Fragmentos Póstumos Ii.pdf

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I RII.DRICH NIETZSCHE

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(1875-1882)

Edición española dirigida por DIEGO SÁNCHEZ MECA

Traducción, introducción y notas de MANUEL BARRIOS y JAIME ASPIUNZA

Edición realizada bajo los auspicios de la Sociedad Española de Estudios sobre Nietzsche (SEDES)

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(1875-1» *'

ÍNDICE

Diseño de Carlos Usarte Gonzálet

ABREVIATURAS Y SIGNOS INTRODUCCIÓN AL VOLUMEN I I , por Manuel Barrios CRONOLOGÍA

9 11 31

FRAGMENTOS PÓSTUMOS (1875-1882) PRIMERA PARTE 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12.

Resenados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística, fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización

O de la edición de la obra: DIEGO SÁNCHEZ MECA, 2 0 0 8 t' de la introducción, traducción y notas MANUEL BARRIOS y J A I M I A S H U N / A O EDITORIAL TECNOS ( G R U P O ANAYA, S. A.), 2 0 0 8 Juan Ignacio Luca de Tena, 15 - 2 8 0 2 7 Madrid Maquetación: Grupo Anaya ISBN: 978-84-309-W83-4 (obra completa) ISBN: 978-84-3094812-3 (volumen I I , ~— Depósito Legal: M-47392-2008

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13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32.

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N I 4. Invierno-Primavera de 1875 U I I 8a. Hasta comienzos de Marzo de 1875 MP X I I I 6b. (U I I 8, 239-200). Marzo de 1875 N I 3b. Primavera de 1875 U I I 8b. Primavera-Verano de 1875 U I I 8c. ¿Verano de 1875? Mp X I I I 6a. 1875 U I 6b. Verano de 1875 U I I I 1. Verano de 1875 N I 6. Verano de 1875 U I I 9 . M p X I I I 4, 6-8. 47. Verano de 1875 U I I 10. M p X I I I 4, 13-46. Desde Verano hasta finales de Septiembre de 1875 D 10a (DmN). Verano-Otoño de 1875 M p X I I I 4, 9-12. De Otoño de 1875 a Primavera de 1876 U I I 11. ¿Primavera de 1876? N I I 1. 1876 U I I 5b. Verano de 1876 M i l . Septiembre de 1876 U I I 5c. Octubre-Diciembre de 1876 M p X I V 1 a (Brenner). Invierno de 1876-1877 N I I 3. Final de 1876-Verano de 1877 N I I 2. Primavera-Verano de 1877 M p X I V Ib. Finales de 1876-Verano de 1877 M p X I V le. Otoño de 1877 M p X I V I d . (Gast). Otoño de 1877 D 11. Invierno de 1877-1878 N I I 5. Primavera-Verano de 1878 N I I 6. Primavera-Verano de 1878 N I I 4. Verano de 1878 N 11 7. Verano de 1878 N 1 5. Verano de 1878 N 1112. Otoño de 1878 [7]

39 41 45 63 65 105 121 127 131 163 167 205 223 225 229 235 243 257 269 291 297 307 327 369 373 377 379 391 399 4

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SEGUNDA PARTE 1. n V 1. Principio de I $80 2. N V 2. Primavera de 1880 3. M D I . Primavera de 1880 *" 4 N V 3. Verano de 1880 5. Mp XV la. Verano de 1880 ¿ N V 4. Oioño de 1880 7. N V 6. Finales de 1880 8. N V 5. Invierno de 1880-1881 9. M I I 2 . Invierno de 1880-1881 10. MpXV Ib. Primavera de 1880-Primavera de 1881 11. M U I I Primavera-Otoño de 1881 12. N V 7. Otoño de 1881 13. Ejemplar-Emerson. Otoño de 1881 14. M III5. Otoño de 1881 15. M U I 4a. Otoño de 1881 16. M III 6a. Diciembre de 1881-Enero de 1882 17. M III 7. Extractos de los Ensayos de Emerson. Comienzo de 1882 18. Mp XVIII 3. Febrero-Marzo de 1882 19. M III 6b. Primavera de 1882 20. M III 3a. Primavera-Verano de 1882 21. M III 2a. Verano de 1882 \ 9

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A B R E V I A T U R A S Y SIGNOS AC BA C V

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El Anticristo Sobre el futuro de nuestros centros de formación Cinco prólogos a cinco libros no escritos Ditirambos de Dionisio David Strauss. Primera consideración intempestiva La visión dionisiaca del mundo Ecce homo La Gaya ciencia Crepúsculo de tos ídolos La genealogía de la moral El drama musical griego El nacimiento de la tragedia Sobre la utilidad y los inconvenientes de la historia para la vida Segunda conside ración intempestiva Más allá del bien y del mal Aurora Humano, demasiado humano Exhortación a los alemanes Fragmentos Postumos Nietzsche contra Wagner La filosofía en la época trágica de los griegos Schopenhauer como educador Tercera consideración intempestiva Sócrates y la tragedia griega Sócrates y la tragedia Consideraciones intempestivas Miscelánea de opiniones y sentencias El caso Wagner Richard Wagner en Bayreuth. Cuarta consideración intempestiva Sobre verdad v mentira en sentido extramoral El caminante y su sombra La voluntad de poder Así habló Zaratustra

F. Nietzsche, Werke und Briefe. Historisch-Kritische Gesamtausgabe, Münich, Beck, 1933 ss. (cinco tomos de obras) F. Nietzsche. Werke und Briefe. Historisch-Kritische Gesamtausgabe, Münich, Beck, 1933 ss. (cuatro tomos de Carlas) Friedrich Nietzsche Werke, Grossoktavausgabe. Leipzig, Kröner, 1905 ss. (los Nachgelassene Fragmente estan en los vols. IX al XVI) Friedrich Nietzsche Werke, Musaurionausgabe, Münich, 1920-1929 (23 vols.) [91

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INTRODUCCIÓN AL VOLUMEN II SKiNOS

Friedrich Nietzsche, 1875-1882: Las metamorfosis de un espíritu libre

Incluido por los editores Palabra uídesrifraNe Tres • mas palabras indesci (rabies

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Laguna de una palabra , Laguna Ncgria en el texto original. Doble subrayado en manuscrito Leerás espaciadas en el original, subrayado en el manuscrito. Palabras en otros Ksc-mas >v

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En este segundo volumen de la edición íntegra en castellano de los Fragmentos Postumos de Nietzsche se incluyen los apuntes redactados por él entre comienzos de 1875 y verano de 1882. Se trata de un extenso material, que abarca el complejo y dilatado período comprendido entre los años finales de su docencia en la Universidad de Basilea y los primeros años de su existencia como filósofo errante: años en los que Nietzsche se desprende definitivamente de las ataduras de la profesión, asi como de la tutela de los grandes referentes de juventud, Schopenhauer y Wagner; en los que transforma de manera drástica el estatuto de sus relaciones con la filología, la filosofía y el arte; en los que se reinventa a sí mismo bajo la figura del espíritu libre, incorporando a su proceso de emancipación intelectual sus numerosas lecturas de textos de autores científicos, pensadores positivistas, neokantianos y moralistas franceses; y en los que, por último, comienza a gestar algunos de los motivos centrales de una de sus obras más singulares y emblemáticas, Asi habló Zaratustra. Nos encontramos, por tanto, ante un cuerpo textual de enorme importancia a la hora de procurar desentrañar el sentido más profundo de esa difusa y tantas veces malentendida —cuando no, sencillamente, desatendida— «etapa intermedia» en la evolución del pensamiento nietzs¬ cheano: una etapa tildada a menudo de ositivista>> o «alustrada», sin mayores precisiones acerca de lo que comporta en su caso el empleo de dichos términos. Y, sin embargo, es precisamente en estos años cuando se produce la decisiva irrupción de un nuevo estilo de filosofar en la obra nietzscheana, ligado de manera indisoluble a la asunción de unos presupuestos teóricos sumamente originales, que sancionan la despedida del ideario romántico de juventud. Es, pues, en este periodo de crisis y transición, antes del Zaratustra y de las grandes obras de madurez, donde comienzan a emerger los perfiles más característicos y perdurables de ese Nietzsche que continúa siendo un destacado inspirador del pensamiento contemporáneo.

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ANTICIPOS DE UNA CRISIS: NOSOTROS, FILOSOFOS

La polemica suscitada en 1872 a raíz del panfleto de Ulrich von WilamowitzMollendorf en contra de la primera obra de Nietzsche, El nacimiento dé la tragedia desde el espíritu de la música, había arrojado como saldo m á s significativo una evidencia incontestable, que iba a pesar en el rumbo seguido a partir de entonces por aquel joven catedrático de filologia clásica de la Universidad de Basilea: para bien o [11]

Nici/schc habia su_ tiempo, tiempo. N»ct/^he natii» . . . de la ciencia filologica ^ am ,, |o sterna acadé-

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¿ £ t ^ T r « « t » con formulas schopenhauenanas unos presen .m.en«el haber puesto esperanzas donde nada había que esperad, como era el caso de la obra de arte venenaría, así como el haber confiado vanamente en una posible renovación de las instituciones docentes gracias al empuje de una nueva generación de filólogos, imbuida del espíntu trágico-dionisíaco de los griegos presocráticos. Pero, a pesar de todas estas rectificaciones, decepciones y abandonos, en lo más esencial, su cometido intelectual nunca se apartaría del planteamiento esbozado aquí por Rohde: atisbar en los diversos movimientos culturales pujantes en la época los motivos de la crisis de fundamentos del ideario metafísico-moral del Occidente cristiano, e indagar en ellos los posibles estímulos para una resolución afirmativa de dicha crisis, tomando a la cultura trágica y vitalista de la antigua Grecia como elemento de contraste. . r tí A esta formidable tarea, de innumerables registros e imprevisibles desarrollos, es a lo que verdaderamente se había sentido llamada la polifacética personalidad de Nietzsche cuando trató de aunar en su primer escrito las muchas almas que habitaban en ft «Ciencia, arte y filosofía crecen ahora tan juntos dentro de mí, que en todo

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4 Porto HP f Ritschl a Nietzsche del 14 de febrero de 1872. Texto tornado de Curi Paul Janz, 2 ? 2 S £ Z * M i «m->Sm.Trad. de laeobo Muftoz e .s,dc ro Regnerà. A l t o . . M ^ ' ^ ^ ' ^ „ „ «filologia de la palabra,. d l s p u t a

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munuo^ias 'íaV i a ^pus t o on o idónea cómo ora oso también, a fin de cuentas, mundo. masZaun. había , que hacían su. colecas de profesión, aun sin querer reconocerlo debido a un falso - - • * encía do estar limitando su trato con la Antiguedad") estudio aséptico de un asunto académico, estaban, de hecho, transmitiendo al ia-s \ proyectando sobre el helenismo todo un cúmulo de prejuicios, abonados en nnmera instancia por la recepción cnstiana de una cultura griega crepuscular, «alejandrina» >• sancionados lueao por un neohumanismo, que había venido a fijar en un patrón racionalista cada \ez más estrecho y amoldado a las buenas costumbres pequerio-burguesas su imagen del hombre griego como prototipo de una humanidad ideal. Contra ese blando clasicismo acuñado por la filología oficial, desprovisto de sentido trágico y de capacidad para revitalizar la propia época mediante una confrontación intempestiva con el pasado, había reaccionado Nietzsche, y no por cierto mediante el simple anhelo de una recuperación, tan imposible como reaccionaría, de dicho pasado, sino activando ya una primera indagación genealógica, que lo era también del ongen de los prejuicios de la filología clasicista, para comprender qué otra dirección podía darse a las anestesiadas fuerzas del presente. A quienes, como Ritschl. se escudaban en su pretendido «sentido histórico», Nietzsche podía replicarles que era justamente eso lo que les faltaba, por haberlo domesticado bajo una absoluti/acion del Jetztzeit. intemporal izando los valores de la sociedad burguesa de su tiempo. En U «enferrrvcdad histórica» denunciada por la segunda Intempestiva había 4

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orientadores. La alternativa al superficial optimismo moderno era susceptible de ser interpretada como un mero escape csteticista, y el «Ensayo de autocrítica» antepuesto en 1KK6 a la tercera edición de El nacimiento de la tragedia constituye un claro reconocimiento de que, en este punto, las reticencias de Ritschl ante la eficacia de algunos de esos «nuevos fundamentos para la educación» pronto habían comenzado a ser compartidas por el propio Nietzsche. No hay que olvidar, sin embargo, que ni siquiera en su primer libro la apuesta nictzschcana se limitaba a ser, en sentido estricto, una solución «estética» de corte romántico, por cuanto ya el arte funcionaba ahí, a determinado nivel, como lenitivo ante la turbadora irrupción de la «sabiduría dionisiaca» de Kant y Schopenhauet . El recurso wagneriano al mito debía contar con este conocimiento trágico y era de hecho una intensificación de sus propios elementos críticos lo que debía llevar a la razón a disolver su falsa autosuficiencia y reconocer su dependencia de los impulsos vitales. Sólo que todavía en esa época el valor superior del arte respecto a la ciencia poseía una connotación metafísica y el papel rector del artista como nuevo educador derivaba de su supuesta capacidad para expresar directamente la esencia del mundo. Por eso el filólogo pretendido por Nietzsche debía ser ante todo artista. Mas no por ello dejaba de ser filósofo. Y conforme se fue abriendo la brecha con los distintos aspectos del ideario wagneriano, este papel fue haciéndose cada vez más predominante, hasta terminar decidiendo el auténtico sentido de su mptura con la filología profesional. Así, en 1873, en el mismo año en que Nietzsche publicaba su último trabajo filológico de carácter erudito, su ensayo inédito Sobre verdad y mentira en sentido extramoral le permitía explorar la génesis metafórica de los conceptos y la íntima conexión existente entre conocimiento e invención poética, subrayando de este modo el componente de ficción útil para la vida situado a la base de todas nuestras verdades. La música dejaba de ser, por tanto, expresión inmediata del genuino ser de lo real. Con este enfoque, que proporcionaba un «giro retórico» al problema de la verdad. Nietzsche podía seguir defendiendo la conveniencia de ver la ciencia con la óptica del arte sin recaer por ello en las tentaciones irracionalistas de su metafísica de artista. Ambos remitían a un mismo trabajo originario de figuración, desvelado por esta crítica filosófica a los fundamentos del conocer. El camino para un desarrollo más coherente de su temprano proyecto de que lo que era filología terminase convirtiéndose en filosofía quedaba así abierto. Si todavía en la época de redacción de El nacimiento de la tragedia el ascendiente de Wagner había retraído a Nietzsche a la hora de poner de manifiesto sus ya numerosas objeciones a la metafísica de Schopen6

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Ctr KSA 1 101 y 118: El nacimiento de la tragedia, ed. CiL. pp. 129-130 y p. 148. Para las implicaciones de esta expresión, cf. Manuel Barnos Casares. «Retorica y ennea de la gramática teológica de la Historia en Nietzsche». en Sarrar el abismo. Ensayos sobre Sietzsche, Hölderlin v ¡a disolución del clasicismo. Pre-textos, Valencia, 2001. pp. \ 39-174; asi como d estudio de Enrique Lynch. Dioniso dormido sobre un tigre. A través de Sietzsche y su teonadel lenguaje Destino, Barcelona. 1993 v la introducción de Luis E. de Santiago a su edición de los Escritos sobre retórica (Trotta. Madrid. 2000) de Nietzsche. . . , • Con esta fórmula, tphilosophia facta est quae philologuxput» («se ha hecho filosofia lo que fuera filología»), que invertía la máxima de Seneca y llamaba a una superación del ejercicio convencional de la filologia por medio de una concepción fílosóticadelmundo concluíaN^he su lección inaugural Hörnern v lafilologiaclásica, impartida el 28 de mayo de 1869 con motivo de su toma de posesión como catedrático de filología clasica de la Umvers.dad de Basilea. 7

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DEL F U T U R O : D, T ó S o C OMO PROBLEMA EL ,. „. jos requisitos que ha de satisfacer la alter¬ Es esta creciente « f e ^ n t e s de ia cultura moderna, fruto de una nauva arbitndi " l ^ f í r ^ q u e losfragmentospostumos permiten apreciar mayor exigencia ™ * ™ " j r a publicada. Así, por ejemplo, ya en los menudo con ^ ^ ^ ^ dramática redactados por Nietzsche entre ^ Z ^ I s T S d c i m 1 peonaje de Empedocles -temprana prefi£ 3 t . por lo demás, del de Zararustra- constituye un claro exponente del fracaso de un empeño reformista, que no cabe atribuir tan solo a las barreras impuestas por una cultura aletandnna avant la lettre, sino a insuficiencias internas, que lo son también del prop» programa nietzscheano de implantación de una cultura trágica, manifiestas aquí por primera ver. E igualmente es en las anotaciones de 1874 donde se da curso libre a una hoada disensión con Wagner. que no se expresará públicamente sino mucho después, A lo largo de estos años se suceden además diferentes textos no puWicados. en los que ia relación entre helenismo y critica de la cultura va matizando su sentido y en ios que la figura del filósofo como médico de la cultura cobra preponderancia. Ai termino de este itinerario, Nietzsche alcanza unas conclusiones que sellan su ruptura con la ideología estética wagneriana y que inevitablemente afloran en numerosos pasajes de su intempestiva Richard Wagner en Bayreuth, en contradicción con la presunta soberanía del arte. Pues como se lee ahí: «El arte, ciertamente, no adiestra ru educa para la acción inmediata; el artista jamás es en este sentido un educador y un consejero; los objetos ansiados por los héroes trágicos no son autornáticamente las cosas en si más dignas de ser deseadas por ellas mismas. Como en los sueños, la valoración de las cosas se altera mientras sentimos que estamos firm e n ^ t e a n ^ bajo el influjo del arte: lo que en semejante situación tenemos EDUCADORES

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trado intento de acceder a una plaza de profesor de filosofía cn la propia Universidad de Basilea, esa va a seguir siendo durante unos cuantos años más su actividad profesional, si bien claramente orientada desde hace tiempo hacia la lectura c interpretación de textos y autores filosóficos —básicamente, presocráticos y Platóncontando con el método histórico-filológico como instrumento auxiliar. Nietzsche piensa que es justamente debido a su adiestramiento en este riguroso modo de proceder por lo que el filólogo sí estaría en condiciones de asumir, pese atodo,una lección de realismo —anticipo de la nueva óptica de Humano, demasiado humano— que no compete al artista. Ahora la educación es vista también como «doctrina de lo necesario» (KSA, 8, 58), como enseñanza para la vida en su complejidad real, sm las mixtificaciones ilusorias del arte. Esta significativa inflexión puede detectarse en los apuntes preparatorios de lo que en principio iba a ser la cuarta Intempestiva. Nosotros, füólogos, en la cual trabaja Nietzsche durante la primera mitad de 1875. Tras una cura de verano en el balneario de Steinabad, al sur de la Selva Negra, deja a un lado ese proyecto, así como el de otro posible libro de temática griega, y se concentra en tomar notas para la que finalmente será en verdad su cuarta y última Consideración intempestiva, la dedicada a Wagner. Leídos en cominuidad, losfragmentosde este año crucial permiten comprender hasta qué punto su autor se siente ajeno a la concepción wagneriana del arte cuando, tras no pocas vacilaciones, se decide a publicar esa obra cargada de ambigüedades que es Richard Wagner en Bayreuth. En el transcurso de este periodo, Nietzsche se ha ido haciendo cada vez más consciente de la importancia y complejidad del esfuerzo «formativo» como elemento productor de cultura. Bien es cierto que dicho empeño educativo requiere asimismo de transmisión viva, y aquí reside su mayor reproche a los modos habituales de la filología de su tiempo. El problema radica en que el filólogo académico se queda tan sólo en esos preliminares metodológicos de su ciencia y no asume que. por encima de todo. Su tarea es la de ser educador. Con ello cone elriesgode que el verdadero suelo de la filología termine por serle arrebatado por completo, toda vez que los corwcimientos técnicos de cuestiones tales como las de geografía, ciencia natural, economía política o ciencias sociales han pasado a constituir el contenido material en que primero se instruye a la juventud". Difundiendo la imagen esclerotizada de la vida helénica que mejor sirve para legitimar la bondad del tiempo presente y otorgándole el rango de «clásica», la filología oficial cree preservar sus privilegios como estamento docente, pero en realidad pervierte su papel de escuela de lo humano, ya que sustituye dicha enseñanza por una preparación meramente formal y un estudio completamente castrado y falaz del mundo antiguo . Que estas delicuescentes humamdades acabarán precipitando la reducción de toda formación supenor al molde de unas escuelas técnicas, supeditadas al mercado de trabajo y a un obtuso sentido de la rentabilidad, es el horizonte pro fóticamente vislumbrado aquí por Nietzsche. 12

Ante todo seria preciso, por consiguiente, «educar a los educadores», denunciando su «interés corporativo en no dejar que lleguen a ponerse de manifiesto puntos de vista más depurados acerca de la Antigüedad, en especial, la idea de que la Antigüedad hace intempestivo, en el sentido mas profundo del termino» (AuL^. 48-49) LO que se persigue por medio de esta óptica mas depurada no es «imitar a

«' Cfr. KSA, S, 49, frgto. 5 [32J. » Cfr. KSA.8.frgtos.5lM].5[3:iy3llSl

FRAGMENTOS POSTUMOS

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i >ma intempestivo para Ut propia morJemLi .. particular u n ^ ^ , , .,ual. a fin de dolarlos t £ £ T ^ Preicnuer t ae ^«^ l f oT *S ^ una dun.bil.dad se , e , n . , no constituye 10) | ii lugai de ello, habrU * ^ M o to^oiW^ „ Z * * la rvahdad^ sentuK o moderno > volver la vista ntS^ ' ^ r ^ ' l - - - , . , en ,uc c>u, supieron o r ^ ',, ¿er/is irreductibles en conflicto, p r o m o v i ó l o un U

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El «tirano» que «no permite que se afirme ninguna otra individualidad que no sea la suya y la de sus fieles» (KSA, 7, 765), es la caracterización negativa de Wag¬ ner que despunta en los fragmentos postumos de 1874 y que reaparece ahora en algunas de las anotaciones de 1875 para la nueva Consideración intempestiva. Se trata de una caracterización que, como ha documentado Giuliano Campioni, emplea los mismos términos con los que Burckhardt se había referido al «cesarismo» en La cultura del Renacimiento en Italia *. De ahí que toda la descripción nietzscheana del grandioso esfuerzo de síntesis cultural y artística llevado a cabo por el compositor desprenda una considerable dosis de ambigüedad. De Wagner se alaba, en efecto, su capacidad para fusionar gesto, palabra y música, ethos y pathos, deleite sensual y ansia de redención, cultura popular y cultura abstracto-erudita, materia de leyendas medievales y motivos tomados de la Antigüedad. Se afirma además que posee un enorme talento comunicativo y un notable sentido rítmico en la composición de grandes masas sinfónicas, paralelo a sus dotes para fascinar a las masas populares. Ahora bien, todo este subyugante poder, se advierte asimismo en dichos fragmentos, encierra no pocos peligros: la falta de mesura, la tendencia a la pompa y al lujo, la envidia, la versatilidad, la astucia y el arte del engaño, el querer tener siempre la razón... Peligros todos ellos —se añade— que son «los peligros del actor dramático» (KSA, 8, 192). ¿Qué quiere decir Nietzsche con todo esto? Más aun: ¿por qué lo expresa con tanta reticencia y vaguedad? ¿Por qué se limita a hablar, por ejemplo, de «elementos en Wagner que parecen reaccionarios» {ibid., 190)? No se trata sencillamente, como opina Andler , de que aquellas fórmulas severas de 1874 se hayan tratado de dulcificar, hasta convertirse en aparentes elogios, porque Nietzsche. emancipado ya de la tutela wagneriana, haya querido tener un último gesto de gratitud hacia el artista, dando la impresión de justificar su obra para prestar así su generoso apoyo a un proyecto como el de Bayreuth. que en aquel momento no contaba con todas las garantías de llegar a buen puerto. El perfil psicológico del artista trazado en estos apuntes, que darán forma a los capítulos iniciales de la cuarta Intempestiva, sugiere algo más que una mera imaeen positiva de Richard Wagner. El recato en la critica no esconde su presencia efectiva. Pero más allá de la innegable cautela con la que el filósofo expresa aleunos de sus juicios menos condescendientes, porque teme perder definitivamente una amistad que ya habia comenzado a dar síntomas claros de deterioro, hav una oscilación real del propio posicionamiento. susceptible de ser explicada ante todo por el hecho de que. al emprender este examen de la personalidad del músico. Nietzsche acomete al mismo tiempo la tarea de esclarecer su propta personalidad. Somete asi a autocrítica su propio proceso de evoluaon mtclecmal^asu llegar a tdcntiftcar el punto donde su camino se separa del de Wagner. Por eso las 2

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IV.

NOSOTROS, ESPIRITUS LIBRES

Humano, demasiado humano. Un libro para espíritus libres no sólo supuso una traición a ojos de Wagner y de los wagnerianos, sino también un giro inesperado en los planteamientos filosóficos de Nietzsche para buena parte de su circulo más inmediato de amistades. Pocos estaban al tanto de cómo mucho tiempo atrás la profunda crisis teórica y vivencial de la que el nuevo libro venía a dejar constancia. Además de los aspectos arriba mencionados, cabe destacar en este sentido el notable incremento en la lectura de obras de física, química, antropología y ciencia natural por parte de Nietzsche que se produce entre 1873 y 1874, y que sólo tiene parangón con el que se registrará en torno a 1882, cuando intente brindar una justificación científica al pensamiento del eterno retorno. Desgarrado 23 K.SA 8 206- «Ahora bien, el arte existe para un momento de tregua en la batalla, no para la batalla misma:* para esos minutos en los que, mirando haca el pasadoy ^ d o d p o n ^ comprendemos todo de un modo simból.eo. mientras nos asalta una h g e ^ ^ ^ ^ ^ n N I el renoso del guerrero el sueño reparador para el reparador reposo del guerrera Pronto vuel sombras se d.sman v el arte queda lejos e lo se deposita sobre los hombres desde la hora mas tempranx A , K | ^ ^ ^ ^ ^ S felicidad del mundo, aunque su * * ¡ f ^ * religión, sin sus vulgares motivos « ™ e c e mancamente almonr las refr su me/quino alan de gananei; X f ^ ^ ^ conWvar hábilmente gracias al arte, giones; sin embargo, ho> día las representaciones dramáticas; a esto se añade n

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do la edición critica a cargo de H, rif Kritische iivsamluu s i W.dtei de viruyier. y. más I U M M S L 2 y 3. y V volúmenes t ñas reviente edición de bolsillo, j a r V f k S A L publicada por las \ cuadernos hojas M n

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a la ausencia de comas en el original. Se mantienen en cambio los dos puntos, los guiones largos, los puntos y comas, así como los signo* de admiración e interrogación y el empleo de texto en mayúscula. Es habitual en Nietzsche el uso de los guiones largos para marcar con énfasis una pausa, llamando la atención del lector. Lo» dos puntos suelen expresar el comienzo de un periodo o de una subordinación. También son frecuentes las comillas, que suelen indicar su reserva critica frente al uso convencional de un término. Las palabras que aparecen en negrita en la edición critica alemana aparecen en nuestra edición en versales, y las palabras con un espaciado mayor entre letras, en cursiva. Conviene no olvidar cl carácter fragmentario y preliminar del material que aquí se traduce. Al tratarse de apuntes, borradores y notas de trabajo, el estilo no posee el acabado y la pulcritud de los textos publicados por Nietzsche. En ocasiones, las ideas y los argumentos no se desarrollan por completo, algunas frases quedan entrecortadas y a veces la falta de contexto hace difícil saber a qué puede estar refiriéndose su autor. Con ayuda del extenso aparato critico de la edición CoUi-Montinan y los resultados de la investigación especializada, hemos procurado aclarar estos pasajes oscuros mediante las notas de nuestra edición, que también señalan los distintos niveles de elaboración de un texto, documentan las obras de referencia empleadas por Niet/.sche. explican aspectos de la traducción y. ocasionalmente, añaden algún comentario de tipo exegético. En líneas generales, nuestra traducción de conceptos clave se ha ceñido al glosano de términos acordado por el equipo de traductores de esta edición integra en tellano de los fragmentos póstumos de Nietzsche. Se ha procurado ofrecer una traducción para un mismo término. Sólo en el caso de términos controvertidos, ce frecuente aparición en estosfragmentosy que no poseen una versión univoca en llano, nos hemos permitido ciertaflexibilidadcuando el contexto lo requena. Asi en el ca
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cuadernos, no habna s.do P » * ^ ™ ^ ^ miembros del equipo , A JesfeCrmüí, Marco Parmegg.ani- y demás -Juan Luis Vermal. Joan B Limares^ ^ _ personas -Lu.s Chaparro• ^ B e m s J o s é Man ^ ^ a l

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Invierno-Primavera de 1875 Nietzsche vuelve en enero a Basilea, donde frecuenta a sus am.gos: Overbeck, Romundt, Immermann, Miaskowski, etc. La madre de un alumno suyo, la Sra. Baumgartner-Kochhn, traduce al francés su Tercera Consideración Intempestiva, que no se publica por falta de editor. A partir de febrero trabaja en una nueva Consideración Intempestiva sobre la filología, así como en la preparación de sus cursos: Historia de la literatura griega II, y Retórica de Aristóteles. Le impacta profundamente la decisión de Romundt de convertirse al catolicismo. El 6 de marzo recibe la visita de Gersdorff. En abril se publica una reseña de sus tres Consideraciones Intempestivas en The Westminster Review. Aumentan sus dolores en los ojos y su malestar de estómago, pero no interrumpe sus cursos en la Universidad.

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MANUEL BARRIOS

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C A S A R E S

Universidad de Sevilla

Verano-Otoño de 1875 Nietzsche pasa sus vacaciones de verano en Steinabad, en la Selva Negra, donde recibe la visita de Louis Kelterborn. Sus amigos Overbeck, Rohde y Gersdorff están en Bayreuth para asistir a la repetición de El anillo del Nibelungo. De vuelta a Basilea a mediados de agosto, pasa unos días con su hermana y con Rohde. Trabaja en la Cuarta Consideración Intempestiva sobre Wagner que, una vez terminada, no publica, como tampoco la redactada sobre la filología. Su hermana le lee a Walter Scott. Sus cursos en el semestre de invierno son: Historia de la literatura griega 111 y Antigüedades de la cultura religiosa de los griegos. Seminario: Diógenes Laercio y Democrito. Lee las Observaciones psicológicas de Paul Rée.

Invierno-Primavera de 1876 Durante los días de navidad, Nietzsche se encuentra seriamente enfermo y muy agotado. Le visita Buckhardt. Solicita la suspensión de sus clases en el Pädagogium y también en la Universidad a partir de febrero. Su madre llega a Basilea para cuidarle. También recibe la visita de Paul Rée y de Gersdorff. El mes de marzo lo pasa acompañado de Gersdorff en Vytaux, junto al lago Léman. Lee Los novios, de Manzoni y las Memorias de un idealista, de Malwida von Meysenbug. Su salud mejora, de modo que su madre puede regresar a Naumburg. El 6 de abril viaja a Génova, donde visita a varios conocidos, entre e los a Hugo von Sender. El 11 de abril propone matrimonio a MathildeJampedach (que sera la tercera mujer de Hugo von Sender) a las pocas horas de haberla conocido. De vuel[311

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- A A . Paul Ree viaja por Italia hasta llegar a Sorrento el día En octubre, acompañado de Paul K C C . y Meysenbug y Albert Brenner. 25. donde en Villa Rubinaec, .reúne con Mah da,on y Muere el profesor y valedor •

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El 4 de abril Nietzsche viaja a Naumburg y Peter Gast vuelve a Venecia. El 17 de mayo muere su amigo Albert Brenner. Se publica Humano, demasiado humano. A Rohde le disgusta su lectura, Wagner prefiere no leerlo y Malwida queda consternada. Overbeck, en cambio, la acoge favorablemente, así como Burckhardt Rée y Hillebrand. Trabaja en la segunda parte de Humano, demasiado humano. Pasa el verano en Gnndelwald. Maria Baumgartner, que ha traducido al francés las Intempestivas dedicadas a Schopenhauer y Wagner, empieza a pasar a limpio los aforismos de esta segunda parte. Lecharas de Taine (recomendado por Burckhardt), Renan, Leopardi y varios manuales de Historia de la literatura. Ruptura definitiva de sus relaciones con Wagner. Éste critica duramente Humano, demasiado humano en el número de agosto de Bayreuther Blätter. Nietzsche regala las partituras dedicadas que poseía del compositor.

Herodoto, Lope de Vega^Cald, Otoño-Invierno de 1878-1879

Pauí Rée concluve su obra El origen de los sentimientos morales, y también Brenner v M a W * se ocupan en proyectos literanos propios. Hablan de fundar una «Escuela de educadores» a la manera de un nuevo convento o Universidad libre. Nietzsche visita al doctor Schron en Nápoles. que le tranquiliza ante su temor de tener un tumor en el cerebro. Visita el museo arqueológico. Primavera-Verano de 1877 ^iie\zsene sigue pensando en casarse. Ahora querría hacerlo con una mujer rica para así poder dejar la Universidad. Le pide consejo y ayuda a Malwida. A principios de abril Rée y Brenner dejan Sorrento. Nietzsche visita con frecuencia a Reinhardt von Seydhtz y a su esposa, que pasan también una temporada en Sorrento. El 8 de mayo parte con dirección a Pfáffers para una cura en Rosenlauibad, donde llega a pnnopios de junio. Durante el verano trabaja intensamente en Humano, demasiado humano. Rohde. que acaba de contraer matrimonio, desaconseja a Htetische abandonar la Universidad. Su hermana Elisabeth le a c o m p a ñ a dos semaTreT¿VT i : e conoce a G. Croom Robcrtson, director de L u c e n i a

En el otoño su salud empeora, de modo que sus achaques y recaídas son frecuentes y graves. Las continuas interrupciones de sus obligaciones académicas le llevan a abandonar definitivamente la docencia. Pide la excedencia, que le será concedida por el Consejo de Gobierno de la Universidad el 3 de mayo de 1879 con la pensión correspondiente. Nietzsche trabaja ahora en la redacción de El caminante y su sombra. A comienzos de marzo se publica la segunda parte de Humano, demasiado humano. Burckhardt le felicita efusivamente por esta nueva publicación. Primavera-Verano de 1879 Elisabeth acompaña a Nietzsche en Basilea y, junto a Overbeck, ordenan los asuntos administrativos y económicos de su excedencia y su pensión. A finales de mayo los dos hermanos pasan unos días en Bremgarten, para proseguir luego su estancia en St. Moritz. Lee El verano de San Martin, de Stifter. El 10 de septiembre envía a Gast el manuscrito de El caminante y su sombra para que lo pase a limpio. Viaje a Naumburg a finales de septiembre para visitar a su madre.

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Encuentro en Leipzig con P. Widemann el 20 de octubre. En noviembre corrige las p S s de El caminante y su sombra, que se publica en diciembre. Lecturas de S ^ S £ Brett Harte, Twain y Poe. Durante los meses de invierno, su salud S Ä de que Nietzsche los considera los peores meses de su vida.

Otoño-Invierno de ¡877-1878

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El 25 de enero, Nietzsche envía a Peter Gast la continuación de Aurora. En febrero recibe la visita de Paul Rée, que le regala una máquina de escribir. Van juntos al teatro a ver La dama de la* camelias, y realizan excursiones a Santa Margherita y Mói En marzo, Paul Rée va a Roma, donde, por mediación de Mahvída von Meysenbug, conoce a Lou Salomé, joven rusa, gran admiradora de Wagner. Rée da noticia a Nietzsche de este encuentro, y también Malwida. A finales de marzo, Níetzsche se embarca rumbo a Mesina.

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VrrwuhOtttnti de IHHI A principio» de julio, Nietzsche se instala en Sil» Maria. Durante el verano let kulturxnt hu htc tu ihrer naturluhcn Entwuklung y ¡)ie Erde unü ihre Vóiker, am • obra» de R A Séllcr vori Hcllwald. fambién lec la obra de Kuno Fischer, Gescnicnir dtr neueren Phthsophie, así como obras del historiador W. H. Lecky, del cmbriologisti W Roux y de los filósofos O. Licbmann y J, ( i . Vogt. Descubre ahnidudcs iiii|kiii.it,u-s cnire *u pensamiento y el de Spino/a. Durante este verano tiene la » del eterno retorno de lo mismo (cfr. 11 [41 ). I n « abre se traslada a Genova para pasar el invierno. Asiste a las rcprcsentaciod e a

«ww». de Koss.m, y de Horneo y Julieta y A<j sonámbula, de B c l l i n i . £ **. de Hizet, le produce un luerte impacto. Relee los Ensayos de K m e n *

Primavera de 1882 Desde Mesina viaja a Roma el 25 de abril, donde conoce a Lou. Nietzsche hace planes para convivir junto a Rée y Lou durante un año. De improviso, Níetzsche hace proposición de matrimonio a Lou y es rechazado. Los planes de vida en común son abandonados. A principios de mayo, Lou parte con su madre hacia el norte de Italia, Nietzsche y Rée viajan, a su vez, a Suiza. Se separan en Lucerna y Nietzsche se dirige a Basílea para visitar a Overbeck. El 13 de mayo Nietzsche vuelve a encontrarse con Lou y Rée en Lucerna. Nueva propuesta de matrimonio, que Lou rechaza también. Excursión juntos a Tribschen. Nietzsche se marcha a Naumburg el 16 de mayo. Publicación de los Idilios de Mesina. Encuentro con Heinrich Romundt en Naumburg. Nuevos proyectos para una estancia en común con Rée y Lou en Viena para el otoño. Nietzsche se encuentra trabajando en la redacción de La gaya ciencia.

P R I M E R A

PARTE

K S A , I.

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1875*

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Romundt, el 9 de enero: su escrito debe estar listo entre el 9-10 de marzo; lo más tarde, el 10 de abril.

1 |2P Pasaje sobre Fausto Hölderlin Conclusión de Empédocles.

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l [3F 1875 1876 1877

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Filolog. Wagner Prensa. Religión. Escuela,

* Libreta de 110 páginas, con pocas de ellas utilizadas. Contiene anotaciones ocasionales, un esbozo de carta a R. Wagner, material filológico y apuntes para las Intempestivas. Heinrich Romundt, amigo de Nietzsche de su época de estudiante en la Universidad de Leipzig, fue contratado como profesor ayudante de filosofía en Basilea durante el semestre de verano de 1873. Nietzsche compartió domicilio con él y con Franz Overbeck desde el verano de 1874 hasta ei 10 de abril de 1875, en que Romundt, tras una crisis religiosa que le llevó a plantearse su conversión al catolicismo, abandonó Basilea. Influido por la pieza dramática La muerte de Empédocles* obra de Friedrich Holderlin, su «poeta favorito» de juventud, Nietzsche había esbozado entrefinalesde 1870 y principios de 1871 una tragedia, con Empédocles como protagonista —cf. 5 [116], 8 [30-37] v 9 [4] Fragmentos Postumos (1869-1874), Tecnos, Madrid 2007 (= FP), vol. I, pp. 138,206*208 y 229-230—. En algunos rasgos de esta figura cabe atisbar un precedente del personaje de Zaratustra- Véase, al respecto, Vivetta Vivarelli, «Empédocles und Zaratustra: Verschwendcter Reichtum und Wollust am Üntergang», en Nietzsche-Studien (= NS), 18, Walter de Gruytcr, Berlín (1989), pp. 509-536; y Manuel Barrios, Hólderlin y Nietzsche, dos paradigmas intempestixw de la modernidad en contacto* Reflexión, Sevilla, 1992. Plan para diez nuevas Consideraciones intempcstiws, una vez publicadas las tres primeras. El 2 de enero de 1875, Nietzsche escribe a Hans von Bülow (Kritische Studtenausgabe Briefe - ICSB, 5 3) que licnc previsto dedicar los cinco años siguientes a dicha labor. No obstante, en el fragmento que viene a continuación se propone condensar ese trabajo, a razón de dos escritos por año, hasta completar la serie en 1878, dejando abierto el interrogante acerca de su futuro más allá de esa fecha (véase infra, 1 [5]). Así, los planes se suceden a lo largo de este periodo, llegando a proyectar hasta trece Intempestivas, de las cuales sólo publicara Richard H'agner en BayTeuth, quedando en estado fragmentario la que habría llevado por título Nosotros, filólogos, y en la que trabaja intensamente hasta finales de verano de 1875. 1

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l u d i o . El filisteo de b cul«u* 1. Histona. 2. Filosofía. 3. Antigüedad. 4. Arte. 1876 Pascua. Abril. Mayo. Junio. 5. Religión. Julio. Agosto. Septiembre. 6. Escuela. Octubre. Noviembre. Diciembre 7. Prensa. 1877 Enero. Febrero. Marzo. 8. Estado. Abril. Mayo. Junio. 9. Sociedad. Julio. Agosto. Septiembre. 10. Hombre como yo Octubre. Noviembre. Diciembre. I I . Naturaleza. 1878 Enero. Febrero. Marzo. 12. El camino de la liberación. 7 años de Universidad Pascua de \S69 — Pascua de 1876. 800 páginas en 24 meses, Pascua de 1876 — Pascua de 1878. e.d.. una página todos los días, cada tres meses, 1 24; 800 33, Intempestiva. 72 Así pues, a los 33 años de edad habré acabado las Intempestivas. Pre

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Anotaciones para «NOSOTROS, FILÓLOGOS» 2[I]' al soplarla" t su^na T B ó Z n g k I 335)

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Un instrumento de viento repelente a simple vista: debe probarse primero. 2 [2]

Thema ta. Teoría de lo ridículo. Con compilaciones. Teoría de lo dramático. Con compilaciones. Descripción de mis experiencias musicales en relación con Wagner.

13 — 19 años 19-24 24 — 31 31-33

Escuela de Pforta. Bonn Leipzig. Basilea.

La cuestión en la música. Hay que preparar un gran libro para anotar las ocurrencias y experiencias diarias, los planes y demás: en el que también se incluyan brevemente los conocimientos científicos. Consignar aparte todos los planes literarios. Mihi scribere

* Cuaderno de 240 páginas, conteniendo notas para Nosotros,filólogos,fragmentospara Ciencia y sabiduría en conflicto, apuntes para Humano, demasiado humano, esbozos y planes, redactados todos ellos entre comienzos y verano de 1875. Recoge también el material numerado aquí como 3,5 y 6. Tomado de la recopilación de Otto Bóhtlingk, Indische Spriiche. Sankskrit und Deutsch [Sentencias indias, en sánscrito y alemán], 3 vols. San Petersburg, 1870-1873 (BN). Cari von Gesdorff, que llevaba el libro durante su visita a Basitea en marzo de 1875, anotó esta sentencia en uno de los cuadernos en que también copió entonces fragmentos para la Intempestiva Nosotros,filólogos.A finales de ese mismo año le regaló el libro a Nietzsche. 2 «Escribir para mí mismo». En el primer volumen de su biografía, Fnednch Nietzsche. I. Infancia y juventud (trad. de Jacobo Muñoz e Isidoro Reguera. Alianza, Madrid, 1981, p. 168), Curt Paul Janz remite como fuente más probable de este motto,frecuenteen los textos nietzscheanos, sobre todo en la forma «mihi ipsi scripsi» («he escrito para mi mismo»), alhbro Aristóteles pseudoepigraphus (Leipzig, 1863) de Valentín Rose; pues la expresión ahí incluida, «sibi quisque senbit» («cada cual escribe para sí»), ya aparece comentada por Nietzsche en vanas de » » ^ « ™ > fechidis entre otoño de 1867 y primavera de 1868. No obstante, la edición Colli-Montinan también Íecíeída « e S l en esa misma época a la frase de Ralph Waldo Emerson en sus Ensayos: «Quien escribe para sí mismo, escnbe para un publico inmortal». 1

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t Friedrich Maximilian Klinger (1752-1831), autor del drama que dio nombre al movimiento literario alemán del Sturm und Drang. Cf. Betrachtungen und Gedanken über verschiedene Gegenstände der Mit und der Litteratur [Consideraciones y pensamientos sobre diversas cuesnones del mundo v de la titeraturu], n." 581. en Werke, vol. XII, 1809.

3. M P X I I I 6B. (U II 8, 239-200). M A R Z O D E 1875* Anotaciones para Nosotros, filólogos

3[1] Pasad por alto y ocultad vuestras buenas obras, y reconoced ante la gente los pecados que cometisteis. Buda>. 3[2P El día ocho de abril de 1777, en que F. A. Wolf ideó para sí el nombre de stud phil. fue el día en que nació la filología. 1.

3 [3P Contra la ciencia de la filología nada habría que objetar: pero los filólogos son también los educadores. Ahí radica el problema en virtud del cual esta ciencia ha de comparecer ante un tribunal superior. — ¿Y acaso existiría aún la filología si los filólogos no fuesen un cuerpo docente?

3 14| Es difícil de justificar la predilección en que reposa la Antigüedad: pues se ha originado a partir de una serie de prejuicios: 1) por el desconocimiento de la otra Antigüedad. 2) por una falsa idealización de la humanidad de las humanidades cuando resulta que hindúes y chinos son en todo caso más humanos. 4

:arpeta tránsenla por Cari von Gesdoríf con anotaciones para Sosotros. filólogos tdÁ ^ i n i c IUM riin «unm ivid. nota a maienal numerado aquí como 2). as de páeinas n

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i Nietzsche saco en préstamo de la biblioteca de la Universidad de Basdea. el día 9 de mayo de 1871, el libro de J. F. J. Arnoldt. Fr. Aug. Hdjf» seinem lerhMnisse =um Sentasen Aug. iibll en sus relaciones ctm la enseñanza y la pedagogía) Braunschwig^ 1861 °~V™ * / . . u- u ^ i U M « TmrMXhiiri lie Gottineen como «stuoioaundo aun no cxisua una Facultad con esa muhetóa l Cf. wfm* 7 [6]. HuMiimuits-\fenschhcit. 4

****** 3. MP XIII 6B ÍU II 8, 239-200». MARZO Oh 1875

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do. Wolf precisa que « t a cultura definida como espiritual o literaria, «en un pueblo felizmente organizado, puede comenzar a desarrollarse antes incluso, como orden y concierto dc la vida externa» («civilización»). Luego contrapone el extremo Onente asiático («similar a esos individuos, que no carecen ciertamente de h.giene, decoro y comodidad en sus viviendas, vestimentas y en todo su entorno, pero que nunca sienten la necesidad de una ilustración superior») a los megos («entre los griegos, incluso entre los más cultivados del Atica, solió darse el caso contrario, hasta el punto de suscitar admiración, y se descuidó como algo insignificante aquello que, por nuestro amor al orden, solemos considerar la base del refinamiento espiritual mismo»).

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3 [10|'> Recordaba en cierta ocasión F. A. Wolf lo temerosos y precarios que fueron los primeros pasos que dieron nuestros predecesores para la conformación de la ciencia [filológica], hasta qué punto los clásicos latinos tuvieron que ser irmoducidos de contrabando, como si fueran mercancía sospechosa y bajo pretextos, en la plaza de las Universidades; en el catálogo de lecciones de 1737 de la Universidad de Gotinga, J. M . Gesner anuncia las Horatii Odas «ut in primis. quid prodesse in severioribus studiis possint, ostendat» .

* Cf Wolf KS 1110 Jeremiah Markland (1693-1776), destacado estudioso inglés de la literatura gnega, discípulo de Richard Bentley (véase 3 [111, nota), rechazó en dos ocasiones una cátedra de griego en Cambridge. Tras anotar exhaustivamente su ejemplar del Sovum Testamentum Graecum (1723), de John Mili y Ludolph Kuster. Markland escribió en el reverso de la primera página que no deseaba ver publicadas dichas anotaciones, entre otros motivos, argumentaba, por no haber podido consultar los suficientes libros como para asegurar que no hubiera allí errores o cosas ya dichas anteriormente por otros eruditos. Pese a ello, muchas de esas notas aparecieron en la obra de William Bowyer, Criñcal conjectures and observañons on the Sr» tetamenl callee ^Jwm varia* authors (Londres, 1782). Wolf habia publ.cado va una biografía de Maridand en LiteranscheAnaiekten (1818). >°Cf. Wolf. KS. 735 ss.

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«En la época de juventud de Winckelmann no había propiamente estudios de la Antigüedad como disciplinas retribuidas en empleos comunes para ganarse el pan — se leía y explicaba a los antiguos para prepararse mejor de cara a la interpretación de la Biblia y del corpas juris».

Newton se maravillaba de que hombres como Bentley y Haré mostrasen afición por un libro de comedias (puesto que ambos eran altos dignatarios teológicos).

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Argumentos de Wolf por los cuales no cabe situar a egipcii otras naciones de Oriente en una única línea junto a griegos y roí

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«Hacia el final de su vida, como tantos otros antes de él, Markland sintió una aversión tan enorme hacia toda la fama erudita, que destrozó en parte y en parte echó al fuego varios trabajos a los que había dedicado largo tiempo y cuidado».

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3 16] ;Qué burla soportan los estudios de «humanidades^ por también belles lettres tbellas Uñeras)'.

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- • • - ^ mmmmM a la Anoguedad esto se dice ciertamente a l ^ ^ -—„0 cristiatiismo es una parte de la Antigüedad, en J ^ v a d o ' i a A f l ^ w W . en tercero, de ninguna manc a ha estado en •-• \ ,-nnrrario na ra scmitr m a n i ^ u .

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.Tistunismo mvo qae dejarse superar Nosotros padecemos represe p—ai y ffkm frrlwtimiát lo humano, la ingeniosa menaaciüad que

3 |171 Queda aún cierto modo de considerar las cosas: comprender cómo los mayores productos del espíritu poseen un trasfondo terrible y malvado; la consideración esceptica: como mas bello ejemplo de vida se aduce el helenismo. Resulta difícil juzgar de manera correcta.

3(18| No es verdad que sólo mediante la Antigüedad se pueda adquirir formación. Aunque se puede adquirir partiendo de ella. Ahora bien, no lo que hoy en dia se denomina formación. Sólo sobre la base de un estudio completamente castrado y falaz de la Antigüedad puede edificarse nuestra formación cultural. Para comprobar, en fin, qué infructuoso resulta este estudio, no hay más que contemplar a los filólogos: justamente ellos deberían estar educados por la Antigüedad de la mejor manera.

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La Antigüedad gnega no ha sdo tasada aun como un todo; estoy convencido de que si no se manuoiesc esaradicaos*!glorificación en torno suyo, los hombres de hoy la apartarían de si con borrar la gkmficación es. por tanto, algo de poca monta, puro oropel. 3051 a gran sentar para un filólogo el que su ciencia haya trabajado tantc wres, que pueda dejarle en posesión de esa herencia, tan pronto com< catado para ello - e» decir, tan pronto como se sienta capaz de

3|19] . • +mmm mm Qué poca razón, cuánto azar domina entre los seres humanos es algo que muestra la desproporción, que casi es la regla, entre la así denominada vocación vital y la disposición que se tiene para ella: los casos afortunados son aquí excepciones, tal como lo son los matrimonios felices, y tampoco éstos son debidos a la razón. El hombre elige la profesión cuando todavía no está capacitado para elegir; no conoce las distintas profesiones, ni se conoce a sí mismo; gasta luego en dicha profesión sus años más activos, le dedica todas sus cavilaciones, se hace más experto; cuando alcanza la cima de su intelección, ya es por lo habitual demasiado tarde como para comenzar algo nuevo, y la sabiduría en la tierra ha comportado casi siempre algo de debilidad senil y de falta de fuerza muscular.

