Materia Y Espiritu

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Materia y Espíritu DANIEL LAPAZANO

Luna Blanca

Título Original: Materia y Espíritu © 2019 Luna Blanca Diseño de portada: Daniel Lapazano e-mail: [email protected] Safe Creative Global Copyright Registry Nro.1908021606555

Luna Blanca

Materia y Espíritu —Daniel Lapazano—

Libro 6

Para facilitar la comprensión de este libro, sería conveniente que el lector haya leído, como mínimo, mis libros 1, 2 y 3: Conciencia, Las Arenas del Tiempo y Arquetipos. En su defecto pueden consultar los trabajos del profesor italiano Corrado Malanga, más exactamente en los referentes a la Conciencia, los arquetipos y el espacio-tiempo (El tiempo y su percepción). Si os da pereza leer, anímense con este informe igual... La Conciencia sabe recordar. El autor

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En los trabajos míos y en los del profesor Malanga se presenta al universo físico como una simulación virtual creada por la Conciencia. La Conciencia, recordemos, tiene una estructura tripartita compuesta por Espíritu, Mente y Alma. La Física es la rama de la ciencia que estudia el universo físico, pero también lo hace la Filosofía, quien desde épocas inmemoriales se ha dedicado a estudiarlo. Si nos remontamos a la antigua Grecia podemos hablar de Platón, que definía a los objetos materiales como pertenecientes al mundo de las “formas”. Las “formas”, para Platón, se originaban a partir de las “ideas”. Luego vino Aristóteles, su discípulo, y desarrolló una teoría sobre el mundo físico distinta a la de su maestro. En ella, los objetos físicos no se remitían a una “idea” sino que podían ser estudiados

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independientemente de ésta. Esto lo llevó a desarrollar una “mecánica aristotélica” que con los siglos fue desplazada por la moderna mecánica de Galileo y Newton. La teoría de ambos físicos se enseña al día de hoy en los colegios y sigue teniendo vigencia en el mundo de los cuerpos visibles. Finalmente, con Albert Einstein, se establece la equivalencia materia-energía.

Etimológicamente, el término “materia” proviene del latín materia, que significa «sustancia de la que están hechas las cosas». El uso moderno del término va más allá de la noción clásica de “sustancia”, y los físicos contemporáneos denominan materia a cualquier entidad cuya presencia provoque una deformación en una cierta región del espacio-tiempo (es decir que el tensor energíaimpulso, para dicha región, es diferente de cero —relatividad general—). La materia, como sabemos, está intrínsecamente

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ligada a la energía. Esto se ve con mayor claridad en la ecuación de Einstein: E=mc². Cuando la materia se concentra en una región determinada del espacio se forman las partículas. Estas poseen volumen, masa y densidad, que se pueden medir o cuantificar.

Los filósofos, a diferencia de los físicos, no han tenido un concepto claro sobre lo que es la materia. Desde el comienzo de la filosofía, y en casi todas las culturas, se encuentra este concepto vagamente formulado como “lo que permanece por debajo” de las apariencias cambiantes de las cosas de la naturaleza. Según esta idea, todo lo observable está dado, en sus diversas y cambiantes apariencias, en un soporte o entidad en la que radica el movimiento y cambio de las cosas: la materia.

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En esta definición filosófica vemos que la materia es una suerte de “sustancia”, “telón de fondo”, algo indefinible que “llena” todas las cosas asequibles a nuestro sentidos. Antiguamente se pensaba que la materia no era una “sustancia única” sino distintos tipos de sustancias. Estas sustancias eran lo que ahora entendemos como los 4 elementos de la naturaleza: tierra, fuego, aire y agua. Siglos más tarde la Física aclaró que estos cuatro elementos son estados de la materia y no “materias” en sí. Tanto el agua como el aire están formados por átomos, y ahí nos remitimos al atomismo postulado por primera vez por Demócrito, filósofo griego materialista. Pero el estudio de la materia no se detuvo aquí.

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En el siglo XX los físicos descubrieron la existencia de la antimateria, y luego a la materia oscura (también la energía oscura). La anti-materia, descubierta por el físico Paul Dirac, tiene que ver con el concepto de dualidad, y se refiere, en este caso, a la polaridad partícula-antipartícula. Una antipartícula es una partícula que tiene la misma masa que una partícula conocida (por ejemplo el electrón) pero distinta carga eléctrica. Cuando se encuentran una con la otra se desintegran físicamente. En este caso, la anti partícula del electrón sería el positrón. Por su parte la materia oscura es aquella que no interactúa de ninguna forma con la radiación electromagnética, siendo invisible en todo el espectro electromagnético, pero que aún así logra inferir en los campos gravitacionales de la materia visible, o sea aquella que da forma a las estrellas o galaxias.

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La materia oscura plantea un gran problema para los modelos teóricos de la astrofísica, entre otras cosas porque se supone que esta materia es la más abundante del universo (más del 80% según últimas estimaciones). La Física, como ciencia, estudia el universo visible, pero desconoce hasta el día de hoy cómo nuestra Conciencia logra conectar con la materia. Es sabido que desde la neurología se considera que la Conciencia reside en el cerebro. El problema es que al explicar el cerebro tenemos que recurrir a la materia gris, y para entender a la materia gris tenemos que recurrir a la física y la química, que explican cosas como el funcionamiento bioeléctrico del cerebro y las síntesis moleculares que operan en las neuronas. Al final regresamos al punto de inicio pues la materia termina autoexplicándose a sí misma y entonces no entendemos nada, ya que tendríamos que estudiar química para entender porqué nos gusta Chopin y no Mozart. Algunos pensadores eligieron un camino distinto al de los neurólogos y prefirieron estudiar a la Conciencia como algo que opera en un nivel diferente al de la materia. Es allí donde surgen conceptos tan importantes como Espíritu y Ánima, de la cual ya hablé en mi primer libro “Conciencia”. El Espíritu es parte de la Conciencia y no pertenece, del todo, al universo físico. Tiene un componente metafísico (la Fuerza) y uno físico (la Energía). De la unión de la Fuerza con la Energía surge forzosamente la coordenada Tiempo. La Física, como dijimos, no estudia el Espíritu pues no entiende la relación entre la Energía y

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la Conciencia, por lo que éste ha quedado relegado al ámbito de la Filosofía y de la Religión. El Espíritu (y esto lo planteamos en “Conciencia”) no tiene el mismo significado que el Alma. En griego, “espíritu” es pneuma, que también significa “respiración”, y dado que los textos religiosos judíos y cristianos se tradujeron al griego y, posteriormente al latín, ha quedado este término como aquello que promueve esa conciencia superior en los seres humanos; aquello que nos conecta con Dios. El término Alma, en cambio, es usado en la teología occidental como algo asociado a los estados de ánimos, a las pasiones cambiantes y deseos propios de nuestra naturaleza animal, es decir lo que nos vincula a lo terrenal. Es por eso que un teólogo católico considera que un perro tiene un Alma, lo mismo que un ser humano, pero carece totalmente de Espíritu, ya que éste es exclusivo del antropos. Aquí, en estos trabajos, usamos esos términos al revés, pues tomamos como nomenclatura la corriente metafísica oriental, quien define al Alma como a lo más profundo y a Espíritu como la fuerza motriz, es decir lo vinculado con cualquier actividad física.

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I

Mundos “materiales” y mundos “espirituales”

En la cultura que me ha tocado vivir siempre se ha hablado de la existencia de dos mundos. Por un lado el mundo físico, donde para estar es imprescindible tener un cuerpo, y otro el espiritual, donde habitan los espíritus de los desencarnados y no se necesita un cuerpo. Estos mundos han sido presentados por la cultura popular como mundos diferentes y han sido estudiados, a lo largo del tiempo, por distintas disciplinas. Las religiones y la filosofía los han presentado como mundos complementarios de la existencia humana, o antagónicos en el caso de los gnósticos, pero siempre como “dimensiones” en donde los humanos realizan sus experiencias. La ciencia moderna, cooptada por el materialismo, llegó al disparate de no reconocer el mundo espiritual por no ser mesurable, aunque en este reciente siglo XXI muchos científicos parecen estar cambiando de opinión, algo que es buena noticia. Es justo aclarar que el mundo académico se ha transformado en un reducto duro de ideas marxistas y son éstas ideas, protegidas en parte por la masonería, las que impiden que la ciencia avance por nuevos derroteros. Aparte del mundo material y espiritual están los mundos “oníricos” y “fantásticos”. Los oníricos son aquellos que se nos

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aparecen cuando soñamos, y los fantásticos son los que vemos en las novelas de ficción o fantasía, es decir en la creación artística. En apariencia estos dos mundos no parecen tener vinculación con los dos primeros (el material y el espiritual) y la tendencia común es la de creer que esos mundos surgen de nuestra “mente”. Digamos que se los consideran imaginerías. Por ahora lo vamos a entender así y luego veremos cómo encaja esto con lo otro. Buscando información sobre el mundo espiritual me he encontrado casi con las manos vacías… Luego de leer tantos libros apenas si he podido entenderlo. Es cierto que existe mucha literatura y se ha estudiado desde diversos ángulos (psicología, neurología, metafísica…), pero ninguna nos aporta mucha información sobre la verdadera naturaleza del fenómeno. La razón de ello es que la información que tenemos del mundo espiritual proviene, mayoritariamente, de textos religiosos y de contactos con los espíritus del bajo astral, por ejemplo las logradas en sesiones de ouija, de médiums o en rituales de cultos indígenas y africanistas como el umbanda. Esto no ayudaba mucho y tuve que seguir investigando. La cosa empezó a tomar otro color cuando a finales del siglo XX surgió la tanatología. Había gente que se moría y regresaba relatando vivencias extraordinarias. Luego vino la ufología con sus historias de contactados que subían a platillos y visitaban mundos increíbles. Finalmente Corrado Malanga realizó hipnosis y estudió a los abducidos y empezó a “atar los cabos” entre estos fenómenos, en apariencia, dispares.

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Con Corrado Malanga empecé a entender con más precisión la diferencia entre el mundo espiritual y el material, y eso es lo que voy a explicar en este informe que os resultará revolucionario. Lo primero que debemos entender es la relación entre la Conciencia y el universo físico, que para nuestro modelo es un universo virtual (una Matrix). El universo virtual está definido por tres coordenadas que nos son muy familiares (recordemos nuestras clases de Física…) y que son el espacio, el tiempo y la energía. Luego tenemos que la Conciencia tiene una estructura tripartita que podemos definirla como Espíritu, Mente y Alma. Si han leído mis anteriores trabajos o los del profesor Corrado Malanga, sabrán que Espíritu se relaciona con tiempo-energía, Alma con espacio-energía y Mente con espacio-tiempo. Mente no tiene energía pues es pura información.

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Tanto el mundo espiritual como el material han sido creados por la Conciencia. No nuestra Conciencia local (fractal) sino la Conciencia absoluta (Dios). Dado esto, debemos entender cómo se vincula cada parte de la Conciencia con el mundo que queremos estudiar y allí obtendremos la respuesta. En el mundo material es obvio que sólo funcionan Espíritu y Mente. Ánima no sirve de mucho para interactuar con el mundo de la materia. Si queremos mover una gran roca podemos empujarla haciendo fuerza con los brazos y allí estamos utilizando el poder de nuestro Espíritu. El cuerpo, por naturaleza inerte, es simplemente una interfase que vincula al Espíritu con el objeto a mover (en este caso la roca). Obviamente esa interfase no es casual y luego explicaré por qué se necesita. Aunque me adelanto a decir que su necesidad no responde a cuestiones de motricidad, como se cree (en este caso mover la roca).

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Si por casualidad la roca no se moviera por la acción de nuestro Espíritu (y es probable que eso pase por falta de energía), podemos recurrir a un truco para hacer que ésta se mueva. Es allí donde echamos mano a nuestra Mente, que nos dice que usemos una herramienta para lograrlo. Tomamos entonces una barreta, hacemos palanca en un punto de apoyo entre el suelo y la roca (principio de Arquímedes) y la movemos.

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Seguimos usando a Espíritu (pues tenemos que hacer fuerza sobre la barreta) pero gracias a un efecto multiplicador de la fuerza (establecida por el principio de Arquímedes) podemos mover la roca y lograr desplazarla. Sin embargo, qué pasaría si queremos usar nuestra Alma o Ánima en tal evento ¿la roca se moverá? Ánima se vincula con el deseo, al sentimiento de querer hacer cosas. Cuando el universo no existía, la Conciencia, mediante un acto de voluntad pero también de deseo (y más de deseo que de voluntad) creó el universo. Con el deseo, la Conciencia logró cosas, por ejemplo crear al Hombre Primigenio. Pero en el mundo de la materia el deseo no parece funcionar… pues si activamos nuestros deseos y esperamos a que la roca se mueva, ésta, lo más seguro, es que no se moverá.

?

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Así, usando Espíritu y Mente (en unión con nuestro Cuerpo) podemos hacer miles de cosas en el mundo material, pero cuando echamos mano a nuestra Ánima pocas veces conseguimos algo… Materia no obedece a Ánima. Si el universo fue creado por la Conciencia y Ánima forma parte de ella, al igual que el Espíritu y la Mente, ¿por qué Ánima no puede cambiar las cosas? ¿Qué está ocurriendo con Ánima? La respuesta es porque en la Conciencia media una interferencia, un bloqueo: algo interfiere con Ánima. Investigando este interesante asunto hice el gran descubrimiento de que el problema está en la dualidad. El mundo material es dual.

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Tanto Espíritu como Mente trabajan en equipo y pertenecen a la Conciencia masculina, mientras que Ánima pertenece a la femenina. Luego del “pecado original” y la caída del Hombre Primigenio —el antropos cósmico— éste se separó de su sicigia y empezó a modelar el mundo desde la masculinidad, lo que hizo muy difícil las cosas. La parte anímica (Eva) quedó relegada a un segundo plano y sólo se limitó a ser una simple espectadora de las cosas, ofreciendo su Energía a cambio de beneficios. Esto hizo que con el tiempo se volviera cómplice de las barbaridades de la Conciencia masculina. Tanto Espíritu como Mente juntas poseen las 3 coordenadas del universo, pero sólo entienden la relación de dos pares de ellas, estos son espacio-tiempo y tiempo-energía. Mente y Espíritu no entienden muy bien como se relaciona el espacio con la energía. La unión del espacio con la energía crea lo que yo llamo el “fotograma”. De esto ya había hablado en mi Libro 2 “Las Arenas del Tiempo”. El fotograma hace referencia a lo estático, a los objetos entendidos fuera del Tiempo. Así, tener Conciencia anímica significa tener conciencia de la eternidad. Los físicos (que en su mayoría carecen de Ánima) no entienden el significado de lo “eterno”, a diferencia de un artista que sí (por ejemplo un poeta o músico). Además, para hacer experimentos, el Tiempo es algo indispensable. Sin Tiempo no es posible ningún experimento. Por lo tanto a la Física no le sirven las cosas que no tienen Tiempo. Las puede comprender desde lo “filosófico”, pero nunca desde lo “empírico” o “sensorial”. Esto hace que los

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físicos tiendan a descartar, en sus modelos teóricos, toda idea de atemporalidad, por ejemplo, lo que nos remite a una Conciencia.

Pese a ello hay cosas en el cosmos que parecen atemporales y que los físicos entienden muy bien, por ejemplo, la energía. Según las leyes termodinámicas la energía no se crea ni se destruye, es eterna. Pero el físico acepta la “eternidad” de la energía pues es una entidad, digamos, “simple”, que además se puede medir y hasta tocar, ya que de energía se forma la materia. La Conciencia, a diferencia de la energía, no se puede ver ni tocar y no es algo tan “simple” como la energía. Ya que hablamos de la termodinámica, la parte anímica, al tener la coordenada Energía pero no tener la coordenada Tiempo hace que, de alguna forma, la Energía no se le agote. Si la Energía no

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se agota pero a la vez tiene que fluir (pasar de un cuerpo a otro) significa que la energía total del sistema, de alguna manera, se está incrementando. Ánima, cuando hace experiencias, permite que su energía fluya… pero como no sabe lo que es morir, y a causa de ello no sabe lo que es depredar, repone siempre la energía perdida generándola de sí misma. Luego tenemos que el Tiempo tiene que ver con la conservación de la Energía, pero el Espacio con la Energía misma. Y que además la Energía se vincula directamente con lo sensorial (sin Energía los objetos físicos serían pensados pero nos palpados). Por todo esto se comprende que la Energía (y su forma más densa; la materia) sólo tiene real sentido para Ánima, no para Espíritu. Por lo tanto no es extraño que sea Ánima quien crea la energía del universo (shakti), y que esa propiedad creadora y tan exclusiva la vuelva inmortal.

Universo Ánima

Energía Tiempo Espacio

“Para Espíritu existe equivalencia entre un ESTADO de la Energía y otro. Para Ánima no”

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Espíritu

ANIMA

Energía

Espíritu

Espacio-Tiempo

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Está claro que todo esto último, para los físicos, no tiene sentido. Ellos, en general, carecen de Ánima y no pueden entender lo que no muere y perdura. Por eso prefieren apostar a modelos teóricos en donde las leyes físicas “lo explican todo”, excluyendo la inferencia de una Conciencia y la posibilidad de que las leyes puedan cambiar. Yo, al disponer de Ánima y teniendo mi Conciencia integrada (TCTDF positivo), puedo entender perfectamente la relación entre la materia y la Conciencia. Veamos la siguiente reflexión: En la paradoja del gato de Schrödinger los físicos nos hablan de un observador que mira dentro de la caja para saber si el gato está vivo o muerto, y afirman que el observador determina, de alguna forma, la suerte del gato… Pero no entienden bien cómo la Conciencia (que es inmaterial) puede afectar lo material. Como los físicos no entienden eso, algunos dicen que en realidad no es la Conciencia la que mata al gato sino que al inferir físicamente sobre la caja (o sea hacer la medición) el gato se muere o se salva. Es la acción física de medir, y no la Conciencia en sí —afirman— lo que mata al gato. La Conciencia es solamente un operador externo que permite hacer la medición. Obviamente yo no estoy de acuerdo con esta interpretación y tengo otra que creo mejor. En ella, es la Conciencia la que determina el colapso de onda, dependiendo de lo que se quiera medir. Se me vino a la cabeza esta idea un día que meditaba sobre este experimento. En ella, me acordé que los físicos afirman que, cuando no hacemos mediciones, la materia se comporta como una onda-partícula. Luego, cuando medimos, se define

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más como partícula o como onda según el caso. Sabemos que la materia no pude ser una onda-partícula. Esto es un absurdo. El concepto de onda, inteligiblemente, no tiene nada que ver con el concepto de partícula. La onda nos remite a un movimiento y la partícula a un lugar en el espacio. Son dos cosas diferentes y por eso sus unidades de medida son diferentes también. Cuando el físico estudia la materia cree que ésta existe fuera de su Conciencia. Los físicos están seguros de que hay un mundo material “fuera de sus cabezas”. La mayoría piensa que si la Conciencia desapareciera, el universo material “seguiría allí”. Esta idea es, para nosotros, falsa, pues, en el universo creado, separar la materia de la Conciencia, tan alegremente, es imposible: una materia que no puede percibirse a sí misma no puede afirmar su existencia ni reconocer su estructura y dinámica. ¿Qué diferencia hay entre dos partículas que chocan pero que no “saben” que chocan (es decir que ambas son ignorantes una de la otra) a dos partículas que no chocan, y que, por no chocar, se ignoran mutuamente…? A primera vista ninguna. O un universo que explota (Big Bang) pero que no “sabe” que explotó, a otro que no existe, y, por no existir, no explota ni puede (al igual que el otro) saber qué es eso... La materia no parece tener mucho sentido, en términos “existenciales”, si no fuera testigo de sí misma. Si el universo no tuviera la capacidad de “rozarse a sí mismo” y “sentirse a sí mismo” ¿Cómo podría él afirmar que existe? Lo peor de todo es que hasta el más materialista, por cuerpo físico que tenga, necesita ser “consciente de sí mismo” para afirmar su

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materialismo y la supuesta ilusión física de la Conciencia. Y si a un científico le sacamos su Conciencia, no puede entender las ecuaciones matemáticas que crea y mucho menos hacer experimentos en un laboratorio… No se puede botar a la Conciencia así no más, como cuando nos sacamos un zapato. Este problema de la Conciencia y su relación con el universo material es viejo y parece ser más entendido por los filósofos y epistemólogos a que por los físicos. Así, la idea de que la materia puede existir sin la Conciencia es una afirmación filosófica que no se puede probar y que hasta nos parece absurda. Lo más lógico es tratar a la Conciencia como si fuera consustancial al universo, de la misma manera que damos por cierto la existencia del espacio y el tiempo. Esto es que la Conciencia no se “crea”, sino que ES. Se ES Conciencia.

