Vanidades Chile – 26 Enero 2018

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Contenido

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LA NIÑA QUE REVOLUCIONÓ A LOS ROYALS Sus primeros años dejaron marcas en su vida que determinaron la persona en la que se convertiría más tarde y los retos que enfrentaría.

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DE MAESTRA A FUTURA PRINCESA Como toda joven inglesa, Diana soñaba con ganar el amor del príncipe Carlos y su anhelo se concretó, aunque muy pronto dejó de lado su vida que apenas empezaba a despegar.

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LA BODA REAL, UN EVENTO PARA LA ETERNIDAD Con miedo de lo que le esperaba, pero al mismo tiempo con la ilusión de ser feliz con el hombre que creía amar, Diana se aventuró al matrimonio.

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CARLOS Y CAMILLA, UN AMOR INTERMINABLE Su pasión no tuvo límite y en su intento por proteger su relación no consideraron los daños que podían causar a todos los que les rodearon.

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Y SE CONVIRTIÓ EN CISNE De ser una chica despreocupada y dedicada a divertirse, pudo transformarse en una digna princesa que ganó el corazón del mundo.

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¿FUERON FELICES POR SIEMPRE? La moneda estaba en el aire, pero los esfuerzos no fueron suficientes y lentamente la relación de Diana y Carlos sufría una caída libre.

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SECRETOS DE FAMILIA Aunque era parte de la realeza, su sencillez contrastaba con lo que la rodeaba. Eso no evitó que se convirtiera en un icono de los royals.

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SU VIDA A TRAVÉS DE SUS HIJOS William y Harry llegaron a iluminar la vida de la princesa, a su lado experimentaron todo tipo de emociones, y con su partida, todo cambió.

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UN REALITY DE CORTE INGLÉS Entre pleitos, humillaciones, engaños y negociaciones económicas, se escribía el fin de una historia que desde su inició, era sabido que no tenía porvenir.

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LA VIDA OCULTA DE DIANA DE GALES Ella era irresistible y nunca le faltaron pretendientes. Estaba ansiosa de sentirse amada y sucumbió a lo que pensaba que era el amor.

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LAS CELEBRIDADES QUE LA AMARON Su magnetismo no tenía límites: religiosos, artistas y políticos se sintieron atraídos por ella, reconocieron su obra y en muchos casos fue su inspiración.

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EL LADO SWEET DE UNA REBELDE Desde niña supo que su misión era trabajar a favor de los más desprotegidos y nada la detuvo: ni la monarquía ni los políticos.

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DODI AL FAYED, ¿UN AMOR A CONVENIENCIA? París fue el escenario y el empresario egipcio su compañero al final de su vida. Las intrigas rodearon su relación y ambos se llevaron consigo la verdad.

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EL DÍA QUE EL MUNDO PERDIÓ A SU PRINCESA Diana se apropió de la admiración y el amor de quienes supieron de ella. Esa mañana de domingo trajo la más triste de las noticias.

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WILLIAM Y HARRY, LAS NUEVAS VÍCTIMAS DE CAMILLA Su envidia no tuvo límite y cuando la princesa murió, encontró un nuevo camino para dañarla: sus hijos, con quienes sostiene una ardua lucha.

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DIANA Y SU LEGADO Fue motivo de inspiración, movió corazones y dejó un fuerte compromiso a seguir por William y Harry, que hoy la hacen trascender a pesar del tiempo.

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1665-7519.

La vida solo es un viaje”,

FOTO: GETTY IMAGES

Diana de Gales.

TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES LA PEQUEÑA DIANA GANÓ EL CORAZÓN DE SU PADRE, DESDE QUE NACIÓ

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LA NIÑA QUE

revolucionaría A LOS ROYALS NACER ENTRE PAÑALES DE SEDA NO SIEMPRE ES GARANTÍA DE FELICIDAD, ESO LO SUPO LA PEQUEÑA DIANA FRANCES SPENCER TAN PRONTO COMO LLEGÓ AL MUNDO.

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a pareja conformada por el conde de Althorp John Spencer y su esposa Frances Ruth Burke Roche, deseaban con ansías tener un hijo varón no solo para preservar el apellido, sino también porque la condición de nobles lo exigía. Los dos primeros embarazos les habían dejado a dos niñas, Sarah y Jane, el tercero fue un niño que llevó el nombre de John, quien solo vivió un breve tiempo debido a las malformaciones con las que había nacido. Lo anterior explicaba la razón por la que el cuarto embarazo de Frances era esperado con especial entusiasmo. Así, el primero de julio de 1961, con cuatro kilos de peso llegó al mundo Diana y con ella, una gran decepción para toda la familia, ya que una vez más era una mujer la que nacía. No obstante, para su padre fue un gran motivo de orgullo, pensaba que la pequeña era perfecta físicamente, aunque no supieran ni cómo llamarla, hasta que decidieron que llevaría el nombre de Diana, en honor a uno de sus antepasados y Frances, igual que su madre.

UN MUNDO DE DIFERENCIAS

Si en ese tiempo se hubiera sabido que al momento de concebir un hijo, es el padre quien determina su sexo, la joven Frances se hubiera quitado de encima el escrutinio de su familia extensa, quienes la culpaban de no poder dar a luz un varón. Pero la humillación llegó más allá, pues además la hicieron que se sometiera a una serie de estu-

dios y tratamientos, según ellos, para explicar las razones de su supuesta incapacidad. Tuvieron que pasar tres años más para que por fin, el sueño se convirtiera en realidad y un heredero llegara a sumarse, se trataba de Charles quien desde su nacimiento fue recibido con verdadera distinción: su bautizo se realizó en la Abadía de Westminster y su madrina fue la reina Isabel I. Sobra decir que la ceremonia de Diana se celebró sin tanta pompa en la iglesia de Sandringham y sus padrinos no pertenecían a la realeza, pero sí formaban parte de la aristocracia. No hay que adivinar que a partir de entonces la atención de los Spencer estaría puesta en Charles, quien también se había convertido en el heredero principal de la fortuna familiar y, que dicho sea de paso, ni aun en la adultez estuvo dispuesto a compartir con sus hermanas, específicamente con Diana. Con su llegada, la pequeña pasó a un segundo plano, perdió por completo la atención que en algún momento pudo haber tenido. Eso motivó que su relación con Charles nunca fue cercana ni cariñosa, a pesar de que ambos pasaron su infancia prácticamente juntos, pero sin establecer un lazo de afecto. SU PAPEL EN LA FAMILIA

Durante su primera infancia, Diana veía poco a su parentela, cuando nació, sus hermanas Sarah y Jane tenían seis y cuatro años respectivamente, a

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esa edad ambas ya recibían educación escolar con maestros particulares, así como también desarrollaban sus habilidades deportivas y artísticas; esto hacía que fueran escasos los espacios que tenían para jugar y divertirse juntas, algo que sí tuvo oportunidad de hacer con el menor, gracias a la corta diferencia de edad. En el ambiente de la aristocracia, al menos en aquella época, la convivencia entre padres e hijos era prácticamente nula, pues dejaban a los chicos al cuidado del personal de servicio y de las nanas. Ni siquiera la hora de tomar los alimentos era un punto de reunión, dado que los pequeños no podían sentarse a la mesa con los adultos hasta cumplir los siete años y esto no fue diferente para Diana y sus hermanos. Según la autora Marcela Altamirano, autora del libro Diana, princesa de Gales, al momento en que tuvo edad para integrarse con sus hermanas y poder compartir los horarios matutinos de estudio, ellas estaban listas para irse a un exclusivo internado para señoritas. Era solo en los periodos vacacionales en los que los niños Spencer pasaban más tiempo juntos. La casa de Park House donde crecieron, relata la autora, fue concedida por el rey Jorge V al abuelo materno de Diana, Maurice Fermoy, y era un lugar majestuoso, rodeado de áreas verdes. Ahí, a la edad de tres años, empezó a aprender a montar a caballo y esa actividad despertó en ella el amor por los animales, tenía innumerables mascotas y cuando llegaban a morir, les organizaba una ceremonia de despedida, sepultándolos bajo alguno de los múltiples árboles que había. Este lugar guarda los momentos más felices de su vida, ahí donde se divirtió con sus hermanos y disfrutó de una familia, algo que para ella siempre fue sumamente importante. LLEGAN NUEVOS AIRES

Un cambio drástico estaba por llegar a la vida de los Spencer, cuando Diana apenas había cumplido seis años, sus hermanas Sarah y Jane partieron al colegio West Heath Kent a continuar con sus estudios, y pareció que sus padres hubieran esperado ese momento para manifestar el disgusto de estar juntos. Al parecer todo empezó cuando Frances conoció a Peter Shand Kydd, un próspero comerciante, casado y padre de tres hijos, quien hacía negocios con los Fermoy. Habían compartido unas vacaciones en Suiza y al regreso el humor de la madre de Diana cambió radicalmente, se mostraba molesta, inconforme y dispuesta a discutir a la menor provocación con su esposo. El cambio tenía una explicación: estaba enamorada de Peter Shand, que luego de esa temporada de descanso compartida, abandonó a su familia para iniciar con ella una relación extramarital. La tensa situación no daba para más, y muy pronto el conde John Spencer y Frances Fermoy anunciaron su divorcio, causando un total descontrol en sus hijos menores, pues si bien no se puede decir que a Sarah y a Jane no les afectaba, lo cierto es que ellas estaban alejadas de todos los conflictos que sí vivieron en carne propia Diana y Charles. La separación se dio en un ambiente de tensión y conflicto en el que, como suele ocurrir, los niños fueron tomados como rehenes por sus padres para así alcanzar cada uno sus intereses. Frances

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ELLA Y CHARLES PASABAN MUCHO TIEMPO JUNTOS

SUS ANTEPASADOS • Los Spencer amasaron una gran fortuna en el siglo XV, ya que poseían uno de los criaderos de ovejas más grande de Europa. Debido a ello el rey Carlos I les dio la distinción de Nobles. • El lema de su familia paterna era: “Que Dios defienda lo que es justo”. • Sus antepasados siempre estuvieron cerca de la realeza ocupando distintos cargos importantes como consejeros de la Corona, embajadores y su abuela paterna, la condesa Spencer fue dama de cámara de la reina Isabel, al igual que lo hizo su abuela materna Lady Fermoy, hasta el día en que murió. • Su familia también tenía lazos sanguíneos con el expresidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt. • El impresentable era Al Capone, con quien se dice también tenían vínculos.

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Ella me ayudó a asistir a los pobres, y esa es la cosa más hermosa”, Madre Teresa de Calcuta.

pidió legalmente la tutela de sus hijos pero no le fue concedida, pues John tenía títulos nobiliarios que le daban la ventaja de conservarlos a su lado. A partir de entonces el mundo de la pequeña Di, se vino abajo, los adultos no cooperaban para hacer fluir la convivencia. Diana recordaba de esa época: “Mis padres estaban siempre ocupados discutiendo entre ellos. Recuerdo que mi madre lloraba y papá nunca nos decía nada sobre eso. Tampoco podíamos hacer ningún tipo de preguntas. Había demasiadas niñeras y todo un ambiente inestable”. Lo más valioso de su personalidad era su generosidad y su incansable necesidad de velar por los demás. Sarah, su hermana favorita daba testimonio de ello y recordaba que cuando terminó sus estudios y volvió a casa, Diana se encargó de darle la bienvenida, de acomodar su equipaje y prepararle el baño, para hacerla sentir nuevamente en su hogar. Aun con sus padres separados se encargó de velar por ellos y por su propio hermano, buscaba su bienestar y cuando iban al modesto departamento al que su madre se había mudado después del divorcio, se convertía realmente en todo un apoyo para ella, quien lloraba inconsolablemente porque en unos días sus hijos volverían al lado de su padre. Siempre amó ayudar a quienes tenía alrededor, sin importar qué les acongojara, era amable, dulce y siempre dispuesta a hacerle más feliz la vida a los demás. Esa era su gran virtud, algo muy natural, al grado que en el colegio West Heath donde asistió al igual que sus hermanas, recibió un reconocimiento a su vocación de servicio, la Copa Legatt, que tanto enorgulleció a su abuela paterna. Más allá de la trascendencia del premio, Diana encontró por fin algo que la hacía sentir plena y que además lograba hacer muy bien y de manera sencilla. UN NUEVO HOGAR

Con la muerte de su abuelo paterno Jack, recibieron como parte de la herencia la majestuosa mansión de Althorp, que era casi un museo por los elementos de decoración antiguos y valiosos que alojaba, pero que a los niños Spencer les causaba pavor. Al respecto su hermano Charles diría en una ocasión: “Era como una galería de ancianos con millones de relojes que nos mostraban el paso del tiempo. Para una niña fácil de sugestionar -refiriéndose a Diana-, ese lugar no hacía más que provocarle pesadillas. Nunca nos gustó ir de visita ahí”. Era todo el ambiente que rodeaba lo que les causaba rechazo: el mobiliario, la oscuridad y los recuerdos de la mala relación que había existido entre John Spencer y el abuelo Jack, quienes pasaban largos periodos sin hablarse, y si llegaban a hacerlo, era para agredirse. El carácter agrio de su abuelo, causó que Diana lo viera con temor, no así a su abuela, a quien describía así: “Era dulce, maravillosa y muy especial… divina”.

DE PEQUEÑA SOLÍA MENTIR CON FRECUENCIA

En su niñez había llegado el momento de abandonar la casa de Park House que la había visto crecer, para trasladarse a ese tétrico lugar que despertaría sus miedos y que sería también el escenario de su arribo a una nueva etapa de su vida.

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DE MAESTRA A FUTURA

princesa

SU ADOLESCENCIA FUE COMO UNA REVOLUCIÓN EN LA QUE NO SOLO SE ENFRENTÓ CON LOS DEMÁS, SINO CONSIGO MISMA, LA FALTA DE RUMBO EN SU PROPIA VIDA ERA LO QUE MÁS LE PREOCUPABA. FUE EL COMIENZO DE UN NUEVO CAPÍTULO EN SU HISTORIA.

n la pubertad todo es confusión, es imposible sentirse a gusto con uno mismo y esto puede complicarse cuando en la vida familiar existen constantemente conflictos. Para Diana Spencer este era el escenario cotidiano, sentía que no encajaba en ningún lado y tenía parte de razón, ya que su condición de hija de divorciados no era bien vista y mucho menos en el medio social en el que se desenvolvía. Pero a pesar de no sentirse cómoda, en el libro Diana: Her True Story in Her Own Words, de Andrew Morton, ella misma se describía como una chica inquieta y ruidosa mientras se encontraba entre sus amistades, pero en el salón de clases era seria y retraída. Si sus primeros años de vida habían estado cargados de inestabilidad por la separación de sus padres y sus viajes de fin de semana en tren para visitar a su madre, todavía se sumarían más elementos que intensificaban esta sensación de desbalance. Aunque es preciso señalar que a pesar de que se habló en esa época e incluso muchos años después, acerca de que Diana y sus hermanos habían sido abandonados por su madre, en realidad no fue así, Frances permanecía al pendiente de sus hijos quienes la veían con frecuencia y pasaban algunos periodos vacacionales a su lado. ALTHORP Y SU MALA SUERTE

Su llegada a esta antigua residencia estuvo rodeada del miedo que la construcción les producía a ella y a su hermano Charles. En la mente de Diana se repetía el recuerdo de las noches de tormenta en la que lo escuchaba llorar y llamándole a su madre, y muy a su pesar, no lograba vencer su propio miedo para ir a consolarlo. Pero esto no sería lo peor que pasarían ahí. Poco tiempo después

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POR: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK

CRECIÓ LLENA DE INSEGURIDADES Y ESO DERIVÓ EN MUCHOS DE LOS ERRORES QUE COMETIÓ

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de instalarse, una visita muy incómoda para los niños Spencer se empezó a hacer muy frecuente, se trataba de Raine, su futura madrastra. Al respecto Diana diría: “Ella solía encontrarnos casualmente en distintos lugares, venía a sentarse con nosotros y nos traía regalos y todos la odiábamos porque pensamos que quería quitarnos a nuestro padre, pero en realidad ella estaba sufriendo de lo mismo”. Llegar a un hogar con la imagen de madrastra maligna no es nunca un buen comienzo, sobra decir que especialmente para Di y Charles, la noticia de la inminente boda de su padre con Raine les cayó como una bomba, pues de hecho no fue él quien se los informó, sino que Charles obtuvo la primicia por una indiscreción de la directora de su escuela. Raine era una mujer divorciada, madre de cuarto hijos y su exesposo había sido amigo de John Spencer; la pareja se conoció cuando trabajaron juntos en la elaboración de un libro titulado ¿Cuál es nuestra herencia?, y gracias a la cercanía que mantuvieron con ese motivo, se dieron cuenta que tenían mucho que compartir. La oposición de los hijos de John Spencer no cambió su parecer y finalmente se casaron tan pronto como ella terminó con los trámites de su separación. A su llegada definitiva a Althorp, la mujer empezó a hacer cambios radicales: vendió obras de arte, cambió las costumbres en cuanto a los gastos, despidió a una parte importante del personal de servicio y dio acceso público a una área de la mansión, con el objetivo de obtener dinero para pagar las deudas que la familia tenía. De no haber sido porque los chicos pasaban gran parte del tiempo en el internado y porque más tarde Diana se independizó poco antes de los 18 años, eso se hubiera convertido en un infierno interminable para todos. Por supuesto, Raine estaba muy consciente del desprecio y odio con que los hijos de su esposo la veían. Desde un principio Charles le manifestó abiertamente su desaprobación por medio de una carta y lo mismo hizo Diana, solían jugarle bromas pesadas, mientras que Sarah le hacía ver que nunca le darían un lugar importante en la familia y por último, Jane definitivamente no le dirigía la palabra. Raine solía decir de Diana que era una niña muy dulce, que se encargaba de hacer lo suyo, pues todo ese tiempo había sido prudente y callada, de hecho esa era una clara característica de su personalidad, pero lo que nunca se imaginó fue que un día toda la

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LOS RETOS QUE ENFRENTÓ • El hecho de que los chicos Spencer fueran hijos de padres divorciados hacía que en la escuela fueran marginados, ya que eran los únicos en esta condición. • En la adolescencia, Diana y su hermana Jane sufrieron de trastornos alimentarios: bulimia y anorexia, respectivamente. • La etapa de la adolescencia fue especialmente complicada para ella y tendía a mentir con frecuencia, lo que le causaba problemas todo el tiempo en su casa y en el colegio. • A los once años después de que se cayó de un caballo le diagnosticaron debilidad ósea, una condición que hace que los huesos se tornen flexibles y en lugar de quebrarse, tienden a doblarse.

DIANA AMABA A LOS NIÑOS

BLANCO DE BROMAS Y DESPRECIOS • Cuando se independizó, su hermana Sarah la empleó como personal de servicio y solo le pagaba una libra por hora trabajada. Lucinda Craig, quien compartió el techo con Sarah, daría su testimonio: “Diana tenía veneración por su hermana, en cambio ella la trataba como si fuera un trapeador y me decía que con confianza le pidiera que hiciera la limpieza”. • Una compañera de la escuela recordaba que Diana tenía reputación de glotona, y que la incitaban a comer tres piezas de salmón y seis de pan durante el almuerzo, y esto lo hacía con mucha facilidad. • La misma Lucinda Graig, afirmaba que la futura princesa no era tan sobresaliente como su hermana Sarah, y que en esa época carecía de todo sentido de elegancia, vestía con enormes vestidos de embarazada y que era tan insignificante, que ni siquiera valía la pena voltear a verla.

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frustración y coraje que guardó durante tanto tiempo, detonaría al verla despreciar a su madre. Eso ocurrió muchos años después, cuando Diana era la esposa de Carlos de Inglaterra, en los preparativos de la boda de su hermano Charles con la modelo Victoria Lockwood. Durante el proceso Raine no había puesto de su parte en la convivencia con Frances, la ignoraba todo el tiempo hasta que Diana, cansada, le reclamó su actitud y se enfrascaron en una discusión en la que el punto central era acerca del dolor que había enfrentado John Spencer a causa de Frances. La princesa la encaró de una manera contundente, sacando la cara por su madre y por sus hermanos. Ese hecho, hizo a Frances sentirse muy orgullosa y feliz de que por primera vez, un miembro de su familia la hubiera defendido con tanta fiereza. Y LA PRINCESA DESPERTÓ…

La historia de Diana tiene una base muy sólida en su vocación de servicio. No tuvo una carrera universitaria, definitivamente la escuela nunca fue lo suyo, pero desde su infancia gozó al máximo la oportunidad de ver por los demás, tenía una naturaleza hogareña y sus habilidades estaban ahí, en cuidar de los otros, llevar a la perfección la organización y las labores del hogar; y de alguna manera para eso se preparó, tomaba cursos de alta cocina, área en la cual también destacaba, así como también durante un tiempo se empleó como babysitter. Los niños eran otra de sus pasiones, le llenaba el corazón tenerlos cerca y cuidar de ellos, de hecho, sus compañeras de escuela decían que siempre permanecía al pendiente de las alumnas más pequeñas y las protegía siempre que le era posible. Por eso para nadie fue extraño que no tuviera dificultad en encontrar un trabajo en Young England Kindergarden, que era dirigido por Victoria Wilson y Kay Seth-Smith, donde trabajaba solo unos días por la tarde. Fluía de manera excelente, los niños se sentían cómodos con ella y fue por esa razón que muy pronto le pidieron que ampliara sus horarios al turno matutino. Era un ambiente en el que se sentía totalmente como un pez en el agua. Si no hubiera sido una princesa en la vida real, igualmente podría haber ostentado ese título en el mundo de los plebeyos; era amable, empática, sencilla, divertida y a pesar de todo, alegre. Pese a que gozaba de una condición económica privilegiada nunca se sintió superior, era un aprendizaje adquirido en casa y de ello dejaría testimonio: “Mi padre me enseñó a tratar a todos por igual, y espero que William y Harry sigan este ejemplo. Quiero que traten de entender las inseguridades, emociones, angustias, sueños y esperanzas de los más necesitados”. Cuando Diana logró convencer a sus padres de que malgastaban su

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PAULATINAMENTE SE CONVIRTIÓ EN UNA ATRACTIVA JOVEN

SU TIMIDEZ NO FUE OBSTÁCULO PARA QUE CRECIERA RODEADA DE BUENOS AMIGOS

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A la edad de 14 años solo me recuerdo pensando que no era tan buena para nada y me sentía muy desesperada”, Diana de Gales. 15

LAÉPOCA EN LA QUE SE INDEPENDIZÓ, FUE INOLVIDABLE Y SIN DUDA, UNA DE LAS QUE MÁS DISFRUTÓ

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dinero manteniéndola en la escuela y ellos lo aceptaron, todo cambió para bien, era como el Ave Fénix que resurgió de entre las cenizas y se transformó en una chica más segura, atractiva y popular, al grado que su hermana Sarah que era toda virtud, se sintió amenazada por los nuevos aires de Di. Fue justo en esa época cuando literalmente, el príncipe apareció en escena. Su hermana Sarah era cercana a él, tuvieron un noviazgo de nueve meses y fue durante un día de cacería cerca de Althorp cuando Diana lo conoció, sin que ninguno de los dos se impresionara. Esa misma noche hubo un baile en su residencia y fue el comportamiento fresco y divertido de Di lo que llamó la atención del príncipe, que le pidió le diera un recorrido por la galería de pinturas de su mansión, considerada como una de las colecciones de arte privadas más valiosas de Europa. El recorrido iba perfecto hasta que su celosa hermana, la alejó de él para que ella lo terminara. Desde luego, Diana no tuvo ningún inconveniente en cederle su lugar pues se trataba del novio de Sarah y además, para ser sinceros, Di no se sentía en su mejor momento, estaba pasada de peso y más que alejada del glamour y la belleza que las mujeres acostumbraban lucir en ese tipo de eventos. Desde el silencio y la discreción Diana ese había ganado la simpatía del príncipe heredero a la corona inglesa. Nadie imaginaría que la tímida y acomplejada jovencita, empezaba a escribir una nueva historia, así lo veían los ojos observadores de su hermano Charles, quien diría sobre esa época: “De pronto el insignificante patito feo se estaba transformando en un cisne”.