«¡nor de tradik mas üc veinte a ñ o s de iraroyo ° { ¡daron incompletas. Julius Char . 'en WnmJd " * " la la liliteratura alemana a raíz de su en lio. Niet/whf™! ' * WM-1805. . to cI • * » U ^ L T ^ r * ™*> cmmo, carnal vital de 1« icra i« la la dimensión uiuivii.""» «dionisM il'IflÍ ..en el sentido de un accr que «se humanicen» W i. Nict/schc no es del todo co^ «juí Véase, por c)cmp\o, * I ieS

•» Sobre los ooetas-filólogos del Rcnacmicnlo. cf. la obra del historiador del arte y la cultora en la Burckhardt ( 1818-1897^Dw ^ ^ Z Z Z ^ t Z

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. , "« na adiestrado para filólogo en a forma en aue hrw «• hace. Hay que proc amar en auc m<»HMa i™ ÜZt: • ^ ¿ , Jorma en que noy se — Por consiüuientf «1 ¡-.M medios imposibilitan aquí el fin último. Por consiguiente, el filólogo como tal no es la meta de la filología. u

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«*• naaraas exigen que el hombre conciba su actividad sólo Z Í R S ^ ^ ™ elección desafonunada de la profesión J T ^ c m t r - como una prueba para el individuo. Las religiones úni^ T ^ i i a c u e s t a l a s a h a c i ó o d e l individuo: sea éste esclavo u hombre libre, ' ... .- _ i - -. ' - V : J en su profesión > por ello una elección e r r a » ao « a a a a ^ aw g ^ ócsgncia. Valga esto para consolar a los ñ\ó\ogosi pero he aquí aaa erada coawdtacióo para los filólogos genuinos: ¿ q u é será de ~. _ - . . - - T - — h>ta mayoría verdaderamente j v *e r:a::tea a si misma una serie de exien ñ a n o c de sus capacidades y tendencias: de ese modo tiraniza al auténtitoado. a aqud que hace el ciento A l tener la e d u c a c i ó n en sus manos, esta mayoría educa, oaatieaic o incooscieMemenie. según su propio modelo: ¡qué será entonces de la ciasicidad de griegos v romanos' Ada Ai 1

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La rata de ctiierwimienio entre los filólogos y los antiguos. P ^ i ^ a d de los filófagos para
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^ i •• señala tomo fuente probable un pasaje a2l6.GA.eddeiuJ.uifrauen%tadt. U.pzig, 1873-4), titula¬ - el devino del individuo», en el que Scnorxmhauer cita en — * f mo. felizmente afrneado en Atenas tras bal* tofdósotoi más ilustres. V\\. 5 1 . ü alus** de S c £ r

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3 1241 mostrarse como individuo, cuai >endiente, cuando uno depende, lependiente, cuando es independ

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3 [251 Un gran valor de la Antigüedad reside en el hecho de que sus escritos son los únicos que todavía leen con esmero los hombres modernos. 3 [26] Sobreesfuerzo de la memoria — algo muy usual entre los filólogos, desarrollo . más escaso del juicio. 3 [27] En la educación del filólogo actual hay que tener en cuenta la influencia de la lingüística y juzgarla; pues se trata de lo que un filólogo debería más bien rechazar, en cambio, se pretende que las cuestiones relativas a los remotos comienzos de griegos y romanos no le conciernan en absoluto: ¡cómo puede uno echar tanto a perder su temática! ajBBjajf

ainaBjIM^ * -

3 [28] Observo en los filólogos: I) Falta de respeto a la Antigüedad. II) Afeminamiento y bella palabrería, quizá incluso apología, III) Historizar simple. Giacomo Leopardi es invocado por Nietzsche en Nanas ocasiones durante esta etapa .ea. como continuador uc esuipc « - i "Wogoaéát 1 1 II J . . . ..!'.—» ta Cf 3T711 s f 171 5 h 6 l 8121 16 [5] En sus anotaciones de los años 18&4-1985. el juicio canv a t ó K y U ¿ p 2 d , e.^considerado, al igual que Hótderlin,undeeaa«aae '>' 1 • • h l eos «rieW í latinos que akanzó gran notoriedad con sus s-ersiooes de la ¡liada y la Odisea. B filo^ f S ^ Z ' N Í u l l c r polem'uo con el. acusando de formalista su proceder filóloga « bien ambos coincidieron en su critica a la Simbólica de F. Creuzer.

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de los progreso» en el arte y en los di en Winckelmann faltó o no llegó a no común que es el de la critica Ríete* , «una rara mezcla df fnairi mezquina a inqu.e.a preocupación por cien cosas de suyt rlZ fuego que todo lo vivifica y que devora lo indw.duatjunu Z t ñas, que son un escándalo para el profanos.

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« r un tnbunal „ — — que . éste habría tenido —q to anudo cosecha como filólogo está «~ . . . gsosez de la agudeza de ingenio entre fe, con Horacio nene algo de magistenl, sólo 'TCfle ooe ser censurado, sino los depositarios de ' ^ ^ ^ á a m w * censura salpica a Horacio. Ahora — * ¿ ! l ¿ S o una sola linea que merezca ¡a pena ser uaweaodo de que BA. ^ ^ ^ ^ ^ ^ j lo mismo que el merecimienp * < * ^ f 2 ^ ^ r a i o ^ n w d e s t i a e n e I filólogo Corregir tex**^' nSTun resolver jeroglíficos; pero no debelabor eaajeaeaaiB pan ^ i l Antigüedad nos habla u

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J ~ " """'^ " mejor aemostracion de tuerza ]u justamente ahí donde pone de manifiesto, de forma motivada, a qué grado de convencí • puede llegarse por ambas partes y por qué una expresión, un pasaje son .nevnabtes A nosotros nos parece que los médicos, con quienes los críticos suelen compararse a vece», conocen en su arte triunfos enteramente similares» . 25

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3 |36P Junto a la incertidumbre de la conjetura, que con frecuencia se impone de una manera tan profunda, de vez en cuando se hace valer un afán enfermizo de creer y querer estar seguro a toda costa: v. g., con respecto a Aristóteles, o en el hallazgo de necesidades numéricas — en Lachmann es casi una enfermedad.

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No hay que asombrarse ya de que, con semejantes maestros, la formación cultural de la época no valga nada. Nunca me eximiría de hacer una descnpción de esta incultura. Y sobre todo con relación a las cosas en las que. si se pudiera, se debena aprender de la Antigüedad (y g., a escribir, hablar, etc.,.

er, haré repuso i

3 |38] Aparte del gran número de filólogos ineptos, hay, en sentido contrario. « ^ i e r to número de filólogos natos, que. por circunstancias diversas, encuenuafl memos para llegar a serlo. Pero el obstáculo más importante, que refrena logos natos, es la mala representación de la filología por pane de i

de las letras cuanto parte de su vida, o bien i

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incompetentes.

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a la elevación hasta las grany a la distinción. profuncUmente pensada.

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lidad. cuando somos jóvenes, la Antigüedad nos n ^ ^ _ ^ ^ ^ vialidades, en particular, nos hace creer ^ « ^ J ^ . ™ ^ £ ^ entre Homero y Walter Scott - ¿quien se lleva la palma. . * se es nonraoo i

1172 hbro %ac*&> & pr*f* ocawono et re abnl * /0

a*ro p*a e*pcT» a T Hemttrrhuv*. e«cn»

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* Wolf. KS. 739. » Wolf. KS. 833. nota » Kart K F W Lachmann 11 TO-l»! tWafrr del me*** de laecdooc* y detecnoca KO% grecoUtinm. bíblico* y t "^ ^ , di ta mmmm d cotejóte de modo aracteruad-. por un empico ^ ^ ^ _ ; " ^ - ^ d onfinai a 5 \33V amtfa» italianos, quienev IV fiable, miaban de rc.omtru.rio por conjetura í C T

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curso o un poema tanto como se annU .a. • i~w« wuauuir un aisbrontolo^ía» . desencadenar una tormenta mediante una 11

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3 |47| «lin def initiva, sólo podrán alcanzar una genuina y plena pericia los pocos que, nacidos con talento artístico y provistos de erudición, aprovechen las mejoresocasiol OM para adquirir de forma práctica y teórica los conocimientos técnicos necesarios» . Wolf. ¡Cierto! 31

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„u- v U - I I C -i las mieti tei una p ' ,n (fornir este poeta ein-o,''^' •aaaMw»«WII ec w r w - p . — ^''coractflH •i. i ' V" , M d" w**»**" »" i » n a pura ,-1, ih-«t.N i . " ^ i g L i o ' I «*r*"' ' - ' " y retraimiento .y d ^ ^ |e este tipo. * |tu|iiertf«l4«il'"^ * v

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3 |4«| Los antiguos son, según Goethe, «la desesperación de sus émulos» . Voltairc ha dicho: «si los admiradores de Homero fuesen sinceros, reconocerían el aburrimiento, que con harta frecuencia les produce su favorito» . 33

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3 |49| Cuando digo que los griegos fueron in summa más morales que los hombres modernos, ¿qué significa esto? Ya la plena transparencia del alma en su proceder pone de manifiesto que no sentían vergüenza; que no tenían mala conciencia alguna. Eran más abiertos, más apasionados, como lo son los artistas; les acompañaba una especie de ingenuidad infantil, de manera que en todo lo malo poseían un rasgo de pureza en si misma, algo cercano a la santidad. Resulta llamativo cuánto individuo: ¿no ha de residir en ello una moralidad superior? Piénsese en su carácter, constituido do forma paulatina. ¿Qué es, a fin de cuentas, lo que produjo ahí tanta individualidad? ¿Quizá la vanidad, o la rivalidad entre ellos? Es posible. Poco gusto por lo convencional.

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fwMhladpara OMrtt a (amanoi de ION antiguos, solo un talento pfOm

e»»nuVior>c* Je ci*mprendei plenamente producciones • misma especie v captar en cita algo más que ciertas virtudes de orden M\UIStitl,>-

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Piénsese de qué modo tan diferente se transmite una ciencia a como lo hace un talento especial dentro de una familia. La propagación camal de una determinada ciencia resulta algo sumamente raro. ¿Acaso los hijos de los filólogos han de llegar fácilmente a ser filólogos? Dubito. No surge asi una acumulación de capacidades filológicas, poco más o menos como, por ejemplo, surgió una acumulación de capacidades musicales en la familia de Beethoven. La mayoría vuelve a empezar desde el principio y. por supuesto, con la ayuda de U r o * no a través de viajes y de cosas asi, sino más bien por medio del aprendizaje.

ed.ul solo c o n o c i ó tco.i prtHlucción. es decir.

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Wolf. KS, 834. - Wolf. KS. 84*. 11a Goethe. Winckelmann US05V ^ •Tua tomada de Minger. cir.n. 1

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3(581 «Los modernos han de aizraderfr * i™ que siempre buscaron lo bello.traite^úül no t T / ^ V ^ ^ > casta, el que la mejor c u l t u r a n c ^ o ^ t ! ^ " ' S zación, el que incluso c i X ^ o ? ! ^ ? integramente al servicio de !a civihuna especie de lujo, al meno To sean n ^ L T > «»no Estado»". = a la ayuda del 3

supremas su análogo en un estado . t 0 d

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3 [59] Es digno de mención el juicio de Wolf acerca de los aficionados a los saberes filológicos: «Si se encontrasen dotados por naturaleza de aptitudes que los hicieran afines al espíritu de los antiguos o si fueran capaces de una fácil transposición a extrañas, podrían ciertamente, mediante esa medio intimidad con los mejores escritores, extraer de la riqueza de aquellas naturalezas llenas de vigor y de los grandes modelos de pensamiento y acción más de cuanto obtiene la mayoría de quienes a lo largo de su vida se postulan como sus intérpretes» . 39

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' No es mucho lo que se puede conseguir con laboriosidad, si la cabeza es obtusa. Los filólogos que se precipitan sobre Homero creen que es posible lograrlo a las > bravas. La Antigüedad habla con nosotros cuando ella quiere, no cuando queremos nosotros. 3/57/

> IIII) ^ » ' ^ 1



La admirable hija de Bentley, Joanna, se lamentaba de que su padre hubiera dedicado tanto tiempo y talento a la crítica de obras ajenas, en vez de dedicarlo a sus propias composiciones. «Bentley guardó silencio durante cierto t i e m p o , como recluido en sí mismo; finalmente dijo que la observación era del todo atinada; él mismo

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3 |611 M i consuelo también vale de forma especial para los individuos tiranizados: éstos simplemente querrían tratar a todas esas mayorías como a sus peones y hacer uso asimismo, en beneficio propio, del prejuicio extendido aún a favor de la enseñanza clásica; precisan de muchos trabajadores. Pero tienen necesidad de una incondicional comprensión de sus metas. T

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3 [62] - •- " •• " ' " La filología, en tanto ciencia relativa a la Antigüedad, no posee, como es natural, una duración eterna, su material ha de agotarse. Inagotable es en cambio la acomodación siempre nueva de cada época a la Antigüedad, su medirse con ella. Si al

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le la Mi. J cuando A q u i l C repÜ « • £ » l K S ^ ¿ S 2 ^ « • » - b r e la tierra y servir en casa d e J - ni * W Luis C alvo T!f t '*"*' de todos los cadáveres, de los * »O 3/MI ">nal. Madrid. 1976. 221) e

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3 160) Tal como se sitúa el hombre ante su vocación vital, de un modo escéptico y melancólico, así debemos situamos nosotros ante la suprema vocación de un pueblo: para comprender lo que es la vida.

"Wolf, KS. 1077, nota. '«Wolf, KS, 820. » Wolf. KS, 836.

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apenas cabe hallarla entre los griegos- "esa ^ ¡ ¡ 7 " " f P° rios del futuro. ¡Terrible! Pues se déte i Pásente nuestros v.siona. Z • . 7. J^-gar según el siguiente cnteno: cuanto mas espíritu, tanto mayor sufnm.ento (como demuestran los griegos). Por tanto, t a m b ^ . cuanta mas estupidez tanto mayor bienestar. El filisteo de la cultura es ía criatura mas satisfecha que se haya visto nunca bajo el sol; y ha de tener una estupidez proporcional a ello. ^ s

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a la mawria de las personas absoluto a si " T S r « í lo pone de manifiesto su vida. La exigencia cristiana de T su propii bearitud y únicamenu por ella contrasta con la vida í t l ^ Z ^ en donde cada uno sólo vive como un punto entre otros puntos, no^comopvro \ simple resultado de las generaciones precedentes, sino también uuenéo meramente en vista a las generaciones venideras. Solo bajo tres formas de existencia sigue siendo individuo el ser humano: como filósofo, c o m o santo y como artista. No hay mas que ver cómo mata el tiempo un hombre de ciencia: ¿qué tiene qué ver la teoría griega de los átomos con el sentido de la vida? — Ta mbién aquí constatamos, asi pues, como un sinfín de hombres no vive propiamente sino como preparación de un verdadero iMírnbrc: p. ej., los filólogos como p r e p a r a c i ó n del filósofo, quien sabe aprovechar su trabajo de hormigas para formular un j u i c i o sobre el valor de la vida. Ahora bien cuando no hay orientación alguna, la mayor parte de este trabajo de hormigas simplemente resulta carente de sentido y superfluo. E

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3 [66] Es una falsa concepción la que afirma: «siempre hubo una casta, que fue la que administro la formación cultural de un pueblo»: por consiguiente, los eruditos son necesarios. Pues los eruditos sólo poseen propiamente el saber relativo a la formación cultural (e incluso esto únicamente en el mejor de los casos). También entre nosotros habrá, ciertamente, hombres más cultivados, aunque difícilmente una casta; pero pudiera ser que éstos fuesen muy pocos.

3 [67] ¿Supone gratitud la dedicación a épocas pasadas de la cultura? Mírese hacia atrás a fin de explicarse la situación presente de la cultura: así, en verdad, no se será demasiado panegirista respecto a nuestra situación, aun cuando quizá habría que serlo, para no resultar demasiado duros con nosotros mismos.

3 [68] M i meta es: provocar una completa enemistad entre nuestra actual «cultura» y la Antigüedad. Quien quiera servir a la primera, debe odiar a esta última.

3 [69] Una retrospectiva muy precisa nos lleva a la comprensión de que somos una multiplicidad de numerosos pasados: ¿cómo podríamos, entonces, ser también una meta última? — Aun cuando, ¿por qué no? Pero la mayoría de las veces somos nosotros mismos quienes no queremos serlo, quienes nos volvemos a poner de inmediato en la fila, trabajamos en un rinconcillo y albergamos la esperanza de que no todo esté perdido para quienes vengan después. Pero esto es verdaderamente el tonel de las Danaides: no sirve para nada, debemos rehacerlo todo de nuevo para nosotros y sólo para nosotros y, p. ej., medir la ciencia en función nuestra, con la pregunta: ¿qué es para nosotros la ciencia? Y no, en cambio: ¿qué somos nosotros para la ciencia? En realidad, la vida se vuelve un asunto sumamente liviano, cuando uno se toma a sí mismo simplemente así, de modo histórico, y se pone al servicio de dicha consideración. «Tu propia salvación esta por encima de cualquier otra cosa», ha de decirse: y no hay institución alguna a la que debas respetar mas que a tu propia alma. Pero ahora el ser humano aprende a conocerse: se encuentra miserable, se

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3 B . P R I M A V E R A EME 1 8 7 5 *

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5. U II 8B. P R I M A V E R A - V E R A N O D E 1875*

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5IH Empezar desde el principio es siempre un engaño: incluso lo que nos impulsó a ese presunto «principio» es efecto y resultado de lo precedente. Pero una ruptura tan fuerte y decisiva viene a ser signo de un estímulo anterior fuerte y desmedido. El radicalismo de nuestras opiniones y de nuestra verdad es consecuencia del radicalismo de nuestros errores y equívocos. La gran ley de la recomposición — en ella reside todo el llamado «progreso». En el fondo, el dictamen moral debería ser siempre el mismo. Pero mientras que el entendimiento y la experiencia aumentan, la cualidad moral sólo se recompone de continuo. A la postre, apreciamos una doctrina por sus efectos, p. ej.. según si ha causado la muerte de muchos hombres o si les ha hecho perder la cabeza; esto no es justo. — 5 (21 Reconstruir la Antigüedad a través de escritos — una tarea completamente irre suelta aún.

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5 13] La fe en la individualidad — ¡si se pudiese hacer abstracción de ella! El caso es que estamos en unos tiempos en los que las opiniones humanas tienden a ir uniformándose mucho; pero con ello los individuos se van haciendo más parecidos, aunque sigan estando separados. La hostilidad se patentiza entonces en las pequeñas diferencias de forma tanto más aguda.

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5|4] Hay que plantear una a una las razones por las que griegos y filólogos tienen que entenderse entre sí con tanta dificultad: y proporcionar así una caracterización 0 l w b e c k

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5 [51 Todas las religiones descansan en última instancia sobre ciertos supuestos físicos, que existen previamente y que luego la religión ha amoldado. P. ej., en el cnsuarusmo, la contraposición de cuerpo y alma, la importancia incondicional de la tierra como «mundo», el acontecimiento milagroso en la naturaleza. Sólo una vez que han adquirido predominio concepciones opuestas, p. ej., la estricta ley natural, el abandono y superfluiuad de todos los dioses, la estrecha concepción del alma como un proceso corpóreo - todo ha terminado. La entetv grecidad descansa, empero, sobre tales concepciones. * Cuaderno de 240 páginas (vid. nota al material numerado aquí como 2),

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5 1161 Conocer la historia significa hoy: reconocer que todos los hombres se han tomado las cosas de manera demasiado liviana al creer en la providencia. No hay providencia alguna. Si las cosas humanas discurren de forma bárbara y desordenada, no se crea que con ello un dios apunta a algún fin o que las tolera. Somos capaces de barruntar que la historia del cristianismo sobre la faz de la tierra constituye uno de los episodios más terribles de la Historia y que algún día debe concluir de una vez por todas. Claro que, al llegar el cristianismo hasta nuestra época, también ha llegado la Antigüedad; y cuando éste desaparezca, aún desaparecerá mucho más la comprensión de la Antigüedad. La mejor época para conocerla se presenta ahora; ya no nos guía prejuicio alguno a favor del cristianismo, pero todavía lo comprendemos, y en él comprendemos también a la Antigüedad, en la medida en que ambos están en una misma línea.

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5|17P El declive de los poetas-filólogos se debe en buena parte a su decadencia personal; su estirpe resurge posteriormente. Algunas de sus manifestaciones son, p. ej., Goethe y Leopardi. Detrás de ellos siguen trabajando los simples filólogos-eruditos. Toda la estirpe se inicia con la sofística del siglo DL 5|181 En las postrimerías de la Antigüedad subsisten figuras enteramente no-cnstianas, que resultan más bellas, puras y armoniosas que todas las cristianas, como, p. ej., Proclo; la mística, su sincretismo, son cosas que precisamente el cristianismo no puede reprocharle. En cualquier caso, mi deseo seria convivir con ei/a5. Frente a ellas, el cristianismo aparece como la más grosera vulgarización, aderezada para las masas y los desalmados. Todas las orientaciones de la Historia se han puesto a prueba en la Antigüedad. Únicamente resta aún la consideración critica. Sólo que no hay que entender por tal la crítica conjetural e histórico-1 iteraría.

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LO a alusión conjunta a Goethe y Leopardi en WB, Véase nota al fragmento 3 [151 alción conjunta (KSA, 1), 503; a Goethe como poeta-filólogo en > [109] y 14 \s\ Cf. 5 [271 y nota a 5 [33]. 2

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5|25| Ahí donde surge aleo oranHí» J mos percibir previamente una c esme^í ° P ^ p i d a , ahí podeguieron la libertad tantísimos hombres c S « elío^' *° " ° ° " ¡Educar a los educadores' / / W » " , Y para ellos escribo. ' ' ™ Mearse a si mismos! *+n

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' " / a estupidez de la voluntades el pensamiento más grande de Schopenhauer, si es que uno enjuicia los pensamientos según su poder. En Hartmann* puede observarse cómo vuelve a escamotearse de inmediato este pensamiento. Nadie llamaría Dios a algo estúpido. 5 [24] Ésta es, pues, la novedad en toda futura marcha del mundo: ya no cabe dominar al hombre mediante representaciones religiosas. ¿Que si ahora los hombres se mostrarán peores? No estimo que bajo el yugo de las religiones se hayan mostrado buenos y morales; no estoy aquí de parte de Demófeles*. Difícilmente han hecho mejores a los hombres el temor al más allá y, sobre todo, el temor religioso a las penas divinas. * Cf. WB, 3,445. a

s t o , ^ « su Filosofía del inconsciente ( 1 8 6 9 ) £ P ^ ^ S S ^ a ^ ^ ° ™y 2 por Nietzsche. Sobre d« M e n X ° Zur i f t ^ S '^*che, cf. F. Gcrratana, «Der W a t a » j < 391^43. " * ' ™n-Rezeptions Nietzschcs (1869-1874)», en NS 17 0™*) 1

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5 [27| Todos los modos de tratar con la Historia han sido ya puestos a prueba en la Antigüedad. Pero sobre todo ya se ha experimentado lo bastante como para sacar ahora buen provecho de la Historia de la Antigüedad — sin sucumbir a ella. 5|281 La Reforma alemana nos alejó de la Antigüedad: ¿tuvo por fuerza que ser así? La Reforma redescubrió la vieja oposición «paganismo-cristianismo»; al mismo tiempo, fue una protesta contra la cultura decorativa del Renacimiento; una victoria sobre aquella misma cultura que había resultado vencida en los comienzos del cristianismo. 5 [291

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El cristianismo ha conservado, en relación a las «cosas mundanas», justamente los puntos de vista más burdos de los antiguos. Todo cuanto hay de más noble en el matrimonio, en la esclavitud, en el Estado, es no-cristiano. El cristianismo necesito los rasgos desfiguradores de la mundanidad para acreditar su vaha.

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Asueno con una comunidad de hombres, que sean independientes, que no tengan miramientos y quieran llamarse «andadores, que todo de su critica "y se sacrifiquen por ^ No queremos construir con apresuramiento, no saotmos 4 p resienan ' , , . «.*—«> tfm> nátsinústas indolentes, que se resignan dia y si no sería lo mejor no constnar. hay pésima a los que no queremos pertenecer.

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r i : z z ^ s & z r °se trata de al o aue se % a Z ^ S ^ o Z " ^ ^ ^ Quien hoy quisiera ser bueno y santo, lo tendría más difícil: para ser bueno, no debería ser tan injusto con el saber como lo fueron los santos precedentes Tendría que ser un santo-sapiente: conjugando amor y sabiduría; y no debería tener ya nada que ver con fe alguna en dioses, semidioses o providencias; como tampoco tuvieron nada que ver con ello los santos hindúes. También tendría que estar sano y mantenerse sano; de lo contrario, tendría que volverse receloso de sí mismo. Y quizá no se asemejaría en absoluto a un santo asceta, sino más bien, tal vez, a un vividor. n o

5 1221 „ nbieto de creencia; sólo una «providencia» necesita Señales y milagros no sonó ., ^ ^ ^ ^ . algo así. No hay a«.da alguna n ^ esto es religión, entonces para a r así, consiste en el tra¬ Mi religión s, ^ cuanto hay de esperanzado, bajo para \P'^ ^ J¡ ~ n' arte. Educación es amor a lo producido, una d cuanto hay , ^ o r a uno mismo. Religión es «am m

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5 [341 ¿Es cierto que el filólogo, en la media-, educación formal, resulta educado 61 mismo T 2 ? " T " 'güedad para la Pero ¡vaya una < > p o s i c ^ mientos, los Jaca. Formal es la mane en uuT n ¡ f S ^5 ' la manera en que se surte de J S S S ^ ^ J ^ ' «—• M

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Ojalá hava aleunos que sientan como problema la cuestión de por qué han de ser precisamente los filólogos los educadores de la juventud mas noble. Q , z á no siempre sera así - De S I T O , sena mucho mas natural que se inculcase a la juventud fundamentos de geografía, ciencia natural, economía política, sociales, que se le onentase gradualmente a la consideración de la vida y, finalmente, que m á s tarde se Je mostraran los aspectos más relegantes del pasado. De ese modo, el conocimiento de la Antigüedad formaría parte de lo último que llegaría a adquirirse; ¿es esta posición de la Antigüedad en la educación la más honrosa para ella o lo es la habitual? — Hoy día se emplea la .Antigüedad como propedéutica para pensar, hablar y escri¬ bin hubo un tiempo en que constituía el compendio de los conocimientos mundanos }
5(351 Si la tarea del filólogo fuese la de educar formalmente, debería enseñar a andar bailar hablar, cantor comportarse y conversar: y esto es más o m c n T í o que Í aprendía también de los educadores formales de los siglos .1 y nx Pero en est'e caso siempre se piensa tan solo en la educación del hombre científico y en ella «formal» significa: pensar y escribir, apenas hablar. 5 1361 Aspectos destacados de la Antigüedad: p. ej., el poderío, el fuego del arrebato en el sentimiento musical antiguo (a través de la primera Oda Pítica), la pureza del sentimiento histórico y la gratitud por las bendiciones de la cultura, fiestas del fuego, fiestas agrícolas. El ennoblecimiento de la envidia, los griegos como el más envidioso de todos los pueblos. El suicidio, el odio a la vejez, p. ej., a la pobreza. Empédocles sobre el amor sexual.

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completo, antaño fue la instrucción material, haf se trata tan sólo de la jornal. —

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ve w ^ ^ T * ™ * ^ * ™ ha sido bien puesta de reliePo Kocnh como algo prop.o de Sajorna: el tipo de este filólogo es G. Hermán*.

5[371 Deploro una educación en la que no se ha llegado a comprender a Wagner, en la que Schopenhauer suena áspero y discordante; ésta es una educación fallida. 5 [38] Existe una vieja contienda de los alemanes con la Antigüedad, e. d., con la cultura antigua: cierto es que lo mejor y lo más profundo de los alemanes es precisamente lo que se resiste a ella. Pero el punto principal de esta cuestión es el siguiente: dicha resistencia sólo está justificada cuando se refiere a la cultura romanizada: no obstante, ésta ya sólo es el residuo de una cultura mucho más noble y profunda. Contra esta última, el alemán se opone de modo injusto.

5 [39¡

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Veo en los filólogos a una sociedad de conjurados, que quiere educar a la juventud basándose en la cultura antigua; comprendería que desde todas partes se criticara a esta sociedad y sus intenciones. De ahí que importe mucho saber lo que estos filólogos entienden por cultura antigua. - Si yo viera, p ej., que educan en contra de la filosofía y la música alemanas, los combatiría, o incluso c o m b a t a cultura antigua; en el primer caso, quizá, mostrando que os filólogos no «an entendido d.cha cultura. Ahora observo 1) un gran cambio en la P ^ ^ ^ f ^ antigua entre los f.lólogos. 2) algo profundamente mantiguo en ellos mismos, algo a

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¿Siguen también los filólogo» alimentando dicho* nrri,,i^.-> c . cen la Antigüedad. S, no los a h i n a S a ^ - m * « I * > . "> conoi d e se pone de mamf.esto que e £ Z S r t ^ S ^ S S ^ E

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5 [47| Nuestra postura ante la Antigüedad clásica es en el fondo la causa última de la iimproductividad de la cultura moderna: pues todo ese concepto moderno de cultura lo hemos obtenido de los romanos helenizados. Y deberíamos hacer distingos dentro de la Antigüedad misma: ya que sólo en la medida en que aprendamos a conocer su única época productiva, estaremos también en condiciones de condenar toda la cultura romano-alejandrina. ¡Mas con ello estaremos en condiciones de condenar al mismo tiempo toda nuestra postura ante la Antigüedad, asi como nuestra f¡lología\

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5|43| •^ - • « l « § *J Puesto -)iic el instituto de emeñan/a secundaria debe educar para la ciencia, hoy «be decir ya no puede proporcionar la preparación para ciencia alguna, tan inabarcables sr lian vuelto h*iy tan ciencias. Por consiguiente, ha de preparar de un modo gencr.il <• «I para todas las ciencias, c. d., para la cienfi/icidad — ¡y para ello sirven los estudio* clasico*' ¡He aquí una increíble filigrana! ¡Una justificación de I" mas desesperadla I.o subsistente debe seguir justificándose, aun después de que H haya visto claramente que tu anterior justificación se ha vuelto injustificable. 1

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5 [48| Hay un modo de dedicarse a la filología, y es el habitual: se lanza uno, o se ve lanzado, de forma irreflexiva sobre un ámbito cualquiera: a partir de ahí, busca a derecha e izquierda, descubre algunas cosas buenas y nuevas — pero, en un momento de debilidad, se pregunta: ¿qué diablos me importa todo esto? Entretanto se ha hecho mayor y se ha ido acostumbrando, así que continúa dedicándose a ello, como ocurre en el matrimonio. 5 [49| La filología actual en su conjunto ha perdido el hilo conductor: quienes antaño la guiaron, son rechazados ahora; no obstante, en líneas generales, su influjo y aprecio aún se basan por entero en la reputación de aquella guía anterior, p. ej., en la reputación de las humanidades. 5 150] Hay cosas sobre las que instruye la Antigüedad, sobre las que no quisiera expresarme en público a la ligera.

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I Es casi de risa observar cómo casi todas las ciencias y artes vuelven a brotar con rapidez en la época moderna a partir de la semilla sembrada por la Antigüedad, y cómo cl cristianismo posee aquí tan sólo la apariencia de la dañina helada de una larga noche, en la que hubo que creer que se había acabado para siernpre con la razón y la reputación de los hombres. La lucha contra el hombre natural ha hecho innatoral al hombre.

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Cap. 5. El filólogo del futuro como escéDtico r siguiente, como aniquilador del cuerpo de 5M , «empre MUíJ»™ ^ ^ ciencia '• Á quienes dicen: hay que responderles: ¿ 1 * * , aun cuando se rechacen • cualidades, y quien juzga tiene «¡"J* ,a cenca pura' Deben en/uu u ~ ^ de supavr a la Antigüedad ZV* encima de ellos: as, que. ^ ^ impura y limitada; cosa „' ^ tras no lo hagáis. ^ l j

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5|571 La influencia <de los filólogos> en los no-filólogos resulta prácticamente nula S. se volv,esen impos.trvos y negadores, ¡cómo serian hosúgados'. Pero agaché la

* '"Cuál « la situación de ksfiW •--nancionde Wagner. Podrían a-hado ni un vista»- Esto prueba r Í - t^enttrntento acerca de dónde cabe hallar ahmentcT

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Los griegos tal como son realmente y su debilitamiento por obra de los filólo13

Plan del Capítulo 1. la filología ha sido hasta ahora la favorita entre todas las ciencias: desde hace siglos, ha sido cultivada por el mavor numero de seguidores en todos los pueblos, ha tenido a su cargo la tutela de la juventud mas noble, y. por consiguiente, ha contado con la ocasión mis preciada de difandirse y suscitar respeto. ¿De qué forma ha logrado este poder? Enumeración de los diversos prejuicios a su favor. ¿Qué sucedería ahora si estos prejuicios se reconocieran como tales? — ¿Subsistiría aun la filología si no contara con los intereses de un estamento, con su modo de ganarse el sustento? ¿Subsistiría si se dijese la verdad sobre la Antigüedad y su capacidad de educar para el presente? Cap. 2. Para responder a estas cuestiones, considérese la educación del filólogo, su genes. : cuando decae ese interés, ya no surgen filólogos. S

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Alemania se ha convertido en el semillero del optimismo histórico: de lo cual puede culparse a Hegel. Ningún otro efecto de la cultura alemana ha resultado tan pernicioso, sin embargo. Todo lo sometido al éxito va sublevándose poco a poco; la Historia como sarcasmo de los vencedores; actitud servil y devoción ante los hechos — «Sentido de Estado» se le llama ahora: ¡como si fuese algo que aún tuviese necesidad de ser implantado! Quien no comprenda lo brutal y carente de sentido que es la historia, tampoco comprenderá en absoluto el impulso a dotarla de sentido. Considérese qué raro es un conocimiento de la propia vida tan pleno de sentido como el de Goethe: y qué es lo que puede surgir de racional de esas existencias ofuscadas y ciegas, que se agitan de forma caótica conjugándose y oponiéndose entre sí.

« ¡ » '"tempestiva es en verdad la Antigüedad ° 8 * Papel de educadores. w

Cap. 4. 1

5 [58] Toda la historia escrita hasta hoy lo ha sido desde el punto de vista del éxito y, por lo demás, bajo el presupuesto de que había una razón en dicho éxito. También ía historia griega: aún no poseemos historia alguna de otro tipo. Pero asi ocurre en general: ¿dónde están los historiadores que consideren las cosas sin estar dominadas por las patrañas habituales? Sólo veo a uno — Burckhardt. Por doquier, el extendido optimismo en la ciencia. La pregunta «¿qué habría ocurrido si no se hubiese dado tal o cual circunstancia?» resulta rechazada de forma casi unánime, y sin embargo es justamente la pregunta cardinal, por cuyo medio todo se convierte en algo irónico... No hay más que considerar la propia vida. Si uno busca un plan en la Historia, ha de buscarlo en los propósitos de un hombre poderoso, o quizá en los de una raza, o en los de un partido. Todo lo demás resulta un galimatías. — En la ciencia natural también se da esta divinización de lo necesario.—

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iMhNTOS POSTUMOS es el rechazo de lodos los «ideales», *• corno h. . (Mrticularnwnie ingenu . ^ , historia sie m , el autor de una ^ j J L uno tras otro. C O ]

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muestra pur doquier el imperio de las leves- kbm. i sociedad civil: en este punto surgirá ya la sn), ¡J™ , * I» Poco a poco, el joven va necesitando de la H t a o £ nar ^ ^ " T " ° " d o a suceder las cosas. Pero eon ello a n H " ?"^ . °U modo. ¿.Cuánto poder sobre las osa'Tiene i C w ^ ' " , * ' ° * educación. Para mostrar entonces co^o las cosasñuédén S 7 T * *" l e

Griegos y filólogos

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Los filólogos son charlatanes frí I V complexión deforme Balbucientes Sucios pedantes Ergotistas y buhos Con incapacidad para el s i m b o l i Fervorosos esclavos del Estado Retorcidos cristianos Filisteos

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humanismo aliada al campo de batalla: y por tanto es natural que los adversarios del humanismo havan sido hostiles a la Anngüedad. Sólo que la Antigüedad del humanismo era una Antigüedad mal conocida y falseada por completo: vista en puridad, resulta una prueba contra el humanismo, contra la naturaleza fundamentalmente bondadosa del hombre, etc. Los adversarios del hurnanismo están en un error cuando combaten a la Antigüedad: tienen en ella a un poderoso aliado.

5 |65| Los gnegos como el único pueblo gema/ de la Historia Universal; lo son también como alumnos, comprenden mejor que nadie y saben hacer algo más que meramente engalanarse y adornarse con lo prestado: tal como hacen los romanos La constitución de la polis es una invención fenicia: incluso esto lo han imitado los helenos. Durante largo tiempo han ido aprendiendo, como alegres diletantes, de todo cuanto había en derredor; como también es fenicia Afrodita. Tampoco reniegan en absoluto de cuanto es incorporado y no-originario. 17

5 [66] Los egipcios son un pueblo literario en mayor medida que los griegos. Dicho sea contra Wolf. 18

5[67] * ^ '-'- V ^ ; El primer grano en Eleusis, el primer sarmiento en Tebas, el primer olivo y la primera higuera.

5|61| Concibo las religiones como narcóticos: pero si se dan a pueblos como los germanos, entonces son puros venenos. 5[62p ¿Qué estado tomaron los gnegos como modelo para su vida en el Hades? Un estado exangüe, onírico, débil: una reiterada acentuación de la vejez: un estado en el que la memona se agota cada vez más y el cuerpo también. La vejez de la vejez — así vivimos nosotros a ojos de los helenos.

19

5 |68J Esencialmente, Egipto había perdido su mito. 5 [69]» . . . . La aparición en carne y hueso de los dioses, como ocurre en la invocación de Afrodita hecha por Safo, no hay que entenderla como una licencia poética, se trata de alucinaciones frecuentes. Muchas cosas, como, por ejemplo, el deseo de morir, las conceptuamos de manera simplista, como si fuesen retóncas. 5

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Entre todos los pueblos, los griegos son el genio. Naturaleza infantil. Crédulos.

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5|76| «La melancolía inherente al genio se ha** ™ i • . Caro es el intelecto aue dumLZTv^ 1 pemte fa »rtW*l * * estada*». Schopenhauer. ¡Cf. los griegosT

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¡Cómo contrastan los romanos, con su adusta seriedad, con los geniales gnegos! Schopenhauer: «La firme senedad práctica de la vida, que los romanos designaron como gravitas, presupone que el intelecto no se abandone al servicio de la voluntad, para errar por lo que no le incumbe» . 32

5|78] La sobriedad de los griegos en su empleo de la sensibilidad, en la comida v la bebida, así como en su gusto por esas cosas: los juegos olímpicos y su divinización — muestra lo que eran.

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5 |731 VI bárbaro es al gnego loque «¿1 animaJ que se mueve libremente, o incluso que vuela, es el molusco pegado a su roca, que ha de aguardar lo que le depare el azar» . Imagen schopenhauenana 26

sin *° ícwral en lo particular constituye precisamente la característica «aadamcntaJ del genio»-" de Sdiopenhauer. Piénsese en Píndaro, en la npo\ir\feXa?*

5 [79] En el genio, «el intelecto mostrará los defectos que no suelen faltar en todo instrumento que se utiliza para algo para lo que no está hecho». «Con bastante frecuencia, deja a la voluntad en la estacada en un momento inoportuno: asi, el genio se hace más o menos inservible para la vida, hasta el punto de que, de vez en cuando, su modo de comportarse recuerda a la locura» . 33

5 [80| «Si la fuerza cognoscitiva anormalmente acrecentada se dirige de repente, con toda su energía, a los asuntos y miserias de la voluntad — ahí donde todo se magnifica de manera descomunal con excesiva viveza, en colores demasiado chillones, bajo una intensa luz; entonces el individuo cae en puros extremos» . 34

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5[8ip . ; Los griegos carecen de moderación. Hipersensibihdad, vida nerviosa y cerebral anormalmente incrementada, vehemencia y apasionamiento del querer. 5 [82] La mejor suerte que puede recaer en el genio es la dispensa de as ocupaciones y el ocio libre"; y así supieron apreciarlo los griegos. ¡Bendición del trabajo! Nugari llamaban los romanos a todos esos anhelos y afanes de los helenos.

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Schopenhauer, op. cit, 2, 438. Schopenhauer, ibid. Schopenhauer, op. cit., 2, 434. Schopenhauer, op. cit.. 2, 445. Schopenhauer, ibid. W Cf. Schopenhauer, op. cit., 2,446. " Schopenhauer, op. cit. 2,447. «Nugan»: Cf. 3 [71],

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ediKaiiun in numffD de actr c tl.Mjproicdc

B Oí Si.hí^ttkmc t i / , 2,44* 1 j vitj de Hacon. correspondiente ¡t su obra / V Dignitaie ti iutmrntu 1 in>ir~ ~ L V cap 3. re/a literalmente «sí: «Inliniaruin virtutiim, apud vulgus, Uu» oí, tncttiarum *in;if JOO, itiprcmarum *emus nullus»; esto es: «til vulgo ensalza las virtudes mlcriorci. admin lat mediana* . n»> ,<-aprende en absoluto las superiores». En la versión de Ntrt/fe hr «lo» ftk>rtyin enrizan 1st virtud! inferiores de los griegos, admiran hu medianas y no < oinpiendcn en ata>Juti> la* *uner¡tfe*» en aluuKi j la famosa declaración del sacerdote egipcio a Solón, i mugid* en rl W , . pUb«ti.u «>>so
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Proclo, el que veneraba de forma solemne a la luna creciente. 5|90] El modo de adiestramiento heredado por los filólogos actuales: ha dado como resultado una cierta esterilidad de las concepciones fundamentales; ya que éstas " hacen avanzar a la ciencia, pero no a los filólogos. 51911 La derrota política de Grecia es el mayor desastre de la cultura: pues ha suscitado la nefasta teoría de que sólo se puede fomentar una cultura cuando al mismo tiempo se está armado hasta los dientes y pertrechado con guantes de combate. La propagación del cristianismo fue el segundo gran desastre: allí, la fuerza bruta, aquí, el intelecto obtuso obtuvieron la victoria sobre el genio aristocrático entre los pueblos. Ser filoheleno significa ser enemigo de la fuerza bruta y del intelecto obtuso. Esparta fue la ruina de Hélade en la medida en que obligó a Atenas a actuar como Estado confederado y a dedicarse por entero a la política. 5 |92| Lo que es seguro en el orden global es el incremento de la potencia militar de la humanidad. La victoria de la nación más poderosa: no sólo va siendo la medida de la fortaleza física, sino, más aún, la de la fortaleza espiritual. 41

5194] Con el cristianismo obtuvo la supremacía una religión, que correspondía a un estado presriegO del ser humano: fe en sucesos mágicos de todo tipo, sacrificios de sangre, temor supersticioso a castigos demoniacos, renuncia a uno mismo, visiones

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« (i. C Lichtenberg. Vermischte Schriften. Gotúngen. 1867.1. 186 (BN). " Cf Burckhardt. CiK. 2, 374.

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moral no se basa en la religión, sino en la nóAiq. Sólo había sacerdotes de dioses particulares, no representantes de la religión en su conjunto: por tanto, no existía un estamento sacerdotal. Ni tampoco sagradas escrituras. \ La

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5 |1031 Para un politeísmo como el erieeo se r m n i » ™,,„.u . «Jllu^ B"cgo se requiere mucho espíritu; ciertamente, se da un trato mucho mas escaso con el espíritu cuando sólo se tiene un .

Cada uno ha de enviar mmestralmente un informe por escrito de su

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5 |101| Homero, en el mundo de la d u m n K * K „ I • El agonismo de los g r i e ^ M ^ S ^ S de una conversación ingeniosa *

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para la introducción a la edición completa de las «Intempestivas».

Describir la génesis: mi desesperación a causa de Bayreuth ya no veo nada q no conciba repleto de culpa: en una reflexión mas profunda, descubro que estoy . . .. —« fundamental <** a cultura. A V R C P R m* '

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5 [IOS] Los «dioses que viven con facilidad» son el máximo embellecimiento del que ha sido partícipe el mundo; con el sentimiento de lo difícil que es vivir. 47

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completo las ganas de seguir viviendo. Pero luego me repito a m i mismo: si alguna vez se ha de vivir, es ahora. — A decir verdad, tuve a Strauss por m u y poca cosa para mí: no quise combatirlo a él. Unas cuantas palabras de Wagner en Estrasburgo . 43

5Í99] Si los romanos hubiesen desdeñado la cultura griega: tal vez ésta hubiese perecido de manera radical. ¿Dónde habría podido resurgir? Cristianismo, romanos y bárbaros — todo ello habría sido un mismo embate. Que la habría borrado por completo. Vemos, pues, el peligro bajo el que vive el genio. Por eso, ya Cicerón es uno de los grandes benefactores de la humanidad. — Para el genio, no existe la providencia: sólo para los hombres corrientes, vulgares, y sus necesidades, existe algo así; encuentran en ello su contento y, más tarde, su justificación.

48

5[106] * s a '• •< > ¿Que si ha habido muchos filólogos dotados de talentol Lo dudo; puesto que la razón se abre camino en ellos con demasiada lentitud (contar manuscritos, etc.) — ^ filología de la letra y filología de la cosa — ¡una polémica estúpida! — iY luego la valoración desorbitada de cualquier persona inteligente que haya entre ellos! 5 [1071 *te ' ; *• -•**••'- ' ; ' El elemento humanístico fue fuertemente implantado por Carlomagno, mientras luchaba contra el paganismo con los más duros medios coercitivos. La mitología antigua se divulgó; en cambio, la alemana fue tratada como un crimen. Creo que aquí subyacía, en el fondo, la sensación de que el cristianismo había acabado ya con la religión antigua: no se la temía, antes bien, se hacía uso de la cultura de la Antigüedad, basada en ella. A l mundo de los dioses germanos sí se le temía. — En estas circuns-

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infra nota al fragmento 16 [8]. x n ^ o h e en el contexto de la disputa entre « Vid. supra, nota a 5 [33] S o t a £ f ^ ^ T ^ £ klasmche Ptótofilología de la letra y filología de la cosa, cf. trns"""aio, tzscheano de logie, Gotha, 1920; Manuel Barnos Casares, ^ BibUoféca Nueva, Madrid, 2002; Luis E. voluntad a partir de «El nacimiento de la tragedto.J^B U><*e<: , ^ ^ de Santiago Cuervos, «Introducción» a E. ^ / c r e s p i l l o , La idea del limite sobre «El nacimiento de la tragedla». Agora. Ma aga, » . en filología, Universidad de Málaga, Analecta malacitana, Anejo XAH, m

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5(1121 Hay ámbitos en los que la rath no puede ocasionar sino desarreglos y el ftlóque no d.sponga de mas recursos estará perdido entonces y nunca r ^ r a ver la verdad, tal como ocurre, p e,., con la consideración de la mitología JcTcoZ natural, tampoco una mente calenturienta obtendrá ningún resulud^hay' que ten" la fantasía griega y algo de su devoc.ón. Ni el poeta tiene necesidad de ser coherente: en general, la coherencia es lo ultimo por lo que podría entenderse a los griegos. l o g o

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,• j-neanui n u » ™ — — ^ " i i caso d rm J m,smocas™alen^toj*^nen del yugo de la teología: £ mención, porque el « * ™ * ? , llegado a desarrollarse un ele» " ^ t t r ^ o m f e e t e U e r e n t e a los poe«as-fi,6 gos de" £ j S S ? í en beneficio de ,a cencía, no del hombre. saceruuic ^ - t - r

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¿Qué es entonces V Antigüedad, frente al arte, la ciencia y la filosofía modernos Ya no es el tesoro de todos los conocimientos; ha quedado superada en los ámbitos del conocimiento histórico y natural. El sometimiento a la Iglesia se ha quebrado. Ahora es posible un conocimiento más puro de la Antigüedad, ¿aunque se trate también de un conocimiento más carente de efecto, m á s debilitado? — Asi es ciertamente: si se mide el efecto sólo como efecto sobre las masas; pero, para la producción de espíritus superiores, la Antigüedad es más poderosa que nunca. Goethe como poeta-filólogo alemán: Wagner como un estadio aún m á s elevado: lucidez respecto a la única posición digna para el arte; nunca una obra antigua ha influido de forma tan poderosa, como lo ha hecho la Orestiada en Wagner. El filólogo objetivocastrado, que por lo demás es un cultifilisteo y un enemigo de la cultura, y que ademas practica una ciencia pura, es sin duda un fenómeno lamentable. 9

5IH31 Casi todas las divinidades griegas son compuestas, formadas por una serie de estratos amontonados uno encima de otro, ora con cierta consistencia, ora de modo precario. Me parece casi imposible desmenuzar esto de manera científica: pues no puede haber ningún buen método para ello: ya la mísera inferencia por analogía supone aquí un excelente modo de razonar. 5 11141» ¡Qué lejos de los griegos hay que estar para creerlos capaces de semejante autoctonía de miras estrechas, como hace O. Müller! ¡Qué cristiano hay que ser para tomarlos, con Welcker, por originariamente monoteístas! ¡Cómo se atormentan los filólogos con la cuestión de si Homero escribió, sin comprender el principio muy superior de que el arte griego mantuvo una larga enemistad interna con la escritura y no aspiraba a ser leído!

5 [1151« Los griegos estaban tremendamente atosigados por el placer de fabular. Hasta el punto de que en la vida cotidiana se les hacía difícil mantenerse a distancia de lo «mítico», del embuste: como todo pueblo de poetas, sienten ese placer por la mentira, así como la inocencia que va unida a ello. Sin duda, los pueblos vecinos encontraban todo esto desesperante. Vivir en las montañas, viajar mucho, moverse con rapidez de un lugar a otro en todo ello ya podemos equipararnos hoy día a los dioses griegos. También conoce mos el pasado y casi el futuro. ¿Qué diría un griego si nos viera. —

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sidad de Basilea en 1875: en febrero, los ^ ¿ Z S m t u J ^ ^ nJa ¿época de 1861 ) de E G. Welcker (1784-1868); en ábfü, ^ f ^ / ^ * Alejandro, voi. 1 (Stuttgart. 1875»), de Karl ^ ^ ^ ^ / ¿ J también 5 [121]. Sobre el » Cf. Burckhardt, GK, 2, 326. Versión prelimmar de MA, i * , placer de fabular, véase Goethe, Xenias pacatas, Libro i. m

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S 11221"" Son los egipcios, y no los griegos, el pueblo gmwbuimtrik científico, el pueblo literatura. Loque en los griegos t.ene el aspecto de ciencia, procede de Egipto luego regresa allí, para reun.ftcarse con las antiguas corrientes. La cultura alejandrina es una amalgama de la helénica y la egipcia: y si el mundo moderno se vincula a la cultura de los antiguos, entonces d c

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5 [124] La filología clásica es la cuna de la Ilustración más superficial: empleada siempre de forma deshonesta, poco a poco se ha ido convirtiendo en algo del todo inoperante. Su eficacia es una ilusión más del hombre moderno. Propiamente, se trata tan < ~ sólo de un cuerpo de educadores, que no está compuesto por curas: en esto es en lo que el Estado tiene interés. Se ha agotado por completo su utilidad: mientras que, p. ej., la historia del cristianismo todavía muestra su vigor. 5 [1251 De los discursos sobre la filología, cuando provienen de filólogos, no puede extraerse ninguna enseñanza, son la más pura charlatanería, p. ej. Jahn («Importancia y lugar de los estudios de la Antigüedad en Alemania» ). Insensibilidad total ante lo que hay que defender, ante lo que hay que proteger: así habla la gente que ni siquiera se ha parado a pensar en que se le podría atacar. 60

61

5 [126] No es cierto en absoluto que los griegos únicamente hayan tenido orientadas sus miras a esta vida. También sintieron temor ante la muerte y el averno. Pero nada de arrepentimiento ni de contrición. 5 11271 «El impío exterminio mutuo (inevitable, en la medida en que solo una única nóXtc quería sobrevivir), su envidia hacia todo lo superior, su codicia, el desmoronamiento de sus costumbres, la situación esclavizada de la mujer, la falta de escrúpulos en el perjurio, en la muerte y el asesinato»" B.

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Cf. supra. 5 [66], * Burckhardt, GK, 2, 277. Antigüedad. Ensavos » Titulo de, primer ensayo d e . l i b r o * ° ^ ^ ^ Z t i \ n£SrM**>^ populares (Bonn. 1868). conservado en la biblioteca de discípulos a Uñeta S t a e historiador Je la música, torme- en Bonn «ja «cu ^ ^ ^ S Upolemizado d o con él von \

enEi xacimiento de la tragedia. \ case nota a - w . kcciones de Burckhardt, La misma idea aparece en el manuscrito de entero a a: «es completamente falso pensar que los griegos únicamente se han dedjcaoo por acá v no se han preocupado en absoluto por el mas alta». «Burckhardt. GK,1,80.

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511381 ¡Formación clasica! S, al menos hubiese en ella tamo pagamsmo como Goe halló y ensalzo en Vvmckelmann - que en absoluto fue Ó ^ ^ E T C ^ O todo el falso cristianismo de nuestro tiempo lo que se da o ronda por *Á - esto es d e m a s í o para mi y debo componérmelas mientras ll«a el día en que pueda dar salida a mi repugnancia al respecto. En relación iestagnación daV sica», se cree, como si dijéramos, en la magia; ahora bien, como es natural, quienes todavía tienen en mas alta estima a la Antigüedad son también quienes más e ' dicha formación, los filólogos: pero, \qué hay en ellos de clásico'.

de su ciencia no tocan nunca las raíces, nunca plantea: Víala concienaa? ¿ O acaso falta de reflexión?

5 1139J' Antaño uno achacaba al diablo o a los malos espíritus sus tentaciones y cias: hoy en día, todo esto son cuentos. Y así llegará también a ser un cuento\ gracias a un dios por sus buenas acciones y logros. Ambas cosas son los que uno se hace más cómoda la existencia. Para demostrar cómo en ta religión ha atendido sobre todo a la comodidad: excusas y pretextos a mano v disponibles. 5 11401 Silencio de cinco años. Alumno preceptor educador. 5 11411** ¿Qué es talento? — Querer una meta elevada y los medios para alcanzarla 5[142] _ . . Los filólogos son esa clase de personas que aprovecha el confuso sentimiento de su propia insuficiencia que tienen los hombres modernos para ganarse asi el pan y el salario. Los conozco, soy uno de ellos.

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^mo el capítulo sobre el culto griego al héroe, 2, &

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5(1361 «Ilustración» y cultura alejandrina es quieren los filólogos. No hclenidad.

