Manual De Psicologia Y Kabbalah

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INTRODUCCIÓN

“El mejor modo de reducir tu sufrimiento personal, es reducir el sufrimiento del otro.”

Un gran sabio caminaba por la playa por la mañana, antes de empezar sus estudios. La playa estaba llena de estrellas del mar, que fueron traídas por la corriente. El sabio recogió una de ellas en sus manos y la devolvió al mar, agarró otra y otra e hizo lo mismo. Un joven que pasaba por la playa lo pregunó: - Maestro, ¿Qué está haciendo? ¡Pierde su tiempo! Podrá salvar algunas estrellas del mar regresándolas al agua. ¡Pero son miles! Lo que usted hace es muy poco relevante. - Es verdad, dijo el sabio. Por la mayoría de ellas no podré hacer nada, pero a ésta que tengo ahora en mis manos, la cambiaré la vida, y esto no es poco. Prestar primeros auxilios emocionales es ofrecer soporte emocional a las personas que se encuentran afectadas ante una crisis. Se realiza cuando las dolencias de las personas obedecen a las emociones de ese momento tales como: miedo, tristeza, angustia, llanto y dolor. Las personas que lo efectúan no necesitan ser profesionales de salud mental. La técnica de primera ayuda es sencilla y práctica, pero requiere de un entrenamiento básico para su aplicación. Según la Organización Mundial de la Salud (2012) “todas las personas tienen recursos y capacidades para poder afrontar desafíos que la vida presenta”. Sin embargo, algunas son particularmente vulnerables en situaciones críticas y pueden necesitar ayuda adicional. Más que aconsejar y decir qué debe hacer la persona asistida, quien auxilia tiene el deber de ayudar a que esta persona pueda encontrar y fortalecer sus propios recursos para reestablecerse. El Baal Shemtov decía que un alma puede bajar a este mundo con una única misión de ayudar o direccionar a alguien, a una sola persona. Como no sabemos cuál es nuestra misión, cuál es esta persona, no deberíamos perder ninguna oportunidad que se dé y que pueda ser el propósito de nuestra existencia. No hay nada más espiritual que ayudar al otro, sea como sea. Dice el Talmud, que el que ayuda a una persona a salir de una situación de pobreza de espíritu para que se convierta en una persona mejor, más feliz y más espiritual, adquiere el poder de anular malos decretos. Tan solo con una acción altruista cada día, uno puede convertirse en un canalizador de la luz del Creador.

Rabino Max Godet

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“En situaciones tristes, cuando la vida nos sorprende con eventos dolorosos, desconocidos pueden convertirse en grandes amigos, y grandes amigos, en desconocidos”

¿Porqué sufrimos? Tzaar Comprende la naturaleza del dolor.

El dolor es una señal de que algo en nuestro cuerpo no está bien y que tenemos que enfrentarlo. Este mismo principio aplica para el dolor emocional. Nos obliga a concentrarnos en la sanación del órgano afectado, y también funciona como un incentivo a la precaución que mantiene nuestra integridad física. Si no fuera por el dolor en el cuerpo, es posible que lo hubiéramos destruido. El sufrimiento es la reacción al dolor, que puede ser físico, o mental. Nadie puede causarte sufrimiento mental, solo tu. Todas las facultades que tenemos deben trabajar para nuestro bienestar. Solamente cuando tu cuerpo y mente trabajan para tu bienestar, no contra ti, puedes superar el sufrimiento. Las situaciones externas nunca funcionarán de la manera en que tú lo deseas, lo que pasa dentro de ti, sí. Antes de prestar ayuda a quien se encuentra sumergido en su dolor y sufrimiento, es importante comprender y respetar la naturaleza del sufrimiento. En una primera instancia, permite que la persona abrace su dolor. Esto es lo que le hará concentrarse en la búsqueda de la sanación, por lo tanto, es un proceso necesario.

Tzaar (sufrimiento, en hebreo) – También significa estrecho. El sufrimiento es consecuencia de la estrechez de espíritu. Aunque el dolor sea el mismo en diferentes personas, el sufrimiento causado por el dolor será completamente distinto. El sufrimiento es amplificado o reducido de acuerdo con las creencias y percepción de cada persona.

