Precipicio Maldito Y Otros Cuentos De Terror

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake

Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake

Precipicio Maldito 1 Las pequeñas gotas de lluvia comenzaron a humedecer tímidamente los adoquines de la acera de la parada de autobuses, donde alrededor de cuarenta pasajeros aguardaban la llegada del último autobús que los llevaría de vuelta a sus casas, luego de un arduo día de trabajo, para algunos, para unos pocos significaba solo un paseo más a la ciudad más próxima. El olor a combustible y el ruido de un fuerte motor anunciaron a los adormilados pasajeros que el viaje estaba listo para abordarlo, todos ordenados en fila se fueron subiendo uno a uno, hombres mujeres y niños en medio de un murmullo se fueron acomodando en sus asientos en el vehículo colectivo con capacidad para treinta y dos pasajeros. Ocho hombres tuvieron que viajar de pié pues los asientos estaban ocupados el autobús empezó su marcha y el parabrisas se fue cubriendo de la fina lluvia, el conductor con el ceño fruncido quizá por el cansancio y el duro día activó los limpiaparabrisas en función suave así que por momentos el camino quedaba prácticamente invisible , pero esto no hizo que John , el conductor subiera el ritmo de los limpiaparabrisas. 2 Jhon calculó que dentro de media hora llegaría a su última carrera de aquel día y se iría a descansar, miró por el retrovisor y observó los rostros de sus pasajeros todos ellos unidos por aquel viaje, pero con vidas y situaciones tan distintas, problemas que los agobiaban o quizá felices por algún éxito en su paso por este mundo, algunos iban absortos mirando por la ventana otros hablaban de sus labores cotidianas, unos solo observando a los demás y unos pocos dormitaban en sus asientos. Los ocho pasajeros que se mantenían de pié se bamboleaban al ritmo de las sacudidas del automotor al pasar por las curvas e irregularidades del camino, de vez en cuando pero siempre en silencio cruzaban miradas un tanto furtivas entre ellos y entre los pasajeros sentados.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Cuando el autobús realizó la primera parada se bajaron dos señoras y un joven y los tres asientos desocupados se vieron de nuevo ocupados por tres de los tipos que se agarraban de la barra del techo, el sinuoso camino continuó entre voces, risas y algo de viento helado que se filtraba por las ventanas entreabiertas. 3 La noche se ceñía ya sobre los poblados que iban cruzando y luego de tres o cuatro paradas mas no quedaba ya nadie de pié y mas bien sobraban asientos libres, Mike era un joven empresario que regresaba a su casa en ese viaje y miraba por la ventana las luces de las casas y las lámparas del alumbrado y como una fina capa de lluvia golpeaba el cristal y resbalaba en pequeños chorros hasta perderse en las comisuras del marco de la ventana. Veintiséis pasajeros se mantenían aun en el autobús cuando llegaron a la mitad del camino, Mike conocía por lo menos a veinte de ellos pues todos los días viajaban al mismo horario desde hacia por lo menos tres años también conocía a Jhon, el conductor, pero no tenia amistad con este pues no le simpatizaba mucho. Mike miró a su lado, junto a el viajaba una chica de unos veinte años, bonita y alta pero de aspecto no muy amigable, se ahorró un comentario banal, adelante, dos de los hombres que habían venido de pié al principio uno de ellos portaba un sombrero y gabardina negros, el otro una suéter de lana y la cabeza calva descubierta. Intentó observar mas adelante los cinco asientos que lo separaban del chofer estaban ocupados por personas normales de los que veía a diario: Monik, la enfermera, Ron, el de la constructora, Erberth el secretario del banco, etc. etc. y del otro lado del pasillo del autobús igual ocupado por personajes conocidos, sin embargo a los que no había visto antes era a los tipos que estaban delante de el, el del sombrero y el calvo. No pensó mas en el asunto e intentó dormir un poco a lo mas faltaban diez minutos para llegar a su destino, las mujeres hablaban, los niños gritaban y se jalaban el cabello entre si, las madres intentaban calmarlos a Jhon no le hacía la menor gracia y se enfurruñaba cada vez mas, las gotas de lluvia se hicieron mas gruesas y constantes por lo que no le quedó al chofer mas alternativa que accionar la velocidad máxima del poderoso limpiaparabrisas. 4 Al empezar a dar la última curva , antes de entrar en la ciudad destino el autobús derrapó de forma violenta , Jhon intentó controlarlo sin éxito pisó el freno y descubrió con horror que el pedal se deslizó hasta tocar la lata,

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Mike despertó , debido a la sacudida y pudo observar como el automotor se desplazaba de costado rumbo a un barranco al lado derecho de la carretera, las llantas derechas tocaron el borde del precipicio y por la fuerza del impulso , el lado izquierdo se levantó y se mantuvo por eternos instantes haciendo equilibrio, mientras los gritos de los pasajeros ensordecían al asustado conductor que maniobraba desesperadamente sobre el volante. El equilibrio no pudo más , pues el mayor peso de los pasajeros se concentraba en la parte derecha del autobús , y definitivamente volcó hacia la pendiente , durante dos minutos rodó estruendosamente , charral abajo aplastando cuanto arbusto y planta se le atravesaba , hasta que se detuvo en una saliente del barranco , ochocientos metros mas abajo, se escuchó el rechinar de las latas retorcidas, al quedar en pie y destrozado , luego unos vidrios hicieron tintineo, luego el silencio lo envolvió todo. 5 Fue una suerte para el deshecho autobús, encontrarse con aquella cornisa, pues de no existir, hubiese rodado durante unos quinientos metros mas donde lo esperaba el desnudo lecho repleto de piedras de un poco caudaloso rio, por unos instantes la cabeza de Jhon zumbó, fue el primero en despertar, miró hacia atrás, y la escena lo inquietó un poco: todos parecían dormidos, el chofer creyó que habían muerto desnucados, pues no se veía ni una gota de sangre, intentó aclarar sus ideas. Mike abrió los ojos , a su lado la chica permanecía inmóvil , con la cabeza caída a un lado , intentó apartarla para poder salir , la tomó de las piernas para hacerla a un lado , la joven recuperándose , y sintiendo como unas manos intrusas le tocaban las piernas , soltó un bofetón contra la cara del joven empresario , este , aturdido , se llevó la mano a la cara -¡Atrevido! , ¿Qué le pasa, quien le dio derecho de tocarme?- Solo quería salir- dijo Mike adolorido, -Todos queremos salir- dijo una voz en la penumbra, poco a poco y con el bullicio, los pasajeros fueron saliendo de su sopor. Jhon fue el primero en salir, seguido con mucho cuidado por los azorados pasajeros, la noche abrazaba ya el misterioso lugar y la lluvia se hacia a veces mas fuerte, el chofer del autobús llamó a Ron para que le ayudara a inspeccionar el lugar y planear una forma de salir de ahí, Ron lo siguió y sin mediar palabra , el chofer le señaló el borde del precipicio, Ron se acercó poco a poco y miró hacia abajo, se encontraban en una cornisa de aproximadamente cincuenta metros cuadrados y al fondo

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake se escuchaba un rio que no lograba ver por la oscuridad , entonces caminó hacia el bus de nuevo. 6 Acurrucados contra los restos del automotor se encontraban los once pasajeros restantes seis hombres y cinco mujeres, mientras tanto Jhon revisaba el otro extremo de la cornisa, notó que estaba rodeada por un alto talud de unos cinco metros de altura, luego continuaba la pendiente por donde habían rodado y se perdía en la negrura, luego estaría la carretera, pero no escuchaba ningún ruido de motores ni nada parecido. Regresó y pensando un rato dijo: -Debo salir por ayuda, mientras ustedes me esperan aquí , he notado algo extraño, recuerdo que cuando nos accidentamos venían algunos niños y no están por ningún lado, es posible que se quedaran en el camino mientras rodábamos y se encuentren malheridos allá arriba- sin decir más, subió al autobús y empezó a buscar algo entre la gaveta a la par del volante, los pasajeros retenían la respiración a cada movimiento de Jhon , pues la chatarra parecía que se iba a volcar y terminar de rodar a lo que quedaba del precipicio. Sin embargo, minutos después emergía por la portezuela, con una linterna en la mano, pero el hombre alto del sombrero y la gabardina habló: -Sería mejor si otra persona que no sea el chofer, vaya por ayuda, creo que todos por aquí coincidimos en que se debe quedar a dar valor a sus pasajeros- El calvo, bajito, asintió con su cabeza salpicada de gotitas de lluvia -Está bien- dijo Jhon, -pero, ¿Quién irá?- El obrero Claudio, se adelantó diciendo : -Yo voy, subiré por la pendiente y buscaré ayuda-, todos estuvieron de acuerdo inmediatamente, Jhon se dirigió junto con Ron, Mike y Claudio hacia el talud que separaba la pendiente de la cornisa natural. -Debemos hacer una escalera humana- dijo Jhon y que este amigo suba ayudado por nosotros-, con gran esfuerzo, Ron se subió sobre Jhon y se apoyó en la pared de tierra, luego Mike trepó por sobre Jhon y Ron hasta quedar a medio metro del borde de la pendiente, también haciendo equilibrio. Claudio miró hacia arriba y pudo ver en medio de las penumbras a los tres sujetos formando la escalera, tambaleantes , parados uno en los hombros del otro, el barro se desprendía del talud y la lluvia humedecía las ropas de estos- Date prisa, no aguantaré mucho asíreplicó Jhon jadeando. El elegido, ascendió poco a poco por los cuerpos apoyados en el talud, al llegar arriba, extendió la mano pidiendo la linterna, Mike le agarró el brazo diciéndole:

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -Tienes que ayudarnos, sácanos de aquí, por favor- y le alcanzó la linterna que le daba Ron, Claudio emitió un breve “si”, se esforzó por mantener el equilibrio en la inclinada porción de tierra en que se apoyaban sus pies, se volvió hacia arriba y con la luz de la linterna como guía se fue abriendo paso entre los matorrales, pronto, la oscuridad se lo tragó. 7 Ron y Mike, saltaron al suelo y se dirigieron al autobús, donde los demás pasajeros aguardaban bajo la inclemencia de la llovizna, todos miraban hacia abajo, entonces Jhon intentando calmarlos les dijo que ya el “mensajero” se encontraba en camino, pero el hombre alto de la gabardina, se acercó al chofer y casi le gritó: ¡Alguno de ustedes lleva reloj ?!! -Por supuesto- inquirió Jhon, en este momento son las… seis y… cuarenta y cinco ¿minutos? , eso no es posible, a esa hora más o menos tuvimos el accidente, pero…-El chofer notó que su reloj se había detenido, al igual que el de todos los demás- -No es posible- murmuró y empezó a golpearlo levemente con su otra mano. Una de las mujeres lanzó un chillido, Mike le preguntó que le ocurría -Algo me rozó- -Calma señores y señoras-, Intentó el chofer-me parece que la histeria se empieza a apoderar de nuestras mentes, no creo que suceda nada que no se pueda explicar con sentido común, muy pronto alguien vendrá a ayudarnos- Pero la noche cada vez mas negra calaba mas fuerte en el ambiente y en las almas de los accidentados, los niños perdidos aún eran un misterio. La impotencia que experimentaban en aquel momento era insoportable entonces a Mike le vino una idea a la cabeza- Si vamos a permanecer aquí durante varias horas, nos vamos a congelar, el frío es casi insoportable, busquemos algo para hacer fuego- Ron esbozó una forzada sonrisa- ¿y como se supone que lo haremos, si la lluvia arrecia cada vez con más fuerza?, además no hay nada que pueda arder por aquí- Claro que hay-, replicó Mike. 8 Tiempo después con el encendedor que usaba para encender sus cigarrillos el tipo bajo ,calvo , le prendía fuego al maltrecho autobús , Jhon fue el único que no estuvo de acuerdo con aquel procedimiento , sus jefes le iban a pedir cuentas sobre el accidente y con el vehículo incinerado tendría serios problemas , pero la situación ameritaba la decisión de la mayoría , una tímida llama recorrió el chorrito de combustible a la entrada del

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake autobús y pronto alcanzó los asientos , el calor no se hizo esperar y los desvalidos pasajeros respiraron algo tranquilos. Monik fue la primera en notarlo, pero los demás lo atribuyeron a los nervios y al deslumbramiento provocado por las llamas que ya sobresalían por las ventanas rotas, una forma alargada recorrió el techo del autobús y fue a perderse detrás, a la altura del borde de la cornisa. 9 Monik chillaba desesperada intentando llamar la atención de sus compañeros de viaje, pero estos lo atribuyeron a un estado de shock y se dedicaron a calmarla , la enfermera , tenía su gabacha manchada de barro desde el borde hasta parte de las mangas , debido a su continuo caminar de un lado para otro en el lodoso terreno , Mike encontró una piedra saliente y se sentó a observar como el tipo alto de la gabardina y su amigo el calvo , dirigían el proceso para convencer a Monik de que su imaginación le jugaba una mala pasada . Ron, permanecía de pie , pensativo , de pronto, camino, pasando por el frente ardiente del autobús y se dirigió al otro lado , donde había estado algún tiempo antes, cuando fue a revisar la cornisa, recordó que en aquel momento , creyó notar algo en lo profundo del barranco, casi a orillas del río invisible por la espesa oscuridad , en dicha ocasión hizo caso omiso a la visión, por lo que ahora, no lograba distinguir si se trató de algo natural, por ejemplo una luciérnaga, o si realmente podría existir algo peligroso ahí abajo, un coyote, u otro animal , que estuviera rondando para atacarlos, entonces caminó lentamente, tratando de ahondar en la noche y penetrar las tinieblas que envolvían la extensión del precipicio, con su vista. 10 La luz nocturna era apenas perceptible, y unas amontonadas nubes se deslizaban llevándose las últimas ráfagas húmedas, el viento comenzó a secar el aire y Ron atento no dejaba pasar por alto el mas mínimo movimiento en la maleza de allá abajo, buscó un trozo de leña para cualquier eventualidad, unas pequeñas piedras rodaron por la cornisa natural, cediendo al peso de los pasos de Ron, un destello a lo lejos lo alertó, dos lucecitas rojas avanzaban ,viéndose intermitentemente a causa de la maleza por la que atravesaba rápidamente , curioso mas que asustado Ron fue siguiéndola intentando no perder de vista el objeto, absorto, no percibió una mano fría que se acercaba hasta que le rozó el cuello, blandió el trozo de madera con súbito terror, pero el brusco movimiento lo hizo perder el equilibrio y

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake empezó a caer por la pendiente , la mano que le provocó el susto inicial le sostuvo con firmeza –Soy yo, Mike- , le dijo la voz en la oscuridad –Pues ayúdame, que susto me has dado -Con gran esfuerzo pues Ron es un tipo alto y grueso ,bastante pesado, Mike consiguió subirlo de nuevo a suelo firme –Creo que ahí abajo anda algo rondando, no he logrado saber que es -Ambos se asomaron al precipicio que continuaba mas allá perdiéndose en una llanura aún invisible para ellos ,todo era quietud –¿Y si le pedimos la linterna a Jhon, el chofer? dijo Mike –Creo que aparte de que está molesto por lo del bus ,no nos podrá dar la linterna, recuerda que el hombre que salió por ayuda la llevaba , pero , ¿Qué te sucede? ¿Acaso lo olvidaste? -La verdad, si…lo había olvidado-. Poco después Jhon convocó a los presentes a que se reunieran y se mantuvieran juntos al lado del autobús que ya casi consumía su estructura con el fuego y su calor ya no era suficiente -Calculo que pueden ser mas de las doce de la noche , y aun no se escucha a nadie que se aproxime a intentar rescatarnos -Dijo el chofer un poco preocupado, el hombre alto de la gabardina ,miró a todos a la luz del ya tenue fuego y replicó -Entonces deberíamos empezar a buscar una forma de salir de aquí, no creo que podamos resistir la madrugada sin complicaciones –¿Qué sugiere que hagamos, señor?,– no podemos subir por la pendiente sin iluminación alguna–Le dijo Jhon ,irritado–Y por abajo ya hemos visto que no hay salida, debemos resistir y esperar la mañana–Mientras tanto Monik aparentaba estar ausente en sus pensamientos y repetía en voz baja, casi imperceptible –Yo se lo que vi, yo se lo que vi–El hombre alto ,mirando a Jhon le respondió–Eso, si es que llega la mañana…–. 11 Unos sonidos estridentes, sacaron del sopor a Mike, instintivamente miró el reloj, el fuego del autobús estaba totalmente extinguido, por lo que apretó el botón de la lucecita del reloj, este, indiferente, le mostró la misma hora, que llevaba ya mucho tiempo sin cambiar , recordó la avería que habían sufrido los relojes de todos sus compañeros , se movió hacia la derecha descubriendo que tenía las piernas adormecidas , se había dormido sentado , y no recordaba hacía cuanto tiempo , un destello de otro reloj , a su lado , la anunció que alguien estaba despertando también – Hey , ¿Quién eres?—Una voz femenina , y conocida le respondió :--Soy yo , Laura , y tú?—Laura era la chica con la que había venido sentado durante el viaje –Pues que bueno que no se me ocurrió palpar a mi alrededor—Ella sonrió en la oscuridad

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake –Mis disculpas , no fue mi intención golpearte así ,pero me pareció un atrevimiento , pero ahora que nos encontramos en esta situación , se que debemos apoyarnos mutuamente—Mike le dijo—Es cierto , pero noto tanta tensión en el grupo que creo que nos será difícil , llegar a conocernos y tener confianza para intercambiar ideas y buscar una salida que nos favorezca a todos , sin embargo, mientras amanece y vienen por ayuda, podemos charlar y saber de nosotros ¿te parece?-Está bien , que mas da ? , yo soy secretaria en una empresa en Valle Celeste, pero comencé apenas esta semana ¿tu que haces? –Tengo mi propia empresa ahí también—Contestó Mike –Llevo ya varios años en esto y estoy en proceso de crecimiento , pero vivo en Colina , por eso viajo todos los días en este autobús , aún no me da el presupuesto para comprarme un auto— en eso , Mike se quedó en silencio , escuchó de nuevo los sonidos que lo habían despertado , eran como un crujido , se acercaba y se alejaba ,como cuando cantan los grillos , pero no eran grillos –Escuchaste eso ? –Le preguntó a Laura –No escuché nada --Respondió ella – En ese momento los ruidos habían cesado , Mike intentó incorporarse , sus piernas habían despertado y ahora sentía un hormigueo que le recorría y le molestaba un poco , de pronto una corriente de aire le hizo volverse , su espalda experimentó el paso de un cuerpo extraño , un grito ahogado se le escapó de la garganta –Que sucede?—preguntó ,--De que hablas ?—le replicó Laura –Alguien acaba de rozarme—No juegues con eso –dijo Laura –Está oscuro y las bromas no serán bienvenidas – Al parecer los demás dormían , un murmullo de uno de ellos que se acomodaba resonó conmoviendo suavemente el silencio , el tipo calvo de estatura baja , hablaba en sueños , por fin Mike logró incorporarse sin dificultad , sus piernas ahora respondían bien—Adonde vas ?—Le preguntó la chica en voz baja pues notó que todos dormían – Voy a investigar de donde proviene ese sonido—Pues voy contigo , no me quedaré sola aquí—Le tomó del brazo y avanzó por encima de las rocas y escombros que tapizaban el suelo , barroso y húmedo , sus pies hacían ruido al caminar , ya no se escuchaban los crujidos, pero Mike percibió un extraño olor metálico en el aire, este se tornó caliente alrededor de su rostro, pero en la penumbra no podía ver mas allá de su brazo extendido, logró divisar los restos calcinados del autobús, sombra que se recortaba contra la relativa claridad del cielo nocturno, no sabían cuan nocturno, de pronto, Laura en sus tinieblas, tropezó con algo, un vapor ascendió hasta las narices de la pareja, y Mike no distinguió con que masa habían llegado a dar, hasta que

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Laura perdiendo el equilibrio cayó de rodillas, apoyando ambas manos en un cuerpo tendido a la orilla del neumático derecho trasero del destruido autotransporte, Que es esto !!—dijo primero en voz baja la chica, luego casi con un grito –Que es esto??¡!!!!!!—Mike se inclinó lentamente hasta tomarla de un brazo e intentar levantarla –Que encontraste ?-en ese momento, la luna venció las nubes que la ocultaban y proyectó parte de su luz sobre la cornisa donde se encontraban los accidentados , Laura miró sus manos , pues sintió un líquido aceitoso que le resbalaba por las muñecas y pretendían deslizarse hasta los codos –Que es esto ?, repetía aturdida –Déjame ver – La calmó Mike, y acercando a su amiga a la luz notó el líquido negro que goteaba de los brazos, y manchaba su suéter, en un principio creyó encontrarse con un derrame de aceite del vehículo siniestrado , pero la luna lo sacó de su error, pues al mover uno de los blancos brazos de Laura , para ver mejor , un destello rojo le indicó que se encontraba ante sangre, -Estas herida?- como en un susurro causado por el pavor , Laura le respondió : --No , que yo sepa , no siento herida alguna– Oyeron voces, los demás habían despertado y confundidos se acercaban casi a tientas a donde se encontraban Mike y Laura, intentando descifrar de donde vino la sangre, Jhon estaba a la altura de la joven pareja y preguntó :--Están bien ?—Creo que si, --respondió Mike pero por lo que veo , ahí en la oscuridad—y señaló el lugar donde Laura cayera segundos antes—Hay alguien que no está bien—en ese instante se le vino a la mente que alguno podría encontrarse herido –Están todos bien ?—preguntó al grupo que se había aproximado desde la oscuridad y estaban frente a el con sus rostros en la penumbra , un murmullo recorrió las bocas de los presentes asintiendo , pues cada uno de los que ahí estaban sentían que se encontraban perfectamente , todos menos uno , es decir, una. 12 Con cuidado Jhon se inclinó sobre el sitio señalado anteriormente por Mike, pero ese lugar estaba muy oscuro debido a la sombra que proyectaba lo que quedaba del autobús, entonces agachándose completamente , palpó con sus manos, mientras los otros lo miraban o al menos eso intentaban , sin atreverse a intervenir –Creo que es la pierna de alguien –Dijo Jhon al fin , alarmado y alarmando a los que le acompañaban – Por favor , ayúdenme a arrastrarlo a la luz de la luna – Ron , se adelantó y empezó a tientas a buscar junto con Jhon, pronto encontró la otra pierna –Quien es ?— Preguntó –Pronto lo sabremos—dijo Jhon—tira!!—Y