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En la adolescencia siempre me sentí distante de todos. Yo presentía que mi vida iba a tomar un rumbo diferente, que mi destino sería otro”,

SUS MEJORES RECUERDOS Se sintió liberada cuando por fin sus padres accedieron a su solicitud de sacarla del Institut Alpin Videmanette, un caro colegio para señoritas. • Poco antes de cumplir 18 años, recibió de parte de su padre un hermoso departamento en un barrio elegante de Londres, que estaba valuada en 50 mil libras esterlinas. • Ahí vivió con sus amigas Carolyn Bartholomew, Anne Bolton y Virginia Pitman, esa época fue sin duda una de las mejores en su vida y de ella decía: “Jamás me reí tanto”. • Al lado de sus roomies hacían bromas y se

Diana de Gales.

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divertían. Carolyn diría tiempo después que tenían muchos amigos en común y que las travesuras inocentes que se jugaban entre ellos, eran el pan nuestro de cada día. Gracias al apoyo de Frances, su madre, logró entrar a la escuela de baile de Betty Vacani para formarse como maestra, pero una grave lesión en el tobillo izquierdo mientras esquiaba en los Alpes, terminó con su sueño. Aun así no se arrepentía, ese viaje había significado mucho para ella, pues decía que sin duda, habían sido las mejores vacaciones que hubiera podido tener.

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CHILE VS ECUADOR 2 - 3 FEBRERO 2018

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UN EVENTO PARA LA ETERNIDAD COMO EN UN CUENTO DE HADAS, LA HERMOSA JOVENCITA DULCE Y CON MUCHO AMOR PARA ENTREGAR, FUE CONVERTIDA EN PRINCESA EN UNA INOLVIDABLE CEREMONIA QUE TRASLADÓ A TODO EL MUNDO A SER TESTIGO DE UN EVENTO QUE SOLO ERA POSIBLE IMAGINAR EN LA FANTASÍA.

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l amor no siempre triunfa y menos en los ambientes de los royals. La imagen perfecta y aparentemente intachable de los miembros de la realeza tiene que mantenerse intacta y por supuesto que, salvo en contados casos, no será un plebeyo el que venga a poner en entredicho a estas respetables familias.

Con este antecedente era un hecho que no importaba qué tanto Carlos de Inglaterra amara a Camilla Parker, ella no era una candidata posible para ser su esposa. Era una mujer casada y, en todo caso, tendría que divorciarse, lo que hubiera sido un segundo escándalo, antecedido por el del príncipe Eduardo VIII, que tuvo que renunciar al trono para casarse por amor con la divorciada Wallis Simpson, evento que nadie estaba dispuesto a repetir.

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LA PRINCESA DIRÍA QUE SU BODA FUE EL PEOR DÍA DE SU VIDA

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POR: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK

TODO QUEDÓ EN FAMILIA

Diana conoció a Carlos en 1977 mientras mantenía una fugaz relación con su hermana Sarah y de hecho, existía el fuerte rumor de que podría convertirse en su esposa, pero como explica Andrew Morton en el libro Diana: Her True Story in Her Own Words, cometió el error de hablar de más en una entrevista en la que definía al príncipe como un encantador casanova y dijo: “Nuestra relación es platónica. Pienso en él como un hermano y nada más”. Y agregó, según el autor: “Yo nunca me casaría con un hombre al que no amara, así fuera un barrendero o el rey de Inglaterra. Si me lo pidiera lo rechazaría”. Literalmente, fue el fin de la historia, su relación terminó pero no perdieron contacto, algunos meses después la invitó al palacio de Buckingham a celebrar su cumpleaños número treinta y para su sorpresa, Diana también había sido requerida. Si no se hubiera escrito antes el cuento de La Cenicienta, uno podría jurar que se inspiraron en esta historia: la hermana envidiosa que es rechazada por el príncipe y la silenciosa y recatada joven, en una fiesta en la que estaban invitadas todas las mujeres casaderas del reino. SE SOLICITA PRINCESA

La abuela materna de Diana, Lady Fermoy era dama de cámara de la reina Isabel I y se dice que ambas estaban de acuerdo en que la pareja se tratara con cercanía, pues ella cumplía con todos los requisitos para ser princesa de Gales: joven, hermosa, inocente, provenía de una familia perteneciente a la nobleza y lo más importante para ellos, era virgen. No se sabe a bien qué tanto intervinieron estos dos personajes para que la relación se concretara, pero lo cierto es que Diana y Carlos continuamente coincidían en distintos eventos. Uno de ellos fue después de una partida de polo, en la que él había participado y junto al grupo con el que compartían, se detuvieron a comer al aire libre y fue ahí donde se encendió la chispa. Ella misma le contaría a su biógrafo Andrew Morton, que en aquella ocasión tuvo momento de conversar con él y que hizo un comentario con respecto a las exequias del conde Mountbatten, tío muy querido por él, sus palabras fueron: “Usted parecía estar tan triste en el funeral. Fue la escena más trágica que presencié en mi vida. Se me hizo pedazos el corazón. Pensé: no está bien, él está solo, necesita que alguien lo cuide”. Como si sus palabras hubieran sido un bálsamo para el príncipe, que no pasaba por su mejor momento, se mostró más interesado en Diana, fue atento y le extendía constantes invitaciones, a las que siempre asistían acompañados de amigos y familiares y en algunas más, específicamente de la abuela de Di. A la par de esta buena relación que establecieron, estaba la urgencia de casarlo y él no tenía la mínima intención de negarse a los deseos de sus padres, así que

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LAS PRUEBAS DE DIANA • Camilla Parker mantuvo una estrecha e íntima relación con Carlos. Ella se encargaba de evaluar a sus novias y de elegirlas. No solo consideraba que fueran dignas de entrar a la realeza, también de que no representaran un problema para ellos, y Diana superó el reto, aunque de esto se enteraría mucho tiempo después. • Carlos y su familia, la sometieron a una segunda prueba: su visita al castillo Balmoral, en donde se dice, existe un examen que se conoce como Test Balmoral y consiste en evitar los errores graves que alguien que no está familiarizado con este ambiente, puede cometer. Un ejemplo es sentarse en la silla que ocupó por última vez la reina Victoria, pero naturalemente, ella logró impresionarlos a todos. • Diana era sumamente atractiva no solamente en el plano físico, además, su carácter y personalidad conquistaba a todos. En esa misma visita la futura princesa impresionó a los dos hermanos de Carlos, Andrés y Eduardo, quienes peleaban por compartir con ella, eso alimentaba el orgullo del príncipe y significó un punto más para Di.

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vio en Diana una perfecta alternativa que además, era aprobada por Camilla Parker, que deseaba una pareja dócil para Carlos. El 3 de febrero de 1981, antes de partir a una gira por Australia, él le propuso matrimonio a Diana. Le entregó un hermoso anillo diseñado por Garrard con un enorme zafiro y rodeado de diamantes, el mismo que entregaría muchos años después su hijo, el príncipe William a su prometida Kate Middleton. EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ

Lady Di se involucró en esa relación porque estaba muy enamorada, no podía ser de otra forma. Ella no era el tipo de mujer que se casa por conveniencia, creía en el matrimonio y sobre todo anhelaba formar una familia estable. Pero Carlos no sentía lo mismo, su mente y corazón permanecía en otro lado y con otra persona, así que seis meses después cuando los preparativos de la boda empezaron, su comportamiento hacia su futura esposa, cambió radicalmente. Al principio Diana lo atribuía a los múltiples compromisos del príncipe, pero pronto se dio cuenta que sus ausencias tenían nombre: Camilla Parker-Bowles, quien nunca dejó de buscarlo, ni siquiera en su noche de bodas. Los cinco meses que antecedieron a la ceremonia matrimonial, fueron tal vez los más difíciles de librar para Lady Di, sabía de la infidelidad, de las noches que pasaban juntos Carlos y Camilla, vivía la presión de sentirse acechada por esta y ahora también por la prensa que seguía cada paso que daba. Cualquiera que pensara que eran momentos de júbilo se equivocaba totalmente, pues a la par Diana lidiaba también con su propia familia: la envidia que sentía su hermana Sarah, que ella misma reconoció en su momento, las burlas de Charles y la preocupación de Jane, por no saber si Di estaría preparada para adaptarse al ambiente de los royals, y por si fuera poco, también enfrentaba la indiferencia y abandono de su pareja, así como de su futura familia. Entre las confesiones que le hizo a su biógrafo, le habló de la noche antes del anuncio de su compromiso: se despidió de sus amigas con quienes compartió por mucho tiempo el departamento, y recordaba las palabras de Paul Officer, quien sería su guardaespaldas: “Quiero que sepa que esta es la última noche de libertad que tendrá en su vida, así que aprovéchela”. Y la sentencia se cumplió, se hospedó en el palacio de Buckingham, donde nuevamente se detonaron los episodios de bulimia que ya había experimentado en su adolescencia. Al respecto su amiga de toda la vida Carolyn Bartholomew, compartiría: “Desde el momento en que se mudó empezó a llorar. Adelgazó muchísimo… Diana no era feliz, se encontraba sometida a una presión muy fuerte. Todo era una

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LA PRINCESA SE SINTIÓ DECEPCIONADA CUANDO VIO A CAMILLA ENTRE LOS ASISTENTES

RECUERDOS IMBORRABLES • En palabras de Diana, a la primera persona que vio al entrar a la iglesia el día de su boda, fue a Camilla Parker-Bowles. Ella tenía la esperanza de que su relación con Carlos hubiera terminado, pero era evidente que no ocurrió así. • Roberto Devorik quien fuera asesor y amigo de Diana, asegura que antes de la boda lloraba pues no tenía duda de que Camilla estaría ahí, pese a que Carlos le había asegurado que no la invitaría. Al final solo acudió a la ceremonia, ya que decidió

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no presentarse en el banquete. Antes de besar a Diana cuando salieron al balcón del palacio de Buckingham como esposos, el príncipe le pidió permiso a la reina Isabel II, para dar este paso. Al momento de hacer los juramentos frente al altar, por parte de la pareja, Diana alteró el nombre de Carlos: Carlos Felipe por Felipe Carlos, después de unos segundos él bromeó diciéndole a Diana que si sabía que acababa de casarse con su padre, Felipe de Edimburgo.

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DOS ROSTROS QUE DEFINEN UNA HISTORIA

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Aquí está el material del que se hacen los cuentos de hadas: el príncipe y la princesa en su día de bodas”, Obispo de Canterbury. pesadilla. Se sentía confundida, bombardeada con peticiones de todas partes. Siempre estaba pálida, casi gris”. Por muy enamorada que estuviera, era inevitable no darse cuenta de la tormenta que se le avecinaba, y pasó por su cabeza la idea de cancelar la boda, pero cuando lo compartió con sus hermanas, la desalentaron diciéndole que ya era demasiado tarde para arrepentirse. No obstante, el ánimo volvió a la futura princesa luego del baile que se realizó días previos a la boda. La noche antes del gran día, también fue especial, había recibido un anillo por parte de su pareja con una nota amorosa y cordial, cenó en compañía de su hermana Jane y estuvo tranquila, pese a que como confesaría años más tarde, se sentía como un cordero que se dirigía al matadero y que no podía evitarlo. En esta historia de amor la vida le quedó a deber, amaba con todas sus fuerzas al príncipe y no era correspondida, sus ilusiones quedaron destrozadas: “Albergaba muchas esperanzas para el futuro -confesó la princesa-, y estaba convencida de que él me amaría y me protegería de las dificultades que se presentaran”. Aun cuando los dos tuvieron dudas sobre el paso que estaban a punto de dar, siguieron adelante, interpretando para el mundo el cuento de hadas que no tuvo el tan esperado e inspirador final feliz al que seguramente todos aspiraban y que se transformó en una triste historia que jamás sospecharon.

EL CHECK LIST DE LA BODA • Se celebró el 29 de julio de 1981, en la Catedral de St. Paul. Diana tenía entonces 20 años de edad y Carlos 32. • Ella fue trasladada en una carroza de cristal que compró el rey Jorge V, en 1910 con motivo de su coronación. • La ceremonia fue encabezada por el obispo de Canterbury y 25 sacerdotes de la iglesia anglicana. • Su vestido fue diseñado por David y Elizabeth Emanuel, quienes recibieron cartas del palacio de Buckingham para elaborarlo y una más escrita a mano por Lady Di. • La prenda fue hecha en tafetán de seda en tonos marfil, lentejuela bordada a mano, 10 mil madreperlas y 75 metros de encaje. • El corte del vestido llevaba escote de pico, mangas de farol, falda abullonada, una cola de 25 metros y grandes volantes. • Las flores de su ramo caían en cascada, con una selección de orquídeas, rosas, gardenias y fresias. • Utilizó zapatos de raso con 150 perlas, suelas pintadas a mano, una aplicación de corazón al centro. Se cuidó que no luciera más alta que Carlos. • Usó una hermosa tiara con tulipanes y flores de oro, con brillantes y diamantes, que pertenecía a su familia. • Carlos usó para la ocasión el uniforme de la Marina Real. • La princesa Diana llegó al altar al lado de su padre, el conde John Spencer. Mientras que a Carlos lo acompañaron sus hermanos Andrés y Eduardo. • Los novios celebraron posteriormente con un banquete preparado para recibir a 120 invitados. • El pastel fue hecho por la Escuela de Cocina de la Marina Real, tenía cinco pisos, midió 2.5 metros de altura y pesó cerca de 100 kilos. El último piso tenía una cascada de orquídeas blancas, lilas del campo y fresias, como símbolos de amor puro y eterno. • Para la ceremonia religiosa se invitaron a 3 mil 500 personas. • Dos millones de asistentes se congregaron a las afueras de la iglesia y de los 5 km de distancia que hay entre el palacio de Buckingham y la Catedral de St. Paul. • Se calcula que cerca de mil millones de personas en todo el mundo siguieron el enlace a través de la radio y de la televisión. • El viaje de bodas duró tres meses a bordo del yate real Britannia, que navegó por el Mediterráneo. En la embarcación los acompañaron también 21 oficiales y 256 marineros.

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CARLOS Y CAMILLA AL INICIO DE SU RELACIÓN

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CARLOS Y CAMILLA, UN AMOR

POR: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: SHUTTERSTOCK Y GETTY IMAGES

ELLOS SE CONOCÍAN DESDE QUE ERAN MUY JÓVENES Y CLARAMENTE ALGO MUY SÓLIDO LOS UNÍA, TAN FUERTE QUE NI EL TIEMPO NI LA INMINENTE BODA DEL PRÍNCIPE HEREDERO CON DIANA SPENCER LOS PUDO SEPARAR.

a idea del amor eterno y a prueba de todo, suele ser la clave para que una pareja sea aceptada y apoyada cuando se presenta cualquier contratiempo, pero en el caso de Carlos de Inglaterra y Camilla Rosemary Shand, no fue así. Su relación estuvo marcada por el rechazo de quienes les rodeaban y el escándalo, sobre todo después de la muerte sorpresiva de la princesa Diana de Gales. La historia de esta polémica pareja comenzó a principios de los años 70, de una manera poco convencional. Se dice que durante un partido de polo, mientras Carlos cepillaba a su caballo, una atrevida e irreverente Camilla se acercó a él para decirle: “¿Sabía que su tatarabuelo el rey Eduardo VII, fue amante de mi bisabuela Alice Keppel?, ¿no le excita la historia?, ¿qué vamos a hacer con eso? Desde ese momento Carlos no se resistiría a la personalidad alegre, divertida y desenfadada de Camilla, sencillamente se enamoró hasta lo más profundo. Ella a la vez, amaba al oficial de

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caballería Andrew Parker-Bowles, pero también se sentía atraída por el príncipe, a quien le unía no solo el gusto por el polo. UNA RELACIÓN SIN FUTURO

Carlos de 22 años y Camilla de 23, no tardaron en convertirse en amantes, aunque en un principio solo él se había involucrado sentimentalmente, mientras que ella solo buscaba utilizarlo para darle celos a Andrew Parker. Era 1972 cuando el príncipe le pidió matrimonio, pero obtuvo por respuesta una negativa. Un año después ella contrajo nupcias con Parker-Bowles, con quien engendró dos hijos: Laura y Tom. Decepcionado, Carlos salió con distintas chicas aristócratas, entre las que se contaba Sarah, la hermana de Diana Spencer. Pero el hecho de que Camilla estuviera casada y él en busca de la mujer ideal para compartir el cetro en un futuro, no representaba un obstáculo, con frecuencia se les veía juntos y de hecho, fue ella misma quien le incitó a casarse con Di. En la famosa entrevista del programa Panorama, de la BBC, Diana manifestó que la relación entre estos dos personajes nunca se rompió y que en la misma noche de bodas tuvieron contacto telefónico. El único momento en el que se alejaron fue durante los primeros años del matrimonio real, pero no duró mucho pues en 1984, luego del nacimiento del príncipe Harry, reanudaron el contacto con más fuerza que nunca, defendiéndolo contra viento y marea. Finalmente lograrían casarse tras la muerte de la inolvidable y eterna princesa de Gales.

CONOCIÉNDOLOS A FONDO • En lo privado ellos se nombran Fred y Gladys. • Si algo no los distingue es su capacidad para crear escenarios románticos, basta recordar el vergonzoso episodio de la llamada telefónica ‘romántica y candente’ en la que Carlos le decía a Camilla que le gustaría ser un tampón y ella le sugería que mejor una caja de tampones. • Aunque ambos suelen hablar maravillas uno del otro, lo cierto es que a ella le cuesta mucho trabajo involucrarse en los compromisos reales y preferiría tener una vida tranquila en el campo. • Aparentemente tienen una relación sólida, pero existen rumores de una posible separación, pues ambos buscan tiempo y espacio para disfrutar en solitario de sus intereses personales: él de su placer por la jardinería y ella de pasar tiempo con sus hijos y nietos.

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CINCO EVENTOS QUE CONFIRMAN SU AMOR 1. De acuerdo a Kitty Kelley, autora del libro Los Windsor, biografía de la Familia Real británica, antes de la boda con Diana, Carlos compró para Camilla una pulsera de oro con lapislázuli, como una manera de poner punto final a su relación. 2. Un diario inglés publicó unos meses previos al enlace matrimonial, que los futuros príncipes habían pasado la noche en secreto en el Tren Real. Eso ya era un escándalo que atentaba contra la virtud de Diana, pero la sorpresa fue mayor cuando la verdad salió a la luz: su acompañante era en realidad Camilla, su amante. 3. La casa real siempre lo negó pero corría el rumor de que días antes de la boda, Carlos le habría confesado a su primo Lord Romsey que estaba enamorado de Camilla. 4. La pareja mantenía relaciones desde antes de que ella se divorciara del coronel Andrew Parker-Bowles, quien sabía de sus encuentros al igual que Diana, y en este último caso, ella decidió también pasar por alto la infidelidad, pensando que pasaría. 5. En el polémico libro Charles: Heart of a king, de la periodista Catherine Mayer, se asegura que una noche antes de la boda el príncipe consorte le dijo a uno de sus colaboradores que no podía seguir adelante, aunque finalmente, llegó al altar.

CAMILLA SIEMPRE ATENTA A LOS PASOS DE DIANA

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No solo me casé con Carlos, también me casé con su amante, que estaba al corriente del más mínimo detalle”, Diana de Gales. 31

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l don especial que tenía para acercarse a la gente y despertar admiración en ellos, no surgió a partir de su repentina fama internacional cuando empezó a salir con el heredero a la corona inglesa. En cada episodio de su vida queda en evidencia la forma en que era vista con simpatía por quienes le rodeaban, aun en sus insípidos años de adolescencia. Y una vez que el mundo entero la conoció no pudo resistirse, porque independientemente de la imagen casi perfecta que poseía en el plano físico, tenía muchas otras cualidades que le hacían destacar. Lo primero fue que rompió con muchos de los principios reales, convirtiéndose en alguien cercana al pueblo. Empezó con pequeños detalles que fueron muy significativos: evitó los guantes para que el contacto con la gente fuera piel a piel, sonreía todo el tiempo, algo que contrastaba completamente con el eterno pocker face del resto de la familia, y siempre estaba dispuesta a ayudar.

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TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES

DESDE QU VIAZGO CO IPE CARLOS SE HIZO PÚBLICO, DIANA CONQUISTÓ A TODO EL MUNDO, SU PRESENCIA FUE DESCRITA COMO “UNA BRISA DE AIRE FRESCO”, EN LA MONARQUÍA INGLESA.

SU TÍTULO NOBILIARIO LE ABRIÓ LAS PUERTAS PARA BENEFICIAR A LAS PERSONAS NECESITADAS

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LA REINA DE CORAZONES

No hay que olvidar que desde antes de la boda, la vida de la princesa distaba mucho de ser un cuento de hadas. Durante el viaje de bodas, su dolor por saber que Camilla Parker siempre sería una intrusa en su matrimonio y que el corazón de Carlos no le pertenecía, se intensificó. La imagen plena de felicidad que supieron proyectar al regreso de la luna de miel, con la sonrisa a flor de labios, la piel bronceada y su aparente integración como pareja, no fue más que una pantalla que cubría una triste realidad que a pesar de todo, Diana pudo disimular muy bien. La prensa empezó a distinguir todas esas cualidades que la hacían diferente y la definían como una princesa muy humana, señala Andrew Morton, en el libro Diana: Her True Story in Her Own Words. Los títulos nobiliarios le incomodaron desde su infancia cuando a la muerte de su abuelo se convirtió en Lady Diana, y como esposa de Carlos de Inglaterra tomó la distinción de Su Alteza Real, Princesa de Gales, que consideraba, marcaba una enorme distancia no solo con el pueblo sino con su círculo cercano. Las reverencias tampoco eran de su agrado, sencillamente no sabía qué hacer con todo eso, hasta que optó por actuar simplemente como lo hacía Diana Spencer antes de ser una Windsor, ofreciendo muestras de afecto y procurando el contacto físico, se inclinaba para acercarse a las personas si estaban postradas en la cama o si se trataba de niños. SUS ACTOS OFICIALES

En sus primeras apariciones como princesa de Gales, opacaba involuntariamente a Carlos quien era abucheado por la gente y le pedían que se hiciera a un lado, pues a quien deseaban ver era a Diana y aunque el príncipe parecía aceptarlo, a la larga fue uno de los motivos que fracturó su relación, le daba celos su popularidad y se lo hacía saber, aunque ella siempre le habló de lo mucho que le afectaba tanta atención de la gente y sobre todo de la prensa. Hay dos momentos en su vida pública que permanecieron para el recuerdo: el primer evento oficial antes de casarse, fue una gala a beneficio que se realizó en el Goldsmith Hall de Londres, donde se encontró con la princesa Grace de Mónaco a quien le abrió su corazón cuando esta al ver la inseguridad que Diana proyectaba, le invitó a que le acompañara al tocador. Una vez ahí la frágil princesa

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LAS MUESTRAS DE AFECTO ERAN ALGO NATURAL EN DIANA

CON AMOR PARA LA PRINCESA • Desde el primer día en que arribó al palacio de Buckingham, Diana empezó a ganarse el afecto de los empleados de la casa real, ya que se dirigía a ellos con cercanía e incluso hacía cosas por sí misma, algo que ningún miembro de la realeza suele hacer. • Los fotógrafos y periodistas, sucumbieron a su sencillez y disposición para facilitarles su trabajo. Cuando ya se sabía que era la futura princesa de Gales y la acosaban en el jardín de niños Young England, aceptó posar para ellos. • El pueblo inglés le volcó su amor y atención desde que salió de la iglesia, después de su boda. Ella misma y la familia real pensaron que tanta euforia sería pasajera, pero continúa todavía en la actualidad. • La reina Isabel II tenía un especial cariño por Di, ya que la conocía desde que era una bebé, aunque después la relación se deterioró. • Quienes trabajaron con ella le tenían respeto y cariño, sobresale su personal de seguridad Graham Smith, Ken Wharfe y Barry Mannakee.

