Serie Profecias El Milenio (1).pdf

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$erie «Profecía*

EDITO RIAL PO RTAVO Z

Este material está disponible gratuitamente, con la única finalidad de ofrecer lectura edificante a to d ^ s aquellos hermanas que no tienen los recursos económicos para adquirirlo. Si usted es alguien financieramente privilegiado, uti ice este material para su evaluación, y, si es de su gusto, bendiqa al autor, editores y librerías, con la compra del libro.

KnmiknYE PDF Título del original: The Truth About the Millennium , © 1996 por Pre-Trib Research Center y publicado por Harvest House Publishers, Eugene, Oregon 97402. Edición en español: El milenio por Thomas Ice y Timothy Demy, © 1997 por Editorial Portavoz, filial de Kregel Publications, Grand Rapids. Michigan 49501. Todos los de­ rechos reservados.

Traducción: Santiago Escuain Diseño de la portada: Alan G. Hartman Compaginación: Nicholas G. Richardson

EDITORIAL PORTAVOZ Kregel Publications P. O. Box 2607 Grand Rapids, Michigan 49501 EE. UU. ISBN 0-8254-1344-3 2 3 4 5 edición/año 01 00 99

Printed in the United States o f America

Contenido Introducción: 7 ---------------

1. 2. 3. 4.

7. 8.

10. 11. 12. 13. 14. 15. 16.

SEG U N D A PARTE

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¿Cuál es el propósito del milenio? ¿Por qué es el milenio necesario? 15 ¿Cuáles son los principales acontecimientos y quiénes son las personalidades clave del milenio? 16 ¿Qué sucede al final del milenio? 17 ¿Por qué será soltado Satanás al final del milenio? 18

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9.

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¿Qué es el milenio? ¿Dónde enseña la Biblia acerca del milenio? 8 ¿Cómo sabemos que son realmente 1.000 años? 10 El milenio, ¿será en el cielo o en la tierra? 13 ¿Han creído siempre los cristianos en el milenio? 14

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5. 6.

P R IM E R A P A R T E

T E R C E R A PARTE

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¿Cuándo tendrá lugar el milenio? ¿No piensan algunas personas que estamos ya en el milenio? 18 ¿Cómo se relaciona el arrebatamiento con el milenio? 19 ¿Cómo se relaciona la tribulación con el milenio? 19 ¿Cómo se relaciona la segunda venida de Cristo con el milenio? 20 ¿Cuál es la diferencia entre el milenio y el estado eterno? 21 ¿ Qué enseña el premilenarismo acerca del milenio? 22 ¿Qué enseña el amilenarismo acerca del milenio? 23 ¿Qué enseña elpostmilenarismo acerca del milenio? 24 T h i6

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3

4

El milenio

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17. 18. 19. 20. 21.

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¿Cuáles son las características del milenio? ¿Cómo será el milenio físicamente? 26 ¿Cómo será el milenio políticamente? 29 ¿Cómo será el milenio espiritualmente? 31 ¿Qué es el templo milenario? 34 ¿Por qué habrá sacrificios en el templo milenario? 35

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22. 23. 24. 25. 26. 27. 28.

CUARTA PARTE

Q U IN T A P A R T E

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¿Quién estará en el milenio? ¿Quién entra en el milenio? 38 ¿Y qué de los bebés y de los niños? 39 ¿ Qué relación tiene Jesucristo con el milenio ? 39 ¿Qué relación tiene David con el milenio? 41 ¿Qué relación tiene Israel con el milenio? 41 ¿ Qué relación tienen los gentiles con el milenio? 42 ¿Qué relación tiene la iglesia con el milenio? 43

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SEX TA PARTE

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¿Por qué es importante el milenio? 29. ¿Por qué debería interesarme la cuestión del milenio? 44 30. ¿En qué me afecta el milenio en la actualidad? 45 Conclusión 45 Notas 47

Acerca de esta serie ... La serie «Profecía» está pensada para dar a los lectores un breve sumario de temas y cuestiones individuales de la pro­ fecía bíblica. Para referencia rápida y facilidad de estudio, estas obras se redactan en un formato de pregunta y respues­ ta. Las preguntas siguen una progresión lógica, de modo que el lector que las lea seguidas conseguirá un mejor aprecio por el tema y las cuestiones involucradas. Cada título está total­ mente documentado con notas al final del libro. La perspectiva teológica que se presenta en toda la serie es la premilenarista y pretribulacional. Los autores recono­ cen que ésta no es la única posición aceptada por los cristia­ nos evangélicos, pero creemos que es la perspectiva de mayor aceptación y más destacada. Es también nuestra convicción que el prem ilenarism o, y de m anera esp ecífica el pretribulacionismo, es la explicación más acorde con el plan profètico de Dios revelado en la Biblia. El estudio de la profecía y de sus intrincados componen­ tes es una empresa detallada y compleja, pero no es de impo­ sible comprensión o resolución. Es susceptible de error, malas interpretaciones y confusión. Pero esas posibilidades no de­ berían inducir a ningún cristiano a apartarse del estudio de la profecía ni a alejarse de una sincera y útil discusión acerca de la misma. El propósito de esta serie es proporcionar una he­ rramienta concisa y coherente a todos los que deseen una mejor comprensión de las Escrituras. Si el lector profundiza, tendrá grandes compensaciones, y obtendrá satisfacción al ir creciendo en el conocimiento y en el amor de nuestro Señor Jesucristo y de su Palabra.

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Libros de la serie «Profecía» por Thomas Ice y Timothy J. Demy

El Anticristo Et arrebatamiento 2.000 d.C. y la predicción de la venida de Cristo El milenio Jerusalén en la profecía bíblica El templo de los últimos días La tribulación

IN T R O D U C C IÓ N «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.» En incontables ocasiones a diario du­ rante casi 2000 años, los cristianos por todo el mundo han repetido esta oración siguiendo la que Jesús dio a sus discí­ pulos tal como se registra en Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4. ¿Y qué es lo que pedimos con esas palabras? A lo largo de su historia, el mundo ha conocido muchos reinos, dinastías e imperios. Han ascendido y caído a través de las páginas de la historia como hojas otoñales. Algunos han sido espectaculares y han ido adornados con esplendor; otros han esclavizado y asesinado a sus poblaciones. Sea cual sea la manera en que los recordemos, todos comparten el mismo común denominador: dirigentes humanos. Incluso en nuestros días hay muchos que piensan que si pudiésemos sólo conseguir las personas adecuadas en cargos políticos, enton­ ces la humanidad se vería libre para alcanzar la plenitud de su potencial. Hay muchos puntos de vista de la historia y de su relación con el futuro. Los hay que la contemplan como algo cíclico; otros miran con nostalgia a una «edad dorada» ya pasada. Otros dicen que va progresando siguiendo las «leyes naturales», y otros dicen que está involucionando siguiendo las mismas le­ yes. Ante todo esto, la Biblia da una respuesta clara y cierta a las preguntas del futuro. La historia y los acontecimientos hu­ manos van hacia algún lugar, y habrá un glorioso reino futuro. Las oraciones de los cristianos recibirán respuesta, y el mismo Dios, en la Persona de Jesucristo, el segundo miembro de la Trinidad, reinará y gobernará sobre la tierra durante 1000 años en el reinado reino. ¡Lo mejor queda por venir! La historia humana está entre dos paraísos. El primer paraíso comenzó en el huerto de Edén, pero la caída en pecado condujo al dolor y a la tristeza de la maldición de Dios. A la humanidad se le mandó a desarrollar el huerto hasta convertirlo en la ciudad de Dios. En lugar de la Nueva Jerusalén, el resultado fue Babilonia y el reino del hombre. Con la intervención de Cristo en la historia (primero en humilidad, después en gloria), la humanidad volveS al paraíso, esta vez en una ciudad: la Nueva Jerusalén. La historia hoy día marcha hacia el establecimiento del gobierno y el triunfo de Dios en la tierra por medio de Jesu­ cristo y su pueblo. Pero ¿cuáles son los detalles? ¿Qué ense­ ña la Biblia con respecto al milenio venidero? En realidad, la Biblia tiene much que decir acerca de este tema. Examine­ mos juntos sus enseñanzas.

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8 El milenio P R IM E R A P A R T E

¿Qué es el milenio? 1. ¿Dónde enseña la Biblia acerca del milenio? Si el lector busca en una concordancia de la Biblia buscando la palabra milenio , probablemente se sentirá defraudado. Hay muchos pasajes bíblicos que enseñan acerca del milenio aunque no mencionen la palabra misma. El milenio es una doctrina bíblica y un concepto teológico que se deriva de muchos pasajes. Lo mismo que en el caso de tantos otros términos teológicos, «milenio» se deriva del latín. Se refiere a la duración de tiempo que el Reino del Mesías durará sobre la tierra antes del fin de la historia. La palabra milenio proviene del término latín mille, que significa «mil». La palabra griega para milenio proviene de chilias, que significa «mil». La segunda parte del término, annus, significa «año». El término griego se usa seis veces en el texto original del capítulo veinte de Apocalipsis para definir la duración del reino de Cristo en la tierra antes de la destrucción de los viejos cielos y de la vieja tierra. Por tanto, la palabra milenio tiene referencia a los mil años del futuro reinado de Cristo en la tierra que precederá a la eternidad.1 Hay numerosos pasajes del Antiguo Testamento que se refieren a un tiempo futuro de verdadera paz y prosperidad para los seguidores rectos de Dios bajo el benevolente go­ bierno físico de Jesucristo sobre la tierra. Zacarías 14:9 nos habla de este tiempo, diciendo: «Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.» El pasaje prosigue luego describiendo en los versículos 16-21 algunas de las condiciones milenarias. Aunque la Biblia ha­ bla de manera descriptiva en toda su extensión acerca del rei­ nado milenario, no es hasta llegar al último libro. Apocalipsis, que se revela la duración de su reinado. Isaías también predijo esta era futura: Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y co­ rrerán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pue­ blos. y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. Y juzgará entre

¿ Qué es el milenio ? 9 las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra (Is. 2:2-4). Varios capítulos más adelante, de nuevo escribe acerca del milenio: Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia do­ méstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cu­ bren el mar (Isaías 11:6-9). Otros extensos pasajes del Antiguo Testamento incluyen: Salmo 2:6-9; Isaías 65:18-23; Jeremías 31:12-14, 31-37; Ezequiel 34:25-29; 37:1-13,40-48; Daniel 2:35; 7:13-14; Joel 2:21-27; Amós 9:13-14; Miqueas 4:1-7 y Sofonías 3:9-20. Esos versículos son sólo unos pocos de docenas de pasajes proféticos que existen tocantes a este tema antes de la prime­ ra venida de Cristo. El investigador profètico David Larsen sumariza esos textos observando de manera sucinta: «Todo el conjunto de profecía del Antiguo Testamento señala al es­ tablecimiento de un reino de paz sobre la tierra, cuando la ley procederá del monte Sion.»2 El Nuevo Testamento da también un testimonio significa­ tivo a este reino venidero manteniendo una continuidad con la visión del Antiguo Testamento de un futuro reino milena­ rio. Es el reino milenario que mencionó Jesús durante la co­ mida de la pascua antes de ser traicionado y crucificado: Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada para re­ misión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre (Mateo 26:27-29; véanse también Marcos 14:25; Lucas 22:18). El pasaje más extenso del Nuevo Testamento referido al milenio es Apocalipsis 20, donde Juan describe una secuencia cronológica: el encadenamiento, rebelión y juicio de Satanás

10 El milenio en el milenio. Algunos estudiosos de la profecía mantienen también que Apocalipsis 21:9-27 describe la Nueva Jerusalén durante el milenio. Esto no es probable, porque se refiere al estado eterno, lo que es sustentado por el desarrollo secuencial del texto desde el milenio en Apocalipsis 20 hasta el estado eterno en Apocalipsis 21. Pero otros mantienen una posición intermedia y consideran que este pasaje enseña la morada eterna de los santos resucitados durante el milenio.3 El futuro reino de Dios tendrá dos fases distintas, el milenio y el estado eterno. Sin embargo, el énfasis dominante de la Biblia recae en el reinado milenario de Cristo en su reino futuro conocido como el milenio. El milenio es una realidad bíblica que debe todavía ser realizada. Según ta Biblia, la vida en la tierra mejorará, pero no antes de que empeore en una era conocida como la tribulación de los siete años.

