Stomas Be Aquino: El Abismo De Sabiduria

  • Uploaded by: escatolico
  • 0
  • 0
  • January 2021
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Stomas Be Aquino: El Abismo De Sabiduria as PDF for free.

More details

  • Words: 10,409
  • Pages: 45
Loading documents preview...
EL ABISMO DE SABIDURIA ¥ E L A B ISM O D E H U M IL D A D

S T O M A S B E AQUI NO Q U IN TO D O C T O R D E L A IG LE SIA

S E R M Ó N , QUE 1Í Í E L D IA VIL D E M A RZO M DCCLXXXXI. predici^en el Religiosísimo Convento de PP. Predica­ dores Jae Santa Catalina V. y M. de la Ciudad de Barcelona, el mas Mínimo de sus Discípulos Fr. Raymundo Pujadas^ Lect. Jub. de la . Orden de S* Francisco de Paula,

f

SAL% A LU Z A EXPEN SAS D E UN PR E B E N D A D O de la

S a n ta Ig lesia C a t h e d r a l de

DEVOTO D EL SANTO

QUIEN

y

la

m is m a C i u d a d .

AFICIONADO A SU

LO

d o c t r in a

D E D IC A

A L A M. ILU STRE Y S A B IA A C A D E M IA baxo la invocación del A ngélico D optór , sita en dicho Convento.

CON

LICENCIA.

Barc. En la Imprenta de M anuel T exero 3 casa Girált,

X liL e g ir MecénasV a quien se dedique un E scrito, es buscar acogida y valimiento > que á un míámo tiempo* lo autorice y patrocine; y en parte alguna mejor que en tí pensé hallar mas de lleno , (M . Ilustre Angélica A ca­ demia), ambas satisfacciones para el Sermón, que doy & luz , dé nuestro Angélico Maestro Santo Tomás de Aquino j porque tu eres la que puedes presentarle aque­ lla som bra, con que suele el Santo D octór favorecer á los verdaderos Devotos y Discípulos. Erigida tu en el año de 1538. a impulsos de la de­ voción que a Santo Tomás cordialmente profesaba el Glorioso Marqués de Lom bay >Duque de Gandía y Capitan General de nuestra Cathaluña , San Francisco de Borja , y alentada con el espíritu que te infunde la au­ toridad de los Sumos Pontífices , que atentos á promo­ ver los cultos del Angélico M aestro, aprobaron tu es­ tablecimiento (r) tan sólidamente has conservado en fiel deposito el amor á tu Angélico Doctór ? que en to­ dos los posteriores siglos has acreditado haber hereda­ do tus individuos 3 á pesar de la vicisitud de los tiem­ pos , el espíritu de tu Fundador tan heroico ; y me sería muy fácil dar prueba de esa verd ad , recordando la memoria de tantos Héroes , como se presentan, no solo de ambos Cleros Ecclesiasticos, sino también se­ glares Militares y Nobles , quienes tuvieron á par.tiA a cular ( 1 ) Sixto V . aprobó la erección y la enriqueció de m uchas índulgiencias , a i. de Junio de 158«. Paulo V . Inocencio X I. y' Bene­ dicto X l l i . ia confirm aron después.

calar gloría el alistarse en las Series y Libros de tus Individuos * siguiendo la devociort y exemplo del gran­ de Borja (2). , Y ; como por otra parte no ignoro quanto nuestro A ngélico D octor se precia de manifestarse propició á quantos afectuosamente le veneran, no puedo me­ nos ¡de prometerme en ti aquella acceptacion benévo­ la con que miras todo lo que puede contribuir a la m ayor gloria de nuestro Santo. Este es todo el moti­ vo de dedicarte y poner este Sermón baxo tu som­ bra , bien persuadido de que no le será ingrato a tu devoción este rendido obsequio , en que brilla no. menos el respeto con que te ven ero 3 que el afec­ to: que profesa á tu Doctor el Autoi* y como alum­ no de una Religión que tanto ama á sil doctrina. E l mas afee. y o b s e q A c a á c m ic O j que te desea todo bien y aumento.

(i) Entre Otros Académicos se cuentan Sacerdozes de la pri­ mera Hyerarfjtiia , Religiosos de casi todos Institutos , Milita­ res y Nobles de los mas distinguidos y como el Excelentísimo Señor Eernardino de O rd en as , Virrey de Cath, , D o n García de T o ­ ledo j Marqués de Villnfranca y Principe de M oltelvan y otros muchos de igual Nobleza y mérito, ■ ........

,x 1 m ··“. Í SS

mz ·*· "-" w · .m - . #%>,*§? - J0<^----I ^ .%·..;■ MS x

Fos estis sal terree::: ..Fos estiV k x' Frwt№¿\, Math. cap. 5. Endito y alabado sea Dios , que Ú T> $ siempre fiel á sus promesas ? nos J? ■\ ha dado en todos tiempos el mas autentico testimonio de la infabiIidad de su palabra en orden á la duración de su Iglesia hasta la fin del mundo. Si re­ gistráis con los ojos de la fe los varios ca­ minos , que ha tomado el Dios de Israel en el govierno de su Iglesia $ veréis y admiraréis los poderosos medios á que ha recurrido su Divina Providencia para impedir que las puertas del abismo 110 prevalecieran contra la Ciudad santa (1) colocada sobre el monte* y fortalecida con mil escudos (2), que no po­ drán arruinar todos los esfuerzos de los hijos de Babilonia. Murió el Supremo Pastor de la Iglesia, Jesu-Christo ? y si bien con la muerte del Pas­ tor (1) (2)

Math. ió . v. iS. Cant. 4. v. 4.

tór se descarriaron las ovejas , como tenia pro­ fetizado Zacarías ( i ) $ con todo , aquel rebaño Ápostolico asi disperso y descarriado, luego volvió á juntarse y congregarse allá en el Cenáculo de Jerusalen: :y veis aqüi qtre con la venida del Espíritu. Santo recibieron los Apostoles tanta gracia, tanto animo y valor, que si antes amedrentados con la muerte de: su Divino Maestro se escondían y huían de los Judíos , despues salieron por las Calles y Plazas de la Ciudad, predicando sin rebozo la fe del Crucificado 3 y obrando al mismo tiempo tales prodigios y maravillas , qué has­ ta su sombra era poderosa para curar toda especie de enfermedad y dolencia (2). Descargó desde luego sobre la Iglesia la mas recia tempestad á impulsos de la rabia y furor de los barbaros Emperadores, los Ne­ rones , los Dioclecianos y Maximianos, Pero á pesar de los Eculeos y Canastas, de los peynes y garfios, que inventó su crueldad y ti­ ranía , corrieron con ligereza de ciervos, ó con pasos de gigan te, tropas de Christianos á defenderla con la mayor constancia y valor: la mas tierna edad, y las mas delicadas Don­ cellas, (1) (2)

Zacar. 13. v* 7. Act. S* v. 13.

3 animadas del mas maravilloso aliento que infunde la gracia , no dudaron^ 6 no te­ m i e r o n desafiar intrépidamente á aquellos crue­ les tyranos , probar sus fuerzas y burlar sus mas espantosos tormentos * pero en aquellos primeros siglos de sangre y horror (mejor di­ ré de oro para el Christianismo) no descui­ dó el Señor de asistir á su Iglesia con co­ piosos socorros de luz , que le envió para di­ sipar las . tinieblas del Gentilismo * y hacer patente á los ojos de todos la verdad del Evangelio. El mismo Jesu-Christo ( 1 ) formó á sus Apostoles, luces , para que alumbrasen á la nueva Jerusal^n y removiesen las sombras de la Sinagoga, que acababa de espirar. Resplan­ decieron despues en la casa de Isra el, como brillantes A stros, sus mas sabios Discípulos, Dionisio , Irenéo, Ignacio , Justino y Timó» theo , quienes con la luz de su predicación y doctrina confundieron á un Basilides, á un Menandro , á un Cerintho , a un Ebión y á un exercito de Nicolaítas-, quienes no menos sacrilegos, que crueles, pretendían corromper con sus falsos dogmas la pureza y sincéridad del Evangelio ? pero como la Iglesia ya en su c e lia s ,

(1)

Math. 5. v. 14..