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El poder de la soledad Tzimtzum

Muestra que estás presente, aunque un poco distante.

Hay muchas personas que prefieren estar solas cuando están tristes. Por eso, no te esfuerces en estar al lado de ellas todo el tiempo. Déjales un espacio para que se recuperen y, en todo caso, aclárales que pueden contar con tu compañía en cualquier momento si en algún momento así lo desean. La soledad puede ser devastadoramente perjudicial para la salud psicológica y física, de modo que cuando una persona se siente social o emocionalmente aislada, es necesario brindarle apoyo. Sin embargo, debemos saber cuándo es necesario estar solos para el proceso de sanación. Puedes estar presente, hacerle saber que estás ahí para él cuando lo necesite, y de esta manera, aun estando físicamente solo, se sentirá querido y acompañado. Proporciona alivio al sufrimiento emocional

El sufrimiento puede ser devastador, aunque no podemos de inmediato eliminar el dolor, debemos tratar inmediatamente de aliviar el sufrimiento. Simplemente al decir de manera sincera “estoy aquí, cuenta conmigo”, ya será de gran ayuda. Respeta su intimidad

Una parte del sentimiento de aflicción es verbalizable. Pero hay otra que irremediablemente queda en la intimidad y es subjetiva, o bien la persona prefiere no revelarla. Es importante respetar eso. No hagas demasiadas preguntas si sientes que la persona no quiere hablar de determinado tema. Respétala. No menosprecies los silencios

No tienes porqué sentir incomodidad si el tiempo que pasas acompañando a la otra persona está invadido de silencio. Es lo normal. Acompañando físicamente a esta persona ya la puedes estar ayudando y que las palabras sean algo secundario. Intenta además que la otra persona note que a ti no te incomoda permanecer largos ratos sin decir nada, así no tendrá que actuar por compromiso.

“Solamente los que se importan de verdad contigo pueden oírte cuando estás en silencio.”

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Tzimtzum (contracción) En Kabalah, el Creador es llamado de Ein Sof, Infinito. Antes de crear el mundo, su luz estaba por todas partes e impedía el surgimiento de cualquier cosa. Para permitir la creación, Él contrajo a su luz generando un espacio vacío y oscuro donde surgiría Iesh meAin, algo de la nada, y consecuentemente, todo lo que existe hoy. Así como el Creador contrajo su luz infinita para permitir el surgimiento del universo y de la materia, es necesario que ¨contraigas tu luz¨ para crear un espacio que permita la introspección y la reconstrucción con estímulos internos, natos de la persona auxiliada.

Hitbodedut (Aislamiento) Es la palabra utilizada en la tradición judía para ¨meditación¨. Estar completamente solo por algunos momentos. No es lo mismo que soledad. Aislarse en pensamiento del ruido abrumador de la vida es crear un refugio para el alma, que fortalece y amplifica la concentración y la creatividad. En momentos de crisis, pérdidas y desilusión, estar solo y sumergirse en introspección es una práctica indispensable durante el proceso de dolor y de sanación.

“Tu visión solo será clara cuando observes tu corazón. El que mira fuera, sueña. El que mira dentro despierta.”

Carl Jung

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¡No reprimas el llanto! Shevirá

“No hay nada más íntegro que un corazón roto” Kotzker Rebe

Permite la expresión del dolor

Toda emoción que no es expresada se acumula y se amplifica, seguramente será la causa de futuras enfermedades físicas y trastornos mentales. Es importante invitar a la persona asistida a hablar sobre lo sucedido y comprender sus reacciones, sentimientos y actitudes ante el acontecimiento. Hoy en día llorar está mal visto, sobre todo en el caso de los hombres, y sin embargo es un mecanismo presente en todas las culturas, que sirve para descargar tensiones, y, en cierto modo, aliviarse. También es un buen momento para estrechar lazos por medio del abrazo, ya que este contacto físico puede hacer que de ese momento en adelante la persona que está triste se sienta más libre de exteriorizar los pensamientos y sentimientos que la afligen.

