Crecimiento Y Desarrollo Económico De México

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INSTITUTO TECNOLOGICO DE CHILPANCINGO

Materia:

Entorno Macroeconómico UNIDAD V: EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO. Docente: MARIBEL URIAS BARRIENTOS Alumno:  Guevara Hernández Delfino  Maldonado Arrieta Nubia Artemis  Palacios Bello Zeltzin Aketzali  Salgado Cuenca Joleth Alejandra  Sánchez Nava Francisco Javier

Semestre: 4

Aula: B-4

Carrera: Ingeniería en Gestión Empresarial Chilpancingo de los Bravo, Guerrero

12 de abril de 2020

Contenido I

INTRODUCCIÓN..........................................................................................................................4

II

INFORMACIÓN GENERAL............................................................................................................5

III

DESARROLLO ESTABILIZADOR EN EL PERIODO DE 1950 A 1970.................................................9

IV

CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO DE 1970 A 1988..................................................14

V

CRISIS FINANCIERAS Y AUGE PETROLERO.................................................................................16

VI

LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ (1970-1976)..................................................................................18

VII MIGUEL DE LA MADRID HURTADO (1982-1988)......................................................................20

VIII CARLOS SALINAS DE GORTARI (1988-1994).............................................................................25

IX

ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN (1994-2000).....................................................................29

X

VICENTE FOX QUESADA (2000-2006).......................................................................................31

XI

FELIPE CALDERÓN HINOJOSA (2006-2012)...............................................................................33

XII ENRIQUE PEÑA NIETO (2012-2018)..........................................................................................35

XIII COMENTARIOS FINALES...........................................................................................................38

XIV FUENTES CONSULTADAS..........................................................................................................40

CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO DE MEXICO: en búsqueda de la estabilidad. RESUMEN Durante la década de los setenta la economía presentó tasas de crecimiento superiores al 6 por ciento, en los inicios de los años ochenta el relativo buen desempeño económico que se presentaba se vuelve negativo y en 1982 se presenta una devaluación del peso, trayendo una crisis económica que afecta el desempeño de la estructura productiva, dicha situación generó que los gobiernos de México durante la administración de cinco presidentes emprendieran políticas de apertura económica y comercial, tratando con ello de estimular el crecimiento económico e incrementar el ingreso de los mexicanos. Palabras clave: economía, crisis económica, crecimiento económico.

GROWTH AND ECONOMIC DEVELOPMENT OF MEXICO: in search of stability. ABSTRAC During the 1970s the economy presented growth rates of over 6 percent, in the early 1980s the relative good economic performance that was presented turned negative and in 1982 a devaluation of the peso occurred, bringing an economic crisis Affecting the performance of the productive structure, said situation generated that the governments of Mexico, during the administration of five presidents, began policies of economic and commercial opening, trying to stimulate economic growth and increase the income of Mexicans. Key words: economy, economic crisis, economic growth.

I

INTRODUCCIÓN

Dentro del escenario económico, el crecimiento y desarrollo guardaban una relación de importancia, pero, en términos generales, no significan lo mismo. El desarrollo económico se define como el proceso en virtud del cual la renta real per cápita de un país aumenta durante un largo período de tiempo. En otros términos, el desarrollo es un proceso integral, socioeconómico, que implica la expansión continua del potencial económico, el auto sostenimiento de esa expansión en el mejoramiento total de la sociedad. También se conoce como proceso de transformación de la sociedad o proceso de incrementos sucesivos en las condiciones de vida de todas las personas o familias de un país o comunidad. El crecimiento económico puede definirse como la capacidad que tiene una sociedad de expandir las posibilidades de producción de su propia economía. Es el aumento progresivo de la elaboración y diversificación de los productos y servicios pertenecientes a una nación, con la inclusión de personas trabajadoras en la medida en que el mismo proceso de producción de bienes lo exija. Es mediante el crecimiento económico que se analizan las riquezas monetarias de una empresa, sociedad o país. Este proceso es cuantificable, y su indicador más importante es el PBI o Producto Interno Bruto, que establece toda la producción de la nación en dólares por año. En estos cálculos están involucrados ciertos aspectos: deudas nacionales o déficit monetario, administración general y el manejo de importaciones y exportaciones. Es necesario que haya crecimiento económico en una sociedad para poder presenciar el desarrollo económico. Sin riquezas ni valor monetario en el país, se hace imposible cubrir las necesidades de sus habitantes, y mucho menos participar en los avances tecnológicos más recientes. El crecimiento es el incremento de la producción, el desarrollo es el resultado de hacer del proceso una estructura que sea fuerte y efectiva con base a ese crecimiento, además de estudiar las transformaciones de la sociedad.

II

INFORMACIÓN GENERAL

La diferencia entre crecimiento y desarrollo radica en que el primero solo se refiere al avance alcanzado por un país en lo concerniente a las variables económicas, las cuales son: el producto nacional bruto, el ingreso nacional, la inversión, el consumo, etc.; mientras que el segundo es un incremento en todos los niveles de la población. Es decir que no se concentra específicamente en lo económico, sino que contempla además los valores humanos, culturales, sociales, morales y religiosos. También se asume que hay crecimiento cuando este se efectúa con recursos internos o sea que no provienen de otra economía, o sea que no depende de una economía

exterior.

Este

debe

buscar siempre

la

optimización

de

sus

determinantes los cuales son puramente económicos. En cambio, el desarrollo se asume que ha existido cuando logra un crecimiento equilibrado de todos sus determinantes; tratando así que todos sus determinantes se mantengan equilibradas CRECIMIENTO ECONÓMICO El crecimiento económico existe cuando las variables macroeconómicas reales toman valores que se ajustan a una tendencia ascendente. Las variables macroeconómicas más significativas a este hecho son: el producto nacional bruto (PNB), el ingreso nacional, la inversión, el consumo. Los valores que se consideran al analizar el proceso de crecimiento son: el producto, el ingreso, la inversión y el consumo por personas en términos reales. DETERMINANTES Los economistas han descubierto que el motor del progreso económico se basa en cuatro engranajes: i.

Recursos humanos.

ii.

Recursos naturales.

iii.

Capital.

iv.

Tecnología.

México es una economía con especial fortaleza en el sector de servicios. En 2019, este sector representó el 63.8% del PIB y el 62% de la fuerza laboral, seguido por el sector industrial con el 28% del PIB y el 24% de la fuerza laboral, y el sector primario con el 3% del PIB y el 12% de la fuerza laboral La economía mexicana ha venido creciendo a un ritmo promedio de 2.1% durante los últimos 10 años a pesar del complejo entorno global reciente. Las estrategias de desarrollo económico del Gobierno de México permitirán fortalecer este crecimiento, la cual contempla el fortalecimiento del consumo por el efecto de los programas sociales y una mayor inclusión financiera, el impulso a la inversión privada en infraestructura y sectores estratégicos, una mayor inversión pública y el incremento de las exportaciones como resultado de la reconfiguración de las cadenas de valor globales.

