Liturgia Semana Santa Ciclo B 2015 Diocesana

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DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR

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1

Conmemoración de la Entrada del Señor a Jerusalén. Preparativos: -Lugar de la bendición de los Ramos. -Lectores de la Pasión. -Que forma de procesión se hará. -Sonido. -Agua bendita. Cosas que preparar: a) En la sacristía:

-Ornamentos rojos. -Incensario, naveta. -Ciriales, cruz alta b) En el presbiterio.

-Lugar para la lectura de la Pasión y los libros donde se encuentran las lecturas c) En la credencia:

-Todo lo necesario para la Misa.

Monición de Entrada: Hermanos, nos hemos reunido esta mañana para iniciar la celebración de la Semana Santa; es decir, seguir a Cristo paso a paso y revivir los acontecimientos del misterio de nuestra salvación: el Misterio Pascual. Hoy, la Iglesia nos enseña como en una síntesis, los dos aspectos de nuestra redención: la cruz y la gloria; el paso de la cruz para llegar a la gloria: hay que morir para resucitar. Hoy, aclamaremos a Cristo, nuestro Rey y Redentor, igual que los hebreos, con palmas y ramos, símbolo de vida y de victoria, que nuestra alabanza sea una profesión de fe y un compromiso para seguir al Señor en su camino hacia la cruz. A través de ella hacia un triunfo definitivo. El celebrante se reviste hoy con ornamentos rojos, porque simbolizan la realeza de Cristo conquistada por el testimonio de amor, por el martirio y la entrega de su vida. Después de la Monición, el celebrante dice la oración… Monición para Bendición de Ramos La bendición en la que participaremos se dirige a cada uno de los que estamos aquí con los ramos en nuestras manos para vivir esta acción litúrgica. Que esta bendición sirva para aumentar en cada uno nosotros la fe y fructifique en buenas obras. Después de rociar con agua bendita los ramos, sin decir nada. Seguidamente se proclama el evangelio de la entrada del Señor. 2

Monición: Evangelio según san Marcos 11,1-10 Escucharemos ahora la proclamación solemne del hecho histórico de la entrada de Jesús en Jerusalén. En el entusiasmo de la alegría, no olvidemos que el Reino de Cristo no es de este mundo. Nos muestra que Él es quien dispone los acontecimientos de su pasión y de su muerte gloriosa. Toda su vida fue sencilla, humilde y pobre, este evangelio de Mateo, nos invita a imitar su sencillez en nuestro obrar.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos (11,1-10) Se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, y Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: vayan a la aldea de enfrente, y en cuanto entren, encontraran un burrito atado, que nadie ha montado todavía. Desantelo y tráiganmelo. Y si alguien les pregunta por qué lo hacen, contéstenle: «El Señor lo necesita», y lo devolverá pronto. Fueron y encontraron el burrito en la calle atado a una puerta; y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron: -¿Por qué tienen que desatar el burrito? Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron. Llevaron el burrito, le echaron encima los mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás, gritaban: -¡Viva, bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David! ¡Viva el Altísimo!. Palabra del Señor. Una breve homilía Monición mientras se prepara la procesión: Que esta procesión que vamos a comenzar ahora, nos haga comprender lo que debe ser nuestra vida de bautizados; aclamar al Señor nuestro Salvador, por una vida decidida a su servicio, siguiéndolo fielmente, paso a paso. Celebrante

Como la muchedumbre que aclamaba a Jesús, acompañemos nosotros con júbilo al Señor. Comienza la procesión hacia la Iglesia

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El orden de la procesión será el siguiente: 1. Turiferario o incensario 2. Cruz Procesional o cruz decorada con follaje verde 3. Acólitos con dos ciriales 4. Naveta y Misal 5. Fieles que acompañan 6. Sacerdote Celebrante al final

PROCESION HACIA EL TEMPLO Se pueden ir alternando cantos y hacer proclamas o porras con frases bíblicas.

EN EL TEMPLO - Una vez terminada la procesión se comienza inmediatamente a cantar el canto “Que alegría cuando me dijeron” Cancionero Nacional # 17 o puede ser otro. En este momento, el CELEBRANTE entra al templo junto a los acólitos. La procesión espera que ingrese toda la asamblea. Mientras tanto el celebrante se coloca la CASULLA. Una vez que todos están dentro, se reanuda la procesión hacia el altar. - Los incensarios, suben al presbiterio y se quedan al costado derecho del altar. La cruz es puesta en su lugar. Los demás acólitos suben a sus lugares. El sacerdote llega al altar, hace la debida reverencia. Luego inciensa altar y cruz. Luego continúa la misa desde la oración colecta.

Monición después de la entrada procesional: Hoy hemos dado comienzo a la celebración de la Semana Santa, después de la larga preparación cuaresmal. Y la hemos iniciado recordando la entrada victoriosa de Jesús en Jerusalén. Porque sabemos que su camino, el camino doloroso de la cruz, no termina con la muerte, sino que es fuente de resurrección y de vida. Dispongámonos a continuar con mucho respeto y en silencio nuestra celebración Eucarística. ORACIÓN COLECTA

Monición Tengan la bondad de tomar asiento

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LITURGIA DE LA PALABRA Primera Lectura Lectura del Libro del Profeta Isaías 50, 4-7 Monición En el relato del Profeta Isaías se nos narra, de un hombre totalmente fiel al Señor; que a pesar de sufrir mucho mantiene su esperanza en Dios. Este hombre a quien se refiere es Jesús, el siervo sufriente. Atentos escuchemos. SALMO RESPONSORIAL

Salmo 21

Monición Con el salmo 21, escucharemos la voz de Jesús, mientras vamos orando, dejemos penetrar los mismos sentimientos de dolor y de confianza que Cristo tuvo en la cruz. Responderemos: (Si va a ser cantado no repetimos la antífona, solo dejamos que lo cante el salmista) ¡Dios mío, Dios mío...! , ¿Por qué me has abandonado? Segunda Lectura Lectura de la Carta de San Pablo a los Filipenses 2, 6-11 Monición San Pablo nos presenta a Cristo como un hombre que se humilló a sí mismo por obediencia y aceptó morir en la cruz; aceptó rebajarse, hacerse como el más culpable, para que de su muerte los hombres tuviéramos la vida. 5

Atentos escuchemos. EVANGELIO PASIÓN de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos 14,115,47 Para esta lectura, no se acompaña con los cirios y no hay Incienso. El celebrante se reserva los dichos de Jesús y los proclama desde la sede. El narrador va al ambón y lector 1 y 2. Después del canto de aclamación el celebrante invoca la aclamación evangélica y luego se repite el canto.

Monición Escucharemos ahora la narración de la pasión del Señor, toda esta lectura nos hace particular en los sufrimientos de Cristo durante su Pasión. Contemplemos, pues, con fe este camino de amor que siguió Cristo para darnos la vida con la gloria de su resurrección. Nos ponemos todos en pie. RELATO DE LA PASIÓN C: Y JESÚS DANDO UN FUERTE GRITO, EXPIRÓ DESPUES DE ESTO INICIAMOS ESTA MONICION…:

Monición (Una vez anunciada la muerte de Jesús).

Nos ponemos de rodillas.

(Luego, sigue lo que queda de relato.)

HOMILIA SE DICE EL CREDO ORACIÓN DE LOS FIELES: Monición A cada una de las intensiones respondemos: R. Venga tu Reino, Señor. - Te pedimos por la Iglesia universal, el papa Francisco y todos sus colaboradores, para que anunciemos con obras el reinado de Dios 6

atentos y comprometidos con los más necesitados, y con los más pobres. OREMOS - Te pedimos por nuestro país Honduras: Para que dejemos a un lado nuestros propios intereses y egoísmos que nos dividen y nos unamos de verdad en procurar el bien común. OREMOS -Jesús en la cruz, clamó al Padre con el grito del hombre que se siente abandonado. Te pedimos por las mujeres y los hombres, los niños, jóvenes o ancianos que se sienten solos, perdidos, abandonados: Para que sepamos portarnos con ellos como hermanos. OREMOS - En este día en que los niños aclaman con alegría al Señor, oremos por ellos para que Dios bendiga su inocencia. OREMOS - Por todos los que estamos aquí presentes, para que sintamos nuestro homenaje a Cristo Rey como un compromiso de vida cristiana, cada día más entregada al servicio de nuestros hermanos. OREMOS

LITURGIA EUCARISTICA OFERTORIO Monición

Presentamos nuestra vida al Señor, el que es nuestro Rey, que ha venido a establecer su reinado. Con su entrega en la pasión y muerte en la cruz, ha iniciado su reinado en la humanidad. Hermanos, les invitamos a continuar con el compromiso que asumimos al comienzo del año para el sostenimiento de nuestra iglesia soy Iglesia soy responsable. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS PREFACIO PLEGARIA EUCARÍSTICA

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Rito de Comunión Monición para la Comunión Cristo se entregó por nosotros, su obediencia y disponibilidad nos abrieron el camino a la vida. En la comunión, nosotros participamos de su muerte y resurrección. Recibámosle para hacernos semejantes a Él y poder seguir su camino. Comunión ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN BENDICIÓN FINAL Inclinar el rostro para recibir la bendición sobre el pueblo.

Monición de despedida: Hermanos, regresaremos ahora a sus hogares (con las palmas de la procesión, como recuerdo del triunfo de Cristo y señal de esperanza); recuerden el misterio que hoy hemos celebrado, que la gloria se adquiere a precio de muerte de cruz.