H mwicoiofo auanaco. profesor de Estética e Historia «¡» * * * de ia infiuyer,te obra be U* helio mwítc ra :,- en ., reía ion formal entre los son** rrnmo de la «nvl<^ • por ene motive y su compleja relactofi e**

erudttos a.emanes y sus así Uamados pensadores, de la rnstona real, han hecho de la tetona su tema y. como han ¡mentado demostrar su raconahdad Me

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— ' i iff ' « « " g * Consc-cuenciasde Premura « £ • i, filologa Filisteismo cultural ia iuoic*sobre%aI«ación de la lectura y la escritura FaJta de solidez j Extrañamiento entre el pueblo y sus necesidades. Los propios filólogos iy los historiadores, filósofos y juristas, todos ellos 1

xicados por estos varvres). ' u Ha> que ensenar !as u-rdaJerus ciencias de la juventud. 1£ asimismo, verdadero arte. De este modo. üegará a existir, en una vida superior, el deseo de una venia 'ra Historia.

73

Filólogo, su génesis en general y en la actualidad. La juventud} tifilólogo. Las consexueiicias de la filología. Misión de la filología: su ocaso. La inhumanidad: incluso en Antígona. incluso en la Ifigenia de Goethe. La falta de Ilustración. Lo político no es comprensible para los jóvenes. Lo poético - una mala anticipación. 5(14*1 C r i t v c a

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La fatalidad de todo gran talento: lo atraetodohari* «: I J , suya, jomo to Ro™, hasta. q u e d j ^ ^ " u ^ ^ T ^ embrionarias, quedan sofocadas de este modo" luerzas, todavía Mostrar qué predominante e también la decadencia en la Hélade qué rara y breve es la grandeza, que insuficientemente apreciada (por el lado falso i * ¡Qué rudimentarios debieron ser los comienzos de la traged,a en TespU' e d las conformaciones artísticas de las incipientes orgias. Y así también la prosa'resuU tó al principio muy ruda en comparación con el habla real Los peligros son: se tiene apetencia de contenido o se es indiferente al mismo y se pretende una excitación de los sentidos mediante los sonidos. Lo agonal es también el peligro de toda evolución; sobreexcita el impulso creativo. — El caso mas afortunado en la evolución se da cuando varios genios se mantienen a raya entre sí. ¿Acaso no quedaron cortadas de raíz muy muchas espléndidas posibilidades? ¿Quién habría tenido aún como posible en su época aTeócrito, p. ej., si no hubiese existido? El máximo acontecimiento sigue siendo por siempre el precoz panhelénico H O M E R O . Todo lo bueno procede ciertamente de él: aunque, al mismo tiempo, ha sido el obstáculo más poderoso que ha habido. Homero lo simplificaba todo, y por eso los más serios lucharon tanto contra él, en vano. Homero venció siempre. El factor de sometimiento propio de las grandes potencias espirituales también es visible en este punto, pero ¡qué diferencia: tomar a Homero o a la Biblia como un poder de esta clase! El placer de la embriaguez, el placer de la astucia, de la venganza, la envidia, el insulto, la obscenidad — todo esto fue reconocido por los griegos como algo humano, y por ello debidamente incorporado al edificio de la sociedad y las costumbres. La sabiduría de sus instituciones reside en la ausencia de separación entre bueno y malo, blanco y negro. La naturaleza, tal como ésta se muestra, no fue negada, sino sólo debidamente incorporada, circunscrita a determinados cultos y días. Esta es la raíz de toda la libertad de espíritu de la Antigüedad; para las fuerzas naturales se buscaba una descarga mesurada, en lugar de una aniquilación y negación de las mismas. El sistema conjunto del nuevo orden es, por tanto, el Estado. No se construyó a partir de determinados individuos, sino a partir de los atributos humanos regulares: en su fundación se pone de manifiesto la agudeza de observación y el sentido para lo fáctico, en especial para lo fáctico-típico que capacitó a los griegos para la ciencia, la historia, la geografía, etc. No fue una ley moral restrictiva y sacerdotal la que prescribió la fundación del Estado. ¿De dónde les viene esa libertad a los griegos. Sin duda, ya de Homero; ¿pero de dónde le viene a él? - Los poetas no son los seres más sabios y lógicamente formados; pero tienen el gusto por las realidades particulares de toda clase y no quieren renunciar a él, sino matizarlo de modo que no acabe con todo lo d e m á s . d o r

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, aflija. Los dioses han «do inventados comodidad de los hombres- su culto es. en del mitin, la suma de todos los descanso* y esparcido, ,eselos de en medio; todas las cargas se vuelven entonces más pesadas, y hay mucha menos facilidad. Cuando los dioses del Ohmpo pasaron Vsegundo plano- U. vida griega se volvió más sombría. - Mientras nosotros investíamos y trabajamos, los griegos celebraban fiestas. Ellos son los jesteiadores No ven a los dioses por encima suyo, como señores, ni se ven a sí mismos como siervos, como hacen los judíos. Es la concepción de una casta más feliz y poderosa, una imagen especular de los ejemplares más logrados de la propia casta, asi pues, un ideal, no una antítesis del propio ser. Se sienten completamente afines. Existe interés recíproco, una especie de sinmaquía ". Uno piensa aristocráticamente de sí mismo cuando inventa semejantes dioses. Y de ese modo también el mendigar y comprar su favor adquieren el carácter de algo aristocrático. Es una relación análoga a la que se da entre alta y baja nobleza; mientras que, por el contrario, los romanos tienen una autentica religión de campesinos, caracterizada por el temor a íncu¬ bos™ y apariciones.

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5(1511 Quiero enseñorearme de la literatura tanto que, v. g. coteje la ávayvwpíoEu; los prólogos en el drama, etc. 80

5 1152) 9. 18. 10. 11. 12. 6. 7. 8. 13. 17. 14. 15. 16.

5 \Í49\ ¡Ah!. )Qué •aiorii de calamidades es la historia de la filología! La erudición mas nauseabunda, un indolente > perezoso , Quien ha tenido aquí algún rasgo Je libertad? .3« 5|150| c o m

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Borrador para 18 lecciones Honores en ciudades, príncipes, fiestas, sacrificios, etc. Tiranos. Maneras de morir. Grupos de trato social, de idénticas aspiraciones. Divulgación mediante alumnado. Alumnos rebeldes. No-griegos y griegos, implicación geográfica. Esclavos y gente de muy baja estofa. Personas nobilísimas. Antagonismos personales, competiciones. Influencia sobre el Estado y mantenerse al margen. Mutismo. Menosprecio e incomprensión de lo anterior. Divulgación mediante charlas, viajes, librerías, bibliotecas

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«** Donde? ' ° P° Para el a/iwo ¿e- las fatigas de la a Jos dioses m i v e n r ^ r ° ^ g° «w acción, se ruega i n c o r d i a y perdón; por tanto, el culto relirioso como fltfvto * /« T C T n c á m

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ñ «Symmaehie, Las synmajias o — diferentes ciudades-estado gnegas para contrarastar los miemos ue S f l

\ Nietzsche escribe «Kobolde, En la Z ^ l Z Z menor, que habitaba en cuadras, cuevas y casas. Su eqmvalcnt. aproxim na podría ser el íncubo. ^ j ^ u imcra vez por Aristóteles en « Anagnórisis. «reconocumento». iue el t e r m i n o ^ ^ d o ^ £ la su Poética para referirse al instante en que. por un yro i pa circunstancias en que se tragedia se le revela alguna inquietante verdad sobre si mismo o soore halla envuelto. **fw^^ nr

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magnitud motivos de la pérdida wWPf rtpara todo* y las «otas de arte \u\ obra* "** • «ara el eludió de la literatura, Oí*** ¿/¿fui»» r " " ' " ^ \alor absoluto. ^ ¡ l , i < * i a hiftorico-litenMm 4 ralseamie* k. _ ^ 1 I ll ^

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pasado» sólo es posible si al mismo tiempo ya estamos más allá de él. Pero el peligro latente en la sensibilidad aquí exigida es grande, dejemos que los muertos entierren a sus muertos'": asi nosotros mismos no desprenderemos un hedor cadavérico.

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incatura, algo exagerado; y cuando -||o es una prueba de que el instinto „17 , débil Quien posee mejor paladar °0c| y con pesadumbre en quienes tratan d ^ ar c

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el culto religioso se ha conservado un grado anterior de cultura, se trata de MU|)cnivcfictaa». Las épocas que celebran un culto no son aquellas en q éste se inventa A menudo la oposición resulta muy llamativa. El culto griego nos retrotrae a convicciones > costumbres prehoméncos; es casi lo más antiguo que sabemos de lo* griegos; más antiguo que la mitología, la cual, tal y como nosotros la conocemos lia sido sustancial mente configurada por los poetas. ¿Puede llamarse griego a este culto? Lo dudo l os griegos son culminadores, no inventores. Hilos conservan algo gracias a esla bella culminación. i* »••;». ¡ U C

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5 1159| El maestro de lectura y escritura y el corrector son los primeros tipos de filólogo. 51160] , *! Nuestros filólogos se asemejan a los verdaderos educadores tanto como los curanderos de los pueblos salvajes a los verdaderos médicos. ¡Qué estupefacción despertarán un día lejano! 5 [161]

Nos upara por siempre de la cultura antigua el que su fundamento se ha convalido en algo dcf.mtivamcntc 00*00 para nosotros. Una crítica de los griegos es •| a ve/, esta misma medida, una crítica del cristianismo, dado que el fundamenTodaví V T "P - «I culto religioso y la magia natural, de I t Z í t ~ ^ desfasada.^ pero ya están en trance c t l

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Todo con actitud crítica. 2. Literatura. 2. Representaciones religiosas. 2. Representaciones morales. 1. Educación. ' * 2 ¡ S r i. 1. Relaciones, entre sexos, países, etc., entre clases. 2. Estado. ' *~ 1. Arte del lenguaje, Concepto de culto y de inculto. 2. La filosofía y la ciencia. 1. Sobre la filosofía clásica y la Antigüedad en la época moderna. 1. Sobre griegos y romanos. • Después de cinco años y med.o, e. d., otoño de 1875 pascua de 1881 Pascua de 1882 + siete años y medio = mediados del 89, p. ej., a los 45-46 anos. 1

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-~ • % Lo muerte de la cultura antigua. 1. Significado actual de los estudios de la Antigüedad, ambiguo, mendaz. 2. Tan pronto como conocen su meta, se condenan a muerte; pues su meta es describir la cultura antigua misma como una cultura a la que hay que destruir. 3. Recopilación de todas las representaciones a partir de las cuales ha brotado la cultura antigua. Crítica de la religión, del arte, de la sociedad, del Estado, de la moral. 4. La cultura cristiana también resulta negada con ello. 5. Arte e Historia — peligrosas. 6. Sustitución de los estudios de la Antigüedad, que se han vuelto obsoletos para la educación de la juventud. OTO De este modo, la misión de la ciencia de la historia ha quedado disuelta, y ella misma se ha vuelto superflua . toda vez que el círculo internamente cohesionado de ¿ • esfuerzos pasados ha sido condenado al completo. En su lugar, la ciencia debe ocuparse del futuro. -

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Vbfvirw» la vista hacia un periodo cofisiderablernente largo de la humanidad , que «ipecto lendrá algún día ^ humanidad que nos conicmple a nosotros desd uMduCascu similar» Noa hallara completamente inmersos aún en los vestigi ¿ la cultura antigua Verá a una humanidad que sólo encuentra consuelo en «ser carita uva > HcnicüuV* 0 que recha/a cualquier otro consuelo! — ¿Brotará también | bcl/c/a a partir de la cultura antigua? Yo creo que nuestra fealdad depende de núes 'rus mctaimco»; La confusión de nuestras costumbres, la mediocridad de nuciros matnrm**», etc son la causa El hombre bello, el hombre sano, sobrio y emprendedor lambien transforma todo su entorno cn al«n M\t\ a M I ' 0s

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do J Icou^V " * niu> distmio sr hubiesen ^ a la frivolidad que es prop^dc^ H° ni y Momhria en la rvlilu, h Ahora pueden apreciarse las tmZH^ ^ P tai'ionesJaad<»rxjondfi^T I Tiempos pnmiiivo* tovm Miedo > culto a los muertos °* ° r c

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esta' legado a ser algo o de eso, merced ' de una religión barba^ "favor acontecimiento* . manifestación de antiguas afines, de índole extranjera. C h i s m o . Sacrificios humanos,

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Rezo (Maldición, juramento). Sacrificio. Éxtasis y sus medios. Mántica. Oráculo. Invocación. Magia H sacerdote Onentacion (F del templo). ^ Purificación (Misterios). Formas complejas: fiestas con espectáculos. a) Cultos del Estado. b) Cultos gent. c) Culto doméstico. d) Culto a los muertos.

5 [166] Sobre Religión. I El amor, la artimaña del cristianismo en su ambigüedad»' (El amor sexual en la Antigüedad, concebido puramente por Empédocles). II El amor cristiano, basado en el desprecio. III El activismo de los cristianos en contraste con la quietud budista. IV ¡No una religión de la venganza y la justicia! Los judíos son el peor de los pueblos . V Conceptos importados: el de la muerte sustitutoria. V I El estado sacerdotal. Hipócrita. Aversión a un planteamiento serio de cualquier problema. (Culto, sacrificio, presión a los dioses). V I I El mayor pecado contra la inteligencia de la humanidad es el cristianismo histórico. V I I I Dios, completamente superfluo. IX El ocaso de la humanidad: no hay nada eterno. X Envilecimiento de todos los motivos, impureza del pensamiento, errores fundamentales de todo tipo, en las clases sociales, en las aspiraciones. X I O se vive únicamente bajo ilusiones: o se vive de la manera más difícil, sin esperanza, sin ilusión, sin providencia, sin redención ni inmortalidad, pero con una mirada de amor compasivo hacia uno mismo. Divorcio entre dos concepciones del mundo, la cotidiana y la de los más raros instantes del senúmiento y del pensamiento. (Desprecio y amor, sentido y sensibilidad, potentes por igual). Esta concepción dc la religión requiere de la ciencia (como instrumento de una comprensión sumamente despreciativa con las flaquezas humanas y falta de finalidad de los hombres). Dicha concepción aumenta conforme lo hace el conocimiento del mundo. — 88

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«o y contrario a la Ilustración, a rclupo». También la Mxiedad preservarlo de U nusena v el aburrí

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Cf. VM, 95. Cf. 17 [20].

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5|174| Figura cada vez más genérica de lo modélico: primero personas, luego instituciones y, finalmente, tendencias e intenciones o su carencia Figura suprema: , ^ m ó de/ modelo al remontarse d las tendencias a las instituciones, y de las instituciones a las personas. C I

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5||73] Id carácter pueril de la filología: ha sido idead» r w i ~ m "ueaaa por los profesores para sus alumnos.

eomo un filólogo, que so se luoso fuese tambie" lambii ">* amio un !ilolo»o. pero > • ^ ^ a > quo que |lo que do Induso no >c " , medio para i v n o t v r de verdad a l c o n * * * * umhien de crear Ma> ; ' ; ; ^ , ¡ modo antiguo de inmediato di intentar hacerlo M *e . j o los antiguos de lo que se está con toda 1 muchas menos legua* < - - ^ s t r a s de competir de la forma q ^ , u e r ^ Í ; ^ . c a r c a de electo a , ^ ¡ J g w u J t f u ¡ u

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' " w i o dictado por la B-UUOW (Renacimiento, Goethe) y estudio

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5[175r El fomento de una ciencia a costa del hombre es la cosa más dañina del mundo El hombre atrofiado es un retroceso para la humanidad; proyecta su sombra sobre todas las épocas. Hace que la intención, la finalidad natural de esa ciencia en particular degenere: esta acaba así sucumbiendo; se la fomenta, pero ella no hace nada, o lo hace de un modo que resulta inmoral para con la vida. 5(176|

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queda de un autor debidamente ¡No utilizar a los hombres como cosasl

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L a falsa imagen existente de la dedicación a los antiguos refrena incluso a los

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5 [177| una corriente de libertad, mientras que nuestra filología altamente desarrollada esclaiperfectos surgió viza y se pone al servicio del ídolo del Estado.

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** ' * *****ái***mi^•• Quiza algún día las mujeres se ocupen de las ciencias: los hombres deben crear espintuaunente. Estados. le>es. obras de arte. etc.

511711 ^¡Zfftnk Sólo debe estudiarse la Anngucdad modélica de la misma manera en que se ~ " humano modélico, así pues, imitando conforme se comprende, y modelo ry alejado, reflexionando sobre los itinerarios y preparan nhnendo las etapas apas intermedias intermedias. La norma del estudio eside resideen enlolosiguiente: siguiente sólo debe estudiarse lo aue incita a ¡a imitación, lo que se aprehende con amor y Esto sena lo mas cometo: un canon progresivo ceníes, jóvenes y adultos 5|I72] Z ^ ^ ^ ^ — * ese modo.

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5(1781 Cuanto mejor organizado está el Estado, tanto más mortecina resulta la humanidad. Hacer que el individuo se sienta incómodo: ¡mi tarea! ¡Incitación a la liberación del individuo en la lucha! La cima espiritual tiene su momento en la Historia, para lo cual requiere de una energía heredada. En el Estado ideal se ha acabado con todo esto. 5(179] * La cultura espiritual de Grecia es una aberración del inmenso impulso político del áptOTeÚEiv. — La jtóXtq, altamente contraria a la nueva formación cultural. A pesar de ello, existió la cultura. 51180] . , ., . Sólo de la energía suprema de la vida surge el juicio supremo sobre la vida, el espíritu ha de estar lo más alejado posible del decaimiento. En mitad de la Historia Universal es cuando el juicio será el mas correcto, pues entonces existirán los mayores genios.

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511881" Objetivos líl valor de la vida sólo puede ser • r < ,1 • i- Zón más ardiente. ^ ° ^ m& e/evado y el cora¿Cómo cabe producir las inteligencias más elevadas'' ~ Los objetivos del bienestar humano en su «wriZI' „_ distintos: que los de producir la i n t ó i ^ ^ ^ ^ ^ ^ t a ^ demasiado alta la vida confortable y se la tomaTn u n ^ S d f " ficial. al igual que la escuela y la educación ^ P El Estado ideal con el que sueñan los socialistas destruye el fundamento de las grandes inteligencias, la energía fuerte. «umemo ue ias Deberíamos desear que la vida conservase su carácter violento, que se suscitasen fuerzas y energías salvajes. El juicio sobre el valor de la existencia es el resultado supremo de la tensión más fuerte en el caos. Ahora bien, el corazón más ardiente quiere la abolición de ese carácter violento y salvaje; ¡aun cuando él mismo procede de él! ¡Quiere la abolición de su propio fundamento! Lo que significa que no es inteligente. La inteligencia más elevada y el corazón más ardiente no pueden coincidir en una misma persona. La inteligencia más elevada es superior a toda bondad, la cual no es sino algo más a valorar dentro del cómputo global de la vida; el sabio se sitúa por encima de ella. El sabio debe oponerse a los pensamientos de la bondad no inteligente, porque lo que a él le importa es la reproducción de su tipo. Cuando menos, no puede promover el Estado ideal. — Cristo fomentó el embrutecimiento de los hombres, obstaculizó la producción del gran intelecto. ¡Fue consecuente! Quizá su contrafigura habría sido un estorbo para la producción de un Cristo. — Fatum tristissimum gene¬ ris humanit P

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desencadenarlo!

5|l»l , ios robres de espintu. no les es ^ í t o juzgar l vida A los fatigados, a iu» > r

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* irt«buenosarrujos.etc.»n*eelogian, suelomostrarmeeomplacid va Cuando l o s ; . , , pero en verdad me es indiferente. M i decido por cortesu > be . ^ elogios y no se ve impelido nnr In ^ pío se queda enterarnen ^ * , h r a en que se cobi ja. Pero los hombres q j ° ^ m un paso fuera d d l o _ e n a n . si uno no se alegrase por su e l o e i ^ dar una alegna con el elogio y se a gio. 0

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i » rurum de la hurnanidad santo épocas pasadas, p ej.. sin ^s nosibi- bajo una cierta inmDteion uci J - u aparecido, Tal « ¿ « t a la aV la mteügencia haya quedado reservada a una época de l humanidad L na enorme enereia de la voluntad transferida « a o „ « , espintuales (aberración) — algo posible únicamente en la medida en que fueron cultivadas durante largo tiempo fuella impulsividad y energía. Quizá la humanidad se aproxima mas a su meta a mitad de su camino que al final. — Podrían extinguirse fuerzas por las que el arte se halla condicionado, t g. el gusto por la mentira, por lo oscuro y simbólico, etc.. o también podría llegarse a menospreciar la ebriedad. Y, en el fondo: una vez ordenada la vida en el Estado ideal, ya no sería posible una poesía del presente: en el mejor caso, dicha poesía miraría con nostalgia hacia atrás, hacia los tiempos de) Estado no ideal. C

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6

Proemio Si ya fuese libre, no tendría necesidad de toda esta lucha, sino que me dedicaría a una obra o una actividad en la que pudiera poner a prueba toda mi fuerza, — De momento sólo puedo aspirar a ir liberándome poco a poco; y noto que hasta ahora lo he ido logrando cada vez más. Así que aún está por venir mi dia de autennea labor, y la preparación para los juegos olímpicos habrá terminado. — 96

5 I1901 He de manifestar en breve op.niones que se consideran ignominiosas para quien las sostiene; hasta los amigos y conocidos se mostrarán entonces «qjuvos j'medrosos. También he de atravesar este ruego. Tras ello, cada vez me perteneceré mas a mi mismo.

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c_ - \ 1 1 \ in 18) Nietzsche añade el titu•"VsMA, 235. Un;,a vez transcrito este fragmento en M11.13 m. i*h « lo: «Fatum tristissimum». , . . „ \ n i , 8 (n.° 15), Nietzsche añade el titu <* Vs MA, 619. Una vez tránsenlo este fragmento en M l 1 lo: «Ventaja de ser despreciado». Cf. 9 [IL conclusión. 0

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da de una ve/, por todas. Más tarde asi I.. « a . . . .. riOT surgió a pesar de la polis; tad¿ÍSam^ ^£?íí ?* ™**n supeseno se elevó al máximo la ambición delindivXS T " ' la senda de la distinción espiritual, llegaba hasü, -l • , ******** P<>r " >ia ci ultimo extremo. 5 | 198| ItM Población primitiva del suelo griego- de a«.pnA.« ya , la serpiente. La costa, delimitada ñor nn, r ° ios griegos han asimilado K t ' S n ^ ^ ^ ^ dioses y mitos (en el mito de Uliscs hav LZ,~ i ^ ' sión dórica es una sacudida p a s ^ r ^ ^ ^ í f SSÍ?5 " dado de antemano. ¿Qué son los «grifos de r S N °b ^ ^ ^ ¡talos, mezclados con elementos traciofy^sem HcoJ f í"" vio^ios y semiucos, se convirtieron en griegos? 5 [199 | Si se piensa en la enorme masa de esclavos que había en el continente sólo cabía ha lar griegos de manera esporádica. Una casta superior de gente que no nace nada, políticos y demás. Sus rivalidades los mantenían en tensión fisica v espmtuaí Teman que conservar su superioridad cualitativa - éste era su poder de fascinación sobre las masas. tón

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época imperial son gente agotada y sirven a la perfección jnanjdad futura. Se muestran humanitarios, sobre todo confrontado* a Roma, abominan de los combates de gladiadores, etc. Resulta completamente erróneo sacar de ahí conclusiones acerca de su época de juventud.

5 [200|'"o El discurso de Péneles, un gran espejismo optimista, el dorado atardecer con el que se olvida un mal día — inmediatamente después llega la noche.

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$\m\ . •»» Homero se encuentra tan a sus anchas en el mundo humanizado de los dioses y siente tal deleite como poeta, que tiene que haber sido alguien profundamente irreligioso. Moldea dicho mundo al igual que lo hace el escultor con la arcilla y el mármol. 5/197/ ' La polis gnega tuvo una actitud excluyeme hacia la formación cultural, su impulso político fue en este sentido altamente paralizador y estabilizador. No debía íaber historia ni devenir alguno en la formación cultural, ésta tenía que quedar fíja-

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no/onif ' y, - V . {*? ¡ J - - "Parlado de Vs MA. 233. venden si mismos» deh i iiT"*" » **" a lo» sofistas como aquellos «que se « Vi 18/471 ' enjeñanza». m

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Vs 18 [46]. Vs 18 [401 Véase también Buivkhardt. CíK. 1,147. '* Cf. MA, 474. Véase también Burckhardt, GÍC, 4,175 105

6. U I I 8C. ¿VERANO DE 1875?* 6 [11 Imitación de la Antigüedad. El medio, la filología, imposibilita la imitación al filólogo. Conocer sin saber De ahí que: o bien la filología se ha convertido en algo puramente histórico — o bien se ha ido a pique (Schiller). Incluso el conocimiento histórico de la Antigüedad está mediado por la reproducción, por la imitación. La grecidad goetheana (la C(09pocmvr| griega, transferida en el arte al hombre moral).

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6 [2] La Antigüedad griega como compendio clásico de ejemplos para la explicación de toda nuestra cultura y su desarrollo. Es un medio para comprendernos, para orientar nuestra época y de ese modo superarla. El fundamento pesimista de nuestra cultura.

6 [3] Sócrates, he de confesarlo, me es tan cercano, que casi siempre estoy en lucha con él. 6 [4]

Ciencia y sabiduría en conflicto. La ciencia (N.B., antes de ser hábito e instinto) se origina 1) cuando no se concibe buenos a los dioses. Es una gran ventaja la de reconocer algo como firme. 2) el egoísmo impulsa al individuo a buscar su beneficio, mediante la ciencia, en determinadas ocupaciones, como p. ej„ la navegación. 3) algo para gente aristocrática, que dispone de tiempo de ocio. Curiosidad. 4) en medio del desbocado ir y venir de las opiniones del pueblo, el individuo requiere un fundamento m á s firme. ¿En qué se diferencia este impulso a la ciencia del impulso en general a aprender algo y aceptarlo? Sólo en el menor grado de egoísmo o en su mayor intensidad.

* Cuaderno de 240 páginas, descrito supm (vid. nota al material numerado aquí como 2). «Sofrosyne»: moderación o templanza, asociada al cuidado y la inteligencia en el gobierno de a propia vida. :;: ^ ^ 5 ^ ^ ^ ^ ^ S B B ^ H H B " 1

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curnr. O más bien: es necesario tener fe en que se posee d.chos conocimientos últimos Nunca volverá a ex.st.r un grado semejante de confianza en el p r o p i o " ^ como el que poseyeron aquellos antiguos griegos: la dificultad v d p e H ^ ~ aun no ensombrecían su animo; tenían una sólida fe en si mismos! con la que aplastaron a todos sus vecinos y predecesores. Nunca fue tan grande en el mundo la felicidad por la posesión de la verdad, mas tampoco la rudeza, la prepotencia, lo tiránico. En su fuero interno todo griego era un tirano; y, por lo enera!, cada cual lo fue cuando pudo serlo, tal vez con la excepción de Solón, según se deduce de sus propios poemas. j> También la independencia es sólo aparente: en última instancia, cada uno está ligado a sus predecesores. Fantasmas unidos a fantasmas. Resulta cómico tomar todo esto tan en serio. Toda la filosofía más antigua como un curioso pasaje del laberinto de la razón. Hay que adoptar un tono como de cuento y ensoñación. c e r

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2. Córoo se comportan con los no-füósofos 3. Es mucho lo que aepende de su personalu de mi consideración de sus doctrinas. 4. Ciencia y sabiduría en conflicto en ellos. 5. Relato irónico: todo es falso. Tal como el h 0

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6 [8] Aristóteles en su juicio estético. contra Empédocles con respecto a la tragedia. Demóstenes. Tucídides. Artes figurativas. Música. 6

6|7| Hay otro modo de contar también esta historia, un modo irónico y lleno de dramatismo. En cualquier caso, quiero evitar el tono monótonamente serio. Sócrates trastoca el todo en el instante en el que más se había aproximado éste a la verdad; lo cual resulta algo panictdarmente irónico. Pintarlo todo sobre el trasfondo del mito. De su infinita inseguridad y fluctuación. Se echa de menos algo seguro. ios « t f ^ -

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[91

La evolución de la música y la filosofía griegas discurre en paralelo. Comparativa entre ambas, en la medida en que las dos ponen de manifiesto el ser helénico. Claro que la música sólo nos es conocida a partir de su sedimentación en la lírica. Empédocles —Tragedia Monodia sacral Heráclito — Arquíloco Jenófanes a la manera del Symposion. Demócrito — Anacreonte Pitágoras — Píndaro Anaxágoras — Simónides. Toda comparación entre personas es forzada y estúpida. 6 (1015 Las füosofias

• >• ¿títfSj son sombras del Hades frente a la vida griega: la reflejan, pero

como envuelta en una nube de humo. Hay que ir tras las huellas de esos hombres, hasta que vuelvan a ser creados por un poeta: la fantasía reintegradora de muchos tiene que trabajar aquí. Son demasiado singulares como para que se les pueda dejar escapar. ¡Lo poco que se puede lograr con la crítica y con el revolver y agitar cada dato!

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' Cf. 6 [44]. Para la expresión «sombras del Hades» véase también nota a 3 [51].

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La fdosolia gnega más antigua es una filosofía de genuino» hombres de Esta¬ do. ¡ Q " ' ; " °condición de nuestros estadistas! Por lo demás, esto es lo que más distingue a los presocráticos de los postsocráticos En los presocráticos no existe la «infame pretensión de felicidad* que se da a partir de Sócrates. No todo gira ciertamente alrededor del estado de sus almas: pues , * sobre dicha cuestión no cabe meditar sin riesgos. Más tarde, se maiinterpretó el yvónH oauTÓv" de Apolo. Tampoco parloteaban ni insultaban tanto, ni escribían. El helenismo debilitado, ronianizado, vulgarizado y convertido en algo decorativo, aceptado luego, en calidad de cultura decorativa, como aliado del cristianismo debilitado, y difundido por la fuerza entre los pueblos no civilizados — ésta es la historia de la cultura occidental. El juego de manos está hecho, y lo griego y lo clerical, combinados. Quiero conjugar a Schopenhauer, Wagner y el helenismo más antiguo: hay aquí a la vista una espléndida cultura. c m , s c

con de la cultura griega p o la sus impulsos: la fatalidad Q Ü ¡ ! «o _ Jo el máximo de fuerza h i s r ° • ^ IT ¡^msmo mas tardío y ? " * * J ^ ^ ^ enjuiciado siempre de forma ¿Si ^ ahi que el helenismo mas í ^ ^ o , para diferenciarlo del anterior. Debe conocerse con " ^ j * ! ^ ^ han sido descubiertas todavía: debido Ha\ muchas posiot ¡jj han descubierto lo* ^ negos no tas i»" ¿* han \wlto a encufrt después r q

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Esto* filósofos posen de manifiesto la fuerza vital de aquella cultura, que ge ra sus propios correemos. wL*- ' ¿Cómoperece esa época^ De frrma no natural. ¿Dónde se esconden, pues, gérmenes de la corrupción?

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6 [15) Comparación de la filosofía más antigua con la postsocrática. 1) La más antigua está emparentada con el arte, su solución al enigma del mundo se ha dejado inspirar a menudo por el arte. Espíritu de la música y del arte figurativo. 2) No es la negación del otro estilo de vida, sino que, como una flor exótica, ha crecido a partir de ella; expresa sus secretos (teoria-práxis). 3) No es tan individualista-eudaimonológica, no tiene la infame pretensión de felicidad. . • ¡*;w ¿a-, ' 4) Esos filósofos más antiguos tuvieron en su propia vida una sabiduría superior y no una virtud fría e intelectualista. Su imagen de la vida es más rica y compleja, los socráticos simplifican y banalizan. 6|16] La 1 2 3

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historia tripartita del ditirambo: el ditirambo ariónico — de donde surge la tragedia más antigua. el ditirambo agonal del Estado — paralelo a la tragedia domesticada. el ditirambo mimético, genialmente confuso.

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Es frecuente entre los griegos que la forma más antigua sea la forma superior, p. ej., en el ditirambo y en la tragedia. El peligro de los griegos residía en el virtuosismo de toda especie; con Sócrates comienzan los virtuosos de la vida, Sócrates, el nuevo ditirambo, la tragedia nueva, ¡la invención del retorl ¡El retor es una invención griega*. De la época tardía. Han inventado la «forma en sí» (y también al filósofo apropiado para ello). ¿Cómo hay que entender la lucha de Platón contra la retorica! Siente envidia de su influencia.

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La profunda melancolía en Píndaro. sólo plandcce la vida del hombre.

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6(21] Tales — lo no-mítico. Anaximandro — El perecer y el sureir en \* . como culpa y expiación. * " " ^ e z a , tomados moralmente Heráclito — legalidad y justicia en el mundo. Parmcnides — el otro mundo tras éste- v j i r-» 'y mundo como nroblema Anaxagoras — Demiurgo. piuoiema. g

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naturaleza, en c o o p » » » c o n d artistagnego. as. como con el hombre de Los concibo como los PRRVRSORES DE UNA REFORMA de los griegos: e r ° como pRcunoies de Sócrates. Solo que su reforma no llego a producirse, y p-" goras se mantuvo restringida a nivel de una secta. Una conjunción de fenómeno trajo todo este espíritu de reforma — El desarrollo de la tragedia. E l reformador fJ casado es EMKDOCLES: cuando fracasó, no quedó otro que Sócrates. L a hostilidad de Aristóteles hacia Empedocles resulta así muy comprensible. P

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Fjn|)edocles — Estado libre — Transformación de la vida — Reforma popular — Intento con avuda de los grandes festividades helénicas. — Asimismo. la tragedia fue un medio. ¿Píndaro? No han eikxwtrado a su filósofo y reformador; confróntese a Platón: que fue desviado por Sócrates. Tentativa de caracterización de Platón sin Sócrates. Tragedia — concepción profunda del amor — Naturaleza pura — ninguna conversión fanática: es evidente que los griegos estuvieron a punto de hallar un tipo de hombre aún mas elevado que los anteriores; pero que entonces se produjo una fractura. E l proceso se detiene en la época trágica de los griegos.

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° ° * — en lo más Demócrito - El mundo en su conjunto se agita, completamente desprovisto de razón o de tendencia alguna. Todos los dioses y mitos inútiles Sócrates: nada resta para mí sino yo mismo; el angustiarse por uno mismo se convierte en el alma de la filosofía.

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6|231 En el mundo entero domina el desarrollo gradual, entre los griegos se avanza con rapidez, pero también se retrocede de forma terriblemente veloz. Una vez que el genio helénico hubo agotado sus tipos más elevados, el griego sucumbió de manera vertiginosa. Bastó con que una sola vez se produjese una interrupción, y la gran forma de vida no llegó ya a completarse: de repente, había desaparecido; exactamente tal y como ocurrió en el caso de la tragedia. Bastó un testarudo inigualable y poderoso como Sócrates — y la fractura fue entonces irremediable. En él se consuma la autodestrucción de los griegos. Creo que todo se debe a que era hijo de un escultor. Si algún día hablaran estas artes figurativas, nos parecerian superficiales; en Sócrates, el hijo del escultor, salió a la luz su superficialidad. 6 [24] Los hombres se volvieron más ingeniosos durante la Edad Media; el calculo con dos medidas, la agudeza de la conciencia, la interpretación de la Esentura fueron los medios para ello. A la Antigüedad le faltó esta modalidad de apeamiento del espíritu debida a la presión de una jerarquía y una teología. Por el contrario, los griegos fueron más bien, bajo una uran libertad de pensamiento. ^ ^ l ^ ^ ^ zaban a creer y dejaban de creer en algo a capacho. De ahí que les faltase la sutileza extravagante v, con ello, la especie de mgemo « ^ ^ ^ ¿ ^ moderna. Los gneuos eran poco ingeniosos: por eso se ha dado tan* rekvancta a la ironía de Sóerales En esc sentido, a menudo encuentro a Platón algo torpe. f

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6 [27] Ya no creo en la «evolución natural» de los griegos: estaban demasiado d de talento como para ser de un modo gradual, a la manera pausada en que exist O 1S piedra y la estupidez Las guerras médicas son la desgracia nacional- el éxitofi demasiado grande, se desataron todos los malos instintos, el deseo tiránico de dom' nar toda la Helade se propagó a cada individuo y a cada ciudad. Con el dominio H! Atenas (en el ámbito esptnruai, quedó sofocada una gran cantidad de fuerzas- basi pensar que improductiva para la filosofía resultó durante largo tiempo la ciudad d

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6\29\ Sin el t.rano Pisístrato, los atenienses no habrían tenido tragedia: pues Sólon estaba en contra, pero el gusto por la misma se había despertado va. ¿Qué querría pisístrato con esas grandes cxplosionesde tristeza? Rechazo de la tragedia por parte de Solón: piénsese en las limitaciones de los mención del U O V I K Ó V rtévdoc; entre las mujeres milesias. Según la anécdota, es elfingimientolo que desaprueba Solón: aquí se pone de manifiesto el natural no-artístico del ateniense. Clistenes, Periandro y Pisístrato, promotores de la tragedia como entretenimiento popular, gusto por el U O V I K Ó V névooc,. Solón quiere mesura. 14

6 [30] Las tendencias centrahzadoras, surgidas a raíz de las guerras médicas: de ellas se apoderaron Esparta y Atenas. Por el contrario, entre los años 776 y 560 no habia nada de esto: la cultura de la polis florecía; pienso que. sin las guerras médicas, la idea de centralización habría llegado a plantearse en términos de una reforma del espíritu — ¿Pitágoras? Antes, eso dependía de la unidad de las fiestas y el culto: también aquí pudo haber tenido comienzo la reforma. La idea de una tragedia panhelénica — habría desarrollado entonces una fuerza infinitamente más rica. ¿Por qué no se logró? Después de que Corinto, Sikion y Atenas hubiesen desarrollado este arte.

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Efecto de Socn:í> . . . . ' ^ » 1 ^ . ^ 1) Destruyó la imparciaiidad del juicio etico. • 2) Aiuquitó a la ciencia w *e v . ^ w »í* v«-, • 3) Careció de sensibilidad aJguna para el arte. /'''•"'"-' 4) Arranco al individuo de sus lazos históricos. 51 Fomentó la verborrea y charlatanería dialécticas.

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6 o í 1 ww* *m mümtkm«gnUfoi -mmm « a » * - La mayor pérdida que puede sufrir la humanidad es el no llegar a realizar los tipos supremos de vida. Algo así ocurrió por aquel entonces. Hay un profundo paralelismo entre este ideal y el cristiano. Por emplear la observación de Schopenhauer: «los hombres nobles y preclaros se percatan bien pronto de esa enseñanza del destino y se pliegan a ella de forma sumisa y agradecida: ven que en el mundo pueden hallar sin duda aleccionamiento, pero no felicidad, y concluyen diciendo al fin. con Petrarca: «altro, diletto, che 'mparar non pravo»". De este modo, pueden llegar incluso al punto de cultivar en cierta medida sus deseos y aspiraciones, aun cuando sólo sea en apariencia y como jugueteando, mientras que en realidad, en la seriedad de su fuero interno, no esperan sino aleccionamiento; lo cual les confiere en todo caso un aire contemplativo, genial, sublime». Parerga 1 4 » . ¡Compárese con esto a los socráticos y su persecución de la felicidad.

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nombres a su antoj ¡ *A. 261

^ -HXPIuutrco. Solón. 21. Los trenos eran contriciones de la tinca gnega arcaica, en las que «c entonaba un lamento fúnebre en memoria de la persona talltxioa. «Lamento desconsolado». , . » Petrarca, triunfo de amor. 1.21: «otro deleite que saber no ansio». 14

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rrollo de grandes individuos; e indudablemente 1« del dest.no de los pueblos. Pues los brotes de * 8"»» depende asi ta sumamente rara la confluencia de todos los T « - pero resulEsta retorma de los helenos - tal como yo Z l A * * ™*ravilloso para la producción de genios- nunca ha, k wl~ ™^ describir todo esto. Allí se nos perdió algo indecible ^ Habría que l u c c i ó n m

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pupo• p e ™ " " " _ , ^ quiera conocer se vera obligado al T ' Í Í . S v t u ^ uu*ra « r t e c v * * — quedara enervado y arruinado por t r

^ ¿ S i r t a del adrvata que onenta adecuadamente su vida y £ ¡ £ ¿ w t o suecwiando eí « « t - f f l w i i o tal como la abeja succiona la miel. Sin ¿ S ? «o ei desniio que cc^ierne a un rocoto, concierne a una totalidad que no p de i i-de esa manera sobre su eustencia. ru puede asignarse tales metas; así que bj i cxmlidad en ios puebíos no es smo una engañifa de mentes confusas, y nada más fá ¡¡ rar la no mtcncionalidad. p. ej.. cada vez que una época en pleno florecimienque to se ve asaltada de repente por una nevada que lo sepulta todo. Reina aquí una estulücü tan completa como entalatail i Hasta cieno punto, todo pueblo, incluso en tas condiciones mas desfavorables, lleva a cabo algo que hace evocar sus dotes. Pero para poder remar de ese modo ¡o mejor de si mismo, es preciso que no concurra infortunio alguno Los griegos no llegaron a ofrecer lo mejor de sí mismos. También los atenienses habrían alcanzado algo más elevado sin el furor político desencadenado a raíz de las guerras médicas: piénsese en Esquilo, que procedía de la época anterior a las guerras médicas y que se sentía descontento con los atenienses de & fanpa ; «aaaaaii^áattaliaaaV» Ue

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¿a /fea ¿> aWai/es efe él vio el destino de la polis y vio el mito como el fundamento de la polis. Si quebraba el mito, con ello, quizá," también quebrara la polis. Tales como hombre de Estado. Lucha contra la polis. Postura de Heráclito ante los persas: era consciente del peligro de lo helénico y lo bárbaro. Anaximandro como fundador de colonias. Parménides como legislador. Empédocles, el demócrata, que trama reformas sociales. 6|39] Las palabras son las seductoras de los filósofos, que se debaten en las redes del lenguaje. 6 [40| El poder del individuo es extraordinario en Grecia: fundar ciudades, dictar leyes. 6[4i] -mm• La ciencia escruta el curso de la naturaleza, mas no puede nunca disponer del hombre. Inclinación, amor, placer, displacer, elevación, agotamiento — nada de esto conoce la ciencia. El hombre ha de dar algún tipo de interpretación de aquello que vive y experimenta; y, de ese modo, valorarlo. Las religiones extraen su fuerza del hecho de ser tasadoras de valor, criterios de medida. Contemplado en el horizonte del mito, un acontec.miento presenta un aspecto distinto. La interpretación de las religiones tiene la peculiaridad de medir la vida humana según ideales antropomorfos.

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» " 2410b Se trata de una reedición coloque y charto. de * * * * * £ * ¡ "CTo [49] y 6 [SO]

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Tentativa de una cultura popular. ¡Derroche del espíritu gnego y la sangre griega m á s preciados! Hay que mostrar en ello cómo los hombres deben aprender a vivir de manera mucho más sensata. En Grecia, los tiranos del espintu han sido asesinados casi siempre, y sólo han tenido una exigua descendencia. Otras épocas han mostrado su fuerza en el hecho de pensar hasta el fin y perseverar en todas las posibilidades de un ú n i c o gran pensamiento la cnsiiana, v. g. Pero entre los griegos era muy diñeü alcanzar esta preponderanaa; todo estaba sometido ahi a una enemistad recíproca La cultura de la ciudad"Cf.MA.Jil. es la única probada hasta ahora - hoy día, todavía vivimos de ella.

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re algo al respecto hay que prestar o í d o s con atención, pues lo que se percibe es un aspecto relativo ^posibilidades de vida, y el solo hecho de oír hablar de ello aporquienes vendrán después; todo aquí resulta tan n e o de inventiva, tan meditado, audaz, desesperado y lleno de esperanza c o m o en los viajes de los m á s grandes navegantes a través del mundo y, de hecho, t a m b i é n tiene algo de eso, de periplos por las regiones m á s remotas y peligrosas de la v i d a . L o sorprendente en esos recorridos vitales reside en la circunstancia de que dos impulsos rivales, que pujan en distintas direcciones, son obligados aquí, como si d i j é r a m o s , a caminar bajo un mismo yugo; el impulso que quiere el conocimiento tiene que abandonar una y otra vez el suelo que pisa el hombre y aventurarse en l o i n c i e r t o ; y e l i m p u l s o que quiere la vida ha de intentar una y otra vez hallar un lugar m á s o menos seguro, en el que poder establecerse; recordemos a James Cook, que, c o n la p l o m a d a en la mano, tuvo que navegar a tientas a través de una cadena de arrecifes a lo largo de tres meses; y cuyos peligros crecieron tanto a veces, que incluso v o l v i ó de buena gana a buscar cobijo a un lugar que poco antes habia 25 tenido p o r uno de los m á s peligrosos. Lichtenberg IV, 152 . Esa pugna entre vida y c o n o c i m i e n t o llega a ser tanto m á s intensa, tanto m á s singular esa marcha bajo un m i s m o y u g o , cuanto m á s poderosos son ambos impulsos; por consiguiente, cuanto m á s plena y floreciente es la v i d a y, por otra parte, cuanto m á s insaciable es el conoc i m i e n t o y c o n m a y o r avidez empuja a todo tipo de aventuras. 2

Por e l l o n o m e c a n s a r é de traer a m i mente a una sene de pensadores, cada

uno de los cuales p o r t a en sí m i s m o esa incomprensibilidad y debe suscitar ese estupor p o r e l m o d o e n que h a l l ó su propia posibilidad de vida: los pensadores que vivier o n en la é p o c a m á s v i g o r o s a y fructífera de G r e c a , en el » 8 m é d i c a s y d u r a n t e las m i s m a s ; pues, en efecto, estos incluso

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bellas posibilidades de vida; y me parece que los griegos postenores han

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- G o o r g C h n ^ p b Lichtenberg (1742-1799).

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separadas a las ciudades. De hecho: si Tales h, w (¡recio se habría mantenido a salvo de las g u e r r a w a ^ ' confederación Vletoria y hegemoma de Atenas. En , transé rmauonM ^ »°' ^ i e T d ^ a ere creación de un sentimiento panhelénico s ,JZt P ^ de polis v en \a guos. Heráclito parece incluso haber dernbX aTfronf" ^ ^ ^ - U helcnico. a fin de crear una mayor libertad v hacer n, y to capciones existentes. Importancia del anua v a-i P K wran las estrechasconB y oci mar para los griegos. 6150]* , 1 Ta/fs: ¿que es lo que le impulsa hacia la c\^; . . todo, la lucha contra el mito. Contra la polis quese f n J ^ í ~ *io, ante " I lo helénico; de evitar las g u ^ m é d ^ ¡odos los filósofos. ^ " »«na mira panhelénica en Anaximandro. Lucha contra el mito ñor cmmtn A pone así en peligro a los griegos. ' ° > ^«Perfieializa y / / ^ d r 7 o . Lucha contra el mito, en la medida en que aisla a los griegos y tos contrapone a los barbaros. Piensa en un orden del mundo que es panhelénico Parmemdes. Menosprecio teorético del mundo, concebido como un engaño. íntegra consideración del mundo: quiere traer al hombre la tranquilidad frente a la pasión política. Legislador Anaxágoras. El mundo en tanto irracional, aunque pleno de mesura y bello: así debería ser el hombre y así lo encontró Anaxágoras entre los atenienses más antiguos, como Esquilo, etc. Su filosofía, un reflejo de la Atenas más antigua: una legislación para hombres que no tiene necesidad de legislación alguna. Empédocles. Reformador panhelénico, vida pitagórica, hindada científicamente. Nueva mitología. Comprensión de la irracionalidad de ambos impulsos, amor y odio. Amor, democracia y comunidad de bienes. Comparación con \a tragedia. Demócrito: el mundo no es racional, ni tampoco pleno de mesura y bello, sino solamente necesario. Eliminación absoluta de todo lo mítico. El mundo es comprensible. Quiere la polis (en lugar del jardín epicúreo); era una posibilidad de la vida C a b o s u

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^ Sócrates La trágica rapidez de los griegos. Los filósofos más antiguos no han dejado huella. Los virtuosos de la vida: los filósofos más antiguos siempre piensan a la manera de ¡caro.

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' L o s griegos nunca han sido subvalorados, desde luego: puesto « ( « ^ * * » S

caso d ° e b S haber s.do valorados tal imposible. ¡Cómo podríamos ser justos con ellos en nuestra ap hemos juzgado de modo erróneo.

m-a sabemos que Tales se propio la stado.rK-roquenollegóacumplirsuJ mítico de la polis. A l m i s m o t i e m p o s , ¿mienta

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» Cf. h |3S|.

7. M P X I I I 6 A . 1875*

7 |1) veneración por la Antigüedad clasica, tal como la mostraron los italianos es la única veneracton sena, altruista y abnegada que la Antigüedad ha c o n o c í hasta la fecha, es un magnifico ejemplo de quijotismo'; y algo similar es también en el mejor de los casos la filología. Ya fuese entre los eruditos alejandrinos, en todos etc. Se imita aleo puramente quimérico y se corre en pos de un mundo fabuloso que no ha existido jamás Un impulso semejante atraviesa ya la Antigüedad: lo testimonia el modo en que se copiaba a los héroes homéricos, así como el trato entero con el mito. Gradualmente, la propia grecidad en su conjunto vino a convertirse en un objeto digno de Don Quijote. No se puede comprender nuestro mundo moderno si no se tiene en cuenta el enorme influjo del elemento fantástico. Al cual se opone ahora: el que no puede existir imitación alguna. Toda imitación no es más que un fenómeno artístico, orientado por tanto a la apariencia; algo vivo puede adoptar, mediante la imitación, maneras, pensamientos, etc., pero no puede producir nada. Una cultura que se limite a seguir los pasos de la cultura griega no puede producir nada. Ciertamente, el creador puede tomar en préstamos cosas de todas partes y nutrirse de ello. Y, de ese modo, sólo en tanto que seamos creadores, podremos tener algo de los griegos. Pero ¿en qué aspecto podrían ser creadores los filólogos? Siempre ha de haber algunos oficios impuros, como el de los desolladores o el de los correctores: ¿también han de desempeñar los filólogos una tarea impura de ese tipo? L

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7 [2] Surgimiento del filólogo. Cuando una gran obra de arte hace su aparición, siempre se sitúa ante ella un observador, que no sólo percibe su efecto, sino que además querría eternizarlo. Así sucede también con un gran Estado y. en definitiva, con todo aquello que enaltece al ser humano. De este modo es como los filólogos quieren eternizar el efecto de la Antigüedad: sólo pueden hacerlo en calidad de artistas imitadores. No como personas que viven conforme a ese modelo.

Surgimiento de la filología (¿necesitaba la Antigüedad un cuerpo de representantes?)

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* cCarpeta de hojas sueltas, con anotaciones para ^ ^ { ^ ^ ¡ 1 'ara el juicio de Nietzsche sobre el Quijote cervantino, véase mjra 8 Ul» 8

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23[14()|. Cf.2[3]. 2

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r -nn detenimiento la historia de la filología se cae en la cuenta d SIS TalnlenMos han formato parte de ella. Entre los más cé I?* - -eltgeneta debido al exceso de erudición, % . i l ,- ,entes de estos, hay qu.enes no supteron hacer con su mtelecto 1 que colarmosquito* Es una tnste histona. Creo que ninguna otra ciencia es ¡ pobre en talentos. Los filólogos son los listados del espíritu, que han encontrado^ eluTbaiismo su caballo de batalla. Pretiero escribir algo que merezca ser leído tal como los filólogos leen a escritores antes que rerugiarme en un autor. Y, en general —, incluso la creación mis inñma está por encima de cualquier discurso sobre lo creado. P

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7|6f Que haya eruditos que se dediquen exclusivamente al estudio de la Antigüedad griega y romana, es algo que resulta lícito, incluso digno de encomio y, sobre toóo, comprensible, siempre y cuando se admita en general el estudio del pasado:

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vivenciado».