La economía mexicana está formada por el conjunto de actividades económicas que conducen a la producción de bienes y servicios. El conjunto de actividades productivas del país se divide en tres sectores económicos, que a su vez están integrados por varias ramas productivas. El sector agropecuario (primerio) está integrado por las actividades de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; el sector industrial (secundario) que se divide en dos subsectores, que son la industria extractiva (minería y petróleo) y de

trasformación (automotriz, de construcción, alimentaria, tabacalera, petroquímica, mueblería, maderera, etc.); y sector de servicios (terciario) que sus actividades se basan en el comercio, restaurantes y bares, transporte, comunicación, servicios financieros, etc. La tasa de crecimiento del PIB de México en los últimos años se puede un descenso prolongado a partir de la década de los 60´s, marcadas por las crisis de los 80´s con la devaluación de la moneda en el sexenio del presidente José López Portillo, la crisis de 1994 donde el peso se devaluó nuevamente en un 173% y por último la crisis del 2008 de Estados Unidos que tuvo consecuencias en México en el año 2009. Tasa anual de cr ecimiento del P IB México 15 10 5 0 61 63 65 67 69 71 73 75 77 79 81 83 85 87 89 91 93 95 97 99 01 03 05 07 09 11 13 15 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 -5 -10

En el periodo 1940-1956 en México se apreció un periodo de crecimiento hacia afuera basado en el dinamismo del sector primario. De 1956 a 1970 la economía da dio un giro creciendo hacia dentro por medio de la sustitución de importaciones, donde México debía producir lo que consumía, la cual estuvo basada en el sector industrial DESARROLLO ECONÓMICO El desarrollo en términos generales también se define como el proceso en el cual se pasa de una situación inicial a un estado mejor. En este sentido, debe señalarse que la noción de desarrollo parte desde una situación ideal, más específicamente desde un modelo de sociedad a seguir, lo que trae consigo una tendencia a la estandarización

La noción de desarrollo centrada en la dimensión económica carece de sentido si no establece relación directa con la mejoría de las condiciones de vida de la población, es decir, no sólo debe preocupar el mantenimiento del estado de bienestar de la población, sino que resulta esencial reconocer el dinamismo social, ello, implica la necesidad de mejoramiento continuo de las condiciones de vida de la población en un contexto específico. El desarrollo conjuga la capacidad de crecimiento con la capacidad de transformación de la base económica y con la capacidad de absorción social de los frutos del crecimiento. Además implica una elevación sostenida del ingreso real por habitante, un mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo, una composición equilibrada de la actividad económica, una difusión generalizada de los beneficios del progreso entre toda la población, una efectiva autonomía nacional de las decisiones que afectan fundamentalmente el curso y el nivel de la economía, una elevada capacidad de transformación de las condiciones determinantes, en lo institucional y lo material, de la vida económica, social y cultural del país, una aptitud de la sociedad para el disfrute pleno de los dones económicos y culturales, que en esencia constituyen la denominada calidad de vida. VARIABLES: I.

El ingreso per cápita.

II.

Capital humano.

III.

Capital natural.

IV.

Organización social.

En México la economía ha atravesado por diferentes fases de crecimiento y decrecimiento, principalmente después del llamado milagro mexicano. Durante el periodo 1982-2016, la tasa de crecimiento económico promedio del PIB per cápita estuvo por debajo del 1%, manteniéndose con una estabilidad macroeconómica que decepcionante, ya que, aunque se ha permanecido estable la tasa de inflación, se ha controlado el déficit externo, han existido recurrentes crisis macroeconómicas como las de 1982, 1986, 1995, 2001 y 2009.

III

DESARROLLO ESTABILIZADOR EN EL PERIODO DE

1950 A 1970 La etapa del llamado desarrollo estabilizador que se extiende durante las décadas de 1950 y 1970, fue una época sobresaliente en la historia económica de México. El producto interno creció a una tasa real mayor a 6% anual con crecimiento también rápido y sostenido de los salarios reales. Del suceso en cuestión se desprende un recetario de estrategias para avanzar en objetivos que la gran mayoría de la población mexicana comparte y aspira hoy: elevar los salarios, aumentar los ingresos de la población, crear mayor empleo y lograr que la producción avance con mayor rapidez.

1941 – 1946 1947 – 1952 1953 - 1954

Crecimiento del PIB en % PIB 6.1 5.8 5.1

PIB por persona 3.3 3.0 2.1

Es así que el modelo de sustitución de importaciones logro que la economía tuviera un crecimiento económico con tasas de crecimiento realmente altas, sin embargo, sus efectos todavía se resintieron en los años posteriores, donde fue así que en el periodo de 1958 a 1970, conocido como desarrollo estabilizador se dio un mayor énfasis a la estabilidad macroeconómica que en los gobiernos anteriores. La etapa del desarrollo estabilizador es una historia de éxito en un campo (el económico) en el que desde hace casi dos decenios México no ha podido salir de un hoyo. La posteridad y la distancia han venido a validar las ideas económicas de Ortiz Mena y la pertinencia de las políticas públicas que se aplicaron (con la salvedad de la política comercial proteccionista que se heredó de los regímenes precedentes), durante su gestión como secretario de hacienda.

Para entender la época del desarrollo estabilizador es necesario hacer referencia al desempeño económico del país en las décadas previas y en específico al modelo de sustitución de importaciones. Fue durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho en el que se puso en marcha a lo que más tarde se le conocería como “sustitución de importaciones” ya que el gobierno busco reorientar la economía a través de un proyecto de desarrollo nacional dando lugar como el eje principal una estrategia de industrialización la cual consistía en sustituir los artículos manufacturados de procedencia extranjera por artículos de la misma naturaleza, pero fabricados por la industria nacional. A finales de 1964 que la economía mexicana crecía a tasas elevadas pero la inflación comenzaba a elevarse y el entonces candidato a la Presidencia de la Republica por el Partido Revolucionario Institucional, entendía la problemática por lo que le ofreció a Ortiz Mena permanecer en el puesto de secretario de Hacienda y de esta forma los lineamientos principales de la política económica durante el sexenio del Presidente Díaz Ordaz quedaron plasmados en el Programa de Desarrollo Económico y Social 1966-1970, aunque en esencia este programa mantenía los elementos principales de la política económica que ya se venía aplicando desde el gobierno anterior. Se logró que al inicio del gobierno de Díaz Ordaz el déficit del sector público se redujera sustancialmente al pasar de 4.6% del PIB en 1964 a 0.9% en 1965. Déficit del gobierno federal y déficit financiero del sector público, 1958 – Año

1970 (en % del PIB) Déficit del gobierno

1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967

federal 0.41 0.64 1.57 1.49 1.36 1.61 1.82 1.64 0.88 1.57

Déficit financiero Sector público 2.70 2.40 2.60 3.50 4.60 0.90 1.20 2.30

1968 1969 1970

1.01 1.23 1.84

2.10 2.20 3.80

En cuanto a la política monetaria y financiera su principal objetivo fue propiciar la estabilidad de precios y promover el desarrollo del sistema financiero, para lograrlo hubo una estrecha ayuda dentro lo que fue la Secretaria de Hacienda y el Banco de México. Durante la época del desarrollo estabilizador, el déficit fiscal fue moderado (ver cuadro II.8), por otro lado “la oferta monetaria se incrementó 10.9% anual en promedio, congruente con la expansión de la demanda de dinero… la política monetaria contribuyo al sostenimiento del tipo de cambio, al abatimiento de la inflación y a una acumulación razonable de reservas internacionales. Por otro lado, la política monetaria que se aplicó permitió establecer tasas de interés que evitaran fugas de capital y atraer nuevas inversiones hacia México. Año 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970

Tasas de interés 1958 - 1970 Tasa de interés nominal 7.49 7.53 7.53 7.56 7.64 8.28 8.51 8.45 8.50 8.55 8.57 8.79 9.11

A tres meses 1.83 3.40 2.92 2.37 2.77 3.15 3.54 3.95 4.88 4.32 5.33 6.67 6.45

Los resultados del desarrollo estabilizador fueron altamente satisfactorios ya que el crecimiento económico que se logró durante estos años del desarrollo estabilizador ha sido el más alto en un periodo de 12 años consecutivos. Crecimiento e inflación en los gobiernos de Obregón y Carlos Salinas de Años

Gortari Presidente

Crecimiento

Inflación anual

del PIB real

promedio

anual 1921-1924 1925-1928 1929-1930 1931-1932 1933-1934 1935-1940 1941-1946 1947-1952 1953-1958 1959-1964 1965-1970 1971-1976 1977-1982 1983-1988 1989-1994

Álvaro Obregón Plutarco Elías Calles Emilio Portes Gil Pascual Ortiz Rubio Abelardo L. Rodríguez Lázaro Cárdenas Manuel Ávila Camacho Miguel Alemán Valdés Adolfo Ruiz Cortines Adolfo López Mateos Gustavo Díaz Ordaz Luis Echeverría José López Portillo Miguel de la Madrid Carlos Salinas de Gortari

promedio 1.38 2.11 -5.07 -5.80 9.02 4.52 6.15 5.78 6.42 6.73 6.84 6.17 6.10 0.34 3.92