4

.

su misma cuna fue puesta en señal de contra­ dicción 9 fue en todos tiempos y eri todos si­ glos combatida y asaltada de un sin numero de Heréges , que todos conspiraban á destruirla y acabarla. Dexo á parte aquellos monstruos de impiedad é irreligión, los Navátos, los Sarnosateños, los Sabelios, que le movieron la mas cruel guerra: Acordáos sí de un A rrio, de un Nestorio , de un Eutichio , de un Eunomio , de un Juliano apostata y de un Pelagio , que la combatieron con tanto denuédo , rabia y fu­ ro r, que sin duda huviera perecido y visto su total ruina , si el Dios de los Exercitos no huviese sucitado can su providencia un D a­ vid contra cada G oliad: un Hilario contra los Arríanos, un C yrílo contra los Nestórianos, ün Basilio contra los Eunomianos, un León Magno contra los Eutichianos, contra Julia­ no apostata el Nacianzenó y contra Pelagio el grande Agustino. Pero nunca (si bien se miran las Historias) fueron tan generales ¿ ni tan sangrientos los asaltos contra la Iglesia, como en el siglo XIII. Qué violencias ! qué insultos ! que vicios ! qué desordenes! qué errores ! qué enemigos! por todas partes levantaba sus cabezas la mons­ truosa Hydra de la heregía ¿ el enemigo hom­

5

bre sembraba la zizana en el campo del Se­ ñor ¿ cada dia abortaba el infierno nuevos monstruos de error y libertinage. Francia se miraba por una parte infeliz cúna de los Valdenses y Albigenses , A lm erícos, Guilbertos Porretános y Guillermos de Santo-amore^ Flandes vv Lombardía eran una A fr ic a ,* madre de monstruos por los que vomitaba en los nuevos sucitadores del antiguo Manicheismo nuestra España gemía baxo el yugo mahometano $ Ita­ lia , centro dichoso de la Fé y R eligión, veía desconsolada enturbiarse las aguas paras de las fuentes , que vaticinaron los Profetas, con el cieno abominable de la heregía de los Cataros y Patarénos, sacrilegos calumniadores de la virtud y eficacia de los Sacramentos * en una palabra, se hallaba la Iglesia en aquella Epoca tan afligida y lastimada, que traspasado del mayor dolor y sentimiento el Supremo Pastor de ella ( i ) comparaba á las cinco llagas de JesuChristo las gravísimas calamidades que enton­ ces la afligían, como eran : el Cisma de los Griegos 5 la heregía que hacía grandes estraB gos, 0 ) E s te .Pontífice fue Inocencio IV. ^ y todo lo dicho se puede ver en la Hist. Eccíes. del P. Orsi, P. Berti y en los Rudimentos histor. impresos en Ma­ drid en el año 1^87. tom. 3. opuse. 6.

6 g o s , especialmente en la Francia ¿ lá perdida de la Tierra Santa} las violencias del Empe·^ rador Federico Segundo contra la Iglesia 5 y la irrupción de los Tártaros en las tierras de los Christianos. En este calamitoso estado se hallaba la Igle­ sia en el siglo X III. 5 pero aquel Señor que no duerme, ni entireduerme en el cuidado y guar­ da de Israel (1 ), hizo amanecer en el Emisferio de su Iglesia en el año M C C X X IV . un Sol y una Luz (2): un S o l , que por todas partes ha­ bía de difundir sus resplandores (3): un S o l, á cuyo nacimiento se habían de retirar y escon­ der en sus cuebas las voraces fieras (4) 5 un Sol* de quien habla de cantar la Iglesia, que con sus rayos habia de disipar el nublado de los erro­ res (5): un Sol en fin , que por excelencia se habia de llamar ^1 Sol de la Iglesia, el Sol de los D octores, mí siempre venerado Maestro, el Angélico Doctor Santo Tomás de Aquino. ■ : Ale(1) Psalm. 120. v. 4. (2) Lux ct Sol ortus est. Esther c. 11. v. 11. (3) Sol illuminans per omnia respejdt.· Eccles. c. 42. v. 16. (4) Ortus est Sol::: et in cubilibus suis collocabuntur. Psalm. 103. v. 23. (s) Errorum pulso nubilo per novi Solis radium. In O/íic. prop. D. Thom. consces. Minimis á Bened. XIV. an. 1755.

Alégrate pues Ciudad Santa de Jerusaléa^ consuélate afligida hija de Sión ^ no llores, en? júga tus lagrimas 5 no temas , que el Señor te ha dado en Tomás un Nehemías , que con su Apostólico zelo y celestial doctrina te alen­ tará en tu aflicción y pena ( i ) : un Esdras, que será, toda tu gloria , enseñará las costura.·* bres de Israel, y derramará por todas partes el espíritu de la verdadera Fé y Religión (2): un G edeón , que con las luces de su Angélica Sabiduría amedrentará y ahuyentará á todos tus enemigos (3): un Angel en fin, que arma­ da su mano con la brillante y aguda espada de su pluma, te guardará y defenderá hasta la fin del mundo, de las monstruosas fieras , que atrevidas pretendan agostar tu verdor y her­ mosura (4). S í, alegrate Iglesia Santa, y tributa á Dios las mas rendidas gracias por haberte enviado tal Defensor y Patrono, como Tomás: adsunt JDoctoris coclici Tbomce festa solemnia, devotione suplid laudes promat Ecclesia (5) ^pero confún­ danse al mismo tiempo , callen y enmudescan B 2 los ( j) Esdrae 2. c. 1. v. 17. (2) Esdrae 2. c. S. (3) Judie, c. 7. v. 21. (4) Genes, c. 3. v. 24, (3) E x eodem off. in Matut.

8

los L ib e rtin o s lo s Espíritus-fuertes, los nue­ vos Filosofos de impiedad é irreligión, aque­ llos que con los execrables libros de libertinage, con que han pretendido corromper nuestro Catholico País , hacen farsa, mofa y burla del Estado R egular, declamando rabiosos contra los F ra y le s, que son gente inútil, gente ocio­ sa , gente gravosa al Estado : confúndanse, buelvo á d ecir, callen y enmudescan á vista de lo que hizo y obró con la gracia de Dios un pobre Fray l e , como Tomás de A quino} de los buenos servicios , que con sus Escritos ha he­ cho á la Iglesia y también al Estado , como sa­ biamente lo ponderó en Cortes uno de los mas Catholicos Monarcas de nuestra España ( i ) ; y de lo mucho que han trabajado y aun traba­ jan las Sagradas Religiones á favor de entram­ bos , como evidentemente lo ha probado uno de los mas sabios hijos de Domingo (2). Y V o s, Virgen Santísima, que instruíais á Tomás en sus dudas, que le animabais en sus emprezas , que le consolabais en sus penas, alcan(1) Este fue Juan II. hijo de Enrique III. R ey de Castilla celebrando Cortes en L p rca , en cuya ocasion predicó S. Vicente Ferrer. Vide Estev. Garibay , Hi3t. Reg. Cast. tom. 3. (2) Este es el P. Mamachio, al presente Maes­ tro del Sacr. Palacio.

9 canzadme del Espíritu Santo, Vuestro Divino Esposo, los auxilios necesarios para poder dig­ namente ponderar las glorias de vuestro ahija­ do Tomás de Aquino. En el Trono de vuestra clemencia jamás han sido inútiles los votos $ no atendais, Señora , al m érito, sino al afecto con que yo presento los mios: y para mas obligáros os saludamos todos con la Oración del Ave Maria.

