Naturaleza De La Inteligencia Emocional

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FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

INTELIGENCIA EMOCIONAL CICLO: SECCIÓN:

5 30 B

DOCENTE: Ps. Patricia Fernández

Chiclayo- 2014

INTEGRANTES

Barturen Salazar Kristel Burgos Muñoz Sara Cabrejos Llomytop Sarai Collantes Silva Andrea Racchumi Cavero Evelyn Samame Ramirez Cinty

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………. 1

ORÍGENES DEL CONCEPTO HASTA EL PENSAMIENTO ACTUAL …………2

MEMORIA EMOCIONAL…………………………………………………………… 4

INTELIGENCIA EMOCIONAL ……………………………………………………. 5

NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL …………………………..7

LAS EMOCIONES PUEDEN REGULARSE …………………………………… 16

CONCLUSIONES ………………………………………………………………18

BIBLIOGRAFIA ……………………………………………………………………19

ANEXOS ( encuestas) ……………………………………………………………20.

INTRODUCCIÓN

Las normas que gobiernan el mundo laboral están cambiando. En la actualidad no sólo se nos juzga por lo más o menos inteligentes que podamos ser ni por nuestra formación o experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Se trata de un criterio que se aplica cada vez con mayor frecuencia y que acabará determinando quién será contratado y quién no, quién será despedido y quién conservará su trabajo, quién será relegado al mismo puesto durante años y, por último, quién terminará siendo ascendido. Estas nuevas normas pueden ayudarnos a predecir quién va a fracasar y quién, por el contrario, llegará a convertirse en un trabajador '"estrella". Y poco importa, en este sentido, cuál sea el campo laboral en el que nos movamos porque estas normas determinan también nuestro potencial para acceder a otros posibles trabajos futuros. Pero el hecho es que estas normas tienen muy poco que ver con lo que, en la escuela, nos dijeron que era importante porque, desde esta nueva perspectiva, las habilidades académicas son prácticamente irrelevantes. Este nuevo criterio parte de la base de que ya disponemos de suficiente capacidad intelectual y destreza técnica para llevar a cabo nuestro trabajo y, por el contrario, centra su atención en cualidades personales como la iniciativa, la empatía, la adaptabilidad o la capacidad de persuasión. Y ésta no parece ser una moda pasajera ni la nueva panacea de los ejecutivos del momento porque los datos que confirman esta tendencia se basan en investigaciones realizadas sobre decenas de miles de trabajadores de todo tipo, investigaciones que evidencian, con suma precisión, los rasgos que caracterizan a los trabajadores "estrella" y también ponen de manifiesto las cualidades humanas que más contribuyen a la excelencia en el mundo laboral, especialmente en el campo de la gestión empresarial

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ORÍGENES DEL CONCEPTO HASTA EL PENSAMIENTO ACTUAL. 

Charles Darwin fue el primero que empezó a utilizar el concepto de inteligencia emocional, señalando en sus trabajos la importancia de la expresión emocional para la supervivencia y la adaptación.



Thorndike, en 1920, hace uso del término inteligencia social, para describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas.



David Wechsler en 1940, describe la influencia de factores no intelectivos sobre el comportamiento inteligente, y sostiene, además, que nuestros modelos de inteligencia no serán completos hasta que no puedan describir adecuadamente estos factores.



En 1983, Howard Gardner, en su Teoría de las inteligencias múltiples introdujo la idea de incluir tanto la inteligencia interpersonal (la capacidad para comprender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas) y la inteligencia intrapersonal (la capacidad para comprenderse uno mismo, apreciar los sentimientos, temores y motivaciones propios). Para Gardner, los indicadores de inteligencia, como el CI, no explican plenamente la capacidad cognitiva.