-5.50 -0.74 0.00 -9.72 4.84 5.52 14.56 9.86 5.80 2.28 2.76 12.83 29.64 92.88 15.91

Gracias a la política macroeconómica instrumentada durante el desarrollo estabilizador se presentó un crecimiento del PIB, 6.8% al año y en comparación con lo sucedido en otros países. El rubro más dinámico de la producción fue el manufacturero para llegar a representar el 23.3% del PIB en 1970 y cuya tasa de crecimiento anual promedio entre 1958 y 1970 fue de 9.1% Crecimiento real y composición del PIB por sector, 1958-1979 (%) Tasa media anual de crecimiento real 1958 1970 195819651958Total Agricultura Minería Manufacturas Construcción Electricidad Comercio Transporte y

100.0 17.41 4.76 18.10 3.86 0.94 31.04 3.46

100.0 11.64 4.77 23.28 4.58 1.81 31.86 3.17

1964 6.73 3.40 6.98 9.12 9.04 12.29 7.14 5.01

1970 6.84 3.16 6.63 9.11 7.92 13.37 6.92 7.04

1970 6.79 3.28 6.81 9.11 8.48 12.83 7.03 6.03

20.43

18.89

6.05

6.12

6.65

Comunicacione s Servicios

El déficit del sector público se mantuvo en niveles reducidos además de utilizar fuentes no inflacionarias, de esta forma el déficit del gobierno represento en promedio 1.3% del PIB entre 1958-1970, y el déficit total del sector público fue de 2.6% del PIB en promedio durante el periodo. Déficit del gobierno federal y déficit financiero del sector financiero 1958Año

1970 (%) Déficit del gobierno

1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970

federal 0.41 0.64 1.57 1.49 1.36 1.61 1.82 1.64 0.88 1.57 1.01 1.23 1.84

Déficit financiero sector público 2.70 2.40 2.60 3.50 4.60 0.90 1.20 2.30 2.10 2.20 3.80

El Desarrollo Estabilizador fue sumamente exitoso en el sentido de alentar el máximo nivel de producción bajo estabilidad de precios. El crecimiento se había logrado, pero no así la erradicación de la pobreza ni la desigualdad. Mientras la industria vivió su apogeo, la agricultura disminuyó su crecimiento. Se dio un proceso de desarrollo con un sesgo urbano y desinterés hacia la disparidad en el ingreso.

IV CRECIMIENTO Y DESARROLLO ECONÓMICO DE 1970 A 1988 El comienzo de la década de 1970 marca una línea divisoria en el desempeño económico de México que tendría enormes repercusiones sobre el nivel de vida de los mexicanos de las generaciones futuras. Dos hechos surgidos bruscamente provocaron un auge inflacionario: por un lado, en 1971 se derrumbó el sistema de

Bretton Woods por el abandono del patrón oro por parte de los Estados Unidos, lo que dio lugar a la devaluación del dólar y, por otro lado, el enorme y súbito aumento de los precios del petróleo entre 1975 y 1979. La tendencia más característica y general de la economía mexicana en la década de los años setenta fue el estancamiento con inflación. Conviene aclarar aquí que para México el estancamiento económico no fue una contracción de la actividad productiva, sino el registro de una tasa de crecimiento del PIB cada vez menor entre 1970 y 1977. Este fenómeno de un menor crecimiento acompañado de una inflación creciente (pasó de 6.8% en 1972 a 31.2% en 1977) fue una tendencia que afectó prácticamente a la totalidad de los países del mundo capitalista.

Tras 20 años de tipo de cambio fijo, en 1976 se devaluó el peso un 25% respecto al dólar. A partir de ese año las devaluaciones sistemáticas no se detendrían tornando endémicas las altas tasas de inflación. Y aunque el aumento de precios del petróleo en 1973 fue una bendición para las finanzas públicas, esas ganancias inesperadas desataron “una orgía de gasto de gobierno” en las administraciones de Luís Echeverría y de López Portillo que llevaron el déficit público a niveles sin precedentes. Por otro lado, el alto precio del petróleo y las grandes reservas del energético que tenía México provocaron que pudiera acceder a créditos en el mercado internacional, situación que explica que la deuda externa pasara de 8,990 millones de dólares en 1973 a la estratosférica cifra de 97,662 millones de dólares en 1986. Sin embargo, la política monetaria restrictiva aplicada por el Tesoro de Estados Unidos fortaleció al dólar y elevó las tasas de interés (en dólares), por lo que el pago de los intereses de la deuda se volvió impagables, motivo por el cual se declaró la moratoria de la deuda en 1982. El año 1982 marca el inicio de una nueva etapa con la instrumentación de un nuevo modelo o paradigma llamado neoliberalismo que pondría fin a la fuerte intervención del Estado en algunas actividades económicas. En esa década

arranca un ambicioso programa de desincorporación de empresas públicas, desregulación de la actividad económica, y apertura del sector financiero y en general de toda la economía. En particular, la apertura externa se coronó con la firma y entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. Durante los años ochenta del siglo pasado la economía mexicana se caracterizó por una salida neta de capitales debido al pago de los intereses de la deuda externa, la cual logró ser renegociada en 1989. También en los años ochenta y principios de los noventa, tuvieron lugar los llamados Pactos Económicos que a partir de 1987 lograron reducir y estabilizar la inflación que pasó de un histórico 150% a un 7% en 1994, hasta que la devaluación de diciembre de 1994 y la posterior crisis económica .

V

CRISIS FINANCIERAS Y AUGE PETROLERO

Altos déficits del sector público, alta inflación, tasas de interés negativas en términos reales, altos precios del petróleo, déficit en cuenta corriente y salida masiva de capitales, finalmente hicieron insostenible el tipo de cambio fijo y, en 1976, después de 22 años, el peso sufrió una devaluación de casi 100 por ciento. Esta fue la primera de las dos grandes crisis de balanza de pagos que experimentó México en el decenio 1975-1985. Luego de la violenta devaluación del peso, hubo de negociarse un programa de ajuste con el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, el descubrimiento de importantes, yacimientos de hidrocarburos hizo que las condiciones del financiamiento

internacional

voluntario

para

México

se

relajaran

y,

consecuentemente, que la disciplina fiscal y monetaria no fueran suficientemente rigurosas. En el contexto de la euforia petrolera, nuevamente se optó por la expansión del gasto público sin una contraparte por el lado de los ingresos, recurriendo imprudentemente al crédito de los bancos internacionales; la deuda externa del gobierno mexicano que era de poco más de 4,000 millones de dólares

(mdd) en 1970, pasó a casi 20,000 mdd en 1976 y llegó a casi 60,000 mdd en 1982. La dinámica perversa del déficit fiscal y su financiamiento inflacionario, el déficit de cuenta corriente cubierto con endeudamiento externo, y el sostenimiento de un tipo de cambio nominal que generaba una marcada apreciación real del peso, volvieron a alimentar expectativas devaluatorias, que ocasionaron otra ola de salida de capitales y, finalmente, otra crisis cambiaria, catalizada por la caída de los precios del crudo.

Así, 1982 fue un año caótico en los mercados de divisas que culminó con la estatización del sistema bancario y la imposición de un régimen de control de cambios. El precio de mercado del dólar pasó de alrededor de 25 pesos al inicio de 1982 a 150 pesos hacia finales del año. Esta devaluación tuvo un impacto brutal sobre la economía real, sobre la inflación y sobre las finanzas públicas. Debe señalarse que los errores de política económica internos, tuvieron su contraparte en la conducta de los bancos internacionales que, ansiosos por reciclar los

petrodólares

acumulados

por

los grandes

exportadores de

hidrocarburos, canalizaron montos de crédito sin precedentes a América Latina y a Europa del Este, luego, ya con el endeudamiento externo acumulado, México sufrió la elevación sustancial de las tasas de interés internacionales cuando el gobierno norteamericano combinó una política monetaria restrictiva con déficits fiscales significativos. Así, en 1982 se desató una “tormenta perfecta” sobre la economía mexicana.