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PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MARCOS 14,1-15,47. C. Faltaban dos días para la Pascua y los panes ázimos. Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando una manera de apresar a Jesús a traición y darle muerte. Pero decían: S. No durante las fiestas, porque el pueblo podría amotinarse. C. Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y se lo derramó en la cabeza. Algunos comentaban indignados: S. ¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres. C. Y regañaban a la mujer. Pero Jesús replicó: + Déjenla, ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo está bien. Porque a los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a mí no me tienen siempre. Ella ha hecho lo que podía: se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Les aseguro que, en cualquier parte del mundo donde se predique el Evangelio, se recordará también en su honor lo que ha hecho conmigo. C. Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. AL oírlo, se alegraron y le prometieron dinero; y él andaba buscando una buena ocasión para entregarlo. C. El primer día de la fiesta de los panes ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: S. ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua? C. Él envió a dos discípulos diciéndoles: + Vayan a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: «El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?» el les enseñará una sala en el segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena. 9

C. Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua. C. Al atardecer, llegó Jesús con los Doce. Estando a la mesa comiendo les dijo Jesús: + Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está comiendo conmigo, me va entregar. C. Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro: S. ¿Seré yo? C. El respondió: + Uno de los Doce, el que moje su pan en el mismo plato que yo. El Hijo del hombre va a morir, como está escrito: pero ¡ay de aquel que va a entregar al Hijo del hombre!; ¡más le valdría no haber nacido! C. Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos diciendo: + Tomen, esto es mi cuerpo. C. y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se las dio y todos bebieron y les dijo: + Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios. C. Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos y Jesús les dijo: + Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa, como está escrito: «Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas»; pero cuando resucite, iré por delante de ustedes a Galilea. C. Pedro replicó: S. Aunque todos se escandalicen, yo no. C. Jesús le contestó: 10

+ Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tu me negaras tres veces. C. Pero él insistía: S. Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. C. Y los demás decían lo mismo. C. Fueron luego a un huerto llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: +

Siéntense aquí mientras voy a orar.

C. Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir terror y angustia, y les dijo: + Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Quédense aquí velando. C. Se adelantó un poco, se postró en tierra y pedía que, si era posible, se alejara de él aquella hora; y decía: + Padre, tú lo puedes todo: aparta de mí este cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres. C. Volvió a donde estaban los discípulos, y al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro: + Simón, ¿estas dormido?, ¿no has podido velar ni una hora? Velen y oren, para que no caigan en la tentación; el espíritu esta pronto, pero la carne es débil. C. De nuevo se retiro y se puso a orar, repitiendo las mismas palabras. Volvió y otra vez los encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados de sueño; por eso no sabían qué contestarle. El y les dijo: + -Ya pueden dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora; miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca el que me va entregar. C. Todavía estaba hablando cuando se presentó Judas, uno de los Doce, y con él, gente con espadas y palos; enviada por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles: S. Al que yo bese, ése es. Deténganlo y llévenselo bien sujeto. 11

C. Y en cuanto llegó, se acercó y le dijo: S. -¡Maestro!. C. Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero uno de los presentes, desenvainó la espada y de un golpe le cortó la oreja a un criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo: + ¿Salieron ustedes apresarme con espadas y palos, como si se tratara de un bandido? Todos los días he estado entre ustedes, enseñando en el templo, y no me han apresado. Pero así tenía que se cumplieran las Escrituras. C. Y todos lo abandonaron y huyeron. Lo iba siguiendo un muchacho envuelto nada más con una sábana; y lo detuvieron; pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo. C. Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote, y se reunieron todos los sumos sacerdotes y los letrados y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos, hasta el interior del patio del sumo sacerdote; y se sentó con los criados a la lumbre para calentarse. Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban una acusación contra Jesús, para condenarlo a muerte; y no la encontraban. Pues, aunque muchos presentaban falsas acusaciones contra él, los testimonios no concordaban. Y algunos, poniéndose de pie, daban testimonio contra él diciendo: S. Nosotros lo hemos oído decir: «Yo destruiré este templo, edificado por hombres, y en tres días construiré otro no edificado por hombres». C. Pero ni en esto concordaban los testimonios. Entonces el sumo sacerdote se puso en pie en medio y le pregunto a Jesús: S. -¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que levantan contra ti? C. Pero él callaba, sin dar respuesta. El sumo sacerdote lo interrogó de nuevo preguntándole: S. -¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito? C. Jesús contestó: + -Sí lo soy. Y un día verán como el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y como viene entre las nubes del cielo. 12

C. El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras diciendo: S. -¿Qué falta hacen más testigos? Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece? C. Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían: S. Adivina quien fue. C. Y los criados también le daban bofetadas. C. Mientras tanto, Pedro estaba abajo, en el patio. Llegó una criada del sumo sacerdote, y, al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo: S. Tú también andabas con Jesús el Nazareno C. Él lo negó diciendo: S. Ni sé ni entiendo lo que quieres decir. C. Salió afuera hacia el zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo, volvió a decir a los presentes: S. Este es uno de ellos. C. Pero él lo volvió a negar. Al poco rato también los presentes dijeron a Pedro: S. Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo. C. Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar: S. No conozco a ese hombre del que hablan. C. En seguida canto cantó el gallo por segunda vez. Pedro se acordó entonces de las palabras que le había dicho Jesús: «Antes de que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres», y rompió a llorar. C. Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Este le preguntó: 13

S. ¿Eres tú el rey de los judíos? C. El respondió: + Si lo soy. C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: S. -¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan. C. Jesús ya no le contestó nad; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Durante la fiesta de pascua, solía soltarle al preso que ellos pidieran. Estaba entonces en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en un motín. Vino la gente y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo: S. -¿Quieren que les suelte al rey de los judíos? C. Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato les volvió a preguntar: S. -¿Y qué voy hacer con el que llaman rey de los judíos? C. Ellos gritaron más fuerte: S. ¡Crucifícalo!. C. Pilato les dijo: S. -Pues ¿qué mal ha hecho? C. Ellos gritaron más fuerte: S. -Crucifícalo. C. Pilato, queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de mandarlo azotar, lo entregó para que lo crucificaran.

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C. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio al pretorio y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto de púrpura, le pusieron una corona de espinas que habían trenzado, y comenzaron a burlarse de él dirigiéndole este saludo: S. ¡Viva, rey de los judíos! C. Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminadas las burlas, le quitaron aquel manto de color púrpura, y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. C. Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del campo, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «La Calavera»). Le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que le tocaba a cada uno. C. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «EL REY DE LOS JUDIOS». Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Fue contado entre los malhechores». C. Los que pasaban por ahí lo injuriaban, meneando la cabeza y gritandole: S. -¡Anda! tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo y baja de la cruz. C. Los sumos sacerdotes se burlaban también de él y le decían: S. A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos. C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. C. A llegar el mediodía toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y a la media tarde, Jesús grito con voz potente: + -Eloí, Eloí, lamá sabactaní. (Que significa. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?). C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían 15

S. -Miren, está llamando a Elías. C. Uno corrió a empapar una esponja con vinagre, la sujetó a una caña, y se la acercó para que bebiera, diciendo: S. Vamos a ver si viene Elías a bajarlo. C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. Todos se ponen de rodillas.

C. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El oficial romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo: S Realmente este hombre era Hijo de Dios. C. Había también ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé, que, cuando Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén. C. Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro distinguido del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios. Se presentó con valor ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que ya hubiera muerto, y llamando al centurión, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado por el centurión, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana, bajo el cadáver, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro, excavado en una roca, y tapo con una piedra la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, se fijaron dónde lo ponían. Palabra del Señor.

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PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MARCOS 14,1-15,47. C. Faltaban dos días para la Pascua y los panes ázimos. Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando una manera de apresar a Jesús a traición y darle muerte. Pero decían: S. No durante las fiestas, porque el pueblo podría amotinarse. C. Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y se lo derramó en la cabeza. Algunos comentaban indignados: S. ¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres. C. Y regañaban a la mujer. Pero Jesús replicó: + Déjenla, ¿Por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo está bien. Porque a los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a mí no me tienen siempre. Ella ha hecho lo que podía: se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Les aseguro que, en cualquier parte del mundo donde se predique el Evangelio, se recordará también en su honor lo que ha hecho conmigo. C. Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. AL oírlo, se alegraron y le prometieron dinero; y él andaba buscando una buena ocasión para entregarlo. C. El primer día de la fiesta de los panes ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: S. ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua? C. Él envió a dos discípulos diciéndoles: + Vayan a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: «El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?» el les enseñará una sala en el segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena. 17

C. Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua. C. Al atardecer, llegó Jesús con los Doce. Estando a la mesa comiendo les dijo Jesús: + Yo les aseguro que uno de ustedes, uno que está comiendo conmigo, me va entregar. C. Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro: S. ¿Seré yo? C. El respondió: + Uno de los Doce, el que moje su pan en el mismo plato que yo. El Hijo del hombre va a morir, como está escrito: pero ¡ay de aquel que va a entregar al Hijo del hombre!; ¡más le valdría no haber nacido! C. Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos diciendo: + Tomen, esto es mi cuerpo. C. y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se las dio y todos bebieron y les dijo: + Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios. C. Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos y Jesús les dijo: + Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa, como está escrito: «Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas»; pero cuando resucite, iré por delante de ustedes a Galilea. C. Pedro replicó: S. Aunque todos se escandalicen, yo no. C. Jesús le contestó:

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+ Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tu me negaras tres veces. C. Pero él insistía: S. Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. C. Y los demás decían lo mismo. C. Fueron luego a un huerto llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: +

Siéntense aquí mientras voy a orar.

C. Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir terror y angustia, y les dijo: + Tengo el alma llena de una tristeza mortal. Quédense aquí velando. C. Se adelantó un poco, se postró en tierra y pedía que, si era posible, se alejara de él aquella hora; y decía: + Padre, tú lo puedes todo: aparta de mí este cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres. C. Volvió a donde estaban los discípulos, y al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro: + Simón, ¿estas dormido?, ¿no has podido velar ni una hora? Velen y oren, para que no caigan en la tentación; el espíritu esta pronto, pero la carne es débil. C. De nuevo se retiro y se puso a orar, repitiendo las mismas palabras. Volvió y otra vez los encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados de sueño; por eso no sabían qué contestarle. El y les dijo: + -Ya pueden dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora; miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca el que me va entregar. C. Todavía estaba hablando cuando se presentó Judas, uno de los Doce, y con él, gente con espadas y palos; enviada por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles: S. Al que yo bese, ése es. Deténganlo y llévenselo bien sujeto. 19

C. Y en cuanto llegó, se acercó y le dijo: S. -¡Maestro!. C. Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero uno de los presentes, desenvainó la espada y de un golpe le cortó la oreja a un criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo: + ¿Salieron ustedes apresarme con espadas y palos, como si se tratara de un bandido? Todos los días he estado entre ustedes, enseñando en el templo, y no me han apresado. Pero así tenía que se cumplieran las Escrituras. C. Y todos lo abandonaron y huyeron. Lo iba siguiendo un muchacho envuelto nada más con una sábana; y lo detuvieron; pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo. C. Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote, y se reunieron todos los sumos sacerdotes y los letrados y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos, hasta el interior del patio del sumo sacerdote; y se sentó con los criados a la lumbre para calentarse. Los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban una acusación contra Jesús, para condenarlo a muerte; y no la encontraban. Pues, aunque muchos presentaban falsas acusaciones contra él, los testimonios no concordaban. Y algunos, poniéndose de pie, daban testimonio contra él diciendo: S. Nosotros lo hemos oído decir: «Yo destruiré este templo, edificado por hombres, y en tres días construiré otro no edificado por hombres». C. Pero ni en esto concordaban los testimonios. Entonces el sumo sacerdote se puso en pie en medio y le pregunto a Jesús: S. -¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que levantan contra ti? C. Pero él callaba, sin dar respuesta. El sumo sacerdote lo interrogó de nuevo preguntándole: S. -¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito? C. Jesús contestó: + -Sí lo soy. Y un día verán como el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y como viene entre las nubes del cielo. 20

C. El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras diciendo: S. -¿Qué falta hacen más testigos? Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece? C. Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían: S. Adivina quien fue. C. Y los criados también le daban bofetadas. C. Mientras tanto, Pedro estaba abajo, en el patio. Llegó una criada del sumo sacerdote, y, al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo: S. Tú también andabas con Jesús el Nazareno C. Él lo negó diciendo: S. Ni sé ni entiendo lo que quieres decir. C. Salió afuera hacia el zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo, volvió a decir a los presentes: S. Este es uno de ellos. C. Pero él lo volvió a negar. Al poco rato también los presentes dijeron a Pedro: S. Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo. C. Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar: S. No conozco a ese hombre del que hablan. C. En seguida canto cantó el gallo por segunda vez. Pedro se acordó entonces de las palabras que le había dicho Jesús: «Antes de que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres», y rompió a llorar. C. Luego que amaneció, se reunieron los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Este le preguntó: 21

S. ¿Eres tú el rey de los judíos? C. El respondió: + Si lo soy. C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo: S. -¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan. C. Jesús ya no le contestó nad; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Durante la fiesta de pascua, solía soltarle al preso que ellos pidieran. Estaba entonces en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en un motín. Vino la gente y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo: S. -¿Quieren que les suelte al rey de los judíos? C. Porque sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato les volvió a preguntar: S. -¿Y qué voy hacer con el que llaman rey de los judíos? C. Ellos gritaron más fuerte: S. ¡Crucifícalo!. C. Pilato les dijo: S. -Pues ¿qué mal ha hecho? C. Ellos gritaron más fuerte: S. -Crucifícalo. C. Pilato, queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de mandarlo azotar, lo entregó para que lo crucificaran.

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C. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio al pretorio y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto de púrpura, le pusieron una corona de espinas que habían trenzado, y comenzaron a burlarse de él dirigiéndole este saludo: S. ¡Viva, rey de los judíos! C. Le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminadas las burlas, le quitaron aquel manto de color púrpura, y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. C. Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del campo, Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «La Calavera»). Le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que le tocaba a cada uno. C. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «EL REY DE LOS JUDIOS». Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Fue contado entre los malhechores». C. Los que pasaban por ahí lo injuriaban, meneando la cabeza y gritandole: S. -¡Anda! tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo y baja de la cruz. C. Los sumos sacerdotes se burlaban también de él y le decían: S. A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos. C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. C. A llegar el mediodía toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y a la media tarde, Jesús grito con voz potente: + -Eloí, Eloí, lamá sabactaní. (Que significa. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?). C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían 23

S. -Miren, está llamando a Elías. C. Uno corrió a empapar una esponja con vinagre, la sujetó a una caña, y se la acercó para que bebiera, diciendo: S. Vamos a ver si viene Elías a bajarlo. C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. Todos se ponen de rodillas.

C. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El oficial romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo: S Realmente este hombre era Hijo de Dios. C. Había también ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé, que, cuando Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén. C. Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro distinguido del sanedrín, que también esperaba el Reino de Dios. Se presentó con valor ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que ya hubiera muerto, y llamando al centurión, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado por el centurión, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana, bajo el cadáver, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro, excavado en una roca, y tapo con una piedra la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, se fijaron dónde lo ponían. Palabra del Señor.

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SANTO TRIDUO PASCUAL

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SANTO TRIDUO PASCUAL JUEVES DE LA CENA DEL SEÑOR

MISA VESPERTINA - A la hora más oportuna de la tarde, se celebre la misa de la Cena del Señor con la participación de la comunidad local y con la intervención, según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros. - La sagrada comunión puede distribuirse a los fieles solo a dentro de la misa: a los enfermos se le puede llevar a cualquier hora del día. - Las flores para adornar el altar deben usarse con moderación, respecto a las características del día. El tabernáculo debe de estar completamente Vacío. Debe de consagrarse en la Misa, suficientes hostias para el clero y el pueblo que comulga hoy y mañana.

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AL COMIENZO DE LA CELEBRACION RITOS INICIALES - Se hace la Monición ambiental, pero previo sedan algunas recomendaciones tales: a pagar sus celulares, mantener el cuidado de los niños y tratar de ubicar a las personas en los asientos vacíos. Monición de entrada Buenas noches hermanos sean todos bienvenidos a la santa eucaristía para conmemorar la cena del Señor. Hoy, Jueves Santo iniciamos el triduo pascual: son los tres días centrales de todo el año litúrgico. Tres días que figuran en el núcleo de nuestra Estemos dispuestos a vivir con intensidad estos días.

fe.

Esta noche realizaremos lo que el mismo Jesús nos dejo de este acontecimiento pascual, es a la vez el recuerdo de la institución del sacerdocio y la eucaristía como el modelo de ejemplo de Jesús sobre la entrega y servicio, que nos hace participar de la vida nueva y plena que nace de la pascua. Puestos en pie mientras la procesión se altar, cantemos con alegría.

dirige

al

- Saludo del que preside, con el beso del altar luego se ubica en la sede 27

ACTO PENITENCIAL HIMNO DE GLORA - Se canta o se dice el Gloria. Mientras se canta este himno, se tocan las campanas. Terminando el canto, las campanas no vuelven a tocarse hasta la vigilia pascual. Asimismo el órgano y de los de más instrumentos musicales deben utilizarse únicamente para acompañar el canto. Monición al himno del Gloria Proclamamos hoy, antes de la celebración pascual, agradecidos por la gran herencia que nos ha dejado Jesús, el himno en el que damos gloria al Señor por su inmenso amor y grandeza. ORACION COLECTA LITURGIA DE LA PALABRA Monición 1ª Lectura

Ex 12, 1 – 8. 11 – 14

Los israelitas hacían cada año la cena de pascua con la que conmemoraban su liberación de Egipto. Es la misma última cena que Cristo realiza con sus discípulos, inaugurando para todos una nueva liberación del egoísmo y del mal que a todas y tantas veces nos domina.

Monición al Salmo Responsorial

salmo 115

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Demos alabanzas a Dios por su entrega, por ello juntos con las palabras del salmo 115 Respondamos: (Si el salmo va cantado, solamente decimos: RESPONDAMOS CATANDO) El cáliz que bendecimos es la comunión de la sangre de cristo. Monición 2ª Lectura

1 Corintios 11; 23 – 26

El apóstol Pablo, en su carta a los corintios: nos presenta el banquete pascual de Cristo. Es el testimonio mas antiguo sobre la institución de la eucaristía y sobre la vivencia que ella tenia en la Iglesia de las primeras comunidades. Atentos, escuchemos Monición al Evangelio

San Juan 13, 1 – 15

La buena nueva de San Juan nos muestra que el amor y el servicio son el signo distintivo del cristiano. Jesús mismo nos lo demuestra con la entrega de su vida y con un gesto conmovedor lleno de amor y servicio a sus discípulos. Dándonos así una lección de humildad y de servicio. Puestos en pie escuchemos la proclamación del Santo Evangelio. HOMILIA Después de proclamar el Evangelio, la homilía, en la cual se exponen los grandes misterios que se recuerdan en esta misa

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LAVATORIO DE LOS PIES El celebrante se quita la casulla y da inicio al lavatorio de los pies a los doce varones designados, ayudado por los acólitos.

LAVATORIO DE LOS PIES - Después de la homilía, es muy conveniente llevar a cabo el lavatorio de los pies. - Los varones o de mas asignados, acompañado por los ministros, van a ocupar los asientos preparados para ellos en un lugar visible a los fieles. - El que preside, dejada la casulla si parece necesario, se acerca a cada uno de las personas designadas y con la ayuda de los ministros, les lava los pies y se los seca. Monición al Lavatorio El lavatorio de los pies, quiere ser un símbolo del servicio sacerdotal. Jesús lo hizo con sus discípulos en el día de la última cena. El celebrante haciendo las veces de Cristo, realiza el signo del servicio y del amor que debemos de prestarnos los unos a los otros, como una consigna para todos. Al repetir ahora aquel gesto, recordamos que eso es lo que tenemos que hacer cada día también nosotros servir y amar a nuestros hermanos si queremos seguir de verdad el camino de Jesús. NO SE DICE CREDO.

Inmediatamente después del lavatorio de los pies, el sacerdote se lava y se seca las manos, se coloca nuevamente la casulla y regresa a la sede para continuar con la oración de los fieles.

