Invitación Peligrosa.pdf

  • Uploaded by: militel
  • 0
  • 0
  • February 2021
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Invitación Peligrosa.pdf as PDF for free.

More details

  • Words: 177,143
  • Pages: 503
Loading documents preview...
Copyright Page This book was automatically created by FLAG on December 10th, 2012, based on content retrieved from http://www.fanfiction.net/s/6707356/. The content in this book is copyrighted by It Is Your Butterfly or their authorised agent(s). All rights are reserved except where explicitly stated otherwise. This story was first published on February 1st, 2011, and was last updated on September 3rd, 2011. Any and all feedback is greatly appreciated - please email any bugs, problems, feature requests etc. to [email protected].

Table of Contents Summary 1. Chapter 1 2. Chapter 2 3. Chapter 3 4. Chapter 4 5. Chapter 5 6. Chapter 6 7. Chapter 7 8. Chapter 8 9. Chapter 9 10. Chapter 10 11. Chapter 11 12. Chapter 12 13. Chapter 13 14. Chapter 14 15. Chapter 15 16. Chapter 16 17. Chapter 17 18. Chapter 18 19. Chapter 19 20. Chapter 20 21. Chapter 21 22. Chapter 22 23. Chapter 23 24. Chapter 24 25. Chapter 25 26. Chapter 26 27. Chapter 27 28. Chapter 28 -3-

29. Chapter 29 30. Chapter 30 31. Chapter 31 32. Chapter 32 33. Chapter 33 34. Chapter 34 35. Chapter 35 36. Chapter 36 37. Epílogo

-4-

Summary Isabella Swan es una secretaria en Cullen Ltda. Una noche comienza toda su pesadilla, donde un ser desconocido se apodera de ella, y la proclama como suya ¿como escapara de este maligno ser? ¿Deseara hacerlo al final?

-5-

Chapter 1 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creación.

Invitación Peligrosa Capitulo 1 Las luces provocaban que mis ojos se cegaran por completo, eran de distintos colores y hacían que me mareara. — ¡Bella! -gritó Jessica a mi lado, la mire desorientada –Creo que es hora de que nos vayamos –dijo riendo –ya pasaste el limite de copas. —No tienen para que irse aun –dijo un hombre, lo mire y creo que estaba bailando con él. Jessica tenía razón, ya pasé mi límite. Miré a mi amiga y asentí para que nos fuéramos. —Vamos… —dijo ella, le hice una seña al chico que estaba a mi lado, pero él me tomó de la mano y me acercó, demasiado. —Nos vemos… —sonrió coqueto. Se acercó y besó mi mejilla…realmente al nivel de la comisura de mis labios. Lo quedé mirando raro, sin ser capaz de poder diferenciar bien su rostro. Decidí no perder más tiempo con el chico que estaba ahí y me alejé tropezando con mis pies por culpa de Jess que agarró mi mano y me tironeó hasta las afueras del pub. —Guapo ¿no? –dijo ya cuando el ruido había desaparecido. — ¿Quién? ¿El tipo de adentro? –ella asintió. — ¿Cómo se llamaba? –quedé pensando unos minutos. No lo podía recordar, ya daba lo mismo. Esta había sido la mejor y peor salida que he tenido con Jessica, no le diría nada a Alice mañana o sino me mataría, ella era mi conciencia. -6-

—Jessica, recuérdame no volver a salir contigo, siempre termino así. —Bella, eres una exagerada, hablas como si te hubiera obligado a beber –su sonrisa me demostraba cuanta gracia le hacia mi estado. — ¡Realmente lo hiciste!...—ella rio –me obligaste porque… —me tomé un segundo para poder formar la oración, mi cerebro no estaba funcionando a sus capacidades normales –porque… ¡porque dijiste que no me divertía nunca! –me apoyé de su brazo al dar un paso en falso que hizo que se moviera mi mundo ¿estaba temblando? –Nunca más vendré al Irish pub contigo, eres mala influencia. —Bella…me iré contigo, no puedes llegar así a tu departamento, sola –dijo ahora mirándome preocupada. Negué con mi cabeza, yo me iría sola, no quería molestar a nadie, nunca lo hecho y este no sería el momento. —No te preocupes, mira que Mike ya me debe odiar bastante porque te robe hoy…bueno tu sola viniste…es más….tú me obligaste a venir –estaba hablando incoherencias de nuevo. —Dios… —dijo ella sonriendo divertida al verme en este estado —Me iré contigo. — ¡No! –dije más alto de lo que quería, un grupo de personas me quedó mirando; no pude evitar sonrojarme, me estaba dejando en ridículo. Esta no era la Isabella Swan que yo conocía…o sea no era yo, como usualmente me comportaba ¿de qué estoy hablando? Nuevamente las divagaciones. —No te puedo dejar ir así…luego me vuelvo a casa –negué. — ¡Vives al otro lado de la ciudad! ¡Y mañana tenemos que estar en la oficina! –dije riendo, esto era completamente irresponsable, pero el trabajo nos estaba consumiendo tanto que con Jessica tuvimos que salir de la rutina. Ella quedó pensando unos segundos, sabía que yo tenía razón…y ella no, porque ¡Bella siempre tiene la razón!….diablos, estaba divagando de nuevo y no escuchaba a Jessica — ¡Ahí viene tu taxi! –grité haciendo parar uno. Abrí la puerta y la tironee hasta que la metí adentro y cerré la puerta — ¡A toda marcha! –le dije al taxista. — ¡Bella! –el taxi partió y con mi amiga dentro, ella estaba lista para ir donde su guapo y simpático novio y quizás pasar una noche mucho más entretenida a la que iba a pasar yo. Miré a mi alrededor y ya estaba alejada una cuadra del pub, pensé en volver, pero -7-

en mi cerebro quedaba un poco de juicio y decidí que mejor caminaba para poder encontrar un taxi, ya que un grupo de chicas salió del pub, así no encontraría como llegar a casa muy pronto. Comencé a caminar rápidamente, mientras sentía un molesto ruido que no me dejaba tranquila desde hace unos minutos, luego pensé mejor y me di cuenta que era mi celular. Mire bien y era Jessica, colgué y pude ver que más adelante venia un taxi, le hice una seña para que parara. Estaba esperando que el chofer estacionara, cuando escuché unos gemidos, me giré con bastante cuidado para no caer y pude ver que esos ruidos venían desde el final del callejón que estaba detrás de mí. No pude ver mejor quien estaba porque mi vista estaba pésima en estas condiciones, pero era obvio que eran personas…que asco, en la vía publica. —Vayan a un hotel –dije más para mí que para quien estuviera en la oscuridad, pero segundo después de decir aquello se escuchó un horrible sonido contra los botes de basura y esta vez, pude ver claramente como desde la oscuridad habían dos pequeñas esferas rojas….aunque mirando mejor no eran esferas, sino más bien, eran unos ojos. Trague saliva nerviosa, pero me quedé atenta mirándolos, era incapaz de dejar de hacerlo, sin embargo gracias a la bocina del taxista a mi lado, que hizo que despertara de donde mi mente se encontraba, pude girarme y dirigirme hacia el taxi. Me subí más rápido que cualquier persona que haya subido a un taxi y le di la indicación al hombre tras el volante para que manejara. No pude ver claramente, pero en el momento que el taxi partió, el dueño de esos ojos rojos apareció apoyándose en el muro del edificio, lo único que pude diferenciar era que vestía con un traje negro. Solo ver aquella silueta causó tal miedo que un par de escalofríos recorrieron mi espalda, pero luego pensé….estoy borracha, de seguro todo estaba siendo alterado por mi cuerpo. Más de cuarenta minutos después el taxista paró al frente de mi edificio; le pagué ya feliz de estar en casa. Entré con cuidado, apenas metiendo la llave del portón y solo le hice una seña al vigilante para después comenzar a subir por las escaleras, odiaba los ascensores, ni borracha me subiría a uno; los evitaba a toda costa, a pesar que diariamente tenía -8-

que subir y bajar uno en mi trabajo, gracias al cielo tenía buenas amigas que me acompañaban en el trayecto. Ahora lamentaba vivir en este viejo edifico en Bridgetport-Chinatown, último piso, no era agradable subir todos esos escalones. Ocho pisos pasaron luego de no sé cuanto tiempo, los cuales trate de que se redujeran a la mitad subiendo de a dos escalones, ya que me sentía nerviosa, había vuelto esa misma sensación desagradable que tuve al ver a ese sujeto con los ojos rojos, quizás el hombre había fumado demasiada marihuana. Me costó bastante poder entrar a mi departamento. Cerré la puerta, la cual se demoró en sonar para avisar que se había cerrado, me voltee y recién ahí ésta se golpeo, cerrándose por completo. Moví mi cabeza en negación porque estaba pensando más de la cuenta lo que sucedía a mí alrededor. Cansada fui a la cocina por un vaso de agua, el cual lo tome como una persona que ha estado días en el desierto y después fui al baño mientras iba dejando mi ropa tirada en el suelo hasta quedar solo con mi ropa interior. Me lave mis dientes y mire mi reflejo, apenas podía ver mi reflejo… ¿cómo me pude asustar con unos ojos rojos siendo que mi vista era deplorable? Me reí de lo estúpida que era ¡Dios!…no volvería a tomar de nuevo. Solté mi cabello y tomé mi camiseta gigante de los Chicago Bulls, amaba ese equipo y amaba esta camiseta, negra con un gran toro rojo que abarcaba gran parte de esta, era simplemente genial. Me arrojé en la cama como el bulto que era en estos momentos y me fui acomodando de a poco hasta sentir que el cansancio estaba llegando a mi cuerpo, pero sin previo aviso mi corazón volvió a latir rápidamente, llevé mi mano a mi pecho y respire tranquilamente para que pudiera volver a la normalidad ¿es qué ahora tenía enfermedades cardiacas? Por Dios…solo fue una noche de borrachera. Tuve que abrir los ojos para tranquilizarme y para que el mundo dejara de girar, pero hubiera preferido no seguir viendo nada…ya que lo que vi después fue ciertamente escalofriante. Había una persona al final de mi cama y solo podía ver sus ojos rojos. Me senté en un segundo y prendí la lámpara de mi mesita de noche. La claridad que llego a mi habitación solo me permitió ver que no había nadie…Dios, es definitivo, estoy loca. El sonido de mi alarma fue el que me despertó después de haber dormido menos -9-

de tres horas. Me puse de pie, aun un poco mareada, esto no lo volvería a repetir jamás en mi vida, había sido demasiado irresponsable de mi parte. Me metí a la ducha y estuve arreglada en cosa de minutos, por lo que me fui directo a la cocina para desayunar, tenia hambre. Miré el reloj y este ya marcaba un cuarto para las siete, así que lavé mis dientes y salí del departamento, tirando un sobre color crema que estaba bajo la puerta. Corrí hacia afuera y me subí al auto. Llegue al edificio Cullen Ltda. Aquí era mi trabajo, es un gran y moderno edificio, con una infraestructura que te quitaba el aliento. Llevaba tres meses siendo funcionaria de este lugar, era la secretaria del Sr. Carlisle Cullen, el dueño de este imperio de mercadeo, así es, con mi veinticuatro años, estaba bastante bien en mi trabajo, a pesar de que no me agradaba ni un poco. Estaba ahorrando dinero para salir a recorrer Europa, no me faltaba mucho tiempo para poder lograrlo, ya que desde mis dieciocho años que guardaba aunque fuera un dólar para mi futura aventura. Me puse mis gafas y salí del auto. Entré y saludé al guardia como todos los días y ahora estaba al frente de este maldito ascensor, realmente lo odiaba, odiaba todo espacio pequeño donde me encontrara. Alguien se ubicó a mi lado y presionó el botón, no miré para saber de quién se trataba. Suspiré y mis manos comenzaron a transpirar. Si tuviera la resistencia para subir al piso 60 con mis tacos, lo haría, pero eso no era posible, no cuando había tenido una noche de fiesta. El ascensor se abrió, invitándome a entrar, pero no quería. La persona que estaba a mi lado, pasó sin ningún problema, mire hacia los lados y luego cuando el ascensor se estaba cerrando puse atención en quien estaba adentro, en el único segundo que tuve para observar. Era un hombre, se cubría parte de su rostro con su abrigo…estábamos en un duro invierno, aunque eso paso a no tener importancia cuando sonrió curvando sus labios y sin previo aviso, al fijarme en sus ojos, dejándome helada… eran rojos ¡maldita sea! ¿Por qué era tan lenta? ¡Solo pude ver parte de su rostro! Di un paso hacia atrás asustada y las puertas se cerraron. — ¡Bella! –mire hacia el lado asustada y vi que era Jessica –Dime que no has - 10 -

venido borracha -Negué de inmediato, ella frunció el ceño – ¿Te sientes bien? Estas blanca como un papel. —No me siento muy bien –ella me miro muy seria. — ¿Subiste a esto sola? –dijo apuntando el ascensor con su pulgar. Negué de nuevo –muy bien, ya estoy aquí, así que apresurémonos que hay rumores ha llegado un empresario bastante poderoso y no podemos tener ningún error ¿está bien? —Está bien –no podía sacar de mi mente a ese ser de ojos rojos ¿me estaba volviendo loca? —Además que no puedo creer que me hayas arrojado a ese taxi ¡y no me hayas contestado el teléfono! Te dejé de llamar hace como una hora porque tenía que venir y estábamos atrasado –asentí arrepentida por mi comportamiento, de verdad no me acordaba de eso en la mañana, pero por lo visto lo hice, había sido estúpidamente peligroso. Borracha y sola, no era una combinación correcta. —Bien, subamos –fuimos al ascensor de al lado y Jessica presionó el botón. Era muy distinto cuando subía con alguien que conocía y confiaba, me era mucho más soportable el trayecto, a pesar de que ella se bajaba antes, pero había todo un mecanismo para esto, Alice me esperaría en el 51 y subiría conmigo al 60. Me fui en silencio todo el recorrido, con ambas. Alice me saludé después de que Jessica bajo, pero vio que mi cabeza estaba en otro lado, les diría todo cuando llegara el momento, esto me había asustado bastante, pero por ahora, tendría que concentrarme en lo que el Sr. Cullen deseara, si había un empresario tan importante, las cosas estarían un tanto movidas.

BIEN, ESPERO QUE LES GUSTE Y VEREMOS COMO SIGUE ...EL SER DE OJOS ROJOS...APARECE

- 11 -

Chapter 2 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creación.

Capitulo 2 Alice me miró unos segundos sin decir nada mientras llevaba un poco de comida a su boca. Estábamos en la hora de colación. Me encontraba sentada junto a Alice y Jessica, desde hace más de media hora, donde aprovechamos para recargar energías y así seguir con nuestro día laboral. Les platiqué lo que me había pasado la noche anterior y lo sucedido en el ascensor. De verdad me había servido hablar con ellas, ahora sentía que no estaba loca. —Solo te diré una cosa Bells –dijo Jessica –creo que hablare con el Sr. Carlisle, de verdad necesitas unas vacaciones –me siguió mirando preocupada. —No lo puedo creer –dijo ahora Alice –pensé que la loca del grupo era yo, pero parece que tendré que luchar por mi trono –ella se carcajeo en mi propia cara con su estúpido y hermoso traje que traía puesto, de dos piezas con una falda tubo que la hacía ver más delgada de lo que era. —Son imposible ¿saben?...les estoy comentando algo que me asustó mucho y no son capaces de responder de una forma agradable –tomé mi bandeja decidida a salir de la cafetería y no seguir escuchando sus bromas. — ¡Bella!... –dijeron ambas. Me giré ya malhumorada por su comportamiento. —Siéntate –dijo Alice. Hice lo que me pidió, resignada después de ver sus miradas — ¿sabes?...creo que deberías tranquilizarte, estamos en marzo, hay estrés, deberías hacerle caso a Jessica…tomate unos días, no creo que al Sr. Carlisle le moleste –las quede mirando sin saber que hacer, quizás tenían razón y me estaba afectando tanto trabajo. —Hablare con él, espero que no sea un problema –ellas sonrieron. —Sabes cómo es tu jefe, un amor –Jessica tenia razón, pero aun así, jamás había - 12 -

pedido días libres, ni menos por algo como esto, llevaba solo tres meses trabajando aquí. Terminamos de comer y las chicas como siempre se organizaron para que yo pudiera subir por el ascensor, me sentía culpable pero ambas siempre me decían que no tenía de que preocuparme, ya que no era ninguna molestia para ellas ayudarme. Todas seguimos trabajando hasta las siete de la tarde, como solía ser cada día; Jessica me llamó alrededor de las cinco diciéndome que había visto al famoso empresario que tanto estaban hablado, dijo que dejaría a Mike o a quien fuera por tener una oportunidad con aquel tipo, no pude evitar reír, Jessica no dejaría a Mike ni aunque tuviera a Tom Cruise pidiéndole de rodillas que se casé con ella, Jess amaba a Mike, llevaban más de tres años juntos. A las seis y media Alice me llamó para decirme que Jessica iría a las siete a mi piso para que pudiera bajar en el ascensor, ya que ella se iría antes porque no podía faltar a una cita con Jasper; llegar atrasada, no era una opción, ambos trabajaban bastante y se veían poco. Jasper era el novio de Alice, eran tal para cual, él trabajaba en el edificio de al frente, creo que era algo como contador…realmente no tenía idea, pero era relacionado con números, en estos años de conocerlo, jamás he entendido su trabajo, pero si era un amigo cercano, uno de esos que sabes que en las malas estará junto a ti. Lo había conocido el mismo año que a Alice, cuando tenía 14 años y había entrado a la secundaria de Forks. Miré el reloj y marcaba las siete en punto, el Sr. Cullen se quedó en su oficina todo el día, por lo que no pude hablar con él, así que mi oportunidad era ahora o nunca. Apagué el computador y dejé todo ordenado. Iba a tocar la puerta cuando note que mi tacón estaba sucio con algo, no me podía presentar de esta forma, así que volví a mi escritorio y saqué un pañuelo desechable del cajón y lo limpie con rapidez. —Isabella, estamos listos por hoy –me senté de golpe al ver a mi jefe ya con su maletín, listo para retirarse. —Sr. Cullen –dije nerviosa, poniéndome de pie –estaba a punto de entrar a su oficina porque necesito hablar con usted —me miro pensando un segundo y asintió acercándose a mi escritorio. - 13 -

—Dime lo que sucede Isabella –mis manos jugaban nerviosas, él lo notó y me sonrió amablemente. Carlisle Cullen era el presidente de Cullen Ltda. Un hombre de unos cuarenta años que estaba casado con Esme Cullen. Ambos eran realmente atractivos, él con su piel blanca y cabello dorado robaban más de un suspiro en las oficinas. En cambio Esme Cullen, su esposa, una mujer de cabello cobrizo y también con una palidez que los caracterizaba, al igual que esa belleza misteriosa, los hacían la pareja perfecta. A esta última la había visto solo un par de veces. Sin embargo él me intimidaba, era agradable, pero aun así, no confiaba completamente en él…tenía una mirada oscura, tan extraña; en resumidas cuentas, no me subiría a un ascensor a solas con él. —He tenido unos problemas estos días…y me preguntaba si, podría tomar unos días administrativos, serian solo dos –él levanto ambas cejas dándose cuenta de lo que estaba pidiendo. — ¿Está usted bien de salud? –Asentí — ¿Es su familia? –Negué – ¿Ha pasado algo extraño estos últimos días? –Negué nuevamente, sintiéndome estúpida por estar pidiendo unos días libre -entonces está todo bien –lo mire nerviosa, parecía que me iba a dar una negativa como respuesta –Muy bien, puede tomarse los dos días, así recuperara energías, me sorprende estos tres meses has sido un tanto adicta al trabajo. Solo son dos días así que podré sobrevivir, manda a pedir a Ángela para que te reemplace ¿si? —Muy bien, muchas gracias Sr. Cullen. —No hay de que, nos vemos –dijo sonriendo y caminando hacia el ascensor. Tomé mi bolso para esperar a Jessica, pero mi jefe antes de que se cerrara la puerta del ascensor, puso su mano evitando que esto ocurriera –Isabella –dijo afligido –olvidé entregarte unos papeles que tienen que estar fotocopiados para mañana, a primera hora ¿podrías hacerlo?— ¡rayos! —No se preocupe –dije con mi mejor sonrisa. —Están en mi escritorio –asentí. El Sr. Cullen dejó la puerta y el ascensor se cerró. Tomé el teléfono y marqué a recepción para que le informaran a Ángela Webber que viniera a cubrir mi puesto mañana; ella era muy agradable, había tenido la oportunidad de hablar con ella una o dos veces. - 14 -

Suspiré y dejé mi bolso al lado, claramente no me iría pronto. Entré a la oficina y no podía creer lo que veían mis ojos, tres pilas gigantes de papeles sobre el escritorio de mi jefe ¡no terminaría en horas! ¿Cómo no me dijo antes? Resignada salí y marqué a Jessica para que no me viniera a buscar, bajaría por las escaleras ya que tenía para mucho tiempo más. Dios, 60 pisos me esperaban al terminar con mi trabajo. Eran las nueve y media de la noche y por fin había terminado esto. Me dirigí rápidamente a la oficina, ya estaba de noche. Al entrar me di cuenta que estaba todo oscuro… ¿Qué diablos? Prendí la luz de la oficina de Carlisle, pero esta no prendió. Tenía un montón de papeles en mis brazos y tenia que ir a dejarlos a un par de metros más, donde se encontraba el escritorio. Trague saliva nerviosa ¿Por qué estaba tan miedosa? —No pasa nada… —me dije a mi misma y cerré los ojos para después caminar muy rápido hacia el escritorio de Carlisle y dejar los papeles sobre este. —Buenas noches. — ¡Aaahh! –grité con todas mis fuerza al saber que había alguien ahí. Me apoyé en el escritorio y boté una ruma de papeles al suelo. Cerré mis ojos para sentir algún golpe o algo por el estilo. — ¿Disculpa? –abrí mis ojos de inmediato al notar aquella voz. Saqué mis manos del escritorio –siento haberte asustado…pero me dijeron que Carlisle estaba aquí –lo único que podía ver a mi lado eran unos ojos negros, ya que la luz de afuera se colaba por las ventanas. Mi mano fue de a poco a la lámpara del escritorio de Carlisle, pero me quede estática al ver como aquel extraño sonreía, mostrando una perfecta y blanca sonrisa. –Déjame hacer eso a mí –se acercó un poco y prendió la lámpara. Me quede como una verdadera idiota mirándolo, ya que su cuerpo estaba solo a unos centímetros del mío. Su piel pálida, su cabello cobrizo completamente desordenado, manteniendo esa sonrisa, curvando sus labios, habían causado cierta incomodidad por mi parte; vestía con un traje negro y una camisa blanca, luciendo aun más guapo. —N-no había luz –dije al ver que la lámpara prendía. Él volvió a sonreír. - 15 -

—Supongo que ha vuelto ¿no? –asentí como una imbécil, sin poder dejar de mirar sus ojos, tan negros –Y bueno Isabella, creo que Carlisle no esta. — ¿Cómo sabes mi nombre? –dije frunciendo el ceño, él volvió a sonreír. —Sé todo lo que me interesa saber y eres la secretaria de Carlisle entonces… —Claro… — ¿Por qué otra cosa iba a saber mi nombre?...estúpida Bella. Esquivé su mirada porque ya no me estaba pareciendo tan atractiva como hace un segundo atrás, mire hacia el piso y vi todos esos papeles en el suelo, suspire. Me agaché y comencé a recogerlos uno por uno, hasta que vi otras manos ayudándome. —No tiene porque hacer esto, le pediré que se retire –dije aun recogiendo los papeles, sin mirarlo –no debió entrar aquí sin mi autorización o la del Sr. Cullen. —Creo que el Sr. Cullen, puede comprender si entro a su oficina sin su permiso –lo miré frunciendo el ceño, esta oficina era sagrada, nadie entraba así como así, ya que podrían sacar algo importante. —Disculpe –dije poniéndome de pie para enfrentar a este sujeto — ¿Cuál es su nombre? –ahora me venia a dar cuenta que estaba conversando con un extraño en la oficina de mi jefe. Él miró por unos segundos mis piernas que estaba al frente de él ¿Por qué m tuve que poner falda hoy? Se puso de pie cuando lo miré de mala forma por su comportamiento. —Mi nombre es Edward Cullen –trague saliva. La había cagado. —Disculpe… —dije ahora más tranquila –El Sr. Cullen jamás me informo de su visita, pero aun así le pediré que se retire –me quedo mirando sin decir nada por unos largos segundos. —Creo que eso lo decido yo –tensó su mordida, aquello no me agradó y tampoco me dio mucha confianza, es mas me dio miedo. —No, no lo decide usted…llamare a seguridad –dije tomando el teléfono, pero él tomo mi muñeca con rapidez, evitando hacer cualquier movimiento — ¿Qué está haciendo? —No me gusta que me ordenen lo que debo o no debo hacer –dijo mirándome serio. - 16 -

—Suélteme en este instante o gritare. —Dudo que alguien siga trabajando a esta hora –mi corazón comenzó a latir con rapidez, era la misma sensación de anoche, quizás estaba soñando con ese ser tan extraño y era un sueño premonitorio al psicópata que tenia aquí adelante. —Se lo advertí –tome aire e iba a gritar con todas mis fuerzas, pero nuevamente fue mas rápido que yo; llevó su mano a mi boca y me acorraló contra el escritorio. Grité pero fue inútil teniendo su mano en mi boca, la otra se fue a mi cabeza, evitándome escapar de su agarre. Comencé a golpearlo pero por lo visto no le hacia ningún daño. Se acercó más a mí, llevando su boca a mi oído. —Eres un espíritu libre ¿no? –me quede quieta, no fui capaz de moverme por el miedo, además que sentía como su agarre se sentía ardiendo en mi piel, eso no era normal –sigamos recogiendo los papeles, pero sin gritar ¿si? –asentí sin saber que responder ¡el tipo era un maniático! Me soltó de a poco hasta que quede libre. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, pero era más inteligente seguirle la corriente. Me agaché de nuevo y comencé a recoger todo rápidamente para largarme de aquí, debo decir que el fue bastante rápido también. Dejé todo donde debía estar y no me moví, como si estuviera esperando una orden de él o algo parecido, no quería que esto se saliera de mis manos de nuevo. – ¿Deseas quedarte más tiempo que sigues aquí? –no me faltó otro segundo para que comenzara a caminar muy rápido hacia afuera de la oficina. Tomé mi bolso y ahora el famoso Edward estaba cerrando la puerta de Carlisle. Me fui directo a la puerta de las escaleras, ahora menos me subiría a un ascensor si tenía que ser con él. — ¿A dónde vas? –dijo ahora apoyado en la pared, al lado mío. ¿Cómo se movió tan rápido? —Me voy, adiós –dije abriendo la puerta. —Hay ascensores ¿sabes? –tomó la manilla de la puerta, por lo tanto estaba tomando mi mano. - 17 -

Lo mire y ahora con la luz fuerte, sus ojos no lucían negros completamente, se veían diferentes. —No me gustan los ascensores –moví mi mano de donde estaba para que no me tocara. — ¿Por eso no subiste hoy en la mañana? –bien, esto se estaba convirtiendo en la peor pesadilla que he tenido. Este tipo fue el mismo que le vi los ojos rojos, aunque todavía no estaba segura si fue mi imaginación o fue realidad, aunque ahora creo que era la primera porque sus ojos eran negros…o de un color raro, pero no rojos. —Realmente me tengo que ir –miré a la puerta. — ¿Por qué? No es como si un novio te estuviera esperando en casa ¿cierto? -¿es qué acaso estaba tratando de averiguar sobre mi vida? —Em…en realidad si –mentí descaradamente, él sonrió curvando sus labios. —No eres buena mintiendo…tu alma es pura –lo quedé mirando con los ojos como platos ¿a que se refería con que mi alma era pura? — ¿Qué deseas?...me quiero ir, estoy cansada y tengo mis días libres, así que ya me estoy aburriendo de este juego ¿Quién te envió? ¿Fue alguna de mis amigas? –me cansé, no tenia porque soportar esto, solo porque aquel tipo era el hijo de mi jefe o cualquier idiota que pudieron mandar las chicas para una pésima broma. —Nadie me ha enviado…y ¿lo que deseas?...aun no lo decido, tengo dos días aun para saber que haré contigo –rodee los ojos. —Mientras lo decides, yo estaré camino a mi cama a descansar –dije abriendo la puerta y saliendo de ahí. Le puse seguro y comencé a bajar todos los escalones….esto me tomaría tiempo. Estaba caminando hacia mi auto por el oscuro estacionamiento, pero en realidad estaba corriendo, me sentí mucho más segura dentro del, no podía creer lo que me había pasado. Se lo diría a Carlisle cuando volviera, eso no se repetiría otra vez. Llegue a casa bastante tarde, faltaba poco para las once de la noche. Entré y fui directo a mi habitación. Prendí la televisión y preparé algo para comer, lo lleve a mi cama y tome el sobre que había tirado en la mañana, tratando de olvidar todo lo - 18 -

sucedido en la oficina. Me recosté tranquila ahora, prendí la luz de la lámpara y abrí el sobre, era color crema y no decía de quien era, solo tenia mi nombre, con una letra verdaderamente hermosa. Lo abrí y… adentro había una tarjeta negra. Era una invitación a una fiesta "Masquerade" que era este viernes a las 23.30 horas en el hotel Blackstone; ese era un hotel bastante lujoso. El único requisito que había que tener, era usar una máscara obviamente y vestir para la ocasión. ¿Por qué me enviaron esto?...era estúpido. Tiré el sobre a mi mesa de noche. Termine de comer, lave mis dientes ya agotada, apague el televisor y me metí bajo el plumón. Cerré los ojos y no pude evitar traer a mi mente al tal Edward ¿Qué maniático era ese? Dios….aun así era muy guapo, no lo puedo negar, pero daba miedo. Pensando en él me quede dormida. Sentí de nuevo las manos de aquel extraño en mi boca, evitando que gritara. Estaba ahora todo a oscuras en la oficina de Carlisle, pero esta vez no se acerco a mi oído, sino que alejo su mano de mi boca y sonrió de esa forma tan cautivadora para después acercarse y unir sus labios a los míos. De forma brusca me tomó de las caderas y me hizo sentar sobre el escritorio. No podía decir nada, estaba tan concentrada mirándolo, como si eso fuera todo lo necesario para que estuviera tranquila. Me volvió a besar con más ímpetu haciendo que saliera un leve gemido de mi boca, lo que lo hizo reír suavemente mientras ahora sus manos viajaban por mis piernas causando que varios escalofríos recorrieran mi espalda. Cerré mis ojos al sentir que sus manos ahora se metían bajo la falda, acariciando con delicadeza mis muslos. Dejó de besarme para dejar pequeños besos en mi cuello, sacando más suspiros de mi parte. —Edward… —mi voz salió completamente diferente, ronca producto de la excitación que provocaban sus labios en mi cuerpo; llevó sus manos a mi trasero y me acercó a su cuerpo de un solo movimiento. Me senté en mi cama, respirando agitadamente. Mire a mí alrededor y noté que era de noche aún. No podía creer lo que estaba soñando. Me levanté de la cama y fui al baño rápidamente. Mojé mi rostro y me quedé mirando en el espejo, estaba sonrojada… ¿Cómo diablos tuve un sueño así?... ¡Con él! Era un desconocido ¿Qué era lo que me estaba - 19 -

pasando? Repentinamente sentí un escalofrió en mi espalda al escuchar un ruido en la sala. Mi corazón comenzó a latir con fuerza producto del miedo. Con cuidado tomé un paraguas que tenia en mi habitación y me dirigí a la sala, estaba todo oscuro y el interruptor de la luz estaba al lado de la puerta principal o al lado del mueble de la cocina, sin dudas la puerta era mi mejor opción. No podía ver nada por la oscuridad así que antes que mis piernas temblaran aun más, corrí hacia la puerta y estuve a punto de tocar el interruptor, pero me estamparon contra la puerta, apretando mi cuello contra la madera y sintiendo el cuerpo de otra persona sobre el mío. — ¡Nooo!... –grité, mirando hacia adelante lo que termino por dejar mi cuerpo congelado, convirtiéndome en una muñeca de trapo. No podía creer lo que estaba viendo, eran esos ojos rojos que estaban solo a unos centímetros de mi rostro. Nunca había sido mi imaginación. Mi cuerpo se estremeció al escuchar como el se reía de una forma escalofriante, ronca y muy profunda. —Creo que ya sé lo que deseo de ti –ni siquiera entendí lo que me dijo, solo me concentré en sus ojos ¡Dios santo! ¡Este monstruo era real!

Ale: ajajajajajajajajjajjajajajaja que bien que te gusto el capitulo! Es verdad, Jessica aquí es buena y muy buena amiga, y no le hace nada de mal tener a Bella una amiga carretera xD, ahora…lo de jamás volver a tomar ¿Quién no lo ha dicho? Yo ciento de veces, y nunca lo cumplo jajajaajjaaj y Bella, ella, no tiene resistencia para tomar, asi que cuek! Esperoq ue te haya gustado este nuevo capitulo desaparecida y que los demás no te quiten las ganas de leer el fic xD Katacullen: jkakakakaka kat ano me sorprende que me pidas lemmon pequeña lectora pervetida jajajaja espero que te guste el capi que sigue entonces, porque ahí si que hay lemmon! Jajajaj bueno, espeo que andes bien y gracias por leer. Patii: que bien que te gusto! Muchas gracias por leer. camila Vivanco: que bien que te gusto el primer capitulo! Wiiiii bueno, sip, - 20 -

jessica aquí es buena, a mi me cansa ponerla de pesada o algo asi, por eso la puse en el capi de los condones para que se relacionaran mas con ella xD aquí es simpatica y buena onda, asi que veremos como sigue. Que bien que te ha gustado el fic ^^ gracias por ller. Flovato: bueno, espero que te guste este capitulo y muchas gracias por leer. Noelia: bueno, claramente Alice no es familiar de Carlisle, veremos si Edward lo es, muchas gracias por leer! Nancyta: aayy que bien que te gusto el capitulo! Ojos rojos babaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jajajaja espero que estes bien y gracias por leer. luna reyna: jajajajaj es quien tu crees pero, estos ojos rojos, no son nada buenos 1313 jajajaj ok, espero que te guste el capitulo que sigue y gracias por leer! Valeee: jajaja estas en lo correcto vale! Jajajaj es mas intensa que todas las anteriores que he hecho jajajaja que nervios! Bueno, espero que te guste el capitulo y muchas gracias por leer! diana Alvarado: ¿Qué eso de poner en trauma? No quiero ser la encargada de pagarles terapia a todas jajaja bueno, espero que te guste este capitulo y gracias por leer ^^ bellaswancullen: uufff…claramente nos quedo claro que es pevertido y sexy babaaaaaaa jajaja bueno, espero que te haya gustado este capitulo y muchas gracias por leer! Vivi: que asquito, pero el tipo de ojos rojos se estaba alimentando 1313 jjajaja bueno, espero que te guste este nuevo capitulo y gracias por leer! Alejandra: jajajajajajajajjajajj es verdad, bella se mete en problemas porque hace cosas que no debería jaaj y si, probablemente si me pasa lo mismo, me daría un ataque y muero ajjaja ok, gracias por leer, espero que estes super! Celi: jajajajajajajajaj que cool que te sientas poderosa posteando aquí jajajajajajajaja y uuuff mas que atrevido el dueño de esos ojos rojos, es peligroso 1313 jajaja ok, espero que te guste el siguiente capitulo y gracias por leer. Lara: jajajajaj que bien que te dio miedo! es la idea! Wiiiii y tendras que leer para saber quien ese el dueño de esos ojos 1313 aunque he puesto miles de fotos en mi facebook xDDD - 21 -

Verito: Wiii que bien que te gusto el capitulo! Sip, fotolog ya murió u.u pero es una etapa ya superada wiiiii espero que estes bien y muchas gracias por leer. JuLy: aaayy que bien que te gusto el capitulo, espero que te siga gustando el fic! ^^ gracias por leer!. Belu: aaayy no digas eso de que me mareaste en facebook, para nada, yo respondo todas las dudas, asi luego me comentan, leen en el orden que deben jajaja y etc jaja asi que no te preocupes. Que bien que te gusto el capitulo y muchas gracias por leer! iloveedward250790: arantza, donde pusiste iloveedward020790 debes poner, arantza, tu Nick ^^ asi mejor, ok, Dios santo como me he reido con tu comentario, tanto1313 1414 me mato el 6969 jajajajajaja que lata lo que te paso con el corte de luz, y sin sueño, me ha pasado y es una lata! Jajaja ok, espero que te guste este nuevo capitulo y gracias por leer.

CHAN CHAN CHA o.O QUE MIEDITO, POBRE BELLA, ADELANTO QUE EL PROXIMO CAPI...NO SÉ ES UN POQUITIN LEMMONERO CASI CONTRA LA VOLUNTAD DE UN PERSONAJE, ASI QUE SI NO SOPORTAN ESE ESTILO DE COSAS, QUE A MI PARECER TAMPOCO ESTA MUY FUERTE, HE LEIDO PEORES, ASI QUE NO SÉ, DEJO LA ADVERTENCIA. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO ESTE CAPITULO. MUCHAS GRACIAS POR DARSE EL TIEMPO DE LEER Y COMENTAR ^^

- 22 -

Chapter 3 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creación.

Capitulo 3 Abrí mis ojos y la luz que se colaba por la ventana de mi habitación me molestó, entraba directamente a mis ojos. Me dolía la cabeza y todo mi cuerpo se sentía como si tuviera una gran resaca, siendo que no había bebido ni una sola gota de alcohol. Moví un poco mis piernas y mis caderas sufrieron bastante con ese movimiento, ya que fue como si me hubiera golpeado toda la noche. Levanté la sabana y me vi completamente desnuda, al verme en ese estado todo volvió a mi memoria. "— ¡No! –Dije tratando de zafarme de sus manos, pero era imposible, este monstruo era mucho más fuerte que yo –por favor…aléjate –tomé su muñeca que sujetaba mi cuello, pero no pude hacer nada, me seguía presionando contra la puerta y sus ojos rojos me miraba sin pestañar — ¡me duele! –grité más fuerte, por si algún vecino me escuchaba, pero era caso perdido, la persona más cerca que tenía vivía en el piso de abajo. —Silencio –su voz era ronca y me asustó a tal extremo que le obedecí. Su agarre se suavizo un poco, pero no me soltaba. Comencé a temblar cuando sentí que su otra mano llegó a mi cadera, al costado izquierdo, tocando mi piel de una forma poco apropiada. Su tacto era demasiado frio contra la temperatura de mi piel. Su mano comenzó a perderse bajo mi camiseta de los "Chicago Bulls" — ¡Para por favor no! ¡Para, para! ¡Debajo del sofá hay dinero!...esta todo, no hay joyas ¡para! –sentí como su mano pasó por alrededor de uno de mis pecho. Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas. —No necesito dinero –dijo ahora más cerca de mi oído –te necesito a ti –pasó su nariz por mi cuello, haciendo que temblara aun más. - 23 -

—Para…por favor. —Sht –dijo haciéndome callar –luego estarás llorando y ni siquiera va a hacer de dolor niña –comencé a sollozar en silencio –ahora déjame ver como estas… —no suavizaba el agarre sobre mi cuello y yo no podía dejar de mirarle sus terroríficos ojos. Su mano comenzó a recorrer mi pecho, de tal forma que pareciera que lo tuviera permitido. No podía parar de llorar y todo empeoró cuando atrapó con sus dedos mi pezón y comenzó a presionarlo. —No… —dije con un grito ahogado, pero pude sentir como se reía, era una risa ronca, malvada. Comenzó a levantar la camiseta por completo, quedando expuesta ante él. Inesperadamente sentí como algo húmedo envolvía mi pecho, tirando con sus dientes aquel pezón que había sensibilizado con sus dedos — ¡No! –le grité tratando de luchar. Comencé a tratar de pensar en salir de su agarre, pero mi corazón no me dejaba, el maldito estaba haciendo que mi cuerpo reaccionara a lo que estaba haciendo sin poder manejarlo. No podía escapar de él hasta que llegó una idea a mi cabeza y flexioné mi pierna izquierda con todas mis fuerzas. Saqué de él un gruñido profundo de dolor cuando le di en su entrepierna. Soltó mi cuello y se apoyó en la puerta. Corrí hacia mi habitación ¡odiaba que esta no tuviera puerta! Mi departamento era de una sala, gigante, solo había una habitación donde estaba el baño y la otra donde estaba mi armario. Tomé mi teléfono que estaba en mi mesa de noche, pero al marcar el número de emergencias, sentí como alguien lo tomaba y lo arrojaba al piso. Ese monstruo me tomó del brazo y me arrojó a la cama, de verdad pensé que me iba a sacar el brazo. — ¡No! –Grité haciendo temblar mi garganta –basta….no te he hecho nada. —Has hecho y bastante –dijo de pie a un lado de la cama mientras yo me alejaba de él, quedando en una esquina de esta, con mis piernas flexionadas –esa maldita - 24 -

sangre que llevas… —escuche como gruñía y cerraba los ojos –no la pienso perder de nuevo…eres exquisita. — ¡Dios! ¿Qué eres? –no podía ver nada ahora, sus ojos eran mi guía, pero ahora que los tenia cerrados, no podía saber donde se encontraba. — ¿Qué crees que soy? –mire a mi lado asustada al sentir su voz en un susurro, por mi izquierda. — ¡Vete! –dije asustada. —Hoy... serás mía y te marcaré como tal para que nadie se atreva a tocarte –pude sentir la presión sobre la cama, se estaba subiendo. Me puse de pie antes de que fuera tarde, pero antes de salir de la cama, él tomo mi pie y me acercó, quedando sentado sobre mí, pero no apoyaba todo su cuerpo sobre el mío. Pude sentir que tenía su torso desnudo. —Para…por favor… —él gruño. —No llores, así no es entretenido –comencé a golpearlo contra su pecho, pero era inútil, su piel se sentía como de piedra — ¡he dicho que basta! –Rugió enfadado, pero no me calle, todo lo contrario, era mi virginidad y dignidad la que estaban en juego, así que comencé a gritar con todas mis fuerzas –te callarás por las buenas o por las malas –dijo llevando su mano a las mías, tomándolas y dejándolas sobre mi cabeza. —No lo hagas, por favor…no me ha… —no pude terminar lo que estaba diciendo porque sin previo aviso este monstruo plantó sus labios sobre los míos, haciéndome callar. Me quede inmóvil, era tan frio comparado conmigo y el clima no ayudaba nada, ahora parecía como si fuera un tempano de hielo. Sin embargo al sucedió en ese preciso segundo cuando comenzó a mover sus labios contra los míos, mi corazón empezó a latir rápidamente, a tal punto que sentí que mi cabeza comenzaba a girar despacio en la oscuridad que me rodeaba. –No… —dije ahora a penas en un susurro. Mi corazón dio un vuelco al sentir su lengua pasar por mi labio inferior al mismo tiempo que su mano libre se metía por debajo de mi camiseta de nuevo…yo no podía hacer nada, me quede quieta, sintiendo como él solo con ese beso se iba robando toda mi voluntad ¿Qué tipo de demonio era este desconocido? - 25 -

Comenzó a recorrer mi boca con su lengua, en un momento gruñó, supuse que esperaba una respuesta, pero me estaba robando todas las energías con sus labios. Presionó más su boca contra la mía y soltó mis manos, las cuales deje ahí, en el mismo lugar. No podía creer lo que estaba haciendo, de la forma que me estaba comportando ¿mis manos liberadas y no era capaz de golpear a este ser? Sus dientes se apoderaron de mi labio inferior y lo tironearon levemente para después volver a presionar contra ellos. —Isabella –gruñó contra mis labios, pero aun seguía en estado de shock, concentrándome solamente en sus labios, estaba logrando que mi sangre comenzara a hervir, jamás había sentido algo así. ¡Me estaba volviendo loca! ¡Era un loco en mi habitación tratando de violarme! Me besó más bruscamente y recién ahí comencé a mover mis labios lentamente, sintiéndome horrible por estar respondiéndole a este ser asqueroso. Ambas de sus manos se fueron a mi camiseta y la comenzaron a subir. Con mis brazos levantados no hubo problema para que la camiseta desapareciera, solo quería volver a sentir esos labios nuevamente. –Así me gusta –dijo contra mi boca mientras sus manos ahora se apoderaban de mis pechos, masajeando cada uno a su antojo, no podía creer que él estuviera provocando aquello en mi ¡un maldito desconocido!...ni siquiera algún novio que tuve antes provocaba esto, aunque tampoco habían llegado a este nivel. Mis pensamientos desaparecieron cuando sentí que se alejaba de mis labios para pasar su nariz por mi cuello, parecía que ¿me olía? —Solo un poco más… —dijo más para sí mismo que para mí y segundo después rodeo mi pecho izquierdo con su boca, haciendo que saliera un gemido más fuerte de lo que pensé y automáticamente mis manos se fueron a su cabeza y en vez de alejarlo como debería, hice todo lo contrario, lo acerque más a mi. Estuvo varios minutos haciendo que muchos gemidos salieran de mis labios, porque su boca estaba ahí, ni siquiera quería pensar en lo que estaba haciendo o me volvería loca. Sus manos fueron a mis pantaletas blancas y las comenzó a bajar, mientras ahora estaba devorando mi cuello. —No… —dije entrando en razón gracias a sus frías manos en mi piel. - 26 -

—Sht…no digas nada, ya todo va bien –su voz no me daba confianza ¡odiaba la gente que no me daba confianza!...además esa maldita voz la había escuchado antes o era un poco parecida ¡pero no tenía idea de quien se trataba! —Yo nunca… —lo tomé del brazo e hice que me mirara, sus ojos rojos, tan profundos hicieron que me diera escalofríos. —Lo sé…yo me encargaré de ello –dijo muy pagado de si mismo, pero no pude decir nada porque sus labios volvieron a unirse a los míos, borrando todo rastro de juicio en mi cerebro. Su mano comenzó a pasar por nuestros cuerpos, hasta que llego a mi entrepierna, haciendo que mi cuerpo temblara. —Para… —dije indecisa, no podía dejar que él me hiciera esto, no así, jamás pensé que mi primera vez seria con alguien que no sabría su nombre y que me forzaría a estar en esta situación. —Cállate de una vez y no pienses… —eso fue una orden, ¡Dios!…era tan desagradable, pero no pude dejar de obedecerlo, porque mi cabeza solo pensó en como el jugaba con mi clítoris ¡Maldición! ¡Me estaba dejando llevar por lo que provocaba en mí! —Ya basta –dije sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas, pero en vez de parar introdujo un dedo haciendo que gritara, empezó a moverlo en mi interior hasta que unos minutos después introdujo otro, provocando que finalmente mis caderas fueran a su encuentro. —No quieres que pare ahora ¿Ah? –dijo contra mi oído, succionando el lóbulo de este. No dijo nada más, pero no pude controlar mis lágrimas, esto estaba mal y me iba a arrepentir. —Te dije que así no es entretenido –dijo ahora mirándome, mientras yo seguía gimiendo y dejando que mis lagrimas escaparan. Pude ver como él rodaba los ojos y después besaba mis mejillas, secando todas mis lágrimas. Volvió a hipnotizarme con sus besos hasta que tuvo que callar mi grito cuando pude sentir como mis músculos se tensaban, atrapando los dedos de este monstruo y sintiendo como mi cuerpo entero temblaba bajo sus caricias. Pude escuchar cómo se rio suavemente. - 27 -

Esto se sintió magnifico, mi cuerpo entero se había estremecido producto de lo que este sujeto estaba haciendo. Mi respiración estaba pesada y repentinamente tenia deseos de dormir. –Muy bien…todavía no terminamos –dijo contra mi oído de nuevo. Se alejo de mí un segundo y luego escuche como caían sus pantalones a algún lugar. Me sentí más nerviosa y me trate de alejar, pero él tomo mi pierna y me dejó donde estaba. Cerré mis ojos al sentir como él separaba mis piernas y se ubicaba entre ellas a pesar que trate de que se mantuvieran juntas. Sus manos ahora estaban sujetando mi cadera para que no me moviera. Sentí como se comenzó a acercar, iba a perder mi corazón por el miedo, no podía creer que iba a perder mi virginidad con este ser. La punta de su pene acarició mi entrada y no pude controlar el gemido que salió de mis labios. Ya no había vuelta atrás, estaba perdida y había sido culpable de esto ¿Cómo caí ante el deseo? ¿En qué me había convertido? —No lo hagas tan… —Silencio… ¡Demonios!, eres la peor persona para hacer callar, estoy tratando de concentrarme para poder soportar esto ¡silencio!... relájate – ¿relajarme? No pude pensar en nada más, ya que sin más, en ese momento comenzó a entrar, sentía una incomodidad increíble, era raro; siguió avanzando con cuidado, escuche como él se quejo. —Eres demasiado… estrecha –dijo con dificultad. Trate de relajarme para que esto no me doliera más de lo que ya hacia, pero lo sentía completamente, era tan grande o yo no me estaba relajando. Segundo después choco contra esa membrana que indicaba que todo esto era nuevo para mí y de un solo movimiento traspasó mi virginidad y dolió ¡como estar en mil infiernos! — ¡Ahhh! –grite a todo pulmón. —Sht…va a pasar, silencio –tensé mi mandíbula para controlar el dolor, pero era demasiado. Él se apoyo en mi hombro, esperando a que me acostumbrara, yo solo me apoyaba - 28 -

con mis manos en la sabana, enrollándola para tratar de calmarme. Se movió un poco pero me dolió, me queje y él no se movió de nuevo. –Demonios…me falto prepararte más, aunque… –miré hacia un lado, no quería ver sus ojos, pero después sentí como ahora se movía y sus labios llegaron a mi pecho de nuevo, haciendo que mi cabeza comenzara a girar otra vez, pero no era tanto como sus labios contra los míos. Sabía lo que él estaba haciendo, así que decidí que si esto terminaba antes, seria mejor. Tomé su rostro y lo lleve al mío, para apoderarme con los ojos cerrados de sus labios, él se quedó inmóvil por bastantes segundos, hasta que tomó mi cuello y me acercó más a él. Sus labios se movían de tal forma, que pareciera que por eso ahora él comenzó a moverse en mi interior, entró por completo, ya que aun no lo había hecho. Cada una de sus embestidas eran bastante profundas, pero me fui acostumbrado, hasta que segundo después me vi moviendo mis caderas para que pudiera ir mas profundo y con eso sus arremetidas comenzaron a ir más fuertes y más profundas. Mi cuerpo de inmediato fue respondiendo al suyo y mis piernas rodearon su cadera, atrayéndolo. Podía escuchar sus quejidos contra mi oído, haciendo que me volviera loca. ¡Dios! estaba enferma. —Más… —no pude evitar decir eso, me estaba sintiendo asquerosa, pero no lo podía evitar, el placer era demasiado y me estaba tomando de improvisto, jamás había sentido algo así. Él comenzó a moverse más rápido, más rápido, más rápido, solo podía estar concentrada en como entraba y salía, hasta que mi vientre se comenzó a calentar de tal forma que pensé que me estaba quemando, hasta que el latido de mi corazón llegó a mi cabeza, hasta que mi respiración no era capaz de mantenerme tranquila y finalmente sentí como mi orgasmo comenzaba a arrasar con todo mi cuerpo. Sin embargo en ese mismo momento, este… monstruo, llevó sus dientes a mi cuello y traspaso la piel en una mordida fatal, haciendo que mi corazón palpitara más fuerte y haciendo que mi cabeza se perdiera cuando un segundo orgasmo llegó a mi cuerpo, mientras él bebía de mi sangre, dejándome en claro lo que era… un vampiro… ¡un maldito vampiro era lo que tenia sobre mi en este momento! Trate de llevar mis manos a su pecho para alejarlo, pero mis brazos estaban tan - 29 -

pesados y esa sensación tan placentera seguía recorriendo mi cuerpo. —No… me mates –susurre a penas, pero el seguía bebiendo, hasta que mis ojos se cerraron por completo y solo pude escuchar un susurro de su parte. —Oh…no… —dijo cuando se separo de mi –ahora tu serás solo mía" Mis ojos se llenaron de lágrimas y me cubrí con la sabana. Sin embargo al tomar mi cuello y recordar lo que el vampiro me había hecho corrí al baño para ver cómo me encontraba. Pude ver que estaba mi cuello de un color morado, caí en un llanto histérico por recordar todo lo que había pasado anoche. ¿Cómo diablos había accedido a eso? ¡¿Que demonios iba a hacer ahora?...¿Eso fue real? ¿Que era él?...Dios… esto tuvo que ser un sueño muy real, nada más ¡diablos! Eso era imposible, tenía mi cuello morado en una parte y además… ¡desperté desnuda! ¿Iba a volver esta noche? Dios, ¿de verdad era un vam…? ¿Vampiro? Corrí a la puerta y le puse seguro, al igual que me aseguré que todas las ventanas estuvieran cerradas y con seguro. Ese ser no iba a volver a entrar a mi casa…aunque pensándolo bien, estos seguros no me iban a respaldar ¿Cómo entró anoche? Llamé a Alice y Jessica, pidiéndole si me podía ir a dormir con ellas hoy, pero ambas tenían planes para esta noche. Me preguntaron si seguía teniendo visiones ridículas sobre ojos rojos y casi comencé a llorar ahí mismo, tuve que concentrarme para no hacerlo. ¿Qué iba hacer ahora? Me cubrí con las sabanas y me ubique en posición fetal, no quería que ese monstruo me volviera a tocar y menos sentir sus colmillos en mi piel. Me quedé horas pensando en lo que había sucedido, mientras mis lágrimas seguían cayendo. Desperté de ese estado cuando note que comenzaba a oscurecer, mis manos empezaron a temblar, no quería que llegara la noche, ya no me sentía segura en mi propia casa. El sonido del timbre me despertó del estado en cual me encontraba. Tragué saliva nerviosa, no creo que sea él, es imposible, no se atrevería a tocar el timbre. Me puse mi bata y fui a la puerta, abrí de inmediato al notar quien era. — ¡Alice! –dije abrazándola, ella se quedo helada y de a poco fue abrazándome. - 30 -

— ¿Bella, estas bien? –Negué, no podría decirle lo que paso, pero no le escondería que estaba pésimo — ¡¿Qué paso?¡¿Por qué lloras? —No lo sé –dije ahora separándome de ella –estoy sensible… —ella me quedó mirando raro. —Ese llanto es del tipo desesperado. —No lo sé, de verdad… tuve un sueño raro, donde todos morían y acabo de despertar… —ella enarcó una ceja. — ¿Miraste alguna película? –asentí. —2012 –ella rodo los ojos — ¿Qué haces aquí? –dije ahora secando mis lagrimas. —Vine a buscarte, Jasper tuvo que hacer algo del trabajo…ve a bañarte –marque una sonrisa de oreja a oreja y corrí al baño, tome algo de ropa y me metí a la ducha. ¡Esto era un milagro!... así podría pasar la noche tranquila, ahora buscaría un nuevo lugar para alquilar, no podía seguir en este departamento nunca más. Salí de la ducha con el cabello mojado y completamente desastroso. — ¿No te puedes arreglar un poco más? –mire hacia afuera por la ventana, ya estaba de noche. Mire a Alice y negué. No iba a perder tiempo en ese estilo de cosas, de todas formas mañana no tenía que trabajar, lo que me podría servir para buscar un nuevo departamento y para escapar de este lugar más rápido. —Vamos –tomé mi bolso con mis cosas que mi linda amiga Alice había preparado y salimos del departamento. Cerré con llave y salí feliz de irme con Alice. Cada una se fue en su auto hasta la casa de Alice, vivía como a una hora de mi edificio. Todo el camino lo pase con los nervios a flor de piel pensando que ese monstruo podía volver a atacarme en cualquiera momento, pero no pasó nada. Sonreí triunfante al darme cuenta que tanto Alice como yo, estábamos sanas y salvas. Entramos a su casa, Alice no tenía departamento, decía que odiaba que no hubiera un jardín y que le pareciera como si fueran ratoneras. - 31 -

—Ahora dime ¿Qué soñaste que quedaste tan mal, Bella? –estábamos sentadas en el sofá, comiendo de un gran pote de helado. Recién cuando lo vi me di cuenta que no había comido nada y mi estomago pidió por algo de alimento. —Nada importante, creo que ando más sensible de lo normal –ella me quedó mirando sin decir nada por unos segundos, hasta que por fin la bruja de Alice tuvo que salir a la luz. —Esta distinta Bella –me seguía mirando, como si así pudiera descubrir lo que de verdad había pasado. ¿Es que acaso tener sexo te cambiaba la expresión de la cara? —No, estoy como siempre, quizás es porque ando mas desaliñada de lo normal –sonreí para despistarla. —No, no es eso, estas rara, cambiada –rodeé los ojos para quitarle importancia. —No es nada Alice, te estas volviendo loca, creo que seguirás con tu titulo –ella sonrió. — ¿Tienes hambre? –asentí, mi estomago me estaba exigiendo algo de comida. —Muy bien ¿te parece si hoy nos portamos mal y pedimos una pizza? –sonreí ampliamente ante su gran idea. —Feliz –dije finalmente. La noche con Alice se pasó rapidísima para mi sorpresa, conversamos lo de siempre, Jessica nos había contado hace poco que tenía ganas de casarse pero el despistado de Mike no entendía sus indirectas. También sacamos el tema de que no vemos hace siglos a Rosalie y Emmett, esos dos eran solo trabajar, hace un año que se habían ido a vivir juntos y hace dos años que tenían un pub juntos, cada visita que les hacíamos, tenían miles de planes que contarnos sobre como harían surgir más su pub, siendo que era uno de los más nombrados de Chicago. —Creo que es hora de dormir ¿lo harás conmigo o iras a la habitación de huéspedes? –negué. —Contigo, además hace frio –mentí. Alice sonrió como siempre. Fui al baño para lavar mis dientes y ponerme mi pijama. Alice había sacado mi - 32 -

pijama de verdad, ese de la camiseta de los "Chicago Bulls" era mi preferida porque era cómoda, jamás la volvería a usar. Ahora tenía mi short y camiseta con tiras, color azul, de seda, era lindo, me lo había regalado Alice hace ya tiempo. —Bueno, que descanses Bella –dijo Alice girándose para quedar más cómoda en la cama. —Buenas noches Alice –me giré hacia el lado de la ventana y cerré los ojos para no ver a través de la cortina, ya me imaginaba que iba a aparecer una sombra gigante, gracias a Dios nunca fue así. Me comencé a mover inquieta en la cama, tenia calor, no sabía idea que hora era, pero al abrir mis ojos note que aun era de noche. —Bella…deja de moverte, si quieres ir al baño no seas floja y anda –dijo Alice soñolienta –algunas tenemos que ir a trabajar mañana –le hice caso a pesar que no tenia ganas de ir al baño, llegue a este y decidí ir a dar una vuelta a la cocina por un vaso de agua, quizás así se me quitaba el calor, me estaba incomodando, era raro. Prendí todas las luces mientras iba avanzando, no quería volver a andar en la oscuridad desde anoche hasta que estuviera enterrada metros bajo tierra. Entré a la cocina y saqué un vaso del mueble, lo llene de agua y me lo tomé de un trago. Me sentía rara, lleve mi mano a mi cuello y recién ahí me di cuenta que Alice no me había dicho nada sobre el color de este ¿habrá desaparecido? No lo creo, era demasiado notorio, pero Alice me hubiera dicho algo. Decidí ir al baño para poder ver mejor mi cuello. Apagué la luz de la cocina y me fui por la sala hasta apagar la luz de esta e ir al baño, pero al momento de hacerlo, un escalofrió recorrió mi columna y en un segundo sentí como unas manos se apoderaban de mis brazos y me plantaban en contra de la pared. —No grites o sino tu amiga pagará las consecuencias –dijo en mi oído, haciendo que mi respiración comenzara a aumentar su frecuencia por… ¿miedo? –Así que pensaste que podías escapar, aun sabiendo que ahora eres mía -¡Dios! …estaba perdida.

Noelia: jajaja bueno, ya veremos como es lo de la fiesta de mascaras y bueno, Edward malulo en la casa de Bella, pero ella no tiene idea que es el :S gracias por leer! - 33 -

Karen: jajaja ese es mi secreto cortar en una buena parte el capitulo jajajajaj espero que te guste el que sigue y muchas gracias por leer! Anita Facebook: no es tu idea, Edward es agresivo :S pero veremos como sigue jejej gracias por leer! Yoya: jaja que violenta! Jajaj bueno que bien que te gusto el segundo capitulo, Bella solo se dejo llevar por la sensualidad que da Edward babaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa veremos como sigue jejeje espero que estes bien y gracias por leer violenta! xD Nancyta: espero que te haya gustado este capi de advertencia, mira que se me hizo raro escribirlo, pero me encanto hacerlo jajajaja ok, espero que estes bien y gracias por leer. Katacullen: jajajajajja kata muero! Jajajajjajaj estoy segura que si Edward fuera gay, tu te encargarías de hacerlo volver al camino correcto jajajajaj y ya tus dudas se iran aclarando a medida que lees jejeje muchas gracias por leer!. Celi: jajaj si, vi shrek xD jaja ok, bella esta grandecita para tener sueños húmedos, pero no para su condición, como sabras ella era virgen, nanai, pero bueno, veremos como sigue. Gracias por leer! Flovato: hjaja este Edward es bruto, pero BRUTO! Pero aun asi, lo amo, babaaaaaaaa es tan sexy jajajaj ok, espero que te guste el siguiente capitulo y muchas gracias por leer. Verónica: Sip, este fic si que es diferente a lo que he hecho! Jajajaa espero que te guste, muchas gracias por leer. Cony: sip, este ed es para matarnos de un ataque, y sip, Edward en sus años malos, que han sido toda su vida 1313 jajajaja bueno, espero que estes bien y muchas gracias por leer. Vivi: jajajajaja a quien le molestaría ser secuestrada por Edward? Muero baba! Aayy que bien que te gusto el capi, muchas gracias por leer. Belu: jajajajajaj motivos de Edward? Ser un caprichoso, que todo lo que quiere lo tiene jajajajaj bueno, que bien que te gusto el capitulo. Mal que entres a clases :s a mi me queda un mes, pero aun asi seguire escribiendo ^^ muchas gracias por leer! Ana: lemmon? Claramente ahora tuvimos uno jajajajaj espero que te haya gustado - 34 -

^^ gracias por leer. Lizeth: bueno, nadie controla sus sueños y al parecer Edward llego a Bella jajajaj espero que te guste el capi que sigue y gracias por leer. dianaa alvaarado: jajajajajaja espero que sea un estrés bueno :P muchas gracias por leer!

*-* gracias por leer pequeñas mariposas

- 35 -

Chapter 4 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creación.

Capitulo 4 —No grites, ni corras ni nada por el estilo ¿has escuchado? –asentí. Soltó su agarre y no fui capaz de moverme, no quería verlo, no quería volver a ver esos ojos rojos jamás en mi vida –voltéate Isabella –negué, no quería verlo –he dicho que te voltees ¿o quieres que lo haga por ti? –trague saliva nerviosa. Su voz era tan demandante, me daba miedo. Me fui girando de a poco y me concentre en ver solo sus zapatos o donde deberían ir estos, no había mucha luz para diferenciar, solo la que entraba por la ventana de la sala y eso solo me permitía ver la sombra que tenía cerca. — ¿No dirás nada? –negué de nuevo, no quería tener nada que ver con este monstruo, si menos sabia lo que pasaba mejor me resguardaba en alguna parte de mi cerebro –Veo que esto será mas fácil de lo que pensé –tensé mi mordida al escucharlo. Comencé a pensar en otra cosa, en algún lugar, algo que me ayudara a escapar de aquí. –Veo que tu amiga Alice duerme a unos metros de nosotros, podríamos llamarla para que salga a jugar ¿no crees? —No te atrevas –dije tratando de controlar mi tono de voz. —Mmm… veo que has sacado el habla otra vez… —tomo mi brazo, lo que me hizo temblar –ven –no sé para que lo dijo, ya que me tironeo hasta sentarme en el sofá de la sala. —Suéltame… —me moví para que me dejara, pero lo único que hizo fue soltar mi mano y sentarse a mi lado. —Bien, tienes dudas… adelante, puedes preguntar, tienes el derecho por ser mía, aunque no responderé todo, ahora –dijo tomando mi mentón –quiero que me mires - 36 -

–me movió para que lo viera. No habían ojos rojos, suspire más tranquila, aquello me aterrorizaba. Supuse que han de ser negros porque solo veía una sombra, nada de su rostro. —Tus ojos… —dije para que entendiera a que me refería. —Eso es gracias a ti, al ser mi proveedora… tu sangre, que es bastante especial para mi, ha hecho que mis ojos se calmen, por lo menos más tiempo del que usualmente estoy acostumbrado. —Entonces ya no… –mis manos comenzaron a temblar — tienes que alimentarte de… — ¿De otro? Si puedo y lo haré o sino quedaras seca y eso ninguno de los dos lo desea ¿cierto? –Asentí sin entender mucho de lo que estaba hablando, esto era difícil de creer –serás mía y el viernes dejaremos eso claro para todos los de mi especie ¿sabes lo que soy? —Vam…Vampiro… —Así es, te ha tocado la suerte de ser mía, así que no dejaré que algún otro vampiro pueda hacerte algo. —La fiesta "Masquerade" –dije recordando lo de aquella invitación. Ahora veía porque me había llegado ese sobre, este "Vampiro" debía estar inmiscuido con gente importante. —Así es, te llagará algo el día viernes, recógelo con el guardia ¿tienen uno en ese horrible edificio?... deberemos cambiarte de lugar, debes estar más protegida y eso será en otro edificio, así que mejor no esperes nada –trague saliva. Me iba a cambiar de lugar antes del viernes y ni loca iría a esa fiesta. –No pienses que te puedes escapar de mi Isabella, te puedo encontrar donde estés, ahora que bebí de tu sangre me perteneces, ya te lo he dicho –me quedé helada ¿él podía leer mentes? –ahora… —su voz cambio de tono, convirtiéndose en una melodía aterciopelada que ahora susurraba en mi oído y provocaba escalofríos en mi cuerpo. Me puse de pie de inmediato, pero no me lo permitió. Tomó mi brazo e hizo que me sentara a su lado de nuevo, incluso más cerca de él. Cerré los ojos y comencé - 37 -

respirar asustada. —No lo hagas… por favor –sentí como se rio suavemente. — ¿Sabes?...eres la primera que me dice algo así, anoche no te negabas como para que actúes de esta manera –hice mis manos unos puños. Su mano comenzó a subir por mi rodilla lentamente hasta mi muslo. Lo detuve para que no siguiera subiendo –cuidado... no me caracterizo por ser un hombre paciente –"como si fueras humano" eso debí decirle –eres una hipócrita… anoche gritaste y al final no fue de miedo ¿o me equivoco? — ¿Quién eres? –dije asustada. Estaba segura que este ser me conocía. —Eso no lo sabrás… hasta dentro de un tiempo, hasta que pueda confiar en ti –tragué saliva ¿seria mucho tiempo? ¿Cuánto más tendría que soportar esto? — ¿Me vas a matar? –prefería eso a que me siguiera haciendo… bueno, lo que hacia. —No, ahora tengo otros planes para ti –dijo soltándose de mi mano y llevándola a mi cuello, haciendo que lo mirara otra vez. —No por favor, no me muerdas –se rio cerca de mi oído, era una risa suave y que me sorprendió al ser tan cautivadora. —Eso lo dejaremos para más adelante, con la mordida de ayer…me has dejado satisfecho y no quiero abusar de tu sangre, es sagrada para mí –se acercó después de decir eso y paso su nariz por mi cuello, oliendo. Negué tratando de escapar, pero él no me lo permitió. —Ahora necesito algo más de ti, aparte de tu sangre, realmente estas hecha para mis necesidades… —pasó sus labios por mi oreja haciendo que cerrara mis ojos. — ¿Qué tienen tus labios? –se separó riendo. —Eso ha sido una sorpresa…eres la única que responde a ese nivel con mis labios, claramente lo usaste para tu favor anoche –volvió a llevar sus labios a mi oreja, atrapando el lóbulo de esta suavemente, incitándome a caer en él otra vez, lo tironeo con sus dientes, haciendo que mi corazón se acelerara, pero no podía permitir que esto volviera a suceder. - 38 -

Me puse de pie rápidamente y corrí hacia donde Alice, sería una maldita egoísta pero por lo menos seriamos dos para gritar, sin embargo era demasiado lenta para el vampiro. Choque contra la pared, siendo atrapada por su cuerpo. Apoyé mi rostro en el frío muro y me traté de mover, pero no fue muy buena idea, ya que sentí su erección en mi espalda baja. —No… —dije a penas. Aquel ser tomo mis manos y la puso a mis lados, al nivel de mi cabeza. Era tan helado su tacto que me daban escalofríos. — ¿Sabes que cuando tratas de escapar me lo pones más duro? –Apoyó su rostro en mi hombro –sabes que también quieres esto. — ¡Cállate maldito asqueroso! –dije con un tono de voz más alto en comparación al que había utilizado en todo este tiempo. —Isabella… te recomiendo que te mantengas en silencio, no queremos que tu amiga aparezca con el cuello torcido en los conteiner de basura ¿cierto? –al decir aquello soltó mis manos, las cuales quedaron contra la pared y él comenzó a acariciarme por los costados, a penas rozando sus dedos sobre mi pijama, haciendo que mi corazón latiera más fuerte y sinceramente, no tenia idea el motivo de que mi corazón estuviera desbocado, si era por el miedo que le tenia o si era por el placer que él provocaba en mi cuerpo –eso, tranquila… te gustará –dijo en mi oído nuevamente. Sus manos volvieron a subir y tomo mi camiseta azul, de la parte inferior y comenzó a subirla, pasando lentamente sus manos por mi abdomen. Llevé mis manos a las suyas para detenerlo. –Isabella… —dijo advirtiéndome de que sacara mis manos –compórtate –bajé mis manos despacio y él siguió subiendo mi pijama hasta que lo paso por mi cabeza y lo tiró a algún lado. Volví a sentir su piel contra la mía, subiendo desde mi vientre hasta llegar a rodear ambos pechos, pasando tentadoramente sus dedos por mis pezones, pero en ningún momento era capaz de tocarlos, estaba jugando. No pude evitar apoyar mi cabeza en su hombro ya que por sus "caricias" estaba provocando que mis piernas se debilitaran. –Eso…. –dijo para luego tomar con sus dedos, índice y pulgar mis pezones y tirar de ellos, un grito salió de mis labios, pero él me calló uniendo sus labios a los míos….era un vil monstruo, pero sus labios, no tenia idea que tenían porque hacían - 39 -

que me humedeciera solo al momento de tocarlos. Me odie al momento que me di cuenta que me estaba empinando y girando más mi rostro para alcanzar sus labios y todo empero cuando sentí sus sonrisa contra mi boca. —Te odio –dije frustrada, alejándome solo unos milímetros de sus labios, sintiendo como cada vez mi corazón comenzaba a aumentar sus latidos por minuto al sentir el movimiento de sus manos sobre mis pechos. —Lo sé –su voz fue ronca y como siempre con ese toque de seducción, sabia que yo no podía hacer nada… no sabía que poder estaba ejerciendo sobre mí, pero estaba logrando atraparme. Él se sentía poderoso y lo demostraba en cada toque que sentía en mi piel, quemaba, como si solo él fuera capaz de que mi cuerpo comenzara a arder. Este era el mismísimo demonio tocándome, iba a ir al infierno por no ser capaz de luchar contra lo que causaba en mí. –Pero en estos momentos –dijo volviendo a besarme, apoderándose de mi labio inferior y tirando de el –a nadie le importa que me odies–esta vez me beso con mas pasión, de una forma deliciosa, dejándome sin aliento –apóyate en la pared y no seas rebelde –cerré los ojos, no podía creer lo que estaba haciendo, estaba aceptando que este infeliz hiciera o deshiciera conmigo a su verdadero antojo. Ahogué un suspiro al sentir sus manos en mi short. —Te queda bien el azul –dijo comenzando a bajar la prenda de a poco, cada movimiento que hacia era lento, cautivándome en cada oportunidad que le diera. Terminó sacando los short y no sé donde terminaron estos, pero mis piernas se volvieron a debilitar cuando sus manos comenzaron a subir hasta llegar a mi cadera, llevándola hacia atrás y sobresaltándome al notar que podría sentir su miembro en mi trasero, a pesar de que él seguía con su pantalón. Cerré los ojos con fuerza y no pude evitar recordar como me sentí cuando lo tenia dentro de mí, un dolor inolvidable, pero como fue sobrellevado por el placer que produjo en casa segundo hasta que hizo que cada una de mis células explotaran excitadas ante sus movimientos. Su mano derecha se fue hacia mi centro, mientras que la otra se fue a mi rostro, - 40 -

para llevarlo a sus labios de nuevo, sabía que algo raro me pasaba con sus labios y se estaba aprovechando de eso. Me fue imposible poder seguir respondiendo a sus besos cuando sentí que su mano comenzaba a acariciar la zona más intima de mi cuerpo, moviéndose a un ritmo que me hacía pensar que en cualquier momento moriría de placer. —Isabella, quieta –dijo cuando sin darme cuenta estaba moviendo mi cadera hacia su mano, tratando de encontrar más fricción. No me agradó como me llamó, era como si fuera algún estilo de mascota para el. —Bella… —dije mientras seguía devorando mis labios y haciendo que mi cuerpo comenzara a sentirse débil ante este calor que sentía, ahora sabia que tipo de calor me había inundado cuando tuve que levantarme de la cama ¿él habría hecho eso? — ¿Qué? –dijo mordiendo mi labio inferior. —Llámame Bella, no me gusta mi nombre completo –dije poniendo mis pies en puntillas para besarlo. —Lo veremos luego –dijo para volver a besarme. Podía sentir su lengua enredarse con la mía, era extraño, antes había dado besos de este estilo, pero jamás había estado tan sincronizada con la otra persona; sintiendo como su lengua se separaba de la mía para pasar por mis labios, haciendo que solo deseara besarlo más, iba a terminar odiándome por no resistirme a él. Inesperadamente se separó un poco de mi y luego pude sentir como bajaba el cierre de su pantalón y lo dejaba caer. Me gire, nerviosa por lo que iba a suceder. —Isabella vuelve a tu posición –negué molesta, aun más por su tono. —No quiero así –tensé mi mandíbula, no quería que me lo hiciera en esta postura, me daba miedo. —Te he dicho que te gires –apreté mis puños, él no podía exigir todo. —Y yo he dicho que no quiero –en un segundo me vi de vuelta a mi posición y con su miembro en mi entrada. Me tenia sujeta de la cadera haciendo que mi cuerpo inclinando, acercando mi trasero hacia él. —Aquí no importa lo que tu digas o quieras –al decir eso entró en mi de una - 41 -

embestida, sacando un gemido bastante sonoro de mi parte –sigue así si quieres despertar a tu amiga, a mi no me molestaría tenerla a las dos –mordí mi labio inferior cuando se movió un poco. La noche anterior lo había sentido, era muy grande, pero ahora… ¡Dios! lo sentía aun más profundo que ayer. Sus manos se fundieron más en mi piel, eso dejaría marca. Me acercó hacia él sacando un gemido un poco más alto que el anterior. Dios, se estaba moviendo muy lento ¡estoy enferma! ¡No lo podía desear! Me moví hacia él, escuche como siseo suavemente ante mi movimiento y en adelante comenzó casi a salir por completo de mi cuerpo y volver a entrar con mayor fuerza –Isabella –dijo a penas, rodeándome con sus brazos, haciendo que me apoyara en su cuerpo, él estaba manejando el mío como quería. Tomó mi pecho izquierdo y comenzó a presionar mi pezón, mordí con fuerza mi labio para no gritar a lo que estaba sintiendo mientras él seguía haciendo aquello mientras sus embestidas no se detenían. Gire mi rostro y sus labios atraparon los míos, ahora tirando intensamente de mi labio inferior. —Más… —dije cuando sus movimientos no me eran suficiente. — ¿A que no querías? –dijo burlón. No le respondí. Apoyé una mano en la pared cuando sus movimientos aumentaron de frecuencia e intensidad. Tenia la necesidad de gritar lo que estaba sintiendo, pero no podía hacerlo, solo salían gemidos de mis labios, al igual que los de él. Luego de minutos donde parecía que cada vez llegaba a un nuevo punto en mi anatomía, pude sentir como estaba más cerca de mi liberación, como mi cuerpo completo se terminaba de incendiar, como mi vientre era el centro de todo el fuego que me envolvía. —Vamos…déjate llevar Bella –dijo contra mis labios, para apresarlos de nuevo. Al escuchar como decía aquello, más sentir el sabor de sus labios tan fríos, hizo que todo culminara con un orgasmo arrebatador, mi cuerpo completo tembló entre sus brazos. - 42 -

Busqué apoyarme en él nuevamente, mientras sus labios silenciaban mi grito. Segundo después pude sentir como él también encontraba su propia liberación. —Si –dijo saliéndose de mi cuerpo –he decidido que esto se tendrá que repetir siempre. Apoyé mi rostro en la pared porque aun me sentía completamente agotada. Sentí como él me tomaba del brazo y me hacia girar. —Tu pijama –dijo dejándolo en mis manos. Mire hacia donde debería estar sus ojos y estos estaban de color rojo. —Tus ojos… —dije sorprendida. Solo hace unos momentos los tenia negros. —Me has dado hambre, pero como ya ambos hemos tenido ese apreciado orgasmo, no me dan ganas de morderte, aunque realmente tu sangre es única para mi, pero debo mantener mi fuente de alimento, iré en busca de alguien en algún pub –dijo desapareciendo de mi vista. Solo sentí la brisa que dejó al moverse tan rápido que quede sin moverme por varios minutos, con mi pijama en las manos. Me metí en la cama al lado de Alice, quien dormía plácidamente. ¿Qué iba hacer ahora? Por lo visto era la mascota de algún vampiro ¿de verdad esperaba que me cambiará de hogar? Mi departamento lo fui llenando con bastante esfuerzo, no era cosa de dejarlo porque un psicópata, con el cual me estaba acostado, me decía que tenía que hacerlo… Dios, ni siquiera sabía su nombre. Eso no era posible, aunque hasta ahora, nada estaba en mis manos. Cansada cerré mis ojos, sin evitar traer a mi mente esos ojos rojos, me daban miedo. Al día siguiente me desperté más tarde, ni siquiera sentí cuando Alice se despertó. Solo encontré una nota que decía que desayunara y que nos veíamos mañana en el trabajo, esperaba que estuviera bien para entonces. Eso mismo pensé yo. Me fui a casa sin comer nada, allá tomaría un café o algo por el estilo. Subí los escalones utilizándolos para pensar en que iba hacer ahora con este vampiro, que ni siquiera sabia su nombre. ¿De verdad esperaba que me cambiara de casa? Eso era estúpido. - 43 -

Yo no era suya, no podía entender como me quedaba callada con una orden suya, aunque puede ser porque amenazaba con matarme o matar a Alice, pero aun así no debería agradarme cuando lo sentía tocándome o entrando en mi cuerpo, haciéndome suya, como si de verdad eso fuera cierto. Puse la llave en la puerta y al abrirla me quede en estado de shock. Mi departamento estaba repleto de personas, guardando algunas cosas en cajas y deshaciéndose de otras. — ¡¿Qué demonios pasa aquí? –grité desesperada. Todos se detuvieron y me quedaron mirando sorprendidos, hasta que de entre todos esos hombres gigantes, vestidos con los mismo jeans claros, las mismas camisetas color celeste con el nombre de una empresa en la espalda y una gorra azul marino, que también tenía el nombre "AST Global Removals", apareció una mujer, de estatura baja, se veía como una adolescente. Su cabello rubio estaba tomado en un moño que deduje que era para que se viera mayor, vestía de un traje de dos piezas color negro, su blusa blanca y sus tacos negros con un diseño al lado color blanco, hacían que se viera muy importante y más sus lentes negros, con una línea blanca en los lados. Llevaba una agenda de cuero negro, me mostraban que sin dudas, el negro y blanco eran sus colores favoritos. ¿Cómo podía tener humor en estos momentos? — ¿Qué mierda hacen aquí? –dije mirando a la pequeña rubia. Pude notar que sus ojos eran de un azul intenso. —Muy buenos días –dijo sonriendo –mi nombre es Jane Vulturi y soy la asistente de… —se tomó un minuto –de él –dijo finalmente. Me quedé helada ¿de verdad él había hecho esto? ¡Maldito bastardo! — ¡Bajen todo ahora! Son mis cosas y si no lo hacen llamaré a la policía –todo quedo en el suelo en un segundo. — ¡Arriba! –Dijo la pequeña— ¡Les estoy pagando! –dijo con una voz que llegaba a dar miedo, todos levantaron las cajas. Me miro y volvió a sonreír –lo siento, pero estamos recibiendo ordenes, el señor dijo que no íbamos a tener problemas y que si usted, Srta. Swan, decía algo, él iba a tener que ir a ver a su amiga Alice Brandon –me quedé helada al escucharla. - 44 -

La pequeña, que no tenia idea cuantos años tenía, me miro sonriendo, ella sabía todo lo que sus palabras involucraban, ya que hizo una mueca de incomodidad. —Lo siento, no hay nada que usted pueda hacer para evitar lo que ocurre… ahora –dijo tomando mi brazo y sacándome de ahí, mientras hizo una seña a los trabajadores para que siguieran en su trabajo –Usted debe ir a esta dirección –dijo entregándome un papel que estaba en su agenda —la esperan ahí, le tomarán las medidas y luego se ira aquí… aunque –dijo de nuevo sonriendo amablemente –no tiene que preocuparse, un auto la esta esperando abajo con su chofer, él es muy agradable, la llevará donde necesite ir ¿entendido?... –la quede mirando asustada –Srta. Swan… —Dime Bella por favor –me esta incomodando que me tratara así. —No puedo, son ordenes de él –rodee los ojos ¿Quién diablos era él? Tendría que verle la cara antes de cualquier cosa, ni siquiera sabia como era. Lo había tocado, lo había sentido, pero ni siquiera podría reconocerlo si pasaba por mi lado –Srta. Swan, le recomiendo que acate las ordenes del él, es bastante exigente y todo lo que dice, lo cumple –suspiré rendida, no permitiría que esto se saliera más de mis manos y dañara a Alice. —Está bien –ella sonrió. —Fue un gusto Srta. Swan –asentí, aun incomoda a como me llamaba. Dio media vuelta y se dirigió a mi departamento, cerrando la puerta. Baje escalón por escalón como si llevara una mochila de cien kilos en mi espalda, me sentía miserable, realmente ya no me sentía como Bella Swan, sino como una desconocida. Llegue al primer piso y salí de mi edificio, sin saber si volvería a entrar. Noté que mi auto no estaba en el lugar de siempre y en cambio se estaciono al frente mío un Jaguar XJ 2011 color negro… demonios, ese auto lo habíamos mirado con Jasper un día, habíamos quedado con la boca abierta por lo poderoso que lucía ese automóvil. La puerta se abrió y casi me dio un ataque al ver que salía alguien de ahí ¿podría ser que? — ¿Srta. Swan? –dijo un tipo alto, de tez morena, con ojos negros y cabello corto, era guapo. Me sonreía mostrando una hermosa hilera de dientes color blanco brillante, su - 45 -

sonrisa era reluciente y perfecta. Vestía con un traje negro, camisa blanca, corbata negra y una gorra del mismo color. Se acercó hasta quedar al frente mío, seguía con su sonrisa. —Mi nombre es Jacob Black y soy su chofer hasta que el jefe diga lo contrario –dijo estirando su mano hacia mi. La tome con desconfianza, pero luego de unos segundo pude notar que este chico por lo menos seria más agradable que Jane y aquel bastardo.

Lizetth: aayy bueno, adverti que el capi estaba un poco fuerte, asi que no me puedes decir nada ajajajajaja pero si, Edward esta malo aquí :S veremos como sigue. Muchas gracias por leer. Yoya: chiaaa paisana, jajaa Dios que te salió flaite eso de que Bella se quede pioola jajajajajajjaja mori! Bueno, no te creo que ese manga sea tan sano, me tinca que me mientes muajajajaa broma. Ok, Edward baba, malo pero es sexy sexy sensual (8) muchas gracias por leer!. Mila: Yo no entiendo que tiene Edward, puede ser un psicópata y aun asi lo amamos jajajaja gracias por leer! Katacullen: jajajajaja me encantaron las explicaciones de tus expresiones! Jajajajajaja bueno, que bien que te gusto el capitulo. Bella esta aprovechando todo lo que tu no DEBES a esta edad jajajaja ok, que bien que te gusto el capitulo, como siempre tus comentarios dentro de los mejores! Muchas gracias. Yoya: jajajajajaj no! La mordió, no se paso ninguna la pobre bella, ella es usualmente mordida por Edward u.u gracias por leer! Noelia: jajajaj bueno, creo que entregarse fácilmente o no, nunca ha estado en manos de Bella :S Edward es bastante poderoso y no solo me refiero a fuerza física. Bueno, espero que estes bien y gracias por leer. Vivi: jajajajajja creo que todas nos daríamos un tiro si ese no fuese Edward, pero pobre bella, ella no esta enamorada de el como nosotras jajaja asi que todo mal, sea o no Edward. Tamoenelsilencio: gracias por leer! luna reyna: jajajajajajajaj primero te gusta luego no y después quieres mas, - 46 -

Edward malo interpretaría mal tus reacciones jajajaja que bien que te gusto el capitulo y muchas gracias por leer! Ayame Chan: jajajajaj todas amamos a Edward psicópata! Muchas gracias por leer! Vyda: Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii bienvenida. Jajaja que bien que te gusto los capítulos, jajaja no es mi culpa tus duchas de agua fría jaja mori con eso :P Flovato: jajajaj que mala que eres jaja pobre Bella, lo pasara mal a veces por este sexy y malo Edward babaaaaaa gracias por leer! Valeee: jajajaja que descriptiva jajajajaj bueno que bien que te gusto, como dije este fic es muuyyyy diferente a los anteriores que he hecho ^^ muchas gracias por leer! bellaswan-edward: jajaj que eres loca! Jajaj pues, para nosotras no se nos pasaría la voz de Edward, la recordaríamos en todas partes, pero Bella nop jajajaajaj muchas gracias por leer! Y no dudes que este Edward malo seguirá con nosotras ^^ bea: Mmmm no creo que Edward sea muy tierno aquí que digamos jajaja bueno, espero que te gusten los siguientes capítulos y gracias por leer. Celi: oh mi gran lectora (notese: es un oh de sorpresa) jaja que bien que te gusto el capitulo. Edward es DESEABLE asi es la palabra jajaja mori jajajajajajajajajaj fotolos jajajajaja bueno, excelente que te haya gustado este Edward, es baba ¡espero que te guste el que sigue! Dbora: debora, debo decir que tu nivel de perversión bajo cien mil puntos, jajajajajajaj que bien que te gusto el capitulo y muchas gracias por leer! Marr: jajaja sip, este Edward tiene su lado, bastante oscuro, espero que te guste ¡gracias por leer! Dracullen: aay que bien que te gusto el fic, muchas gracias por leer! Vanne: aayy no digas eso, no se me puede morir una lectora! Jajaja que bien que te gusto el capi, gracias por leer! Cony: bueno, como habras notado, Bella no tiene marca alguna, no hay nada, Edward la muerde, le saca sangre y luego ya se va acostumbrando a que no se note :S su cuerpo se adapta. Muchas gracias por leer! - 47 -

Nancyta: jajajajaj nop, no esperes a un Edward un poco mas tierno, ese vampiro tiene el corazón congelado! Jejejeje ok, espero que estes bien y muchas gracias por leer!

¡CHAN CHAN CHAN! EDWARD ES TAAAAN SEXY JAJAJA PERO BUENO. JACOB, HA LLEGADO, CREO QUE EN ESTE FIC, JACOB ME CAE INCREIBLEMENTE BIEN JAJAJAJA ES TAN SIMPATICO Y FIEL A SU JEFE. BUENO, ESPERO QUE DEJEN MUCHOS COMENTARIOS, PARA QUE ASI LLEGUEN MAS LECTORAS, QUE AQUI UNO SE GUIA A LEER UN FIC POR LOS COMENTARIOS QUE LLEVA, PERO VAMOS BIEN, MIREN QUE CON 3 CAPIS YA TENIAMOS MAS DE 90 COMENTARIOS ^^ OK, ¡CHICAS! LAS QUE NO SABEN, ME HICE UNA CUENTA EN TWITTER (ME VOLVI ADICTA) Y MI SOY FICSILOVEDWARD ESPERO QUE ME SIGAN, YA QUE ES MAS FACIL PARA AVISARLES TODO, ADEMAS QUE ESTA CONECTADO POR FACE..EN FIN, ME FUI PARA OTRO LADO ¡SIGANME! ^^

Bien, como este fic esta siendo editado, debo decir que me sorprende leer mis notar de autor, pero que pendeja jajajajaja, espero que les este gustando pequeñas mariposas.

- 48 -

Chapter 5 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 5 Iba dentro de ese lujoso auto, con el chofer que no paraba de hablar, no se si lo hacia porque sabia que estaba muy nerviosa y muerta del miedo o porque de verdad le gustaba hablar. Me hablaba que tuvo una mañana difícil porque pensó que había arruinado el auto y que tendría que trabajar y ser un esclavo de por vida de su jefe. Tampoco estaba autorizado para decir su nombre, maldito cobarde, de seguro era alguien importante, no tenia idea quien podría ser un vampiro encubierto, pero tenia que tener cuidado en hablar, no sabia si Jacob tenia conocimiento de cómo era su jefe. -¿Cuántas chicas has visto con tu jefe, Jacob? –dije como que no quería la cosa. Deseaba saber si las mataba luego de un tiempo, para saber cuanto tiempo tenia de vida. -¿Cuántas chicas? –dijo riendo. Se giro a verme, me puse nerviosa porque podía chocar –yo pensé que era gay Srta. –dijo riendo aun mas. -Mira hacia adelante –dije nerviosa. El lo hizo -¿gay dices? –el asintió mirándome por el espejo retrovisor. -Si, jamás le habíamos visto novia, de verdad me sorprende que usted no este enterada de esto –el me quedo mirando, esperando una respuesta. -Bueno, esto con él ha sido algo repentino, realmente no tenia idea de sus planes, tendré que hablar con él –Jacob me quedo mirando como si tuviera dos cabezas. -Yo sabia que algún día el jefe seria dominado, al final todos lo somos, mujeres y su poder de brujas –dijo riendo. No pude evitar sonreír. Estuvimos conversando mas cosas, pero nada que involucrara a mi "dueño" ya que Jacob era muy fiel a su jefe. -Bien Srta. Hemos llegado, vecindario Loop, Avenida 935 North Michigan –mire - 49 -

por la ventana. Un gran edificio blanco, con hermosos diseños, donde llamaba la atención las ventanas, claramente exponía que estábamos al frente de la tienda Chanel. -¿Qué hacemos aquí Jacob? –dije confundida, esta tienda era carísima. -Bueno, yo no se mucho del tema, pero me dijeron que la trajera aquí y esperara hasta que terminara, debe ir adentro Srta. –abrí mi boca sin poder evitarlo ¿este infeliz estaba tratando de comprarme? ¿De que me convirtiera en su puta personal? -No Jacob, yo quiero ir a ver a tu jefe, vamos, por favor –el esquivo mi mirada y tomo aire, como si necesitara valor, para lo que iba a decir. -Me dijo que esto iba a suceder, dijo que solo le nombrara a Alice Brandon –hice mis manos un puño y grite apretando mi mandíbula -¡Srta. Isabella! ¿esta bien? -¡Llámame Bella diablos! –el me quedo mirando sorprendido. -Le recomiendo que entre, así lo ve mas pronto si desea tanto estar con él –le di una mirada envenenada mientras el se giraba y miraba al frente, tomando en cuenta mi advertencia que si volvía a repetir eso, lo mataba. Salí del auto y fui desastrosa como andaba hacia esa hermosa tienda exclusiva, donde todos vestían como si fueran a algún lugar importante. Al entrar una chica de cabello negro, muy corto y de contextura delgada me miro y sonrió, de inmediato me comenzó a decir todas las cosas que tenia mientras me llevaba a otros lugar de la tienda, donde me midió y donde me lleno de bolsas. No tenia idea para que tomaron mis medidas si tenían bolsas llenas con ropa y accesorios. -Esto le dejo su novio –no fue capaz de decirme el nombre y la chica se giro, desapareciendo, sin darme oportunidad de interrogarla un poco. Tome la nota y la rompí de inmediato después de leerla. "Siempre he querido que mis propiedades estén en buenas condiciones" Hijo de perra, eso era lo que este infeliz era. Salí de la tienda, junto con otras tres chicas, llenas de bolsas. Jacob se bajo del auto y vino corriendo a ayudarnos. Dejamos todo en el maletero, ellas y Jacob insistieron que no era el lugar mas apropiado, pero de todas formas no le iba a pasar nada a la ropa, estoy segura que este auto, tan lujoso, no permitiría tal cosa. Bien –dijo Jacob cuando miraba su reloj y las chicas se habían devuelto a la tienda, - 50 -

luego de despedirse amorosamente del chofer –son mas de las dos de la tarde –suspire. Pensar que había entrado ahí a las once y media. Esas chicas estaban locas, me dijeron que podía elegir todo lo que quisiera. Al bastardo le llegaría una linda cuenta de "Chanel" –así que es hora de ¡comer!...además usted, luce un tanto enferma, no le haría nada mal comer algo–claro, si no había comido nada hace sentía días, menos he dormido bien. Por lo menos me sentía como Jacob había dicho, enferma. -Muy bien… -dije asintiendo. -Ahí podre acompañarla, el jefe dice que jamás hay que comer solo –me sonrió alegre, mientras yo sonreía igual, pero ni siquiera era una sonrisa verdadera, esto estaba saliendo pésimo. Me fui mirando hacia afuera en todo momento, hasta que mi celular comenzó a sonar. Vi el numero y se me revolvió el estomago. -Hola Rose… -dije nerviosa. -¡¿Dónde mierda están tu y tus cosas Isabella Swan?...¡estoy al frente de tu puerta la cual esta abierta! ¡y sin nada!...no me digas que vendiste todo para largarte a Europa. -No –dije cansada. Mire a Jacob y el estaba mirando de reojo, decidí que mejor trataba de cortar esto rápidamente, no quería que esto llegara a oídos del infeliz y me amenazaran con otra amiga mas –Me tengo que ir en estos momentos, pero te llamo mas tarde… -Perra, ni se te ocurra…¿te estas acostando con alguien? ¿por eso no me puedes hablar? -¡Basta! –dije nerviosa. -Ooohh…por fin la santa virgen Bella ha visto lo que es bueno y no ha sido iluminada por el espíritu santo ¿es eso? -Ya, no sigas –dije histérica y casi gritándole al teléfono. -Esta bien, aun así no te salvaras de decirme donde demonios estas y con quien…eso es lo que mas estoy esperando. -De verdad, ahora no te puedo decir nada –mire desconfiada a Jacob –tuve que - 51 -

mudarme, tenia la opción y bueno…era sorpresa, pero la has arruinado –dije finalmente. -Bella, odio cuando me escondes información, de seguro tu mejor amiga Alice sabia ¿no? –dijo con voz de niña desagradable. -No, no sabia, y no seas celosa, es tu amiga igual. -Esta bien –dijo de mala gana. -Hablamos, adiós. -Adiós –corte y guarde mi celular en el bolso. -¿Problemas? –dijo Jacob mirándome por le espejo. Negué. -Nada de que preocuparse –seguí mirando hacia afuera, pensando en un millar de preguntas que estaban apareciendo en mi mente. ¿Podría volver a ver a mis amigas y amigos? ¿podría volver a trabajar? ¿Me iban a esconder en algún sótano? Jacob manejo por un tiempo bastante largo, más de una hora aproximadamente hasta que llegamos a "Pizzería Uno" bastante conocidas en el estado de Illions. -¿Comida? –dije mirando a Jacob. -Si, por fin comida…muero de hambre –Jacob salió del auto y antes de que pudiera yo misma abrir la puerta, el la abrió por mi –Srta. –dijo ofreciéndome su mano, la tome y Salí del auto. Corría un viento bastante helado, y eso que estábamos por entrar en primavera, el invierno se estaba tratando de quedar con todas las ganas. -Muy bien –dije suspirando. Si me habían llevado a Chanel a comprar, no me iba a negar a llenar mi estomago. Moría de hambre. Con Jacob no conversamos nada de importancia, nada que a mi me importara, me repitió mas de diez veces que no tenia permitido dar información sobre su jefe. -Yo era el chofer de el ¿sabe? Me dijo que me iba a dejar con usted, porque confiaba en mi, no voy a arruinar eso, la paga es buena –con eso me di cuenta que Jacob no seria un aliado, necesitaba conocer a mas personas, para ver si iba a recibir alguna ayuda. -¿Sabes si estaré prisionera? –el rodo los ojos. Me era inevitable seguir - 52 -

preguntando, el era el único con quien tenia contacto en este momento. -Srta. Bella, le diré que no puedo decir nada, pero… -dijo acercándose a mi –no dejaron sus cosas de trabajo tirados en la basura como el resto de sus cosas. -¡¿Botaron mis cosas? –grite. -¿Ve? Así no puedo decirle nada –dio un mordisco a su enorme pedazo de pizza mientras yo le copiaba y hacia lo mismo. Fue lo único que pude sacarle a Jacob hasta que luego de una hora tuvimos que volver a subirnos al lujoso auto, para seguir nuestro camino. -Ahora vamos a 3170 North Sheridan Road, Lincoln Park –dijo mirando por el espejo. Asentí y me concentre de nuevo en la ventana. Realmente él hombre que estaba detrás de esos ojos rojos, me estaba tratando de alejar de toda mi vida, por lo menos mi trabajo estaban en el distrito de Lincoln Park. Después de varios minutos Jacob estaciono el auto –hemos llegado –de a poco mi mirada fue subiendo a través de la ventana hasta poder visualizar el edificio que tenia al frente –el jefe es dueño de todo el ultimo piso, no me pregunte para que quiere tanto espacio, no tengo idea desde cuando lo compro, desde que trabajo con el, ha vivido aquí -mi boca se abrió al darme cuenta que estábamos en el Belmont House. -Yo no puedo vivir aquí… -dije pasmada. Esto era demasiado ridículo, este hombre era ridículamente millonario. -Lo siento Srta. Bella, pero deberá, sabe lo que pasa si se niega a todo esto –lo mire asustada. Jacob podía ser muy amable y simpático conmigo, pero el sabia de los malos pasos de su jefe y eso lo hacia tan mala persona como aquel infeliz, tenia que tener cuidado con Jacob. Asentí inquieta –espere ahí, no salga –salió del auto y se dirigió a un botones del edificio y le paso la llave. El botones asintió y Jacob volvió al auto para abrir la puerta y sacarme de este. Fue al maletero y saco todas las bolsas. Otro botones se acerco y lo ayudo negándome la posibilidad de ayudar a Jacob. -Venga por acá –dijo Jacob instándome a entrar. Lo seguí en silencio hasta que pasamos la puerta giratoria. Nunca antes había entrado a este lugar, era hermoso. Todo estaba en una ambiente dorado, unas hermosa lámparas de lagrimas de cristal colgaban en el techo, unos sofás Calipso, en forma circulares, esperando a que alguien descanse en su magnifica y suave tela –Srta. Bella –me gire molesta. -Deja de decirme así Jacob, dime Bella solamente –negó e hizo una seña para que lo siguiera. Camine con cuidado de no romper nada, pase un tanto nerviosa cuando - 53 -

las personas me miraban. Estaba desastrosa, como dije antes. -Bien –dijo Jacob deteniéndose al frente de un ascensor. Me hele y comencé a buscar la puerta de las escaleras. Me fui directo a la esquina derecha. -¡Eyyy! –dijo Jacob tomándome del brazo y deteniéndome -¿Dónde cree que va? -Yo no… –mire el ascensor y como el botones me quedaba mirando, extrañado –le temo a los ascensores, solo subo con personas que me dan confianza… -Yo soy de confianza, trabajo para el jefe –lo quede mirando como si fuera el hombre mas estúpido del planeta. -Si le dejaras de decir "jefe" como si estuviera involucrado con la mafia y omitiéramos el hecho de estoy aquí en contra de mi voluntad y que tu eres el que maneja el auto que me ha estado llevando a todos lados, recién podría pensar a subirme a un auto nuevamente contigo…no confió en ti –me cruce de brazos indicando que no me iba a mover. -Esta bien, tiene razón –se giro y le paso el resto de bolsas al botones –sube tu, yo iré por las escaleras –volvió a mi lado y me quedo mirando con cara de que esto de verdad le molestaba –bien, no se atreva a decir que esta cansada –negué. -Me ha tocado subir un edificio de 60 pisos, he llegado tarde, pero sin una gota de cansancio –me dirigí a la puerta y comenzamos a subir. Jacob se quedo durante todo el transcurso de nuestro camino. Nos demoramos más de treinta minutos y debo decir que era porque tenía que esperar a Jacob. -¡Nunca mas hare esto! –dijo cuando abrió la puerta. Dejándonos a entrar al último piso del edificio –Dios…usted esta loca –di unos pasos para ver. Tenía la misma decoración que todo el edificio, pero era notorio que esto había sido modificado, era una casa gigante en un edificio gigante. -Tu amado jefe no esta aquí ¿cierto? –el me sonrió y negó. -Esta trabajando y no me pregunte donde, siempre llega muy tarde, venga, la guiare a su habitación –seguí sin decir nada a Jacob mientras seguía mirando aquel lugar. Lamentablemente no había ninguna foto o algo parecido, este lugar era tan frio como un tempano de hielo, era un simple piso en un edificio, no era el hogar de nadie. No me pude dar el lujo de ver la sala mucho tiempo, ya que pasamos rápidamente por ahí, y menos diré que vi la cocina –aquí esta –abrió una puerta y - 54 -

entro. Jacob me quedo mirando, esperando a que lo siguiera, pero no podía, estaba en shock. Esta habitación era más grande, mil veces mas grande que mi departamento. Avance a penas hacia el interior y me quede aun mas sorprendida. Tenia unos grandes ventanales que iban desde el techo hasta el suelo, adornados por unas gruesas cortinas crema con diseños bordados. La alfombra que se notaba que uno desearía estar todo el día con los pies descalzos por su suavidad, era también color crema, quizás un poco más fuerte el color. Mire la cama y era gigante, esta tenia un plumón crema, sabanas blancas, todo con bordados a juego. Un dosel gigante de madera, rodeando la cama estaban las cortinas color crema del dosel, estaba cubierta hasta un poco mas de la mitad. -Bien, hasta aquí llego yo, hasta que tenga que salir de nuevo –dijo Jacob dejando las bolsas en la cama –que este bien, puede recorrer el lugar como si fuera suyo, esas son palabras del jefe, si necesita algo, ahí esta el citofono –dijo sonriendo y apuntando a un lado de la puerta, este era dorado. -Gracias Jacob –dije aun hipnotizada por el lugar. Él asintió y desapareció de mi vista, cerrando la puerta. Avance hasta la cama y me senté con cuidado. Cerré los ojos al sentir lo blanda que era. Agotada me recosté en la cama, dejándome envolver por la suavidad de la tela y sintiendo los diseños bordados en mis dedos. Aun no podía creer que todo esto me estuviera pasando ¿Qué había hecho para merecerlo? Nunca he tratado mal a nadie, siempre he vivido tranquila mi vida, sin molestar a nadie, ni siquiera a mis padres, me había ido de casa a los dieciocho a trabajar en una tienda comercial, luego había ido de trabajo en trabajo por dos años hasta que hice un curso de secretariado, lo encontré algo útil, y fue en un corto tiempo, desde ahí había comenzado a trabajar en distintas oficinas hasta hace mas de dos meses que llegue a Cullen Ltda. Y hasta ahora mi vida había sido normal, cero problemas que me complicaran la existencia, mis padres no se tenían que preocupar de mi, cada uno de ellos vivía su vida, como lo habían deseado siempre. No pude evitar volver a llorar por esto, ahora mis seres queridos estaban en peligro, porque si no me sometía a ese bastardo, ellos podrían salir heridos. -¡MALDITO! –grite en la habitación llorando. Él no era nadie para hacer que mi vida se volviera un infierno, hacer que mi vida no estuviera en mis manos, el me estaba controlando como quería, y no podía hacer absolutamente nada para evitarlo. Comencé a mirar como el día estaba pasando al frente de mis ojos y no hacia nada, seguía en la misma posición en la cama, por lo menos esta era comodísima. - 55 -

Mire las bolsas de Chanel y decidí guardar la ropa, pero note que no había un guardarropa. Fui a abrir una de las tres puertas que había en la habitación. Una era la de salida, la otra que estaba a mi lado derecho era la del baño, que a todo esto, era hermoso, una tina enorme, la cual tenia una puerta de vidrio que corrías para darte las duchas apresurada, un hermoso mueble, adentro tenia toallas. Otro mueble blanco que le daba soporte a los dos lavamanos que había sobre este, color blanco también con unos diseños dorados, como las llaves, tenia todo lo que una chica puede necesitar, desde distintos perfumes hasta tampones, útil. Cerré la puerta y decidí abrir la que estaba en el otro extremo, y al hacerlo mi boca quedo abierta. Había un estilo de pequeña sala, donde había un escritorio un sofá y unos estantes llenos de libros. ¿Este tipo me había investigado o que? Aunque bueno, a las personas deberían gustarle leer. Me acerque y note que habían muchos que eran míos, lo que me agrado, tener algo que en realidad fuera mío. Salí confundida de la sala ¿Dónde estaba el armario? Mire toda la habitación hasta que fui a los amplios espejos que habían cerca de la puerta del baño, me quede mirando y estaba demacrada ¿había pisado Chanel con estas pintas? Alice tenía razón, no importa el momento, siempre debes estar arreglada porque nunca sabes donde puedes llegar y deberás estar bien vestida. Sabias palabras que jamás tome en cuenta. Cansada apoye mi cabeza en el espejo, de tal forma que termine en un segundo en el suelo y quejándome. Mire a mi alrededor desde el suelo y note que el espejo se había movido y ahora estaba en otra habitación, en el…armario. -Santo Dios –dije sorprendida. Había una gran habitación, por lo menos este armario era unas seis veces mas grande que el mío en mi departamento…ex departamento. Mire y estaba rodeada de estantes, donde habían zapatos, muy ordenados, otro donde colgaban vestidos, trajes de oficina, pijamas-que a todo esto, no era parecidos a los que yo o cualquier persona usaría, porque se notaba que era demasiado caro- camisetas, jeans, pantalones, todos doblados. Mas abajo habían distintas gavetas que fui abriendo con cuidado, en estas había ropa interior, joyas, otros vestidos que estaban dentro de otras cajas, pero que abrí apenas con bastante miedo. En otra esquina pude notar tres cajas medianas de la mudanza. Corrí hacia ellas y penosamente fui sacando mi ropa. Sonreí, aquí había algo mío, eso era bueno. Las deje ahí mismo, en las cajas y fui por las bolsas que estaban en la habitación. Arregle todo cuidadosamente y comencé a ver los trajes de oficina, realmente si me ponía uno de estos, no me iban a reconocer en el trabajo, eran hermoso, y mas como una secretaria luciría como ejecutiva. No pude evitar sonreír al ver aquel armario, era increíble, lamentaba que no fuera mío, que estuviera a mi disposición no significaba que fuera de mi propiedad, algún día, si salía de aquí, lo primero que haría luego de volver de Europa seria trabajar hasta romper mi - 56 -

columna para tener este hermoso armario. Salí de ahí mas abatida y mi boca se abrió al notar que estaba anocheciendo ¿le podría ver su maldita cara cuando llegara? De verdad me enfermaba no poder saber como eran sus facciones o algo, solo conocía sus ojos, que a todo esto me aterrorizaban y…bueno conocía su cuerpo, pero aun así, no lo veía. Dios…¿Cuánto tiempo estuve en ese armario? Abrí la puerta de la salida de la habitación con cuidado para ver si había alguien. Jacob dijo algo sobre que habría gente trabajando, pero no me dijo nada mas. Di unos pasos hacia fuera y doble hacia la derecha, por donde había llegado. Seguí el mismo recorrido, apreciando los cuadros que habían, hermosos a todo esto. Había pequeñas esculturas en algunos muebles también. Mí recorrido duro bastante antes de llegar a la sala, aunque debe ser porque me fui muy lento, estaba asustada. Mire y todo estaba muy ordenado, nada salía de su lugar por lo que solo para arruinar el perfecto lugar que estaba viendo, tome un pequeña escultura y la bote en la mesa al lado del sofá. Fui a ver a las ventanas y la vista era magnifica en realidad. La sala era muy diferente al resto de la casa, o por lo menos lo que vi. Esta era mas moderna, en realidad era mas…masculina, si, era notorio por los colores que tenia que era de un hombre y soltero. Los sofás negros de cuero, las pequeñas mesas que había en las esquinas eran grises, una gran pantalla plana en la pared. La cocina quedaba un poco más allá, no había puerta o algo que la separara de la sala. Esta era absolutamente moderna. Fui a la nevera y mire que había para comer, saque una manzana ya que era lo que mas…normal había en su interior, estaba repleto de comida. Le di un mordisco y me quede mirando como el sol se iba escondiendo a través de los edificios. El sonido de una puerta me distrajo y me gire asustada. Se escuchaban pasos hacia acá, mi corazón comenzó a latir con fuerza por el miedo. -Srta. Isabella –suspire al ver que era Jane. Con sus colores blancos y negros, y según yo, su inseparable agenda. -Hola –dije un tanto nerviosa. -Veo que esta conociendo el lugar, me alegro –dijo sonriéndome. Se acerco mas a mi -¿necesita algo? He tenido que hacer unas diligencias para el señor… -se callo y frunció el ceño –bueno, para el jefe –"Jefe" odiaba que le dijeran así, sonaba como si fuera de la mafia, y no quería estar metida en mas problemas. -No, estoy bien, muchas gracias Jane… - 57 -

-Si tiene hambre, solo debe llamar a que llegue alguien y le cocine lo que usted desee, para eso están los citofonos a lo largo de este piso. -No, estoy bien, no tengo hambre, estoy comiendo solo por hacer algo –ella me sonrió amablemente. -Usted me agrada, creo que nos llevaremos muy bien –sonreí, esperaba tener a alguien con quien conversar –mañana, Jacob estará abajo a las siete de la mañana para llevarla a su trabajo, así que no se preocupe por llegar, deben ir antes porque el trafico aquí es ¡espantoso! –dijo haciendo otra mueca de desagrado –pero bueno –se quedo pensando otros segundos –algo mas debo decirle…¡aahh! Lo recordé, sus cosas están en el armario, hay libros de usted que se dejaron en su sala de estar y bueno, fotos, recuerdos, todo aquello, llegara mañana o pasado, se han mandado a restaurar…los portarretratos...no son muy…lindo –dijo un tanto avergonzada. Asentí –bien, entonces ¿segura que no necesita nada mas? -Jane…¿el a que hora…? -Tarde, jamás he podido saber a que hora llegar, siempre lo veo en la mañana, diez minutos y seria mi contacto con él, Jacob tenia mas relación, pero como sabrá, ninguno de nosotros esta autorizado para darle mas información… -Ya veo… -dije un tanto apenada, necesitaba que alguien me guiara. -Bueno, yo ya me voy, espero que este bien Srta. Isabella. -Tu igual Jane –me gire al ver que ella se iba, mas tranquila, no lo vería hasta no se que día. -¡Srta. Isabella! –me gire abruptamente. Y vi que sacaba en sobre de su agenda –esto no se le puede perder… -me paso la invitación de esa famosa fiesta. -Gracias –dije un tanto nerviosa al ver esa maldita invitación. Recuerdo que llego en la mañana siguiente luego de ver por primera vez los ojos rojos de ese infeliz. Ella se fue después de eso y yo me quede viendo por no se cuanto tiempo aquella invitación, no decía nombre, no decía nada que me dijera algo de este tipo, solo hablaba de la fiesta "Masquerade" y que esta era a las 23.30 este viernes. No iría ni loca, eso era demasiado peligroso, él no me haría ir. Decidida me fui a la habitación para dormir o por lo menos estar mas segura. Eran más de las nueve de la noche y ya hace tiempo había oscurecido. Me metí con la - 58 -

ropa bajo las frazadas y note que mi celular habían mas de cincuenta llamadas perdidas, de Alice, de seguro Rosalie le dijo todo. No se que haría mañana, pero tenia que ver algo positivo, podría ir a trabajar. Mis ojos no se cerraban y ya había pasado más de una hora que estaba tratando de dormir, desconocía este lugar y me quería ir. Realmente, me iba a ir, o por lo menos, dormiría tranquila hoy por la noche ¿Por qué demonios me estaba dejando dominar así? ¡esa no soy yo! ¡Esa no es la independiente y fuerte mujer que es Isabella Swan!...escaparía, hoy. Tome un abrigo que había en el armario, bastante lujoso, que cubría mi cara y tome una frazada, la cual la guarde en un de las cajas que habían en el armario y tome mi bolso con algo de dinero. Mañana no iría a trabajar, ya me daba lo mismo y le avisaría a Alice todo lo que estaba ocurriendo ¡al diablo todo! Esto era surrealista, por lo menos tendría una noche tranquila antes de perder completamente mi libertad. Corrí a través del piso hasta que llegue a la puerta. La abrí y ¡estaba abierta! Me fui corriendo a la puerta de las escaleras, gracias a Dios que aquí no habían guardias. Baje corriendo todos los pisos, me tomo bastante tiempo porque tenia la caja y debía ir con cuidado. Llegue al subterráneo. Mire a todos lados y este estaba oscurísimo. Seguí la luz y Salí por la parte de atrás del edificio. -Wooow… –dije sorprendida –eso fue fácil –levante mis hombros e hice parar un taxi, el cual me vio gracias al cielo. Le indique a donde tenía que ir y me deje llevar por el taxista. Paso más de una hora cuando le pague al hombre y me baje del taxi. Sonreí ya sintiéndome en mi hogar y subí todos los escalones hasta llegar al que era mi departamento, estaba con la puerta abierta aun. Entre y cerré la puerta con seguro. Me gane en un esquina y como una pobre vagabunda me arrope ahí, mis ojos se fueron cerrando al instante cuando me di cuenta que estaba aquí, en mi departamento. Sentí como mi respiración estaba mas pesada y ese maldito calor de las noches pasadas volvía a invadir mi cuerpo. Me desperté de golpe al sentir algo entre mis piernas. -¿De verdad creías que te ibas a escapar? –mire a mi alrededor sin saber de donde venia la voz -¿a que si? –mi gire a mi lado derecho, por me susurro en el oído. Sus ojos rojos me miraban divertidos y por la suavidad de la superficie donde estaba recostada me di cuenta que mi gran escape había fallado por completo y que ahora - 59 -

estaba en la cama donde me había recostado horas atrás. Lleve mis manos a mis piernas y me di cuenta que estaba desnuda. -¡Maldito bastardo! –dije tomando el cubrecama y girándolo hacia mi para cubrirme. -No deberías tratarme así –odiaba que su voz siempre estuviera ronca cuando lo tenia cerca, ¡maldita y sexy voz era la que tenia! –te he dado todo esto. -No soy tu maldita puta bastardo –dije tratando de alejarme. El entrecerró los ojos. Creo que ya le estaba quitando el miedo a sus horripilantes ojos que me asustaban más ayer. -Claro que no eres mi puta Isabella, a las putas se les tiene solo por una noche, yo te tendré hasta que se me plaza, porque eres mía –sentí en la cama como se acercaba. -¡No te acerques! –dije alejándome. -¿Otra vez con lo mismo? -¡Siempre! –dije alejándome. -Esta noche no, necesito de tu sangre –dijo viniéndose sobre mi. Dios santo…iba a morir.

Cony: aaayy que bien que te gusto el capitulo. Jaja Esta Bella, yo feliz igual me quedaría con Edward asi, auto y casa nueva jajajajaja ¡gracias por leer! Stephanie: ajajajaja es sargento Edward jajjajaja mas mandon imposible, y lo peor es que si no le hace caso, las paga mal :S espero que te guste el siguiente capitulo, gracias por leer. Alejandra: jajajajajjaajja Bella sin dudas disfruta en su momento de lo que ofrece Edward, pero…bueno, no tanto en los siguientes capítulos jajaja gracias por leer! Aurora: jaja este es el primer fic 1313 que lees? Bueno, este tipo 1313? Porque yo cuando lei el primero estaba igual que tu, luego me volvi adicta jajajajaa y heme aquí, escribiendo uno de estos jajajajaja pero no te debe dar vergüenza, si es solo la imaginación DE OTRA persona, o sea yo, nada de culpa de tu parte, solo eres una - 60 -

espectadora jajajaja espero que te gusten los siguientes capítulos de este Edward cachondo 1313 jajaj Noelia: bueno que bien que te ha gustado el fic, las dudas serán aclaradas mas adelante 1313jajaja espero que estes bien y gracias por leer! Nancyta: jajajajaj Edward es malo, malo malo, no creo que cambie en realidad, no si Bella sigue con esa actitud :S las cosas están complicadas en este momento, espero que te siga gustando este Edward baba, gracias por leer! Vivi: hola! Aayy que bien que te gusta este Edward, no te des mas tiros! Que ire presa! Jajaja gracias por leer! Arthemiis: jajaj sip, bella disfruta bastante! Jajajaja que bien que te ha gustado este fic y advertencia: estar todo el dia en pijama, si deja consecuencias cerebrales :P la otra luna reyna: luna, eres la única que se opone a Edward, todas están muriendo por el porque es demasiado sexy jajaja que bien que te gusto el capi y gracias por leer! Lizeth: aaayyy ya veremos como este Edward cambia o no lo hace :S que bien que te gusto el capitulo. Jacob de verdad solo viene de amigo ^^ espero que te guste el capi que sigue y gracias por leer. Mila: jajajajaj sin dudas, le gustara mas cuando pueda verle la cara xDDD gracias por leer! Flovato: aaayy que bien que te gusto el capitulo! Bueno, Edward es perro aquí, asi que veremos como avanza, gracias por leer Beakis: aayy que bien que te ha gustado este Edward. Muchas gracias por leer. Debora: jajaja esta muy bien, muy bien madurar jajajaj espero que te guste el capi que sigue y no le tengas tanta mala a Jake jejej gracias por leer Bea: esa es la duda que hay, si Edward sentirá algo mas por Bella :S se ve muy difícil, espero que te guste el capi que sigue y gracias por leer. Dracullen: ¿Por qué Bella esta en peligro? Bueno, por culpa de Edward, que es malo y además…bueno, porque hay mas vampiros que se pueden topar con ella :s espero que te guste el capi que sigue gracias por leer. - 61 -

Leyla: que bien que te gusto el capi! Muchas gracias por leer ^^ Belu: que bien que te gusto el capitulo, este Edward esta para morir la verdad jajaj espero que te guste los siguientes capítulos. angel-cullen: hola! Aayy que bien que te ha gustado el fic. Veremos si Edward deja de amenazar a Bella, ese es su poder con ella :s Alejandra: hola! Bueno, sin dudas Jacob respeta a Bella, pero por Edward jejeje que bien que te gusto el capitulo y gracias por leer. Vanne: aayy sip, sin dudas Alice tiene el sueño pesado! Jajajaja bueno, lo paso malito Bella ahí, pero espero que te guste el capi que sigue gracias por leer. Ariadna:¡que bien que te gusto el fic! Gracias por leer.

