Ser Chaman

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LIBRO LATINO S.A Algarrobo 881 c.P. 1293, Buenos Aires, Argentina. Tel.! Fax: 302-8424 E-mail: [email protected] Prohibida su reproducci6n total o parcial. Derechos Reservados. Impreso en Poligráfica del Plata S.A. Argentina. Pnnred in Argentina

SER

J.S.B.N. NQ 987-9167-91_0 Buenos Aires, enero de 1999.

Ledo Miranda Lules

INTRODUCCION Ser chamán hoy El chamanismo es quizá la práctica religiosa más antigua de la humanidad. A la vez, si bien cambiando de forma a través de los siglos y las culturas, es la que se ha mantenido más viva y la que goza hoy de una vigencia absoluta, no ya entre los exóticos de tribus perdidas, sino en todo círculo social en el que haya personas interesadas en la trascendencia del hombre y el mejoramiento de la espiritualidad humana. En medio de nuestra sociedad occidental, hipertecnificada, deshumanizada, vertiginosa, en medio de este mundo acelerado y feroz es en donde más sentido adquiere la labor del chamán, que no es otra que la de ser un lazo de comunicación entre el hombre y la divinidad. . El chamán es, antes que nada, "el que cura", pero tomando la palabra "curación" en un sentido mucho más amplio y profundo que el medicinal (aunque una de las funciones principales de los chamanes de toda época y cultura haya sido el cuidado de la salud). El chamán es el que cura no sólo el cuerpo sino el alma, el espíritu que constantemente se aleja de la divinidad que fue su cuna. Lejos de los ecos de misterio que la palabra chamán despierta en los oídos de una persona común, que quizá rápidamente relacione esa palabra con extrañas culturas y con otras realidades, la verdadera práctica charnánica siempre ha estado muy relacionada con los problemas concretos de la cultura a la que cada chamán pertenece y con un sentido "práctico" y aplicable a lo inmediato, a la vida cotidiana.

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No hay nada más directamente aplicable a 1.. resolución de los problemas cotidianos de las personas que la labor de un chamán. De ahí que se confunda muchas veces al chamán de culturas primitivas con el "médico-brujo"; pero, si bien cumple esas funciones, el charnán es mucho más que eso. Dicho de otra manera: un chamán puede y suele ser además médico curador, pero no cualquier curador es un chamán. Si la tradición chamánica se ha manifestado desde prácticamente los albores del hombre como ser social y ha sobrevivido aun en una época tan desespiritualizada como la que vivimos, es porque el mensaje y la tarea del chamán se relacionan con los más íntimos anhelos del hombre en todos los tiempos: la salud de espíritu y cuerpo, la armonía entre ambos, el equilibrio interior. Por eso hoy, aquí y ahora, el chamanismo dejó la oscuridad y la lejanía para convertirse en práctica habitual incluso entre intelectuales de sólida formación científica (Carlos Castaneda, antropólogo y escritor, es quizás el caso más representativo). Por más desarrollo tecnológico que haya, existen respuestas que ninguna máquina ni programa de computación darán nunca al hombre, porque se trata de respuestas que anidan en lo profundo del corazón, en los recevecos del alma, allí donde la tecnología no llega, allí donde sólo llega el hombre mismo. De ahí la total actualidad del chamán, que puede ser una persona versada en tradiciones y prácticas milenarias o ... o puede ser uno mismo. Porque la tarea del chamán empieza por unirse a la divinidad y entrar en armonía con la energía del universo, y esto no deja de parecerse a la búsqueda individual de cualquier persona que anhele sentirse 'en armoDÍa consigo misma. La gran diferencia con otras épocas de la humanidad consiste en que, en esto que se ha dado 1'11 llamar la Era de Acuario, ya no hay lugar para sa-

hidurías ocultas e inalcanzables. El saber, en esta era, ya no es patrimonio de Grandes Iniciados como lo había sido hasta ahora, sino que los que bucean en la sabiduría saben que tienen también como misión abrir las puertas al resto de la gente, para que todos tengan la oportunidad de iniciar una búsqueda espiritual. Por eso las antiguas tradiciones chamánicas encuentran hoy infinidad de seguidores que las "traducen" a códigos y problemas de nuestro tiempo y las adaptan para su uso práctico. Tanto en relación con el chamanismo como con tantas otras técnicas de conocimiento y filosofías tendientes a la armonización del hombre con su propio espíritu, la gran novedad de la Era de Acuario es que los secretos no son guardados en escritos oscuros ni en bibliotecas secretas de ningún palacio, sino que los practicantes y expertos de estas técnicas y filosofías acceden a ponerlas al alcance de quien quiera iniciar un camino de autoconocimiento y se anime a llevarlo adelante. Ser chamán es comunicarse con la divinidad, entrar en armonía con el universo para aprovechar la energía de toda la creación en beneficio de la vida humana. Ser chamán hoyes, también, saber reconocer el chamán que cada uno de nosotros lleva en su interior. Por eso en este libro el lector encontrará dos secciones principales, que se van intercalando a lo largo de toda la obra. En una sección irá conociendo distintos aspectos históricos, sociales y misceláneos acerca del chamanismo desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, incluyendo interesantes datos y curiosidades. La otra sección lleva el título genérico de "Mi chamán interior", y en cada uno de sus apartados el lector verá que se suceden una serie de ejercicios prácticos orientados hacia la optimización energética mediante técnicas chamánicas de éxtasis, meditación y respiración que abarcan todos los aspectos físico-energéticos, desde la relajación hasta la sexualidad.

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Orígenes del chamanismo El término "chamán" evoca realidades lejanas y contradictorias, muchas veces difusas, cubieI:taspor un halo misterioso. No es extraño que así suceda, porque esa palabra nos remite a algo de origen ancestral y la propia diferencia cultural con los orígenes del chamanismo nos ha distanciado de sus métodos, muchas veces incomprensibles y extremos a nuestros ojos. La palabra usada internacionalmente para nombrar a estos antiguos sacerdotes del alma es "chamán" o "shaman", y su remoto origen es manchú-tungú; llegó al lenguaje científico europeo a través del idioma ruso. Esta antigua palabra, en su acepción original, deriva del verbo "sha" o "xa", que significaba "saber". Por 10 tanto, en el origen mismo de la palabra encontramos la idea de "hombre sabio" o conectado con la sabiduría. Podría establecerse que esta práctica tiene sus orígenes allá por los comienzos del período neolítico, ubicándose principalmente en una amplia Zona de la tundra siberiana. Sin embargo, hay indicios para suponer que la práctica es aún mucho más antigua. Existe la posibilidad de que originariamente la palabra "shaman" derivara del sánscrito. Esto ha llevado a algunos expertos y lingüistas a relacionar "shaman" con la palabra "samadhi", que se refiere a un estado de éxtasis, pero esto probablemente sea erróneo; la confusión se originaría en que desde el principio la práctica chamánica tuvo que ver con ciertos estados de éxtasis muchas veces producidos por la ingestión de alucinógenos. Sin embargo, el concepto de "samadhi", como

uu.r el estudioso Luciano Lauro, se refiere a una de éxtasis en el que no intervienen para nada 1.11i drogas ni ningún otro elemento externo. . A título de curiosidad, podemos hacer 1111:-. breve lista de los diferentes nombres que se le hun dado al chamán de acuerdo con la cultura a la que pertenecía. El charnán original de la tundra siberiana fue llamado "kam" por los turcos aItaicos, "bakshi" en Asia Central, "rnoíta" entre los lapones, "tíetojo" entre los finlandeses o "táltos" entre los antiguos húngaros, así como en toda la América precolombina tuvo su expresión: "1 paveyá" entre los guaraníes, "xon" en la antiquísima comunidad Selk'nam de la Patagonia sur, "pi'oxonac" entre los matacos, "nataden" entre los indios del Chaco, "machi" entre los mapuches, "shói-e-ken" entre los tehuelches o "aka'egú" entre los indios del noreste argentino; también encontramos al chamán en Oceanía bajo los nombres de "taskul" o "waipara", y en Australia como "kundela" entre los aruntas o "wongaibon" entre los unambal, hasta en la China, entre los nung, con el nombre de "yai-ki". Esta enumeración es apenas una brevísima muestra, puesto que casi cada pueblo desde la antigüedad hasta estos tiempos ha tenido en su organización social la figura del chamán. Entre los antiguos, el chamán era a la vez hechicero y sacerdote. Sus actividades principales en la comunidad eran curar enfermedades, presidir . los sacrificios rituales y demás ceremonias religiosas, y acompañar a las almas de los muertos en su viaje al otro mundo. Todas estas cosas las realizaba recurriendo a una técnica que el chamán dominaba a la perfección y que siempre fue su distintivo por excelencia: la técnica del éxtasis. Es decir, el poder de abandonar su propio cuerpo a voluntad para IjJl

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proyectarse en viajes astrales a los dominios del mundo, para introducirse en otros cuerpos, además de otras hazañas físico-espirituales. Del tema del "éxtasis" nos ocuparemos muy extensamente más adelante, puesto que se trata del punto central en la técnica y las prácticas charnánícas. En general, entre los antiguos, la condición de chamán podía adquirirse básicamente de dos formas, que tenían que ver con el ámbito geográfico. En Siberia y el norte de Asia, la forma más difundida y respetada de que un individuo se convirtiera en chamán era por derecho de herencia. En cambio, en América existió muy tempranamente la idea de que el método principal para convertirse en chamán era la búsqueda voluntaria de los poderes y el éxtasis. ()( 1'0

Más allá de la forma en que alguien llegara a ser un chamán, no era reconocido como tal hasta no haber pasado una serie de pruebas iniciáticas controladas y aprobadas por otros maestros ya capacitados. En general, entre los primitivos chamanes estas pruebas consistían en largos períodos de verse sometidos a duras experiencias, como vagabundear por desiertos durante largo tiempo (curiosamente esta experiencia remite a la travesía por el desierto de Jesús, lo que podría considerarse una suerte de experiencia iniciática chamáníca, más adelante trataremos el tema de "el costado chamáníco" de Jesús). Otra forma común de iniciación era que el charnán pad~:i! ~n largo períodQ de enfermedad, durante el cual sufría los_embates del mal como parte de una experiencia religiosa de confirmación de su poder, que terminaba una vez que erchamán lograba dOminar la enfermedad y curarse por completo. En cierta forma, estas manifestaciones

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mítívas tienen un significado simbólico perfectarnente aplicable a nuestra época y a cualquier persona

~ común que inicie un camino de autoconocimiento y de mejoramiento espiritual. Simbólicamente, la iniciación del chamán significa que ese ·indiVTd.\i"o "muere" y experimenta un "nuevo nacimiento". Y esto que sucede cuando una {2ersona se dé.cid~ de.E_ratrás su e!0blemática y sup~e e~iritu~lmente: de alW:!na forma "muere" la persona conflictuiaay ato~da - queera para 11 renacer" en el equilibrio espi'ritüary Yaarmo§í~ del conocimiento. Otro rasgo llamativamente "moderno" que tiene el chamanismo antiguo tiene que ver con la conciencia de g~o Y alma son una uniefae!.~Esta idea ha sido larg;;;'ente oÍvhlada por la medicina tradicional, que siempre se centró exclusivamente en el síntoma físico de la enfermedad sin importarle la parte anímica (aunque gracias a la difusión de tantas medicinas alternativas, la propia medicina tradicional hace tiempo que está reviendo este concepto fallido). La función principal del chamán era curar enfermedades, pero la idea chamáníca era que una enfermedad es...... ªn~.S_Q1.l~. gada, una dolenfia_o_un_desordeQ_del a1r.!:aqUJ:..se proyecta .en la .Qarte física. Por lo tanto, a través de 'las técni.cTs' del éxtasis: eT chamán se conectaba directamente con el ailna-del enfermo y atendía es"e desorden •.9 extravío que. la, aqueiiba, y sólo después se ocupaba del síntoma físico. Lo que la medicina tradicional recién ha comenzado a retomar en los últimos años, para el chamanismo era la idea básica a partir de la cual actuaba: no hay cuerpos enfermos sino almas atormentadas que producen síntomas al cuerpo, porque el hombre es una lJ..nidacLcuerpo-alma indivisible.

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Mi chamán interior 1: Elsiwncio interior Todos los ejercicios que se explicarán en los apartados bajo el título de "Mi chamán interior" deben ser tomados como un entrenamientg_en.J.a_ (reubicación _y r~istribuciónlle la energíaitlesperdi:_ ciada~e G~dª. persona. El chamán es, fundamenraf' mente, alguien que ha aprendido a man~r y opt~mízar su energía y por lo tanto puede disponer de ella para los f¡nesgue PC;:Sigue: curativos, mágicos,

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etcétera.

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No se trata de fórmulas mágicas para obtener un fin determinado; no hay recetas para curar enfermedades ni ritos para convocar espíritus. Estos ejercicios están dirigidos al trabajo "personal" (en pareja en algún caso) y cotidiano, y apuntan a generar las condiciones para que el chamán (la energía que todos tenemos en nuestro interior) adquiera presencia activa en nuestra vida de todos los días. El cham
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No hay que ser muy observador para noque en todo momento estamos pensando en alHO Nuestra mente es una pista veloz por donde sk-mpre hay alguna palabra deslizándose. Nunca deja de manar ese río de pensamiento. Esto tien~ tina función práctica, como se ha dicho. Pe~ no_ :-.ignífica que esto deba ser así siempre, que no ha- _ ya un5egündOen nuestra vid'aéñ que no podamos estar sin pensamiento~Muy por el contrario, hay veces en -que lograrA detener el "diálogo interior" e~ una manera de lograr serenidad, concentración;y_ de recargar en~~. La pregu·rrt;" es cómo lograrlo. Es claro que uno no puede ordenarle a su mente "¡Deja de pensar ya!". Podemos probarlo, y comprobaremos que nuestra mente sigue produciendo palabras una detrás de otra, y que cuanto más le. ordenemos dej~ de "pensar _!lláseStaremos pensando y pensando. Esto tiene una explicación simple: no se ·puede apagar una QogueJa echando más leña al fue- go, el pensamient<;> ns> puede ordenarse a sí mismo g.ejar de QensaL Sin embargo, no quiere decir que estemos condenados a no poder detener nuestro "diálogo interior" y debamos resignarnos a nunca llegar a conocer la experiencia maravillosa y energízante de vivir un momento de "silencio interior". En muchas culturas dependientes del chamanismo, en especial entre los pueblos más antiguos de Asia y Améríca, el chamán recurría a técnicas de éxtasis para detener su "diálogo interior", y muchas veces se ayudaba con la ingestión de sustancias alucinógenas, en especial ciertos hongos de uso ritual muy comunes en diversas culturas. Al estar bajo los efectos de ªlucinógenos~ obviamente la mente deja de estar en contacto directo colllas demandas del mundo cotidiano y se desconecta de ese estado de permanente atención

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en el que yíve. En las décadas del 40, 50 Y 60 muchos investigadores muy serios intentaron reproducir estas experiencias de alcanzar otros estados de conciencia mediante el uso de drogas. Pero por supuesto que esa práctica está muy lejos de ser la única posibilidad de liberar la mente para entrar en el "silencio interior". En realidad, hay desde tiempos remotos cientos de otras técnicas, como son la meditación en todas sus formas y las danzas rituales que nos sacan por un momento de ese constante "estar conectados a la realidad cotidiana". Lo que hay que entender es que cada una de esas técnicas tiene mucho que ver con la cultura que las utilizaba. Es decir, quizás un ejercicio de meditación mántrica no tenga la misma utilidad para un sacerdote budista del ~o 1000 que para un empleado bancario de hoy. Es probable que le sirviera mucho más a aquel sacerdote, porque formaba parte de su cultura. El hombre de hoy debe acudir a sus EEopias técnicas, ade~®'p a la realida5L~ ~ec~tidianamente. Entonces, volvemos a la pregunta: ¿códetene;'el "diálogo interior" para vivir la experiencia de un momento de "silencio interior"? Un chamán moderno (por ejemplo, el chamán que todos llevamos dentro y que con práctica y concentración podremos ir haciendo fluir en nosotros mismos) debe conocer la experiencia del "silencio interior". Para que nuestra mente se desconecte por unos instantes y se detenga ese vertiginoso pensar constante en que vivimos, es muy útil la práctica de la meditación libre. Esta es una técnica muy sencilla, cuya 12rácticahabitual hará que ~gr~dualme!!!~a ~t~ vaya lqgrando período~ más extensos y má.1..P.uros de "silencio interior". . G técñica p;;a detener'él "c!_iálogo interior" consiste.l- como premisa básica, en no intentar

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lo mas c6moaa ..9..ue..l.~~'pos121e_Rara cada_ I"s decir: si la tradicional posición del loto en !' le f'l'. enseña a meditar provoca calambres en las pit'I¡W¡ a los cinca minutos, entonces ésa no es la ftll~ld6n correcta. Lo importante no es la posición ('1\ sí. sino que nos resulte de absoluta comodidad 1,,11':". justamente, evitar que nuestra mente se esté fí1,IIldo en que el dedo del pie amenaza acalambrarM.' o la columna vertebral duele Y necesita estirarse. No es necesario hacer esta práctica a so-

¡ilnll. , l I illl"

l.is. Muchas veces los grupos de meditación son rel'omendables, porque ~ que una canti'.!ad ds.termh. nada de personas esté unida Q_ara realizar una mismaactividad con uñtñismo sentido genera Üna co~ rri~e e~gética annóniéa' Y contenedora~""
en la mejor y más có-

moda posición que podamoS hallar para cada uno de nosotroS, hay que empezar, por supuesto,_Qo~L ~encio exter~. r;_:..:o:....::si;:;g!:n::if::i.:c:.a..:n;.:e::.;c::.;e:;:s:.:a::.r;:.ia:::rn;;::.:,;e.,;n:.;:.te:;... lencio total: n:_uchas v<;S..es_llQ.amú..§ica a~a~. es.. gfa'"~ aY.3!da para la _~ajación física Y mental ~ (más adelante veremos en detalle la relación entre la música y el éxtasis del chamán). El siguiente paso es no preocuparsc-pot detener..- n\l~trQ l?eI}sa-miento, en ningún sentido. La concefl:~r~ción no es algo que pueda " raeñarse" a la mente- I??rq_ue t_o- geñéfa 'úná- feñsión Y la tensión es algo que obviamente se contr'apone con la re-lajación. Así, nuestra' mente seguirá en principia llenándonos de pensamientos, mientras nosotroS simplemente permanecemos quietos. No es necesario ni siquiera cerrar los ojos. ~chas vece~los ojo~ cerrados ayudan a una sensación de intimidad y

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pero no significa que alguien con los ojos abiertos no sea capaz de entrar en meditación. Sin fijar e~esivamente la atención, de modo qpe no nos tensione_mos J2ara nada, podemos empezar entcnces.a.reparar, el) nuestra respiración, Sólo "reparar" ~n ell~, _no "intentar controlar~. ~ J.g_mQezar a prestarle atenciQ!L aUlujQ normal.de la respiración, sin intentar forzarla a ser más o menos profunda. Si bien las primeras veces no será. tan notable, después de practicar esta clase de meditación unas cuantas veces empezaremos a sentir que el aire entra y sale de m:i"estro<:.u~~ -a su propio ritmo. Ñuestra-úñTca "l2!"eocup~.sión" debe ser no interferir con nuestrüdclo respiratorio. Esto suená muy simple, pero requiere iñúcha práctíca porque ~n_vJ~r.dad nos cuesta mucho llegar a hacer en forma consciente lo que nue§J!:Q_f~<;,tpohace en .f.9rma inco1).sc~ te, es decir, respirar sin que nadie lo controle. Uno en ningún momento del día se dice "ahora voy a inspirar, ahora voy a exhalar". El ciclo respiratorio se cumple sin una intervención consciente de nuestra parte. Pero en cuanto_ no¿_ dedicamos a prestar atencíón al ciclo respiratorio, enseguida q_ueremos intervenir en él, _y elppe~amos a respirar de ésta .Q de aquella otra manera. _. Y justamente debemos ha-~ cer lo contrario: "no interferir con el ciclo re~pjrWrío", sino dejarlo has~r 10 q!:!e él quiera. tAtender s.onsci~~w=ente...a~se gr~ceso tan natural_g~~ siste ~ fllLe e1~q,tr.e .sol~ sa1~ ~9Jg.de nues- ~ rros pulmones ya es en sí una experiencia maravillosa que atrapará nuestra mente y la empezará a "desactivar" de tanto pensamiento y tanta palabra'-1' Con la práctica, uno comenzará a sorprenderse de qué ,goco aire se necesita cuando uno entra en un estado de relajación y serenidad. Hasta es probable qíie las -prTmeras veces que tomemos

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conciencia de esto nos asustemos. Porque en estado de relajación, cuando uno comienza a dominar la práctica de "no ~.I~Q!!.1a respiración, se puede comprobar que por momentos el aire ~s exhalado y nuestro cuerpo permanece por eternos segundos sin volver a inhalar. Hasta que de repente, sin ninguna ansiedad ni violencia, el aire entra de nuevo y llena nuestros pulmones gozosamente, para luego volver a salir en una especie de danza que no necesariamente tiene un ritmo regular. La respiración libre no se basa en inhalar y exhalar como si un tambor marcara el ritmo. Por el contrario, suele suceder que a una corta exhalación sigue una pausa, luego una inhalación profunda, después un momento de quietud y un reiniciarse del ciclo sin que necesariamente a una inspiración profunda deba seguir una exhalación

profunda. Concentrada en esta maravilla del ciclo de la respiración, nuestra mente comienza a perder el sentido de ese díálogó' intérior que jamás se corta. No quiere decir qu"e uno deje de pensar, pero ese río de palabras que ~(Uz~ nuestra mente empieza a no distraernos, a no ser importante, a no reclamar nuestra atención, ..Es decir: "la mente empieE_~ comportarse como m!estra....f§~piración". No deja de pensar y d~ Qroducir palabras, per;-ell~s eñtr'an y ~alen sin que e;c:. ~ov..imiemo~ nOs obligue a estgr pendientes de la realidad gue nos rodea.__ "Mientras tanto, seguimos en estado de relajación. Si hemos decidido meditar junto a un grupo y con los ojos abiertos, debemos actuar con la percepción del entorno tal cual actuamos con la respiración. No hay que obligarse a mirar talo cual cosa. Si lo que nuestros oJos tienen adelante es fa bonita espalda de otra persona que está meditando con nosotros, el mirarla no va a interferir con nues-

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tru relajación, sino más bien al COntrario.Nuestra atención está puesta, sin tensión, en seguir nuestro ciclo respiratorio; nuestra mente está "distraída"Con ese ciclo y, sin dejar de producir palabras y pensamientos, ya no nos reclama la atención; y nuestro cuerpo está relajado en una posición cómoda y nuestros ojos vagan por donde quieran, mirando sin analizar, viendo sin pensar en lo que ven. I Estamos a un paso de llegar a un estado de éxtasis digno del chamán que llevamos en nues. tro interior. Estamos a un paso de lograr ~trar en "otro estado de conciencia", en el cual el diál0B..o lnterj2r seraJee"U!!a2ad'2..e~~~nS!.2._ int~ Este "silencio interior" no es una ausencia de sonídOs"" Yj,7nsami~nt~s n?! -hacen peii!er Ja ciencia, sino todo 10 COntrario.Se trata de una danza en ~iaque "nuestra 'respIraciÓn,fluyendo a su antojo, ba.i1acon la sensación de descanso de nuestro cuerpo cómodamente sentado y la imagen que tenemos ante nuestros ojos se mezcla armónicamente con la música que elegimos para acompañar ese momento o con el murmullo que nos llega quizá desde la calle a través de la ventana abierta del Cuarto en el que estamos.

que

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Mediante la práctica Constante y habitual de este ejercicio de meditación libre, notaremos que cada vez logramos permanecer por más tiempo en ese e..§.tad.o~~ó.Q. cq_n e.lIl!.uQ.do cQ.!idi~no.. Esto nos permite una clase de descanso que ni~gl:i.gsueño ~P-o_dtia_darnog (pue-sto que durante el sueño nuestra mente $igue haciendo de las suyas). Hemos dado el primer paso en el dominio de una técnica de éxtasis adecuada para nuestro tiempo y nuestra vida Contemporánea. Hemos dado .el primer eas<2_ hacia el desarrollo del .chamá..o. que todos llevamos adentro.

Eléxtas~ Hay tres elementos primordiales para deIInli la condición de chamán. Puede distinguirse coItln chamanes a quienes: a) son capaces voluntariauu-nte de entrar en estados alterados de conciencia; 1)) en esos estados se experimentan a sí mismos "viajando"y c) utilizan esos viajes como un método Irara adquirir conocimiento o poder y para ayudar .1 la gente de su comunidad. El vehículo del rhamán es el éxtasis. El universo en el que se mueve y trabaja el chamán puede ser entendido desde lo que psicológicamente se llama "estados modificados de conciencia". Estos estados, a los que se accede generalmente a través de un período de educación y transición, a veces son identificados como "trance" o "viaje". Evidentemente un estado modificado de conciencia es un período de transición entre dos estados habituales de conciencia. Pero además los estados modificados se desarrollan en tres etapas: 1) Transición al estado modificado. 2) Estado modificado propiamente dicho. 3) Transiciónde regreso al estado habitual. En ellos entran no sólo el sanador, sino también la persona atendida y frecuentemente los demás participantes de las ceremonias chamánicas. Para modificar el estado de conciencia existen diversas estrategias, la mayor parte de las cuales no incluyen la utilización de sustancias psicoactivas o alucinógenos. A medida que se adquiere experiencia resulta más fácil entrar en estos estados; lo mismo ocurre al practicar técnicas de relajación. En el transcurso de un día cualquiera se pro-

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ducen cambios naturales en el estado de conciencia. Durante el período del sueño, por ejemplo, se dan modificaciones de distintas características en el nivel de conciencia y en sus contenidos. El ser humano puede entenderse a sí mismo desde una perspectiva más amplia al conocer sus primeras respuestas frente al dolor, la enfermedad y la muerte. Este conocimiento contribuye al bienestar y la salud, en la medida en que proporciona un mejor entendimiento práctico y natural de la conexión de la persona con la totalidad de sí misma, incluyendo su entorno, su ecosistema de referencia. El charnán es, en este sentido, un superviviente: ha pasado de una manera o de otra por el dolor, la enfermedad y la muerte, y ahora que conoce esas experiencias desde adentro está en condiciones de utilizar ese conocimiento para ayudar a las demás personas. El chamán actúa en un área de la realidad que en muchas ocasiones es compartida por los místicos y los médicos. Incluye en su actividad lo que sería propio de un psiquiatra o psicoterapeuta prehistórico, muy anterior a la ciencia de la psiquiatría, en especial considerando que la psicoterapia no es otra cosa que un camino para la expansión de la conciencia. Como dice el especialista Shainberg: "La psicoterapia es una actividad en el desarrollo de nuestra vida que nos ayuda a nosotros mismos y a los otros, para despertar del estupor de la inconsciencia y la ignorancia conociendo quienes somos nosotros realmente». y esta es exactamente la misión del charnán. ¿En qué se diferencia la labor de un chamán de la de otros "ayudadores-, como sacerdotes, médicos, curanderos, magos, brujos y hechiceros? Justamente en que enfoca su tarea desde la

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IE..'l'hlwcliva del éxtasis, es decir, trascendiendo

el 111\'1'1 "normal" de la conciencia. Esto lo hace uni1 "'011, puesto que estos estados modificados de la , !!II( lencia son comunes a todo el género humano 111 distinción de épocas o razas. Y por eso mismo II práctica chamánica puede tener tanta vigencia 111 ,y: ya que sólo requiere el éxtasis, se la puede Id.1 ptar a la vida contemporánea sin ninguna dificultad y además eso es lo que la hace más efectiva. 1'::-; un hecho científicamente aceptado en psicotera1'1.1 que uno de los factores de buen pronóstico en c.1 tratamiento es que el tratante y su paciente compurtan su mundo de referencia básico, sus valores. Como las técnicas chamánicas no necesitan que el que las usa acuda a ritos antiguos y alejados de su idiosincrasia y costumbres, permiten esa identificación y por lo tanto "mejor pronóstico" del que habla la psicoterapia. Volviendo al tema del éxtasis: desde una perspectiva psicológica, el éxtasis es un estado absorbente de arrobamiento y a veces de enajenación. En cambio, desde la perspectiva teológica, el éxtasis hace referencia a un estado de unión con Dios o con lo divino por medio de la contemplación y el amor vivido íntimamente.Y exteriormente se manifiesta por la suspensión en mayor o menor medida de la actividad sensorial en relación con el mundo externo. Esta "desconexíón'' del mundo externo puede alcanzarse de distintas formas, que varían de acuerdo con las culturas y las religiones. Por ejemplo: en la llamada "meditación del néctar" del budismo tibetano, el meditador traslada toda su atención a una parte muy concreta del organismo: la punta de la lengua. A medida que se concentra la atención en ella el practicante va sintiéndose inmer-

