Modulo - Moral Del Seguimiento

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LA MORAL DEL SEGUIMIENTO

Escuela virtual de CEBs. de Teología Bíblica, Oscar Arnulfo Romero Aleyda Gómez E.

MORAL DEL SEGUIMIENTO

ACTIVIDADES - INTRODUCCIÓN AL MODULO Y PRIMERA UNIDAD ACTIVIDAD

1- Lea la introducción al módulo, y sus objetivos

DESCRIPCIÓN

Realice una lectura comprensiva de la introducción al módulo y sus objetivos Deténgase en el mapa conceptual general para que se haga una idea de los contenidos a tratar en este módulo

Estudie los contenidos de la Unidad I

Haga una lectura seguida y atenta de los contenidos de la primera unidad, busque los términos desconocidos en el glosario que encuentra al final de la unidad.

Ejercicio de aproximación a la realidad.

Desarrolle en forma personal o en su grupo local la guía de acercamiento para ser evaluada.

Ejercicio de profundización



Desarrolle el ejercicio de profundización de manera personal para ser evaluado



Si pertenece a un grupo local comparta el ejercicio el día de su reunión de estudio y presenten a su tutor/ra virtual la síntesis grupal para ser evaluada.

Ejercicios de autoevaluación

Realícelos responsablemente que son útiles para la comprensión del tema. No serán evaluados.

Lectura de profundización de José Román Flecha Andrés. Orientaciones bíblicas para la teología moral.

Aproveche las oportunidades de formación que le brinda la Escuela y complemente los contenidos de esta unidad con una lectura personal que no será evaluada.

INTRODUCCIÓN GENERAL AL MODULO Cuando hablamos de moral del seguimiento nos encontramos no con un tema sino con un proceso vital en el cual todos y todas las creyentes configuran su ser y su proyecto de vida para seguir los pasos de Jesús. En nuestras comunidades hablamos mucho de seguir a Jesús, este módulo nos dará la oportunidad de repensar esta opción fundamental para fortalecerla, con la ayuda de los Evangelios y tradiciones de las Iglesias originarias que hemos estudiado en anteriores módulos y con otras fuentes del saber teológico que nos serán imprescindibles en esta caminada espiritual.

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Escuela de CEBs. Oscar A Romero

MORAL DEL SEGUIMIENTO

Para comprender la hondura de la moral del seguimiento es necesario ubicarla dentro de la Moral Fundamental, es decir desde nuestro ser humano visto a partir de la teología, de la fe, de la revelación de Nuestro Señor Jesús, por esta razón hablamos propiamente de una “Antropología teológica”. Queremos hacer este proceso de reflexión y de estudio desde las categorías liberadoras de la teología bíblica, pero de entrada nos vamos a encontrar con muchas asuntos que tendremos que des-aprender, puesto que los contenidos de la moral del seguimiento están rodeados de la influencia de teologías y tradiciones religiosas preconciliares, es decir, anteriores al Concilio Vaticano II, que ya no responden a las urgencias del mundo de hoy sumergido en crisis de valores, de sentido y de utopías. Muchos animadores y animadoras de las CEBs., maestros y maestras, catequistas, madres y padres de familia, presbíteros y obispos, reproducen, con mucha frecuencia y sin mucha conciencia, los esquemas de una moral que no libera, que no compromete, que repite el modo de pensar de una sociedad dominante. Urge pues identificar los planteamientos de una Moral Tradicional, fundada en una teología de leyes, de códigos y normas, impuesta sin razonamiento ético responsable, que mantiene a la población en estado de inmadurez teológica. Urge además entregar fundamentos que formen personas capaces de asumir compromisos sociales liberadores, espacios de convivencia alternativa, tanto al interior de las CEBs y de sus familias como en todas las instancias sociales de las que hacemos parte. El propósito al abordar el proceso vital de la Moral del Seguimiento con una mirada liberadora exige prioritariamente un acercamiento al Nuevo Testamento, para extraer de allí las opciones vitales por el Reino de Dios presentes en el Proyecto de Jesús y las tradiciones primigenias de las Iglesias del primer siglo. Este proceso exige además abordar responsablemente una ética neotestamentaria, guardando las debidas proporciones hermenéuticas de tiempo y cultura, es decir, asumiendo para el hoy de nuestra vida, lo que sigue siendo válido del tiempo de Jesús. De esta manera visualizaremos el camino para encontrar las fuentes vitales del conocimiento de la justicia, la verdad y la Gracia, pilares del seguimiento de Jesús. Una vez despejado el camino de las teologías morales preconciliares, la finalidad de este módulo es ayudar a encontrar y disfrutar del potencial humano que es posible alcanzar desde la opción fundamental por la Vida, en un proyecto que empodera la conciencia y la libertad en el seguimiento de Jesús. Para lograr este objetivo es importante percibirnos como seres 2

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humanos en proceso, dotados y dotadas de Gracia, pero también del pecado constitutivo que hay que superar. Buscaremos juntos y juntas el sentido de nuestro ser humano y su plena realización dentro del gran proyecto de Dios mostrado por Jesús de Nazaret. El objeto de la revelación es Dios mismo, razón por la cual la moral del seguimiento debe estar encaminada a educar en el crecimiento integral en su proyecto creador que abarca la praxis de los seres humanos a favor de la vida en todas sus expresiones, lo cual incluye necesariamente una actitud de reverencia por la naturaleza. Conjugamos pues la ciencia teológica con la espiritualidad, el conocimiento con la práctica, el saber con el compromiso social expresado en orientaciones pastorales que se derivan del estudio sistemático de esta área teológica. Nos concentraremos en la Teología Moral Fundamental desde la perspectiva del seguimiento de Jesús. No alcanzamos a abordar aquí temas importantes y urgentes de una moral específica. El material de esta materia es abundante, riquísimo, profundamente tratado por especialistas. Seguiremos la propuesta de la Teología Moral del. P. Alberto Múnera D. S.J. Doctor en Filosofía y en Teología Moral, quien por más de 30 años ha construido esta materia desde la Universidad Javeriana de Bogotá y desde otras cátedras universitarias en otros países. Con el apoyo de una amplia bibliografía se trabajarán ocho unidades distribuidas en ocho semanas. Tanto el punto de partida como el de llegada será la Sagrada Escritura, pero además se estudiará el proceso histórico de la moral antes del Concilio Vaticano II y los planteamientos teológicos fundamentales post-conciliares que constituyen el proyecto de vida del ser humano con perspectiva eminentemente liberadora. Por la complejidad de esta área teológica es necesario haber hecho el primer año en la Escuela o contar con una formación básica en temas fundamentales de la teología y de la Biblia, sin embargo será la misma vida y la experiencia creyente el referente primario para abordarla responsablemente. Metodológicamente el “ver”, la mirada a nuestro entorno personal, social y eclesial será el primer paso de cada unidad. Razón por la cual siempre habrá un ejercicio que llamaremos de “Aproximación a la realidad” en el cual partiremos de experiencias, de conocimientos previos que nos da la vida, de lo cotidiano como lugar teológico primario. Después entraremos al momento segundo que nos llevará a profundizar en cada temática con la Palabra siempre como lámpara que ilumina, que nos ayuda al discernimiento, para volver a nuestra realidad con una mente más abierta para asumir compromisos transformadores a todo nivel. En este 3

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momento tendremos los “Ejercicios de Profundización” relacionados con la temática presentada y los “Ejercicios de autoevaluación” que ayudan en la comprensión y asimilación de los contenidos. Finalmente este módulo trae unos apoyos de lecturas de profundización, especialmente para las y los alumnos que deseen profundizar más los contenidos. Los encontrarán como anexos. Se evaluarán sólo los ejercicios de Aproximación y Profundización. Encontrarán también como anexos mapas conceptuales que ayudarán a visualizar de forma gráfica los contenidos del módulo en general y de cada unidad en particular. El valor de este módulo dependerá de cada persona que se sirva de él para crecer como persona. OBJETIVOS DEL MÓDULO • •

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Que pongamos nuestros ojos y nuestro corazón en Jesús de Nazaret, objeto último de la revelación. Que encontremos en el estudio de la Moral del Seguimiento un apoyo útil para nuestra formación humana, personal y comunitaria, que nos ayude a madurar teológicamente como personas comprometidas con el cambio social. Que conozcamos las fuentes bíblicas y teológicas de la Moral del Seguimiento y prioricemos los fundamentos de la misma. Que logremos un manejo adecuado de los textos del Antiguo Testamento y no reproduzcamos esquemas inmaduros y fundamentalistas recibidos de una formación religiosa de cristiandad. Que obtengamos claridad en la normatividad del Nuevo Testamento respecto al Antiguo en temas de moral. Que apliquemos una hermenéutica acorde con los planteamientos de una Moral liberadora. Que valoremos en todas las culturas y religiones su valor ético y revelador. Que encontremos tanto en nuestra vivencia creyente como en la relación social, familiar o comunitaria, las dimensiones y repercusiones liberadoras de una Moral del Seguimiento.

COMPETENCIAS •

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Las y los estudiantes llevan a la vida lo que la Escuela les aporta y se motivan para ser agentes de transformación social y animadores/as del proceso de las CEBs.

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Las y los estudiantes obtienen una formación que libera su conciencia de ataduras que una evangelización tradicionalista había cargado en su ser cristiano.



Las y los estudiantes adquieren un dominio del objeto central de la Teología Moral desde la perspectiva del Seguimiento de Jesús y conocen las fuentes donde pueden seguir su crecimiento y formación en esta perspectiva.



Las y los estudiantes se convierten en personas que animan a sus comunidades y enriquecen la Iglesia con una Teología Moral acorde con los lineamientos liberadores.

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MAPA CONCEPTUAL DEL DESARROLLO Y CONCEPCIÓN DEL MODULO.

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FUENTE TEOLOGICA INMEDIATA Teología Moral. P. Alberto Múnera D. S.J. Cátedra de Teología Moral Fundamental. Universidad Javeriana 2011 Bogotá- Colombia. Agradecemos su aporte desinteresado a la causa de los pobres desde nuestra Escuela. BIBLIOGRAFIA BASICA

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Creación Gracia y Salvación. Juan Luis Ruiz de la Peña. Colección Alcance No. 46. Ed. Sal Terrae Santander. 1993.



Cómo hablar del pecado hoy. Hacia una moral crítica del pecado. Colección teología y acción pastoral. Instituto Superior de Pastoral. Madrid. 1977



Concilio Vaticano II – Dei Verbum



El don de Dios. Antropología Teológica Especial. Juan Luis Ruiz de la Peña. Ed. Sal Terrae. Colección Presencia Teológica 63. 1991.



El nuevo rostro de la moral. López Aspitarte S.J. Ed. San Benito. Argentina 2003



Moral de Actitudes. Moral Fundamental I. Marciano Vidal. Editorial Covarrubias, 19 Madrid. 1975



Nuevo Catecismo para Adultos. Versión integra del Catecismo Holandés. Ed. Herder. Barcelona 1969



Problemas actuales de la moral. Introducción a la Teología Moral. La conciencia moral. Antonio Hortelano. Ed. Sígueme. Lux Mundi 50. Salamanca 1981



Teología del pecado original y de la Gracia. Antropología teológica especial. Luis F Ladaria. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid. 199



Teología Moral Fundamental. José Román Flecha. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid 2001

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PRIMERA UNIDAD ACERCAMIENTO A LA MORAL EN LA SAGRADA ESCRITURA ESQUEMA GENERAL ♦ ♦ ♦ ♦ ♦

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OBJETIVOS INTRODUCCIÓN MAPA CONCEPTUAL EJERCICIO DE APROXIMACIÓN A LA REALIDAD CLAVES HERMENÉUTICAS Y TEOLÓGICAS PARA EL ESTUDIO DE LA MORAL EN LA TRADICIÓN BÍBLICA. 1- CLAVES HERMENÉUTICAS Y TEOLÓGICAS PARA UN ACERCAMIENTO ADECUADO AL ANTIGUO TESTAMENTO DESDE LA MORAL. SINTESIS PRIMERA PARTE EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 2. CLAVES HERMENÉUTICAS Y TEOLÓGICAS PARA UN ACERCAMIENTO ADECUADO AL NUEVO TESTAMENTO DESDE LA MORAL. SINTESIS SEGUNDA PARTE EJERCICIO DE AUTOEVALUACION EJERCICIO DE PROFUNDIZACION EJERCICIO DE COMPLEMENTACION GLOSARIO BIBLIOGRAFIA ANEXOS

OBJETIVOS • •





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Acercar a los y las estudiantes a las fuentes de las Escrituras y del Magisterio Eclesial para conocer el objeto revelador de Dios que es El mismo. Presentar una hermenéutica teológica y bíblica adecuada que establezca las debidas proporciones, de tiempo y cultura para la aplicación del Antiguo y Nuevo Testamento en los asuntos concernientes a la moral. Descubrir, según los planteamientos de la DEI VERBUM que del Antiguo Testamento no se puede extraer, ni aplicar una Teología Moral específica o formas de comportamiento normativas para hoy, sino encontrar las manifestaciones de Dios y su proyecto salvífico en la historia. Motivar al discernimiento de la vivencia de la moral centrada en Jesucristo y su proyecto del Reino.

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INTRODUCCIÓN “Quiso Dios en su bondad y sabiduría revelarse a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad (cf. Ef., 1, 9), mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina (cf. Ef., 2, 18; 1 Pe., 1, 4). Dei Verbum No. 2 La verdad íntima acerca de Dios y acerca de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es a un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación. Dei Verbum No. 197 Estas afirmaciones de la Dei Verbum plantean varios asuntos que requieren una aclaración como punto de partida de una teología Moral acorde con las orientaciones Conciliares. •

Si Dios se ha revelado a sí mismo en Jesucristo el punto central y de más alto grado de revelación en la historia lo entramos en la vida de Jesús de Nazaret y en su proyecto del Reino. Los acontecimientos anteriores a esa historia del Antiguo Testamento son una preparación de esa novedad absoluta del misterio de Jesucristo. Como dice K Karl Rahner: “Todo el tiempo bíblico desde Abraham hasta Cristo se repliega en un breve momento de comienzo del suceso de Cristo, y tenemos el derecho y la obligación -en tanto somos cristianos- de considerar ese tiempo, partiendo del Antiguo y del Nuevo Testamento y mirando a la historia entera de la revelación, que es co-extensiva con la historia de la humanidad, como un último instante antes del suceso de Cristo y en unidad conjunta con él".1

En consecuencia, para el cristianismo, toda la historia de la revelación debe ser interpretada desde el suceso maravilloso de Jesucristo. •

Supuesto lo anterior, ninguna norma moral del Antiguo Testamento tiene validez absoluta y universal, ni debe ser aplicada en las Iglesias de forma literal.

Por esta razón, el decálogo y las orientaciones excluyentes de género vigentes hasta hoy en la Iglesia católica y en otras Iglesias cristianas, no son objeto de revelación, por tanto, no pueden ser aplicadas como norma moral para los cristianos y cristianas. Su valor se inscribe dentro del proceso cultural y religioso de Israel y de los demás pueblos de la Biblia.

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RAHNER, Karl, Curso fundamental sobre la fe, Herder, Barcelona 1979. p. 203

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Dado que también la revelación de Jesucristo del Nuevo Testamento está mediada por interpretaciones humanas de las comunidades del primer siglo del cristianismo en un período post-pascual, no resulta pertinente reducir la moral a la aplicación de normas, así se inscriban dentro del Nuevo Testamento.

Según lo anterior se requiere afirmar la moral sobre el fundamento de la revelación en Jesucristo que se manifiesta al interior de cada ser humano y no reducirlo al mero cumplimiento de las normas externas. En esta unidad nos encontramos pues ante un doble desafío: por un lado hacer un acercamiento adecuado al tratamiento de la Moral tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento y por otro encontrar las limitaciones y vacíos teológicos de una Moral Tradicional vigente aún en muchos ámbitos eclesiásticos y en la formación doctrinal y pastoral. La unidad esta dividida en dos grandes partes, en la primera veremos las claves o llaves hermenéuticas y teológicas para un acercamiento adecuado al Antiguo Testamento desde la moral. En la segunda nos detendremos en estas mismas claves pero desde el Nuevo Testamento. Con estas claves lograremos establecer un manejo adecuado de la Biblia en relación con la moral y evitaremos hace aplicaciones inadecuadas de principios morales inconvenientes para la vida. Para lograr una comprensión mayor de esta unidad estudiar previamente en el glosario las siguientes palabras o expresiones: hermenéutica, clave hermenéutica, revelación, decálogo, praxis, práxica, hagiógrafo, parámetro crístico, transformación ontológica.

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MAPA CONCEPTUAL UNIDAD I

EJERCICIO DE APROXIMACIÓN A LA REALIDAD • • • •

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Haga una enumeración breve de las principales normas de comportamiento que recuerde de la catequesis recibida en su niñez. Describa los principios morales en los cuales se hace más énfasis en las homilías de la parroquia en la cual usted participa. Analice ahora lo que acaba de describir: ¿Cree que estos principios son adecuados y suficientes para la vida y transformación social? Fundamente su respuesta. ¿Qué proyectos o procesos en América Latina podrían iluminar una práctica moral liberadora para las CEBs? Describa uno en particular. Escuela de CEBs. Oscar A Romero

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Entregue el resultado del anterior análisis en la fecha indicada para ser evaluado por su tutor/ra virtual.

CLAVES HERMENÉUTICAS Y TEOLÓGICAS PARA EL ESTUDIO DE LA MORAL EN LA TRADICIÓN BÍBLICA. 1. CLAVES HERMENEUTICAS Y TEOLOGICAS PARA ADECUADO AL ANTIGUO TESTAMENTO DESDE LA MORAL. ♦

UN

ACERCAMIENTO

Según las orientaciones del concilio en la DEI VERBUM Dios se reveló así mismo en Jesucristo en sus hechos y Palabras, lo cual nos permite concluir que las normas morales del Antiguo Testamento no son objeto de revelación propiamente dichas, por tanto no pueden ser aplicadas al cristianismo.

Ni los mandamientos de Moisés, ni las prescripciones del levítico, ni los códigos de comportamiento ético del pueblo israelita que aparecen en distintos libros del Antiguo Testamento son objeto de una revelación directa de Dios y no pueden ser aplicados como normas para la vida de los cristianos y cristianas. El valor de estas normas se inscribe en un contexto cultural determinado, que hay que interpretar con una adecuada exégesis. Dicho de otra manera: Dios no habló directamente a Moisés, ni le entregó unas leyes de cumplimiento universal. Suponer esto es un error fundamentalista que lee los textos y los aplica al pie de la letra sin estudiar los contextos sociales que llevaron a Israel a poner en boca de Dios unos mandatos que sus líderes intuyeron como necesarios para la vida de su pueblo. Esto lo expresa claramente la DEI VERBUM en el No. 217: “Habiendo, pues, hablado Dios en la Sagrada Escritura por medio de hombres y a la manera humana, el intérprete de la Sagrada Escritura debe investigar con atención qué pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios manifestar por sus palabras, para comprender lo que El quiso comunicarnos”.

De lo anterior se deduce que muchas acciones que pudieron ser correctas para el pueblo de Israel o que vieron como un comportamiento aceptable en su momento, dadas sus circunstancias históricas, no pueden ser aplicables a la vida de las Iglesias cristianas y menos a las CEBs. Veamos algunos ejemplos: •

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“...pasarás a filo de espada a todos sus varones; las mujeres, los niños, el ganado, todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos, lo tomarás como botín. Comerás los despojos de los enemigos que Yahveh tu Dios te haya entregado. Así has de tratar a las ciudades muy alejadas de ti, que no forman parte de estas naciones. Dt. 20, 14-15 Escuela de CEBs. Oscar A Romero

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“Cuando vayas a la guerra contra tus enemigos, y Yahveh tu Dios los entregue en tus manos y te lleves sus cautivos, si ves entre ellos una mujer hermosa, te prendas de ella y quieres tomarla por mujer, la llevarás a tu casa. Ella se rapará la cabeza y se hará las uñas, se quitará su vestido de cautiva y quedará en tu casa llorando a su padre y a su madre un mes entero. Después de esto podrás llegarte a ella, y serás su marido y ella será tu mujer”. Dt. 21, 10-13 Si un hombre tiene un hijo rebelde y díscolo, que no escucha la voz de su padre ni la voz de su madre, y que, castigado por ellos, no por eso les escucha, su padre y su madre le agarrarán y le llevarán afuera donde los ancianos de su ciudad, a la puerta del lugar. Dirán a los ancianos de su ciudad: «Este hijo nuestro es rebelde y díscolo, y no nos escucha, es un libertino y un borracho.» Y todos los hombres de su ciudad le apedrearán hasta que muera. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti, y todo Israel, al saberlo, temerá” Dt. 21, 18-21 Después de la muerte de Josué, los israelitas hicieron esta consulta a Yahveh: «¿Quién de nosotros subirá el primero a combatir a los cananeos?» Yahveh respondió: «Subirá Judá, he puesto el país en sus manos... Los hijos de Judá atacaron a Jerusalén, la tomaron, la pasaron a cuchillo y prendieron fuego a la ciudad. Jueces1, 1-2.8

Abundan los ejemplos en el Antiguo Testamento que muestran una ética inaceptable para hoy, pero que fue vista por el pueblo de Israel como voluntad de Yahvé y esto nos lleva a la segunda clave hermenéutica para la moral como es la de preguntar por el sentido de las normas en su contexto particular. ♦ El valor moral del Antiguo Testamento hay que encontrarlo en la dinámica con la cual el pueblo hebreo asumió su propia historia. Si recordamos la historia de Israel ya estudiada encontramos en ella procesos y proyectos de un hondo contenido moral liberador que sirven como referentes para América Latina o para otros pueblos que se ven sometidos a potencias que los oprimen. Vemos por ejemplo la dinámica en la cual el pueblo hebreo construyo un modelo social igualitario basado en la justicia y en este proceso comprendió lo que era bueno y deseable a los ojos de Yahvé y que lo contrario: la opresión de los dominadores y el sufrimiento de los pobres, los huérfanos y las viudas representaba el mal en este mundo. Conocer lo que es bueno y lo que es malo de cara al bien o mal que se le haga a los hermanos y hermanas, especialmente a los más vulnerables, es algo que todavía no se ha comprendido hasta el día de hoy en las sociedades que toleran la muerte de millones de personas y ni siquiera cuestionan sus prácticas políticas, ni las valoran como contrarias al proyecto de Dios. El pueblo de Israel hace miles de años comprendió que liberarse de la opresión era el camino correcto. Obviamente en medio de muchas contradicciones y equivocaciones este pueblo logró identificar la voluntad de Dios con la justicia y es en este proceso de revelación donde podemos encontrar fuentes morales válidas, no en sus normas que atienden a 13

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contextos particulares. Por esta razón constatamos como en las tradiciones del Éxodo, que presentan el proceso de liberación y consolidación del pueblo hebreo con el liderazgo de Zifrá, Puá, Moisés y Mirian, y quienes experimentaron a Yahvé, como el Dios que se indigna contra el opresor, que respeta la vida (Ex. 1, 15-17) que se conmueve y siente el dolor de los excluidos (Ex. 3, 7-12) la teología latinoamericana de liberación encontró una fuente de inspiración, sus “zarzas ardientes” para sus procesos también liberadores. De igual manera es inspiradora la dinámica que le permite al pueblo liberado de Egipto alcanzar entre los años 1200 a 1000 a.C., aproximadamente, un modelo social igualitario alternativo al modelo feudal de ciudad-estado cananeo. Gracias a la organización colectiva del trabajo de la tierra y a la obtención de recursos por el mejoramiento de las tierras altas, mediante la transformación del bronce utilizado para los carros de guerra en Egipto, en herramientas de trabajo (Dt. 8,7-10; Is. 2,4), es que este pequeño pueblo conformado por muchas culturas, religiones y tradiciones, conoció el valor moral de liberarse de modelos dominantes, de buscar la hermandad entre pueblos y hacer causa común con ellos (Jos.2, 8ss). En este proceso de constitución de Israel como pueblo libre y organizado, la fe en Yahvé se consolidó, después de unificar las distintas tradiciones religiosas patriarcales, y se convirtió en garante de su organización igualitaria. Así nace la alianza como un pacto moral que asegura de parte del pueblo un comportamiento ético responsable con la vida común y de parte de Dios como el defensor de tal organización que debe practicar la justicia para ser feliz. “Guardaréis puntualmente los mandamientos de Yahveh vuestro Dios, los estatutos y preceptos que te ha prescrito, harás lo que es justo y bueno a los ojos de Yahveh para que seas feliz y llegues a tomar posesión de esa tierra buena de la que Yahveh juró a tus padres (Dt. 6, 17-18) Has de saber, pues, que Yahveh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos, pero que da su merecido en su propia persona a quien le odia, destruyéndole “(Dt. 7, 9-10) La unión entre la fe y la vida cotidiana y social hacen que Israel perciba la relación positiva o negativa con Dios en su comportamiento bueno o malo. “Cuidad, pues, de proceder como Yahvé vuestro Dios os ha mandado. No os desviéis a derecha ni a izquierda. Seguid en todo el camino que Yahveh vuestro Dios os ha trazado: así viviréis, seréis felices y prolongaréis vuestros días en la tierra que vais a poseer”.Dt. 5, 32.

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El pueblo hebreo entendió que los caminos de Dios se encontraban en la participación e inclusión de la mujer y no en la utilización de ellas como objeto sexual. Y vio Israel que era necesario que la palabra profética orientara sus conciencias y surgieron profetas y profetizas, juezas y jueces que impartieron justicia con sabiduría a los más pobres, a los huérfanos y extranjeros y en este ejercicio de verdad y compromiso descubrieron la voluntad de su Dios. (Dt. 6, 18) “En aquel tiempo, Débora, una profetisa, mujer de Lappidot, era juez en Israel. Se sentaba bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la montaña de Efraím; y los israelitas subían donde ella en busca de justicia” Jueces 4, 4-5 Establecida la Monarquía (1.000 a.d.C.) y con ella el desmoronamiento de los valores alcanzados años atrás, Israel conoce las dimensiones del mal sembrado por ellos mismos. Desde esta experiencia con David y Salomón y los demás reyes que impusieron modelos sociales contrarios al modelo igualitario, surgió la voz de los profetas y desde un alto grado de revelación impulsaron nuevas dinámicas para la restitución de los valores perdidos. Por los profetas y profetizas Israel crece en conciencia y trata de proteger lo que celosamente había conseguido con su organización comunitaria, razón por la cual crea códigos como el Deuteronomista2 entre otros, de un gran valor moral para Israel donde paso a paso se enjuicia la monarquía y se establecen los parámetros de comportamiento para vivir de acuerdo a la alianza. Continuemos con otras claves hermenéuticas, a partir del Nuevo Testamento que nos ayudan a avanzar en nuestros propósitos para la moral cristiana. •

La vigencia o superación para el cristianismo de algunos comportamientos morales en el Antiguo Testamento a partir de una relectura desde el Nuevo Testamento.

Aunque no resulta adecuado afirmar la moral cristiana sobre mandatos del Antiguo Testamento, la clave anterior nos mostró que existen principios genéricos al interior de la dinámica con la cual Israel comprendió la voluntad de Dios, que tienen una aplicación no sólo para el cristianismo, sino también para toda confesión religiosa, porque establecen comportamientos universales legítimos como la defensa de la vida, el cumplimiento de la justicia, el respeto por los débiles, la defensa de los pobres, las prácticas de misericordia etc. A las puertas del Nuevo Testamento estos principios son recogidos y avalados por Juan 2

Cfr. G. M. de la Torre Guerrero Análisis de Dt 15: el Dios de la vida nos compromete con el hermano empobrecido. Fundación Universitaria Claretiana. FUCLA.

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Bautista cuando dijo: “La gente le preguntaba: «Pues ¿qué debemos hacer?» Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo.» Lucas 3, 10-11. Jesús también retomó muchas actitudes aprendidas de sus ancestros que seguían vigentes para su pueblo. En el comienzo de su predicación reproduce las enseñanzas proféticas de Isaías: la liberación de los cautivos, devolver la vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos (cfr. Lc. 4, 16-18). De igual forma su actitud pacífica ante la violencia, bebe de la espiritualidad intuida por sus antepasados. Veámoslo: Pero los fariseos, en cuanto salieron, se confabularon contra él para ver cómo eliminarle. Jesús, al saberlo, se retiró de allí. Le siguieron muchos y los curó a todos. Y les mandó enérgicamente que no le descubrieran; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:= He aquí mi Siervo, a quien elegí, mi Amado, en quien mi alma se complace. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará el juicio a las naciones. = No disputará ni gritará, ni oirá nadie en las plazas su voz. La caña cascada no la quebrará, ni apagará la mecha humeante, hasta que lleve a la victoria el juicio. Mt. 12, 14.20 Ante la pregunta del legista Jesús le responde: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió: = «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas = y con toda tu mente; = y a tu prójimo como a ti mismo. Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.» Lc. 10, 26-28. SINTESIS DE LA PRIMERA PARTE Antes de dar una mirada a la moral del Nuevo Testamento tengamos en cuenta a modo de síntesis las siguientes conclusiones respecto a la moral del Antiguo Testamento: • •



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“La Moral israelita surge de la revelación de Dios en su historia y de la correspondiente respuesta religiosa de Israel en términos de comportamiento ético. Se trata de la Moral propia de Israel y su validez se circunscribe al pueblo de Israel. Aunque la revelación tiene proyección universal, no podemos decir que la Moral que vive Israel tenga igualmente proyección universal. Es decir: no podríamos exigir a toda la humanidad y a todos los tiempos, comportarse como lo hizo Israel en razón de su respuesta religiosa a la revelación de Dios en su historia. En particular, no podemos afirmar que la Moral israelita continúa teniendo vigencia en el Nuevo Testamento. Existe una novedad revelatoria absoluta en Jesucristo, aunque se mantenga una continuidad histórica entre los dos Testamentos. En el Nuevo Testamento

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surge una Moral totalmente nueva a partir de la plenitud y novedad absoluta de la revelación en Cristo Jesús. Ahora bien: mirando la Moral israelita desde el Nuevo Testamento y aplicando los criterios hermenéuticos debidos, existen en la Moral del Antiguo Testamento valores asumibles también por el cristianismo. Pero muchos postulados morales de esta Moral no pueden ser asumidos por el cristianismo: o porque corresponden a su contextualidad histórica, religiosa y cultural, o porque abiertamente son superados por la Moral cristiana. La principal propuesta del Antiguo Testamento aceptable por la Moral cristiana, proviene de la aplicación de la proporción de proporciones que se establece de la siguiente manera: así como en Israel su comportamiento ético se entendió como la forma práxica de relación religiosa con Yahveh, así el comportamiento ético del cristiano resulta ser la forma práxica de relación religiosa con su Dios Trino. Pero es evidente que no se puede afirmar que la relación religiosa del cristiano con Dios Trino suceda operando el comportamiento ético propio de Israel”.3







EJERCICIO DE AUTOEVALUACION •

Describa con brevemente cada una de las claves hermenéuticas y teológicas para un acercamiento adecuado al Antiguo Testamento desde la moral. Complete las siguientes afirmaciones: o La moral israelita no tiene una aplicación de carácter _________ porque..... o La novedad absoluta para la moral cristiana se encuentra en _________ ¿Qué valores morales del Antiguo Testamento conservan su vigencia para el cristianismo? ¿Cuál sería el criterio para su aplicación?