CHAN CHAN CHAN...PROXIMO CAPITULO LEMMON, UNO QUE HACE QUE ME SONROJE Y ¡VIERON QUE CAPITULO LARGO LES DI?...ASI QUE VAMOS COMENTANDO CHICAS JAJAJAJAJA MUCHAS GRACIAS POR LEER A TODAS, INCLUSO LAS LECTORAS SILENCIOSAS (ESTAN COMPLETAMENTE IDENTIFICADAS MUAJAJAJAJAJAJAJAJJ) :P

- 62 -

Chapter 6 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 6 -Basta…no soy tu juguetito sexual –me aleje un poco mas, pero el fue sacando el cobertor de a poco hasta dejarme desnuda ante sus ojos de nuevo. -Claro que lo eres, además de ser mi nevera –lo que siguió fue como un impulso, porque estaba oscuro y no podía ver nada, las cortinas estaban cerradas y lo único que sabia que tenia al bastardo al frente mío. Ni siquiera me di cuenta cuando mi mano iba hacia su rostro ¡y le di! ¡Dulce victoria! -Realmente eso fue patético ¿no te has dado cuenta que un golpe tuyo no es nada? –se estaba burlando de mi en mi propia cara. Trate de ponerme de pie, pero no me lo permitió, esto seria igual que las ultimas veces. Ya no sacaba nada, podría luchar, pelear, pero nada, nada le evitaría entrar en mi cuerpo como si fuera de su propiedad y yo estúpidamente, estaría disfrutándolo, sin poder evitarlo. -Bien…hazlo –dije quedándome quieta y mirando a otro lado. -¿Esto es en serio? –suspire y no respondí –así no tiene gracia… -no le dije nada –bien, tengo ganas de hacerlo, así que tendré que hacerte las ganas –se quedo quieto mirándome, mientras un profundo silencio se apoderaba del ambiente. -¿Qué haces ahora? –fue su turno de no decir nada. Nuevamente tome el cubrecama para tapar mi cuerpo. -Isabella, cuando te he dicho que eres mía ¿no me crees?...te puedo manejar a mi antojo –mis manos se hicieron un puño en la tela al sentir ese maldito calor nuevamente en mi cuerpo. -Eras tu anoche…. –se rio de mi. -Claro que era yo… -sentí como de un segundo a otro mi corazón comenzaba a latir con fuerza y pase mi mano por mi cuello un tanto desesperada. - 63 -

-Para esto –dije al sentir como la temperatura de mi cuerpo subía. -Mmmm…no lo se, te ves bien cuando… -¡Cállate! –dije antes que terminara su oración –déjame, por favor –dije ya sintiendo como las lagrimas se aglomeraban en mis ojos. -Realmente no quiero –dijo pasando su dedo índice por mi mandíbula, como instinto mi rostro fue en busca de su mano –por lo visto tu tampoco –se acerco mas a mi y pude notar que no llevaba camisa. -¿Estas…estas desnudo? –pude sentir como estaba a un lado de mi, tenia sus labios a centímetros a la derecha…Dios, sus labios ¿Qué tendrían que literalmente me volvían loca? -¿Tu que crees? –tomo mi mano y la llevo a su miembro, el cual estaba bastante duro, trate de sacar mi mano pero el no me lo permitió –haz tu trabajo –dijo ahora al frente mío. -¡NO ES MI TRABAJO CERDO ASQUE..! –sus labios, Dios, maldito, sabia que sus labios tenían algún poder porque realmente mi cabeza daba otro giro. Comenzó a moverlos lentamente contra los míos, solo por la superficie, levante mi cabeza para poder tener mas de sus labios. El con su mano hizo que me acercara mas a él, mientras seguía haciendo que mi mano se moviera alrededor de su pene, masturbándolo. Gimió contra mi boca y como la estúpida y enferma de loca que me convertí, me gusto estuchar aquello, comencé a mover mi mano por voluntad propia, sentí como sonrió contra mi boca. -Eso… -mordió mi labio inferior sacando de mi un gemido que no sé que efecto habrá sido en el pero, comenzó a devorar mis labios, mientras yo hacia movimientos mas rápidos. La mano que sujetaba mi rostro dejo de hacerlo, el solo se acerco mas a mi, y luego comenzó a acariciar mi centro, entreteniéndose como le diera la gana y en el camino haciendo que me volviera loca –Isabella…¿te gusta lo que estoy haciendo? –me beso, desconcentrándome bastante y haciendo movimientos mas rápidos contra mi clítoris –Te he hecho una pregunta… -mas gemidos mas el calor que de un segundo volvió a mi cuerpo hicieron que mi cabeza se volviera loca -¿Te gusta? -¡Si…maldita sea si! –mis caderas se comenzaron a mover contra su mano, queriendo sentir esa ola de fuego que recorría mi cuerpo cuando el provocaba que tuviera un magnifico orgasmo. - 64 -

-Para –dijo deteniendo mi mano y la suya. Me tomo de la cadera y me dio vuelta, quedando el detrás mío, ambos recostados –tu pierna –la tomo con facilidad para moverla hacia atrás, hacia el. Luego la soltó y sentí como la punta de su miembro pasaba a rozar mi entrada –Esta es una de mis posiciones favoritas –al decir eso, entro de igual forma que ayer. Gemí al sentirlo adentro, volvió a impulsarse hacia mi y entro por completo, lo sentía entre mis nalgas, lo sentía dentro de mi cuerpo, sentía sus manos tocando mis pechos ¡Dios santo! Lo sentía por todas partes. Tomo mi cadera con fuerza, otra vez y se comenzó a mover despacio, tomándose todo con calma. -Mas rápido… -dije quejándome. -Aun no…esto se hace como yo desee –maldito egoísta. Apoye mis manos en la almohada, mientras sentía como besaba mi cuello, ya sabia que vendría luego, pero por ahora, no me importaba. Rodeo mi abdomen y comenzó a moverse mas rápido ¡gracias a un milagro! Pero creo que sus movimientos aumentaron demasiado de frecuencia, haciendo que la cama se moviera levemente y entrando en mi cuerpo de forma salvaje, mi corazón iba a explotar -¿mas? –me gire incrédula para tratar de verlo -¿mas? –mi gemidos eran bastante altos, ya no me tenia que preocupar de que alguien me escuchara -¡Isabella! -¡Más! –dije respondiendo, y ahí si que salió todas sus habilidades sobrenaturales, porque me tomo de la cadera por debajo de mi cuerpo y con la otra mano sujeto con fuerza mi pierna, para después comenzar a entrar en mi de tal forma y rapidez que ya no estaba gimiendo sino que estaba gritando. -Shh… -dijo burlándose en mi oído, pero no podía controlar lo que estaba sintiendo ¡porque tenia que ser el! ¡Porque! Esa sensación que se me estaba haciendo tan familiar se formo nuevamente en mi cuerpo, prometiendo un orgasmo completamente arrebatador. -Bella…tócate… -tomo mi mano y la llevo a mi centro y la empezó a mover, haciendo que me volviera aun mas loca ¿es que este hombre sabia todo truco existente en el planeta? Segundos después, sentí que seguía sujetando mi pierna y entrando como deseaba a mi cuerpo, mientras yo seguía moviendo mi mano. Grite contra la almohada al sentir como llegaba aquel ansiado orgasmo y como todo mi cuerpo aprendía a sentir a otro nivel, ya que no cumplió lo que dijo, me mordió, bebiendo de mi sangre, sintiendo como el también llegaba a su propio éxtasis. - 65 -

-Eres exquisita –dijo separando su boca de mi cuello, dejándome agotada. -Lo que tu digas maniático, ahora vete –dije apenas tratando de meterme bajo las sabanas, cuando salió de mi cuerpo. Esta cama ahora prometía mucho descanso, estaba muerta. -No, me quedare aquí, dormiré junto a ti –me desperté en un segundo al escucharlo, el siempre se iba. -¿Qué haces? ¿Por qué? -Mmm….-dijo metiéndose en la cama –estoy en mi casa, jamás me ha gustado dormir en otras casas, así que por si tengo ganas de hacerlo de nuevo en unas horas estas completamente a mi alcance. -¡No! ¡vete! –dije sentándome si poder creer lo que escuchaba –además tengo que trabajar mañana. -Isabella, duérmete… -me empujo hacia atrás y arreglo bruscamente la cama –no es como si fuera ha dormir abrazado contigo, no hago ese estilo de cosas tan…humanas –se volteo con un espacio tranquilizante entre los dos y no hablo mas. Mis ojos no se podían cerrar y quería mi pijama, estaba desnuda al lado de este infeliz. ¿Estaría ya durmiendo? Mire hacia mi lado y no podía ver nada, mire hacia el otro y estire mi mano. Las cortinas de la cama estaban cerradas, por eso es que no podía ver nada y estaba tan oscuro, quizás si…. Metí mi mano por una esquina hasta llegar a la mesa de noche, donde saque mi teléfono celular, sonreí al ver lo despistada que era, se me había quedado ahí antes de escapar a mi antiguo departamento. Me gire un poco y apreté un botón. -¿Qué demonios haces? –dijo tomando rápidamente el teléfono, sin dejarme ver nada. -Emm…trato de buscar mi pijama –sentí un leve gruñido de su parte –no es como si me agradara estar así a tu lado. -¿Sabes? No tengo ganas de soportar tus insultos, así que dame un segundo –sentí una brisa que me sobresalto, pero segundo después escuche su voz nuevamente –toma –tomo mi mano y dejo el pijama ahí –ahí tienes, ahora duérmete –sentí como se recostó. Salí levemente de la cama y me puse con rapidez las prendas. Pase mi mano con cuidado por la tela que tenia al lado, la que caía desde arriba. Tome la - 66 -

punta y la abrí, descubriendo que estaba demasiado oscuro, las cortinas de las ventanas también estaban cerradas, así que decidí arriesgarme y corrí hacia la ventana, la que odiaba que quedara tan lejos, pero segundos después pude abrir una, dejando que la luz de la calle entrara, mostrándome mas lo que estaba pasando. -¿Dónde estas? –dije notando que la cama estaba vacía. -¿Realmente crees que te dejaría verme?...para eso tendrás que esperar, además tienes que ir a esa maldita fiesta –mire a mi lado y podía ver su silueta apoyado al lado mío, en la oscuridad –dame esa cortina –estiro su mano y pude verla a través de la luz, me quede sorprendida, era muy blanco. -Te quiero ver, es lo mínimo que me debes –dije enojada. Rápidamente tome su mano y lo jale hacia mi, pero no se movió, es mas, me acerco a el, dejándome apoyada donde estaba el, siendo atrapada por sus brazos. Se acerco levemente hacia la cortina, lo que me permitió alcanzar a ver hasta su hombro, se notaba que era fuerte, sus músculos se marcaban no de una forma exagerada, pero si demostraba que estaba trabajado. -Ahora… -dijo mirándome, sus ojos se veían negros, siempre me he preguntado como demonios los puedo ver en la oscuridad, sus ojos eran bastante brillantes o algo por el estilo –lo único que estas haciendo con esto, es que me den ganas de estar dentro de tu cuerpo de nuevo –me quede estática mirando hacia otro lado avergonzada ¿es que el no se cansaba? –así que mejor vuelve a tu cama a dormir, ahora –me aleje de el, dando pasos pesados, hasta que algo apareció entre mis pies, haciendo que tropezara y callera. -¡Auch! –grite apoyada en mis brazos. -Eso es por tratar de descubrirme –dijo riendo. Lo que hizo que me hirviera la sangre. -¡Maldito psicópata! ¿no crees que merezco ver quien eres? ¡estoy con una sombra! ¡Lo único que veo son tus horribles ojos! -Isabella, te lo advierto –me tomo del brazo y me llevo a volandas a la cama, arrojándome contra ella –se que mañana debes trabajar, no quiero acabar con tus energías, no me molestaría nada volver a beber de tu sangre –me cubrí enojada con las frazadas. El se recostó a mi lado –Buenas noches Isabella –no le respondí nada, pero sentí como pasaba su mano por mi columna, provocando escalofríos -¿Isabella? - 67 -

-Buenas noches monstruo –dije para que me dejara tranquila. Ya cansada me quede dormida luego de estar una hora nerviosa, esperando por si este infeliz se calentaba de nuevo. Gracias al cielo no lo hizo. La alarma de mi teléfono sonó y me levante asustada mirando de inmediato a mi lado, pero estaba sola, esperaba poder verlo ahora, pero creo que no habría opción, tendría que ver quien era mañana, en esa famosa fiesta. Estuve lista una hora después. Debo admitir mi culpa en ocupar uno de esos trajes que estaban en ese maravilloso armario, pero es que era tan lindo, que no lo pude evitar, elegí aquel de los pantalones de tela anchos color negro, con el blazer negro también, el que deje abierto, una hermosa blusa de color perla, y termine con unos zapatos de tacón, cómodos. Salí a la sala y pude ver que en la cocina había un puesto listo para tomar desayuno, incluso había café con una nota. Me acerque y vi que era de Jane. "Srta. Isabella, su chofer, Jacob la espera abajo, este es su desayuno, investigué como le gusta. Jacob llegara a la hora de su almuerzo a buscarla para llevara a comer si gusta. Después usted tiene que indicarle la hora para ir a buscarla, no trate de engañarlo, porque además de que el jefe la encontraría, nos haría pagar demás por aquello. Jane" Desgraciadamente el maldito desayuno estaba perfecto. Me lo comí sin poder evitar degustarlo y luego fui a lavar mis dientes para ir hacia las escaleras y bajar para encontrarme con Jacob. -Buenos días Srta. Bella –suspire, este chico no me diría jamás Bella, sin antes decir señorita. -Hola Jacob –abrió la puerta de ese magnifico auto y entre rendida -¿Cómo has dormido? -Muy bien… -dijo el arreglando su gorra y sonriéndome por el espejo retrovisor –Srta.…Emm… -fruncí el ceño. -¿Qué sucede? -Jane me dijo que le diera esto –se volteo y me paso una pañoleta… - 68 -

-No…dime que no –dije sabiendo porque me paso esa prenda. -Si…bueno, se le nota un poco, pronto desaparecerá –fruncí el ceño y puse la pañoleta color perla en mi cuello para tapar alguna marca de la mordida, ni siquiera me di cuenta, no era como si estuviera preocupada todos los días de mi cuello y sus marcas de mordidas de vampiros. -No puedo creer que sepas que es un monstruo y sigas trabajando para el –comenzó a manejar yendo hacia mi trabajo. -El jefe nunca me ha hecho nada, soy un simple empleado como todos, en todo el mundo, así que no soy yo el adecuando a juzgarlo, no me ha hecho nada mas que una buena paga. -El dinero hace milagros –dije concentrándome en mirar a través del vidrio. Estúpido Jacob "nada malo" el idiota me tenia secuestrada, amenazándome con herir a alguna de mis amigas, infeliz. Llegamos a Cullen Ltda. Y me baje sin despedirme de raro chofer que me había asignado el psicópata de mi secuestrador. Entre al edificio como siempre y salude al guardia. Para después quedarme al frente del ascensor, mire la hora y ya llegaría Jessica, pero cinco minutos después llego alguien a mi lado, quien hizo que un escalofrió recorriera mi espalda. No fui capaz de girarme al notar quien estaba a mi lado, solo tenia que ver de reojo quien era. Entro sin decir nada al ascensor y me sonrió curvando sus labios, pero no fui capaz de mirarlo a los ojos, no volvería a ser capaz de ver a los ojos a Edward Cullen, porque luego del sueño que tuve con el, luego de ese raro momento de hace dos días atrás, seria demasiado para mi. -¿Bella? –me gire y sonreí al ver a Jessica. -Hola…¿Cómo has estado? -¡Demonios! ¿Cómo has estado tu? –dijo mirándome asustada. -¿Por qué? -¡Estas muy blanca! ¿Qué rayos estas haciendo que te estoy saludando con la misma frase de nuevo? –sonreí nerviosa ¿tendría que ver las mordidas que estaba recibiendo por parte de aquel monstruo? -Debe ser el frio… -ella me quedo mirando unos segundos sin decir nada. - 69 -

-Bueno…tienes razón…aun no se acaba el maldito invierno, lindo traje –dijo sonriendo y tomándome del brazo para entrar al otro ascensor, donde justo iba llegando Alice, quien solo me dio una mirada fría. -Ya me estaba preocupado…ya que ni siquiera contestas tu teléfono…y el de tu departamento dice fuera de servicio –trague saliva nerviosa. -¡Eso es verdad! –dijo Jessica cuando entramos las tres para subir. Dios, solo tenia que hacer tiempo para no contestar aquello, no tenia una idea, no se me ocurría nada –te llame para saber como estabas y para salir ya que tenias tus días libres, pero no contestaste. -¡Si! Y…. –dijo Alice –también nos deberías explicar por que ya no estas viviendo en tu departamento, Rosalie me llamo -¡maldita traidora! -¿Te mudaste? –dijo Jessica soltando mi brazo y mirándome sorprendida. -Si…es algo complicado, les diré cuando almorcemos, tenemos mas tiempo… -¿Cómo que no nos puedes decir ahora porque te mudaste? –dijo Jessica confundida. -Eso mismo me pregunto, no nos dijiste nada Bella –entre estas dos harían que me diera un ataque cardiaco. Deje de mirarlas para fijarme en como la luz en los pisos del ascensor iban subiendo, hasta que paro en el 35. Y para mi mala suerte me moví hacia tras de inmediato al ver quien subió. Me apoye al final del ascensor. Las chicas me quedaron mirando nerviosa. -Sr. Cullen –dijo Jessica saludando. -Buenos días Sr. Cullen –dijo Alice a mi lado. El se volteo. Se veía estupendo en su traje negro, su cabello desordenado y con esa sonrisa coqueta que me daban ganas de decirle que la dejara de hacer. Yo mire hacia el lado, tratando de ignorarlo. -Buenos días Señoritas –fruncí el ceño al escucharlo. Me recorrió un escalofrió conocido, pero no pude pensar en nada mas ya que Alice me dio un codazo para que saludara, ni se preocupo de disimularlo, ya que me di cuenta que Edward Cullen me miraba enarcando una ceja. -Buenos días Sr. Cullen… -dije tensando mi mandíbula, nerviosa. -Buenos días Isabella… -ambas de mis amigas se miraron entre ellas, para después - 70 -

hacer como si nada pasara pero por mi parte, nuevamente un escalofrió pasaba por mi columna. -Nos vemos… -dijo Jessica cuando llegamos a su piso. Se bajo dejándome con Alice y aquel hombre, que me ponía mas nerviosa de lo que me agradaría estar. -Usted –dijo él mirando a Alice –trabaja con Aro Vulturi –su apellido hizo que me diera dolor de estomago ¿Vulturi? ¡claro!...Jane Vulturi, Aro Vulturi ¿Qué serian? -Así es, señor –respondió ella relajada. -Este es tu pido ¿Por qué no bajas? –ella me miro de reojo –si ya ha comenzado el periodo donde deberías estar sentada detrás de tu escritorio –Alice frunció el ceño. -Porque iré a dejar a mi amiga, odia los ascensores y creo que no le molestara que me demore cinco minutos al Sr. Vulturi, hago muy bien mi trabajo –vi como Edward Cullen tenso su mandíbula. -Le recomiendo que baje Señorita…. –tome la mano de Alice completamente asustada. Yo no soportaba estar en un ascensor sin alguien de confianza ¡y ese hombre no me la daba! -Absolutamente que no, puede hablar con el Sr. Vulturi después, no dejare a mi amiga –el la miro con ganas de matarla con la mirada y luego se giro. Alice me miro sorprendida por la actitud de aquel tipo, yo asentí dándole razón, esto era raro. Llegamos a mi piso y tanto Edward como yo nos bajamos. -Nos vemos Alice… -dije sonriendo, ya feliz de estar en tierra firme. -Nos vemos… -ella me devolvió la sonrisa y la puerta del ascensor se cerro. -Esa amiga tuya no debería ser tan insolente con sus jefes… -no lo mire y ni siquiera le dije algo. Solo fui a mi escritorio y me senté a ver como estaba todo –Isabella, te he hablado, no me gusta que me dejen con la palabra en la boca. -Lo siento, señor –dije aun mirando el computador. Vi como sus manos se hicieron un puño, pero fui salvada por la campana, cuando Carlisle llego al piso. -¡Isabella! ¡Por fin llegas! –dijo afligido –recuérdame que te suba el sueldo, no es posible que te paguen los mismo que a esa Ángela ¡es una inútil!...reconfiguro todas mis citas, todo tu organizado computador, quedo muy mal –no pude evitar sonreír, - 71 -

era bueno que reconocieran mi trabajo. -No hay problema, veré ahora mismo lo que sucede Sr. Cullen –el sonrió y asintió. -Hijo –dijo dejando una mano sobre el hombro de Edward, este solo asintió –no sabes, tengo a la mejor secretaria del mundo aquí –mire hacia el computador, porque ya sabia que me estaba sonrojando. -No lo dudo, me la podrías prestar un tiempo ¿no crees? –hice caso omiso a eso y me concentre en la pantalla, viendo que efectivamente Ángela había dejado un desastre aquí. -Claro que no Edward, ahora vamos a mi oficina –"Oficina" solo recordé el sueño donde tenia a ese tal Edward entre mis piernas, pasando suavemente sus manos por estas. Mi corazón se acelero rápidamente, pero la risa de Edward me hizo salir de mi trance. -Claro padre, vamos a tu "oficina"… -le dio una connotación diferente a la palabra. Antes que entraran a esta, mire de reojo a Edward y el solo me sonrió y cerro un ojo cuando cerro las puertas. -Voy a morir… -dije finalmente, me estaban pasando cosas demasiado raras en un tiempo demasiado corto.

Cony: jajaj que bipolar tu comentario jaja pero eso es lo que provoca Edward, odio porque es un troglodita y baba porque es un cachondo jajaja espero que estes bien y gracias por leer. Aurora: aaayy que eres tierna! Bueno, quien no desearía ser bella es unos momentos Edward es muy sexon jajajajaja asi que debes relajarte y no ponerte rojita cuando leas! Jajaj si no es nada malo, además solo leemos y en mi caso escribimos, no hacemos nada mas jajajajaja gracias por leer! Anita facebook: Jacob nanai, el me cae super aquí, nada que decir, bueno, sip, me sonroje bastante en este nuevo capitulo, pero realmente con el que la sufri es con uno de rosas rojas jajajajajaaj eso fue :$ Vivi: realmente si Jacob hiciera algo malo, Edward no duraría en matarlo o despedirlo jajaj pero no creo que haga nada asi, espero que te guste el nuevo capitulo y gracias por leer. - 72 -

Belu: jajaj el escape de bella dio pena jaja pero bueno, veremos como la trata Edward :S espero que estes bien y gracias por leer! Alejandra: jajajajja pero ale! Si esa esla gracia de este Edward, es un perro! Jajaja sip, realmente lo es, como hombre, es arrogante, malo, solo utiliza a bella, a el no le interesa tener su confianza jajajaaja pero bueno, veremos como sigue, muchas gracias por leer! Noelia: jajajaj noe noe! Tan ansiosa jajajjaja bueno, ya espero que te haya gustado este capitulo y veras como sigue, no te adelantare nada jajaj espero que te guste como sigue, gracias por leer! Anitha15: hola! Aayy que bien que te gusto el capitulo! Muchas gracias por leer mis fics! Espero que estes genial. serena luna reyna: jajajaa tu odio hacia Edward me sorprende Luna, eres una de las pocas que esta en contra de el de esa forma, creo que la única :P jajajaj gracias por leer! Flovato: jajajja sip, el de verdad la trata como un puntinga a Bella, que mal, pero Edward es asi s veremos como sigue, muchas gracias por leer! Beakis: hola! Aayy que bien que te gusto el capitulo, pues si, Bella esta asustada por Edward, el es malo :S espero que te guste el siguiente capitulo y gracias por leer! Ariadna: aayy que bien que te gusto el capi, gracias por leer. Pato: que bien que te ha gustado el fic. Muchas gracias por leer. Arthemiis: aayy que bien uqe te gusot el capitulo, pero Bella no deseaba escapar, sabia que asi peligraría Alice, ella quería dormir tranquila en su casa u.u pero no pudo. Muchas gracias por leer! Vanne: aayy que bien que te gusto el capitulo! Muchas gracias por leer y ya esta el nuevo capi *_* Valeee: aayy que bien que te gusto el capitulo! Bueno,sip, asi es Edward, un barza de los primeros jajajajaj muchas gracias por leer kata cullen: O_O me perdi completamente en una parte del comentario ¿Por qué te has enojado? :O estoy en shock. - 73 -

Ayame Chan: muy bien! Tienes razón, no es agradable estar secuestrada por nadie, pero es Edward cullen bababababa gracias por leer! Dracullen: que bien que te gusto la parte de Jake jejejejej muchas gracias por leer el fic! Nancyta: jajajajajajajjaja bella la suertuda, todas quieren ser ella, por lo menos en algunas partes jajajaj espero que te guste el capi que sigue y gracias por leer! Bellaswanedward: histérica n°1 veras…aquí no hay mucho romance, porque Edward no es ningún romantico u.u sip, eso se lo dejamos mis otros fics jajaja este es bruto y cachondo jajajaja espero que te guste y gracias por leer.

AAAYY ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPITULO *-* PARA LECTORAS NUEVAS, BIENVENIDAS, ES UN GUSTO TENER MAS LECTORAS, Y SI DESEAN LEER LOS ADELANTOS DE MIS FICS, BUENO ESTE ES MI FACEBOOK PORQUE LOS SUBO AHI "DANII´S FICS"

- 74 -

Chapter 7 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 7 Santo dios, de verdad la tal Ángela, que pensé que seria un buen reemplazo, dejo todo mal en mi computador y además no encontraba algunos archivos, tendría que llamar a Mike de informática para que viniera a recuperar lo que se había perdido, espero que Jessica me ayudara en eso. Pase todo el santo día tratando de arreglar el desastre, por lo que me salve de ir con Alice y Jessica a almorzar, mi excusa era buena porque no se me ocurría nada aun para decirles el motivo de mi apresurada mudanza. Pero todo lo que sucedió sobre el trabajo y las chicas no era nada, absolutamente nada comparado con ver entrar y salir de la oficina al tal Edward, me tenia cansada, cada vez que pasaba por delante mío, tenia que estar atenta a no mirarlo, por lo que por eso el trabajo que me pude haber demorado alrededor de dos días, me tomo solo uno. Nuevamente eran mas de las ocho de la tarde, por lo menos no oscurecía, creo que si tenia que llegar a casa del monstruo, desde ahora, me tomaría trabajo extra cada día. Fui a la sala de fotocopias para pasar unos papeles que Carlisle necesitaba, gracias a Dios no era la ruma de la otra vez, o sino terminaría tarde de nuevo. Suspire mientras pasaba las hojas al saber que ya estaba sola, por lo menos me sentía tranquila sabiendo que Alice y Jessica estaban en el mismo edificio, pero otra cosa muy diferente era que ellas no estuvieran, me sentía asustada, como si en cualquier momento me podría pasar algo. -Trabajando hasta tarde otra vez… -me puse rígida al escuchar su voz desde atrás. -Si –fue lo único que dije, no me quería voltear. Gracias a Dios pasaba la última hoja. Me voltee y me fui directo con la cabeza baja hacia la puerta –permiso –dije al notar que el cuerpo que estaba interfiriendo no se movía. Tense mi mordida, no era bueno estar gritándole al hijo del jefe, menos cuando este también era tu jefe. Me tendría que cambiar de trabajo, esto era acoso sexual, sin dudas…aunque quizás, si esto lo viera de afuera, no seria para tanto, porque realmente me ponía nerviosa, - 75 -

hasta el punto de sentir mal el estomago. Edward se movió y me dejo pasar, fui con el alma en un hilo cuando me toco ir a la oficina de Carlisle para dejar los papeles dentro de la carpeta de reuniones. La deje, pero me quede helada al ver que Edward estaba sentado tranquilamente en el sofá, ni siquiera sentí como llego ahí. -De verdad te hago sentir incomoda… -dijo gracioso. -Si… ¿hay algo que necesite?...ahora me voy… -Te vas tarde…¿siempre te quedas a esta hora trabajando? –negué. Al mirarlo, pude apreciarlo como había deseado todo el santo día, era increíblemente atractivo, de verdad, pero se sabia que en esos territorios no había que jugar, el era peligroso. Él era una invitación peligrosa. -Algún motivo del porque quieras llegar tarde a tu casa…hoy en la mañana note que te vinieron a dejar, mi padre no te debe estar pagando tan mal –me tense de inmediato, no tenia excusa aun para lo que me estaba sucediendo, hoy en la noche moriría pensando en una, si es que no moría por culpa de ese infeliz. -Eso no es su incumbencia, por lo visto no necesita nada mas –el tenso su mordida y cerro los ojos, como si se tratada de concentrar. Para cuando abrió los ojos yo iba hacia la puerta. -Solo te hago una pregunta…. -Bueno, entonces yo le respondo, no es de su incumbencia Sr. Cullen –el sonrió. -Me puedes llamar Edward. -Eso no es apropiado, Sr. Cullen… -¿Es que acaso te apellidas contreras? –fruncí el ceño sin entender –siempre me llevas la contra, solo te estoy conversando... –no pude evitar sonreír por lo que dijo ¿estaba bromeando conmigo? –eso esta mejor… -Lo siento, pero me tengo que ir, que descanse… -me iba a retirar, pero el me volvió a hablar, y el teléfono comenzó a sonar –Edward se apresuro y contesto por el escritorio de Carlisle. -Si… -dijo cuando contesto –mas tarde…- escucho algo mas para luego seguir –si, - 76 -

esta aquí, te la paso. -Es para ti, un tal Jacob… -me tense al escucharlo ¿Por qué se quedo conversando con él? Me apresure ha ir hacia el y tome el auricular. -¿H-hola? -Srta. Bella –era Jacob, sin duda. -Dime, yo ya voy a salir, siento si has esperado mucho. -No ha sido una molestia, solo quería saber que no se había escapado, o algo por el estilo. -No, Jane me dejo en claro que no debía pasar eso… -Ya veo…muchas gracias –no se pero ese muchas gracias lo estaba diciendo de verdad. -Esta bien, nos vemos en treinta minutos abajo ¿si? -Esta bien –corte y deje el auricular en su lugar. -Isabella… -dijo Edward llamando mi atención. Realmente no lo hizo, estaba pensando en que tenia que ir a ese lugar de nuevo, y no tengo idea, pero una ola de calor paso por todo mi cuerpo, me estaba volviendo loca –Isabella –dijo cambiado su tono, pero después tosió. -Dígame… -el miro la oficina. -¿Que te parece esta oficina?...eres mujer, debes tener mejor gusto que mi padre y yo juntos –debía estar bromeando, y yo me tenia que estar volviendo loca ¿Cómo podía llegar a mi mente ese sueño que me dejo bastante alterada? Mordí mi labio nerviosa. Pude ver como una leve sonrisa se marcaba en los labios de Edward. -Emm…esta bien, y no dude que de seguro mi gusto es peor que el suyo… -el frunció el ceño. Me puso mas nerviosa, tenia que salir de aquí rápido –permiso, ya me tengo que ir, me están esperando. -Pero Bella… -lo mire –Ehh…¿que opinas sobre...el escritorio? –paso suavemente su mano por la madera oscura. Cerré mis ojos al recordar como pasaba sus manos por mis piernas en mi sueño y como besaba mi cuello "sobre el escritorio" ¿Qué me - 77 -

estaba pasando por Dios? –ven… -lo mire y me sonreía como si de alguna manera tuviera algún poder sobre mi. Fui como la idiota que descubrí hoy que soy. Me quede a su lado –toca –tomo mi mano sin previo aviso y la llevo a la madera, al sentir su mano lo quede mirando sorprendida, estaba bastante fría, aunque la mía igual, ya la calefacción se había apagado y hacia mucho frio. -Esta bien… -dije mirándolo mientras alejaba mi mano de la suya. -¿Te gusta este estilo de madera? -¡Dios! No me podía concentrar en lo que el decía, solo me quedaba como idiota mirándolo ¡¿Qué sabia yo de estilos de madera? -Si… -esquive su mirada y me fije en el escritorio, sentí como se acerco despacio hacia mi –me tengo que ir –dije casi susurrando. -Lo sé… -cerré mis ojos al sentir su voz en mi oído. Lo mire ahora que estaba tan cerca, tenia su rostro a centímetros mío. Mis labios estaban completamente secos, ya que estaba respirando pesadamente por la boca, hasta había perdido la capacidad de respirar normalmente. Con cuidado llevo su mano a mi cadera, dejándome entre el escritorio y el, Dios….esto era igual que mi sueño. -Me…Me tengo... -Que ir, lo sé… -levante la vista hasta quedarme mirando sus ojos, negros. Segundo después de pasar a tomar su mano que sujetaba mi cadera para alejarlo, el me tomo con ambas manos e hizo que me sentara en el escritorio, con una facilidad impresionante. -No… -dije apenas, me salió como un susurro. El apoyo su frente junto con la mía, iba a morir, iba a morir por esa mirada, me estaba mirando como si fuera su presa, y yo no estaba haciendo nada para dejar de comportarme como una. -He notado como te pones conmigo cerca Isabella… -fruncí el ceño y esquive su mirada. No me gustaba que fuera tan arrogante, me recordaba al infeliz de las noches pasadas, maldita sombra. Al pensar en eso, me puse helada y me di cuenta donde estaba y con quien. Lo empuje y me separe de él, bajándome rápidamente del escritorio. ¿Cómo demonios llegue aquí? –No… -dijo tomando mi mano, evitando que me fuera. Lo mire y negué. -No puedo… -el me miro gracioso de un momento a otro, lo que me confundió. -¿Por qué no puedes? ¿es que acaso le debes ser fiel a alguien? –me quede pensando en su pregunta, no, no tenia que serle fiel a ese monstruo, pero tampoco - 78 -

tenia que ser una zorra. Mis ojos se llenaron de lagrimas, al darme que yo estaba actuando bien con una persona….perdón, con un monstruo que ni siquiera conocía o sabia su nombre –No llores –dijo fríamente, soltando mi mano. -Es algo que no sabrás…es algo mío, a ti no te conozco, eres raro y me asustas, así que adiós y no me sigas –corrí hacia la puerta y lo deje solo. Menos mal que no se atrevió a seguirme. Tome mi bolso dejando el computador abierto y Salí corriendo por la puerta de las escaleras. No me demore tanto en llegar a donde Jacob, todavía estaban corriendo mis lagrimas. Entre sin que Jacob casi notara que había bajado. -¡Srta. Bella!...no la vi, lo siento –asentí y seque mis lagrimas -¿Esta bien? ¿le han hecho daño? –lo mire como si fuera el hombre mas estúpido en el planeta. -Estoy secuestrada por tu jefe, monstruo que no conozco su nombre y ni siquiera su cara ¡y me estoy comportando como una persona decente con el!...claro que estoy mal Jacob. -Lo siento Srta. Bella –no le dije nada y menos lo haría cuando mi celular comenzó a sonar. Lo tome y era un teléfono desconocido. -¿Hola? –dije aun con la voz ronca por tratar de tragar las lagrimas. -Hoy podrás dormir bien –me quede helada al escuchar su voz. -¿Eres tu? –dije asustada. -Claro que soy yo, si ningún hombre te llama Isabella… -¡Maldito monstruo! –su voz se escuchaba rara por el teléfono. -No empieces, no estoy de humor, solo te informo que dormirás tranquila, y que hay un paquete en tu cama para la fiesta de mañana, recuerda que debo mostrarles a todos, que eres mía –sin decir nada mas corto. -Maldito psicópata… -dije cansada –vamos Jacob –este asintió y partimos. Seque las lágrimas en el camino. Por lo menos el psicópata se digno a decirme que dormiría tranquila. Baje del auto y a penas me despedí de Jacob. Fui a la puerta de las escaleras y me - 79 -

saque los tacos para llevarlos en la mano y me dedique a subir cada escalón. Me quede mas de media hora sentada en uno de estos cuando llegue al piso que tenia que llegar. No podía creer que todo esto me estuviera pasando a mi, necesitaba tener una conversación con ese tipo, ¿Qué esperaba? ¿Qué me acostara para siempre con el? ¿sin ver o saber nada? Suspire cansada, solo quería dormir, además ¿Qué demonios le pasaba a Edward Cullen conmigo? Ese tipo si era raro, pero era tan atractivo que nublaba mi concentración al cien por ciento ¿Qué iba hacer? Aunque dudo que me busque otra vez, con ese espectáculo de drama que paso en la oficina de Carlisle. Abrí la puerta de las escaleras y llegue a esa increíble casa, siempre me preguntaba ¿Cómo es que no había mas gente aquí?...era el ultimo piso, no había puerta ni nada, llegabas directo desde el ascensor ¿nadie se equivocaba de piso y llegaba aquí?. Todas las luces estaban prendidas, pase por la sala y un olor familiar vino a mí. Mire hacia la cocina y había un plato y una nota. Me acerque y tome el papel que estaba doblado por la mitad al lado del plato. "Tienes que tener hambre, día ocupado" me quede con la nota en la mano, era de él, no de Jane o Jacob, para comenzar no dijo quien firmaba la nota y segundo, me trato de tu, así que tenia que ser el. Levante la tapa del plato que estaba cubierto y había una café con un gran pedazo de tarta de manzana. Deje mi bolso al lado y tome el tenedor, para disfrutar algo de glucosa en mi cuerpo. Termine de comer y deje todo en el lava platos para después lavar lo que ensucie en esa tecnológica cocina. Solo busque un paño y el lava lozas y fui feliz, no necesitaba un lavavajillas para un solo plato y una taza. Tome mi bolso y me fui a la habitación. Prendí la luz y suspire, el psicópata tenia razón, había un paquete en la cama. Deje el bolso en la cama y vi la caja color violeta, envuelta por un gran lazo color blanco. Lo desenvolví y abrí la caja. -Esto debe ser una broma –tome el traje y lo levante –no puedo usar algo así…es irónicamente estúpido –suspire y lo guarde donde estaba. Fui al armario y deje la caja en un estante arrumbada –idiota… -no pensaba ir así…alto, yo no iba a ir a esa fiesta, me era imposible, era meterse a la boca del lobo. La fiesta Masquerade era una de las mas reconocidas dentro de la ciudad, había - 80 -

gente importante, tanto sea de un circulo político, como social y claramente ahora se incluía el circulo vampírico, no me iba a involucrar con personas peligrosas, ya me bastaba con una. Eran mas de las diez de la noche y me celular comenzó a sonar, era Alice, Rosalie y Jessica, no le conteste a ninguna, no tenia excusa para mi repentina mudanza, gracias al cielo que no tenia una madre muy cerca para que me atacara con preguntas. Ya con mi pijama puesto me fui a ver por la ventana, no tenía ni un poco de sueño. Abrí todas las cortinas para que entrara la luz artificial de la calle a la habitación. Mire aquella hermosa vista, donde había cientos de edificios, con miles de pequeñas lucecitas. ¿Qué demonios iba hacer para mentirles a las chicas? Decidida fui a la cama, donde me quede recostada sobre el cobertor, mirando al techo. Estaba inquieta, jamás me he dormido tan temprano y los días anteriores lo hacia porque el psicópata que me tenia aquí, me tenia de los nervios, acabando con mis energías. Cerré los ojos para concentrarme en dormir, pero una suave melodía me empezó a relajar, al darme cuenta de que había alguien escuchando música clásica me puse de pie de inmediato y corrí hacia el corredor. Me quede en silencio para escuchar de donde provenía la música, por lo que mi cuerpo por si solo se comenzó a mover hacia el final del corredor para doblar a la izquierda, podía sentir la plana alfombra en mis pies, teniendo cuidado de no chocar con algún mueble o hacer cualquier movimiento que me desconcentrara y me asustara. No había luz hacia ese lado, pero no me importo, era lo mismo estar en la oscuridad o en la luz. Me quede al frente de una gran puerta, de ahí venia la música y podría decir que nadie la estaba escuchando de un equipo tecnológico, sino que por lo que escuchaba, alguien estaba tocando el piano adentro. Tenia que ser…él. Tome aire, puse la mano en la manilla y empuje la puerta, la cual no se abrió. Tome con ambas manos las puertas y comencé a moverla para ver si podía abrirla, pero no, el maldito le había puesto seguro ¿Por qué no quería que lo viera? ¡esto era injusto y estúpido! -¡No seas un cobarde! –dije moviendo con fuerza la puerta, pero esta no cedía y la música seguía sonando, infeliz, le importaba un comino que estuviera aquí afuera -¡se útil en algo y piensa una excusa para que de porque me tienes aquí bastardo! –la música paro y fue lo necesario para salir corriendo de ahí y llegar a la luz. El minuto de valentía se fue tan rápido como llego. Me fui corriendo hacia la habitación y cerré con seguro. Mire hacia todos mis lados, la luz estaba a mi favor aquí. Me metí en la cama y me obligue a dormir, no me iba a arriesgar a que ese demonio - 81 -

entrara a mi cama. Dos horas más tarde, mis ojos se cansaron y pude dormir. Al sentir la alarma abrí los ojos sonriendo, había dormido tranquila, después de varios días. Con los ojos cerrados tome el celular, pero con ese movimiento tome un papel. Abrí los ojos y note que era otra de sus famosas notas. "Hasta el lunes, para tu excusa con tus amistades, será que les tienes una sorpesa, nada mas, podrás arreglártelas hasta ese entonces" Hijo de puta, eso es lo que era este bastardo. Me levante para comenzar un nuevo día de trabajo. Hoy seria la "gran" fiesta a la que tenia que ir, maldita fiesta temática, me vería completamente idiota con el traje que dejo este maldito.

Kelly amor 8: aaayy que bien que te ugsto el capitulo, bueno, pronto sabremos que pasara cuando Bella se entere de todo. Muchas gracias por leer! Belu: estoy segura que a Edward le encantaría que le dijera, malo Eddy, malo Eddy jajajajajajaj como es de pervertido jajaja bueno, veremos como sigue todo por estos lados y Edward le respondió esa noche lo que el estuvo hablando con Bella en Cullen Ltda, pero ella no se dio cuenta y no pasa a mayores, veremos pronto como es descubierto jejeje muchas gracias por leer. Valeee: aayy que bien que te gusto el capitulo! Bueno, sip, este Jacob sexy vestido de chofer, pero creo que ser empleado de Edward le baja lo sexy jajaja muchas gracias por leer. Arthemiis: jajajajjajaja a mi me deja tonta y de mal humor las siestas, soy como los bebes jajajaj bueno que bien que te gusto el capitulo y claro que no se da cuenta bella, porque Edward es el hijo del su jefe, un empresario importantísimo como va a relacionar un mounstro con un hijito de papito :S bueno espero que estes bien y muchas gracias por leer. Aurora: que genial que te lo imaginas como una película, lo que me hace pensar que es como una película porno la que estoy describiendo pero no, porque esas no tienen trama ajajajajaja ok, de verdad cuando comencé con los lemmon (a leerlos) me volvi adicta hasta que llego uno que me traumo y me aleje de a poco además que tenia que seguir escribiendo jajaja y me desconcentran. Ok, espero que estes genial y gracias por leer. - 82 -

Cony: jajajaja mori con eso de que Edward te controle :P jajaja bueno que bien que te gusto el capitulo, ya todas tus preguntas serán respondidas, mira que Bella no es tan pava para no darse cuenta de lo que sucede, pero es un tanto difícil ya que Edward de verdad cambia la voz cuando esta caliente jaja o sea, con Bella en 1313 jajaj espero que estes bien y muchas gracias por leer. Nancyta: jajajajajaj creo que envidias a Bella solo por el comentario XD bueno que bien que te gusto el capitulo. Muchas gracias por leer! Noelia: aayyy ya veras como todo es aclarado. Que bien que te gusto el capitulo y muchas gracias por leer! Mila: creeme que edward desea sin dudas haer realidad el sueño 1313 de Bella, porque realmente le agrado, porque le gusto, no por hacerla sentir bien jajaja tan malulo. Bien, muchas gracias por leer. Ayame chan: aaayy qe bien que te gusto el capitulo jajajajaj edward baba, pero eso de acurrucarse, es cierto, el no es de esos, ya veremos….muchas gracias por leer! Flovato: jajajajajajaj mal! Esa no es la idea de que edward provoque eso en ti jaja pero bueno, ya te unes a Luna que también odia a Edward por lo que le hace a Bella :D espero que estes bien y gracias por leer! Serena Luna Reyna: ¿ahora bella es boluda? Jajajaja como rei con eso, pobrecita, pero si el la controla como quiere ajjajaa espero que te guste el capi nuevo y muchas gracias por leer. Vyda: jajaja sip, admito que este edward es adictivo, pero vero, date cuenta que la pobre no tiene idea que es edward! Jajajajajaj babacion total por el como lo amo, se me hace agua la boca jajajajajajajajajjaja gracias por leer. Celi: jajajajaja como rei, con eso de que tu notebook esta que hecha humo jajaja bueno, que bien que te gusto el capitulo y gracias por leer. Bree del flog karekanotiamo: aaaayyy que bien que te gusto este edward, realmente yo dejaría que hiciera y deshiciera conmigo feliz de la vida jajajajaja espero que te guste los nuevos capitulo y muchas gracias por leer, que estes bien. Arthemiis: un comentario de menos de una línea y mas encima exigiendo capitulo, este mundo esta patas para arriba tere! jajajajajajajajaj - 83 -

GRACIAS POR LEER, ESPERO QUE COMENTEN

- 84 -

Chapter 8 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 8 Estaba ya en mi escritorio. Jacob me había venido a dejar y para mi sorpresa no me hablo durante todo el camino aparte de haberme dicho "Buenos días Srta. Isabella" no sé porque, pero presentía que el bastardo tenia culpa de esto, pero además de eso, el día estaba yendo normalmente, no había visto a Edward y eran mas de las doce, solo tenia tres horas mas de trabajo y luego me iría a ese edificio a encerrarme de nuevo. Le pregunte a Alice sobre Jane Vulturi, pero dijo que no tenia idea de quien era, que nunca había tratado con ella, así que supuse que era un alcance de apellido, aunque tampoco estaba del todo convencida, así que después tendría que investigar sobre eso, quizás Aro Vulturi, podría responder a mis dudas…claro, no el, sino mas bien, sus registros en su computador. -Hola Bella –dijo Mike sacándome de mis pensamientos. -Has venido…muchas gracias –dije poniéndome de pie. El se sentó en mi puesto –necesito que busques los archivos que han sido eliminados desde el miércoles ¿podrías hacerlo? -No te preocupes, Jess me dijo lo que sucedió, veremos que podremos hacer ¿tienes mucho trabajo? –dijo sonriendo. -No, puedes ocupar el ordenador tranquilo, el Sr. Cullen hoy no ha venido…. -La fiesta "Masquerade" –dijo comenzando a abrir ventanas en el monitor, concentrándose en lo que hacia. -Si, Alice me dijo que va anualmente, no tenia idea –el me miro y asintió. -Siempre, el y su esposa Esme, incluso el jefe de Alice y también la jefa de Jess… -La Srta. Tanya –ella era encargada de las relaciones comerciales con otras - 85 -

empresas. -Así es… -comenzó a escribir cosas que no entendía. -Puedes ir a comer algo, esto me tomara un poco de tiempo… -asentí. -Mike, no sé si puedes, pero ¿estas redes están conectadas? -Si ¿Por qué? ¿tenias información en otro computador? -Si, exacto –sonreí nerviosa, Mike me había dado la respuesta a su pregunta. -En el computador de Aro Vulturi, el Sr. Cullen necesita unos archivos, pero no recuerdo el nombre. -Bueno, te puedo dejar todo listo para que puedas ingresar a su computador desde el tuyo, tienes las contraseñas ¿no? –negué. -Estaba abierto cuando entre… -Ya veo, no te preocupes, lo solucionare, pero eso si me tomara tiempo…¿de verdad no tienes trabajo? –dijo confundido. -Si, arregle todo ayer y lo que me falta es lo que se perdió, así que…luego me quedare, además el jefe no esta –dije sonriendo, luego me sentí mal de llamar así al Sr. Cullen, sonaba a como Jacob llamaba al bastardo –así que no me dejo trabajo. -Muy bien, entonces eres libre de hacer lo que desees –dijo sonriendo –yo me ocupare de esto –asentí. -Muchas gracias por venir Mike, se que estas ocupado con todo el edificio… -Dale las gracias a Jess, ella me convenció para venir directo aquí….es persuasiva –sonrió. Asentí incomoda, no tenia idea como Jessica lo había convencido, y no lo quería saber. Me fui a por las escaleras hasta que llegue al piso 57, Alice tenia que estar libre, Aro Vulturi no debería estar, al igual que el Sr. Cullen. -Por fin, bajas –dijo cuando llegue al frente de su escritorio, estaba aburrida. -Por tu rostro puedo notar lo entretenida que estas –asintió. - 86 -

-Ha estado todo muy lento, cuando los jefes se dan el día, no hay nada que hacer, debieron darnos el día a nosotras también. -Si –dije sin muchos ánimos, por mi que me dejaran trabajando hasta las doce de la noche todos los días para no tener que salir de aquí. -Bien….creo que has venido por voluntad propia y no has escapado de nosotras como lo has hecho hasta hoy en la mañana, donde no respondiste ninguna de nuestras duda, ¿Qué sucede Bella? ¿Por qué te has ido así como así de tu departamento sin decirnos nada? –me tense de inmediato, tendría que utilizar todos los medios para poder mentir. -Es una sorpresa –dije casi atragantándome al pensar en el bastardo, había sido su idea decir aquello cuando me preguntaran. -¿Una sorpresa? –asentí. Ella frunció el ceño confundido. -Si…es que no puedo decirles nada hasta el lunes –su ceño se frunció más aun. -¿Por que? -Porque es una sorpresa, espero que te guste –eso no debí decirlo, quizás la sorpresa no era agradable. Había pensando toda la mañana al respecto de eso, ¿Qué tenia planeado el bastardo? -Esta bien, si no me quieres decir, lo averiguare de todas formas. -Alice –dije ahora yo frunciendo el ceño –es una sorpresa, no debes averiguar nada. -Estas actuando rara Bella, no puedo pensar que aquello es cierto….te quedas hasta tarde trabajando, te preguntamos algo y te pones nerviosa de inmediato…esa no eres tu, me preocupas, eres mi mejor amiga –me miraba afligida, sonreí. Estaba haciendo muy bien en aceptar estar con el bastardo, no permitiría que Alice corriera peligro, ella tenia mucho que perder, en cambio yo no, ella estaba enamorada de su Jasper, con quien llevaba bastante tiempo, tenia unos padres que la adoraban, tenia amigas que la adoraban, aunque yo igual, pero no la iba a poner en riesgo contándole todo lo que sucedía. -No exageres –dije riendo, tratando de que los ánimos estuvieran mas relajados –ahora dime ¿Cómo va todo con Jasper? - 87 -

-Excelente como siempre –dijo sonriendo, mientras su ojos le brillaban, estaba enamorada, sin dudas -y apropósito de eso, hoy vendrás con nosotros para ir a ver a los desaparecidos de Rose y Emmett, Jess y Mike igual vendrán –estos ultimo no conocían mucho a Rose y Emmett, por lo que si iban ellos, era para tener una gran junta de amigos y pasarlo bien. -No puedo –dije recordando que tenia que asistir a esa maldita fiesta "Masquerade" -¿Cómo que no puedes? –su mirada se endureció de nuevo. -Tengo un compromiso –cambio de inmediato la mirada. -Bella…pillina, pillina….¿estas en malos pasos con alguien?...¿es que acaso…? –su sonrisa paso de diversión a sorpresa -¡Dios Santo! ¡lo hiciste! –grito apuntando con su dedo índice. Mire a todos lados de inmediato, pero gracias a Dios no había nadie cerca. -¡Alice cállate! -¡Oh Dios mío! –se tapo la boca con ambas manos aun sorprendida -¡Soy tu amiga me debiste decir! ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿es guapo? ¡¿Donde lo conociste? –me di cuenta que no podía responder ninguna de sus preguntas. -Yo…bueno…fue algo casual… -sus ojos se abrieron. -¡Estoy en estado de shock! ¿Casual? ¡¿Isabella Swan teniendo sexo casual? ¡¿en que mundo paralelo estoy viviendo? -¡ALICE! –le grite por ser una desatinada al esta gritando como si no hubiera nadie aquí, aunque en realidad no había nadie, desde el piso 51, eran solo de jefes, privados, así que no habían mas de tres personas por cada piso. -Oohh Dios, dime como fue ¡dímelo! ¿fue bueno? O… -su mirada se preocupo -¿fue tierno contigo? –aquello me traspaso el corazón, podía decir que mi primera vez fue casi desastrosa. -Alice –dije tosiendo –solo fue sexo, no hice el amor con nadie ¿esta bien? –sus ánimos bajaron rápidamente al escucharme. -Claro…ya veo, pero ¿Cómo fue? Realmente no me imagino a Bella, mi mejor amiga, teniendo sexo casual –tome aire para tener tiempo de mentir. - 88 -

-Fue hace poco, el martes… -Ya veo porque has estado extraña…fue hace poco, ¿no fue bueno? –levante los hombros para quitarle importancia. -Solo que Salí sola…al cine… -ella frunció el ceño, esto no estaba saliendo bien –y vi a un tipo, era guapo…así unas miradas y luego me invito a tomar algo… -¿En que momento hubieron miradas? Estabas en el cine –fruncí el ceño. -¿Quieres que te cuente o no? –ella asintió –bien, conversamos…y luego se dieron las cosas…y lo invite a mi departamento… -¿Cómo se llamaba? –trague saliva. -Anthony –se me ocurrió el primer nombre que se me ocurrió. Ella frunció el ceño. -Ya veo…¿y como fue? -Ya te dije, solo fue sexo… -¡Bella!...que frio suena eso –así fue exactamente. -Bueno…se sintió bien, en un momento –un momento que fue completamente fuera de mi control o mi voluntad. -¿En un momento?...aahh Bella –dijo ahora triste –esa sin dudas es una mala respuesta… -me miro triste, estúpida Alice que no le podía esconder nada -¿Por qué lo hiciste si era un desconocido? –tense mi mandíbula, me estaba hablando como si me quisiera consolar y eso era exactamente lo que había necesitado durante estos días, ya que nadie sabia lo que me estaba ocurriendo. -No lo sé, no he estado pensando adecuadamente estos días… -Alice se puso de pie y llevo su silla a mi lado. Dejo su brazo alrededor mío y fue lo necesario para comenzar a llorar como una idiota. -Ya paso, ya paso Bella… -dijo mientras yo me apoyaba en su hombro y ella acariciaba mi cabello. -No se lo digas a Jessica ni a Rose –dije mientras seguía llorando –me da vergüenza –claro que sentía eso, además de asco a mi misma porque además de sentirme bien esa vez, lo he vuelto a hacer con ese monstruo. - 89 -

-Bella, me debiste decir esto de inmediato… -me acerco mas a ella, mientras yo seguía llorando, pero me separe de ella al instante de que sonó el ascensor, alguien venia. Alice miro quien era y frunció el ceño, mientras yo secaba mis lagrimas con mis manos. -Toma –me quede helada al escuchar esa voz, mire a mi izquierda y vi un pañuelo. Lo tome y seque mis lagrimas -¿Qué esta sucediendo aquí? -Sr. Cullen… -dijo Alice llevando su silla detrás del escritorio -¿necesita algo? El Sr. Vulturi no esta, se fue porque hoy… -Es la fiesta "Masquerade", lo sé –dijo Edward ahora a mi lado. Ni siquiera lo mire, me concentre en mirar a Alice, quien lo miraba confundida –no fue eso lo que pregunte –su voz era dura, estaba molesto –Isabella ¿tu no deberías estar pisos arriba? ¿Trabajando? –asentí. -Si, señor –dije poniéndome de pie, pero antes de dar un paso me detuvo dejando su mano en mi brazo. -Siga trabajando… -dijo a Alice. Gire mi rostro para verlo, casi se me fue el aire. Vestía un traje gris, con una camisa blanca, con su corbata a juego, mal puesta y su cabello desordenado como siempre, llevaba gafas. Fruncí el ceño, estábamos en invierno aun y no había sol, a pesar de que no llovía –ven…. –camine hacia el ascensor con el, pero se desvió hacia la puerta de las escaleras. Comencé a subir en silencio cada escalón, con el atrás mío, me sentía, ahora mismo demasiado intimidada. -Detente… -fruncí el ceño, quedamos a la mitad del ultimo piso -¿Quién esta en tu puesto Isabella? -Mike…Newton, de informática, arreglando mi ordenador –asintió. Se quedo en silencio mirándome, presiono sus labios al tal extremo que se veía una línea sus labios -¿Qué le paso a sus ojos? –no pude evitar preguntar y mantener el profesionalismo en esto. Edward curvo sus labios, haciendo que me sujetara del pasamano y dejara de mirarlo. -¿Qué sucede? -Nada –absolutamente nada, solo era el que me aturdía mas de la cuenta. -Mis ojos están…bien –sentí como me miraba y preferí salir de ahí rápidamente - 90 -

porque mis piernas se estaban debilitando. -No… -dijo deteniéndome cuando faltaba unos escalones para abrir la puerta y llegar al ultimo piso. -Esto esta mal, déjeme ir, de verdad, no he llegado al extremo de decirle algo al Sr. Carlisle –vi como frunció el ceño y se acerco a tal extremo que quede contra la pared, pero deje mis manos en su pecho para que no se acercara mas. -A mi no me amenaces Isabella…nunca –sentí un escalofrió cuando me dijo aquello, un escalofrió demasiado familiar en estos días. Levante la mirada atónita por la idea que paso por mi mente, me importo un comino que el que estuviera ahí fuera el hijo del jefe, lleve con rapidez mi mano a sus gafas para sacarlas y poder ver el color de sus ojos, pero como si siempre estuviera un paso mas adelante que yo, dedujo lo que iba ha hacer, así que cuando levante la mano, el solo la tomo y la estampo contra la pared. -¿Vas a la fiesta "Masquerade" no? –el sonrió, como si no le sorprendiera mi pregunta, un punto menos para mi, quería ver si se sorprendía. -No voy hace años a esa fiesta… -¡demonios! Tenia que probar si aquel era….ni siquiera podría decirlo, era imposible, era el hijo maniático de mi jefe. -Yo voy a ir –dije sin importarme que eso lo mantendría en secreto. -¿Así que vas a ir? –sonrió de nuevo. -Si… -aun seguía sonriendo, lo que me distrajo, ya que sus labios estaban cerca de los míos y de solo mirarlo sentí como mis brazos se debilitaban, la sonrisa de Edward se fue borrando, hasta quedar muy serio, haciéndolo ver extremadamente sexy con esas gafas –¿Eres tu? -¿Qué cosa? –era imposible, no podía ser el, nada cambiaria, pero….¡era imposible! ¡era el hijo de mi jefe! ¡era el hombre mas guapo que había visto en toda mi vida!...y era raro, un lunático. -Tengo que trabajar… -Ayer te tenias que ir…ahora tienes que trabajar, me mientes, mi padre no esta, no tienes nada que hacer, además porque eres una muy buena secretaria, por lo que tienes tu trabajo al día –se acerco mas a mi rostro, teniéndolo solo a centímetro de mis labios. Cerré los ojos mientras sentía que mis energías se iban –tu también - 91 -

quieres esto… -dijo rozando sus labios por mi mejilla derecha. Cerré con fuerza mis ojos y solo al ver todo tan negro, vi esos malditos ojos rojos y con todas mis fuerzas trate de alejar a Edward de mi, se me hizo fácil comparado con segundos antes cuando lo empuje y no se movió. -No… -me daba lo mismo, si era una estúpida por hacer esto, pero no iba a dejar que esto siguiera. -¿Por qué no? -¡Porque no estaré con dos hombres!...si, escuchaste –el frunció el ceño –yo estoy con alguien, así que deja de hacer esto –no me importaba que eso fuera una gran mentira, pero no iba a tener sexo con dos hombres, aunque haya tenido esa estúpida sospecha, que si la analizaba mejor ahora, podría estar auto convenciéndome para pensar eso, para poder aceptar a Edward. -Bella… -fruncí el ceño. -Solo aléjate…no soy ese tipo de chicas, consíguete a alguien mas para tus juegos, porque yo no voy a aceptar ¡nunca! -¿Nunca? ¿en toda tu vida? –lo que dijo fue tratando de ser gracioso, pero estaba enfadado. -¡NO! –en ese momento se abrió la puerta del piso y Mike nos quedo mirando sorprendido, para después fruncir el ceño. -¿Todo bien Bella? –asentí para después mirar a Edward. -El Sr. Cullen solo que esta un poco agripado y no escucha bien, su padre no dejo los papeles de las negociaciones con España, podría venir el lunes, muchas gracias –dije segura, no tenia idea como salió esa mentira. Edward me quedo mirando unos segundos sin decir nada. -Gracias Isabella, me ha quedado claro ahora… -giro y se dirigió hacia los pisos inferiores. -¿Estas bien? ¿te hizo algo? –dijo Mike preocupado. -Si, no me hizo nada… -mi voz seguía segura. - 92 -

-Bella, si te ha hecho algo, con los chicos le damos una paliza –sonreí. -Gracias, eso no será necesario –además de ser imposible, Edward Cullen era alguien de poder, jamás alguien le tocarían un pelo en su vida y si eso fuera así, el se encargaría de dejar con cuatro cadenas perpetuas a los responsables. -Bien, buenas noticias, esa chica Ángela solo paso a eliminar algunos archivos, uno que me daba la opción de conectarte con el ordenador del Sr. Vulturi, he sido rápido, esta todo listo… -¿Es en serio? –le asintió -Me has subido el ánimo… Con Mike fuimos y vimos lo del ordenador, me dio las indicaciones de cómo hacer todo y luego se fue. Comencé a meterme en el computador de Aro Vulturi desde el mío, pero no había nada de importancia relevante, estaba todo en orden y además solo habían archivos relacionados con la empresa, así que decidí meterme al historial de su navegador de internet y poder conseguir su dirección electrónica, Mike me dio el "dato" de cómo hacerlo, creo que sabia que no tenia nada en su computador y que estaba metida en malos pasos. Pude entrar a su correo y mi boca se abrió al ver que habían varios correos de una tal "Jane_V" sonreí triunfante ¿Qué relación tendrían? -¡Mierda! –dije asustada al escuchar el teléfono sonar. Lo tome rápidamente –Buenas tardes, Cullen Ltda. ¿Con quien hablo? –dije con el tono que empleaba al teléfono, amable. -Srta. Isabella –me quede helada al escuchar la voz, era Jane –Jacob la estamos esperando abajo, son mas de las tres de la tarde y debemos arreglar todo para esta noche, son ordenes del jefe… -me estremecí al pensar en ese ser, pero aun así, mis dudas se mantuvieron sobre quien podría ser. -De inmediato bajo. -Esta bien –dijo ella y ambas cortamos. Cerré todas las ventanas y guarde todos las contraseñas en mi cajón del escritorio, el con llave y apague el ordenador, justo en ese momento Alice y Jessica vinieron a buscar. Sonreí. -Tres y un minuto mi amiga, es hora de irnos… -dijo Jess. Recordé a Jane, es una exagerada, pensé que se me había pasado mas el tiempo, mire a Alice y sonreí incomoda ¿Cómo lo haría si un jaguar negro de lujo me estaba esperando abajo? Trague nerviosa, esto seria imposible de explicar, pero como dijo el bastardo, mi - 93 -

excusa tenia que ser que había una sorpresa el lunes ¿Qué seria? Llegamos en minutos al primer piso, conversando solo estupideces, me disculpe con ambas por no poder asistir a la reunión de amigos, pero Alice asintió al igual que Jessica, Alice me quedo mirando con ganas de saber mas, porque antes no le dije que haría, pero por estar Jessica, no dijo nada. Llegamos a la calle y me quede helada. -Wooow…eso si es un auto –dijo Jessica mirando. Asentí, al igual que Alice. -¿Dónde esta tu auto Bella? –dijo ella confundida. -Vine en taxi, esta en el mecánico, en revisión. -Ahhh….bueno, yo me voy… -dijo Alice, se despidió de ambas, me dio un abrazo fuerte y se fue al estacionamiento del edificio por su auto. -Bien, a esperar taxi –dijo Jessica a mi lado, agradecía que viviéramos en diferentes barrios, así no compartíamos taxi y no me encontraría en mas líos de los que ya estoy. -¡Ahí viene uno! –dije alegre –tómalo -ella me miro confundida por mi animo al ver que venia uno. -Tu lo viste primero…. -No digas eso, así me aseguro que estas bien, además te lo debo por mandar a Mike antes de tiempo, chica persuasiva –se rio fuerte al escucharme. -Esta bien, acepto por eso, aunque no fue ningún sacrificio –dijo riendo, mientras me daba un beso en la mejilla y se metía al taxi que se había detenido. Mire suspirando hacia la derecha y vi que el jaguar negro se acercaba a mi, mientras que Jacob salía de este y abría la puerta para mi. -Buenas tardes Srta. Isabella –asentí cansada, mientras entraba al auto, pero mire hacia atrás y pude ver como Alice me miraba con los ojos como plato, de un salto entre para que no me siguiera mirando. -Buenos tardes Srta. Isabella…se ve un tanto…agitada. - 94 -

-Mi amiga me acaba de ver Jane –dije mirando hacia la ventana, Alice paso por el lado aun mirando hacia el auto. De esta no me salvaba. -No se preocupe, el señor… -se tomo un segundo, parece que se cansaba de no poder decir su nombre. -No hay nadie que te delate Jane, me puedes decir –ella sonrió. -No podría Srta. Isabella. Y no se preocupes de su amiga, ya el lunes todo estará resuelto y yo podre hablar con tranquilidad –mi estomago se revolvió al escucharla –ahora tiene un largo día desde ahora –dijo abriendo su agenda de cuero negro, buscando todo para indicarme lo que tenia que hacer. -¿Qué eres de Aro Vulturi, Jane? Vi unos correos de ti para el, y de el, para ti –ella se quedo helada, levanto la mirada y me enfrento. Le tomo unos segundos. -Es mi padre…pero eso no importa ahora, ya no averiguo nada a tiempo, más adelante le puedo contar lo que sucedió, ahora…usted, debe ir al salón de belleza y pasar un tiempo ahí, tiene a una fiesta a la cual asistir y una identidad que descubrir, gracias al cielo para nosotros dos –dijo mirando a Jacob. Mire al chofer y asintió, como si estuviera cansado, mientras hacia partir el auto. Mire a Jane y asentí, me esperaba un día muy largo.

Cony: aaayy que eres linda, bueno no te preocupes, solo eran problemas con unas amigas, pero ya esta todo solucionado, por eso he dejado un poco de lado los fics, me exigen socializar u.u asi que bueno acepte, como estamos a final de verano, luego me tendrán solo para uds de nuevo jajajaj ya que todas comenzamos a estudiar :P ok. Edward si cambia la voz por eso, asi heavymente, además que se controla cuando esta con Bella, lo que hace dudar aun mas a Bella, espero que te guste este capitulo y muchas gracias por leer y por la preocupación *-* Belu: jajajajajaj bueno tanta duda se ira respondiendo mas adelante jejejeej espero que te guste este capitulo y muchas gracias por leer. Alejandra: sip, el dia de la fiesta, deberían estar todas esperándola con ansias porque queda la crema, de verdad…bueno, espero que te guste este capitulo y muchas gracias por leer. ¿estabas tratando de ver si edward y la sombra es el mismo? ¡que eres tierna! Jejeje pero si todas las propaganda que hice del fic, esta Edward con los ojos rojos jejeje. Sip, edward infeliz cree que Belles una fácil :s eso es cierto, ella le demostró que no es como la polar, llegar y llevar. Jajaja aun no vez - 95 -

el traje y lo quieres usar jajajaja ok, gracias por leer! Aurora: jajajaj yo tampoco he visto una película porno…completa jaja porque típico que haces zapping (me ha pasado con mis papas al lado) y paso un canal y están haciendo ñaca ñaca jajajajajja. Que genial que el fic no te traume, porque esa no es la idea, edward es 1313 pero no para traumar jajajaj ok, espero que estes bien y muchas gracias por leer. Bea: bueno, creo que ese "crrrrrreeo" se responderá el dia de la fiesta jajajaja espero que te guste el capitulo y muchas gracias por leer. Celi: jajajajjajajajajaj es verdad, yo también me hubiera quedado tranquilita esperando a que edward hiciera lo que quisiera jajajajajajjaja no, Bella no se cuida, pero adelanto para todas QUE NO HABRA EMBARAZO, eso lo hago solo en un fic y ninguno mas, nunca me ha gustado mucho. Espero que te guste el siguiente capitulo y gracias por leer. Marr: jajajajaj es verdad, esa parte fue un tanto graciosa, bella pobrecita u.u espero que estes bien y muchas gracias por leer. Nancyta: ¡basta de envidia! xDDDD que bien que te gusto el capitulo. Ya veras el traje de bella y pronto la fiesta, espero que te guste igual. Gracias por leer. Serena Luna reina: jajajajaj como lo odias! Como lo odias! Jajajaj bueno, ahí veremos la reacción de Bella, puede que se enoje, como también puede que se resigne :S espero que te guste y gracias por leer. Noelia: bueno lo de las chicas, es una sorpresa jajaja como el dijo ya veras lo que sucederá ahí jajaj espero que te guste el siguiente capitulo y muchas gracias por leer. Yoya: jajjajajaja me he estado riendo un monton con tu comentario, de verdad, pero….creo que alguien no esta de acuerdo con mi risa. Hoy recibi un correo electrónico de Isabella Swan y me ha respondido por tu comentario :S Este es: "No puedo creer que pieneses gloria que yo estaría buscando a ese ser tan desprecieable que a robado mi vida, de tal forma que ni siquiera puedo salir a ver a mis amigas sin ese chofer que me ha asignado el "jefe" espero que seas mas comprensiva con lo que me esta sucediendo ya que mi vida se ha arruinado tanto en personal como laboralmente, con ese Edward acosándome de un lado a otro, solo me complica la vida aun mas, espero que seas mas empática y te des cuenta de mi situación. - 96 -

Adios Gloria" VISTE QUE ERES MALA YOYA! Imaginate te trato de gloria y todo O.O en shock, pobre bellita, que uds solo ven la parte morbosa de la situación jajajajajajajajajajajajajja me uno jajajajajaja ok, espero que estes bien y que te guste el capitulo. Gracias por leer. Vanne: siento la demora, se me ha pasado la mano esta vez, lo siento. Bueno espero que te guste este capi y gracias por leer. DraCullen: no tener internet es horrible, te acompaño en tu pena u.u bueno espero que estes bien y que te guste los capis que vienen! Ejejej gracias por leer. Flovato: jjjajajajajjajaja Edward es un infeliz, de verdad para odiarlo si te das cuenta de la situación en la que están. Gracias por leer Vivi: jajajaja creo que si algún dia tenemos un psicópata siguiéndonos, seria genial que fuera como edward jajajajajajaj ok, espero que lo hayas pasado super en tus vacaciones y gracias por leer

CHAN CHAN CHA...BELLA ESTA ABRIENDO LOS OJOS JEJE YA SE VIENE EL CAPI TAN ESPERADO, EL N° 10 AHI PASA DE TODOOOOOOOOOOOOOO BUENO, ESPERO VER SUS COMENTARIOS Y ESPERO QUE PASEN POR DESTROZADA ES MI PRIMER ONE-SHOT PARA UN CONCURSO QUE HAY, ¿PASARIAN PARA COMENTAR Y AYUDARME? ESTA EN MI PERFIL. BIEN...QUE MAS LES CUENTA ¡AAH! BIENVENIDA A LAS NUEVAS LECTORAS, MUCHAS GRACIAS POR DARSE EL TIEMPO DE LEER Y LES DOY EL DATO QUE ME AGREGUEN PARA VER LOS ADELANTOS DE MIS FANFICS "DANII'S FICS" ESA ES MI CUENTA EN FACE, FICSILOVEDWARD, MI CUENTA EN TWITTER, FICS ILOVE EDWARD, MI PAGINA EN FACEBOOK...SI, TENGO VARIAS CUENTAS JAJAJA. BUENO, GRACIAS A SUS MARAVILLOSOS COMENTARIOS, LOS HE AMADO, AHORA ENVICIENME MAS!

- 97 -

Chapter 9 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 9 Eran más de las siete de la tarde y estaba muerta de hambre. -Esto ha sido una exageración Jane, tengo hambre, volvamos luego –dije como si tuviera cinco años y le estuviera hablando a mi madre. -Solo falta un poco… -estaba vuelta loca mientras ahora un tipo, con una camisa negra ajustada al igual que sus pantalones negros, me arreglaba el cabello. -¿No pudo elegir a alguien que tuviera el cabello liso? –dije de mala gana, ahora me estaban ondulando mi pelo para ir mas "caracterizada" según Jane –es una estúpida fiesta, no veo el motivo de tanto barullo. -Eso deberá preguntárselo a él, no a mi Srta. Isabella –suspire y cerré los ojos mientras seguían jugando con mi cabello. No fue hasta una hora después que por fin habían terminado. Me habían hecho de todo, masajes en todo mi cuerpo, depilación…en todo mi cuerpo, grite y mucho, pero luego se me paso, pero no mejoro nada, ya que se entretuvieron con mis uñas, con mi cabello, donde se demoraron aun más. Solo diré que jamás quiero volver a pisar un lugar así, pero por lo menos tuve tiempo de pensar en lo que podría hacer para escapar de todo esto, no me iba a quedar de brazos cruzados mientras un tipo me tenia en su departamento lujoso, no podía, pero mi cabeza estaba mas concentrada en pensar que por fin le iba a ver la cara a ese psicópata, y además el lunes me daría una excusa para las chicas ¿Qué seria? Dios….debería estar enferma por preocuparme mas de eso que de pensar en escapar de su lado. -¿Jane que haces? –dije notando que se movía a mi alrededor mientras íbamos hacia al auto. -¡No sé como detener su cabello!...es demasiado liso y con el viento se alisara de aquí a las horas que tiene que esperar –rodee los ojos. - 98 -

-No importa si eso sucede….relájate –dije cuando Jacob abrió la puerta para nosotras. -No, el dijo que debía llevar el cabello así –la mire sonriendo, esta chica debería estar loca. -Si, pero no todo se cumple Jane, el debería saber eso…todo el mundo lo sabe, si mi cabello se alisa de aquí a medianoche…bueno, así es mi naturaleza… -¿Siempre ir en contra de lo que le dicen? –la mire seria. Negué y mi mirada se fue a la ventana. -¿Ahora nos vamos cierto? Ya no hay nada que hacer. -Así es, ya deben estar preparando su comida, además mas tarde deberá maquillarse, llegaran las especialistas al departamento… -sonó su celular y ella atendió como si la vida se le fuera la en eso, escucho unos segundos para después hablar –Si, esta todo bien señor, no hay nada de que preocuparse, estará lista a tiempo y además podrá hacer lo que desee, estamos adelantadas –entrecerré los ojos al notar que era…él –si, Alec esta avisado, todo saldrá en la revista –lo escuchó otro momento –si, la mascara tengo que ir a buscarla –tenia unas ganas tremendas de tomar el celular y gritarle un par de cosas, ayer al no tener contacto alguno, me evito de tener mi ración diaria de gritos a un psicópata –si, su traje esta listo, su mascara es la que debo ir a buscar…si, esta aquí al frente ¿quiere hablar con ella? –hice mis manos un puño, lo único que deseaba era golpearlo, de verdad, desde que vi la nota en la mañana, estaba cansada de recibir notitas cobardes, quería verle su maldita cara y me dijera quien era, solo por eso estaba yendo a esta estúpida fiesta –muy bien… -supuse que su respuesta fue una negativa porque no me paso el teléfono, pero me vi obligada a dejar de tomar atención en su conversación, porque mi propio celular comenzó a sonar. Lo tome y sabia quien era, era la misma persona a quien le había desviado las llamadas en estas ultimas horas, pero ya no podría hacer eso. -Alice… -dije suspirando. -Si, suspira Isabella Swan, no me has contestado…menos mal que no lo hiciste antes, estaba mucho mas enojada contigo por haberme mentido, ahora quiero una explicación –mire a Jane y note que decía que yo estaba hablando con una amiga. -El lunes te diré todo Alice… -¡NO! Bella, dime donde demonios estas viviendo ahora o mejor dicho ¿con quien? - 99 -

–su voz era dura y muy enojada, pero no alcance a decir nada ya que Jane tomo mi celular y lo puso en su oreja. -Disculpe, pero la Srta. Isabella no esta disponible ahora mismo, mañana la puede llamar, sin ningún problema –corto de inmediato. -¡Jane! –le grite sorprendida por lo que hizo, pero ella acerco su propio celular. -Si, ya lo hice señor –rodee los ojos. -Aaarrrgggg ¡bastardo! –le grite al celular de Jane, ella estaba aun mas pálida de lo que era. -Hasta luego señor… -corto el teléfono y me quedo mirando como si lo sintiera. -¿Si te ordena que te tires por un puente lo harás también Jane? –ella no me dijo nada, solo negué –esto es demasiado –aproveche este momento para atrapar a Jane, para ver si mis sospechas eran ciertas –Jane –la mire mas tranquila luego de unos minutos -¿desde cuando que trabajas para Edward Cullen? –ella frunció el ceño. -No, no…¿Edward Cullen? El es el hijo de Carlisle Cullen –asentí –esta sospechando mal, el no es… -hice mis manos un puño. -¡Dios! –demonios, o esta chica mentía como los Dioses, o era pésima relacionando voces y…¡relacionando a esa sombra con Edward! Pasaron largos minutos cuando Jacob estaciono y nosotras salimos, Jacob desapareció sin decir nada, no entendía su cambio de comportamiento. -Iremos por el ascensor, ese cabello no puede ser afectado por el cansancio –dijo Jane, lo que hizo que me quedara helada y negué –Srta. Isabella, le diré algo… -ella tomo mi brazo, lo que me sorprendió, porque ella no se veía de tener contacto con otras personas –me han ordenado de que si me tengo que ubicar delante de una bala por usted, lo cual sin dudas lo hare, así que en la persona que mas puede confiar aquí, es en mi, así que subamos tranquilas por el ascensor, por que no sucederá nada…. –la mire indecisa, no quería. Comencé a sentir como mis piernas comenzaba a estar pesadas y como mis manos empezaban a transpirar y a picar. -No… -dije dando un paso atrás cuando el ascensor abrió sus puertas. -Srta. Isabella, usted puede confiar en mi… -dijo al lado de las puertas –no pude subir siempre por las escaleras, yo me encargare de estar siempre aquí para que no - 100 -

suba escalón por escalón –me sonrió amablemente, lo que me hizo dudar –venga… -tomo mi brazo con cuidado e hizo que me acercara a la caja de metal. Entre con el corazón en la garganta y respirando rápidamente, pero Jane paso su brazo por el mío y me sonrió –no pasara nada –marco el numero del ultimo piso y las puertas se cerraron, di un paso para evitar que se cerrara, pero era demasiado tarde. Comenzamos a subir y como instinto me fui al final de ascensor, Jane hizo lo mismo. Me apoye en el brazo de metal que tenia el ascensor y cerré los ojos con fuerza –Ya va a pasar, no se preocupe… -dijo Jane pasando su mano por mi espalda. Sentí que pasaron horas de eso –hemos llegado, solo fueron dos minutos ¿ve? –en un segundo estaba fuera de la caja de metal que me aterraba. -Bien… -dije respirando cansada -…eso no fue tan terrible como ha sido antes, no te toco el espectáculo que he dado, donde lloro, me quedo en posición fetal en el suelo… ha sido horrible otra veces –dije sintiendo como me sonrojaba. -¿Qué le paso en el ascensor? –dijo saliendo de este -¿Cómo para quedar traumatizada? –sonreí, era lo mas estúpido como para tener problemas con los espacios pequeños y los ascensores. -Nada, mas adelante te lo contare –dije riendo, no se lo diría nunca, era vergonzoso. Mientras estaba comiendo con Jane, quien me acompaño, vino a mi mente Jacob y su actitud tan extraña. -¿Qué le dijo tu jefe a Jacob, Jane? El ya no me habla –ella tomo jugo de frambuesa mirándome sorprendida. -Bueno….no me dijo nada con decirle sobre esto, así que… -tomo un poco de arroz y se lo hecho a la boca, comió mientras yo seguía esperando –Nuestro jefe, opina que… -El no es mi jefe Jane –ella asintió dándome la razón. -Lo que sucede es que, eemm…. –se llevo su mano a su cuello incomoda –digamos que mi jefe no quiere que usted entre a un ascensor con Jacob antes que con él –fruncí el ceño. -¿Esta celoso de Jacob? -Ehhh….algo así –dijo rascando su cabeza, nerviosa. - 101 -

-No le diré nada Jane, no te preocupes, yo le repito todos los días de que es un bastardo, no me sorprende que sea poco inteligente, el no debería sentir celos de Jacob, porque para eso, yo debería sentir algo por tu jefe, cosa que no es así, como tampoco es por Jacob –ella asintió. -Claro…Srta. Isabella, el de verdad no es tan malo como se ve… -enarque una ceja. -Jane, no lo he visto y lo encuentro malo, eso significa que empeorara cuando le vea su cara y sabré por fin quien es… -Es estricto solamente… -suspire. Esta niña adoraba al bastardo. -Jane, es malo, me tiene aquí contra mi voluntad, diciendo que si hago algo que no le guste le hará algo a mis amigas ¿crees que eso es ser estricto?...eso es ser malo, de verdad –ella sonrió. -Creo que cuando lo conozca mejor, no dirá lo mismo… -Jane ¿Qué edad tienes? –dije para poder conocerla mejor y poder comprender porque actuaba de esta manera. -Tengo veintidós -tome aire, se veía como de unos diecisiete. -¿Y que haces trabajando para él? Siendo que tu padre es Aro Vulturi, no creo que trabajes para ayudarle a tu familia –ella sonrió y negó. -Yo no gano dinero con esto, a diferencia de Jacob, yo me estoy preparando para otros planes…y esta experiencia con…mi jefe, terminara en uno o dos años mas, y estaré lista… -frunce el ceño. -¿Lista para que? -Lista para ser maquillada –dijo mirando su reloj –no le puedo decir eso Srta. Isabella, pero mas adelante claro que si, ahora…vaya a lavar sus dientes, que las chicas llegaran pronto y así terminamos pronto para que alcance a descansar antes de ir a la fiesta ¿esta bien? –la quede mirando seria. -Te has acostado con el ¿no? Por eso eres tan fiel a él –ella se carcajeo, lo que me hizo sonreír. -Claro que no Srta. Isabella, no tiene que preocuparse de eso, esto es absolutamente profesional y el…jefe, me ha ayudado bastante como serle fiel por - 102 -

como es, no por sus…otras habilidades –dijo riendo. -No te comprendo –dije poniéndome de pie y yendo al baño. -Yo tampoco a usted –dijo parándose de su silla igual. La mire confundida –hay policías…hay teléfonos por todo este lugar, pero usted sigue aquí, podría advertirle a sus amigas, pero usted sigue aquí… -Un policía o la advertencias hacia ellas no la salvarían de un vampiro Jane, ambas lo sabemos ¿no? –la risa de ella se fue y asintió. -Eso es cierto…bueno, mejor vaya a prepararse para que las chicas hagan lo que tengan que hacer –asentí yendo hacia la habitación. Me sentía como si fuera la hija de Jane, era cómico sabiendo que yo era dos años mayor que ella. Hice lo que me dijo Jane, así que lave mis dientes y mientras llegaba decidí investigar un poco mas el lugar, realmente me fui directo a la habitación que estaba cerrada la noche pasada. Con miedo deje mis manos en las manillas de las puertas y la empuje con fuerza, estas se abrieron fácilmente, por lo que casi me caí por ejercer mas fuerza de la que necesitaba. -Woow… -dije mirado el lugar, era mucho mas grande que la habitación que tenia yo. Era mucho mas oscura que la mía, teniendo cortinas negras, a juego con la cama, había un escritorio con un notebook, también la alfombra era oscura, sonreí –que predecible –este bastardo, parecía que le gustaba ser malo, quizás Jane tenia razón y no era tan malo como el mismo quisiera ser. Abrí mi boca al notar el piano que había al lado de un ventanal, que dejaba entrar la luz de una forma maravillosa, mientras que en otro extremo había un equipo musical gigante, a su lado había un estante donde se hallaban cientos de discos. Rodee los ojos, este tipo era ridículamente millonario. -¡Srta. Isabella! –me voltee al escuchar el susurro de Jane –usted no debería estar aquí…vamos –dijo haciéndome una seña, sonreí como si fuera una niña que la encontraban haciendo una travesura. -Tu jefe tiene un lado gótico –dije riendo, ella solo negó sonriendo -¿el sol no le hace algo? Siempre lo veo de noche, y es vampiro. -No puedo decir nada Srta. Isabella y usted lo sabe… -asentí de mala gana mientras llegábamos a la sala, donde me confundí, creyendo que habíamos entrado a otro salón de belleza. Suspire. Tocaba sesión de maquillaje. - 103 -

No sé cuanto habré dormido en esa silla que había, porque las chicas me recostaron y solo me quede inconsciente, tenia sueño, hoy me había levantado temprano porque tenia que trabajar, no era como si mi cuerpo fuera de un vampiro y no me cansara. -Me van a matar –escuche decir a Jane. Abrí los ojos perezosamente –en quince minutos tenemos que estar abajo, el jefe nos esta esperando –mi corazón latió desbocado al escucharla. -¿Qué hora es? –dije sorprendida. Seguía en la silla, pero las chicas que se habían encargado de mi, habían desaparecido. -Mas de las once Srta. Isabella…y usted no esta vestida –dijo afligida –es que usted lucia cansada, entonces me recosté en el sofá y puse la alarma, porque también estaba cansada, y no escuche el celular, tenia que sonar hace mas de una hora –por su voz y su expresión me di cuenta que estaba asustada, por el bastardo, quizás este tipo le daba latigazos cuando no cumplía a un cien porciento -¡de seguro el señor esta esperando afuera! -Relájate –dije poniéndome de pie –dame cinco minutos ¿esta bien? –ella asintió. Corrí hacia la habitación y me metí al armario, tome la famosa caja y me desvestí completamente, tome cada parte, la blusa crema, el corsé negro, el bolero rojo vino, esos pantalones negros, las increíbles botas que llegaban hasta mis muslos, ajuste cada botón y quede lista. Salí de ropero, me mire al espejo y arregle mi cabello, y como ultimo toque tome la cinta que tapaba mis ojos, era color negra y se ajustaba extrañamente en mi cabello. -Ahora eres Anna Valerious, Bella… -dije mirando al espejo. Y me veía increíble, no iba a tener falsa modestia, pero este disfraz, estaba hecho para mi, esperaba que me diera el poder de patearle el trasero a algunos vampiros. -¿Srta. Isabella? –dijo entrando Jane. Quien sonrió al verme -¡esta lista! En un tiempo record, hay que bajar –asentí. -Veamos si Van Helsing ha estallado de rabia –escuche su risa, aunque dudo que Hugh Jackman me este esperando abajo. -Espera… -dije deteniéndome. Corrí hacia la habitación y fui al baño, tome un perfume y me puse un poco en el cuello –listo –dije cuando llegue a donde Jane. Baje casi con un ataque cardiaco el ascensor, ya que me aferre al brazo de Jane - 104 -

mientras que mis piernas se debilitaban pero eso fue todo, creo que si me estaba acostumbrando a confiar en Jane, aunque no era sorpresa, porque si no me diera esa impresión jamás me hubiera subido en un principio al ascensor. Salimos del edificio y no vi jaguar alguno. -Ahí… -dijo ella apuntando a una limosina. Asentí y sentía como mis piernas se debilitaban –yo me iré con Jacob atrás, suerte Srta. Isabella –asentí, mientras ella abría la puerta de la limosina. Tome aire y entre, claramente tenia a Van Helsing al frente mío, pero en la oscuridad como siempre y para mi sorpresa pude notar que sus ojos estaban rojos. -Se han demorado, no me gusta llegar tarde –su voz estaba ronca, lo que hizo trizas mi posibilidades de que sea Edward el hombre que estaba al frente mío y para mi sorpresa, me asuste mucho mas por eso, sin embargo, su voz estaba siempre ronca, porque este bastardo siempre que se comunicaba conmigo estaba caliente ¿será que tengo ese efecto en el? Porque aun así, seguía encontrado su voz familiar y eso estaba relacionado a Edward, sin dudas. Dio unos golpes a la ventanilla detrás de el y la limusina comenzó a andar, era hora de ir a la famosa fiesta "Masquerade" -Creo que hoy será el momento de verte la cara ¿no? –sentí como rio levemente, pero no me respondió nada. ¿Se atrevería a engañarme?

Stephanie: jajajaja fiesta de quinta, de quinta no tiene nada! Jajajajaj mira que es bastante importante :P espero que te guste el capi. Muchas gracias por leer :D Arthemiis: que bien que te gusto el capi. Esta Bella no anda con dos ajaja ni que fueran los mismo, ella no tiene idea jajaja ok, que estes bien! Gracias por leer :D Yoya: jajajajja mori con tu comentario, parece que tienes experiencia como para darle consejos a Bella pillina, pillina jajajajajaj ok, espero que te guste este capi y gracias por leer. Carli0326: no le queda nada a Bella! Por fin, pero por lo visto Edward no tiene pensado revelarse muy pronto :s espero que te guste el capi que sigue y gracias por leer :D Nancyta: que bien que te gusto el capitulo! Jajaj quieres saber todo de una! - 105 -

Tocara esperar un poco para aclarar las dudas. Espero que estes bien y muchas gracias por leer :D Lara: jajajajja todas nos estamos derritiendo por este edward, si es tan sexon jajaja espero que estes bien y muchas gracias por leer :D Mar91: muy muy difícil veo un pov de Edward, porque ahí se descubre todo de una, pero sin dudas habrá uno en un futuro porque será necesario :P muchas gracias por leer y espero que te haya gustado este capi! Noelia: jajaja la fiesta es importantísima, de eso estamos seguras, jaja habrá que esperar, espero que te guste el capi y gracias por leer :D Belu: sip, pobre de Bella, mira que ha sido todo muy difícil para ella con el psicópata de Edward. Espero que te guste el capi y gracias por leer :D Vania Cullen Farron: que bien que te gusto el fic! Muchas gracias por darte el tiempo de leer! :D Aurora: jajajajajajajajajajajajaj que bipolar! Lloras con bella y luego te derrites por Edward, estas igual como ella jajaja uuuyy esa peli la vi! Es buenísima! Ok, espero que te guste el capitulo y muchas gracias por leer! briandabree faceboook: jajajajajajajajajaj mori con eso de que se hace agua la canoa! Jajaja que mezcla de dichos jajajajaj bueno que bien que te ha gustado el capitulo. Edward irresistible pero Bella se hace respetar caramba! Espero que te guste el capi y muchas gracias por leer :D draCullen: el hecho de que jane y aro sean familia es importantísimo, porque asi Bella se asegura un poco de que Edward puede estar metido entre la cara de la sombra, ya que aro trabaja en el edifcio Cullen Ltda. Es jefe de Alice, por eso, es importante, ya que jane, trabaja para la sombra 1313 jajaja gracias por leer! Saku: nunca pensé tener que devolver otro de tus comentarios. Estoy en estado de shock y he vuelto a mi rencor hacia a ti, por abandonarme jum!...tendras que hacer mucho esfuerzo para que te tome como una pequeña mariposa de nuevo, porque esta es como la quinta vez que haces lo mismo! U.u pero bueno…que bien que te ha gustado este fic y sip, estoy creciendo respecto a hacer un fic de edward malo, cachondo y sexy jajajajajajaj espero que te guste el capi y muchas gracias por leer :D Mila: jajajajja sip, Bella se esta dando cuenta, pero la cosa se pone difícil. Espero - 106 -

que estes bien y muchas gracias por leer :D Cony: aaayyyy que eres linda, bueno ya todo lo malo paso, estoy con las pilas recargadas para la U asi que solo queda disfrutar de los últimos días de vacaciones :P uuuyyy ya pronto se sabra todo! Y espero que te guste! Muchas gracias por leer *-* Hudy: BIENVENIDA NUEVA LECTORA! Muchas gracias por darte el tiempo de leer este fic, espero que los siguientes capítulos también te gusten *-* Luna reyna: jajajaj eres la única que se opone tanto, pero ya veras lo que sucede, todo tiene una explicación :P

BUENO, COMO NOTARAN YA LAS LECTORAS SIN CUENTA NO PUEDEN COMENTAR. ESO ES DEBIDO A QUE LA OTRA SEMANA ENTRO A CLASES, Y SE ME HACE MUCHO MAS FACIL Y COMODO DEVOLVER A LECTORAS QUE TIENEN CUENTA Y COMO ME PUSE A PENSAR, DE AQUI A ANTES DEL 9 NO IBAN A VER VARIOS COMENTARIOS, SABEN QUE AMO LOS COMENTARIO, ESA ES UNA DE LAS RAZONES QUE LE DEVUELVO A TODAS, PARA QUE NO PIERDAN EL GUSTO DE COMENTAR (YO SE QUE HAY LECTORAS QUE TIENEN MIL COMENTARIOS Y NUNCA HAN CONTESTADO UNO, POR ESO YO HAGO LO CONTRARIO NUNCA ME HA GUSTADO QUE ME DEJEN CON LA OPINION EN LA BOCA U.U) ASI QUE YO SEGUIRE ESPERANDO VARIOS COMENTARIOS PARA SUBIR, PORQUE PEQUEÑAS MARIPOSAS, ESTE FIC EN ESPECIAL, ESTA TENIENDO VARIAS LECTORAS NUEVAS (A PROPOSITO, BIENVENIDAS!) Y TIENE 53 ALERTAS Y 73 FAVORITOS, ASI QUE EN MI FACEBOOK (FICS ILOVE EDWARD Y DANII'S FICS) DEJE UN TUTORIAL PARA TENER CUENTA EN FF EN LA SECCION DE NOTAS. ESPERO QUE ESTES BIEN PEQUEÑAS MARIPOSAS Y SE VIENE EL CAPITULO 10...DONDE TODO SALE A LA LUZ Y...DIABLOS, SOLO DIRE, POBRE BELLA :S...LE PASA POR SER INTELIGENTE :S JAJAJAJ GRACIAS POR LEER

- 107 -

Chapter 10 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 10 Lo quede mirando para que saliera, pero no se movió. Mis planes no se iban a cumplir si el se comportaba tan distanciado. -Isabella, no quiero que te comportes mal esta noche –sonreí al darme cuenta de que esto podía salir como yo deseaba. Escuche un gruñido de su parte, sonreí de nuevo. -De verdad puedes leer mi mente, no estaba segura hasta ahora… -No me interesa tus descubrimientos, ahora sal –deje una pierna sobre la otra, cruzándome de brazos. -No, primero te quiero ver…debes ser justo, no juegues sucio, me dijiste que sabría de ti en esta fiesta, me trajiste, estoy a un paso de estar rodeada de no sé qué criaturas y tu no estás cooperando en nada para que yo sal… -me quede con la palabra a medio completar, porque un segundo después de estar diciendo aquello, aquel bastardo estaba solo a un centímetro de mis labios. Después se movió con rapidez a mi oído. -No me tientes Isabella –trague saliva nerviosa –esto no es ningún negocio –cerré los ojos al sentir sus labios en el lóbulo de mi oreja, solo un leve roce –tu eres mía y harás todo como yo desee, no como a ti se te plazca –llevo su mano a mi cuello, tomándolo con fuerza y haciendo que me apoyara en el respaldo -¿has entendido? –apretó mas fuerte mi cuello. -Si… -dije asustada, con mis ojos llenos de lagrimas. -No llores, no me agrada eso, además que arruinaras tu rostro –en eso se abrió la puerta y con rapidez salió de ella mientras muchos flashes comenzaban a dispararse ¿Qué demonios? -Srta. Isabella –escuche la voz de Jane y vi su mano, la tome aturdida. - 108 -

Pude ver mejor cuando me acostumbre al ambiente, podía ver varios fotógrafos aquí ¡esto tenía que ser una broma! -Sígalo –asentí y me apresure para llegar atrás de el hombre que iba adelante mío, con un abrigo negro, de cuero gastado, no podía ver su cabello, porque estaba cubierto con un sombrero que combinaba con el abrigo. -¡¿Cuál es tu nombre? –me gire al ver que un tipo se digirió a mi, pero no conteste, Jane lo hizo por mi. -Isabella Swan, anótalo bien Alec –el asintió y me fotografió, me apresure de inmediato hasta tomar el abrigo del bastardo para no perderme, estaba asustada, esto no era lo mío. Mire hacia atrás pero Jane no se encontraba. Entramos y me quede boca abierta, esto era hermoso. Era un gran salón con muchas personas, colgaban dos candelabros gigantes del techo. Sr. Bastardo se escapo de mi agarre y se dirigió hacia un lado, dejándome sola. -Volví Srta. Isabella –sonreí aliviada de no estar sola –pero me voy en unos minutos, mire –sentí como se revolvió mi estomago –ahí está la barra –dijo indicándome hacia el final del salón al lado izquierdo, ahí habían alguien sirviendo tragos –acá –dijo apuntando a la derecha, donde habían unos pilares, que daban entrada a otro salón –está la pista….aunque por el trago no se preocupe, porque siempre hay chicos con bandejas dando vueltas –asentí. -¿Y ahora me quedo sola? Sr. Bastardo ha desaparecido –dije mirando a mi alrededor -¿Qué debo hacer? –ella sonrió. -Es una fiesta, disfrute de ella…no se fije quien es un vampiro o no –dijo lo ultimo susurrando –se volverá loca –asentí sin mucho ánimo. -Bien, la debo dejar…que este bien Srta. Isabella -Gracias Jane… -ella me sonrió y se fue. Mire a mi alrededor tratando de buscar al bastardo, pero no estaba en ningún lado. Avance para mezclarme entre la gente pero decidí que mejor me iba a un lugar tranquilo. Seguí derecho hasta una nueva entrada donde no había luz, pero no me importo. Fui directo hasta llegar al nuevo salón. Sonreí al ver la luz de la noche entraba al lugar, estaba lleno de ventanales gigantes. Suspire y me senté en un sofá que había, cerca de una ventana. No tenía la - 109 -

menor idea que estaba haciendo aquí, pero era preferible que estar rodeada de desconocidos y personas que no sabía si eran humanos o vampiros, maldito Sr. Bastardo, había jugado sucio y me había engañado, claramente no confiaba en mi si no me decía quien era. Hice un mohín dándome cuenta que mis planes no servirían de nada. -No deberías estar aquí sola, te puede atrapar un vampiro y proclamarte como suya. -Cállate eso no es gracioso –dije suspirando. No lo quise ni mirar, no tenía idea pero me sentía traicionada por él, sin dudas estaba enferma ¿Cómo podía esperar algo de honor de su parte si me tenía secuestrada? -Nunca dije que te iba a mostrar quien era… -Aun así no me contradijiste cuando pensé que así era –sentí como se sentó a mi lado pero no lo mire. -Realmente no tienes sentido de supervivencia Isabella…vienes aquí, a la oscuridad sabiendo que hay criaturas que no conoces… -Me da lo mismo, ya has hecho lo peor –escuche como reía suavemente. -Te pudo tocar alguien que era peor… -me gire a verlo y sus ojos rojos que ahora ya no me asustaban como lo hacía al principio me miraban con cierta gracia. Su estúpido abrigo y su sombrero, me hacia evitar poder ver algo más de su rostro que su mentón. No iba a intentar sacarle el sombrero porque él era muy rápido –piensas sabiamente Isabella… -suspire al escuchar su voz. No entendía cuan podía estar mal esto pero realmente anoche me había costado dormir porque…bueno, las noches pasadas me había acostumbrado a tener un buen orgasmo. En otras palabras, me costó dormir anoche porque estaba caliente. Sr. Bastardo se rio un poco más alto, lo que me recordó que escuchaba mis pensamiento. Mire hacia las ventanas al sentir como me sonrojaba –eso es normal, siendo humana, el sexo con un vampiro es mucho mejor de lo que es con un humano, al final, es adictivo. -No me diste el tiempo de comparar ¿no? -Y no lo harás…eres mía –rodee los ojos. Eso él no lo sabia, me podría escapar y podría encontrar a alguien mucho mejor que él -¡No! –dijo tomando mi brazo y haciendo girar bruscamente. Había escuchado mis pensamientos…otra vez –Ten cuidado con lo que piensas. - 110 -

-No te metas donde no debes… -No sigas desafiándome… -lo mire enojada. -No me puedes exigir nada, no soy nada tuyo…ni siquiera sé tu nombre –dije girándome de nuevo. -¡Demonio! –dijo tomándome de mi brazo y haciendo que me recostara. -¡NO!... –dije buscando mi celular en mi bolsillo. -¿Qué haces? No sacas nada en llamar a alguien –pude sentir su frio aliento contra mis labios -¿esto era lo que querías? –Negué, cerrando mis ojos, maldito vampiro que tenía este efecto en mi –claro que si –dijo plantando sus labios contra los míos, comenzó a besarme apasionadamente, mi corazón comenzó a latir con más fuerza cuando sentí su lengua moverse con la mía cuando le di acceso para que profundizara el beso. Lleve mis manos a su rostro y pude ver que su máscara tapaba hasta su nariz. Se fue acercando más a mí, haciendo que quedara entre mis piernas. -Esto esta tan mal –dije cuando comenzó a besar mi cuello. -Es hora de marcarte como mía, mucho antes mejor –dijo finalmente para sentir como enterraba sus colmillos en mi piel, comenzando a beber de mi cuello. Esa era la clave que necesitaba. Sonreí triunfante. Con rapidez lleve mi mano a su máscara y tire de ella haciendo que callera detrás de sofá y apreté un botón de mi celular hacia su rostro, todo paso en menos de tres segundos, tan inesperado como para que un vampiro no se diera cuenta de lo que sucedía, mientras bebía de mi sangre que se concentraba en solo eso, beber. -¡No! –dijo tomando con fuerza mi muñeca mientras yo me quede helada al verlo. Había visto su rostro con la luz del celular. Su agarre fue tan fuerte que hizo que botara mi teléfono. -¡Me duele! -¡Eso es lo que quiero!...no debiste hacerlo Isabella. -Oohh…no me vengas a pedir que sea tu fiel sirvienta Edward…¡estúpido bastardo! –Dije empujándolo con mi otra mano -¿A que demonios estabas jugando? –comencé a golpearlo con mi mano libre pero la detuvo. Gruño de tal forma que me asusto, me tomo con ambas manos y me lanzo contra un pilar que había. Mi cabeza - 111 -

choco con fuerza, sentí como si todo se rompiera. -¡Aaahhh!… -grite tomando mi cabeza. Todo se movió a mi alrededor. -¡No debiste hacerlo! –escuche como se acercaba con rapidez. Cerré los ojos para esperar lo que me esperaba. -¿Edward? –mire de inmediato hacia donde provenía esa voz femenina. Había una mujer con un vestido rojo oscuro mirando hacia nosotros -¿Qué estás haciendo? Tu no… -¡Vete de aquí Esme! ¡ahora! –ella se tenso y asintió para girarse, pero se volteo, toda esperanza volvió a mi cuerpo, quizás ella me podría salvar, pero solo cerro las grandes puertas que eran de este salón, dejándome completamente sola con este bastardo -¡¿Creo que ya me puedes llamar por mi nombre no? –tomo mi pie y me hizo arrastrar unos centímetros en el suelo de mármol para dejarme recostada. No podía decir nada solo cerré los ojos mientras las lagrimas caían por los lados de mi rostro -¡no llores! -Que tu no puedas hacerlo no significa que yo dejare de llorar antes que me mates. -Claro que no te matare… -dijo tomando ahora mi cuello –¡Deja de llorar Isabella! –solo escucharlo hizo que llorara mas fuerte –esto lo pagaras de una u otra forma…-esquive su mirada, pero hizo que lo mirara. -Solo mátame ¿si?...mátame… -el rio de una forma que me dio escalofríos. -No, hare todo lo contrario, pagaras por desafiarme…ahora terminare de mostrarles a todos que eres mía -me soltó, dejándome apoyada en el suelo, pero segundo después, tomo mi rostro y lo giro, llevando sus dientes a mi cuello y mordiendo con fuerza, haciendo que gritara de dolor, esto no era nada placentero como antes. Además de que bebió demasiado de mi, haciendo que mis ojos se cerraran perdiendo la consciencia. Sentí una mano fría acariciando mi mejilla, me senté lo mas rápido para alejarme. -Isabella, tranquila –quede mirando a la mujer que tenía al frente mío, era la misma que me había venido a ver. La luz ahora estaba prendida, una hermoso candelabro en este salón me daba la opción de verla –oohh...no debiste hacerlo enojar… - 112 -

-Sra. Cullen –ahora podía diferenciarla mejor. La había visto antes y había hablado por teléfono. Dios santo –Usted es una… -ella asintió –Oh Dios, el Sr. Cullen… -También querida… -tomo mi mentón y lo giro un poco para ver mi cuello –no te ha dejado tan mal –tomo algo detrás de ella –toma querida –me paso una pañoleta y la envolví con cuidado en mi cuello, me dolía. -Él es un monstruo… -no podía creer que ese bastardo fuera hijo de esta dulce mujer, ella era maravillosa, ahora lamentaba haberlo tratado de hijo de puta a Edward, ella sin duda no era una puta. -Lo has hecho enojar Isabella, debes tener cuidado, Edward tiene un carácter horrible… -Además de ser un maniático ¡me tiene secuestrada! -Eres suya –dijo haciendo una mueca. -No…jamás seré suya –dije ahora con los ojos llenos de lagrimas. Ella me sonrió dulcemente. -Me recuerdas a mi hace ya más de mil años –fruncí el ceño, eso no era bueno. -¿De que está hablando? -De que estas asustada porque un loco con colmillos te muerde y dice que eres suya…Carlisle hizo lo mismo, aunque con otros métodos –me quede helada ¿Edward pensaba en…? No, era imposible -Edward claramente se esta dando el tiempo con su proveedora, esa eres tu, otras chicas no tuvieron tu suerte, el era joven –me puse de pie para salir de ahí, pero decidí quedarme sentada, no me sentía muy bien. Esta señora era dulce, pero una rara. -¿Qué hora es? –dije mirando al suelo y viendo que mi celular estaba destrozado. Bastardo. -Mas de las tres de la mañana, queda otro tiempo…Edward esta afuera –fruncí el ceño al escuchar su nombre –ven –dijo ayudándome a ponerme de pie. Todo se me movió por un segundo, pero después me apoye mejor en el mundo. Avance con la ayuda de Esme, abrió la puerta y todos estaban bailando. Pude ubicar de inmediato a Edward en una esquina, conversando con dos mujeres, estupendas. Me miro y pude ver que no se le había pasado el enojo. "Bastardo, algún - 113 -

día pagaras por todo esto" pensé mirándolo. El sonrió y asintió dejando su mano en el sombrero y siendo un maldito psicópata. -Me quiero sentar –dije mirando a Esme, ella asintió y me llevo a un sofá color crema, con estampados florales. Me senté ahí y ella me quedo mirando por unos segundos para después girarse abruptamente y mirar hacia detrás de ella. Me moví un poco y vi que era Carlisle quien le sonreía de una forma increíble –Ya puedo quedarme sola, gracias… -dije tratando de sonreír. -Esta bien, nos vemos Isabella –asentí y ella desapareció entre las personas que bailaban. Me quería ir de aquí, no me sentía bien. -Dios santo, pero si es Anna Valerious –levante la vista y fruncí el ceño al ver a este desconocido. -Supongo que eres Lestat –dije notando como aquel rubio tenia el mismo peinado que Tom Cruise en "Entrevista con un vampiro" sus ojos y nariz estaban tapados por una máscara dorada. -James Staci –dijo estirando su mano hacia la mía, la estreche con cuidado. Era frio. -Excelente otro vampiro e italiano –dije cansada pero ya sin miedo, nada mas me podría pasar. -Esa mascara que tienes no quita el cansancio que te esta atacando –asentí. El se sentó a mi lado -¡Ey Chico! –dijo, pude ver como se acercaba alguien y me ofrecía varios jugos, mire y tome un vaso con vodka –no creo que sea lo mas adecuado. -Eso no te incumbe –dije tomándolo de un solo trago y haciendo una mueca de desagrado. -Pero si eres tan terca como Anna Valerious –sonreí cansada –no te hará bien tomar en ese estado, has sido marcada…de una forma bastante especial, has hecho enojar a mi amigo Edward ¿no? -Eso tampoco es de tu incumbencia… -dije mirando hacia otro lado. -Esa boquita tuya, te traerá problemas con él… -lo quede mirando sus ojos eran negros. -Necesito irme de aquí… - 114 -

-Estas viviendo con Edward, me puedo encargar de llevarte o de llamar un taxi por ti. -Eso no será necesario –me tense al escuchar su voz –James…¿Qué haces por aquí? –levante la mirada y ahí estaba el maldito de Van Helsing, sonriéndole a su amigo. -Edward, compórtate como debes…sabes que no puedes tener a "La tua cantante" en este estado –el ladeo su cara un poco y sonrió. -James Staci, me sorprende estar escuchando esas palabras de tu boca especialmente, ahora deja de hacerte el lindo con Isabella y ve a otro lado, mañana nos vemos –rodee los ojos, esto era horrible. Me puse de pie y tome otro trago de vodka que andaba trayendo otro chico, lo hice de la misma forma que el anterior, quería perder la conciencia en esto. -Vamos… -dijo Van Helsing tomándome de la cintura y haciendo que caminara con el –creo que con esto –dijo cerca de mi oído –te quedara claro no desafiarme Isabella. -Vete al infierno –dije un poco mareada, creo que Lestat, diablos…James, tenia razón, no debí tomar demás. -Te dejare pasar esa porque estas borracha, no deberías tomar Isabella, no tienes resistencia. -No te metas en lo que no debes –dije apoyándome mas en su brazo porque me tropecé. Sentí como el aire frio golpeo mi rostro y nos metíamos en un auto. Edward con cuidado, irónicamente, me dejo sentada a su lado. Me sentía tan mal que me apoye en su hombro. Segundo después o eso paso para mi, sentí como me cargaban para llevarme a no se donde, abrí un poco los ojos y vi que estábamos en la caja plateada pero estaba tan mal que no abrí de nuevo mis ojos en el ascensor. -Te dije que aun tenias que pagar –al escuchar eso sentí algo extraño en mis manos y me di cuenta que estaban atadas. No sé cómo pero se me paso de inmediato el sueño o el alcohol abandono mi sangre. -¡¿Qué demonios? –dije mirando hacia mis lados, estaba la luz de la mesa de noche - 115 -

prendida. Estaba en la habitación y Edward solo me miraba con sus bóxers negros. Note que estaba completamente desnuda, solo tenía la máscara en mi rostro y la pañoleta en mi cuello, que dolía -¡Ya me mordiste! ¿es que quieres mas? –trate de mover mis manos pero no pude, estaban atadas con un cinturón hacia la parte de atrás de la cama –No… -Ni se te ocurra llorar, odio cuando lo haces, esto deja de ser divertido para mi… -Edward… -lo quede mirando. Realmente me dolía que el fuera la sombra, a pesar de que había pensado lo contrario en algún momento. -Bueno, has arruinado la sorpresa, y has quedado con un sabor amargo ¿no? –fruncí el ceño al recordar cómo me arrojo contra el suelo hasta chocar con un pilar –Tu te buscaste eso Isabella. -¡Deja de meterte en mi mente! –lo mire enojada. -Tienes razón, es hora de meterme en otro lugar ¿no crees? –sonrió curvando sus labios. Paso su mano por mi pantorrilla izquierda, la cual aleje de él inmediato, esquive su mirada y me concentre en la luz –No juegues…sabes lo que me pasa cuando tratas de escapar… -cerré los ojos con fuerza. Edward infeliz, le cambiaba increíblemente la voz cuando estaba caliente, por eso tenia cuidado en hablarme cuando estaba en la oficina. -Por eso me llamaste Bella antes…demonios, soy tan tonta por no darme cuenta –dije pensando en voz alta. -No es el tiempo de hablar -dijo separando mis piernas cuando se fue acercando a mí. Gire mi rostro, no quería verlo. Debería apagar la luz -No lo creo –dijo ahora cerca de mi oído, me estremecí al sentir su pecho rozar con el mío –Ahora puedo ver claramente tu expresión de placer cuando invada tu cuerpo, no voy a desaprovechar ningún segundo –dijo tirando de mi lóbulo, haciendo que un gemido se quedara en mi garganta, no pensaba mostrarle ningún efecto que el tenia en mi –veremos si eres capaz de aquello… -Deja de meterte en mi mente… -gire mas mi rostro lo que me dolió, porque mi cuello aun estaba herido. Edward se alejo un poco de mi y tomo el nudo de la pañoleta, la cual desato y la saco suavemente hasta arrojarla al piso. -Vaya vaya….si, cruce levemente el limite… -dijo pasando su mano por mi cuello. Me queje al sentir su mano, pero lo frio que era hacia que me tranquilizara un poco el dolor –vamos a solucionar esto para que el lunes estés lista para trabajar –volvió a - 116 -

acercase a mi, mientras trataba de sacar mis manos de ese cinturón, pero me quede quieta al sentir sus labios en mi cuello, besando de un forma increíble, maldito bastardo con un poder que no tenia idea. Paso su lengua por mi piel herida por su culpa, me removí bajo su cuerpo, tensando mi mordida, no iba a salir ninguna palabras de mi boca. Edward succiono mi cuello como si estuviera disfrutando todo esto –Lo hago… -dijo respondiendo a mi duda. Como lo odiaba. Comenzó a bajar con sus besos llegando a mi clavícula. Dejo sus manos en mi cadera donde empujo mi cuerpo hacia el, quedando mas cerca de él, ya a este tiempo ni siquiera movía mis manos. -Eres un bastardo –dije enojada porque el me podía manejar como quería. Tomo mi pecho izquierdo con fuerza y tironeo con fuerza el pezón, pero aun así no salió nada de mi boca, lo que lo hizo gruñir levemente para después volver a repetir la acción, mientras tironeaba de mi otro pecho con su mano libre, aguante la respiración para que no saliera nada de mi boca, lo que parecía volverlo loco, porque se esmeraba mas en lo que estaba haciendo, casi llegue al extremo de morder mi lengua para callarme. Tomo mis caderas, mientras me miraba con los ojos entrecerrados, sonreí triunfante. El no podía controlar si gemía o gritaba por como me hacia sentir y acabo de descubrir que aquello le agradaba. Enarco una ceja mirándome con esos ojos negros, tan profundos y malvados que me quede quieta mirándolo, pero segundo después me exalto al verlo solo a un centímetro de mis labios. -No… -dije que si me llagaba a besar estaba perdida. -No habrá besos para ti esta noche… -debería estar enferma, porque el tono que utilizo para decir eso, solo provoco que me humedeciera…aun mas. Apoyo su frente en la mía y volvió a sonreír curvando sus labios. Se acerco solo un poco mas para que casi pudiera rozar sus labios, lo que hizo que mis manos se moviera involuntariamente para poder tomar su cabello y acercarlo a mi boca. Edward negó aun sonriendo, pero nuevamente con su rapidez, que me estaba dando cuenta que era sobrenatural, se ubico de pie al lado de la cama y se despojo de sus bóxers. Mire a otro lado un poco avergonzada, lo había sentido y todo, pero…no lo había visto. Ese pensamiento hizo reír a Edward, pero se volvió a subir a la cama y me quedo mirando sin decir nada. -SI, si estas pensando que eres un bastardo por hacer esto, lo eres –dije enojada. -Ya me estaba preguntando donde estaba esa boquita tuya… -frunció levemente el ceño para después volver a quedar entre mis piernas, pero mas alejado, no podía sentir su erección, que debo decir que soy culpable y lo mire, y si, era una gran erección –claro… -dijo ahora besando mi abdomen, mordiendo levemente mi piel. - 117 -

Aquello no se que efecto tuvo pero comencé a mover mas mis brazos para escapar del agarre, pero no podía, Edward siguió bajando hasta que sujeto bien mi cadera y quedo solo a unos centímetros de mi centro. Mordí mi labio al ver lo que iba a hacer, ahora si me costaría estar callada. -Maldito… -dije cerrando los ojos con fuerza, no me iba a rendir. Comencé a pensar en cualquier cosa, en lo que fuera para no concentrarme en como se iba a sentir esto, pero solo al sentí sus dientes mordiendo mis pliegues, hizo que mi mirada se fuera hacia lo que estaba haciendo mientras que mi respiración se volvió pesada y estaba con la boca abierta. Comencé a tratar de sacar mis manos del nudo de ese maldito cinturón y lo peor era que mi objetivo no era alejarme, sino que era tomar su cabello y acercarlo mas. Salió un leve quejido de mi parte al sentir como su lengua tenia contacto con mi clítoris. Edward levanto la mirada. -¿He escuchado algo? -¡bastardo le hacia gracia todo! Después de que me golpeo, me mordió, me dejo ¡pésimo! Y yo tenia que estar enferma para estar disfrutando esto. Volvió a pasar levemente su lengua por aquel manojo de nervios que tenia demasiado sensible. -Si… -salió de mis labios, pero me quise golpear contra una pared por decir algo, pero por lo visto el Sr. Bastardo, le gusto, porque comenzó a mover mas rápido su lengua. Sentí como mis ojos se llenaban de lagrimas por quedándome callada, cuando se estaba formando mi orgasmo en mi vientre. Cuando me iba a sentir ganadora por no gritar con lo que estaba sintiendo, él jugo sucio. Sentí como su legua me penetraba mientras sus dedos se movían de forma circular en mi clítoris –Edward… -sentí como sonrió, pero se comenzó a mover mas fuerte –¡Un poco mas! –dije mas alto y fue lo ultimo que pude hacer para no decir nada. Comencé a gemir y moverme mi cadera hacia el, y justo cuando estaba a punto de tocar el cielo el se separo y reemplazo su lengua por su miembro. Me tomo de las caderas y me miro sonriendo de esa forma media malvada y traviesa que tenia, mientras entraba de un solo movimiento a mi cuerpo, lo que hizo que soltara un leve grito, era tan grande. Rodee su cadera con mis piernas para sentirlo mas profundamente, pero el leyó mis pensamiento y solo se comenzó a mover mas fuerte y rápido -¡Como te odio! –dije cuando llegaba a mi orgasmo que arrasó con todo mi cuerpo, pero mire a Edward y el no tenia intensiones de parar, por lo que tomo mi pierna izquierda y la movió hacia mi otra pierna y las dejo flexionadas hacia mi lado derecho, mientras ahora comenzaba a entrar en mi desde un nuevo ángulo. -¿Sabe…como se llama…esta posición? –dijo mientras entraba y comenzaba a hacer que mi cabeza comenzara a volar. -El tornillo, bastardo… -dije volviendo a sentí como un nuevo orgasmo amenazaba - 118 -

con atraparme. -Eras virgen pero no tonta ¿cierto? –dijo entrando mas profundo a mi cuerpo. -Edward… -dije cerrando los ojos y sintiendo como comenzaba mi cuerpo a temblar, mis brazos dolían de una forma increíble, pero lo deje de lado al sentir como todo ese placer acumulado recorría todo mi cuerpo –Ya para… -dije mirándolo sorprendida ¿es que no se cansaba? -No… -dijo el negando, pero podía notar que iba a correrse, aunque nuevamente para mi sorpresa, tomo mi pierna izquierda y la dejo sobre su hombro, comenzó a acariciar mi clítoris con su mano libre haciendo que de a poco volviera a desear que entrara mas profundo y mas rápido. Sentí como gotas de sudor se acumulaban en mi frente y otras que caían por mi cuello. -Edward….hazlo pronto –dije cuando sentí como si mi corazón fuera a estallar. -¿Ya no…soy… –gruño un poco pero siguió hablando- …el bastardo? –dijo sacando un grito de mi parte al sentirlo mas profundo ¿el tenia la capacidad de traspasarme? Porque eso no seria nada bueno –Nada bueno… -dijo repitiendo lo que pensé –¡Demonios! –dijo corriéndose, lo que hizo que yo misma encontrara mi liberación. Edward cayo a mi lado, como si calculara exactamente donde caer. Lo mire mientras mi pecho subía y bajaba porque literalmente Edward había arrasado con mi cuerpo. -Sácame de esto –dije moviendo mis brazos. El me miro y sonrió. -No…ese será tu castigo, pasaras la noche así…aunque ya vaya a amanecer –dijo poniéndose de pie y miro su ropa, levanto los hombros quitándole importancia. -¡Suéltame Edward! –me miro y frunció sus labios. -Creo que iré en contra de mis reglas –dijo acercándose. Realmente pensé que me iba a liberar, pero tomo mi rostro con una mano y me beso. Dios santo, mis labios estaban resecos al no tener contacto con los suyos, pero al sentir como su boca se movía contra la mía me tranquilizo bastante, al sentir su lengua envolverse con la mía ¿Qué tenían sus maldito labios que me hacían adicta? –Edward… -dije tomando aire y debo admitir que me asuste al sentir su mano en mi pecho. Estaba muerta, no podía más. -Buenas noches Isabella –dijo apagando la luz y dando media vuelta. - 119 -

-¡Suéltame! –maldito, se desapareció en la puerta, mostrando su glorioso trasero. Con agilidad logre cubrirme con las frazadas. Agotada me quede dormida aun con el dolor de mis brazos y muñecas. Maldito Edward Cullen.

PARA QUE VEAN QUE SOY TIERNA CON UDS Y SUBO CAPITULO ANTES DE LO PLANEADO. ESPERO VER SUS COMENTARIOS SOBRE ESTE CAPITULO QUE ES MUY IMPORTANTE PARA MI. VEAN LAS FOTOS QUE SUBI EN MI PERFIL EN LA SECCION DE "INVITACION PELIGROSA"

- 120 -

Chapter 11 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M +16

Capitulo nº 11 Cuando ya el día gobernaba la habitación, pude sentir unas manos tibias soltando mi agarre, cuando abrí un poco los ojos note que era Jane quien me estaba desatando y saco la mascara. -Dios…Srta. Isabella… -me gire y me quede dormida completamente, sin poner atención en nada. Estaba agotada, cada uno de mis músculos se vino en contra mía y me provocaban dolor, era como haber corrido una maratón sin tener un estado físico adecuado y eso lo sabia por experiencia propia, Alice quiso hacerlo una vez y le seguimos con Jasper, claro, ella logro llegar a la meta, nosotros dos nos quedamos en una tienda, agotados, tomando cientos de litros de agua y cualquier cosa que nos ponían adelante. -Que dolor –dije después de despertar. Lleve mis manos a mi cuello, el cual para mi sorpresa, no sentí ninguna marca, lo que me alivio, era un dolor menos. Mire hacia mis lados y vi que ya estaba atardeciendo. Me trate de poner de pie porque necesitaba ponerme algo de ropa, aun seguía desnuda, necesitaba una ducha y además porque ¡moría de hambre! Ya de pie me dirigí al baño, me metí como una sonámbula y quede por un largo tiempo bajo la tibia agua antes de recién comenzar a ducharme. Luego de hacerlo, llene la tina con agua tibia y me quede ahí, mis músculos estaban agradecidos por aquel trato. Cerré los ojos sin poder evitar traer a mi mente a Edward en el día de ayer, como todo paso a dolor cuando me arrojo contra el pilar, sin dudas lo había hecho enojar, pero aun así me fui hundiendo en el agua al recordar como entraba en mi cuerpo con fuerza. -En un hora debes estar lista –saque mi cabeza del agua al escuchar a Edward, quien estaba vestido con una camisa blanca y unos pantalones negros, su cabello siempre revuelto y una expresión seria –Esme ha insistido que debemos ir a verlos, al igual que Carlisle –dijo fríamente para luego salir del baño…alto yo había puesto la puerta con seguro ¿no? - 121 -

Me Salí de la tina y me envolví en la bata para secar mi cabello, lo hice solo un poco para después irme al armario. Note que mi cama estaba hecha y había ya un traje encima de ella. Fui hacia este y lo mire. -Esto no me lo pondré –dije frunciendo el ceño, para la fada gris ajustada y una hermosa blusa blanca –esto es para trabajar –me dije. Tome la vestimenta y la fui a guardar. Vi en el armario y tome unos jeans negros con una camisa de mujer, ancha, a cuadros, la ajuste a mis caderas con un cinturón a juego, me quedaba bastante bien, no iba a ir vestida formal si hoy era sábado. Me tome el cabello en un moño y Salí de ahí hacia la sala. Llegue y Edward estaba mirando por la ventana, se volteo al verme y frunció el ceño. -Eso no fue lo que aprobé –dijo enojado. -Bueno, no soy tu muñeca así que no me vestiré formal un día donde no debo trabajar. -Isabella –dijo molesto. -Esta listo el auto Sr. Edward –dijo Jane interrumpiendo, me miro y sonrió. -Hola Jane –la salude. -Te salvaste esta vez, solo porque vamos atrasados –dijo avanzando hacia mi –vamos –asentí y mire a Jane quien solo me sonrió nerviosa. Fuimos los tres al ascensor y me puse nerviosa al momento de verlo. Mire de reojo a Edward pero el solo negó cansado, sin embargo Jane me tomo del brazo y me relaje un poco mas. Bajamos en un silencio incomodo, por lo que desee hablar. -¿Dónde vamos? –dije mirando a Edward nerviosa, no era por el, era por estar en esta caja de metal. -A donde mis padres… -me preguntaba si de verdad ellos eran sus padres ¿los vampiros podrían tener bebés? Si era así…estaba metida en problemas. Edward me miro serio y negó, así que supuse que estaba respondiendo mi pregunta. Ninguno dijo nada hasta que llegamos a la salida. El hermoso jaguar negro nos esperaba, pero sin Jacob esta vez. - 122 -

-¿Dónde esta Jacob? –dije mirando a Jane, ella miro de reojo a Edward, así que supuse que no tenia autorización para hablar. -Vamos… me gusta ser puntual -dijo Edward mirándome molesto. Rodee los ojos y me despedí de Jane, ya que ella no venia con nosotros. Edward me espero con la puerta abierta, enarque una ceja, pero no dije nada y entre al asiento del copiloto, por primera vez, él entro rápidamente e hizo andar el auto de inmediato –¿no puedes seguir una orden Isabella? –dijo mirando lo que llevaba puesto. -A diferencia tuya, yo trabajo y estoy todo el día con tacos y vestida formal…me canso –dije mirando hacia afuera -¿Por qué vamos a donde la Sra. Y Sr. Cullen? -Ayer solo fue la presentación general para todos los vampiros, ahora habrá personas que conozco de verdad. -Esto es ridículo, pero veo ahora donde pasas tus noches…de fiesta en fiesta. -Realmente no en este estilo de fiestas, me la paso donde me viste por primera vez, en ese estilo de fiestas –al recordar aquella vez, sentí un escalofrió en mi espalda y pensé, claro, de pub en pub y teniendo sexo en los callejones. -Un caballero no tiene memoria –dijo "gracioso" eso no le quedaba, el era malvado, no lo iba a encontrar gracioso luego de arrojarme contra un pilar de cemento y hacer que casi mi cabeza explotara. -Que abras la puerta del auto no te hace un caballero ¿cierto? –dije aun sin mirarlo. -Claro, ahora dime, estoy confundido, la parte de hacer explotar tu cabeza es ¿porque hice que chocaras contra el pilar o porque entre de una forma magnifica en tu cuerpo anoche? –lo mire sorprendida. -Sin dudas abrir la puerta del auto no te hace un caballero –dije molesta y sintiendo como mis mejillas se sonrojaban por su desagradable comentario. -No me encontrabas nada desagradable anoche ¿no crees? -¡Deja de meterte en mi cabeza! –dije mirándolo molesta –No quieres un espectáculo a donde vamos ¿cierto? –sonreí al ver como tensaba su mandíbula –el gran Edward Cullen no podría tener a su proveedora bajo control, que mala imagen te ganarías ¿a que si? - 123 -

-A menos que quieras un hueso roto, no harías eso –me miro y pude ver como sus ojos se pusieron rojos, no se si fue por la rabia o por que tenia sed –ambas… -me quede impresionada mirando sus ojos, nunca los había visto cambiar en vivo –dame tu mano… -lo mire sorprendida. -No te atrevas…recién estoy teniendo energías a como me dejaste ayer… -tomo mi mano sin importarle, empujándome a estar mas cerca de el. Miro hacia donde girar y paso sus labios por mi muñeca, con cuidado, cerro los ojos y paso su nariz por mi piel. Me quede anonadada mirándolo, para que después mi corazón saltara al ver como sus colmillos crecían en una fracción de segundo y se enterraban en mi piel. Cerré los ojos y gire mi rostro hacia la ventana. Era muy distinto cuando Edward me mordía como un idiota, como lo hizo ayer, a cuando me mordía con cuidado, como lo estaba haciendo ahora, donde hacia que mi corazón latiera mas fuerte y mi sangre aumentara de temperatura. Segundos después separo su boca de mi piel, pasando su lengua por donde mordió, dejando mi mano libre. Mire mi muñeca y no había rastro de alguna herida, por lo que supuse que cuando anoche me beso el cuello, curo lo que había provocado en la fiesta. -Es mi saliva –dijo mirándome de reojo –eso es lo que te cura… mas seguido la ocupo contigo, mas rápido sanas -sobe mi muñeca izquierda. -¿Hasta cuando tendré que ser tu proveedora? -Deja de decir esa palabra, no es correcta…¿Quién te la dijo? -La Sra. Cullen… -el negó molesto. Ya se me estaba haciendo común siempre verlo molesto, el era un amargado. -Esme siempre hablando demás… -suspire. -Edward, no has contestado mi pregunta…¿hasta cuando me tendrás así? No puedo pasar mi vida dándote de beber, harás que muera… -me miro sonriendo. -De algo hay que morir ¿no crees? –lo mire sorprendida ¿es que este tipo era tan malo como mis sospechas? –me temo que si –dijo ahora mirando hacia adelante. -No puedes, tu…¡de alguna forma escapare! –una risa sombría salió de sus labios. -Isabella…si solo llegas a pensar en eso, lo sabré y si eres bastante astuta, como anoche…sabes quienes pagaran por tus errores… -le iba a decir algo, pero no se me ocurrió nada mas, el tenia el poder. No iba a permitir que dañaran a mis amigas. Que a todo eso, deberían estar locas tratando de llamarme ¿Qué les iba a decir? - 124 -

-Eso déjalo a mi cargo, el lunes no tendrás que preocuparte de nada de lo que estas pensando ahora. -¿Qué dirás? Creo que debería saberlo, siendo que soy la principal involucrada, estas jugando con mi vida Edward –el me miro y rodo los ojos. -No seas melodramática, y ya veras, ahora solo concéntrate en comportarte, mira que además hoy hare algo por ti –dijo deteniendo el auto en un edificio. Abrieron mi puerta, era un chico no muy mayor quien llevaba un traje negro. Salí de ahí aun pensando en lo que Edward dijo ¿algo por mi? El chico tomo las llaves de Edward cuando este se las arrojo, pude ver mejor a Edward en ese entonces, se había puesto un saco color negro y su camisa ahora iba dentro del pantalón, lucia bien…un segundo después de pensar eso me arrepentí, al ver su estúpida sonrisa, donde curvaba sus labios –he pasado mucho tiempo en este mundo Isabella, como para decirte que los problemas se solucionan, con el tiempo….o a la fuerza –dijo mientras subíamos las escaleras y caminábamos hacia el ascensor, ahí entendí lo que dijo. -Oohh…ni lo pienses –dije deteniéndome y caminando hacia atrás, pero el tomo mi brazo y me llevo a la fuerza por el pasillo -¡para Edward! ¡Nooooo!…. –mis ojos se llenaron de lagrimas, pero de un solo movimiento el me hizo entrar en el ascensor -¡no, para! –dije cuando apretó el botón para que las puertas se cerraran. Comencé a llorar histéricamente al ver como estas se cerraban, no me podía mover porque él me tenia sujeta del brazo, tiraba como una niña cuando se quiere zafar del agarre de su padre, pero me fue inútil. El ascensor se comenzó a mover y mi llanto empeoro, pero lo único que hice fue ahora aferrarme al brazo de Edward sin mirar lo que pasaba –Haz que pare por favor, haz que pare –dije llorando, mientras mis piernas se debilitaban por el miedo. Sentí como él se tenso y lo único que hizo fue dejar su brazo libre alrededor mío –¡Edward, hare lo que sea, haz que pare!…¡haz que pare esta maldita cosa! –no se que habrá hecho pero el ascensor paro, mire ilusionada si las puertas estaban abiertas para salir de ahí de inmediato, pero estaba cerrada –Edward… -dije mirándolo desesperada mientras seguía llorando. Por su mirada estaba confundido, pero sin previo aviso llevo sus labios a los míos. Me quede estática, esto era inesperado. Me empujo contra la pared de metal, tomando mis caderas, lo único que hice fue responder el beso mientras enredaba mis manos en su cabello, tirando de el con rabia. Odiaba lo fácil que se le daba manejarme, sentí como sonrió en mis labios, para después volver a presionar mas fuerte contra mi boca, entrando en ella como si fuera suya. -Lo eres –dijo separándose de mi para comenzar a besar mi cuello, mientras comenzaba a desabotonar mi camisa –Hare que olvides que le temes mas a un ascensor que a mi –dijo mordiendo mi piel, pero no bebiendo de mi sangre. Deje mis manos en su cabello, mientras sentí como su lengua pasaba al comienzo de mis - 125 -

pechos. Sonreí al pensar que me había puesto un sujetador que se abría por delante. Edward lo abrió al instante de que pensé eso y se apodero de mi pecho derecho y comenzó a besar, succionar y morder mis pechos. -Edward… -abrí los ojos y mire lo que nos estaba rodeando, pero a diferencia de cinco minutos atrás, esto no me aterraba, lo que estaba sintiendo ahora era mas fuerte que el miedo. -¡Demonios!…por eso acepte que vinieras con falda… -dijo tomando mis piernas. Lamentaba no haber puesto ese maldito traje, pero ya no había caso. -Para….no…. –dije cuando sentí su erección contra mi vientre –las personas… -dije pensando solo como se sentía los labios de Edward en mi pecho. Sus manos fueron a mis pantalones y los desabotono y metió con habilidad su mano por debajo de mi ropa interior. Como instinto tome el rostro de Edward y lo atraje a mis labios, no se que tenían, de verdad, pero era adicta a ellos. El siguió besándome, empujando hacia mi al mismo ritmo que sus dedos se movían entrando en mi para después moverse en círculos en mi clítoris. Me apoye en sus hombros mientras seguía besándolo –Dios…Edward… -dije moviéndome contra su mano. -Solo Edward –dijo mordiendo mi labio inferior. Apoye mi cabeza en la pared de metal detrás mío cuando un orgasmo atravesó mi cuerpo de forma brutal. Me quede apoyada en los brazos del ascensor recuperando mi respiración. Edward me miro sonriendo y se llevo dos dedos a la boca. Lo quede mirando hipnotizada. -Squisito, come sempre –el...¿el acaba de hablar en italiano? Edward se acerco y me volvio a besar sin responderme. Mientras me besaba abotono mi pantalon y abrocho mi sujetador, para despues arreglar mi camisa –ahora tranquilizate... –mire a Edward aturdida, todo esto habia sido tan imprevisto. Mire el ascesor cuando Edward presiono el boton para seguir subiendo, este se sacudio un poco lo que me puso nerviosa, pero no me hizo gritar como lo hubiera hecho hace veinte minutos atras. -¿Que demonios me has hecho? –dije mirandolo porque solo se quedo ahi parado, sin decir nada. Levanto los hombros, quitandole importancia. -Encuentro ridiculo que le temas de verdad a un ascensor...no sé que te habra pasado, no me importa, pero encontraba ridicula tu reaccion, asi que lo remedie, ahora cuando estes al frente de un ascensor, subiras conmigo...no con esas inutiles de tus amigas que no sirven de nada, solo alimentan tu estupidez –tense la mandibula. Edward jamas, pero ¡jamas! Haria algo por el bien del otro –dejar que en parte, tu estupidez se pase, es hacer algo bueno por otro –dijo mirandome. No - 126 -

alcance a decirle nada cuando el ascensor de detuvo y como reflejo tome el brazo de Edward porque esto se movio muy brusco. El enarco una ceja, pero no dijo nada. -Al entrar te iras con Esme, ella te espera para que cambies tu ropa –rodee los ojos, esto no podia ser tan importante. Llegamos al frente de la unica puerta que habia en el pasillo y Edward toco mientras yo miraba hacia abajo, no tenia vertigo, las alturas no me daban miedo, por lo que tuve tiempo de admirar la vista, pero senti como Edward me tomaba del cinturon que llevaba y me tiraba hacia el. Me quede en estado de shock al ver como me llevo ¿habia sido como una "gracia"? antes de decirle algo, la puerta se abrio y la Sra. Esme nos recibia con una gran sonrisa. lucia con un hermoso vestido blanco largo, que dejaba libre sus hombros. -Edward... –dijo sonriendo para abrazarlo, ella lucia como si lo quisiera ¿alguien podria llegar a querer a este ser tan desagradable? ¡si, ya escuchaste! Edward cuando se separo de su madre me dio una mirada molesta –Isabella ¿estas mejor? –asenti timida al recordar lo rara que se habia comportado esta mujer anoche, me hizo entender de inmediato que ella apoyaba en todo a Edward, incluso en su mal comportamiento –bueno, sigueme antes que entres, Edward ven con nosotras antes que entres y estes con los demas –fuimos en silencio por un pasillo hacia la derecha para subir las escaleras. Todo aqui era de madera, pero todo mueble o artefacto que habia era bastante moderno, me agrado la alfombra que cubria el piso, era color vino y parecia como si quisieras andar descanza todo el dia. Entramos en la primera puerta del segundo piso y Esme tomo un vestido largo que estaba en una mesa. Mire la habitacion y esta no era una realmente, era un estudio, habia un escritorio donde habia un ordenador, estantes alrededor llenos de libros, mire la alfombra y era de la misma que me habia gustado. Note que tenia todo listo, hasta ropa interior. Mire incomoda a Edward. -Les dare un minuto... –dijo ella saliendo del lugar. Quede esperando a que Edward saliera. -No voy a salir...cambiate rapido –frunci el ceño. -¿Por que no vas a salir? No me tienes que ver cuando me cambie –rodo los ojos. -No seas timida ahora, te acabo de masturbar en el ascensor y no has puesto problema alguno... –mi boca se abrio al escucharlo. Enojada comence a sacar mi camisa boton por boton, saque el cinturon y tire la camisa en la mesa. Desabotone mi pantalon y lo baje mientras sacaba mis zapatillas. Mire la ropa interior y esta combinaba con el vestido y era especial para este. Mire a Edward incomoda –no me voy a voltear y no me girare, hazlo, tenemos un minuto... –frunci el ceño incomoda al - 127 -

ver como se apoyaba en un estante. Me gane de lado para que no me viera completamente y comence a sacar mi sujetador, mire de reojo a Edward pero el me miraba serio. Me puse el nuevo sujetador rapidamente, este se abrochaba atras y no tenia tiras, era color crema y tenia unos diseños, era lindo. Volvi a mirar a Edward cuando comence a bajar la otra prenda, el solo miraba mi rostro, asi que lo hice rapidamente y me puse unas bragas color crema. Tome el vestido y este era igual color crema, me lo puse de abajo hacia arriba y llegaba hasta mis pechos, era recto y dejaba descubierto mis hombros y mis espalda. Subi un poco el cierre y trate de seguir, pero no pude, aunque no tuve que siquiera pedir ayuda, porque ya tenia a Edward detras mio, subiendo con cuidado el cierre. -Gracias –dije incomoda por tenerlo tan cerca. El no se movio de inmediato, por lo que me gire a verlo –listo, depravado... –el nego sonriendo y miro los tacos. Suspire, me subi a ellos y los amarre. -Muy bien... tu cabello, dejalo suelto –negue era una lata tener el cabello en la cara, pero Edward en un segundo llevo su mano a mi moña y la desarmo, movio un poco las manos –ahi si...vamos...tomame del brazo...estaras asi hasta que te lo ordene, recuerda, quieres los huesos sanos ¿no? –puse mi brazo bruscamente bajo el suyo. -Infeliz, me gustaria romper cada uno de tus huesos y quemar cada trozo de tu cuerpo, y luego bailar alrededor de la fogata –dije enojada, acumulando todos los insultos que queria decirle. -¿Listo? -Si... –salimos de la habitacion. No estaba Esme, asi que no me preocupe por insultarlo. Nos fuimos por otra direccion hasta llegar a otras escaleras. Me aferre al brazo de Edward al ver que habia mucha mas gente ahi, no tanta, pero eran alrededor de diez. Sonrei al ver a Jane, una cara conocida. Casi me dio ganas de vomitar al ver al Sr. Carlisle, el era mi jefe, mis nervios subieron hasta mi garganta. -Edward, hijo…. –dijo Carlisle sonriéndole –hola Isabella ¿Cómo estas? -Bien Sr. Carlisle… -el rio suavemente. -Dime Carlisle, estamos fuera del trabajo –negué, eso no era nada profesional de mi parte. -Prefiero llamarlo Sr. Carlisle… -el asintió. Edward soltó mi mano y me miro como si me quisiera decir que hacer, pero al final solo negó para el y se fue a hablar con - 128 -

otras personas. -Esta hermosa Srta. Isabella… -Jane…no sabia que estarías aquí, eso es bueno –ella asintió. -Es por mi padre… -miro a ese hombre con cabello largo, que se veía muy serio en el trabajo, pero ahora reía con otro hombre que lucia parecido a las características de Edward –mira, el es Marco Vulturi –el involucrado me miro y asintió, sonreí nerviosa –aquel es Cayo Vulturi –el estaba con Esme conversando y me saludo con una sonrisa, se la devolví exactamente como antes, nerviosa –el viene conmigo –dijo apuntando a un chico que miraba a los demás nerviosos, exactamente como yo –es Alec Stevens, no se si lo recuerda, es quien saco la foto ayer… -al mirarlo mejor, tenia razón, era el mismo chico –ya conoces a los padres del Sr. Edward –ahí esta James Staci –ese rubio que ahora lucia un traje completamente negro, estaba apoyado en la pared y ladeo su cabeza para sonreírme y asintió suavemente, no debo decir que su saludo me puso mas nerviosa que los anteriores –es amigo del Sr. Edward. -Tanya Denali –me quede helada al verla, ella era la jefa de Jessica y se estaba presentando ante mi con una sonrisa y estirando su mano. La tome con cuidado, era helada ¡no podía creerlo! ¡estaba rodeada de vampiros! Y vampiros estupendos, ella lucia un vestido negro con un escote en "V" que le quedaba fantástico –un gusto Isabella. -Igualmente Srta. Tanya –ella sonrió. -Dime Tanya… -la mire nerviosa. Menos mal ella no insistió mas y se disculpo para después ir a conversar con James. -Bueno, es todo, los más cercanos del Sr. Edward ¿necesita algo Srta. Isabella? ¿un trago? –mire a mi alrededor y nadie tomaba nada. -Jane, estas aquí, no tienes porque seguir en tu trabajo, ve con tu cita…tranquila –dije sonriendo, ella se sonrojo. -¿Esta segura? –asentí. -Ve –dije empujándola. Ella me hizo caso y fue feliz yendo a donde el chico. Mire a mi alrededor y fui dando pasos hacia atrás de a poco, pero choque con un cuerpo, que me hizo voltear de inmediato. - 129 -

-Sr. Carlisle, lo siento –dije completamente sonrojada. -Isabella, acompáñame a dar una vuelta –dijo tomando con cuidado mi brazo y llevándome a un pasillo de la casa. Muy bien, ahora de seguro era el momento que me despedían.