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so en un profundo estado de dulzura. Intuitivamente, a través de la propia práctica y experimentación, los chamanes del Tíbet descubrieron este método de focalizar la atención y modificar el nivel de conciencia. Hoy sabemos a partir de datos objetivos suministrados por el microscopio que en la parte anterior de la lengua se concentran terminaciones sensoriales capaces de captar lo dulce, mientras que las de lo salado, lo picante o lo amargo se distribuyen por otras partes de la lengua. La experiencia del éxtasis no implica necesariamente pérdida de control ni mayor control de uno mismo. Sólo implica la entrada en otro estado de la conciencia. Básicamente, podríamos hablar de cuatro clases de éxtasis, que no se excluyen enter sí, sino que por el contrario muchas veces se presentan combinadas. Además del éxtasis chamánico, los otros tres serían: Éxtasis místico y profético: La idea de la unión extática con Dios nos habla de una desbordante presencia actual de lo divino en uno mismo durante el trance. Esta experiencia de grandeza y unión mística con Dios ha sido descrita con exquisita poesía por San Juan de la Cruz. Los místicos, desde esas experiencias de inmersión en 10 divino, pueden a veces anticipar visionariamente sucesos. del porvenir. Por eso la actividad profética tan a menudo" se ha relacionado con trances y visiones. Éxtasis sexual: Está relacionado directamente con lo que se denomina "la respuesta orgásmica". Durante ella se produce un estado modificado de conciencia en unas ocasiones fugaz y en otras de duración difícil de estimar. El tantrismo, practicado desde el marco del yoga o del budismo, pretende ampliar la conciencia utilizando el alerta y la focalización que produce la actividad sexual por me-

lit, 'JI' lúcnicas específicas. Durante el orgasmo uno u:ll1sitoriamenteun periodo con las característiun estado modificado de conciencia, con l .1I1Ibios en la percepción corporal, en la estimación .t, I 1 lempo, y en otras variables psicológicas. Éxtasis producido por sustancias: El éxta¡., por sustancias puede presentar diferencias sesus características. El marco cultural, las expecr.utvas y el modo de consumo pueden condicionar IlI'l)fundamentela experiencia Y 10 que se aprenda .1 través de ella. Obviamente, por las características (Il' las sustancias utilizadas su peligrosidad es extrema en caso de tratarse de una práctica informal sin fundamento ni asesoraniiento científicos. ÍlI

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hu ¡'un esa práctica? Reorganizar la energía dispersa. IJ' ,''iO se trata. Cada técnica que vayamos dominanl. I\()S irá permitiendo reciclar y reordenar nuestra 111 r~¡a. Lo que al principio es apenas una ayuda pa.,' :il'l'ltirse más armonizado se va convirtiendo, a medld,l que avanzamos, en un estado de armonía que tkll<Je a hacerse permanente, hasta que llegue un IIII ¡mento en que no estaremos practicando técnicas p.ira descansar de las tensiones diarias sino que ese l,:.¡tadode armonía será lo normal y lo cotidiano. . La meditación libre es un ejercicio de "desanudar" la mente para permitirnos descansar de ella. Cuando hemos aprendido esto, podemos empezar a "utilizar" la mente para manejar los estados de conciencia. Para ello, debemos empezar por entender que "no somos la mente", sino que la mente es sólo un componente más de la totalidad que somos. Por eso la mente no debe jamás ser la que maneje nuestra totalidad. La mente debe aprender a manejarse sólo a sí misma, y de esa forma dejará de ser nuestra principal enemiga para convertirse en una aliada. Usando la mente, usando el pensamiento, podemos darle forma a esa misma mente con la que producimos los pensamientos. Para eso hay que "desenmascarar" a esa farsante que es nuestra mente, la cual todo el tiempo nos hace cumplir contratos que nunca firmamos. ¿Cuáles son estos contratos? Por ejemplo: a partir de determinada edad ya no somos jóvenes. ¿Quién firmó ese contrato? ¿Dónde figura la edad en la que debemos asumir que no somos jóvenes? Es nuestra mente la que nos va condicionando a actuar de determinada manera en cada etapa de nuestra vida, sin dejarnos diferenciar entre los "conceptos sociales" y nuestra vida humana. Que a la sociedad no le interese que una persona de 50 años de edad participe en un desfile de

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Mi chamán interior 11: Energía y éxtas~ El universo es energía. La física cuántica ha demostrado que la materia no es otra cosa que energía en movimiento. Lo que llamamos "materia" está muy lejos de ser algo sólido y concreto: su composición más íntima, el nivel atómico y subatómico de la materia no es más que espacios inmensos en los cuales partículas infinitesimales se mueven disparadas a velocidades inimaginables por energía (neutrinos, protones y toda la numerosa familia de las partículas subatómicas). En un átomo podemos ver, a escala infinitesimal, el mismo paisaje que vemos al contemplar el espacio exterior: millones y millones de cuerpos flotando en enormes vacíos, sostenidos por fuerzas energéticas que regulan su comportamiento. Por supuesto, el ser humano no es más que otra versión de lo mismo. Somos básicamente energía en movimiento, sólo que el movimiento de esa energía es tan vertiginoso que crea la ilusión de realidad física. El éxtasis chamánico nos facilita técnicas y métodos para reorganizar esa energía que a menudo las personas no saben aprovechar. Al practicar. y dominar la forma de meditación libre de la que hablamos en el apartado acerca de "El silencio interior", lo que obtenemos es, antes que nada, una sensación de armonía y de descanso. Tras un día de lucha y vertiginosidad, las tensiones acumuladas y las angustias reprimidas nos provocan una sensación de cansancio; al terminar de realizar esa técnica de meditación libre parecemos haber recuperado fuerza y nos sentimos más centrados y livianos. ¿Qué hemos he-

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moda junto a las modelos top es una cosa. Otra bien distinta es que creamos que eso refleja nuestra realidad como seres humanos. Lo que sucede es que la mente es el sitio donde se alojan esas convenciones sociales, y nosotros fuimos educados para regimos por los dictados de nuestra mente. De ahi el profundo significado del éxtasis, mediante el cual la mente deja de tener el primer lugar en las decisiones de nuestra vida. Pero aun antes de avanzar en otras técnicas concretas de éxtasis, cualquiera de nosotros puede empezar a trabajar sobre sí mismo mediante el antiguo sistema de las afirmaciones. Recordemos en qué consiste. Si ya somos capaces de reorganizar mínimamente nuestra energía mediante la meditación libre, eso nos permite contar con las fuerzas necesarias para empezar a reorganizar los archivos de esa computadora que es nuestra mente. Si comprendemos que somos nosotros mismos quienes programamos esa "computadora", sabremos que podemos "reprogramarla" para evitar que nos siga poniendo piedras en el camino. Supongamos que un día cualquiera nos sentimos de buen ánimo y muy energizados por nuestras prácticas de meditación libre, y de repente nos damos cuenta de que esa persona que es nuestro jefe o jefa en el trabajo es, además, alguien con quien nos gustaría tener otra clase de relación. Cuando la mente nos dice linoes correcto que hagas eso", está respondiendo a una programación social que "nosotros" le permitimos que almacenara. La pregunta más obvia que podemos hacernos es la que nos resolverá el problema: "¿Ypor qué no es correcto?". ¿Dónde está el contrato que firmamos con una cláusula que dice lino te enamores de tu jefe"? ¿Quién dijo que eso no es correcto? Si uno se mira a sí mismo y se reconoce como una persona correcta,

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1\It· no va a pl~ntear correctamente lo que está Y si la otra persona se asombra o se rnoh",t.1 pnr el planteo, simplemente será porque ..no 1)\lel h' ver la naturalidad de nuestra actitud, Y ése no 1111 problema nuestro. Lo único seguro e irrefutaI .Ir l'~ que la sinceridad no puede ser algo malo. y I1I ,.mbargo, el consejo que nos daba nuestra mente 111'11) es correcto que hagas eso") era como decir lino l", correcto que seas una persona sincera". Cuando perdamos el miedo a las convenclones que nuestra mente nos inculca, estaremos tI,mdo un gran paso hacia nuestra armonización espiritual. y para ello hay que "enfrentar" a nuestra Inente con afirmaciones: "Novoy a desconfiar de mis 1t sentimientos"; "me hace bien hacer 10 que siento ; II no temo las consecuencias de un acto sincero". Aunque parezca increíble, las órdenes que nos envía todo el tiempo nuestra mente tienen que ver con ocultar sentimientos, reprimir impulsos sinceroS e incluso mentir; y en estas actitudes está la raíz de nues11

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lillII'1Il1o?

tras angustias. Cuando la mente nos pone una piedra en el camino, para apartarla sólo hay que preguntarse "¿por qué no?"y contestarse sinceramente. Estas afirmaciones irán modelando nuestra mente para que se adecue a los nuevos estados de conciencia que experimentamos cuando empezamos a seguir las directivas de nuestro chamán interior. El chamán interior nos ayudará a curar las dolencias del alma, que son las que nos quitan la energía y las que a la larga acaban por enfermar nuestro cuerpo. Cuanto más nos acerquemoS' a un estado en que ese chamán interior pueda fluir en nosotros, más cerca estaremos de un estado de armonía permanente. Con la meditación libre y las afirmaciones ya hemos dado dos pasos en el camino.

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Chamanes, magos y médiums Dado que la actividad del chamán es de vital importancia en muchos ámbitos de cada cultura en la que el chamanismo ha estado presente (yeso equivale a decir casi en todas), sus funciones suelen confundirse con las de otros personajes de la vida espiritual. A continuación veremos algunas diferencias básicas entre un charnán y otros representantes de la espiritualidad: Chamanes y sacerdotes: La primera diferencia fundamental es que en el caso del chamán el estado modificado de conciencia es un medio imprescindible para el desarrollo de su actividad. El sacerdote no necesita modificar su estado de conciencia para actuar, no necesita utilizar técnicas de éxtasis, porque sus funciones tienen mucho más que ver con lo adminiStrativo del culto que con la acción directa y pragmática sobre los fieles. Además, en general el conocimiento del charnán se ha basado históricamente en su propia experiencia individual, mientras que el sacerdote en muchas culturas no fue más que un depositario de reglas y fórmulas transmitidas de generación en generación. El sacerdote forma parte de una estructura religiosa más jerarquizada, más centralizada, organizada en forma muP10 más piramidal. Por el contrario, las relaciones del chamanismo con sus fieles son menos jerárquicas, y las relaciones interpersonales son más directas, más "horizontales". El contexto chamáníca es menos autoritario en cuanto a la conducta individual, y a ese nivel hay menos regulaciones formales de la moral particular.

Por supuesto,

sobran

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los ejemplos en di-

111, !tI e 1 d I uras en las que el mismo chamán

cumplía a

1,1Vt~? 1.1t'! funciones de sacerdote. huuuutos Y médiums. Hay entre ambos personajes más de una silílltillld, como por ejemplo el trato en forma directa "11 l'l mundo espiritual. En ambos se produce un ,.lIl1hio en el estado de conciencia, una modificación ¡l' Il' consiste en una entrada en trance o éxtasis que pllt'dcn buscar voluntariamente. La gran diferencia I\"ilde en que el médium es sólo un medio a través del 1:11,11 los espíritus toman contacto con el mundo terre11;11, usándolo como vehículo sin voluntad ni decisión, mlcntras que el chamán, por el contrario, tiene poder (k: decisión sobre los espíritus que contacta. Incluso en el éxtasis se verifica una díferenda básica: mientras que en el trance el médium es pasivo, en el chamán su trance o estado de conciencia chamánico es un fenómeno activo en el que no se pierde el control. La actividad chamánica del éxtasis podría ser descrita parcialmente como "viaje". Una vez terminado este viaje, el chamán es capaz de recordarlo. El médium generalmente no recuerda 10 que hizo o le sucedió durante el trance. .

Chamanes y curanderos: El curandero se presenta como persona capaz de tratar enfermedades que son particularmente temidas por la gente y para las cuales la medicina no posee todavía los métodos terapéuticos más eficaces. La actividad del curandero puede ser muy variada e inusual. Su conexión con los pacientes no es tan próxima como la que tiene habitualmente el chamán, y en general no implica una conexión de tipo religioso o sagrado. Más allá de la diferencia fundamental, es decir, la ausencia de éxtasis en el curandero, el chamán

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podría ser considerado como una especie más desarrollada de curandero, pero desde ya que no todos los curanderos podrían ser considerados chamanes. Cbamanes y magos: Ambos comparten atribuciones en muchos sentidos similares: intervienen sobre el espacio y el tiempo, producen el sentimiento de lo extraordinario, rompen los códigos de la vida "normal"y cotidiana. Según el célebre Ouspensky: "Elmundo de lo mágico ha sido en ocasiones caracterizado por una intensificaciónde la actividad o por conocimiento concreto obtenido a través de medios extraordinarios. Es posible clasificarlocomo objetivo, cuando sus resultados finales pueden de alguna manera cuantificarse.Y subjetivo cuando los resultados son imaginarios o no contrastables". Esta idea de lo mágico está presente, sin lugar a dudas, en el chamanismo. Pero los chamanes son básicamente los curadores físicos y espirituales en las culturas aborígenes de todo el mundo, yes en este único sentido que utilizan lo que podría denominarse "magia".El mago es capaz de suscitar el mismo asombro que el chamán, y acaso se pueda remontar hacia él sus orígenes. Sin embargo, carece de la proyección sanadora que es inherente al chamanismo. Cbamanes y místicos: El místico comparte con al charnán el hecho de que repetidamente experimenta sobre sí mismo y observa los cambios resultantes de esas experiencias, con un sentido de evolución. También, al igual que el chamán, el místico utiliza el canto, la música, la meditación y otros sistemas para trasladarse a particulares regiones de su mente. La gran diferencia entre ambos es que el místico se mueve en el terreno de lo psicológico-espiritual, mientras que el chamán utiliza sus conocimientos y experimentaciones en un sentido mucho más práctico.

Metas del cnamán La actividad del chamán está básicamenorientada a curar, a la sanación. Busca actuar 1 111\l0 si fuera él mismo un remedio. Desarrolla una 11 lncíón de ayuda con el consultante o paciente, qlH': consiste en una división de la tarea chamánica I.n seis aspectos principales:

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1) Restaurar la salud. 2) Limpiar. 3) purificar. 4) Reparar. 5) Mejorar las relaciones del individuo con su grupo y entorno. 6) Dar sentido a lo que está ocurriendo al paciente, explicándolo o reencuadrándolo de una manera significativa. Este tipo de actividades chamánicas pueden desarrollarse sobre problemas corporales, emocionales, cognitivos o sociales. Sin embargo, lo que diferencia específicamente al chamán de otros ayudadores es, como ya hemos apuntado, que utiliza "estados modificados de conciencia". Es decir, modifica deliberadamente su atención con un propósito específico durante su trabajo, apuntando toda su energía en una dirección para lograr la curación. Mientras dura la tarea su entrega es absoluta. El aspecto central del chamanismo es la capacidad de entrar a voluntad en un estado modificado de conciencia con un propósito terapéutico, para buscar conocimiento. Una vez terminado ese trance el chamán es capaz de recordar lo que acon-

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teció durante esa experiencia para utilizar el conocimiento adquirido en la curación. Por eso cada situación que se le presenta al chamán tiende a ser vivida como un reto, y por lo tanto, está dotada de un gran poder motivador, al mismo tiempo que constituye una fuente de inspiración. El chamán, interviniendo sobre un cuerpo o sanando las relaciones interpersonales, hará continuas referencias al mundo del "espíritu" o estado chamánico de conciencia, en el cual se desarrolla su trabajo fundamental. Aun hoy en día, en algunos lugares de Canadá, como Thunder Bay (Ontario), siguiendo las tradiciones de la población ojiwey local, esta técnica se utiliza en el tratamiento de los problemas con el alcohol y la heroína. Ambas sustancias pueden actuar de manera global psíquica-somáticasocial sobre la persona y, como consecuencia, es lógico pensar que los tratamientos integrales son más eficientes. El punto número 6 de la clasificación precedente (dar sentido a 10 que está ocurriendo al paciente, explicándolo o re encuadrándolo de una manera significativa) tiene suma importancia en el contexto de la relación del chamán con su consultante. La mayoría de las dolencias tienen un origen desconocido para quien las padece. La angustia no surge por un determinado dolor físico sino del sentimiento de no entender pOI qué se está padeciendo. Esto es así incluso en el caso de alguna enfermedad muy concreta y localizada físicamente: lo peor de, digamos, un tumor no es sólo sus consecuencias físicas sino la tremenda pregunta "¿por qué a mí?". De ahí que la tarea del chamán no sea completa si no incluye darle al paciente un camino de comprensión para que entienda el origen de su problema y no se sienta tan desprotegido ante el

11.''1 ' de la enfermedad. Este dotar de significado IU I l., dolencia es un paso fundamental para encarar 11

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ur.tcíón.

Tomemos otro ejemplo: el problema de 1111.1 .idíccíón. Está claro que una adicción no se cu1.1 (1)11 abstinencia Y nada más. podemos internar a 1111 .ultcto a la cocaína durante diez meses sin que , e Insuma, Y no habremos hecho nada para curarlo; 1.1 mayor parte del problema consiste en dilucidar 1)111 qué es adicto, no en las consecuencias físicas (11' esa adicción. Es tarea del chamán reacomodar la 1 'Iwrgía del adicto para devolverle la capacidad de verse a sí mismo, Y a partir de ahí entender por qué k' sucede lo que le sucede. Sólo entonces el adicto tendrá la posibilidad de empezar a librarse de la adicción. Esto suena parecido a lo que se supone intenta la psicoterapia, pero la diferencia es que la psicoterapia intenta racionalizar la problemática espiritual del paciente, Y muchas veces esto sólo conduce a mayores confusiones Y nuevos enredos mentales. En cambio, lo que hace el chamán no es verbalizar el origen del problema sino reacomodar la energía del paciente para que tenga la fuerza y la claridad suficientes como para "comprender" su estado de no-salud, y a partir de allí intentar reencauzarse Dicho de otra manera: más que poder decir con palabras cuál fue el origen del largo proceso que llevó a un estado de enfermedad, el paciente debe sentir que está enfermo, vivenciar que ese estado es anormal con respecto al equilibrio de su espíritu y su cuerpo, reconocerse en la enfermedad. Muchas veces, "saber" de dónde viene la enfermedad (lo que puede conseguirse con psicoterapia) no implica haberla aceptado ni poder enfrentarla. ~Para el chamán es mucho más práctico reconocer la enfermedad aun cuando no se sepa claramente su

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origen clínico. "Sólo se cura quien está preparado para estar sano." Ninguna pastílla ni ninguna teoría analítica nos dan la voluntad de curarnos o la energía para sobrellevar ese proceso. Una persona puede operarse 'Ui1 tumor, pero si cree que con eso se libró de la enfermedad, 10 más seguro es que volverá tarde o temprano. Además de la operación (es decir: atacar el síntoma físico), es imprescindible lograr la armonización que permita un adecuado uso de la energía para mantenerse en estado de salud armónica cuerpo-espíritu (es decir: atacar el problema de fondo). Esa es, en definitiva, la culminación de la tarea de un chamán.

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Mi chamán interiór 111: La v~ualizacióncreativa Yo no "estoy" enfermo. Yo "soy" la enfermedad. Esta es la visión del chamán. También, por lo tanto, la del charnán interior, ese que debemos ir despertando en nosotros mismos a través tanto de la conciencia como de la ejercitación. El primer ejercicio de reconocimiento de esta visión es lo que se denomina "visualización creativa". ¿Por qué estas dos palabras? Ver y crear. Ver el interior, ver lo que está enfermo. Pero no quedarse con eso, sino transformarlo, crear. Crear, en principio, desde la visión. Un pequeño paso inicial de transformación. Aquí nuevamente es de enorme utilidad la ayuda de la música. Y esta vez sí se trata de un ejercicio que debe realizarse en soledad y en el mayor de los silencios posible. Idealmente, sólo deberíamos escuchar la música elegida para acompañar el ejercicio. Llegado el caso, se pueden utilizar auriculares para facilitar la concentración en la música. Pero este recurso no es lo ideal; lo óptimo sería realizar el ejercicio en un ambiente silencioso, y que la música fluyera en todo el ámbito, rebotando naturalmente y envolviéndonos con un sentido más abarcador, lo cual no se logra del todo con la cercanía del sonido de' auriculares. En cuanto a qué clase de música es la ideal para este tipo de prácticas, no hay una en especial que sea "correcta". Básicamente, buscaremos una música que personalmente nos haga sentir bien. Por el tipo de actividad que realizaremos difí-

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cilmente encontremos apropiada una música muy estridente, aunque no quiere decir que esté prohibida. Lo central es que tiene que ser una música con la que nos identifiquemos personalmente. En lo posible, sin intervención del canto; la palabra tiene demasiado poder de distracción. Si fuera imprescindible aconsejar una clase de música, nos inclinaríamos por música instrumental, en lo posible una formación de pocos instrumentos y un estilo de líneas melódicas continuas que se presten a ser seguidas en nuestra mente. Por ejemplo, cualquier sonata para violín y piano, cualquier música de flauta acompañada por otro instrumento, o música para instrumentos solistas (guitarra, piano). Como en anteriores ejercicios, lo primero es sentarnos con absoluta comodidad. No hay una posición ideal; lo importante es que la comodidad haga que nuestra mente no se distraiga pensando en que nos duele la espalda o tenemos hormigueo en una pierna. Las luces deben estar muy bajas, casi a oscuras (es válido utilizar la luz de un velador o lámpara pequeña sobre la que se ha colocado un pañuelo para atenuar, preferiblemente de color violeta, que es positivo desde el punto de vista energético). Una vez ubicados y con la música sonando en el ambiente, se empieza por lograr la respiración libre. Cuando ya nuestra respiración fluye por sí sola, sin que estemos pensando en ella, nuestra mente será quien nos ayude a realizar la "visualización creativa". Nuestra mente, sí, esa que hasta hace poco no hacía más que distraernos, será quien ahora nos ayude porque la práctica de la meditación libre y las afirmaciones la han ido entrenando para que sea nuestra aliada. Con los ojos cerrados, relajados, oyendo

la música, hay que imaginar una pequeña bolilla de 11IZ que flota en nuestra cabeza, en un punto ímagínarío situado por detrás y entre medio de los ojos. La imagen es como una pequeña luciérnaga de un color amarillo-anaranjado, de menos de 5 milímetros de circunferencia. Al principio la imagen será intermitente; es decir, aparecerá y desaparecerá, porque al comienzo no podremos fijarla del todo. Debemos concentrarnos en la imagen de esa pequeña bolilla de luz, hasta que esa imagen sea constante. Esto tomará determinado tiempo, durante el cual lo único que debe atraer nuestra atención es esa luz que poco a poco irá haciéndose más concreta y tomando entidad física, al tiempo que comenzará a relacionarse con la música y a moverse a su ritmo. Una vez que la luz ya forma parte de nuestra visión interna, que podemos "sostenerla" sin esfuerzo en esa posición por detrás y entre medio de los ojos, pasaremos a la siguiente fase. Esta consiste en llevar la luz desde el centro de la cabeza hacia el interior de nuestro cuerpo, manejándola como si fuera una sonda lumínica que alguien ha metido en nuestro cuerpo, es decir, como algo muy físico, como un instrumento real y no una simple luz imaginada. Debemos sentir que somos el médico que introduce su sonda para recorrer el interior de nuestro cuerpo. Por lo tanto, la luz se irá moviendo desde la cabeza hacia abajo, y la seguiremos con nuestra visión interna movimiento a movimiento. A medida que la sonda de luz recorre nuestro interior, debemos permanecer muy atentos porque nuestro cuerpo, conectado totalmente a nuestra alma a través de la respiración libre y la relajación que estamos practicando, estará en condiciones de darnos avisos acerca de lo que está mal en él. Esto significa que a medida que la luz va pasando (y

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corporales que hacen que podamos deY notar "físicamente" los puntos que tienen tlp;únproblema en ese momento, algo que el cuer"11 haría naturalmente si en nuestra vida cotidiana ,~',llIviéramosmás atentos a él. Así como la fractura de un hueso "en caIil'nle" no duele, e incluso uno puede continuar por d('terminado tiempo haciendo lo que estaba hacíenII() cuando se fracturó, lo mismo sucede con estos .rvísos del cuerpo que en la vida diaria no logramos II,-,gistrar. Vivimos demasiado "en caliente", y enton('cs los estímulos con los que nuestro cuerpo avisa (t.!l dolor, por ejemplo, es uno de ellos, pero hay inI1nidadmás) no son registrados por nuestra concienda. Recién los registramOs cuando son demasiado evidentes, es decir, cuando el problema empieza a entrar en una fase de impOltancia a la que no hay por qué llegar. Mediante el ejercicio descrito, 10 que hacemos es "enfriar" nuestra actividad. Así podemos registrar el mapa de nuestras dolencias y disfunciones porque el cuerpo nos avisa de todo 10 que le sucede, y en este estado podemos escucharlo. Esto lo logramos mediante la visualización interna o "creativa". ¿Qué significa esto? Es una actitud que uno debe tomar ante los avisos del cuerpo, y que constituye en sí misma toda una transformación de hábitos y costumbres. Una vez que la luz se detiene en un punto determinado, porque el cuerpo ha avisado que allí hay un problema, lo que debemos hacer es fijar la luz en ese punto. Es decir, imaginar que una vez que abandonemos ese estado de concentración, la luz seguirá allí, apoyada en ese punto, y que la sentiremos todo el tiempo; eso mismo sucederá con cada punto que hayamos "fijado" en nuestra recorrida interna. Algunos pensarán: "Pero qué cosa más in-

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debemos imaginar perfectamente ese recorrido sin olvidar pasar por ningún sector) el cuerpo irá sintiendo esa sonda que lo recorre. Cuando la sonda de luz toque algún punto que está sufriendo alguna clase de dolencia o disfunción o está a punto de sufrirla, el cuerpo utilizará esa luz para dar un aviso. Las primeras veces que se realice esta práctica quizás esto no sea del todo claro, porque como ya hemos dicho sólo la repetición de una práctica la va haciendo efectiva a medida que se progresa en su realización. Pero pronto el practicante se sorprenderá de lo claro que puede ser el aviso que el cuerpo nos da a través de esa sonda de luz. La sonda de repente se. detiene bruscamente en un punto de nuestro interior, y en ocasiones hasta puede provocar una sensación de calor en ese punto, como si la luz de pronto se pusiera incandescente. Pues bien: allí hay un problema. Nuestro cuerpo no se equivoca. Las más serias teorías y prácticas externas (desde la ciencia a la magia) pueden llegar a equivocarse en algún momento del proceso de diagnóstico. En cambio, nuestro propio cuerpo no se equivoca acerca de sí mismo. Donde él señale que algo anda mal, es mejor apresurarse a arbitrar los medios para saber de qué se trata exactamente. Porque, a no dudarlo, ahí hay algo que funciona mal. Esta experiencia de visualización no tiene nada de mágico. Sucede que habitualmente no estamos en condiciones de escuchar los avisos de nuestro cuerpo, e incluso en muchos casos nuestro propio cuerpo ya está adormecido por nuestro desinterés por él y ni siquiera puede avisarnos lo que le sucede. Lo que estamos haciendo con este ejercicio de recorrernos internamente con la sonda de luz es generar las condiciones de atención y con-

111 ración

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debemos imaginar perfectamente ese recorrido sin olvidar pasar por ningún sector) el cuerpo irá sintiendo esa sonda que lo recorre. Cuando la sonda de luz toque algún punto que está sufriendo alguna clase de dolencia o disfunción o está a punto de sufrirla, el cuerpo utilizará esa luz para dar un aviso. Las primeras veces que se realice esta práctica quizás esto no sea del todo claro, porque como ya hemos dicho sólo la repetición de una práctica la va haciendo efectiva a medida que se progresa en su realización. Pero pronto el practicante se sorprenderá de 10 claro que puede ser el aviso que el cuerpo nos da a través de esa sonda de luz. La sonda de repente se. detiene bruscamente en un punto de nuestro interior, y en ocasiones hasta puede provocar una sensación de calor en ese punto, como si la luz de pronto se pusiera incandescente. Pues bien: allí hay un problema. Nuestro cuerpo no se equivoca. Las más serias teorías y prácticas externas (desde la ciencia a la magia) pueden llegar a equivocarse en algún momento del proceso de diagnóstico. En cambio, nuestro propio cuerpo no se equivoca acerca de sí mismo. Donde él señale que algo anda mal, es mejor apresurarse a arbitrar los medios para saber de qué se trata exactamente. Porque, a no dudarlo, ahí hay algo que funciona mal. Esta experiencia de visualización no tiene nada de mágico. Sucede que habitualmente no estamos en condiciones de escuchar los avisos de nuestro cuerpo, e incluso en muchos casos nuestro propio cuerpo ya está adormecido por nuestro desinterés por él y ni siquiera puede avisarnos lo que le sucede. Lo que estamos haciendo con este ejercicio de recorrernos internamente con la sonda de luz es generar las condiciones de atención y con-

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cómoda. ¿Por qué tengo que andar lleno de moles-· tias internas, de luces que me marcan con calor dónde hay un punto con problemas?". No se trata de regocijarse en el sufrimiento, sino todo lo contrario. Habitualmente cuando nuestras dolencias físicas se presentan y mientras no son algo realmente de envergadura, solemos decir "bueno, sí, ya me enteré de que siento tal dolor o tal molestia, veremos qué hacer cuando llegue el momento ...". y el único momento para atender al cuerpo es ya. Por eso la visualización debe ser complementada con la fijación del punto con problemas y enseguida ir a lo concreto: hacer algo al respecto. Ver a un médico en todos los casos, pero también actuar directamente porque en general sabemos bien la causa de muchas de nuestras dolencias, sólo que hacemos de cuenta de que no es tan importante. Dicho de otro modo: cualquiera sabe que si la luz marcó un punto en la zona de los pulmones y uno fuma 40 cigarrillos por día, no es difícil imaginar qué nos puede estar pasando en ese pulmón. La visualización creativa implica una actitud responsable hacia lo que descubrimos de nuestro cuerpo, porque parte de la idea de que no hay enfermedades afuera de nosotros. Nosotros "somos" nuestras enfermedades, y tenemos que ser los primeros en aceptarlas y en pensarnos "en salud". Si no hacemos de esto una práctica habitual, no tendrá sentido buscar chamanes o curadores "de afuera". No hay charnán que pueda ayudarnos si tiene que enfrentarse al chamán que tenemos adentro de nosotros. Si nuestra mente, entrenada por meditación libre y afirmaciones, se concentra en la práctica de la visualización creativa y en el cambio de actitud que esto implica, habremos dado un nuevo paso en el camino del fluir de nuestro chamán interior.