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ORACIÓN DE LOS FIELES MONICIÓN

A cada una de las peticiones responderemos orando: Jesucristo, Pan de Vida, escúchanos.  Por nuestro papa Francisco y nuestro Obispo Ángel, y su auxiliar Rómulo y todos los sacerdotes de nuestra diócesis de San Pedro Sula; para que vivan su sacerdocio como servicio incansable y donación sin límites a Cristo, presente en sus hermanos. OREMOS  Para que la comunión sea el alimento frecuente de todos tus seguidores; y se promuevan en todas las iglesias las visitas y la adoración solemne al Santísimo. OREMOS  Para que el mandamiento del amor fraterno sea el compromiso permanente de todos los cristianos; y tu entrega hasta la muerte en la cruz aliente en todos los hombres la cultura del amor y del servicio. OREMOS  Para que se concedan a la iglesia los sacerdotes que necesita en cada momento de su historia, y todos los llamados al sacerdocio respondan a su vocación con una vida santa y entregada. OREMOS  Por nuestra comunidad parroquial que comparte el Pan del cielo en la mesa eucarística, para que estemos dispuestos a compartir los valores y los bienes de este mundo con los que tienen hambre, sed de justicia y de misericordia. OREMOS

LITUGIA EUCARISTICA 31

Monición al Ofertorio (Antes del canto de ofertorio)

Presentamos ante el altar los dones de pan y vino, especies sencillas que por amor, se convertirán en cuerpo y sangre de Jesucristo, alimento de vida eterna. Junto a ellos ofrecemos esforzarnos, por mantenernos unidos en el amor y servicio a nuestros hermanos. Hermanos les invitamos a continuar con el compromiso que adquirimos al comienzo del año para el sostenimiento de nuestra iglesia. COMUNION En el momento de la comunión, el sacerdote puede entregar la Eucaristías consagrada en el altar al diacono o a algún ministro extraordinario, para que este la llave a los enfermos que permanezcan en sus casas. Monición antes de la comunión: (Después del cordero y que comulgue el sacerdote)

Al recibir la comunión participamos, sacramentalmente, en el camino hacia la vida plena que Jesús recorrió. Jesucristo, que nos ha invitado a esta a su última cena signo de amor entrega y servicio, nos invita a alimentarnos de él para hacer lo que el mismo hizo con sus discípulos.

Con amor y respeto acerquémonos a comulgar el cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo.

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- Terminada la distribución de la comunión, se deja sobre el altar el copón con las hostias consagradas para la comunión del día siguiente. ORACION POST COMUNION Concluida la oración, el sacerdote permanece de pie ante el altar. TRASLADO DEL SANTISIMO - Se pone incienso en el turibulo y de rodillas inciensa tres veces el santísimo Sacramento. - Luego recibe el velo humeral, toma en sus manos el copón y lo cubre con las extremidades del velo. Se forma la procesión para llevar al Santísimo sacramento a través del templo, hasta el lugar preparado para su reserva, y que puede ser una capilla convenientemente dispuesta y adornada. - En la procesión, precede el crucífero, ministros con ciriales, el turiferario y luego el sacerdote que lleva el copón. Mientras dura procesión se canta el himno “Pange lingua”( excepto las dos ultimes estrofas, u otro canto eucarístico. Monición antes del traslado del Santísimo Entramos en un momento privilegiado, en el cual con nuestra oración y contemplación del Cuerpo y Sangre de Cristo, le reconocemos hoy en su cuerpo, alma y divinidad entre nosotros. Haciendo memoria de la institución de este sacramento, hagamos más intensa nuestra adoración a este misterio de salvación. Hagamos esta noche sobre todo en familia, un momento de oración ante el santísimo sacramento y acompañemos a Jesús en su momento de entrega por nosotros.

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Después de la adoración en el lugar donde se depositó el Santísimo Sacramento, se desnuda el altar, mismo que se recubrirá mañana sólo en el rito de la comunión. Cuando la procesión ha llegado al lugar de la reserva el sacerdote deja el copón, pone el incienso y, puesto de rodillas, lo inciensa, mientras se canta un canto de adoración. Todos como comunidad hacen unos momentos de oración en silencio y luego, el sacerdote y los ministros, hacen genuflexión y regresan a la sacristía.

- Se sugiere algunos cantos por mientras se prepara la Hora Santa HORA SANTA Lo propio de la Hora Santa Va ir de acuerdo con lo que organice cada comunidad o sector que se realice. - En seguida se desnuda el altar y, si es posible, se retiran las cruces del templo. - Es conveniente que las cruces y las imágenes o cuadros de santos y vírgenes que hay en el templo sean cubiertas con un velo oscuro que no se vean cuando no se pueden quitar. - Debe exhortarse a los fieles para que, en esta noche, según las circunstancias y costumbres del lugar, permanezcan durante un tiempo en adoración al santísimo sacramento. - Después de la medianoche, la adoración se realiza sin solemnidad alguna.

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TRIDUO PASCUAL VIERNES SANTO

Celebración de la Pasión del Señor MONICIÓN DE ENTRADA

Hermanos, muy buenas tardes: Nos ponemos de pie (pausa por un momento)… Nos hemos reunido para conmemorar la pasión y muerte del Señor Jesús. La tarde es la hora aproximada en que sucedió el acontecimiento: la hora del combate supremo y de la victoria definitiva; es la hora de la humillación y de la glorificación; es la hora de pasar de este mundo al Padre. Nosotros hoy ante su cruz, queremos renovar nuestra fe en Él. A pesar de nuestra debilidad, a pesar de nuestra infidelidad, creemos en Jesús. Creemos que en Él está nuestra vida, la única vida. Oremos para que esta vida fecunde el mundo entero, a todos los hombres y mujeres de hoy. Comencemos nuestra celebración en silencio.

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El celebrante revestido de color rojo, se dirige hacia el altar, y hecha la debida reverencia, se postra ante el altar o se arrodilla, y todos oran en silencio.

Postración del celebrante

MONITOR

Nos ponemos de rodillas (pausa). En silencio oramos ante Jesús desde el fondo de nuestro corazón. El sacerdote (o diácono), como servidor de la comunidad, se postra mostrando así que la presencia de Dios y sus grandezas nos descubre a la humanidad nuestra debilidad. Es un signo que también realizaba el pueblo de Israel cuando se encontraba ante un Dios mayor que todas las cosas. La pasión gloriosa de Cristo nos enfrenta con la realidad más profunda de nuestra Iglesia. Silencio largo. El monitor invita a ponerse de pie A continuación el sacerdote se dirige a la sede.

MONICIÓN Tengan la bondad de ponerse de pie Realiza la oración colecta. No se dice “Oremos”. ORACIÓN COLECTA

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PRIMERA PARTE DE LA PASIÓN DEL SEÑOR LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA Lectura del libro del profeta Isaías 52,13-53,12 MONICIÓN El profeta Isaías, nos narra la experiencia del siervo sufriente. Jesús encarnó plenamente esta figura del hombre que se identifica con los que sufren. Jesús nos salva desde la misma realidad de cada uno; carga con nuestros males, camina con nosotros y muere con nosotros.

Escuchemos. SALMO RESPONSORIAL

Salmo 30

MONICIÓN

En actitud de oración, entreguemos nuestra vida a Dios, por ello respondamos al salmo 30:

“Padre en tus manos, encomiendo mi espíritu”.

SEGUNDA LECTURA 37

Lectura de la Carta a los Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9 MONICIÓN

En la carta a los Hebreos, se nos narra que Jesús es el mediador entre el Padre y la humanidad. Él ha conocido nuestra debilidad y ha saboreado nuestras lágrimas y dolores. Su bendición y su ofrenda son causa de salvación. Atentos escuchemos. PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO según san Juan 18, 1-19, 42 MONICIÓN

San Juan nos presenta el relato de la Pasión de nuestro Señor. Jesús se entrega a la muerte consciente de su misión. Para Él, el camino de la cruz es camino de glorificación. Atentos, escuchemos.

HOMILÍA SEGUNDA PARTE: PASIÓN INVOCADA

SOLEMNE ORACIÓN UNIVERSAL -

Desde el ambón, dice la invitación que expresa la intención Después todos oran en silencio durante unos minutos y, Seguidamente, el sacerdote, desde la sede, o, si parece más oportuno, desde el altar, con las manos extendidas dice la oración. Los fieles pueden permanecer de rodillas o de pie durante toda la oración

MONICIÓN

La oración es hoy más solemne e intensa, porque queremos asociarnos a la prolongada e intensa oración de Cristo en la cruz. Nos unimos a toda la Iglesia Universal que ora; por ello en una actitud orante todos como comunidad elevemos las intenciones a Dios. Después de cada oración permanecemos un momento en silencio y atentos a la oración del celebrante.

I.- Por la Santa Iglesia Oremos hermanos, por la Iglesia santa de Dios, para que el Señor le de la Paz, la mantenga en la unidad, la proteja en toda la tierra, 38

y a todos nos conceda una vida confiada y serena, para gloria de Dios, padre todopoderoso. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote con las manos extendidas.