2. CLAVES HERMENEUTICAS Y TEOLOGICAS PARA ADECUADO AL NUEVO TESTAMENTO DESDE LA MORAL.

UN

ACERCAMIENTO

♦ La novedad absoluta y definitiva de la revelación acontece en Jesucristo, su vida y praxis de liberación, razón por la cual desde su proyecto se debe leer adecuadamente cualquier normativa del Antiguo Testamento. El mismo Jesús aplica este principio cuando da un nuevo sentido a la ética de sus antepasados. Veámoslo a partir del testimonio de Mateo:

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Cfr. Alberto Múnera D.S.J Cátedra de Teológica Moral Fundamental. Universidad Javeriana. 2011

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«Han oído que se dijo a los antepasados: = No matarás; = y aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego....Mt. 5, 21-22 «Han oído que se dijo: = No cometerás adulterio. =Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón”. Mt. 5, 27 «También se dijo: = El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. =Pues yo les digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio. Mt. 5, 31-32 «Han oído que se dijo: = Ojo por ojo y diente por diente. = Pues yo les digo: no resistan al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda. «Han oído que se dijo: = Amarás a tu prójimo = y odiarás a tu enemigo. Pues yo les digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan Mt. 5, 38-44 Como lo expresa claramente el testimonio de sus seguidores y seguidoras en la tradición del Evangelio de Mateo, Jesús conoce la ética de su pueblo judío, pero la relee desde sus propias categorías, contrapone con la expresión “pero yo les digo” una nueva practica basada ya no en el cumplimiento de la ley antigua, sino en la nueva ley de la misericordia que responde a las exigencias profundas del amor. Esta nueva perspectiva hermenéutica de los oprimidos colocada en boca de Jesús ofrece nuevas dimensiones de relación que conforman una ética alternativa a esas formas primitivas de comportamiento como la revancha, venganza o exclusión de la mujer. Jesús dice que no es suficiente el simple cumplimiento del respeto por la vida: “no matar” sino la exigencia que conlleva la responsabilidad humana y estructural de un cambio de relaciones por una misericordia activa, dinámica y creativa. ♦ El “pero yo les digo” conduce a recrear la moral afirmada no en la visión reduccionista de la ley sino en la afinidad con el Dios que ama hasta entregarlo todo. Esta afinidad con Dios que supera la norma y la convierte en proyecto de vida es expresada por el Evangelio en la conclusión del capítulo 5, 48: “sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial”. Perfección moral leída en clave de santidad como lo expresa también 1.P, 1,15-16 “sed santos en toda vuestra conducta...porque santo soy yo. A la santidad del Padre revelada en el proyecto de Jesús no se llega por el camino de la ley, sino de la Gracia, de la 18

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acción del Espíritu que transforma ontológicamente a quien se deja alcanzar por Cristo (cfr. Filp. 3, 12-14) ♦ El Nuevo Testamento supera la propuesta moral del Antiguo Testamento y nos encausa por los caminos del Reino anunciado por Jesús de Nazaret. Las bienaventuranzas de Mateo (5, 1-12), de Lucas (6, 20-23) y las escondidas 7 bienaventuranzas del Apocalipsis (1,3; 14,13;16,15;19,9;20,6;22,7;22,14) presentan un proyecto de vida que no es otra cosa que una propuesta moral eminentemente cristiana de “escuchar y guardar la Palabra”. (Ap.1, 3) Ser “oyente de la Palabra” como condición de posibilidad de lo que es y ha de ser el ser humano, que lo humaniza como lugar de la trascendencia (K. Rahner); que nos hace un lugar donde Dios suceda, donde habite el Espíritu de Dios como fuente permanente que transforma en Dios (Juan 4,14). Aquí, en esta propuesta de crecer como personas en sintonía con los impulsos del Espíritu y no en otro lugar hallamos el núcleo de una verdadera Moral del seguimiento.. Razón por la cual vivir con los ojos puestos en Jesús y su praxis de liberación resume el llamado a la santidad que nos llevará a alcanzar la talla de Cristo Jesús (Ef 3, 17-19). Por valiosos y significativos que hubieran sido los procesos reveladores del Antiguo Testamento son preparación a la manifestación plena de Dios en la historia. Según esta revelación es en los hechos y Palabras de Jesús que encontramos la normatividad moral cristiana no en cuanto preceptos y normas, sino en cuanto constituyen el nivel más alto de revelación dada por Dios. (cfr. Dei Verbum No. 197-198). Por esta razón es importante atender a las siguientes precisiones: “Supuesta la contextualización histórica de la revelación en un ámbito étnico y cultural determinado como es el de Israel en la época de Jesús, no se puede pretender una universalización de los datos morales del Nuevo Testamento. Aplicando también al Nuevo Testamento la proporción de proporciones, los comportamientos éticos están contextualizados: las actitudes y criterios de Jesús, son normativos para los cristianos, pero en el Nuevo Testamento aparecen aplicados en un contexto socio-cultural determinado. Así, pues, lo que resulta normativo son esos criterios y actitudes, pero referidos al contexto sociocultural actual. Con lo cual se muestra cómo la Moral cristiana contemporánea no es relativista, porque mantiene la unidad de criterios y parámetros crísticos como referente último del obrar moral cristiano, si bien es una Moral relativa porque 19

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no los absolutiza sino que los considera susceptibles de ser referidos a realidades socioculturales diferentes, con lo cual el proceder cristiano aparece distinto en diversos momentos y circunstancias de la historia. Así podemos afirmar que la Moral cristiana entendida de esta manera, no se puede absolutizar porque es relativa a tiempos, lugares y personas, pero tampoco es relativista porque mantiene como referente insustituible la realidad divino-humana del Señor Jesús como es propuesta en el Nuevo Testamento”4 Para fundamentar las afirmaciones anteriores recordemos las orientaciones conciliares de la Dei Verbum 217-219 para interpretar la Sagrada Escritura, que nos pide investigar y preguntar por el sentido que quisieron darle quienes escribieron los textos de la Biblia de acuerdo a su situación, tiempo y cultura. También es importante tener en cuenta que los Escritos del Nuevo Testamento son testimonios de las comunidades después de la pascua en los cuales no se trascriben las mismísimas palabras de Jesús, sino lo que las discípulas y discípulos conservaron en su memoria y transmitieron a los suyos. Así comenta T.Trigo: «Cristo y los Apóstoles no dirigieron sus instrucciones morales al hombre en sí, sino a los judíos de Galilea y de Judea, a los corintios y a los filipenses. Pero los hombres del siglo veinte, que somos nosotros, no son judíos ni griegos del primer siglo; por tanto, todos los deberes morales referentes a los judíos y griegos de entonces no podrían dirigirse a nosotros del mismo modo. La teología moral debe tener esto en cuenta en la elaboración de sus pruebas escriturísticas»5 SINTESIS DE LA SEGUNDA PARTE En síntesis debemos dejar claro de esta segunda parte lo siguiente: •

Toda norma moral del Antiguo Testamente debe ser interpretada a partir de las enseñanzas y criterios que Jesús de Nazaret nos enseñó. La tradición bíblica en Mateo nos explica el principio anterior cuando pone en boca de Jesús la frase: se les dijo que hicieran esto o aquello, pero yo les digo... La Moral del Seguimiento se encuentra no por el camino de la ley sino por la afinidad con Dios, revelado en Jesús de Nazaret, el Dios “humano y sencillo” como dice nuestro canto “El Dios de los pobres”. Esta afinidad de sentimientos con los de Jesús nos enseña el camino de la santidad como la entendió San Romero de América, o tantas santas

• •

4

A. Múnera D. S.J. U Javeriana.

5

TRIGO, Tomás, El debate sobre la especificidad de la Moral Cristiana, Pamplona 2003. P.132.

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latinoamericanas que entregaron su vida en lo cotidiano como una Teresita Ramírez desde su salón de clase. Aunque el Antiguo Testamento tiene un valor incalculable especialmente desde la perspectiva profética, el Nuevo Testamento supera la propuesta moral a partir del proyecto de Jesús y su Reino. La Dei Verbum nos dice claramente en los Nos 197-198 que en los hechos y Palabras de Jesús encontramos la normatividad moral cristiana, no hay otra fuente ni la habrá, por encima de esta. Sin embargo tampoco podemos aplicar directamente las enseñanzas de Jesús sin atender al contexto en que lo dijo. Para nosotros y nosotras hoy son normativas las enseñanzas de Jesús, pero leídas desde nuestro contexto actual. Jesús era judío y respondía a su entorno cultural, nosotros y nosotras debemos tomar sus criterios y actitudes y releerlos desde nuestra situación particular. Razón por la cual el comportamiento cristiano se debe adaptar a cada época. De lo anterior se sigue que la Moral del seguimiento no es relativista, porque si fuera así, no tomaríamos en cuenta la vida o el proyecto de Jesús y cada quién se regiría según su parecer sin ninguna normatividad. Por esta razón hablamos de seguimiento de Jesús, no de imitación de Jesús. El que imita copia y no podemos copiar normas vividas hace más de dos mil años. En las CEBs trabajamos mucho la hermenéutica bíblica, precisamente para encontrar detrás de las palabras de Jesús los testimonios de las Comunidades Originarias que lo interpretaron y asimilaron sus enseñanzas en nuevas situaciones. Dios nos sigue hablando, se sigue manifestando por la acción del Espíritu del Padre y del Hijo y esta “escucha” atenta al Espíritu nos mostrará de manera creativa y liberadora cómo debemos actuar en sintonía con Dios.

EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN • • •

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¿En el contexto de las enseñanzas dada por Jesús en Mateo, ¿Cuál era la finalidad de la frase de Jesús “pero yo les digo”? Explique con sus propias palabras la diferencia entre “moral relativa” y “moral relativista” Complete las frases siguientes: o El núcleo de la moral del seguimiento lo encontramos en... o Lo que resulta normativo para la moral son los criterios y actitudes de Jesús, pero referidos al ... o La moral cristiana contemporánea no es relativista porque..... o La moral cristiana no es absoluta porque ...... Escuela de CEBs. Oscar A Romero

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EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN Después de estudiar detenidamente las claves hermenéuticas anteriores reflexione en 2.Cor. 3, 12-18 • • • •

¿Qué conclusiones teológicas puede hacer? ¿Qué conclusiones morales se siguen de las anteriores conclusiones teológicas que ha sacado? ¿Que aplicaciones pastorales son pertinentes? Desarrolle el ejercicio de profundización de manera personal y preséntelo para ser evaluado. Si pertenece a un grupo local comparta el ejercicio el día de su reunión de estudio y presenten, en la fecha indicada, a su tutor/ra virtual la síntesis grupal para ser evaluada.

LECTURA DE COMPLEMENTACION Profundice los anteriores contenidos en José Román Flecha Andrés. ORIENTACIONES BÍBLICAS PARA LA TEOLOGÍA MORAL Teología moral fundamental C. III Biblioteca de autores cristianos Madrid • 2001. (Ver anexo Unidad I) GLOSARIO: Clave hermenéutica: clave de interpretación. Es la llave que nos permite entender la perspectiva desde donde se habla. Cuando en el módulo hablamos de claves hermenéuticas nos referimos a pistas para hacer un adecuado acercamiento a la moral. Decálogo: o diez mandamientos de Moisés. Etica: es una rama de la filosofía que se ocupa de los actos y costumbres humanas. Si habla del comportamiento humano la ética también tiene que ver con la antropología. Hagiógrafo: se dice de las personas o comunidades que escribieron los libros de la Biblia. Hermenéutica: la palabra viene del griego ἑρµηνευτικὴ τέχνη, jermeneutiké tejne, ‘arte de explicar, traducir o interpretar’. La hermenéutica es pues la ciencia de la interpretación de textos en la teología, en la Biblia, la filología y la crítica literaria. Actualmente se habla de la hermenéutica de género, campesina, afro-descendiente, ecológica, de los niños y las niñas etc., estas son las llamadas hermenéuticas específicas. Con eso se quiere decir que la interpretación del texto bíblico o teológico se hace desde una perspectiva determinada. Cuando se dice de guardar las debidas proporciones hermenéuticas de tiempo y cultura, se quiere decir que hay que tener en cuenta las diferencias de mentalidad de cada época, de cada cultura y no superponerlas a la actual.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Moral: es la misma ética, pero vista desde la perspectiva de la fe. La moral tiene en cuenta los actos y los valora de acuerdo a los criterios creyentes. En el cristianismo es el Evangelio y la persona de Jesús el criterio de moralidad fundamental para la vida. Ontológico: es lo perteneciente o relativo a la ontología. (Del gr. ὄν, ὄντος, el ser, y -logía).. La ontología se ocupa de la definición del ser y de establecer las categorías fundamentales o modos generales de ser de las cosas a partir del estudio de sus propiedades. La ontología estudia los seres en general, el ser de Dios por excelencia y los seres humanos, pero también se puede ocupar de las piedras, los animales, los números, pero fijándose en su ser, y trata de establecer la dimensión o característica esencial que les define de ese modo y no de otro. Por ejemplo, qué nos hace ser personas y no animales. La ontología es la ciencia más universal de todas, puesto que se refiere a la totalidad de las cosas y no hay nada que no caiga bajo su consideración. El que ama le dice a su amada: “te amo con todo mi ser” este ser del que habla encierra todo lo que es, lo que vive, lo que siente. Parámetro crístico: Un parámetro es un dato que es tomado como necesario para analizar o valorar una situación. En este caso el parámetro Crístico quiere mostrarnos la perspectiva desde Cristo Jesús como algo prioritario que debe tenerse en cuenta. Praxis, práxica: se podría decir que es sinónimo de práctica, pero la palabra praxis es más completa, va más allá, conlleva transformación, compromiso Relativismo: El relativismo consiste en el pensamiento que sostiene que la verdad de todo conocimiento o principio moral depende de las opiniones o circunstancias de las personas. Moral Relativa: quiere expresar que tiene como punto de referencia la persona y enseñanza de Jesús de Nazaret. Es moral relacionada con el Nuevo Testamento, específicamente con Jesucristo. Revelación: en el contexto teológico hace referencia a las manifestaciones de Dios en la historia. Dios se deja ver, se muestra, se revela, se nos da, nos sale al encuentro. La mayor revelación de Dios es Jesucristo. Transformación ontológica: es la transformación de nuestro ser en su totalidad.

BIBLIOGRAFIA • • • • • • • • • • • • •

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CROATTO, J.S., Alianza y experiencia salvífica en la Biblia, Paulinas, Buenos Aires 1964. ENDRES, HUMBERT, KOCH, CORRIVEAU, EstuDios de Moral Bíblica, Perpetuo Socorro, Madrid 1969. EXELER, A., Los diez mandamientos, Sal Terrae, Santander 1983. FLECHA, J.R., Teología Moral Fundamental, BAC, Madrid 1994. FLECHA, J.R., La vida en Cristo, Sígueme, Salamanca 2000. HAMEL, E., Los diez mandamientos, Sal Terrae, Santander 1972. IMSCHOOT, O., van, Teología del Antiguo Testamento, Fax, Madrid 1969. MESTERS, C., Por trás das palavras, Vol. 1, Vozes, Petropolis 1993, Cap.6. MESTERS, C., Hacemos camino al andar, Paulinas, Bogotá 1987. MOWINCKEL, S., Le decalogue, Felix Alcan, París 1927. NEUHAUSLER, E., Exigence de Dieu et morale chrétienne, Du Cerf, Paris 1971. TRESMONTANT, C.l, La doctrina Moral de los profetas de Israel, Taurus, Madrid 1962. VIDAL, M., Nueva Moral Fundamental, Desclée, Bilbao 2000, pp. 301-338.

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VIDAL, M., Conceptos fundamentales de ética teológica, Trotta, Valladolid 1992, WEBER, H., Teología Moral General, Herder, Barcelona 1994.

SEGUNDA UNIDAD VISIÓN PANORÁMICA DE LA MORAL PRECONCILIAR

ESQUEMA GENERAL DE LA UNIDAD ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦

♦ ♦ ♦ ♦ ♦

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES OBJETIVOS INTRODUCCIÓN MAPA CONCEPTUAL EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD LA MORAL TRADICIONAL, UN SISTEMA NORMATIVO EJERCICIO DE AUTOEVALUACION OTRAS CARACTERISTICAS DE LA MORAL TRADICIONAL • EL SER HUMANO • LA REVELACIÓN • SENTIDO GENERAL DE LA MORAL TRADICIONAL SINTESIS EJERCICIO DE AUTOEVALUACION EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN GLOSARIO BIBLIOGRAFIA

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES PERSONALES Y GRUPALES ACTIVIDAD

Ejercicio realidad

la

Desarrolle la guía de aproximación a la realidad y preséntela para ser evaluada.

Haga una primera lectura de toda la unidad, incluyendo la introducción y los objetivos Ejercicio de Autoevaluación 1

Investigue en el glosario o en otro medio a su alcance los términos desconocidos

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de

aproximación

DESCRIPCIÓN

a

Responda a las preguntas señaladas y en cada una escriba las razones de su respuesta. No será evaluado el ejercicio. Compártalo con su grupo de estudio local o virtual.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Ejercicio de Autoevaluación 2

Responda a las preguntas indicadas y presente el ejercicio para ser evaluado.

Ejercicio de profundización

Comparta este ejercicio con su grupo de estudio local y virtual en el foro de su grupo. Se evaluará la calidad y cantidad de sus participaciones.

OBJETIVOS • • • • •

Hacer un acercamiento a la Moral Tradicional de corte filosófico y conocer sus limitaciones para el momento presente. Tomar conciencia de las consecuencias para la vida personal y comunitaria de la vigencia de estos esquemas morales al interior de la Iglesia. Comprender el valor del Concilio Vaticano II en la renovación de la moral. Adquirir elementos de juicio que permitan el crecimiento en la Teología Moral liberadora. Madurar en una sana autonomía frente a visiones morales legalistas.

INTRODUCCIÓN La unidad anterior tuvo como objetivo presentar unas claves hermenéuticas y teológicas para un acercamiento adecuado al Antiguo y Nuevo Testamento, según las orientaciones del Concilio Vaticano II, especialmente desde la DEI VERBUM. Se trató de ofrecer algunas pistas generales para orientar el estudio de la moral, desde una perspectiva crítica, respecto al manejo inadecuado de la Biblia. Obviamente no se pretendió hacer un acercamiento exhaustivo y completo a la moral en la Biblia, puesto que a lo largo del módulo este será su eje transversal y referente permanente. Hemos afirmado que la moral cristiana debe estar centrada en la persona de Jesucristo, en su vida y obras, en sus hechos y palabras como dice el Concilio V.II. Para nosotros y nosotras que seguimos a Jesús en comunidad nada puede distraer este punto de referencia fundamental. Sin embargo vimos que Jesús de Nazareth fue judío, afectado por situaciones culturales de su tiempo, como lo está todo ser humano. De allí la importancia de aplicar debidamente las claves o llaves de interpretación de la biblia a través de una ciencia llamada “hermenéutica”. Esta ciencia nos ayuda a comprender los contextos de las palabras y de las costumbres vividas por Jesús y a llegar al núcleo fundamental de las enseñanzas. Cuando logramos hallar las perlas, el tesoro se hace visible y despojado de todo lo que lo cubre, experimentamos el gozo de haber encontrado aquello por lo cual 25

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debemos vender todo para conseguirlo. Esta metáfora del Evangelio nos lleva pues a comprender la urgencia de discernir todo lo que acontece en nuestra vida, para escoger aquello que vale la pena vivir y así, gastar nuestras energías para hacer que el tesoro sea parte de nuestro ser. La moral del seguimiento nos lleva pues a encontrar la perla preciosa de Jesús e incorporarnos a su proyecto con todo lo que somos y sentimos. Este proceso es muy complejo, es decir se hace complicado a la hora de ponerlo en práctica. Desafortunadamente la evangelización en muchos espacios eclesiales no ha sido clara, a veces lo central del seguimiento se pierde en la normatividad eclesiástica, en la canonicidad de la ley, en teologías ya superadas por el Concilio Vaticano II. Muchos jerarcas siguen añorando “las cebollas de Egipto”, las doctrinas del concilio de Trento, del Concilio Vaticano I, razón por la cual la moral continúa aferrada a la ley y con ello la novedad de Cristo Jesús no termina de ocupar la centralidad en el cristianismo. En esta unidad vamos a asomarnos por esta ventana con vidrios opacos, algunos rotos por el tiempo, posiblemente nos veremos detrás de ella, también nosotros y nosotras afectados por enseñanzas pegadas a nuestra piel, a nuestra conciencia, que no nos dejan ser libres, que nos mantienen cautivos y cautivas. Asomarnos por esta ventana será de gran importancia para comprender también a nuestra Iglesia tan llena a veces de complejos, ataduras, pero al mismo tiempo valorarla en su sabiduría que logró, gracias a la teología liberadora del Concilio Vaticano II, cambiar las ventanas, arreglar la casa, despejar la entrada y mostrarnos el camino correcto. Con el Evangelio en una mano y el Concilio en otra, con los pies metidos en el polvo de nuestros barrios, recorreremos una etapa difícil, la que nos muestra la moral pre-conciliar, en la que muchos de nosotros y nosotras posiblemente fuimos formados y formadas, la moral de nuestros abuelos y abuelas. Con respeto analizaremos sus esquemas, también aquí no podemos olvidar los contextos sociales y culturales que les dieron origen. Para hacer un acercamiento respetuoso a los parámetros o directrices de esta moral preconciliar contamos con una limitación grande: la falta de herramientas de tipo filosófico, prerrequisito para analizarlas responsablemente. Recordemos que la teología preconciliar se estructura desde la filosofía, razón por la cual es tan extraña para nuestras CEBs. Trataremos de obviar este obstáculo con la explicación de algunos términos que hacen más legible su análisis. No quiero decir con esto que la teología actual prescinde de las ciencias filosóficas, las necesita para estructurar el pensamiento teológico, pero se expresa de otra manera, desde las categorías bíblicas. 26

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La fuente fundamental de esta unidad como ya lo expresamos al principio de este módulo serán las investigaciones de los moralistas actuales citados en la bibliografía, especialmente de Alberto Múnera S.J., personas de gran seriedad profesional y de credibilidad magisterial. Esta unidad ofrecerá una “visión panorámica de la moral preconciliar”, serán unas pinceladas que nos permitan ubicarla, no pretendemos presentar detalladamente sus procesos históricos que de alguna manera la explican, ni las Escuelas que le dieron vida. Dispongámonos pues a mirar por esta ventana al pasado y sorprendámonos si nos encontramos confortables en esta instancia de ayer que sigue vigente. MAPA CONCEPTUAL

EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD Lea los numerales del Catecismo de la Iglesia Católica 1992 de Juan Pablo II que se citan a continuación y analice lo siguiente: 1- ¿Qué contradicciones encuentra respecto a las orientaciones de la DEI VERBUM analizadas en el capítulo anterior?

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2- Confronte estos numerales del Catecismo con el espíritu de la carta a los Hebreos 1, 1-2; 3, 1-6; 7, 15-19; 8, 6-7 y de Gálatas 3, 23-29; 4, 8-11. ¿En qué puntos contradice el Catecismo las afirmaciones de estos textos bíblicos? 3- Investigue en su parroquia: ¿Qué valor dan en la catequesis a los 10 mandamientos? ¿Creen que estos contenidos forman adecuadamente para responder a los graves problemas morales de la sociedad actual? 4- Presente su trabajo en la fecha indicada para ser evaluado. No. 121 “El Antiguo Testamento es una parte de la Sagrada Escritura de la que no se puede prescindir. Sus libros son libros divinamente inspirados y conservan un valor permanente (cf. DV 14), porque la Antigua Alianza no ha sido revocada.” No.2056“La palabra "Decálogo" significa literalmente "diez palabras" (Ex 34,28; Dt 4,13; 10,4). Estas "diez palabras" Dios las reveló a su pueblo en la montaña santa. Las escribió "con su Dedo" (Ex 31,18; Dt 5,22), a diferencia de los otros preceptos escritos por Moisés (cf Dt 31,9.24). Constituyen palabras de Dios en un sentido eminente. Son trasmitidas en los libros del Éxodo (cf Ex 20,1-17) y del Deuteronomio (cf Dt 5,6-22). Ya en el Antiguo Testamento, los libros santos hablan de las "diez palabras" (cf por ejemplo, Os 4,2; Jr 7,9; Ez 18,5-9); pero es en la nueva Alianza en Jesucristo donde será revelado su pleno sentido” No.2057 El Decálogo se comprende mejor cuando se lee en el contexto del Éxodo, que es el gran acontecimiento liberador de Dios en el centro de la antigua Alianza. Las "diez palabras", bien sean formuladas como preceptos negativos, prohibiciones o bien como mandamientos positivos (como "honra a tu padre y a tu madre"), indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud del pecado. El Decálogo es un camino de vida...” No. 2064 Fiel a la Escritura y siguiendo el ejemplo de Jesús, la Tradición de la Iglesia ha reconocido en el Decálogo una importancia y una significación primordiales. No.2065 Desde S. Agustín, los "diez mandamientos" ocupan un lugar preponderante en la catequesis de los futuros bautizados y de los fieles. En el siglo quince se tomó la costumbre de expresar los preceptos del Decálogo en fórmulas rimadas, fáciles de memorizar, y positivas. Estas fórmulas están todavía en uso hoy. Los catecismos de la Iglesia han expuesto con frecuencia la moral cristiana siguiendo el orden de los "diez mandamientos". No. 2070 Los diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios. Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto, indirectamente los derechos fundamentales, inherentes a la naturaleza de la persona humana. El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la "ley natural":

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LA MORAL TRADICIONAL, UN SISTEMA NORMATIVO La moral tradicional ha sido estructurada en un sistema normativo basado en el esquema de la teología moral neo escolástica de Santo Tomás (año 1225-1274). El siguiente cuadro establece una comparación entre los esquemas de Santo Tomás y los del Catecismo de la Iglesia Católica 1992 veámoslo: Summa Theologica

El fin último del hombre Los actos humanos Las pasiones La conciencia Las virtudes Los dones del Espíritu Santo Los vicios y pecados La ley (natural, divina: antigua y nueva) La Gracia y el mérito

I-II,

I, I-II,

1- 5 6- 21 2- 48 12- 13 55- 67 68- 70 71- 89 90-108 109-114

Catecismo de la Iglesia Católica 1992

1716-1729 1730-1761 1762-1765 1776-1702 1803-1829 1830-1832 1846-1876 1949-1986 1987-2029

Al plasmar un pensamiento filosófico y teológico de la neo-escolástica, más propio de los antiguos manuales de moral en un catecismo para nuestro tiempo, nos encontramos con graves vacíos de desconocimiento de las directrices del Vaticano II. Aunque el catecismo reiteradamente cita documentos del Concilio solo logra una ambigua mezcla de lo antiguo con lo nuevo que desorienta con un espíritu extraño, abstracto, racional y tremendamente lejano de las exigencias del momento presente, razón por la cual resulta ineficaz. Analicemos esto con algunos ejemplos: Como lo pudimos comprobar en el No.121 el Catecismo de la Iglesia Católica 1992 afirma que “la antigua alianza no ha sido revocada”, si es así, entonces debe permanecer vigente lo cual justifica una moral fundada en el decálogo y no en la Nueva Alianza. En la carta a los hebreos leemos claramente: “ Más ahora ha obtenido El un ministerio tanto mejor cuanto es Mediador de una mejor Alianza, como fundada en promesas mejores. Pues si aquella primera fuera irreprochable, no habría lugar para una segunda” (Heb. 8, 6-7). Según esto permanecer afirmados en la antigua Alianza desconoce el valor definitivo del Ministerio santo y maravilloso de Jesucristo o simplemente este no fue necesario porque la Antigua Alianza es suficiente.