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Me gusta tocar a las personas, es un gesto que me nace naturalmente, no es premeditado, brota desde el fondo de mi corazón”, Diana de Gales.

LA PRINCESA TRATABA CON EL MISMO RESPETO Y CORDIALIDAD A TODO EL MUNDO

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La amabilidad y el cariño de las personas me ha llevado a través de algunos de los momentos más difíciles y siempre su amor y afecto, han facilitado el viaje”, Diana de Gales. le habló de sus temores con lágrimas en los ojos, de ahí se recoge la multicitada anécdota en la que Grace le habría dicho: “No te preocupes, querida. Verás, se pondrá peor”. Sería esa celebración en la que el círculo cercano de los Windsor estaría presente y Diana, desde su llegada al recinto, llamó la atención de los cientos de personas que se congregaron en el acceso para verla arribar, y no serían los únicos impresionados con su presencia, también los invitados al evento compartirían la misma sensación. El segundo fue unos meses después de haber anunciado su embarazo -5 de noviembre de 1981-. Era su primer aparición oficial junto a Carlos de Inglaterra, lo hicieron en Gales, donde todo el mundo la aclamó y se ganó su simpatía, gracias a su delicado trato y su interés genuino por las personas; sonreía, besaba a los niños y abrazaba a las mujeres. Este viaje lo recordaba especialmente porque le resultó complicado, tenía apenas tres meses de gestación y no le fueron nada sencillos, aunado a ello, Diana confesaría después que para esa ocasión no había seleccionado la ropa adecuada, por lo que las torrenciales lluvias de esos momentos la sorprendieron: “Sufría de náuseas por las mañanas y, como si fuera poco la multitud no dejaba de acosarme”. Aun así, no perdía su esplendor y al respecto decía: “Lo heredé de mi madre. Aunque uno se sienta pésimo, tiene que lucir la mejor sonrisa. Aleja las sospechas”. Fue justamente unos meses después cuando Diana asistiría a su primer evento oficial en solitario, como princesa de Gales. Eran las exequias de la soberana Grace Kelly, quien había perdido la vida en un trágico accidente automovilístico cuando viajaba al lado de su hija Estefanía, de 17 años y que había sufrido serias lesiones, pero estaba con vida. Los diarios de la época narraban el evento haciendo énfasis en la presencia de la joven Spencer, quien apareció en primera fila de la ceremonia al lado de Nancy Reagan, esposa del presidente en turno de Estados Unidos, Ronald Reagan. Este fue el inicio de su carrera dentro de la monarquía inglesa, cumpliendo anualmente con una agenda que contemplaba 500 compromisos, pero que fueron fundamentales para que el mundo conociera la personalidad de la joven princesa que en tan poco tiempo le había dado vida y esplendor a la casa Windsor.

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ASÍ LA MIRABA EL MUNDO • “Diana nos ha enseñado una nueva forma de ser británicos”, Tony Blair. • “Siempre te hacía sentir completamente a gusto, no había rigidez o incomodidad, la cual existe a veces con otros miembros de la familia real, porque eres muy consciente del protocolo”, Elton John. • “Ella fue sencillamente la mejor madre del mundo, y la extrañamos”, Príncipe Harry de Gales. • “Mi hermana no necesitaba de un título real para demostrar su compasión”, Lord Charles Spencer. • “La princesa era una mujer muy conocida y querida por el pueblo ruso. Todos saben de su contribución a las causas humanitarias”, Boris Yeltsin. • “Era extremadamente compasiva con los pobres, llena de vida, agradable y también simple”, Madre Teresa de Calcuta.

SU FAMILIA SE BURLÓ DE ELLA CUANDO LES ANUNCIÓ SU BODA, YA QUE NO LA CREÍAN DIGNA DE ELLO

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¿Y FUERON FELICES

por siempre?

LA APARENTEMENTE VIDA DE LUJOS, TRANQUILIDAD Y AMOR A TODA PRUEBA QUE EVOCAN LOS MATRIMONIOS DE LA REALEZA, NO SIEMPRE SIGUEN AL PIE DE LA LETRA CON ESE GUIÓN, CUYO EJE CENTRAL ES LA FELICIDAD.

juzgar por el rostro de Diana de Gales y la sonrisa de Carlos de Inglaterra, nadie imaginaba lo que ocurría en su vida privada. Una vez en una sesión de fotos, ella misma declararía a la prensa: “El matrimonio es muy recomendable”, pero es difícil pensar que incluso lo expresara a título personal, pues en esa relación si para alguien representaba una carga pesada, era para Diana. No es que Carlos no lo viviera igual, pero al menos tenía un consuelo: en sus momentos más amargos corría a refugiarse a los brazos de su amante Camilla, y su situación se volvía más llevadera. Diana tenía apenas 20 años y de un día para otro se encontró en medio de un ambiente que poco tenía que ver con los días en que se sentía libre y se divertía con sus amigos, de pronto descubrió

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que nada era igual, que su nueva posición había replanteado su vida, la forma en que sus amigos y sus propios familiares se dirigían a ella y, lo más desafortunado, era que en poco tiempo se dio cuenta que no era vista ni tratada como una persona común, sino que por crudo que parezca, se había convertido en un título nobiliario. Si hubiera sido esto su máximo reto, tal vez hoy la historia sería diferente, sin embargo, los desencuentros, las humillaciones y las infidelidades que ya se habían registrado antes de la boda, eran un juego de niños, comparado con lo que estaba a punto de experimentar. LA SOMBRA DE CAMILLA

En la entrevista concedida a la BBC, Diana resumió su relación de esta forma: “En este matrimonio éramos tres, demasiada gente”, porque Camilla no

TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES CARLOS LE DESCRIBIÓ A NANCY REAGAN SU DIVORCIO COMO UNA “TRAGEDIA GRIEGA”

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DIANA FUE LA PRIMERA EN SOLICITAR EL DIVORCIO, AL VER QUE SUS ESFUERZOS NO RENDÍAN FRUTOS

¿QUÉ INCOMODÓ A LA REINA? •

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Diana mantenía una relación cercana con el personal de servicio. Cocineros, guardaespaldas y mayordomos tenían acceso para hablar y convivir con ella, enterándose de temas privados. Los desequilibrios psicológicos de la joven, quien tenía reacciones extremas y desesperadas ante el comportamiento indiferente de Carlos. Que durante la famoso entrevista que le hiciera el periodista Martin Bashir para la BBC, haya dicho

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que mantuvo una relación con James Hewitt, un ex oficial de la Guardia Real, a quien adoraba. Por si fuera poco, en la misma emisión la princesa de Gales, le dio el tiro de gracia a Isabel II al afirmar que su hijo Carlos no estaba apto para ser rey y que no creía que llegara a serlo. Que fuera la misma Diana quien sacando provecho de su buena relación con la prensa, filtrara información valiosa, como los arreglos económicos a los que llegaron cuando se separó.

solamente estaba enterada de lo que ocurría, también intervenía en su relación, desafiando a los propios reyes quienes nunca estuvieron de acuerdo en que Carlos tuviera contacto con ella ni aun siendo soltero, ya que al paso del tiempo ha sido fuente de múltiples escándalos que han manchado la imagen de la familia real. Y fue Camilla quien tampoco respetó la idea del príncipe de empezar un matrimonio estable y feliz, como relataría más tarde Diana de Gales a su biógrafo Andrew Morton. Aprovechaba la pasión de Carlos por la cacería para hacerse presente en todo momento, lo buscaba por teléfono y evidentemente él era incapaz de negarse a su insistencia, al grado de que no tenía reparo en aceptar las llamadas y abandonar el techo conyugal para encontrarse con su amante. Diana aceptó que alguna vez, desesperada por esta situación lo enfrentó pidiéndole que le confesara si amaba a Camilla y su silencio sepulcral le dio la respuesta que sin duda, fracturó no solo su corazón, también su autoestima y el amor propio. La reacción emocional de Diana ante una decepción tras otra no se haría esperar, habían tres fantasmas que sigilosos la acompañaban desde su adolescencia: uno, el miedo ante los efectos del divorcio, el segundo, la bulimia que ya se le había presentado desde aquella época y el tercero, la idea de que no era buena para nada, que se manifestaron tan pronto les abrió la puerta. Durante el viaje de bodas la bulimia en Diana se presentó de lleno, aunque ya había antecedentes desde que se mudó al palacio de Buckingham para el anuncio de su compromiso. En una llamada que Carlos le hizo a Camilla le dijo que estaba harto de tener que oler los continuos vómitos de Diana, quien los sufría en promedio cinco veces en un día. Pero lejos de comprender el nivel de estrés por el que pasaba, apoyarla y brindarle seguridad, todo el viaje se dedicó a leer la docena de libros que había llevado consigo, momentos que Diana aprovechaba para deslizarse por la cocina para pedir helados y botanas, lo que hacía que se intensificara su desorden alimentario. Todos esos desplantes de indiferencia y el hecho de ver que nada ayudaba a mejorar la situación, la hicieron volver a plantearse que no tenía ningún talento para ser una buena esposa, mucho menos de ser valiosa y lograr que su esposo alejara de su mente la imagen de su amante, que dicho sea de paso, nunca dejó de estar presente ni aun en los momentos en los que un dejo de felicidad y estabilidad parecían iluminar a la pareja. Si algo era un hecho es que Diana tenía muy presente el daño que le

5 OCASIONES EN QUE LE DIERON

LA ESPALDA 1. Felipe de Edimburgo, había autorizado a su hijo Carlos para que si después de cinco años no lograba tener una buena relación con Diana, pudiera retomar con libertad la relación con su amante. 2. Cuando Di se acercó a la reina Isabel II para pedirle que interviniera para que el príncipe dejara a su amante, ella le respondió: “No sé cómo ayudarte, Carlos no tiene remedio”. 3. Ella quería suspender la boda y lo habló con sus hermanas buscando su apoyo, según su biógrafo Andrew Morton, la respuesta fue: “Mala suerte, duquesa, ya es tarde para arrepentirse”. 4. Al separarse, le pidió a su hermano Charles que le permitiera hospedarse un tiempo en Althorp House, él por medio de una carta le hizo saber su negativa: “Imposible, no soportaría a los medios de comunicación que tu presencia atraería”. 5. En 1989 Diana hizo un esfuerzo por salvar su matrimonio y durante una fiesta enfrentó a su rival de amores, para sorpresa de todos, incluso de Camilla, a quien le dijo con firmeza: “Sé lo que está pasando entre tú y Carlos y quiero que lo sepas”, la amante contestó sin inmutarse: “Tienes todo lo que siempre quisiste. Tienes a todos los hombres del mundo enamorados de ti y tienes dos hermosos hijos, ¿qué más quieres?”.

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causó la separación de sus padres durante su infancia y estaba resuelta a que no le pasara, decía que tenía mucho cuidado de no cometer los mismos errores y se volcó a tratar de descifrar a ese hombre al que apenas conocía, pero al que amaba y con el que estaba segura de querer permanecer por siempre. EL AMOR QUE NO LLEGÓ

Lady Di siempre sostuvo que se casó enamorada de Carlos y que al principio fue una relación feliz, pero lo cierto es que nunca se sintió amada por su esposo. Además, la actitud de él era tan distante y poco afectuosa que contrastaba con la necesidad de amor y lealtad de la joven princesa. Es fácil suponer que no se trataba de un matrimonio armónico, sino más bien insípido y frágil. Y esto quedó demostrado cuando la inseguridad de Diana hacía mella, convirtiéndose en un círculo vicioso que los distanciaba cada vez más: Carlos tenía en mente a Camilla, la seguía tratando, aunque hacía un leve esfuerzo por encontrar la estabilidad con su esposa, Lady Di por su parte se llenaba de ira y frustración, reclamando y hundiéndose cada vez más en la depresión y la bulimia; el príncipe la ignoraba y la historia volvía a empezar. Pero no sería solo la amante la que jugaría un papel protagónico en la debacle de este matrimonio, a ella se sumaba el ego lastimado de Carlos. La razón era muy clara para Diana, no así para el resto del mundo y la prensa que provocaban ese malestar al volcar su atención y afecto en la princesa, quien dijo al respecto: “La presión de los medios era demasiado grande, y mucha gente nos malinterpretaba. Por ejemplo, cuando una vez estábamos recorriendo Australia, podías oír a la gente decir: ‘¡Oh!, ella está ahí’. Si eres un hombre, un hombre orgulloso como mi marido, acaba molestándote oír eso días tras día”. SU RELACIÓN CON ISABEL

II

Para la familia real y la gente cercana a Diana, carecía de importancia el estado emocional que la mantenía, sin exagerar, al borde de la locura. Asumían que sus temores y reacciones no correspondían a lo que pasaba, esta fue una de las razones por las que nadie le brindó ayuda. Pero su situación era seria: hubo varias ocasiones en las que tras el nacimiento del príncipe William intentó suicidarse, según lo relató en la entrevista para el programa Panorama. Sin embargo, desde su perspectiva no había motivo de juicio hacia los Windsor. Explicaba que en un círculo en el que no había antecedentes de depresión y que además, no estaban acostumbrados a mostrar sus emociones, les parecía bastante excepcional su caso y carecían de elementos para lidiar con ello. Aun así, el autor Robert Lacey, en su libro A Brief Life Of The Queen, sostiene que la mala reputación que ganó la reina Isabel II al

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SUS DOS EMBARAZOS REPRESENTARON TIEMPOS DE GRANDES TENSIONES

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CARLOS LE ARREBATÓ LA POSIBILIDAD DE SER REINA, PERO WILLIAM LE HABÍA PROMETIDO QUE CUANDO FUERA REY LE DEVOLVERÍA SU TÍTULO

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ser considerada como una enemiga de Diana es completamente injusta, pues durante mucho tiempo ella fue su principal protectora, ya que consideraba que la separación de sus padres durante su infancia, la había dañado mucho. Cuando más evidentes se hicieron sus problemas psicológicos, Su Majestad fue la primera en acercarle el apoyo de especialistas para que la trataran, pero Diana no tenía la disposición de aprovechar esa oportunidad. De acuerdo a Lacey, cuando la reina se enteraba de los desatinos de Diana, por medio de Robert Fellowes, quien era su secretario privado y esposo de Lady Jean, hermana de la princesa, solía excusarla con la siguiente frase: “Ella no es como nosotros, es muy joven”. Muchos de los romances de Diana fueron del conocimiento de Isabel II, pero los consideraba locuras de juventud e intercedía para que no fueran dados a conocer públicamente. Le mostró su lealtad y afecto de muchas formas, pero al final fue su inexperiencia de no saber reconocer a sus aliados y su ilusión de poder cambiar los sentimientos de Carlos hacia con ella, lo que la condujo a alejarse de su genuino deseo de alcanzar la felicidad al lado de su esposo. En todo este ambiente de conflicto, solo hubo un suceso trascendental que pudo cambiar su historia al menos momentáneamente y darle por el resto de su vida un toque de felicidad, realización y motivos para sostenerse: el nacimiento de su primogénito, que literalmente le llegó como una luz en medio de la oscuridad, y así lo expresaba: “Gracias a Dios que llegó William”.

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Esta familia no tenía una gota de humanidad en ella antes. Creo que he cambiado eso”, Diana de Gales.

LAS CLAVES DE SU INFELICIDAD • En la intimidad eran completamente incompatibles, Carlos la evitaba y Diana vivió insatisfecha en todos los sentidos. Ella sabía que en cuerpo y alma su esposo le pertenecía a otra. • La diferencia de edad era muy notoria y, mientras Diana estaba renunciando a una vida de soltera en la que se divertía sanamente con sus amigos y un trabajo que amaba, él disfrutaba de estar con distintas parejas en fiestas, viajes y haciendo deporte. • Ella no conocía el amor, prácticamente el príncipe fue su primer novio. • Diana sí se enamoró, Carlos en cambio, solo cumplía con la instrucción de sus padres de casarse porque la monarquía lo exigía. • Él nunca dejó de amar ni de pensar en Camilla Parker-Bowles, con quien se hubiera casado si ella lo hubiera aceptado cuando se lo propuso. • Lady Di estuvo expuesta a mucha presión, la cual colapsó cuando se disparó la bulimia que ya padecía desde su juventud, estaba deprimida y no tenía claro que necesitaba ayuda médica. • Carlos no se esforzó lo suficiente para apoyarla en los momentos difíciles, y realmente no era algo que le interesara. Tampoco le dio la única tranquilidad que pedía a gritos: que se olvidara de Camilla y se centrara en salvar su relación. • Ni su propia familia ni los Windsor fueron de ayuda, le dieron la espalda de distintas maneras. • La juventud, la alegría y sencillez de Diana contrastaban con la solemnidad de la familia real. • En muchas ocasiones confió en las personas menos indicadas, quienes no se detuvieron para sacar provecho de ella, como por ejemplo, Paul Burrell y James Hewitt. • Carlos y Diana empezaron una guerra sin cuartel, ninguno midió las consecuencias que traería para todos y se hicieron daño mutuamente, brindando entrevistas en las que se evidenciaban.

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TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES SIN QUE SE LO PROPUSIERA, DIANA SE CONVIRTIÓ EN UN ICONO DE LA REALEZA

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Secretos DE FAMILIA

EN UN AMBIENTE COMPLETAMENTE NUEVO PARA DIANA, AL PRINCIPIO LE COSTÓ TRABAJO ADAPTARSE Y GANAR LA SIMPATÍA DE LAS MONARQUÍAS, PERO ES UN HECHO QUE HASTA EL DÍA DE HOY SUS PASOS SIGUEN VIBRANTES.

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ara Diana no era desconocido el ambiente glamuroso que priva en la aristocracia, después de todo ella había nacido en ese ambiente y estaba acostumbrada a convivir con gente muy acaudalada y con títulos nobiliarios. A decir verdad, nunca tuvo problema en lo concerniente a desenvolverse entre la realeza, incluso pudo sorprender a su nueva familia. Sin embargo, Diana no fluía en ese ambiente: se sentía presionada e incómoda en un mundo que para ella era algo similar a la actuación. Su convivencia con los miembros de otras casas reales nunca fue cercana, salvo con los reyes de España y su familia, pues eran amigos de los Windsor y sobre todo de su esposo Carlos.

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Con ellos pasaron periodos vacacionales que no parecían ser precisamente una magnífica experiencia para la princesa. Se le veía aburrida y distante, y trataba de refugiarse como lo hizo en muchos momentos de su vida, en William y Harry. Fueron cuatro veranos los que los príncipes de Gales compartieron en Marivent, la casa de descanso del rey Juan Carlos, en Mallorca. Iniciaron en 1986, como una muestra de que las relaciones entre ambas monarquías se restablecían, después de que la casa española se negara a asistir a la boda de Diana y Carlos como represalia a que empezarían su viaje de bodas en Gibraltar, una base militar del Reino Unido y de la que España ha protegido su soberanía.

¿AMIGOS

REALES?

No obstante su incomodidad, Diana hacía lo posible por integrarse a las actividades deportivas de la familia española, disfrutar del sol y el mar y convivir con sus anfitriones, mientras que Carlos se mantenía apartado, pintando cuadros y disfrutando como siempre de la lectura. Aunque Ken Wharfe, guardaespaldas de Diana, dijo a una publicación británica que ella le había confesado que se sentía acosada con todas las atenciones que le prestaba el rey de España, la relación se mantenía y fueron varias veces en las que compartieron el pan y la sal. En palabras de Wharfe, la princesa había puesto a Carlos al tanto de su sentir y le habría dicho: “Sé que es absurdo, pero estoy segura de que le gusto” -refiriéndose al rey Juan Carlos-, él lo tomó como una ridiculez de su esposa, no le prestó mayor atención al tema y le dijo que no debía malinterpretar sus atenciones. El guardaespaldas afirmó también que Diana le expresó: “Juan Carlos es encantador, pero ya sabes… un poco demasiado atento. Él es demasiado sobón”. Esta versión fue corroborada por su biógrafo Andrew Morton, quien además agregó que esto ocurrió durante dos veranos y que además, le habría confesado que su incomodidad era también porque se sentía violentada por la reina Sofía, para quien no pasaba desapercibida la situación y llegaba a tener desplantes hacia ella. Por su parte la autora Kitty Kelly, en su libro Los Windsor, afirma que el rey Juan Carlos habría pagado 45 mil dólares para que fueran retiradas de circulación unas fotos comprometedoras de Diana, y lo habría hecho como una muestra del gran afecto que sentía por ella, no obstante, no hay evidencia y este evento se suma a los cientos de mitos alrededor de la princesa. Tanto sería el amor de Diana por esta nación que regresó varias veces no solo en visitas protocolarias, sino también como destino turístico acompañada por sus hijos, una vez que se había separado de Carlos. Se dice que incluso la prensa española estaba preparada para recibirla, pues asumían que haría una parada en este país, procedente de París cuando la muerte la tomó por sorpresa.

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EN MALLORCA CON LA FAMILIA REAL ESPAÑOLA

DIANA Y LA REINA SOFÍA DE ESPAÑA

POR SIEMPRE LA RECORDAREMOS... La vida en el mundo de los royals ha sufrido grandes cambios pero al paso del tiempo no ha habido un solo integrante –incluidos sus hijos- capaz de mantener el compromiso que ella tuvo, sin embargo, logró dejar huella de su paso. Así la recordamos: • Cuando se le criticó sobre las grandes cantidades de ropa que compraba, explicó que antes de casarse no tenía la capacidad de vestuario para lucir presentable en cada ocasión durante sus compromisos. Después, muchas de esas prendas fueron subastadas y recaudaron millones de dólares que fueron canalizados a obras de caridad. • Hoy, royals y celebs de todos los ámbitos no temen vestir prendas low cost ni tampoco a repetir vestidos en distintos eventos. • Antes los integrantes de la realeza eran más privilegiados y se desenvolvían en un ambiente

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totalmente diseñado para ellos, pero en la actualidad con las debidas proporciones, se integran al mundo real: van a divertirse a lugares públicos, hacen fila y salen de compras como cualquier persona de a pie. Rompió con viejos patrones de vivir la maternidad. Ahora los royals se encargan del cuidado y la educación de sus hijos, juegan y los llevan a la escuela ellos mismos. Aceptémoslo, es difícil que el nombre de alguna celeb salte de inmediato a la mente, con el poder de convocatoria que poseía Diana, pero hacen el esfuerzo para sacar ventaja de su presencia y utilizarla para fines benéficos. Diana arropó a los desprotegidos, dio amor a manos llenas y habló de sus padecimientos para sumar a la prevención de ellos, eso es lo que muchos famosos hacen ahora.

