros

1584

22. feo. Ramiro Corajo

1654 P.C. 813:14, 1657

Encomendero

Barva

Valle de Barva

Si

1584

23. Juan de Pellaranda 24. Gaspar Delgado

Encomendero

Turrialba

Valle de Aserrí

Si

P.C. 831:12- tJV, 1683. P.C. 802:9V·14V, 1629.

25. Cristóbal de Chévez

Encomendero

Barva

Pacaca



26. Miguel de Villllobos

Encomendero

Caraquiború

Valle de Barva

Si

27. Isabel Jim6nez

Hija

Auyaque

Valle de Guarco

28. Francisca L6pez

Hija dé y encomendera

Tiltfiallii

Arfffl

29. Juana Solano

Hija

Puririce

30. Malla de Alfara 31 . Marta de Alhlro

Hija y esposa

Atirro

Hija V esposa

lnarú

16. Antonio Alvaraz P.

Encomendero

C/c hija y encomendero K1joy encomendero Nieto, hijo y encomendero

Coo

35. Ana de G6muz

Hija

36. Baltazar de Onega

32. Salvador do Torres

Garabito y Catapa

Garabito

100 vacas 12 yeguas Ganado Mayor

1584 1584

15841 15841 50 cgv.

?

400 cgv, 100yeguas l burro

Mata Redonda

Op. Cir. 34, 1629 P.C. 802:45V, 1629

Loe. Cir.

150 yeguas, 2 burros

Pacaca la Vieja o Tab8rcia Mota Redonda

P.C. 802:48,1629. P.C. 804:70-74 V, 1632. p.c. 803:3-8. 1629

P.C. 802:9V, 1629

.bll~9'~ mayor 150 cgv, 100 yeguas y 1 burro 150 cgv

Pacaca

Op. Cir:59. 1607

y 40mulas

'

150 cgv. 21'> yeguas

P.C. 804: 18. 1630

200 cgv y 40 yaguas y 1 burro 120 yeguas y 2 burros

Barva

Mata Redonda

A1~ro

Ujarrh

Pacaca

Hijo

Ouirco y Vara Güiciri

lf¡arráz

37. Francisca de Bonilla

t!ija

Gua1ara

Purires

100 cgv, 200 yeguas, 2 burros 300 cgv y 30 yeguas, 1 burro 74 cgv y 1S caballos

38. Jet6nilno de Retes

Nieto, hijo y encomendero Hijo y encomendero

Auyaque

Aserri

200 yeguas y 2 burros

P.C. 803:60V, 1630 Op. Cir.: 69V, 1630 P.C. 804:176V. 1639 P.C. 805:261-265. 1639 Op. Cir. 289. 1639 P.C. 807:47, 1640

Curriraba

200 cgv y 30 yeguas

P.C. 806: 48, 1840

280 cgv

P.C. 805:330, 1640

t 00 cgv y 40 mulas

Op. Cír. 39, 1648

80 cgv y too mulas

P.C. 808:49V·51V, 1648 Op. Cit.: 57V-SBV 1649 Op. Cir.:40. 1649

33. Juan de las Alas 34. Jerónimo de Retes

40. Catalino de Ortega

Hija y nieta

4 t . Juan de Ortega

Nleto

Orosi, Ca· rrocf. Turrmtba y Tucurrique Coyagua y Sucragua Coyagua V

42. Manuel de FIOl&I

Encomendero

Aserri

39. José de Sandoval O.

Ujarrbz Tobosi

Sucragua Guarco

Hato de ganado

Birris

43. Juana de llanos

Nietll

Quirco V Vara

44. Francisco Solano

Nieto

Purifico

45. Andrés Benito

Nieto

Ouirco

Pacaca

46. Francisco Ocampo

Hi¡o V

Curritaba

Curritaba

St Sí

400 cgv, l 80 yeguas y 4 burrO!' 122 cgv y 65 yeguas V l burro

Garabito Aserrf

encomendero

Golf!n

P.C. 810:24, 1650

..