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake entre ambos tiraron de un cuerpo incrustado en el barro, poco a poco, los demás pasajeros fueron observando con horror el resultado del descubrimiento de Laura, primero unas piernas envueltas en viscosa mezcla de lodo y sangre, pocas partes blancas se podían apreciar, otro tirón mas y quedó a la vista un vientre abierto y vacío , podían verse las costillas sobresalir de entre la carne desgarrada , un grito afloró en las gargantas de las mujeres y las expresiones de sorpresa de los hombres les hicieron compañía –Que es eso ? , Que sucedió?? – no paraban de repetir los presentes, pero lo más importante: Quien es? , El último tirón dejó a la vista un rostro abultado casi cubierto por un enmarañado revoltijo de cabello rizado, aquel día en la mañana Monik había estado en el salón de belleza, retocándose tan característico peinado –Monik ?!!—Exclamó una de sus compañeras de viaje y enseguida cayó de bruces desmayada. Todos Estaban estupefactos y no sabían que hacer , el mas conmocionado sin duda era Jhon , se tomaba del cabello y tiraba fuertemente con los ojos rojos inundados en lagrimas , se miraban los unos a los otros , de pronto , el hombre bajo, de la calva se aventuró a decir :--Ya esto está demasiado extraño ¿no les parece ?, deberíamos buscar de una vez por todas la forma de salir de aquí , ese tipo que enviaron a por ayuda se tarda demasiadas horas en venir –Su compañero , el del sombrero , miró el reloj , frunció el ceño al comprobar que las agujas continuaban inmóviles desde las seis y cuarenta y cinco y apoyó a su amigo—Tienes razón Will , creo que es hora de que cada uno, o todos en conjunto ,salgamos de aquí a como de lugar , antes de que lo que sea que le pasó a esta mujer nos pase a todos y cada uno de nosotros , la decisión está tomada , por arriba o por abajo alguna salida tiene que existir— Ron, que ya había recorrido todo el perímetro de la cornisa negó con la cabeza –La única salida es la que tomó Claudio y solo si hacemos escaleras humanas podremos subir , lo cual resulta bastante incómodo , aparte de que los últimos en intentar subir , no podrán hacerlo , debido a la altura –Mike se acuclilló ante el cadáver de Monik , desde hacía rato había estado observándolo, mientras Laura se aferraba a su brazo, una vez en aquella posición , procedió a un examen mas minucioso --¿ Que haces ?—inquirió Laura , casi vomitando con la espantosa visión , al no recibir respuesta intentó alejarse caminando –Ni lo pienses-- , le dijo el tipo de la gabardina y el sombrero ,--Nadie debe separarse del grupo en este instante—

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Al perder Jhon las facultades normales de su carácter, sus pasajeros quedaban prácticamente sin líder, el del sombrero tomó el mando del grupo, solicitando calma y paciencia, ya solucionarían aquello. 13 El tiempo se escurría , pero sin ser percibido , el clima había cambiado , ahora era cálido , casi sofocante , y un olor a humedad mezclada con sangre y humo colmaba la atmósfera, las once personas , amontonadas unas contra otras en el lugar que eligieron para su seguridad , no hacían mas que rezar y esperar que amaneciera –Ha pasado demasiado tiempo , me parece que el sol no saldrá ya mas –dijo una voz , era Jhon , que un poco recuperado del shock , empezaba a concientizar sobre la situación –me parece que estamos muertos y que estamos en el infierno , no volveremos a salir de aquí – sollozó casi en silencio –Y que te hace pensar eso ?— dijo Will , pero no recibió mas respuesta que los sollozos –En verdad esto es horrible –continuó Will –si tan solo a alguien se le ocurriera algo –otra voz terció :--Un momento ¿ estamos todos? otro silencio siguió a la pregunta –y como vamos a saberlo?—por fin respondió una voz de mujer—No se separen—dijo el del sombrero—actuemos inmediatamente , tu , sígueme --, le dijo a Mike ,la luna continuaba alta en el cielo y no daba muestras de avanzar como naturalmente lo hacía y el hombre del sombrero lo notó de pronto , tomó del hombro a Mike , que caminaba sigilosamente a su lado , y señaló hacia arriba , Mike siguió el dedo señalador y dijo –Si , la luna , ¿que pasa con ella ?—el extraño preguntó --¿hace cuanto encontramos a la chica muerta?—que se yo , dos horas mas o menos –pues la luna no debe haberse dado cuenta ,no se a movido de su sitio desde entonces—Mike sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo , aquello era realmente extraño, a duras penas pudo continuar caminando a donde se dirigía el del sombrero , la idea empezó a martillarle la cabeza hasta repercutir en sus sienes , el corazón le bombeaba tan fuerte que sus oídos querían reventar, veía manchas amarillas en medio de la penumbra y creyó desmayarse , pero en ese momento llegaron al talud por donde horas antes había subido Claudio --Mira chico –empezó el de la voz cantante—no hay plan definido si hemos de salir de aquí será a través de esta pendiente, aunque alguno se tenga que quedar, lo que sucede en este lugar no es nada normal y hay que encontrar la forma de escapar –Pero, como ?—apenas logró balbucear Mike, no tuvo respuesta, un viento

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake helado hizo presa de sus músculos y un gemido a su lado lo alertó de que su compañero fue atacado. Ciego de terror , Mike se escabulló a como pudo , de cuatro patas , y luego se arrastró por el pegajoso lodo , desesperado , su miedo le impedía gritar , estaba a unos veinte metros del grupo , pero al parecer nadie escuchó el ataque o si lo hizo , no se atrevió a ir en auxilio , daba vueltas envolviéndose en barro , las lágrimas le resbalaban por el rostro sucio y en un momento dado vio la luna, en realidad era la mitad , al parecer cuarto creciente, se le figuró una boca que se burlaba terroríficamente de el , entonces cerró los ojos y sin mirar atrás continuó con su trágico y lento avance , pero al poco rato supo que lo que fuera que les cayera encima ya no estaba interesado en el , de ser así , también lo hubiera atrapado. En el grupo que se acurrucaba de pie unos contra otros , excepto Jhon que se había acuclillado recostándose en las piernas de una de la mujeres , se encontraban además de Laura, Will, y Ron, Milly, la compañera de Monik que se había recuperado del desmayo, pero estaba en estado de shock, habían también dos hombres jóvenes de Colina y dos mujeres mas , Carla que había ido ese día a Valle Celeste a visitar a un familiar y Steffy, que estudiaba en Colina, pero ese día fue a hacer unas diligencias al mismo lugar,Carla recordó vagamente que junto a ella venían antes del percance dos mujeres mas con sus respectivos hijos pequeños y estos quizás eran a los que el chofer se refiriera antes , pues no había rastro de ellos. Ricard era uno de los muchachos que se habían mantenido en silencio hasta aquel momento acatando las disposiciones de Jhon primero y ahora del hombre del sombrero y la gabardina el otro se llamaba Otto y eran amigos desde la infancia, ahora al parecer se encontraban en una comprometida situación, juntos como siempre la enfrentarían, no se habían dirigido palabra desde que cayeran sumidos en aquel extraño lugar , y como les atraían los temas esotéricos, cada uno hacía conjeturas en su mente sobre lo que realmente sucedía. De repente una pierna de Ricard fue atrapada por algo, este lanzó un grito, y los demás lo intentaron socorrer rodeándolo, alguien pisó el cuerpo tirado de Mike, que sin aliento y mudo de la impresión no había podido pronunciar sonido alguno al alcanzar por fin el grupo, arrastrándose desde el lugar donde había caído, Will, que fue el que pisó a Mike se inclinó ante el y le interrogó:

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake --¿Que diablos ha sucedido?¿donde está Ilke ?—Mike que hasta ese momento supo como se llamaba el de la gabardina larga , respondió :--Lo atrapó , lo atrapó-¿ Que cosa lo atrapó?—preguntó alguien—No se , primero fue un viento frío, luego escuché el grito del señor alto y una ráfaga me derribó y no pude levantarme mas—Laura le ayudó a incorporarse y a la luz de la luna que parecía aclarar mas el paisaje siniestro , lo revisó , se dio cuenta de que tenía el pantalón desgarrado a la altura de la espinilla y un rasguño en la piel que sangraba casi imperceptiblemente, decidieron entonces sentarse alrededor de los más afectados Jhon , Milly y ahora Mike, mientras Ron y Will con palos recogidos anteriormente empezaron a caminar describiendo círculos alrededor del grupo a modo de guardia. 14 Una improvisada fogata, fue encendida por la mano hábil de Will, el combustible usado fue en primera instancia las prendas que rescataron Ricard y Otto del cadáver de Monik, al cual dejaron desnudo y desgarrado, movidos por la necesidad de la protección que suele brindar el fuego , los otros, los que quedaban vivos donaron parte de su vestuario, como chaquetas, sacos y otras prendas, en lo referente a Ilke, nadie quiso enterarse de la suerte que había corrido, ni si su cadáver se encontraba por ahí tirado con sus ropas desperdiciando su cualidad de alimentar el fuego, sin deseos de alejarse unos de otros se mantenían alerta esperando el amanecer, Mike sentado mirando el fuego, con Laura a su lado, no dejaba de repasar el trágico momento vivido en el cual por poco lo atrapa la bestia que rondaba y que no sabían que era , dijo—La única manera de estar tranquilos es … eliminando esa bestia--, los que permanecían sentados lo miraron como si hubiera ofendido alguna deidad Jhon, con los ojos aun rojos le respondió—y tienes un arma adecuada para realizar lo que propones?—Yo no, pero Ron y Will tienen un garrote que si los demás logramos conseguir uno, creo que esa bestia no será capaz de vencernos—otra vez lo miraron extrañados, ninguno apostaba por arriesgar el pellejo—Creo –continuó Mike--, que entre los restos del autobús deben haber barras de metal que nos pueden servir para defendernos y luego esperar tranquilos el rescate—Solo te preocupa tu tranquilidad --,le dijo Steffy-- , y con afán de obtenerla arriesgarás la vida de alguno de nosotros – Mike le devolvió la mirada , indiferente , se levantó y sin decir mas se dirigió al montón de escombros que ahora era perfectamente visible , Laura sacando fuerzas de flaqueza , lo siguió, Will intentó impedírselo –pero , no debe ir solo—dijo la

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake chica—está bien--, interrumpió Ron que se acercó a ellos ,-- yo iré también , veré que se propone , veo que es un tipo inquieto , eh ! , Tu –dijo dirigiéndose a Otto, toma mi lugar – El joven obedeció, ya hacía un rato había realizado la misión de despojar un cadáver de su ropa, que peligro habría en montar guardia? Cuando Ron y Laura alcanzaron el autobús carbonizado, encontraron a Mike enfrascado en extraer trozos de metal, algunas barras estaban al descubierto y Mike trataba de arrancarlas, Ron se introdujo entre los escombros y ayudó en la tarea, mientras Laura rodeaba despacio los restos, hasta encontrarse con otros restos, observó sin temor el cuerpo desmembrado de Monik, y notó que ahora le faltaba la cabeza. 15 En un revoltijo de lodo, ropas desgarradas, sangre, sudor y ráfagas de aire heladísimo, sintiendo las garras que se hundían sin piedad en su piel, sin valor para gritar, la vida se escapaba a torrentes, sus manos intentaban rechazar las furiosas dentelladas de un monstruo, que sin contemplaciones iba a acabar con su miserable existencia, pensaba en su familia, aunque lejana, aun lo amaba, su mejor amigo y protegido, compañero de todo viaje y trance ¿donde iría si el desaparecía? , había prometido protegerlo como si fuera su hermano , su hijo , su vida aún era provechosa, aquel ser horrible no podía arrebatársela, por lo que vio, no era un animal común, sus ojos rojos, brillaban en la oscuridad mas absoluta , se podía erguir al igual que un hombre, su piel desprovista de pelo resultaba repugnante al tacto , pero no podía evitar tocarlo al rehusarse a que le causara heridas mas graves ,sus orejas larguísimas y puntiagudas, eso era todo lo que pudo percibir , Ilke , era alto , aunque algo delgado, sus potentes brazos bien hubieran podido desnucar a un toro, la fortaleza de sus músculos , lo mantuvieron vivo hasta aquel momento , la creatura lo había alzado en vilo y ahora intentaba devorarlo en lo alto de la pendiente , a un lado del rastro dejado por el autobús al rodar , pero el tipo alto de la gabardina desgarrada, no era una presa fácil, era inteligente y fuerte , en la oscuridad de los matorrales por donde retozaron luchando , había sabido defenderse a toda costa, solo tenía en mente un objetivo : vivir. En un momento, el cual perdía el sentido por las circunstancias extrañas en las que se daba , Ilke logró desasirse del mortal abrazo en el que se encontraba , arañando las fauces del desconocido animal , pateándolo luego, se zafó y quedó al borde del talud , su atacante recuperándose pronto, lanzó un terrible mordisco a su víctima , tan poderoso que haciendo presa de la pierna

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake derecha del hombre ,se la amputó de una sola dentellada a la altura de la rodilla, el grito fue aterrador y en un intento por evitar la última embestida de la bestia ,el desencajado Ilke, pateó con su pierna inexistente a la cara del monstruo, incrustándole una estilla de su propio hueso expuesto en un ojo, de rebote, el hombre, cayó al vacío que formaba el talud.

16 -- Escucharon eso? –Dijo Will –estoy seguro que ese fue el grito de Ilke—pero no se atrevió a ir solo a averiguar , miró a los ojos de los demás y estos tampoco dieron muestras de querer acompañarlo—no deberíamos dejarlo—dijo como a manera de conclusión. En los restos del autobús, Mike terminaba de extraer varias barras de metal y las alistaron para se blandidas en caso de un próximo ataque , Ron escogió una de transmisión, gruesa y larga que solo sus músculos, serían capaces de manejar, Laura se hizo con un tubo de hierro sólido, proveniente del destruido volante ,que podía funcionar , también como lanza , por su parte Mike arrancó la barra delantera de la transmisión y la miró secamente imaginándose como la debería utilizar , caminaron de nuevo hasta el grupo. Ricard se levantó y fue hasta donde su amigo Otto estaba rondando –Y ahora ¿Qué crees que sea lo que nos acecha , aun crees que se trate de algún demonio? —Otto se detuvo y miró hacia la oscuridad—Pues, sigo pensando igual, se trata de un demonio atrapado aquí , y a manera de una hormiga león espera que las victimas caigan—Ricard volvió a decir:--Entonces ese tipo Mike, debe tener razón, la única manera es enfrentarlo, yo estoy de acuerdo con el—En eso volvían Mike y los otros, con dos barras adicionales , para el que quisiera defenderse en el camino de regreso a la civilización. Las protestas no se hicieron esperar, ninguno se quería mover de ahí hasta que amaneciera, solo Laura y Ron empezaban a apoyar la idea de caminar hasta alguna salida , y en secreto Ricard ,que no terminó de convencer a su amigo –Pues entonces , iré yo solo , como siempre-dijo Mike en un arrebato de cólera, --abajo está el río , y si logro llegar hasta él, lo seguiré y de alguna manera encontraré ayuda—Ron, le franqueó el paso y le dijo, poniéndole una mano en el hombro—No irás solo, chico —aquella pesada mano le recordó a Mike la ultima vez que alguien le había acompañado, y con remordimiento asintió, Laura quiso seguirlos, ya no quería abandonar a Mike, le había estado tomando un cierto cariño en

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake aquellas horas de trágica estancia, pero este, rechazó su propuesta—Es peligroso, debes quedarte aquí, con la mayoría, podrán defenderse mejor—todos apoyaron la idea, y antes de empezar a dirigirse al borde de la cornisa a inspeccionar, una voz replicó—yo también iré – Ricard dio un par de pasos, para que a la luz de la luna inmovible delatara su anuencia a acompañarlos. 17 El tiempo ,perdió su dignidad , la esperanza se suicidó junto con los deseos de ser rescatados , las llamas de la fogata cedieron al termino de lo que funcionaba como combustible, las mujeres , sentadas en torno a lo que se extinguía , empezaron a sollozar ,todas menos Laura , que pensativa y a la vez alerta , aferraba el tubo de metal , en señal de furiosa actitud , un viento frio recorrió algunas espaldas y Otto susurró :--El demonio—lo que siguió fue una mezcla de gritos y pataleteos , junto con algunos gruñidos espeluznantes , con un sonido de mordiscos violentos que iban a diestra y siniestra , unos golpes resonaron en el suelo y una cabeza se vio volar en el aire seguida de un hilo de sangre , los trotes se sentían cerca de uno y de otro ser humano desgraciado que se encontraba cerca , el tubo de Laura intentaba cumplir su labor desplazándose con fuerza protegiendo momentáneamente a su poseedora , un grito de hombre resonó –¡le han cortado la cabeza a alguien !!– esto lo dijo porque había tropezado con la cabeza que acababa de volar , Will quiso ver de quien se trataba y rechoncho como era , rodó a un lado y luego se puso en cuatro patas, observó el cráneo descarnado, reconociendo en el a la chica que habían encontrado muerta al principio , no tuvo tiempo de conducir ninguna emoción , algo saltó sobre su espalda , derribándolo de nuevo , sintió el frio que entraba en la piel de su columna vertebral , y creyó entregarse al fin pero en ese momento, otro algo chocó con fuerza en el ser que lo oprimía derribándolo a un lado –Will ! , Corre !— reconoció la voz de Ilke ,que vino al rescate. Dos mujeres habían corrido también del lugar del ataque, Milly y Carla, estaban al borde de la cornisa a dos metros de donde hacía un rato habían bajado los tres hombres en busca de ayuda, temblaban y escuchaban los gritos y gemidos así como los forcejeos de los que intentaban salvarse, vieron a Will que buscaba desesperadamente algo por donde escapar o esconderse, lo llamaron y pudo llegar a donde estaban ellas y quedarse ahí haciéndoles compañía.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Laura azotaba el cuerpo informe y furioso mientras Ilke sostenía a la creatura de la cola y Otto arremetía con un palo a los costados ,aún temeroso , los ojos del animal lanzaban chispas e intentaba morder a sus atacantes , que el creyó victimas , con fuerza el tipo de la gabardina desgarrada asió una de las caderas del animal e intentó hundirle sus uñas , pero aquella piel parecía hecha como de hule y no cedía a la presión , mientras Steffy estaba acurrucada detrás de una piedra demasiado baja. Como poseída por una fuerza sobrehumana, Laura saltó y clavó el tubo de hierro en el cuello del monstruo, Otto soltó su arma y se dispuso a ayudarla, entre los dos, ejercieron fuerza, hasta que el tubo asomó por el otro lado del cuello de la bestia y un líquido negruzco empezó a brotar de la herida. Ilke se desplomó a un lado mientras los otros miraban con horror como la creatura iba deshaciéndose poco a poco, su descomposición tardó segundos, su piel ahulada se contrajo hasta fundirse con los huesos y estos se desintegraron emitiendo un leve chirrido, como cuando un ácido corroe algún metal, hasta quedar solo una mancha oscura en la hierba pisoteada. Laura aún poseída por la euforia avanzó rodeando la mancha y se dirigió a donde se encontraba el hombre que antes llevaba un sombrero, cubierto por la sombra de los arbustos permanecía inmóvil, en eso Will arribó al lugar seguido por las dos mujeres con las que se escondiera antes –Ilke, ¿estas…?—Ilke abrió los ojos de repente y se arrastró hasta los que caminaban hacia él, la luna derramó su luz sobre su maltratado cuerpo, revelándoles la verdadera condición en la que se encontraba. Will se inclinó sobre el y lo sostuvo entre sus brazos mientras Laura y Otto examinaban el muñón de su pierna derecha amputada a la altura de la rodilla ,horriblemente deformada , las astillas de los huesos partidos asomaban a través de jirones de carne y ya casi no brotaba sangre, Ilke habíase practicado un torniquete con una tira de su chaqueta evitando así desangrarse por completo, aún así se encontraba débil, cansado y envuelto en lodo, con rasguños en sus brazos los cuales la gabardina no los había protegido mas por encontrarse en un lamentable estado de desgarramiento. Lo arrastraron hasta el lugar donde había estado la fogata y no supieron como auxiliarlo, cuando logró articular palabra dijo: --No estén alegres, esa bestia que ahí han eliminado, no es la única, la que me atacó era mas grande y creo que hay mas—Al escuchar esto una sombra mas oscura que aquella interminable noche cubrió las frentes de sus amigos, compañeros de viaje.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Miró en derredor algo extrañado--¿ donde están los demás ?—Will como siempre , le respondió –Pues el joven llamado Mike fue con otros dos hombres por el río en cuanto a el chofer del autobús no lo he visto desde…--en ese instante una mano fría y temblorosa se posó en el hombro de Will haciéndolo saltar del susto— estás sangrando en la espalda—le dijo Jhon y prosiguió —hey , donde está Steffy ?—un grito aterrador surgió de las tinieblas, casi en dirección de donde mataran al monstruo, todos se levantaron, excepto Will que había estado de pie todo el tiempo. Jhon se notaba un poco mas recuperado del shock , pues fue el primero en correr hacia el lugar del alarido de mujer , Laura se lanzó con el tubo en las manos , los siguieron Otto, Milly y Carla en una atropellada carrera , Will dudó un momento , su espalda no le dolía pero en realidad sangraba. --El monstruo te rasguñó—le había dicho Ilke , --pero no es grave, podrás sobrevivir , debes sobrevivir , en cambio yo, estoy tan débil que no resistiré mucho mas—No digas eso—le había respondido Will –tienes que seguir, ya sobreviviste a una, ahora te toca luchar, te conseguiré algo para que te funcione de apoyo y puedas movilizarte —Ilke le ordenó que corriera a auxiliar a los otros, cuando llegó al lugar del desastre observó con terror como Jhon sostenía en sus manos un brazo humano aún sangrante y desgarrado, sus ojos desorbitados iban de un lado al otro buscando mas partes de Steffy. 18 Un resbalón hizo caer estrepitosamente a Ron , que a oscuras y despacio , avanzaba torpemente entre las rocas a orillas del río , Mike se acercó e intentó ayudarlo –Cada vez está mas oscuro aquí abajo—dijo Ron—ya falta poco para llegar al río ,¿lo escuchan?—Ricard se quedó escuchando atentamente y lo afirmó –deberíamos empezar a caminar hacia Colina , que queda más cerca —dijo , y emprendieron la marcha rumbo al sureste. Luego de caminar en silencio durante varios minutos, Mike divisó luces –allá está, allá está, es la ciudad, estamos cerca, estamos salvados!!—pero al decir esto e intentar correr hacia las lejanas luces, un rápido movimiento de algo pesado y vertiginoso lo derribó de espaldas, clavándole sus horribles dientes en la garganta, el chorro de sangre, salpicó a Ricard que lo seguía de cerca y lo hizo retroceder , espantado , pues la luz de la mitad de la luna daba de lleno en la escena , como una fiera acorralada , Ron se abalanzó hacia el monstruo que permanecía sobre su presa, aún conservaba el tubo de hierro que extrajeran del autobús y con todas sus fuerzas, que eran muchas, asestó un