' La edición Colli-Montinan sugiere que este texto puede ser la letra del Himno a la amistad, Ahora bien, hay muchas cosas a las que el hombre se ha acostumbrado tanto, puesto por Nietzsehe durante el invierno de 1874-1875. que las tiene por convenientes; pues la costumbre tiñe de dulzura a todas las cosas y Cf. 3 [31 ]. en la mayoría de las ocasiones los hombres aprecian la conveniencia de algo en fun[ Alusión al siguiente pasaje bíblico: «,Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la mise-ción del placer que suscita. El placer por la Antigüedad clásica, tal como ahora se ria yyia rím w , c míe nconita lafe. fe. Esto Esto era era necesario necesario hacer hacer, smApinr dejar deUn™* hacer„„,,„n„ aquello. ,n..í~. ¡Guías -ciegos, quecoláis coláiselel experimenta, tendrá que ponerse a prueba alguna vez y habrá de analizarse cuanto hay en él de placer por la costumbre, y cuánto de placer por lo desacosmmbrado: me msqum. y tragáis el camello: (Mal 23:23-24). Se ha especulado que «camello» es una traduc¬ ion errónea de la palabra refiero a ese placer íntimo, activo, joven y nuevo, como el que despierta día tras dm i», tela de cierto grosor en su trenzado, que permite colar •io • • de > que . la ley i_ t... nninibia una fecunda convicción, el placer por una meta elex^da que qu.eK X ^ Tnm / r ^ A*. A < ™. « Por el hecho judía prohibía medios para ella: en cuyo caso se avanza, paso a paso, desde algo desacostumbrado : s : ^ i r ™ - * ^ ^ m m h m d o : tal como hace un alpinista. c o n \ f J ^ S ^ J ^ ¿ ^ < - Los filólogos poseen algo * e g ¡ denenden úZmivmStsu M S T S a * * diferencian en pri^D. Asi. m ^ ^ ^ * ™ * * * P « " P ^ de que su propia ciencia no la ^ n ^ ¡ I ^ - Pero ,1 de hecho el nivel de ^ ^ X ^ Ü ^ u querrá ante iodo ™ '«>- ? « segundo término , estudioso; o tos es muy bajo, entonces resultará que se 1c Cgüedad no educa, o bien los filófilólogos de ser eévadon ^ ! \ ™ *™'no. investigador. Pero la pretcnsión * de la Antigüedad: la culpa ha de recaer aquí O iULU M B D » _ b ^ , afirman los n .dente comTculTdo £ 7 " " * " * Pasamente W/av? Esto no # "ogos no comprenden la Antigüedad - o bien ambas .osas « * 0 esgnma la pretens ónTser^d ? ' « > ¿ Q * "fcnifle* <»* ' J E * profesores de las escuelas de grado medio». «c cenc^mo * " " «upertS y educar no solo j j g g j «odos los hombres cultos .' Sea como fuere, debe tt&» f

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"> ! ta su culpa reside en la E K Í ! E S !* '° " " ^ " S m voluntad. En el pnmer ea „, S , * ^\ f * C10 i. j-J . que no nan sabido hacerlo me nr e-n e\ ' u o d o . que no han podido hacerlo mejor. No obstante, dado p ^ T r S ^ can preferentemente con ayuda de la Antigüedad griega y romana, y supueTel b caso, la mentada deficiencia de su criterio podría ponerse de manifiesto inte o en el hecho de que no comprenden la Antigüedad; y, de segundas, se pondría también de manifiesto en el hecho de que la Antigüedad es trasladada por ellos de o d o ilegitimo al presente, bajo la excusa de que se trata del recurso educativo más importante, cuando por lo general no lo es o, al menos, ya no educa hoy en día. Si, por el contrario, se les reprocha la impotencia de su voluntad, tendrían sin duda todo el derecho a atribuir a la Antigüedad aquella importancia y capacidad educativas, ñero entonces no serían ellos los instrumentos adecuados a través de los cuales oodría expresarse dicha fuerza: es decir: serían educadores de modo ilegítimo y vivirían en una falsa situación: ahora bien, ¿cómo es que han llegado a ella? Por medio de un autoengaño acerca de sí mismos y de su destino. Por consiguiente, para diudicar \ filólogos su cuota de responsabilidad en la mala formación cultural del presente, se podría resumir las diversas posibilidades en esta tesis: Tres cosas ha s

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dTdelír: no soy sino lo que ellos han forjado, f n i S S S a " que conductr ante el tnbunal a esos forjadores: y entre ellos cabna S S « b t o a todo un estamento, el de los/?fófo*w. Dicho estamento esta c^pTsto pnncpalmente por hombres que utiliza, su « ^ ^ ^ ¿ ^ dad griega y romana para educar con ella a jóvenes de entre trece y veinteno y, a en segundo'lugar. por hombres que ttenen la tarea de ir formando una y ote vez. educadores de esa ciase, o sea. la tarea de ser educadores de los educadores, los IUOlogos del pnmer género son profesores en ios institutos de bachillerato; los segu dos, profesores en las Universidades. A los primeros se les encomienda jov selectos, en los que el talento y un sentido más noble se vislumbran d e s ^. temprana, y en cuya educación los padres pueden gastar bastante tiempo y si se les encomienda a otros que no cumplen estas tres condiciones, esta en ^. de los profesores el rechazarlos. El segundo género, formado por filólogos tersidad, recibe a los jóvenes que se sienten llamados a la profesión más „ exigente, la de educador y forjador del género humano; igualmente está en su ^ descartar a los falsos aspirantes. Así que si se condena la formación cultura época, en ese caso, los filólogos han de ser los más severamente inculpados^.^ lo que o bien, por corrupción de su sentido, quieren justamente esa mala fo " úc

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de comprender el filólogo, si quiere probar su inocencia: a la Antigüedad, al pre6 ¡ e Va sí mismo: su culpa radica en el hecho de que o no comprende la Antigüedad o no comprende el presente o no se comprende a si mismo. Primera cuestión:

¿comprende el filólogo la Antigüedad?

8. U I 6 B . VERANO DE 1875*

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Schopenhauer. Dühring. Aristóteles. Goethe. Platon.

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Contra la poesia linca de los alemanes. Leo aquí que el mayor lírico alemán sería nada menos que Morikel ¿No es un crimen ser tan estúpido como para no sentir o no querer sentir a Goethe como el más grande? — ¡Pero qué cosas deben agitarse en la cabeza, qué concepto de lírica! Me he puesto a repasar a ese Mòrike y. salvo cuatro o cinco cosas escritas al estilo de los cantos populares alemanes, me ría parecido sumamente flojo e impoético. Sobre todo le falta por completo la claridad de visión. Y lo que la gente llama musical en él, tampoco es gran cosa: y pone en evidencia lo poco que la gente sabe de música: ¡la música es algo más que unos dulzones y afeminados chimpunes y kling-klings\ — Pero tampoco hay en él ni una sola idea: y yo sólo soporto a aquellos poetas que, a diferencia del resto, también tienen ideas, como Pindaro y Leopardi. Mas ¡qué cabe esperar a la larga de una de esas pueriles indefiniciones del sentimiento, como la que se expresa en la canción popular alemana! Antes prefiero incluso alabar a Horacio, por mucho que lo tenga todo ya perfectamente delimitado y encaje las palabrejas e ideillas como si fuera en un mosaico. 1

8[3P Según este orden: Dühring, El valor de la vida. Dühring, Curso de filosofìa.

* Cuaderno de 148 páginas con poesías, notas para CV y fragmentos del verano de 1871, así ' " ' " " i t ^ alemán perteneciente al estilo ^ ^ ^ ^ ***** * 4 de junio de 1875 Por la fecha de la anotación la edición Colh-Mon man sugiere que este "•mentario de Nict/schc pudo estar inducido por la lectura de g ^ ^ 7 ' . f ^ , , , 1 as dos obras de Kugen Dühring, El valor de ¡a vida. Una « S ) y ( < / , Filosofía como concepción del mundo rigurosamente científica y configuración a l

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«MI Plano de todo upo I) Ocio de leceiono sohre el ser de los griegos 1 / V. lili' Ufc IVk». »••>'*- ™— 0 O 2) Recopilación de un ingente material empírico de conocirn' ello, leer muchas viejas obras de historia, novelas, etc así arljv ' ° I;studiar rninucio>amente a Üuhnng pafllO de Schopenhauer > para \er lo que tengo de él y lo que no. Des leer j Nc/iopenhjun: ^ 4) homxmm íiiual de mis Consideraciones !ntcmnesth> luL'ar. Ru harú Hj^ner i Baxreuth, a ,¿ I—MAI .. r Los filólogos y AY;/>r<* religión. 5) Kfjhza/ mis trabajos filüJügicos, para que no se me vayan enf la monona fcjiiar el primer uilumen de una recopilación de Irab-ii que- contenta: « U . coefous y Esquilo,.. «Sobre el ritmo». «El certatntn do > Homero., ..Los dtadocc* de los filósofo»< ««amen i

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1/m.he, respectivamente, el 26 de mayo y el 21 iJf tetada por ¿J en uno de los cuadernos de ñolas A ¡ conservan una serie de anotaciones al margen de la introducción; si bien Nictzsche volvió a leerb « segundad Niefzxchc confunde aquí dos ojjjj r/i/ot Matemática tHerlin, IK68), de Friedn"

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Para el juicio de Nictzsche sobre el {hiijote cervantino, véase también ¡njra, 23 [140]. El día de diciembre de IS75, escribe Nietzsehe a Erwin Rohde: «Pero quizas quierasreleerahora Don í uijate; no porque sea la m i l alegre, sino porque es la lectura más amarga que conozco. Yo lo hice uuntnte las vacaciones de verano, y todo sufrimiento personal me pareció minimizado, incluso como algo cnleramente dipw de que uno so ricnt de ello sin hacer siquiera una mueca. Todo seried y toda pasión y todo cuanto importa de \ eras al corazón de los hombres es quijotismo, cosa que w bueno saber en algunos casos: en los demás, por lo habitual, es mejor no saberlo» (KSB. 5,126). [,u

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El valor de la vida, de E. Dùhring, 1865. _ , , . „ —j™»» avLHuu I H J S I I I desde nume¬ rosos frentes, cree haber escandalizado a la filosofía de escuela, en primer lugar porque tiene en cuenta el porvenir económico de la humanidad, y, luego, porque reduce los conceptos de justicia al de venganza. Por otra parte, se sabe en plena consonancia con el espíritu de la época y opina que los intentos de eliminarle fracasarán justamente debido a dicho espíritu. Mal estilo, falta de porte y altura, maneras echadas a perder en las concisiones («puntos de vista materiales», «la nación se aleja del mundo orúrico, en el que reside el punto gravitatorio de su existencia», prospectiva» «retrospectiva, «dimensiones colosales que el pensar debe adoptar»). En el lenguaje hay algo ilógico', pero que no es en absoluto lo ilógico de la reflexión entusiástica, sino*más bien una conjunción de impureza (porquería), aridez y falta de práctica en el estilo. No me es lícito pensar en Schopenhauer, ni tan siquiera por lo que respecta al ethos. — De la «desesperación del mundo» — bella expresión — no se dice por tanto ni palabra. Se proclama a sí mismo el «más resuelto antagonista» de Schorjenhauer, ¡aunque muestra, sin embargo, un «enorme respeto por su empeño y sus logros» — A Feuerbach le atribuye «la tendencia vigorosamente viva, que hoy día sabe presennr una parte de la dignidad de la filosofía. oDoniéndose con brío v acierto al oscurantismo». Berlín, 1865

Introducción. — «el vigor del optimismo radica en el hecho de pasar por alto e ignorar» lo disarmónico en este mundo, el pesimismo «superpone dos sistemas», «no conoce la fuerza del pensamiento unitario». — Por tanto, el optimismo seria la filosofía de los hombres más lógicos — en lo que respecta a la deducción del material presente, pero éstos muestran a propósito un material incompleto y desatienden el resto. La solución de los pesimistas es ilógica, yuxtaponen dos mundos lógicamente inconciliables: ya que para ellos el orden superior de las cosas no debe explicar el inferior, sino mas bien cancelarlo, aniquilarlo; con frecuencia toman la ciega sinrazón como causa justamente de la existencia del mundo real. No es una necesidad lógica, sino poética, la que genera el pesimismo. Mientras que, por lo general, no es la necesidad practica la que p p n ^ «i A M t i m t a — | * r * m ú * i « se encuentran a gusto y solo si son obligados a M

* C uaderno de 180 páginas con extractos de El valer de la vida, de E. Dühnng, y U conservación de la energía, de B. Stewart. _ Dühnng (1833-1921), • ' Todo este extenso fragmento resumeas ^ d e la cg « W £ ¡ ;, <*l»r de la vida. Una consideración filosófica (Brcsiau, \*o>h F ~ nos por parte de Nietzsche. d e

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hechos dados, nuestra reconciliación con sus aspectos negativos sólo puede ser una reconciliación táctica» «Dicha reconciliación sólo se race propiamente «ornamente présenle, por tanto, en la forma de una aspiración». Se busca la resultante de movimientos anímicos aislados y se emplea como fuerza de resistencia frente a las diversas opresiones. Así se llega pues a una armonía, no carente de disonancias, por descontado pero armonía al fin y al cabo. La reconciliación con el elemento individual se produce a partir de la consideración del todo. La imposibilidad teórica de indagar por el fundamento de lo que existe de hecho ya es ella misma una disarmonía. A nuestro entendimiento sólo le resta «superar la idea de los inconvenientes particulares mediante la representación de una conjunción mayor», modificar la representación particular mediante el conjunto de las restantes. Mas la reconciliación teórica no basta; si el pensamiento estuviese en condiciones de proporcionar una calma imperturbable, la sabiduría contemplativa (al igual que todo cuanto promete satisfacción mediante la pura teoría, p. ej„ el arte) merecería una dedicación exclusiva por parte del ser humano. Sin embargo, ésta no es el medio para domeñar el mal. Precisamente la filosofía debería reconocer que no basta un mero ordenamiento de las ideas cuando se trata de estar a la altura del mal. Ha de añadirse la acción y la consciencia de la acción; la modificación real y efectiva de los sentimientos debe dar otro fundamento a las representaciones, el temple anímico ha de ser modificado. Ni siquiera una teoría que se oriente hacia una visión armónica del mundo puede prescindir del presupuesto de que la fuerza de la acción es necesaria contra el mal Sólo aquello que para los hombres se mantiene I N A L T E R A B L E puede limitarse meramente a incitar a un ordenamiento de las ideas. Ahí donde la intervención del ser humano puede aún cambiar las cosas, las acciones son lo pnmero. Con frecuencia, el optimismo suele volverse despreciable, porque. los males, e incluso una gran parte de los filósofos ha supuesto donde la fuerza de la acción humana posee todavía y sobre el valor de la vida resultará d.verso según se trace la hnea entre lo invariable y

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lo susceptible de cambio por parte del hombre»'. Éstas son las ideas de la introducción.

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En resumen: de las muchas ^ ^ ^ ^ ¡ ^ e ^ valoranión sobre el valor de la vida que se nene en c a t a acciones se trata de conocim.ento puro, todas son ^ « ^ ™ ° J £ ^.ca e Ha suma es sino una afección anímica: el ju.ao sowe ^ ser conocimiento puro. Quiero añadir, inciusu, M n en la manera en todos esos juicios conocimientos impuros: la i m p u r a a

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La vida no es sólo la suma de excitación.. -¿T que diferenciar Upo y grado de | ¡ J* J¡? f*™™

en la conciencia. Hay ían un tipo y lo convertían en medida exctüsL ¡ T ^ ^ S *lo « sación; los estoicos, la conciencia abstracta Asi li «-"P'^úreos, la senpraxis. Los primeros perseguían | sensación* í °" * errónea» en la intenso poder de las representaciones abstractas en \ subestimaron el triunfo sobre la sensación y el afecto cayeron en 1 T ™ ^ ° ° ello exteriormente. según los esquemas del catecismo ^ ¡ f f 1?"/ * S P° t e : muecas e histrionismo. - Ni siqmeía puras sensaciones; en los niveles superiores hlv J » dicción. Cuando en alguna ocaSS^^^^ P- 4 . A la 1, renuncia : „a - dJ _t. t e. n n mmumo jo. del animal. A m a ^ ^cae, ^ ísiempre S ^ '°lo hace. ru*r ii*hn. " {jgada una cierta decadencia. - ¿Hay una concenS „ anírmeos en m e d i d a ^ ^ ^ ^ ^ ^ ¿ ^ ^ toda la moral moderna ha puesto el centro de gravedad en las r q ^ S n ^ ^ abstractas: en la consonancia con máximas completamente absUactas « ^ T d e b t rían tener su origen en los afectos. Pero no existen mot.vos de la acción y de laTfección que no tengan sus raices en la sensación y el afecto. El juego de los afectos hace comprensib es todas las manifestaciones vitales hasta la producción de las ideas más a s m

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es lícito ponerlas bajo sospecha como si fueran perturbadoras de la felicidad. Sin amor ni odio, la existencia sería un desierto solitario. Los hombres no desean en absoluto una calma uniforme, buscan excitación y emoción. Provocan por igual placer y dolor. Nada grande se lleva" a cabo / sin pasión, di ce. Aristóteles. La vida misma es esa grandeza que no se lleva a cabo sin pasión. Hacer abstracción de las pasiones lleva, por una parte, a la ascesis. por otra, a un goce escuálido y bien calculado de los sentidos; todo cuanto confiere valor a la vida queda aquí destruido. En el segundo caso, el hombre cae por debajo del animal, en el primero, se convierte en un monstruo nauseabundo («paladea con indiferencia las raíces de toda aspiración»). Allí, uno se vuelve contra una parte de las condiciones de la vida, aquí, contra todo su contenido. El suicidio común es algo relativamente inocente frente a la iniciativa de dar muerte a la esencia misma de la especie, no sólo a un individuo particular. Incluso el asesinato puede parecer un delito menor que la tenebrosa labor de la gente que envenena la vida con sus imputaciones. — Y asi prosigue toda la retahila de desvergonzadas invectivas; entre ellas, las siguientes: «la erradicación de todo lo grande y noble, el desprecio y la hostilidad hacia toda emoción y sentimiento humanos» —; «en alianza con el libertinaje y la vitalidad más obtusa», «una presunta filosofía tiene el atrevimiento de sembrar el odio a la vida y a lo viviente» ¡Piénsese además en Buda y Cristo, etc.! «Puede excusarse al individuo, cuando orienta sus pasos al claustro del convento; pero esto no puede convertirse en doctrina universal sin que adopte el carácter de un comen contra el intelecto». Lo cual debe querer decir: puede disculparse al individuo en su negación práctica: pero no al individuo que hace de ella una máxima teórica universal, pues esto sería un crimen contra el intelecto. «Si el lazo de la humanidad estuviese arto con más fuerza, desaparecerían también esas tristes excepciones el >ninw iweftaría ligado únicamente a sus propias miras egoístas, el destino individual a ú n a l o bastante poderoso como para sofocar los afectos, que se remiten umplia. a la humanidad. La fuerza de la pasión se ^ « ^ ^ ^ y el odio escaparía al poder letal del destino particular». .Pero aquí todo esta

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| .za ha dudo, el lundamento reposa en los impulso* onte teórico no puede producir deber aluuno Un ! ' hendimiento pura¿e los sentimientos inmediatos es vana hipocresía ™ «Así surgen los falsos principios de la v«u u correcta apreciación de la vida». L este nunin " i v T P ° ' " a «na l l i b r i o del alma, que ic no seria nada n a drelevante a T ^ T '„,S ^V! ^ , "* *f" * ucsacrconar desacreditar cl ci cqui ahí se encontraran cn equilibrio. Al tiwSh a .Í S Í Í ^ ^ s sí es a quienes se deh. H * ™v,rmcntos anímicos ligados entre sí es a quienes sé debed que surja un cqu.Ubno; la fuer,, t

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junto,-Todo esto está concebido o e x p r e s a d o ^ ^ ^ " ' " * " La degeneración de los sistemas de la moral depende del descuido de ta d>ferencia entre los movimientos antm.cos que se refieren al hombre como ind v.duo y los se refieren al comportamiento de los hombres entre si. Alguien que s e c a r a único en el mundo se vena pnvado de una fuente primordial de placer y d^olor nada sabría de afecciones simpáticas, del amor y del odio, de la envidia y la venganza. La injusticia y la deslealtad serían algo incomprensible para él. El ser humano no sólo necesita a la naturaleza, sino también a sus semejantes. La profundidad del dolor (en la ofensa de un hombre a otro hombre) se corresponde a la intensidad del goce (en la satisfacción del amor, honor, fama). El espacio intermedio es extraordinariamente amplio: ello se debe a que el hombre entero puede convertirse en objeto para otro; no el mero dato particular, del que tenemos noticia cn los demás en lo bueno y en lo malo, sino el sentimiento mismo, como expresión del cual entendemos todo elemento particular, que nos conmueve hasta en lo más profundo de nuestro ser. Las necesidades vitales puramente egoístas y las que surgen del trato con los hombres, el disfrute egoísta y las alegrías del sentimiento compartido no se sitúan en absoluto en el mismo plano. ¡Es infame tachar a la abnegación de egoísmo y negar los sentimientos altruistas! La compasión y el amor tienen su centro de gravedad en la representación de un ser ajeno, la venganza y la envidia buscan la preservación de uno mismo. Ciertas presuntuosas doctrinas buscan en verdad el subjetivismo aislado, así como una abstracta unidad de todas las afecciones: establecen asi un reino del egoísmo. No cabe exculpar de ello a Spinoza. Kant, en cambio, muestra un primer atisbo de qué es lo que aquí se dirime: la distinción entre la moral que se ocupa de meras conveniencias utilitarias desde el punto de vista de las necesidades humanas y la moral que atiende a las actitudes deferentes que se dispensan entre sí los seres humanos. Desprecia al pnmer tipo como a una mera técnica de la vida; ésta es su umlateralidad. Por el contrario, Dühring: «La superior comprensión de la esencia de la vida depende de que sepamos diferenciar el mal que es consecuencia de una ofensa injusta de los inconvenientes que el azar y la miseria lanzan sobre nosotros». «Todo cuanto ha sido tildado de vicio o virtud desde el punto de vista del provecho propio desaparece frente a la importancia que posee el comportamiento con el que el hombre beneficia o perjudica a sus semejantes». «Las sensaciones « ™ ^ * clase son completamente distinta,, «A ello se debe el que ^ ^ ~ ^ las faltas más graves contra nuestro propio bienestar, pero no las sintamos con aquel aguijón que acompaña a la sensación de injusticia». q u e

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hombre particular, en su desamparo ante la ávávrn má i n o un niño que se ha vuelto consciente* y »versal, se siente justamente El juego es la tarea propiamente dicha del nifto „ . • • una neccsidad U como lo es la actividad creativa para la edad ¡mm^TaSi J niño, se podrá deducir por completo su a c l í v i a a d Z L £ " T ^ don más seria para un niño, nada de algo e n t r e t ^ n i r ^ ^ ^ f ° ° ncia suelen juzgarlo los adultos. Incluso ™ *T existencia nuestra tan seria; cómo habria r^fdfsurgT íeTSda^ cosa que no fuese una ordenación arbttraria de las c o n d o l e v i o ^ L a ^ s ^ tendría as» el carácter de un entretenimiento libremente elegido, que' £ b £ £ do los obstáculos solo para superarlos. Dühring considera trivial l *uTcra?£r 10 demás, la idea de P aton, de que somos juguetes de los dioses*. «La v i d a W n h í gún juego, ya que incluye auténticos sufrimientos»; ¡como si esto no vahe* también para el juego de los niños! Cada etapa de la vida posee su propio derecho a ser tenida en consideración, no debe tratarse a las pnmeras solo como medio para las posteriores. El fin no puede hallarse siempre únicamente fuera del presente. El niño es mucho más que un simple objeto de la educación. Los pedagogos sólo piensan siempre en lo que han de hacer del niño: el niño vive en el presente, éste es el contraste. Distinguir de forma rigurosa el aprender y el jugar. La escuela debe mostrar una sobria seriedad que prepare para la vida. La superación de los obstáculos y la percepción de nuestra capacidad van asociadas a un sentimiento de alegría que rebasa en intensidad a la alegría del juego. En lo tocante a ciertas condiciones artificiales, tienen razón quienes consideran la escuela como el inicio de la atrofia de la vida: ha sido una existencia carcelaria. Pero el trabajo de aprendizaje puede constituir una alegría y una satisfacción, son estados accidentales, modificables, los que hacen de él ur

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IV de una vuia k«** K ias c HI conocimiento e* lo M * , , , . cnuna capta el destino universal X . ,tar.a y. tranwend.cndo ^ 'la ^.ndiMdual. ^ asunte. Asi M coro .erte el ^ n o c i ^ ^e > el se extinga fa j^aj*'? . st ' ,f^hace,K>as ,,ni:^^ v conduce a la íc en ei * * „o pvxina «hacer^ se a i w m J S f < cimiento ut or el hecho de que dicho destino p a &n eia presente •me, en la medida en que el dolor más inte* ie tan íucrtenic gres ' No es la té en la falta de valor de \ * ° «njjhiliAi ante dual tan bueno como la fe en su valor?) neia un narcoi a los propios recuerdos y expectativas, de • Si cstm o y muerte: tal como no la conoce la e s p e c i " ' h ^ manera cono :a .vulto por completo; en relación al f £ na en su coni x o no una meta.) Si tuviéramos conocimie la duda de si ion de un cuerpo cósmico, se vería npoderosam rv,^... ° vena còrno se ha e del mundo. Si en alguna ocasión llegásemos a teZ incrementada \ también, de la finalidad reservada a nuestra e ^ «ponencia d< tros empeños se vería alterado; no seguiríamos ere eie, ci centro c > en las instituciones sociales se diera cumplirnien tendo que en I 'terna. (Pienso, a propósito de esto, en cómo seme io a algo dotad s en particular ya han sido reconocidas como tales jantes ilusione na olímpica, que todo el mundo dirigía su mirada los iinegos ere ¡ los dioses.) Si faltara la infinidad de perspectivas. hacia tal aconte La inmortalidad de la especie es el presupuesto I I H J O debería h, rotaciones supenores. ( M e gustaría indagar qué es implícito de (04 usías, al pensamiento impuro, e incluso si es posilo que debe la h 1 escepticismo haya llegado aquí a alcanzar el preble una \ ida sui dominio, p ej.. La Torma f íeamentaJ de la \ ida del niño es el presente; carece de todo el incremento de placo Ut

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lo contrario. ¡Principio absurdo el de que se trataría sólo de aprender a trabajar y de ejercitar las fuerzas! Dühring tiene razón al decir que es una ironía sobre la esencia de la vida (se oculta, por lo general, el fracaso de la pedagogía, p. ej., en los centros de enseñanza secundaria). Esta máxima hace abstracción del éxito, atrofia la relación natural entre esfuerzo y recompensa y la convierte en un sufrimiento al que no corresponde compensación alguna. Por lo demás, resulta cómico querer hacer de la vida una carrera de obstáculos. La naturaleza no ha vinculado la satisfacción al esfuerzo, sino al resultado exitoso del esfuerzo: de lo contrario, este sentimiento desaparecería y dejaría su puesto a la aversión hacia una ocupación esencialmente m Ú t Í

El ánimo del niño encuentra sus límites en la casa y en la famili* de ahí de bueno o de malo está muy acentuado por esta lunttacton de todo suampo de visión. El mayor mal es la injusticia en la ofensa de * S felicidad es la que procede de ^ ^ ^ X experimenta el amor de los padres o no! h l amor ae i w v*

•cede a la externos. — E l llanto pret desam

woueunarepr P " « t a situación de penuria y robiar d i c h ! ! * « ^ ^ c , que sienta la impotencia de sm U naturaleza ^ ese caso se podrá calibrar qué m ernbargo en el u^T* «*<*°s con la luz del con*' ^ ««conocmiento alcana un grado tal. « * ' t

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rfo Pero siempre quedan casos en 1« que rólo ~ ui £ . en c, caso de afanu, „na,e . ¿ n o ^ ^ ^ ^ T un tratamiento publico). pravamente apro, £| tipo germánico de concepto de honor — . , ^ Pero no hay que o.vdar q S U «X,^ ¿ar la mjusuc.a aun no estaba entorpec.da en ellos por un p n ^ L ^ ^ o u a en común paso luego a primer plano, y las retacones P ^ X o ^ S I T — sen adas de una agudización artificiosa del concepto de derechT ^ El hombre sigue siendo, en la medida en que qu,era arriesgar su vida, et dueño ¿ u derecho y de su honor. El honor - que se mantiene expuesto a la ofensa, es un concepto negatrvo Completamente distinto a el es el reconocimiento de dignidades vanemos Wtiri.ku M

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lo « a s y lo «9000 resulta muy fácil * - . *** pBiw.u^-"™^^, injusticia- el "«Si d que sufre. Dado que quienes sufren l?*****de toS» pan todos. La fuerza de resistenciT * aseuni i> « r ig—»derecho solo a igual poder nnr, H , . 4 * ta s — s t o ha produc.do desigua dad ¿ f e r d áerecaosrf*eow También en taies condiciones rien ^ V ,e » c m pero esa no poseed ongen habituaL es " m o i , ^ ^ ^ * * * * , n

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d mm*m de « « a j ^ M i e a » j a y ^ donde se ha c o f o r r r 2 > M f c á M I aero este J • — i K i de justicia nacido abstractamente ¿COL e 11 OMÍdatoaüpe, snrpdo del iristinto. Donde peor le va a la * ^ en h acmdar. tí* ahí además el amor que reina en l * f ^ J * * * n i jostra»es aqu la anca protección. Un profesor que sea ua&Jl d e f a m a no de» oe ser er cierta -e¿:da una suerte para el alumno, en corraS anfcxr qac acmé segñn su humor y capricho. — L O que más diñe*. a ia «to^hcia ocurrida- Es signo incluso de un noble lar d metascaooones de ta edad satoacura dejen una huella duradera. H " * ta»•)•!• de b vida sexual chicos y chicas llevan una « i s t e n r » z- ese rr.-.-er.::. *: ; hasta * anadeafasi l u t a s por honor, las pasiones de la vid • ktoli « ñ i — ahora ^élcondaaMchiemfa »\ honor en torno a ello gravitará m

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con su encanto todas las etapas de la v ida. La representación de la opinión que los demás tienen de nosotros ejerce d máxrrno poder sobre nuestra conducta. Este honor no es más que la aprobación que nuestro obrar y nuestro ser encuentra en los demás. Todo tiende a él. quien requiere en mayor grado de un reconocimiento objetivo es el individuo extraordinario: incluso en la forma de la glona rjóstuma (esto me parece lo más impórtame: nuestras obras y acciones son la más alta expresión de nuestro propio ser y juntas representan nuestro ideal: a éste queremos concederle una vida propia, que no tenga tan sólo la duración de una vida humana. Nosotros mismos tratamos a nuestras obras como si fuesen una fuerza y una grandeza existentes fuera de nosotros, de las que pudiéramos extraer ánimo y consuelo). Es la necesidad de la afección simpática, no la falta de juicio propio, de convicción propia: nos sentimos elevados cuando obtenernos asentimiento (¡sobre todo nos sentimos más fecundos! Todo amor v afección j — a a la fecundidad). ^TO*»
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de sobrepujar a la naturaleza con M*v *

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^ que se pueda hablar de un impedimento anormal iF« m m

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^ a objeción.) ****** tanate a su s Por qué hay algo de doloroso en toda r i M i T f „.„ . una necesidad? El sentimiento se X l n 2 * " «bn T'ÍTeTun enícTrnedadet u n o » » rouostame. estos m , Rentos anormales. Es el r c ^ ^ ^ ^ ^ ^ t ^ ^ e n ^ « ^ m i e n t o ps**aro poseen una . m p o r f ^ % se siente como dolo, sino como una r ^ r j ^ ' ^ ^ ^ énsese en el gusto, en los diferentes grados de acidez. Hablamos E o ? S ? í °££%c í>ühnng'» -Uno podmMncluso sentirse t e ^ > O embargo, un sunple incremento cuantitativo produciría va dolor í.SaaaanenK dolorosa de 1c» obstáculos incrementa M adT* Schopenhauer toma al placer como lo negativo, al dolor como lo positivo en la sensación: una ingeniosa teona basada en puntos de vista de lo más superficiales En toda necesidad hay una carencia, por consiguiente, todas las sensaciones que se vind.woancia* armuc*^ , . - — - - « w incisamente a lla £ *r culan a una necesidad son catalogadas como algo negativo. Pero el movimiento genede su su efecto efecto paralizante y d e p r i ^ - de i . * * ««he nada de ral va del dolor al placer, esta es la dirección positiva. Ciertamente, también el plaenícrmed 'rnentc ^ lar o «*-*mer renunciar— debido a ellaT^' cer desaparece en esta dirección hacia un punto de indiferencia; pero seria erróneo ° a ellas cuando d hacer que la satisfacción aspirase a la necesidad, en lugar de aspirar la necesidad a la ,_a rmci-i n e t a r n l a * « » ' , « * P ^abe "nada en ,absoluto de la »utilización »»» t ara temnl:.^. enfer. satisfacción. (Es verdad que Fausto dice: «y en el goce me consumo por el deseo» ».) L i d como medio para la punficacion meditativa o para tempi arnos m„- m Más bien, la necesidad desaparece en el placer. Lo negativo debe buscarse en el surJor . • i gimiento de la necesidad. (Por el contrario, yo digo: todo placer es una excitación que se convierte en dolor debido a una intensificación del estímulo; todo dolor sólo es V El amor acor a_ cuantitativamente distinto de un placer y hay un grado para el tránsito de placeiguna clase sin una base sensual; se trata siempre de dolor. No siempre se siente como tal este placer en particular; pues vivimos en un producir con la mera intención y la buena voluntad estado de innumerables excitaciones placenteras particulares, de lo cual es expresión oponía iic nal a kw hombres es sólo una metáfora del amnr \~ ' el sentimiento de bienestar del hombre en su integridad. Un grado mínimo de excidamicnto d . ... "'o>", se recutación, y el dolor se siente como placer; asi que también en todo placer se alberga la rrc a la ayu o de una sensación conocida para indicar qué objetivo ten necesidad, la carencia, la demanda de excitación; el dolor no es más que el exceso de ÍAÍÍÍ Í/UÍ' /ni ndimiento en el trato general entre los hombres. Ni siquiesatisfacción de esta carencia y esta necesidad. Por tanto, ambos, placer y dolor, son ra c* una ai or. El amor universal a los hombres es una determinación positivos, es decir, superadores de una carencia, pero el dolor crea a la vez una nueva intelectual. terreno del sentimiento (recuerdo de emociones particulanecesidad, requiriendo una disminución del estímulo. El placer demanda un incren pasadas, ademas de una abstracta aspiración hacia algo más universal). Antítesis mento del estímulo, el dolor, una disminución: en este sentido ambos son negativos. La necesidad es fuente común.) Sería un auténtico sinsentido decir que el placer no MtN Alrodim Urania y Afrodita Pandemos , válida para todas las épocas y todos los es otra cosa que un dolor atenuado; de manera que uno tendría que felicitarse si su pueblos M hombre puede hacer abstracción del ser entero de su naturaleza, ceder al vida se desarrollase plena de dolor; la abundancia de dolor abriría incluso la perspecplacel del ínstame Mucho mas repulsiva es la actitud calculadora. L a espontaneidad tiva halagüeña de una idéntica abundancia de placer. <Je la naluralc/a no conoce la separación entre la sensualidad grosera y la más noble. Dühring distingue entre los sentimientos de amor que surgen de modo comple,Vuc es sensual, que es espiritual' Solo quien piensa en lo más grosero de la sensuatamente normal, en el primer florecimiento de dicho afecto, y los que resultan inhilulad puede, como IMaion. hacer esa dist.nc.ón. bidos y ampliamente investidos de penalidad; repudia a estos ulttmos; solo por una na opinión ampliamente difundida concibe lo sensual y lo espiritual en el opinión contra natura cabe celebrarlos como el culmen de la donde se tual. En verdad, parece que la sublimidad lírica se logra a través de W * » » de amor: tálgica. El amor sólo conserva su genuina naturaleza ah. donde sufrimientación dramática. Pero, ¿qué puede significar un anhe o inopeiante e n - ^ ^ í s otro. MI' una vida activa? Los poetas no prueban nada: es mas fácil Y ^ ^ ^ ^ ™ contentar estimulante conferir una expresión cautivadora a la no n a t u r a ^ q u « j ú r a t e _ Asi nu,.v .... T" " ' unginana, nu ac u v za; la sensibilidad poéttea se abandona a muchos ^ ^ ^ ^ Z ttticnu, del amoi l

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*> «n mundo de dehcada.s ,deas y > emociones ' - mucho* Goethe, Fausto, v. 3250.

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- - - - - - ..-: r \ . \ : . : esencialmente sensual. Q amox como afecto espontaneo. El amor del niño a los padres es t h « anona inclinación instintiva. Es gratitud comorespues••- ~ • :• . : c r v que no original, pero similar a • Sckopaútaueracerca del amor. Quien desprecia la vida,tanI amor. La realidad no tiene por qué cumplir lo que la sensa• de serna ilusión engañosa. La sensación y el sentimiento i engaño El ser humano sólo puede acusar de fingimientoal i ¿socadas a la sensación. La representación está r# rrnanen«capar el futuro de la sensación. Es aquí donde resulta pos*abie t i entendimiento deja que la dimensión de lasen*penencu pasada crezca también ilimitadamente hacia el a «emacion aun este en fase de crecimiento; le es MP° ' * «ensación. El primer amor cree en el s i g n i f i ^ ^ * U s lo han ensalzado en estos términos y no han ^ iun. que únicamente conoce la experiencia extema-" ^ inev

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,rca un arando de poesía, no obstante, es un rell..». ,t i . i . <-n^i>* 1 -i wMw^iAn «nejo de la potencia une ooera en <• foridO de l a tosas. L a sensación HC corresponde con esas .deas d e s t í n rque éstas han *.do creadas previamente por l sensación-. auui^ c M ^ ^ S reproche de Schopenhauer contra el amor sería, pues r l Z ^ l uno. "d su carácter arttstu-o; seria una polémica como la de Watón contra e ^ e » • Dónde resid.na entonces el desengaño, si el sentirmcnto pJTaVdiscur, scurnr a un ritmo, más sosegado y de el brotará el matrimonio? Debido a la costumb PCTíl»tente inclinación .menor no puede mantenerse presente en el ^ ^ 4 * grado de. por asi decirlo, amor latente se abre paso tan pronto como amcruLn fuerzas perturbadoras Lo que significan los lazos familiares, v. g., sólo se evidencia cuando surge una t isura. bl amor del cónyuge qui/¿ no querria quedar por detrás del amor pasional. No es del todo habitual considerar el matrimonio como una formación natural como una creación del amor. Debe ser una institución social con toda una suerte de metas (procreación y educación de los hijos): pero éstas no son metas conscientes, sino causas eficientes que incitan a formaciones que el entendimiento no comprende de inmediato. En el mundo social, el instinto ha trabajado más de lo que se cree; no los propósitos conscientes. En las épocas más remotas de los pueblos, el matrimonio constituye una institución jurídica, emparentada con la propiedad; la mujer está bajo el dominio del hombre, sin voluntad propia, como una cosa. Con el casamiento cambia de propietario, antes lo era el padre o el abuelo. En el derecho romano, la esposa vale tanto como la hija por lo que respecta a la herencia. En otros pueblos, se evidencia en la consumación del matrimonio la imitación de una operación de compraventa. Pues onginariamentc el matrimonio no se contraía entre dos personas, sino que éste se cernía sobre la mujer como una fatalidad, la mujer no tomaba parte alguna en la conformación del matrimonio. El matrimonio precede a la familia completa, debe necesariamente reposar en el instinto: pero ¿cuál sería el instinto capaz de impedir la promiscuidad? El placer sensual inferior se halla dominado por la ley de la alternancia. Parece pues que a nada se orienta menos la naturaleza que al matrimonio. En realidad se intenta explicarlo como una formación nacida de la necesidad, como un afán de excluir las lesiones y disturbios que van ligados al concurso de la promiscuidad, /tomo ha sido posible, entonces, que la mujer no haya llegado a comemrse sunplemente en la esclava del hombre? De tal manera que se la habna podido revender mientras que la esposa, en caso de repudio, regresaba al a n t i g u o " ~ podría estar tentado de hacer de la forma más noble de amor ^ ^ ^ ^ macón del matrimomo: pero la poligamia habla en contra ^ ^ ^ ^ ^ por consiguiente, es en verdad la realización del amor pero no tanto del amor a la mujer, cuanto del amor a los hijos. (Esta parte es ™deb£ ¿Qué quieren aquellos que consideran l n ^ e de sus esperanzas? Difaman a la naturaleza, porque * han enam raleza. «Con el cinto, con el velo también se rasga la b,l a ut^om l a j ^ ^ ^ idea radica en la sensación artificiosa; procede de ^ ^ sensaciov,da. Schopenhauer y también los poetas piensan con repugnancia en a

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Ahora hay que considerar la muerte en tantn zan las imputaciones. La mortalidad debería a subjetiva:aquí t comientodo cuanto nace es digno de perecer'*; el placer Z ^ ° «"gmal; gran sufnm.ento. — Pero la muerte enteramenteT.' , «"» sufrimiento, sino un tránsito sereno suave' m*Z ° gun° naturaleza renuncia a la agonía de la muerte como « T * - A * ! ' f" ' ^ hubiera que elegir entre una vida sosegada que acabT tempestuosa, que concluye con agonía, el instinto a f e r ^ r i ^ ^ ~ 7 nemos a alguien que no supiera nada de su muerte ? °res de la agonía por los mismos que preceden a u n T T °í la perspectiva de este suplicólo desvanecimiento. No las «gigantescas sombras de nuciros p n ^ í S Z T í *** ° únicamente debido al trasfondo que s a V c c n ^ ^ ^ t ^ Z bendito mundo de sueños, el miedo produce un infernal mundo de pesad" iT El entendimiento extraviado genera los temores. Hay que aprender, no a superar pero sí a soportar la muerte. ' *^ Los sueños ejercen un poder similar al de lo real, sus sombras caen sobre el día; con frecuencia superan incluso a la sensación de lo real. Cabe aducir el dolor de la sensación para la recriminación de la vida, pero no hay razón alguna para incluir en el cómputo los juicios teóricos falsos. La significación de la muerte ha de juzgarse por aquello que aniquila. La muerte más grave es la de la edad madura; con el dolor por la tarea inacabada, con la preocupación por los que quedan atrás. Es la inoportunidad lo que hace aquí tan amarga a la muerte. El morir es un acto de la vida. Sólo morirá con dignidad quien haya mantenido en vida una conducta noble y firme. Si se quiere acusar a la vida debido a la muerte prematura a la que casi siempre conduce, no debe uno volverse hacia el hecho de la muerte, sino hacia el dominio del azar. El concepto común de azar posee plena verdad. Ahora bien, el mayor atractivo reside precisamente en la comprobación de las posibilidades de la existencia. El hombre gusta realmente de poner en juego vida y muerte en determinadas circunstancias; los éxitos que se logran con el máximo nesgo suponen para él la satisfacción suprema. El azar no es una desafortunada ley del mundo. La existencia no es la representación dc un espectáculo en el que nosotros sólo tendríamos que tomar parte como espectadores. , c x p c n e n c ,

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V 7. La muerte. Sí la muerte no fuera upamos en absoluto

nacimiento ya no es vida. De todo sueño se puede aprender cómo puede invertirse la relación natural entre representación y sensación: una presión dañina sobre el corazón, y los sueños se vuelven angustiosos. Todos los afectos inventan representaciones allí donde no las encuentran en la realidad. £1 más allá se decora con imágenes, que en pane son creaciones del temor inmediato, en parte de los afectos reactivos, que claman por una existencia mejor y por la justicia. Puesto que el sujeto queda aniquilado, no tenemos nada que esperar m nada aue temer de la muerto Poro ;nué hav entonces de ese

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certeza que se vive y se suire; pero ¿ q u i e n aquel a quien conciemen esa vida y sufrimiento? ¿ E l una nada absoluta, a la q" está reservada la sorpresa de convenirse en portadora de la existencia? En ese caso, nos es lícito interesarnos por esa nada, pues nosotros somos esa nada, a la que va a* ciada la expectativa de una vida futura. Lo que ya nos ha tocado vivir, nos toca wwrio nuevamente (éste «nos» lo es en el sentido de un sujeto completamente . ejrmnado). ™ ™ de la metafísica no nos ayudarán de aquí en adelante, p*> «

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Más bien, se debería considerar la muerte como una cierta « a a o b o c ^ d o todos los males de la existencia individual, no dom.nables de otra manen. La idea del carácter efímero de toda sensación y sentimiento es el ultimo refugio. La muer

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Cioelhe. Fausto, vv. 1339-1340.

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figuración trágica de la vida sea ta _i 151 en ta que vida y muerte se limitm Z* dc contenida U se confirma ante la m u e S f e U ^ ^ a e s a u . la vida refulja en su todo su esplcnn^ « e es nccTsari* ^ndes pasioSi la tragedia es. entre todas las "n , ^ ™ rosa, también es verdad que la vida 2 conmueve do r «ración trágica. - Por lo demás U f ^ x i ^ n l ^ " figuración trágica que en la realidad, en ° más e n í S , ° " " ««rf u e r t e no puede faltar en el c o ^ cer insulso y aburrido. La muerTno t < ™ ^ . 3 ^ T * e, medio a travos de, cual g2£ m á < !

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Zec te dei sonar. Según SdwpenMi^. H ^ * " ™ " " * c i e n c i a no alcanza alc^ S o fin mas elevado, el fruto de la existencia; volverá a nacer para ap,, ÍÍLon de/ placer de vivir y de sus sufrimientos en una nueva ex.stenci^ 1' el suicidio es una transgresión del orden de la salvación eterna. «¿Q loaesa idea tmul de que la v,da es la preparación para un más allá? ¿Quién, conive esa iuea mwu. • . o Jn-u • ha o/do hablar dc prueba, disciplina y cosas similares ?», d i c e D u h n n g . Es una gran equivocación juzgar el suicidio según los parámetros de cepción general, sin tomar en consideración su contenido concreto. La muer una puede ser una gran acción o la expresión de una miseria absolutamente: v # de una repugnante cancatura de la naturales*. Puede parecer éticamente mato te pero también un grave abandono del deber y una escandalosa injusticia nacían que sobreviven. soorc\i\en. nnceitftf n o

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La muerte es una aniquilación, cuya esencia (la de ambas) ha de reconc» f ha stdo aniquilado. La vida es la medida de la muerte.

Aún mas ímp

nuenees la medida de la vida. Qué contenido pueden \ luchas de Jos hombres es algo que únicamente J™ SC

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La vida en común.

Una vez eliminados los reproches ala v"d • a¬ la miseria social, dejando entrever la perspectiva^ ' a la cuestión de creciente cultura no hace sino aumentar la penuria rt^ ° 7 terriMe.La de males desconocidos y ni siquiera satisface las n -A A multitud por último, se da por doquier una superpoblación v ™I • especie; Se, Los remedios propuestos dan m o t w ^ a ^ ^ ? ^ ^ ^ ^ imputaciones. Así que los males sociales pareced f " S ^ / con males mayores y que en su esencta J ^ ^ Z ^ S n t ^ V l d u a l P

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Sedebería renunaar a toda justificación de la existencia, si enTe exigencias de la vida subjetiva y las posibilidades objeüvas de satisfacerlas s u b s * £ 3 E £ moma^ Si, p e,., fuese posible estar seguro de la expectativa de una superpoblación tendría entonces una disarmonia semejante. No hay expenencta alguna que pueda demostrarnos una antinomia como ésa. Pensamos, con razón, que la capacidad de aumento de individuos está ligada subjetivamente en verdad a determinados límites de velocidad, y que, por lo demás, sólo se halla limitada por impedimentos objetivos. Imagínese ahora una ley según la cual la fuerza subjetiva misma, al aproximarse a un determinado límite, disminuyera, e. d., estuviera comprendida en un curso gradual de la especie hacia su gradual desaparición. La procreación debería limitarse finalmente a la mera reposición. Hay muchas analogías para una idea así. Tanto en las formaciones cósmicas como en las individuales se repite la ley de la disminución de las fuerzas creadoras y de la transición dentro de una persistencia casi uniforme del cambio. s e

Sólo hay tres posibilidades: o se mantiene la capacidad de crecimiento adicional; en cuyo caso debería agrandarse la superficie del planeta (de lo contrario, un día faltará incluso el suelo en el que los hombres puedan estar de pie). O bien potencias destructoras objetivas contrarrestan el crecimiento adicional. O bien se da una disminución de la fuerza generatriz. Exceptuando el primer caso, resulta forzosamente necesaria una contención del crecimiento. La experiencia habla en m to de que la fuerza subjettva dtsmtnuya: hasta el aumento ni disminución, sino uniformidad. El ^ J ^ t ^ T ^ l fuerza misma, combinada con la extensión de los ^ ^ ^ ' ^ Z depende en última instancia la velocidad ^ ^ S ^ ^ ^ ^ ^ modificación de La periodicidad? De manera que la constancia

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la^ N Desde este párrafo hasta el final del apartado, cf. WB, 4,453.

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soc.al. certas potencial han dc considerarse • en términos generales sea posible una acc.ón T , a T 2"°" - » 0« dc Que a es un medio sin tmramicnto alguno No hl ^ « h o l vida la empleo dc la violencia Bsiea ( i f i Ü E » » * U <* to£ ,n algo horrible y bestial, es que estoy ciego') £ " "V*. te se funda de veras en la lucha (no en el ^ brecho úmcamencnos que se renuncie en general a la imposición imposictón dJe \ l ' T ™ * >empico de la violencia. vtolcncta. (Y el propio ° ^^ °* »rse el empleo p n S Dührinl S n í I m^ r í ^ Malthus. dc la manera más edificante, a favor HJI del ;i™ P í a m e n t e contra Malthus, de ~ ? previamente Ahora bien, podría establecerse un punto en 7 ^ " » ial estaría ya en condiciones de transformar un deterrr,ln ,a V unción en una existencia de mayor capacidad vital En « n í í ? . P*rpoblacsinato en masa sería más recomendable que el LceSmoT' ^ J T ' l de la vida que ha logrado el más pleno ^ ^ l ^QUC1™ ^RCPRE&LÓN ^ 3 e inhibición de la energía vital» - dicho sea de D L uno dc los más poderosos promotores de energt S ) ** " consiguiente, la vtda tendrá que hacerse más rica en contenido conforme aumenten las resistencias: pues cuando el tndivtduo quiera imponerse en m e d u l a superpoblación «el juego del esfuerzo individual se volverá más signiücativm 0 h . que estupidez!) «La ponderación del derecho podría llegar a ser entonces más importante de lo que lo ha sido nunca» (pienso en gente medio muerta de hambre en una nave a la denva en medio del mar, con el problema de cuál de ellos debe ser comido en primer lugar: ¡en verdad que el concepto de derecho se hará entonces más sutil que nunca!). n f l j c

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Dondequiera que se presente una verdadera s u p e r p o b l a c i ó n , no hay masalterñama que la de recondueir la fuerza de la población hacia el exterior o eliminarlos obstáculos a un mayor desarrollo de fuerzas. También a q u í son inevitables los dolores del parto, con guerras internas y externas. La guerra no es un mal sino en d mismo sentido en que lo es. en lineas generales, el dolor. Reprobable sólo lo es cuanJo no es consecuencia de una necesidad. En ocasiones, en el mecanismo del eng*

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Dühring sólo ve en la insatisfacción social de hoy un acicate eficaz para superar la pereza; los males sociales no le parece que sean aún lo bastante grandes aquí o allá como para espolear la pereza de la fuerza popular. — Tampoco tendríamos razón alguna para tomar en consideración un lapso de tiempo inabarcable, como hace Malthus.