C.A.3180:1-lV, 1650 C.A.3180:1·3, 1650

Sitio ganado vacuno y caballor 150 cgv y 50 yeguas

47. Vasco Solano

Hijo

Puririce

Río Grande

48. Juan de Chávez 49. Juan Delgado c.

Hijo y nieto Hijo

Barva Turrlalba

Paca ca Aserri

50. Felipe Mongo

C/chija y encomendero Hija y ancomendera Hijo y encomendero Nieto

Turrlatba

Aserrí

200 cgv

Op. Cñ. 258·259V 1655

Coyagua y Sucragua Barva

Quirco

30cgv

Chucasque La Lajuela

P.C.815 bis. 281, 1655 P.C.813:14, 1657

Puririce

Aserrf

51. Maria de Ortega 52. Garcfa Ramito Carajo 53. Juan Cascante de Rojas

200 cgv, 400 yeguas V 4 burros 450 yeguas. 3 burros y 38 mulas

lf¡arráz

660 cgv t 1O cgv y 69 caballos

Aserrl

Hato de ganado

Curriraba

Barva

200 cgv

Moyagua V Sucragua Aserrf

Aserri (Sto. Anal Guarco

Estancia de ganado

Barva

30cvg

Aserri

Estancia de ganado mayor

!larva

Estancia de ganado mayor

Garabito

P.C.811 :2V, 1654 P.C.815:258, 1655

200 cgv

Pacaca

Monual 609:4, 1658 Op. Cit. 7. t 658

54. Juan Cascante de Rojas 55. Diego de Ocampo

N'l8t0 Hijo

Currlraba

56. Francisco R8mlro

Nieto

Barva

57. Inés de Benavlcles

Hija

58. Juan V4zquez de C.

C/c nieta

59. Juana 9. Perelra

C/c nieto

60. Juan de Vilarroel

C/hlja y encomendero

6 t . Maria de Sandoval

Hija

Curriraba

62. Francisca de ZúNga

Nieta

Barva

Nieto de adelantado

1

Valle Tubures

Si

Estancia de ganado mayor

64. Jos6 Antonio Alvlrez

Nielo

Curriraba

Valle Tubures

SI

Estancia da ganado mayor

C.A. 4040: 1·3, 1664

65. Fefipe Gómez Maco!eta

C/c nieta

Turrialbo

Vallo Ujarraz

Hato de ganado mayor

P.C.817:120128V, 1665

66. Amb
C/c nieta

Teotique y Ougueva

VaDe lf¡arrbz

Sitio de ganado

P.C. 815 bis, ~-506V . 1667

67. Juan Vdzquez de C.

C/c nieta

Moyaguay Sucragua

Aserrl

Ganado cimarrón

68. Fernando do Salmr

Encomendero

Barva y Ujarréz

Valle de

200cgv

P.C. 825:64-69V, \678

69. Antonio Ramiro

Nieto

Tices

Valle Sagaces

Sitio ganado

C.A. 4068: 1·2V. 1680

70. Amonio Ramiro

Nieto

Tlce y Ca1apa

Valle Tempisque

Hacienda da ganado mayor

P.C. 842:3·3V. 1692

71. Gil de Alvarado

C/c nieta

Barva

600 cgv. 200 yeguas. 1 burro

P.C. 824: 27· 29V, 1688

63. AguWn

V~

de C.

Garabito

Garabito

Garabito

Garabito

Garabito

Aserri Nieto

73. José de Alvarado

C/e nieta

Moyaguay Sucragua Barva

74. Tomás Calvo

C/c nieta

8arva

v.

P.C.815:1-tV, 1660 Op. Cir. 71 y 73V, 1660 Op.Cit. 83-84V, 1661 P.C. 866:3·5 V 1662 P.C.815:167· t68V,1662 Op.Cit. 83-84V, 1661 P.C. 815 bis: 319·323V, 1863 C.A. 3898: 1·2V. 1669