Vos estis sal terree::: Vos estis lux mundi. Math. cit.

TT

J -iN tre las varias metaforas, de que se vale la Iglesia nuestra Madre para elogiár á los Santos Doctores , una es la sal y otra la luz: Vos estis sal: : : Vos estis luz. Comenta mi An­ gélico Maestro el presente Evangelio y dice, que habla aqui Christo de las condiciones y calidades, que debe tener un Doctor de la Igle­ sia. Dos son entre otras , dice el Santo , la pri­ mera es que sea sal en la vida y costumbres, que su vida sea tan pura, sus costumbres tan santas , y su conducta tan irreprensible, que con sus exemplos ediñque á los mismos que instruye, preservándolos dé la corrupción del pe-

pecad ot debet esse sal in m ta et mbribui ::n t t condiat animas ad incorruptionis scmitatem (i). L a otra es que sea lu z , que con los rayos de su Doctrina haga patente y manifiesta a los ojos de todos la verdad: lux i n Doctrims: :: ut illa*■ minetad veritatis intelligentiam (2). Estás conr diciones ó calidades tan proprias y característi­ cas de un verdadero Doctor de la Iglesia se halláron en Tomás en grado tan eminente, que bien podría yo predicarle con el Cardenal Besarión : entre los Doctos el Santísimo, y entre los Santos el Doctísimo (3): podría yo alabarle con mi venerado Hermano (4), el gran Doctor asetico, San Francisco de Sales: el Doctor Maximo en santidad y sabiduría ^ ) : podría yo por ultitimo aclamarle con San Vicente Ferrer \porten* to de virtud y de ciencia (<>) $ pero como no me es dable por falta de tiempo correr todas las he* roicas virtudes de Tomás en particular, me contentaré con elogiar á Thomás con el elogió, que le dá el gran Arzobispo de Florencia, San . An(1) (2)

D . Thom, in Math. c. 5. v. 7. D- Thom, ib id

‘ (3) Vide elP. Juan Bris in vita D. Thom. , ^4) Vide lasCoron. de la Religión de los Mínimos, San Francisco de Sales y profesoTercero de la misma. (5) Vide el P. Juan Bris in vita l) . Thom. ·.. . San Vicente Ferrer in Serm. 1. D. Thom.

Antonino: El nombre Toroi« , dice el Santo, significa lo mismo que abismo , y abismo du­ plicado : Tbomas, idest, abisus %Tbomas, idest7 geminas ? con que Tomás fué un abismo de sabi­ duría y un abismo de humildad (i). Este fue el elogio , que dio á Tomás de Aquino San Anton in o, y este mismo» elogio será también todo el asunto de mi Sermón. En él os manifestaré, que Tomás fue un abismo de sabiduría en medió de su mas profunda humildad ·, Primera Parte: que Tomás fué un abismo de humildad en medio de su mas alta sabiduría : Segunda Parte. Todo esto os lo manifestaré para mayor gloria dé Tomás y confusion de muchos sabios de esté sig lo , q u e llamais ilustrado. Esta es la ideaj voy á la prueba. , PARTE

PRIM ERA.

ijLÜ nque es verdad y de fé , que nace el hom­ bre con una alma racional y con tres tan nobles potencias, que le constituyen un poco menos que los Angeles en lo espiritual y entendido* con todo, queda el hombre tan ignorante y des­ tituido de luces , mientras vive ceñido á los li­ mites ( i) D. Antoninus 3. part. tit. 2s. de D . Thom, et vide ipsum D. Thom, iii expos, in c. 20. Joann, de Thom. Apost.

I 2

mites de la infancia , que casi en nada se dis­ tingue de los vivientes irracionales. L o que únicamente sabe el hombre quando nace , es llorar 5 siendo aquellos lloros y lagrimas tristes reliquias de la necédad é ignorancia del primer hombre. Esto es lo que regularmente sucede á lós hijos de Adán, quando nacen (1)5 pero aquel Dios , cuya providencia es incomprehensible, dispone muchas veces, en crédito particular de su Omnipotencia, lo contrario en aquellos, que elige y destina para que sean mirados, 6 admi­ rados en el candelero de su Iglesia como un prodigio ó portento de santidad y sabiduría. Asi se vio en Tomás: nació nuestro Santo , no como los demás hombres llorando, sino muy alegre y risueño, con admiración de todos(2)$ y aquellas lagrimas que no perdonaron á un Salomón , por mas que nacía para ser el mas sabio del mundo , no se vieron en aquel que nació para ser mas que Salomón en la sabidu­ ría (3). Dispuso el Cielo que naciera Tomás muy alegre y risueño $porque no era justo que el que nacía como Sol para disipar las densas nieblas de la heregía , naciera entre nubes de la- · -(1) (2) (3)

Sap. c. 7. v. 3. Vide Bris vit. D. Thom. Innoc. VI. in Serm: de laúd. D. Thom.

13

lagrimas $ ni saliera al mundo con afectos de tristeza el que había de causar á la Iglesia tan­ ta alegría con la luz de su celestial Doctrina. Este modo de nacer Tomás tan singular y raro, las soberanas lu ces, que bañaron su her­ moso rostro, luego de nacido, y aquel vatici­ nio de S. Juan de Mata con el del Hermitaño Bono ' ( i ) v declararon desde luego que nacía Tomás Maestro y Doctor el mas sabio. Ningu­ no como Joseph, dice la Sagrada Escritura (2), nació Principe. Principe fué David , y Princi­ pe muy sabio * Principe fué A b n ér, y Principe Máximo 5 Principe Saúl ungido por Samuel, quando era el mejor de Isra el} Principes en fin todos quantos governaron á Israel y Judá (3)5 pero ninguno fué Principe como Joseph, que nació con él Principado. David sube des­ de la cabaña al Solio \ Abnér es elevado al Trono en estado de menor fortuna $ Saúl pasa á Principe , quando buscaba las Jumentas de su Padre * por ultimo todos los Principes del Pueblo de Dios fueron elegidos, y elevados ál Trono, por sus grados y asensos} solo Joseph fué singular ¿ pues nació con el Principado. C En (1) (2) (3)

Vicie Bris in vit. D . Thom* Eccles* c. 49* v- 17. Reg. lib. 1. 3» et 4^

14

En todos tiempos A. 0 . 3VL sacó Dios del seno de su Omnipotencia sabios *Doctores y Maestros consumados para bien y provecho de su Iglesia $ pero acomodóse su poder al orden de la naturaleza f disponiendo que. subieran de grado en grado, y de perfección en perfección: solo Tomás nace Maestro , ó es Maestro desde que nace. Prevenía el Cielo en Tomás un, Joseph , que nos diese el trigo de los. escogidos en el augusto Sacramento del A lta r : enviaba un Héroe , que había de ser el mas glorioso triunfador en los insultos y asaltos lacivos: for­ maba un hombre á quien habían;dé obsequiar el Sol en su nacimiento·,-y las Estrellas en su ocaso (i ) : criaba finalmente un Principe de la Theología , que tal le llama con muchos el Cardenal Hossio (2)} y por esto le declara el Cielo Maestro y Doctor, desde que nace. Y sino atendedle quandó niño de teta se traga la cédula del Ave Marta., y veréis qué si ésta salió de la boca de un Angel dirigida á María , sale despues de las manos de Mária, dice San Vicente Ferrer (3), enviada á otro Angel para que la dirigiese y actuase con sú ; sa(1) (2) (3)

Bris in vit., D . Thom. Calatayud tom. 1. Proleg, 3. c. 4.. In ejus vita.