VIH. El conocimiento. ¿En qué medida el mayor o menor grado de conocimiento puede Regar a ser , fuente de alegrías y de sufrimientos? El conocimiento se basa en una carencia. La «pura alegría del conocimiento» no es sino la satisfacción por el obstáculo eliminado. Siempre debe precedería una aspiración; como ocurre en todo lo práctico. También aquí el trabajo es el elemento mediador entre carencia y goce. El «sujeto puro del conocimiento» es una quimera. Pues todas las manifestaciones del ser humano, acciones o pensamtentos, tienen en común el éxito y el fracaso. En el ámbito de la teoría, el mal se presenta bajo la forma del error. El desengaño puramente teórico no ha de considerarse como un mal. El error I es en sí mismo realmente un mal? ¿Acaso no lo son tan solo las con ni error, ,es en si UUMOU I ^ U - ^ o Mipntrvs una representación se tiene meias prácticas de representaciones talsas? Mientras una r,pre secuenci (

'nomista representante del liberalismo cl»j» "¿Ir* I7*8i expuso la tesis dc que la poblaci**'" nrUcrcvc usos naturales io harían nentras que Jos recursos lo h a r í ^ f ' . r > K T ananetKj, geno >» sociales Para contrarrestar esta < ^ £ y ^ prufwuj un control de Jj fiju.iujd moni mtc admisible (retraso del matrimonio, ce ^ * a las clases indigentes. l a restricción ^ a abolición de ayuda asistencial a los P * « MiuendfK n.v ¿i f ^, ^ contención. r

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liees; piénsese en la bea.t.ud como fruto ^ J ^ ^ ^ M Muchas ilusiones benéficas, como p^cj. la de una tenerse por más valiosas que la verdad. Pero la fe halla en

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, *fines.Toda acción de la natural,^ " pluralidad, sino una infinidad de co— * ""«"•«"e. no r i ¡ . ««iimctuc una como también la final van tan le * relación causal, ¡nienio. Lo que conocemos con ciar; birlas nucitro entendituición infinita: esta concatenación 41 " > dc esa concatemismo género. En las cosas no tólo hay entendim^?" ^ pcnencccn al allá del entend,miento. La s í n t e s . s d e ^ T ™ * ' ? alg, *c está para nosotros un más allá inalcanzable, D c ^ J f * » « • t sicrapuede poseer nunca la capacidad para justificar el WSS.AT »1 r * " * ' no No es el acuerdo o el conflicto en el sistema i ««o»**» de txistcn-. impresión que la vida produce en el suieto lo aZ 7 * * la iw ^ * da Sensaciones y sentimientos nunca se equ v Z n £ £ g g ^ g * aún entre representadón y objeto. El J entendimiento, por e//o está capacitado en cTenosemJ^ transcendente para el «feM
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U a o n J existe por la vida, y no al contrario. — May que guardarse muy mucho * las p n n y j a i o o r i mtmdndas: hemos de abandonarnos m á s bien al carácter de la \¡da Asi ci*cc.haremo* una sadsfacción duradera. Muchas expectativa* frustradas se deben a presuposiciones exageradas respec. lo o a nuestros ¡»eme>inre> Al sufrir por una injusticia, es en realidad a consecuencia dc juesmt ver por lo que padecemos Por lo demás, el sentir ajeno, que no toma en COI •idcrjwon nuestros destinos, no suele ser m á s que apariencia; los hombres están OCL udos con sus propios apremios, no tienen ojos para los de los demás. ,( orno puede desesperar un hombre de la salvación de la especie! Si les reprclos otros toda su wlfandad y baje/a. no obstante, a ú n se tiene a sí mismo. Los res de gran wilunüd creen en Ja posibilidad dc sus concepciones y por eso no acusa i a los demás runubres de una manera desesperada. a desesperación verdaderamente miserable se da ahí donde uno mismo sien* ijue resentí aquello que maldice Lna gran parte de los sufrimientos espintu^ no h que atribuirla en realidad a las maldades dc los seres humanos, sino al P ^ instancias desa/onunadas. ¡bien 0

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IX. ¿ a e n el valor de la vida. Si el limitado vistazo que somos capaces de echar en derredor nuestro nos refuerza en la fe de que también al cabo de una investigación más dilatada hallaremos las cosas conformes a las demandas de nuestro ser. surge la fe en el valor de la existencia. . Aquí pueden producirse alteraciones. Debido a destinos atroces, la confianza en la vida puede verse completamente alterada en el individuo. «El comento, asi como, en general, el retiro de los quehaceres mundanos poseen de vez en cuando un buen sentido.» (Ahora bien, la atrocidad del destino universal es mayor, sin duda, que la de cada destino «individual» — ) El estado normal de ánimo se quiebra en ese caso. No tenemos ningún derecho a exigirle que se esfuerce con sus propias energías en reconciliarse con la vida. El instrumento está herido. Pero lo que resulta justificado para el individuo, no lo está para la totalidad, no siendo lícito incitar a la humanidad a que maldiga la existencia. Si la humanidad fuese una totalidad consciente, no haría mucho caso del sufrimiento de un miembro en particular. (¡Al contrario! Basta pensar en el dolor de muelas y cosas asi en un hombre.) (¿No habría que imaginar esa consciencia global precisamente como algo que sufre de manera constante?)'-. En la medida en que es posible tener alecciones cuyo centro de gravedad cae en otros seres, cabe amplificar la sensación individua hasta un sentimiento compartido universal: y a partir de ahi dominar y concihai e\ destino individual (¿ Cómo? ¡porque se aprende a participar en otros muchos y mayores sufrimientos! ¡El dolor más intenso predomina sobre el mas ^ » l e

¡Qué le importa el dest.no del mundo al titular de la ^ ^ " ^ ¿ ¿ J afectos simpáticos son los mediadores. Sin el pensamiento de una certa soltdanoad

u. como el mayor de ios ma lefcj• ,nceb„ d e c o l l o alguno dc motivo estimulante. NO

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El sentimiento del derecho es un resemím"^ la venganza: también la representación de MJ^T'!^ * ° * « o que iento de venganza. ' P « K e d e del « . La justicia consiste en el desquite, a la ofensa drt*. fensa: Tallón. Esta es la concepción más ami ua v ^ P ° « l c «na contraoc ó un motivo por otra parte y se halló en un motivo nñ ¡5?° * ™ Se - prevención de la ofensa mediante la intimidación j PúWiLa inteligencia guiada por motivos prácticos sah» • eanza, no habría justicia alguna. ' «entrniiemo de ven¬ En el derecho penal hay dos clases: por un lado 1 « ticas (así que esto no tiene nada que ver con ^ K ^ c T E S " ^ que un hombre debe a otros seres humanos; la o f f i ' nuram.entos o vale también en derecho civil. Sólo en la medida en que la no observancia o |a alteración de un estado es una ofensa, el concepto de inviolabihdld ™ « en un concepto jurídico. El derecho no prescnbe nunca una conducta positiva. que procurar bendición, el mal, maldición. El impulso de gratitud es la base de las representaciones de recompensa tal como el impulso de venganza lo es de las de justicia. Así es como odio y amor tienen también sus mundos del más allá. ¡Es, por tanto, la «justicia eterna» de Schopenhauer algo tan serio y digno de venerar con tanto énfasis! ¡El desatado impulso de venganza, que incluso conforma ideas transcendentes! Quienes invocan el tribunal de la eternidad muestran, como en un espejo, su propia imagen. — No se ha de atender tan sólo a la afinidad y al contraste de las ideas, sino, sobre todo, a aquello que incita a todo este juego, a la violencia de los impulsos y sentimientos. Los sueños <no> son sólo las causas, sino también los efectos de nuestros estados de ánimo: invenciones sobre la base de nuestros impulsos y sentimientos. Y, al igual que los sueños, también todo el mundo representacional de las ideas. La representación de un tribunal transcendente es una invención y, por otro lado, en tanto que producto del sentimiento de venganza, entra en conflicto con la más noble actitud de la conciencia. Solemos correr al amparo de los dioses, cuando nos í n t i m o s indignados por una injusticia sufrida. m ú l i o sostén'de la fe vacilante res.de aquí, el mando moral m i s m

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n. En ambas direcciones busca Duhnng la confirmació, •oncepciones. Med.i disponer el ánimo a la serenidad filosófica, eso | ido cuvo significado se extiende infinitamente más allá deld" ' iemos nosotros de un «significado»! En cualquier caso -da\ 1a!) — No hay peor enemigo de la fe filosófica el o. desconoce ya el concepto riguroso de una objetividad red entre fe > saber). mi que tenemos la necesidad de justificar nuestras concepciones lo sabido, mediante nuevas experiencias e indagaciones, nos je lije. Ésta posee, no obstante, unas bases reales, incluye un imitado. \ se distingue por tanto de la fe en la autoridad. (Por 5 siempre han sabido arreglárselas bastante bien con un saber MJO \ nunca lo han desdeñado del todo. Así pues, esto no saho por el hecho de que Dühring pone lo sabido como base ze la i mención mientras que. por el contrario, en las religio.encion es la base a la que se adhiere t a m b i é n de forma espo más ptra apoyar que para ser sostenido, pero en ningún caso 0 6

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eterna. Para ello, la inmortalidad ^ ^ ^ « S t e r i , , , rtaá memfis^a. El te metafisico es la culpa metafísica, y " t a no e s ^ p e n i. segundo presupuesto de un desquite metatisicoes , ^ y nza. pable: el Wcero - un juez y ejecutor ^ ^ ¡ ^ ^ sfhopenhauenana. La Asi ha entend.de Kant la religión. La versión ^ ™ " „ del signitohistona universal como el JUICIO universal. £ . Una causalidad do físico de los acontecimientos existe un de la sentencia, ibe

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individuos por parte nuestra, mientras q i u n a los grupos. Con una temperatura mucho*^ v- ••" : ^ V V N ! MO está bien establecido n J r iso cualquiera de defunción es causado por las ha j , siempre sc produce una gran importación & :amino de cada grano individual de hann aire que sopla hacia el Ecuador; pero nadie puede p panícula indiv idual de aire. Y así ocurre también en ««tica de las naciones. La ley natural de todos los indi<; sc trata de seres vivos como de partículas de mateuna gran contienda, el campo de batalla suele estar ON lo que hacen en el los individuos, pero podemos ichas ocasiones, el resultado de la lucha. El resultado upo esta determinado por leyes simples, inudiú de enfermedades está causada por gérmenes ento de los mismos es total. El aire está plagado de sa de los mas fuertes. Estamos ligados, por tanto, de lundo de criaturas y no las conocemos mucho mejor U e s

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andades de estos estados predatorios, como, enfermedad de las zonas llanas, que hemos - La vacunación previene los estragos de la deben mutilarse para volverse carentes de icn de este modo los dejará libres, ito de las moléculas de la materia inorga-

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¡asoldad de acción y reacción.

En todo sistema que queda abandonado a sí mismo pueden estar activas poderosas fuerzas internas entre las distintas partes, pero acciones y reacciones se equilibran, el sistema se mantiene en reposo. Una esfera de vidrio hueca con numerosos peces dorados moviéndose vivazmente, al ser depositada con toda delicadeza sobre unas ruedas, se queda quieta, aun cuando la superficie de la mesa sea una Usa superficie de hielo: es un sistema. Otro lo es el fusil junto con la pólvora v el plomo: mientras que la bala es proyectada hacia delante, la culata del fusil résuha proyectada hacia atrás. Si el fusil pesa 3.000 gramos, la bala, 30 gramos, y es proyectada hacia delante a 300 metros por segundo: entonces, el arma se proyecta hacia atrás a una velocidad de 3 metros. Por lo tanto. 3.000 gr. x 3 m = 30 gr. x 300 m. — Si lanzo a la tierra una piedra por una pendiente, parece que el movimiento tiene una sola dirección, pero en verdad es el resultado de una atracción mutua entre la piedra y la tierra. La tierra se mueve en realidad hacia arriba, en dirección opuesta a la piedra, de forma completamente inapreciable: sólo que. dado que la masa de la tierra es muy grande en comparación con la masa de la piedra, la velocidad ha de ser extraordinariamente pequeña. Peso de la piedra x velocidad de caída = peso de la tierra x velo-u-J . — - « n „ ,«of~ii- ci A <»¡í»rr*É» cu fiipr7n de atracción o repulsión sobre B, rtJ

les. se puede conocer esta ley. La «cantidad de movimiento» es el producto de la masa por la velocidad, t n el fusil, por tanto, las cantidades de movimiento son iguales en ambas dire^iones. ¿Qué diferencia aqui. sin embargo, la bala del M i de la culata del arma. La bab puede superar la resistencia: esta fuerza de penetración es la nota c « c t e t » a ^ una sustancia dotada de una veloc.dad muy grande. Liaremos cidad: está en relación con el peso o la masa del cuerpo. Es \o " » f > < g _ * una bala de 60 gr. de peso a una veloadad de 100 metros pal J J * pie i dupl

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^ '^Quien goza del instante supremo, queda ciego.

10121 . « , . . , Un amor que todavía es joven del todo - cálido, como leche recién ordeñada. 1 0

' Ama a Dios sobre todas las cosas (incluso al punto de no temerlo) y ten fe en

él. 10 MI Lo que hay de holandés en la voluntad de Wagner*. La maldición de la destrucción Voluntad inhibida. Lo celoso e iracundo. 10(51 Rey de Baviera . Sombras de ta tarde. Refugio. 5

10[6] Matemática. Mecánica (con historia). Física. Química. Ciencias naturales descript. Fisiología. Cosmos. Geografía. Historia. Economía nacional. Filosofía. , . • i K~ I S T ; r-nn anuntes oara WB y anotaciones ocasionales. * Agenda de notas-calendario para el ano 1875 con apuntes para v> D > •Cf.WB, 7,469; 11 [47]. Cf. 22 [109]. Cf. WB, 2; 11 [6], De «holandés errante», se entiende. fragmento de principios Luis II de Baviera (1845-1886), amigo y mecenas dt Percutieron de forma de 1874, Nietzsche comenta cómo las extravagancias, ác\ rey^de P negativa en la popularidad de Wagner (cf. 32 [391 - rv, i, w j . 2

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Con**** entre la cima del arte y | perv^ ( W gpegos, el Estado se ocupaba de estos asuntos. a

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Descripción de los principales caracteres. panorama de los géneros. Riqueza.

Servidor > amigo. kur*enaJ

' * VTcnsoanismo. una fon» de b .Amigüedad pensada y ejercida hasta el desenfrenad. radKabdad U a c i a n o una onen a c ó n * r„ B poder vwfcnto. lomando y dando a cambio - la cultura de Jas p o t ^ S J as habidas hasta ahora. 1

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JO f11J El talento de invención comunicativa. Adaptación del pensamiento También pertenece a ello la activ idad literaria (por necesia? cunstancias >*ndo posabíe dar « m i n i o h .no ldad

la dimensión grrmáúi de la empresa de B. El futuro del arte i cuando la humanidad comprenda su //zoque mirase hacia delante, que buscase sus im¿. genes en el futuro. ¿Por qué no existe un arte así? El arte se ata a la piedad. !0|J4J Quienes, por desesperación, se retraen, como Jacob Burckhardt.

10 1191*

Músico — Poeta — Escritor — Actor. 10 |20]'

5

Griegos. Filólogos, educadores de castas (de una casta superior). Wagner. Religión. Educación popular. Hombre y mujer. Estado. Salud y enfermedad. Universidades, los eruditos. Trabajadores y aristócratas. Comercio. Prensa. Escuela de los educadores. 16

10 [21] Estoy preparado.

A cierta altura de su desarrollo, todo arte echa hojas desaforadamente.

10 f 16] Cómo Wagner ha liberado pnmero la lengua de la m ú s i c a y ha disociado los ele

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de Trinan en la ópera de Wagner, Tristán e 1***

» NÍetlschJLde aqui a d.versas facetas de la Probable relación de temas para futuras ConaJenKuwxM '* l ema escrito ñor Nictzschc junto a una especie oe peque. 11

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U II 9. M P X I I I 4, 6-8. 47. V E R A N O D E 1875*

Trabajos preparatorio* para «Richard Wagner en Bayreuth »

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35. Sobre Wagner. La lucha contra la ávávKn.; en eso se basa todo progreso en aprender a no considerar necesarias ciertas cosas. Wagner ha eliminado la desesperación del hombre moderno de tener que ser siempre nada más que un epígono. Mientras que, por una parte, somos completamente deudores de la cultura antigua, debido al Estado, la sociedad, la religión: por otra, Wagner saca a la luz al hombre previo a toda cultura que hay en nosotros y así arroja lejos de sí la pesada carga.

11 [2P 36. Wagner siente la deshonra del arte moderno en el seno de la sociedad moderna, la contradicción entre sus exigencias; no soporta mantenerse apartado de manera quietista en un rincón, antes bien, en cuanto artista, reclama para el arte su dignidad pública y se convierte en un revolucionario en todos los sentidos. Todo en él es profetice Los eruditos de la letra no tienen nada más que decir. Por primera vez se pone en evidencia y se desprecia el arte de la escritura y la poesía- Al reanimar el mito cristiano y el nórdico, en absoluto está expresando nada de modo dogmático ni siendo retrógrado, como en cambio sí que lo son los poetas. El evangelio del amor se contrapone al del poder, a la convención, al espíritu de los negocios y del dinero, y al de los contratos. Siente inclinación por los pobres y marginados de nuestra cultura, descubre al mimo y al músico. Enternece los corazones y los conmueve. Y absorbe en si todos los intereses de un período de siglos, siendo el punto de inflexión. El máximo artista. 11 ¡31 Carácter de la cultura moderna: el saber, su ftmdamento; la utilidad, su alma. ¿De dónde extraer entonces las esperanzas en una humanidad más noble? ¿De dónde ha de venir el amor a los hombres? La religión ya no puede servir hoy día para el ennoblecimiento del individuo, su sentido de la verdad se rebela en contra de ello. El «amor a Dios» no es m á s que una frase. ¿Se habrá acabado, pues, con la cultura? La

* U II 9: Cuaderno de 72 páginas con anotaciones para WB, al igual que la carpeta de hojas sueltas MP XIII 4. Cf. 11 [201; WB, 4,451. Cf.WB,8.475. l

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[167]

FRAGMENTOS POSTUMOS

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-¿No ha sido loao na>uc opresión ' ¿ y el placer de destruir resultan bastante ro * « ^ £*S¿ — . ' J ™ el artista Wagner es síntoma de lo contrarío A ' * " ^ ¿ S ! * l ^ t ó u de aejftft •«>« ^ «hora; aunque t *s ^ í espresa el esp ^ ^ ¡ m i e n t o de la mas honda compasión del n > . al^Vfc e

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33. En Wagner hay TENDENCIAS PELIGROSAS- la fal*. w «iie habría podido dispersarse su genio' Mas »uñx ' " ^ " ^rno artista, es un ad*m», como hombreno ^ e X ^ ^ ° > incentivada por la pers.stente privación, d e s C * T ^ S ^ T s T ^ I Í7° i m p e l i d o a medirse con todas las fuerzas m o í r ^ ^ ^ ^ ^ descubnr en eUos lo wagnenan. aunque « ^ ^ a £ ^ ~ 5 a****** Ahora bien, en la medida en que atnbuye una neces,daTa\ J S S t e lleva # contempla los demás desarrollos como d e s v a e s y cornos Mundanos, o también como caminos equivocados, como fuerzas desperS^s como un despilfarro, tm tandose por tal motivo; también se irrita porTfama queha acompañado a esas estrellas errantes, puesto que dicha fama le resta brillo a su propía trayectoria y fecundidad a su obra), la versatilidad, la capacidad de entender &chas cosas (el leer en el interior de individuos extraños, esa mirada penetrante apenas si le permite una relación auténticamente humana, al igual que tampoco puede tenerse esa clase de trato con un sabio. Únicamente el amor le acerca a los demás, pero el amor lo hace a ciegas, mientras que, en cambio, él sí que ve. Asi se acostumbra a dejarse amar y, con ello, a dominar: ayuda a los demás ante la desesperación). La astucia y el arte del engaño: innumerables excusas, evasivas y. por asi decirlo, expedientes aducidos en el drama de su vida, que él localiza y aplica con la velocidad del rayo. El tener siempre ta razón: su falta de razón siempre se refiere, a 10 sumo, a la forma, al grado o bien a que el material recopilado no le era conocido. Todos estos peligros son los peligros del actor dramático, intensificados de manera especial por su lucha, que no se deja amilanar debido a los medios empleados. Wagner tiene algo de sus héroes, que nunca pecan. — Por lo demás, la religión de la música habita en todo su ser: siente que los contratos, el poder, el esplendor, la lucha y la victoria no dan la felicidad, que toda voluntad poderosa lo vuelve a uno injusto, y por eso designa al amor como lo más elevado. El amor empedocleo . Quiere ciertamente ayudar, ser útil, salvar — y esto lo condena a semejante vida de apasionamiento e insatisfacción. m

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II MI 34 Hay elementos en W agner que parecen reaccionarios: el e l e no-medieval, ía posición de los príncipes, el elemento budista, el elemem mil so Debido a ello, puede que se haya ganado muchos adeptos. Son ""'^ expresarse, el lenguaje que aún resulta comprensible, pero que ha recibido * contenido. En un artista, estas cosas hay que tomarlas de modo artístico y non úco. También forma parte de ello el elemento nacionalista-alemán. Wagn K ° " lo que fue analogías para lo que está por venir, y así el carácter alemán de \ ^ * de Beethoven. el suyo propio, el carácter alemán y el de sus grandes príncipe** ' presentan corno garantes de que algo análogo a lo que él estima necesario en elfi*¡! ro ya existió alguna vez; valentía, fidelidad, sencillez, bondad, espíritu de sacrifT todo eso. tal y como él mismo lo ha expresado de forma condensada en el esplénd° do simbolismo de su «Marcha imperial» — eso es su germanismo. Busca la aporta ción que los alemanes han de dar a la cultura venidera. No se trata ciertamente del «'historieismow de los eruditos alemanes, como opina Hillebrand . Pues éste es en realidad reacción, espíritu de la mentira y optimismo. Sino de aquello que late en el gran corazón insatisfecho, y que es algo mucho más grande que una nación a eso es a lo que Wagner llama alemán; vulgarmente, se denomina así a la faceta cosmopolita de lo alemán, pero ésta es sólo una caricatura. Los alemanes, los más grandes alemanes, no son nacionalistas nern tamrwA fncmnnniitdc cAio, ^r,»™;,™. m e

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32. El amor en el Tristón no ha de comprenderse de modo schopenhaueríano, sino empedocleo: falta por completo lo pecaminoso, el amor es indicio y garantía de una eterna unidad.

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11 (7P 28 En el drama, su PASIÓN es D E LARGO ALIENTO y tiene la forma de un arco, que asciende y desciende rápidamente; Wagner no es demasiado idílico, si bien se extiende como un lago en calma. Se mueve de forma inquieta, como si chocase de repente contra afilados rompientes ocultos y fuese adoptando poco a poco uri movimiento arrollados de manera que la inquietud se transformara en la quietud de un movimiento amplio y veloz, y él se precipitase entonces al fondo ^ ^ " £ e l nente y majestuoso /- i placer por la pasión, algo as» como el placer del mar por el oleaje y la tempestad.

que Nietzsche debió conocer proba'"''educción al tercer y cuarto volumen

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de Wagne,, cf. , g. las ya g r a n a s anemones de !os fragmentos

Sobre la falta de mesura ^ »-©—• —- - i 32 [10] y 32 [15], de comienzos de 1874 (FP, 1, 537-5381 «sabio». Cf. 11 [5]. Cf. WB, 9, 494. h

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' '¡Cómo me sentí en Nirmsdorf, en la «Cioldene Aue«' I ^ h _ l u u iu Plaue'n, junto al rio éntrelas mariposas en p n n ^ v ^ t T n P o W « T u ^ infancia perdida, fe Rocken, cuando encontré conchas de carac«TSTo n S W pinias. En Naumburg, cuando desenterré rocas cahzas y yesoTn P¡o\l c^T\t hampos estaban vacos y llegaba el otoño. Cuando el S i ^ S Í S .mensamente afortunado», de Hfihy». fcn Bonn, cuando en la confluencia o e l w S el Kh.n me asalto aquella vez el recuerdo de la mfancía. Después, en la Neu¬ gasse, donde siempre o.a la voz admomtoria de mí padre-. - La historia que contó 1 1

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Wagncr es un organizador de masas: de la gran masa del mito, de grandes escenas de largo aliento. Es un legislador para toda clase de grandes situaciones. Porque puede ser simple, como ningún otro autor dramático lo ha sido nunca. Consigue así el máximo efecto. Un sentido del ritmo amplio lo caracteriza. En cuanto al ritmo breve, se inclina por la vivacidad, la movilidad, la variedad; tras la suya, toda música parece rígida; convierte todo lo precedente en un arte arcaico. Es como si nunca hubiese habido una orquesta antes de que sonase la suya: antes de él. la vida animada de todos y cada uno de los instrumentos no existia en absoluto.

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Uli« no acto del ( repítanlo de lote ' " ^urniuo en el arrebol vespertino d, de verán.; tardío, profundam ntc tórrido, el sentimiento de duelo | ¿ ndo relatando* , el recuerdo conmovedor. La noche irrumpe de e modo trágico , U Ü

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111131» 26. Lo superjluo en el arte: incluso lo que de bueno hay en un deterrninado estilo debe darse sólo de vez en cuando. La riqueza del arte, en su diversidad de formas y repeticiones, tiene el inconveniente de agotar y embotar la forma. De ahí que

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.•«nhmadn con fe del fri^menlo I I f I5J, aparecen en WB, 9, 488-489. Cí den

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Como comenta Mazzino Montinari {Che cosa ha veramente detto Niecsche. Ubaldini. Roma, 1975, p. 23), Nietzsche interrumpe aqui la fatigosa tarea de redacción de su Intempestiva sobre Wagner y se abandona a la evocación de los días felices de su infancia en lugares en los que solia pasar sus vacaciones; algo a lo que ya sc habia referido en más de una ocasión en sus escritos autobiográficos de juventud, así en el compuesto en agosto-septiembre de 1858 (Aus meinen Leben), donde también cita el verso «la tuna ha salido» del Canto de la tarde de Matthias Claudius (1740IK15). Nirmsdorf es la localidad en la que el tío de Nietzsche era pastor protestante. La «Goldene Aue» (pradera dorada) es un valle cercano. Plauen, un lugar visitado por Nietzsche con su hermana en los veranos de 1853 y 1857. Pobles es otra aldea de Sajorna, donde vivía su abuelo materno. David Ernst Ochlcr, también pastor protestante. Rocken es la localidad natal de Nietzsche. En Ptorta cursó estudios medios y en Bonn, universitarios. La Neugasse es la calle de Naumburg en la que vivió inmediatamente después de haber abandonado Rocken. de abnl de 1850 a mayo de 1856. o sea, entre los seis y los doce años. , , ... . " Na-t/sche alude al poema Vida campestre, de Ludwig Chnstian Holty 0748-1776) cuya puntera y última estrofa comienzan con las palabras «hombre ^ensamente afortunado aquel que huye de la ciudad» (cf. Gesammelte Werke und Briefe. Wallstein Verlag, 1998, pp. 2-0-224).

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'T u m á s » pre-wa^enaaa poseía un carácter épico-lírico; un estado de ammo. p * dcvmx co*mo. jovial etc.. quena expresarse; una cierta homogene». dad de las formas v una duración rxokmgada situaban finalmente al oyente en «ficho cando anímico U Joma global de una imagen del estado de ánimo adoptaba cierttj leyes reiaüvas al coaúaao y al final, míen tras que la huida del aburrimiento y U monotonía determmaba la duración. Luego vinieron los efectos de contraste entre estados anímicos que se sucec .¿r s unos a los otros y más tarde, en la misma pieza musical, se dio tarribién el contraste del ethos. Con mucha frecuencia se trataba del contraste entre un motivo masculino y uno femenino. Todos estos aspectos remiten aun a estadios primitivos de la música Por eso, la mayoría de las veces, la música •»oJo quiere distraer y. como mucho, conmover. Jos estados de á n i m o no han de ser m oernasiado r*ofundos, ni demasiado intensos, y por eso el contraste tampoco ha de ser demasiado atrevido Pero poco a poco se fue empezando a descubrir una gran cantidad de formas simbólicas para todo tipo de estados de á n i m o . Y entonces sucedió algo nuevo: el individuo se cansó del contraste deliberado así como, en general, del estado de ánimo, oVI rfttoc^ y de sus contraposiciones; mientras que, por otra arte, se m¿ocada vez mas refinado en la captación de estados de á n i m o raros, enla Í5SÍ5 * f* ^rrnaJei (indolentes, infantiles, seniles, nacionales). Bec«ven wwaém el lenguaje de la pasión, ya no el del estado de á n i m o : y con ello c a r a

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' " " d é c a d a uru, | , ha hciii" en el ámbito de la múnica I, ,,,,«, |iberail«i del liaslondo: en cuto ' ^ ' ^ " t l ifc la I ,„ , .ip.ii tdad para modificar el tenip,,^ I * " " »u iucr/M manera, m i » objetiva y conaiatcntc d | "' " ' | j WM lanío de la* m á í i a l vajea, y se en/renta^-^ i'icmr», jn arquero que siempre diese en el b j "* H>tJ ftl alberga la tempestad y el luego, la m i i u ^ agua en ci. nui».- «««.terminada, nunca scritimenlal, sino com i «rirrírt. JtHanal - i * ahí que, en tu caso, el drama acá la vida en m o v i m i 1 " li, , ct y «uhistoria, v" •«••' de» irlo, un ha/ dc fuerzas y lenguas dc fue ° .....,-tnri i ru/ ni w rcnelen se inflaman y se consumen. ' ruado muchos medios expresivos siriguliircN il A inteligibles ruca Pues no no soio sólo es es necesario necesario inveninvM l.ipj .mr, y w r W i l i í t i B O p ' r " ' * " " cir uwuginic». (

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navegantes, de mitos budistas - orru 1 ' ' ' -' ' -''¡uesía protestante, está claro que se marmer i " ' * * ^ í ^ ' - a i e m ». o de Ja bordi, rettyvjv, ^ ules- mitos y que también pide esto de sus ov *«ícr*if rgcn los dramaturgos griegos y ya ante/e? * ^'«én Esquilo rnodificaba sus concepciones a voluntad, incluso '' No existe para él cuito alguno, m uJvnnT^ A ^ ' paaM haca los dioses, no cree en ellos. El griego que de m , ^ ^ e

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poeta. Pensar en procesos visibles y sentí poético: esto es algo que se aprecia ec como se suele suponer habimalrneatt, — me figuro una i - sino en procesos. TaJ c figuras de Chladm en la arena,» ú pueblo; y para ellos cread decir, a los que no piensan. £ o sin la forma concepto* i tu lado algo que se le coiTtapccoc imágenes y acciones riba D O se podría pasar a u a » - puro, para hacerlo en la <*JX* héroes del poema no son procesos, en la secuencia de v * k a « c r v n M á i o poetas suscitan confusión a l »^ r C T

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22. El arte de Wagner no pertenece al arte actual: está mucho alia o por encima. Su existencia no debe contabilizarse como un mentó de ^ tanto más cuanto que ésta ha hecho más bien todo lo posible por ocuhar cacna tencia. Enumérese aquello que ha favorecido a Wagner — aquello en u que sido obstaculizado, sino apoyado (entre otros, cabe aducir como * * * * ¡ ^ ?K>a Meverbeer, que puso en escena su éxito, tanto el efímero como d Asadero- d e l i forma más artística - Wagner ha hecho siempre lo contranoen par «amigos» siempre se sintieron mal por su causa, el nunca les P<™*o respiro: de repente irrumpía en su horizonte visual con « ¡ S ^ £ ° • ban como ios discípulos en el Fausto, aguardándole ™ j * ^ alto,. Tampoco los de Leipzig tienen derecho a ^ l / ^ o . c ^ ^ ^ bien, mediante su comportamiento con Wagner han traioo m

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cnmrEsqodos Cf 8 (6) y 14 [ft] Para la L^paraciáa .ef » B . " w ensayo «Arte alemán del ben» cada pndctww Cf. WB. 10: la referencia a M o crecer, en * B. ». h

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sti lucha*, en sus afama y ocaaot? Ksto cu lo que le m día, que se |uce en el ritmo de la pasión y en el sacrificio de la rnT'™ ie ™ el sentiV ti i g " v 1" hace présenle en toda mudan/a de c o s i u m b ^ "¡oorir que ser infiel a su elemento más íntimo, a su pasión d^\ lZ\T^r ° Encarnación! ¡Ay de la humanidad, si algún día desapareciese I s t e ^ X i " arte, ciertamente, no es un maestro ni un educador d.recto para la acción loíobte u» Por los que se afanan los héroes trágicos no son por si solos las cosas m T d Z s £ aspiración. Ocurre como en el sueno lo que tenemos por algo digno de nu suts aspiraciones mientras dura el hechizo del arte, hasta el punto de quTprefenrilTs escoger la muerte antes que renunciar a ello, no es algo que resulté de utilidad en la vida, o rara vez lo es; por eso el arte existe para el sosiego y el descanso, para el eño del hombre activo; sus problemas están simplificados, aligerados, son puras abreviaturas del calculo mtimtamente complicado de la vida real. Pero justamente en esto radica su grandeza y su indispensabilidad, en que suscita la apariencia de un mundo más simple, de una solución mas precisa de sus enigmas. Nadie puede prescindir de esta apariencia; cuanto más complicado llega a ser el conocimiento de las leyes de la existencia, con tanto mayor ímpetu anhelamos esta simplificación, aunque sólo sea por unos instantes; y tanto mayor se vuelve la tensión entre conocimiento e individuo; el arte existe para que no se rompa el arco. Ahora bien, dado que este abismo se hace cada vez más profundo y el individuo, en la época del ocaso de las religiones se halla sometido a una tensión cada vez más fuerte, estamos llegando a un periodo del arte, en el que éste resulta necesario como nunca antes lo fue y está presente como nunca jamás lo estuvo.

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tal m o d o , que éste ¡ R •ano muestra la lucha sin* ' 'K-n. ley. tradición, eonver?' nancra mas bella q c dúo moribundo se contra ° _ ara ésta! — Ahora bien, e u * 1 0 para la batalla misma: parae^ IV IS ' tando el porvenir, lo compren^ . asalta una ligera fatiga. El arte es el ño reparador para el reparador reposo del las sagradas sombras se disipan y el arte deposita sobre los hombres desde la hora e

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mos todo de un a sucri» i para el repi guerrero Promo MM** * numpir üueüa leti» entonces ñero mas temprana Asi-d ar* es U su^criu arte felicidad »ea como v ulgare» motivos bancos, tales como ef re «, nKvuu.no afán de ganancia V por eso. I

ente ue ICIJCJUUU u t i i n u n u u , aunque su es un grado superior de religión, sin sus ir y el comprar cosas a los dioses ', sin mbien, el arte aparece históricamente al bus tíu i¬ religiones se suelen conservar habitual• a n ài religiones I i templos las procesiones, el ritual, las representamente gracias al arte, gratitud heredada hacia las figuras mítiadem a esto r ni, ez no sea natía imposible una situación n í n beneficio _ frían rxesc.ndr, hr del arte v de la religión, pero es algo w capaces ni siquiera de tmagi d dei tjrVr, el que no todos püt idodn — tachos sufnm iA »r moral ser i entras todo sufra a nucí cota» venga determinad^) sido le ver vahin mientra* tt»d 1

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Del teatro y del afán de diversión. El hombre toma lo acostumbrado por lo justo. Toda nuestra vida y nuestro ser resultan en verdad algo sumamente fuera de lo común y digno de reflexión — ¡son algo corrupto! . Wagner, un Alejandro a la inversa: no un difusor de la cultura, sino un concentrador un espejo cóncavo, un recopilador de todo posible rasgo de cultura, recolector de la amplitud en la estrechez, de la dispersión en un centro. Su energía se pone de manifiesto al trenzar los hilos que se habían soltado. Lo astringente». No se puede ser feliz mientras — Y también el saber es una objeción, mientras los trabajadores Wagner como navegante de cabotaje Cuentos para niños y mujeres Lucha de Bayreuth contra los elementos 32

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La historia de la evolución de la cultura ^ J ^ ^ ^ breve si se toma en consideración el auténtico camino recorrido > no se

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Cf. I I [23]. »VaWB»4,447. Cf. I I [22]. Cf. Wll. 4. 452 y 11 (20]. » C f I I [22]. *Cf. W. S, 477 y I I 125]. "VsWH. 4. 44b v I I (221. M

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FRAÍiMFNTOS PÓSTUMOs cuenta para nada los altos retrc^esos. vac.lac.ones y ^ Jo V la onental./acion de lo helénico - la tarea de A l e £ > h , . endo UKlavM el último gran acontecim.ento; la « r a d u e e i ó r ! ^ M > c ¡ L siendo aun el problema al que seguimos dando vueltas % " c > ^ > ¡ dLsnto se ha ido abriendo paso cada vez con mayor W ^ ^ S t r S . el entonteced* interludio del cristianismo*-- , j u ^ * * ^ * 2 * res enfrentados entre si que debió sufrir el mundo ^*o % A lores i *.ampliando. Pero, con la infinita dispersión del espíritu h e ! ¡ ? > « ¿ 5 > £ vio civilizador del helenismo también se ha .do deteriorando °> d 7 * * h efecto cada vez más; ante todo falta unidad, solo has un confuso vaivé ^Palid^í ahora se ha hecho necesaria una sene de Antuilejandms, pe za de recopilar v unir, de hilvanar los hilos mas distantes y preserva , O % izarramiento. No han de cortar el nudo gordiano de la cultura f e do !Nsus cabos vuelen en todas direcciones, sino que han de atarlo tras hw od ^ hecho — ésa es ahora la tarea. En Wagner reconozco a uno de eso a d °H " Tiene, hablando médicamente, algo de astringente, reúne y enlaza J Íand lado, debilitado y abandonado: en este sentido, se cuenta entre I nv ^ a res culturales y es el primero de una nueva estirpe de hombres. D o ^ ^ ^ P O f ? nes, las artes, las ciencias, la historia y. no obstante, es la antítesis d ^ W de un talento compilatorio, eontabilizador y ordenador (como lo fue A " 8% respecto a la naturaleza). Es un escultor que lo unifica todo en una i s corj a lo que ha unificado, un simplificador del mundo. Pero a la vez cont' ^ 'da suficientes estratos de la humanidad como para poder identificarse ta ' pleto con una inmediata tarea contemporánea; no sólo une los más d" / del ancho mar. sino que también es capaz, cuando quiere, de explora mostrarse a la altura de la más nimia labor de actualidad. ' * y

•^nto dc los sentidos — todo esto se encuentra . ^ w ^ £ compararlo con c. teatro griego r ™ ^ ^ £ ™ ? ^ locamente vulgares son nuestras instituciones Su™ "í*** qué " d c los griegos quizá no habria modo T "° ^ * ™ " > * pación, y se tendrían estas objeciones por q ntfn 5 ? nuestra hora los seres humanos - y nunca han ¡ 0 0 ^ ^ " * a r a r t e » , se diría. Contemplar en el mismo lugar a ~ " ínto el punto álgido de nuestra felicidad, la £ m V d recog,£ s mas selectos, la más entregada ^ ^ ^ . ^ ^ ™" " dos los espectáculos, el creador victorioso de una obra S j ° * S haber llevado a cabo todo esto? ¿Acaso los homb^s 7 n C dn ^ * no han de estar ya transformados y renovados? « ta e n í o í ^ ^ ^ la dcsoladora inmensidad del mar, una calma u ^ l T J ^ ^ acá atrás, ¡qué estéril y repugnante me parece entonces l a ^ t tat el arte, que indigna la manera de cantar y hacer música en nuaslroTea^H^ reuniones socales, la de leer y hablar en nuestros círculos intelectuales' Y é deplorable la posición del Estado moderno, que enema se hace llamar todavía « S £ civilizado»! Solo albergo un deseo ante semejante visión, no tener que volver nunca a ese mundo superficial o bien estar protegido cuanto sea posible mientras que a todos aquellos que realmente sufren me gustaría poder infundirles la esperanza de que aún hay hombres que lucharán por ellos en contra de los elementos opresores de un impulso inclinado al lujo. Preferiría vivir con el artesano, el campesino o el trabajador antes que con las actuales «personas cultas», con el hombre sencillo, piadoso y sin erudición antes que con el erudito, e incluso con el servidor manifiesto de su propio egoísmo antes que con el enmascarado.

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19 Una reforma del teatro - A un observador superficial esto nued* „ cerle casi ridiculo. Bien, hágase la reforma, ¿qué pasaría entonces ' ,TA T que, mediante ella, se habría camb.ado y reformado S S , ^ *?

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w 18. Wagner pone especialmente de manifiesto su poder en el modo en que subyuga a quienes se le resisten. No hay ya ningún músico de talento que no lo haya escuchado interiormente y no lo considere más digno de ser escuchado que a todo <el> resto de la música. Algunos, que quieren significar algo a toda costa, combaten precisamente contra este impulso interior que les domina, mas ¿dónde es posible ver hoy a alguien que aún haya podido mantenerse a salvo? — éstos se empequeñecen a sí mismos, buscan malos aliados y malos amigos, adulan a la época y de esta manera se corrompen: tanto más cuanto que simulan con afectación la forma grande, pues ya no son honestos, sino que pretenden engañar, En el mejor caso, son aplicados y aprenden lo que es susceptible de ser aprendido en música: y en la confianza de que las «personas cultivadas» no notan la compleja diferencia entre original y copia, entre lo que se puede aprender y lo que no, se dedican a crear. A todos aquellos que desean componer a toda costa se les debería recomendar lajonna menor, algo que yo, con expresión libre, denominaría el epigrama musical, para cuyo logro tal vez bastaran el ingenio y la fuerza configuradora, y así podrían ser honestos, ya que de ahí podría surgir algo excelente, como ocurrió entre los gnegos. que se dedicaron a las formas menores, cuando las grandes quedaron agotadas. El propio Wagner no quiere una escuela de compositores.

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¡ 6. Los diadocos de Wagner: también é) leiu m , es del Orle post-wagneriano de lo que aquí se está hahl / * P*™ DO se tendrá mayor cuidado con la creación musical el J j B° ""nmo'sc han acabado. Wagner se confirma como Uida'una^ * " , el hecho de que no cabe predecir en m ^ n \ P°tencia cultural justa^ ! r a ú n su influjo. No es ¿ i c » n ^ S h £ ^ ^ como ha puesto un signo de interrogac.ón de aníl de?^ ' 5 ultura moderna. Que no es moderna, sino vi^ja y ^ ^ ^ " ^ t Aquí hay mucho terreno por conquistar y en eí que vastos imperios quedan abiertos. ¿Quién, p. ej., reconocerá que el i m p ^ T d e t e T cacíón está en rumas y lo echara abajo? (Si se pudiera inducir a pronunciamiento públicos a los profundos eruditos, silenciosamente insatisfechos se produciría la sangríai mas impresionante en todo el conjunto del sistema educativo habida hasta ahora. No quedanan sino aquellos eruditos contagiados por la política literatos de tres al cuarto de toda laya.) Wagner se ha percatado v ha denunciado que muchas cosas se encuentran muy debilitadas; y la resistencia de quienes han detentado el poder hasta hoy, p. ej., la de los eruditos, no puede estar en condiciones de librar muchas batallas. Con el nombre de «Bayreuth» designo una de las más profundas derrotas que han sufrido los eruditos alemanes; ellos no estaban a favor, smo rabiosamente en contra, así que se encontrarán con el desprecio de las generaciones venideras. f u e n c >

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.Twm^mr es algo que muestra su tratami logia germánica Todo* ios erudita „ « trabajar uaoajar para él-° ruditos no han hecho smo a tí• ve/ que se ha llevado a cabo la obra Kermár>;„L " *»ra de resurrección del mito gerrnánic de los erudito* se ti erflua. ¡Así que los eruditos tienen l'¡T 9 * se han vuelto superr dad solo trabajan con vistas a esta elim Hí mtiva de su especie por obra de un genio! ¿Como alguien que e s p e r ^ e T ^ ' " ^ mientras un hechizo le obiiga a un agotador trabajo bajo tierra privado iQuien tendría aun mucho que decir hoy día sobre Esquilo y Sóf< Ics>M ' relevante, la qumr^encu de su arte, ya se ha dado, así como la suprema \ „ con cV la veneración de que han disfrutado, casi a base de buena fe Y ¿1 * f d e

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11 [271 <15.> La fundamental naturaleza ética de Wagner se despliega siempre de forma luminosa. También ella necesita de la luz del sol. es decir, del éxito en el empeño. ¡Una gran meta conlleva grandes peligros! Y si no se está capacitado para ello y, por consiguiente, falta también la conciencia de dicha incapacidad — ¿debida a veces a las circunstancias? — se vuelve uno malvado, se busca en los demás las causas del fracaso, se dan rodeos y se toman sendas fiirtivas, siempre con fe en la propia meta y se trata a todo el mundo como culpable, uno se envenena, por así decirlo, se vuelve irritable, injusto; sucede así que naturalezas buenas se toman asalvajadas en su camino hacia lo mejor. — Incluso entre quienes van en pos de la purificación moral, entre monjes y eremitas, se halla a personas asi de embrutecidas y completamente enfermas. — Minado y corroído por el fracaso. Wagner sena una naturaleza^tfflriWe; le envolvería la tenebrosa melancolía de un demomo de la subversión. Del santuario inviolable de la interioridad sólo se debe hablar con pudorosa

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«Cf. I l [9]yWB, IfHKSA. I.505V .„t,<«™ «veriles, proclamándose «los ? Cf. W. 4. 450. A la muerte de Alejandro Ucno uos ^ e , ore. ^ ^ ^ ^, ,„u*..»v . - imperio V se enfrascaron en veime ano* uc diadocos» (sucesores o herederos) sc repartieron ^ 1 ' ^ * , pues>. Véase más '"chas por el poder. Tras ellos gobernaron los amados ^ f™^ ™\ , ¡ 5]. 11 [581 adelante el empico del termino en relación con los sucesores de Wagna L j . \ y 11 [601. Para la parte final del fragmento, cl. W •* l ^ * *Cf.WB,2y3. ^ " =

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-o-descspcrac.ón; pero como un caminante que vaga por la noche t con un pesado I;i 1 en soledad, as, es como a menudo se le podría considerar una re¬ repentina mucrff o S C le presenta entonces como un espectro pavoroso, sino coní como un fantasma ««ote y seductor. Fardo, camino y noche - ¡fuera tndn dc H , una ™ ituera todo vez! La f idelidad ,;-ne v lucha contra ese espectro. le sosi "^ J 1

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, , muvKM. no solo el mito. expresa esta punficación v ° * V tanin M una altura > santidad del estado de á n i L? ° £/ 7 C . |, „wa.Ki^v«K'M de las cimas de hielo > nieve. Como C S T ^ h tvitunikva. osen... e inquieta, asi comenzó Wagner, buscand *a |N l \n VI • ien »hi donde la •WOntr.iha la mavona. hasta retroced ° v e k X n

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J» U altano en ñ g a n s siempre nuevas, en la tideltdad de Elisabeth ! N Rwrtr;. la del amigo al amigo. l del *t en u i al holandés errante, la de Brurrtofe * vC'V Mgmdo: ¿por que esta palabra bJ¡t£ "* e incesantemente le daba q f^ertsa^ * primordial de Wagner: la relacióne2? ntad y el intelecto. - que se g u a r S resulta necesario para mantenerse ÍM¿L tibies peligros de la infidelidad v l a s ¿ ^ Jos impulsos pugna por extenderse has*, o mas intimo del alma de Wagner es d é anistjeos también han de mantenerse En¬ e curiosidad lo incita por otros derroto* smtonica: ¿ n o habéis notado con que r^a

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abre paso, para no darse tan gran púcr sunei r. como la de un e* pa^blema mas innme £ en la ini"rnidad de a¡e> agner incluso el conce?amor sexual, tnaaat*

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Como músico Wagner tiene algo de üemóstenes, la terrible seriedad ante untos y el alcance, la potencia de su alcance, que le hace aprehenderlos en cada tentó; lanza su mano hacia ellos y, al matante, los tiene atrapados, como si ™ esta 0 mese de bronce. Al igual que Demostenes, oculta su arte, lo deja caer en el olvido y embargo, es, como aquel, el ultimo y supremo representante de toda una sene de Ltentes espíritus artísticos. No hay en él nada de epideíptico, cosa que se da en todos jos músicos anteriores, quienes, llegado el caso, juegan y hacen ostentación de su arte: con Wagner no se piensa ni en las cosas interesantes, ni en las que deleitan, sino e se siente únicamente lo necesario. Para ello se requiere una enorme fuerza de voluntad y la máxima pureza artística de carácter. Nadie se ha impuesto leyes tan nicias como Wagner, basta considerar la relación del canto con el discurso no cantado v. de nuevo, la relación de la melodía vocal con todo el contexto sinfónico de la música para contemplar un verdadero milagro. ¿Y no es cada partitura de Wagner una especie de demostración de que. ames de él, no hubo autentico esfuerzo alguno, ni trabajo ni minuciosidad? El cuidado y la inventiva que pone hasta en los detalles más nimios son todo un ideal. ¡Qué supone, comparado con él, un poeta'. Algo muy relaiado y despreocupado, como un hombre afortunado por tener muchas horas libres que rehuye el trabajo. De manera que Wagner ha elevado bien alto a todos aquellos músicos que desarrollan su arte y que saben poner toda su alma en la ejecución, porque su tarea requiere auna. Wagner ha eliminado al virtuoso artesano del arte: éste ya no atrae. Con su esfuerzo, peso y rigor, Wagner ha facilitado la labor de quienes ejercen un arte, les ha protegido del sentimiento de ser indignos. Y de este Waeter ha ¿-.-.dudo a t. ¿os \o< q-e -c a. arte: ¿sr.tr- tt :•>-"• > * será posible salvar del desprecio general la ctedicacioo superficial al arte propia de nuestras cortes, teatros municipales, sociedades de conciertos, métenosos del arte v toda clase de «senté dada a la bebida en sikrjcío», que practica d sas gabinetes para su propia y endeble satisfacción personal Nosotros, qrefabero todo canto depende de un arte concebido de manera adecuada, que alomado de deberes implica - despreciarnos r^foncUrnente todas las m s a a c i o i w j £ a d tomento del arte existentes en la actualidad ¡Sin dnda, d contraste se ha agudizado enormemente! Y es probable que nuestros c para superarlo- Con LVrnósfcBes se acabó todo. Pero aunhay j son como el terreno fértil en el que Wagner p*tde sembrar - o a s a » H « . mams, saben ruchar y trabajar: Bayreqmlo oem ^ r a - Arña-Con bajo para los días venideros, el de extirpar fas era a ¿ste trabajo D O S ennoblecernos; ya qjue. hasta ahora. ¿os :-;OS ur- cosa ca¿: óespreciabte. > >o «•cate recooocftles; porque al menos en dios se 14.

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so os, hombres no demasiado aíonunados tequiado con un autentico gran hombre, deberíamos r también que nos alegramos; va que la alegra ' ¿ ¿ ^ sino que se retira a sus aposentos, es digna de odio Qwa* podríamos aumentar algo la felicidad en el mundo: v ,umo al mucho od» • Envidia de que estamos repletos y rebosarnos con bastante rrecuenco. ai deberíamos escatimar nuestra felicidad a los otros: es nuestra coom desearía que incluso quedase un superávit. Si la verdad suele ser embargo, se dice, seria cruel y malvado consumir en silencio para uno dad dulce y no dejar que nadie participe de ella. D3do qu

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p e i , cuando Sigíhdo forja su espada- parHT mqwere mmfaerzade eatóamiento con respecto al tiempo, de la que nuet^ «poeta** tampoco ramea ai idea. Cuando "cilos^ ponen en escena m i l a g r o s ^ lea. al igual ame mtmea waatxm filosofastros cuando se sumergen en la «místi ^ l'cro éatt es la aaidjcwn de los filosofantes actuales, que, con sus mentes carént de JaftUsu prosaxa J ia par ue confusas, se comportan como si e s t u v e *. Kcnrrii w p * J I J O I A para la mist «le duuntu de aquellos que ** abandonan pou, h-*iradn * tratase; la cosa resiste m de un mntKiwm. nacido de la confusión, a «uro. la mirada * enturbia y el disccrnimi. 4

11 (311» ii mu - . ,^mmm 12. Que el arte no es el fruto del lujo de unas clases sociales o de unos individuos, sino que pertenece propiamente a una sociedad liberada del hito y a ella ha debido su aparición, es el nuevo pensamiento. En Los nibelungos, por medio de anacenes míticas. Wagner muestra la forma en que debería estar constituida una sociedad de esta índole: una sociedad donde los dioses han sido aniquilados, donde el poder y el dinero han recorrido hasta el final sus sendas más execrables, donde el espíritu de la fidelidad, del amor, impera entre los hombres. El arte habido hasta ahora ha sido el fruto del lujo (no, empero, el arte eclesiástico): también la música ha participado de este estado de cosas y ha tenido un carácter lüdico. hasta que rexx»bró el sentido con Beethoven y fue depurada por Wagner. Pues Wagner es el hombre catártico para el arte. Ha sido realmente en los pobres y no pudientes, asi como en los poco instruidos, en quienes el arte de Wagner ha hallado su más firme defensa. — Wagner tiene toda la razón: ahí donde terminan los políticos y los sabios, ahi comienza el artista , como visionario y augur de nuevos pensamientos. La inmensa esfera que ha de ser conquistada a renglón seguido es la de la educación: y sólo cuando una masa de hombres lo bastante grande se sienta en contradicción con todos los poderes existentes, cargarán los hombros contra la estructura. Es un arte sectario y será una educación sectaria: pero con la suprema aspiración de ir más alia de todas las sectas. Subyace a su esencia el no establecer un limite, no circunscnbirse a una clase 52

HrummuHn drr Of* [Sobre el destino de la ópera]: «en cualquier r

(Udera* lítdidade* de cara a la solución de un problema sumamen« m a de Shakespeare como una una improvisación improvisación mímica fijada, df «e»peare como mímica lijaos.* I Vi In .1 . J DHi , .„„,(,ivl cuaderno de anotaciones para su cuarta Intempestif lo del hecho de que tanto Shakespeare como los ani'*t ue que. . lanío rmaxcspeaie L O v art/f*.. w . L„ - i ,m.T
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Alusión a la escena tercera de El oro del Rhin, en la que Albench se transforma en sapo y Wotan y Loge aprovechan para capturarlo. i„rciHUi » Cf. R. Wagner. Dos Kunstolrk der Zukunft [La obra Je « £ * ¿ > ^ ^ Í ^ a W - h l " Paráfrasis del motto de la primera edición (184*1 de la obra de " t " ^ » ' ' Solution [B¡ arte y la evolución), GS. 3. 3: «Ali, donde una ver el * la sabiduría política y la filosofia: ahi donde ahora termina el sabio pohbeo y el f.losoto. comien 'a de nuevo el artista». u n J

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_ l-.n CIIOH problema c u . lodo .»u., proweiria y y M|, | ^ , ^suulo de manera victoriosa, no se intercala n , „ L ^ * Naa» J!! ,ón a Aris.ulelcH. com« ocurre en Le*si„ | 2 ^ ' ^ Kón y ad.o escelcnle para ejercitarse en una de las tareas , n l í M '^ un me.a en su devenir, ver cómo se corrige a sí mismo ' ^ a u„ ungran gran "ics, escupe fuego incluso — cómo se libera se ' , T ^ un trasdesde la indeterminación. Kslos escritos n« nenen n 7 ^ cos, ni de rígido: sino que lo canónico reside en las obra * * la experiencia vivida, de despellejarla en concentos On * " mejor; fue una dura imposición para Wagner el tener que hactr," ' h W ^ '° ^ de su vida imdie le alivio esa carga. "¿«rio. hn ningún momeni t ¡1HÍ!