300 cgv

landecho y La Barranca

Monual 1310: 3, 1669

Guarco

Barva y

72. Cristóbal l.ópez

P.C. 817 bis: 244-247 1658

Vale Sagaces

Aserrf

C.A. 2447:1, 1682

SI

Ujarráz landecho

130 yeguas y 1 burro

P.C. 822 : 60-60V, 1684

Vall6

Sitio ganado mayor

P.C. 836:54-55V. 1687

Si1io para ganado

C.A. 4150: 1. 1688

300 yeguas y 2 burros

P.C. 838: 3, 1689 C.A. 4070:1-2, 1690

Sagaces 75. Tomás de Chaves

Nieto

Entra los

Barva

Si

rios Tibbs y el Vinlla 76. Nicolás Guli4rre1 Ja ramillo

Nieto

Turrialba

Vano Sagaces

77. Gaspar de Bas1arica

C/c nieta

Curriraba

Valle Bagaces

Si

Sitio do ganado mayor

78. Juan Martín Macolet1

C/c hija

landeeho



Sitio de ganado mayor

Valle Sagaces

SI

Sitio de ganado mayor

1

79. Pedro Ourén de Chaves

C/c nieta

Atirro

80. Diego de Vida Marte!

C/cnieta

SuIragua

8 l . Sebasti;ln do Sandoval

Nieto

Curriraba

82. Miguel Calvo

Hijo de nieta

8arva

83. Francisco de Ocampo

C/c nieta

Ouirco y Vara

? Me.ta Redonda

220 yeguas y t burro 200 cgv

Rlo Granda Valle Sagaces Valle Tubures

750 cgv 300 ctJV. 300 yeguas y 3 burros

1690

Fem6ndez, león, T. 11 :4·5 C.A. 2843:1, 1691 P.C. 843:20V-29, 1693 P.C. 848: 9V, tOV. 1696 P.C. 852:108V· 1t0, 1699 P.C. 865: 78V· 60, 1708

OBSERVACidNES: Para establecer el parentesco entro los personajes incluidos en esta cuadro-resumen, nos hemos fundamentado en el primer ·ubro Copiador· del rrcanciado Manuel de Jesús Jlménez; en

esta obra su autor logró reconstruir las familias costarricenses a partir de 109 pobladores y con base en los Protocolos Coloniales, Monuales y otras fuentes documentales. Los primeros 26 nombres corresponden, fundamentalmente a pobladores-encomenderos que obtuvieron las tierras con título de Merced. Del número 27 en adelante inclulmos a propieuirios que con excepción de 9 denuncios, obtuvieron esas tierras como descendientes o parientes de loa duel\os originales, por fraccionamiento de los Mercedes. lo importante es que durante el siglo XVII únicamente se produjeron 9 denuncios de tierras. por parte de propie1ar!os emparentados con pobladores-encomenderos. Es posible que los dueilos de las parcelas de las Mercedes. ' ' '·· • · - -- -' ..... '- • ·"''" _ ............... _ , ............. •:- - .. .. ¡.. , .. ...:.4... _,,. .......... ,._,,r.. .,..,.-n•• •• •i-'n Y\/111 la"'"º '"" rnmnnclrlAnM tharnu' nnr nRrtA de estos oroDietarios.

INDICE Capítulo

Página

INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

EL DESCUBRIMIENTO DE CENTROAMERICA; UNA EXPERIENCIA REGIONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. La invención de Costa Rica y Nicoya, 1502-1544 ....... B. La configuración colonial de Nicoya . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . N o~as Capítulo I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

II

9

19 20 27 36 37

LA CONFIGURACION COLONIAL DE COSTA RICA . '39 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Precedentes de la encomienda............................... B. El papel de la encomienda en la conquista y colonización de Costa Rica ........ ~ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . C. Las estructuras coloniales y los pueblos de indios . . . . . . . Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Notas Capítulo II. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

41 41 44 54 61 62 369

III

CIUDADES DEL SIGLO XVI: MARCO POLITICO-JURIDICO PARA EL SJ]RGIMIENTO DE LOS GRUPOS HISPANOS DOMINANTES ..................................... 63 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . A. Apropiación de encomiendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , d e tº1erras ........................................ . B . A prop1ac1on C. Apropiación de los cargos civiles y eclesiásticos ......... Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Notas Capítulo III . . .. . .. .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

IV

65 70 74 85 89 90

LOS PUEBLOS DE INDIOS ENCOMENDADOS Y SU ORGANIZACION COMO PRODUCTORES DIRECTOS DE PRODUCTOS AUTOCTONOS: 1569-1611 ............................................................ 93 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 5 A. Organización político-jurídica ............................... 96 B. Organización de las actividades productivas .............. 103 1. El tributo encomendado y su tasación................ 105 2. Los bienes comunales y las cajas de comunidad . . . . 107 Conclusiones ........................................................ 11 O Notas Capítulo IV ................................................. 111

V

PUEBLOS DE INDIOS: MECANISMOS DE EXPLOTACION Y SUS CONSECUENCIAS ............... 113 Introducción ........................................................ 115 A. Concepto de indio tributario y las disposiciones legales 115 B. Mecanismos de explotación autorizados por la 1eg1s . 1ac1on . , 1n . dº1ana ............................................. 11 9 C. Medios de explotación no regulados por el Derecho Indiano ................................................ 12 5 D. Consecuencias de la sobreexplotación de los indígenas reducidos ........................................... 12 9 Conclusiones ........................................................ 131 No tas Capítulo V .................................................. ~ 134

370

VI

TRIBUTO EN ESPECIE, COMERCIO, PRODUCCION Y SECTORES DOMINANTES: 1569-1611 .................. 137 Introducción ........................................................ 139 A. La sociedad dominante ....................................... 139 B. Ganadería: primer ciclo económico colonial .............. 142 C. El comercio, fundamento de la economía ................. 145 Conclusiones ........................................................ 15 6 Notas Capítulo VI ................................................. 157