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A colación con todo esto, y volviendo al tema de la dualidad ondapartícula, ésta parece revelarnos que la materia no posee una existencia “real”, no es algo que está allá afuera de nuestra cabeza (de hecho que los físicos reconocen que un átomo está, en su interior, casi vacío), sino que la materia es un “campo de energía” que posee cierta “estructura”, cierta “forma”, pero que también está preparada para recibir información de la Conciencia, es decir que parte de lo que consideramos materia está efectivamente “allí afuera”, como suponen los físicos, pero otra parte también muy importante está dentro de nuestra Conciencia. Así, la materia no es una onda-partícula como se enseña en las universidades, sino que la materia se define como “onda” o como “partícula” (toma forma) dependiendo de lo que la Conciencia quiera hacer de ella. Esto se debe a que la “onda” o la “partícula” no son entes materiales sino constructos de nuestra Mente… Los humanos creamos el universo y luego nos metimos en él a estudiarlo (principio antrópico).

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Pese a eso, sabemos que en el mundo macroscópico podemos observar y medir las partículas como si fueran ondas también. Esto es que podemos saber la posición y la velocidad de una partícula al mismo tiempo. Los físicos explican que esto sólo es posible cuando la masa de la partícula es gigantesca (por ejemplo un guijarro). Allí, las propiedades de onda y partícula se superponen de forma tal que el observador puede medir, simultáneamente, su velocidad y su posición en un rango muy amplio (macroscópico) del espacio-tiempo. La Conciencia es tan genial que puede, bajo ciertos estados de la Energía, superponer o igualar dos cosas que son incompatibles por definición, como la idea de onda y partícula. La Mente no tiene límites a la hora de crear modelos físicos...

Las

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Fuerzas del Universo material

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Retomando el tema de los mundos materiales, habíamos dicho que la materia no obedecía a Ánima. Luego del “pecado original” y la caída del Hombre Primigenio, éste se separó de su sicigia y empezó a modelar el mundo desde la masculinidad, relegando a Ánima a un segundo plano. El tener que construir un mundo sin el componente anímico, genera una línea de Tiempo que no es reversible. Detengámonos en esto del Tiempo que es muy importante. La Mente (en este caso del HP) genera el holograma espacio temporal y su Espíritu lo ocupa con su energía dentro de un rango temporal. Resulta que Espíritu se mueve siempre hacia adelante, pues tiene que ver con empezar y acabar. La Mente, en cambio, puede mirar hacia el pasado, pues el Tiempo, como información, es igual a una coordenada espacial… Desde el punto de vista “mental” se puede saltar cuánticamente al pasado de la misma manera que lo hacemos cuando saltamos sobre unas baldosas. Esto es lo que ocurre cuando recordamos algo, “rememoramos” un suceso que físicamente ya no vivimos. El uso de la memoria es la forma más habitual que tenemos de “volver al pasado”. El problema es que Mente también tiene la coordenada Tiempo y su movimiento al pasado es limitado (le pasa lo mismo que a Espíritu). Al igual que un disco rígido, Mente dispone de un “rango” de lectura del espacio-tiempo. Ánima, en cambio, carece de ese rango. Pero lo más importante de todo es que Mente no tiene la coordenada Energía, por lo que no puede, sin ayuda de Ánima o Espíritu, experimentar lo que piensa. Experimentar lo pensado es estar viviendo físicamente esa situación.

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Dado que, en la dualidad, Mente está asociada a Espíritu pero desasociada de Ánima, la experiencia de lo físico lo hace a través de Espíritu, y éste se mueve hacia adelante, experimenta todo hacia adelante, lo que hace que el universo material posea un Tiempo irreversible y así es como lo experimenta la Mente. La percepción mental que tenemos todos de que el Tiempo “pasa” y “no vuelve más” tiene su origen allí, y esto en Física se conoce como “flecha del Tiempo”. Puesto que los mundos materiales no responden a la Conciencia anímica, su existencia en el Tiempo es limitada. Este límite se observa en los procesos termodinámicos y es por ello que los físicos asocian el Tiempo con la entropía. La flecha del Tiempo está relacionada con la entropía. Esta característica de la materia hace que, cuando la parte anímica acepta tener experiencias en ella, deba tener un cuerpo. El cuerpo es un avatar que representa esta falta de vínculo entre el conductor (la Conciencia) y su vehículo (el avatar mismo), ya que el cuerpo deberá tener una experiencia, un recorrido, que Ánima, por la entropía, no podrá cambiar. El cuerpo, que no tiene Conciencia, posee las tres coordenadas espacio-tiempo-energía. Para que Ánima pueda tener experiencias en el mundo material es necesario que ella no tenga el control del Tiempo o que infiera muy poco. De esta forma, Ánima puede ser obligada a vivir experiencias físicas que no desea. Este condicionamiento de Ánima le permite a la otra parte (la masculina) alcanzar el conocimiento total. Dado que la línea de

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tiempo es irreversible y obliga a los cuerpos a deteriorarse, el vehículo que utiliza Ánima para hacer experiencias se deteriora también. De esta manera Ánima —como dice Malanga— puede experimentar lo que es “morir”.

Vemos entonces que tener un “cuerpo” no es un capricho o un accidente sino la condición necesaria para experimentar el mundo material, un mundo con una flecha del Tiempo irreversible y con un guión cósmico previamente escrito. De esta forma el cuerpo opera como una jaula que, al igual que un pájaro, tiene encarcelada al Alma humana. Normalmente los cuerpos tienen una fecha de defunción, pero no siempre ocurre así. Existe un animal marino de la familia de las medusas llamada Turritopsis nutricula.

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Según los biólogos, este animal es la única forma de vida conocida que puede invertir el ciclo de vida y evitar la muerte, volviéndola, en potencia, biológicamente inmortal. Pese a esas dotes tan especiales, la mayoría de medusas turritopsis suelen caer víctimas de las amenazas habituales de la vida del plancton, ya que son muy pequeñas, incluyendo ser comidas por otros animales o sucumbir a una enfermedad.

Cuando Ánima no vive en un mundo dual, el Cuerpo no es necesario y toma como avatar a su propio Espíritu. El Espíritu es el vehículo natural que tiene Ánima para hacer experiencias. Sin el Cuerpo, las experiencias que tiene Ánima son solamente espirituales. Allí la línea de Tiempo cambia y pasa a tener doble sentido; Tiempo blando o reversible.

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La ventaja de este tipo de Tiempo es que Ánima no puede ser obligada a tener experiencias que no desea. Ánima tiene más control y puede elegir tener las experiencias físicas que quiera. Puede cambiar su destino en tiempo real. Estamos, pues, hablando de un mundo espiritual, muy distinto al mundo material. En los mundos espirituales Ánima actúa sin restricciones.

Mundo Material masculino - dual

Mente

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o

Espíritu

ƒc

o

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Esp

ƒAnima

ƒc

Energía

Tie

Conciencia bipolar

Tiempo Absoluto

Tiempo Relativo (bajas energías)

Entropía (aumento de desorden)

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II

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En la página anterior (si la miró bien) puse una lámina con el título “Mundo Material” y la figura de un varón bien atlético al lado. Está claro que puse esa imagen porque el fractal Espíritu-Mente es arquetípicamente masculino. Así como la Conciencia dual ha modelado al mundo para que sea dominado por la Conciencia masculina, lo mismo ha hecho con su “figurilla de barro” —los humanos mortales—, forjándolos a su propia imagen… Sabemos que los mortales tienen dos sexos: masculino y femenino. O si se quiere “varón” y “mujer”. No vamos aquí a discutir esas tonterías de la “teoría de género” y los “múltiples sexos” tan en boga en nuestra época, que intentan convencer al neófito de que la mujer es una “construcción cultural” y no un hecho material constatado. Aquí vamos a llamar a las cosas por su nombre y el que no esté de acuerdo con lo que escribo que vaya a leer otro libro. Siguiendo con el tema, si observamos al mundo de la materia, vemos que el “hacer las cosas con esfuerzo” es moneda corriente. Arreglar un auto, construir una pared, soldar un caño o limpiar nuestra casa, implican gastar Energía. En los mundos espirituales no ocurre eso, allí las cosas se vuelven físicas usando sólo la

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Mente y el Ánima (Espíritu se usa poco). Es igual a como lo hace el genio de la lámpara... Pero como la materia no obedece a Ánima, para lograr cosas en nuestro mundo tenemos forzosamente que transferir Energía de un lado a otro, y esto significa hacer Trabajo. No disponemos de otra opción. Aparte de hacer Trabajo tenemos que tener “voluntad” para hacer las cosas ¿cierto? Si no estamos mentalmente dispuestos a sacrificarnos físicamente, nada concreto podremos conseguir. Y resulta que al final, cuando entendimos todo esto y estamos dispuestos a hacer el sacrificio para emprender nuestra tarea, calzándonos los guantes y poniéndonos cómodos de ropa para no traspirar de calor, nos despachamos con que nos falta resistencia física o Energía para emprender la tarea. Por ejemplo, movemos un armario y se nos rompe una clavícula o pateamos una caja y se nos fisura un hueso del pié…

E

W

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En síntesis, para poder actuar en el mundo de la materia necesitamos: disposición mental, resistencia y Energía corporal y, finalmente, Energía proveniente del medio para reponer la Energía perdida. Recordemos que en el mundo material rige la Entropía y eso hace que nuestra Energía interna se pierda irremediablemente.

El hacedor del mundo, el Hombre Primigenio, entendió todo esto muy bien y se puso manos a la obra al momento de crear sus figurillas de barro. Al disponerse a diseñar al varón y a la mujer (para poder realizar experiencias a través de ellos) tomó en cuenta los arquetipos de la Conciencia. Puede que usted no sepa quién es el Hombre Primigenio, salvo que sea un cabalista o haya leído a Malanga, o a mí, pero no importa, puesto que para entender este capítulo sólo se necesita entender lo que se escribe aquí. Después usted saque la conclusión que quiera o no quiera sacar.

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Para darle una ayuda, puedo decirle que el Hombre Primigenio es lo que Jung llama el “inconsciente colectivo” o los psicoanalistas el “alter ego de la humanidad”. Espero que esto le sirva de algo. Los trabajos de Corrado Malanga hacen hincapié en el hecho de que vivimos en un Universo dual. Dualidad, en su modelo teórico, significa que la Conciencia humana no está integrada. Decir que la Conciencia no está integrada es decir que el lado femenino de la Conciencia, o Ánima, está desvinculado de su parte masculina Mente y Espíritu. Esto genera una línea de Tiempo en donde aquello que queremos no siempre es coincidente con lo que obtenemos. De allí surgen cosas como la frustración, la pena, el sometimiento, que se alternan periódicamente con la alegría y el estado de libertad. Todo esto está expresado en la lámina anterior “Mundo Material” con la figura del fornido al lado. Malanga desarrolló un esquema que para los humanos es sumamente útil. Este esquema muestra cómo las tres coordenadas de la Conciencia se vinculan simétricamente con las coordenadas del Universo creado; espacio, tiempo y energía. Este esquema tiene la virtud de poder explicar muchas cosas, entre ellas, cómo operan los arquetipos de la Conciencia en el Universo virtual. En mi primer libro “El Hipermacho”, que escribí sin tener el mínimo conocimiento de los trabajos del profesor Malanga, ya había planteado que el problema de la humanidad radicaba en un desequilibrio entre el Yin y el Yang (a favor del Yang) que afectaba de manera negativa la existencia humana. Este

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desequilibrio —escribía yo— generaba cosas como el patriarcado, las guerras, el capitalismo, incluso el feminismo, cuya ideología pregonaba entre las masas el camino de una falsa liberación de la mujer. Ahora me doy cuenta que este desequilibrio “de género” es una consecuencia de la Conciencia dual, y esto es lo que voy a demostrar en este capítulo. Como sabemos, la Conciencia es lo que genera el Universo, y éste posee una estructura, una forma física y una dinámica que imita a lo que hay en la Conciencia. Nuestro Universo material está gobernado, desde las alturas, por el Hombre Primigenio (a la cual Malanga le dedica varias líneas) y él fue, como ya dije, el que ha diseñado el modelo del animal humano de sexo masculino; el varón. Hombre Primigenio ha hecho al varón a su imagen y semejanza, valiéndose del conocimiento que le proporcionó su Creador (Dios). La hembra humana —pareja del varón— fue creada también por él, pero con un molde que contiene las propiedades de la Conciencia anímica. Sin embargo estos “moldes humanos” no son elegidos al azar sino que están modelados por los arquetipos que hay en la Conciencia. El varón fue construido echando mano al arquetipo del Padre y la mujer, contrariamente, al arquetipo de la hija. Ambos arquetipos son complementarios (co-arquetipos). Esta construcción arquetípica sentó las bases del patriarcado. El patriarcado no es más que eso; la paternidad de un género sobre

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el otro. No me fue difícil comprender que el patriarcado no fue una imposición unilateral de los varones contra las mujeres sino una estructura de género subconsciente que está operando a nivel colectivo. Del mismo modo que ocurre con el patriarcado, la violencia de género es también una consecuencia de esta estructura arquetípica, sólo que en su forma más coercitiva. Entiendo por “violencia de género” no decirle un piropo a la mujer, o hacer una broma machista, sino el ejercer sobre ella maltrato físico o psicológico sistemático, como ocurre en algunas parejas, o abusos sexuales y de otra índole en el espacio laboral o familiar (siempre de un varón hacia una mujer).

En esa violencia de género (y acá opera la dualidad) la mujer no es una víctima del varón, como lo promueven las teorías

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oficialistas, sino el “componente pasivo” de una conciencia bipolar que está experimentando el conflicto; esto es que la mujer, inconscientemente, necesita llevar el maltrato a su vida, igual a como lo hace un masoquista, y que por eso busca siempre prototipos masculinos patriarcales que sientan placer por dominar a la mujer. Esto que afirmo incluye, desde luego, la cuestión de la reencarnación, en donde el Ánima de la mujer encarna en una familia habitada por varones maltratadores. Estos prototipos masculinos “dominantes” poseen características conductuales muy específicas que la hembra humana sabe detectar (obviamente a nivel inconsciente). Por lo general la mayoría de las mujeres desisten de este tipo de sujetos, poniéndose así fuera de su alcance, pero existe una minoría de ellas que no puede abstraerse tan fácil. Es por eso que muchos varones que se enamoran de este tipo de mujeres (aquellas propensas a caer víctimas de maltrato), pese a comportarse de una manera dulce y caballerosa, no logran captar nunca el interés sexual de ellas, y, cuando lo logran, no duran mucho tiempo estando juntos o caen en situaciones conflictivas, lo que lleva a la ruptura del vínculo. En el Libro 4, Huevo Cósmico, hago referencia a esto y en el Libro 5, Nuevo Árbol de la Vida, me explayo más sobre la dualidad cuando toco el tema del Árbol Infernal. Más adelante escribiré un libro donde abordaré el complejo tema de la dualidad con más detalle, para despejar dudas.

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Funcionamiento de los arquetipos: Para aquellos que no leyeron el Libro 3, Arquetipos, voy a hacerles la siguiente introducción teórica sobre el mismo, sino será imposible continuar. Lo primero que debemos decir es que el arquetipo “busca”, al momento expresarse, un homólogo. Por ejemplo, si queremos expresar, en forma física, la “rotación en el espacio”, el arquetipo construye una hélice. La hélice no es un arquetipo, pero está representado algo que gira sobre su eje, es decir el concepto de rotación. Si estamos trabajando en una empresa, dicho concepto lo podemos representar en un equipo de trabajo que tiene un jefe. El jefe es el “eje” del equipo; quien lleva la voz cantante, y el resto de los empleados, como si fueran alas, “giran” en torno a él llevándole sus propuestas y atendiendo sus pedidos. Nuevamente tenemos que el equipo de trabajo no es el arquetipo, pero representa, simbólicamente, a algo que gira en torno a un

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centro. Y lo mismo tenemos con las señales de tránsito o los íconos en los espacios públicos; símbolos gráficos que intentan expresar una idea considerada universal. Entendido esto vayamos a lo nuestro. En el Universo virtual, como dice Malanga, tenemos tres coordenadas fundamentales con la cual la Conciencia representa lo que hay en él. Ya sabemos que estas coordenadas son; espacio, tiempo y energía. Luego tenemos a los co-arquetipos; Padre e hija, quienes gobiernan la existencia humana bajo un sistema que se llama patriarcado. El Padre, en magnitud, es mayor que la hija, pues la hija es un derivado de él; su creación, su fruto, quien lleva la labor de crecer. El Padre no tiene que crecer, pues se supone que ya ha llegado a la madurez. Por ende, si el varón representa al Padre y la mujer a la hija, en términos arquetípicos, ¿Cómo se expresaría, en términos espaciales, la relación arquetípica entre ambos? Se expresaría en que el varón, en cuanto a contextura física, debería tener, por lo menos, más altura que la mujer. La altura física es importante dentro de la psicología humana pues significa tener más poder o autoridad sobre los otros. Es por eso que los ciudadanos se hincan cuando están frente al rey o agachan su cabeza frente al sumo sacerdote en señal de respeto

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o devoción. Lo mismo pasa cuando un creyente está frente a la estatua de un dios. El creyente se arrodilla frente a la imagen y le agradece o le reza sus oraciones. Al arrodillarnos o hincarnos frente a otro, hacemos que nuestra altura física quede por debajo de la de él, reconociendo su mayor autoridad respecto a la nuestra. En la psicología, esto que digo no es ninguna novedad; a veces los niños, cuando la maestra les pide que representen en un dibujo a su familia, dibujan a su madre de mayor tamaño que su padre. Los psicólogos descubrieron que esto ocurre cuando en el hogar la madre tiene más autoridad que el padre. Entonces concluimos que si el varón hace de padre y la mujer hace de hija, forzosamente el varón debe estar hecho físicamente de mayor altura que la mujer. Y esto es lo que vemos en la especie humana; efectivamente los varones, sin distinción de razas, pero comparándolas dentro de su raza o grupo, por ejemplo “noruegos con noruegas” o “japoneses con japonesas”, son, en promedio, más altos que las mujeres (tiene una diferencia de entre 10 y 15 cm.). En perfecta coherencia con esto, vemos luego que, en cuanto a preferencias sexuales, las hembras prefieren que sus parejas masculinas sean más altas que ellas y los varones, inversamente, un poco más bajas. Las mujeres afirman, en general, que los machos que son más bajos que ellas son menos atractivos sexualmente respecto de

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aquellos que son más altos que ellas, y los varones lo mismo pero a la inversa; las mujeres demasiado altas les atraen menos que las más bajas. Esto nos está indicando que la psicología erótica de la mujer responde, en lo espacial, a lo que la estructura patriarcal demanda de ella. No opera aquí ninguna “opresión sexista” sino que las mismas mujeres lo prefieren así.

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Seguimos ahora con la coordenada tiempo, que se expresa con la diferencia de edad. El Padre, siguiendo el arquetipo, debería tener más edad que la hija. Y vemos que, efectivamente, la preferencia sexual se vuelve a repetir. Las mujeres, al momento de elegir pareja, prefieren que sus pares sean algo mayores que ellas. En su defecto, que tengan la misma

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edad. Los varones, por el contrario, prefieren a las mujeres más jóvenes, aunque acepten, de no conseguirlo, a pares de su misma edad. Es decir que el “rango de edad” de preferencia sexual, para la mujer, es de igual a mayor, mientras que para el varón, es de igual a menor.