15

sabiduría. Contempladle despues alia en el Pa­ lacio de sus Padres manoseando y revolvien­ do libros y papeles, y esparciendo por áque* lias salas ciertos Manuscritos , que halló en un caxoncíto. Miradle por ultimo en el Monte Ca­ sino , quando no tenia más que cinco años* preguntando -^qmeñ ? : y veréis que to­ do esto presagiaba en Tomás la grandeza de su Magisterio y la sublimidad de su Doctrina* l Quien es Dios ? preguntaba Tomás á aquellos Santos Monges 5 décidme Padres y enseñádm e 1 qiiieW es Diós‘ ?'-He· aquí A. O. M. el sagra­ do caracter de la Ciencia y Doctrina de Tomás. Ciencia que no mira á D io s, no es ciencia, sino error e ignorancia : Doctrina que ;no áé dirige á mayor gloria de Dios \ rió 'es D octri­ na, sino confusión y engaño. ¿Quien es Dios ? pregunta Tomás como ancioso de saberlo pa­ ra íííasí amarle. Enseñó Tomás con esta divi­ na practica lo que despues escri víó! su pluma de la estrecha obligación , que tiene el hombre de buscar á Dios en el primer acto deli­ berado^ <Íel uso de lá razón ( r ) ; y descubrió en esto mismo el carácter de la sabiduría ver­ dadera , que es buscar la suma verdad en su misma fuente para mas amarla.

I6

i A quien enseñará Dios la ciencia % pregun­ taba en su tiempo Isaías ( i ) } pero luego aña­ dió por respuesta , que como tal debe leerse en sentir de Tomás (2) que los sugetos dig­ nos de comunicárseles esta ciencia eran los que apenas se separaban de la leche y acababan de arrancarse de los pechos : ablactatos á lacte9 avulsos ab uberibus 5 esto es, añade Tomás (3), á los humildes, á los sencillos , á los pequenuelos. Lo que entonces dixo Isaías se vio glo­ riosamente verificado en nuestro Santo. Ape­ nas se había desprendido Tomás de los pechos de su Madre Teodora , aun su tiernecito bal­ buciente labio no sabía bien articular , quando ya hablaba de D io s, y sabía quien era Dios, mejor que los Sabios del siglo. To ya sé , de­ cía Tomás á aquellos Santos Monges , que Dios es mi Criador , que a él debo mi corazon y mis adoraciones $ pero no puede vivir contenta mi alma sin conocer todo lo que es Dios en sí y comprebenderle (4). ¿ Qué dices sabio rapazuelo ? podríamos de­ cir á Tomás 1 No sabes qué en esta vida mor­ tal (1) Isai. c. 2,8. v. 9. (2) D . Thora. exposit. in eund. loe. 3 D. Thom, in ead exposit. (4) P. M· A, Touron. in vit. D . Thom. elegantér et criticé scripta.

J*.,

..



:IT i tal no se puede conocer Dios cómo es en st^ sino por enigmas y figuras (1) ? ¿No sabes que á solos los Bienaventurados está concedida la visión intuitiva de D io s, á lo menos1la per­ manente (2), y á todos negada la comprehen­ siva , como tu mismo enseñaste despues en tu Suma (3), Si Señores 5 asi lo entendió y enseñó To­ más , pero transportado ya entonces su espíri­ tu con un maravilloso éxtasis y arrobo , reci­ bió del Padre de las luces ideas tan ciertas y sublimes del ser Divino , que pudo despues con sus escritos convencer y confutar á un A rrio , á un Macedónio y á quantos impugna­ sen al adorable Misterio de la Trinidad Santí­ sima , ó en la Unidad de su Esencia, ó en la Trinidad de sus Personas. Seguid ahora á Tomás hasta Roca-seca , y veréis que la sabiduría entra con él en aquella lóbrega prisión. A llí le sigue, como á Joseph preseguido de sus hermanos (4), y allí hace tales progresos su sabio entendimiento, que en aquella torre de reclusión aprende de memo(1) (2) (3) (4)

D. Thom. 1. part. Quaest 12. Art. 11. et alibi. 2. a. Quacst. 174. Art. 5. ad pm D* Thom. 2. Part. Qusest, 12. Art. 7. Sap. c. 10. v. 13.

•j 8 moría toda la· Sagrada Biblia y los quatro L i­ bros del Maestro de las Sentencias ; allí tra* baja los Comentarios de Eticis et Póliticis de Aristóteles aplaudidos aún por los mismos hereges * allí escribe el Libro de Ente et Esentia, en que-nada retraté * y de tanto aprecio , qué fué traducido por los Griegos en su proprio idó ma * y -aquel tan . celebrado Opúsculo de FaUaciis. Pasád despues á P a rís , y veréis que graduado de Doctor y Maestro en aquella fa­ mosísima Athénas , comenta todos los Libros de Aristóteles y del Maestro de las Sentencias* despues trabaja las sesenta y tres Questiones disputadas en quinientos y nueve Artículos* los once Quodlibetos en que resuelve cien Artículos * la Suma contra las Gentes, dividida en quatro L ibros, por orden de su General, nuestro Paysano y mi Patrono , San Raymundo de Peñafort * y por ultimo el precioso V o­ lumen de setenta, y quatro Opusculos , y entre ellos él delicado Opusculo de regimine Brincipmn7que compuso a petición del R ey de Cípre, Opúsculo digno de ser gravado con letras de oro en los corazones de los Reyes y Vasallos, pará que unos y otros sepan sus reciprocas Obli­ gaciones ( i ). . Con(i) Vide;Férr. en lá vida· de Santo Tomás de Aquino .escrita en idioma C a t h a l á n ^ . *'■'"i -

ip : Contempladle pör ultimo en lös postreros anos dé su vid a, yá en P arís, yá en R om a·,yá en Colonia , yá en Ñapóles , yá en Babilonia, yá en otras Ciudades de Italia , ä ¡donde le lle­ van las Ordenes del Sumo Pontífice y dé su G eneral, y veréis q u e , no obstante de ser con­ tinuas sus tareas y ocupaciones en el Pulpito y Confesonario, en la Cathedra y en las Consul­ tas en negocios de la mayor importancia, sur­ ca el dificultoso y espacioso mar de la Escritu­ ra Sagrada; él escribe sobre Job a la letra , lo que ninguno de los SS; PP. se ha atrevido ä emprendér ( i ) ; sobre lös cinquenta y un Psalmos primeros de D avid , sobre el Ecclesiastes, sobre el misterioso Libro de los Cantáres , empezando por Sonet vox tua, y sobre los Profetas Isaías y Jeremías. El postila á Daniél y los dos primeros Libros de los Machabéos; él enlaza las sentencias de los SS. PP. sobre los quatro Evangelistas en aquel tan precioso L i­ bro , que llaman Caleña A urea, que compuso por Orden de Urbano IV . (2), y todas las Epís­ tolas dé San Pablo ; él compone por mandato , V· del v (1) Solo S. Greg. Mag. ha expos. á Job en el sentí<Jo morail, y ninguno en el literal., alómenos antes de Santo Tomás. ‘ (2) Vidc la Epist. Dedic. deí mismo Santo en et cit. Lib. dirigida al mismo Pont.