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La llamada del chamán El proceso de la enfermedad Y su cura( Ión recorren cuatro estados fundamentales: el primero es la situación previa a la manifestación de la vnfermedad, en la cual se dan los antecedentes de la misma; el segundo es el momento de la aparición y el desarrollo del problema; el tercero es el momento de la crisis de la enfermedad; Yen cuarto luAar,el momento de la recuperación. En el chamanismo tradicional, este proceso, es decir, la enfermedad misma, es el camino para llegar al conocimiento terapéutico. El chamán estudia y desarrolla minuciosamente en sí mismo estos cuatro momentos del proceso de la enfermedad. Antes de ponerse a curar a otros, el chamán debe experimentar estos procesos, para saber exactamente cómo enfrentarse a ellos. En el proceso de su formación como chamán se repiten de alguna forma esos cuatro pasos ya descritos. En la fase de "antecedentes" estarían la aparición de experiencias inusuales o signos físicos extraños que dan singularidad a un individuo que llegará a ser chamán. También pueden existir períodos de larga reflexión solitaria. La búsqueda de respuestas en el aislamiento voluntario ha sido una de las formas en que los seres humanos han iluminado o reencuadrado sus problemas y han mantenido una sabiduría que va más allá de lo cotidiano. Todo este proceso culmina en lo que podría denominarse una "llamada", quizá proveniente del mundo de los espíritus o del propio mundo interior del individuo, una llamada que avisa de esa vocación tan especial que esa persona desarrollará a partir de en-

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tonces, ya como chamán. Los estudiosos de las formas históricas del chamanismo coinciden en tipificar estas "llamadas", como se verá a continuación: a) La "llamada" de alguna enfermedad: Es evidente que para aprender algo lo mejor es practicarlo, vivirlo intensamente o sufrirlo, y sobre todo ponerse manos a la obra. Una de las formas primordiales de aprender sobre un problema es haber pasado por él y haberlo superado. En el caso concreto de una enfermedad, sobrepasarla con éxito será una de las formas primarias de conocerla y saber cómo manejarla. El contacto con el dolor y la muerte constituye un modo poderoso de exposición al conocimiento o a la necesidad de saber acerca de situaciones críticas. Todo ex enfermo pasa a convertirse en experto, en fuente de información sobre ese proceso de enfermedad. Por eso el chamán ha sido definido también como "el curador herido", en el sentido de que las cicatrices son señales de su transformación en el camino del conocimiento para sanar. El psicoanalista que pasa por su propio psicoanálisis antes de empezar a trabajar representa otra manifestación de esta manera de aprender. La persona que forma parte de un grupo de autoayuda comparte sus experiencias y constituye un ejemplo de ese conocimiento de primera mano puesto al servicio de los otros. b) La "llamada cbamánica familiar: La transmisión familiar o social del conocimiento es otra de las formas elementales de adquisición de conocimientos. El hecho de tener modelos cercanos y accesibles para imitar facilita cualquier proceso de aprendizaje. El charnán habitualmente trabaja en el mismo lugar donde vive y donde está su familia o su grupo. Es un sistema tradicional para transmitir experiencia, sobre todo en tareas que in11

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( luyen especialización artesanal. c) Las "llamadas" espirituales: Junto a las l!lteriores, debe incluirse también otro tipo de llaI liadas, que se atribuyen genéricamente a los "espiIltUS". Son señales, con valor profundo para un individuo concreto. Muchas veces esta llamada proviene "desde arriba". En el mundo del chamán primitivo, los cielos y las montañas representaban al mundo superior, más intelectual Y espiritual. Lo que había bajo el agua o bajo la tierra representaba al mundo inferior, más físico. El mundo medio entre .unbos no es solamente el lugar donde se vive, sino también donde se sienten y se dan los estados ordinarios de conciencia. La "llamada" busca traducirse en hechos concretos capaces de modificar este mundo de lo cotidiano. Esta "llamada" puede percihirse a través de los sueños, de sucesos extraordinarios o en medio de problemas individuales o grupales que precisan una solución radical. En numerosas culturas Cbramánica, balinesa, indoamericana, etcétera) la montaña representa un lugar especial. Allí es posible alcanzar visiones, conectarse con realidades benéficas, conocerse mejor a uno mismo o encontrar remedios para distintos problemas. El poder creador que tienen el silencio, la observación, la contemplación parece estar presente en ella. El propio poder generador de la naturaleza es el que realiza la "llamada",al producir una "parada del tiempo" o una "rotura en las rutinas de la vida", según define Carlos Castaneda. Estas premisas propias del chamanismo clásico y aborigen deben ser entendidas hoy desde una visión más cercana a nuestro tiempo. El camino del chamán a partir de que siente la "llamada" hasta que es un "ser de sabiduría o conocimiento" es un "viaje":el de alguien que ha ido, ha vuelto y

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ahora está aquí como "remedio" después de una transformación profunda. Un viaje con el mismo espíritu de las grandes peregrinaciones -Meca, Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela, Guadalupe y tantos otros lugares-, un espíritu que manifiesta de manera consistente en cada cultura la idea de una transformación personal, profunda y enriquecedora. Para manifestar su importancia, en algunos casos, como en el mundo musulmán, hasta se cambia el propio nombre o se le añade otro. Es un viaje profundamente humano, no sólo centrado en el mero hecho de adquirir conocimiento. Es una transformación profunda de la persona, que se ha obligado a pasar por duras experiencias de autoconocimiento y ha tenido que dejar atrás muchas ideas y sentimientos a los que se aferraba, porque de otra manera ni hubiera podido realizar el viaje. Así era el viaje del chamán antiguo, y así lo es el del chamán de hoy. El charnán de las culturas primitivas era el único depositario de la posibilidad de curar a su gente; el chamán de hoy sabe que cada persona puede ser un chamán, y por eso trabaja de igual a igual con cada persona. La gran diferencia entre uno y otro es que el chamán de hoy acepta que no vivimos una era de saberes ocultos, y que por lo tanto la mejor ayuda y cura que puede brindar es ayudar a la persona a descubrir el chamán que lleva en sí misma. Porque de todas formas la persona acabará sabiendo que el chamán que tiene en su interior despertará y se pondrá al mando de su cuerpo-espíritu en armonía. Nosotros mismos somos lo mejor para nosotros mismos.

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Eisa impecabk La actividad del chamán consiste en un fuerte impulso o inclinación (no necesariamente reflexivo) a ayudar. Al mismo tiempo, una progresiva e:x:periencia acumulada le dará un sentido de la sabiduría y de los roles a desarrollar. La propia vida y sus dificultades contribuyen a que el chamán no se dé excesiva importancia a sí mismo, aunque pueda tenerla de un modo relativo. Carece de importancia porque su fuerza enfrentada a la naturaleza es relativa, y él 10 sabe. Al mismo tiempo es capaz de conocer cosas que otros ignoran y cuya aplicación en tiempo de crisis puede ser' muy necesaria. El chamán sabe que es capaz de confrontar a los espíritus, a las fuerzas de la naturaleza. El conocimiento Y la relación de ayuda le pueden permitir creerse un ser superior u orgulloso. Sin embargo, elige no darse importancia a sí mismo, porque esto le permitirá actuar con más eficiencia e "impecabilidad" (según la definición de Carlos Castaneda). Este concepto es importantísimo para el chamanismo actual, que debe estar cada vez más lejos del egoísmo y la vanidad porque estos elementos sólo sirven para hacer más torpe su tarea. El "ser impecable", por más que su camino de autoconocimiento lo haya llevado a tener capacidades asombrosas a los ojos del común de la gente, siempre debe guardar esa humildad de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, porque al hacerlo desperdiciaría energías que en realidad necesita para su tarea. La siguiente frase fue extraída de un libro del investigador J. Hay, y pertenece a una mujerchamán contemporánea: "Yo no soy una sanadora.

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El concepto que tengo de mi misma es el de un peldaño en la senda del autodescubrimiento. No sano a nadie: creo un espacio en donde las personas pueden aprender lo increíblemente maravillosas que son, enseñándoles a amarse a sí mismas". Dicho en otras palabras, aquí encontramos la sabia idea de que "curar" es "curarse". La esencia del chamán, "curar", hoy debe ser entendida como la capacidad de hacer o facilitar que los otros se curen. Se debe considerar al chamán un "catalizador" (término utilizado en química para definir a la sustancia que facilita la producción de reacciones de transformación, y que sin su presencia serían más difíciles o más lentas). El trato habitual con situaciones extremas, con la enfermedad, con el miedo y la muerte, con el tormento y el éxtasis, hacen del charnán un ser valiente y al mismo tiempo lo ayudan a "perder la propia importancia" (según palabras de Castaneda). El narcisismo es el peor aliado de las personas de conocimiento, porque representa el no ser capaz de ver la realidad con los ojos y los sentimientos de los otros. Y esto es fundamental en el chamán: ver a través del otro. El chamán no es un sabio al que se acude para hacer preguntas sobre el sentido de la vida. El chamán es alguien que nos ve sufrir, nos ve a partir de nuestra propia mirada, con nuestros propios ojos, y por eso \sabe cómo Y de qué manera estamos sufriendo, y se entrega a la curación sin orgullo personal, sin miedo, ejerciendo su poder para ayudar y no para someter. De hecho, cosas como _." el orgullo, el miedo, el poder y la muerte son enemigas naturales del chamán, Porque a la vez son retos que tiene que ir superando día tras día durante toda su vida, hasta el momento de, como lo define Castaneda, "su última danza con la muerte".

Michamán interior IV: Yono ~mporto,~os~ lo mas tmportante Como en los siguienteS apartados de esta .1Ibsec denominada "Mi chamán interior" entración Il'l)).OS de lleno en ejerciciOSdirectamente relacionaIIIlS con el proceso físico del éxtasis chamánico. p:tra acceder al despertar de capacidades de amplio poder en el manejo de la energía, hay que hacer previamente una pausa de reflexión imprescindible. La mayor dificultad de un chamán no es l~nfrentarsea la enfermedad o la muerte, sino la de enfrentarse a sí mismo. ¿por qué? porque el poder y autodominio que un chamán puede llegar a adquirir sobre sí mismo Y sobre los demás es tal que debe cuidarse mucho de no caer en la trampa de que su ego lo conduzca a la soberbia. Pero por otra parte, sólo confiando ciegamente en sí mismo Y en sus conocimientos el chamán puede actuar sobre la enfermedad o la energía. Entonces, ¿cómo resolver este problema? El chamán debe mantener fuerte su yo, y a la vez evitar caer en la soberbia Y el egocentrismo. Parece una encrucijada. Sin embargo, la aparente contradicción expresada en el título de este apartado ("Yo no importo, yo soy lo más importante") no es tal. por el contrario, esa frase es una Fórmula de Afirmación que el chamán debe repetir diariamente como un ejercicio de oración durante toda su vida. Así como el creyente católico repite noche a noche frases como "No nos dejes caer en la tentación", Y en cada re-

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ligión hay frases similares mediante las cuales el creyente reafirma a cada momento los principios de su fe, de la misma manera el chamán debe utilizar la Fórmula de Afirmación que lo mantenga alejado del riesgo del egoísmo: "Yo no importo, yo soy lo más importante". En la frase no hay contradicción porque "yo" no es una sola cosa. El primer "yo" de la frase se refiere al yo social y al ego, al yo que nuestra mente va creando desde que tenemos conciencia del mundo y que nos hace caer en tantos errores a lo largo de la vida. Ese "yo" realmente no importa en un camino de conocimiento y mejoramiento espiritual, no sirve para nada. El segundo "yo" que la frase menciona es el que hay que cuidar, el "más ímportante", porque es la energía que cada uno de nosotros es, esa energía que es también la que nos une al resto del universo constituido de la misma energía. El "yo" como energía, es lo único que puede sostenemos en el camino de la tarea chamánica. Por eso ese "yo" sí importa. Entonces, el ehamán adquiere el hábito de esta Fórmula de Afirmación mediante su práctica constante e ininterrumpida: repitiéndola no menos de 5 veces al despertar y otras 5 antes de entrar en el sueño, más una cantidad indeterminada pero significativa de veces durante el día (Simplemente cada vez que le viene a la mente, lo que la práctica hará que suceda muy a menudo), y antes de iniciar cualquier clase de tarea chamánica, en especial cuando esa tarea esté dirigida a modificar de alguna forma la energía de otra persona. "Yono importo, yo soy lo más importante." "Yo no importo, yo soy lo más importante." El chamán empieza por cuidar de sí mismo "cuidándose" de sí mismo.

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Canto chamánico: poder ~ sanación El canto es un elemento fundamental en la tarea del chamán. Desde siempre, desde la más remota antigüedad. Diferentes expresiones del canto chamánico se han observado en infinidad de culturas primitivas. El tema tiene una importancia extrema en el chamanismo, por lo que en este apartado lo veremos en su aspecto histórico. En la selva del Perú, "ícaro" es el nombre con el que se denomina al canto o melodía que utilizan los chamanes durante la realización de sus trabajos y rituales. Esta palabra no tiene una traducción literal al idioma castellano, tampoco al quechua u otra lengua de la zona. De todos modos, su significado en el plano operativo y práctico es mucho más profundo e importante que poder traducirlo a una palabra entendible. El canto del chamán es una de sus más importantes armas curativas, una expresión en lo concreto de la sabiduría chamánica y también un vehículo de la energía personal del chamán.

El "ícaro" es una parte fundamental del quehacer chamánico en toda la Amazonia. Ese canto resume el conocimiento del chamán, ya que constituye su patrimonio curativo, su arma de trabajo y la herencia que deja a sus discípulos. y es, fundamentalmente, el vehículo de su energía. Un maestro chamánico, como ya hemos visto, no transmite a su aprendiz una instrucción formal sino que lo acompaña y lo guía para que capte el conocimiento que ya está en su interior. Como parte de

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esta enseñanza, el chamán le va cediendo "sus" icaros a su discípulo. En estas culturas, el hecho de "icarar" significa concretamente que el chamán está "cargando" con su poder un objeto o una pócima, a la que de esta manera le confiere alguna propiedad determinada para ser transmitida a quien la recibirá, ya sea protección, curación, limpieza o para influir sobre su voluntad en algún sentido. Esto se hace cantando el icaro directamente sobre el objeto o sustancia que oficiará de transmisor. Los icaros que utilizan los chamanes primitivos poseen letra muy simple, aludiendo a determinadas plantas, animales y elementos del paisaje local poseedores de poder o simbolismo. Incluso, a. partir de la integración de culturas desde la conquista de América, puede encontrarse en muchos icaros ideas provenientes directamente del cristianismo y alusiones bíblicas. La mayor parte de ellos está escrita en castellano, quechua y otros dialectos, según la procedencia de los maestros más antiguos, aunque algunos son sólo melodías monocordes y muy repetitivas. De todos modos, ni las palabras ni la comprensión del texto del icaro son imprescindibles, pero sí la melodía y que el curandero sienta, comparta su espíritu. Si el chamán está íntimamente compenetrado con el icaro sabrá cuándo, cómo y con quién utilizarlo. Cada chamán es "dueño" de sus icaros, como es dueño de su experiencia y sabiduría, por haberlas recibido a su vez de su maestro o directamente de la naturaleza. Es común que los curanderos manifiesten que las cosas que saben, incluidos los icaros, han sido aprendidas en sueños, en visiones o que les han sido dadas por las plantas. Cuentan que en estos estados de conciencia inducidos

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por brebajes de "plantas maestras" han captado la melodía, sin mediar voluntad ni raciocinio, sintiendo que se impone por sí misma y muchas veces en idioma desconocido. En el momento de la curación, generalmente, surge en igual forma. La doctora en medicina Rosa Giove, quien trabajó en la selva peruana con comunidades primitivas muy entroncadas con la tradición chamánica, cuenta que su primer contacto con el "icaro" o canto chamánico fue al ver a las ancianas soplando con humo de tabaco o perfume "icarado" sobre los centros energéticos de los niños nerviosoS o asustados, o con cólicos y gases, con resultado favorable inmediato. A partir de esto, la doctora comenzó a investi~! Yexperimentar. Descubrió enseguida qu.~el mismo efecto tenían estos métodos sobre los adultos. Tuvo también oportunidad de ver cómo las madres de dos lactantes con míasis (enfermedad producida por la presencia de larva de mosca dentro de la glándula lacrimal) susurraban una tonada monótona semejante al sonido del insecto adulto para hacer que la larva se asome al orificio de entrada. En ambos casos, el ícaro tuvo resultado positivo. También la doctora tomó contacto con un charnán conocido en toda esa extensa región, aunque reside permanentemente en el pueblo de Chazuta (lugar conocido por ser residencia de muchos chamanes): Reninger Guerra Flores, famoso por curar la mordedura de serpientes venenosas; durante el proceso de curación, Reninger alivia el intenso dolor mediante la utilización de icaros. Así relata parte de estas experiencias la propia doctora Giove: "Durante rituales curativos donde se utilizan brebajes de plantas, los curanderos orientan la curación, modulan la energía individual y colectiva, y cuidan la unidad del grupo. Per-

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cibido bajo un estado modificado de conciencia, el icaro ayuda a metabolizar las visiones, remueve contenidos subjetivos en diferentes niveles, nos guía en el trabajo de autoexploración y al mismo tiempo es la ligazón con el plano real actua1. Aunque no hay una secuencia precisa para estos icaros, el chamán sabe o percibe cuál es el adecuado. La fuerza del curandero se ve en la eficacia de sus icaros, que son captados a nivel físico por cada miembro del grupo". Ella misma participó de experiencias de adquisición de icaros, sólo que mediante la ingestión de una pócima durante una sesión de "ayahuasca" (ritual curativo en que se ingiere una pócima psicoactiva a base de Psycbotria uiridis,

Banísteriopsis Caapi y Brugmansía). El sentido de estas ceremonias grupales es compenetrarse en la comprensión del sentido de los icaros. Cabe destacar que, aunque se utilizan brebajes que tienen un efecto psicoactivo (es decir, modifican el estado de conciencia ampliando el sentido de percepción y visión), el participante no pierde contacto con la realidad. Sí suele en esos momentos tener visiones, que relaciona con las palabras del icaro que están trabajando en ese momento y que de alguna forma le dan sentido al texto del canto. De todos modos, este tipo de acercamiento al canto chamánico tiene suma importancia antropológica pero no es la vía por la cual la persona común, cuya vida se desarrolla muy lejos de estas comunidades y sus costumbres, podrá acceder y aprovechar ese elemento energético tan importante. En el próximo apartado veremos ese costado práctico del canto chamánico.

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Michamán interior V: El canto interno del chamán Al igual que los mandalas en las tradícíoorientales del budismo, el canto chamánico ac111.\ sobre determinados centros energéticos, medl.lOte vibración sonora, modulando así la función 'Irgánica. El canto chamánico actúa por resonancia: _,si como al tocar una cuerda de la guitarra hay otras cuerdas que resuenan por simpatía (se denomina así :1 una propiedad acústica por la cual un cuerpo vibra en respuesta a un sonido que está vibrando en su misma frecuencia), del mismo modo el sonido del canto ch.amánico hace vibrar energéticamente Y por simpatía determinados puntos (conocidos también como "chakras", que son los centroS energéticos en la tradición hindú), armonizándolos. Hay diferentes ejercicioS de canto interno, y cada uno apunta a la armonización de determinada energía. Así, puede hablarse de cantos chamánicos destinados a la sexualidad, al dominio de miedos y angustias, al entrenamiento de la visión interior, Y demás. Desarrollaremos enseguida algunos ejercicios relacionados con estos cantos energéticos. Pero antes que nada es necesario hablar de algo común a todos ellos: cada canto se monta sobre una melodía única y personal, que sólo cada persona puede "componer" para sí misma. ¿Quiere decir esto que sólo aprendiendo música podremos seguir adelante con la práctica de estos ejercicios? Claro que no. El primer ejercicio será, justamente, el que nos ayude a dominar el proceso mediante el cual la melodía de un canto chamánico surge de nosotroS mismos.

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"II'UfSe en "lo ideal" sino en "lo posible". Esta idea " una de las piedras basales del chamanismo, y hay q\ll' tenerla siempre muy presente, porque así nos ctlllremos cómodos en cualquier lugar Y también l.'sl,II'emOSpreparados para realizar nuestra ejercitaI ¡t'H) en cualquier condición Y circunstancia. Dicho I h' .otro modo: debemos generar las, mejores candiI I'lnes posibles para nuestra actividad, pero la reali1,.ld6n de la actividad es más importante que las I 'ondiciones en que se la realiza. El. chamán debe IH.'ns~rsiempre en una frase que pertenece a un poético sanador de qalmas de origen brasileño, Y que dice: "La ejecución de la magia es más imporlante que la magia en sí". El chamán jamás se detiene en lo teórico o filosófico: el chamán realiza. Parados a distancia equidistante de las paredes, con los brazos relajados a ambos lados del cuerpo y cuidando que los hombros no presenten tensión alguna, realizaremos primero un breve ejercicio de respiración controlada, que consiste en lograr que durante una inspiración el aire recorra todos los lugares que habitualemente puede recorrer, sólo que guiado por nuestra voluntad. Después de unos segundos de relajación, inspiramos profundamente por la nariz, al mísrno tiempo que hacemos expandir nuestro vientre. Esta acción simultánea de los músculos abdominales y la inspiración hará que el aire vaya solo, naturalmente, a alojarse en el vientre, que mantendremos "inflado" Y lleno de aire por un par de segundos. Luego, con un movimiento consciente, hay que generar espado para el aire en los intercostales. En las primeras prácticas quizá sea difícil para quien no está adiestrado ubicar ese espacio entre las costillas a cada lado del cuerpo; entonces, la primera vez puede ayudarse apoyando la palma de la mano en el costado del troncO, exactamenI

Este ejercicio deberemos combinarlo a la vez con uno de los cantos chamánicos, ya que cada melodía es para un canto y no surgirá si no se relaciona con un canto determinado. "-.., Para este primer ejercicio, el ambiente ideal es nuevamente el silencio, la luz tenue y la soledad (en otros ejercicios de canto chamánico veremos que es propicia la práctica en pareja o en grupo). Ahora no habrá música, por supuesto, porque seremos nosotros mismos quienes la aportaremos. A estas condiciones ambientales se debe agregar un elemento nuevo, que está bastante relacionado con el tema de la utilización de estímulos externos, costumbre entre los chamanes primitivos, aunque en este caso no se trata de plantas alucinógenas ni mucho menos. Se refiere a estimular la concentración a través del sentido del olfato. Para ello se utilizarán, según el canto chamánico que vayamos a practicar, diferentes elementos, como aceites aromáticos, inciensos, etcétera. En este caso, utilizaremos mirra, que quemaremos en carbón vegetal (obviamente par~ esto hay que procurarse un pequeño brasero, que se consigue sin dificultad, probablemente en el mismo comercio donde adquieran la mirra). Una vez que están dadas las condiciones del ambiente, y que el aroma de la mirra comienza a difundirse placenteramente por todo el lugar, podemos comenzar el ejercicio. Hay que pararse en medio del lugar en el que estemos, a una distancia más o menos equidistante de todas las paredes. Esto es sumamente importante por cuanto se relaciona con el rebote acústico de la melodía que cantaremos durante el ejercicio. Sin duda, lo ideal sería disponer de un lugar acústicamente acondicionado (como si lo realizáramos parados en medio de un estudio de grabación de música), pero el trabajo del chamán nunca debe

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te a mitad de camino entre la axila y la cintura, con la punta de los dedos apuntando hacia el frente, de manera que el filo de la mano (el lado del meñique) apoye en la costilla inferior, y el resto de la mano se apoye desde allí hacia arriba. Hay que empezar por el lado izquierdo del cuerpo. Esta mano izquierda apoyada funcionará como una simple localización del lugar al que debe dirigirse el aire. Luego hay que intentar expandir los músculos intercostales (que están señalados por la mano apoyada, y son los que mueven hacia arriba las costillas), y entonces "empujar" con los abdominales el aire para que salga del vientre y se dirija al costado izquierdo, al mismo tiempo que los músculos del vientre se van contrayendo (es decir, la panza se mete hacia adentro) para que el aire no vuelva allí. Apoyando ahora la mano derecha en el costado derecho de la misma manera, el movimiento será el mismo sólo que ahora los intercostales izquierdos se contraen y empujan el aire hacia los intercostales derechos, que se abren para recibirlo. Después de practicar este ejercicio algunas veces, se comprueba que el dominio del cuerpo es algo mucho más simple y natural de lo que quizá la mayoría de la gente suponía. Entonces, la respiración completa consiste en inspirar por la nariz, llenar el vientre, pasar el aire al costado izquierdo, luego al costado derecho, después intentar repartir el aire en iguales proporciones entre los costados izquierdo y derecho, y desde allí expulsarlo con energía por la boca. Primero hay que dominar bien este ciclo, y entonces es posible agregar un detalle más: al expulsar el aire por la boca, se puede endurecer un poco los labios para que presenten cierta resistencia a la salida del aire; esto refuerza notablemente la capacidad energizante de esta respiración.

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Volviendo al ejercicio de canto chamán~co: se comienza por realizar tres o cuatro veces esta respiración recién descrita. Luego, tras permanecer diez o quince segundos en completa relajación, comienza la etapa del canto. En este primer caso, se trabajará con la letra "E";en general, los primeros ejercicios serán con letras sueltas; el canto chamánico con palabras, con texto, es una etapa más avanzada. La letra "E" se corresponde con el denominado "chakra frontal". Este chakra o punto de energía está relacionado con el "escuchar", no sólo en el sentido de captar con claridad el sonido, sino también en cuanto a "entender" el mensaje que nuestro cuerpo o la naturaleza nos da y de aprovecharlo en su máxima amplitud. Primero se trabaja sólo con el sonido puro de la letra. Inspirando profundamente Y enviando el aire al estómago, se lo mantiene por un segundo allí y luego comienza a exhalarse con mucha lentitud Ycontrol, pronunciando a la vez la letra "E" en una sola nota monocorde. Es esencial concentrarse en el sonido de esa "E", que recién se apaga cuando el último hálito de aire termina de ser exhalado. Se repite lo mismo dos veces más. Entonces empieza una etapa tal vez dificultosa al principio, pero que eS sólo cuestión de perseverancia y práctica; de esta etapa que viene ahora es de donde saldrá la melodía, la música particular y exclusiva que uno estará dando a su canto chamánico del chakra frontal, esa melodía que será diferente de la de cualquier otra persona que practique el mismo canto. Para llevar a cabo esta etapa, combinaremos la técnica de respiración Librecon el canto chamánico del chakra frontal, es decir, la letra "E". El objetivo es que la respiración llegue a ese estado de

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libertad, en el que uno 110 interfiere para nada en el ciclo respiratorio, sino que el aire entra y sale solo de nuestros pulmones, a su propio ritmo y sin intervención de nuestra mente. La diferencia es que en este momento tendremos la boca dispuesta en la posición para pronunciar la letra "E", de manera que cuando el aire sale de nuestros pulmones sólo haremos el mínimo esfuerzo para que al pasar por las cuerdas vocales haga sonar esa letra. Este mínimo esfuerzo de estar atentos cuando el aire sale será necesario sólo al principio, porque con la práctica de este ejercicio, se notará rápidamente una evolución en la experiencia. Primero la letra empezará a ser pronunciada sin necesidad de atención por nuestra parte, porque el sistema vocal se habrá acomodado solo en una posición en la cual el simple paso del aire ya produce el sonido. Para que se comprenda esto, podemos hacer una analogía con ciertos instrumentos musicales. La mayoría de los instrumentos denominados "de viento" en general reproducen en cierta medida el mecanismo por el cual la voz produce sonidos. Al enviar aire por determinados conductos, suena determinada nota que quisimos producir. Pero hay también otra clase de instrumentos de viento que no están preparados de esta manera, sino que funcionan sin intervención del hombre. Un ejemplo concreto es el "windharp", creado por el noruego Sverre Larssen, quien se basó en la antiquísima arpa eólica de los griegos para crear un instrumento que reacciona por el estímulo directo del aire del ambiente y produce un sonido de altísima pureza, que es la muestra más acabada de lo que llamamos "el sonido del viento" hecho notas musicales. El instrumento no se "toca": simplemente se lo deja apoyado en cualquier lugar (existen estupendas grabacío-

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del "windharp" de Larssen hechas con el ínstruIII IHU apoyado en los desolados fiordos de la costa IIll1ilega),Y el "windharp" va produciendo su músi, .1 (le acuerdo con las corrientes de aire que van pa..I"do por su interior. Pues bíenn al practicar a conI('nda este ejercicio de canto chamánico, la idea es qlll' nuestro propio cuerpo será un "windharp". Una vez que se llega a la etapa en que la lI~spiraciónlibre entra y sale de nuestro cuerpo y lIuestro sistema vocal está "colocado" para que el sonido de la "E" se produzca sin nuestra interven1 Ión directa, lo siguiente que se notará es que este sonido empieza a producirse no sólo cuando sale el .ure sino también cuando entra. El sonido de la "E" al entrar será muy distinto del de "salida", como también lo serán los de entrada y los de salida entre sí, porque ya sabemos que, en esta clase de respiración libre, a una inspiración profunda e intensa puede seguir una exhalación suave y corta, y a ésta un intervalo sin aire. Es decir: cada "E" será una nota musical "diferente", que irá construyendo una melodía: la única y personal música de nuestro can-

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to chamánico. En esta etapa, cuando ya se dominan técnicas para el silencio interno, la respiración libre y el canto chamánico, sentirán que cada nueva ocasión en que realizan el canto irán logrando un mayor grado de concentración en la tarea, Y por lo tanto una mayor liberación de la conciencia del entorno. Es decir: están empezando a experimentar "estadOSmodificados de conciencia". y para hacerlo no han necesitado acudir a ninguna ayuda externa, como drogas. Se empieza a lograr "por propia voluntad", característica principal de un chamán. ¿Qué significa esto? Que el chamán interior está surgiendo con toda su fuerza. Felicidades...