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En el No. 2070 el Catecismo dice lo siguiente: “Los diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios. Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre”. Con esta enunciación el catecismo olvida que en Jesucristo los cristianos y cristianas encontramos el paradigma de humanidad inigualable e insustituible. Estos errores o descuidos teológicos, posiblemente son eso, descuidos involuntarios que resultan del esquema Moral utilizado, que puede clasificarse como teología Moral que intenta mostrarse renovada por el uso de la Escritura o la fundamentación del Concilio Vaticano II que cita, pero no alcanza a estructurarse desde la novedad de su teología, convirtiéndose las referencias en remiendos nuevos en vestidos viejos (Lc.5,36) Este énfasis desmedido al decálogo en el catecismo se conjuga con las excesivas 715 referencias al pecado y las 320 menciones a la ley. Un peso insoportable a la conciencia de los y las creyentes que se confían en este tipo de doctrinas, que terminan debilitando la esperanza y que confunden la búsqueda honesta, en una réplica de los antiguos manuales de moral ya superados por la teología post-conciliar y liberadora. Veamos algunas características de estos manuales antiguos de moral para que podamos constatar su cercanía con el catecismo en su lenguaje y estructura: “Al estudio de la ley se da un extenso tratamiento en los Manuales tradicionales de Moral;...se adentran los autores en el estudio de la ley natural, de la ley divina antigua que se supone revelada y promulgada por Dios, de la ley divina positiva del Nuevo Testamento y de la ley humana tanto civil como eclesiástica. Por supuesto se considera la ley penal, y dentro de ésta, lo que corresponde a las penas y censuras eclesiásticas. Posteriormente se analiza la obligación de la ley, para lo cual se tiene en cuenta su naturaleza, su extensión y la exigencia de su cumplimiento. Tan extenso como el estudio de la ley es el tratamiento de los vicios y pecados. Allí se hacen múltiples divisiones para su análisis: el pecado actual (por oposición al original) se divide en mortal y venial. Las condiciones del mortal son materia grave, plena advertencia y pleno consentimiento. Se estudia la gravedad objetiva de la materia por relación con la ley. Las condiciones del venial son la materia leve, alguna advertencia y algún consentimiento, también en relación con la ley. Posteriormente se hace la distinción específica de los pecados: por diversidad de objetos, por oposición a las virtudes, por oposición a leyes moralmente diversas. Luego viene la distinción numérica de los pecados: por pluralidad de actos y objetos o de los actos. Los

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pecados en particular incluyen el análisis de pecados internos por complacencia morosa, por deseo y por gozo. Por aparte se consideran los siete pecados capitales. Las virtudes se dividen por razón del objeto (Dios por una parte y la honestidad de los actos por otra) en teologales y morales. Por razón de su importancia, entre las morales hay cuatro que se llaman cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Las virtudes anejas a las cardinales son: subjetivas, integrales y potenciales. Hay virtudes infusas y adquiridas. Se pierden con un pecado mortal cualquiera, excepto la fe que sólo desaparece con pecados directamente opuestos a ella. 6 Aunque suena muy extraña y lejana esta descripción de la moral de los manuales antiguos, tuvo una larga duración, si es que se puede hablar en pasado, puesto que actualmente llega a través de los catecismos de muchas parroquias que utilizan la versión actualizada de la antigua de Gaspar Astete (1537-1601), que en realidad son versiones maquilladas con textos bíblicos, pero que no forman en la espiritualidad bíblica, ni expresan la riqueza de las actuales hermenéuticas bíblicas latinoamericanas. Podemos preguntarnos: ¿no estará aquí una de las causas de la falta de formación de la conciencia moral de los y las creyentes? ¿No habrá colocado este modelo de Iglesia de cristiandad la responsabilidad ética en los confesores y predicadores que señalan lo que es pecado de acuerdo al cumplimiento o violación de la ley? ¿No constatamos en las nuevas generaciones un vacío de convicciones éticas o morales? La insistencia en una pedagogía moral ajena y distante al ritmo del mundo actual, produce una esquizofrenia al interior de la Iglesia Católica, que no llevará por el camino de transformación social requerida por el Evangelio. EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 1 • •

6

Responda a las preguntas señaladas anteriormente y en cada una escriba las razones de su respuesta. Comparta con su grupo de estudio local o con su grupo virtual

A. Múnera D. S.J. U. Javeriana 2011

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OTRAS CARACTERISTICAS DE LA MORAL TRADICIONAL Para comprender un poco más la teología Moral Tradicional, demos una mirada a algunas categorías que son corrientes en su pensamiento: EL SER HUMANO ♦ El ser humano se propone en esencias universales. Es decir se habla de una “naturaleza humana” en abstracto, que no existe en ninguna parte, no de personas concretas, históricas y situadas. ♦ Esta Moral Tradicional afirma que existen leyes eternas, universales e inmutables, que rigen este ser humano en “abstracto” como un ser a- histórico, desencarnado, que existe solo en la razón y no en una realidad social y cultural determinada. De lo cual se sigue que desde este razonamiento filosófico lo único que le corresponde a la Ética y a la Teología Moral es deducir de la naturaleza las leyes morales y establecer, en consecuencia, el bien y el mal moral por la conformidad o disconformidad con ellas. ♦ La bondad y la maldad moral se expresan con categorías abstractas dirigidas por la ley natural. LA REVELACIÓN ♦ Alejada de la historia como lugar privilegiado donde Dios se deja oír. ♦ Muestra desinterés por los contextos socioculturales de los pueblos donde Dios se manifiesta. ♦ Se interpreta desde una exégesis fundamentalista que desconoce la mediación humana de la revelación. ♦ Es expresión de una ley positiva dada por Dios a todos los seres humanos. ♦ Centrada en el Antiguo Testamento, especialmente en la ley Mosaica ♦ Desconoce la novedad absoluta del Nuevo Testamento. ♦ Da escasa importancia a la centralidad de Jesucristo en la teología Moral. ♦ Reduce la temática moral al Decálogo y a los Mandamientos de la Iglesia. SENTIDO GENERAL DE LA MORAL TRADICIONAL ♦ La moral tradicional usa la casuística como metodología. ♦ Institucionaliza eclesialmente una Moral como idéntica para todos, desconociendo la diversidad de personas y la inevitable historicidad y pluralidad de situaciones. 32

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♦ ♦ ♦ ♦

Utiliza el concepto legalista de pecado. Hace una interpretación moralizante de los Sacramentos. Considera la conciencia y la libertad sólo en términos sicológicos, no teológicos. Presenta las virtudes teóricas como parámetros del obrar cristiano. Según comentario de Marciano Vidal “la moral católica de los últimos siglos al expresar la moral en términos de ley natural pierde cada vez más la referencia a la realidad, cayendo en propuestas deshumanizadoras.” 7 Es por esto que la moral tradicional obliga a los cristianos y cristianas a vivir una doble moral: por un lado deben atender las normas del Magisterio como por ejemplo en el caso de la planificación natural de los hijos y por otro la ciencia les muestra otro camino más eficaz. La realidad es que optan por lo segundo aunque asuman el peso de la exclusión eclesiástica. Podemos citar muchos otros ejemplos como el de la unión libre de parejas que aún viviendo por muchos años en fidelidad, respeto y amor sacramental, se ven imposibilitadas de contraer el matrimonio canónico, porque alguno de ellos se había casado en su juventud por la Iglesia y no pueden pagar la anulación de este vínculo previo. Estas parejas, aunque viven en santidad, la ley los excluye de la comunión eclesial. Por el contrario resulta deshumanizante el vínculo matrimonial de personas que abandonan los hijos concebidos en uniones previas y reciben sin ningún impedimento la bendición sacramental. Estas incoherencias al aplicar la ley canónica se agravan todavía más con las consecuencias ya conocidas de la imposición generalizada del celibato en el ministerio sacerdotal o la exclusión de la mujer, por su sexo, al ministerio presbiteral. Afirma también Vidal que “sólo asumiendo la singularidad humana, es decir, proponiendo una moral que rescate los seres humanos en su contexto, con sus contradicciones y problemáticas concretas se puede recuperar el objeto de la moral. Únicamente así podremos construir un saber teológico-moral de signo eficaz, es decir, transformador de la realidad humana.”8 Si se continúa aplicando una moral estática y legalista se desconoce el dinamismo humano y social que pide a gritos una adaptación a los tiempos cambiantes. Dice el concilio: “El espíritu científico modifica profundamente el ambiente cultural y las maneras de pensar...La humanidad pasa así de una concepción más bien estática de la realidad a otra más dinámica

7 8

Cfr.VIDAL, M., La propuesta moral de Juan Pablo II, Madrid 1994. Ibídem

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y evolutiva, de donde surge un nuevo conjunto de problemas que exige nuevos análisis y nuevas síntesis.”. Concilio V.II ( G.S No. 5) Para Vidal el humanismo de responsabilidad y de libertad iniciado, aunque tímidamente, por el Concilio Vaticano II no podrá llegar a su pleno desarrollo a través de los estrechos cauces de la doctrina neo-escolástica de la ley natural 9 SINTESIS •







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La Moral Tradicional respondió a la manera de pensar de tiempos antiguos. No podemos saber a ciencia cierta si para los cristianos y cristianas de aquella época fue útil, lo que si podemos decir es que para hoy resulta obsoleta, descontinuada, semejante a esos electrodomésticos a los que ya no les conseguimos repuestos. Sin embargo es una Moral que se sigue aplicando y al hacerlo se hace más daño que bien. Cuando los esquemas morales tradicionales se aplican en la catequesis, en la predicación o en el acompañamiento individual de los confesores, se produce un abismo, una división, una “esquizofrenia moral”, entre estas orientaciones y la vivencia del pueblo. En otras palabras ante la imposición de normas imposibles de llevar a la práctica, se opta por un proceder contrario a estas normas o se termina viviendo una doble moral: se da la apariencia de que se cumplen todos los mandatos morales, pero no se viven en realidad. La moral tradicional al desconocer el contexto histórico, las condiciones del ambiente social y aplicar leyes iguales para todo el mundo se olvida de los compromisos evangélicos fundamentales. Ejemplo: una mamá a quien su confesor la induce a rechazar y echar de su casa a su hija adolescente embarazada, porque supuestamente no puede hacerse cómplice de su pecado. Aquí el presbítero juzga una situación que desconoce y la califica de pecado (la de la niña embarazada) e implica a la madre de la niña en el supuesto pecado de la adolescente. La moral tradicional todavía vigente, bajo sus esquemas filosóficos (de Aristóteles y Santo Tomás) desconoce el avance de la moral a partir del Concilio Vaticano II y de las ciencias sociales y produce una tensión y conflicto entre las autoridades eclesiásticas que se mantienen en estos esquemas antiguos y los teólogos y teólogas que ofrecen alternativas liberadoras de la moral del seguimiento acorde con el Evangelio. El pueblo sufre las consecuencias de esta ambigüedad al interior de la Iglesia y muchas veces vive desorientado.

Ibídem

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Después de este breve acercamiento a los esquemas de la moral neo-escolástica que sustenta la Moral que hemos llamado moral tradicional, constatamos por un lado su ineficacia para ofrecer respuestas a las urgencias de transformación personal y social, que debe ser en último término el objeto de la moral liberadora y por otro lado percibimos su permanencia en la Iglesia, a pesar de las opciones y directrices del Concilio. En razón de lo anterior corresponde ofrecer alternativas morales, centradas en el Evangelio y en una espiritualidad abierta al mundo real, a los problemas concretos de nuestros pueblos y al discernimiento crítico que forme en el seguimiento de Jesucristo. En las unidades siguientes, la tercera y la cuarta, haremos una aproximación a dos grandes temas de la teología moral como son el Pecado Constitutivo y la Gracia Constitutiva, realidades que hacen parte de nuestro ser como creyentes en camino de liberación. Estas dos realidades se presentan unidas en nuestra vida, pero por razones metodológicas la veremos separadas en capítulos aparte. EJERCICIO DE AUTOEVALUACION 2 • • • • •

¿Cómo concibe al ser humano la moral tradicional? ¿Qué diferencia hay entre esta concepción y la concepción liberadora del ser humano? ¿Cuáles son las características de la revelación según la Moral tradicional? ¿Qué consecuencias trae esta percepción de la revelación para el cristianismo? Desarrolle este ejercicio para ser evaluado

EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN • •

Desde su experiencia personal, comunitaria o familiar ¿cómo los ha afectado la Moral tradicionalista? Comparta este ejercicio con su grupo de estudio local y virtual en el foro de su grupo. Se evaluará la calidad y cantidad de sus participaciones.

GLOSARIO Casuística: La casuística se desarrolló a partir del siglo XVI para seguir las prescripciones del Concilio de Trento (1545 y 1563) que ordenaba a los penitentes confesar y describir íntegramente todos los pecados mortales, razón por la cual los confesores debían saber cómo tratar cada caso. Esto llevó a la creación de innumerables tomos donde los moralistas proponían casos reales o ficticios y cómo tratarlos. La casuística fue muy criticada especialmente por el protestantismo por el excesivo interés de la Iglesia Católica en la aplicación de la ley.

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Categoría: Proveniente del latín, esta palabra alude a la cualidad que se asigna a una cosa. A su vez fue tomado del griego, donde “katigoria” se utilizó por asignarle según Aristóteles las categorías (nociones abstractas y generales) al ser: como la sustancia, la cantidad, la cualidad, la acción, la relación, la pasión, el lugar, el tiempo, la situación y el hábito, o sea todo lo predicable o atribuible a un sujeto. Esencias universales: clave de la metafísica aristotélica. El método, basado en definiciones de conceptos propuestos en términos de máxima abstracción, del cual se obtienen características universales, absolutas, inmutables, estáticas, definitivas y eternas, permanentes para cualquier momento de la historia. De allí surge la proposición de una ley natural con carácter de eterna, universal e inmutable. Esquizofrenia: El concepto de esquizofrenia tiene su origen en dos términos griegos: schizo (“división”, “escisión”) y phrenos (“mente”). En este contexto teológico moral hace referencia a la división entre lo teórico y lo práctico o entre lo abstracto y lo concreto, Ley natural: Ley natural Es la “participación de la ley eterna en la criatura racional”. Dirige y ordena nuestros actos para la adecuada realización de los bienes que nos son propios. Ya los griegos habían considerado que la naturaleza es un principio dinámico que se encuentra en los seres naturales, y capaz de determinar el comportamiento ordenado y legal de los seres. Las leyes naturales determinan el tipo de comportamiento que corresponde a cada cuerpo o ser natural. Santo Tomás acepta este punto de vista al considerar que los hombres tienen un conjunto de inclinaciones que corresponden a su propia naturaleza (como el apetito por el conocimiento, la libertad, la procreación, la sociabilidad, ...) y creerá posible establecer una división entre la conducta buena y la mala atendiendo a la compatibilidad de dichas conductas con las inclinaciones naturales: aquellas conductas que permiten la realización de las inclinaciones naturales son buenas y las que sean antinaturales malas. La principal diferencia del planteamiento tomista respecto del planteamiento griego está en que para Tomás de Aquino estas inclinaciones naturales descansan en último término en Dios, quien por su providencia gobierna todas las cosas y les da las disposiciones convenientes para su propia perfección. Aunque esta fundamentación teológica está implícitamente en algunas tesis platónicas y aristotélicas, no se presenta en la filosofía de estos autores con la claridad e importancia que lo hace en la tomista”. Ver. Santo Tomás, Suma Teológica I-II, cuestión 94, artículo 2 Cfr. .http://www.e-torredebabel.com/Historia-delafilosofia/Filosofiamedievalymoderna/ SantoTomas/ Ley Natural.htm Ley positiva: Santo Tomás consideró que las leyes positivas o leyes humanas (promulgadas por los Estados) deben ser expresión de la ley natural, la cual a su vez es expresión de la ley eterna. Santo Tomás, Suma Teológica I-II, cuestión 95, artículo 1 y 2 Metafísica: Disciplina filosófica que aspira al conocimiento de lo que se encuentra más allá de la experiencia, de lo trascendente. Naturaleza: La naturaleza, en el contexto de esta unidad, aparece revestida de un carácter sagrado, pues participa de un orden superior y se convierte por ello en una manifestación de ese logos divino, de esa ley eterna que anima todo el universo y orienta la conducta humana...Este principio, desarrollado más por la filosofía estoica, penetra ya en la ética cristiana de los primeros tiempos y así encontramos autores que condenan afeitarse la barba, llevar peluca, utilizar productos de belleza, teñirse o cortarse el pelo las mujeres,

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MORAL DEL SEGUIMIENTO etc., por ser una ofensa al Creador, cuya voluntad se manifiesta en los fenómenos naturales... A. Múnera D.S.J. op.cit. Cfr. López Azpitarte El nuevo rostro de la Moral.. Pag.112 ss. Neo escolástica: La escolástica fue la corriente teológico-filosófica dominante del pensamiento medieval, tras la patrística de la Antigüedad tardía, y se basó en la coordinación entre fe y razón, que en cualquier caso siempre suponía una clara subordinación de la razón a la fe. Su principal representante fue San Tomás. La neo-escolástica retoma y actualiza este pensamiento de Santo Tomás en los siglos IXX y XX. Paradigma: El término paradigma se origina en la palabra griega παράδειγµα (parádeigma) que a su vez se divide en dos vocablos "pará" (junto) y "déigma" (modelo), en general, etimológicamente significa «modelo» o «ejemplo»

BIBLIOGRAFIA • • • • • • • • • • • • • •

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ARREGUI-ZALBA, Compendio de Teología Moral (Diversas ediciones). CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, Asoc. Edit Catec, España 1992. CATECISMO HOLANDÉS, Herder, Barcelona 1969. CURRAN, Charles, ¿Principios absolutos en Teología Moral?, Sal Térrea, Santander, 1970. DEL POZO, G. (Dir.), Comentarios a la Veritatis Splendor, Madrid 1994. DYER, G., Catecismo de la doctrina católica, Herder, Barcelona 1979 GARCÍA ACUÑA, S., La decisión cristiana, Edicep, Valencia 2002. LÓPEZ AZPITARTE, E., El nuevo rostro de la Moral, San Benito, Buenos Aires 2006 Ver su Bibliografía al final de cada capítulo). OCARIZ, F., Naturaleza, Gracia y Gloria, Eunsa, Pamplona 2001 ROYO MARIN, Antonio, O.P., Teología Moral para Seglares, Tomos I y II, BAC, Madrid 1964. TRIGO, Tomás, El debate sobre la especificidad de la Moral Cristiana, Eunsa, Pamplona 2003. (Especialmente pp. 121-133 y 134-142). VIDAL, M., La Moral Fundamental en el Nuevo 'Catecismo', Vida Nueva Nº 1879, 93. VIDAL, M., La propuesta moral de Juan Pablo II, Madrid 1994. YAÑEZ, H.M., Esperanza y solidaridad, Comillas, Madrid 1999.

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TERCERA UNIDAD ANTROPOLOGÍA TEOLOGICA CRISTIANA:

EL PECADO CONSTITUTIV0 ESQUEMA GENERAL DE LA UNIDAD ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES OBJETIVOS DE LA UNIDAD INTRODUCCIÓN EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD MAPA CONCEPTUAL DE LAS UNIDADES III y IV EL SER HUMANO ES PROCESUAL EL PUNTO INICIAL DEL PROCESO DEL SER HUMANO ES EL PECADO CONSTITUTIVO EL PECADO CONSTITUTIVO ENTENDIDO COMO PECADO ORIGINAL EN LA DOCTRINA ECLESIAL o Interpretación tradicional del pecado original ♦ SINTESIS ♦ PROBLEMAS TEOLÓGICOS RESULTANTES DE LA DOCTRINA DEL PECADO ORIGINAL o Problema Cristológico o Problema Mariológico o Problema Sacramentológico ♦ IMPORTANCIA DE LA REFLEXIÓN SOBRE EL PECADO CONSTITUTIVO PARA EL COMPROMISO CON LA REALIDAD ACTUAL ♦ SINTESIS ♦ EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN ♦ GLOSARIO ♦ BIBLIOGRAFIA

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES ACTIVIDAD Lectura responsable y detenida de la unidad III

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DESCRIPCIÓN Estudie con detenimiento la introducción, los objetivos, el mapa conceptual y el contenido de la Unidad III. Reflexionen las citas bíblicas. Busque los términos desconocidos en el glosario. Anote los interrogantes que le plantea el estudio.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Ejercicio de aproximación a la realidad: Diapositivas “El coltán y tu móvil”. (Ver Anexo)

Reflexione en las diapositivas, desarrolle la guía de aproximación a la realidad como está propuesta y comparta sus comentarios con su grupo de estudio, virtual o local.

Ejercicio de profundización

Desarrolle la guía de profundización y presente su trabajo para ser evaluado.

OBJETIVOS DE LA UNIDAD •

• • •

Ofrecer elementos desde la antropología teológica que permitan el descubrimiento de nuestro ser humano, como un proyecto en crecimiento, llamado a madurar siempre a partir de la vida de Dios. Abordar la complejidad del mal moral que nos constituye para hacer conciencia de la necesidad de adherirnos al proyecto de Jesús. Encontrar una dimensión nueva del Pecado Constitutivo, no como violación de una ley, sino como un estancamiento de nuestro proceso creador. Hacer un acercamiento actual y liberador, desde la Escritura y al Concilio Vaticano II en temas fundamentales de la moral como el Pecado Constitutivo, para superar concepciones tradicionalistas, y muchas veces fundamentalistas, transmitidas en la catequesis y la evangelización.

INTRODUCCION En la unidad anterior vimos como los esquemas de una moral tradicional preconciliar, no ofrecen una propuesta para responder a las actuales necesidades de nuestros pueblos hoy, razón por la cual es urgente dejar las categorías filosóficas de este esquema moral y adentrarnos en los fundamentos de una moral liberadora centrada en el proyecto de Jesús. No obstante los temas a continuación exigirán volver a estos esquemas antiguos para situarlos en su contexto histórico y eclesial y para dejar paso a la moral vista más como antropología teológica. La antropología teológica o la visión del ser humano desde la fe, encuentra su punto de partida en la revelación de Dios en la historia, tanto del Antiguo Testamento, en la dinámica creyente de los pueblos de la Biblia, como en el Nuevo Testamento en la manifestación plena de Jesús de Nazaret. Sin embargo es a partir del Nuevo Testamento y de la revelación plena

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de Jesucristo, que podemos encontrar los rasgos fundamentales de la antropología teológica propiamente cristiana. Acompañados/as del proceso creyente de las comunidades cristianas del primer siglo, descubriremos cómo los seres humanos somos un proyecto en construcción o crecimiento que está llamado a perfeccionarse siempre en un propósito que nunca termina. Este proyecto presentado por los Evangelios desde diferentes imágenes como la de una casa (Mt 7, 24ss), o la de un árbol (Juan 15,2ss), donde se representa la vocación humana como un llamado a alcanzar la plenitud. De la mano de los testimonios bíblicos nos adentraremos en la complejidad de nuestras respuestas, que siempre se ven sometidas a la ambigüedad del momento presente y a los desafíos del entorno. Desde nuestra infancia nos han hablado del pecado original como “una ofensa hecha a Dios por Adán y Eva” y que heredamos todos y todas por ser sus descendientes. Este pecado que rompió la armonía y plenitud de los seres humanos en estado paradisíaco. Esta doctrina preconciliar del pecado original, que sigue pesando sobre nuestra formación religiosa y sobre todo sobre nuestra visión del ser humano, como predeterminado al mal, requiere ser estudiada desde otras categorías liberadoras, antropológicas, teológicas y bíblicas, objetivo central de esta unidad. Desde la antropología teológica a esa realidad negativa y personal que se opone a que el proyecto de Dios crezca en nosotros y nosotras se denomina teológicamente Pecado Constitutivo, pero al lado de esta realidad negativa, veremos en el capítulo siguiente, que existe una fuerza extraordinaria y gratuita dada por Dios, que nos acompaña también desde siempre y que teológicamente se conoce como Gracia Constitutiva. Pecado y Gracia Constitutivas hacen parte del gran desafío de los seres humanos que disfrutando del amor, experimentan el odio, conociendo la verdad, se confunden en la mentira, sabiendo que la liberación es fuerza salvífica, se dejan arrastrar por sistemas opresores. Razón por la cual somos un proyecto nunca terminado mientras dure nuestra historia. Pecado y Gracia constitutiva son realidades que se presentan unidas en nuestra vida, como la oscuridad y la luz, la una nos hace pensar en la otra. Por razones metodológicas las trataremos separadamente en dos unidades.

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Para estudiar esta unidad necesitamos una permanente referencia a nuestra realidad personal y contextual. Necesitaremos apoyarnos en la Biblia para extraer de allí los fundamentos necesarios que nos permitan analizar las doctrinas de la tradición eclesial y un gran espacio de reflexión de nuestra parte para lograr romper esquemas antiguos, a veces superficialmente asumidos. Necesitaremos momentos de oración para dejarnos tocar por el Espíritu del Padre y del Hijo que nos propone cosas nuevas, que nos ha hablado desde siempre, pero a quien poco escuchamos por el ruido que produce en nuestro ser lo que nos enseñaron desde la infancia. Nos apoyaremos en la Palabra como fuente fundante de credibilidad, en los análisis de teólogos que con mucha valentía han mostrado caminos alternativos para la Moral. Utilizaremos como ayuda pedagógica y punto de partida unas diapositivas que han circulado en internet, sobre nuestra complicidad consumista que baña de sangre nuestra tierra, desde allí nos veremos necesitados y necesitadas de liberación. Que la vida de Dios nos haga encontrar los límites de nuestra humanidad, no para paralizarnos por el pecado, sino para entusiasmarnos por lo que podríamos ser cuando es su fuerza amorosa la que nos mueve. EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD • •



Reflexione en las diapositivas “El coltán y tu móvil” (material anexo) A partir de este material: o ¿Cómo describiría el mal en este momento actual? o ¿Cuál cree que es el origen de este mal? o ¿Se siente usted implicado/a en este asunto?, ¿de qué manera? Comparta sus comentarios en el foro de su grupo virtual o grupo local.

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MAPA CONCEPTUAL UNIDADES TERCERA Y CUARTA

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EL SER HUMANO ES PROCESUAL Además de las referencias mencionadas anteriormente de los evangelios sobre el ser humano como un proyecto en construcción, en las cartas de Pablo y Juan encontramos expresiones muy claras con este sentido procesual de nuestro ser, llamado a crecer y madurar en el Señor, veamos algunas: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño” 1.Cor. 13.11 “..hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo. Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error, antes bien, siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo” Ef. 4, 13-15 “Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces 1.Cor. 13. 12b.

conoceré como soy conocido.”

Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es. 1. Juan 3, 2 Estos testimonios del Nuevo Testamento dejan ver una concepción del ser humano de manera dinámica y no estática, de niños o niñas llegamos a la adultez y en este tránsito crece además nuestra manera de ver el mundo, de conocer y percibir lo que nos rodea. Sin embargo el énfasis que presenta Pablo no está dado en términos biológicos, sino de personas creyentes que maduran hasta alcanzar la plenitud en Cristo y en este crecimiento, siempre permanente y continuo en el Amor nos vamos asemejando a El. Para las personas creyentes que han crecido en comunidad, esta percepción del ser humano encarnada en cada situación particular, que crece en madurez, resulta comprensible porque se acerca a la experiencia vital del seguimiento de Jesús, sin embargo esta visión tan clara en el Nuevo Testamento sobre el proceso humano contrasta con el pensamiento filosófico de Platón o Aristóteles para quienes los seres humanos responden a esencias fijas, determinantes, abstractas, a-históricas, iguales para todos los seres, desconociendo la diversidad histórica de cada proceso humano. Este pensamiento filosófico se sigue filtrando 43

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en la formación religiosa tradicional de nuestro pueblo, por doctrinas envejecidas y distantes de la teología del Vaticano II. Para abordar el tema del pecado constitutivo es necesario tener en cuenta la visión del Nuevo Testamento del ser humano como ser en proceso, en camino, que tiene un punto de partida y un punto de llegada. EL PUNTO INICIAL DEL PROCESO DEL SER HUMANO ES EL PECADO CONSTITUTIVO Tradicionalmente se ha considerado el capítulo 3 del Génesis como una clara referencia al origen del pecado constitutivo, anteriormente llamado pecado original. Desde una exégesis tradicional se lo considera como la desobediencia de una primera pareja al mandato de Dios, que tuvo graves consecuencias para toda la humanidad. Actualmente desde la exégesis histórico-crítica, que nos permite ubicar estos mitos originales del Génesis en el contexto de la gran derrota de Israel en el siglo VI a.C en tiempos del exilio y su necesidad de entender su propia historia, comprendemos que el mal mencionado en el capítulo 3 del Génesis está referido fundamentalmente a la historia concreta de un pueblo, que no logró ser coherente con la alianza, con la organización igualitaria como pueblo libre y que cedió a la gran tentación del poder egoísta y a la ambición de ser potencia, como las potencias extranjeras que lo rodeaban. Si tomáramos el capítulo 3 del Génesis como fundamento histórico del origen del mal, estaríamos afirmando al mismo tiempo que hubo una aparente realidad paradisíaca, un estado de perfección, una singular creación hecha por Dios que fue destruida por el ser humano. De ser así, entonces ese primer intento de creación realizada por Dios fracasó porque era imperfecto, frágil, inconsistente y este fracaso de la obra de Dios se refleja en el fracaso de los personajes Adán y Eva que los llevó a salir del paraíso. Por otro lado una lectura fundamentalista del mito del capítulo 3 del Génesis convierte a la mujer en símbolo universal de tentación, causante de la caída también del varón y a éste lo presenta en estado de inmadurez, sin libertad ni carácter. Evidentemente una interpretación de estos mitos como prehistoria de la humanidad han hecho gran daño en la conciencia del pueblo, con graves consecuencias de señalamiento y exclusión de la mujer. Es urgente recuperar el sentido profético y mítico de estos textos del Génesis cuya finalidad fue la de levantar la esperanza en un Dios que todo lo había hecho bueno y desde esta confianza, enderezar la historia de un pueblo que lo había perdido todo.

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Para hablar del pecado constitutivo el Nuevo Testamento afirma en los testimonios teológicos paulinos, especialmente en la carta a los Romanos que existe un estado inicial en el ser humano constituido por el pecado. Así comenta Pablo: “Qué diremos pues? ¿Qué debemos permanecer en el pecado? (Rm. 6, 1) Este es el llamado a morir a esta esclavitud constitutiva para vivir en la libertad de Cristo. Y añade: “No reine pues el pecado en su cuerpo mortal” (Rm. 6, 12), ”pues el pecado no dominará ya sobre ustedes ya que no están bajo la ley, sino bajo la Gracia” (6,14) Significa entonces que existe un estado de pecado previo, una “flaqueza natural” (6, 19) que debe ser superada por la vida en Cristo. Pablo expresa esta realidad desde su misma experiencia cuando dice:” ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí” (7, 17) y lo dice refiriéndose a una inclinación natural al mal, a una ley irracional que lo ata, que lo esclaviza. (7, 23. 8, 2). En estas afirmaciones paulinas y en muchas otras que encontramos en el Nuevo Testamento se nos habla de una realidad generalizada de rechazo al proyecto de Dios manifestada en el rechazo al mensaje profético ( Mc. 12, 1-12; Mt. 23, 29-36; Hech 7,9.35.3943.51-53). Este estado de pecado es llamado en el Evangelio de Juan “pecado del mundo” (Juan 1, 29) el cual es vencido por la novedad de Jesucristo. El término mundo en el IV Evangelio incluye el sistema social, político y económico que aplasta a la comunidad de seguidoras y seguidores de Jesús por los años 95-100; razón por la cual no es un término genérico aplicado a-históricamente, sino a las condiciones de exclusión que sufre la comunidad, esto nos lleva a pensar que los primeros cristianos de finales del primer siglo comprendieron que ese pecado de la humanidad, que mata a los profetas, incluyendo a Jesús, es también pecado estructural que invade la conciencia, los valores, el pensamiento y el modo de vida de los seres humanos haciéndolos cómplices en el mal del mundo. Vemos pues desde los testimonios bíblicos que existe una realidad de pecado constitutivo que compartimos todos los seres humanos, que se refiere a un estado por el cual el ser humano está afectado desde su origen por una carencia de la vida de Dios, carencia entendida al mismo tiempo de humanidad plena, recordemos que los seres humanos somos un proyecto en proceso, llamado a desarrollarse desde los parámetros Crísticos, es decir desde el proyecto de vida de Jesucristo. Dicho de otra manera todos los seres humanos necesitamos la salvación que es al mismo tiempo la creación de nuestro ser en Cristo Jesús. La tradición paulina entendió perfectamente esta realidad teologal expresada así: ” Despojaos del hombre viejo con sus obras y revestíos del hombre nuevo que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador...