El primer uso del término inteligencia emocional generalmente es atribuido a Wayne Payne, citado en su tesis doctoral Un estudio de las emociones. Sin embargo, el término "inteligencia emocional" había aparecido antes en textos de Leuner (1966). Greenspan también presentó en 1989 un modelo de IE, seguido por Salovey y Mayer (1990), pero no fue hasta la publicación del célebre libro de Daniel Goleman sobre Inteligencia Emocional en 1995, cuando

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surgieron numerosas publicaciones que lo hicieron muy popular. Fue uno de los pioneros en nombrar otro tipo de inteligencia más allá de la educación escolar. Su antecesor Howard Gardner ya en su teoría de inteligencias

múltiples

nombró

la

inteligencia

interpersonal

y

la

intrapersonal como una capacidad que por lo tanto se puede desarrollar. Goleman la acuñó y Alejandro Vega un joven malagueño nacido en 1983 lleva en 2010 lleva el mundo de las emociones hasta las más altas cotas de la sociedad, mostrándolas de una forma nunca vista hasta entonces. En su libro "Dicedir saber vivir" expone todos estos contenidos de forma vivencial, nos habla desde el cerebro hasta sus manifestaciones en diferentes culturas y religiones.  En definitiva, el término inteligencia emocional, se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones. Describe aptitudes complementarias, pero distintas de la inteligencia académica, sino referidas al CI. De este modo, personas de gran preparación intelectual, pero faltas de inteligencia emocional, terminan trabajando a las órdenes de personas que tienen un CI menos, pero mayor inteligencia emocional.  Daniel Goleman, Lawrence Parsons o Richard Davidson son algunos de los investigadores y precursores de esta Inteligencia Emocional ( I.E.) como una parte fundamental de la vida para eldesarrollo del ser humano.  Goleman, es un defensor de las emociones sobre el intelecto, intenta explicar que gracias al control y la gestión de las emociones, podemos dar respuesta a preguntas como - ¿Por qué algunas personas parecen dotadas de un don especial que les permite vivir bien, aunque no sean las que más se destacan por su inteligencia? ¿Por qué no siempre el alumno más inteligente termina siendo el más exitoso? ¿Por qué unos son más capaces que otros para enfrentar contratiempos, superar obstáculos y ver las dificultades bajo una óptica distinta? - , entender nuestros sentimientos y los de los demás, empatizar con las personas, dirigir nuestros

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pensamientos, actuar positivamente, etc… son algunos de los aspectos que podemos conseguir con el desarrollo de esta inteligencia emocional. 

Parsons y Davidson entran dentro del campo de Goleman pero a través de un camino diferente, nos señalan que la Inteligencia Emocional no es más que el control y la gestión de las emociones negativas ante la aparición de una situación frustrante y a través de esta I.E. volver al estado inicial emocional. Para conseguir esta I.E. y logar resultados positivos en los seres humanos, deberíamos de actuar a través del entrenamiento del comportamientos (Habilidades conductuales) sobre todo en los niños, algunos investigadores dicen que incluso durante el embarazo de los mismos.

Son

muchos

los

autores,

la

mayor

parte

de

ellos

psicólogos, neuropsicólogos, psicobiólogos e incluso neurocientíficos los que prestan una atención especial a las emociones dentro del comportamiento humano y como ellas pueden ser determinantes para alcanzar aspectos positivos en los desempeños diarios de las personas, en sus comportamientos, actitudes,motivaciones, en su capacidad de aprendizaje, e incluso a la hora de analizar a la contraparte de una negociación.

MEMORIA EMOCIONAL El cerebro dispone de dos sistemas de registro. Uno para recuerdos ordinarios y otro para recuerdos intensamente emocionales, en caso de este último el sistema de alerta neuroquímico que se encarga de que el individuo actúe en momentos peligrosos.

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Un inconveniente es que el mensaje de urgencia mandado suele ser problemático puesto que la amígdala compara experiencias presentes con pasadas, equiparando situaciones solo por compartir algunas similitudes reaccionando así con respuestas grabadas hace mucho tiempo.