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake terrible golpe a la cabeza de la bestia, como en una pesadilla sin fin , el cuerpo de la creatura se rompió en un millón de partículas , formando un remolino y volando en todas direcciones , atravesando por el rostro de los dos hombres que permanecían de pie, un frío cortante penetró hasta las venas de Ron y de Ricard , luego se dirigieron a ver lo que quedaba de Mike. El chico era presa de sus últimas convulsiones , Ron sumamente afligido trataba de animarlo y además mantenía su mano derecha presionando la profunda herida del cuello de Mike, en tanto Ricard permanecía de pie junto a ambos, las hojas del suelo estaban salpicadas de sangre y brillaban a la luz de la luna con destellos fatales, luego de dos minutos, el constructor inclinado movió negativamente la cabeza—se ha ido—dijo soltando el cuello del desafortunado joven , Ricard se acercó y pudo ver la tremenda abertura a la altura de la garganta, y se dio cuenta de que era increíble que la muerte no se produjera instantáneamente , espantado dijo a Ron :--que es lo que haremos ahora , no creo que ese monstruo se desvaneciera así como así , es algo diabólico, Otto tenía razón, es un demonio y aparte de todo esto , ya no logro ver la luz de Colina. Era cierto, las luces que vieran antes ya no estaban, en su lugar, las penumbras tenebrosas los abrazaban con indiferencia fría y poco alentadora –debemos seguir—le contestó Ron,--debe haber algún cerro que nos está impidiendo ver las luces, caminemos—con no mucha determinación y observando por última vez la mirada terrorífica del cadáver de Mike, Ricard avanzó detrás del corpulento hombre. 19 --No podremos bajar por el risco—dijo Will a los demás que miraban hacia la oscuridad en dirección al río que suavemente arrastraba piedras allá abajo—claro que pueden—replicó Ilke—deben irse , sin mi y pronto , pues cada vez llegan mas monstruos—Al otro lado de la cornisa natural, en la pendiente ,se podían escuchar gruñidos y olfateos , así como pasos y garras que entrechocaban con las piedras , algo bajaba en multitud ,por el talud y ya no habría tiempo , Jhon movió la cabeza , había encontrado unas piedras salientes en el risco , y era posible que pudieran descender por ahí , Will tomó a su amigo y protector incorporándolo , le dio una rama para que se apoyara , pero este le rechazó –Vete Will , no puedes cargar ahora conmigo , debes salvarte – y lo miró a los ojos como para darle una señal de algo , queriendo que le comprendiera su última frase—No te preocupes, Will, no puedo morir, porque ya estoy muerto —.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake El hombre bajo de la calva suspiró confundido y una lágrima resbaló por una rechoncha mejilla—Vamos –gritó Laura, debemos irnos, Will se alejó de su amigo que con una sola pierna, le sería imposible bajar por el lugar que encontraron, Otto fue el último en desaparecer tras la cornisa dejando a Ilke solo, tomó la rama que le ofreciera Will y se ocultó un momento detrás de los escombros del autobús. Con gran dificultad descendieron hasta tocar suelo llano, con algunas raspaduras y sus prendas rotas los seis sobrevivientes, empezaron a abrirse paso entre la maleza , Will caminaba despacio detrás del grupo , con su cabeza calva baja y sin proferir ruido, Jhon iba adelante , apartando a como podía lo mas grueso de arbustos, ramas y enredaderas que se les cruzaban e impedían el avance , Laura con su barra de hierro , ayudaba también en la eliminación de obstáculos , en fila iban avanzando penosamente, hasta que varios pasos mas allá , dieron con el río, Jhon no lo vio en la oscuridad y cayó en sus aguas frías y perezosas, todos se sobresaltaron pero Jhon los tranquilizó—Estoy bien , creo que desde aquí las cosas irán mejor , caminaremos río arriba , a algún lugar tendremos que llegar—diciendo esto , se incorporó y amparados por la tenue luz y el reflejo en las aguas , continuaron sorteando piedras y pozos del río. Pero al poco rato de seguir el cauce, una ráfaga helada fue percibida por Will Carla que iba de tercera en la fila, se desvió como atraída por algo, un escalofrío horrible recorrió el pequeño cuerpo de Will –Noooo!!!—Le gritó, pero todos vieron como de la nada, se materializó un ser negro, enorme y abalanzándose sobre la desafortunada chica, le separó la cabeza de un mordisco—Corran!!— gritó Jhon, pero Will no pudo obedecer como los otros, paralizado por el terror, se quedó mirando la horrible escena, hasta que el agua que llegaba hasta sus pantorrillas se tornó caliente, su mirada se dirigió a sus pies y vio como el río se teñía de rojo, y unos intestinos se le enredaban en las piernas, estuvo a punto de desmayarse, su vista se nubló pero cayó en la cuenta de que lo habían abandonado. Laura cayó en el agua, habiendo tropezado con una piedra y su barra saltó de sus manos y se hundió en el río, aunque se incorporó para buscarla no la encontró, y sus compañeros no se detuvieron en su carrera – demonios!!—exclamó --¿ dónde está Will?—no lo había visto huir , con los otros , así que decidió regresar , en silencio y muy despacio , avanzó río abajo , habían recorrido unos trescientos metros desde el ataque a Carla, pero el río describía algunas curvas en ese

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake trayecto, del lado derecho de Laura ,se levantaba un paredón, en la otra orilla, la oscuridad no permitía ver mas allá de unos matorrales sombríos , lentamente y casi temblando, fue arrastrando los pies por el agua, asegurándose donde pisaba, luego de recorrer lo andado, miró por encima de una alta roca que había en medio del cauce y pudo ver a Will de pie, parecía desorientado, había logrado caminar unos cincuenta metros desde que lo dejaran. Jhon , Otto y Milly , habían abandonado el cauce que se había convertido en escabroso y peligroso y ahora corrían por entre la maleza y los arbustos de la orilla , Milly estaba descompuesta, Otto la arrastraba prácticamente de la mano y le daba ánimos para seguir, sin embargo volvieron a sentir frío, un frío potente e indescriptible, ráfagas que provenían de todas partes y resultaban angustiantes, de los árboles que ahora los cubrían se escuchó un murmullo, luego un silbido y después de un prolongado silencio , unos chirridos como alguien que mastica hueso , en ese momento Jhon había dejado de correr y ahora miraba con atención a su alrededor. Otto le dio alcance, con la desmadejada Milly en sus brazos, el chofer observaba con atención hacia arriba-¿Qué?—preguntó Otto , Jhon lentamente señaló algo que brillaba entre los árboles , luego los miró y dándose cuenta de su deplorable situación dijo :--¿Dónde están los demás?-- --Si mal no recuerdo—respondió Otto— Carla está muerta, Laura y Will han quedado rezagados…--y nosotros—continuó Jhon—estamos a punto de convertirnos también en cena—con una extraña sonrisa , casi macabra , el chofer continuó señalando las dos chispas que se movían serpenteando entre las ramas, un objeto cayó desde la altura del árbol, un instante después, el frío intenso se apoderó de los tres desvalidos seres humanos. Unas fauces se acercaron lenta pero implacablemente , Milly no pudo darse cuenta, pues su estado de inconsciencia no se lo permitió, Otto se desplomó y quedó sentado apoyándose en el tronco de un árbol, observando sin dar crédito a sus ojos, como aquella imposible creatura tomaba con sus garras a Jhon de los hombros, este aún de pie , al parecer ya sin ningún temor se dejó hacer, la creatura lo olfateó y su pegajosa lengua colgante recorrió algunas partes de la piel del chofer, como con cuidado , midiendo el miedo de su víctima , el cual daba muestras de haber desaparecido, no se atrevía a darle el golpe final –¿Que rayos eres?—le interrogó Jhon con sus mandíbulas apretadas , un gruñido por respuesta, antes de caer derribado cuan largo y

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake gelatinoso era, por un tubo de metal blandido por Ron , el monstruo se revolvió entre las hojas y con voz profunda, gutural y humanoide profirió:--debo llevármelos, ustedes está vivos!!!—aquella terrible voz estuvo a punto de reventar los tímpanos de los presentes y devolvió a Milly a la conciencia Ron se abalanzó encima del monstruo, pero esta vez desapareció antes de ser azotado por segunda vez. 20 Laura casi arrastraba a Will , río arriba , las sombras no dejaban que pudiera ver mucho mas allá de diez pasos – esto no tiene sentido --dijo en voz baja para sí--ni el más mínimo—le respondió Will , jadeando por el esfuerzo-¿sabes?—prosiguió la chica—yo no recuerdo que exista este río con tan poco caudal , yo se que por aquí cerca pasaba un río mas importante--¿y eso que significa?— repuso el calvo—significa o que estamos en una especie de sueño o que realmente me volví loca—Esto no es un sueño—dijo el—es una pesadilla , se que no saldremos con vida de aquí y que solo retrasamos nuestro destino al huir así—Laura lo pensó un momento , pero siguió avanzando , al llegar al punto donde Jhon dejara el río para internarse en el bosque , Laura y Will continuaron subiendo río arriba , a pesar de lo difícil del ascenso. El cielo no era otra cosa que un cajón negro que no dejaba escapar al grupo de almas agobiadas en aquel trance, caminar y caminar sin encontrar salida de un laberinto extraño que se negaba a dejarlos mirar de nuevo el sol, calcularon que llevaban días deambulando y no caminaban en círculos pues cada vez llegaban a un lugar nuevo y mas oscuro que el anterior. La última esperanza que recordaban tener ,eran las luces que Mike divisara tiempo atrás, antes de ser degollado por uno de los monstruos, Ricard aún llevaba la imagen clara en su mente y se estremecía cada vez que recordaba el fatal ataque, Jhon había vuelto a su estado de shock, caminaba como ausente a través de los senderos que a veces les ofrecía la maleza, empezaron a subir un paredón que no les pareció muy inclinado, Otto aún cargaba con la desmejorada Milly, solo Ron se mantenía algo firme en sus convicciones, dispuesto a salir de aquel infierno a alguna hora. Iba adelante, apartando los matorrales, en su ascenso hacia lo desconocido, Jhon que iba detrás de el, resbaló y al empezar a caer rodando, sintió un frío conocido, horriblemente familiar, al sostenerse de un arbusto, se encontró de frente con la horrorosa figura de la bestia, que lo observaba con destellantes ojos, siniestros, hambrientos, le mostró los dientes, el chofer hizo un inútil intento de gritar , pero ,aterrado, no consiguió articular

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake palabra, Otto y Ricard lo habían visto rodar y este último hizo un esfuerzo por tenderle una mano, pero se encontraba a varios metros de ellos, el joven se dejó caer, resbalando, hasta estar casi al alcance del monstruo y su víctima, Otto, continuó arriba, sosteniendo a Milly, en tanto Ron al darse cuenta de la mala fortuna del chofer, también quiso bajar a auxiliarlo, con el tubo en la mano, se dispuso a salvarle la vida por segunda vez. Ricard sostenía ahora la mano de Jhon, que hacía un esfuerzo por desasirse del abrazo mortal que le practicaba la creatura , esta , segura de su éxito, no se apresuraba en clavar sus dientes en el cuello del humano, pero Ricard también resbalaba inevitablemente e intentaba asirse con sus pies al resbaloso terreno Ron pronto estuvo a la altura de Ricard y extendió la barra para que Jhon la tomara con su otra mano—Apresúrate, estamos aquí—le dijo , pero Jhon no le contestó, el monstruo al percatarse de que le querían arrebatar a su víctima, levantó una garra , que el desafortunado chofer vio claramente venir y sin esfuerzo la hundió en su estómago , traspasándolo y clavándolo a la tierra , el grito emergió acompañado con un chorro de sangre y sus desesperados compañeros tiraron mas fuerte , pero la mano de Jhon que asía la barra , soltó esta , y solo quedó colgando de la mano que le tendía Ricard , Ron tomó a Ricard de la cintura y entre los dos tiraron, apoyándose en matorrales que crecían alrededor, con lágrimas en sus ojos, consiguieron levantar el inanimado cuerpo de Jhon, al menos la mitad de este , venía partido, con algunas de sus vísceras colgándole y arrastrándose por la tierra, el monstruo, desapareció con el resto del cuerpo. 21 La angustia era la reina, la desesperación y el agotamiento sus mas acérrimos discípulos, la noche cruel, el trono en el cual, se perdían las almas en busca de un apoyo, una luz que rompiera la incertidumbre, Laura estaba de pie en frente de una cueva, que se dibujaba en la pared que recién habían escalado, por su parte Will, movía la cabeza negándose a la idea de entrar allí—es la única forma--, le había dicho ella—tal vez los monstruos vivan aquí y ya terminemos con esto de una vez por todas—pero el hombre bajo de la suéter de lana aún sentía un aprecio por la vida y estaba a punto de retornar por donde habían subido , pero de reojo pudo ver un reflejo y sentir el característico frío antes de la partida definitiva, ya lo había sentido antes, y sabía que esta vez no escaparían, el dolor en sus espalda se agudizó y un malestar en su estómago lo doblegó, fue el primero en caer, Laura se volvió de un salto, solo para

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake ver como Will era derribado por un enorme monstruo y ambos se desplomaban al vacío… Se acercó lentamente al borde del precipicio y observó como unos veinte metros mas abajo, el rechoncho cuerpo del que fuera su compañero de viaje y de aventura era despedazado en su totalidad, por garras y dientes hambrientos de muerte, estaba atrapada, sin volver a pensarlo, se introdujo en la cueva, corrió, a través de ella, pues la altura de esta se lo permitía, sus pies levantaban partículas de lodo al correr, y se fue perdiendo en la profundidad de un cerro desconocido, sin saber si la cueva tendría fin, la oscuridad fue total, sin embargo su carrera no encontró obstáculos durante un buen trecho. 22 Horas después del desafortunado desenlace de Jhon , Ron, y los que quedaron vivos , alcanzaron en su ascenso una cornisa, colocada en medio de una pendiente, el lugar les resultó familiar, extrañados avanzaron despacio, el ambiente olía a humo y a hierro, la mitad de la luna les mostró un campo cubierto de unos extraños animales muertos, que se apilaban por doquier, Milly aún era cargada por Otto y Ricard caminaba cubriendo la retaguardia, unos pocos pasos mas allá, pudieron distinguir el bulto negro y retorcido, que una vez fuera autobús—Demonios!!—Exclamó Ron—hemos vuelto--. De pie, con una barra de hierro retorcida en la mano que le quedaba entera, Ilke esperaba atento al escuchar los pasos de quienes se acercaban, en lugar de la pierna perdida, había otra barra , hábilmente incrustada y adaptada a su rodilla, con la que no sin esfuerzo, podía desplazarse y moverse con cierta libertad—eh !?, quienes son ?—dijo para luego reconocerlos y recibirlos sin fingir su alegría, pasó su mirada por los escasos rostros que igualmente extrañados le observaban a él— ¿y Will?—preguntó con temor, aunque al ver sus semblantes, sabía la respuesta—entonces—prosiguió sin esperar respuesta—solo ustedes y yo no hemos sobrevivido— Esta última aseveración extrañó a los demás, que cruzaron miradas estupefactos—¿Que quieres decir?—le inquirió Ron, esperando que el tipo alto de la gabardina desgarrada hubiera cometido un error en su afirmación— Es muy sencillo—empezó—únicamente los que estamos aquí morimos en el accidente, los que los monstruos se llevaron, está vivos en su mundo—Los otros creyeron que por fin, alguien había perdido la razón –se los demostraré, dijo—vengan—y los llevó hasta el cadáver de Monik, el cual sin cabeza parecía ser prueba del

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake disparate que se le ocurría a Ilke, estaba muerta, Ilke levantó la mano derecha del cadáver ,y señaló el reloj, todos se fijaron, marcaba, las siete de la mañana del día siguiente al accidente—Ahora , consulten los suyos— Obedecieron y la hora de los que estaban ahí de pie era la misma : seis con cuarenta y cinco minutos. --Y hace un rato encontré este—era el reloj de Steffi , marcaba la misma hora que el de Monik, con algunos segundos de diferencia, se sentaron un tanto confundidos, miraron la luna y notaron que se mantenía en el mismo sitio en el que apareciera, muchas horas, quizá días atrás—Entonces, deberíamos buscar a esos monstruos para que nos regresen a nuestro mundo y no morir—dijo Otto—Ya es tarde—le respondió Ilke sonriéndole --me encargué de que lo fuera-- y señaló con un movimiento de su cabeza, las pilas de animales muertos que los rodeaban. Un ruido los sacó de sus cavilaciones, de un reducido agujero en la pared del talud emergió una mano, que brilló con la luz de la luna, luego Laura asomó su rostro sucio con su cabello revuelto, Ron corrió a auxiliarla, Ricard hizo lo mismo y entre ambos ayudaron la chica a salir de aquella extraña madriguera, Laura asustada miró a todos y les contó de la suerte que corriera Will y que por poco muere ella también, la condujeron a donde estaba sentado el resto del grupo, y la invitaron a sentarse para que escuchara una historia increíble, el tipo de la gabardina la miró, tenía buen porte, aunque sucia de pies a cabeza, era hermosa y valerosa—Ahora —comenzó misteriosamente Ilke—Ya estamos todos…--. 23 La neblina hacía difícil la visibilidad, Harold conducía despacio, había tenido junta ese día y regresaba un poco tarde a su hogar en Colina, de pronto, la luz de sus focos que intentaban horadar la bruma, dieron con una figura que hacía señales cerca de una curva de la carretera, pensó en que se podía tratar de algún ardid para asaltarlo, pero al ver al hombre, desesperado y salir detrás de el una mujer con dos niños casi arrastrándose, comprendió que algo malo había ocurrido, detuvo el auto. Claudio se acercó al conductor, miró el reloj eran las ocho con diez de la noche y hasta ese momento, nadie parecía preocupado por la tardanza del autobús, aunque debió haber arribado a su destino hacía mas de una hora —tenemos una emergencia aquí abajo—dijo Claudio—el autobús en que viajábamos cayó a este precipicio--. Harold, inmediatamente tomó el teléfono celular y marcó el número de emergencias. Algún tiempo después, socorristas y miembros de la policía y bomberos, trazaban un plan para extraer a las

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake víctimas del percance, lo cual no pudo llevarse acabo aquella misma noche debido al mal tiempo, de momento, solo pudieron trasladar a Claudio y a dos mujeres mas y cuatro niños, que lograron salir con el, al hospital, de Colina. Luego de dejar todo en manos de los socorristas, Harold continuó su camino a casa, pero al dar la curva pudo observar al lado de la carretera, un enorme árbol, roñoso y retorcido con múltiples ramificaciones que se erguía silencioso, sumamente sorprendido, pues jamás en sus años de viajar por ahí lo había visto, o tal vez si, y no había reparado en el, despejó su asombro pasándose la mano por la frente y cruzó el puente que marcaba el límite de su ciudad. 24 El sol dio de lleno en un rostro, el propietario de este se movió incómodo, --las camillas están listas—escuchó que decían—súbanlos ya—y sintió como su cuerpo se elevaba por entre los matorrales y arbustos húmedos aún, tendido en una camilla de rescate, al fin, Mike abrió los ojos. Mientras en la carretera, el confundido y en severo estado de shock chofer de autobús Jhon Lemb intentaba pronunciar algunas palabras para aclarar el motivo del accidente y porqué los habían tenido que rescatar hasta la mañana siguiente, a su alrededor las ambulancias cargaban a los heridos, pudo ver a Monik, con su gabacha manchada de sangre y también al tipo bajo de la calva, que los subían con cuidado para trasladarlos al hospital. Luego, al no dar señales de estar cuerdo, el chofer fue subido a una de las ambulancias y llevado igual que los demás al hospital. El rescate no fue fácil, los socorristas y bomberos tuvieron que emplearse a fondo para alcanzar la incómoda cornisa donde cayera el bus, luego de estabilizar a los accidentados, esperaron el amanecer para introducir las camillas y el equipo, pues la fuerte lluvia impedía la adecuada movilización, todo esto fue informado a las autoridades, que investigaron las causas y luego de un tiempo abandonaron. En una cama del hospital, visiblemente aturdido, Mike, después de ser visitado por algunos de sus familiares abrió el periódico que le trajeron, en la página seis de sucesos habían impreso los pormenores del fatal accidente, en el que un autobús de la empresa King se saliera del camino y dejara como saldo un total de catorce heridos y seis muertos, la lista se desplegaba en la última parte de la noticia y entre los muertos figuraba

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake el nombre de Laura Bank, cuyo cadáver al igual que los demás fue trasladado a la morgue. 25 Un horrible monstruo lo perseguía y lo acosaba en cada rincón en que intentaba ocultarse, al alcanzarlo lo hacía pedazos, pero aún así veía como su rechoncho cuerpo era destrozado y la sangre formaba un río en el que su cabeza flotaba hasta llegar ante un hombre que tenía una pierna de hierro y en su mano sostenía una barra de metal, al mirarle el rostro su terror aumentaba pues parecía de roca granulada, negro como el carbón y de consistencia similar , sus ojos brillaban terriblemente y al alzar la barra para aplastarle su calva cabeza, Will despertaba con un salto y bañado en sudor, se quedaba sentado en medio de la penumbra, hasta que el sueño lo vencía y volvía a dormir para que el tiempo transcurriera sin ser sentido en su eterna noche.