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La música del chamán La música entendida como un complemento de la experiencia del trance extático es algo común a toda la historia de la humanidad, pero nunca como en estos tiempos esto se ha masificado y popularizado. Jamás en la historia hubo tanto y tan fácil acceso no sólo a música creada especialmente para estas experiencias sino a experiencias musicales de integración entre lo tradicional y lo moderno encaradas con un sentido místico. Pero empecemos por el aspecto general de la música. Según la definición clásica, la música es el sonido organizado, con un orden impuesto por el ser humano de acuerdo con sus contingencias históricas y cognitivas, y cuyo contenido es entendido por la colectividad que la compone, la interpreta y la mantiene viva. Desde el punto de vista biológico, se puede afirmar que el hecho musical es también algo innato en el ser humano, en el sentido de que aunque no se ha hallado ningún "neurotransmisor musical", no hay una sola cultura ni una sola sociedad humana que carezca de música. Además, ciertos trabajos de investigación han puesto de relieve que muy probablemente existe una zona operacional del cerebro encargada de la producción y la recepción musical, y que no es la misma que se encarga de la elaboración del lenguaje. Desde el punto de vista de la antropología, no hay duda alguna de que el principal elemento cultural relacionado con la música es la religión y dentro de ella la búsqueda de estados extáticos y de arrebatos emocionales. y esto se puede afirmar tanto en referencia a la música chamánica como a

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gregorianos medievales, pero también I'~specto a la moderna música de discoteca baí1.11 lit- o a la música New Age, de carácter mucho

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111.1.', elaborado Y refinado. En el mercado

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dentales de estos días. La cantidad de trabajos musicales de alta calidad de reflexión Y profundidad espiritual es tan enorme que sería imposible reflejarlos en este apartado. Pero a modo de orientación se pueden mencionar algunos de esos trabajos para complementar un ejercicio de meditación o éxtasis. Algunos de los artistas enrolados en esta "música del espíritu" son de origen europeo, como

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1"'" el genial saxofonista noruego Jan Garbarek, que recientemente realizó Officium, una edición de música sacra occidental en la que fue acompañado por The Hilliard Ensemble. Son también muy interesantes los trabajos de la serie bajo el título común de Awankama, no menos de 20 discos compactos que se encuentran en cualquier comercio. También es de interés consultar los trabajos de artistas como Neji, Gabin Dabiré, Anouar Brahem (que también grabó ya en dos ocasiones con el citado Garbarek), cualquiera de los trabaros de Krishna Bhatt (especialmente destacable el que compartió con el percusionista Zakir Hussein), la música étnica de los llamados "ángeles africanos": Papa Wemba, Oumou Sangare y Francis Bebey.vy otros artistas como Nishat Khan, Nana Vasconcelos, Clannadd, Loreena MacKenny,Antonio Breschi, Chogyal Namkhai Norbu Rinpoche, AuriaVizia (especialmente Muste o/ tbe Seven Cbahras), etcétera. Párrafo aparte merece un músico cuyas grabaciones resultan de especialísimo interés porque representan una tradición antiquísima del canto extático. Se trata de Michael Vetter, un músico alemán de 55 años de edad, que es un especialista en el llamado "canto armónico" de los monjes del TIbet. Esta estremecedora y maravillosa forma de cantar parte de una técnica que lleva años aprender, y que puede parecer mágica a quien toma contacto con ella por primera vez. Cuando uno escucha a alguien practicar el "canto armónico" tibetano, por increíble que parezca, lo que escucha es "dos voces" saliendo de una misma garganta. Esto responde a una ardua técnica que no cualquiera puede llegar a aprender, pero cuyo resultado es que la voz "natural" es emitida de tal manera que provoca que las cuerdas vo-

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vibren también por simpaúa, produciendo "segunda" melodía que se superpone a la de la

"normal". Los monjes tibetanos llegan a lograr tal Iu'll'ecciónen esta técnica que pueden independizar \.l'i dos melodías, logrando realmente cantar "a dos ,( Ices" con una sola garganta y produciendo dos líIH';\S melódicas distintas. MichaelVetter ha llegado a ,,,,te dominio casi increíble de la técnica vocal, y sus ~rabaciones son verdaderas "meditaciones sonoras" tIlle sumen al oyente en un trance absoluto. Dejarse llevar por el canto armónicOtibelano es en sí una experiencia de éxtasis Y medita-

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dón altamente recomendable.

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Mi chamán interior VI: Canto interno de la sexualidad Ahora pasaremos a explicitar un segundo ejercicio de canto interno chamánico. Esta vez se trata del canto chamánico relacionado Con el llamado "chakra de la base", el que maneja la sexualidad. Tiene que ver con la energía 'vital y el poder curativo del cuerpo, la fuerza de la tierra que va hacia arriba,' hacia el sol, el principio masculino ar.monizando con el principio femenino. Esta energía de la base se refleja en dos puntos denominados "infraumbilical" y "supraumbilical" (por debajo y por encima de la zona del vientre, cuyo centro es el ombligo). El sonido de este canto chamánico, basado en dos letras consonantes, activará estos dos centros energéticos que están en relación con los impulsos más primarios. Este ejercicio debe ser practicado en pareja. La pareja debe estar integrada por un hombre y una mujer. Esto no tiene ninguna relación con cuestiones acerca de la sexualidad en cuanto a "elección sexual", sino con la necesidad de la presencia del principio masculino y el principio femenino en la armonización y optimizaciÓn energética en que redunda este canto interno. En el mismo sentido, vale destacar que cuando hablamos de "pareja" no estamos mencionando ninguna relación que ligue a ambos integrantes, sino que el término se refiere a "dos como complemento", "masculinofemenino", y no a marido-esposa. Por supuesto que resultará muy gratificante practicar este ejercicio entre amantes o esposos, pero también entre

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amigos, ya que el ejercicio no implica ninguna connotación sexual sino que se refiere a la parte energética de la sexualidad. Para este ejercicio será necesario disponer de una colchoneta delgada, que será colocada en el suelo. No necesariamente debe ser realizado en una habitación. A decir verdad, lo ideal sería un espacio al aire libre, pero como también son imprescindibles el silencio, la privacidad, la desnudez y la música, las posibilidades de realizarlo al aire libre dependen de que los participantes cuenten con un espacio privado (un jardín interno, o algo semejante). De todos modos, lo describiremos en las condiciones ideales, es decir, en un espacio exterior. La preparación ambiental requiere música y aromas. Lamúsica nuevamente será elegida teniendo en cuenta el grado de identificación de los participantes, ya que ambos deben sentirse personalmente relacionados con la música seleccionada. En caso de que no haya coincidencia entre los participantes, lo aconsejable es utilizar una que sepan que cumple ciertos requisitos mínimos de suavidad y nobleza pero que ninguno de los dos conozca en detalle. También trabajaremos este ejercicio con aceites. Se debe elegir un aceite aromático para el ambiente, de esos que al quemarse invaden de fragancia el lugar, y también un aceite corporal. Lo importante es que ambos aceites sean exactamente de la misma fragancia. Una vez puesto a quemar el aceite aromático y con la música sonando, pasamos al ejercicio propiamente dicho. Se trata de un ejercicio cuya duración es bastante extensa y consta de pasos previos que generan las condiciones para el trabajo final sobre los puntos enérgeticos ínfraumbilicales y supraumbilicales.

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Ambos integrantes de la pareja deben estar desnudos. Una vez extendida la colchoneta en el suelo, la mujer se tiende boca abajo, con el cuerpo bien extendido, las piernas apenas separadas por no más de veinte centímetros de distancia entre pie y pie, las manos apoyadas sobre las palmas' y con los dedos entrecruzados sirviendo de apoyo a los labios, que serán los que sostengan la posición de la cabeza. En esta posición se puede descargar todo el peso de la cabeza sobre los labios, aflojando desde la nuca. hacia los hombros para que toda esa zona quede libre de tensiones y dispuesta a ser trabajada. El hombre se ubica apoyando cada rodilla a un lado de la cintura de la mujer, sin llegar a tener contacto, es decir, sin "sentarse" sobre ella. Tomando el aceite corporal, lo deja gotear a todo lo largo de la columna vertebral de la mujer, desde la nuca hasta el coxis. Luego, con las palmas de ambas manos, procederá a distribuir el aceite por toda la espalda de la mujer, de la siguiente forma: con ambas manos cerca de la mitad de la espalda, cruzando la columna vertebral con los dedos hacia adentro (es decir que los dedos de la mano izquierda apuntan a la muñeca derecha y Viceversa), comienza a pasar suavemente las palmas por toda la espalda con movimiento circular en una serie que empieza con círculos pequeños; con cada movimiento se va ampliando hasta alcanzar toda la extensión de la espalda, de forma tal que el aceite cubra toda la superficie. Esto no es un masaje, sólo se trata de repartir el aceite aromático, por lo que las palmas del hombre no deben ejercer ninguna clase de presión sobre la espalda de la mujer. Los movimientos siguen hasta que el hombre note que sus palmas ya no resbalan tan fluida mente porque el aceite ha penetrado en la piel de la mujer.

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Entonces el hombre vuelve a tomar el aceite corporal, unta sus propias manos Y comienza un masaje en la zona cervical de la siguiente manera: empieza por apoyar la yema de ambos pulgares en la vértebra cervical superior (que se reconoce fácilmente debajo de la nuca), Y luego recorre las primeras vértebras cervicales siguiendo luego el contorno interno de los omóplatos hasta su base, la parte más saliente. Una vez ubicados Y afirmados allí ambos pulgares, los otros dedos se extienden hasta afirmarse en cada costado de la mujer (en los intercostales). Desde allí ambas manos se desplazarán hasta recorrer con ambos pulgares una diagonal desde la base del omóplato hasta la columna vertebral (quedará aproximadamente en la zona de las vértebras torácicas o dorsales). Luego bajarán los otros dedos por el costado hasta alinearse otra vez con los pulgares; después los pulgares bajan una vez más por la columna y los demás dedos los siguen, siempre sin que ningún dedo deje de estar en contacto con la piel de la mujer. El movimiento se repite hasta que ambas manos llegan apenas debajo de la cintura, quedando los pulgares en el coxis' Y los demás dedos a ambos lados de las caderas, un poco sobre las nalgas. Lo importante de esta parte del masaje es que los diez dedos estén en permanente contacto con la piel, de manera que funcionen como eje de cada movimiento; durante estos movimientos las palmas son lo único que se separa apenas de la piel. Durante el recorrido de los dedos hacia la zona de la cintura, la presión que ejerzan ha de ser mínima pero firme y constante, porque la función de este contacto es activar un flujo energético-sanguíneo que afloje los nudos de tensión que se concentran en toda la zona trabajada. Pero para ello no

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se necesita fuerza sino sólo movimiento, por lo cual es importante estar muy concentrado en que los dedos no presionen innecesariamente las vértebras. Este masaje combinado de vértebras e intercostales debe repetirse seis veces seguidas, cuidando el hombre de lubricar sus manos con aceite cada vez que sea necesario, porque es muy importante la suavidad de deslizamiento. Tras los seis recorridos del masaje, se habrá generado un flujo que probablemente -la mujer sienta como calor en la espalda. Ese calor no se relaciona con la acción frotadora del masaje sino con la activación interna de corriente sanguíneo-energética. En la siguiente etapa ya comienza a participar el canto chamáníco. Por lo tanto, ya no es necesaria la música que acompañó hasta aquí el ejercicio. La mujer debe poner ahora brazos al costado del cuerpo y la cabeza apoyada de costado sobre la colchoneta o una pequeña almohada (lo suficientemente delgada como para que no obligue a la cabeza a inclinarse por encima del hombro). En esa posición permanecerá con los ojos cerrados, tratando de no controlar ni pensar demasiado en la respiración (la posición impide realizar apropiadamente el ejercicio de respiración libre, pero se puede lograr una especie de respiración libre "intermedia", acotada por la presión del cuerpo apoyado boca abajo). El hombre mientras tanto se habrá puesto de pie para "descansar" de la posición que mantuvo hasta ese momento, posición que debe retomar para continuar el ejercicio, recordando que debe permanecer arrodillado sin "sentarse" en la zona lumbar de la mujer, sin que haya contacto directo. Después de esto el hombre vuelve a lubricar, esta vez muy abundantemente, la espalda de

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1.1 mujer con aceite aromático, Y luego comienza un

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lluevo masaje en el que ambos deberán participar ('onectándose en un nivel profundo de relación ent re el movimiento de las manos del hombre, su conlacto con la piel de la mujer Yla respiración de ella. El hombre comienza por apoyar ambas manos en la zona lumbar de la mujer, casi en el comienzo de las nalgas, con los dedos de ambas manos mirando hacia el lado de afuera. Al apoyar las palmas en esa zona el hombre notará que hay un punto donde sus manos encajan a la perfección. Este punto de apoyo perfecto es aproximadamente por debajo de la línea de la cadera y a la altura de la última vértebra lumbar, pero como depende de la conformación del cuerpo de cada mujer no se lo puede señalar exactamente sino que el hombre debe buscarlo en cada ocasión. Cuando el hombre siente que sus manos "encajaron" en el punto del que partirá el masaje, deja las manos ahí por unos segundos mientras la mujer inhala profundamente haciendo una respiración completa, es decir, enviando el aire al vientre, de allí a ambos intercostales, luego al medio y expulsándolo con fuerza y energía. Atento el hombre a esta exhalación, hará coincidir la culminación de la salida del aire con el inicio de sus movimientos de masaje, que ya no se detendrán hasta la culminación de esta etapa. El movimiento del hombre combinado con la respiración de la mujer generarán la melodía del canto chamánico. La melodía irá surgiendo naturalmente de la interrelación entre el sonido emitido por el practicante Y el aire que entra y sale libremente. Como en este caso la respiración libre no puede realizarse, el movimiento de las manos del hombre regulará la respiración de la mujer. Es de-

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cir, ambos deberán entrar en un concentrado estado de comunicación, hasta lograr integrarse en una especie de danza que hará surgir la melodía chamánica. Vayamos a los pasos concretos que hay que combinar para lograrlo. La mujer trabajará este canto con la letra "MI!(que está relacionada con el chakra infraumbilical), El hombre, con la letra "S"(chakra supraumbílical). Ambas letras requieren un mínímo de movimiento bucal. . Una vez que la mujer exhaló fuertemente, debe concentrarse en inspirar y exhalar siguiendo los movimientos de las manos del hombre sobre su espalda, segúnur¡ orden determinado. Pero antes debemos explicar esos movimientos: el hombre arrancó de la posición de "encaje" de sus manos sobre la cintura y zona lumbar de la mujer. Concentrado en el calor que sus manos comenzarán a generar y sin cerrar los ojos, es decir, mirando todo el tiempo sus propios movimientos, comenzará a mover ampliamente sus palmas por toda la espalda de la mujer desde la parte superior de las nalgas hasta la nuca y los hombros y en toda la extensión desde un costado a otro, con movimientos circulares independientes de una y otra mano, de manera que ambas se cruzan yentrecruzan: una sube mientras la otra baja, una va al costado mientras la otra sube. a un hombro, la izquierda se cruza al hombro derecho de la mujer mientras la derecha busca el lado izquierdo de su cintura. El hombre debe concentrarse en estos movimientos circulares e independizar una mano de la otra, para que de algún modo vuelvan a unirse en una especie de danza que cada una realiza libremente. La presión sobre la espalda de la mujer no ha de ser muy potente, pero sí firme y mucho ma-

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yor que en el anterior masaje. Debe sentirse el ca-

lor que genera, esta vez nacido sí de la frotación misma. La velocidad de los movimientos ha de ser más bien lenta, para que la respiración de la mujer pueda "engancharse" con ellos. La mujer se concentrará en los movimientos de las manos, sintiendo cada uno de ellos como un trazo de calor que se dibuja en su espalda. Su respiración comenzará a acoplarse a estos movimientos según el siguiente orden: cuando las manos se alejan una de otra, la mujer inspira; cuando las manos se acercan, la mujer exhala. Debe intentar "ver" las líneas elípticas que las manos del hombre van dibujando en su espalda, y dibujar el mapa de los movimientos. Así, cuando las manos se cruzan en un punto y comienzan a alejarse una de otra la mujer inicia una inspiración, que se prolongará mientras dure el movimiento de las manos del hombre. Cuando la mujer sienta que las manos vuelven a ir una hacia otra, exhalará el aire que aspiró. Las manos recorren la espalda de la mujer, el aire recorre su interior. Ambos recorridos son circulares Y libres. Las manos se alejan, el aire entra. Las manos se acercan, el aire sale. Como puede verse, sin lugar a dudas la palabra más exacta para describir esta conexión entre el movimiento del hombre y la respiración de la mujer es "danza".Pero aún falta agregar un elemento. Una vez que la mujer siente que su respiración se acomodó al movimiento de las manos sobre su espalda y que las inhalaciones Y exhalaciones fluyen sin intervención de su mente, debe aprovechar el momento de una exhalación para colocar su cavidad bucal en la posición de pronunciar la "M", que como se sabe no requiere apertura de labios. A partir de allí, en cada exhalación estará

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produciendo ese sonido de "M"hasta que pronto, como sucedió con el ejercicio en el que utilizamos la "E", el sistema bucal quedará "colocado" para pronunciar la "M"sin necesidad de que intervenga la voluntad de la mujer. y también como en el ej~rcicío de la "E", la alternancia de exhalaciones Cortas y largas, intensas y suaves, hará que cada "M" tenga una altura, duración, intensidad y timbre diferentes, conformando en su sucesión la melodía chamánica particular de este canto, la que además se combinará con la que surgirá del hombre, quien trabaja con la letra "S". Con el fin de lograr su propia melodía para este canto chamánico, el hombre solamente tendrá que seguir también el ritmo que generan sus movimientos. Pero en vez de concentrarse en sus Propios movimientos, debe concentrarse en escuchar la respiración de la mujer, y seguirla. Es decir: sigue el ritmo de sus propios movimientos de manos (porque la mujer los sigue para respirar), pero a través de la respiración de la mujer que él mismo está provocando. De esta forma se optimiza la intensidad de la conexión espiritual y energética de ambos participantes del ejercicio y se evita que ninguno de los dos tenga una posición más activa sobre el otro. El hombre con sus movimientos genera una respiración en la mujer y luego la sigue; es decir: a la vez provoca el canto y deja que se lo provoquen (esto remite, sin lugar a dudas, a aquello de "Yo no importo, yo soy lo más importante"). Una vez que el hombre logró llevar su respiración al ritmo de la de la mujer, esperará que surja de ella el canto chamánico basado en la "M", v enronces simplemente entreabrirá sus labios para producir el sonido "S", que incorporará a sus inspiraciones y exhalaciones, llegando enseguida a la melo

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.11;1 por los mismos caminos que ya se explicaron

II;lraa la mujer. Después de un tiempo de experimentar ,'sta fase del ejercicio, tiempo que dependerá exclu"ivamente de ambos participanteS Y puede extenderse todo lo que ellos deseen, pasamos a la fase final, la más importante: la culminación. La mujer en este caso (luego será el hombre cuando realicen el ejercicio a la inversa) será quien disponga el cambio de una fase a otra, extendiendo sus brazos hacia adelante Y levantando la cabeza como mirando al frente. En esta posición, el hombre irá deteniendo el masaje paulatinamente, lentificando los movimiehtoSde sus manoSy aflojando poco a poco la presión sobre la piel hasta que sus manos práctiCamente queden realizando lentos movimientos en el aire. En este momento es necesaria una absoluta concentración, para mantener latente el estado extático alcanzado. Entonces la mujer se colocará acostada boca arriba, extendida totalmente, con los brazos a 45 grados del cuerpo y las piernas entreabiertas, con los pies separados aproximadamente 40 centímetros uno de otro, y siempre con los ojos cerrados. El hombre volverá a colocarse sobre ella apoyando sus rodUlas a cada lado de la mujer, pero esta vez a la altura del pecho de ella y mirando hacia sus piernas, es decir, de espaldas a la cabeza de la mujer; también ahora deberá cuidar de no "sentarse" sobre el pecho de la mujer. Una vez que se encuentren ubicados de esta manera, el hombre apoyará su mano derecha en el vientre de la mujer, apenas por encima del ombligo y con sus dedos mirando hacia la izquierda. Luego apoyará su mano izquierda con los dedos apuntando hacia la derecha, apenas por debajo del

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ombligo, sobre el nacimiento de la pelvis. En este momento las manos del hombre conservan todavía el calor generado en el masaje de la fase anterior, y están apoyadas directamente sobre los puntos energéticos supraumbilicales e infraumbilicales. Entonces volverán a iniciarse los movimientos de sus manos, esta vez cruzándolas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, recorriendo en cada movimiento desde el punto de apoyo hasta posarlas en cada costado de la mujer y volviendo al punto de apoyo para seguir" cruzando hacia el otro lado, hasta los costados y volviendo al centro. Es decir que tendremos un movimiento durante el cual las manos se cruzan: la mano izquierda hacia el costado derecho y la mano derecha hacia el costado izquierdo; y otro movimiento en el que las manos se abren una de otra, yendo la izquierda hacia el lado izquierdo y la derecha hacia el lado derecho. Este masaje debe ser más profundo que 'los efectuados anteriormente, pero quizás algo más lento, deteniéndose muy brevemente cada vez que ambas manos se encuentran en el punto central de apoyo en medio del vientre de la mujer. Mientras tanto la mujer ha recuperado el ritmo libre de su respiración. Es esta respiración la que ahora guiará la frecuencia y velocidad de los movimientos de las manos del hombre sobre los puntos energéticos, al tiempo que tanto ella como él dejan surgir el canto "M" y "S" respectivamente. Esta es la fase culminante del ejercicio, que también tiene una duración determinada por los participantes, que unidos en una fuerte conexión interna sabrán perfectamente cuándo el ciclo del ejercicio se cumplió. Y una vez cumplido todo este ciclo completo, ambos participantes descansan un intervalo de no más de media hora, y vuelven a realizar

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el ciclo completo, esta vez intercambiando

los rOles, es decir, el hombre en el lugar que estuvo la mujer, y viceversa. La práctica del canto interno de la sexualidad cumple dos funciones fundamentales. Por una parte, en cuanto al entrenamiento chamánico que venirnos realizando' a través de los ejercicioS explicados hasta ahora. En este sentido, este ejercicio es el primero en que el practicante debe integrarse con otra persona. Esta es una de las facetas principales del chámán: el trabajo con otros; la capacidad de entrar en estados de éxtasis y profunda concentración conduciendo a otra persona al mismo estado. Por otra parte, la función concreta de este ejercicio, al trabajar en estado de éxtasis sobre los puntos irlfraurnbilicales y supraumbilicales, es realizar una redistribución Y optimización de la energía sexual. Las fases previas, que incluyen el masaje Y la preparación del canto, generan las condiciones para que la energía sexual esté movilizada cuando se encara la fase final, la del trabajo de las manos sobre los puntos del vientre. Entonces, en esta fase, la energía sexual que está movilizada, como en estado de ebullición, es reconducida por el movimiento de las manos (que a su vez es dirigido por la respiración Y el canto) hacia una concentración en esos dos puntos que son, o deberían ser, su base habitual. Una vez reubicada la energía en su lugar correcto, no queda "guardada" allí, sino todo lo contrario: vuelve a sus puntos de base en un estado de movilización permanente, de manera que está lista para ser utilizada a voluntad. En un próximO apartado acerca de este tema se explicará brevemente cómo acudir a esta fuente de energía sexual a voluntad, mediante un ejercicio de visualización.

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Música y trance extático En relación con la utilización de música para acompañar o incluso provocar el trance extático, la gran pregunta sin respuesta absoluta es "por qué la música tiene esa particularidad". ¿Se trata de una cuestión fisiológica (vibraciones sonoras, empatía de ritmos endógenos y exógenos, estimulación de alguna desconocida parte del sistema nervioso central o directamente del cerebro)? ¿O bien se trata de un puro entrenamiento cultural? Estas preguntas fueron planteadas a lo largo de la historia de la humanidad. Platón atribuía el estado de trance extático a un efecto directamente asociado al sonido del "aulos" (el famoso instrumento de doble lengüeta, predecesor del actual oboe), en tanto que Aristóteles lo atribuía al "modo musical frigio" (el primer modo o escala de la música griega clásica, que consistía en una escala descendente que comenzaba y acababa en "re" y que era notable por producir una exaltación paroxística antes de los ataques guerreros). Es decir, en tanto que el primero lo atribuía a una causa física, el segundo apostaba por una causa cultural. A fines del siglo XI, el árabe Ghazzálí intentó demostrar que la causa final del trance extático radica en la propia física del sonido. Para lograr esto utilizaba el ejemplo de los pastores de dromedarios que con sus cánticos conseguían dormir a sus animales. Siguieron pasando los siglos y la pregunta aún no tenía respuesta. Durante el Renacimiento, los poetas y músicos de la Pléyade (farnosa escuela poética francesa de mediados del siglo XVI, agrupada en tomo de Rostand) afirmaban con

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total seguridad que los buscados efectos extáticos se debían a la unión de música y poesía. Más adelante fue el pensador y escritor Jean Jacques Rousseau quien se pronunció categóricamente en contra del poder de los sonidos. Ya en nuestro siglo, en la década del 60, el investigador norteamericano en neurofisiología Andrew Neher afirma haber demostrado todo lo contrario; es decir, que la causa real de la relación que aparece universalmente entre la música y el trance extático sería de carácter neurofisiológica, por tanto, de nuevo una causa física. Neher afirma que la estimulación rítmica afecta directamente la actividad bioeléctrica de "muchas zonas sensorias y motoras del cerebro, zonas que no están normalmente afectadas debido a sus conexiones con la zona sensorial que es estimulada". Esto es posible porque los receptores auditivos de baja frecuencia son más resistentes a los daños que los delicados receptores de alta frecuencia. En este sentido, Wolfgang Jilek, conocido etnopsiquiatra residente en Canadá, describió cómo en el sonido de los tambores de piel de ciervo que usan los salish en sus ritos iniciáticos y extáticos dominan las frecuencias bajas de 4 a 7 ondas por segundo, que es la misma frecuencia de las llamadas ondas theta en los electroencefalogramas. Estas mismas ondas aparecen en electroencefalogramas de cerebros afectados por el uso de la sustancia visionaria "ayaliuasca" (de la que ya hablamos antes). No obstante, el extendido uso de tímpanos Y de otroS instrumentos que producen sonidos medios y agudos con las mismas finalidades extáticas en otras culturas contradice y pone en evidencia la parcial falsedad de la anterior afirmación: las ondas de baja frecuencia pueden tener alguna relación física con los trances extático s , pero no pueden ser la causa. En defíniti-

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va, la cantidad de respuestas posibles no hace más que confundirnos. Lo único que podemos afirmar con total seguridad es que más allá de por qué la música es el acompañante ideal' de las experiencias de meditación y trance, no se puede dudar de que sin un complemento de tan profunda raíz en el espíritu humano, estas experíencíás místicas no serían quizá tan hondas y movilizadoras.

Mi chamán interior VII: .. VIsualización ~ utilización de la ener~ia El reacomodamiento de la energía sexual situada en los chakras umbilicales produce una suerte de "depósito" de energía al que el chamán puede acudir cuando lo necesite. y cada chamán sabe en qué momento necesita acudir a esa reserva de energía.