Volví a perder...

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Esta evidencia lo he comprobado yo personalmente al darme cuenta que, en las parejas que he podido conocer, el varón, por lo general, es de igual o mayor edad que la mujer. Y en los avisos para encuentros de parejas he visto lo mismo; cómo las mujeres buscan hombres que tengan su misma edad o mayores, pero raras veces menores.

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Cuando la mujer, en su aviso, acepta a un hombre de menor edad, lo hace para relación de amistad o encuentros sexuales sin compromiso, pero no para una relación estable. Aquí vemos nuevamente cómo la psicología erótica de la mujer responde, en lo temporal, a lo que el patriarcado demanda de ella, siendo el varón su perfecto complemento. Pasemos ahora a la última coordenada: energía. La energía tiene muchas manifestaciones y es la Física la que estudia la energía. Una de esas manifestaciones es la energía cinética, otra es la potencial, y también está la energía de masa, expresada en la fórmula de Einstein: E=mc² ¿Cómo se expresarían estos co-arquetipos en la coordenada energía? Está claro que el Padre debería tener más energía que la hija, ya que es el arquetipo mayor. No sólo eso sino que el Padre debería ser el PROVEEDOR de la energía de la hija. Así, el varón, debería tener características físicas y psíquicas acorde a lo que el arquetipo expresa (más energía), y la mujer lo mismo (menos energía). Si observamos las diferencias físicas entre varones y mujeres vemos que ellos, en comparación con sus pares femeninos, tienen huesos más pesados y más masa muscular, algo que nos indica que fueron pensados para realizar tareas físicas. A su vez los varones tienen más interés que las mujeres en hacer deportes y en acumular bienes materiales, como autos, motos, lanchas, aviones, casas, empresas, distintos tipos de inmuebles.

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Para obtener todo aquello es necesario tener dinero (en otras épocas era el oro y la plata), por lo cual vemos cómo los varones, tal como lo demuestra la historia, se han pasado toda su vida luchando por obtener ese bien, mucho más que su par femenino. Los varones se han embarcado en guerras para saquearle a los más débiles sus bienes, se han lanzado en locas aventuras recorriendo los mares en barcos (Cristóbal Colón, el pirata Morgan…) con el sueño de conquistar nuevas tierras y riquezas materiales para su nación. Otras veces, con mucho sacrificio, han desarrollado tecnología para poder multiplicar la riqueza.

Barón Guy de Rothschild

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Siguiendo con el análisis, sabemos que el hecho de tener más masa muscular le permite al varón moverse más rápido y realizar más trabajo en comparación con la mujer. A esto nos referimos cuando hablamos de energía cinética y energía potencial: W = F · d (Trabajo) U = m · g · h (Energía Potencial) Siendo: F = m · a ; a = g O sea que W ≡ U Luego tenemos que la energía se manifiesta también como materia (E=mc²), por lo que el varón, en su rol de Padre, debería tener más materia que la mujer. Dado que la materia existe en la naturaleza, el varón debe arrojarse a ella para obtener sus preciados recursos. Esto explica la conducta depredatoria histórica que han tenido los varones respecto a la naturaleza, destruyendo bosques y hasta ecosistemas enteros, contaminando ríos de agua pura que nutrían a miles de especies, matando cruelmente animales para sacarle la piel y hacer negocios con ella, o para obtener un simple colmillo como se hace en la India con los elefantes, ya que el marfil es un material muy costoso, todo eso sin el menor atisbo de sensibilidad hacia esas pobres e indefensas criaturas. El varón posee grabado en sus genes los patrones del arquetipo del Padre, que lo empuja a acumular bienes materiales para ofrecérselos luego a su “hija”, es decir la mujer, que como toda hija consentida disfruta gustosa de esas riquezas sin preocuparse de dónde provienen o qué costos tuvieron que pagarse.

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Así, mientras los varones son “crueles” las mujeres son “indolentes”. Si observamos las inclinaciones sexuales, vemos cómo las mujeres, incluso en plena época de “feminismo”, al momento de elegir una pareja siempre buscan a un par masculino que “carezca de problemas económicos” y que tenga, como mínimo, el mismo estatus “socioeconómico” que ellas, o sea que si es “más alto” mejor. Esto hace que sean pocas las mujeres emparejadas con varones de menos estatus que ellas e, inversamente, más varones emparejados con mujeres de menos estatus. Esto del “estatus económico” las mujeres lo remarcan casi siempre, sobre todo cuando ponen anuncios en revistas y radios para la búsqueda de pareja.

Sin embargo el varón no procede como la mujer. Cuando pone un anuncio para buscar pareja, desestima, por lo general, la situación

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económica de su par, haciendo hincapié más en cosas como la “dulzura”, el “buen humor”, en que sepa ser “compañera”, “sencilla”, y lógicamente que sea, en la medida de lo posible, unos años menor que él. Claro: ¡es lo que espera un Padre de una hija! ¿Cierto? La mujer parece no sentirse incómoda con las exigencias “paternales” del varón, prefiriendo delegarle a él la dura responsabilidad de forjarse un bienestar. La mujer, desde luego, también busca, dada las exigencias de la modernidad, forjarse un bienestar. Pero no parece sentirse comprometida a tener que COMPARTIR ese bienestar con el varón, ya que ese bienestar no lo considera un logro de género sino un logro personal. Y está claro que lo personal no se comparte. De allí sale la famosa frase, en alusión a las mujeres, que dice: “Lo mío es mío y la mitad de mi marido, también.” Por lo tanto la psicología erótica de la mujer, tal como mostré en los otros casos, responde, en lo energético, también a lo que el patriarcado demanda de ella, siendo el varón su complemento ideal. Concluimos entonces que la mujer moderna, desde el “discurso”, se opone al patriarcado, seguramente por la influencia que ha tenido en los medios de comunicación y en las universidades el movimiento feminista, pero desde su psicología erótica profunda, motor de sus deseos, sigue apoyando al modelo patriarcal y sigue deseando, como siempre lo hizo, al macho patriarcal.

Arquetipos del Patriarcado

Espacio

Varón Mujer

En

erg

ía

Tiempo

“Con dolor parirás a tus hijos y, no obstante, tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará.” (Génesis; Cap. 3)

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¿Cuál es entonces el varón ideal para una mujer tanto del siglo XI como del siglo XXI? Alto (coordenada espacio), unos años mayor que ella (coordenada tiempo) y sobre todo bien acomodado económicamente (coordenada energía). Este modelo varonil representa al arquetipo del Padre y es el origen del patriarcado. Luego, además de eso, la mujer menciona cosas como “que sea guapo, sexi y con buen sentido del humor”. En este informe hemos desestimado la teoría evolutiva (sobre todo darwinista) porque se corresponde con el paradigma materialista, tal como señalé en el Libro 1, Conciencia. El modelo de Malanga y el mío es idealista y, como tal, apoya el creacionismo. Sabemos que en la teoría evolutiva las diferencias físicas y psíquicas entre el varón y la mujer se explican por la selección natural y la supervivencia del más apto, no por arquetipos que subyacen en la Conciencia. Esto es importante aclararlo para despejar dudas. Interpretar al patriarcado como un sistema de opresión intersexos (la propuesta teórica del feminismo) es un error en la cual es fácil caer. Lo mejor es pensar al patriarcado como un estado de la Conciencia humana que contiene dos polaridades; una femenina; la mujer, que desempeña el papel de hija, y otro masculino; el varón, que desempeña el papel de Padre. En el fondo, esta estructura arquetípica no es otra que la existente entre el Hombre Primigenio (HP) y su parte anímica; Eva, pero en estado de Conciencia desintegrada.

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Así podemos convencernos de que el varón, lejos de ser un “opresor patriarcal”, responde psíquicamente y físicamente a lo que la mujer espera de él; ser su papá. Las mujeres, hoy en día, tienen empleos propios y pueden disponer de su dinero, pero siguen soñando, como antes, con la llegada del príncipe azul; esto es siguen pensando como “niñas”.

Si queremos darnos cuenta, de una manera rápida, cómo operan los arquetipos en la Conciencia de las personas, simplemente tenemos que mirar los éxitos de ventas de las películas y libros. El Arte tiene una importancia enorme y es el espacio en donde se expresa el subconsciente de las personas. Veamos tres obras de cine y televisión que fueron, en su momento, un éxito arrasador en el público femenino mundial. Cuando una obra artística arrasa en todo el mundo y logra alcanzar la cima del éxito, no es por casualidad. Allí está pasando “algo”. En estas obras que voy a presentar se observa claramente cuál es el arquetipo dominante en la mente de la mayoría de las mujeres, y

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podremos constatar que no es otro que el del arquetipo de la hija, tal como lo he expresado. La hija quiere vivir en el patriarcado, amén que desde el “discurso” diga lo contrario. La primera película algunos la recordarán y se llama Pre�y Woman (Mujer Bonita), interpretada por Richard Gere y Julia Roberts. La historia se centra en la relación entre un hombre apuesto y millonario que se enamora, casi por accidente, de una joven prostituta. De a poco se van conociendo hasta que ambos se casan y viven felices. La historia presenta todos los tópicos de la estructura arquetípica Padre-hija. El hombre es mayor que él, más alto y con mucho dinero. Ella, por el contrario, es más joven, más baja y de menores recursos económicos (todo lo opuesto…). En ese tiempo que están juntos él le compra ropas caras y le enseña buenos modales, ya que la chica es inculta y algo grosera, pero la va “puliendo” de a poco hasta convertirla en una mujer fina y distinguida. Al final de la película se casan.

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Esta película, cuando se estrenó (1990) entró directamente al número uno de la taquilla de EE.UU. Recaudó, en dicho país, 178 millones de dólares. Si sumamos las recaudaciones internacionales la cifra ascendió a 463 millones de dólares (una cifra enorme para la época), con un presupuesto de tan sólo 14 millones de dólares, o sea que recaudó 33 veces más de lo invertido. Impresionante.

Luego tenemos a la serie televisiva colombiana Yo soy Be�y, la fea (1999), otro tremendo éxito. Esta serie fue ganadora del Guinness Records 2010, y fue interpretada por Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello. Su versión original fue emitida en toda Iberoamérica, con elevados niveles de audiencia. Fue tan grande el impacto entre las mujeres (las que determinan realmente si una novela es exitosa o no…) que gozó de un gran éxito internacional, siendo emitida en más de 180 países, doblada a 25 idiomas y contando con al menos unas 28 adaptaciones alrededor del mundo. No es poca cosa ¿cierto?

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¿En qué radicó el éxito de esta obra? En lo de siempre: respondió al arquetipo patriarcal. El personaje principal (Be�y) es una mujer poco atractiva pero inteligente que trabaja para una compañía de modas. La protagonista (que es economista) tiene que soportar constantemente los insultos y desprecios de sus compañeros de trabajo, ya que es muy fea físicamente; no sabe vestirse, usa unos lentes horribles y tiene un corrector de dientes que le afea la sonrisa. Sin embargo, gracias a su inteligencia, termina siendo de gran ayuda para Armando, el jefe de la empresa e hijo de uno de los fundadores de la misma (o sea que es casi el dueño también). La cuestión es que Be�y se enamora de Armando y éste también se va enamorando de ella, pues Be�y lo termina salvando de todos sus problemas financieros y hace de él un hombre triunfador. Al final se casan y viven felices en la abundancia y el éxito.

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En apariencia, esta novela rompe con todos los moldes, pues Be�y, en belleza, parece lo contrario a la protagonista de Pre�y Woman. Pero no es así porque en la novela, a medida que transcurre la historia, Be�y va perdiendo su fealdad y se convierte en una mujer encantadora; sin corrector, sin lentes y con una cabellera hermosa. La moraleja es que el patito feo se transformó, al final, en cisne.

El truco que se utilizó para lograr esa transformación fue la de contratar a una actriz bella y afearla luego con un peinado espantoso, lentes ridículos, corrector de dientes y ropas que ni la mujer menos elegante se le ocurriría usar… Es decir que la historia, en el fondo, no es muy distinta a la de Pre�y Woman,

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ya que tenemos al mismo patrón arquetípico que se corresponde con el patriarcado: la chica pobre pero guapa que termina conquistando al hombre rico.

El hecho de que Be�y haya sido “inteligente” no cambia en nada la cosa pues lo que le atrajo realmente al protagonista no fue su inteligencia sino su belleza (de hecho que en la historia él estaba comprometido primero con otra mujer bella también, la hija del socio de su padre). Es por eso que el guión necesita que al final Be�y, pese a su innegable talento, cambie su aspecto y se convierta en una mujer bella, para así encajar en el arquetipo patriarcal que demanda también la mujer. Un hombre rico casado con una mujer pobre y fea es poco creíble, pero casado con una mujer bella y bondadosa, aunque sea pobre, sí. La inteligencia de Be�y fue sólo un recurso literario para que la historia tuviera argumento y fuera entretenida, pero se podría haber evitado

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como se hizo con Pre�y Woman, igualmente exitosa como ésta.

Finalmente, entre tanto “patriarcado” tenemos a la frutilla del postre: Cincuenta Sombras de Grey. Esta se gana el “Patriarca de Oro”. Si existe una película de lo más anti femenina, patriarcal y degradante para el género femenino (ni que decir para Ánima) es esta obra. Cincuenta Sombras es el mejor ejemplo de lo que no deberían vivir nunca las mujeres. La historia trata sobre Anastasia Steele, una joven estudiante de 21 años, tímida, guapa e hija de padres trabajadores, que cursa la carrera de Literatura en una Universidad y que conoce, por medio de una amiga, a Christian Grey, un joven empresario de 24 años, apuesto, exitoso y egocéntrico. Ana se ve atraída inmediatamente por él, y él también por ella, por lo que ambos se van sumergiendo

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en una relación erótica casi enfermiza que gira en torno al sadomasoquismo. Anastasia se entrega a sus perversos juegos y él la premia con regalos caros, tal como ocurre con Pre�y Woman. La relación se va poniendo más intensa (en términos de sadismo) hasta que Ana decide apartarse de Grey al ver que son incompatibles. Pese a este infeliz desenlace, ambos protagonistas se siguen viendo en las siguientes sagas (Cincuenta Sombras más Oscuras y Cincuenta Sombras Liberadas).

Tal como ocurre en las otras películas, nuevamente vemos el mismo patrón patriarcal: varón rico, alto y de mayor edad versus chica pobre, más baja y de menor edad. Con el adicional de que la conducta de los protagonistas también es muy opuesta: chico egocéntrico y dominante versus chica tímida y sumisa, o sea es la forma más extrema y perversa del arquetipo Padre-hija, pues

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aparece, en términos simbólicos, el sexo como violación. Un podría pensar que, en estas épocas de tan pregonado “feminismo” e “independencia de las mujeres”, una obra como “50 Sombras” sería un fracaso absoluto. O en todo caso una película más para mujeres excéntricas o reprimidas… Nada de eso. Esta obra, que empezó como una novela y luego fue llevada al cine, arrasó en ventas en todo el mundo generando cifras hiper millonarias. ¿Quiénes fueron los causantes de este éxito? ¿Los varones patriarcales “opresores”? No. Nada menos que las propias mujeres...

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El libro de E.L James, cuando salió, fue récord mundial en ventas, llegando a superar por lejos los 10 millones de dólares. Una cifra inusitada para un libro de literatura erótica. Luego salió la continuación y una tercera entrega (y hasta una cuarta) que también fue millonaria en ventas. Lo mejor llegó cuando la novela fue llevada al cine (las tres historias) que superaron la friolera suma de… 1.000 millones de dólares, o sea un presupuesto de ESTADO. Para más datos, el primer tráiler de la película obtuvo el récord mundial de visionados en sus primeras 24 horas con… 114 millones de visitas entre Youtube, Facebook e Instagram. Ni Lady Gaga y Madonna juntas lo hubiesen hecho mejor. Está claro que este éxito no fue casual. Tampoco podemos responsabilizar

a

las

corporaciones

de

este

fenómeno

impresionante. Decir cosas como “que todo fue armado” y que hubo algún tipo de “conspiración mediática”. Por más dinero que las empresas de publicidad tengan, no pueden generar semejante récord de ventas en la magnitud y rapidez que se dio. Aquí, indudablemente, respondieron las propias mujeres que se sintieron identificadas con la obra. Que vieron su sueño realizado en la relación entre Anastasia y Grey. El co-arquetipo patriarcal Padre-hija, como siempre ocurre, funcionó perfecto…

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III

Materia y Dinero

El profesor Malanga, en una entrevista que le hicieron, habló sobre el tema del dinero. En ella se refirió al dinero como algo que “separa” o “divide”, que discrimina a aquél que no lo tiene del que sí. El dinero tiene que ver con la dualidad y ha sido siempre motivo de conflicto. El caso más evidente es cuando muere una persona y los hijos o familiares tienen que dividirse la herencia. De repente los lazos filiales desaparecen y todos se arrojan a hacerse del botín, reclamándole al otro lo que consideran suyo. Me parece interesante aclarar esto del dinero porque vivimos en una época infestada por las ideas de la New Age, quienes nos dicen que podemos vivir la vida como la vivía el gurú Sai Baba, uniendo la espiritualidad con la abundancia material, rodeado incluso de guapas chicas o chicos. No queda ninguna duda que la aspiración natural de las personas es la de vivir en la abundancia. Al fin y al cabo el Universo es nuestro y lo hemos creado nosotros. ¿Por qué deberíamos vivir en la escases? Sería genial vivir en un mundo en donde no existiera la pobreza, la enfermedad y la soledad. El problema de vivir en la abundancia, aquí, en el mundo material, es que dicha abundancia está asociada con el dinero, y el dinero, como bien

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de capital, conspira contra lo que necesita nuestra Conciencia. El dinero y su acumulación no se mueve en la misma dirección que la Conciencia. Lo primero que hay que decir es que el dinero no tiene ninguna razón de ser. Una sociedad podría vivir tranquilamente sin dinero. Esto se debe a que lo que sustenta verdaderamente a las personas no es el dinero sino los recursos. Cuando el hombre llegó a la Luna (según la versión oficial), los astronautas estuvieron fuera de la Tierra durante varios días y vivieron sin dinero lo más bien, no pensando en otra cosa que en sobrevivir y pasarla bien juntos. Allá arriba, varados en la Luna, Armstrong, Aldrin y Collins observaban la Tierra fascinados… con su forma esférica y de color azul, poblada de blancas nubes, y no podían evitar verla, según dijeron, como una gigantesca nave espacial que viajaba por el espacio exterior llevando consigo a sus tripulantes; nosotros, la humanidad. Seguramente pensaron, desde su propia mentalidad científica pero también desde su óptica privilegiada, que lo que importaba en aquella “nave natural” (la Tierra) no era el dinero ni los plazos fijos sino la vida y sus cuantiosos RECURSOS, únicos en el sistema solar. La única función del dinero es la de dividir a las personas. Tal como lo dice Malanga, el dinero separa a aquél que lo tiene del que no. No importa que un niño desnutrido esté rodeado de hectolitros de leche, si su madre no tiene dinero para comprarlo, el niño, invariablemente, padecerá hambre. Y puede que al

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lado de ese niño hambriento pase una mujer rica con millones de dólares en el banco, allí durmiendo en una cuenta virtual, informática, para dar más interés, y que esa mujer rica en vez de usar su tarjeta de crédito para comprarle un litro de leche al niño prefiera gastarla apostando al bingo, o comprando una funda lujosa para embellecer su celular nuevo, porque la funda que tenía, también lujosa, dejó de gustarle. Luego de leer lo que acabo de escribir, lo invito a que se ponga en los zapatos de los tres célebres astronautas e intente mirar la Tierra desde los ojos de ellos, y dígame si la imagen del niño hambriento, rodeado de leche, y la mujer rica comprando una funda para su celular tiene sentido. Dado que el dinero tiene que ver con la Conciencia dual, y en la dualidad están atrapados los alienígenas, el dinero, en sus diversas formas (oro, plata, piedras preciosas, sal, papel moneda, bonos de deuda, moneda virtual…) siempre fue controlado por el Estado a través de sus instituciones. Antiguamente existían las monarquías y hoy existen los Estados “democráticos”. El Estado siempre ha sido un parásito igual que el alienígena. Y esto que digo vale también para los modernos Estados “democráticos”. Yo he dejado de votar cuando comprendí, una vez integrada mi Conciencia, que votar no sirve de nada. El voto, al igual que el dinero, también es sinónimo de división. Si alguien vota a un candidato y no a otro, se está oponiendo ideológicamente a otro ciudadano que vota distinto que él, porque no está teniendo la misma idea de país que el otro votante. Y dado que el voto y el

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dinero vibran en la misma frecuencia, no hay que sorprenderse que los votos se compren y las voluntades políticas también. Allí se explica porqué existe tanta corrupción en los modernos gobiernos “democráticos”. La política funciona idéntica a los mercados. Dinero, voto, democracia… todo es la misma faena. “Sergio Massa y el poder financiero internacional”

Los Estados controlan el dinero y los alienígenas-arcontes controlan al Estado. Luego, el Hombre Primigenio, el “anciano sabio”, controla todo desde arriba… En base a esto, cuando los humanos integran su Conciencia, lo que ocurre es que empiezan a salirse gradualmente de la “sintonía” del dinero. No de los recursos, pues siguen teniendo acceso a los recursos, pero sí de la riqueza financiera y de toda posibilidad de lucrar con ella. Esto suele confundir a algunos integrados porque piensan que, por

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tener su Conciencia integrada, el dinero les tendría que venir más fácil… Un integrado es aquél que, siendo un ser anímico, no tiene interferida su Conciencia, es decir que vive su existencia física utilizando en conjunto, unificadamente, su Espíritu, Mente y Ánima. Cuando el dinero nos empieza a “llover” en nuestras manos, lo que ocurre es que nos ponemos en la misma sintonía del arconte. En apariencia, pareciera que lo hemos derrotado… Pensamos que el arconte, deseoso de vernos sufrir, nos empuja a la pobreza intentando alejarnos del dinero para así robar nuestra Energía. Y dado que tenemos dinero para comprarnos todo lo que queramos ¡plaf! adiós al molesto arconte…

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Pero el arconte no quiere alejarnos del dinero sino alejarnos de nuestra Ánima, y, para hacerlo, nos convence de que el dinero es algo indispensable para vivir y poder ser “alguien”. Por ende, no importa si tenemos o no tenemos dinero, si somos ricos o somos pobres, puesto que en ambos casos estaremos dependiendo del dinero (y del arconte) para sentirnos realizados.