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aparece, a tierra se convierte en un jardín estival y los rosales no cesan de nore er lodo se le ha de convcrt.r en salud, por duras que sean las escuelas p^las que haTa de pasar. Se alimenta de veneno y se vuelve así sano y fuene, cuando! e a n ^ o qUOdaria arrumado de ese modo. Cada peligro le hace más valiente cada Y I C W Ofe prudente. La burla del mundo circundante es su estímulo y acicate la disfruta como una alabanza y un balsamo: si duerme, «durmiendo reúne nuevas energías»- si se extravía, vuelve a casa del error y el extravío con el botín mas maraviUoso Hace al cuerpo cada vez mas vigoroso y cuanto más vive, menos vida consume:rigesobre el hombre como lo hace una pasión alada y lo deja volar precisamente cuando su pie se ha fatigado en la arena o se ha herido en las piedras. No puede hacer otra cosa sino compartir, y a cualquiera le es licito participar de su perfume; benévolo y cantativo. carece de suspicacia, no examina a las personas y no es mezquino con sus dones. Habiendo sido rechazado, regala con mayor riqueza; habiendo sido explotado por aquellos a quienes obsequia, aún les regala hasta la joya más preciada que posee: y nunca los obsequiados fueron del todo dignos del regalo: asi lo enseña la experiencia mas antigua y la más reciente. Por todo ello, el gran talento es la cosa más enigmática que existe, un abismo en el que reposan emparejadas la fuerza y la bondad, un puente entre el si mismo y lo que no lo es: ¿quién podría enunciar la finalidad para la que existe? ¿Debería existir verdaderamente lo superior por mor de lo inferior, el máximo talento a favor del talento mínimo, la gran virtud y la santidad en funIIV'I, V I 11U1AUII\' U O V i K v « _

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ción de la fragilidad? Si éste fuera el caso — concédasenos sólo por un i estimulante posibilidad: eso seria como un rayo solar de amor, en el cual toda la vida terrena brillaría con dorado esplendor.

». Con Wagner se ha vuelto a evidenciar una mm mas que el ^ i d u o ^ e n el transcurso de una\ ida humana ordinaria, puede mostrar algo . i | ll I • l+J—* mientras que quienes depositan una confianza ciega en el canon ^ ^ ^ T * la e v o l u c L . permanecen sordos y ciegos ante ello. Todos los hombres cesados *

Cf. 12 [ t : i v WB. o. 4c>

Cf WB. 1.432-134.

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& de destacar d «npulso comunicativo de Wagner y su inventiva a I i de a i , m lía i i " * " como el suyo, concebido con la máxima ener* nacido para ta bdteza. pweceria condenado a ser siempre una quimera si Wa no poseyera esa versátil e ««rxable capacidad comunicativa. Proyecta sus ea las distintas cu.—laar— y épocas, y aun cuando la expresión de las misní parezca poco Jiijawfci», sm ernbargo. se mantienen puras y grandes en la menJ de Wagner. Ahí donde en la distancia se divisara una oportunidad, pequeña o importanie, de mostrar sos ideas con un qemplo. estaba dispuesto a aprovecharla; ahí donde se le abnera ua alma medianamente receptiva, ahí sembraba su semilla. Wag¬ ner suscita esperanzas ahí donde un frío observador se encoge de hombros; se engaña cien veces con tai de tener razón una sola vez frente a ese observador — y, a la larga, para tener definitivamente razón frente a todos los escépticos. Las pequeñas y grandes orquestas que ha dirigido, los músicos y artistas en particular a los que ha pronunciado un» palabras, ba ciudades que le han visto seriamente enfrascado en su acto idad. los principes y damas que, a medias con temor, a medias con amor, han tratado de obtener algo de él, los distintos países europeos a los que ha pertenecido durante un tiempo, las noticias, transmitidas febrilmente de boca en boca, que ha dado de sus planes (y de las que han venido viviendo casi exclusivamente, desde hace y ^ a d a s , loa críneos de arte de las revistas), los escritos a los que ha recum}

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Oeto y trabajo en Wagner: siempre hay lugares de descanso y pausas de para los grandes movmucntos culturales, y a ellos corresponden también por ntero determinados talentos: as., dentro del muy solemne y fervoroso movmuento 2 Ja Reforma, Montaigne constituye uno de esos momentos en que se-retorna-a-siIra-descansar, un apacible estar sentado y respirar; así lo leyó sin duda Shakespeare De vez en cuando experimento esta acción benéfica con Horacio, y hay estados ánimo en los que frases como las suyas comportan un mágico apaciguamiento í se demora Wagner en la historia; y no hay duda alguna de que ésta tiene asignada hoy en día la misión de poder conceder un respiro en medio del tremendo combate en pos de nuevas metas y, por así decirlo, hacerle sentir a uno apartado de todo. Si desde hace un siglo los alemanes se han dedicado de manera especial a los estudios históricos, esto indica que, en el movimiento de la época moderna, ellos son el poder que frena, inhibe, retrasa y sosiega: cosa que quizá algunos podrían convertir en un motivo de alabanza en su honor. En conjunto, sin embargo, resulta ser un síntoma sumamente peligroso el que la lucha espiritual de un pueblo esté orientada de modo preeminente a la historia, un signo de debilitamiento, de regresión y decadencia, de haber enfermado; esto es lo que, en la historia del espíritu moderno, representan nuestros eruditos, en contraste con todos los movimientos de reforma y de revolución, pues no se han planteado la tarea de mayor orgullo, sino que se han asegurado una especie propia de apacible felicidad. Cualquier paso más libre y viril los deja ciertamente rezagados, un hombre creador sólo puede detenerse entre ellos si alguna vez está cansado. Así se sitúa Wagner ante la historia y la filología; éstas son para él un solaz tras un tempestuoso viaje. Quizá la historia ya no podrá seguir siendo esto cuando, como deberá ocurrir en algún momento, sea escrita por un alma poderosa en un sentido más riguroso y profundo que el que los eruditos alemanes han practicado hasta ahora: en todos sus trabajos hay algo de exculpatorio, sumiso y complaciente, y el curso de las cosas les parece correcto. Ya es mucho que alguno permita que se note que está conforme justamente porque aún habría podido ser peor; la mayoría de ellos cree de manera espontánea que dicho curso, tal como ha sucedido, es muy bueno. Si la historia no continuase siendo una Teodicea cnstiana encubierta", si estuviese escrita con mayor justicia y vehemente condolencia, se convertiría en un temis 0

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Entre tepelign* de Wagner se podría contar también a su, .ornamente adm.rable como a lo largo de su vida ha evitado, d e > ^ a g e n t e , toda tbrmacón de un parteo, y como, por otra parte ^ " > J u ane ha concttado en torno suya a un circulo de adeptos, q u e , limaba. Pero s.empre se ha ab.erto paso entre ellos, atravesando ese c i r c u í y note ha dejado rnaniatar. Su camino ha sido demasiado largo como para ^ *- — *V\ # w Ii/Jart /lar/id ¿a 1 *-v »- * — * - *que un, "divida [portarlo insólito pado - que a casi todos les ha (altado el aliento en alguna ocasión. En casi y escarperíodos de la vida de Wagner. sus amigos han querido dogmatizarlo i !i 4 sus enemigos; y si una especie inrenor ae amoicion ae dominio se h u b i p ^ . ' ^ j„J i * - uc . ias circunstan Alberga. do en él. hubiera podicL —^ «vw» cías de la música alemana. ' • a&Éfr La desafortunada creencia de que una escuela de compositores debía vincular se a él y llegaría a hacerlo no ha sido nunca, como me supongo, la creencia de Wagner; a quienes, en cuanto músico, quería educar y e d u c ó , fue a directores y concertistas magistrales, a intérpretes verdaderamente d r a m á t i c o s . Por lo demás, en devolución de la música ha llegado el momento en el que se revela una energía y una moralidad artística altamente superiores cuando se decide ser un competente maestro de la representación y de la ejecución musical en vez de seguir componiendo, e> decir, en vez de mvializar lo verdaderamente grande en sus efectos, cosa que ocurre cuando se le hace susceptible de imitación y se multiplican sus efectos. Se requiere una dedicación mucho más reverencial a la música y precisamente por ello una resP ™ ! ! , * * ¡ " n > W o impulso productivo; mientras que la tarea de proseguiré. T n S ^ H * W * ha planteado y requerirá de los ^ £ M f " » * » » - n precedentes. D g £ * ar ^ u l l * » • ese nivel: l o que de nuevo sólo pue 1 1

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• Nietzsche alude aquí a la guerra franco-prusiana de 1870-1871. « ^ " ^ servidor del país) es el nombre con el que se designó a algunos ^ ^ ¿ ^ ^ ^ entre el siglo xv y el JCVTL Por lo demás, el juicio acerca de esta ^ « ^ ^ ^ ^ ^ Wagner, en cuyo escrito ¿Qué es alemán' puede leerse lo ^ ^ ^ ^ der cómo pudo el infinito coraje de nuestros patriotas intlamarse con algo ante Rhtn, un producto que no merece otra calificación que a ^ ^ ^ ^ a en un poema de Max Schncckenburgcr. esta ™ ™ P £ £ £ ^ csta K r i Wilhelm. franco-prusiana con el arreglo musical realizado en 1X54 por ei W*MM Vs WB, 3, 444-5. rd<«nfia es una teología encubierta», que « Variación sobre la frase de Ludwig reuerbach, «la § , . Nietzsche pudo leer en Wagner, «Introducción» a los tomos tercero y cuarto. 3

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^ como e i en caaoto aprendiz, se convierte luego en señor de | do reswcioa It mwm. En cuanto a Wagner le sobreviene su fuerza plástic??^ tom se iecoawkrte en algo completa distinto; el pasado queda comoei do. condeaMSo: se sitúa arte él como el griego se situaba ante su mito, como*' algo a b que se da rbrma y se sigue desarrollando con amor y devoción temerosT pasado se vndv*mrt«#ctii> maleable que una realidad efectiva y contiene más sis DOS de una realidad pedente que cualquier acontecimiento del pasado. ¿Dónde¡1 ha ptasado ea cuerpo y alma la Edad Media caballeresca en una configuraoá acama, como ha ocurrido en Lohengnn? ¿Y no hablarán Los maestros cantores^ La esencia alemana a las épocas mis distantes; y. más que hablarles: no serán nj¿ bien uno de los frutos mas maduros de esa esencia, que siempre sabe reformar, ce revolucionar. > que sobre la amplia base de su bienestar tampoco ha olvidado el nobk malestar de la acción inixn adora 0

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Recordar como tinicarnente en la música se supera el factor plenamente ené- este es el tnunfo supremo del espíritu moderno, y el primer músico, Wagne vuelve a man;íestar in nuce la m¡;m fi.—». superación.

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mas, ue sus conirasics, ue »u.-> *.m<».w — « r —

i estructura composiltsa oc cualquier mayor que la de la tragedia antigua; y depende del electo de las grande* for¬ ™ soma, de cuanto hay de la Antigüe -

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dad en la construcción de dichos dramas. Piénsese en las ^ ^ ~ j_, _. i„ L- los ues actos cnuc » , aquí se nace parangón alguno en la pt<*ia ;

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antecedentes de «ta «lea del wrtmdo . ^ U K U ^ P I s,7 v 5561 Sobre Us.mpbtvoad de Uc/«»m)cc»«> frtt S47.

ptAOMBNTOS POSTUMOS

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nrnnco A.1 de mis mas alio amfrerado. La escena - uc h

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11 f42J** * itfi', J*^» 3. Una impetuosa voluntad, que. como si dijéramos, quiere salir a 1 todas las vías, grutas y gargantas, saltando, trepando, volando, revoloteand ^ peando con runa los muros: una corriente vertiginosa, elemental, que por toda* ° * tes se desborda, insatisfecha- fuera del lecho del río; una deidad del mar h indómita, que reposa, inquieta, en ocultos arrecifes, que halla m á s deleite en la menta que en el reflejo de un cielo despejado — ésta es una faceta de la nataisi de Wagner. terrible y carente de reposo, martirizante para sí y para los demás (med? la Noma el espíntu que siempre está «insatisfecho» ). Unida a un espíritu estrecho y que por un acaso hubiera conquistado el poder, esta voluntad habría resultado algo funesto. Sólo un espíritu enteramente elevado y libre podría indicarle a esa naturaleza indómita un camino hacia lo bueno y benéfico y librarla de abalanzarse con furia destructora sobre sí misma. Este espíritu, que se posó sobre Wagner y que como una llama encendida Je indicó la ruta al navegante zarandeado de aquí para allá en medio de la tempestad era el espíritu de la música; éste le guió, sin haberlo encadenado presamente: tal como en cambio habría hecho, por ejemplo, el espíritu de la política, si nuciese querido acoplarse a una naturaleza semejante. De ese modo pudo Wagner S ^ Z Í P amoroso el que, con bondad y dulzura, le palabra , 1 ? ' espíritu al que la acción violenta y la ^ u Z ^ L " ^ y ^ ™ queda ver a nadie encadenado, le ^ 2 2 2 1 ^ " ™ terrible la duda de si todavía roso^ eo u 2 ¡ ? 2 & ^ ^ b r e él su noble y pode¬ ' ^ * * ! P ^ gratitud y una plétora de votos inexpresados le 8

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225 *« «Hse único... don 3S r y ^ J ^ * nuevas", es lo que la joven N . , «acery solo med,ante él podremos algún día llegar a ser un g ;

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11 [43] Bajo una lluvia torrencial y un cielo encapotado se colocó la piedra inaugural. Durante el trayecto de regreso a la ciudad, guardábamos silencio y Wagner dirigía hacia su interior una insistente mirada, que no podría describirse con palabras. Comenzaba ese día su sexagésimo año de vida. Una ojeada veloz que condensaba todo lo vivido hasta entonces. Alejandro, que escanció una misma copa para Asia y Europa — su mirada interior — ¡que hubo de ver en aquel entonces! Quisiera echar un vistazo a esa ojeada interior: contemplada desde ahi, la empresa de Bayreuth presenta un aspecto de lo más maravilloso. Los que mueren, ven volar ante sí, a una velocidad increíble, toda su vida. Así les sucede también a quienes confirman la tarea de toda una vida con un determinado acontecimiento: el significado de la piedra inaugural. Esta mirada interior infinitamente veloz de Wagner es ciertamente el supremo espectáculo. Wagner descrito en función de la manera en que contempla su empresa de Bayreuth: el tormento y la preocupación del primer al último momento, el veneno en la deformación de sus ideas fundamentales, ¡cuánto hay que sopesar!

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^ Z s c u h de las dtoses etc. , luego la escena de las N o r r ¿ * nnm acto (del preludio) de El opúsculo de ios citases. En el T ^ ^ ^ S Zn Ven el 2 ' acto), el anhelo de muerte en el t e r o » acto. En algún ¿T* *«W acto 1.Sfe**>. acto I). la conclusión r S u ^ * ^ ¡ * hr a la caída de un torrente, con un estrepito cada vez más v e r t i g i » la amplitud creciente aitiempoque la celeridad del sentimiento con I £ < dad Otros actos contienen una catástrofe y a continuación una sacudida *N /ración del sentimiento, debido a la magnitud de lo acontecido: así M u W segundo acto del Btnafaf O el cortejo de hombres con el cadáver de Sigftídb *

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Cf. WB, 9,490. VsWB, 1.434.

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11 [461 741 ,0. Wagner en Bayreuth — ; espectáculo dentro A. ¿ o í « « Y «*m„ Uegóa serlo M^" ^ • r i o . Lo ético. Lo peligroso. ^ U n

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, Los aJemanes son un puewo que apremie: y si en alguna oca,; excepcional, surge un gran talento enrre ellos, dicho talento se pone C b S * * H HesTen una medida que resulta inconcebible en otros pueblos. Así, ¿ í ^ * < d arte y la voluntad de Wagner resultan algo inconmensurable para l I ^ « a í norque'éstos no están ail llfll rfniB a semejante polifonía de los res en sus amstas v porque, por lo general, sienten mas fastidio que admira, ° ^ amplio espectro del saber alemán. Para convertirse en un maestro de ¡¡ ¿ A S ? ^ cualquier \ida hurnana es ya demasiado breve: apenas se termina de aprend' ^ do se dniden ios ámbitos y se busca la perfección, por ejemplo, en el arte deV^ cución. Wagner ha Uegado a ser un polifacético maestro de la música y de l ^' así como un inventor y un ampliador en cada uno de sus requisitos técnicos llegado a ser mucho rnás: y para llegar a serlo, no se ahorró de apropiarse mediante I arjrendizaje, como habría hecho cualquier otro, la cultura más elevada en el campo en el que debía crear e inv entar. Wa or del lugar del arte en la verdadera , ciones de vida pretéritas, el fdósofo. el historiador, el esteta Wagner, el mitólogo ale man, que por primera vez forjó un anillo en torno a ese espléndido y antiquísimo eníramado y dejó grabadas en él las runas de su espíritu — ¡qué plétora de saber tuve que reunir y abarcar para poder convertirse en todo eso! Y, sin embargo, ni siquiera toda esta suma aplastó su voluntad de acción, ni los aspectos particulares y más atrayentes hicieron que se desviara; para sopesar lo inmenso de un carácter semejante, tómese, por ejemplo, la gran contrafigura de Goethe, el cual se asemeja a unaredfluvial muy ramificada que. no obstante, no transporta al mar toda su energía, sino que por sus cauces y rneandros pierde y dispersa a! menos tanta como llevaba consigo en ^ * 2^ * ^ * tiene y produce mayor gozo, que en W

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Introducción. ¿Desde qué punto de vista ha de considerarse el acontecimiento de Bayreuth? Algo nuevo en una vida — silencio -- ser puro 9. La mirada de Wagner.

Devenir. La naturaleza ética fundamental 3: contrastes, fidelidad 15. 32. Espíritu de la música. y. El que aprende 1: la Historia, dominada por el artista 6. Peligros 33. L o favorable 7. Lo intempestivo 22.

Ser y manifestación del poder (polifonía y unidad de sus manifestaciones de poder). Polifonía del talento {efecto de la voluntad dionisíaca, que quiere extenderse por todas partes). ¿El gran talento para concluir? Lo actoral (si es que, en algún momento, se quisiera explicar todo por medio de un defecto). Lo improvisatorio — Extrañamiento de sí mismo 13. Evolución de la música de la pasión y del drama 24. 28. 29. El poeta. 23. E l diálogo. El sentido rítmico en lo grande 2. Ninguna composición nebulosa, como pare ce al principio.

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« Como indica la edición Colli-Montinari. se trata de un pnmer «muada de los fragmentos incluidos en este cuaderno U 119 con ^ Intempestiva. Con antenondad a estos fragmentos, Nietzsche ya había compuesto un plan para obra a comienzos de 1874 (cf. 32 [18], FP, 1, 539). numeración fue añadida por " Segundo plan para la tercera Intempestiva, mas detallado. La numeración *™ Nietzsche a partir del índice que aparece infra, en 11 [60].

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IVN.-dad dei arte moúerno >6. Nada de arte dei luyo refornu de la sociedad 12. C h H M r i M peligrosas- Naturalismo 27. Escuela de compositores. Lo superíluo en el arte 26. ente reaccionarios ¿ 4 . Compendio de grandes figuras y escenas. La novena sintonía \ la conclusión de Los nibelungos. ttjgner llegan a ser e¡ visionario de un nuevo orden. .Piénsese en \t conmoción de una sociedad que se haya tomado en seño laabolición del poder > ia mentira > contémplese entonces la ópera de Wagner! Qóa pudiera contemplar este ínstente, quedaría ciego para todo cuanto existe en la actua-

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3. El estado de ánimo originario del dram ditir<ámbico>. 4. Palabra Melodía Gesto.

Quien es tan afortunado como para poder rendir cuentas ante si mismo de lo que es Wagner, también habrá participado hasta cierto grado de la fortuna incomparable que Wagner acarrea consigo: la fortuna de su talento. Éste es un bosque en expansión, una floración de las energías más diversas, que se limitan entre si, de manera tal que brotan alegremente al exterior y todas juntas forman una totalidad. Sentir la unidad en lo diverso, para amar hondamente lo diverso — éste es su secreto: sus ojos están orientados por naturaleza a las conexiones, no sólo a las conexiones de las distintas artes entre sí, sino también al vínculo entre Estado, sociedad y arte: por eso es lícito atribuirle una capacidad legisladora en el más alto grado. Abarca de un vistazo grandes situaciones y no se deja intimidar por minucias. Tal como debe anteponerse el mundo contemplativo interior del epos en \as artes plásticas, así debe hacerlo también el mundo ímirarivo interno de la música en el arte dramático . Un ansia apasionada de lujo y esplendor en Wagner mas precisamente por ello se encontraba capacitado para comprender en lo más hondo dicho impulso y condenarlo Su vida exterior, con su alternancia de miseria y lujo, es, frente a esta tendencia, como una farsa carnavalesca. A l criticar el arte del lujo, se criticó y examinó a si mismo. 79

11 [52] I-hl poeta 7. El músico.

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8 Lo concluyeme y lo astringente.

Como música. Lo demosténico. Como poeta. El lenguaje. Escritos en prosa. Efecto subyugante en los adversarios. Concluir, hacer superfluo.

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llegará a ser Wagner? — • ¡gM** ^ el dios quiere poder alianzas, culpa, falta de libertad tasca un héroe, que ruche libremente por él (en contra suya), para afirmar su poder Conversión de la vtAmcad. — Después: soso para liberarse de su culpa Cuando muere Sigfhdo. Wotan se ve liberado de su culpa y elige su piof*

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Lo improvisatono. El dramaturgo ditiràmbico Pero antes tuvo que darse la música de Beethoven; la de la .

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Wagner » Como pc Ritmico. Esente* en Wagner ante la tosterà y la filosofia 11 |55| Musico Poeta

ura idea de la eiencu

§ 7_ El músico. Sentido demosténico del rítm * ¿ Poeta y escritor. Comunicación en forma de mirada retrov^.v, § 9. Un purifícador del alma, un purificador de si mismo: elWto^ado al rte» eliminado. El gran talento. «onaoo l 0

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, luMSr/^ ° . deberru» procurar hacer ^ t i dramaiurgo ditiràmbico—

Los amigo» üV I cga su reino a k *

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m *w ya, sólo llega a saberlo el héroe al fina' tmient mpasK-n del m u n d o > J « h cosa más compasiva d a ¿«Ja paso. ¿ 0 » f

• jo. Diádocos". Peligrosos malentendidos: lo arrarenternente reaccionarioaparentemente naturalista. § 1 1 . El anillo del nibelungo.

11 1591 Arte del lujo. Empleo de medios para falsas necesidades. Debilitamiento de las verdaderas necesidades. Mutua separación entre los hombres. Exceso de trabajo en muchas personas, para satisfacer las necesidades aparentes, mientras que las verdaderas necesidades no son satisfechas. La cuestión social es la persistencia del lujo, es decir, de lo innecesario, superfluo e insatisfactorio en relación con el trabajo por el arte. El antidoto práctico es el cinismo de la sencillez, por una parte (<1> negativamente: como prueba de que no se tiene necesidad de esa satisfacción apa positivamente: el drama I l [60P 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16.

Como aprendiz (fidelidad). El sentido rítmico en lo grande. Voluntad impetuosa y espíritu de la música (fidelidad). lenguaje de la poesía. Ocio e Historia y Filosofía. La Historia, dominada por el artista (fidelidad). Los amigos de Wagner como peligro. Ninguna escuela de compositores. Talento para la comunicación (transición al capitulo final). Algo nuevo en una corta vida. Callar y ser puro. El gran talento. Los escritos en prosa. No a un arte del lujo: reforma de la sociedad. Lo improvisatorio — Extrañamiento de sí mismo Lo demosténtco, desprecio haca los aficionados al arte habidos hasta b La evolución ética, la fidelidad, concepto principal. Los diádocos de Wagner. Muchas cosas son muy débiles.

cuaderno, probablemente postenor • Reordenación de los fragmentos contenidos en este cuaderno, pro

"Ittnoi redacción de WB. , ,, |551y IUM]. Sobie los diadocos de Wagner. \easc también I I l * " f f . 11 1311; Wagner, la obra de arte del futuw,eti GS. 3. « M * Indice de lot fragmentos de este cuaderno U H 9. [ 4 7 1

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25. Organizador de masa* 26. Lo superfluo en el arte 27. Riesgo de naruralismo después de Wagner. 21. Pasión de largo aliento. 29. Pasión entrelazada, rjolífona. 30. Lo popular (para la prosa). 31. Lo popular en relación con el Fausto de Goethe 32. Ei 33. Lo peligroso en Wagner. -A <m : 4 f.iememo> reaccionaros. «y -3 35. Lucha contra la averpen. <j . 36 Deshonra del arte moderno. Dramaturgo — Comumcatrwdad demónica Bifrontc 1) de si mismo a loa otros. *mj 2) de los otros a si mismo (extrañamiento de sí)

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F I N A L E S

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S E P T I E M B R E : D S

Influjo de la Orestiada . Parte predramática-'. Esas líneas de armonización de grado supremo en la forma basta 11 especie de juego con delicadas nubes es algo que no se da en mngun otro El descontento del hombre en el desempeño de su cargo público cuNoinc n gruencia él ha sabido ver. ' " El público, sin embargo, ha juzgado a Wagner de manera distinta a como yo U K U n

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Músico. Poeta.

Ía*frpre4e. Oganizador del conjunto

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12 pP Wagner ha abierto un vasto reino de la naturaleza interior, también desde el punto de vista histórico, y ha hecho inteligible toda la génesis del arte. En medio de un mundo desencantado, indica las fuerzas a partir de las cuales ha brotado todo lo bueno y grande que hay incluso para este desencantado mundo. Hace que nos inunde una nueva corriente de dichas fuerzas elementales y evidencia la inagotabilidad de las fuentes internas de la naturaleza huma.

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12 [3] Acaso haya algunas personas sumamente distraídas, que aún no sepan nada en absoluto de Bayreuth y de las cosas que en la actualidad aparecen \ inculadas a esc nombre: y luego habrá muchas que sabrán y contarán un montón de falsedades al respecto. Pero incluso todo cuanto de verdadero y valioso sigue estando ahi por consignar vive de forma muy apagada en los sentimientos y en las palabras de quienes son lo bastante honrados como para reconocerlo: y, por otra pane, ¡qué inetable debe parecerle todo esto a quienes se hallan completamente inspirados por el fuego de ese espíritu, que por primera vez quiere hablar aquí a la humanidad! Yo mismo me encuentro en una situación intermedia entre quienes lo sienten débilmente > quienes carecen de lenguaje para expresarlo: confesar esto no es ni tatuidad ni exceso de modestia, sino, sencillamente, algo doloroso: por qué motivo lo sea, es algo que m ^ 7 ^ : Cuaderno en cuarto de 162 páginas, con notas yparte de copis en limpio para WB. ™ Cuaderno de hojas sueltas con anotaciones para\\ B. porel 4§» 'Wagner leyó la Orvstiada en verano de 1847, quedando uert ment'» cas í"" , ° Bmmtíes. hasta el punto de que. según a « ^ ^ ^ í decisiva a partir Wbre el significado del drama y. en particular, del teatro, se lomaron esas impresiones» (Mein Unen. Munich. N I 1. P- 407). Cf-WB.2,435. 'CE 12 [281. 4 :

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.o que es el arte en nuestro tiempo. En la mayoría de los caso, . , .Itico-cgoísta. algo d g . <*° ° noé es Bayreuth? Sída inofensivo. Actitud del arte ante la avayicn, nnizá nuestro sentimiento exagera un poco: ya que están™ «w , ° Idas carencias con un único medio, Bayreuth *° P ^ ^ E l arte se ha convertido hoy en algo tan poderoso en la sangre de algunos hom , * como para determinar también su relación con el resto del mundo Lo q»e se cuece actualmente en Bayreuth es una n a c i ó n , la constitución de v o poder, que esta lejos de sent.rse a si mismo como meramente estaco p una mirada de mas hondo calado, no se trata de nada revolucionan^ sino la prosecución del espíritu alemán en sus genios: bajo una luz especialmente'tem1, desconcertante, debido a los alardes políticos del nacionalismo (mientras , n nosotros, lo que los nacionalistas veneran supone justamente la faceta más ho¿ •\ o al menos la más peligrosa). El fenómeno estético pregunta: indaga de antemano: ¿hay otras fuerzas afínes! L

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I muro dt fos veninos Je Bayn'uth reunión de todos los homh o s los artista aportan su arte, los escritores dan lectura a"* K.Mitn.uUcs examen sus nuevas ulo.is Habrá do ser un haño genera] 7" de*|vit.iia el nuevo gomo, allí se desplegara un reino del bien. M K ; I U

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Rmtrx'usio* de U .igncr — sólo se podrá reconocer por completo todos l g i \ ^ .i ION que ol. en cuanto artista, escapó, cuando haya imitadores de momento aquí hornos de enumerarlos. '• 0 s

i*nmcro creemos a un filosofo. Luego decimos: « a u n q u e pueda estar equivocarlo en la manera en que demuestra >us tesis, estas son verdaderas». Mas a la postre: es itultícrente lo que digan sus tesis. I.i naturaleza del hombre está para nosotros por encima de cien sjaierna.s i orno maestro podra haber estado equivocado cien veces: [Vio M¡ piopio esta en V cierto. \ a ello queremos atenernos. En un filósofo hay aleo que nunca pucvlc haber en una filosofía: a saber, la causa de muchas filosofías.

IV como quedan completamente superadas con Wagner las contraposiciones estéticas *suhretnx*«. «objetno-. romántico, clásico, ingenuo, sentimental: estas no

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— «cnfcr: «t U crxva de Goethe dominaba algo bien disanto. IKTJVion poetas > literatos actuales, la joten Alemania, el romantKtsi

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• f w L W i m Goeihe. SchiHcr, Schopenhaucr. B c * u S n « t W WTÍ de! ser aJc^run «c*v A I T C*JV Í W J J«* /W.> (tras-Lutero)-

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^Se tarda un tiempo antes de que comience el drama, e incluso la expos. Infancia — algo de viejo, resabiado — la juventud del hombre, su ingenuidad, lao mucho más tardío en los modernos. " Leipzig — mal gusto en lo espiritual, superficialidad de sentimientos, naturaleza acomodaticia, malas tendencias dominantes en la literatura. Wagner daba la impresión de dedicarse al diletantismo, a disfrutes y gocecillos sin un eoce digno de ese nombre.

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Nadie debería quejarse de la falta de experiencias, sino más bien de su superw

fluidad. • " • •'• -**• . . " . i. En Tannháuser, la naturaleza mejor no puede propiamente sino sufrir y rogar por la otra, se encuentran separadas. . . En Lohengrin. ansia de abandonar del poder en favor del amor, de la fidelidad incuestionable. , En E l Holandés, una lúgubre errancia, que se conviene en maloicion. el summiento de la nostalgia de hogar. ,.,, Afán de poder, delirio sensual - horrorizado ante la rauseabunda moralidad y ^

A c a t i aterrizando en el mundo del teatro, en el de la fiñott* sobre todo, en

el de la vanidad. nttbos más extremos Inquieto, gran menesterosidad — siempre rjrerjarado contosnwnos ra» No se formó en nineún escuela de artistas, m tuvo n

12 m i * la vida, de poder e inflneoRenunciar a la fidelidad a cambio de posiciones en cía (maestro alemán).

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Vs VVB, 2, 435-436. Cf. El viajero y su sombra t= WSi 203 ' C t t l i n i 12 (12). WR 3.440.

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Tercera etapa: la época le parece vacía, se ha recluido por comnletn ^ • • , Jar un efecto le resulta algo lejano, va dejando panuira D*TE2 °' ^ * £ c l futuro queda lejísimo. Fidelidad. S c h o ^ ^ K se anuncian los amigo, los mensajeros de épocas y sentidos t W o i ^ o s dando albergue - descubre el efecto incomparable que ya ha provocado Peligro por parte de los amigos de etapas anteriores. Ve en la guerra una batalla contra la «civilización», y la confianza en la valentía alemana. Se da cuenta: su arte es la obra de arte del futuro y una precursora, una incitación a la nueva sociedad. Su actitud ante lo venidero la concibe de modo distinto a como lo hizo en la etapa anterior. a l P

Fidelidad. I2[151" Si una multitud sufriese la misma necesidad que él sufre — esa multitud seria el pueblo, se dice Wagner. De manera que sus mismas carencias hallarían idéntica satisfacción. Puesto a indagar qué es lo que le consuela y le alienta con mayor hondura en medio de su necesidad, da con el mito y la música: aquí recibe la satisfacción más profunda, por tanto, aquí también es donde ha de sentir sus carencias de la forma más profunda, y donde ha de estar la necesidad. Ahora bien, la música es un arte de excepción, no está al servicio del lujo, sino que ha surgido como consuelo para las gentes humildes y sencillas, de manera que Wagner halla una espléndida copenenencia entre ambos y siente su fuerza dramática como una fuerza unifteadora entre ambas esferas. Plantea entonces su obra de arte, que ahora provoca en él un efecto tan incomparable, como un interrogante: ¿dónde están aquellos en quienes obra el mismo efecto? Esos han de sufrir y padecer necesidades, al igual que yo. Una multitud de nosotros es el pueblo que anhelamos. Pero entonces experimenta una terrible decepción, aunque procura remediarla con sus escritos; todo está alienado, se sigue midiendo conforme a los viejos patrones, por doquier se critica a la antigua usanza, no se percibe el nuevo interrogante. Se desespera, porque el pueblo no existo, su necesidad no es sentida, su obra de arte es un mensaje dingido a sordos y ciegos, las expectativas de influencia v poder son desoladoras. Vadla y comienza a tamb a r s e . La posibilidad de una subversión del orden de cosas existente se presenta ; * ¿1 como una esperan/a de que quizá tras ello sea posible plantar de nueva f Poco tiempo se convierte en un refugiado político y se encuentra en la misena. segunda gran crisis. m

Wfc*. cf. tanib.én I2[I5J, 12 [ I 6 j y 12 |I7J. ^juMP^ ¡ " * • « * « " ' * » . GS. 4,378; «l¿este modo, a P » " " ^ ¡ ¡ 5 * ''' '"' ' ' de una m e d i t a c i ó n en (orno ¡1 " "'' "¿ .„rf""' pertcclas vuitdu iones de rminiH c i l.i necesidad Oe < > V

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Necesidad común Materia iic las sacas • *Ha ido madurando dentro de la sencilla sublimidad del mito. ! os vehementes anhelos del alma popular. Habla ante todo conforme al sentido de las sagas populares. Somete a examen a la civilización moderna. II lia al fin la mirada que mira hacia delante, transforma el mito. Quiere contribuir el mismo a propiciar el cambio político: ¡craso error, se figura que el momento de ia creación del pueblo está a las puertas! ¡Revolucionarioa favor del teatro''". *^mimmy¡Mccto a trises de sus escritos, prestando ayuda! Sigue pretendiendo que el efecto Ka inmediato , También como artista toma Unió esto en consideración (Tannhauser)! ropaga su fe corno artista (también como escritor), lo que se agita en él y le conmueve con mayor fuer/a. eso lo incorpora a sus obras de arte. Tannhauser, Lohengnn. Queda pendtente una cuestión: ¿hay otms Wagner? 1- J í í Í ° 4uc sentía él mismo concluía el que debía haber causado. Iju c^ras de arte se convirtieron en internantes - si sentís lo que yo siento, entonT ; ~ ™™ mismo Kntonces descubrió el malentendido - su tern•Jiiam.cnto. Ya no tuvo ningún deseo de mantenimiento del mundo político. C C ,

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,ulo importante y necesario; y. por «ra pan. Je , se descartan mucha» cosas conforme a | oasado resulta más abarcable gracias a una re, sólo « i é n la presente y futura, se muestran a cst ' o o r tanto, de ser juzgadas de ese modo tan si ' ; se dedican al arte, la profundidad o superfi bom . frivolidad de esa dedicación, se emple: la ^ e a r épocas y pueblos: su necesidad Anl

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a n s a * poder se han eomertido ahora en algo a k creación. Su arte de suprema P « r f e c c i ó r i T r í ^ lograr un efecto para experimentaH0 s* no ts partitura. - bt. ^ oov. «¡do cambió. Sintió la guerra alemana ¡mama. Cuando ya no albergaba r d r * ^ 2 go. en ..i '^.e::::3 i.cn\ir.¿ un:¿ afeo afín a su creación y se sintió ahora — no al pueblo, sino sólo a como yo. a quienes puedo mostrar mi obra ^ I entonces de la fundación de un errub. de ¿ Aun cuando contemplemos hoy día «h fe de decir que no es ésta la época que Wape -ue W agner ¡legará a ser es alg< l m

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r a l necesidad de arte, si dicha necesidad es de ane K ¿ r W ¿ "'Toro por qué maestros siente inclinación, etc. Si el propio -> * g £ e'sta valoración, uno no puede irritarse con él p ^ d h e c ^ ^ fa d.sponer aqu. de una pauta para fijar los valores: en su concepeXieb te es el sistema solar. Hombres sin arte es algo que le resuha rape» sable, ta como lo son hombres sin la representación del espacio y del limo iada en donde no se exprese el arte, en el modo en q¡ S'o halla mmm"sueña, camina, come, conversa, escribe, lee, combate,] buve la jornada y la vida, en el modo en que construye el Estado 'j jas relaciones entre estamentos: por todas partes hay q u i la manifestación externa del sentido por el que se hacen las cosa* ?u manifestación externa cuanto en ese sentido hay algo que es arte: e n

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& La duda de Wagner. — ¿Se ha vuelto viejo el mundo, sefeaeorjobrecisto? Gracias a Beethov en, refutación de su duda Pastoral — Humanidad eterna . La música DO basta. Strauss . Contra el músico absoluto, el despreciador solitario del mundo de ta Q drama no es un género artístico, ni una rama M Animación de la fantasía inte Excitación de los motiv os srjnbóbcos oara la acción. 17

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7. Lo modiñcable y k> El drama como profecía de una vida aspara lessarrva de entender tarntoséo a Wagner en clave naasspecow.

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humano es envidioso, un enemigo de U cxcel™ i Joño; por eso no soporta una situación en la q S ^ ^ ^ ^ ' va, el estado de legal.dad »• ^ no tenga una fuerL ios hombres pretieren la vengan/a al derecho ,.n< „ a c i ó n en la que nadie pueda causarles daño (en o l í í ? que .sticia); prefieren el TO Kepfcúvew» al ur, a C ^ s d "° * una injusticia, - y sin embargo I S S ^ <*.*r dañados, a día no tenía carácter nocivo alguno. " uacion en la que la ' Estaban protegidos los unos de los otros, así como de las explosiona a, , , i HC su envidia: y ahora se han puesto en una situariñn A T ^ de mali p a a poder vengarse de los otros. Es que 2 p u ^ t ^ T 7 ** ' nuí ha formulado Tucídides su teoría del Estado- " ¿ S ? ^ fuer/a suceder tan pronto como el Estado d e j a ' S ^ S ^ ^ ; tuo y desencadenamiento de todos los humana en estado puro, mientras que el Estado la mantiene a raya. Por lo toaTto ^ no se muestra aqu. como un producto del hombre, como una sabia medida" de protección entre los d.ferentes egoísmos. Tucidides opina que los seres humanos no son in bastante inteligentes, sino que están dominados por sus afectos, sometidos al instan. una admifundarlas £,n nucUiUl piUlC^lUON ue ta injusticia de los otros, y la rivalidad no posee un carácter nocivo. A pesar de ello, los hombres la desprecian, olvidan su propia ventaja: ¡tan ciegos resultan en su apasionamiento! ' Por 6ux rtáóouq éraiíuuoüvTec, leo 5ia rcadtóq EnupdovoüsTe; — v&ia naOtóc necu i c>s aparece • y " " " otras ' — tres veces en Tucídides, v. el registro de palabras». ignanimi La noble/.a de sentimiento consiste t k c p : falta de desconfianza, ingenuidad. B

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Tucidide* • |p ,4 es autentico. Debe ser oscuro y mostrare! v Tucidide^.. L -amiento, algo revolucionario. Creo que uno se si ilo y en el pe pio^ôç^cndeawy»^^ ^ capitulo. >. en parte, tampoco las comprende del te horron/ado ante escapar uno de los pocos testimonios en los que Tucitodo ¡Y de este modo j t c a f r i en donde dice en q u é consiste la naturaledides habla de su mas marna c- n mmgmlxitom'«• <nssf rm humana! w

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12 |22F Sobre el danvintsmo. Cuanto más sentido comunitario tenía un hombre, cuanto más afecciones sirópáticas, tanto más velaba por su propia tribu; y la tribu se Sonde se daban los mdividuos más abnegados. Ah, se recorta ^ ^ ^ valerosa, ahí se aprendía la subordinación del individuo y ^ ^ ^ f l \ firmeza al carácter. - Pero también era grande ah. el peligro de estancamiento, de embrutecimiento. , . e ensavan cosas De los individuos sin ataduras, mucho mas ^ W * ^ ^ ' ^ a

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' Kcpoaivetv: «sacar provecho». . »ltot69V «bondadoso». ^^como Al transcribir este fragmento en M 1.10. N « - ^ ^ 224 de MA, hmida*, Según se aprecia en este fragmento, punicr Nv, * ^.MÜUOSCS capaz deregu empane el princip o darwiniano de que la lucha ^ J V ^ ^ e r c ademas una larsc por si sola y producir una evolución positiva. 2 2 I T «"lora, que contrarreste tanto la inclinación ^ ^ ^ W ^ ^ ? <* manteniendo en fmetífeni tensión los elemento. • 11

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perece * «usar efecto algur.o. pero por lo general ¡o un , / . - / . , / „ a m , , , „ ' N „„ esc n x w s M»c se ha Job.M.ado. I si ¡ ! > 4. Ijda paulan v. las l l e r a s 4 Las natunaezay u c— p i o n e s son , i " »cta .J Ah. donde ha de l i a r s e un progreso, nene que precede , ^ *¿L Las naturalezas mas tuertes fijan el upo y lo conservan V La decenerae.cn s.empre es una mutilación: pero rara , ^ . V una ventaja por la otra parte. El hombre enfermo, v. . . ^na Zio. el tuerto llega a tener un ojo mas potente, el ciego a l c a r r ^ ^ * protunda en su interior. . . . . . . * ( ¿ ¡ 3y \ o es la lucha por la existencia el principio mas importante' r ^ nediante el sentimiento de comunidad en el individu m I Ut aicanza, — mas elevadas a través de naturalezas degenerativas Y u ° C} f í a l e s de la tuerza estable. La naturaleza mas débil, en tanto Z ^ S ^ t noble o. al menos, la mas libre, hace posible todo progresar. es i * Un pueblo que en algún aspecto se debilita y se fragmenta, pero se mantiene fuerte: esto es lo que permite acoger y asimilar la infección d'? Así ocurre también en el caso del individuo: el problema de la edu ° siste en situar a alguien en una posición tan firme y sólida que éste ^ ° ^ todo, no pueda ser desviado en absoluto de su camino. Pero luego el educad^ inflingir/e heridas: y sólo cuando el dolor. la necesidad, han quedado asentad!^ este modo, puede ahí inocularse también algo nuevo y noble. La fuerza de co lo acogerá ahora dentro de sí y asi se ennoblecerá ella misma. ° Los alemanes no sólo han resultado heridos, sino que casi se han desangrado tómese <su> moral, religión, lenguaje, libertad. N o han perecido: pero que son una nación que ha sufrido en profundidad, eso lo han demostrado por el modo en que han inventado la música: han experimentado las bendiciones de la enfermedad. — Contraria a esta doctrina es el darwmismo, una filosofía para mozos de carnicería. ¡Y qué decir del lugar que se le otorga ahí a la crianza, a la mujer! ¡Aunque es verdad que las mujeres sólo tienen ojos y sienten inclinación precisamente por los mozos de camtcena más fornidos! Ni siquiera entre los animales sucede así. Por lo demás, con mi consideración quiero mantenerme junto a los seres humanos y guardarme de extraer conclusiones acerca de la evolución animal a partir de las leyes sobre el ennoblecimiento humano sobre la base de las naturalezas más débiles, degenerativas. Si estuviera permitido hacer esto mismo e incluso mucho más, a parlos tir de la bestialidad y sus leyes se llegaría también a sistematizar bestialmente a hombres: tal como hace el señor Háckel en Jena y colegas suyos como D. Strauss. m

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Que las naturalezas más ideales no son tan buenos ciudadanos —

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. halló dos nuevos problemas, el de la mú rtin" ^flí donde residen todos los grandes problemas, en'eJ 1 - V* > V cualquiera y ciertamente también a todas las J ^ c ^ ^ r ' ^ . a época moderna resurja precisamente un arte como el de ¿ ^ S * * Le 'contradicción para quien sitúa ante su alma | ima«en H % #> ^debería decirse: «la música no podía surgir de e s ^ l > ^ V ^ , encia? ¿Una casualidad'.' Pero lo que ^ r S ^ ^ l pu^. su ex en cambio, la aparición de una estela t i S " t e s ra verdaderamente que no cabe pensar aqu fe £ " Wgner da entonces una respuesta a d.cha S ^ ^ ? ^ * « ° l o e n d e de la fortaleza de la época moderna, aunque V ^ 2 T ? * í < n l o " c r e í b l e s debilidades en otros órganos: y es ? ° Sarniento al que se le ha proporcionado un remed.o paliativo en la mús.cJ fZt r una una parte, parte, vm ella mantiene con el lenguaje una relación del tipo de la de una ta* ^ — — - - • O — J m upo ae la de una lenr

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Universal anterior a la palabra respecto al lenguaje empleado habitúaseme Záo por completo, desprovisto de fuerza, retórico y poético: caracterizado por nfermedad generalizada de todos los hablantes, por la incapacidad de seguir ndiéndose de veras con los otros: tal como la poesía poetiza ya hov dia por dos as* el lenguaje piensa hoy por todos, uno es esclavo de los mismas v nadie serva ya su individualidad en medio de esta enorme compulsión. Pero, por otra °rte elevado por la música, uno debe sentirse situado a tal distancia, que en todo ' dice o se escribe percibirá la misma típica forma: entonces le parecerá formación individual es imposible, porque trata de fundarse en la palabra; conduce ahora a todo el mundo por las antiguas sendas. En segundo lugar. Waener se ha percatado de la posición de la música respecto al mundo aparente de ]a vida moderna visible hoy en día: este mundo es informe y por ello antagonista de toda configuración. En todo aquello en lo que actualmente el hombre trata de dar forma a la apariencia <se> pone de manifiesto un cansancio indescriptible: todo cuanto ha existido, todo cuanto fue más bello, incluso lo feo. ha sido más sublime. El modo de andar, de estar de pie, de moverse, la forma de estar en sociedad, las maneras de los oradores públicos, los gestos de los jóvenes, las artes femeninas: todo, todo aquello a través de lo cual las épocas pasadas han dado forma al cuerpo y lo han convertido en espejo de bellas o grandes emociones se halla corrompido por completo o reducido a una tardía imitación: en el mejor de los casos, es renacimiento o, más bien, fioritura postuma del mismo Qa civilización francesa). El hecho es que si se toma aquí la música como antagonista de la gimnasia, se alcanza en ella un punto a partir del cual la vida moderna se presenta como algo bárbaro y repugnante. Pues quien vive inmerso en el curso ntmtco ae ta gran música, reconoce ante todo en si mismo y. a partir de ahí. también.ja ios °*os, qué incapaz se suele ser habitualmente de contraponer a esta pura cte au Poderosamente inquieta vida interior de la música algo que le corresr*nda auno» imagen, de manifestación: cuando, por el contrario, en esta indagación tan solo * «ene por lo general la penosa sensación de que uno esta asomando : i un a J° c desfiguraciones y exageraciones. Ahora bien, hoy en ^ i ó n de l . , s . c a misma, que no sólo el rito» de la gimnasta ha de

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tra fuerza interior pavura sacar al mundo de su quicio — así les gritaV ' sa g n e r Ahora bien, esta negación puede concebirse de modo diverso- rev j ascético. En el primer caso, el músico ideará sobre todo la manera de p ^ í ^ o la música una posición ampliamente influyente, combatirá sus atrofias, ! ° situación, asi como el abuso de que es objeto debido a divertimentos vacuos tes de consecuencias: consagrando a los individuos con su estricta música \ téndolos en instrumentos del poder subversivo de la música, podrá albergar esas!?* zas de extender su influjo por todas partes: ¡quien podría dudar, por ejemplo fe** una sociedad que hubiese acogido en su seno el verdadero espíritu de la músicaT Beethoven se asemejaría bien poco a nuestra sociedad actual en su forma estatal * su educación, etc.! En segundo lugar, esa negación de la apariencia del présenle puede conducir fácilmente a un grado uheñor de negación. Quien, como ! hauer, ve en la música un mundo detrás de este mundo, un mundo que no se agota en la forma de la inaoiduación y. por otra parte, deduce el precario y profundamente desesperanzado carácter de la vida del poder separador de la indiv, debe hallar en la música, aun cuando lo haga sin conceptos ni imágenes, la concepción de un mundo mejor, de un mundo inocente, pleno de amor, más sereno y proC l

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fundo. Retirándose por completo de este mundo, el músico se encuentra, tal como W'agner ha desento a propósito de Beethoven, en una esfera cercana a la santidad: la pureza incompar, la emoción, el ardor, la inmediatez infantil, la absoluta falta de disimulo, Ja ausencia de convencionalismo, todo esto es propio de la música y no del resto de artes, que se hallan demasiado próximas al mundo de la apariencia, en MIU que replicas suyas.

Bien podría parecer aquí • »HUJ que una coexistencia semejante de oe la ¡a música ».*..»- y * bilidd «¡*to aparente debería constituir una de deformación, ya que su incompati SÍ f En este punto into hizo ht2 Wagner'su segundo hallazgo, aqu B el problema del drama. El hombre que ha acogido en su W*> na. £11 sica yv desde I-A~ I„lanaturaleza um . desde esta plenitud Ade ser _ha. contemplado na asco m UÍTLTJLJ^ ¿pocas no hace esto corí ° * ^ ^ e n contempla a la naturaleza en su con R

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' ^ ' l l í a como literatura. °a%nca francesa del estilo. Resulta disparatado esperar un cambio a través de las anes figurativas Todo el hombre moderno se halla aun completamente vacío de música y en . L conformado por ella. ¡Í Déficit de música en la educación, tal como la danza muestra una imagen escuá... a la orquéstica" griega, una sombra del fenómeno griego: o el estilo fran¬ s frente al griego; y la gimnasia, un lamentable fragmento. frente

12

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' La acostumbrada superficialidad — ¿o se trata más bien de la fatua vanidad de los hombres modernos? — trae consigo el que hoy en día ya no se preste oídos a las profundamente sentidas objeciones de Platón contra el arte, producto de la más rica experiencia; pero quien todavía esté en condiciones de aprender algo, ése deberá darse cuenta con suma precisión de que el dominio de un arte poderoso también conlleva una multitud de riesgos, y de que justamente los mayores artistas han obrado ese efecto, el de suscitar el temor en los pensadores más preocupados casi con toda nueva aparición de tales poderes. Con demasiada ligereza se nene la impresión de que el arte tendría que establecer las finalidades de la vida activa, y, bajo el equivoco más peligroso, se toma entonces al artista como educador directo. En cambio, cuando su admirable tarea se concibe de forma correcta, a saber, como una iniciación a una vida de lucha e instauradora de sus fines, se tiene derecho también a pensar al artista separado de la vida del modo más intenso y a adjudicar a su influjo un cauce que no se entrecruce ni determine para nada el curso de la vida. Coincidiría "no aquí con la opinión de Platón si con una cierta rigidez insistiese en la idea de que

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cita del Beethoven de Wagncr en 13 ( l ]. .. . comunicación a mis amigos. GS. 4. 325: «no puedo concebir el espintu de ^'««noescnclamor»». cfícrc a 12 [24] "a d 2 v ' traduce el término griego «orehestikós». que significa «perteneciente. ¡ ».Véase también Fragmentos Pósmmos, vol. 1, 5 120]. WB, 7, 468 ss. r W a g n e r

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Prosecución tras la interrupción. El simplificador del mundo, tal y en la filosofía . . . ^ Lo contempla bajo un único, aunque necesario ángulo de visión: ¿cuál es la 38 } situación del arte Aquí abrevia mucho la historia . Purifica, disipa la idea de que el mundo se habría vuelto orgánicamente viejo », La fuente de la naturaleza aún se mantiene fresca, el hombre aún no está agotado.

aparentemente desesperante. Oposición al mundo de la apariencia*'. No aparece él así casi como un tipo restaurador? Inercia lógica. _ Sentir presentir. La inconsciencia, la mstintividad. — Pero todo esto hay que tomarlo sólo como apariencia: su carácter es progresista.