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Revestíos pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia...” (Col. 3, 9 ss) “Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios. (Ef. 3, 17-19) La tradición eclesial posterior al Nuevo Testamento trato de interpretar esta realidad del pecado constitutivo afirmando una doctrina, unas veces inaceptable para la teología liberadora actual, otras afirmando realidades válidas todavía vigentes. Veamos brevemente las dos perspectivas. EL PECADO CONSTITUTIVO ENTENDIDO COMO PECADO ORIGINAL EN LA DOCTRINA ECLESIAL INTERPRETACIÓN TRADICIONAL DEL PECADO ORIGINAL La manera tradicional de interpretar el pecado original se basa en la exégesis tradicional con la cual se trabajaron los textos de Génesis 3 y de Romanos 5,12. Las principales convicciones resultantes de esta exégesis fueron: • Identificación local del paraíso. Que existió en un lugar de la tierra. • Identificación de Adán y Eva con personajes concretos, históricos. • Identificación de los sucesos paradisíacos con una historia real y verdadera. La formulación tradicional de la doctrina del pecado original señala estos puntos principales: • • • • •

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Por el pecado de Adán, la humanidad se encuentra en condición pecadora, de modo que, quien no alcanza formalmente la Gracia de Cristo, se condena. El pecado y la muerte física entraron en el mundo por culpa de Adán. El pecado de Adán origina nuestras tendencias malvadas (concupiscencia). El pecado de Adán desencadenó una fuerza maligna que lleva a todos los hombres a cometer los pecados personales. Como consecuencia del pecado de Adán, la naturaleza humana está sumida en estado de pecado.

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El pecado de Adán es transmitido desde la primera pareja por vía de la generación humana.10

SINTESIS • A través de los testimonios paulinos podemos comprendernos como seres en proceso, llamados y llamadas a crecer y madurar en el Señor. • Este crecimiento o madurez no es de tipo sicológico, sino teológico, por eso hablamos que la moral es una antropología teológica. • Esta visión dinámica de nuestra humanidad es completamente contraria a las corrientes platónicas que definían a los seres humanos como entes estáticos, encerrados en una naturaleza a-histórica y completamente desarraigada de su entorno. • Antes del Concilio Vaticano II la teología se estructuraba con categorías filosóficas que influyeron en la manera de interpretar el mundo y nuestro ser humano. De igual forma el poco desarrollo de la exégesis histórico-crítica llevó a leer especialmente el C.3 del Génesis como si fuera una historia real de los orígenes de la humanidad y no como un mito. • De esta concepción fundamentalista y patriarcal del Génesis heredamos una doctrina del pecado original que desconoce la antropología paulina y por esta razón quedamos marcados por la culpa que discrimina sobre todo a la mujer. • El Nuevo Testamento, especialmente Pablo habla de un pecado que nos constituye, que hace parte de todo ser humano, que es un estado inicial en el cual no podemos quedarnos, (Rom. 6.1) porque desde el primer instante de nuestro ser estamos llamadas y llamados a vivir según el proyecto de Dios y sumergirnos en la libertad de los hijos e hijas de Dios. • Para entender lo anterior debemos dejar a un lado la comprensión del pecado como violación a una ley, como culpabilidad, como mancha y pensarlo desde un nuevo paradigma, como una especie de parálisis a la propuesta que Dios nos hace y que nos toca desde el primer instante de nuestro nacimiento. • Cuando dejamos que sea este vacío de Dios que nos habite, estamos aportando al mal de este mundo porque estamos desfigurando nuestra creación como hijos o hijas en el Hijo Jesús. Posiblemente tendremos que dedicar mucho tiempo para asimilar esta comprensión del pecado constitutivo, llevamos siglos con la versión del pecado original y la tarea de 10 Véanse las principales disposiciones de los Concilios de Cartago, Orange y Trento, y la Encíclica "Humani Generis" de Pío XII.

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desaprender es ardua, puesto que cuando pensamos que lo hemos entendido nos sale al encuentro la inconsistencia de estas doctrinas vividas por muchos años. Demos otros pasos que nos ayudan a comprender estas inconsistencias teológicas de la doctrina del pecado original. PROBLEMAS TEOLÓGICOS RESULTANTES DE LA DOCTRINA DEL PECADO ORIGINAL ♦ “PROBLEMA CRISTOLÓGICO que se podría enunciar así: todo ser humano es pecador; el pecado es constitutivo de todo ser humano. Ahora bien, Jesucristo es plenamente humano. Luego Jesucristo fue pecador. La pregunta teológica es la siguiente: ¿fue Jesús un pecador idéntico a nosotros? La respuesta del Nuevo Testamento es: Jesús es el único ser humano que no está constituido por el pecado. Es idéntico a nosotros en todo, "excepto en el pecado" (Heb 4, 15). En Jesús no ocurre un proceso que parta de una realidad inicial que es el pecado. En Él ya ocurre la plenitud de lo humano, Él no necesita ser salvado del pecado, aunque el Padre "lo haya constituido pecado" para "crucificar en Él el pecado" y hacer que ese pecado desaparezca de la humanidad. Jesús es idéntico a nosotros en todo, menos en el pecado. Porque Jesús es simultáneamente Dios. Y si el pecado consiste en la carencia de Dios, Jesús no puede estar constituido por el pecado. ¿Significa esto que Jesús no es plenamente humano? La solución al problema se ubica en la comprensión de Jesús como prototipo de lo humano, como prototipo del ser humano perfecto. Precisamente no somos perfectamente humanos porque somos pecadores, porque no somos lo que es Jesús. ♦ PROBLEMA MARIOLÓGICO: es dogma de fe declarado en la Iglesia Católica, que María fue concebida sin pecado original. Entonces ¿María no fue plenamente humana? O María ¿posee las mismas características de Jesús? Pero la razón por la que Jesús no puede ser pecador es precisamente por ser simultáneamente Dios, y María no lo es. La solución al problema se orienta por la afirmación de que la inmaculada concepción de María resulta como fruto de la acción salvífica de Cristo: María es la primera redimida, "en previsión de los méritos de su Hijo". ♦ PROBLEMA SACRAMENTOLÓGICO: el Bautismo es el Sacramento por el cual el cristiano es despojado del Pecado que constituye a todo ser humano que viene a este mundo. ¿Qué sucede con los niños que mueren sin recibir el Bautismo? Y proyectivamente: ¿qué sucede con los seres humanos que vivieron y murieron antes de Cristo, o que en las épocas posteriores a la historicidad de Jesús, ni lo han conocido ni lo

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conocerán? La solución la presentó el Vaticano II en la Constitución Lumen Gentium No. 16 cuando afirmó: “...pero el designio de salvación abarca también a los que reconocen al Creador... Ni el mismo Dios está lejos de otros que buscan en sombras e imágenes al Dios desconocido, puesto que todos reciben de El la vida... Pues quienes, ignorando sin culpa el Evangelio de Cristo y su Iglesia, buscan, no obstante, a Dios con un corazón sincero y se esfuerzan bajo el influjo de la Gracia, en cumplir con obras su voluntad, conocida mediante el juicio de la conciencia, pueden conseguir la salvación eterna... Y la divina Providencia tampoco niega los auxilios necesarios para la salvación a quienes sin culpa no han llegado todavía a un conocimiento expreso de Dios y se esfuerzan en llevar una vida recta, no sin la Gracia de Dios. ” Para dar respuesta a este interrogante de si es posible o no la supresión pecado constitutivo, por el bautismo, Karl Rahner propuso lo siguiente: el despojo o supresión del Pecado constitutivo no es instantánea y no se produce por el simple rito bautismal, sino que el Pecado constitutivo es una realidad existencial que solamente va desapareciendo en la medida en que el cristiano/a va creciendo en un proceso de fe y de Gracia, y que, por lo tanto, el verdadero Bautismo es también una realidad procesual, continua y permanente, de carácter existencial. Así el Sacramento del Bautismo sería una realidad cotidiana, un morir diariamente al pecado y nacer diariamente a la Gracia en proceso continuo”. 11 Esta propuesta teológica de Karl Rahner ha sido aceptada por la teología moderna, aunque muchos teólogos y predicadores continúan repitiendo las antiguas enseñanzas del Concilio de Trento (1545-1563) sobre el pecado original que es borrado por el bautismo, sin tener en cuenta que bautismo (no el rito bautismal) debe ser entendido como un proceso vital de maduración de la fe en una opción libre y adulta de seguimiento de Jesús de Nazaret y su proyecto del Reino. IMPORTANCIA DE LA REFLEXIÓN SOBRE EL PECADO CONSTITUTIVO PARA EL COMPROMISO CON LA REALIDAD ACTUAL El tema del pecado original no representa un tema relevante para la realidad actual ajena a estas discusiones de los expertos, sin embargo vista desde la teología moral liberadora resulta imperativa la reflexión sobre el estado de pecado que compartimos por la influencia que recibimos al nacer de las estructuras familiares y socio-políticas que heredamos. No se 11

Cf A. Múnera D. S.J. U. Javeriana 2011

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trata de hacer un acercamiento teórico, abstracto o genérico al tema del pecado constitutivo, sino entenderlo como una situación real necesitada de ser liberada en el Señor Jesucristo, que nos conduce en contravía de lo que la conciencia nos muestra. Veamos un ejemplo: Cada vez nuestros pueblos y comunidades se ven sumergidas en sistemas sofisticados cuyos mecanismos de alienación son más y más complejos. El avance de la tecnología y la incontrolable carrera por estar a su ritmo han creado redes que atrapan a las personas hasta de las regiones más apartadas. La ambición por tener la última tecnología en celulares, cámaras fotográficas y aparatos electrónicos nos muestra cómo se ha asimilado el ser persona con la capacidad de adquirir estas tecnologías. Las aterradoras guerras por el coltán son desconocidas o pasan desapercibidas, no tienen el calificativo de mal o pecado estructural ocasionado por las grandes multinacionales y en esta carrera desenfrenada por el oro gris, nos arrastran transformándonos en sus cómplices. En nuestros bolsillos llevamos la cuota que desangra al Congo y al desechar o cambiar irresponsablemente un aparato electrónico justificamos la guerra que patrocina, según lo ha informado la ONU, Bayer, Nokia, Alcatel, Apple, Nikon, Ericson etc.12 Si hace unos años nos parecía imposible patrocinar una guerra y la condenábamos como injustificada, ahora el ejemplo del Coltan nos ilustra muy bien cómo nos hacemos responsables del mal moral actual que nos envuelve y detiene nuestro crecimiento en el proyecto salvador de Jesucristo. “Mientras no seamos conscientes de nuestra propia pecaminosidad, simplemente no seremos conscientes de la importancia trascendental de Jesucristo para nuestra vida, pues no lo encontraremos a El como nuestro Salvador, no nos sentiremos impulsados a relacionarnos permanentemente con El para obtener la primera y fundamental liberación permanente que es de tipo existencial intrínseco y constitutivo: la liberación del pecado”.13 SINTESIS Esta realidad intrínseca, que toca nuestro ser y lo afecta estructuralmente se ha denominado en la teología moral liberadora pecado constitutivo, situación inicial en la vida de cada ser humano que lo constituye, lo afecta ontológicamente, pero que desde el mismísimo momento de su nacimiento está llamado a superar por el ejercicio de su libertad. Si somos seres 12 13

Ver diapositivas sobre el Coltan, material adjunto a esta unidad. A. Múnera D. S.J. U Javeriana 2011

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llamados y llamadas por Dios a crecer, a madurar como personas, existe un punto de partida que marca nuestro proceso histórico de crecimiento, razón por la cual es imposible hablar del pecado constitutivo, sin la Gracia constitutiva. Al nacer toda creatura humana comparte el gran desafío de hacerse persona, nadie nace como proyecto acabado en sí mismo, se hace persona en el ejercicio de su libertad en el bien. El todavía ´no ser experimentado`, que vive todo ser humano al nacer, que no puede señalarse como culpabilidad real del niño o la niña que comienza a construir su historia, está dado también como apertura siempre a lo Absoluto del Amor de Dios. En la unidad siguiente profundizaremos sobre la Gracia constitutiva y a la luz de ésta se aclarará aún más la realidad del pecado constitutivo, pues pecado y Gracia son realidades correlativas. EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN • • • • •

¿Qué consecuencias cree usted. que se han seguido de la interpretación del Pecado Original para la Moral? ¿De qué manera le parece a usted que esta interpretación ha afectado a nuestro pueblo empobrecido? Defina con sus palabras el pecado constitutivo desde la perspectiva de la moral liberadora Según esta interpretación, ¿Qué relación encuentra usted entre el pecado constitutivo y el bautismo? Presente su trabajo para ser evaluado.

GLOSARIO Antropología : La Antropología es la ciencia que estudia al hombre en el pasado y en el presente de cualquier cultura. Contiene dos (2) grandes campos: La Antropología Física, que se ocupa de la evolución biológica y la adaptación fisiológica de los seres humanos; La Antropología Social o Cultural, se ocupa de las personas que viven en sociedad, es decir, las formas de evolución de su lengua, cultura y costumbres. La Antropología se ha encargado de conocer y entender a su nivel más íntimo las motivaciones, los comportamientos y las prácticas dentro de los diferentes grupos sociales Antropología teológica: el adjetivo: teológica señala el punto de vista de este ser humano, un punto de vista desde la fe. Si la antropología se detienen a estudiar los comportamientos humanos, la antropología teológica mirará estos mismos comportamientos dentro de la revelación, por eso también se la llama moral. Creación: en el contexto de esta unidad se refiere a la creación en Cristo Jesús. Según la teología paulina es la nueva creación que adquieren los cristianos y cristianas que siguen a Jesús, que alcanzan la talla de hijas e hijos de Dios. Razón por la cual creación y salvación tienen un sentido semejante.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Coltan: es una mezcla de los minerales de color gris metálico oscuro. Son escasos en la naturaleza y se ha convertido en recurso estratégico imprescindible en la fabricación de componentes electrónicos avanzados. La República Democrática del Congo posee el 81% de las reservas mundiales estimadas de coltán. Como este mineral está considerado como un recurso no renovable altamente estratégico, existe una guerra en el Congo desde 1998. Dogma: En la doctrina católica, un dogma es una verdad definida por la Iglesia Católica reunida en concilio. La entiende como una verdad perteneciente al campo de la fe. Intrínseca: adj. Que es propio o característico de una cosa por sí misma y no por causas exteriores, por ejemplo: la blancura es una característica intrínseca de la nieve. Intrínseco es un término utilizado frecuentemente en filosofía para designar lo que corresponde a un objeto por razón de su naturaleza y no por su relación con otro. Prototipo: Ejemplar más perfecto y modelo de una virtud, vicio o cualidad. Trascendental: Puede tener varios sentidos: Algo básico o principal para fundar o sostener una cosa: es un punto trascendental de esa teoría, esencial, fundamental. Se aplica al hecho que tiene consecuencias muy importantes, más de las que cabría esperar. Importancia trascendental de Jesucristo, significa su centralidad en la vida cristiana. Dimensión trascendental: que va más allá del límite espacio temporal.

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CUARTA UNIDAD

ANTROPOLOGÍA TEOLOGICA CRISTIANA:

LA GRACIA CONSTITUTIVA ESQUEMA GENERAL DE LA UNIDAD ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦

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SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES OBJETIVOS DE LA UNIDAD INTRODUCCIÓN EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD LA GRACIA QUE NOS SALE AL ENCUENTRO EN JESUCRISTO EJERCICIO DE AUTOEVALUACION CREADOS Y CREADAS EN CRISTO JESUS EJECICIO DE AUTOEVALUACION SINTESIS NUESTRA TRANSFORMACIÓN EN CRISTO JESUS ♦ LA INHABITACION TRINITARIA ♦ SER HIJAS E HIJOS DE DIOS EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN SINTESIS EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN LECTURAS DE COMPLEMENTACION GLOSARIO BIBLIOGRAFIA ANEXO

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES

ACTIVIDAD

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DESCRIPCIÓN

Lectura responsable y detenida de la Cuarta unidad

Estudie con detenimiento la unidad cuarta, busque los términos desconocidos en el glosario u otro medio. Anote los interrogantes que le plantea el estudio.

Ejercicio de aproximación a la realidad

Desarrolle los contenidos del ejercicio de manera personal que le permitirán ubicarse metodológicamente desde su realidad y la de las CEBs. Comparta con su grupo de estudio local o virtual la anterior reflexión

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Ejercicios de autoevaluación

Desarrolle responsablemente estos 3 ejercicios. El segundo y el tercero serán evaluados.

Ejercicio de profundización

Desarrolle la guía de profundización y preséntela para ser evaluada

Lectura de profundización :Juan Luis Ruiz de la Peña: El don de Dios.

Encuentra esta lectura en materiales anexos. Sus abundantes citas bíblicas son un material precioso para posteriores estudios, reflexión personal o trabajo con las CEBS. Le servirá de profundización. No será evaluado.

OBJETIVOS • Liberar de percepciones alienantes de culpabilidad frente a nuestra condición humana. • Recuperar para nuestra espiritualidad liberadora aspectos teológicos como la Gracia y la salvación. • Adquirir nuevos elementos teológicos que permitan enriquecer y ahondar en nuestra realidad humana a semejanza de Jesús. • Encontrar la relación que existe entre los comportamientos morales, la gracia, la salvación y el seguimiento de Jesús. • Fortalecer nuestra fe con un acercamiento a la experiencia de la Trinidad, fundamento de nuestras CEBs. INTRODUCCIÓN En la unidad anterior hicimos un acercamiento al pecado constitutivo como una realidad aún no liberada de nuestro ser. Sin embargo esta realidad de no salvación está llamada desde el primer instante de nuestro nacimiento a liberarse en el Señor, somos seres abiertos a la vida, no nacimos como un proyecto cerrado en total oscuridad, porque Dios nos colmó con su Gracia, nos creó en su Amor infinito. Como bien lo expresó San Pablo: “donde abundó el Pecado, sobreabundó la Gracia” (Rom 5, 20). Aunque el mensaje paulino es claro en esta constatación de la Gracia recibida en Jesucristo, la insistencia exagerada en la catequesis y la evangelización, sobre el pecado original opacó la comprensión de este don de Dios, que también nos constituye desde el primerísimo instante de nuestro nacimiento. Pecado y Gracia son realidades correlativas, es decir que pensar en una nos hace percibir la otra, como por ejemplo la oscuridad y luz y o la verdad y la mentira. Así pues, no es posible hablar de pecado, sin hablar de Gracia.

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Aunque hablar de Gracia en la actualidad pareciera irrelevante porque la teología clásica la encerró en doctrinas ajenas al mundo real, en la conciencia de nuestro pueblo está latente, existe un anhelo de bendición permanente, una certeza de que por Gracia vivimos. En la expresión común “si Dios quiere” o “Gracias a Dios y su madre santísima..” encontramos la declaración de fe de nuestro pueblo de la cercanía de Dios en el acontecer diario. La reflexión sobre la Gracia se hace imperativa para nuestro crecimiento personal, para la consolidación de nuestra fe comunitaria y para todos los procesos liberadores que se gestan hoy en América Latina y en el mundo entero. La Gracia hace posible la utopía, sin ella no habría camino, ni futuro, ni siquiera podríamos dar un paso adelante. Sin la Gracia la palabra liberación quedaría sin sentido, sin posibilidad real para ser la esperanza de nuestros pueblos empobrecidos, ante la injusticia cada vez más sofisticada de las multinacionales y la expropiación de la tierra, del agua, del aire y de todo espacio de vida digna. Como prerrequisito para trabajar esta unidad se requiere de nuestra actitud de apertura al Espíritu para abordar este tema sin prejuicios. Nos sorprenderá hablar en el siglo XXI de la Gracia cuando hoy todo tiene un precio, cuando todo se compra o se vende, razón por la cual es fundamental que nos dejemos sorprender por esta novedad absoluta de Dios que siempre nos busca para hacernos partícipes de su vida. En esta apasionante y maravillosa cercanía encontraremos la gran oportunidad de humanizarnos, de alcanzar la talla de Jesucristo, no para sentir el placer de una vana perfección, sino para hacer parte de la realización del Reino siendo más personas y con ello servidores y servidoras de su causa. Necesitamos pues disposición del corazón para escuchar, para discernir, para gustar la Palabra liberadora que nos invita a crecer, a construir comunidades vivas desde la sobreabundancia del amor de Dios, que resume el contenido de la Gracia. No necesitamos otras ayudas, el Espíritu será nuestro/ra guía. Nos apoyaremos en los aportes de Alberto Múnera D. S.J. cuya credibilidad se comprueba desde una cátedra que ha liberado, por varias décadas, la conciencia de sus alumnos y alumnas de ataduras inconscientes. Nos acompañará también la mística de Leonardo Boof, sobre todo en una obra poco conocida: “Gracia y Liberación”, pero sobre la cual fundamentó su obra teológica. Nos apoyaremos obviamente en la credibilidad de los testimonios paulinos, referente permanente de este módulo. EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD • •

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Permanentemente se habla en la Iglesia de la Gracia. ¿Qué entiende usted por Gracia? ¿Qué tiene que ver la Gracia con una Moral liberadora del seguimiento?

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¿Desde su experiencia qué manifestaciones de la Gracia encuentra en las CEBs?

LA GRACIA QUE NOS SALE AL ENCUENTRO EN JESUCRISTO El término “Gracia” charis, nos conduce hasta la experiencia más original del cristianismo: la experiencia de Dios de las comunidades, sin embargo la palabra Gracia no es común en los evangelios. Mateo y Marcos no la usan, Lucas solo se refiere a ella ocho veces y el cuarto Evangelio la usa sólo tres veces. Propiamente es Pablo el que introduce el término charis como expresión de la novedad cristiana. Son incontables las referencias a la Gracia con diversidad de sentidos: como benevolencia (2Cor, 8,1), atractivo, amabilidad (Col 10,30). Sin embargo los diversos significados se concentran en uno fundamental: el don del mismo Padre en Cristo Jesús, el amor gratuito y misericordioso del Padre y de su Hijo que se desbordan sobre el ser humano y la creación entera para ser salvación, liberación y convertirnos en creaturas nuevas. Pablo habla de la Gracia del Padre (2. Tes 1, 12; 2,16; 1Cor 1,4; 15,10; Gal 1,15; Rom. 3,24; Ef 1,6; 2,4-8; 12,9) y de la Gracia de Cristo (2 Cor 8,9;12,9; Rom 5,15). (Antes de continuar leamos atentamente estos textos citados). Para Pablo, Dios se dio en Cristo Jesús por pura generosidad, sin mérito alguno del ser humano, e incluso a pesar de que éramos enemigos suyos. Con la palabra charis expresa el apóstol una experiencia personal: Dios me amó primero; Dios me ama a pesar de mi pecado, porque es bueno, benévolo y misericordioso. Pablo se siente agraciado por un don que es el mismo Dios en Cristo Jesús, Cristo es la Gracia, el Dios presente. Expresa con la palabra “Gracia” la experiencia de sentirse colmado y sorprendido por algo inesperado. 14 Podríamos decir, a partir de los testimonios del Nuevo Testamento que la Gracia es el don total y gratuito de Dios mismo en Jesucristo, que nos sale al encuentro y para ser recibido requiere la apertura de nuestro ser. Sin embargo en medio de una sociedad de consumo, que nos ha des-educado para servir gratuitamente y donde el interés egoísta prima sobre toda relación, la realidad de la Gracia pareciera ser un privilegio de los santos que la institución eclesial sube a los altares y no el don de Dios que va por la calle, que se encuentra en la reunión de las Comunidades Eclesiales de Base, en las organizaciones populares o en las protestas y reivindicaciones por la justicia. A este respecto Leonardo Boff afirma lo siguiente:

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Cf. L. Boff. Gracia y liberación del hombre. Ed. Cristiandad. Madrid 1980 ps 72-73

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“La Gracia sólo es Gracia para el hombre de hoy cuando emerge desde el mundo en que estamos insertos. Sólo así es significativa y representa lo que en el lenguaje cristiano pretende significar: el acontecimiento del amor libre de Dios y la presencia en el mundo del Dios liberador de una situación humana pecaminosa y liberador para una situación humana plena y divinizada. La Gracia aparece dentro de nuestro mundo concreto, configurado por nuestra situación latinoamericana. Hay que detectar su presencia, tal vez encubierta e invisible para nuestras categorías mentales. De ahí la necesidad de sumergirnos en la realidad en que vivimos, para experimentar dentro de ella su dimensión de gratuidad y de Gracia”.15 Es urgente hoy hacer un acercamiento responsable a esta realidad fundamental de nuestra fe, cuando proliferan grupos de toda índole, interesados más bien en explotar económicamente la sensibilidad religiosa del pueblo, más que formar en el compromiso liberador. Así pues, captar el sentido de la experiencia de la Gracia requiere una teología confiable y seria para hacer conciencia de esta realidad cercana y trascendente del Amor infinito de Dios, que se mezcla con lo cotidiano, pero que siempre está más allá de nosotros y nosotras mismas. Razón por la cual debemos acudir a algunas consideraciones importantes hechas por la tradición eclesial que nos ayudarán a percibir el valor de esta experiencia de fe que nos recrea y humaniza. EJERCICIO DE AUTOEVALUACION 1 • ¿Cómo puedo describir la experiencia de la Gracia en mí? • Después de confrontar los textos bíblicos anteriormente citados, ¿cómo expresa Pablo la experiencia de Gracia? • ¿Qué relación hay entre la Gracia y la realidad que nos rodea? CREADOS Y CREADAS EN CRISTO JESÚS Nuestro ser humano además de la posibilidad de responder negativamente al hacer uso de su libertad tiene también la posibilidad de responder positivamente, porque la Gracia nos acompaña desde el primer instante de nuestra vida. La tradición Paulina lo expresó muy claramente cuando afirma que somos “Creados en Cristo Jesús” Ef. 2,10. Nuestro ser cristiano está llamado a constituirse en Gracia según la imagen de nuestro Dios Jesús en el cual nos hacemos hijos e hijas de Dios con la posibilidad de participar de la vida divina.

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L. Boof Op.Cit. p. 61.

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“¿En razón de qué nos concede Dios esta Gracia constitutiva desde el primer momento de nuestra existencia? En razón de la obra redentora de Cristo, que se establece a partir de la Encarnación y culmina en el Misterio Pascual. La obra redentora de Cristo consiste, precisamente, en conceder a todo ser humano como oferta, la posibilidad de constituirse en hijo adoptivo de Dios, por medio de la actuación de la libertad cuando opta por la relación positiva con el otro ser humano. Esta posibilidad determina que el sujeto humano, constituido también por la pecaminosidad consistente en la posibilidad de la relación negativa con el otro/a, pueda superar esa negatividad y realizar la positividad. Así el sujeto humano logra un proceso de tránsito o paso del Pecado a la Gracia. Este proceso se llama la "justificación", esto es, el "hacerse justo" (del latín "iustus" = justo, y "fieri" = hacerse). La justificación consiste en la adquisición, por parte del ser humano, de la justicia divina, atributo equivalente a la santidad divina, aquella característica por la cual Dios es Dios, que designa su propio ser de plenitud infinita. Por eso la justificación se identifica con la participación de la vida divina, la divinización. Tratándose de un proceso, la justificación incluye dos aspectos: el negativo o eliminación de todo aquello que en el ser humano es "no-ser-Dios" (pecado, maldad, negatividad, rechazo a la relación con el otro, alejamiento de Dios, carencia de la vida divina, muerte, etc.), y el positivo o adquisición de la realidad de "ser-Dios", esto es, adquisición de la vida divina. El proceso de justificación ocurre por iniciativa divina, y es invitación a participar en la vida misma de Dios”. 16 La respuesta creyente a esta invitación para participar de la vida de Dios es una respuesta vital, una opción que configura a la persona en su ser y la capacita para vivir a semejanza de Jesús. Este proceso de Creación en Cristo Jesús tiene por decirlo así varios movimientos que teóricamente podemos distinguir así: un primer movimiento es la invitación dada por Dios desde siempre, presente por el Amor, dinámica realizada por su Espíritu en toda la Creación. El ser humano como creatura participa de este llamado, es oyente y partícipe del dinamismo de Dios, pero no en forma pasiva, sino que entra por su libertad a vivir la vida de Dios, tenemos entonces el segundo movimiento: la respuesta u opción que dirige toda la vida en esta propuesta amorosa de Dios y por último la consecuencia de todo esto de

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participar de Cristo Jesús es ser capacitados para vivir a semejanza de Cristo, es decir como hijos o hijas de Dios.