LA SEDE DE LAS PASIONES La amígdala cerebral y el hipocampo fueron dos piezas clave del primitivo “cerebro olfativo” que, a lo largo del proceso evolutivo, terminó dando origen al cortex y posteriormente al neocortex.

NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL El grado de dominio que alcance una persona sobre sí mismo. Las características de la inteligencia emocional son: -

Capacidad de motivarnos a nosotros mismos.

-

Controlar los impulsos.

-

Regular nuestros propios estados de ánimo.

-

Evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás.

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y MATEA

La vida emocional es la que nos mueve a comportarnos, percibir y actuar de terminada manera en la vida.

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Hay cinco emociones básicas que comparten los seres humanos con los mamíferos, con la clara diferencia que nosotros si somos conscientes. Tales emociones cubren unos objetos de supervivencia : -

Miedo: el objeto es la protección.

-

Afecto: el objetivo es la vinculación

-

Tristeza: el objetivo es el retiro. Cuando sentimos tristeza nuestro organismo nos está diciendo "retírate de ahí y vuelve a estar contigo".

-

Enojo: el objetivo es la defensa.

-

Alegría: su objetivo es la vivificación. Viene a ser la batería de nuestra existencia.

Actualmente nuestro mundo está perdiendo la sensibilidad ante nuestro entorno y las personas que nos rodean, ya que a muchos de nosotros se nos hace difícil hacer contacto con nuestros sentimientos y es aquí donde radica la importancia de la educación emocional que nos permita conscientizar acerca de lo que sentimos.

INTELIGENCIA EMOCIONAL (GOLEMAN) La inteligencia emocional nos permite: -

Tomar consciencia de nuestras emociones.

-

Comprender los sentimientos de los demás.

-

Tolerar las presiones y frustraciones que soportamos en el trabajo.

-

Acentuar nuestra capacidad de trabajar en equipo.

-

Adoptar una actitud empática y social que nos brindará mayores posibilidades de desarrollo personal.

Este conjunto de habilidades es lo que conocemos como inteligencia emocional y puede dividirse en dos áreas: -

Inteligencia intrapersonal: capacidad de formar un modelo realista y preciso de uno mismo, teniendo acceso a los propios sentimientos y usarlos como guía en la consulta. 6

-

Inteligencia interpersonal: capacidad de comprender a los demás; qué los motiva, cómo operan, cómo relacionarse adecuadamente. Capacidad de reconocer ante el humor, el temperamento y las emociones de otros.

LAS TRES FUENTES DE LOS SENTIMIENTOS 1. Nuestra propia historia, cultura y experiencias. 2. El lado oscuro de lo espiritual que llamamos maligno. 3. El lado de la luz espiritual que llamamos Dios.

NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Las características de la llamada Inteligencia Emocional son la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales y la capacidad de empatizar y confiar en los demás. La naturaleza de la inteligencia emocional" se puede decir que no sólo no es suficiente el Coeficiente de Inteligencia, (CI) sino que es un error de este siglo por ser conductista. Goleman reconoce que la noción de "inteligencia emocional" la ha tomado de Peter Salovey. Las emociones son vitales a la hora de valorar la inteligencia de las personas, como lo apuntaban los escritores amantes de la intuición del movimiento romántico alemán "Sturm und Drang".

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lograr controlar las emociones hay que identificar en primer lugar el concepto de

Programación

Neurolingüística

o

PNL,

nombre

que

abarca

los

componentes más importantes e influyentes a la hora de producir experiencia en el ser humano: neurología y programación. El sistema neurológico regula cómo funcionan nuestros cuerpos: lingüística se refiere a cómo nos interrelacionamos y comunicamos con la gente y programación indica las clases de modelos del mundo que creamos. La Programación Neurolingüística describe, la dinámica fundamental entre la mente y el lenguaje, y cómo la relación entre ambos afecta a nuestro cuerpo y a nuestro comportamiento. Este tipo de inteligencia se subdivide en cuatro habilidades que nos ayudan a manejar las emociones de forma acertada. El psicólogo Howard Gardner, señala que tales habilidades son: el liderazgo, la aptitud de establecer relaciones y mantener las amistades, la capacidad de solucionar conflictos y la habilidad para el análisis social.