Escucha con atención

Prestar apoyo es, entre otras cosas, saber escuchar y facilitar que la persona asistida se pueda desahogar para liberar tensiones. Es por eso que no deberías tomar un rol tan activo en la conversación. Apoyar es justamente eso: mostrarse dispuesto a ayudar a la otra persona. Prestar atención a sus necesidades y no saturarla con consejos o actividades impuestas. Por ello, lo más importante que puedes hacer es practicar la escucha activa, es decir, hablar menos que la otra persona y hacerlo para que sea ella la que, si quiere, pueda expresarse. No le hables de tus propios problemas. No digas cosas como “No deberías sentirte así́́”, “Deberías sentirte afortunado de sobrevivir”.

Escucha activa - Realizar apoyo con el fin de que la persona se sienta escuchada y comprendida, facilitando la expresión de sentimientos y emociones negativas como el miedo, la tristeza, la angustia o el enojo.

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No juzgues

“No juzgues a tu prójimo hasta que llegues al lugar en que él se encuentra”. Pirkei Avot

Los sabios del Talmud nos enseñan que solamente podríamos entender las decisiones y el comportamiento de los demás, después de vivir idénticas situaciones que ellos han vivido. Con el mismo entorno, la misma educación que ha recibido y con la misma capacidad cognitiva. Todos estos factores han inducido al individuo a que tome determinada decisión. Como es imposible vivenciar cualquier situación desde su lugar, simplemente no deberíamos juzgarlo.

Pregunta qué quiere de ti

Ante una persona triste, una de las primeras preguntas que deberías hacer es: ¿Qué puedo hacer por ti? Es en ese momento cuando empieza el apoyo emocional de verdad, más que en la averiguación de lo que le ha pasado. Prioriza su bienestar a tu curiosidad para saber qué pudo pasarle. La persona asistida probablemente estará desconectada de los detalles del día a día, su alimentación, vestimenta y responsabilidades cotidianas. Es importante ayudarla con estas necesidades básicas.

Shevirá y Tikun (ruptura y reconstrucción/corrección) Después del proceso de contracción de luz del Creador, vasijas que contenían luz creadora flotaban por el cosmos y empezaron a romperse. La ruptura de las vasijas permitió que infinitas formas de vida se crearan. La destrucción y la transformación está en la esencia de cada molécula en el universo. Así como en todos los seres vivos, todo el cuerpo se concentra en la sanación de un órgano dañado. La mente y el alma se esfuerzan para curarse. La ruptura es inevitable pero después de cada rompimiento, se inicia naturalmente el proceso de reconstrucción. Más que tratar 7

de encontrar explicaciones o culpables para lo que sucedió, deberíamos enfocarnos en reconstruirnos. El sufrimiento muchas veces puede ser el camino para una profunda sanación.

La tradición mística judía está repleta de metáforas alusivas al proceso del despertar espiritual que siempre empieza en momentos de oscuridad comparados con la noche. En el relato bíblico de la creación del mundo se repite la frase: “Y fue noche y fue día del día uno… del día dos…” El día empieza siempre por la noche. Así se da el despertar espiritual, o la plena sanación emocional, siempre después de momentos de oscuridad. Sin embargo, el texto destaca que incluso durante la oscuridad, el Creador está presente: “Y había oscuridad por toda la tierra, y el espíritu de Dios se movía sobre las aguas. Y dijo Dios, que se haga la luz” (Genesis 1.2).

“No hay luz más intensa que la que emerge de la más intensa oscuridad” Zohar 2:184

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Sanación emocional y reconstrucción del alma Tikun

“Recuerda que puedes levantarte y rehacerte después de cualquier situación. Nada es permanente. Todo depende de tus elecciones hoy, y que ya no mires hacia atrás. ¨

Enfócate en la reparación.

Después de tratar de aliviar el sufrimiento estando presente, oyendo atentamente y creando un espacio propicio para la expresión del dolor, debemos enfocarnos en la reconstrucción. Lo que pasó, sea lo que sea, ya es parte del pasado. Es importante estar al lado de la persona asistida y conducirla indirectamente a que se enfoque en su restablecimiento. Este debe ser un proceso gradual. Analizar las dimensiones del problema con enfoque en tres áreas: . Pasado inmediato. Cómo alejarse de manera coherente de la situación que es la causa del dolor. Preguntarse si hay algo que se pueda hacer para evitar que la situación empeore.