VI

LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ (1970-1976)

Tomo el cargo el 1º De diciembre de 1970. Durante su mandato, Luis Echeverría intentó desarrollar una política progresista, planteó las bases de una apertura democrática y alentó la crítica informativa y de prensa. Aumentó el ritmo de la investigación Pública, creó la producción de petróleo, energía y la electricidad. Cambió la política económica del desarrollo en el país entre 1952 y 1970. A pesar de la desaceleración del crecimiento

económico

la

Administración

de

Echeverría destacó la redistribución de los ingresos de mayor equidad. También se fortalecía la intervención estatal y la expansión de los gastos públicos. Durante su gobierno Se incrementó el gasto público, incluido el gasto social, y se intentó fortalecer el control gubernamental de la economía aumentando el número de las empresas en manos del Estado. El número de las empresas públicas ascendieron de 84 en 1970 a 845 en 1976. Esta expansión del Sector Público requería más inversiones, importaciones de los productos de capital y más gastos gubernamentales. Los esfuerzos del gobierno para compensar el aumento de los gastos públicos por parte de los ingresos del Estado fallecieron. La proporción del ingreso en el sector público del PIB ascendió del 18,9% al 27,4% entre 1970 y 1976, mientras que los gastos se aumentaron del 23,7% al 33,9%. La Administración de Echeverría utilizó la manera de financiar el déficit público. Debido a la escasez de los recursos financieros domésticos, el gobierno tenía que obtener créditos externos en los mercados financieros. La consecuencia de esta política fue el deterioro del saldo de la deuda pública. El 31 de diciembre de 1973 el saldo de la deuda pública total fue de 7070 millones de dólares; al 31 de diciembre de 1974, fue de 9975 millones (es decir, un crecimiento de un 41% en un año).

Esto hizo que el sector público se endeudaba por encima de los requerimientos globales de la balanza de pagos y también por encima de las importaciones públicas (2202 millones de dólares en 1974) que en parte eran pagados por exportaciones del propio sector público (855 millones de dólares en 1974).  Se elevó el déficit fiscal del 2.5% del PIB en 1971 al 10% en 1975.  El déficit de pagos por cuenta corriente ascendió de 900 a 4.400 millones de dólares.  Se aceleró la inflación.  En 1974 el índice nacional de precios al consumo creció un 24%, el subíndice de alimentos un 30%.  La tasa de inflación alcanzó un promedio del 16,7% entre 1973 y 1976. Un error grave era mantener el tipo de cambio fijo para el peso mexicano artificialmente sobrevaluado desde 1954, encareciendo los productos mexicanos en el mercado internacional, en comparación con los productos de los países industrializados. Las autoridades sostuvieron el tipo de cambio fijo y financiaron la fuga de capitales con nuevos préstamos. Los conflictos ideológicos entre el sector empresarial y el Gobierno y la escasez de confianza por los actores económicos agravaron la situación económica del país. Entre los problemas cabe mencionar que las inversiones directas eran controladas por la Administración de Echeverría. La ley de 1973 exigió mantener la mayoría de los intereses nacionales (al menos de 51%) en todas las empresas mexicanas y obligó algunas industrias (por ejemplo, la automotriz) a producir una proporción mayor de los componentes locales. A pesar de las inversiones públicas, la formación del capital fijo cayó el 2,7% en 1971 y el 3,5% en 1976. Se revocaron alrededor de 4000 millones de dólares por los inversores privados. La estrategia económica mexicana, basada en la expansión fiscal y la mayor intervención estatal, que contribuyó al aumento del

déficit fiscal y al endeudamiento del país causó la crisis de balanza de pagos en 1976. Los problemas estructurales de la economía, como la debilidad del sector de las exportaciones, el seguimiento de un modelo de desarrollo de industrialización, basados en la sustitución de importaciones, y las presiones de la balanza de pagos mostraban la vulnerabilidad de México en la economía mundial. La respuesta del gobierno de Echeverría (1970-1976) ante estos problemas estructurales fue la expansión del gasto público con el fortalecimiento del papel de Estado en la economía privada. Los errores cometidos por parte del Gobierno (utilizar la manera de financiar el déficit con préstamos externos y el mantenimiento del tipo de cambio del peso artificialmente sobrevaluado) y las condiciones desfavorables en la economía mundial en 1973 (el aumento del precio del petróleo en los mercados internacionales y la recesión global) causaron la crisis de la balanza de pagos en 1976. La recesión fue de corta duración y se resolvió por el apoyo financiero del FMI y los ingresos del petróleo.

VII MIGUEL DE LA MADRID HURTADO (1982-1988) Miguel de la Madrid llega al poder en una de las épocas más difíciles del país, mucho debido a su antecesor José López Portillo, quien nacionalizó la banca tres meses antes de salir del poder tras dos sexenios de gastos excesivos. Como resultado, la inflación subió a un promedio de 100% cada año, el empleo informal creció a 20% entre 1983 y 1985 y hubo caídas drásticas en producción, sobre todo en industrias gubernamentales, el crecimiento del PIB fue erróneo con altibajos y disminuyó el poder adquisitivo. Ante esta situación Miguel de la Madrid, reorganizó el Plan Global de Desarrollo, bajo el cual se desarrolló el gobierno de López Portillo; estableció a nivel constitucional un sistema de planeación democrática y más importante, inició con

la apertura económica, la desregulación y descentralización, así como la privatización de empresas estatales. El tratamiento de la crisis económica empezó con la adopción del Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE) en diciembre de 1982. En su concepción original el programa tendría dos etapas: Un “tratamiento de choque” en 1983, seguido de “políticas graduales” en 1984-198545. El equipo económico de la Madrid creía que la estabilidad de precios y el equilibrio macroeconómico podrían restablecerse mediante una reducción drástica del déficit fiscal y una marcada devaluación del peso al inicio del programa. Las medidas económicas del PIRE fueron apoyadas por el FMI y el Gobierno mexicano, firmó un acuerdo de estabilización, cuyos objetivos eran reducir el déficit fiscal, la contracción de la oferta del dinero y la devaluación adicional del peso. Con el FMI se devaluaron los tipos de cambio libre y controlado (de un 113 y 95%) anunciados en diciembre de 1982. El tipo de cambio libre debe haber reflejado el comportamiento real de la demanda y en la oferta de dólares ya que no surgía un mercado negro. Otros objetivos claves del programa eran aumentar de la recaudación de los impuestos, reducir la alta tasa de inflación, que era de un 100% anual en 1982 a un nivel del 55% en 1983 y el déficit de la cuenta corriente a 2.000 millones de dólares. La segunda etapa del programa de estabilización contenía medidas para reducir la inflación, mantener el superávit comercial a niveles adecuados, y recuperar las tasas históricas de crecimiento económico. Con el fin de frenar la inflación, el gobierno se proponía mantener (de acuerdo con la meta inflacionaria del programa):  El déficit fiscal bajo control  Fijar el comportamiento de los llamados precios clave al tipo de cambio.  El salario mínimo  Los precios mínimos de los bienes y servicios públicos,

Durante su gobierno: 

El PIB disminuyó en el 4,2% en 1983.



Se bajó el índice del salario mínimo en un 25%.



La lucha contra la alta tasa de inflación no tuvo éxito. Aunque la tasa de inflación se redujo del 80,8% en abril de 1983 al 59,2% en noviembre y diciembre de 1984, se aceleró a mediados de 1985 y alcanzó un nivel de más de un 100% en 1986.



El saldo por cuenta corriente mejoraba más que lo planeado y cerró con un superávit de 5.300 millones de dólares a fines de 1983.



Se cumplió la tarea del déficit fiscal, que se disminuyó del 17,7% al 8,9% entre 1982 y 1983.