El ejercicio explicado anteriormente tiene por finalidad entrenar esa energía para que este (lis. ponible. Lo que haremos a continuación es aprender a llamarla. Tras dominar, por efecto de la práctica constante, la entrada en trance extático a través del canto interno de la sexualidad, esa energía puede ser traída a nuestra conciencia casi automáticamente, sólo acudiendo a una simple técnica de visualización, similar a otras que ya hemos explicado. En el canto de la energía sexual trabajamos con las letras "S" Y "M". En el momento en que el chamán quiere convocar esa energía acumulada de sus chakras umbilicales, sólo tiene que concentrarse cerrando los ojos Y recordando la melodía chamánica que le es propia para ese canto y que sólo él tiene en su memoria; luego debe visualizar a la altura de los puntos energéticos (uno apenas por encima del ombligo; el otro apenas por debajo, en el nacimiento de la pelvis) esos "depósitos" de energía, a los que verá como formas luminosas pequeñas y latentes, listas para desplegarse. Entonces visualizará la forma de esa "S" que ha cantado, como si fuera una pequeña serpiente roja de luz y de

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fuego que inicia su movimiento desde el punto supraumbilical, se desprende del punto de luz -o mejor dicho se estira desde el mismo y repta lenta y graciosamente hacia la zona de la pelvís-, envolviendo el punto de luz infraumbilical, e iniciando luego un ascenso nuevamente hacia el abdomen y la región sacra. Mientras se visualiza este movimiento, también el cuerpo debe visualizarse como una cavidad de cristal transparente dentro de la cual vemos esa graciosa serpiente roja dirigiéndose hacia el plexo solar. ' Este recorrido de luz que visualizaremos tiene por finalidad que esa energía surja hacia el nivel más exterior de nuestra conciencia, de forma que sea un elemento "físico"tan simple y natural de utilizar como si se tratara de nuestra mano o lengua. Una vez que se ha conseguido esto, sólo hay que "apuntar" esa energía al objeto sobre el que queremos actuar. Pero debe ser muy claro el recorrido que estaremos visualizando. Ese recorrido es el siguiente: La energía circulante que nace entre estos dos puntos (infraumbilical y supraumbilical) forma un arco luminoso que elevándose desde el vientre en un plano horizontal forma una especie de figura de sol-girasol amarillo que llega al plexo solar. Se activa entonces este importante centro energético, relacionado con emociones -como la tristeza y la alegría-, con la curación y la comunicación sin palabras de contenidos profundos. La "S" roja y luminosa ahora es como una serpentina espiral que al activar el chakra del plexo solar juega girando horizontalmente. Hasta que el ascenso encuentra el siguiente punto fundamental: el punto del corazón, representación del ciclo eterno, fundamental, la línea directa de comunicación del infinito. Es allí donde re-

side el máximo poder curativo, que es el amor, re presentado en esta visualización como un sol de color violeta alrededor del cual baila la serpiente de luz roja Y donde reside también el saber intuitivo. Es en este punto de la visualización cuando la energía está lista para ser utilizada Y sólo le queda al chamán "enfocarla" hacia el objeto o persona sobre el que esté trabajando. La manera de realizar este enfoque es simple: con los brazos levantadOSa la altura de los hombroS Y los codos flexionados para poder apoyar la palma de la manO derecha sobre el dorso de la izquierda (quedarán ambas manos aproximadamente apenas por debaj() del mentón), haremos que las manos rolen siete ve ces una alrededor de la otra sin perder contactO de piel entre ambas. Con el mismo movimiento número siete la mano derecha debe ser disparada hacia adelante con firmeza, con los dedos extendidos, hasta que el brazo quede apuntando recto hacia adelante. En ese exacto momento es imprescindible cerrar el puño con fuerza, "atrapando" la energía que hemos hecho pasar desde los chakras trabajados hacia ese puñO, que quedará absolutamente cargado. Como los apartados titulados "Michamán ien interior" están destinados al trabajo de mejoram so espiritual Y energético de la persona sobre sí misma, su principal apUcación práctica consiste en la realización de los ejerciciOS,que en sí mismoS irán potenciando los poderes chamánicos que todos llevamos en nosotroS mismos. Estos poderes chamánicos a desarrollar son los mismos que bajo otro sistema de creencias se pueden denominar "el poder de la Fe y la Palabra", "la ayuda de los Ángeles", "los poderes tántricOs del Yoga" o cualquier otra de las infinitaS denominaciones que se le pue-

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de dar a 10 que no es más que el poder interno inherente al ser humano, que simplemente la mayoría no puede utilizar por tener sus energías mal distribuidas y por lo tanto desaprovechadas. Pero por supuesto que, negado un punto de alto desarrollo de estos poderes chamánicos, la persona puede también actuar sobre su entorno. y llegado ese punto, no hay que dudar de que la persona sabrá cómo y en qué utilizar sus capacidades desarrolladas. Más adelante volveremos sobre este tema.

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El "intento": la conducta permanente delchamán En el camino del chamán hay un aprendizaje permanente que se centra en especial sobre sí mismo. Antes de poder ayudar a otros e incluso de curar, el chamán trabaja con Y contra su propio ser. ¿Por qué esto es así? Porque el charnán no deja de ser un ser humano, así que por más alto que sea su grado de desarrollo espiritual no dejará nunca de estar a merced de las contingencias que amenazan a cualquier persona. y estas contingencias son principalmente las que tienen que ver con las idas y venidas ..: que nos somete el "ego" en su afán de atrapamos en las redes del mundo social: es decir, el orgullo, el egoísmo, la vanidad, la envidia, etcétera De ahí una de las prácticas ya explicadas: repetir el mantra chamánico "Yo no importo, yo soy lo más importante". Pero ése no es todo el trabajo que puede hacer un chamán sobre su ego. Ya 1?~ habló de una idea que Carlos Castaneda expresó con las palabras "ser impecable". El chamán debe ser "impecable", Y además vivir constantemente en lo que también Castaneda denomina "el intento". Esto significa una actitud permanente del chamán de saber que a cada paso debe probarse, que a cada paso debe volver a intentarlo, que nunca la meta es alcanzada. Castaneda lo explica con un leno guaje algo más oscuro, pero primero escuchémosl a él y luego lo analizaremos con palabras más simples: "En el intento de los bruios". dice Castaneda, remarcando que para él la palabra "brujo" equivale a "chamán", "el objetivo último es la libertad, que se

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alcanza a través del conocimiento del ser: no es SóJo bienestar psicofísico derivado de los ejercicios chamánicos. Para los brujos cada uno de nosotros es como una ciudad asediada por un Depredador muy especial que forma parte del universo: una fuerza invisible que ellos alcanzan a ver físicamente mientras devora nuestra energía. El Depredador se apodera de nuestro saber, y nos deja prisioneros del ego y por tanto infelices. Redistribuyendo la energía bloqueada con los ejercicios apropiados se puede apartar de uno mismo a ese Depredador, favoreciendo el crecimiento de la sabiduría y la expansión de la percepción. y con ello los practicantes pueden acceder a mundos inconcebibles". El "Depredador" del que habla Castaneda no debe ser interpretado necesariamente como una especie de monstruo devorador de energía, sino como la simple presión que el mundo Social ejerce sobre el ego, incitándolo a perder tiempo y energía revolcándose en sentimientos inútiles, como la envidia o el egocentrismo. Contra esta presión del mundo, el charnán se levanta cada día a hacer su "intento" de lograr a través del trabajo sobre sí mismo ser "impecable", sabiendo incluso que éste nunca será un estado permanente en él, sino que deberá día a día intentar ser impecable y nunca podrá dejar de estar intentándolo. Más allá de las palabras simbólicas "intento", "impecabilidad" y "Depredador", la ensefianza que debe dejarnos este concepto es que lo que vale no es la meta, que en realidad jamás se termina de alcanzar, sino el camino mismo. Es ésta, y ninguna otra, la verdadera actitud permanente de un chamán. Ni siquiera el final de esta vida física es una meta final para el chamán. Dice Carlos Castaneda. "Para los chamanes no hay nada que perder

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o ganar al final de la vida. Sólo se puede aspirat a continuar la lucha por la sabiduría en otros niveles de realidad. El universo permite a los brujos transformarse por completo en conciencia del ser; así, el cuerpo físico se transforma en energía. Y en esta nueva forma le esperan nuevos desafíos". Dicho de otra manera: tiene que seguir "intentándolo" más allá de este mundo, en los otros mundos que existen más allá del universo físico que conocemos. Lo interesante es que, puestos a la práctica permanente del "intento", descubrimoS que ésta no es una tarea agobiante o pesada, una cadena que debemos arrastrar toda la vida y en 01 ras vida:>y otras realidades, sino todo lo contrario: nadie hay más descansado que un chamán, nadie hay más cansado que una persona que no trabaja en el intento y desperdicia su enegía inútilmente. El chamán, que todo el tiempo está en el "intento", suele ser una persona de excelente humor, de amplia vitalidad, de esas que se dice popularmente que "regalan salud". Por tomar un ejemplo célebre, podríamos hablar del chamán don Juan Matus, maestro de Carlos Castaneda (de ambos personajes nos ocuparemos muy extensamente en capítulOs posteriores). Relata Castaneda acerca de su maestro: "Una de las frustraciones más grandes que experimenté ) en mi vida fue la innegable realidad de que, a pesar de que por edad habría podido ser mi abuelo, don Juan era infinitamente más joven que yo. En comparación con él, que me doblaba largamente en edad, yo estaba entumecido. En cambio él, por el contrario, lucía fresco, ágil, creativo, y estaba lleno de recursoS. En síntesis, poseía algo que yo, a pesar de supuestamente ser joven, no tenía: juventud". Don Juan no se cansaba de repetirle a Castaneda que tener pocos años no significaba te-

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ner juventud, y que ser joven no implicaba que uno no estuviera senil. Es más: decía que si uno observaba atentamente a su alrededor, la m'ayoría de las personas al llegar a los veinticinco o treinta años ya estaban seniles, y no hacían más que repetirse neciamente, repetir sus conductas, sus errores, sus miserias. Esto era, para don Juan, actuar como un viejo. En cambio, don Juan, el "viejo indio mexicano", era capaz de hazañas físicas que a su joven discípulo Castaneda le resultaban imposibles. Don Juan sostenía que, además de deberse a cuestiones de mala alimentación y absurdo ritmo de vida, esto se debía a que las personas que no saben reacondicionar y utilizar su energía se cansan de su propio no hacer nada. En cambio, don Juan pasó su vida en el "intento", y lo que logró al cabo de los años fue cada vez mayor vitalidad y "juventud", en el verdadero sentido de ese término. No hay tarea más vigorizante y descansada que estar permanentemente trabajando en el intento de ser impecable. y ésa es la tarea del chamán.

Hbtorias de chamanes: el monasterio de las cuevas de bambú A 130 kilómetros al noreste de Bangkok, capital de Tailandia, el tren puede conducir hasta Lopburi, ciudad en cuyas afueras se encontrará el monasterio budista de Wat Tharn Krabok. Este sitio es célebre por el original tratamiento que aplican a las personas con adicciones. En medio de una vegetación tropical, ro deado por las colinas rocosas de Prong Prah, put' de verse un conjunto de edificios Y casitas adornadas por enormes budas meditativos. Apenas uno se acerca seguramente verá algún hombre de hábito color ocre, con la cabeza rapada, en cuclillas sobre algún montículo de piedritas amontonadas, con los dedos protegidos con rústicos dedales de jebe, golpeando metódicamente unas enormes piedras que reduce al tamaño de ripio. Se trata de un monje, sonriente y tranquilo, que irradia una gran paz interior. Con esa misma serenidad, entre olores de mangos y hierba luisa, desde hace más de treinta años, los monjes tudong han acogido millares de arl,ictostailandeses Y extranjeros, a los que atienden con un tratamiento sumamente rápido, eficaz y poco convencional. El desarrollo del monasterio de Tham Krabok y de sus actividades terapéuticas está directamente vinculado con la personalidad carismática de su responsable, el abad Phra Chamroon Parnchand, Este verdadero chamán del budismo nació en Lopburi en 1926 Y más tarde se trasladó a estudiar a Bangkok. En 1945, a los 20 años, se íncor-

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poró a la Real Policía Thaí, donde demostró muy rápidamente habilidades, al punto de ganar en 1948 una distinción por sus servicios en la represión del delito. Se dedicó a la detección, arrest
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padre". Cierta gente la estimaba como una auténtica santa, dotada de sorprendentes poderes sobrenaturajes, que había alcanzado la iluminación espiritual. Guiado por Luang Poh Ya, el joven coronel de 27 años abandona la policía para ser ordenado monje en la secta esotérica de los monjes rodong. Deja también una esposa y dos hijas: "Dejé una pequeña responsabilidad para llevar una mucho más grande", añade Phra Chamroon. Empieza entonces su iniciación durante los primeros cinco años en diversas partes de Tailandia y Camboya. Tiene que vivir solo, aislado en 'la selva o en cuevas, como es la rradtcíón de los 111 dong. Realiza prolongados ayunos. Est~les una dv las lecciones de esa época que le gusta citar más: "Es más fácil vivir con animales salvajes en la jungla que con la gente de nuestra época". Luego vuelve con su tía, que le servirá de guía y maestra espiritual hasta su muerte en 1970. Su hermano menor se le une y hasta hoy 10 sigue asesorando en el monasterio, dedicándose a trabajos de investigación Y de arte. En 1957 se agrupa con 9 monjes tudong para vivir en las cuevas de las colinas de Prong Prab. Por la forma cilíndrica de las cuevas, se llaman "las cuevas del bambú" o "Tham Krabok" en idioma thai y darán nacimiento al actual monasterio .En 1959, cuando el número de monjes asciende a 30, el gobierno thai decreta la prohibición del consumo de opio. Por la influencia de los comerciantes chinos, existía desde hacía tiempo un consumo tradicional de opio. De la noche a la mañana mucha gente, incluso de edad avanzada, se encuentra en la ilegalidad. Algunos piden consejo a los monjes para poder dejar su antiguo consumo de opio. Allí comienza la gran tarea del monasterio. Phra Chamroon recuerda: "Consulté con mi tía

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y me dictó una lista de plantas purgativas y hablamos sobre el significado del sajja o voto sagrado. Así comencé con el tratamiento de adictos." En 1960 el monasterio de Tham Krabok contaba con 60 monjes y se atendió, hasta 1962, 10.000 adictos, aunque no había en esa época registro de pacientes ni publicidad del tratamiento. Este se fue perfeccionando hasta adquirir pronto su fórmula actual, la misma desde hace 30 años. Ahora se establece un registro de pacientes que se mantiene en estricto anonimato, lo que permite acoger discretamente adictos de toda clase: el indígena de las tribus del Triángulo de Oro al noroeste de Tailandia, el fumador de opio (se atendieron 3.000), el joven heroinómano de las afueras de Bangkok, el funcionario de la policía o del gobierno que se dedica a inhalar cocaína, el drogadicto europeo que vaga en Asia con la "hierba" ... Contrariamente a opiniones establecidas, Phra Charnroon subraya que, según su experiencia, la supuestamente inocente marihuana "arruina a la persona y es más resistente al tratamiento, deprime el sistema nervioso y la calidad humana". En el transcurso de más de treinta años de funcionamiento, el monasterio de Tham Krabok recibió unos 80.000 pacientes y Phra Charnroon declara un porcentaje de éxito del 70%. El monasterio es muy conocido en Tailandia y países vecinos. Más allá de los cocteles vegetales que utiliza en el tratamiento (una de las principales técnicas chamánicas), Phra Chamroon moviliza poderosas fuerzas curativas que nacen de su profunda naturaleza de terapeuta, heredada de fuentes ancestrales. Sabemos que su padre sabía muchísimo acerca de plantas para curar. Su larga iniciación le permitió adquirir poderes curativos del mismo mo-

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do que en todas las tradiciones iniciáticas chamáni caso Algunos dicen que heredó en gran parte los poderes de su tía fallecida. Durante nuestra estancia en Tham Krabok, su amable secretaria Y traductora, Rambhai Singhsumalee, nos contó cómo en caso de necesidad phra Chamroon podía usar su poder personal para "cargar" con su energía cualquier hoja o planta y utilizarla como medicamento: "A veces, el abad pide una planta cualquiera, de la cual saca tres hojitas para tratar, por ejemplo, el dolor de cabeza de Z algún paciente, aunque a esta planta no se le cono ca. esa virtud. También utiliza su saliva para parur la hemorragia de una herida o deshinchar una rodilla inflamada ...".

surva

Green cuenta cómo un día vio a

una mujer acercarse al abad con un bebito enfermo en los brazoS. Sin una palabra, agarró una botella con una pócima medicinal hecha con plantaS medicinales Y la sostuVO por un momento en sus roanos. Luego sopló en la botella. La mujer se fue alegre con su remedio. Este procedimiento sin duda se relaciona con la tradicional "soplada" propia de muchas tradiciones curativas chamánicas del mundo. Esta curación chamánica directa se complementa con el tratamiento con plantas. Un médico que fue al monasterio a tratar su adicción al alcohbl y la heroína cuenta que muchos de sus colegas médicOS estaban sumamente interesados en la composición química de las pócimas que allí se daban a los pacientes. Se supone que las pócimas suman propiedades eméticas, laxativas Y psicOtrOpas. Pero phra Charnroon decidió desde el inicio mantener un total secreto. El motivo aducido más frecuentemente es la necesidad de evitar la comercialización de la mezcla de plantas Y que alguien se bene-

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ficie del conocimiento ancestral puesto aquí gratuítamente a disposición de los más necesitados. Phra Charnroon también 10 presentaba a veces bajo este ángulo y se refería a las posibilidades de uso incorrecto de la pócima. Sin embargo, cuando decía: "Los que me ayudan en la composición de la purga no conocen la fórmula exacta", hay que entender que aludía a otra dimensión del preparado y no específicamente a una cuestión de dosis o metodología en la elaboración de la pócima. El médico adicto habló con el abad sobre este tema, y éste le dijo: "Si te doy el preparado y 10 analizas científicamente, encontrarás por ejemplo 9 principios activos (sustancias base), pero el décimo se te escapará porque es invisible. Es el Espíritu". Cuando un adicto se presenta a Tham Krabok, se lo recibe entre la 1 y las 5 p.m. Llena un formulario con la historia de su adicción y una breve descripción biográfica. El monje encargado de la recepción le hace la inevitable pregunta: "¿Tieneun sincero deseo de abandonar su adicción por toda la vida?". A la menor duda o demora en responder, el candidato es simplemente rechazado. La motivación del paciente es considerada fundamental para el éxito del tratamiento. Phra Chamroan señala: "Cualquier adicto puede dejar el consumo si está convencido de a hacerlo. El éxito de la cura depende de esta decisión". Tal decisión está reforzada por el hecho de que se ofrece una sola posibilidad de curación a cada individuo: no hay segunda oportunidad en el monasterio. Si es aceptado, el paciente firma un documento en el cual acepta en pleno conocimiento someter temporalmente (10 días) su voluntad a los monjes. Ello significa que no cederán a sus súplicas, especialmente durante la fase inicial de desin-

toxicación (5 días), donde el síndrome de abstinencia se manifiesta a veces de manera muy intensa. El paciente quedará bajo vigilancia permanente de los monjes, que durante este tiempo podrán decidir por él.

El adicto entrega sus efectos personales y su .dinero, que le serán devueltoS a la salida. En un cuarto designado para ello, se procede a una revisión completa del sujeto (por si hubiera droga escondida) Yse le da la ropa del monasterio, "sarong" para las mujeres y pantalones cortos de pañO rojo para los varones. Este uniforme muy conocido en la región lo identificará inmediatamente si <.:S(,':J \)11 dl'1 monasterio, con el riesgo de ser detenido por tu po licia y devudto. El primer pa:soen el tratamiento es el voto pronunciado ese mismo día por todos los nuevOs internoS a las 6 p.m. Este voto o sajja se da delante de la imagen del Buda, sentado serenamente sobre un sencillo altar en un pequeñO templo invadido por el olor a incienso. LoSno budistas lo dirigen a su Dios o al Universo. El sajja es un compromisO de nunca volver a consumir drogas ni comercializarlas ni inducir a nadie a su consumo. Como lo precisa el abad de Tham Krabok, "el sajja o voto inaugura una nueva etapa aunque no borre el pasado. Cuando se saca .~ .ma rama de un árbol para plantarla Yque crezca, el viejo tronco permanece". Los internOSpasan entonces al centro de tratamiento, donde un monje les explica breveluente 10 que pueden hacer Y 10 que no en el monasterio durante su estadía. Desde este momento entran en abstinencia completa e inmediata de las drogas an. que consurni En seguida empieza la purificación con plantas medicinales. Los pacienteS, en ayunas desde

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por lo menos el mediodía, acuclillados en fila en una parte del patio, reciben unos 2025 ce del famoso "yotak", una cocción de alrededor de 100 plantas, raíces y cortezas medicinales. La mayor parte de las plantas medicinales utilizadas crecen alrededor del monasterio, el resto (20%) proviene de diferentes partes del país. Después de una breve espera de 5-10 minutos para que el brebaje haga efecto, el sujeto ingiere una gran cantidad de agua (de 5 a 7 litros). Los pacientes que pasan esta primera fase de 5 días ayudan a los novatos a ingerir rápidamente la mayor cantidad posible de agua. Otro grupo los anima mediante cantos, aplausos, bromas, al ritmo de unas enormes tumbadoras. A los pocos minutos de ingerir la pócima, los pacientes empiezan a vomitar violentamente y de manera espectacular durante 15 a 30 minutos. La purga hace efecto expulsando la droga del cuerpo. Esta fase penosa y dura constituye un momento clave del tratamiento. El paciente, cansado, se va a bañar y tomar un caldo caliente -sopa de arroz con un poco de verdura- y huevo remojado 2 días en agua salada, antes de descansar en el cuarto reservado a la primera fase del tratamiento. En esta sala, con los colchones juntos, los pacientes quedarán cinco días bajo llave y saldrán únicamente acompañados de los monjes para las sesiones de curación (poción y sauna). Disponen de un bailo con ducha y se les entrega la comida a través de una ventanilla. Los días siguientes, al amanecer, se repite la misma cura vomitiva hasta culminar el quinto día. En las tardes, los pacientes van medía hora a la sauna de vapores medicinales, donde siguen eliminando los residuos tóxicos acumulados en el organismo. Esta eliminación sudoral se fomenta con

la ingestión de otras amargas pócimas depurativas. Se puede así observar una ritual fila de pacientes disciplinados, encabezados por un monje, dirigirse todas las tardes hacia uno de las dos saunas. Pasan delante de un montículo de piedras donde, imperturbable, hay siempre algún monje dando martillazos a la roca. Al terminar esta primera Y durísima fase del tratamiento, se considera al paciente libre de drogas. Pasa a otro ambiente, donde permanecerá un mínimo de cinco días más para su recuperación y descanso, estando su cuerpo aún impregnado por las plantas ingeridas. Esta vez, las pl1(.!rl~'sl'sl,lI) 1cn abiertaS, pero no pueden pasar del patio, danlll .te delimitadO por un pequeñO muro. Los pacientcs están invitados a trabajar en las diferentes tareas del monasterio, las huertas Y los talleres, siempre bajO la supervisión de un monje. Si prefieren descansar, no se los obliga a trabajar. Tienen también acceso a revistas o libros. A los diez días, se considera que el tratamiento básico ha terminado Y el paciente puede soUcitar su salida. Sin embargo, se le recomienda permanecer un mes para dar tiempo a la reubicación de sus perspectivas futuras. Es lo que hace la mayoría de los pacientes. phra Chamroon considera que se necesitan de 4 a 6 meses para favorecer una completa transformación de vida. En todo caso, a los díez, días se invita nuevamente al paciente a pronunciar el sajja, esta vez sano Y con la mente lúcida. Además, phra Charnroon le enseña un mantra personal escrito sobre un pedazo de papel, que el paciente es invitado a memorizar al instante, para de inmediato tragarse el papelito. El mantra permanecerá secreto. En la misma ceremonia le entrega una medalla que le servirá de protección. Cada vez

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que el paciente se sienta malo en peligro, podrá así reconectarse con Tham Krabok y la fuerza protectora que de allí emana. El mantra está compuesto por dos o tres palabras del idioma sagrado, el palí, y debe ser recitado en forma repetitiva. Son generalmente el inicio de frases de textos de sagradas escrituras. A partir del décimo día, la ingestión de tabletas de plantas medicinales es facultativa. Después de la jornada de trabajo se mantiene el baño de sauna a las 2.30 p.m. Durante toda la permanencia en Tham Krabok se recomienda a los pacientes tomar duchas frecuentes para facilitar la depuración. Los familiares no tienen derecho a visitas los primeros cinco días. Si traen comida, los monjes la revisan antes de entregarla. Durante el tratamiento la comida es buena y variada pero se excluyen totalmente alimentos fríos o helados. Hemos presenciado visitas de grupos escolares que concurren a observar el efecto concreto de las drogas en sujetos de carne y hueso. Las espectaculares vomitadas colectivas son lo suficientemente impresionantes como para convencer a niños y adolescentes del sufrimiento que representa el camino de las drogas. Finalmente, se propone a los pacientes seguir una formación laboral en alguno de los talleres del monasterio: carpintería, metalurgia, costura, electrónica, música, transformación de plantas medicinales, horticultura, fabricación de estatuas, etcétera. Dada que al volver al mismo ambiente y círculo aumentan los riesgos de reincidencia, esta preparación tiene por finalidad dar al sujeto perspectivas diferentes de vida al salir del monasterio. La confianza del entorno en el valor del tratamiento es también muy importante para fortalecer al sujeto curado. Phra Chamroon insiste en que el cam-

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bio total del paciente se debe a la curación y el compromiso del sajja: "La gente que se curó aquí es gente ya diferente. Si.los familiares tienen la menor duda al respecto, ello equivale a empujarlos de nuevo hada las drogas". Con relación al aspecto econ6mico, vale la pena subrayar que el proceso curativo (,!s~r..nuito. Los monjes proporcionan alimentación, lratamiento y hasta una asignación diaria para la compra de productos de aseo. Se entrega también cigarillos a los pacientes autorizados a fumar tabaco fuera de los locales. No es raro tampoco ver a algún monje fumar un cigarrillo. El costo del tratamiento por los 10 días clave es de 50 dólares. L0S pacientes aportan económicamente si pueden y lo desean. También tienen la oportunidad de retribuir al monasterio mediante la participación activa y benévola en las tareas cotidianas. La gratuidad se debe al hecho de que ningún paciente debe ser inhibido de solicitar ayuda por cuestiones económicas. Phra Chamroon precisa además que este trato fomenta en los pacientes un sentimiento de deuda hacia el monasterio que sólo puede ser pagada manteniéndose alejados de las drogas y fieles a su voto solemne. Phra Chamroon no sólo creó un tratamiento original y efectivo contra las adicciones, sino que también una nueva orden budista adaptada a los fines que perseguía y a su visión del budismo. Por tradición, los monjes budistas tb.eravada (literalmente: "camino de los mayores") se limitan al estudio y la meditación, rehusando comprometerse con problemas humanos individuales. Phra Chamroon cree, por el contrario, en la necesidad de un compromiso activo con el bienestar de los demás. En otras palabras, violó el Vinaya, un código de conducta para monjes budistas de más de 3.000 años de

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antigüedad. Este código prohíbe, por ejemplo, trabajos físicos fuertes mientras que en Tham Krabok los monjes mismos construyen los locales, cargan los costales de maíz, cultivan la tierra. Se atienden mujeres cuando tradicionalmente un monje no puede siquiera recibir una taza de té de las manos de una mujer. Las relaciones muy estrictas entre monjes y monjas en ámbitos tradicionales, por el. contrario, Son cordiales y naturales en Tharn Krabok. Sin embargo, la secta tudong estableció en Tham Krabok exigencias estrictas y claras para. con los monjes: no pueden tocar dinero para fines personales, no ingieren ninguna comida a partir del mediodía hasta la mañana siguiente, no pueden viajar con ningún medio de locomoción que no sean sus propios pies. Así, para recibir el premio Magsaysay de manos del embajador de Filipinas, Phra Chamroon fue caminando los 260 kilometros hasta Bangkok, ida y vuelta. Este chamán, que dedicó su vida a la curación de adicciones, es uno de los mayores ejemplos de uso benéfico que puede darse a los poderes chamánicos.