2. ¿Cómo sabemos que son realmente 1.000 años? No hay ninguna razón textual para rechazar la posición de un reino literal de 1.000 años tal como se describe en Apoca­ lipsis 20:2-7. En seis ocasiones aparece en este pasaje el nú­ mero 1.000, lo que destaca la relevancia y la literalidad del número. En tanto que muchos intérpretes quieren considerar este pasaje como simbólico, la interpretación coherente lle­ vará a los lectores a la conclusión de que el pasaje ha de refe­ rirse a un período futuro literal de 1.000 años.4 Cualquier esfuerzo para argumentar en contra de la comprensión literal de 1.000 en Apocalipsis 20 debe hacerse sobre una base tex­ tual, no sencillamente porque ofenda la postura a priori de cómo debiera ser la historia. Es la Biblia la que nos dice qué debemos creer acerca del futuro, y por ello todo punto de vista debe basarse en los indicadores literarios procedentes del texto bíblico. Escribiendo en contra del punto de vista de algunos intér­ pretes que quieran comprender el número 1.000 y los otros números de Apocalipsis sólo como símbolos, el doctor Roy Zuck argumenta con razón: Pero, ¿acaso deben tomarse como simbólicos todos los números que menciona? ¿No tienen significado como números ordinarios y literales? Si 7, 42 y 1.260 no de­ ben tomarse en sentido literal, ¿qué hay entonces de la referencia a los dos testigos en 11:3? Y si 1.000 significa sencillamente un número grande, ¿qué sucede entonces con la referencia a 7.000 personas en el versículo 13? ¿Sobre qué base decimos que 7.000 no significa un 7.000 literal? Y si 1.000 es un número grande indefinido, ¿aca­ so las referencias a cuatro ángeles (7:1) y a siete ángeles

¿ Qué es el milenio?

11

(8:6) significan sencillamente números pequeños? Si estos números en el libro de Apocalipsis no tienen un valor numérico normal literal, ¿qué le ha sucedido en tonces al principio de una interpretación normal gramatical? ¿Cómo podemos decir que 144.000 es un número simbólico cuando 7:5-8 hace referencia específica a 12.000 de cada una de las 12 tribus de Israel?5 Si vamos a mantener la coherencia y una perspectiva normal, gramatical e histórica al tratar este pasaje, debemos considerar que se refiere a 1.000 años literales. Cualquier otra interpretación se desmoronará al final y creará más confusión y más problemas de interpretación. Después de un extenso y detallado estudio de este pasaje, el erudito neotestamentario doctor Harold Hoehner escribe: Por tanto, la manera más natural de tomar los 1.000 años es literalmente. La negación de esto sobrevino por que llegó a ser considerado como un tiempo de abuso camal y porque la interpretación alegórica de las Escrituras llegó a ser la escuela dominante de pensamiento. La negación de la literalidad de los 1.000 años no se debe a causa de la exégesis del texto, sino a una predis posición introducida en el texto Al examinar Apocalipsis 20, la interpretación más natural es la de tomar literalmente los 1.000 años.6 Aunque el milenio aparece enseñado en la totalidad de la Biblia, la interpretación de este pasaje es importante. Los no premilenaristas intentan insistir, como observa Nathaniel West, que «los números no cuentan».7 Si se comprende literalmente, entonces esto asegura una comprensión premilenaria de este pasaje y de la totalidad de las Escrituras. La frase «mil años» aparece seis veces dentro de la narración de Apocalipsis 20. Este género no es poético; es prosa no de ficción, una especie de autobiografía. Apocalipsis 20:45 contiene una visión, y 10:6 su interpretación. Tanto en la visión como en la interpretación se mencionan mil años. La visión (20:4-5) está en tiempo aoristo en el griego original, pero la interpretación está en tiempo futuro.8 Esto significa que 20:6 es una interpretación de 20:4-5, y no se emplea un símbolo para explicar un símbolo. La explicación del versículo 6 no tendría sentido si no fuese literal. Debido a que la comprensión literal de los 1.000 años conduce al premilenarismo, los adversarios del

12 El milenio La comprensión adecuada del marco temporal de mil años en Apocalipsis 20 es que es una representación de una larga y gloriosa era y no limitado a 365.000 días. La cifra representa un cubo perfecto de diez, que es el nú mero de la perfección cuantitativa.9 Los premilenaristas no limitan a Dios: Él es quien determina los tiempos y las sazones. La historia, por su misma naturaleza, está limitada por el tiempo y está caracterizada por una secuencia de acontecimientos. Los 1.000 años son sen cillam en te la co n clu sió n de la h isto ria y un precalentamiento para el reinado de Dios en la eternidad. La Biblia dice que el reinado de Cristo sobre la tierra será de 1.000 años, no un cubo perfecto de diez. Esta manera de tratar el texto es un ejemplo de sacarse ideas de la manga sin ninguna base textual para apoyarlas. Es significativo observar lo siguiente: La esperanza del reino de 1.000 años no se originó con Juan. De manera bien llana, aparece como una expectativa ya dada, firme y bien afirmada por sí misma, con la que se estaba familiarizado y que sólo necesitaba ser designada, algo peculiar y de la mayor importancia, y entretejida íntimamente con toda la trama de la vida cristiana ................... El vidente ... descubrió este término, los 1.000 años, y a existentes, y supuso que sus lectores no eran desconocedores del mismo. Retuvo una expresión que ya era de uso común ................................................ Un punto indudablemente común tanto a las perspectivas apocalípticas judías como cristianas era el periodo de bienaventuranza sobre la tierra, designado como los 1.000 años.10 Lo cierto es que encontramos en la literatura judaica escrita antes del libro de Apocalipsis que algunos judíos especulaban que el reino del Mesías tendría una duración de 1.000 años.11 Esas especulaciones fueron transformadas en realidad al dar el Espíritu Santo la revelación de Apocalipsis 20 al apóstol Juan. Los que niegan la literalidad de los 1.000 años se ven también forzados a una comprensión no natural de la referencia de Juan a las dos resurrecciones. Si hay dos resurrecciones, entonces el premilenarismo queda bien fundamentado, por cuanto esto significaría que una de ellas tendría lugar antes de los 1.000 años y la segunda al final, en lugar de una sola

¿Qué es el milenio?

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Si en un pasaje en el que se m encionan dos resurrecciones, donde ciertas [«almas vivieron»] al principio, y el resto de los «muertos volvieron a la vida»] sólo al final de un período especificado después de los primeros; si en tal pasaje la primera resurrección puede ser comprendida como un resucitar espiritual con Cristo, mientras que la segunda significase una resurrección literal, entonces se desvanece todo sentido en el lenguaje, y las Escrituras quedan eliminadas como testimonio concreto acerca de nada. Si la primera resurrección es espiritual, lo mismo sucede con la segunda, cosa que supongo que nadie será tan osado para mantenerla; pero si la segunda es literal, también es literal la primera, lo cual mantengo, en común con toda la Iglesia primitiva y muchos de los mejores expositores modernos, y lo recibo como artículo de fe y de esperanza.12 ¡Los números cuentan! La cuenta secuencial es básica en su propósito y naturaleza. Cuentan a todo lo largo del libro de Apocalipsis, especialmente en el capítulo 20. Por tanto, habrá un reinado literal y por ello futuro de mil años de Cris­ to sobre la tierra.

3. El milenio, ¿será en el cielo o en la tierra? El reino milenario de Cristo será un reino terrenal en el que Cristo reinará desde Jerusalén y en el que se cumplirán todas las promesas específicas de la «promesa de la tierra» a Abraham (Génesis 12:7; Ezequiel 47-48). Que el reino es terrenal se ve en muchos pasajes bíblicos, entre ellos Isaías 11 y Zacarías 14:9-21. El milenio traerá el pleno cumplimiento de los pactos bíblicos de Dios con Israel (el pacto abrahámico, el davídico, el palestino y el nuevo pacto).13 El milenio y el reino milenario son algo más que el go­ bierno de Dios el los corazones de hombres y mujeres. Es algo también distinto del estado eterno. El doctor John Waivoord escribe: Un reinado de justicia de Cristo sobre la tierra es na­ turalmente aquello mismo que uno habría esperado en base del estudio previo del pacto abrahámico con sus promesas acerca de la tierra, del pacto davídico relativo al Hijo de David reinando en el trono de David para siem­ pre, y las muchas promesas pertenecientes a la reunión de Israel y a su restablecimiento en su antigua tierra. Por tanto, el reino teocrático al que se refirieron los profetas es un reino terrenal que puede hallar su cumplimiento sólo en un reinado literal de Cristo sobre la tierra.14

14 El milenio 4. ¿Han creído siempre los cristianos en el milenio? En los primeros siglos de la historia de la iglesia hubo una clara creencia en el milenio. Hasta llegar al dominio del latín como lengua principal de la iglesia en el siglo cuarto, el griego era la lengua com únm ente usada. La iglesia primitiva designaba al milenarismo por el término griego para 1.000: quiliasmo. Aunque el estudio y la comprensión de la profecía bíblica no eran tan detallados como lo sería en los siglos posteriores, había una creencia inequívoca en el milenio. Un destacado historiador de la iglesia, Phillip Schaff, concurre en esto: Lo más destacado en la escatología de la edad antenicena es el destacado quiliasmo, o milenarismo, lo cual es la creencia de un reinado visible de Cristo en gloría sobre la tierra con los santos resucitados durante mil años, antes de la resurrección general y del juicio. No se trataba desde luego de la doctrina de la iglesia incorporada en ningún credo o forma de devoción, pero sí de una opinión establecida de distinguidos maestros, como Bernabé, Papías, Justino Mártir, Ireneo, Tertuliano, Metodio y Lactancio; ...l5 Con el surgimiento de la interpretación alegórica, especialmente bajo Agustín, el milenarismo fue mayoritariamente (pero no totalmente) abandonado en Occidente hasta que los protestantes comenzaron a avivarlo a finales del siglo xvi al ir aplicando más y más una hermenéutica literal y al leer a los padres de la iglesia primitiva. Schaff observa: Orígenes se opuso al quiliasmo como un sueño ju dío, y espiritualizó el lenguaje simbólico de los profetas. ... El milenio apocalíptico lo entendió él [Agustín] como el reinado presente de Cristo en la iglesia católica, y la primera resurrección, la traslación de los mártires y santos al cielo, donde participan en el reinado de Cristo.................................................................................... Desde la época de Constantino y de Agustín, el quiliasmo tomó su puesto entre las herejías.....16 Debemos siempre recordar que primero y ante todo, la validez de cualquier enseñanza o doctrina no procede de la aceptación o rechazo de la doctrina en la historia, sino de su fundamento bíblico. Una doctrina no es verdadera (o falsa) porque una mayoría de profesantes cristianos la hayan creído a lo largo de la historia. Una doctrina es verdadera porque la Biblia dice que es verdadera.17

¿ Cuál es el propósito del milenio?