FIN

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Frente Al Cementerio David y Esteban, ambos del mismo apellido, ya que eran primos, charlaban en frente de la iglesia del pueblo de San Tito ubicado en las afueras de la ciudad capital, las hermanas de ambos asistían a la misa que se oficiaba todos los domingos. Una ocurrencia perpetrada por David, los llevó camino del cementerio, que se encontraba en la ruta de regreso a sus respectivas casas, ya oscureciendo llegaron al portón y decidieron darse prisa pues la misa no tardaría en terminar. La broma consistía en esconderse tras unas tumbas y cuando Rita y Anastasia pasaran por el frente del cementerio, empezar los chavales a proferir gritos y quejidos espeluznantes, para “matar” de miedo a sus parientes. Al principio, el viejo portón de hierro oxidado no cedía a los empujones que le daban los jóvenes, algo lo mantenía atascado en su lugar, al rato, con gotas de sudor en sus rostros, se disponían a darse por vencidos, pero de pronto, un crujido metálico los hizo volverse sobre sus pasos, con un siniestro movimiento, el portón se abrió solo. -Creo que no debemos hacer esto- dijo Esteban con un ligero temblor en la voz. -Nada de eso, ya que al fin se abrió este maldito portónle contestó David y un vapor emanó de su boca, hacía frío. Los bromistas entraron al camposanto, en el momento en que una luna llena asomaba por el horizonte, las lápidas se extendían a ambos lados del sendero que los conducía hasta el centro del sitio, pero la idea era acercarse lo más posible a las criptas que estaban más cerca de la calle por donde pasarían las víctimas de la broma. Cruzaron por en medio de una hilera de tumbas y localizaron unas aptas para su cometido, eran dos lápidas altas y oscuras que no tenían inscripción y se podía divisar la calle con toda claridad, tras estas había una más grande de igual color e igualmente sin dato que revelara a quien pertenecía.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Ya la misa había salido y Rita venía conversando animadamente con su prima Anastasia, doblaron la curva y se encontraron en frente del gran cementerio, donde convergían muchas lápidas, entre blancas grises y negras, guardaron silencio, siempre lo hacían al pasar por ahí, se persignaron respetuosamente bajando la cabeza. Los gemidos comenzaron, seguido por uno que otro grito lastimero, los largos cabellos de las primas casi se erizaron por completo, un escalofrío recorrió ambas columnas vertebrales y la palidez que se reflejó en sus rostros igualó a la blanca luna que las observaba. Los pies al fin respondieron y echaron a correr con gran velocidad, levantando piedras del camino de grava , de la mano, las dos muchachas, se alejaron rápidamente y llorando de terror de aquel espantoso lugar… David estaba inclinado, partido de la risa, se apoyaba en la tapa de una de las tumbas que les había servido de escondite, Esteban, mostraba un ligero color plata en su piel, que gradualmente se deslizaba al blanco, casi transparente, por fin David al notarlo , cesó de reír y le preguntó : -Que sucede?, no fue divertido?-Tu mano! , abriste la cripta!!-Qué?-… La pregunta quedó en el aire, la tapa cedió al peso de David y cayó al fondo de la tumba con un ruido seco, David perdió el equilibrio y cayó de bruces entre polvo, lodo y… huesos! Su primo intentó auxiliarlo, con un -ahora si- ataque de risa. -No es gracioso- dijo el caído al salir escupiendo materia recogida dentro de la cripta-Ahora, larguémonos de aquí-. De la tumba que quedaba a sus espaldas, emergió una voz, que los dejó paralizados, se escuchaba como hueca, a la vez angustiosa, pero no entendían que decía, el, sudor helado del pánico les obstruía la visión y les nublaba el entendimiento, sus corazones palpitaban salvajemente, pero sus piernas se negaban a obedecerles.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Poco a poco y en eternos instantes, la puerta del mausoleo se fue moviendo, ante los perturbados ojos de David y Esteban, unos harapos asomaron por el borde de la entrada, ondulantes por el viento y adheridos a una mano, negra y tostada, no pudieron distinguir si se trataba de huesos o piel renegrida, no se quedaron a observar el desenlace de aquel horrible espectro. Saltando tumbas como dos locos sin control, con las vísceras queriendo escapar de sus cuerpos corrían los primos hacia el portón, los quejidos y la profunda voz envolvían ahora el aire, retumbaba en sus oídos y aplastaba sus razones, las lágrimas resbalaban por las mejillas, pálidas que reflejaban la tétrica luna. El portón no estaba… en su lugar, las verjas que rodeaban el cementerio cerraban todo posible paso, los bromistas se hincaron ante los barrotes metálicos agarrándolos e intentando moverlos, fue inútil, la presencia del mas allá avanzaba lentamente pero con seguridad, la sombra que proyectaba ya alcanzaba a los inclinados cuerpos de los desafortunados jóvenes. Dicen que al amanecer, los hallaron, luego de una larga búsqueda, que al ser ya tarde y no haber regresado a sus hogares, realizaron sus padres y tíos. Estaban en la calle, al frente del cementerio, sentados en una piedra a la orilla del camino, tenían la mirada perdida, David balbuceaba como un bebé y la saliva le resbalaba por las comisuras de su boca, Esteban , miraba hacia arriba y hacia abajo, y nunca en lo que restó de su existencia, volvió a pronunciar una palabra. FIN

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Cadáveres Fríos …Y luego de más de veinte años de ser perseguido por la policía internacional el famoso terrorista fue localizado esta mañana en la pequeña población del Norte, donde un operativo se lleva a cabo intentando su captura… La bruma se asentaba en el pueblo y había más movimiento del usual, los transeúntes se movían nerviosos, presurosos de sus diligencias para irse lo más pronto posible a sus hogares. Sin contemplaciones, una camioneta negra giró en una esquina, la ventanilla del chofer se abrió, este, un hombre treintón, calvo, y con lentes oscuros tomó su radio localizador: -Los tenemos-dijo- el plan no cambiará…Otros cuatro hombres con uniforme negro rodearon un auto color vino que se encontraba a menos de diez metros de la camioneta, las portezuelas traseras del auto vino se abrieron sorpresivamente y varias detonaciones se escucharon, los asustados pobladores, algunos se tiraron al suelo y otros corrieron a ponerse a salvo entre gritos y exclamaciones, dos de los policías cayeron al pavimento , los dos restantes respondieron al fuego , el estruendo provocado por los cristales rotos hizo eco en la calle sin salida, dentro del auto se revolvía ya el terrorista, alcanzado por dos balas en su pecho, mientras sus guarda espaldas caían ahora abatidos por una ráfaga proveniente de la camioneta negra que se había puesto a la altura del tiroteo y por algunos disparos hechos por los policías que permanecían de pie frente al auto. El agente que venía al lado del hombre calvo de la camioneta, bajó de esta y se acercó al auto vino, observando el desastre: los tres guardaespaldas del famoso fugitivo yacían sin vida alrededor del vehículo, los policías derribados se incorporaban revisando que ninguna bala hubiera penetrado sus chalecos, a uno le sangraba un brazo. El terrorista más buscado permanecía sentado en el lado del acompañante del auto, se debatía entre la vida y la muerte, el agente especial Markus, asomó por la ventanilla destrozada y extrayendo su arma reglamentaria la mantuvo a diez centímetros de la cabeza del malhechor… y le voló los sesos.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Los doctores Carlson y Jakes comentaban tranquilamente las ultimas noticias, mientras comían unos bocadillos recostados en una camilla vacía en la morgue del departamento de policía, cuando los cuatro cuerpos fueron trasladados hasta ahí. -Tienen trabajo señores-les dijo Markus-y tengan cuidado, son terroristas muy peligrosos… y estalló con una carcajada. Los forenses se miraron sin entender el chiste, pero pusieron manos a la obra… Dos horas después de clasificar órganos y sus respectivas lesiones, de los cuatro muertos, Jakes , le anunció a su compañero que necesitaba salir un momento, tomó su sombrero, se quitó su bata ensangrentada y salió de la morgue. Carlson aprovechó para descansar un momento, se apoyó en el abierto cuerpo del líder de la banda y extrañamente y por primera vez en su vida sintió la falta de calor en un cuerpo inerte, sorprendido pero a la vez curioso, se alejó del cadáver, sin saber si lo que sentía era miedo, lástima o algún tipo de repulsión, pero, que estaba pasando? , muchos años tenía de desempeñar aquel oficio y ese sentimiento era nuevo para él, comprobó que el horror de la primera impresión se volvía a repetir al chocar levemente con el cadáver de uno de los guarda espaldas. Sacudió la cabeza tratando de repeler aquel trance, y no entendía que se trataba, necesitó que su compañero estuviera ahí, las luces de los fluorescentes comenzaron a parpadear y una mano fría, más fría de lo que nunca había sentido en un hombre muerto lo tomó del antebrazo… 2 La lluvia empezaba a arreciar cuando Jakes , entró de nuevo a su lugar de trabajo, sacudió su sombrero de las gotitas que había recibido afuera, su tez pálida y tranquila con ojos ojerosos, debido a que casi no veía el sol, lo hacían un tipo no muy agradable a la vista, a diferencia de su colega que por una extraña razón se mantenía saludable y de buen ver. Con su mente en blanco cruzó el pasillo y descendió las escaleras con su típica carrerilla, empujó la puerta de la morgue pero esta no se abrió, cuando alguno de los dos forenses salía, el otro no cerraba, esto no extrañó a Jakes, pues creyó que Carlson tal vez hubiera salido también por algún motivo, extrajo las llaves de su pantalón y comenzó a luchar contra la cerradura. Un minuto después, la puerta cedía y abriéndose lentamente mostró a Jakes una completa oscuridad, el

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake médico entró sin inmutarse y buscó el interruptor de la luz, pero al accionarlo, no funcionó , percibió un frío más marcado que de costumbre, incluso si hubiera podido ver habría apreciado como su aliento al respirar, se convertía en vapor. Escuchó un tintineo en el fondo de la estancia, como de bisturíes chocando entre sí. -Doctor?- preguntó un tanto intrigado-doctor, es usted ? En ese instante, sintió que le jalaban de la parte inferior de la pierna. -Demonios !!, pero qué ? …-Aaaayyyy-fue la respuesta, un escalofrío recorrió la espalda de Jakes y resbalándose en una sustancia viscosa que había en el suelo cayó de espaldas, golpeándose contra los estantes que guardan cuerpos, abriéndose varias bandejas, los fluorescentes volvieron a parpadear iluminando por instantes la escena. Confundido y adolorido, Jakes logró divisar a Carlson que se arrastraba con su rostro lleno de sangre y sus ojos desorbitados, en un momento de claridad , vio un hombre de pie detrás de Carlson , la oscuridad lo envolvió todo de nuevo, cuando la luz se hizo , no había nadie. Jakes se incorporó preguntándose qué fue lo que sucedió, intentó ordenar el desastre provocado, aturdido como estaba, no llegaba a determinar en qué situación se encontraban, después de cerrar nuevamente las bandejas, solo vio que los cuatro cuerpos nuevos no estaban donde los había dejado. La sangre se esparcía por todo el piso, señales de que habían arrastrado a alguien, algunos trozos de intestino de desperdigaban por el suelo y en la camilla donde estuvo el terrorista más buscado había restos de cerebro. La puerta de acceso se cerró con un golpe y un grito aterrador se escuchó del otro lado, Jakes corrió hacia allá, pero escuchó como del otro lado pasaban un objeto por entre las manillas de las puertas dobles…estaba encerrado. Un contenedor se empezó a abrir lentamente y una mano con una coloración lila se asomó para apoyarse y levantarse, el aterrado forense veía ahora si como de su acelerada respiración brotaba un desesperado vapor blanco, caso contrario sucedía en el cadáver que se levantaba, pues este no respiraba. Avanzó lentamente hasta la puerta donde Jakes apostado no daba crédito a lo que veía, el frío ascendía gradualmente como en un congelador…

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3 El agente especial Markus de la División de Asuntos Especializados de la policía, se encontraba teniendo una entrevista con su superior, el capitán Loret, casi con sus pies encima del escritorio para más comodidad, Markus contestaba perezosamente a los cuestionamientos de su jefe, en eso, sonó el teléfono, Loret contestó…-Diga?…un silencio fue transformando la expresión de enojo del rostro del capitán en asombro y luego en repugnancia, mas tarde en resignación, Markus, lo miraba indiferente. -Hubo un conflicto en la morgue-dijo el capitán por fin, -el informante estaba muy alterado, como para decirme exactamente de que se trata, pero supongo que no es broma, escuché gritos y tiros de fondo, … muertos que caminan ?...-Malditos drogadictos!-exclamó Markus –supongo que usted querrá que vayaEl capitán Loret asintió, el agente especial salió a la estancia de las oficinas e hizo una seña a su compañero, el tipo calvo de las gafas oscuras, que manejaba la camioneta. -Vamos Louis, ahora debemos atender una revuelta de drogadictosCarlson abrió los ojos, lo veía todo a través de una cortina roja, sanguinolenta, pero aún no distinguía que veía, estaba tirado en el suelo, logró percibir el pavimento y el borde de la acera, estaba en la calle, algo le ataba por debajo de las axilas, algo que no supo identificar, intentó moverse, pero sus miembros no le respondían. De pronto eso que le sujetaba, se tensó y empezó a ser arrastrado hacia atrás, levantó un poco la cabeza , solo para ver el rastro de sangre que iba dejando sobre la calzada, no supo cómo era posible que fuera perdiendo tanta y que aún se mantuviera consciente, algo que lo intrigó sobremanera es que no logró divisar sus piernas. Fue levantado en vilo y colocado en la parte trasera de un pick-up, con sumo terror, notó que lo que quedaba de su cuerpo era la parte superior del tronco, y sintió como su columna vertebral expuesta golpeaba contra el piso del auto y cuando sus captores desataron sus axilas, se dio cuenta de que sus ataduras no eran otra cosa que sus propios intestinos… se desmayó.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake La puerta doble de la morgue estaba atrancada con un trozo de metal, por debajo de esta se filtraba un espeso vapor, Markus extrajo el tubo de hierro y de un tiro voló la cerradura, la puerta de abrió violentamente hacia fuera, arrancándose de sus goznes, Louis con su ametralladora de mano preparada, pudo ver como su compañero volaba hacia atrás impulsado por la fuerza de varios hombres que empujaron la puerta. Reconoció a el doctor Jakes entre ellos, pero todos estaban pálidos y demacrados, algunos presentaban incisiones en su cuerpo y a otros les faltaba algún miembro o su cabeza, pero aún así, parecía que habían recobrado el don de la vida. Tardó unos segundos en percatarse de la situación, pues creyó estar ante una alucinación, sin embargo al ver que el grupo de cadáveres se disponía a atacar al caído Markus, abrió fuego derribando a varios, esto le dio tiempo al agente especial para recuperarse y ponerse fuera del alcance de aquella locura, los cuerpos que caían, pronto se incorporaban y continuaban avanzando, profiriendo un desgarrador lamento… Jakes presentaba un agujero en sus estómago, por el cual se le había ido la vida tal y como la conocemos, Markus y Louis corrieron a la salida del edificio por el lado contrario a donde habían entrado y al salir, se aseguraron de dejar la puerta asegurada, para que aquellos seres horrorosos no pudieran salir, sin embargo al terminar esa tarea y volverse hacia la calle, la visión los dejó fríos, quizá más que los cadáveres que yacían por doquier en la calle…

4 …-La ciudad se ha vuelto loca, la gente llama para decir incoherencias y luego se corta la comunicación, he movilizado las unidades que tenía disponibles y no recibo noticias de ellas…-El capitán Loret, parecía exhausto, describiéndole los acontecimientos recién acaecidos a su superior, miró por la ventana de su despacho, se encontraba en el cuarto piso del edificio oficial de la policía, las calles aparecían desiertas con un extraño y tenebroso ambiente -Markus, donde diablos te metiste ?dijo entre dientes, colgó el teléfono, que hacía dos minutos había quedado en silencio. Ya los noticiarios rondaban la gran ciudad transmitiendo los extraños sucesos que se daban desde hacía más de mediodía, al parecer, una especie de epidemia

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake contagiaba a las gentes, matándolas, para luego revivir en un trance horrible. Las luchas se multiplicaban aquí y allá, saliendo vencedores los cadáveres que cada vez iban cobrando más adeptos, dentro del pick-up, el terrorista muerto avanzaba hacia el exterior de la ciudad, se dirigía a su pueblo, donde lo habían capturado y asesinado, en la parte trasera, la mitad del cuerpo de Carlson rodaba inconsciente de un lado al otro y dos de los guardaespaldas lo vigilaban, quizá pretendían hacer algún experimento con él. De pronto, una ráfaga de ametralladora estalló las llantas del automóvil, haciéndolo girar en el aire y estrellarse contra una baranda. -El agente especial Markus, se acercó como solía hacerlo en sus mejores y más conocidos casos resueltos, con su treinta y ocho especial apuntando a los cadáveres que se revolvían e intentaban salir de los escombros del vehículo. -Tuuu !-, le dijo lastimeramente el jefe de la banda-Me has asesinado, y ahora quieres evitar que yo tome venganza-. -Ya es tarde-prosiguió-, el mundo se arrepentirá de haberme engendrado-. Markus miró alrededor, los muertos se arrastraban y pululaban y ya casi no quedaba un humano vivo en muchos kilómetros a la redonda, si se extendía sería el fin… Dentro de la morgue, Jakes intentaba saber que le había ocurrido, cuando lo comprendió, utilizó su condición de muerto viviente para llevar a cabo un ardid, hizo que los cadáveres que le acompañaban entraran en cámaras de refrigeración con el pretexto de que por ahí podrían salir al exterior. Como los cadáveres tienen el cerebro atrofiado nose percataron y obedecieron, quedando congelados minutos después, Jakes avanzando penosamente , trató de salir de ahí, pero al caminar por el pasillo, encontró el comunicador que Markus perdió al caer hacía unas horas, llamó a la estación… Loret entendió perfectamente que aquella era la única manera de acabar con esta locura, entonces ordenó que varios aviones rociaran la ciudad con gas congelante. Así se hizo y todo el paisaje fue cubriéndose de blanco, no hubo tiempo de evacuar a los pocos sobrevivientes, de la ciudad. Casi en las afueras la pelea entre los terroristas y los agentes llegaba a su término, el cuello de Markus presentaba profundos desgarros, aún así, respiraba, su compañero Louis lo asistía, el hielo que se formaba

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake imposibilitó a los muertos moverse más, una capa de nieve iba cubriéndolo todo, congelando así los movimientos de los torpes zombies, Louis y Markus buscaron refugio, bajo el techo de un edificio. Carlson abrió mucho los ojos, solo para comprobar con el máximo terror, que la nieve lo asfixiaba, sus gritos ya no fueron oídos por nadie. Mientras en la morgue, el mismo Jakes sentía como sus miembros no le respondían y toda luz de entendimiento se apagaba en su mente. -Fue un placer trabajar contigo-Dijo Markus, tiritando y entrechocando los dientes-De igual forma – le dijo el fiel Louis-La vida por fin, si tuvo sentidoLa nieve, alcanzaba ya, los dos metros de espesor… Desde el aire se veía un desierto blanco, con trozos de edificios sobresaliendo en algunas partes, el sol se ocultaba, y la noche mantendría el hielo en su lugar, pero no se sabía de qué forma se conservaría durante el tiempo suficiente… FIN