LA NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL GOLEMAN LO FUNDAMENTA EN CINCO PUNTOS : Para lograr que nuestras emociones jueguen a favor de nosotros y que guíen nuestro comportamiento con el fin de alcanzar mejores resultados, es que se desarrolló el concepto de inteligencia emocional, el cual comprende y se desarrolla en cinco áreas fundamentales de habilidades: A. Conocer las propias emociones. La conciencia de uno mismo. El reconocer un sentimiento mientras ocurre, es la clave de la inteligencia emocional. Una mayor certidumbre con respecto a nuestras emociones es una buena guía para las elecciones vitales, la falta de esta habilidad nos deja a merced de nuestras emociones. En el proceso de autoconocimiento o autoexploración, es importante tener en cuenta: 

Que es la valoración y no el comportamiento del otro lo que causa nuestra reacción.



Ser muy conscientes de que nuestra valoración es sólo nuestra.



Aceptar que las valoraciones están sujetas a cambio 8

B. Manejar las emociones. Se basa en la capacidad anterior. Las personas que saben serenarse y librarse de la ansiedad, irritación o melancolías excesivas, se recuperan con mayor rapidez de los reveses de la vida, a diferencia de aquellas que poseen un menor control y que, por ende, caen constantemente en estados de inseguridad. Cuando deseamos orientar nuestro esfuerzo en la solución de un problema que se nos plantea, necesitamos tomar el mando de nuestros pensamientos y emociones, por ello resulta relevante considerar: 

El problema real no es quién está involucrado. El problema real es cómo respondemos.



El problema real no es que nos moleste el problema. El problema real es cómo me siento.



El problema real no es cómo ha ocurrido. El problema real es cuándo lo tratamos de resolver.



Manejar o controlar nuestras emociones no significa ahogarlas o reprimirlas.

C. Automotivación. Las personas que saben controlar la impulsividad y esperar para obtener su recompensa, cumplen con sus objetivos y están conformes con sus logros. Dirigir las emociones para conseguir un objetivo permite mantener los esfuerzos, actuar en forma más creativa y desarrollar, por consiguiente, una mayor productividad y eficacia. El uso productivo de nuestra emoción puede responder a la siguiente cadencia: 

Sintonía de pensamientos e interpretaciones.



Uso de frases motivadoras y diálogos internos constructivos.



Sentido del humor.



Relajación y actividad física.



Uso de técnicas de resolución de problemas D. Empatía.

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La capacidad para reconocer las emociones de los demás, saber qué quieren y qué necesitan, es la habilidad fundamental para establecer relaciones sociales y vínculos personales. Dentro de este marco de relaciones interpersonales, algunos indicadores que deben considerarse son: 

Autoapertura: es no hablar desde lo absoluto, sino desde la interpretación que nosotros damos a nuestros datos, siendo sensibles a los sentimientos del otro y cuidando mucho el lenguaje corporal.



Asertividad: en Gestión de la Inteligencia Emocional, a la asertividad le damos una acepción especial, basada en la habilidad de mantener nuestros derechos, opiniones, creencias y deseos, respetando al mismo tiempo las del otro, lo que contrasta con la agresividad, que no las tiene en cuenta, o la pasividad, que ignora las propias.



Escucha activa: en la escucha activa hemos de poner énfasis en desactivar nuestros filtros de recepción, sintetizar las declaraciones del otro, usar frases de dinamización, dar noticia de que somos conscientes de los sentimientos del otro y usar apropiadamente las pistas no verbales de quien se nos da.

E. Manejar las relaciones. Esto significa saber actuar de acuerdo con las emociones de los demás y de producir sentimientos en los demás: determinar la capacidad de liderazgo, de popularidad, de eficiencia en las relaciones interpersonales. Para ello resulta útil considerar lo siguiente: 

Separar las personas de los temas.