15

SEG U N D A PARTE

¿Cuál es el propósito del milenio? 5. ¿Por qué es el milenio necesario? En el Salmo 2:6-9, el salmista cuenta del reinado todavía futuro de Jesucristo: Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por heren­ cia las naciones, y como posesión los confínes de la tie­ rra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás. A todo lo largo de la Biblia se predice un reino terrenal con la presencia física y el gobierno del Mesías-Rey. Esta promesa no quedó cumplida en la primera venida de Jesu­ cristo porque, cuando füe ofrecida, el reino fue rechazado por Israel. Apocalipsis 5 dice que Cristo es digno de recibir este reino, y en Apocalipsis 11:15 se nos dice que las profe­ cías han de ser cumplidas. El doctor Charles Ryrie escribe: ¿Por qué es necesario un reino terrenal? ¿No recibió Él su herencia cuando fue resucitado y exaltado en el cielo? ¿No es su presente gobierno su herencia? ¿Por qué es necesario que haya un reino terrenal? Porque Él tiene que ser triunfante en la misma arena en que fue aparentemente derrotado. El rechazo por parte de los gobernantes de este mundo tuvo lugar en esta tierra (1 Corintios 2:8). Su exaltación ha de tener lugar también en esta tierra. Y así será cuando regrese de nuevo para gobernar este mundo en justicia. El ha esperado largo tiempo por su herencia; pronto la recibirá.18 El milenio es un período de transición en el programa de Dios. Es el comienzo del gobierno eterno de Dios en el reino, que pasará luego al estado eterno. Es «el vínculo consumador entre la historia y el orden eterno».19La historia y los aconte­ cimientos actuales están moviéndose hacia una era final que constituirá el pináculo del plan de Dios. El doctor David Larsen cita al teólogo francés René Pache, y escribe: Si la historia culminase con cataclismo y juicio, la segunda venida de Cristo con poder sería sólo «un paseo por las ruinas». La piedra que se vuelve montaña llenará

16 El milenio «toda la tierra» (Daniel 2:35). La promesa es que «rei­ narán sobre la tierra» (Apocalipsis 5:10, vm ). La sede del reino estará en la tierra antes que lleguemos a la ex­ presión final del reino en «cielos nuevos y tierra nueva» (2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21-22).20

6. ¿Cuáles son los principales acontecimientos y quiénes son las personalidades clave del milenio? El milenio no comienza el primer día después de la se­ gunda venida de Cristo y al final de la tribulación. Según Daniel 12:11-12 habrá un período de 75 días después del fi­ nal de la tribulación, durante el cual tendrán lugar los juicios del Anticristo, el falso profeta y los gentiles (Mateo 25:3146). También durante este tiempo habrá la resurrección de los santos del Antiguo Testamento y de los santos martirizados durante la tribulación, siguiendo la secuencia u «orden» de Primera Corintios 15:20-24. A partir del punto medio de la tribulación, la «abomina­ ción desoladora» descrita en Daniel 9:27; Mateo 24:15 y Se­ gunda Tesalonicenses 2:4, y hasta el final de la tribulación, habrá tres años y medio o 1.260 días. Los 75 días adicionales registrados en Daniel 12:11-12 son un intervalo entre el fin de la tribulación y el comienzo del milenio.21 Los principales acontecimientos del milenio son: • el encadenamiento de Satanás (Apocalipsis 20:1-3) • la restauración final de Israel de Israel para incluir: - la regeneración (Jeremías 31:31 -34) - el recogimiento (Deuteronomio 30:1-10; Isaías 11:11-12:6; Mateo 24:31) - la posesión de la tierra (Ezequiel 20:42-44; 36:2838) - el restablecimiento del trono davidico (2 Samuel 7:11-16; 1 Crónicas 17:10-14; Jeremías 33:17-26) • el reinado justo de Jesucristo (Isaías 2:3-4; 11:2-5) • la suelta y rebelión final de Satanás al final del milenio (Apocalipsis 20:7-10) • El juicio del Gran Trono Blanco y la segunda resurrec­ ción o juicio de los muertos incrédulos (Apocalipsis 20:11-15) Como se ha visto en pasajes anteriores, las principales fi­ guras del milenio son Jesucristo e Israel. Satanás estará atado y la iglesia y las naciones (los gentiles) estarán presentes y activos, pero el énfasis de la revelación profètica recae en Israel y Cristo, el Mesías-Rey. La prominencia de Israel es necesaria a fin de facilitar un cumplimiento literal de las

¿ Cuál es el propósito del milenio ?

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muchas promesas que el Señor le ha dado en el Antiguo Tes­ tamento. Todos los redimidos de Dios participarán en el cul­ to, en las bendiciones y en las glorias del reino milenario mientras se preparan para la vida en el estado eterno.

7. ¿Qué sucede al final del milenio? Al final del reinado de mil años de Cristo en la tierra ha­ brá una rebelión final por parte de Satanás y de sus fuerzas. Tal como está profetizado en Apocalipsis 20, Satanás será soltado al final del milenio, y se rebelará contra el reinado milenario de Cristo. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciu­ dad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apocalipsis 20:7-10). En un último intento por conseguir el poder y la adhesión de los hombres, Satanás manifestará su verdadera naturaleza (como lo ha hecho a lo largo de toda la historia) e intentará arrebatar el trono de Dios. El doctor Wal voord escribe acerca de este intento de golpe de estado: Los mil años de encierro no cambiarán la naturaleza de Satanás, e intentará arrebatar el puesto de Dios y re­ cibir el culto y la obediencia que se deben sólo a Dios. Encontrará una respuesta rápida de parte de aquellos que han hecho profesión de seguir a Cristo durante el milenio, pero que ahora mostrarán su verdadera disposición. És­ tos rodearán Jerusalén en su intento de conquistar la ciu­ dad capital del reino de David, así como todo el mundo. Las Escrituras dicen de manera escueta: «Y de Dios des­ cendió fuego del cielo, y los consumió.»22 Según Apocalipsis 20:10, el fin de Satanás será rápido pero eterno. Será lanzado al lago de fuego, encontrándose allí con el Anticristo y con el falso profeta, que es el lugarteniente (Apocalipsis 13:11-18). El hecho de que el Anticristo y el falso profeta sean echados en el lago de fuego en la segunda venida, antes del milenio, demuestra el hecho de que tienen

18 El milenio su fin en la historia. El lago de fuego es la forma final del infierno del que nadie jamás sale, una vez es echado allí. Por esta razón Satanás es encadenado y echado en el abismo al comenzar el milenio, porque hará una nueva aparición en el escenario de la historia antes que sea consignado de una vez para siempre en el lago de fuego. El juicio de Satanás es luego seguido por el juicio de ios muertos incrédulos, y que se conoce como el juicio del Gran trono blanco (Apocalipsis 20:11-15). Estos juicios constitu­ yen el puente entre el milenio y el estado eterno tal como se describe en Apocalipsis 21-22. Esos son los últimos aconte­ cimientos del milenio y concluyen con la desaparición de los actuales cielos y tierra (Mateo 24:35; Marcos 13:31; Lucas 16:17; 21:33; 2 Pedro 3:10). Juan escribe: Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el pri­ mer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más (Apocalipsis 21:1).

8. ¿Por qué será soltado Satanás al ñnal dei milenio? Parece un tanto extraño que Satanás, una vez encadenado, vaya a ser soltado una vez más para que se rebele. Esta activi­ dad provee a todo el orden creado la suprema ilustración del pecado y de sus consecuencias. Satanás no cambiará, y algu­ nos seres humanos, incluso en un medio ambiente prístino, manifestarán la naturaleza pecaminosa adquirida en la caída en el huerto de Edén en Génesis 3. T E R C E R A PARTE

¿Cuándo tendrá lugar el milenio? 9. ¿No piensan algunas personas que estamos ya en el milenio? Muchos teólogos han enseñado que la edad presente es el milenio. Ellos razonan que Cristo introdujo el reino (un reino espiritual) en su primera venida y que éste proseguirá hasta la segunda venida. Después del regreso de Cristo, ellos creen que iremos directamente al estado eterno sin un reinado lite­ ral y personal de Cristo en la tierra. Ésas son las perspectivas que mantienen el amilenarismo y el postmilenarismo (véanse Preguntas 15 y 16). Incluso si hubiera una fase espiritual del reino en la edad presente, lo cual no creemos, seguiría siendo imposible pretender que las actuales características espiritua­ les toman el puesto de los muchos aspectos físicos y terrena­ les del futuro reino del Mesías.

¿ Cuándo tendrá lugar el milenio ?

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La Biblia no enseña que el milenio sea un estado total­ mente perfecto. Isaías 2:4; 11:4; 65:20 y Zacarías 12-14 nos enseñan que habrá pecado en el milenio. No habrá más allí niño que viva pocos días, ni ancia­ no que no complete sus días; porque el joven morirá a los cien años, y el que no alcance los cien años será con­ siderado maldito. Construirán casas y las habitarán, plan­ tarán también viñas y comerán su fruto. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como los días de un árbol, así serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para des­ gracia, porque son la simiente de los benditos del S eñor, ellos, y sus vástagos con ellos (Isaías 65:20-23, bla). Isaías 65:20-23 indica que también como norma habrá longevidad, nacimientos, desarrollo económico, y muerte. Esos rasgos no concuerdan con el cielo, donde no hay nacimiento ni muerte, mientras que otros aspectos, como una longevidad expandida, no se corresponden con la vida presente. Este tiempo corresponde con el milenio, que es una era futura de la historia entre nuestra edad actual y la eternidad. Por tanto, es irrazonable tratar de identificar los «1.000 años» que encontramos seis veces en Apocalipsis 20 con nuestra edad presente.