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LA ERA POST DIANA

Antes de su llegada la realeza en general era fría, distante y anticuada, con el arribo de Lady Di tomaron un segundo aire: se levantaron del trono para tomar parte en más actividades sociales, más allá de las galas y los eventos deportivos, y dejó abierta la puerta de par en par para que cualquier royal que estuviera enamorado, pudiera casarse sin importar si su pareja pertenecía o no a este círculo. KATE Y WILLIAM SIGUEN LOS PASOS DE DIANA, CADA UNO A SU MANERA

Su figura icónica no solo quiere ser igualada, también superada y los países en los que aun existe la monarquía, mantienen una lucha para que su reina o princesa sea igual o mejor que Diana: Mary de Dinamarca, quien es nativa de Australia, ha sido nombrada por la prensa de su país como “la sucesora de Diana de Gales”, por su instinto natural con la moda y la llaman también la “nueva reina de corazones” de la realeza europea. Para Kate, la esposa de William, es inevitable ser comparada con su difunta suegra, sin embargo, lejos de enfadarse ha sabido sacarle partido a la situación e incluso rinde tributo con su estilo y ciertas acciones que realiza, como ocurrió en el bautizo de su hija Charlotte, cuya ceremonia se realizó en el mismo recinto donde recibió Diana este sacramento. Se dice incluso, que desde el momento en que la pareja se comprometió, Kate fue entrenada a través de videos acerca de como se desenvolvía Diana con el público, la cercanía que proyectaba, el contacto físico que establecía con ellos y la forma en que se involucraba con su problemática. Si bien es cierto que no ha llegado a impactar como lo hacía su suegra, está en camino de madurar el aprendizaje. Máxima de Holanda y Victoria de Suecia, han sido también comparadas con Diana, por su actitud positiva y siempre con la sonrisa a flor de labios. Ambas han demostrado ser amantes del concepto de familia y son comprometidas con ella, además de que ofrecen una imagen cercana con el pueblo, lo cual las coloca como las preferidas, de acuerdo a una prestigiosa revista alemana que anualmente realiza una encuesta sobre las casas reales. Pese a lo activa de su vida social, no había tiempo para las amistades

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Personas como yo pueden apoyar a las personas carentes y convertirse en una especie de luz en el final del túnel. Para mí ese es el único camino posible”, Diana de Gales.

LA FAMILIA REAL EN LA CONFIRMACIÓN DE WILLIAM

SARAH FERGUSON DECLARÓ TRISTEMENTE QUE LE HUBIERA GUSTADO PADECER BULIMIA IGUAL QUE DIANA

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y por otro lado Diana se había vuelto desconfiada, por ello se refugiaba en contadas personas: sus hijos principalmente y algunas amistades como Carolyne Bartholomew, Lucía Flecha de Lima, Imran Khan y Paul Burrell, entre otros. No obstante su personalidad retraída, no evitó que fuera observada por el resto del mundo de los royals y que hasta el día de hoy se le recuerde y muchas aspiren a repetir la parte emotiva y cálida de su vida. Algo que es digno de resaltar es la facilidad con la que Diana lograba posicionarse en el gusto y simpatía de quienes le rodeaban, su personalidad sencilla y discreta conquistaba a todo el mundo. Pero lo contrario ocurría con Carlos, quien parecía despreciar todo lo que Lady Di era: cuando Sarah Ferguson se integró a la familia real, llamó de inmediato la atención de Carlos, que cuando la veía desenvolverse de una manera ruidosa, alegre y sumamente bromista, solía decirle a Diana: “¿Por qué no eres como Fergie?”. Esas constantes comparaciones, fueron tal vez lo que influyó para que Diana y Ferguson se distanciaran, pues constantemente eran comparadas por el príncipe heredero. No obstante, para la reina Isabel, era lo contrario, ya que reconocía en Di a una mujer de modales exquisitos, algo de lo que Sarah carecía por completo. Para Lady Di, fue doloroso quedarse sin su única amiga dentro de Buckingham, le resultaba complicado lídiar con todo el ambiente que le rodeaba. Sin embargo, siempre tuvo la fortaleza para saber desenvolverse en su núcleo familiar, lo cual le proporcionó todos los elementos para brillar en el ámbito de la monarquía, un ambiente que ella había descifrado desde las entrañas.

LA VIDA CON LOS WINDSOR • La princesa Anna, es reconocida por su carácter frío y difícil, no obstante, Diana hablaba maravillas de ella y la tenía en alta estima: “La admiro enormemente y me mantengo fuera de su camino y ella fuera del mío, pero nos llevamos increíblemente bien a nuestra manera. No la llamaría si tuviera un problema, ni iría a almorzar con ella, pero cuando la veo es muy agradable verla. Su mente me estimula, me fascina”. • De la princesa Margarita, hermana de Isabel II, opinaba: “Siempre he adorado a Margo, como la llamo. Ella ha sido maravillosa para mí desde el primer día”. • En un principio Di era muy bien vista por la Reina Madre, sin embargo, le afectó mucho que tanto Carlos como Diana ventilaran su vida privada en entrevistas. Con una educación tradicional, la reina esperaba que la princesa basara su vida, como ella, en la obligación, la discreción y la restricción. • Algo similar ocurrió con la reina Isabel II, quien la apreciaba y respetaba, pero sus actos, que afectaban directamente a su hijo, terminaron por decepcionarla. Aunque ahora es capaz de admitir el excelente trabajo que hizo con William y Harry. • En cuanto al príncipe Felipe de Edimburgo, ha habido versiones encontradas. Durante las investigaciones por la muerte de Diana y Dodi, declaró que tenía una dulce relación con ella y que había lamentado mucho su separación de Carlos, sin embargo, Paul Burrell afirmó que el príncipe trató de culparla del fracaso matrimonial. • Diana se identificaba especialmente con su cuñado Andrés: “Él es aplastado por su familia todo el tiempo, lo han despedido sin consideración. Es conmovedor, amable y astuto”. • Aunque previo a la muerte de Lady Diana se había distanciado de Sarah Ferguson, ex esposa del príncipe Andrés, llevaron una relación muy cercana, eran como hermanas. De hecho, ella fungió como cupido y fue un año después de que los presentó, cuando se unieron en matrimonio. • Eduardo, conde de Wessex mantuvo una relación bastante alejada tanto de Diana como de su hermano Carlos y hasta un tiempo, respetuosa. Sin embargo todo cambió cuando puso su casa productora y empezó a filtrar información sobre los asuntos de los príncipes de Gales, a él le debemos la idea errónea de que el príncipe Harry sería hijo de James Hewitt. Desde luego que es fácil suponer que la relación con Diana no fue nada cordial. • Lady Pamela Hick, prima del príncipe Carlos, era parte del grupo de detractores de Diana, y hace unos años declaró a un diario británico: “Ella tenía un enorme carisma, era hermosa y empática con el público en general, pero no era sensible ante las necesidades ni de su marido ni de su familia. Todo lo contrario”. Al igual que la Reina Madre, pensaba que la misión de la princesa era haber pasado de lado frente a la infidelidad de su esposo y soportar todo lo que de él viniera, pues eso prometió ante el altar.

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Su vida

A TRAVÉS DE SUS HIJOS

NO HAY DUDA DE QUE A PESAR DE LOS DESLICES DE HARRY, LA PRINCESA DE GALES TENDRÍA CIENTOS DE MOTIVOS PARA ENORGULLECERSE DE ELLOS, QUE HAN CRECIDO SIGUIENDO LAS PAUTAS QUE LES ENSEÑÓ.

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abían transcurrido unos días de la muerte de Diana cuando Harry y William, por medio de una carta conjunta, pidieron a los medios de comunicación que dejaran de hostigarlos y les permitieran mantenerse lejos de la persecución que ya había cobrado la vida de su madre.

Los editores tuvieron una respuesta positiva hacia ellos, respetaron su voluntad y durante algún tiempo dejaron de seguirlos. Aunado a ello un día su padre, de manera sorpresiva les dijo que tenían que arreglar sus maletas porque se iban de vacaciones a África, para ayudarse a superar la tragedia. Aunque para los ‘chicos’ de Diana su mundo se había derrumbado y ahora les tocaba incorporarse a una familia –los Windsor- que aunque era la propia, estaban muy lejos de vivir lo que ellos conocían como su estilo de vida, ya que su madre les había procurado que siguieran costumbres de gente normal con muestras de afecto, amor y confianza. Esas diferencias hicieron que los dos hermanos se apoyaran mutuamente y fortalecieran su relación. Hay un hecho que es muy claro y es que la princesa supo instruir a sus hijos para que se convirtieran en hombres confiables y felices, sembró amor entre ellos e influyó para que fueran empáticos y continuaran con la labor social que había iniciado. Fue tanto lo que hizo por los príncipes, que a veinte años de su fallecimiento se han esforzado no solo por recordarla, su objetivo también es que su obra trascienda y que las nuevas generaciones no olviden quién fue.

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DIANA, WILLIAM Y HARRY

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TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK

SIEMPRE FUE UNA MADRE CERCANA

WILLIAM A UNOS MESES DE NACIDO

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Creo que a ella le hubiera gustado mucho estar en mi boda, y con suerte se habría sentido muy orgullosa de los dos”,

APRENDÍAN DE CADA MOMENTO

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William de Cambridge.

DIANA Y SUS HIJOS DE VACACIONES

Uno de los grandes proyectos en los que trabajan Harry, William y Kate, es acerca de la importancia de cuidar la salud mental y para ello, los dos hermanos han ofrecido entrevistas y dado conferencias para hablar acerca de su experiencia con respecto a la muerte de Diana, de cómo les afectó y la manera en que impactó psicológicamente en Harry el evitar recordarla. Él ha manifestado a un diario británico: “Yo pensaba que no tenía sentido porque me hacía sentir mal y nada de eso la iba a regresar, así que lo evité durante muchos años”. La insistencia de su hermano lo sensibilizó para pedir ayuda psicológica y ese periodo de terapia le representó un caos, ya que tuvo que revivir aquel evento y enfrentarse con todo ello para poder darle cause. Sin embargo, hoy puede hablarlo y transformar su experiencia en una oportunidad para ayudar a las personas que viven con algún trastorno psicológico, a causa de la depresión. LA HERENCIA PARA SUS HIJOS

Es inevitable referirse a los bienes materiales que Diana dejó para ellos, y lo que llama la atención es que pensó en cada detalle acerca de lo que pasaría una vez que muriera y entre sus indicaciones contemplaba que en caso de que faltara, Carlos tendría que asesorarse y tomar en cuenta a su madre Frances, con referencia a la educación de sus hijos. También hizo una justa repartición de sus bienes, dejó la mayor parte a Harry, con la finalidad de que nunca se sintiera inferior a su hermano, ya que por ocupar el quinto puesto en la línea de sucesión de la corona inglesa, sus ingresos serán menores. Al cumplir 30 años, cada uno recibió su parte -40 millones de dólares para Harry y 20 millones para William-, y su valiosa colección de joyas, valuada en 20 millones, se repartió en partes iguales, lo mismo que sus acciones, bonos,

WILLIAM, ESPOSO Y PADRE La infancia y la adolescencia del flamante duque de Cambridge tuvo momentos dramáticos, pero es un hecho que ha sabido utilizar esas experiencias para su beneficio y de la familia que ha formado al lado de su esposa Kate. ¿Qué ha pasado desde que murió la princesa? • Terminó su formación en el exclusivo Eton College, donde se educó su tío Charles Spencer. • Se matriculó en la Universidad de St. Andrew, en Escocia para estudiar historia del arte, pero antes se tomó un año sabático. • Durante ese periodo William trabajó como voluntario en Chile y después realizó un estudio de conservación ambiental en Bostwana. • Se mantuvo un año en la carrera que había elegido, donde también conoció a Kate Middleton, pero luego optó por estudiar geografía. • Cuando terminó sus estudios universitarios, se incorporó a la academia militar de Sandhurst, siguiendo la trayectoria de su papá. Ahí coincidió con Harry y durante todo el tiempo de formación compartieron departamento, una época que ellos recuerdan todavía con gran satisfacción. • Más tarde se unió a la Caballería Real de los Blues & Royals. • Para 2008 estaba listo para servir en la Armada Británica y en la Fuerza Aérea Británica. • En 2010 se incorporó a las Fuerzas de Búsqueda y Rescate de la Real Fuerza Aérea como piloto. • Desde su época de universitario se relacionó sentimentalmente con su actual esposa Kate, con la que rompió en 2007 porque al parecer ella deseaba una relación más seria y él no quería comprometerse en matrimonio aun, pero luego de tres meses, retomaron su noviazgo. • En 16 de noviembre de 2010, William le entregó el anillo de compromiso que le había pertenecido a Diana. • El 29 de abril de 2011, la pareja contrajo nupcias. William diría en una entrevista para la cadena ABC: “Fue la única vez desde que murió mi madre en la que yo me dije que habría sido fantástico si hubiese estado aquí, y lo triste que realmente sería para ella, más que ninguna otra cosa, no verlo”. • El 22 de julio de 2013 nació su primogénito George y el 2 de mayo de 2015, su hija Charlotte.

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vestidos y el resto de sus pertenencias. Y en cuanto a objetos valiosos personales, como su anillo de compromiso y vestido de novia, como es sabido, los recibieron William y Harry, respectivamente. VEINTE AÑOS SIN DIANA DE GALES

Desde aquella desoladora madrugada del 31 de agosto de 1997 en la que el mundo se detuvo para Harry y William, se han sucedido eventos de todo tipo en la vida de los dos hermanos, que contra viento y marea se han mantenido juntos, protegiéndose uno a otro, tal como Diana lo soñó y lo hizo posible. Algo que le llenaba de satisfacción y orgullo era ver lo mucho que William amaba a Harry desde que el pequeño pelirrojo llegó al mundo, y queda testimonio de ello en una de las tantas cartas que han sido subastadas y que escribió a Cyril Dickman, su querido mayordomo: “William adora a su hermanito menor y pasa todo el tiempo abrazándolo y besándolo, ¡difícilmente deja que sus padres se acerquen!”. Ese amor fraternal que se prodigan se ha fortalecido a partir de la muerte de su madre y como lo afirmara Harry en una entrevista, ese suceso los unió aun más, pese a que nunca habían abordado el tema entre ellos. Siempre han estado uno para el otro, lo cual han sabido extender a la nueva familia que ha formado William y Kate, a quien Harry ve como a una verdadera hermana, mientras que con sus sobrinos George y Charlotte ha sido un tío cercano, divertido, atento y comprometido con su protección y bienestar. Otro gesto muestra de esta complicidad de hermanos, es el apoyo incondicional que William y Kate le han brindado a Harry desde que la casa real hizo el anuncio oficial de su noviazgo con Meghan Markle. Los duques de Cambridge ya la han conocido y se muestran felices con la nueva integrante de su juvenil clan. Pero esa parte dulce también se ha visto empañada por una serie de sucesos que en definitiva, Diana no hubiera estado contenta de presenciar. LOS REVESES EN LA REALEZA

Es imposible predecir qué hubiera pasado si ella estuviera viva y si sus hijos hubieran tomado decisiones distintas, sobre todo Harry quien ha tenido en su historial una serie de desatinos que han puesto de cabeza a la corona británica. Entre los sucesos más recordados está la desafortunada declaración que hiciera al regresar de una misión en Afganistán en 2013, cuando le preguntaron si había matado a soldados enemigos y respondió fríamente: “Sí, he matado gente, igual que muchos ”. Apenas un año antes, había causado gran escándalo, pues salieron a la luz unas fotografías en las que aparecía desnudo con una mujer en una fiesta privada a la que asistió en Las Vegas. Ese evento en particular dejó ver la rebeldía de Harry, quien ha declarado para un diario inglés sobre esas épocas: “Luchaba contra el sistema diciendo ‘no quiero ser esta persona, mi madre murió cuando yo era muy pequeño y no quiero estar en esta posición’”. Aunque nunca perdió la esencia que Diana le había impregnado en cuanto

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HARRY, UN PRÍNCIPE DIFERENTE Desde pequeño ya había dado muestras de su carácter inquieto y divertido, la princesa Diana dejaría constancia de ello en una carta a su exmayordomo Cyril Dickman, en la que compartía que era un chico muy travieso que siempre se metía en líos en la escuela. Al igual que su mamá no fue amante de los estudios, pero ha destacado en los deportes y enfoca su energía al altruismo. Esta fue la historia del Happy prince, como se le conoció en su infancia: • También fue alumno de Eton College, donde su popularidad quedó probada, aunque no así su buen desempeño escolar. • El esquí, el fútbol y el rapel, fueron los deportes en los que demostró tener especiales talentos. • Antes de entrar a la escuela superior, optó por tomarse un par de años en los que viajó a Argentina y África, ahí se ocupó de elaborar un documental sobre los huérfanos de Lesotho, lo que lo inspiró a formar la Fundación Sentebale (No me olvides). • Se inscribió, igual que William, a la academia militar de Sandhurst y se graduó como piloto de las Fuerzas Aéreas Reales Británicas. • Su vida amorosa ha sido intensa y se le ha relacionado con varias chicas aristócratas, entre ellas: Cressida Bonas, Chelsy Davy, Laura Leigh y actualmente con la actriz estadounidense Meghan Markle.

HARRY EN LOS BRAZOS DE SU MADRE

DIANA Y HARRY

JUNTOS EN UNA CEREMONIA

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Me arrepiento mucho de no haber hablado antes de la muerte de mi madre. Está bien sufrir, siempre y cuando lo expreses. Eso no es una ninguna debilidad”, Harry de Gales. 59

ASÍ RECORDARÁN A DIANA • Entre las diversas actividades que se realizarán en homenaje a la princesa de Gales, la más importante probablemente es la estatua que se colocará en las inmediaciones del palacio de Kensington, que fue su última residencia. Harry y William explicaron en un comunicado: “Ya han pasado 20 años desde la muerte de nuestra madre, y es el momento adecuado para reconocer su impacto positivo en Reino Unido y en todo el mundo con una estatua”, el documento agrega: “Nuestra madre tuvo un impacto en tantas vidas. Esperamos que esto ayude a todos los que visiten el palacio de Kensington a reflexionar sobre su vida y su legado”. • También se instalará un jardín repleto de flores blancas como rosas, tulipanes, margaritas y narcisos, que se denomina “The White Garden”. • En el mismo recinto hay una exposición titulada “Diana: Her Fashion Story”, que presenta un paso por la vida de la princesa y se muestran sus atuendos, desde el que vistió para anunciar su compromiso, pasando por el vestido azul de terciopelo, con el que bailó con John Travolta, y otros que usó poco antes de su desafortunada muerte. • Los canales de televisión británicos BBC e ITV prepararon unos documentales sobre la muerte de Diana, que contará con los testimonios de familiares y amigos cercanos de la princesa, que han sido seleccionados por William y Harry. • La organización The Diana Award, celebrará a lo largo del año una serie de eventos para premiar a 20 jóvenes comprometidos con generar cambios positivos en el campo social. • La familia Spencer también se unirá a las celebraciones, entre lo que tienen proyectado es una exhibición por Althorp House, lugar donde creció Diana, y que se titula “Caminando en sus propios pasos”. • Charles Spencer anunció que el lugar donde descansan los restos de Diana, será abierto al público.

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DE VISITA EN NIAGARA FALLS

UN CLAN MUY JUVENIL E INSEPARABLE

a valores y educación, afortunadamente volvió a reencontrarse y al respecto dice: “Ahora estoy a tope y lleno de energía, con suerte de estar en una posición en la que puedo marcar la diferencia”. Kate, su cuñada y William han sido fundamentales en este cambio; ella es una gran compañera y consejera cuando Harry lo ha necesitado, y es innegable que gran parte de su transformación ha sido gracias a los duques de Cambridge. Una de las vivencias que Diana no hubiese deseado presenciar, es la ocasión en la que Harry se encontraba en Afganistán y se lanzó la amenaza de parte de grupos rebeldes de querer asesinar a miembros de la familia real, y el blanco más latente, era justamente el hijo menor de la princesa, quien en ese entonces se encontraba en el cumplimiento de una misión en aquel país. Afortunadamente, el gobierno inglés tomó medidas inmediatas y envió la orden de proteger y sacar a Harry, para que su vida no fuera puesta en riesgo. EL DUQUE DESEA CALOR DE HOGAR

William ha tenido una vida aparentemente más tranquila, lejos de los escándalos y muy apegado a las buenas costumbres, sin embargo, al igual que su madre, toda su vida ha anhelado del apoyo y el amor de una familia. No es que sus abuelos o incluso su padre no se hayan esforzado por cubrir esta necesidad, Isabel II ha sido desde la partida de Diana, un apoyo amoroso y divertido para sus nietos, ellos tienen un gran número de anécdotas que comparten con su abuela, pero evidentemente para William no ha sido suficiente. La forma en que él ha tratado de encontrar esa

vida en familia es integrándose completamente con los Middleton, con quienes pasa gran parte de su tiempo, así como las fiestas navideñas. Sus hijos por ejemplo, tienen una mayor convivencia con sus abuelos maternos y con su tío Harry, lo cual ha sido un golpe para su padre, Carlos de Inglaterra. De acuerdo a un diario británico, Carlos se siente frustrado porque es muy poco lo que ve a sus nietos –una vez cada dos meses-, y aseguran que cuando él ha tratado de acercarse más a los pequeños, los duques le dicen que tienen otros compromisos o que pasarán el tiempo al lado de los Middleton. Es un hecho que a William le agrada esa familia y que está muy de acuerdo en que sus hijos se críen con los mismos valores que sus suegros Carole y Michael, inculcaron a los suyos y que coinciden plenamente con la manera en que Diana lo hizo con los príncipes. Son muchos los momentos de vida que ya no pudo compartir con William y Harry, sin embargo, el tiempo le ha dado la razón a la princesa incomprendida que fue severamente criticada por la forma de ser, de vivir y de educar a sus hijos, pero dejó sentadas bases muy sólidas en su desarrollo, al grado de trascender su legado a sus nietos. Entre los numerosos eventos que se realizarán durante el verano de 2017 para recordarla, hay un homenaje que la vida le rinde a la princesa Diana de Gales, según una fuente cercana a la reina: “Ella ve lo mucho que Diana resplandece a través de sus hijos y el efecto que tienen sobre la gente corriente. Es a Diana a quien la gente ve. Ese sentido de la diversión, esa facilidad en el contacto. La reina ha dicho: ‘Quizás, después de todo, tenemos mucho que agradecer a Diana’”, cita un reconocido diario inglés.

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UN REALITY DE CORTE

inglés

DIANA SUFRIRÍA UNO DE LOS MAYORES DESENCANTOS DE SU VIDA, CUANDO FUE INMINENTE LA SEPARACIÓN DE SU ESPOSO CARLOS DE INGLATERRA. ELLA HABÍA SOÑADO CON LOGRAR EL AMOR ETERNO.

rase una vez una joven aristócrata, hermosa y enamorada del amor, que era víctima de una abuela interesada en emparentar con la realeza y unos reyes ansiosos por encontrar a una dulce chica que lograra hacer sentar cabeza a un rebelde príncipe, que con tal de no perder a su amante, estaría dispuesto a obedecer las órdenes de sus padres. La bella niña se convirtió en princesa y entregó su corazón, sin imaginar que en la apuesta del amor era todo o nada, y se quedó con esto último. Así podría resumirse la triste historia de desamor entre Carlos y Diana, la cual desde el primer día en que volvieron a cruzar sus caminos estaba destinada al fracaso, simplemente porque él no sentía ni un poco de amor. Fueron casi quince años que envolvieron a este matrimonio en infidelidades, reproches, desequilibrios psicológicos para Diana y una total frustración compartida; de esa relación fallida lo único que tuvieron en común fue el nacimiento de William y Harry, sus hijos.