A principios de 1984 hubo una recuperación económica moderada que continuó hasta mediados de 1985, cuando México afrontó otra crisis de balanza de pagos. El gobierno respondió a la crisis con la devaluación del peso y las reducciones del déficit fiscal y del crédito interno, con el fin de frenar el crecimiento económico y acelerar la inflación. En 1985 el valor de las exportaciones petroleras bajó un 11% a raíz de la caída de los precios mundiales del petróleo, también bajaron en el mercado mundial los precios de otras materias primas exportadas por México. En 1985 empezaba una crisis de balanza de pagos en México. En enero 1986 los precios del petróleo cayeron en el mercado internacional, que contribuyeron a la pérdida de divisas. La situación económica se agravó a causa del ataque especulativo contra el peso. El mismo año el PIB cayó del 3,9% y la tasa de inflación aumentó y llegó al 105,7%. La crisis de la balanza de pagos de 1985 mostró claramente que no era suficiente tratar un choque con solamente medidas de austeridad basadas en políticas

monetarias restrictivas (como la devaluación del peso mexicano), sino se requerían medidas estructurales para alcanzar un desarrollo sostenible en la economía de México. Después 1985 la política económica mexicana se caracterizó por dos objetivos principales, la liberalización comercial y la apertura económica. Se adoptaron medidas por parte del Gobierno de restablecer la confianza del sector empresarial y promover el desarrollo de los mercados de capitales privados. Se establecieron instituciones (Casas de Bolsa) como una alternativa de sistema de los bancos nacionalizados para financiar las transacciones en los mercados de capitales nacionales. Mientras que en la liberalización comercial se redujeron sustancialmente los requerimientos de permisos de importación y la proporción de importaciones no sujetas a este tipo de trámites aumentó del 16,4% en diciembre de 1984 al 64,1% en julio de 1985. La entrada de México al GATT (1985) señalo un cambio fundamental en la estrategia de desarrollo del país y sirvió como marco institucional para que el cambio estructural se realizara en un ámbito de multilateralismo comercial, promoviendo el acceso a los mercados para los productos mexicanos. En 1987 el gobierno de México decidió una apertura unilateral del comercio exterior. Esto significó, por una parte, reducir los renglones sujetos a permiso de importación a sólo el 28.8 del valor de las importaciones y al 3.8% del número de trámites arancelarios. Por otra parte, implicó una decisión de reducir el nivel arancelario máximo un 50% - que se había pactado al ingresas al GATT - a sólo un 20%. Las consecuencias de la membresía de México en el GATT fueron la apertura de la económica nacional y la eliminación de los subsidios estatales. Miguel de la Madrid había demostrado su cometido con un programa de reformas orientadas a liberalizar el comercio exterior, reducir el papel del Estado en la economía, y mantener las políticas macroeconómicas recomendadas por el FMI. La suspensión unilateral de pagos hubiera sido un error grave, que habría

profundizado las tensiones con las instituciones internacionales, con el gobierno de los Estados Unidos, y con los bancos comerciales. En julio de 1986 se firmó un acuerdo nuevo con el FMI, seguido de dos acuerdos con los bancos comerciales. El FMI aceptó el deseo mexicano para aplicar la definición “operacional” del déficit público y se aprobó fijar al nivel de crédito debido a las fluctuaciones del precio del petróleo en el mercado internacional. Los acuerdos con los bancos comerciales incluyeron un compromiso importante: “si el crecimiento económico anual caía por debajo de los niveles planeados en los próximos años se pondrían a disposición de México nuevos préstamos externos. Gracias a las medidas estructurales y al apoyo financiero del FMI se empezó una recuperación económica moderada (el PIB aumentó un 1% en 1987) y las tareas de la política macroeconómica fueron de proteger la balanza de pagos con la estabilidad de los precios y a la recuperación económica. En diciembre de 1987 el Gobierno adoptó el Pacto de Solidaridad Económica (PASE), cuyos objetivos fueron una reducción adicional del déficit fiscal, seguido de una política más restrictiva, así la continuación de la liberalización comercial y finalmente una política de ingresos que cubría a todos los precios y salarios. Durante el segundo semestre de 1988, la inflación alcanzó un promedio del 1,2% mensual, incomparablemente menor que el 9% registrado durante el mismo periodo de 1987. En 1988 el PIB real creció en el 1,3%, las exportaciones no petroleras en el 15,2%, y la inversión privada en el 10,9%. Se aumentaron las reservas de divisas de 13.700 millones a 16.000 millones de dólares, lo que permitía al gobierno sostener un tipo de cambio nominal fijo mientras se reducían los aranceles y tanto la demanda como la producción, podían experimentar una ligera expansión.

VIII CARLOS SALINAS DE GORTARI (1988-1994) Al tomar el poder el 1 de diciembre de 1988, Carlos Salinas de Gortari se encontró con una economía en receso

que

ocasionó

una

disminución

de

las

actividades productivas, es decir, una depresión del mercado interno, lo que obligó a muchos mexicanos a quedar fuera del gran consumo debido a sus bajos o nulos ingresos. La inversión había caído a niveles muy bajos. Tras ganar las elecciones, Salinas tuvo que enfrentarse con enormes problemas, pero gracias a un ambicioso programa de Modernización, logró revitalizar la economía de México, estimulando las exportaciones y apoyando el libre comercio entre los países de Centroamérica. Durante 1991 y 1992, a través de una seria de discursos, Salinas puso punto final a la reforma agraria, concebida ya desde tiempos de Echeverría más como un instrumento de control social que como una solución efectiva al problema del agro mexicano. Tomó la decisión de impulsar una profunda reforma a la Constitución y a las leyes en materia agraria. Luego de intensos debates que cimbraron la estructura del PRI, la reforma fue aprobada por la Cámara de Diputados el 7 de diciembre de 1991 y por el Senado el 12 de diciembre del mismo año. La reforma fue publicada el 6 de enero de 1992 en el Diario Oficial de la Federación y entró en vigor el día siguiente. Otro legado del gobierno salinista fue la iniciativa para reformar las relaciones del Estado con las iglesias, especialmente la católica. Carlos Salinas fue, en este sentido, el primer presidente mexicano en recibir al Papa Juan Pablo II en su

condición de jefe del Estado de la Ciudad del Vaticano, durante la visita que el pontífice hizo al estado de Yucatán en 1993. Uno de sus primeros actos de gobierno fue la puesta en marcha del Programa Nacional de Solidaridad (PRONASO). Este programa fue encabezado por Carlos Rojas Gutiérrez, entonces subsecretario de Desarrollo Urbano y Ecología, siendo titular Patricio Chirinos Calero y fue en gran medida administrado por el secretario de Programación y Presupuesto Ernesto Zedillo. Posteriormente en enero de 1992, pasó a formar parte de la recién creada Secretaría de Desarrollo Social, con Luis Donaldo Colosio, como titular. Con algunas importantes modificaciones y con el nombre de Progresa durante el sexenio de Zedillo y Oportunidades, durante el sexenio de Fox, estos programas han seguido constituyendo el tronco principal de la política social del gobierno federal en México. Otros eventos destacables durante el mandato de Salinas de Gortari, fue la venta de Telmex, la privatización de la banca y la firma del TLC. La venta de Telmex se hizo a través de una subasta pública, en el que participaron varios grupos extranjeros ofreciendo cantidades mayores para la compra, sin embargo, uno de los requerimientos determinantes era que la propiedad mayoritaria quedara en manos mexicanas, es por eso que, de los grupos con control accionario mexicano, la mayor fue la que encabezaba el Grupo Carso, propiedad del empresario Carlos Slim, por lo que éste fue declarado ganador. Con motivo de esta privatización se inició la modernización de la telefonía en México. La privatización de la banca ya había iniciado durante la administración de Miguel de la Madrid cuando el gobierno vendió los primeros paquetes accionarios, que permitieron que hasta un 33 por ciento del capital social de cualquier banco fuera capital privado. Como en el caso de Teléfonos de México, la privatización ocurrió por medio de subastas públicas. En este proceso 18 instituciones financieras fueron vendidas, lo que permitió que el gobierno federal recaudara 13,000 millones de dólares, los cuales fueron