50 del mismo Pontífice el Oficio del Santísimo Sa­ cramento , que ó y canta la universal Iglesia* siendo Autor hasta de la Música y Armo­ nía ( i) r y el rezo de su Gran Padre San Agus­ tín (2) , valiéndose de sus mismas confesiones. Trabaja en fin Tomás y forma como por ul­ timo testamento (3) aquella preciosísima Suma Theologíca, aquella Suma digo , canonizada por Clemente V III. ¡como un deposito de D oc­ trina A n gélica, llamada por Paulo V . Escudo inexpugnable de la Iglesia, por Juan XXII. Compendio de tantos Milagros r como Artícu­ los contiene , por Inocencio XI. Dote riquísi­ ma literaria de la Iglesia M ilitante: aquella Su­ ma que fué recibida baxo Tálamo eri Solemní­ sima Procesion allá en Tolósa (4 ), y que sirvió alguna vez de Ara Sagrada para el Santo in­ cruento Sacrificio de la Misa (5): aquella Suma que fue tari venerada de los Padres del Sagrado Concilio de Trento ? que no quisieran resolver pun(1) Camargo Epitom. histbr an. 1264. et Geneb* in Cronico. (2) Magíst. Arriaga et alii. . (3) L o ultimo que escribió S. Tom. fué la Sum. y aun no la acabó : muriendo al escribir cont. Iqs hereg. Sacram. Vide Ferr. in vita. (4) Vide P. Bolard 7. Mark (5) Bris in vita D. Thom.

punto alguno pertenéciente al Dogma' y Disci­ plina Ecclesiastica , sin consultar primero lo que había enseñado Santo Tomás sobre la raa^ teria que se controvertía, diciendo á voz alta: comulatur Divus Tbomas ( i ): aquella Suma tan apreciada de muchos Santos; de un Ignacio de L o yó la, que la estudió en el Convento de Pre­ dicadores de Párís , cuyo estudio se recomen­ dó despues en la Sagrada Congregación de Ri­ tos para el efecto de su Canonización ; de un Luís Gonzága, que no tenia otros Libros en su Celda , que la Sagrada Biblia y las Partes de Tomás * de un Felipe N eri, que hacía tanto aprecio de la Suma de Tomás, que en la hora de su muerte se halláron cinco en su aposento; de un Francisco de Sales,que estudiaba de ro­ dillas y descubierta la cabeza los Articulos .de la Suma de Tomás; dexo á parte los Antonínos de Florencia, los Vicentes Ferrers, los Bertra­ nes, los Pios Quintos , los Tomáses de Villanueva y los Borroméos, que tanto la aprecia­ ron: aquella Suma en fin, que por su admira-, ble orden, claridad y brevedad es la mas útil, aún para los principiantes (2); mientras que D por (1) Guill. de Thoco in Serm. D . Thom. et apud alios > iit Dliránd. &c. (2) Vide Mabillóiv de Studiis Monast.

22 por la solidez y verdad de sus Doctrinas ha merecido que la comentaran mas de ocho cieintos Sabios de todos Estados, Clases y Nacio­ nes (r). Todas estas Obras tan dilatadas , y entre sí diversas, escrivió A. O. M. nuestro Tomás de Aquino desde los doce años de su edad hasta los cinquenta en que murió en Fosa-nova, en? tonando antes , como Cisne Sagrado : Salomon inspirátus Divino Spiritu j pero todo lo escri­ vió Tomás con tanta claridad y veracidad, que bien podemos d ecir, que si por una parte fué su sabiduría universal y sin limites, fue por otra veráz y sin fingimiento, que es en sentir de Thomás el proprio carácter de una sabidu­ ría toda angélica y celestial (2). ¿ Quién pues á vista de esto no confesará ser Tomás un abismo de sabiduría ? Y ¿ quién por otra parte no se aficionará á la Doctrina de Tomás ? Pero ¡ó tiempos I tal es el mundo en esta desgraciada Epoca, que algunos llaman Si­ glo ilustrado, que no se aprecian las Obras, aun­ que sean grandes, por lo bueno, sino por nue­ vo: (1) Entre los A A. que han comentado la Suma de Tom ás, pasan de quarenta los hijos de Ignacio 5 y todos grandes en literatura. Vide March. in v itD . Thom. (2) D. Thom. 1. part. quiest, 5 s. art. 5. et alibi 3 1qquendo de Angelis > sive de eorum scientia.

23

v o : enamorados los sabios falsos de este siglo de peligrosas novedades , procuran con cautela introducirlas en las Escuelas 5 todos pretenden ser Doctores nuevos * pero son como duendes* que turban las casas 5 ó ciegos , como el que finge Causíno, que colgaba los ojos á la puerta de su casa, y se los ponía otra vez para mirar con curiosidad las agénas 5 porque mientras se ocupan en estudiar inútiles novedades, quedan en casa destituidos de la luz de la verdadera sa­ biduría. Reñido vivió siempre Tomás con tal casta de sabios, porque jamás gustó de curiosi­ dades : siendo Tomás mas que Salomón-en la sa­ biduría , bien podia descubrir preciosas nove­ dades; pero como no sabía para saber, sino pa­ ra edificarse y edificar, aplicóse al Estudio de los SS. PP. por mas que fuesen Doctrinas antiguas, porque conocía quan perniciosas eran á la Igle­ sia las novedades(*). Mira Discípulo m ío, de­ cía San Pablo á Timótheo ( 1 ) , mira que ven­ drá tiempo en que los hombres , para satisfacer los deseos de su depravada voluntad , despre­ ciarán la Doctrina Sana y amontonarán MaesD 2 tros ,(*) Solo comprehenden estas expresiones las opi­ niones que caen bajo las censuras de la Iglesia. (i) Erit enim tempus cum sanani doctrinam non sustinebunt & c. D. Paul, in 1. Epist. ad Timoth,

¿4 tros y Doctores, que causarán prurito á las ore-» jas de quien los oyere 5 y apartándose de la ver* dad, irán tras las fabulas y mentiras. Habla aqui el A p o sto l, dice Tomás ( 1 ) , de aquellos que enseñan y se acomodan al gusto de los oyentes. Quien tiene prurito ó comezón en los pies , di­ ce el Santo ^ jamás está quieto j quien lo tiene en las orejas, siempre quiere oír cosas nuevas nunca oídas y curiosas , y a veces nocivas. Son como los Atheñienses, prosigue Tomás, que no empleaban el tiempo en otra cosa que en· decir ú oír novedades5 y veis a q u i , concluye el »Santo, la sentina de los hereges y heregías (2). Gon este comento de Tomás, fielmente tra­ ducido , se vé claramente A . O. M. el feo ca­ rácter de la sabiduría nueva y curiosa con la maldita cola de sus perniciosas conseqüencias: de la sabiduría de semejante jaez nacen los he­ reges con sus h eregías; ellos son aquellos que para enseñar la novedad , ó con novedad, des­ precian las Doctrinas aunque sean de los mas sabios Maestros ellos son aquellos que causan prurito á los oídos de sus Discípulos, porque enamoran con la novedad, y los embelezan, , atem(1) (2)

D. Thom. in exposit. Apost. in loe. cit. D. Thom. in exposit. ineum d. loe.

s5

atemperando su Magisterio al gusto de ellos. Y sino díganlo los A rrio s, los Nestórios y demás hereges, que para salir con la suya de introdu­ cir novedades, no hubo diligencia que no prac­ ticasen , ni estratagéma de que no se valie­ sen (i). Y en punto dél poco aprecio, o despre­ cio de los Libros de los Mayores , dígalo por todos el atentado de León Isaurico, quando hizo quemar con los Bibliotecarios aquella pre­ ciosa Librería de Constantinóbla, en que el zelo y la piedad del Gran Constantino había jun­ tado un sin numero de preciosos volúmenes. Caread ahora A. O. M. la sabiduría de To­ más con la de tan perniciosos sabios , ó admirád contra tan perniciosos sabios la Doctrina de Tomás. Tomás e r a , dice su rezado, el que esta­ ba muy versado en toda suerte de escritos * el que continuamente estudiaba las Colaciones de los Padres * el que hacia mas aprecio de una sola Humilia del Chrisostomo, que de toda la Corte de París * el que siempre argüía ex Agus­ tino , ex Hieronyno, ex Ambrosio , ex Grego­ rio & c (2). ¿ Qué preciosidades, qué curiosida­ des, (1) Vide Illtn et Sapm Bocanegra in sua Instruc. Past. (2) S. Tomás en su Suma cita á San Agust. más d e . 2760. veces, a S. Geron..á lo menos 250. a S. Amb. unas 230. y á S. Greg. no menos de 600. y otras veces á ]os demás SS. PP. vide Ferr.