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LAS DIFERENCIAS ENTRE ELLOS ERAN ABISMALES E IRREPARABLES

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POR: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK

No hubo esfuerzos capaces de limar las asperezas, es un hecho que cuando no hay amor, tampoco hay voluntad que valga y eso Diana lo sabía muy bien, como ella lo confesó en unas grabaciones que hizo en secreto y que su biógrafo Andrew Morton utilizó para la elaboración de su libro Diana: Her True Story in Her Own Words, las cuales fueron exhibidas en 2004 por una televisora norteamericana. De acuerdo a sus relatos, consideró el día de su boda como el peor de su vida, aunque ya desde el compromiso, su difícil camino había empezado marcado por la relación de Carlos con su amante y por las constantes humillaciones de él, lo que desembocó en el trastorno alimentario que sufrió. “Justo después del compromiso, la bulimia se desató. Mi marido puso su mano en mi cintura y dijo: “Como que estamos un poco rechonchos, ¿no?”, esto la llevó a comer compulsivamente y provocarse vómitos, sin que recibiera atención o apoyo por parte de su pareja, por el contrario, se le adjudicó la etiqueta de desequilibrada mental y por ende, única responsable de las desavenencias de su matrimonio. TOCÓ LOS EXTREMOS

Mientras Diana lidiaba a solas con su infinita tristeza y su imposibilidad de cambiar el rumbo de su relación, Carlos se vivía indiferente, sus rutinas no sufrirían ninguna alteración; compartía algunos compromisos con su esposa y cada semana puntualmente se reunía con su amante Camilla, más preocupado por cuidarse de la prensa que de lo que pensara Diana. Y esto contribuyó para agravar su estado emocional, fueron varias las ocasiones en las que trataría de quitarse la vida, lo hizo cortándose las venas con hojas de afeitar y en aquellas grabaciones confiesa que cuando estaba embarazada de William, lo intentó de nuevo: “Me tiré por las escaleras sabiendo que llevaba dentro de mí a un niño. La reina salió a ver qué sucedía y me vio en ese terrible estado”, esa solo sería una de las varias veces en que trató de suicidarse. Fue hasta este momento en que Isabel II se dio cuenta de la gravedad de la situación y habló con Carlos, pidiéndole que detuviera su comportamiento y que se guardaran todas las consideraciones necesarias para la futura madre, que por fin tuvo un periodo de tranquilidad e incluso de corta felicidad, ya que parecía que su esposo estaba dispuesto a intentar que todo funcionara. Pero el gusto le duraría poco, para el nacimiento de su primer hijo, Carlos parecía más interesado por cumplir con sus compromisos

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DIANA LAMENTÓ MUCHO EL DIVORCIO, DIJO QUE LUCHÓ CON TODAS LAS FUERZAS POSIBLES

DESTINADOS AL FRACASO ¿Por qué no funcionó la pareja real, pese a que tenían todo para ser felices? Estas son las diez razones que lo explican: • Su noviazgo solo duro 28 días, de los cuales solo se vieron en 13 ocasiones. • Él nunca cortejó a Di, ella diría que no le llamaba ni tampoco iba a visitarla y por supuesto, no había detalles. • Hubo dos declaraciones clave durante la rueda de prensa después del anuncio oficial de la boda, una fue cuando el príncipe dijo: “Me admira que sea tan valiente como para cargar conmigo”, y la segunda cuando les preguntaron si estaban enamorados; ella contestó con seguridad, “Por supuesto”, mientras Carlos lo hizo con ironía “¿Qué significa estar enamorado?” • Cuando rezaron los votos el día de su boda, Diana diría: “Yo te acepto a ti por esposo, y prometo serte fiel desde este día, según la ley de Dios”; Carlos rezaría: “Yo te tomo a ti como mi esposa en nupcias para poseerte de hoy en adelante, según la ley de Dios”. Estaba claro que de su parte no había compromiso alguno y siendo tan apegado a la religión, no juraría fidelidad. • Durante el viaje de bodas, Diana llegó a su límite y enfrentó a Carlos diciéndole todo lo que sabía y había visto en relación con su trato con Camilla, y Carlos le contestó: “No seré el único príncipe de Gales que no tenga una amante”. • Su vida sexual era bastante tediosa, según confesaría Diana: “Eran relaciones sexuales raras, extrañas. Nunca había una petición por su parte, yo tenía que pedirlo y cada tres semanas surgía”. • Ambos eran totalmente antagónicos, no tenían gustos, ideas, metas ni ilusiones que compartir. • Diana nunca se sintió a la altura de su esposo, cuando eran novios ella le decía “Señor” y le hablaba de usted, él nunca hizo nada por cambiarlo. Había un distanciamiento muy marcado desde entonces. • Carlos siempre se mostró indiferente a los esfuerzos que hacía Diana para tratar de salvar su matrimonio, cada vez que lo intentaba él solo repetía como si fuera un mantra “rabia y celos, rabia y celos”. • Hacia 1989, Carlos le dijo claramente a Diana que aunque fuera la madre de sus hijos, su esposa y contara con un título nobiliario por parte de la casa real, no sentía amor por ella, pues ese privilegio era solo de Camilla.

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personales que por acompañarla y estar pendiente de la llegada del bebé, eso la orilló a pensar que una buena alternativa para facilitar que él estuviera presente, sería inducir el parto. Dos años más tarde, nacería su segundo hijo, Harry, un pequeño pelirrojo cuyos genes predominantes eran los de la familia de Diana y de acuerdo a sus palabras, esto decepcionó mucho a su esposo, además de que él deseaba con fuerzas que naciera una niña, lo cual dijo, “nunca me perdonó”. EL PRINCIPIO DEL FIN

Lo que debería ser un suceso que los uniera como familia, resultó ser el detonante de una separación física que se sumaba a la emocional que existía desde el momento en que sellaron su compromiso. Con el nacimiento del pequeño Harry, Carlos y Diana hundieron su relación en un abismo; dejaron de compartir la cámara nupcial, los encuentros sexuales quedaron eliminados por completo y cada uno en la intimidad tomó su propio camino, aunque para el mundo se mantenían como una pareja de ensueño. Tapar el sol con un dedo es una misión imposible. Mientras Diana era considerada por la prensa y por todo el mundo como un ser dulce y tremendamente especial, Carlos era ignorado. Cuando salían a eventos juntos, la atención estaba centrada en ella, que además se había ganado un mejor lugar por haber roto con los principios reales de dejar a los hijos al cuidado de las nanas. Por el contrario, ella se hacía cargo totalmente de sus dos pequeños, organizó sus viajes y eventos en función de sus hijos, de sus actividades escolares y partidos de fútbol. Era una madre como cualquier otra que pasa las noches en vela cuando los chicos caen enfermos. Testimonio de esto son sus calendarios en los que con tinta verde marcaba los compromisos con ellos. La casa real hizo grandes esfuerzos por mantener en secreto la situación que prevalecía con la pareja, pero a Carlos no le preocupaba y sin el menor pudor se dejaba ver en algunos eventos con su amante. Diana por su parte, confesó en las mismas grabaciones: “Me sentía desesperada y fallaba en cada dirección que tomaba… Con un marido que amaba a otra”. Además, la princesa hablaría también de lo dañada que estaba su autoestima al darse cuenta de que su esposo la consideraba inferior y permanentemente la criticaba acerca de su cabello, la ropa que elegía; la denigraba cuando trataba de sobreponerse de la bulimia y al respecto comentó: “Bien, cuando comía me decían: ‘Supongo que vas a malgastar ese alimento más adelante’. Y esa era ya una presión en sí misma”. Todo este ambiente adverso la incitó a pagarle con la misma moneda, como ella misma reconocería, tomando caminos equivocados, uno

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Fui infiel hasta que me di cuenta que mi matrimonio estaba irreparablemente roto”, Carlos de Inglaterra.

DIANA VOLCÓ SU AMOR EN HARRY ANTE EL DESPRECIO QUE CARLOS LE TENÍA POR HABER NACIDO VARÓN

LA GUERRA DE GALES El telón estaba por caer y ya no sería necesario mantener la imagen del matrimonio perfecto entre Diana y Carlos, lo que provocó que ambos iniciaran una lucha sin cuartel, en la que cada vez trataban de superarse, estos serían los episodios principales: • En 1987 Carlos de Inglaterra reanuda abiertamente su relación con Camilla, aunque es un hecho que nunca antes habían roto los lazos que les unían. • Diana a su vez toma como su amante a un oficial de la Guardia: James Hewitt e inicia una relación que duraría varios años.

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Se publican en un importante diario inglés, extractos del libro de Andrew Morton, Diana: Her True Story in Her Own Words, en el que revela detalles de su vida con la familia real y su relación con Carlos. La obra es un gran éxito y se traduce a varios idiomas. Carlos ofrece una entrevista para la televisión en la que admite que le fue infiel a Diana. La princesa tomó revancha y realizó la entrevista con la BBC, en la que hizo confesiones sobre sus desórdenes alimentarios, las infidelidades de Carlos, sus intentos de suicidio, entre otras más.

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de ellos fue su lista de amantes y cuando se descubre el tipo de relación que tuvo con cada uno, es fácil darse cuenta que buscaba sentirse querida y valorada, aunque era evidente que no siempre lo buscó en las personas adecuadas. En 1994, Carlos ofreció una entrevista con la cadena de televisión británica ITV, motivada por el 25 aniversario de su investidura como príncipe de Gales, en la cual habló acerca de la ruptura de su matrimonio y reconoció que sí le había sido infiel a Lady Di. Para su justificación dijo: “Lo que me ha ocurrido a mí le ha pasado a la mitad del país”. Sin embargo, no dio detalles de con quién habría engañado a su esposa, pero no era necesario poseer dotes especiales para saber que era Camilla Parker-Bowles, la mujer con la que se relacionó desde muchos años atrás, incluso antes de que como él dijo, se diera cuenta que su relación había fracasado, y de quien solo se refirió como “una amiga muy querida”. A diferencia de la manera en que se juzgó a Diana cuando reconoció su infidelidad, Carlos fue justificado por su círculo cercano y por representantes de otros ámbitos, como Harold Brooke Baker, experto en temas de la monarquía: “El príncipe no ha hecho más que seguir con las tradiciones de su familia”.

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Cuando vi al príncipe por primera vez, nunca pensé que pudiera llegar a herirme tanto, pero lo hizo”,

Casi once años después de que unieran sus vidas y de mantener una lastimosa relación en la que ninguno salió ganando, se hacía oficial su separación y en 1996, su divorcio, evento que sin duda a Diana le dolería más y así se lo confesó a su mayordomo Paul Burrell: “Nunca quise el divorcio, siempre soñé con un matrimonio feliz. Una parte de mí siempre amará al príncipe Carlos”.

UN AÑO INOLVIDABLE La reina Isabel II calificó 1992 como “annus horribilis” –año terrible-, por todos los hechos desafortunados que se registraron en ese periodo, entre otros eventos ocurridos a su alrededor, Diana y Carlos serían protagonistas. ¿Qué ocurrió para que ese año fuera como ella lo describió?: “Ya no será un año que yo recordaré con una alegría sin tacha”.: • Ese año era especial para la reina pues era el aniversario cuarenta de su ascenso al trono, lo cual era un motivo de felicidad que se opacó. • La princesa Anna, su hija, anuncia su divorcio de Mark Phillips. • Su hijo favorito, el príncipe Andrés, después de una

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Diana Spencer.

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una serie de escándalos por infidelidad de parte de Sarah Ferguson, también optan por dar por concluido su matrimonio. El 20 de noviembre de ese año, ardió literalmente el castillo de Windsor, el fuego se propagó con facilidad y se vio seriamente dañado. La reina afirmó que los “problemas emocionales” de Diana, intensificaron la tensión entre ella y Carlos. Esto fue casi un anuncio de la separación. El 9 de diciembre el Primer Ministro John Major anunció la separación de la pareja. Salió a la luz la conversación telefónica con tintes sexuales entre Carlos y Camilla, se le conoció como “Camillagate”.

José Rubén Olivos y Miguel Piñera.

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UN PERSONAJE RECONOCIDO Y QUERIDO POR LA GENTE. Alguien recordado por su

forma de ser, de hablar y de vestir. Así se siente el “Negro”, un artista que no descansa y busca este año lanzar un nuevo éxito que lo lleve a la cima de los rankings.

Miguel “Negro” Piñera

Profeta en su tierra

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l “Negro” Piñera no para. Para él, el tener el privilegio de poder hacer lo que más le gusta en la vida -la música-, lo hace responsable de trabajar sin descanso en eso, pues siente que mientras más actúa y más canta, mejor le va en la vida. “Estoy cien por ciento agradecido de Dios, de la Virgen, de mi familia y de mi país. Amo Chile y me siento muy querido por la gente”, explica este apasionado por el canto que en este último tiempo ha producido tres discos con una gran recepción del público. Y no se detiene. Mientras da la entrevista, contesta el teléfono confirmando presentaciones en regiones y actuaciones a beneficencia, además de recibir a amigos y amigos de sus amigos que lo visitan para conocerlo. “El Negro nunca está solo, siempre está rodeado de amigos y bellas mujeres”, explica su Productor Musical Rubén Olivos, junto con el cual se encuentran

[email protected]

@mnegropinera

negropinera

preparando un nuevo disco para este año, que busca imponer nuevamente un éxito del Negro en las radios. “Nuestra meta para 2018 es lanzar un tema original, un éxito. Para eso estamos buscando repertorio, componiendo y actualizándonos. Pronto vamos a sacar un nuevo disco con ese éxito”, explica Olivos sobre el disco 2018 de Miguel Piñera que tendrá sonido y estilo moderno. Sin embargo, este destacado productor advierte que no es una tarea fácil: “Cuando alguien ha tenido un éxito, superarse a sí mismo cuesta mucho. Miguel ya ha estado muy arriba y lo que nos gustaría hacer es imponer nuevamente un éxito en las radios y que la gente lo reconozca”. Para el “Negro” su trabajo consiste en alegrarle la vida a la gente, ya que cree fervientemente que el poder hacer lo que a uno le apasiona es un regalo de la vida y lo agradece en sus más de cuatro shows por semana donde demuestra que mantiene su voz y que se encuentra en uno de sus mejores momentos.

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LA VIDA

oculta

DE DIANA DE GALES

TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK

SU ATRACTIVO ERA INNEGABLE Y SU POPULARIDAD LA CONVERTÍA EN UNA PERSONA CON LA QUE TODO EL MUNDO DESEABA ESTAR, ESTO PROVOCÓ QUE SE LE RELACIONARA CON MUCHOS HOMBRES CON LOS QUE SE DECÍA, EXISTÍA UN LAZO AMOROSO.

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star en los zapatos de Diana de Gales podía parecer bastante atractivo, pero la realidad era distinta: vivía bajo la presión de que cada paso, un gesto, una palabra o un acto de amabilidad, podía ser interpretado de mil maneras no solo por la prensa, también por las personas que le rodeaban, y a partir de ello exponerse a que se levantara un juicio o peor aún, que sus actos se malinterpretaran y se tejieran historias que la mayoría de las veces estaban alejadas de la realidad. Si en general su vida podía generar curiosidad, sus amoríos la producían más, sobre todo una vez que quedaron de manifiesto las diferencias irreconciliables en su matrimonio. No todo lo que se decía de sus romances era verdad, gran parte de ellos eran inventados por sus detractores, mientras que cientos de pseudo periodistas o personas que estuvieron cerca de ella exageraron sobre lo que vieron o creyeron ver, simplemente porque sabían que el escándalo les aseguraba cuantiosos ingresos y la posibilidad de que en un futuro pudieran seguir explotando esa información. Con este antecedente es imposible tener certeza acerca de lo que pasaba en su corazón, pues aunque en algunas de las anécdotas y declaraciones dadas por su gente de confianza, la información que comparten cuadra perfectamente, ellos mismos reconocen que Diana solía guardar para sí sus sentimientos, vivencias y decisiones, sobre todo cuando sabía que podía ser criticada o que algunos no estarían de acuerdo con su proceder.

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UNA BÚSQUEDA DESESPERADA

Sin importar cuánto hubiera pasado en su matrimonio, no perdía la esperanza de encontrar el verdadero amor, pues algo con lo que siempre soñó desde su infancia, fue formar una familia, llevar una vida tranquila y tener un esposo que la amara y la protegiera. Por eso un común denominador en las historias con sus parejas, era que estaba dispuesta a dejar todo por ellos y comenzar desde cero, lejos de la fama, la opulencia y la atención que recibía. No obstante, tampoco se puede perder de vista que era una mujer despechada que necesitaba a todas luces vengarse de los desprecios y los engaños de Carlos, su esposo, así como de Camilla, la intrusa a la que responsabilizó de su divorcio. SUS AMANTES,

¿UNA ESTRATEGIA REAL?

A pesar de que en algún punto podría suponerse que el príncipe era víctima de los engaños de su mujer, en realidad era imposible que él no hubiera estado enterado de lo que ocurría, como lo explica James Hewitt, en su libro Nuestro amor prohibido: “Cuando mi amistad con Diana se convirtió en una relación, mucha gente lo sabía, empezando por Ken Wharfe –guardaespaldas de Diana- y el escuadrón real de escoltas. Hubieran fallado en sus obligaciones si no lo hubiesen puesto en conocimiento de sus oficiales superiores. Si el príncipe Carlos hubiese querido que Diana y yo hubiésemos dejado de vernos, así habría sido. Pero no quiso”.

PARECÍAN ENAMORADOS AL RETORNO DE SU LUNA DE MIEL

Andrew Morton, el periodista al que Diana le tuvo la confianza para contarle toda su historia y facilitarse el acceso a información y fotografías sobre su vida, afirma en el libro Diana: Her True Story in Her Own Words, que a Carlos realmente no le inquietaba el hecho de que tuviera amantes, porque eso le daba muchas ventajas: podía deslizarse con facilidad para convivir con su amante, Diana enfocaba su atención hacia otra persona, lo que redituaba en que no hubiera reclamos y que sus problemas con la bulimia y la depresión se mantuvieran bajo control. Antes de que Hewitt entrara a la vida de los príncipes de Gales, Carlos vivía con la zozobra de que Diana fuera amante de su jefe de seguridad Barry Mannakee, con quien le unía un profundo sentimiento. Él era una persona muy comprometida con su trabajo y lo hacía excepcionalmente bien, pero también se había convertido en un gran amigo, confidente y apoyo para Di. Esta relación no le agradaba en lo más mínimo a Carlos y sin tomarle opinión a la princesa, mandó destituirlo de su cargo y fue transferido a los servicios de los diplomáticos, poco tiempo antes de la boda de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés. Ocho meses más tarde, Mannakee perdía la vida en un accidente de motocicleta y para Diana recibir la noticia del modo en que ocurrió fue completamente devastador. Ella misma relataría a Andrew Morton que Carlos le soltó la noticia cuando iban de camino

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HASNAT KHAN, SU GRAN AMOR

DIANA Y BARRY MANNAKEE, A QUIEN DEFINIÓ COMO UN GRAN AMIGO

JAMES HEWITT, EL HOMBRE QUE VENDIÓ SU HISTORIA

LOS HOMBRES QUE AMÓ • Carlos de Inglaterra: Pese a las múltiples diferencias, infidelidad y la posterior separación, Diana siempre le guardó respeto y afecto. Roberto Devorik, amigo personal de la princesa, relató en una entrevista que cuando en su círculo se hacían bromas o comentarios negativos sobre él, marcaba los límites y les decía: “Ustedes están hablando del futuro rey de Inglaterra y del padre de mis hijos. Cambiemos de tema”. • James Hewitt: Habría que preguntarse si con él la unió el amor. Tal vez la duda quepa: es cierto que confesó con firmeza que ella le adoraba, pero también fue clara al decir que se sintió defraudada porque había mucha fantasía en el libro que escribiera Anna Pasternak, Princess in love, a quien Hewitt contó su historia con Diana. • Barry Mannakee: Lo primero que les unió fue una profunda amistad, él fue su confidente, la consoló en momentos de caos total y sabía como hacerla reír. Trabajaba como su jefe de seguridad, era 14 años mayor que ella y estaba casado, pero nada de esto impidió que se enamorara al grado de planear fugarse con él. Mannakee murió cinco años antes que ella en un accidente en moto. • Hasnat Khan: Ella lo llamaba “El señor maravilloso” y fue uno de los hombres que más estabilidad le brindó. Paul Burrell, su mayordomo, reveló en una entrevista que el doctor había sido su gran amor. Estaba tan enamorada que pensaba seriamente en casarse con él.

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La gente piensa al final del día que un hombre es la única respuesta. De hecho, un trabajo es mejor para mí”,

al aeropuerto para asistir al Festival de Cannes y al bajar de la limosina el príncipe le dijo: “Oh, no sé si te habías enterado, pero el sargento Mannakee ha muerto”. Esto significó un golpe bajo para Di, porque si ya de por sí estaba sola y desprotegida, con la pérdida de su amigo no había más a quien recurrir. Siempre vivió con la incertidumbre de que lo habían mandado matar, aunque nunca tuvo la certeza de que esto hubiera ocurrido. Tiempo después, en las famosas video grabaciones que hizo para Andrew Morton, confesaría que se enamoró perdidamente de Mannakee, pero lo que decía acerca de él se antojaba más como una relación fraternal: “Fue el mejor amigo que tuve jamás”, “Quería dejarlo todo y vivir con él”, “Era como una niña pequeña cuando estaba con él, desesperada por escuchar un elogio” o “Solo era feliz cuando él estaba conmigo”, palabras que dejan en claro el tipo de afecto que sentía hacia Mannakee.

¿AMANTE A LA CARTA? Con su muerte, Diana volvió a quedar vulnerable, deprimida y se autolesionaba, pero poco después de este incidente fue justo cuando conoció a James Hewitt de quien ciertamente se enamoró y es posible que Carlos haya visto en Diana eso que ella le había descrito una vez: “Si me enamoro de otra persona, las chispas volarán y Dios nos ayudará”. La relación que mantuvo con Hewitt, quien fungió como su instructor de equitación tuvo una duración de cinco años, pero esta no era la razón por la que ocuparon muchos titulares, sino la confesión que hiciera acerca de que lo había amado. Esto y otras revelaciones que sorprendieron al mundo durante la entrevista que protagonizó la princesa para la cadena BBC, fueron los detonantes que produjeron su divorcio. Diana fue quien decidió terminar con Hewitt, él argumentaba que se debió a que quería que se casaran, pero lo cierto fue que Di descubrió que había vendido su historia para la realización del libro Princess in love, por el que recibió cerca de 200 mil dólares. Después se dedicaría a escribir libros explotando su relación con la princesa, dando entrevistas y participando en reality shows.

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Diana de Gales. En un claro esfuerzo por tratar de limpiar su imagen, luego de que fuera fuertemente vilipendiado por los británicos, por su deslealtad, escribió el libro Nuestro amor prohibido, que termina por ser una autobiografía con matices de su relación con Diana, y en el cual tomando como punto de partida el suceso de la muerte de Barry Mannakee y las sospechas de Diana, dice de sí mismo: “Durante los años que han pasado desde entonces, una cosa me ha estado preocupando cada vez más. Dudo que mi amistad con Diana sucediera accidentalmente. Quizás me pusieron en el lugar de Mannakee, porque era inaceptable que una princesa tuviese una relación con un sargento del escuadrón de escoltas. Así que el plan de buscar una compañía para la princesa había funcionado perfectamente. Ella tenía un oficial soltero, muy presentable, que le enseñaría a montar y le haría compañía. Solo salió mal una cosa, nos enamoramos”. De nada sirvió su esfuerzo, pues a la par seguía tratando de aprovecharse de la situación, aun cuando Diana ya había muerto. Todavía hace dos años quiso vender algunas cartas, un par de ellas escritas por el príncipe William cuando Hewitt partió a la Guerra del Golfo, pero no ha tenido éxito. El “Adorado”, como lo llamaba Diana, hoy está completamente arruinado, vive en un sencillo departamento al lado de su madre y como un grito desesperado para reavivar la historia y tratar de componer su situación económica, ha dejado entrever que cabría la posibilidad de que ciertamente fuera el padre del príncipe Harry, una versión que está por demás gastada y que no le ha funcionado. SALTAN A LA LUZ MÁS NOMBRES

Phillip Dunnen un banquero británico, a quien Diana llamaba “Superman”, debido a que era muy atractivo, pudo haber estado en romance con ella. De acuerdo a un diario británico, solían verse por las noches en casa de la madre de Dunnen a fin de no levantar sospechas. También se dijo que estuvo enamorada de David Waterhouse, un aristócrata con quien le habían sorprendido besándose. Dos noticias que tampoco nunca se comprobaron.