10. ¿Cómo se relaciona el arrebatamiento con el milenio? El arrebatamiento y el milenio son dos acontecimientos distintos separados por la tribulación de siete años conocida como la «semana septuagésima» de Daniel, que aparece en Daniel 9:24-27. En el arrebatamiento (descrito con la mayor claridad en Primera Tesalonicenses 4:13-18), los cristianos serán arrebatados para encontrarse con Jesucristo en el aire. Estarán físicamente ausentes de la tierra durante la tribula­ ción. Seguirá un período de siete años de grandes convulsio­ nes en el que el Anticristo accederá al poder y será finalmente derrotado en Armagedón cuando Jesucristo regrese a la tierra en la segunda venida. Es después de esta segunda venida y del juicio que la sigue que se inaugura el reino milenario, y que Cristo gobernará durante mil años. Así, es la segunda venida la que precede inmediatamente el inicio del milenio, y no el arrebatamiento de la iglesia. 11. ¿Cómo se relaciona la tribulación con el milenio? La tribulación es el período de siete años que sigue al arrebatamiento y que viene antes del establecimiento del reino

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El milenio

milenario. Es la «semana septuagésima de Daniel» descrita en Daniel 9:24-27 y tiene un triple propósito: poner fin al pecado (Isaías 13:9; 24:19-20), inducir un avivamiento a nivel mundial (Apocalipsis 17:1-17) y quebrantar la obstinación de la nación judía (Daniel 12:5-7; Ezequiel 20:34-38).24 Lo mismo que con el arrebatamiento, la tribulación forma parte del plan profètico general de Dios y se cumplirá tal como está especificado en la Biblia y en conformidad con su calen­ dario. Precede al milenio y exhibirá la historia humana en su peor momento, en contraste con los siguientes 1.000 años, que exhibirán la historia humana en su mejor aspecto. La tribulación se relaciona con el milenio en que forman parte, ambos, del Día del Señor. La tribulación es la fase judi­ cial que prepara a Israel y a la humanidad para el reinado de 1.000 años de Cristo en justicia sobre la tierra. Para que la justicia reine, debe ir precedida de juicio sobre el pecado. El Día del Señor se refiere a un tiempo en que el Señor interven­ drá de manera visible en la historia. Durante los actuales «tiempos de los gentiles», el Señor rige la historia por medio de su invisible providencia.

12. ¿Cómo se relaciona la segunda venida de Cristo con el milenio? La segunda venida y los juicios que la acompañan tienen lugar justo antes de la inauguración del milenio. Así como el diluvio de Noé fue un puente entre el viejo mundo y el nue­ vo, igualmente la segunda venida será el gozne cataclísmico entre nuestra era actual y la tribulación por una parte, y las condiciones radicalmente nuevas del milenio. Los dos acon­ tecimientos están estrechamente ligados por cuanto la segun­ da venida pone en marcha la introducción del milenio que la sigue. Tocante a la relación entre esos dos acontecimientos, el doctor Walvoord observa: El reino milenario es una parte principal de la segunda venida de Cristo. Incluye la destrucción de los ejércitos reunidos contra Dios en la tierra santa (Apocalipsis 19:17, 21), el apresamiento de la bestia y del falso profeta y su lanzamiento al lago de fuego (v. 20), el encadenamiento de Satanás (20:1-3) y la resurrección de los muertos martirizados de la tribulación para que reinen con Cristo mil años (vv. 4-6). Una interpretación literal de Apocalipsis 20:4-6 exige que Cristo reine sobre la tierra durante mil años después de su segunda venida.23 Tanto la segunda venida como el milenio están claramen­ te profetizados en la Biblia. Forman parte integral del plan de

¿Cuándo tendrá lugar el milenio?

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Dios para el futuro, y aunque tienen diferentes propósitos, están cronológicamente cercanos en el programa profètico de Dios.

13. ¿Cuál es la diferencia entre el milenio y el estado eterno? El milenio y el estado eterno son dos fases separadas del reino de Dios. El milenio precede al estado eterno. El doctor Fruchtenbaum escribe: El milenio mismo tiene una duración de sólo mil años. Sin embargo, según las promesas del pacto davidico, iba a haber una dinastía eterna, un reino eterno y un trono eterno. La existencia eterna de la dinastía queda asegu­ rada, porque culmina en una persona eterna: el Señor Jesucristo. Pero la existencia eterna del trono y del reino ha de ser también asegurada. La forma milenaria del rei­ no de Dios terminará después de mil años. Pero el reino de Dios en el sentido del gobierno de Dios proseguirá hacia el orden eterno. Cristo continuará en su posición de autoridad en el trono davidico en el orden eterno.26 El milenio es precursor del estado eterno. La vida será diferente a como la conocemos ahora, pero seguirá quedán­ dose corta de la absoluta perfección del estado eterno. Lee­ mos en Apocalipsis 21:1-22:5 que el estado eterno implicará el desvanecimiento del antiguo orden y la creación de la Nueva Jerusalén y de los nuevos cielos y de la nueva tierra. Cuando comparamos las dos eras, observamos los siguien­ tes contrastes: • El milenio está asociado con el continuo de la historia humana, mientras que el estado eterno no lo está. • El milenio es la culminación de la historia humana, por­ que el pecado sigue estando presente, aunque refrenado por el gobierno de Cristo, mientras que el cielo en el estado eterno está totalmente exento de todo pecado. • El milenio centrará el culto en Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad, mientras que durante el estado eterno se hará realidad por primera vez en la historia la comunión directa con Dios Padre, la primera persona de la Trinidad. • El milenio será un tiempo en el que los creyentes glorificados y los humanos mortales se mezclarán de manera normal en la historia, mientras que el estado eterno se compondrá sólo de personas glorificadas. • El milenio será un tiempo en la historia en que los se­ res humanos vendrán a la existencia por el nacimiento.

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El milenio

y luego confiarán en Cristo como su salvador o lo re­ chazarán, mientras que el estado eterno será un tiempo en el que ya no se añadirá a nadie a la raza humana, y en el que el destino de cada uno quedará fijado, asenta­ do en la condición de salvo o perdido por toda la eter­ nidad. Habrá muchas diferencias entre el milenio y el estado eter­ no, y ambos diferirán enormemente de nuestra actual era his­ tórica.

14. ¿Qué enseña el premilenarismo acerca del milenio? El p rem ilen arism o , y de m odo esp ecífico el pretribulacionismo, es el punto de vista o sistema escatológico (doctrina de las últimas cosas) que se presenta a través de este librito y de toda la serie. Esta postura mantiene que ha­ brá un milenio futuro literal, o reinado de mil años de Jesu­ cristo sobre la tierra después de los acontecimientos del arrebatamiento, de la tribulación y de la segunda venida. Hay varias formas de premilenarismo que diñeren en cuanto a la relación que tiene el arrebatam iento con la tribulación (pretribulacionismo, midtribulacionismo, postribu lacionismo, arrebatamiento parcial, arrebatamiento previo a la ira), pero todas ellas enseñan que el milenio son 1.000 años literales y que seguirá a la segunda venida de Cristo. Los premilenaristas dispensacionalistas mantienen que Israel y la iglesia son dos entidades separadas y distintas a lo largo de toda la historia, incluyendo el m ilenio. Los premi lenaristas del pacto mantienen que en las eras del Anti­ guo y del Nuevo Testamento Israel y la iglesia eran lo mis­ mo, pero que en el milenio serán cosas separadas. Nosotros creemos que el premilenarismo es el sistema de interpretación que sigue de manera más consecuente un en­ foque gramatical, histórico y contextual de la interpretación de la totalidad de las Escrituras, especialmente de sus seccio­ nes proféticas. Este enfoque ha sido históricamente llamado interpretación literal, por cuanto literal significa siguiendo la letra. La interpretación literal es la lectura de la literatura que trata de comprenderla en base de lo que el texto dice, en opo­ sición a interpretar el texto a la luz de una idea o pensamiento clave que no se expresa realmente en el texto, pero que se cree que da un significado más profundo. Este enfoque es llamado alegoría o espiritualización. La forma más am pliam ente usada de interpretación alegórica en nuestros días es la práctica de reemplazar a Israel por la iglesia en muchos pasajes bíblicos, especialmente en el Antiguo Testamento. Por cuanto no hay razones textuales

¿ Cuándo tendrá lugar el milenio?

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en los pasajes mencionados para tal sustitución, este enfoque ha de ser considerado como interpretación alegórica. Cuando se sigue la interpretación literal, entonces seguirá también el premilenarismo. El amilenarismo y el postmilenarismo se han visto obligados a recurrir a interpretaciones alegóricas en muchos puntos para poder sustentar sus puntos de vista.

PREMILENARISMO Segunda venida

Iglesia

Tribulación

f +

Milenio 1000 años

15. ¿Qué enseña el amilenarismo acerca del milenio? El amilenarismo es el punto de vista o sistema escatológico (doctrina de las últimas cosas) que mantiene que no hay un milenio terrenal literal. Los amilenaristas creen que el milenio es espiritual. Algunos creen que el reino espiritual está presente durante la actual era de la iglesia. Otros amilenaristas creen que el actual reinado espiritual del reino de Dios consiste en la influencia que la iglesia ejerce por medio de sus muchos ministerios mundiales. Otra forma enseña que el milenio está compuesto del reinado de todos los cristianos muertos en el cielo. Hay todavía otra cuarta clase que cree que el milenio es lo mismo que el estado eterno que comen­ zará con la segunda venida, es decir, que los nuevos cielos y la nueva tierra son lo mismo que el milenio. El amilenarismo enseña que desde la ascensión de Cristo en el primer siglo hasta su segunda venida (no hay arrebata­ miento) el bien y el mal aumentarán en el mundo al ir el reino de Dios creciendo en oposición al creciente reino de Satanás. Cuando Jesucristo regrese, tendrá lugar el fin del mundo con una resurrección general y un juicio general de todas las per­ sonas. Se trata esencialmente de una espiritualización de las profecías del reino. El amilenarismo no estuvo presente en la iglesia primitiva (al menos, no hay registro positivo de su existencia). Parece haberse desarrollado como resultado de su oposición al literalismo premilenarista, y que luego evolucionó hasta

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El milenio

constituir un sistema formal. El amilenarismo vino a dominar la iglesia cuando el gran padre de la iglesia y teólogo Agustín (354-430) abandonó el premilenarismo por el amilenarismo. P ro b ab lem en te se p o d ría d e c ir con c e rte z a que el amilenarismo ha sido el punto de vista más ampliamente sustentado durante la mayor parte de la historia de la iglesia, incluyendo la mayoría de los Reformadores Protestantes de los siglos quince y dieciséis. El doctor Ryrie escribe, acerca del amilenarismo: Una de las razones populares para preferir el amilenarismo sobre el premilenarismo contrasta el concepto premilenarista del cumplimiento en un reino terrenal (generalmente se coloca el adjetivo camal para acompañar a esta frase) con el concepto amilenario de cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento en la iglesia en esta edad (y generalmente se pone el adjetivo espiritual con esta frase). Así, se debe preferir el sistema que enfatiza la iglesia espiritual en lugar del reino camal. Cuando oigo o leo este argumento, quiero preguntar: ¿Desde cuándo es la iglesia sólo espiritual y el reino sólo camal? La iglesia (miremos bien a nuestro alrededor) tiene en su seno a personas camales, y el reino tendrá muchas facetas espirituales. Espiritual y camal caracterizan tanto a la iglesia como al futuro reino.27 Naturalmente, en todos los casos la evidencia concluyente de la verdad de una doctrina no es histórica sino exegética.