OK, ESPERO QUE LES HAY GUSTADO EL CAPITULO! Y SIENTO SI AL FINAL HAY ALGUNA ERROR, PORQUE ESTOY TAN CASADA QUE ME ESTABA QUEDANDO DORMIDA MIENTRAS REVISABA EL CAPITULO POR TERCERA VEZ U.U EEEMM...BUENO, SE HAN MERECIDO CAPITULO PORQUE HAN COMENTADO MUCHO MAS QUE LOS OTROS FICS, ASI QUE ESPERO QUE SIGAN EN EL PRIMER LUGAR COMO LECTORAS QUE COMENTAN :D MUCHAS GRACIAS POR LEER

- 130 -

Chapter 12 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 12 Con Carlisle íbamos caminando por un pasillo que tenia varias pinturas en la pared. -Te ves hermosa Isabella… -dijo el dándome una sonrisa. Me sonroje rápidamente al escucharlo. Esto era raro, Carlisle era mi jefe. -Gracias… -dije tímidamente. Seguimos caminando un para de pasos hasta que el volvió ha hablar. -Edward se ha portado mal contigo…el no debió hacer lo que ha hecho la noche pasada –fruncí de inmediato mi ceño al recordar lo que sucedió. -Dígale eso a él… -tense mi mordida al darme cuenta lo que había dicho. -Ya lo hare…ahora –dijo abriendo una puerta, donde me invito a pasar. Lo hice completamente desconfiada, como dije antes, Carlisle era muy amable pero nunca me subiría a un ascensor con el. Entro detrás mío y note que estábamos en una gran biblioteca. El se acerco a una mesa que había, tomo una carpeta y un lápiz –necesito que hagas algo por nosotros –lo mire confundida. Abrió la carpeta y habían varios papeles en ella –como te darás cuenta –dijo apoyándose en le escritorio de madera –no somos humanos. -Claramente me di cuenta de eso –el sonrió. Creo que James tenia razón, con mi boca no llegaría muy lejos…viva. -Necesito que firmes este contrato de confidencialidad Isabella….por nuestra seguridad –asentí rápidamente acercándome a los papeles. Tome la pluma y comencé a firmar sin ningún problema. Carlisle era mi jefe y nunca me había tratado mal, no lo metería en problemas jamás. -Dudo que este contrato haga mas que las amenazas que me da Edward –dije mientras firmaba. - 131 -

-El no es como representa ser Isabella… -rodee los ojos, eso todo el mundo me lo estaba diciendo. -No aceptare eso, creo que están acostumbrados a comportarse como desean... –firme el ultimo papel y lo quede mirando. -No, no es así, Edward no confía en las personas con facilidad. -Aunque lo hiciera conmigo, aun así ha hecho bastante daño Sr. Carlisle… -me estaba enojando. Odiaba que no viera que el era malo y que yo era la victima aquí. -Se que no se ha comportado como debe contigo…como te saco de tu departamento y como ha hecho otras cosas indebidas. -Aun así las sigue haciendo –lo mire seria. El me sonrió, lo que me molesto, todos estos vampiros veían mi situación como una broma. -No te molestes Isabella, es solo que…bueno, me agrada que actúes así, eres fuerte, a Edward le costara controlarte. -No tiene que hacerlo, yo no soy un animal al que debe domesticar Sr. Carlisle… -el volvió a sonreír. -Tu eres de el, debes comprender eso para que vuelvas a tener tu vida –fruncí mas el ceño. -Es que ese es el problema, yo tengo mi vida, la controlo como deseo, no tengo porque ser de el, además es un cretino, disculpe, es su hijo y todo, pero lo que esta haciendo es imperdonable, no puedo comprender como usted permite esto, yo lo tenia como un hombre intachable… -esta vez Carlisle sonrió, pero fue mas como una mueca, ahí me di cuenta a quien tenia al frente –disculpe señor….no debería estar hablándole así. -Isabella, soy tu jefe, pero tu estas con mi hijo, ya hay una relación mas cercana entre nosotros… -¿El de verdad es su….hijo? -No biológicamente, lo convertí hace ya mas de mil años. -¡¿Mil años? –dije levantando la voz, sin poder evitarlo ¡Dios santo! Me estaba acostando con una momia. - 132 -

-Isabella… -dijo ahora riendo ¿el podía leer mi mente? -Usted…¿sabe lo que pienso? –el negó. -Eres muy fácil de leer, y esa facultad solo la tiene Edward, no tengo la menor idea del porque, pero sin dudas, se le da mas fácil contigo, te puede manejar a su gusto ¿no? –abrí mas mis ojos por lo que dijo. -Algo así… -dije como que no quería la cosa. -Eso es porque estas hecha para el… -No es cierto, si fuera así, seria algo mutuo y le digo ahora mismo que ese vampiro que esta en la sala, no esta hecho para mi… -Por ahora…tu puedes cambiarlo –me gire molesta, esto era demasiado. -Quiero que le quede algo claro Sr. Carlisle –dije ahora volteándome a verlo –no espere nada de mi hacia Edward, lo único que puedo sentir hacia su hijo es desprecio y el me ha dejado en claro que no le importa lo que yo piense… -el rodo los ojos. -A Edward le tomaras bastante trabajo. -No soy un proyecto de dominación Sr. Carlisle… -el negó moviendo su cabeza suavemente de un lado a otro. -Bueno…cuanto antes veas que eso no es así, es otro concepto el que traemos nosotros, claro….Edward tampoco lo comprende muy bien, son el uno para el otro –eso me hizo enfurecer. -¡No vuelva a decir eso!...me ofende. -Muy bien….no te alteres, mira que esta reunión es por ti, no la arruinemos –respire profundamente para tratar de calmarme un poco –bueno, antes de volver Isabella, te tengo que informar que me iré de viaje…de vacaciones con Esme, por dos meses –lo mire asustada. -¿Edward quedara al mando? –asintió. -Por eso es que ha venido…es la primera vez que salgo de vacaciones y es la primera vez que todo el personal ve a Edward, cuento contigo para que no tengan - 133 -

problemas con el… -Eso es una tarea difícil…¿el es el empresario del extranjero no? –el asintió. No había tenido tiempo de hablar con Alice y Jessica sobre esto, por eso no habíamos relacionado a Edward con el empresario. -Edward ha vivido por muchos años aquí en Chicago, pero siempre estuvo viajando para manejar todo en Europa, le agrada bastante ese continente… -no lo dudo, era hermoso –entonces ya le dije que era hora que apareciera en Cullen Ltda. Nunca lo ha deseado, pero espero que tu lo ayudes en todo lo que necesite… -¿Tendría otra opción? –sabiendo que Edward me obligaría a lo que fuera si no lo ayudaba. -No…-dijo sonriendo –pero espero que lo ayudes de verdad, eres una excelente asistente Isabella, tu misma debes saberlo si has sido mi secretaria. -Un poco –Alice me había ayudado a entrar a Cullen Ltda. Y por milagro de alguien había sido secretaria del jefe de todo un imperio, aunque ahora no lo veía tanto como una coincidencia. -Bueno…quiero que te quede algo claro Isabella –asentí nerviosa, porque su expresión era de seriedad completa –debes ser astuta, en este juego de "uno para el otro" no es tan así como Edward te lo ha mostrado, no es el quien tiene el poder….aunque Esme te podría explicar esto mucho mejor… -hizo una mueca –aunque dudo que a Edward le agrade –de inmediato al decir eso, alguien toco a la puerta. Carlisle rodo los ojos –Adelante –dijo suavemente. En eso entro Edward mirando a Carlisle de una manera que me asusto. -Si me disculpan…adentro están preguntando por ustedes –dijo mirándome serio. -Ya vamos…solo estábamos arreglando todo con Isabella y diciéndole que serás su nuevo jefe por unos meses… -me dio escalofríos al ver la sonrisa de Edward. -Eso es cierto…me tendrás que tratar de Sr. Edward o Sr. Cullen… -dijo mirándome. -Soy lo bastante profesional para diferencia en el trabajo y lo malvado que eres –maldito bastardo. Edward entrecerró los ojos al escucharme. Esto en parte era bueno, podía insultarlo mentalmente. -Muy bien, ustedes dos –dijo Carlisle –mejor vamos antes que se maten aquí - 134 -

mismo –comenzó a caminar hacia la puerta, lo seguí pero al salir Carlisle, Edward apoyo su mano al frente mío sin dejarme salir. Me quedo mirando unos segundos hasta que Carlisle despareció en el pasillo. -No creas todo lo que te ha dicho Carlisle, el es quien sigue las antiguas tradiciones…yo no –dijo finalmente para dejar caer su brazo y darme libertad para salir. -No lo dudo Edward, no cabe en mi cabeza que seas una persona digna de confiar, eres tan malo como el mismísimo demonio, así que no te preocupes de lo que yo pueda pensar –el sonrió. -No lo hago –dijo para salir de la biblioteca. Espere a que avanzara para ir hacia donde estaban todos. Me tome todo el tiempo para no llegar, no quería estar en este lugar, quería estar en mi sofá viendo una película tranquilamente, en mi departamento, el que me costo tanto tener. Paso mas de medianoche y ya había terminado todo, realmente pensé que había sido así porque todos tenían que ir a buscar algo de sangre, pero aun así, estaba feliz de que todo esto terminara. Uno porque ya no estaría rodeada de vampiros y segundo, porque estaba cansada de escuchar a Esme pedirme disculpas por no tener nada de comer, nada para un humano. Mi estomago no estuvo callado en toda la velada y yo moría de hambre, no había comido nada por culpa de que Edward acabara conmigo anoche. Ahora íbamos en el auto con Edward, ambos en un rotundo silencio. Edward giro por otro lugar y paro al frente de una estación de comida rápida. Lo mire ilusionada cuando salió del auto diciéndome "Ni se te ocurra hacer algo" con su voz arrogante y mandona. Volvió a los minutos después con unas papas fritas, una hamburguesa y una bebida. Lo mire sorprendida. -Toma –dijo pasándome la bandeja. No le dije gracias, porque esta era su culpa. Me fui comiendo las papas con cuidado para no manchar el auto, y mi estomago me fue agradeciendo cada caloría que entraba a mi cuerpo. Me daba lo mismo que fuera comida basura, era comida y yo estaba muerta de hambre. Llegamos al edificio y Edward, me ayudo llevando mi bebida, así no la desparramaba. Fui con mi bandeja de comida rápida hacia el ascensor. Trague nerviosa al ver la caja de metal, pero Edward de un empujo me hizo subir. Como idiota, porque lo era, me fui bastante cerca de el, muy cerca, al nivel de poder tocarlo. El no dijo nada, lo que debo decir, agradecí. Esto era humillante. Llegamos al departamento y me dejo la bebida al frente de mis ojos, la tome y me - 135 -

la lleve a la habitación. Donde me cambie a un pijama y me recosté en la cama a comer todo lo que me faltaba, quede verdaderamente satisfecha. Me aliste para dormir, siendo que no tenia nada de sueño y luego lleve la basura a la cocina donde deje todo en el bote de basura. Mire a todos lados y estaba todo en silencio, por lo que supuse que Edward había salido, así que aproveche para salir e ir a la sala y prender la televisión. Me acomode en el sofá, recostada y comencé a cambiar canal por canal, hasta que finalmente me quede en el de caricaturas. Me entretuve bastante hasta que mis ojos se cerraron inesperadamente, creo que después de todo, si estaba cansada. Me removí con un dolor de espalda, segundo después escuche unos tacones acercarse a mi. -¿Srta. Isabella? –me senté, abriendo mis ojos. Saque el cobertor que tenia encima y mire a Jane. -¿Qué haces aquí un día domingo Jane? –ella levanto los hombros. -El Sr. Edward me ordeno venir por si necesitaba algo –note que había un puesto para desayunar. -¿Qué hora es? -Mas de las diez Srta. -Jane… -dije tomando mi cabeza, me dolía, ya que este sofá era un poco duro –deja de llamarme así, por favor, solo dime Bella, mira que por lo visto me tocara estar tiempo aquí y no me gusta escuchar que me llames así… -No puedo de otra manera –rodee los ojos. -¿Vas a tomar desayuno? –ella negó. -Eso es para usted, lo acabo de terminar… -la mire frunciendo el ceño. -Bien yo tengo que soportar que me llames Señorita, que me hagas desayuno, lo mínimo que puedes hacer es tomar desayunó conmigo –ella sonrió. -No creo que haya problema en eso –dijo ahora yendo a los muebles y sacando lo que necesitaba. Me acerque a la mesa color negro y me ubique en el puesto que había mientras Jane se sentaba a mi lado. Mire hacia las ventanas gigantes que - 136 -

había en esta sala y llovía de una forma increíble -¿Qué le sucede? –la mire triste. -Quiero estar en mi departamento, ahí se escuchaba la lluvia… -ella sonrió triste. -Pero… ya pasara, se viene la primavera, así que no extrañara la lluvia…porque no habrá –la mire seria. Deje mis pies sobre la silla y tome mi tazón con café. -Eso es un humor cruel –ella asintió. Nos quedamos en silencio unos segundos mas, hasta que decidí que iba a aprovechar el tiempo sin Edward –Jane ¿Quién era ese chico de ayer? ¿tu cita? –ella asintió. -Estamos juntos…ambos estamos preparándonos…yo con el Sr. Edward y el con Cayo Vulturi, mi…tío si se puede decir de alguna manera, es el encargado de la revista financiera de los Cullen… -Y esa foto que saco el viernes ¿para que era? -En esa revista se expone a las…a chicas como usted, así queda claro que nadie podría tomar de su sangre, además de Edward Cullen… -Dios…eso es horrible –ella me miro con los ojos como plato. -¿Qué nadie mas pueda beber su sangre? –reí. -Claro que no, es horrible que nos expongan como ganado marcado –pensé de inmediato que mañana compraría una de esas revistas, para ver de que trataba todo esto. -Así es como son las cosas señorita… -rodee los ojos a como me llamo –la orden es del Sr. Edward, no la puedo llamar de otra forma. -Bueno…entonces tratare de arreglar eso –dije pensando en pedirle que dejara a Jane llamarme como desee. El me debía bastantes cosas -¿Qué es de Jacob, Jane? -Supongo que descansando en su casa… -No, me refiero ¿Qué pasa con el? ¿también sabe todo esto? –ella asintió. -Pero es solo es un civil que sabe mas de la cuenta, si llega a abrir la boca, no estaría vivo mas de unas horas… -la mire espantada –pero no se preocupe, Jacob es muy fiel y el Sr. Edward confía en el…solo que ahora estaba estorbando un poco, no dudo que volverá a verlo pronto, el es muy agradable… - 137 -

-Si y muy fiel con Edward… -Como un perrito ¿no? –sonreí. -No lo dudaría….su respuesta a todo es "la paga es buena"… -Si, le pagan muy bien a Jacob…. –ella sonrió, fruncí el ceño. -¿Es que a ti no? –ella negó. -Yo no recibo paga por esto –la quede mirando con la boca abierta. -¿No recibes nada de dinero y estas un día domingo desayunando conmigo en vez de estar en tu casa desayunando con tu hombre? –dije sorprendida. Ella no pudo evitar reír. -Si…bueno, ambos lo comprendemos…todo esto tendrá su final… -Jane ¿Para que te están entrenando? –ella hizo una mueca. -No es que no desee decirle, pero es confidencial… -Ya veo…bueno, confidencial o no, tu dijiste que si necesitaba algo te lo dijera ¿no? –ella asintió muy segura –bueno, necesito que te vayas de aquí ahora mismo, y descanses… -No podría… -Es lo que necesito…así que Jane… -Srta. Isabella… -Te puedes retirar Jane –ambas nos quedamos mirando sorprendidas al escuchar su voz. Edward estaba apoyado en la pared, justo donde comenzaba la cocina, mirándonos. Mire hacia la ventana al notar que solo llevaba un pantalón de algodón azul, su pijama. -Sr. Edward, buenos días –dijo Jane asintiendo levemente. La mire en shock, esta niña era una esclava de Edward. -Buenos días Jane, Isabella –dijo mirándonos a cada una. - 138 -

-Ahora que estas aquí, los dos –dije poniéndome de pie –Edward, le podrías decir a Jane que me diga Bella, estoy cansada de que me trate de señorita. -¿Es que no lo eres? –entrecerré los ojos mirándolo enojada –no tengo tiempo para esto, Jane, tienes permitido decirle a Isabella como ella desee ¿si? –dijo cansando y acercándose a nosotras para tomar una carpeta y ponerse a revisar todo al frente de la ventada –Jane, he dicho que te puedes ir –ella me miro sonriendo. -Nos vemos Srta. Isa… -le negué con el dedo para que se detuviera –nos vemos, Bella… -Que estés bien Jane, gracias por el cobertor en el sofá –ella frunció el ceño y solo sonrió confundida para después irse. Tome mi taza de café y decidí ir a terminarlo a otro lado. -Termina tu café aquí Isabella –negué. No quería estar a su lado –te lo terminaras aquí, porque este es el lugar de comer, no tu habitación como lo hiciste ayer…ni tampoco el lugar para dormir es el sofá… -todo aquello me lo dijo mirando aun los papeles que tenia esa carpeta. Cansada me senté donde estaba y me gane en mi ubicación anterior, apoyando mis pies en el asiento. -¿Qué les diré a mis amigas mañana? Creo que me deberías decir la gran sorpresa…porque hable con Alice… -Estoy leyendo Isabella, espera –frunció el ceño y siguió en lo que estaba. Suspire y seguí tomando mi café, comí una galletas y de vez en cuando miraba a Edward, quien estaba muy concentrado en esto. Mire por la ventana hasta que termino –Carlisle si que te ha atrapado con este contrato, deberías tener cuidado con lo que firmas Isabella… -¿De que hablas? –el se giro hacia mí y se sentó en el otro extremo de la mesa, al frente mío. -Ni siquiera tienes la opción de llamar a un policía si sucede algo… -dijo mirándome mientras marcaba una sonrisa. -No importa –dije resignada –dudo que ese contrato tuviera beneficios para mi… -Pues los tiene –dijo dando vuelta la hoja –cuando te sientas amenazada, de verdad por mi, puedes llamar al numero que esta aquí –dijo tomando la hoja y mostrándomela. - 139 -

-Dámela –dije estirando la mano, pero el dejo la carpeta en la mesa e hizo pedazos la hoja. Lo mire con mi corazón latiendo a mi por hora –Pero… -estaba cansada de esto, Edward hacia mi vida imposible. -No te lo daré, estarías llamando a Esme cada cinco segundos y siempre te tratare mal si llegas a hacer lo contrario que deseo –cerré los ojos y conté hasta diez. -Bien, tu ganas –dije absolutamente rendida, estaba mas que cansada con soportar a Edward. -Lo sé, gane desde que te vi en ese pub…a todo esto ¿sabes que no puedes salir con tus amigas de noche? -¿Qué? –dije enojada -No puedes evitar que salga con ellas…ya has hecho bastante robándote mi vida. -No estoy diciendo que no salgas con ellas, solo que no iras sola, es peligroso, además me di cuenta que no resistes mucho con unos tragos, no quiero que vayas a casa con cualquier hombre que te invite…te dije que eras solo mía –me quedo mirando como si lo que me estuviera diciendo fuera lo mas normal. -Yo no soy ese estilo de chica Edward, esas son las rameras que te metes todas las noches cuando sales de pub en pub ¿no? –dije sonriendo arrogantemente porque yo tenia la razón. Me quedo mirando, con sus ojos entrecerrados y segundo después me removí en mi silla al sentir como una ráfaga de calor pasaba por mi cuerpo, como si fuera una látigo –basta… -dije adivinando que era el -¡¿Qué demonios haces? –dije mirándolo enojada al sentir me volví a remover en la silla. El sonrió malvadamente. -Oohh…eso…si, debes tener cuidado, lo puedo hacer en el lugar que desee, además que es solo el comienzo... –lo mire asustada, el rodeo los ojos –eres tan aburrida Bella… -dijo negando. Me llamo la atención a como me llamo. -Ya veo como obtienes tus victimas en la noche –dije enfrentándolo. -No…eso solo lo puedo hacer en ti –fruncí el ceño, confundida –veras…lo que sucede es que…¿de verdad crees que te lo diré? –dijo apoyándose mas en la silla. -¡Es lo mínimo que puedes hacer! No seas un perro Edward, ya bastante es soportarte como un demonio… -No vuelvas a llamarme perro ¿escuchaste? –segundo después lo tenia tomando mi rostro y haciendo que lo mirara -¿escuchaste Isabella? –lo mire asustada y asentí - 140 -

–muy bien… -se alejo de mi y quedo mirando hacia los ventanales. -Dime….. -No...no te lo diré, mejor te lo demuestro… -cerré los ojos con fuerza al sentir como una mano tomaba mi pecho con fuerza. Me puse de pie enseguida al ver que Edward estaba a una distancia que me aseguraba que no era el…¿o si? -¿Qué fue eso? –dije asustada mirando a mis lados. -Yo –Edward se giro y negó al verme asustada –de verdad eres fácil de intimidar…como también eres fácil para excitarte…te puedo controlar de esa manera, aunque no es necesaria -¡Dios! Este vampiro iba ha hacer que mi cabeza explotara de rabia. -Deja de ser un hijo de puta Edward…¡ahora dime lo que sucede! Quiero explicaciones y ahora, tengo cientos de dudas y me las responderás ahora, porque por algún motivo, no se porque lo que te pido me lo debes decir como una obligación ¡así que lárgalo de una vez! –dije dando pasos hacia el, enfrentándolo. Edward me quedo mirando unos segundos hasta que esquivo mi mirada. -Bien…veremos que duda puedo responder…no confió en ti y un contrato tampoco me ayuda a hacerlo –bufe. -Estamos igual, pero en mi caso, jamás llegare a confiar en ti…que te quede claro que eres lo peor que me ha pasado en mi vida. -Si duda, el sentimiento es mutuo…ahora siéntate… -hice lo que dijo en el momento de que su mirada se dirigió a mí de una forma furiosa. Por fin iba a tener respuestas.

QUE ME PORTO BIEN CON UDS LECTORAS, LES SUBI EN TODO EN UN FIN DE SEMANA. MEREZCO SER RECOMENSADA CON LINDOS COMENTARIOS DICIENDOME TODO LO QUE PIENSAN DEL CAPITULO :D PARA LAS NUEVAS LECTORAS MI FACEBOOK ES "DANII'S FICS" AHI SUBO MIS ADELANTOS DE TODOS LOS FICS :D GRACIAS A TODAS POR SUS COMENTARIOS, ESTAN TODOS DEVUELTOS Y GRACIAS POR EL TIEMPO QUE SE DAN EN COMENTAR :D...HASTA AHORA LAS LECTORAS DE INVITACION PELIGROSA SON EL EJEMPLO ENTRE MIS LECTORAS, SE PORTAN MUY BIEN. - 141 -

Chapter 13 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo nº 13 -Hazlas… -dijo apoyándose en la ventana. -Dime que eso es de "La tua cantante" –el suspiro. -James hablando demás, eso es –enarque una ceja, no estaba cooperando –es tu sangre, para mi es especial como lo has notado, por eso, así se le llama a las personas como tú. -¿Cuántas como yo han habido? ¿Qué edad tienes?...eres una momia –dije recordando mi conversación con Carlisle. -Tengo veintisiete años…pero bueno, estoy aquí hace más de mil años… -Una momia… -dije haciendo una mueca. -Una momia que hace que tengas varios orgasmos en una noche y una momia que te ha gritar bastante ¿no? –lo mire enojada mientras sentía como mis mejillas se sonrojaban -¿Cuántas antes?... -Dos más, muertas hace ya tiempo… -¿Hiciste lo mismo que conmigo? –el me quedo mirando sin decir nada por unos segundos. -La primera fue cuando era joven, la mate al segundo de tenerla en mis brazos y la segunda…bueno, no le fue mejor que a la primera… -Eres un asesino y bastardo Edward Cullen, me pregunto cómo puedes dormir cada noche… - 142 -

-De la misma forma que duermes tú acostándote conmigo ¿a que tu conciencia debería no dejarte dormir? -¡Como te odio! –dije poniéndome de pie. -Cuida tu tono Isabella, recuerda con quien hablas, estas siendo favorecida de mi humor en las mañanas… -Dime que le dirás a mis amigas… -el rio poniéndose de pie para mirarme sonriendo. -Eso es una sorpresa, pero a lo referente con Alice... –dijo sonriendo de forma diferente. -¡No te atrevas a tocarla asqueroso!...ni a Rosalie o Jessica…te lo advierto, ningún contrato me haría callar, ten cuidado… -escuche como gruñía y de un movimiento me estampo contra la ventana, tomándome del cuello. -A mi no me amenaces Isabella…que eso te quede claro…vas a tener que empezar a cambiar tu actitud, porque te queda un largo periodo conmigo, y si sigues así, lograras que tu cerebro quede en mis manos… -lo mire asustada. -Suéltame… -el negó. -Creo que tus preguntas acabaron ahora… -dijo para después estampar sus labios en los míos, relajando su agarre en mi cuello, pero no soltándome del todo. -No me muerdas… -dije cerrando los ojos cuando se separo. -No, no me apetece tu sangre en estos momentos… -dijo apoyando su cuerpo contra el mío. Dios, Edward iba a provocar que mi cabeza explotara por la lucha que tenía mi cuerpo y mi mente –me apeteces tu… -tomo mi rostro con poca delicadeza y me beso, apoderándose completamente de mi. Deje caer mis brazos rendida y sintiendo como mi corazón comenzaba a latir mas fuerte al sentir que mordía mi labio con bastante fuerza, haciendo que inevitablemente gimiera por su acción. Solo como instinto lleve mis manos a su torso, pero el tomo con fuerza mis manos y las dejo sobre mi cabeza, con demasiada facilidad. Me miro y sonrió para después negar de una forma que hizo que me quedar mirándolo hipnotizada. Demonios, este bastardo tenía aquel poder sobre mí que no podía controlar ni aunque luchara como la primera vez –basta de tanto pensar…me distraes… -dijo para plantar sus labios contra los míos de nuevo, provocando que perdiera toda razón. - 143 -

Me removí bajo su cuerpo cuando se separo de mí para apoderarse de mi cuello, siempre que hacia eso me ponía nerviosa, pensaba que me iba a morder. -Quizás lo haga…me estas tentando, así que deja de pensar –cerré los ojos tratando de no pensar en lo mal que estaba esto, porque no había caso, si de todas maneras se metería ente mis piernas. Edward comenzó a pasar su mano por debajo de mi camiseta de seda, dejando como una marca de fuego en cada roce que tenia con mi piel. Todo fue duplicado cuando sentí que tomaba mi seno izquierdo en su mano, pero no hizo nada mas, saco rápidamente su mano y tomo mi camiseta por la parte superior y no tengo la menor idea como lo hizo pero partió esta en dos, dejando completamente expuesto mi pecho para él. Me volvió a mirar de esa forma malvada y después solo me concentre en sentir su lengua envolviendo mi pezón, provocando que me moviera, tratando de soltar mis manos para poder sentir su piel. Solo ese pensamiento hizo que soltar mis manos, y pellizco con rapidez mi pecho libre de su boca. Enrede mis manos en su cabello desordenado, pero no pude sentirlo por mucho tiempo ya que rápidamente Edward me tomo de mi cadera y me hizo voltear, dejándome entre la ventana y su cuerpo. Pude sentir que ya no llevaba su pijama, ya que sentía su erección contra mi trasero. Recién cuando me volteo pude darme cuenta que alguien nos podría ver de un edificio vecino. -Edward… -dije con un susurro ya que me costó bastante concentrarme en pensar al sentir sus besos en mi cuello -¡Edward! –grite al sentir como metía su mano por mi short y tomaba mi clítoris con una facilidad impresionante –Alguien pude ver –no tenía la menor idea como pude formar palabra con Edward cuando el tenia su mano en la parte más sensible de todo ¡mi maldito cuerpo que no me respondía cuando él me tocaba! -Como si me importara –empujo contra mi haciendo que saliera de mis labios un gemido bastante alto –Y a ti tampoco, no seas santurrona –dijo para comenzar a mover su mano más rápido. No se si sea cierto, pero Edward tenia un don en esto, aunque había sido el único hombre con el que había tenido relaciones sexuales -¡demonios! –dijo ahora dándome vuelta, mientras mi pecho subía y bajaba porque me tenía en otro nivel, mi cuerpo estaba ardiendo por su culpa -¡Ni siquiera en tu cabeza te callas! –no pude decir nada ya que llevo sus labios de nuevo a los míos, tomándome de mis muslos y haciendo trizas el short, provocando que gritara por la sorpresa. Lo quede mirando seria ¿Por qué tenia que romper todo? El sonrió de esa forma tan sensual que tenia y tomo mis muslos, mientras se apoderaba de mi boca de nuevo, moviendo su lengua tan fría con la mía, solo hacía que tratara de besarlo - 144 -

más y más. Me levanto con una facilidad que aun encontraba increíble y al rodearlo con mis piernas, entro en mi cuerpo de una sola estocada. -Dios… -dije cuando tomo mi cadera y me elevo para entrar mas profundo en mi cuerpo. -Ahora la gatita se queda callada –dijo para volver a entrar más profundo. Deje mis manos en su cuello apoyándome mejor en el. Verlo sonriendo como lo hacía mientras me embestía comenzó a volverme loca, acerque su rostro al mío y sus labios solo hicieron esto mejor, no se que tenían ¡realmente no se que tenia Edward completo que provocaba esto en mi! Mordí con un poco mas de fuerza su labio al sentir que me embistió mas fuerte, haciendo que chocara bruscamente en la ventana. Edward se separo de mi y miro hacia abajo mientras seguía embistiendo, eso no me agrado, por lo que tome de nuevo su rostro, lo quería seguir besando pero el me esquivo, pero no me importo porque necesitaba sus labios…demonios ¿dije necesitaba? -No… -cuando dijo aquello pude notar que sus colmillos estaban afuera ¿los estaba escondiendo de mi? Esta era la primera vez que los veía a la luz de día, era raro. -Edward… -dije para no tomar en cuenta su advertencia y lo volví a besar. Pase lentamente mi lengua por uno de sus colmillos, y creo que eran bastante sensibles, porque se comenzó a mover mas fuerte y mas rápido, haciéndomelo duro. Sus besos se volvieron más voraces apoyando su frente contra la mía mientras trataba de gemir al sentir sus embestidas de una forma que ahora sentía mi corazón en mi cabeza. Mis huesos se fueron desvaneciendo de a poco y sentí como mi cuerpo ardía mas de lo que ya estaba haciendo, indicándome que mi liberación estaba cerca. -Edward… -dije separándome de el. Mirando ahora hacia el techo y sintiendo como me corría con fuerza, y al hacerlo, Edward también termino gruñendo bastante alto en mi cuello, y a presentía que me iba a morder, pero no lo hizo. Edward salió de mi cuerpo, apoye mis pies en el suelo y el me quedo mirando, mientras yo me iba desvaneciendo hasta llegar al suelo, sintiendo como todo mi cuerpo estaba demasiado sensible. Lo mire sin decir nada. - 145 -

-Espero que tus dudas hayan quedado claras….por lo menos algunas –dio media vuelta. Tomo su pantalón y se fue caminando hacia no se donde, la verdad es que no podía pensar en nada mas que en el orgasmo que acababa de tener, aun no estaba recuperada y no lo estaría por unos largos minutos. Mi cabeza de a poco fue volviendo a su lugar y me apoye en mis manos para ponerme de pie, porque literalmente estaba casi desnuda, solo los trapos de mi hermosa camiseta de pijama color celeste, era lo único de ropa que tenia sobre mi. Quede mirando un tanto distraída todo lo que me rodeaba, escuche como sonaba el ascensor y creo que era la voz de Jacob la que siguió después de eso. -No des ni un paso mas Jacob Black –dijo apareciendo Edward en el limite que me escondía en la cocina, un paso más de Jacob y me veía en este estado. Ya asustada y despierta note que Edward estaba vestido bastante casual –tapate los ojos en este instante –Edward llego a mi lado en menos de un segundo lo que me dejo pasmada y después me tomo de las piernas y la espalda para después de otro segundo aparecer en la cama sentada –No puedes andar desnuda como si nada aquí –dijo frunciendo el ceño. Lo quede mirando en estado de shock, porque primero, había viajado a súper velocidad y segundo porque ¡el era el maldito culpable por hacer trizas mi pijama! –espera aquí… -dijo mirándome un poco mas de la cuenta para salir de la habitación. Me fui rápidamente al baño y saque la bata que estaba colgando, me tape rápidamente con esta. Al salir del baño Edward me estaba mirando enojado a la mitad de esta habitación. -¿Qué deseaba Jacob? –dije confundida. -Lo había citado para hoy, pero tuve que decirle que viniera mas tarde… -lo quede mirando esperando a que dijera algo mas, porque para mi, esta conversación había terminado –debes tener cuidado de andar desnuda por el departamento –enarque una ceja. -Es tu culpa lo que paso hace un rato…no tenias para que romper la ropa… -el me quedo mirando sin decir nada. Suspire, no tenia ánimos de discutir. Di media vuelta para ir al armario, sacar algo de ropa y darme un baño. -Te llevas muy bien con Jacob ¿no? –dijo apoyado en uno de los grandes espejos, justo al lado del que me permitía entrar al armario. -Si –dije pasando y sacando un jeans negro con una camiseta blanca de tiras y un sweater, hacia frio. - 146 -

-El nos llevara todos los días al trabajo –fruncí el ceño. -¿Me iré contigo?...eso no es apropiado… -Te iras conmigo y punto –rodee los ojos. Edward me recordaba a cierta persona en la que no quería pensar. -Esta bien –dije cansada, no quería discutir. -Excelente –al decir eso se fue hacia la puerta y salió de mi vista. Me fui a la ducha donde me duche y me relaje, aun no estaba en mis optimas condiciones, Edward me dejaba muerta, esta era la primera vez que lo hacíamos en el día, donde no tenia las largas horas de la noche para poder descansar. Fui tranquilamente a la habitación de Edward, donde podía escuchar que estaba. Toque y espere a que abriera, pero no lo hizo, así que no me importo y abrí la puerta yo misma. Estaba tocando en el piano. Me gane apoyada en el decidida, tenía una duda importante y necesitaba que fuera aclarada, porque le convenía. -Dime –dijo dejando de tocar. -Cuál es la sorpresa de mañana, necesito saberlo, sabes que hable con Alice –dije seria. El recién ahí me miro sin ninguna expresión en su rostro, como era siempre que hablaba conmigo. -¿Quieres decir cuando le fuiste a llorar a tu amiga Alice? –fruncí el ceño. -Lo siento, a diferencia tuya, los humanos tenemos emociones y estar secuestrada sin duda te tiene el limite… -Mañana lo sabrás –dijo poniéndose de pie para ir a la ventana –has investigado bien ¿no? –fruncí el ceño sin entender. -¿De que hablas? -Mi segundo nombre es Anthony –lo mire con los ojos como plato. -Eso fue una coincidencia –el se giro a verme y se apoyo en la ventana, sin decir nada por unos segundos –yo no te investigue Edward… -el me miraba sin decir nada. Cansada de me senté en el banquillo del piano –Necesito que me respondas lo que quiero Edward… - 147 -

-¿Es que quieres que te lo haga de nuevo? –suspire, siempre tenia que llevar todo a un plano sexual. -Edward –dije cansada, el bufo y me hizo una seña para que siguiera –No entiendo esto de la sangre… -Cada humano tiene su propio aroma, el tuyo es mi aroma favorito…es como si tu sangre cantara para mi –"la tua cantante" ahora tiene mas sentido -¿Cuál es? ¿Cuál es mi aroma? –me quedo mirando desconfiado y muy serio por unos segundos. -Lavanda y Fresias… -¿Flores? –dije enarcando una ceja. Pensé que era otro, no sé, chocolate o algo más masculino. -¿Tu elegiste a los desagradables de tus padres? –lo mire con los ojos como platos. Negué –bien, nadie elige este estilo de cosas. -Bien… -dije tratando de no decirle un montón de cosas por lo que dijo -¿Por qué no soy un vampiro, si me has mordido? -Porque eso tiene un método...el cual no te diré, pero no es solo mordiendo a las personas… -sonreí, por lo visto podría seguir siendo humana. Me removí un tanto inquieta, en el momento que no estoy con él, tengo muchas dudas pero ahora no se me venía ninguna a la mente. -Te podrías mover de ahí… -me puse de pie de mala gana, por lo visto era un maniático con sus cosas también. -Puedes leer mi mente… -el asintió –pero Carlisle dijo que tenias otro poder en mi, no recuerdo bien lo que dijo. -Te puedo manipular…eso es porque eres mía…ese beneficio me das. -Pero eso es injusto, yo no tengo ningún beneficio contigo –el no me dijo nada, rodee los ojos -¿Qué mas puedes hacer, siendo vampiro? -Ya viste la velocidad, la fuerza…beber sangre humana –eso no era nada beneficioso –tener increíble sexo –no dije ni pensé nada en ese momento. - 148 -

-¿Qué mas puedes hacer en mi mente? –el sonrió perversamente. -Eso lo sabrás mas adelante… -esquive su mirada. -Bien, supongo que eso es todo lo que se me ocurre ahora….pero Edward…¿Cuándo seré libre? ¿Cuándo me podre ir de aquí? –el volvió a sonreír. -Isabella, pensé que eso te había quedado claro… -fruncí el ceño, negando, sin entender –Nunca…no hasta que me canse de ti… -me quede de una pieza mirándolo ¿estaba hablando en serio? –sí, hablo en serio… -No… -dije sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas. -No llores, me desagrada -¿Qué esperaba que me quedara así como si nada mientras el se robaba mi vida? -¿Sinceramente? Si…ustedes los humanos son tan débiles, sobre todo las mujeres, tan sensibles… -dijo molesto. -¿Ustedes los humanos? –dije mientras mis lagrimas comenzaron a caer -¿es que tu no lo fuiste en un tiempo? -Algo que saque de mi memoria, no es algo importante –tome aire para dejar de llorar, pero me era imposible. -Gracias por responder mis dudas… -dije girándome para salir de ahí, pero al darme cuenta Edward estaba ahora apoyado en la puerta. -No pienses en hacer algo para escapar Isabella, porque quien lo pagara será una de tus amigas o amigos…¿has escuchado? -Si… -dije fríamente y saliendo de su vista. Me fui directo a la habitación, cerré todas las cortinas y me metí a la cama. No tenia ánimos de estar en este lugar, no tenia ánimos de dar un paso mas sabiendo que esos pasos ya no era míos, sino de Edward. Estaba perdida.

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPITULO PEQUEÑAS LECTORAS. ESTE EDWARD DA UN PASO Y LUEGO RETROCEDE DOS, AUN MAS REALISTAS, NO DA NI UN PASO Y RETROCEDE CINCO. SIENTO LA DEMORA, PERO LA UNIVERSIDAD ME TIENE AGOTADA A FULL Y ME LO PASO ESTUDIANDO, AHORA ME OBLIGUE A DARME UN RECREO. ESPERO QUE ESTEN BIEN :D - 149 -

PD: CHICAS, LES PEDIRIA QUE PASARAN A VOTAR AL CONCURSO QUE ESTOY PARTICIPANDO, EL ENLACE ESTA EN MI PERFIL. DEBEN VOTAR POR DESTROZADA, ES HASTA EL 1 DE ABRIL, QUE DE SEGURO ES HASTA EL 31 DE MARZO. SE LOS AGRADECERIA UN MONTON :D

- 150 -

Chapter 14 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon+16

Capitulo nº 14 Me mire al espejo y estaba lista para un nuevo día de trabajo. Un blusa blanca con un escote decente, falda negra en tubo, tacos negros y un abrigo negro, eso era lo del día de hoy, me sentía un tanto incomoda con las medias que llevaba, estas solo alcanzaban mis muslos, no estaba acostumbrada pero no había opción, solo habían de este tipo en el armario. Edward me había dejado tranquila en la noche, pero no sabía si había sido del todo cierto, ya que me costó mucho poder conciliar el sueño, pensando en diferentes momentos, que no diré ahora. Salí directo a la sala, ahí estaba Jane anotando en su agenda de cuero negro lo que Edward le estaba dictando. Jane esta vez lucia un traje de dos piezas blanco, con diseños negros, lo que me saco una sonrisa, de verdad le gustaban esos colores. Sus lentes llamaban la atención y estaba anotando muy concentrada, pero cuando me vio me sonrió. -Bella, buenos días –fue como sacarme diez kilos de peso de mis hombros, por fin me hablaba así. -Hola Jane ¿Cómo estas? -Jane –dijo Edward llamando su atención, ella asintió y siguió anotando lo que necesitaba que hiciera él. Me senté en el brazo del sofá negro a esperar para que bajáramos y llegáramos Cullen Ltda. -Tú no has desayunado –dijo Edward girándose. Me apoye mejor en el sofá. Lucia muy guapo con su traje negro, con su cabello completamente desordenado como siempre ¿es que no conocía los peines? -No tengo hambre, comeré algo en el edificio, además vamos retrasados… - 151 -

-No, hay tiempo, comerás…Jane, encarga algo para que traigan. -No quiero nada Jane, gracias –ella se quedo detenida mirando a Edward. -Como gustes –dijo él, para después voltearse a la ventana –Jane es todo por hoy, gracias, encárgate de lo que se te ha asignado… -Si, Sr. Edward, permiso –paso por mi lado y me hizo una seña de despedida. -Muy bien, vamos solo estamos perdiendo el tiempo aquí –dijo a los minutos de que se fuera Jane. Mire mi reloj y era temprano. Llegamos al ascensor y decidí que mejor me iba por las escaleras, pero Edward me tomo del brazo e hizo que entrara al ascensor. Me quede a su lado, asustada, esto era tan humillante. -Toma –dijo cuando todavía faltaban pisos para llegar al primero. Mire y note que era un nuevo celular –es un blackberry, tiene el chip de tu celular anterior, el que rompí cuando fuiste lo bastante estúpida para hacerme enojar –lo mire enojada y tome el teléfono, guardándolo en mi bolsillo. Salimos del ascensor en un segundo por mi parte y comencé a caminar hacia la salida, Edward iba a mi lado. Pude notar que Jacob nos esperaba con la puerta abierta. -Buenos días Sr. Edward, Srta. Isabella… -Hola Jacob –dije más contenta por tener una cara amigable, pero luego me sonroje porque ayer casi Jacob me vio desnuda, en un momento post-sexo con Edward, lo que era denigrante porque quedaba sin energías. -Buenos días Jacob –dijo Edward sin mirarlo. Entre primero al auto y luego Edward. Mire a mi acompañante de reojo, tenía su mirada fija hacia la ventana ¿Por qué Carlisle se tenía que ir de vacaciones ahora? Esto era tan injusto para mí, el trabajo estaba siendo mi escapatoria de Edward, pero ahora….ahora no tenía nada. -Isabella, te pediré que te calles… -dijo con su tono tan desagradable, pero él no podía hacer nada para hacer callar mi mente, así que si no le gustaba, bueno, podría dejarme ir. Sonreí ante ese pensamiento, sería una buena técnica, hacer que me libere, por cansancio –antes, estarías completamente drenada si eso fuera así –mire a Jacob y este miraba al frente haciendo caso omiso a lo que decía Edward, era demasiado fiel a Edward como para que este se alterara por un comentario cruel de - 152 -

su jefe –Exacto y espero que no te entrometas en eso –dijo ahora mirándome. Fruncí el ceño sin entender –Solo ten cuidado Isabella… -Primero me tienes secuestrada y ahora me hablas en código, no esperes que haga maravillas con eso –dije mirando hacia la ventana. -Claro que no lo hago, eres una simple humano… -lo mire y rodee los ojos. Maldito arrogante, sabía que era el tipo ser que se sentía mal por lo que era y trataba de tirar basura a su alrededor ¿tienes algún comentario a esto también o dejaras mi cabeza tranquila bastardo? Note que su mordida se tenso, pero no hizo nada mas, solo miro hacia adelante, durante todo el resto del camino. Mire la hora y vi que recién eran las siete con veinte minutos, en diez, recién los guardias comenzarían con su cambio de turno. Me despedí de Jacob ya que Edward no dijo nada más que bajarse y me baje del hermoso Jaguar y nos fuimos con Edward al edificio. -Aun es muy temprano…. -Eso no importa, ¿eres una holgazana que llega justo a la hora para no trabajar ni un minuto más? –lo pensé un segundo. -En realidad si –dije sin poder saludar a Don Ernesto porque aun no estaba en su puesto, realmente no había nadie además de la recepcionista que se quedo baboseando al ver a Edward. Metí mis manos a los bolsillos y di un paso hacia atrás, este ascensor era muy diferente a los demás. Además que este edificio era gigante, mejor esperaría a Jessica y Alice. -Ni lo creas –dijo Edward tomándome del brazo y haciendo que entrara. -¡Deja de empu… -Edward me empujo hasta el final del ascensor, mientras plantaba sus labios contra los míos -¡No! –dije empujándolo pero Edward se metió a mi cabeza y una ola de calor paso por todo mi cuerpo. -Ese no soy yo –dijo mientras bajaba el abrigo de un solo movimiento. -¡Aquí hay cámaras! –dije mirando la que estaba en la punta de esta caja metálica. -Claro que esta desactivada ¿Crees que me gustaría que un guardia gordo detrás - 153 -

de las cámaras te viera mientras te hago gemir? –lo quede mirando enojada, pero a el le dio lo mismo, como siempre, no se inmutaba si no me agradaba lo que hacia o si me gustaba lo que como se comportaba. Boto su propio abrigo y después fue levantando mi falda mientras sus labios me atrapaban, sin poder dejar que mi cabeza pensara como se debía ¡estúpidos labios de Edward! Siempre me hacía lo mismo, me nublaban toda razón. Gemí con fuerza cuando sentí su mano en mi entrepierna, rompiendo mi ropa interior, la cual note que se la hecho al bolsillo. -¡Edward! –dije sorprendida ¡no me podía dejar así todo el día! -¡Claro que puedo! Y recuerda que aquí soy tu jefe –dijo de nuevo atrapando mis labios, apoderándose del inferior. Tomo mis piernas con fuerza y me levanto. Envolví su cadera casi por instinto mientras me seguía besando. ¿En qué momento se bajo los pantalones que ahora sentía su erección contra mi entrada. -Edward… -dije tomando algo de aire. -Bella, aquí soy tu jefe… -dijo jugando conmigo, no entrando a mi cuerpo. Gruñí frustrada. -Sr. Edward ¿ahí si? –dije enojada, pero entro en mi cuerpo de una sola embestida –Si… -dije sintiendo como se movía contra mi cuerpo. -Dilo Isabella… -mordí mi labio al sentir como entraba en mi cuerpo, jamás me podría acostumbrar, era demasiado grande. Pude notar que faltaba un piso para llegar al de nosotros ¿tan pronto? Edward se acerco y no sé que apretó pero el ascensor se detuvo. Edward se comenzó a mover mas lento, lo quede mirando esperando a que lo hiciera mas rápido. -Mas… -dije moviéndome contra él, pero el detuvo mi cadera. -Dilo como se debe Isabella -¡maldito fetiche que te tenía este maldito vampiro! Pero si no lo decía no iba a obtener lo que quería. -Mas Sr. Edward, quiero que lo haga mas rápido… -lo quede mirando a los ojos y pude ver como estos se iban tornando rojos y no se cómo diablos, pero eso solo hizo me moviera contra Edward. Cerré los ojos, porque sabia que me iba a morder, no lo había hecho hace ya dos días. -Estas en lo correcto –grite cuando embistió contra mi de nuevo, con tal fuerza - 154 -

que me asuste al morder mi labio, Edward comenzó a moverse de una forma para nada humana, ya que entraba y salía con fuerza y demasiada rapidez, por lo que mi corazón ya estaba a punto de explotar. Sentí como se acercaba a mis labios. Mis manos que estaba apoyadas en los brazos del ascensor, dejaron ese soporte para tomar el cuello de Edward, y acercarlo a mis labios, nuevamente pase mi lengua por uno de sus colmillos, me di cuenta en ese momento que me gustaba hacerlo y a Edward igual, ya que me siguió embistiendo haciendo que mi cabeza se perdiera y me siguió besando hasta que cayó con ese beso el grito que salió de mi boca al sentir como ese orgasmo me golpeaba de forma impredecible y acabando con todas mías energías y todo empeoro cuando Edward planto sus colmillos en mi cuello, bebiendo de mi. Tome su mano que sujetaba mi muslo y me aferre a ella. Dejo de beber y beso mi cuello, de inmediato supe que era para no dejar marcas. Salió de mi cuerpo y me tomo de la cintura, antes que me desvaneciera, Edward era un desconsiderado, tenia que trabajar y ahora solo estaba en trance como siempre que era cuando tenia sexo con él. Tomo mi abrigo y me lo paso. Arregle una desordenada falda, pensando que iba a estar todo el día sin bragas…eso no era bueno con Edward cerca. Me puse mi abrigo y trate de arreglar mi cabello, Edward me quedo mirando sin decir nada. -No me voy a desvanecer como ayer…esto fue bastante rápido –dije para que no creyera que era el Dios del sexo, pues no lo era, solo era increíble con él, porque no había estado con nadie mas. -No lo creas… -dijo soltando mi cintura y poniéndose su abrigo –eres la única que queda así, las otras mujeres con las que tengo sexo, no quedan como tu, es porque eres mía… -bueno, no las entendía, ¿Cómo se iban a un callejón a meterse con cualquier tipo?...eran unas zorras. -Entonces deja de meterte en mi cabeza cuando lo hacemos –el sonrió arrogante para después apretar el boto del ascensor, el cual se movió bruscamente. Abrí los ojos y estaba tomando el brazo de Edward, me solté al momento de notar lo que estaba haciendo. -Creo que empezamos con el pie derecho aquí Srta. Isabella –dijo sonriéndome, para salir del ascensor –y, ese no fui yo, tu cuerpo responde a mí de maneras increíbles –dijo para después entrar a la oficina. Realmente que fuera en un ascensor o en su departamento, hacerlo con Edward me dejaba con las piernas débiles y con la mente en otro lado. - 155 -

El celular que tenía en mi bolsillo comenzó a sonar, conteste con rapidez, era Jessica, preguntando donde venia, le dije que ya estaba aquí, que mes había arreglado para poder subir el ascensor, corte sentándome agotada en la silla. Edward apareció en la puerta. -Eso te pasa por no desayunar… -lo quede mirando enojada, se veía demasiado cómodo con todo esto, estaba incluso sonriendo, cosa que no hace comúnmente –El sexo generalmente sube el animo, esta claro que a ti no… -odiaba sus maldito labios que estaba observando ahora. Eran ellos, esos labios que me dejaban con ganas de… Edward sonrió y se acerco en un segundo, para tomar mi rostro y volver a besarme, lo que esta vez, me relajo. Como instinto lleve mi mano derecha a su mejilla y acaricie lentamente su piel. Edward se separo unos centímetros de mi y yo me quede helada. -¿Qué fue eso? –dijo Edward frunciendo el ceño, dejando mi su agarre en mi mandíbula, era tan brusco. -No fue nada… -dije evitando su mirada y prendiendo el computador –te pediré que me dejes trabajar tranquila -Gracias al cielo no dijo nada, se fue a su oficina. Estaba ahora mas compuesta a segundos antes, creo que era ese beso fue el que me tranquilizo ¿Cómo podía tener tanto poder en mi? La jornada laboral siguió, Alice y Jessica se aparecieron en mi piso, pero solo Edward tuvo que salir para que solo inventaran que necesitaban unos papeles, después de quedar en shock mirándolo por estar en el lugar de Carlisle. Era la hora del almuerzo y feliz ya podría salir del lado de Edward, ya que me había llamado bastante, para darle numero, cuentas corrientes, contratos, papeles de negocios con otras empresas, era un lio, le gustaba ver todo y hacer todo por si solo, "trabajo en equipo" no era algo que supiera hacer. Tome mi abrigo, ya que estaba heladísimo, tenía mucho frio, pero de eso podría ser culpable Edward y mi sangre en su cuerpo ahora. Estaba a punto de marcar a Jessica para que me viniera a buscar cuando Edward salió de la oficina. -Bueno, creo que es hora de aclarar todo ¿no? –fruncí el ceño, sin entender. -¿De que hablas? - 156 -

-De… -dijo dando unos pasos hacia mi –tu mudanza, estar dentro de un jaguar, mentirle a tus amigos… -dijo pasando su mano por mi mandíbula ¿Cómo mi padre te tuvo tanto tiempo aquí sin hacerte nada Isabella? –quite su mano de golpe. -¡Porque a diferencia tuya, el Sr. Carlisle es bueno! –a el le tomo unos segundo hablar. -En eso tienes razón…vamos –dijo caminando hacia el ascensor –es hora de comprar a tus amigos ahora… -lo quede mirando asustada a lo que dijo. Él me hizo un gesto con la cabeza, lo cual me indico que me quería dentro del ascensor. Lo hice sin decir nada, no quería que estuviera de mal humor cerca de Alice y Jess. No avance mucho en el ascensor, porque como idiota necesitaba estar al lado de Edward. Ninguno de los dijo nada en el transcurso, no podía creer que Edward fuera a la cafetería, ahí no se veían jefes, y por ahora, Edward era el jefe máximo. -No les hagas nada, por favor –dije cuando Jessica y Alice estaban comiendo, por sus expresiones, estaban un tanto enojadas porque no les había llamado para comer y estaban sorprendidas por ver a Edward aquí. -Hola chicas –dije sentándome en la mesa donde estaba. Edward acerco otra silla y se sentó a mi lado, con una sonrisa que casi me deja la boca abierta, esa sonrisa no era de él. -Buenas tardes Señoritas… -dijo mirando a ambas. -Buenas tardes, Sr. Cullen –dijeron a coro. -Se preguntaran que hago, junto a Bella ¿no? -¿me llamo Bella? Me quede helada al ver como tomaba mi mano y la entrelazaba con la mía ¿esto estaba pasando de verdad? –bueno, se estarán preguntando por ella ha estado actuando tan raro. -Si –dijo Alice, ahora mirándome para después mirar nuestras manos, estaba confundida y yo no estaba mejor que ella. -Ella y yo somos pareja, eso es lo que sucede…le he pedido a Bella que no diga nada para evitar problemas, pero luego pensé ¿Por qué?...no estamos haciendo nada malo, pero ustedes son sus amigas, personas importantes en su vida, no quiero que les siga mintiendo, por eso he decidido decirles esto, para que Bella… -dijo mirándome ¿dulcemente? ¡santo Dios! ¿Quién era este Edward? –no tenga que esconder nada –mire a nuestros lados y todos los empleados no estaban mirando, Señor, iba a quedar etiquetada como al ramera que se acuesta con el jefe -¿cierto - 157 -

amor? –no pude evitar que saliera un risa de mi parte al escucharlo. -Lo siento…amor –dije mirándolo -solo que estoy tan emocionada porque digas esto –no pude evitar reír un poco, este no era Edward y se veía….ridículo siendo así, claramente, las chicas no lo verían así, porque ambas lo miraban como si hubiera hecho el acto de amor mas grande del mundo. -Estamos viviendo juntos, para que no se sorprendan de su repentino cambio, era una sorpresa -¡y que sorpresa! ¿Cómo iba a responder las preguntas luego? –Con Bella nos conocimos hace mas de tres meses, antes que ella trabajara aquí, en un pub…tuve casi que robarle su numero para poder hablar con ella…y bueno cuando lo hice las cosas se fueron dando hasta que nos dimos cuenta de que vivir juntos, era mucho mejor. -¿Hace tres meses? –dijo Alice mirándome. Asentí, ella me iba a matar por no contarle. -Bella estaba bastante afectada con todo esto, de esconder nuestra relación, yo se lo había pedido, pero ya no hay nada que hacer… -mire a Jessica y ella me observaba en estado de shock –lo siento por provocar que ella les mintiera, de verdad –lo mire con los ojos como plato, Edward de verdad parecía como si lo sintiera ¡Dios santo! Denle un Oscar a Edward Cullen, por premio al mejor actor. El se giro a verme y sonrió, curvando sus labios, maldito, se estaba riendo por lo que dije. Apretó mas mi mano que estaba entrelazada a la suya, supe que tenia que decir algo. -Es verdad, todo lo que dijo chicas, no tienes porque alarmarse, siento mentirles, pero como el dijo, me lo pidió, era complicado, recién iba a trabajar aquí, ya que estaba en Europa, pero Edward decidido que mejor es ir sin mentiras por la vida ¿cierto, cariño? –dije mirándolo y sonreí como el lo hacia. Edward me miro sonriendo y de nuevo me movió con su agarre en mi mano y me dio un corto besos en los labios que me tomo desprevenida, el sabia que sus labios tenían algo raro, no podía hacerme eso. Porque quedaba como tonta mirando su boca. -Woooww… -dijo Alice mirándonos y llamando mi concentración –ya veo porque actuaron raro en el ascensor la semana pasada. -Así es… -dije asintiendo. -Iré por algo para que comas –dijo Edward poniéndose de pie, lo quede mirando aun en shock. -¿Fue a buscar algo para que comas? –dijo Jessica despertando de donde estuviera - 158 -

-¿Acaba de hacer eso? –dijo susurrando. -Si, es muy atento –dije viéndolo como iba a comprar algo. Todos miraban a Edward y a mi, demonios ¿en que me metió? -Bella, tu… -dijo Alice confundida, no la culpo, el viernes había llorado como una magdalena pero ya tenia la historia perfecta con esto. -Alice, siento haber llorado el viernes y haberte mentido...estaba mal porque no quería seguir jugando a las escondidas con Edward, entonces estaba mal.. -Bella… -dijo Jessica –tu eras virgen –dijo entiendo todo -¡Oh Dios! –se tapo la boca emocionada –claro –dijo mirando a Alice –todo lo sabe ella primero, que desilusión… -No –dijo Alice –yo no sabía nada, Bella me invento una historia…oohh no lo puedo creer –dijo ahora entrando en la emoción de Jessica, creo que haber aclarado lo que paso el viernes, ayudo a que confiara mas –Bella…Dios, no pareces secretaria ¿eso es Gucci? Pareces una ejecutiva -dijo mirando el abrigo de genero, no me había dado cuenta de la marca de esto. -¿Cuál es tu secreto? Dios….debes invitarnos porque debes hablar demasiado con nosotras –dijo Jessica -¡Cuando Rosalie se entere querrá morir! –dijo Alice asombrada. Trate de sonreí, ella había caído, pensé que le quedaría la duda, pero por lo visto nada de nada. Edward llego en ese momento dejando mi bandeja al frente mío. Note que era mi comida favorita, lasaña, era mucho eso si. Alice sonrió al notar lo que Edward pidió, estúpido, de seguro estaba quedando como un Dios ante mis amigas, ahora veía porque dijo "es hora de comprar a tus amigas" ¡bastardo! -Amor…¿estas bien? –dijo Edward sonriéndome. ¡Que deje de llamarme así! El no era de esa forma, se sentía raro. -Todo bien –maldito bastardo. Edward me miro serio por una fracción de segundo. -Esto es increíble –dijo Jessica, llamando nuestra atención –Bella se no has enamorado por fin –casi se me revolvió el estomago al escuchar decir aquello ya que de todo lo que sentía hacia Edward, lo que menos pasaba por mi cabeza era algo relacionado con amor por este bastardo mal nacido.

- 159 -

GRACIAS A TODAS POR SUS COMENTARIOS Y APOYO EN ESTE FIC :D ¡SAQUE EL SEGUNDO LUGAR EN EL CONCURSO!

- 160 -

Chapter 15 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon+16

Capitulo nº 15 —No puedo creer que lo hicieras, de verdad…esto ¡es ridículo! –dije cuando bajamos del ascensor para entrar a nuestro piso. Me fui directo a mi escritorio. —Realmente son fáciles de sorprender… —dijo riendo para después entrar a su oficina, pero volvió al segundo —Cuando vayan al departamento mañana, no pienses hablar mal de mi Isabella o si no les probare que estas equivocada… —ni siquiera lo mire, gracias al cielo llamaron al teléfono, conteste de inmediato y eso me dio la oportunidad solo para concentrarme en eso, el trabajo, esto era demasiado por un día. Estaba arreglando la agenda de Edward para esta semana, estaría bastante ocupado, sonreí cuando note que en un mes más tendría que viajar a Rusia para unos negocios ¡seria libre por una semana entera! —Hola Isabella –dijo Tanya cuando llego al piso, sacándome de mis pensamientos de libertad. —Buenas tardes Srta. Tanya –ella me sonrió amablemente. —¿Me podrías avisar con Edward? —Claro —dije avisándole por el teléfono que ella lo esperaba, paso de inmediato. Estaba aun arreglando su agenda cuando escuche un ruido extraño desde la oficina, para después escuchar como algo se quebraba. Me puse de pie de inmediato para saber si todo estaba bien, pero al acercarme a la puerta, que estaba cerrada, escuche como alguien gemía. Me quede helada ¿ella estaba teniendo sexo con Edward en su oficina? Di media vuelta para ir por las escaleras a otro lado, pero al abrir la puerta de escape, me gire enojada ¿Por qué tenía que arrancar? Me fui a la puerta del bastardo y abrí esta con todas mis fuerzas….Gran error. No sé porque sentí como un balde de agua fría cayó por mi espalda cuando los vi. - 161 -

La perra de Tanya estaba apoyada en el respaldo del sofá, mientras Edward besaba su cuello, él tenia su mano derecha bajo la falda de Tanya, claramente entendí lo que le estaba haciendo. Ella me vio y empujo a Edward, haciéndole muy fácil alejarlo de ella, que envidia, yo no podía hacer eso. —¿Qué sucede? –dijo Edward molesto. Tense mi mordida. —Solo pensé que necesitarían algo… —el enarco una ceja. —A menos que te unas, no, no necesitamos nada… —Muy bien, Sr. Edward –dije cerrando la puerta. Mire a Tanya y ella me miraba un poco avergonzada, cosa que no le creí. Me fui a la sala de fotocopias y cerré la puerta con seguro, me senté al lado de la maquina y apoye mi cabeza en la pared. —No… —dije negando –no te atrevas Isabella Swan… —respire profundo. Me quede ahí por más de una hora, hasta que sentí como alguien caminaba cerca para después escuchar el sonido del ascensor. Salí de la habitación y la puerta de Edward estaba cerrada. Seguí haciendo mi trabajo por las cuatro horas que me quedaban. Eran las siete de la tarde y tenía ya todo apagado, Edward me había hablado porque necesitaba algunos papeles listos para mañana, los cuales arregle de inmediato, pensando en nada más que en lo que estaba haciendo, trabajo. Edward salió de su oficina y yo ya estaba lista. Nos fuimos en silencio por el ascensor y debo decir que me apoye al final de este, sin sentir nada de miedo, creo que ya había encontrado la solución de mis miedos, no iba a estar al lado de Edward en estos momentos. Nos fuimos al jaguar, ninguno saludo a Jacob y nos metimos en el auto, ni siquiera espere a despedirme de Alice o Jessica. Al llegar al edificio Belmont no bajamos y me fui directo hasta el ascensor, lo cual fue igual de silencioso como todo el camino de vuelta. —¿A ti que te sucede? –dijo cuando bajamos del ascensor. Me gire inexpresiva a Edward. - 162 -

—No me sucede nada…me iré a la habitación, y luego saldré –el frunció el ceño. —¿Cómo que saldrás? ¿A dónde? —Eso a ti no te interesa, estaré de vuelta, no me escapare, tu nevera no se irá –dije dando media vuelta y yéndome hacia la habitación. Edward no me dijo nada, lo que me sorprendió bastante. Me cambie de ropa y saque dinero de mi bolso. Salí hacia el ascensor sin mirar a ningún lado, pero aun así mi concentración se quebró al escuchar su voz cuando pase por la sala —Yo no te voy acompañar al ascensor –dijo Edward sentado en el sofá, dándome la espalda. —No lo necesito –dije yendo hasta esa caja metálica y metiéndome sin problemas. Presione el boto y solo sentí que mi estomago se revolvía pero nada más. Llegue abajo y me fui caminando directamente por las calles, entre a una farmacia y compre lo que necesitaba, sonreí al verme triunfadora. Había salido de ese lugar, tranquilamente. Eso me mostraba que no tenía que estar todo el santo día en ese departamento con Edward, podría salir ahora, ir a ver a mis amigas y así escaparme del mundo que me estaba consumiendo ahora. —Isabella Swan –me gire al escuchar mi nombre en la calle. —James Staci… —dije copiándole a como me llamo. —¿Cómo estás? –se acerco y beso mi mejilla, no debo decir que eso fue lo más normal del mundo, pero tampoco me causo tanto miedo. —Bien, comprándole un regalo a Edward –el miro la bolsa y sonrió. —Creo que las cosas no van bien entre los dos ¿no? —Nunca lo harán ¿Qué haces tú? –dije desviando el tema, no tenía ganas de hablar de esto. —Voy a donde Edward ahora mismo… —sonreí. —Eso es excelente, podrás ver cómo le doy su regalo… —el negó. —Isabella, no es correcto…lo harás enojar –levante los hombros sin que me importara, no tenía nada que perder, solo que me matara y la muerte tenia buena - 163 -

cara en estos momentos. —Me puedes decir Bella, y no te preocupes… —ambos fuimos caminando hacia el edificio –andas a pie ¿Cómo que tu no ocupas un auto muy lujoso, hasta para ir a la esquina? Edward nunca camina –dije pensando en ese estúpido vampiro, que no era capaz de dar un paso sin que fuera sin su Jaguar. —Me gusta caminar, es entretenido, mezclarse entre la gente…me sorprende que tu estés caminando sin un guardaespaldas. —Si vuelvo, todo está bien, la nevera de Edward no se irá a otro lado…el me ha dejado en claro que no puedo hacer eso —el me miro con los ojos como plato. —Bella, no te puedes llamar así, es una falta de respeto para ti y para tu vampiro –dijo sonriendo como si yo hubiera dicho la cosa más loca del mundo. —Créeme, decir nevera, no ha sido nada a como me han faltado el respeto hoy… -James no dijo nada. Llegamos al edificio luego de ir conversando amenamente, ya que James me conto que iba a una reunión con Edward, porque el trabajaban en otra empresa, donde se encargaba de ver lo que podría beneficiar al imperio Cullen, en otras palabras era un soplón en otra empresa. Subimos el ascensor y mi ánimo estaba por las nubes, James había llegado en un momento adecuado a visitar a su amigo. Entramos y Edward estaba en sofá, donde lo vi por última vez antes de salir. Se puso de pie de inmediato y nos quedo mirando serios. —¿Dónde andabas? –dijo mirándome. —Te compre un regalo –el miro la bolsa y entrecerró los ojos, eso solo me ayudo para tener más valor. Di unos pasos hacia él, furiosa, el mismo sentimiento que había reprimido hace horas atrás –esto es para que te quede muy claro algo, Edward Cullen, no te pediré que te dejes de acostar con esas mujerzuelas que tienes porque es imposible pedirle eso a un hombre como tu…¡ups! –dije dramatizando más de la cuenta –tú no eres humano, lo olvidada, al monstruo que eres y no lo digo porque seas vampiro… —dije sonriendo a James, para que no se sintiera mal –sino por lo asqueroso que puedes llegar a ser, no me volverás a tocar y que te quede claro que me encargare de eso…a menos que uses uno de estos –dije tirándole la bolsa. Edward la tomo con agilidad y saco la caja de preservativos –no me pienso exponer a - 164 -

cualquier cosa que se te pegue por caliente… —dije para dar media vuelta. Tenia que ser realista, Edward tenia la facultad de hacer conmigo lo que deseara, por eso seme ocurrió esta brillante idea. —¡Isabella! –sonreí. Me voltee seria, Edward era tan predecible. —Ya veo –dije dando unos pasos hacia el –te compre tu talla, XS –dije indicando con mi mano que tenía un pene chico, dejando mi dedo índice y pulgar muy cerca el uno del otro. Escuche como James comenzó a carcajearse sin parar de Edward. —Ohh Dios…. –dijo James riendo –Todo se paga en esta vida Edward Cullen, Bella es tu karma –di media vuelta para salir de ahí, antes que me estampara contra el ascensor. —¡Si! ¡Mejor corre Isabella! –dijo gritándome, pero no le hice caso –y tu no la llames Bella –dijo dirigiéndose a James. Fui a la habitación sabiendo que habrían represarías de esto, y no tendría como arreglármelas, pero me comencé a concentrar para que Edward no pudiera manejarme a su antojo, esto tenía que tener algún truco, aprender a guardar mis pensamientos, solo para mí, pero por ahora, no tenía idea como. Estuve bastante tiempo en internet, en la sala que había en esta habitación. Pude ver que tenía unos correos de Renee y Charlie, pero ni siquiera los abrí para saber que decían. En el momento que iba a cerrar el notebook, pude ver que había recibido un nuevo correo, de una persona desconocida. Lo abrí y casi mi mandíbula cayó al suelo, era de Esme. —Tu y yo vamos a conversar ahora mismo –dijo Edward al frente mío, apareciendo en un segundo, sobresaltándome hasta el punto de saltar en mi asiento. Lo quede mirando enojada, de verdad no me estaba intimidando si me tomaba el tiempo en tranquilizarme y no aparecía como un león, preparado para atacar. Cerré el notebook sin poder leer el mensaje. —Dime….¿Es que acaso no te agrado la marca? Es una de las buenas. —Te diré ahora mismo –dijo muy serio –que no permitiré que vuelvas a hacer algo así de nuevo, esta solo será una advertencia…sino tendré que tratarte como lo hice la noche de la fiesta ¿quieres eso de nuevo? –dijo mirándome sin tener expresión alguna. - 165 -

—No me vendrás a decir que hacer Edward, que eso te quede claro, ya robaste mi vida como si fueras dueño de ella, no tengo nada más que perder… —el entrecerró levemente los ojos, molestándose más cada segundo –y ya no me intimidas, no lo harás jamás…lo que hiciste solo fue una falta de respeto para mi… —¿Qué esperas Isabella?...¿que te sea fiel? Eso solo lo hacen las parejas y quiero que te quede claro que tú no eres ni por un segundo aquello…..solo eres lo que apacigua mis necesidades, así que no te tomes roles que no te corresponden –debo decir que lo que me informo no me afecto en nada, no estaba enojada por eso, el sentimiento era mutuo. —Claro que no es eso imbécil, solo que no me tocaras de nuevo si sé que estas acostándote con quien se te ponga adelante…. –Edward me quedo mirando segundos sin decir nada, como si tratara de meter algo en mi cabeza, pero no le era posible. —¡Demonios! –dijo enojado para después dejarme sin decir nada. Me quede sorprendida por su reacción, el no era de retirarse cuando lo enfrentaban. Me senté en la silla en estado de shock, de verdad pensé que iba a golpearme o bueno…lo que usualmente hace cuando se enoja conmigo. Mi cabeza aun ardía de furia por lo que había visto en su oficina, me sentí pésimo, solo me estaba restregando en mi cara que yo no era más que su puta personal, y jamás en vida pensé llegar a ese nivel, aunque nada como lo tenía planeado estaba saliendo como quería, empezando de la forma que perdí mi virginidad. Mire la hora e iba a ser las diez de la noche, ahí me di cuenta que tenía hambre. Por lo que fui tranquilamente a la cocina y saque unas frutillas que habían, me senté en el sofá y prendí la televisión para poder comer tranquila. Edward no apareció en toda la noche, de seguro había salido para revolcarse con alguien, mejor para mi, así me dejaba tranquila. Me sentía extrañamente poderosa, no tenía la menor idea de eso, solo podía estar segura de una cosa, estaba furiosa con Edward Cullen y no lo quería volver a sentir en toda mi vida porque me daba asco. Íbamos en el ascensor en silencio, exactamente como había sido desde que había visto a Edward esta mañana. No me acerque a él porque me daba repulsión y por lo visto, el había hecho algo bueno por mí, eliminar el miedo por los ascensores, lo que me facilitaba mantenerme alejada. Entramos a la oficina, tome mi agenda que dejaba en mi oficina siempre y comencé a decirle lo que tenía que hacer, con un tono neutro, Edward me miro serio - 166 -

en todo el momento y debo decir que no me causo nada su presencia, era como tener a cualquier persona cerca. —Puedes retirarte Isabella… —dijo mirándome fríamente como lo hacía desde ayer…bueno desde hoy en la mañana que era el momento en que lo había vuelto a ver luego de que desapareció de mi vista. Me gire y me fui hacia mi escritorio, pero no pasaron más de quince minutos cuando pude ver a la Tanya salir del ascensor. —Buenos días Isabella –dijo como si nada. De verdad estaba pensando que esto entre los vampiros era muy habitual, aunque dudo que Esme permita que Carlisle la engañe. —Buenos días Srta. Tanya –no iba a permitir que lo que paso ayer arruinara mi característica principal en mi trabajo, ser profesional —¿necesita hablar con el Sr. Edward? —Si –dijo mirándome, tan elegante como siempre. Ella estaba con un traje de dos piezas color negro, resaltaba su blusa blanca por el blazer y sus piernas, largas y perfectas salían al encuentro de cualquier hombre ninfomano, o sea, salían al encuentro de Edward. Su cabello rubio caía por sus hombros como si hubiese sido arreglado por el mejor peluquero del mundo, zorra, eso era lo que parecía, en realidad no, pero de todas formas me sentía mal al ver lo hermosa que era, ella realmente hacia la pareja perfecta con Edward, eso me agradaba, quizás ellos terminarían juntos y Edward me dejaría en paz, porque dudo que le agrade que el ande revoloteando por otros lados, a ninguna mujer le gusta eso. —Bueno, deme un segundo –marque el numero que me conectaba a Edward –Sr. Edward, la Srta. Tanya –que no tenía nada de señorita –lo está esperando aquí –mire la agenda y no tenía ninguna cita con él, pero ella era de la empresa, así que no creo que necesite una. —Hazla pasar y cancela mi cita de las nueve –dijo como si nada para después cortar. —La espera, adelante… —dije mirándola sin expresión. Ella dio un paso para ir donde él, pero se volteo para decirme algo, pero segundo después se arrepintió y termino entrando a la oficina de Edward. Tome mi bolso y Salí de ahí para ir a la cafetería por algo que comer, no había tomado desayuno esta mañana tampoco. Baje tranquilamente en el ascensor, - 167 -

aunque aun sentía esos nervios en el estomago, no era comparado a lo que pasaba antes. Realmente esto debería haberlo arreglado Renee ya que ella fue la culpable de mi "trauma", pero no iba a esperar que fuera una buena madre a estas alturas. Llegue al casino y pedí un capuchino con un pastel para poder llenar un poco mi estomago y durara hasta las doce del día donde era el almuerzo. Me senté tranquila en el casino que estaba completamente vacío, todos trabajaban. —Veo que aquí nadie trabaja –me exalte al escuchar esa voz. Me gire y quede mirando a James sorprendida –no creas que te sigo, vengo a ver a Edward. —Gracias, ya me basta con un vampiro loco, no necesito otro más… —dije girándome de nuevo para tomar mi café tranquila. James se sentó al frente mío. —Veo que estas entera, Edward no te hizo nada…de verdad debes estar furiosa con el –fruncí el ceño sin entender lo que dijo. —Lo que hizo es algo denigrante para cualquier ser vivo, cruzo la línea… —dije tomando de mi café. —No lo dudo, pero así es Edward, no harás que cambie, jamás…varias lo han intentando… —Creo que eso no me interesa… —Si lo haces, no me vengas con cuentos, tu eres...tu eres… —rodee los ojos. —La tua cantante. —Exacto –dijo sonriendo. —Eso no tiene nada que ver, ustedes son muy raros… -el me quedo mirando unos segundos sin decir nada, hasta que suspiro y volvió a hablar. —Samanta y Luciana…esas fueron las anteriores, Samanta no duro ni cinco minutos al lado de Edward a diferencia de Luciana…ella sí que duro más que Samanta, dos años más en realidad –enarque una ceja. —No me digas que es el típico hombre que fue engañado por una mujer con otro hombre y quedo todo traumado y en el caso de Edward, lo dejo sádico… —el negó. —No, ojala hubiera sido eso, pero no…bueno, creo que iré a ver a Edward –dijo - 168 -

poniéndose de pie. —No me puedes dejar así, ya comenzaste a hablar –dije mirándolo sorprendida. —Edward es mi amigo guapa, solo lo estoy ayudando. —Dudo que ese vampiro tenga amigos, además no puedes subir, esta con Tanya, solo Dios sabe que cosas estarán haciendo… —Ya veo….creo que eso arruino todo ayer ¿no? –levante los hombros quintándole importancia. —Solo la gota que rebaso el vaso, todo esto me tenia al límite, Edward se encargo de arruinarlo más… —el me quedo mirando unos segundos sin decir nada. —Bueno…pero para que veas que no todo es malo, te diré que me agradas…para Edward –lo mire como si fuera el ser más estúpido del mundo. —Espero que jamás vuelvas a decir algo como eso. —No es un insulto, Edward puede ser muy leal cuando lo quiere ser… —Creo que leal y fiel…son palabras diferentes para Edward, pero por lo que he visto y lo que ha sucedido, solo me ha dado más libertad, si él puede andar revolcándose con quien quiera, bueno, yo no tengo la obligación de ser una persona decente con el… —Wooow…tranquila leona… —dijo James mirándome sorprendido –no serias capaz de hacer algo así, eso no lo haces las personas como tu –enarque una ceja. —¿Cómo yo? –el asintió. —Bella, tu eres especial para Edward… —Claro, tan especial como su sabor favorito de helado…. —Si…en parte, pero no te atrevas a hacer lo que piensas, solo arruinarías todo aun mas. —James, te pediré que no te metas en asuntos que no te incumben –dije notando la confianza que estaba provocando. El me sonrió para después acercase mas a mí. - 169 -

—Esa boquita tuya Bella –dijo pasando suavemente su mano por mi mejilla. Me aleje para que no lo siguiera haciendo –solo te meterá en problemas…nos vemos guapa –dijo guiñándome un ojo y dejándome desconcertada. Me quede en la cafetería por más de una hora haciendo absolutamente nada, hasta que vi pasar por un pasillo a Tanya, por lo que decidí subir al piso. Al llegar pude ver que estaba en Sr. Anderson esperando, sentando en el sofá, esa era la cita de Edward a las nueve de la mañana, era las nueve y media. —Disculpe, pero tengo una cita a las nueve con el Sr. Cullen y no he hecho nada más que esperar y esperar y nadie aparece –sonreí mentalmente al darme cuenta que no había cancelado la cita, ups, un error lo comete cualquiera. —Lo siento mucho Sr. Anderson, puede pasar no se preocupe, adelante –dije abriendo la puerta. Pude notar que todo en la oficina estaba desordenado. Edward me miro de tal forma que casi me mato, si, lo estaba haciendo enfurecer de verdad –ahí está el Sr. Cullen –dije cerrando la puerta y mirando como Edward se estaba arreglando la corbata que recién estaba ubicando en su lugar. Cerré la puerta cuando el Sr. Anderson entro y yo me fui a seguir con mi trabajo, ya que había tenido un descanso antes de siquiera poder tener algo más listo, Tanya llego demasiado temprano, por lo que no me dio tiempo de trabajar. Estuve más de una hora mientras Edward estaba aun con el Sr. Anderson, así que solo me preocupe de arreglar algunas cosas que Edward me había pedido y no tenia mucho que hacer, creo que tener todo listo antes de tiempo me estaba jugando en contra, porque quedaba con demasiado tiempo libre. Sin nada que hacer recordé el Email que me había enviado Esme, por lo que decidí ingresar a mi cuenta para leerlo, estaba a solo un clic de hacerlo, cuando Edward me llamo al teléfono. —¿Si, Sr. Edward? –dije con un tono neutro, el que siempre utilizaba. —Por favor, le pediré que ingrese a la oficina –corto y trague saliva. Tenía una idea de lo que podría hacer Edward, así que no me iba a complicar mucho por lo que pasaría en ese lugar. Me puse de pie y toque para después entrar. Atravesé completamente la oficina hasta llegar al lado del escritorio de Edward —El Sr. Anderson es un gran inversionista que ha dejado sus negocios en nuestras manos Isabella –dijo mirándome con una cara de póker impresionante. —Lo sé, el Sr. Carlisle lo estima mucho –dije mirando al señor canoso que estaba sentado cómodamente mirándome. - 170 -

—Así es, se ha molestado por haber tenido que esperar, le explique que esa ha sido completamente responsabilidad tuya –asentí mirando a Edward para después mirar al Sr. Anderson. —Lo siento mucho, de verdad, tenía todo organizado con su cita Sr. Anderson, solo que hubo un cambio de planes a último momento y me he traspapelado a tal forma que olvide cancelar su reunión con el Sr. Edward, es mi culpa completamente…. –aquel hombre me quedo mirando unos segundos, pero yo lo mire como una víctima, no utilizaba esa táctica usualmente, pero esa expresión me había salvado más de una vez y se lo tenía que agradecer a Alice, por completo –lo siento, de verdad Sr. Anderson… —Bueno, eres joven –dijo sonriéndome –tengo una hija de tu edad, ella estudia, tu solo haces esto ¿trabajar en Cullen Ltda.? —Sí, aunque espero que no sea para siempre, tengo más planes que ser secretaria o asistente –sonreí al pensar en mis sueños y los viajes que iba a realizar, todo arruinado por Edward. —Eso es bueno, eres una chica con sueños, no hay nada peor que no tener ambiciones, pero no te preocupes, los cambios de citas tan improvistos, no son culpa de la secretaria –dijo mirando seriamente a Edward. También lo mire y sonreí al ver que mi expresión había dado resultado. Edward ahora no me miraba con un jugador de póker, sino que lucía molesto y por lo visto no le importaba tener un cliente bastante influyente al frente de él. —Muchas gracias por entender Sr. Anderson, le aseguro que eso no volverá a ocurrir, es mi responsabilidad –dije "apenada" —Ooh tranquila querida, por Carlisle sé que eres una buena secretaria, no te preocupes…el ya volverá –sonreí asintiendo. Esta era mi manga bajo la carta. Edward era el hijo del jefe, no había aparecido jamás en el edifico y nadie lo conocía mucho, por lo tanto, nadie era capaz de dar un solo voto de confianza a como realizaba su trabajo, además, era joven, claro, para los demás; aun así, Edward solo era un chico que había conseguido todo demasiado fácil, no comparado con los demás propietarios de los negocios, ellos eran ya gente mayor, que les costado bastante levantar sus actuales imperios. Había aprendido bastante en estos dos meses trabajando. —Se extraña montones por aquí al Sr. Carlisle, pero solo ira por un tiempo de vacaciones, lo necesitaba ¿no cree? - 171 -

—así es, este trabajo de consume de una forma increíble, tú —dijo dirigiéndose a Edward –debes aprender a mantener el equilibrio en tu vida personal como laboral, se cuidadoso, o sino terminaras siendo absorbido por esto –Edward lo miro y asintió. —Gracias por el consejo, tendré muy claro que en mi vida personal, mantendré un equilibrio… —al decir eso, giro su rostro hacia mi –hay que ser disciplinario –trague saliva al ver su expresión pero no me cohibí. —Entonces ¿necesita algo mas Sr. Edward? —este negó —¿Y usted Sr. Anderson? ¿un café, te o algo que necesite? –el señor me sonrió amablemente. —No te preocupes querida, que yo quiero terminar esto luego –asentí y Salí de la oficina como una ganadora. Edward me había tratado de humillar y no le resulto, creo que tendría que comenzar a comportarme de esta manera para que el no me siguiera tratando como un trapo sucio al cual puede utilizar cuando se le dé la reverenda gana. Me senté para poder ver el email de Esme pero Edward me interrumpió cuando cerró la puerta de su oficina. —Ten mucho cuidado Isabella, estás jugando con fuego, estoy siendo paciente solo porque tu comportamiento es inmaduro, pero vas a colmar mi paciencia –levante tranquilamente mi mirada. Edward estaba apoyado con ambas manos en mi escritorio, mirándome furioso. —¿Sabes que Carlisle jamás deja a sus clientes solos? Eso no les da confianza a ellos, deberías aprender más de él –dije tranquilamente. —No me vendrás a decir tu qué hacer, una simple secretaria que no tiene nada –realmente no me afectaba nada de lo que decía, eso era mentira. El me había quitado todo. —Creo que deberías volver a dentro –seguí mirando hacia la pantalla para por fin leer el correo de Esme, pero Edward me dejo helada ante lo que hizo. Dio un golpe al monitor de tal forma que lo quebró como si fuera solo un pedazo de cartón, haciendo que sonara de una forma que logro que en menos de un segundo quedara pegada a la pared del salto que provoco el susto. —Ten cuidado conmigo…. –dijo mirándome a los ojos, provocando que corriera un gota de agua fría por mi espalda. —¡¿Qué ha sucedido? –dijo el Sr. Anderson, llegando a donde nosotros, asustado. - 172 -

—Nada, solo que ha venido un alta del voltaje –dijo Edward mirándolo preocupado, por esa famosa "alta de voltaje" –ha hecho que rompa el monitor… —dijo negando. —Dios ¿está usted bien? –dijo mirándome. Asentí asustada, aun recordando como de un solo movimiento Edward rompió el aparato, esa pudo ser mi cabeza. —Exacto –dijo Edward mirándome —¿Estás bien? –de inmediato supe que esa pregunta era un cinismo increíble. —Si… —Espero que no se vuelva a repetir, y de una forma más peligrosa –dijo mirándome. Trague saliva y asentí –muy bien, sigamos con esto –dijo Edward yendo hacia su oficina. —No, claro que no, volveré otro día ¿podrías meterme en su agenda? –dijo el Sr. Anderson mirándome. —C—Claro, no se preocupe –el me miro apenado. —No te asustes, gracias a Dios no ha pasado nada malo –miro a Edward –ahora usted se puede encargar de arreglar esto, que este muy bien –se percibía que a el no le agradaba nada Edward, lo que me alegro, Edward era un hombre para no confiar. El Sr. Anderson se fue hacia el ascensor luego de despedirse para desaparecer. —Arregla esto –dijo Edward apuntando hacia el monitor y entrando hacia su oficina. El resto de trabajo fue llamar a Mike para ver si podía traer un monitor este mismo día, claramente llame primero a Jessica comentándole lo del alta de voltaje, ella intercedió por mí para que llegara un nuevo monitor a las horas después de lo que hizo Edward, era mejor eso que esperar días a como usualmente estábamos acostumbradas. Pero no todo era malo, desde que Edward rompió el monitor no salió mas de esa oficina hasta la hora del almuerzo, donde yo Salí antes y sola, para no tener que verlo. —Entonces –dijo Alice como que no quería la cosa –bajaste sola….en el ascensor… —me sonrió bastante orgullosa de lo que había hecho. —Lo más probable es que tu novio esté involucrado en eso ¿no? –dijo Jessica - 173 -

mirándome sonriente. —Hola a todas –dijo Mike sentándose con su bandeja para después darle un tierno beso en los labios a Jessica. —Hola amor –dijo ella mirándolo toda embobada. —Por lo visto, solo duro un almuerzo con el jefe ¿no? –dijo Mike mirándonos. Asentí, gracias a Dios Edward no había venido esta vez, no quería verlo, me daba miedo, lo que hizo en la oficina, me dejo bastante asustada. —Bella –dijo Alice mirando hacia detrás mío. Sentí como un escalofrío recorría mi espalda. —Sr. Cullen –dijeron mis tres amigos. Me gire y quede mirando mal a Edward. —¿Qué sucede? –él enarco una ceja. —¿Es que no te puedo acompañar mientras almuerzas? –se sentó a mi lado. Mire a Alice y ella tenía el ceño fruncido al ver la escena. —Claro que puedes… —dije sonriendo ahora para que ella no comenzara a sospechar, no quería un interrogatorio sobre todo lo que sucedía. Mire a Jessica y ella realmente no estaba contenta con esta visita, creo que el hechizo de Edward Cullen se estaba acabando. Los más probable era que ella supiera que algo estaba pasando con Tanya, ya que ella era su jefa, pero Jessica no me podría decir nada, tenía que ser fiel a su jefa más que a su amiga, era comprensible, yo tendría que hacer lo mismo. —Entonces –dijo Edward —¿irán hoy al departamento con Bella? –eso me pareció bueno. Habíamos quedado de acuerdo ayer, supuse que Edward dio la idea para que ellas no pensaran mal de nosotros y comenzaran a confiar. —Si –dijeron ambas. —Se pueden ir hoy con nosotros, no hay ningún problema… —Yo me iré en mi auto –dijo Alice, que no tenía una expresión muy agradable hacia Edward. —Y yo con Alice –dijo Jessica. Sonreí, por fin mis amigas estaban abriendo los ojos, esto con Edward era demasiado raro, no era común en mi tomar decisiones de este - 174 -

estilo, ir a vivir con un hombre sin decirle nada de él, como me hace sentir o cosas que hacen las chicas con sus amigas cuando un chico te esta rondando. —Muy bien –dijo Edward sonriendo –le haría bien a Bella tener a sus amigas en casa, sigue incomoda porque le pedí que se mudara conmigo. —Debes sentirte sola –dijo Alice mirándome. —Un poco, pero hoy irán ustedes así que no habrá problemas –en ese momento pensé ¿Cómo no se darían cuenta de que dormía en otra habitación, donde tenía la ropa, mis cosas? —Muy bien, los dejare solos para que no se incomoden conmigo aquí y puedan hablar mal de sus jefes sin problemas –dijo con una sonrisa arrebatadora y un tono de voz demasiado agradable, que hasta Mike rio con lo que dijo Edward. Mire a las chicas y me di cuenta de que se habían sentido mal. Rodee los ojos. —No es necesario, se puede quedar –dijo Jessica. —No, dejare a Bella tranquila que hoy fue un día difícil para ella –sin previo aviso se acerco y paso levemente sus labios por mi mejilla….eso había sido…extraño. Lo quede mirando aun sorprendida y luego se fue tranquilamente despidiéndose de los chicos. —Es tan raro Bella… —dijo Jessica, pero no le respondí nada ya que me sorprendió la mirada que dio Alice y Mike, como si la quisieran hacer callar. —Bueno, entonces nosotras llegaremos un poco más tarde –dijo Alice volviendo al tema de ir al departamento de Edward. —Bien… —¿Cómo va el nuevo monitor? –dijo Mike mientras comía. Solo esa pregunta hizo que no volviéramos ha hablar de Edward, pero no paso por desapercibido las miradas que recibió Jessica de parte de su novio y mi amiga, eso tendría que aclararlo hoy mismo. El resto del día se convirtió tranquilamente en trabajo, no me relacione con Edward durante todo ese tiempo hasta que salió de la oficina para quedar mirándome mientras apagaba el monitor, eso me hizo recordar la escena de esta mañana y sentir escalofríos en mi cuerpo por eso, ese vampiro estaba enfermo. - 175 -

No hablamos nada durante el trayecto a su departamento, lo que me hizo mas ameno el viaje, siempre que hablaba con Edward era solo para discutir y darme cuenta que no tenía control en mi vida. El silencio servía para esconderme de lo que me estaba pasando y funcionaba. Me fui directo hacia la habitación para poder cambiarme de ropa, estaba cansada con los tacos, por lo que solo me quede con unos jeans, una camiseta negra y unas sandalias bastante cómodas que tenia hace años, me sentía bien al tener mi ropa aquí. Me dirigí hacia la puerta pero Edward entro. —Hoy vendrán Alice Brandon y Jessica Stanley –dijo como si no supiera que mis amigas vendría –no podrás salir a ningún lado con ellas, tendrán todo lo necesario aquí, yo no las molestare, pero te advierto que no comiences a hablar demás ni tampoco ha hablar mal de mí, sabes que están comenzando a pensar un poco más sobre lo que ocurre entre nosotros y te he dejado en claro lo que sucederá si ellas saben algo…ya no solo está incluida Alice dentro de mi advertencia. —Tu amenaza querrás decir –dije mirándolo directo a los ojos. Estaban negros. —Tómalo como desees, solo quiero que sepas de que estoy hablando. —Lo hago claramente, tu espectáculo con el monitor me dejo todo muy claro. —Muy bien… —dijo para después salir de la habitación. Me tome unos minutos para volver a salir de la habitación porque no me lo quería encontrar, lo más probable era que ahora saldría para acostarse con cualquier zorra que encontrara en esos pub que visitaba. Salí hacia a la sala y quede sorprendida al ver más personas ahí, eran parte del hotel, dejando muchas cosas para comer en la mesa. Salude a quienes arreglaban todo y quede mirando y tomando una que otra cosa para comer, ya que tenía hambre. Solo pasaron unos minutos cuando todo el personal se cuando sentí el ascensor llegar y fui corriendo hacia el. —¡Es hora de disfrutar! –grito Jessica levantando unas bolsas, mire mejor y pude notar que era alcohol. —Jessica, no grites –dijo Alice riendo. - 176 -

—Hola –dije abrazándola a ambas, esto era increíble, no me sentía para nada incomoda en este piso al tenerlas cerca –has traído alcohol –dije mirando a Jessica. En las cosas que Edward había encargado no había ni una sola gota de licor, lo que me llamo la atención. —Sí, es necesario para que sueltes la lengua y nos comenten mejor todo esto de Edward y tu –dijo Jessica sonriendo. Trague saliva nerviosa, no podría tomar hasta quedar en ese estado, porque las pondría en peligro. —Muy bien, es noche de chicas –dijo Alice. Por fin, una noche de chicas donde estaría más tranquila de lo que he estado en todos estos días. Solo tendría que preocuparme de no ser influenciada por Jessica y comenzar a tomar más de la cuenta, eso lo podría manejar.

Fanfiction esta horrible, espero que esto se suba y sino, siento la demora. Les cuento que ahora subire un fic a mi blog, el enlace esta en mi perfil. Es el primero que escribi, pero arreglado, se llama "Para Siempre" (sean piadosas, era el primero que hice xD) Decidi subirlo en el blog, porque esta pagina me esta comenzando a aburrir.

- 177 -

Chapter 16 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 16 -Esto es increíble –dijo Alice mirando hacia alrededor. Estábamos sentadas en el piso, había traído las cosas para comer a la mesa de centro y estábamos apoyadas en los sofás –ame las habitaciones, me encanta… -dijo aun sorprendida. Les había mostrado un poco el lugar, les indique que dormiríamos juntas, a lo que ambas se negaron, pero no tenía otra explicación ya que no iba a dormir en la habitación de Edward y era imposible que les dijera que dormíamos en camas separadas, eso sería sospechoso. -Sí, lo es… -mire a Jessica y ella ya estaba comenzando a llenar mi segundo trago. Ella me indico con el dedo que no dijera nada. -Jessica… -dijo Alice mirándola –mañana hay que trabajar. -No soy alcohólica Alice –dijo Jess –solo es un trago entre amigas, así que no seas exagerada… -Ya se los advertí, ya cumplí como conciencia –dijo acercando su vaso para que le sirviera otro a ella. -Buenas noches –me quede helada al escuchar su voz. Me gire de inmediato al ver a Edward, con unos jeans y una camisa negra. -Buenas noches Sr. Cullen –dijeron ambas. Edward se acerco con una sonrisa "amable" -Están es casa de Bella y mía, no tienen que seguir con las formalidades que tenemos en el trabajo, solo díganme Edward –ambas asintieron mirándolo embobada –veo que se están divirtiendo –dijo mirando como Jessica tenía en la mano la botella de vodka. -Pensé que habías salido –dije mirándolo aun sorprendida. - 178 -

-Ahora voy de salida –me miro y pude notar que tenía algo extraño en los ojos, por lo que supuse que tenia sed, pero que ni pensara en beber de mi, maniático sexual que se acostaba con quien deseaba, eso era asqueroso, porque después se metía en mi cama –bien, que disfruten la noche –dijo para acercarse a mí. Se apoyo en el sofá y me beso….en la boca, cerré los ojos porque sus malditos labios que tenían ese efecto en mi. Fue un beso corto de despedida. Les hizo una seña a las chicas y se fue. -Wooow… -dijo Jessica –esta es la primera vez que te creo lo que pasa entre ustedes –Salí del trance en el que estaba y mire a Jess. -¿Qué dices? –por mi tono no pude evitar que estaba sorprendida por lo que dijo. -No le hagas caso a Jessica –dijo Alice mirando mal a nuestra amiga. -Basta de esas miradas –dije finalmente –son mis amigas y me están escondiendo algo, así que o espero a que me sigan tomando el pelo o espero a que me lo digan cuando estoy en condiciones…. -Ustedes son extraños –dijo Jessica sin complicarse mucho. -¡Jessica! –dijo Alice de nuevo, pero nadie le respondió, así que me miro –eso no es lo que pensamos… -rodee los ojos. -Muy bien, díganlo luego…que quiero pasar una linda velada con ustedes y esas miradas me ponen incomoda. -No nos dijiste nada de lo que sucedía con Edward… -Alice dijo un tanto avergonzada. -No podía…ya les dije –mire a Jessica. Alice siempre seria mi mejor amiga, pero Jessica no andaba en rodeos, por lo que espere que ella dijera algo. -Lo vi Salir de la oficina de mi jefa y no lucia como si alguien estuviera en una reunión Bella –dijo ella incomoda, suspire. -Ya veo… -me sorprendió que Jessica me dijera aquello, siempre las secretarias en especial nosotras, nos encargábamos de esconder todo los paños sucios de nuestros jefes –eso es lo que sucedía… -Bella, lo siento por ser yo quien te diga esto, de verdad, le dije a Alice, no tenía idea como decírtelo, eres mi amiga, no dejaría que el jugara contigo de esa forma. - 179 -

-Es una relación abierta –dije finalmente para que Jessica no se siguiera sintiendo mal y para terminar con este tema, no quería ponerlas en riesgo –Saben que nunca me ha atraído alguien ¿No? –ambas asintieron aun en estado de shock por lo que dije –bien, Edward me dijo que quería vivir conmigo, pero yo no quería, me dijo que no tenía que complicarme mucho por esto, que yo era libre de hacer lo que quería, como el también, pero que al final, el volvía a esta casa –dije anonadada por mi forma de mentir, estaba mejorando con creces –esa es la verdad… -Entonces tu puedes estar con otros hombres –dijo Alice mirándome con los ojos como platos. -Así es… -¿Te puedes acostar con otros hombres? –esto se estaba poniendo complicado. -Así es… -Pero Bella…eso es…raro –dijo Jessica sin entender –es tu hombre, no lo deberías dejar así como así. -Dios… -dijo Alice –cuando Rosalie se entere…te idolatrara Bella –dijo sacando una leve sonrisa. -Bueno, así son las cosas entre nosotros, les agradecería que no se hablara mas de esto, es algo entre Edward y yo –ambas asintieron como si fueran una orden. Creo que de verdad ellas no deseaban hablar de esto, les estaba mostrando una Bella que jamás pensaron que existía en mi. -Aun así, no te salvas de esta Bella –dijo Alice -¿Cómo te sientes con el? –fruncí el ceño sin entender. -Ella pregunta –dijo Jessica mirando a Alice para después mirarme a mi -¿Qué como es en tú ya sabes que…? –dijo moviendo las cejas sugestivamente. -No tengo control –dije pensando en lo que ella decía, sintiendo como mi cuerpo solo estaba respondiendo a los recuerdos de hace unos días. -Es bueno… -dijo Jessica. -Bella… -me llamo la atención el tono de voz de Alice –no puedo creer como cambio tu vida en un segundo, estoy feliz por ti –suspire. - 180 -

-Si, tampoco me di cuenta como cambio todo es un abrir y cerrar de ojos… -¡Por eso hay que celebrar! –dijo Jessica levantando su copa. Hice lo mismo al igual que Alice y chocamos nuestras copas -¡Por Bella y su guapo novio que es bueno en la cama! –la quede mirando seria –bueno… -dijo antes de tomar -¡por Bella y Edward! –eso fue aun peor de escuchar, pero tome de todas maneras para olvidar lo que había dicho, me lo tome en un solo sorbo. -Cuidado… -dijo Alice mirándome –que seas novia del jefe no significa que puedes faltar al trabajo por tener resaca… -reí y asentí. -Tendré cuidado. [Cuatro horas después] -Ten cuidado –dijo Alice ayudándome a pararme –te dije Bella. -Estoy bien –me puse de pie, pero todo el mundo se me movió un poco –no estoy bien –dije riendo. -Dios Bella, no tomaste tanto y mira como estas –dijo Jessica muy compuesta. -Las odio –siempre me pasaba lo mismo, odiaba mi cuerpo que no me dejaba meter una gota de alcohol demás cuando quedaba en este estado. -¿Dónde esta la habitación de ustedes? –dijo Alice ayudándome a caminar hacia el pasillo. -Dormiré con ustedes –ambas rieron a lo que dije. -Claro que no, no quiero que el Sr. Cullen –dijo Alice dando una connotación al apellido –me despida por robarle a su novia esta noche –quede pensando en Edward mientras las chicas comenzaban a abrir cada puerta. ¿todavía no llegaba? Eran mas de las dos de la mañana, estaría un poco tomada pero no había perdido la lucidez, eso jamás me ha pasado y no iba a ser esta la primera vez. -¡La encontré! –dijo Jessica –muy bien, nosotras llegamos hasta aquí, no seas cómoda y vete a tu cama –dijo empujándome. -¡Buenas noches! –dijo Alice para cerrar la puerta. Mire a mi alrededor y me fui hacia la puerta que supuse que era el baño. Tome - 181 -

uno de los cepillos de dientes nuevos que habían en el mueble y me comencé a alistar para dormir, estaba cansada y un poco borracha, aunque si llegue a la habitación de Edward, debería ser bastante borracha. Salí del baño lista y me asegure de estar sola, así era. Me fui al armario de Edward donde saque una de sus camisetas, no había traído mi pijama. Me desvestí y me puse su camiseta ancha color negro. Solté mi cabello y me fui a la cama, a donde no alcance a llegar para recostarme, solo me arroje sobre ella y mis ojos se fueron cerrando hasta que vi como se abría levemente la puerta y me dormí. Al sentir algo frio en mi cuerpo me desperté de golpe, ni siquiera tomada podría caer por completo en los brazos de Morfeo. -¿Qué…? –dije un tanto desorientada. -Has bebido… -dijo Edward recostado al lado mío –eso pudo poner en riego lo que te dije Isabella… -rodee los ojos, eso no importaba porque estaba bastante consciente de lo que decía, además las chicas no me siguieron preguntando nada hasta que dije, según Jessica, que Edward era bueno en el sexo –Ya veo… -dijo con ese tono burlón. No le podía ver aun la cara, pero sabía que tenía esa expresión arrogante en su rostro. -Para mi, no lo eres, Jessica lo dijo… es más, no sé que hago aquí –dije tratando de ponerme de pie para salir de su cama. -No… -dijo Edward tomando mi muñeca y tironeando de ella hasta dejarme recostada de nuevo. -Suéltame… -dije tratando de salir de nuevo, pero estaba de panza en la cama y realmente me estaba costando. -Ya estás aquí…no lo desaprovechare… -me giro hasta quedar apoyada en mi espalda. -Ni se te ocurra, te dije que si te estabas acostando con… -sentí como sus labios se movían contra los míos, atrapo mi labio inferior y lo mordió levemente –No –dije tratando de alejarlo, pero me vi sintiendo su piel al entender que tenía su torso desnudo. -¿Por qué crees que de verdad te escuchare cuando te niegas? No lo hice la primera noche, tampoco lo hare ahora –dijo para volver a besarme. -¡No! –dije empujándolo. Solo tenía en mi mente lo que había ocurrido con Tanya y - 182 -

la excusa que tuve que inventarle a mis amigas. -Basta con esto –su voz era severa –no te puedes molestar tanto por eso, no lo tienes permitido… -trato de besarme de nuevo, pero alcance a esquivar sus letales labios. -¡Aléjate! –dije empujándolo –no soy tu puta Edward, déjame en paz –Salí de la cama y pude notar que todo alcohol se había ido de mi cuerpo, por la rabia que me hacía sentir Edward. Me dirigí hacia la puerta para salir de ahí y para mi sorpresa Edward no me detuvo. Me fui directo a donde estaban durmiendo las chicas, entre a la habitación y me metí con cuidado en la cama, donde había bastante espacio. Me quede dormida luego de varios minutos después de pensar que Edward no me había detenido. -Bella –dijo Alice moviendo mi hombro –despierta son más de las seis. Sentía que había un kilo de parpado por ojo. -No volveré a tomar –dije sentándome –no quiero ir a trabajar… -Creo que podrías escapar –dijo Jessica de algún lugar que no descubrí -¡acá! –dijo haciéndome una seña, abriendo la cortina de la cama. -¿Cómo han dormido? –dije ahora despertando por completo. -Muy bien, esta cama es maravillosa –dijo Jessica sentándose al frente mío. -¿Te han corrido de la cama por borracha? –dijo Alice mirándome curiosa, sonreí. -Algo así…bien, vayan a alistarse para que no lleguemos atrasada -Ambas asintieron y se comenzaron a mover, Jessica se apodero primero del baño. -¿Estás bien? –dijo Alice a mi lado. -Si, todo bien… -tome mi celular y comencé a jugar con el, presionando cualquier botón de ese impresionante celular que me había dado Edward. -Soy tu amiga Bella, me puedes decir cualquier cosa que suceda contigo…para eso son las amigas –sonreí triste, ojala eso se pudiera explicar ahora mismo. - 183 -

-No te preocupes… -¿Estas en problemas con Edward? –la mire y suspire –aquí está tu armario, ¿duermen en camas separadas? -No, solo que mi ropa aun no cabe en el armario de Edward –ella enarco una ceja. -Bella, conozco tu ropa, no es tanta como para tener ese problema… -Edward compro cosas para mi –dije mirando al celular y entrando a mi correo electrónico para hacer algo diferente y no pensar en lo que me estaba diciendo Alice. -El no te golpea ¿cierto?...Bella si… -Alice detente –dije mirándola a los ojos –no sigas con esto ¿si? …para… -Solo me preocupo de ti, estas diferente y… -Y si algo malo sucediera te diría, siempre ha sido así, basta con esto… -no sé cual habrá sido mi expresión pero la convenció bastante porque solo asintió. Me concentre en poner mi cuenta y mi contraseña y ver mi correo. El corazón me salto al darme cuenta que no había podido leer el email de Esme, entre con rapidez y espere a que pudiera leerlo. Tocaron a la puerta y Alice fue a abrir al verme ocupada con esto. -Buenos días –mire y era Edward. -Buenos días –dijo ella. -¿Todo bien? –la miro a ella para después mirarme a mi –necesito hablar contigo –fruncí el ceño. -Estoy en pijama, ahora no puedo, en el auto es mejor… -se abrió el email y comencé a leer. -Isabella… -escuche su voz un poco más dura de lo normal que había escuchado Alice y Jessica. -En otro momento –fruncí mas el ceño, de verdad estaba empezando a pensar que él no quería que leyera esto, siempre me interrumpía. - 184 -

-Bella –escuche la voz sorprendida de Alice a mi negativa. -¡Listo! –dijo Jessica saliendo del baño lista, quedo mirando a Edward y nosotras –buenos días.. -Buenos días Jessica –dijo Edward mirándola. -Alice, ve al baño –dije mirando a mi amiga que aun me miraba sorprendida. Ella asintió y se fue al baño. No mire a Edward y me concentre en el mensaje de Esme. -Isabella… -escuche de nuevo la voz de Edward. -Podrías llevar a Jessica para que desayune, serias muy dulce si lo hicieras –dije mirándolo con los ojos entrecerrados. A él le encantaba quedar bien con mis amigas, no se podía negar a esto. -Bien –dijo mirando a Jessica –ven por acá…esta todo listo –Jessica me miro indecisa pero fue de todas maneras con Edward. Suspire y comencé a leer lo que Esme me había mandado, por fin. "Querida Isabella. Espero que estés pasando un buen momento con Edward y que las cosas se vayan solucionando entre ustedes, no deben ser tan tercos para que todo vaya en su camino como debe ser. Carlisle me ha comentado lo que pasa con Edward, el un chico que bueno, ha pasado por una que otra situación, no soy la persona adecuada para comentarte todo, pero si te puedo ayudar en otros temas, como por ejemplo, lo que sientes con él. Notaras que sientes como si Edward tuviera el control de todo lo que pasa en tu vida, pero debes tener claro que no es del todo así, tu también tienes control en su vida, el se niega a informarte de esto, pero sé que confiara en ti de todas maneras al final. Te daré un ejemplo de lo que hablo. Una vez, cuando recién conocí a Carlisle, me enoje tanto cuando me proclamo como suya, cuando me mordió al frente de muchos vampiros, no había sido la primera vez, pero si delante de otras personas, es un acto muy intimo, así que me - 185 -

agrada que no hayas pasado por lo mismo. Bueno lo que quiero decir que estuvo días sin poder tener control de mi, en el ámbito que ambas sabemos, no fue hasta que me pidió disculpas que todo volvió a normalidad entre nosotros. Isabella, no te sientas sin control en esto, las relaciones de este tipo, son de a dos, el no por ser un vampiro tiene todo poder sobre ti, debes ser astuta y saber manejar bien al hombre que tienes al lado, recuerda ser astuta y sé que esta información te ayudara porque conozco a Edward, es un bruto e insensible, pero tú eres la esperanza que tenemos con Carlisle para que nos traigas al Edward que era cuando fue humano. Creemos en ti y como cambiaras todo, para todos. Espero que esto te haya servido de algo. Cariños para ambos. Esme & Carlisle" Me quede mirando el celular sin tener un pensamiento coherente de lo que había leído. No sé cuanto habrá pasado de mi estado catatónico, pero Alice salió del baño. Tome algo de ropa y me fui al baño. Me duche sin poder creer que justo en este momento Esme me había mandado aquello, de verdad era útil, lo pude haber leído antes. Entonces por eso Edward no me decía nada cuando le decía todas esas cosas, porque no me buscaba cuando lo dejaba solo….estaba enojada, de verdad ¿eso quiere decir que la primera noche entre nosotros y el resto de estos días no estaba enojada de verdad con él? Mejor no me respondía eso. Me arregle y me fui en silencio tomando mi bolso hacia donde las chicas y Edward. -Estamos atrasadas, nosotras ya nos vamos, nos vemos en el trabajo –dijo Alice despidiéndose de un beso en la mejilla, la siguió Jessica y se fueron. -¿Qué te sucede a ti? –desperté en el ascensor cuando minutos después bajamos los dos. -Nada… -Estas en blanco, nunca estas así…¿Qué te dijo Esme? –lo mire frunciendo mi ceño. -¿De que hablas?...metete en tus asuntos a mi déjame tranquila –no me dijo nada para después bajar del ascensor, recién ahí note que llevaba gafas. -Hola Jacob –dije sonriéndole. - 186 -

-Muy buenos días Srta. Isabella ¿Cómo ha amanecido? -Bien, gracias ¿y tú? ¿Cómo va todo? -¿Podrías dejar de hacer vida social y meterte al auto? –mire mal a Edward y Jacob solo bajo la mirada. Subí al auto y no le hable nada. Llegamos al edificio como se estaba haciendo habitual entre Edward y yo, en silencio. Nos fuimos al ascensor, ahí no pude soportar el silencio que nos acompañaba. -Llevas gafas, pensé que te habías alimentado ayer –no lo mire, solo lo dije mirando hacia las puertas de metal. -Ese no es tu problema… -rodee los ojos. Las puertas se abrieron y cada uno se fue a donde tenía que ir. Comenzó a pasar el tiempo y solo tenia una duda en mi cabeza ¿Cómo seria Edward de humano? ¿habrá sido bueno? Y si era así ¿Qué le habrá pasado para ser tan malo?...quizás alguien lo había tratado mal, quizás el era bueno de verdad, quizás era dulce y cuidadoso, quizás Esme tenía razón y no tenia porque juzgarlo mal. -Isabella –dijo cuando conteste el teléfono –ven de inmediato –mire la hora y se aproximaba mediodía. Fui hacia su oficina y lo quede mirando cuando cerré la puerta detrás mío. Se veía tan importante detrás de ese escritorio, asustaba, pero no me podía sacar ese pensamiento, que quizás, el no era como aparentaba ser. -No seas ingenua –dijo como si nada para después estar a un centímetro mío, empujándome contra la puerta y sacándose sus gafas. Sus ojos estaban muy rojos, por lo que solo cerré los míos para no verlo –maldito sea tu aroma –susurro, para después mover mi cabeza hacia un lado y sentir sus colmillos contra mi piel, rompiéndola. Aferre mis manos a sus hombros y solo me apoye en el. Mis ojos se llenaron de lágrimas al sentir como bebía de mi. -Para… -dije cuando mi cuerpo iba perdiendo fuerzas. Mi agarre en sus hombros se suavizaron y me comencé a desvanecer, pero Edward se separo y me tomo de los costados, para luego sentir que me recostaba en una superficie blanda, era el sofá. Mis ojos se cerraron ante la pérdida de sangre. - 187 -

Me removí de a poco, lleve de inmediato mi mano a mi cuello, asustada. -No tienes nada –abrí los ojos de golpe al escuchar a Edward, maldito psicópata que bebía de mi sangre, todo lo bueno que pude pensar del el se fue a los mil infiernos. Me senté en el sofá y note que el estaba a mi lado, mirándome desconfiado. Me puse de pie y me apresure para salir de la oficina, pero Edward no me dejo. -No quiero que vuelvas a este trabajo sin desayunar, estas débil y solo te conviertes en una molestia para mi, mas de lo que ya eres –negué y abrí la puerta, sintiendo como las lagrimas volvían a mis ojos, no quería que el me volviera a tocar ¡odiaba esto! El tenia completo control de mi vida –no llores –dijo desde atrás, pero solo me gire para después hacer un gesto obsceno con mi dedo. El me miro mal y en un segundo lo tenía tomando mis manos, provocando que me quejara. -Ya bebiste de mi ¡suéltame! –dije tratando de zafarme, pero Edward me miraba como si me quisiera golpear, maldito maltratado de mujeres -¡Edward eres una bastard…! –tomo mi cabeza con su mano y planto sus labios contra los míos, provocando que mi corazón saltara sin previo aviso ante su contacto. Cherre los ojos dejándome llevar por sus labios, malditos sean, como los odiaba y encantaban al mismo tiempo, pero en el momento que Edward me estaba comenzando a soltar mis manos, recordé la imagen que vi en su oficina con Tanya y mi sangre hirvió -¡No! –dije alejando mi boca de la suya. Edward soltó mis manos y me quedo mirando enojado –No me volverás a tocar Edward…. -Esa es mi decisión… -negué. -No te atrevas….sabes que no puedes hacerlo, estoy muy enojada contigo y de verdad…te puedo alejar –el entrecerró los ojos. -Esme… -asentí –siempre hablando demás…. –di unos pasos hacia atrás, pero Edward no se alejaba. -No soy tu puta Edward…no permitiré que te sigas acostando conmigo si lo estás haciendo con otras…eso es asqueroso. -Volverás sola a mi Isabella, aunque no lo creas te conozco, terminaras rindiéndote a mi… -se dio media vuelta y se fue a su oficina. Tome con rapidez mi bolso y Salí de ahí para almorzar. Edward estaba equivocado completamente. - 188 -

Bien, espero que les haya gustado el capitulo. Este Edward va de mal en peor juajua, lindo baba en otras partes xD jajaja ok, les cuento que como habran notado no he devuelto comentarios, bueno, decidi irme por lo seguro y subir y de ahi devolver ¿ok? Ahora, les tengo una noticia, tengo blog nuevo, con una historia completamente original de mi cabeza, claramente es de vampiros, es una historia que vengo haciendo desde el año pasado, y fue en la que me inspire para este fic, asi que las invito para que vayan a leer el primer capitulo que esta en mi otro blog. Les dejare el link en mi perfil :D animense a conocer a Alexander Lenardis (baba, to lo amo xD) PD: merezco el premio de regalonear mas a sus lectoras, miren que estoy hecha polvo de cansancio porque he dormido pesimo esta semana, y miren que les subo capitulo mientras hago mi trabajo de microbiologia, asi que pongasen a comentar nu mas ;D

- 189 -

Chapter 17 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 17 Estábamos a viernes y no podía decir que todo iba mal, en realidad, iba bastante bien. Edward iba perdiendo y yo estaba en la gloria, no había pasado nada entre nosotros y realmente eso me hacia sentir bastante bien, me hacía sentir poderosa, aunque de todas maneras seguía tomando mi sangre, pero nada más, había sido similar a la vez anterior, aquella en la que me acorralo en su oficina y se apodero de mi cuello. -Bella, despierta de donde quiera que estés –Salí de mis pensamiento al escuchar la voz de Jessica -¿Todo bien con Edward? -Si ¿Por qué preguntas? –fruncí el ceño, mirando ahora a Alice, que se hizo la desentendida a la pregunta de Jess. -solo que han pasado días, y no ha venido a acompañarte en el almuerzo, como estaba comenzando a acostumbrarse… -Tiene mucho trabajo –dije comiendo de mi ensalada. -Hablando del diablo… -dijo Alice. Me voltee de inmediato y note como venia caminando con su traje negro hacia nosotras. Fruncí aun mas el ceño, hace días que no venia ¿Por qué ahora? -Buenas tardes chicas –dijo sentándose como todo un rey a mi lado. -Buenas tardes, Sr. Cullen –dijeron ambas. -¿Qué sucede? –el levanto los hombros como si nada cuando le pregunte. -¿No puedo venir a ver a mi novia? –dijo como si nada. Trague saliva nerviosa, no me agradaba este Edward, aunque ninguna de sus personalidades me agradaba, pero me era extraño verlo todo amoroso y simpático, siendo que era una bastardo en la vida real. - 190 -

-Bella…hoy es viernes –dijo Jessica. La mire de inmediato al notar su tono de querer salir de fiesta. Sonreí, no tenia ánimos de estar más tiempo con Edward del que ya estábamos pasando, además que era demasiado incomodo, solo estábamos en silencio todo el tiempo. -¿Tienes algún plan? -Tenemos –dijo Alice, la mire sonriendo, ella generalmente pasaba el tiempo con Jasper los viernes –podríamos tener una salida de chicas, nada de quedarnos solo en un lugar, podríamos salir a bailar ¿no crees? -¿Solo a bailar? –mire sorprendida a Edward por su pregunta. -Si, así nos distraemos… -note como tenso su mandíbula por un segundo, imperceptible. -¿Dónde iras tu esta noche? –dije mirando a Edward, el seguía saliendo todas las noches, quien sabe para qué….realmente lo sabía, para acostarse con cualquier zorra que se meta con el en una noche. -No sé si salga hoy… -dijo mirándome serio. -Bueno, deberías, porque así no te quedas solo, amor –dije dándole una sonrisa fingida –y me dices donde para que no choquemos en el mismo lugar ¿te parece? -Me parece esplendido –no creo que sea posible, porque Edward está muerto, pero su rostro me mostraba que si no lo estuviera tendría una vena sobresaliendo en su frente, de rabia. Me acerque bastante a su rostro. -Excelente –dije disminuyendo la distancia entre nosotros y rozando levemente sus labios a los míos. No iba a pensar nada en este momento sobre lo que hice. -Ya veo… -dijo el mirándome con los ojos entrecerrados. Era obvio que estaba respondiendo a mi pensamiento. -Muy bien, esta vez será en casa de Alice –dijo Jessica –nada de novios, solo nosotras –asentí de inmediato. -¿Por qué no lo hacen en nuestro departamento? –dijo Edward. -Porque queremos que Bella salga de ese lugar aunque sea un momento, solo es trabajo y departamento, todo el tiempo. - 191 -

-Dormiré a fuera –dije sonriendo, bastante emocionada. Por bastante tiempo podría dormir de verdad tranquila, nada de pensar que Edward vendría a colarse en la noche y además de pensar que me podría hacer daño en ese momento. Amaba a mis amigas. Había terminado la hora de almuerzo y ahora iba sola subiendo el ascensor. Edward como siempre había estado unos minutos con nosotras y luego se iba, así que no tenía la menor idea de donde se encontraba y no me importaba, y menos importancia le iba a dar a lo que hice ¿lo había tentando rozando sus labios?...eso tenía que ser su culpa, el de seguro me estaba manejando, aunque yo seguía enojada con él, no…esa había sido completamente yo. -No pienses que saldrás esta noche –me exalte al ver que las puerta del ascensor ya estaban abiertas y Edward me hablaba apoyado en el marco de su puerta. -No tienes nada que decir sobre esto, ya las chicas saben que saldré… -Pero les dirás que te arrepientes y listo, no saldrás a quien sabe que –lo mire con los ojos como plato. ¿Qué estaba sucediendo aquí? –Ya lo he dicho y espero que cuando vuelva de alimentarme, estés durmiendo en tu cama –se giro y entro a su oficina. Bufe, eso no iba a ocurrir. Las horas de trabajo se pasaron rápidamente, Edward me encargo un montón de papeleo, lo que hizo que todo el resto del día laboral pasara más rápido de lo que desee. Se abrieron las puertas de la oficina y salió él, mirándome serio, como siempre, distante y peligroso, así era Edward y realmente, ya me estaba acostumbrando a tener a esa persona siempre en mi día, además ya podía controlar un poco lo que él hacia conmigo, el dato de Esme había sido importante y solo tenía que recordar esa imagen de Tanya y el juntos para odiarlo aun mas. -Por fin –dije poniéndome de pie. Eran más de las siete de la tarde y las chicas me habían llamado a las tres para que nos pusiéramos más de acuerdo sobre la salida de esta noche, pero como dije, Edward me lleno de trabajo. -Eres una holgazana si te quejas del horario… -rodee los ojos. Yo no trabaja aquí porque amaba estar bajo las ordenes de vampiros, sino que era por otra razón, la de juntar dinero y largarme de este país, planes que habían quedado en pausa por culpa de mi actual jefe. -Lo que tu digas –estaba comenzando a soportar a Edward y mi estrategia era - 192 -

simple, ignorarlo, me estaba resultado de maravillas, porque sabía que él se enojaba mas. -Espero que te haya quedado claro lo que te he dicho horas atrás Isabella –entre antes que el al ascensor y no le respondí nada. Además hace tres días que comenzaba a sentirme incomoda estar en el ascensor con él. No podía evitar traer a mi mente ciertas imágenes que sucedieron aquí, pero las opacaba con lo que me mantenía protegida, Edward y Tanya. Ella no venía en las mañana hace tres días, no entendía el motivo, porque dudo que Edward le haya dicho que no viniera, el era un maldito y moriría de esa forma, además seguía saliendo en las noches, quien sabe que hacía en esos club a los que frecuentaba. -Te sientes victoriosa ¿no? –se cerraron las puerta y no le respondí –ten cuidado Isabella, mira que solo estas siendo protegida por mi paciencia –como si fuera tu mejor virtud. -Lo que tu digas –era lo único que él escuchaba de mis labios cuando estábamos solos. -Basta con esto –sus ojos iban directo a los míos, estaba enojado. Enarque una ceja sorprendida por su reacción. -¿Crees que seremos amigos o algo por el estilo, vampiro? –el frunció aun más el ceño. -Estas a punto de cruzar la línea Isabella… -no le dije nada porque no iba a caer en su juego, pero esta vez parece que hablaba en serio, porque en un segundo me vi acorralada por el contra la pared de metal -No eres más que una hipócrita… -sentí su frio aliento contra mi rostro. -Aliméntate rápido –dije "indiferente" pero era inútil mantener esa actitud, ya que mi corazón me delataba, estaba latiendo desbocado, muerta de miedo. -Recuerda que te dije que no es solo tu sangre la que me llama –dijo llevando una mano hacia mi pierna, metiéndose bajo mi falda. Su suave mano por mi piel hacia que mi cabeza se desconectara un poco. -Y recuerda lo que yo te dije –tome su mano deteniéndolo, mirándolo directo a los ojos –no soy una más de tus putas…merezco que me respetes, seré tu nevera, pero no voy a permitir que te andes revolcando con quien quieras para después entrar a mi cuerpo como si te perteneciera… - 193 -

-Eres mía, Isabella, recuérdalo siempre –se acerco mas a mi, no movía su mano pero sus labios estaban a milímetros de los míos. Cerré mis ojos y me concentre, maldito sea lo que tienen sus labios que me encantaban, pero yo estaba hablando en serio. Lo recordé a Tanya y a él, en el sofá de su oficina. Fue lo necesario para que diera un paso hacia atrás –Menos mal que no has visto lo que hago en la noche y no te sientas especial niña –"niña" era la primera vez que me llamaba así –porque hay cientos de mujeres que están mas que dispuestas para pasar un buen rato conmigo. -Bien –dije pasando por su lado –así no te mueres por tener las bolas azules –ni siquiera me gire para ver su expresión, jamás pensé en decirle algo como eso. Me apresure para entrar al auto donde Jacob nos esperaba, pero ni por si acaso me fui atrás como siempre, abrí la puerta de adelante y me senté, dejando a un Jacob bastante sorprendido. -Srta. Isabella… -dijo Jacob mirándome. Rodee los ojos. -Ni se te ocurra –escuche la voz de Edward, quien abrió la puerta e hizo que saliera del auto, tomándome con fuerza del brazo y metiéndome atrás, junto con él –ese es tu lugar y te advierto que solo bastara para que me desafíes una vez y te tendré que castigar, Esme te debió explicar eso también ¿no crees? –trague saliva al escuchar eso de "castigar" -No soy tu esclava… -el sonrió de esa forma malvada que tenia, que lo hacía aun así, verse sexy, estúpido vampiro. -No lo eres, pero si eres mía y no me debes faltar el respeto delante de los empleados –menos mal que Jacob recién estaba entrando al auto y no escucho nada, se hubiera sentido mal. -Eres un mandón –dije enojada. -Si, ya deberías haberte dado cuenta y te aclaro ahora mismo también que tu jueguito se acabara esta misma noche, cuando vuelva…todo volverá a la normalidad –vio a Jacob que saco la mirada al espejo retrovisor y se dedico a conducir. Que Edward diga que todo vuelve a la normalidad, quiere decir que no podre dormir tan tranquila como lo hacia las noches anteriores. Para mi pesar, eso revolvió mi estomago y no era específicamente de miedo. -Quiero que llames a Alice Brandon ahora mismo y le digas que cancelas con ella –fruncí el ceño. El no podía exigirme eso. - 194 -

-No lo hare… -¿Qué parte de las amenazas no has entendido Isabella? Que no haya tenido sexo contigo estos días y que solo me este alimentando no significa que esta todo color de rosas, todo sigue como siempre y no me estas obedeciendo –mire de reojo a Jacob porque Edward estaba hablando todo esto delante de él. -No quiero, puedo salir, tú lo haces, ni siquiera me voy a escapar, es una noche fuera… -Ya he dicho…llámala ahora mismo, ¿sabes que es muy fácil que alguien muera en un accidente automovilístico? No creo que quieras que a Alice se le rompan los frenos de su auto, ni tampoco que Jessica quede atrapada sin poder escapar del fuego en su propia casa, y meno que Rosalie y Emmett se le vaya el negocio abajo ¿serias una buena amiga por eso? –lo quede mirando asustada. -No hagas esto, por favor –estaba siendo patética, pero de verdad, necesitaba salir de ese piso por lo menos un día, creer que mi vida era normal. -Ya he dicho…toma el puto celular y llámala –me miro de tal forma que supe que hablaba en serio. No lo podía creer, las veces anteriores donde me amenazaba él jamás era tan específico, pero tenía todo planeado para acabar con mis amigos. -Esta bien –tome mi celular y le marque, no le tomo nada a Alice contestarme. -¿A que hora te vienes? Creo que deberías estar aquí como a las nueve para poder estar entre chicas, viene Rosalie, por fin a dejado de lado ese club un tiempo, te extraña –mire a Edward y el solo estaba esperando que le obedeciera. -Alice…yo…no iré –dije finalmente. Me sentía de doce años, cuando las amigas hacían planes y mis padres no me dejaban ir a último momento. -Extrañamente esto no me sorprende –dijo triste –creo que debe ser muy bueno en la cama como para dejar a tus amigas de lados por pasar más tiempo con él –me puse roja de inmediato. -No digas eso… -Está bien Bella, no te preocupes, que pases una noche genial, nos vemos el lunes. -Nos vemos –dije finalmente. Sabía que ella se había sentido conmigo, no era justo -¿Feliz? –mire a Edward y el solo levanto los hombros quitándole importancia –No - 195 -

tienes derecho, era solo estar con mis amigas, exactamente como en la hora del almuerzo Edward… -de verdad que quería salir de ahí para distraerme, el encierro me estaba comiendo, esto me estaba agotando. -No comento los errores dos veces –miro hacia la ventana, con una expresión seria y manipuladora. No hablo nada mas en el camino Llegamos al piso y él se fue directo a su habitación como lo hacia todos los días, donde después de quince minutos salía listo para nuevamente irse del departamento. Estos días me quedaba viendo televisión, no conversaba con nadie, ni siquiera Jane porque estaba ocupada haciendo Dios sabe que mandado de Edward, pero hoy él por lo visto tenía otros planes. Llego a la sala con unos pantalones blancos de tela, ajustado con un cinturón negro, una camisa color almendra con líneas verticales. Se veía increíble. -¿Por qué sigues con tu ropa de trabajo? Si fuiste a esa tienda Chanel con Jacob fue exactamente para no tener que ver esto –dijo mirándome. -No tengo súper velocidad como tu para cambiarme tan rápido y además, yo, a diferencia tuya, no me ando acostando en las oficinas con mis compañeros de trabajo en vez de estar trabajando –me acomode mejor en el sofá. Apoyando mis piernas en el respaldo y mi cabeza en un cojín que había traído de la sala que había en la habitación donde yo dormía. Sintonicé el canal Fox y aproveche para ver los Simpson que recién comenzaban. -Tienes veinticuatro años…y estás viendo caricaturas Isabella… -¿Ahora controlaras lo que veo? –dije mirándolo, el encontró mis ojos y se quedo mirándome más de la cuenta, lo que provoco que me pusiera nerviosa –ya ve a tirarte a alguien –realmente ese tema de Edward sacaba lo peor de mi vocabulario. -Estas siendo una ordinaria, no me agrada –negué y lo mire incrédula. -Esperas que sea tu puta personal y ¿esperas que tenga clase contigo? Ni en tus sueños. -De seguro hay prostitutas más finas que tu boca… -Entonces ve a entretenerte con ellas y a mi déjame tranquila –esa frase le dije de una forma extraña, ya que el tono de mi voz fue disminuyendo de a poco, hasta apenas decirle "tranquila" en un susurro. - 196 -

-Muy buen consejo… -dio unos pasos para largarse de aquí –recuerda Isabella…yo no juego, no te atrevas a salir, porque si no la pagan tus amigas, la pagaras tu –no lo tome en cuenta y me concentre en ver como Bart Simpson prendía fuego a su padre. Mire la hora y eran las ocho y media de la noche, quede pensando en todo lo que sucedía, de seguro las chicas pronto llegarían a donde Alice, esto era tan injusto, dejaba que Edward me tuviera aquí, que me llevara a una fiesta donde me marco, que me llevara a donde sus más cercanos, vivía de aquí al trabajo todo el tiempo. Merecía tener un poco de libertad ¡de verdad la merecía! Me senté en el sofá y asentí segura, Edward dijo que me podría castigar, y me importaba ya un comino lo que podía hacer conmigo, me preocupaba mis amigos, pero ya Edward no podría arruinar mas mi vida. Me puse de pie segura y me fui a la habitación. Me metí a la ducha y comencé a alistarme para salir, de esta sí que no me salvaba, pero no me importaba, iba correr el riesgo, además, si llegaba más temprano que él, ni siquiera se iba a enterar y eso era alrededor de las tres de la mañana, iba a salir invicta de esta, estaba segura. ¡Noche de fiesta, ahí voy!