II.- Por el Papa Oremos también por nuestro santo Padre el Papa Francisco., para que Dios, que lo llamó al orden episcopal, lo asista y proteja para bien de la iglesia como guía del pueblo santo de Dios. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote. III.- Por el pueblo de Dios y sus ministros Oremos también por nuestro Obispo Ángel Garachana; Pastor de la Iglesia diocesana de San Pedro Sula, Y por todos los obispos de Honduras; También por los presbíteros y diáconos que colaboran con ellos en el servicio al pueblo de Dios y encomendemos también a todos los que se esfuerzan por construir el Reino de Jesús. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

IV.- por los Catecúmenos. Oremos También pos los catecúmenos, en especial los que serán Bautizados la noche de Pascua; que Dios nuestro Señor los ilumine interiormente, les abra con amor las puertas de la Iglesia y así encuentren en el bautismo el perdón de sus pecados y la incorporación plena a Cristo Nuestro Señor. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

V.- por la Unidad de los Cristianos. 39

Oremos también por todos nuestros hermanos Que creen en Cristo, aunque no profesan ser católicos; Para que Dios nuestro Señor, reúna y conserve en su única Iglesia a quienes procuran vivir en la verdad. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

VI.- Por los judíos. Oremos también por el pueblo Judío, para que nuestro Dios y Señor ilumine sus corazones, para que reconozcan a Jesucristo salvador de toda la humanidad. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

VII.- Por quienes no creen en Cristo. Oremos igualmente por quienes no creen en Cristo, aunque profesan alguna religión, para que iluminados por el Espíritu Santo, Encuentren también ellos el camino de la salvación. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

VIII.- Por quienes no creen en Dios Oremos también por quienes no conocen a Dios, Lo niegan o son indiferentes o agnósticos, para que buscando con sinceridad lo que es recto puedan llegar así a conocer a Dios. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

IX.- Por los gobernantes 40

Oremos también por los gobernantes de todas las naciones, especialmente los de nuestro país Honduras, para que Dios nuestro Señor, según sus designios, los guíe en sus pensamientos y en sus decisiones hacia la paz y libertad de todos los hombres; que trabajen decididamente al servicio de una vida más digna para todos, una distribución más inteligente de las riquezas, y una justicia transparente y eficaz. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

X.- Por los que se encuentran en alguna tribulación. Oremos finalmente, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al mundo de toda falsedad, del hambre y de la miseria. Por los que sufren los horrores de la guerra, de las dictaduras crueles, de la tortura, de la persecución y de la violencia. También por los perseguidos y encarcelados, y por los que son tratados injustamente por los hombres; por las víctimas del racismo, por los enfermos, por los moribundos. Por las familias que están atravesando momentos de prueba y sufrimiento, a causa de la falta de trabajo, del desencuentro, de la separación, de la pobreza, de la inseguridad. Oración en silencio. Prosigue el sacerdote.

SEGUNDA PARTE 41

ADORACION DE LA CRUZ

Indicaciones para develar la Cruz: - La entrada de la cruz debe ser relevante, según las posibilidades de cada lugar. - La adoración deberá ser personal, de cada asistente, sin prisas, con cantos adecuados. - Durante la adoración todo el mundo se arrodilla mirando la cruz. - El sacerdote dice: “MIRAD EL ÁRBOL DE LA CRUZ, DONDE ESTUVO CLAVADA LA SALVACIÓN DEL MUNDO” y todos contestan: VENID ADOREMOS.

MONICIÓN AL MOMENTO DE LA ADORACIÓN Hermanos: Dios eligió la Cruz para que su Hijo se inmolara en ella por nuestra salvación. Por eso la cruz es señal de la victoria, de la salvación y del amor de Dios por nosotros. Vamos a responder a este amor recibiéndola y adorándola con profunda fe.

El celebrante va a traer la cruz cubierta con un paño morado para entrar en procesión con dos acólitos con velas uno a cada lado. El celebrante va a traer la cruz cubierta con un paño morado para entrar en procesión con dos acólitos con velas uno a cada lado.

El celebrante entra con la cruz en alto y la eleva delante de la asamblea haciendo tres estaciones y aclamaciones en el tempolo inicio, en medio y enfrente diciendo o cantando: Celebrante: del mundo

Miren el árbol de la cruz donde estuvo clavado la salvación Asamblea: Venid y adoremos.

INVITACIÓN PARA MOSTRAR LA CRUZ MONICIÓN AL DESCUBRIMIENTO DE LA CRUZ 42

Hermanos: la Cruz simboliza la moneda que hay que pagar por el pecado humano y es, de este mundo, el medio de nuestra liberación ante Dios. Que esta parte de nuestra celebración manifieste que en verdad amamos la cruz y queremos seguir el camino de ella para llegar hasta Dios. El celebrante entra con la cruz y la va descubriendo poco a poco

Celebrante: Miren el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo. Asamblea: Venid, adoremos MONICIÓN DESPUÉS DEL DESCUBRIMIENTO. COLECTA PARA LOS SANTOS LUGARES La cruz, escándalo para los judíos; para los griegos, locura; para otros, piedra de choque. Cristo colgado de ella, parece un fracaso y la Cruz un suplicio. Nosotros los cristianos, en la cruz vemos el instrumento por el que nos llegó la alegría de la redención. Al adorarla, adoremos el medio por el que Cristo quiso salvarnos y cantemos su victoria. Pasaremos en orden a besar la cruz y es en este momento que depositaremos nuestra ofrenda especial, que será usada por la Iglesia para el cuidado de los lugares santos de Tierra Santa. - Se entonan cantos adecuados, alusivos a la cruz -

Para la adoración sólo debe exponerse la cruz, que estará en una base o sostenida por un acólito Ofrenda para Tierra Santa en este momento. Se puede colocar a un lado la canasta para que todos ofrenden. Terminada la adoración, se lleva la cruz a un sitio cerca del altar Se deja la cruz con un par de cirios o velas.

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CUARTA PARTE: PASIÓN COMULGADA COMUNIÓN EUCARÍSTICA 43

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Se extiende un mantel sobre el altar y se pone sobre él un corporal Enseguida se trae el Santísimo Sacramento del lugar del depósito directamente al altar Dos acólitos, con ciriales encendidos, acompañan al Santísimo Sacramento y colocan luego los cirios a los lados del altar.

PREPARACIÓN DE LA MESA PARA LA COMUNIÓN MONICIÓN Hemos conmemorado la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo. Él es el cordero sacrificado, su sangre ha quitado el pecado a la humanidad. Ahora nos invita a estar cerca para comer el Pan de la Vida. Hoy contemplamos a Jesús muerto en la cruz, mientras esperamos la noche de Pascua, en esta espera Jesús nos acompaña el cuerpo del Señor entregado por nosotros. En oración y meditación pasemos a recibir la santa comunión. PADRENUESTRO CORDERO DE DIOS COMUNIÓN ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN -

Para despedir al pueblo, el celebrante, de pie y con las manos extendidas sobre el pueblo, dice la oración. Todos salen en silencio (sin dar avisos, porque esto puede romper el clima de reflexión) El altar se desnuda al finalizar.

Pasión de nuestro Señor Jesucristo Según San Juan. Jn 18,1-19.42.

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C. En aquel tiempo Jesús salió con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:

 -¿A quién buscan? C. Le contestaron: S. A Jesús el Nazareno. C. Les dijo Jesús:

 Yo soy. C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles «Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó Jesús otra vez:

 ¿A quién buscan? C. Ellos dijeron: S. A Jesús el Nazareno. C. Jesús contestó:

 -Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos se vayan. C. Y así se cumplió lo que Jesús había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste». Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:

 -Mete la espada en la vaina. ¿ No voy a beber el

cáliz que me ha dado mi Padre?.

C. El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; Caifás era el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo». Simón Pedro y otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera en la puerta. Salió el 45

otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló con la portera e hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces a Pedro: S. -¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre? C. El dijo: S. -No lo soy. C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó:



Yo he hablado abiertamente al mundo: y he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, sobre lo qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo. C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciéndole: S. -¿Así contestas al sumo sacerdote? C. Jesús le respondió:



Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas? C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote. C. Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron: S. -¿No eres tú también de sus discípulos? C. Él lo negó diciendo: S. No lo soy. C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, le dijo: S. -¿Qué no te vi yo con él en el huerto? C. Pedro volvió a negar, y en seguida cantó un gallo.

46

C. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio. Era el amanecer y ellos no entraron en el Palacio para no incurrir en impureza y poder así comer la cena de Pascua. Salió entonces Pilato, adonde estaban ellos y les dijo: S. - ¿De qué acusan a este hombre? C. Le contestaron: S. Si éste no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos traído. C. Pilato les dijo: S. Pues llévenselo ustedes y júzguenlo según su ley. C. Los judíos le respondieron: S. No estamos autorizados para dar muerte a nadie. C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en el Pretorio, llamó a Jesús y le dijo: S. ¿Eres tú el rey de los judíos? C. Jesús le contestó:

 -¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí? C. Pilato respondió: S. -¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho? C. Jesús le contestó:



Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí. C. Pilato le dijo: S. Conque ¿tú eres rey? C. Jesús le contestó:

47



Tú lo has dicho: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz. C. Pilato le dijo: S. Y ¿qué es la verdad? C. Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo: S. Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre ustedes que por Pascua ponga en libertad a un preso. ¿Quieren que les suelte al rey de los judíos? C. Pero todos ellos gritaron: S. ¡A ése no! ¡ A Barrabás!. C. (El tal Barrabás era un bandido). C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían: S. -¡Viva rey de los judíos! C. Y le daban bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo: S. Miren, aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna culpa. C. Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo: S. Aquí lo tienen. C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores gritaron: S. -¡Crucifícalo, crucifícalo! C. Pilato les dijo: S. Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro culpa en él. C. Los judíos le contestaron: S. Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios.

48

C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más, y entrando otra vez en el Pretorio, dijo a Jesús: S. ¿De dónde eres tú? C. Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces: S. ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte? C. Jesús le contestó:



No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor. C. Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban: S. ¡Si sueltas a ése, no eres amigo del César! Porque todo el que pretende ser rey es enemigo del César. C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman «El Enlosado» (en hebreo “Gábbata”). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos: S. Aquí tienen a su Rey. C. Ellos gritaron: S. ¡Fuera, fuera! ¡Crucifícalo! C. Pilato les dijo: S. - ¿A su rey voy a crucificar? C. Contestaron los sumos sacerdotes: S. No tenemos más rey que el César. C. Entonces se los entregó para que lo crucificaran. C. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo encima de la cruz; en él estaba escrito: «JESÚS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDÍOS». Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato:

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S. No escribas «El rey de los judíos», sino «Este ha dicho: Soy rey de los judíos». C. Pilato les contestó: S. Lo escrito, escrito está. C. Cuando crucificaron a Jesús, los soldados, cogieron su ropa e hicieron cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Por eso se dijeron: S. No la rasguemos, sino echemos a suerte a ver a quién le toca. C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». Y eso hicieron los soldados. C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás y María Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:



Mujer, ahí tienes a tu hijo.

C. Luego dijo al discípulo:



Ahí está tu madre.

C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. C. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:



Tengo sed.