Mi chamán interior VIII: Dominio de los doseuerpos El ser humano posee un cuerpo "material" unido e interrelacionado a su energía espiritual. El chamán, en cambio, posee "dos" cuerpos. Las personas comunes, con su energía interna mal ubicada y desperdiciada, con su cuerpo fatlgado por el trabajo y sometido a una alimentación iun) rrecta, apenas pueden manejar un porcentaje minimo de las potencialidades de ese cuerpo. Y esto es ¡ISI ¡IIIII en el caso de los deportistas. Porque el buen aprove chamiento del cuerpo no está relacionado con entrenamiento deportivo: esto sólo sirve para rendir en un deporte. El chamán tiene "dos cuerpos" porque maneja el común a todos los seres humanos y el cuerpo complementario. Este "complementario" no es otro cuerpo diferente, sino que se refiere a las capacidades del cuerpo común que no se utilizan, que están anuladas. Así como la mayoría de las personas tiene su energía mal distribuida y por lo tanto no la aprovecha en todo su poder, lo mismo sucede con el cuerpo, cuyos movimientos están acotados a las funciones básicas para vivir en esta sociedad: caminar hacia adelante, correr, sentarse en una silla, acostarse y algunas pocas más. Supuestamente nadie necesita, por ejemplo, "caminar para atrás". Esa es la clase de movimientos que tenemos restringidos por nuestra mente (no por nuestro cuerpo, que puede hacer casi cualquier cosa que se le ordene si está adecuadamente entrenado). En realidad hay una razón muy profunda para que el chamán trabaje en el dominio de "sus dos cuerpos". Una persona común es probable que no se

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vea nunca en una situación en la cual su cuerpo deba responderle caminando hacia atrás, pero el chamán sí. El chamán trabaja con su energía, que ya hemos visto cómo concentrar y utilizar en varios ejercicios anteriores. Llega un punto en la práctica chamánica en que esa energía que el charnán convoca es tan potente que necesita que su cuerpo acompañe el uso de esa energía con movimientos que no son necesariamente los que hacemos todos los días. Y, como es de imaginar, en un momento así es imprescindible que el cuerpo esté preparado para responder. La cantidad de energía que puede llegar a estar manejándose y el destino que el chamán quiera darle a esa energía no pueden encontrarse con el obstáculo de que el cuerpo no sabe hacer cierto movimiento. El dominio del cuerpo "común" yel "complementario" no requiere mucha ejercitación física, porque las trabas que tiene nuestro cuerpo "común" no son físicas sino mentales. Por lo tanto, la tarea de acondicionamiento de nuestro cuerpo será más mental que física. El ejercicio es sumamente simple ... o por lo menos lo parece. Al empezar a practicarlo, el lector comprobará que algo que suena tan "simple" le traerá unas cuantas dificultades; la práctica hará que las supere. Empecemos por recordar la "respiración completa" explicada en el apartado "El canto interno del charnán": consiste en inspirar por la nariz, llenar el vientre, pasar el aire al costado izquierdo, luego al costado derecho, después repartir el aire en iguales proporciones entre los costados izquierdo y derecho, y desde allí expulsarlo con energía por la boca. Ahora pasemos a las diferentes fases del ejercicio. En la primera, el practicante debe pararse en medio de un cuarto cerrado, que no debe ser demasía-

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do amplio y debe estar nonnalmente amueblado; es decir: no debe uno molestarse en apartar muebles para hacer espacio. Aflojando los brazos al costado del cuerpo, se inicia el ciclo de la respiración completa. Tras tres o cuatro ciclos de respiración con los ojos cerrados, l" practicante empezará a caminar hacia atrás, dando UIl largo paso cada vez que exhala con fuerza d ,li.-l· pm la boca (como si ésta fuera su fuerza de propulsíon). Esta primera fase se realiza con lo:> ojos ce rrados porque así es más fácil que caminar hada atrás con los ojos abiertos. Se aconseja un lugar no muy amplio y amueblado porque los obstáculos que se ínter pongan en el camino no son ningún impedimento, sino que por el contrario funcionarán como con lenedores y ayuda en estos primeros pasos. y se utiliza como propulsión y regulador rítmico la exhalación, porque al principio es imprescindible que el practicante tenga algo con que guiarse y en lo que concentrarse, porque de 10 contrario el simple "caminar hacia atrás" sería absolutamente desestabilizador. Las siguientes fases del ejercicio consisten simplemente en repetirlo día a día abandonando cada vez alguna de las circunstancias que se usaron en la primera fase. Es decir: primero deben empezar a buscar ambientes más amplios y con menos obstáculos para realizar la caminata hacia atrás; luego lo harán con los ojos abiertos, pero aun concentrados en la respiración; sena ideal llegar a realizarlo en un amplio espacio exterior, como por ejemplo un parque; entonces, a medida que la caminata hacia atrás se hace más larga, se deja de lado la respiración completa hasta llegar a realizar el ejercicio con respiración libre, sin ninguna regul~\1idad. La práctica de ese ejercicio nos enseñará más de una cosa sorprendente. La primera es que al practicarlo por primera vez uno se asombrará de lo casi imposible que le resulta caminar hacia atrás con se-

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guridad y equilibrio. Se pueden dar uno o dos pasos, por supuesto cualquiera puede. Pero caminar hacia atrás libremente manejando el cuerpo con naturalidad es algo que nuestra mente no está preparada para realizar. A medida que se avance en la práctica del ejez--«, cicio, lo que el practicante notará es simplemente que \ va logrando caminar hacia atrás con libertad, equilibrio y comodidad. Pero lo que realmente estará logrando no es sólo una habilidad física (que en este sentido sería bastante inútil, por cierto), sino que estará desarmando mecanismos mentales que restringen movilidades e impulsos reflejos. De esta forma su mente dejará de interferir en los movimientos corporales, y el cuerpo empezará a manejarse por el reflejo de contacto entre su capacidad de movilidad y la energía que a través de él se pone en funcionamiento. Cuando con este ejerciciose desarmen esos mecanismos mentales que dificultanciertos movimientos de nuestro cuerpo, éste estará preparado no sólo para caminar hacia atrás sino para cualquier otro movimiento que el uso de la energía chamánica requiera. Como puede verse una vez más, la tarea del chamán no consiste tanto en hacer pases mágicos, sino en trabajar sobre sí mismo en cosas aparentemente tan simples como el arte de caminar hacia atrás. Pero la verdadera pregunta es: ¿hay algo que pueda llamarse "simple",hay alguna tarea que el chamán deba considerar que no está a su altura?Aquí tenemos otra enseñanza que nos deja el ejercicio:si el charnán piensa que hay alguna tarea o ejercicio que son demasiado tontos o simples para el nivel de manejo energético que él ha alcanzado, está cayendo en una actitud que para él es como un cáncer: la soberbia. Ahí entonces el chamán debería retirarse para repetir cientos de veces el mantra "Yono importo, yo soy lo más importante".

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Castaneda: una apnximación No hay dudas de que una de las perso nas que más y mejor contribuyó en la segunda mi tad de este siglo a la popularización de las tccnkas y la filosofía de los chamanes y su divulgación entre el público occidental fue el antropólogo y escritor Carlos Castaneda. A sus trabajos acerca del chamanismo de los antiguos mexicanos, brillantemente plasmados en una serie de libros de lectura imprescindible realizados con una maestría literaria envidiable, debemos la apertura al público de esta . temática. Si bien, como se dijo, su trabajo se centró en los chamanes del antiguo México (en realidad se centró casi exclusivamente en su maestro, el "nagual" o charnán don Juan Matus), sus libros fueron el punto de partida para que legiones de lectores ampliaran el campo de sus conocimientos acerca del chamanísmo buscando también en otras tradiciones aún más antiguas, como las provenientes de Asia. Aunque todo dato concreto sobre Carlos Castaneda es algo para tomar con pinzas porque él mismo se ocupó de jamás explayarse sobre su vida personal, se podría afirmar casi con seguridad que nació en Perú, en la ciudad andina de Cajamarca, hacia 1925. Su padre, César, era un orfebre-relojero. Dentro de los pocos datos ciertos acerca de su infancia, Castaneda dijo una vez, en uno de 105 poquísimos reportajes que concedió en su vida, que en su infancia vivió con su familia en la Argentina, en Buenos Aires. Al parecer, estudió en un colegio del cen11'0 de la ciudad, donde estuvo internado. No da la

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impresión de tener un recuerdo particularmente feliz de aquellos años, ya que era un niño "más ancho que alto", según su propia descripción, y sufrió en carne propia la discriminación de "esos argentinos tan altos y buenos mozos que siempre miré con envidia". En 1951 emigra a Los Angeles, California, donde cursa estudios de antropología en la UCLA.En 1968 obtiene el doctorado. Su tesis, publicada por la misma universidad, se tituló "En la escuela del brujo", y sería la base sobre la que redactaría el primero de sus muy famosos libros acerca de sus experiencias con don Juan Matus, un estrecho contacto que se extendió de 1960 hasta 1973 en forma directa, y muchos años más a través de otras formas de contacto más allá de lo físico. Una de las primeras cosas que don Juan Matus enseñó a Carlos Castaneda fue a asumir la responsabilidad de la muerte. Si no se acepta la mortalidad es imposible aprender a ver la realidad desde otra dimensión, sin fronteras entre el tiempo yel espacio. Treinta años estuvo Castaneda aprendiendo de su maestro, un indio yaqui del norte de México, preparándose para ver un más allá que está aquí mismo. Apenas tres años antes de su muerte, sin embargo, Castaneda no estaba seguro de haberlo conseguido. "Porque soy un atrasado mental, estoy seguro de que moriré 11 , declaró al diario Los Angeles Times en el año 1995, con ese extraño humor ácido acerca de sí mismo que también aprendió de don Juan. Carlos Castaneda murió a principios de 1998 en su casa de Westwood, un acomodado barrio de Los Angeles. Fue un cáncer de hígado lo que acabó con su vida el 27 de abril de ese año. Su cuerpo fue cremado y las cenizas se enviaron a México. No se sabe nada más.

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Ni siquiera ha podido aclararse si realmente había nacido en Cajamarca (Perú) la Navidad de 1925, como dicen sus papeles de inmigración, O en San Pablo (Brasil), seis años más tarde, según afirman varias biografías. Su muerte no ha despeja do las dudas sobre su pasado ni sobre la uuu-ntící dad de don Juan Matus, el brujo yaqui que sedujo a millones de estadounidenses en los anos 70 y 80, sobre todo hippies veteranos que buscaban nuevas respuestas a las preguntas de siempre, gente que anhelaba una nueva era, la "New Age". Muchos de ellos siguen siendo fieles discípulos convencidos de que la clave para la comprensión del mundo está, como decía el brujo yaqui, en saber ver y aprovechar la energía. "Somos un conglomerado de campos de energía", aseguraba Castaneda, aunque el noventa y ocho por ciento de esta energía la utilizamos en reafirmarnos y defender lo que creemos que somos o 10 que nos dicen que somos, en lugar de tratar de descubrir lo que "realmente" somos. "El mundo nos viene dado y lo aceptamos tal cual es. Don Juan cree que esto es un error porque hay numerosos condicionantes que nos impiden conectar con otras fuentes de conocimientos. Estas barreras se rompen cuando la persona, despojada del temor a la muerte y sin apego a las cosas materiales, repasa su vida en busca del vértice que la define". En la visión de Castaneda, la persona experimenta para aprender y en esta recapitulación de su existencia con ayuda muchas veces del peyote y otros alucinógenos- encuentra la energía necesaria para seguir buscando respuestas (más adelante hablaremos acerca de esta idea fundamental del chamanismo americano: la recapitulación). "El hombre es sublime por el mero hecho de ser hombre y tiene posibilidades ilimitadas. Para desarrollarlas, debe ser

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onscíente de todo lo que pasa y haber llegado a esta conciencia por medios propios. La persona que actúa así es un guerrero y como tal nunca será un perdedor aunque esté mordiendo el polvo." Don Juan Matus introdujo a su discípulo Carlos Castaneda al mundo cognitivo de los chamanes que vivieron en el México antiguo. Carlos Castaneda escribió extensamente acerca de su aprendizaje con don Juan, quien lo instruyó en "el camino del guerrero". Para don Juan, el guerrero era un ser que vivía su existencia explorando hasta el límite las infinitas posibilidades de la conciencia humana, esas posibilidades que no son aprovechadas; un ser que se embarca, llegado el momento, en un viaje definitivo de la conciencia, "cruzando a la libertad total". Don Juan describía así esta opción a su aprendiz: u •• .los guerreros pueden mantener su conciencia, la cual ordinariamente es abandonada al momento de morir. Al momento de cruzar al otro lado, el cuerpo en su totalidad se enciende con conocimiento. Cada célula se vuelve consciente, al mismo tiempo, de sí misma y también de la totalidad del cuerpo". Carlos Castaneda dejó el mundo de la misma forma en que su maestro don Juan Matus: con toda su conciencia. Carlos Castaneda trabajó incesantemente y con el máximo de los cuidados para hacer accesible el mundo cognitivo de los chamanes del México antiguo y el camino' del guerrero a cualquiera que estuviera interesado en aprender. Al dejar el mundo, como un guerrero solitario, en conciencia total, Carlos Castaneda nos legó una riqueza de conocimiento al alcance de cualquiera que desee aventurarse en los infinitos niveles de conciencia que son accesibles para los seres humanos. Y de acuerdo con don Juan, el viaje col

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míenza aquí, en el mundo que habitamos, un mun do "... tan rnísteríoso y rico a cual más. Todo lo que necesitamos para cosechar las maravillas de este mundo de todos los días es suficiente desapego". "Un guerrero debe amar este mundo", señaló don Juan, "para que este mundo que parece tan común se abra y nos muestre sus prodigios". Castaneda desarrolló extensamente este camino de sabiduría en una serie de libros, de los que por ahora hablaremos brevemente: Las enseñanzas de donjuan: en este pri mer libro, Carlos Castaneda hace un re('ut'lll() tll' sus primeras experiencias con don J ua n y l'on 1.11'> plantas de poder. .. En esos cuatro anos vi :IUWI' confronta su realidad como hombre formado en 1.1 cultura occidental, antropólogo e investigador, COl) un viejo brujo yaqui, el cual tiene fama de conocer el secreto de las plantas alucinógenas. Una realidad aparte: en estas nuevas conversaciones con su maestro, el brujo yaqui Juan Matus, Carlos Castaneda reanuda su pugna por asimilar el conocimiento arcaico que hace del mundo un lugar pletórico de maravillas y misterios, poblado por entidades extrañas -írnágenes arquetípicas, concretizaciones de energía telúrica-, y que permite al iniciado vivir una vida verdadera y ganar poder sobre las cosas. La batalla del aprendiz es doble, pues además de enfrentar peligros mortales en sus contactos con la otra realidad, debe vencerse a sí mismo y superar moldes de pensamiento inculcados desde la infancia. Pasado el estupor de la primeru inmersión en lo desconocido, narrada en Las ('1/S(, ñanzas de donjuan, este segundo aspecto de 1.1 lu cha crece en importancia; el relato se vuelve más personal, más inmediato, y se amplía también la visión del ámbito social en el que don Juan se mueve,

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Viaje a Ixtlán. Castaneda hace una recapitulación de lo ocurrido durante sus diez primeros años de aprendizaje con don Juan, remontándose al momento mismo de su primer encuentro, impulsado por un hecho portentoso que le sucedió al final de su segunda etapa de aprendizaje: aprende a "parar el mundo" (una técnica chamánica de altísima complejidad). Relatos de poder: es la obra en donde convergen las enseñanzas de lo que don Juan llama el "lado derecho" C'tonal", razón, mundo cotidiano) y el "lado izquierdo" ("nagual", voluntad, otra realidad, conciencia acrecentada). Al final de este libro, don Juan y don Genaro (otro chamán) se despiden de Carlos Castaneda. Ellos han cumplido su misión \ y su ciclo, dejan este mundo y dejan también a quienes deberán continuar con la tradición o el linaje, Don Juan le dice a Castaneda que de nuevo se convertirá en polvo del camino y que quizás en el futuro "entrará nuevamente en sus ojos". El segundo anillo de poder: el último encuentro de Carlos Castaneda con don Juan tuvo lugar en la cima de un cerro. Se encontraban también don Genaro y otros dos aprendices, Pablito y Néstoro Hacia su desenlace, Pablito y Carlos saltaron desde la cumbre de la montaña, lanzándose a un abismo. En este quinto libro, Carlos Castaneda regresa a México con la intención de ver a Pablito y Néstor y pedirles ayuda para resolver sus dudas y conflictos, puesto que aunque su razón se niega a aceptarlo, una parte de su ser tiene la convicción de que tal salto efectivamente se produjo, por inconcebible que parezca. Lo que se encuentra entonces es con un asalto final a su racionalidad, planificado por don Juan antes de su partida, junto con la revelación de los aspectos prácticos del "Arte de Ensoñar".

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El don del águila: las experiencias relatadas en esta obra son las peripecias ocasionadas por el encuentro con su grupo de aprendices chamánicoso Cuenta, además, cómo salvó las pruebas que su maestro le dejó, pero sobre todo, marca el inicio de una nueva forma de procesar el conoctmicnto recibido.

Elfuego interno: han pasado más de diez años recordando las enseñanzas del "lado izquierdo" junto con los "guerreros" de su grupo, y aquí ofrece a sus lectores un texto más claro sobre sus estados de conciencia acrecentada ("estados rnodifícados de conciencia"). El conocimiento silencioso: el conocimiento que don Juan le ha enseñado en sus dos partes ("tonal" y "nagual") ha quedado ensamblado. En la introducción de este libro, don Juan le dice que jamás estuvo aprendiendo brujería, sino simplemente ahorrando energía. Y es esta energía ahorrada la que le ha permitido a Castaneda manejar ciertos campos de energía que el hombre común no utiliza para percibir el mundo cotidiano. El arte de ensoñar: el nagual Carlos Castaneda narra la forma de desarrollar este arte que le fue trasmitido por su maestro y que él ha continuado desarrollando junto a su grupo y a sus nuevos discípulos. Este arte tiene que ver con el dominio del mundo de los sueños. Pases mágicos: La sabiduría práctica de los chamanes del antiguo México expresada en forma de sistema por Castaneda, como un camino hacia una nueva conciencia espiritual y una vida más plena. Mucho se ha escrito, antes y después de la aparición de Carlos Castaneda y sus narraciones como discípulo de don Juan, sobre el chamanismo. Pero quizá muchos seguidores de estas lecturas es-

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tarán de acuerdo en que Las enseñanzas de don Juan marcan un hito fundamental en la historia de la literatura chamánica. En sus obras podemos encontrar una doble estructura en cuanto a la concepción de cómo transmitir las enseñanzas. Hasta Relatos de poder, Castaneda refleja las enseñanzas que le trasmite don Juan de una forma física, presencial. Pero a partir de su quinta entrega, se encuentra solo, o mejor, acompañado de un grupo de aprendices también de don Juan y de don Genaro (el benefactor o, por así decirlo, co-maestro de Carlos Castaneda) que esperan que el autor se convierta en el nuevo nagual del nuevo grupo de brujos toltecas que ha de formarse. Castaneda comienza en este quinto libro, El segundo anillo de poder, su aprendizaje a través del recuerdo. Por último, en su noveno libro, El arte de ensoñar, Castaneda comienza una nueva senda transmitiendo las enseñanzas no ya como discípulo, sino como maestro, como el nagual don Carlos. Lo mismo sucede en Pases mágicos, su última obra. Carlos Castaneda nos enseña que evolucionar es patrimonio de la humanidad, que todo ser vivo evoluciona, y que en todas las culturas existen caminos espirituales, que todos son válidos y que todos al final reflejan una misma verdad.

Tensegridad, reencarnación ~ recapitulación Por primera vez Carlos Casl:lIH'cLIdc·vl·1a a sus lectores una faceta clave de las ('I) l·I\'III/.,I...de' don Juan: los pases mágicos. Los p.l l·S 11l:t~itIlS constituyen un sistema de mOVitllll'nlos n>t pCll.dni descubiertos por los chamancs clcl Ml'X j('o ,1 nt ig\lo en sus prácticas de ensueño. En Sil v(..·lsi(ltl 11I()(k-t , na, pueden ser practicados por lOdos l();-iIIlIt'II'S,1 dos en retornar a su origen mágico. Hace treinta años un joven antropOLogo llamado Carlos Castaneda sacudió al mundo con su sorprendente relato acerca de la "realidad no-ordinaria" de don Juan Matus, un indio charnán yaqui. La sabiduría Y perspicacia relatadas en este clásico best-seller Las enseñanzas de don Juan se convirtieron en el heraldo de una nueva exploración de la conciencia. Desde entonces Castaneda escribió otros nueve libros, los cuales jamás han dejado reimprimirse Y han sido traducidos a más de diecisiete idiomas. . Después de poner en práctica la sabiduría que don Juan le transmitió, Carlos Castaneda enseña a través de pases mágicos la forma más fácil y directa para incursionar en el misterioso Y fascinante mundo de la conciencia chamánica. Los movimientos descritos en este extraordinario sistema mantienen un estricto orden, acorde con el conocimiento tic los eha manes del México antiguo. Permiten además a aque 110s que los practiquen alcanzar estadOS óptimos de vitalidad, así como la oportunidad de expandir su campo de percepción.

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Este antiguo conocimiento, guardado celosamente en secreto por veintisiete generaciones de chamanes, pertenecientes al linaje de don Juan Matus, es de pronto accesible para millones de personas a través de las técnicas de la tensegridad, que no es otra cosa que la versión moderna de estos movimientos llamados "pases mágicos" desarrollados por chamanes indios que vivieron en México en "tiempos previos a la conquista española", de acuerdo con don Juan, de 7.000 a 10.000 años atrás. Don Juan les explicó a sus cuatro discípulos que esos chamanes o "brujos" -como él los llamaba- descubrieron, a través de prácticas que él no podía discernir, que los seres humanos son capaces de percibir energía directamente tal como fluye en el universo. En otras palabras, de acuerdo con don Juan, esos chamanes aseguraban que cualquiera de nosotros puede interrumpir, por un momento, nuestro sistema de interpretación, que convierte el flujo de energía en datos sensorios propios de la clase de organismos que somos (en nuestro caso, mamíferos). Esos chamanes aseguraban que convertir el flujo de energía en datos sensorios crea un sistema de interpretación que convierte la energía que fluye en el universo en el mundo cotidiano que conocemos. Don Juan continuó aclarando a sus discípulos que una vez que esos antiguos chamanes establecieron la validez de la percepción directa de energía, a la que llamaron "ver", procedieron a refinarla aplicándosela a sí mismos. Esto es, se percibían los unos a los otros a voluntad, como un conglomerado de campos energéticos. Al percibirse de esta manera, los seres humanos se asemejan a unas giRantescas esferas luminosas del tamaño de los br;1ZOS extendidos, a los lados y hacia arriba.

Cuando se perdbe a los seres humanos como un conglomerado de campos energéticos, se puede también percibir un punto de intensa luminosidad localizado a la altura de los omóplatos, más o menos a un metro de distancia detrás de ellos, Los videntes del México antiguo que desclIhril'1()1\l'sll' punto luminoso concluyeron que es ,lllí donde se efectúa la percepción; debido a esto, lo llsuu.u on lid punto de encaje". Ayudados por su capacidad de ver, se dieron cuenta de que en este punto luminoso, ubicado en el mismo sitio en la humanidad en. tera, convergen cantidades astronómicas de fílamen, tos luminosos, que son los campos energéticos que constituyen el universo entero. Al convergir en este punto, se convierten en datos sensorios utilizables para los seres humanos como organismos. Utilizar energía convertida en datos sensorios era considerado por aquellos chamanes como un acto mágico: energía en general transformada por el punto de encaje en un mundo verdadero e inclusive en el que los seres humanos, como organismos, pueden vivir y morir. Aquellos chamanes atribuían el acto de convertir el flujo de energía pura en un mundo perceptible a un sistema de interpretación. Su avasalladora conclusión -avasalladora para ellos, por supuesto, Y quizá para todos aquellos que tengan suficiente energía como para prestar atención- fue que el punto de encaje no es sólo el lugar donde se realiza la percepción al convertir el flujo de energía pura en datos sensorios, sino que también es el lugar donde se realiza la interpretación de datos sensorios. Su siguiente avasalladora observación fue que el punto de encaje se desplaza de su posición habitual, de una manera muy natural, durante el sueño. Descubrieron que cuanto mayor es este desplazamiento, más extraños son los' sueños que

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10 acompañan. Aquellos chamanes pasaron de estas observaciones de vidente a la acción pragmática del desplazamiento voluntario del punto de encaje. Al resultado de estas acciones prácticas lo llamaron "el arte de ensoñar". Definieron el arte de ensoñar como la utilización práctica de los sueños ordinarios para crear una entrada a otros mundos, por medio del desplazamiento voluntario del punto de encaje y el acto de mantenerlo fijo en la nueva posición, también a través de un acto voluntario. Las observaciones de aquellos chamanes, al practicar el arte de ensoñar, eran una mezcla de raciocinio y ver energía directamente tal como fluye en el universo. Se dieron cuenta de que en su posición habitual, el punto de encaje es el lugar donde converge cierta minúscula porción de los campos energéticos que forman el universo. Sin embargo, si el punto de encaje cambia de posición, dentro de la esfera luminosa, otra porción mínima de campos energéticos converge en él. El resultado es un nuevo flujo de datos sensorios: campos de energía diferentes de los habituales se convierten en datos sensorios, y estos diferentes campos energéticos son interpretados como un mundo diferente. El arte de ensoñar se convirtió en la prácOca más absorbente para aquellos chamanes. En el curso de esta práctica, experimentaban estados de bienestar físico sin igual. Al tratar de duplicar estos estados en sus horas de vigilia, descubrieron que podían repetirlos si realizaban ciertos movimientos corporales. Sus esfuerzos culminaron con el descubrimiento y desarrollo de un gran número de movimientos, a los que llamaron "pases mágicos". Los pases mágicos de aquellos brujos del Mcxico antiguo se convirtieron en su posesión más

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preciada. Los rodearon de mitos y misterio, Y los transmitían únicamente a sus iniciados, en ceremOnías rituales Y secretas. Esta fue la manera en que don Juan Matus se los transmitió a sus cuatro disCI pulos, quienes, al ser los últimos eslabones de SIl 1I naje, llegaron a la unánime conclusión de 11lit- .1 quienes lo buscan. Por lo tanto, (,lcddklc III Il'.'.( .11.11 los pases mágicos de su estado M'(lc.'IO y ¡jIU;Il. Crearon así la tensegridad, término que pl'ltl'nl·ct.' .1 la arquitectura, Y que significa "1;1 »mpkd;td dl' ;11"' mazones que emplean miembros i(lJ\ ('ollli nua y miembros de compresión discol\litlll
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La recapitulación, como procedimiento formal, era llevada a cabo en tiempos remotos por cada practicante al recordar a cada persona que había conocido y cada experiencia que había tenido. Don Juan sugirió que en el caso de Castaneda, que es el caso general del hombre moderno, éste escribiera una lista de todas las personas que había conocido en su vida, a manera de recurso mnemotécnico. Una vez que terminó de hacer esa lista, don Juan le indicó cómo usarla. Debía tomar la primera persona de la lista y retroceder en el tiempo, del presente hacia el pasado, hasta llegar a su primera experiencia en la vida, y recrear en la memoria la última interacción con esa primera persona de la lista. Este acto es denominado "preparar el evento a recapitular". Es necesario recordar detalladamente cada minucia, ya que es el medio más adecuado de agudizar la capacidad de recordar. Este acto implica obtener todos los detalles físicos, como las características del lugar en donde sucedió el evento a recordar. Una vez que se preparó el evento, uno debe entrar en el sitio como si realmente lo estuviera haciendo, prestando atención especial a cualquier configuración física relevante. Por ejemplo, si la Interacción ocurrió en una oficina, se debe recorclar el piso, las puertas, las paredes, los cuadros, las ventanas, los escritorios, los objetos encima de los escritorios, todo lo que pueda haber sido visto y luego olvidado. Ahora bien: la "recapitulación" como un procedimiento formal debe iniciarse con el recuento de los eventos que acaban de suceder. De esta forma, la primacía de la experiencia tiene la prioridad. Aj~o que acaba de suceder es algo que se ¡Hll:(k . recordar con gran exactitud. Los brujos

cuentan con el hecho de que los seres humanos son capaces de almacenar información detallada de la que no se es consciente. Actualmente, en la práctica de la reca pi tulación de eventos es necesario respirar profund-t mente, moviendo la cabeza lenta y suavcnH'lltl' de un lado a otro, empezando ya sea por la dVll'l h.l n la izquierda. Este movimiento de la calla.' Il·:tli za tantas veces como sea necesario nlll'nlla:-; sv re cuerdan todos los detalles accesibles. Don Juan comentó que los brujos definen esto l'OlDO el acto de inhalar todos los sentimientos que se vivlel'On en el . evento que se está reviviendo, Y de exhular lodos los estados de ánimo no deseados Y los sentlmlentos ajenos que se quedaron en nosotros. La lista de nombres dentro de la recapitulación se usa como un recurso mnemotécnico que impulsa a la memoria en un viaje inconcebible. La postura de los chamanes a este respecto es que al recordar los eventos que recientemente han tenido lugar se prepara el terreno para recordar eventos más distantes en el tiempo con la misma claridad e inmediatez. Recordar experiencias de esta manera es revividas, extrayendo de estos recuerdos un ímpetu extraordinario capaz de recuperar la energía que se ha dispersado de nuestros centros !l('

vitales y regresada a ellos. En un nivel más mundano, la recapitulación otorga a los practicantes la capacidad de examinar la repetición en sus vidas. La recapitulación los puede convencer de que todos nosotros estamos a merced de fuerzas que no tienen sentido, aunque a primera vista parezcan perfectamente razonables. Dice Castaneda: "Don Juan me aseguró que si cualquier cambio en la conducta ha de realizarse, tiene que ser a través de la recapitulación,

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ya que éste es el único vehículo que puede acrecentar la conciencia al liberarla de las calladas exigencias de la socialización, que son tan automáticas, tan dadas por sentado que ni siquiera' se notan bajo circunstancias tflormales, ni mucho menos se las examina. Don Juan me aseguró que lo que los brujos del México antiguo buscaban ávidamente en la recapitulación era la memoria de la interacción, ya que en la interacción yacen los profundos efectos de la socialización, la cual se esforzaban por superar por todos los medios posibles". Estos procedimientos que según Castaneda provienen de un saber chamánico muy antiguo están mucho más extensamente explicados en sus propios libros. En relación con la "recapitulación" y el trabajo sobre la memoria, surge casi naturalmente el tema de la reencarnación. ¿Hasta dónde puede uno retroceder con la recapitulación? ¿A su más remota infancia, o quizás aún más atrás en el tiempo, hasta otras vidas? ¿Qué idea de la reencarnación tenían estos chamanes del antiguo México? Castaneda se refirió a ese tema en una reunión privada allá por septiembre de 1982, en la que participaban algunos de los personajes más cercanos al círculo del nagual Carlos, como Nury y el difu nto Andrés Segura. El comentario de Castaneda respecto de la reencarnación fue el siguiente: "... don Juan decía que la reencarnación es una idea de viejas histéricas que siempre pretenden ser la reencarnación de Cleopatra, de Juana de Arco o cualquier heroína importante ... pero, ¿se fijaron que ninguna se acepta como la reencarnación de una prostituta que murió sifilítica? ..". A raíz de este comcnrario, puede verse también cómo Castaneda ha111,1 uprcndído el sentido del humor de su maestro

don Juan para aplicarlo a sus enseñanzas. Pero regresando al tema de la reencarnación, Castaneda comunicó también en aquella ocasión que en cada uno de nosotros están grabadas las impresiones Y la memoria completa de nuestros padres hasta el 1110 mento de nuestra concepción. y también la memo ria de todos nuestros antepasados. Esta memoria es recuperable y es trabajo de un guerrero "recapitular" no solamente nuestras vidas sino la de nuestros pa dres y antepasados, hasta encontrar al "peor" , de nuestros ancestros y "recapitulado" completamcnll' Como detalle curioso, Carlos Castane{\:1 c()nl() quv él había tenido que llegar a recarinllm ~IlID .IIlIl'I"I sado "horrendo"

que había sido un pinlla ncgl'l!ro,

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Los pases máqicos ~ sus dispositivos Castaneda ha revelado que los eh amanes del antiguo México utilizaban diversos objetos y dispositivos en la práctica de sus pases mágicos. Eran objetos rituales con valor simbólico y cargas energéticas determinadas, y además cumplían funcio~es prácticas de apoyo físico de los pases mágicos. Estos objetos y dispositivos pasaron a la práctica moderna con el nombre de "herramientas de la tensegridad" . Los chamanes utilizaban piedras o trozos de madera o incluso de metal para ponérselos en la región abdominal como una ayuda para el logro del "silencio interior". Don Juan Matus sostenía que exístíán tres áreas del cuerpo en las cuales estos objetos podían ser puestos mientras uno está acostado sobre su espalda: encima del ombligo; un poco abajo del ombligo, en el área de la vejiga o el útero; y un poco arriba del ombligo, en el área del plexo solar. Don Juan hizo que sus discípulos empezaran con la piedra encima del ombligo. El problema al utilizar piedras u otros objetos es que éstos deben ser calentados o enfriados para aproximarse a la temperatura del cuerpo. Además, estos objetos son rígidos, se resbalan y se desplazan de su posición original. Los practicantes de la moderna tensegridad disponen de objetos mucho más prácticos y, digamos, "hechos a medida", como por ejemplo un pisapapeles, que se ha convertido en el dispositivo "de moda" entre estos practicantes. Ellos consideran que el pisapapeles es el objeto idealpara el 10-