EJERCICIO DE AUTOEVALUACION 2 • Defina con sus palabras en qué consiste esta realidad teológica fundamental de ser creados y creadas en Cristo Jesús. • Cuando éramos niños/niñas nos enseñaron sobre la creación del ser humano en el libro del Génesis. Todavía la catequesis mantiene estos esquemas del Antiguo Testamento. ¿Qué le aporta a su experiencia creyente la profundización sobre la Creación desde Cristo Jesús? • ¿Cree que se deba continuar evangelizando sobre nuestra identidad cristiana a partir de los contenidos del Génesis? Sustente su respuesta. • Presente la anterior reflexión para ser evaluada SINTESIS Hemos dicho hasta ahora que la experiencia de la Gracia fue vivida por las comunidades originarias de distintas maneras. Los testimonios del Nuevo Testamento, como lo estudiamos en el módulo de Sinópticos, nos hablaron abundantemente de la experiencia vivida con Jesús, una experiencia de comunicación del Amor del Padre que llevó a desatar unos dinamismos de liberación, de recuperación de la dignidad perdida, o de vitalidad física en quienes padecían enfermedades. Esta experiencia es identificada con la llegada del Reino. Pocas veces en estos testimonios se utiliza la palabra Gracia para describir dicha experiencia gratuita de la cercanía de Dios. Pablo es quien utiliza esta palabra en muchas oportunidades y le da su sentido profundo al decir que la gracia por excelencia en el don total de Dios en Jesucristo. Jesús, es el regalo de Dios a nosotros y nosotras, en El encontramos el don total de Dios. Esta Gracia, este don de Dios que se hizo historia con la Encarnación del Hijo, nos permite ver nuestra historia, nuestra realidad, como un lugar donde diariamente Dios acontece, se le encuentra y se le experimenta comunitariamente. Hemos visto también que por gracia hemos sido creados. Somos creados y creadas en Cristo Jesús, esto significa que la talla, la medida, el modelo de humanidad es Jesús y entre más sigamos sus pasos más humanos seremos, entre más tengamos sus sentimientos de misericordia y solidaridad más madurará nuestra identidad como seres humanos. 59

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Todo proceso humano vive esta doble alternativa: permanecer en una especie de parálisis (pecado) de no respuesta al don que Dios nos ofrece o crecer en su dinamismo (Gracia) y realizar nuestro proyecto humano a la manera de Jesús. Obviamente este paso, del pecado constitutivo a la gracia constitutiva será un proceso de toda la vida, proceso llamado teológicamente justificación. La justificación tiene dos aspectos fundamentales: el primero la oferta gratuita de Dios y el segundo, la respuesta libre de nuestra parte. Entremos ahora en otras categorías o aspectos de esta misma realidad donde la teología nos ayuda a profundizar y valorar dicha experiencia. NUESTRA TRANSFORMACIÓN EN CRISTO JESUS El proceso de transformación de nuestro ser en Cristo Jesús ha sido caracterizado en el Nuevo Testamento y expresado teológicamente de la siguiente manera: • •

La inhabitación Trinitaria. El ser hijos e hijas de Dios

Profundicemos en cada una de ellas: LA INHABITACIÓN TRINITARIA Teológicamente esta experiencia es descrita como la participación del ser humano, por la acción del Espíritu Santo en la misma Vida de Dios o Vida de la Trinidad. Es una participación tan vital de acercamiento y comunión con Dios que la persona participa del conocimiento y de la sabiduría de Dios para conocer como Dios conoce. Esta experiencia no es intelectual sino estructural, ontológica, es decir de todo el ser. Conocimiento que no viene por la ciencia, por el estudio, sino por la experiencia de cercanía a las tres Personas Divinas dada por la vitalidad en el seguimiento de Jesús. El ser humano que participa de esta experiencia transforma igualmente su voluntad para amar con el mismo amor de Dios y para dejarse amar de Dios mismo. A esta experiencia que nos une con la Trinidad llegamos a través del Hijo, en quien comulgamos en el ser del Padre y del Espíritu. La inhabitación Trinitaria es pues vivir en la experiencia de habitar en la Trinidad, participar de esta Comunidad Santísima, percibir la relación de Amor que en ella sucede, en una palabra, conocer y gozar de su morada como dice el cuarto Evangelio:

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“Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él” Jn. 14, 23 Nótese el plural de “vendremos” y la distinción explícita del Padre, del Hijo y del Amor o Espíritu del Padre y del Hijo. Según lo anterior no sólo estamos llamadas y llamados a participar de la Trinidad, sino que la Trinidad misma habita en nuestro ser para hacer posible esta experiencia de gratuidad de Dios. En el Apocalipsis aparece descrita esta experiencia de manera simbólica, con una perspectiva comunitaria y eclesial importantísima, veámosla: “Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de la plaza, a una y otra margen del río, hay árboles de vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes; y sus hojas sirven de medicina para los gentiles. Y no habrá ya maldición alguna; el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y los siervos de Dios le darán culto. Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá noche; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos” 22, 1-5 Si nos detenemos a contemplar este cuadro veremos cómo las comunidades del Apocalipsis entendieron y describieron esta experiencia que la teología posterior designa como inhabitación de la Trinidad. El cuarto Evangelio, también conocido como la comunidad del Discípulo o la Discípula amada17 había identificado en el encuentro de Jesús con la Samaritana al “Agua Viva” ofrecida por Jesús como el Espíritu de Dios: “El último día de la fiesta, el más solemne, puesto en pie, Jesús gritó: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, el que crea en mi, como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva. Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él” Jn. 7, 3 Esta “agua de Vida” o Espíritu de Dios, mencionado en Ap.22, 1, sale del Trono de Dios y del Cordero y llega al corazón del pueblo produciendo árboles de Vida. La figura no podía ser más radiante de significado: nos encontramos ante la presencia Trinitaria que desborda su mismo ser de Dios para hacerse visible y habitar en medio de la plaza. La comunidad que 17

El discípulo amado no ha sido identificado en el IV Evangelio con un nombre concreto, es una figura dinámica que representa tanto hombres como mujeres que siguen a Jesús, razón por la cual no es correcto asignarle una identidad exclusivamente masculina. Ninguna referencia en el IV Evangelio al discípulo-a amada se identifica con una persona concreta, aunque pudo ser un personaje histórico, que algunas veces se acerca a Marta de Betania, a Lázaro, María de Betania o María Magdalena, la comunidad se reserva su identidad para designar con este personaje la experiencia de quienes aman y se sienten amadas por Jesús y lo siguen.

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comparte esta experiencia creyente ha entendido que Dios no puede quedar reducido al templo, como lo describe Ez. 47, sino que lo encuentra en medio del pueblo, en la plaza, en un lugar público, donde todo el mundo puede llegar sin discriminación, donde los desempleados buscan trabajo, donde las personas solitarias encuentran compañía, donde los vendedores ambulantes tienen un espacio para ofrecer sus mercancías. La experiencia eclesial de los cristianos y cristianas de finales del siglo I18 había madurado teológicamente y describe su identidad comunitaria a partir del encuentro con Dios Comunidad19. En otras palabras, las comunidades originarias entienden que solo es posible ser comunidad desde esta experiencia de Dios que las habita; un habitar no en sentido pasivo, estático, sino como un fluir permanente que produce vida, razón por la cual hablan de la presencia de los árboles que crecen a lado y lado del Río de Vida, árboles ( o comunidades) que comparten la misma Vida y fecundidad del Espíritu, que beben de esta fuente, para dar fruto siempre, “doce veces, una vez cada mes” . Estos arboles-comunidades tienen como misión la salud de los gentiles, el desbordamiento de Dios en ellas es ahora desbordamiento de ellas a los gentiles. La dimensión ecuménica de este texto es sorprendente, la presencia de Dios no queda reducida a unos cuantos, sino que alcanza a todos los pueblos. De esta manera la “inhabitación trinitaria” que pareciera reservada a un puñado de personas privilegiadas, de altísimo talante espiritual, que dedican su vida entera a la contemplación del misterio de Dios, experiencia tan inalcanzable para la gente que tiene que vivir su vida ordinaria en la lucha diaria por el sustento, la tradición comunitaria del Apocalipsis nos la representa como un desafío comunitario que madura y se constituye en el día a día, desde la sencillez de la cotidianidad, pero al mismo tiempo desde la hondura de unos árbolescomunidades que crecen en el fluir permanente de la vida de Dios. Aquí radica el gran misterio eclesial que nos constituye en comunidades servidoras y seguidoras de Jesús. SER HIJOS E HIJAS DE DIOS Con la inhabitación trinitaria los cristianos y cristianas participamos de la vida de Dios, con la filiación recibimos de Dios el gran derecho de llamarlo Padre, recibimos también como Gracia la dignidad de hijos e hijas, de la familia de Dios, que nos permite configurar nuestro ser según la imagen de Jesús con quien participamos de la vida divina que nos capacita para vivir a semejanza de El. 18

Época donde se ubica tanto la tradición del IV Evangelio como el Apocalipsis En el N.T. no aparece la palabra Trinidad, esta es una elaboración teológica posterior al siglo II. Sin embargo las referencias bíblicas a Dios como comunidad son abundantes. 19

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“Es una realidad que comporta la infusión de una nueva vida (la divina), la comunicación íntima del Espíritu, el derecho a tener a Dios Padre por herencia, la inserción dinámica en la Imagen de Dios (el Hijo de Dios encarnado) por una semejanza con El, por la reproducción de sus rasgos en nosotros. El seguimiento de Cristo no es una simple decisión histórica de imitación de sus actitudes o de sus acciones. Es algo supremamente profundo, es la reproducción de su misma realidad como Hijo de Dios-humanado”.20 En este proceso de Creación y proximidad a Dios experimentamos dos movimientos permanentes de la vida divina en nuestro ser, uno que por Gracia nos conduce a participar de la vida de Dios Padre como hijos e hijas y otro que es fruto de esa participación que nos capacita para actuar como tales a semejanza de Cristo Jesús esto es, tener sus mismos sentimientos, su misericordia, sus opciones radicales por los más empobrecidos, su coraje para enfrentar el sistema que lo rodeaba, en una palabra, su talante de Hijo de Dios. Veamos como Pablo expresó dicha experiencia: “Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre” Filp 2, 5-7 “¿quién conoció la mente del Señor para instruirle?, pero nosotros tenemos la mente de Cristo”. 1 Cor. 2, 16 Podríamos pensar que resulta imposible hacer vida esta propuesta paulina de tener los mismos sentimientos y mentalidad de Jesús sin que se afecte nuestro ser humano, por el contrario, somos más humanos y humanas en la medida en que más nos asemejemos a nuestro Señor Jesús, prototipo de lo humano. A este respecto Leonardo. Boff afirma: “la estructura más íntima del ser humano es tal que el encuentro efectivo con Dios representa su máxima hominización y realización”21 y agrega: “Si se entiende la participación de la naturaleza divina como un proceso de radical personalización (persona como ser-para-el-otro y, en último término, como ser-para-Dios, el absolutamente Otro), se comprende por qué no puede ser algo exclusivo de los cristianos o sólo de quienes son conscientes de dicha realidad. Constituye una oferta permanente dirigida a la humanidad y siempre ha estado presente en la historia humana, siempre que el hombre 20 21

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ha dejado de estar cerrado sobre sí mismo y ha buscado el encuentro humanizador mediante la reconciliación, el perdón, el amor y la superación de todas las situaciones y obstáculos que impiden a los hombres ser más personas. Cuando se nos anuncia que somos realmente- y no sólo de palabra- hijos de Dios se nos está desvelando una dimensión de la vida humana que no constituye un privilegio exclusivo de algunos hombres, sino una estructuración de todos”22 Esta Gracia inmensa de ser hijos e hijas de Dios está expresada de diferentes maneras en el Nuevo Testamento. Hagamos un acercamiento a dichos testimonios. EJERCICIO DE AUTOEVALUACION 3 • La inhabitación trinitaria consiste en....... • ¿Qué efectos produce en nosotros y nosotras esta experiencia de la Trinidad? • ¿Cómo enriquece esta experiencia Trinitaria la identidad de las CEBs? • ¿Qué derechos adquieren los seres humanos al ser hijos e hijas de Dios? • El proceso creador-salvador de nuestro se expresa en dos movimientos: o El primero consiste en ... o El segundo nos capacita para.... • ¿Cómo entiendo la hominización de la que habla Leonardo Boff? • Presente la anterior reflexión para ser evaluada SINTESIS Después de hacer este breve acercamiento a las realidades del pecado y de la Gracia constitutivas podemos ver que siendo situaciones correlativas la una se entiende a la luz de la otra. En la medida en que crecemos en Gracia, disminuiremos en pecado. Si aceptamos que la vida de Dios nos hace personas, cerrarnos al don maravilloso de Dios paraliza nuestro crecimiento, nos deshumaniza. Esta parálisis es lo que la teología llama pecado constitutivo, que nada tiene que ver una violación a la ley, con una mancha o cosa semejante. El pecado constitutivo es una condición intrínseca, es decir, que hace parte de nuestro ser, pues todo ser humano viene a este mundo necesitado/da de salvación o liberación en el Señor. Si bien es cierto que al nacer no somos responsables de esta limitación, quedarnos en ella nos hará responsables de este pecado constitutivo que profundiza el mal de este mundo. 22

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Ibídem p. 248

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Por Gracia estamos llamados y llamadas a alcanzar la talla de Jesucristo, a madurar en nuestro ser hasta el último día de nuestra existencia. Esta madurez no es de carácter sicológico sino teológico, ontológico, es decir madurez del proceso vital de nuestro ser. Este proceso de madurez teológica sucede por el obrar moral. Nuestro crecimiento o decrecimiento como hijos e hijas de Dios se determina en nuestras prácticas, en nuestro estilo de vida, en nuestra coherencia para vivir el evangelio. Coherencia que compete a todo ser humano de cualquier confesión religiosa que sea. “Una Teología Moral que no se ocupe primariamente del acontecer de la justificación y de la Gracia en cada sujeto, está desconociendo la trascendencia del obrar moral y está posiblemente impidiendo un conocimiento de esta trascendencia, al que todo ser humano tiene derecho. En realidad, la obligación de evangelizar o anunciar esta realidad nos compete absolutamente a todos los cristianos a quienes nos ha sido anunciada esta "buena noticia". No comunicar este mensaje es mantener a nuestras hermanas y hermanos en la esclavitud de la ignorancia teológica fundamental y necesaria para la salvación. La responsabilidad en un silencio esclavizante, por las repercusiones posibles de la subsiguiente ignorancia, es algo que tiene que motivarnos a predicar la verdad salvífica.23 EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN 1. Confronte los siguientes textos bíblicos y extraiga de ellos las afirmaciones centrales: Gal. 3, 27; 4, 3-6 Ef. 1, 5; Rm 8, 14-15. 29; 2 Tim 1,7;1. Jn 2, 29ss; 1. Jn 3, 1-2; 2 Pe 1,4 2. ¿Qué desafíos encuentra para vivir hoy esta realidad de ser hijos e hijas de Dios? 3. Presente el anterior ejercicio en la fecha indicada para ser evaluado. . LECTURAS DE COMPLEMENTACION •

Profundice los anteriores contenidos en

Juan Luis Ruiz de la Peña: El don de Dios. Ver anexo

GLOSARIO: CREADOS EN CRISTO: Expresión de origen o tradición Paulina (Efesios 2, 10). Tiene un sentido netamente teológico: como sus seguidores y seguidoras de Jesús somos hechura de Dios en Cristo-Jesús. En él nos vamos haciendo personas. La palabra creación se asemeja a salvación y liberación. 23

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MORAL DEL SEGUIMIENTO GRATUIDAD: característica del don total de Dios, totalmente gratuito. La teología de la gratuidad es contraria a la teología de la retribución que se afirma sobre el siguiente presupuesto: yo ofrezco algo a Dios para recibir de él, tan común en nuestro tiempo. Va también en contravía con las promesas o las indulgencias. Dios no necesita ofrendas de nuestra parte para dársenos gratuitamente. La gratuidad debe ser la característica de quienes vivimos el proyecto de las CEBs, servir incondicionalmente para que el Reino se haga más legible en medio de la sociedad de consumo que nos rodea. HOMINIZACIÓN: En sentido general es el conjunto de procesos evolutivos complejos que dan lugar a transformaciones biológicas, ambientales, sociales, históricas, etc En sentido biológico propiamente dicho es el proceso evolutivo de nuestra especie para convertirse en persona, proceso que ha llevado muchos miles de años. En sentido teológico la hominización es el proceso de crecimiento de nuestro ser como nueva humanidad desde el don total de Dios. La hominización llega a su máxima expresión en Jesús de Nazareth, quien realiza la plena humanidad. INHABITACIÓN TRINITARIA: Término es eminentemente teológico y se empieza a utilizar para referirse al gran misterio de Dios que se Encarna en María. Dios Trinidad participa, habita, se hace historia en el cuerpo de una mujer del pueblo. Esta iniciativa de “Dios con nosotros y nosotras” hace posible que también nosotros y nosotras podamos habitar en Dios. El Nuevo Testamento, claro está, no utiliza esta expresión, pero está penetrado de esta experiencia de la Trinidad. Mientras que los sinópticos, especialmente Lucas, ilustran la operación del Espíritu Santo en el Señor Jesucristo, Pablo y Juan profundizan más expresamente la inhabitación trinitaria en nuestra vida, en cuanto que se abre al don de Dios y a su amor. La referencia más clara de esta experiencia se encuentra sin duda en los discursos de despedida de Jesús en la última cena (Jn 13-17), en donde el Señor pide " que todos sean uno como nosotros somos uno" (cf. Jn 17,21-23), a saber, con la unidad del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo (cf. 1 Jn 1,4; 4,2-19. Ef 2,14-22; 3,419). Los maestros místicos orientales como Orígenes, Atanasio, Cirilo de Jerusalén, Basilio, Gregorio Nacianceno, Gregorio de Nisa y otros penetran en la profundidad de nuestra "divinización», es decir, en nuestra íntima participación en la vida divina que nace y se desarrolla en los y las creyentes abiertos/as a la gracia. En Occidente los Padres y los teólogos no explican tanto la inhabitación en esta perspectiva, sino más bien en su realidad unitiva y beatificante como fruto de la encarnación continuada, es decir, en el nacimiento permanente de Cristo en nosotros, Hijo del Padre, por obra del Espíritu Santo. Posteriormente Mujeres altamente místicas, como Hildegarda de Bingen, Clara de Asís, Beatriz de Nazaret, Eduvigis de Amberes, Matilde de Magdeburgo, Gertrudis la Grande, Ángela de Foligno, Juliana de Lieja, Catalina de Siena, etc, desarrollan esta teología de la presencia de la Trinidad en el corazón humano. Desde finales del siglo XIII florece en la Europa del Norte una mística trinitaria sublime y atrevida, guiada por Eckhart, Susón, Taulero, Ruusbroek, Herp, Margarita Porete, predicada y explicada especialmente a numerosas mujeres religiosas o laicas, apasionadas por la búsqueda amorosa de Dios. Toda esta teología de la inhabitación trinitaria penetra en el siglo XVI en toda Europa, sobre todo a través de las publicaciones místicas de los cartujos de Colonia. En España alcanza su cima en la mística de Teresa de Ávila y de Juan de la Cruz. Desafortunadamente el excesivo fanatismo que se desarrollo a partir del siglo XVII hizo que esta teología entrara en reserva y desconfianza, poco a poco se abandonó la imagen Trinitaria de Dios en medio de su

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MORAL DEL SEGUIMIENTO pueblo hasta casi perderse. Actualmente a partir del Vaticano II se retoma la experiencia Trinitaria como alma de la vida eclesial. Somos comunidad, porque Dios es comunidad. TALANTE: temperamento, carácter, actitud, disposición. Modo o manera de ejecutar algo.

BIBLIOGRAFIA BOFF LEONARDO. Gracia y liberación del hombre. Ed. Cristiandad 1980 DE LA POTTERIE-LYONNET, La vida según el Espíritu, Sígueme, Salamanca 1967.FLICK-ALZEGHY, El Evangelio de la Gracia. GARCÍA ACUÑA, S., La decisión cristiana, Edicep, Valencia 2002. GLEASON, R.W., La Gracia, Herder, Barcelona 1964. GONZÁLEZ FAUS, J.L., Proyecto de hermano, Sal Terrae, Santander 1987. LYONNET, S., Apóstol de Jesucristo, Sígueme, Salamanca 1966. La historia de la salvación en la Carta a los Romanos, Sígueme, Salamanca 1967. OCÁRIZ, F., Naturaleza, Gracia y Gloria, Eunsa, Pamplona, 2001, Cap. IX. PEREGO, A, La Gracia, Ed. Litúrgica Española, Barcelona 1964. REY, B., Creados en Cristo Jesús, Fax, Madrid 1968. RICHARD, L., El misterio de la redención, Península, Madrid-Barcelona 1966. RUIZ DE LA PEÑA, J.L., Imagen de Dios, Sal Terrae, Santander 1988. YÁÑEZ, H.M., Esperanza y solidaridad, Comillas, Madrid 1999.

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QUINTA UNIDAD JESUS ES LA UNICA VERDAD DE LA QUE NOS ES PERMITIDO VIVIR

Conciencia teológica o moral ESQUEMA GENERAL DE LA UNIDAD ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦

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SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES OBJETIVOS DE LA UNIDAD INTRODUCCIÓN MAPA CONCEPTUAL EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD PRESENCIA Y ACCION DEL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRA CONCIENCIA • LA CONCIENCIA MORAL EN LA TRADICIÓN BIBLICA EJERCICIO DE AUTOEVALUACION 1 LA CONCIENCIA EN SAN PABLO • LA FUNCIÓN COGNOSCITIVA DE LA CONCIENCIA • LA FUNCION CRITICA DE LA CONCIENCIA • LA FUNCION SELECTIVA DE LA CONCIENCIA EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 2 LA CONCIENCIA SEGÚN EL CONCILIO VATICANO II • EL SER HUMANO TIENE UNA LEY ESCRITA POR DIOS EN SU CORAZÓN • DIOS ES EL ÚNICO JUEZ DEL CORAZÓN HUMANO SINTESIS EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN LECTURA DE PROFUNDIZACIÓN GLOSARIO BIBLIOGRAFIA ANEXO

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES

ACTIVIDAD Lectura de toda la unidad

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DESCRIPCIÓN Haga una lectura seguida de toda la unidad: introducción, (vea la diapositiva citada en anexo ) objetivos, mapa conceptual, contenido general. Investigue las palabras desconocidas. Escriba los interrogantes que le plantea

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Ejercicio de Aproximación a la realidad Ejercicios de autoevaluación 1 Ejercicio de autoevaluación 2

Desarrolle el ejercicio, busque las filminas Yo te enjuicio mundo en los anexos de la plataforma y comparta sus cuestionamientos con el grupo local o virtual Desarrolle el ejercicio y comparta sus cuestionamientos con el grupo local o virtual Desarrolle el ejercicio y preséntelo para ser evaluado

Ejercicio de profundización

Realice su trabajo según lo propone la guía y preséntelo para ser evaluado.

Lectura de profundización (anexo)

Lectura que puede servirle de material de estudio para más adelante. Antonio Hortelano. Problemas actuales de Moral.

OBJETIVOS • • •

Hacer un acercamiento a la conciencia moral liberadora, desde la perspectiva teológica cristiana. Estudiar los nuevos planteamientos acerca de la Conciencia Moral en la tradición Bíblica y en el Concilio Vaticano II. Contribuir a la madurez de la conciencia cristiana con elementos que ayuden a la pastoral: en la catequesis, en las CEBs y en el acompañamiento de la conciencia por parte de quienes tienen este ministerio.

INTRODUCCION En el Capítulo anterior hicimos un acercamiento a la realidad antropológica que nos constituye, realidad procesual llamada a crecer y vivir bajo la Gracia. Descubrimos, en el Nuevo Testamento especialmente, muchos testimonios que nos ayudan a entender esa transformación como mujeres y hombres nuevos, hijas e hijos revestidos de Cristo, con quien tenemos acceso a la vida plena de Dios Trinidad. Hemos visto también que es a partir de esta dimensión profunda de la Gracia, del don siempre gratuito que Dios da a todo ser humano, que podemos entender el proceso inverso o de negación a esta vida de Dios, expresado también como parálisis de crecimiento de nuestro ser o pecado constitutivo. La Gracia o el pecado no se adquieren o se debilitan, sino dentro de un proceso largo de crecimiento o decrecimiento de nuestra madurez creyente. Esta madurez está expresada en 69

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términos teológicos de Cristificación para los cristianos y cristianas, pero para quienes no lo son o nunca lo serán, este proceso también se da en la medida de su identificación con los valores que nos humanizan.24 La moral del seguimiento centra su reflexión en la experiencia creyente que configura al ser humano en Cristo Jesús, como lo expresa claramente el Nuevo Testamento. Desde esta perspectiva el estudio de la conciencia teológica adquiere una gran importancia como elemento fundamental de toda moral. Existen valiosos estudios sobre la conciencia a partir de la sicología, sin embargo este no es nuestro campo de análisis, sería muy útil para conocer el desarrollo humano, sin embargo nuestro interés se centrará en la conciencia moral vista desde la antropología teológica, a partir de los testimonios especialmente paulinos. Así pues, en esta unidad veremos en qué consiste esta experiencia maravillosa de una conciencia que se deja transformar por el Espíritu, que conoce, capta y actúa desde las mociones del Don de Dios que la habita. Este tema resulta de especial importancia para las CEBs., porque continuamente vemos cuestionados nuestros compromisos, la calidad de nuestras respuestas, la incidencia en nuestra realidad y tantos aspectos que tienen que ver con la claridad de nuestra conciencia. En algunas ocasiones vemos personas que por su falta de conciencia se van detrás de otras propuestas religiosas, contrarias a nuestra Iglesia de los pobres; en otros caso sufrimos persecuciones que le exigen a nuestra CEBs ganar en identidad y espiritualidad. Todo esto nos remite a las funciones de nuestra conciencia moral, termómetro que mide nuestra coherencia. Como en las anteriores unidades necesitamos la disposición del corazón, una actitud abierta a nuevas propuestas en el campo de la moral liberadora y un espacio de reflexión orante que nos permita profundizar los contenidos. Necesitaremos poner un pie en nuestro contexto social y comunitario y el otro en el Evangelio, como bien nos lo aconsejó Monseñor Proaño. Estas dos herramientas serán suficientes para el trabajo. No dejen de servirse de los materiales anexos que son un buen apoyo para la profundización de los contenidos.

24 Ver las filminas del encuentro Leonardo Boff y el Dalai Lama. (material anexo) o en http://enpaz.com/wp/?p=536

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A medida que avanzamos en las unidades de este módulo nos encontramos con un cierto grado de dificultad en cuanto al vocabulario, razón por la cual es preciso acudir a los glosarios para aprender nuevos significados que nos ayudan a comprender los contenidos. Sin embargo las palabras técnicas que se utilizan están explicadas dentro del mismo texto, es cuestión de leer con cuidado. Si estas explicaciones no son suficientes pueden subir sus preguntas al Foro general.

EJERCICIO DE APROXIMACION A LA REALIDAD • • •



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Investigue con los medios que tenga a su alcance y defina en pocas líneas qué entiende la psicología por conciencia. ¿En qué momento la conciencia sicológica empieza a ser conciencia moral? Vea las filminas “Yo te enjuicio mundo” (anexo) y desde su conciencia haga un análisis del por qué suceden estas cosas apoyadas muchas veces por personas que se confiesan creyentes. Comparta su reflexión en el grupal local o grupo virtual.

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PRESENCIA Y ACCION DEL ESPÍRITU SANTO EN NUESTRA CONCIENCIA LA CONCIENCIA MORAL EN LA TRADICIÓN BIBLICA Según los aportes de A. Hortelano, especialista en el tema, la conciencia moral bíblica aparece dotada de un profundo dinamismo interno. Es una conciencia esencialmente religiosa a diferencia de la filosofía estoica que se centra en una fría concepción de la participación en la armonía impersonal del cosmos. La revelación bíblica ve ante todo en la conciencia la voz de Dios, de un Dios con quien el pueblo puede dialogar y ponerse en contacto personal. El término que la tradición bíblica utiliza para la conciencia moral es el de corazón y esto por la indiscutible vinculación psicosomática que existe entre el corazón y los estados emocionales, como puede ser el sentimiento de culpabilidad o de satisfacción por el bien realizado. Los profetas del antiguo testamento afirman enfáticamente que la conducta depende del corazón. A Dios se le ama con el corazón (Dt 6, 5) y se le traiciona con el corazón (Ez 6, 9). Según Jeremías (24, 7; 32, 39), Dios dará un corazón nuevo a los israelitas (cf. Ez 36, 26 s). No basta honrar a Dios con los labios, hay que hacerlo sobre todo con el corazón. 25 Para la antigua tradición de la sabiduría en Israel el corazón era pues el centro vital y el lugar del raciocinio y de la voluntad para ejercer la justicia: "guarda tu corazón porque de él brotan las fuentes de la vida" (Prov.4,23). En el Nuevo Testamento la palabra conciencia aparece en repetidas ocasiones con diversos sentidos: como juicio religioso y moral, como testigo insobornable, disposición natural de todas las personas, en síntesis la conciencia está en estrecha relación con la fe. Jesús, al igual que los profetas, percibe la conciencia moral en relación con la historia, con los acontecimientos del día a día en los cuales experimenta la cercanía amorosa del Padre que lo lleva a descubrir su voluntad salvífica. De esta manera para Jesús el corazón no se somete a leyes abstractas o aplicación de normas fijas, como sucedía con la mentalidad del judaísmo de su época. Para Jesús el discernimiento sobre la justicia surge del momento presente. Así vemos en Lucas y Mateo: «Cuando veis una nube que se levanta en el occidente, al momento decís: "Va a llover", y así sucede. Y cuando sopla el sur, decís: "Viene bochorno", y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis

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Véase: Antonio Hortelano. Problemas actuales de moral I Ed. Sígueme 1981. C.II La conciencia moral

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explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploráis, pues, este tiempo? «¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? (12, 54-57 ó Mt. 16, 1-3)26 Sin embargo es Pablo quien profundiza aún más esta realidad tan compleja y maravillosa de la conciencia teológica. “La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.” Gal 4, 6-7 Esta afirmación de Pablo nos introduce directamente en la conciencia moral específicamente cristiana, objeto de nuestro estudio. No abordamos la conciencia moral en el budismo, islamismo o en otra religión no cristiana, porque sea inferior, en estas religiones existe un alto nivel ético de extraordinario valor, pero nuestra perspectiva es cristiana27 y es desde allí que confesamos nuestra fe y buscamos establecer un estilo de vida acorde con las enseñanzas del Evangelio de Jesús. En el texto citado de Gálatas 4, 6-7 Pablo hace referencia a la conciencia con la metáfora del corazón y con esto acude a la tradición bíblica antes mencionada y en Efesios la tradición paulina añade: “Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios. (Ef.3, 17-18). EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 1 • ¿Qué relación existe entre la conciencia y el corazón en la tradición bíblica?