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Balas de Plata 1 Ya sabía que era una historia, que era un cuento, que se trató de una enfermedad cuyo nombre no recordaba en aquel momento, pero que afectaba a ciertos individuos, y en aquella épocas la gente creía que los hombres lobo existían, como también creían que existían los vampiros que chupaban sangre a las personas y que dormían en un ataúd por el día. Sin embargo, tenía una buena colección de chucherías de este tipo en su habitación: estacas, colmillos, armas especiales (de utilería por supuesto) etc. Algunas veces le habían preguntado que cual de los dos era su preferido, los vampiros o los hombres lobo, respondía que los dos por igual. Claro que esto no podía ser, pues supuestamente eran dos razas rivales, de todos modos, el asunto se desplazaba a lo fantástico y no dejaba de ser un pasatiempo. Por lo demás, era un chico normal, asistía al colegio como muchos otros muchachos de su edad y nunca creyó verse envuelto en ninguna situación fuera de lo normal, todas las mañanas se desplazaba en bicicleta de su casa al colegio mirando indiferente las calles y zonas verdes de su pueblo, admirando a las muchachas que se cruzaban en su camino. El sol calentaba deliciosamente su sangre y su espíritu y nunca creyó para nada parecerse a un vampiro u otra cosa, por más que la gente mayor lo juzgara de “extraño” y sombrío, además de que casi ningún padre dejaba a su hijo acercársele más de lo necesario. Por esa misma razón, casi siempre estaba solo, lo que aprovechaba para ir a la biblioteca a leer libros de lo que más le interesaba, por la noche regresaba a su casa a intentar llevar su vida con naturalidad, sus propios padres lo habían aislado y casi no se comunicaban. Aún así, no por eso pensaba que era diferente, si no que la vida era como tenía que ser. Su tez pálida, su cabello negro y su mirada igual de negra, lo hacían parecer lúgubre, pero a sus dieciséis años no había reparado en eso, era un chico como los

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake demás, que estudiaba para luego conseguir un trabajo que lo mantuviera durante su vida productiva y al final, le permitiera jubilarse, como su abuelo. Pero su abuelo había participado en una guerra, y si, de todos sus conocidos, fue el único con el que compartió gustos, su abuelo lo comprendía, o al menos parecía hacerlo, había vuelto a quedar solo cuando dos años atrás murió de un ataque al corazón. A pesar de sus aficiones, los cementerios no le atraían, y desde el sepelio no lo había visitado mas, era mejor así, los muertos a descansar y los vivos a luchar, y seguía luchando y aprendiendo. Fue una tarde en que se dirigía a la biblioteca, el sol se tornaba rojo tras los árboles del parque y pedaleaba distraído admirando un par de chicas que caminaban hacia la esquina, al perderlas de vista, miró de nuevo al frente, pero fue demasiado tarde, no pudo esquivar a la muchacha que se le atravesó en su rumbo y estrepitosamente, los dos cayeron al suelo. Muy apenado, él la ayudó a levantarse y a recoger sus libros, le sacudió la falda que se había empolvado, ella un poco sonrojada y aturdida le daba las gracias repetidamente. Igualmente, el se disculpaba sin cesar y al recoger el último libro, leyó el título: LOS HOMBRES LOBO CONTRA LOS HABITANTES DEL VALLE BAJO, miró el libro de tapa dura y color café y una sonrisa se le dibujaba sin poder evitarlo. -¿Qué?- dijo ella- ¿te extraña?-No- le contestó el- es que me fascinaY con esas dos frases, fue cosa de luego mirarse a los ojos y darse cuenta de que tenían muchas cosas en común, la invitó a que fueran juntos a la biblioteca y buscaron información sobre diversos temas, en uno de esos libros, precisamente en el que portaba ella cuando la derribó, fue que se enteró que a los hombres lobos los mataban las balas de plata, se rió bastante con este dato, igual que como se había reído de que a los vampiros los mata una estaca en el pecho. Le parecía ridícula y tosca la forma en que se sacaban de la manga “el punto débil” de cada monstruo, pues claro, los buenos siempre deben ganar, para esto, la amenaza debe ser vulnerable en algún aspecto, por ejemplo, a los zombis que hay que dispararles a la cabeza para “volverlos a matar”. -Eres raro- le comentó ella tras compartir un par de horas y conocer ciertos de sus gustos y opiniones acerca de los eventos fantásticos y sobrenaturales. -No tanto, solo es que pienso que no se debe mezclar, afición con fanatismo y credulidad-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -Es cierto, pero a mí me gusta pensar que todas esas cosas existen, o existieron-Las mujeres son mas impresionables con estos asuntosdijo él, avergonzándose dos segundos después de esta frase. -¿A qué te refieres?-No… a nada, mejor caminemos, te acompaño a tu casaCuriosamente, no distaba mucho de la de él, así que al llegar a la puerta de la casa de ella, él le preguntó: -¿Nos veremos mañana?-Claro, ¿por qué no?- fue la dulce respuesta. El chico se alejó con su corazón latiendo al son de sus pensamientos, aquella chica le gustaba y mañana mismo le iba a decir. Otro día normal de colegio y de aburridas explicaciones de física y matemáticas transcurrieron lentamente, en una ocasión la vio cruzar al final de los pasillos, pero no pudo abordarla para charlar, pues cuando arribaba a la esquina donde la había divisado, ya no estaba. Durante todo el día, empezó a considerar la posibilidad de que se trataba de un fantasma, pero al final de clase se rió nuevamente de sí mismo, por tener pensamientos tan ingenuos. Su auto burla fue fundamentada al tomar su bicicleta, dispuesto a ir a la biblioteca, una voz le saludó: -Hola, no te vi en clases, por cierto ¿a cuales asistes?La conversación se reanudó y esa tarde ambos supieron un poco más del otro, otras dos horas entre libros de ovnis, casas embrujadas y vampiros que no daban tregua a sus enemigos mortales los lobos. Al dejarla en la puerta de su casa, sin complejos ni penas, le disparó la declaración: -Me gustas- recuerda que le dijo- podríamos salir más a menudo y conocernos-¿Y no lo hacemos ya?- le contestó ella con una amplia sonrisa, tan dulce, tan tierna, tan… comprensiva, ¿comprensiva? ¿Acaso era eso, lo que le atraía de ella?, no lo supo, le dio un beso en la mejilla y se despidieron, quedando de verse el día siguiente. Sus pensamientos de aquella noche fueron acerca de la comprensión, quizá eso es lo que más busca un ser humano, que otro ser humano lo comprenda, que otro ser humano comparta sus gustos sin necesidad de ser tachado, por su apariencia o por lo que sea, alguien a quien no le importe como te veas o lo que haces. Un mito aún más extraño que todas sus aficiones se abrió paso en su corazón, una leyenda de la que muchos hablan, que favorece a unos y destroza a otros: el amor.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Las estrellas brillan en la oscuridad, sin que se percate gran número de personas, no muy tarde en la noche, pues a ella no le permitían sus padres llegar luego de las ocho, las miraban desde un asiento en el parque y se narraban historias y leyendas, muy antiguas, moderadamente antiguas, modernas y postmodernas, algunas las conocían los dos, otras eran nuevas para el que las escuchaba. Fascinados con este idilio, no se dieron cuenta del paso del tiempo, factor que no perdona, por más que nos inventemos cuentos y narrativas, y alucinaciones de viajar a través de él, ya sea retrocediendo al pasado o avanzando al futuro. Según la realidad de lo vivido, no es posible recorrerlo a más de un minuto por minuto, y siempre hacia adelante, nunca vuelve y nunca se acelera, más de lo debido, y no existe mecánica cuántica ni ensaladas de metafísica que puedan cambiar la realidad de lo que acontece. Así que aprovechando que los dos se quisieron, se prometieron cuidarse y protegerse mutuamente, compartiendo siempre sus gustos y manías, así como sus realidades y compromisos, en las tarde de verano, ya no iban a la biblioteca, daban una caminata a través del pueblo y luego paseaban por la playa que quedaba cerca, observaban ocultarse al dios sol, que en algún punto en el tiempo fuera reducido a “hermano” al ser desplazado por otros dioses de mayor alcurnia. Luego la igualmente descendida de rango diosa luna, les acompañaba una hora, ya fuera como una uña, como una sonrisa o como el agujero por donde se escapa el día, en plena noche. La brisa se convirtió en tempestad, como suele suceder en la realidad y al transcurrir seis meses de aquel atropello ciclístico con resultados de caída de libros y demás, ya no paseaban tanto por la playa, pues llovía casi todas las tardes, entonces habían vuelto a la biblioteca, donde a través de las letras, volvían a encontrarse y a encontrar la razón de su existir. Aquel día el cumplía diecisiete y ella consiguió un regalo perfecto, no era difícil saber cuáles eran sus mas ansiados objetos, pues en las visitas que hizo a la habitación de él, notó que faltaba algo, aunque recién descubriera su utilidad, no lo había conseguido, quizá porque resultaba difícil conseguir genuinas. -¿Son reales?- dijo él boquiabierto al desenvolver el paquete. -Según el vendedor, son reales-contestó ella- aunque no creo que puedas probar su efectividadEl entendió el chascarrillo y rieron alegremente, la abrazó y la besó apasionadamente.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -Gracias, amor, era lo que me faltaba para la colección, si son de plata o no, eso no importa, lo que cuenta es que me comprendes y sabes mis aficiones-Yo espero que si sean balas de plata auténticas, pues ya te dije antes que me gusta pensar que esas cosas existen y además, te pueden servir en caso de alguna emergenciaDijo esto último guiñando un ojo y volvieron a reír a carcajadas. Caminaron por las calles pues aún era temprano y aunque se mojaban, no se esforzaban mucho en intentar protegerse de la lluvia, con solo un paraguas y tambaleándose cual dos locos, avanzaron hasta la playa. La gente del lugar se refugiaba muy temprano en sus casas por aquella época, pues el frío calaba hasta los huesos y era mejor estar bien calentitos, por lo cual no se veía a mucha gente afuera a aquellas horas. Dos pares de ojos, observaron a la pareja avanzar por la avenida, que terminaba bajo las arenas, cerca de un viejo muelle, dos pares de pies caminaron y el resto de los dos cuerpos cubiertos por largas gabardinas siguieron a la descuidada pareja. Abrazados, bajo la lluvia, se besaban abstraídos, habían dejado caer el paraguas y el agua resbalaba por sus miembros sofocados por el amor, que traicionero, actuó como cómplice de los dos asesinos. Bajo la luz de la lámpara más cercana de el apartado lugar, brilló un arma blanca, el joven no vio acercarse las sombras, ni tampoco vio como el metal se hundía en la espalda de su amada, solo notó un súbito movimiento y los ojos desorbitados de esta. Segundos después un chorro de sangre brotaba de los carnosos labios que acababa de dejar de besar por una razón de momento desconocida. El más indescriptible horror se apoderó de sus músculos y retuvo la respiración, intentando retroceder al mar que quedaba a sus espaldas, asió el cuerpo desmadejado de la chica que no emitió ni un solo grito y arrastrándolo quiso escapar con ella hacia las aguas del mar. Su voz no salía de su garganta para pedir auxilio y comprendió el porqué su novia no había gritado, si sentía el mismo terror, no podría. Sin embargo su apreciación no era del todo buena, pues quizá ya ella estaba muerta y por eso no gritaba. Un maremágnum de pensamientos alocados cruzó por su confundida mente y al aclararse su borrosa visión pudo ver al par de seres humanos más nefastos que conoció en su vida avanzar tras él con paso seguro y con sendos cuchillos en sus manos. 2

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake El ya estaba en el suelo arrodillado y la marea le rozaba los pies, el agarrotamiento de su cuerpo y el peso del cuerpo que arrastraba, le habían hecho perder el aliento y ahora miraba con ojos de infinita tristeza y suplicando compasión a los verdugos. El que venía adelante, tomó por el cabello al indefenso chico y se disponía a cortar de un tajo su blanca garganta, cuando unos focos horadaron la oscuridad, el sonido de una sirena espantó a los individuos, que corrieron presurosos a ocultarse en algún sitio, el altavoz de una patrulla pronunció algo incomprensible para el chico, que ahora sostenía a su querida novia boca arriba, la sangre que manaba le empapaba los brazos, pero se iba deslizando y quitando con la lluvia que arreciaba mas fuerte cada vez, sus lágrimas rodaban confundiéndose también con el agua que caía del cielo. De un pronto a otro, se sorprendió hablándole, rogándole que no lo abandonara, la chica lo miraba, con ojos vacíos, una mirada inolvidable para el que la ha visto, pues es la mirada que la muerte usa para anunciar que se ha apoderado de una víctima. Las nubes lo cubrieron todo y los terrores de la realidad conquistaron toda fantasía, la comisaría no estaba lejos, la policía interrogaba, el se mordía los labios, los ojos enrojecidos, no podía decir nada, no sabía decir nada, no entendía por qué la habían matado, desde que la conocía, no le conocía enemigos, sus padres eran buenas personas que tampoco tenían enemigos, el móvil no había sido el robo, eso estaba claro, querían matarlos, a los dos. El caso se declaró sin solución y se archivó como otros muchos que generalmente sucedían. Luego de descansar en la morgue un par de noches, el cadáver fue enterrado en el cementerio local, casualmente, la tumba donde fue sepultada, no distaba mucho de la de su abuelo. Y esta vez no abandonó el cementerio en días, sus padres y familiares intentaban arrancarlo de las dos tumbas que frecuentaba, un sicólogo les aconsejó que le dieran tiempo, que era normal, y que lo dejaran ser. Pero no pudo ser, sus calificaciones en el colegio decayeron, las tardes de biblioteca o de playa, se habían transformado en tardes de cementerio, sentado en la tumba de su amada le dirigía frases sin sentido a la de su abuelo y viceversa. Caminaba entre ambas tarareando extraños cánticos y luego a eso de las nueve de la noche, regresaba a su casa a dormir, en el colegio su mente volaba entre nubes de humo muy negro y ríos de sangre muy roja, intentando ordenar sus pensamientos desordenados.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake El viento del verano volvió a aparecer tras los cerros, las hojas de los árboles caían por doquier y su chaqueta larga volaba con pequeñas ráfagas, de pie entre las dos tumbas, esperaba que el sol formara una sombra larga y elástica de su cuerpo antes de ocultarse tras las olas del mar… aquel maldito mar. La confusión iba transformándose poco a poco en enojo, en frustración, en impotencia, en soledad y en todo lo que implica haber perdido al único ser que llegó a comprenderte, los que le arrebataron eso tendrían que pagar de algún modo el crimen, sin embargo, no tenía ni idea de quienes habían sido ni por qué lo habían hecho. Tres meses transcurrieron para que su mente volviera a una dirección aceptablemente clara, las vacaciones de verano llegaron y ahora se daría a la tarea de averiguar, quienes perpetraron tan cruel designio para una joven tan tierna y tan inofensiva. Un día fue a la playa, ahí en el sitio donde había muerto en sus brazos, no quedaba huella del suceso, como no quedaba ya huella en la gente del pueblo excepto en la mente de los padres de la chica, que aún lloraban su partida y clamaban por justicia. Justicia que no llegaría por parte de las autoridades que aparte de haber archivado el caso, lo habían olvidado. Pero los criminales no eran cualquier mente criminal y sabían que tarde o temprano el sobreviviente intentaría desentrañar los motivos por los cuales la joven había tenido que morir. Entonces prepararon sus cuchillos y acecharon esperando una oportunidad, mientras tanto, el joven regresó a su habitación con un puño de arena en su mano, recordó algo y extrajo una cajita de una gaveta de su cómoda. Las diez balas brillaron con la luz de la lamparita, buscó entre sus desordenadas cosas de la antigua colección y encontró un arma que parecía real, sin embargo recordó que era de las que se usaban para matar zombis en Resident Evil. La cargó y salió a probarla en la noche, caminaba despacio con la mirada barriendo las calles, algo le decía que pronto sabría porqué le había sucedido lo que le había sucedido. -Morirán como lo que son -se dijo- como sanguinarios hombres lobosAl día siguiente el noticiario abrió su edición anunciando un crimen, el segundo en menos de cuatro meses, en un callejón sin salida apareció muerto un indigente, perforado su pecho por una bala, que al analizarla resultó ser de plata.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Los dos colegas se miraron extrañados y decidieron que esto debía acabar, cortarle el cuello terminaría con la maldición, cogieron sus gabardinas largas y escondieron ahí sus largos cuchillos y salieron de su habitación de hotel con sus largos pasos. Quedaban nueve, suficientes para convertir en coladores a los malditos, y luego dispararse una de esas en la mandíbula para abandonar definitivamente este mundo al encuentro de sus seres queridos. La investigación no avanzó tanto como para tocarlo y el caso del indigente también fue echado en el olvido, en el cementerio, permanecía de pie orando, o quizá llorando, o tal vez solo meditando, por el campo santo, avanzaron unos pasos seguros, que levantaban polvo al caminar, el los escuchó acercarse y acarició su arma. Desenfundó al tiempo que una especie de red caía sobre sus miembros y lo aprisionaban, arrastrándolo luego fuera del cementerio, hacia el bosque, los tipos que así lo llevaban, vestían las mismas gabardinas del día en que mataron a su novia. Le quitaron el arma con las balas de plata y la guardaron en un bolsillo, lo ataron bien y le mostraron sus rostros… peludos, ¡licantropía!... en aquel momento, recordó el, nombre de la enfermedad. -No irán a morderme ¿o sí?- preguntó sin recibir respuesta. El que lo sujetaba extrajo su afilado cuchillo y lo paseó de un lado a otro enfrente de sus ojos. -¡Malditos!, lo pagarán caro!- les gritó y al sentir una de sus piernas libres pateó fuertemente acertando en las partes bajas de su amenazante captor, este se dobló dejando caer el cuchillo, pero el otro que se mantenía cerca reaccionó de inmediato, lanzándole una fatal estocada a la cabeza, apenas pudo esquivar el afilado golpe que rebanó un trozo de su oreja derecha. El agudo dolor lo enloqueció y revolviéndose como una fiera saltó en su pie libre intentando escapar, pero a los tres saltos perdió el equilibrio y cayó por una pendiente. El cuchillo con la parte de la oreja de la víctima se había clavado en un árbol, lo que retrasó la persecución, una vez recuperado su condición normal, los licántropos corrieron tras el chico, que aparatosamente se precipitaba ladera abajo, la red se había aflojado, pero tenía algunos huesos rotos, lo que dificultaría su huída. De pronto, entre sus torpes avances arrastrándose con un terrible dolor se vio rodeado de peñascos rojizos y un cielo que carecía de sol, creyó que había perdido la razón, pero pronto comprendió que había alcanzado el desierto y que había anochecido.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Las alimañas cruzaban veloces a su alrededor, la sangre de su oreja cercenada se había coagulado en la mitad de su rostro, el cansancio y la desesperación hacían mella en su atormentada mente, ya no tenía el arma, pero como un antiguo recuerdo por siglos olvidado, llegó a su entendimiento que aquella idea era absurda, como absurda había sido todo el tiempo que la mantuvo en su pensamiento. Al fin y al cabo era una enfermedad lo que padecían aquellos desgraciados hombres, pero ¿porqué mataron a su novia, y por qué querían matarlo a él? Aparte de su afición no creía haber hecho nada malo en contra de estos individuos, ni siquiera les conocía, pero ahora, que las cosas se tornaban oscuras, no había vuelta de hoja: matar o morir y en aquel momento de lucidez, supo que no importaba si era con balas de plata o con una estaca en el corazón, eran seres humanos y morirían si se les hería adecuadamente. Una roca funcionó de refugio a orillas de un desfiladero, esperó…, al rato escuchó unos pasos acercarse y unas sombras largas se proyectaron hasta la altura de su escondite, aunque no logró determinar, cual era la fuente de luz que las provocaba, no se detuvo a averiguarlo, solo había una salida, tomó un buen puño de arena y lo lanzó calculando los rostros de sus acosadores, acto seguido escuchó dos detonaciones… quedaban siete. Corrió como un poseso, los asesinos maldecían: la arena había dado en el blanco, uno de ellos en su furia, cometió un error: envió su cuchillo con todas sus fuerzas en dirección del chico que corría en zigzag, este pasó muy cerca, zumbando del lado de su oreja sana y fue a caer unos metros más allá, ensartado en el suelo. Lo miró, la solución cruzó fugaz por su mente, lo tomó del puño, recordó, como su querida cayera a sus pies y como la había arrastrado intentando salvarla, la furia se dibujó en su semblante, y observó a los tipos venir, dos brillos mortales destellaron en la seca noche del desierto. Las balas resonaron perdiéndose su eco en el horizonte, un cuchillo fue incrustado en la carne, la sangre brotó salvajemente manchando la arena, tres cuerpos sudorosos se encontraron y retozaron durante unos instantes al calor de las más bajas emociones. Las lágrimas resbalaban por su sucia faz, se confundieron con sangre que brotaba de su frente, no sabía a ciencia cierta cuantas heridas tenía, luchaba como una fiera acorralada, dando tajos a diestra y siniestra. Uno de los hombres vestidos con gabardina se desplomó por fin y el joven cayó de rodillas, el cañón del arma de fuego se hundió en su sien.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -Es suficiente- masculló el licántropo sobrevivientevamos a hablar. 3 Inmóvil, el amenazado miró el rostro cubierto de un fino pelaje de su interlocutor, el caído mostraba la punta de su cuchillo perdido asomando por la espalda, el chico no había podido determinar cuántas balas se habían detonado ya, por lo cual tuvo que permanecer inmóvil. Solo le quedaba escuchar: -Todo terminó, lo sabes-empezó el hombre de pie- dentro de poco te reunirás con tu novia, pero primero querrás saber las razones que hemos tenido mi hermano y yo para acabar con ustedesEn realidad no le interesaba y mientras su eventual asesino gesticulaba, su mente trabajaba buscando la manera de escapar, miró la mano derecha del asesino, sostenía el arma, miró la izquierda, no sostenía el cuchillo… Su cabeza giró dentro del ángulo que le fue posible, ni rastro de el cuchillo, sin embargo debía desechar la idea de recuperarlo, la pistola sería más rápida. -… su arraigado desprecio los llevaría por fin a nuestra destrucción-, concluyó por fin el “hombre lobo”, habiendo terminado de exponer sus razones sin que el chico escuchara más que esto último. Tenía que arriesgarse si quería sobrevivir, con un rápido movimiento asió la mano armada de su enemigo, que no estaba muy lejos de él, forcejeó un momento, el arma se disparó, una , dos veces, horadando la arena, en un momento dado el brazo del agresor quedó nuevamente libre y logró descargar un fuerte golpe contra la nuca del desafortunado que aún estaba de rodillas, la oscuridad más negra que la noche y más negra que todas las fatídicas noches se extendió como un velo sobre su frente. Ya no sentiría nada más, pensó, el dolor se desvaneció junto con todas sus angustias y temores, su sed de venganza se convirtió en paz, su preocupación por la vida, se transformó en vana conformidad y un letargo fue amo del resto de sus facultades vitales, el mundo ya no lo fue y creyó ver venir el final. Un resplandor rojo hizo explotar en chispas de dolor todos sus nervios…, abrió los ojos deslumbrado por los rayos del sol, el calor volvió a sus miembros, que adormecidos, no pudo mover, la mitad de su rostro estaba granulado, la arena se había adherido a su sangre y formando una mezcla pegajosa recorría algunas partes de su cuerpo. Su captor permanecía sentado en una roca, mirando el vacío y las dunas, mas allá una bandada de buitres