26

des , qué novedades no podía enseñar aquel, de quien se d ic e , que á Agustino alguna vez obscuro, Tomás lo hizo claro (1)? ¿Q uépre­ ciosidades aquel que del Augusto Sacramento del A ltar, que como Misterio de gracia, solo se puede conocer por la fe * dixo que lo sabía ? j-Qué novedades aquel de quien, hablando con razgo y expresión poética, dixo el P. Labbé¿ que pudo enseñar algunas cosas á los mismos Angeles? ¿Qué Doctrinas en fin aquel de quien celebra el mismo Labbé, que lo que no pu­ do decir Pablo en sus raptos, Tomás lo dixo (2). Pe' (1) Vide P. Labbé in Elog. D iv. T h o m .: Card, A guirre Bened. qui a i t : obstrusos Patrum prasertim Agust. sensus luce donavit Aquinas j et Card. de Noris, qui áíebat : ad Agust. non in tuto ntsi per Tbomatn. Ita Madal. Manual de Dominicos verb. Doct. de S. Tomás pag. 187. Este elogio se hallará mas extensamente pro­ bado en el Sermón del R. P. M. Verde Agust. que predicó de S. Tomás en la Ciudad de Vich año de 1769. pag. i 5. in calce. (2) Todas estas expresiones y otras semejantes no deben entenderse sino en el sentido que corresponde, sin qne se pretenda indicar igualdad y mucho menos preferencia a la dignidad de los Angeles y Apostóles* á quienes ningún Santo debe compararse en Doctrina del mismo Santo. Y solo se dice para indicar asi el mérito y acceptacion que ha tenido siempre lo que en lo relativo á los Angeles y rapto del Aposto! esenvió el S, Doct. N O T A : Estos y otros muchísimos Elogios se hallan en

2‘7

Pero con todo no cuida Tottiás de invencio­ nes inútiles , no se aficiona á novedades , no se deleyta en curiosidades : en los Santos. Padres estudia , en sus Libros aprende., y en sus fuen-* tes bebe los mas puros raudales , añadiendo á sus escritos nuevo m étodo, nuevo estilo, nue­ va forma, para que su Doctrina sirviese de ma­ yor provecho á los Fieles. Esta fijé A . O. M. la sabiduría de Tomás, sabiduría solida y con fun* damento , sabiduría universal y sin limites, sa­ biduría veraz y sin fingimiento * sabiduría en fin de tal carácter, que hizo á Tomás abismo de sabiduría en medio de su mas profunda humil­ dad, que era todo el asunto de mi Primera Parte.

PARen el Libro 5 que se intitula: Testimonia ex Catholicac Ecclesiac et Summ. Pontificum O raculis, & c. pro comendatione Doctriníe D ivi ТЬошэе; que escrivió el P· L . Antonio M iguel Jurámi Dominico año 1789. y man­ dó imprimir á sus expensas y cuydados el Ernin™0 y E xm° S r .D . Francisco de Lorenzána, al presente digní­ simo Arzobispo de Toledo. ,

28

PARTE

SEGUNDA.

Si

la verdadera sabiduría es hija, que nace de la humildad, como dixo el Sabio ( i ) , dis­ currid quan profunda sería la humildad de To­ más , siendo tan elevada su sabiduría. Yo bien podría, A. O. M ., si el tiempo me lo permitie­ se , haceros un prolíxo Panegírico de la abismáda hiímildad de Tomás ; pero me contentaré con deciros , que lejos de engreírse Tomás con aquella ciencia, que regularmente hincha, se­ gún el Aposto! (2), se tenía por el mas mínimo é ignorante de todos, procurando ocultar con el mayor tesón el superior talento y sublimes lu­ ces de que el Señor le había dotado. El pasa muchos años en la sabia escuela, de Alberto Magno con el feo borrón de idiota y buey mu­ do ; él se escusa humilde léer una lición en el Coro, porque dice/que no ha tenido tiempo pa­ ra mirarsela antes; él resiste modesto recibir e l grado y borla de Doctor en la Sorbóna de P arís, hasta que la obediencia, hija de la hu­ mildad como él mismo enseña (3), le insta y obliga ; él reusa agradecido el Arzobispado de Na- V (1) (2) (3)

Eccles. c. 1* v. v. 10. 14.'y et c. 11. v. x, 1. ad Corinth. c. 8. v. 1. D . Thonrt. 2^ 2* quaest. 161. a ít 4»

29

Nápolés y el Ab: :liado de Moiife Casino , que liberal le ofrece Clemente IV. con el despacho de las Billas * él se mira indigno del empléo de T h eólogo' Consultor, á que mirándole qual Angel del gran consejo , le llaman Urbano IV. Clemente IV. y Gregorio X. para el feliz y acertado govierno de la Iglesia * él pide y su­ plica encarecidamente á Dios todos los dias, que le dexe morir en el estado pobre y hu­ milde de Religioso* é l: : : ; Pero ¿qué me canso y molesto vuestra aten* cion en referiros casos particulares de la abis­ mada humildad de Tomás ? Bastará para que­ dar convencidos, que os acordéis de aquel di­ choso dia en que, anonadado Tomás en sí inis-r m o, pone sus Escritos ó Cartapacios á los pies de un Crucifixo , y allí con la mas profunda hiimildad nacida del intimo de su corazon le dice aquello de D avid: ignorantias meas m meminef'is Domine (i) * perdonadme Señor , y no os acordéis de mis ignorancias. A David, Señor, porque faltó en algunas cosas por igno­ rancia , le perdonaste benigno. A l Aposto! le perdonaste el pecado de haberos perseguido, porque obraba con ignorancia, como el misE mo _—

——

---------- -— .—

----------- i— — · ■■

( i ) -Psalm, 24. v. 7.

,

-------- —...

.„.. j ,—.

3o mo confiesa (1)5 pues Señor , llenos están mis escritos de defectos, pero no proceden de ma­ licia, sino de ignorancia; y asi usad conmigo de misericordia: ignorantias meas tie memineris Domine. ¿ Qué es esto Tomás ? ¿qué es lo que dices? I ignorancias tus escritos ? ¿ No dixiste en cier­ ta ocasion , que tu ciencia era del Cielo (2) ? i Acaso el Cielo te dicto ignorancias ? ¿ Por ventura Dios te pudo infundir errores ? Pero mira que sed contra est ductoritas Ecclesiíe , que es el argumento de que te vales muchas veces para establecer y probar tus Conclusiones (3): mira que la Iglesia despues de tu muerte apro­ bará tus escritos por tan sabios, ypiiros de todo error, que Clemente VI. dirá que tu doctrina es la mas verdadera sin contagio de falsedad , la mas clara y la mas útil sin tedio, ni vicio de obs­ curidad : Inocencio IV . afirmará que tu doctri* na, a excepción de ¡a Canónica , es la mas segu­ ra , inexpugnable y celestial: Sixto V . , Clemen­ te V III. y Paulo V. testificarán que tu doctrina es lúmbre clarísima de la Iglesia , y regla certí­ sima (.1) Epist. 1. adTimoth. c. 1. v. 16. et vi.de D. Thom. in psalm. cít. et in exposit. ad cap. 1^ ejusd. Epist. ( t) Vide ejus vit. in P. Bris. (3) D. Thom. 2* 2* quaest. 1. art. S. et 3. part. quxst. 72. art. 4. et quaest. 78. a rt 3. et alibi.