C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:



Todo está cumplido.

C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

hace una pausa)

50

(Todos se arrodillan y se

C. Entonces los judíos, como era el día de la Preparación de la pascua, para que los cuerpos no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua. El que vio da testimonio y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron». Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mescla de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con esos aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación de la pascua y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Palabra del Señor

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Pasión de nuestro Señor Jesucristo Según San Juan. Jn 18,1-19.42. C. En aquel tiempo Jesús salió con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:

 -¿A quién buscan? C. Le contestaron: S. A Jesús el Nazareno. C. Les dijo Jesús:

 Yo soy. C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles «Yo soy», retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó Jesús otra vez:

 ¿A quién buscan? C. Ellos dijeron: S. A Jesús el Nazareno. C. Jesús contestó:

 -Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos se vayan. C. Y así se cumplió lo que Jesús había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me diste». Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro:

 -Mete la espada en la vaina. ¿ No voy a beber el 52

cáliz que me ha dado mi Padre?.

C. El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron a Jesús, lo ataron y lo llevaron primero a Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año; Caifás era el que había dado a los judíos este consejo: «Conviene que muera un solo hombre por el pueblo». Simón Pedro y otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera en la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló con la portera e hizo entrar a Pedro. La portera dijo entonces a Pedro: S. -¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre? C. El dijo: S. -No lo soy. C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó:



Yo he hablado abiertamente al mundo: y he enseñado continuamente en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, sobre lo qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo. C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaba allí le dio una bofetada a Jesús, diciéndole: S. -¿Así contestas al sumo sacerdote? C. Jesús le respondió:



Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas? C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote. C. Simón Pedro estaba de pie, calentándose, y le dijeron: S. -¿No eres tú también de sus discípulos? C. Él lo negó diciendo: S. No lo soy. 53

C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, le dijo: S. -¿Qué no te vi yo con él en el huerto? C. Pedro volvió a negar, y en seguida cantó un gallo. C. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio. Era el amanecer y ellos no entraron en el Palacio para no incurrir en impureza y poder así comer la cena de Pascua. Salió entonces Pilato, adonde estaban ellos y les dijo: S. - ¿De qué acusan a este hombre? C. Le contestaron: S. Si éste no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos traído. C. Pilato les dijo: S. Pues llévenselo ustedes y júzguenlo según su ley. C. Los judíos le respondieron: S. No estamos autorizados para dar muerte a nadie. C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a morir. Entró otra vez Pilato en el Pretorio, llamó a Jesús y le dijo: S. ¿Eres tú el rey de los judíos? C. Jesús le contestó:

 -¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí? C. Pilato respondió: S. -¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho? C. Jesús le contestó:



Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí. C. Pilato le dijo: 54

S. Conque ¿tú eres rey? C. Jesús le contestó:



Tú lo has dicho: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz. C. Pilato le dijo: S. Y ¿qué es la verdad? C. Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo: S. Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre ustedes que por Pascua ponga en libertad a un preso. ¿Quieren que les suelte al rey de los judíos? C. Pero todos ellos gritaron: S. ¡A ése no! ¡ A Barrabás!. C. (El tal Barrabás era un bandido). C. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, le decían: S. -¡Viva rey de los judíos! C. Y le daban bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo: S. Miren, aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna culpa. C. Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo: S. Aquí lo tienen. C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores gritaron: S. -¡Crucifícalo, crucifícalo! C. Pilato les dijo: S. Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro culpa en él. C. Los judíos le contestaron:

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S. Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de Dios. C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más, y entrando otra vez en el Pretorio, dijo a Jesús: S. ¿De dónde eres tú? C. Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces: S. ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para crucificarte? C. Jesús le contestó:



No tendrías ninguna autoridad sobre mí si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor. C. Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban: S. ¡Si sueltas a ése, no eres amigo del César! Porque todo el que pretende ser rey es enemigo del César. C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman «El Enlosado» (en hebreo “Gábbata”). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos: S. Aquí tienen a su Rey. C. Ellos gritaron: S. ¡Fuera, fuera! ¡Crucifícalo! C. Pilato les dijo: S. - ¿A su rey voy a crucificar? C. Contestaron los sumos sacerdotes: S. No tenemos más rey que el César. C. Entonces se los entregó para que lo crucificaran. C. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús. Pilato mandó escribir un letrero y ponerlo encima de la cruz; en él estaba escrito: «JESÚS EL NAZARENO, EL REY DE LOS JUDÍOS». Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde 56

crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato: S. No escribas «El rey de los judíos», sino «Este ha dicho: Soy rey de los judíos». C. Pilato les contestó: S. Lo escrito, escrito está. C. Cuando crucificaron a Jesús, los soldados, cogieron su ropa e hicieron cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Por eso se dijeron: S. No la rasguemos, sino echemos a suerte a ver a quién le toca. C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica». Y eso hicieron los soldados. C. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás y María Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:



Mujer, ahí tienes a tu hijo.

C. Luego dijo al discípulo:



Ahí está tu madre.

C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. C. Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo:



Tengo sed.

C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:



Todo está cumplido.

C. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

hace una pausa) 57

(Todos se arrodillan y se

C. Entonces los judíos, como era el día de la Preparación de la pascua, para que los cuerpos no se quedaran en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza e inmediatamente salió sangre y agua. El que vio da testimonio y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que atravesaron». Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una mescla de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con esos aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos. Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación de la pascua y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Palabra del

Señor

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SOLEMNE VIGILIA PASCUAL

Un hermano hace la monición ambiental a toda la vigilia y también a Lucernario. Esta monición es fuera del templo donde se dará inicio la fogata para ello estarán las luces del templo apagadas.

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Monición Ambiental a toda la Vigilia Buenas noches hermanos: La riqueza de esta noche, esta por encima de lo que nosotros podemos comprender. Esta es la solemnidad de las solemnidades, la más antigua de las fiestas litúrgicas, el centro y el corazón del año litúrgico. Unámonos a toda la iglesia que esta noche permanece en vela para celebrar con inmenso gozo la pascua. Jesucristo es nuestra luz, que resucitado y vivo para siempre, nos guía hacia una vida nueva. Esto es lo que significaremos ahora, realizando el rito del lucernario… Celebremos, pues, a Cristo Resucitado, velando, cobrando animo al vivir los signos de la liturgia de esta noche santa.

PRIMERA PARTE LITURGIA DE LA LUZ O LUCERNARIO

BENDICIÓN DEL FUEGO 60

-

En un lugar adecuado, fuera de la Iglesia, se enciende el fuego nuevo Congregado allí el pueblo, llega el celebrante con las vestiduras propias Uno de los ministros lleva el Cirio Pascual

MONICIÓN EN EL LUCERNARIO

Nos hemos reunido desde las tiniebla para celebrar la luz, la luz de Cristo. En la noche de los tiempos sonó la voz de Dios, y hubo luz. En la noche Dios mostró a Abrahán el cielo lleno de estrellas y le prometió una descendencia innumerable. En la noche salió, de prisa, el pueblo de Israel y pasó el mar. En la noche cantaron los Ángeles el nacimiento del Señor. En la noche nos reunimos para cantar las maravillas de Dios. El Dios de la noche es también el Dios de la luz y del día. Hermanos: llegó al fin el momento del triunfo de Jesús, el día total de su victoria, el momento de cumplir la promesa, en la que todos esperaban. Cristo, según había anunciado, RESUCITÓ. Esta es la gran victoria, nuestra comunidad se reúne para celebrar el triunfo de la Resurrección de Cristo que es nuestra propia resurrección. Esta es la solemnidad de las solemnidades, la más antigua fiesta litúrgica y el corazón del año litúrgico. Unámonos a toda la Iglesia, que permanece en vela para celebrar con inmenso gozo la Pascua del Señor Resucitado.

EN EL LUGAR DEL LUCERNARIO -

Entregar el Cirio a uno de los servidores.

Exhortación del celebrante Hermanos: En esta Noche Santa, en que Nuestro Señor Jesucristo ha pasado de la muerte a la vida, la Iglesia invita a sus hijos, diseminados por el mundo, a que se reúnan para velar en oración. 61

Si recordamos así la Pascua del Señor, escuchando su Palabra y celebrando sus misterios, podremos esperar tener parte de su triunfo sobre la muerte y vivir con El siempre en Dios.

MONICIÓN DE LA BENDICION DEL FUEGO. En este fuego nuevo, que ahora será bendecido, está significada la dignidad de la creación que el Señor rescata, y del cual se encenderá el cirio Pascual.

Se inicia la celebración con la bendición del fuego.

BENDICIÓN DEL FUEGO Oremos Celebrante:

Oh Dios, que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz,



santifica este fuego, y concédenos que la celebración de estas Fiestas Pascuales encienda en nosotros deseos tan santos que podamos llegar con corazón limpio a las fiestas de la eterna luz. Por Jesucristo Nuestro Señor.

ORNATO DEL CIRIO -

Con el fuego nuevo se enciende el cirio pascual Resaltar con algunos símbolos la dignidad y significación del Cirio Pascual, puede hacer de este modo: una vez bendecido el fuego nuevo, un acólito o uno de los ministros lleva el cirio pascual ante el celebrante. Este, con un punzón, graba una cruz en el cirio. Después traza sobre él la letra griega Alfa y debajo la letra Omega; entre los brazos de la cruz traza los cuatro números del año en curso.

MONICIÓN DE LA SINACION DEL CIRIO 62

El cirio pascual simboliza a Cristo. De esto nos hablan claramente los distintos signos con los que se prepara: la cruz que lleva dibujada nos recuerda la cruz gloriosa de Cristo. El alfa y la omega nos expresan que Cristo es principio y fin; los números son el año en curso. Cristo es Señor de la historia. El cirio representa a Cristo Resucitado, presente entre nosotros. Por eso el sacerdote graba en él una cruz.