“Tenemos que bajar los costos...”

La manera más común de obtener dinero es trabajando. Las clases bajas, cuando quieren dinero, lo que hacen es trabajar. Pero yo no conozco a nadie que tenga un empleo y que no sea, de alguna forma, un esclavo de él. Salvo en los raros casos en donde el sujeto se siente realizado en aquella labor que desempeña, por ejemplo un músico o un locutor de radio, los demás sienten a su trabajo

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como un mal necesario, una maldición. Esto hace que la mayoría de los trabajadores se mueran de envidia cuando se enteran que el contrato de recisión de Lionel Messi o algún otro crack de fútbol alcanza la friolera suma de 700 millones de €. O que muchas mujeres sueñen con casarse con algún futbolista para tener una vida fácil viviendo de los ingresos del marido. Convertirse en una “botinera” es la aspiración de muchas mujeres.

Aún así, si nos atenemos a aquellos que han triunfado, como los músicos, vemos que muchos de ellos terminaron consumidos en la droga cuando no muertos en extrañas circunstancias. La lista de estos músicos caídos en desgracia es impresionante. Stephen King, quien se hizo millonario vendiendo novelas de terror (muchas de ellas llevadas al cine) estuvo postrado en una silla de ruedas durante un tiempo a causa de un extraño accidente

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automovilístico (una furgoneta lo atropelló en la calle mientras caminaba con su perro por la banquina). Fue sometido a varias operaciones y se recuperó, pero dado los dolores que le quedaron dejó de escribir con la frecuencia de antes... Según relató, en el accidente le quebraron la cadera, varias costillas, fractura en las piernas, un gran hematoma en la cabeza y la columna vertebral partida en 8 partes. Cuenta que, a causa de los terribles dolores que sentía en su cuerpo, debía tomar unas “100 pastillas por día”, y esa medicina fue lo que le permitió continuar, a duras penas, con su labor de escritor. De esto ya pasaron 20 años, y aparentemente ya se “recuperó”, pero sabemos que su delicada salud le va a pasar factura cuando llegue a viejo… Por el momento aún sigue escribiendo y haciendo mucho dinero.

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El séptuple campeón del mundo de la F-1, Michael Schumacher, luego de retirarse como un ídolo, acabó dándose un porrazo contra una roca mientras practicaba esquí y ahora vive postrado en una cama, lleno de mangueras, en estado de coma… Los médicos le dan pocas esperanzas y sus familiares, luego de seis años, están esperando el milagro de su recuperación.

Hace poco me enteré que Iris Goldsmith, quien tiene por madre a una Rothschild, murió en Julio del 2019, según dicen, aplastada por un cuatriciclo mientras pasaba sus días en la granja de sus padres en North Brewham, Reino Unido. Tenía quince años y era muy hermosa, pero los arcontes no le permitieron disfrutar de la fortuna de su familia. Su padre, Ben Goldsmith, proviene de una poderosa familia de banqueros.

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Los Rothschild son una de las dinastías más poderosas del mundo, de fuertes vínculos con la realeza europea y con los grandes magnates del petróleo.

Kate Emma Rothschild y Ben Goldsmith

Así que tenemos que incluso aquellos que ganan dinero haciendo lo que quieren, o siendo hijos de millonarios, también padecen dificultades en el ámbito en que se desempeñan, y hasta tremendas desgracias, como hemos visto. Todas estas cosas ocurren porque al ganar dinero y disfrutarlo, nos mete en una línea de Tiempo en donde tenemos que confrontar

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con nuestra sombra. La sombra son aquellas líneas de Tiempo que pertenecen a aquellos que no disponen de ese dinero, o que lo tienen pero aspiran a más... Los pobres, los marginados, los usureros, incluso los mismos políticos, forman un complejo tejido espacio-temporal que se une a las líneas de Tiempo de aquellos que gozan de la abundancia. Todo está relacionado, pensar que vivimos “aislados” unos de otros, como nos vende el Sistema, es una ilusión. Si tú piensas que un chico que se muere de hambre en la calle es un problema de la madre y no tuyo, te equivocas. Es tu problema también. Imaginemos por un momento lo que le pasa a Messi o al crack Cristiano Ronaldo. Sujetos que ganan cifras ridículamente grandes por patear un balón… Mientras las empresas desvían dinero para que estos señores amasen fortuna, en España hay gente que no tiene trabajo o perdió su departamento en la crisis del 2008. Luego tenemos el caso de gente que compra productos chinos a precios irrisorios, lo que les permite a millones de consumidores aumentar considerablemente su poder adquisitivo (porque el salario les rinde más), pero, por el otro lado, hay países que se ven perjudicados por las exportaciones chinas, incluyendo a los propios trabajadores chinos que ganan centavos por cada cosa que producen. Ahora en Argentina, mientras cuatro empresas de energía se llevan el dinero del país afuera (gracias a los terribles aumentos aprobados por el gobierno de Macri más la suba del precio del dólar), miles de fábricas están cerrando, los comercios no venden nada, la gente hace trueque en la calle y

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hasta muchos no tienen qué comer… Esta “conciencia del dinero” es un tejido peligroso, porque tironea para todos lados haciendo que el dinero fluya de mano en mano. El dinero no puede satisfacer a todos porque todos lo codician. Cuando empieza a concentrarse en pocas manos, empieza a faltar en muchas otras... De esta forma el dinero se va llevando nuestra Energía, mediante el trabajo o nuestros méritos, por ende, cuando no podemos pagar con él, ya sea por causa de falta de divisas (la pobreza) o por exceso de concentración (la riqueza), debemos pagar con nuestra salud (Schumacher, Stephen King, Maradona,) o nuestra felicidad (Rothschild y tal vez… usted). En este telar demoníaco en que nos sumerge la “conciencia del dinero” parece haber gente acomodada que es inmune a su malévola influencia. He conocido gente que afirma que nunca le faltó el dinero y que ha vivido su vida “feliz”, viajando, comprándose ropas, yendo al teatro y hasta teniendo salud. Sin embargo, si investigamos un poquito acerca de estas personas, veremos que lo más seguro es que carezcan del componente anímico. Los arcontes, para confundir a los que tienen Ánima, suelen generar líneas de Tiempo en donde todo marcha sobre ruedas… Dado que estos contenedores orgánicos (los desalmados “felices”), carecen del componente anímico, los arcontes no se preocupan por sacarles la Energía, pues, como ellos dicen, “en la Tierra tenemos Energía suficiente”. En las sesiones de hipnosis, tanto de Malanga como de otros, los arcontes siempre repiten lo mismo: que a ellos no les preocupan los desalmados, que son “insectos”, “basura”, y que hacen con ellos los que se les venga en

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gana (incluido dejarlos vivir en paz). Si el precio que hay que pagar para tener una vida “de abundancia” va a ser la de carecer de Ánima, prefiero lidiar con mi “pobreza” en la búsqueda inefable de la gnosis. No tiene sentido la abundancia material si se carece de Ánima. Esto lo saben los mismos arcontes que, siendo los dueños y artífices de la riqueza, se desvelan por sacarle el Alma a los humanos. Allí lo tenemos claro.

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IV

Materia y Humanos sin Alma

En los trabajos de Corrado Malanga y los míos aparece el tema de los desalmados. Los desalmados son aquellos que nacen sin la parte anímica de la Conciencia. Este punto no ha sido entendido por la mayoría de los estudiosos de la casuística OVNI ni por aquellos que estudian los fenómenos espirituales o religiosos, por lo que me he visto en la obligación de aclararlo. Una de las razones por la cual no se entiende esto de los “desalmados” es por la confusión, todavía persistente, que hay entre el concepto de Espíritu y Alma. La otra razón es porque muchos se resisten a reconocer que algunos humanos son más “humanos” que otros o, lo que es peor, que algunos humanos no deban ser reconocidos como tales y queden reducidos, por lo tanto, a la incómoda categoría de “semi humanos”, “sub humanos” o “antropoides”, que es una manera elegante y científica de decir “mono”. Reconocer que no todas las personas son “humanas” y que algunas son “más humanas” que otras implicaría tener que hacer cambios en la constitución de todos los países. Las leyes, por poner un ejemplo, no reconocen el derecho de una mascota a votar. Puede votar su dueño pero no su mascota. Por ende, si un ser humano no supera la prueba del TCTDF de Corrado Malanga, en cuanto a tener o no la parte anímica, no debería tener derecho

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a votar pues carece de Ánima para hacerlo. Técnicamente no es un “humano” y está casi a la altura de su mascota. Luego tenemos que una madre les hace un TCTDF a sus dos pequeñas hijas y le salta que una tiene Ánima y la otra no… ¿Cómo debería tratar y educar a sus hijas? Obvio que de manera diferenciada. Esto le plantearía problemas con su marido o el resto de su familia pues le reprocharían por ejercer una discriminación “injustificada” con sus pequeñas… todo esto avalado por la ciencia oficial que afirma que todos los humanos son exactamente iguales porque vienen de la evolución del mono o porque Freud y el resto de los psicólogos, junto a algún periodista, lo han dicho. Aceptar que algunos tienen Ánima y otros no, no parece algo fácil para muchos. Pero parece ser difícil para casi todos cuando debemos aplicar este importante concepto al trato directo con otras personas… Más si esas personas son nuestros familiares directos. ¿Por qué algunos nacen con Ánima y otros no? Corrado Malanga ya lo ha explicado en sus informes y conferencias, pero visto que muchos no le creen, voy a intentarlo yo a ver si tengo más suerte. El sentido común nos dice que si la Conciencia elige tener una determinada experiencia (se entiende que en el plano físico) puede hacerla. Para ello debe elegir libremente las condiciones de la misma y liberar luego un fractal. El fractal es un “pedacito de Conciencia” que va a tener una

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experiencia específica en el plano físico. ¿Por qué la Conciencia debe “elegir” las condiciones de la misma? Por la simple razón de que no existe una realidad que esté “afuera” de la Conciencia. Aún aunque la Conciencia estuviera mirando al planeta Tierra —con sus bosques, océanos y ciudades—, todo eso que ve allí no son “sus experiencias” sino las experiencias de otros… El método de elección de la Conciencia es aproximadamente así: Imaginemos que estamos jugando un juego de computadoras (por ejemplo de autos) y el programa nos ofrece una lista de los modelos a elegir. Una vez elegido el modelo, nos pide que elijamos las características técnicas del mismo (por ejemplo, si vamos a usar frenos ABS o no). Luego nos pide que elijamos un color para nuestro auto. Cuando nuestro vehículo está elegido, pasamos luego a elegir la pista en donde queremos jugar la carrera, y en ella, con cuántos autos queremos competir o si queremos simplemente jugar solos. Una vez que tenemos todo elegido le damos “aceptar” y ¡listo! A jugar. Nuestra manera de entender la “encarnación” no es muy diferente de ésta, y está bien. Luego viene el tema de la “reencarnación” y el “karma” (seguramente que pensaron en eso), pero este asunto no se corresponde con el tema de los desalmados, y amerita un análisis aparte. Sigamos.

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Nuestra manera de entender la “encarnación”, como venía diciendo, es como el video juego. Elegimos el auto, la pista y le damos ENTER… El problema es que nosotros no estamos viviendo en un universo “perfecto” (no sé si os abráis dado cuenta). El universo en que vivimos es dual, es decir está comprendido o experimentado a partir de una Conciencia bipolar. Esto significa que nuestras condiciones de elección están algo recortadas… Vimos esto en los capítulos anteriores y se refiere a que Ánima no participa del proceso de creación holográfica, sólo lo hace Espíritu y Mente. Esto, como expliqué, dio origen al mundo material. Resulta que el mundo material nos vincula a la experiencia de la muerte, antes que nada, pero también a la experiencia del dolor. No vamos a detenernos aquí a encontrar las razones del cómo y por qué se creó el mundo material y porqué la Conciencia divina permitió que las Almas cayeran en ese mundo… Esto lo explicaré mejor en mi libro Génesis (Libro 7), donde aclararé algunas cosas que en el modelo de Corrado Malanga parecen no haber quedado demasiado claras. Por ahora vamos a aceptar que existe un mundo material y que las Almas, por alguna razón, si quieren tener experiencias, deben tenerlas aquí. Retomando de nuevo el tema, como la Conciencia humana es bipolar, la decisión de la encarnación debe ser tomada de a dos. Esto funciona igual a como ocurre en un matrimonio; el marido decide comprar un departamento pero puede que su mujer

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ponga objeciones… Si la pareja no se pone de acuerdo, el departamento no se comprará y entonces seguirán buscando. Si en cambio ambos concuerdan, se realiza la compra del inmueble y la historia termina bien. Pero también puede ocurrir que a la mujer no le guste el departamento y el marido, luego de una discusión, termine “convenciendo” a su esposa de que aquello es la mejor opción, y cuando ambos se van a vivir allí, la mujer no se sienta a gusto. Esto mismo ocurre con las Almas que vienen a encarnar a la Tierra. A algunas les toca una vida fácil, a otras una difícil y al resto (la gran mayoría) no les toca ninguna vida pues no pudieron ser convencidas de venir a tener experiencias. Cuando la Conciencia masculina genera una línea de Tiempo, por ejemplo la de un chico que va a ser un rapero famoso, la Conciencia femenina genera, como respuesta, un fractal de Ánima. Luego ese fractal de Ánima debe decidir si toma o no la existencia del rapero… De esta forma, por cada línea de Tiempo creada se genera un nuevo fractal anímico, y esos fractales generados deben decidir qué hacer. Si la Conciencia estuviera integrada (universo unitario) esto no ocurriría… ya que, al crearse una línea de Tiempo, el fractal la “encarna” automáticamente. Esto yo lo descubrí investigando este interesante tema, no os penséis que me lo saqué de la galera para arrogar. La generación de fractales parece seguir el mismo patrón de comportamiento

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de las partículas cuánticas. Cuando se genera un electrón, automáticamente se genera un positrón, su par… Sabemos que la Conciencia masculina y la femenina están disociadas pero no totalmente separadas. Ambas conciencias están en un mismo campo de interacción física que las vincula; existe, pues, trasmisión de información en ambos sentidos. Esto se debe a que la Conciencia anímica todavía sigue atrapada en el mundo de la materia y vinculada con su par masculino llevando adelante sus experiencias físicas.

Mente

Espíritu

Mente

ƒAnima

ƒAnima

Espíritu

Dualidad

♥ ☼

♥ ☼ Lo pensaré...

¡Me voy al universo!

¡Yo también!

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Imaginemos el ejemplo de un matrimonio que duermen en camas separadas, que están peleados, pero que aún no se han divorciado y siguen viviendo en el mismo techo, teniendo que verse las caras y organizándose para el cuidado de los niños, el pago de impuestos, etc. Ambas conciencias siguen interfiriéndose entre sí, amén de que medie un conflicto entre partes. Esto mismo está pasando con la Conciencia humana. Según Corrado Malanga, el porcentaje de Almas que se negaron a venir a la Tierra ronda el 80%. Pero mis cálculos personales me arrojan una cifra mínima del 90%, o sea mayor. Esto significa que la Conciencia humana, que en el mito judío está representado por la figura de Adán y Eva, creó ciertas líneas de Tiempo para realizar determinadas experiencias pero, al estar dicha Conciencia desintegrada, el componente masculino, o Adán, diseñó el Tiempo sin tomar en cuenta el deseo del componente femenino; Eva. La parte masculina está creando un Universo en donde existe la muerte y el dolor, convencida de que eso le va a permitir alcanzar el saber absoluto (Árbol del Conocimiento del bien y del mal). Resulta que para Ánima, su par femenino, esa creación es una locura, por lo que en la mayor parte de los casos se niega a venir al Universo. Dado que la mayoría de las veces Ánima se niega a encarnar, muchas líneas de Tiempo humanas que han sido creadas carecen del componente anímico. Poseen Espíritu, Mente y Cuerpo, pues estos componentes son los necesarios para poder experimentar la materia, pero no tienen Ánima. Digamos que son algo así como un auto sin “conductor”.

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En realidad no son autos sin conductor sino autos con piloto automático; funcionan como si fueran autómatas. Las personas sin Ánima son rutinarios, a veces caóticos y, sobre todo, carecen de creatividad. Son incapaces de sentir la vida en su lado más profundo y no pueden ver las cosas más allá de lo que les dicta su Mente, regida por la ciencia materialista, las religiones, los medios de comunicación... Son “programitas”.

Paralelamente a este ejército de desalmados que van poblando día a día la Tierra, en otra región del Universo se van acumulando infinidad de Almas sin ocupación alguna. Existe una suerte de “nido de Almas” a la espera de encarnar y que nunca lo han hecho. Corrado Malanga, en sus innumerables hipnosis a los abducidos, dio con este grupo de Ánimas que se negaban a encarnar. Pero también en las hipnosis de Helen Wambach, quien

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estudió el tema de la reencarnación y escribió un libro, también dio con este “nido anímico”. Flavio Cabobianco, quien desde niño supuestamente hacía viajes astrales y escribió un famoso libro (Vengo del Sol), también conoció estos “nidos de Almas”. Técnicamente hablando estas líneas de Tiempo humanas no deberían existir (los desalmados). Sabemos que sin el componente anímico no es posible tener experiencias físicas… Esto quiere decir que no deberíamos estar conviviendo con humanos sin Alma. Sin embargo, dado que la parte anímica vive atrapada en la dualidad, ciertamente las percibe… de la misma manera que percibe a los alienígenas que tampoco tienen Ánima. O de la misma forma que percibe el mundo material que sabemos que tampoco es real. O que percibe la muerte, que tampoco es real… Para que se entienda mejor: es nuestra propia Conciencia interferida la que materializa y hace “reales” a los desalmados, poniéndolos de esta forma en nuestras propias coordenadas espacio-temporales. Esos desalmados pueden ser nuestro padre, madre, hermano, hermana, compañeros de colegio, de trabajo, novia o novio, o el mismo presidente de la nación. Una vez que nosotros alineamos a los desalmados a nuestras propias líneas de Tiempo (pues aceptamos encarnar) comienzan a interactuar con nosotros a la par de los alienígenas... Pensemos que las líneas de Tiempo de todas las personas están entrelazadas y esto genera un TELAR espacio-temporal en donde nuestra Conciencia empieza a sintonizar. Imaginemos que estamos usando una radio y de pronto enganchamos con

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una determinada frecuencia. Fijamos el dial allí y escuchamos al locutor que nos habla. Esta sintonización es lo que percibimos habitualmente como “movimiento”, “sonido”, “color”, y que nos permite tener experiencias físicas. Resumiéndolo en unas pocas líneas, los humanos sin Alma son seudo-vidas que no existen realmente, simples simulacros de la Conciencia, que, como una broma pesada, no hacen otra cosa que complicarnos la existencia la mayoría de las veces. Es por eso que Ánima las elimina cuando se tornan molestas, tal como me ha informado mi propia Ánima en las muchas “charlas” que he tenido con ella.