La lista de supuestos amantes se hacía interminable: en 1992 se dijo que se veía con Oliver Hoare, un corredor de arte, que según la periodista Tina Brown, en su libro Las crónicas de Diana, terminó por abandonarla cuando se dio cuenta que su propio matrimonio estaba en riesgo de romperse. Después llegaría James Gilby, protagonista del inolvidable Squidgygate, una conversación telefónica entre ellos dos, en la que él le llamaba cariñosamente “Squidgy”, y que se hizo notable porque Diana le dijo que no quería embarazarse, que tenía temor de que esto pasara. Will Carling, un destacado jugador de rugby, fue parte de su historia, aunque él siempre negó que los uniera algo más que la amistad, sin embargo, fue notorio que en esa época él se separó de su esposa y esta responsabilizó a Diana de tal situación. El peso de su fama provocó que estuviera rodeada de hombres, algunos de ellos muy valiosos y además poderosos, pero lo que Di buscaba estaba lejos de encontrarlo en ese ambiente, por el contrario, solo quería una vida en pareja discreta, rodeada de amor y con mucho sentido familiar. Esa tierra prometida que anhelaba, parecía que se la podía dar el doctor Hasnat Khan, un hombre, inteligente, sencillo y comprometido más allá de la muerte con Diana. Recientemente, “El único”, como también se refería a él la princesa, ha hablado de ella a razón de una labor altruista que realiza: “Las última semanas han sido difíciles y sé que Diana diría: ‘Mantente concentrado y sigue adelante con tu vida. Ayuda a estos niños. Sé feliz’. También sé que estaría orgullosa del tipo de labor que estamos haciendo en Etiopía. Ella era una gran humanista y así es como siempre debería ser recordada”. Con sus palabras Hasnat Khan reivindica la imagen de Diana de Gales, como una mujer que solo deseaba encontrar el amor y que después de mucho trastabillar, ahora en otro plano puede tener la seguridad de que finalmente lo encontró, justamente en el último hombre a quien le entregó su corazón.

AMORES IMPROBABLES • Una fotografía en la que aparece Diana recostada junto a un joven y que fue tomada dos días después de que se hiciera el anuncio de su compromiso con Carlos de Inglaterra, descubrió a uno de sus múltiples pretendientes. Se trata de Adam Russell, que según Andrew Morton biógrafo de Diana, en esa foto ellos se hacían compañía mientras que sus amigos esquiaban. • Russell siempre había mostrado interés en Diana, pero fue a estudiar al extranjero y a su regreso ya estaba comprometida. Morton comentó al respecto: “Cuando él regresó a casa un amigo le dijo: ‘Llegas demasiado tarde. Solo tienes un rival: el príncipe de Gales’”. • John John Kennedy fue otra de las celebridades con las que se le relacionó. Según Simone Simmons, quien era la astróloga de cabecera de Di, afirma en su libro Diana: The last word, que en 1995, le confesó que lo había conocido cuando él le pidió una entrevista que publicaría en su revista George, sin embargo se había negado. No obstante, aceptó encontrarse en una habitación del hotel Carlyle, el mismo donde muchos años atrás sostenían encuentros amorosos Marilyn Monroe y John F. Kennedy. Según la autora, Diana le dijo que terminaron teniendo relaciones sexuales y que en un momento dado, llegó a soñar con que podrían llegar a algo más serio, pero declinó luego de que la carta astral revelara que eran incompatibles. Del hecho hay otra versión, la de Patrick Jephson, entonces secretario privado de Diana: “Eso es completamente falso, yo estuve presente en el encuentro y solo se puede calificar como una reunión de trabajo”. • El actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apareció en la lista de los hombres que quisieron conquistar a Diana. De acuerdo a la periodista Selina Scott, él le mandaba constantemente arreglos florales: “Al palacio de Kensington llegaba un bombardeo constante de ramos de flores que valían cientos de libras”, esta situación no solo agobiaba a la princesa, también le generaba temor. Este testimonio contrasta con la declaración de un portavoz del mandatario que dijo que se gustaban mucho y que habían tenido una gran relación, “pero nunca surgió nada”. • La indiscreción de Cecilie Thomsen, ex novia del cantante Bryan Adam, dejó al descubierto un supuesto romance con Diana. Según la mujer, esto ocurrió luego de que los príncipes de Gales se divorciaran. La actriz aseguró que habían sido presentados por Paul Burrell y que incluso Adams había escrito la canción “Diana”, en su honor. • El ex tenista serbio Slobodan Zivojinovic, se las arregló para autoproclamarse como el amor secreto de la princesa. Según él se conocieron en un evento de caridad en 1987 y un año después empezaría la historia: “Era una mujer maravillosa. Con ella podía hablar sobre cualquier cosa, y aun las cosas más simples se volvían fantásticas. No quiero dar más detalles ahora que ella no está más con nosotros”.

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LAS

celebridades QUE LA AMARON

LA IMPRESIÓN QUE DIANA DE GALES DEJÓ EN QUIENES LA CONOCIERON ES DE UNA MUJER DUEÑA DE UNA INMENSA BONDAD Y HUMANISMO, PERO SOBRE TODO, SABÍAN QUE SIEMPRE ESTARÍA DISPUESTA A DAR LO MEJOR DE SÍ.

uando Andrew Morton, encargado de escribir el libro Diana: Her True Story in Her Own Words, recogió testimonios de personas cercanas a ella, se encontró con que independientemente de la simpatía que le tuvieran o no, había un denominador común que la definía: era una mujer íntegra. Su carisma conquistó no solamente a su padre que la amó desde el primer momento en que la vio, a su abuela paterna quien estaba orgullosa de su calidad humana y a sus amigas del colegio con las que se divirtió hasta el día en que se mudó al palacio de Buckingham, poco a poco también fue penetrando en los corazones de la gente cercana a la realeza, altos mandatarios, líderes del mundo, artistas y religiosos.

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POR: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES

SIR ELTON JOHN

LA PRINCESA GRACE KELLY

PAPA JUAN PABLO II

MADRE TERESA DE CALCUTA

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CONOCÍA SU PODER

Una de sus mayores cualidades era su facilidad para conquistar al mundo, su presencia en cualquier lugar podía movilizar a un gran número de medios de comunicación. A diferencia de la familia real que los mantenía al margen, ella los quería cerca, porque gracias a eso diversas causas sociales que pasaban desapercibidas, salían a la luz apenas aparecía. Un ejemplo de ello es el Premio Nobel de la Paz que ganó la Campaña Internacional para la Prohibición de Minas y la coordinadora Jody Williams. Este grupo no era conocido y mucho menos apoyado hasta que Diana se convirtió en embajadora de la causa, viajó a Bosnia y se entrevistó con personas que habían sido víctimas de la explosión de minas durante la guerra. Incluso ella misma caminó por zonas minadas con equipo especial, y esas fotografías le dieron la vuelta al mundo. Fue con esa misma campaña cuando tuvo oportunidad de visitar Angola y Camboya, allí conocería al presidente Nelson Mandela, que en 2002 aprovechó un viaje a Inglaterra para visitar Althrop House, el hogar eterno de Diana donde creció y ahora reposan sus restos, y ahí habló sobre sus impresiones sobre ella: “Me quedé hundido cuando me enteré de su muerte, por eso el hecho de estar aquí hoy, diciéndole adiós, es para mí algo muy significativo y que nunca olvidaré. Ella me produjo una tremenda impresión, y es así como hoy la recuerdo”. AMIGOS Y ALIADOS

Eran los viajes y los eventos que tenían como finalidad favorecer a alguna causa, en los que Diana conoció a personalidades con las que con el tiempo llegaría a tener una amistad entrañable, como es el caso de los músicos Elton John y George Michael. Al primero lo conoció en un evento festivo en el castillo de Windsor cuando ya estaba comprometida con Carlos, desde ahí empezó una amistad en la que ambos compartían algo en común: su interés para sumarse a causas sociales para ayudar. Asistían con frecuencia a galas benéficas, especialmente aquellas que apoyaban a los enfermos de VIH SIDA y puntualmente colaboró con su amigo en su propia institución Elton John AIDS Foundation. El cantante que durante su funeral interpretó el inolvidable tema Candle in the wind, que compuso originalmente para honrar a Marilyn Monroe y que adaptó para su gran amiga con el título de Goodbye England’s Rose, confesó en una entrevista con el reconocido periodista estadounidense Larry King, que durante un tiempo estuvieron distanciados debido a que en un evento de caridad que él organizaba ella se había marchado, lo cual le molestó y se lo hizo saber, Diana no lo tomó muy bien y dejaron de frecuentarse. Sería casi un mes y medio antes de su muerte, en los funerales del

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SUS DETRACTORES De la misma forma en que muchos la amaron también hubo algunos que a pesar de haberle ofrecido lealtad, terminaron por traicionarla o bien, en algún momento se les fue la lengua tratando de disminuir su legado, ¿quiénes y cuáles fueron sus actitudes? • Karl Lagerfeld: A pesar de que se le vio haciendo acto de presencia en las exequias de Diana con el rostro compungido, unos años después se refería a ella de esta forma: “Diana era bonita y dulce, pero una estúpida”. • James Hewitt: Fueron amigos cercanos, tanto que terminaron por enamorarse, sin embargo, no dudó en sacar a la luz sus intimidades, escribió un libro y puso a la venta las cartas que la princesa le había escrito; tuvo el atrevimiento de ofrecérselas a Harry y William, pero ellos denegaron la oferta. • Paul Burrell: Fue su mayordomo y lo consideró su amigo entrañable, no obstante vendió sus pertenencias, mismas que sustrajo sin autorización tras su muerte y por lo que fue sometido a juicio, pero Isabel II intervino para que fuera declarado inocente. • Charles, Jane y Sarah Spencer: Sí, parece increíble, pero sus propios hermanos también lo hicieron: Charles desde la infancia gozaba cuando Diana estaba en problemas, de adultos le negó su apoyo en momentos difíciles y es otro de los que se ha llenado los bolsillos con su imagen. Mientras que Jane tenía conocimiento de que su esposo Robert Fellowes, secretario de la reina Isabel II encabezaba una campaña de desprestigio contra ella y nunca hizo nada por protegerla, en tanto que Sarah tampoco escondió la envidia que le tenía por haberse casado con Carlos de Inglaterra, cada vez que algo bueno le pasaba a Diana, solía decir: “Yo pude estar viviendo esto”. A los pocos días de su muerte, las dos hermanas acompañadas de su madre Frances, invadieron el palacio de Kensington y a decir de Paul Burrell, tomaron bolsos, cinturones, ropa, sombreros y zapatos y le ordenaron que los empacara en las propias maletas de la princesa.

NELSON MANDELA

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diseñador italiano Gianni Versace cuando se reconciliaron, Diana fue su apoyo, se mantuvo a su lado y lo consoló en todo momento. Esa amistad y cariño, hoy en día los mantiene unidos, ahora a través de sus hijos Harry y William, a quienes continuamente apoya sin dudar en causas benéficas. A George Michael lo conoció a principios de los noventa y coincidieron en varias ocasiones en conciertos para recaudar fondos a favor de los enfermos de SIDA. El cantante declaró en una ocasión a un diario británico, acerca de su relación: “Conectamos de una manera intangible. Ella se comportó como muchas otras mujeres a las que he atraído, porque han visto a alguien que no las amenaza. Eso es algo que las mujeres huelen. Yo le gustaba como persona y decidí alejarme de ella, intentar no llamarla porque pensé que eso sería una intromisión, cuando en realidad ella se sentía muy sola y sé que le habría encantado escuchar una voz amiga”. Aun cuando estuvieron distanciados, George Michael estuvo presente el día de su funeral. COMPAÑERAS DE CAMINO

El verano de 1997 fue de muchas pérdidas, apenas unos días después de la trágica muerte de la princesa, fallecía la Madre Teresa de Calcuta, una de sus grandes admiradoras y aliadas con quien colaboró en sus proyectos dirigidos a ayudar a los sectores más desprotegidos de la sociedad, incluidos los niños huérfanos, las personas enfermas y con algún tipo de discapacidad. En este sentido no solamente hacía apariciones públicas con el fin de motivar las donaciones, en muchas ocasiones entregó también algunas de sus pertenencias, principalmente vestidos que eran subastados y cuyos ingresos se canalizaban a proyectos para ayudar en estas áreas. El aprecio que la misionera le tenía, nació de los encuentros que tuvieron a lo largo del tiempo, el primero se produjo en la reunión de la Campaña Línea Roja Americana contra las minas terrestres, a partir de ahí se verían en otras ocasiones en las que la princesa se mostró interesada y dispuesta a ayudar, siguiendo su principio: “Si alguien que precisa de mí me llama, voy a su encuentro no importa dónde esté”. Cuando la Madre Teresa de Calcuta se enteró de su muerte, envió sus condolencias a su familia y el aviso de que no podría estar presente durante el funeral, pues se encontraba con la salud comprometida; sin embargo, había planeado un misa dedicada en su memoria para el cinco de septiembre, apenas unos días después de su partida, pero ya no pudo cumplir con ese compromiso, ya que murió ese mismo día.

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LADY DI Y GEORGE MICHAEL

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Todo el mundo debe ser valorado. Todo el mundo tiene el potencial de dar algo a cambio”, Diana de Gales.

UNA MUJER QUE DEJÓ HUELLA Ellos son parte de la larga lista de personalidades que se rindieron ante la personalidad de la Princesa del pueblo: • Grace de Mónaco • Masako y Naruhito de Japón • Noor de Jordania • Sofía y Juan Carlos de España • Juan Pablo II • Dalai Lama • Luciano Pavarotti • Michael Jackson • Nancy Reagan • Tom Hanks • Nicole Kidman • Tom Cruise • Steven Spielberg • Anna Wintour • Madonna • Hillary Clinton • Bill Clinton • John Travolta • Margaret Thatcher • Tony Blair

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TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES SU AMOR HACIA LA INFANCIA LA LLEVABA IRREMEDIABLEMENTE A APOYAR ESTE TIPO DE CAUSAS

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EL LADO SWEET DE UNA

rebelde

SI DE ALGO ESTABA CONVENCIDA DIANA, ES QUE EL DESAMOR ES LA CAUSA DE TODAS LAS DESGRACIAS DEL MUNDO, Y SABÍA DE QUÉ HABLABA, ELLA HABÍA PASADO POR ESO Y SU MAYOR DESEO ERA CONTRIBUIR A SANAR CORAZONES.

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adie tenía que explicarle lo que se sentía enfermar por la indiferencia o el olvido, ni tampoco que para enfrentar un momento difícil, además del tratamiento médico, era indispensable sentirse importante para los otros y recibir una buena dosis de amor. Ella era capaz de leer las necesidades de los demás y brindarles la atención y el apoyo que los ayudara a sentirse mejor. Ese don ya lo poseía desde que era muy pequeña y no hizo falta que llegara a un lugar privilegiado para ocuparse de los más necesitados, sin embargo, sí utilizó su posición con el objetivo de beneficiar a más personas e influir para cambiar la perspectiva de terror y olvido que existía hacia ciertas enfermedades como el SIDA y la lepra. También colaboró para que los enfermos de cáncer recibieran mayor atención, y lo mismo hizo con las personas en condición de calle, con los niños huérfanos y los ancianos. Su compromiso era tal, que aprovechaba cualquier situación para ocuparse de los demás, y al respecto hay una larga lista de anécdotas que reflejan su capacidad de ayuda. En 1991 el príncipe Carlos se fracturó el brazo derecho durante un juego de polo.

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Según relata el autor Andrew Morton en el libro Diana: Her True Story in Her Own Words, durante su estancia en el Hospital Universitario de Nottingham, hubo ciertos sucesos que marcaron claramente las diferencias que había entre Carlos y Diana. Mientras que él contaba con todas las comodidades en una sala reservada especialmente para él, y demandó la presencia de su mayordomo y de su chef personal, ella aprovechaba la visita a su esposo para acercarse a otros pacientes, sobre todo a los que se encontraban en la unidad de cuidados intensivos. Ahí conocería a Dean Woodward, quien luego de haber permanecido en estado de coma durante algún tiempo, en el que la princesa estuvo al pendiente de él; pudo recuperarse e ir a su casa, donde Diana fue varias veces a visitarlo. No obstante, se llevaría una desagradable sorpresa cuando según Morton, la familia vendió la historia a la prensa. A pesar de este amargo sabor de boca, no desistió en su labor de visitar a los enfermos, y en otro de sus recorridos coincidió con la familia Hickling, quienes acompañaban a Freda, una ama de casa que había sufrido un accidente cerebro vascular y sus expectativas de vida eran limitadas, según le había informado el médico que la atendía en ese momento. Di, con la naturalidad y la compasión que la caracterizaban, se acercó al esposo de la paciente y le preguntó si podía hacerle compañía, oferta que fue tomada de inmediato, lo que le permitió permanecer al lado de Freda y su familia tomando su mano, hasta el momento de su muerte.

NUNCA TEMIÓ ACERCARSE A LA GENTE, ERA ALGO QUE ELLA PROCURABA

UNA NUEVA VISIÓN DEL MUNDO

Para principios de los 90, la princesa ya contaba con un largo camino recorrido en el mundo del altruismo, sabía muy bien de las dolencias que había en el mundo y aunque eran muchas las causas que apoyaba –mantenía 110 asociaciones de caridad-, nunca se puso un límite, estaba lista para brindar su servicio a cualquiera que lo necesitara. Su obra y esfuerzo no se limitó en exclusiva a donar dinero, dio al mundo de la realeza y la aristocracia una nueva forma de concebir la ayuda. No se trataba solamente de abrir la cartera y canalizar alguna cantidad a una causa, ni tampoco de posar para la prensa con alguna persona enferma, por el contrario, visitaba todo tipo de centros y en muchos casos se ocupaba también de dar seguimiento de qué tanto habían mejorado. Pero ese compromiso no terminó con su muerte, sus hijos Harry y William, han retomado algunas de las causas que ella abrazó, como es el caso de la lucha contra las minas antipersona. El año pasado en la conmemoración del Día Internacional para

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SU APOYO ERA TOTAL Y PERMANENTE

HOY EN DÍA SUS HIJOS CONTINÚAN CON SU LABOR

EN NOMBRE DE DIANA • Donó 79 de sus vestidos para una campaña de caridad con los que se lograron recaudar cerca de 10 millones de dólares. • Tras su muerte el fondo benéfico que apoyaba, logró reunir 160 millones de dólares tan solo en el transcurso de dos días. • El disco que incluía la canción Candle in the wind que Elton John cantó en el funeral de Diana, sumó 15.9 millones, mismos que fueron canalizaron a obras de caridad. • Paul McCartney, Barbra Streisand, Sting y George Harrison, participaron en un disco dedicado a Diana, que fue producido por su millonario amigo Richard Branson, y las ganancias también sirvieron para apoyar sus causas. • Con motivo de su aniversario luctuoso, su hermano Charles Spencer ha organizado una serie de exposiciones para reunir fondos, los cuales se donarán a una fundación que lleva su nombre.

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SU PRESENCIA LLEVABA ALIVIO A TODOS LADOS

LA PRINCESA MOSTRABA SU LADO HUMANO Y ALGUNAS VECES LLEGÓ A LLORAR

NO BASTABA CON DAR DINERO, DIANA SE INVOLUCRABA TOTALMENTE

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la Sensibilización de las Minas Antipersona, Harry mandó un poderoso mensaje al mundo, de acuerdo a un comunicado que fue publicado por el palacio de Buckingham: “Desde hace veinte años, Malic y Zarko -refiriéndose a dos chicos que habían conocido a su madre años atrás- luchan contra las heridas físicas y emocionales que les dejaron las minas antipersona, y deben lidiar con el alto costo de reemplazar sus prótesis. Cuando mi madre se despidió de Zarko ese agosto, solo unas semanas antes de su prematura muerte, ella les dijo que no serían olvidados. Por favor, ayúdenme a mantener la promesa que les hizo a ellos y a otras tantas personas que todavía nos necesitan para concluir la labor que ella inició y eliminar todas las minas del planeta. Tenemos el conocimiento, la habilidad y los recursos para poder conseguirlo, así que hagamos que las generaciones del futuro se sientan orgullosas de nosotros”. Y ROMPIÓ CON LOS MITOS

Durante los años 80, cuando la enfermedad del SIDA estaba rodeada de ideas equivocadas que provocaron que los pacientes fueran aislados, pues se pensaba que el contacto físico era una causa de contagio, Diana no tenía ningún reparo en acercarse a ellos y brindarles su afecto. Lo mismo había ocurrido con las personas que vivían con lepra y en ambos casos no fueron acciones que agradaran a la reina Isabel II. No obstante, como en muchas otras situaciones, a Diana no le preocupaba la opinión de su suegra, de sus consejeros reales ni tampoco de las personas o asociaciones que en 1991 le enviaban cartas de protesta a partir del apoyo que le brindó al exdirector del Royal Ballet, Adrian Ward Jackson, a quien acompañó hasta el día de su muerte a consecuencia del SIDA. Sin embargo, ella fue contundente y de acuerdo a un diario británico, contestó a sus detractores que esas críticas solo incrementarían sus esfuerzos a favor de los enfermos.

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Ayudar a los más necesitados es una parte esencial de mi vida, es como una especie de destino”, Diana de Gales.

PENSABA EN TODOS

Su propia experiencia y su amplia mirada para detectar cuando alguien estaba en problemas, le daba oportunidad de aprovechar todo cuanto tenía a su alcance para darle soporte a las personas, y el medio del espectáculo no fue la excepción. John Travolta fue uno de los beneficiados por la princesa y él nunca ha tenido problema en admitirlo. Fue en 1985 durante una gala en la Casa Blanca, a la que el artista había sido invitado a solicitud de Diana de Gales, pero no lo sabía. En ese entonces su carrera estaba estancada y había caído en una fuerte depresión que parecía muy difícil de superar. Hacia las nueve de la noche, la Primera Dama, Nancy Reagan se acercó para decirle que a Diana le encantaría bailar con él, que si estaría dispuesto a invitarla, y aceptó de inmediato. La pareja se adueñó de la pista de baile, ganándose la admiración de todos los presente, quienes los ovacionaron con mucho entusiasmo y desde ese momento la suerte de Travolta cambió. Él dijo al respecto: “En ese momento, yo fui como su príncipe azul. La noche fue mágica, fantástica, y todo gracias a ella porque no se comportó como alguien superior, sino todo lo contrario”. En la madrugada, Diana abandonó la fiesta y el actor se dirigió al aeropuerto para volver a casa; relató que le dijo a un empleado, “¿Sabe una cosa? Esta noche he bailado con la princesa Diana”, la respuesta del desconocido fue: “Ya lo sé. Todo el mundo lo sabe”. Después la carrera del ídolo de los 70, se proyectó, al día siguiente estaba otra vez en el juego y las ofertas de trabajo llegaron de nueva cuenta. Él recuperó el entusiasmo por vivir y la princesa, había cumplido generosamente con su misión. Una más en su corta, pero fructífera vida.