destinados al pago de la deuda interna. Con este proceso se logró la descentralización y democratización del capital por que se promovió una mayor competencia ya que en 1994 se autorizó la entrada de bancos extranjeros. El TLC (Tratado de Libre Comercio) se comenzó a negociar a fin de facilitar el comercio entre México y sus vecinos del norte, Estados Unidos y Canadá. En diciembre de 1992, el Tratado de Libre Comercio Norteamericano (TLC) fue firmado por los presidentes Salinas de Gortari, George Bush y por el Primer Ministro canadiense, Brian Mulroney. Este acuerdo entró en vigor en enero de 1994, tras ser aprobado por las cámaras legislativas de los tres países firmantes. Dentro del ámbito político, durante su mandato se garantizó una mayor transparencia y representatividad a los partidos de la oposición, que ampliaron su presencia en los gobiernos locales y estatales y su papel en las cámaras federales. Durante el último año de su gobierno, el 1 de enero de 1994 día en que el TLC entraba en vigor, en el estado de Chiapas se levantó una rebelión de indígenas pobres y desprovistos de tierras, denominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ellos llamaban a un "levantamiento civil" pacífico con el fin de defender los derechos de los votantes en las elecciones presidenciales que iban a celebrarse en el mes de agosto. a lo que Salinas optó por la negociación en lugar de la represión, pero la racha de quejas de los rebeldes fue un vergonzoso recordatorio del deterioro de las condiciones en las zonas rurales de México. El éxito obtenido por Salinas en el campo de la liberación económica no correspondió con el resultado de las reformas del sistema político. A nivel macroeconómico, hubo algunas evidencias tempranas de éxito, pero los costos políticos y sociales fueron enormes. A partir del levantamiento zapatista sobrevinieron varios acontecimientos que desembocaron en la estrepitosa caída del peso al final de su mandato presidencial. De este modo quedó empañado su buen desempeño presidencial, el

cual había hecho declarar a la prensa, tanto nacional como internacional que era el mejor gobernante de México en los últimos años.

Al poco tiempo de dejar el cargo, el 28 de febrero de 1995 su hermano Raúl es arrestado tras haber sido acusado de diversos delitos entre los que destacaban el tráfico de influencias, corrupción, evasión fiscal y la autoría intelectual del asesinato de su ex cuñado, el entonces diputado federal José Francisco Ruiz Massieu. Finalmente, Salinas de Gortari termina su mandato dejándole al próximo presidente una de las peores crisis financieras que ha vivido México, conocida como error de diciembre; y en el exterior como efecto tequila. Sintetizando las acciones de Salinas de Gortari nos dejan como resultado lo siguiente en materia macroeconómica para enfrentar los problemas financieros que el país tuvo en el periodo (1988-1994): 

El crecimiento promedio anual de la economía llegó a 3.0%, cifra que, aunque baja, fue superior al crecimiento de la población. A pesar de ello, distó mucho de acercarse al ritmo histórico de crecimiento de la economía nacional, superior a 6%.



La tendencia a desacelerar el ritmo de crecimiento de la economía nacional fue notoria. En 1993 el crecimiento alcanzó tan sólo 0.6%.



El sector agropecuario, aunque recuperó su crecimiento, tuvo problemas en algunas de sus ramas, en especial la agricultura.



La industria también recuperó su ritmo de crecimiento, aunque todavía crecería a mayores niveles.



El sector servicios también se fortaleció, aunque a ritmos desiguales en sus diversas ramas.

IX

ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN (1994-2000)

Al asumir el poder en 1994, el presidente Zedillo tuvo que afrontar graves problemas, que se vieron reflejados en la crisis económica de 1995. Esto significó un drástico descenso del PIB de – 6.2%, caída que no había ocurrido en el país en mucho tiempo. Luego de tomar el cargo como presidente de la República, Zedillo se enfrentó al legado se Salinas, una crisis financiera inmediata, la más severa de la década con repercusiones internacionales. Los inversionistas extranjeros y nacionales perdieron la confianza en un peso sobrevalorado, provocando en pocas semanas, la caída de su valor en más de un 40% frente al dólar, causando quiebras de miles de compañías, desempleo y que muchos deudores se vieran impedidos de pagar sus deudas, además por si fuera poco; un nuevo movimiento revolucionario, el de los zapatistas, surgido en el estado de Chiapas el 1 de enero de 1994 y que durante los meses finales de la presidencia de Salinas de Gortari, comienza a desequilibrar la paz social. Para salir a flote de la situación, el Gobierno Federal aplicó el FOBAPROA para absorber las deudas ante los bancos, capitalizar el sistema financiero y garantizar el dinero de los ahorradores. Los pasivos del FOBAPROA ascendieron a 552,000 millones de dólares por concepto de cartera vencida que canjeó por pagarés ante el Banco de México. Dicho monto equivale al 40% del PBI de 1997, a las dos terceras partes del Presupuesto de Egresos para 1998 y el doble de la deuda pública interna. Mientras culminaban las operaciones para que el FOBAPROA absorbiera la cartera vencida a los bancos, el gobierno federal recurrió a la creación del PROCAPTE, un instrumento alternativo para sanear el sistema financiero con el acceso rápido y en mayor volumen de capital extranjero y recuperar la solvencia de los bancos. Además, la administración de Ernesto

Zedillo propuso a los deudores de la banca reestructurar sus deudas por medio de unidades de inversión (UDIS). Según la propia reglamentación del FOBAPROA, la adquisición de deudas por parte del fideicomiso se realizó a condición de que los accionistas de las instituciones de crédito inyectaran recursos frescos. El panorama cambió durante el resto del sexenio de Zedillo, se dio una sorprendente recuperación del empleo y una sana administración de la economía mexicana. Algunos de los principales indicadores sobre el sexenio de Ernesto Zedillo para medir el crecimiento y desarrollo económico en el país en ese ciclo fueron algunos de los siguientes: Crecimiento promedio anual de la economía, medido por el PIB, de 3.2%, cifra similar a la del sexenio anterior. Este índice bajo se debió a la crisis de 1995. El crecimiento del sector agropecuario sólo llegó a 2.1% en promedio anual, cifra que se considera baja porque es inferior al crecimiento de la economía en su conjunto. El sector industrial creció 4.7% en promedio anual. El sector servicios creció 3.1% en promedio anual. El promedio de participación en el PIB por sectores en el sexenio fue de 66.3% para el sector servicios; 28.3% para el sector industrial, y sólo 5.4% para el sector agropecuario. En términos de producción, el sector agropecuario representó un foco rojo para la economía nacional, porque año con año disminuyó su participación en el PIB. Al concluir el sexenio, en el que también se aplicaron medidas neoliberales y de apertura de la economía, los problemas económicos y sociales continuaron vigentes, e incluso algunos se agudizaron. En 1998 los problemas financieros por cartera vencida, caída del precio del petróleo, baja de la producción agropecuaria y debilitamiento del mercado interno ocasionaron problemas sociales de difícil solución. Es claro que el sistema económico y la política económica neoliberal fueron incapaces de proporcionar más y mejor educación, salud y vivienda. En realidad, todas las variables macroeconómicas sufrieron un fuerte retroceso en 1995, situación que aún se refleja en el país.

X VICENTE FOX QUESADA (2000-2006) Con promesas de mantener la estabilidad en las variables macroeconómicas y de hacer crecer la economía en un 7 por ciento anual, en el mes de diciembre del año 2000, llega a la presidencia de México Vicente Fox, quien recibe una economía estable, por lo tanto, su política al igual que Zedillo y Salinas es de mayor apertura al mercado. Durante ese periodo de gobierno, se considera que por medio del libre mercado es como se hará más competitivo al país, se reconoce que la transición económica que ha vivido la economía mexicana no ha sido fácil y las reformas de liberalización han modificado la estructura productiva, donde no todos los sectores han podido adaptarse a la velocidad de las transformaciones que requiere la economía del país. Se contempla en argumentos de que, en el nuevo entorno globalizado a las empresas, se les impone un nuevo tipo de competencia basada en la especialización de los procesos productivos, por lo que deben ajustarse a la nueva demanda del mercado interno y flexibilizarse ante los cambios que exija la tendencia internacional, sin tomar en cuenta que los ajustes están relacionados con la disponibilidad de tecnologías flexibles la cuales permiten cambiar la producción en un corto plazo, asimismo el costo del dinero es alto y muchas empresas no pueden acceder a créditos que les permitan adquirir tecnología de vanguardia para ajustarse a los nuevos patrones de demanda, la cual desde la últimas décadas del siglo XX se concentra en el consumo de bienes y servicios que conllevan un alto valor agregado o tecnológico y eso es lo que hace verdaderamente competitivas a las empresas. El gobierno de Vicente Fox pretendió crear mayor infraestructura que conecte a las regiones del país y que a la vez ésta tenga un efecto en la creación de cadenas productivas que integren a las empresas y reduzcan sus costos de producción para ser más competitivos en los mercados. Es conocido que el