Chicas como siempre ustedes portandose bien, de todos mis fanfics son las que mas comentan lo que me hace muy feliz y me da animo para seguir escribiendo este fic, sus cometnarios son mi combustible :D yo creo que desde ahora comenzare a devolver de nuevo, no duro mucho lo de no devolver, solo fueron dias horribles por estudiar tanto u.u en fin, espero que les haya gustado el capitulo y comenten harto para ver como sigue nuestra Bella en el proximo capitulo :D

- 197 -

Chapter 18 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon+16

Capitulo n° 18 Me baje del taxi, mire la hora, las nueve y cuarenta y cinco minutos, sonreí. Le pague al conductor y me fui a la casa de Alice con mis bolsas, había tenido tiempo de ir al supermercado y todo. Alcohol y cosas para comer, lo necesario para pasarla bien. Toque el timbre y de inmediato se sintieron los tacos de alguien para después ver la expresión sorprendida de Alice. —¡Sorpresa! –grite levantando las bolsas. —¡Pensé que no ibas a venir! –dije abrazándome y dando saltitos. —Era mentira, solo una sorpresa que les quería dar… —si, la sorpresa que iba a tener yo si esto salía mal. —Vamos…las chicas están en la sala –deje mi abrigo en el perchero y pasamos por el pasillo, al final de este me encontré con Jessica y Rosalie mirando hacia nosotras. Rose salto como un resorte y se lanzo a abrazarme. —Eres una perra Isabella Marie Swan ¡estas viviendo con un millonario y no me dijiste nada! –dijo separándose de mi –que bien que has llegado…y que vestido –dijo mirándome. Había elegido uno de los que había en el armario. Era lindo, realmente me gustaba, me tapa con suerte el trasero, aunque estaba siendo exagerada –Eres otra….me agrada –tenía que aprovechar de comportarme como no lo estaba haciendo, ya que estaba segura que después de salir esta noche, con suerte podría ir a trabajar la otra semana, Edward se pondría pesado y quizás me querría ir a dejar en una jaula. —Te ves divina –dijo Jessica abrazándome –que hermosos tus zapatos –eran negros y abajo eran de color burdeos –Estas…atrevida ¡me gusta! –dijo aplaudiendo. Alice se encargó de las cosas que había traído y las puso sobre la mesa, donde las chicas tenían otras cosas mas. - 198 -

—¿Cómo esta Emmett? –dije un tanto triste, no lo veía hace miles de meses y lo extrañaba. —Lo deje llorando, quería venir conmigo, pero le dije que solo era una salida entre chicas y que no estaba invitado, además de decirle que nadie aquí lo quería –sonrió traviesa –también te extraña, ambos lo hacemos. —Pero si han estado trabajado y trabajando –dije con bastante argumentos, era verdad, ellos estaban absorbidos por su club. —Sí, lo sé, pero tú también has estado desaparecida… —Cogiendo y cogiendo –dijo Jessica riendo. Alice y Rose se partieron de la risa, pero yo ni siquiera sonreí a lo que dijo. —Eso es tan cierto como decir que Jessica solo ha tenido a Mike entre sus piernas… —Oohh...touche –dijo ella sonriéndome. —¡Muy bien! –dijo Rose poniendo orden –necesito detalles y sabes que no son los que Alice ya me dijo, de cómo te conoció y blah blah blah… —¿Soy la única que no es morbosa como ustedes? –las tres miramos a Alice. —No –dijo Rosalie –tu eres la única que se hace la tonta al respecto –dijo riendo para después encararme luego de que nos calmáramos –las chicas dijeron se ve posesivo Bella ¿en que andas? –mire a mis otras amigas, ella nos me habían dicho nada. Traidoras, me dejaban con Rose para esos temas, ella iba siempre directo al grano y no le importaba que te diera una apoplejía por la sorpresa. —No ando en nada, estoy viviendo con Edward. —Bella…¿relación abierta? ¿tu?...no quiero escuchar que tienes un trabajo doble…y uno es aquel mas antiguo que este mismo planeta –fruncí el ceño. —Estoy sorprendida de lo que estás diciendo –mi expresión se endureció –no soy la puta de nadie Rosalie, no me agrada lo que dices. —Solo tenía que asegurarme… —¿Es que no creen que alguien como Edward se fije en mi? –las tres se miraron - 199 -

entre ellas –Oohh…ya veo, pero que buenas amigas. —No nos malinterpretes –dijo Jessica –es todo lo contrario –fruncí el ceño sin entender. —Nos sorprende que a ti te haya atraído alguien como Edward. —¿Qué tiene él? –Rose enarco una ceja. Tome un poco de mi trago para lo que venía. —Que es millonario, hijo de tu jefe, y por lo que he escuchado, es un mandón…¿quieres que te recuerde porque te fuiste cuando tuviste la oportunidad de escapar de tus padres? —No quiero hablar de eso, no me agrada…están equivocadas –Dios santo, tengo que aprender a mentir mejor, las chicas pronto descubrirían todo si no tenia cuidado. —No te hemos escuchado decir que estas enamorada –dijo Alice. —Vamos de a poco, es muy persuasivo por eso me fui a vivir con él… —Tú no eres una chica para una relación abierta Bella –dijo Rose. —Oooh…muchas gracias, de verdad atine en venir aquí ¿no creen? —Tú podrías sentir algo hasta por un psicópata si este te da un poco de cariño… —trague saliva nerviosa, no me gustaba por donde iba esto –estamos siendo buenas amigas Bella…no queremos que salgas herida. —Jamás te hemos conocido a alguien –dijo Jessica –y ahora ¡boom! Vives con Edward, sin decir ni pio –mire a Alice por un poco de ayuda, pero ella solo miraba, como un jueza en un hermoso vestido marfil, ajustado. —¡Ey! –dije mientras ordenaba mis ideas –basta con esto ¿si?...ya soy grande, me sé cuidar sola. —No todo es malo –dijo Alice de repente, la mire curiosa –Bella sube sola los ascensores ahora –dijo mirando a Rosalie. Esta abrió los ojos sorprendida para después enarcar una ceja. —Dicen que los miedos se curan con el tiempo….o en un segundo, ¿Qué hiciste en - 200 -

el ascensor pillina que ya no les temes? –de inmediato me sonroje, siendo descubierta, ya que las chicas comenzaron a reír. —¡Por favor que no sea en el que me subí hoy! –dijo Jessica –apoye mis manos en la mesa. Negué avergonzada. —¿De que hablaban antes que llegara? Porque se están centrando solo en mi, de seguro estaban muy aburridas –dije tomando otro poco. —En realidad de ti… —Rose me miro preocupada. —A genial –dije tomando otro poco. —Solo estamos preocupadas… —dijo Alice –estas triste y a veces ni siquiera nos escuchas cuando estamos juntas –mire a Jess y ella asintió. —Quizás Bella… —dijo Rosalie –eso de la relación abierta te está afectado, porque estoy segura que fue algo de él, tu no sales ni te relaciones con otros chicos, quien saca ventaja de ese acuerdo es Edward ¿o me equivoco? –trague saliva nerviosa, esto estaba saliendo mal. No debí venir. —Estas equivocada…hoy he salido y me puedo ir con quien yo desee, puedo elegir a cualquier chico que me guste y listo, sin ataduras ni remordimiento por Edward. —Bien… —dijo Rosalie desafiante –alguien me dio cierta tarjeta que nos hará entrar a uno de los club más conocidos, Excalibur Dance Club y sin duda habrá un chico guapo que se interese por ti y tu por él, demuestra lo que dices Bella… —me puse de pie y estire su mano. —Hecho... –Rosalie sonrió. —Hecho…. Después de haber hablado otro tiempo de Edward, distraje olímpicamente a Alice solo pronunciando el nombre "Jasper"; así cada una de las chicas comenzó a hablar de cómo iban con sus chicos, pero no ponía mucha atención a lo que ellas decían. Estaba nervosa, dudaba que Edward fuera al Excalibur Dance Club, la otra vez escuche que no le agradaba porque había demasiado movimiento, eso lo escuche porque James estaba en el departamento y estaba hablando de distintos clubes de Chicago, mientras yo comía en silencio, en el sofá, mirando televisión. —Bien –dijo Rosalie poniéndose de pie. Tomo su teléfono y llamo a alguien –el taxi - 201 -

llega en cinco minutos, prepárense –tome mi abrigo y mi bolso. —¿Estás segura que podremos entrar? –dije mientras las chicas se arreglaban. Mire mejor a Jessica y se veía espectacular con un vestido blanco, strapless, que se ajustaba solo hasta un poco mas debajo de sus pecho para después caer libremente, tenía un estado de flores negras, realmente un hermoso vestido. Alice era color marfil, tenía un escote estilo Halter, dejando libres parte de su espalda y hombros, daba la ilusión que tenía un collar con pequeñas piedras a tono con el vestido, pero eran parte de este, se veía hermosa también. Rosalie siempre sobresaliendo, ella se veía como una modelo con su minivestido rojo, no estábamos muy distanciadas respecto a qué altura llegaba su vestido con el mío, el toque la había verse aun mejor, tenía varios pliegues, este tenia el detalle de tener trazo de tela que se colgaba desde la parte superior, por un lado, hasta el final, como una cinta ancha, se veía espectacular. Antes que saliéramos, pase al baño y me mire mejor. Me había gustado este vestido, no lo había elegido pero estaba en mis gustos. Era negro, tapa parte de mis hombros con una tela color negro, transparente, luego se seguía apoyándose en mis pechos y caía hasta llagar un poco mas debajo de mi trasero, tenia distintos diseños bordados de color plateado, era lindo, me veía como una niña buena en realidad, aunque mis zapatos le daban el toque travieso. —¡Bella! –grito Alice. Salí directo para correr casi al taxi que nos esperaba afuera. Sonreí, esto sería entretenido y saldría invicta, tenia que ser positiva, recién eran más de las doce y me celular lo tenía cerca, si algo malo pasaba Edward me llamaría indignado para saber donde esta su nevera, así que por ahora todo iba según mi plan. Fuimos bromeando todo el tiempo que duro en viaje, me senté al lado del conducto y lo incluimos en nuestras bromas, incluso nos hizo un descuento cuando llegamos, lo encontramos dulce. Me Salí del taxi con dificultad y miramos el Excalibur Dance Club, era increíble, como un mini castillo. —Muy bien, vamos –dijo Rosalie. Mire y vi que había una fila eterna, suspire y me dirigí hacia ella, pero Rose me tomo del brazo y fuimos directo hacia el guardia gorilon que había en ese lugar, luego de avanzar un poco más, note que había dos gorilones detrás del que vi primero…o quizás ya estaba viendo triple, la brisa no me había ayudado. —¿A dónde van Uds. señoritas? –dijo por lo que alcance a divisar su nombre era "Leo" —Bueno ¿Dónde mas crees que vamos, guapo? –le dijo Rosalie, el sonrió y negó, - 202 -

de seguro no éramos las primeras que lo trataban así, pero Rosalie le mostro una tarjeta dorada y solo hizo que se nos abriera la puerta del cielo –tú y tus amigos llámenme, puede que necesite gorilas como ustedes en un tiempo más –dijo dándole su tarjeta. —Excelente… —dijo Leo para después irnos de ahí y entrar al castillo a bailar, gracias a Dios ser cenicienta en el año 2011, me daba un horario extendido que era hasta las tres de la mañana. —¿Qué le has mostrado? –dije a Rose subiendo el tono de voz porque ya la música se escuchaba fuertísima. —Mi tarjeta de socia en el club "Portal" –la mire sin entender –No hay nada más que personas con un poco más dinero…con Emmett entramos ahí solo para ver si conseguíamos mejorar nuestros negocios. —¿Tengo una amiga millonaria? –ella sonrió. —No a tal extremo, solo que ha sido una muy buena cosecha este año –dijo sonriendo. Negué aliviada de ya poder estar adentro, lo dude por un momento. Nos fuimos a sentar con las chicas a unos sofás que habían y me quede cómodamente ahí, esperando a que el alcohol pasara un poco, pero no pude seguir ahí por mucho tiempo. En menos de un minuto me vi sola, a mis amigas la vinieron a sacar a bailar y ellas felices fueron para moverse un poco. —¿Y tú? –Levante la mirada y un chico muy guapo me estaba mirando –te han dejado sola en menos de un minuto…así que me debo con la obligación de sacarte a bailar –sonreí al ver su sonrisa. ¡Dios santo! Era muy guapo. Su sonrisa blanca y coqueta iba dirigida a mí, al igual que su ojos verdes. Su cabello negro estaba completamente desordenado. Se veía divino con ese sweater con anchas rayas que iban entre colores azul cobalto y negro. Con esos pantalones también oscuros, si, ese chico era muy guapo. —Así que vienes por obligación –dije enarcando una ceja. —Estoy encantado de cumplir mi obligación como caballero, pero ¿Cómo se llama la damisela en apuros? –sonreí sin poder evitarlo. —Dime solo Bella –estiro su mano para que yo la tomara y lo hice encantada. —¿Y este príncipe? ¿Tiene nombre? - 203 -

—Noah… —Encantada Noah —¿era idea mía o yo estaba coqueteando? Sonreí sin darle mayor importancia. —No, el gusto es completamente mío –bajamos los escalones para avanzar un poco mas y llegar a la pista, quedamos cerca de Rosalie que me miro moviendo las cejas sugestivamente al ver a Noah. —¿Y qué haces? –me pregunto mientras de fondo sonaba la canción S&M de Rihanna. —Bailo –me comencé a mover al ritmo de la música –Soy secretaria en Cullen Ltda. ¿y tú? —Me manejo con los computadores…soy parte de una pequeña empresa –enarque una ceja, no estábamos en un lugar donde hubieran pequeñas empresas, creo que con Alice, Jessica y yo, éramos con el peor empleo en este lugar –bueno…trabajo en Microsoft. —Wooow…te llamare para cuando se arruine mi computador –dije riendo. El me sonrió y siguió bailando. Tomo mis manos e hizo que diera media vuelta quedando el detrás mío y siguió moviéndose, pero con agilidad me moví quedando al frente de el de nuevo, estaba roja como un tomate, además de que el alcohol estaba haciendo su efecto aun. Noah me miro coqueto y tomo mi mano para acercarme mas él. —Te estás escapando… —dijo mas cerca de mi oído. Mi corazón comenzó a latir rápidamente, este chico….me ponía nerviosa, y me agradaba. ¿Por qué no podía tomar mucho sin tener consecuencias como lo hacían mis amigas? —No lo creas… —dije moviéndome, cerrando los ojos para evitar desconcentrarme con ese rostro, era demasiado guapo ¿Por qué tenía esta mala suerte? ¡Odiaba a Edward Cullen!...debí venir aquí primero hace dos semanas atrás. Con Noah seguimos bailando, hasta que él se ofreció traerme un trago, el cual acepte encantada porque estaba muerta de sed. —Woooww… —dijo Rosalie dejando de bailar con otro chico para llegar a mi lado —¡relación abierta, relación abierta!...eso es justo lo que necesitabas ahora mismo…es tu oportunidad –fruncí levemente el ceño. —¿De que hablas? ¡ve a bailar! –dije sin entenderla. - 204 -

—Que puedes estar con ese chico tan guapo, y no habrá culpa…no te digo que te vayas a la cama con él, pero diviértete –dijo Rose animándome –Bien, me voy con las chicas –la mire asustada –a sentarme, estoy muerta… —Está bien… —Hola –dijo Noah llegando a donde nosotras, saludo a Rose. Ella lo saludo para después irse rápidamente –¿es tu amiga? —Si…una bien loca –el sonrió y me entrego un vaso con un trago rosado. —Te va a gustar, te refresca –tome un poco y era muy helado, no tenía idea como se llamaba pero era rico —¿Quieres irte a sentar? –le pase mi vaso con rapidez y tome mi bolso pequeño que llevaba cruzado, tome mi celular y mire la hora, eran un poco más de las dos de la mañana. Sonreí, aun tenía tiempo. —No, mejor sigamos bailando… —Muy bien entonces. Estuvimos bailando por un largo tiempo más, me tome bastante rápido el trago porque estaba muerta de sed, el que sabía que se iría a mi cabeza más rápido de lo pensado, aunque estuviera bailando. Ahora ya no bailaba tan alejada de Noah y el no perdía el tiempo tampoco, así que sentía como su rostro estaba apoyado en el mío. Cerré los ojos tratando de concéntrame para analizar todo esto. Yo no era de las que hacia este estilo de cosas cuando salía, pero Noah era…era algo extraño, además no tenia porque sentirme mal por Edward, el no era nada mío, además el hacia cosas peores que estar bailando y coqueteando con alguien, mis pensamiento sobre Edward se fueron al infierno cuando sentí como los labios de Noah pasábamos por mi mejilla, camino a mi boca y lo decidí. Me aleje unos centímetros de su rostro y lo quede mirando sonriendo, para después empinarme y besarlo. Noah dejo sus manos en mi cintura, acercándome más a él. Apoye mis manos su cuello para acercarlo más y debo decir que sus labios eran increíbles, no eran fríos ni demandantes, era calientes y atrayentes. Pasó su lengua por mi labios inferior y no me negué. El beso se intensifico, haciendo que mi sangre corriera más rápido, me empine un poco más, sorprendida por cómo se sentía sus labios. El se alejo un poco y se llevo entre sus dientes mi labio inferior solo un poco. Me aleje un poco y lo mire sorprendida, eso sin dudas se había sentido bien, pero sentí como un escalofrió recorría mi espalda, y automáticamente mi mirada se fue hacia detrás de Noah. Podía ver como una mirada se encontraba con la mía, exactamente unos ojos rojos, que estaban a varios metros de distancia, mirándome furioso. Mierda. - 205 -

Mire a Noah al saber que quizás Edward le podría hacer algo. —Creo que he sido recompensado por salvarte… —me sonrió dulcemente, pero descubrió que algo estaba mal —¿Sucede algo?...¿Que…? —Me tengo que ir –dije rápidamente y le di la espalda para dirigirme donde estábamos para sacar mi abrigo, pero Noah tomo mi mano y evito que diera otro paso, pero podía ver como desde atrás Edward comenzaba a avanzar hacia nosotros. —Tu nombre… —mire sus hermosos ojos verdes y luego mire a Edward. —Me tengo que ir, me llamo Isabella Swan –dije para soltarme de su mano e ir corriendo donde las chicas que estaban cómodamente sentadas y conversando, las tres sonrieron al verme –Woooww…ha sido genial pasarlo con ustedes pero muero de cansancio así que me voy a tener que ir no se preocupen ¡adiós! –tome mi abrigo y no se si me habrán escuchado porque hable demasiado rápido, pero Salí de sus vistas antes que se pusieran de pie y me detuvieran. Comencé a pasar por entre la gente que venía, hasta que sentí casi al final del pasillo para salir de aquí, me tomaban con fuerza del brazo, haciendo que me quejara y hasta que me levantara levemente del suelo. —¡Suéltame! –le grite a Edward, pero el solo me dio una mirada para quedarme callada. Comenzó a avanzar conmigo hasta que traspaso la puerta y comenzamos a avanzar por una calle. —Son todas iguales –por lo que alcance a escuchar dijo eso ya que no estaba segura porque realmente iba detrás de él, casi siendo arrastrada. —Edward me duele –él se volteo y tomo mi rostro con una mano y me quedo mirando con sus ojos rojos. —¿A que no te dolió cuando te mordieron el labio?...yo te enseñare lo que es dolor Isabella –me estremecí de miedo cuando dijo eso. Siguió caminando, llevándome del brazo bruscamente. —¡Para Edward! ¡Por favor! —¡Cállate Isabella o sino pagaras en este mismo lugar lo que has hecho! —¿lo que he hecho? Pero si no hice nada malo. Giramos en una esquina y llegamos al jaguar negro. Ebrio la puerta del copiloto y me lanzo hacia dentro, provocando que me golpeara con la palanca de cambio. Me trate de acomodar, pero Edward ya estaba - 206 -

manejando, doblando en otra esquina, haciendo que me moviera de nuevo y quedara toda incomoda. —¡No tan rápido! –dije cuando encontré equilibrio para poder sentarme mejor. Con rapidez puse el cinturón de rapidez —¿Qué demonios Edward? –él no me contesto, solo quedo mirando hacia adelante y manejando como un loco, por su mirada, estaba demasiado enojado, más que todas las veces que lo había visto antes, si, incluso cuando me mordió y me lanzo contra ese maldito pilar, la noche de la fiesta "Masquerade" —¡Edward! —Cállate o tu ofensa será más grave aun –dijo mirándome de tal forma que me sentí pequeña y me quede callada por el resto del viaje. Llegamos al edificio y Edward le arrojo la llave al botones encargado del estacionamiento. Salí rápidamente para adelantar a Edward, realmente Salí corriendo hacia el ascensor y llegue primero, estaba muerta de miedo. Tenía el estomago hecho un nudo mientras subía, hasta que me las puertas se abrieron. Estaban todas las luces apagadas, solo la del ascensor me protegía, irónico siendo que le temía a esta caja de metal. Mi corazón salto de miedo, aun más, pero decidí hacer lo que mejor podía hacer en este momento. Correr. Me fui directo a la habitación, o eso era lo que yo pensaba hacer ya que alcance a correr un par de segundos cuando sentí que era estampada contra la pared. —Te dije que no salieras esta noche –tenía su mano en mi cuello, levantándome unos centímetros del suelo. Apenas podía afirmarme. —Ed...ward –tosí porque me estaba apretando demasiado –para… —¿Es que no entiendes que yo soy más fuerte que tú? ¿aah? –dijo presionando más fuerte, pero cuando creí que me iba a desmayar por su agarre, me soltó, haciendo que cayera en el suelo. Respire con rapidez, como si todo el oxigeno del mundo no bastara para llenar mis pulmones. Edward tomo de mi brazo y me levanto tan bruscamente como todo este tiempo. Comenzó a avanzar, di un suspiro cuando note que pasamos de largo la habitación donde yo me quedaba por lo menos no tenia que preocuparme del sexo….o eso pensé. Edward de una patada abrió la puerta de su habitación y me sentí que literalmente me arrojo a la cama, incluso sentí que hasta volé un poco. Tome mi - 207 -

brazo derecho que estaba adolorido por el trato de Edward. —Te voy a dejar en claro, que eres solo mía y que ni siquiera puedes tener a otro hombre en tu cabeza Isabella –fruncí el ceño. —¡Tu eres el que se tira a quien tenga un poco de sangre en sus venas maldito chupasangre! –dije gritándole a la oscuridad, porque todo estaba negro. Edward tomo mi rostro por mi mandíbula y me miro directo a los cejo, muy cerca, podía ver con claridad esas esferas rojas. —Ya me canse de que no sigas mis órdenes, te di una hoy y me has desobedecido. —¡Maldito hijo de puta! ¡No eres mi padre! –ni siquiera a él le hacía caso. —No, claro que no, soy mucho más que eso…soy tu dueño y señor, eso debería quedar claro…y hoy me asegurare de ello. —¡Edward suéltame! –dije tratando de empujarlo, pero solo me hacía daño en mi rostro ya que ni siquiera lo movía —¡No puedes comparar un simple beso a tu comportamiento! –lo mire fijo a sus ojos y solo le refregué lo que vi cuando entre a su oficina hace días atrás, lo que paso entre Tanya y él. Mis ojos se llenaron de lagrimas, porque al ver aquello Edward solo me refregó en mi cara que solo estaba siendo utilizada, que había perdido todo en mi vida por su culpa. —No saldrás de aquí hasta que te quede claro quién manda Isabella…y bien, por esta única vez ganaras en algo…pero tendrás que atenerte a las consecuencias –fruncí el ceño sin comprender lo que sucedía –no me gustan los condones, por lo tanto… —abrí mis ojos como plato ¿Qué demonios estaba tratando de decir? Eso no tenia que resultar en realidad, porque o sino Edward solo se estaría acostando conmigo, y eso no me ayudaba, ya que…bueno, el agotaba mis energías –como no te puedo dejar ahora sola porque te puedes salir a revolcar con quien quieras, tú serás mi única diversión en las noches, no me acostare con más humanas… —No… —esto no tenía que resultar así ¡no! –solo déjame tranquila. —Date vuelta –dijo dejando su agarre en mi rostro. —No…Edward yo no… —¡Gírate ahora mismo! No tendrás ni las ganas de pensar en otro después de esta noche –al ver que no me movía Edward me tomo de los hombros y me hizo girar con rapidez. Dejo su mano en el principio de mi vestido, por atrás y lo rompió hacia - 208 -

abajo, para después sacarlo y tirarlo no sé en qué lugar. En menos de tres segundos me dejo solo en ropa interior y mis zapatos –tus manos hacia atrás… —me gire para encararlo yo no iba hacer esto, pero Edward siempre adelantándose a mis pensamientos, me tomo las manos y la llevo hacia atrás para envolverlas con un pedazo de tela, que supuse que había sido el que saco del vestido –estas lista… —dijo tirando levemente de la tela, me tenia atrapada –espero que después de esta noche no vuelvas a desobedecerme –su tono de voz había cambiado por completo, me dejo sola por un segundo, lo que note que sirvió para poder ver como abría las cortinas, dejando que entrara la luz artificial por la ventana. Trague saliva nerviosa al recordar lo que hizo. Me hizo volver a verlo con su agarre en mi mandíbula, pero no quería hacerlo, baje la mirada, completamente frustrada, pero Edward me empujo con su cuerpo hasta quedar recostado sobre mí. Ya no llevaba esa camisa. Su piel choco con la mía e hice caso omiso al hecho de que mi cuerpo comenzara a arder de inmediato. Atrapo mis labios en los suyos y entro en mi boca con su fría lengua a encontrarse con la mía, cerré mis ojos y como siempre que pasaba me rendí a sus besos, como odiaba cuando me besaba porque era la forma que me dejaba indefensa. Mis ojos se llenaron de lágrimas y mientras seguía respondiendo su beso, sentí como esas lágrimas comenzaban a caer hacia los lados. Edward con sus manos seco de inmediato todo rastro de lágrimas. —No llores –dijo enojado –no me agrada –lo mire suplicándole para que todo esto terminara. —Déjame Edward, por favor, basta con esto… —el me quedo mirando unos segundos. —Ni en tus mejores sueños pasara eso –se acomodo entre mis piernas, mientras apoyaba su frente junto a la mía. —Mis muñecas… —dije quejándome, me dolía ese amarre, pero Edward no me tomo en cuenta, sino que fue pasado una mano por mi abdomen, mientras empujaba su pelvis contra mi, aun estaba con sus pantalones y podía sentir su erección. Cerré mis ojos nuevamente y sin poder controlarlo mi espalda se arqueo solo un poco. —Pareciera como si solo intentaras llegar a esto ¿no?... –su tono seguía enfadado, me hablaba con recriminación –no eres más que una zorra –dijo con ese mismo tono. Lo mire sorprendida por lo que me estaba diciendo. —¿No te das cuenta que has sido solo el único con quien me he acostado? –lo que decía era estúpido, no tenía ningún argumento. —Son todas iguales –dijo mientras sacaba mi sujetador. - 209 -

—Pobre Edward –dije irónicamente, mientras cerraba los ojos, al sentir que atrapaba mi pecho con su mano y tomaba mi pezón con su boca segundo después –De seguro alguna mujer…te dejo traumado ¿no?...pobre Edward –volví a decir, pero el mordió con fuerza haciendo que un grito saliera de mi boca. —Pobre Isabella…—dijo mientras metía su mano bajo mis bragas, haciendo que mordiera mi labio inferior al sentir como introducía un dedo en mi –que no tiene familia a la cual aferrarse –lo mire enojada cuando dijo eso —¿Crees que no sé lo que pasa? –gemí al sentir como movía su dedo, para después introducir otro y hacer saliera un gemido más alto mientras comenzaba a mover mis caderas hacia él. Maldito Edward que provocaba esto en mi. —Cállate… —dije tratando de encontrar oxigeno que me tranquilizara. Tomo mi ropa interior y la rompió para lanzarla lejos, dejando mi piel ardiendo en cada roce que tenía sus manos con ella. Se acomodo entre mis piernas y luego de lo único que pude estar concentrada era su lengua que jugaba con mi clítoris, provocando que mis caderas fueran a su encuentro, provocando que mi vientre comenzara a arder por el placer que Edward me estaba dando. Sintiendo como casi iba llegar a mi orgasmo, Edward se alejo de mi dejándome insatisfecha. —Eso lo veremos –dijo leyendo mis pensamientos. No me dio tiempo de decir nada, ya que tomo mis caderas e hizo girarme, doblo mis rodillas y tomo la tela que quedaba libre en el amarre de mis muñecas. Si no fuera por mis manos ahora estaría en cuatro. Estaba completamente expuesta a él. Apoye mejor mi cabeza en la almohada y escuche como Edward se desabotonaba su pantalón para después bajar la cremallera. Gemí al sentir como la punta de su erección pasaba por clítoris. —Estas…estas jugando… —moví mas mis caderas, me odiaría mañana por esto, como siempre lo hacía. —No creo que estés muy consciente mañana –abrí mis ojos asustada, pero ya era tarde, Edward se introdujo en mi interior y tiro de la tela del agarre en mis manos para hacer que me levantara un poco y después hacerme caer. Esto había dolido, pero sentirlo dentro de mi cuerpo había opacado la sensación de dolor en mis manos. Cerré mis ojos con fuerza al sentir como se introducía otro poco mas para quedar por completo en mi interior. Era tan grande. Hice mis manos un puño al sentir como Edward se comenzaba a mover lentamente, salió por completo para después volver a penetrarme de forma violenta, pero eso solo estaba provocando que los latidos de mi corazón estuvieran en mi - 210 -

cabeza, que mi centro se humedeciera aun mas por lo que estaba haciendo ese maldito Edward con mi cuerpo. Moví mis manos tratando de encontrar un poco de contacto con sus manos, pero me era inútil. —Solo has estado provocándome –dijo entrando con fuerza, provocando con gimiera bastante alto. Ni siquiera fui capaz de entender lo que me estaba diciendo. Edward me atrajo hacia su cuerpo por esa maldita tela que no me dejaba realmente disfrutar al máximo, ya que me dolía mis muñecas. —Cuidado –dije sintiendo como mis piernas perdían fuerza y como Edward era el culpable de eso por los movimientos que estaba haciendo, dejándome en cada uno sin aliento. —¿Crees que no me di cuenta de lo que hiciste hoy en tu almuerzo? –dijo entrando más profundo. Mordí mi labio inferior para no comenzar a gemir tan fuerte, la última vez fue realmente arrebatadora —¡Responde Isabella! –lo único que hice fue apoyarme en su hombro, me estaba matando, no podía hacer nada más que sentir lo que estaba provocando en mi cuerpo, si seguía así no me tomaría mucho tiempo terminar. —Edward… —dije quejándome, lo único que podía tener en mi mente era a él, nada más. ¡Como lo odiaba, maldito manipulador! Se apodero de mi mente nuevamente cuando rodeo mi cintura con su mano libre, lo que ayudo bastante ya que sentía que me iba a desvanecer, pero me presiono con más fuerza de la necesaria, causando dolor. —Responde –dijo con un gruñido en mi oído, mientras seguía embistiendo. —No lo sé –no tenía la menor idea porque había actuado de esa forma en el almuerzo, pero realmente en este momento no me importaba ni un comino y creo que eso molesto a Edward ya que me tomo de la cadera y me hizo caer a la cama de nuevo, y me comenzó a penetrar de una forma salvaje, haciendo que la cama se moviera al ritmo de sus propios movimientos. Solo basto dos segundo más para que sintiera que mi corazón estaba latiendo por todas partes de mi cuerpo. Aprisione a Edward cuando llego mi orgasmo, desencadenando el de Edward, que me tomo con más fuerza las caderas. Eso dejaría marca. Cerré los ojos apoyada aun en la almohada, Edward estaba acabando conmigo. Me desato y me giro para verlo. —Esto ni siquiera ha terminado –lo mire sorprendida. Era imposible, el acababa - 211 -

de tener un orgasmo, no era real que estuviera excitado de nuevo —¿Crees que me rijo según las reglas de la humanidad? –lo mire asustada, si eso no era así ¿el podría estar toda una noche teniendo sexo? –te tocara ser testigo de eso —Tome mis muñecas, sobándolas cada una, me dolían como si hubieran estado en un infierno, me quemaban. —Basta… —dije tratando de buscar algo para taparme, pero Edward me lo impidió, tomando mis manos con brusquedad. Me quedo mirando muy serio, esquive su mirada –No tienes derecho a hacerme sentir mal –presione mis labios con fuerza, no iba a sentirme mal y menos iba a comenzar a llorar. —Solo tu reacción te delata de lo malo que has hecho –lo mire furiosa. El no tenía ningún derecho a decirme algo así. —Tu haces cosas peores Edward…así que no seas un manipulador, mejor vete… —el tenso su mandíbula, mirándome de nuevo furioso, con sus ojos aun color rojo, lo que me sorprendió porque recién ahí me di cuenta de que el no me había mordido. —Todo es tu culpa –dijo presionando mas su agarre en mis manos que ahora había dejado sobre mi cabeza. Evitando moverme y escapar de él –Tanya ya no quiere acostarse conmigo porque dice que no es correcto, y no sé cómo me has arruinado mi suerte en las noches Isabella ¡todo es tu culpa! –mis ojos se abrieron sorprendida a lo que decía, no pude evitar sonreír. —Otra razón para que me dejes libre ¿no crees? Así vuelves a tirarte a quien desees –su ceño se frunció aun mas, pero para mi sorpresa, no dijo nada mas, sino que planto sus labios contra los míos, atrapándolos con toda confianza y dominación. No dude en responderle, sus labios, malditos labios que comenzaban a llevarme a la misma perdición. Me acerque más a su boca y Edward comenzó a devorar la mía. soltó el agarre en mis manos y pude ser libre de hacer lo que quería con ellas, se fueron automáticamente al cuello de Edward para acercarlo más a mí. Cerré los ojos disfrutando de su sabor, de los movimientos de su lengua contra la mía, pero me exalte al sentir de nuevo su erección en mi entrada. Apoye mis manos en su hombro y él se separo de mi para fijar su mirada con la mía, para después entrar de un solo movimiento en mi cuerpo, hizo que saliera un grito de mis labios, volví a mirar a Edward y el tenia esa sonrisa malvada, curvando sus labios. Moví un poco mi cadera ya que él no se movía, pero Edward me detuvo con sus manos. —Que te quede claro, que nadie mas te podrá tener así…nadie –me sorprendí por la intensidad de sus palabras, pero no le pude responder nada ya que nuevamente comenzó a moverse de esa manera que prendía mi cuerpo en un segundo. - 212 -

—Oh Dios…Edward… —esto estaba saliendo mal, se estaba escapando aun mas de mis manos. Se acerco a uno de mis pechos y lo atrapo con su boca, mientras con su mano le daba atención al otro. Cada vez mis gemidos iban en aumento, pero era algo que no podía evitarlo, Edward siempre hacia lo mismo con mi cuerpo y mi mente, era inevitable. Comenzó a pasar lentamente sus labios por el comienzo de mis pechos hasta llegar a mi cuello, él sabía que me quedaba poco y creo que era hora de convertirme en su nevera, pero me quedo mirando muy serio. —Es una grave falta de respeto que hables de ser una nevera… —dijo para penetrarme más fuerte, grite al sentirlo más profundamente. —Tu igual…me has llamado así… —fruncí el ceño tratando de que no salieran gritos de mi parte, pero al parecer Edward estaba en contra de ello, ya que llevo su mano directo a mi clítoris y comenzó a acariciarlo, de tal forma que me empecé a quejar mas fuerte de lo usual y solo me basto solo un poco mas de eso, para sentir como una ola de fuego recorría todo mi cuerpo y eso fue lo que necesito Edward para sentir sus colmillos en mi cuello. Comenzó a beber como poseso y lo estaba haciendo fuerte, igual que la vez pasada, causándome dolor. Me aferre a sus hombros y grite por estas dos sensaciones que me abrumaban, dolor y placer, exactamente como era Edward.

O.o chan chan chan...ajajaj espero que les haya gustado el capitulo :$ Bueno, les comento a las prqueñas mariposas que no saben. en mi blog estan siendo publicados dos fanfics, destinados y para siempre, que no seran publicados en fanfiction...porque me da paja, ademas amo mi blog, es tan lindo *-* (si, lo se, es poco humilde, pero me pase meses tratanto de arreglarlo para ustedes. aclaro que en IE se ve mal el menu :D) bien, en mi perfil estan los trailers. Y por ultimo les cuento que en mi blog de historias originales, esta siendo publicada Lenardis Dimora, baba amo a alex, solo eso dire. ESPERO QUE COMENTEN PEQUEÑAS MARIPOSAS, Y GRACIAS PORQUE SIEMPRE LAS LECTORAS DE INVITACION PELIGROSA, ME SORPRENDEN CADA VEZ MAS CON SUS COMENTARIOS :D

- 213 -

Chapter 19 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon+16

Capitulo n° 19 Me removí en la cama, me dolía todo. Mis piernas, mi cadera, mi manos, mi cuello, Dios Santo, no tenía la menor idea si me podría poner de pie, Edward había acabado conmigo anoche, lo hicimos más de seis veces más luego perdí la cuenta, ya las ultimas solo era un beso de él y un roce de su parte y me derretía, había dejado todo mi cuerpo demasiado sensible. Me gire con cuidado en la cama, quejándome. Edward además de acabar conmigo, debido a que no tengo la menor idea de cuantos orgasmos tuve anoche, había bebido de mi sangre tres veces más, eso me había dejado casi inconsciente la última vez que lo hizo. Mire hacia mi lado y estaba sola, en mi habitación. Estaba todo levemente en la oscuridad, no tenía idea que hora era, pero solo me recosté de nuevo y mis ojos se cerraron para seguir durmiendo, o eso tenía planeado. No pasaron más de diez minutos, cuando sentí que el cobertor comenzó a bajar de a poco. Abrí los ojos asustada y pude ver a Edward sentado en la esquina de la cama, tenia completamente otra expresión, se veía….¿contento? —Mejor dicho, satisfecho… —Dame el cobertor, estoy muerta por tu culpa –lo mire enojada, pero por lo visto entendió ya que no me siguió dejando desnuda –y claro que estas satisfecho bastardo, si bebiste de mi cuatro veces al final….por lo que recuerdo. —Y tú no te negabas –maldito infeliz. No tengo la menor idea que le estaba haciendo a mi mente en ese momento, pero yo accedía sin ningún problema a que me drenara de a poco —Es porque eres mía, tu respondes a mis necesidades –lo mire mal. Eso no era cierto, me daba lo mismo si se moría de hambre por no tener de mi sangre. —Si, claro… —dije de mala gana. Tome el cobertor para cubrirme y seguir durmiendo. Dios santo, me dolía todo, partes que ni siquiera me veía estaban adoloridas. Edward me detuvo, exponiendo mi piel hasta el comienzo de mis pechos. Pude notar por el brillo de sus ojos que no tenia pensamientos muy buenos sobre mi –Ni se te ocurra, estoy cansada y muero de hambre, pero me duele todo, así que ni siquiera me puedo mover… —el frunció levemente el ceño, se veía confundido. De - 214 -

un segundo bajo por completo el cobertor y se sorprendió al verme —¿Qué..? –me mire y mi grito quedo ahogado por mi sorpresa —¡maldito bastardo! –dije sentándome, sin saber cómo pero estaba demasiado sorprendida al ver mi cadera, mis piernas, hasta mis tobillos. Mire aun mas sorprendida mis pechos —¡Estoy llena de cardenales Edward! –tome el cobertor y me tape, pero él de inmediato cambio su expresión de sorpresa a la expresión de póker que en este tiempo descubrí su significado "Me importa un rábano lo que a ti te pase" —Llamare a Jane para que se encargue de ti –lo mire sorprendida. —¡Claro que no harás eso! –dije furiosa, esto ya era demasiado. Me dolía hasta la garganta, como si hubiera estado gritando en un concierto por horas –¡no me expondrás a que ella se entere de que nosotros!...bueno–me daba un tanto de vergüenza admitir todo lo de anoche así que mejor le deje en claro lo que quería decir –ella no me vera, de esto te encargaras tu –dije mirándolo directo a los ojos. Él enarco una ceja. —No tengo tiempo para este estilo de cosas. —¡Te lo harás Edward! –le grite enojada —yo tengo que encargarme que tu estomago este lleno y ¿tú no te puedes encargar de las consecuencias de tus actos? –el quedo pensando. —No, ya que disfrutaste bastante en el transcurso de ellos… —sonrió pensando en otra cosa. —Basta…estoy cansada –dije suspirando y sintiéndome completamente frustrada. —Ni se te ocurra ponerte a llorar, es molesto –lo mire e hice un mohín —¡Demonios! ¿Qué es lo que quieres? –mi mohín se marco más. —Tengo mucha hambre… y me duele todo para ir a darme una ducha, además de que me ¡golpeaste! Hijo de puta –el me miro sin decir nada por unos segundos. —Iré a cambiarme a una ropa mas cómoda y volveré…pero que te quede claro, que tu castigo aun no termina…solo has tenido un tiempo para dormir –lo mire con los ojos como plato y él desapareció. Sonreí triunfadora, sabía que Edward odiaba cuando me ponía a llorar, siempre me detenía cuando iba a pasar, ahora creo que sería más fácil manejarlo. Sonreí de nuevo y me cubrí con el cobertor. Edward volvió a los minutos después y estaba solo con un pantalón de buzo, se fue directo al baño donde se quedo unos minutos para después volver a mi lado y - 215 -

nuevamente destaparme, me tomo con agilidad en brazos y me llevo en menos de un segundo a la bañera, donde me dejo cómodamente en la tina. —Bien, báñate… —dijo yendo hacia la puerta, pero solo moví un brazo y me queje. El se volteo con el ceño fruncido —¿Qué te sucede ahora? —Nada –dije tomando la esponja color blanco y pasándola por mi brazo. Fruncí el ceño al sentir como mis músculos estaban en mi contra. —Solo das molestias ¿te has dado cuenta, Bella? –dijo para acercarse finalmente. Lo mire confundida y el tomo sin pedir permiso la esponja y comenzó a pasarla suavemente por mi piel –no debería porque estar haciendo esto, tú me sirves, no al contrario y además tu comportamiento ha sido denigrante e irrespetuoso –enarque una ceja al escucharlo. Aun estaba muy furioso, usualmente Edward siempre estaba enojado o caliente, pero aun seguía poseso. —Eres celoso –dije finalmente. Edward me miro con esa expresión tan desagradable que tenia, donde su arrogancia llegaba a niveles estratosféricos. —No me gusta que toquen lo que es mío, y ya sabes cuál es tu situación sobre eso –rodee los ojos. Siempre me repetía lo mismo. —Yo no soy tuya –dije cerrando los ojos cuando paso la esponja por mi espalda. Esta tina era gigante y hermosa. —¿Quieres empezar con lo mismo?...mira que esos dolores no serán nada comparado a lo que puedo hacer contigo, esto es para que te quede claro que no puedes hacer lo que quieras –era una muy mala lección si él estaba provocando que tuviera más orgasmos de los que tiene una mujer normal en una semana –esa no es la idea –dijo molesto –es para que sepas que nadie conoce tu cuerpo también como lo hago yo… —rodee los ojos, eso era una mentira —¿A si? –dijo pasando su dedo índice por debajo de mi pecho derecho. Cerré los ojos de inmediato, menos mal que le estaba dando la espalda –a mi no me engañas Isabella… —me quise hundir en el agua al darme cuenta que el maldito se sabía mi cuerpo como un mapa. —Sí, seguro… —le dije muy orgullosa. —Ten cuidado… —dijo presionando mi pecho con su mano libre, de una forma brusca. Me aleje de el al instante, no daba más. Me quede al frente de él, apoyada en la tina, mirándolo. —No quiero que me muerdas más en el cuello –dije sintiendo unas pequeñas - 216 -

agujas en los lugares que había mordido. —Eso lo decido yo… —Te doy de mi sangre y además me acuesto contigo, me tienes amenazada y encerrada aquí, y has sido bruto más de una vez –el frunció el ceño levemente. —Estas altiva y más segura –dijo analizándome –no creas que poner tener más sexo conmigo eres alguien privilegiada y me podrás dominar a tu gusto, eso no pasara ni en tus mejores sueños y si intentas hacerlo…bueno, me encargare de dejarte en tu lugar –sonreí. Me había dado cuenta de muchas cosas estos días. —Estas equivocado, tú me estas escondiendo información ¿crees que no lo sé? –Edward se tenso de inmediato al escucharme. —Isabella… —me advirtió, pero no lo tome en cuenta. Me acomode mejor bajo el agua y doble una rodilla para apoyarme. No pase por alto la mirada lasciva que me dio Edward. —Gracias a lo que me escribió Esme y más tu comportamiento me aseguran que no eres el único que tiene poder aquí –el no me estaba escuchando porque aun miraba mi pierna, que quedaba a su vista, la baje para que se concentrara –Y Carlisle me informo ese día de tu famosa presentación. —Me está cansando escucharte… —dijo ahora mirándome a los ojos. —De verdad creo que influyo en ti y por eso no te puedes acostar con nadie más y creo que hay algo mas como para que Tanya no quiera seguir metiéndose contigo –lo dije, por fin, tenía toda esa teoría armada desde que me pude alejar de Edward con tanta facilidad y el no pudo impedirlo. —Me canse de escucharte –dijo Edward para tomar la camiseta azul de mangas cortas y subirla por completo, dejando expuesto su pecho. Lo mire asustada, el no podía pensar que yo podía otra vez ¿cierto? —No…estoy cansada… —Me importa un comino, es mejor dejarte cansada y no seguir escuchándote –se saco de un tirón su pantalón y calzoncillo, se metió a la tina sin ningún problema –eres una puritana Isabella – se inclino y tomo mi pie para tironearme hacia el –ni siquiera tratas de escapar. - 217 -

—¡¿Cómo quieres que escape si me duele todo el cuerpo? –le grite furiosa a como me dijo. —Aun así, ni siquiera lo intentas –dijo sonriendo de esa manera tan característica que tenia. —No… —dije al notar como su mano lentamente recorría el interior de mi muslo izquierdo, de esto no tendría escapatoria, se podía notar en su mirada –entonces quiero arriba…así me siento mejor…me duele todo –el rio. —Nunca permito que una mujer tome el control y además no te hagas la santa, a ti te excita estar completamente dominada por mi –fruncí el ceño. Edward no tenia tacto para decir nada ¿en qué momento pude pensar que podía dejar de ser tan desagradable? –está bien que comiences a comprender que no soy un terrón de azúcar Isabella –tomo mi mano y la llevo a su entrepierna. Lo mire sorprendida, nunca, pero nunca dejaría de ponerme nerviosa cuando sentía o veía una erección de Edward, era impresionante –así es –fruncí el ceño, pero el me comenzó a instar para que moviera mi mano y como siempre, primero hacia que mi cabeza se perdiera con sus labios, moviéndose fervientemente contra los míos, haciendo que mi respiración se agitara de forma considerable. Con nervios y avergonzada tenia el miembro de Edward en mi mano, pero aun así comencé a moverla de arriba hacia abajo, pasando mi dedo pulgar por la cabeza de su pene cuando llegaba arriba. Debo decir que me agradaba ver la expresión de Edward cuando lo masturbaba, no tengo idea que me pasaba cuando estaba así con él, pero se me olvidaba todas las cosas malas que hacia conmigo, como me tenia amenazada, como me había robado mi vida, no me importaba nada de eso y solo me concentraba en sentir. Me fui acercando mas a él y pase mis labios por su cuello, donde mordí levemente, volví a mirarlo y este sonrió, hice lo mismo al notar como sus colmillos había salido de su escondite. Seguí moviendo mi mano con mas ímpetu, sacando gruñidos de parte de Edward, pero aun así me podía apoderar de su boca, pase levemente mi lengua por uno de sus colmillos y Edward se separo de mi, mirándome con sus ojos más oscuros, pero lo desconcentre de lo que estuviera pensando cuando moví mas bruscamente mi mano alrededor de su miembro. Frunció el ceño al mirarme, pero no sé qué demonios me estaba pasando porque trate de ir empujándolo para que se fuera recostando en la bañera, dejando mis piernas a sus costado, me estaba acomodando para yo tener el poder y cuando estaba solo a un movimiento de hacerlo, Edward me sonrió curvando sus labios. —Ni lo creas –dijo para después tomarme de la cadera y hacerme quedar en su posición. Era increíble como el agua aminoraba los movimientos, haciéndolos menos difíciles y más tranquilos para mi —¿crees que iba a caer? –Edward tomo mis - 218 -

piernas y las hizo rodear su cadera. —Despacio… —de verdad que estaba completamente adolorida, pero sentía como si eso pasara a segundo plano cuando Edward me tocaba, no tenía idea de lo que este tipo estaba haciendo conmigo. —Lo que tú estás haciendo contigo misma Isabella –dijo para después hacer que mi corazón latiera desbocado ante los pensamientos de anticipación que vinieron a mi mente. Las manos de Edward estaban en mi cadera, provocando que mi piel ardiera por su culpa. —Despacio –volví a decir cuando comenzó a entrar exactamente como debía, despacio. Mire a Edward aun sorprendida por lo que le provocaba en mi cuerpo, aun no lo podría entender y no creo que algún día lo haga. —Siempre tan estrecha… —dijo moviéndose lentamente. Me fui acostumbrando a sus movimientos que para mi sorpresa seguían siendo cuidadosos. Quede mirando a Edward y él como siempre, adivinando lo que yo quería, me empino y tomo mi boca, para devorarla. Me comencé a mover otro poco para que él se moviera más rápido y lo hizo sin dificultad mientras me seguía besando. Con su mano libre se apodero de mis pechos, de tal forma que solo me tomo un poco más para gritar y llegar a un increíble orgasmo, si cada vez parecía que era mejor que el anterior –Ni creas que he terminado aún –dijo para ponerse de pie, asustándome, se le hacía tan fácil moverme. Salió de la tina y me sentó en el mueble del lavado para ahora si comenzar a moverse más fuerte, me queje porque el placer que comencé a sentir se mezclaba con el dolor que aun tenia. —Edward… —dije apoyándome en su hombro, pero no se qué demonios estaría pasando por su cabeza, ya que se comenzó a mover aun más fuerte, provocando que saliera gritos ahogados de mi parte. —Te estás adaptado –me dijo mirándome directamente para volver a embestirme y llevarme a un segundo orgasmo, el también llego en ese momento y luego se salió de mi sin tener ningún cuidado y si no fuera porque me apoye con mis manos en el mueble, me caigo ya que el tomo su ropa y ni siquiera me miro. Se fue dejándome desconcertada. —¿Por qué me sorprendo? –dije negando por lo estúpida que estaba siendo. ¿Qué demonios me estaba pasando? - 219 -

Me baje del mueble y me dedique a terminar de ducharme. ¿Era idea o mía o estaba manipulando a Edward sin siquiera proponérmelo?...además, aun me estaba dando vuelta el casi beso que sola le di ayer al frente de las chicas, esa no era yo y no podía usar de excusa a Edward porque no se podía meter en mi mente a provocarme cosas cuando estaba realmente enojada con él. Salí del baño y me fui hacia el guardarropa, solo tome unos jeans y una camiseta a tiras, me quede con unas cómodas sandalias. Me dirigí hacia la cocina y pude ver que Edward estaba mirando televisión, el noticiero…de la noche. Recién cuando vi por las ventanas note que estaba de noche. Dios santo, esto se había salido de control. Me fui a sentar sin hablarle nada a Edward, levante la bandeja que había en la mesa y me sonó el estomago al notar que rico se veía ese plato de puré de papas y carne, había una copa de vino. Me senté quejándome un poco, parecía vieja, que atroz. Casi me devoré mi cena, estaba muerta de hambre y esa comida estaba exquisita. Note que al lado de Edward estaba mi bolso de anoche, por lo que fui hacia él y lo tome, directo a ver mi celular, de seguro me habían llamado. —Alto… —dijo tomando antes mi bolso y sacando mi celular. Lo quede mirando sorprendida. —¡Edward deja eso ahora mismo! –trate de quitárselo, pero él se puso de pie y miro lo que tenía que mirar para después entregarme el teléfono. —Solo tienes un mensaje de Rosalie, diciendo que debo tenerlo bastante grande para que vuelvas corriendo a aquí –dijo arrogante. Me puse roja como un tomate, pero lo ignore y me fui hacia la habitación –¿Qué te sucede ahora? –negué. No sé si era por ser un vampiro o simplemente por tener huevos, porque los hombres eran unos idiotas cuando querían. —Oohh…lo siento –dije irónica –usualmente tengo sexo toda la noche con alguien y espero que al otro día sea un patán…nada mas, no dudo porque te dejaron la ultima vez –me fui hacia la habitación y me quede sentada en la cama, pero ni siquiera paso un minuto cuando Edward irrumpió en ella y me miraba furioso. —¿De dónde sacas esas cosas? –rodee los ojos. —Me habrá costado relacionarte cuando no sabía quien eras porque apenas - 220 -

estaba creyendo en lo imposible, como los vampiros –dije poniéndome de pie –pero no soy estúpida, tienes un serio problema con las mujeres…es obvio Edward. —¿Quién te has creído Isabella? –tenía muy fruncido el ceño. Rodee los ojos. —Ahora me insultaras, y debería quedar herida por ti, pero no Edward, yo no soy como tú crees –dije sonriendo –porque para herir a alguien, esa persona debe sentir algo por la otra y tus comentarios ni me van ni me vienen, no eres más que un vampiro tratando de jugar a ser malo…¿crees que no me doy cuenta? –no fue capaz de responderme –Jacob, Jane, tus padres, todos ellos repiten que eres bueno, que no eres lo que parece…incluso Jame, el ya me hablo de ¿Samantha no? –fue increíble como cambio su expresión, lo que me hizo sentir un dolor en el estomago –solo debería quedarte claro que no me tienes que hacer a mí lo que te hicieron a ti, ni siquiera te conozco Edward… —si el hería, yo igual podía. —Contradictorio ¿no? –dijo serio —¿has terminado con ese pequeño discurso? –fruncí el ceño –porque quiero que te quede claro unas cosas, primero, no has estudiado psicología para que comenzar a psicoanalizarme solo eres una simple secretaria, segundo, para los padres no hay ningún hijo malo como tampoco para las personas que ganan dinero por sonreírle al jefe y por último, jamás, pero jamás vuelvas a nombrar a Samantha de nuevo porque hay de verdad me veras enojado y no te quedara ninguna duda de quién soy –me miro tan inexpresivamente que un escalofrió recorrió mi espalda –y como bonos te adelanto que no volveré a soportar una falta de respeto como la de ahora, Isabella, tu estas al mismo nivel de Jacob o Jane, te trataran diferente pero tú no eres más que una empleada para mi…y puedo respetar el trato cuando te enojas conmigo, pero aun así si yo deseo lo rompo tan fácil como podría romper tu brazo, quiero que te quede claro que lo único que espero de ti es obediencia y respeto, no veas cosas donde no las hay, ayer demostraste que solo eres una mujerzuela que se mete con quien la caliente un poco —hice mis manos un puño sin poder creer todas las cosas que tenía que soportar por su culpa. —Eres un hijo de puta, jamás obtendrás nada, que te quede claro, te lo dije el primer día y te lo digo ahora…te respeto tanto como respeto a mis padres —el sonrió despreciablemente. —Jamás he esperado nada más que obediencia de tu parte…y a diferencia de ellos, yo si la obtendré –desapareció tan rápido como dijo lo último, dejándome sola. Corría a ponerle seguro a la puerta y me fui a meter a la cama, sintiendo como mis lagrimas caían sin poder evitar nada. - 221 -

Adelanto -¿Isabella? –Levante la vista y me quede de una pieza al ver a Noah al frente de mis ojos –Si, eres tú –me puse roja en un segundo. -¿Qué haces aquí? –lo mire asustada, Edward estaba al lado –Dios…¿tu me.. -Tengo una cita con Edward Cullen, son las diez y media, llegue temprano, cuando supe que era aquí quise ver si tenía la suerte de encontrarte…y veo que mi día mejoro un poco a lo mal que iba –fruncí el ceño. -¿Tu eres el representante de los accionistas? -Si…Woow...debes ser muy buena como para ser la secretaria de Edward Cullen, dicen que es un infeliz…pensé que me iba a encontrar con una anciana –trague saliva nerviosa. Noah lucia muy bien, venia bastante casual para una cita de negocios, unos pantalones de tela negros y una camisa blanca, sin corbata o algo que indicara que era alguien que venia a una reunión. -Esto…yo…

Un regalito para ustedes por la demora. estuve muerta esa semana chicas. espero que les haya gustado el capitulo y que recuerden pasar por el blog que has mas fanfics :D pero mas romanticones y dramaticos jejejej y...espero que el adelanto las anime a ver si podemos subir antes del domingo, todo depende de los comentarios 1313. les cuento que esta es una de las ultimas peleas que tienen estos dos :D... que esten bien, adiosin pequeñas mariposas y oruga metamorfa :P

- 222 -

Chapter 20 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 20 Eran más de las once de la mañana, día domingo. Me prepare un café y me fui a ver televisión al sofá, mire sin ninguna expresión a Edward cuando llego a la sala, hice caso omiso a su "Buenos días Isabella" ¿Qué tenían de buenos? Se sentó en el sofá de al frente, mirándome con su expresión de póker, su pecho descubierto y solo su pantalón azul de pijama, pero solo me concentre en ver la película que estaban dando, irónicamente era una donde había una Mariabella y un Edgard, este último era vampiro, así que decidí cambiarla a una de comedia, me quede viendo "The ugly truth" —¿Vas a jugar a hacerme la ley del hielo? –dijo como si todos sus comentarios de ayer fueran una gracia. —No –dije mirándolo con indiferencia –solo me estoy comportando como debería ¿no era esto lo que querías?...estoy cansada –suspire –tu ganas, ya no seguiré luchando y ahora esperare a que te canses –el frunció el ceño —¿Qué es lo que deseas ahora como para dirigirme la palabra Sr. Edward? ¿desea que lo masturbe? ¿Qué se lo chupe? –dije sin expresión. —Isabella, no hables así, no permitiré que te faltes el respeto… –bufe. —¿Tu puedes pero yo no?...no me había quedado claro, lo siento mucho –negué sin poder creer su comentario y tome de mi café. —La noche del viernes me desafiaste Isabella, no me gusta cuando lo hacen. —Me da lo mismo lo que te gusta o no, deberías salir e ir a tirarte a alguien. —No, a diferencia tuya yo no rompo mi palabra, puedes decirme que soy lo que seas, pero como dije, no me involucrare con nadie –su voz era tan tranquila que me daba rabia –deberías aprender a que las personas se comunican sin gritos. —Tu no eres humano Edward, deberías saberlo –sonreí irónicamente. - 223 -

—Eres demasiado inmadura –negó como si estuviera hablando con una niña pequeña. —Lo siento, es que como estoy acostumbrada a que me traten mal, respondo siempre de esta manera. —Te has besado con otro chico que ni siquiera conocías ¿Qué crees que es eso? –le me estaba hablando tan tranquilo, como lo odiaba. —Puedo hacer lo que quiera Edward, ese es el punto, nosotros no somos nada y no me digas que soy tuya y bla bla bla. —¿Bla, bla, bla?...no tienes la menor idea de lo que significa esto. —Si significara algo no me estarías tratando mal ni acostándote con otras personas ni… —Alto… —dijo entrecerrando levemente sus ojos –hablo de tradición, no de algo mas, ayer te aclare. —Edward no quiero escucharte mas, dime que es lo que quieres, estoy cansada de discutir…no tengo un escudo protector para soportar insultos ¿Por qué crees que me fui tan rápido como pude de la casa de mis padres? —No lo sé, tampoco me interesa…puedes retirarte si así lo deseas, no necesito nada –mis ojos se llenaron de lagrimas de pura rabia. Me gire para salir de ahí rápido —¿Cuántas veces te diré que no me agrada que llores? –estaba al frente mío, no podía creer que luego de todo lo que me hace y me dice lo siga encontrando atractivo –Isabella, basta –lo mire enojada y lo trate de esquivar, pero me atrapo dejando su mano en mi cadera –Ya… —lo mire y el con su otra mano que llevo a mi cuello, se apodero de mis labios con tanta facilidad que me sentí demasiada rabia, pero su beso apasionado, que se apoderaba de todo mi cuerpo, se volvió en algo…diferente. Cerré mis ojos concentrada en cómo sus labios se movían lentamente contra los míos, como su lengua se encontraba con la mía y solo se movía con cuidado. No sé que me estaba pasando pero mis huesos se iban desapareciendo, con miedo me apoye en los brazos de Edward, esto….esto era diferente. Mas perdida como nunca con los besos de Edward fue como instinto que lleve mis manos a su cuello, para después pasar lentamente mi mano por su mejilla, pero gran error. Se separo en un segundo y me miro un tanto sorprendido. —Solo deja de andar llorando por las esquinas Isabella –dio media vuelta y desapareció de mi vista. Me quede de una pieza, aun sorprendida por lo que - 224 -

acababa de pasar, aunque ¿Qué demonios había pasado recién? Me senté en el brazo del sofá, aun sin entender nada ¿Quién era esa persona que me acababa de besar?...tenía otra mirada, otra forma de besar…era,...Dios, ese era otro Edward y no me había sentido con cargo de conciencia por besar a ese Edward. Me fui hacia la habitación aun en estado de shock, como una zombi llegue hasta el laptop y ni siquiera me di cuenta como le mande un mensaje a Esme, con cientos de preguntas sobre ¿Quién demonios era Edward Cullen? ¿Por qué ahora era así?...oohh diablos, estaba perdida ¿Qué mierda acaba de pasar? El día se paso tan rápido recostada en mi cama, que ni siquiera Salí a comer y Edward no apareció en el resto del día, solo escuchaba sus pasos cada un par de horas, pero no lo vi mas, no quería además, eso había sido tan raro que no me había agradado lo bien que se sintió. Esa noche me costó dormir y esta vez fue la primera vez que me quede pensado en Edward no de una forma negativa, no, para nada y eso, era un gran problema. Estaba lista esperando a que apareciera Edward para ir al edificio Cullen Ltda. Hasta que apareció desde el pasillo, frunció el ceño al verme. —¿Jane no ha llegado? –negué –raro… —dijo pensativo –bien, tu vete con Jacob, yo me iré en el otro auto –fruncí el ceño sin entender aquello. —¿Por qué? –el enarco una ceja. —Bueno, porque no deseo irme contigo…¿así queda más claro? –entrecerré los ojos. Edward escondido debía estar muy bien oculto dentro de Edward, porque ahora el mismo patán que siempre –no estés pensando estupideces Isabella –negó como si estuviera cabreado y se fue hacia el ascensor. Lo seguí sin decir nada y ambos nos quedamos boca abierta al ver a Jane respirando agitadamente en el ascensor. —¡Lo siento! Me he quedado dormida, lo siento Sr. Cullen, Srta. Isabella –mire a Edward sin comprender la desesperación de Jane, casi se ponía a llorar. —Bien Jane –dijo Edward –habíamos quedado en algo, estas despedida –mire a Edward con los ojos como plato, al igual como Jane, pero ella bajo la mirada y asintió. —Solo llego atrasada diez minutos Edward –dije mirándolo enojada, el no le podía hacer eso a ella, Jane quien era tan fiel. - 225 -

—Silencio Isabella, ese no es asunto tuyo…Jane –dijo ahora dirigiéndose a ella –toma las cosas que tienes aquí y no vuelvas por estos lados, sabias las condiciones. —Así es Sr. Cullen –dijo ella mientras las lagrimas comenzaban a caer al suelo. —Vamos Isabella –ella me dio una media sonrisa y Edward casi me empujo adentro del ascensor cuando Jane salió de este. Las puertas se cerraron y mire aun sorprendida a este monstruo. —No lo hagas, ella te estima tanto Edward. —De eso no se vive ni se cumples las obligaciones que debería… —Ella cumple todo a tus ordenes…no puedes hacerle eso, es joven, quizás se entretuvo anoche. —Tu igual eres joven y jamás has llegado tarde al trabajo –pase por omiso ese comentario –así son las cosas conmigo, solo doy una oportunidad –enarque una ceja. —¿Entonces ya me dejas libre por haber besado a Noah? —Cuidado –dijo mirándome enojado –basta de este tema, hay cosas más importantes que hacer. —No la eches Edward, por favor… —Jane se estaba esforzando tanto. —Isabella basta, es en serio, es Jane, la misma que te oculto mi identidad, la misma que saco las cosas de tu departamento –dijo serio. Salimos del ascensor y pasamos hacia afuera. Me llamo la atención la mirada de la recepcionista, casi se comió a Edward con sus ojos. —La misma que estuvo ahí cuando moría de miedo. —Bueno, no estaba bajo mi tutela para protegerte… —En realidad si, le distes ordenes sobre eso –el me quedo mirando. —Buenos días, Sr. Edward, Srta. Isabella –le sonreí a Jacob. Edward solo le dio una mirada despectiva. —Por favor, no hagas esto, ella… - 226 -

—¿Crees que lo hare solo porque tú me lo pides Isabella? –negué, eso era imposible. —Tu eres un hombre de negocios… —el enarco una ceja. —Si, lo soy…sigue… —Jacob nos miraba confundidos, pero Edward con una seña hizo que el se fuera a dentro del auto. —Lleguemos a un trato, yo necesito a Jane –de verdad su rostro había sido devastador, ella tenia muchas ilusiones de lo que fuera que Edward le daría a cambio de su lealtad –tu también, no lo niegues, programaba tu día completo, claro, en tu vida oscura… —porque claramente yo arreglaba su vida de "humano" –pero se que no lo admitirás, ella te admira y de seguro jamás volverás a tener un problema como este…te hago un trueque –Edward me miro sin decir nada, analizando lo que estaba diciendo, pero no sabia que demonios darle para asegurarme de que ella se quedara. Iba a quedar sola sin Jane. —¿Y eso seria? —Lo que tu quieras…pídeme algo que tu quieras de mi y yo te lo daré a cambio de que Jane se quede –el bufo. —Yo obtengo todo de ti… —Algo debe haber… —el se quedo pensando y sonrió curvando los labios, de inmediato supe que ya tenia la idea de lo que el quería. —Lo pensare…ahora vete con Jacob –el abrió la puerta y me metí al jaguar. Jacob partió sin decir ninguna palabra, rodee los ojos. —¿Cómo has estado Jacob? —Bien Srta. Isabella —Estamos solos, no tienes para que hacerte el pesado conmigo, Edward se va en otro auto… —Si, en el de al lado –mire y quede con la boca abierta al ver ese Morgan EvaGt, Dios…Edward era asquerosamente millonario. —Ya veo… —me quede callada todo el transcurso del camino, me centre en pensar en lo que acaba de hacer ¿darle lo que el quería?...¿que demonios me estaba - 227 -

pasando? Me despedí de Jacob y entre al edificio saludando a don Jorge, quien era el guardia en turno. Subí al ascensor y solo en segundos ya estaba en mi escritorio, me alegraba poder subir a un ascensor sin volverme loca. Edward llego y entro a su oficina sin decir nada o siquiera mirarme. Tome mi agenda y golpe para hablar lo que tenia que hacer hoy. —Bueno, hoy tienes una cita a las once de la mañana con un representante de los accionistas de –fruncí el ceño al notar de quien era –Microsoft –no pude evitar sonreír al recordar a Noah, Dios, que guapo que era –luego a las tres de la tarde hay una reunión general con los ejecutivos y nada mas por hoy, llegara los balances que pediste de la empresa constructora de Washington. —Bien –dijo el mirando su laptop, me gire y Salí de la oficina con un sentimiento raro. Comencé a hacer lo que debía, mandar cartas, recibí cartas, encargarme de ver cómo iba a ser el resto de la agenda de Edward y por ultimo, entrenarme al ver los otros balances que habían en mi escritorio, ya que no tenia mucho que hacer, no me quería aburrir, estos habían pasado por las manos de Edward antes, los había revisado porque quería tener todo muy claro en relación a como iba la empresa aquí, Edward se encargaba de Europa, por lo tanto eso era nuevo para él. Fruncí el ceño al notar que unos números no cuadraban ¿Cómo no noto esto? —¿Isabella? –Levante la vista y me quede de una pieza al ver a Noah al frente de mis ojos –Si, eres tú –me puse roja en un segundo. —¿Qué haces aquí? –lo mire asustada, Edward estaba al lado –Dios…¿tu me.. —Tengo una cita con Edward Cullen, son las diez y media, llegue temprano, cuando supe que era aquí quise ver si tenía la suerte de encontrarte…y veo que mi día mejoro un poco a lo mal que iba –fruncí el ceño. —¿Tu eres el representante de los accionistas? —Si…Woow...debes ser muy buena como para ser la secretaria de Edward Cullen, dicen que es un infeliz…pensé que me iba a encontrar con una anciana –trague saliva nerviosa. Noah lucia muy bien, venia bastante casual para una cita de negocios, unos pantalones de tela negros y una camisa blanca, sin corbata o algo que indicara que era alguien que venia a una reunión. - 228 -

—Esto…yo… —Desapareciste el viernes… —sus ojos verdes eran hermosos, además…¡concéntrate! —Voy a ver si te puedo hacer pasar antes ¿si? –el negó. —Aun es temprano, podríamos conversar –salte al escuchar el teléfono. Noah frunció el ceño, pero constaste con rapidez. —Cullen Ltda, habla con Isabella Swan… —¿Ni siquiera te concentras como para ver que soy yo? –dijo Edward molesto. Mire el numero y claro, era su línea –hazlo pasar. —Sr. Cullen… —dije advirtiéndole. —Isabella… —dijo un tanto furioso. Corto sin esperar respuesta de mi parte. Deje el auricular en su lugar con el corazón en la mano, esto estaba mal. —Quiere que pases –dije sonriéndole. —Ahh…muy bien –me sonrió y guiño un ojo para después ir hacia la puerta, pero me adelante y le fui a abrir yo la puerta de la oficina, el me miro extraño. Entre y mire a Edward quien estaba concentrado escribiendo algo en el teclado. —Sr. Cullen, el Sr… —mire a Noah, sin saber su apellido. —Marshall… —me sentí pésimo. Había besado a este chico y ni siquiera sabia su apellido. —El Sr. Noah Marshall… —Edward levanto la mirada y me miro. —No soy el rey como para que me tengas que venir a presentar aquí mismo quien entra –tense mi mandíbula y solo asentí. Noah miro mal a Edward y entro, regalándome otra de esas sonrisas agradables que tenia. Salí de ahí con los nervios de punta. Me senté inquieta sin saber si Edward quizás podía matar a Noah y yo estaría aquí, sin poder hacer nada. Fui hacia la pequeña oficina que había en el piso y prepare café, era un estilo de pequeña cocina. Era lo único que podría hacer, por lo tanto, me apresure en tener las dos tazas lista, con - 229 -

café. Toque a la puerta y no espere a que me dijeran que podía pasar. Edward me dio una mirada asesina, nada comparado a la tierna mirada que me dio Noah al verme con los café. —Justo lo que necesitaba Bella, pareciera que leyeras la mente –no, ese es Edward. Noah encantando tomo la taza. La otra la deje en la bandeja, sin mirar a Edward, no quería ni ver su mirada asesina. —¿Bella?...por lo visto se conocen –dijo Edward con un tono neutro. —Si… —el me miro y me volvió a sonreír –solo nos vimos en…la fila de Starbucks, era eterna así que preferimos conversar para tomar nuestro café –si Edward no supiera nada y no leyera mentes, esa mentira hubiera sido perfecta. No le dije nada, solo atine a salir de ahí. Me senté mas tranquila al ver que Noah estaba vivo y me concentre, era imposible que Edward le hiciera algo, era estúpido pensar algo así. Quede pensado en que Noah se veía un buen chico, no hubiera tenido problemas de subir a un ascensor con el antes, así que suspire tranquila y me dedique a seguir con mi trabajo y comenzar a verificar los email que tenia Edward, ya que también me tenia que encargar de eso. Me sorprendí al ver tantos correos de mujeres, de todo el mundo, hubieron mas de diez que no tuve idea de que país eran, creo que hasta había alguien que hasta hablaba hebreo. Rodee los ojos, todo eran con el mismo formato "¿Cuándo nos vamos a ver?" "Extraño pasar una noche como la otra vez" Dios santo ¿Cuántas mujeres habrá tenido Edward?...¿como diablos no estaba muerto por un ETS? Aunque ya no había nada que hacer, estaba muerto. —Hasta luego… —dijo Noah cerrando la puerta. —¿Ya terminaron? –el asintió. —Por fin, mas de una hora es demasiado para una reunión, pero el quería saber hasta quien era nuestra empresa, hasta de los guardias –dijo negando. —Es para tener confianza…ya sabes… —Si…oye, Bella…¿no te he metido en problemas cierto? –sonreí, ya había estado en problemas y era por mi culpa. —No, para nada Noah, no te preocupes… - 230 -

—Este… —dijo pasando su mano por su cabello –es tu hora de almuerzo ¿no? –asentí, eran más de las doce –me preguntaba si ¿quieres almorzar conmigo? –sonreí, pero esa felicidad se fue al instante de escuchar el teléfono, ya sabía quien era. —¿Si? —Esta es tu oportunidad para venir y saber que lo que deseo a cambio de que Jane se quede… —mire a Noah y suspire. —Bien… —corte y quede mirando a mi aventurita de una noche. —No puedo, tengo un compromiso con mis amigas… —Ooh...ya veo –dijo un tanto triste, lo que no me gusto ver. —Pero puede ser mañana –no Bella, piensa antes de hablar, piensa antes de hablar. —Sera estupendo, vendré por ti a las doce –asentí lentamente. El se acerco y se despidió de mi con un beso en la mejilla –nos vemos entonces. —Nos vemos… —desapareció en el ascensor y suspire, había cometido un error. Fui hacia la oficina de Edward y este estaba apoyado en el escritorio, mirándome con esa expresión de póker. —Así que tienes una cita ¿te debo felicitar? –dijo mirándome directamente a los ojos, no sé porque me sentía avergonzada a tal punto de esquivar sus ojos negro –te he hecho una pregunta. —Solo es un almuerzo… —¿Nada de lo que te he dicho te ha quedado en esa cabeza tuya? –lo mire frunciendo el ceño. —Si me informaras mas podría entender de que me hablas. —¿Para que crees que fue la fiesta "Masquerade"? —Para marcarme como tuya –eso me lo sabia de memoria –para que otros vampiros no me traten de morder –abrí mis ojos sorprendida —¿Noah es un - 231 -

vampiro? —Esa marca es para que tu entiendas que eres mía, no solo para evitar que salgas con vampiros sino con humanos igual, y no, ese Noah, no es un vampiro… —Bueno, entonces no tienes para que alarmarte Edward, solo es un almuerzo. —¡Ese chico toco lo que es mío! Es como si un hacker se metiera en mi cuenta bancaria y me robara –que excelente comparación, soy dinero, excelente. —Lo siento, ya no puedo cancelar, ni siquiera tengo su número…así que iré… —el entrecerró los ojos. Realmente no estaba mirando a Edward de la misma manera que siempre, desde ese maldito beso que me dio ayer, ahora trataba de encontrar pistas para que se repita. —Basta con eso Isabella…y mañana iras y saldrás con ese niño…si –dijo pensando –y le dirás que estamos juntos, como le hemos dicho a todos…se acabo la discusión. —Pero lo bese… —dije recordando esa noche. —Ese no es mi problema ¿o si?...ultima vez que lo veras mañana ¿queda claro?... –bufe cansada. —Esta bien… —Ahora lo de Jane…no quiero una cosa –fruncí el ceño –quiero tres. —Dije solo una… —Bueno, así son los negocios, a veces se pierde o se gana, hoy perderás… —¿Qué son? —Son simples, primero, debes comprometerte con volverás a salir sola con tus amigas, eres una mujer de palabra, eso es cierto –si, claro, solo el sábado me había dicho lo contrario –y segundo, que harás lo que te he dicho sobre ese chico Noah –fruncí el ceño. —Dijiste tres. —La ultima es una sorpresa, para mi… —me agradaba menos este Edward negociador, era frio, calculador y malo, aun mas –así son los negocios Bella - 232 -

–enarque una ceja a como me llamo, lo hacia a veces solamente y estaba comenzando a relacionarlo a cuando me trataba de manipular –veo que te niegas, muy bien, yo no pierdo nada, Jane queda desempleada –recordé la expresión de Jane y me dio pena. —Esta bien, pero hay condiciones –el frunció el ceño, no le di tiempo de hablar –puedo salir con mis amigas, tendrás que venir porque es demasiado sospechoso que desde que estoy contigo no salga con ellas, no querrás enemigas ¿cierto? Y respecto a Noah, no será mañana, eso seria triste…mas adelante. —Lo de Noah será mañana mismo, no hay cambio y a lo de tus amigas, esta bien –no había forma de hacerlo cambiar de opinión sobre Noah. —Bien –dije asintiendo –pero quiero saber la tercera, es injusto que no me la digas y lo sabes. —Muy bien…te la diré… —el Edward negociador desapareció al instante que sonrió, de esa forma malvada y traviesa —¿recuerdas lo que me ofreciste hoy en la mañana?...lo aceptare, encantando, así me aseguro que no me morderás –abrí mis ojos como plato al darme cuenta de lo que quería, yo jamás…jamás… —se que nunca has hecho sexo oral Isabella, si yo te quite la virginidad… —Edward… —dije sonrojándome. —Bien, no has dicho no, mis dudas se han respondido, te llama la atención ¿no?...bueno, yo te diré cuando lo desee, quizás hoy mismo, entonces ¿aceptas? –me quede pensando en la tercera posibilidad. Edward odiaba perder el control y por lo que había escuchado a Rosalie, eso era lo que le pasaba a los hombres, aunque también dijo que podría ser todo lo contrario…demonios. Mire a Edward y este me estaba sonriendo, sus ojos brillaron levemente, le mantuve la mirada, era como si detrás de ese Edward hubiera otro, Dios…esto no era normal, ni para mi mente que estaba considerando aceptar ni la escena en si, Edward no era mi pareja, no era como si aquel acto pudiera tomarlo a la ligera, pero ese Edward que no conocía Salía a la luz en momentos como estos…pero…¡Que diablos! —Hecho… —dije segura –pero yo le diré a Jane que se queda… —el levanto los hombros quitándole importancia. —Entonces no hay nada mas que decir –sonreí. Este Edward se escondía muy bien, me estaba comenzando a agradar la idea de encontrar al otro Edward –bien, listo, puedes irte –dijo mirándome desconfiado. - 233 -

—Nos vemos amor –dije irónicamente. Salí de la oficina directo a comer algo, moría de hambre. —¡Si dudas me podrás comer todo lo que quieras Isabella! –me quede helada al escuchar lo que había gritado ¿Edward acaba de bromear?

Adelanto -Necesito que llames a Tanya –enarque una ceja al escuchar lo que pedia -¿Qué sucede? –se sento como si fuera de lo mas normal lo que me estaba pidiendo. -¿Para que la necesitas? -Para algo que no te importa –frunci el ceño –Isabella…no pases el limite –frunci mas el ceño. -¿Vas hacer lo que pienso que vas hacer? –el rodo los ojos y se apoyo en su estúpida silla de cuero. -No sé realmente lo que tu mente esta pensando en este momento, porque no me interesa –tome aire y me concentre. -Muy bien –me gire y Sali directo a tomar el teléfono. Le marque a Jessica para que llamara a Tanya. No paso mas de quince minutos cuando ella estaba saliendo del ascensor, tan increíble como siempre. -Buenas tardes, Isabella –dijo dándome una sonrisa amable, pero realmente yo no era capaz de ser asi de cinica.

Capitulo dedicado para mis lectoras que son madre, en su dia :D espero que lo pasen super bien con sus polluelos Noticia

Espero que les haya gustado el capitulo, les tengo una noticia bastante mala. Siempre devuelvo comentarios y si no lo hago no subo capitulo. entonces, se que no les g Espero que comprendan. - 234 -

PD. Deje abierta la opcion de comentarios para lectoras sin cuenta, ya que como no podre devolver, no hay sentido dejarlas sin comentar. Atte. Dani.

- 235 -

Chapter 21 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon + 16

Capitulo n° 21 ¿Qué demonios me estaba pasando? Ya no tenía idea como Edward me estaba manipulando o yo tenía mi cabeza demasiado confusa. Esto me estaba sobrepasando, no puedo creer a lo que accedí hoy. —Por fin –dijo Jessica cuando deje mi bandeja en la mesa y me senté. —¿Cómo has estado? –Alice enarco una ceja. —Creo que esa pregunta va mas para ti que para nosotras –dijo sonriéndome. —Bella, eres una picara, jamás pensé que tu harías ese estilo de cosas –Jessica me miraba sonriendo. —¿Qué cosas? –dije sin entender —Creo que las tres lo sabemos –dijo Alice –no creía eso de relación abierta con Edward, pero me ha quedado claro con ese chico de ayer. —¿Noah? –dije sorprendida. —Si…Noah… —dijo Jessica –que lindo nombre, pero ¿Por qué te fuiste tan rápido? —Edward me llamo –dije rápidamente –y bueno… —Woow… —Jessica me sonrió –quiero una relación abierta con Mike –reí a carcajadas. —Tú eres demasiado celosa… —Y tu igual, por eso me sorprende que estés en una relación abierta –dijo Alice mirándome fijo a los ojos. - 236 -

—Bueno…estoy en una, aunque mañana debo aclararle a Noah que no debe equivocarse conmigo. —¿Mañana? –pregunto Jessica confundida. —Si, hoy vino hasta aquí, es el representante de los ejecutivos de Microsoft, y era él –dije sorprendida, aun no podía creer mi mala suerte. —¡¿Qué? –Alice se veía tan sorprendida como yo –Dios ¿Edward sabe algo de ustedes? —No…claro que no –dije no muy convencida. —Bella… —Jessica no podía dejar de sonreírme. Creo que estaba un tanto orgullosa de mi, no quería ni pensar en cómo estaba Rosalie. —Si, me invito a almorzar mañana, así que acepte, así dejo todo claro con él. —Estoy en shock Bella…no confundas una relación abierta con estar moviendo las caderas para delante y atrás. —¡Jessica! –dije riendo y sorprendida por su frase. —Es verdad…te creo algo pequeño, como un beso o una noche de pasión, pero no puedes seguir viéndote con él —¿es que se habían comunicado con Edward? —Sí, tienen razón… —dije pensativa. —El se ve un buen chico Bella, no juegues –me regaño Alice, asentí a lo que dijo. —Bien, no mas charla de eso, ahora a comer, muero de hambre. —Dudo que Edward no sea el culpable de eso –dijo Jessica riendo. Ninguna seguí hablando de mi vida amorosa, gracias a dios, por lo que el almuerzo comenzó a pasar rápido hasta que cada una volvió a su trabajo. Me fui en el ascensor pensando en Edward de nuevo ¿cómo seria el Edward que estaba tan bien escondido en ese malvado ser? Ese beso que me dio ayer no era para nada un beso del violento de Edward, esa había sido una nueva parte de él y de verdad quería encontrarlo. Llegue a la oficina y ni siquiera me alcance a sentar cuando Edward me llamo. Fui sin ningún problema, el estaba apoyado en el escritorio como si nada, como si no se viera tan bien con esa estatura y ese traje. - 237 -

—¿Hablaste de tu conquista con tus amigas?...veo que se sienten orgullosas de que te estés convirtiendo en una cualquiera –bien, eso me debería ofender pero esta vez dijo "convirtiendo"…lo que asumía que yo me portaba bien. —¿Qué necesitas? –dije ignorando sus insultos. —Tengo hambre… —me fui al sofá y me senté, no quería que me sacara sangre mientras estaba de pie. —Bien…hazlo… —moví mi cabello hacia atrás y en un segundo el estaba a mi lado. —Oohh…pero no tengo hambre de tu sangre…tengo hambre de ti –lo mire confundida –te dije que si eras mi única persona para tener sexo, ibas a pagar las consecuencias… —Pero estamos trabajando –dije alejándome de él. —Eso no te importo en el ascensor…¿no? –no le dije nada, solo me sonroje al recordar ese momento –Muy bien…. —No…no es correcto, esa vez fue completamente un ataque… —el sonrió. —Un ataque que te gusto… —Edward basta… —dije segura. Me puse de pie, o eso intente, porque Edward me tomo de la cintura y me acerco a él. Paso sus labios por mi oreja hasta atrapar mi lóbulo y tironear de el suavemente –No…esta es la… —demonios, no podía seguir hablando si Edward comenzaba a meter su mano por debajo de mi falda. Cerré mis ojos y trate de concentrarme –esta es la oficina de Carlisle…no, Edward… —atrapo mi centro sobre mi ropa interior y movió su mano de tal forma que acelero mi corazón –Edward para… —¿Cuándo te darás cuenta que nunca escucho cuando dices que pare?...es más, cuando pides que lo haga, solo me pones más duro –siempre mi cuerpo comenzaba a responder cuando el comenzaba a hablar sucio, aunque respondía de todas formas. —Entonces sigue…a ver si siempre vas en mi contra… —No, ahí estas dándome más aprobaciones, las cuales no necesito –comenzó a besar mi piel, mientras seguía moviendo su mano, ahora provocando que mis caderas lo buscaran. ¿Por qué el solo con un movimiento me hacia volver loca? –porque eres solo mía… - 238 -

—Basta –dije empujándolo, pero me era imposible poder sacarlo –Edward…ya… —dije tratando de concentrarme y no dejarme llevar por lo que sentía –déjame… —Para con esto ¿si? –dijo Edward mirándome extremadamente serio, provocando que me dieran escalofríos. —Solo aléjate…esto es demasiado –no baje la mirada y no iba a ser pasada a llevar. —Eres una mentirosa, sabes que te gusta hacerlo conmigo, solo debes dejar de ser tan prejuiciosa, insegura….pareces un gato mojado que está asustado, no te dejas llevar, eso me desagrada bastante de ti –lo mire con los ojos como platos. Edward acababa de dar una opinión bastante sincera, no estaba siendo sarcástico ni nada por el estilo. Enarque una ceja al darme cuenta de lo que dijo al final. —A mi me desagradan muchas cosas de ti…¿las cambiaras a caso? –el se rio en mi cara, lo que me impulso a ponerme de pie y dirigirme a la puerta, pero Edward me tomo de la mano y me llevo al escritorio, acorralándome en el. —He dicho que tengo hambre –susurro en mi oído. Cerré mis ojos y no pude evitar traer a mi mente los recuerdos de aquel sueño que tuve la noche que vi por primera vez a este demonio –creo que podemos sacar algo provechoso de eso ¿cierto? –apoye mis manos en la suave y lisa madera. Levante la mirada y me encontré con los ojos de Edward. De verdad quería que saliera ese Edward, el que apenas se había mostrado la vez anterior –la curiosidad mato al gato, Isabella –me tomo de la cadera y me hizo sentar en el escritorio. —No te puedes salir siempre con la tuya Edward… —el sonrió curvando sus labios, mientras sentía que suavemente pasaba sus dedos por mi piernas. Cerré los ojos, sin poder evitarlo. Edward apoyo su rostro junto al mío, podía sentir su aliento contra mi boca, lo que hizo que mi corazón comenzara a latir más rápido. —Siempre obtengo lo que quiero, eso deberías tenerlo claro –después de decir eso no me dijo nada más y no me dejo hablar nada, ya que atrapo mis labios y me vi atrapada por ellos, una vez más. Me obligue a dejar mis manos aferradas en el escritorio, lo que me costó seguir haciéndolo cuando Edward llevo sus manos a mis rodillas y separo mis piernas, levantando después mi falda, mientras me seguía besando. Sentía como todo mi cuerpo estaba sintiendo cada movimiento de él y lo bueno de todo, que Edward no me dejaba de besar, lo que me distraía por completo. Tenía tantos deseos de levantar mi mano para dejarla en su cuello cuando su fría lengua toco la mía y se comenzó a mover lentamente contra la mía, tenía la sensación de que me estaba seduciendo –no lo necesito –dijo para llevar su mano - 239 -

lentamente por el interior de mi muslo. Lo mire y pude ver como tenía esa sonrisa malvada, pero al mismo tiempo increíble mientras iba avanzando y provocando que mi frecuencia respiratoria aumentara considerablemente. Cerré los ojos cuando sentí que tomaba parte de mi ropa interior. Segundo después lo mire sorprendida al darme cuenta de algo, Edward se estaba tomando esto lento, casi siempre era todo lo contrario ¿Por qué estaría haciéndolo diferente? –tú no te puedes callar nunca –al decir eso solo tiro mi ropa interior. —¿Qué haces? –Dije al notar que dejaba mis bragas en su bolsillo –Edward… —no pude decir nada al ver que no me respondía, ya que al sentir como subió mi falda hasta mi cintura y ver lo rápido que se despojaba de sus pantalones, solo hasta que llegaran al nivel de sus rodillas. —Siempre estas lista para mi… —dijo mirándome con una sonrisa bastante arrogante. Con un movimiento rápido me acerco a él y entro en mi cuerpo de la misma manera que lo hacía siempre, como si estuviera reclamando algo que era suyo. Me apoye en hombro de Edward, con los ojos cerrados, mientras el comenzaba a moverse en mi interior, mientras sentía que mi piel ardía al sentir sus manos en mi trasero, empujándome hacia él con tanta facilidad que nunca me dejaría de sorprender. Aferre mis manos en su cuerpo cuando sentí que aumentaba la velocidad y profundidad de sus embestidas, provocando que mi corazón quisiera salir de mi pecho, formando esa nueva y familiar sensación de ardor en mi vientre. Enterré mis uñas en su camisa y mordí mi labio para no gritar al momento de que mi orgasmo golpeo ni tampoco hacerlo cuando Edward enterró sus colmillos en mi cuello, bebiendo como un hombre sediento de mi sangre. Pasaron largos segundos para que Edward dejara de beber y me liberara para poder arreglar mi vestimenta y estar mas compuesta. —Necesito que llames a Tanya –enarque una ceja al escuchar lo que pedía —¿Qué sucede? –se sentó con una actitud de como si fuera de lo más normal lo que me estaba pidiendo. —¿Para que la necesitas? —Para algo que no te importa –fruncí el ceño –Isabella…no pases el limite –fruncí más el ceño. —¿Vas hacer lo que pienso que vas hacer? –el rodo los ojos y se apoyo en su estúpida silla de cuero. —No sé realmente lo que tu mente está pensando en este momento, porque no me - 240 -

interesa –tome aire y me concentre. —Muy bien –me gire y Salí directo a tomar el teléfono. Le marque a Jessica para que llamara a Tanya. No paso más de quince minutos cuando ella estaba saliendo del ascensor, tan increíble como siempre. —Buenas tardes, Isabella –dijo dándome una sonrisa amable, pero realmente yo no era capaz de ser así de cínica. —Buenas tardes –dije seria. —¿Qué sucede que Edward me ha llamado? –se acerco a mi escritorio y espero por mi respuesta. —Lo siento, me ha dicho que no me debe importar –ella rodo los ojos. Se inclino un poco hacia mí y tomo lápiz y papel, para después cerrar los ojos y comenzar a escribir algo y al mismo tararear otra cosa. —Gracias Isabella, ve a otro lugar –dijo sonriéndome, estirando su mano con el papel que tomo. Luego se fue hacia la oficina de Edward. Tome con rapidez el papel que escribió y me fui hacia la puerta de escape, y baje un par de pisos para poder leer la nota. "Isabella, no tienes que sentirte mal. Te aseguro que nada más pasara con Edward, soy mujer, no me gustaría sentirme como tú lo has hecho estos días atrás, lo siento, no debes preocuparte. PD: esto de escribir, tararear una canción y pensar en otra cosa, distrae a Edward, evitando que entre en tu cabeza. Es un buen tip para que protejas tus pensamientos de él" Me quede sin palabras al leer el papel ¿ella de verdad había escrito esto?...¿y qué me importaba lo que ella hiciera con Edward? ¡¿Qué demonios me estaba pasando? Hice pedazos el papel y tome mis cosas. No había nada más que hacer, no quería pasar más tiempo aquí, me iría. No me iba a exponer de esta manera así de fácil. Escribí una nota de que me retiraba porque no me sentía bien, pero antes de poder dejarla en el escritorio, Tanya salió de la oficina haciéndome una seña de despedida. Se fue directo al ascensor. —Isabella… —pude ver a Edward apoyado en el marco de la puerta, mirándome - 241 -

sin entender lo que estaba haciendo. —No me siento bien…me retirare… —¿Tú crees que no me puedo meter en tu cabeza, y saber que mientes? –lo quede mirando sin tener otra excusa que darle, era pésima mintiendo. —Me quiero ir…. –esto era patético, pero de verdad que no me sentía cómoda. —No, no puedes irte, tu horario de trabajo no está completo y además, no te sientes enferma… —mordí mi labio inferior para así evitar que las lagrimas cayera –Bien, bien….no llores, vete… —tome mi bolso, dándome cuenta que a Edward ni siquiera le importaba porque me quería ir –No es necesario preguntar –dijo cuando me metí al ascensor –Solo… —lo vi al frente mío en una fracción de segundo, deteniendo que las puertas se cerraran –que estas respondiendo a lo que eres, mía –dio un paso hacia atrás y dejo que las puertas se cerraran. Me apoye en el ascensor, sin poder pensar nada claramente, es que quizás…¿Edward me estaba matando cada neurona que tenia?...Dios Santo, como lo odio. Ya era hora de comenzar a pensar en cómo escapar de su lado, era imposible que estuviera con él hasta que me drenara por completo. Salí del ascensor y camine lentamente hasta la salida, sin embargo, mi ánimo subió un poco al notar que no estaba Jacob abajo, mi celular comenzó a sonar, solo tuve que mirar de quien era para sonreír y no contestar. Era Edward, de seguro recién se había dado cuenta de que me iría sola. Comencé a caminar tranquilamente entre las personas, era agradable, me sentía como si tuviera una falsa libertad, hacer lo que quisiera y sin recordar todas las cosas malas que me estaban pasando. El sol me molestaba levemente el rostro, lo que fue una sensación muy agradable. Luego de muchas cuadras que camine, me senté en un parque luego de haber comprado un helado y me senté para comerlo, por fin tranquila. Creo que este era el primer alimento, después de varias semanas que comía sin tener un nudo en el estomago, o estar sintiendo que odiaba alguien. Una brisa desordeno mi cabello, lo que me hizo sonreír, suspire más tranquila a como estaba hace un tiempo atrás. Tome el celular y busque el numero de Jane y le marque, me tomo esperar bastante tiempo para que contestara. —Buenos días, Bella –su voz estaba ronca, por lo visto no había dejado de llorar. —Jane…necesito hablar contigo –ella tosió un poco. —No creo que sea un buen momento. - 242 -

—Bueno, yo digo que si es un buen momento, dime donde vives… —ella le tomo unos segundos responder, pero me volvió a hablar. —515 calle W. Briar –sonreí. —Estaré ahí en un tiempo más. —Está bien –cortamos y me fui directo a tomar un taxi, el que milagrosamente no me tomo mucho tiempo esperar. Llegue luego de unos veinte minutos y quede mirando todos los números de los departamentos, no sabía cual era el que me comunicaba con Jane, así que decidí comenzar a presionarlos todos, hasta que escuche muchos "¿hola?" "¿Quién es?" solo dije mi nombre y escuche que alguien decir 357, supuse que era el numero de donde vivía Jane, así que cuando se abrió la puerta subí tranquilamente por las escaleras tomando mi tiempo hasta que estaba al frente de la puerta y le di unos golpecitos, hasta que salió un chico. —Buenas tardes Srta. Isabella –lo quede mirando un poco más, sin saber quién demonios era este chico –soy Alec, estuve con usted en casa del. Sr. Cullen –me lleve la mano a la boca, apenada por no haberme acordado. —Eres el novio de Jane, lo siento mucho, ¿Cómo estás? –lo salude de un beso en la mejilla y él me hizo pasar. —Bueno, estamos bien –me quedo mirando y se veía un tanto incomodo por todo esto –está en su habitación –me susurro. Me indico con la mano hacia donde era, así que seguí su dedo índice. Pude notar que Jane era muy femenina, su departamento era pura luz y colores pasteles, no era extremadamente grande, pero tampoco era pequeño, era…era perfecto. Me había encantado. Toque suavemente a la puerta y entre a la habitación. Las cortinas estaban corridas y había un bulto en la cama. Jane. —Jane… —dije sentándome al lado de ella —¿Cómo puedes estar en estas condiciones solo por lo que hizo Edward? –ella se giro y pude ver su cara, completamente roja, sus ojos hinchados y estaba horrible, había que ser sincera. —No…entiendes, esto va mas allá de todo lo que has visto…yo tenía que cumplir con… —volvió a llorar sin poder terminar su frase, no quería que estuviera más triste, así que le diría de inmediato lo que sucedía. —Bien, ahora te levantaras de esta cama, te lavaras la cara, harás algo para que el - 243 -

pobre Alec no le dé un paro cardiaco cuando te vea e iremos a casa de Edward, pero antes comeremos algo, así hacemos hora hasta que llegue –ella frunció el ceño. —No, el Sr. Edward me despidió, no hay nada más que hacer, el es hombre de una sola decisión, si es no, es no… —sonreí ante lo que decía Jane. —Bueno, digamos que me debes una muy grande por esta, hice que Edward no te despidiera, tienes tu trabajo de vuelta, pero, con una condición –por esto quizás iba a tener problemas –me tienes que decir cuál es tu gran misión, ese fue el acuerdo que quedamos con Edward –Jane me quedo mirando con los ojos como plato y se sentó en menos de un segundo, me seguía mirando como si tratara de ver si esto era realidad o fantasía. —Esto es una broma muy cruel de tu parte –dijo sin creerme –lo que dices es imposible, el Sr. Edward –levante la mano para que se callara, tome mi celular y marque el numero de Edward, quien me contestó al tercer pitido. Jane me miraba con los ojos como plato. —Edward. —¿Dónde demonios estas? Te he estado llamando. —Problema mío… —¿Cómo que problema tuyo? –en su tono se notaba como si esto que le decía le causara gracia. —Te estoy llamando porque estoy con Jane, dile que ya no esta despedida –le puse el teléfono en la oreja de Jane, quien luego de cinco segundo, salto de la cama y comenzó a saltar de un lado a otro. —Isabella –dijo Edward ahora que tenía el teléfono para mí. —¿Qué?...no he hecho nada malo, adiós, nos vemos –hubo un silencio de su parte. —Bien…nos vemos –corte y Jane salto abrazándome y aun gritando de felicidad. Alec entro a la habitación y nos quedo mirando sorprendido, Jane salto de mi lado para ir a arrojarse a Alec, quien la abrazo sin entender, pero entre los gritos que dio Jane, dijo que ya tenía su empleo de vuelta. Lo que hizo bastante feliz a Alec. —Bien, quiero mis respuestas ahora… —Jane dejo de saltar y quedo mirando a Alec, los dos nerviosos –me están asustando. - 244 -

—Vamos a la sala mejor –asentí. Con Alec nos fuimos a los sofás mientras Jane se arreglaba un poco, no se demoro más de quince minutos cuando llego como nueva. La misma Jane de siempre. —Bien, no sigamos atrasando esto… —dije mirando como los dos aun se miraban nerviosos —¿para qué misión estas con Edward trabajando? –Jane tomo aire y suspiro. —Es mi tutor… —fruncí el ceño. —Pero Aro Vulturi es tu padre… —No, o sea, lo es, pero el Sr. Edward es mi tutor en otro sentido –fruncí el ceño, sin entender. —¿Es que participaras en la empresa? –ella sonrió. —En parte…no aquí en América, ninguno de los dos –dijo tomando la mano de Alec, quien le sonrió. —Muy bien, no estoy entendiendo nada ¿Qué les sucede? Se están mirando raros y están nerviosos. —Es un tanto complicado, ya que…no creo que usted lo entienda –dijo Alec –aun me sorprende que el Sr. Edward la haya dejado saber esto –oh oh…parece que este era secreto confidencial. —Bueno yo… —continuo Jane –estoy bajo la tutela del Sr. Edward hasta dos años más para convertirme en vampiro –mi hombros bajaron de inmediato por el balde de agua fría que me arrojaron. Dios…¿estaba ayudando a Jane para que fuera vampiro? ¿Qué había hecho?

Adelanto —No somos iguales, tu eres inferior –lo mire sorprendida ¿Cómo me decía eso? —¡Eey!...basta…ya no tengo ganas de esto –lo mire cansada, el frunció el ceño –Edward, estoy cansada, no tengo ánimos de discutir contigo, lo que paso es simple, quería saber lo que Jane estaba haciendo, para saber en que andabas metido, nada - 245 -

mas…simple. —Engañando –rodee los ojos. —¿Qué esperas? Que sea sincera contigo, me tienes secuestrada y además has amenazado a mis amigas ¿Qué quieres de mi? –claramente deje sorprendido a Edward, ya que me quedo mirando sin decir nada por unos segundos –Edward, dime que demonios esperas de mi, yo no…yo no quiero estar asi por el tiempo que me tengas, me agotas, no soy una persona que discuta a menudo, me fui de mi casa por lo mismo, asi que dime que es lo que quieres y porque…

Dani se porta bien con ustedes lindas lectoras que comentan. bien, lei todos los comentarios, me dan mas animos para escribir, es mas ya escribo el 23 :D me estan alcazando. Por lo visto todas estan muy confundidas por este Edward bipolar y maqueavelico, manipulador y violento, bien, el es asi...con Bella ya sabemos que debe tener un motivo, el cual veremos mas adelante, no se sientan mal porque aun no ven que este vampiro sufre, sus actos, tiene consecuencias como con todo ser, humano o mitologico, asi que ya veran. Muchas gracias a todas por desear de que suba mis notas y nos leemos pronto pequeñas mariposas y orugas metamorfas :D

- 246 -

Chapter 22 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon+16

Capitulo n° 22 Dios…¿estaba ayudando a Jane a ser un vampiro? ¿Qué había hecho? —Eso es imposible –mire a ambos sin entender —¿tu igual Alec? —Así es Srta. Isabella, pero mi tutor es Cayo Vulturi… —me puse de pie sin entender como estos dos chicos eran capaces de hacer esto –es nuestro deber –lo mire aun mas sorprendida. —¿Su deber?...no me digan que… —No...No es así –intervino Jane –no es nuestro deber, no es una obligación –miro a Alec y lo reprimió con su mirada –le dije que esto era raro, no entiendo como el Sr. Edward acepto esto, pero bueno… —Dios –dije llevando mi mano a mi cabeza —¿Cómo no puedo estar más de una hora sin problemas sobrenaturales? –me senté agotada en el sofá, cerrando los ojos, hasta que sentí un estilo de escalofríos en mi cabeza, segundo después mi celular comenzó a sonar. Mire y era Edward, conteste porque no tenía ganas de luego inventar algo. —¿Qué sucede ahora? –dije cansada. —Veo que has sido bastante astuta –me senté rígida en un segundo. Comencé a mirar para todos lados. Jane me miro y entrecerró los ojos. —No sé de qué estás hablando… —dije tratando de controlar mi voz. —No te hagas la estúpida, en menos de una hora debes estar en mi departamento ¿has entendido? Nadie juega conmigo Isabella…nadie –trague saliva nerviosa y corte. Mire a Jane y Alec, ella me seguía mirando sospechosamente hasta que abrió los ojos como platos y se puso de pie, soltando la mano de Alec. - 247 -

—¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío! –dijo caminando de un lado a otro –era mentira… —dijo mirándome. Se llevo una mano a la frente –Dios, hay que pensar algo pronto… —¿Qué sucede? –dijo Alec sin comprender. Ella respondió en un segundo. —Era mentira que el Sr. Edward la había autorizado para que supiera la verdad –Alec me miro e hizo una mueca. —Eso no es nada bueno… —ambos comenzaron a pensar algo. —¿Qué sucede? ¿Por qué tanto lio? –está bien, Edward era un sádico, mas cuando alguien lo desautorizaba, pero no era para ponerse como los chicos ¿no?...¿acabo de defender a Edward sin darme cuenta?...Demonios, esto estaba mal. —¡Ya sé! –dijo Jane, retomando mi atención –esto es lo que tienes que decir Bella, primero, no mientas en lo que está sucediendo, ya sabes la verdad, eso está hecho, no pienses en que habrá algo de confianza de su parte hacia ti, el Sr. Edward odia cuando es engañado, ni siquiera podría jugar a monopolio por lo mismo –no entendía nada. —Una excusa –dijo Alec, entendiendo a donde iba Jane con todo esto. —Debes decir que hiciste esto porque querías saber más de él, fácil, su ego no lo dejara pensar mas allá…gran defecto del Sr. Edward —¿gran defecto?...yo diría, uno más de los cientos que tiene. —Bien –dije pensando en lo que decían, en parte no era mentira, quería saber lo que había tras Edward el monstruo, pero era mera curiosidad, nada mas –no veo porque están haciendo tanto escándalo eso sí –ambos se miraron. —El Sr. Edward realmente no le gusta que lo engañen, como dije, así que todo paso que usted pudo avanzar con él, ni siquiera piense que lo tendrá luego de esto –me trague las ganas de reír. —Para eso debe haber una intención de mi parte, y no deseo dar pasos hacia él, se los aseguro –bien, era cierto que quería saber de curiosa lo que sucedía con Edward, pero eso no significaba que lo sabría todo el mundo. —Aun así avanzo, el Sr. Edward nunca se retracta de nada, aunque esté equivocado –rodee los ojos. Si Jane supiera lo que me toco hacer, creo que eso de "nunca" tendría otro significado para ella. - 248 -

—Bien, creo que mejor me iré para que el Sr. Drama no se vuelva histérico –ambos sonrieron. —Muchas gracias Bella, no sé que abras tenido que hacer, pero muchas gracias, te lo deberé por una eternidad –dijo abrazándome Jane. Dios, por mi culpa iba a ser una eternidad. Salí del departamento de Jane y me fui hacia el de Edward, para mi mala suerte esta vez, el taxi no se demoro nada en pasar, pero luego de haber llegado al centro, estuvimos mas de 40 minutos en el trafico, lo que solo provoco varias llamadas de Edward, las cuales no conteste, si de todas maneras tendría que soportar cualquier cosa que se le ocurriera. Subí en el ascensor al llegar atrasada en más de veinte minutos. Fui directo a la habitación por si pasaba desapercibida, pero al pasar por la sala, escuche su voz. —¿Dónde crees que vas? –me detuve y me gire hacia él. Estaba mirando por las ventanas. —A cambiarme de ropa, ya que quisiera ponerme algo de ropa interior –dije un tanto incomoda. Edward se volteo y me quedo mirando. —Pudiste salir lo mas bien, sin tus bragas, creo que duraras otro poco mas sin ellas –su mirada era fría, no había rabia, ni esa mirada excitada, tampoco esa mirada de furia, sus ojos solo expresaban…nada. Lo que extrañamente hizo que me sintiera un tanto mal. —No exageres con esto…era porque quería… —No mientas… —su mirada era tan diferente a las que había visto. —Sigo pensando que estas exagerando ¿es que solo tú tienes derecho a investigarme?...lo siento, quería saber un poco mas de mi secuestrador para así aumentarle su ego –me cruce de brazos, lo que no duro nada porque los tuve que bajar al ver a Edward cerca. —No somos iguales, tu eres inferior –lo mire sorprendida ¿Cómo me decía eso? —¡Eey!...basta…ya no tengo ganas de esto –lo mire cansada, el frunció el ceño –Edward, estoy cansada, no tengo ánimos de discutir contigo, lo que paso es simple, quería saber lo que Jane estaba haciendo, para saber en qué andabas metido, nada mas…simple. - 249 -

—Engañando –rodee los ojos. —¿Qué esperas? Que sea sincera contigo, me tienes secuestrada y además has amenazado a mis amigas ¿Qué quieres de mi? –claramente deje sorprendido a Edward, ya que me quedo mirando sin decir nada por unos segundos –Edward, dime qué demonios esperas de mí, yo no…yo no quiero estar así por el tiempo que me tengas, me agotas, no soy una persona que discuta a menudo, me fui de mi casa por lo mismo, así que dime que es lo que quieres y porque… —no pude seguir hablando, era imposible siquiera tener una idea en mi cabeza al sentir los labios de Edward contra los míos. Por inercia lleve mis manos a su camisa, donde hice mi agarre un puño. Él tenía mi rostro entre sus manos, mientras se apoderaba de mi boca, con suavidad y provocando que ahora mi cabeza volara a un nivel que me era desconocido. —Edward… —dije cuando se separo un poco de mí, lo que me permitió tomar más aire. —No te puedes quedar callada nunca ¿cierto? –Soltó su agarre y dio unos pasos hacia atrás –saldré –dijo dando uno pasos hacia la salida de la sala, pero esto era inaudito. —Ni se te ocurra –dije tomando su brazo cuando paso a mi lado –tú no eres el único aquí que puede decir cuando… —esto era tan humillante, pero era culpa de este bastardo y sus labios. Mire a Edward y estaba sonriendo, alcanzo unos pasos hacia mí, empujándome hasta quedar apoyada en la pared. —Tu leíste mi mente cuando estaba con Jane…y no estabas cerca –el rodo los ojos. —¿Quieres o no? Porque no me gusta que hables mientras lo hacemos –fruncí el ceño enojada y me hirvió la sangre de rabia, lo empuje con todas mis fuerzas pero fue inútil, es más, el me acorralo contra la pared. Tomo mi cadera y me acerco a él, mientras me besaba, haciendo que mi cabeza se apoyara en la pared. Rendida lleve mis manos a su rostro tratando de acercarlo más a mí. Sonreí al sentir cosquillas cuando él fue hacia mi espalda y bajo lentamente el cierre de mi falda para después ir bajándola despacio. Con mis pies las moví lejos de nosotros. —Es raro estar sin mis bragas… —el comenzó a desabotonar mi blusa, hasta dejarme solo con mi sujetador. Me dedique a sacar el saco de Edward y desabotonar su camisa con rapidez, siempre yo quedaba tan expuesta, no me agradaba. El no tuvo problema alguno, se dedico a besarme mientras yo hacia mi trabajo, termine lanzándola hacia un lado. Gemí con fuerza cuando sentí la mano de Edward atrapando mi clítoris con tanta facilidad, que me sorprendió. Aquello fue como un - 250 -

impulso para que me apresura a tratar de abrir su pantalón, lo que se me hizo fácil igual. Así que Edward se encargo de lanzar lejos también su pantalón. Rodee su cadera con mi pierna y él se encargo de levantarme para después entrar en mi cuerpo, exactamente como lo hacía siempre, probando que mi temperatura aumentara al doble, que mi corazón casi estallara, acabando con mis malditos pulmones ¡Como odiaba a Edward por provocar esto! ¡Era tan injusto! —Así…esta mejor ¿no crees? –dijo quejándose al embestirme con fuerza. —Te gusta que te… —cerré los ojos al sentir como entraba en mi cuerpo, siempre sentía por completo a Edward –te gusta que te odie... –el me sonrió y comenzó a besar mi cuello, mientras me aferraba sus hombros. No entiendo porque sus labios causaban estragos en cualquier lugar que los posara –Edward… —el tomo mis piernas para hacer que sus embestidas llegaran más profundas. Solo basto unos movimientos de su parte para que esa sensación ya muy conocida, comenzara a formarse en mi vientre. Edward se comenzó a mover mas fuerte sacando jadeos bastante altos de mi parte. Sin poder evitarlo cuando alcance el orgasmo fue tan intenso que mordí el hombro de Edward, causando que con una última arremetida el también llegara. —Bella… —me quedo mirando con el ceño fruncido. No salió de mi cuerpo luego de varios segundos, lo hizo con cuidado. Mis piernas estaban débiles y mi tenía esa sensación de que algo faltaba, cosa que desapareció cuando Edward sin previo aviso atrapo mis labios de una forma lenta, al igual que al principio, segundo después solo sentí un brisa y vi que estaba en la habitación. —Llama para que comas algo, saldré –dijo desapareciendo, dejándome con mi respira con alterada en un segundo. Me metí bajo los cobertores y me quede en blanco, mirando hacia la pared de la habitación, esperando por mi respiración que lentamente se iba calmando. ¿Qué demonios me estaba sucediendo con Edward? Esa era la pregunta más frecuente en mi cabeza estos días, era imposible que estuviera dejando de odiarlo, no podía llegar ahí, solo me dejaría aun más expuesta de lo que estoy, además de creer que de verdad estoy loca. Estaba perdiendo y necesitaba ayuda. Con rapidez me aliste y Salí del departamento, gracias al cielo estaba Jacob en el primer piso, por lo que le pedí que me fuera a dejar al edificio. —¿No cree que va un tanto informal para trabajar? –enarque una ceja. —Veo que has sacado el habla –estúpido Jacob que no me había dirigido ni - 251 -

siquiera un hola por voluntad propia por culpa de que Edward. —Sabe como son las cosas por aquí –no le respondí, estaba muy enojada con él –de verdad lo siento –lo mire entrecerrando los ojos. Se me hacia más fácil porque ahora iba a su lado y no atrás. —Me da lo mismo Jacob, de todas maneras te riges según la paga que te da Edward, ahora solo limítate a manejar en silencio, como lo has hecho todo estos días –no me respondió nada. Así que el camino se fue envuelto en un silencio bastante incomodo hasta que llegamos a Cullen Ltda. Donde me apresure para salir del auto, pero Jacob llego a mi lado y me tomo de la muñeca, lo que me dejo helada y mirándolo con ojos como plato. El me soltó al instante. —Srta. Isabella, de verdad siento no poder hablarle… —¿Jacob me había tomado del brazo? ¿eso acaba de pasar? —Espero que no seas tan lame botas con Edward –me gire sin despedirme y me fui hacia el interior del edificio. De verdad había hecho sentir mal a Jacob, increíble, esto no se podría saber, si Edward se llega a enterar de ese contacto tan normal entre humanos, ardería Troya….alto ¿Por qué me preocupaba de que Edward se enojara? Decidí no tomar en cuenta mis pensamientos poco coherentes y subí al ascensor lo mas camuflada posible. Venia por dos cosas, una estaba a punto de conseguirla ya que gracias a mi suerte, Jessica no estaba en su piso. Entre la oficina de Tanya, poniéndole seguro a la puerta de inmediato. Ella me miro sorprendida para después sonreírme. —Hay poco tiempo, Edward esta en el edificio —¿así que aquí era a donde venia? –esperaba que vinieras por dudas. —Buenas tardes, Srta. Tanya –ella me volvió a sonreír. —No me llames así, no hay razón si ni siquiera estas trabajando –asentí y me acerque a ella –toma asiento –lo hice y luego levante la vista, ella de verdad que intimidaba. Parecía realmente una modelo, elegante, sin embargo lucia astuta, sin dudas era quien debería estar con Edward ahora —¿Qué es lo que deseas, Bella? –me llamo la atención la forma a como me llamo, pero decidí ir directo al grano. —Necesito que acepte quedarse con Edward –ella abrió los ojos sorprendida, pero un segundo después, volvió a esa expresión de póker, no dejaba ver sus reacciones por nada en el mundo, solo sonreía amablemente sin dejarte ver si lo hacía de - 252 -

verdad o no. —¿A qué viene esa petición? –dejo sus manos en el mesa, al igual que sus codos. Lucia un tanto intrigada. —A que quiero que usted se quede con él –ella enarco una ceja y se puso de pie para comenzar a caminar lentamente hasta rodearme, los nervios comenzaron a florecer. —¿Sabes lo que me estas ofreciendo, Isabella? –su tono fue completamente frio. —Así es, he visto que usted no es mala, es más, me ayudo, pero creo que usted hace una pareja perfecta con Edward, así que vengo a proponerle un tra.. —No te atrevas a decir ni una sola palabra mas –quedo detrás de su silla y me miraba con el ceño fruncido –había pensado que eras la persona correcta para Edward pero por lo visto, no eres más que otra chica con el correcto grupo sanguíneo –fruncí el ceño sin entenderla. —¿Por qué habla así? Usted estaba con Edward –ella rodo los ojos. —Tú misma lo has dicho, estaba y ni siquiera era eso, deja de tratarme de usted Bella. —Por favor…estoy tratando de hacer un trato con usted, yo puedo ayudarla. —¡Isabella! –esta vez me grito –no tienes la menor idea de lo que significan tus palabras –me puse de pie enojada. —Claro que no se qué significan, si nadie aquí me ha dado algo de información, Edward me tiene atrapada, quiero salir de su lado y tú eras una de mis soluciones –su expresión fue de nuevo fría. —No te ayudare...Edward es mi amigo, no lo traicionaría de esa forma jamás, además no tengo ese estilo de sentimientos hacia él…no estás viendo en la dirección que deberías Bella –dijo llevando su mano a su mentón, pensando –esto no está saliendo como debería. —¿Qué no está saliendo como debería? ¿Cómo tendría que ser? –ella me miro, y se volvió a sentar, tan elegante como siempre. —Ahora estamos en la misma sintonía, ese estilo de preguntas puedes hacer - 253 -

conmigo…no vengas a proponerme planes para traicionar a Edward –me senté sin entender nada. —Pero tú estabas durmiendo con él ¿no deberías estar feliz por quererlo para ti? –ella sonrió levemente. —¿Por qué habría de querer a Edward? –bufe. —Por la misma razón a tu lealtad a él. —Eres difícil de manipular –dijo un tanto cansada —¿aun no sientes nada por el? –sonreí ante su pregunta. —Claro que lo hago –ella me miro un tanto sorprendida –desde que lo vi, lo odio, prácticamente me violo la primera vez, luego me secuestra en su ridículo piso y además no me deja salir con mis amigas ¿Cómo responderías tu ha eso, Tanya? –ella asintió. —Probablemente ya ni siquiera estaría vivo, pero Bella…todo tiene una justificación. —¿Has escuchado lo que dije?...no, él no tiene perdón –ella negó. —No lo hizo de la manera correcta, opino igual que tu, pero Bella, Edward hace mucho que no está con alguien luego de Luciana, ella –Tanya se quedo callada sin terminar la frase, miro hacia la puerta y esta se abrió delicadamente. Negué cansada, justo cuando estaba obteniendo información que deseaba, él tenía que aparecer, ni siquiera me tenía que voltear para saber que estaba mirándonos. —Sal de aquí ahora mismo Isabella, hay algo que tengo que hablar con Tanya –mire a la involucrada y ella solo me sonrió, por lo que supuse que estaría bien, aunque yo no era quien para poder protegerla. Me puse de pie y me despedí de una seña con ella para luego girarme hacia la puerta. Enarque una ceja al ver que Edward estaba vestido casualmente, unos jeans y una camisa negra junto a un abrigo negro. Pase por su lado y cerré la puerta. Me sorprendí al ver a Jessica ya sentada en su escritorio, me miraba sonriendo. —¿Todo bien allá adentro? —Todo excelente…bien, debo subir, luego volver al departamento no me siento muy bien. - 254 -

—¿estás enferma? —Más o menos, pero ya pronto me iré y dormiré ¿sí? —¿Vendrás mañana? Recuerda que tienes ese almuerzo con Noah –lo que dijo hizo que sintiera bastante mariposas en mi estomago por nervios a explicarle que "estaba" con Edward, lastima, sería mi primera y última cita, luego de mucho tiempo de no haber salido con nadie. —Sí, lo recuerdo…bien, nos vemos –me despedí de ella con un beso en la mejilla y me fui al ascensor. Subí hacia mi piso y al salir me fui directo a mi escritorio para poder sacar el numero que necesitaba. Tenía dos planes contra Edward y uno ya no había resultado, por lo que no me quedaba otra salida que recurrir a otra persona. Guarde mi celular en mi bolso y las puertas del ascensor se abrieron, suspire al notar que no había nadie. Corrí para aprovecharlo y me quede más tranquila ya dentro de la caja metálica. Me había costado encontrar el numero en la agenda de Carlisle, jamás había tenido que utilizar aquel numero porque siempre era ella quien llamaba, pero ahora…bueno, tenía que buscarla para que me ayudara, Esme era mi segunda opción. Si no podía irme del lado de Edward, bueno, tendría que ir averiguando de qué se trataba todo esto, para poder irme adaptando. Marque al número de Jacob y le avise que ya iba de vuelta, me respondió con un tono de voz mucho más amable que las veces pasadas, que era su tono de robot. Levante la vista al ver que el ascensor paraba en el piso de Jessica, mi estomago se revolvió de nervios. —Veo que sabias que era yo –dijo Edward entrando a la caja metálica. Suspire, cansada. —Claro, si te vi en la puerta, tendría que ser ciega para no verte… —comencé a tratar de manejar mis pensamientos para que el no supiera lo que había hecho, pero solo al tener ese plan…el sabía que escondía algo. —Así es –dijo apoyándose en la pared –y no me costara nada descubrirlo. —Ya lo veremos –bajamos en silencio hasta el primer piso. Rápidamente quise salir de ahí, así que comencé a caminar hacia la salida, pasado sin ningún problema hasta llegar al jaguar negro, donde Jacob me esperaba. No me iba a incomodar por el retorno al departamento, ya que Edward se iba en otro auto, no tenía idea el motivo, pero me quedaba tiempo libre de él, justo lo que necesitaba. - 255 -

—Tú te vienes conmigo –dijo tomando mi brazo y haciendo que retrocediera hacia con dirección al estacionamiento –tú –dijo a Jacob –ten más cuidado a la próxima, y ve a buscar a Jane –con Jacob abrimos ampliamente los ojos, se había dado cuenta de lo que él había hecho, pero para mí alivio, no había reaccionado de la forma que había predicho –No me escondas cosas, mas si sabes que me enojare –seguimos caminando hacia el estacionamiento. Edward llevaba mi brazo no de una manera bruta, lo que me llamo la atención y aun más cuando no me dijo nada por estar pensando estas cosas. Abrí mis ojos desmesuradamente al ver a que auto nos dirigíamos. Un impresionante Lamborghini Gallardo de color plateado. —¡No! –dije deteniéndome –no me subiré a ese auto –Edward frunció el ceño. —¿Por qué? –no soltó mi brazo y me quedo mirando. —Eso es demasiado Edward, es muy llamativo, no podría andar en… —¿Y qué quieres entonces? —¿Qué demonios estaba pasando aquí? ¿Por qué Edward me estaba preguntando lo que quería? —¿Qué…?¿Que me vas a hacer? –el enarco una ceja y me miro extrañado. —¿Quieres que te haga algo? —No –dije segura –tú nunca preguntas que es lo que quiero –el me miro por un segundo para después rodar los ojos. —Muy bien –dijo eso y abrió la puerta, para después lanzarme hacia el asiento del copiloto –si no quieres que te pregunte lo que quieres, entonces bien –cerró la puerta y dio la vuelta en menos de un segundo. Me quede mirando hacia al frente sin poder decir nada. Me había sentado demasiado rápido. Suspire volviendo a recuperar el aliento luego de ver ese susto –Eres astuta, Isabella –fruncí el ceño y lo mire. —¿A que te refieres? –el me miro mientras salíamos de Cullen Ltda. —Pensé algo muy distinto de ti cuando salí de casa –"casa" ¿de verdad pensaba que ese piso solitario era una "casa"? –pero has venido a traicionarme con Tanya, pensé que la odiabas –mire hacia la ventana. —No es mi mejor amiga pero no la odio…a diferencia de ti –lo volví a mirar. —No sacaras nada con Tanya, ni con nadie de mis conocidos, son leales a mi - 256 -

–rodee los ojos y volví a mirar hacia la ventana –te estás asustando –no pude evitar sacar una sonrisa a lo que dijo. —¿De verdad me estás diciendo esto?...me asustas desde la primera vez que te vi y tengo mis fundamentos ¿no recuerdas la primera noche? –el esquivo mi mirada lo que me sorprendió. —No te asustaste cuando podías verme… —Claro que no, no tenía idea que tú eras mi violador y secuestrador… —Si lo dices así, suena realmente mal –fruncí el ceño ¿Por qué Edward estaba de buen humor? Había descubierto que quería traicionarlo y además que le había escondido cosas. —A mi me pone de buen humor tener sexo, ya te lo había dicho hace tiempo, efecto que no ocurre en ti –sátiro*, eso es lo que es Edward –puede ser, pero me has cambiado el tema… —Deja de hablar tan normal –no me estaba gustando la actitud de Edward, no era la que esperaba. —Actuó así porque solo me has demostrado algo más allá, además de tu traición hacia mí. —¿De que estás hablando? —Primero que todo…eres exactamente como lo había pensado, no se puede confiar en ti –eso era verdad, el no podía confiar en mí, exactamente como yo no podía confiar en él –y segundo, que estas asustada lo que me confirma otra hipótesis –me cruce de brazos, lo que Edward decía eran lo más obvio del mundo, si tienes a alguien secuestrada –Sabes a que me refiero cuando digo "asustada" –no le respondí nada. Solo fui mirando hacia afuera. El no tenía idea de nada y aunque leyera mi mente, él no tenía la capacidad de saber cómo me sentía de verdad –mentira –dijo interrumpiendo mis pensamientos. —Basta… —lo quede mirando furiosa, se estaba extralimitando. Este Edward no me agradaba, ningún lo hacía, pero me era raro verlo de tan buen humor, y para peor creo que este era Edward normalmente. —Así es…pero tienes la manía de mantenerme de mal humor, así que no me puedes culpar de que solo conozcas ese lado –mis ojos se abrieron asustados. - 257 -

Edward no podía estar de tan buen humor, recordando lo que paso el fin de semana. Su ceño se frunció de inmediato. —Verdad…tenías que recordarlo, mañana tienes una gran cita ¿no? –de nuevo esas mariposas salieron a revolotear en mi estomago –ten cuidado, Isabella –su expresión volvió a ser la que siempre veía. Malvada, o más bien, furiosa. —Tengo muy claro lo que debo hacer. Después de eso ninguno dijo palabra alguna en el viaje de retorno a casa, así que por lo menos fue un suspiro. Llegamos al edificio Belmont y nos fuimos al ascensor. Entré lo más rápido que pude cuando las puertas de la caja de metal se abrieron. —No tan rápido –Edward tomo mi mano, sin dejarme dar un paso más. Suspire, pero mi atención no fue a que Edward me haya detenido, sino a como lo hizo ¿había tomado mi mano? –no te pases de lista –al decir esto. Tomo mi brazo de manera brusca y me llevo hacia la sala. —Sabes, si me dices, "vamos a la sala" iría, no tienes para que tironearme hasta aquí –me senté cuando me libero y espere a que el hiciera lo mismo. —Lo tendré en cuenta, ahora Isabella, quiero que me des el numero que has sacado, aun no puedo ver de quien era, pero aun se que sacaste uno de la agenda de Carlisle —¡Maldita sea mi cabeza! —No quiero… —el enarco una ceja, pensando exactamente lo mismo que yo ¿Por qué iba a tomar atención en lo que yo quería? –Hace un rato me preguntaste que era lo que quería, bueno, deseo mantener el numero –el me quedo mirando por varios segundos sin decir nada –Edward… —¿Sabes? –se apoyo en el respaldo del sofá de cuero, dejando un brazo arriba, mientras cruzaba sus piernas de forma masculina, un pie sobre su rodilla –sé que es lo que deseas hacer con ese número y tengo la sospecha de quien puede ser, te estoy dando la oportunidad Bella –me miro fijamente –para…no creer en un cien por ciento que eres una traidora… —bufe ante lo que dijo. —¿Y que gano yo si quedo bien contigo? —Libertad… —mi corazón comenzó a latir rápidamente –no complemente claro, sino que tener ciertos beneficios que te he quitado –y es así, como mi corazón volvió a su normalidad. - 258 -

—Es de Esme… —baje la mirada, cansada de no poder tener ni un secreto para mí. No tenía nada que ganar o perder si le decía el nombre, el ya lo sabía, como también me había descubierto con Tanya, quien para mi sorpresa, había salido como una fiel amiga de Edward. —Bien…has hecho lo correcto –se puso de pie para después dejarme sola, sin pedirme el numero. Aun así, no me pude alegrar. Estaba tan agotada de todo esto que ya sentía que solo estaba luchando para empujar un muero de mil toneladas, era imposible y lo peor de todo, es que además de estar empujándolo, creo que de a poco iba dejando de usar las mismas fuerzas y no sabía si era por cansancio, miedo o simplemente porque estaba loca y estaba siendo afectada por el síndrome Estocolmo. Lleve mis pies arriba del sofá y rodee mis piernas con mis brazos, dejando mi cabeza sobre mis rodillas, mirando hacia las grandes ventanas, sintiendo como las lagrimas ahora solo salían silenciosas, sin que ningún sollozo saliera de mi boca. —Bella… —la voz de Jane llego a mis oídos luego de escuchar como alguien llegaba desde el ascensor. Sentí como me abrazaba y no pude hacer nada para alejarme, de verdad que estaba muy cansada –Ya todo pasara, ya veras, tranquila… —dijo pasando su manos por mi cabello –tu eres fuerte Bella…. —Ya no puedo más…con esto… —Jane me abrazo más fuerte, como si quisiera darme sus fuerzas, pero era inútil, esto ya me estaba sobrepasando. -Jane… -ella se separo de mi al escuchar la voz de Edward –necesito que vayas a donde Aro, para pedirle los papeles que le había encargado, debes ir a dejárselo a James, el te estará esperando…. –hubo un silencio –no te quedes ahí mirando, ve ahora mismo –sentí como ella se alejo. Cerré los ojos justo cuando el sol se iba escondiendo entre los edificios –Y tu… -dijo Edward ahora tomándome en brazos –deberías dejar de estar haciendo el papel de patética –ni siquiera tenía fuerzas de poder decirle algo –tienes que descansar Bella –ni tampoco tuve la capacidad de diferenciar si ese tono de preocupación, había sido real o solo en mis sueños. Sentí como una superficie blanda me recibía, una cama. Mi corazón se acelero en un segundo cuando sentí que Edward me estaba quitando la ropa, pero me tranquilice al sentir que me estaba poniendo un pijama para después cubrirme bajo el cobertor, luego desapareció para volver junto con una pastilla y un vaso de agua –compórtate… -abrí la boca y tome un poco de agua para poder tragar lo que me haya dado –bien, ahora descansa –las lagrimas salían escapando de mis ojos, gastando aun mas mis energías. -Edward…- dije a penas con un susurro. - 259 -

-Dime –sentí su voz al nivel de mi oído. Sabía que era efecto de la pastilla que Edward me había dado, pero ahora sentía como si mi cama fuera un nube y que se movía suavemente de un lugar hacia otro, esto se estaba volviendo relajante. -No te…vayas… -no tengo la menor idea si se quedo o no, lo único que puedo recordar era como sentía su fría mano tomando la mía. Infeliz como lo odiaba por darme una pastilla que me hacia decir cosas que no deseaba decir de verdad.