VII

TRANSICION HACIA NUEVAS FORMAS DE EXPLOTACION DEL INDIGENA COSTARRICENSE: 1600-1611 ........................................................... 15 9 Introducción ........................................................ 161 A. Los problemas entre los grupos dominantes .............. 162 B. Talamanca: una nueva alternativa .......................... 165 Conclusiones ........................................................ 170 Notas Capítulo VII ................................................ 171

VIII VIGENCIA Y MODIFICACIONES DEL TRIBUTO EN ESPECIE: 1611-1695 ......................................... 173 Introducción ........................................................ 175 A. Las encomiendas vacantes ................................... 175 B. Vicisitudes de los tributos reales ............................ 177 Conclusiones ........................................................ 189 Notas Capítulo VIII ......... ·................... ·................... 191 IX

SERVICIOS PERSONALES DE LOS INDIGENAS ENCOMENDADOS: 1611-1699 ................................ 193 Introducción ........................................................ 19 5 A. Medios utilizados para obtener---servicios personales .... 196 B. Servicios personales y mecanismos tradicionales de explotación .................................................. 199 C. Servicios personales y mecanismos no tradicionales de explotación .................................................. 202 371

Conclusiones ........................................................ 214 Notas Capítulo IX ................................................. 215 X

LA JUSTA GUERRA COMO MECANISMO PARA RECLUTAR MANO DE OBRA FORZADA ................ 217 Introducción ........................................... ·- ........... 219 A. La "'justa guerra" en Costa Rica durante el siglo XVII .220 Conclusiones ........................................................ 226 Notas Capítulo X ............................................... ·... 228

XI

SITUACION DE LOS INDIGENAS ENCOMENDADOS DE LA GOBERNACION DE COSTA RICA Y DE LA ALCALDIA MAYOR DE NICOYA A FINALES DEL SIGLO XVII ........................................................ 229 Introducción ........................................................ 231 A. Final de la etapa de la encomienda en Costa Rica: sobreexplotación indígena y crisis demográfica, débil proceso de mestizaje y desestructuración cultural ........................................................... 231 B. La población de Nicoya y su estado al concluir el siglo XVII ..................................................... 248 Conclusiones ........................................................ 251 Notas Capítulo ...................................................... 253

XII

VICISITUDES DE LOS SECTORES DOMINANTES COSTARRICENSES: SU SITUACION AL FINALIZAR EL SIGLO XVII .................................................... 25 5 Introducción ........................................................ 257 A. Dinámica de la producción y reproducción del sector tradicional. Surgimiento de los cacaQ.teros ... ~ ............ 258 B. Situación de la sociedad hispano-costarricense. Desarrollo del campesinado criollo ......................... 273 Conclusiones ........................................................ 287 Notas Capítulo XII ................................................288

372

CONCLUSIONES GENERALES ............................... 291 GLOSARIO ......................................................... 299 CRONOLOGIA .................................................... 323 BIBLIOGRAFIA COMENTADA ............................... 335 ANEXOS ............................................................ 361

INDICE DE CUADROS, ESQUEMAS, MAPAS Y ANEXOS

Cuadro

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1

Resumen del informe elaborado por el tesorero Andrés de Cerezeda................................................ 21 2 Organización de la Alcadía Mayor de Nicoya: Siglo XVI .. 35 3 Actividades de descubrimiento, conquista y poblamiento: 1561-1568 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 7 4 Autoridades e instituciones involucradas en los repartimientos de encomienda: 1569 ........................... 50 5 Estructuras coloniales de dominación y explotación, a nivel de virreinato, sobre los pueblos de indios reducidos. Siglos XVI y XVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 5 6 Estructuras coloniales de dominación y explotación locales, sobre los pueblos de indios esclavizados. Siglos XVI y XVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 7 7 Asentamientos españoles en Costa Rica: 1524-1577 ........ 67 8 Las encomiendas y los encomenderos de 1569 . . . . . . . . . . . . . . . 70 9 Fundadores de la ciudad del Nombre de Jesús: 1571 .....·.. 73 1O La propiedad territorial y la política de colonización según instrucciones otorgadas al Lic. Cavallón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 5 11 Usuarios de los ejidos de Cartago: 1649 ....................... 85 12 Los encomenderos de Cartago y Esparza y la burocracia colonial ............·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 13 El Vicario Provincial, Juez Eclesiástico y Comisario del Santo Oficio como máxima autoridad en el interior de la provincia "y su relación con los encomenderos ............ 87 14 Los encomenderos y la fundación de cofradías: siglos XVI y XVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 8 373