A SIGNAR EL CIRIO Propio del Celebrante: CRISTO AYER Y HOY PRINCIPIO Y FIN ALFA Y OMEGA

traza línea vertical traza línea horizontal

2

0

1

2

0

traza la letra alfa, arriba traza la letra omega, abajo

SUYO ES EL PRINCIPIO traza el 1er. número del año en curso ángulo superior Y LA ETERNIDAD traza el 2do. número del año en curso ángulo superior A ÉL LA GLORIA Y EL PODER, traza el 3er número del año en curso ángulo inferior

POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN.

Traza el 4to. número del año en curso ángulo inferior

Incrustar en el cirio los cinco clavos de incienso, en forma de cruz, mientras dice: 1. POR TUS LLAGAS

4

2. SANTAS Y GLORIOSAS 3. NOS PROTEJA 4. Y NOS GUARDE 5. JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. AMÉN

Enciende el cirio pascual con el fuego nuevo diciendo:

MONICIÓN AL ENCENDIDO DEL CIRIO 63

1 2 3

5

Ahora el sacerdote enciende el Cirio, Cristo ha resucitado, vive glorioso y para siempre y nos comunica su luz y su vida.

Celebrante: Que la luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y nuestro espíritu. SEGUNDA PARTE LITURGIA DE LA PALABRA

Apagadas las velas, todos se sientan. Antes de comenzar las lecturas, el presidente amonesta a la asamblea sobre la importancia de la liturgia de la Palabra en la Vigilia Pascual. AMONESTACIÓN DEL QUE PRESIDE

Hermanos: Con el pregón solemne de la Pascua, hemos entrado ya en la noche santa de la resurrección del Señor. Escuchemos, en silencio meditativo, la palabra de Dios. Recordemos las maravillas que Dios ha realizado para salvar al primer Israel, y cómo en el avance continuo de la Historia de la salvación, al llegar los últimos tiempos, envió al mundo a su Hijo, para que, con su muerte y resurrección, salvara a todos los hombres. Mientras contemplamos la gran trayectoria de esta Historia santa, oremos intensamente, para que el designio de salvación universal, que Dios inició con Israel, llegue a su plenitud y alcance a toda la humanidad por el misterio de la resurrección de Jesucristo

-Después siguen las lecturas. -El monitor hace la monición, a continuación el lector se dirige al Ambón y

proclama la lectura correspondiente y luego el salmista o cantor entona el salmo -Acabado el salmo, todos se levantan y el presidente dice: Oremos, y después que todos han orado en silencio durante algún tiempo, dice la oración. -Oraciones después de las lecturas 64

Monición previa a las lecturas Iniciamos la liturgia de la Palabra, después de cada lectura proclamada con su correspondiente salmo, toda la comunidad oramos en silencio, el celebrante dirá la oración. Hace una breve pausa y da inicio a las moniciones de las lecturas correspondientes:

Monición 1ª lectura Génesis 1, 1- 2, 2 La Biblia se abre con el relato de la creación y el mensaje que nos transmite es que el universo es obra de Dios, la creación entera es buena, el hombre ha recibido la bendición divina y ha sido hecho a imagen de Dios. En esta noche el texto de la creación nos recuerda que la redención culmina el proyecto de Dios trazado desde el inicio. Atentos escuchemos.

Salmo responsorial

Salmo 103

Envía, Señor tu Espíritu, que renueve nuestros corazones. Puestos en pie se dice la oración presidencial.

Monición 2ª lectura Génesis 22, 1-18 Dios no quiere sacrificios humanos sino la obediencia de la fe. La tradición judía ve en la disponibilidad de Abrahán y de Isaac el hecho fundamental por el cual Dios se comprometerá a salvar a las generaciones venideras. La tradición patrística vio en Isaac el prototipo de Cristo: hijo único ofrecido y recuperado por el Padre. Escuchemos atentos

Salmo responsorial

Salmo 15

Protégeme Dios mío, me refugio en Ti 65

Puestos en pie se dice la oración presidencial. Lectura del Éxodo 14, 15-15, 1 Al final de la tercera lectura NO SE DICE Palabra de Dios, sino que se sigue inmediatamente al cántico de Moisés.

Monición 3ª lectura Éxodo 14, 15-15, 1 De las lecturas del Antiguo Testamento de esta vigilia, ésta es la más importante. Describe el acto fundador del pueblo: el grupo de esclavos llega a ser el pueblo salvado por Dios. La liberación de Dios desemboca en el canto de acción de gracias de todo el pueblo. El texto se relacionó en el NT con la Pascua cristiana: el paso a la vida y a la gracia, por medio del sacramento del Bautismo. Atentos escuchemos.

Salmo Responsorial Cántico de Moisés

Éxodo 15

Cantemos al Señor, sublime es su victoria Puestos en pie se dice la oración presidencial.

Monición 4ª lectura Isaías 55, 1-11 Al final del libro de Isaías, vuelve a salir el tema de la palabra. Primero con el grito del vendedor ambulante; viene después una síntesis del mensaje del profeta: un nuevo pueblo, un nuevo David, una nueva Alianza; concluye con la afirmación de la certeza y la eficacia de la palabra de Dios. La mención del trigo y del vino tiene para los oídos cristianos resonancias eucarísticas. Escuchemos atentos.

Salmo responsorial

Cántico de Isaías 12, 2-3.4.5-6

Sacarán aguas con gozo de las fuentes de la salvación. Puestos en pie se dice la oración presidencial. 66

Monición 5ª lectura

Ezequiel 36, 16-28

Si en la lectura del Éxodo Dios fijaba su mirada sobre el pueblo oprimido, ahora lo hace sobre un pueblo rebelde. Israel ha endurecido su corazón y se ha obstinado ante Dios. Gratuitamente, sin merecerlo el pueblo, Dios le ofrece de nuevo su perdón. Atentos escuchemos.

Salmo responsorial

Salmo 41 Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío.

Puestos en pie se dice la oración presidencial

PROCESIÓN Después se inicia la procesión. El que preside lleva el cirio pascual. Los acólitos y por último, el pueblo EL sacerdote, o diácono, que lleva el cirio, dice: LUZ DE CRISTO R/ DEMOS GRACIAS A DIOS A la puerta de la Iglesia, el que preside, elevando el cirio, canta de nuevo: LUZ DE CRISTO R/ DEMOS GRACIAS A DIOS Todos encienden sus velas de la llama del cirio pascual y avanzan. El que preside, al llegar ante el altar, de pie y vuelta al pueblo, canta por tercera vez: LUZ DE CRISTO R/ DEMOS GRACIAS A DIOS En este momento se encienden las luces del templo. NO LAS VELAS DEL ALTAR. Estas se encienden después de terminar la última lectura del Antiguo Testamento con su responsorio y oración.

PREGÓN PASCUAL Cuando el Celebrante ha llegado al altar va a su sede. El que preside pone el cirio pascual sobre la base colocada junto al ambón. Seguidamente, una vez puesto el incienso si se emplea como para el Evangelio en la misa. El celebrante, una vez incensados el libro y el cirio - si lo cree oportuno-, anuncia el pregón pascual en el ambón, estando todos de pie y con las velas encendidas en la manos. Si no hay Diácono, puede cantar el pregón un salmista, pero no recibe la bendición ni inciensa el cirio, y omite el saludo: el Señor este con vosotros.

YA DENTRO DEL TEMPLO MONICIÓN ANTES DE CANTAR EL PREGÓN 67

El corazón de la Iglesia, al verse iluminada por el resplandor de tanta luz, estalla en un himno de alegría y de acción de gracias, pregonando las maravillas que Dios realizó y va a realizar esta noche: llenos de alegría aclamemos a Cristo, nuestra vida.

PREGÓN PASCUAL Al finalizar el pregón: el monitor invita a sentarse y apagar las velas antes de comenzar la liturgia de la Palabra

MONICIÓN ORACIÓN COLECTA LECTURAS DEL NUEVO TESTAMENTO

HIMNO DEL GLORIA MONICIÓN ANTES DEL GLORIA

Hemos escuchado las lecturas del Antiguo Testamento, la historia que nos prepara para la vida nueva que nos trae Jesucristo. Ahora, antes de escuchar el anuncio de esta vida nueva, puestos de pie, cantemos con júbilo el Gloria y alabemos a nuestro Dios. Mientras se canta el Gloria se encienden los cirios del altar, la totalidad de las luces de la Iglesia, se destapan las imágenes y se hacen sonar las campanas. Acabado el himno, el presidente dice la oración colecta, como de costumbre.

Monición 6ª lectura San Pablo a los Romanos 6, 3-11 A la pregunta de si el cristiano puede permanecer en una vida de pecado Pablo responde con una negación rotunda. Basa su afirmación en la asociación del cristiano en la muerte y resurrección de Cristo. Escuchemos atentos. Acabada la lectura de la Carta a los Romanos, todos se levantan y un salmista o el coro de la comunidad entonan solemnemente el Aleluya.

Monición antes del canto del Aleluya 68

Como comunidad inauguramos ahora el cántico triunfal, la aclamación pascual que sonará a lo largo del año en nuestras celebraciones, como un eco de la solemnidad de la Pascua. Puestos en pie entonemos con alegría y jubiló el aleluya.

Canto del Aleluya Monición Salmo responsorial

Salmo 117

Alabemos a Dios por las maravillas que hace. Por ello, respondamos al salmo 117: Aleluya, aleluya, aleluya.