3* sima de la doctrina cbristiana: mira que la Igle­ sia congregada en el Espíritu Santo se valdrá dé tus escritos para establecer sus Dogmas de F e , siendo tu aquel Angel del Apocalípsi (r), á cuya voz resonarán los siete truenos en otros tantos Concilios Ecuménicos (2): mira Tomás por ultimo que los PP. del Concilio Lugdunense recibirán con las mayores demonstraciones de estima tu Opúsculo contra errores Gr¿ecó~ rum 0 y será de tanto aprecio , que despues lo vertirán los Griegos en su proprio idioma (3): pues calla Tom ás, y no llames ignorancias á tus escritos. S í , insiste Tomás , sí 5 ignorancias: son mis escritos , pues son escritos del mas mínimo de los Frayles Predicadores : Ego Fr. Thomas, mí­ nimas in Ordine Fratrum Pr¿edicatorum (4). ¡ O abismo de humildad! ¡O humildad la mas pro­ funda ! Yo bien sé, A. O. M ., como lo enseña el mismo Santo (5), que es proprio de la hu­ mildad el tenerse el hombre sabio por ignoran' E2 .· te^ (1). Apocalip. c. 10. v. 3. (2) Nota que se cuenta el Basil. en la part. que fué legit. Lugd. 2. Vienn. Gonstanciens. Florent. Lateran 5. y el Trident. (3) Taucci Serm. S. Thom. (4) D. Thom. in Prolog. Opuse, de erud. Princip. (5) D.· Thom. 2a 2* quses. 161. art. 6.

te 3 pero censurar por ignorancia su sabiduría^ quando está cierto que es del Cielo j reputarse por el mas mínimo de todos en la ciencia, quando sabe qué Dios se le ha infundido 3 esto si que pasma y admira} pero no lo admiréis* os -dirá Tomás, que esto mismo sucedió al Doctor de las Gentes ; había Pablo trabajado mas que los demás Apostoles para el bien y provecho, de la Ig lesia, como él mismo lo confiesa : abúndantius plús ómnibus laboravi (1)} pero con todo exclama y dice : Yo soy el míni­ mo de los Apostoles : Ego sum minimus 'Apostolorum (2). ¿Qué es esto Pablo? le podríamos d ecir, ¿cómo se componen sentimientos tan contrarios ? ¿ trabajar mas que todos los Apos­ toles y ser el minimo de todos ? S í , responde por iSan Pablo mi Angel Tomás 5 miraba el A postolydice el Santo , lo que tenia de s í , y lo qué tenía de Dios ¿ por lo que tenía de si, se confesaba por el minimo de los Apostoles* pero era el Doctor de las Gentes y el que ha­ bía · trabajado mas que los otros por lo que te­ nía de Dios (3). ■■ ■ ■ ■ ■ ■ Est;o (1) Prim. ad Corinh. c. 15. v. 10. (2) Ibid. c. 15. v. 9. ; i " , (3) Ltcet ex me sim minim. ex D eo tamen non sum minimus. D. Thom. in expósita in eosdeiri tex, -

Esto que dice Tomás de Pabló , comentáis do sus palabras , dirá Tomás de sí mismo : Yo s o y , dirá, el mínimo de los Frayles Predicado­ res, ignorancias son mis escritos, si miro lo que tengo de mí* pero sí considero lo que he recibi­ do de Dios, mi ciencia y sabiduría es del Cielo, y he trabajado mas que los otros Doctores en refutar los dogmas y errores de los Gentiles: plusquam Doctores c¿eteri purgans dogma Gentíltum (i). Y si laconfesion que hizo el Apostol de lo que era en s í , sin atender á lo qué tenía de D i o s l e hizo en sentir de Tornas mo­ delo y exemplar de la mas profunda humildad* la confesion que hizo Tomás de lo que era en s í , sin atender á la ciencia y sabiduría que había recibido de Dios , le adama abismo de humildad, ■ Confúndanse á vista: de ésto los sabios de este siglo ilustrado , aquellos que jactándose de grandes hombres o de sabios edificios, de quienes dice Agustino que quanto grandior, tanto vanior (2), se imaginan Olimpos 6 mon­ tes altos, que juzgan á los demás muy inferio­ res collados , o bien Saúles , que ab húmero et sur(1 ) . (2)

In Off. prop. D. Thom, pro Ord. Mínimor, Agust. in psalm. 36,.

34

sursum (i) descuellan sobre todo el pueblo. Cada uno de estos muy lejos de decir con Tomás: Yo soy el mas minimo entre los Sa­ bios* dicen á los otros como Cayfás: ea que vosotros no sabéis cosa : vos nescítis quidqaam (2) * ó como los Faríséos : nonne bené dicimus nosl ¿Por ventura no decimos bien nosotros ? quando ni b ie n , ni bueno dicen. Y este espíritu de orgullo los induce atan vano aprecio de su proprio saber , que distantes de tenerse y reputarse por ignorantes , se pre­ cipitan al desprecio de los demás Sabios , de­ sestimando su doctrina aunque sea la mas fundada. Pero si discurrís ó sondéais , que sabios son estos que así hablan, veréis que son sabios de O ropel, sabios á la Yioléta , sabios que co^ mo cuerpos sonoros de metál hacen mas rui­ do , quanto mas huécos * parécen báculos y no son sino cañas , que inconstantes se incli­ nan á una parte y á otra según sopla el viento* son cascaras y parécen nueces * son odrinas lle­ nas de viento, que si las miráis, os parecerán algo * pero si las pesáis, hallaréis que nada tie­ nen (1) (2) OÍ

2. Reg. c. 9. v. 2. Joann. c. 11. v. 49. Joann. c. S* v. 48.

35

nen de péso * son por ultimó del numero de aquellos hinchados , de quienes dice el Apostol (1)* que se jactan de sabios, y á la verdad no lo s o n : presumen serlo , si* y para parecerlo visten muchas veces plúmas agénas como la Corneja. N o fué asi Tomás, que estudiando el verdadero modo de saber , procuraba siempre ocultar su talento y sabiduría , reputándose por el mas mínimo é ignorante de todos. Fué su sabiduría muy alta , pero jamás fué alti­ va * porque sabia muy bien que el mejor y mayor sabio del mundo es el que sabe sér humilde : por esto ni en sus disputas , ni en sus escritos , jamás desacreditó á los otros, aun­ que refutára sus errores é impugnará sus opi­ niones 5 y quando se veía precisado á defendér los derechos de la verdad , procuraba siempre guardar las inviolables reglas de la caridad: con esto logró Tomás ganarse los co­ razones de sus mayores émulos y contrarios, y grangearse el mayor afecto y estimación* asi se vio en los Burgenses , Thamerios , Perromos , y otros Judíos y Hereges , que leyen* do las Obras de Tomás , ó para burlar ó im­ pugnar la verdad * se hallaron tan dulcemen­ te presos en su amor * que fueron despues (1)

1. ad Corinth. c. 8. v. i.

sus mas famosos Panegyristas y acérrimos D e­ fensores ( i ) : monumentos los mas gloriosos, y testimonios los mas auténticos de ser To­ más un abismo humildad ¡en medio d&< su mas alta sabiduría Y siendo Tomás un Sabio tan humilde , ya no hay que admirar, que su Doctrina dure hasta la fin del mundo } porque Doctrina que tiene tan sólido fundamento , no puede dexar de ser duradéra. S i , А . O. M ., no lo dto deis : la Doctrina de Tomás dura y durará hasta la fin del mundo 5 como en cierta ocasion lo aseguró а ипэ de sus Santos' hijos el gran Francisco de Asís (2). Y en efecto ¿con que encono no se han armado muchas veces los hereges contra Tomás ? ¿ Con que orgullo y vanidad no ha clamado Bucéro : Tolle Tbomam et disipabo Ecclesiam (3) ? ¿Con que refi­ nada hipocresía no han intentado algunos, siendo lobos con piel de oveja , apocár los Escritos de Tomás , calificándolos faltos de erudición sagrada y profana , formados con estilo baxo y humilde , trabajádos con un míb do (i) ,(2) ser-vat. (3)

G u ill.d e Thoco de vit. S. Thom. VÍt. M. S. Div* Thom. с о т р . ab Epist. Lodou. in Kib. Vat. num. 3S43. March. in vit. S. Thom.