26

Ibíd. p. 48 Para hablar del valor de la experiencia cristiana A. Hortelano afirma: La fe nos ayuda a descubrir en lo más profundo de nuestra humanización una dimensión trascendente y divina . No es algo añadido artificialmente desde fuera, pero tampoco es una simple evolución desde dentro. La cristianización es una verdadera metamorfosis, en realidad es el mayor salto cualitativo que el hombre puede dar en su vida. La moral cristiana, no está en contra de la lógica, la psicología o la sociología, pero está más allá de la sociología, la psicología o la lógica... la moral hace que lo humano que hay en nosotros se trascienda con Cristo hasta Dios y que lo divino irrumpa a través de Cristo para divinizarme a mí, a los otros con quienes vivo y al mundo en que existimos. En mí todo lo humano es divino y todo lo divino es humano. Es imposible levantar muros entre lo humano y lo divino. Este dualismo parece que está siendo superado en nuestros días, aunque todavía provoca ciertas ambigüedades y tensiones. A. Hortelano. Op. Cit. 203 ss 27

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¿Lo anterior de qué manera cuestionarían las teorías patriarcales que separan y asignan la función racional como propia del varón y la afectiva o del corazón como propia de la mujer? • Complete las siguiente frase:  Jesús percibe la conciencia en relación con ___________________________ • ¿Qué valor tiene esta nueva perspectiva de la conciencia que nos da Jesús? LA CONCIENCIA EN SAN PABLO Para profundizar en los aportes paulinos sobre la conciencia seguiremos el análisis que hace el moralista Alberto Múnera D.,S.J: “Las afirmaciones paulinas sobre la conciencia nos llevan a saber que, en el proceso de transformación del sujeto humano en cristiano, el Espíritu Santo, Espíritu de Jesús y del Padre, es derramado en nuestros corazones, habita en nosotros, opera, actúa en nosotros. Esta presencia activa del Espíritu en el cristiano genera una unidad de actuación: lo que el cristiano opera es obra suya, pero al mismo tiempo es obra de Dios en cuanto ya es partícipe de la naturaleza divina. Las acciones del espíritu del cristiano son, por consiguiente, obra también del Espíritu divino: él es quien clama a Dios (Gal 4,6), él es quien intercede y gime en nosotros (Rm 8,26). La forma como actúa el Espíritu en nuestro espíritu es a través de lo que llamamos "mociones espirituales" que son impulsos o movimientos que el cristiano siente, percibe, capta en su interior y que, lógicamente requieren un discernimiento para determinar si realmente provienen del Espíritu Santo o no. Siguiendo la teología paulina podemos detectar tres actividades y funciones conciencia cristiana:

de la

LA FUNCIÓN COGNOSCITIVA DE LA CONCIENCIA La primera es una función cognoscitiva. Es decir: el cristiano "conoce" con su conciencia. Pero conoce de una manera específica, distinta, diferente a como conoce cualquier ser humano. ¿En qué sentido? Capta, asume, percibe la realidad de una manera propia. Precisamente como el mismo Cristo la capta o percibe. Esto lo manifiesta San Pablo indicándonos que el cristiano es modificado en su "nous" o capacidad de conocer. Al cristiano le ocurre una "meta-noia" o cambio, o transformación del "nous" (Rm 12,2). Le acontece una meta-morfosis en el "nous". El cristiano cambia de mente o mentalidad y entiende o percibe la realidad como Cristo la percibe y entiende. Así adquiere el Pneuma, se hace "espiritual", se le afecta el "kardia" o corazón. 75

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En múltiples textos paulinos y no paulinos, el Nuevo Testamento nos presenta a Cristo como la Sabiduría de Dios transferida a nosotros. Como la Palabra que dice todo lo que es Dios, comunicada a nosotros. Quien posee a Cristo posee el conocimiento de Dios, es la adquisición de la Verdad que es Dios. El Espíritu Santo, Espíritu de la Verdad nos transmite a Cristo que es la Verdad. Todo esto quiere decir que el ser cristiano comienza a entender las cosas como Cristo las entiende. Así se entiende el ser humano como creado en Cristo Jesús, como rescatado o redimido por el misterio pascual, como constituido en hijo o hija de Dios, como destinado/a a la posesión eterna y definitiva de la vida divina. Así el ser cristiano capta la infinita dignidad de lo humano. O el cristiano entiende la vida como el proceso de incorporación a Dios. O el cristiano entiende el dolor, el sufrimiento, la enfermedad como elementos de potencial salvífico. O el cristiano entiende el compromiso con los demás, especialmente con los más frágiles, débiles, sufridos, empobrecidos, como la función más normal de su existencia. O el cristiano entiende el sentido de la pobreza, de la fidelidad, de la entrega, del servicio, de la humildad, de la generosidad, de la participación, de la comunión, de la solidaridad, todo ello como la razón de ser de una existencia en este mundo. O el cristiano entiende que el amor hasta dar la vida por los demás es lo más hermoso que nos pueda suceder. En otras palabras: el cristiano entiende la realidad como Cristo la entiende, porque su "nous" o mente ha sido transformada por la presencia activa del Espíritu de Cristo. LA FUNCIÓN CRÍTICA DE LA CONCIENCIA La segunda es la función crítica (del verbo "krinein" que en griego significa juzgar). Es la función de los "criterios" o parámetros para el obrar. Es la función de los valores o referentes frente a los que la conciencia confronta sus posibles opciones. El cristiano no solamente "sabe" con saber crístico producido por la acción del Espíritu. Sino que, además, reflexiona o aprecia valorativamente. El cristiano pondera, sopesa, delibera, se da cuenta, razona con madurez cristiana. Logra conjuntamente con el Espíritu identificar ("syn-eidenai". "Syn" = conjuntamente, "Eidenai" = identificar) qué vale más. Aquí la operación de la conciencia maneja dos elementos: primero, el dato cristiano de la realidad conocido por su "nous"; segundo, el asunto que se le presenta a consideración. El proceso de confrontar lo segundo con lo primero, es lo que determina que lo primero se convierta en "valor" o "criterio". Pongamos un ejemplo: un dueño de empresa delibera sobre el monto de un salario para un empleado u obrero. Para el no-cristiano (explícito o bautizado) 76

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el parámetro o valor es el beneficio de su empresa, que pesa más que el beneficio del trabajador. El cristiano (explícito o anónimo), con su "nous" transformado por el Espíritu, piensa como Cristo, que el trabajador posee dignidad suprema por ser persona humana (hijo de Dios) y "sabe" con sabiduría divina (primer elemento) lo que "vale" una persona por encima de cualquier otra realidad. Al confrontar el hecho del pago del salario (segundo elemento) con ese "saber" anterior, constituye al primer elemento en "valor" cristiano, y así puede proceder: por eso juzga, pondera, analiza, sopesa, delibera, cae en la cuenta, aprecia valorativamente y detecta inevitablemente en cristiano, que el beneficio del trabajador es prioritario. En consecuencia: los valores cristianos residen en la conciencia cristiana y son infundidos por el Espíritu Santo, el Espíritu de Cristo, Espíritu de la Verdad. Los valores cristianos se van formalizando en la historia cuando los cristianos los van haciendo explícitos en su comportamiento y por comunicación verbal explícita de los mismos. Los valores cristianos son siempre los mismos en todas las épocas, en todos los contextos socio-culturales, porque los genera el mismo Espíritu de Cristo, Y son los mismos aunque las circunstancias sean diversas y el tipo de acciones que haya que realizar sean completamente diferentes. De allí surge una continuidad de valores que nos permite hablar de una Moral cristiana en la historia. Que no es una lista de valores propuestos por disposición de la autoridad o porque están escritos en documento alguno, sino porque son el criterio propio de cada cristiano cuando enfrenta la realidad. LA FUNCIÓN SELECTIVA DE LA CONCIENCIA La tercera función es el discernimiento o función selectiva de la conciencia cristiana. El cristiano no solamente posee el "saber" de Cristo. No solamente convierte en valor ese "saber" cuando delibera, juzga, confronta cualquier asunto frente a ese "saber". Sino que el cristiano discierne o identifica cuál es el comportamiento que coincide con el querer de Dios, con la voluntad divina. En griego el verbo para indicar esta función es "dokimazein" (Ef. 5,10; Rm 12,2; Fil 1,9). El discernimiento, en términos paulinos de "epignosis" (una capacidad sobre-cognoscitiva) o de "aisthesis" (sensibilidad), viene a ser una especie de capacidad de resonancia de la acción o moción del Espíritu Santo. Quizás un ejemplo nos ayude a entender: es como una membrana espiritual que vibra o se agita al más leve impulso del Amor divino. Es como la antena parabólica espiritual que capta la más leve onda emitida por el Espíritu. Entonces esa perceptibilidad permite rápidamente captar qué comportamiento, confrontado con el valor

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específicamente cristiano que surge por el "saber" crístico, es el que el Espíritu Santo quiere que uno elija. Es la docilidad al impulso del Amor divino. Debido a que el discernimiento es el último paso que da la conciencia cristiana antes de obrar, este proceso requiere una especial atención. Esto hace que la oración, entendida como tiempo y espacio para percibir los impulsos del Espíritu en nuestro espíritu, sea indispensable para la actividad moral. El cristiano debe dedicar tiempo y espacio para discernir sus comportamientos. Porque es obvio que teniendo la mente y el corazón ocupados en otras actividades, es muy difícil poner atención a las mociones del Espíritu Santo para poder discernir sus impulsos. Sin embargo es posible llegar a vivir en estado de oración y lograr estar siempre atentos al impulso del Espíritu Santo. Por eso el Señor nos indica en el Evangelio que es necesario "orar siempre".28 EJERCICIO DE AUTOEVALUACION 2 • Haga un cuadro síntesis con los siguientes elementos: o funciones de la conciencia moral o explicación breve de cada función • ¿Que le aporta a su vida personal conocer y potenciar estas funciones de la conciencia? • Presente su trabajo para ser evaluado. LA CONCIENCIA SEGÚN EL CONCILIO VATICANO II En el campo de la moral el Concilio Vaticano II realizó un cambio radical y revolucionario. Antes del Concilio el obrar moral quedó reducido al cumplimiento de las normas o preceptos, después del concilio se ubica la moralidad en el seguimiento de la propia conciencia, razón por la cual el tema de la conciencia es de gran importancia y trascendencia a todos los niveles. Sigamos con atención sus afirmaciones: EL SER HUMANO TIENE UNA LEY ESCRITA POR DIOS EN SU CORAZÓN. En lo más profundo de su conciencia descubre el ser humano la existencia de una ley que él (o ella) no se dicta a sí mismo, pero a la cual debe obedecer, y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, advirtiéndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal: haz esto, evita aquello. Porque el ser humano tiene una ley escrita por 28

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Dios en su corazón, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual será juzgado personalmente. (Cf. Rom 2, 15-16). La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario de la persona, en el que ésta se sienta a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquélla. Es la conciencia la que de modo admirable da a conocer esa ley, cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del prójimo. (...) No rara vez, sin embargo, ocurre que yerre la conciencia por ignorancia invencible, sin que ello suponga la pérdida de su dignidad.29 Según lo anterior el ser humano, transformado por el Espíritu, encuentra en su conciencia la mayor norma de moralidad, ninguna ley externa estará por encima de este conocimiento interior que ofrece Dios y que guía en la conducta correcta. En consecuencia el ser humano está en la obligación de seguir su conciencia aunque algunas veces caiga en errores por “ignorancia invencible” es decir por poseer otras fuentes de información, a veces erradas, que afectan su juicio interno, en este caso no es culpable ante Dios. DIOS ES EL ÚNICO JUEZ DEL CORAZÓN HUMANO El Concilio afirma: Es necesario distinguir entre el error, que siempre debe ser rechazado, y el hombre que yerra, el cual conserva la dignidad de la persona incluso cuando está desviado por ideas falsas o insuficientes en materia religiosa. Dios es el único juez y escrutador del corazón humano. Por ello, nos prohíbe juzgar la culpabilidad interna de los demás (Cf. Lc 6, 37-38; Mat 7, 1-2; Rom 2, 1-11; 14, 10; 14, 10-12).30 Comenta A. Múnera D. S.J. al respecto: “Como podemos ver, el Concilio insiste en que es necesario distinguir entre la verdad que uno posee, sobre todo en el cristianismo, y la situación de la conciencia de los demás: incluso cuando claramente percibimos que los demás están errados según nuestro criterio cristiano, no tenemos derecho a juzgarlos. Sólo Dios es juez de las conciencias. Nosotros podemos proponer nuestra verdad, pero no podemos imponerla ni exigir que los demás la asuman. Y si los otros proceden conforme a su conciencia aunque estén en contra de la verdad que nosotros proclamamos, estarán procediendo correctamente ante Dios si están actuando honestamente según lo que perciben en su conciencia.

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Gaudium et Spes No. 16 Ibíd. No. 10

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Por eso el Concilio entiende que la salvación de las personas no ocurre por la pertenencia explícita al cristianismo, sino por el seguimiento honesto de su conciencia. Entre otras cosas porque la Gracia y, por tanto, el cristianismo real (no el explícito) operan en todas las conciencias de todos los seres humanos desde la creación, de manera que la percepción conciencial del bien y del mal y la libre escogencia de lo primero y libre rechazo de lo segundo es lo que determina la relación positiva con Dios y, por ende, la salvación.” SINTESIS Nos hemos acercado a un tema que no queda concluido, por su complejidad seguramente nos faltan muchas cuestiones para profundizar. Por ahora es importante que queden claras las ideas presentadas anteriormente y despertar la necesidad de continuar su profundización y análisis. Las fuentes en las que nos hemos apoyado dicen lo siguiente: •







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Según la tradición bíblica lo más cercano a la conciencia es el corazón. Hablamos entonces de un corazón con capacidad para orientar la conducta, pues nos dice qué es lo bueno y que es lo malo sin necesidad de mucho análisis. El corazón para los y las creyentes es el lugar del raciocinio, es decir, el lugar para conocer y juzgar con sabiduría y justicia. Jesús asume este pensamiento sobre la conciencia y le agrega algo muy importante: hay que interpretar los signos de los tiempos para saber responder con justicia a sus exigencias. Lo que acontece diariamente es pues para Jesús el motor que mueve a actuar coherentemente. La conciencia (corazón) indicará la presencia del Reino que ya está en medio de nosotros y nosotras y por el cual hay que jugarse la vida. Pablo es quien desarrolla propiamente una teología acerca de la conciencia, la define, dice como funciona y cuales son sus características. Obviamente Pablo se va a referir a una conciencia cristiana, una conciencia transformada por el Espíritu con capacidad para sintonizar con sus impulsos. En Efesios la tradición paulina nos dice claramente que la condición para conocer y discernir con la sabiduría de Dios, o sea para tener una conciencia transformada, es estar arraigados y cimentados en el amor. No hay otra fórmula distinta a esta dimensión del amor en todas sus expresiones. La conciencia tiene una manera propia de actuar y se caracteriza por las siguientes funciones: la función para conocer, la función para juzgar y la función de discernir o escoger.

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Según Pablo la transformación por el seguimiento de Jesús ofrece la capacidad para CONOCER como Cristo conoce, lo cual produce un cambio de mentalidad para percibir todo como Jesús, para experimentar la misericordia hacia las demás personas con la misma humanidad de Jesús. La segunda función de la conciencia de la cual habla Pablo es la función CRITICA, la que nos da un juicio recto. Esta función permite valorar cada situación con criterios cristianos. Aquí radica la fuente de los valores, de los cuales hablaremos en la próxima unidad. La tercera función es la SELECTIVA, la que DISCIERNE, la que elige, la que opta, la que escoge de acuerdo con lo conocido y valorado en sintonía con el Espíritu. Podríamos decir que es una capacidad y claridad para hacer la voluntad de Dios en cada situación sin equivocarse. Por esta razón se dice que la conciencia transformada por el Espíritu es infalible (no se equivoca). Esta visión bíblica de la conciencia de tanta profundidad teológica se fue perdiendo en el cumplimiento ciego de las leyes y manuales. Antes del Concilio Vaticano II la conciencia de los cristianos era la conciencia de sus confesores. Después del Concilio se recupera la autonomía de la conciencia: ninguna ley externa podrá tener un cumplimiento mayor que el exigido por la propia conciencia. Nadie según este principio podrá señalar a nadie como pecador o pecadora, ni excluirlo/la de la salvación, porque quien actúa honestamente de acuerdo a su conciencia no se equivoca a los ojos de Dios, sin importar la religión. De allí la gran responsabilidad de evangelizar y formar responsablemente la conciencia.

EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN • •



Extraiga 3 afirmaciones centrales del Concilio acerca de la conciencia y las consecuencias pastorales que se desprenden de cada una. Presente un problema moral (real o ficticio) que se le presenta a una persona de su comunidad, aplique los principios anteriormente analizados sobre la conciencia moral y diga cómo esta persona debería resolverlo, con qué principios debe actuar. Presente el anterior trabajo para ser evaluado.

LECTURA DE PROFUNDIZACIÓN (ver Anexo) Antonio Hortelano. Problemas actuales de Moral. GLOSARIO:

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Cognoscitivo: adjetivo referente a la capacidad de pensar o comprender Coherencia: del latín cohaerentĭa, es la cohesión o relación entre una cosa y otra. Lo coherente, por lo tanto, mantiene una misma línea con una posición previa. Ej: Si una persona afirma que la Comunidad Eclesial de Base es el centro de su vida y a la semana siguiente la ven participando de un movimiento carismático muy entusiasmada es una persona incoherente, porque no corresponde lo que dice con lo que hace. Estoica:.El estoicismo es uno de los movimientos filosóficos que, dentro del periodo helenístico, adquirió mayor importancia y difusión. Fundado por Zenón de Citio en el 301 a. C., adquirió gran difusión por todo el mundo greco-romano, gozando de especial popularidad entre las élites romanas. Su período de preeminencia va del siglo III a. C. hasta finales del siglo II d. C. Tras esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la descomposición social del Alto Imperio romano y el auge del cristianismo. Metanoia: Para los griegos significaba desplazamiento o cambio fundamental, trascendencia (meta = más allá ) de la mente. En sentido teológico es la transformación profunda de corazón y mente a manera positiva. Nous: Término griego que etimológicamente remite a significados relacionados con la visión, el pensamiento y la reflexión, derivado de "noéin" (tener un pensamiento en la mente, en el espíritu) y que suele traducirse por "inteligencia", "intelecto" o "espíritu". Raciocinio: Se designa con el término de raciocinio a la facultad de pensar que poseen todos los seres humanos y que es sin dudas la característica que distingue a los mismos del resto de las especies. Gracias a esta las personas podemos identificar conceptos, cuestionarlos, encontrar contradicciones, etc. .

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SEXTA UNIDAD

LA CONCIENCIA Y LOS VALORES ESQUEMA GENERAL DE LA UNIDAD • ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦

♦ ♦ ♦ ♦ ♦

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES OBJETIVOS DE LA UNIDAD INTRODUCCIÓN EJERCICIO DE ACERCAMIENTO A LA REALIDAD LOS VALORES Y RELACION CON LA REALIDAD LA CONCIENCIA Y LOS VALORES LECTURA DE PROFUNDIZACIÓN. Frei Beto. EJERCICIO DE AUTOEVALUACION EXIGENCIAS PARA EL CORRECTO OBRAR MORAL • Formación de la conciencia • El discernimiento del Espíritu 1. Testimonio de Vida 2. Acompañamiento comunitario CRITERIOS PARA EL DISCERNIMENTO SINTESIS EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN GLOSARIO BIBLIOGRAFIA

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES ACTIVIDAD

DESCRIPCIÓN

Ejercicio de aproximación a la realidad

Escuche el audio sobre sobre principios, valores y ética de Leonardo Boff ,que encuentra en los anexos de esta unidad y responda las preguntas. Comparta con su grupo de estudio local la reflexión o suba al Foro general de la plataforma sus comentarios o conclusiones.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Lectura y profundización de contenidos de la unidad sexta

los

Haga una lectura responsable y detenida de toda la unidad incluyendo sus objetivos. Investigue las palabras que desconozca. Escriba las preguntas que considere necesarias y súbalas al foro de su grupo virtual.

Profundización los contenidos de la primera parte de la unidad con la reflexión de Frei Beto: “solo estoy mirando cuantas cosas existen, que no preciso para ser feliz”

No pase de largo, interiorice este artículo que ayuda a aplicar a la realidad que vivimos los grandes desafíos de los valores del Reino. Relacione la lectura con el tema de los valores y los antivalores. Después escriba una corta reflexión de aplicación a su vida personal y compártala en el foro general o con su grupo de estudio. Este artículo lo encuentra copiado en la unidad Desarrolle el ejercicio de autoevaluación como esta indicado en el módulo.

Ejercicio de Autoevaluación Ejercicio de profundización

Realice el ejercicio como lo indica la guía y preséntelo para ser evaluado.

OBJETIVOS DE LA UNIDAD • • •

Crecer en conciencia crítica frente a la realidad neoliberal que manipula la conciencia del pueblo y le impone valores extraños a su cultura. Estudiar qué es un valor y la importancia de los valores fundamentales que nos ayudan a cualificar el compromiso cristiano. Descubrir el valor del testimonio y del discernimiento comunitario en la formación de la conciencia.

INTRODUCCIÓN En el capítulo anterior hemos hecho la distinción entre la conciencia sicológica y la conciencia moral. Dijimos que la moralidad de la conciencia comienza con la valoración de los actos de acuerdo a los referentes llamados valores. Mucho se habla hoy de los valores, de su ausencia o manipulación de éstos por la sociedad neoliberal que impone un modelo de vida contrario al Evangelio. También sufrimos por esta razón en nuestras familias por la perdida visible de valores que desmoronan la herencia ancestral que caracterizaba a nuestros pueblos latinoamericanos. Los valores, los antivalores, es un tema trajinado, pero no puede faltar en nuestra reflexión acerca de la moral del seguimiento. Preguntémonos: ¿qué es un valor?, ¿qué relación tienen estos con la conciencia? ¿dónde nacen los valores?, ¿para qué sirven?, ¿por qué son tan importantes en nuestro seguimiento de Jesús?. A estas preguntas trataremos de responder en esta unidad. Estudiaremos los valores relacionados con nuestra realidad y con nuestra vida personal, no los valores en sí como realidades abstractas. Veremos además la relación tan íntima que se da entre la 84

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conciencia y los valores para un correcto obrar moral por un discernimiento adecuado, razón por la cual también nos detendremos en la gran responsabilidad de la formación de la conciencia, especialmente a partir del acompañamiento comunitario. Este capítulo nos ayudará a buscar, a partir de nuestra propia realidad, aquellas cosas por las cuales es importante luchar y las cuales no podemos negociar. EJERCICIO DE ACERCAMIENTO A LA REALIDAD Escuche el audio sobre sobre principios, valores y ética presentados por Leonardo Boff que encuentra en los anexos de esta unidad y responda las siguientes preguntas: ¿Qué constituye la convivencia humana? ¿Cómo define Leonardo Boff los principios y los valores? ¿Qué es la ética mínima? •

Comparta con su grupo de estudio local la reflexión o suba al Foro general de la plataforma sus comentarios o conclusiones.

LOS VALORES Y SU RELACIÓN CON LA REALIDAD Los valores están en relación con la realidad o contexto social o religioso de cada ser humano y se presentan en su conciencia como normas para el obrar. En este proceso de interpretar la realidad el ser humano descubre lo que hay de bondad en toda la creación y así expresa los valores. El Concilio al respecto afirma lo siguiente: “Pues, por la propia naturaleza de la creación, todas las cosas están dotadas de consistencia, verdad y bondad propias y de un propio orden regulado31 Esta verdad presente en la creación se capta a través de la historia y contexto particular de cada ser humano, sin embargo su valor no depende arbitrariamente de cada persona. Los valores no los podemos inventar al antojo de cada quien, por ejemplo: La vida no puede transformarse en muerte, o la verdad convertirse en mentira, ni la honestidad empezar a llamarse corrupción. Los valores como la vida, la verdad, la honestidad, la liberación, el amor

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Op.Cit 36

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entre muchos otros, nunca cambiarán de sentido. Los hombres y mujeres recibimos los valores, los asimilamos, los transmitimos y guardamos en el interior de la conciencia para aplicarlos en nuestro comportamiento ético. Aunque la realidad es cambiante y exige nuevos valores, sin embargo estos deben estar en correspondencia con los ya conocidos. Hoy por ejemplo se habla de la importancia de cuidar la naturaleza, podríamos pensar que es un nuevo valor, pero éste ha existido en nuestras culturas aborígenes desde siempre: el respeto por el agua, la tierra, el aire y los animales. Lo nuevo para la civilización consumista será recuperar la reverencia con la creación que nunca se debió perder. Otro ejemplo que ilustra la necesidad de actualizar los valores en nuestro contexto es el llamado a respetar a la mujer, pero ya en el libro del Génesis (siglo VI a.C) se hablaba de la dignidad humana del varón y la mujer como imagen de Dios. Esta igualdad fundamental del género humano es un valor permanente en todos los tiempos y culturas que nadie puede cambiar y aunque lo cultura patriarcal lo ha pisoteado, no por esto este valor deja de serlo. LA CONCIENCIA Y LOS VALORES “Todo ser humano está inserto en un contexto determinado, y es fruto de una historia, de una cultura, de un ámbito peculiar que afecta permanentemente su comprensión de la realidad. El orden objetivo de moralidad o las normas objetivas de moralidad son los referentes extrínsecos al sujeto, en razón de los cuales cada individuo está en condiciones de calificar su comportamiento de bueno o malo. La conciencia viene a ser, entonces, la capacidad inherente a todo ser humano, de captar los valores normativos para su obrar, esto es, las normas objetivas de moralidad, y de juzgar sus opciones como buenas o malas en la medida en que se acomoden o no a dichas normas. Pero el cristiano, además, está sujeto a otro referente objetivo, extrínseco a él en cuanto no es producido ni creado por él, aunque intrínseco a su ser porque reside en lo más profundo de su estructura síquica: el Espíritu Santo, el Amor infinito del Padre y del Hijo, que habita en él como en un templo. La conciencia del cristiano opera, por consiguiente, guiada por el Espíritu Santo y considerando siempre las normas objetivas de moralidad”.32 Los cristianos y cristianas además de ser guiados por el Espíritu Santo, reciben también el apoyo de su comunidad cristiana, de la gran Tradición eclesial de santos y santas, mártires, 32

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profetas y profetisas que dejan una gran riqueza ética, un cúmulo de valores morales que sirven de referencia extrínseca, objetiva, pero que poco a poco con la madurez creyente se van haciendo parte de la persona, es decir se convierte en referente interno y subjetivo de la conciencia. Por esta razón objetiva, heredada o transmitida, los cristianos y cristianas no actúan moralmente guiados por un subjetivismo absoluto, sino que están referidos en primera instancia al contexto histórico, eclesial, social y sobre todo y por encima de todo al Amor de Dios o Espíritu del Padre y del Hijo presente en la intimidad de la conciencia. En América Latina por ejemplo, Monseñor Oscar Arnulfo Romero es un punto de referencia de las CEBs. En la vida de Romero bebemos como de una fuente y en ella renovamos nuestra opción por los más empobrecidos. Cuando hacemos parte de nuestra vida las enseñanzas de él, entonces deja de ser una referencia extrínseca, externa, fuera de nosotros y nosotras y pasa a hacer parte de nuestra espiritualidad liberadora, se convierte en referente interno y subjetivo, propio de nuestro ser, que nos impulsa a actuar con la misma fuerza profética que él actuó. Resumiendo este punto complejo de la objetividad o relativismo de la conciencia se puede afirmar que: •









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“Existe un orden objetivo de moralidad configurado por los valores mediados a cada ser humano y que se constituyen en normativos para cada uno según su contexto propio. Todo individuo está referido a unas normas objetivas de moralidad presentes en su propio contexto. Todos estamos obligados a conocer esas normas y a formar la propia conciencia en búsqueda de la verdad y del bien. La participación de la Verdad divina a cada ser humano, le permite, por el uso adecuado de su razón, discernir cuáles de los valores mediados por su contexto le son admisibles y cuáles no, haciendo referencia a los principios últimos de moralidad como es el fin del ser humano y el designio de Dios sobre el mismo. El cristiano, por razón de su transformación en Cristo, posee la más objetiva norma de moralidad para su actuar: el Espíritu Santo, el Amor infinito del Padre y del Hijo presente y actuante en su interior. Gracias al Espíritu Santo, el cristiano posee valores específicamente evangélicos y puede además discernir si son tales los que le media la comunidad cristiana. Esta referencia de la conciencia al Espíritu Santo hace que la Moral cristiana no pueda ser relativista sino al contrario, absoluta frente al Amor.

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• •



Este criterio absoluto nunca permitirá que alguien proceda al vaivén de sus propios intereses. A la propia conciencia poseída por el Espíritu Santo no se le puede engañar, no se le puede mentir, no se le puede hacer trampa. También en este sentido se dice que la conciencia es infalible: no se equivoca en la percepción del Amor. Y es insobornable. La honestidad frente a la conciencia cristiana es la máxima garantía de fidelidad a la voluntad divina, al seguimiento de Cristo o reproducción de los rasgos de Cristo Jesús en nosotros. Por eso la obediencia al Espíritu Santo es lo que nos constituye en hijos e hijas de Dios: "todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios" (Rm 8,14). Esta honestidad frente a la conciencia cristiana es lo que determina que estemos en Cristo, que estemos en el Amor, que estemos en Dios y, por consiguiente no estemos en el pecado que sería precisamente todo lo contrario”.33

¨SOLO ESTOY MIRANDO CUANTAS COSAS EXISTEN, QUE NO PRECISO PARA SER FELIZ...¨ Por Frei Beto

Antes de continuar con el estudio de la unidad, deténgase por un momento en la lectura a continuación. Relacione la lectura con el tema de los valores y los antivalores. Después escriba una corta reflexión de aplicación a su vida personal y compártala en el foro general o con su grupo de estudio.

“Al viajar por el Oriente, mantuve contacto con los monjes del Tibet, en Mongolia, Japón y China. Eran hombres serenos, solícitos, reflexivos y en paz con sus mantos de color azafrán. El otro día, observaba el movimiento del aeropuerto de San Pablo: la sala de espera llena de ejecutivos con teléfonos celulares, preocupados, ansiosos, generalmente comiendo más de lo que debían. Seguramente, ya habían desayunado en sus casas, pero como la compañía aérea ofrecía otro café, todos comían vorazmente. Aquello me hizo reflexionar: "¿Cuál de los dos modelos produce felicidad?" Me encontré con Daniela, de 10 años, en el ascensor, a las 9 de la mañana, y le pregunté: "¿No fuiste a la escuela?" Ella respondió: "No, voy por la tarde." Comenté: "Qué bien, entonces por la mañana puedes jugar, dormir hasta más tarde." "No", respondió ella, "tengo tantas cosas por la mañana..." "¿Qué cosas?", le pregunté. "Clases de inglés, de baile, de pintura, de natación", y comenzó a detallar su agenda de muchachita robotizada. Me quedé pensando: "Qué pena, que Daniela no dijo: "¡Tengo clases de

meditación!" Estamos formando súper-hombres y súper-mujeres, totalmente equipados, pero emocionalmente infantiles.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Una ciudad progresista del interior de San Pablo tenía, en 1960, seis librerías y un gimnasio; hoy tiene sesenta gimnasios y tres librerías! No tengo nada contra el mejoramiento del cuerpo, pero me preocupa la desproporción en relación al mejoramiento del espíritu. Pienso que moriremos esbeltos: "¿Cómo estaba el difunto?". "Oh, una maravilla, no tenía nada de celulitis!" Pero cómo queda la cuestión de lo subjetivo? De lo espiritual? Del amor? Hoy, la palabra es "virtualidad". Todo es virtual. Encerrado en su habitación, en Brasilia, un hombre puede tener una amiga íntima en Tokio, sin ninguna preocupación por conocer a su vecino de al lado! Todo es virtual. Somos místicos virtuales, religiosos virtuales, ciudadanos virtuales. Y somos también éticamente virtuales... La palabra hoy es "entretenimiento"; el domingo, entonces, es el día nacional de la imbecilidad colectiva. Imbécil el conductor, imbécil quien va y se sienta en la platea, imbécil quien pierde la tarde delante de la pantalla. Como la publicidad no logra vender felicidad, genera la ilusión de que la felicidad es el resultado de una suma de placeres: "Si toma esta gaseosa, si usa estas zapatillas, si luce esta camisa, si compra este auto, usted será feliz!" El problema es que, en general, no se llega a ser feliz! Quienes ceden, desarrollan de tal forma el deseo, que terminan necesitando un analista. O de medicamentos. Quienes resisten, aumentan su neurosis. El gran desafío es comenzar a ver cuán bueno es ser libre de todo ese condicionamiento globalizante, neoliberal, consumista. Así, se puede vivir mejor. Para una buena salud mental son indispensables tres requisitos: amistades, autoestima y ausencia de estrés. Hay una lógica religiosa en el consumismo post-moderno. En la Edad Media, las ciudades adquirían status construyendo una catedral; hoy, en Brasil, se construye un shoppingcenter. Es curioso, la mayoría de los shopping-center tienen líneas arquitectónicas de catedrales estilizadas; a ellos no se puede ir de cualquier modo, es necesario vestir ropa de misa de domingo. Y allí dentro se siente una sensación paradisíaca: no hay mendigos, ni chicos de la calle, ni suciedad... Se entra en esos claustros al son gregoriano post-moderno, aquella musiquita de esperar dentista. Se observan varios nichos, todas esas capillas con venerables objetos de consumo, acolitados por bellas sacerdotisas. Quienes pueden comprar al contado, se sienten en el reino de los cielos. Si debe pagar con cheque post-datado, o a crédito se siente en el purgatorio. Pero si no puede comprar, ciertamente se va a sentir en el infierno... Felizmente, terminan todos en una eucaristía post-moderna, hermanados en una misma mesa, con el mismo jugo y la misma hamburguesa de Mac Donald... Acostumbro a decirles a los empleados que se me acercan en las puertas de los negocios: "Sólo estoy haciendo un paseo socrático". Delante de sus miradas espantadas, explico: "Sócrates, filósofo griego, también gustaba de descansar su cabeza recorriendo el centro comercial de Atenas. Cuando vendedores como ustedes lo asediaban, les respondía: ..."Sólo estoy observando cuántas cosas existen que no preciso para ser Feliz"!

EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN: • • • •

Defina con sus palabras qué es un valor ¿por qué los valores no dependen arbitrariamente de cada persona? ¿Qué nos ayuda a calificar un comportamiento como bueno a malo? ¿Qué apoyos encuentra el cristiano o la cristiana como referencia ética para su obrar?

EXIGENCIAS PARA EL CORRECTO OBRAR MORAL •

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FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA

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Hemos dicho que la conciencia cristiana es infalible, no se equivoca, pero para que sea realmente infalible debe ser transformada por el Espíritu Santo quien no guía a nadie con comportamientos contrarios a los valores del Evangelio. Sin embargo cada vez se hace más urgente una formación adecuada de la conciencia, puesto que la sociedad neoliberal nos invade con estilos de vida que vende con apariencia de prosperidad y de progreso. Vivimos en sociedades aturdidas por la propaganda, acosadas por las mercancías, ahogadas en el consumo que transforma los sueños en ofertas de vitrina. El valor de la vida se relativiza por el afán de conseguir unos tenis, o un celular, el amor se confunde con las pasiones ficticias y vacías de las telenovelas, el respeto por los padres se olvida en las confusas teorías de autonomía juvenil. Los valores ancestrales aprendidos de nuestros abuelos como la solidaridad, el compartir o la acogida son remplazadas por la competencia, el egoísmo o la indiferencia. Diariamente nos hemos acostumbrado a llamar al mal bien, o a la mentira verdad. Muchos gobernantes, jueces o abogados no distinguen el derecho, su ley es el provecho propio, el enriquecimiento a costa del empobrecimiento de los pobres. (Miq. 5, 1ss) Por la inconciencia de unos pocos nuestras tierras, sus ríos y montañas, sus minas y reservas naturales se entregan a las multinacionales con la trampa y el engaño. Ni qué decir de quienes negocian con las armas y promueven las interminables guerras que masacran pueblos enteros a nombre de la libertad y de Dios mismo. En este contexto ¿cómo hablar de conciencias que no se equivocan, que son infalibles? ¿Cómo hablar de conciencia recta en sociedades que se dicen cristianas y que no educan en el mínimo respeto por la vida en todas sus dimensiones? Evidentemente no podemos ser cristianos o cristianas con una mentalidad neoliberal, no podemos identificarnos como hijos e hijas de Dios cuando nuestras opciones vitales tienen marcas registradas. Al acercarnos al estudio de la conciencia cristiana, caracterizada tan profundamente por San Pablo nos encontramos ante uno de los mayores desafíos de nuestra fe: “Vivid, pues, según Cristo Jesús, el Señor, tal como le habéis recibido” Col. 2,6. Razón por la cual este debería ser el punto central de toda catequesis y predicación. El camino de educación de la conciencia teológica es largo y su cultivo necesita espacios eclesiales y familiares alternativos, no reservados a personas privilegiadas, pero si a quienes desean vivir la coherencia del seguimiento de Jesús. Actualmente la búsqueda de alternativas eclesiales considera que el espacio ideal para formar la conciencia es la comunidad, por eso los obispos en Aparecida (193) reconocieron

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que: “las Comunidades Eclesiales de Base con frecuencia han sido verdaderas escuelas que forman discípulos y misioneros del Señor” En la comunidad las personas encuentran el espacio más adecuado para el discernimiento, veamos en qué consiste y qué exigencias tiene. •

El DISCERNIMIENTO DEL ESPIRITU

En síntesis ¿qué es el discernimiento? Según Cullmann dokimazein o discernimiento “significa la capacidad de tomar, en una situación concreta, la decisión moral adecuada, conforme al evangelio, dentro de la historia de la salvación, en la que el Espíritu Santo representa un elemento decisivo.”34 El aporte paulino que ya hemos analizado acerca de las funciones de la conciencia ilumina mucho este proceso del discernimiento, según Pablo el discernimiento supone un armonioso equilibrio entre moral y religión, Gracia y colaboración humana, inspiraciones del Espíritu y exigencias normativas de la caridad, responsabilidad personal y compromiso comunitario, historia de salvación e historia profana. Presentando el dokimazein como el discernimiento de la voluntad de Dios, inscrito en nuestros corazones por el Espíritu, revelado en la historia de salvación, manifestado en los acontecimientos y conocido en la iglesia, Pablo nos libra de caer en una moral puramente esencialista35, jurídica o de pura situación. Por otro lado, el discernimiento o dokimazein no pretende dar respuesta a todos los problemas morales de cada tiempo o época, como pretendía la moral de la ley. Pablo no impone soluciones privilegiadas. Exhorta a cada persona con amor a la búsqueda, dedicando a ella todos los recursos de la fe, la reflexión humana y la experiencia, para ver cuál es la auténtica voluntad de Dios en las diversas situaciones por las que pasa la humanidad (Rom 12, 1-2).36 Según lo anterior en este proceso tan importante en la toma de decisiones que afectan nuestro obrar moral se deben considerar dos aspectos fundamentales:

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Citado por A. Hortelano. Problemas actuales de la moral. Ed. Sígueme 1981. P. 257. El existencialismo es el último de los movimientos filosóficos modernos que más ha influido en la «moral nueva». El existencialismo es una reacción contra el esencialismo de todos los tiempos y más en particular contra el esencialismo idealista de Hegel. La vida no es una cosa, una esencia, sino una existencia concreta, «mi» existencia. Existir no es ser algo, sino llegar a serlo. De ahí que el existir esté penetrado sustancialmente por el tiempo. A. Hortelano op cit. P. 71 36 Cfr. A. Hortelano. P. 257 35

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1. El testimonio de vida: La experiencia del Espíritu es intransferible, es un don de Dios que transforma interiormente, pero nadie puede pasarla a otra persona, sin embargo el testimonio ayuda, suscita, prepara, motiva a quienes están dispuestos o dispuestas para buscar este camino hacia el encuentro de esta experiencia.

2. El acompañamiento comunitario: La comunidad es el ambiente ideal para el acompañamiento de este proceso de espiritualidad, en ella las personas se sensibilizan se disponen para captar la cercanía del Amor del Padre y del Hijo. La comunidad también está llamada a orientar las posibles desviaciones o “iluminaciones” de un espiritualismo o intimismo extraño al espíritu liberador del Evangelio. Cada comunidad debe tener personas con capacidad de acompañar el discernimiento u orientar adecuadamente el crecimiento espiritual de sus integrantes. CRITERIOS PARA EL DISCERNIMIENTO ADECUADO: “Existe el peligro de que alguien perciba mociones o impulsos del Espíritu y se engañe. Hay criterios para discernir si determinados impulsos son o no son del Espíritu. Por ejemplo: si es a un mayor amor, a una mayor entrega, a un mayor servicio y beneficio del prójimo. O la paz que infunde la presencia del Espíritu después de haber optado por una determinada acción que se supone sugerida por el Espíritu. O la limpieza en el proceso mismo del discernimiento. O el ámbito de oración. O la correspondencia tipológica con el comportamiento de otros cristianos en otros momentos o épocas. O el parecer de la comunidad que opera y actúa en forma similar. O la ausencia total de interés o beneficio propio que se pueda extraer del comportamiento en cuestión. Y así los maestros del espíritu presentan una serie de indicaciones para discernir en honestidad la acción del Amor infinito de Dios en nuestra conciencia”.37 SINTESIS En el capítulo anterior reflexionamos en los elementos que la tradición bíblica nos ofrece acerca de la conciencia moral. Vimos como tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo la conciencia es identificada como el corazón, lugar donde la Palabra de Dios resuena y permite vivir con sabiduría y rectitud. Esta identificación de la conciencia con el corazón muestra como la actividad de la conciencia no es de tipo racional sino vital, ontológica. Este corazón – conciencia, del que nos habla la Escritura, discierne y orienta al ser humano en la dirección correcta y alerta cuando se extravía. Sin embargo fueron los profetas y Jesús particularmente quien sitúa esta sabiduría humana del creyente de cara a la 37

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historia. Así pues, el término que permite confrontar la veracidad de la conciencia cristiana es la realidad, los acontecimientos en los cuales se da la práctica liberadora en coherencia con la práctica de Jesús. La conciencia tiene pues una dimensión subjetiva y objetiva al mismo tiempo. Acompañados y acompañadas de los testimonios paulinos pudimos ver cómo es por la acción del Espíritu de Dios, Espíritu del Padre y del Hijo que los cristianos y cristianas logramos saber con la sabiduría de Dios, conocer con el conocimiento de Dios y actuar en consecuencia. Este misterio insondable de Dios que nos habita es perceptible humanamente hablando por la actividad de la conciencia transformada por el Espíritu. Esta claridad neotestamentaria sobre la conciencia se perdió posteriormente en medio de los razonamientos filosóficos y jurídicos de la moral Escolástica y se recuperó con el Concilio Vaticano II en donde se da inicio a una nueva etapa de la moral. Para el Concilio la conciencia es el centro del obrar moral, esto supone obviamente formación y acompañamiento pastoral adecuados para no caer en un subjetivismo erróneo. En el presente capítulo hicimos un acercamiento a los valores que rigen el obrar, valores que recibimos y captamos a través del contexto particular y cultural, razón por la cual son referentes objetivos y no arbitrarios del comportamiento. Estos referentes extrínsecos permiten evaluar la bondad o maldad de los actos. Para los cristianos y cristianas el Espíritu Santo es el referente externo y primario de su obrar que capacita la conciencia para elegir coherentemente los valores evangélicos. Vimos además que la Comunidad Eclesial en sentido amplio o la Comunidad Eclesial de Base en sentido particular son los espacios privilegiados donde se aprende a discernir y conocer los valores que rigen la vida moral. En ella el testimonio de quienes logran vivir de acuerdo al proyecto de Jesús son referentes permanentes que determinan si nuestras opciones no nos engañan. En el próximo capítulo entramos ya en la recta final de este módulo sin agotar obviamente la temática de la Teología Moral Fundamental. Estudiaremos los elementos que determinan nuestra opción fundamental en el seguimiento de Jesús y los obstáculos que encontramos a diario por el pecado personal. EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN •

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¿Por qué se puede decir que la conciencia cristiana es infalible?

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¿Qué exigencias personales y comunitarias son indispensables para alcanzar una conciencia verdaderamente cristiana? ¿En dónde encontramos las fallas de la formación de la conciencia y de los valores en un pueblo que se confiesa católico? ¿Creen que el clero ha producido esclavitud de la conciencia en la Iglesia? Sustente la respuesta. En este campo de la conciencia ¿el pueblo ha sido suficientemente evangelizado? ¿qué faltaría? Presente su trabajo para ser evaluado.

GLOSARIO: Arbitrariamente: con arbitrariedad, es decir un acto o proceder contrario a la justicia, la razón o las leyes, dictado solo por la voluntad o el capricho Infalible: adj. Que no puede errar Intransferible: adj. No transferible, que no puede ser pasado a otra persona Normativo: adj. Que sirve de norma. Conjunto de normas aplicables a una determinada actividad. Orden regulado: orden establecido de acuerdo con los principios Realidad objetiva: La realidad objetiva es cómo son realmente las cosas. Cuando se habla de la "realidad objetiva", se refiere al mundo que está realmente allí independiente de cómo lo vea o lo interprete una determinada persona. Realidad subjetiva: La realidad subjetiva es la realidad vista a través de las personas, interpretada, filtrada por el lente de quien la ve. Referente extrínseco: Es la realidad referida de manera externa. Referente intrínseco: Es la realidad referida de manera interna Referente: adj. Que refiere o que dice relación a otra cosa

BIBLIOGRAFIA DELHAYE, Ph., La conciencia moral del cristiano, Herder, Barcelona 1969 FLECHAS, José-Román, Teología moral fundamental, BAC, Madrid 1994. HORTELANO, A., Problemas actuales de Moral, Sígueme, Salamanca 1979, T. I, Cap 2. LYONNET, S., Libertad y ley nueva, Sígueme, Salamanca 1964. LÓPEZ AZPITARTE, Eduardo, Hacia una nueva visión de la ética cristiana, Sal Terrae, Bilbao 2003, Cap. 9. PESCHKE, K.H., Ética Cristiana, Urbaniana, Roma 1986, Tomo I, Cap. 3.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO REY, B., Creados en Cristo Jesús, Fax, Madrid 1968. SATÉS, José Antonio, Teología moral fundamental, Edicep, Valencia 2003, Cap. VII. SPICQ, C., Théologie morale du Nouveau Testament, Gabalda, París 1970. VIDAL, M., Moral de Actitudes, PS, Madrid 1990, T. I, Sección tercera. WEBER, H., Teología Moral General, Herder, Barcelona 1993, Cap. 3.

SEPTIMA UNIDAD LA OPCION FUNDAMENTAL POR EL

SEGUIMIENTO DE JESUS • • • • • • • • • • • • • • • •

OBJETIVOS DE LA UNIDAD SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES INTRODUCCIÓN EJERCICIO DE ACERCAMIENTO A LA REALIDAD MAPA CONCEPTUAL DE LA UNIDADES SÉPTIMA Y OCTAVA ENCONTRAMOS LA LIBERACION DESDE NUESTRA OPCIÓN FUNDAMENTAL POR EL PROYECTO DEL REINO LA LIBERTAD CAUTIVA POR EL PECADO LA LIBERACIÓN DE LA LIBERTAD EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 1 LA OPCIÓN FUNDAMENTAL EN TÉRMINOS SICOLÓGICOS EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 2 LA OPCIÓN FUNDAMENTAL EN TÉRMINOS TEOLÓGICOS EL CAMBIO DE OPCIÓN FUNDAMENTAL EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN GLOSARIO BIBLIOGRAFIA

OBJETIVOS DE LA UNIDAD • Hacer un acercamiento al sentido teológico de la libertad, según San Pablo y la tradición del IV Evangelio. • Comparar nuestra libertad con la libertad de Jesús y sacar de este ejercicio conclusiones para la vida. • Establecer una relación crítica entre libertad y liberación que ayude a la coherencia del compromiso en las CEBs. 95

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• •

Sopesar las consecuencias de una libertad cautiva en la vida personal y comunitaria. Profundizar en el sentido y valor de la opción fundamental para el seguimiento de Jesús

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES ACTIVIDAD Ejercicio de aproximación a la realidad

Haga una lectura completa de la unidad VII desde la introducción y sus objetivos hasta el final. Ejercicio de Autoevaluación 1

Ejercicio de Autoevaluación 2

Ejercicio de profundización

DESCRIPCIÓN Investigue las conclusiones del congreso Continental de Teología del 2012 en el link: http://www.youtube.com/watch?v=vFEYueAeUB0 Y responda las preguntas indicadas. Comparta su reflexión en el grupo local o virtual. Investigue las palabras que no conoce en el glosario o en cualquier medio que tenga a su alcance. Desarrolle el ejercicio como está indicado y compártalo con su grupo de estudio local o suba al foro de su grupo virtual este ejercicio Desarrollen el ejercicio y evalúenlo entre pares. (El tutor o tutora local o virtual indicará los pares) Desarrolle el ejercicio como está indicado y preséntelo para ser evaluado

INTRODUCCIÓN En dos capítulos anteriores hicimos un acercamiento a la realidad de la conciencia teológica, vista a partir de la tradición bíblica y de los documentos conciliares. Encontramos cómo la conciencia orienta nuestras opciones o comportamiento moral. Aunque el término conciencia hace parte de nuestro vocabulario ordinario, la comprensión de su funcionamiento resulta ser un tema poco conocido en nuestro acercamiento a la Biblia o en las orientaciones pastorales que recibimos. Razón por la cual nos queda todavía un camino largo por recorrer a nivel eclesial para madurar en el conocimiento profundo de la conciencia teológica, fuente del saber con la sabiduría de Dios y del sentir con los sentimientos de Cristo nuestro Señor de la vida. Podremos pues acceder al estudio teológico de la conciencia, saber cuáles son sus funciones sobre el conocimiento, juicio y discernimiento, pero nos queda todavía pendiente el gran desafío de encontrar cómo llegar a tener esta conciencia transformada y liberada por la Gracia, que nos hace cristianos y cristianas responsables de gestionar o impulsar en nuestros contextos latinoamericanos, el proyecto del Reino de Dios. 96

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Sabiendo pues que nuestra conciencia teológica está dotada por Gracia de capacidad para tener la misma mentalidad de Jesús, nos corresponde siempre hacer nuestra parte ejerciendo nuestra libertad. al optar por esta propuesta vital liberadora y salvífica que nos humaniza. Razón por la cual nos quedan pendientes, antes de terminar este módulo, temas importantísimos para la moral fundamental como son la libertad cristiana de seguir a Jesús, de donde podremos sopesar el valor de la liberación, el de la opción fundamental que hace coherente este propósito de vida y por último la negación de todo lo anterior llamado pecado personal. Para entender la liberación38 tanto personal como social es importante acercarnos a la experiencia personal que nos hace libres según el proyecto del Reino predicado por Jesús. No podemos desatar dinamismos liberadores cuando vivimos cautivas o cautivos de nuestras propias esclavitudes. Nos vamos haciendo libres en la medida en que orientamos nuestra vida en la dirección correcta señalada por Jesús y las comunidades originarias. En esta unidad veremos los dinamismos que liberan nuestro ser en un proyecto de vida llamado “opción fundamental”. Ánimo que el camino se hace al andar. EJERCICIO DE APROXIMACIÓN A LA REALIDAD • Después de ver las conclusiones del Congreso Continental de Teología del 2012 que encuentra en el link: http://www.youtube.com/watch?v=vFEYueAeUB0 • Destaque alguna de las opciones fundamentales a las cuales llegó el Congreso • Esta opción cómo se debe impulsar desde las CEBs?

38

A la pregunta qué es liberación? Un cristiano debe contestar refiriéndose a todo lo que Jesús definió como propio de su Reino... Su reino significa liberación. Juan Luis Segundo Libertad y Liberación. Mysterium Liberationis T.I Trotta. P.381.

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MAPA CONCEPTUAL DE LOS CAPÍTULOS SEPTIMO Y OCTAVO

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ENCONTRAMOS LA LIBERACION DESDE NUESTRA OPCIÓN FUNDAMENTAL POR EL PROYECTO DEL REINO Detrás del dinamismo de la liberación en América Latina especialmente, en su multitud de expresiones: sociales, políticas, culturales, religiosas, de género o ecológicas, sintonizamos con el proyecto de Jesús y percibimos la ruta que él señaló, que hoy se actualiza en la búsqueda de un mundo en el que quepamos todos y todas y en el cual podamos vivir dignamente en comunión con la creación. Esta ruta llamada hoy liberación expresa las prioridades históricas de Dios para santificar, para hermanar, para salvar nuestro mundo de la injusticia, del odio y de la muerte de todos los sistemas que lo rodean. En la tradición bíblica liberación y salvación se encuentran, se identifican, se abrazan en la voluntad de Jesús al mostrarnos el Reino como única posibilidad de realización humana. “Pablo no habla, como habló Jesús, del Reino, cuya llegada se confundía con la liberación y que liberaría a los hombres de todo lo que los mantenía en una situación inhumana. Pablo habla, sí, de una “libertad” gracias a la cual los hombres libres pueden colaborar (ser cooperadores) en la “agricultura de Dios, la construcción de Dios” (I.Cor. 3,9)... Pero para Pablo, esa cooperación en la obra liberadora de Dios no es posible si no somos “libres”... Si “liberación” y todos sus derivados son usados por los evangelios y por Jesús mismo para apuntar a lo que el Reino de Dios quiere realizar en la historia, “libertad” y sus términos afines son usados por Pablo para mostrar con que actitudes antropológicas puede el hombre comprometerse eficazmente en esa misma construcción histórica”. 39 Así pues, cuando Pablo habla de ser libres no se refiere a la alternativa para optar entre lo bueno y lo malo, quien elige lo malo no es libre porque queda esclavizado en su propia elección. Nadie que toma la decisión contraria al amor puede ser libre, nadie que conscientemente daña a su hermano goza de la libertad de los hijos e hijas de Dios. Esta libertad de los hijos e hijas de Dios (Rom. 8, 14-21) supone una transformación ontológica operada por la Gracia que lleva a una opción radical por el proyecto de Jesús. Si no somos hijos o hijas de Dios nuestra libertad se halla esclavizada, cautiva del pecado constitutivo como ya lo estudiamos anteriormente. Veamos esto un poco más detenidamente. LA LIBERTAD CAUTIVA POR EL PECADO San Pablo en Romanos 7, 14-23 nos muestra las contradicciones del ser humano que se deja arrastrar por el mal en contra de su voluntad. Dice él: “pues no hago lo que quiero, sino 39

Juan Luis Segundo op cit. p. 384 ss.

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que hago lo que aborrezco” v.15. y más adelante aclara: “ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí” v.17. Esta cautividad de la libertad se describe en los Sinópticos bajo la figura del demonio que ata, enmudece, excluye y hace convivir con la muerte. Veamos un ejemplo: en el centro del largo capítulo 8 de Lucas, de gran registro narrativo, encontramos el relato de la curación del endemoniado; sin entrar a detallar los innumerables contrastes que presenta Lucas en este capítulo vemos al comienzo a las discípulas y los discípulos que acompañan a Jesús anunciando la Buena Nueva del Reino. Después de la hermosa parábola del sembrador se concluye con la afirmación: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen.» v.21, a partir de allí el evangelista explica qué es no escuchar esa Palabra y cumplirla y por eso acude a mostrar la cautividad de quienes aún no creen, el grupo de los doce que naufragan, y de los que se dejan encerrar por el mismo sistema romano representado en la legión y el endemoniado. Los sinópticos hablan de la libertad cautiva o liberada en oposición o continuidad con el seguimiento a Jesús. El endemoniado, que no era persona, desnudo, sin dignidad alguna, frente a Jesús es ahora sujeto libre que tiene capacidad de anunciar lo que Dios ha hecho en él. (v.39) Jesús nos libera incorporándonos a su vida, a su proyecto y está dinámica salvadora es liberación de la negación de no ser como El. El ser humano por sí mismo no puede ser libre, porque como dicen las enseñanzas de la tradición eclesial, incluso “el primer acto por el cual optamos por el Bien sucede por la fuerza de la Gracia”. LA LIBERACIÓN DE LA LIBERTAD “Cuando la Gracia crística opera en nosotros y sucede la opción por el Bien, por el otro, por la relación positiva con el prójimo, se inicia la liberación de nuestra libertad cautiva. Cuando acontece la presencia activa del Amor infinito de Dios en nosotros, el Santo Espíritu de Jesús y del Padre, entonces nuestra voluntad encuentra cada vez más fácil seguir optando por el Bien, por el amor, por el sí al hermano. Así leemos en San Juan que el cristiano, adherido a Cristo, ya no es esclavo sino amigo del Señor (Jn 15,15). Lo cual equivale a la posesión, por parte del cristiano, del Espíritu del Padre y del Hijo, del Amor divino (Ver 2 Cor 3; Rm 5,5,; Gal 5,22; 2Cor 6,6). La libertad de los hijos de Dios viene a ser, entonces, la espontaneidad y la fuerza con que el "espiritual" (transformado por el Espíritu), escoge y cumple todo lo que coincide con el Espíritu, con el Amor, con la voluntad del Padre. Es la fuerza del Espíritu que guía al hombre a una continua y total adhesión al Amor, al mismo Espíritu (Rm 12,9; 1Jn 4,16). 100

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Dicho en otros términos: en el cristiano, transformado por la Gracia, la libertad resulta constituida por el Amor. Esta es la libertad propia de los hijos de Dios. Como en Jesús, en quien la libertad es capacidad y posibilidad de sólo Amor, de sólo sí al otro. Sin embargo nuestra libertad no es solo sí, a la vez está constituida por la posibilidad del no amor, del no al otro, del no a Dios. En realidad la posibilidad o capacidad de no amar es el máximo defecto de la libertad humana, es su mayor desgracia y su mayor riesgo. Dice Karl Rahner que si la libertad fuera la posibilidad de cerrarse en sí mismo, de no abrirse al otro, la libertad sería un absurdo por cerrar al hombre en su propia finitud. Es decir: precisamente lo positivo de la libertad es la posibilidad de abrirse al otro, de amar. Y lo negativo, esto es, la no-libertad o libertad cautiva, es la posibilidad de encerrarse en sí mismo, en el egoísmo absoluto, en el no-amor, en el mayor de los absurdos. Si miramos la libertad en este sentido teologal sabemos, entonces, que el prototipo de la misma es la libertad de Dios, que, en términos humanos, es la libertad del Hijo de Dios encarnado: Jesús. En la medida en que nuestra libertad se cristifique, se haga como la de Cristo, estaremos adquiriendo la libertad de los hijos de Dios. En la vida cotidiana este hecho también es un proceso de crecimiento: una vez iniciado, siempre estaremos presionados por el Amor infinito de Dios presente en nuestros corazones, que nos impulsará a elegir siempre el Bien, la relación positiva con el otro, el beneficio del prójimo. Mientras más aumente nuestra capacidad de amor por este continuo elegir el bien del otro, más disminuirá nuestra posibilidad de decir no; más disminuirá la dimensión negativa de nuestra libertad, más disminuirá la esclavitud de nuestra libertad por el Pecado. Paradójicamente hablando, la liberación de la libertad por Cristo equivale a una esclavitud a Cristo. Esto quiere decir que "desaparece" la voluntad del ser cristiano, para querer con la voluntad de Cristo, en cuanto que el cristiano es, como Cristo, hijo de Dios. Esta voluntad o querer del Hijo de Dios y de los hijos de Dios, es el Amor, es el Espíritu de Jesús y del Padre. Es decir: estamos llamados a querer, a amar con el Amor de Dios que es el Espíritu Santo. Esta absorción del cristiano por Cristo implica que el cristiano deba comportarse con la misma dinámica de Cristo. Es reproducir en nosotros los rasgos de Cristo. Es lograr ser y obrar como "otro Cristo". Es "sentir" con los mismos sentimientos que Cristo Jesús. Así el "servir" al Señor en esclavitud perfecta de la libertad sometida al Amor, es fruto de la decisión libre del ser humano, coadyuvada por el Espíritu Santo Escatológicamente hablando, podemos decir que por la Gracia se llega de tal manera a ir suprimiendo en nosotros la posibilidad del no al otro, del no-amor, que al pasar a la realidad de Dios seremos finalmente del todo semejantes a El: seremos sólo Amor, constituidos por una libertad perfecta como la suya, capaz únicamente de entrega y donación. Y la felicidad 101

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consiste más en dar que en recibir, (Hechos 20,36) como nos lo enseña el Nuevo Testamento. Seremos los hombres y mujeres libres que allí se mencionan (Sant 1,25; 2,12; Gal 4,21).