AMILENARISMO Segunda venida

Iglesia

16. ¿Qué enseña el postmilenarismo acerca del milenio? El postmilenarismo es el punto de vista o sistema de escatologia (doctrina de las últimas cosas) que enseña que la edad actual es el milenio (no necesariamente de mil años). Los postmilenaristas enseñan que el reino será gradualmente

¿ Cuándo tendrá lugar el milenio ? 25 extendido mediante la predicación del evangelio, la eventual conversión de una mayoría de personas, no necesariamente todas, y el progresivo crecimiento de la rectitud, de la prosperidad y del desarrollo en todas las esferas de la vida, al ir luchando esta creciente mayoría de cristianos para someter el mundo para Cristo» Después que el cristianismo haya dominado el mundo por largo tiempo, Cristo volverá. Lo mismo que en el amilenarismo, habrá una resurrección general, la destrucción de esta creación presente, y la entrada en el estado eterno. Los postmilenaristas difieren del premilenarismo y del amilenarismo en que son optimistas en cuanto a que esta vic­ toria se conseguirá sin la necesidad de un regreso cataclísmico de Cristo para imponer la justicia, sino que resultará de la fiel aplicación del actual proceso. El postmilenarismo no se desarrolló realmente para for­ mar un sistema distintivo de escatología sino hasta después de la Reforma. Antes de esta época se dio el desarrollo de varios elementos que fueron luego incluidos en la mixtura teológica del moderno postmilenarismo. Pero se puede decir con certeza que el postmilenarismo fue la última postura milenaria principal en desarrollarse. John Walvoord observa que hay dos tipos principales de postmilenarismo: •

«

Derivándose de Whitby, esos grupos enunciaron dos tipos de postmilenarismo que han persistido hasta el siglo veinte: (1) uno de raíz bíblica ... que encuentra sus materiales en las Escrituras y su poder en Dios; (2) el tipo evolutivo o de teología liberal que basa sus pruebas en su confianza en el hombre para conseguir el progreso por medios naturales. Esos dos sistemas de creencia tan divergentes tienen un factor común, la idea del progreso final y de la solución de las actuales dificultades.28

POSTMILENARISMO Segunda venida a>

Iglesia

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Milenio

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a.

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El milenio

El postmilenarismo fue el punto de vista dominante acer­ ca del milenio en América durante mucha parte del siglo diecinueve, pero virtualmente quedó extinguido hasta alre­ dedor de la década de 1960. Los últimos 25 años han visto un resurgimiento del postmilenarismo en algunos escena­ rios conservadores mediante el movimiento de Reconstruc­ ción Cristiana.

CUARTA PARTE

¿Cuáles son las características del milenio? 17. ¿Cómo será el milenio físicamente? El reino milenario introducirá la armonía en toda la crea­ ción. Algunas de las más gráficas descripciones del reino milenario se encuentran en las profecías de Isaías. En los ca­ pítulos 11 y 35 Isaías da extensos comentarios acerca de los aspectos físicos del reino. Desde la caída de Adán y Eva en el huerto del Edén, la humanidad y el resto de la creación han estado bajo el juicio y las consecuencias del pecado original. La contaminación del pecado ha afectado a toda la humanidad y a toda la crea­ ción. El apóstol Pablo nos recuerda aquello que experimenta­ mos a diario, diciendo en Romanos 8:22: «Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parió hasta ahora.» Sin embargo, durante el milenio habrá un levantamiento parcial de la maldición y de las consecuencias del pecado original. Seguirá habiendo muerte, y los efectos completos de la Caída no serán eliminados hasta la creación de los nuevos cielos y de la nueva tierra en el estado eterno después del milenio (Apocalipsis 22:3). En Isaías 35:1-2, leemos acerca de algunos de los efectos del milenio sobre el medio ambiente: Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se go­ zará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Salón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. Habrá lluvia abundante en áreas que en la actualidad son conocidas por su aridez, y por ello habrá abundancia de ali­ mento para los animales.

¿Cuáles son las características del milenio?

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Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas. Tus bueyes y tus as­ nos que labran la tierra comerán grano limpio, aventado con pala y criba (Isaías 30:23-24). El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos (Isaías 35:7). Como parte de la naturaleza y del orden creado, la vida animal quedará también afectada. Los instintos predatorios y los apetitos carnívoros cesarán en los animales. Las distin­ ciones entre «manso» y «fiero» serán borradas al venir todas las criaturas a vivir en armonía. Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia do­ méstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crias se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja (Isaías 11:6-7). Las condiciones físicas de las gentes serán también drásticamente cambiadas a mejor. Igual que en los días antes del diluvio de Noé, las personas vivirán mucho más tiempo, y aumentará la tasa de natalidad una vez más, porque la tribu­ lación habrá finalizado. No habrá más allí niño que viva pocos días, ni ancia­ no que no complete sus días; porque el joven morirá a los cien años, y el que no alcance los cien años será con­ siderado maldito (Isaías 65:20, bla ). Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén; no llorarás más; Ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; cuando la oiga, te responderá. Aunque el Señor os ha dado pan de escasez y agua de opresión, tu Maestro no se esconderá más, sino que tus ojos contemplarán a tu Maestro (Isaías 30:19-20, bla ). También se erradicarán muchas enfermedades físicas y problemas sanitarios. En aquel tiempo los sordos oirán las palabras del li­ bro, y los ojos de los ciegos verán en medio de la oscuri­ dad y de las tinieblas (Isaías 29:18).

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El milenio No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad (Isaías 33:24).

La ausencia de enfermedad y de deformidad junto con la aumentada longevidad hará que haya menos diferencia entre los del milenio con cuerpos mortales y los que tendrán cuer­ pos glorificados. Se debe recordar que no todos los participantes en el reino milenario tendrán cuerpos terrenales, mortales. Millones de creyentes de la era del Antiguo Testamento, de la era de la Iglesia y de la tribulación tendrán cuerpos resucitados, inmortales. Pero no hay razón alguna para creer que esos dos grupos no se relacionarán entre sí durante el milenio. El Señor Jesús resucitado no tuvo problemas para enseñar a sus discípulos y para tener compañerismo con ellos durante los cuarenta días des­ pués de su resurrección.29 En medio de este ambiente mejorado y este nivel aumen­ tado de salud, habrá un efecto generalizado de la aumentada prosperidad, y dejarán de existir la pobreza, la injusticia y la enfermedad. Jeremías 31:12-14 describen la prosperidad que experimentarán los ciudadanos del reino milenario: Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor. Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consola­ ré, y los alegraré de su dolor. Y el alma del sacerdote satisfaré con abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice Jehová (Jeremías 31:12-14). El doctor Waivoord sumariza la magnífica condición físi­ ca con esas palabras: Una paz y justicia ampliamente extendidas, la bendición espiritual y la abundancia de alimentos resultarán en una era general de prosperidad como el mundo nunca la ha conocido (Jeremías 31:12; Ezequiel 34:25-27; Joel 2:21-27; Amos 9:13-14). Los muchos factores que producen pobreza, angustia y una distribución desigual de bienes estarán en gran medida ausentes en el milenio. Los problemas laborales que ahora

¿ Cuáles son las características del milenio?

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caracterizan el mundo quedarán resueltas, y todos recibirán una justa compensación por sus esfuerzos (Isaías 65:21-25; Jeremías 31:5).30 Desafortunadamente, incluso en medio de unas condicio­ nes tan puras, se suscitará finalmente la rebelión humana. Debido a que no serán borrados todos ios efectos de la Caída, habrá una revuelta final contra el justo gobierno de Jesucris­ to. Esto tendrá lugar al final del milenio, cuando Satanás será brevemente soltado de su encadenamiento justo antes del jui­ cio y de la destrucción finales (Apocalipsis 20:7-10). El doc­ tor Walvoord observa: Tomadas como un todo, las condiciones sociales y económicas del milenio indican una edad dorada en la que se cumplirán los sueños de los reformadores socia­ les a lo largo de los siglos, y ello no por medio de esfuer­ zos humanos, sino por la presencia inmediata de Dios y del recto gobierno de Cristo. Que la humanidad fracase de nuevo bajo unas circunstancias tan ideales y que esté dispuesta a rebelarse contra Cristo al final del milenio es la respuesta definitiva a ios que ponen su fe en la bondad inherente del hombre.31 18. ¿Cómo será el milenio políticamente? El gobierno y la política del reino milenario se centrarán en el reinado benevolente de Jesucristo como Mesías-Rey de Israel. Será una teocracia centrada en Jerusalén (Isaías 2:14), donde Jesús reinará como Mesías y Rey de Israel, con lo que se cumplirán las promesas y profecías del pacto davídico (2 Samuel 7:12-16). El pacto de Dios con David garantizaba que la dinastía, en trono y el reino de David permanecerían para siempre. Cuando Jesucristo regrese al final de la tribula­ ción, restablecerá el trono davídico en su gobierno personal tal como lo describe el profeta Jeremías: He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levanta­ ré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto, sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Is­ rael de tierra del norte, y de todas las tierras adonde yo

30 El milenio los había echado; y habitarán en su tierra (Jeremías 23:58 ).

El reinado de Jesucristo cumplirá la bien conocida profe­ cía de Isaías 9:6-7. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Prín­ cipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no ten­ drán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto. Otros significativos pasajes que describen el reinado de Cristo sobre Israel incluyen el Salmo 2; Jeremías 33:20-26; Ezequiel 34:23-25; 37:23-24, y Lucas 1:32-33. Esos pasajes, y otros, proveen una amplia evidencia específica de que el reino prometido a David será plenamente llevado a cabo en el futuro. El gobierno de Cristo se extenderá también a los gentiles y a todas las naciones por todo el mundo. Sabemos por el Salmo 2:6-9 que Cristo gobernará sobre toda la tierra, y en Daniel 7:14 se nos habla de nuevo acerca del gobierno uni­ versal de Cristo: Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por heren­ cia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás (Salmo 2:6-9). Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido (Daniel 7:14). Una de las principales consecuencias del gobierno recto y benevolente de Cristo será la extensión de la paz por todo el mundo. A lo largo de su historia, el mundo ha estado azotado por la guerra y padeciendo sus efectos. No ha habido paz permanente, y cada rincón del globo ha sufrido la destruc­ ción de la guerra. Sólo en el milenio se realizarán verdadera­ mente las palabras de la profecía de Miqueas, aunque muchos han tratado de aplicarlas ya en nuestros tiempos.