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake sobrevolaba en busca de alimento, las cuerdas que ataban al prisionero le impedían moverse, sin duda lo iba a dejar para que lo devoraran las aves junto con el otro licántropo. Pero este estaba diferente a la noche anterior, yacía boca arriba y ya no tenía el cuchillo incrustado en el pecho, vio con cierto horror que le faltaban las piernas a la altura de los muslos, su hermano sostenía un pie en una mano y ya había roído buena parte del hueso. Un horrible escalofrío, recorrió su columna vertebral, ¡se lo estaba comiendo!, el caníbal, al ver que despertaba, lo miró complacido, dejó su alimento a un lado y bajando de la roca caminó hasta el joven que yacía en una incómoda posición. -Ahora- dijo el caníbal- es tu turno…, ya viste la naturaleza de la raza que persigues, llegó el momento de analizar cuál será la mejor opción: tienes una pierna rota a la altura de la tibia, una mano libre de la atadura, supongo que hambre, y también depredadores que se acercan y esta es tu última oportunidadMientras mencionó su condición, el chico iba siendo consciente de su estado, pero le llamó la atención que mencionara “la raza que persigues”, por su parte, no sabía a qué se refería, nunca había perseguido a nadie que padeciera licantropía o vampirismo… se rió tristemente para sí, ¡no creía en eso! - Por consiguiente, estos son tus instrumentos, de todos modos solo podrás alargar tu existencia unas cuantas horas, de quererlo así, o tienes la oportunidad de suicidarte si no deseas lucharEl tipo de cara peluda avanzó en dirección de los buitres que sobrevolaban y se acercaban, dejó el cuchillo extraído del cuerpo de su hermano en la arena del desierto, unos diez pasos más allá dejó el arma en la misma condición. Regresó donde el torturado que ya debía tener su mente demasiado mellada y se inclinó para decirle: -Ya nunca me volverás a ver, pero sé que te he enseñado algo que está afectando tu cerebro: el canibalismo, a ver si me superas y recurres al “autocanibalismo”, esa es una manera de sobrevivir en un desierto donde nadie te va a encontrar, tu pierna rota puede ser un buen manjar… si no para ti, tal vez para los buitres-Por último-continuó- al arma le queda una bala, utilízala de la manera más conveniente, y no la desaproveches… hasta nunca, amigoEl cerró los ojos, escuchando los pasos alejarse, los volvió abrir descubriendo el porqué sonaban como arrastrando algo, arrastraba a su hermano, quizá para

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake alimentarse durante los días que tardara en encontrar la salida del desierto. ¿Auto-canibalismo?, el solo imaginárselo… le recordó que su estómago estaba vacío desde el día anterior… pero un hombre puede sobrevivir sin comer veinte días, sin embargo, sin beber, solamente tres días. Con su mano libre, empezó su pugna por la vida, notó que no podía soltarse de las amarras, pues estaba fuertemente atado y además sus dedos no le respondían por el debilitamiento de lo vivido, los buitres se acercaban, lo habían detectado… Tragando arena polvosa se arrastró con dificultad hasta alcanzar el cuchillo, aún manchado de sangre coagulada, el sol subía, abrasando su rostro y sus partes del cuerpo que asomaban bajo sus ropas desgarradas, el avance era penoso y doloroso, su pierna rota enviaba impulsos dolorosos que hacían temblar sus miembros. Ahora, un nuevo fluido agobiaba su trance, el sudor, caía a torrentes desde su cabeza herida y lo cegaba por momentos, resbalando hasta introducirse en las comisuras de su boca, pronto, se deshidrataría, si es que no lo estaba ya. Un par rocas atraparon su pie colgante e impidió su avance quedando a unos cuantos centímetros del cuchillo, los buitres se acercaban más… Maldijo en silencio y ya no sabía por qué luchaba, lo mejor sería dejarse morir ahí, ya nada importaba, respiraba con dificultad, el dolor era penetrante e insoportable, su cabeza estaba a punto de estallar. Un aleteo tenebroso y estrepitoso provocó ráfagas de viento a su alrededor, alzó su cabeza y observó a muchas pequeñas cabezas calvas observándole a él. Hizo un esfuerzo y con un grito desgarrador logró liberar su pierna de la roca, esto espantó un tanto a los buitres que volaron a baja altura y al momento se volvieron a posar en el duro suelo, sus patas hicieron un ruido como de trotes. Alcanzó el cuchillo, sintió su estómago gruñir y los buitres cuchichear, esto último le sorprendió un poco, intentó incorporarse, se giró para con su mano libre cortar las cuerdas, al primer intento, lo logró. Las cuerdas lo dejaron libre, pero descubrió con horror que no podría caminar, su pierna estaba muy dañada y empezaba a tornarse color púrpura, pensó por un instante en el auto-canibalismo, en la supervivencia y en el orgullo y con toda la fuerza que pudo reunir su debilitado brazo… se dio un tajo a la altura de la rodilla. El dolor lo hizo mojar sus desgarrados pantalones y un río de lágrimas recorrieron sus mejillas, por un momento, sus párpados se negaron a abrirse, el ardor en sus ojos

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake se lo impedía, se frotó y sintió que su rostro estaba empapado de más sangre, al fin pudo ver su rodilla, pero ésta solo estaba cortada a medias. Los buitres lo seguían mirando estupefactos, indecisos de proceder a devorarlo, la fuerza de su brazo no fue suficiente para separar la pierna de su cuerpo… pero tenía hambre, además ya su mente necesitaba de algunas pruebas, por ejemplo demostrar que no era un hombre lobo… o un vampiro, continuaba teniendo hambre y en su confundidas ideas se formó un sentimiento de rivalidad con los buitres que esperaban. -¡No seré para ustedes!- les gritó con mas lágrimas en sus ojos, la deshidratación avanzaba galopante, con una locura creciente volvió a dar un segundo golpe de cuchillo a su pierna y como no la separó con éste, dio otro y otro… Algunos no daban en el lugar indicado por lo que su pierna presentó en algunos sectores apariencia de carne molida… Una vez pudo separarla definitivamente, los buitres aún seguían sin entender. La única idea coherente que tuvo en aquellos momentos fue que el arma tenía una bala, pero no quería que aquellos despreciables seres carroñeros disfrutaran de los restos de su cuerpo… con frenesí, mordió su propia pierna cercenada. El suelo en el que permanecía sentado se elevó, una extraña sensación lo condujo a pensamientos fuera de lo común, por otro instante, pensó en la venganza, desde el principio, había prometido que los culpables no quedaran impunes. El hueso desnudo de su pierna, cayó de sus manos ensangrentadas una vez saciado su apetito, una mirada feroz dirigida a los buitres los obligó a desistir por fin, poco a poco se alejaron dejándole en la más completa soledad, la noche ya se aproximaba… el arma tenía una bala. Los diarios anunciaron las extrañas desapariciones y crímenes que se suscitaron por aquellas fechas, pero son noticias que luego de su auge, decaen y luego se hunden en el olvido, siendo sustituidas por otras nuevas que captan la atención de la gente aún no tratándose de nada muy “inexplicable”. Este fue el caso de un pequeño circo que en pocos meses se hizo famoso y una vez confirmada su visita al pueblo fue esperado con gran expectativa. Entre sus atracciones más importantes destacaba la presentación de un hombre al que llamaban “El verdadero Hombre Lobo”, que además de tener su rostro lleno de pelo, también hacía malabarismo… y tocaba el

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake piano, de hecho, este acto fue el que lanzó al pequeño circo al estrellato en pocos meses. El día de la función, la carpa se llenó hasta el tope de gente, elefantes, payasos, trapecistas y demás pasaron desfilando por el escenario circular, el último acto era el del verdadero Hombre Lobo, sin embargo, el piano y los cuchillos que debían encenderse para los malabarismos, permanecieron solos durante un buen rato. Los espectadores empezaron a murmurar y luego a pedir en coro la aparición del acto principal y si no, que les devolvieran su dinero, el presentador pidió calma pues había sucedido un inconveniente, luego de un rato interminable, solicitó disculpas: había ocurrido una tragedia. Cuando los acomodadores y utileros lograron tirar la puerta del camerino del actor, encontraron a este sentado en una silla al frente del espejo de su cómoda, la mirada que proyectaba al vacío estaba llena de terror, por el peludo pelaje de su rostro resbalaba un grueso hilo de sangre, la parte izquierda del espejo tenía una mancha de sangre que se extendía hasta la pared, un agujero cruzaba su cabeza de sien a sien., al parecer los restos de bala que se recuperaron eran de plata. “Al arma le queda una bala, utilízala de la manera más conveniente, y no la desaproveches… hasta nunca, amigo” Dicen algunos que poco después vieron a un extraño con una pierna de palo, atravesar las calles del pueblo y avanzar con rumbo al cementerio… una bandada de buitres sobrevolaba muy alto sobre su cabeza, pero creyeron que se trataba de una historia… de un cuento.

FIN

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El Extraño Caso Del Burdel De Villeja 1 El pensamiento es como un eterno laberinto sin recorrer, la mente es un eterno proceso de aprendizaje. No sé si por fortuna o destino, o por el capricho de algún dios, desde pequeño, me fue concedida la cualidad de comprender las cosas, por muy intrincadas que pareciesen, cualquier asunto, cualquier problema ya matemático, ya algorítmico, no fue obstáculo para esta mente prodigiosa y superé con facilidad mis años de estudios y crecí siendo un tipo considerado brillante. Sin embargo, es difícil conseguir trabajo en este país, y no es factible viajar a otros, pues el holocausto está por venir y los extranjeros nunca progresan en los países llamados desarrollados. Por lo que se me ocurrió poner un negocio acerca de adivinación y chucherías de esas, la gente aún es muy crédula y se deja llevar por una bonita conversación y las palabras que quieren oír, en conclusión soy un mago, un adivino, pero a diferencia de los otros tantos estafadores que hay, mis predicciones no se basan en los astros ni en el tarot, es más, no son precisamente predicciones, más bien son “percepciones”. Hasta el momento me va bien, tengo casos diversos de gente a la que le aquejan gran variedad de males y viene a verme, por diferentes causas, desde un dolor de muela “extraño” hasta presencias fantasmales en sus apartamentos, he tratado casos de ovnis, dejando completamente curado al testigo, convenciéndolo de que fue algún otro objeto mas explicable. Mi nombre es Dan Mirrot, pero todos me conocen como Darkmind y no hay caso que se me resista. Creo que ya llevo un buen tiempo en esto y merezco unas vacaciones, decido cerrar mi oficina y me retiro a mi casa a pensar que lugar puede ser mejor para relajarme y poner en orden varios asuntos que tengo entre manos y así descansar un poco de tanta ciudad y polución. -Toma, coloca este rótulo en la ventanilla de la puerta- le dije a Ralph, mi secretario, es un buen chico y me acompaña siempre en todos mis casos, en realidad, le conozco desde el colegio y decidió asistirme en mis investigaciones un tanto salidas de contexto. Es de mi edad, pero más alto que yo, usa lentes y un peinado tan nerd que a veces causa gracia el contraste

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake de su figura con su seriedad, lleva mi agenda como ninguno y es un excelente asistente, no lo despediría para cambiarlo ni por una secretaria rubia noventa sesenta noventa ( o… quien sabe ?). -¿Regreso dentro de un mes?- leyó el rótulo, solo que este no tenía los signos de pregunta que denotó su voz. -Así es, puedes ir a descansar tú también con tu familia, si así lo deseas, yo buscaré un lugar tranquilo para desaparecer este mes-Pero tienes muchos clientes, Dan y necesitas a alguien que te cubra…-No, no, nada de eso, te vas a descansar, la oficina cierra, no creo que por un mes, se nos vayan a morir algunos incau…, digo, clientesAgachó la cabeza como solía hacer cuando debía darme la razón y fue dócilmente a la puerta a colgar el inapelable rótulo. No sé cómo, pero no recuerdo haber pensado algo antes de dormirme, algunas veces me sucedían cosas extrañas, casi tanto como los casos que resolvía, abrí los ojos con la sensación de haber dormido por siglos, y una oscuridad impenetrable gobernaba mi habitación. Intenté calmarme, pues me atacó una crisis de nervios producida por el desconocimiento de quien era, y que hacía ahí… El teléfono timbró con fuerza y con rápido movimiento de mi mano, encendí la luz y descolgué el auricular. -¿Sí?-Dan, tengo lo que andas buscando- Se oyó la voz del bueno de Ralph, devolviéndome de golpe a mi consciencia. -Explícate-Me recomendaron un lugar, para pasar nuestras vacaciones-¿Nuestras?-Dan, te expresas en oraciones de una sola palabra, ¿te ha vuelto a suceder?-Muy levemente-Ya avanzamos, ahora dijiste dos palabras-Estoy bienRalph sabía de mis trances temporales de aquella extraña inconsciencia, como mi mejor amigo y asistente, le había narrado lo que me ocurría en ciertas ocasiones, y estuvo presente la vez de mi siesta en la oficina cuando tuve un acceso de estos. Así que ya sabía que entre más palabras dijera por oración, mi estado iba mejorando. -¿Quieres que vaya a tu casa y te formule el plan?-¿De qué plan…??-Tres-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake (¡Demonios!) -Basta, dije que estoy…-Sí, sí, ya se- Insistió Ralph- llego en quince minutos-Pero si son las… ¿¿siete de la mañana??Sin embargo, Ralph no escuchó mi pronta recuperación, pues había colgado. Recordé que una cortina muy gruesa cubría la ventana impidiendo que la luz del exterior entrara, pues prefiero dormir en la oscuridad más absoluta, me incorporé, primero me senté en la cama, solo vestía un pantaloncillo y medias. -Detesto dormir con mediasMi cuerpo estaba totalmente seco, sin asomo de sudoraciones típicas producidas por pesadillas, aquello no eran pesadillas, mis pesadillas, eran un tema aparte. Quince minutos exactos después de haber colgado el teléfono sin darse cuenta de mi mejoría, Ralph tocó a mi puerta. Yo ya estaba totalmente vestido y con el coffe maker en funcionamiento, hice pasar a mi amigo a la cómoda sala de la casa que el trabajo de cinco años, me había podido financiar, se sentó el sofá y como era su costumbre, tomó el control remoto y encendió el televisor. -A ver, cuéntame tu “plan”, y luego tomamos café-¿Hay tostadas?-Por supuesto- le dije, aún de pie y contemplando como los canales de la televisión saltaban de uno al otro, hasta que se detuvo en el canal de clasificados. -Villeja- dijo por fin Ralph- Ayer cuando caminaba hacia mi apartamento, un señor muy bien vestido se me acercó diciéndome que me recordaba y que sabía que trabajaba para el famoso “Darkmind”.“-Me explicó que no tenía un caso extraño para el gran Darkmind, pero que era agente turístico y le gustaría obsequiarle, en este caso, obsequiarnos una relajante estadía en un pueblo alejado de la capital, llamado Villeja, me lo recomendó demasiado, me dio folletos, que traigo aquí y me pareció buena idea…-” -¡Momento!- le interrumpí. -Otra vez, una sola palabra-, me interrumpió el. -Dije que basta con eso, son mis vacaciones, que quiero pasar lejos del negocio, eso te incluye…, lejos de la ciudad, en un lugar que yo, escoja, y que yo, pague…Del bolsillo de la chaqueta de Ralph emergieron varios folletos, que me extendió dando la impresión de que se acercaban a mí en cámara lenta. Algunas fotografías eran bastante atractivas, quizá lo que estaba pensando, sin embargo, mi decisión de esperar por más opciones seguía latente en mis propósitos, no obstante, aquella impresión de verdes

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake paisajes y cielos azules con blancos ríos se quedó en mi mente un buen tiempo. -Únicamente tenemos que hacer una llamada al agente y este preparará todo- dijo Ralph para despejar mi mutismo ante la multitud de ideas que chocaban en mi cerebro. Hubo un detalle que llamó fuertemente mi atención en las imágenes de los catálogos que contemplaba entre mis manos: la fotografía del centro de un pequeño poblado. Sus techos blancos y en el centro, lo que parecía un templo con una extensa zona verde alrededor, el lugar desde donde tomaron la fotografía era al parecer de una altura considerable, aunque noté que no se trataba de una foto aérea, por el ángulo en el que se presentaban los objetos, noté también una pasión profunda de parte del fotógrafo, lo más seguro es que fuera habitante del lugar y amara mucho su tierra. Viéndome en aquel estado de admiración, sumido en los folletos, mi asistente se tomó la libertad de llamar al agente, sospeché ligeramente de un complot. A los veinte minutos mientras saboreábamos un delicioso café, mirando un cutre programa de variedades en la televisión, tocaron el timbre, me dirigí a la puerta y al abrir me encontré con un hombre que traía un sombrero, era más bien bajo, de tez muy blanca y presentaba un tupido bigote, sus ojos chispeantes sostuvieron mi enigmática mirada y se presentó: -Soy Al Rodrick agente de turismo en el país, y supongo que su secretario ya le habrá puesto al corriente de nuestra oferta, es decir de mí ofertaLe retiré mi mano, pues parecía que él no quería llegar al término del saludo. -Pase usted, está en su casa, platiquemos y pongamos en claro algunos aspectos- le dije sin molestarme en decirle mi nombre, pues se que él lo sabía. Charlamos durante un par de horas sobre el asunto de mis vacaciones y lo que yo necesitaba y el podía ofrecerme, Ralph no hablaba mucho, se limitaba a escucharnos, cada vez mas complacido. Por fin quedamos en partir al día siguiente en horas muy tempranas, pues el viaje se realizaría en un microbús con varios turistas más y el lugar era bien lejos de la capital. Ralph pasó la noche en mi casa, luego de empacar sus cosas y yo no sabía aún porque no le impedí que viajara conmigo, eran mis vacaciones y no quería saber de él, sin embargo una intuición me obligaba a permitir que me acompañara. Almorzó, merendó y cenó en mi casa con la más natural libertad y miró televisión el tiempo que estuvo libre, eso no me gustó, pero lo dejé ser.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake En la noche jugamos dominó, no hablamos mucho, pero notaba algo siniestro en el proceder de mi asistente, sabía algo que no me quería decir de momento. Ralph es como un magneto para los misterios, claro que yo siempre resuelvo los que él se ha topado en el camino, continúa con su empeño en demostrar la existencia de lo sobrenatural, aunque siempre le he comprobado que todo se debe a casualidades y sugestiones de la gente. Las pocas horas que dormí, si estuve consciente y mantuve control total de mis sueños en los que salí triunfante, balanceándolos con mi vida real y a las cuatro de la madrugada sonó el despertador cumpliendo con su función. A las cuatro y treinta, ya desayunados y bañados el microbús nos recogió a la puerta de mi casa como habíamos acordado. El discurso del guía, casualmente el mismo Al Rodrick, fue tan aburrido como lo esperé, dormité un poco y cuando la luz del día se abría paso por entre la maleza de la orilla de la carretera, me dediqué a admirar el paisaje, miré a Ralph y su emoción aumentaba con cada minuto que transcurría. El viaje era bastante aburrido, por lo que empecé a desesperarme un tanto, cosa que la mayoría de los viajeros no parecía hacer, quizá por haber hecho el recorrido ya muchas veces. Todo esto y más pensé en las cuatro horas que tardó la travesía, hasta que el señor Rodrick anunció que nos acercábamos a nuestro destino, me puse alerta y extraje el folleto con la foto del pueblo, tomada con pasión, y por más que la comparé con el paisaje que apreciaba al tomar el vehículo las curvas llegué a la conclusión de que no fue tomada desde ningún lugar de la carretera de acceso. Pronto, las montañas nos sobrepasaron con su altura y estuvimos al nivel del poblado, que no era muy grande, como ya lo había deducido por las fotos. -Lo primero que deben conocer, es el hotel donde se hospedarán durante los cuatro días y tres noches que comprende el tourAunque yo esperaba por lo menos un mes, esto me daba la ventaja de luego escoger los demás días para ir a otro lugar… una playa, por ejemplo. Pero ya estábamos ahí, sería mejor que disfrutáramos del paseo; el pueblo se componía de nos mas de cuatro cuadrantes, rodeados de amplios campos vacíos o con cultivos diversos, desde las habitaciones del pequeño hotel, ubicadas en la segunda y última planta, se