. Presente. Suplir las necesidades básicas del ahora. La vida, con las responsabilidades y tareas de lo cotidiano, debe seguir normalmente.

. Futuro inmediato. Preguntarse cuales son los eventuales riesgos para la persona y prepararse para las soluciones inmediatas. Ayudar a la persona a ejecutarlas.

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Conecta la persona auxiliada a sus recursos personales.

Trata de ser un nexo con recursos de ayuda, proporcionándole a la persona asistida información y brindándole orientación sobre qué hacer y cómo hacerlo. Si no eres un profesional de la salud mental, lo más coherente es que la ayudes únicamente con cuestiones prácticas, y ofreciéndole contención emocional, como mencionamos hasta ahora. Es nuestro deber direccionar e incentivar a la persona, a que busque la ayuda y soporte de un profesional.

Zeriá (siembra) – No se puede erguir una construcción sólida sin fuertes bases. Nos hemos acostumbrado a usufructuar cualquier cosa de manera rápida, sin esfuerzo. La ley espiritual determina que para cosechar ricos frutos, es necesario sembrar, regar el árbol, esperar que crezca y dé naturalmente sus frutos. La dicha solamente es plena cuando el fruto es consecuencia de nuestro esfuerzo, cuanto más dolor y esfuerzo hay durante el proceso, más dicha habrá después. Cuando comprendes que la ruptura lleva a la reconstrucción, y te enfocas en el proceso de restablecimiento emocional y espiritual, estás sembrando una semilla. El Rey David en sus Salmos expresa este pensamiento: “Los que siembran con lágrimas, cosecharán con alegría”.

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Fortaleza mental y espiritual Refuat haNefesh

Fortalece el autoestima

Cuando los ánimos bajan es necesario la autocompasión. La autoestima es como un sistema inmunológico emocional que amortigua el dolor emocional y fortalece la capacidad de recuperación emocional. Por eso es importante monitorear y evitar decaer en particular cuando ya se está sufriendo. Una forma de “curar” la autoestima lesionada es practicar la autocompasión. Cuando surgen los sentimientos de autocrítica, puede ser de gran ayuda realizar ejercicios como este: Imagina que un amigo querido se siente mal por razones similares a las tuyas. Escríbele un mensaje expresando compasión y apoyo hacia él. Luego lee el mensaje. Estas palabras son las que deberías darte a ti mismo.

Quedarse atento a la calidad de los pensamientos.

Después de la crisis y de haber enfrentado la primera etapa de dolor es imprescindible tratar de mantener los pensamientos positivos y la concentración en el futuro. Los pensamientos sanos y la práctica de actividades que generan bienestar, previenen el desarrollo de alguna psicopatología. Incentivar y monitorear a la persona asistida, mismo cuando ya aparenta estar bien, es tan importante como los primeros auxilios durante la crisis.

Incentivo al tratamiento psicológico.

Como ya mencionamos, no es coherente tratar de la salud emocional si no tienes las herramientas correctas para hacerlo. Es muy importante incentivar a la persona auxiliada a que inicie alguna terapia cognitiva, para mantenerse en estado de salud mental sano, mismo después que aparentemente ya haya superado la crisis.

Las terapias cognitivas consideran que algunos trastornos o afecciones mentales y emocionales se encuentran íntimamente vinculados con los procesos cognitivos. Esto significa que las personas sufren y desarrollan afecciones psicológicas por la manera en la que interpretan el entorno y los sucesos que le ocurren y no por la naturaleza de estos en sí mismos.

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Superar la culpa – El arte de auto disculparse

La culpa puede ser útil en pequeñas dosis. Alerta a tomar medidas para reparar un problema en la relación con otra persona. Pero la culpa excesiva es tóxica, ya que malgasta las energías emocionales e intelectuales, distrae de otras tareas e impide disfrutar de la vida. Las disculpas deberían centrarse menos en la explicación de porqué se hizo lo que se hizo y más en cómo las acciones (o inacciones) afectaron a la otra persona. Es más fácil perdonar a alguien cuando uno logra sentir lo que el otro siente. Al disculparse (aunque sea por segunda vez), es mucho más probable que la otra persona trasmita un auténtico perdón y ayuda a que la culpabilidad se disuelva.