*Sátiro: Ser mitologico que esta relacionado con un gran apetito sexual. (1313)

Adelanto -¡¿Donde esta? –le grite sin importarme que Jacob estuviera solo a unos centímetros de nosotros. -Cuidado de cómo me hablas. -¡No me importa! –volví a gritarle, realmente no me importaba hacerlo, si algo malo le había sucedido a Alice jamás me lo perdonaría y buscaría la forma de que Edward o cualquiera acabara con mi vida.

Siempre se protan bien pequeñas maripopsas y orugas metamorfas, 66 comentarios! hasta ahora el capi con mas comentarios, esperemos que se vayan superando cada vez mas :D que bien que les ha gustado como va la historia, les doy la bienvenida a todas las lectoras nuevas :D muchas gracias por darse el tiempo en leer y les recuerdo a lectoras sin cuenta que no puedo devolverles si me hacen una pregunta importante, entonces respondo aqui mismo. Esta historia no esta abandonada, es mas, subo bastante rapido ;) sobre todo estos dias ;) En fin, muchas gracias a todas las lectoras por darse el tiempo en leer :D

- 260 -

Chapter 23 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo n° 23 Me fui despertando de a poco, estirando mis piernas y brazos. Dios, abrí mis ojos de golpe al darme cuenta que me sentía con mucha mas energías. Note que estaba todo oscuro. Asustada me levante y note que estaba en la habitación de Edward ¿es que acaso…? -Buenas noches –mire hacia el piano, donde Edward estaba sentado, mirándome de frente. -Buenas noches –dije desorientada -¿Cuánto…he…? -Dos días…seguidos, llame a Carlisle para saber si estabas bien, dijo que la pastilla que te di, solo te había hecho muy buen efecto. -¡¿Qué me diste? –levante la voz. El enarco una ceja, lo que hizo que me arrepintiera de hablarle así. Segundo después, me sentí estúpida. -Solo fue un relajante muscular… -Dios… -dije tomando mi cabeza. Se sentía liviana y muy diferente a hace dos días atrás, donde cada célula de mi cuerpo quería terminar conmigo. -Por lo visto te sientes mejor… -Mi trabajo –dije dándome cuenta de lo que ocurría. -Todo va bien…has dejado todo listo antes de tiempo, así que…solo le pedí a Ángela que hiciera parte de tus tareas -no lo seguí escuchando, ya que recordé algo más importante que pensar en que Ángela arruinaría todo de nuevo. -¡Noah! –grite –lo deje plantado. -Así es, debiste ver su cara… - 261 -

-¿Fuiste tú? –dije sorprendida. -No, te fue a buscar. -Entonces supo que no fue mi intención. -¿Crees que soy estúpido? –lo mire enojada. -No le dijiste que no había ido a trabajar –el levanto los hombros, quitándole importancia. Iba a decir algo pero mi estomago sonó dejándome expuesta ante el hambre que sentía. -Bueno, mejor ve a la cocina, hay comida esperándote –no le dije nada, solo me fui directo a la puerta para salir de ahí. Edward seguía raro. Comí rápidamente, ya que moría de hambre, lo más extraño fue que Edward llego a mi lado y me observo sin decir nada por mucho tiempo. -¿Que sucede? –estaba actuando de forma diferente. -Nada –dijo esquivando mi mirada y poniéndose de pie –arréglate porque tenemos que salir –fruncí el ceño. -No tengo ánimos, es más, creo –Edward se volteo y me dio una mirada. Fruncí el ceño molesta –no me des esas miraditas Sr. Cullen, que conmigo no resultan, ya deberías saberlo por todo este tiempo, no importa lo que hagas no me voy a rendir –él me iba a decir algo, pero se retracto. -Solo arréglate Bella, es por tu bien –se fue como si estuviera cansado, alto ¿dijo por mi bien? ¿Qué estaba sucediendo aquí? Termine de comer y fui a la habitación para arreglarme. Me preguntaba a dónde demonios me quería llevar Edward, además tampoco podía sacar de mi mente a Noah, el iba a pensar lo peor de mi, haberlo dejado plantado, eso es imperdonable. Me mire al espejo, lucia bien, había elegido botas negras bajas, junto con nos pantalones cortos negros, medias negras una blusa negra y una chaqueta de cuero, realmente me veía bien. Tome un abrigo para después salir a la sala, donde Edward me esperaba. Lucia increíble como siempre, pero mucho más casual. Unos jeans con unos zapatos marrones, más una camiseta gris que iba bajo un sweater marrón junto con una bufanda a tono. - 262 -

-¿Dónde vamos? –el solo se giro y se dirigió hacia el ascensor, así que no tuve otra opción que seguirlo. Entramos y bajamos en silencio hasta el primer piso -¿me podrías orientar a lo que sucede? –me quede a las afueras del ascensor sin avanzar para que Edward me explicara qué demonios estaba sucediendo. Me quedo mirando con una expresión de póker. -Solo ven conmigo –negué. No tenía idea a donde este sádico vampiro me podía llevar y sus antiguas acciones no me aseguraban que podía salir viva de todo esto –Muy bien –tomo mi mano y me hizo caminar con él, lo hice sin reclamar, ya que había demasiado público, sin embargo cuando llegamos a las puertas del hotel, comencé a tratar de zafarme de su mano -¡Basta! ¡Se trata de tu amiga Alice! –no moví mi cuerpo ni un centímetro más al escuchar lo que había dicho. -¿De…Alice? –el no me respondió -¿es que tú la has…? –comencé a respirar rápidamente sin poder siquiera decir la palabra que estaba pensando. -Entra pronto y no digas nada –hice lo que me dijo sin ningún problema, ya que mi mente se bloqueo por completo. Nos ubicamos en el asiento trasero, ni siquiera fui capaz de hablarle a Jacob, aunque él tampoco dijo nada, menos con la mirada asesina que le estaba dando Edward. -Ya veo -dijo Edward mirando a Jacob, quien solo frunció al escucharlo. Hice mis manos un puño pensando en que Jacob Black también estaba involucrado en lo que le pudo suceder a Alice.

-¿Dón-donde esta? –me quede mirando mis rodillas sin poder levantar la mirada y ver la expresión de suficiencia de Edward, tratando de decirme "te lo advertí" ¡demonios! Mis ojos se llenaron de lagrimas al pensar que a Alice le pudo suceder algo po -Bella…basta de llorar, estas siendo… -¡¿Donde está? –le grite sin importarme que Jacob estuviera solo a unos centímetros de nosotros. -Cuidado de cómo me hablas. -¡No me importa! –volví a gritarle, realmente no me importaba hacerlo, si algo malo le había sucedido a Alice jamás me lo perdonaría y buscaría la forma de que Edward o cualquiera acabara con mi vida. -Isabella… -recién ahí note a como se estaba dirigiendo a mi desde el comienzo en que abrí mis ojos. - 263 -

-Dime que le hiciste –enfrente su mirada y solo pude ver como rodaba los ojos. -Acelera Black, no quiero estar viviendo este drama por más tiempo –Jacob hizo lo que le dijo su jefe, y él se quedo mirando hacia afuera, apoyando su rostro en su mano. -¡Edward! –Dije moviéndolo desde su brazos para que no me ignorara y me dijera como estaba Alice, pero fue inútil, ni siquiera se giro a verme -¡Edward! –grite con todas mis fuerzas, pero el jaguar se detuvo en ese momento. -Ya llegamos –dijo Jacob bajándose del auto y abriendo mi puerta. Edward salió por su lado sin siquiera decir algo. Fue mi turno de salir y Jacob me sonreía ¿Por qué lo hacía si iba a ver a mi amiga muerta en este momento? –Mira –me indico con su dedo índice que mirara algo detrás mío. Me gire de inmediato y pude ver que estábamos en el Pub de Rosalie y Emmett –toma –volví a mirar a Jacob y en su mano había un pañuelo, de genero –no había necesidad de que lloraras –lo mire e hice mohín, estaba aun muy asustada. Tome el pañuelo y limpie mis mejillas. -¡Isabella! –escuche la voz de Edward, quien nos miraba furioso –no tengo toda la noche para estar en esto –asentí y mire a Jacob. -Gracias –dije devolviendo su pañuelo, pero el dejo que yo me lo quedara. -Por si lloras esta noche de nuevo –sonreí a de nuevo –no hay nada por lo que temer, ya verás –asentí, creyendo en lo que estaba diciendo. -Nos vemos, gracias –me empine y le di un beso en la mejilla para luego arreglar mejor mi bolso e irme hacia donde estaba Edward, quien nos miraba nuevamente furioso. Tomo mi brazo con brusquedad y me hizo entrar al pub. -¡Cuidado! –dije tratando de soltarme, pero él se detuvo y se acerco bastante a mi rostro, nos distanciaban solo unos centímetros. -Cuidado Isabella, no te perdonare si vuelves andar en planes como los de la otra vez –fruncí el ceño, sin entender –Noah Marshall… -trague saliva nerviosa ante lo que dijo –Jacob es un buen empleado, no quiero que lo arruines porque no puedes controlar tus piernas –abrí mi boca sorprendida al escucharlo. Lo empuje con todas mis fuerzas para alejarlo de mi, solo retrocedió unos centímetros. -No me faltes el respeto, ya me canse de todo esto ¡Y deja de ser un maldito bipolar! –me solté de su mano y comencé a avanzar sin él. Odiaba cuando tenía reacciones contradictorias, o era un Edward sádico o era un Edward raro, que - 264 -

eligiera, pero no podía ser ambos porque solo provocaba que mi cabeza explotara. Mire a mi alrededor para ubicarme. Aun estaba en el pasillo de entrada. Asentí, me fui hacia el piso de abajo, siempre estaba ahí Emmett, ya que Rose se encargaba de tener todo en orden acá en el primer piso y en el segundo. -Hola… -mire a mi lado y pude ver que había un chico bastante alto tratando de llamar mi atención con esa sonrisa, que debo decir, era agradable -¿Cómo te…? -Desaparece –sentí como atrapaban mi mano derecha, entrelazando mis dedos con los suyos y Edward se interponía entre aquel chico y yo –vamos –comenzó a caminar. Sin poder evitarlo tuve que seguirlo. Bajamos las escaleras aun en mi estado de shock por cómo me estaba llevando, aunque desperté al ver al hombre tras la barra que había en el sótano de este lugar. Solté la mano de Edward con rapidez y corrí hacia la barra, donde encontré la mirada de aquel chico en cosa de segados. Emmett salto la barra y en un segundo me dio uno de sus abrazos tan característicos. -¡Por fin llegas! Tanto tiempo, Bella –asentí mientras lo abrazaba. -Te has convertido en un oso obsesivo trabajólico ¿Qué mas querías? –nos separamos y quede mirando lo cambiado que estaba Emmett -¿Por qué luces mayor? –el rio. -No exageres, tu luces también vieja. -¡Emmett! –dije dándole en el hombro con mi mano hecha un puño. -Debo lucir el jefe…eso dijo Rose –dijo un tanto cabizbajo –pero sigo siendo el mismo Bella –dijo abrazándome de nuevo. -Buenas noches –me tense de inmediato al escuchar su voz, lo había olvidado por completo. Me separe lentamente de Emmett y quede mirando a Edward. -Emmett, este es Edward –dije presentándolo como un robot. -Hola –dijo mi amigo estirando su mano hacia la de Edward -¿es que eres un nuevo amigo de Bella? –fruncí el ceño ¿es que Rose no le había hablado sobre Edward? -No –Edward estrecho su mano de forma segura y un tanto brusca –soy su novio –Emmett le respondió de igual forma el saludo al escuchar que era mi novio. -Emmett –lo mire reprobatoriamente. - 265 -

-Ya veo –soltó la mano de Edward y lo quedo mirando desde arriba hacia abajo –Mi osita no me había dicho nada –dijo ahora mirándome. -¿Le dices osita a Bella? –el vampiro sádico saco la voz al escuchar lo que dijo Emmett. -No –respondió riendo Emmett –mi osita es la que viene allá –dijo indicando con su dedo índice. Nos giramos con Edward y pudimos ver a Rose bajando las escaleras con un hermoso vestido negro. Mire a Edward solo por curiosidad y el solo tenía el ceño fruncido y me miraba enojado ¿Qué demonios le sucedía? Yo deberías estar furiosa porque no me explico a que veníamos. -Tu amigo Edward –mire a Emmett cuando hablo, sin dejar de notar a como se había referido de Edward, esto traería problemas –ayudo a Alice para que nos pusiéramos de acuerdo –mire a Edward, tratando de verificar si era el mismo Edward del que me estaba hablando Emmett, y si, era el mismo vampiro sádico de hace cinco segundos. -¿Edward? –dije sin entender. -Solo les di el día libre –dijo el involucrado, aclarando que su ayuda había sido por completo cero aporte. -Ya veo –dije ahora sentándome en uno de los banco de madera y cuero. -No tomes nada –Emmett se sentó a mi lado –tu cuerpo aguanta tanto el alcohol, como aguanta el chocolate –lo mire enojada. -Con el chocolate puedo morir, el alcohol no –me gire para ver a Rose, pero me encontré con la expresión de Edward, pura confusión. -Hola a todos –llego Rosalie, quien miro de arriba abajo a Edward –así que tú eres el famoso novio de relaciones abiertas ¿no? –casi me caí de la silla al escuchar a mi amiga, tan directa que llegaba a ser indiscreta. -Y supongo que tú eres la hermosa amiga de Bella, Rosalie –ella asintió sonriendo y estiro su mano para saludarlo. Con Emmett nos quedamos mirando sorprendidos al ver como Edward besaba la mano de Rose. -¡Ey! –le dijo mi amigo –no estamos en siglo XV para saludos de ese tipo, cuidado -Lo quede mirando sorprendida. Si Edward fuera humano, lo más probable es que Emmett podría matarlo a golpes, ya que era gigante y musculoso, pero Edward era - 266 -

un vampiro sádico con súper fuerza así que mejor arreglaba esto. -Edward a veces luce como si tuviera 1500 años Emm, no te preocupes –dije tratando de que el ambiente dejara de estar tenso. Emmett lo quedo mirando bastante furioso a Edward, en cambio este solo se vino a sentar bastante relajado a mi lado. -Hola Bella –dijo Rose dándome un beso en la mejilla -¿Cómo has estado? Edward le dijo a Alice que habías tenido unos días difíciles y que por eso no habías ido a trabajar –asentí. -Si, supongo que mi jefe me da demasiado trabajo –ella miro de mala forma a Edward, quien solo levanto sus hombros quitándole importancia. Rose volvió a dirigirse a mi. -Supongo –dijo con un tono bajo –pero ya estas mejor ¿no? -Así es ¿viene Alice y Jasper? –ella asintió. -Invitamos a Jess y a Mike, pero… -Estaban ocupados –dije completando su frase. No pude evitar sonreír, ya sabía en que andaba mi querida amiga. Mire a mi lado y pude ver como Edward estaba mirando furioso a un chico que miraba hacia nosotras ¿es que se estaba convirtiendo en perro? Dios…esto era demasiado para mi, se estaba comportando demasiado raro -Si me disculpan, iré al baño antes de que llegue Alice y Jasper ¿si? –me puse de pie con rapidez y Salí de ahí. Llegue luego de unos largos segundos al baño, traspasar a toda esas personas es realmente una prueba de fuego. Había mas chicas a mis costados, me apoye en el lavado y mire mi reflejo en el gran espejo que había ahí. Respire profundo y me concentre en mi alrededor. Sonreí, este baño tenia su historia, Emmett y Rose habían tenido una gran discusión al respecto, ya que Emmett quería hacerlo con una tonalidad negra, con cerámicas y azulejos negros, por completo y que de esquina a esquina tuviera luces doradas. Ganó, sin dudas, lo único que aporto Rose, fue que los azulejos y cerámicas tuvieran un diseño dorado que ayudaran a las luces a que se viera más claro. -¿Qué demonios te sucede, Bella? –mire hacia atrás y Rose tenía esa expresión de querer asesinarme –dejar solo a tu novio luego de que miles de chicas tengan los ojos sobre el no es algo bueno, arréglate pronto –asentí, acomode un poco mi cabello y luego la quede mirando para que nos fuéramos -¿Qué te pasa, Bella? –esta vez me - 267 -

miraba preocupada, así que tuve que optar por lo mas seguro. Le di mi mejor sonrisa. -No es nada de lo que te tengas que preocupar… -nada de qué preocuparse, solo estar secuestrada por un vampiro psicótico y lunático, que está afectando mi humor y mi mente. -Muy bien, vamos, Alice me llamo, está en la entrada –asentí y me fui con Rosalie, sin tener un momento para poner mis ideas en orden. Llegamos cerca de la barra y Edward estaba conversando con dos chicas, que claramente estaban coqueteando con él. Rose me dio un codazo en mi brazo. La quede mirando mal, me dolió. Me hizo un gesto con su rostro para que fuera donde estaba Edward y espantara a las dos chicas que estaban con él. -Bella –dijo un tanto molesta. Rose era un tanto posesiva, siempre me decía que uno tenía que cuidar a "su hombre" a toda costa, sin caer en la ordinariez y vulgaridad, "Solo hay que ser astuta, Bella" Rodee los ojos cansada, si no iba y hacia lo que ella quería, lo más probable es que sospeche aun mas de todo esto con Edward. Me acerque a paso lento, observando las reacciones de Edward, realmente las estaba mirando sin decir ni una sola palabra ante las chicas que estaban haciendo lo mejor para llamar su atención, él incluso esquivo su mirada hacia un lado, siendo un maldito mal educado ¡no podía ser así de desagradable! Demonios, no me iba a exponer a que me vieran a su lado. Me detuve en seco y lo único que hice fue sentarme a un par de bancos que él, me gire un poco para darle la espalda, pero pasaron segundos para que alguien me girara a de nuevo. -¿Qué te sucede a ti? –me miraba con el ceño fruncido, para mí no sorpresa, enojado. -Nada, no deberías ser tan mal educado con esas chicas –dije mirando hacia donde se iba, claramente no iban felices. -¿Estás diciendo que debo ser más amable con las mujeres que coquetean conmigo? –quede pensando lo que decía. -Así es -Ya veo… -se sentó a mi lado y no pudimos decir nada más porque en ese momento llego Alice y Jasper. - 268 -

-¡Hola! –nos saludo a todos de un beso en la mejilla, mientras que yo salte a saludar a Jasper, hace mucho que no lo veía. -¿Y tú? ¿No deberíamos vernos más siendo que trabajas en el edificio del al frente? –el sonrió. -Muchos números –miro a Edward y estrecho su mano. Ninguno de los chicos había tenido alguna reacción extraña al ver a Edward, siendo que era jefe de nosotras, competencia del edificio de Jasper y sin duda un hombre de negocios para Emmett y Rosalie. -¿Cómo has estado? ¿Mejoraste? –me pregunto Alice preocupada. -Si, creo que me faltaba tener una larga siesta –si, quedar inconsciente por horas era una mejor definición para la siesta que tuve. -Debes cuidarte, Bella –Alice me miraba con el ceño fruncido. -No te preocupes… -le sonreí para ver si así podía relajarse mas, pero ni por asomo pude engañarla. -Y tú –dijo mirando a Edward. Claramente había tomado la palabra de Edward, afuera de la empresa el no es el jefe –deberías cuidar más a Bella –el asintió sin decir nada. Alice lo quedo mirando extraña, yo hice lo mismo. Edward estaba demasiado raro, desde que desperté que no era el mismo de siempre ¿Qué habría pasado cuando dormía? Con los chicos comenzamos a conversar sobre cómo estaba todo en nuestras vidas, incluso Edward participo de la conversación, opinando y diciendo como había sido su vida en estos años, realmente lo utilizaron para un interrogatorio, sobre todo Emmett, pero no me estaba sorprendiendo como estaba atrapando al resto de mis amigos. Se reía y bromeaba con Emmett como si hubieran sido amigos desde años, hablaba de lo que sucedía con las empresas con Jasper y sin dudas que haya tomado mi mano mientras estaba hablando, encanto a Rosalie y Alice. Como dije, no me sorprendía lo buen actor que era. -Vamos a bailar –dijo como si nada, me miraba sonriendo y bastante entusiasmado. -No, gracias… -aleje mi mano de la suya porque en todo este tiempo no me había soltado. - 269 -

-Vamos… -dijo ahora un poco más serio. Mire a los demás pero todos estaban conversando. Volví a negar y me puse de pie, nadie tomo en cuenta mi movimiento por lo que Salí del lado de Edward y me trate de perder entre toda esas personas, pero fue inútil –y luego discutes conmigo por cómo te trato –me gire al escuchar su voz en mi oído. Tenía esa expresión enojada, pero no era como antes, algo estaba pasando aquí y no sabía que era. -No soy buena bailando –dije mirando hacia el lado, avergonzada. -Pero si te vi bailando con ese chico la primera noche que nos vimos y luego te vi con Noah, en ambas te movías bien –baje mas mis hombros. -Es porque había tomado un poco…. -¡Vamos Bella! –levante la mirada al escuchar el grito de Emmett, quien me levantaba el dedo pulgar, dándome animo, luego le hizo un gesto a alguien y una canción muy lenta comenzó a sonar. -Ellos saben mucho de ti ¿no? –dijo Edward mirando hacia los chicos, de seguro le llamo la atención que ellos ya sabían que no soy buena con los pies. -Los amigos saben mucho de uno ¿no crees? James ha de saber todo de ti –él se quedo unos segundos pensando. -Supongo… -¡Ya saca a bailar a tu chica! –volvimos a mirar a Emmett. Demonios ¿Cómo se podía hacer llamar mi amigo? -Muy bien –Edward sin aviso tomo mi mano y luego mi cintura. Fruncí el ceño, esto no era vals ¿Por qué me tomaba así? -¿Qué estás haciendo? –el me miro serio. -Esta es la postura adecuada para bailar –lo quede mirando como si fuera el ser más extraño del planeta, en realidad lo era. Comencé a carcajearme de él sin poder controlarlo, Edward me soltó de inmediato. -No puedo creer que supuestamente eres un Casanova y no sabes bailar un lento ¿Cómo es que te tiras a tanta chica? ¿Cuál es tu método? –el se quedo callado, pensando en algo, de seguro en algo desagradable para responder, así que me adelante para que no se le ocurriera nada –realmente eres un inútil –tome sus - 270 -

manos e hice que las dejara en mi cintura para yo poder rodear su cuello –Así se hace… -apoye mi cabeza en su pecho luego de notar esa extraña mirada que me estaba dando Edward. -Ya veo…-dijo después de lo que hice –no suelo bailar con nadie realmente…hace mucho que no lo hacía –no fui capaz de mirarlo cuando me dijo eso ¿Qué estaba planeando? ¿Qué estaba tratando de hacer? Seguimos bailando bastante tiempo, de todo un poco, hasta que de un segundo a otro, me vi riendo por lo pésima bailarina que era sobria, sin embargo Edward me miraba serio, bastante concentrado en cada uno de mis pasos. -Muy bien, me canse –realmente estaba cansada de sus miradas que me estaban haciendo sentir nerviosa. Solté sus manos y él me quedo mirando. -Bueno –dijo el mirándome –claramente has provocado que un mito se vaya al suelo –fruncí el ceño sin entender. El no siguió hablando luego de eso. -No entiendo...-por primera vez desde que comenzó a bailar, saco una sonrisa. -Dicen que las personas que son buenas bailando son buenas en la cama –sentí como me comenzaba a sonrojar –me pisaste más de diez veces, eres pésima bailando, pero eres bastante buena en la… -¡Edward! –me gire molesta por lo que estaba diciendo, sin nada de vergüenza -¿Qué te sucede? No andes diciendo bromas o algo por el estilo…aquí no están mis amigos para que los compres –el frunció el ceño borrando su sonrisa. Me gire para irme, pero me detuve al momento de escucharlo segundo después, lo que me hizo quedar helada. -Ya no puedo leer tu mente Isabella…eso es lo que sucede…

Adelanto -Ya veo, mi príncipe azul te manipulo para que le dieras mi numero. -Por lo visto si porque cuando se entero de que estabas enferma, el me entrego su número de inmediato –sonreí emocionada….alto ¿emocionada? -¿Qué sucede? -¿Por qué me hablas tan animada de él? –la mire directo a los ojos, algo anda mal - 271 -

aquí –sabes que estoy con Edward… -El no me gusta –dijo esquivando mi mirada –lo siento, pero no tengo una buena impresión de él, lo encuentro cinico y manipulador

Chicas gracias por sus comentarios, de verdad, ya pasamos los 1000 jamas pense que podriamos llegar ahi :D de verdad agradezco cada uno de sus comentarios, solo los amo :D me hacen escribir más ;D

- 272 -

Chapter 24 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon +16

Capitulo n° 24 —¿De que estás hablando? –era imposible que el dejara de leer mi mente, aun no estaba intentando hacer aquello. —Creo que estas lo suficientemente confundida como para solo dejarme ver una nube en tu cabeza –mire a los lados, este no era un lugar donde podíamos conversar. Tome la mano de Edward e hice que caminara conmigo, él no dijo nada, nuevamente sorprendida por el vampiro bipolar. Llegamos a la oficina de Emmett, nadie se metía aquí por razones obvias de que era la oficina del jefe, pero no había problema si yo lo hacía. —Explícate –me apoye en la mesa mientras él se quedaba en la puerta. Seguía pensando que con Edward algo raro estaba sucediendo, no sé estaba comportando como siempre. —Ya te lo he dicho ¿Cómo no eres capaz de entender? No puedo leer tu mente porque estas muy confundida –rodee los ojos. —Yo no estoy confundida con nada –mentirosa. —Si lo estas, además has de estar muy enojada conmigo –enarque una ceja al escucharlo. —Creo que el único confundido aquí eres tú, por eso no puedes leer mi mente –comencé a hacer sonar mis uñas en la madera de la mesa. —No, tengo mi habilidad muy desarrollada por algo pude convencer a tus amigos de que estoy bien para ti, eres con la única que no puedo saber lo que piensa…así que dime en este momento que está sucediendo –su mirada era fría y manipuladora, que desilusión ¿de verdad pensaba que dándome ese tipo de miradas yo iba a ceder? —¿Desde cuándo que está sucediendo esto? –el se apoyo en la puerta. - 273 -

—Desde que caíste en tu siesta, bella durmiente –mire hacia el lado, tratando de concentrarme para ver que podía estar sucediendo, no era como si deseara que el siguiera sabiendo mis secretos, pero aun así me causaba extrañeza todo esto. —Bien, mejor para mi –dije sonriendo, pero Edward realmente estaba molesto con todo esto, no lo había demostrado durante toda la noche, pero ahora su expresión era clara –por lo menos he obtenido algo de libertar –nos quedamos mirando un par de segundos, cada uno molesto por su lado –bien no tenemos nada de qué hablar –me fui hacia la puerta para abrirla, pero Edward tomo mi mano con fuerza antes de siquiera poder tocar la manilla. Levanto mi mano e hizo que lo mirara. —Que te quede claro que esta actitud se termina aquí ¿has escuchado? ¿crees que no lo he notado? —Suéltame –dije manteniendo su mirada, el presiono mas fuerte mi mano, pero no exprese nada de dolor. —Comienza a aclarar esos pensamientos porque –apretó mas fuerte –no sé cuánto te duele cuando hago algo como esto –presiono mas fuerte lo que provoco que me quejara. Lo quede mirando con los ojos como plato ¿me acababa de decir que gracias a mis pensamientos sabia hasta donde llegar conmigo? —Sueltamente entonces, porque duele –lo hizo al segundo de decirle eso –no me vengas con niñerías… —abrí la puerta y Salí de ahí con rapidez. Llegue donde estaban los demás. —¿Todo bien? –dijo Emmett mirándome preocupado. —Si, solo aclarando algunas cosas, siento si te molesto que hayamos entrado en tu oficina –el sonrió. —Nada de que preocuparse…. —¡Bella! –dijo Alice mirándome sonriendo –tu me acompañaras al baño –me tomo de la muñeca y me hizo avanzar con ella a través de las personas hasta que llegamos al baño, donde hizo que las dos nos metiéramos en uno. —¡Alice! –dije soltándome y queriendo salir. —Tengo su número –dijo levantando un papel que tenía en su mano, moviéndolo de un lado a otro. Solo eso evito que pudiera salir de ahí, escapando. - 274 -

—¿De quién es? –realmente sabia de quien era, pero quería saber cómo lo consiguió. —Un chico muy guapo te vino a buscar ayer para almorzar. —Noah… —susurre un tanto asustada por si Edward escuchaba de alguna forma. —Así es, el chico es un amor, nos encontramos en el ascensor, me reconoció desde el día de la fiesta y bueno, me conto su triste historia sobre como había sido plantado por su….¿doncella en apuros? –no pude evitar reír por lo que me dijo. —Ya veo, mi príncipe azul te manipulo para que le dieras mi número –dije siguiendo la broma de aquella noche. —Por lo visto si, porque cuando se entero de que estabas enferma, el me entrego su número de inmediato –sonreí emocionada….alto ¿emocionada? —¿Qué sucede? —¿Por qué me hablas tan animada de él? –la mire directo a los ojos, algo anda mal aquí –sabes que estoy con Edward… —Él no me gusta –dijo esquivando mi mirada –lo siento, pero no tengo una buena impresión de él, lo encuentro cínico y manipulador –no pude evitar sonreír al notar que Edward no había engañado a mi amiga –desde el primer momento que trate con él ¿Por qué sonríes? —Porque realmente pensé que te caía bien, ahora es raro verte hablar así de Edward –no le podía decir lo feliz que me hacia porque él no la engaño. —Bien…entonces toma, no digo que dejes a Edward eso tú lo eliges…pero aquí tienes a Noah, a quien dejaste plantado –tome el papel y lo guarde en mi bolsillo. —Esto no significa nada –dije para que no creyera que todas las cosas que decía Alice eran ciertas, no deseaba que Edward leyera sus pensamientos y viera que yo había aceptado lo que ella pensaba de él, porque así solo la pondría en peligro a ella. —Lo sé…pero aun así necesitas el número para explicarle porque lo dejaste plantado –asentí. —Estas en lo correcto…—pensé unos segundos –despídeme de los demás y dile a Edward que nos vamos y que lo esperare arriba ¿si? –Alice me miro sorprendida. —Esta bien… - 275 -

—Y por lo más preciado, no pienses en que iré a hablar por teléfono –ella asintió mirándome un tanto extrañada. Me despedí de ella y me fui directo hacia las escaleras para salir del pub de los chicos. Mire la hora y tarde, muy tarde, pero decidí que si no llamaba ahora a Noah lo iba a hacer luego. Llegue a la salida del local y pude estar en la calle en unos segundos. Vi que Jacob estaba recostado en el asiento del copiloto, durmiendo. Me fui hacia detrás del auto y saque mi celular, donde marque con rapidez el numero de Noah, espere unos segundos hasta que me contestó un muy soñoliento Noah. —¿Noah? –pregunte indecisa por haber llamado a esta hora ¿Cómo se me ocurre? —¿Con quién hablo? –me quede callada unos segundos sin saber si cortar o no. —Con Isabella Swan… —¡¿Bella? ¿estás bien? –me sentí peor por haberlo despertado. —Lo siento mucho por despertarte. —¿Sucede algo? ¿Necesitas ayuda? –me quería comenzar a dar contra el auto por estúpida. —Es mi único horario para poder llamarte…no sucede nada, solo quería disculparme por no llegar ayer… —Querrás decir antes de ayer…ya que estamos en la madrugada del viernes… —Lo siento… —Solo te perdonare si sales conmigo a comer…pero de verdad y no un almuerzo de oficina, mañana a las siete, te paso a buscar –trague saliva nerviosa, pensando en cómo lo hacía. Pronto llegaría Edward. —Si… —dije sin más –acepto, pero nos encontramos en el Berghoff —¿Estas bromeando cierto? —No –dije segura —¿Por qué iba a estar haciendo aquello? - 276 -

—Porque ese local estará lleno, además de que hay más hombres que mujeres y pensé que mejor era un lugar más tranquilo… —No, es perfecto…comida de verdad y es tranquilo –dije pensando en las veces que había ido con Jessica. —Muy bien, allá nos vemos entonces, a las 7, yo invito —Pero… —Pero nada, yo te invite, yo pago –sonreí. —Muy bien, nos vemos… —Nos vemos doncella en apuros. —Adiós Príncipe Azul –corte y quede como tonta el celular, sonriendo. Una cita…de amigos, no estaba nada de mal. Mire hacia mi lado y pude ver recién saliendo a Edward. Trague saliva nerviosa porque ahora iba a ser descubierta por él —¿Por qué te has ido así? –me estaba mirando realmente confundido, fue en ese instante que recordé sobre su don no funcionaba conmigo, él no podía leer mi mente y yo podía volver a tener mis secretos. —Porque no te quiero cerca de mis amigos, por eso… —me miro fríamente para después girar e ir a dar la vuelta por el auto, hasta llegar a la ventana de Jacob, donde la golpeo de tal forma que Jake salto de su sueño y salió del auto para ir abrir mi puerta –Gracias Jacob –dije entrando. No me iba a sentir mal porque tuvo que salir del auto por abrir mi puerta, era mejor que despertara para que no nos hiciera chocar al volver. Edward no me dirigió la palabra durante todo el momento que fuimos en el auto, cosa que hizo sentir bastante bien, ya que estaba teniendo mi tranquilidad. Me despedí de Jacob al bajar y nos fuimos al ascensor con Edward, al igual que minutos atrás, en silencio. Comencé a pensar en que ponerme para salir mañana, ver a Noah me animaba ciertamente, el era un chico agradable que me había hecho sonreír mas de una vez cuando las cosas estaban yendo de una forma horrible. —¿Por qué estas sonriendo? –desperté de lo que estaba pensando cuando Edward me estaba mirando enojado. Sonreí ante su pregunta. - 277 -

—Nada que sea de tu incumbencia –que tranquilidad era poder decirle eso, sabiendo que no se metería en mi cabeza. Cerré mis ojos disfrutando este momento, pero Edward me empujo de tal forma que quede apoyada en la pared del ascensor. Abrí mis ojos asustada y pude ver que Edward tenia su rostro muy cerca mío y su mano estaba apoyada al lado de mi cabeza. —No juegues conmigo, sabes que te puedo sacar lo que piensas, por las buenas o por las malas….ahora dime, esto es sobre el tal Noah ¿no? Tu amiga Alice es pésima escondiendo pensamientos, es solo una humana –lo quede mirando asustada, pero no alcance a decir nada cuando el ascensor se abrió —¡Responde Isabella! —Edward Anthony Cullen Masen –Edward me quedo mirando directo a los ojos para luego voltearse. —Esme… —moví mi cabeza hacia la derecha para ver si Edward decía la verdad, tuve que moverme para poder verla ya que él me tapaba la vista. —Esa no es forma de tratar a Isabella… —ambos salimos de la caja metálica y llegamos al piso. Esme esta vez se veía más…¿poderosa? Comenzó a caminar hacia la sala, por lo que con Edward la seguimos en silencio —¿Dónde andaban los dos? ¿Por qué Bella esta más delgada? –trague saliva nerviosa. Edward prendió la luz de la sala y yo pase directo hasta apoyarme en el pilar que había en la ventana, mirando hacia un lado –Edward responde –pude ver que ella estaba de frente a él y cuando mira hacia un lado, casi se me fue el alma del cuerpo al ver a Carlisle sentado en una de las sillas del comedor, mirando en silencio, en la oscuridad. Demonios, esta era la primera vez que se veían tan….vampiros. —Respóndele Edward –el involucrado me miro y esta vez mas que enojado conmigo, lucia enojado con lo que estaba sucediendo. —¿Por qué esta tan delgada? ¿Por qué no sabe toda la verdad aun?...y lo mas importante ¿Por qué le estabas gritando? —¿Quién es ese tal Noah? –aporto Carlisle, esta vez mirándome. —¡Edward! –dijo Esme. —Eso no es de su incumbencia –dijo respondiéndole a Esme. —Te advertí que te habíamos aceptado lo que la fiesta Masquerade solamente porque había mas vampiros y si no te veían firme se podían llevar a Bella….pero ahora que la veo –dijo Esme realmente mirándome, provocando que deseara que - 278 -

hubiera más piso detrás mío para dar pasos hacia atrás –Bella –dijo ahora acercándose a mí. Realmente esta vez lucia amenazadora. Traía un vestido rojo sangre que llegaba hasta el suelo, dejaba sus hombros y parte de su espalda descubierto y no sé si era cierto pero parecía que su vestido tenia diamantes incrustados –Me mandaste ese correo electrónico para saber de Edward ¿no? –mire al sádico vampiro y me miro de tal forma que me quería matar con su mirada. —Si –dije finalmente. —¿Es que Edward te sigue tratando como el día de la fiesta? –mire a Edward de nuevo. —Si –responde segura. —¿Te ha faltado el respeto? –ni siquiera mire a Esme en ese momento. —Si, lo sigue haciendo…además de someterme a él de todas las formas que piensa, me priva de salir y no me informa del porque me tiene aquí atrapada…además de –Edward me miro, ahora estaba mas que segura, estaba tratando de matarme con la mirada –además de que estuvo con otras mujeres y en la oficina de Carlisle –Esme se volteo de inmediato a ver a Edward. —Edward… —susurro Carlisle horrorizado, pero lo más sorprendente fue ver a Esme, acercarse a él y darle un bofetada tan fuerte que hizo que él volteara su rostro hacia un lado. Di un paso hacia él para…¿ayudarlo? Pero al darme cuenta de lo que estaba haciendo, volví a mi lugar. —¿No les has dicho nada? –le dijo a Edward. —¡No! –le grito enfurecido. —¡No me hables en ese tono!...Carlisle –dijo un tanto agotada por todo esto. Miro a su esposo de tal forma que jamás hubiera pensando que ella era la misma que había abofeteado a Edward. —Menos mal que deseaste venir por unos días, amor –dijo mirándola dulcemente. Trague saliva, realmente no sabía si había hecho bien en hablar. —Por lo menos Bella –dijo Esme mirándome —¿te sigue leyendo la mente? –de verdad lucia cansada. —No –dije negando –dijo que desde que desperté no ha podido leer mi mente… - 279 -

—Eso es algo –dijo ella sentándose en un sofá. —Tu –dijo Carlisle –ven conmigo… —tomo a Edward del brazo, pero este se soltó en un segundo. —¡Fuera los dos! –grito a los dos vampiros –Ahora…yo e Isabella tenemos que hablar…fuera los dos y vuelvan a sus vacaciones en no sé donde –ambos vampiros se quedaron mirando. La verdad es que mi corazón se iba a salir de mi pecho, solamente por el miedo que sentía en este momento. —Nos iremos… —dijo Esme –pero volveremos mañana para saber sobre ustedes, tu estas a nuestro cargo Edward…que trates mal a tu pareja —casi me caí al escucharla decir aquello –no es perdonado en nuestra especie… —¡Yo no soy su pareja! –Dije aclarando tal cosa —¡ustedes! –hice mis manos un puño –están disponiendo de mi vida como si no fuera nada ¡Yo elijo lo que quiero! Y ¡ese no es Edward! –les aclare a los tres vampiros que me miraban –jamás en mi vida pensé que iba a estar cerca de alguien como él… —lo mire enojada –has hecho mi vida un infierno…me has tratado mal y has abusado de mi como se te a antojado, yo no soy tu pareja, yo no siento ni estoy sintiendo nada por ti…lo único que quiero Edward –dije mirándolo a los ojos –que desaparezcas de mi vida –pude notar como Esme tomaba la mano de Carlisle, horrorizada por mis palabras –es con lo único que tú podrías hacerme feliz… —Edward ni siquiera tuvo alguna expresión en su rostro, no me sorprendía, para poder causar dolor en alguien así, él debía tener la facultad de sentir algo –yo no soy el títere de nadie… —Salí de ahí corriendo hacia la habitación, donde le puse seguro y me fui a sentar a una esquina de la habitación. Abrieron la puerta sin ningún problema y luego vi una sombra al frente mío. Esquive mi mirada, pero Edward me tomo del brazo y me hizo estar de pie para luego hacer que me quedara sentada en la cama mientras caminaba de un lado a otro. —¿Dónde esta Esme? –dije al notar que ninguno de los dos hablaba. —Tu hada madrina se ha ido luego de sermonearme junto con Carlisle… —me alegre internamente –pero no has logrado nada niña, solo estas atrapada conmigo aquí —¿niña? ¿de dónde saco eso? —No me trates de niña, Edward. —Lo siento su alteza… —pude ver como se inclino ante mi —¿Cómo desean que la llame? ¿Cómo lo hace tu amigo Noah? Pobre Doncella en apuros ¿no? –me puse de - 280 -

pie sonrojada por lo que estaba diciendo. —¡Cállate! –lo empuje con todas mis fuerzas –tu no tienes derecho a hablar así…deja eso para mi. —¿Es que con eso te quieres engañar? ¿Qué te traten así?... —¡Solo no quiero que me griten, empujen, estrangulen, me toquen como si no fuera mi cuerpo! ¡Como si fuera tuya! —Eso es lo que eres. —¡No entiendes! –le grite con ansias de llorar –tu no entiendes de lo que se trata la Tua Cantante, por eso has caído antes, no es culpa de Samantha o Luciana, o la gata de la esquina ¡eres tú! –lo volví a empujar. —¡Excelente! Una humana sabe mas que yo. —¡Lo hago! No entiendes el concepto de que alguien es de otro, no entiendes el significad de "ser tuya" —¡Explícamelo! ¡sabelotodo! –me grito haciendo que diera unos paso hacia atrás, pero no me quede callada. —No soy una propiedad…ni un objeto…¿es que no lo ves? Fuiste humano, no soy algo que puedes utilizar cuando se te antoje…tu fuiste humano Edward…sabes lo que significa ser de alguien….te lo debes ganar….es –dije haciendo mis manos un puño de nuevo –es ganar su confianza, su preocupación, su cariño…su amor, tu no….no haces más que utilizar a todo el mundo, desde manipular para que te traigan un papel, hasta ordenar para que te lleven a un lugar o finalmente tomar lo que es tuyo y tratarlo como basura –mis ojos se llenaron de lagrimas al decir lo ultimo, en eso encajaba yo –no tenias para que secuestrarme y hacer lo que querías conmigo, no me hubiera negado si me invitabas un café –dije sentándome en la cama de nuevo, completamente abatida –pero tú eres malo, por eso arruinaste lo de antes con Luciana… —Cállate… —dijo con voz baja –no sabes nada de Luciana… —me volví a enojar. —¡Claro que no lo sé, si tu no dices nada! ¡no me informas de nada!...No me dices que pasa por tu cabeza, estas mintiendo en cada movimiento que haces y solo por eso te conviertes en un maldito por ¡Estar escondiendo todo! - 281 -

—¡Cállate Bella! –dijo tomándome de los hombros –Solo cállate –dijo con voz mas baja –no sabes nada…. –aquello lo dijo mas como un susurro. Sus manos cayeron a sus lados, dejándome libre de nuevo –siempre que se muestra como eres…todo se arruina… —con suerte pude escuchar lo que dijo. —Estas siendo un cobarde, claramente no la has superado…a Luciana —tuve una sensación extraña en mi pecho al decir lo ultimo. Edward se giro y me dio la espalda. Solo la luz artificial que entraba por las grandes ventanas, podía ver su silueta. —Te he dicho que te callaras, Isabella… —¿Es que no puedes superar que te haya engañado? ¿Qué te haya cambiado por otro? ¿tu ego salió herido? Pobre Edward, ser herido le da el derecho de arruinar las vidas de las demás…. —No fue solo Luciana….y no fue engaño –me quede helada al escucharlo ¿de verdad el seria capaz de decirme lo que sucedía? –todos piensan que fue por Luciana…pero no, fueron varias mas, tengo 1500 años y sé lo que es enamorarse…no creas que siempre he sido así –caí en la cama sorprendida ¿el de verdad me iba a contar su historia?

shang Shang shang... Muy bien, les he dado otro capi mas para mis lectoras lindas que comentan tanto ¡si se portan tan bien! me encantan :D Veremos cuando vuelvo a subir porque ya comienzo de nuevo con mis clases u.u Muchas gracias por sus comentarios, son hermoso y me dan animos de seguir escribiendo :D gracias por darse el tiempo de leer este fanfic. Como adelanto les digo que queda la caga con la historia de Edward :P

- 282 -

Chapter 25 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 25 —No fue solo Luciana….y no fue engaño, en parte –me quede helada al escucharlo ¿de verdad el sería capaz de decirme lo que sucedía? –todos piensan que fue por Luciana…pero no, fueron varias mas, tengo 1500 años y sé lo que es enamorarse…no creas que siempre he sido así –caí en la cama sorprendida ¿el de verdad me iba a contar su historia? –Ella se murió…todos creen que sigo afectado por eso, pero no….ya ha pasado demasiado tiempo como para siquiera recordar su rostro —¿Y así dice que estaba enamorado? —yo estaba enamorado de ella cuando era humano, jamás me declare a ella…hasta que un día particular en mi vida, por diferentes situaciones Carlisle me convirtió, supongo que necesitaba compañía…—se quedo callado unos segundos, yo no dije nada, estaba haciendo todo lo posible para que siguiera hablando, ni siquiera me movía como para que él pensara que estaba solo, yo solo era un mueble más en este momento –La tua cantante que conocí por primera vez fue en mi año de recién nacido…de neófito, no duro ni cinco minutos en mis brazos, bebí lo más rápido que pude de ella….Samantha –como impulso lleve mi mano derecha a mi cuello –al año siguiente encontré a Luciana, no estaba casada y yo me sentía solo, ya que Carlisle había encontrado a Esme, la había proclamado como suya y yo quería lo mismo…pero Luciana, no era mi aroma favorito, aun así lo hice, la proclame como mía por voluntad propia y luego la convertí….ella también lo quiso…esos dos años, realmente fui feliz…pero no sé qué paso después. Otro vampiro llego –dijo ahora mirándome –cuando eres vampiro sigues con el mismo aroma de humano, un tanto mejorado…digamos que hubo un error entre parejas… —fruncí el ceño –ella no supo qué hacer…pensándolo bien, era una mujer débil, ya que termino con su vida, aun no entiendo que tenía en la cabeza… —basura, eso es lo que tenía esa mujer en su cabeza ¿es que no supo elegir entre los dos? —¿Y que mas sucedió después? —Estuve solo por varios años…hasta que después fueron apareciendo otras vampiros –el me volvió a dar la espalda –cada una se fue yendo con su vampiro o humano…hasta que me canse de ser bueno por nada, luego de tres vampiras, no tuve más…solo me dedique a pasarla bien y beber de las humanas, quienes además aplacaban todas mis necesidades…bueno, hasta que apareciste tu y has arruinado - 283 -

todo —quede en silencio, esperando por más, pero no dijo ni una sola palabra. Lo que me hizo enojar de verdad al notar de que se trataba todo esto. —Eres un cerdo… —dije sin poder evitarlo —¿esa es tu gran historia?...¿por eso me has hecho pasar por todo esto? ¿es que no hay una madre violenta? ¿o un padre abusivo? ¿solo fue porque te ha tocado una mala suerte? ¡No eres más que una niñita, Edward Cullen! –me puse de pie y lo empuje con todas mis fuerzas —¡Eso no es nada!...¡nada a lo que he tenido que pasar! Te he tenido que soportar todo Edward porque eres un vampiro y tienes más fuerza, pero eso no te hace superior ni con el poder de dominarme…me has hecho caer de nuevo ¡me prometí que no seria golpeada por nadie nunca mas! –lo mire a los ojos –tuve que soportar a mi padre y luego a ti ¡Y tu eres aun peor!... –él me miro con los ojos bien abiertos, sorprendido –Sal de aquí ¡no te quiero volver a ver! ¡Sal de aquí ahora mismo! –le grite a la cara –Eres una basura….¡Vete! –le grite con todas mis fuerzas, hasta que él se giro y desapareció de mi vista, dejándome helada al ver que el no trato de explicar nada, ni siquiera una palabra. Fui a cerrar la puerta y luego me metí bajo los cobertores, donde comencé a llorar con todas mis fuerza ¡Demonios! ¿Por qué todo esto me tuvo que pasar a mi? Trate de quedarme dormida pensando en nada, solo en una pared color blanco, no quería saber nada de Edward y menos quería saber de su historia tan patética. Aquello no le daba derecho de comportarse de esa manera, ni quedar marcado por perder a Luciana, ella ni siquiera era su aroma favorito, esto era estúpido y desearía con todo corazón que le estuviera pasando a otra chica, no a mi, aunque suene horrible. Luego de varias horas de estar así, pude rendirme al cansancio, sin saber qué demonios hacer, solo de una cosa podía estar segura, odiaba con todo mi ser a Edward Cullen y no volvería a permitir que el tomara mi vida de nuevo. El sonido de mi celular provoco que mis ojos volvieran a abrirse, mi estomago rugió por hambre. Me senté y a tientas busque mi teléfono. —¿Diga? —Veo que estamos a mano, te he despertado –abrí mis ojos en un segundo. —¿Noah? ¿Qué hora es? —Por lo visto fue bueno llamarte, son las cinco de la tarde –aleje el celular de mi oído y mire la pantalla. Noah estaba en lo correcto —¿estás bien? - 284 -

—Si ¿Por qué? —Tu voz esta mas ronca ¿estas resfriada? –sonreí, claro que no era por eso, era por haber llorado tanto. —Todo bien, me veras sana y salva para las siete. —Entonces la cena sigue… —Sin duda alguna. —Muy bien, entonces nos vemos en dos horas… —Nos vemos… —ambos cortamos y me levante de un salto. Me fui directo a la ducha donde me entretuve por bastante tiempo hasta por fin salir y arreglarme. Seque y alise mi cabello, hasta dejarlo como deseaba. Luego me fui al armario y elegí mi ropa, la que tenia en esas cajas. Sonreí al verme al espejo, era cien por ciento yo, Bella Swan, la misma que vivía antes en un departamento en un mal barrio y la que estaba ahorrando cada centavo para irse de este país y recorrer Europa. Arregle mi gorra de cuero café y mire mi atuendo. Un suéter suelto sin mangas a rayas de estilo largo, café con crema, más un lindo blazer sin mangas color verde y unas botas a tono con mi vestido. Tome mi bolso y Salí del armario. Tome la manilla de la puerta y me obligue a pensar que este lugar no era donde estaba verdaderamente. La abrí y me apresure para salir hacia el ascensor, nadie me detuvo por lo que llegue y marque el primer piso para luego irme en un taxi, no quería nada que tuviera que ver con Edward Cullen. —Buenas tardes –dijo Jacob sonriéndome. —Hola, Jake –le di un beso en la mejilla –espero que todo este yendo bien, hoy no tienes que llevarme a ningún lado, me voy en taxi –el me quedo mirando sin decir nada por unos segundos. —Muy bien –asintió. Con ayuda de Jacob tome el taxi para ir a cenar con Noah, no me tomo mucho encontrar uno. Iba bien en el tiempo. Durante el viaje me concentre en ir tranquila, en no pensar sobre estupideces que no valían la pena. —¿Aquí era Srta.? –mire y le asentí al chofer. Pague y Salí del taxi. Respire - 285 -

profundamente, estaba siendo libre, sonreí. Por lo visto Edward no se estaba mezclando en todo esto ¿me habrá escuchado de verdad en la madrugada? ¿Cuándo lo aleje? —Y yo pensé que te tendría que esperar –me gire y note que Noah estaba ahí mirándome con una sonrisa tan agradable –te ves encantadora Bella… —Gracias, tu no luces nada mal –iba casual, igual que yo, me gustaba como se veía. —Muy bien ¿entremos? Porque muero de hambre. —Yo igual –dije tomando mi abdomen. Avanzamos hasta entrar en el lugar, estaba lleno como siempre, habían bastante hombres en la barra con una cerveza y viendo futbol. —Aun me pregunto como fue que elegiste este lugar –levante los hombros sin saber porque lo había elegido –pero no importa la compañía es increíble. Alcanzamos un lugar. Noah acomodo la silla para mí, como todo un caballero. —Supongo que esto lo haces siempre que sales con una chica… —dije ante su actitud tan caballerosa. Él sonrió. —Realmente estoy acostumbrado –dijo sentando al frente mío. Alcanzamos un lugar donde estábamos en una esquina, sin ser molestados por nadie –no es que salga mucho con chicas…no me… —no pude evitar reír a lo nervioso que estaba. —¿Por qué estas nervioso? —Bueno, voy a tener una cita con una chica muy guapa, así que espero no arruinarlo todo –enarque una ceja, mientras sonreía. —Quedamos en que esto no era una cita, sino más bien una cena entre amigos… —No, eso quedaste tú en tu mente, lo más probable… —llego una chica con el menú. Nos saludo y los dejo en la mesa. —Bueno…realmente eso es lo que debería ser esto, Noah –el me quedo mirando sin decir nada por unos segundos. - 286 -

—¿Eres la novia de alguien? –iba a responder pero me quede callada, analizando lo que iba a decir. Yo no era la novia de nadie, no tenia porque responderle que si, Edward no me podía seguir manejando a su antojo. Yo no lo aceptaría. Maldito psicópata —¿Por qué me estas mirando enojada? —¿Cómo? –dije despertando de mis pensamientos. —Me estas mirando enojada, realmente con odio –Noah me miraba preocupado. No pude evitar sonreír por lo recién sucedido. —Pensaras que soy una lunática, no era contigo, solo estaba pensando…y yo, no soy la novia de nadie… —¿Entonces tengo el camino libre? –quede pensando en su pregunta. La verdad era que nunca me había dado el tiempo para este estilo de cosas, la ultima vez que salí a una cita y tuve novio fue hace alrededor de 2 años, y no duro mucho. —Noah…no creo que este sea un buen momento…lo que paso esa noche… —No fue nada, lo tengo claro –dijo el sonriéndome –de eso no tengo duda, pero ya te conocí más y me agradas, quiero salir más contigo… —Pero llevas 10 minutos conmigo ahora… —Si, pero se puede notar que eres una buena chica…mira, tu solo acepta salir conmigo, lo pasamos bien y sin compromisos ¿no te parece? Solo como amigos. —Solo como amigos… —Por el tiempo que lo desees… —sonreí, ya sabia de lo que estaba hablando. —Estas jugando… —No, solo viendo que hacer con mi tiempo libre, tu igual deberías verlo así. —Pero a diferencia tuya, yo no tengo tanto tiempo libre como tu, yo soy empleada, no jefe –Noah comenzó a reír por lo que dije. —Bueno…si, en eso tienes razón, has de ser muy dura con tu jefe, Cullen ¿no? –sonreí, realmente Cullen era duro conmigo ¿Por qué tenía que hablar de él ahora? –vi que aquella vez, no te trato muy bien, no es un jefe abusivo ¿cierto? –de inmediato mi cabeza comenzó a recordar todas las veces que Edward me había - 287 -

tratado mal, fueron imágenes que pasaron en una fracción de segundo —¿Bella? —No… —dije respondiendo de inmediato –lo siento, quede pensando si había apagado la luz al salir de casa… —Eso…¿Dónde vives? –trague saliva. —Bridgetport—Chinatown –le dije mi antiguo barrio, impulsivamente decidí que Noah conocería a la Bella verdadera. —Ya veo…luego te iré a dejar entonces –sonreí. —Seria increíble… —Eso queda lejos de acá, es peligroso que te vayas sola. —Gracias Noah…y bien ¿Dónde vives tu? –el levanto los hombros. —En el centro…departamento, solo… —sonreí, así era la vida de Edward antes. Un soltero solitario…aunque seguía de la misma manera. Cuando la mesera volvió, tuvimos que elegir algo rápido y en mi caso sencillo. —Unas papas fritas con una coca—cola –Noah me quedo mirando sonriendo –y aderezo por favor… —ella asintió y anoto. —Lo mismo que ella… —la chica se fue con nuestro pedido –menos mal que no eres de las chicas que piden una ensalada. —Muero de hambre, no dejaría de comer por un hombre… —Me parece un excelente principio… —sonreí a lo que dijo Noah. Era inevitable responderle con una sonrisa, el era tan agradable, sus ojos verdes brillantes y esa sonrisa que te daba tan honesta o por lo menos eso era lo que yo percibía de Noah. —Bien…ahí vienen –nos trajeron nuestra comida y casi me la comencé a devorar, era una gran porción de papas fritas, por eso veníamos seguido antes con Jessica y Alice. Creo que por eso había elegido este lugar, era familiar y de mi pasado, donde era completamente libre. Con Noah comenzamos a comer y seguimos conversando sobre distintas cosas, pasando el tiempo. Realmente me estaba ayudando a pasar un increíble momento, - 288 -

olvidando lo malo que había en mi cabeza. —Entonces lo que quieres es ir a Europa…he ido, es hermosa, aunque solo conozco algunas ciudades –tome un poco de coca-cola y mire a Noah. —No dudo que hayas ido a Europa… —Pronto iras tú ¿cierto? –sonreí. —Debo juntar mucho más dinero…pero no estoy lejos –si es que lograba mi libertad pronto. —Estoy seguro que lo lograras pronto –espero. —Bien ¿salgamos a caminar? Esto se está llenando –dije mirando a mi alrededor. —Muy bien –tome mi bolso y salimos de ahí. Noah ya había pagado antes. Nos fuimos caminando tranquilamente por la calle, ya había oscurecido por lo que las luces de la calle nos daban un cálido ambiente. —¿Y que es de tu familia, Bella? –me tense al escuchar su pregunta. No me agradaba hablar de mis padres. —Están bien, gracias –el me miro sonriendo. —¿Tienes hermanos? –negué –hija única…no creo que seas familia de Charlie Swan ¿cierto? –trague saliva. —No, no soy… —El también tiene algunas acciones en Microsoft….ha crecido mucho como un gran empresario. —No sé de quién hablas en realidad –inconscientemente comencé a caminar mas rápido. —Oh…bueno, entonces ¿Qué hacen tus padres? –dijo alcanzando mi ritmo, pero me tranquilice un poco más. —Cada uno trabaja en lo que puede… - 289 -

—Que bien…-hubo un silencio extraño durante unos pasos hasta que él volvió a hablar —mira –dijo apuntando hacia al frente —¿vamos? –Sonrei al notar que estaban dando una serie de películas de Tom Hanks –mire mi reloj, eran más de las diez de la noche, temprano aun. —Esta bien –nos apresuramos y alcanzamos a llegar la primera función "El Naufrago" Con Noam nos reímos en el momento que apareció Wilson, la pelota, aunque tuve que aceptar el pañuelo de Noah cuando me describió llorando por todo lo que pasaba el naufrago, ya había visto esta película, pero aun así me hacía sentir pena. Finalmente nos quedamos viendo dos películas más de Tom Hanks, "Forest Gump" y "El código de Davinci" no pude aceptar la invitación a ver "Ángeles y Demonios" porque eran más de las 4 de la mañana. —Esto ha sido increíble, hace tiempo que no me quedaba viendo tantas películas… —dije saliendo del cine. —Que bien que te han gustado, ha estado entretenido… bien ahora te iré a dejar porque es muy tarde. —No te preocupes, puedo tomar un taxi –a esta hora me complicaba estar en Bridgetport-Chinatown no era lo mismo que hace horas atrás, como para luego buscar un taxi de vuelta al edificio Belmont. —Claro que no, vamos, mi auto esta cerca… —tomo mi mano y me hizo cruzar la calle, teniendo cuidado con los demás autos. Mire el agarre de su mano con la mía, realmente se sentía extrañamente bien, era delicada y no exigía nada detrás de ese contacto –Aquí esta –dijo soltando mi mano –adelante, Doncella en apuros –tome mi vestido de los lados e hice una reverencia como se hacia en los tiempos de la antigüedad. —Muchas gracias, oh, príncipe azul, tiene un hermoso corcel, sin duda alguna –dije al notar su auto. Subimos y Noah se sabia el camino por lo que no tuve que indicarle nada. Estuvimos conversando alrededor de unos cuarenta minutos mas hasta que lleguemos al edificio donde vivía antes. —Muy bien, te agradezco un montón que hayas venido a dejarme, ha estado demás… —si que había estado demás, siendo que tendría que encontrar algo a esta - 290 -

hora para irme de nuevo a el piso de Edward, me iba a matar sin duda alguna. —Ha sido todo un placer pasar estas horas contigo, ni siquiera me di cuenta de cómo pasaron –sonreí –ahora, que descanses muy bien y nos vemos pronto, ahora que tengo tu numero… —Nos vemos entonces –me acerque y le di un beso en la mejilla para luego salir de su auto, un porsche color azul oscuro. Entre a la propiedad del edificio y pude ver como el auto partía rápidamente. Volví a salir a la calle tras la extraña mirada que me dio el conserje y busque mi celular. Tenia solo una llamada perdida de Edward, hace una hora. Comencé a caminar por esas oscuras calles para llegar a la avenida principal de este barrio y conseguir que un taxi pasara para que me llevara al edifico Belmont. Camine lo mas rápido que pude hasta lograra luego de unos minutos llegar a la avenida. Estaba desolada, no había nadie caminando a los alrededores, ni siquiera un auto, sin embargo segundo después pude escuchar como alguien rompía una botella de vidrio a lo lejos, fui retrocediendo paso a paso para poder estar segura que no iba a salir nadie desde algún lado a atacarme. —Vaya, vaya…. –choque con alguien detrás mío. Me gire de inmediato y vi a un hombre gigante mirándome con otros dos tipos –pero una princesita como tu no debería andar a esta hora, sola y tan linda… —paso su mano por mi mentón, aleje mi rostro de inmediato de su toque. De esta no me salvaba. —Déjenme tranquila… —di unos pasos hacia atrás. Mecánicamente lleve mi mano a mi bolsillo y marque solo el numero que iba directo a Edward sin siquiera pensarlo dos veces, pero aquel hombre, calvo y gigante tomo mi brazo y saco mi celular. —Pero si eres astuta… —dijo mirando celular –Monstruo… —leyó el nombre que tenia Edward en mi teléfono. —Creo que el monstruo no luces como uno ahora ¿no? –se acerco y comenzó a pasar su dedo índice desde mi mentón hacia abajo, pasando por mi cuello hasta llegar al comienzo de mis pechos, sentí como mi corazón latía con fuerza por el miedo. Cerré mis ojos con fuerza y lo único que pensé fue que el idiota de Edward pudiera leer mi mente ahora y que viniera a sacarme de aquí ahora mismo —¿Qué haces por aquí, preciosura? –me tomo con fuerza de la cintura y me acerco a el de un solo movimiento, quedando su rostro muy cerca del mío. Mire hacia un lado sin poder abrir los ojos ante la repugnancia que sentía en este momento, el tipo olía asqueroso –Ustedes –dijo dirigiéndose a sus amigos –se van ahora mismo, esta - 291 -

belleza es solo para mi…. –trate de moverme para golpearlo con mis manos y salir corriendo de ahí, pero aquel hombre me tenia muy bien sujeta, sin dejar que me moviera y todo empeoro cuando me comenzó a arrastrar hasta llevarme a un callejón. Trate de gritar pero me era imposible, tenia la garganta seca de miedo. Abrí los ojos por completo para reconocer a este bastardo luego de quedar viva, si es que lo hacia –Eres de las que se quedan calladas ¿no? –dijo tomándome con mas fuerza y pasando a llevar uno de mis pechos de forma bruta. —¡Edward! –salió de mi boca con todo el aire que tenia en mis pulmones. De ahí todo paso muy rápido. Aquel hombre me tumbo contra el muro y se vino encima mío para subir mi vestido hasta mis caderas, el llevo una de sus manos a su pantalón. Comencé a moverme y a tratar de golpearlo de forma desesperada, pero no alcance a levantar mi mano para irme en contra de su cara cuando todo peso que había sobre mi cuerpo, desapareció. Abrí los ojos y pude ver que no había nadie adelante mío, mire a mis lados y no había nada. Me puse de pie y baje mi vestido, corrí hacia la luz antes que el tipo que estaba encima mío volviera o aun peor que volviera con sus amigos, quizás eran vampiros. Llegue a la avenida y comencé a correr por al medio de la calle, si no había un taxi me iría corriendo hacia el edificio Belmont. —Bella, detente –tomo mi brazo e hizo que no diera ni un paso mas. Al escuchar su voz solo me derrumbe y comencé a llorar sin poder parar. El miedo me afecto sin previo aviso y solo me apoye en Edward que evito que me cayera. Me tenia sujeta de mis hombros, mientras mantenía mi frente contra su pecho. —¿Lo….lo…matas…? —Si, lo mate...muchas mujeres estarán agradecidas de haberlo hecho –comencé a llorar sin poder controlarlo. Edward teniéndome de los hombros evitaba que me derrumbara pero solo hacía que me sintiera mas sola, me estaba manteniendo alejada de él –Basta de llorar, ya estas a salvo… —no podía, aunque tratara no podía dejar de hacerlo, las lagrimas salían de mis ojos sin controlarlas. Edward marco el numero de alguien en su celular y luego le indico donde estábamos. Estuvimos al medio de la calle por largos minutos hasta que note que estaba comenzando a amanecer y un jagua negro se paro al lado nuestro. —¡Srta. Isabella! –escucha la voz de Jacob —¿Esta…? —¡Black, silencio! –le dijo Edward con voz dura. Después me llevo al auto e hizo que ingresara en el. Me fui apoyada en el asintió por completo, envolví mis piernas con mis brazos y seguí llorando, recordando como ese hombre se venia encima mío, una y otra vez –Vamos –Edward abrió la puerta y trate de salir, lo pude hacer con su - 292 -

ayuda. Me llevo hacia el ascensor tomando mi brazo, para no llamar la atención de las personas que había en la recepción, esto le pasaba por vivir en un hotel y no es un departamento como las personas normales. Llegue la habitación y Edward me dejo sentada en la cama. Me tumbe en ella y seguí llorando con todas las energías que quedaban hasta que sin darme cuenta el cansancio fue acabando conmigo, causando que mis ojos se cerraran y perdiera de vista a Edward que se quedo sentado en la esquina de la cama. Me senté de golpe en la cama al soñar con aquel hombre que se abalanzaba sobre mi. Pude notar que estaba bajo el cobertor y que ahora vestía con pijama. —Son las dos de la tarde, Jane te traerá algo para que comas –quede mirando a Edward, estaba en el mismo lugar cuando cerré los ojos horas atrás –ahí hay un té para que te tranquilices, eso lo hizo Esme, ha venido hoy y le he comentado todo…esta muy preocupada por ti –todo aquello me lo dijo con un tono de robot. —¿Cómo llegaste ayer? ¿me estabas siguiendo? –Edward me miro despreocupadamente y se puso de pie. —No tenia idea donde estabas, si me llamas telepáticamente no lo hagas con los ojos cerrados y menos no pensando en el lugar donde estas –me quede de una pieza al escucharlo. —¿Yo puedo hacer eso? –dije sin entender nada. —Si, es una cualidad que tienes conmigo…ayer debiste estar muy asustada como para dejarme entrar en tu mente de nuevo… —flexione mis piernas hasta apoyar mi cabeza en mis rodillas y rodear mis piernas con mis brazos. —Lo de ayer… —dije pensando nuevamente en lo que había sucedido. —¿Qué hacías en ese barrio? —Ayer Salí con… —Noah, si, ayer olías a él –lo mire asustada. —Yo no… —Lo sé…solo tu ropa estaba pasada a ese olor además de aquel infeliz –cuando nombro a ese hombre sentí escalofríos. - 293 -

—Tu lo…mataste –el asintió. —Así es, debo decir que fui compasivo, ni siquiera se dio cuenta… —¿Qué hiciste con su cuerpo? —Lo elimine…no te diré como, eso esta demás –asentí —¿y como lo pasaste en tu cita? –pude notar que tenso su mordida al hacer esa pregunta. —No te diré como, eso esta demás –dije repitiendo lo que el me había respondido. Edward se puso de pie y miro el té, dándome la espalda. —Es preferible que te lo tomes rápido… —se fue hacia la puerta y desapareció. Levante los hombros quitándole importancia a lo que el podía pensar en este momento, exactamente como el lo había hecho conmigo. Tome todo el té que me había dado Esme y me acurruque debajo del cobertor nuevamente, no me tomo nada quedarme dormida por segunda vez ¿Qué era ese té? Sentí como alguien movía mi hombro, tratando de despertarme. Abrí mis ojos y me encontré con una muy preocupada Jane. —No puedo creer lo que te sucedió –dijo abrazándome al segundo de abrir mis ojos. Sonreí al notar su preocupación por mi. —Ya todo esta mejor… —ella se separo de mi. —Estoy feliz que el Sr. Edward haya acabo con su vida, era un infeliz –trague saliva nerviosa por eso. Tenia sentimientos encontrados, por un lado estaba la alegría y seguridad de que ese hombre no haría daño a nadie más, pero por otro lado, el era una vida humana, nadie puede arrebatarlas como si tuviera el poder de juzgar a los demás –Traje algo para que comas, ya han pasado demasiadas horas sin comer –dejo la bandeja sobre mis piernas cuando me senté en la cama –han estado muy preocupados por ti –asentí. —Edward dijo que Esme hasta hizo un té para mi –ella frunció el ceño y me quedo mirando. —La Sra. Cullen no ha venido en todo el día… —abrí mis ojos con sorpresa. —¿Estas diciendo que el que me hizo el té fue Edward? –ella levanto los hombros haciéndose la desentendida. - 294 -

—Si El Sr. Edward dijo que la Sra. Esme hizo el té, ha de haber sido así –me quedo mirando sospechosamente así que lo mas probable es que lo que recién dijo, fuera una mentira para protegerse de Edward. —Entiendo…¿Dónde esta él? —Recién ha salido a donde sus padres, ellos se van mañana, de vuelta a sus vacaciones por lo que me dijo antes de entrar acá –asentí. —Estas de broma, Edward no me hizo el té –dije sin evitarlo, si él había salido no importaba lo que dijéramos. —No diga nada, que luego le va a leer la mente, yo aprendí a esconder mis pensamientos pero… —Edward ya no lee mi mente –Jane abrió los ojos ante la sorpresa de lo que le decía. —¿Es en serio? ¿no es capaz de leer tu mente? –dijo sonriendo ¿esto era una buena noticia? —Si ¿Por qué sonríes? —Nadie le ha dicho nada por lo visto –miro hacia un lado, confundida –creo que estaría mal si le digo que el no es capaz de leer su mente porque esta tan confundido que se bloquea ante usted, aunque esa confusión ha de estar en sincronía con la de su cantante como para que su habilidad no siga teniendo efecto, pero yo no le puedo decir eso, Bella –fruncí el ceño. —Primero que todo, me trataste de usted en todo lo que dijiste –ella hizo una mueca –segundo, yo no estoy confusa en nada, tengo todo muy claro respecto a Edward. —Como sea –dijo Jane rodando los ojos, sin tomar en cuenta lo que le había dicho –lo peor será cuando den un paso mas…se vuelven mas dependientes. —¡El no es nada mío! –dije mirándola enojada –deja de hablar como si yo sintiera algo por Edward, no es mas que odio ¿es que no has estado presente? Has visto como me ha tratado y como ha dejado sus marcas en mi…como me ha pisoteado y roto mi habilidad de sentirme segura con lo que yo quiero o pienso, el ha roto todo eso, no se merece ni siquiera mi preocupación –Jane me quedo mirando sin decir nada –y no digas que tiene justificación o algo por el estilo, ya se toda la verdad. - 295 -

—¿Qué? ¿Sabe lo de Luciana? –bufe. —Su triste historia puede conmover a sus ridículos seguidores, como tú o Esme, pero no a mi, eso paso hace siglos atrás, que vaya a utilizar esa excusa con las mujeres que se tira cada noche –sabia que el no se seguía acostando con nadie mas, porque no habría tenido problemas de refregármelo en la cara pero aun así lo había hecho en el pasado. —Ya veo que no han conversado todo con claridad –la mire enojada. —¿Es que hay mas en su historia? –ella negó. —Hablo de hablar con la verdad, el Sr. Edward es muy reacio a decir las cosas con sinceridad, le costo mas de un año decirme "Buen trabajo, Jane" con usted es aun peor. —¿Me estas diciendo que le tomara tiempo decirme "Buen trabajo"? porque realmente él me ha dejado en claro que soy su simple empleada con la puede acostarse cuando se le frunce… —No hables así de ti, no es bueno —Para que veas lo que ha provocado tu jefe, Jane…no es mas que un psicópata y que le quede claro que su confusión vampírica no es mas que su cargo de conciencia, que no piense que es algo mas de mi parte, porque no es así, él es un simple obstáculo que deberé pasar para ser libre…me he topado con problemas como estos antes, no me cansare hasta quedar libre –la puerta de la habitación se abrió con fuerza. Me quede helada al ver a Edward mirándome enojado. —Jane, toma esa bandeja y sal de aquí antes que me arrepienta de haberle seguido el juego a Isabella y te vuelva a despedir por hablar demás –en un segundo Jane estaba yendo hacia la puerta sin decir nada. Edward cerro con seguro la habitación y se acerco hacia mi. —Así que un simple obstáculo ¿no? –me fui moviendo hacia atrás de a poco, con miedo de lo que el me podía hacer –¿Por qué te alejas? Estabas tan valiente hace unos segundos… —trague saliva al notar como sus ojos cambiaron de color, volviendo a aquellos ojos carmesí –tengo hambre y esta vez le hare honor a tu petición –de mi boca salió un grito ahogado cuando saco el cobertor hacia atrás de un solo movimiento. - 296 -

—Edward, no puedes hacer esto después de lo de ayer. —No me importa –dijo mirándome directo a los ojos —¿no que te has topado con problemas como yo antes? –pude ver lo que sentía cuando dijo esa frase. —Estas loco, no es lo que tu crees –tomo mi pie izquierdo y me hizo acercarme a el, arrastrándome despacio por la cama —¿Qué estas haciendo? —No te debería importar, has dicho que eres mi empleada –lo mire enojada. —Maldito manipulador, no estés dando vuelta tus propias palabras para quedar como una victima, no soy estúpida, a mi no me manejas de esa forma –comenzó a desabotonar su camisa, solo algunos botones —¿Qué haces? –esto era nuevo otra vez, no iba a morder mi cuello. —Lo que deseo ¿no es lo que he hecho siempre? –solo por algunos momentos estos días pensé que Edward estaba siendo un tanto diferente, pero no era así, volvía a tener esa mirada malvada en sus ojos, provocando que escalofríos cruzaran por mi medula espinal como si esta fuera una carretera. Aun así, el miedo no era como el de ayer. Me había dado cuenta que la primera vez que Edward me ataco, había estado asustada, había llorado y luchado por escapar de él, pero aun así ese miedo no se comparaba a lo verdaderamente asustada que estaba cuando ese hombre toco mi mentón. Pero…¿Por qué Edward volvía a tratarme así? ¿de verdad se veía un tanto afectado por lo que había dicho? —¿Qué estas pensando? –dijo enojado al no saber que estaba pasando por mi mente. Sabia que el tenia que estar furioso por haber salido con Noah, pero ¿Qué tenia de malo? No había hecho nada, era como haber salido con Alice o Jessica, algo mas había, sus ojos casi me podía decir lo que pasaba, pero…algo me estaba saltando –Isabella… —dijo esperando mi respuesta, pero al llamarme hizo que pensara aun mas, recordando lo que había sucedido hoy en la madrugada "Bella, detente" el me había tratado de Bella incluso luego de haber salido con Noah, de haber estado tan tarde fuera de este piso. —Gracias… —dije como reflejo al saber lo que estaba sucediendo en su mirada. Edward me soltó y me quedo mirando sin decir nada –Gracias por haber ido a ayudarme hoy… —no fue capaz de decir nada, aun así sus ojos seguían rojos, tenia hambre. Quede pensando en que tenia que darle de mi sangre, iba a quedar sin duda alguna con él y además Edward no estaría de mal humor lo que me permitía mas libertad. Tenia que comenzar a ser mas astuta ahora que el no era capaz de leer mi mente, de todas formas ¿Cuánto más iba a perder? –P—puedes…beber de mi –los ojos de Edward se abrieron aun más, pero segundo después su mirada volvió a ser dura conmigo, de seguro había recordado de que Salí con Noah sin su autorización o algo parecido, también pudo haber recordado que su historia solo había causado - 297 -

que lo odiara aun mas y no tenia el efecto de compasión al cual estaba acostumbrado por parte de los demás. —Como si necesitara de tu aprobación –volvió a tomar mi pie y termino de acercarme a el –esta vez, estoy hambriento…tanto de tu sangre como de ti…

Espero que les haya gustado este capitulo. Ame cada uno de sus comentarios, bienvenida a las nuevas lectoras, espero que no se desilucionen de los proximos capitulo (no lo digo por nada en especial solo por mi forma de escribir) al igual que a las lectoras que han seguido capitulo por capitulo. Espero que esten super y siento que me demore ahora :S la Universidad esta complicada, ahora deberemos esperar hasta el proximo fin de semana :S

- 298 -

Chapter 26 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 26 Cerré mis ojos con fuerza sin poder responder a Edward sobre lo que había dicho. Mordí mi labio inferior al sentir como había mordido mi pierna, al nivel de mi fémur. Arquee mi espalda al sentir esa extraña corriente eléctrica que siempre recorría mi cuerpo al momento que Edward me mordía, pero esto era un tanto diferente ya que mi cuerpo pareciera que se había acostumbrado a que mordiera mi cuello, ahora solo estaba a centímetros de mi centro. ¿Había tomado en cuenta mi opinión sobre alimentarse solo de mi cuello? Eso no me agradaba. Edward se separo, lucia extasiado, sus labios estaban manchados con mi sangre y realmente lucia un tanto descontrolado. —Demonios…han pasado muchos días –paso su lengua por sus labios, limpiando todo rastro de sangre que había en ellos, mientras yo me quede mirándolo sin poder decir palabra alguna. Por lo visto de verdad había pasado demasiado tiempo sin beber de mi sangre, pero aun así bebió poco comparado a otras veces. Edward tomo mi pie de nuevo y me acerco a el hasta que mis piernas quedaron fuera de la cama, haciendo que volviera a la tierra. Se inclino hacia mi y atrapo mis labios haciendo que mi cabeza se fuera a otro lugar, donde siempre se iba cuando Edward me besaba. Ni siquiera me di cuenta cuando tenía mi mano rodeando su cuello acercándolo más a mí, mientras me movía para que ambos estuviéramos por completo dentro de la cama hasta que sentí su mano en mi cadera. Edward me seguía besando provocando la misma reacción en mi mente, pero me obligue a abrir los ojos, esto estaba mal, no podíamos ser tan compatibles en la cama y tan desagradables fuera de ella. —No… —lo empuje centímetros lejos de mí. Mis labios ardían por volver a sentir los de Edward, es mas, hasta mis ojos se llenaron de lagrimas al no tenerlo –Esto no tiene sentido, yo te odio… —dije alejándome de él –no tengo porque ayudarte si tienes hambre…ni tampoco aceptarte, no cuadra… —Edward me quedo mirando serio –además tu ni siquiera deberías estar aquí, Jane dijo que te ibas a donde tus padres –casi podía ver la ira de Edward por estar haciendo esto ¿estaba tratando de controlarse? - 299 -

—Estoy contando hasta cien para no… —¿estaba leyendo mi mente? No, imposible, el había dicho que no. Lo quede mirando, específicamente a sus labios que debo ser lo bastante honesta para decir que me encantaban, pero no me podía guiar por eso. Además Edward me estaba mirando con odio —¿Por qué crees que parare en este momento?¿cuando ya me pusiste duro? –abrí mis ojos sorprendida por lo que dijo. Edward era tan directo que me dejaba sin palabras —¿Y? –era cierto, el nunca paraba ¿Por qué iba hacerlo ahora? —Porque estas raro –respondí sin pensar –y cuando estas raro haces cosas extrañas, como hacerme ese té –dije mirando hacia la mesa de noche donde estaba aun la taza –el rostro de Edward se endureció aun mas. —Entonces debería actuar con normalidad –volvió a tomar mi pie y atraerme a él. —No –claro que no era mejor si era normal, normal era malo y desagradable, raro…bueno raro era completamente un desconocido, era como el Edward que me acoso en la oficina, era misterioso, pero inofensivo, el Edward normal, era malvado, aunque….siendo misterioso igual lucia peligroso, pero atrayente ¡Dios! ¡Edward era una maldita invitación peligrosa! —Ya veo… —dijo ahora mirándome burlón –debes serle fiel a tu noviecito, Noah ¿o me equivoco? —¿Noah? ¿Qué tenía que ver Noah en todo esto? —Noah es mi amigo, me ayuda a salir de este infierno y no sé porque te estoy dando explicaciones. —Los amigos no se besan… —dijo mirándome fijamente. —Basta con eso, creo que ya me castigaste si mal no recuerdo ¿no? –el miro hacia arriba y luego volvió a mirarme. —No quiero hablar, ahora quiero tener sexo contigo, tan simple como eso…—me volvió a acercar a él sin ningún problema, quedando sobre mi, pero deje mis manos en su pecho para que no avanzara mas, quedamos frente a frente, sus labios solo estaban a uno o dos centímetros, pero volví a mirarlo a los ojos, quedándome intrigada si pareciera que pudiera ver lo que pensaba a través de ellos –tan simple como esto –hice mis manos un puño cuando dijo eso. —Te estas deteniendo porque yo lo hago –el frunció el ceño al escucharme —¿es que acaso estas teniendo consciencia de tu comportamiento? –el sonrió curvando sus labios. - 300 -

—No sueñes, Isabella, solo no puedo leer tu mente… —lo mire enojada. —Estas mintiendo…la primera noche pudiste leer mi mente y no paraste, siendo que yo te rechace por completo. —Solo hasta cuando te bese ¿no lo recuerdas? –de inmediato comencé a pensar en aquel momento. "No lo hagas, por favor…no me ha… —no pude terminar lo que estaba diciendo, porque sin previo aviso este monstruo plato sus labios en los míos, haciéndome callar. Me quede inmóvil, era tan frio y sin advertencia comenzó a hacer volar mi cabeza –No… —dije ahora a penas en un susurro. Mi corazón dio un vuelco al sentir su lengua pasar por mi labio inferior, y ahora su mano libre que se metía por debajo de mi camiseta de nuevo…y yo no podía hacer nada, me quede quieta, sintiendo como él solo con ese beso se iba robando toda mi voluntad" —¿Qué quieres decir con eso? No tiene relación con lo que estoy diciendo. —Que aunque salgas con alguien más, que aunque me puedas alejar o puedas ver a través de mis ojos –me tense ante lo que dijo, eso era exactamente lo que podía hacer –tu –podía sentir sus labios en aquel roce –sigues siendo…mía –volvió a besarme, dejándome completamente desorientada. Comencé con mi lucha mental para despertar del sueño a donde me llevaban sus labios y por alguna razón pude despertar. —¡No! –lo empuje con todas las fuerzas que encontré y no tengo idea que movimientos nos prosiguieron, pero quede sentada sobre Edward. Lo quede mirando asombrada, era la primera vez que tenia una perspectiva desde aquí. Me fui de inmediato a sus manos para que no me hiciera bajar. Ambos nos miramos sorprendidos por lo que había hecho, pero eso paso a segundo plano al sentirme poderosa desde este ángulo. Mirando desde aquí a Edward, viendo como no era capaz de decir nada. —Esto no me agrada –dijo de un segundo a otro al no ver reacción de mi parte. Se movió de tal forma que quede sentada a su lado en la cama. —¿Esto tiene otra historia acaso? –pensé en quizás había un problema con esto de que el siempre quería arriba. —No, solamente me gusta dejar en claro quien tiene el control –giro su rostro y me miro de reojo, llevando lentamente su mano a mi pierna, pero lo detuve antes de que tratara de hacer algo mas. - 301 -

—Vete de aquí, vampiro –sonreí al notar por sus ojos que aquello le había dolido. ¿Quién se creía Edward Cullen? –estas en desventaja –se puso de pie y se fue de la habitación. Claro que estaba en desventaja, si el había dicho que yo era capaz de leer sus ojos, eso quería decir que ahora si le decía algo o trataba de ver que pensaba, por lo menos sabría que sentimiento era el que lo abordaba ¡Dios! Esta era mi llave para la libertad. Edward era demasiado orgulloso como para permitirme saber que hay en su mente. La duda que tenia era ¿en que momento comencé a tener esa ventaja? ¿Qué sucedió en estos días que pude lograrlo? Después de un tiempo y no soportar el hambre que tenia, me fui a la cocina a prepararme algo, para mi agrado no estaba Edward. Sonreí, esto podía salir bien después de todo, creo que era su turno de perder y mi oportunidad de lograr mi libertad. Me apoye en la nevera comiendo una manzana luego de llamar para que me trajeran algo para comer, pensando en la mirada de Edward cuando estaba sentada sobre el, no era una mirada que esperara. Mi celular comenzó a sonar sin permitirme analizar un poco mas lo que sucedía con Edward en aquel momento. —¿Diga? —Doncella en apuros, quiero que me ayudes –sonreí al escuchar la voz de Noah. —¿No deberías tú estar ayudándome? –escuche su risa al otro lado de la línea —¿Qué sucede? —Estoy aburrido… —Ya veo, bueno somos dos… —Entonces sería una ayuda recíproca –mire la hora en el celular y no pasaban las seis de la tarde. —Bien, a las siete en el edificio Belmont ¿si? —¿El gran hotel? —Si…tengo que hacer algunas diligencias y nos encontramos ahí. —¿A las 7? - 302 -

—A las 7 –dije completamente arrepentida de lo que había dicho, no me había pensado si Edward podía hacerle algo a Noah. —Muy bien, entonces nos vemos…adiós… —Adiós… —dije susurrando. Noah corto y yo me quede de una pieza, asustada por si Edward podía hacerle algo, pero ese miedo desapareció al verlo cruzar hacia el ascensor. —No hagas planes a todo esto, vendrán Esme y Carlisle a las nueve –sin más se metió al ascensor. Corrí hacia el para que me explicara algo…o para ver su mirada, pero no alcance a ninguna de los dos, el ya no se encontraba aquí. "a todo esto" como si no supiera que el ya se había enterado de mis planes con Noah. Me trajeron la comida y estuve en silencio comiendo, por poco casi podía escuchar los engranajes en mi cabeza tratando de descubrir todo lo que sucedía. Edward estaba tan extraño y realmente no lo conocía como para saber que le pasaba, el era un completo desconocido para mi, a pesar que por un segundo pensé que el me estaba dando mas información. Cuando me beso como esa vez, teniendo cuidado y como si fuera otro Edward, me había engañado. Me fui a lavar los dientes como un verdadero robot para después salir del piso, pensando en lo que había dicho Edward, que no hiciera ni un plan ¿Por qué no me dijo explícitamente "No salgas con Noah"? ese era su estilo, pero esta vez me lo había recomendado, que no hiciera planes. Llegue al primer piso pensando en los últimos sucesos con él, sin duda ya no estaba siendo el Edward normal y abusivo que era siempre. Algo pasaba y era mucho antes de que el me hablara de su verdad, pero no tenía idea que podía ser ¡Demonios! —¿Bella? –mire a quien me llamo. Jacob. —Buenas tardes, Sr. Black –dije sonriéndole, el frunció el ceño. —¿Qué sucede con el Sr. Edward? Está un tanto…extraño –suspire ante su pregunta. —Eso mismo he estado pensando, pero no puedo descubrir que es —¿Es verdad que él ya no puede leer su mente? –fruncí el ceño ¿Cómo sabia eso - 303 -

Jacob? –Jane me lo dijo –respondió ante mi expresión de sorpresa. —Así es…¿sabes algo al respecto? —No –dijo negando –esos temas están fuera de mi conocimiento, ni me interesan, yo no voy por ese camino como Jane, solo soy un humano trabajando para vampiros –levanto los hombros, quitándole importancia. —¿El no te ha dicho nada? –negó. —No soy realmente su confidente, solo su empleado fiel… —quede pensando en lo que dijo ¿Quién era el confidente de Edward? —¿Crees que James es el confidente de Edward? –el lo pensó unos segundos. —James es mas el amigo con el cual solo sales en la noche, de fiesta en fiesta… —asentí, ese mismo pensamiento tenia de él, James no era malo, pero sin dudas no era el mejor amigo de Edward ¿Quién lo seria? Mi celular comenzó a sonar y vi que era Noah. —Nosotros no nos conocemos de ahora en adelante –le dije a Jacob quien me miro confundido. —¿Noah? –conteste más animada que hace dos segundos. —Estoy por llegar ¿estás ahí? —Si… —Muy bien, nos vemos… —sonreí a la idea de volver a pasar un tiempo con Noah. Corte y mire a Jacob. —Es un amigo, que no tiene idea de Edward, así que tampoco de ti, espero que comprendas –el me miro curioso. —¿Amigo? ¿El Sr. Edward sabe de esto? –Asentí –esto ha empeorado, esta demasiado extraño, no te dejaba hablar conmigo y ¿te deja salir con otro?...creo que ya se por donde va todo esto –dijo dando media vuelta para irse. Pero tome su brazo, quedando consternada al escucharlo. —¿Lo sabes y no me vas a decir?... –el negó. - 304 -

—Soy un empleado leal, creo que te tocara descubrirlo por ti sola, es demasiado obvio como para que no lo veas… —Pero Jacob –el miro mi mano en su brazo. —Lo siento, vaya a su cita –¿vaya?¿por que me estaba tratando de usted de nuevo? Solté su brazo lentamente hasta que quedo liberado de mi agarre. Jacob se fue hacia el interior del hotel, dejándome helada por su actitud ¿Por qué estaba enojado? No creo que haya estado celoso, el tenia claro que yo solo era su amiga…creo, no, era imposible que estuviera celoso, mas parecía como si estuviera molesto conmigo por Edward. "Lo siento, vaya a su cita" ¿se molesto porque cree que engaño a Edward? Pero eso no es así….alto, yo no tengo nada con Edward como para estar "engañándolo" esto es estúpido ¿Por qué me preocupo de este estilo de cosas? —¿Bella? –me gire hacia la puerta y vi que estaba Noah mirándome curioso. Se acerco a mi —¿Qué haces aquí adentro? —Necesitaba el baño, me lo han prestado amablemente –el me sonrió y sin previo aviso tomo mi mano de nuevo. Me quedo mirando unos segundo para ver si le decía algo, algo que le indicara que me molestaba. Mire nuestras manos y lo que menos pude sentir era desagrado, se sentía bien, me sentía ¿segura? —Muy bien entonces –dijo tomando una postura normal, sin soltar mi mano –es hora de que salgamos para ir a la feria que hay en el centro –lo mire con los ojos abiertos. —¿A la feria? —Si, la de juegos ¿es que nunca has ido a una? –si, lo había hecho, pero su panorama era muy diferente a lo que había pensado. —Debo estar libre antes de las nueve –no le gusto la noticia por lo que note en su rostro. —Entonces mejor nos apresuramos ¿no? –asentí ante su ánimo. No tenía por lo visto estar de mal humor porque yo no iba a poder estar con él demasiado tiempo. Salimos del edificio, mire a todos lados esperando a ser detenida por Edward o viendo si alguien podía herir a Noah, pero nada ocurrió, gracias al cielo. - 305 -

—Entonces ¿Qué cita sigue después de la mía? –dijo Noah concentrado en manejar, pero se notaba bastante cauteloso en esa pregunta. Sonreí, estaba siendo astuto. —No tengo ninguna cita, es mas…una reunión –el frunció el ceño. —Cullen vive en Belmont –asentí. —Fui a dejar unos papeles y a asegurarme de la hora de la reunión...además de usar el baño. —¿Un día domingo? ¿solos? –sonreí. —No pienses mal, no estaremos solos, eso sería raro. Han vuelto Carlisle y su esposa…es una reunión para ver cómo va todo, han venido solo a eso…y tengo que estar presente, soy la secretaria de ambos. —Ya veo…debes ser buena en lo que haces Bella –dijo mirándome emocionado mientras doblaba en una esquina. —Supongo… —Nada de suponer, que seas la secretaria de la autoridad máxima de una compañía tan importante como lo es Cullen Ltda. Y además participar en reuniones privadas, que es casi como una reunión familiar en este caso, es importante… —empecé a jugar con mis manos nerviosa –eres grandiosa, deberías saberlo…siempre es bueno recibir halagos… —Mi ego se irá a las nubes, no sigas que me bajare del auto y me iré por uno mejor –dije bromeando, pero mire a Noah al no escuchar respuesta de mi broma, por lo visto no fue graciosa. —De verdad eres grandiosa Bella, presiento que no eres buena recibiendo halagos. —No –dije bastante seria. Claro que no era buena recibiendo halagos, había pasado toda mi infancia y adolescencia viendo como hacia todo mal y era castigada por eso. Trague saliva y pensé en otra cosa, no me iba a deprimir por el pasado. —Bueno, quiero que lo sepas… —sonreí nuevamente nerviosa, esta vez sonrojándome. No siempre estaba con un hombre como Noah, diciéndome cosas lindas. - 306 -

—Muy bien, basta que me avergüenzas… —el me sonrió, sabiendo que provocaba que me sintiera apenada ante sus palabras. —Es mejor que vayamos a pasar un buen rato ¿no? —Eso si suena mucho mejor. Con Noah nos fuimos hacia unas cuadras mas arriba del edificio de Belmont. Estuve tensa en todo momento ya que esperaba a que apareciera Edward y le diera un solo golpe a Noah matándolo…o matándome. Llegamos a su auto y me pude relajar. Apague el celular, acción que Noah noto, le explique que no iba arruinar mi tiempo en la feria hacia que no necesitaba un teléfono, estuvo bastante satisfecho con mi respuesta. Solo tuvo que pasar un tiempo para poder llegar a la feria. —No lo puedo creer –dije asombrada a lo gigantesca que era esta. —Veo que te ha gustado. —¡Es Maravillosa! –bien, había salido con Alice años atrás a ferias pero jamás habíamos venido a una como esta, era increíble —¡Vamos a los juegos! –sin siquiera darme cuenta o analizar mis movimientos, tome de la mano a Noah y comencé a caminar hacia la montaña Rusa. Noah solo me siguió el juego. Y así comenzó una de las mas maravillosas tardes que había tenido desde hace mucho tiempo. Con Noah nos subimos a cuanto juego existía en la feria, entramos a la casa embrujada, estuvimos en los autitos chocones, estuve dos veces más en la montaña rusa, donde grite cada vez más fuerte. Fue increíble. —Estoy atrasada –dije mirando mi reloj. Si que estaba atrasada, eran las diez y media de la noche. —Es mi culpa… —volvió a tomar mi mano y comenzó a ir hacia la casa de los espejos. —Te digo que estoy atrasada y ¿me llevas a la casa de los espejos? —Si ya estas atrasada ¿Qué mas da un tiempo mas? Además Cullen se las puede arreglar si ti un tiempo ¿no? –no respondí ante eso, ya que no quería pensar en Edward, eso solo me perturbaba y solo me quería concentrar en como lo estaba pasando y lo espectacular que era Noah. - 307 -

—Supongo –presione levemente mas la mano de Noah, me sentía tan bien a su lado, por eso no me había querido ir, era algo obvio, había notado que estaba atrasada pero había tomado la decisión de no estar rigiendo mi vida según las acciones de esos vampiros. Si Edward me amenazaba con Alice y mis amigos, bien, el me podía mantener bajo su techo, pero eso no decía a como me tenía que comportar, y claro, tenía que responderle a Carlisle porque era mi jefe, como también a Edward, pero fuera del edificio no tenía ninguna obligación ellos, menos con Esme –Son muchos Noah y Bella –dije notando todo los reflejos de nosotros que habían a nuestro alrededor. —Si que hay muchos de nosotros… —Noah movió una mano y todos sus reflejos siguieron sus movimientos a la perfección. El me miro de reojo y luego volvió a mirar su reflejo —¿Bella? –oh oh..Aqui venia algo malo –hice algo que no debí hacer –dijo mirándome realmente preocupado. —¿Qué has hecho? –dije asustada de lo que Noah pudo haber hecho como para que tuviera esa expresión. —Quería saber mucho de ti…entonces…busque algunas cosas en el computador –fruncí el ceño de inmediato y solté su mano. —¿Me investigaste? ¿has mandado a alguien a seguirme? –el negó. —Solo fue información que saque de algunos registros tuyos… —di unos pasos hacia atrás, asustada…de lo que le podía hacer yo a Noah por eso. —Bien –dije enderezándome —¿y qué has encontrado de interesante? –el esquivo mi mirada al notar lo enojada que estaba. —Isabella Marie Swan… —asentí –hija de Charlie y Renne Swan, separados, viviste con tu padre toda tu infancia y adolescencia, en un lugar llamado Forks, donde Charlie creo su primera mini empresa de tuercas para después ir creciendo y creciendo, hasta que vendió su empresa para luego dedicarte a la bolsa y manejarse con acciones, comprando partes de diferentes imperios de la economía… —tense mi mandíbula al escucharlo. —¿Por qué me preguntaste si era hija de Charlie Swan, si ya lo sabías? –el volvió a esquivar mi mirada. —Solo quería ver si me dirías la verdad… —me apoye en uno de los espejos, esperando a que no viniera nadie. - 308 -

—Hombres y sus malos métodos de ver si una mujer confía en ellos –sin evitarlo recordé a Edward y su estúpida forma también de probar si yo era confiable. —Lo siento –dijo finalmente –prometo que no volverá a pasar. —Claro que no volverá a pasar Noah, ya estoy cansada de tener a locos a mi alrededor… —dije enojándome y decidida a salir de ahí. Camine rápidamente, pasando por su lado, pero Noah no me dejo. Tomo mi mano y me hizo volver a verlo, su agarre como siempre, era delicado. Lo quede mirando sorprendida ante lo que estaba haciendo y más cuando dio unos pasos hacia mí, obligándome a retroceder. —Noah… —choque contra uno de los espejos y luego…bueno, luego me quede helada. Noah dejo su mano en mi cuello, mirándome directo a los ojos, paso su dedo pulgar por mis labios, logrando que muchas mariposas pasaran por revoloteando por mi estomago. Se acerco a mis labios y sin mas, me besó. Deje mis manos a mis costados, aun sin poder creer que Noah me estaba besando, ni siquiera podía responderle por la impresión. Esto no estaba bien, no estaba bien….pero se sentía como si lo fuera. Cerré mis ojos y le respondí. Lleve mis manos a sus lados, atrapando con mis puños su camiseta. Noah se acerco mas a mí, provocando que quedara atrapada entre el espejo y el, sintiendo como sus labios se movían naturalmente junto a los míos, como su lengua pasaba por mi labio inferior y de esa manera obteniendo acceso completo en el beso. Mi corazón salto con más fuerza al tener contacto con su lengua, lo que también provoco que mis manos se hicieran mas como un puño, demonios ¿me había investigado? ¡a quien le importaba! Su beso era mucho mejor que el que había tenido en ese pub, así que no había sido el efecto del alcohol, es mas, había pensado que él tenía un sabor agradable por culpa de lo que había tomado, pero no era así, tenia un sabor característico, era dulce…no podía saber con exactitud que era, pero esto era inusual. Desperté del ensueño donde estaba encontrada cuando el se separo de mi con delicadeza, como si dejara en claro que lo estaba haciendo exclusivamente por mi y no porque ya no deseara besarme. —Tenia que besarte antes de que te enfurecieras y no te volviera a ver –lo quede mirando aun tomándolo de su camiseta, sin poder decir nada, seguía sorprendida. Lo único que pude hacer era sonreír para que supiera que mi enojo se había esfumado. -Eso fue...eso… -fue completamente diferente a Edward –Noah… -le iba a decir que no estaba enojada con él, que haberme besado se había sentido muy bien, pero un ruido muy fuerte hizo que Noah hiciera que me inclinara para no recibir ningún - 309 -

pedazo de vidrio….los espejos explotaron a nuestro alrededor en menos de dos segundos. -¿Estás bien, Bella? –dijo Noah mientras seguía escuchando el sonido de otros espejos que iban cayendo. -¿Noah? –trate de moverme para poder ver si estaba herido, yo estaba sana y salva, gracias a él. Me puse de pie empujándolo un poco y lleve mi mano a mi boca al notar que tenia pequeños trozos de vidrio incrustados en su camiseta, que ahora estaba manchada con sangre –Ohh..Dios… -mire hacia los lados buscando algo de ayuda, pero sentí un balde de agua fría en mi espalda al ver un pedazo de espejo que quedo intacto, dejándome ver claramente el rostro de Edward enfurecido. Me voltee para buscarlo, pero no había nada, al ver de nuevo el espejo, ya no estaba -¡ayuda! –grite para que alguien llegara a donde nosotros. Noah no lucia nada de bien.