15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41

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Provincias indígenas coloniales de Costa Rica: siglos XVI y XVII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 Cálculo del tributo en especie producido y otorgado por 1 ~. 000 tributarios ............................................. 107 Bienes comunales de Nicoya: 1679-1683 ...................... 11 O Los mecanismos de apropiación del tributo en especie y de los servicios personales ..................................... 13 3 Depósito de indios entre los vecinos de Talamanca: octubre 1605 ........................................................ 167 Encomiendas o parcialidades vacantes ......................... 177 Tasación de los pueblos de la Alcaldía Mayor de Nicoya: 1682-1683 ........................................................... 178 Tasaci.ón anual de los pueblos de indios tributarios de la Corona ........................................................ 180 Tasación por "terciosn de los pueblos de indios tributarios de la Corona ........................................................ 181 Lista de precios de los tributos en especie .................... 184 Indígenas repartidos por Hernando de Sibaja ................ 198 Indígenas en servicio durante las emergencias con los piratas ...................................................... 208 Padrones con datos de indígenas trabajando fuera de su comunidad ....................................................... 21 O Bautizos de indios y otras etnias: 690 .......................... 212 Padrón de los pueblos de indios de la provincia: 1682 ..... 234 Padrón de los pueblos de indios en Costa Rica: 1691....... 235 Pueblos de indios con familia nuclear: 1699 .................. 23 7 Pueblos de indios con familia ampliada: 1699................ 238 Resumen de los padrones de 1682, 1697 y 1699 ............ 239 Bautizos en general: 1595-1690 ................................. 241 Padrón general de la Alcadía Mayor de Nicoya: 1684 ...... 250 Bienes dotales otorgados por encomenderos (originales o descendientes) en favor de sus hijas .......................... 269 Resumen del padrón general de 1682 .......................... 276 Total-de jefes de familia y actividades económicas de éstos: 1691 ....................................................... 277 Cacaoteros dueños de plantaciones de 500 árboles en adelante: 1691 .......... : . ....................................... 278 Vecinos de la jurisdicción de Cartago dedicados a la producción de azúcar o al cultivo del trigo: 1691 ........ 279 . Vecinos de Cartago dedicados a la actividad ganadera ..... 280

42 43 44 45 46

Vecinos de Cartago que diversificaron sus actividades económicas: 1691 .................................................. 281 Jefes de familia dedicados exclusivamente al comercio: 1691 .................................................................. 282 Jefes de familia que viven de su oficio o de su trabajo personal: 1691 ...................................................... 282 Mulatos y negros libres y mestizos: 1691 ...................... 283 Padrón de familias avecindadas en la jurisdicción de Esparza comprendida entre los ríos Chome-El Salto: 1688 .................................................................. 285

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Esquema 1 2 3 4

Comparación entre una estructura política precolombina y otra colonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 Articulación de los "pueblos de indios'' a las estructuras coloniales .............................................. 102 Evolución de la sociedad hispana en la Gobernación de Costa Rica: 1 5 6 9-1611 ........................................ 15 5 Evolución de la sociedad hispano-costarricense: 1569-1699 ........................................................... 259

Anexo

1-A ~s encomiendas y los encomenderos de 1569 .............. .363 1-B Las encomiendas y los encomenderos de 1569 ............... 365 2 Tierras de las jurisdicciones de Cartago y Esparza apropiadas por los pobladores encomenderos para dedicarlas a la ganadería: siglos XVI y XVII ................ .367 Mapa

1 2 3 4

Exploraciones españolas en el extremo Sur del Istmo Centroamericano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pueblos de indios en la Alcaldía Mayor de Nicoya. 1554 .. Pueblos y comunidades de indios de la Gobernación de Costa Rica. 1569 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Asentamientos españoles del siglo XVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

28 34 53 69 · 375

5

6 7

8 9

376

Merced de tierras concedidas por Perafán de Ribera a Alvaro de Acuña en las cercanías de Cartago. 1570 ......... 76 Merced de tierras de Gaspar Rodríguez conocida como Tierras de los Ramírez. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 8 Merced de tierras otorgadas por Juan Vázquez de Coronado a Francisco Magariño en el valle de Landecho en 1562 ............................................................... 80 Caminos y rutas marítimas de Costa Rica y Nicoya ...... 143 Ubicación de las actividades productivas de Costa Rica y Nicoya: Siglos XVI y XVII ..·.................................. 286

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