“Cuando tratas de controlar todo, no disfrutas nada. Confía en el momento y abraza la incertidumbre. Cuando nada es seguro, todo es posible.

Concéntrate en cómo quieres vivir y sentirte, y permite que la Supervisión Divina se encargue de los detalles.”

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Cuídate a ti mismo. Higiene emocional Tihur haLev

“El nivel de pensamiento que te ha llevado donde ahora estás, no te llevará donde sueñas estar” Albert Einstein

¡Prepárate para la crisis!

Como ya sabemos, las rupturas son inevitables. En algún momento en nuestras vidas, tarde o temprano, nos enfrentaremos con situaciones que generan dolor y desestabilidad emocional. Así como el cuidado con la salud física nos fortalece y juega a nuestro favor durante cualquier enfermedad, también el cuidado con la mente y con el alma, cuando todo está bien, será de gran ayuda, y nos mantendrá firmes durante los momentos difíciles. Si te esfuerzas para desarrollar una actitud positiva y proactiva, cuando todo está relativamente bien, estás construyendo una personalidad fuerte que puede enfrentar a cualquier situación, con mucho más claridad e inteligencia emocional.

Acostúmbrate a vivir con gratitud

La tradición judía establece que debemos empezar el día con gratitud, la primera palabra que debe salir de nuestra boca es: “Modé ani” agradezco. Mas que simplemente decir, es importante pensar en todo lo bueno que tenemos, y empezar el día con este sentimiento de gratitud. Esta práctica nos convierte en personas agradecidas por naturaleza. En momentos de crisis, las personas agradecidas sabrán ver también lo que sí tienen, y no estarán sumergidas en el mar de la carencia y del sufrimiento.

Sobre esto, escribió el Rey David, en los salmos, “Declararé Tu bondad por las mañanas, y manifestaré mi fe por las noches”. Los momentos de claridad y estabilidad, son llamados por el salmista de ¨mañana¨. La crisis, las situaciones de ruptura e incertidumbre, son llamados de ¨noche¨. El que logra ser agradecido, y desarrolla una visión positiva y constructiva durante los momentos de claridad, estará fuerte y mejor preparado para vivir las situaciones de oscuridad. 13

Fortalece cada día tu autoestima

Aprende a valorarte, apreciarte y disfrutar de tu propia compañía. Si te cuidas, inviertes en tu crecimiento personal, y te valoras, estás construyendo una fortaleza de autoestima, que te será de gran utilidad en los momentos de crisis. Lo que más puede afectar a cualquier persona durante las situaciones difíciles e inevitables de la vida, es la falta de creencia en sí misma. La falsa creencia de que no podrá soportar, así como los sentimientos de culpa, suelen surgir de una baja autoestima. Eres la mejor compañía que puedes tener, eres tu mejor amigo y tienes capacidades impensables. ¡Fortalécete y apréciate cada día!

Rodéate de verdaderos amigos

Los sabios del talmud nos dicen que para mantener una buena amistad, es necesario adquirirla constantemente. Una vez que tienes un buen amigo, debes esforzarte para mantener la relación de amistad y los vínculos que han establecido. Debemos invertir en nuestras amistades, cuidarlas como se cuida de una planta, que si no tiene sus necesidades suplidas, se muere. Es muy reconfortante vivir rodeado de personas queridas que en momentos de crisis y necesidad estarán ahí para apoyarte. Es preferible tener pocos amigos sinceros, e invertir en estas relaciones, que tener muchas amistades superficiales. Cualquier persona o situación que exige de nosotros respuestas complejas, introspección y actitudes que llevan al crecimiento, son verdaderos amigos de nuestra alma. Un buen entrenador es el que prepara el atleta para ser un campeón, sea difícil y exhaustivo como sea. Sin estos entrenadores que aparecen en nuestras vidas, la existencia no tendría ningún sentido. Todos nacimos para evolucionar, y no para sentarnos a disfrutar y que alguien nos infle el ego diciendo “lo que dices es perfecto”. La Kabalah nos enseña que lo que conecta a dos personas espiritual o energéticamente, son las diferencias y la capacidad de complementar uno al otro. la inteligencia racional y la intuición. La sabiduría Infinita te acerca a quien puede aportar en tu proceso evolutivo, y te complementa. Las personas que pasan más tiempo contigo, van a determinar quién eres.