¿Cuáles son las características del milenio?

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Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a na­ ciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus es­ padas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y deba­ jo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado (Miqueas 4:3-4). La verdadera paz y la verdadera prosperidad se realizarán de una manera definitiva en el reino milenario. Esas cosas que han sido tan esquivas y efímeras durante la historia hu­ mana serán conseguidas sólo en el reinado y era del Señor Jesucristo. 19. ¿Cómo será el milenio espiritualmente? La vida espiritual en el reino milenario será una experien­ cia diferente a la vida en cualquier era anterior para los redi­ midos, debido a la presencia del gran Rey, el Señor Jesucristo. El doctor Walvoord escribe: La gloriosa presencia de Cristo en la escena milenaria es naturalmente el centro del culto y de la espiritualidad. Las muchas Escrituras que tratan acerca de esta cuestión y que en modo alguno pueden aplicarse a la presente era ni limitarse al cielo señalan al reino milenario de Cristo sobre la tierra. La gloria de Cristo es adicionalmente re­ velada en todos los aspectos del milenio y afectan a la vida espiritual de 3a raza humana hasta un punto nunca conseguido en las anteriores dispensaciones.32 Viviendo a diario en la presencia personal y física de Je­ sucristo tendrá enormes efectos en las vidas de los creyentes. Isaías ha dicho que «toda la tierra será llena del conocimien­ to de Jehová, como las aguas cubren el mar» (Isaías 11:9). El conocimiento y la adoración a Cristo serán universales y sin traba alguna. No habrá persecución, ni reuniones secretas ni asambleas subterráneas, y ninguna censura religiosa. Según Apocalipsis 20:1-3, Satanás y sus fuerzas demoníacas esta­ rán encadenados e incapacitados hasta el fin del milenio. Su encierro mejorará enormemente la condición espiritual del mundo, que en otro caso seguiría estorbado y atacado. El milenio será una era de una enorme conciencia espiri­ tual y de una gran sensibilidad y actividad tanto para los cris­ tianos como para la restaurada nación de Israel. Para Israel, el nuevo pacto estará en vigor con las condiciones resultantes

32 El milenio profetizadas en pasajes como Isaías 59:20-21; Jeremías 31:3134; 32:37-40; Ezequiel 16:60-63 y 37:21-28. En el más co­ nocido de esos pasajes, Jeremías 31:31-34, el señor habla por medio del profeta, y dice: He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un ma­ rido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni nin­ guno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos has­ ta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la mal­ dad de ellos, y no me acordaré más de su pecado. Así como en la edad presente el ministerio del Espíritu Santo estará presente y habitará en todos los creyentes (Ezequiel 36:27; 37:14). Además de la morada del Espíritu Santo, también se evidenciará y experimentará la llenura del Espíritu (Isaías 32:15; 44:3; Joel 2:28-29). Sin embargo, a diferencia de la edad presente, no será necesario el evangelismo, porque todos conocerán al Señor. Esto es una clara evidencia de que nuestra edad actual no debe identifi­ carse con el milenio, porque el mundo necesita hoy el mensa­ je del evangelio mediante el evangelismo como nunca antes. Las condiciones espirituales en el reino se ven quizá me­ jor en los rasgos de justicia, obediencia, santidad, verdad y la plenitud del Espíritu Santo.33 Aunque estos atributos están presentes en la actualidad, en el reino milenario se intensifi­ carán y expandirán. Entre los numerosos pasajes que descri­ ben esas condiciones están los siguientes: •

J usticia

Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel (Isaías 46:13). Cercana está mi justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mi me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza (Isaías 51:5).

¿Cuáles son las características del milenio?

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En vez de bronce traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu tributo, y justicia por tus opresores ... Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre heredarán la tierra; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme (Isaías 60:17, 21). A ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya Porque como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza delante de todas las naciones (Isaías 61:3, 11). Abrid las puertas, y entrará la gente justa, O bedienciade verdades (Isaías 26:2). guardadora Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confi­ nes de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti (Salmo 22:27). Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel des­ pués de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo (Jeremías 31:33). S antidad

El capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el con­ sejero, el artífice excelente y el hábil orador. Y les pon­ dréjóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores. ... Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Cami­ no de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este cami­ no, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová vol­ verán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y hui­ rán la tristeza y el gemido (Isaías 3:3-4; 35:8-10). Y conoceréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que ha­ bito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella (Joel 3:17).

34 El milenio •

V erdad

La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos (Salmo 85:10-11). Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte Santidad (Zacarías 8:3). •

L a plenitud del E spíritu S anto

Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días (Joel 2:28-29). La más clara expresión de las características espirituales del reino milenario se encuentra en el culto y en la actividad en el templo milenario. Jesucristo reinará en la tierra en Jeru­ salén, y el templo milenario estará presente y funcionando como se describe en Ezequiel 40-46. El doctor Paul Benware escribe acerca del culto universal de Cristo en el templo mi­ lenario: Este culto será indudablemente de una calidad y pro­ fundidad nunca antes vista sobre la tierra, al acudir los judíos y gentiles justos felices a Jerusalén para alabar al gran Salvador Rey (p.ej., Isaías 2:2-4; 11:9-10; Ezequiel 20:40-41; 40:1—46:24; Zacarías 14:16). Y con la gloria del Señor de nuevo presente en el templo, la escena de la adoración será de nuevo descrita con la palabra m a ra vi­ llosa. Jerusalén será como un imán espiritual que atrae­ rá a las personas para adorar y alabar al Señor.34 20. ¿Qué es el templo milenario? El templo milenario será el cuarto y último templo en la historia de Israel. El primer templo, conocido también como el templo de Salomón, se describe en Primero Reyes 5-8 y fue destruido el 586 a.C. El segundo templo, conocido tam­ bién como el templo de Zorobabel y el templo de Herodes, es descrito en Esdras 3:7—6:18. Fue el templo de la época de Jesús y fue destruido por los romanos en el 70 d.C. El tercer templo, el templo de la tribulación, estará en pie durante la tribulación (Daniel 9:26-27; 11:31; 12:11; 2 Tesalonicenses

¿ Cuáles son las características del milenio?

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2:4; Apocalipsis 11:1-2) pero será destruido al final de la tribulación cuando tenga lugar la segunda venida de Cristo. El templo milenario (Ezequiel 40-46; Isaías 2:2-3; 56:7) será el centro del culto a Jesucristo durante el milenio. Existirá en Jerusalén a lo largo del reinado milenario de Cristo. Su propósito se ve, en parte, en Ezequiel 37:26-28: Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, estando mi santuario en medio de ellos para siempre. Según Zacarías 6:11-13, Jesucristo será el originador del templo, quizá trayéndolo a la existencia en la segunda venida. El templo milenario dará testimonio de que Dios siempre ha tenido el designio de que su pueblo escogido, Israel, sirva como nación sacerdotal para las otras naciones del mundo. En el templo milenario, todo lo que fue prescrito e iniciado en las actividades ceremoniales y rituales del Antiguo Testamento vendrá a su consumación y a su más pleno significado.35 21. ¿Por qué habrá sacrificios en el templo milenario? Un aspecto del templo milenario descrito en Ezequiel 40— 46, especialmente en 43:13-27, ha dado motivos para reflexión a muchos estudiosos de la profecía: el del propósito y el papel de los futuros sacrificios. Al menos otros cuatro profetas del Antiguo Testamento se unen a Ezequiel en afirmar un sistema sacrificial en un templo milenario (Isaías 56:7; 66:20- 23; Jeremías 33:18; Zacarías 14:16-21; Malaquías 3:3-4). Si aceptamos la interpretación literal de un sistema sacrificial milenario, ¿estamos con ello contradiciendo pasa jes como Hebreos 7:26-27 y 9:26, que enseñan que Jesucristo fue el perfecto y definitivo sacrificio por el pecado? Los eruditos premilenaristas han reconocido totalmente las cuestiones que aquí se plantean. El doctor John F. Walvoord ha observado esta preocupación, y ha escrito: El único verdadero problema en relación con un futuro templo literal no reside en la cuestión de si tal templo puede ser construido en el milenio, sino el hecho de que esto indicaría también una interpretación

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El milenio

Tiempopara que Oaniel o _reciba su «heredad al fin de g- o los días» (Da 12:13)

** <0

2 tT ?o* 3w

Finalización de las Esperándolos Setenta Semanas J8 1.335 di* (D n. 9:24) ir» (Da 12:12) Destrucción completa derramada sobre el — Anticristo (campaña de (Dn. 9:27c 7:26) ElAnticristo guerrea, detiene el sacrificio normativo, profana el — templo.Abominaciónde la desolación (Dn. 9:27b; 11:40-43) ir-o ^

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FI «principe que ha de

venir» [el Anticristo] 7 establece un pacto con - • —Israel. Comienza la a.C. «Septuagésiiima Sem ana». El resultado nana». res puede ser la reconstrucción del templo (Dn. 9:27a) «El pueblo de un principeque hadevenir 7 n Ilos romanos] destruirá ',ur — la ciudad yel a,v~ santuario» (Dn. 9:260) 32 El Mesías Principe d.C. cortada pero no por si (Dn9:26a)

Finalización de la reconstrucción de - Jerusalén (Dn. 9:25b)

Decreto deArtajerjes autorizando a los judíos a «restaurar y edificar a Jerusalén» _ 4 4 5 _ [las murallas] (Dn. á.C. 9:25a; cpi Neh. 2:5-3).

¿Cuáles son las características del milenio?