Enfocar en intereses y no en posiciones.



Establecer metas precisas de la negociación.



Trabajar juntos para crear opciones que favorezcan a ambas partes.

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El conocimiento de las propias emociones es la piedra angular de la inteligencia emocional y Sócrates lo consideraba ya en conócete a ti mismo. Cerebralmente, parece requerir una activación del neocórtex en las áreas del lenguaje, como evidencia la alexitimia, la imposibilidad de expresar las emociones, descubierta por el Doctor Psiquiatra de Harvard Peter Sifneos en 1972. Asimismo, también hay influencia de las emociones en el razonamiento, como expone Antonio Damasio en El error de Descartes, donde expone que las señales intuitivas llegan en forma de impulsos límbicos o de "indicadores somáticos", por lo que debemos estar en contacto con nuestras sensaciones, con el corazón, al crear metáforas, soñar, ... También hay niveles de emoción, pues "cualquier emoción puede ser -y normalmente es - inconsciente". Consciente cuando se produce un registro en el córtex frontal e inconsciente antes de que se registre. En cuanto a la capacidad de controlar las propias emociones, Platón hablaba de Sofrosyne, "cuidado e intelgencia en el gobierno de la propia vida", que Aristóteles situó en el "justo medio", lo apropiado y que en Roma y en el cristianismo pasó a ser la templanza (temperantia) equilibrio emocional. 11

Cerebralmente, es en la amígdala donde se de el chispazo de ira, produciendo una descarga de catecolamina a la amígdala y de ésta al sistema nervioso; el neocórtex lo calcula fríamente para la venganza. La cuestión está en buscar el lado positivo. La capacidad de motivarse uno mismo es la aptitud maestra para Goleman, aunque también interviene e influye la motivación de los demás. En el reconocimiento de las emociones ajenas, la base es la empatía, de la cual el primero en definirla fue E.B. Titehener en la década de los veinte. Gramaticalmente quiere decir sentir dentro y resulta vital para ponerse en el lugar del otro. Para Goleman está en función de la educación. El término inteligencia emocional es la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás. Describe aptitudes complementarias, pero distintas, de la inteligencia académica, las habilidades puramente cognitivas medidas por el cociente intelectual. Muchas personas de gran preparación intelectual, pero faltas de inteligencia emocional, terminan trabajando a las órdenes de personas que tienen un cociente intelectual menor, pero mayor inteligencia emocional. Inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas. Ejercer un autodominio emocional no significa negar o reprimir los verdaderos sentimientos. Los estados de ánimo `malos', por ejemplo, tienen su utilidad: el enojo, la tristeza y el miedo pueden ser una intensa fuente de motivación, sobre todo cuando surge del afán de corregir una situación de adversidad, una injusticia o inequidad. La tristeza compartida puede unir a la gente. Y la urgencia nacida de la ansiedad (mientras no sea sobrecogedora) puede acicatear el espíritu creativo. El consciente intelectual determina lo que sabe un ejecutivo, pero la inteligencia emocional determina lo que hará. El consciente intelectual es lo que permite entrar en una organización, pero la inteligencia emocional es lo que permite crecer en esa organización y convertirse en líder.

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Cada rol implica un patrón de inteligencia emocional diferente. Por ejemplo, una persona no puede ser un vendedor eficaz si carece de firmeza y de una tendencia a la sociabilidad. Pero otra persona que carezca de la tendencia a concentrarse en los detalles y a la constancia en la tarea no brillará como químico.