Algunas aclaraciones sobre la “reencarnación” Cuando hablamos de reencarnación estamos pensando como lo hacía Newton. Creemos que existe un mundo que se va

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moviendo hacia adelante en el Tiempo. Esto está bien si miramos las vidas pasadas desde la perspectiva del Espíritu, que le toca experimentar el Tiempo… Pero si miramos el Universo desde la Conciencia (Ánima-Mente-Espíritu), el pasado y el presente están allí, como si fuera una foto tetra dimensional (4D). No existe ninguna “reencarnación” porque el Tiempo es un presente continuo y no existe ningún karma porque toda Alma es pura antes de venir aquí, y los errores que ella comete son inducidos por los arcontes. No existen Almas que “roban” sino Almas que atraviesan la “experiencia del robar”, todo eso para conocer qué significa eso; robar. El por qué las Almas aceptan eso yo ya lo expliqué en mi Libro 5, Nuevo Árbol de la Vida. Al Alma se le da un “papel”, como si fuera un actor, y ella simplemente lo desempeña… Luego, como el Alma no tiene la gnosis, el alienígena la engaña diciéndole que ella “ha robado por su propia voluntad”, “que ella ha robado realmente” y que “debe pagar por ello…”, cuando en verdad el acto de robar nos remite a acciones holográficas que están fuera del plano real y anímico. Las acciones son una ilusión; la experiencia es lo que el Alma se lleva. El Alma está fuera del Tiempo y la Conciencia real también, por ende es estúpido pensar que el Alma decide hacer daño “por su propia voluntad” y mucho menos la Conciencia absoluta. Más cuando el Alma es una sola y hacerle daño a “otra” Alma (fractal) es hacerse daño a sí misma. ¡El alienígena es bien pillo!

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Toda la vida humana no es más que un juego en donde el mismo alienígena está haciendo su juego también, engatusándonos con eso del “karma” para obligarnos a seguir jugando… porque sabe que él es el parásito que necesita tener al Alma atrapada en el juego cósmico para seguir él teniendo su existencia y vivir, así, eternamente. Si Ánima se niega a seguir teniendo experiencias en el plano físico, el alienígena literalmente muere junto con el mundo material; único lugar en donde éste puede existir. A esto podemos añadirle que el alienígena es una seudo vida generada a partir de una escisión de la Conciencia, por ende no tiene sentido que Ánima se guíe (o intimide) por las ideas de una existencia inferior.

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V

Materia y Programación de Ánima

Este capítulo decidí incluirlo con el objeto de proteger a muchas personas. No tenía pensado hacerlo, pero mi Ánima me dictó a que lo hiciera. Los conocimientos vertidos aquí están implícitos en mis anteriores trabajos, es decir que no escribiré nada NUEVO, pero visto que hay personas que les cuesta racionalizar o asimilar ciertas ideas (digamos que son menos “listos” que otros) me he visto en la obligación de hacerlo. Cuando la Conciencia quiere hacer una experiencia, por ejemplo pescar en un río, crea las condiciones holográficas y luego las vive. Lo mismo pasa cuando quiere tener una experiencia de mujer. Selecciona los atributos de ella, incluyendo con quién se va a casar o no, y los ejecuta cuando “encarna”. No importa si en el proceso de elección hubo interferencia o no (esto ya lo hablé); a la Conciencia esto no le importa. Esta “programación femenina” que define al contenedor y a la Mente de la mujer se llama programación de Ánima. Ocurre que, cuando se crea un contenedor femenino para que el fractal de Ánima realice sus experiencias, el fractal elegido suele rechazarlo, por lo que dicho contenedor vivirá su existencia sin

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el acompañamiento de su Ánima. De esta forma, la mujer creada no puede desempeñar su rol femenino adecuadamente pues queda desentendida de la Conciencia femenina que dio vida o “inspiración” a ese rol. Para ilustrar este ejemplo veamos lo siguiente: Imaginemos que el cuerpo humano es un instrumento musical y el Alma es el intérprete de ese instrumento. Si el intérprete no es el adecuado, sabemos que la música no sonará correctamente. Luego tenemos que algunos músicos, a falta de intérpretes, eligen reproducir ciertas melodías usando instrumentos electrónicos. De esta forma reemplazan un violín acústico por uno sintetizado. O una guitarra española por una guitarra sintetizada. No está mal hacer esto si no tenemos una mejor opción o si la melodía que necesitamos interpretar es breve. Pero si queremos tocar una pieza en donde el violín o la guitarra deban desempeñar un rol destacado o central, el usar un instrumento electrónico no será la mejor opción. Una guitarra sintetizada nunca sonará igual que una acústica, no sólo porque son instrumentos distintos sino por otra cosa esencial, y es que la acústica y el intérprete son uno al momento de tocar (se hacen a un tiempo), no así la electrónica, que tiene que ser primero programada y después interpretada (o sea a dos tiempos). Una canción electrónica, al reproducirla, sonará siempre igual, pues es la reproducción de un programa, mientras que una canción acústica sonará como el artista la sintió y la vivió en ese momento, con toda su pasión y emoción, y esa interpretación es única; no hay otra interpretación exactamente igual por más que vuelva a tocar esa pieza en otra ocasión. En

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la música acústica el intérprete es fundamental, y es por eso que muchos directores de orquesta, para la interpretación de sus obras favoritas, tratan de contratar al pianista o violinista adecuado (en la medida de lo posible). Este ejemplo es bastante bueno y espero que ayude un poco a entender la diferencia entre una mujer con Ánima y otra sin Ánima. Una mujer sin Ánima es como un instrumento electrónico; si está programada para casarse con un hombre acomodado, dedicarse a su profesión y pasar dos días a la semana en el gimnasio modelando su cuerpo así lo hará, y le parecerá lo más natural. Una mujer con Ánima puede que al principio comience ejecutando ese programa, pero con el tiempo se irá cuestionando porqué tiene que vivir así, o si hacer esa vida es lo más favorable para ella… “¿Por qué no puedo estar gorda? ¿Por qué el estatus debe ser lo más importante? ¿Por qué mi pareja debe parecerse a mi padre? ¿Por qué debo tener hijos?” La mujer sin Ánima puede que también se haga estas preguntas (y ya veremos por qué) pero al carecer del componente Anímico no tendrá las herramientas necesarias para llevar adelante esa transformación (una canción electrónica necesita, para ser modificada, de un programador, o sea un agente externo). La mujer con Ánima tiene la ventaja de ser su propio programador, pudiendo así cambiar sus hábitos e ideas y evolucionar.

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Las mujeres que no tienen Ánima no sólo que no pueden autoreprogramarse sino que son vulnerables a interferencias y programaciones externas. Los medios de comunicación, las instituciones políticas y religiosas, las necesidades económicas muy vinculadas a la cuestión de la supervivencia, todo eso genera en ellas cambios en su conducta y algunos planteamientos (y ahí respondo lo que mencioné anteriormente). Pero el problema es que estos cambios provienen del medio, no de ellas mismas, y operan en su Conciencia igual a como si fueran programadores. — ¿Y usted por qué cree que su vecino se va a ir al infierno? — Porque la Biblia lo dice… — ¿Usted cree que CFK se robó todo el dinero del país? — ¡Sin duda! Lo dice Clarín, Canal 13, Jorge Lanata… También Longobardi. — ¿Por qué consume drogas? — Todos lo hacen. Hoy en día es normal. — ¿Usted porqué sigue insistiendo en que la quimioterapia cura el cáncer? — Soy médica y sólo creo en la ciencia. La medicina natural es pseudociencia… La religión, los medios masivos, la opinión pública, el establishment científico, son las centrales que tiene el Sistema

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para programar la Mente de los desalmados. Ahora, yendo al tema específico de la programación de Ánima, muchos varones que buscan pareja suelen concretarlas con mujeres sin Ánima. La mayoría de ellos no son anímicos pero hay unos pocos que sí lo son. Cuando esto ocurre, cuando el varón es anímico, es normal que no sean felices junto a estas mujeres sin Ánima o, en el peor de los casos, padezcan situaciones desagradables. Conozco algunas historias de cerca y os aseguro que no son bonitas. El varón con Ánima se enamora de una mujer sin Ánima pues, obviamente, se siente atraído por sus atributos femeninos. A veces opera en él su propia pulsión sexual, pero otras veces su necesidad programada de sentirse “hombre” junto a una dama. Esto de sentirse “hombre” se debe, como ya expliqué, a que el arquetipo del Padre opera en la mayoría del género masculino. Los varones, en general, necesitan sentirse admirados por su compañera. Incluso que ella los atienda. Las prefieren complacientes y poco controladoras, y que los acompañen en todos sus proyectos. La mujer sin Ánima tiene, como todas las de su género, la programación arquetípica de la hija. Esto significa que estas mujeres deberían congeniar con la mayoría de los varones, tengan éstos Ánima o no. Pero acá aparece un problema, y esto es que si la mujer no tiene el componente anímico, este co-arquetipo de la hija muchas veces no funciona bien. El arquetipo de la hija, como ya expliqué en Arquetipos, Libro 3, se corresponde con el grupo de los anímicos (lo mismo que la

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hijastra, la Madre y el Padrastro). El resultado dramático de todo esto es que si la mujer no tiene Ánima, no es un ser auténticamente femenino sino de apariencia femenina. Es una seudo-mujer. La seudo-mujer sólo tiene Mente y Espíritu, y éstos pertenecen a la Conciencia masculina, no femenina. El tipo de Conciencia que opera en el contenedor es fundamental, pues es lo que define los rasgos generales y esenciales de su conducta. Por lo tanto esta “cáscara de mujer” o qlifá, en código cabalístico, pasa a ser una suerte de “varón afeminado”, de “hembramacho”, un simulacro… y así el matrimonio arquetípico entre lo masculino y lo femenino no se concreta. De esta manera el varón con Ánima espera inútilmente que este simulacro, este fraude, le proporcione amor y contención, compañerismo y ayuda, pero esto es imposible. Las qlifot pertenecen a los demonios y están allí para complicarnos la vida. En general estas seudo mujeres son relativamente inofensivas. Pueden causarnos problemas pero nada que no se pueda manejar. Resulta que a veces estos simulacros femeninos (que abarcan el 90% de la población femenina mundial) terminan funcionado (y acá viene el peligro) como auténticos parásitos energéticos, ya que operan como un portal orgánico entre el plano astral y el plano material. Cuando esto ocurre, cuando el varón se empareja con un “bicho”, la vida de éste va yendo cuesta abajo y lo peor de todo es que él es el último en darse cuenta… Otras veces no se

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cae tan hondo, pero el varón siente que al lado de esa mujer sólo perdió el tiempo y que en esos años que estuvieron juntos ésta no le aportó nada, sólo desilusión. Si con esa mujer tuvo un hijo, este engendro también le genera problemas; el varón se separa de la mujer, pero queda en su lugar un hijo problemático. A mí me gusta llamarlo, a este niño, “el regalito de los arcontes”. Muchas de las historias de terror creadas por Stephen King que giran en torno a las relaciones de pareja son, de manera encubierta, vividas realmente por las personas. La realidad supera a la ficción… Tal llega a ser la desilusión de estos pobres varones que hay algunos que, luego de una ruptura amorosa, pierden totalmente sus ganas de vivir. O se suicidan y a veces hasta matan a su ex mujer. Para más información pueden leer el libro de Eve Lorgen, El Lado Oscuro de Cupido, editado por mí, que se descarga para todo el público en Free-eBooks u Obrapropia. Es un libro entretenido y a la vez instructivo.

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Características de las mujeres sin Ánima o seudo mujeres Lo primero que debemos asumir (y atención con esto) es que las mujeres sin Ánima son mayoría en la población femenina. Así como la mayoría de las personas son desalmadas, la mayoría de las féminas son falsas mujeres. Se habla mucho por Internet de los “desalmados” (hoy parece que está de moda) pero se habla poco de las “falsas mujeres” estrechamente vinculadas a éstos. Ya vendrán los tiempos en que la gente empezará a hablar de las “falsas mujeres”, y ahí puede que se acuerden de este escritor… Uno podría pensar también, siguiendo la misma lógica, que existen “falsos varones”, pero esto no es así. Los varones, a diferencia de las mujeres, sí son criaturas auténticas. Unos más auténticos que otros, pero todos auténticos al fin. ¿Por qué no existen “falsos varones” y sí “falsas mujeres”? Porque el varón es una Conciencia masculina operando en un contenedor masculino, y esa Conciencia en particular existe en todos los varones. Digamos que el varón está bien definido. Ocurre que existe un porcentaje menor de varones que tienen Ánima, y estos varones son los menos masculinos del grupo. El varón con Ánima es una suerte de andrógino, y representa un 10% o poco más de la población masculina. Uno podría pensar que un andrógino es un “seudo-varón”, y es

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tentador mirarlo así, pero el andrógino tiene por lo menos una Conciencia masculina incluida. La seudo-mujer, en cambio, no tiene una Conciencia femenina incluida; sólo tiene un contenedor femenino y… la programación de Ánima. Esto hace que esta criatura viva en un eterno conflicto de no saber quién es o qué cosa quiere en la vida. Es una eterna insatisfecha (la psicología le llama histérica). Es necesario que destruyamos de nuestra Mente el concepto de “mujer” tal como lo veníamos entendiendo tradicionalmente. Las mujeres sin Ánima no son mujeres reales pues emulan la verdadera feminidad. Lo que vemos alrededor nuestro no son mujeres sino simulacros. No entender y asimilar esto impide que nuestra Conciencia logre una mayor integración, lo que nos expone a interferencias de todo tipo con su consecuente parasitismo energético. Estudiemos un poco a este fantoche: Toda auténtica mujer, si leemos correctamente los arquetipos, debería tener obligatoriamente una conducta maternal. Algunos le llaman “instinto maternal”. Esta conducta maternal, cualesquiera que sea su expresión, es la condición femenina más relevante y sagrada. Es lo que define a una mujer; el arquetipo de la Madre. Pero si observamos estos tiempos modernos, y en especial a la sociedad occidental, vemos que la conducta maternal, en la mayoría de las “mujeres”, se observa muy poco (y aunque parezca increíble siempre ha sido así). Las “mujeres”, por lo general, parecen más abocadas a desarrollarse en su profesión o a casarse con un varón con empleo y esperar luego que él las mantenga con la escusa de que tienen que ocuparse de sus hijos.

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Más que de madres hacen de niñeras, llevando a los hijos al colegio y haciendo las tareas domésticas mientras su esposo trabaja afuera. En realidad lo que siempre hizo la “mujer” a lo largo de la historia no fue la de hacer de “mamá”, como se enseña, sino de asistente doméstica del marido, tal como lo hacían en otras épocas las hijas mayores con su padre cuando la Madre fallecía y habían niños pequeños que criar. Por otra parte, la nueva generación de féminas nacieron en la época del auge del feminismo, que alienta cosas como el aborto, la homosexualidad y la fecundación in vitro. Todo eso mezclado con la moda, la cultura de la imagen y el consumo de drogas, es decir la cultura de la muerte. Esta tendencia de las nuevas “mujeres” se contrapone al arquetipo de la Madre. Otra condición de la mujer es lo que podríamos llamar “romanticismo”. Desde el punto de vista arquetípico el romanticismo pertenece a la Conciencia femenina. Pero si observamos nuevamente a las “mujeres” vemos que en su mayoría no son románticas. Hay un tufillo a seudo romanticismo en la historia de las mujeres que pasa más bien por recibir flores o ser invitadas a cenar, pero en verdad lo que siempre hicieron ellas con este tipo de conductas es la de aprovecharse del varón para obtener pequeños beneficios, pues tener que hacerlo todo por sí mismas, como hacen los varones, es más difícil. Los varones (salvo raras excepciones) no tienen este “beneficio romántico” de que las mujeres les regalen cigarrillos, anillos caros y los inviten a cenar… Mucho menos que los saquen a pasear en el auto último modelo de ellas. Como este beneficio masculino de las flores y

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la cena no puede ser gratis, al menos durante todo el tiempo, la “mujer” le paga al varón con sexo y así queda sellado el trato. Sexo x beneficios = prostitución La prostitución tiene que ver esencialmente con la Conciencia masculina, no femenina, pues tal como vengo explicando, en la esfera de la masculinidad la Energía no puede ser regalada sino intercambiada, y esto da origen a cosas como el “comercio”, el “trabajo” y el “préstamo”. Esta Conciencia masculina —tan presente en la mayoría de los varones—, está presente también en la seudo-mujer, por lo que ella hace lo mismo que él: intercambiar sexo x materia. Es la ley de la oferta y la demanda. En verdad los varones también hacen lo mismo que las mujeres, aunque en otro contexto, cuando aceptan esclavizarse en una fábrica para ganar un salario, a menudo mísero. Ellos ofrecen, al igual que las féminas, su cuerpo a cambio de dinero. Y cuando ese varón es un travesti, también ofrece su cuerpo en la vía pública para ganar dinero. ¿Por qué deberíamos sorprendernos que el fantoche femenino, la “mujer”, haga lo mismo? A la mujer sin Ánima le cuesta ser madre, aunque le resulta más fácil ser niñera, y le cuesta ser genuinamente romántica más allá de que sepa emularlo, pero también le cuesta ejercer el poder de manera “femenina” cuando lo tiene. Este es otro de sus rasgos. No son pocos los que piensan que existe una manera “femenina” y “masculina” de ejercer el poder. Lo masculino tiene que ver con la imposición y el convencimiento y lo femenino con

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la persuasión y el consenso. Hoy en día, con el asenso de las “mujeres” a la política, podemos verificar de primera mano la manera en la que ellas ejercen el poder. Es decir que no hay que discutir nada y detenerse sólo a mirar lo que pasa. A propósito de esto, no son pocas las intelectuales (Edurne Uriarte, Jessa Crispin, María del Prado Esteban, etc.) que se dieron cuenta que el género femenino, cuando tiene poder, lo ejerce de la misma manera que los hombres. Lejos de actuar “femeninamente” combaten a sus rivales como auténticos varones. Podemos citar (y para ello solo basta buscar información sobre ellas en Internet) cinco nombres al azar, dentro de la larga lista de mujeres que expresan esta conducta viril. Dos de ellas fueron candidatas a presidente por su país; Hillary Clinton y Ségolène Royal (EE.UU y Francia respectivamente). Las otras tres sí alcanzaron la presidencia; Margaret Thatcher, Angela Merkel y Cristina Fernández de Kirchner (Reino Unido, Alemania y Argentina). A propósito de Angela Merkel, ésta tuvo en el Ministerio de Defensa una “mano derecha” más viril que ella; Ursula von der Leyen. Esta política alemana, durante su gestión, se cansó de enviar armas por todos lados, y está casada con Heiko von der Leyen, un director ejecutivo de una compañía de ingeniería médica que pertenece a una familia aristocrática de industriales de la seda; la familia von der Leyen, quien mantuvo vínculos con Napoleón Bonaparte y se benefició de sus políticas. Como pueden ver, estas mujeres “femeninas” no tienen ningún problema de entablar lazos con el Establishment contrayendo matrimonio con varones funcionales al Sistema.