37

do demasiadamente sencillo , sin arte y sin ingenio? Pero en vano * en vano han dispa­ rado los tiros de su malicia. Desengañaos, A. O. M ., la Doctrina de Tomás es establecimien­ to de Dios. D io s, como dice San Vicente Ferr e r , y el proceso de su canonización , envió á Tomás al. mundo y á la Iglesia para ilumi­ nar á todos ( t ) , él conservará su luz , y ésta triunfará y eclipsará las luces de oposicion; y siendo la Doctrina de Tomás obra de Dios, en vano pretendéis arruinar su edificio , co­ mo en otra ocasion dixo aquel Sabio de la L e y Gamaliel allá en el Senado de Jerasalen , hablando de la Doctrina de los Apos­ tóles y Discípulos del Señor (2). M uy al con­ trario sucederá á la Doctrina de los preten­ didos Sabios de este siglo :. como ellos no tienen mas apoyo , , que el que les pro­ mete su fantasía, ni mas abono, que el que les tributa cierto numero de Prosélitos en­ cantados con la hojarasca de sus expresio­ nes y términos retumbantes 5 la luz del Sol de Tomás, disipará las aparentes luces de sus doctrinas ¿ la pluma de Tomás , como la vara F de —

-------

-

-

-

-----

-· ·

'

··



|

--

'

|

(1) D. Yin cent in Serm. 1. S. Thom. et Fr. JacQÍ>. de Viterb. in Proces. sup. ejus. vil* (2) Act. c. 5. v. 39.

38 de Moyses , devorará los Dragones de estos sabios de Egypto (i)¿ y el Buey miído hará enmudecer á tantos sabios ignorantes , pero charlatánes , como adora nuestro siglo. Contra vosotros , Libertinos, se dirige este discurso , alucinados Penegíristas de estos miévos Filósofos , que se han levantado en nues­ tro siglo } con vosotros hablo , que aborre­ ciendo la luz de la mas sana y christiana Mo­ ral, seguís las tiniéblas de unas doctrinas y maximas opuestas al Evangelio , nocivas á vuestras almas y contrarias al bien del Esta­ do , como lo declama en su Instrucción Pas­ toral aquel Zelosisimo Arzobispo de Santiago Bocanégra. Seguid y abrazad, os diré , la Doctrina de Tomás , que ella es , despues de la Sagrada Escritura, la mas cierta regla para jamás apartaros del camino de la ver­ dad (2).: Si todos, decia el Emin1^0 y Sap^o Cardenal Casanáte , siguieran la Doctrina de Tomás , no hubiera en el mundo heregías , la­ xitudes en la Theología moral , ni tampoco ilusiones en la mística (3). ■Y (.1) Exod. c. 7. v. 12. (a) Inoc. VI. apud Piccin. de aprob. doct. D. Thom. t. 2. part. 29. et Pius V. ""(3) Brís in vit. D< Thoni,

3s> Y si el espíritu de tenacidad no os domi^ na , seguid el exeiiipío de muchos ,· que no se desdeñáron confesar que la Doctrina de Tomás, que ignoraban, les mejoró la suer­ te : ni sera desdoro de vuestro talento el aplicaros al estudio de tan santos Libros, quando tenéis á la vista en este mismo siglo un talento tan grande y sublime como. Bene­ dicto XIV. quien ingenuamente confiesa que despues que penetró los sentimientos de la poctrina de Tomás , así admirado y gusto­ so , defirió á sus sentencias y que asegura que si alguna cosa de bueno se hallase en sus Obras ó Escritos, no se debe atribuir á su desvéle , sino únicamente á la luz de la Doc­ trina de tan sabio Maestro (i). Imitad el exemplo de las Sagradas Religiones , que dexando á parte la gloria que cabe en la mia (2), las mas siguen la Doctrina de Tomás , y to­ das la venéran con el mayor respeto. Abrazád una Doctrina que fue aprobada por el Cielo con el triplicado Bené scripcisti de me F2 Tho(1) Bened. XIV. in orat. ad cap. Gen. Ord. Pracd, ann. 1756. (2) La Sag. Relig. de los Mínimos está obligada á seguir la doct» de S. Tom. por el Decreto del Cap. Gen. celebrad, en Barc. año 1-661. y de otros.

40

Thoma ( i ) : aprobada por la tierra con él Orá­ culo de mas de veinte SS. Pontífices (2): apro­ bada por el mismo infierno con las alabanzas y encomios , que á la Doctrina de Tomás die­ ron muchos heréges , un Enrique Octavo de Inglaterra , un Erásmo, un Teodoro de Beza y otros que cita el doctísimo Jesuíta Valen­ cia (3). Seguid la Doctrina de un Doctor tan Sabio y Santo $ pero al mismo tiempo tan humilde y desinteresado, que no quiso otra paga en premio de sus fatigas y trabajos * que á Christo Crucificado : Non aliam Domine, nisi teipsum (4). Oíd por ultimo al Gran Cornelio Alápide , que clama y dice: ¡ 6 Christiano ! ¡ó Religioso ! ¡ó D o cto r! ¡ ó Prelado! si(1) Apud Bris et alios. (2) Entre estos se distingue el Pontif. reynante Pió VI. al presente Protector de la Sag. Ord. de los Predic. (gracia que también dispensó Clemente XI. á la de los Mínimos ) ; dicho Pontif. en la alocucion qúe hizo á los Vocales del Cap. Gen. de 1777. después de haberles amonestado paternalmente, que eligiesen para cabeza de su Orden uno que fuese fiel secta­ dor y acérrimo defensor de la Doct. de Santo Tomás; dixo en elogio del Santo : V . Tbom. , Sol doctrina et Tbeologorum ante-signams juré fu ít apMlatus. (3) Calatay. tom. 1. Prolog. 3. c. 4. de doc£. D. Thom. . (4) Ex Offic. univ. Eccles.

41

sigue á Santo Tom ás, y serás hecho Angel y aún Serafín ( i ). Basta. Hasta aqui mi siempre venerado Maestro ha podido llegar el corto y débil talento del mas mínimo de vuestros Discípulos : á Vos debuelvo lo que de Vos he recibido * pero igñorantias meas ne metnineris ¿ perdonadme, Santo mió , los defectos he cometido en vues­ tro Panegírico , pues bien sabéis que no ha sido cómplice la voluntad , sino en todo ca­ so la ignorancia. Y si Dios os envió al mun­ do para defender su Iglesia con vuestros Es­ critos , ahora que estáis en el Cielo tan cer­ ca de Dios , libradla con vuestra poderosa protección de tantos errores y enemigos có­ mo al presente la afligen ¿ y pues en otros tiempos debió nuestra España á vuestros tra­ bajos y desvélos verse purgada de varios erro­ res qüe la infestaban (2) $ alcanzád de Dios con vuestros merecimientos se conserve has­ ta ía fin del mundo en aquella piíreza de Fé, Religión y Doctrina , que hemos heredado con la sangre. Por ultimo si fuístes ún abtsmo de sabiduría y un abismo de humildadj co(r) Bris in vit. D. Thom. (2) AIúde al motivo que tuvo el Santo para escrivir la Suma contra Gentiles.

43

^

comunicadnos á todos, y especialmente á vues­ tros fieles Discípulos el don de sabiduría Chris­ tiana , que nos haga conocer la obligación que tenemos de obedecer á Dios , al Rey y á nuestros Superiores con una perfecta huitiildad, que nos haga dignos despues de la muerte de ser exaltados en la Gloria. Amen,

Related Documents


More Documents from ""

January 2021 0
January 2021 0
January 2021 0
January 2021 0
January 2021 0