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Sólo hay que disipar las nebulosas mentales, las falsas angustias, como si el ser humano ya estuviese empobrecido. El odio hacia los afeminados amigos del arte. La esencia de la música lo ilumina: la música se sitúa en oposición a nuestro mundo intelectual y literario (el inundo de la apariencia, estéril; Hillebrand, con sus esperanzas, ndículor. Wagner conforma la fantasía interior . 41

2

' ¿! ¡ucha de Wagner en la obra de arte. pjenzi Oposición al «orden», el reformador. El Holandés — lo mítico contra lo histórico. Tannháuser Lohengrin — lo católico contra lo protestante (lo romántico contra

la Ilustración). "- '• '''^ T . Maestros cantores — Oposición a la civilización, lo alemán contra lo francés. Tristán — Oposición a la apariencia. Lo metaftsico contra la vida. Los nibelungos — renuncia voluntaria a los poderes del mundo existentes hasta la fecha: contrastes de los períodos del mundo — con una transformación de las orientaciones y los fines. 12(30]«

8), 12 [26], 12 [19]. 12 [28]. A GS. 8, 258 ¿ «Así como Tasso se consue * F* uanto sufre - c o n lo que él [Goethe] alude pr de que me haya sido dado el escribir al te**»

mente « tu me de poeta- yo pu< a Gotte. Tasso, V 5, 3431 i

Goethe denomina simbólico a todo su quehacer. Así se ha de entender también el decurso vital de Wagner. de manera simbólica. ^ £ WB, 5,458-9.

del texto correspondiente a WB 3 y 4 W j j J de

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¬ nada más desesperante que hablar de esos extraños y c o m W a ma a los demás cuando estos no han llegado ellos m mos ya ¿ ** l el recuerdo de estados propios similares, aun cuando mucho rnás debuts ^ m e d i a n t e una búsqueda contemplativa en su interior, sino a mitad de carril V necto al que habla. Sin embargo presuponiendo que existan oyentes así de no resP s i d e r o posible, desde luego, el ir imprimiendo poco a poco en el nto'la huella enteramente propia y única de un gran talento de forma tan involuntariamente, partiendo de la decisiva seguridad de esta huella l k inferir ese estado en el que el artista se siente impulsado a crear, esto es T u e siente sobre sí la huella del mundo como si fuera un llamado de su fuer\ propia. Ahora bien, del conocimiento de ese estado depende todo, y toda ^ ación al arte sólo puede tener esta meta, la de llegar a descubrir a los nó-artisna vía de acceso esos ocultos misterios del alma, en los cuales se ha gestado tira de arte. El artista sólo lo es en la medida en que comunica algo acerca de le misterios; mediante su modo de hablar y comunicarse quiere convertimos en ^ompañeros de iniciación, con su obra quiere apuntar hacia algo que está antes de la obra y después de ella. «¡La naturaleza es en su interior mucho másrica,más noderosa, más gloriosa, m á s terrible, vosotros, tal como vivís habitualmente. no la conocéis!» nos grita el artista, «¡seguidme y dejad de una vez tras de vosotros ese fragmento oscuramente iluminado de naturaleza y vida que realmente parece ser lo único que conocéis. Os conduzco a un reino que también es real: vosotros mismos deberéis decir, cuando desde m i caverna retornéis a vuestro día. qué vida es más 12

L.

Este yo supenor « q u . n o de el un.camente acciones g f e ? ^ > > ¡ ¡ S K ; ^ ^ > aprender para poder l U ^ f ^ f s ^ lo condu.o an.e tanras cada vez mas dit.c.les para ponerlo a ° * * cerio Pero los mayores pebgro y pruebas le afectaron no e o Q e los sufre v padece en persona, no conio a quien solo aprende a V e S * ? ^ se fueron desarrollando mas b.en a partir de una conjugación de ¿ ° q u e v aprendizaje, a part h

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Meditar sobre lo que es Htogner, dejando a un lado la consideración de todas las manifestaciones de vida y poder de su naturaleza múltiple-unitaria: ésta ha de ser cura y el restablec.miento que debe ansiar cualquiera que haya pensado en corn ido evolucionando Wagner y haya sufrido al hacerlo*. Un poder y una cap " J¡ H^ ^ ' < han llegado a hacerse verdaderamente W ^ ^ M » B l d o ; donde aparece un talento e r a m e m e

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Wotan ansia el poder.deja de ser Ubre, se ve envuelto en la culpa v la m.L ticne necesidad de un hombre Hfrne. 2 Debe oponerse a lo más amado, aniquilarlo — debe castigar al amor más i (v a Brunilda). i Lo atrapa la náusea por el poder. ¿ El amor al espléndido hombre ttfere, a Sigfrido, lo transforma, le cede el do a é\, renuncia. Vé cómo la maldición atrapa también a lo más amado y sufre temblemensuspira por el no-ser. 6 Sólo maldición al mundo y a los dio• |a justicia ha sido satisfecha — el dios puede morir. ses

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El dios se engrandece tanto más cuanto más desiste de sus propósitos. — Sigfrido, el hombre libre y sin miedo, surge de una alianza contra el orden establecido y las costumbres, sus progenitores perecen. — Él, el hombre más libre, deja de ser libre y fiel a causa del olvido; la libertad del hombre se ve comprometida por el olvido del pasado; el mal y la naldicióii, la maldición viene a través del olvido. — Brunilda pierde, por amor, su saber personal, y se precipita en el dolor más profundo, del cual no puede salir Pero extrae de su destino una sabiduría suprema, «doliente amor, hondísima pena me abrieron los ojos». — Una época que no sólo ha luchado por la libertad de pensamiento, sino que ha intentado liberarse de todo pasado, en lucha con la necesidad, esto llegara a engendrar al pueblo, al que está destinada la obra de arte del futuro (¿estada en oposición a todo pasado). U 1313 Sus escritos no son populares. . Sí lo es, en cambio, su arte: supera la oposición entre pueblo y clase culta.

' Cuaderno de hojas sueltas con anotaciones para W B Cf. WB 11 ¡Cf.VVBU. 'cr.WB la• * » e o t s » cus, cm UicnL del Í r e / W » de Renard Wsg"*< pas]

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en la medula en que se preocupa de la sahug^ .^m.-i a las capas cultas, a lo nacional — " arte . dervso, el de la Reforma, | a u ? ^ r l i v S >n en el curso de lu « W p î â ^ c S u

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|4 (5) El llamamiento de Schiller. Contra lo aparentemente reaccionario. Se posictooa ante la religión de íorma tan desprejuiciada como Esquilo diferentes Zeus. °^ Esencialmente irreligioso.

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pelig ínsitos en su tarea y misión I*

Porvenir de una sociedad de gentes como Wagner — en la medida en que él un hombre enteramente moderno, el suyo también es un arte del presente. *

M¿Que nllegará a ser [Wagner]? Aquel que mira al pasado y lo interpreta — él ha anticipado ese pasado. Diversas tases en W'otan. va en pos del poder — siente náusea de él — lo abandona — lo consagra al hombre libre. Conclusión — palabras de Wagner: donde la sabiduría política y el arte'', etc.

Palabras de Sctaller» El simphficador del mundo — el intérprete de su historia. M|»l"

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El gran acontecimiento Para entenderlo por completo, es necesaria la mira de Wagner sobre si mismo — cómo ha ido evolucionando, qué es y qué llegad

$L 5 [17], 5 [107] y 5(109). 10.504; cf. Wagner. GS. 3,3.7 s ,10, 505 y II [4]. lyiiíiBi

II.

tarea mas general úel arte en la época rrwderna. (4) Tarea específica de la música: Con respecto al lenguaje (5) al mundo aparente (6) a la sensación incorrecta Estado general de animo y constitución espiritual de Wagner en cuanto artista creador, cumplidor de su tarea (expresada en los estados de ánimo que su arte provoca en el oyente). (T) Estados de ánimo específicos en el curso de su desarrollo. (8)

Loque es [Wagner]: como poeta artista figurativo músico y en conjunto

III.

Lo que llegará a ser. estilística. Sus medios para este fin: Modelos ejemplares, Obras escritas, Busca protección para sus obras de arte entre los poderes existentes. Pero crea únicamente para los hombres de un determinado futuro.

0<

Cuya naturaleza cabe adivinar a partir de sus obras de arte, en la medida en que de la satisfacción se puede deducir la necesidad. Los motivos de su arte. . . . _ i d Inconciliabilidad de los mismos con el carácter de la humanioaa actual, No tanto el visionario de un futuro cuanto el intérprete y trans t n u

gurador de un pasado. 0, 505 Jtrvo de WB

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Facultad artística de comunica l j suprema capacidad de t tununn arse habilita para | mi * Ha Poeta ntfi*l:i/add l

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de modo casi 9. E l i 10 La comunicabiiidad demònica. 11 Lo no comunicale a los hombres de hoy: Obra de arte del futuro de Los Sibelungos U[\\\ Sigfrido, «agido de una alianza contra las costumbres El hombre libre, sin miedo Deja de ser libre, se vuelve infiel, a causa del olvido Pero en su muerte redime al mundo de la maldición Wotao

necesarios, hay que claridad cómo cruje imiemo. La danáác

-arlos l andamiaje «"6 r¬ ja primera exigencia; „«mi-ntf en el período! e

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Es el momento adecuado para ocuparse al fin de la lengua alemana de manera artística. Pues su cuerpo está enteramente desarrollado, si se la dea degenerará con suma rapidez. Hay que acudir en su auxilio con saber y diligencia y dedicarle el esfuerzo que los rétores griegos dedicaron a su lengua — incluso o do ya era demasiado tarde como para concebir esperanzas de una nueva juve Hoy, todos los tarros de color — hasta el estilo alemán de Lutero — están listos para su uso; sólo falta que llegue el pintor y el colorista adecuado. Debería formarse un gremio, para que algún día pudiese surgir de él un arte. También nuestros eran naturalistas en cuestión de estilo. 15 [41 l . Preparación y educación. 2. ción.

Planta del edificio. 3. Material de construc-

' Cuaderno de 236 páginas con anotaciones y parte de la copa en Un*» de WB. asi como ¿a'doí i DS. En muchos de los fragmentos de este cuaderno, asi en los tres racimen*. ^ ^ " ^ " ^ k cons.dcrac.one, sobre el idioma alemán que parecen responda s s u P " ^ * * " ^ **U del estilo írf — mai M i w m * » en lodos lo* « * » las expresiones en a¡c aproximada al «ntido c. «.'n MIS análisis lingüísticos d

1

Pw Ins capítulos 9 y |fj de WB: cf. WB. I I . 50*-*

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1^ 1*1 Añminios al Üa\ij Stmuss „ „ * «se sabe desde hace tiempo que Dios, siendo » s,dad de una sede en particular»

i 5.

U U H ^ M A V K R A O I , , ^

231

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unitario; ama la casaca multicolor d. i rsáO^^L** o ^ v a c i « m e s , sus sentimos, sus l ^ S i ^ S d S como un virtuoso Unías las mentalidad^ de u l S * ° l para entremezclarlos. hn I legel todo es una g ^ u ^ 1 ^ te juego de colores, pero que hiere los o j ^ ^ ^

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«Desde nuestro punto de wstaresulta tan inseparable del u reflejo en el sentimiento o a tel. edad que conlleva, **** ser anulado, en su valor de felicidad, por circunstancias * ¿ 49 «el culto cnsttano. ese ata\ I O zurcido para un dios-hombre r * do v p.erde todo su porte tan pronto como un hombre L t ^ ^ l ú nda

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£ n é d o c l e s decía a los agrigentinos: que perseguían los placeres como ,i „ ¡ £ 5 * al día siguiente, y que construían sus edifidos c S S ^ K - nunca- Strauss construye su libro como si este hubiese de morir rreañaTTse m , i o si no tuviese que morir nunca. — ^ y« compon cor"

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15|6| • c Lichtenberg: -se que esentores famosos, pero que en el fondo eran superficies - cosa que en Alemania es tacil de hallar conjugada ™ fnentes presunción, han sido tenidos por mentes superficiales por parte de las m e i n r ^ tes a las que he podido preguntar al respecto» . s rn . v

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' No el libro de Strauss, sino su éxito es la circunstancia que nos obliga a hablar hay ni un solo pensamiento en el, que merezca considerarse bueno y novedoso. —

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^Andrajos bien lavados visten desde luego de limpio, pero en cualquier caso siguen haciéndolo de forma andrajosa.

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'* ' E1 NcATsrmo Testamento lega en herencia su sabiduría a quienes son «pobres d espíntu». porque estos no han aprendido nada, o bien han aprendido demasiado o na
12

15 |15]

Los dialectos del sur de Alemania se han comido desde hace tiempo la forma única de pasado. _ _ Rückert simultanea, de mala manera, imperfecto, presente y perfecto, p. e.. Mas cuando en la aduana de la frontera No quería declarar lo que lleva Y tiene que abrir sus maletas, El aduanero ha olfateado el hallazgo. Introducir de ese modo un perfecto en la narración es algo absolutamente reprochable.

15 |8| ¿No era opinión de Aristóteles* el que habría que suprimir las producciones de

los hombres ancianos — por no ser plenamente aptas para la vida — ? 15(91* „ Otto Jahn, a quien el lumno a la alegría de Beethoven no le parecía lo bastante aleare. 1

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¡Los efeoos de Hegel y Heme sobre el estilo alemán! Este último destruye la obra recién acabada de nuestros grandes artistas del idioma, o sea, el sentido recién a c

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Omisión del participio: «Die Post ist durch, der Bruder is mit, das Lied is aus. die Sonne ist unter, das Thor ist auf, der Gast ist fort. das Geld ist w e g ^ t e B ^ g ist über». «Er hat ein Halstuch um, er hat die Sache weg. er hast das Rathsel heraus».

con añadí A

ßnery esentar, y los números de páginas indicados aquí a la edición de la obra ÜC y Ut nuevafe, Leipzig, 1872 (BN). la m' ' *G. Ch. Lichtenberg, Vermischte Schriften, 1, Dieterich, Göttingen, 1867, p. 1 7rT ft ^ * l " * ' " "Will de 1873, FP, Í, 439. . Xi K ° Í 1- pnmavera-otoño de 1873, FT. 1,438; Afü/efl, 5, 3. de I»' /«-A**». - 26-1336 a 2. Véase también frgto. 27 [11]. de primavera-oto ^.1439 5 [125] y frgto ' Cffrgto27 Í29L s

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Alusión a Corintios, 13, 2. Cf. frgto. 27 [35], de pnmavera-otono de IS • ^rr. ^ El mismo fraemento anarece va en el cuaderno de pnmavera-uonu ue losjuosofos más ilustres, de mogones utiuv.. ,. £f frgto. 27 [661, de primavera-otoño de 1873. FP. 1. W 19 [631; WS, 199; frgto. 27 [72], de primavera-otono de 1873, tr. . " En los fragmentos siguientes, hasta 1? [26] y con excepción de 13 ^ aspectos lingüísticos y csúlísticos del idioma alemán.

n a l , s i s

^ ^ ^

prosigue ^

MOS

(Vffcctoi eco «haben» com» verbt i/-hduu *» f<-ct ha una cava OS , _^ _ . ' Í* "habe cm K k i d gek.auflr*» («he un vestido o c« * "tr fjdo^un ^ t » d o » ] . por " **•* de uiu a ( H > s i J ^ * " ' , e ^ ¡ J ^ , , den Hasen lodu (ant.guamenie. «todtem.» * j S C

15 Uli II ¿PRlMAVkkA Df_ 1,7«. Schickung

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Mfl /ferffwtf * totalmentecorrectas: «mich dünkt» [ A*rZLL*mm oareceme au «6»]. wwji «es -** friert ">v»i mich» UHUI« y «mir «nur frf , T tjünlct^ l"P ipeo en la cara»! y «ich schlage dich ins ( " ' * narivo o acusativo en «dünken, ekeln, schmerv**n - i " " \ l Dativo cara»),

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1 5

' ? ! forma de conjuntivo se ru desarrollado a partir del i m r w f del p * « * se ha tnm.íormauo en la del ya no presente: ^ U ^ M M M «er IcN nicht mehr- -va no u v e ] H conjuntivo exp '" ßSt on del n o r r i ™ " » * e Ä O . hable»! se empleaba para expresar todo no c u m r ^ S ^ ^ Ä 1 0 ahora distinguimos «ich spräche» (aún no c u m n l i H ^ ? ^ " tie!. pao ampíalo» [so habna hablado]. «B.en podría ¿L*f T & no es « 8ieng b

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F ! empleo del genitivojunto a un verbo suena hoy ceremomoso n-hme des perlenden Weins», pero es sumamente habitual p c u ^ ^ ^ hme oc £ . J ^ _ P - e . cuando la geme

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besseren Zukunn sinnen, ues nanenuen Unglücks erschrecken, des fröhl«T' en Lebens wimmeln, des muntersten Gesanges ertönen (p. .. der Wald), e i n e s t r

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El presente de con¡unti\o se diferencia del de indicativo en q expresa un saber v el conjuntivo, una creencia. De aquí se ha d e r , , 'Picata el ° indirecto no se admite un saber a ciencia cierta, pero se expresa la creencia¡fe*^ es verdadero Antaño, el estilo indirecto tenia únicamente la forma del i J L * de conjuntivo. > aun sigue ocurriendo asi. Antiguamente, «ich spräche» ( nd «o Ucio. lente. »ürde sprechen*. Antiguamente, «er spräche» (en discurso «er spreche» (presente de conjuntivo). — En Suiza se

des genesen».

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über den Balkan Begangen» f los rusos havan [deben

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15 p q 1. .Deberíamos esforzarnos en limitar el empleo de los verbos auxiliares] 2. ,f:vitar el encastllamtento de laspreposiciones\ 3 ¡Se debena tener cuidado con el empleo de «müssen», «dürfen», «wollen». «sollen», «mögen», «können»' 4 lar bien la comptjución de frases con «dass» se ha vuelto excesiva. 5. , Re Mobleimiento del conjuntivo y d<e/ imperfecto .

15

^la preposición «von» ha suplantado al genitivo. No en el caso de: «sari, mude i n , leer, frei, los, fähig, kundig, theilhaftig, habhaft, ür^drüssig. beflissen! eewahr. bedürftig, bewußt, befugt, gedenk, verblichen, froh, wenn, aiisichug». Los dialectos vulgares ya casi no conocen para nada el genitivo: «dem Nachbar sein Garten» (per° también «'s Nachbars sein Garten» [«del vecino su jardín»), n

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15124] «Amtmann's» es genitivo (en el sentido de «gente de Amtmann»), D domo plural está bastante extendido en los nombres de lugares terminados en «-hausen, -hatten, -bergen, -thalen, -felden, -walden. -linden, -eichen». «Baden» se emplea por -zu den Bädern», «SchiAhausen» por «zu den Schiffhäusern». Asi sucede en Rothenslein. Altewburg. Se omite la preposición «Zu». 15 [25| Tareas: un extracto sencillo del libro de Overbeck. CnsrianidÄi de la Teología. Y de mi libro «El nacimiento de la tragedia».

1

ez de la profusión de preposiciones. ilabar las gestas de los n Fremden setner Herkunft .» en vez de «preguntar. l o s « r Wunden heilen» [«curar de su.

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£ . c o n s e r v a d o » i n e n lo. verbos ^^ff rfuhrcn, überweisen, erlöien, erlassen (der Hall. <= ^ entsetzen, berauben, verweisen (des ' - ^ ' ' ¿ Bes* eben, würdigen, versichern, befreien, belehren (ein ^ «sich.. «,m„s mucho más conservadores: « s * .„, , Lebens „„ Mannes annehmen»* ^ *f (lelecenhcit bedienen, des Lebens wehre . a n

15126] . ^_ Cuidado palabras compuestas como «Forschungshültsminel» [«medios i-uiuauu Lcon U I I las las paiaoras LUUUJUGQSMH vumv —-c— auxiliares **SA*«S.I «Culturkampf» -r..i*.iri/-imnf« [«lucha i «lucha cultural»]. cultural»!. iares de investigación»] Asimismo, hay que tener cuidado con la confianza en la tuerza de una sow mmr ' _/ / , . , „A\e- Anschauuní N on der Leisbra „m , ac la capacidad do rendimiento de la moderna w u . * » - ""Pasión tipográfica»]. ¥



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Los diferentes estilos: . ^ centtmientos» Bltüo del intelecto (no métrico) o el «estilo desparto

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el sacerdote. ^ ^ ^ ^ ^ u n te -magen del hombre a n ^ v r a t K ^ qi • ahora porr ^ ^ ^ ^ T e i t ^ del .nodo dV pensar Z ev*fcnoarsc d odio haca elpcnsamiento , inoro ^qt¿£ La lengua esenta carece de cnto»acum > con el o de un *< ^ K . a o r d i Poi eme. debe esforzarse en , ^ nw, ps» logra* * en la lengua esent ser mas clara, más c o n c * fiarse «te dificultad estnba en hacer . . sentir de modo a p t o x i t r ^ ^oca. pero i: C o m o destacar una n u u T ° . Pasio. te entonación Pregi uoc transmite la O » Í : M I r r e ^ . u , . ^ u „ . u ucsiacar una palabra sin

16. N II 1. 1876*

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De ética y teoría de la felicidad

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Sadie juicioso — boda — ruina — Felicidad de la joven.

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a la ayuda del tono i cuando no se nene signo alguno de entonación)? Y de la frase? lugar como destacar " A menudo debe escribirs^fT^ acornó se había. La claridad es la conjunción de luz y sombras ^ Uer. leer en wac aba y prommeiar una charla requieren tres formas de estilo Aferentes. B leer ea voz alta es aquí el modo en el que la voz debe ser elaborada i la soñera mas ,1 • • • n < r artística, puesto que suplirse la falta de gest,^ ladon. La lectara es el modo en d que el estilo debe ser más perfecto, porque aquí se han eliminado b voz y la gesticulación como medios de expresión. Se podría denominar género natural, p. q., al género de la lectura en voz alta, si los gestos fuesen ansa realmente sssperftuos y. por tanto, no hubiera necesidad de suplirlos (como aJ leer detrás de una cortinar si se leyera en una absoluta calma, en donde el cuerpo penMnecaese vaaqsssso. p ej.. la Historia de Heródoto. Sería natural el género de la pecan en d ase ao se tuviesen en cuenta para nada ni la modulación de las voces m los gestos, como, p ej., en el caso de la matemática. A

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1 6

talí personas que poseen talento para la representación sólo v mpra ts. En el fondo, todos euos no osa contrario, se hacen meiores o empeoran. ^ les da igual . En cuanto hombre, músico, t ílologo, escritor, filosofo — en todo ello, ahora ato q é posición me encuentro — ¡igual, en todos los casos igual'. Si fuera ambicioso, quizá esto no fuese algo como para desesperarse; pero como lo soy en tan escasa medida, casi es para desesperarse. Escrito en el castillo de Chillón, hacia las seis de la tarde . ***» ummO 2

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16 H ]

Liberación. Filólogo. Matrimonio. Edad. Religión. Wagner. Etc.

Leopardi — Charnfort — Larochefoucault - Colendge - Charlas de sorjrernesa.

Agenda de notas-calendario para el año 1876 con apuntes para V* B y MA V» i a M i 7 [ 6 l l \ » MA 200. a, su amigo Ed*m Ronde .«Des*:sn' 14• de Wabril de 1876 escnbc Nietzscti Iggy^ I I I ue lís/o esenne Met/scne. ue las del lago de Ginebra, en el casnUo de v

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semana en (iinebra junto a pe isoportabl

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[235]

cables \hora me encuentro mucho mas rtoamisprosectoi) necios v w objetivos- tras una do a e-sesperar de todo, tKGB, 5, W J t

FRAGMENTOS PÓSTUMOs

Traducir. Historia de la literatura. Sobre filología. Libro: los profesores libres. 1. Camino de la liberación. 2. La escuela de los educadores. 3. Los caminantes. 4. ¡Salve la muerte!

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- N II 1. i

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237

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|6 I ' " „:da leve. rfo hacia la libertad¡¡¡ertc de la cultura antigua. profesores. jerynmo. propiedad y trabajo.

El ascetismo, considerado bajo la perspectiva general del • también el sacrificio no egoísta. »cidi

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16 UY Todo ser humano posee sus recetas para soportar la vida ( tenerla leve, en parte para aliviarla, si ésta se ha mostrado g r a v o s a ^ ^an sión), incluso el criminal. Hay que recopilar este arte de vivir a r ° adoquier. Y aclarar qué es lo que. propiamente hablando, procuran las Por religión. asd ] No para hacer de la vida algo liviano, sino para tomársela con leved d Muchos quieren hacer de ella algo gravoso, para ofrecer a renglón se a supremas recetas (arte, ascetismo, etc.). &*msus e n

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! 2 ] ¿ 5 6. 7 8. 3

Consideraciones

intempestivas

El filisteo de la cultura (falsificación de moneda de la cultura) La Historia. El filósofo. El artista. El profesor. Mujer y niño. Propiedad y trabajo. Griegos.

9. Religión. b

16 ¡S] «La vida leve» {peía ¡juíovtec,)

10. Liberación. 11. Estado. 12. Naturaleza. 13. Vida en sociedad.

7

«Camino hacia la libertad espiritual» Los griegos

*Vs 19 [41]. VsI8[30]; VsMA555. Vsl7[85], 17 [741. En esta referencia se halla una importante clave para muchos de los juegos terminológicos efectuados por Nietzsche con la raíz «leicht» (ligero, leve, y, en sentido figurado, fácil, carente de esfuerzo), que emplea, por ejemplo, para hablar a menudo de «Erleichterung» (alivio, aligeramiento), o como cuando califica a la Tierra de «die Leichte», «la ligera», en Así habió Zaratustra^ Pues con la fórmula «das leichte Leben» Nietzsche está traduciendo la expresión empleada por Homero (¡liada, 6, 138; Odisea, 4, 805) para referirse a los dioses griegos, «rheia zóontes», esto es, que viven sin esfuerzo, aliviados de la pesadez, dificultad o carácter gravoso de la vida de » tales. Como escribe Karl Kerényi en su estudio Dionisos. Raíz de la vida indestructible ^ Barcelona, 1998, p. 14): «El zóein, el vivir de manera continua, sin nada reseñable ni una nación partícula; a menudo implica en Homero una doble definición que corresponde a ^ mimmo del vivir: "vivir y mirar a luz del sol", "vivir y tener abiertos los ojos e n t e r r a , ^ y ser . Este curso de la vida resulta fácil en el caso de los dioses: de ahí que se llamen ^ soontes^ los que viven con facilidad"» (Herder, Barcelona, p. 14). La vida de \OS£g ^ S ^ s ^ ? * * * * ° leve - e incluso, en cierra medida, « £ ¡ £ p * < J

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16(111 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

Naturaleza 1883 Mujer y niño 1878 Propiedad y trabajo 1881 El profesor 1882 Sociabilidad 1884 Los que viven con levedad 1880 Griegos Espíritu Ubre 1877 Estado 1885

16 [12]

Siete consideraciones intempestivas — 1873-78. Para cada consideración, un apéndice en aforismos. / «ricos^ Más tarde: apéndices para las consideraciones tntempesttvas (afonsticos). Qfftt4

f á c i l

Fragmento tachado por Nietzsche. . cuatro primeros C demd S correZS ' °™ r TlaTnac bada Nosotros, filólogos. Ronden a las publicadas. La quinta corrcspondena a la macaoau e t i v a

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1 6 P " rfg ha de ver primero una c o w , « Eorecisa: velarla a propósito Mucho* r ^ e X V ^ * . ^ j T o ^ r a n (como le ocurre a Schdler, lT¿Z&*£ 0

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l dutlé tema/u. no comer nada ftr kt noche. solo iec-i y * Cuatro hora» de paseo dtano (con un cuaderno) ftaupüacu* **** lengua alemana.

del ve* 1 6

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Quien elimina es un artista, quien añade.

Las etimología

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pitido-

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calummador

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í ^ o ésa es la relación adecuada con la naturaleza 49 — 511 1 6 |2

d*elirium tremens del asceta

I* fié/"

» rxídaoo* rucia la libertad. Si alguien no

puede . t e m p e r a n t o es c a r n u d o ) , tal vez pueda subirá o ^ MT

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desamóla de modorntensarnenteanormal una única fuerza *

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a la libertad como

1 6 1

u ' influyente impronta del espíritu libre - se considera a sí rrnsrno como doctrina que ha sido marcada a hierro en la humanidad, 1 6

lo maaeraiJ se halía en toda cíase de amor: pero no lo paternal

son muy dakxoM» y llegan a lo profundo del

menudo venganza por impotencia (Isócrates)

16 1271" El bajo nivel de la cultura alemana en el libro de Strauss después de la euerra — en correspondencia con la mentalidad hedonista común — el fluviómetro en la corriente de la cultura alemana.

corazón. 161281" Un hombre que piensa libremente recorre por anticipado el curso evotanvo de generaciones enteras.

16/19) 15

( oosiha /irventuns plus drvinitatis habent . Bacon.

20

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Mi tmk> posee cierta voluptuosa concisión

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16 I29J Los hombres que, como Hillebrandt, sólo están unos pocos años por delante de la opinión pública: no tienen tampoco sino una opinión pública. 16 |30p> Se puede estar orgulloso de una serie ininterrumpida de buenos antepasados que lleguen hasta el padre: es una legitimación del propio yo ante uno mistno. Pero una sola interrupción en la cadena destruye la nobleza. ¿No nenes entre tus antepasados

1

' " t " "/ '** -Hay drvenjMrxrloaiVM hacia la libdUÓ Si uno nene un É>gJ* ^ J * ^ uaenurio a » otro Afano, por ejemplo, el sent.do de .ndependene^ Ha. P"» el carente de amor»

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Vs MA 151; 17 [11. V s M A 595. "Vs |7[841. "V* MA 272. »MA2oO. " MA 456. ,7

loa días de estancu de Niet/uhe en J J ^ d e i . juventud tienen a j p rnás de divmo». C u del fiWwfo ^ por Nwache de K. W tmerum. N*w ¿nay» 0***

1176.171 (BN).

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10 | W = v Obietivo üVuai a un lector de una elasticidad tal, que puedpunta de los ptmk abarse sobre 1^ a

\ti\.U\ l a libertad de espíritu, los cuentos de hadas, la lujuria elevan , i sobre la punu de los p í o *" ** a l

1 6 1

fffia uno tiene su propia opinión sobre cada asunto, puesto aue « >i i io modo de ser - ¡pero debe meditarla mucho! * «•> 7as cosas se dividen en aquellas sobre las que es posible un saber y * * * * que es posible tener opiniones. * «1«»«« s,obrc '**

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' Con la libertad sucede como con la salud: es algo individual. 34

16 I441 El espíritu libre captará tan sólo un extremo de un acontecimiento, pero no querrá abarcarlo en toda su amplitud (v. g., la guerra — Bayreuth).

Darse tiempo para pensar: el agua del manantial debe volver a acumularse l í >

' Conventos modernos — instituciones para esos espíritus libres con nuestros grandes patrimonios. La ilusión del impulso sexual tiene la extraña característica de ser periódica¬ mente incurable siempre vuelve a atraparlo a uno en sus redes, aunque haya lapsos de tiempo«termedHi de comp\cu desilusión. 1« f37] • Si uno no tiene suerte, debe procurársela.

, . . ^sss»as»w«La inactividad de los «activos» No saben el motivo por el que trabajan, pierden wum sin sentido: les taita la actividad superior, la individual, piensan como runcio••noa» como comerciantes, pero son inactivos en cuanto seres humanos de especi uruca. 16 | J t p

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algo sencillo

16 |46| Diálogo entre espíritus libres: tal y como escalan algunos una montaña escarpada, sin pelearse entre ellos ni litigar por el terreno — El detestable disputar. 161471» .. ¿Cómo se sitúa a fin de cuentas el espíritu libre ante la vida activa? Débilmente ligado — no esclavo de sus acciones. 16 [481" , El erudito ha perdido su dignidad, le hace la competencia al hombre activo ávido de placer.

*Vsl7[48]. "Vs MA 283. Vs MA 286. Vs MA 286. Vs MA 291 ,:

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"Cf. 17 [50].'

„£ 1«]: cf. MA 291 f MA 284. C

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\1 L lo estético: algofiterte. | omisión, principal medio del idealismo. No es licito mimr j i . hay que forzar al espectador a retroceder a una ? ^ ' f Te desde allí (como ocurre en la pintura decorativa). i f f b ™ * <„, Ste ta distancia del observador! El artista creador no ha de v e 2? * j u s t a m e n t e aquí es donde se pone de manifiesto en í í ^ ^ del sentimiento mas intenso de su oyente. • '"»9* " El wefüj extiende un velo sobre la realidad; algún que otro anifiaoso parloteo oculta algo y lo destaca; lo «vagoroso». ¡Experimentar de forma totalmente ,n, nu últimos medios con los que el arte obra su efecto! ¡Eso es algo muy extraño- Son cosas bastante estúpidas lo que de ahí resulta. Lo mismo pasa con la religión El gran valor del pensamiento impuro para el arte. Para la imitación, se requiere amor y burla conjuntamente, como en Arquiloco |Sin duda, éste es el estado más fecundo del alma humana! h r e

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Todo depende de cuanto aliento tengáis para poder sume to si tenéis mucho, podréis llegar a ver el fondo.

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Para ver una cosa al completo, el hombre ha de tener dos r» ,tro de odio.

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I6|54| Los hombres productivos rara vez llegan a ser espíritus libres- los mantienen religiosamente anticuados. Los políticos ' ^

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16\55¡ 4 t ñ d » - ¡tfi:» La figura del espintu libre quedó inacabada en el siglo pasado: negaron demaM idi > poco y .re preservaron demasiado a si mismos.

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2

17 [2| De la necesidad invencible de la existencia humana forma parte lo ilógico: ¡Muchas cosas sumamente buenas provienen de ahí! ¡Se halla tan firmemente inscrito en el lenguaje, en el arte, en los afectos, en la religión, en todo cuanto confiere valor a la vida! ¡Ingenuos los que quieren convertir la naturaleza del hombre en una naturaleza lógica! Sin duda, hay grados de aproximación, pero ¡cuánto se pierde por el camino! De vez en cuando, el hombre vuelve a tener necesidad de la naturaleza, e. d., de su ORIGINARIA actitud ilógica ante las cosas. Ahí residen sus mejores impulsos. 17 |3p Los dos mundos, uno tras otro: la vida de Sigfrido y, en su trasfondo, el destino de los dioses. Algo sentido de manera sumamente metafísica.

1714] F 0

A los alemanes ha vuelto a irles una vez más tal y como les íuc t r a s ^ * £ también han echado a perder por completo ahora la reforma de Scmller y Uoetnc, M

i 91.

* Cuaderno en octavo de 250 páginas con anotaciones para WB y * j ^ é n final Cf. MA 151; 17 [16]; 17 [18]; 17 [32]; 17 [79]. Sobre el «pensar .mpuro-. V¿\ [l]yl7[79]. JVsMA3l. " Pigmento destinado probablemente a WB. f

1

1 7

MIJ Esento al mareen, puede leerse: «¡por eso es i n tempesti va! ».

[243]

Jcmk* ci uuc s actuaban u * V i I - I • elio, v n»* es*. t u ptu v

17

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jerti*»wda prcvipil***». pero lo ructoeui, tal con» même corno diurna la / w < u ***t K M ^HX-funes

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cada certo tiempo se produzca el adormecimiento . I tu atormento Que haya sueño y olvido es lo m *

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para su locura todo» los de los mundos

''fc'omo es posible que suframos más por el desprecio ajeno que ñor .1 resulta más dan.no. * * * prop*>?

ala 1 7

17

T memos el talante hostil del prójimo, porque sabenw la nuestras intimidades y aprende a d e s p r e c i a r * ^ S L " "* * * * nosotros mismos. • > « K deap^

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estado genial de un hombre es aquel en el que se haba a la vez en un

de amor y burla con respecto a una y la misma cosa.

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J°t del m5..* .is éticos cuentan con ...... esta óptima cualidad' ^ peor

1 7

' ' u finalidad del Estado nunca debe ser el Estado, sino siernpre el morvkíao.

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12

17 1 » todo el esfuerzo

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a la muerte, sino al excesivamente dilatado trancí enfermedad y prefieren la vida a ese estado.

dclrnonr.p ej. debido a

Hay quien dice «no voy a acercarme a ese autor; habla tan mal de los hombres, que él mismo debe ser bees rmlo> Respuesta: pero entonces tú mismo debes ser m peor, porque hablas mal e incluso calumnias a las mejores personas que existen, IB que dicen la verdad y no faenen miramientos para consigo mismas. " M U

* menudo el hombre enfermo esta más sano en su alma que el hombre san

17I18I , ^ Quien quiera embellecer las cosas con vistas a su represeinacion. debe lacer como hace el poeta que quiere embellecer una idea: la supedita al metro y deposita sobre ella la urdimbre del ritmo: además, debe estropear un poco la idea, pan agestarla al verso. Estropear el conocimiento, para asi plegar las cosas al arte: un secreto de quienes saben vivir. 13

17|19| * La estratagema más sutil del cristianismo fue hablar de amor corno k> fue también la de Platón. Hay en ello tanta ambigüedad, tantas resonancias y evocaciones, que hasta la inteligencia más vulgar percibe el fulgor de esta palabra; la mujer más anciana y el hombre más racional agradecen al amor los momentos mas nobles y desinteresados de su vida. 14

17 [20J la perQue los judíos sean el peor pueblo de la tierra es algo que coooieroa a la docfección con el hecho de que fuera precisamente entre los judíos donde Mirgio humano — trino 1 ~ ^ . A « /Ut « r humano - y con jkaai_*¿ _

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hecho de que la rechazaran para sí mismos.

"1121 n agudeza ni pro

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fundidad de à * * *

\l* MA 405.

I mundo vi A r

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fc*n*tparte dd con;umo de anotacKJoea dal cu* *

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17 [211 hi camino hacia la libert-ul ición P«ntua| Etapas de la educación. P'ritua|. Padres. Parentela, Vecindad. Amigos, hjtcucl»- Naturaleza. M a t e r n a . ^ C ^ r a t l a V « £ . uno servio fe la vi Ja. C trato con los aneamos, Ingreso en confesiones rclijiiosav Matrimonio. Mujeres I ' I '0te".S«iSi s Trabajo Honor. Los des avorev.dos l os deshonrados «lib Trato con los muertos. A l i u o de la muerte, madure/ Vi» a I . > • carencia le meta y ut.lidad. '»n d e ^ M Per^V

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ti l í ' el conocimiento puede excitar a la vol.m.^j . ' H f l S viverla insana: hasta el P u n u ? ^ T a t ^ ^ ^ K : debida y ni siquiera pueda recuperarse. Z l l Z ^ ^ ^ S bei así realmente qué es lo que demanda! * * » * del í/u*^™ d C

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» 7 i finalidad de la procrc nosotros. Ninguna re! ^ditariodc las cualidades.

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Consideraciones tntempestnus. He reunido y reconil-

carácter

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ce y hace independiente a los individuos, así como los puntos T° *o den adhenrse. Veo que estamos en ascenso: dentro de poco ai H toda la cultura. Todos los demás mov imientos son hostiles a I ° el ¿^toe. lista como el del gran Estado, el de los poderes e c o n ó m i c o s P ¡ " ^ ^ ^ I O H " * cias). ' — « W el de | cien. Quiero restituir a los hombres el sosiego sin el que nini» gir m mantenerse Asi como también la sencillez. ra p e

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ó naturaleza insta al hombre a que contraiga varios mairimn^

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17 [23| Sólo me importan los motivos de los hombres: ta existencia ob cimiento me causa horror. El conocimiento supremo queda borrado c ^ " H * * * ores empeoran. '°s fon. <

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Me dejan asomoraoo las personas que suspiran tanto por su juventud, p ej por sus años de estudiante: es un signo de que han dejado de ser libres v de que por a n d entonces se encontraban mejor. Yo siento ahora justo lo contrario y no conchada menos deseable que la niñez y la juventud: me noto ahora más joven y libre que nunca.

U a n d o

17|24|

Vuelvo la vista con pesar a pasa voy sintiendo cada vez más

que

bición.

re/uión emocional en el origen de la primera Consideración Intempesta Miedo por el genio y su obra, airién del espectáculo del conformismo de Strauss. adulterada ít>todos rrvin* loa U> sustentos • . . i __ « * • . _• . * . . < J _ «. i — /.nnnntfei;dad vacilante con respecto a lo justo y lo injusto, y la desenfrenada * en medio de ta vulgaridad! ¡La especie engañosa de felicM-

17|31|» Cruza la noche un caminante a buen paso; el ondulado valle y las extensas laderas lleva consigo. Hermosa está la noche. — Avanza y no se detiene, no sabe adonde su camino irá. —

p

En medio de la noche canta entonces un pájaro «Ay, pájaro, ¿qué has hecho? ¿Por qué retienes mi paso y mi sentido, y viertes sobre mí la dulce pena del corazón, haciendo que me detenga y deba escucharte para entender tu canto y tu saludo?» —

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•motón en el estilo se muestra un reflejo de esta ambición, como re c

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asi en algunos laborándolo li*

C i l l a el buen pájaro y dice:

,No. caminante, no» No es a b a qu.cn s | con nu canción; canlo p»»r Mí la noche lan herniosa, Pero lu ha-* de seguir caminando y nunca jamas conipremJer mi canto Vete, pues, que cuando tu paso resuene leiano. volveré a entonar mi cjnto nocturno lo mejor que aspa. — u

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Ì£5£2* 'a voluntad tiende a debiese, g j ^ g S ^ ^

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de la vida contemplativa ha disminuido - rv . . ¿ « 2 intempestiva. Antiguamente, el sacerdote y i e s n í h t n i ^ ' ^ ¿So ambos de la vida contemplativa. * « eran ant.ién1 7

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H artista tiene necoidud de la infidelidad de la rnem > mente a la naturaleza, sino rvmodclarlj mori , 17 fJJJ

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~~ — — v " ' ^ fus comprendido «sobre» fuberj. ha comprendido la amplitud del orgullo esta w*W las cosas, no está en las cosas . Z¡T£ mismo* l >to ultimo puede ser su orgullo^.

1 7 |4Z

cómo se sitúa el espíritu libre ante la vida activa? Débilmente ^ ¿.avo de la misma. * * a ella. DO e

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" j > fcsprecto son buenos medios n opone a l o . otros su propio desprecio: ¡no me habéis da^TaZJ como soy "doa! Asi p p

hombres activos se limitan a emplear las ideas y los recursos hallados por los contemplativos. 1 7

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Para el futuro del hombre vive el espíritu libre, ingeniando nuevas posibüidades de vida y sopesando las antiguas.

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dúos apacibles 17 ( 3 « |

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Restablecimiento de la calma y el sosiego para el reino del intelecto, supresión del alboroto moderno. Un deseo de apaciguamiento y una prorundización como nunca jamás los hubo ha de sobrevenirles a los hombres tan pronto como se hayan cansado del ajetreo moderno. r¿ y..

17 [47]29

17 [37] p n v a d o

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países católicos de hijos de sacerdotes: mato *»'

1 ser humano va dando tumbos de un lado para otw,

*

Ni como espíritus libres ni como amigos suyos resultan apropiados esos hombres temibles que ven en cualquiera a un patrón y a un superior, o un puente hacia alguna clase de provecho, y que van por ahí adulando. Mucho antes se convienen en espíritus libres quienes ven algo de tiránico en toda la gente, incluso en amigos, benefactores y maestros, quienes rechazan decididamente grandes favores.

siendo grande su (oru

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* -••*«• *

17 |46P

Conforme emejece. el ser humano se va haciendo superfino.

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17(451 , Emplear el canon de bpicuro.

V5l6|50j.

^sl6[51];MA,284.

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s: «Us épocas de los activos trabajan pan nosotros, una P ^ ^ * ^ 2 ° n no se dieron nunca han de Avenirles » 1« hombres, aun* * ajetreo». C o m o

i/*the en ^ no deberla c

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^ i m b i é n el ambicioso puede convenirse en e s p i r i i ¿ M * * * distinguirse de manera radical. ' ' K y, tu

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17. U I I 5B. V E R A N O DE 1876

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a futuros pensadores en los que la actividad incanwhu ^ C p a a i n e con el espiritu contemplativo asiaúco h e r e d o ^ T * ™ ' ricana ^ H e m e j a n t c ofrece la solución al enigma deí m ^ t ^ T co^ , hres contemplativos tienen su misión: derriban todas las b a r r e d camino hacia una fusión entre los hombres: religiones, estadofin? P monárquicos, ilusiones de nqueza y de pobreza, prejuicios higiénico,T'v

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' Cuál es la meta de toda imastica, suio la de hallar ai¬ , - J f ? En ese caso existiría el hombre universal europeo f f " horrible aprerKlizaje de idiomasl

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I7|50I«

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nuien como espíritu libre quiera emplear bien su dinero ¿L conforme al estilo de los comentos para posibilitar una C O Z S L medio de la mayor sencillez a aquellas personas que no quieran t ' *C ver con el mundo. a

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"*ia?

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etc.

1 7 1

™l aquel que habla de sus planes con mucho misterio nos parece necio y preso No será para tanto. No querer hablar de algo da la impresión de un narciso j tificado sulta pedante. 1

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17|5Il La enfermedad moderna es: un exceso de experiencias. De ahí mundo deba. llegada la hora, recogerse en casa, para no perderse en h ^ ^ t 17 [52¡ Es un mal síntoma el que se le dé tanto bombo al amor, a la patria ca. Parece que no haya nada más elevado que ensalzar.

1 7

^Ouizá sea precisamente la inquietud anímica Isa a la creación. Las personas piadosas, que ¡¡¡felá mejor de sus actividades. 39

a a

P*

|7|53F Se está incrementando tanto la agitación moderna, que todos los grandes logros de la cultura desaparecen por ello, pues poco a poco les va faltando su sentido apropiado. La civilización desemboca así en una nueva barbarie. Pero la humanidad u puede dejarse guiar única y exclusivamente por esta corriente de los «activos».Tenso depositadas mis esperanzas en el contrapeso, en el elemento contemplativo del campesino ruso y asiático. Algún día, esto corregirá en gran medida el carácter de U humanidad.

17 154135

17 I581 El espíritu libre siente una «envidia divina» del bobo bienestar de los hombres, vEueooTVTiKÓv es la envidia divina. 17

Hacia el Oeste, la locura del movimiento no deja de incrementatw. que a los americanos todos los europeos les parecen ya gente re 1 aj ?^ ^j ^su Ahí donde ambas corrientes confluyen y se mezclan, la | []j,por meta: el conocimiento supremo acerca del valor de la e x i s t e n c i a ' ^ que la actividad del pensamiento es demasiado modesta, imposible, p

591

1 La simple apariencia . . de , verdad. , .

i7i60i

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. .

*

^1

Los obstáculos resultan algo necesano para producir el gemo. 171611« 7

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estado que me tal. extirpan de

Hallar la línea media entre tres aptitudes, ése es mi problema. Dar centralidad a cualquier tipo de afición e inscribirla entre los talentos ya

existentes.

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*• Va ] 6 (39J. llar un io»"'" "Cf. MA.267; 19[75j. Vanante en Vs: «La meta de la lingüística es ha e* He £ S « que existe el hombre universal europe Ne aprenda de idiomas?». *Cf. 16 M51 * Cí. 18122 " Vs MA 285 * Vi MA ?«< qU

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171631

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...

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Los vicios han dado lugar muchas veces a la libertad de temor a las penas eternas: cuando uno se sacudía de encima estos gravosos pensa lientos, con ello se liberaba asimismo de la religión.

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s MA 285. 1

"X !! l«í Vs 18(16}

odclXi

? « ^4I1101. Mi 78. Propiamente. « V ^ * demás); cf. Anstostelcs. frica a \uW* - 16 131. W

Trí*? C f

2

indignarse ttnte la dicha

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FRAGMENTOS PÓSTTJM • 7 Ifr4|

17. ^ II 5B. VERANO DE 1876

4

Us opiniones religiosas se puede deshabituar urto empieza a uempo. H ° * uteu,. I ) e

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41

.7 I? *? ^ns vivir como los dioses, que viven con levedad si n ~ ~ _ rno P ' P°*«nos un vivo P

17 |65| El mayor defecto de la enseñanza actual es que se i m p mezclado.

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17|66|« , ¡Viva los nobles traidores!

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i7 tm . «* • * * .'. j | Los Estados francamente democráticos tienen que proporción ció que sea, la educación más elevada. tod

, os espíritus sumisos. ' ai tipo de evolución superior necesidad de la libertad de espínbi " rénesis del espíritu libre - Evolución, no costumbre " Espíritus parcialmente libres.

171 . I''' E s tados, los matrimonios, etc., se basan en la fe, no en el saber. Pero 7 6

47

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Que el arte representa lo verdadero de la naturaleza es la ilusión voca. no la realidad filosófica. ^ n

eso es

fue una osadía del cristianismo proclamar el secreto, «S^bfe

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éste . pro

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hazar el saber. Fn todas partes, la religión se basa en la fe. cj Estado está ahí; por lo tanto, su principio es legítimo. El principio monarqui, Si c r verdadero, puesto que existe la monarquía. decte s e P

c 0

48

17I771 Saola envidia 171?©!

'*•*••'*?&.'-wrt.

'

Que Cristo haya redimido al mundo es una desfachatez.

45

49

17 [781 Elevar la pulcritud a pureza: quizá hasta el concepto griego de belleza 17|71|" Las opiniones generales las hereda uno por costumbre, para dedicar entonces toda su energía a sus intereses personales dentro de determinado círculo. Esto previene el despilfarro de la fuerza personal. 17|72|Humano y demasiado humano. Vías para la liberación del espíritu.

l-.l alivio de la vidfc. Mujer e hijo. Estado y sociedad

feá¡w

Es algo inherente a la pureza el que, en el transcurso de la vida, uno busque cada vez menos refugio en lo metafisico. 17 |79|» El pensamiento impuro y el estilo. 17 W * , . Juzgar al arte en función de sus efectos y en función de sus causas — ¡dos esteticas! 17[81] El asceta, un cerebro enfermo e irregular. Éxtasis, voluptuosidad del intelecto.

17|821» ¡Se están perdiendo el ocio y la ociosidad! ¡De nuevo se les difama!

Ctnco pequeños actos de libertad causan mayor efecto que todo el miento junto.

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del arado. 1 *

<•- MA 284.

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f( orno se logran I M éxito»: v. Libertad c s

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17. U H 5B. VERANO DE 1*76

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$ Ociosidad. M l ' f e s p í n n . Ubre actúa poco: de ahi „ 17 IH4I ' A la vista de todos está el que. tras la ultima guerra casi iodo* los alemanes se habían vuelto un grado m á s d h , *n . Z S U la admiraron genera hacia Strauss f ^ V mi* bato de esa comente de la cultura alemana: un t e ó | u ? ^ • « e r T j ^ C hbrepensador fue el heraldo de la complacencia pública. ° niq J£«¡> c

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17 W . Ln conclusión: los espíritus libres son los dioses que viVen I7|86| Con la religión se echa uno a perder la cabeza —

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originariamente católica y una Rusia grecc-catóUca iam* „ por eso el estad.sta a.emán ha fcoJ5S£^££ f

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Con los mismos medios con los que se ha destruido el pequeño Estado se des^ye el grande. 1 7

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Por enej.

Dado que no tengo aún la desgracia, la carga de contarme entre los hombres famosos desde mi humilde oscuridad i7 m i Los hombres asignan a las causas ios mismos predicados que a los efectos. I7f*| l a falto de carácter puede ser signo de un exceso de espíritu. I7|u|| Cuando todo el mundo se convierte en e s p í r i t u libre, el fundamento se debilito: una culiura así acaba por desmoronarse o se desvanece como el rocío y bla. , ^

' ' f . n l Francia „ ¿ alianza -

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I7|87|* No deberían educar para ser como ellos, sino para ser más q Ningún gran hombre apunta a sí mismo, sino siempre a algo ma de el

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por el' '

S S a S Que al comien/o de t«xJm los vicios a ú n nos hallamos, empero, muy caniai de la virtud m

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17 [981'" El pensamiento sumiso, fomentado como moralidad: matar a un gato se consideraba un crimen entre los egipcios. Se castiga la acción, no la intención: no para disuadir, sino para comprar la ruina general por parte de un dios. 17 [991 Falsa analogía con el movimiento suizo — los suizos rei\-indican el pequeño Estado. Sus cantones no eran pequeños Estados. 65

17 [ÍOOJ No se puede basar una ética en el conocimiento puro de las cosas: ahí hay que ser como la Naturaleza, ni bueno ni malo. 17 [101]« Quisiera la definición de canalla. El bandido, el asesino, el ladrón no lo son. 17[1021« ^ En la Iglesia católica se ha creado un oído (con la confesión) al que uno puede currar sus secretos, sin consecuencias. jQuc alivio! También es un acierto la

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Cf.MA 228. "Cf.MA48l. 'Cf.MA 453. Cf. 18 [loi " . I 8 7) f 18 52] ft

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cf. 17125) 17(741. Vsl

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FRAGMENTOS PÓSTUM

u «.fiarar un» injusticia medíanle una buena * « el verdadero «castigo».

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C uando uno ha satisfecho sus necesidades, | . * ,«smo ruede apartarlo de sf? Sólo de la siguiente manera- ? ' * el . L bssssfl satifftcerlas tamb.cn Se tabnca una neeesi,i ?SL " ra un c encu la cual, debido a ta c o s t u m b r e " ^ * * * C > ¡ S ac.er penoso hasia convertirse en algo placentero. Piénsele ^ Q W tabaco. c

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18. M I i . SEPTIEMBRE DE 1876*

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La reja del arado.

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' ¿«Sí q " ¡ g ' l I f ' > muchos obtendrán distruJ d a buen seguro que disfrutaran el pobre y el neo, el lobo y el águila v a b i l í e n t e todas las criaturas». El granjero Helmbrecht» 1 8

da. nasudo humano

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Vías hacia ta libertad de espíritu. L A REJA D E L A R A D O .

Primer capit aio Segundo: Tercero: Cuarto; Quinto. Sexto: Séptimo

; na pá*. para la liberación espiriti Kptntus libres y sumisos. El alivio de la vida. Estamentos y oficios. Mujer e hijo. La sociedad. El hombre a solas consigo mismo. La escuela de los educadores.