SU LABOR EN SÍNTESIS • “Recuerdo las palabras que nos dedicó cuando se estaba yendo. Nos dijo: ‘No serán olvidados’. Lo que dijo me ha dado fuerzas siempre que he tenido un momento duro en mi vida”, Zarko, víctima de las minas antipersona. • “El efecto general de Diana sobre las organizaciones y sociedades benéficas, es probablemente, más significativo que el de cualquier otra persona del siglo XX”, comentó Stephen Lee, director del Institute of Charity Fundraising Managers. • “Muchos creyeron que había cruzado la línea, que se había metido en el terreno de la política. Pero para ella lo importante no era la política, sino las personas”, Harry de Gales, sobre la intervención de Diana en el caso de las minas antipersona.

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DODI AL FAYED, EL ÚLTIMO COMPAÑERO DE LA PRINCESA

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TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK

DODI AL FAYED, ¿UN AMOR A

conveniencia?

PESE A QUE SU NOMBRE PESABA EN EL MUNDO DEL CINE, EL JET SET Y ERA RECONOCIDO COMO UN CONQUISTADOR INCANSABLE, NO FUE SINO HASTA QUE SE DEJÓ VER CON DIANA DE GALES QUE REALMENTE COBRÓ RELEVANCIA.

iana tenía a Dodi en alta estima y de acuerdo a la manera en que se expresaba acerca de él con sus amigos, era un hecho que esperaba consolidar la relación que mantenían: “Confío en él y me dará todo lo que necesito”, así de breve pero contundente, era la opinión que le merecía. Dodi fue el hombre capaz de hacerla reír y disfrutar plenamente de los que serían sus últimos días de vida, antes de que ambos murieran en el fatídico accidente en el Puente del Alma, en París. Emad El-Din Mohamed Abdel Moneim Fayed, a quien todo el mundo conoció como Dodi Al Fayed, nació el 15 de abril de 1955 en Alejandría, Egipto. Fue hijo de Mohamed Al Fayed, un empresario egipcio dueño de una gran fortuna que incluye posesiones como los almacenes Harrod’s y el mítico hotel Ritz de París, entre otros; y de la fallecida Samira Khashoggi, hermana del tristemente célebre vendedor de armas Adnan Khashoggi. Aunque su historia con la princesa se escribió a lo largo de poco más de un mes, ya se habían encontrado con anterioridad, sin que llegaran a tener trato. Mohamed Al Fayed, conoció al padre de Diana mucho tiempo atrás. Dodi jugaba polo, llegando a enfrentarse al equipo de Carlos de Inglaterra, pero no fue por ese medio ni por el anterior como se unirían.

SU TRAYECTORIA EN EL CINE Dodi había fundado una casa productora: Allied Star, con la cual tuvo mucho éxito, su incursión se basó en la producción de algunas películas y fungió también como consultor creativo de series de televisión. En su trabajo destacan: • Breaking Glass, 1980. • Chariots of fire, 1981. • Hook, 1991. • The Scarlet letter, 1995. • F/X: The Series, 1996. • Antes de su muerte trabajaba en un proyecto sobre Peter Pan, que se quedó inconcluso y del que deseaba canalizar todas las ganancias que se obtuvieran, para beneficio de un hospital infantil.

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DIANA, LA ASPIRACIÓN DE TODOS

No era extraño que algunas de las familias más poderosas del mundo desearan emparentar con ella, pues se trataba de una mujer con una imagen que desde su sencillez era totalmente impactante, cubría con todos los requisitos para ser considerada un buen partido: familia aristócrata, refinada, hermosa y ejemplo de virtud, a pesar de que se ventilaron varias relaciones amorosas mientras estaba casada, aunque la mayoría de ellas no tenían bases para poder asegurar que eran verdaderas. Había un karma que la perseguía y del cuál no se pudo librar ni aun después de muerta: quienes la rodeaban siempre esperaban verse beneficiados de alguna forma por ella. Así lo habrían hecho los Windsor ante la urgencia de casar a Carlos con una mujer casi ideal, y con Dodi no fue distinto. Su padre apostó todo para que su hijo conquistara a la princesa recién divorciada; su ambición era acercarse de alguna forma con la realeza y también darle un revés a Inglaterra, que ya en dos ocasiones le había negado la nacionalidad a pesar de cumplir formalmente con todos los requisitos. La madrastra de Diana, Raine, los presentó durante una cena de gala navideña pero fue hasta el verano de 1997 cuando Dodi la contactó para invitarla a embarcarse en el Jonikal, un elegante yate que se dice, Mohamed Al Fayed había comprado para que su hijo llevara a cabo el plan de conquista. Las fotos de Diana y Dodi navegando por el Mediterráneo no se hicieron esperar, se les veía cariñosos y cercanos, lo cual llamó la atención del mundo pues en breve tiempo se había gestado esa relación. Tanto así que la actriz Kelly Fisher, saltó a los medios de comunicación para denunciar que el heredero egipcio había cancelado la boda que tenían programada para principios de agosto, la mujer mostró un anillo de compromiso de zafiros y diamantes que Dodi le había entregado. Sin embargo, no hubo réplica ni por parte del millonario y Diana tampoco se inmutó, continúo con su relación aun cuando la actriz hiciera declaraciones acerca de que ellos seguían siendo pareja, a pesar de que se mostraba interesado en la princesa. No tuvieron mucho tiempo para conocerse, pero era indudable que tenían cosas en común y que se identificaron de inmediato. Diana y Dodi eran dos seres profundamente carismáticos que no tardaron en simpatizar, además, uno y otro se necesitaban. Ella estaba ansiosa de sentirse amada, protegida y ser el centro de atención, pero no para alimentar su ego, sino para constatar que a alguien le interesaba. Él, aparentemente veía en Diana la posibilidad de cumplir con las ambiciones de su padre. Dodi tenía fama de casanova, pero no uno cualquiera, era un hombre que buscaba halagar a su pareja, atento y generoso. Tuvo el buen tino de incluir a Diana y a sus hijos a su círculo familiar

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EL MILLONARIO EGIPCIO NUNCA CONVENCIÓ A LOS AMIGOS DE DIANA

EL PRETENDIENTE INCÓMODO Quienes rodeaban a la princesa le habían manifestado su descontento por la relación que mantenía con Dodi. Su religión y origen eran los principales motivos de disgusto, y algunas de las opiniones que recibió sobre su cercanía a él resultaban muy ofensivas para ambos. Esto es lo que se decía al respecto: • “Ningún hijo de un comerciante de camellos es apto para la madre de un futuro rey”, duque Felipe de Edimburgo. • “Dodi no era el único en la vida de Diana, ella no pensaba casarse con él y solo lo usó para darle celos a su anterior pareja, el doctor Hasnat Khan”, Paul Burrell. • “Yo le pregunté directamente si sentía algo intenso y pasional por él y me dijo que no. Aquello no iba a terminar en boda, ni siquiera llegaría a un compromiso”, Lucía Flecha de Lima. • “Siempre le dije a la princesa Diana que su relación con Dodi Al Fayed era un problema. No me agradaba y no era por su religión o su nacionalidad, pero había algo que no me gustaba de él, se lo dije a Diana y a ella le incomodó”, Tony Blair.

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Si encuentras a alguien que amas, aférrate a ese amor”, Diana de Gales.

cercano, lo que la cautivó, según cuenta la autora Concha Calleja en su libro Diana de Gales: Me van a asesinar. En el mes de julio de 1997, Mohamed Al Fayed invitó a Diana, William y Harry a pasar el verano en su mansión de Saint Tropez, en un ambiente totalmente cálido, con sus hijos, nietos y por supuesto Dodi. Esas vacaciones serían inolvidables, no solo porque serían las últimas que Di pasaría con sus hijos, sino porque al menos por unos días, supo lo que era la convivencia en familia. Habían dispuesto para los visitantes una villa para su uso exclusivo con la finalidad de que se sintieran totalmente cómodos. Los Al Fayed no escatimaron esfuerzos para lograr que los chicos también se integraran, Dodi con su naturalidad los cautivo y por supuesto, tuvo el mismo impacto con la princesa. AMOR O INTERÉS

No se puede entender totalmente la relación entre Dodi y Diana, sin antes conocer las razones por las cuales Mohamed Al Fayed tenía especial interés en que su hijo consentido se relacionara con Di, pero esto no quitaba que el magnate valorara todas sus cualidades y que le despertara simpatía. Uno de los grandes deseos de Al Fayed, era obtener la ciudadanía inglesa, pero sin importar cuánto hiciera, las dos ocasiones que la

solicitó le fue negada, no obstante que había invertido generosas cantidades de dinero y le daba trabajo a más de 12 mil personas. Esa resistencia inglesa a concederle el pasaporte británico obedecía a una razón: tenía un enemigo en los negocios de nombre Tiny Rowland, quien nunca le perdonó que le arrebatara la compra de los almacenes House of Frase, y su manera de vengarse fue denunciando que el egipcio había disfrazado sus orígenes, refiriéndose en concreto a que su esposa era hermana de un vendedor de armas. Este detalle hizo que a los ojos del gobierno inglés, Al Fayed se convirtiera en un hombre poco confiable, además de que la monarquía lo consideraba ordinario e indigno de acercarse a ellos. A pesar de las circunstancias y el interés de alcanzar algo que ni todo el dinero que poseía, le podía dar, haría un último esfuerzo por lograr que su hijo fuera el encargado de hacer posible el sueño de toda su vida de ser aceptado por los ingleses, y una pieza importante podía ser Diana, indudablemente. Toda la maniobra que aparentemente existía atrás de la relación entre ella y Dodi, no tenía matices de maldad. Al final, dice la autora Concha Callejas, para Mohamed Al Fayed, hay dos cosas más impor-

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tantes que el poder y el dinero, “en primer lugar la salud y, en segundo, la felicidad de su familia que le inspira todo cuanto hace”. ASÍ ERA EL HEREDERO EGIPCIO

Atractivo, moreno, alto, de cabello ensortijado y una mirada cautivadora, eran las características físicas de Dodi, las cuales le valían para estar siempre rodeado de mujeres hermosas, actrices y maniquíes con las que se acompañaba en las fiestas. Los autos y los viajes también lo apasionaban, era común verlo haciendo vida social. Estas eran algunas de las razones por las que los amigos y conocidos cercanos a Diana le mostraban su oposición a que se relacionara con él, sin mencionar el hecho de que no pertenecía a una familia de abolengo, sino más bien humilde, aunque con el tiempo hubieran sido capaces de amasar grandes fortunas. Pero esto a Diana parecía no importarle, se le veía cómoda y estable, aunque algunas personas, entre ellas su mayordomo Paul Burrell, han dicho que todo el historial oscuro de Dodi que lo ligaba al consumo de drogas, así como su origen y religión, eran perfectos para hacer rabiar a la familia real y que por esa razón lo había elegido como parte de su venganza hacia ellos. Sin embargo, estas afirmaciones contrastan con los sentimientos que la princesa expresó en cartas a Dodi, como cuando le agradeció las vacaciones que habían pasado con sus hijos y las cuales describía como los “días más mágicos de su vida”, o con detalles como regalarle unos gemelos que habían pertenecido a su padre y eran el último recuerdo que guardaba de él. Muchos de los conceptos negativos que se le atribuyeron al multimillonario egipcio, como que tenía baja autoestima y trataba de ganarse a la gente por medio de regalos costosos, o que debía grandes cantidades de dinero y que era comprador de kilos de droga, son dichos que hicieron supuestos amigos de él, pero que pierden toda credibilidad, ya que sus declaraciones llegaron a los pocos días de su muerte y ante la insistencia de los medios de comunicación. Lo cierto es que Emad El-Din Mohamed Abdel Moneim Fayed o Dodi, como le llamaban en su familia, recordando su infancia cuando era incapaz de decir su nombre y solo atinaba a decir Dodi, era el hijo amado de un hombre que puso todas sus ilusiones en él. Emad, un nombre que significa “El pilar de fe”, lo era para su padre, creció muy unido a él y tras el divorcio y posteriormente la muerte de su madre, su cercanía con Mohamed Al Fayed, fue todavía más intensa. Él representaba todas las ilusiones de su padre, sería el heredero de su fortuna y sus negocios, ambos estaban encantados con la idea de que Diana se incorporara a su familia, por eso Dodi, habría comprado un anillo la noche de su muerte, presumiblemente para proponerle matrimonio, al menos así lo afirmaría Al Fayed, quien también diría que la princesa estaba embarazada de su hijo y que esa era la razón por la que los habían eliminado. Mucho se podrá especular acerca de las intenciones que padre e hijo guardaban hacia Diana, pero es innegable que algo acertado debieron hacer que ganaron su afecto, el de William y Harry, quienes en diversos aniversarios de la muerte de su madre, han invitado a la familia Al Fayed para recordar juntos la dolorosa pérdida que sufrieron y que siempre marcará su destino.

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MOHAMED AL FAYED Y DIANA EN ST. TROPEZ

LOS DÍAS DE GLORIA DE LA PAREJA Tres fueron las fechas clave en las que se les vio compartiendo, en una de ellas, incluso, con los hijos de Diana, William y Harry. La misma princesa le estaba profundamente agradecida porque le ayudó a recuperar la felicidad, y estos momentos dejaron huella: • En el mes de julio la princesa acompañada de sus dos hijos, viajó a Saint Tropez, para compartir unas vacaciones con la familia Al Fayed. En el lugar tenían su propio espacio, una villa para Diana y los chicos. • Volvieron en un viaje por el Mediterráneo, a bordo del yate Jonikal y pasarían sus últimas vacaciones juntos. Esta vez lo harían sin la compañía de los hijos de Diana, quienes pasaban el verano con su padre en Balmoral. • Viajaron a París, se hospedaron en el hotel Ritz, propiedad del padre de Dodi, y Diana ocupó la Suite Imperial.

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EL DÍA QUE EL MUNDO

perdió A SU PRINCESA

NO HACÍA FALTA SER INGLÉS O HABER ESTADO CERCA DE DIANA PARA SENTIRSE PARTE DEL GRAN DOLOR QUE OCASIONÓ SU MUERTE. ESA MAÑANA, DEL ÚLTIMO DOMINGO DE AGOSTO, POBLADORES DE TODAS LAS NACIONES DESPERTARON DE LUTO.

na llamada en la madrugada jamás es presagio de algo bueno, es prácticamente la señal de que se avecinan tiempos difíciles. El 31 de agosto de 1997, la familia de los Windsor, el personal de la casa real y Paul Burrell, mayordomo e íntimo amigo de la princesa Diana, escucharon sonar el teléfono con lo que al principio parecían solo malas noticias que advertían sobre un aparatoso choque en el que ella era una de las víctimas. Lamentablemente, tras unas horas de incertidumbre la fatal noticia se confirmó: la princesa Diana de Gales, había muerto. La noticia se corrió como si fuera pólvora, Carlos de Inglaterra fue el primero en enterarse, mientras que en París los medios de comunicación ya hacían público el anuncio que muy pronto llegó a Paul Burrell por medio de Lucía Flecha de Lima, íntima amiga de Diana, quien había visto lo del accidente por televisión pero estaba incrédula, por lo que le pidió que tratara de contactarla.

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POR: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK DOS MIL MILLONES DE PERSONAS ALREDEDOR DEL MUNDO, SIGUIERON LOS FUNERALES DE DIANA

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“¿DE VERDAD MAMI MURIÓ?”, FUE LA PREGUNTA DE HARRY PARA SU PADRE

EL MÁS TRISTE VERANO

Esas vacaciones Diana de Gales las había pasado en la Costa Azul francesa a bordo del yate Jonikal, propiedad de los Al Fayed, sus hijos William y Harry compartían con su familia paterna pues era parte del acuerdo de divorcio. De acuerdo a Paul Burrell, ese verano la tristeza fue compañera inseparable de la princesa por varias razones: una de ellas fue que luego de dos años de relación con el cardiólogo Hasnat Khan habían terminado a solicitud de él. Realmente estaba harto de la intromisión de los medios de comunicación, algo que no empataba con la vida discreta a la que estaba acostumbrado y que desde luego, al lado de Di, nunca podría volver a disfrutar. Durante su declaración en las investigaciones que se realizaron para esclarecer su muerte, el mayordomo sostuvo que su relación con Dodi Al Fayed había sido fugaz, solamente de 30 días, que sabía por palabras de ella que no le amaba y que su único objetivo era causarle celos al doctor, con la esperanza de una reconciliación.

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El noviazgo con Hasnat Khan que al parecer iba muy en serio, también propició que la princesa se disgustara con su madre, pues la había calificado de prostituta por tener un novio musulmán y además, celebró que le hubieran retirado los títulos nobiliarios luego de su divorcio con Carlos de Inglaterra; y cabe señalar que Diana murió sin volver a cruzar palabra con ella. Por si no fuera suficiente para la frágil princesa, su exesposo había festejado a Camilla en su cumpleaños de una manera muy efusiva y pública que desde luego le causó gran dolor, pues a pesar de todo siempre vivió profundamente enamorada de él, aun después de la separación, de acuerdo a declaraciones que le hizo a su gran amiga Lucía Flecha de Lima. Poco atinada en sus decisiones, una vez más tomó una salida falsa para superar toda la tristeza que la acompañaba, viajó con el empresario sin considerar las medidas de seguridad que finalmente la acercaron a su puntual cita con la muerte.

¿ACCIDENTE O ASESINATO?

Recientemente ha salido a la luz un libro titulado Qui a túe Lady Di?, realizado por los periodistas Pascal Rostain, Bruno Mouron y Jean-Michel Caradech, el cual revela que la muerte de la princesa se debió a que el auto en el que viajaban, estaba seriamente averiado, ya que previamente se había accidentado cuando fue robado y el delincuente trató de huir. El antiguo dueño declaró a los autores del libro que no debió volver a circular.

LA REINA ISABEL II Y SU ESPOSO FELIPE DE EDIMBURGO

Esta versión coincide con lo dicho por un exchofer del hotel Ritz, Karim Kazi, quien declaró que cuando el auto superaba los 60 km por hora, se volvía imposible controlarlo. No obstante, esto no libera de la responsabilidad al chofer de esa noche Henri Paul, quien conducía a exceso de velocidad y bajo los influjos del alcohol y del consumo de otros fármacos. Estos hechos borran por completo la teoría del complot que siempre defendió el padre de Dodi Al Fayed. En una de las tantas audiencias para testificar sobre este desafortunado evento, Ken Wharfe, custodio de Diana durante seis años, explicó que no consideraba que se hubiera tratado de un atentado por parte de la familia real, sino de un accidente que pudo haberse evitado. Estos son los errores a los que atribuye el triste desenlace: • Utilizar a un guardaespaldas contratado por la familia Al Fayed, que no tenía la experiencia necesaria ni autoridad y era incapaz de contradecir a sus empleadores. • Trevor Rees-Jones nunca había recibido la formación para proteger a un miembro de la familia real, por lo que él debió haber contactado a Scotland Yard para recibir una sesión informativa. • Aunque el custodio solía presumir de ser muy bueno para pelear, “la función principal de un oficial de protección es el uso de la inteligencia, sus contactos y sus instintos, evitando la confrontación”, dijo Wharfe. • Al Fayed habría ordenado al chofer Henri Paul que condujera a alta velocidad, lo cual debió haber sido denegado. “Un oficial de protección de la policía no habría dudado en anular los deseos de Dodi”. • Otros miembros del cuerpo de seguridad notaron el estado etílico del conductor y sin embargo, no hicieron nada por impedir que tomara el volante. • Hay un par de eventos más que han mantenido viva la sospecha de una muerte premeditada: cuando se hicieron los peritajes al Mercedes Benz negro, había evidencias de pintura blanca en la carrocería, se presume que pertenecían a un Fiat que de acuerdo al padre de Dodi, había sido utilizado por los servicios de seguridad para bloquear el auto que trasladaba a Diana, sin embargo, el vehículo nunca fue localizado. • Extrañamente, de las más de 14 cámaras de circuito cerrado existentes en el Puente del Alma, ninguna registró las imágenes del accidente, por lo que la verdad de lo que realmente ocurrió esa noche en el túnel, nunca podrá ser develada.

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La felicidad es la conjunción de muchas cosas. Se es más feliz en la medida en que se consigue cada una”, Diana de Gales. El 30 de agosto había sido un día bastante agitado para la pareja, llegaron por la mañana a París y en una rutina poco usual, Diana y Dodi iban de un lado a otro: primero a la Villa Windsor que Mohamed Al Fayed había adquirido y que fue la residencia de Wallis Simpson y de Eduardo VIII, poco después se dirigieron al emblemático hotel Ritz, también de su propiedad y a las siete de la noche al departamento de Dodi, en los Campos Elíseos; aproximadamente dos horas después volvieron al Ritz, en donde él recibió la visita de los representantes de una importante joyería parisina y le hicieron entrega de un valioso anillo que esa noche le regaló a Diana. Después de la cena regresaron a la Suite Imperial y a las 12:20 extrañamente optaron por volver a salir, quizás de vuelta al departamento. La tragedia estaba marcada, justo al entrar al conocido Puente del Alma, el Mercedes Benz negro que los transportaba, se impactó contra el pilar número 13. El chofer y Dodi murieron de manera instantánea, el único sobreviviente fue el guardaespaldas Trevor Rees-Jones, quien en sus declaraciones ante la justicia afirmó haber escuchado a Diana en sus últimos momentos llamar a Dodi. La princesa se mantuvo con vida unas horas, que a decir de los especialistas médicos, fueron para ella una larga y dolorosa agonía, mientras era trasladada al hospital Salpétriere de París, donde se hicieron todos los esfuerzos posibles para preservar su vida, pero todo fue inútil. Diana murió cerca de las cuatro de la mañana del 31 de agosto, a consecuencia de una hemorragia pulmonar. Se llevó con ella la ilusión guardada de volver al palacio de Kensington para reencontrarse con sus hijos, después de un largo verano. El príncipe Carlos, por su parte sufrió una fuerte impresión al recibir la noticia de su muerte, no obstante viajó a París para encontrarse con Diana en su lecho de muerte, en compañía de Sarah y Jane, las hermanas que ni después de muerta supieron rendir honor a su memoria. Y a su lado, inseparable, Paul Burrell, que según su propio testimonio, pasó las siguientes noches en vela al lado de su féretro, en un acto de lealtad que tan solo unas horas después se desvanecería para transformarlo en uno de los más feroces saqueadores de sus pertenencias y de su historia. Una vez más, a los que amó, le dieron la espalda.

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EL DISCURSO DE LA REINA El pueblo inglés esperaba una reacción por parte de la casa real, pero sobre todo, de parte de Isabel II quien abiertamente era considerada como enemiga de Diana de Gales, al no ofrecerle su apoyo cuando lo necesitó. Fue hasta cinco días después del fatal accidente cuando se presentó a ofrecer sus respetos a la infortunada princesa. Este es un extracto del discurso que ofreció:

“Primero quiero rendir mi homenaje a Diana. Era un ser humano excepcional y de grandes cualidades. En tiempos buenos y malos, nunca perdió su capacidad para sonreír ni su capacidad para inspirar calidez y bondad. Nadie que conoció a Diana podrá olvidarla. Creo que hay lecciones que debemos sacar de su vida y de la extraordinariamente conmovedora reacción ante su muerte. Comparto la determinación de ustedes a velar por su memoria. Esta es una oportunidad para demostrar ante todo el mundo que la nación británica está unida en el luto y el respeto. Que los que han muerto descansen en paz y nosotros, todos y cada uno, demos gracias a Dios por alguien que pudo hacer felices a tantas, tantas personas”.