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gro del silencio interior. Es 10 suficientemente flexí-: ble para adaptarse a los contornOS del cuerpo. Su cubierta de piel hace que sea posible aplicarse dírectamente al cuerpo sin la necesidad de calentarlo o enfriarlo. Pero su característica más importanll' l'~ su peso; es suficientemente liviano para <¡lIl' IH) cause ningún malestar, y a la vez es lo I1l1tkknlt· mente pesado para crear la presi6n IIllltmllll' IB'(I:'saria para concentrar la atención del (\ H' IPI) id pun to en donde se ha aplicado, Don Juan Matus anima qUl' 111\ pe,..," de este tipo aplicado en cualquiera de Lts t fl.'S :lIl';IS mencionadas anteriormente une la lolalid;td dl' los campos de energía de la persona, sit!ndo éSle l'I prtmer paso hacia el silencio interior, según lo concebía este chamán. Hay dos pases mágicos que se utilizan en conjunción con el pisapapeles. El primero se llama "los cinco puntos de silencio alrededor del pecho". Consiste en poner el dedo meñique de las dos manos en la orilla inferior de la caja torácica, como a CÜ1CO centímetros del esternón, Y extender los pulgares lo más alto posible en el pecho. Entonces hay que dejar que los tres dedos restantes de cada mano se posicionen separadamente en el espacio en. tre el dedo meñique y el pulgar. Una presión vibratoria es ejercida por los cinco dedos de cada mano. El segundo pase mágico se denomina "presionando el punto medio entre las costillas y las caderas". El dedo meñique y el anular de cada mano se apoyan en la parte superior de las caderas, mientras que los pulgares se apoyan en ias costillas de la parte inferior de la caja torácica en cada lado, El índice y el dedo medio automáticamente presionan los puntos medios entre las caderas y las costillas. Se aplica una leve presión en estos puntos,

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Estos dos ejercicios son ejecutados mientras se está acostado de espaldas y con el pisapapeles en el ombligo, o en alguno de los otros dos puntos, si es que es más confortable. También es muy conocido entre los seguidores de estas técnicas chamánícas un "dispositivo para intensificar los centros de la conciencia". Los chamanes del México antiguo que descubrieron los pases mágicos en los que se basa la moderna tensegridad pusieron especial énfasis en algo que llamaban "la energía de los tendones". Sostenían que una energía vital se mueve a lo largo del cuerpo por una vía exclusiva formada por los tendones. . Aquellos charnanes solían buscar un par de guijarros redondos o semillas .secas redondas, que usaban como dispositivos para ejercer presión y hacer vibrar ciertos puntos del cuerpo, a fin de incrementar la conciencia al manipular el flujo de energía en el cuerpo; esta energía, según ellos, se estancaba periódicamente a lo largo del recorrido de los tendones. Sin embargo, los guijarros redondos que los practicantes del chamanismo normalmente usaban eran demasiado duros y las semillas, demasiado frágiles. El dispositivo actual, que consiste en dos objetos redondos del mismo tamaño que los usados por los chamanes del México antiguo, es considerado por los practicantes de la tensegridad como lo mejor para acrecentar los centros de conciencia. Las pequeñas pelotas están hechas de una mezcla de teflón reforzado por un compuesto cerámico. Esta mezcla otorga a las pelotas un peso, una dureza y una suavidad totalmente congruentes con, (.,1 propósito de los pases mágicos. Los practicantes del chamanismo usaban

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los dispositivos para acrecentar los centros de conciencia de dos maneras. Una consistía en crear un efecto vibratorio sobre los centros específicos de los tendones, y la otra en ejercer presión sobre esos mismos centros. Los chamanes del México ant iguCl consideraban al efecto vibratorio como l'! .IW'lIt(· que aflojaba la energía estancada. Sosrcnl.ru
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Michamán interior IX: Las dos danzas sincréticas Si cada uno de los ejercicios se ha practicado con cierta frecuencia y por lo tanto el practicante ha adquirido fluidez y control en el manejo de su energía, estamos en condiciones de pasar a la práctica de las dos danzas sincréticas chamánicaso Se denominan "sincrétícas" porque su función es unir diferentes flujos energéticos en un trance de éxtasis que reciclará y reforzará la energía del chamán. y son dos porque una es individual y la otra en pareja. La individual comienza con el practicante relajado, de pie, con los ojos cerrados, practicando la respiración libre, con la mano derecha apoyada muy abiertamente en el pectoral izquierdo, como abrazando el corazón. Hay que concentrarse en el latido del corazón durante no menos de tres minutos, sintiendo mediante una visualización que ese latido es un tambor que suena rítmicamente. Después del corazón pasa a través de la palma de la mano a la muñeca, a la zona donde habitualmente se toma el pulso. Una vez que mediante la visualización hemos "fijado" el tambor allí, podemos seguir el curso del sonido de tambor. Visualizaremos que va ascendiendo a través de las venas del brazo, pasa por el hombro, entra por la carótida y llega al centro exacto de nuestro cerebro, que ahora es visualizado como un músculo que late, como el corazón mismo. Esto que hemos hecho se denomina "uunsferencia chamánica". Ahora nuestro corazón

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es un tambor latiendo en medio de nuestra cabeza. Desde allí marcará el ritmo de nuestra danza. Siguiendo el latido localizado por transferencia en nuestro cerebro, soltamos los brazos a ~1l11 bos lados del cuerpo. Luego se apoyan suavcmvruc las palmas en los muslos, y comienzan a dl'sliz;IIS~' desde allí hacia la cadera, ida y vuelta nuu« ,1111\'11 te. Momentos después, se agrega un h;d,11I1 l'l) dt' 1.1 pelvis hacia adelante y hacia atrás. Estos dos moví mientas combinados se prolongan pOI lIllOS instan tes, y luego ya se puede empezar .1 despegar los pies del suelo. Sin interrumpir los otros movlmlcn tos, que son más bien mecánicos, los pies pueden empezar a moverse libremente, dando pasos bada atrás o a los costados, levantándose, marcando semicírculos imaginarios en el suelo, etcétera. La libertad de estos movimientos dependerá del grado de concentración del practicante. A la vez, el practicante tomará esos movimientos de sus pies como los reguladores de su respiración (así como hemos hecho en otros ejercicios), haciendo entrar y salir el aire. de su cuerpo según se mueven sus pies por el piso. Enseguida, como ya se sabe, comenzará a surgir de esa respiración una melodía chamánica, para la que en este caso no hay que utilizar una letra en especial, sino dejar fluir lo que nuestra garganta quiera producir (en especial, se oirán vocales). La prolongación de esta danza irá sumiendo al practicante en un trance extático profundo; es probable que llegue a perderse en algún momento la conciencia del entorno. Durante este trance, en el que sólo existe el tambor que marca y la "'libertad del movimiento y el canto, la cnergia de los chakras queda liberada de toda presión porque el practicante "no está allí", está en trance extático. Esa descompresión que se produce en el cuerpo permi-

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te a la energía extenderse por todos los rincones del cuerpo, en lo que se denomina "acomodamiento endo-epicorporal''. Durante esta instancia la energía sale de los chakras y se distribuye casi a flor de piel. En ese momento, todo el cuerpo externo del chamán es como una enorme pila energética, cuyo calor potencia el trance extático de la danza. Como ya se dijo, presuponemos que el practicante ya tiene suficiente entrenamiento en los ejercicios explicados anteriormente. Si esto es así, el propio practicante será quien maneje los tiempos de este trance extático (por supuesto, sin necesidad de desconcentrarse para pensar en cuánto tiempo lleva o cuándo lo interrumpirá). Cuando la energía interna haya completado todo el ciclo del acomodamiento endo-epicorporal, en el cuerpo externo del chamán se notará un descenso de la temperatura, que contrastará con la vertiginosidad alcanzada por la danza en ese momento. Esto será como un aviso automático que "desconectará" el tambor-base, y la danza se irá deteniendo lenta y naturalmente hasta que el practicante quede de nuevo parado, en total relajación, con los ojos cerrados. Esta danza debe ser practicada no menos de una vez cada diez días, siendo 10 ideal la frecuencia semanal. Se trata de una suerte de "servíce" que el chamán le hace a su energía. La versión para realizar en pareja es muy similar. La función es igual a la de la danza individual, con el agregado de que en este caso" claramente, hay un flujo sexual energético que potencia el "acomodamiento endo-epicorporal". También comienza con la visualización, pero en este caso cada miembro apoya su mano derecha en el corazón del otro y transfiere los latido/-.del otro al pulso propio, generando una comu-

nión y conexión profundísima entre ambos participantes. Luego se realiza el proceso de "transferencia chamánica", y cuando ambos han "ubicado" el latido del corazón en el centro de la cabeza comienzan con los movimientos. Estos movimi<.'nlos son similares a la danza individual, sólo quv \'1\ vs te caso las manos de uno se apoyan en los JllIl/-.los del otro y allí efectúan los movimienlos Luego l.1 da uno hace el movimiento pélvico y ,-1 dcscnlo al mismo tiempo que el otro, tocándose ..imhas pelvis cuando se mueven hacia delante. La profunda conexión alcanzada por .un bos practicantes hará que simultáneamenle comk:n cen con el movimiento de los pies, que se rige por los mismos principios que en la danza individual. Enseguida surgirán ambas melodías chamánicas, que al unirse en el aire generarán armonías inefables, que convierten esta experiencia en algo único e irrepetible para ambos practicantes. Cuando ya ambos están en el trance extático, la danza en pareja sigue hasta cumplir los mismos pasos que la danza i~dividual. Terminado el ciclo, los practicantes permanecen un tiempo con los ojos cerrados en completa relajación. Si 10 desean, pueden tomarse de las manos para compartir simbólicamente este momento de profundidad Y plenitud en el que el chamán ha reciclado su energía interna.

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H~toriasde chamanes: Castaneda en persona Por haber sido uno de los maestros más importantes y el más famoso de los propagadores del chamanismo, y en especial por haber sido un hombre de cuya vida personal prácticamente no se sabe nada, resulta de especial interés asomarse a los aspectos cotidianos del viaje hacia el conocimiento que hizo Carlos Castaneda. Es importante conocer los sucesos prácticos con los que debió enfrentarse día a día y que no están explicitados en sus libros, ya que se centran más en la actividad chamánlca y omiten todo un costado personal muy rico en anécdotas y experiencias. Carlos Castaneda era más bien de baja estatura, de piel oscura y pelo cano, pupilas oscuras en perpetua actividad y una voz con mil modulaciones, capaz de todas las imitaciones. Podía hablar durante horas desplegando una mezcla de humor y filosofía, de bromas y profundidad. En sus últimos años le gustaba estar en compañía de sus "compañeras de ruta": Talia Bey, presidente de Clcargrcen, la empresa que se encarga de todas las iniciativas que conciernen a su obra, y Florinda Donner, una de las tres antropólogas (junto a Taysha Abelar y Carol Tiggs) con las que compartió las experiencias vividas entre los chamanes mexicanos. Mientrasbuscaba una manera de huir de la América opulenta, la cultura alternativa nacida de las cenizas de la protesta de los años 60 se estremeció con sus relatos. En 1973, Time le dedicó la portada. Custanedase convirtió en una celebridad. La gloria le

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duró hasta mediados de la década cuando una campaña de difamación10 rotuló de farsante. Algunos, como el gran escritor Octavio Paz, lo defendieron. Pero de sus libros se vendieron millones de ejemplares. Transmitían un conocimiento que desafiaba las leyes empíricas y racionales. Su indio yaqui, donjuan Matus, con el que colncidio por l.l sualidad un día al comienzo de los anos 60 en una parada de autobús, le impartió sus enseñanzas durante trece años, primero con la ayuda de sustancias alucinógenas, después con gestos simples que lo transportaban a niveles de realidad que se convirtieron en meta para aquellos que cultivaban los estados alterados de la conciencia. Las críticas de los académicos no menguaron la circulación de sus libros, pero hicieron que él saliera de la exposición pública, convirtiéndose en un personaje misterioso del que no había ni siquiera fotografías. Muy poco se sabe de estos años de "desaparición", casi nada de su vida cotidiana y sus experiencias. y en esas experiencias cotidianas y desconocidas para el público hay tanta enseñanza como en sus libros. Castaneda comenzó su contacto con don Juan alrededor de 1960,en un viaje al suroeste de California, mientras era estudiante de antropología de la Universidad de Los Angeles, para recabar información sobre las plantas medicinales utilizadas por los indios de esa zona. Entonces, durante una inolvidable jornada en la estación de autobuses de Greyhound, un amigo que había sido su guía y ayudante en esa investigación le presentó a un indio vlc]o, de cabello blanco, que aparentemente sabía mucho de plantas. Carlos Castaneda acababa de conocer a Juan Matus, quien cambiaría su vida para siempre. Los primeros tiempos de su aprendizaje

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están retratados en los primeros seis o siete volúmenes de su obra escrita. Pero en la década del 70 Castaneda, que se hizo mundialmente célebre por esos libros, desapareció del mundo. Todo alrededor de él era misterio; ni siquiera se conocía una foto del adorado y oculto escritor que tanto tenía para revelar al mundo espiritual de sus contemporáneos. Una larga conversación con Carlos Castaneda a principios de los años 80, una de las poquísimas que él autorizó a salir a la luz en aquella época, revela detalles de su vida diaria y de tareas que debió cumplir en su proceso de aprendizaje. Pero se trata de tareas alejadas de lo mágico y lo maravilloso. Más bien se refieren a un largo período de purificación mediante pruebas de resistencia física, como son habituales en otros procesos de iniciación religiosa o espiritual. Por ejemplo, Castaneda contó un episodio muy cotidiano que muestra cuántos costados tenían las enseñanzas de don Juan. Este episodio tiene que ver con algo que para don Juan era fundamental: desbaratar el ciclo de las rutinas que los hombres repiten y de las cuales están presos. En este caso, se trataba del hábito de fumar, del que Castaneda de joven estaba saturado: fumaba unos 35 a 40 cigarrillos por día. En la época en que conté el episodio que más abajo se relata, Castaneda había dejado de usar camisas o remeras con bolsillos. "Eliminé los bolsillos hace 15 años, para quitarle al cuerpo la posibilidad de sentir algo (los cigarrillos) en el lado izquierdo y que este algo le recordara el hábito. Al eliminar el bolsillo, eliminé el hábito físico de llevar la mano hacia allí." Pero no fue tan simple la forma en que don Juan lo curó de la rutina del cigarrillo. . Una vez, don Juan le dijo a Castaneda que iban a ir a pasar unos días en los cerros de Chihua-

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hua. Le recordó expresamente que no se olvidara de trar sus cigarrillos. También le recomendó que llevara provisiones para fumar unos dos paquetes diarios, no más que eso. Castaneda compró entonces los cigarrillos, pero en lugar de 20 paquetes compró -10. Los empaquetó cuidadosamente en papel d(.' aluminio para protegerlos de las contingencias del tk-mpo. Así equipado y con su mochila ,l cuestas, empezó a seguir a don Juan por los cerros. "¡Ahí andaba yo, encendiendo cigarrillo iras cigarrillo, y tratando de recuperar el aliento!" Con el enorme vigor que lo caracterizaba, don Juan se lo pasaba esperándolo con paciencia mientras lo observaba fumar y agitarse por los cerros. Llegaron por fin a una alta meseta rodeada de empinadas laderas. Allí don Juan invitó a Castaneda a que intentara volver o bajar. "Por mucho tiempo probé por un lado y otro hasta que finalmente tuve que desistir del intento: no iba a poder." Don Juan lo había traído por caminos invisibles, que sólo con Iarguísimos años de conocimiento podían seguirse. Castaneda estaba atrapado. "Seguimos así por varios días, hasta que una mañana me despierto y lo primero que hago es buscar mis cigarrillos. ¿Dónde están mis divinos paquetes? Busco y busco y no los encuentro. Cuando don Juan se despierta, le explico lo que me ocurre y él dice: 'No te preocupes. Seguramente vino un coyote y se los llevó, pero no pueden estar muy lejos ... ¡Aquí! ¡Mira, rastros del coyote!" Don Juan lo tuvo el resto del día rastrean do)as huellas del coyote en busca de los paquetes. Después de buscar y buscar, don Juan le seguía diciendo que no debía preocuparse, porque "ahí nomás, tras la loma, hay un pueblo, y alli puedes comprar todos los cigarrillos que quieras". Otra vez ern-

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pezaron a buscar y buscar... sólo que esta vez buscaban el pueblo. ¿Dónde estaba el pueblo? Ni señales de él. "En eso estábamos cuando don Juan se sentó en el suelo y haciéndose el pobre viejito empezó a quejarse: 'Esta vez sí que estoy perdido ... Ya estoy viejo... No puedo más...', mientras hacía grandes aspavientos y se agarraba la cabeza", contó Castaneda imitando la voz y los movimientos del viejo chamán. Con tanto andar, finalmente habían pasado más de doce días. Dice Castaneda: "¡Yani ganas de fumar me quedaban!". Ni, por supuesto, volvió a sentirlas nunca. Todo 10 que quería en aquel momento era regresar a algo parecido a la civilización; incluso, no estaba seguro de que el viejo indio le estuviese tomando el pelo cuando decía estar perdido: más de una vez pensó que después de todo quizá sí 10 estaban. Por supuesto, llegado el momento don Juan supo perfectamente cómo volver, y bajaron derechito al pueblo en unas horas. "La diferencia fue que. entonces yo ya no tenía necesidad de comprar cigarrillos. De este episodio", agregó nostálgico, "han pasado ya muchos años ...". Como puede verse, la relación personal de Castaneda con don Juan tenía también este tipo de costados en los que no había nada de mágico y profundo, al menos a la vista, porque en realidad estas experiencias simples y cotidianas moldearon <:1alma de Castaneda en igual medida que las experiencias trascendentes y maravillosas. Recordando con nostalgia a su maestro, Castaneda dijo entonces: "El nagual Juan Matus era un hombre libre. El era libre cumpliendo su destino. ¿Me comprenden ustedes, entienden lo que quiero decir? Yo no tengo más libertad que la de ser 'impecable', porque sólo si soy 'impecable' c.unbío mi destino".

Volviendo a la parte desconocida de la asombrosa vida del nagual Carlos, quizá poca gen- " te conoce detalles de los años en que vivió como el más pobre de los pobres, como el más marginal
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gura de que por esa zona terminaría encontrando al misterioso maestro ... y no sabía qué acertada estaba. Aunque por exigencias de la tarea que se había impuesto no podía decirle a Terry quién era realmente, "joe Córdoba" y señora ayudaron mucho a la muchacha durante los meses que pasó con ellos. Un día Terry entró muy excitada desde la calle, realmente fuera de sí de tanta conmoción, gritando que acababa de ver a Castaneda en un Cadillac estacionado frente a la cafetería. "¡Está allí, en ese auto, escribiendo!" "Ioe" le preguntó por qué estaba tan convencida de que se trataba de Castaneda, de cuyo aspecto ni siquiera estaba segura. "¡Que sí, que es él, está en el Cadillac!", gritaba Terry. ''loe'' le sugirió que simplemente se acercara y se 10 preguntara. Terry no se animaba a hablarle él quien creía su ídolo y maestro porque decía que estaba muy fea y desarreglada. "]oe" la animó diciéndole que estaba preciosa, y que se sacara la duda. Al final Terry fue, pero enseguida volvió hecha un mar de lágrimas. Parece que el hombre del Cadillac ni siquiera la miró, y la echó diciéndole que no 10 molestara. "Se imaginan que traté de consolarla", contó Castaneda, "y me dio tanta pena verla así que estuve a punto de decirle quién era yo. La Gorda me salvó". Castaneda tenía órdenes de ser "JOl' Córdoba" y no podía desobedecer. Más allá de historias tiernas y humanas como la de Terry, ésos fueron para Castaneda y la Gorda momentos durante los cuales tuvieron que sufrir maltratos y humillaciones. Más de una vez Castaneda estuvo tentado de revelar quién era, para que supieran que estaban maltratando a un escritor mundialmente célebre, pero, como recordaba hl('go con humor, "no sólo lo tenía prohibido sino que- .. ¡¿quién me hubiera creídoñ".

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Durante ese tiempo también sufrieron muchas privaciones: dormían en el suelo y comían de un solo plato. La tarea de esos años tuvo que ver con aprender a sobrevivir en circunstancias adversas y con la experiencia de la discriminación, algo muy difícil de soportar en carne propia. El objvtlvo de la tarea consistía en aprender a sustraerse ;11im pacto emocional que la discriminación provoca. En otras palabras, fue una tarea de purificación. "Ver daderamente yo soy]oe Córdoba", dijo Castaneda, ''y esto es maravilloso porque no se puede caer más bajo. Ya he llegado a todo lo bajo que se puede llegar. Esto es todo lo que soy". En relación con esto y con su obra escrita, Castaneda afirmó: "Don Juan me dio la tarea de poner por escrito todo lo que los chamanes me dijeran. El impacto o no de mis libros realmente lo desconozco porque no estoy relacionado con lo que pasa en los medios. El trabajo que yo tengo que hacer está li.bre de todo lo que los críticos puedan decir. Mi tarea consiste en presentar ese conocimiento de la mejor manera posible. Nada de lo que puedan decirme me importa porque ya no soy 'Carlos Castaneda, el escrítor'. No soy ni un escritor ni un pensador ni un filósofo. En consecuencia, los ataques de los críticos no me afectan. Ahora yo sé que no soy nada; nadie me puede quitar nada porque joe Córdoba es 'nada'. No hay, en todo esto, ningún orgullo personal". Castaneda durante años permaneció en el más absoluto anonimato, comunicando sus experiencias y enseñanzas sólo a través de sus libros. ¿Qué lo impulsó a dejar esa condición en sus últimos años de vida para dedicarse a difundir públicamente las enseñanzas que recibió del nagual Juan Matus? Castaneda sostuvo que lo que lo obligó a difundir las ideas de don Juan Matus fue la necesidad

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lmpostergable de aclarar lo que el nagual les había enseñado. Dijo: "Los brujos lo llevaban todo en secreto, pero nosotros, después de años de reflexión, hemos llegado a la conclusión de que es mucho más razonable difundirlo, aunque sólo sea porque si no lo transmites, este saber te puede aplastar". El Y las otras tres estudiantes llegaron a la unánime conclusión de que el mundo que les presentó don Juan Matus estaba al alcance de los medios perceptivos de todos los seres humanos. Entonces se preguntaron cuál sería el camino adecuado a seguir. ¿Permanecer en el anonimato como don Juan les propuso? Esto no encontraba entre Castaneda y sus compañeras un eco placentero. El otro camino disponible era el de difundir las ideas de don Juan: un camino inmensamente más peligroso y agotador, pero el único que creyeron que tenía la misma dignielad con la que don Juan embebió sus enseñanzas. Considerando que Castaneda ha dicho que el accionar de un guerrero es impredecible, y de hecho así se pudo comprobar durante tres décadas en su propio accionar, era impredecible también cuánto iba a durar esa tarea de difusión pública que Castaneda se había impuesto. Sobre esto Castaneda dijo: "No hay manera de establecer un criterio temporal para nosotros. Vivimos de acuerdo con las premisas propuestas por don Juan y jamás nos apartamos de ellas. Don Juan Matus nos dio el terrible ejemplo de un hombre que vivía como él lo describía. El ejemplo de un hombre rnonolítico que no tiene dos caras. Y digo que es un ejemplo terrible porque es lo más difícil de emular; ser monolítico y al mismo tiempo tener la flexibilidad para encarar la manera de vivir de don Juan". Dentro de estas premisas lo único que se puede ser es un conducto impecable para la trans-

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misión de las enseñanzas. Un ser humano no es el jugador que mueve las piezas de esta partida de ajedrez cósmico que es el universo: es simplemente una de las piezas del ajedrez. Quien decide todo es esa fuerza impersonal consciente que los chamol nes llaman "el intento o el espíritu". Ahora bien: desde la antropologm ortodoxa se tiende a restar credibilidad a la obra de Castaneda, lo mismo que hacen los supuestos defensores del patrimonio cultural precolombino de América. Subsiste la creencia de que su obra es puramente el fruto de su talento literario, por cierto excepcional. Por otra parte, supuestamente, el estilo de vida y las actividades de Castaneda eran contrarios a lo que la mayoría espera de un chamán. Castaneda era claro al contestar a estas suspicacias. El sistema de conocimiento del hombre occidental lo fuerza a moverse a través de ideas preconcebidas. Basa su juicio en algo que es siempre "a priori", por ejemplo la idea de "lo ortodoxo". ¿Qué es la antropología ortodoxa? ¿Laque se enseña en el aula? ¿Ycuál es la conducta correcta de los chamanes? ¿Ponerse plumas en la cabeza y bailarles . a los espíritus? Han acusado a Carlos Castaneda por treinta años de crear un personaje literario simplemente porque lo que él les revelaba no coincidíacon el "a priori" antropológico, con las ideas establecidas en el aula o en el campo de acción antropológico. Sin embargo, la esencia de las enseñan_,JI zas de don Juan sólo podía caber en un campo de . acción total, y bajo tales circunstancias sucede muy poco o casi nada de lo preconcebido. Por otra parte, a Castaneda le preocupaban muy poco las definiciones ortodoxas o científicas, a las que incluso restaba valor: "Nunca he podido llegar a conclusiones acerca del chamanismo porque para hacer eso

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/'lenecesita ser un miembro activo en el mundo de los chamanes. Es muy fácil para un científico social, digamos por ejemplo un sociólogo, llegar a conclusiones sociológicas acerca de cualquier tema relacionado con el mundo occidental, porque el sociólogo es un miembro activo del mundo occidental. Pero, ¿cómo puede un antropólogo que pasa a lo sumo dos años estudiando otras culturas llegar a conclusiones fidedignas acerca de ellas? Para adquirir membresía en un mundo cultural se necesita una vida entera. Yo he estado trabajando por más de treinta años en el mundo cognitivo de los chamanes del México antiguo y sinceramente creo que no he adquirido aún la autoridad o el derecho de pertenencia que me permitiese llegar a conclusiones o siquiera proponerlas". Castaneda se quejaba de haber discutido acerca de esto con personas de diferentes disciplinas y siempre parecían entender y estar de acuerdo con las premisas que él exponía. Sin embargo, apenas se daban vuelta se olvidaban de todo lo que habían conversado y continuaban manteniendo los principios académicos "ortodoxos" sin importarles la posibilidad de un error absurdo en sus conclusiones. El sistema de conocimiento que les met ieron en la mente parecía ser impenetrable. Otra de las cosas que llamaban la atendon en la conducta de Castaneda era el hecho de negarse a ser fotografiado, a que se grabara su voz o se conocieran sus datos biográficos, como si esto pudiera afectar de alguna manera los logros alcanzados en su trabajo espiritual. Una crítica a esta actitud podría ser que hubiera sido útil para algunos sinceros buscadores de la verdad conocer quién era él realmente, como una forma de cornproh.tr que es posible seguir el camino que prego-

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naba. Pero en cuanto a fotografías Y datos personales, nuevamente la explicación de Castaneda era que seguía las directivas de don Juan. La razón principal para abstenerse de dar datos personales era muy simple para un chamán como don juan: era imprescindible que dejara a un lado lo que el .llamaba la "historia personal". "LaSfOLOS y la gr,¡hación de la voz fijan la historia personal que al chamanísmo le cuesta toda una vida cancelar, son una exaltación del yo." Alejarse del yo es algo bastante engorroso y difícil. Lo que buscan los chamanes como don Juan es un estado de fluidez donde el yo personal no cuenta. El creía que este hecho afectaba indiscutiblemente a quien entraba dentro de ese campo de acción, ya que estamos muy acostumbrados a fotografías, grabaciones, datos biográficos, todos ellos engendrados por la idea de la importancia personal. El decía que es mejor no saber nada de un chamán, de ese modo en vez de una persona uno se encuentra con una idea sostenible, lo opuesto a lo que pasa en el mundo cotidiano, donde sólo encontramos personas con problemas psicológicos Y sin ideas, y todos ellos repletos hasta el tope del "yo, yo, yo". A partir de una irrupción tan fuerte para la cultura de una época como lo fue la de los libros de Carlos Castaneda, resulta inevitable que a su sombra comiencen a surgir un sinnúmero de perso~ najes que, de una u otra manera, se "colgaron" de él para adquirir notoriedad pública. Este es el caso de Víctor Sánchez, quien ha interpretado Y reordenado las enseñanzas de don Juan para elaborar una teoría personal y propia; o las afirmaciones de Ken Eagle Feather, quien asegura que ha sido escogido como discípulo por el mismísimo don Juan, que re-