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake apreciaba la extensión de la zona urbana, incluyendo el templo, tal y como se presentaba en el folleto. -Que flojera- le dije a Ralph, que me acompañaba en el balcón-al parecer este es un pueblo de esos conservadores que carecen de centros de diversión-¿A qué te refieres, Dan?-Demos un pequeño paseo por el lugar y te lo explicoBajamos a la primera planta del hotel y anunciamos que íbamos a salir, caminamos por la angosta acera, hasta dar con la esquina. -Fíjate: el templo en el centro del poblado y los negocios y casas pululando a su alrededor, apuesto a que no tienen ni la menor idea de lo que es un burdelUnos pasos me alertaron y me di cuenta que había hablado demasiado fuerte. -Tuvimos uno- dijo la voz de Al Rodrick detrás de mi -¿Tuvimos?- pregunté- No sabía que usted es oriundo de este lugar-En efecto, nací y crecí aquí y recuerdo perfectamente los últimos días de un lugar de estos que mencionas, yo contaba con máximo siete años de edad cuando lo cerraron-Supongo que sus creencias y valores no les permitieron mantenerlo abierto-Me temo, señor Darkmind, que esa no fue la razón-¿A qué se refiere?-Quizá mañana, cuando los lleve a la primera expedición, explique con más detalle lo que ocurrió, por ahora iré a comprar unos víveres y me retiraré a dormir, con su permiso, señoresRalph y yo nos quedamos inmóviles un instante cuando Al se retiró, pero luego decidimos terminar el iniciado paseo, vimos, nada nuevo para un pueblo de su clase, un banco, una plaza, varios bazares y otros cuantos supermercados. Al igual que nuestro guía, nos retiramos a dormir. La noche parecía envolverme, no esperaba que me sucediera de nuevo, pero en un pueblo tan lúgubre como aquel, las energías, o las supuestas energías que uno mismo se forma, calan más en la mente y alteran el funcionamiento normal de las neuronas. Intenté luchar esta vez, no podía permitir que me afectara, luego de una larga oscuridad sin sentido, un rayo de sol iluminó la ventana y la puerta de la habitación resonó varias veces. Somnoliento, abrí y me encontré con un entusiasmado Ralph que casi trotaba en un mismo sitio. -Vamos, Dan, el desayuno espera- miró su reloj- y a las siete salimos de excursión-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake El desayuno no estuvo tan mal, la caminata empezó hacia un lugar ubicado al oeste del pueblo, dejamos la calle pavimentada para internarnos casi de inmediato en un sendero angosto y barroso, catorce personas aparte del guía, subimos lentamente hasta alcanzar un claro en medio del enmarañado camino, luego de hora y media de caminar. De inmediato, supe que la fotografía del folleto había sido tomada desde ahí, era bastante alto y se podía apreciar todo el pueblo, con sus zonas verdes y pequeños bosques que la rodeaban. Quizá Al Rodrick, notó que yo pensaba a toda velocidad, en la foto y también en la conversación del día anterior. -Desde aquí se abarca buena parte de la zona- dijo y me di cuenta que también, a pesar de haberlo visto quizá decenas de veces, admiraba el paisaje. -Y, ¿donde estuvo el burdel, señor Rodrick?-Veo que lo tiene intrigado el asunto- carraspeó y continuó- En la esquina del cuadrante que se encuentra más al oeste ¿lo ve?-Lo veo- dije – ¿Que funciona ahora en ese lugar?, veo que es una construcción ostentosa-Nada, es la casa del antiguo dueño del mencionado burdel-Dice usted que la razón por la cual cerró no fue de índole religioso ni moral-En absoluto, según versiones oficiales se trató de un caso de posesiónNo pude evitar esbozar una sonrisa, mientras los demás turistas tomaban fotos del lugar o descansaban en piedras, pensé en lo absurda que puede resultar una escusa para clausurar un lugar “indebido” en pueblos como este. -Entonces si fue por motivos religiosos- dije por fin. -Oh no, no, para nada, vinieron estudiosos imparciales que confirmaron el fenómeno y concluyeron que no se trató de una treta del clero para que dejara de funcionar-No eran demasiado imparciales- concluí. La caminata de regreso fue más favorable, yo sentía la mirada frustrada del guía en mi espalda, Ralph no paraba de hablar animadamente conmigo, que no le ponía atención y con los caminantes que le rodeaban. Al llegar al hotel decidí darme una ducha, imitando a la mayoría de los turistas, luego disfrutamos de un delicioso café. Continuará… 2 Sentados en el balcón, Ralph y yo, teníamos la intención de dejar que la tarde se perdiera en el horizonte y la

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake noche transcurriera rápido, para prepararnos para la caminata del día siguiente, que según dijeron, era más complicada. -¿Y qué piensas?- me dijo Ralph -Pienso que quería divertirme con alguna de esas bailarinas de los burdeles que existen en los pueblos normales-Pero escuché lo de la posesión satánica en el burdel, ¿qué opinas?-Opino que eres como una de esas señoras que cuentan chismes, en primer lugar, escuchaste la conversación que sostuve con Rodrick a hurtadillas, en segundo lugar, no se habló de posesión satánica-Si no es satánica ¿de qué otro tipo hay? -Fantasmas, espíritus, aún de personas no fallecidas, demoníacas, que no son lo mismo que satánicas y espectros de diversa índole-¿Me vas a decir que ahora crees en eso?-Pues no, solo te mencioné en lo que cree las gentes y los “especialistas” que los asesoran-¿Hay “gato encerrado”? -Siempre lo hay, mi estimado, siempre lo hayLa extraña pesadilla no se presentó esa noche, por lo que a la mañana siguiente, con deseos de empezar con la investigación del cierre del burdel, más que de continuar con el tour, desayunamos y nos dispusimos para la caminata planeada. El guía me miraba ahora un poco esquivo, quizá me había invitado para que yo resolviera un caso, quizá no era así y solo deseaba que yo disfrutara de mis vacaciones plácidamente, lo que sé es que mi escepticismo no le gustaba. Aunque me dirigía una que otra palabra, luego de la conversación del día anterior, se había vuelto algo seco conmigo, Ralph no parecía enterarse y disfrutaba cada momento, yo solo pensaba en visitar la mansión donde estuvo el burdel hacía muchos años. Rompí el hielo y mientras desayunábamos le expuse al guía mi intención, pero este se mostró renuente. Solo quedaba una noche más en aquel pueblo y no quería irme si tan siquiera echar una ojeada a tan singular sitio, del que según mis apreciaciones, nadie comentaba en décadas. -Será difícil que el señor Flores acceda a que un “desenmascara-mitos” inspeccione su hogar, en el que ha vivido tranquilo desde hace cuarenta años-No diremos que soy un “desenmascara-mitos”- dije indiferente. -Sin embargo mi tour nunca ha pasado por esa mansión-Eso es, podemos hacer una excepción-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -No me parece buena idea inmiscuir a los demás en algo que a usted se la ha metido en la cabeza-No debemos hacerlo…La caminata estuvo fuerte, como anunciara Rodrick, por lo cual se prolongó hasta el atardecer, regresamos cansados, sin embargo, yo aún no abandonaba el impulso por conocer la historia del burdel. Desde el hotel no se veía la mansión del señor Flores, así que invité a mi amigo y colaborador, el siempre dispuesto y fiel Ralph a que nos dirigiéramos, simulando un equívoco, a la antigua casa de citas. -Esto estará interesante, lo presiento- le dije fingiendo cierto aire de misterio. -Pues, ¿Qué esperamos?Sin dar aviso a nadie, nos encaminamos hacia el sector oeste del pequeño poblado, las calles recién pavimentadas eran amplias y de vez en cuando circulaba uno que otro auto, la tarde se ceñía de nuevo tras las montañas y el ambiente se iba tornando de un color naranja. No fue difícil dar con la esquina en la que se levantaba una magnífica casa datada quizá del siglo diecinueve, con un amplio corredor, columnas decoradas y un sinfín de detalles. El dueño la mantenía en perfecto estado, al menos eso se veía desde fuera. Nos quedamos un rato contemplando la opulencia de la construcción y su exuberante jardín poblado de plantas de hojas anchas. -Eh!, extraños, ¿que se les ofrece?- Había bastante hostilidad en la voz del anciano. -Disculpe usted, caballero, solo admirábamos su magnífica mansión, se ven pocas de su estilo hoy en díale dije sin denotar intimidación por mi parte. -Pues muy bien, ahora pueden irse de aquí-Está bien, no queremos problemas, buenas tardes y disculpe la molestiaEn ese momento, Al Rodrick, apareció doblando la esquina a toda prisa. -Señores, le dije al señor Darkmind que esto no era buena idea- y dirigiéndose al señor Flores que estaba recostado en una baranda de su corredor, se quitó el sombrero- Buenas tardes, señor Flores y disculpe la intromisión de estos individuos, yo me haré responsable-Al- dijo el viejo suavizando la voz y el ceño- ¿aún sigues en el negocio de tours?, ¿porqué hace tiempo que ya no me visitas?Ralph me miró perplejo, pero me acerqué a su oído y le aclaré en baja voz:

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -En estos pueblos todo el mundo se conoce y se tratan como familia, no es de extrañarse-Estos honorables caballeros ya se marchan, pues tienen que descansar, mañana es el último día en Villeja y debemos apresurarnos si queremos llevar a cabo la última parte del tour-Nada de eso- exclamó el viejo-tus amigos o en su defecto, conocidos, son bienvenidos en mi casa-Pero…-Nada de peros, pasen, pasen y se toman una taza de café con este solitario ancianoComo supuse, la casa era tan ostentosa por dentro como por fuera y ahí en la amplia sala, aún se conservaban pequeños vestigios de lo que había sido tiempo atrás. El anciano nos hizo sentarnos en un hermoso sofá color vino y se dirigió a la cocina. -Les dije que esto es mala idea- dijo Rodrick en voz bajaAl señor Flores no le gusta hablar del tema del burdel-No mencionaré nada- le aseguré- si él no lo hace-Aquí está, el mejor café del país- nos trajo en un platón, tres tazas de aromático líquido y una para él en su mano derecha. -Se a que se dedica, señor Darkmind- me disparó tan de pronto la frase, que casi me hizo tirar lo que me bebía. -¿A sí?- solo atiné contestarle. -Por supuesto, lo he visto en televisión-Y bien, ¿Qué opina?-Que usted no sabe muchas cosas…-¿A qué se refiere?-No creo que el señor Darkmind quiera exponer sus ideas a la mitad de sus merecidas vacacionesinterrumpió nerviosamente Al Rodrick, Ralph parecía empezar a pasarlo bien. -No tengo inconveniente, señor Rodrick- dije y le hice un ademán al anciano para que continuara. -Pues sabe usted- dijo con voz pastosa- supongo que ya sabrá lo que pasó en este lugar, en esta casa-No muy detalladamente, pero tengo entendido que a usted no le gusta mencionarlo-No me gusta mencionárselo a personas que no entienden de estos asuntos-Pero usted dijo que yo no sé nada-Dije que no sabe muchas cosas-Bien, ¿desea que investigue que sucedió realmente?-Sé lo que sucedió realmente, lo que quisiera es que personas escépticas y que juegan con las percepciones ajenas como usted, se convenzan-Muy bien, intente convencerme, le escucho-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake En ese momento, Ralph extrajo, su famosa libreta de su chaqueta, no la abandonaba en ningún momento, ni siquiera en vacaciones. -Como ya le habrán comentado- dijo esto dirigiendo la mirada hacia Al- esta casa, funcionó como burdel, desde que se construyó y hasta hace cuarenta años, que unos extraños acontecimientos obligaron a clausurarlo-Podría empezar por contarnos que ocurrió primero, que lo llevó a pensar que algo extraño ocurría-Pues bien, todo marchaba de maravilla, todos los días, el negocio abría a las siete de la noche y cerraba a las tres de la madrugada, contábamos con la participación de chicas de fuera, que luego de bailar y divertir al público, el que quería alquilar sus cuerpos, pagaba una cantidad y disfrutaba de sus encantos por el tiempo máximo de dos horas-Eso era exactamente lo que tenía planeado para unas vacaciones- dije – pero continúeSé que el negocio no era bien visto por el clero y muchas familias que siempre se opusieron a su funcionamiento, sin embargo, yo tenía los permisos en regla y ellos no se atrevían a intervenir, eso fue lo primero que pensé cuando ocurrió aquello… aún se me hela la sangre al recordarlo…, creí que se trataba de una treta para que yo cerrara pero…Noté como la piel de los brazos que el señor Flores llevaba al descubierto se erizaba con el recuerdo. -Fue en ese jardín- señaló hacia la izquierda de donde nos encontrábamos, a través de la gran ventana lo vimos, era un jardín exuberante, con un camino de adoquines que lo dividía en dos partes. -Caminaba haciendo la ronda respectiva, luego de cerrar, una madrugada muy concurrida, caminé por ese mismo pasillo que ven en medio del jardín, fui hasta el portón de acceso a la calle y cuando volvía, sentí un aliento en mi nuca, un extraño vapor pasó enfrente de mí y escuché un cuchicheo detrás…-No era posible que alguien se hubiera quedado dentro, yo mismo me cercioré y cuando volteé, la visión más espantosa que haya visto en mi vida se presentó ante mis ojos-¿Puede describir esa “visión”?Vi que Al estaba pálido, por su parte Ralph, no perdía palabra y la anotaba en su libreta, le hice la seña secreta que denotaba que el sujeto no podría recordar los detalles exactamente, debido a su edad, al tiempo transcurrido y a que generalmente, ninguno de nosotros puede recordar los detalles de lo que nos ocurre, porque el cerebro rellena espacios vacíos con fantasías.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -Claro- prosiguió- era un viejo decrépito que avanzaba lentamente en una silla de ruedas, sin embargo esta no tocaba el suelo y la consistencia de la aparición era como vaporosa“Clásico caso de alucinación espontánea” pensé. -Su rostro era viejísimo, alargó una mano rugosa y flaca hacia mí, y escuché una voz hueca pero no entendí el mensaje, pues inmediatamente me desmayé. Mi difunta esposa, me encontró a la mañana siguiente y me ayudó a recuperarme, le narré lo sucedido y me dijo que yo ya sabía que mi negocio era malo, era del Demonio, y que por eso me asustaban-Así que la señora Flores falleció- aseguré más que preguntar. -Sí, hace más de diez años ya, que vivo solo aquí con mis recuerdos, pues ni los fantasmas vienen ahora por aquí-Entonces, ¿fueron más fantasmas, aparte del ya descrito?-Por supuesto, yo no me dejé impresionar por la primera aparición y el burdel continuó funcionando, sin embargo, las fuerzas malignas no habían hecho más que comenzar con sus fechorías. Luego del encuentro, yo no le comenté a nadie más que a mi esposa, para no perjudicar la asistencia de mis clientes, pero al poco tiempo, también estos experimentarían situaciones extrañasDecidí interrumpirle en ese momento: -¿Algunos de esos clientes sobreviven hoy día?-Por supuesto, aunque algunos han muerto ya, la mayoría aún retoza por este pequeño pueblo-Me gustaría entrevistar a alguno de esos clientes sobre los fenómenos que ellos experimentaron-¿Quiere decir que no cree en mi palabra?-No, no, nada de eso, es que sería interesante recrear esas situaciones, acaba de ocurrírsemeEl señor Flores pareció suavizar su carácter agrio aún más. -Pues ni se diga mas, intentaré contactar con algunos de mis antiguos clientes, se que ellos siempre han estado más dispuestos a saber que ocurrió que yo mismoQuedamos que al día siguiente, luego del último tour, visitaríamos la mansión que otrora fuera un centro de diversión para una reunión, podría decirse, “espiritista”. La historia del anciano, quedó por consiguiente, aplazada para la hora acordada el día mencionado. Descansamos como ningún otro día de mis vacaciones y dormí sin soñar, aquello siempre era signo de un caso difícil y aún no sé porqué.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake El tour consistió en un largo paseo a unos cinco kilómetros del centro del pueblo, hacia el sur, un lugar hermoso y una fauna abundante, en su mayoría, aves multicolores. Un almuerzo campestre y un paseo por senderos nos liberó un rato del rutinario correr del mundo, en la tarde regresamos al hotel. Hicimos las maletas, Al Rodrick, se preparaba para partir de inmediato hacia la capital con sus turistas, dejándonos a nosotros con el caso del burdel. -Muchas gracias por la estadía, fue maravillosa- le dije extendiéndole la mano. Me la estrechó un tanto nervioso -Cuídese señor Darkmind, en una que va, una que viene se va a llevar una sorpresa-No se preocupe, he resuelto cuestiones mucho más complicadasRalph llegó a nuestro lado y también le estrechó la mano. -Todo listo, Dan, creo que vi unas cuantas personas dirigirse a la casa del señor Flores, la sesión empezará cuando lleguemos nosotrosEl entusiasmo de ese muchacho era mayor que el mío, siempre era así. Nos encaminamos hacia la mansión de madera, el portón exterior estaba abierto, sin embargo no había nadie para recibirnos como en las películas. Entramos hasta el corredor y alcanzamos la puerta principal la cual toqué, un murmullo me llegó a los oídos desde el interior de la amplia sala, el viejo Flores abrió. -Bienvenidos- dijo y nos hizo pasar, adentro habían unos cuantos hombres entrados en años, diez u once individuos, el menor podía andar en los sesenta y cinco. También noté que uno de ellos estaba vestido con hábito de sacerdote, hice una broma para mis adentros: “hasta el cura era cliente de este fino antro” y creo que Ralph pensó lo mismo, pues le vi reprimiendo una sonrisa. Luego de los saludos pertinentes, tomamos asiento y el señor Flores hizo las presentaciones, cuando llegó el turno al cura párroco, explicó que se encontraba ahí, pues le interesaba saber las conclusiones que pudieran salir de aquel antiguo acontecimiento que obligó a un pernicioso centro de perdición a cerrar. Al parecer todo había quedado en el olvido y las viejas rencillas entre los puritanos del pueblo y el dueño del burdel desaparecieron junto con el negocio, se les notaba a todos tranquilos, solo vi a uno de los concurrentes un tanto hostil en su actitud, era flaco y desgarbado, con los pocos cabellos de su cabeza

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake enmarañados, sin peinar, respondía al nombre de Henry Tudd. -Para empezar, he de decirles que siento una corriente de malas vibraciones…- Todos se miraron entre sí, pues de seguro creyeron que yo era otro charlatán, sin embargo, según mis apreciaciones, el ser humano genera de forma natural, sentimientos que son captados inconscientemente por otros seres humanos e incluso animales, lo cual yo sentía desde que entré a la casa. -Son viejos rencores que sienten miedo a surgir otra vezcontinué- pero de momento quiero recrear los acontecimientos que se dieron hace unos cuarenta años, cuando esta honorable mansión era un honorable burdelRalph se me acercó y me cuchicheó al oído: -Las malas vibras provienen de Tudd, ¿cierto?-Buena observación -le dije en el mismo tono- estás aprendiendoEntré en trance…sabía que era normal, de estos eventos solo me queda la extraña sensación de que puedo flotar e introducirme en los pensamientos de un hombre, o de todos a la vez, sin embargo, según Ralph, solo me limito a entrevistar con mucha atención al individuo, en este caso a los individuos que estaban en la sala, uno por uno, incluso al viejo cura, que en oposición a lo que dijo realmente, supe que estuvo más involucrado de lo que creí, igual que el alcalde del pueblo, de ese entonces, que dicho sea de paso había muerto hacía algunos años. No se me escapó nada, a mi no se me escapaba ni un detalle, pude ver, aún en las mentes que parecían más fuertes, y no es que pudiera ver literalmente su cerebro, sus rostros, el movimiento de sus manos, me lo decía todo. 3 Según lo recopilado por Ralph en su libreta y lo que recuerdo vagamente, unas cuantas noches después de que el señor Flores tuviera la visión, los clientes del burdel comenzaron a experimentar situaciones sobrenaturales, en una ocasión uno de los presentes jugaba a la ruleta y “sintió” que un ser emergía de la rueda del juego y la presencia lo atemorizó. Fui notando que todos los eventos registrados se limitaban a que el individuo “sentía” el supuesto espectro, pero nunca hubo contacto visual, únicamente el señor Flores reportó un caso de estos, el que ya hemos descrito.