EL DOLOR TODAVÍA ACOMPAÑA A LOS HIJOS DE DIANA Y AUN LES CUESTA HABLAR DE SU PÉRDIDA

SUS HIJOS EN EL ÚLTIMO ADIÓS

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CAMILLA NO HA DUDADO EN USAR TODAS SUS ARMAS CONTRA LOS HIJOS DE DIANA

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WILLIAM Y HARRY

LAS NUEVAS VÍCTIMAS DE

Camilla

TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES

LA FUERZA CON QUE INTENTÓ DESPOJAR A DIANA DE SU MATRIMONIO Y DEL LUGAR QUE OCUPABA EN LA FAMILIA REAL, NO DISMINUYÓ NI CON LA MUERTE DE LA PRINCESA. EN LA ACTUALIDAD SON SUS HIJOS QUIENES ENFRENTAN UNA DURA BATALLA CONTRA ELLA.

ntró por la puerta trasera del palacio de Buckingham, primero como la amiga indeseable de Carlos, cuyos hijos y familia tenían que soportar por el afecto que sentían por él y después, se vieron forzados a aceptarla como la amante que luchó hasta convertirse en esposa del príncipe heredero. El andar de Camilla en la corte ha sido lento, pero jamás discreto ni respetuoso, por el contrario, se ha convertido en un eterno conflicto por una lucha de poderes que ella misma ha establecido y que se esfuerza por hacer interminable. Uno de los máximos temores que Diana enfrentó al momento de divorciarse y que le confesó a su amigo el doctor James Colthurs a quien conoció

desde que ella trabajaba en un kinder, era que en un momento dado Camilla se casara con Carlos y asumiera el papel de madre sustituta de sus hijos y a ella la hiciera a un lado. Afortunadamente para Diana eso no ocurrió mientras vivía, no obstante, muchos años después de su muerte, la intrusa se instaló en la vida de Carlos y entró en contacto directo con sus hijos. A pesar de que la reina Isabel II ha custodiado a sus nietos, es innegable que los conflictos con Camilla han sido inevitables, por mucho que William y Harry se empeñen en señalar que tienen una relación cercana con ella y que algunas revistas del corazón afirmen que se ha ganado su afecto por su forma de ser bonachona y sencilla, la realidad es muy distinta.

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DIANA SOLÍA ACOMPAÑAR A LOS PRÍNCIPES EN SU PRIMER DÍA DE CLASES

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¿ALGUNA VEZ FUE CARLOS UN PADRE EJEMPLAR?

SU INTERÉS FUE CRÍAR A SUS HIJOS EN UN AMBIENTE LLENO DE AMOR

De ello han dado cuenta los diarios ingleses que tienen contacto con fuentes directas del palacio de Buckingham, quienes han dado testimonio de los desencuentros entre los chicos de Diana y Kate de Cambridge, con Camilla. Es sabido que el príncipe Harry tienen un afecto especial por su cuñada quien ha sido un pilar para él y se ha convertido en su confidente, es por eso que a su llegada a la familia real, Harry no dudó en defenderla cuando Camilla inició una guerra contra ella. De acuerdo a un diario inglés, uno de los más fuertes enfrentamientos que se presentaron fue cuando descubrió que su madrastra se expresaba de Kate como “una simple plebeya”, a lo que Harry con firmeza y en medio de gritos le contestó: “¡Ella es más real de lo que tú serás jamás!”. Desde luego, Camilla es una mujer acostumbrada a pelear en lodo, tiene la lengua afilada y también hay que decir que no está sobrada ni de modales ni de prudencia, por lo que en esa misma ocasión, testigos del hecho, señalaron que envuelta en ira, le contestó a Harry: “¡Bájate de tu caballo alto! ¡Ni siquiera eres real, eres el producto de una de las peleas de tu madre!”. El conflicto no termina con palabras, existe también el rumor de que constantemente presiona al príncipe Carlos con ordenar que se le realicen al chico nuevos estudios de ADN, pues insiste en que él no es su hijo. UNA MADRE COMO TODAS

Diana no era excepcional, sino igual que la mayoría de las mujeres comprometidas con la maternidad: amorosa, dedicada y empeñada en darle lo mejor a sus críos, desde su perspectiva. Ellos tenía la parte material y económica resuelta, pero necesitaban vivir lo más normal posible dentro de su condición de royals, así que desde su primera

Sus actos hablan por él. Es cierto que él se crió en un ambiente frío sentimentalmente, muy alejado del trato cálido y profundamente amoroso que Diana le prodigaba a sus hijos, pero su comportamiento a lo largo de los años deja en claro que no ha sido un papá cercano ni preocupado por los chicos y basta con mencionar algunas anécdotas que fueron muy significativas: • Si Diana había pensado que con el nacimiento de sus hijos la vida matrimonial cambiaría, eso no sucedió. Ni durante los dos embarazos ni cuando dio a luz, su esposo logró sensibilizarse con ellos. • Prefería asistir a sus juegos de polo, llenar su agenda de actividades y continuar con su vida de soltero, antes que convivir en familia. • En la entrevista de la BBC, Diana reveló que semanas antes del nacimiento de Harry, Carlos se mostró muy afectuoso, pues tenía la ilusión de que ese segundo hijo fuera una niña, cuando lo conoció su expresión fue de enojo y desagrado: “¡Es otro varón, y encima tiene ese pelo rojo!”. • Jamás supo adaptarse al tipo de actividades que se tienen con los niños, mientras Diana los llevaba a jugar a los parques y a disfrutar de vacaciones en la playa, Carlos se conformaba con llevarlos a Balmoral, donde se dedicaban a la caza, todo estaba pensado en función de él. • En 1991 cuando se fracturó un brazo jugando polo, quiso pasar la convalecencia, supuestamente alejado de todos, pero apenas Diana se alejó, Camilla entró para pasar ese tiempo con él. Por supuesto, no estaba al tanto de sus hijos que le extrañaban. La princesa tuvo que hablar con él para que los buscará, pero Carlos solo les enviaba breves mensajes vía fax. • Ese mismo año, William sufrió una severa fractura de cráneo mientras jugaba golf con sus amigos, en el recreo. Di estuvo sola en el hospital y en su recuperación, pues Carlos prefirió priorizar sus compromisos. • Poco o casi nada se involucró en su educación, prácticamente todas las decisiones las tomaba Diana, aunque gracias a ello son como ella lo hubiera esperado: dos hombres educados, sensibles y nobles. • En el funeral de la princesa él estaba más preocupado por su temor de que alguien en la multitud lo fuera a matar, que de acompañar a sus hijos en su terrible dolor.

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infancia, Diana abogó para que contrario a los usos y costumbres de la familia real, sus hijos se educaran cercanos a ellos y recibieran muestras de amor, así como también que disfrutaran de un desarrollo social como cualquier chico de sus edades. De su mano iban al cine, al parque, a comer a restaurantes de comida rápida, a Disneyland o a la playa; les motivó a hacer deporte y como toda madre también se encargaba de llevarlos a la escuela, a su regreso los esperaba sonriente y los abrazaba afectuosa: “Era como si hubiera pasado mucho tiempo sin verlos, aunque solo hubieran pasado unas horas”, dice Ken Wharfe en su libro El secreto mejor guardado. No obstante, no todo era miel sobre hojuelas y tuvo serias equivocaciones. Sus hijos fueron testigos muchas veces de las diferencias con Carlos, ella misma diría que William se convirtió en su confidente y que muchas veces él estuvo cerca cuando se encerraba en el baño para llorar y le pasaba los pañuelos desechables por debajo de la puerta. Harry siendo el más pequeño, también sufrió viendo la situación por la que su madre pasaba y la indiferencia de Carlos, al grado de que cuando Diana mantuvo una relación cercana con James Hewitt, los chicos se sentían más identificados y apoyados por él que por su propio padre -solían llamarle “Tío James”-, y en todo el catálogo de fotos que existe de la familia, es posible encontrar a una madre divirtiéndose con sus hijos, aun en las ceremonias, mientras que Carlos estaba ausente ya sea física o emocionalmente. El rechazo hacia Harry siempre estuvo latente, y un año antes de que Diana muriera, se vio forzada a someter a sus dos hijos a una prueba de ADN que le exigió su suegro Felipe de Edimburgo y Carlos, para cerciorarse de que eran sus hijos. Di se sintió profundamente ofendida por ello, pero accedió. Finalmente los resultados confirmarían su paternidad. Diana no solo se preocupó por su formación académica inscribiendo a sus hijos en los mejores colegios, se hizo cargo de decidir cómo serían educados. También se ocupó de inculcarles valores y enseñarles la manera de vivirlos, un aprendizaje que ellos han sabido poner en práctica muy bien. LA VIDA DESPUÉS DE DIANA

Con la muerte de la princesa muchas cosas cambiaron en la vida de los todavía niños William y Harry. Para empezar, Carlos buscó una niñera que lo ayudara a hacerse cargo de ellos, al principio Isabel II estuvo presente para sus nietos, sin involucrarse por completo, pues quería que su hijo asumiera sus nuevas responsabilidades. Pero fue un año después cuando las cosas cambiaron de rumbo. La popularidad de Carlos nunca antes había estado tan a la baja como

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WILLIAM Y HARRY CREEN QUE NO PROTEGIERON LO SUFICIENTE A SU MADRE

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Yo no sigo un libro con normas, me guío siempre por mi corazón y por la cabeza”, Diana de Gales. 105

cuando murió Di, de alguna forma los ingleses y resto del mundo lo hacían responsable, sobre todo porque siguió su relación con Camilla. Para nadie es ajeno el hecho de que Carlos siempre había sido un títere en las manos de su amante, y aún en la actualidad esa sensación sigue imperturbable, pero en aquellos momentos se dejó ver de una manera muy clara. Camilla nunca va a perder y en esa época ella también era altamente rechazada, así que tenía que hacer algo y lo hizo. De acuerdo al documental Reinventing the Royals, transmitido por la cadena inglesa BBC, Carlos habría seguido el consejo de su amante para realizar una campaña que le permitiera reivindicar su imagen de adúltero y padre poco afectivo, para convertirlo en el hombre viudo y dedicado a sus hijos que habían perdido a su madre. ¿Qué hizo? Integró a la oficina Clarence House a uno de los más experimentados publirrelacionistas, Mark Bolland, para que se hiciera cargo de tan difícil misión que incluía la disposición de Carlos para utilizar descaradamente la imagen de sus hijos para hacerlo ver como un padre abnegado. Todo empezó con una reunión programada entre él, el príncipe William y Camilla, que aparentemente era privada pero cuya nota y fotografías al respecto fueron publicadas en un diario sensacionalista, gracias a que su propia oficina había filtrado toda la información. William se sintió utilizado y tuvo un gran disgusto con su padre. En ese mismo periodo, salió a la luz una biografía supuestamente no autorizada que llevaba por título Carlos ¿víctima o villano?, por la autora Penny Junor, en la que por supuesto se justificaban las infidelidades y la indiferencia de Carlos, poniendo a Diana como una loca desequilibrada que amenazaba de muerte a Camilla y que además, era mala madre. La autora reconoció en dicho documental que mucha de la información recabada la obtuvo tranquilamente con el apoyo y buena disposición de la oficina del heredero a la corona. Desde luego que estas acciones molestaron a la reina Isabel II, pues en realidad estaban dañando a William y a Harry, así que tomó cartas en el asunto involucrándose más con sus nietos, arropándolos por completo y tristemente, defendiéndolos de su propio padre. Pero la misión no había terminado ahí, durante los años siguientes Carlos se dio a la tarea de exponer el comportamiento rebelde de su hijo menor Harry, como cuando en 2002 fue descubierto fumando marihuana y bebiendo, por lo que lo obligó a permanecer un día entero en un centro de rehabilitación para adictos a la cocaína y una vez más su imagen de ‘padre sufrido’ saltó a la luz. Su oficina de comunicación comandada por Mark Bolland, había filtrado la información a un diario, enalteciendo el comportamiento e interés de Carlos por la formación de su hijo, evento que volvió a caldear los ánimos entre él y Harry, porque la historia se alteró para beneficiar a Carlos y de manera indirecta a su amante, pues con estas medidas su nivel de aceptación entre los ingleses se elevó notablemente. LA RELACIÓN PADRE E HIJOS

Diana siempre deseo tener una familia unida, por eso inculcó a sus hijos el amor y el respeto por el príncipe Carlos y se preocupaba porque se mantuvieran cercanos a su padre, pero él no tenía la disposición para hacerlo.

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KATE Y WILLIAM SIEMPRE UNIDOS

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Fue hermoso ser testigo de los lazos que unían a Diana con sus hijos”, Ken Wharfe.

No obstante, es innegable que los príncipes lo amaban y aun con todos los conflictos de intereses que se manejaron a la muerte de Diana, por parte de Carlos, llegaron a tener una relación aceptable. William y Harry, fieles al gran cariño y al respeto que se guardan, se mantienen unidos contra viento y marea, tienen una relación muy cercana y procuran realizar muchas actividades en familia -los duques de Cambridge, sus dos hijos y Harry-, y cada vez son menos las que realizan al lado de su padre y de su pareja, aunque cuando lo hacen, tratan de pasarlo bien. Camilla por su parte, ha sido la mano que mece la cuna. Sabe que tiene el apoyo incondicional de Carlos y eso le da la posibilidad de actuar con toda libertad y pasar por encima de quien sea para mantener su poderío y adueñarse del reino que cree que le pertenece. Pero lo cierto es que Camilla ha evitado tener en el círculo familiar a mujeres que puedan interferir en sus planes de convertirse en “la primera reina plebeya de Inglaterra”, como ella misma lo ha manifestado. Por eso en su momento, literalmente autorizó y promovió la boda de Carlos con Diana, pues sabía que no le representaba ningún peligro, porque era joven e inexperta, alguien a quien consideró, podrían manipular a su gusto. Sabiendo que en un momento dado William, el segundo en la línea de sucesión podría sorpresivamente convertirse en rey antes que Carlos, también se había preocupado por la pareja de este, por eso en 2007 cuando Kate y William rompieron, Camilla instó a Carlos para que obligara a su hijo a dejarla definitivamente. De acuerdo a un diario sensacionalista inglés, Carlos tomó la misma actitud que su padre cuando su noviazgo con Diana y le puso un ultimátum: “Tienes que decidirte ahora, no puedes seguir embaucándola”. Incluso hubo una reunión con sus abuelos para definir su futuro, e Isabel II vería las cosas de otra forma, ella le dijo: “No tengas prisa en casarte, no queremos otra Diana”, consejo apoyado por su esposo Felipe de Edimburgo. Tres meses después, William retomó su relación con Kate y es sabido que ni Carlos ni Camilla la han visto con buenos ojos, sobre todo esta última que no deja de sentirse amenazada con el hecho de que su ahora esposo nunca llegue a reinar, y que sea su hijo quien suba al trono. Solo William y Harry tienen claro lo que puedan sentir por su padre, en teoría le aman y aceptan a Camilla, sin que ello implique que le guardan cariño o que la puedan ver como a una madre. En cambio, los dos chicos reconocen la falta que les hace Diana y mantienen su legado intacto, siempre tratan de rendirle homenaje, un gesto que ahora comparten plenamente con Kate, duquesa de Cambridge.

DIANA TENÍA RAZÓN Ella sostuvo que Camilla era un peligro, quizá por eso la bautizó con el sobrenombre de Rottwailler, haciendo alusión a una raza canina que carga con la etiqueta de peligrosa y agresiva. Y ciertamente, con el ingreso de Kate a la familia real, se mostró sin máscara, pero dentro de todo, la duquesa de Cambridge, con el apoyo de William, ha sabido ponerla en su sitio, estos sucesos son muestra de la relación: • Christopher Andersen, autor del libro El día que murió Diana, afirma que Camilla tiene celos de Kate porque ha conseguido ganarse inmediatamente el corazón del pueblo inglés y de la reina Isabel II, quien valora notablemente su frescura, inteligencia y gran personalidad. • Si mucho se dijo que Diana se encargaba de poner a la prensa en el lugar y hora precisos, no sabían de los alcances de Camilla, que ha tomado cada oportunidad para usarlos cuando lo considera conveniente, y lo hizo para separar a Kate y William en 2007. De acuerdo a Andersen, hizo seguir las actividades de William para fotografiar las supuestas infidelidades de él y desestabilizar a la pareja. • Cuando su compromiso se hizo oficial años después, no paró de entrometerse, quiso marcar pautas en el comportamiento de Kate, pero ella sutilmente, la ignoró. • En la boda se hizo cargo de definir el acomodo de los invitados y puso a la familia Spencer con los amigos de los Middleton y no del lado de la realeza, como correspondía. Además, se negó a que estuvieran presentes las amigas cercanas de Diana, con quienes Harry y William convivieron de forma muy cercana durante toda su infancia. • Después, cuando William y Kate se habían casado, se encargó de correr el rumor de que la duquesas estaba incapacitada para ser madre, pero en poco tiempo se embarazaría y así pudo ponerle un tope a su lengua.

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UNA FAMILIA QUE PARECÍA FELIZ

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TEXTO: MARÍA DEL CARMEN LÓPEZ · FOTOS: GETTY IMAGES Y SHUTTERSTOCK

Diana

Y SU LEGADO

MUCHOS A FAVOR Y OTROS EN CONTRA, PERO A PESAR DE TODO LA PRINCESA SIEMPRE MANTUVO UNA IMAGEN DE MADRE ENTREGADA Y DE AMOR INCONDICIONAL PARA SUS DOS HIJOS. HOY, SON ELLOS MISMOS QUIENES DAN TESTIMONIO DEL PAPEL MÁS IMPORTANTE QUE TUVO EN SU VIDA.

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illiam y Harry, hijos de Diana de Gales, no solo han tenido que enfrentar el dolor de haber perdido a su madre, también que tanto sus abuelos paternos, Isabel II y Felipe de Edimburgo, así como su padre Carlos de Inglaterra hayan sido señalados como los autores intelectuales del accidente automovilístico en el que ella murió, aunque en realidad no hay prueba de esto. Por si no fuera suficiente, han sido testigos de la forma en que empleados cercanos a Diana han hecho uso de toda la información a la que tenían acceso y de las confidencias que pudo hacerles en distintos momento de su convivencia. No ha sido necesario haber estado cerca de ella para que muchos otros autores de libros elaboren sus propias versiones y hayan tratado de dañarla, pero el hecho es que hay imágenes que transmiten más que mil palabras, y testimonios de que si alguien estaba interesada en que sus hijos tuvieran una educación apegada a los principios éticos y morales tradicionales, así como el acompañamiento de sus padres, fue la princesa, quien nunca dudó en romper con las reglas de la realeza para ver crecer a ‘los chicos’, como se refería a ellos, en un ambiente de amor.

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DUEÑOS DE UNA VIDA NORMAL

Uno de sus grandes aciertos y que hasta el día de hoy sus hijos agradecen, es la oportunidad de crecer como niños normales sin que el peso de ser royals los hiciera sentirse especiales y poseedores de todos los derechos, por el contrario, procuró que fueran conscientes de que tener una situación privilegiada, les daba la oportunidad de hacer mucho por los más desafortunados y que las miradas voltearan a ver hacia aquellas causas que eran ignoradas. Diana había marcado precedente en muchas áreas desde que llegó a la familia real, no era extraño pensar que también lo haría cuando se convirtiera en madre. De acuerdo a su biógrafo Andrew Morton, contrario a las costumbres reales, Diana se habría encargado de promover que el nacimiento de su primer hijo fuera por inducción, en lugar de que se presentara de manera natural, esto con el fin de que el príncipe Carlos no fuera a perderse la llegada del bebé por sus constantes viajes. Y acto seguido, una vez más avanzó contra corriente, lactó a sus dos hijos y los mantuvo a su lado, los cuidó personalmente e incluso en los viajes insistió para no tener que dejarlos en manos de las nanas. Se dice que la reina Isabel II accedió a la insistencia de Diana de muy buen talante y estuvo de acuerdo en respetar la crianza que la pareja real deseaba para sus hijos, teniendo un contacto afectivo incluso en público, algo a lo que no estaban acostumbrados, pero en lo que Di confiaba plenamente: “Los abrazos hacen mucho bien, especialmente a los niños”. Contra viento y marea, siempre quedó de manifiesto que sus pequeños eran su gran amor y así lo expresaba: “Vivo por mis hijos, estaría perdida sin ellos”, y desde luego, cada uno de sus esfuerzos valieron la pena, al menos para sus chicos, quienes al recordarla siempre le guardan agradecimiento y admiración: “Ella quería que conociéramos la crudeza de la vida real. Y no puedo estarle más agradecido por ello, porque es una de las lecciones más grandes que he aprendido. No todos tienen tanta suerte y son tan privilegiados como muchos de nosotros”, dijo William en una entrevista para un canal inglés. Por su parte Harry ha dicho en recientes declaraciones: “No tengo muchos recuerdos de ella. Pero todo lo que quiero es que mi madre esté increíblemente orgullosa de mí. Eso es todo lo que siempre he querido hacer”, ¿alguien podría dudar del legado de amor y empatía que les dejó a sus hijos?

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LA HERENCIA FILANTRÓPICA • Su labor inspiró para que Inglaterra establezca el National Kindness Day, para rendirle honores y que durante la jornada se impulsen valores como la bondad, la compasión y el servicio, característicos de su obra. • William de Cambridge trabaja a medio tiempo como piloto de ambulancia aérea de la East Anglian Ambulance, con un sueldo anual de 40 mil libras, mismas que destina a diversas causas benéficas. • Harry es fundador de la organización Sentebale, la cual apoya a niños africanos afectados por VIH/SIDA. • Los príncipes han sabido integrar perfectamente a Kate de Cambridge a las obras de caridad en las que participan, en su caso apoya a mujeres maltratadas, enfermos con SIDA y es presidenta de honor de la organización Action on Addiction. • Diana supo reconocer el gran poder que tenía para atraer a las personas e inspirarlos para que donaran recursos a distintas causas, ahora sus hijos han seguido su ejemplo, participando en eventos para recaudar fondos y también ofrecen conferencias.

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La familia es lo más importante del mundo”,

WILLIAM UNIÓ TEMPORALMENTE A SUS PADRES

DIANA Y HARRY

Diana de Gales.

LAS ENSEÑANZAS DE UNA PRINCESA • Según Patrick Jephson, quien fuera su jefe de personal y asistente, Diana le decía al pequeño William, antes de salir a convivir con las personas: “Para ti pueden ser solo diez segundos de tu vida, pero para ellos pueden ser años de recuerdos bonitos”. • Con frecuencia se hacía acompañar por sus hijos a refugios para que se identificaran con las obras que apoyaba, y que se dieran cuenta de que para mucha gente la vida no era igual a la que ellos llevaban en Kensington, y eso es algo que tienen muy presente y lo viven tal y como Diana les inculcó. • Harry y William, crecieron como todo niño, asistiendo a lugares públicos a divertirse, como cines, ferias y restaurantes, haciendo filas igual que lo hacía el resto de las personas. • La responsabilidad de dar un buen ejemplo, lo tenían claro desde sus primeros años. Uno de sus guardaespaldas, Ken Wharfe fue testigo de las recomendaciones que le dio a su hijo mayor en su primer día de clases: “Escúchame, William, va a ver muchos fotógrafos en tu nueva escuela, así que tienes que portarte bien. Tienes que acostumbrarte porque así será el resto de tu vida”.

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Nunca me consideré a mí misma como la reina de mi país. Me gustaría ser la reina del corazón del pueblo”,

FOTO: GETTY IMAGES

Diana de Gales.

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