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verso predatorio, donde la ínteltgencí» ti la i oncienda de ser son el producto de desafíos de vkla o muerte. El se consideraba un navegante
gresó a esta dimensión sólo para eso. Al igual que ellos, hay una larga lista de personas que se titulan a sí mismos estudiantes de Castaneda o de don Juan, a quienes Castaneda nunca ha conocido y que don Juan tampoco, porque en realidad don Juan no estaba interesado personalmente en tener discípulos: don Juan Matus estaba interesado exclusivamente en la perpetuación de su linaje de chamanes. Tuvo cuatro discípulos, tres de los cuales perduran hasta el día de hoy. Tuvo otros que partieron con él. Don Juan no estaba interesado en enseñar su conocimiento; lo hizo con sus discípulos a fin de que continuaran su linaje. Pero sus discípulos, como no pueden continuar el linaje de don Juan, se han visto obligados a difundir sus ideas. El concepto del maestro que enseña su conccímtemo es parte del sistema de conocímíen(o occtdentaí, pero no es parte del sistema cognitivo de los chamanes del México antiguo. Para ellos, enseñar era un absurdo. Transmitir su conocimiento a quienes iban a perpetuar la vida del linaje era otro asunto. Castaneda consideraba que la "espiritualidad" era un estado de conciencia en el que los seres humanos son plenamente capaces de controlar las J1()tcncialidades de la especie, logro que se ob(il'IW rrnscendíenoo la simple condición de animal, pOI medio de un arduo aconaicionamiento psíquico, moral e intelectual. Para don Juan Matus, como un chamán pragmático y lleno de cordura, la "espiritualidad" era una idealidad vacía, era una aseveración sin fundamento, que parece muy bella porque está incrustada en conceptos literarios y expresiones poéticas, pero que nunca pasa de ahí. Los chamanes como don Juan son esenclulnu-nte prácticos. Para ellos sólo existe un uni-

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literaria o cualquier otra. De acuerdo con don Juan un practicante de chamanismo tiene el deber, la obligación de saturarse con toda la información disponible. El trabajo de un charnán es el trabajo de informarse de una manera plenaria de todo lo posible relacionado con el tópico de su interés. El acto chamanística consiste en abandonar todo interés de dirigir el curso que tal información tome. Quien arregla las ideas que nacen de tal fuente de información no es el chamán -decía don Juan-, sino el intento. El chamán es simplemente un conducto impecable. El escribir era para don Juan un desafío chamanísLico, no una tarea literaria. La obra de Castaneda plantea conceptos estrechamente relacionados con las doctrinas filo-

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",(¡Ikasorientales, pero resulta contradictoria con lo que se conoce comúnmente de la cultura indígena mexicana. ¿Dónde se encuentran las similitudes y diferencias entre una y otra? Castaneda decía que esto no era importante. "Mi trabajo es sólo un reporte de un mundo cognitivo al que me introdujo don Juan Matus. y el mundo de don Juan Matus es tan vasto, misterioso y contradictorio que no se presta para un ejercicio de exposición lineal; a lo sumo se lo puede describir, y esto haciendo un esfuerzo supremo." Aquí encontramos otra vez esa idea de "no ser importante" común a Castaneda y a todo charnán que se precie de tal. "No me considero ni chamán, ni maestro, ni siquiera estudiante avanzado de chamanísmo, ni tampoco me considero un antropólogo o científico social del mundo occidental. Mis presentaciones han sido todas descripciones de un fenómeno imposible de discernir bajo las condiciones del conocimiento lineal del mundo occidental. Jamás pude dar a lo que me enseñaba don Juan una explicación de causa y efecto o la posibilidad de predecir lo que él iba a decir o lo que iba a pasar." De todos modos, Castaneda puede presentarse como apenas un vehículo mediante el cual se expresa la sabiduría de otros con una maestría cnvklrable. Muchas veces parece que él mismo es el maestro. Así, ha definido claramente muchos te.mas, como por ejemplo el que nos parece fundamental para la tradición chamánica: la energía. Castaneda sostenía que la característica básica de los seres humanos es su condición de "perceptores de energía". Los chamanes como él y don Juan sostienc-n que todos los seres humanos poseemos la capatidad de percibir energía directamente a medida

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que fluye en el universo. Consideran que d "punto de encaje", como ellos 10 llaman, es un punto que existe en el campo de energía total del homhrv. 80 otras palabras, cuando un chamán percilx- ,1 un hombre como energía que fluye en el universo "vc-" a una bola luminosa. En esa bola luminosa el chamán puede "ver" un punto de gran brillo ([lit.: está situado a la altura de los omóplatos y a una distancia de más o menos un metro detrás de ellos. Los chamanes sostienen que allí es donde se realiza la percepción, que la energía que fluye en el universo se transforma allí en datos sensoriales y que esos datos sensoriales son luego Interpretados para dar como resultado el mundo de la vida cotidiana. Los chamanes sostienen que se nos enseña a interpretar, por 10 tanto se nos enseña a percibir. El valor práctico de percibir la energía directamente a medida que fluye en el universo es el mismo para el hombre del siglo XXI o del siglo 1: le permite ampliar los límites de su percepción y utilizar dentro de sus medios ambientales tal ampliación. Don Juan decía que sería extraordinario "ver" directamente la maravilla del orden y del caos del universo. Además de convertir toda la práctica chamánica de los antiguos indios americanos en algo accesible, Castaneda dejó vastas enseñanzas filosóficas y espirituales (palabras que a él no le gustaban, pero que son exactas), fundamentalmente en lo que hace a la experiencia práctica del chamán, 10 que él llamaba "el camino del guerrero". El camino del guerrero incluye todo y a todos. Puede haber una familia entera de guerreros impecables. La dificultad está en el hecho de que las relaciones individuales están basadas en inversiones o apuestas emocionales, las cuales se des-

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IIIDI'onanen el momento en el .que el practicante realmente practica lo que aprende. En general, en el mundo diario las inversiones 'emocionales nunca son examinadas y vivimos una vida entera esperando que nos correspondan. Don Juan decía que nuestra manera de vivir y de sentir era descrita de una manera muy simple: "Yo sólo doy lo que me dan", y que la mayoría de las personas somos "inversionistas o apostadores empedernidos". Si alguien quisiera emprender el trabajo espiritual a partir del conocimiento difundido en los libros de Castaneda, ¿qué posibilidades de avance puede aspirar? ¿Qué recomendaciones formuló el propio Castaneda a quienes deseen poner en práctica las enseñanzas de don Juan? Pues bien: decía que no hay manera alguna de poner un límite a lo que uno puede lograr de un modo individua I si el intento es un intento impecable. Las enscnanzas de don Juan no son espirituales. La idea de la espiritualidad no encaja con la disciplina férrea del guerrero. Lo que más cuenta para un chamán como don Juan es la idea del pragmatismo, de lo práctico. "Cuando conocí a don Juan yo me creía un hombre práctico, un científico social lleno de objetividad y pragmatismo. El acabó con mis ínfulas y me hizo ver que como verdadero hombre occidental yo no tenía nada de pragmático y nada de espiritual. Llegué a entender que yo simplemente repetía el vocablo 'espiritualidad' para oponerlo a lo mercenario del mundo de todos los días. Quería alejarme de la manera más certera del mercantilismo de la vida diaria y a ese afán yo le llamaba espiritualidad. Cuando don Juan me exige llegar a una conclusión, a una definición de lo que yo conskleraba .espiritual, me di cuenta de que él estaba 1'11 lo cierto. Yo no sabía lo que decía."

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Lo que quiere un chamán corno c1únJuan es el engrandecimiento de la conciencia d(' si,'I',es decir: poder percibir con todas las posibilkl.ulc....hu manas de percepción, 10 que implica una h,h()l d(~s comunal y un propósito sin medida, cosas q 111' no pueden ser suplidas por la espiritualidad en l'l mundo occidental. Quizá como cierre de este apartado sea acertado citar unas palabras de Castaneda pronunciadas apenas poco más de un año antes de morir: "Todos los seres humanos estamos en el mismo nivel. Al comienzo de mi aprendizaje con don Jwtn Matus, él trató de hacerme ver lo común ele la situn ción del hombre. Yo como sudamericano estaba muy involucrado, intelectualmente, con la idea de la reforma social. Un día le planteé la pregunta que yo creía era fatal. Le dije '¿Cómo es posible, don Juan, que usted permanezca impasible ante la situación espantosa de sus congéneres, los indios yaquis de Sonora?'Yo sabía que un porcentaje de la población yaqui sufría de tuberculosis y que no tenía remedio por su condición económica. 'Sí', me dijo don Juan, 'es una cosa muy triste, pero figúrate que también es muy triste tu situación y si tú crees estar en condiciones mejores que los indios yaquis te equivocas. Es la condición del hombre en general el estar en un estado espeluznante de caos. Nadie está mejor que otro. Todos somos seres que vamos a morir y a menos que tomemos conciencia cabalmente de esta situación, no hay remedio para nosotros'". Este es otro punto fundamental del sentido práctico de los chamanes: el darse cuenta de que somos seres que vamos a morir. Dicen ellos que al reconocer esto todo adquiere una medida y un orden trascendental. Al hacerlo, empezamos realmente a "ver"

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El peyote ~ otrasplantas del chaman~motradicional Si tradicionalmente fueron Europa y Asia los proveedores de espiritualidad y de técnicas para buscar y vivir el misticismo y el éxtasis religioso, en la actualidad es el continente americano el que se ha convertido en un inmenso campo de cultivo de la espiritualidad mundial, laboratorio de nuevas religiones y religiosidades que en diversos casos se van abriendo camino en el Viejo Mundo, incluso en Asia. Este hervidero de nuevas espiritualídades y mezclas religiosas adquiere una gran diversidad en sus formas de manifestarse: desde la mística extátíca más tradicional e individualista hasta las grandes organizaciones religiosas de carácter protestante y evangélico, que mantienen estrechas re~ laciones con los sistemas de control social (gobiernos, ejércitos, multinacionales), los cuales apoyan de forma principalmente monetaria las acciones proselitistas de sus pastores y difusores. El chamanísmo americano es parte de este gran movimiento de espiritualidad. Es, como sucede con el chamanísmo asiático, una tendencia religiosa antiquísima. Pero especialmente en América es donde estas prácticas más han tenido que ver con el uso de plantas alucinógenas. El éxtasis o el trance inducido por alucinógenos es práctica habitual en la religiosidad aborigen. Existe abundante material de estudio sobre ello, pero tal vez el punto crucial de este tema desituarse en el enfrentamiento científico entre Mllrt'a Eliade y Robert Gordon Wasson. El primero

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siempre sostuvo que las religiones que pnu tic'ílll el consumo ritualizado de alucinógenos cklu-n ser consideradas como formas de espiritualidad (h·l.1 dente, ya que la búsqueda de estados cxtat Il
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Es famoso también el uso chamánico y no chamánico en más de 70 grupos étnicos de la mezcla alucinógena de "ayahuasca" o "yagé ", que ya hemos mencionado anteriormente. Cabe citar también el uso de rapés inhalados, que contienen elevadas cantidades de triptaminas embriagantes, en la zona del Caribe y de la Amazonia. No está menos extendida en toda América del Sur y Centroaméríca la tradición de beber el potentísimo jugo de las brugmansías, popularmente conocidas como "floripondio" o "hierba del diablo", cuya embriaguez puede durar tres o cuatro días. También ocupa un lugar importante el uso adivinatorio y en diversos rituales de curación de las semillas de dondiego; tampoco se puede olvidar el peyote, o cactus del peyote, tan conocido por ser el alucinógeno con que muchas comunidades realizan su comunión sagrada; en la actualidad, este pequeño cactus es también el sacramento consumido por los 500.000 miembros de la Native American Church (Iglesia Nativa Norteamericana) y de la Peyote Way Church of God (Iglesia de Dios del Camino de Peyote), extendida por los Estados Unidos y Canadá. Finalmente, hay que citar el difundido uso del gran cactus san Pedro -dueño de las llaves del cielo, en la tradición cristiana- por toda la cordillera andina; y tampoco se puede olvidar L'I tabaco silvestre, considerado por el eminente antropólogo Johannes Wilbert como el alucinógeno americano por excelencia, ya que fue y es consumido por grupos indígenas de todas las latitudes. Un constante puntal que alimenta el hervidero de religiosidades en la América de hoy está constituido por los intrincados. sistemas de creendas, símbolos y prácticas chamánícas, supervivienles de los pueblos indígenas americanos. Si bien en

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su mayoría han sucumbido junto a sus f'uIIn:\1'i cul- ... turales en el largo proceso de c~l~pi:r.'ld()11 y dI' industrialización, en algunos casos hau logl.1!In HObrevivir generando múltiples formas 1l1.lgictI n:lIgjfl sas al unirse ala simbología cristiana () ,1 1,1"; I'l1íi ticas africanas en sus ritos y ceremonias. Como vimos, en muchas dI' l'slll~ Il'illll cíones, el consumo de plantas alucil)(lgl·lIa.¡ medio para entrar en trance extático ('1.1 11111>' ClI rnún. Y hay algunos casos actuales ton IOH (1'1(' 1·.....tS tradiciones son recogidas y utilizadas plII 111mi mientos religiosos. Las iglesias síncrétíco-religiosas ¡lI.il-! un portantes surgidas a partir del contacto 01111l' d l'IIS tianismo y esta vertiente del chamanísmo SOIl dos. La principal característica de estos movimientos sin créticos es su búsqueda de estados extáticos de carácter religioso por medio del consumo de alucinógenos. Tales ceremonias se celebran de acuerdo con tradiciones aborígenes chamánicas de origen inmemorial y con nuevas incorporaciones rituales y sim bólicas del siglo XX: hoy, las pócimas o vegetales visionarios se consumen dentro de marcos altamente ritualizados y de simbología predominantemente cristiana. Las agrupaciones o iglesias más importantes en este aspecto son la ya mencionada Native American Church, con sus diversas ramificaciones, su comunión sacra se realiza con el pequeño cactus embriagante del peyote; y la comunidad de los seguidores del denominado "Santo Daime", divididos en diversas iglesias y cuya forma de embriaguez sa grada se busca por medio del consumo del fa moso alucinógeno amazónico de la "ayahuasca". Para simplificar esta exposición hablaremos de "las iglesias del peyote" y de "las iglesias de la ayahuasca". Las prácticas rituales de estas iglesias es 1 (11))(1

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na y relata detallada y concienzudamente las visiones que esta sustancia le provocó, relacíonnudolas con las visiones de artistas occidentales rvk-hrcs, como William Blake o Van Gogh (de hecho, el 111 ti lo del libro en inglés Doors oj Perception esta t()llla do de un poema de Blake, el mismo poema en «m' se inspiró para su nombre el mítico grupo tic rock The Doors) El peyote crece en grandes cantidades al norte de México y al sudoeste de los Estados Unidos, en los desiertos calcáreos yen los valles de los ríos que surcan la geografía local. A pesar ele su tamaño relativamente pequeño, entre 10 y 'J2 ccnu metros de diámetro y 3 a 6 centímetros de altura, es te cactus crece muy lentamente: una sola planta llega a necesitar hasta 15 años para alcanzar su estado de maduración plena. De cada cactus se ingiere tan sólo la corona superior, lo que popularmente se denomina el "botón de peyote" o "botón de mescal". El efecto posterior podría resumirse diciendo que induce a una experiencia de carácter muy visionario y luminoso, que es vivida como un contacto o revelación proveniente del ser íntimo de cada uno. Bajo el efecto del peyote se experimenta una explosión visionaria que sume a la persona en un profundo estado modificado de conciencia, cuya atmósfera interior predominante es la emocional. La denominación de este cactus en lengua náhuatle era "peiotl" o "péyotl", palabra que signífi......caba "cosa peluda". Existen numerosas pruebas arqueológicas de que los aztecas que vivían en el valle de México -donde hoy se levanta la populosa capital de este país- y también otros grupos indígenas que habitaban más al norte ya veneraban el cactus del peyote como fuente de inspiración y revelación divinas, y lo consumían en sus ceremonias religiosas.

lán muy cercanas al cristianismo orígínario, en el que también se consumían embriagantes sagrados como medio para autoinducirse experiencias extáticas de búsqueda de contacto con lo divino. Insistimos: el consumo de una bebida embriagante, el vino, como centro de la ceremonia es una supervivencia de estas primitivas costumbres cristianas. También existen otros grupos religiosos americanos actuales que consumen sustancias cuyos efectos embriagantes y visionarios constituyen una importante fuente de revelaciones, como por ejemplo los "rastafaris" de Jamaica, que consideran a la Cannabis (marihuana) como su planta sagrada, y la consumen de diversas formas. La Native American Church cuenta en la actualidad con un número de seguidores que oscila entre trescientos y quinientos mil, que habitan principalmente en los Estados Unidos y, en segundo lugar, al oeste de Canadá. Los miembros de esta iglesia residentes en Sudamérica y en Europa representan una cifra insignificante. La búsqueda de contacto Con 10 divino y de una catarsis religiosa, meta de sus formas de espiritualidad, se centra en el consumo ceremonial del cactus peyote (Lopbopbora dif.fusa). La ingestión de esta planta se realiza acompañada por ritos ancestrales y de larga duración -habitualmente más . de 7 horas-, cuya finalidad es dar un sentido consensuado al efecto visionario del cactus. El principio activo del peyote, desde el punto de vista farmacológico, es una sustancia llamada mescalina. Existe un libro más revelador acerca de la experiencia visionaria con mescalína. Las puertas de la percepcton; cuyo autor es el célebre escritor y cien1,Iico Aldous Huxley (Un mundo jeliz, La filosofia /)(,I'I'llIle, etcétera). Huxley experimentó la mescali-

153

152 h

En 1560 fue el franciscano Bernardino ele Sahagún el primer blanco que describió el efecto de este cactus y el uso sagrado que le daban los indígenas. Este conocido misionero de la época colonial lo detalló de esta forma: "Ay otra yerba que se llama peiotl ... los que la comen o beben ven visiones espantosas o de risas, dura este emborrachamiento dos o tres días y después se quita. Es como un manjar de los chichimecas que los mantiene y les da ánimo para pelear y no tener miedo, ni sed ni hambre y dicen que los guarda de todo peligro". El relato tiene algunos errores básicos, como que la experiencia visionaria no dura días sino apenas unas horas, pero tiene gran valor histórico como primera noticia acerca de estas prácticas entre los chamanes americanos. La historia sigue en el año 1521 cuando los castellanos, bajo el mando de Hernán Cortés, derrotaron el imperio Mexica o Azteca y culminaron la conquista de lo que hoyes México. Entre otras cosas, para los indígenas, tal victoria implicó la imposición del catolicismo y la eliminación oficial de las religiones aborígenes. Como consecuencia la única salida que les quedó a los mexicas y otros pueblos autóctonos para mantener sus intensas creencias y prácticas chamánico-religiosas fue la apostasía. Hoy se sabe que a pesar del violento proceso de aculruración y adoctrinamiento católico, en diversos lugares los mexicanos siguieron practicando el consumo de diferentes alucinógenos, no sólo peyote, bajo formas simbólicas cristianas. El uso de hongos embriagantes los mantenía en contacto con la experiencia del éxtasis, centro de sus valores religiosos, sociales, morales y estéticos. Esto permite apreciar el enorme v.ilor que tenía -y tiene- la experiencia alucinógena 1';11,1 los indígenas mesoamericanos.

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-

Llegando a nuestra época, cuando se autorizó el consumo de peyote con fines C.'spidlllales en todos los Estados Unidos, se aceptó el liSO
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queños negocios familiares (en la actualidad, 1.000 botones de peyote cuestan alrededor de 100 dólares), por lo que la oferta es limitada, y además se corre el peligro de extinción del cactus silvestre. A causa de esta situación se han iniciado aproximaciones entre los seguidores de estas iglesias y científicos botánicos con miras al cultivo artificial del cactus por un lado, y para aprender a recoger los botones sin dañar la raíz del cactus y permitirle así reproducirse con más rapidez. Ya se ha iniciado un intento de plantación de este vegetal embriagante, pero la lentitud en el desarrollo del cactus no alcanza a satisfacer las necesidades del culto. Así, según un peyotero profesional, en el año 1945, en su rancho al sur de Texas caminaba sobre un colchón de cactus; en 1972 todavía se podían recolectar 19.000 botones en 8 horas y entre 6 personas. Tres anos después, el mismo grupo sólo pudo recolectar de 200 a 300 cactus en la misma área. Si se tiene en cuenta que la recolección y venta anual de botones de peyote es de 3 a 5 millones, según el propio estado de Texas, y que hay medio millón de seguidores, se deduce que a cada practicante le tocan entre siete y diez botones o pedazos de cactus anuales. Esto es una ración insignificante si se tiene en cuenta que para la realización de cada rito se precisa consumir entre ocho y veintI..' fragmentos de cactus, y que los miembros de las iglesias peyoteras realizan sus ceremonias varias veces al año. La conclusión es que no hay suficiente peyote para despertar la experiencia espiritual extática en todos los miembros de la iglesia. De ello se debe inferir que la mayoría de los seguidores consume una ligera infusión del cactus, prácticamente si 11 poder psicoactivo, y que sólo una minoría conSlgIH.'1;. cantidad suficiente de alucinógeno para in-

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ducir el profundo éxtasis buscad, " jiU! I probable que las iglesias del peyoh' c't,I(o!,I do un camino similar al que siguió \"'1c~lir,I,,'.1I1 sustituir lentamente el alucinógeno S~lgI.Iilí) por un placebo inactivo, pero manten 11'llIlu rructura ceremonial que se espera que .IIIÚ medio de la eficacia de lo simbólico. Como dijimos, además de las igk:/iI:1fI c:ll'l peyote existe otra espiritualidad basada en 1,1 Illili de alucinógenos Y organizada en form .. lk Igll'slIl nacida en el Brasil de los años 1930. Sv 11.11.1 ele !¡, iglesias del Santo Daime, consumidoras dI' :1y,d !l1l1 ca. Actualmente se han extendido pOI c')II()~1 1"111 de América del norte y del sur y, en IIH'III1I 111(,\.11, da, por algunos europeos: España, ltali.I, i\1c111allill, Austria y Holanda. El origen del nombre de estas igl<.:si.Is,S;1I1 to Daime, se refiere a la "fuerza espiritual" que .rfir man sentir los practicantes bajo el efecto de la .tv.t huasca, denominada por ellos "Daime". Esta 1111'1111, atribuida a la mezcla alucinógena, pero en un s\'lIli do más profundo a la divinidad, otorga a los s~lglljdl) res aquello que solicitan a los seres espiritua k"s 11I los que afirman contactarse bajo el efecto del cm),,,.1 gante sagrado. Por esto el fundador de la iglesia, !{.II mundo Irineu Serra, lo denominó Santo Dairne en portugués, literalmente San "Dame" (del verbo "dar") A los practicantes se los conoce como "dairnistns" , que significa "pedidores". Lo que se solicita a la flll'l ...... za divina que invade al sujeto bajo el efecto de la ;ly:1 huasca siempre es de carácter espiritual, emocion-il psicológico pero no material: "Daíme amor, <.L1illlC fuerza, daime luz", cantan los practicantes refiril'llll( I se al poder y a la luz espiritual para mantener un.t \ I da ordenada y religiosamente irope'cable. Es difícil describir el efecto de la ay:tllll:l¡'¡ (e

(1

157

ca, pero se podría decir que se trata de una sustancia visionaria que estimula el imaginario humano, provocando a menudo -no siempre- vivas imágenes de brillante cromatismo que parecen adquirir corporeidad ante el sujeto intoxicado por la ayahuasca. Por otro lado, actúa como potenciador emocional individual y colectivo; desactiva la censura que opera sobre el inconsciente humano y, a nivel físico, produce una lasitud muscular a la vez que una gran apertura y amplificación del aparato sensorial y perceptivo. La conciencia descubre la autoobservación, en el sentido del testigo interior del que hablan las grandes religiones orientales, que es una realidad cognitiva distinta de 10 que se entiende por introspección. Después de los efectos 'de la ayahuasca, que suelen durar dos horas, el sujeto siente una desacostumbrada energía y bienestar psíquico y físico. Esta pócima alucinógena es usada por los pueblos indígenas de la Amazonia desde tiempos inmemoriales en sus prácticas chamánico-religiosas, y de ellos aprendió R. Irineu Serra la elaboración, el uso y las aplicaciones del efecto psícotrópico y espiritual de la ayahuasca. En aquellos pueblos, los chamanes también usan la ayahuasca para sanar enfermedades y disfunciones en general. Reforzar la actividad sexu.il, buscar el estado extático y fortalecer la interacción social son otras funciones de la ayahuasca entre los chamanes indígenas amazónicos. Además de la iglesia daímísta, en las décadas del 60 y 70 surgieron otras organizaciones que buscaban la espiritualidad y consumían ayahuasca: la "Uniao do Vegetal" (más urbana e intelectualizada que la iglesia del Santo Dairne), la iglesi;! hA Barquínha" (que se divide entre los seguidon:s lid maestro Manuel Arausho y los del maestro

158

--

Antonio Geraldo), la tendencia de 1"1',,11\ 1~I'a C:dll'kl (de muy marcado carácter religioso I 11.1111(111 1(11), y finalmente los devotos de la línea del III:W'111I1 1'>:1 niel. Los seguidores de las iglesias de la ,1)'llhull!ll'lI oficialmente registrados son entre quincv y dicdtlÍ te mil; no obstante, el número de simpali/.:lIIII·s'-lIt! acuden a sus ceremonias religiosas de fonna i11t..'gll lar tal vez pueda llegar a sumar unas sesenta (1 /11 tenta mil personas más. De estas otras iglesias de la ayahuasca, la principal es la UDV (Uníao do vegetal), fllncLld;¡ 1'11 Porto Velho, por José Gabriel da Costa, el 2.2.di' jll lío del 1961. La principal diferencia CC1'l'1I1()IlLtI ('11111' el Santo Daime y la UOV reside en que los d,lilllh tas, de carácter más rural y festivo, buscan la IltulIl nación por medio de las visiones extátlcas, las "mi racoes", inducidas por la ayahuasca, cuyo efecto sue len disfrutar en medio de cantos y bailes sencillos que sirven para mantener una cierta dinámica y 1110 vímíento en la colectividad; en tanto que los segui dores de la UOV aprovechan los efectos del alucino geno para hablar y profundizar en conceptos espi!i tuales, tales como la justicia, la verdad, la eternidad, el bien, el mal o el amor. Mientras los ritos de los daimistas se celebran con cantos y bailes, en los de la UDV los participantes se sientan alrededor de un maestro que se .acercaria más al papel de un psícoterapeuta espiritual. También la UDVtiene una clara influencia de las escuelas esotéricas iníciáticas occi dentales, tales como la masonería, los rosacruces, d kardecismo y la teosofía -además del catolicismo-, y realiza una síntesis (sincretismo) de todo ello.

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INDICE

EPILOGO

Introducción:

Los lectores interesados en la temática desarrollada por este libro pueden profundizar sobre los conceptos aquí vertidos consultando los libros de Carlos Castaneda (sus primeros cinco libros, desde Las enseñanzas de don Juan hasta El segundo anillo de poder); de Mircea Elíade, de Aldous Huxley (Doors o/ Perceptíon); de James George Frazer y Claude Lévy-Strauss. En cambio, los Lectores que no estén tan interesados en la parte práctica, donde deberán profundizar es en el trabajo sobre sí mismos. Aquí se han dado una serie de ejercicios básicos para el trabajo energético del charnán, pero son apenas el principio del camino. A partir de allí, quien busque potenciar su chamán interior y sacarlo a la luz deberá profundizar la búsqueda de caminos propios y de autoconocimiento. y este camino sólo requiere una cosa: compromiso. Los pasos concretos a dar irán apareciendo solos; no se necesita una guía ni hacer una lista de a qué o a quiénes se debe acudir para saber cómo continuar. Lo que el chamán nunca traiciona es su compromiso con el saber. "Si eres un verdadero chamán, una vez que diste el primer paso ya has dado el últlmo. Porque sabes que el camino no tiene fin y que tú no te detendrás". Así enseñaba un chamán cherokee, durante su cautiverio, a los soldados yanquis que lo habían atrapado. Quizás en aquel caso sus palabras cayeron en saco roto. O no, porque llegaron hasta nosotros. Esa es la conducta del chamán: más allá de lod,1 circunstancia, por difícil o adversa que fueni, d su-nipre se mantiene impecable en su intento.

160

Ser chamán hoy

.

Orígenes del chamanismo

In'

Mi chamán interior 1: El silencio interior.

'1'1

El éxtasis

2'1

Mi chamán interior Il: Energía y éxtasis

2(,

Charnanes, magos y médiums Metas del chamán

,

··.~()

,

·····..·..···::···jj

Mi chamán interior III: La visualización creativa

·..······37

La llamada del chamán

·...'í6

El ser impecable

·,···· ·í7

···..···

Mi chamán interior IV: Yo no importo, yo soy lo más importante Canto chamáníco. poder y sanación

.....

Mi chamán interior V: El canto interno del chamán La música del chamán

,

49 ')

51

SS ·..···..·.."I"

Mi chamán interior VI: Canto interno de la sexualidad

161

"ó(,

Música y trance extático

78

Mi chamán interior VII: Visualización y utilización de la energía

81

El "intento": la conducta permanente del chamán

85

Historias de Chamanes: El monasterio de las cuevas de bambú

:

89

Mi chamán interior VIII:

.

Dominio de los dos cuerpos

l01

Castaneda, una aproximación

l05

Tensegridad,

113

reencarnación

y recapitulación

Los pases mágicos y sus dispositivos

122

Mi charnán interior IX:

\

Las dos danzas sincréticas

126

Historias de chamanes: Castaneda en persona

130

El peyote y otras plantas del chamanismo tradicional

148

Epílogo

160

/

162

"

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