40

EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 1 •

Después de estudiar muy detenidamente los párrafos anteriores haga una profundización de sus contenidos a la luz de: Juan 8, 31-36; Lucas 4, 18; Rom. 8, 18-21. Responda en una párrafo ¿cómo entender la “libertad de los hijos e hijas de Dios”? Analice la libertad de Jesús y compárela con la nuestra. ¿Qué conclusiones teológicas se siguen de esta comparación para la comprensión del Pecado y de la Gracia? Comparta con su grupo de estudio local o suba al foro de su grupo virtual este ejercicio

• •

LA OPCIÓN FUNDAMENTAL EN TÉRMINOS SICOLÓGICOS “Este concepto está estrechamente vinculado con el tema de la libertad. Se trata, ante todo, de una interpretación del funcionamiento de la libertad sicológica. Tiene su origen en interesantes proposiciones de Jacques Maritain, pero su desarrollo teológico se debió al P. Karl Rahner. Desde hace ya varias décadas ha sido una categoría utilizada en Teología Moral católica para interpretar de manera más apropiada el comportamiento frente al bien y al mal moral. Considerada la opción fundamental desde el ángulo simplemente psicológico, se refiere a la manera como procede generalmente el ser humano: desde la infancia vamos configurando una especie de orientación genérica de la vida, que toca lo más profundo del ser. Se trata de la direccionalidad hacia el hacer el bien o el hacer el mal. En cuanto direccionalidad, enmarca toda la vida moral en términos positivos o negativos. Por supuesto, esta direccionalidad u orientación general viene a ser como la aplicación de la libertad a un objetivo determinado. Es la decisión libre por un tipo de vida, por una ubicación en el contexto de la relación social. Claro está que toda opción fundamental está situada en una realidad determinada y hace referencia a las percepciones del bien y del mal de cada sujeto, según su cultura, sus costumbres, sus valores y según el marco conceptual, valorativo y proyectivo de su propia sociedad. Desde otro punto de vista, la opción fundamental es apreciada como una decisión genérica y procesual del sujeto pero que afecta la profundidad más íntima del mismo y se entronca en su más honda estructura ética. Es la opción por el bien o por el mal como proyecto de vida, 40

A. Múnera D.S.J. U. Javeriana 2011

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como convicción existencial, como determinación firme y definitiva en términos de compromiso ineludible e insoslayable. Entendemos esto más claramente cuando pensamos en cierto tipo de "opciones" como las que han ocurrido en nuestro contexto latinoamericano: la "opción por los pobres", por ejemplo, supone una decisión, una orientación, un compromiso, una posición ante la realidad de los empobrecidos, tan profunda, tan seria, tan definitiva, que modifica toda la existencia y que orienta toda la vida en función de una causa explícita y determinada. En términos parecidos, la opción fundamental por el bien o por el mal moral significa una toma de posición de esta índole, de una profundidad y compromiso que abarca toda la existencia, que la ubica en un plano de apertura total y permanente, o de rechazo y cerrazón frente al bien moral. Con toda corrección se supone que las actitudes se derivan de esta opción fundamental, y que los actos se derivan, a su vez, de las actitudes. En términos de Rahner diríamos que la opción fundamental y las actitudes se ubican en el nivel trascendental, mientras que los actos serían la categorización de esa opción y de esas actitudes: serían los hechos concretos puestos en el tiempo y en el espacio, procedentes de esa orientación genérica y profunda del ser humano. Visto de otra forma: el acto bueno o el acto malo no están desconectados de la estructura más íntima del ser humano, sino que son explicitaciones concretas de una realidad buena o mala de donde provienen. Esta última consideración lleva a pensar, de inmediato, en la comparación que usa el Evangelio: las maldades no son algo simplemente extrínseco al ser humano, sino que provienen de lo más profundo del corazón. Correlativamente podríamos decir lo mismo de las bondades: de allá mismo proceden. Y, por eso, siguiendo con los símiles utilizados por el Evangelio, "el árbol bueno da frutos buenos y el árbol malo da frutos malos". Podríamos, entonces, concluir, que la opción fundamental y las consecuentes actitudes son lo que constituye la bondad o la maldad del árbol. Y los actos son los frutos externos buenos o malos que inevitablemente proceden del mismo. Para comprender mejor el sentido de la opción fundamental, se observa que no todos los actos del ser humano tienen la misma intensidad y profundidad y que no comprometen en la misma medida la totalidad del sujeto. Se dice, entonces, que algunos actos considerados "periféricos" no comprometen necesariamente la opción fundamental. Es decir, se piensa que la opción fundamental es algo tan íntimo, tan profundo y tan estructural en cada persona, que puede ocurrir que ciertos actos no correspondan a la misma, pero que realmente no logren cambiarla. Ahondando en este asunto, se trata de afirmar lo siguiente: si bien los actos externos corresponden a la bondad o maldad intrínseca del sujeto, como los frutos de un árbol, puede ocurrir que algún acto menos intenso o menos importante o más superficial o 103

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transitorio, no sea de la categoría del sujeto mismo. Esto debido a múltiples causas circunstanciales. Se daría así, el caso de un sujeto con opción fundamental por el bien, que, sin embargo, realiza algún acto malo. O al revés: podría ser el caso de un sujeto con opción fundamental por el mal, que, sin embargo, realiza algún acto bueno. En estos casos, el acto es bueno o malo, pero no significa necesariamente que el sujeto haya cambiado su opción en conformidad con el acto externo. De allí que la conclusión sea, precisamente, que es muy difícil juzgar desde fuera la opción fundamental de un sujeto, simplemente a partir de los actos externos que se perciben. EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓN 2 Complete las siguientes frases: • • • • • • •

La opción fundamental sicológica se refiere a una cierta direccionalidad hacia..... Esta direccionalidad es la decisión libre por.... Toda opción fundamental es situada porque.... Las actitudes de derivan de.... Los actos de derivan de.... Según la comparación del árbol, la opción fundamental y las actitudes se comparan con ................................................ y los actos se comparan con ......................... Evalúen este ejercicio entre pares (es decir con un compañero o compañera) del grupo de estudio local o del grupo virtual en el foro grupal (El tutor o tutora local o virtual indicará los pares)

LA OPCIÓN FUNDAMENTAL EN TÉRMINOS TEOLÓGICOS Supuesta la comprensión de la opción fundamental en términos sicológicos, nos preguntamos qué significado tiene en el ámbito de la relación del ser humano con Dios. Siguiendo los planteamientos del Nuevo Testamento sobre el Pecado y sobre la Gracia, sabemos que el ser humano es invitado por el Espíritu Santo a incorporarse a Cristo por una libre decisión. Podríamos decir que se trata de una profunda experiencia religiosa que desemboca en un compromiso existencial con Cristo. Esta adhesión a Cristo, esta libre y decisiva determinación de seguimiento del Señor Jesús, es, precisamente una opción fundamental. Y posee todas las características que a esta categoría se le atribuyen: abarca la totalidad de la persona, orienta toda su vida, proyecta su existencia en una dirección determinada, implica un compromiso intenso y definitivo, etc. Y esta opción por Cristo resulta tan decisiva y tan trascendental para la persona, que la transforma en su interior, la modifica ónticamente, produce el acontecimiento de la Gracia. Por eso la persona que realiza tal 104

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opción ya no es ella misma sino que resulta transformada en Cristo, en una nueva creatura, ahora ya hijo o hija de Dios por adopción. Así, pues, teológicamente hablando, la opción fundamental no es otra cosa que el proceso de fe vital y existencial por el cual ocurre la vivencia de la Gracia. Esta opción fundamental, correlativamente, es la que determina la negación de una opción fundamental por el Pecado. Ahora bien: esa opción fundamental por Cristo no ocurre en abstracto sino en concreto. Solamente acontece en la medida en que la persona hace una opción fundamental por el otro, es decir, por el Amor entendido en términos cristianos. Pero optar por el otro, optar por el Amor, es precisamente optar por el bien ético. Porque el bien moral no acontece sino en la relacionalidad con los demás. Por eso, quien fundamentalmente obra por el otro, está optando por el bien ético, por el bien moral, por el Amor, y, en últimas, Cristo nuestro Dios. Y al optar en tal sentido, acontece en esa persona la Gracia por la cual se transforma en hijo o hija de Dios y obtiene la salvación. Es la afirmación de la Lumen Gentium (Nº 16) que nos recuerda como todos los seres humanos alcanzamos la salvación por el seguimiento del bien moral que se nos presenta a la conciencia. Y el bien moral es, evidentemente, el bien del prójimo, el amor al prójimo. Lo cual nos ratifica en que la salvación ocurre por este camino, y toda salvación es crística y toda salvación ocurre por la Gracia crística. Por supuesto que es posible hacer la opción fundamental contraria: sería la opción por el no al otro, la cerrazón en sí mismo, el egoísmo como proyecto de vida y como decisión existencial. Ésta sería la negación de la Gracia o la opción fundamental por el Pecado. EL CAMBIO DE OPCIÓN FUNDAMENTAL Ante todo hay que recordar que la opción fundamental puede ser hecha como producto de una decisión explícita, repetida una y mil veces. Pero también puede suceder que tal opción vaya surgiendo y se vaya afirmando de manera implícita, en la configuración de un proyecto de vida y de una orientación genérica, pero sin ninguna formulación explícita. Lo importante es que la direccionalidad de su vida la va forjando cada ser humano con el ejercicio de su libertad. Y, podemos asegurar, ningún ser humano que ejercite su libertad, carece de esta direccionalidad; esto es, ningún ser humano que ejercite su libertad, procede sin opción fundamental. Nos queda la pregunta sobre la posibilidad de cambio de opción fundamental. Es evidente que se puede cambiar, y en eso radica la libertad. Hasta el último momento de nuestra existencia espacio-temporal podemos modificar nuestra decisión fundamental. Sin embargo,

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los teólogos coinciden en afirmar que no es nada fácil llegar a un cambio de tal magnitud que trastoque la orientación estructural, existencial, vital, de la existencia. En un sentido o en otro. Es decir, a medida que se avanza en la vida, lo normal es que las opciones se vayan fortaleciendo y solidificando y no que se hagan giros gigantescos que transforman la existencia. Pero esta posibilidad existe, y aunque sea difícil es de gran importancia. Porque la conversión a Cristo, la "metanoia" como compromiso para seguirlo de una manera incondicional, no es fácil pero es definitiva para la salvación. Y el cambio a una opción fundamental por el Pecado, una "metanoia" en reversa, tampoco es que fácilmente le ocurra a un cristiano (explícito o anónimo) comprometido, pero es una posibilidad siempre presente y que nos debe hacer temblar. Pues por descuido, por inadvertencia o por no estar reafirmando permanentemente nuestra opción por Cristo, podemos ir cambiando paulatinamente de orientación y terminar en el punto de partida, y del hombre nuevo volver al hombre viejo, de la vida podemos pasar a la muerte. Depende todo de nuestra libertad”.41 EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN •

Después de hacer una lectura comprensiva de los anteriores aportes de A. Múnera D.S.J. defina con sus palabras : o ¿Que se entiende por libertad y Opción fundamental en sentido teológico? Describa en pocas líneas su opción fundamental ¿Es posible hacer un cambio radical de opción fundamental y que consecuencias personales traería? Sustente la respuesta. Presente personalmente el anterior ejercicio para ser evaluado.

• • •

GLOSARIO •

Configurar: Del lat. configurāre). tr. Dar determinada forma a algo. Configuración en Cristo es adquirir sus sentimientos, ser como Cristo, adquirir su identidad Correlativo: adj. Dicho de dos o más personas, cosas o ideas: Que tienen entre sí correlación o sucesión inmediata. Por ejemplo: el pecado y la gracia son realidades correlativas, una realidad habla de la otra. Direccionalidad. f. Cualidad de direccional. En este contexto se habla de la dirección que le damos a nuestra vida, sea para el bien o para el mal. Explícito: Del lat. explicĭtus). adj. Que expresa clara y determinadamente una cosa. Implícito: Del lat. implicĭtus adj. Incluido en otra cosa sin que esta lo exprese Ineludible: que no se puede evitar. En este contexto se dice que el compromiso de la opción fundamental no se puede evitar, esquivar, pasar por alto. Insoslayable: adj. Que no se puede pasar por alto Metanoia: [metánoia]. Significa el cambio de la mentalidad y de toda la vida hacia una transformación radical al proyecto de Jesús. Pasar de las tinieblas a la luz. Conversión.

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41

A. Múnera D.S.J. U. Javeriana. 2011.

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MORAL DEL SEGUIMIENTO BIBLIOGRAFIA • • • • • • • • • • •

BÖCKLE, F., Moral fundamental, Primera Parte, Sección tercera, Cristiandad, Madrid 1980. DE LA POTTERIE, I.-LYONNET, S., La vida según el Espíritu, Sígueme, Salamanca 1967 DYER, G., Catecismo de la Doctrina Católica, capítulo XVI, Herder, Barcelona, 1979. FROM, E., El miedo a la libertad, Herder, Barcelona 1962. HÄRING, B., Libertad y fidelidad en Cristo, I, capítulos tercero, cuarto y quinto, Herder, Barcelona 1980. RAHNER, K., La Gracia como libertad, Herder, Barcelona 1972. RAHNER, K., Curso fundamental sobre la fe, pp. 121-125, Herder, Barcelona 1989. RINCON, R.-MORA, G.-LOPEZ, E., Praxis Cristiana, Tomo 1, cap. IX y X, Paulinas, Madrid 1980. SANCHEZ, U., La opción del cristiano, I, cap. tercero y cuarto, 3º, Soc. Educación Atenas, Madrid 1990. VIDAL, M., Moral de Actitudes, Tomo I, cap. 6, IV, PS, Madrid 1981. WEBER, H., Teología Moral General, cap. cuarto, Herder, Barcelona 1994.

OCTAVA UNIDAD

QUIEN HA NACIDO DE DIOS NO PECA • • • • • • • • • • • •

ESQUEMA GENERAL DE LA UNIDAD SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES OBJETIVOS DE LA UNIDAD INTRODUCCION EJERCICIO DE ACERCAMIENTO A LA REALIDAD QUIEN HA NACIDO DE DIOS NO PECA, PERO PUEDE PECAR EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN 1 LA PÉRDIDA DE LA COMUNIÓN ECLESIAL POR EL PECADO DE MUERTE o La reconciliación del cristiano que pecó mortalmente, o segunda meta-noia o La evolución del sacramento de la reconciliación y del concepto de pecado EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN 2 CONCLUSION GLOSARIO BIBLIOGRAFIA

SINTESIS DE LAS ACTIVIDADES ACTIVIDAD

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DESCRIPCIÓN

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MORAL DEL SEGUIMIENTO Lectura y profundización de los contenidos de la unidad

Haga una lectura responsable y detenida de toda la unidad. Investigue las palabras que desconozca. Escriba las preguntas que considere necesarias

Ejercicio de aproximación a la realidad

Desarrolle la guía del ejercicio como está propuesta y comparta con su grupo de estudio local o virtual su reflexión.

Ejercicio de profundización 1

Realice su trabajo personal según lo propone la guía y compártalo con su grupo de estudio local o virtual.

Ejercicio de profundización 2

Desarrolle la guía y presente su trabajo al tutor o tutora para ser evaluado.

OBJETIVOS DE LA UNIDAD • • •

Hacer una acercamiento a la realidad del pecado personal desde la perspectiva de la opción fundamental Ubicar las diferentes percepciones del pecado en la experiencia de las comunidades originarias y a partir del Concilio de Trento. Hacer un balance de las percepciones erróneas del pecado.

INTRODUCCIÓN En América Latina ha cobrado mucha fuerza a partir de los aportes de la teología de la liberación el tema del pecado social, actualmente también llamado pecado estructural. Los aportes a este respecto son muy pertinentes ante la situación de pecado que clama al cielo de nuestros pueblos empobrecidos. Aunque los objetivos de este módulo no abarcan la Moral Social, pues es un tema de gran envergadura que amerita un módulo aparte, mencionemos de paso, al menos, el concepto del pecado social o pecado estructural para distinguirlo del pecado constitutivo y del pecado personal. El pecado social como su nombre lo indica es el pecado cometido por una determinada sociedad o por grupos sociales. Este pecado social se afinca en las estructuras políticas y económicas que producen sufrimiento, hambre, pobreza, muerte, desplazamiento forzado, entre otros males sociales; naturalmente la responsabilidad moral recae en quienes sostienen o generan estos modelos sociales, pero la categoría social apunta a la responsabilidad colectiva de tales males.

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Los documentos de la Iglesia y la Teología de Liberación con la noción de pecado estructural, mostraron que más allá de los cambios personales es necesario cambiar también las estructuras económicas, políticas y culturales de la sociedad y la forma de organizar y funcionar de las principales instituciones.42 Muchas veces ante la falta de juicio moral a estas estructuras pecaminosas se enjuicia a las personas como causantes de los problemas sociales y no a las estructuras, quitándole responsabilidad a éstas. Este desvío termina ocultando las raíces del mal estructural. Existen numerosos trabajos sobre el pecado social, tema que puede ser ampliado para quienes les interese en la bibliografía citada en la nota.43 En este último capítulo abordaremos un tema muy complejo que no puede quedar por fuera en un módulo de moral y es el del pecado personal. Muchas de las esclavitudes que nos hacen cautivos/as radican en una falsa comprensión del pecado personal por una evangelización superficial y moralista que nos evalúa frente al cumplimiento de la ley. De forma breve trataremos este tema con la confianza de que los anteriores capítulos ya han dado suficientes elementos para comprender esta realidad que puede apartarnos del infinito amor del Señor. EJERCICIO DE APROXIMACIÓN A LA REALIDAD • • • •

Retome los contenidos de la unidad 2 de este modulo y defina el pecado constitutivo en una frase. ¿Qué cree Ud. que tenga que ver la "opción fundamental" con el pecado personal? ¿Cree Ud. que un cristiano, transformado por la Gracia, puede cometer actos moralmente malos que lleven a perder esta transformación en Dios? Comparta con su grupo de estudio local o virtual su reflexión.

QUIEN HA NACIDO DE DIOS NO PECA, PERO PUEDE PECAR “Siguiendo nuestro análisis de la Antropología Teológica del Nuevo Testamento hemos descrito cómo el sujeto cristiano está modificado estructuralmente por la experiencia de fe, transformado en su conciencia y en su libertad, invadido por el Espíritu Santo, por el Amor infinito de Dios. Siguiendo las indicaciones del Nuevo Testamento, se detecta esta transformación del cristiano o cristiana como un proceso vital, existencial, que va modificando su estructura interior desde una Jung Mo Sung. Pecado estructural y las buenas intenciones. Adital. 2007 http://www.redescristianas.net. Para profundizar el pecado social Ver. Puebla 29-30 http://multimedios.org/docs/d000363/p000007.htm; http://www.mercaba.org/DicTM/TM_pecado_estructural.htm; http://www.servicioskoinonia.org/relat/348.htm 42 43

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realidad pecaminosa (pecado original) hasta la Gracia que lo va constituyendo en hijo adoptivo de Dios. Al tratar de apreciar la realidad de un cristiano en un momento dado de su vida, podemos decir que está estructuralmente constituido por la Gracia, por la participación de la vida divina, pero que la pecaminosidad original todavía está presente en él o en ella, por lo menos en el plano trascendental como posibilidad permanente de decir "no" a Dios, al poder decir "no" al hermano. Hemos visto también, según los planteamientos del Nuevo Testamento, que el único lugar, el único ámbito donde puede establecer el ser humano su relación con Dios (positiva o negativa) es la relación con la otra persona. Según la doctrina del Nuevo Testamento podemos afirmar con San Juan (1Jn 5,18), que el cristiano o cristiana, así transformados, no pecan. No pertenecen al sector del pecado. No son pecadores. No están poseídos por la "hamartia". Es hijo o hija adoptivo de Dios, está en la luz y no en las tinieblas, posee la vida divina, ha sido liberado del pecado y de la muerte. Es una nueva creatura. Pero surge la pregunta: este cristiano (siempre en proceso) ¿puede recaer en el pecado? ¿Puede volver a una realidad de muerte? ¿Puede perder la vida divina que lo constituye? ¿Puede regresar a las tinieblas? ¿Puede volver a quedar esclavizado por el pecado? ¿Puede pasarse al sector de la no relación con Dios? La respuesta, desafortunadamente, es: sí. Y esto en razón, precisamente, de su posibilidad de decir "no" al hermano y, por tanto, a Dios. Esto es, en razón de la pecaminosidad constitutiva presente en él a nivel trascendental. Pero es evidente que este hecho de regresar a la situación o realidad del pecado, implica un proceso tan importante, de tanta trascendencia y complejidad, como el que ha sucedido para que se haya constituido en cristiano poseído por la Gracia y por el Espíritu Santo. Podríamos decir, entonces, que pasar de la Gracia al Pecado en términos estructurales y constitutivos es también algo supremamente serio, importante, delicadísimo. Y podemos afirmar que también para ello se requiere un proceso. Esto no puede suceder de un solo golpe o en un solo instante. Este proceso de salir de la Gracia y pasar al pecado en donde el sujeto resulta muerto a la vida divina, es lo que hoy en día, siguiendo los planteamientos del Nuevo Testamento, entendemos por "pecado de muerte" o, si se quiere, por pecado "mortal".44 Como ya se ha profundizado, la opción fundamental define la orientación de nuestra vida por el 44

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bien o por el mal, por la vida o por la muerte, por seguir a Jesús o negar su proyecto. El cambio de opción fundamental en cualquiera de los dos sentidos no se realiza de un día para otro sino dentro de un proceso. Según lo anterior el pecado personal de los cristianos o cristianas es el cambio u orientación de la vida en sentido contrario al proyecto de Dios, que es al mismo tiempo complicidad con el mal de este mundo. No obstante una persona que durante su vida está orientada al bien, que vive bajo la acción del Espíritu, puede realizar acciones pecaminosas, que el Nuevo Testamento llama “paraptómata” o trasgresiones y no por esto cambia de opción fundamental. Dicho de otra manera no es posible de manera automática pasar de una opción a otra por acciones malas o buenas de manera aislada. Una persona estructuralmente buena no llega al pecado de muerte por una acción pecaminosa o al contrario una persona que ha orientado su vida al mal puede realizar una acción buena y no por esto queda vinculada radicalmente al proyecto de Dios. En estos casos como lo expresan innumerables textos del Nuevo Testamento hay que transformar toda la vida, hacerse discípulo o discípula, “cargar con la camilla” y convertirse, dirigirse, encauzarse en la dirección correcta señalada por Jesús. La caridad, el servicio, la solidaridad, la sensibilidad por el dolor humano, la práctica de la misericordia, la defensa de la vida en todas sus dimensiones, la opción por los pobres en sentido real y concreto, son expresiones que fortalecen la opción fundamental por el bien. Una práctica coherente del seguimiento de Jesús mostrará siempre el camino del Espíritu. Sin embargo una persona cristiana, que reiteradamente descuida su opción fundamental por acciones contrarias al amor puede debilitarse de tal manera que su pecaminosidad constitutiva aumenta en la misma proporción que disminuye su proceso de crecimiento en la vida de Dios. En este caso se detiene su crecimiento como hijo e hija de Dios y al detenerse retrocede, deja de vivir para comenzar a morir. Cuando esto sucede hablamos de pecado que lleva a la muerte. EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN 1 • • •

¿Qué aportes nuevos encuentra para su vida en los anteriores párrafos? Lea y medite Romanos 8 y exprese en pocas palabras, ¿por qué es tan importante en nuestra vida trabajar por alcanzar una opción fundamental que nos haga vivir bajo la acción del Espíritu? Comparta con su grupo de estudio local o virtual sus aportes.

LA PÉRDIDA DE LA COMUNIÓN ECLESIAL POR EL PECADO DE MUERTE “Una dimensión fundamental del pecado personal de muerte es de orden comunitario. La 111

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comunidad cristiana, la Iglesia en su sentido pleno, está constituida precisamente por los cristianos que obran como tales. Está constituida por los hijos e hijas de Dios, por aquellos que han optado fundamentalmente por el bien, por el amor, por el servicio del prójimo. Es la comunidad de los "santos" o santificados, de los "justos" o justificados, de los "espirituales" en quienes no predominan las obras de la "carne" sino del Espíritu. Si un cristiano peca personalmente con pecado de muerte, porque cambia su opción fundamental, si retorna a la realidad del pecado, lógicamente pierde las características propias de la Gracia: deja de ser hijo o hija adoptivo de Dios, cesa su cristificación, ya no participa de la vida divina. En consecuencia deja de pertenecer a la comunidad de los "santos", de los "justos", de los "espirituales". Cesa su pertenencia a la Iglesia en el sentido teologal de la palabra. Le acontece una verdadera ex-comunión o salida de la comunidad. La reconciliación del cristiano que pecó mortalmente, o segunda meta-noia Y aquí es donde aparece el tema de la reconciliación: la pregunta es si un cristiano que ha cambiado su opción fundamental, que ha incurrido realmente en pecado personal de muerte o mortal, que ha traspasado el ámbito de la Gracia y se ha situado en el ámbito del pecado, que ha quedado excluido de la comunidad eclesial en el sentido pleno, teologal de la misma, puede convertirse y retornar a la vivencia de su fe, regresar al ámbito de la Gracia y ser re-incorporado a la comunidad eclesial. Inicialmente la comunidad no pensó que el cristiano pudiera cambiar su opción fundamental por Cristo. Y pensó que si su decisión era de renunciar a la cristificación, a la filiación adoptiva, a la participación de la vida divina, al Amor, al Espíritu Santo, al bien del prójimo, lógicamente tal sujeto quedaba excluido del todo de la comunidad. Posteriormente la comunidad mitigó su posición y aceptó la posibilidad del retorno del cristiano convertido por segunda vez. Así lo encontramos a partir del opúsculo "El Pastor" atribuido a Hermas45. “Así, pues, el Señor, siendo como es de gran misericordia, estableció otra penitencia – la segunda – a los que, aún dentro de la fe, caen en algún pecado. Si alguno, pues, tentado después del llamamiento, fuere forzado y engañado, todavía puede tomar otra penitencia, que no debe repetirse.” (Strom II,12)

Por supuesto que en el Nuevo Testamento ya estaban las bases teológicas sobre el tema, si bien el ejercicio del proceso de la reconciliación no parece haber aparecido en la época 45

El Pastor de Hermas es uno de los libros más interesantes, más sorprendentes y de más extraña hechura que nos legó la remota cristiandad del siglo II. En la antigüedad fue un libro muy estimado y casi entra en el canon bíblico. Los Padres de la Iglesia lo citan abundantemente y algunos padres como San Ireneo lo consideraron como uno de los libros de la Escritura.

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apostólica de una manera explícita. En todo caso la Iglesia asumió la posibilidad y procedió a la reconciliación de aquellos que, después de haberse incorporado a Cristo y a la comunidad eclesial por el bautismo, habían dado marcha atrás hasta re-incorporarse a la situación de pecado propia del no-cristiano. Lógicamente una segunda conversión o segunda meta-noia, un segundo ingreso a la comunidad eclesial, fue considerado como una excepción y se planteó como posible, pero con una serie de condiciones supremamente estrictas para que no se tomara a la ligera todo lo que significa un cambio estructural de la persona. Esta reconciliación se llamó "segundo Bautismo" y para lograrla se impuso el proceso de la "exomologesis", de mucho mayor duración y compromiso que el catecumenado. Recordemos también que se concedió esta segunda oportunidad a los bautizados pero una sola vez en la vida. Era la segunda y última oportunidad de conversión. Tampoco la duración de la vida permitía que el proceso de reconciliación sucediera más veces, pues la exigencia penitencial se extendía por muchísimos años. Todo esto nos hace pensar con cuánta seriedad se interpretó, en los primeros siglos de la Iglesia, el proceso de transformación ontológica del sujeto propuesta por el Nuevo Testamento. La evolución del sacramento de la reconciliación y del concepto de pecado Surgió así el Sacramento de la Reconciliación para estos casos excepcionales de cristianos que hubieran cambiado su opción fundamental de amor al prójimo, su opción por Cristo, que habían quedado por fuera de la Iglesia, y que posteriormente querían retomar su opción cristiana y reincorporarse a la Iglesia de la que habían quedado excluidos. Esta comprensión del pecado personal de muerte, que fue tan clara en los primeros siete u ocho siglos del cristianismo, evolucionó por razones históricas hasta llegar al estado actual del Sacramento. El concepto de pecado personal evolucionó desde esta comprensión trascendental referida a la opción y a un compromiso de vida, hasta la que propuso Trento como violación de leyes con plena advertencia y pleno consentimiento. Esta evolución en el concepto del pecado personal fue la que produjo la consecuente evolución del Sacramento. Los principales pasos que determinaron el cambio de estructura en la disciplina penitencial desde los comienzos hasta la actualidad se debieron a la invasión de los bárbaros a Europa central y occidental, lo que motivó su conversión masiva por parte de los monjes, especialmente 113

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de los irlandeses. Estos aplicaron su sistema monacal de comunicar al Padre espiritual sus pecados "secretos" u ocultos. Así se fue pasando de la Penitencia pública o proceso penitencial para la reincorporación a la comunidad, a la llamada "Penitencia privada". Igualmente pensaron los misioneros que no se podía esperar a que los penitentes realizaran todo su proceso penitencial antes de ser readmitidos a la comunión eclesial. Esto determinó que se procediera primero a la absolución y posteriormente al "cumplimiento de la penitencia". Finalmente se negoció con un sistema de compensación de penas por dinero o por Misas celebradas para la obtención de "indulgencias", sistema corrupto tremendamente perjudicial para la Iglesia y violentamente atacado por Lutero, lo que generó, en parte, la Reforma Protestante. El retorno a las fuentes, esto es, al Nuevo Testamento y a la vivencia de la comunidad primitiva, propuesto por el Vaticano II, nos señalan claramente en qué sentido se debe entender el pecado personal y de qué manera se tiene que asumir el Sacramento de la Reconciliación. Pero la Teología Moral en la actualidad prácticamente en un consenso unánime, retoma el concepto de pecado personal del Nuevo Testamento y de la comunidad primitiva y lo formula en términos de opción fundamental”. 46 Actualmente en las CEBs., especialmente, se vive una experiencia alternativa y celebrativa de la reconciliación con sentido comunitario, lo cual recupera el sentido original del sacramento y profundiza la capacidad de perdón. En este sentido tenemos todavía un camino por recorrer.

EJERCICIO DE PROFUNDIZACIÓN 2 • Después de hacer una lectura comprensiva de esta unidad, ¿cómo relaciona usted el pecado personal con la opción fundamental? • Según lo anteriormente expuesto, ¿qué dificultades presenta el sacramento de la penitencia heredado de Trento? • Describa con sus palabras las nociones incorrectas de pecado después de hacer una lectura detenida de: VIDAL, M., ¿Cómo hablar del pecado hoy? Documento anexo. • Presente su trabajo para ser evaluado CONCLUSIÓN 46

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Después de haber hecho este recorrido por los asuntos centrales de la moral, ayudados por los especialistas en esta área teológica, especialmente por el apoyo del P. Alberto Múnera S.J.,D. que puso a disposición sus investigaciones para el beneficio de las Comunidades Eclesiales de Base en América Latina y para todas las personas que desean crecer en la moral del seguimiento, damos Gracias a nuestro Dios y Señor por permitirnos acceder al misterio de su Amor, única fuente que nos capacita para ser como El. Crecer en el Señor fue el propósito que nos trazamos con este módulo de Moral del Seguimiento y al hacerlo afirmarnos en nuestra opción fundamental por la vida. Solo hemos iniciamos un camino que deberá continuar en nuestros procesos liberadores en cada comunidad y rincón del continente. Camino de discernimiento de nuestras responsabilidades históricas y de madurez de nuestra conciencia teológica, para responder a los grandes desafíos del Evangelio en nuestra realidad particular. Si el moralismo nos encerró en los esquemas de un modelo de Iglesia de cristiandad, la moral del seguimiento que se ha presentado en estas páginas, nos invita a buscar la talla de Cristo Jesús en quien nos hacemos hijos e hijas como El, con capacidad para reproducir sus sentimientos y actitudes. Si nuestra conciencia ha crecido, si se ha despertado en nosotros y nosotras una fuerza interior capaz de hacer nuestro mundo más humano y justo, no habremos perdido el tiempo dedicado al estudio de este módulo. La teología moral informa, e instruye acerca de las opciones vitales de nuestra fe cristiana que hay que seguir, pero es el Espíritu quien dará la vida plena si nos dejamos conducir con su dinamismo. En cada uno de nosotros y nosotras recae la responsabilidad de convertirnos en un lugar teologal donde Dios mismo pueda actualizar su proyecto salvífico y liberador. Que sea el Señor y la realización de su Reino. especialmente entre los más empobrecidos, la única verdad y razón por la cual gastar nuestra vida. GLOSARIO Exomologésis: en el cristianismo primitivo significa el reconocimiento público de la propia fe y de la naturaleza pecadora y mediante un rito particular se pedía el perdón. La historia de la práctica penitencial del siglo II al siglo V muestra que la exomológesis (confesión, reconocimiento) no era una confesión verbal analítica ni de las faltas ni de las circunstancias. Durante el tiempo de la penitencia, el penitente reconocía sus faltas con sacrificios, austeridad, modo de vida; la expresión verbal no tenía un papel fundamental.

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Hamartia: (en griego antiguo: άµαρτία) es un término usado en la Poética de Aristóteles, que se traduce usualmente como "error trágico", defecto, fallo. El término bíblico más usual para designar al pecado, es "hamartía", se encuentra, sobre todo en san Pablo, la mayoría de las veces en singular, significa entonces el estado resultante de las transgresiones. El estado de pecado que nos hace enemigos de Dios. Paraptômata: Los sinópticos usan preferentemente el plural paraptômata o amartiai, que indican los pecados en cuanto transgresiones (Mt 3,6; Me 1,5; 3,28; 11,25; Le 11,4...). Juan y Pablo, cuyo concepto de pecado revela una reflexión teológica profunda, hablan casi siempre de pecado en singular (Jn 1,29; 8,21. 34; 9,41; 15,22; 16,9; Rom 3,9; 7,1417; 1Cor 5,21; Heb 9,26...), que es descrito como pecado personificado o como una potencia inherente al hombre mismo pecador. Paraptômata es desviarse del curso correcto de la vida de Dios y vivir en la muerte. Trascendental: Se aplica al hecho que tiene consecuencias muy importantes, más de las que cabría esperar.

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