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suscita de manera natural de por qué tales sacrificios se deberían observar en el milenio si el sacrifìcio de Cristo cumplió de una vez por todas las expectativas tipológicas del sistema sacrificial del Antiguo Testamento. Mientras que se hacen también otras objeciones de un carácter menor, es evidente que éste constituye el obstáculo prin­ cipal, no sólo para la aceptación del sistema sacrificial, sino también para la posibilidad del futuro templo del milenio.36 Hay al menos dos soluciones legítimas a esta pregunta. Primero, muchos estudiosos y maestros de la profecía han observado que los sacrificios pueden operar como memorial de la obra de Cristo. El doctor Jerry Hullinger recapitula esta postura: Según esta postura, los sacrificios ofrecidos durante el reinado terrenal de Cristo serán memoriales visibles de su obra en la cruz. Así, estos sacrificios no tendrán eficacia alguna, excepto el recuerdo de la muerte de Cris­ to. El apoyo primario para este argumento es el paralelo de la Cena del Señor. Se argumenta que así como la mesa de comunión mira atrás a la Cruz sin manchar su gloria, así lo harán los sacrificios del milenio.37 Sin embargo, esta postura no resuelve totalmente todos los problemas. Ezequiel dice que los sacrificios son para ex­ piación y no para memorial (Ezequiel 45:15,17,20). Por ello, una segunda solución a este planteamiento es que los sacrifi­ cios son para la purificación ceremonial. En lugar de una pos­ tura de que son meramente memoriales, el doctor Hullinger sugiere: ... una solución que m antiene los distintivos dispensacionales, que afronta con honradez el texto de Ezequiel, y que en modo alguno rebaja la obra de Cristo en la cruz. Este estudio sugiere que los sacrificios de animales durante el milenio servirán primariamente para quitar la impureza ceremonial y para impedir la conta­ minación del templo, tal como lo contempla Ezequiel. Esto será necesario, porque una vez más la gloriosa pre­ sencia de Yahweh estará habitando en la tierra en medio de un pueblo pecaminoso e impuro.38 El doctor Hullinger concluye diciendo:

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El milenio Debido a ia promesa de Dios de habitar en la tierra durante el milenio (como se declara en el nuevo pacto), es necesario que Él proteja su presencia por medio de sacrificios Se debería añadir, además, que este sistema sacrificial será temporal en tanto que el milenio (con su población parcial de humanidad no glorificada) durará sólo mil años. Durante el estado eterno, todos los moradores de la Nueva Jerusalén estarán glorificados y por ello no serán una fuente de impurezas contaminantes que puedan profanar la santidad de Yahweh.39

La presencia y el propósito de los sacrificios, tal como se entienden más arriba, no disminuyen la obra de Cristo, ni violan la interpretación normal y literal de los pasajes proféticos. Aunque habrá sacrificios, el centro de toda la adoración se mantendrá en la persona y la obra del Salvador. Los sacrificios del templo milenario no serán un regreso a la ley de Moisés, por cuanto la ley ha quedado para siempre cumplida y discontinuada por medio de Cristo (véanse Romanos 6:14,15; 7:1-6; 1 Corintios 9:20,21; 2 Corintios 3:7- 11; Gálatas4:l-7; 5:18; Hebreos 8:13; 10:1-14). En lugar de ello, como observa el doctor Fruchtenbaum: ... habrá un sistema sacrificial instituido en el milenio que tendrá algunos rasgos similares al sistema mosaico,

junto con algunas nuevas leyes. Por esta misma razón, el sistema sacrificial del milenio no debe ser contemplado como una reinstitución del sistema mosaico, porque no

lo es. Será un nuevo sistema que contendrá algunas cosas viejas y algunas cosas nuevas, y que será instituido para unestará propósito diferente.40 ¿Quién entotalmente el milenio?

22. ¿ Quién entra en el milenio ? Q U entrarán IN T A PenA el RT E Sólo los redimidos milenio. Al final de la tribulación, los inconversos y aquellos que se hayan alineado con el Anticristo serán destruidos. Luego seguirá el juicio de los gentiles (o de las naciones) y el juicio de Israel. El juicio de los gentiles permitirá a los creyentes la entrada en el reino venidero, y los no creyentes serán echados al lago de fuego (Mateo 25:31-46). El juicio de Israel será similar en el senti­ do de que aquellos judíos que acepten a Jesús como el Mesías

¿Quién estará en el milenio?

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entrarán en el reinot y los que no lo hagan serán echados al lago de fuego (Ezequiel 20:37-38). También en el reino habrá creyentes procedentes de la tribulación que habrán muerto durante la tribulación y todos los que hayan sido arrebatados en el tiempo de la manifestación de Cristo antes de la tribulación. £1 doctor Pentecost escribe así de los que entran en el reino milenario: El reino teocrático terrenal, instituido por el Señor Jesucristo en su segunda venida, incluirá a todos los sal­ vos de Israel y a los gentiles salvos que estén viviendo en el tiempo de su regreso. Las Escrituras dejan bien claro que todos los pecadores serán cortados antes de la institución del Reino En el registro del juicio de las naciones (Mateo 25:35) se revela que sólo los salvos entrarán en el reino. En la parábola del trigo y de la cizaña (Mateo 13:30-31) y en la parábola de los buenos y de los malos peces (Mateo 13:49-50) se muestra que sólo los salvos entran en el reino.41

23. ¿Y qué de los bebés y de los niños? La Biblia no trata de manera directa la cuestión de los niños y bebés de la tribulación y de su entrada en el milenio. Sabemos que las personas creyentes entrarán y que las no creyentes no entrarán. Sabemos también que nacerán niños en el milenio y que tendrán que hacer frente a la cuestión de aceptar o rechazar a Jesucristo al madurar. Así, habrá niños en el milenio, aunque no todas nuestras preguntas tienen respuesta directa. El doctor Walvoord escribe acerca de los ni ños de los que entran en el milenio que ellos estarán sujetos a su decisión posterior tocante a su salvación. Del mismo modo, los niños que nazcan en el reinado milenario harán frente a decisiones acerca de la salvación conforme crezcan. Al ir avanzando el milenio, irá apareciendo un gran número de personas que meramente profesarán la salvación sin poseer la realidad. Esto explicará el mal en el milenio, y también la rebelión final a su conclusión.42

24. ¿Qué relación tiene Jesucristo con el milenio? Isaías 11:1-5 predice que el Mesías vendrá de la familia de David y que gobernará la nación de Israel con rectitud y justicia absolutas. Este pasaje es una clara profecía del

40 El milenio Subirá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Y le hará entender diligente en el te­ mor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los man­ sos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura. Jesucristo será el centro focal de toda actividad durante el milenio. Será su reinado y su reino. Aquello que fue rechaza­ do en el tiempo de su primera venida será ahora aceptado y totalmente llevado a cabo con su reinado sobre la tierra du­ rante 1.000 años. El doctor Walvoord escribe: En concordancia con el propósito anunciado de Dios de poner a un hombre en el trono de David que reinaría para siempre, Jesucristo volverá para acceder a este tro­ no. En el tiempo presente, Él está en el cielo esperando este tiempo de triunfo sobre sus enemigos (Salmo 110:12). Como el Resucitado de los muertos (Hechos 2:2936), tiene derecho a sentarse sobre el trono de Dios para siempre y sin sucesores. Su reinado sobre la casa de Is­ rael tendrá lugar desde Jerusalén (Isaías 2:1-4), y desde esta misma localidad reinará también como Rey de re­ yes y Señor de señores sobre toda la tierra (Salmo 72:811, 17-19).43 El reinado de Cristo durante el milenio se comprende mejor reconociendo sus características. El reinado de Cristo será: •

U niversal (Daniel 2:35; 7:14; Miqueas 4:1-2; Zacarías

9:10) • • •





R ecto y justo (Isaías 3:5-11; 25:2-5; 29:17-21;

Miqueas 5:5-6,10-15; Zacarías 9:3-8) L leno del E spíritu (Isaías 11:2-3) U n g o b ie r n o u n if ic a d o (Ezequiel 37:13-28) D ecisivo ante cualquier manifestación de pecado (Sal­ mo 2:9; 72:1-4; Isaías 11:4; 29:20-21; 65:20; 66:24; Jeremías 31:29-30; Zacarías 14:16-21) U n reinado eterno (Daniel 7:14-27)

¿ Quién estará en el milenio ? 41 25. ¿Qué relación tiene David con el milenio? Los estudiosos de la profecía están divididos en su inter­ pretación de Ezequiel 34:23-24. Este pasaje dice así: Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacenta­ rá; a mi siervo David, él las apacentará, y él les será por pastor. Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado. ¿Cómo deben comprenderse las referencias en este pasa­ je? ¿De modo literal, como referidas a un David resucitado que sirve como gobernante subordinado bajo el reinado de Cristo, o acaso las referencias a David son un método litera­ rio para referirse realmente a Jesucristo como el mayor Hijo de David? Sabemos que David (junto con otros santos del Antiguo Testamento) estará presente en el reino milenario, habiendo resucitado y recibido su cuerpo inmortal al regreso de Cristo después de la tribulación (Daniel 12:1-2). También, Jeremías 30:9 se refiere a la resurrección de David. Conoce­ mos que Cristo será asistido en su gobierno por los doce após­ toles (Mateo 19:28), por la iglesia (Apocalipsis 5:10) y por otros (Isaías 32:1; Jeremías 30:21; Lucas 11:19-27). Con in­ dependencia de la interpretación que se haga de Ezequiel 34:23-24, parece sumamente probable que David vaya a te­ ner un papel significativo en los asuntos cotidianos del reina­ do milenario. 26. ¿Qué relación tiene Israel con el milenio? Israel y Jerusalén tendrán un papel muy especial en el milenio. El milenio es la ocasión para la definitiva restaura­ ción nacional y espiritual de Israel. Esta restauración se des­ cribe en Ezequiel 37 y se recapitula en los versículos 21-22: Y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra, en los mon­ tes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. Israel y Jerusalén serán verdaderamente una tierra santa y una ciudad santa. El profeta Isaías escribe: Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a

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El milenio Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor. No habrá allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito. Edificarán casas, y mora­ rán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos (Isaías 65:18-23).