desarrollo de infraestructura es un detonante de la inversión productiva y a la vez reduce costos, sobre todo en los transportes, pero si vemos que en el país los energéticos que se ofrecen van al alza mes con mes. Fox al igual que Zedillo, Salinas, y De la Madrid, consideró que, en un mundo competitivo, el Estado debe ser un gendarme y promover a través de un marco legislativo, las condiciones que le permitan a los mexicanos, y a sus empresas insertarse competitivamente en el nuevo orden económico mundial. De acuerdo con estos planteamientos, ello se logra a través de reformas liberalizadoras que hagan competir a los sectores productivos, así como reducir el poder de monopolios y oligopolios. Sin embargo, tuvo que hacer frente a una situación difícil por la recesión y crisis económica de Estados Unidos en 2001, que repercutió a nivel mundial. La economía mexicana también se vio afectada por dicha crisis, ya que registró una caída de -0.3% del PIB en 2001, primer año del gobierno foxista, y no se cumplió con la promesa de campaña presidencial de crecer a tasas de 7% anual. En cuanto a crecimiento económico durante el mandato de Fox se registró: El PIB creció a una tasa promedio anual de 2.36%, una de las más bajas de los últimos sexenios, cuyas fuertes repercusiones se manifestaron en desempleo, subempleo y migración de mexicanos a Estados Unidos. En el sector agropecuario se alcanzó un bajo crecimiento, ya que llegó a sólo 2.2% promedio anual, lo cual favoreció la importación continua de alimentos y otros productos agropecuarios. El sector industrial creció aún menos, a una tasa promedio anual de 1.1%, históricamente una de las más bajas. Este sector, que fue crucial para la economía mexicana después de la Segunda Guerra Mundial, perdió su dinamismo en este sexenio. El sector servicios fue el más dinámico, con un crecimiento de 3.0% promedio anual, que fue insuficiente para aumentar el empleo formal o el propio crecimiento del PIB.

XI

FELIPE CALDERÓN HINOJOSA (2006-2012) Desde los últimos años de Ernesto Zedillo y durante el periodo de Vicente Fox se mantiene la estabilidad en variables macroeconómicas sobre todo en la inflación, de igual manera se logra cerrar el año 2006 con una tasa de crecimiento en el PIB de 5.2 por ciento, lo cual hace suponer que para el periodo de gobierno de Felipe Calderón se tendrán mejores perspectivas en la

dinámica de la productividad para alcanzar mayores niveles de crecimiento. Se llama a sí mismo “el presidente del empleo” y promete aumentar el crecimiento económico del país, así mismo continúa aplicando medidas de política económica neoliberal, lo cual significa que el Estado casi no participa en la economía y se confía mucho en el mercado para resolver los problemas económicos. En 2007, primer año de su sexenio, el crecimiento apenas llegó a 3.3%; el segundo, 2008, el PIB apenas creció 1.5%, y en 2009 tuvo una drástica caída de – 6.5% por la crisis estructural mundial del capitalismo que afectó en forma importante a México; en 2010 el crecimiento económico fue de 5.5% que no recuperó la caída de 2009. En promedio, en los primeros cuatro años del sexenio, el crecimiento económico fue de apenas 0.9%, prácticamente el más bajo desde el periodo analizado. Mantener un crecimiento requiere capacitación y entrenamiento constante, así como contar con un desarrollo tecnológico. Tiene sentido en los sectores productivos, adquirir maquinaria y equipo avanzado si puede recuperarse la inversión y ésta puede ser utilizada por individuos suficientemente capacitados y flexibles. “Asimismo, para desarrollar tecnologías es necesario contar con científicos profesionales capaces de descubrir, crear y satisfacer nuevas necesidades de los consumidores de la economía del siglo XXI. La tecnología de punta permite a las empresas mantener su competitividad tanto a nivel nacional como internacional y en ello México no puede seguir quedándose en la retaguardia” (Licona, 2011, pág. 113).

Durante el gobierno de Felipe Calderón, para consolidar el crecimiento económico, así como el desarrollo científico y tecnológico se siguió una dinámica en cuanto a: “Continuar con el proceso de apertura comercial y atracción de inversión extranjera directa, aranceles más bajos que permitan adquirir maquinaria y equipo avanzados menores costos. Proveer de un mayor apoyo directo a la investigación en ciencia y tecnología para el descubrimiento de nuevas ideas, así como garantizar una adecuada propiedad intelectual. Crear un vínculo estrecho entre el sector público, la academia y el sector empresarial, para plasmar exitosamente los nuevos conocimientos en procesos productivos. Facilitar el financiamiento de las actividades de ciencia, innovación y tecnología, que permitan la creación de nuevas empresas, así como permitir la adquisición, adaptación y desarrollo de nuevas tecnologías” (PND, 2006-2012). Los planteamientos y políticas a seguir durante el gobierno de Felipe Calderón para mejorar los niveles de crecimiento no logran impactar en los sectores productivos y el PIB tiene tasas inferiores a la registrada en 2006, lo cual indica una recesión en la economía durante su mandato. “En promedio el crecimiento en los seis años de gobierno de Felipe Calderón es de 2 por ciento, cifra menor a la que se obtuvo con sus antecesores Vicente Fox que logró 2.45 por ciento, y de 3.5 por ciento con Ernesto Zedillo, así como con Carlos Salinas, lo cual muestra que la política económica de mayor apertura con el exterior por sí sola no logra generar condiciones para aumentar la productividad y competitividad, e incrementar el PIB en niveles que superen el 7 por ciento, para estimular el empleo y el crecimiento en el ingreso per cápita” (Licona, 2011, pág. 117). El desempeño económico de México, con una política de casi completa liberalización en sus sectores productivos, está influido por el comportamiento y la conducción de la política económica con sus principales socios comerciales, así como por los avances tecnológicos y los precios internacionales del petróleo, entre otros. Por lo tanto, la política económica que ha logrado estabilidad en las variables macroeconómicas debe generar y conducir, sin ser proteccionista, un rumbo acompañado de apoyos crediticios y tecnológicos a micro y pequeñas

empresas, para que puedan competir en el contexto de la apertura. Si bien el país ya cuenta con una inflación baja que no supera el 6 por ciento, esto indicaría que las empresas pueden hacer una planeación a largo plazo, porque al tener bajos niveles inflacionarios se pensaría que los créditos en el mediano y largos plazos no serán onerosos, porque las tasas de interés que se cobran por el servicio de la deuda serán bajas.