“Haz para ti un maestro, y trata de adquirir un amigo” Pirkei Avot

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Administra bien tu energía.

Cada día recibimos una porción de energía vital, que es llamada en la Kabalah de Jaiuta de Nafsha. Es lo que nos da ganas de vivir, expande nuestra creatividad, la capacidad de concentración y nos hace sentir bien. Pero esta energía es limitada, la vamos gastando durante el día. Cuando te enojas, pierdes energía, te entristeces, te preocupas, sientes envidia o cuando estás juzgando a alguien, estás desperdiciando energía vital. Si separas un momento durante el día para meditar, hacer una oración, y logras bajar la intensidad de tus pensamientos, vuelves a absorber más energía.

Solamente te conviertes en una persona libre de verdad, cuando logras determinar quién y cuál situación es merecedora de tu energía. Si no aprendes a ignorar las situaciones que son insignificantes, los comentarios desagradables y las personas tóxicas, no puedes ser una persona espiritual.

Recuerda que, si logras administrar bien tu energía, lo que hablas, lo que aceptas y lo que no, te vas a enfermar menos, vas a tener más motivación, inspiración y fuerza para cuidar más de tu salud, de tus relaciones y vas a ser mucho más fuerte.

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SINTESIS ¿Cómo prestar primeros auxilios emocionales?

1- Comprende la naturaleza del dolor. Trata de sentir empatía por el sufrimiento del otro. El objetivo del dolor es concentrarnos en la recuperación.

2- Muestra que estás presente, aunque un poco distante. Permite que la persona asistida tenga su espacio privado de introspección. Muestra que estás disponible para cuando te necesite. Aunque esté físicamente sola, se sentirá querida y acompañada. 3- Proporciona alivio al sufrimiento emocional Simplemente por decir de manera sincera, “estoy aquí, cuenta conmigo”, ya será de gran ayuda.

4- Respeta su intimidad No hagas demasiadas preguntas. Si sientes que la persona no quiere hablar de determinado tema, respétala. 5- No menosprecies los silencios. Acompañando físicamente a esta persona ya la puedes estar ayudando, y las palabras son algo secundario casi siempre.

6- Permite la expresión del dolor. Invita a la persona asistida a hablar sobre lo sucedido y dar cuenta de sus reacciones, sentimientos y actitudes ante el acontecimiento.

7- Escucha con atención, sin juzgar. Escucha y facilita que la persona asistida se pueda desahogar para liberar tensiones. No digas cosas como “No deberías sentirte así”, “deberías sentirte afortunado de sobrevivir”.

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8- Pregunta qué quieren de ti La persona asistida, probablemente estará desconectada de los detalles del día y responsabilidades cotidianas. Es importante ayudarla con estas necesidades básicas y ofrecerse a ayudar. 9- Enfócate en la reparación Lo que pasó, sea lo que sea, ya es parte del pasado. Es importante estar al lado de la persona asistida y conducirla indirectamente a que se enfoque en su restablecimiento.

10Conecta la persona auxiliada a sus recursos personales Trata de ser el nexo que despierte recursos de ayuda, proporcionándole a la persona asistida información y brindándole orientación sobre qué hacer y có mo hacerlo.

11¡Fortalece su autoestima! La autoestima es como un sistema inmunológico emocional que amortigua el dolor emocional y fortalece la capacidad de recuperación emocional.

12Quédate atento a la calidad de sus pensamientos. Es imprescindible tratar de mantener los pensamientos positivos, y la concentración en el futuro. Incentivar y monitorear a la persona asistida, incluso cuando ya parece estar bien, es tan importante como los primeros auxilios durante la crisis.

13Incentivo al tratamiento psicológico. Es muy importante incentivar a la persona auxiliada que inicie alguna terapia cognitiva, para mantener su estado de salud mental sano, incluso después que aparentemente, ya haya superado la crisis.

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