La restauración de Israel incluirá la regeneración, reunión, posesión de la tierra, y el restablecimiento del trono davídico.44 Hay varias otras características de la restauración que acom­ pañarán a los acontecimientos listados más arriba. Según Je­ remías 3:18 y Ezequiel 37:15-23, la nación será reunida de modo que su anterior división entre Israel y Judá será elimi­ nada. Como nación, vendrá a ser el centro de la atención de los gentiles (Isaías 14:1-2; 49:22-23; Sofonías 3:20; Zacarías 8:23) y gozará de todas las condiciones físicas y espirituales que se han observado con anterioridad (Isaías 32:16-20; 35:510; 51:3; 55:12-13; 61:10-11).45 Es difícil valorar en toda su extensión la significación y el papel de la redención y de la restauración de Israel en el milenio. Así escribe David Larsen: En la filosofía griega, especialmente en Platón, en­ contramos una profunda antipatía a lo físico, como por ejemplo que el cuerpo es la cárcel del alma. Los hebreos eran en contraste un pueblo terrenal, porque Dios había pronunciado bueno el orden físico que Él había creado. Por tanto, la materia es buena, pero ha sido contaminada y rebajada por el pecado humano. El orden creado nece­ sita la redención y la obtendrá (Romanos 8:18ss). Cristo reinará mil años siendo Jerusalén su centro terrenal. Esta es la edad dorada que los profetas anunciaron. Por tanto, no nos sorprendemos de que el reinado terrenal de Cris­ to tenga un fondo judaico.46 27. ¿Qué relación tienen los gentiles con el milenio? No hay duda alguna de que los gentiles participan en el reino milenario y en sus bendiciones, algunos de ellos en cuer­ pos naturales y el resto en cuerpos resucitados. El gobierno

¿ Quién estará en el milenio ? 43 de Cristo será de alcance mundial e incluirá a todas las nacio­ nes. Sin embargo, el énfasis primario del reino milenario es­ tará en los judíos, el pueblo escogido de Dios. Pablo dice acerca del futuro papel de los judíos: «Si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?» (Romanos 11:12). Mu­ chas de las profecías que mencionan a las naciones gentiles alrededor de Israel se dan en el contexto de la exaltación de Israel durante el milenio. Con la segunda venida de Cristo, los tiempos de los gentiles llegarán a su fin, y el énfasis de la historia se centrará de nuevo en los judíos. El doctor Walvoord escribe acerca de las naciones en el milenio: Aunque la dinámica de la profecía acerca de los gen­ tiles es principalmente de juicio sobre su incredulidad y blasfema rebelión contra Dios, tenemos otra prenda de la gracia de Dios en que además de su programa para Israel y la iglesia, el cuerpo de Cristo, incontables genti­ les del periodo del Antiguo Testamento así como de la tribulación y del milenio llegarán a conocer a Jesucristo y su gracia salvadora, y por ello serán aptos para partici­ par a nivel individual en las bendiciones que Dios ha preparado para los que le aman. El majestuoso propósi­ to de Dios para las naciones queda así coronado con esta feliz nota del triunfo de la gracia en aquellos de entre los gentiles que se vuelven a Jesucristo.47 2$. ¿Qué relación tiene la iglesia con el milenio? En el arrebatamiento, la iglesia será sacada de la tierra y estará presente con Cristo a través de la tribulación. La igle­ sia será juzgada para recibir sus recompensas en el juicio que seguirá a la segunda venida de Cristo y participará a conti­ nuación en las bendiciones del reino milenario (Romanos 14:10-12; 1 Corintios 3:11-16; 4:1-5; 9:24-27; 2 Corintios 5:10-11; 2 Timoteo 4:8). En Mateo 19:28, Jesús dijo a sus discípulos que participa­ rían en su reino y que reinarían sobre las doce tribus de Is­ rael. Pablo escribe también en Segunda Timoteo 2:12: «Si sufrimos, también reinaremos con él.» Sabemos por Apoca­ lipsis 20:4 que los santos martirizados de la tribulación parti­ ciparán también en el reinado de Cristo. Dos versículos más adelante, en Apocalipsis 20:6, se menciona que todos los que forman parte de la primera resurrección pasan a reinar con Cristo. Por cuanto el cielo está por encima de la tierra, algunos han sugerido que el papel celestial de la iglesia como Espo­

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El milenio

sa de Cristo es más elevado que cualquier papel terrenal, incluido el puesto de Israel como cabeza sobre las nacio­ nes. Quizá la cuestión se comprenda mejor en el sentido de que cada entidad encabeza su propia esfera en igualdad: Is­ rael la terrenal, y la iglesia la celestial. Sin embargo, el pro­ pósito primordial del milenio es la restauración de Israel y el gobierno de Cristo sobre la nación, y la iglesia como la Esposa de Cristo no está ausente en las actividades milenarias.

SEXTA PA R TE

¿Por qué

esimportante el milenio?

29. ¿Por qué debería interesarme la cuestión del milenio? La Biblia, especialmente el Nuevo Testamento, pone un gran énfasis en el futuro. De manera específica, los cristianos deberían vivir la edad presente a la luz del futuro. El milenio forma parte del plan profètico general de Dios para la huma­ nidad y para la creación. La manera en que vivamos durante esta vida determina en cierta extensión nuestro papel especí­ fico durante este período de mil años en la historia. Los cre­ yentes que no sean conscientes de ello pueden perderse una oportunidad para prepararse para el futuro en esta vida. En esta edad actual, el gobierno de Dios sobre su creación tiene quizá su mejor descripción como un control invisible desde detrás de las bambalinas. Es un tiempo en el que Él permite a la humanidad que siga el camino de su pecado con mayor libertad que durante el milenio, mientras sigue en su gracia ofreciendo la oportunidad del evangelio. Debido a que el milenio será un tiempo en el que la justicia será vindicada y practicada, no deberíamos sentimos tentados a proseguir un curso de desesperación cuando las cosas no parecen llevar un rumbo conforme a la justicia de Dios. En medio de toda la tiniebla presente, los creyentes pueden mantener más resplan­ deciente la luz del día: el milenio. Al tratar de comprender las riquezas de la Palabra de Dios y de los detalles que ésta contiene, no podemos soslayar su contenido profètico. La esperanza y el destino del creyente están irrevocablemente ligados a Jesucristo. Él es nuestra es­ peranza segura y cierta, y por ello su reino y su reinado ten­ drán un efecto sobre los cristianos que irá más allá de toda comprensión. Porque Él vive, también nosotros viviremos y le adoraremos en el reino milenario.

¿Por qué es importante el milenio? 45 30. ¿En qué me afecta el milenio en la actualidad? En un mundo lleno de caos, desesperanza, corrupción, violencia y mal desenfrenado, la certidumbre del milenio nos da la seguridad de que el programa profètico de Dios no ha sido abandonado. Cristo gobernará el mundo con rectitud y justicia. El mal será juzgado y creyentes de todas las edades adorarán a Jesucristo en su presencia. Dios conoce el futuro y lo controla. Debido a esto, los cristianos en la actualidad no tienen por qué padecer ansiedad ni temer a causa de los titu­ lares de la prensa. Nuestra «esperanza bienaventurada» es Jesucristo (Tito 2:13) y por ello debemos mantenemos acti­ vos en estos días antes del regreso de nuestro Señor procla­ mando el evangelio de Jesucristo (2 Corintios 5:11). No tenemos por qué temer, porque Su reino ciertamente vendrá. Debemos proclamar denodadamente, a todos los que quieran escuchar, el mensaje salvador de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, el Mesías-Rey venidero.

Conclusión En su obra The In te rp re ta ro n o fP ro p h e c y (La interpreta­ ción de la profecía), el doctor Paul Lee Tan escribe que «al tratar acerca del milenio, el intérprete literal encuentra una dificultad peculiar, no la de buscar, sino la de cribar a través de montañas de profecías milenaristas».48 Tiene razón, por­ que hay docenas de pasajes bíblicos que proclaman la reali­ dad del reinado milenario. El reinado milenario es sólo un segmento del plan profètico de Dios. Seguirá a un tiempo de grandes tragedias y horrores, y será una era de transición en­ tre este mundo presente y el estado eterno. En Lucas 1:32-33, un ángel se presentó ante María para anunciarle el próximo nacimiento del Mesías. En la majestad e intimidad de este anuncio, se proclamó el reino venidero. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reina­ rá sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Sin embargo, cuando Jesús lo ofreció, el reino fue recha­ zado. Sin embargo, será establecido en el futuro, cumpliendo las escrituras proféticas proclamadas por muchos profetas a lo largo de muchos siglos. La magnificencia del milenio ex­ cede con mucho a todo lo que podamos imaginar. Las Escrituras nos dan atisbos descriptivos pero no dan respuestas a todas nuestras preguntas. Sabemos muchas cosas

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El milenio

con certidumbre, aunque no las conocemos completamente. Su reino vendrá y su voluntad será hecha en la tierra como en el cielo. Las palabras del himnista serán plenamente realizadas: Veloces las horas y el tiem po se van; D el alba los rayos rom piéndose están; «La R esplandeciente Estrella» de am or B ellísim a yo veo ... ¡es m i Salvador! Llega a l fin la noche som bría acá, Pronto viene Cristo, el Fiel; L a gloria es brillante, su gloria allá, E n la p a tria de Em anuel.

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Notas 1. John F. Walvoord,

P r o p h e c y : 1 4 E s s e n ti a l K e y s to U n d e r s ta n d in g th e F in a l D r a m a (Nashville: Thomas

Nelson Publishers, 1993), p. 139. 2. David L. Larsen, Jew s, G entiles, a n d

the C hurch: A N ew P e rsp e c tiv e o n H is to r y a n d P r o p h e c y (Grand Rapids:

3. 4. 5. 6.

7. 8. 9. 10. 11. 12. 13.

14. 15. 16. 17.

Discovery House, 1995), pp. 310-311. J. Dwight Pentecost, E v e n to s d e l p o r v e n ir : E stu d io s de e sc a to lo g ía b íb lic a (Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1977), pp. 427-432. Jack S. Deere, «Premillennialism in Revelation 20:4-6», B ib lio th eca Sacra, 135 (julio-marzo 1978):58-73. Roy B. Zuck, B a sic B ib le In terp reta tio n (Wheaton, IL: SP Publications, Inc., 1991), pp. 244-245. Harold W. Hoehner, «Evidence from Revelation», en A C ase f o r P re m ille n n ia lism : A N e w C o n se n su s , ed. Donald K. Campbell y Jeffrey L. Townsend (Chicago: Moody Press, 1992), pp. 249-250. Nathaniel West, The T h o u sa n d Year R eig n o f C hrist: The C la ssic W ork on the M ille n n iu m (Grand Rapids: Kregel Publications, 1993), p. 327. Este argumento fue elaborado por S. Lewis Johnson, notas inéditas de clase de Apocalipsis 228, Seminario Teológico de Dallas, otoño, 1976. Kenneth L. Gentry, H e S h a l l H a v e D o m i n i o n : A P o s tm ille n n ia l E s c h a to lo g y (Tyler, TX: Institute for Christian Economics, 1992), p. 335. West, op. cit., p. 384. Daniel T. Taylor y H. L. Hastings, The R eig n o f C h rist on E a rth o r The Voice o f the C hurch in A ll A g e s (Boston: H. L. Hastings, 1893), pp. 25-46. Henry Alford, A lfo r d 's G reek T esta m en t , 4 vols. (Grand Rapids: Guardian Press, 1976), vol. IV, part II, pp. 732733. Para un excelente examen de los pactos bíblicos, véase Paul N. Benware, U n d e r s ta n d in g E n d T im e s P r o p h e c y : A C om prehensive A p p ro a ch (Chicago: Moody Press, 1995), pp. 31-74. John F. Walvoord, The M ille n n ia l K in g d o m (Findlay, OH: Dunham Publishing Co., 1958), pp. 298-299. Phillip Schaff, H isto ry o f the C h ristia n C h u rch , 8 tomos (Grand Rapids: Eerdmans, 1910) 11:614. Ibid., pp. 618-619. Para una clara visión general de la historia de la interpreta­ ción bíblica, véase Zuck. B a sic B ib le In te rp re ta tio n , pp. 27-58.

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