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Luego tenemos a otras políticas que también se hicieron famosas por su estilo masculino de manejarse, como la famosa Nancy Pelosi, quien fue y volvió a ser presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU por el Partido Demócrata. Los republicanos le llamaban “la bruja” por la agresividad con que los enfrentaba. Su actitud frente a la política se resume en esta “femenina” frase: “Para tener éxito en el mundo político estadounidense, uno debe ponerse una armadura y poder recibir golpes”, dijo. Los republicanos fueron testigos de eso. Michelle Bachelet, quien fue dos veces presidente de Chile, no tuvo muchos reparos en reprimir brutalmente una manifestación de estudiantes que venían reclamando, desde hacía décadas, educación universitaria gratuita para el pueblo. Esta represión no hubiera sido extraña (conociendo la realidad social chilena) si no fuera por el pequeño “detalle” de que ella pertenece al Partido Socialista, quien la pasó muy mal en la época de Pinochet tras duras persecuciones y torturas. Pinochet había privatizado la educación chilena favoreciendo a las familias más acomodadas de Chile y la señora Bachelet, feminista y socialista, nunca hizo nada para cambiar eso; optó en cambio por reprimir a los jóvenes. Incluso hasta fue acusada por sectores de la izquierda de su país de aplicar políticas económicas que favorecieron la doble elección de Sebastián Piñera (amigo de Mauricio Macri) quien es un multimillonario dedicado a las finanzas con una fortuna valuada en 2.7000 millones de dólares. Sobre el señor Piñera, para los que quieran saber, pueden buscar información en Internet.

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Luego tenemos a Dilma Rousseff, quien habiendo sido presidenta del Brasil y ex guerrillera, y teniendo que conducir al Brasil en una difícil recesión económica, no se le ocurrió mejor idea para solucionar los problemas de la gente que poner dentro de su equipo económico a un economista liberal como Joaquim Levy, quien es uno de los directores del Banco Mundial, ex miembro del FMI y también ex presidente del segundo Banco privado más grande de Brasil; Bradesco, siendo ella del partido socialista y ex ministra de economía en el gobierno, también socialista, de Lula da Silva. Como era de esperar, los resultados de esta decisión fueron malísimos para el pueblo trabajador y no hicieron otra cosa que aumentar el descontento popular y el desprestigio de la mandataria. Y para finalizar tenemos al Grupo Clarín, poderoso multimedio argentino que monopoliza, junto a otros medios, la información política de esa nación. Clarín pertenecía a la ya fallecida Ernestina Herrera de Noble, una mujer que, para reafirmar su “feminidad”, tuvo la brillante idea de establecer una alianza estratégica con la última dictadura militar; la de Videla (la más sangrienta de todas), poniendo al frente de su empresa a un hombre tan “femenino” como ella: Héctor Magne�o, hombre de “sutiles maneras” que condujo la empresa con mano de hierro, tal cual Margaret Thatcher, y que, bajo la atenta mirada de Ernestina, se la pasó conspirando contra los intereses de su país atacando a sus enemigos políticos y apoyando descaradamente la usura y la especulación financiera (Martínez de Hoz, Menem, Macri), que llevaron a millones de argentinos a la pobreza y a la indigencia. Héctor Magne�o, mano

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derecha de Ernestina, fue clave en el triunfo de Macri, el peor presidente que tuvo la república Argentina en toda su historia. No quiero hacerla más larga pero no son pocos los que piensan que las mujeres, a la hora de ejercer el poder, no hacen las cosas “muy diferentes” a como lo hacen sus pares varones. En el imaginario colectivo existe esa fantasía de que el mundo puede ser mejor si estuviera gobernado por mujeres, y que eso permitiría alcanzar una sociedad más humanitaria y justa, pero eso está lejos de la realidad. Lo que han demostrado los hechos es que sumar más mujeres al poder es seguir metiendo más testosterona al Sistema. La causa de ello ya lo expliqué: el fantoche femenino y el varón sin Ánima son casi la misma cosa. Haciendo un resumen de lo dicho y con ánimos de cerrar este tema, la mujer sin Ánima es lo más parecido a un varón homosexual y travestido, pero con el agregado de la programación anímica. Posee un contenedor diferente al varón pero su fractal de Conciencia es idéntico. La mujer sin Ánima hace lo mismo que un trabajador en una fábrica o la población civil en un Estado. Hay una fuerza que intenta dominar al otro y otro que se adapta, como puede, a ese dominio. No es que uno sea “masculino” y otro “femenino”. Desempeñan, obviamente, roles “masculinos” y “femeninos”, pero son, en ambos casos, masculinos. Cuando EE.UU bombardeaba Medio Oriente, los norteamericanos no se preguntaban si en esas tierras morían civiles. Estaban entretenidos mirando televisión y disfrutando de gasolina barata, confiando en que su gobierno combatía el “terrorismo”. Las mujeres casadas con varones ricos tampoco se preguntan de

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dónde sale el dinero de sus maridos o cómo viven los empleados que trabajan en las empresas de ellos. Confían en lo que hacen y dicen sus parejas mientras van al shopping con sus hijos a comprarse ropas. Un trabajador, por su situación, acepta trabajar por un bajo salario, y se humilla frente a su empleador aceptando labores que no le corresponde por contrato, todo ello para ganase la aprobación de sus jefes. La mujer, por su parte, acepta unirse a un varón acomodado dada su necesidad o aspiración de vivir mejor, y también, como el otro, se humilla entregando su sexo y aceptando imposiciones machistas por parte de éste, todo para ganar su “amor”. Es lo mismo ¿lo ven? Y a veces los trabajadores hacen huelgas y el Estado los reprime con la policía, y las mujeres se revelan contra sus esposos y éstos las matan a golpes… Y también el trabajador se hace echar por su empleador, cobra su indemnización y se va a trabajar a otra empresa que le paga mejor o no, y la mujer deja a su marido, se lleva parte de sus bienes y se empareja con otro tío que le deja vivir como ella quiere o que se la folla todos los días... Nuevamente, es lo mismo.

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VI

Materia y Chakras

Reflexionando un día sobre los chakras me llamó la atención una cosa. Resulta que el humano tiene tres chakras superiores: Anahata, Ajna y Sahasrara (corazón, pineal y coronario). Los otros chakras (los inferiores) son los pertenecientes al reino animal. Noté que estos chakras eran tres, pues tres son los componentes de la Conciencia. Comparando los chakras con la Conciencia, está claro que el chakra del corazón (Anahata) se corresponde con Ánima. Luego tenemos al de la pineal (Ajna) que es donde se experimenta la Conciencia individual o “Yo”. Allí, en la pineal, es en donde parten las decisiones que tomamos, por lo que tiene que identificarse forzosamente con Espíritu. El chakra coronario, finalmente, se corresponde con la esfera de la Mente. Cuando nos atenemos a las enseñanzas sobre los chakras vemos que lo que escribí no coincide con la tradición. El Ajna, según el hinduismo, es el chakra de la inteligencia y el Sahasrara el de la espiritualidad trascendente. De esta forma el Ajna chakra debería corresponderse con la Mente y el Sahasrara chakra con el Espíritu. El problema es que la Mente, a diferencia del Espíritu, no se encuentra en un lugar determinado, por ejemplo en una glándula. Según los neurólogos la Mente está distribuida en toda

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la materia gris del cerebro, pero otros opinan que se extiende más allá de nuestro cuerpo físico, y que no está en un “lugar” particular. Por otra parte los yoguis afirman que en el Sahasrara es en donde nos baja la iluminación espiritual, es decir las ideas supremas. Y doy fe en lo que dicen los yoguis pues yo lo he comprobado personalmente, cuando siento que es en ese chakra, y no en el Ajna, en donde me van bajando los “archivos”…

De esta forma, cuando yo quiero conectar con las ideas, con los registros akáshicos, con la Conciencia superior, no utiliza el Ajna chakra sino el Sahasrara chakra. El Anja chakra, en cambio, yo lo utilizo en todo momento, más allá de que no piense en nada

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concreto y sólo esté caminando por la casa. Esto se debe a que el Espíritu, en el plano físico, lo tenemos que usar siempre, amén de que no estemos usando la Mente o usándola muy poco. Espíritu se vincula con la acción, y siempre estamos “haciendo algo”, salvo que nos echemos a dormir… Luego tenemos que en los viajes astrales es el Ajna chakra el que utilizo para direccionar mis movimientos y alinear las coordenadas espacio-temporales con la ayuda de la Mente. Eso me permite desplazarme activando mi fuerza de voluntad. En síntesis, el Ajna chakra parece vincularse más al Espíritu, al plano de la toma de decisiones, que a la “fuente de las ideas” y a la Mente. Cuando medito o reflexiono sobre algo que considero importante, necesito el Ajna chakra, pero uso más el Sahasrara o el Anahata chakra para captar los conceptos. De esta forma voy a establecer, según mi experiencia y entendimiento, que: Ánima → Anahata o chakra del corazón Espíritu → Ajna o chakra de la pineal Mente → Sahasrara o chakra coronario Una vez establecido estos vínculos hacemos la siguiente relación: Conciencia Masculina: Ajna & Sahasrara (área del cerebro) Conciencia Femenina: Ánima (área del pecho) Obsérvese que si usamos los vínculos tradicionales (Ajna-Mente / Sahasrara-Espíritu) la relación establecida queda igual, y es esto

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lo más importante y sobre lo que voy a trabajar. Si tomamos en cuenta en que vivimos en un mundo dual y en que nuestro cuerpo o contenedor expresa, en sus diversas formas, esa dualidad, vemos que los chakras que se corresponden con la Conciencia masculina están ubicados en la parte superior (cráneo) mientras que el femenino está ubicado debajo (pecho). Pareciera como que aquél que creó nuestros contenedores tuviera la intención de decirnos, en clave arquetípica, que lo masculino debe estar por encima de lo femenino.





Puede que esto sea una apreciación subjetiva y que no merezca demasiada atención, pero lo innegable es que esta escisión entre Ánima y el resto de los componentes de la Conciencia también se refleja en la estructura de los chakras: si queremos conectarnos con nuestra Ánima, la sentimos en el centro del pecho, pero si

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queremos conectar con nuestra Mente, la sentimos dentro de nuestra cabeza. Si Ánima no está confinada a un espacio en particular, si es libre de interactuar en distintos puntos del espacio-tiempo, como efectivamente se observa en las hipnosis regresivas, y si originariamente estaba integrada a Mente y Espíritu (como ocurre en la Conciencia real) ¿por qué no podemos sentir a nuestra Ánima en la glándula pineal igual a como nos pasa con Mente o Espíritu?

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Personalmente creo que esta “separación geográfica” de los chacras superiores se debe justamente a esta forma de Conciencia materialista y dual, que intenta poner barreras en nuestro corazón separando toda actividad gnóstica de los procesos sutiles del

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Alma, logrando con ello desconectarnos de la Fuente divina para poder manipularnos. Es interesante señalar también que, desde el punto de vista de la Conciencia, es la parte anímica la fuente de la energía divina. Ánima genera Energía y se la ofrece a Espíritu para que se fortalezca y viva sus experiencias. Sin embargo en el Yoga se enseña que esta Energía (kundalini) se origina en el chakra basal o Muladhara y que ésta asciende hasta el coronario despertando, en su camino, a todos los demás chakras. El problema de este sistema es que el Muladhara es el chakra de la supervivencia física, el del instinto animal, el más primitivo de todos, y se sitúa nada más y nada menos que a pocos centímetros del culo… ¿No os parece raro que la energía divina se origine en el culo? ¿Que la fuente de energía cósmica provenga del instinto de “supervivencia”? Darwin diría que esto es muy lógico puesto que es coherente con su teoría de la evolución. Pero la teoría de la evolución no tiene nada que ver con la Conciencia. El instinto de supervivencia implica sacrificarlo todo en aras de la existencia física. Esto queda bien para una araña pero no para un humano que busca trascender... Luego, una vez que la Energía llega al coronario, se proyecta hacia arriba, según dicen, para “unirse a la Fuente”.

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¿No será que esa Energía proyectada se la termina bebiendo un lagarto? Y esto no lo digo en broma sino con conocimiento de causa, ya que en las sesiones de Reiki, donde se trabaja con la Energía, hay bichos agazapados esperando su “parte”. Además sabemos que la Fuente no necesita tomar nuestra Energía, pues tiene Energía de sobra para repartir a todo el Universo. En realidad somos nosotros los que tomamos la Energía de la Fuente y no al revés. Sin duda hay algo que no funciona en estos antiguos sistemas religiosos. Mi opinión es que la energía divina debería provenir del chakra del corazón (Ánima) y de allí distribuirse al resto de los chakras. Y no debería proyectarse “fuera de nuestro cuerpo”, como sostiene el dogma, sino quedarse dentro de nosotros para nuestro propio consumo y provecho. Malanga dice que no tenemos que darle nuestra Energía a nadie y yo comparto la misma opinión. Yo probé la técnica de extraer Energía del chakra Anahata y distribuirla al resto de los chakras y me funcionó. Además es un método más fácil que tomarla directamente del culo, pues cuando tienes fuerte conexión con tu Ánima (coma la tengo yo) la Energía del Anahata sale rápido con apenas unos segundos de concentración. Hagan la prueba y lo verán. En el próximo capítulo retomaré este tema de los chakras y voy a relatar una experiencia con respecto a esto. Por lo demás creo que fue importante hacer estas reflexiones sobre el tema de los chakras, ya que en las doctrinas religiosas hay mucha cola de lagarto metida…

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VII

La naturaleza del mundo espiritual

Muchos creen que los mundos espirituales son muy distintos de los materiales. Si uno busca información sobre esos mundos, encontrará representaciones ridículas. Esta ridiculez representacional ha logrado que la gente le tenga miedo a la muerte y que esos mundos pierdan su natural atractivo. Cuando el sujeto se termina convenciendo de esta “imagen” del mundo espiritual, piensa que vivir en la materia es una auténtica bendición y allí se convierte al materialismo. Pero esto no es para nada así. Cuando uno adquiere la gnosis, como me ha pasado a mí, se da cuenta que el mundo material es una muy mala representación del mundo del espíritu. Y, al convencerse de esto, piensa en renunciar definitivamente al mundo de la materia. Renunciar al mundo de la materia no significa renunciar a “vivir” si no renunciar a una forma limitada de existencia. El mundo material no fue hecho para que las Almas puedan experimentar lo físico, fue hecho para experimentar la pérdida, el dolor, la malignidad, la soledad y la desesperación. Vivir la materia es mucho más que “conocer la muerte” (como dice Malanga), es comprender lo que significa vivir sin Dios, vivir sin Conciencia, y esa comprensión dolorosa de la “inconsciencia” nos permite

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alcanzar el conocimiento absoluto. Este conocimiento total es la razón teológica de la existencia del Árbol del Conocimiento del bien y del mal del jardín del Edén. Veamos algunas representaciones “típicas” del mundo espiritual:

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Como podréis haber visto, estas son representaciones icónicas del mundo de los espíritus que la mayoría tiene por ciertas. Pero estas imágenes, muy promocionadas por las religiones, no son ciertas en absoluto. El mundo del espíritu es muy semejante al mundo material puesto que es un mundo físico. No son mundos “etéricos” como se cree sino mundos de energía y forma. Los mundos espirituales son las primeras formas de mundos creados y el molde con la cual se creó luego el mundo de la materia. Normalmente los visitamos en sueños y en algunos viajes astrales, pero muchos los han visitado en las ECM e incluso en abducciones alienígenas, pues los “dioses” siempre vivieron en el mundo espiritual, tal cual atestiguan los mitos. Cuando me di cuenta de todo esto, empecé a prestarle más atención a los sueños que tenía. Los sueños son formas subjetivas o particulares de viajes astrales, amén de que los estudiosos del

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fenómeno los presenten y comprendan por separado. En mi caso personal, yo tengo la capacidad de tener muchos sueños lúcidos. Fui explorando mejor estos “sueños” para obtener de ellos información. Tengo una técnica especial para facilitar la obtención de un sueño lúcido, y cuando logro aplicar esta técnica, consigo en ocasiones grandes resultados.

Al entrar en el sueño lúcido busco encontrar un portal. Es lo primero que hago. No me es fácil encontrarlo, pero cuando lo logro entro en otra dimensión. Me doy cuenta que lo he logrado porque todo cambia repentinamente; el paisaje se modifica dejando atrás el lugar en donde estaba. Los colores del nuevo lugar se tornan perfectos, de una tonalidad increíble. La percepción 3D es impecable y los objetos, que puedo tocarlos, son de una solidez igual a la del mundo material. Otro dato interesante son los efectos de “luz”;

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las cosas parecen “iluminadas” aunque no haya fuente de luz a la vista. Es como si los colores de los objetos tuvieran luz propia. Esto les da a los objetos y al lugar una belleza impresionante. Además, cuando estoy allí, no necesito usar lentes; puedo observar los detalles de cada cosa aún estado lejos. En cuanto al Tiempo, éste parece detenido, acompañado de un aura de silencio. Normalmente no veo personas, es como si el lugar estuviese deshabitado. Eso es bueno porque significa que puedo explorarlo sin ser espiado o interrumpido. Estando allí poseo un cuerpo propio, que utilizo para desplazarme, aunque está claro que no es el mismo cuerpo que está tendido sobre mi cama… Voy caminando en ese mundo fascinante igual a como lo hago acá, siendo en todo momento consciente de mis ideas, recuerdos y teorías. Sé que “soy yo” y no “otro”, no es que me olvide de este mundo material (por eso se le llama sueño lúcido). Puedo afirmar que nada de lo que he visto aquí, en el mundo de la materia, se compara con aquellos lugares que son, sin duda, espirituales. La mayoría de la gente cree que el mundo de la materia es el mejor, pero están totalmente equivocadas. Yo he estado en otros mundos y sé que eso no es verdad. Desde luego cuando en mis sueños entro en esos lugares fabulosos, y sabiendo que son situaciones excepcionales, pido no “despertarme” para poder seguir estando allí. Me meto por las callejuelas, toco las cosas, observo, me subo a una terraza… Recuerdo que una vez me metí en un tren con pasajeros que parecía futurista. Cuando me “despierto”, no es que me

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despierto realmente, sino que ese mundo se esfuma de repente, se desmaterializa, se va desintegrando, y aparezco, infelizmente, acostado sobre mi cama. Fin del viaje. Y fin de la alegría. En el mundo de la materia existen lugares decrépitos y desolados. Barrios de gente pobre, villas miserias, pueblos abandonados… En el mundo espiritual también. Esos lugares desolados del mundo de los espíritus son parte del bajo astral; el lugar de los humanos sin Alma… Yo he estado allí en ocasiones y es realmente deprimente. Son lugares descoloridos, con poca luz y muy “gaseosos”. Gaseosos en el sentido de que tiene poca densidad, por momentos parece que estás “volando” o “flotando” en vez de caminando. Es como si, para estar allí, no se necesitaran las piernas. Las personas que veo allí tienen un semblante triste, sin alegría, y algunas hasta son agresivas. Cuando ellos te ven invadiendo sus territorios, se acercan en bandadas para asustarte y sacarte Energía… igual a como hacen los vampiros. Yo, en otros tiempos, me asustaba un poco cuando esas entidades se me venían encima, y corría con todas mis fuerzas para ponerme fuera de su alcance, pero últimamente les hago frente y los destrozo con mi Energía. Aprendí a defenderme luego de conocer los trabajos de Corrado Malanga. Esta actitud mía, de atacarlos con mi Energía anímica, parece que fue “tomada en cuenta” porque ya no me atacan más. Los espíritus no quieren morir y cuando me ven, se aterrorizan. Buscando imágenes en Internet de lugares que se parezcan a esos mundos (los bonitos, no los del bajo astral), para poder ilustrarlos

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al lector, he encontrado algunos que me parece que son muy parecidos a los que vi. Afortunadamente, los arquitectos y artistas, echando mano a su gran imaginación, han logrado reproducir, en la materia, ciudades y viviendas que parecen sacadas de un sueño. Estos son los verdaderos mundos espirituales, no esos hechos con “luz dorada y nubecitas”…

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Por ejemplo, algunos de los mundos que he visto son de tipo “futurista”. Estos mundos son parecidos a las fotos que acabo de mostrar. Lo interesante de esos lugares es que si bien podrían reproducirse aquí en la Tierra, allá tienen una coloración y están envueltos de una atmósfera o “clima” de una paz y encanto altamente penetrantes. No es posible transcribir con palabras lo que se siente estando allí. Yo te podría mostrar fotos y dar algunas descripciones precisas, pero es algo que tienes que verlo por ti mismo. Desde luego, cuando estás en esos lugares, no se te ocurre volver a la Tierra ni por los pelos.