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake “Presencias”, sombras que los seguían hasta sus casas e incluso sillas que se giraban y se movían solas fue lo más que escuché en lo que tardé entrevistándolos. Cuando tres horas después salí del “trance”, y leí las anotaciones que fielmente consiguió escribir Ralph, dimos por terminada la sesión y los participantes se retiraron a sus hogares, sin embargo, le pedí al señor Flores quedarnos, Ralph y yo un tiempo más ahí, pues era posible que aquellos temores de antaño aún se encontraran dormidos en la mansión, noté que un escalofrío recorrió el cuerpo del pobre anciano. -No se preocupe- le dije -es una expresión que uso en estos casos, no existen entes en este sitio, pero sería bueno que eche un vistazo a ciertas características de la construcción y a factores que pudieron haber incidido en las experiencias de sus antiguos clientes-Bueno, si es necesario-contestó algo tembloroso- yo me retiro a dormir, están en su casa-Muchas gracias, señorAl quedarnos solos en la amplia sala, a media luz, Ralph preguntó con su imborrable entusiasmo: -¿Y, como fue este lugar hace cuarenta años?-Sabes que no lo sé, amigo Ralph, solo puedo especular y eso haremos en la próxima media horaRecorrimos la estancia donde otrora existió un escenario, ahí bailaban las chicas desnudas, tal vez hubiera una tarima, sillas y mesas por aquí y por allá, no detecté nada extraño en mi rápida inspección (de hecho en ninguno de mis casos detectaba nada fuera de lo común, era una simple rutina). Luego abrimos la puerta de cristal que daba al jardín, la luna iluminaba perfectamente el lugar, caminamos en silencio por el pasillo, donde supuestamente el señor Flores tuvo su encuentro, revisé las notas de Ralph… -¿Qué opinas?- me preguntó al verme tan caviloso. -Opino que la mente humana es un intrincado laberinto, que juega pasadas a sus usuarios y luego nada ni nadie la hace salir de su posición-¿Quieres decir que…? -Lamentablemente sí, mi estimado Ralph, “un espectro en una silla de ruedas” ¿te parece lógico?-Solo que la silla de ruedas tuviera alma y acompañara a su dueño para espantar a un modesto propietario de un burdel-Conoces la mecánica del negocio, eso me gusta-Pero, ¿Quién convence a una gente que se aferró tanto a la leyenda?, ahora nada de lo que diga nadie podrá sacarlos de su error-A eso me refiero, por lo que debemos buscar al “fantasma” y hacer que confiese…-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -¿Que confiese qué?-Que confiese que no es un fantasmaEstaba seguro de que si investigaba sobre algún difunto de hace más de cuarenta años que en sus últimos días se transportó en una silla de ruedas, pasarían dos cosas: que apareciera más de una historia acerca del personaje y que al querer averiguar el nombre nadie lo recordaría ni se encontraría ningún registro. Caminamos taciturnos, por el pasillo de baldosas, mirando los reflejos de la luna en las flores del jardín y las antiguas lámparas que rodeaban la calle, supuse que algún juego de estas luces hicieron que el anciano dueño del burdel tuviera su visión, sin embargo, una solución tan sencilla no sería aceptada por los habitantes de un pueblo de costumbres primitivas. Entonces decidí que al otro día visitaría al párroco del pueblo, el más que nadie podría tener la respuesta, aunque si mediaban algunos intereses oscuros era capaz de negarse a colaborar. Esta noche el hotel pareció tan vacío, tan silencioso, mantuve mis ojos abiertos, varias horas antes de que “eso” viniera a por mí de nuevo… Caía, inevitablemente y el fondo no se divisaba, lo había hecho desde tiempos inmemorables, mi caída era eterna, el espacio, infinito, sin estrellas ni lunas, algo me esperaba abajo, aún cegado, podía intuirlo, era algo que yo no estaba capacitado para enfrentar, algo que me acechaba minuto a minuto y que no podría encerrar por más tiempo, aunque este último no existiera allí… La estancia retumbó y un juego de deslumbrantes luces multicolores iluminaron mis párpados cerrados, sentí que un descomunal golpe como de un meteorito hizo blanco en mi cabeza. Por fin, abrí mucho los ojos y mi visión borrosa pudo distinguir a un sujeto de pie en la puerta de mi habitación abierta, lo terrible fue percatarme de que sabiendo que lo había visto muchas veces, no sabía de quien se trataba, se acercó a grandes zancadas a mi cama, mi estado debía ser deplorable, por la expresión de su rostro. Dijo algo que no entendí y un escalofrío recorrió mi espina dorsal extendiéndose hasta mis brazos, no podía descifrar su lenguaje, conociendo las palabras. -S-sí- intenté decir, mas mi balbuceo, fue apenas perceptible -Día- Intenté de nuevo –Quién-Calma- me dijo el sujeto, que acercando su rostro a mi, me examinó detenidamente, sus gafas, hicieron mella en mi maltratada mente. -Dan, ¿me reconoces?-¿Dan?-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -Dime dos palabras-Quien…-Buscaré un médico-¿Quién eres…?-Vamos Dan, esto me preocupa cada vez masEl bueno de Ralph se levantó dirigiéndose a la salida, toda la habitación me daba vueltas ahora, pero no quería un médico cerca de mí, de pronto, como una avalancha, toda la normalidad vino a mí y me inundó. -Ralph, ya estoy…-Supongo que sí, siempre lo estásMe miró esperando que dijera mas palabras, pero yo me recosté en la almohada y miré el techo que ya se había detenido. -Descansaré un poco más-Cuatro palabras, es un alivioPor la tarde, precisamente a la una, concertamos una cita con el cura del pueblo, un hombre llamado Armando, de casi setenta años de edad y que vivió en Villeja desde su infancia, en el tiempo que sucedieron las apariciones, no era sacerdote, si no que ayudaba en la iglesia como asistente y lo hizo hasta que el anterior sacerdote falleció, esto hace ya diecisiete años, desde entonces el desempeña el puesto de cura. Lo encontramos en mangas de camisa en el jardín de su casa cural, pues era su día libre y no tenía que oficiar misas ni atender feligreses. Nos hizo pasar a la salita de espera de su especie de consultorio espiritual, y nos ofreció café, que la sirvienta nos trajo casi inmediatamente, luego sin que le preguntase nada empezó: -Recuerdo todo como si fuera ayer, la conmoción que provocó en la gente del pueblo ese suceso tardó en levantar cicatriz, sin embargo tengo la impresión de que entre el misticismo y la imaginación de los que lo vivieron hubo algo natural en todo esto-¿A qué se refiere?- pregunté y Ralph adelantó su rostro para escuchar bien y tomar sus notas. -Pienso que una confabulación se perpetró para obligar al señor Flores a cerrar-Eso mismo pienso yo, pero ¿cómo probarlo?-No lo sé, hace tanto tiempo que comprobarlo sería irrelevante-¿Y que la gente siga creyendo que un espíritu fue el que en misión sacra evitó que un “centro de perdición” continuara sus funciones? -Eso les hace sentirse bien ¿Por qué no dejarlo así? -Se que a la gente le gusta creer en estas cosas, sin embargo, también los hace sufrir, pues viven con un temor inútil-

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake -Eso no cambiará aunque se les presenten pruebas de que fue una farsa-De hecho que lo fue, pero es un caso tan añejo y ha corrido tanta agua bajo el puente…-¿Y qué pensaba el antiguo sacerdote?-preguntó de pronto Ralph. Lo miré de soslayo, no estaba acostumbrado a que mi asistente formulara las preguntas, tal vez quería arrebatarme el trabajo. Deseché los malos pensamientos y le presté atención al cura. -El decía que Dios tenía que hacer justicia, que aunque el municipio diera el permiso, aquello no estaba bien en un pueblo con costumbres tan sanas como este-Supongo que, entonces planeó un ardid para espantar al dueño y obligarlo a cerrar- me aventuré -Es posible, aunque a mí no me comentó nada, si planeó hacerlo, y eso que siempre me comentaba todo, además, habían muchas personas que tampoco estaban de acuerdo con este centro de perdición, sobre todo la esposas de los hombres que asistían ahí-Un anciano en una silla de ruedas- improvisé- ¿le suena eso?-El hermano del alcalde usó silla de ruedas unos años antes de morirRalph me miró y con sus ojos me gritó “Eureka”!. -¿Y quién era el alcalde en ese entonces?-Se llamaba David Tudd, murió hace mucho ya y su hermano Jim también, precisamente David era el padre de Henry Tudd, que estuvo la otra noche en la sesión en casa del señor Flores-Pues eso lo aclara casi todo-dije triunfante- uno de los Tudd utilizó esa silla para espantar al dueño del burdel…-Es muy poco probable-me interrumpió el cura-, cuando sucedieron las cosas, el señor Jim Tudd aún caminaba-Creo que le haremos una visita al señor Henry Tudddije, y me levanté del cómodo sillón. -Bueno, como ustedes gusten, espero que saquen a la luz la verdad y me lo hagan saber, ya que aunque se trata de olvidar, aún hay gente que distorsiona la realidadLe estreché la mano al padre Armando, lo mismo hizo Ralph y nos dirigimos a la salida, una vez en la calle, observé como el cielo comenzaba a nublarse, caminamos hasta la esquina y le preguntamos a un guarda cual era el domicilio del señor Henry Tudd, nos dio la dirección, era fácil, pues era un pueblo pequeño, ahí, todos se conocen. En una modesta casa de dos plantas, no muy lejos del parque vivía nuestro amigo de las “malas vibras”

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Como esperaba, nos recibió con no muy buen semblante, sin embargo, nos hizo pasar a la sala, nos ofreció café, el cual rechazamos, pues habíamos venido comiendo durante todo el día. -Señores- empezó Tudd- se que sospechan que mi familia tuvo que ver con los acontecimientos que se dieron en aquella época y que obligaron al centro de perdición a cerrar, pero les juro que ni mi padre ni mi tío tuvieron que ver en esto, todo fue culpa de ese señor por atreverse a provocar a los espíritus…-Un momento- le interrumpí, irritado- ¿de qué habla?-Solo quiero decir que mi padre fue un hombre honesto que luchó para que el centro no se abriera, y sin embargo, los miembros del concejo le obligaron a proceder-Muy bien, señor Tudd, usted acaba de aclarar todo el misterio…-dije fingiendo mas misterio. Ralph sonrió comprendiendo en parte mis cansadas intenciones. Caminamos luego hasta la terminal de buses a comprar boletos para partir al día siguiente, Ralph me seguía intentando ocultar su curiosidad, pero a la expectativa de que yo le dijera a que conclusión había llegado, pero yo estaba decidido a salir de ahí, dejando todo como estaba… -¿A qué se debe que no quieras aclarar el asunto?-me replicó Ralph en el hotel. -No hay nada que aclarar-le expliqué- todo está claro, al menos para míDormí plácidamente y en la mañana luego de desayunar abundantemente, abordamos el autobús que nos conduciría de regreso a la capital, mi compañero no me decía nada pero me miraba insistentemente, yo mantenía una sonrisa enigmática y a la mitad del trayecto, ya un poco irritado por la mirada de Ralph empecé: -El alcalde del pueblo, el padre de Tudd…-¿Que con él?- se apresuró a interrumpirme Ralph. -Tenía razones para “espantar” al señor Flores y hacerlo cerrar el antro-¿Cómo llegaste a esa conclusión?-El señor Henry Tudd, era apenas un niño en la época del burdel, desde un principio supe que debería tener una razón muy fuerte para asistir a nuestra reunión “espiritista “y no para conocer los resultados (pues ya los sabía) si no para intentar evitar que se descubriera la verdad-Y ¿Cuál es esa verdad?-“La verdad es aquello en lo cual, aunque dejes de creer, no desaparece”

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake la que siempre ha sido, a pesar de las percepciones de los hombres, la verdad es que no sucedió nada-Pero…-La historia que nos narró el señor Flores, así como las de los concurrentes a la reunión son falsas…, paso a creer y es lo más seguro, que el alcalde David Tudd era cliente frecuente del burdel de Villeja y que disfrazó su actitud con falsa moral y luego quiso arreglar el asunto inventando una historia de “espantos” acerca del lugar. Tal vez el señor Flores si se sugestionara y viera lo que “vio” pero eso no pasa de una simple ilusión, y la última pauta, me la dio Henry Tudd al referirse al burdel como “centro de perdición” en lo que denota el desprecio que le inculcaron sus padres, o al menos su madre por el lugar-Es cierto, y el alcalde con tal de no verse envuelto en el escándalo, amenazó de alguna forma al señor Flores y este con el temor que tenía y con todas las presiones se imaginó sus cosas-Al igual que los demás concurrentes al lugar que “sentían” presencias y espantos, fue una reacción colectiva, lo que conllevó al cierre del famoso y polémico lugar-¿Vas a llamarlos para decirles?-¿Qué ganaría con eso?, la gente siempre seguirá creyendo en sus “demonios” aunque les demuestres lo contrario, al único que llamaré es al padre Armando y hablaré con él, se ve que es un hombre inteligente a pesar de lo que profesaLos dos reímos y continuamos con la misma sonrisa el resto del viaje…y mis vacaciones se prolongaron tres semanas más, en un lugar que no revelé ni al propio Ralph.

FIN

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LA VERDADERA PROFECIA Buscando entre viejos papeles que venían junto con todo lo demás, cosas que componían la herencia que el arqueólogo Ronald Klax dejó a su nieto Dorian Klax, este ultimo encontró unos escritos algo extraños enrollados en un tubo de metal oxidado; debido a que la mayor parte de su vida estuvo cerca de su abuelo observando el trabajo que realizaba, al joven Dorian no se le hizo difícil descifrar el significado de los rollos. Decía más o menos así: “Para que la furia de Dios se materialice, señales han de haber, ese Día un líder morirá y en consecuencia la Ultima Guerra estallará pero los hombres, aunque quieran no podrán usar las armas que han preparado ni las que inventen hasta entonces pues la mano de Dios dirigirá los ejércitos y por último ese Día ,aunque habrá luz, el sol no saldrá”. Dorian se sorprendió un poco por lo claro del mensaje, aunque no mencionaba ninguna fecha, la profecía parecía referirse a los tiempos actuales, pero aún así luego de analizar el asunto un rato desistió pues de todos modos él nunca fue muy creyente en religiones y esas cosas y no le tomaba importancia a las miles de profecías que siempre anunciaban el fin del mundo. En la Gran Nación se preparaba una ceremonia era la firma de los lideres para aprobar el desarme mundial es un gran paso para la humanidad, todas las televisoras pasarían el acontecimiento: ciento veinticinco gobernantes se apersonarían dentro de dos días a la casa de gobierno de la Gran Nación, también se presentaría el Gran Líder Religioso de la iglesia más extendida en el mundo. Dorian observó los acontecimientos sin mucho afán por televisión, intentó encontrar alguna relación con los líderes pero luego cayó en la cuenta de que lo que se firmaba era todo lo contrario a una guerra, entonces se

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake burló de sí mismo y de su ingenuidad mira que tantos escritos que se encuentran que todas la civilizaciones pronostican el fin de una u otra forma y cuando es la hora nunca pasa nada buscó de nuevo los rollos y los leyó se rió de la burda forma de los símbolos. El gobernador de La Gran Nación salió esa noche del importante congreso que tardó doce horas se sentía cansado pero feliz por tan importante logro, su poder de convencimiento había hecho recapacitar a los más importantes líderes mundiales ya nadie usaría armas de destrucción masiva para afectar a un país vecino, las ruedas del auto en que viajaba a su casa empezaron a deslizarse por la calzada, llovía, su chofer le hizo algún comentario al respecto. El televisor estaba encendido cuando Dorian despertó a las 6 de la mañana, el noticiero transmitía un suceso que al parecer era de relevancia pues muchas letras y números aparecían en la pantalla, la toma principal era aérea y mostraba lo que a Dorian le pareció unos hierros retorcidos, humeantes en una autopista, la cantidad de gente que rodeaba los escombros era impresionante. El audio que se apreciaba era deficiente y el nieto del arqueólogo no pudo darse cuenta de inmediato que sucedía, entonces empezó a pasar los canales y en el noventa por ciento de ellos, la toma era la misma y en uno logró captar un comentario: “Esta madrugada camino de su casa luego del Congreso Mundial Del Desarme el presidente de la Gran Nación tuvo un terrible accidente al chocar contra un camión cisterna, al parecer el percance se produjo debido a lo inestable que deja la lluvia las carreteras, en este momento los cuerpos de socorro intentan recuperar los cuerpos del presidente y su chofer que llevan ya tres horas y media entre las latas retorcidas por su parte el chofer del camión está brindando declaraciones de tan fatal suceso....” Dorian apagó el receptor con un extraño presentimiento. El día transcurrió normalmente de aquí para allá, pero al anochecer Dorian no pudo dormir, había vuelto a ver el noticiero y anunciaron que los cuerpos del presidente y su chofer fueron rescatados carbonizados y que estaban pensando que se iba a hacer para sustituir al gobernante, hubo un asunto que sorprendió a Dorian, fue que mencionaron la posibilidad de mano criminal. La única hora que Dorian pudo dormir esa noche soñó algo horrible, se despertó exaltado y sudoroso, se levantó, lentamente caminó hasta la cocina y notó que había amanecido pero aquella mañana no fue como todas las demás: un cielo color celeste pálido cubría la ciudad y el frío era casi insoportable, típico del invierno,

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake Dorian miró por la ventana pero a pesar de que ya eran las siete con cuarenta minutos el sol no había asomado algo muy raro pues lo más tarde que salía en ese hemisferio era a las seis de la mañana. En un país que había sido enemigo de La Gran Nación el gobernante y sus íntimos llevaban a cabo un ardid, una vez muerto el presidente tomarían represalias contra alguien y ese alguien eran ellos, entonces prepararon las tropas, listos para en los próximos días esperar un ataque, pero había más: las armas biológicas que manejaban desde hacía tiempo y que no habían declarado en el tratado que acababan de firmar, rápidamente hicieron contacto con sus espías en La Gran Nación y pusieron en marcha la traición. La instalación de las bombas mortíferas se realizó tan solo en cuatro horas en puntos estratégicos del país y el gobernador enemigo se dispuso a detonarlas... El noticiero del canal cinco llevaba treinta horas de transmisión continua con todos los pormenores de la muerte del presidente y Dorian empezaba a aburrirse ¿qué estaba sucediendo? hablaban del inicio de la tercera guerra mundial y a las doce del mediodía ¡el sol no había salido! sin embargo nadie en el mundo parecía notarlo únicamente el desamparado Dorian Klax, pues en su barrio no parecía encontrarse nadie, ni un alma se veía caminar por las calles. Dispuesto a averiguar qué sucedía Dorian salió de su casa y caminó hasta el centro de su poblado, ahí si había gente que se paseaba de un lado a otro, yendo y viniendo como hormigas desorientadas, bajó al subterráneo y tomó un tren con rumbo a la capital con escalas en tres ciudades....Adormecido llegó a su destino a eso de las cuatro de la tarde pero cuando el tren se detuvo no dejaron bajarse a nadie de los vagones. Supuestamente según informaron los guardias, hubo un atentado fallido en un edificio importante y en ese momento se investigaba si había más, el terrorista ya estaba detenido pero el peligro no se descartaba aún. El gobernador enemigo estaba perplejo... ninguna detonación dirigida desde su cuartel había surtido efecto, las bombas biológicas aunque revisadas minuciosamente no funcionaron, los edificios estratégicos estaban intactos y uno de sus hombres había sido detenido y pronto hablaría, decidió poner sus tropas en marcha....y avanzaron con tanques y armas convencionales pues las otras habían fallado. En el subterráneo todo era zozobra, los pasajeros comenzaban a inquietarse y de pronto Dorian saltó por una de las puertas con el terror en su rostro, los guardias le ordenaron detenerse pero el joven corrió con todo lo

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake que le dieron las piernas entonces accionaron sus armas pero ninguna disparó, los “clicks” se repitieron hasta la saciedad, los guardias se miraron unos a otros, estupefactos, abrieron las cámaras de las metralletas y las balas cayeron al suelo con un tintineo. Dorian continuaba corriendo por la calle y pudo observar a lo lejos detrás de algunos edificios unos hombres uniformados que marchaban con ametralladoras y cañones luego pasaron tanques y vehículos de guerra se dirigían a la frontera al parecer había conflictos, entonces Dorian tomó el camino contrario pero vio aviones de guerra surcar el cielo sin sol. Los ejércitos se encontraron en la frontera cercana a la capital de La Gran Nación y el País Enemigo, el segundo al mando de la Gran Nación se comunicó con su rival conversaron un rato y luego todo empezó....pero ni las armas ni los cañones ni las granadas funcionaban, aquello era el paroxismo total, los soldados de uno y otro bando maldecían lo que portaban en sus manos y las arrojaban con violencia al suelo. Dorian ahora se encontraba en una pradera a orillas de la ciudad, eran las siete de la noche pero el cielo estaba claro, se podía ver todo como si fuera de día se sentía agobiado ,no sabía qué hacer, sus oídos captaron una música que provenía de las alturas como alabanzas, miró al cielo buscando la razón y las imágenes del choque del presidente se dibujaron en su mente, no podía ser que la profecía se fuera a cumplir, aquel, era el día de Dios. Los cánticos continuaron por un buen rato Y Dorian los escuchaba con atención aunque eran pronunciados por voces angelicales en un idioma desconocido para él, increíblemente iba descifrando sus mensajes hasta que estalló una voz como de un trueno y en el mismo idioma habló con firmeza: “tu, que has visto y descubierto la profecía, Dorian Klax, ¿de parte de que fuerzas te declaras para luchar?” Dorian confundido no podía responder, no sabía a qué fuerzas se refería la voz entonces vio algo en el cielo y en la tierra que lo hizo comprender: Las montañas y los cerros se derrumbaron quedando todo como una llanura los ejércitos de los hombres se vieron despojados de todo poder y cayeron postrados al suelo, desnudos y humillados, luego, del polvo empezaron a surgir unos seres oscuros y con cascos negros con rostros horripilantes y despiadados en sus garras portaban espadas retorcidas y escudos con el signo del Maligno. Entonces el cielo se abrió y de la abertura descendió una hueste de seres blancos con espadas rectas y provistos de alas con cascos en sus cabezas, también

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Precipicio Maldito y Otros Cuentos de Terror Jag Lake adornados con unas pequeñas alas, los ángeles se protegían con una armadura dorada que refulgía con luz propia pues no había luminarias en el cielo y la batalla comenzó, miles y miles de combatientes celestiales e infernales se debatieron en una lucha mortal, los humanos que presenciaban la guerra se unían a uno o a otro bando según fueran sus convicciones y morían por su causa personal. Dorian estaba como petrificado en su vida nunca creyó en ningún dios pero ahora la prueba estaba ante sus ojos, si bien se declaraba escéptico tampoco le había hecho mal a nadie y al ver a los seres luchar sintió que el ejército de la oscuridad no debía ganar aquella guerra, entonces con un poco de miedo se puso en pie, a lo lejos los combatientes caían heridos para no levantarse ya mas , Dorian avanzó hasta alcanzar el campo de batalla pasó junto a una pila de armas que se amontonaba, unos cascos eran negros y llenos de maldad otros eran blancos con un ala a cada lado, unas espadas eran retorcidas y listas para mancharse de sangre, otras eran rectas y blancas hechas para llenar de luz a los seres que tocaban. Poco después Dorian se encontraba derribando enemigos en medio de la infinita llanura, su atavío consistía en un casco blanco con alas ,una espada recta y llena de luz y una armadura dorada, los seres que caían en batalla se perdían en el abismo al borde del tiempo y la eternidad. FIN

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