XII ENRIQUE PEÑA NIETO (2012-2018). Enrique Peña Nieto toma poder del puesto de la presidencia nacional el 2 de diciembre de 2012 esto después de vencer a su principal competidor y candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador. El sexenio de Enrique Peña Nieto termina y el balance económico que deja es, a decir de los expertos y lo que reflejan los números, de claroscuros. Hubo avances contundentes en la cantidad de empleos registrados pero la inflación ha tenido picos relevantes; el dólar vivió una auténtica montaña rusa. Otros ponen énfasis en lo que ocurrió con los niveles de deuda pública a lo largo de los seis años. De principio se tiene que reconocer que la administración que está por terminar tuvo que lidiar con una lenta recuperación económica mundial tras la crisis de 2009, en particular la de Estados Unidos y sus socios; esto impactó en las expectativas de crecimiento mexicanas ancladas en el intercambio comercial. Es entonces que vienen datos que pueden colocarse en uno y otro lado de la balanza, tanto positivos como negativos. La administración tributaria aumentó el número de contribuyentes de 38 a 68 millones; además se redujo la dependencia fiscal del petróleo que pasó de 8.8 a 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). El tema del empleo necesariamente tiene que destacarse. Del 1 de diciembre de 2012 al 30 de septiembre pasado se llegó a la creación de prácticamente 3.9

millones de plazas. En ese sentido la tasa de desocupación se redujo: en 2013 llegó a 4.7 y según el último reporte se ubicó en 3.4 por ciento. Es entonces cuando vemos cómo se movió la inflación: a mediados de su mandato, en 2015, el año cerró con una de las más bajas registradas en la historia, de solo 2.1%; sin embargo, ésta escaló hasta 6.7% al cierre de 2017. En octubre pasado, la tasa anual se ubicó en 4.90 por ciento. El crecimiento no fue tan consistente como se hubiera querido. El promedio anual fue de 2.4%, con lo que Peña Nieto se ubica por arriba del 1.7% de Felipe Calderón y el 2% de Vicente Fox, aunque se queda detrás de Ernesto Zedillo con

3.3%; sin embargo, el sexenio que concluye será el primero en los últimos años en no registrar una contracción. IMAGEN RESCATADA DE:

www.elfinanciero.com.mx

Para no abrumar con más números, basta con poner en la mira lo que sucedió con la deuda pública que para buena parte de los expertos creció de manera considerable: en 2012, era de 5.3 billones y al día de hoy es de 10.5 billones y muy probablemente llegue a los 11 billones. Es cierto que las variables macroeconómicas se mantuvieron estables y desde afuera se aplaudió el sentido de responsabilidad y de estabilidad. Para el mexicano de a pie. No fue un gran periodo para el crecimiento económico de la nación primordialmente con la renegociación del TLCAN o en aspectos sociales como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa durante su gestión, por si fuera poco, productos de canasta básica y esenciales tuvieron un incremento considerable durante su sexenio, esto nos deja ver los problemas que se tuvieron en este ciclo político que terminó en un tipo de cambio que paso de los $12 por dólar a $19 en sólo un sexenio. Además de todas las reestructuraciones que hubo en materia política y fiscal con las nuevas reformas como; la reforma energética y la entrada de la inversión extranjera al petróleo nacional con lo que trajo diferentes opiniones la mayoría de estas

negativas,

la

reforma

educativa,

ella

acompaña

de

diferentes

manifestaciones y un poco o nulo crecimiento en materia educativa durante el periodo de negociación o aceptación ya que miles de estudiantes se quedaban sin clases

constantemente

a

causa

de

esta

reforma,

la

reforma

de

telecomunicaciones, trajo consigo mayor competencia y un gran apuro al “monopolio” presentado por la compañía TELMEX. Fue un periodo de altas y bajas con lo cual debemos admitir que en materia macroeconómica no fue el peor periodo en los últimos 20 años.

XIII COMENTARIOS FINALES La economía mexicana se caracterizó por una estabilidad económica entre 1952 y 1970, que se llamó los años del “desarrollo estabilizador”. Sin embargo, los problemas estructurales de la economía, como la debilidad del sector de las exportaciones, el seguimiento de un modelo de desarrollo de industrialización, basados en la sustitución de importaciones, y las presiones de la balanza de pagos mostraban la vulnerabilidad de México en la economía mundial. Cuando el crecimiento económico se ralentizó en los años 70, la respuesta del gobierno de Echeverría (1970-1976) fue la expansión del gasto público con el fortalecimiento del papel de Estado en la economía privada. Los errores cometidos por parte del Gobierno (utilizar la manera de financiar el déficit con préstamos externos y el mantenimiento del tipo de cambio del peso artificialmente sobrevaluado) y las condiciones desfavorables en la economía mundial en 1973 (el aumento del precio del petróleo en los mercados internacionales y la recesión global) causaron la crisis de la balanza de pagos en 1976. La recesión fue de corta duración y se resolvió por el apoyo financiero del FMI y los ingresos del petróleo. El Gobierno de López Portillo (1976-1982) no prestó atención al deterioro de los indicadores macroeconómicos (como el aumento del déficit fiscal del PIB y el endeudamiento del país) y que el precio del petróleo empezó a caer en 1981 en los mercados internacionales. La situación económica del país se agravó con las medidas contradictorias, como el aumento de un 30% del salario mínimo en 1981 y la nacionalización de los bancos en 1982. También se aceleró la fuga de capitales significativamente. El gobierno financió la salida de divisas con préstamos del exterior cada vez más frecuentes y de plazos más cortos. Este proceso llevó a que México se endeudara por encima de sus capacidades. La crisis de la deuda de 1982 requería un cambio estratégico en la política económica mexicana. Las tareas del Gobierno de Miguel

De La Madrid (1982-1988) fueron restaurar la estabilidad financiera y controlar la alta tasa de inflación. Con los programas de austeridad adoptados por la administración de La Madrid fue de estabilizar la situación financiera y económica del país y recobrar la confianza del sector empresarial y los acreedores internacionales. A principios de 1984 se empezó una recuperación económica ligera que continuó hasta mediados de 1985, cuando México tenía que afrontar otra crisis de balanza de pagos. Esta crisis mostró claramente que no fue suficiente tratar el choque con solamente medidas del ajuste basadas en políticas monetarias restrictivas (como la devaluación del peso), sino se requerían medidas estructurales para alcanzar un desarrollo sostenible en la economía de México. A partir del mandato del entonces presidente Salinas en 1988 se logra estabilidad en las variables macroeconómicas, sin embargo, el resultado de liberalizar la entrada de productos extranjeros, así como la baja participación del Estado en la economía, no genera un dinamismo positivo en el crecimiento económico, aunque la estabilidad de las variables permanece durante los siguientes sexenios, no se logra visualizar un crecimiento significativo en la economía del país, esto se debe a que los gobiernos no conducen por el camino adecuado que es progreso, el modelo económico que aplica a la nación, aún no está cien por cierto definido lo cual se muestra contraproducente para la puesta en marcha de las políticas económicas necesarias. La apertura del mercado mexicano con el exterior tiene efectos positivos y negativos. La parte positiva, se tiene en el crecimiento de la infraestructura en las vías de comunicación, así como una mayor participación de la inversión extranjera en la estructura productiva, que ha permitido la modernización del sector exportador, así como el acceso a una mayor oferta de productos y tecnologías de vanguardia en las empresas que tienen los ingresos suficientes para pagar por ellas, de igual manera la variedad de productos en el mercado, ha logrado que la política económica, desde los últimos años de la década de los noventa, logre

estabilidad en las variables macroeconómicas, sobre todo en los niveles inflacionarios que no rebasan el 6 por ciento anual.

XIV FUENTES CONSULTADAS CALDERÓN, Hinojosa, Felipe de Jesús, “Plan Nacional de Desarrollo 20072012”, en Diario Oficial de la Federación, México, 31 de mayo de 2007. BASSOLS Batalla, Ángel, Geografía económica de México, 4a. ed., México, 1976. DE LA MADRID Hurtado, Miguel, “Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988”, suplemento de El mercado de valores, núm. 24, México, Nafinsa, 13 de junio de 1983. FLORES Salgado, José (2003): La política comercial en México: Efectos y opciones,

recuperado

https://www.realestatemarket.com.mx/infraestructura-y-construccion/18356cincuenta-anos-de-actividad-economica-en-mexico PACHECO López, Penélope (2015): “Crecimiento económico de México”, recuperado de http://www.economia.unam.mx/profesores/aaparicio/Econom %C3%ADa.pdf DOF, Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, México, Diario Oficial de la Federación, 23 de marzo de 2003. MAYDÓN Garza, Marín, “Inflación, política económica y sistema político”, en Comercio exterior, vol. XXIV, núm. 6, México, Bancomext, junio de 1974. ORTIZ Rivera, Alicia, “La pequeña industria, a 76% de su capacidad en 85”, en Uno más uno, México, 26 de agosto de 1985.

LICONA Michel, Ángel, “Equilibrio económico”, Revista de Economía, Política y Sociedad. Vol. 10 (1) Semestre enero-junio de 2014 Núm. 37, pp. 108- 117.

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