COMPONENTES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Para lograr que nuestras emociones jueguen a favor de nosotros y que guíen nuestro comportamiento con el fin de alcanzar mejores resultados, es que se desarrolló el concepto de inteligencia emocional, el cual comprende y se desarrolla en cinco áreas fundamentales de habilidades:

1. Conocer las propias emociones. La conciencia de uno mismo. El reconocer un sentimiento mientras ocurre, es la clave de la inteligencia emocional. Una mayor certidumbre con respecto a nuestras emociones es una buena guía para las elecciones vitales, la falta de esta habilidad nos deja a merced de nuestras emociones. En el proceso de autoconocimiento o autoexploración, es importante tener en cuenta: 13



Que es la valoración y no el comportamiento del otro lo que causa nuestra reacción.



Ser muy conscientes de que nuestra valoración es sólo nuestra.



Aceptar que las valoraciones están sujetas a cambio.

2. Manejar las emociones. Se basa en la capacidad anterior. Las personas que saben serenarse y librarse de la ansiedad, irritación o melancolías excesivas, se recuperan con mayor rapidez de los reveses de la vida, a diferencia de aquellas que poseen un menor control y que, por ende, caen constantemente en estados de inseguridad. Cuando deseamos orientar nuestro esfuerzo en la solución de un problema que se nos plantea, necesitamos tomar el mando de nuestros pensamientos y emociones, por ello resulta relevante considerar: 

El problema real no es quién está involucrado. El problema real es cómo respondemos.



El problema real no es que nos moleste el problema. El problema real es cómo me siento.



El problema real no es cómo ha ocurrido. El problema real es cuándo lo tratamos de resolver.



Manejar o controlar nuestras emociones no significa ahogarlas o reprimirlas.

3. Automotivación. Las personas que saben controlar la impulsividad y esperar para obtener su recompensa, cumplen con sus objetivos y están conformes con sus logros. Dirigir las emociones para conseguir un objetivo permite mantener los esfuerzos, actuar en forma más creativa y desarrollar, por consiguiente, una mayor productividad y eficacia. El uso productivo de nuestra emoción puede responder a la siguiente cadencia: 

Sintonía de pensamientos e interpretaciones.



Uso de frases motivadoras y diálogos internos constructivos.



Sentido del humor.

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Relajación.



Actividad física.



Uso de técnicas de resolución de problemas.



Apoyo en nuestro equipo de personas-soporte.



Reapreciación de metas y establecimiento de otras nuevas.

4. Empatía. La capacidad para reconocer las emociones de los demás, saber qué quieren y qué necesitan, es la habilidad fundamental para establecer relaciones sociales y vínculos personales. Dentro de este marco de relaciones interpersonales, algunos indicadores que deben considerarse son: 

Autoapertura: es no hablar desde lo absoluto, sino desde la interpretación que nosotros damos a nuestros datos, siendo sensibles a los sentimientos del otro y cuidando mucho el lenguaje corporal.



Asertividad: en Gestión de la Inteligencia Emocional, a la asertividad le damos una acepción especial, basada en la habilidad de mantener nuestros derechos, opiniones, creencias y deseos, respetando al mismo tiempo las del otro, lo que contrasta con la agresividad, que no las tiene en cuenta, o la pasividad, que ignora las propias.



Escucha activa: en la escucha activa hemos de poner énfasis en desactivar nuestros filtros de recepción, sintetizar las declaraciones del otro, usar frases de dinamización, dar noticia de que somos conscientes de los sentimientos del otro y usar apropiadamente las pistas no verbales de quien se nos da.

5. Manejar las relaciones. Esto significa saber actuar de acuerdo con las emociones de los demás y de producir sentimientos en los demás: determinar la capacidad de liderazgo, de popularidad, de eficiencia en las relaciones interpersonales. Para ello resulta útil considerar lo siguiente: 

Separar las personas de los temas.



Enfocar en intereses y no en posiciones.

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Establecer metas precisas de la negociación.



Trabajar juntos para crear opciones que favorezcan a ambas partes.