Otra cosa que he visto en esos mundos es un cielo que no se ve igual que acá (foto anterior). Por ejemplo, puedes ver la Luna o algún otro astro, pero es como si estuviera más cerca de lo que debería estar. Las distancias no se respetan como ocurre aquí. Puedes ver una Luna gigante, en todo su detalle, como si estuviera por caerse

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encima de tu cabeza, o dos Lunas (o satélites) al mismo tiempo en diferentes partes del cielo, incluso por encima de las nubes como se muestra en esta foto tan bonita. Y si tú agudizas el ojo para ver si existe algún “error” en el paisaje (yo lo he hecho), te despachas con que no hay ninguno. No hay error en el holograma, el cielo está correcto. Es así. Y es bello.

Seleccioné esta foto (pileta del parque), porque me hizo recordar a algunas cosas. Algo que he visto en los mundos espirituales es el uso del “círculo” y de la unión entre la arquitectura y la naturaleza. Las estructuras “sinuosas”, “curvilíneas”, como en esta foto, los pasajes que se meten debajo de caminos-puentes y luego suben a una bonita terraza… o un patio de juegos metido en un shopping con una salida a un parque de relajo semi-techado rodeado de jardines y árboles hermosos, cosas que parecen de

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“ensueño” y que aquí en la Tierra sólo lo pueden disfrutar la gente súper rica, allá, en esos mundos, es algo de lo más común. Y nadie te pregunta de dónde vienes o si eres rico o pobre. Estás allí y listo. Es tuyo. Sólo lo tienes que disfrutar.

La iluminación nocturna es algo típico de los mundos del espíritu. A diferencia de los mundos materiales, en donde si no tienes una lámpara no puedes iluminarte, en los mundos espirituales pareciera que la luz es irradiada desde cada partícula del ambiente. Miras para los costados y no vez ninguna fuente. Si la hay, está a demasiados metros de distancia. Aún así puedes observarlo todo como si tus ojos tuvieran filtros infrarrojos… al mínimo detalle, y en las más variadas tonalidades. Y sin lentes, por si eres (en el mundo material) corto de vista.

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Seleccioné esta foto porque, más allá de que el parque disponga de fuentes lumínicas (se pueden ver las sombras alargadas de los árboles), posee un aura de luz que le da al paisaje una atmósfera especial, surrealista y muy cautivante. En la foto siguiente (un supuesto hotel con una pileta en la planta baja) combina la arquitectura circular de la foto anterior con la iluminación de esta última. Lo bueno de estar en esos mundos es que, si no quieres bajar a la planta baja por las escaleras, puedes pegar un salto y caer, como una pluma, en el césped. Sin romperte un hueso ni nada. Cuando te agachas y tocas el césped, lo sientes brillante y alfombrado, y el agua de la pileta parece turquesa sin serlo. Es una maravilla. Te lo digo pues yo he estado allí…

En las ECM algunos señalan que, estando en aquellos mundos, han presenciados “escenas campestres” (siguiente foto). Yo nunca

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he tenido una ECM pero he visto escenas así. Puedo asegurar que son mágicas; el pasto, las flores, el camino, las casas, los árboles, la iluminación… dan ganas de quedarse a vivir allí.

Cuando tengo la oportunidad de ver esos mundos en mis “sueños”, me pongo a explorarlos detenidamente. Lo primero que hago es darle una panorámica al lugar. Luego me agacho y toco el paso y me acerco a las flores. Las miro… Camino luego por el césped y toco el árbol con las manos. Luego me voy hasta el aljibe y lo toco y lo empiezo a mirar. ¡Es increíble! Mi cuerpo físico está en la cama, y no tengo ni idea de qué hora será en el mundo material. En ese aburrido mundo material, mejor dicho… No me importa, aprovecho para contemplar el lugar hasta que llegue el

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momento de “despertar”. ¿Despertar? ¡Si estoy despierto! Vivito y coleando como un ratón. Me alejo del algibe y me dirijo hasta la casa. ¿Habrá gente en esa vivienda? La vivienda de la foto no es, para mi gusto, muy bonita (parece un enorme galpón). Las que he visto son casas de verdad, con puertas, ventanas y jardines. Normalmente están vacías… y habrá que preguntarse por qué. Pero basta que “piense” en que allí está viviendo gente para que, mágicamente, vea a una mujer mayor hilando detrás de la ventana o alguna chica yendo de compras al almacén... Puedo encontrar gente cuando quiera. Basta que lo “piense” y ya estoy acompañado.

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Así como se entra en esos mundos se sale. Es triste pero es así. La foto de la chica saliendo de un mundo mágico para entrar en otro desolado y muerto no fue creada por el artista por casualidad; ocurre tal cual. Me ha pasado que he estado vagabundeando durante “horas” por el bajo astral (tétrico, aburrido y gris) y de repente… ¡paf! Catarata de luz y color. ¿Qué diablos pasó? Y luego lo mismo; todo bonito y perfecto como Alicia en el país de las maravillas y de repente todo se va desvaneciendo y vuelvo al bajo astral de nuevo... Una mierda. Ocurre igual que en las ECM. La gente que se pasa para el “otro lado” cuenta que, en lo mejor del baile, viene alguien y le dice “ya has estado divirtiéndote demasiado… es hora de regresar a tu cloaca (el planeta Tierra)”. Y regresan. Es así de simple.

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VIII

Algunas proyecciones personales

Como había dicho al principio, el mundo espiritual es el creado a partir de una Conciencia integrada, esto es que Ánima quiere algo, Mente lo diseña y Espíritu lo realiza. Este estado de integración hace que todo lo que vivimos en el plano físico está en perfecto acuerdo con lo que deseamos. Si albergamos alguna duda, hacemos la pregunta y pronto nos viene una respuesta. Existen dos tipos de mundos espirituales; los perfectos y los imperfectos. Los perfectos son los que están cercanos al Pléroma y los imperfectos son los del Inframundo, muy alejados del Pléroma. El Inframundo está lleno de impurezas y posee regiones muy parecidas al mundo material. Es una región, en términos de Energía, de baja frecuencia. En los mundos espirituales de alta frecuencia no hay alienígenas, aunque puede haber “ángeles”. Cuando me refiero a “ángeles” no estoy refiriéndome a seres con alitas que llevan un arpa bajo el brazo. Un ángel es una emanación metafísica de la Conciencia absoluta o Dios. Es un aspecto particular de nuestro “alter ego” que viene a asistirnos. Un ángel no es algo ajeno al antropos sino un aspecto muy elevado de nosotros mismos; es nuestra parte más pura.

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Si los mundos materiales son masculinos, los espirituales, contrariamente, son femeninos. Esto es así porque ellos cumplen con las pretensiones de la Conciencia anímica. Allí opera la ley del deseo y lo que el sujeto quiere se cumple, incluyendo lo malo. Entonces, en el caso que ilustré al principio de mover la roca (si os acordáis), en donde usábamos Espíritu y Mente, aquí en el mundo espiritual podemos usar, si queremos, a Ánima, y esta vez las cosas funcionarán. Al usar a Ánima en vez de Espíritu y Mente, nuestra Mente lo que hace es “visualizar” la trayectoria que queremos que tenga la roca al momento de desplazarla. Luego de trazada la trayectoria, Espíritu inyecta Energía sobre la roca y la desplaza siguiendo la trayectoria elegida. Digamos que nuestra Conciencia opera exactamente como una varita mágica.

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Aquí, en este ejemplo, no opera ninguna fuerza de contacto como ocurría en el mundo material, pues las leyes físicas se acomodan a lo que Ánima quiere hacer. En el caso mencionado, la fuerza de contacto se daba cuando apoyábamos las manos sobre la roca para moverla. En el mundo espiritual no es necesario tener un cuerpo material o contenedor para existir, ya que el cuerpo-vehículo sería el mismo Espíritu que crea un avatar para expresarse. Este avatar no es más que un camuflaje que se adapta a las necesidades de la Conciencia. Los mundos espirituales, en definitiva, se parecen mucho a los mundos “mágicos” que vemos en las novelas de ficción. Para citar un breve ejemplo, les cuento que yo una vez estaba en el plano astral y me topé con una vivienda. Quería entrar allí, como un intruso, para poder explorarla. Pero debía buscar la puerta de entrada pues estaba en la parte lateral. Dado que no quería tomarme el trabajo de ir hacia la puerta, me acordé de las cosas que escribo (o sea que estamos hablando de un “sueño lúcido”) y me propuse atravesar la pared físicamente… Lo primero que hice fue palpar la pared con mis manos. Era un muro perfectamente sólido. Intenté atravesar la pared haciendo fuerza con la punta de los dedos, buscando pasar el brazo a través de ella para luego hacer lo mismo con mi cuerpo. Fracasé. El muro estaba durísimo igualito a los muros materiales. Creo que primero golpeé el muro con los nudillos de mi mano, dando toquecitos, para comprobar la dureza del mismo. Obviamente era un muro sólido e imposible de atravesar.

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En otros tiempos, cuando yo carecía de estos conocimientos, lo que hacía era alejarme del muro y buscar la puerta de entrada. Es lo que haría una persona normal tal como lo aprendió en el mundo de la materia. Pero al disponer de nuevos conocimientos busqué una solución mejor... La solución pasó por echar mano a mi parte anímica, tal cual lo explico en este libro. Lo que hice fue apoyar mi mano sobre la pared e imaginar que mi mano se desmaterializaba… Me concentré y pronto mi cuerpo cambió. Pasé mi mano a través del muro y luego el brazo... No estoy diciendo que mi mano desaparecía sino que su estructura cambiaba de frecuencia. Algo así como si se tornara “gaseosa”. Una vez que logré pasar el brazo el resto fue fácil. En pocos segundos había traspasado la pared. En otra oportunidad, también en un sueño lúcido, había caído en un “bucle temporal” y no podía salir… Los bucles temporales son espacios del plano astral en donde uno se mueve en “círculos”. No en círculos en el sentido de que “gira como en la calesita” sino en que el espacio-tiempo se curva sobre sí mismo. En este sueño lo que me pasaba era que estaba sobre un terreno baldío completamente rodeado, en su medianera, por un muro de ladrillos de aproximadamente 2 metros de altura. Lo relato pues me acuerdo patente. Recuerdo que andaba vagabundeando por el plano astral, caminando las calles y explorando un barrio, como hacemos normalmente en los sueños, hasta que, por querer cortar camino y atravesar la manzana metiéndome entre las casas, me metí en este baldío maldito del que no podía escapar…

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La situación era desconcertante pues resulta que, cuando caminaba hasta el muro y saltaba hacia el otro lado, tal cual lo haríamos en el mundo material, volvía a caer en un baldío exactamente igual al anterior… Como no soy ningún estúpido y estaba consciente de estar en el plano astral, probé con pasarlo intentando por otro lado (el baldío tenía forma cuadrangular, o sea cuatro muros vinculados) pero nada. Volvía a caer, luego del salto, en el mismo baldío. La sensación que me dio fue que estaba en una región compuesta por infinitos baldíos idénticos unos lindantes a otros, igual a como una hoja cuadriculada. No importaba las veces que saliera de uno pues, irremediablemente, caería en otro igual sino el mismo. Cuando me cansé de saltar muros y ver que no pasaba nada, me empecé a enfurecer. Salía y caía en el mismo baldío y yo me preguntaba qué coño estaba pasando… Había tenido miles de sueños y yo sabía que ese no era un sueño “normal”. Estando consciente en todo momento, se me vino a la Mente las teorías de Freud con sus ideas de la “represión” y el “subconsciente”, pero yo sabía que ese bucle temporal no era la manifestación de ninguna “represión”. Se me ocurrió entonces buscar la forma de “despertarme” (muerto el perro, muerto la rabia…) pero necesitaba concentrarme mucho (hacer mucha fuerza con mi Mente) y además no tenía muchas ganas de volver a mi cama. Me gustan mucho los viajes astrales. La solución pasó aplicando los conocimientos que ofrezco en mis libros. Esto es que, estando en el plano espiritual, lo que hay que

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hacer es usar a Ánima cuando uno está en problemas. Ánima es el Hada Madrina. Dado que el Universo es un holograma virtual y el espacio-tiempo no es real sino que está establecido por unas coordenadas determinada por la Conciencia, tal como afirma Malanga, cerré los ojos y visualicé que estaba en otro lugar. Así de simple. ¿Qué es lo que estaba haciendo? Estaba haciendo lo único que puedes hacer si los arcontes te meten en un bucle: cambiar las coordenadas espacio-temporales teniendo la Conciencia integrada. Esto es así porque si te limitas a usar la Mente y el Espíritu (tal cual yo estaba haciendo como un tonto) tu problema no encontrará solución. Estarás corriendo como un loco hasta cogerte un ataque de nervios… No hay solución en un bucle temporal si tienes tu Conciencia alineada a las mismas coordenadas del bucle, ya que el espacio es cerrado en sí mismo, no abierto. ¡Usa el pensamiento matemático, hombre! Yo lo entendí claramente y cambié mis coordenadas espaciotemporales, usando a Ánima. Ánima es la única parte de la Conciencia que puede saltar cuánticamente el Tiempo, no Espíritu. Espíritu se mueve lineal. Y como el bucle es una línea cerrada, un espacio curvo, ¡yo no podía salir! Aunque no lo creas, todos estos razonamientos lógicos los hice ¡estando en el sueño! Y así, usando la lógica (y Ánima) pude escapar. Recuerdo que al principio no pasaba nada; me

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concentraba y seguía en el baldío. Luego, pasado unos segundos, el baldío fue desapareciendo y otro mundo se materializó frente a mí. Este lugar, a diferencia del baldío, era más acogedor. Adiós al bucle temporal… Cuando aprendí a usar esta técnica ya no quedé nunca más atrapado en los bucles temporales. Si me veía en una “encerrona” (y me pasó más de una vez), cambiaba las coordenadas y listo; escapaba como una ardilla. No tardé mucho en darme cuenta que esta técnica se puede usar en todo momento, incluso aunque no estés en un bucle. Te puedes mover en el sueño o en el plano astral permanentemente, hasta caer en un lugar que te agrade.

En el capítulo anterior —Materia y Chakras— ya había dicho que iba a relatar una experiencia sobre ese tema. No lo hice en aquél

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momento porque quería reservarlo para éste. Lo que me pasó en dicha experiencia fue lo siguiente: Una mañana, y estando acostado en la cama, yo me desperté de un sueño. Dado que seguía somnoliento, me esforcé por entrar al sueño de vuelta. Me concentré en el Ajna chakra, me “desprendí” de mi cuerpo y empecé a viajar… Lo que me ocurre cuando hago eso (una técnica que domino muy bien) es que siento que mi Espíritu empieza a viajar por un espacio bastante extraño. Dicho espacio se parece a una fábrica abandonada y cutre, descolorida y bastante sombría… Esta fábrica no tiene fin, es decir no es que aterrizo en el suelo y listo, como ocurriría si volara dentro de una fábrica normal. Voy atravesando esos espacios sin aterrizar nunca en ningún suelo… como si los muros de dicho edificio fueran infinitamente altos. No me da miedo desplazarme por ese edificio y no entiendo porqué, siempre que me “desprendo”, lo hago cayendo invariablemente en el mismo lugar; la fábrica. No me interesa, pues no me ocurre nada malo y puedo detener el viaje en el momento que quiera. Cuando decidí ponerle fin al viaje, se me abre una suerte de “portal” y entro en un lugar determinado, como ocurre siempre. Allí es donde comienza mi exploración. El lugar donde “aterricé” era una oficina y había empleados. Me detuve y me puse de pie. Giré mi “cuerpo” y miré a los empleados, y observé que no se percataban de mi imprevista presencia. La sensación de tridimensionalidad era buena, no así los colores del recinto. Les recuerdo que en este tipo de viajes

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soy muy observador del medioambiente… Decidí salir de allí para investigar ese espacio astral. Busqué la puerta de salida del edificio hasta encontrarme en la calle. Empecé a caminar por la vereda como lo hago normalmente en el mundo material, observando la calle, los edificios, la gente... Inmediatamente, mientras avanzaba, noté que el lugar se iba “desmaterializando”. Los colores se iban perdiendo y ya casi ni sentía mis piernas… La sensación de dimensión 3D también iba decayendo, pues el paisaje perdía profundidad o perspectiva, como diría un arquitecto. Era obvio que me estaba “despertando”. Me negué rotundamente a regresar al estado de vigilia. Hice un esfuerzo bastante grande, con mi Conciencia, para “materializar” el lugar. Lo logré hasta cierto punto. Volví a sentir mis piernas y la perspectiva del paisaje recuperó su profundidad… Pese a eso, los colores seguían siendo descoloridos y eso significaba que el holograma no era lo suficientemente concreto. Si tuviéramos que comparar la sensación de “realismo” en una escala de 1 a 10, y asignáramos al mundo material (el nuestro) un valor de 7, diría que el valor de ese holograma rondaría los 4. No estaba conforme, desde luego, con ese valor tan bajo, pero era lo que había y no tuve más remedio que continuar. Seguí caminando por ese lugar hasta llegar a una especie de jardín… Me metí entre medio de las plantas buscando dar con alguna persona. Encontré un par de mujeres que estaban allí, igual a cuando encontramos a un par de damas en un vivero. No reparé en saludarlas pues parecían no notar mi presencia cuando pasaba

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a metros de ellas, y seguí caminado por el jardín explorando las flores y el escenario. Con

un

“4”

de

realismo

holográfico

estaba

bastante

decepcionado. Por más empeño que pusiera con mi Mente, no lograba “materializar el holograma tal como yo quería… ¿No es que la Conciencia genera los hologramas?, bromeaba yo por mis adentros. De repente siento que me voy a “despertar” y eso de nuevo me disgustó. Me negaba a abandonar mi exploración en el plano astral luego de varios intentos. “¿Porqué estaba fracasando si estaba poniendo todo mi empeño en ello?”, me reproché estando allí. Soy un conocedor de la Conciencia, de cómo funciona el Universo, y mi Mente (o no sé qué) me estaba “derrotando” otra vez. Cuando parecía que estaba todo perdido y que debía “tirar la toalla”, se me ocurre mirar hacia el cielo... (como en todo lugar físico existe un cielo, ¿cierto?) y veo, muy por encima del horizonte, un Sol. Lo primero que pensé fue que ese “Sol” era el Sol que suelo ver cuando estoy en el astral o en los sueños. Es normal estar en el sueño y ver estrellas, la Luna, el Sol… Pero al mirarlo fijamente, sentí que ese Sol me trasmitía una Energía muy fuerte. Como no soy ningún estúpido y estoy al tanto de esas “señales”, mantuve mi mirada en el Sol para nutrirme más de su Energía… A los pocos segundos sentí que la temperatura de mi Espíritu, o cuerpo astral, o doble etérico (como está de moda decir ahora)