Bien, igual que con Rosas rojas, me quede cero con Invitacion peligrosa, cero cero capitulos, y ahora cuando tenga tiempo, debo escribir vuelve a mi porque a esas pequeñas mariposas no les pude dar capitulo al igual que a ustedes u.u asi que debo compensarlas. Ok, espero que les haya gustado el capitulo, aun me sorprende cuantas personas nuevas estan leyendo el fic, muchas gracias chicas, amo sus comentarios. espero que agreguen a facebook (link en mi perfil) para que vean los adelantos que doy o se la jueguen por uno :D Que esten bien, muchas gracias por leer :D

- 310 -

Chapter 27 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 27 Tome la mano de Noah, mientras él me sonreía. Iba sentado en la ambulancia que había mandado a llamar el encargado de la casa de los espejos. —¿Te duele mucho? —Un poco…pero ya pasara…aun no tengo idea que sucedió ahí adentro –asentí haciéndole creer que tampoco sabía que había pasado, pero aun así mis ojos se llenaron de lagrimas. Que Noah tuviera pequeños pedazo de vidrio en su espalda era mi culpa –No llores, todo está bien –dijo presionando mas mi manos. —No tiene que preocuparse Srta. –Dijo el paramédico que iba con nosotros –su novio estará bien en cuanto saquen los espejos… —asentí ante las palabras de consuelo de aquel hombre. Llegamos al hospital en unos minutos, donde llevaron a Noah rápidamente hacia el interior de este, ya que no querían arriesgar a que Noah tuviera alguna infección. Me senté abatida en la sala de espera, sin poder creer aun lo que había sucedido. Gracias al cielo Noah había reaccionado después de que haya gritado por ayuda. Hice mis manos un puño por la rabia que sentía por culpa de Edward, aun no podía entender como era capaz de hacerlo lo que hizo, había demostrado con creces de que seguía siendo un monstruo. Mi celular comenzó a sonar y tense mi mandíbula, sabia quien era. Saque el teléfono de mi bolsillo y conteste, ni siquiera tuve que decir alguna palabra. —Te quiero aquí ahora mismo, Esme y Carlisle siguen aquí…y te recomiendo que llegues luego, no queremos que le suceda nada más a Noah ¿cierto? –mi boca se seco de miedo ante la posibilidad de que Noah muera por mi culpa. —Ahí estaré… - 311 -

Cortamos y me puse de pie. Fui hacia donde la enfermera y le pedí que le explicara a Noah que había tenido un problema el cual debía resolver ahora mismo. Salí del hospital decidida a lo que iba hacer, ya me canse de vivir de esta forma y lo iba a solucionar todo ahora, así mis amigos estarían sanos y salvos. Fui hacia un cajero automático y saque bastante dinero para lo que necesitaba, luego tome un taxi para poder llegar al centro. No me tomo nada de tiempo poder llegar ya que estábamos cerca de este. —Sí, necesito una de esas… —dije apuntando al mostrador. —Ya veo, bueno, debe venir en 30 días mas donde se tramitara su permiso para portar esta arma –lo quede mirando y negué. Deje más de cinco mil dólares en el mesón. Al vendedor se le abrieron los ojos como si fueran grandes platos, bingo. El señor tomo mi dinero y me paso el arma. Aquí no había pasado nada, me dio de regalo las balas. Tome de nuevo un taxi y sin que el chofer viera cargue el revólver. No tenía idea como disparar pero iba aprender con Edward, mis ojos se llenaron de lágrimas al llegando a este extremo. El taxi paro al frente del edificio Belmont. Me baje y me fui directo hacia el ascensor donde tense mi mandíbula por todo el miedo que sentía, mis manos comenzaron a temblar desde que tuve esta arma en mis manos. La frecuencia de mi respiración se disparo al igual que los latidos de mi corazón; la puerta del ascensor se abrió exponiendo la oscuridad del departamento. Lleve mi cuerpo hacia unos pasos más adelante y luego me detuve, seque las lagrimas que estaban comenzando a mojar mis mejillas demostrando la debilidad que me estaba invadiendo; después seguí hacia la sala. Solo se encontraba una sombra mirando hacia la ventana, aquí solo estábamos los dos. Levante mis manos apuntando con el arma. —Baja eso ahora mismo….no harás nada más que provocar un alboroto… —¡¿Dónde está Esme y Carlisle? –mi voz salió como un pito por el miedo y el horror de tener un arma en mis manos. —Veo que te ha afectado lo de Noah –no se volteo en ningún momento. —¡No tenias derecho a hacer aquello!...¡Eres un monstruo! - 312 -

—Lo que digas no cambia sus heridas, las cuales me alegro de que cayeran sobre el… —fruncí el ceño, ese era otro motivo porque me dolía tanto todo esto y por lo cual quería acabar con lo que sucedía. —No te importo si me herías con esos vidrios… —no hubo respuesta de su parte pero antes de poder decir algo mas, él hablo. —A ti no te importo besarte con Noah… —le saque el seguro al revolver. —Esto se acaba aquí, has herido a uno de mis amigos, no puedo arriesgar al resto… —¡Basta! –dijo volteándose. No podía ver su rostro –no podrías hacerme daño con algo tan humano como una bala de aquel revolver… —sonreí. —Claro que no…pero esto se acaba ahora –lleve mi manos hacia cabeza, apuntando hacia mi lado derecho –Ni tu serias tan rápido –mis lagrimas comenzaron a caer de nuevo, esto ya no daba para más. Sin Bella no había peligro por parte de Edward, así es como funcionaba esto; moriría para evitar otro problema como el de hoy, que podía ser aun peor. Cerré los ojos y presione el gatillo. Me quede quieta sintiendo como Edward me había estampado contra la pared. Había escuchado el gatillo, pero no había llegado a mi cabeza. —No…no… —dijo en mi oído –Bella… —comencé a llorar desesperada recién dándome cuenta de lo que sucedía, pero me tenía que controlar o todo se arruinaría. Abrí mis ojos y vi como la bala cayo de la mano de Edward. —Déjame ir…déjame libre –lo empuje, tratando de alejarlo pero me era imposible. Me deje caer, mis piernas no fueron capaces de mantenerme; Edward se inclino manteniéndome entre sus brazos para después sacar el arma de mi mano –Esto acabara así…déjame libre por favor…Edward… —escuche como desarmo el revólver y lo lanzo al suelo. —Esto lo has hecho por Noah –negué. —Estoy cansada…déjame por favor –comencé a empujarlo —¿no te das cuenta que te odio?...no me importa si estas celoso o si estas cambiando aunque sea una milésima, no me interesa….tu no me interesas… —sentí como Edward se tenso; cerré los ojos para evitar cualquier demostración que dijera algo diferente a lo que recién había hablado. - 313 -

Edward se separo de mí, se puso de pie y me quedo mirando. —Te irás mañana, a primera hora a tu antiguo departamento, sin embargo no te iras de Cullen Ltda. Tu sangre sigue siendo apetecible para mí, las amenazas ya no siguen en pie…felicidades, has logrado lo que deseabas… Se giro hacia el ascensor y se fue de mi vista como si solo estuviera despidiendo a cualquiera de sus empleados. Quede con mi mirada fija hacia el ventanal de la sala, donde se podía ver claramente la gran luna que iluminaba toda la oscuridad. Mis ojos se cerraron y mis lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas mientras mi cuerpo se sentía más liviano…aquel era el maravilloso sentimiento de libertar. Espere unos minutos para poder sonreír y ponerme de pie, seque mis lagrimas con naturalidad y sonreí ante mi maravilloso plan, había sido arriesgado pero sin duda efectivo. Todo este tiempo fui captando los cambios de Edward, se estaba suavizando, no tenía idea si era porque se estaba acostumbrando a tenerme a su lado o si algo más estaba ocurriendo en su cabeza, aquello no era algo que iba a comenzar a pensar o sino me volvería loca; ese era un tema tabú en mi mente, aquello lo resolvería más adelante. Bueno, de todas formas luego de darme cuenta de aquello, pensé en que si mi actitud cambiaba tenia altas probabilidades de obtener mi libertad, solo tendría que ser mas frívola…con Edward y con…Noah. El de verdad me había ayudado a salir de esto a pesar de obtener antecedentes de mi vida y de hacer que sintiera mariposas en mi estomago; me sentía culpable de sus heridas pero estaba segura de que el no moriría, Edward no lo permitiría como tampoco permitiría que yo saliera herida, mi sangre valía oro y esta vez me estaba salvando el trasero. Cuando entre con Noah a la casa de los espejos supe que Edward estaría rondando el lugar, era algo obvio, estaba retrasada para la cita con él y sus padres, así que de seguro me encontró y bueno…debo decir que fui bastante astuta como para que mi maravilloso plan culminara en la feria, eso fue improvisto pero seguro. Luego solo tenía que esperar la llamada de Edward, estaba claro que estaría solo aquí en casa, no permitiría que yo lo insultara o hiciera algún show delante de sus padres, más que el revólver que tenía en mis manos, su orgullo fue mi principal arma. Después de eso solo me falto algo de dramatismo, tenía que salvar a mis amigos eso estaba claro, pero no me iba a suicidar; había mejores formas. Sabía que Edward no permitiría por nada en el mundo que su sangre se acabara y con eso mi vida, así que solo dispare, rezando para que este vampiro fuera tan rápido y fuerte como Superman ¡bingo! Lo era. Y como guinda de la torta…solo lo tuve que herir y destrozar su mente como si hubiera sido su corazón. Edward me había dicho su historia anoche, si alguien más me hubiera hablado aquello habría comprendido todo el dolor que aquella persona pudo sentir al perder tantos amores, era un tanto factible la - 314 -

justificación del vampiro, pero realmente no me iba a dar el lujo de demostrarle aquello, lo que me sirvió bastante al señalarle que seguía valiendo absolutamente nada. Aunque debo agradecer al mismo Edward porque todo esto funcionara, que él no pudiera leer mi mente había sido la clave de mi exitoso plan; él era una maldito cabron que debía pagar por todas las que me hizo. Ser violada, maltratada y drenada no era motivo para ser premiado…el tenia que aprender eso, además de que mi salud mental estaba por el suelo, tenía que escapar de sus juegos antes de verme verdadera afectada por él, eso si sería imperdonable, como persona y como mujer. Fui al bar que había en la sala y saque un copa, la que llene con whiskey. Esto tendría que celebrarlo. Tome mi celular y mande un mensaje a cada uno de mis amigos, avisándoles que lo mío con Edward había terminado y que no quería ninguna pregunta. Ellos aceptarían eso, por lo menos durante el tiempo que me tomara buscar una buena justificación. Sonreí finalmente al terminar mi trago y me fui a dormir por ultima vez en esa comodísima cama. Era hora de enseñarle a Edward Cullen como tratar a una mujer, estaba claro que iba a seguirme por mi sangre…y quizás algo mas, pero esta vez seria según mis reglas…nadie juega con Isabella Swan y sale ganando. seguiré…pero con un nuevo principio, no iba a perder sobre conocer al verdadero Edward Cullen; había obtenido mi libertad lo que demostraba que seguía teniendo poder en mi vida, era hora de volver a controlarla. Abrí mis ojos y sentí mucho movimiento a mi alrededor. Sonreí al notar que esta había sido la mejor noche de mi vida en este piso. Me senté y vi como un dos mujeres salían de la habitación. Tenían el mismo uniforme de los hombres de la mudanza. Rodee los ojos, era algo obvio que Edward no dejaría que hombres estuvieran rondando por la habitación mientras yo dormía. Me levante y me fui a dar mi última ducha en este maravilloso baño, no pude evitar recordar ciertas acciones que había hecho acá con Edward, así que decidí salir de ahí rápidamente. Me vestí con una blusa con mangas cortas, escocesa de color negro y rojo. Pantalones y negro y una zapatillas. Me mire al espejo y sonreí. Esta era yo…sin vestidos caros, ni ropa de marca. Tome mi bolso antiguo y me lo cruce guardando todo lo necesario. Tome una caja que quedaba en la habitación y Salí de ahí con una sonrisa de oreja a oreja. Sentí como mi estomago se revolvió al llegar a la sala, tenia aun miedo de verlo y evitara que me fuera, mis miedos no estaban por completo erróneos. Me acerque a él y lo quede mirando, nuevamente estaba mirando hacia la ventana. —¿Aun no puedes leer mi mente? –no me respondió, ni siquiera pude diferenciar si era una estatua o una…¿persona? Suspire, tratando de seguir con mi actuación –Nos vemos mañana… —el se giro cuando me iba a ir. Me quedo mirando con el ceño - 315 -

fruncido. —Te comunico que tu amigo Noah esta en excelentes condiciones… —enarque una ceja. —No gracias a ti –el no me dijo nada –espero no encontrar ninguna cámara o algo por el estilo en mi casa –el rodo los ojos –muy bien, adiós… —me gire para irme pero Edward tomo mi brazo para detenerme. —Bella…—me quedo mirando sin decir nada. Algo quería decir pero no se atrevía, no tenia idea de lo que podría ser. —Suéltame Edward –le advertí –tú fuiste quien me dejo ir –el frunció el ceño molesto y me soltó de forma brusca. —Aun así que te quede claro que sigues siendo mía…solo he dejado que esto pase para que no hagas alguna estupidez —¡bingo! Este era momento de ver sus ojos. —¿Por qué?...¿es que acaso te preocupas de lo que me suceda? –su mirada cambio de inmediato. No me había dado cuenta lo fácil que es leer a Edward por sus ojos. —Nos vemos mañana, en el trabajo, quizás este sediento… —dijo con malas intenciones. —Allá tu, este es mi día mas feliz y nada o nadie lo podrá arruinar…adiós –di media vuelta sonriendo por lo que había visto en los ojos de Edward. Me fui hacia al ascensor y baje hasta el primer piso. Al llegar a la salida pude ver como mi antiguo auto me estaba esperando, sonreí nuevamente. Deje la caja en la parte trasera y mire hacia donde Jacob, pero no estaba. Me metí al auto y sonreí al tocar el volante, había vuelto a ser libre, había recuperado mi vida y a pesar de que había sido de una forma manipuladora, sobre todo con Noah, no me arrepentía, era mi vida y la de mis amigos la que estaba en juego, pero aun así lo iría a ver después de dejar todo listo en MI departamento. Feliz recorrí las calles de retorno a mi hogar y no me tomo mucho poder llegar ya que me fui a la velocidad máxima que permitía estas calles. Baje con mi caja del auto y entre a mi edificio, salude al conserje quien me miro extrañado pero no lo tome en cuenta. Subí las escaleras como lo hacia usualmente, estaba tan acostumbrada que no subiría por ascensor, además de que podría morir, esa caja de metal realmente estaba que se caía. - 316 -

Saque mi llave que guarde durante todo este tiempo en mi bolso y abrí despacio la puerta para disfrutar el momento. Al entrar suspire aliviada de ver que estaba sola. La luz del sol iluminaba todo el lugar, me encantaba que solo fuera una gran sala con pequeñas divisiones, el sol llegaba a cada rincón, pero aun así, fruncí el ceño al notar que no estaba todas mis cosas aquí, es mas…habían sido reemplazadas por otras, mas…nuevas, como la nevera, los muebles y mi cama. Los sofás se habían mantenido pero no tenía recuerdos de haber comprado un plasma que estuviera pegado en la pared. Cerré con fuerza la puerta, frustrada, yo no quería nada de Edward, ni un solo beneficio de su parte. Deje mi caja en el suelo de un solo golpe y me senté en mi sofá. Quede mirando a mi alrededor y me sentí mal porque sentí que se veía mucho mejor que antes y me estaba agradando. —Idiota –dije enojada; estaba todo arreglado, no dudo que mi ropa estaba ordenada hasta por colores. No seguí gastando tiempo en ver mi departamento, así que tome mis llaves y mi bolso. Salí de ahí para ir hacia el hospital, de seguro Noah todavía no salía, era hora de dejar todo en claro para que no corriera más peligro por mi culpa, no podía seguir viéndolo ya que Edward podría actuar de la misma forma, aunque suene hipócrita y cínica no podría volver a hacer lo mismo con Noah, el no se lo merecía. Estacione el auto en el hospital y me dirigí hacia donde había visto a Noah por última vez. Con la ayuda de una amable enfermera me dirigía a la habitación donde se encontraba. Toque despacio por si había alguien mas ahí pero escuche la voz de Noah dejando que entrara. Abri nerviosa la puerta y fruncí el ceño al ver a Noah mirando hacia la ventana, pensativo. —Buenas tardes –dije sonriendo, tratando de seguir con mi humor que me caracterizaba con él. —Pero si es mi doncella en apuros… —cerré la puerta y me acerque a él con rapidez. —¿Cómo estás? –al verlo realmente me sentí muy culpable por haberlo metido en esto. —Lo siento –tome su mano y la presione. —¿Lo siento? No seas ridícula…solo te protegí –presione aun mas su mano, estaba siendo peor que….peor que Edward –además no fue nada para preocuparse, sacaron cada uno de los pedazos de espejo y todo quedo como antes, sigo siento un príncipe - 317 -

de cero kilómetros. —Eso veo… —el me quedo mirando unos segundos. —¿Cómo te fue con Edward? Supongo que ayer no llegaste ¿Qué sucedió? –levante los hombros. —Solo fue un gran regaño, nada más…pero nada del otro mundo. —Me alegro…Bella… —dijo un tanto incomodo —¿sigues enojada conmigo? –lo mire confundida. —¿Por qué iba a estar enojada contigo? –todo lo contrario, me sentía culpable con Noah, pero tuve que utilizarlo y había sido en cierta parte lo correcto, estaba libre como así mis amigos. —Porque investigue sobre ti –mis labios formaron una O, había olvidado aquello hoy día. —Bueno, realmente me molesto lo que hiciste pero ya esta hecho... –me senté en la cama. Era el momento –aun así Noah…creo que no deberíamos seguir viéndonos –el frunció el ceño. —¿Y eso por qué? —Porque bueno, te mentí –dije finalmente –hay alguien mas… —el me quedo mirando muy serio. —Edward Cullen… —lo mire con los ojos como platos. —Como se te ocurre, el Sr. Cullen es mi jefe… —No soy estúpido, Bella –dijo mirando hacia la ventana –el primer día te vi cuando te fuiste con él. Lucia muy enojado y tu asustada…esos hombres no son buenos Bella, deberías alejarte –lo quede mirando con el ceño fruncido. —¿Lo sabías? –me puse de pie muy enojada —¿y aun así me preguntaste y actuaste como si no supieras nada? —Si…fue aun más notorio en la oficina… —¿es que acaso los hombres tenían derecho a verme la cara? ¿A engañarme a su gusto? - 318 -

—Creo que no tengo nada más que hacer aquí Noah, fue un gusto conocerte… —Bella, de él es quien te debes alejar…no de mí, yo soy de los buenos… —Bueno pero mentiroso, creo que no eres mucho mejor que Edward –no fue capaz de responderme nada –que te mejores y no me vuelvas a buscar Noah, adiós. —Bella... No lo seguí escuchando solo me fui de la habitación del hospital. Era el colmo, esto me hacia pensar que tenia mala suerte con los hombres. ¿Qué pretendía Noah con estar saliendo conmigo si ya sabia que algo pasaba entre Edward y yo? ¿Qué sabia el de Edward? Alto…si Noah conocía a Edward y sabia que no era muy bueno ¿Edward sabia ya de Noah? ¿me estaba escondiendo aun mas información? Esto era inaudito. Me fui a mi departamento pensando en todas las posibilidades que me estaban rodeando. Si Edward había arreglado todo con Noah, si Noah no era más que un maldito, aun no podía entender todo esto. Subí y no tenia ganas de comer nada. Solo quería dormir como hace mucho que no lo hacia. Ya ni recordaba como era dormir normalmente, sin pensar que algo malo podía suceder porque un vampiro sexópata estaba dando vueltas a tu alrededor. Cerré las cortinas y me fui a dormir sobre los cobertores. Comencé a cerrar mis ojos pensando en Edward ¿Qué estaría haciendo ahora? De seguro estaría cogiendo con alguien, ya que no podía descubrirlo. —Ya era hora de que regresaras, no tengo todo el día para esperarte –abrí mis ojos de un solo movimiento y me senté. Edward estaba apoyado en la pared, desde donde no lo pudiera ver si entraba y no miraba hacia atrás. —¡¿Qué demonios haces aquí? —Vengo a dejarte esto –dijo mostrando unos papeles –recuerda que a final de la otra semana nos iremos a Rusia –me tense al escucharlo. —Yo no iré, el que tiene negocios allá eres tu. —Pero eres mi secretaria así que no quiero más discusiones…¿Dónde has estado? –lo quede mirando, se había cambiado de ropa. Lucía un traje negro con una camisa blanca y corbata negra. Estaba cubriendo sus ojos con unas gafas. - 319 -

—Es domingo ¿Por qué no me dejas tranquila? ¿Por qué estas vestido así? Y por ultimo ¿es que acaso tienes sed? –el bajo sus gafas y pude ver que sus ojos estaban rojos. Hace tiempo que no lo notaba de esa forma –dame los papeles –estire mi mano y se dio un paso hacia mi, entregándomelos –tu itinerario lo había arreglado hace tiempo ¿Qué sucedió? –me quedo mirando sin decir nada —¿Qué te sucede que no dices nada? —Arregla lo que tienes que arreglar, hay mucho que hacer en Rusia… —mire los papeles. —Alto…¿Por qué has cambiado la residencia a una cabaña y no al hotel como había ordenado? —Vivo diariamente en un hotel, no quiero ir a otro lado y estar en uno también…además en Rusia, los hoteles son un tanto peligroso –me apoye en la cama y lo quede mirando bastante relajada. —¿Desde cuándo conoces a Noah? –el sonrió. —Ya veo cual ha sido tu primera actividad como una persona libre… —Oohh lo siento ¿te ha dolido? Perdón, es que como tú no le has provocado las heridas en su espalda no tienes nada de qué preocuparte ¿cierto? –dije irónica. El me quedo mirando sin decir nada por varios segundos hasta que sonrió levemente. —Por la boca muere el pez –se acerco a mi hasta quedar al final de la cama. Lo quede mirando asustada. Edward tomo mi pie e hizo que llegara a estar más cerca de él. —No…¿Qué vas…? –dejo las gafas con rapidez a su lado y se subió a la cama hasta quedar sobre mi. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Se acerco a mi oído. —Mmm…este lugar te ha de traer recuerdos ¿no? –trate de empujarlo por ser un maldito infeliz, pero no me lo permitió. Tomo mis manos y las dejo al lado de mi cabeza, provocando que mi respiración empeorara. Se acerco a mi rostro y paso levemente sus labios sobre mi mejilla izquierda, para después bajar hasta mi cuello. Cerré los ojos esperando su mordida…pero esta nunca llego. Mire hacia mi lado y Edward me estaba mirando directo a los ojos. —Esperar será la mejor opción, de una forma exquisita…. –se acerco un poco a mis labios, lo tenía solo a milímetros. No pude evitar quedarme mirando su boca, deseando sentir esos malditos labios –no queremos que mi plato favorito me canse - 320 -

¿no? —Me da lo mismo lo que tú quieras –dije mirando sus labios –vete…. –el frunció el ceño, molesto por mi forma de rechazarlo. Cerré los ojos, resignada a que no podría hacer nada mas, el tenia sed y yo era su bebida favorita. Edward me tomo de la cadera y me acerco mas a él hasta que sentí sus labios en mi cuello. Paso lentamente sus dientes por mi piel. —La espera valdrá la pena –dijo mordiendo suavemente sin romper mi piel. Se alejo sin previo aviso y me quedo mirando –el miércoles haremos un pequeño viaje. —¿De que hablas? –me apoye en mis codos para poder verlo mejor. —Ya has odio, nos vemos mañana en el trabajo espero que llegues a la hora –se giro para irse, pero con rapidez me puse de pie y lo detuve tomando su brazo. —No me vengas con órdenes Edward, yo ya no vivo contigo –me quedo mirando serio. —Lo tengo entendido, pero te conviene… —movió su brazo para que lo soltara y se fue hasta la puerta y desapareció. Caí rendida en la cama ¿de qué se trataba todo esto? ¿un viaje? Aunque debo ser honesta y decir que por lo menos no me respondió "Iras, porque eres mía y hago lo que quiero" o "iras, porque yo lo digo" o mejor aún, la más típica "Vendrás y no me importa lo que tu pienses" Cerré los ojos pensando en qué demonios me estaba metiendo, estaba actuando diferente y lo sabía, no era que le encontrara sentido a mi plan. Querer averiguar mas sobre Edward, me estaba metiendo en problemas…serios problemas. Sin duda estaba siendo mi culpa todo lo que ocurría ahora, desde ahora en adelante era responsable de lo que sucediera en mi vida. Edward me había liberado y ahora mágicamente me estaba dando opciones o por lo menos, no me estaba obligando a hacer cosas que no quería, por ahora. Desde que Edward me había dado ese beso que fue completamente diferente a los demás, desde que ahora podía leer sus ojos, que él ya no podía leer mi mente desde que desperté de esa larga siesta…algo había cambiado, algo que no podía comprender y quería averiguarlo, por eso seguía en el juego y no corría lejos de Edward. Su amenazaba había sido derrocada desde ayer, ahora podía alejarme de él sin poner en riesgo a mis amigos, pero aun así…no podía irme, algo me estaba atando a Edward y era sin duda alguna, pura curiosidad. De esto no podía salir nada bueno. El lunes llego y todo siguió con normalidad, a la hora del almuerzo las chicas no me preguntaron nada sobre Edward, el tampoco se apareció en la cafetería ya que - 321 -

en la mañana le había informado de lo que había hecho, su rostro inexpresivo me dio a entender de que le dio lo mismo. Aquel día llame solo una vez al hospital para ver como se encontraba Noah, lo habían dado de alta. El día martes fue tan monótono como el día anterior, no había nada interesante que hacer y ese día, Edward se la había pasado fuera de la oficina en diferentes almuerzos, ya que la otra semana no nos encontraríamos quería arreglar todo ahora para no verse atrapado de almuerzos de negocio cuando regresáramos. El viaje a Rusia, nos íbamos el viernes, nuestra estadía era aquel fin de semana completo más todo el resto de la semana. No tenía la menor idea de cómo iba a controlar a Edward si decidía volverse por completo el Edward antiguo; quizás tenía algo de suerte y no lo veía mucho, dijo que iba de su asistente. —Realmente me molesta no saber lo que estas pensando –me senté bien al escuchar la voz del mismo demonio. Edward estaba apoyado en la pared, con una pie apoyado en el marco inferior de la pared, sus brazos estaban cruzados, su cabello desordenado y sus gafas solo hacían que realmente te desconcentraras por completo, hoy no andaba con nada muy elegante, sino mas bien que unos pantalones de tela oscuro, camisa negra y nada mas. —Debes tener los ojos muy rojos –mire a sus gafas imaginando como podría tenerlos. El sonrió de esa forma tan particular que tenia y camino hacia el escritorio. —¿Te interesa a caso? –apoyo sus manos en la mesa y me quedo mirando. Le sonreí de vuelta. —¿Crees que debo responderte esa pregunta? –se separo del escritorio y hizo sonar los huesos de su cuello, moviéndolo con rapidez —¿es que acaso estas tenso? ¿no has comido nada? —No presiones Isabella… —me quedo mirando unos segundos, pero al ver que no obtuvo mas respuesta de mis labios, volvió a hablar –vamos… —dijo caminando hacia el ascensor —¿has decidido si vendrás conmigo o no? —¿De que me convence tu famoso viajecito? —Es una sorpresa, no lo puedo arruinar –fruncí el ceño, Edward no daba sorpresas porque no le interesaba hacer sentir bien a nadie. —Entonces que le vaya muy bien, Sr. Cullen –escuche un leve gruñido. —Isabella… —dijo advirtiéndome. - 322 -

—Con ese tono no vas a lograr nada, por lo menos dime una pista… —vi como hizo sus manos un puño. —No te acostumbres a esto ¿sabes? Se te acabara la sonrisa con rapidez… —Pista o vas solo, lo que me imagino que ha de ser muy aburrido para ti, créeme cuando te digo que no quiero pasar tiempo contigo. —Es sobre tu Noah –dijo finalmente. —¿Qué le hiciste, maldito cobarde? –dije poniéndome de pie —¡Dime que le hiciste Edward! —¡Cuida tu boca! –dijo ahora al frente mío, solo a unos centímetros –y si quieres saber –sonrió malvadamente –tendrás que venir conmigo, lo tomas o dejas, allá tu –lo mire enojada y tome mi bolso. Bajamos el ascensor en silencio hasta el primer piso. Al salir de este note como Jessica se quedaba blanca en recepción, para mi mala suerte justo ahora tenía que venir a buscar algo. Pude notar cuando caminamos que Edward caminaba muy cerca de mí, a veces nuestras manos chocaban. —¿Te podrías alejar un poco? No tienes que ir conmigo como una lapa –sus manos se hicieron un puño de nuevo, pero no me dijo nada, se alejo. Sonreí, a Edward alguien tendría que traerlo a tierra para que dejara de andar en las nubes, creyéndose superior a todo y a todos. Edward le saco la alarma a su magnífico auto y nos subimos, nuevamente para mi sorpresa volvió a abrir la puerta para que entrara, pero nuevamente tuvo la misma respuesta de mi parte. —Que abras la puerta del auto, no te hace un caballero… —me senté y me regocijé de alegría al notar que cerraba con mas fuerza la puerta, antes no había tenido esta actitud, no le causaba nada lo que yo podía decir o eso era lo que yo percibía por lo menos —¿Cuánto nos demoraremos? Me esta dando hambre y no sé si volveré temprano, a mi departamento –hice notar la frase de volver a mi propio hogar. —En el camino pasaremos a alguna parte, el viaje es largo… —ninguno dijo nada por varios minutos, yo estaba tratando de pensar sobre a donde nos dirigíamos y por lo que notaba Edward estaba cien por ciento concentrado en el camino. —¿Cómo esta Jane? –el me miro de reojo, por un segundo pensé que la había - 323 -

despedido. —Feliz, le queda unos meses de ser una desagradable humano –mire hacia la ventana, aun me sentía responsable de que eso sucediera. —¿Y Jacob? –levanto el hombro, quitándole importancia. —Realmente recién puedo saber que significan tus miradas, por lo que no se que significa que muevas solo el hombro, así que agradecería que me explicaras…con palabras –Edward tenso la mordida, estaba siendo realmente una molestia. —Basta Isabella, si es que no quieres terminar en el maletero… —¿Cómo están tus ojos? Quiero verlos –Edward me miro y frunció el ceño. —¿Qué te hace pensar que puedes dirigir mis movimientos, niña? –sonreí. —¿Qué te hace pensar que no puedo hacerlo? –me quedo mirando sin decir nada por varios segundos, mientras seguía manejando. Le mantuve la mirada en todo momento. —Creo que conoces a Charlie Swan ¿no? –sentí como mis brazos se debilitaban y perdía el color en mi rostro. Negué suavemente. —No… —No me digas que… —No Edward, no me hagas eso… —mis ojos se llenaron de lagrimas al descubrir de que se trataba todo esto –no me lleves a Forks… —Te dije que esto iba relacionado con Noah… —¿Por qué nombras entonces a ese hombre? —Porque es tu padre… —Edward, por favor, volvamos –tome su mano que estaba en la palanca de cambio –no hagas esto, por favor… —Esto es para que aprendas –miro mi mano sobre la suya, pero no me dijo nada. - 324 -

—¿Aprender que? ¿de que estas hablando? ¡no hagas esto! –termine gritándole, pero el no me tomo en cuenta. Mire hacia un lado, pensando en que de verdad a Edward le gustaba hacerme daño, era imposible que había otro motivo detrás de esto. No quería ver a Charlie Swan por nada en el mundo, era a la ultima persona que visitaría en mi día libre, menos un domingo, ya me bastaba con verlo solo una vez al año que era por su cumpleaños, ya que si no iba, me iba a desheredar….bueno, no iba a permitir que todos mis años de sufrimiento se fueran a la basura cuando Charlie estuviera bajo tierra. —¿Qué demonios piensas, que llevas esa expresión? –Edward me miraba realmente sorprendido. No tenía idea que expresión estaba dándole, pero sin duda era alguna que no conocía, la expresión especialmente formada para "Desearía que mi padre nunca hubiera existido" y eso que no conocía la expresión hecha para Renne. —Da la vuelta, por favor –dije mirándolo directo a sus ojos, pensando que así podría encontrar algo de conciencia, pero no fue así. El me miro convencido sobre lo que estaba haciendo, no iba a parar. —Esto solo lo estoy haciendo por… —no siguió hablando. Le pedí que me dijera algo pero fue inútil, no me dirigió la palabra en ningún momento, solo miro hacia el camino por el resto de las horas que por lo menos no se hicieron tan incomodas porque puse algo de música clásica, para mi sorpresa sonó Nocturne Opus posthumous de Arrau, no me tomo mucho dejar de pedirle que parar y concentrarme en el camino hasta que mis ojos ya no lo pudieron soportar y me quede dormida. Sentí algo frio en mi mano por lo que abrí mis ojos y Edward me estaba mirando. Ya estaba atardeciendo. —¿Llegamos? —Así es….despierta —me acomode mejor y mire a mi alrededor. No estábamos cerca de la mansión de Charlie. —Esta no es la casa –el negó. —Claro que no, no nos dejaremos expuestos ¿no? –salió del auto y en menos de un segundo lo vi abriendo la puerta. Esto no lucia como me lo había imaginado. —¿Expuestos a qué? –el no me dio ninguna expresión que me tranquilizara, sino - 325 -

que se mantuvo con esa mirada póker que tenia a veces. —Ponte de pie luego, no quiero estar en este lugar por mucho tiempo, además no tenemos que llegar atrasados –fruncí el ceño enojada. —Deja de hablarme así Edward, si es necesario te tendré que explicar cientos de veces que no tienes para que utilizar ese tono conmigo –el me quedo mirando unos segundos sin decir nada, un tanto sorprendido —¿y ahora a donde vamos? –Salí del auto y cerré la puerta. —Ya veras –sin previo aviso me tomo de la cintura y me acerco a él. —No… —dije mirando hacia un lado, sentía que si me llegaba a rendir ante Edward, todo mi plan se iría al verdadero infierno. —¿No que? ¿es que acaso estas pensando que siempre que te toco es porque te voy a coger? –fruncí el ceño y lo trate de empujar –basta, llegaremos tarde –me tomo de la pierna izquierda y me movió de tal forma que quede en su espalda, dejando mis brazos en su cuello. —¡Edward! –Dije soltándome para que me bajara —¡Bájame! —Muy bien –dijo dejándome caer, para mi suerte fue de pie –esto lo haremos así para que no termines a mitad de camino –me tomo de la cintura e hizo que rodeara su cadera con mis piernas. —¿Qué haces? —ya no entendía que estábamos haciendo aquí. —Solo cállate por unos minutos ¿sí? Ya verás –suspire rendida, no se iba a detener hasta que me llevara a donde fuera que tenia pensado. Rodee su cuello con mis brazos rodee su cuello. —Aportando, eso es algo bueno –al decir eso, sin mas me vi avanzando a una velocidad extraordinaria. Me aferre al cuerpo de Edward, asustada por lo que estaba sucediendo hasta que después de unos segundos, él paro. Mi corazón estaba a mil por segundo, cosa que era imposible, pero estaba asustada. Seguí agarrada de Edward. —Si no te bajas luego no te quejes –no tome en cuenta sus palabras. Seguí agarrada a él por el susto –Isabella… —tomo mis brazos y los fue separando hasta que cedieron al igual que mis piernas. Lo quede mirando asustada, extasiada y confundida. Edward no me dijo nada, solo miro hacia atrás de mi, tenia el ceño - 326 -

fruncido. Me gire para observar el objetivo de Edward. Estábamos rodeados de arboles, era aquel bosque al frente de la mansión de mi padre. Podía ver con claridad que había un auto plateado al frente, estacionado. Había alguien adentro. Sentí como mi sangre ardía al ver que Charlie salía por la puerta a recibir a quien fuera que estuviera en el auto. Di un paso hacia atrás al notar quien era el hombre que salía del auto. Edward me tomo del brazo para evitar que chocara con algo. —Es imposible… —dije sin poder creer lo que mis ojos veian.

Me ha encantado hacer este capitulo porque se muestra una Bella completamente astuta **! pero Dios santo que me ha costado, debi haber estudiado durante estas horas y estuve escrbieindo y subiendo para ustedes, asi que espero que comenten para que valga verdaderamente la pena. Adiosin, me voy a estudiar u.u

- 327 -

Chapter 28 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 28 Apreté mi mordida al ver como se abrazaba Noah con Charlie en un saludo bastante fraternal. —Me pregunto ¿Qué es lo que desea contigo? –dijo Edward mirando hacia ellos también. Me solté de su agarre. Esa misma pregunta me hacia e iba a buscar la respuesta ahora mismo. Di unos pasos con la intención de correr hacia ellos. —¡Maldito hijo de…! –Edward me tomo de la cintura y me hizo volver atrás, tapo mi boca y luego nos escondimos detrás de un árbol. Presione con fuerza mi mano en la suya que rodeaba mi abdomen, solamente de rabia. Me comencé a mover para que me soltara y pudiera aclarar todo esto con rapidez. —No te muevas –dijo en mi oído, pero no le hice caso –Basta, Bella –me había llamado "Bella" otra vez. Lleve mi mano liberarme de su agarre en mi boca, pero no lo hizo. Deje de moverme mientras seguíamos escondidos detrás de un gran árbol, quedando Edward apoyado en el mientras me sujetaba –Por lo visto eres una experta en arruinar todo, deberías ser mas astuta –entrecerré los ojos mientras escuchaba lo que decía. Si no fuera astuta, seguiría siendo prisionera en su departamento, pues ya no lo era y ni siquiera el sabia de mi plan. Note que no me iba a soltar hasta que me calmara por lo que decidí hacerlo hasta que Edward fue aflojando su agarre y me soltó finalmente. Lo quede mirando con mis brazos entrecruzados. —¿Cómo supiste todo esto? –el levanto los hombros quitándole importancia. —Eso no es realmente interesante, sino mas bien tu gran error en confiar en Noah –no le respondí nada a eso. —Dime como supiste todo esto, Edward –el enarco una ceja. Realmente no me llamo la atención el tono que utilice con él, lo estaba utilizando bastante últimamente. —No te lo diré, bien…solo te quería mostrar esto, es hora de volver –comenzó a - 328 -

caminar de vuelta, pero no lo seguí. Me gire y me fui en dirección a la mansión que estaba a metros de nosotros —Ni se te ocurra –tomo mi mano y me hizo volver, comenzó a caminar llevándome con él. Pensé rápidamente como podía sacarle información a Edward. —El nos vio cuando salimos de aquel local, la noche que me viste con él. —Lo sé, me lo dijo el día que fue a la oficina –abrí mis ojos sorprendida y empecé a tratar de soltarme de su mano. —Suéltame, eres un mentiroso… —el soltó mi mano y la quedo mirando. Aquí estaba pasando algo extraño —¿Por qué hiciste esto? –el levanto de nuevo sus hombros. —Solo para refregarte en tu cara, al tipo de hombre con que te estabas revolcando –dio media vuelta mientras yo lo quede mirando en estado de shock. —¡¿Cómo dices algo así? –no se detuvo, solo siguió caminando –jamás llegue a ese nivel con Noah –no me moví, me quede en el mismo lugar, no iba a salir corriendo tras él. Edward se volteo. —Solo unos días más y no le tomaría mucho ¿no? –fruncí el ceño. No me iba a sentir mal por lo que él decía, ya que era mentira. —¿Y que con eso? –odiaba que Edward estuviera con sus gafas. —¿Y que con eso? Creo que ya has respondido ¿de verdad te hubieras acostado con ese tipo? –sonreí mentalmente. —Ya no podre saberlo, ni tú tampoco –me gire para ir de vuelta a la mansión de Charlie. —Detente ahora mismo, no me está gustando esta nueva actitud tuya…no creo que sea conveniente que expongas a tus amigos ¿cierto? Deje nula la amenaza pero soy un vampiro, no creo que deberías confiar en uno… —trague saliva nerviosa, sin dar un paso más. Mi punto débil, había utilizado esa maldita debilidad. Me gire hacia él. —Tu dijiste que… —Yo digo muchas cosas, que las cumpla es algo muy diferente, es más, si quiero puedo llevarte de nuevo al edificio –sus labios formaron una perfecta sonrisa - 329 -

malvada. Se apoyo en un árbol con los brazos cruzados –tú eliges… —lo pensé unos segundos y tome mi decisión. —Allá tu –di media vuelta y corrí hacia la casa de Charlie para encarar a los dos traidores, aunque ya sabía que uno lo era. —¡Basta! –escuche un gruñido luego de eso y luego sentí como con fuerza unos brazos me estampaban en el árbol. Debo decir que no sentí dolor ante ese movimiento tan brusco –vas a comenzar a respetarme Isabella –apoyo su mano al lado de mi cabeza, su rostro quedo al nivel del mío. Su expresión no era dura como solía ser cuando se enojaba. Lo quede mirando entrecerrando los ojos para después sin previo aviso sacar sus gafas; deje mis manos en el aire junto con las gafas, mirando sorprendida como estaban sus ojos. —Edward… —¡Dame eso! –dijo tomando las gafas y dejándolas en su lugar. Sus ojos estaban completamente rojos, junto con la pupila, su esclerotida estaba más roja que su pupila y los pequeños capilares en su piel, tanto en la parte superior e inferior, estaban fuertemente marcados. —Tus ojos… —Ya has causado varios problemas, ahora vámonos… —me tomo del brazo para avanzar pero no deje que lo hiciera. —No te has alimentado de nadie –aun no lo podía creer, en todo este tiempo no había bebido de ninguna humana –el sonrió de forma arrogante. —Eso no significa que… —Edward… —Nada de Edward, vámonos de aquí rápidamente –dijo mirando hacia la casa de Charlie, un tanto incomodo, pero no lo tome en cuenta, realmente nada de lo que siguió salió de mi conciencia, sino que fue todo como un verdadero impulso que no supe reconocer y que no me agrado nada –Isabella, ya… —Edward no siguió hablando para el momento que deje mis manos en su rostro para acercarlo más al mío. Saque sus gafas y las deje a un lado. —Tus ojos están rojos… —con mis pulgares cerré sus parpados y estaban demasiado marcados con aquellas líneas rojas. - 330 -

—Suéltame, ahora –sonreí, era orgulloso. De verdad le había dolido lo que le grite días atrás, por eso no había recurrido a mi todavía para calmar su sed, sin embargo aun no entendía porque no había utilizado la sangre de otras personas. —No –cerré mis ojos y me acerque hasta sus labios. Este era el primer beso que yo comenzaba. Me relaje por completo al sentir sus labios, siempre era lo mismo, algo tenían y no creo que seré capaz para poder descubrirlo. Aquel beso no duro ni cinco segundos….como un beso suave y lento ya que Edward me tomo de la cadera y me hizo retroceder hasta chocar con el árbol nuevamente. Mordí suavemente sus labios para que entendiera lo que estaba comunicándole a través de esto, cosa que no le tomo nada entender. Paso a mi cuello con rapidez y traspaso mi piel provocando que me quejara bastante alto. Cerré mis ojos con fuerza y solo deje que Edward bebiera de mi. En un momento dejo su agarre en mi cadera y dejo una de sus manos en mi cuello, mientras que la otra tomo la mía, entrelazando sus dedos con los míos. Me aferre a aquel agarre como si mi vida dependiera de aquello. Se separo de mi, segundos después de aquel movimiento. Mire a Edward y de la comisura izquierda de sus labios, corría una gota de sangre, la cual atrapo con su lengua, sin desperdiciar nada. —Vámonos –dio media vuelta y comenzó a caminar. Esta vez lo seguí, aun tenia las gafas en mis manos, por lo que sonreí, en algún momento me tendría que hablar y yo me aprovecharía para ver sus reacciones y para ver como quedaron sus ojos luego de beber de mi. Llegamos al auto varios minutos después ya que nos fuimos caminando normalmente, nada de adrenalina o algo por el estilo. Edward no me hablo durante todo el camino hasta que me canse de ir en este silencio. Nos subimos al auto, nuevamente el abrió la puerta para que yo subiera pero no le dije nada al respecto. —¿De dónde conoces a Noah? –el prendió el auto y marco una sonrisa que pude notar, no era sincera. —Ya veo….sangre por información ¿no? Te has vuelto realmente un poco astuta –no pude creer lo que estaba diciendo ¿realmente pensaba que yo era tan frívola?...bueno, entonces le daríamos una Bella frívola. —Es lo mínimo que puedes hacer, me estas quitando la vida de a poco ¿no? –el me miro y pude ver por sus ojos que se había sorprendido al escuchar mi afirmación. Estaba jugando, me estaba poniendo a prueba, eso no lo estaba contando. —Ya veo, muy bien, me encargare de darte algo a cambio cada vez que me sirvas - 331 -

–tense mi mordida por sus palabras. —Entonces habla –arranco al auto a una velocidad impresionante. —Soy millonario y el tiene dinero…esta claro que lo conozco…solo debías sumar dos más dos… —¿Qué te dijo cuando estuvo en tu oficina? –el levanto los hombros, reacción que se le estaba haciendo costumbre y que me estaba comenzando a molestar. —Quería saber si había algo entre nosotros. Le dije que no se acercar a ti o que habría consecuencias… —Y las hubo, de una manera horrible –a pesar de ser la principal causante de eso, no me iba a delatar sola. —Ya puedes ver que tu querido Noah está en perfectas condiciones… —¿Qué relación tiene con Charlie? –el me miro y sonrió. —Creo que tu sangre no vale tanto para responder aquella pregunta –hice mis manos un puño, a tal nivel que rompí las gafas de Edward –eso tendrá que salir de tu sueldo –mire hacia un lado, sin ser capaz de decirle nada. Aquel insulto de mi sangre, había llegado…a un nivel que no tenia la menor idea que existía, creo que esta era la primera vez que Edward me hacía sentir tan mal en todo este tiempo –No exageres –dijo con un tono extraño. —Cállate –mire por la ventana. Mi mente comenzó a pensar cientos de situaciones al momento, tratando de evitar llegar a pensar en Edward. —Isabella… —movió levemente mi hombro para que lo mirara –Basta, sabes que… —Déjame tranquila ¿si? –no sé como lo habré mirado pero no me dijo nada. Trague saliva y supe de inmediato lo que tendría que hacer, en esto no habría ninguna salida y no podía buscar el lado bueno de Edward, realmente me agotaba hacerlo…dolía. No hablamos nada durante el camino de vuelta, solo la música nos libraba de ir en aquel silencio tan incomodo. Ambos sabíamos que él había pasado los límites. Volví a respirar más relajada cuando vi los edificios que nos indicaban que Chicago solo estaba a unos minutos más. Llegaría a mi departamento y podría - 332 -

descasar un poco, poder analizar todo lo que había sucedido hoy. No pude evitar sonreír al ver que llegábamos a mi edificio. Edward estaciono el auto. —Isabella, debo… —no lo deje seguir hablando. Salí del auto y me fui hacia el edificio. No iba a escuchar nada más de parte de Edward. Por hoy mis energías se habían agotado, con la gran revelación que tuve hoy sobre Noah y Charlie, lo que hice con Edward y por ultimo su gran frase del año, este día había sido épico. Me fui al interior del edifico sin evitar mirar hacia atrás, pero para mi no sorpresa como sucedía siempre, el auto ya había desaparecido, a Edward le importaba un comino nada o nadie, exceptuando aquella vez que todo quedo mal en su departamento y me beso de tal forma, que por eso aun seguía aquí y no corría lejos de su lado. Subí escalón por escalón sintiéndome con un peso gigante en mi espalda. Había sido traicionada por Noah, no tenía la menor idea de qué relación tenia con mi padre, pero nada bueno podía salir de aquello. Entre al departamento y prendí el calefactor, había un ambiente más frio de lo normal. Prepare un poco de café y me fui por mi pijama, eso fue un tanto extraño, ya que me quedo mirando más de diez minutos mi camiseta con aquel toro rojo, representación de los Chicago Bulls y de aquella noche cuando Edward entro a este lugar y tomo todo lo que quiso. Tire mi camiseta al suelo y me puse la camiseta, obligando a dejar de tener aquel recuerdo y volver a pensar que esa era mi camiseta favorita y no el origen de un mal recuerdo. Saque mis pantalones y también los lance al suelo. Fui por mi café y me lo lleve a la cama mientras prendía la televisión. Me tendría que levantar en dos horas y no tenía nada de sueño por todo lo sucedido. No iría mañana, así de simple, avisaría al trabajo que me ausentaría por problemas de salud. Me quede recostada abrazando mi abdomen, ya que sentía un dolor extraño y no podía diferencia si era en todo el cuerpo o solo mi pecho. Miles de pensamientos transcurrían en mi mente como si esta fuera una autopista. Cerré mis ojos tratando de poder quedarme dormida pero era inútil, tenía en mi cabeza las palabras de Edward, ni siquiera lo de que había pasado con Noah, tenía solo a Edward repitiendo una y otra vez "Creo que tu sangre no vale tanto" ¿Cómo el era capaz de decir algo así? O peor aun ¿Por qué yo me sentía como una verdadera basura? Tome mi cabeza para tratar de dormirme, obligarme a hacerlo; no había éxito, estaba condenada a mantenerme despierta hasta que amaneciera, rendirme a estos pensamientos provocados por él. —¿Por qué no te duermes? –me senté en la cama en menos de un segundo. - 333 -

Buscando el origen de esa voz. Lleve mi mano a mi lámpara pero fui interrumpida –no prendas la luz –baje mi mano y me senté mejor en la cama. —¿Qué quieres, Edward? ¿no te habías ido ya?... –pude verlo por la luz que entraba por mi ventana, estaba apoyado en el mueble de al frente, por lo visto hasta vestía diferente. —Solo estoy aquí para verificar que no te has ido a buscar a cualquiera, estoy pendiente de tus movimientos ahora… —fruncí el ceño. —Estoy cansada ¿Por qué no te buscas alguien más para que te desarrolle tu nivel de insultos? –me recosté y me cubrí bien con el cobertor. —Y vengo por algo mas –abrí mis ojos sin decirle nada –tengo sed –ni siquiera lo mire, me quede sorprendía por el tono que utilizo, era normal y tranquilo, era el primer tono de voz que había escuchado por parte de Edward, cuando lo conocí en el Cullen ltda. —Bueno, ve a algún pub a beber de alguna zorra que te deje –volví a cerrar mis ojos. Solo sentí una brisa para volver a mirar a mis lados. Edward estaba sentado a mi lado, apoyándose en la cama, con una pierna flexionada y su cabeza completamente al lado de mi brazo, podía sentir su cabello en mi antebrazo. —Sabes que tu sangre no es como la de las demás… —Claramente no lo sé, ya que me refregaste en mi cara que no lo era –me voltee hacia el otro lado, dándole la espalda. —Escúchame Isabella, esto es lo único que obtendrás de mi parte, no esperes que te este trayendo flores o cosas tan ridículas como esas…recuerda tu posición –solo moví mi brazo derecho hacia atrás y le hice un gesto obsceno con mi dedo de al medio. —Que te den –me cubrí mejor. En menos de un segundo, ya no tenía mi cobertor cumpliendo su función, mis manos estaban sobre mi cabeza mientras que su mano me evitaba moverlas, su otra mano estaba en mi cadera evitando escapar —¡Edward! –dije más alto de lo normal. —¿Qué me den?...creo que te podría decir lo mismo…y cumplirlo ¿no te parece? Hace tiempo que no hacemos nada –se acerco a mis labios, pero me moví hacia un lado, evitando caer. - 334 -

—Solo bebe y vete…no quiero nada contigo –Edward paso su nariz por mi cuello probando miles de descargas eléctricas en mi cuerpo. —Recuerda que tu obedeces a mis necesidades… —trate de moverme para golpearlo pero como siempre, era inútil –ya que bebí de ti y no pude sopórtalo hasta el fin de semana…creo podríamos jugar un poco ¿no? —¡Edward, basta! –lo mire fijo a sus ojos, tratando de encontrar un poco de cordura de su parte, pero fue completamente imposible. Choco sus labios con los míos provocando que por mi cuerpo pasara una ola de calor. Relaje mis brazos y respondí a su beso. Me estremecí cuando sentí que su mano comenzaba a colarse por debajo de mis bragas. Comencé a pensar en algo para alejarlo, esto no podía pasar, aun mantenía mi pensamiento sobre lo bien que nos llevábamos en este ámbito y lo malos que éramos fuera de esta superficie tan blanda, que invitaba a dejarme llevar por Edward –Mmm…. –me sentí tan mal al tener estar respuestas cuando Edward solo tenía que tocar un poco mi piel. Atrapo mis labios con rapidez de nuevo, provocando que mi respiración aumentara de una forma peligrosa, sin embargo, una idea llego a mi cabeza, que estaba segura que acabaría con todo esto, aunque me arriesgara a que Edward me mordiera de forma bruta, pero no me importo, tenía que hacer sacrificios y este camino me ayudaría a vengarme por lo que hizo Edward, además de conectar su ego con la realidad. —Noah… —suspire bastante agitada. Edward no se movió ni un solo centímetro por varios segundos. Yo me quede tiesa, esperando a que llegara un gran mordisco de su parte, pero no fue así. Edward soltó mis manos y se alejo de mi con movimientos robóticos. Quede mirando aun con mi respiración agitada, mi pecho subía y bajaba con rapidez. Trague saliva nerviosa. —Yo… —iba a decir algo inventado, pero Edward solo se giro y se fue del departamento. Me quede mirando hacia el techo por bastante tiempo mas, pensando si lo que hice había sido correcto. No tenia escapatoria, no quería que sucediera nada con Edward y a pesar de que debo ser honesta y decir que me hacía sentir de una forma que me volvía loca, no podía permitirle que me tratara como basura y luego recompensarlo por su comportamiento. Termine cubriéndome con mi cobertor y me quede dormida, pensando en todas las preocupaciones que tenia. Al día siguiente decidí dejar de pensar en Edward y concentrarme en lo que de verdad importaba, Noah. Así que no pude evitar llamarlo y decirle que nos reuniéramos en un restaurante porque tenía que hablar algo urgente conmigo. La llamada fue fría y ya no estaban las típicas bromas del príncipe azul y la doncella en - 335 -

apuros, aquello solo me hizo recordar el día anterior, cuando lo vi abrazándose fraternalmente con Charlie Swan. Tome mi bolso y Salí del departamento, pero mis sorpresas no terminaban ahí, al llegar a la entrada del edificio vi un flamante Jaguar negro, esperando por mí. Jacob estaba apoyado en el auto, esperándome. —¿Qué sucedió? –el me sonrió. —Buenas tardes, Srta. Isabella… —lleve mi mano a mi cabeza, apenada por saltarme las reglas de educación. —Lo siento, hola Jacob ¿Cómo has estado? –el me volvió a regalar esa sonrisa tan característica que tenia. —Bien, volviendo a ser tu chofer –fruncí el ceño. Edward no me había dicho nada de eso. —¿Por qué? –el levanto los hombros, haciéndome entender que no tenía idea. No le creí —¿Por qué, Jacob? –lo quede mirando hasta que me dijera de que se trataba todo esto. —Supongo…que andas en malos pasos como para que te corten de nuevo tus alitas de libertad –lo quede mirando feo, no se notaba como si estuviera triste por esto. —Y yo supongo…que tu estas a favor de esto –el me sonrió y abrió la puerta del copiloto. —Supones bien –entre al auto sin decirle nada hasta que el también estuvo en su interior —¿A dónde vamos? —Al The Cage –el asintió y partió el auto –ahora dime ¿Por qué estas a favor, suponiendo tu respuesta? —Si te dieron libertad es porque te la merecías –abrí los ojos sorprendida a lo que dijo, pero no me permitió responderle nada ya que siguió hablando –y no digo que este bien, solo hablo introduciéndome en la mente del Sr. Edward… —Bien, sigue –veremos que tan bueno era en esto. —Entonces, como decía, si te diera libertad seria porque te has portado - 336 -

bien…ahora has de haber hecho algo mal y presiento que es por ese amigo tuyo, Noah… —me acomode mejor en el asiento. —Bien, primera suposición mala ¿sabes cómo logre mi libertad? Lo dudo, ya que tienes esa hipótesis tan errónea… —el frunció el ceño y me miro –me tuve que poner un revolver en la cabeza, tu preciado vampiro no dejaría que se perdiera toda esta sangre –Jacob me quedo mirando realmente perplejo –así que mejor cierra esa boca y maneja porque no tienes idea de lo que estás hablando. —Lo siento… —bufe. —No me sirve de nada tus disculpas –ninguno dijo nada hasta que llegamos al lugar que le había indicado –espérame aquí, esto solo tomara unos minutos –el asintió y Salí de ahí. Me apresure en llegar a ese restaurante, encararía a Noah y le pediría explicaciones. Que me dijera la verdad. Llegue a la recepción y había una chica rubia, con un uniforme negro con blusa blanca, que me sonrió dándome la bienvenida. —Bienvenida al The Cage ¿tiene reservación? –asentí. —Me deberían estar esperando. —Muy bien, dígame su nombre. —Isabella Swan –ella busco en un libro que tenia con todos los nombres y luego me miro. —Venga conmigo –tomo mi brazo y me llevo hacia otro lado. —¿Donde vamos? –había venido aquí y jamás había subido las escaleras hasta el tercer piso. —Usted está en la sección VIP –abrí mis ojos un tanto sorprendida. —Ya veo… —llegamos a una puerta gigante y entramos. Era un gran salón, que tenía unos ventanales gigantes al frente de la puerta por donde entre y a mis lados Las mesas estaban adornadas con hermosos manteles y candelabros. —Ahí la esperan –me apunto a alguien me daba la espalda. Fruncí el ceño de inmediato, reconocería ese cabello en cualquier lugar. - 337 -

—Gracias –le dije a la chica para después irme casi corriendo a la mesa –Edward Cullen. —Isabella Swan ¿Cómo estás? ¿Qué te trae por aquí hoy? —Noah me está esperando abajo…así que me iré. —No lo creo –dijo tomando mi mano para que no avanzara mas –Lamentablemente a Noah le cancelaron su reservación, lamentable que no hayas ido a trabajar para escuchar su llamado ¿no crees que es una pena? —Edward –mire su mano y moví la mía para que no me siguiera tocando —¿Qué tratas? —Si te sentaras y no llamaras tanto la atención de los demás, esto sería mucho más ameno –mire a mi alrededor y las demás personas que se encontraban ahí me estaban mirando. No se si era por estar con Edward, porque escucharon algo que dije o porque vestía mal para estar en este lugar. Me senté resignada. —¿Por qué presiento como si te estuviera viendo más de lo común? —Porque lo estás haciendo… —Realmente eres tú, tú me sigues, yo ya no vivo contigo. —Ya veo…muy bien, dime a que venias con Noah…¿vienes a una cita? ¿sabes lo que estas provocando con esto? –me acomode en la silla. —Tengo hambre, venía a comer con Noah y tú me has quitado a mi cita, con quien iba a estar toda la noche –el frunció el ceño —¿es que en todos tus años de existencia no has aprendido nada? Es estúpido que venga aquí para una cita con Noah luego de lo que vi y tu sales con que tengo una, yo pensé que eras inteligente, eres un hombre negocios… —No es lo mismo contigo –no tome en cuenta esas palabras –mientes como se te antoja, nunca he sido bueno descubriendo mentiras a menos que lea la mente. —Me da lo mismo, aun así, tengo hambre –Edward solo levanto la mano y vino un camarero a atendernos. Le dije que es lo que deseaba y Edward también lo hizo, cosa que me sorprendió. —Entonces venias a ver a Noah por lo que sucedido ayer ¿no? - 338 -

—Y aquí al frente tenemos al futuro Stephen Hawking –el frunció el ceño. —Deja de comportarte como una niña inmadura Isabella. —Deja de compórtate como un idiota Edward y esperar que te traten bien, se consecuente a como tratas a los demás –el rodo los ojos. —¿Sigues así por lo de tu sangre no? –mire hacia n lado –ya te dije lo que opinaba. —Sí, me quedo muy claro. —Isabella, no esperes que te este rogando, yo no soy así…además agradece que te sigo tratando bien luego de lo que paso en tu casa, sé que no dormiste con Noah porque lo sabría pero si sabes cómo arruinarme el humor para tener sexo –quede pensando en lo que dijo, era un buen dato, pero sin dudas en otra situación así no sé si haría que se detuviera. De solo pensar estar con Edward me ponía nerviosa, había pasado tiempo desde la última vez. —¿Por qué no dejaste que me juntara con Noah? –el bufo. —Porque es peligroso –fruncí el ceño sin entender. —Eso es mentira Edward, si mientes hazlo con algo que me engañaría no la estupidez que me estás diciendo –el me quedo mirando sin decir nada por varios segundos. —El próximo semana fin de semana veremos lo que sucede entre Noah y tu padre, pero ahora no ¿has entendido? —¿Tengo opción? –el negó –muy bien, ahora me iré ¿esta todo dicho y declarado? –el me quedo mirando varios segundos sin decir nada —¿Qué te sucede? –en ese momento llego el camarero con lo que habíamos pedido. Mire el plato y lucia increíble. —Espero que les agrade –dijo el chico para después irse. —¿Qué tienes, que atraes tanto a los hombres? –fruncí el ceño al escucharlo. —¿De que hablas? —Ese chico te quedo mirando todo el tiempo. - 339 -

—Estas mintiendo ¿Qué te sucede Edward? –mire como llevaba su manos a su mentón y me miraba pensando. Tuve que esquivar su mirada antes de que comenzara a recordar situaciones que solo haría que cometiera algún error con Edward. —Solo estoy diciendo lo que veo –tome el tenedor y lleve un poco de comida a mi boca —¿Por qué has hecho esto? Pudiste llegar a mi departamento y decirme que no fuera, como lo haces usualmente, además ¿Qué estas comiendo? Tu no comes –lo ultimo lo susurre. —¿Y a ti que te importa? —Qué respuesta más madura –volví a llevar algo de comida a mi boca. El tosió un poco y me miro. —¿Cómo le esta yendo a Emmett con Rosalie? –lo mire asustada. —¿Qué les has hecho? –el bufo cansado. —Solo te estoy preguntando, no significa que les he hecho algo. —¿Qué estas planeando? —¡Bella deja de hacerme preguntas! Solo conversa, es una conversación ¿cuán difícil puede ser para ti tener una? –lo quede mirando sorprendida y recién ahí mi mente reacciono a todo esto. Restaurante caro, comida, preguntas triviales ¿es que estábamos en una cita? —Me pudiste haber dicho que me estabas invitando a una cita, como para arreglarme un poco más –el frunció el ceño molesto y saco la servilleta de sus piernas para dejarla en la mesa. —Muy bien –se iba a poner de pie. —Que cobarde…—realmente presentía que Edward quería sacarme la cabeza con su mirada —¿Por qué no te vuelves a sentar? —¿Por qué crees que haría tal cosa? –le sonreí. —Porque vamos a comer… —el me miro molesto –y además porque las demás - 340 -

personas te están mirando –él se volvió a sentar –están bien –dije recordando su pregunta –¿notaste que trabajan mucho? Se han esforzado mucho para tener su negocio. —Sería una lástima si lo perdieran… —¿Cómo crees que podre tener una conversación contigo si estas amenazando a mis amigos? —No lo digo por mí, lo digo por tu padre –lo mire asustada. —¿A qué te refieres? ¿has descubierto algo? —Estuve averiguando algunas cosas y tu padre no tiene un paso muy limpio –sonreí. —Dime algo que no sepa. —Me refiero a ti Isabella –me tense de inmediato –apartando lo de la violencia hacia a ti, ese hombre ha influido hasta en tus amigos. —¿Por qué? —Jasper quería hacer su propio negocio ¿no? –asentí –bueno, para eso tenía que irse a Europa, se iba a llevar a Alice y de por sí, tu también querrías ir. —Eso paso hace tiempo. —Pero lo iba a cumplir Isabella, solo que tu padre no lo permitió… —tome un poco de mi vino. —¿Y eso por qué? —La misma pregunta te quería hacer…hasta he descubierto que me quiere hacer caer en los negocios, ha pagado mucho dinero para que le den información importante. —El no me quiere lejos, eso es lo que sucede…tendré que hablar con el respecto a Jasper, no puedo creer que haya hecho eso… —recordé lo triste que estuvo mi amigo por haber perdido mucho esfuerzo en eso –iré el próximo fin de semana y le diré que te deje tranquilo. - 341 -

—Créeme cuando te digo que no necesito alguien que interceda por mi…e iremos juntos en los próximos días, lo que él desea es alejarte de mí. —Ha de saber que son de la misma línea ¿no? —No confundas las cosas Isabella… —Tú de verdad crees que soy estúpida –el frunció el ceño –eres de la misma línea que él, te puedo identificar…no tienes nada que decirme, me golpeaste e hiciste mucho mas, que hasta quedas peor que mi padre –Edward me quedo mirando sin poder responder nada a lo que le dije –creo que esto no ha funcionado muy bien, ha estado increíble la comida pero aun así me tendré que retirar. —Tú no te mueves –dijo tomando mi mano, sin permitirme que me pusiera de pie –y si lo haces, lo harás conmigo… —pude ver claramente como su mirada cambiaba a un sentimiento que no pude reconocer. Mire como tenía tomada mi mano y cerré los ojos, buscando algo lindo que Edward hubiera tenido conmigo, algo, aunque fuera pequeño, que me mantuviera viva en este lugar, que me diera una esperanza de que había otro Edward detrás de este –sigues así por tu sangre, lo sé, me equivoque y eso lo último que diré –lo mire sorprendida. Con eso no tuve que buscar ningún recuerdo; había admitido que se había equivocado. Solo por probar pase mi dedo pulgar por su mano, él la saco de inmediato y me quedo mirando enojado. —No sé cómo no te han salido arrugas, siempre estas enojado –me sonrió sin poder evitarlo. —Esme te…mando saludos –dijo mirando hacia el lado, como si estuviera mirando a otra mesa, pero sabía exactamente que le incomodaba lo que estaba diciendo. —¿Edward? –el me volvió a mirar —¿Por qué eres tan diferente al Edward que conocí en Cullen. Ltda.? –el me sonrió. —¿Y tu porque no eres de las mujeres que se quedan calladas? –no hizo gracia lo que dijo –era una broma, Isabella… —Bueno, de comediante te mueres de hambre…responde –dije ahora de mal humor. —Ese no existe, solo te estaba probando… —lo quede mirando unos segundos. —No te creo…pienso que ese eres tú y lo escondes muy bien… - 342 -

—Según tu, Noah era bueno –buen punto –bien, creo que mejor te apresuras, tengo que hacer otras cosas… —sonreí. —No mientas, te quedarías aquí aunque me demorara horas comiendo –el me quedo mirando entrecerrando los ojos. —En la confianza esta el peligro…ten cuidado Isabella… Realmente no me importo lo que dijo, ya que mi confianza era completamente nula, estaba sana y salva si era por eso. Nos quedamos hasta que termine de comer, Edward ni siquiera toco su comida. Salimos del restaurante y antes de irme hacia Jacob, Edward me llevo hacia otra dirección. Lo mire sin entender, pero antes de preguntarle, el llamo a Jacob y le dijo que se fuera porque no se iría conmigo. —¿Qué haces? Jacob estuvo esperando todo este tiempo por nada. —¿Y? para eso le pago. —Que despectivo, Jacob es muy leal a ti, deberías retribuirle igual –el abrió la puerta del su auto para que entrara, lo hice y el entro en menos de un segundo. —Mañana espero que arregles tus cosas en la noche, el sábado partimos a primera hora a Rusia… —mire hacia un lado. Ese viaje me complicaba la existencia hasta más no poder. —¿Por qué cambias el tema sobre Jacob? Recién hoy te estaba defendiendo. —Se a que estilo de personas contrato Isabella –mire hacia el lado. Era imposible hablar con Edward de una forma agradable, cada vez que mi esperanza volvía a tratar de que fuera normal, el se encargaba de arruinar todo. Siguió manejando sin que ninguno dijera nada, no le tomo mucho llegar a mi edificio. —Verte de mal humor es peor que ver lo malvado que puedes llegar a ser –después de decir eso no sé qué movimiento hizo Edward, pero los asientos se movieron hacia atrás y Edward con agilidad me tomo de mi cadera y me dejo sobre sus piernas. —Muy bien –lo quede mirando asustada. Me tuve que apoyar en la espalda de su asiento –haz que mi mal humor cambie –estaba más alta que Edward desde aquí y parecía que sus labios estaban a mi disposición, para hacer lo que me antojara con él. A pesar de estar en una situación que realmente añoraba, de estar extrañamente sobre él; cosa que no le agradaba ni un poco, no le seguí el juego a Edward Cullen. - 343 -

—No estoy para tus juegos –dije bajándome de sobre el –si estas de mal humor, cámbialo, no soy tu bufón personal, nos vemos mañana en el trabajo –me baje del auto y me fui directo a mi edificio. Como se me estaba haciendo costumbre, mire hacia donde Edward, pero el auto desapareció con rapidez.

Espero ver sus comentarios y que les haya gustado el capitulo :D desde hoy vuelvo a devolver comentarios, aunque solo a las lectoras con cuenta :S ¡gracias por leer!

- 344 -

Chapter 29 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 29 Suspire guardando la última prenda en mi bolso. Mire la hora y eran más de las doce de la noche. Este día viernes se había pasado demasiado rápido; Edward provoco que tuviera que correr de un lado a otro para arreglar los últimos detalles que había decidido cambiar –pienso que lo hizo apropósito- porque no le parecían de su agrado ¡estúpido Vampiro! Deje la maleta en el suelo al lado de mi cama y me recosté en ella agotada. Este maldito viaje me tenía con los nervios de punta; primero tuve que soportar el interrogatorio de Alice y Jessica porque no entendían porque Edward me llevaba a Rusia y cómo demonios iba a soportarlo, según Jessica, Edward y yo íbamos a "volver". No podía permitirme caer ante Edward allá, pero solo Dios estaba siendo testigo de que me estaba controlando con todas mis fuerzas, ayer por poco caigo pero lo soporte y me mantuve firme. Para seguir pensando en este día viernes fatídico, Noah llamo a la oficina, preguntando cómo me sentía; le respondí de forma cortante, le informe que no estaría disponible por una semana, pero que luego nos pondríamos en contacto porque tenía que hablar algo seriamente con él, aceptó y me comentó que también tenía que hablar algo muy serio conmigo. Cerré los ojos tratando de dejar lo malo de este día; iría a Europa, exactamente a Rusia, debería estar saltando en una pie de alegría, pero solo pensaba en Edward, hoy además de hacerme el día más difícil por tanto trabajo, lo hizo el doble de complicado por como lucia ¡no llevaba traje!...solo estaba con unos jeans y una camiseta desgastada, lo que increíblemente lo hacía verse mucho más joven. Le pregunte que trataba de hacer vestido de esa forma y recibí una increíble respuesta "tú metete en tus asuntos, que para eso te pago" Excelente ¿no? Mis planes solo me estaba exponiendo más a él y no tenía idea si estaba avanzando para poder ver al verdadero Edward. Creo que por mi conveniencia debería comenzar a ver a Edward como un simple pedazo de carne para poder saciar mi sed, exactamente como él me veía la mayoría de las veces, sin embargo, no puedo ser injusta y negativa, él se había comportado como yo esperaba estos dos últimos días, omitiendo sus comentarios realmente desagradables. Entendía que a veces estaba buscando justificaciones donde no las había, cosa que no estaba bien, pero ¿él sabía lo que yo estaba pensando? ¡No! Así que me daba la ventaja y él seguía pensando que yo lo - 345 -

aborrecía…cosa que en parte era cierto. También debería omitir, por mi parte, las reacciones impulsivas que he tenido hacia él; aquel beso al frente de la casa de Charlie Swan o peor aún, lo mal que me sentí por su comentario sobre mi sangre…eso había estado mal de mi parte y me mostro vulnerable. Abrí mis ojos y mire a mi alrededor, todo estaba iluminado por la luz de mi habitación, no sé porque esperaba ver cierto rostro conocido. Lleve mis manos a mi rostro ¡Soy una enferma! Estaba esperando ver el mismo rostro del vampiro que me había tenido secuestrada, que la primera noche abuso de mí, el que me golpeo ¿Qué pasaba conmigo? Eso es no tener dignidad, ni amor propio ¡¿Por qué tuvo que darme ese beso tan diferente, especial o lo que sea? Edward debió seguir tratándome mal, para alejarme de él sin tener nada más que pensar, odiarlo hasta el final ¡pero ahora encontraba hasta entretenido incomodarlo!...tengo un problema, sin duda alguna. Esto era culpa de Charlie, tener un mal padre me había dejado con trastornos psicológicos. -Edward, te odio –suspire cansada sin saber qué hacer. Así que me metí bajo los cobertores y di unas palmadas para que la luz se apagara. Mire hacia el techo mientras la luz de la luna alumbraba mi habitación. -¿Por qué aun no te duermes? –me senté en la cama de inmediato y vi la sombra que estaba acostumbrándome a ver, al frente de mis ojos. -¿Edward? –sabía muy bien quién era, pero tenía que seguir con mi papel de ruda y fuerte, todo para que su ego dejara de dominarlo y conectar su cable a tierra de nuevo, ya que dudo que el fuera de esta manera siempre. -¿Es que esperabas a alguien más? –iba a prender la luz de mi mesa de noche, pero no me dejo. Tomo mi mano evitando cualquier movimiento de mi parte. Aquel contacto con su piel solo provoco que mi sangre comenzara a correr más rápido por mis arterias, mi corazón estaba bombeando tan fuerte que me dio hasta vergüenza -¿Qué te sucede? –aleje mi brazo de él. No estaba en condiciones de hablar o solo correr el riesgo de sentirlo porque o sino….realmente iba a arruinar mi plan, aunque dudaba que saliera victoriosa en los siguientes días. -¿Qué haces aquí? –me tape con los cobertores. -Tengo sed –nuevamente ese tono tan normal que estaba utilizando cuando bebía de mi sangre. -Ya veo… -no quería aceptar a eso; no sabía si él tomaría en cuenta mi opinión, pero si bebía de mi sangre, corría el riesgo de convertirme en una completa inútil, sentía un estilo de necesidad por sentir a ese maldito vampiro. - 346 -

-Alice te invito a salir esta noche, con tus amigos –ella me había insistido junto con Jess para salir, ya que iba a estar desaparecida toda la semana, pero no deseaba hacerlo…deseaba hacer otras cosas y ahí no estaba ninguno de mis amigos invitados. -Problema mío si salgo o no salgo con mis amigos…es más, creo que deberías irte, has agotado con todas mis energías hoy, no puedes tener de mi sangre… -escuche su suave risa al terminar del hablar. -¿Qué te hace pensar que tienes opinión en eso? -¿Qué te hace pensar que soy una estúpida y no me he dado cuenta que ya lo he hecho esto antes? –No hubo respuesta -¿te irás? –de verdad solo deseaba que se fuera, me incomodaba y solo me mantenía al límite de mi propio autocontrol. No podía dejar de pensar en el día de ayer, en su auto, el me había dejado estar sobre él, cosa que se había prohibido entre nosotros…. "nosotros" eso no existía, realmente era él quien lo había prohibido. -No, no me iré, no confió en ti…así que prefiero mantenerte vigilada. -Deberías ir a beber de alguien más –dije finalmente, necesitaba estar sola…él alteraba mis sentidos y en estos últimos días, no sabía de lo que era capaz, pero seguía siendo fuerte ante él. -¿Aun sigues molesta por el comentario de tu sangre? –trate de ver que estaba haciendo en la oscuridad pero me era imposible. -¿Qué crees tú? –entrecerré los ojos para verlo mejor, pero no podía. -Realmente no me interesa –segundo después sentí un peso al lado de mi cama. Me quede helada. -¿Qué estás haciendo? –prendí la luz de la lámpara y vi como Edward estaba recostado sobre la cama solo con su pantalón, se había despojado de la parte superior de su vestimenta y me miraba como si esto fuera lo más normal del mundo –Ey…esto no… -Dije que no me iría porque no confió en ti y necesito dormir así que no me quedare de pie toda la noche mirándote –cerré los ojos tratando de pensar que no tenía a Edward semidesnudo a mi lado. -Bien –dije molesta. Apague la luz y me acomode para dormir, por debajo de los - 347 -

cobertores baje mi camiseta gigante de los Chicago Bulls para sentirme más protegida, ya que solo tenía mis pantaletas y esa estúpida camiseta….me compraría un pijama, tenía que hacerlo –en el mueble hay una manta por si sientes frio… -Yo no siento el frio como tú…no me voy a resfriar -me gire para verlo al notar aquella voz que había vuelto a un Edward más normal. -No es como si estuviera preocupada por ti. -Lo sé, me lo dejas en claro todos los días, no es como si necesitara de tu preocupación –pude notar que estaba recostado con su pierna flexionada y sus manos bajo su cabeza. No pude evitar suspirar -¿Qué estas pensando que estas suspirando? -Que no me agradas…no quiero ir contigo a Rusia –porque no tenía idea que demonios iba a hacer allá. Edward había dicho que odiaba quedarse en hoteles cuando iba a otros países, por lo que me hizo conseguir una cabaña, ubicada al medio de la nada. -Qué pena que no tengas opción –dijo irónicamente –pero no me arriesgo dejar mis cosas sin resguardo. -¿Cosas? –siempre se encargaba de conectar mi cabeza con mi propio cable a tierra. -Ya me escuchaste… -quede mirando aquel angosto canal que se formaba por su abdomen –Isabella… -Tengo sueño, buenas noches –me gire para darle la espalda y olvidarme de su existencia. -Por tu propia seguridad buscaría otra posición para dormir –me tense al escuchar el tono de su voz –no podre leer tu mente pero tengo una idea de lo que pasa por ella –me quede de espalda mirando hacia el techo y cerré mis ojos, tratando de conciliar el sueño. Ninguno hablo nada hasta que mis parpados de verdad estaban pesando, mire a mi lado y Edward estaba dándome la espalda, de seguro ya estaba dormido…o eso fue lo que pensé yo. Me gire para darle la espalda para quedarme profundamente dormida, cuando tense mi mordida al sentir su dedo recorriendo mi espalda, tuve que utilizar toda mi concentración para no responder antes eso, pero él no se quedo quieto; comencé a hacerme la dormida cuando sentí Edward jugaba con mi abdomen, así que tuve que pensar rápido y encontrar una solución antes de que me diera vuelta y buscara sus labios. Tome su mano y la entrelace a la mía; - 348 -

seguí haciéndome la dormida y Edward no siguió haciendo nada, se quedo estático. Sonreí, realmente me agradaba incomodarlo. Él separo su mano de la mía para girarse y darme la espalda; no reaccione de ninguna forma ante eso, se suponía que dormía. Me removí cansada cuando la alarma de mi reloj sonó avisándome que eran las 6.30 a.m. Mire a mi lado y Edward seguía ahí. -Edward… -lo empuje para que despertara –Edward… -Lo sé –dijo fríamente. Se puso de pie como un robot y me quito el turno en mi propio baño. Fui a la cocina y me hice un café con unas tostadas. Me quede viendo el noticiero mientras él se demoraba en el baño, no le tomo mucho. Salió con unos jeans y una camiseta que supuse que eran de la noche anterior, pero sus ojos estaban cubiertos con gafas. Suspire. -Está bien…bebe de mi cuello –él no me dijo nada, solo se fue en dirección a la puerta y salió. Rodee los ojos; no me importaba si estaba molesto porque ayer me negué a darle sangre o estaba confundido porque ayer "dormida" entrelace su mano con la mía, si él no me decía lo que pensaba yo no iba a hacer ningún comentario. Me bañe y aliste para bajar con mi maleta, pero al abrir la puerta vi como Jacob me esperaba con una sonrisa. Así que bajamos juntos al auto. -¿Todo bien? –dijo mirándome un tanto apenado. -Todo excelente –sabía que se refería a nuestra relación de amistad, ya que la última vez no habíamos terminado nuestra conversación de la mejor manera. -El Sr. Edward está esperando abajo. -Me lo imagino… -¿Puedo hacerte una pregunta? –lo mire extrañada. -Claro ¿Qué sucede? -¿Él se quedo anoche aquí? –me sonroje por completo, recordando lo de anoche. -Si –fue lo único que dije para bajar las escaleras más rápido; esta vez Jacob no quiso bajar en ascensor porque era muy "inestable" - 349 -

-Ya veo…entonces, ustedes… -Jacob, cuidado con lo que vas a preguntar… -Quería saber si ustedes están mejor –rodee los ojos. -Sí, tan bien como el corre caminos y el coyote –le cerré un ojo y me adelante. Pude ver que Edward ya estaba sentado en la parte trasera del auto. Jacob dejo todo en el maletero y yo entre al auto, pensando seriamente si podía lanzarme a la carretera antes de ir a Rusia con Edward. Mire a mi lado y pude notar que él estaba muy serio, mirando hacia la ventana, seguía con el mismo humor que hace una hora atrás y realmente yo no tenia ánimos de seguir así. -Una vez me dijiste que estabas de buen humor en las mañanas ¿Por qué no te veo así? –giro su rostro a verme, esta vez no llevaba gafas; pude notar por sus ojos rojos que Edward era un mar de confusión, lo que provoco que mi pecho se oprimiera un poco. No me dijo nada y volvió a mirar hacia la ventana mientras apretaba un botón que subía un vidrio delante de nosotros, el cual nos separaba de Jacob –Si no vas a hablar, prefiero hacerlo con Jacob… -no me gusto que nos separara. -Creo que puedes…sobrevivir sin Jacob –sus ojos rojos no me gustaban, me preocupaba. -Edward…tus ojos –el los cerro unos segundo y tomo las gafas para cubrirse. -Déjame tranquilo un momento Isabella… -No –dije segura –cuando tu estas hambriento tomas más de mi y de una forma que no me gusta, es menos desagradable cuando lo haces seguido pero de a poco –él me volvió a mirar. -¿Es así como funciona? –fruncí el ceño sin entender, esperando a que fuera un insulto o algo a "así es como funcionas, zorra inútil" -¿Qué? –él medio sonrió. -Nunca he dado sangre a nadie, por eso pregunto si es así como mejor funciona… -suspire internamente al ver que no era una pregunta grosera o desagradable. -Para mí, si…así que te agradecería si lo hicieras de esa manera. -En el auto es bastante incomodo, no me gusta hacerlo cuando estoy incomodo –no - 350 -

pude evitar pensar en las cientos de situación de cómo podría darle de mi sangre, pero luego me di cuenta que mi mente se estaba pervirtiendo más de lo debido. -Déjame ver… -me acerque a él y le indique que se sentara más cerca. Pude notar que Edward cuando estaba con sus ojos rojos, más de lo normal, se volvía un tanto vulnerable, creo que no tenía energías cuando le sucedía. -Isabella ¿Qué haces? –quede de rodillas a su lado, pero ese no era el plan. Pase mi rodilla izquierda al lado de su pierna derecha y casi por magia, quede sentada sobre él. -Ahora si…es mucho más cómodo ¿no? –saque sus gafas, por había algo cuando me mordía que no me gustaba que cubriera sus ojos. -¿Por qué estás haciendo esto? –dijo mirándome enojado –tu me odias. -Lo hago, de eso no te quede ninguna duda –eso es lo principal que no debía olvidar ninguno de los dos –pero generalmente si puedo ayudar a alguien, lo hago…aunque sea un verdadero demonio -el frunció el ceño. -¿Aunque sea tu sangre? -No sabía que podía ayudar de esa forma, así que lo tuve que poner a la lista. -Pero eso… -Edward –lo interrumpí –estoy sobre ti ¿podrías hacer esto rápido? -Lo hare, pero tengo una duda ya que no puedo leer tu mente –cosa que estoy segura que es solo su culpa, estaba trabajando en una hipótesis -¿le darías sangre a un vampiro que la necesita? –me miro como si esa pregunta le causara gracia. -No a uno que no conozco, los vampiros no son del todo buenos. -Habla la experta ¿no? –bufe. -Si me preguntas más directamente, le daría sangre a Esme, Carlisle y a James –el frunció mas el ceño. -¿James? -Si… - 351 -

-Bueno, ni siquiera me voy a molestar por eso ya que no tienes autorización de "darle" sangre a nadie, tu eres mía –rodee los ojos. -Créeme que me lo has dejado en claro… -Solo me aseguro –después de decir eso, llevo su mano derecha a atrás de mi cabeza y me hizo flexionarla hacia ese lado, exponiendo mi cuello. No entiendo aun para que dejó su otra mano en mi trasero y me empujo hacia él. -Edward, no –me queje, pero segundo después él estaba mordiendo mi pie con suavidad, bebiendo de mi sangre. Me afirme de sus hombros –No… -volví a decir cuando sentí que su mano iba subiendo a mis pechos, me trate de separar pero era imposible –Edward… -me queje nuevamente tratando de controlar mi voz, pero me era inútil. Ese maldito contacto con Edward me estaba dejando expuesta. Dejo de beber de mi, pero no me separo, sino que comenzó a besar mi cuello e intuitivamente me comencé a mover sobre él; demonios, tenia que parar esto ¡Jacob estaba al lado! –Edward…. –salió de mi boca como un suspiro, pude escuchar la risa ronca de su parte, pero no me podía rendir a pesar que ahora estaba solo a un centímetro de tocar sus labios, si lo hacía, estaba perdida. Gracias al cielo, por arte de magia se me ocurrió una gran técnica; lleve mi mano a la de que estaba tocando mi pecho sobre la tela del sujetador y la entrelace con la mía. Edward se quedo helado, yo moví nuestras manos hacia abajo, alejándolo de mi o sino provocaría que me muriera de una combustión espontanea. -Esta Jacob al lado –dijo fríamente. Sonreí mentalmente, creo que había encontrado una nueva forma de incomodarlo. -Exacto –me baje de sobre él, con el dolor de mi…no podía decir alma porque no era eso. Me senté intranquila. -Te interesa lo que piensa Jacob de ti–dijo ahora con sus ojos negros. -Si, es mi amigo… -el sonrió. -Eres astuta –rodee los ojos. -No vengas con esos comentarios característicos tuyos, mira que sabes que te puedo responder tan rápido como tú te mueves, ahora dime porque nos vamos dos días antes, tus reuniones son desde el lunes –el me volvió a sonreír. -Para tener sexo contigo por varios días –mis ojos se abrieron sorprendida. - 352 -

-¿De verdad creíste que saldrías victoriosa tantos días? –no fui capaz de decirle nada ante lo que dijo –además no trates de ser indiferente, tu también lo deseas… -Ni es tus mejores sueños, vampiro…recuerda que tengo cada uno de tus actos en mi memoria –me cruce de brazos y mire hacia afuera. -¿Sigues pensando que tienes el control? –dijo eso y me tomo del cinturón de mi pantalón para acercarme a él, dejándome recostada en el asiento, mientras se acercaba a mi labios. -Edward…no… -se acerco a mi oído. -¿No sería entretenido si tuvieras que callar tus gemidos porque Jacob está al lado? –mordí mi labio inferior al notar que los suyos estaban tan cerca. -Basta… -lleve mis manos a su pecho para alejarlo, pero mis fuerzas eran nulas. -¿Por qué te mientes? Te gusta la idea…. –cerré los ojos tratando de concentrarme, pero al momento que empezó a sacar mi cinturón, ya mi cordura me había abandonado. Le negué para que se detuviera pero era inútil; comenzó a desabotonar mi pantalón mientras besaba mi cuello. Podía sentir su fría mano a través de mis bragas, pero al momento donde iba a sentir por completo su piel junto a la mía…fui salvada por la campana o mejor dicho en este caso, por Jacob. -¡Sr. Edward! –dijo golpeando al vidrio –ya llegamos –suspire aliviada, sabiendo que sería libre. -Por poco –dijo para después besarme en los labios, atrapo el inferior con sus dientes y lo tiro levemente, para después separarse, arreglar mi cinturón a la velocidad de la luz y sentarse como correspondía, ojala tuviera esa velocidad. Jacob abrió mi puerta y me encontró recostada mirándolo, incluso con una visión al revés pude ver la cara de sorpresa de Jacob -Prepara todo Jacob –le dijo como una orden, en menos de un segundo Jacob había desaparecido. Edward tomo mi mano e hizo que me sentara de nuevo. -¿Eso era necesario? –lo empuje para que no me siguiera tocando. -Debes admitir que la expresión de Jacob fue graciosa –Salí de auto al notar que Edward era más idiota de lo que pensaba. Fui hacia donde Jacob, quien estaba rojo como un tomate. -Lo siento, él es un idiota… - 353 -

-No se preocupe –dijo mirando hacia el maletero y sacando los bolsos. Suspire triste, podía entender cómo se sentía Jacob, no debe ser nada agradable darte cuenta que atrás casi están…bueno, se entiende. -Nos vemos en una semana –le dije a Jake; me acerque y le di un beso en la mejilla. -Que tengan un buen viaje –mire a Edward para ver como se despedía de Jacob, pero el solo enarco una ceja. -¿Quieres que lo bese también? –fruncí el ceño molesta –hasta luego Jacob –se dio media vuelta y seguí caminando. Fui detrás Edward con mi maleta haciéndole una seña a Jacob, quien me respondió sonriendo. Pudimos ver que en el tablero que nuestro vuelo salía en un tiempo más, estábamos adelantados; comencé a buscar mi reproductor de música el cual encontré en segundos. Me iba a escuchar música, cuando cierta persona tomo mis audífonos y los hizo trizas en su mano. -¡Edward! ¿Qué demonios? –dije sin poder creer lo que había hecho. -No me gusta viajar mientras otro escucha música. -¡Pudiste traer tu reproductor de música! –lo empuje molesta –además ¿Por qué los rompes? ¿no sabes pedir las cosas? –Me gire a darle la espalda enojada –idiota –susurre. -¿Y porque no… -se acerco a mi oído –vas a buscar a Jacob para que te consuele? –rodee los ojos. -Eres un psicópata, déjame tranquila…si no me dejaste escuchar música no pienses que te hablare –me fui a sentar con mi maleta con rueditas y me acomode en ese incomodo asiento de plástico. Edward se sentó a mi lado, sin decir nada. Lo mire de reojo y note que ni siquiera se preocupaba de mi presencia –no quiero que se vuelva a repetir lo del auto. -Dijiste que no me ibas a hablar –bufe, molesta conmigo misma; deje de hablarle y empecé a pensar en todas las veces que Edward me había hecho cosas malas…y me refiero a las veces que me hirió de verdad. Mi humor no quedo de lo mejor al recordar estas últimas semanas por lo que me quede en silencio, un tanto deprimida, no sé cuánto tiempo habrá pasado mientras yo miraba mis pies; mire hacia mi lado para ver a Edward y lo descubrí observándome, no fue hasta unos - 354 -

cuantos segundos que esquivo mi mirada y se fijo en el tablero. -Vamos… -nos pusimos de pie. Busque los boletos, nos dirigimos a seguridad y dejamos nuestras maletas. Ambos pasamos sin ningún problema; nos fuimos en silencio por el pasillo a primera clase de nuestro vuelo a dirigido a Moscú, Rusia –¿Es que te has acordado de Charlie Swan que tienes esa expresión? –lo mire y sonreí levemente. -No, me acorde de los horribles momentos que he pasado por tu culpa –me adelante para poder alejarme de Edward. Demonios…de verdad que estaba olvidando mi objetivo final de todo esto, no me lo podía permitir y tenía que tenerlo claro durante todos estos días que estuviéramos en la cabaña, completamente….solos. Me senté, observando cada detalle de cómo era primera clase; esto sí que era viajar de verdad. Edward llego a mi lado y se sentó sin decir nada, note que cuando lo hizo en menos de cinco segundo apareció una sobrecargo. -Sr. Cullen, un gusto verlo de nuevo –lo miro coqueta -¿desea algo en especial para este viaje? –Edward le sonrió como tal Casanova quera. -El no necesita nada, espero que pueda traerme unos audífonos y un jugo de frambuesa, el Sr. Cullen –dije irónica –no necesita nada, que estés bien, gracias –le di mi mejor sonrisa y ella me quedo mirando como si tuviera a su peor enemiga delante de sus ojos. Se fue sin decir nada. -¿Era necesario eso? –dijo Edward mirándome con su ceño fruncido. -No te pases de listo, eso es para demostrar respeto, mira que no quiero que crean que te andas revolcando con cualquier mujer delante de tu secretaria –mire hacia la ventana. -Da igual, de todas formas no me repito el plato dos veces –me gire a verlo de mala forma. -Eres un idiota, así no se habla de las mujeres, además eres un mentiroso, lo has hecho más de una vez con Tanya… -volví a mirar hacia la ventana. -Pero no con humanas… -Claro y yo soy un burro… - 355 -

-Espero que no o estaría en desventaja –me quede helada ¿es que estaba tratando de bromear? No pude evitar sonreír y mirarlo a lo que dijo. -De verdad eres un idiota… -dije riendo, lo hice con más ganas al ver la expresión de seriedad de Edward, no me lo imaginaba diciendo lo mismo con ese rostro. El me miro con otra expresión, una que percibía que no deseaba demostrar; lucia pensativo y dándome una mirada extraña que no pude identificar…y realmente no lo deseaba. -Su jugo –escuche de la sobrecargo rubia y tonta….bien, estaba siendo injusta, ella de verdad era hermosa, no dudaba que Edward ya estuviera con ella. -Gracias –le di una sonrisa mientras ella me quería asesinar con la mirada -¿cariño, quieres algo? –dije mirando a Edward, pero el solo se abstuvo de responder. Sonreí victoriosa cuando vi las lagrimas en sus ojos –de verdad eres un maldito, algún día alguien te enseñará como tratar a las mujeres –el sonrió curvando sus labios, esto parecía de verdad hacerle gracia. -¿Acaso serias tu esa mujer? Además eres igual de mala, has hecho llorar a la chica –sonreí. -En primer lugar, lloró por tu culpa, no la volviste a llamar luego de utilizarla y respecto a que si seria yo aquella mujer que te traiga a tierra…ni es tus mejores sueños, no me importas tanto como para llevarte por el buen camino, no tengo la paciencia –el frunció el ceño, mientras yo quedaba satisfecha con mi excelente mentira…estaba realmente aprendiendo a hacerlo. Mire hacia la ventana y arregle mi cinturón al aviso del capitán. -Ten por seguro… -dijo Edward en mi oído –que no te daré descanso, te he soportado muchas en este tiempo Isabella –mordió con suavidad mi oreja, provocando que mi corazón saltara con rapidez. -En tus sueños vampiro, recuerda con quien estás hablando –me gire y lo mire enojada, para después tomar de mi jugo; ya veríamos quien ganaba, Edward o yo…demonios.

¡Pequeñas mariposas! Espero que les haya gustado el capitulo, ha estado un tanto...tentador jajaja ya veran lo que sigue 1313. Ya devolvi todos los comentarios, me falta una pequeña mariposa, a quien le devolvere luego de tomar once :D

- 356 -

Ok, les cuento, primero deben estar atentas al face, que subire adelantos, ademas...el prox. capi vienen muuuuy revelador. Segundo, en mi perfil estan los dos trailers de "Entre los dos y la Luna" y de "Somewhere only we know" asi para que los vean. Me retiro, espero ver muchos comentarios, porque saben que soy una comentadicta :D ¡Adiosin!

- 357 -

Chapter 30 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 30 Salimos del aeropuerto, llegando ya de noche a la hermosa ciudad de Moscú. A las afueras nos esperaba una limusina. —Una limusina, Pudiste pedir algo mas…normal –dije para después saludar al chofer quien tomo mi maleta para dejarla en la parte de atrás; mire a Edward y él estaba atento mirando al chico que traía su bolso –Eres tan cómodo ¿no puedes traer tus propias cosas? No creo que la fuerza te falte –ni siquiera me dirigió la palabra, solo se volteo y le dio una propina bastante generosa al chico que trajo sus cosas. Entramos a la limusina y me quede cerca de la ventana para mirar cómo era esta maravillosa ciudad, pero ¡santo Dios! Es que hacía demasiado frio, por lo visto aquí no llegaba por completo la primavera. Mire hacia arriba por si había un botón para la calefacción, pero no había nada, mire a la puerta, pero nada. —¿Qué sucede? –pregunto Edward al verme mirando cada detalle de la limusina. —Tengo frio ¿Dónde está la calefacción? –Edward se acercó y pasó su mano rozando mi abdomen para luego llevar su mano a la parte inferior del asiento, a mi lado izquierdo. Me quede mirando su perfil, del cual se podía ver que estaba enojado…como siempre, pero aun así me puso un tanto nerviosa, ya que solo lo tenía a unos centímetros de distancia. —Listo –se giro a verme y pude ver como sus ojos se fijaron en mi boca. Mordí mi labio inferior nerviosa y mire hacia la ventana. —Gracias. Ninguno dijo nada hasta que la limusina se detuvo luego de una media hora de recorrido, recién ahí él me volvió a hablar. —Vamos… —asentí y Salí de la limusina, según el cronograma que llevaba en mi - 358 -

bolso y el cual había hecho según los requerimientos de mi jefe, o sea Edward, estábamos en la estación de trenes Kazán, para poder llegar luego a otro pueblo de nombre extraño, tomar un auto e irnos a la famosa cabaña de Edward, de solo pensarlo se me revolvía el estomago de nervios, tendría que ser muy fuerte para estar sola con él, quizás podría concentrarme en adelantar trabajo…eso realmente no funcionaba, si no fuera solo su secretaria quizás podría hacerlo pero si él estaba estancado en una cabaña haciendo nada…bueno, yo no podía hacer mucho. Nos dirigimos hacia la estación y nos fuimos a la boletería, me encargue de comprarlos a pesar de que Edward se estaba dirigiendo a hacerlo, me adelante y evite que lo hiciera, ya que aquí venia a trabajar, no venía de dama de compañía o algo por el estilo, tampoco éramos amigos como para acompañarlo a un viaje a Rusia y menos éramos pareja como para tener que venir a acompañarlo. —Gracias –dije tomando los boletos. —Yo podía hacer eso… —Soy tu secretaria, si he venido aquí es por eso…por nada más –seguí caminando junto a mi maleta con ruedas hacia el tren al cual deberíamos subir. —¿En qué sección has comprado? —Turista… —¿Turista? Isabella, si tengo mucho dinero es para no ir incomodo o soportando a otras personas. —Lo siento pero encuentro que es un gasto de dinero innecesario ir en primera clase siendo que el viaje no es tan largo. —Es mi dinero –levante los hombros. —No te haría nada de mal pasar tiempo con personas comunes y corrientes. —Paso tiempo con humanos –lo mire enarcando una ceja. —Tiempo donde no bebas de su sangre –miro hacia un lado enojado. —Por tu propio bien, esperemos que vaya vacio –exactamente por mi propio bien que no quería irme sola con Edward. —Sabes que el lunes en la tarde debemos retornar a Moscú ¿cierto? Así que no te - 359 -

hagas la idea de estar solo sin humanos…lo harás porque debemos quedarnos en un hotel, volver del pueblo toma demasiado tiempo –el frunció el ceño por como le estaba hablando, era obvio –solo te estoy diciendo el cronograma en el que quedamos de acuerdo, aun ni siquiera entiendo porque vamos a esta cabaña –subimos al tren que nos correspondía. Mire a los lados y no iba casi nadie, excelente –sabes que no conseguirás nada… —sabia cual eran sus planes, pero no se lo iba a permitir, mi fuerza de voluntad era mayor que cualquier cosa. —Porque necesito que no haya personas por varios kilómetros a la redonda –sin previo aviso sentí a Edward cerca de mi cuerpo para luego escuchar su voz en mi oído –para que puedas gritar sin preocuparte… —un escalofrió recorrió mi cuerpo. Avance sin siquiera decirle algo, no me iba a molestar en hacerlo. Comencé a dejar mi maleta arriba, pero Edward la tomo y la dejo sin decir nada para luego tirar su bolso y sentarse. Había cuatro puestos, dos y dos mirándose de frente. Me senté, mire por la ventana notando como todas las personas comenzaban a subir a sus respectivos trenes. —Si estuviéramos en primera clase ni siquiera subirías esa maleta… —mire a Edward seriamente, pensando que tendría que dejarle todo en claro desde ahora. —Que te quede claro Edward, tú no me tocaras en estos días, si deseas… —esta parte era la primera prueba que estaba desarrollando –puedes ir a un bar o pub del pueblo y tirarte a quien quieras, pero tú no me tocaras ¿entendido?… —sus ojos se quedaron mirando los míos por unos segundos sin decir nada, claramente pensando en lo que iba a decir. —Que te hayas puesto un arma en la cabeza y hayas hecho que te liberara de mi departamento, no significa que tengas algo de poder…si quiero, te puedo tomar en este mismo lugar y tu no podrías hacer nada, soy más fuerte que tú y aunque lo niegues te sigues excitando conmigo ¿crees que soy un estúpido?...llevo más de un milenio en este planeta, no creas que juegas con un cachorro Isabella…y si quiero, cuando lleguemos a la cabaña te puedo tomar donde quiera y como sea ¿entendido, niña? —¿niña?...¿me había dicho niña? Bueno, por primera vez me sentí verdaderamente como una, olvidaba que Edward era mucho mayor de lo que aparentaba —te he hecho una pregunta –trague saliva nerviosa –Isabella –levante mi mano al nivel de su rostro y le mostré el dedo del corazón. —Que te den Edward Cullen, puedo decir con mayor seguridad ahora –mantuve mi mano al mismo nivel de sus ojos –que eres un ignorante y desagraciado, con tu edad en este planeta deberías aprender a tratar a las mujeres… —escuche como gruño para después tomar mi mano y hacer que la bajara, chocando en la mesa, causándome un leve dolor. Provoco que me levantara levemente del asiento al igual - 360 -

que él, quedando muy cerca de su rostro. —Mi paciencia se quebró desde hace días Isabella, no presiones más. —Me importa un comino, suéltame –lo quede mirando directo a los ojos. Me soltó y me aleje de él. Apoye mi espalda en el asiento y mire hacia la ventana sin dirigirle la mirada. No había caso Edward se comportaba como un verdadero idiota, aun me preguntaba cómo demonios seguía metida en esto. El viaje más largo de mi vida se llevo a cabo en ese maldito tren. Fui al baño más de diez veces solo para no verle la cara a Edward, quien tenía una expresión desagradable de enojo. Dos horas y medias después, llegamos a la estación. Ambos nos pusimos de pie y él solo saco su bolso para luego seguir caminando hacia la salida. —Inmaduro –dije susurrando mientras me empinaba para sacar mi maleta que seguía arriba. —Aquí tienes –mire a mi lado y vi como un chico, rubio ojos azules, alto y muy buen mozo y claramente un caballero, bajaba mi maleta y me la entregaba –que tengas una buena estadía –dijo con un acento ruso. —Gracias –sonreí y me apresure para ir hacia donde Edward, quien miraba a los lados. Esta estación era muy diferente a la anterior, empezando que ya había llegado a la calle, donde hacía bastante frio. Edward se fue hacia la derecha, ahí estaba el auto esperando, un hombre salió de este y le entrego la llave a Edward. Nos subimos, deje mi maleta en el asiento del copiloto y yo me fui atrás recostada, tenia sueño y eran más de las dos de la mañana. Me gire y sentí como la calefacción se encargaba de que yo no muriera de hipotermia, no le dirigí de nuevo la palabra a Edward. Me dormí a los minutos de recostarme en ese amplio asiento del auto. Cuando moví mis manos, me di cuenta de la suave y blanda superficie que ahora me contenía. Abrí de a poco mis ojos y note que estaba en una cama. Estaba todo oscuro, por lo que notaba este era el segundo piso de la cabaña, mire a un lado con los ojos entrecerrados y note que ahí estaba el baño. Pude ver al frente, donde estaban las escaleras y podía ver todo el primer piso, donde estaba iluminado. Me puse de pie y note que estaba con mi pijama; no sentía nada de frio porque la chimenea estaba encendida. —¿Edward? –dije bajando escalón por escalón sin poder encontrarlo. No estaba en los sofás ni en la cocina, que era solo una gran sala. Mire hacia la gran ventana que había, que por las fotos que Edward me mostro para que no me equivocara de - 361 -

cabaña, era la ventana que daba la vista al hermoso lago que estaba al frente. Pude ver como un fantasma me miraba desde la terraza, apoyado en la madera dispuesta horizontalmente. Me asegure de verlo, entrecerrando los ojos y me acerque a le ventana, la cual abrí. Abrace mi abdomen al sentir el frio que hacía. —¿Qué hora es? ¿Qué haces aquí? Hace frio…entra –él me quedo mirando sin decir nada —¡Edward, me estoy congelando! –sin si quiera darme cuenta avance unos pasos hacia él y tome su mano para que entráramos, pero Edward no se movió y me hizo casi rebotar contra él por usar mucha fuerza y que esta no diera resultado. —Son un poco más de las cuatro de la mañana –dijo y tomo mi rostro sin ninguna dificultad y planto sus labios en los míos, dejándome más helada de lo que estaba. —¡No! –dije empujándolo antes de que sus labios hicieran el efecto que provocaban que me olvidara de todo –Ya te dije que no… —le importo un carajo que le estuviera diciendo que no siquiera besándome, porque lo volvió a hacer y esta vez me tomo con más fuerza, dejando su mano en mi cabeza, evitando que la girara o la moviera hacia atrás. Tomo mi mano que lo empujaba desde su abdomen y la dejo en el aire, evitando que la moviera, esta dejo de seguir luchando a poco, en cada segundo que me iba rindiendo ante sus fríos labios que se movían con frenesí contra los míos –no… —susurre cuando pude tomar algo de aire, pero sus besos volvieron; esta vez paso su lengua por mi labio inferior, le di el acceso que estaba pidiendo y gemí suavemente al sentir su lengua junto a la mía. Él dejo mi mano libre la cual no siguió luchando, sino que se fue a su camisa, la cual oprimí con fuerza. Sus manos se fueron a mi trasero, donde me tomo con fuerza y me elevo a un nivel donde pude rodear su cadera con mis piernas. —Edward –me queje cuando sentí su erección contra mi pelvis. Había pasado tanto tiempo. Comenzó a avanzar hasta que entramos a la cabaña, la cual tenía una ambiente mucho mas cálido al de afuera, que estaba para morir de hipotermia –Para…Edward –sabia que esto no podía estar sucediendo y aunque ¡mi estúpido cuerpo! No me hiciera caso, mi mente aun me traía la cordura que necesitaba –Basta… —cerré los ojos cuando sentí como besaba mi cuello. Con toda la fuerza de voluntad que tengo, baje mis piernas de la cadera de Edward, este gruño suavemente, pero no se alejo y dejo mi cuello para volver a mis labios –No… —dije entre besos –Detente… —Deja esta actitud, sabes que me deseas –me quede helada al escucharlo. Mis manos cayeron a mis costados; él tenía razón y eso no era lo correcto, esto estaba tan mal. - 362 -

—¿Y tú a mi? –mi voz apenas salió como un susurro. Él sonrió curvando sus labios. —No te tendría aquí si no te deseara ¿cierto? –volvió a acorralarme entre la pared que tenia la escalera y su cuerpo. Sus manos atraparon mi cadera provocando que mi piel ardiera ante su tacto, sus manos eran tan suaves y firmes al mismo tiempo. Cerré los ojos al sentir como se acercaba de nuevo y me besaba, siendo brusco y posesivo como eran sus besos siempre, excepto por esa vez que provoco que mi forma de pensar cambiara un poco mi forma de pensar sobre el vampiro que me estaba besando; sin poder controlar como mi cuerpo iba subiendo de temperatura, me sentía sobre una maldita montaña rusa. Hice mis manos un puño y luego las apoye en los hombros de Edward…estaba siendo débil, nuevamente, pero mientras sentía como la lengua de Edward se movía contra la mía, mientras sentía que sus manos atrapaban mi trasero provocando que gimiera contra sus labios….recordé a Rosalie, una frase que me dijo hace ya un tiempo atrás cuando escape del departamento de Edward para salir con las chicas, "Tú podrías sentir algo hasta por un psicópata, si este te da un poco de cariño". Las manos de Edward ahora comenzaban a subir bajo mi camiseta, provocando que sintiera miles de escalofríos en mi espalda, pero no podía permitir que esto siguiera. Levante mi mano y cubrí los ojos de Edward con suavidad, mientras tomaba su mano que estaba por tocar uno de mis pechos y entrelace mis dedos entre los suyos, Edward se detuvo, pero no se separo de mí, no se movió ni un solo centímetro. Podía sentir como sus labios estaban rozando lo míos, era igual que una estatua. —Esto no funciona así –dije aun contra sus labios –esto no es lo normal… —él no dijo nada por varios segundos. —Soy un vampiro, nada de lo que me rodea es normal. —No es eso –aun tapaba sus ojos con mi mano, por lo que pase mi dedo pulgar por su nariz, despacio y de una forma suave. Lo que provoco un movimiento de Edward, la mano que tenia entrelazada con la mía, la movió sin separarnos pero la apoyo en la pared, al nivel de mi cabeza –eres cruel, malo y me has tratado como basura…has hecho lo que has deseado conmigo, me has dicho las peores palabras que he escuchado en mi vida…y aun así acepto tener sexo contigo, no sirve que nos llevemos bien solo en un ámbito…no es lo que yo quiero –su mano que ahora atrapaba la mía, me presiono más fuerte, por reacciones como esta es que tenía sus ojos tapados con mi mano, ver al verdadero Edward en sus ojos, no me ayudaba a pensar con la cabeza fría –me estoy convirtiendo en alguien que no quiero Edward –manipular, tomar un arma, utilizar a otras personas…no era la Bella que había vivido en este planeta durante 24 años. —Tú eres mi Cantante –mordí mi labio inferior porque cuando él hablaba - 363 -

provocaba que me estremeciera al sentir sus labios rozar suavemente los míos –eres mía ¿Cuándo vas entenderlo? —Ni siquiera soy vampiro y entiendo el real significado de la tua cantante… —¡Ya basta! –me tomo con más fuerza, pero gire mi rostro antes que me besara –sabes que negándote te castigas, quieres esto tanto como yo, así que deja tu moral de lado. —Vete –cerré mis ojos y baje mi mano de su rostro –solo vete a beber la sangre de alguien más, ve a ver si encuentras a alguien que sea tu aroma favorito, ya encontraste a alguien así en el pasado, puedes hacerlo ahora y así me dejas tranquila –sus ojos me miraron directo a los míos –vete, porque hagas lo que hagas no podre olvidar jamás lo que me has hecho –el frunció el ceño —¡Vete con alguien más! –lo trate de empujar, pero fue imposible. —No quiero a alguien más —segundo después todo se movió demasiado rápido. Edward me tomo con rapidez y me llevo al segundo piso, donde me recostó en la cama. —No me importa lo que quieras Edward –dije moviéndome hacia un lado para salir de esta trampa, pero Edward llamo mi atención cuando se saco su camisa por la cabeza y segundo después vino hacia mí, quedando sobre mi cuerpo, teniendo cuidado de no dejar todo su peso sobre mí, pero su cadera chocaba con la mía. —Creo que tenemos algo en común, a mí tampoco me importa lo que quieras –tomo mis manos y las apoyo en la cama, al nivel de mi cabeza de nuevo y me beso. Se ubico entre mis piernas y comenzó a moverse contra mi mientras me besaba…y no pude hacer nada para controlar esto, ya no, mis fuerzas se desvanecieron y sentí como cada célula de mi cuerpo comenzaba a derretirse. Para mis sorpresa Edward entrelazo sus manos con las mías. Lo mire sorprendida, él se separo de mis labios para comenzar a besar mi cuello. Suspiraba constantemente por culpa del maldito vampiro que me estaba besando y mordiendo con suavidad el cuello. —¿Qué voy hacer contigo? –dije suspirando y desesperándome porque sentí que mis ojos se llenaban de lagrimas, para que estas, segundos después cayeran por los costados mi rostro. Edward se levanto un poco y me quedo mirando. —No soy dulce, ni romántico ¿Qué estas esperando de mi? —Que me dejes de tratar como si fuera un pedazo de carne –me apoye en mis codos, soltando las manos de Edward —¿pero sabes qué? –dije enojada, esto ya me - 364 -

estaba cansando y sentirme mal conmigo misma solo estaba provocando que me pusiera de mal humor –ya sé que es imposible, así que tengo una mejor idea ¿Por qué no te trato a ti como un pedazo de carne? Es una excelente idea –me acomode sobre la cama y quede mirando a Edward –si quieres sexo…muy bien, lo haremos –dije enojada. Tome su maldito cinturón y lo desabroche sacándolo con fuerza y lanzándolo hacia el piso. —Bella… —fruncí mas el ceño por cómo me llamo, siempre me llamaba así en los peores momentos. —Nada de Bella, llámame Isabella como siempre lo haces y haz lo que usualmente estas acostumbrado, que es tratarme mal ¿no? –desabotone su pantalón y lo baje hasta sus rodillas, pero él me detuvo. —Bien, basta…. –me tomo de los hombros e hizo que lo mirara en la oscuridad, podía ver su rostro gracias a la luz de la luna que se colaba por la ventana –sé y sabes como soy –llevo sus manos a mi rostro, me quede estática mirándolo –no te pongas mal, la última vez que lo hiciste terminaste con una arma en tu cabeza y la anterior dormiste por dos días, sin dar signo de que estabas viva, solo el latido de tu corazón y tu respiración… —paso sus pulgares por mis mejillas secando toda lagrima que había mojado mis mejillas –no soy de flores o chocolates…y sé que te he tratado mal, no soy tu príncipe azul –al decir eso se acerco y me beso suavemente, mi corazón comenzó a latir con más fuerza –…no soy de los que pide disculpas –fruncí el ceño. —¿Cómo que no eres de los que…? –me volvió a besar de manera cuidadosa. —Cállate. —Pero…puedo controlarme más en un futuro –lo mire sorprendida ¿me estaba diciendo que iba a cambiar?...Dios santo… —sin embargo –alguna trampa tenía que haber –no voy a dejar de tener sexo contigo porque lo pides. —Eso es violación…. —No, porque me es fácil convencerte, solo tengo que verte ahora, estas completamente excitada al igual como la primera vez –bajo una de sus manos para tocar sobre mis pantaletas. —No… —susurre. Me aleje de su mano. —Sabes que quieres, pero te niegas porque no deberías desearme ¿cierto? - 365 -

—¡Demonios! ¿De donde estaba utilizando ese tono? –Bella… —No me trates de hipnotizar Edward Cullen… —el me sonrió. —Ni siquiera debo hacerlo y ahora te voy a tomar como he deseado hacerlo hace días atrás y que te quede claro que no te veo como un pedazo de sangre –me quede como estúpida mirándolo por su última frase —¿a que tu deseas esto igual? Te he visto como me miras hace días… —mire hacia un lado enojada. —No quiero seguir hablando. —Somos dos –me tomo de la cintura y me acerco a él. Deje mis manos en su cabello mientras volvía a sentir sus labios contra los míos, debo aclarar que como estaba enojada ciertos movimientos de mi parte, eran un tanto…bueno…solo diré que no eran delicados. Tiré levemente del cabello de Edward cuando este me recostó en la cama. Tomo mi camiseta y levante los brazos para que pudiera sacarla por completo. Edward se saco su pantalón y quedo solo con su bóxer, para quedar cómodamente entre mis piernas, otra vez. Dejó sus manos en mis rodillas, las cuales separo más. Salió un grito de mi boca cuando rompió mis pantaletas, lo mire asustada. —No tienes para que romper mi sujetador –él me dio esa sonrisa malvada que tenia y se acerco mas a mí. —No te preocupes –paso su mano a mi espalda mientras gemí al sentir que con su otra mano pasaba suavemente sus dedos sobre mi clítoris. Desabrocho mi sujetador y lo saco con facilidad —¿ves? –comenzó a besar mi cuello, yo solo estaba atenta a seguir moviendo mis caderas hacia su mano. Siguió besando hasta llegar mis senos, donde mordió, lamio y pellizcó alternadamente, volviéndome loca en cada movimiento. —Edward… —cerré los ojos cuando el comenzó a besar mi abdomen, hasta pasar por mi cadera, donde mordió aquel hueso sobresaliente. —Separa más tus piernas –hice lo me dijo, pero sonreí ante la idea que se me ocurrió, veríamos si Edward estaría atento a su gran complejo de poder. Flexione mi pierna y deje mi pie en su hombro, él levanto de inmediato la cabeza y me miro, pero no me dijo nada, segundo después sentí como su lengua pasaba lentamente por mi clítoris, provocando que de mis labios un grito ahogado fuera la respuesta ante aquel beso tan intimo. Me tomo de mi cadera comencé a moverme hacia su boca, pero con su agarre se me hizo imposible moverme. - 366 -

—Más rápido –hice mis manos un puño en las sabanas, pero segundos después tuve la necesidad de llevar una de mis manos a su cabello y enterrar mis manos ahí –justo ahí Edward… —comenzó a moverse con una velocidad impresionante, su lengua sobre aquel botón que encendía mi cuerpo por completo hasta que provoco que una ola de calor golpeara mi cuerpo con una fuerza que me sorprendió, aquella bola de fuego en mi vientre exploto inesperadamente. Agarre con fuerza el cabello de Edward mientras un grito salía de mis labios. —¿Aun quieres que pare? –dijo cuando se separo de mi, pero como por arte de magia me acerque a él y lo besé, Edward me empujo contra la cama y se saco con rapidez su bóxer. Hizo que flexionara mis piernas y me acercó a él, tomo su erección y paso la punta sobre mi clítoris. Apoyó su mano en el respaldo de la cama y luego comenzó a entrar en mi cuerpo lentamente. Fue mutuo, ambos cerramos los ojos disfrutando de la sensación que provocaba cuando nuestros cuerpos se unían. —Demasiado tiempo –dije inconscientemente cuando suspire disfrutando del placer que estaba provocando en mi cuerpo Edward. —Absolutamente –se movió hasta salir casi por completo de mi cuerpo para después embestir con fuerza, entrando completamente. Mordí mi labio inferior al sentir como entraba, me estremecía de una forma increíble. Comenzó a aumentar los movimientos de sus embestidas, dejo una de sus manos en mi rodilla y siguió aumentando más y más. En lo único que me podía concentrar era en cómo salía y entraba a mi cuerpo. —Oh si, así… –me queje sin saber donde dejar mis manos por lo que las hice un puño en las sabanas. —¿Te gusta? –se acerco mientras se seguía moviendo contra mí. —Sí, no pares…. –claramente siempre, pero siempre Edward hacia todo lo contrario a lo que yo le pedía, ya que sus embestidas fueron bajando de intensidad. Lo mire enojada pero la tenia aquella sonrisa malvada. Me tomo de la espalda e hizo que me levantara como si solo fuera una pluma. Salió de mi cuerpo mientras me besaba y me giro, dejándome ahora de espalda hacia él. Me apoye con mis manos en el respaldo de la cama, Edward tomo mis caderas y las acerco hacia él para luego embestirme con fuerza. Me tuve que afirmar con toda la fuerza que tenia porque Edward comenzó a penetrarme con rapidez, entrando a mi cuerpo profundamente y rápido, lo estaba haciendo duro —¡Edward! –él me tomo por mi cintura, rodeándome con su brazo y me acerco mientras se seguía moviendo. Apoye mi cabeza en su pecho, mordí con fuerza mi labio inferior para no seguir gimiendo como si me estuvieran matando –por favor, Edward –tomo con su mano que me rodeaba mi seno - 367 -

izquierdo, tocando con cuidado a diferencia de sus embestidas. —¿Por favor que? –lo mire y con mi mano lo acerque, necesitaba de sus labios. Me beso con fiereza, su lengua se movía con fuerza contra la mía —¡dime! –mordió mi labio inferior y tiro de él. —Haz… —me sonroje aun más de lo que ya estaba. —Tócate y dime lo que quieres –me iba a dar un paro cardiaco, Edward estaba acabando conmigo. Tomo mi mano y lo llevo a mi centro, comencé a acariciar aquel botón mientras él seguía embistiendo. —Edward… —me queje, pero estaba empecinado a que le dijera lo que deseaba, disminuyo sus movimientos. —¿Ahora te callas? Dilo Bella –mordió mi lóbulo inferior. —Hazme llegar Edward, por favor… —escuche su suave risa. —Como desees –me tuve que apoyar de nuevo en el respaldo de la cama y disfrutar como Edward comenzaba a moverse aun mas rápido, sus embestidas eran cortas y rápidas, mi corazón deseaba salir de mi pecho. Solo estaba a unos segundos de obtenerlo todo cuando Edward beso mi espalda suavemente, lo que provoco que me desvaneciera bajo su agarre. Aquel orgasmo ha sido el más poderoso de todos, provoco que todo mi cuerpo temblara y que si no fuera por Edward caía sin tener cuidado sobre la cama. Mordí mi labio al sentir que él se seguía moviendo en mi interior hasta que alcanzo su propia liberación luego de unas embestidas. Ambos quedamos recostados en la cama, Edward me miraba sin tener ni una gota de transpiración es su frente, si tener su respiración agitada y menos con su corazón alterado, estado en el cual yo me encontraba, pero sentía mis labios hinchados y algo me faltaba, Edward me sonrió sensualmente, lleve mi mano a la suya –Lo sé. —Se que no eres romántico, ni cariñoso ni nada por el estilo –dije mientras mi pecho subía y bajaba –Edward… —cerré mis ojos. Él se acerco y rodeo mi cintura con sus brazos para después besarme suavemente –ten claro que todavía te odio… —Esto es solo sexo –dijo ayudándome a completar la frase. —Muy bien…tú no haces este estilo de cosas –dije refiriéndome a que realmente Edward me estaba abrazando, de una manera muy rara, porque estaba demasiado tenso. - 368 -

—Cállate…ahora –dijo acercándose por completo a mi cuerpo. Lo mire asustada ya que su erección choco contra mis nalgas. —Edward…dame un respiro… —Te dije que no te daría descanso, yo no juego –llevo la mano que me rodeaba hacia mi centro y comenzó a acariciar mi clítoris de nuevo. Apoye agotada mi cabeza en la almohada. —Soy una humana, no tengo… —gemí al sentir como nuevamente me comenzaba a excitar –tu misma resistencia… —Isabella Swan, eres mi Cantante, eres mía y estas hecha para mi…lo que significa que si quiero pasar una noche teniendo sexo, tú lo soportaras –mordí mi labio nuevamente al escucharlo. —Pero… —Pero nada, tu solo disfrutaras igual que yo –mordió mi hombro, subiendo de a poco hasta que clavo sus colmillos en mi cuello al momento que separo mis piernas y entro en mi cuerpo. Dios…lo que quede de noche, se haría eterno…o eso esperaba que sucediera.

Hola a todas, pequeñas mariposas. Bueno, hay capitulo como lo habrán notado, pero no he devueltos sus comentarios u.u, esto tiene una justificacion. Mi animo esta por debajo de mis pies, momento de examenes en la universidad y no estoy dando buenos resultados a pesar de que estudio...lo que es estupido, pero bueno, no pude devolver comentario por eso, mi animo no es el de los mejores, pero sabía que ustedes estaban esperando capitulo y esto lo tenia hecho de hace días y como mañana llega una amiga a ayudarme a estudiar, porque no quiero ni siquiera ver mi materia ¬¬ preferi subir hoy porque ya no puedo de aqui a el otro fin de semana. Espero que me puedan comprender, les pido disculpas porque sé que les gusta que les devuelva sus comentarios (debo confesar que no aguanto leer hasta que suba nuevo capitulo para leer los comentarios y devolver, por lo que ya los he leido todos jeje siempre me pasa, leo dos veces los comentarios :/) En fin, solo eso. Gracias por darse el tiempo de leer mi fanfic, espero que esten super bien. Adios.

- 369 -

PD: en este tiempo de cero capitulos que se viene, si no tienen nada que leer, tengo mi historia original de mi mente propia :P en el link esta en mi perfil. Esta Lenardis Dimora, la cual es la historia de donde se me ocurrio invitacion peligrosa, no es lo mismo aclaro de inmediato, porque Alex es un amor baba. Bueno, eso.

- 370 -

Chapter 31 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 31 —Edward….así… —apoye mis manos en la ventana, de forma débil ya que no tenía energías. Me quede concentrada mirando el sol como iba revelando sus rayos de sol mientras sentía como Edward entraba y salía de mi cuerpo, por enésima vez. No tengo la menor idea como ahora estaba de pie, apoyándome en la ventana de la sala, mientras él seguía embistiendo contra mí. Llevó sus manos a mis senos estimulando aun mas mi cuerpo –Edward… —él se acerco y clavo sus dientes en mi cuello por tercera vez en estas horas; llegue a mi orgasmo al igual que él, de una forma estremecedora. Tire de su cabello porque aún bebía de mi sangre. —Exquisita –paso su lengua por mi cuello –ninguna marca. —Sí, seguro –dije separando nuestros cuerpo, lo que se sintió realmente extraño, ya que me había pasado el último tiempo con el pene de Edward en mi interior. Mire mi cuerpo y en las caderas habían varias partes sonrojadas. —Creo que es hora de ir a dormir –lo mire enarcando una ceja. —¿Crees? ¡Eso debió… —no complete mi frase porque note que me estaba alterando. Si no estaba teniendo sexo con Edward, estaba peleando con él, no era la idea –si, es mejor volver a la cama…a dormir –ni siquiera me di cuenta cuando me tomo con rapidez y nos llevo a la cama. Me baje de sus brazos riendo y me dedique a buscar mi pijama y ponérmelo. —No creo que sea necesario que te pongas eso, siendo que has estado desnuda todo este tiempo. —Es por precaución –dije metiéndome a la cama –no quiero que me ataques en cinco minutos mas como cuando me quise dormir hace dos horas atrás y no me dejaste –la expresión de Edward era muy diferente a la que tenía hace horas atrás donde estaba de mal humor, ahora lucia hasta…radiante, sonreí porque sabía que era yo la encargada de eso. - 371 -

—Muy bien, entonces ahora podrás dormir tranquila… —Eso espero… —ambos nos acomodamos en la cama, pero ninguno fue capaz de moverse después de eso, lo que encontraba ridículo estar nervioso aquí siendo que nos habíamos acostado….trate de recordar las veces, pero se me hizo imposible. El cansancio y la confusión de orgasmos me lo impidió –Edward… —¿Qué quieres? –dijo fríamente. —No empieces de nuevo con esa actitud y quiero que hagas lo que hiciste hace horas atrás –lo mire decidida a obtener aquello. —No, solo una vez….con eso basta, te dije desde el principio que yo no hago ese estilo de cosas, tan humanas –dijo de forma desagradable. —Que mal por ti, pero yo soy humana y hago ese estilo de cosas…así que –me acerque más él y tome su mano para que me abrazara –Estas desnudo –sentí cuando apoye mi cabeza en su pecho que se rio. —Sí, deja tus piernas tranquilas si es que no deseas otra ronda –me acomode mejor y me sorprendí de lo bien que encajábamos en esta posición, era primera vez que hacíamos esto. Mis parpados fueron pesando más y más hasta que se cerraron por completo, mientras sentía que Edward olía mi cabello, maldito psicópata de seguro quería más sangre. Abrí mis ojos y mire a mi lado. Ya no estaba abrazada por Edward, este me daba la espalda y seguía durmiendo. Mire hacia la ventana y note que era tarde. Me puse de pie y no pude evitar hacer una travesura, levante con cuidado el cobertor y pude admirar el increíble trasero de aquel vampiro. Fui al baño sonriendo y me mire al espejo, estaba blanca como un papel, de seguro era por toda la sangre que había perdido, Edward tendría que tener más cuidado. Baje a ver como estaba el fuego, pero descubrí que además de la chimenea que estaba apagada, la cabaña tenia calefacción central. Fui hacia los controles que estaba junto a la luz y lo arregle para que comenzara a temperar la cabaña. Fui a hervir agua y después abrí refrigerador, moría de hambre. Prepare mi desayuno siendo que en realidad debía ser almuerzo y me puse un abrigo que había traído junto con una manta que había bajado del segundo piso. Salí con mi café y mis tostadas a la terraza, necesitaba algo tranquilo para procesar todo lo ocurrido, ya que con Edward entrando y saliendo de mi cuerpo, no me podía concentrar mucho que digamos. Deje de pensar en esos momentos porque me estaba perdiendo otra vez. Era momento de analizar qué demonios me había dicho la noche anterior. - 372 -

Edward dijo que lo que quería era a mí, sé que significa que es lo que desea, nada más y eso estaba bien, no quería que esto llegara a niveles que ninguno sabría manejar. Lo que si me causo sorpresa fue cuando me dijo que estaba hecha para él, esa información era nueva. Me quede mirando al lago que había en esa hermosa vista, mientras el sol daba suavemente en mi rostro, iba a morir de confusión. Incluso Edward me había abrazado, Dios santo ¿Qué es lo que sucedía con este hombre/vampiro? No debería estar tan trastornado con las mujeres, su vida sería mucho más fácil si no lo hiciera…y la mía igual, tenía que ser sincera. Si Edward hubiera llegado a mí, siendo vampiro, engañándome al principio, haciéndome caer en su cama, atrapándome completamente luego ni siquiera me importaría que fuera vampiro, pero no, él había arruinado todo comportándose como un idiota, eso no lo olvidaría durante toda mi vida, ni siquiera cuando llegue el momento de alejarme de él. —¿Alejarte de mí? –mire asustada hacia mi lado, mi corazón latió con fuerza al ver a Edward ¿había escuchado mis pensamientos? –Sí, creo que ya no te estás bloqueando para mí –lo mire asustada —¿Qué has estado escondiendo todo este tiempo, Bella? –entrecerró los ojos y comencé rápidamente a pensar en él hace unas horas atrás –cuidado… —Yo no te tenia bloqueado, eras tú…tengo una idea –tome de mi café para evitar ahogarme con lo que estaba sucediendo ¿Por qué ahora estaba en desventaja? ¡¿Es que Dios no me quería? —¿Y cuál sería eso? ¿Por qué estas en desventaja? ¿Qué estas escondiendo? —¡demonios, demonios, demonios! –Isabella… —se estaba enojado. —MI idea es que tú mismo bloqueaste mis pensamientos porque te estaba empezando a encantar –él no tuvo ninguna expresión en su rostro. —Dime ahora mismo que me has estado escondiendo. —No, no te lo mereces –me puse de pie y Salí de ahí, hacia adentro –ponte una camisa, sé que no sientes frio pero ten respeto por la naturaleza, no puedes andar solo en bóxers –deje la taza en la cocina y subí para ir al baño y darme una ducha, pero Edward me detuvo antes de poder entrar al baño. —Isabella, dime lo que escondes… —no sabía en qué pensar para poder evitar que se metiera en mis pensamientos, por lo que seguí recordando las últimas horas, era lo único más fresco que tenía en mi mente —¡basta! –me acorralo hacia la puerta –dímelo… - 373 -

—¿Qué quieres que te diga? —Solo puedo ver que escondes algo sobre Noah y yo, dímelo Isabella…¿Qué mas paso en la casa de los espejo de esa feria? —No paso nada, tú viste todo ¿no? Rompiste los espejos…basta y realmente no te pongas idiota. —Y tú no te conviertas en una mentirosa…dímelo, porque lo descubriré de todas maneras si es que hay algo y lo lamentaras…de verdad –su mirada era verdadera, él estaba amenazándome de nuevo. Cerré mis ojos pensando en lo idiota que había sido todas estas horas –no confundas eso, quiero saber en qué me engañas…Bella –levante la mirada a como me llamo en esta situación —¿Qué me hiciste? –casi me derrumbe ante esas palabras ¿Qué demonios pasaba? Tenía que ser fría en esto, igual como él lo había hecho –ya veo… —¡Deja de leer mi mente! –dije empujándolo. —¡Dime lo que sucede entonces para no creer que eres una mentirosa más! –lo quede mirando y de verdad él estaba esperando y esperando que no fuera una mentirosa –claro que lo estoy pensando…dilo de una vez, será menos grave si lo dices ahora a que te lo saque a la fuerza y puedo ser muy persuasivo Isabella… —mi mirada se fue hacia abajo. Ahora que él leía mi mente, me era imposible esconder algo –Bella –tomo mi mentón y me hizo mirarlo –dímelo –suspire rendida y comencé a recordar toda la situación desde el arma hasta cuando me recosté de nuevo en mi departamento pensando que le había ganado a Edward. Mi labio inferior hizo un mohín por estar haciendo esto, diciendo todo lo que había hecho, volviendo a ser débil porque él leía mi mente. —No es debilidad…a ti te puedo leer mejor que a los demás, si yo no entiendo el significado de la tua cantante, tu no entiendes el de poder leerte con más facilidad, mientras tu lees mi mirada…y veo que te has dado cuenta de cosas –se giro y se fue a sentar a la cama –he estado completamente equivocado contigo… —me apoye en la puerta, mirándolo –eres más astuta de lo que he pensado, eres inteligente, frívola y has engañado tanto a Noah como a mi….incluso a tus amigos. —Tú me estas convirtiendo en esto… —Te estoy preparando mejor dicho, no puedo creer que me has engañado, te he subestimado –pensó unos segundos –te tendré que estar vigilando de ahora en adelante –lo mire frunciendo el ceño. - 374 -

—¿De que estás hablando? –pregunte sobre esa "preparación" —No lo sabrás aun –lo quede mirando unos segundos. —NI siquiera se te ocurra estar pensando en convertirme o algo por el estilo, yo deseo vivir, envejecer junto a alguien y luego morir, eso incluye hijos y nietos….y claramente eso no va a ocurrir contigo –Dios santo, me arrepentí de inmediato al decir eso, se me había pasado la mano y Edward lo supo. —Muy bien, para que quede claro, no te obligare a volver a mi departamento, lo que si te exigiré es que no vuelvas a ver a Noah Marshall ¿está bien? –lo quede mirando sorprendida, me estaba hablando como una normalidad increíble, no me estaba acorralando contra algo, no me gritaba ni tampoco me amenazaba. —¿Qué te sucede? no estás actuando con normalidad. —Pone atención en las cosas que te digo, evita que lo caliente te desconcentre, ahora –Infeliz ¿se refería a lo de anoche?. Tomó unos jeans de su bolso y una camisa negra –iré a comprar y a buscar algunas cosas, tú come algo que ese desayuno no es nada —¿eso era todo? ¿no me iba a regañar? –Isabella —dijo mirándome mientras se vestía, arreglando sus jeans –he hecho muchas cosas contigo, luego tuviste la oportunidad de desaparecer cuando quite la amenaza sobre tu amigos…sigues aquí y es solo porque eres mía –dijo de forma arrogante –estoy cansando de discutir, si estás aquí luego de todo eso…¿Qué te voy a decir? –me sentí del porte de una semilla de aji. Lo que él decía era verdad y me sentía pésimo, el era casi un monstruo y yo seguía al frente suyo, me estaba convirtiendo en un puerto seguro. —¿Qué es eso de que estas cansado de discutir?...¿tu vas…? —Supongo que tendré que escucharte más, pero ten por seguro que te vigilare –fue hacia las escaleras –eres más astuta de lo que creía Isabella –bajo hacia el primer piso y luego salió de la cabaña. —¡Mierda! –dije entrando al baño. Di a correr el agua caliente mientras me desvestía, deje todo en piso y entre a la ducha. ¿Cómo demonios iba a seguir mi plan ahora que Edward sabía? Aunque por lo que dijo…¿estaba tratando de decirme que me mostraría más de él?...¿que pusiera mas atención lo que dijo ayer? Edward volvería mi mundo al revés, lo odiaba, solo me estaba confundiendo y ¿su actitud de hace minutos? ¡Ni siquiera se enojo porque lo engañe!. Comencé a recordar cada detalle del día de ayer. Encontré muchas frases realmente que me dejaban la duda sobre qué quiso decir, pero eso era todo, no podía inferir nada de ellas porque Edward era demasiado impredecible. Me quede sin moverme bajo la ducha sintiendo - 375 -

como mis ojos se llenaban de lagrimas y estas se confundían con el agua que mojaba mi cuerpo, fui bajando hasta quedar de rodillas llorando por todo lo que estaba sucediendo. —No vayas ahí Bella, por favor –me dije tratando de controlarme –lo tienes prohibido….no vayas ahí, es un vampiro y es malo, solo es sexo Bella solo es sexo…. –me puse de pie tratando de salir del momento de autocompasión que no me tenia permitido, no a cientos de miles de kilómetros de mi casa. Salí con mi cabello seco y suelto. Tome unos pantalones con una camiseta negra, me protegí con un sweater color blanco y me quede con pantuflas. Arregle la habitación y fui al primer piso, me senté en el sofá al frente de la chimenea que ahora estaba prendida. Me termine recostando en el gran sofá, mire el fuego sin desear que mi mente pensara de nuevo en Edward, pero fue imposible, me quede dormida pensando en sus besos, como provoco que mi cabeza volara y las malditas frases que dijo ayer. Abrí mis ojos perezosamente y me encontré con un rostro conocido que me miraba desde el otro sofá. —¿Por qué me estas mirando? —¿Es que no puedo acaso? —¿Podrías dejar de responder mis preguntas con más preguntas? –dije ya enojándome. Edward no dijo nada por unos segundos. —Es un tanto interesante verte dormir, solo eso… —Ya veo, eres capaz de responder una pregunta –dije mientras me sonrojaba por su respuesta —¿hace cuanto que has llegado? —Un par de horas…son más de las diez de la noche –lo mire sorprendida –supongo que tuviste una noche muy activa como para estar tan cansada. —Sí, un vampiro psicótico no me dejo dormir –mire hacia la mesa. Habían muchas bolsas, me puse de pie de inmediato para ver que había traído, moría de hambre –considerado, gracias, viendo que tu no comes nada –fui a revisar las bolsas y note que habían muchas frutas y dulces –esto luce rico –saque aquel pan dulce que estaba en una caja y lo abrí, pero no me lo alcance a llevar a la boca cuando sentí que besaban mi cuello –No –me voltee con mi caja que contenía aquel pan dulce, que lucía increíble porque tenía caramelo en la parte superior –tengo hambre y estoy - 376 -

cansada, además tu –dije apuntando a su pecho –tienes que revisar ciertos papeles ¿no? –dije apuntando ahora a la mesa de centro donde estaba su maletín, objeto que tuve que guardar en mi maleta porque me hizo la encargada de llevar sus cosas de la oficina. —Es verdad –quedo mirando mis labios como si fueran…una bolsa de sangre. —Basta –fruncí el ceño. —¿Me vas a decir que te has cansado de hacerlo conmigo? –sonreí, eso era estúpido de pensarlo. Él sonrió ante mi pensamiento. —No leas mi mente –dije cansada. Me permitió alejarme de él y me fui a sentar al sofá. —Es inevitable –se acerco con ese caminar tan particular en él, quien lo viera parecía que cada vez que se acercaba a ti, se veía más alto. Tomo su maletín y lo abrió, comenzó a buscar varios papeles. —Debes revisarlos todos… —Eso hago –dijo aun mirando el montón de hojas que pasaba con rapidez una en una. —¡No! –Tome su mano y le quite sus papeles –estos son los balances de las ganancias que ha tenido la empresa, no puedes mirarlos así, toma –le pase el primero. —¿Quieres que revise hoja por hoja? —Así es, lo que aprendí de Charlie Swan es que los registro de ganancia nunca se toman a la ligera…no eres perfecto, que te quede claro, te puedes equivocar. —No voy a… —¿Sabes que soy oficialmente la secretaria de Carlisle Cullen, el dueño de la empresa para la cual tú trabajas? porque tendrás acciones en ella, pero tu padre sigue siendo el dueño, entonces como tal, yo debo estar atenta a tus movimientos y este no es uno de los buenos…así que revisa cada hoja atentamente, quizás hay alguien que los quiere engañar o boicotear con los empresarios con los cuales nos reuniremos esta semana –Edward tenso su mordida y frunció el ceño, notoriamente molesto. - 377 -

—¿Sabes que eres lo bastante débil como para no mantener esos papeles si es que yo así lo decido? —Creo que te has dado cuenta que te puedo tener en abstinencia ¿no? Ya que no me derrito a tus encantos...¿quieres un nuevo periodo? ¿ah? –entrecerró los ojos y comenzó a leer el papel. Sonreí victoriosa. Subí mis pies al sofá y los apoye en las piernas de Edward, ya que no quedaba cómoda si no lo hacía de esa forma. Moví una de sus piernas al notar algo –atento en los registro –dije cuando me quedo mirando más de la cuenta. Deje los papales sobre mi abdomen y abrí aquella caja que contenía mi maravilloso alimento, pero Edward la tomo con su mano y la dejo sobre la mesa, para después tomar los papeles y dejarlas donde estaba la caja —¡No! —He decidido que sí, no voy a manejar mis negocios según tus ideas –tomo mi pantalón y lo desabotono en tiempo record, pero tome sus manos antes que los bajara. —Edward, por favor…tengo hambre. —¿Me estás diciendo que prefieres comer algo antes de tener sexo? –fruncí el ceño. —Claro, lo dice quien tuvo su desayuno, almuerzo y merienda ¿no? Solo te falta la cena… —Muy bien, pero…necesito algún estimulo para leer cada papel y como siento que la sala esta temperada –saco de un solo movimiento mis pantalones y los dejo en suelo. —¡¿Qué demonios? –trate de salir por mis pantalones, pero Edward dejo su mano en mi abdomen y no me pude mover –Debes estar bromeando. —Si sigues moviendo así tus piernas no te detendré mas, pero haremos otra actividad antes de revisar documentos… —me quedo mirando como si deseara comerme, me dio miedo. —Bien…sigue, revisando –esto era denigrante, tenía que estar solo con mi bragas, gracias al cielo que no se le ocurrió sacar mi blusa y mi sweater, dejándome solo con ropa interior. —Exacto, agradece –tomo los papeles y los dejo en mi pelvis, lo iba a subir pero Edward no me dejo –mi premio por revisar esto humanamente –dijo mirando mi entrepierna. - 378 -

—¡Edward, eres un psicópata pervertido de mierda! ¡Basta de mirarme así! –ni se inmuto por mis insultos. Tomo el papel que había dejado y comenzó a leer. Sonreí, de todas maneras estaba haciendo lo que le dije, me miro de soslayo ante ese pensamiento. Tome mi caja con mi rico pan dulce y lo abrí para llevarme un pedazo a la boca. —Mmm… —dije inconscientemente –sabía que iba a estar rico –seguí comiendo, disfrutando de mi exquisito pan dulce, con su caramelo o algo parecido en la capa mas superior. Tome los papeles que estaban sobre mí y los deje en la mesa porque me pare para ir por un café. Mire de reojo al vampiro depravado y note que me estaba mirando descaradamente, me di vuelta de inmediato para que dejara de ver mi trasero. —Me agrada, no lo puedo evitar, me encanta tocarlo y aun mas darle unas palmadas –me puse roja como tomate, odiaba que Edward leyera mi mente ¡¿Por qué demonios me tenía que pasar esto a mi? Edward levanto los hombros quitándole importancia a todo esto. Tuve que caminar de espalda, cubriendo mi parte anterior con mi blusa hasta que llegue a la cocina porque él me seguía mirando. Prepare mi café y me lo tome sentada en un mueble, solo ahí tendría paz. Mire hacia el lago porque de aquí también podía hacerlo y sonreí al notar como la luna se veía reflejada en el, sin embargo, mi momento de tranquilidad no duro mucho ya que mi celular comenzó a sonar. Corrí al segundo piso a tomarlo, mire quien era y bufe, era Noah, lo deje en vibrador porque no conteste y volví a bajar por mi café. Me quede mirando el lago con el tazón entre mis manos, suspire porque de verdad me sentía tranquila en este lugar a pesar de tener a mi peor enemigo solo a metros de distancia, con el cual estaba teniendo sexo. Después de lavar la taza volví al sofá y vi que Edward seguía leyendo. Me senté en el sofá, tome los papeles y los deje donde habían estado minutos atrás. Flexione una de mis piernas para estar más cómoda, cosa que llamo la atención de Edward y deje la otra pierna sobre las de él. —Te llamo Noah Marshall –tome uno de los papeles para leerlo. —Si –lo único que respondí. —Y no le contestaste… —Así es –seguí leyendo, porque me llamo la atención ciertos números. —¿Y porque no lo hiciste? –baje el papel para mirar a Edward. - 379 -