EVANGELIO CICLO B -Para el Evangelio no se llevan los cirios sino solamente el incienso -Incensar el Evangeliario o leccionario EVANGELIO: Marcos 16, 1-7. MONICIÓN

Para terminar el recorrido de la Historia de la Salvación de Dios para con la humanidad, nos encontramos con el relato evangélico, con un mensaje claro y contundente: las promesas se han cumplido; Dios ha sido fiel a su palabra. Aquél a quien buscan las mujeres, a quien todos buscamos, no está aquí: HA RESUCITADO. La vida ha triunfado sobre la muerte; ha nacido la aurora de una nueva vida. Puestos en pie, escuchemos santo el Evangelio

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TERCERA PARTE LITURGIA BAUTISMAL

-A

continuación el que preside, se acerca a la fuente o pila bautismal, que estará situada en el centro o frente al altar o en un lugar visible. -La asamblea permanece en su lugar. MONICIÓN

Entramos a la tercera parte de la Vigilia, la liturgia bautismal. El agua es indispensable para la vida de las personas y de la naturaleza. Por el agua Dios realizó grandes maravillas a favor de su pueblo, tal como lo meditamos en la liturgia de la Palabra. El signo del agua es muy expresivo en la celebración del bautismo para 70

significar nuestra muerte y resurrección en Cristo Jesús y para manifestar la nueva vida que adquirimos por el bautismo. LETANÍA DE TODOS LOS SANTOS BENDICIÓN DE AGUA COMÚN O BAUTISMAL (si hay bautizos)

- El celebrante bendice el agua bautismal - Si es oportuno se puede introducir el cirio pascual en el agua de la fuente una o tres veces. - La liturgia bautismal comienza con la letanía de todos los santos.

Ahora se lleva a cabo el rito del bautismo y confirmación si los hubiera RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS BAUTISMALES

-

Concluido el rito de bendición o el rito del bautismo y confirmación, si los hubiera, todos renuevan las promesas bautismales permaneciendo de pie y habiendo encendido nuevamente las velas con la luz del Cirio Pascual.

-El celebrante se dirige a la sede y dice la monición y luego pregunta las renuncias y pide la profesión de fe. Monición a la renovación de las promesas

Ahora, pongámonos de pie y encendamos nuestra vela para renovar nuestro compromiso bautismal, haciendo las renuncias y nuestra profesión de fe. El celebrante se dirige a los fieles a manera de interrogatorio. Seguidamente, él pide a la asamblea la triple profesión de fe

Renuncias Profesión de fe Monición antes de la aspersión de agua

El agua que vamos a recibir nos recuerda nuestro bautismo. Considerémonos esta noche como si fuéramos bautizados de nuevo. El sacerdote rocía al pueblo con el agua bendita. 71

Después de la aspersión, el sacerdote, seca sus manos con una toalla, regresa a la sede y comienza la oración universal

ORACIÓN DE LOS FIELES MONICIÓN A cada una de las intensiones responderemos orando: En Cristo Resucitado, escucha nuestra oración.  Por la Iglesia Universal, el Papa Francisco y nuestros pastores, para que, confiados en el Espíritu Santo y a la luz de la Palabra del Señor sean testimonio de Cristo Resucitado. OREMOS  Por todas las naciones de la tierra, para que puedan gozar de la verdadera paz que Cristo nos ha venido a traer, que cese la violencia y que unidos demos testimonio de la paz que nos trae la Pascua. OREMOS  Por todos los agentes de pastoral de nuestra comunidad, para que con su servicio y compromiso en la misión de la Iglesia, sea siempre movida por la acción de Cristo Resucitado y vayan como anunciadores de la Pascua. OREMOS  Por todos los bautizados en esta noche de Pascua, para que movidos por el Resucitado inicien a vivir la nueva vida en Cristo y sean testigos de la vida y experiencia de Jesús en este nuevo tiempo de Pascua. OREMOS  Por todos los enfermos, los que sufren y los pobres de nuestra comunidad, para que el gozo de la Pascua se convierta en acciones solidarias y acogida fraterna de todos los que celebramos 72

el misterio Pascual. OREMOS  Por nuestra parroquia para que la esperada Pascua de Cristo sea un signo de comunión y participación entre todos los que formamos parte de ella; que nuestras actitudes y servicios vayan encaminados a fortalecer y acrecentar el sentido de fe y pertenencia a la parroquia, sintiéndonos corresponsables de ella. OREMOS

CUARTA PARTE

LITURGIA EUCARÍSTICA

MONICIÓN (Antes del canto de ofertorio)

Llegamos al momento central de nuestra celebración, de nuestra fiesta de esta noche. Jesús resucitado se hará presente entre nosotros en aquellos signos que Él nos dejó, el pan y el vino. Con alegría, con agradecimiento, dispongámonos a celebrar la Eucaristía de Pascua. Hermanos les invitamos a cumplir con el compromiso que asumimos al comienzo del año para el sostenimiento de la iglesia. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS PREFACIO PLEGARIA EUCARÍSTICA 73

MONICIÓN ANTES DE LA COMUNIÓN (Después del Cordero de Dios y que comulgue el sacerdote)

Al recibir la comunión participamos en el camino de la vida plena que Jesús nos ha dado en su resurrección. Jesucristo nos invita a alimentarnos de Él. COMUNIÓN ORACIÓN POST COMUNIÓN RITO DE CONCLUSIÓN P. El Señor esté con ustedes La asamblea responde:

R. Y con tu espíritu Que les bendiga Dios Todopoderoso en esta noche solemne de Pascua, y que su misericordia les guarde de todo pecado. R. Amén Y el que les ha redimido por la resurrección de Jesucristo, les enriquezca con el premio de la vida eterna. R. Amén. Y a ustedes, que al terminar los días de la pasión del Señor celebran con gozo la fiesta de Pascua, les conceda también alegrarse Con el gozo de la Pascua eterna. R. Amén. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. 74

R. Amén. Pueden ir en paz, aleluya, aleluya. R. Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya. MONICIÓN FINAL

No olvidemos que esta noche es de gozo pascual FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN

Domingo de Pascua De la resurrección del Señor

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Misa del día

.MONICIÓN DE ENTRADA Pedir que se apaguen los celulares, mantener el cuidado de los niños.

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Sean bienvenidos hermanos a esta gran fiesta eucaristía día de alegría y de gozo. El domingo de Pascua es el día más grande de los cristianos, porque… ¡Cristo ha resucitado! Este acontecimiento llena de alegría a toda la Iglesia: es el gran día de alabanza y de acción de gracias por el triunfo pascual del Señor. El domingo de resurrección es una invitación a participar en la victoria de Cristo, llevando una vida nueva que se refleje en la manera como vivimos el Evangelio. Guiados por la gracia de Dios descubramos las implicaciones concretas que nos trae la vida nueva que disfrutamos desde anoche. Con alegría desbordante por la Resurrección del Señor comenzamos nuestro encuentro cantando.

ACTO PENITENCIAL El que Preside hace una breve invitación a renovar nuestro bautismo. Monición a la aspersión con agua

Jesús resucitado nos ha dado su misma vida mediante el bautismo que un día recibimos. Recordémoslo y renovémoslo hoy, con la aspersión de esta agua. Cantos sugeridos: Nacimos para ser (n. 203), Ilumíname Señor con tu Espíritu (n. 206) o El agua del Señor sanó mi enfermedad; y todos los que hablen del agua y del bautismo.

HIMNO DEL GLORIA

MONICIÓN AL GLORIA

Ahora, antes de escuchar el anuncio de esta vida nueva, puestos en pie cantemos con júbilo el Gloria y alabemos a nuestro Dios.

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ORACIÓN COLECTA LITURGIA DE LA PALABRA PRIMERA LECTURA Lectura de los Hechos de los Apóstoles 10, 34. 37- 43 MONICIÓN En la narración de los Hechos de los Apóstoles, el apóstol Pedro da testimonio público de la Resurrección del Señor siendo esto una invitación a ser discípulos y seguidores de Cristo. Atentos escuchemos

SALMO RESPONSORIAL

Salmo 117

MONICIÓN

Demos gracias y alabanzas a Dios por todas las maravillas que hace, por ello respondamos al salmo 117:

Este es el día que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. SEGUNDA LECTURA Lectura de la carta de san Pablo a los Colosenses 3, 1 - 4 MONICIÓN

San Pablo nos indica que debemos vivir una vida nueva, porque desde el bautismo estamos injertados en la vida de Cristo. El hecho de la Resurrección de Cristo tiene que manifestarse en nuestra vida.

SECUENCIA Monición: secuencia de Resurrección 78

La alegría pascual, es un gozo para los que creemos en Cristo Resucitado, por ello de manera poética escuchemos la secuencia de la Pascua.

EVANGELIO Evangelio según san Juan 20, 1-9 MONICIÓN

La Buena Nueva de san Juan nos narra la experiencia ante el sepulcro vacío aquel primer día de la semana, Cristo ha resucitado, Él vive anunciémoslo. Les invito, hermanos, para que puestos en pie, entonemos el GRAN ALELUYA con alegría y gozo para escuchar el Evangelio.

HOMILÍA CREDO

ORACIÓN DE LOS FIELES 79

MONICIÓN

A cada una de las intenciones responderemos:

Por la Resurrección de tu Hijo, escúchanos  Por la Iglesia que hoy celebra gozosa la fiesta de la vida nueva, para que camine siempre bajo el espíritu de la Resurrección. OREMOS  Por nuestra patria Honduras, sus gobernantes y todos los que sirven en el sector público, para que siempre tengan presente el bien común en su servicio. OREMOS  Por todos los agentes de pastoral para que den testimonio de Cristo Resucitado y vayan acrecentando cada día su entrega en la comunión y la participación. OREMOS  Para que la alegría que hoy celebramos los cristianos llegue a toda la humanidad por medio de una paz justa y una fraternidad universal. OREMOS  Por los que participamos de esta Eucaristía, para que vivamos una auténtica espiritualidad de resucitados, mirando la realidad con ojos de fe y practicando el amor con los necesitados. OREMOS

LITURGIA EUCARÍSTICA MONICIÓN (Antes del canto de ofertorio)

Llenos de gozo vamos al momento central de nuestra celebración, de 80

nuestra fiesta de este día. Jesús resucitado se hará presente entre nosotros con aquellos signos que él nos dejó, el pan y el vino. Hermanos, les invitamos a cumplir con el compromiso que asumimos al comienzo del año para el sostenimiento de nuestra iglesia. PLEGARIA EUCARÍSTICA MONICIÓN ANTES DE LA COMUNIÓN (Después del Cordero de Dios y que comulgue el sacerdote)

Jesucristo nos invita a participar en la comunión. Con la alegría que el Señor nos da en esta fiesta de Pascua Acerquémonos a participar del banquete del Resucitado. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN RITO DE CONCLUSIÓN

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!

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