LAS EMOCIONES PUEDEN REGULARSE

Regular las respuestas emocionales se puede aprender. Al mismo tiempo es un signo de maduración y de inteligencia. En la primera infancia, habitualmente no regulamos nuestra respuesta emocional, simplemente la expresamos o explota. Socialmente se acepta, y se perdona este tipo de "sinceridad" en las respuestas emocionales de los niños y las niñas pequeñas. Y a medida que se van haciendo mayores, el índice de tolerancia ante esta inmediatez en las respuestas va disminuyendo hasta llegar a la madurez, cuando socialmente se exigen la regulación emocional. Con su aprendizaje conseguimos equilibrar dos fuerzas opuestas. Por un lado, la necesidad biológica de la respuesta emocional, y por el otro, la necesidad de respetar determinadas normas de convivencia. La alternativa que se propone es que existen emociones como consecuencia de la respuesta de la persona ante una situación.36 La alternativa que propone Manel Güell Barceló en su libro ¿Tengo Inteligencia Emocional? es considerar que no existen emociones positivas ni negativas. Simplemente existen emociones como consecuencia de la respuesta de la persona ante una situación. También es cierto que determinadas emociones son útiles y traen un beneficio al individuo y otras no. A partir de este hecho podemos dividir las emociones respuestas emocionales efectivas, útiles y adaptativas y respuestas emocionales no efectivas, poco útiles o poco adaptativas. Una respuesta emocional (alegría, ira, vergüenza) será útil en función del contexto. Si la respuesta es adaptativa y nos ayuda a relacionarnos con el mundo que nos rodea, con los demás y con nosotros mismos, será una emoción efectiva. Así todas las respuestas emocionales son positivas siempre que se utilicen adecuadamente. Daniel Goleman menciona en su libro Inteligencia Emocional en la Empresa, que, cuando hablamos de autocontrol emocional no estamos abogando, en modo alguno, por la negación o represión de nuestros verdaderos sentimientos.

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El "mal" humor, por ejemplo, también tiene su utilidad; el enojo, la melancolía y el miedo pueden llegar a ser fuentes de creatividad, energía y comunicación; el enfado puede constituir una intensa fuente de motivación, especialmente cuando surge de la necesidad de reparar una injusticia o un abuso; el hecho de compartir la tristeza puede hacer que las personas se sientan más unidas y la urgencia nacida de la ansiedad —siempre que no llegue a atribularnos— puede alentar la creatividad. También hay que decir que el autocontrol emocional no es lo mismo que el exceso de control, es decir, la extinción de todo sentimiento espontáneo que, obviamente, tiene un costo físico y mental. La gente que sofoca sus sentimientos —especialmente cuando son muy negativos— eleva su ritmo cardíaco, un síntoma inequívoco de hipertensión. Y cuando esta represión emocional adquiere carácter crónico, puede llegar a bloquear el funcionamiento del pensamiento, alterar las funciones intelectuales y obstaculizar la interacción equilibrada con nuestros semejantes. Por el contrario, la competencia emocional implica que tenemos la posibilidad de elegir cómo expresar nuestros sentimientos.

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CONCLUSIONES -

La inteligencia emocional se basa en la “capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de preservar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales”; dando el concepto según Goleman, la inteligencia emocional es el hecho puro de poder ver las situaciones ponerlas dentro del Neocórtex ; sin pasar por la amígdala y funcionar de una manera más sana dentro de la sociedad.

-

la inteligencia emocional del líder tiene como razón y objetivo fundamental generar y mantener un capital emocional en grupos y organizaciones como la verdadera causa de la productividad humana organizacional.

-

Para comprender el gran poder de las emociones sobre la mente pensante y la causa del frecuente conflicto existente entre los sentimientos y la razón debemos considerar la forma en que ha evolucionado el cerebro.

-

La importancia evolutiva de ofrecer una respuesta rápida que permitiera ganar unos milisegundos críticos ante las situaciones peligrosas debió ser vital para nuestros antepasados, pues esa configuración ha quedado impresa en el cerebro de todo protomamifero, incluyendo los humanos.

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BIBLIOGRAFÍA

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Anexos

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