—¿Por qué? Dos motivos, uno, no quería un show de tu parte y segundo ¿Por qué hablaría con él siendo que me mintió? –él sonrió. —Tú lo utilizaste, poniendo en riesgo su vida… —aun no me lo podía creer que Edward no estuviera molesto por engañarlo –no saco nada con estarlo si ya lo has hecho. —Muy bien –tome de nuevo el papel. —Isabella –dijo para que le respondiera. —Si está relacionado con Charlie, nada bueno puede haber ahí ¿Por qué tendría que ser educada y contestarle? —Tienes razón… —sentí como saco un nuevo documento de mi pelvis—Deja de mover tu pierna –dijo minutos después, tomando mi tobillo. Me sonroje mientras seguía con el registro anterior. —Esto esta mal Edward –dije mostrándole el papel. El frunció el ceño y dejo en la mesa el que tenía él. Quedo mirando unos minutos los números. —Aquí no hay nada mal Isabella. —No si tienes mala memoria y no eres tu propia secretaria –me miro sin ninguna expresión –esas ganancias son de la empresa de España, aquel hombre me llamo exclusivamente para ver si había recibido su registro, el cual mande a contabilidad, incluso me dijo el número total…y ese no es, alguien de España o de contabilidad está manejando mal el teclado, tratando de robarte o de hacerte quedar mal –tome el otro papel para entretenerme en algo pero sentí que me seguían mirando. Estaba en lo correcto, Edward lo seguía haciendo —¿Qué? —Supongo que te debería creer ¿no? —Claro, además esos número no calzan ¿ves que no es bueno leer por encima estos registros? Alguien lo cambio allá o en contabilidad porque lo mande directo hacia ellos. —Puede ser el encargado de España –negué –ese hombre por lo que tengo enterado, ha trabajado por años con el Sr. Cullen, siempre ha hablado bien de él. —Estas en lo correcto…Sergio no pudo ser…tendré que ver, iré a llamar a James –se puso de pie para ir por su celular. - 380 -

—Mándale saludos –dije volviendo a leer los números y mas números que ahí habían, algo bueno que haya aprendido de ese ogro y horrible padre que tengo. Edward volvió luego de unos minutos y volvió a sentarse, tomando mi pierna y dejándola donde estaba, sonreí detrás del papel que me cubría por notar la acción de Edward. —Te ha mandado saludos. —Excelente… —James te agrada –dijo como si nada segundos después. —Así es –dije tajantemente. —¿Se podría saber por qué? –deje el documento donde debía ir, rendida al darme cuenta que él estaba en planes de conversaciones. —Claro, es porque fue el único que se acerco a mí a ver cómo me encontraba luego de que me arrojaras contra un pilar, me mordieras como si fuera cual manzana y me drenaras …solo por ser más inteligente que tú y descubrir tu verdadera identidad ¿recuerdas eso, Edward? –pude ver claramente como se tenso —¿lo habías olvidado? Porque te dejo en claro, que tengo una excelente memoria. —Me lo has dejado en claro, esos días estaba de mal humor –lo mire sorprendida por su justificación –no estuvo bien, lo sé… —¿En serio? ¿y qué pasa con respecto a esa noche donde entraste a mi departamento, me manoseaste y luego me follaste como cualquier mujerzuela? –él me miro enarcando una ceja para luego sacar otro papel. —No seas cínica, además fui cuidadoso, eras virgen y te hice llegar, muy pocas veces sucede eso… —lo quede mirando enojada. —Aun así no… —demonios no tenía nada que decirle, porque realmente luego de unos minutos todo se sintió diferente –cuando es no, es no. —¿Ves? –dijo refiriéndose a mis pensamientos. —Cállate…aun así recuerdo las veces que me estampaste contra la pared, tomando mi cuello –el me miro entrecerrando sus ojos. —¿Cuáles veces? ¿Dónde teníamos sexo contra alguna pared, mueble, ventana, - 381 -

cama, etc. O aquella ves luego de que te besaras con Noah? —Ni aunque me haya acostado con Noah es justificación para que me empujaras así… —no pude evitar ponerme roja cuando escuche su primera opción. —Bueno…. –quedo pensando unos segundos. —No tienes como responder Edward porque no tienes un argumento para lo que hiciste –sonreí, sin duda Edward se estaba ablandando. De inmediato luego de ese pensamiento me quedo mirando sin decir nada y luego siguió leyendo…ahora con más rapidez, pero aun así separo varios documentos de los que ya había leído, sonreí al darme cuenta que nuevamente había tenido la razón. —Mañana nos vamos a Moscú –dije por estar tanto tiempo en silencio. —Si –respondió fríamente –en el atardecer, debemos estar allá en la noche. —Lo sé, yo hice tu horario, mañana hay una cena importante ¿tengo que ir? –dije incomoda, realmente no me gustaba esto. —Sí, iras, pues eres mi secretaria y por lo que he notado ahora, estas enterada de varias cosas más –lo último que dijo me llamo la atención, se parecía a otra frase que había dicho horas atrás. —Edward ¿a qué te referías con que ahora sé cosas sobre ti? –él me miro sonriendo. —¿De verdad creer que te lo voy a decir? –saco otro documento de mi pelvis, pude notar que solo quedaban tres y esta era mi oportunidad para preguntas. —¿Te arrepientes de haber asesinado a la primera tua cantante? –el frunció el ceño enojado. —¿Estas tratando de hacerme enfadar, Isabella? –rodee los ojos. —¿Sabes? He estado dándote de mi sangre, teniendo sexo contigo y soportando su bipolaridad, así que por lo menos dame el crédito de querer saber a quién tengo delante de mis ojos ¡por Dios! Si ya está muerta, lo hiciste, paso hace milenio y medio, deberías comenzar a hablar ese estilo de temas ¡tan sensible! –me senté en el sofá, pero Edward me tomo con rapidez y me hizo quedar como estaba. —Cuida tu boca Isabella, esta es la tercera que te perdono…¿quieres terminar mal - 382 -

el día? –rodee los ojos. —¿De verdad crees que tus amenazas tienen algún efecto en mi? Llevo casi dos meses contigo, soy humana, una animal, me adapto como todos –él me quedo mirando. —Estas altanera…que el valor de tu sangre o lo increíble que se siente estar teniendo sexo contigo no te haga pensar que eres irremplazable –mi estomago se revolvió al momento de escucharlo, pero no mostré debilidad, jamás lo haría delante de Edward, aunque pudiera escuchar mis pensamientos –ya veo. —Edward…que seas bueno en la cama, que seas inmortal y tengas poderes y…—quede pensando dos segundos dramáticamente, mirando hacia arriba y llevando mi dedo índice a mi mentón —¡ups!...no tienes nada más rescatable, que pena –dije irónicamente –ya que no eres humano, no tienes corazón o lo destruyeron hace mucho tiempo ¿no? —¡¿Es que tienes respuesta para todo? –dijo tomando otro papel más, quedando solo dos documentos –Eres de piedra –dijo mal humorado. —Pobre vampirito, que esperaba una sumisa a su lado ¡ja! –mire hacia otro lado –me ha tocado luchar mucho en mi vida para bajar la cabeza solo por ti…ni lo pienses Edward, porque no lo hare. —Claro que no –dijo mientras leía –te tendré de rodillas al frente mío Isabella y ni siquiera porque se me haya ocurrido a mi –lo mire confundida –creo que alguien me debe algo, porque Jane sigue trabajando conmigo y no he visto tu parte del trato y no hablo sobre alejarte de Noah Marshall –lo mire con los ojos como platos. —Edward… —no, yo no…estaba lista para algo así. —No hoy, pero si pronto Isabella –dijo dejando un papel en la mesa y tomando el penúltimo –y ese día muy próximo, lo disfrutare como hace mucho tiempo que no lo he hecho –fruncí el ceño, molesta. —¿Sabes? Creo que un caballero por lo menos engañaría a la chica con quien se acuesta y decirle que por lo menos le ha hecho pasar un buen momento –el rio. —Eso es cierto, pero sin duda –dijo mirándome –tu sabes que yo no miento con algo así y estas segura de cómo lo he pasado contigo ¿no? –nos quedamos mirando por varios segundos sin decir nada. - 383 -

—Ya veo, entonces ha sido un buen momento para ambos, debo admitirlo…creo que veo un cambio –dije recordando lo que me dijo ayer, sobre que cambiaria un poco. —Piensa en otra cosa antes que me arruines más mi humor –el leyó con rapidez el documento y vino por el ultimo, pero tome su mano y evite que lo sacara, provocando que mi corazón latiera con rapidez por tener su mano en aquel lugar –solo queda ese –negué. —La última pregunta –el me quedo mirando un tanto incomodo. —Claro que lo estoy, siendo que tienes una gran ocurrencia y porque me estas poniendo ansioso –dijo mirando nuestras manos –dime. —Cuando entraste a mi departamento la primera vez, cuando pregunte sobre Qué querías, tu me dijiste que tenias dos días para eso…¿Por qué dos días? Además que quiero saber ¿Por qué luego fuiste cuidadoso? tú no eres así –él sonrió. —De verdad tienes buena memoria. —Responde… —él bufó. —Iba a tener dos días, porque te iba a tomar y hacer mía durante ese tiempo, luego pensé que sería entretenido jugar un poco contigo…cosa que me sorprendió ya que aunque tenias ganas de follarme en el escritorio de Carlisle, te negaste porque ya te estabas acostando con alguien, quien era yo…realmente era entretenido hacértelo mientras creías que era alguien diferente… —lo quede mirando atónita, este vampiro estaba loco…si es que le creería eso, no pude evitar sonreír. —Dime la verdad Edward –el frunció el ceño y miro hacia otro lado. —Eso fue lo segundo que sucedió, porque ya sabía lo que quería desde que te vi en ese callejón ¿contenta? –fruncí el ceño, sorprendida por su respuesta. Ver su mirada sin duda era muy favorable. —La segunda –dije tratando de olvidar lo que había escuchado. —Era solo una. —Edward…. –dije mirándolo con mala cara. Miro de nuevo nuestras manos. - 384 -

—No me gusta que cuando estoy con alguien, esa persona llore, así de fácil…por eso fui un poco cuidadoso, recuerda que luego te di duro… —¡Mide tus palabras vampiro depravado! –Dios, a veces Edward decía lo que se le venía a la mente…en realidad la mayoría del tiempo. —Muy bien, ahora déjame leer este documento para darte duro de nuevo hasta que ya no te quede fuerza –lo mire feo. —Ordinario… —le pase el documento y él lo comenzó a leer –Edward –dije llamando su atención de nuevo —¿Qué es lo que decidiste cuando me viste en el callejón? –él sonrió curvando sus labios, malvadamente. —Eso no te lo diré Isabella… —fruncí el ceño molesta –ya respondí bastante, no creas que soy estúpido… —reí. —De estúpido no tienes ni un pelo. —Estoy seguro que lo sabes, bruja –lo mire enojada –eso es un cumplido ¿eh? –mi expresión cambio a asombro. —¿Qué? ¿existen? –el rio. —Tienes a un vampiro al frente tuyo, creo que tu mente se debería abrir a nuevas opciones –dejo el documento en la mesa –al igual como necesito que tus piernas se… —¡Edward! –dije antes de que terminara su frase, pero él me respondió solo tomando mi mano y haciendo que me quedara sobre él. —Tengo hambre… —dejo sus manos sobre mis caderas y lo quede mirando. —Haz tomado demasiado, soy humana… —Pero tengo hambre, dijiste que es una nueva forma de ayudar… —¿Crees que soy tonta? Te has alimentado de mi, esto es gula, quizás hasta te pongas gordo –sonreí ante la idea ¿Cómo sería Edward gordo? —Deja de pensar estupideces… —comenzó a mover sus manos sobre mi trasero. —Te dejo si tu –cerré los ojos ante las caricias de Edward –me dejas hacer algo –el me miro sin entender –tú te alimentas, pero a mi me dejas estar arriba ¿si? –el - 385 -

frunció el ceño, no le gustaba la idea. —No...no tengo tanta hambre –sonreí. —Tu nunca te cansas de mi sangre, lo sé, es como que yo me cansara de…—tener sexo con él, pero no se lo podía decir. —Ya lo escuche –lo mire enojada, pero sabía que si lo hacía, menos posibilidades tendría de estar arriba –Isabella… —me acerque y lo besé, creo que solo una vez lo había hecho antes, era extraño. —Seria mi primera vez –volví a besarlo, sintiendo como allí abajo, alguien estaba despertando. Lleve mis manos hacia abajo y desabotone su pantalón; decidida tome su miembro en mi mano y comencé a masturbarlo. —¿De verdad crees que me puedes engañar así? Estas equivocada niña… —sonreí contra sus labios, mientras seguía moviendo mi mano, sacando gemidos de su parte, esto se sentía bien –pero no por mucho –Edward le dio una patada a la mesa de centro y esta llego al otro extremo sin botar nada –esto es para que te quede claro, que yo no me suavizo, ni ablando ni nada por el estilo –de inmediato recordé el pensamiento que tuve hace un rato. Edward me tomo de la cintura y me dejo recostada en el suelo, sobre la alfombra, saco mi sweater y blusa sin ningún problema y luego bajo mi pantaletas para después romper mi sujetador. —Edward –lo mire sorprendida, ni siquiera me había dado cuenta cómo demonios quede desnuda tan rápido y como él estaba en las mismas condiciones. —¿Recuerdas aquella vez que te dije que cuando arrancabas me lo ponías duro? –claramente había otra opción para que tuviera una gran erección como la que estaba viendo –estas en lo correcto, verte pensando que tienes poder me gusta aun mas, porque te demostrare que eso no es así –tomo mi pierna y me acerco a él para segundo después entrar de una sola embestida a mi cuerpo. Grite ante la intromisión tan repentina. —Edward –me queje, esto dolía. —Si…pero te va a gustar –lo mire asustada, no se estaba comportando como…—¿pensaste que lo haría? –dijo terminando mi frase. Se movió hacia afuera por completo. Demonios, Edward era tan grande —¿solo por responder algunas preguntas? –volvió a entrar a mi cuerpo, sentía como si raspara levemente…sentía dolor pero se estaba mezclando con...¿placer? no me gustaba así, realmente me agradaba cuando lo hacíamos duro, pero…no así. - 386 -

—Edward…ten cuidado, ya basta, contrólate –dije mirándolo mientras mi labio inferior formaba un puchero –de esta forma no me gusta, no arruines tu reputación. —¿No es que crees que me estoy suavizando? –me miraba enojado pero sabía que estaba preocupado. Realmente tratar de hacerlo mientras yo tenía el control, sería un largo camino que recorrer, se ponía como un león, creo que no tomaría esa opción, no estaría a su lado ese tiempo –sabes que te escucho cuando piensas esas cosas… —Si te estás suavizando, aunque sea un poco –dije respondiendo su pregunta y omitiendo su último comentario –pero eso no es algo malo Edward, debes entenderlo –me removí un poco porque mi cuerpo realmente estaba reaccionando a tener a Edward en mi interior –Acércate… —el me quedo mirando serio por unos segundos, pero se acerco quedando sobre mi –ahora si… —comencé a moverme contra él para sentirlo –tus labios –dije frunciendo el seño –debo decir que me gusta cuando lo haces duro, pero…no como un idiota ¿si? –el me quedo mirando unos segundos y me sonrió mas tranquilo para acercarse lentamente y tomar mis labios mientras una de sus manos rodeaba mi espalda y la otra bajaba por nuestros cuerpo, provocando que mi piel ardiera hasta el lugar donde nuestros cuerpo se unían, se apodero de aquel botón que encendía todo mi cuerpo y comenzó a acariciarlo. —Ya estabas mojada –dijo contra mis labios. Rodee su cuello con mis brazos y lo acerque más a mí, hasta que volvió a besarme. Cerré los ojos cuando sus lengua se movía contra la mía al mismo ritmo que lo hacia sus dedos contra mi clítoris. —Edward… —me queje moviéndome un poco contra él, pero salió de mi cuerpo por completo. Comenzó a besar mi cuello con cuidado mientras seguía su mano seguía jugando conmigo, provocando que mi espalda se arqueara ante las descargas eléctricas que estaban pasando por mi cuerpo. —Debo decir que…lo siento –lo mire sorprendida –por haber entrado a tu cuerpo de esa manera… —aun estaba en estado de shock, como él había dicho, no era un hombre de disculpas. Ojala pudiera haber seguido pensando en eso, ya que atrapo mi seno izquierdo con su boca y comenzó a lamer y morder suavemente para después darle la misma atención a mi otro pecho, demonios….lo estaba haciendo lento, solo una vez lo habíamos hecho así y había sido tan agradable, aunque termino de la misma forma…duro, creo que era nuestra técnica. —Deja de pensar demonios –dijo mirándome con el ceño fruncido, asentí porque me estaba desviando. —Sigue… —enredé mis manos en su cabello, mientras seguía bajando hasta llegar - 387 -

donde sus dedos jugaban segundos antes. Gemí con fuerza al sentir como me besaba abajo –Dios….Edward, ahí… —dije sintiendo como su lengua pasaba por mi clítoris –ahí, no pares…por favor –dije mientras mi respiración se volvía errática –Dios… —comenzó a besar más rápido, provocando que me mojara cada vez mas –por favor no pares… —tomo con fuerza mis caderas cuando me comencé a mover demasiado rápido contra él. —Bella… —me regaño, pero me era imposible quedarme quieta, aunque gracias al cielo, solo pasó dos segundos para que una ola de fuego atravesara mi cuerpo y pudiera obtener ese anhelado orgasmo. Edward levanto el rostro y me quedo mirando. —Eso…eso fue…gracias –de verdad tenía que darle las gracias por aquello. Él sonrió y me tomo de la cintura e hizo que quedara al frente de él, tomo mi rostro y me comenzó a besar, haciendo que me volviera loca al pensar que solo recién el…demonios, era como estar probándome a mí misma, gemí contra sus labios. —¿Ya quieres mas? –dijo rozando mi entrada con sus dedos. Lo mire y asentí sonrojada, de verdad que aquí me volvía un tanto tímida, dejaba que Edward hiciera y deshiciera, menos mal que no me dejo estar sobre él, porque ahora que lo pienso, no hubiera sabido que hacer. El siguió besándome por varios segundos, tocando mis senos, mordiendo mi piel. En un momento sentí como salieron sus colmillo a jugar, hace mucho tiempo que no lo hacían, pase mi lengua por uno de ellos rompiendo levemente mi labio provocando que mi sangre llegara a sus labios…lo que trajo la locura. Edward separo mis piernas y me penetro mientras él seguía solo apoyado en sus pies, con sus piernas flexionadas, Dios…este vampiro tenía el mejor equilibrio del mundo. Me apoye de su espalda al darme cuenta en qué posición estábamos, era nueva. Era como si estuviera sobre Edward, pero la tenia el control, sin embargo, no pude seguir pensando en aquello porque los besos de Edward se volvieron una locura como dije antes. Estaba literalmente casi devorando mis labios mientras entraba y salía de mi cuerpo, me costaba concentrarme en entender que tenia tal placer por sentir los labios de Edward y por sentir como su miembro se movía hacia dentro y hacia afuera de mi interior. —Edward… —dije separándome para poder respirar, pero el tomo de nuevo mis labios –Ed… —claramente no me iba a soltar si estaba bebiendo sangre de mis labios, por lo que me concentre en respirar por la nariz mientras me seguía besando —¡Edward! –dije más alto al sentir que entraba profundamente en mi interior. El me sonrió aun mostrando sus colmillos y me recostó en la alfombra, el quedo de rodillas tomando mi cadera para que mi sexo estuviera a la altura del suyo y siguiera embistiendo. - 388 -

—¿Te gusta, Isabella? –cerré los ojos dejándome quemar por el vampiro que estaba entrando tan profundamente. Maldije por estar en esta alfombra, ya que no podía hacer mis manos un puño –Responde… —dijo para luego gemir. —Más rápido…y fuerte –escuche su suave risa y comenzó a hacerlo como le había pedido. Entraba y Salia de una forma increíble provocando que mis músculos se tensaran a la anticipación de lo que venía —¡Edward! –grite al sentir que todo esto ya estaba comenzando a atraparme por completo, volví a gritar su nombre para después desvanecerme ante el increíble orgasmo que provoco que mi cuerpo se estremeciera bajo el agarre y las arremetidas de Edward. Sonreí al notar que él aun no llegaba, se quedo quieto esperando que me recuperara, pero al momento que abrí mis ojos, estos se fueron hacia detrás de Edward, al lado de la puerta, donde… —¡Edward! –grite asustada al ver que había un hombre en el vidrio al lado de la puerta, lo único que pude diferenciar era que vestía con un poleron con gorro y que sus ojos…demonios, sus ojos eran muy rojos. Ni siquiera tuve que decir algo para que Edward saliera de mi cuerpo y fuera hacia la puerta, pero aquel vampiro no estaba, escuche algo en el techo y luego mire hacia ventana que daba al lago. Aquel vampiro me miro directo a los ojos por una fracción de segundos para luego desaparecer.

Hola pequeñas mariposas...de verdad siento la demora, pero les tengo buenas noticias ¡vacaciones sean bienvenidas! hoy fue mi ultimo examen, no me entregaron resutlados aun, pero sea cual sea, estoy de vacaciones. Como debo hacer muchas cosas, como se vienen los nuevos fics, los momentos que no se vieron de Vuelve a mi, escribir lenardis dimora y mas alla de tus ojos...uff mucho, no podre devolver los comentario que ya se hicieron pporque solo tengo 10 dias de vacaciones...y eso xD en fin. desde ahora me pongo a devolver :D (a todo esto como hace cinco dias que ya habia leido todos los comentarios del capitulo anterior, los ame :D) Chicas, como siempre, les agradezco el tiempo que se han dado en leer y escribir los comentarios. Para los proximos se lo afradezco indidivualmente :D PD: ¿notaron que Edward esta loco? jajajajaj es demasiado bipolar xD

- 389 -

Chapter 32 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion.

Capitulo n° 31 Mire asustada hacia la puerta cuando apareció Edward completamente mojado, desnudo y con ramitas de arboles y césped pegadas a su cuerpo. —¡Se fue por el lago! Hijo de puta –cerró la puerta con fuerza –Demonios –dijo caminando hacia el segundo piso. Cerro con fuerza la puerta del baño sin decirme nada, por lo visto…algo hice mal porque estaba enojado o el era tan estúpido que se enojaba conmigo por ser tan lento. Subí asustada con mi manta, ya vestida con mi pijama, hacia el segundo piso y me quede sentada en la cama mirando hacia la puerta del baño, no quería mirar hacia ningún lado porque creería que aparecería ese vampiro, aquella mirada…realmente me asusto, incluso más que cuando vi a Edward por primera vez. Mire hacia el lado y me asuste, corrí rápidamente hacia el baño y entre. Edward se estaba duchando, yo me senté en el piso, apoyada en la tina donde Edward se estaba duchando con la corrediza cerrada. No quería tener nada sospechoso detrás mío, por lo que era mejor ver a los lugares por donde podría venir aquel vampiro, pero sentí como la puerta de la ducha se abrió, Edward me tomaba del brazo para luego tener que dejar caer mi manta y hacer que entrara a la ducha con mi pijama. —Estas asustada –dijo mirándome muy serio. —Si, ni siquiera me molesta que me hayas metido aquí ¡con ropa! –Dije molesta de verdad, pero la mirada de Edward me relajo un poco ya que me estaba sonriendo —¿Quién era? —No lo sé, ni siquiera pude diferenciar su aroma…aquel bastardo no estaba pensando nada en el momento –el agua comenzó a mojarme toda, mientras a Edward ya estaba limpiando la espuma que había formado. Sus manos se fueron a mi camiseta, la cual levanto y sacó cuando levante los brazos —¡y ni siquiera pude tenerte por completo! –dijo mirando como quedaba desnuda de nuevo, no le tomo nada tomar mis pantaloncillos de pijama y arruinarlo…ahí se iba mi único pijama que me servía de protección cuando Edward iba a dormir al departamento. - 390 -

—¿Por qué me estas desnudando? O mejor dicho ¿Por qué dejo que lo hagas? –el me sonrió. —Porque sabes que no tuve mi orgasmo –quede pensando. —¿Es peligroso? –volví al tema del vampiro mientras sentía las manos de Edward en mi cadera. —No lo sé realmente, corrió muy rápido y eso que yo corro bastante bien….puedes ser mayor que yo…o puede ser un neófito bastante inteligente –pero no se volverá a acercar, así que no te preocupes, además tu eres mía…solo le tocara disfrutar del espectáculo. —Verdad, tienes toda la razón –dije empujándolo —¡Como me encanta estar teniendo sexo delante de otros, eso es perfecto! –Edward me miro molesto y me hizo girarme, para acercase a mi oreja y morderla. —No creas que estoy muy feliz –dijo mientras sentía su erección contra mi trasero, lo que hizo que me tensara –no me gusta que vean lo que es mío, pero mi marca esta por todo tu cuerpo…así que no debes asustarte, cualquier vampiro que se acerque sabe que eres de otro… —Edward… —me queje de nuevo. Dios, no entendía como este vampiro provocaba que mi cuerpo reaccionara así ante sus caricias, ahora él estaba acariciando suavemente mis senos con sus manos. —Y ahora lo haremos como a mí me gusta –tomo mi cadera y la acerco hacia él. Mire hacia atrás y vi como tomaba su pene desde la base para después entrar a mi cuerpo de una sola estocada. Apoye mis manos en la pared del baño cuando él salió de mi cuerpo y entro de nuevo. —Edward…. –dije tratando de formular una frase, pero el entro con más fuerza provocando que saliera un grito de mi boca y no era de dolor alguno –que te quede claro… —dije con rapidez para después afirmarme en su pecho y tomar su rostro para acercarlo y sentir sus labios contra los míos, me beso con fuerza, igual que sus embestidas, mordí suavemente su labio inferior –que te…te sigo odiando. —El sentimiento es mutuo –dijo para tomar mi cabello mojado y tirar de él, provocando que arqueara mi espalda –Eso...me encanta tu trasero —dijo para después darme una nalgada mientras seguía empujando, aun tirando de mi pelo, gemí con fuerza al sentir su mano contra mi piel con aquella fuerza –te ha gustado ¿no?...y luego te quejas Isabella –volvió a llevar sus mano con fuerza contra mi - 391 -

trasero mientras seguía entrando en mi cuerpo, tomando mi cabello. Dios, parecía que toda su frustración con ese vampiro desconocido estaba siendo liberada en este momento…y no me molestaba para nada. —¡Edward! –me queje llegando a mi orgasmo, estaba muy sensible, pero él no se detuvo, como era de esperarse. Apoye mis manos ante la pérdida de fuerza por aquella sensación de placer. Edward sigue entrando en mi de una forma salvaje, provocando que pudiera escuchar como su cuerpo chocaba con el mío, sonido que se intensificaba por el agua, la cual mojaba cada vez nuestros cuerpos haciendo que se sintiera diferente —¡Edward! ¡Ya! –grite al sentir como mi segundo orgasmo llegaba ya arrasaba con mi cuerpo. Edward grito mi nombre y apoyo su mano en la pared, rodeo mi cintura sosteniéndome para evitar que cayera. Salió de mi interior y luego me giro. Cerro la llave de la ducha y segundo después tomo una toalla y me la entrego pasando a secar con rapidez mi cara, lo que me hizo reír y luego me rodeo con ella y tomó una para él. —Estas acabando conmigo –dije apoyada en la pared. —Ven… —en menos de un segundo estaba en la habitación –Emm… —Edward se puso un pantalón de pijama y luego tomo la toalla para comenzar a pasarla por mis hombros con cuidados, para seguir con mis brazos y así sucesivamente hasta secarme por completo y entregarme una de sus camiseta. Tome mi ropa interior y me cubrí. —Emm…Edward –lo llame cuando estaba arreglando la cama. Me sonroje de sobremanera al darme cuenta de lo que acababa de pasar –gracias… —el no dijo nada, solo me hizo un gesto con la cabeza y se acostó. Hice lo mismo, pero no me pude quedar quieta –debes tener cuidado –el de inmediato se dio vuelta a mirarme ya que me estaba dando la espalda. —¿Y eso por qué? —Porque si sigues comportándote así dejare de pensar que eres un maldito… —el sonrió de una forma que me sorprendió, no era con maldad, tampoco de una forma arrogante…solo estaba riendo como Edward. —Sé muy bien que me odias…no te preocupes –paso su dedo índice por mi frente hasta terminar en la punta de mi nariz. Fruncí el ceño y Salí de la cama ¿Qué me estaba pasando? –Isabella… —No… —negué y me fui hacia las escaleras, pero Edward me tomo y me volvió a recostar en la cama. - 392 -

—Lo sé –dijo tensando su brazo que rodeaba mi abdomen –no dejare que estés en el primer piso sola ¿Qué sucede si viene aquel vampiro de nuevo? –me tense de inmediato, eso no sería nada bueno. Me acerco más a su cuerpo. —Edward…no soy una maquina de sexo, no me aprisiones. —Lo sé… —me libero por completo de su agarre, por lo visto se había asustado. —¿Sabes? –dije girándome –tú no me asustas en general…vampiro, sádico, todas las cosas que me hiciste, pero…lo que si me asusta son tus cambios de carácter…debes elegir uno, no puedo con los dos –el frunció el ceño. —Muy bien… —Si, muy bien, porque no puedo estar segura un día de que serás malvado y cambias todo abrazándome en la noche como ahora…o trayéndome comida, hablándome como si nada…a pesar de que me agrada el ultimo… —Te aseguro que eso no volverá a ocurrir… —bufé. —Demonios, tu eres al revés Edward, no entiendes nada. —¿Qué hice ahora? –me miro confundido. —Si te digo eso ¡es para que me expliques tus cambios de humor! Y ahora… —mis ojos se llenaron de lagrimas –viene un tipo que me asusto de verdad, no estoy en mi casa como para sentirme protegida y tú me tomas como si solo fuera un pedazo de carne… —las lagrimas comenzaron a caer sin poder controlarlo, por lo visto estaba un tanto sensible. —Ey…ey…no llores…basta…deja de hacerlo –trato de secar bruscamente mis lagrimas, pero aleje sus manos. —No soy una maquina móvil donde puedes meter tu miembro y salir satisfecho. —Lo sé...lo sé…no llores –segundo después Edward me acercó a él y me abrazo con una naturalidad que me dejo helada –no eres una maquina, solo es que me encant… —no siguió hablando y ambos nos quedamos estáticos al darnos cuenta de lo que estaba diciendo. Dios…santo. —Muy bien –dije levantando la mirada, no me iba a mover porque me gustaba estar así…se mostraba un Edward más humano –haremos como que ninguno - 393 -

escucho lo que dijiste ¿si? —Muy bien y tu dejaras de llorar, me pones nervioso cuando lo haces…y termino haciendo cosas que no deseo realmente ¿bien? —Trato hecho –ambos nos quedamos en silencio y de apoco Edward me fue soltando hasta no estar junto a él –no tengo sueño –dije girándome para verlo. Lo bueno fue que no me dio la espalda. —Que mal, porque yo si… —¿Qué hacías cuando eras humano? —Tengo sueño Isabella… —¡y de vuelta el vampiro desagradable! –buenas noches –se giro finalmente dándome la espalda y no me dirigió la palabra por el resto de la noche. Al día siguiente desperté y no estaba a mi lado. Me levante un tanto mareada porque no pude dormir del todo bien. Llegue al comienzo de la escalera y mire hacia el primer piso. Edward estaba leyendo con su portátil, escribiendo algo. Me sorprendió verlo sonreír al leer Dios sabe qué cosa. —Buenos días –dije cuando llegue al primer piso. Estaba todo temperado, la calefacción estaba encendida, un puesto en la mesa para que comiera y además el hervidor estaba hirviendo justo para tomarme una reponedora taza de café. —Buenos días –siguió escribiendo por lo que no pude evitar la curiosidad. —¿Qué haces? —Converso con Tanya…te manda saludos –mi humor se arruino por completo. —¿Y de que hablan? –el me miro y enarco una ceja. —De algo que no te debería interesar Isabella –enarque una ceja. Por lo visto había decidido ser el vampiro malo. —Muy bien –estúpido vampiro. Espere que me dijera algo, pero no sucedió nada, siguió mirando su estúpido computador. Seguí tomando desayuno escuchando las teclas que hacía sonar Edward al escribir con rapidez, pero no tuve que permanecer por mucho bajo esa tortura porque mi celular sonó y corrí por el, me alegre al ver de quien se trataba. - 394 -

—¡Alice! –me recosté en la cama. —Bella…¿Cómo te ha ido?...—se escuchaban muchas voces por allá. —¿Con quién estas? —Rosalie pregunto si volviste con Edward y si han tenido sexo de reconciliación –no pude evitar reír a lo que dijo. —Dile que esa respuesta es complemente…privada –pude escuchar las risas del otro lado –traidora me tienes en alta voz. —Te extrañamos… —suspire. —Yo igual y solo llevo dos días, me queda toda esta semana… —Todos te mandan cariños y te quieren de vuelta… —sonó un ruido extraño –bien, ahora estamos solo las dos, Bella…alguien me llamo hoy…por eso me comunique contigo. —¿Quién? —Tu papá –me quede helada al escucharla. Me puse de pie y fui a ver a Edward con cuidado, el seguía concentrado en su computador. Fui hasta el baño y me encerré ahí. —¿Qué quería? —Sabes que día es este fin de semana ¿no? –rodee los ojos. —Ni me lo recuerdes, es su cumpleaños, tendré que pasar ese día con el…es el domingo creo. —Si…pero Bella ¿has hablando con él? —No ¿Por qué? —Suena extraño…no te sabría describir lo que es, pero me llamo la atención. —Si, quizás ahora encuentra una nueva forma de retenerme a su lado… —¿Qué? –olvide que Alice no sabía nada de Charlie. - 395 -

—No, nada, sabes que hablo estupideces cuando ese señor sale en los temas de conversación. —Bella… —dijo apenada. —No te preocupes, ahora dime ¿están todos bien por allá? —Si, como te dije, todos te extrañamos…te trate de contactar antes pero me fue inútil, no contestabas. —Mmm…estaba ocupada. —Me lo imagine –se rio descaradamente de mi –ten cuidado allá ¿si? —Si ¿oye? ¿están de fiesta? —Si, acá es mas tarde…ya es de noche. —¿Y se han juntado todos? —Si –bufe celosa de Alice. —Siempre se juntan cuando no estoy, comenzare a pensar mal. —No te preocupes que hemos pensado lo mismo, cuando vuelvas te estaremos esperando para que salgas con todos nosotros…ya que la ultima vez, Edward Cullen te acaparo solo para él. —Eso no volverá a ocurrir. —Bien, volveré con los demás porque estoy en la oficina de Emmett y no huele muy bien –comencé a reír ante la imagen de Alice en esa "oficina" –te quiero mucho. —Yo igual, nos veremos en unos días. Ambas cortamos y Salí del baño. Mire a Edward y él seguía escribiendo, conversando con Tanya. Baje a terminar mi café y comí unas tostadas que me preparé. Después de no ver respuesta de parte del vampiro ogro, me fui a dar una ducha rápida para vestirme y salir de la cabaña. —¿A dónde vas? –fruncí el ceño por la pregunta de Edward, debería saberlo. Lo quede mirando dudosa. - 396 -

—No me digas que de nuevo no me puedes leer la mente… —el miro hacia un lado enojado. Sonreí, comenzaba a entender muy bien esto de su don conmigo –iré a conocer un poco, salimos de aquí a las cuatro de la tarde y son las doce…quiero conocer otro lugar de la cabaña, nos vemos –Salí del lugar sin mirar hacia atrás. Sonreí a los metros de distancia que avance. Edward no podía leer mi mente porque él era quien se bloqueaba a mí, no yo a él o sino no tendría posibilidad de saber que pasaba por mi mente, ahora lo tenía más claro. Cuando era el Edward, solamente Edward normal tenía la capacidad de poder leer mi mente…por eso antes podía hacerlo sin dificultad ya que para él era una simple humana con la que tenía que tratar, pero por lo visto eso estaba cambiando, por algo salían los dos Edward a jugar, el ogro y el más humano. Me agradaba este último a pesar de que pudiera leer mi mente. Baje al lago por una escalera que estaba un tanto peligrosa porque estaba resbalosa, pero pude hacerlo solo con unas cuantas caídas, que mi ropa se ensuciara no me complicaba. Me termine sentando en una gran roca y mire hacia la cabaña, no se veía nadie, de seguro Edward seguía escribiéndose con Tanya. Dios…Edward…¿Qué haría con él? Podía seguir luchando para romper sus barreras y poder vengarme, pero luego esa idea era demasiado cruel aunque sea Edward el perjudicado, al final de cuentas la humanidad pagaría por romperlo de nuevo. Tampoco podía quedarme mucho tiempo cerca suyo, no tenía tiempo para que Edward dejara de ser un ogro y para ser sincera no tenía ninguna idea sobre qué hacer, hasta ahora solo estaba disfrutando de tener buen sexo y de poder saber curiosidades de él, pero nada más y no se me ocurría nada. Él no mostraba cambio alguno y tenia que se realista, algo me estaba pasando con él, algo que no era sano…por nada del mundo por todas las atrocidades que hizo conmigo estaban pasando a segundo plano y me estaba realmente gustando saber más de su vida, era como un estilo de adicción y creo que él lo estaba sospechando, porque solo me daba migajas sobre su vida, nada más. Avanzaba un paso hacia él, pero después se comportaba de tal forma que me hacia retroceder tres pasos. Edward era exactamente como la roca donde estaba sentada, frio como piel de serpiente, pero a pesar de saber que es así te quedas por la increíble vista que da hacia el lago, sin embargo, nadie se puede quedar mucho tiempo sobre esta roca exactamente como sucedía con Edward, tendría que pensar en alejarme, no me gustaba en la persona que me estaba convirtiendo por tratar de saber mas de él y no quería estar jugando al gato y el raton por mucho tiempo, que él pudiera leer o no mi mente no me agradaba, quería algo estable, no cambios cada cinco minutos como lo hizo ayer por la noche. Estuve por un largo tiempo recorriendo la pequeña playa de piedras tratando de encontrar alguna solución, lo que se me estaba haciendo muy difícil. Tuve que entrar a la cabaña cuando mi estomago me exigió comida. Edward ahora se - 397 -

encontraba mirando por la ventana. —Creo que deberíamos irnos antes de la hora estimada porque estamos perdiendo el tiempo aquí Edward, podrías arreglar todo con tranquilidad para la cena de hoy –el se giro y se apoyo en la venta. Su mirada estaba triste y lucia muy preocupado —¿Qué ha sucedido? —Nada, creo que tienes razón –se fue hacia el segundo piso, mis manos picaron al momento que paso por mi lado, deseando tomar su mano y preguntarle que demonios sucedía, pero no lo hice, no tenia porque comportarme de esa manera con él. Que se quedara él y sus demonios internos solos, yo ya no me quería mezclar con él porque mi cabeza no seguiría siendo afectada por sus problemas. Comí y luego arreglamos todo para irnos, ninguno decía nada mientras guardábamos la ropa en el bolso, ni siquiera un mirada y sinceramente deseaba con todo mi corazón mi reproductor de música que Edward había roto en el aeropuerto. Fui a dejar la llave a la recepción y me gire para dar una última mirada a esa cabaña que para ser sincera, tenía mis esperanzas de ver un cambio en Edward, a pesar de que lo hubo solo duro el mismo tiempo que una estrella fugaz. Suspire mirando hacia la ventana. Iba sentada en el lado del copiloto y tenía unos deseos inmensos de gritarle a Edward con toda la capacidad que mis pulmones me permitían, pero parecía el muro que nos distanciaba en vez de bajar…había crecido y no era mi culpa. —Tanya te mando saludos, al igual que Esme –rodee mi abdomen con los brazos, controlando los deseos de decirle que me importaba un comino. A esas personas no las conocía lo suficiente como para que su saludo me importara. Edward me miro por primera vez luego de un largo tiempo para fruncir el ceño molesto –No sé qué te pasa cuando bloqueas tu mente –mire hacia un lado, era mejor dejarlo con esa creencia a decirle la verdad. Creo que mi decisión sobre Edward ya estaba siendo tomada. —No lo sé –mi tono de voz demostró que no tenia ánimos de empezar una discusión, pero no pude evitar preguntar algo —¿Qué harías si un día te digo que me voy? –las manos de Edward apretaron con fuerza el volante. —¿A dónde te irías si ya estás en tu departamento? –me acomode en el asiento para verlo mejor ahora que había conseguido alguna respuesta de su parte. —Si me voy de Cullen Ltda. - 398 -

—Seguirías en Chicago…entonces seguirías siendo mía. —No…no entiendes ¿Qué harías si me voy para siempre de tu vida? ¿Si escapo? —¿Este es tu plan para escapar? Porque dudo que funcione ahora que me has dicho que deseas escapar. —¿Qué harías, Edward? —Te atraparía y no dejaría que salieras a ningún lado –fruncí el ceño. —Me secuestrarias de verdad esta vez –el asintió –pero no es bueno que hagas eso –el me miro confundido. —¿Específicamente en que momento me he portado bien contigo para que creas que debería seguir haciéndolo? –negué. Edward tenía un serio problema, en su interior. —No porque seas vampiro debes ser malo y sanguinario ¿Cómo Carlisle? El es bueno –Edward rio. —No conoces a Carlisle…y te recomiendo que no sigas diciendo que es bueno –fruncí el ceño. —Pero conmigo y mis compañeros de trabajo siempre lo ha sido… —Porque trabajan para él, son productividad para su empresa… —No te creo… —el levanto los hombros quitándole importancia. —No es como si me importara que me creas –tense mi mordida. —Deja de ser tan arrogante Edward…de verdad cansas de una forma asfixiante. —Entonces no preguntes estupideces, así de simple… —lo quede mirando y sin poder evitarlo mi mentón comenzó a temblar. —Estoy cansada de esto… —Ponto llegaremos a la estación… —mire hacia la ventana sin decirle nada más. El resto del viaje fue el peor que he tenido en mi vida. Trate de dormir para que - 399 -

pasara más tiempo pero no fue útil, menos cuando Edward iba al frente mío. Me sentía agotada como la vez que dormí por dos días, como si mi corazón ya no fuera capaz de soportar todos mis problemas más los de Edward, sentía que me iba a desvanecer en cualquier momento. Llegamos a Moscú luego de unas horas y ya había anochecido. Con Edward esta vez nos subimos a un lujoso automóvil que nos esperaba y no llevo al hotel Ararat Park Hyatt Moscow. Llevaron nuestras maletas hasta nuestras habitaciones. —¿Has pedido dos habitaciones? –me gire hacia él cuando nos dirigíamos hacia el ascensor. —Si ¿Por qué? —¿Qué sucede si tengo hambre a mitad de la noche? –enarque una ceja, siendo verdaderamente sorprendida por su pregunta. —Mmm no sé…déjame pensar ¡¿Por qué no vas a buscar alguien a la calle? –Dios, aunque me tratara de controlar era inútil evitar enojarse por culpa de Edward. Entre al ascensor murmurando maldiciones hacia él. Estúpido vampiro, él me quedo mirando y sonrió lo que solo provoco que me enojara aun más. —Lo siento, solo que no habías explotado hace bastante tiempo… —se rio suavemente lo que me dejo cansada. —Te encanta hacerme enojar, solo haces que me canse –me apoye en el ascensor con los ojos cerrados. Lo único que deseaba era dormir. —Recuerda que debes llegar a arreglarte para que vayamos a la cena amistosa que tenemos. —Lo sé ¿no me puedo excusar? No quiero ir, estoy muerta –la puerta del ascensor se abrió y nos fuimos hacia la derecha donde estaban nuestras habitaciones. —No, porque no me quiero aburrir –dijo entrando sin decir nada más. Entre agotada a mi habitación y fruncí el ceño al notar todos los trajes que habían cubiertos sobre la cama, pero deje de pensar en eso cuando note donde me encontraba. —Dios… —mire hacia atrás cuando sentí los golpes en mi puerta. Fruncí el ceño y fui a abrir. —No quiero estar ahí, es demasiado grande para mí solo. - 400 -

—Edward…esto es gigante… —con razón no habían muchas puertas de habitaciones en este piso. ¡Esto tenía hasta una sala! —Realmente pensé que eran más pequeñas, pero tienen jacuzzi…me he equivocado –me gire a verlo y estaba dejando su maleta sobre la cama. —Equivocado o no, vete a tu habitación porque ya la empresa la ha pagado –el levanto los hombros. —No me importaría devolver el dinero. —Edward, quiero descansar una hora para llegar a esa cena…¿me dejarías descansar, por favor? –el frunció el ceño. —No estaba pensando en seguir teniendo sexo, solo… —¿Qué? ¿me querías hacer compañía? ¿te sentías solo sin mi acaso? –reí ante la idea, pero al ver la expresión de furia de Edward quise que la tierra me tragara –Edward. —No, tienes razón…nos vemos pronto –se fue hacia su habitación sin decir nada mientras yo deseaba golpearme contra una pared. —Estúpida, estúpida, estúpida… Luego de darme cuenta de lo estúpida que había sido, porque por primera vez Edward llegaba a mi por si solo sin desear solo sexo lo que me tomo entender y arruine el momento, decidí en irme a dar un baño porque estaba muerta de cansancio y no deseaba ir a esa cena, pero siempre un baño de tina podía arreglar aquello. Estuve más de media hora en el agua rodeada de espuma y un olor increíble a lavanda, me encantó. Seque mi cuerpo y me puse una bata blanca. Fui a abrir los trajes que estaban sobre mi cama y abrí uno. —Edward… —dije negando. No era su maldita muñeca, pero debía admitir que ver esos hermosos vestidos me subió un poco el ánimo. Esta semana sería bastante agotadora. Luego de haber secado y arreglado mi cabello tomándolo por completo en un moño alto sin dejar caer ni un solo pelo, maquillando con cuidado mi rostro con tonos suaves, decidí ponerme el vestido negro que dejaba libre mi espalda y hombros, tenía una hermosa caída hasta cubrir mis pies. Me mire al espejo y negué, esto era demasiado para solo estar recibiendo el dinero de una asistente, Edward - 401 -

me debía un aumento por arriesgar mi vida sobre estos tacones. Llame hacia la habitación de Edward, pero no contesto por lo que decidí ir a verlo a su habitación. Cruce el pasillo y acerque mi oreja a la puerta, se escuchaban ruidos extraños. Fruncí el ceño molesta porque no quería ver otra sorpresa como aquella vez que entre a su oficina, pero no soporte la curiosidad y la abrí con cuidado. —Dios… —me acerque a Edward quien recién había pateado un mueble de ahí —¿Qué te sucede? –me quedo mirando furioso. —¡Nada! –grito, pero como impulso me acerque a él y tome sus brazos tratando de que no evitara mi mirada. —¿Cómo que nada? ¿Qué has hecho? –mire hacia los lados y note que había destrozado bastante la habitación –mírame…¿estas sediento? –el miro hacia otro lado, pero lleve mis manos a su rostro para que me mirara —¿Edward? –sus ojos estaban negros, aquí algo iba muy, pero muy mal si no era la sed lo que provocaba esto. —No me toques… —dio un paso hacia atrás mirando de una forma que provoco que mis brazos cayeran rendidos. —¿Qué te pasa? –el me quedo mirando con el ceño fruncido, pero no estaba enojado…lucia…dolido. —Te ves hermosa… —di un paso hacia él, pero Edward se alejo con rapidez –nos vemos abajo, de seguro ya están por llegar –lo mire verdaderamente enojada. —Edward…dime, no me iré de aquí hasta que me digas que está sucediendo. —Te puedo sacar… —rodee los ojos. —Basta –me acerque y comencé a arreglar su corbata que estaba sin el nudo. Abroche sus botones y él me quedo mirando en cada momento –dime que sucede ahora mismo, no puedes hacer como si nada pasa cuando has destrozado cada centímetro de la habitación, es imposible que no me preocupe. —No…no lo hagas, no por mí… —levante la mirada. ¿Dónde estaba el Edward que conocía? Su mirada estaba tan asustada que me dolió verlo de esa manera. —¿Están todos bien?...¿has herido a alguien? –trague saliva nerviosa. Él negó - 402 -

—¿es que tienes hambre? ¿Qué sucede? ¡Demonios, dímelo! ¡Confía aunque sea un poco, maldita sea! ¡sigo aquí y no me dices nada! —Bella… —Dímelo… —el dio un paso hacia atrás, aun con esa mirada que me preocupaba. —Adelántate, por favor… —No hagas esto…dímelo… —Nos vemos abajo, estoy bien… —se enderezo y su expresión de frialdad volvió en una fracción de segundo lo que de verdad me enfureció. Solo me gire y me fui de esa habitación, si Edward no confiaba aunque fuera un poco no era mi problema, yo había estado ahí ofreciéndole mi ayuda. Baje por el ascensor y me fui hacia la bar de restaurante que había en el primer piso de hotel. Espere mirándome en un espejo, pensando en lo enferma que tenía que estar para haberme preocupado tanto por Edward al verlo de esa forma ¿Qué le había sucedido? Era increíble como solo pareció un niño atrapado en algo que no podía controlar ¡demonios! Estúpido Edward que no me dijo que estaba pasando. Pasaron varios minutos para que Edward bajara y se fuera directo hacia donde me encontraba. —Ahí están –mire hacia donde sus ojos se dirigieron y pude ver a un hombre, que no era nada de viejo como me lo esperaba y dos mujeres hermosas, una de cabello oscuro y la otra de un rojizo increíble, ambas estaban a su lado. —¿Quiénes son ellas? —Sus…damas de compañía… —abrí los ojos como dos platos. —¿Qué me hace estar al lado tuyo en esta cena? –el frunció el ceño. —Mi asistente… —Eso espero Edward Cullen…no soy la puta de nadie. —Ten cuidado con lo que dices –se acerco de inmediato a mi oído –él es uno de los míos… —demonios. Mire y aquel chico de cabello rubio nos estaba mirando con una sonrisa y ojos completamente…negros. - 403 -

Chan chan chan...ok, debo admitir que este capitulo estuvo un tanto confuso, eso es para que vean que Bella y Edward estan volviendose locos jaja no, en realidad no, pero ambos estan siendo consumidos por lo que esta sucediendo. Bien, veremos quien es este vampiro y que noticias traera. ¡ok! como son tan lindas y ame sus comentarios se merecen un adelanto de inmediato: el vampiro se llama Ryle y una de sus damas de compañia es Victoria, quien es una tua cantante...llena de informacion donde habran muuuuchas cosas que se sabran y han estado como duda en sus cabecitas durante este tiempo ;D ¡Gracias por leer y comentar! PD: En mi perfil ya estan los dos nuevos fanfic que venian luego de rosas rojas y vuelve a mi. Entre los dos y la luna. Somewhere only we know. Recuerden que adelantos, fotos de los fanfic, trailer estan en mi facebook o en mi pagina ;D asi que espero que se pasen por ahi ;D y por ultimo les cuento que ya volvi a clases y con eso volvio mi inspiracion ¬¬ que prudente ¿no? xD

- 404 -

Chapter 33 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M por Lemmon

Capitulo n° 33 Nos dirigimos hacia Ryle Biers. Un hombre de veinticinco años que estaba llamando a Edward para hablar sobre sus empresas…si, plural. —Buenas noches –saludo Edward, estrechando la mano de aquel hombre y besando la mano de las dos mujeres que lo acompañaban. Maldito vampiro promiscuo. —Buenas noches –dije sonriendo. No quería estrecharles la mano a esas chicas porque no tenía idea a donde las tuvieron antes y sin duda no quería tocar la mano de un vampiro desconocido. —¿Cómo han pasado su tiempo aquí? –dijo Ryle. Lo mire sonriendo para que no sintiera la incomodidad que me estaba atrapando. Note su cabello rubio y un rostro realmente hermoso si no sabías que era un vampiro. Su acento ruso era sin duda notorio y le daba una especie de atractivo. —Hemos llegado hoy –dijo Edward muy serio. Asentí sin saber que tenía que mentir, el no me había avisado nada. Edward debería decirme cuando tenía que esconder información. —Lo sé, por eso pregunto. Creo que nadie deseara algo para cenar ¿no? –se rio de una forma bastante agradable para mis oídos. Todos sonreímos incómodos, ya que por mi parte necesitaba un gran plato de comida porque almorcé hace horas…y solo fueron unos fideos. —¿Isabella, deseas comer o beber algo? –me pregunto Edward, lo que me hizo dudar si estaba leyendo mi mente. —Agua…sería lo mejor –el asintió de tal forma que me dio a entender que su pregunta había nacido de verdad. —¿Agua? –llamo mi atención Ryle –eso no es aceptable, si esto aun no es una - 405 -

comida de negocios…es para conocernos mejor –levanto una mano y dos segundos después llego un garzón. —Tráigale un Martini a las señoritas –alcohol sin comida no era una excelente idea. Mire a Edward y el frunció el ceño enojado. —No –dijo Edward –dos Martini y un Lagoon Green, por favor –el garzón asintió y Ryle miro a Edward. —Interesante… —las chicas se miraron entre ellas ante la respuesta de Ryle. —Muy bien, entonces…deseas que Cullen Ltda. Apadrine tus empresas ¿no? —Si. —Bien, pero creo que debes esperar algunos resultados como para elegirnos entre tantas empresas que hay, sobre todo aquí en Rusia –Ryle levanto los hombros. —Veamos…necesito conexiones con América, así de simple, ustedes son buenos…me lo han recomendado y que se haga el trato…esta reunión no es precisamente para hablar de negocios, quiero ver la cara de quien le cortara la cabeza a mi empresa…o le dará alas –al mirar mejor a Ryle, el tipo parecía un mafioso. Con su traje blanco y su mano derecha sobre la pierna de la mujer de cabello rojizo me dio un mal presentimiento. Trajeron mi trago y el de las dos mujeres que sonrieron. —¿Qué esto, Edward? –el me miro, pero antes de responder lo hizo Ryle, lo que me desagrado. —Vodka, crema de coco, leche condensada, hielo y marrasquino verde –volví a mirar a Edward. —¿Edward? –incline mi cabeza hacia la izquierda esperando una respuesta. Me sorprendió que él me quedara mirando sin decir nada por unos segundos. —Te gustara, pruébalo –tome la copa y bebí un poco. —Es rico… —mire a nuestros acompañantes. Las chicas se miraban entre ellas y Ryle miraba a Edward. —Te lo dije… —él se movió incomodo y miro de nuevo a Ryle. Desde ahí comenzaron a hablar sobre las ventajas que tendría aquel ruso por estar bajo la - 406 -

tutela y guardia de Cullen Ltda. Lo que hizo que varios tragos siguieran llegando uno tras otro, realmente exagero, llegaron dos más luego del que me tome, pero mis ojos estaban comenzando a pesar. —Si me disculpan –me puse de pie para ir al baño. Aquellas chicas me miraron y copiaron mi movimiento, supongo que todas iríamos al baño. Apoye mi mano en el hombro de Edward, quien me miro, por un segundo su mirada de dolor volvió a sus ojos –voy y vuelvo… —el asintió para seguir hablando con Ryle. Segundos después entre al baño junto con aquellas mujeres que me miraban sonriendo. —Mi nombre es Lara –dijo la rubia. —Victoria –dijo la de cabello rojizo. —Isabella Swan –no tenía la menor idea de que ellas hablaran mi idioma –un gusto –pase directo al baño porque necesitaba orinar. Minuto después Salí y Lara ya no estaba —¿Dónde está Lara? —Ha vuelto… —asentí y lave mis manos —¿Cómo lo has hecho? –la mire sin entender. —¿Hacer qué? –tome un poco de papel y seque mis manos. —Que él te mire así…eres la tua cantante del vampiro Edward… —la mire incomoda. —¿Y eso tendría que respondértelo porque? —Yo soy la de Ryle… —bote el papel y la quede mirando. —Bien ¿de qué me estás hablando? —¿Cómo es que estas a solas con él?...Ryle esta con otras mujeres –enarque una ceja. —Edward y yo no somos pareja…solo es algo beneficioso por un tiempo –ella me miro triste. Lucia bastante preocupada, suspire negando –se lo exigí… —ella me miro curiosa. —¿Exigir? —Si…el estaba con otras mujeres, pero le dije que si seguía haciéndolo no iba a - 407 -

pasar nada mas entre nosotros –sentí como mis mejillas se sonrojaba. Estar hablando de sexo con una extraña, no era nada cómodo. —¿Y él acepto? —Por algo estoy acá –ella asintió –ahora que estas preguntando ¿Por qué se quedaron mirando cuando Edward pidió mi trago? –sonrió nerviosa. —No es nada del otro mundo, solo que nos sorprendió que él se preocupara que te gustara el trago…yo odio el Martini… —fruncí el ceño. —¿Y porque no te vas de su lado? Por lo que me dices Ryle no te trata muy bien –ella asintió. —El es dulce a veces… —muy bien, no era la mejor en esta conversación, ni la más adecuada. —¿Supongo que lo que me estás diciendo es porque él es un verdadero perro generalmente? –ella suspiro y sus ojos se llenaron de lagrimas. Saque de aquel papel tan suave que había en el dispensador y se la pase antes que su maquillaje se arruinara. —Es como…bruto ¿así es la palabra? —¿Te pega? –la mire sorprendida. —Cuando lo hago enojar solamente –abrí los ojos sorprendida, pero luego me sorprendí mas cuando me di cuenta que Edward igual…el igual me había…golpeado al principio, aunque dudo que sea la misma forma que a Victoria. —Él también lo hizo conmigo, fueron unas dos o tres veces…nunca más luego de que durmiera por dos días –dije sonriendo. —¿Ya pasaste la primera fase? –dijo sonriendo de forma muy tierna —Yo aun no…él no sana sus mordida con su ponzoña –una mujer entro al baño interrumpiéndonos. —Tú y yo vamos a conversar –tome el brazo de victoria y doblamos hacia donde estaba el pub, donde habían varios sofás con un hombre que tocaba el piano de una forma increíble —¿Qué has dicho? –pregunte cuando nos sentamos. —La primera fase, la ponzoña pasa a tu cuerpo…en la tua cantante el cambio es - 408 -

más prolongado… —Mierda… —dije sin evitarlo —¿Cuántas fases son? —Tres..¿estas bien? –dijo preocupada ante mi rostro. De seguro ahora estaba pálida como un papel, respiración agitadamente y ahora tenia ganas de vomitar. —Tranquila…. –dejo su mano sobre la mía. Tuvieron que pasar minutos para buscar algo con que olvidar lo que ella había dicho…tenia que sacarle mas información —¿El te trata bien? —No es un príncipe azul, no tienes nada de que envidiarme… —ella lucia muy afligida —¿Por qué no te alejas? –sonrió triste. —Esa misma pregunta te puedo hacer a ti… —Yo lo hare…solo que aun no es el momento. —No puedes –sus ojos me miraron sorprendida. —Eso le haría daño –enarque una ceja. —Lo dudo, el es muy fuerte… —Pero ustedes…ustedes se miran como si se am… —Alto… —levante una mano para que se callara –mira, no confundas las cosas, además tu no sabes nada ¿Cómo te has enterado tanto de esto? —Mi madre fue una tua cantante…dejo a mi padre por irse con un vampiro –demonios…¿esto era mas usual de lo que lucia? —Dime ¿Qué mas sabes? Yo no estoy rodeada de personas que están con vampiros –ella asintió. —¿Sabes porque su libido sube mas cuando estamos cerca tanto para él como para nosotras? —¿eso sucedía? Bueno…Edward no era bueno controlando sus manos cuando estaba a mi lado. Negué respondiéndole –es porque cuando están con nosotras se sienten más completos, la maldición o bedicion de ser una tua cantante va mas allá del vampiro y el o la humana es una parte muy importante para poder seguir por una eternidad…tu eres mas importante de lo que te imaginas, esa es una de las razones de las porque no puedo alejarme de Ryle –trague saliva. Todo lo que - 409 -

me había dicho me dejo helada por completo. —Me estoy confundiendo…¿estas diciendo que Edward me necesita? —¿Qué propósito tiene el beneficio de la eternidad si estas solo? Tu creador tiene el vinculo con su pupilo, pero es mayor el vinculo que existe cuando el creador por fin encuentra a aquella persona que es su aroma favorito…desde ahí el vampiro no puede volver a convertir a alguien más –la mire en shock ¡Dios santo! ¡Esta mujer me estaba dando mas información de la que he recibido en todos estos meses! —¿Y que sucede si la tua cantante lo deja? ¿Qué sucede si la mata? Hay mas de una…Edward mato a la primera –ella frunció el ceño. —Dios…¿la asesino? —No se dio cuenta, recién había sido convertido…era un neófito… —ella me miro apenada. —Siempre hay solo un aroma para el vampiro… Ryle tiene unos 7 años de vampiro, usualmente nos encuentran temprano. —Imposible, Edward ya mato su aroma anterior…y yo soy su tua cantante… —ella asintió. —Los aromas van relacionados con el alma de las personas, ese estilo de pureza…alguien que es bueno y comprensivo –la mire extrañada. —Créeme, ya no queda nada de esa Isabella…pero explícame sobre las dos tua cantante –ella negó. —No hay dos tua cantante. —¡Pero Edward mato a la anterior! —No hay dos –rodee los ojos. Estúpida rusa –quizás hay una en diferentes tiempos… —mi garganta se seco al escucharla. —Eso es imposible. —Si y los vampiros no existen…para el resto de la humanidad… —Dios…Edward tiene que estar equivocado conmigo –apoye mi cabeza sobre mis - 410 -

manos. —Muy pocos vampiros entienden sobre que se trata la tua cantante, por eso es una relación un tanto…enfermiza…te quedas al lado de él siendo que te trata mal, pero sabes que algo tiene que suceder que cambie su forma de ser, ellos son todos brutos como vikingos que toman cualquier animal y creen que es de su propiedad…sobre todo los vampiros antiguos… —y Edward era una momia –supongo que te han dicho muchas veces "Eres mía" –asentí –bueno, literalmente eres suya…ya que después que estas marcada, no puedes ser tocada por ningún vampiro…sin embargo como dice en los libros, la entrega que tiene la tua cantante hacia el vampiro es lo que la hace realmente "suya" —¿Libros? –la mire sorprendida. —Veras…vengo de una larga línea de generaciones tua cantante…los hombres de las mujeres de mi familia no son nada felices que digamos. —¿Qué sucede con los rusos? –dije sorprendida. —Los vampiros son originarios de aquí… —la mire asustada –podría prestarte algunos para que sepas mas sobre… —¿Hay algún problema? –los ojos de Victoria se abrieron sorprendida y yo quede helada. Me gire y mire a Edward quien estaba mirándome un tanto enojado. —¿Es que tendría que haber un problema porque estoy hablando con alguien? —Se han demorado de volver… —Veras que no estamos en el baño ¿no? –el frunció el ceño. —Vamos…no puedes estar sola como si nada aquí en Rusia –Victoria asintió y se puso de pie. Rodee los ojos y tuve que irme detrás de los dos, pero antes de irnos con Ryle tome con rapidez el lápiz que tenía un garzón en su camisa, lo mire y le guiñe un ojo, el sonrió de inmediato, pero escondí el lápiz antes que Edward mirara hacia atrás y viera con ojos asesinos al garzón. Estuvieron hablando de hablando un poco mas de negocios y todo termino hasta mañana. Edward se comenzó a despedir de Victoria y Lara, mientras yo me despedía de Ryle. —Lavanda… —dijo sonriendo. Edward lo quedo mirando con verdadero odio lo que - 411 -

aproveche para despedirme de Victoria y escribir el número de mi celular antes que nos descubrieran. Ella asintió y todos nos separamos para irse por sus caminos. Con Edward nos fuimos al ascensor en completo silencio, hasta que entramos y nos quedamos solos. —Veo que hablaste con Victoria. —¿Cuánto escuchaste? —¿Cuánto crees que escuche? –lo mire enojada. —No me gusta que me escondan información Edward y lo has hecho muy bien…eres un excelente mentiroso, felicitaciones –el me miro frunciendo sus labios. Sus ojos estaban negros. —Es algo complicado. —Hijo de puta ¡¿Fase uno? ¿Es en serio? ¿me estas convirtiendo en uno de los tuyos sin mi consentimiento? —Te dije que eras mía… —¿No escuchaste la ultima parte de lo que dijo Victoria? Nunca voy a ser tuya Edward –las puertas se abrieron y Salí rápidamente de ahí porque mientras le discutía me estaba concentrando mas en sus labios que en lo que estaba diciendo. —¡Isabella! –grito antes que entrara a mi habitación. Me gire y lo quede mirando. —Ya sé muy bien lo que te estaba pasando horas atrás y porque puedes y no puedes leer mi mente –él se acerco a mi por lo que no quise quedarme atrás y avance hacia él –es tu puta conciencia la que no te deja tranquilo "No te preocupes, no por mi" no te mereces ni siquiera que te dirija la palabra Edward…eres un maldito cerdo, me pudiste haber dicho algo…¿ahora tengo alguna solución? ¿Fase uno? ¿Me estas jodiendo? —Edward quedo mirando mi boca cuando me quede en silencio –debes revertirlo o no beberás de mí otra vez en tu infeliz vida –mire sus labios que se entreabrían para decir algo, pero no formulaban palabra alguna –Y no te atrevas… –dije ahora susurrando con mis latidos mas acelerados –a bes… —tarde. Tomo mi rostro en sus manos y llevo sus labios a los míos. Empujándome hacia mi habitación mientras su lengua jugaba con la mía. Al entrar me tomo desde el trasero y me levanto para que rodeara mis piernas en su cadera, lo hice con dificultad por culpa del vestido, pero me sentó en un mueble donde había dejado un poco de ropa. - 412 -

Edward saco mi vestido rompiéndolo desde la parte de mis pechos hasta el final. Lo quede mirando sorprendida, pero después me desconcentre al sentí su mano contra mi pecho y sus labios contra los míos, provocando que mi cuerpo comenzara a arder por sentirlo. Gemí suavemente cuando tiro de mi labio inferior en un beso mientras se deshacía de mis bragas y me queje cuando sus caricias en mis senos eran mas bruscas. Apoyo su cabeza en mi cuello besando aquella zona mientras su mano desabotonaba su pantalón liberando su erección, aproveche aquel momento para poder sentir su cabello que me encantaba. —Isabella… —dijo cuando toco mi entrada con su miembro. Rodee su cadera con mis piernas y luego entro en mi cuerpo. Me queje cuando salió de mi cuerpo para volver a entrar con fuerza. Sus embestidas comenzaron a provocar que mi espalda chocara contra la pared al mismo tiempo que el mueble lo hacía. Edward seguía apoyando su cabeza en mi cuello sin poder ver su rostro. —Edward… —me queje cuando sentí que mi cuerpo iba a estallar en llamas por las arremetidas de él, que me dejaban esta vez una sensación extraña, exactamente como había sido todo este momento. Arque con fuerza mi espalda al sentir como aquel fuego que se concentraba en mi vientre era liberado por completo llevando a Edward a su propia liberación. Mi respiración estaba fuera de control y Edward seguía apoyado sobre mi hombro, eso solo provocaba una mezcla de emociones que no podía identificar. —Ya has obtenido lo que deseabas –lo empuje para que separara de mi –Victoria me explico lo que significaba esto para ti, ya lo has hecho…aléjate –el levanto su cabeza y me miro. Sus labios se entreabrieron para decirme algo, pero solo fue la intención porque no dijo nada. Simplemente se separo de mí, se arreglo su ropa y se giro para desaparecer por la puerta. Demonios, este no había sido uno de mis mejores días. Espero que mañana cuando llame a Victoria sea un poco mejor.

Hola pequeñas mariposas! Que emocion que les ha gustado el apitulo anterior, estan tan bipolares como Edward jajaja entre odiarlo y amarlo. Bueno esperemos que les siga gustando el fic, espero que ya nos dirijamos hacia la recta final ;D jajaja falta un poco asi que no se estresen jajaja Espero que esten muy bien pequeñas lectoras y gracias por leer :D ¡se me olvidaba! sé que Edward ha hecho cosas terribles y que apenas muestra ciertos momentos de cambio, pero no necesito que indiquen como debe ser mi historia, si no les agrada pueden dejar de leerla. Esto va por ciertos comentarios que he recibido. No puedo tener a todas las lectoras - 413 -

contentas :S Adiosin

- 414 -

Chapter 34 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M +16

Capitulo nº 34 Con un poco de suerte había dormido como cuatro horas. No me podía quedar tranquila en la cama y solo quería cruzar el pasillo para ver a Edward e interrogarlo por todo lo que Victoria me había dicho, pero en este tiempo había conocido a Edward y estaba segura que si lo hacía no me iba a decir nada y hasta quizás terminaríamos haciendo otra cosa, así que no me quedaba más que solo esperar a que pasara el tiempo para esperar que Victoria me llamara. No salí de la habitación ni siquiera para poder tomar desayuno porque estaba segura que me encontraría con él y no lo deseaba ver en estos momentos, estaba segura que si yo no salía de aquí no lo iba a ver, Edward no tenía cara para poder ver la mí y mi seguridad estaba en su mirada y la actitud que tuvo ayer en la noche. Luego de tratar de matar tiempo haciendo nada, rezar para que Victoria me llamara…y ciertamente alguien me escucho porque eran alrededor de las cuatro de la tarde cuando mi celular sonó y era cierta tua cantante de nacionalidad rusa que estaba apresurada por verme porque no tenía mucho tiempo, así que me indico a donde me pasaría a buscar para que conversáramos sin ser interrumpidas. Tome mi abrigo y mi bolso para salir rápidamente de la habitación, pero me lleve la sorpresa de que al abrir la puerta me encontré con cierto vampiro traicionero y maldito al frente de mi puerta, apoyado en la pared con sus jeans negros y camiseta negra, provocando que me sorprendiera por lo informal y guapo que se veía. —¿Dónde crees que vas? –fruncí el ceño ante su tono, no era el de siempre, no estaba siendo autoritario. —Tú ni te atrevas a dirigirme la palabra que ahora espero poder encontrar una solución para que esa estúpida fase que has provocado para que me convierta en vampiro se revoque y si tienes algo de decencia me dejaras ir… —Isabella yo… —No –lo interrumpí –has pasado los limites Edward, ni siquiera quiero escuchar tu - 415 -

argumento, no quiero ver siquiera tus ojos y no quiero que me vuelvas a morder más en tu vida…me has privado de todo el curso de mi vida y lo único que te estaba pidiendo era información y no fuiste capaz de dármela…ya ni siquiera puedo pensar en un insulto para ti porque todo se hace poco, así que si quieres que te vuelva a dirigir la palabra no intentes detenerme… —el dio un paso hacia mí. —¿Sabes que te puedo detener cuando lo desee? –rodee los ojos. —Ni siquiera te atrevas a usar tu tono autoritario conmigo he borrado todo susto o lo que sea que te tenia…así que basta, ni creas que me vas a intimidar una vez más, no lo vales –me fui hacia ascensor y me sorprendí al notar que él no me detuvo, solo se quedo mirándome sin decir nada, no me atreví a ver sus ojos porque me arriesgaría a compadecerme si era así el caso. Salí del hotel sorprendentemente sin la sensación de triunfo en mi corazón, me sentía mal y no era por Edward, sino que era todo lo que estaba sucediendo en mi vida en estos momentos, no era algo que estuviera en mis manos ahora. Lo que había dicho Victoria sobre la conversión, Edward convirtiéndome en vampiro de a poco sin mi consentimiento era algo que nunca pensé que el podría llegar a hacer. Me dirigí las cinco cuadras hacia el norte como Victoria me había indicado y me alegre de verla en la esquina, porque pensé que me perdería, gracias al cielo no fue así. Ella ahora lucia más linda que ayer, su cabello largo con onda cobrizas brillaban bajo el sol, llevaba unos jeans tubo de color negro, una camiseta blanca con un diseño negro en ella, sus tacos negros eran alto y su cartera también negra la hacía ver como esas chicas que ves en la televisión y además me hacía sentir que estaba muy abrigada para la ocasión pero a diferencia suya yo no pasaba una primavera tan helada como esta, a pesar de que ya pronto seria verano. —Victoria. —Isabella –dijo ella sonriendo tiernamente. Me preguntaba con lo poco que la conocía como ella podía soportar a Ryle –acompáñame –nos fuimos de aquella esquina para llegar a un café que lucía increíble, era un tanto rustico…más hogareño. Con victoria entramos y nos sentamos en la mesa más alejada, en una esquina del lugar. Me saque mi abrigo y deje mi bolso al lado mientras Victoria pedía nuestros cafés, hace tanto tiempo que no hacia esto que me sentía bien en este momento. —Muy bien… —dije luego que la camarera se fuera. Ella asintió y saco tres libros pequeños de su cartera, eran fotocopias. —Esto es lo que necesitas, me he dado el atrevimiento de sacarles copia para que - 416 -

te los lleves y los tengas para ti sin preocupaciones de devoluciones ¿sí? –sonreí agradecida ante este hecho. —Muchas gracias, de verdad me tomara un tiempo todo esto –ella asintió. —Es un tanto complicado, pero estoy segura que al final Edward te ayudara a entender todo aun mejor, como lo hizo Ryle –fruncí el ceño. —¿Él te explico todo? —No todo, pero las partes que no entendía… —¡demonios! Ryle era un perro con ella pero aun así le dijo la información básica de lo que estaba sucediendo —¿Hace cuanto que estas junto a Edward? —Querrás decir hace cuando tiempo que me secuestro –ella fruncí sus labios. —Lo siento –asentí. —No debes, respondiendo a tu pregunta ha sido –quede pensando desde hace cuando que estaba con Edward….perdón, hace cuando tiempo que tenía la obligación de estar con él –más de dos meses. —¿Y no te ha dicho nada sobre lo que sucede contigo y él? –negué –ya veo…eso es triste, usualmente cuando el vampiro secuestra a la tua cantante…créeme que pocas se han ido con ellos por voluntad propia, la forma de arreglar toda la situación o por lo menos ayuda, es que la informen sobre lo que sucede, como su cuerpo, mente y hasta alma reaccionan ante su aroma favorito –no pude evitar reír ante lo que ella dijo, lo que la molesto levemente. —Créeme, Edward no tiene alma… —¿Qué edad tiene? –sentía como si Victoria fuera una psicóloga o medico sobre vampiros, lucía una experta en el asunto. —Más de mil quinientos años…. –ella se sorprendió. —Es extraño que él te haya encontrado tan tarde ¿Cómo ha sobrevivido solo durante este tiempo? –sonreí. —Se las ha arreglado muy bien teniendo a todas estas humanas para satisfacer sus necesidades –esas eran palabras de Edward, no estaba mintiendo. - 417 -

—Aun así, eso no importa…la soledad que se debe sentir –dijo pensativa, reflexionando sobre el tema –aquello no es soportable si no tienes un motivo para sobrevivir… —No conoces a Edward, es como una cucaracha, no se rendiría para sobrevivir aunque le cayera una bomba atómica sobre su cabeza. —Debes tener claro tus sentimientos hacia él Isabella porque la tercera fase no se cumplirá si no te entregas –fruncí el ceño molesta, ella estaba muy segura de que yo seguiría con Edward hasta el final de todo esto. —¿Me explicas eso de las fases? —ella asintió. —Son tres, no importa en qué momento comience esa es decisión del vampiro, la primera luego de tener cierta cantidad de ponzoña en tu cuerpo comienza a acabar de a poco con tus células humanas, solo algo leve, es una preparación para el gran y doloroso cambio. —¿Doloroso? —Si, imagínate que cambiar la estructura celular de tu cuerpo ¿crees que eso no dolería? He escuchado que es como estar en el infierno por tres días –abrí mis ojos sorprendida, mi estomago se revolvió ante la idea –tu cuerpo está ardiendo a altas temperaturas para que luego renazcas, siendo un nuevo y poderoso ser, que a diferencia de tu creador, quien solo tuvo una mordida y despertó solo, tu tendrías a Edward para siempre…la entrega total que se ven en la tercera fase es la que provoca que él se entregue por completo a ti, prácticamente besa el camino por donde caminas… —soporte las ganas de reír al imaginarme a un Edward devoto. —Ya veo…una pregunta ¿tú has visto este cambio y todo lo que estás diciendo? –ella asintió. —Como te he dicho, vengo de una familia de tua cantantes… —Me pregunto que tendrá tu ADN para que todas ustedes tengan el aroma de un vampiro. —No es ADN Isabella, sino mas bien alma…tú tienes que tener a alguien de tu familia que sea la tua cantante de alguien, no es tan usual ver que una persona por si sola sea el aroma de un vampiro… —pensé en mi madre, pero estaba segura que el amante que tuvo durante unos años, por el cual dejo a mi padre no era vampiro y menos por su nuevo esposo con el cual llevaba unos años, quien era más joven que - 418 -

ella. Sin duda Phil no era un vampiro. Evite seguir pensando en ella, no era la mejor madre del mundo como para estar recordándola. —Interesante…pero tengo una duda…¿Qué sucede en la segunda fase? —Es muy parecida a la primera, pero no duermes solo un día…caes a la inconsciencia por una semana. —¿Una semana? –mi sorpresa no pudo ser evitada. —Si…veras, que un vampiro te saque sangre muy seguido y mezcle su veneno con el resto de sangre que te queda no es muy bueno para tu cuerpo… —He estado tomando vitamina B12 –aquello me ayudaba por la pérdida de sangre. Ella sonrió de forma tierna de nuevo. —Eso no te ayudara al final del proceso, solo te mantiene durante el tiempo que te estén sacando sangre –fruncí el ceño. —Pero si me llego a convertir ¿mi aroma no desaparecerá? –negó muy seria. —Ni por asomo, es más, se concentra, lo que te hace más apetecible… —Pero mi sangre no es la misma que antes. —No…pero sin embargo corre de esta por tus venas. —Alto –dije sin entender –no soy una genio de la biología ni nada por el estilo, pero ¿Cómo demonios voy a tener sangre en mis venas si me han convertido en un vampiro que es un muerto caminando? —Por la ponzoña, el veneno que está dentro de la saliva…u otros fluidos de los vampiros –la mire aun mas sorprendida. —Me estas tomando el pelo –ella negó. —Como habrás notado la ponzoña sana tus heridas –asentí –pero luego de cierta cantidad comienza a cambiar tu estructura celular, luego lo hace por completo y comienzas a producir ponzoña…la que funciona gracias a la sangre de animal, no te drenan por completo para convertirte, sino que utilizan tu propia sangre como puente para convertir tus células. - 419 -

—¿Animal? –Victoria asintió –quieres decir humanos. —Sí, los humanos somos animales, como también las vacas, los perros, los pumas, lo leones y podría estar horas nombrándolos, pero la única diferencia con nosotros es el raciocino y eso que a veces nos comportamos como si no lo tuviéramos. —Entonces los vampiros pueden beber de los animales –ella asintió nuevamente –esto es nuevo, pero porque prefieren la de humano… —Simples razones, está cerca, tienen más emociones y no deben matarlos… —¿A los animales si? —Así es…veras, los humanos estamos a su alcance todos los días, nuestro flujo sanguíneo aumenta cada vez que tenemos alguna emoción que provoque un desequilibrio en nuestra forma de respirar…eso cambia la textura de la sangre ante el paladar del vampiro, los animales comunes y silvestres deben ser asesinados de inmediato, no se dan ni cuenta de lo que les sucedió…por lo que el único cambio que tienen los vampiros es la especie de la que se pueden alimentar. Y por último a nosotros solo nos sacan sorbos, provocan que nos decaigamos, pero nada más…excepto a las tua cantante, una chica común y corriente no es mordida todos los días por un vampiro que mezcla su ponzoña con tu sangre para que al final no termines con una anemia o leucemia… —Entonces Edward además de mezclar su ponzoña con la mi para convertirme…lo hace para que no tenga ninguna patología sanguínea ¿no? –ella asintió –Dios mío….sabes demasiado —fue lo único que pude decir ante esa bomba de información. —Soy médico –la mire sorprendida –estaré bajo el mando de Ryle pero no deje mis sueños por él, sabía que sería difícil, pero en ese tiempo era aun menos importante para el que le dio lo mismo, ahora no le gusta que trabaje pero no tiene opción…y ayer –se acomodo mejor en el asiento –hizo lo que tú me dijiste –la mire asustada. —Yo no te dije nada. —En fin…le exigí que no siguiera mezclándose con otras mujeres y que no se atreviera a tocarme de nuevo porque iba a estar en serios problemas… —¿Y qué hizo? —Primero me pidió explicaciones del porque de este cambio y luego terminamos - 420 -

haciendo el amor sobre la mesa de la sala –gracias al cielo que la camarera llego con nuestro café y pedazo de torta en ese momento, porque si hubiera sido antes lo hubiera escupido tras atorarme ante lo que dijo Victoria, no necesitaba saber tanto. —Bien por ti… —la camarera nos sirvió y se retiro –Muy bien –tome un poco de mi café –me has dicho la parte normal que debe suceder entre la tua cantante y el vampiro, pero ahora quiero saber más…¿Qué pasa cuando ella lo abandona? –Victoria me quedo mirando unos segundos sin decir nada. —¿Eso harás? —Lo más probable, dime que sucede… —ella se veía mal por estar diciéndome esto. —Veras, ayer estuve pensando en tu situación con Edward…y siento que su actitud tan cerrada contigo es por lo que sucedió con su antigua tua cantante, la encontró muy pronto y no se resistió a acabar con su vida bebiendo sin poder detenerse… —¿Y? —Cuando un vampiro pierde a la tua cantante, el debería desaparecer con ella…nunca he sabido del algo así, pero asesinarla debe ser aun peor…Edward debe estar desgarrado por dentro Isabella. Alejarte del vampiro afecta tanto a este como a ti, no es algo que de verdad se pueda hacer, jamás lo he visto y…no se si sea posible, creo que deberías odiarlo realmente como para herirte a ti misma para herirlo a él –fruncí el ceño, esta parte de la historia no la sabia y no me agradaba. Inoportunamente mi celular comenzó a sonar, lo tome con rapidez y me sorprendí al ver de quien se trataba. Fruncí el ceño y corte para después apagar el celular —¿Edward? –negué. —Nadie importante –a menos que te llevaras bien con tu padre seria una llamada importante. —Bien, entonces tengo la idea de que perdió parte de él al matarla… —Pero me has dicho que no puede haber más de una… —Sigo pensándolo…pero ¿Qué sucede si esa alma o espíritu volvió a nacer? –rodee los ojos, ahora esto se estaba volviendo estúpido. —No creo en eso. - 421 -

—Tampoco creías en vampiros… —Esa justificación no sirve para todo Victoria –ella sonrió ante mis palabras. —Es la única respuesta que encuentro…deberías preguntarle a Edward como era ella…aunque sea físicamente… —No podría hablar eso con él…realmente no estamos hablando en este momento –ella se removió en su puesto. —Lo arruine, no debí hablar –sonreí. —¿Estas loca? Si no fuera por ti ahora estaría convirtiéndome en vampiro sin darme cuenta. —Eso no es lo correcto… —ambas nos quedamos pensando sin decir nada, cada una en su burbuja de problemas que era la vida. Después solo nos concentramos en hablar sobre cada vampiro y realmente Victoria era una gran mujer, soportar todo lo que hacía con Ryle porque sabía que sería retribuida al final…era algo que jamás haría, aunque estuviera segura de que Edward terminara besando el piso por donde camino…habían limites que él ya estaba a punto de pasar o ya los había pasados. —Bueno, ha sido un gusto hablar contigo, espero verte pronto –ella asintió y me dio un beso en la mejilla de despedida –hoy es la "cena" con los demás empresarios, también esta Ryle. —Sí, no sé si venga claro, no me gusta estar escuchando como hablan de negocios es realmente aburrido, pero podríamos irnos un tanto alejadas para conversar otro tiempo ¿si? —Eso seria genial… —Entonces nos vemos Isabella –le hice una seña de despedida. Cada una partió hacia caminos diferentes. Volví al hotel sumergida en ciento de pensamientos que me estaba partiendo la cabeza en dos, Edward me estaba volviendo loca. Al llegar a la habitación no me sorprendí al ver a Edward en la cama mirándome como si estuviera preocupado de lo que me había enterado, si fuera él también lo estaría. Me saque el abrigo y deje en el perchero junto con mi bolso. —¿Qué deseas? –me apoye en el mueble que estaba al frente de él. Quería que él me dejara sola para poder leer los libros que Victoria me había dado. - 422 -

—Estoy esperando tus gritos –levante los hombros quitándole importancia a esto, ya no daba mas para seguir soportando esta situación. —No habrá gritos, te puedes retirar… —Edward frunció el ceño. —¿Me puedo retirar? –asentí –dime de qué te has enterado… —suspire cansada, como dije antes Edward estaba acabando conmigo. —Solo te diré que no beberás más de mi sangre y no me obligaras… —Creo que eso lo puedo decidir yo. —No, no puedes y deja de compórtate como un cerdo…no lo soportaría ahora, solo quiero que pase esta semana luego para llegar a mi casa, con mis amigos… —Muy bien –se puso de pie un tanto molesto por lo que dije. —Debiste decirme lo de la primer tua cantante, no me dijiste que solo había una ¿Qué hago yo aquí? ¿estás seguro que mi aroma te atrae? –Edward sonrió curvando sus labios de manera que me dio escalofríos y no por el miedo. —Estoy bastante seguro… —negué, esto no podía ser cierto. —Es imposible ¿entonces la anterior no te atraía? –el me quedo mirando sin decir nada. —Si lo hacía, por eso bebí hasta asesinarla –note como tenso su mandíbula al hablar de Samantha…ella había sido su primera tua cantante. —Dime como era… —No tengo por qué decirte eso. —¿No tienes porque…? ¡Dime ahora mismo como era! –él negó y se dirigió hacia la puerta, pero no lo deje irse, me fui con rapidez hasta esta y me gane ahí con los brazos abiertos para que no la abriera. —Te puedo sacar de ahí en menos de un segundo. —No te atrevas…dime Edward o empeoraras todo aun más… —trague saliva y el negó. Aquello provoco que mi sangre hirviera como si lava corriera por mis venas. Lo empuje con todas mis fuerzas y comencé a golpear su pecho —¡Te odio!...no eres - 423 -

capaz de hacer nada ¡solo escondes información! ¡Dime como era ella! ¡Dímelo! –seguí golpeándolo, Edward no hacía nada más que quedarse ahí, pero sentí como mi cuerpo se debilitaba por la impotencia que sentía al golpear a Edward y no causarle ni un poco de dolor. Mis piernas no soportaron mi peso y antes de que cayera el me tomo entre sus brazos para después llevarme en estos hacia la cama –suéltame… —trate de empujarlo y alejarlo, pero me sentía tan débil –no me dormiré…no harás que me convierta, jamás haría algo así por ti –la expresión de Edward cambio en una fracción de segundo, su ceño fruncido desapareció. —Entiendo…es una lástima que no tengas opción –me dejo en la cama y se fue hacia la puerta –y ella tenía tus ojos –su voz era ronca, estaba molesto —nada más…No te pareces en nada mas a ella ni aunque trataras –cerró la puerta detrás de él y desapareció de mi vista dejándome con una sensación de que él me estaba comparando de mala forma con la otra tua cantante, como si…¡como si me dejara en claro que no le llegaba ni a los talones! Maldito vampiro hijo de puta. Me gire enojada dándole la espalda a la puerta y espere que a mi cuerpo retomara las fuerzas necesarias para ponerme de pie, me iría de aquí como fuera que Edward se encargara de todo, pero yo me retiraba de este juego…no mas Rusia. Mi estomago se revolvió ante la idea de escapar de Edward…y aunque me doliera admitirlo no era por miedo, estúpido vampiro que no sabe hacer las cosas bien. Pasaron horas donde comencé a arreglar todo, llame a la aerolínea que utilizaba la familia Cullen y conseguí un boleto para esta noche, solo tuve que decir que era para Edward Cullen y todo estuvo arreglado. Me bañe y me puse el vestido para la cena de hoy, ya tenía lista mi maleta y sabía muy bien como tenía que actuar para que esto resultara. Arregle mi cabello, dejándolo suelto y elegí un traje formal para ir a cenar, nada de vestido glamoroso o algo por el estilo, una blusa blanca y una falda tuvo negra me acompañarían junto a unos zapatos de tacón negro. Tome mi pequeño bolso de mano que había traído y guarde lo esencial. Avise a la recepción lo que debían hacer a tal hora y todo esto habría terminado para siempre. Baje las escaleras mirando el piso como una verdadera zombie, deseando que mi vida volviera atrás, donde trabajaba en Cullen Ltda. Con Carlisle y nada malo había ocurrido, donde nadie me raptaba, violaba, golpeaba y hacia lo que deseaba conmigo, donde no me cegaba por el placer y donde mi vida iba perfectamente bien. Iba en dirección de la barra ya que el lugar de encuentro era el mismo, pero Edward apareció desde hacia atrás y tomo mi mano dejándome atónita para después guiarme hacia la mesa donde nos esperaba Ryle y varios hombres más, por lo visto Victoria había decidido no venir hoy, era mejor así. Solté la mano de Edward cuando nos sentamos y saludamos a todos lo que estaban en la mesa, habían en total tres - 424 -

hombres nuevos. Show Time Estuve atenta ante todo lo que decían sobre los pro y contras que los nuevos hombres que estaban ahí, de quienes no me preocupe saber sus nombre o saber si eran vampiro, hablaban sin parar. Edward estuvo calmado y atento a como vibraba mi celular, sin parar, lo había hecho durante todo el día, por eso lo apague, pero por lo visto tendría que ponerme de pie para atender a Charlie, ya que hasta Ryle se desconcentrado escuchando mi celular también. Saque mi teléfono para poder ponerme de pie, pero astutamente Edward llevo su mano a mi pierna y me dio una mirada de advertencia que solo pude notar yo, pero no me deje intimidar ¿desde cuándo Edward se involucraba tanto en que hablara con Charlie?...en realidad nunca había estado en esta situación. —Si me disculpan –sonreí a todos y me puse de pie dejando solo a Edward. Me apresure ha llegar a la entrada del hotel y fui yo quien llamo a Charlie, no espero ni que sonara dos veces cuando ya me había contestado. Tome aire para buscar valor. —Hola… —¡Isabella!..Dios, estas viva –fruncí el ceño sin entender. —Charlie, estoy en Rusia, negocios de Cullen Ltda. —¿Estas con Edward Cullen? —Sí, es mi jefe… —Bella…debes volver –me tense al escuchar cómo me había llamado, mi estomago se revolvió y recordé de golpe cuando tenía siete años y Charlie era mi papá, con cada una de sus letras, hasta ahí eran mis buenos recuerdos de él. —Lo hare, el viernes regresamos a casa… —No, debes volver ahora… —fruncí aun más el ceño. —¿Qué ha sucedido Charlie? —Es Noah…el…. –mire hacia atrás al ver que tomaban mi celular y cortaban la llamada. Nuevamente vi la mirada de dolor de Edward, de la noche anterior cuando me preocupe tanto por él…ahora no tuvo el mismo efecto. —¿Qué demonios estás haciendo? –trate de quitarle mi teléfono para que poder - 425 -

llamar a Charlie, pero fue un movimiento inútil. —Por leves momentos puedo leer tu mente –mire hacia otro lado, no deseaba verlo ni un segundo mas –planeabas escapar ¿cierto? –pude ver a través de la puerta donde llegaban al bar que Ryle y los tres hombres salieron de ahí hasta llegar a nuestro lado. —Sr. Cullen, tome –Ryle le entrego el contrato ya firmado –está todo arreglado, usted tiene problemas más serios que atender –aquello lo dijo mirando hacia mí, hice una mueca de desagrado y me dirigí hacia el ascensor, pero Edward me tomo del brazo para que no diera un paso más. —Nos vemos, hasta luego –le respondió en modo de despedida a Ryle. No mire a nadie, que Edward me tuviera detenida de esta forma solo era un vergüenza y humillación. Él me hizo girarme para que lo mirara pero no lo hice, lo que no importo reamente ya comenzó a avanzar conmigo hacia la salida. Cuando llegamos a la calle hizo parar un taxi al cual nos subimos sin decir nada, él le hablo algo en ruso al conductor y cada uno se fue en el extremo del auto. Me fui mirando hacia la ventana sin sentirme mal porque mi plan se arruino, Edward me estaba haciendo tolerante al fracaso. Siempre tenía que salir algo mal. Me apoye en el asiento, descansando mi cabeza para analizar lo que sucedía con Charlie ¿a qué venía lo de Noah? ¿Por qué me hablo como si le diera lo mismo que yo supiera su relación con él? Tendría que hablar con él en su momento, no confiaba en él luego de lo que vi en su mansión. —¿A dónde vamos? –dije ya cansada del silencio entre los dos. Edward me miro. —Al aeropuerto, terminare los negocios yo solo –lo quede mirando sin entender. —Pensé que tu… –negó suavemente con su cabeza. —Sin embargo, no podrás ver a Charlie antes de este fin de semana ¿te ha quedado claro? —Me da lo mismo ver a Charlie o Noah en estos momentos. —Es mejor… —No te conviene tenerme aquí ¿cierto? –el suspiro, lucia cansado. —Además de eso ya estoy aburrido de jugar al gato y el ratón… —lo mire sorprendida por lo que dijo, yo también estaba agotada –si te quieres ir, - 426 -

bien…además la otra semana ya regresa Carlisle, solo no te acerques a Charlie, es peligroso –enarque una ceja. —¿Por qué es peligroso? Lo conozco y deje de temerle hace muchos años atrás. —Está metido en problemas, solo no te metas ¿si?...puedes llegar, tener tu tiempo para pensar o lo que hacen las mujeres cuando tienen problemas… —negué sin poder creer lo que decía este inútil vampiro y no sé que era, pero sentía que mi cuerpo se estaba partiendo por la mitad –además puedo realizar mejor todo aquí sin ti, así no me expones ante los negociantes… —comencé a removerme en el asiento desesperándome de a poco, no tenía idea lo que estaba sucediendo, pero sentí como mi estomago se revolvió; mis manos comenzaron a transpirar helado al igual que mi frente —¿Isabella? –mire a Edward que ahora lucia preocupado –demonios…—le grito algo al conductor y este le respondió. Cerré mis ojos para poder controlarme pero era inútil, esto parecía a un ataque de pánico. El auto se detuvo a la orilla de la carretera, al lado de un bosque y Salí del auto desesperada. Me poye en este tratando de encontrar soporte en este, cuando llego Edward a mi lado me apoye en él, me sujete de su saco y comencé a pensar en cosas lindas, algo que me tranquilizara. Edward me rodeo con sus brazos y me mantuvo ahí por varios minutos cubriéndome con su chaqueta. Mis ojos se llenaron de lagrimas por notar lo que me estaba pasando –no te puedes ir, Isabella… —negué. Sabía que no podía hacerlo y era culpa de él. Durante el camino mientras pensaba en lo que me decía Edward, lo que tenía que hacer me empezó a desesperar de a poco hasta que incontenible. —Dime que esto es efecto de la ponzoña…por favor, estas acabando conmigo de a poco –solloce contra su camisa blanca, el no respondió, solo le dijo algo al chofer y este partió dejándonos al medio de la nada. No quería separarme de Edward porque no quería verle la cara, en este momento solo estaba en una burbuja aislada de todos mis problemas. Él comenzó a acariciar mi cabello, tratando de consolarme, no iba a decirle o pensar en nada porque o si no se iba a asustar y dejaría de hacerlo, en este momento me estaba ayudando que alguien me consolara, aunque ese alguien fuera Edward –arruinaste todo…este viaje no sirvió de nada, pensé que lo haría…pero empeoro todo, no te quiero ver, ni siquiera sé porque dejo que me toques…ni porque casi me dio un ataque de pánico…tampoco puedo descubrir que me escondes. —La información da poder…control –cerré los ojos sin poder creer que esa fuera su respuesta. Edward me abrazo más fuerte en ese momento y yo respondí de la misma forma, aferrándome más a él por su camisa —¿Por qué me haces esto?...yo jamás te hice algo para que entraras a mi vida y la arruinaras por completo…yo jamás te herí de alguna forma para que comenzaras a - 427 -

tratarme mal, mintieras…y acabaras conmigo… —el apoyo su cabeza sobre la mí. —Yo…yo lo siento de verdad Bella…lo siento mucho.

Dios santo...pense que no iba a subir, pero salio...pequeñas mariposas, este capitulo me agoto exactamente como dejo a la pobre ISabella, me da tanta pena que esta quedando la caga en el fic jajaja...estamos a punto de llegar a la cima de todo, imaginen esas montañas rusas cuando esta la parte mas alta y tu vas como a dos metros de alcanzarla...aqui pasa lo mismo. Bueno, ame sus comentarios, es increible la cantidad de nuevas lectoras que han llegado ¡bienvenidas! y gracias por darse el tiempo de leer. Sé que me estoy demorando mucho en subir, en todos los fics, pero esta puta universidad me esta comiendo viva...de verdad y con eso ademas de llevarse mi tiempo, se lleva mi inspiracio :/ Bueno, muchas gracias por leer. Espero que pasen por mi perfil para ver "La ciudad de los amantes perdidos" es un One-Shot que creer para un contest, aun no lo mando porque es desde el 1 de septiembre, pero quise subirlo antes para ustedes ;D PD: no se si hay fans de la escritora Daddy's Little Cannibal ¿la chica que murio por culpa de un automovilista borracho? ella tiene muchas historias traducidas al español, algunas son "cuando la vida te da limones" "Biologia" etc, son buenisima, es una gran escritora. En fin doy este dato para que pasen por su perfil de fanfiction y vean que NUNCA ESTUVO MUERTA, INVENTO TODO Y SE BURLO DE TODAS...tuvo motivo como amenazas en los comentarios que le dejaban, etc, pero pasen y lean es algo impresionante el nivel de locura que llega alguien :/ inventar que estas muerto debes tener la cabeza bastante negra. Pero bueno, se los dejo porque yo fui una de las que se sintio mal cuando supe su historia, la que le conto a todos los que conocia haciendo sentir mal a los demas, pensado que murio tan joven. Esto salio creo el 2010...es una noticia atrasada, pero sin duda debe sorprender a alguien en este dia. PD1: Chicas...respecto a los comentarios que llegaron, filo...no dejare de escribir, explique eso...solo que me hicieron pensar mas sobre la historia que no se me fuera de las manos y estamos en el camino como se debe, pero...les prometo que esta universidad esta acabando conmigo, si me demoro en subir es por eso...no es porque me guste que me rueguen (cata ¬¬ jaja broma) o exprima la cantidad de comentarios que pueden haber...si no se han dado cuenta he subido domigo y domigo, ahora me salte un poco mas, pero aqui esta. besos lindas lectoras que me apoyan en todo momento. - 428 -

¡Otra cosa!...Dios, estoy hiperventilada, culpen a la guia que me espera terminar de desarollar y a que no he FUMADO UN PUTO CIGARRO...eso me tiene mal U_U quiero tanto uno que me estoy volviendo loca. Bueno...¿ven que es malo fumar? uff...¿que estaba diciendo? aaah! ¡pasen a leer "la ciudad de los amantes perdidos"! es diferente *-* espero que les guste. no ha tenido tantas lectoras, pero gracias a quienes se han dado el tiempo de leer *-* ¡me encantan y animan! ¡Adios y gracias por darse el tiempo de leer y comentar! no puedo creer que hayamos pasado los dos mil comentarios, todo eso gracias a ustedes, jamas pense que llegariamos a eso ¡y menos que esten traduciendo rosas rojas al portugues! tintiri tintin (imaginenme bailanso samba xD)

- 429 -

Chapter 35 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M +16

Capitulo nº 35 No podía creer lo que mis oídos habían escuchado hace ya un par de minutos atrás, Edward me estaba pidiendo disculpas…y de verdad, eso había sido surrealista, pero como era común entre nosotros luego de aquel momento nadie volvió a decir palabra alguna. Edward mandó a llamar un auto cuando nos quedamos en la carretera, después de que él me dijera aquella frase y no obtuviera respuesta de mi parte, se alejó de mi mirándome con desconfianza y ahora íbamos sentados cada uno en el extremo del auto de hotel, sin siquiera mirarnos. Nos bajamos del auto con Edward y lo mire nerviosa, no sabía que decir, no tenía la menor idea de qué hacer ante lo que había ocurrido, tanto como la llamada de Charlie, mi ataque de pánico por sentir como algo dolía en mi cuerpo al pensar que estaba dejando solo a Edward y por último la gran frase de Edward que aún podía escucharla claramente "Yo…yo lo siento de verdad Bella…lo siento mucho" ¡Como lamentaba no haber visto su expresión! Aunque el tono de su voz me decía que de verdad aquellas palabras eran reales. —Debes tener hambre –ni siquiera me miro, estaba atento a la entrada del hotel. Negué, de verdad Edward era un inútil en momentos como estos. —Sí, tengo bastante hambre –al recordar que mi cuerpo necesitaba proteínas y carbohidratos, mi estomago rugió exigiendo ser alimentado. Mis mejillas se sonrojaron al darme cuenta que con la sonrisa de Edward había quedado al descubierto. —Muy bien, entonces…es hora de hablar mientras tu comes –asentí sin alegrarme mucho de sus palabras, quizás "es hora de hablar" significaba decirme cuatro frases y nada más, no confiaba en Edward sobre ese estilo de "promesas"…aunque no confiaba para nada en Edward. Nos fuimos al hotel porque ahí había un restaurante, se dirigió a la anfitriona y le dijo algo que no alcance a oír, pero pude notar su actitud coqueta hacia ella, solo mire a otro lado para no pensar en algo de lo cual me arrepentiría minutos después. - 430 -

—Vamos… —asentí y lo seguí sin decir nada. La mujer nos llevo a un apartado dentro del lugar y nos dejo a los dos solos. —Por lo visto la convenciste para obtener este lugar. —Si vamos hablar, no debemos hacerlo delante de humanos… —Yo soy humana –dije a la defensiva, pensando en que sus palabras podían no incluirme por su estúpida idea de convertirme en vampiro, tenia ponzoña en mi sangre ahora. —Lo sé –un garzón llego a ver lo que deseábamos. —Quiero comida de verdad, no mas esas "muestras" de comida –el garzón me sonrió al escucharme. —Muy bien…¿entonces qué va a desear? –quede pensando en algo que me gustara, mi cerebro no estaba funcionando del todo bien. —Tráele un puré de papas con carne, de postre frambuesas con crema y dos coca-colas –mire a Edward sorprendida del pedido que hizo por mí. —¿Usted desea comer algo? –el chico que ahora descubrí que era el mismo al que le robe el lápiz ayer, miro a Edward esperando respuesta. —No, eso es todo –el chico asintió y se retiro. Mire a mis lados y esto realmente era extraño. Aquel apartado era del porte de la habitación…completa en la cual me estaba hospedando, grandes ventanales nos rodeaban, junto a unas hermosas cortinas color crema con bordados de flores. Era lindo y romántico, hasta había un candelabro con cinco velas en la mesa, el cual nos servía para esconder nuestras miradas, esto era ciertamente incomodo, así que tuve que comenzar a hablar y a moverme. Me puse de pie llamando la atención de Edward, apague todas las velas y deje el candelabro en el suelo. —Me gusta mirar a la persona que interrogo –el no dijo nada y no tuvo ninguna expresión ante lo que dije, así que proseguí –Tú decides cuando y como convertirme ¿no? —Así es. —Bien, estoy en la fase uno por lo que dijo Victoria y ahora no se si ayer tenía sueño por el cansancio o por la segunda fase. - 431 -

—Cansancio –asentí. —Muy bien, quiero que me digas como revertirlo –él frunció el ceño, tensando su mordida. —Por lo que escucho, veo que Victoria no te ha dicho nada sobre la importancia que tiene ser convertida…como… —Edward –lo interrumpí –entiendo muy bien lo que significa para ti convertirme, el problema es que no deseo hacerlo…así de simple –sinceramente no me importo herirlo diciéndole aquello. Era cierto que me había dado un ataque de pánico al pensar como se sentiría solo, pero eso no me sucedía cuando estaba a su lado y tenía que decirle la cruda verdad…exactamente como él lo hacía conmigo. —Entiendo, bueno…solo debo dejar que pase el tiempo sin morderte…quedaba bastante para la segunda fase ya que no estaba seguro de seguir con el proceso –sabía muy bien porque no lo estaba, me lo dejo muy claro hoy cuando se fue de la habitación diciendo "Ella tenía tus ojos, nada más…No te pareces en nada más a ella ni aunque trataras" —Esa es una buena noticia…ahora, ¿Cómo me aseguro que no estás mintiendo? –el miro hacia un lado y pude ver que el chico que nos estaba atendiendo trajo mi preciada comida. —Gracias –le sonreí y el asintió para después retirarte. —No te estoy mintiendo, tu cuerpo atacara la ponzoña como un extraño…así de simple, la cantidad de veneno no es superior a tus defensas –asentí. —Y he dicho que no volverás a beber de mi sangre… —Eso no es decisión tuya Isabella –por su tono sabía que no estaba siendo autoritario, lo que era peor, él de verdad pensaba que yo no tenía opinión respecto a mi sangre. —Edward, creo que en este tiempo has visto que no eres el único que puede decidir y si digo que no habrá sangre para ti, es porque no la habrá…deberás conseguirte a alguien o mejor aún, buscarte a una tua cantante, una que sea más "parecida" a ella –el frunció levemente su ceño al escucharme. —Isabella… —negué. - 432 -

—Me has dejado todo muy claro, Victoria me dijo que me debías informar como era ella…quiero saber. —No quiero hablar de eso –tome un bocado de comida y lo lleve a mi boca. —Estas en problemas entonces, porque estas en posición de decidir lo que ocurre aquí, ahora dime…quiero saber cómo tuviste tiempo de conocerla, tengo una frase muy grabada en mi cabeza –el negó. —Eso no era lo que… —No me importa –lo volví a interrumpir –lo dijiste y punto, todo lo que uno dice tiene cierto grado de verdad, en mi caso jamás escondo mentiras en frases bonitas….así que habla –el miro hacia un lado. —No la mate de inmediato –mis ojos se abrieron ante la sorpresa –la seguí alrededor de una semana antes de beber de su sangre y perder el control… —¿la siguió? ¿Sin hacerle daño? Casi hice rechinar mis dientes al ver como de neófito tuvo más consideración con la tal Samantha que conmigo, ya que a mí me vio y al día siguiente arruino mi vida. —¿Y? —Es el mismo sabor y olor que tiene su sangre… —No me compares –dije enojada. Tome un poco de mi bebida. —Estas siendo exa... —Sigue –cada vez estaba sintiendo como mi sangre comenzaba a hervir ante las palabras de Edward —¿Cómo era? ¿Qué viste en su mente? –no había pasado por alto que Edward le leía la mente a todo el mundo, solo era a mí a quien podía manipular mi cerebro al introducir sensaciones en el…o por lo menos podía en su tiempo. —¿Por qué quieres saber esto? –me miro por primera vez desde que comenzó a relatar lo de Samantha. Sonreí de forma malvada. —Porque te quiero ver sufrir y quiero saber más de ella para ver contra quien me comparas maldito mentiroso –Edward entrecerró tus ojos. —No juegues con fuego Isabella –rodee los ojos. - 433 -

—No me importa, ya he salido quemada muchas veces por tu culpa, ten claro Edward Cullen que si estoy aquí es por algo relacionado a esa estupidez de la tua cantante, por nada mas….solo por tener esta puta maldición –note como Edward hizo sus manos un puño –no tienes derecho a sentirte dolido…ahora sigue hablando. —Muy bien…como te dije antes, no eres para nada parecida a ella… —enarque una ceja, molesta. —Ilumíname entonces –el negó de forma cansada. —En el siglo VI no era mucho lo que las mujeres hacían…eran criadas para ser esposas, madres y esa seria toda la labor…soy bastante viejo, 1507 años… —negué sin poder creer lo que estaba diciendo. —1507 años en la tierra y no has aprendido nada, irónico ¿no? –el miro hacia abajo. —No si te refieres a las tua cantante… —lo quede mirando para que siguiera –Bueno…yo estaba con Carlisle buscando alimento, tenía solo unos meses de haber sido convertido cuando la vi por primera vez…ella iba regresando a su hogar –cerro los ojos por unos segundos –por poco corrí al percibir aquel aroma, quería beber toda la sangre que había en ella…pero estaba con Carlisle, el no me explico mucho de aquello porque ni siquiera él lo entendía…en ese tiempo aun no encontraba a Esme, así que luego me dedique a seguirla, a ver como se comportaba, a saber si era de algún hombre…estaba obsesivo por saber más de ella, era muy inocente, se comportaba como las mujeres debían hacerlo en aquel tiempo… —demonios ¿Qué estaba tratando de decir con todo esto? —Ya veo –utilice aquel tono que demostraba que estaba molesta –te diste el tiempo para conocerla, a que no eres un dulce, que tierno ¿no? ¿Cuándo drenaste su sangre? –Edward estaba a punto de explotar por mis palabras, pero sabia que el no tenia voz ni voto en este momento. —Cuando me acerque a hablarle…no lo soporte y pensé que podría beber solo un poco. —Claramente no fue así ¿cierto? Esta muerta y no la puedes recuperar. —¡¿Qué estas tratando de hacer, Isabella? –no le respondí y comí un poco del plato que tenia al frente para escapar de su pregunta. —Pero dime mas…¿si?...¡explícame como era! O mejor aún, explícame como te - 434 -

sentiste al ver que estaba muerta…y por tu culpa, la dulce y angelical Samantha ya no tenía un corazón que latiera…¿Cómo te sentiste? –él me miro frunciendo el ceño. —¿Quieres saber si era mejor que tú?...¿eso es? ¿Para eso estás haciendo todas estas preguntas? –mire hacia un lado enfurecida, aun más al ver la sonrisa arrogante de Edward. Era claro que no quería saber eso….¡me daba lo mismo la otra tua cantante! –porque no sabría dar una respuesta, no la tuve como te tengo a ti… —¡Tu no me tienes!...yo no soy tuya, así que mejor sigue hablando antes que me canse y me vaya de aquí –el sonrió. —Solo una oportunidad, no volverás a hacer el mismo espectáculo de nuevo…de aquí nos vamos juntos a Chicago –tenía un deseo impresionante de golpearlo hasta que sangrara. —Te odio –en voz salió todo el rencor y coraje que tenia contra Edward. —Me lo has dejado muy claro estos dos días… —Eres un mentiroso, me dijiste que ibas a actuar diferente este fin de semana…eres un maldito mentiroso. —¿Es que te he obligado a hacer algo?...no te he tratado mal en estos días…solo haces que me enoje con demasiada facilidad…pero he tenido cuidado… —algo sentí al escucharlo, como si se estuviera retorciendo algo en mi cuerpo, el tenia razón…no me había obligado a nada y no se había comportado como un infeliz. —No sirve de nada comparado con la bomba que tenias escondida ¿cierto? —Se que hice mal al no decirte las reglas…fue un error. —Un desastre mejor dicho y ahora no tengo la menor idea de cómo salir de este hoyo…has mentido demasiado –el sonrió. —¿Salir de este hoyo? ¿estás diciendo que no sabes si irte o quedarte? Porque te respondo de inmediato que no tienes elección…tú no te irás a ningún lado. —Creo que esa decisión es mía… —No, no lo es, si deseo que vuelvas a mi departamento lo harás, si deseo que trabajes a mi lado también lo harás…y si deseo que tengas más libertad lo tendrás, pero no eres tu quien decide qué hacer con tu vida… no me voy arriesgar a que te - 435 -

hagan algo o a que te vayas… —lo mire sin poder creer lo que estaba diciendo. —Eres un monstruo ¿Cómo fui tan tonta al creer que podías cambiar? Mira todo lo que has hecho. —Una cosa es cambiar y otra muy diferente es volverse en un estúpido… —negué. —No, tú sigues pensando que soy un mueble más para ti…es eso ¿no? —Claro que no –bufe, de verdad era imposible creerle algo a Edward. Decidí cambiar de tema. —Quiero saber cuando lees mi mente, te bloqueas sólo a mi…no soy yo… —Es un tanto complejo… —Si, eso se llama conciencia…¿la recuerdas? Quizás cuando eras humano la escuchabas más. —Me tengo que esforzar mucho para poder entrar a tu cabeza…solo eso, cada momento se hace más difícil. —Me alegro… —No lo dudo… —mi comida ya estaba fría, así que la deje al lado y comencé a jugar con mi postre. —¿Qué harás luego de que llegue Carlisle? —Haremos mejor dicho… —negué. —Mi contrato es con Carlisle. —Si, por eso serás transferida conmigo a Londres –negué de inmediato. —No…imposible, mis amigos están en Chicago… —Eso no importa… —Estas actuando como un psicópata…más de lo que ya eres, no me iré contigo y lo sabes… —el asintió. - 436 -

—Solo era una prueba…me quedare como vicepresidente, ya lo conversamos con Carlisle y tu seguirás siendo su secretaria…no hubo opción en eso, eres buena en lo que haces…y no te dejo libre para mí. —Entonces ¿se podría decir que estos son mis últimos días de trabajo contigo? —Así es, quedaras libre de mi…en el trabajo, desde este Lunes… —sonreí, aquello me hacía sentir más liviana –Isabella…cuando dije que lo sentía, lo decía de verdad… —Creo que estoy en mi derecho al desconfiar, me dijiste claramente que no eras el tipo de hombre que pedía disculpas… —Y tampoco el que le da explicaciones a una humano –sonreí. —Es gracioso ver cómo te crees un Dios por ser vampiro, recuerda que también tu corazón latió… —Pero eso fue hace demasiado tiempo… —Entonces deberás recordar…porque es de la única forma de que… —¿De qué? –me interrumpió, frunciendo el ceño —¿de qué me perdones? ¿de que no te importe nada de lo que he hecho? –Tome un poco de mi coca cola sin decirle nada –Porque te informo que no estoy tratando de hacer eso… —enarque una ceja. Edward tenía problemas psiquiátricos sin duda alguna. Me puse de pie y lo mire. —Si no desearas que te perdonara no me habrías pedido disculpas, sabes que has hecho mal y por eso tu conciencia no te deja leer mi mente. Solo han sido dos meses Edward, he estado viviendo contigo…y soy bastante observadora, sé lo que te está sucediendo –el me quedo mirando enojado –lamentable que no sea reciproco… y menos pienses que te podría perdonar…antes muerta. Salí de ahí sin mirar hacia atrás y Edward no me siguió ni me grito o tuvo alguna reacción. Solo me quedo mirando, furioso….supongo que deseaba que mi cuello se partiera por la mitad. Me retire del lugar y subí a la habitación donde me estaba hospedando, pero para mi sorpresa al llegar esta ya estaba con alguien más. Llame a la recepción y me dijeron que ahora no tenia habitación, pero que le habían informado al "Sr. Cullen" la situación y que ahora tenía que ir en busca de la llave de su habitación para poder descansar. Negué cansada, por poco eras las cuatro de la mañana y quería dormir, por lo que solo fui a recepción y pedí la llave. Ni siquiera mire a los lados para ver si Edward estaba cerca, así que luego de tener la llave en - 437 -

mi posesión subí rápidamente para entrar a la habitación. Esta estaba intacta así que supuse que no había tenido ningún ataque de conciencia cuando se ha quedado solo. Me dirigí hacia el armario donde estaban sus maletas, las mías todavía no volvían del aeropuerto así que tuve que sacar una camiseta de él. Saque unos bermudas que tenia, que no entiendo para que la trajo si no íbamos a ningún balneario. Me puse mi pijama improvisado, me fui a la sala donde me acomode en el sofá, mirando hacia la ventana donde se veía la luna iluminando todo Moscú, no me tomo nada quedarme dormida, pero inevitablemente quede pensando ¿A dónde habrá ido Edward? Me removí en el sofá y en un movimiento mis vertebras sonaron por haber dormido en el sofá, este era muy cómo pero seguía siendo un sofá. Mire hacia el resto de la sala y note que mis bolsos estaban ahí, sonreí satisfecha, tendría ropa que ponerme. —¿Bella? –salte del sofá al momento de escuchar que alguien me llamaba, era una mujer. Ni siquiera di unos pasos cuando vi aparecer a Jane de la nada desde el dormitorio. —¿Jane? –ella sonrió ampliamente y vino hacia mí para darme un abrazo. Me quede varios segundos sin responder ya que no entendía que podía estar ella haciendo aquí. —¿Cómo lo has pasado? –enarque una ceja. —Estas aquí ¿Cómo crees que van las cosas? –ella hizo una mueca y suspiro. —Supongo que mal ¿no?... –asentí. —Me encontré con otra tua cantante y ella me explico todo… —ella me miro triste por la noticia —¿Y qué haces aquí? —El Sr. Cullen me mando a llamar, necesitaba unos papeles externos a la empresa… —bufe. —¿Externos a la empresa? Eso es ridículo…Edward trabaja para y con Carlisle –ella me miro unos segundos sin decir nada —¿lo está traicionando? –Negó de inmediato –a mi me parece que sí. —No, solo está creando su empresa…cualquiera lo haría. —¿Robándole clientes a la persona que es como tu padre? - 438 -

—No es necesariamente así, el Sr. Edward no hace tal cosa…solo se consigue nuevos clientes, para su sociedad con el Sr. James…pero no está robando nada a nadie. —No le daré el beneficio de la duda, así que ahora dime ¿Cómo has estado? —Bien, solo trabajando de un lado a otro ahora que ustedes están acá, me ha tocado estar en tus zapatos de secretaria ya que ninguno de los dos encontró a una buena reemplazante. —Ya queda poco y luego llega Carlisle –ella asintió –es un verdadero alivio, tendré mas tiempo libre –sus labios se fruncieron sabiendo a donde iba mi comentario. —No te puedo entender –dijo sentándose –sé que el Sr. Edward no ha tomado las mejores decisiones, pero estas yendo en contra de tu naturaleza –su comentario realmente me molesto, pero no quise comenzar el día con discusiones. —Si, puede ser, pero…¿aun estas con Alec? –ella asintió –y estas enamorada de el. —Por completo. —Eso es maravilloso, pero es una pena que tendrás que dejarlo por un tipo que tenga un buen aroma, solo por seguir tu naturaleza ¿cierto? –ella me quedo mirando sin decir nada. —Yo no… —¿No lo harías? ¿y porque estarías yendo en contra de tu naturaleza? –frunció el ceño dándose cuenta de lo que ocurría. —Para poder tener la elección… -dijo dando la respuesta que yo debí haber dicho segundos antes. —En tu caso es quedarte o no con Alec, ya tienes asumido que dejaras de ser humano para convertirte en vampiro, pero eso es parte de ti, algunos de tu familia son vampiros, Alec está haciendo lo posible para serlo….bueno, yo no…y debo elegir entre la vida y la muerte sin estar segura de lo que me pasara en las dos opciones….y lo que es peor, no tengo ningún incentivo para cambiarme de bando Jane, yo amo ser humana, me encanta que mi corazón lata, que mi respiración se altere cuando me asusto o me alegro, me gusta cansarme y no quiero perder mi alma…no por algo que no me asegura nada –ella enarco una ceja –siento si te insulte, pero… - 439 -

—Alto…primero que todo no me has insultado, tengo muy claro todo como para tener que demostrarle algo a alguien, pero lo que si me llama la atención es sobre las almas…los vampiros tienen alma y no porque hayas conocido a uno que te ha tratado mal…todos deben hacerlo. Por último…¿te estás escuchando, Bella? Hablas como estuvieras barajando las dos opciones, pero no elijes convertirte solamente porque el Sr. Edward no te ha asegurado una felicidad eterna –bufe ante lo que dijo. —Bien, respeto la idea sobre las almas…pero ¿lo otro? Jane, no sigas tratando a Edward como un Dios porque se lo cree, no alimentes más su ego –ella negó. —Ya no sé como terminara esto –se sentó agotada en el sofá –pensé que iban a estar muy bien luego de este viaje, pero son como perros y gatos. —No hay nada que se pueda hacer, así es la naturaleza ¿no? –ella sonrió. —No tienes para que enojarte conmigo –le devolví la sonrisa para calmar el ambiente. —Está bien…¿Quién es el nuevo cliente de Edward? ¿Acaso es Ryle? –ella negó. —Ni siquiera me nombres a ese famoso Ryle –fruncí el ceño. —¿Por qué? —El día domingo el Sr. Edward me hizo por poco crear la biografía no autorizada de aquel hombre, creo que el fin de semana tuvieron un inconveniente con un vampiro, si es que no me equivoco –mis mejillas se sonrojaron al instante de recordar ese momento. —Sí, sucedió algo…no tan grave –trate de despistarla siguiendo el tema y por lo visto funciono. —Bien, el Sr. Edward pensó que podría ser Ryle, porque era su único sospechoso, pero cuando ya tenía todo listo para enviarle la información…me llamo diciendo que dejara de hacerlo porque aquel vampiro no era el que buscaban –debo admitir que todos estos días había pasado a segundo plano lo que sucedió con aquel vampiro misterioso, pero lo que me decía Jane me sorprendía ¿de verdad Edward sospecho de Ryle? Eso era raro sabiendo que harían negocios, no creo que sea alguna "forma de conocer al otro" ver como tiene sexo con alguien más. —Ya veo… —asentí sin decir más que eso –bueno, creo que me iré a duchar, hoy Edward tiene un almuerzo con otros empresarios…y ahí debo estar –dije de mala - 440 -

gana, pero para mi suerte la sorpresa de ver a Jane se arruinó. —Buenos días –Edward apareció desde la puerta de entrada. Fruncí el ceño al ver que estaba con la misma ropa de ayer. Excelente. Jane se puso de pie para saludarlo, mientras yo tomaba mi bolso y lo llevaba al gigantesco baño para poder darme una ducha. Arregle mi ropa y asegura la puerta para después relajarme bajo el agua por varios minutos, donde quede pensando en que haría cuando llegara a casa, Jane tenía razón en ciertos temas. Mi naturaleza, esta maldición de ser la tua cantante de Edward a veces me manejaba sin poder controlarlo, lo que no era agradable sabiendo que estaba haciendo mal, entonces, ¿Qué voy hacer cuando llegue a Chicago? ¿Cómo lo hare para dejar de llevarme por esa sensación de querer "proteger" a Edward de si mismo? No me agradaba para nada todo esto, yo no me iba a quedar a su lado, no me iba a convertir en vampiro y absolutamente me negaba a ser la tua cantante de Edward. Salí del baño vestida y arreglada. Verifique en mi bolso si estaban los libros que Victoria me había dado y efectivamente, ahí estaban, lo que agradecía porque me tendría que quedar estudiando "vampirismo" No avance dos pasos fuera del baño cuando vi una cara desagradable. —Tenemos que hablar sobre algo –dijo Edward arreglando su camisa gris. —Nosotros no tenemos que hablar de mucho, creo que ayer me dejaste en claro que no tenia poder sobre mi vida, así que eso me hace una zombie a tu disposición –fue abrochando los botones de abajo hacia arriba. —Eso sería perfecto, lamentablemente no lo eres. Lo que te quiero decir es que hoy estas relevada de tus funciones como mi asistente, no deseo que vayas conmigo a esa comida...ira Jane, podrás salir y conocer más –tomo su saco y su maletín para retirarse sin decir nada mas, pero no lo permití. —¿Así que creías que Ryle era quien nos espió el fin de semana? –estaba a punto de desaparecer por la puerta, pero al escucharme se quedo quieto, no movió ningún musculo y lamentaba no poder ver su rostro. —Sí recuerdo aquel fin de semana, no hay nada de qué preocuparse…no se volverá a repetir –bien, debo ser honesta y decir que cuando escuche esa frase, mi corazón latió con fuerza. —¿Qué? –Edward se volteo y me quedo mirando. - 441 -

—No se volverá a repetir… —fruncí el ceño –que estés expuesta a otro vampiro ¿Qué creías? –no dijo nada más y se fue de la habitación dejándome mi alma colgando de un hilo. Estúpido. Mi día realmente fue un desastre. No hice nada más que quedarme en la cama mirando televisión y durmiendo, viendo hacia la ventana y conversando a veces con Jane quien a aparecía para ver como estaba. Me entere que hasta James apareció en el hotel, aun no lo había visto, pero llego para hablar con los nuevos socios. El día paso lento y aburrido, cosa que trataría de cambiar mañana, porque aun me quedaban dos días en Moscú y no quería desaprovecharlos. Hoy tampoco llego Edward a dormir. La rutina de la mañana fue similar a la del día anterior. Solo vi a Edward cinco segundos, que llego solo a cambiarse de ropa y desapareció de nuevo. Pedí mi desayuno a la cama pensando en que podía hacer ahora que mi trabajo se había cancelado, lo que no encontraba ilógico siendo que Jane sabia más sobre los negocios de Edward….yo recién me acababa de enterar que los tenia. Ahora mi única opción era salir de aquí para distraerme, mañana nos íbamos en la mañana y esperaba por fin dormir en mi cama tranquila, tenía que buscar energías para el domingo donde iba a enfrentar a Charlie por todos los problemas que Edward me había comentado. Salí de la habitación alrededor de la una de la tarde. Ya tenía planeado lo que haría, iría por algo de ropa nueva, comer en algún lugar lindo y recorrer parte de la ciudad. Así que hoy no me iba a permitir tener un mal día ¡Estaba en Moscú! Eran las cinco de la tarde y ya estaba de vuelta en el hotel mirando los Simpson con subtítulos rusos, fue algo extraño. Sin duda alguna lo que vi de Moscú fue increíble. Al lado de la cama habían unas cuantas bolsas con ropa y también había cumplido con el objetivo de almorzar en un lindo café, sin embargo, nada se había sentido como me había imaginado. Había sido aburrido y me había sentido sola, extrañaba a mis amigos y quería estar en casa, así que decidí volver al hotel y esperar a que el tiempo pasara. Termine durmiendo en la cama solamente por aburrimiento, pero al momento de despertar horas después, ya no estaba sola y tranquila como lo había estado estos dos días. —Son más de las nueve de la noche –dijo Edward mirando hacia los edificios –Jane te mando a pedir la cena. —No tengo hambre. —Como gustes –se fue hacia el armario a sacarse su saco. De seguro iba a salir - 442 -

nuevamente esta noche. —¿A dónde te vas a meter? –pregunte como que no quería la cosa. —A ningún lugar que sea de tu verdadera importancia –se saco su camisa dejando su torso al descubierto. Mire hacia otro lado porque claramente Edward no entendía el término "privacidad" —¿Te avergüenza aun verme desnudo? –su tono era de burla, pero no lo tome en cuenta, estaba cansada –el avión sale mañana a las cuatro de la tarde, llegaremos de madrugada a Chicago, así que te quedaras en mi departamento el día sábado…y luego el día domingo iremos a donde tu padre, no quiero que estés sola con él… —rodee los ojos. —Te diría que esa decisión es mía y que me sé defender sola… —Pero sabes que no me importa tu opinión respecto a esto…ahora te lo digo calmadamente –lo mire enojada, pero tuve que desviar la mirada porque se estaba recién poniendo su ropa interior ¿Por qué se desnudo por completo? ¡es un vampiro por Dios! —Como sea… —mire de reojo a donde Edward y note como estaba sacando las gafas de su bolso, rodee los ojos, me negaba a sentir lástima por él –que encuentres una humano apetitosa… —volví a prender el televisor y comencé a cambiar canal por canal. Edward se apoyo en la pared y me quedo mirando, sonrió levemente. —No iré a beber de nadie –sí, claro y yo soy un hada. —Está bien –seguí cambiando frenéticamente los canales, estaban todos en ruso y no entendía nada, no hasta que encontré unas caricaturas, deje el canal ahí. Mire a Edward que seguía apoyado en la pared mirándome —¿Qué? Ni pienses que te daré mi sangre… —el volvió a sonreír y sin previo aviso llego a mi lado. Recostándose en la cama. —Hace mucho tiempo que no veo televisión, déjala ahí… —no me iba a conmover con su momento humano, por lo tanto lo comencé ignorar, no sabía si decía la verdad porque estaba con esas gafas, quizás estaba haciendo todo esto para obtener alimento —¿me vas a ignorar? —¿No estás viendo televisión?...cuando uno ve televisión se queda callado y pone atención en lo que están dando… - 443 -

—Me agrada Ferb… —dijo sin previo aviso dejándome un tanto desconcertada. Lo quede mirando sin decir nada –si, a veces veo televisión…cuando todos duermen –levanto los hombros quitándole importancia. —Entonces era mentira que no veías televisión hace mucho… —Bella… —dijo con un tono cansado. Rodee los ojos. —No me vengas con "Bella" y no puedo creer que te guste Phineas y Ferb. —Siempre están de vacaciones…eso es agradable de ver –se saco sus zapatos y los arrojo al piso. esto era surrealista —¿podrías dejar de mirarme como si fuera un bicho raro y mirar al televisor? –no le creía que estuviera mirando por lo que mi mano se fue con rapidez a sus gafas y deje al descubierto sus ojos. Suspire sin poder evitarlo. —¿Qué te sucede si estas demasiados días sin mi sangre? –él negó ante mi acción y miro la televisión. —Nada…me tendría que alimentar de alguien más. —La otra vez estabas igual ¿Por qué no te alimentaste de nadie? —Porque tu sangre es la que me gusta de verdad…sé que no sonara bien y quizás hagas un escándalo por la analogía, pero es como si fueras un león y una hiena, has sido esta ultima toda tu vida, comiendo de animales muertos, sobras de los demás pero llega un momento donde sientes la adrenalina, el sabor de una verdadera victima…un animal vivo…eso mismo pasa conmigo –enarque una ceja. —Eres pésimo explicado… —me miro y sus ojos estaban horribles por el rojo de estos. —Y tú eres pésima dejándome ver televisión… —Quiero saber algo –el me volvió a mirar —¿Desde cuándo estabas comenzando la transformación? —Cuando casi te desmayas por no haber tomado desayuno antes de morderte…cuando me llamabas Sr. Edward. —¿Y antes no lo hiciste?...tratar de transformarme –negó. - 444 -