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empezó a aumentar. Esto es un dato muy importante pues es raro, cuando uno sueña o tiene viajes astrales (al menos por mi experiencia), que uno sienta “mucho calor” en el astral… Sí ocurre que si uno está soñando y de repente alguien nos acerca una estufa sobre nuestro contenedor yacente en la cama, nosotros, en el sueño, sintamos que nos estamos “quemando”. Pero lo que no ocurre es que tu cuerpo o contenedor esté frío (o a temperatura normal) y tú sientas que te “quemas” en el astral. Eso no es normal y nunca me había pasado. Mi contenedor en la cama estaba a temperatura normal, como estaba al principio y al final de la experiencia. Otra cosa que noté es que el punto que se estaba calentando, aumentando su nivel de Energía, era el que en el plano físico se corresponde con el Ajna chakra. Allí, en el Ajna chakra, sentía que la temperatura aumentaba, y que ese calor muy fuerte se iba distribuyendo luego por todo mi cuerpo astral o Espíritu. No sólo noté calor, auténtica temperatura, igual a cuando estamos en el mundo material, sino que mi Conciencia se fue dotando de una fuerza y claridad impresionante… Me sentía más fuerte, más real, más consciente. Incluso más feliz. Entonces recuerdo que dije algo así como “Oh! Sol… dame todo tu poder, tu luz, quiero sentirme fuerte”. Y así la Energía que absorbía me hacía sentir más poderoso. Entonces, a los pocos segundos, y mientras no paraba de crecer mi Energía, todo el escenario que estaba alrededor se empezó a solidificar y a cargarse de vivos colores… Las plantas, las flores,

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todo el entorno fue cobrando un realismo tridimensional y una perfección de color y brillo mucho mayor que la hallada en el mundo de la materia. Si tuviera que ponerle un valor diría que como mínimo estaba en un 9… (el mundo material llega a 7). Obviamente canté ¡bingo! y dije: ¡por fin lo logré! Entonces aproveché la ocasión para explorar ese maravilloso lugar tal como lo había planeado, pues sabía que ese estado de Conciencia no duraba mucho y que en cualquier momento todo se iba a esfumar e iba a aparecer tirado en mi aburrida y cómoda cama. Desconozco porqué me pasó esto (de que todo se embelleciera), pues no fue algo que busqué conscientemente. Tal como había dicho antes, estaba a punto de “tirar la toalla” y acabar con ese estúpido “experimento” de quedarme vagando en el astral. Pero todo cambió de repente como si alguien o algo se hubiera apiadado de mí. Atravesé el lugar, observando ahora sí el bello jardín, hasta llegar a un lugar con mucha gente. Estaban comiendo al aire libre y yo me acerqué a mirar la comida. La comida era muy realista y me llamó la atención unos medallones de pollo asado. Me colé entre la gente y tomé un medallón, sin que nadie objetara nada. Era como que la comida se ofrecía libremente a los transeúntes, tal como ocurre en las fiestas populares. Cuando me llevé el medallón a la boca y lo probé, me sorprendí de su exquisito sabor… El gusto a pollo era perfecto, rico, caliente y bien jugoso. Y no parecía “pollo” sino “grasa de pollo” pero era riquísimo. Nada comparado con los medallones de pollo que he probado

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en la Tierra. Además, si mal no recuerdo, creo que hasta olí el aroma… pues la sensación que sentí cuando me acerqué a la parrilla (que era una chapa caliente como las que se usan para cocinar hamburguesas) fue la misma que cuando nos acercamos a una parrilla (en el mundo de la materia) atraídos por el olor… Esto del sabor exquisito quiero remarcarlo pues cuando yo he probado comidas o bebidas en el plano astral, éstas, por sólidas que parezcan, son bastantes desabridas al paladar. También los aromas de las flores o de la comida no se sienten intensos al olfato. Los planos astrales, a menudo, aunque nítidos en colores y formas, incluso en sonidos, son insaboros e inoloros. Los neurólogos saben esto y le dan una explicación neurológica que no viene al caso mencionar. Lo cierto es que la explicación neurológica se cae al piso cuando yo pude sentir los sabores y los olores bien patentes, aún aunque mi cuerpo material, mientras estaba en la cama, no estuviera comiendo ni oliendo nada. Por lo tanto yo comprobé que es la Conciencia la que genera los 5 sentidos físicos, no el cuerpo material. Recuerdo también que en otro sueño, también de gran realismo (cercano a éste, digamos de valor 7) me senté a comer en una mesa, junto a varios comensales, y tomé un pedazo de asado y lo olí y lo probé, para comprobar mi teoría, y el resultado fue positivo: buen olor y buen sabor. Comprobé que sólo cuando los hologramas tienen gran “realismo”, los sabores y olores en el astral se sienten igual que aquí. El resto de los sentidos (color, solidez y sonido) no parecen necesitar de tanto “realismo físico”

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pudiendo ser experimentados en cualquier situación. Volviendo al tema del sueño anterior, y comparándolo con experiencias que tuve en otros sueños, descubrí que, cuando conecto con mi Ánima en un sueño de alto “realismo” (mayor que 7), no la siento a ella en el Anahata chakra sino en la zona del Ajna chakra. Una vez hice una meditación en el plano astral y entré, de repente y sin que lo esperara, en una dimensión de luz blanca-dorada que me llenó de paz y felicidad. No sentí nada en el Anahata sino que todo parecía confluir a un único punto de Conciencia. Esto pienso que ocurre porque al estar mi Conciencia actuando fuera de mi contenedor puede operar desde sí misma, tal como ocurre en la ECM, y en ese estado no existe separación sensorial entre la Mente y el Ánima. De esta forma, el punto desde donde Ánima irradia Energía o experimenta cada situación coincide con el punto de Conciencia que absorbe las ideas y proyecta las acciones. El pensamiento y el sentimiento son uno, o al menos se experimentan como si así lo fueran. Esto de sentir los pensamientos “en la cabeza”, la emoción “en la garganta” (el famoso nudo que no nos deja hablar) y el sentimiento “en el corazón” sólo me ocurre en el plano material, no en el astral.

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IX

Inframundo

El inframundo, para las culturas antiguas, no es otra cosa que el “mundo inferior”. Es el lugar donde van los espíritus o “almas” de los desencarnados (muertos). Los griegos creían que cuando alguien moría, su “alma” era transportada, junto a muchas otras, hacia el reino de los muertos atravesando el lago Estigia en una barca conducida por el barquero Caronte. Una vez allí, los espíritus se quedaban en ese lugar por tiempo indefinido, sin tener nunca más la posibilidad de volver a la vida. Si el alma no había sido mala, se estacionaba en ese lugar, pero si al contrario había sido el alma de un asesino, un ladrón u hombre cruel, era llevada al lugar más tenebroso del Inframundo; el Tártaro. En el Tártaro al pobre infeliz le esperaba una existencia de tormentos eternos... El dios del Inframundo era Hades, hermano de Zeus, quien reinaba junto a Perséfone, antigua diosa de la primavera a quien su mismo marido raptó. Esta vieja idea del Inframundo se remonta hasta los antiguos sumerios, cuya visión del mismo es semejante al del mito griego y otras tantas culturas. En él, el señor del Inframundo no es un dios sino una diosa; Ereshkigal, la hermana oscura de Innana, una diosa que dada las circunstancias guardaba un resentimiento muy grande hacia su familia. Los sumerios describían a este

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lugar como lúgubre y carente de alegría, y allí iban a parar inevitablemente todas las almas humanas. Al igual que Hades, la diosa tenía por consorte a un dios, quien no era otro que Dumuzi, un antiguo dios pastor. Aparte del Inframundo estaba lo que podríamos llamar el Cielo. El Cielo era el lugar donde moraban los dioses y su linaje. Tenía distintos nombres; Olimpo, Valhala, Suargá, Tierra del Verano, Paraíso, Pléroma… Muy contrariamente al Inframundo, el Cielo era un lugar de dicha y placeres. Todo era paz y prosperidad, y hasta se podía volver a la Tierra. Obviamente, a ese vergel, las almas humanas por lo general no llegaban. ¿Por qué “por lo general”? Porque, según los mitos, para llegar allí se tenía que alcanzar cierto grado de “pureza” o “evolución espiritual”. Un santo, un héroe o un rey podían llegar a convivir junto a los dioses. O un gran artista o filósofo. Pero un hombre vulgar y profano no. Por lo tanto, dado que siempre han sido pocas las “almas” que son justas, bienhechoras o heroicas (incluso hasta en estos días), los humanos que arribaban al Cielo, después de muertos, eran una minoría. Estos antiguos mitos siempre tienen una base verdadera, y no hablan de otra cosa que de lo que ocurre en nuestra Conciencia. Para explicar un poquito qué es el Inframundo es necesario haber leído Nuevo Árbol de la Vida, el Libro 5, o saber algo de Cabalá. Para comenzar es necesario trabajar con los dos árboles superpuestos.

} }

Dios (femenino)

Cielo Reino de los ángeles eones / elohim

Paraíso o Edén

Tierra o Mundo Material Inframundo Reino de los demonios ángeles caídos alienígenas

Satán (masculino)

El Árbol de la Muerte —o de la Ciencia del bien y del mal— es la sombra del Árbol de la Vida. A medida que se asciende en ese árbol (si nos movemos hacia abajo), la Conciencia se vuelve más oscura y maligna, caótica e irreal. El Alma humana está atrapada en Nehemot, y nutre con su Energía a todo el árbol qlifótico.

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Si nos detuvimos a mirar el gráfico, vemos que el Inframundo queda por debajo del Mundo Material (Nehemot-Lilith). Esto se debe a que su nivel de frecuencia es menor a éste. El Hombre Primigenio (sin Ánima) se ubica en la cima del árbol (Thaumiel), por lo que es el Rey del Inframundo (Saturno-Moloch-Majishá). La parte anímica reside en un lugar apartado de Nehemot, extraviada luego de la caída. Este lugar apartado no es exactamente el plano astral (inframundo) sino una suerte de “dimensión paralela”, y es por eso que los alienígenas no pueden llegar allí, no pueden “tomarla”. Los aliens son campos de Conciencia que operan dentro del Inframundo, mientras que Ánima es un campo de Conciencia que entra y sale del Inframundo cuando quiere. La razón de ubicar a Ánima en Nehemot y no en otra parte del árbol qlifótico es porque allí estaba ella antes de la caída. Ánima lleva el recuerdo del mundo físico y sigue vinculada a él en términos de Conciencia. Ocurre que, como ha perdido la gnosis, no sabe cómo conectarse al Árbol de la Vida. No sabe volver a Dios. Por ende, si quiere tener experiencias físicas, debe pactar con el Hombre Primigenio o los aliens... pacto que, indefectiblemente, la llevará hasta el Mundo Material. En lenguaje cabalístico esto significa que se verá obligada a seguir el camino de la mano izquierda o camino tortuoso. ¿En qué esfera de Concienica o qlifá está asentada la Conciencia masculina de la Humanidad? Ya lo dijimos y es en Thaumiel. Esta Conciencia es un Espíritu y una Mente. Luego tenemos que Ánima (la otra parte) está en

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Nehemot, pero en un “lugar apartado”, por lo que el holograma físico carece del componente anímico y está virtualmente muerto. Aquí ya tenemos planteado el conflicto entre lo femenino y lo masculino, que origina la dualidad. Mientras Ánima vive en su mundo, observa desde allí a su imagen; la Tierra. El Universo opera como si fuera un espejo y la forma de la Tierra es parte de su sombra. Esta sombra no es otra que Lilith, otro de los nombres de Nehemot. Ahora obtuvimos la dupla Eva-Lilith, que son dos arquetipos muy importantes.

Nehemot Lilith

Eva Cuerpo Ánima

Thaumiel Adán

Mente Espíritu

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Una vez que hemos desarrollado este cuadro ya podemos abordar el tema del Inframundo. En Nehemot las líneas de Tiempo son duras (irreversibles) y hay un fuerte caudal de Energía. Nehemot opera como una granja en donde los demonios cosechan su alimento. El hogar de los demonios-aliens es, como sabemos, el Inframundo, que está representado en el Árbol Infernal por ese campo de qlifot intermedias. Ese mundo es de naturaleza espiritual, pero tiene una línea de Tiempo dura igual que el nuestro. Es por eso que los alienígenas nacen y mueren como nosotros. Allí también existe la Entropía. ¿Por qué existe la Entropía? Porque el Árbol Infernal no tiene Ánima. Si la tuviera estaría vivo. Es por eso que los cabalistas le llaman también el Árbol de la Muerte. En el Inframundo existen regiones y ciudades parecidas a las nuestras, todos ellos poblados por un zoológico variopinto de criaturas sin Ánima. Muchos de esos lugares poseen una gran belleza y han sido, en algunos casos, visitados por los humanos, pero otros son bastante feos e incluso hasta informes. Los dioses de los viejas mitologías (Innana, Enki, Osiris, Indra, Apolo, Odín…) actualmente viven en el Inframundo. En una época vivían en el Cielo pero al caer el Hombre cayeron ellos también. Los dioses llevan el recuerdo de haber vivido en el Cielo y actualmente están instalados en los lugares más bellos del Mundo Inferior, pues son amantes del lujo y el confort, pero dado que perdieron la inmortalidad deben parasitar la Energía divina

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para existir, por eso esclavizan a los humanos obligándolos a vivir en la Tierra y secuestrando, a veces, sus partes anímicas. Los alienígenas pueden viajar por el Tiempo y alterar el futuro o el pasado, pero no lo hacen por sí mismos sino a través de nuestra Mente. Ellos tienen la tecnología para interferir nuestra Conciencia y viajar por el Universo, ya que todo ocurre en nuestra “cabeza”. No hay nada real “allá afuera”. La clave está en la parte anímica, que es la que une o enlaza el tejido espaciotemporal del cosmos. Los humanos también pueden viajar por el Tiempo usando su fractal de Ánima, y esto les permite explorar todo el Inframundo hasta tiempos remotos. Esta capacidad de Ánima hace que las líneas de Tiempo del Inframundo, para los anímicos, sean del tipo bando. Un Tiempo blando, recordemos, es un tiempo reversible. Los alienígenas-demonios no tienen esta capacidad natural para saltar cuánticamente en el Tiempo, pero sí tienen la tecnología para infestar nuestra Conciencia y re-direccionar el Tiempo pudiendo ellos retroceder o avanzar. Como el alienígena es muy listo, nos engaña diciéndonos que son ellos los que nos “transportan” por el Tiempo usando su tecnología (el caso de los contactados), cuando en verdad ellos son unos piojos que se montan sobre el Ánima al momento de hacerla viajar, orientando las coordenadas de su Conciencia, como si fuera un timón, hacia el Tiempo que quieren transportarse. El alienígena no viaja en el Tiempo, usa a Ánima como medio de trasporte. Cuando Ánima aprende a viajar en el Tiempo y a abrir portales dimensionales, comprende que no

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necesita al alienígena y empieza a viajar solita. A modo de síntesis podemos decir que el Tiempo del Inframundo es mixto. Para algunos es blando y para otros es duro. En Maljut es totalmente blando, y en el Pléroma o Cielo no existe el Tiempo; allí lo que existe es una pregeometría Temporal. Dado que estamos viviendo en la Tierra y conectados al Hombre Primigenio, la mayor parte de nuestra actividad espiritual la realizamos en el Inframundo. Los viajes astrales, los sueños, las ECM, las actividades mágicas (nigromancia), las abducciones, todos ellos se realizan en el Inframundo o nos vinculan con criaturas del Inframundo, como en el caso de la nigromancia. Como dije anteriormente hay excepciones, pues he sabido de experiencias que, por su alto nivel de frecuencia, parecen pertenecer a otro plano. Normalmente se dan en las ECM, en la cual tengo mucha información, pero también en algún tipo de sueños, meditaciones o viajes astrales. Cuando eso ocurre, cuando entramos accidentalmente en los planos superiores, experimentamos una gran felicidad y perdemos el deseo de vivir en la Tierra. Desgraciadamente, esa experiencia paradisíaca dura poco y nos vemos arrojados de nuevo a la Tierra, que es un lugar de desolación. Y con el tiempo también nos acostumbramos a la Tierra, con sus conflictos y enajenaciones, y el recuerdo de aquella experiencia idílica se va “despintando” con los años. Pero lo importante de haber tenido esas experiencias es la de saber que existen niveles de Conciencia superiores al nuestro, y que podemos elevarnos a ellos si nuestra Alma está preparada para ascender.

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El Inframundo es la antesala del plano material. Es como si fuera una cocina. Se vincula con nuestro subconsciente y deseos más profundos. El Inframundo domina al mundo material y determina las líneas de Tiempo. Es por eso que los masones y los nigromantes recurren a la magia para obtener beneficios aquí. Los psicólogos creen que el subconsciente es un espacio apartado u oculto de la Mente. Una especie de patio trasero. No lo consideran un espacio físico, con cosas que se pueden ver y tocar, sino un espacio abstracto, como abstractos son los números y las ideas. Pero esto no es para nada así. El subconsciente (y ese es el gran aporte de Malanga) es un espacio de la Conciencia, profundo y complejo, y la Conciencia no es la Mente. Allí está el error de la psicología. La Mente no puede crear nada, pero la Conciencia sí. De esta forma, todo lo que existe en el subconsciente se expresa físicamente en ese plano, siendo la qlifá Nehemot la expresión más concreta o exterior del nivel subconsciente; la Conciencia del Yo. Dado que todos los fractales de Conciencia humana están relacionados entre sí, debe existir forzosamente una única Conciencia que los represente; un subconsciente colectivo. Este es el Hombre Primigenio, que representa el Alter Ego del Ego individual humano. Hombre

Primigenio

reside

en

Thaumiel,

un

nivel

del

subconsciente en donde ningún alienígena puede llegar. La mayor parte de la gente quiere cambiar las líneas de Tiempo trabajando en el plano material. Las feministas organizan movilizaciones, los sindicatos hacen huelgas, los trabajadores duplican sus horas de trabajo, los estudiantes se exprimen el

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cerebro estudiando… Hacer eso es una estupidez, pues aquellos que dominan el mundo no mueven un solo pelo para obtener cosas. Lo que ellos hacen es utilizar la fuerza de millones de personas para atraer la prosperidad hacia ellos mismos. ¿Para que esforzarse en conseguir cosas cuando podemos utilizar la Energía ajena para obtener lo que queremos? Miremos el Árbol qlifótico (un espejo de nuestro mundo) y lo tendremos más que claro. Personalmente no aconsejo recurrir a los espíritus del Inframundo (como hacen los masones y nigromantes) para obtener cosas, pero es un camino que podemos seguir si queremos entender mejor cómo funciona el Universo. Cuando el humano logra conectar con su Ánima, ya no necesita de intermediarios y puede transitar el camino de la gnosis por sí mismo, y, en ese recorrido, intentar cambiar las líneas de Tiempo invirtiendo el mínimo esfuerzo.

Indice Introducción

7

Mundos “materiales” y mundos “espirituales”

15

Materia y Sexo

37

Materia y Dinero

68

Materia y Humanos sin Alma

81

Materia y Programación de Ánima

93

Materia y Chakras

109

La naturaleza del mundo espiritual

117

Algunas proyecciones personales

131

Inframundo

145

Serie de libros ESTUDIOS MALANGA “Conciencia” LIBRO 1

“Las Arenas del Tiempo” LIBRO 2

“Arquetipos” LIBRO 3

“Huevo Cósmico” LIBRO 4

“Nuevo Arbol de la Vida” LIBRO 5

“Materia y Espíritu” LIBRO 6

“Génesis” LIBRO 7

Siguiendo con la línea teórica trazada por Corrado Malanga, quien descubrió la naturaleza del antropos estudiando a los alienígenas, con�nuamos con nuevos estudios des�nados a revelar, esta vez, la MATERIA. La materia no es indestruc�ble ni tampoco algo que está “allá afuera”, es la exteriorización de una Conciencia dual o interferida por seres interdimensionales. El mundo material es la Matrix. Este mundo va cambiando con el �empo siguiendo los cambios de la Conciencia, y desaparece de nuestra existencia en esos instantes en que nos conectamos con nosotros mismos. El Patriarcado, lo masculino y la materia están ín�mamente relacionados. Lejos de ser cosas dis�ntas están unidas por un hilo en común. Lo femenino, por el contrario, se proyecta hacia lo espiritual… y por ese impulso incontenible hacia lo eterno no logra encontrar su lugar en el mundo. Materia y sexo, Materia y dinero, Materia y chakras, Materia y humanos sin Alma, son algunos de los tantos temas que el autor aborda en este polémico libro.

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