—No estaba seguro de querer hacerlo, no eres la persona más agradable que he conocido –enarque una ceja. —Lo siento, generalmente cuando me secuestran no soy agradable –quede mirando sus ojos rojos, no me gustaba verlo así, pero tampoco iba a darle de mi sangre. Este era el resultado de sus acciones. No seguí conversando con él, me recosté mejor en la cama y nos quedamos mirando televisión. Sin duda alguna Edward no es de los que se ríe, ya que había partes de las caricaturas que me hicieron reír bastante, mientras que Edward estaba serio mirando. —¿Estás aquí porque esperas que me compadezca de tus ojos rojos? –lo mire para ver su reacción, pero él no me miro de vuelta. —Puede ser –sonreí. —Entonces deberías ir en busca de alguien más, aquí no ganaras nada… —me iba a alejar para dejarlo solo y no ver como se iba a buscar algo de sangre, pero Edward tomo mi mano y me detuvo. —¿A dónde vas? –fruncí el ceño por como sentí el tacto de su mano en mi brazo ¡tonta Bella! —Lejos de ti… —me gire para verlo y nuevamente esa mirada de dolor y preocupación estaba estampada en sus ojos rojos, pero me solté de su agarre para no caer en ella, ya no tenía valor para mí –ve a buscar a alguien Edward, no es sano que estés así –Salí de la cama y me dirigí hacia el baño para esperar que a mi retorno el ya no encontrara, gracias al cielo ya no estaba cuando volví. Termine el día durmiéndome temprano para que llegara pronto el día siguiente, nos íbamos en la tarde y volvería a Chicago, donde no tenía la menor idea que haría con mi vida y Edward. El ultimo día en Moscú amaneció con un hermoso cielo azul, cientos de personas transitando por las calles, riendo, conversando, tomándose de las manos y teniendo una vida normal. Me aleje de la ventana de la habitación y fui por mi teléfono que sonó a los minutos de ser prendido. Fruncí nuevamente el ceño al descubrir quién era. —Charlie –me senté en la cama sin entender sus insistentes llamados. - 445 -

—¿Hija? ¿estás bien? –suspire ¿Qué demonios estaba ocurriendo aquí? —Te estoy hablando, claro que estoy bien –omitiendo al sádico y mentiroso vampiro que había salido a arreglar sus últimos papeles con sus socios. —Bella –negué ante la sensación que me dio al escuchar cómo me llamo. —Dime…¿Qué sucede? Me has estado llamando demasiadas veces —Vendrás el domingo ¿cierto? –sin duda alguna iría. Quería saber cada detalle de su relación con Noah. —Si, como todos los años –mi voz sonó cansada, realmente era un trámite ir a casa de Charlie para su cumpleaños. No me gustaba. —Tenemos que hablar… —ojala tuviera un tema importante de conversación, sinceramente nos quedamos en silencio por largos minutos que solo hacían que mi estadía ahí fuera aun peor. —¿Llamabas para saber si estaba bien? –eso no me lo creía. —Si…te quiero mucho, me preocupo por ti –abrí mis ojos sorprendida al escuchar aquello. Quede mirando el celular para verificar si era el número correcto….lo era. —¿Estás enfermo? ¿te vas a morir? –no pude evitar preguntar eso ¿Qué motivo tendría Charlie para decir que me quería? Como respuesta tuve de su parte una risa que me descoloco aun mas, aquí algo iba mal, muy mal. Charlie se estaba riendo como cuando lo recordaba…cuando me agradaba estar al lado de mi padre y no de un hombre que encontraba cada movimiento de mi parte como un error, como un obstáculo mortal por el cual se pagaba con golpes si no lo sobrepasaba bien. —No…tenemos que hablar mucho hija –demonios, esto me estaba preocupando mas que estar atrapada con Edward. —Iré el sábado… —¿Es en serio? –de inmediato sonó mas contento ¿me estaría manipulando? —Espero que esta no sea una de tus mentiras Charlie…eso de sonar tan diferente, te conozco…y no creo en ti –hubo un silencio rotundo de su parte, pero después de un suspiro volvió a hablar. - 446 -

—Entiendo… —de nuevo nos quedamos en silencio. —Bueno, ya me tengo que ir… —Cuídate por favor Bella…nos vemos el sábado ¿no? –trague saliva sabiendo que sería un mal momento. —Si Charlie, nos veremos el sábado…adiós. —Adiós… —ambos cortamos y me quede en el mismo lugar, tratando de pensar qué demonios estaba sucediendo. ¿Ya se habrá enterado de que descubrí su relación con Noah? Imposible…no hay probabilidad alguna de que eso ocurriera, nunca me reuní con Noah para encararlo…por culpa de Edward. —He terminado –salte de la cama al escuchar la voz de Edward. Venia junto con Jane…y James, eso era agradable. —Hola James –dije sonriendo. Él era un vampiro que me agradaba, después de Carlisle y Esme. Se había preocupado de mi cuando Edward me lastimo en la fiesta Masquerade y fue el único que me explico algo de la tua cantante. —Srta. Isabella –se acerco con su caminar tan…vampírico, o sea que se acerco como un verdadero modelo. Lucia muy guapo con su traje negro con una camisa blanca sin corbata, su cabello estaba tomado y sonreía de una forma muy atractiva…sin duda un vampiro. Me dio un beso en la mejilla como saludo. —¿Cómo ha estado todo en chicago? –el sonrió. —Sangriento…y realmente desagradable…culpa a tu vampiro de eso. —James –la voz de Edward fue…realmente gruño. —Ya veo…nada nuevo entonces –él se rio suavemente. —Estas en lo correcto…¿y tú? ¿Cómo ha estado la estadía en Moscú? –bufe. —Realmente educativa ¿sabías que me estaba convirtiendo en uno de los tuyos? Vampirita de Edward, difícil de creer ¿no? –toda sonrisa de James se fue al escucharme. Miro a Edward sorprendido. —Ustedes tienen la boca muy grade –dijo Edward para luego ir con Jane a arreglar las cosas para irnos. James me volvió a mirar. - 447 -

—Te he sorprendido… —Sin duda alguna…ahora veo porque Edward hace lo que hace –fruncí el ceño. —No hablare de eso contigo… —no quería odiarlo por defenderlo. —Mi querido amigo nunca aprenderá –negó y se fue hacia donde Edward y Jane, así que lo seguí. Edward estaba guardando algo en su maletín. Miró de mala forma a James. —Toma tus cosas –dijo mirándome –tu y Jane irán a comer antes de irnos, mientras yo con James tendremos una pequeña charla… —¡Uuuy! Que miedo, papá me regañara –dijo James mirándome y riendo, no pude evitar hacer lo mismo, pero Edward salió casi enfurecido de la habitación. Mire a Jane y ella nos miraba nerviosa –muy bien, iré antes que mi jefe me despida… —siguió a Edward, desapareciendo con rapidez. —Tú has estado desaparecida –mire a Jane quien tomaba la ropa de Edward y la guardaba. —He estado muy ocupada… —enarque una ceja. —Y me estas mirando reprobatoriamente –ella bufo de inmediato, lo que me sorprendió –veo que no me equivoco… —note como sus manos se hicieron un puño. Estaba soportando los deseos de golpearme –dime a la cara las cosas Jane, no tienes porque quedarte callada…eso empeora todo –de un solo movimiento ella tiro la maleta de Edward al suelo. —Solo me molesta que te comportes de esta manera –su expresión me indicaban que estaba molesta…realmente molesta. —¿A qué te refieres? –ella negó. —Lo que has hecho es una burla que sinceramente yo no te lo perdonaría si fuera el Sr. Edward –fruncí el ceño molestándome de a poco. —Creo que no eres la más indicada de opinar sobre esto…primero porque no estás en mi posición, segundo porque adoras el suelo por dónde camina Edward y tercero…porque no te deberías meter, así de simple –negué sin poder creer al nivel donde llegaba la idolatría de Jane. - 448 -

—No entiendes…puedes comportarte como desees con el Sr. Edward, pero no humillarlo al frente de otro vampiro, aunque sea su amigo…ni siquiera entre nosotros los humanos se puede hacer tal cosa –rodee los ojos. —Basta… —No, basta tu…¿sabes? Tienes todo el derecho de estar molesta, odiar a quienes están involucrados en las mentiras que te han dicho…pero eso no te da derecho de burlarte de tradiciones que han estado desde el inicio de esta tierra…créeme que te entiendo, he visto lo que te ha sucedido…pero burlarte de tu conversión, eso ha ido mas allá que cualquier victima igual a ti podría hacer… —tense mi mordida por lo que me dijo, no tengo la menor idea de porque me estaba afectando sus palabras. No era justo –no puedo entender que tipo de lazo tienen ustedes, primero él te toma como si fueras cualquier cosa, te trata mal y comienzan a jugar al gato y el ratón, después tú miras a otro tipo…miles de sucesos han ocurrido con ambos, pero no puedo creer como él sigue con sus ojos rojos, cubriéndolos con gafas…porque tú no te preocupas de él –tuve que formas un puño con mis manos por culpa de Jane, mis ojos se llenaron de lagrimas. —Él se lo busco –ella asintió. —Si, pero aun así no puedo creer que lo dejes…de esa forma, debilitándose. —Puede ir por otra sangre… —Por lo que sé, luego de la tua cantante, beber de otro es casi como estar comiendo carne podrida… —Él lo hizo antes, al comienzo de todo esto…seguía bebiendo de las demás, me dijo claramente que podía hacerlo… —La dependencia cada vez se hace mayor cuando el tiempo pasa… —Y ese es mi problema ¿Por qué? –ella frunció el ceño y se acerco a mi unos pasos…realmente de manera amenazadora. —Simplemente porque te destruyes también… —enarque una ceja. —Mentirosa, harías lo que fuera para ayudar a Edward. —Y a ti, eres su tua cantante…ahora me sirve que ambos estén bien, no solo uno…¿has estado bien alguna vez cuando él ha estado mal? –di un paso hacia atrás, - 449 -

pensando en lo que decía Jane –es exactamente igual para él…¿Por qué crees que te sientes tan bien cuando estas con él?...son el uno para el otro por Dios santo ¡ambos están yendo contra la naturaleza! —¡Ya basta! –no pude evitar gritarle. —Sabes que es verdad…ahora la pregunta es ¿Qué demonios pasara con ustedes si siguen así y pierden el lazo que los une? –se giro y tomo la maleta para seguir guardando la ropa de su Dios. —No sé por qué haces esto, si me llega a convertir olvídate de tu propia conversión –ella bufo y me volvió a mirar. —Hay cientos de vampiros, seria increíble que el Sr. Edward me convirtiera…ha sido mi tutor por todo este tiempo, pero prefiero que te convierta a ti, eres su tua cantante…a mi me puede convertir hasta Cayo…da lo mismo, después de todo, el único vinculo que importa es con él o la tua cantante –negué. Jane estaba loca. Salí con mi bolso de la habitación y baje a comer algo, tenía hambre después de todo, pero no pude comer ni un solo bocado que pedí. Tenía en mi mente lo que había dicho la estúpida rubia que me había ayudado en este tiempo y ahora se venía en mi contra. Jane me había regañado…eso no me había gustado y menos me había hecho sentir bien, todo por culpa de Edward. ¿Realmente estaba siendo malvada con él por no darle de mi sangre? Él no se lo merecía y no deseaba darle nada, además que si lo hacía me arriesgaba a otras cosas. ¿esto era como tener a un hombre sediento mirando un vaso de agua, sin poder tocarla? Ese pensamiento no ayuda a sentirme mejor. Demonios…¿y si cedía un poco? Por lo menos para que sus ojos vuelvan a la normalidad y no tenga que estar con gafas siempre, podría hacerlo prometer que no siga con el proceso de conversión…Edward podía cumplir eso ¿no? —¿Dónde está Jane? –mire hacia mi lado donde Edward miraba a todos lados. —No ha bajado, está arreglando tu ropa… —Luces extraña…¿Qué sucede ahora? –Edward se sentó al frente mío, lucia cansado…mierda. —¿Estas cansado? —No –respondió rápidamente –soy un vampiro, nunca me canso… —¿De verdad deseas mi sangre?... –él levanto los hombros quitándole importancia. - 450 -

—Nada que otro grupo sanguíneo pueda opacar…solo espero llegar a Chicago… —mire hacia un lado, su arrogancia no lo iba a llevar a ninguna lado, quizás podía jugar un poco a humillarlo…pero ahora entre los dos. Tome un cuchillo que estaba en la mesa, veríamos que tan fuerte era Edward. Mire hacia los lados y aun era temprano para la hora del almuerzo, así que no había nadie…solo unos camareros que estaban arreglando vasos y mas vasos en el bar —¿Isabella? –lleve el cuchillo a mi dedo índice y mire a Edward —¿Qué estas…? –no alcanzo a terminar la frase cuando pase suavemente el cuchillo en mi dedo, provocando que unas gotas de sangre se aglomeraran en menos de un segundo. Edward se tapo la nariz y miro hacia otro lado, pero era hora de jugar. Me puse de pie y pase mi dedo por la mano que cubría su nariz y cuando me iba alejar de él, sentí como atrapaba mi mano sin dejar dar un solo paso más. Saco algo de dinero de su bolsillo y lo dejo en la mesa para después llevarme casi arrastrando a no sé qué lugar. Entramos a una pequeña habitación que había en la recepción, detrás de unas cortinas y Edward prendió la luz. Lleve mis manos a sus gafas y mire lo rojo que estaban sus ojos…Jane tenía razón, no podía dejarlo en este estado, era inhumano…estaba cayendo tan bajo como él. Edward tomo mi mano que estaba "herida" y llevo mi dedo índice a sus labios, donde al sentir el sabor de mi sangre cerro los ojos dejándose llevar por la sensación, era como si su propio deleite...se sintiera como si fuera mío. Cerré mis ojos y moví mi cuello hacia un lado, moviendo mi cabello para que me mordiera luego. Edward llevo su mano a mi mejilla y me hizo mirarlo, pero me aleje. —Esto es solo por tus ojos…hazlo… —el frunció el ceño, molesto por lo que le dije, pero no me iba arriesgar a besarlo…porque sus estúpidos labios tenían siempre el mismo efecto. Mire como sus colmillos salieron al encuentro de mi piel y volví a mirar hacia un lado. Edward paso suavemente su nariz por mi cuello, provocando que mi corazón y respiración se aceleraran, mordí mi labio con fuerza al sentir como su lengua tenía contacto con mi piel, esta hirvió ante aquel movimiento —Hazlo pronto… —volví a hablar para salir de aquí pronto. —Ya estás aquí, déjame hacerlo bien ¿o es que te bebes una botella de Château Lafite Rothschild del 52' de un solo trago? –demonios, lo que fuera que haya dijo fue con un acento diferente, tuve que rendirme aunque fuera un poco. Lleve mi mano a la suya y la entrelace esperando su mordida, la cual llego segundo después. Él presiono mi mano con cuidado, mientras que con la otra se apoderaba de mi cuello. Sus colmillos atravesaron mi piel, llegando a su objetivo de una forma casi artística. Comenzó a beber de mi sangre por unos dos minutos, haciéndolo lento y saboreando con cuidado cada gota, aprisionando mi cuerpo entre el suyo y la pared durante el proceso, demonios. Sentí como sus labios pasaron suavemente por mi cuello, lo más probable era que estuviera curando su mordida. —No… —dije al recordar lo que hacía su ponzoña. - 451 -

—Tranquila…solo estoy curando… —me aferre a su mano deseando que todo fuera tan diferente. —¿Ya? –Edward se alejo, soltando mi mano –bien…es hora de irnos… —quise avanzar hacia la puerta, pero él apoyo su mano en la pared dejando su brazo al frente de mis ojos —¿Qué haces? —Isabella… —su voz era ronca, sabía muy bien lo que estaba tramando. Me gire a verlo. —No…no me importa cómo te sientas cuando estás conmigo, ni como yo me sienta…esta vez pasaste los limites Edward y en este momento con un poco de suerte puedo soportar ver tu rostro y hablarte…pero no me toques de esa forma, ya te di de mi sangre, siéntete agradecido porque no debí hacerlo –empuje su brazo y Salí de aquella pequeña habitación, dejándolo atrás. Realmente me sentí como una ganadora por no rendirme a Edward. Después de ese suceso, las cosas siguieron bastante "normales" Jane miro sorprendida a Edward y luego me sonrió, pero yo no le sonreí de vuelta, no me había agradado ni un poco que ella me regañara de esa forma, no me lo merecía y punto. Nos fuimos en diferentes autos hacia el aeropuerto, por fin iba a volver a Chicago, extrañaba a mis amigos y quería ver a Charlie para saber que estaba sucediendo. Estuvimos en el aeropuerto solo unos veinte minutos para luego subirnos al bendito avión, me fui sentada en primera clase junto a Edward. Me acomode mejor en el asiento y me quede dormida a los pocos minutos de estar en las nubes…fue el momento de decir Adiós a Moscú. La voz de la sobrecargo me despertó en el momento justo para ponerme mi cinturón. Mire hacia la ventana y estaba de noche, habíamos llegado, sanos y salvos. Trate de sacar mi cinturón de seguridad, pero me tomo un tanto…desprevenida, no sabía cómo sacarlo por lo que comencé a tironear para no estar desprotegida cuando el avión comenzara a tocar tierra. —Permíteme –escuche la voz de Edward y como él se acercaba para sacar con más facilidad mi cinturón de seguridad. Mire hacia mi derecha y ambos nos quedamos inmóviles al estar tan cerca. —Déjalo…puedo sola –dije con rapidez, tomando el cinturón y arreglándolo como se debía. Luego de todos los minutos perdidos esperando a que todos bajaran, encontrar nuestras maletas y terminar saliendo por la entrada de aeropuerto, por fin podía - 452 -

decir que había vuelto a casa. —Me iré a mi departamento –mire a todos. No deseaba ir a donde Edward, era complicado y además aun no pasaban las dos de la mañana. —Yo me voy –dijo James, haciendo una seña y separándose de nosotros. Le hice una seña de despedida. —¡Ahí está Alec! –dijo Jane sonriendo feliz –bueno –nos miro –Sr. Edward, Bella…nos vemos el lunes –dijo feliz para luego salir casi corriendo a donde su novio. La quede mirando por varios segundos, cuando el salió a saludarla como si no la hubiera visto en meses, Alec acaricio tiernamente su mejilla. Ambos se subieron al auto de Alec y se fueron. No pude evitar tener sentimientos encontrados al ver esa imagen. —Dijimos que te irías a mi departamento porque a esta hora tu barrio es un centro de delincuencia… —negué de inmediato. —No, no me dará el tiempo para ir mañana a donde Charlie si es que me quedo en tu departamento, tomare un taxi…adiós –no alcance a dar un solo paso cuando Edward tomo un brusquedad mi brazo y me miro enfadado. —Tú no iras a ningún lado sola…y mañana no iras donde Charlie ¿has entendido? –lo quede mirando sin entender. —Alto…¿Qué demonios te sucede ahora? —Aquí no… —en ese momento tocaron una bocina y Jacob salía de jaguar negro a nuestro encuentro. Sonrió feliz de vernos, pero aquella sonrisa se fue cuando vio como Edward me tenia. —Buenas noches… —dijo con cuidado —¿sucede algo, Sr. Edward? —se quedaron mirando por unos segundos. —Nada que te interese…ahora vamos –me miro y tomo mi bolso para llevarlo al auto con la ayuda de Jacob. Me quede parada sin hacer nada ¿Por qué ahora no quería que fuera donde Charlie? Le creería si me dijera que quisiera ir conmigo como lo habíamos "planeado" pero ahora la idea de ir hacia Forks lucia un tanto imposible. Entre al auto aun sin poder comprender lo que sucedía, pero todo paso a segundo plano cuando Jacob hablo. —Lo están esperando en el departamento –miro a Edward por el espejo retrovisor. - 453 -

Edward frunció el ceño. —¿De que estás hablando? —Sí, una señorita llego hace dos días y dijo que venía a verlo. —¿Y la han dejado pasar al departamento como si nada? –todo el cuerpo de Edward se tenso. —Es una de los suyos… —las manos de Edward se hicieron un puño. —¿Cómo es? ¿es que esperaron hasta ahora para decirme? —Jacob se removió un poco en el asiento, notoriamente tenso –no porque veas a otro vampiro tiene que ser mi conocido o amigo –me movía un poco hacia la ventana porque ya veía que Edward saltaba a atrapar el cuello de Jacob. No le estaba gritando, peros sin duda lo estaba regañando –Dime como es, inútil. —Edward –dije como instinto al escuchar como llamo a Jacob –no seas melodramático, no tienes cosas importantes en el departamento y dudo que te preocupe que te roben algo. —Silencio –me dio una mirada de una fracción de segundo para luego volver a tomar su atención en Jacob –he pedido que me la describas… —Jacob asintió. —Es rubia…alta, piel blanca…ojos negros y viste bien –Edward bufo y se sentó mejor en el asiento. —Me has descrito a Tanya ¿no es ella? –me tense al escuchar aquel nombre. —No, conozco a la Srta. Tanya y sin duda ella no es…pero esta mujer es diferente Sr. Edward… —Jacob paró cuando nos toco un semáforo rojo –es como si desprendiera algo de su cuerpo…es como si desearas mirarla por horas… —fruncí el ceño al escuchar a Jacob, eso había sido raro. Mire a Edward, pero el solo levanto los hombros sin tener idea de lo que hablaba el chofer. —Muy bien, espero que no me hayan puesto en problemas porque prometo despedir a quien sea que permitió esto. —Dijo que había llegado con autorización de la Srta. Jane. —Eso es imposible, dijiste que llego hace dos días…Jane estaba en Moscú conmigo. - 454 -

—Verdad… —dijo pensativo –no lo pensé en el momento…nadie más lo hizo realmente —¿Qué demonios estaba ocurriendo aquí? No hablaron nada hasta que llegamos al edificio, donde nos bajamos todos con rapidez para ver quién era la mujer/vampiro que esperaba a Edward y algo me decía que ella no traería buenas noticias. —Tú te quedas aquí… —dijo mirando a Jacob. Lo mire para saber si tenía que hacer lo mismo, pero él no me dirigió palabra alguna, excepto a… —Vamos –demonios ¿Por qué me tenía que mezclar con sus problemas? Llegamos en unos segundos al piso del hotel sin decir palabra alguna en el transcurso, hasta que las puertas se abrieron y avance de inmediato, pero Edward puso su brazo adelante mío. Lo mire sin entender, lucia preocupado. Mire hacia el interior de departamento y estaba completamente oscuro. Edward bajo la mirada quedándose estático. —¿Qué sucede? –no pude evitar preguntar, pero no obtuve respuesta. Simplemente comenzó a avanzar olvidándose incluso que estaba a su lado. Lo seguí sin entender qué demonios estaba ocurriendo aquí —¿Edward? –quedó mirando hacia la sala, donde aun no podía ver nada, pero veía claramente el rostro de Edward por la luz de la luna que se colaba desde los ventanales de la sala. Él no dio ni un paso mirando hacia al frente, lucia como si hubiera visto a un fantasma. —Eras tú… —dijo finalmente. No pude soportar la curiosidad y me acerque para ver de quien se trataba. No debí hacerlo. —Edward… —una voz armoniosa salió de quien nos miraba desde el sofá sentada. Sentí como cientos de escalofríos pasaban por mi espalda al ver esos ojos…eran idénticos a los de la cabaña, era la misma sensación de terror. Mire a Edward esperando que dijera algo, pero no lo hizo. Me moví con rapidez hacia la pared y prendí la luz para poder Salir de esa oscuridad y poder ver mejor a esa vampiro, algo que tampoco debí hacer. Ahora entendía lo que decía Jacob, lo que te hacia querer verla por horas era el poder que irradiaba…esta mujer era peligrosa, además de ser verdaderamente hermosa, más que Tanya o Esme. Su cabello rubio estaba tomado en un moño que la hacia ver muy elegante, un vestido negro ajustado a su cuerpo, dejando medios hombros al descubierto hasta las rodillas. —Querido… —dijo levantando su mano hacia él. Edward se la quedo mirando con sus labios levemente entreabierto. —Edward –dije sin creer que no reaccionara ¿Quién demonios era esta mujer? Él - 455 -

ni siquiera me miro —¡Edward! –le grite para que despertara de donde se encontraba, pero aquella mujer volvió a utilizar su voz encantadora con él. —Edward –su voz fue realmente como si se tratara de alguna ninfa engatusadora. Él dio un paso hacia a ella. —Luciana… —mis ojos se abrieron como plato al darme cuenta de quién era esta mujer ¿no se suponía que tenía que estar muerta? ¿Qué no había elegido a su tua cantante ni a Edward? ¡¿Qué demonios estaba sucediendo aquí? —Ed… —no pude terminar de decir su nombre cuando él se acerco a la tal Luciana y sin previo aviso llego a tal extremo su cercanía que unieron sus labios en un beso. Di un paso hacia atrás sin poder creer lo que estaba sucediendo aquí ¿estaba durmiendo? ¿Por qué sentía como si mi corazón se hiciera trizas de a poco? Lleve como impulso mi mano a mi pecho y trate de respirar pausadamente, pero me era imposible, sentía como si no pudiera llenar mis pulmones con el suficiente oxigeno. En este momento era completamente invisible para los dos vampiros que se estaban besando, no lo soporte más. Salí corriendo hacia las escaleras y baje lo más rápido mientras las lágrimas nublaban mi vista. Abrí la puerta del primer piso y corrí hacia el jaguar donde estaba Jacob, quien me miro asustado y corrió hacia mi. —¿Qué sucede? —tomo mi brazos. —Sácame de aquí…llévame a casa ahora mismo –el negó. —No puedo si… —tome su brazo con fuerza. —Escúchame bien Jacob Black, si aquí hay alguien te puede dar una orden además de Edward soy yo…así que muévete y llévame a casa –Jacob me quedo mirando unos segundos y asintió. Corrí hacia el interior de auto y este arranco con rapidez hacia mi hogar. Todo el camino fue en un silencio incomodo, aunque no me importaba, solo tenía en mi imagen a Edward besando a esa vampiro. La besaba con cuidado y tomando con delicadeza sus manos. —Ya estamos aquí –escuche la voz de Jacob como si estuviera a metros de distancia. —Gracias –Salí del auto y fui por mis cosas, Jacob me ayudo, pero no le dije nada. Solo me fui a mi departamento sintiéndome como si fuera una muñeca de trapo que fue arrojada a la basura, esa era una buena forma de comparar a como me sentía en - 456 -

este momento. Al entrar mi celular comenzó a sonar, lo saque de mi bolsillo como si fuera un verdadero robot. Deje mis cosas tiradas el suelo y me recosté en la cama al momento de contestar. —¿Bella? –trate de controlar las lagrimas. —¿Qué sucede Charlie? —Has llegado bien ¿estás ya en tu departamento? –trague saliva. —Si… —hubo un silencio mientras yo trataba de controlar las lagrimas. —¿Qué ha pasado? –volví a llorar al recordar lo que "había pasado" –¿ese infeliz te hizo algo? –la voz de Charlie cambio de inmediato, no podía contestarle por estar llorando –esto se acaba ahora mismo, iré a buscarte –corto y yo no pude dejar de llorar ¿Por qué me iba a venir a buscar? ¿es que acaso ahora sería un buen padre? ¡¿Por qué me estaba sucediendo esto a mi? Me quede en posición fetal en la cama, tratando de encontrar el control de mi cuerpo que no dejaba de ser un rebelde y comportarse de una forma que solo me hacia llorar mas, era imposible que él tuviera ese poder en mi ¿Por qué demonios me dolía tanto recordar lo que vi? Más lagrimas salieron al exterior al pensar que es lo que él debería estar haciendo ahora. No sé cuanto tiempo habrá pasado que estuve así llorando, pero debieron ser horas, porque sentí como alguien golpeaba la puerta hasta que la derrumbo. Alguien corrió a donde estaba y pude ver como Charlie se queda mirándome. —Isabella… —dijo sorprendido –Dios… —se acerco a mi e hizo que me pusiera de pie. Me llevo en brazos a no sé donde, no me importaba que demonios había sucedido con Charlie, solo necesitaba llorar en el hombro de alguien. Nos fuimos en su auto a su gigante casa. Charlie iba a mi lado ya que vino con el chofer, Ernesto, lo conocía desde que era pequeña. Me fui llorando todo el camino, gracias a Dios, nadie dijo nada hasta que me calme y solo se escuchaba mi respiración post-llorar mucho, como cuando eres pequeña y lloras sin poder controlarlo y luego respiras con dificultad. Salimos del auto y nadie dijo nada, solo me fui a la que era mi habitación cuando era una adolescente y me recosté para tratar de dormir, agradecí que Charlie no comenzara con preguntas de inmediato. - 457 -

—Descansa un poco –dijo al cerrar la puerta. Me tape bajo las frazadas y espere a que el cansancio me llevara a los brazos de Morfeo. Unos golpes en la puerta hicieron que abriera mis ojos. Sentía como si hubiera dormido unos minutos. La puerta se abrió y vi a Charlie con una bandeja, no pude evitar sonreír porque esa imagen era aterradora, jamás en mi vida había visto a Charlie de esta forma y ¿ahora me traía desayuno? —Buenas…tardes –dijo cerrando la puerta con su pierna. —Hola… —dije cansada –siento…todo esto… —lleve mi mano a mi cabeza sin poder creer como me había comportado. —Te he traído algo para que comas –se acerco a la cama, me senté y dejo la bandeja en mis piernas. Nos quedamos en silencio por varios segundos que parecieron horas —¿me dirás lo que sucedió? –lo mire y sonreí. —No –tome mi café y tome un poco de él. —Entiendo –fruncí el ceño sin comprender quien era este Charlie –toma –saco de su bolsillo mi bolsillo –no ha parado de sonar desde que amaneció –lo tome y mire de quien se trataba. Sentí como mi corazón se oprimió al ver que eran llamadas de Edward —¿Qué harás, Bella? —No lo sé –deje mi celular en mi mesa de noche y mire a Charlie, necesitaba cambiar de tema rápidamente y creo que este era el momento de hablar seriamente —¿me dirás lo que sucede? –el asintió –sé que estas relacionado con Noah…quiero saber todo –el sonrió de una manera triste —¿Qué estas tratando de hacer? Me entere de lo que hiciste con Jasper…no puedo creer que hayas llegado a ese nivel…sé cómo eres, pero jamás pensé que llegarías tan bajo Charlie… —movió sus manos un tanto nervioso. —Lo sé –sus ojos chocolate miraron hacia un lado, lucia ¿avergonzado? —He cambiado… —dijo luego de unos segundos –gracias Noah –fruncí el ceño sin entender. —No entiendo nada de lo que está sucediendo –él asintió. —Debo enmendar lo que he hecho, contigo y con tus amigos… - 458 -

—¿Estás enfermo? ¿Vas a morir? –él sonrió de verdad ante mi idea. —Mi salud esta perfecta…creo que mejor te explico todo desde el comienzo. —Eso sería mucho mejor –seguí tomando de mi café y comiendo mis tostadas, era imposible que mi estomago soportara tanto tiempo sin comida. —Bueno, hace un año que conocí a Noah, invertí en su empresa…aquella de informáticos –asentí, Noah me había explicado en lo que trabajaba –bueno…nos hicimos bastantes cercanos, se entero de toda nuestra vida…gracias a él llegue a un grupo de autoayuda, tengo claro ahora de todo el mal que te hice Bella –tosió suavemente al decir aquello –y se que nunca obtendré tu perdón y que solo puedo aspirar a tener una mejor relación contigo, pero…la esperanza es lo último que se pierde –me quede helada al escucharlo, este no era el Charlie que conocía. —¿Qué está pasando? No estoy entiendo nada. —Sé que es difícil…bueno, sigo…fui a ese grupo de autoayuda, donde controlan la ira de las personas, estuve ahí por varios meses, aun lo estoy y sigo yendo a cada sesión que hay, ahora estoy mucho mejor y bueno…hace unos meses me entere que no solo estabas trabajando para los Cullen –fruncí el ceño, eso me sonaba a que me había espiado. —Charlie –dije negando sin poder creer lo que me estaba diciendo. —Sinceramente me preocupe por ti cuando supe que Edward Cullen estaba en el puesto de Carlisle, por eso trate de saber que sucedía con tu vida, ese hombre es peligroso, además tu y yo no tenemos la mejor de las relaciones como para poder hacer una llamada y saber cómo te encontrabas. —Pero que perceptivo eres –suspire cansada. —Lo siento…pero tenía que hacerlo y no me arrepiento, me entere de que estabas viviendo con él…lo que me pareció extraño, se lo comunique a Noah y el accedió a poder ayudarme a saber que mas sucedía contigo, ya que él tampoco confiaba en Edward Cullen. —Pero ese problema es mío, no tenias porque meterte, no tenias ningún derecho Charlie–estaba sintiendo como mi sangre estaba hirvieron al enterarme de lo que pasaba. —Escúchame por favor –bufe ¿esperaba que lo escuchara luego de saber lo que - 459 -

había estado haciendo? –Noah accedió a ayudarme, supimos que ibas a salir con tus amigas… —Mejor dicho me estabas espiando, porque esa salida cuando conocí por primera vez a Noah fue completamente espontanea –el suspiro. —Lo sé, lo siento mucho…pero tenía que hacerlo… —Sigue… —deje mi bandeja a un lado, preparada por si tenía que salir corriendo de aquí. —Bueno, se conocieron y luego el vio como te trato aquel infeliz…nos preocupamos y bueno…luego siguió el plan B, que te enamoraras de Noah –fruncí el ceño. —Pero Noah no estaba interesado en mi, solo lo hizo porque se lo pediste…y hasta quizás le pagaste. —Claro que no, el chico tenía el dinero suficiente para vivir sin trabajar. —¿Tenia? ¿Es que ha pasado algo con su empresa? —Déjame seguir diciéndote lo que paso –lo mire cansada y asentí para que siguiera –Noah vio fotos tuyas antes, le llamaste la atención por eso quiso ayudarme –mi estomago comenzó a revolverse porque presentía que esto traía una mala noticia –bueno, después cuando vio lo sucedido en ese local el decidió ir a buscar los servicios que de Cullen Ltda. Para poder tener algún contacto con Edward, no le gusto lo que vio en la oficina… —¿Qué tenían contra Edward? No entiendo como saben que no es la mejor persona del mundo. —En Londres no tiene la mejor de las reputaciones, investigue sobre él y es tan extraño, no encontramos nada de cuando era pequeño o un chico, no hay registro alguno de algún colegio o algo parecido –claro, si Edward era un vampiro. —¿Y? —No me da la confianza suficiente. —Pero ese no es tu problema Charlie… - 460 -

—Ese hombre es peligroso, estoy seguro –sí que lo era, pero…Dios…por lo visto a Charlie le quedaba instinto de padre en su cuerpo. —¿Y que más sigue? —Mi teoría se vio basada en buenos argumentos hace una semana atrás, Noah me llamo diciendo que Edward había cancelado una cita que tenias con él, lo amenazo de que si se acercaba a ti a menos de veinte metros lo iba a matar con sus propias manos –abrí los ojos sorprendida. —¿Dónde está Noah ahora? –el bajo la mirada. —Te llame hace unos días para saber si estabas bien, a Noah se le vio por última vez en un pub donde se reunió con un hombre rubio, James Staci para ser más especifico –no tengo la menor idea porque la frase "Sangriento…y realmente desagradable…culpa a tu vampiro de eso" vino a mi mente. —¿Dónde está Noah, Charlie? —En la madrugada del día siguiente lo encontraron muerto en su departamento, tenia clavado un candelabro en su cabeza…además de varias fracturas en su cuerpo –sentí ganas de vomitar ante la imagen. —No... —Él es peligroso, debes irte de aquí Bella…por tu propia seguridad, ese hombre está obsesionado contigo y es hora de que estés a salvo. —¿Noah esta muerto? James…el… —¿Lo conoces? –asentí. —Es amigo de Edward, además de ser un soplón de otras empresas… —no podía creer lo que estaba sucediendo aquí, mi cuerpo completo comenzó a temblar. —Escúchame bien hija –me quedo mirando para que pusiera atención en lo que decía –sé que no soy el más adecuado para decirte que te alejes de alguien peligroso, pero esto no lo haces por mi o por tu amigos, esto lo harás por tu propio bien…debes irte de este país, tengo todo arreglado para que partas mañana por la mañana… —¿Qué? –pregunte sin entender. - 461 -

—¿Te das cuenta de lo peligroso que es ese hombre? —Pero no por eso saldré corriendo –el me quedo mirando. —¿Encuentras otra solución? –sus palabras quedaron en mi cabeza, el tenia razón, había tratado de escapar, había tratado de ser fuerte y no rendirme, pero Edward en sí, era una invitación peligrosa. —No…pero ¿A dónde tienes todo arreglado? ¿Qué voy hacer? –además ¿Cómo lo iba hacer? Esa maldita sensación del auto cuando me iba a ir del lado de Edward se hizo levemente presente. —Bueno…el dinero hace maravillas, veras, quiero expandir mis negocios a Europa, sería ideal que tú te hicieras cargo de eso, además tu deseabas ir a ese continente –fruncí el ceño. —Pero yo no estudie nada relacionado con negocios. —Lo sé, pero has aprendido… —eso es cierto, no sé que esperaba Charlie, pero me enseño desde los quince años, lo más básico –además te estarán ayudando –esto era imposible. —¿Cómo crees que voy a confiar en ti? Quizás Noah ni siquiera este muerto… —Salió en las noticias hija…por favor, esto lo hago por tu propio bien, no quiero que aparezcas muerta en algún lado por estar cerca de ese infeliz… —sabía que había una probabilidad de que él estuviera mintiendo, pero los hechos anteriores a este día me ayudaban a creer en lo que decía Charlie. Ahora entendía la mirada de preocupación de Edward esa noche, cuando estaba destrozando todo en su habitación, las palabras de Edward al decir que no viniera aquí sola y el broche de oro era como reacciono ante lo que dijo James —¿Bella? –volví al presente al escuchar la voz de Charlie –debes tomar una decisión –asentí. —Ya lo he hecho…

Penultimo capitulo de este fanfic y espero que les este gustando *O* Bien, ha sido laaargo debido a que me demore tanto en subir, asi que las quise recompensar. El proximo capitulo es un POV de Edward, pero que les guste y ya veremos que hara Bella :/ No puedo adelantar nada.

- 462 -

Muchas gracias por los comentarios que he recibido, a las nuevas lectoras que han amado a este Edward sadico y malo. ¿ven que Edward es malo? les he dicho millones de veces jajaja ahora hay que ver que sucede. Pobre Noah...me acorde de él ahora, un verdadero peligro para Edward, ayudo al padre de Bella a superar su locura xd y ademas...era un tan baba xD Ok. volviendo a lo de los comentarios. de verdad es impresionante, si son unas BEllas leyendo jajaja estan tan confundidas como ella, solo saben que baba Edward xD jajaja Bueno, me despido diciendo muchas gracias por leer este extenso capitulo, les aviso de TRAILER del final de este fic que esta en mi perfil de fanfiction o lo pueden encontrar en mi facebook. ¡Muchas gracias por darse el tiempo de leer pequeñas mariposas! :D

- 463 -

Chapter 36 Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M +16

Capitulo nº 36 POV Edward Subimos con Isabella en el ascensor a mi departamento, según el chofer había un vampiro esperando por mí. Aun no entiendo como esos humanos la dejaron entrar, lo más probable es que tuviera que dejarlos ir, trabajar con humanos no es muy conveniente, pero salen más barato. Las puertas de esta "caja metálica" como siempre pensaba Bella, se abrieron y de inmediato un aroma envolvió mis fosas nasales. Isabella dio un paso para avanzar, pero la detuve dejando mi brazo delante de ella para que no avanzara, pero al sentir un movimiento en la sala me olvide por completo de ella, me dijo, pero no la escuche. Avance por el pasillo hasta llegar a la sala. Pude ver claramente como ella estaba sentada en el sofá sonriéndome. Esto era un sueño, era imposible que Luciana estuviera viva…ella…ella se había suicidado. —Eres tú… —fue lo único que pude decir, no salía más palabras de mi boca, esto era…imposible. Ella levanto su mano hacia mí. —Querido –comencé a ver todas las imágenes que Luciana estaba recordando, desde que éramos humanos hasta cuando fuimos vampiros. Pude ver que en sus recuerdos y además por su aroma que era ella quien nos había espiado en la cabaña con Isabella, pero no observaba una persecución de su parte por lo que pudo ser solo coincidencia. Escuche que me llamaban, pero deje de lado aquello, solo la mire a ella. —Luciana –comencé a acercarme a ella como si estuviera en algún trance y sin ningún problema me acerque tanto que mi atención se fue a sus labios y como un impulso tome su cuello con una mano y elimine la distancia que nos separaba. La bese como lo había hecho antes, ella no conocía a este nuevo Edward y no deseaba que lo hiciera, no se lo merecía. Ella entrelazo su mano libre con la mía, le respondí con la misma caricia hasta que ella se separo de mí y me sonrió. - 464 -

—Ha pasado tiempo… —fruncí el ceño. —Tu deberías estar muerta –ella miro afligida hacia un lado. —Lo sé…y lo siento. —No tienes por qué hacerlo…ya no hay motivo —ella me sonrió nerviosa. —Lo hice para no hacerte sufrir Edward, no te podía dejar diciendo que estaba enamorada de otro –me aleje dando unos pasos hacia atrás. —¿Qué ha sucedido? –me removí un tanto incomodo, me estaba sintiendo raro. —Ha muerto… —la mire extrañado –problemas con otro vampiro –ella frunció el ceño, quedando pensativa —¿Por qué no luces sorprendido? –levante los hombros, quitándole importancia. Hice mi mano un puño cuando esa preocupación desagradable comenzó a atormentarme, fue en ese momento cuando recordé a Isabella. Mire hacia un lado y ya no había nadie. —Demonios… —¿Quién era esa humana? –dijo con voz suave, exactamente como la recordaba. —Mi tua cantante –dije yendo hacia la ventana. —¿Qué? Es imposible…tu mataste a tu tua cantante –mierda, Bella me había visto besando a Luciana, eso no iba ayudar en nada a que deje de recriminarme por cada paso que de. —Mierda… —dije sin saber qué demonios hacer, de seguro se fue a su departamento…lo más probable es que llegara allá con Jacob. Eso me daba tiempo para evitar que mañana fuera a la casa de su padre porque era imposible que fuera a esta hora a su casa. —Edward… —Luciana tomo mis manos haciendo que la mirara. Me aleje un poco de ella…¿Qué había hecho? ¿la había besado delante de Bella? —Alto… —la aleje con mi mano para que no se acercara otro centímetro a mi —¿Qué has hecho? —¿Yo? –me miro preocupada –no sabía…yo no sabía que era una tua cantante, menos la tuya… - 465 -

—¡Mierda! –dije caminando hacia el pasillo ¿Qué demonios había pasado? ¿Por qué mi cerebro quedo varado? Mire a Luciana enojado —¿Es que tienes algún don? –Tense mi mordida para no descontrolarme y estamparla en la pared para que me dijera lo que había hecho, estaba tratando de controlar mi temperamento hace varias semanas —Dilo… —No…claro que no…Edward —¿Qué había hecho? Hice mis manos un puño al sentir a Bella ¡maldito lazo que había con las tua cantante! Me senté en el sofá sin poder tener la capacidad de mantener mis piernas firmes —¿Qué sucede? –Luciana llego a mi lado de inmediato. Tense todo mi cuerpo al sentir como esto estaba acabando conmigo, demonios se sentía exactamente como cuando Samantha murió en mis brazos —¡Edward! —¡mierda! ¿Es que Bella estaba en peligro? Tenía que ir que llegar a ella si es era así. Me puse de pie….pero todo empeoro, al dar un paso el rostro de Luciana fue lo último que vi antes de caer en el suelo y perder todo conocimiento de la realidad…estaba en problemas, un vampiro cayendo a la inconsciencia era difícil de creer. Abrí mis ojos y me senté de inmediato. Mire a mis lados y pude ver que estaba James mirándome sin entender lo que sucedía. Estaba Jane a mi lado y sentada en mi piano estaba Luciana. —¿Dónde está? –exigí saber. Mire a Jane, pero ella levanto los hombros —¡¿Dónde está? ¡La quiero aquí ahora mismo! —¿Dormiste? –pregunto James. —Ni siquiera me lo preguntes, no tengo idea que demonios paso –los vampiro no podíamos dormir, por eso James se veía tan sorprendido, le había hecho creer a Isabella que lo hacíamos porque…sinceramente no tenía la menor idea del porque le había mentido con eso…o con todo lo demás, era claro que no le quería dar poder, si sabía lo importante que era, ahora seria mas rebelde de lo que ya es, pero esconderle que no dormía…dudo que le diera poder, simplemente me agradaba verla dormir. —James…búscala –el rodo los ojos, siempre con su actitud tan relaja, con esa misma actitud tuvo la gran idea de asesinar a Noah Marshall…si ella se llegaba a enterar de aquello…estaba muerto…aun más, quizás averiguaría como acabar con mi existencia y lo cumpliría, de Isabella se podía esperar cualquier cosa y a pesar de que la noticia sobre aquella muerte me hizo feliz por varios minutos luego pensé en las repercusiones con ella, Noah era querido por Bella, aunque sea a mi pesar…ella lo apreciaba y si llegaba a estar con su padre, terminaría adorándolo por haber ayudado al viejo a solucionar sus problemas de frustración y a proteger a Bella…de - 466 -

mi, pero no creo que fuera a donde su padre, ella de verdad lo odia. —Edward, siempre puedes contar conmigo…ella está en casa de su padre. —¿Qué? —Siento haber provocado esto Edward –salió hablando Luciana –de verdad que no tome atención a la humana, tu no deberías tener una tua cantante –la mire e hice un puño mis manos, pero me tenía que controlar, Luciana era una buena persona…siempre la había conocido de la misma forma. Quede pensando en que iba hacer, no se me ocurría nada, cada vez todo con Isabella se iba arruinando, sin poder controlarlo, mis mentiras se fueron haciendo cada vez mas grandes hasta que explotaron…destruyendo lo poco y casi nada que había avanzado con Isabella en la cabaña. Sé que no me había comportado de la mejor manera…si es que fuera humano, pero era un vampiro y todo lo que yo deseaba lo obtenía…por lo menos así había sido desde que me convertí, claro está que eso se cumplió solamente hasta que conocí a Isabella…demonios, esa mujer había hecho que mi mundo se diera vueltas…y ahora estaba todo acabado, la última esperanza había desaparecido. —Renuncio… —mire a Jane que llamo mi atención ante lo que dijo. —¿De qué hablas? –se puso de pie y me quedo mirando. —Como escuchó, renuncio…no puedo creer lo que le ha hecho a Bella, ella quien le dio de su sangre después saber que la estaba convirtiendo sin su consentimiento, después de haber soportado todo lo que ha pasado durante este tiempo…ella de todas formas lo ayudo…bien, renuncio, no puedo estar al lado de alguien tan abominable como lo es usted, Sr. Edward –mire a James y él asintió ante lo que dijo Jane. —No te convertiré –la amenace para que se retractara. —No es el único vampiro en este planeta, permiso –se fue hacia la puerta y desapareció hecha una pequeña furia. Mire a Luciana y me sentí de verdad incomodo de que estuviera aquí. —Luciana ¿podrías dejarnos solos? –trataba de mantener mi indiferencia, pero cada segundo se estaba haciendo más difícil. —Yo podría ayudar… —negué. —Solo vete –ella asintió y se fue con rapidez. Mire a James. - 467 -

—No te vas a poner a llorar ¿verdad? —¡Cállate! Que si no fuera por ti –dije llegando a su lado en un segundo –esto no estaría pasando. —No fui yo quien beso a otra al frente de su tua cantante, acabando con el pequeño pedazo de corazón que le queda a Isabella… —¡Cállate Staci! Que si no fuera porque mataste a Noah, sería mucho más fácil hacer que se acerque de nuevo… —el rio a carcajadas. —No pidas milagros Edward, aunque no haya matado a Noah tú te encargarías de arruinar a Bella… —¡Ella se llama Isabella, no tienes ningún derecho de llamarla Bella! –él negó. —Ni siquiera te das cuenta de lo que sientes por ella Edward, eres un tonto enamorado…pero el problema aquí es que eres un tonto frustrado y enamorado, eso es lo que hace que todo lo que sientes se venga en tu contra…y agradece que maté a Noah o tendrías cien por ciento la batalla perdida, él era un buen chico para Bella. —¡Se llama Isabella! –me gire y caminé hacia la ventana sin saber qué hacer para que todo esto se acabara. James tenía razón, Noah era bueno para Bella, pero yo la quería para mi, ella tenía que ser para mi, era mi tua cantante…su lugar era a mi lado. —¿Qué harás? –apoyé mi mano en la ventana. —No tengo la menor idea…ella debe sentirse mejor ahora, no siento nada extraño… —Querrás decir que no sientes el dolor de Bella, eso es lo que el lazo hace… —no me atreví a contestarle —¿te das cuenta que esto sería mucho más fácil se me hubieras escuchado?...solo tenias que aprovechar, tenias a tu tua cantante al lado, una maravillosa mujer que no se dejo doblegar por ti…era perfecta para Edward Cullen, quien tiene serios problemas de dominación, pero no…arruinaste todo, le mentiste como a nadie…la trataste mal, como si fuera basura y como broche de oro…te has besado con otra mujer delante de ella, olvidándola por completo…¿es que estabas pensando? El respeto es lo más importante entre un vampiro y la tua cantante, Carlisle te lo ha dicho tantas veces… —Cállate…sé que arruine todo, ahora estoy tratando de pensar en algo para - 468 -

solucionarlo, quizás ella no le ha creído a su padre, debemos tener en consideración que la relación entre ellos es muy mala. —No tan mala como la tuya con ella –me gire molesto –Solo dime porque besaste a Luciana, quien apareció de nuevo ¿Qué demonios fue eso? —No me importa, dijo algo sobre que se fue con su tua cantante y nada más, sobre no hacerme sufrir, ahora que lo pienso no puedo creer que haya puesto tanta atención en ella dejando de lado a Bella, jamás me había pasado…aunque estábamos hablando de la persona que amaba cuando era humano y luego rompió todo Edward bueno cuando era vampiro –no pude seguir de pie y me senté en el suelo, apoyándome en la ventana. —Edward… —James se estaba acercando, pero negué. —Vete…solo vete de aquí, haz que todos salgan de este maldito departamento –él asintió y desapareció por la puerta. Me concentre en algo para no caer en algo humillante, de lo cual me arrepentiría —¿Qué voy hacer? –era como si todas mis malditas energías se hubieran marchado de mi cuerpo, dejándome como un simple humano deprimido ¿Qué mierda tenia Isabella Swan que no me dejaba pensar bien?...sé que el lazo entre el vampiro y la tua cantante va mas allá de lo que puedo imaginar, pero…ella estaba acabando conmigo, si pudiera tener la opción de morir o seguir siendo destrozado por ella, tomaría la opción de morir, así me ahorraría participar en todos los torbellinos que era Bella para mí. Al sentir que todos se fueron, me puse de pie y salí de la habitación para ir a encerrarme a otra, esto era verdaderamente humillante. Me senté en el suelo, apoyado en la cama donde dormía Bella ¿Cómo había logrado hacerme caer en ese plan para escapar de mi departamento?...ese había sido un acto cruel de su parte hacia Noah y era mi culpa, estaba cambiando a la original Isabella Swan, la había alejado de sus amigos y había hecho que ahora le agradara menos su trabajo…la había herido de tantas formas, desde que la conocí. Cuando entre a su departamento la primera vez fue la misma noche que la que vi, me escabullí y vi como tambaleante por culpa del alcohol, ella se sacaba cada prenda, quedando solo con sus bragas, mi boca se lleno de ponzoña además de sentir como mi cuerpo respondía al ver a una hermosa tan mujer, con un increíble aroma…desnuda y eligiendo una camiseta gigante de los Chicago Bulls como pijama, jamás había visto algo tan sexy en mi existencia. Ver lo tímida que fue conmigo cuando me presente en la empresa, tuve que usar todo mi autocontrol para no beber de ella, solo de pensar en su aroma provocaba que mi boca se llenara de ponzoña…por eso ese mismo día no lo soporte, entre a su departamento de nuevo y la hice mía…aunque haya sido contra su voluntad…al principio, ella provocaba esa sensación extraña para un vampiro…como - 469 -

si de un segundo a otro te sintieras un humano de nuevo, como si…te agradara el sol cada mañana a pesar de que lo has visto por cientos de años, ella provocaba que mi humor estuviera mejor…excepto cuando discutíamos, Dios santo, es que no había conocido a una mujer tan terca como Isabella Swan…sin embargo es agradable hacerla callar teniendo sexo…magnifico sexo para ser específicos, su cuerpo se amoldaba a mis requerimientos…ella era mía, sin duda alguna, pero ahora no tenía la menor idea de cómo traerla aquí…era verdad lo que me dijo antes, había cruzado todo limite que había entre nosotros, lo rompí y destroce todo en cada paso que di. Me había prometido hace muchos años que no iba a dejar que ninguna mujer en la tierra tuviera poder sobre mi forma de actuar, mis decisiones y en ningún ámbito de mi vida, pero debía ser honesto, eso se había ido al infierno cuando ella apareció…ella me había manejado como quiso desde un principio, pero…actué de una forma brutal…y aún lo hago. Ella siguió aquí de todas formas, esperando, dándome de su sangre, entregándose a mí. Me puse de pie convencido de que estaba actuando como un cobarde, ella era mía y no iba a dejar que se escapara como si nada. Tendría que arreglar lo que arruine, pero no iba a perderla…ella no se iría de aquí. Mire a mi lado y vi donde dormía, fue lo necesario para convencerme aún más de que la tenía que tener de vuelta, aunque fuera contra su voluntad, le demostraría que no la iba a herir de nuevo…esta sería la última vez, cuando la trajera a mi lado. Le explicaría lo que sucedió con Luciana, cosa que ni siquiera yo comprendo en su totalidad. Le enseñare todo lo que sea necesario para que aprenda de qué se trata ser una tua cantante y en el camino aprender yo mismo de que se trata. Tenía mas de mil años, pero siempre me habían cansado las discusiones y Bella me tenia agotado, sin duda alguna…era momento de comenzar desde cero ya que ninguno de los dos estaba cómodo sin el otro, aunque siempre éramos como un gato y un raton, para mi ella era un mal necesario y quizás ahora…podría hacer que las cosas mejoraran entre nosotros. Me dirigí hacia la puerta del ascensor cuando cierta música comenzó a sonar. Mire hacia atrás y vi mi celular vibrar mientras sonaba, moviéndose en la mesa de centro. En un segundo llegue a él, mis ojos se abrieron sorprendidos al notar de quien era la llamada y eso era algo que nombrar, como vampiro no habían muchas cosas que me sorprendieran, había visto demasiado en este planeta que ni siquiera Luciana me sorprendió del todo. Presione el botón para contestar y lleve el aparato a mi oreja. —Me has tomado por sorpresa…iba justo a tu departamento. —Buenas tardes, Edward… —su voz estaba ronca, lo que no me agrado nada. Si yo me había sentido mal hasta el punto de quedar inconsciente…no quería imaginar cómo lo pasó Isabella. - 470 -

—¿Dónde estás, Isabella? –sabia que ella respondía de diferente forma cuando la llamaba Bella, pero también entendía que ella me había descubierto, cada vez que la llamaba "Bella" era para poder manipularla a mi antojo, generalmente funcionaba, a pesar de que en mi mente la mayoría del tiempo la llamaba Bella. —¿Cómo estás? –dijo sin previo aviso. Tense mi mano haciéndola un puño. Ella me insultaba cientos de veces, pero hacia algo que muy pocas personas hacían, preguntarme como estaba, jamás le respondía y le cambiaba de tema, pero eso me llamaba la atención. —¿Cómo crees que estoy?...¿has ido donde tu padre? –esperaba que no fuera así o si no estaría más muerto de lo que ya estaba. —Ya estoy de vuelta ¿eso no te dice algo? –enarque una ceja. —Iré para allá… —dije finalmente. —No… —fruncí el ceño, necesitaba saber con qué me encontraría cuando la fuera a ver –vendrás, pero aún no…quiero que llegues a las ocho de la noche –mire de inmediato mi reloj, faltaba un poco menos de dos horas. —¿Y porque habría de hacer lo que dices? –no me agradaba su tono. —Porque me lo debes –no le dije nada, tenía razón. —A las ocho… —Muy bien, nos vemos… —cortó sin decir nada más y yo deje el celular en la mesa de nuevo. Por lo visto llegar a ella tendría que esperar otro poco. Mire hacia el sol que se escondía entre los edificios cuando alguien entro en un segundo al departamento. —¡Tú! –me gire cansado. —Esme, Carlisle…han regresado… —sonreí al ver lo loca que parecía Esme mirándome con verdadero odio. —Buenas tardes Edward –dijo sonriendo Carlisle –amor –se dirigió a Esme, borrando toda sonrisa de mis labios, siempre me incomodaban la forma como se dirigían al otro –tranquila. —¿Cómo quieres que este tranquila? ¡Jane me dijo todo! –me miro - 471 -

incriminándome con sus ojos negros. —Este no es tema de ninguno de los dos… —me iba a retirar, pero Esme evito que me moviera. —Escúchame bien… —sus ojos se oscurecieron por la rabia que sentía. Tuve que salir de su mente porque se estaba volviendo igual de oscura –lo que has hecho es una de las peores humillaciones que una tua cantante puede recibir y espero con todo mi muerto corazón que tu lazo con ella se rompa y vivas por una eternidad en las penumbras de la vida… —ella se giro y miro a Carlisle –es todo tuyo –desapareció tan rápido como llego dejándome con una sensación amarga en la boca, sus palabras no habían sido de aliento realmente. Carlisle camino tranquilamente hasta el sofá y se sentó, cruzando sus piernas y dejando un brazo sobre el respaldo del sofá, siempre con esa imagen tan impotente, lo que él no decía en palabras como Esme, lo dejaba claro con su lenguaje corporal. —Esta vez sí que la has hecho enojar…ella te quiere mucho. —No me interesa lo que Esme diga, Carlisle… —¿Por qué no te sientas? Tenemos una larga conversación pendiente ¿no es cierto? –camine hacia el sofá de al frente y me senté para poder escuchar su sermón –veo que no has sabido manejar a tu tua cantante… —fruncí el ceño –y no estoy hablando a que seas un maniático con ella, hablo sobre manejar la situación… —Ella ha sido un tanto difícil… —Carlisle bufo, mostrando su disconformidad ante mi respuesta. —Está claro que ha sido difícil, solamente por tu comportamiento hacia ella. —Sé que no he sido el mejor –el negó haciendo un sonido desagradable al chistar su lengua. —Realmente es el peor que he visto en toda mi existencia. —Eso es mentira, tú no te has quedado atrás ¿o si? –frunció el ceño molesto por recordarle como él trato a Esme. —Ten cuidado muchacho…dime ahora como solucionaras todo con Bella. —Se llama Isabella –me molestaba que otros se tomaran esa atribución con ella, como si fuera íntimos amigos. - 472 -

—Responde. —Me reuniré con ella a las ocho de esta noche, creo que será el momento de conversar todo como se debe. —¿O sea que le dirás cuan importante es para ti? —No he dicho eso. —Es la única forma que podrás convencerla… —No lo creo –sabía que estaba pecando de testarudo, pero no quería que Carlisle se enterara de lo que haría o no haría con Bella. —Edward –me miro enojado –debes tener cuidado, tus errores se han ido sumando uno tras otro, ella ha sido leal a ti y tu solo has respondido con desilusiones, sinceramente no te mereces ni la preocupación de ella –en eso no me cabía duda…ahora. Mi pensamiento sobre Bella y como ella tenía que responder a mi no era el mejor de todos, esperaba que ella viviera por mí, cada paso que diera lo hiciera por mí, era claro que no funcionaba así mi tua cantante. —Lo repito, no eres el mejor para darme sermones Carlisle. —¿Lo dices por Esme? –asentí. —La tomaste y la hiciste tuya…la marcaste al frente de todo ese grupo de vampiros, estaba ahí, hasta a mi me sorprendió lo que hiciste. —Lo sé…me he arrepentido el resto de mi existencia por ello, Esme ha sabido perdonarme, pero tú has cruzado todo límite establecido, estar convirtiéndola sin su conocimiento además de haber besado con otra mujer al frente de sus ojos, solo haces que el lazo con ella se rompa y se quiera alejar de ti –el coraje comenzó a apoderarse de a poco de mi cuerpo. —Me ha llamado, eso quiere decir que no me quiere alejar del todo ¿no? —O te ha llamado para darte una patada en tus partes nobles –no pude evitar sonreír. —No lo creo…. –debía ser sincero y decir que no tenía la menor idea de porque me estaba llamando, no era una actitud propia de ella. Cuando la desilusioné en las veces anteriores su deseo por verme era nulo y ahora me ha llamado para reunirnos - 473 -

en su departamento, eso era algo extraño. —Entonces…¿Qué harás cuando llegues allá? —¿Sabes? Creo que ese asunto es mío…no tienes porque inmiscuirte en este problema. —Solo deseo saber si harás bien, pero por lo que he escuchado no tienes la menor idea de lo que harás ¿o no? –mire hacia un lado enojado, odiaba cuando Carlisle descubría mis intenciones. —Dicen la espontaneidad es un don. —O un plan que te llevará a rendirte y perder ¿sabes? Tu actitud desinteresada aquí ya no puede seguir el mismo rumbo…sé cómo eres Edward, durante mis primeros años de vampiro te convertí, te conozco muy bien y sé que durante estos años has perdido las ansias de las sorpresas que te trae la vida, solo hay que mirarte, ni siquiera has hecho algún comentario o exclamación por haber visto a Luciana nuevamente ¡ella estaba muerta por Dios! —Realmente no me interesa, me ha llamado la atención lo que hice, besarle al frente de Bella… algo extraño hay ahí y no tengo la menor idea. —No llegaras diciendo eso a donde Bella ¿cierto? –no respondí nada. —¿Por qué? —Porque tu historial no te acompaña Edward, te has dejado llevar por la lujuria y necesidad de aplacar un vacio que comenzó desde que asesinaste a Samantha…solo Bella ha hecho que despiertes de tu letargo…y miras como le estas respondiendo, sé muy bien tus pasos hijo, como la engañabas al comienzo de conocerla, durmiendo con Tanya y sabe Dios quien más, bebiendo de otras humanas, faltándole el respeto de una forma que no podría llegar a justificar –me puse de pie incomodo al recordar los dos meses que he estado al lado de Bella y de cómo me he comportado con ella. —Si es mi tua cantante comprenderá… —Carlisle comenzó a reír en ese momento, lo que hizo que mi rabia se incrementara, odiaba no poder encontrar una salida fácil o rápida para el problema que estaba acabando con mi mente. —Eres ingenuo…o verdaderamente un cabrón –fruncí el ceño a como me llamo. —Deberías retirarte –fui hacia la ventana y me apoye en ella, mirándolo –no quiero - 474 -

discutir o entrar en una pelea contigo –Carlisle se puso de pie de inmediato y me quedo mirando, en menos de un segundo puso su brazo contra mi cuello, acorralándome contra la ventana. —¿En serio, Edward? –se acerco mirando fijamente mis ojos —¿crees que podrías derrotarme? Esa es una idea tan loca como esperar el perdón de Isabella…ve preparado para la derrota –lo quede mirando con la misma intensidad, deseando que se desintegrara de a poco –no me vuelvas a amenazar muchacho…sabes muy bien que no somos inmortales y que un solo movimiento de mi parte y dile adiós antes de tiempo a Bella –me dejó libre y camino hacia el pasillo. —No quiero que te vuelvas a inmiscuir en mis problemas –él se giro y me miro sonriente. —Isabella Swan es mi problema, es mi empleada y fui yo quien la trajo a tu vida…te llame al tiempo de asegurarme de que tenía el mismo aroma que Samantha, así que no vengas diciéndome que ella no es mi problema… —no fui capaz de responderle nada, él tenía razón sobre eso –de verdad espero que quede alguna oportunidad para ti Edward o sino date perdido…exactamente como dijo Esme, en las penumbras de esta vida –al terminar de hablar desapareció rápidamente de mi vista, dejándome con menos aminos de los que ya tenía. Recordé la vez que me llamo Carlisle para comunicarme que había sentido el olor de Samantha hace un tiempo y que tenia a aquella chica como su secretaria. Esa misma noche viaje a esta ciudad, sin poder creer que eso fuera cierto, claramente no le creí porque cuando llegue en la tarde me fui en busca de algo para alimentarme y poder encontrarme algo de entretención. Apoye mi cabeza en la ventana y recordé esa noche, sin duda el destino jugaba de diferentes maneras. Estaba en un callejón al lado del Irish pub bebiendo de una joven, que era bastante guapa, sin embargo al estar alimentándome de su sangre provocaba una gran excitación en ella por lo que sus gemidos no demoraron en aparecer, no me molestaba para nada, pero no pude seguir deleitándome de esta extasiada mujer ya que alguien nos interrumpió. —Vayan a un hotel –levante la cabeza y sentí como un nuevo aroma entraba por mis fosas nasales, aturdiendo todo a su paso. Deje caer a la mujer que tenía en mis brazos, provocando un desagradable sonido cuando su cuerpo choco en los contenedores de basura. Quede observando a la chica que estaba mirando desde la luz de la calle, podía notar desde aquí que no estaba del todo sobria. Mis ojos se volvieron rojos sin poder evitarlo, cada vez que mi garganta ardía por sed de sangre, estos cambiaban de color, lo extraño era que recién me estaba alimentando. Avance - 475 -

unos pasos rápidamente y la expresión de la chica cambio de inmediato, se asustó, el pánico atravesó su cuerpo y pude verlo claramente tanto en su cuerpo como en su mente. Sonreí al pensar que solo podía ver mis ojos rojos, pero el taxista que estaba detrás de ella toco la bocina sacándola de todo aturdimiento en el que estaba, entro el auto como un alma en pena. Escuche con claridad la indicación que le dio al chofer, aunque no la necesitaba, ese aroma lo podría rastrear hasta el fin del mundo. Me acerque a la velocidad que me permitía mi especie y quede mirando su rostro con más claridad. Sus ojos chocolates me miraron, sin embargo no a mi rostro; me agrado su cabello castaño, cayendo en ondas sobre más debajo de sus hombros. Sonreí, deseaba verla otro poco más. Seguí al taxi durante unos minutos para luego llegar a uno de los peores barrios de Chicago, Bridgetport—Chinatown. Ella aunque estaba ebria subió su pobre edificio por las escaleras, aunque no la culpo, el ascensor de ese lugar corría serios peligros de caerse. Ella vivía en el último piso del edificio, en el momento donde ella entro a su departamento y tiro la puerta, aproveche para entrar, provocando que el tiempo para que esta se cerrara aumentara llamando asa la atención de la chica. Me escondí en la oscuridad y mire a mi alrededor, tratando de buscar el nombre de la mujer con el mejor aroma que podía existir, claro…después de Samantha. Encontré algunas cartas abiertas en su basurero y descubrí su nombre, Isabella Marie Swan…cosa que paso a segundo plano cuando dejo su vaso de agua en el mesón, vaso que bebió como cual posesa, no era muy buena resistiendo al alcohol por lo visto. Isabella fue bajando el cierre por el costado de su corsé o lo que sea de color negro, lo dejo tirado en el suelo, quedando con su sujetador. Se saco sus tacos tambaleándose en el proceso, pero se pudo mantener de pie. Sonreí al notar como sus pantalones fueron bajando, dejando al descubierto su cuerpo…bueno, en parte porque seguía con su ropa interior. Isabella se perdió en el baño por lo que aproveche para buscar una mejor posición ya que dejo la puerta abierta. Sonrió ante el espejo pensando en cómo demonios se había asustado por mis ojos, lo que me hizo sonreír de nuevo, esta chica era valiente. Lavo sus dientes cuidadosamente y dejo caer su cabello por completo ahora, se deshizo de su sujetador…lo que me hizo sonreír complacido, esa chica seria mía sin duda alguna. Termino poniéndose esa camiseta de los Chicago Bulls lo que la hacía ver sexy, sin embargo había algo que me llamaba la atención, además de su increíble aroma. Isabella se recostó en la cama y comenzó a quedarse dormida luego de haber apagado la luz. Me acerque unos pasos a la cama para ver mejor su rostro, eran tan blanca que si no latiera su corazón podría ser muy bien una vampira…una vampira con el mejor aroma que podría haber sentido. Cerré los ojos y me concentre en sentir su aroma, era increíble, era una mezcla que me estaba volviendo loco llenando mi boca de ponzoña, pero había algo más en su aroma…algo que no había sentido cuando estuve cerca de Samantha. Isabella se removió suavemente en la cama, lo que hizo que mi mente quisiera entrar a la suya, ciertamente eso me puso en problemas - 476 -

porque abrió los ojos y miro directo a los míos. Supe de inmediato lo especial que tenia Isabella, eran sus ojos…eran inocentes. Sonreí al darme cuenta que esta chica era virgen, sin duda alguna haría a Isabella Swan mía. Mire la hora en mi celular y eran las siete y media. De inmediato tome mis llaves y me dirigí hacia el auto, pero al llegar a la entrada del edificio me encontré con Jacob que me quedo mirando como si estuviera viendo al peor de los monstruos, no me tomo nada saber por qué. —Así que has sido tú quien ha llevado a Bella –el asintió —¿y escuchaste mi autorización en algún momento? –Jacob no dijo nada, solo recordó como había visto llegar a Bella…lo que me dejo a mi sin palabras, ella tenía sus ojos rojos por las lagrimas, una expresión que me hizo ver que esto sería realmente difícil…y demostrándome que mis posibilidades de que ella volviera a hablarme o siquiera a mirarme se hicieran nulas. No espere una respuesta por parte de Jacob, solo me dirigí hacia el jaguar y me concentre en manejar a toda velocidad hacia el departamento de ella, si estuviera un poco más oscuro me hubiera ido a mi propia velocidad, pero era peligroso. La llegada comenzó a retrasarse, el trafico estaba en su hora máxima así que cuando me fije en la hora pude ver que solo me faltaban quince minutos para llegar a donde Bella, sería imposible. Comencé a tocar la bocina desagradablemente, pero no avanzaba nada hasta que tuve la posibilidad de virar hacia la derecha, no me serbia pero dejaría estacionado ahí el auto, no me daría el lujo de llegar tarde a donde ella me había citado. No me importo dejar mal estacionado el auto, solo Salí y me fui a un callejón donde tuve que ser cuidadoso al momento de salir a toda velocidad de este sin que el ojo humano pudiera descubrirme, no me tomo más de cinco minutos llegar. Ya el sol se había escondido, dejando un llamativo atardecer con el cielo naranjo y rojo, producto de la contaminación de esta ciudad. Mire hacia arriba, al edificio y mis manos se movieron incomodas por no saber qué demonios me esperaba ahí, pero no era momento de ser un maldito cobarde como lo había estado haciendo desde el comienzo que conocí a Isabella, era hora de enfrentar lo que estaba sucediendo tanto para ella como para mí. Avancé hasta pasar por al lado del conserje, el cual ni se inmuto al ver un desconocido entrando como si fuera un dueño mas. En un segundo subí las escaleras y mire la puerta del departamento de Isabella. Volví a mover mis manos….nervioso por lo que podría esperar por parte de Bella. Cerré los ojos y me concentre en sentir el latido de su corazón, ella estaba dándome la espalda, apoyada en la pared al lado de la puerta, su aroma inundo mi mente al extremo de nublar mi razón, como - 477 -

siempre lo hacía. Mire nuevamente y solo faltaban tres segundos para las ocho de la noche, pero antes de dar un paso hacia la puerta al llegar la hora, Bella abrió esta… Me acerque inseguro porque no podía leer su mente, en este momento iba a ciegas. Lleve mi mano a la puerta y la abrí completamente. Entre sin dudarlo y la cerré. Ella estaba a mi lado, pero mi mirada estaba hacia al frente, no podía verla a los ojos. —Estas con la misma ropa de ayer –sonreí, nunca pensé que escuchar su voz me agradara tanto…lo que no me gustaba ni un poco, esto del lazo con la tua cantante me estaba haciendo la vida imposible. —No tuve tiempo de vestirme –segundo después se escucho el fuerte golpe de cuando ella cerró la puerta. Me iba a girar para verla, pero ella no me lo permitió. —No te muevas…no quiero ver tu rostro aun –fruncí el ceño. —¿Entonces porque me has llamado? –sabia que esta no era manera de comenzar las cosas, pero mi comportamiento…era algo que no podía controlar. —Ya veo… —me moví para encararla y decirle todo, pero volvió a hablar —¡no te muevas! –quede pensando unos segundos sin saber que decir, esto se me estaba escapando de las manos justo como dijo Carlisle. —¿Qué ves? –sentí como se apoyo en la puerta, cruzando sus brazos. —Te hice una pregunta y nos has sido capaz de responder, sigues con la misma ropa, supongo que con esa tal Luciana lo has de haber pasado muy bien ¿no? –hice mis manos un puño, no me sentía cómodo si ella me estaba mirando desde atrás. —Estas equivocada –sin embargo, si no me hubiera desvanecido…no sé qué hubiera pasado, no me reconocí del todo en ese momento. Ella rio amargamente. —No te creo… —Te estoy diciendo la verdad. —Aahh entonces me retracto, te creo porque como tú nunca me has mentido y jamás me has hecho sentir mal o algo por el estilo –comencé a mover mis dedos contra los costados de mis piernas. —Bella…es verdad, no he hecho nada con Luciana, es más, no tengo idea donde - 478 -

está. —Pobre de ella…esta desamparada, sin su vampiro –comenzó a molestarme su actitud irónica. —Ya basta… —ella bufo. —No estás divertido el día de hoy. —Me voy a girar –la amenacé. —Bien, si lo haces será un adiós… —tense mi mordida al escuchar su amenaza. Demonios, ella sabia jugar. —¿Qué pretendes teniéndome aquí? —Hacer que te sientas mal…no tienes idea lo que provocaste ayer. —Lo sé. —¡No! No lo sabes Edward, no tienes idea lo que provocaste –escuche como hacia rechinar sus dientes. Quede en silencio unos segundos hasta que me tuve que rendir un poco. —¿Sabes? Yo no duermo…jamás lo he hecho como vampiro. —¿Qué? –mire el sofá distrayéndome en otra cosa, como si ella no estuviera ahí. —Nunca he dormido, siempre me he quedado contigo mirando como duermes… —ella suspiro cansada. —¿Por qué me dices eso ahora? —Ayer en la tarde luego de que te fueras y me diera cuenta de que lo hiciste porque no sé qué demonios pasó –ella rio ante mis palabras. Use todo mi autocontrol para no explotar y decirle que solo escuchara –yo… —esto era humillante, pero me lo merecía –caí inconsciente en un momento, pude sentir por lo que estabas pasando… —ella rio suavemente. —Es gracioso escucharte decir eso…es como si volvieras a darme pinceladas del Edward que he estado buscando –fruncí el ceño y trate de mirarla sin entender de lo que hablaba –debo ser sincera Edward, aquella vez que me besaste preocupado por - 479 -

mí quede pensando que se repetiría varias veces más, que podría lograr que quedara ese Edward en vez del que estoy viendo…pero no fue así, solo por eso he estado contigo todo este tiempo, al principio quería comenzar una venganza contra ti, romperte el corazón en mil pedazos, pero eso es imposible…tú no tienes corazón. —Eso es cierto –ella no me respondió nada, por lo que aproveche el momento para saber donde me encontraba en este juego –Has estado con tu padre. —Así es… —Supongo que ya sabes lo de Noah. —Si —¿Entonces? —No le creí a Charlie…tu no harías algo así, sé que eres malvado, pero no tenias que mandar a matar a Noah, creo que fue alguien más…quizás estaba metido en problemas —¿esto era cierto? ¿ella de verdad no le creyó a su padre por mi? Este debería ser el momento cuando yo le digo que la muerte de Noah no fue mi culpa…en parte, porque James fue quien lo asesino, pero solo por ayudarme, ya que ese humano era un peligro en potencia, ayudó al padre de Bella a superar sus serios problemas mentales…él era bueno para ella y corría el riesgo que ella se fuera con él. Este era el preciso momento donde lo arreglaba todo diciendo la verdad…o me arriesgaba a mentir y salir de todas formas invicto…o realmente jodido —¿Y bien? —Creo que has hecho funcionar ese cerebro…. –ella no tendría porque enterarse de lo que sucedió con Noah…o por lo menos lo que sucedió entre Noah y James. —Muy bien… —su tono de voz cambio –creo que es hora de que te gires –hice mis manos un puño y me gire para poder verla. Mis manos se relajaron de inmediato, al mismo tiempo que las pupilas de mis ojos se dilataron y la ponzoña en mi cuerpo comenzó a arder de a poco. Bella dejaba caer su cabello sobre la camiseta que usaba de pijama, aquella de los Chicago Bulls. Seguí mirándola hacia abajo y pude ver que tenia unas…¿ligas negras en sus muslos? ¿Qué estaba sucediendo aquí? Sabía muy bien, durante todos estos años, que cuando un hombre se comporta de mala forma o simplemente hace enojar a una mujer, ella no lo premia. —¿Qué estás haciendo? –pregunte sin siquiera proponérmelo. —¿Te gusta? –sonrió y ahí algo pasó. Sus ojos estaban tristes y aquel suave maquillaje que habia utilizado estaban tratando de cubrir sus ojeras. Aun así lucia - 480 -

hermosa, pero estaba triste. Me acerque como si estuviera verdaderamente hipnotizado, pero antes de poder estar más cerca de ella, Bella levanto su mano, dejándola en mi camiseta donde hizo su pequeña mano un puño –responde… —Mejor que nadie… —no pude evitar decir eso, era verdad y además…ella estaba muy dolida por lo de Luciana, cosa que estaba demás…ellas no tenían comparación. Bella sonrió triste. —Creo que estoy en el deber de demostrarte quien es tu tua cantante –fruncí el ceño ¿de verdad estaba sucediendo esto?...era lógicamente imposible. Ella mordió delicadamente su labio después de suspirar. —No tienes que demostrar nada… —¡demonios! No podía controlar mi maldita lengua cuando ella se comportaba de esta forma. —Y tu tendrás que darme algo a cambio… —fruncí el ceño –no pongas esa expresión, me lo debes. —¿Qué es lo que quieres? –la mire desconfiado, siendo que en mi posición debería aceptar todo lo que dijera. Me acerque un poco más a ella para poder sentir su aroma, ella miro a un lado nerviosa, me gustaba el efecto que tenía en ella, era algo agradable –yo… —levanto la mirada para encontrarse con la mía –voy a estar arriba… —eso no me agrado, di un paso hacia atrás, pero ella no me dejo. Me tomo de la camiseta negra y me acerco a su cuerpo –y lo harás porque yo lo estoy pidiendo, harás algo que no has hecho al igual como yo lo he hecho y hare… —la quede mirando sin decir nada, ella me miraba de tal forma que solo podía concentrarme en sus ojos chocolate. Sus pequeñas manos tomaron mi chaqueta, sacándola de a poco desde mis hombros. —Estoy confundido –dije finalmente. Ella frunció el ceño –me miras de tal forma que creo que estas a punto de estrangularme, pero tus acciones son otras –ella sonrió. —Eso es fácil, tú no sabes leer mi mirada porque no me conoces realmente…nunca te has dado el tiempo. —Eso no es cierto… —mi saco cayó al suelo y me miro. —¿Por qué no hablamos de eso mañana? –di un paso hacia atrás. —No estás actuando normalmente, tu no dejas conversaciones para otro día –ella bufo. - 481 -

—Fácil, solo dame esta noche para creer que no eres una de las peores personas que he conocido –hice mis manos un puño, pero evite decir algo que me dejara peor y me rendí. —Esta bien…lo que tu desees, estoy en deuda… —ella sonrió, pero aquello no era verdadero, parecía como si quisiera llorar en cada segundo, lo que no me agrado. Odiaba cuando ella lloraba, sabía que había sido el causante de casi todas sus lagrimas en este último tiempo, pero simplemente…no lo podía evitar, frases y acciones salían de mi, sin notar cuando o no le hacía daño. Ella dio un paso hacia mí, pero como instinto me acerque más rápido, no quería que estuviera triste y sabía muy bien cómo lograr aquello. Me apodere de su cadera y la acerque a mí para después acercar mis labios a los suyos, ella presiono mas su agarre en mis hombros cuando la bese. No entendía mucho aquello, siempre le gustaban mis besos, era una agradable forma de manejarla al principio…luego simplemente me gusto de igual forma que a ella estos besos. Bella subió sus manos a mi cabello para atraerme más cuando permitió invadir su boca con mi lengua, lo que provoco que avanzara un poco hasta hacerla chocar contra la pared, sacando un gemido de su parte, no pude evitar sonreír. Me separe de ella porque olvidaba que Bella seguía siendo humano, por el momento, así que necesitaba aire para sus pulmones. —Me gustan tus labios –eso lo había escuchado antes, lo que me agrado volver a hacerlo. Me acerque de nuevo a ella y me deleite con su cuello, esta era una de mis partes favoritas de su cuerpo, además que cuando su espalda se arqueaba dejando expuesto su cuello me era el mayor placer poder beber de su sangre. —Edward… —dijo en un suspiro. Sonreí al escuchar su voz y lo hice aun mas cuando sus manos se fueron a mi camiseta y la comenzaron a subir, mis terminaciones nerviosas volvían cuando ella tocaba mi piel. Lleve como instinto mis manos a ese exquisito trasero que ella tenía, era inevitable, me encantaba hacerlo, la acaricie con deseo obteniendo mas gemidos de parte de ella, no lo soporte por mucho, la tome de sus muslos y ella de inmediato rodeo mi cadera con sus piernas. La lleve en un segundo a la cama. La recosté mientras seguía apoderándome con ansias de sus labios, pero ella me empujo un poco y saco mi camiseta con rapidez. Su boca se fue a mi cuello cuando comencé a subir mis manos desde sus piernas hasta su abdomen, donde seguí mi recorrido hasta llegar a sus senos, saque su camiseta que la hacía ver tan bien y me iba a dedicar a deleitarme con su cremosa piel, pero ella no me lo permitió. Me volvió a empujar, pero esta vez más fuerte, así que me aleje y la mire confundido. Bella se acerco al final de su cama y quedo sentada, debía decir que de esta perspectiva no tenía ideas muy puras de lo que ella podía hacer conmigo –soy una mujer de palabra. —¿Qué estas…? –no tuve que seguir preguntando cuando vi que sus manos se iban - 482 -

al cinturón de mi pantalón y lo comenzaban a desabrochar ¿es que ella iba a hacer lo que pensaba? –Bella… —ella me miro y mordió su labio inferior nerviosa. Sentía que esto no estaba del todo bien, algo raro estaba ocurriendo, pero no pude articular palabra porque ella llevo su mano a mi miembro, el cual ya estaba bastante duro desde que la vi con esa camiseta que ahora estaba tirada en el suelo. Bella bajo mi bóxer y paso su mano por mi trasero lo que me hizo mirarla sorprendido. —Después de esto no te debo nada –dijo mientras comenzaba a mover su mano alrededor de mi miembro, provocando que cerrara los ojos y solo me concentrara en su mano. Demonios…sabia esto no podía ser tan bueno, pero nuevamente no seguí pensando en lo que sucedía de verdad e hice mis manos un puño cuando sentí que su lengua pasaba por la punta. —Isabella… —mi voz salió ronca, deseando que se llevara todo a su boca. Me tomo con seguridad desde la base y volvió a pasar su lengua pero por toda mi longitud. —¿Mmmm? –la mire y me quede con los labios entreabiertos al ver la imagen, Bella con mi pene a centímetros de su boca y mirándome con una expresión de cómo si no supiera si lo hacía bien, pero creo que mi rostro le dio seguridad ya que sonrió de una forma extraña y sin previo aviso llevo su boca hacia mi miembro. No me pudo tomar por completo, pero su mano se siguió moviendo al mismo ritmo de su boca, cada tanto sus dientes pasaban con cuidado por todo mi extensión. Tense mi mordida y no lo soporte más, lleve mi mano derecha y la enredé en su cabello, para después comenzar a embestir su boca, escuche como si ella se quejara un poco pero…demonios, no me podía controlar cuando estaba con ella además hace tiempo que no me hacían sexo oral, la última vez fue Tanya y sinceramente no tenia comparación. Mire hacia abajo y seguí moviéndome contra ella disfrutando de la imagen de perder mi miembro en su boca, pero podría estar así por todo el tiempo que yo quisiera…y no quería terminar en su boca, quería hacerlo como se debía. Ella me miro con la duda en su rostro, pero no deje que hablara. A velocidad vampírica me saque mis zapatos y mis pantalones. Me fui sobre Bella haciendo que se recostara, lleve mi mano a sus bragas y me deshice de ellas de un solo movimiento —¡Edward! –dijo con un tono que me dejaba claro que no se había asustado sino mas bien sorprendido –Espera…eso… —la mire y sonreí. Ella iba a decir algo, pero no espere. Bese su ombligo para después pasar mi lengua por su cadera, mordiendo aquel segmento donde se encontraba su hueso sobresaliente –Edward…. –ella me miro y atrevidamente me dio un invitación bastante peligrosa, flexionando su pierna y exponiéndose solo para mí. La tome de su cadera y la atraje hacia mí, nuevamente siendo recompensado con uno de sus gemidos que iban directo a tensar más de lo que estaba mi miembro. Acerque mi mano derecha a su espalda y me acerque más a su cuerpo para poder desabrochar su sujetador, ella me miro con una expresión afligida, lo que me agrado. Me deshice de su sujetador negro y deje en el suelo - 483 -

—¡Edward! –dijo mas alto. Sonreí y lleve mi mano a su entrepierna, podía sentir con claridad su excitación lo que aumentaba la mía, pero comencé a jugar con su clítoris moviendo mi dedo pulgar en círculos para después comenzar a besar su sexo, apoderándome de los gemidos y movimientos de Bella, haciéndola mía como debía ser –Más… —suspiraba mientras su cuerpo estaba ardiendo en llamas. La temperatura de su piel estaba más alta, su respiración estaba agitada al igual que los latidos de su corazón –Edward… —se quejo cuando pase mi lengua por su clítoris. Llevo como reflejo su mano a mi cabello y me acerco más a ella. Seguí haciéndola mía hasta que sus músculos se tensaron y obtuvo su orgasmo. Me aleje de ella y mire como su pecho subía y bajaba tratando de calmar su respiración. Me miro y sonrió, esta vez fue de verdad, no había pena o algo parecido en su mirada…claro que no iba a estar triste luego del orgasmo que le di. Bella levanto su mano derecha y me hizo una seña para que me acercara, la mire enarcando una ceja para después tomar de su pie y tomarla para que se acercara a mí, en ese momento me aproxime para besarla. Me dedique a saborear su cuello antes de volver a sus labios donde ella dejo sus manos en mi rostro, ese era un movimiento que no recordaba y provoco que me tensara. Apoye mi mano izquierda en su cadera acercándola a un ritmo constante a mí, provocando que gimiera entre besos al sentir mi miembro en su vientre y comenzar a buscar mi objetivo. —Supongo que debo cumplir mi parte del trato ¿no? –dije recordando lo que ella me había dicho antes, sabía que mi actitud hoy debía cambiar…o por lo menos durante este tiempo, así podría tenerla de vuelta. Bella asintió ante mi pregunta. —Exacto… —me gire y quede recostado en la cama, ella sobre mí. No pude evitar mirarla un tanto nervioso, estaba rompiendo con todo el ideal o promesa que me hacía pasar cada día convenciéndome que nadie tendría poder sobre mi y parte de esa promesa era no dejar jamás que una mujer este arriba en una relación sexual, aunque suene estúpido. Ella se acomodo y se sentó sobre mi, frunciendo el ceño y sin comenzar nada aun. —No quiero así… —Bella estaba actuando de una forma tan extraña, no estaba siendo distante y no tenía esa mirada de "estoy haciendo mal" lo que realmente hacia que quisiera hacerla mía con mas ansias, para demostrarle que aunque ella sintiera que no hacia lo correcto no podía controlar su cuerpo ante mí. Me senté al ver que ella se sentaba a un lado. —¿Qué sucede? –ella sonrió, se apoyo de mis hombros y se volvió a sentar sobre mí, donde nuestros sexos se rozaron haciéndonos gemir a ambos. Esta posición no me la esperaba, no estaba relacionada con dominación o control, ambos estábamos al mismo nivel, mirando nuestros rostros. Sonreí excitándome ante la idea, nunca había hecho esta posición y no era por falta de sexo, sino por mis "reglas" - 484 -

—Me gusta –dije asintiendo ante la idea de hacer de esta manera. Ella me miro frunciendo el ceño con desconfianza, no la culpaba. Mi comportamiento no era el mejor de todos y era algo que no podía controlar y sinceramente no estaba muy convencido de querer cambiarlo, me gustaba tener el poder, era algo agradable, sin embargo ahora me sentía cómodo mirando los ojos chocolate de Bella. —Ahí sí –ella levanto la vista, encontrándose con mi mirada. Su pecho choco con el mío y volvió a sonreír. —Bella… —volvió a sonreír de verdad. —Esto es emocionante, primera vez que hago esto –sin embargo su sonrisa fue siendo opacada por sus ojos, volvieron a estar triste. —Bella… yo –ella negó de inmediato –tú me… —No… —tapo mi boca –no quiero hablar… —sus labios se plantaron contra los míos exigiendo ser tomados en atención, así que le seguí la corriente. Lleve mis manos a su cintura y Bella se apoyo en sus rodillas a mis costados, al levantarse a ese nivel sus senos quedaron a mi verdadera disposición. Tome uno con mi boca, mordiendo suavemente el pezón para poder sentir como ella temblaba ante mis caricias, pero no duró por mucho ya que cuando tomo mi miembro en su mano y lo dirigió hacia su entrada, me concentre en poder sentirla…no me agradaba cuando pasaban tantos días y no podía sentir el cuerpo de Isabella. Sabía que esto estaba relacionado con el lazo de la tua cantante y el vampiro, sabía que era solo por eso que sentía solo con ella como si mi cuerpo estuviera de verdad caliente, deseoso de tocar con ansias el cuerpo de ella. Volví a la realidad cuando ella me tomo por completo, dejándome entrar a su cuerpo. Ambos nos quedamos en silencio por unos segundos, hasta que ella se comenzó a mover en círculos, ambos siseábamos ante el roce –Edward –tomo mi cuello y mi cabello para empezar a besarme. Sonreí y deje mis manos en sus muslos para guiar sus movimientos. Sus besos eran de verdad intensos, ya que estaban mezclados con sus gemidos, lo que solo me hacia deseas romper su cuerpo por embestirla tan fuerte…pero tenía que tener cuidado, ella era una simple humano, frágil. Bella ahora se movía de arriba hacia abajo, separándose casi por completo de mi para luego volver a bajar con fuerza gimiendo cada vez más fuerte, lo que me encantaba, así que la ayude con mis manos en su cintura —¡Edward! –ella llevo su mano a su cabello y lo movió hacia un lado dejando expuesto su cuello –voy a… —sus movimientos fueron más fervientes, tomando por completo mi cerebro —…a llegar…hazlo… —no podía creer lo que ella estaba ofreciendo para mí, pero sin pensarlo mucho, comencé a moverla más rápido sobre mi miembro, para que se liberara de su excitación. El grito de liberación de Bella me llevo a desear el mío, por lo que me acerque a su cuello y deje salir mis colmillos, - 485 -

había extrañado su sangre, nunca podría tener suficiente de aquello. La mordí y me deje llevar por el olor de su sangre y el olor que a excitación que nos estaba rodeando. Pude sentir su sangre fluir a través de mis boca, sorbo por sorbo iba a saboreando al mismo tiempo que Bella ahora se movía lentamente sobre mi sexo. —Edward no vayas a… —la mordí más fuerte y la acerque a mi cuerpo. Ella se quejo suavemente, dejándome beber su sangre. Era el mejor sabor que podría tener en mi boca. Bella siguió moviendo su cuerpo mucho más despacio, pero yo necesitaba mas, así que al dejar su cuello cuando obtuve la cantidad necesaria la recosté en la cama e hice que rodeara mi cadera con sus piernas para poder obtener quizás algo mas –Dios…. –seguí embistiéndola, ella tomaba fuerzas y me seguía el paso como siempre. Sus quejidos fueron más audibles que los anteriores. —Bella… —dije sonriendo –no tan fuerte… —ella miro hacia un lado tomando su cabello. —¡Edward! –dijo nuevamente en voz alta, bastante alta. Tome sus muslos y me asegure de que ella se fuera primera. Bella me miro y sonrió. —Tus colmillos… —sonreí al notar su expresión. Me llamo con la mano y nuevamente nos fundimos en un beso apasionado, donde nuestras lenguas se enredaban en busca de superar a la otra, pero su lengua paso suavemente por mis colmillos…lo que provoco que perdiera la razón, cuando ella hacia eso era como si su lengua hubiera pasado directo por mi miembro y no por mis colmillos. —¡Dios, Edward! –grito cuando comencé a embestirla con bastante fuerza para poder obtener mi liberación de una manera rápida –Ya… —tense mi mordida y sentí como los músculos que me rodeaban comenzaron a presionar mas y mas hasta que ella se libero al mismo momento que yo. Ambos alcanzando el orgasmo al mismo tiempo, creo que esto estaba sucediendo por primera vez, no recordaba una anterior. Salí de su cuerpo y me recosté a su lados, ella estaba tratando de recuperar a respiración mientras yo iba sintiendo como desaparecía esa calidad sensación que dejaba un orgasmo. —Así que no duermes… —la mire serio ¿Por qué tocaba ese tema ahora? Arruinando todo el momento post-sexo. —Si… —¿Y porque me mentiste….otra vez? –levante los hombros tratando de quitarle importancia - 486 -

—La información… —Da poder, si, me lo has dicho… —mire su cuello y tenía la marca de los dos colmillos. Lleve mi dedo pulgar a mi boca y lo moje con saliva. Bella me miro atenta todo el tiempo. Pase mi dedo con ponzoña por sus heridas y estas solo esperaron un segundo para ser selladas. —Gracias por dejarme bebe de tu sangre –creo que un "gracias" ayuda para que el ambiente estuviera menos tenso. Ella se sentó en la cama apoyando su rostro en sus rodillas. Me quede mirando su espalda, me gustaba, era pequeña y su piel era cremosa. —¿Qué hace ella aquí? –su voz cambio de tono, volviendo a estar triste. Supe de inmediato de quien hablaba, Luciana. —No lo sé…ni me interesa –ella me miro frunciendo el ceño. —Mientes…ella fue tu amor de humano –la quede mirando unos segundos. No iba a decirle porque era que ya no me interesaba en nada hace mucho tiempo y que solo hace dos meses que había vuelto a sentir esa curiosidad y anhelo por algo…o alguien. —No miento, no tendría porque hacerlo, si ella me interesara no estaría aquí ¿o si? —Supongo…¿Qué leíste en su mente? –quede pensando en eso, no había sido mucho porque me quede casi en blanco al verla. —Algo sobre redimirse de sus pecados –ella rio espontáneamente, lo que llamo mi atención. —Un vampiro tratando de redimirse de sus pecados…eso es gracioso. —¿Por qué? –ese comentario no me había agradado nada, saco una Isabella que no me simpatizo por completo. —Porque ustedes no tienen alma…además del hecho de ver un vampiro arrepentido de sus actos. —Podemos hacerlo –me apoye en mis brazos –deberías tener cuidado al hablar de eso, es un tema tabú entre los de nuestra especie. - 487 -

—¿Por qué?...¿por qué se pueden sentir heridos? –si, así era. —No, simplemente porque no se habla. —Ese no es un argumento realmente valido –tome la sabana de su cama y la cubrí un poco para después cubrirme. —Creo que es hora de conversar…seriamente –ella frunció el ceño. —No quiero –la mire confundido al verla acercarse y sin más unir sus labios a los míos. Una de sus manos se fue a mi mejilla y pasó su dedo pulgar ¿acariciándome? Me aleje ante aquel movimiento. Ella rodo los ojos. —No seas cobarde, vampiro –no pude evitar sonreír al escucharla, habían veces que ella me decía "vampiro" donde me agradaba escuchar ese tono de su voz, nada comparado a cuando me gritaba "vampiro" casi vomitando la palabra. —No soy cobarde, solo que no estoy acostumbrado a ese estilo de cosas… —ella me quedo mirando unos segundos sin decir nada para después superar. Realmente no podía entenderla cuando no leía su mente y aun seguía bloqueándola porque no escuchaba nada. —Como digas… —se acerco de nuevo y me besó. Isabella estaba atrevida y relajada…aun con su mirada triste pero esta era la primera vez que estaba así de tranquila. Tome su cadera y la acerque a mí para nuevamente comenzar a subir la temperatura de su cuerpo. Estuvimos toda la noche teniendo sexo, Isabella no sintió sueño en ningún momento hasta que los rayos de sol que entraron por la ventana nos aviso que ya estaba amaneciendo…por mi hubiera seguido sin ningún problema. Ahora ella dormía dándome la espalda, dejando está expuesta…pase mi dedo índice por su columna, siempre hacia lo mismo cuando me quedaba en la cama con ella, pocas veces Isabella sentía el roce o si lo hacía simplemente se movía un poco y seguía durmiendo. Mire hacia la sala donde mi celular comenzó a vibrar, fruncí el ceño por provocar que dejara de tocar la piel de Isabella. Me pare y fui a ver de qué se trataba, mire confundido el numero…no lo conocía. —Con Edward Cullen –respondí. Al otro lado de la línea se tomaron unos segundos en responder. —Hola… —reconocí de inmediato esa voz. Mire hacia donde Bella que se removió en la cama. - 488 -

—¿Qué sucede, Luciana? —Solo quería saber dónde estabas, he venido a tu departamento para hablar contigo…y no te encontré. —¿Quién te dio mi numero? —Jane –lleve mis dedos a las sienes para controlar mi enojo. Mire hacia un lado y vi que Bella me miraba sentada de la cama, tapándose con la sabana. —¿Quién es? –exigió saber. No le iba a mentir, desde ahora manejaría las situaciones con ella diciendo la verdad. —Es Luciana… —aleje el celular y lo cubrí con mi mano. —¿Qué desea? –me tomo unos segundos responder. —Quiere verme –ella asintió muy concentrada. —Deberías ir a ver lo que quiere…podrías obtener respuestas –enarque una ceja. —¿Estas hablando en serio o es una broma? —Si, hablo en serio ¿Por qué estaría bromeando? –esto por lo que sabía no debía ser normal. Que ella deseara que me fuera a ver con otra mujer, era raro –esta es la oportunidad que deberías tomar para saber que hace ella aquí, tienes que… —Lo hare —tenía razón ciertamente, pero su insistencia me causo extrañeza –tu iras conmigo –ella negó. —No quiero volver a ver ese rostro en toda mi vida –asentí comprendiendo, para mí era el mismo deseo que tenia con Noah, pero mi diferencia es que James se había comportado como un buen amigo y lo elimino antes de que lo hiciera yo –además seguiré durmiendo… —se recostó de nuevo y se cubrió, mirando hacia el suelo con una expresión que no supe entender. —¿Sigues ahí? –dije volviendo a hablarle al teléfono. —Si…escuche todo… —me quede pensativo, no me agradaba ser cortante con Luciana y creo que recién había caído en que ella estaba de vuelta. —Muy bien, nos vemos en dos horas en mi departamento. - 489 -

—Bueno –su voz triste hizo que frunciera el ceño preocupándome. Deje el celular en la mesa y no me fui de inmediato, me fui a recostar nuevamente. Ella se giro a verme y no me dijo nada, simplemente sus ojos se fueron cerrando quedándose dormida, pero sonrió. —Antes de que me duerma y te vayas, quiero que hagas algo. —Siempre deseas algo –ella abrió los ojos y me miro. —Quiero que me beses y luego me muerdas para que recuerdes quien es tu tua cantante –no pude evitar sorprenderme ante sus palabras porque la Isabella que yo conocía no diría algo así…jamás, pero no me molestaba su petición. —Hare ese sacrificio –sonreí, pero ella me quedo mirando atenta a mis movimientos. Me acerque y llegue hasta sus labios, los roce solo un poco para después atraparlos de forma lenta, mi lengua paso por su labio inferior y luego se unió a la suya, ambas moviéndose de una forma que incitaba a profundizar aun mas aquel beso. Sus ojos estaban cerrados, entregándose por completo, si seguía así quizás muy pronto podría comenzar con el proceso de conversión para que ella fuera uno de los nuestro…ella lo seria aunque no lo deseara, en eso no había discusión. Como instinto lleve mi mano a su mejilla y por primera vez cerré los ojos cuando la besaba, pero al sentir su piel en mi mano una lagrima de ella mojo mis dedos. Me separe para saber que ocurría, si había algo que no soportaba era verla llorar, aunque haya sido yo el culpable, jamás me sentía bien cuando veía llorar a Isabella o a cualquier otra mujer, simplemente por el hecho que no tenía la menor idea que hacer cuando esto ocurría. —No pasara nada cuando vaya a ver a Luciana –dije sin entender sus lagrimas. Ella asintió y movió su cabello, exponiendo su cuello. Me acerque a este y respire su aroma lo que hizo que mis colmillos crecieran para poder beber de su sangre y así lo hicieron, me deleite con su sangre por unos segundos para luego sanar las heridas. Ella me miro cansada y sonrió de forma extraña para luego pasar su mano por mi rostro y girarse –Buenos días… —se acomodo para dormir y en unos minutos lo hizo. Me quede un tiempo más con ella y de mala gana me fui a mi departamento para poder darme una ducha antes de reunirme con Luciana. Llame a Jacob para que fuera por mi auto que había dejado abandonado y me fui en un taxi a mi departamento, era hora de jugar al interrogatorio. Me mire al espejo y arregle el cuello de mi camisa negra, estaba más formal de lo que este momento lo requería pero no quería que ella me viera como un "viejo amigo" la distancia era lo más beneficioso para la situación. Quería terminar con - 490 -

esto pronto, mire la hora y eran más de las nueve de la mañana cuando las puertas del ascensor se abrieron. Asentí a mi reflejo, sabía que podría manejar esto, no caería como la vez anterior, no lo haría porque no iba a arruinar más las cosas con Isabella. Fui hasta la sala y la vi, ella me miraba sonriendo dulcemente con su vestido blanco, que se amarraba en el cuello, se veía hermosa. —Buenos días –mi tono frio borro su sonrisa. —Buenos días, Edward –la invite con una seña de mi mano para que pasara a la sala a sentarse, ella lo hizo jugando con sus manos, nerviosa –supongo que todo se ha arreglando con tu tua cantante ¿no? –se sentó y me miro esperanzada por encontrar una respuesta positiva. Su mente solo pensaba en el momento que estaba viviendo en el presente, analizando cada detalle en objetos o expresiones faciales de mi parte, no me sorprendía, ella siempre había sido así. —Eso espero –me senté al frente de ella. —Luces como si fueras a un funeral –sonreí –el negro siempre te ha quedado bien, me es raro verte vestido de esta forma Eddie… —me tense ante el apodo que utilizo conmigo. —Prefiero que me digas Edward, ese apodo es del pasado…cuando ambos éramos muy diferente a los que somos hoy –ella frunció el ceño, confundida. —Yo soy la misma de siempre…a pesar de su muerte –"su" muerte se refería al fallecimiento de su tua cantante. —¿Cómo ha muerto? –ella miro hacia un lado, viendo los cuadros que habían en algunos puntos de la pared. —Fue hace más de veinte años…él solo se involucro con las personas equivocadas… —¿Cómo fue? –ella me miro dolida, aun sufría por la muerte de él, pero pensándolo bien ¿seria capaz de dejar de hacerlo?...ese pensamiento me llevo a Bella, así que lo elimine de inmediato porque no me iba a preocupar por cosas que no habían sucedido, ella estaban tranquilamente en su departamento durmiendo. Ese si era un pensamiento que me agradaba, me instaban a querer volver pronto a ella. - 491 -

—No quiero hablar de eso… —no fue necesario porque me lo mostro en su mente, lo habían descuartizado. —Lo siento –ella asintió triste —¿y qué haces aquí luego de tantos años? ¿Cómo has sobrevivido ante su pérdida? –hice mis puños ante mis preguntas, estaba dejándome expuesto ante mi curiosidad de su retorno. —Paso mucho tiempo antes de que bebiera de un humano de nuevo —¿de nuevo? ¿de qué se alimentaba entonces? Sabía que la tua cantante era el mejor "banquete" que podrías recibir en tu existencia, pero luego no sentirías la sangre de los humanos de la misma forma, sin embargo, era nuestro alimento…podíamos alimentarnos de nuestra "pareja" pero sin dejar a los humanos. —Alto, por lo que tengo entendido debes seguir alimentándote de humanos aunque se vuelvan asquerosos y solo tu "pareja" sea capaz de saciar tu hambre. —Si, pero no puedes beber siempre de ella o el ¿no? –asentí, estamos casi obligados a tener que beber de vez en cuando de otro ser vivo. —Bien, son mucho mejores los animales cuando estas con tu tua cantante…son las emociones las que cambian el sabor de la sangre ¿no? –asentí, eso todo vampiro lo sabia –ahí está, no te interesa otra emoción que no sea la de tu tua cantante –eso era algo nuevo, no lo sabia. —Ya veo…entonces, has optado por animales porque sus emociones son nulas al momento de la caza… —ella negó. —No ahora…estuve un tiempo con animales porque no quería sentirme sucia por estar bebiendo de humanos sin que estuviera él esperando por mi, por eso tome la opción de animales, tus ojos se vuelven dorados…es lindo –enarque una ceja. —¿Y qué paso? —Estos años he estado tratando de redimir mis pecados, por eso he vuelto…alrededor de un año volví a beber sangre humana, ya no sabe asquerosa… —miro sus rodillas. Claro que no sabía asquerosa si ya no tenía a su tua cantante, la pregunta era ¿Cómo sobrevivió a perderlo? —¿Cómo sobreviviste, Luciana? —No lo hice…ya no soy la de antes realmente, el se llevo todo… —sin duda era algo depresivo ver a Luciana, me dio lastima, sentimiento que había vuelto hace un - 492 -

mes y medio. —Aquello que has dicho…sobre redimir tus pecados… —ella asintió. —Por eso estoy aquí, por ti…sé cuanto daño te he hecho, vengo a ayudarte…simple como eso –fruncí el ceño. —Si vienes a eso quiero saber la primera noche que te vi –volvió a asentir. —Bueno….eso lo provoque yo, lo siento, solo que hacía siglos que no te veía… —¿Tienes un don? —Si…lo descubrí al poco tiempo de…alejarme de ti –me removí un tanto incomodo en mi asiento. —Ya veo… —¿Y tú?...¿cómo has conocido a tu tua cantante? —Se llama Isabella –de nuevo esa sensación que me dio hace dos días estaba volviendo a mi ¿es que algo mal iba con Bella? —¿Y donde la conociste? —En un Pub…fue casualidad –sin previo aviso un deseo por salir de este lugar invadió mi mente ¿Qué sucedía? —No puedo creer que hayas encontrado a una segunda tua cantante…eso es casi un milagro ¿se parece a la anterior? –negué, no se parecía pero en absolutamente en nada, excepto sus ojos chocolates, pero Bella era fuerte e independiente, no había como detenerla. —No, no se parece… —las ansias aumentaron de nivel, deseando que tiempo avanzara más rápido, pero ese parecía no ser mi deseo, lo cual era extraño –si me disculpas –me puse de pie –vuelvo en un minuto –desaparecí para poder alcanzar mi celular. Marque el numero de Isabella, pero ella no contestaba…quizás era muy temprano, en realidad lo era, pero esa sensación extraña estaba atrapando mi cuerpo de nuevo. Volví a llamar, pero no contestaba, ella no tenía el sueño así de pesado, era imposible que no escuchara el sonido –Demonios… —hice de nuevo mis manos en un puño y decidí que mejor la conversación con Luciana llegaba hasta aquí. Volví a la sala y me sorprendí al ver a James mirándome sonriente. - 493 -

—Lo siento, no sabía que estabas acompañado, he venido para ver como salió todo con tú ya sabes quién –enarque una ceja. —Querrás decir Isabella… —Si, Bella –fruncí el ceño. Nunca me había gustado que él tuviera esa cercanía con ella, a Bella le agradaba James –pero me encontré con Luciana…aquí –el estaba detrás de ella, así que me miro un abriendo sus ojos más de la cuenta y preguntándose qué demonios hacia aquí con ella en vez de estar con Isabella. —Si…a esto, Luciana –lleve mi mano a mi brazo por se sentía como si no me respondiera. No iba a caer inconsciente de nuevo, no sin antes ver que estaba sucediendo con Bella –deberás irte…ha sucedido algo, podremos habla otro día ¿si? —Pero –ella se puso de pie. —He dicho que otro día –tense mi mandíbula para controlarme. —Edward… —se quejo ella, pero James la tomo del brazo y le indico por donde tenía que irse. Busque mis llaves para poder salir de aquí rápido y ver que estaba pasando. —¿Qué sucede ahora? –pregunto James desde el ascensor. —Nada que te importe, debo salir de aquí –el frunció el ceño, pero no se movió. —No vengas con secretos Edward, dime que sucede –lo mire por unos segundos. —Algo anda mal…con Isabella. —¿Te sientes raro de nuevo? –Asentí –Dios, maldito lazo, no tenía idea que sucediera esto. —Déjame entrar al ascensor –el asintió. —Claro, pero iré contigo, no te vayas a desmayar de un segundo a otro como hace dos días… —no quería que fuera conmigo, pero la idea de chocar el auto no era agradable. —Bien Bajamos al ascensor y entramos al jaguar tras la mirada sospechosa de Jacob, - 494 -

preguntándose que había pasado con "Bella" ¿es que todos tenían derecho a llamarla como si fuera su intima amiga? Demonios… —Entonces…¿Qué paso ayer? –James estaba manejando en dirección al departamento de Bella. —No le volveré a mentir, me ahorraré problemas… —Creo que te has dado cuenta de eso tarde…¿y ella te perdono? –me miro confundido –hiciste cosas horrenda con ella, es tu tua cantante, te lo repetí un millón de veces y no me hiciste caso –bufe cansado ¿ahora que le pasaba a este? —¿y que mas? —Me pregunto si estaba involucrado con la muerte de Noah, dijo que no le había creído a su padre… —¿Y le explicaste que no fuiste tú? –negué —¿no le dijiste que había sido yo quien lo hizo para salvarte el trasero y evitar que ella te odie mas por matarlo con tus propias manos? –negué —¡Demonios Edward! ¿es que tienes mierda en tu cabeza? —¡No ha sucedido nada! Hasta me dejo beber de su sangre –el me miro aun mas confundido y manejo más rápido. —Estas metido en problemas mi amigo ¿Cómo crees que alguien luego de haber sufrido por tanto tiempo te perdonaría? ¿Por qué ella le creería a un vampiro que la secuestro y no a su padre? –negué. —Estas equivocado, ella me lo dijo. —¡Ella es una experta mintiendo, Edward!...y es un talento contigo ya que puedes leer la mente, además de que Bella debió aprender a mentir para engañarte… —¿Qué estas tratando de decir? –el rodo los ojos. —Que algo muy malo está sucediendo ahora para que te sientas mal de un momento a otro por ella y que Bella te haya dejado beber de su sangre es la prueba ¿Cómo crees, Edward? ¡Eres casi una momia y tu conocimiento en mujeres es nula! Ella no te dejaría hacer eso y menos tocarla siendo que la has desilusionado un millón de veces. —Ella es mía –dije mirando al frente –por eso es que vuelve a mi –James rio a carcajadas, lo que provoco mis ansias por sacarle su cabeza. - 495 -

—Ella nunca ha sido tuya, ese es el problema, la has alejado en cada movimiento que has hecho… —Bueno, no me ha demostrado que no quiere ser mía… —dije arrogante al recordar la noche anterior. —Como tu digas –James presiono el acelerador, mi ansiedad por verla había aumentado….quizás algo iba mal. El jaguar freno al frente del edificio de Bella. Mire a James preocupado y Salí del auto con la rapidez que me caracterizaba, hice lo mismo al entrar al edificio; el conserje era suficientemente mayor para no darse cuenta. Subí las escaleras con los pasos de James detrás mío y llegue a la puerta correcta. La quede mirando sin decir nada, estaba concentrado en escuchar el latido del corazón de Bella, pero no se sentía ningún ruido aparte dl reloj que estaba en la pared de su sala. Me avente sobre la puerta y abrí esta sin ser cuidadoso, tirándola en el proceso. Mire a mi alrededor y estaba todo normal, todos sus muebles estaban donde lo había visto por última vez. —¿Dónde estará? –pregunto James desde la puerta. Tome mi celular y marque su número. Ambos con James miramos hacia la mesa de su cocina. Mire a James seriamente preocupado, él se acerco a la mesa y tomo la nota, no evito leerla. Él frunció el ceño y me miro para luego estirar su mano para que yo leyera la nota. Avance hasta él y la tomé. "Nunca podría perdonarte lo que me hiciste y menos lo que le hiciste a Noah, asqueroso psicópata" Levante la vista sintiendo como toda la ira iba subiendo hasta mi cabeza. James retrocedió unos pasos y me miro preocupado, pensando en me desvanecería en cualquier segundo. Sin previo aviso, no sé como por mi cerebro paso la idea de lanzar el sofá de la sala hasta llegar a chocar contra la nevera, lo hice. —¡¿Dónde está? –grite. —¡Edward! –grito James tratando de que me concentrara. Lo quede mirando furioso. —Debe estar con ese infeliz, su padre… —avance hacia la puerta pero James se interpuso sin dejarme salir. —No lo hagas… - 496 -

—Sal de ahí a menos que desees tu cabeza separada de tu cuerpo. —¡Esto lo hago por ti, Edward! –di un paso para destrozarlo porque no me dejaba ir por Bella a la mansión de ese bastardo —¡Edward, despierta! Mira lo que has hecho –me empujo provocando que diera varios pasos hacia atrás –le haces daño a su padre olvídate de tener otra oportunidad… —¡Déjame ir, hijo de puta! —¡Edward basta!...esto es el fruto de tus acciones… —tense mi mordida al desear descuartizarlo por pedazo. —¡Tu mataste a Noah! —Eso no fue todo y lo sabes, además de que si no lo hago yo…tú te hubieras encargado de él –lo empuje hasta hacerlo caer en la pared del pasillo del edificio. Avance con rapidez hasta la escalera —¡Haz algo bueno por ella, maldito! –estaba en la mitad de la escalera y mire hacia atrás –déjala ir y quizás tengas una oportunidad con Bella –avance en un segundo hasta el y con mi brazo presione su cuello causándole dolor. —Se llama Isabella…y no tienes derecho a llamarla la otra forma. —¡Piensa Edward! –lo mire frunciendo el ceño. Me comenzó a doler todo el cuerpo –ya es tarde… —aquellas palabras hicieron que me separara de James –de seguro han pasado horas desde que se fue al aeropuerto…si es que tomo uno y no un jet o algo parecido, la has perdido, no tienes su celular ni su dirección y Charlie jamás te dirá lo que ocurrió con ella…no puedes arriesgarte a matar a su padre por tu enojo… —La puedo encontrar –dije susurrando, pensando en todo lo que él había dicho. —Déjala ir… —negué retrocediendo hasta llegar al nivel de la puerta de Bella. Sabía lo que me decía James, lo entendía, pero solo de pensarlo era como si estuviera pasando por los tres días de conversión –has hecho bastante, no más…es tu tua cantante –ella no era mía, nunca lo había sido. —Vete… —dije absorbiendo todo lo que estaba ocurriendo. —No me iré, te puedes quedar inconsciente de nuevo –no sé de qué forma lo abre mirado, pero el solo frunció el ceño y desapareció, dejándome solo. - 497 -

Mire hacia atrás sintiendo todo aquel dolor por sentir que iba cayendo en un precipicio y no me sentía con la capacidad de sobrevivir, aunque fuera inmortal. No podía dejar que mis ojos se detuvieran en un solo lugar, miraba cada detalle que no vi antes, algo que me indicara que ella se iría, pero no había nada, simplemente no lo vi venir…o no estaba viendo o escuchando realmente. "Quiero que me beses y luego me muerdas para que recuerdes quien es tu tua cantante" si hubiera escuchado u observado de verdad, si no me hubiera negado a lo que de verdad ocurría, ella no estaría Dios sabe en qué lugar. Esas palabras eran mi aviso, Bella jamás había deseado demostrarme que ella era mi tua cantante, ya que siempre decía que yo no sabía el significado de aquello. Tenía que conseguir, obtener la confianza de Bella para poder darme el lujo decir que era "mía"…sabia esto desde que la vi por primera vez, pero…simplemente el hecho de que ella ejerciera ese poder en mi me asqueaba, sin embargo, ahora solo deseaba que las cosas hubiera concurrido de esa forma. Mire hacia la cama la que estaba desecha. Camine hasta esta y tome la almohada para después tomar de un costado la cama y lanzarla hacia la pared con un grito de rabia al ver que todo lo de anoche no había sido cierto para nada, por eso ella quería hablar todo hoy, por eso lucia tan desinhibida y sin esa mirada de culpa. —¡Aaaaaaarrrrg! –grite sentándome en el piso, apoyado en la pared. La cama estaba destrozada a mi lado. Tome la blanca almohada que tenía en mis manos y la lleve a mi nariz. Aun su aroma estaba fresco –Demonios… —dije pensando en todo lo que había hecho, desde la primera vez que la tome sin su verdadero consentimiento, cuando la estampe contra ese pilar la noche de la fiesta, cuando bebí de su sangre salvajemente cientos de veces, la forma de como la trataba –patético –dije al ver como la almohada se manchaba con una gota de sangre. Como estúpido lleve mi mano a mis ojos y seque toda lagrima que pudo pensar en salir. Quería a Bella, mi Bella de vuelta y no podía…ella se había ido, tanto había sido el daño que le provoque que ni siquiera aquel lazo entre vampiro y tua cantante tuvo mayor resultado. Estaba perdido y no sabía que iba hacer ahora —¿Qué había hecho?

Epilogo - atentas al comentario final por favor.

- 498 -

Epílogo Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es complemente de mi creacion. M +16

Epilogo Mire por la ventana de mi oficina. Estaba en el último piso de un rascacielos de Londres. Tocaron a la puerta y me gire a ver de quien se trataba. —Adelante –dije al notar que no habían entrado. Un muy guapo y brillante hombre de veintiocho años se acerco a mí y me miro sonriente. —Ya nos deberíamos ir, cariño… —asentí. —Si ya es tarde y quiero llegar temprano a casa Dante, sabes que no me gusta andar de noche por las calles…y menos manejando –el asintió. —Entonces vámonos, ya esta atardeciendo –fui rápidamente por mi bolso que estaba esperándome en el escritorio y partimos hacia la puerta de salida. —Te ves bien… —Muchas gracias, me esmere hoy, sabes que es una de las reuniones más importante de estos dos últimos años. —No exageres –se abrieron las puertas del ascensor y mi estomago se revolvió un poco. Estúpidos recuerdos que no se podían quedar atrás. —No lo hago –Dante apretó el botón para que llegáramos al primer piso. —¿Cómo que no? Si el otro mes hay otra reunión más –tome mi bolso nerviosa. —Te tengo una propuesta –el me miro confundido –Charlie me ha dicho que bueno, quiere mover todo su negocio a Chicago, Estados Unidos. —Sé donde esta Chicago Bella –dijo enojándose. —Dante no seas pesado. - 499 -

—¿Qué no seas pesado? Me estás diciendo que volverás a Chicago, siendo que quizás un psicópata te estará esperando –lo mire verdaderamente enojada. —Has cruzado la línea, eso fue hace dos años. —¡Casi dos años! —¡No me grites! –le miro hacia un lado. —No puedo creer que estés haciendo esto, es obvio que no te dejare sola, tendré que irme contigo –sonreí ante lo que escuche. —¿Es en serio? –mi tono de niña malcriada salió a la luz en todo su esplendor. —Si… —¡Ay Dios santo, te amo! –salte hacia él y le di un corto beso en los labios –gracias, gracias, gracias… —Ahora… —dijo cuando me separe de él —¿Cómo es que has decidido volver, después de todo lo que te paso? —Simple…amo Londres, me ha encantado, pero esta no era mi visión de llegar a Europa y trabajar como desquiciada mientras Charlie se las había arreglado para meterme a ultimo año de la universidad en administración de empresas. —El dinero hace maravillas… —Eso mismo dijo el...en fin, además de tener este hermoso y perfecto ayudante para poder sobrepasar los problemas que la empresa me podrían dar…quiero ayudar a Charlie en este proyecto. —¿Por qué me estas mintiendo? –rio ante mi excusa. —Bien…es verdad, es solo que…necesito verlos –el frunció el ceño –mis amigos, necesito verlos, me fui de casa sin avisarle a nadie y ahora solo me comunico por correo y con un poco de suerte, con Alice no hablo en meses y Rosalie me ha dicho que ni siquiera pregunta por mi…se han cansado, ha pasado demasiado tiempo y los extraño, solo será por un tiempo…Chicago es gigante, nada malo pasara… —Bella ¿y qué sucede con el lazo que tienes con él? - 500 -

—No sé porque te conté todo, te odio…ahora me sacas todo en cara. —Estoy siendo objetivo, no te quiero perder por el –reí, eso era imposible. —Ni siquiera se sabe si sigue en el mismo lugar –llegamos al primer piso y bajamos las escaleras para llegar al subterráneo. —Lo sabemos Bella… —rodee los ojos. —Si, pero ya no sigue trabajando en Cullen Ltda.….de verdad –lo mire triste –he estado alejada de él por bastante tiempo, no quiero seguir lejos de mi verdadera familia que son mis amigos, siento que debo volver. —¿Y no será que ese famoso lazo entre vampiro y tua cantante es el que te está haciendo pensar así? —Shhh –lo regañe porque hablo tan fuerte de eso –no seas ridículo, eso lo hubiera hecho cuando pase tres meses llorando –lo mire enojada. —Bien, recuerdos que no queremos cerca –asentí. Nos acercamos a mi auto. —¿Te sentiste solo, mi bebé? –dije pasando mi mano por mi Jeep Wrangler sport negro del 2013, regalo del padre arrepentido. —Cuando veo cosas como estas pienso…¿Por qué algunas personas tienen tanta suerte? —No digas nada malo –saque la llave de mi bolso –sabes que es por la culpa que lo está manipulando, debo decir sí que es primera vez que me agrada este tipo de regalos de parte de Charlie. —Pero se ve que Charlie te quiere mucho, te viene a ver fines de semana por medio –asentí. —Si, bueno…creo que es tiempo de irnos, ya se está haciendo tarde y debo manejar bastante. —Beso –me empine y le di un corto beso en los labios. —Adiós, nos vemos –le guiñe un ojo y me subí a mi increíble auto. Tenía que manejar alrededor de una hora o incluso más para poder llegar a la - 501 -

carretera alejada de esta ciudad. No vivía en Londres específicamente, solo trabajaba y ¡que trabajo por todos los Dioses! Había pasado este ultimo año volviéndome loca para poner en pie la empresa de Charlie por acá. Él había empezado hace mucho tiempo, cuando yo era una niña con una empresa de tuercas, de todo tipo, bien este negocio fue creciendo hasta el punto que las tuercas quedaron en el pasado, nos encargábamos de todo tipo de repuestos automotrices, eso sí era un caso diferente y en Londres estaba teniendo la mejor bienvenida, eran de calidad y no tenían los precios por los cielos, bien…encargarme de manejar aquello no era lo mío, si era poner en pie la empresa a nivel de papeles y que la competencia temiera de nosotros, por los movimientos que yo hacía. Había funcionado a la perfección, me sentía orgullosa y sinceramente me agradaba que Charlie también lo estuviera, nuestra relación había mejorado mucho, sin embargo, no le diría papá. Disminuí la velocidad y doble hacia la izquierda para poder ingresar al camino que me llevaba a casa. Los arboles me daban la bienvenida por los costados y sonreí al ver que mi casa que yo me había comprado, esperaba por mí. Estacione el auto en el garaje y Salí para cerrar las puertas con el control. Busque la llaves de mi casa y me fui directo a la puerta, pero al mirar mejor me di cuenta que estaba entreabierta. Fruncí el ceño, atrás habían guardias que Charlie había destinado para mi, además de que los perros que cuidaban la puerta estaban tranquilamente mirándome. Mi estomago dio un vuelco al pensar quien podía ser, demonios. Dios sabia cuanto había tratado de olvidarlo y que mi vida siguiera normal, pero no podía por completo, Dante me trataba de ayudar distrayéndome, pero era imposible había hecho de todo, dormí con otros hombres lo que empeoro la situación porque nada se sentía como se sentía con Edward, había salido con compañeros de la Universidad, fue demasiado…humano y simplemente al cerrar los ojos aunque me haya salvado de pensar durante todo el día en Edward, lo último que veía antes de dormir eran sus ojos, sin embargo aquel lazo no era tan fuerte para llevarme a casa de nuevo, mas fuerte era el lazo con mis amigos. No tenía la menor idea de que hacer ¿me haría algo por haberlo abandonado? ¿por mentirle?...no me había comportado de la mejor manera, pero el recuerdo de todas las cosas que me hizo me demostraban que el Edward de la ultima no existía, sí lo hacia el psicópata, pero no el que me extrañaría y estaría siempre pensando en mi, ese Edward no era real y solo estaba en mi cabeza…sin embargo, aquello que me hizo estaba guardado en un baúl, detrás, en mis recuerdos oscuros donde mantenía mi adolescencia, mi madre y ahora un nuevo integrante, Edward. Empuje la puerta para ver si podía observar algo, pero era inútil, todo estaba bajo la oscuridad. Decidida y sin pensar en nada, entre para prender la luz y cuando lo hice quede helada. - 502 -

—Tanto tiempo –esa piel blanca, sus ojos negros más su sonrisa me hacían ver que las cosas habían cambiado, sus colmillos me lo demostraban –he venido por ti…ya esto está fuera de control. —Jane… ¿Fin?

Obstaculos Mortales - segunda temporada de Invitacion Peligrosa jajajaja ¿creerian que les daria un final asi? ¿con un epilogo asi? naaaa, me gusta las cosas concretas y pienso que puedo hacer mucho mas con esta parejita. Les cuento que el trailer ya esta en mi perfil para que vean de que se trata, la publicacion sera en un tiempo mas ya que septiembre para mi es un mes asqueroso en la Universidad, asi que las que no me tienen agregada a facebook, haganlo, porque ahi publicare fecha y adelantos. OK, luego de esa informacion me despido de Invitacion Peligrosa, por lo menos la primera temporada. Pequeñas mariposas, no tienen idea de lo maravilloso que ha sido para mi escribir esta historia, tanto porque me encanta como para ustedes, es un verdadero agrado. Leer sus comentario sobre sus opiniones de Edward y BElla, sus comentarios de apoyo en mis momentos malos en la universidad, me han ayudado mucho, de verdad que se han convertido en personas importantes para mi vida. Muchas gracias de todo corazon (L) en serio. Sin nada mas que decir, espero que les haya gustado estos ultimos capitulos, siento no decirles que habia segunda temporada cuando preguntaba ¡pero tenia que ser una sorpresa, pequeñas mariposas! :D espero verlas en Obstaculos Mortales :D ¡gracias por todos sus comentarios y por darse el tiempo de leer el fic, tanto mis lindas lectoras activas como las silenciosas!

- 503 -

More Documents from "militel"

Ardiente_deseo
February 2021 0
Andri88 - Complicado
February 2021 0
February 2021 0
February 2021 0
Ainely-94 - Destino
February 2021 0