1 8

2

' ¡ 2. Todas las escuelas públicas están orientadas hacia las naturalezas mediocres, o sea, hacia aquellas cuyos frutos no se tienen muy en cuenta cuando llegan a la adurez. A dichas naturalezas se sacrifican los espíritus y ánimos superiores, de cuya maduración y fructificación propiamente depende todo. También en este pumo nos mostramos como pertenecientes a una época cuya cultura sucumbe a ios medios de la cultura. Desde luego, la naturaleza bien dotada sabe ingeniárselas por si sola: su fuerza inventiva se pone de manifiesto precisamente en la manera en que. a pesar del mal terreno en que se la sitúa, a pesar del mal ambiente al que se la quiere adaptar, a pesar de la mala alimentación de que se la nutre, sabe conservar sus energías. Pero en todo eüo no hay justificación alguna para la estupidez de quienes la colocan en esa situación. m

1813] 3. Separación del ambiente falto de comprensión: — Se produce una henda y un agravio profundos cuando en alguna ocasión notamos mer^spreoo hacia nosotros por parte de personas con las que hemos tenido un trato de confianza durante largo tiempo y a las que se les ha brindado lo mejor que uno tenia. Quien trata a las personas de forma cuidadosa y no las hiere, para no ser hendo. experimenta rubttualrnente. para horror

Tránsenlo por Peter Cast y corregido por Nietzsche.

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compuso hacia d ano 1250 una epopeya lado de las penu « » . areicr tteimr>n\fit. cuvo ncroc, mjv ' .VT" ) « versos 544' - «e eom icrte en bandido \ tonnina ahorcado. Nieuscne o u •«« " m i m*A . Jeutseké I s t f e M r a s i r ¿ H ^ ^ ^ L ^ * ' > - ^\}tTT^^X pues,probablemen. HO) KP. I. p. \. mas larde, en M 202. De aquí prcain.kss*» !• titulo de l;i proyectad» Intempestiva. U reja del arato. llsl

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4 Medios distanciar de si a la gente: ^ se , . - mas a algu.cn en contra de uno que cuando se fe C * * W C que el qu.ea- quitarse de la mente con todas sus fi*r^*W?% T l c c n d a d al p r e s a r una le; a los hlologos. en la | w ' " * ¡ ¡ ^ " ^ J a k* estadistas, en la finalidad del Kstado; a los c o n t ? C > 0 r e i n e t a de d i ñ e n , a las mujeres, en la e o n t , n g e n ^ > S s nTcl.nac.one> > compromisos V 1 9

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' s. fcs conveniente exigir mas: - Quien quiere lograr l ° - , aran enfas.s mucho mas aun; a concedérsele entonces lo mínimo' dT? sanstactono el uue se de por satisfecho. « lo a

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12. Valor de un estado de animo oprimido: las personas q presión interior, nenden a los excesos, — t a m b i é n a los del pensarme'?" dad es con frecuencia signo de un estado interior convulso, que anhela" ° " miento: y lo mismo cabe decir de cierta cruel falta de miramiento del pan* U e

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24. Si se viaja de un lugar a otro y se pregunta en todos ellos qué mentes son las mas valoradas, se descubrirá q u é poco habituales son las inteligencias superiorci. Es precisamente con las inteligencias respetadas e influyentes con las que menosse tener

ración por el hecho de ser abanderadas de las opiniones provechosas, y de que 1< _ les confiere su reputación es el benef icio de la mayoría. A la vista de esto, un paisde muchos millones de habitantes se viene abajo, y todo lo que resulta valorado se le vuelve a uno sospechoso. . Deloquesetrataenelcasode patriotas y librecambistas es del provecho de personas pmadas, que se han revestido de un barniz de ciencia y amor a la p f » 18 | * | ' 27.

Sui p mendo que no u la liberación de I

, iadigna e insoportablej^*¡gS nina o s ó l o t e n g á i s una < ^ » " £ > tícndO u n t o el suicidio cuanto esa ganosas de la vid. ' ^ m ^ L a n a madura. Cuando -dhP ^ , voluntad dejan de ^ r ;» p^ a

mordiendo el anzuelo per

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18 I ?! Para liberarse del temor a la muerte, quizá no haya sinr - runa vida eterna; en todo caso, otro más seguro es ínsp )rar

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Se nos acostumbra a las opiniones religiosas durante los primeros amn, e nuestra vida y durante los quince años siguientes se nos

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nnt - Si bien se cree conveniente dejar pnmero al hombre en el seno ^ C a religan y hacerle beber la leche de la fe, de manera que « l o mT^v ¿a a poco se acostumbre al pan y a la carne del conocimiento, no obstante me demasiado largo este tiempo, considerando la brevedad de la vida humana r l vez resultaría correcta la economía actual si el ser humano alcanzara el apogeo AI fuerza y de su razón a los sesenta años. Pero el caso es que hoy en día se hace V «• vuelve falto de fuerzas al mismo tiempo. — sabio y ¡>e

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18 fl2| 38. Es signo de una mentalidad o bien muy recelosa o bien muy ahrva el ver en toda la gente, incluso en amigos, benefactores, maestros, el peligro de un predominio tiránico y cuidarse de no obtener grandes favores. Pero no habrá espintus libres, si no se tiene este carácter.

Humano v demasiado humano. 18|13] «staniimpW " \ 51. Las personas cuyo trato nos resulta desagradable nos hacen un favor cuai do nos dan un motivo para separamos de ellas. Luego, desde la distancia, estanw mucho más dispuestos a tributarles o concederles un beneficio. 181141

honrado

y un granuja; por el contrario, lo que suele ser grande es la diterencia intelectual. Las leyes contra ladrones y asesinos están hechas a favor de los cultos y ricos.

55. Hay mucho más contento que descontento en el mundo. En la pravuca. ^ optimismo el que domina; - el pesimismo teonco surge de ™ ^ J z L > absurda que es la base de nuestro contento; se asombra de * , \ racionalidad que hay en dicho contento; lo que le resultana comprensible Acontento permanente.

FRAGMFNTOS POSTUMOS

La tnquj" j anímica que tanto detestan de «t

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.k-in/arar una paz tí . habnan sucho u

18. M I I. SEPTIEMBRE DE

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lH l* ]' i , gente joven se queja a menudo de que no ha teñid* ~ • ^ amcnte padece de haber tenido demasiada* es el ^ ^

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La buena u r i n a c i ó n que hay en nosotros suele re™ .laos v malos humores, para brotar luego con m á l r rjaDaooalen V KIOS > "* ^ x ^ i i La \irtud e le\-anta mas fresca.

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Los filósofos de segunda fila se dividen en pensadores adru*, - contra, es decir, en aquellos que. conforme al iniiM • • i r ^ anauen un ala lateral a un edificio ya existente (para l ^ ^ ^ Ar un arquitecto capacitado), y aquellos que, a base c W ^ L T ^ ^ 5

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e o ^ H b t E S ^ S Í ^ ^ ^ « S S \ . - , existente. Todos los filósofos restantes son m e r ^ s a ó o r a / h ^ T de lo que se ha pensado, de quienes lo han pensado: excepción beehaT !Ü ns que responden de si mismos, maduran por sí solos v son los ñacos ¡ * ° ¿ I ¿ ser llamados «pensadores». Estos piensan día y noche * m• asese a ™ va , m ^ ¡ ismo modo que aquellos que viven en una hei herrería ya no escueta d S o de los yunques: les pasr como a Newton (al cual le r - » c — m ^ había llegado a sus des. siempre en ello»).

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el motivo del recíproco aislamiento u . , todo lo demás apunta a su fusión? Creo van aquí de la mano. Luego está el hecho\!? ^ utilizan el aislamiento nacional como un rodeo n a r T * ^ Para confia vida social. Conforme se construyen grandes Estado! chos pequeños déspotas y disminuye el influjo a . ^ ; se sobreenDende que el mismo poder que tiene que amdra algún día que destruir al gran Estado. En cambo * quesean las razas y la diferencia de origen loqoc&avs¿ i innr" en grandes Estados.

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18 |24p 68. De doble manera es descortés el público con un escritor, el autor ha sus obras a costa de las demás del mismo autor, y mego, una vez escrito algo, sigue demandando nuevos escritos — como si por d hecho de haba sido obsequiado en una ocasión, hubiese obtenido una prerrogativa sobre el " te. 16

64

pronuncian los eruditos muchas bellas palabras, laboriosidad, se morirían de aburrimiento.

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18 | 2 i p 0 5

a Rochefoucauld son útiles cuando s ? ^ * * i que el supuesto de la injusticia radical de toe -

65. H motivos del cion. ae todo jmao tt ét M querer

gían aflujo en el hecho de que el ser hurnano * * violento.

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18 |25] 71. Los signos de una desconsiderada superioridad por pane terrea em ki ñas gas o en deuda de gratitud hacia nosotros son muy dolorosos vaos profundo del corazón. 18 (26| , 77. Se lamenta la falta de disciplina de las rnasas; si estuviese pssAaé^d reproche debería recaer con dureza sobre las capas cultas;tenasa es u n l a » ateta buena o tan mala como lo son las capas cultas. Se muestra mala e • * J™*? la misma medida en que se muestran indisciplinadas las capas cutas; seaprtcede como guía, viva uno de la forma que quiera: se la eleva o se la echa a perder según "no se eleve o se eche a perder a si mismo. a r i

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demás mera ^ Casi todo buen escritor escribe un único libro. Todo lo ^ f V ^ prólogos, ensayos preliminares, aclaraciones, apéndices al mismo, de nec (

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es . mnv rmientr, que no puede o V t e r ^ J ^ ^ ^ * ^ y p w w a p FJ É M C O pueMo de ra/a. los judio*, no * • . f l " » • » * • « contfassraoora de fcuaoua - 41 ¡ E S * * u*>* I ^ a V » -Sobre las optmones torcida, que se tiene de U » e*f ^ (pese a toda» fe bellas palabras, yo sé. embarg.» ^ unK^ í

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, escritores muy buenos que nunca han escrito 18. M I i-SHPTIEMBRfcDKls

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Los remedios contra el dolor que emplean los hombre, „ , «.ésicos. Pero todos esos remedios pertenecen a un n.veV^r f ** más A n e s t é s i c o s los encuentra uno, en forma de r e p r e s e n t a r e 7 £ ^ ' ' ^ artes, que en esa med.da pertenecen a la historia del 'JSr* »°nw y , r e l i g ó saben dar la espalda a la causa del ¿ r i m i ™ ^ ** P«ti« * * ñor efcmplo, dieiéndoles a unos padres, a los Z * ZX P° " ¿ fallecido y añadiendo, a la vista del cadáver^ue que ^° , incluso. «gue vrvien3

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Es sabido que no resulta fácil poder sentir a la vez amor v •• o misma persona. Pero lo más difícil y raro de todo « ™ ~* C „ " " o e, amor supre™ y e, as L j ^ ^ ^ J * H** cerebro ren*hro y v amor a m o r como c o m o impulso i m n n l m del corazón." ~. - % ¿ r ^ d^ ^e cX como juicio del dicho estado es posible y queda corroborado por la histona. Quien podría ainarseTsi mo con la clase más pura de amor sería aquel que al mismo üempo se depreciaí se dijese a sí mismo: no desprecies a nadie, excepto a ti mismo, ponweómcamente a ti te puedes conocer. Esta es quizá la actitud del fundador de la religióncristiana ante el mundo. Amor a si mismo por lástima de uno mismo y de toda su ciable condición es el núcleo del cristianismo, sin envoltorio alguno ni mitología. El sentimiento de esta despreciable condición surge del conocimiento de uno mismo y éste, a su vez, de la necesidad de venganza. Si alguien ha sufrido lo bastante por causa propia, si se ha herido a sí mismo lo bastante con pecados de toda lasa, comienza a experimentar contra sí mismo un sentimiento de venganza. Una incisiva introspección y, a la postre, el autodesprecio son las consecuencias naturales, en algunas personas, el ascetismo incluso, es decir, la venganza sobre uno mismo por obra del repudio y del odio. En el hecho de que el hombre se exija mayor esfuerzo y premura también se pone de manifiesto la misma tendencia a vengarse de uno mismo. Qoe, a pesar de todo, el ser humano se siga amando, parece entonces un milagro, y por regla general se suele atribuir a un dios semejante amor puro e inconcebible, pero es el hombre mismo quien resulta capaz de un amor asi, en una especie de gracia que se concede, pues no puede dejar de amarse, ya que su amor no puede ser nunca algo cerebral. En esta situación, el amor domina el sentimiento de v enganza, el hombre vuelve a ser capaz de actuar y vivir; desde luego, no tiene en muy alta estima estos actos ni ningún afán terrenal, algo casi carente de finalidad, pero no puede hacer otra cosa que actuar; así como el cristiano de los primeros tiempos se consolaba con la expectativa del ocaso del mundo y esperaba entonces librarse al fin de su despreciable naturaleza, impulsora de sus actos, así, en ta actualidad, cualquier hombre puede saber que la humanidad llegará algún día a su fin v que. por consiguiente, en toda ambición huma¡» debe imprimirse el sello de la carencia de finalidad, ademas, dicho hombre descubra e irá sacando cada vez más a la luz los errores fundamentales irisemos en todas *as aspiraciones; el que todas ellas tienen a la base un pensar impuro. Comprenaee n e r a a o n

1 8

' iCÓmo es posible que el enamorado sienta con mayor de la tragedia > de rodo arte cuando algunos designan el ¿ ¿ S ^ ¡dad el «• loiuntad como el autentico estado contemplativo? Parece más • —a» bien oten nq u e a n ^ -H b asi decirlo, que que labrar la voluntad. a fin de recoger luego las las simientes simiente íd í ^ * asi devino, «- Juego - i arte. La vida leve. :

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101. Todo ser humano posee sus propias recetas acerca de cómo h table la * ida. es decir, acerca de c ó m o mantenerla leve o cómo aliviarla esta se ha mostrado gravosa en alguna ocasión.

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18|JI| 104. Si. en el curso de la Historia, la vida ha de sentirse como algo cada w más gravoso, cabe preguntarse si finalmente la capacidad inventiva del ser humano resultará suficiente también para los erados m á s intensos de dicho agravamiento

18 |32P 112. El hombre que carece de ese consuelo de tipo cristiano y al que, porotn parte, la filosofia no le ha proporcionado la contrapartida de la total irresponsabilidad, se encuentra mal debido a ello: se conoce demasiado bien a sí mismo y se desprecia, rwrque. de modo erróneo, atribuye la culpa a su propio ser; de ahi que m al prójimo con miedo a que éste se adentre en sus secretos. O bien tiene reawm su rxójimo por alguien mejor que é l , ya que lo conoce menos, o bien strn ^ ^ nene por tal, para ganárselo e inspirarle un sentimiento similar hacia sii ^ vanidad y ambición de los seres humanos se basa, en la mayoría de las o • ^ el seniirmcmo del propio desprecio: quieren que uno se engañe respe ^ legran de cualquier juicio de sus semejantes, si éste les reza fcvon^^^

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"J*n que es falso; su empeño cons.ste en evitar que salga a la luz tua a ellos s

* ^ M l M ] . C f . M A 108. e n del libro de '>ühr, i í N * » * re**»» aquí ideas anotadas entaconclusion a su resumen de w a V J É vida, ta 9 [ U L

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Goethe el animal aún vive dentro de la concha* f»

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IRAtiMINlOS PÓSTUMOS

X a " sin conoc'm.en.o do aquel a quien so ha ue ^ * ,„ • 1 n.c de forma incorrecta al inmiscuirse en una e s f „ 1 ¡ a

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pensión a la cólera lujuria). U s padres tienen mucho cu, t. dS^Zfro de haher tenido hijos. ^ er para reparat íor0

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i9i34) 118 Cuando hallo por todas partes un envilecimiento de 1 go que el momo radica en que desde hace cuarenta años ha i m n ^ * * * a . S r L • ulgar en los — celebrados: por ejemplo, » £ «tt¡¡ la puraaicahueteriaen torno al dinero y al rango social; las hijas b ¿ ' u * N a nudas v los hombres quieren casarse con fortunas o privilegios- «T *b* se nota también el ongen vulgarr de estos matrimonios. losw ? matrirnnn.rw * ' 3

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El ser humano esta predispuesto a ser padre o madre en « a , cualquier semiSin producuviuau, ... w u ... , ^ no me ínteres; nada la juventud. porque en ella no es posible o, al menos, no es racional producir. c u

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f] 1 Si las mujeres se dedicasen tanto a la belleza de los hombres, éstos lkeanan , ser po S ^ " — lo son ahora, por r e g l a ^ ^ las mujeres. Es una muestra del delirio y quizá también del elevado sentido del nombre i míe auiera hermosa a la mujer. Es una muestra de la mayor ini 1 8 |4

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119. Lo mejor del matrimonio es la amistad. Si ésta es lo bastante mite prescindir de forma atenuada y pasar por alto lo afrodisíaco. S n a S u * marrtrnooio vulgariza a ambas partes en su modo de pensar y las hace del todode!

de las mujeres vqui¿«i w ' « ' ^ ^ s c u u u u csieuco) ei que acepten hombres feos; ellas tienen más a la vista lo esencial, cosa que aquí significa: prottejón. manutención; los hombres tienen más en cuenta la bella apariencia, la tiansfassación de la existencia, incluso aunque ésta tenga que resultar por ello más

sssssssj 18 [44] 135. El amor se sitúa muy por debajo de la amistad, ya que pretende osa posesión exclusiva, mientras que uno puede tener unos cuantos buenos amigos, y dichos amigos, a su vez, también pueden hacerse amigos entre si. 27

123 La convivencia de las personas casadas es el motivo principal porelquc un buen rnammonio resulta una rareza, pues hasta las mejores amistades sólo rarasjente la soportan. f«V 3 wmm atavíame «o¿h w

JJ(3ff »8**H124. Forma parte de lo más conmovedor de un buen matrimonio su conocimiento compartido del repulsivo misterio en virtud del cual se ha engendrado y vetudo a la vida un nuevo hijo. Es sobre todo en la procreación donde uno sien envilecimiento, por amor, de lo más amado.

125. Pbr la existencia, ningún hijo tiene necesidad de estarle agra^^ ^ P«*t. tad vez incluso le sea lícito estar untado con el debido a cien ,

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*V* •Paraef conuen/ode "Mujere HIJO** A la pregunta: **¿De ^ ^ ^ ^ o s ^ **** respondo, "pues de r-dre v ntate" a ciivolado quererme oy*** ( , n

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18 |45| 140. Las mujeres que aman de forma especial a sus hijos son por lo general vanidosas y creídas. Las mujeres que no prestan mucha atención a sus hijos, tienen, por lo general, razón para ello, pero de ese modo dan a entender que de un padre semejante no cabía esperar un hijo mejor: así se pone de manifiesto su vanidad Sobre los griegos. 18 |46p 143. Si se piensa en los griegos como unas tribus poco numerosas, en un terotono densamente poblado, en el que se encontraron con un interior del continente ocupa*) por una raza de procedencia mocóla, la costa, delimitada por una tranja semiüJ y a los traeos asentados en las zonas intermedia*, se comprende la necesidad que «Wicron de asegurar por encima de todo su supenondad cualitativa y reproducirla una

'* v»: «el matrimonio»». V B S

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, , por eso ejerc.eron su poder de fascinación sobre l , eira u / . i que seres superiores nnd* nv, v c /

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146 El Sócrates platónico es. hablando con p r o ,. halla recargado de atributos que nunca pueden estar reunid* ^• ; ca fijar u P h t ó n no es es lo lo bastante r u s i a n u dramaturgo u... » - para i y - lau miagen imagen de »... que „„, I.. sto a es. incluso, una caricato™ „Lloco. \s. la su>a caricatura d i f °crat p ' <*. Zbiiia l a t o n t e ofrecen una imagen verdaderamente fie,*? nial "mal como el d modelo, modelo; ñero pe*. ha> ha> que que saber saber loor leer este « t e libro. libro. Los \fiu t e*: vy __ fondo que frates n.» noiirMu* nenenada nadauue quedecir deorles ' ' 'c < W s,en,en que este lita» esnmu.a y al mismo tiempo p i e U

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£| sentido de los castigos más antiguos no es: disuadir del delito , nr un intento de reparar el daño, por ejemplo median^ ' ' grltfi* " ios parientes de la persona asesinada; en segundo iZZ T keste < ámbito E o ur conjunto de medidas que adopta !a comun.dad Zev^T^ * ^ paja evtarden cuanto

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s hacen al hombre aún más malvado cuand °^ ° esto no es soii ? aigu Ktomé - T — de — -los ~ griegos, sino inherente "Cierne a ab la naturau «bu .en no se quiere amar, se e desea en secreto que se vuelva peor de ^ ^ de este modo, por asi decirlo, justifique nuestro rechazo hacia él F brmT^M de la tenebrosa filosofía del odio, que todavía está por escribir. a Parie 153.

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18 1531 deberíaser. pn158. La ^ T T " T " 7 ' " ~Z \— ""mano debería de evitar una injusticia, en la medida en que pueda repararse el daño- lueeo " tensar la mala acción con una buena. Esta buena acción no tendría que aplicarnecesariamente a las personas dañadas y ofendidas, sino a cuakruiera; puesto que vez suele cometerse un desmán directamente contra el individuo en concreto contra un miembro de la sociedad humana, — por eso, la buena acción \e es íthida a la sociedad. Lo cual no ha de entenderse de forma tan grosera como si un obo tuviera que ser enmendado con un regalo; se trata más bien de que quien ha evidenciado su mala voluntad, muestre ahora algo de buena voluntad. , u c a

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Continuación de

Humano, demasiado humano 18 f49|

154. L'n pnnape bobo que tenga suerte es, tal vez, la criatura más feliz bajo el so JSJ que los modales de la corte le permiten considerarse justamente tan sabio como requie.

re para ser feliz. L n prinape bobo que tenga mala suerte vive aún de manera tolerable ya que puede descargar en otros su descontento y frustración. Un principe astuto que tenga suerte suele ser un espléndido animal de presa; en cambio, un príncipe astuto que teñe mala suerte resulta un animal de presa muy irritado, al que hay que encerrar en una jauk no se engaña acerca de sus equiv ocaciones y esto es lo que le hace tan malvado. Un principe astuto, que además sea bueno, suele ser casi siempre muy desgraciado, pues debe hacer muchas cosas para las que es o demasiado bueno o demasiado astuto.

18 (50| 155. En el fondo, por arriesgados y extravagantes que sean los afanes y propósitos de un ser humano, se los tiene por algo susceptible de disculpa o al menos perdón, si se pone ia v ida en ello. Q u i z á de n i n g ú n modo m á s claro puedan exp los seres humanos cuan alto sitúan el valor de la vida.

< ' ¡56. Nuestro enmen contra los criminales consiste en que los w

18 |54P 162. Se puede dudar de que a la buena persona, con sed de corx«uniento. le resulte de provecho hacerse cada vez mejor. Probablemente, un poco mas de pecado de vez en cuando la haría más sabia. Cualquiera sabrá por propia experiencia en qué circunstancias ha tenido el más profundo sentimiento de solidaridad y hacia la inseguridad de la sociedad y de los matrimonios.

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163. Bien mirado, el ladrón, una vez condenado, tiene derecho a una reparación, en la medida en que ha perdido su reputación debido a la acción de la justicia. Lo que sufre por el hecho de pasar por un ladrón a partir de ese momento va mucho más allá de la expiación de la falta cometida en una ocasión. 18 [56]» 164. Mediante la institución de la confesión, la iglesia católica ha un oído al cual uno puede comunicar sus secretos sin consecuencias j * " S ^ ™ supuso un gran alivio para la vida, pues uno olvida su culpa desde el instante en que ha contado, aun cuando los demás no suelan olvidarla. r o

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« n a t a . Me gustaría escuchar alguna ve/ la definición de canalla. W V s : « l neo. • que se hará cada ve, mas neo B a,rc « * . por Pur i ' M»<.* se liar;» cuta ve/ mas neo. r.i *«v « ™ • • " TV s O r l o ; • un un poco poco mas de pecado lo hace mas soportable». MA5ftRin>i 56K; 17 17 i[Hi:i 4

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3K, 2 97, ya referido por Nietzsche en 5 I ' J t

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IJ II 5 C . O C T U B R E - D I C I E M B R E D E 1876*

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|*|5«| . . . \t$ l a inju>i»cw deu a M V C S una herida en quien | ele ser lo k*.tual Le* r e n d i m i e n t o s de conciencia son Pe* „ e ia recia Ofender a algu.cn que nos desagrada, para l i b r a r ^ que ¿moca incluso un dichoso suspiro de alivio por la libenad a l c a n á » pro" «ai el obrar injusto sea en legitima deíensa. Au N aquí

Bf-X desde el 3 de octubre

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filología es el arte de aprender y enseñar a leer en una época en la en* •masiado. Solamente el filólogo lee despacio y medita acerca* J k w f lee ''ote una media hora. No su resultado, sino este hábito suyo es su mérito L a

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l#W El hombre de Estado debe buena conciencia > para ello requiere de entusiastas sinceros y,

mk^^^ ^ quienes

i*i6ir i \ v Ouen posee el instinto de limpieza también en lo espiritual sol tendrá apegado a las religiones durante un cierto tiempo y luego se refugiará^ meuhsica. mas tarde, también se irá desprendiendo paso a paso de la metafísica!? probable que el instinto de limpieza siga más bien un camino opuesto en el árabiic rnorai. por eso dicho instinto va ligado siempre a la impureza del pensamiento > quiza lo ' ' 1

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:lase de hombres supravaloraoón i

2pero sin naturale:

tre los filólogos.

3. Que los filólogos estén capacitados (más que los médicos, p. ej.) para educar a la juventud es un prejuicio, que además la experiencia rebate a diario falso. Por consiguiente, sucede aquí como con los barrenderos, a qi" examina nadie para decidir si son ellos los que mejor saben barrer las calles; con que tengan la voluntad de desempeñar ese oficio falto de pulcritud, modo todo estamento elude el oficio de educar a la juventud y se comenta coa que los filólogos — no lo hagan.

1

1« l « J * ^ 176. La reía del arado atraviesa el terreno duro y el blando, pasa por lo que está mas arriba y por lo que está más abajo y los aproxima. Este libro es parad -fc ele¡ y el maio. para el humilde y el poderoso. El malo que lo lea, mejorara; bueno, empeorara, el modesto, se hará más poderoso, el poderoso, se hará má-

19 |4|

Antigüedad ha sido filóloeos: v esto hasta hoy.

5. Que se pueda entender mal una tragedia de Sótocles en un centenar de pasajes y simplemente pasar por alto muchos pasajes corruptos, y que. sin embargo, se m i m i a . . „ i . , . , . i u i - * —1;« rU h , n v \c\ haría el ñloloco más conr ™ »-*iiVUUVI J I .VUiU in^jv» v cienzudo, eso es algo que los filólogos no quieren creer entendido 1

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* Quaderno en octavo de 250 páginas con snoucàoss» para SE. * B > MA. p ? hagmemos. C f

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19 (61¬ 6 Creo entender a Shakespeare mejor que los aunque yo cometa muchas faltas. Por regla general, c u a l o n ^ <*e 1» , anuguo mejor que el profesor de lengua y filología: ¿ q los filólogos no son mas que bachilleres que han envejeciS

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9 l*?¡ si uno no tiene un buen padre, ha de agenciárselo Que un w , L es más razonable que lo contrario: puesto q sabe con 1 2 « £ * P * t J lo que necesita. * mas exactitud
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I9|7| 8. Los espíritus mas refinados se sienten presionados pre cuentan historias con las que uno tiene que rcirse: , ™ aq „ reír. *> « e

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El prestigio de los médicos se basa en la ignorancia de las perso^, » enfe^as: y esta ignorancia se basa a su vez en el presti de los ¡ S 9

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19 PP 14. Quienes saben alegrarse con nosotros están por encima Cercat nosotros que quienes nos compadecen. La alegría compartida hace que se alegra con nosotros): la c o m p a s i ó n , al c o m p a ñ e r o de desgracia ' ° de la compasión requiere como complemento la ética, aún más elevada H i ^ tad » laamis.

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19|10J15. Los seres humanos se hacen protestantes, católicos, turcos, cada cual en función de su pama, al igual que uno que ha nacido en un país vinícola se conviene en bebedor de \mo. , .ilKWL ^E* v

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19 f l l j 17. Quien se niega mucho en el todo, fácilmente se otorgará indulgencia en la pane. Quizá no haya habido ningún otro estamento que haya entendido por erotismo únicamente los excesos tanto como el clero católico, que ha renunciado al amor. Por eso se ha permitido el placer ocasional.

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n El mejor médico sólo podrá tener un único paciente; cada ser humano « historia de la enfermedad.

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12. L'n maestro escogerá sus compañías entre maestros á pasará el tiempo entre SUS alumnos, pero no entre colegas de es todo, no entre aquellos que sólo son especialistas, y no maestros

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23 Adivinar y delatar a un autor que no da su nombre significa tratarlo como uno estuviera viéndoselas con un criminal disfrazado o con una picara belleza. que puede estar permitida con bastantefrecuencia:pero hay casos en los que se nene que respetar su discreción, al menos tanto como la de un principe que viaja de incógnito. S1

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19 [171 La apreciación de cualidades sólo puede ser comparativa, el propio interés quiere el máximo aprecio. Emulación o aniquilación. 1 9

1 8

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18. Se puede hablar de modo sumamente apropiado y, aun así, de mane ^ todo el mundo clame en contra. Así, Sócrates habló de modo ¿tro rel="nofollow"> ante un foro histórico-universal: sus jueces fallaron en su contra. hablan rebajándose a la altura de sus oyentes.

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24. La ilusión del impulso sexual es una red que. cuando se desgarra, siempre vuelve a tejerse ella misma. 19[191 . ta 27. Para obtener beneficio de una especulación financiera arriesgada. na> que hacer como con un baño en agua fría — entrar y salir con rapidez. 19 [20] 28. oído.

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El músico dramático no sólo ha de tener oído, sino también vista en el

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r. ; En principio. Níetzsche había escoto «Montaigne*, en lugar de « ^ ^ " ^ e v o n . „. Vs . MA 499.fcn — Vs: * ». «amigos -amigue de uc los nn "que ijut se alegran con nosotros i ' "i » Partida es supenor a la compasión» Cf. MA 226 Cf. MA 598. ' Vi MA 295. En Vs se lee: «Asi Sócrates. Wagner» g n a

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LOS obreros se quejan de que se les hace trabajar * ¡ ¿ h ^ J mismo exceso de trabajo se encuentra por todas partes, entre ios cu

Vs MA 381; cf. 16 [37]. MA 306. Suprimida la segunda frase. \ \ ]-- 20 ¡W 18]; [«]; 21 [81]. : , M \ 4 0 7 - t u ilusión deUmpul[811. Vs 16 Nieuschc y sustituido p o r o y, sin etnbarSSH b extraña peculiaridad de que puede ser desenoja |*.r vuelve a atrapar en sured:es periódicamente incurable». f. MA 439 Cf

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FRAGMENTOS POSTUMOS

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ate* los funcionarios, los militares: entre las clases n * como un impulso interno de exagera^ £ • nnne desde el extenor: esa es la diferencia. Una J v ^ ^ "ave-cena de modo ¡ndjrecto ai obrero.

19. u II 5C. OCTUBRE-DICIEMBRE DE \



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-a excepcional, su máxima seriedad: a la existencia de est* , AJS&^Z nder los activos (sean obreros, banqueros o f „ f

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19 /22I 35 La mayoría de los escritores escnbe mal p o r q c i e n t o s , sino su pensar los pensamientos Suele períodos de la frase sean tan recargados; es el cacareo c o r a s í * ° Juiere llamar nuestm atención hacia el huevo, esto es, hacia 2 ? enor simado en medio del recargado penodo. alqu Ue

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V 19 Pg entro de cincuenta años, en Europa, todo hombre de carácter " ormas y maniobras militares, y el mejor capacitado Z uT v ^ " * * 5 ¡ ¡ 2 * q-en llevará sus op.n.ones a ^ ^ ^ » . » A P a p a r a e»as a ejército bien entrenado. Esto decidirá la 1 * ^ liarse pa" «iones

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' ' " Tres cuartas partes de todas las mentiras han venido al mundo gracias a la

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la pereza v la codicia). A los sesenta, suele perder incluso eUudo setenta, se presenta ante nosotros enteramente como una bestia de ai cara: basta con verle los ojos y la dentadura. Provi ¿ ^

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17 ' Tono de la juventud, demasiado alto.

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38. La desobediencia e independencia, sobre todo internas de 1 pecto a los padres suelen ir exactamente tan lejos cuanto es posible es°d Shíos re. como tolere el padre; de lo que se desprende que es mucho más ingrato serS tanto hijo. s

19(251"

La ironía es innoble. 5

19/26] 41. Tan pronto como se ha comprendido que un príncipe ya no cuenta en lis transformaciones políticas de su país y sólo sigue siendo de interés para los corteanos y el pueblo llano, hay que hacerlo a un lado, ya que no se le puede tratar como a un hombre privado.

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191311 "'' H)ii0¿ El vanidoso y el enamorado creen erróneamente que son vanidosos o están enamorados debido a otra persona. 19

19|32] 50. El mejor autor se avergüenza de ser escritor, es demasiado rico en pensamientos y demasiado aristocrático como para no tener que avergonzarse de no dejar ver suriquezasalvo ocasionalmente. 19 133] 51. Para hacer que maduren unas uvas y un talento se requieren tanto días de lluvia como días de sol.

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«a 42. La persona activa quiere distraerse con el arte, el artista exige la maum concentración. Por consiguiente, deben sentirse mutuamente insatisfechos y g se el uno al otro. El arte no existe en absoluto para esas personas ^ ^ ¡ ¿ S aquellas que poseen un excedente de ociosidad y, por tanto, pueden bnnu

"VsMAlSS. VsJ6í32]. CÍ22ÍI0JJ; MA 372

52. Se subestima el valor de una mala acción cuando no se toma en consideración cuántas lenguas pone en movimiento, cuánta energía desencadena y a cuántas personas sirve como motivo de reflexión o de elevación. »9 [35] s

53. El oscurecimiento de Europa puede que dependa de si cinco o seis espm más libres se mantienen fieles a sí mismos o no.

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AP- *& ^ r 7 T 2 " C c t a T r ^ «ce* - extirpado de raíz la alegna por lo realizado. N ^ ^ S i o por la anticipación del placer o d d L i a ^ r , ' „ ano vi« " se suprimiese, ningún sentimiento corrtendríaI va al S í ? ' Ka > ' \ acción y nada le incitaría ya a un buen acto. El ser hurr^nT . * la rt^'* , a lo venidero como con respecto a lo n a ^ . nL ' < f * > . f ^ c o n s i d e r a c ó n de s, resulta p r e S e .a v , ^ . ^ - £ * «ría la consecuencia. Ya sea por conocim.ento o por mm,¡,.¿ «ÍW" „cas todos los seres humanos, asi como todas las éticas „ a Ta libertad: .as ú.ttmas de forma mrust.ncada, y a ^ l a fi,^ a s P A r en modo alguno a las consecuencias de la verdad, sino sólo a la mxd A ha de nue la vida en su conjunto no haya de tener como consecuencia un sen Ori*»* 7^ lacer o displacer), es algo que resulta rechazable por idéntico motivo p tancia que se le otorga al instante en el lecho de muerte» (de ahí cSfl

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porque no conocía vil en sus acciones, porque no i ° instintos más elevados y puros — . \ í , ha# de toda su vida la oportunidad para ser buenos avomiCTiw soio

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„ o espmtua] el que aquí se es padre y madre en una y ] bloque ha nacido, ya no necesita ninguna edn^ ' en el mundo. «Iteia t

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19 l !J{ a a ser el que eres»": es éste un llamamiento que tan sólo en unos hnmbres se deja oír siempre, pero que en los menos de éstos resulta superfluo.

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19LWÍ59. De dos sentimientos nocivos puede librarnos la filosofía de manera ta tero, del temor en el lecho de muerte, porque nada hay ahí ¿ dual arrepentimiento y los remoraimiemos ae conciencia tras ei acto real,, zado. porque todo acto era completamente inevitable. Con respecto al pasado, laacürud filosófica es la de un frío fatalismo. Sai embargo, puede que el descontento por un acto no disminuya al comprender que era una necesafad: se trata de un dolor que no puede aliviarse mediante el reproche, la veneanza, etc. Pues inculpar del acto a toda la propia naturaleza, a su esse, sólo constituí* una aaatl .--c¿ lie :¿r.>^a s m z á * ; ciue quiere hacemos responsable de cada acción in6v A f T * ^ Puesto que existe d ofescontento, debe existir la responsabilidad y por tanto m libertad ctootaanera que sea: así llegó Schopenhauer al concepto de libertad wtebgifc Pero la evTüV»cB dd descontento no demuestra su racional razonabihdad; y solo a iier — Por lo demas. ruese, podría seguir argianentandose a .la manera Ade- c^k«««ih Schopennauer. , fi q u e

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cieno que d descontento existe ahora, pero quizá podría convertirse en algo m ¡fe ambos del * * * ¿

Venad* cosseide en este fragmento y en 19 [39], prehguracw» « Humano, demasiado humano titulado «La fábula de la libertad inteligible» < ^ de Ks» aim-schor^rduuenanas del tercer capitulo de El origen de los sentirme _ . pí*¡¡L Ree ls de que no cabe establecer una distinción entre esse y operan, en e ^ ¡^pons^ vhooenhauer para salvaguardar la libertad del ser nouménico del nornur . ^ respecto a los propios actos se denva del hecho dc que el individuo no es P" ¿¿¿n. & *ccioa, abstracción hecha de loe condicifinamientos impuestos por el habito,

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' ¿6 La ética de toda religión pesimista consiste en la formulación de evasivas el suicidio.

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70 ¿Y qué es lo que vino en auxilio de su virtud? ¿La voz de la conciencia? - Oh, no: la voz de su vecina. 19 [43P 71. La gente autosuficiente se muestra vanidosa a veces por bondad: p. ej^ para no avergonzar la vanidad de determinadas clases. 26

19 |441 72. La persona autosuficiente se vuelve vanidosa cuando siente la autosuficiencia superior de alguna otra, cosa, no obstante, que raramente sucede. 19 [45]" 73. No cabe extraer conclusión alguna relativa al talento sobre la base de si alguien es predominantemente vanidoso o autosuficiente: en ocasiones, el mayor gemo es vanidoso como una joven muchacha y estaría dispuesto incluso a teñirse el Pdo. Esta vanidad constituye quizá un hábito superviviente y ya madurado de la

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> - 2 . Recuérdese el subtitulo de Ecce Homo. . , Pronunciar sin cortapisas unas palabras sobre el s » >ea schopenhauenana». E n V s : <
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nosotros se detiene nunca por falta de un casus belli Toda « * Irie de motivos y por un presunti» motivo « a c c i ó n

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" ™ Se suele eludir meioc * U» p e ^ i u d o n » yendo des„ o i«wnie nani las persecuciones literarias.
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k!«/ebue «en et uwmos, nos movemos y somos»:. . */ar en ta histona del teatro. Shakespeare, un ± Schiller es rneKV poeta e n.uico

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ron ayuda de una religión, o bien se hace uno mas gravosa la vida exie 108. lievadera la interior, o bien al contrario: el primer caso es el del riory^'ndo^í de la quiebra de las religiones. De lo que se dedu o e t e ^ ^ t mc *. aliviar el corazón y- perece cuando ya . . no tiene nada nada más n.» *i™~ gl¡fe O surge en terreno. el s

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19 | 4 ° | Modifico bastantes nomos del periodo debido a los lectores.

90 Se prefiere entregar a alguien todo el corazón antes que todo el diñe Como es que sucede esto - Porque uno entrega el corazón y [ sigue conseí^ do. pero el dinero, no. 7

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1 93.

9 ¿ Nmgun escritor ha tenido hasta ahora el suficiente ingenio para poder :

escribir de manera retorica.

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19152| % L'na bella mujer si que tiene algo en común con la verdad (¡por mas que puedan decir las malas lenguas!): ambas hacen m á s feliz cuando se las destaque cuando se las posee. toa alianza es más firme cuando los ' ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ cuando se conocen entre sí: por eso, entre los enamorados, la alianza antes del \inculo matrimonial que después del mismo. 19|54|» 100. Nmgun hacer la guerra se _ .pnncipe . que . quisiera . ^..«ámente L « « M U L^~A~X,*Z. A a conocer p u b l i c ó 9NM un casus belli. Pero todos los motivos que damos a conocer

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Cf. VM 170. >*.••-* ¡ira" dramaturgoalemán « « a - — , ^venir ^ „ ,i r latas T . Í " ' * " dramaturgo WWl st había refendo ya Nietzsche en la quinta conferencia ^£¡Aa¿* ' pasaje en el que también men 0 1 0

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19 [571 í!n «Un espíritu es exactamente tan profundo cuan elevado sea», dijo en Ahora bien, bajo la denominación de «espíritu elevado» se piensa en la fuerenergía del impulso, del vuelo; bajo la denominación «espíritu profundo», se a en la lejanía de la meta a la que el espíritu se ha encaminado. La frase quiere ¡S por tanto: un espíritu llega justamente tan lejos cuanto es capaz de volar. Pero sto no es verdad: rara vez llega un espíritu tan lejos cuanto habría sido capaz de volar Así pues, la frase debe rezar: rara vez es un espíritu tan profundo cuan elevado es.

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19158|» 111. Si antaño la viruela ponía a prueba la fuerza y la salud de una constitueiónfísicay era mortal para los hombres que no la toleraban, acaso hoy día pueda considerarse la infección religiosa como una prueba similar para la fuerza y la salud de una constitución espiritual. O uno la supera o perece espiritualmente. 19 [59] Elementos de la formación cultural 1) Errores. 2) Falsas conclusiones. 3) Pasiones. 4) Los espíritus sumisos. 5) Olvido. 6) El ser humano como cosa. 7) Las naturalezas degeneradas. 8) Ll surgimiento del sentido do la verdad. 9) Porvenir de la cultura.

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^Montinari sugiere que es.e pasaje puede haber estado inspirado por Scho-

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Los n nado» entre los t stadn europeos „ (^[p anto lo hace el poder coactivo u n , i . ! Bjactanien ^ f^j-^ ( " -'•«•do í l s j 1 9

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Sirit" Ubre. 1« | t ó | * 116. r > vez en cuando, un partido intenta limpiar | ° fe mugriento cristamismo y ataviarse con ellos — el efecto es escaso"? duda do l i m p i o , pero siempre de un n, \ ^ jos recién |a*a~ - • '"eraw andrajoso. a

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117. A la vista de las innumerables iglesias que el cristianismo constru • otro oeaapov • * > nene que decirse: en la actualidad, no hay bastante religión n ! para derribar esas construcciones. O lo que es l o m i s m o : hoy en día falta r e l j hasta para acabar con la religión.

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112. Las opiniones publicas proceden de las desidias privadas. Pero¿quées que procede de las opiniones privadas? — Las pasiones públicas. 19|65P 118) mimasen ina cultura que sucumbe a los medios de la cultura. Supresión de las i iciones — el hombre europeo. Abstención de la política. Postergación de los talentos. Desprecio de la prensa. Religión y arte sólo como m Vida simple.

*Cf. VM 181 " C f WSI99;I5[14J. 123. * M0*¡< . « 2 Sietzsche alude aquí probablemente al subtítulo de la ^ i rfr /or ode/oi / o VICIOM privados, beneficios públicos ( ador (KSA, 1,338). Relación de temas a tratar en el libro proyectado

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ble sin productividad — espíritu libre, pues. Sustos por la juventud pasada. Padre o madre. . . . . . . . . . Producción del genio. Mitad del camino. El poeta como aliviador. Estética. Poetas. Escritores. Filólogos. — activos. Sociedad. Mujer e hijo. Estado (griegos). Lo religioso. Principios morales superiores (bien y mal) (vanidad). Supremo alivio de la vida.

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fatum tristissimum. 19 [67|

40

Voz de la historia. De cara a todo lo general:

Revisión de la espiritualidad libre: para librar al hombre de lo tradicional El hombre a solas consigo mismo. Mujer e hijo. Sociedad. Arte — poetas — Estética. Estado. Lo religioso. Alivio de la vida.

* Inte ial 1*532! t c t ó n «el material de los cuadernos M l \ (La reja del arado) y U H l O g *CL indicado. ..unto a cada palabra clave, los números de los fragmentos *,gentes registrados en ambos" cuadernos. o n t e n a

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Las í/iez mandamientos del espíritu libre

amarás m odiarás a los pueblos. 2 te dedicarás a la política. Ko serás rico, ni tampoco un mendigo. A altarás de tu camino a los célebres e influyentes. Tomarás mujer de otro pueblo distinto al tuyo. Harás educar a tus hijos por tus amigos. No te someterás a ninguna ceremonia de la Iglesia. No te arrepentirás de una falta, sino que, a cambio, harás una buena acción de más. preferirás el exilio, con tal de poder decir la verdad. Dejarás hacer al mundo frente a ti y a ti frente al mundo. N o

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Themaía.

Sobre la máxima. Sobre la novela corta. Contra los poetas. 0 filosofo por placer, que piensa gustosamente en sus DredeciKn^ sus sucesores (¿dónde está el placer?) " Diferencia entre espíritu libre y filósofo. Tucídides como ideal del sofista-espíritu libre. Ongen de la compasión. El suicidio en fas religiones. ? EJ enfermo. • .. Vanidades de los eruditos. r, W S O r e s noc

Se intenta correlacionar entre sí las cosas que suscitan en nosotros sensación similar, p. ej., la primavera, el amor, la belleza de la J ¿¿ nidad etc. No hay nada en absoluto que corresponda a este entrelazan» las cosas dentro el enlace efectivamente real de las causas. El poetaiy' ^ fo gustan de disponer las cosas de este modo; arte y moral viene mano. N A T U

19 [781 Cap. II. El espíritu libre en el presente. Cap. III. Metas del espíritu libre: porvenir de la humanidad. Cap. IV Génesis del espíritu libre. 19 [791 Porvenir en unos siglos. Economía de la tierra, permitir la extinción de las malas razas, cría selectiva de las mejores, un único idioma. ¿Condiciones completamente nuevas para los hombres, incluso para uno superior'? En la actualidad, es el estamento comercial el que impide una plena recaída en la barbarie (telegrafía, geografía, invención industr, etc.).

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19 [80]« Decir la verdad cuando domina la mentira es algo asociado a tanto disfrute, que Por su causa el hombre escoge el exilio e incluso algo peor.

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el homn^' Spinoza, Enea, l \ rjroposición L X V I I : «En nada piensa menos ^ sauertc «i sabiduría es una meditación, no sobre la muerte, sino sohrc 1

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amaños no hallan en el mundo en | i de pleno valor, se piensan que lo v e T l ^ A t able; y de este modo ligan sus c m o ^ ^ • E S ha de residir vplicable. Sin embargo, no es prenso * V efc%adosa ko . albergue nada esencial, bien esar reino sm , j .^~x\c al hombre si solo dispusiera de un mismo vernina lo: de ahí que conjure entonces cuanto requiere v n ! ^ ^ : su t i escura galería. _ *5SJ

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l«|W| Si e <er h--runo se acostumbrase a atenerse estrictamente a la verdad ¿ L - V JO todo lo metafisico y sin esclarecer, quizá entonces el disfrute dei** *' . . j Jara asociado algún día a la sensación de estar haciendo algo l ^ ' - Ju.'ce placer, pero no sin remordimientos de conciencia durante yfe¡¿ 1

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Los fallos de los jurados son erróneos por la misma razón por ta que W> es la alificación de un alumno por parte del profesorado: surgen de una mediación entre los diversos juicios vertidos: en el supuesto más favorable, uno de los miembros del rado habrá fallado de forma correcta, de manera que el resultado global será la media entre el fallo correcto y varios fallos erróneos, es decir, erróneo en cualquier iU

19(151

La denommada necesidad metafísica no demuestra nada acerca de unarea!ida¿ que corresponda a dicha necesidad: al contrarío, es porque nosotros nos sentiros aquí necesitados por lo que oímos el lenguaje de la voluntad, no el del intelecto.} dos a error cuando creemos en este lenguaje. Sería admisible un din si se pudiera demostrar un que una necesidad nos lo hiciera aparecer como necesario.

caso. 19(881 Un poeta no debería tener en su ánimo un concepto tan deterrninado de su público como ha de tenerlo el pintor, que exige una determinada distancia del cuadro, para que éste se pueda contemplar de manera adecuada, y una detenrünada agudeza visual en quienes lo contemplan. Sólo disfrutamos los rx>emas modernos de forma parcial cada uno escoge lo que le gusta: no nos hallamos en la debida relación con esas obras de arte. Los propios poetas se sienten inseguros* y tan pronto tienen en cuenta a este oyente como a aquel otro; ellos mismos desconfían de que se capte toda su intención y procuran agradar con detalles o mediante el tema. Del mismo modo que, hoy en «Modo cuanto hace bien un narrador se lo pierde el público actual: que sólo qute* narrativo y al que lo que le uustana sena sentirse interesado, arrebatado, e l M * * ° *° p- * • * * * * * ^ 'es, que no por el arte del narrador. 6

Themata. Del espíritu libre 1 « inexpiable y lo explicable. Ocaso de la cultura antigua. Causas del arte.

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El suicidio

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'* 'Tls evocas preh.sioncas so hallan determinadas , . .nmensos periodos do tiempo on los que no pasa , ¿ , ' . ho constituye en cada caso un desdarse de ta tr u la libertad de • lo que hace la h , ^ ^ produce el > ueleo de las opnuoncv con tanta n,a>or r a p i d mundo, la crónica se traastoniu on diario y, por ultimo, | han cambiado las ^ n u M h > do los hombros on cuestión de h

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'ruando se socava una creencia, no se socavan las consecuencia* ^ 2 5 de ella- Éstas siguen viviendo gracias a la tradición: la t r a S ^ ? " i nexo entre creencia y consecuencia. La consecuencia parece ojos al nex iega de su madre. ^ ¡** * mismaq u e

19 W . . „ . En el matrimonio, una muier bolla ha do tenor muchís para hacerse perdonar oí hecho de ser bella. M

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¿ u é es la reacción de las opiniones? Cuando una opinión deja de ser inu*. ,e se procura otorgarle cierto atractivo oponiéndola a su opinión eornjanaTm ttanto. por regla general, la opinión contrana seduce y logra un nuevo partidario ues entretanto ella misma se ha vuelto aun mas interesante. fln

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. Que /ojm; una opinión ' — pregunta el hombre de Estado u

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Los hombres se acostumbran a valorar más una iinfaiiT

que lapropia,

19 |94|" Los piadosos ? — Cosa que les sine como prueba a fa\ uu IULU se cree que es Dios > con ello es feliz — como de hecho sucede — entonces, en consecuencu queda asi demostrado que existe un Dios. é

En una tragedia, por fuerza ha de predominar la oratoria que justamente se practique y más se aprecie en una determinada época. Ya sea entre los griegos, entre los franceses o también en Shalcespeare. En este último resulta evidente el influjo español reinante en la corte isabelina: la exuberancia de imágenes, su rebuscamientos son algo unrversaimente humano, smo español. Tanto en la novela corta i t a t o ^ * en Le Sage domina la cultura oratoria aristocrática propia de la nobleza y e ^ miento. — Nosotros carecemos de una oratoria cortesana y tampoco I M J J ^ ^ tona publica, como los griegos: por eso no hay nada de elocuencia en e ^ es naruraJisrno. Goethe vudve en el Tasso ai modelo del " ^ . depende de los franceses. Wagner renuncia por completo al arte del 8

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M otorgarle sie^P^ El ser humano se siente inclinado, cuando busca razones, * ^ coi*** las más profundas razones a la tradición. Dado que capta sus i

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Aristóteles opina que, por medio de la tragedia, el exceso de compasión y de temor se descarga, y el espectador regresa a casa más apaciguado. — Platón opina! por el contrario, que se queda más inquieto y angustiado que nunca La pregunta de Platón acerca del significado moral del arte no ha vuelto a plantearse todavía. El artista requiere el desencadenamiento de la pasión. Apenas nos agradan ya las pasiones que el cómico ateniense quiere descargar entre sus espectadores: la lascivia, la mordacidad la impudicia, etc. De hecho, Atenas se volvió indolente. El arte no puede servir como sucedáneo de la religión: pues para quien ha terminado con ella, resulta superfluo. y para quien la combate, no constituye tanto un sucedáneo, cuanto más bien un aliado de la religión. — Tal vez su posición sea, como admite Mainlánder, la de un aliado del conocimiento, que deja ver a lo lejos, cual montañas azules, la paz y el gran resultado del conocimiento . Sucedáneo de la religión no lo es el arte, sino el conocimiento. 51

52

19 [lOO] No es que las religiones no expresen verdades cualesquiera sensu allegorico^ sino que no expresan en absoluto ninguna verdad — dicho sea esto como objeción a Schopenhauer. El consensus gentium en los puntos de vista religiosos es más que nada un contraargumento a la verdad subyacente a la base de los mismos. No es una antiquísima sabiduría sacerdotal, sino el temor ante lo inexplicable lo que consutuye ongen de la religión: lo que contiene de razón, se ha infiltrado en ella por vías ferradas. el

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•„ de los espíntus sumisos preferir una explicación

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curar de íbrrna directa fel.c.dad y consuelo. Si la verdad no n„H * K n , ,o útil, su causa estaña perdida. ¿Por qué habría la h u m a n i d ^ ^ verdad" De hecho, no puede hacerlo en absoluto. Todo «fuer*) en Uv habido hasta la fecha ha tenido presente lo útil: era la lejana utilid,!^ üca lo que el padre apreciaba en su hijo estudiante. Se habría tom H "% idiot hombre que se dedicase a algo de lo que no se obtuviera nada 1 viera un perjuicto. Se tendría por un peligro público al hombre q % aire que todos respiran. Si la religión es necesaria para la vida, entonce ™ ™" ^ rxrturba resulta un peligro público: si la mentira es necesaria, no pued ^ ^ da. Por tanto — ¿es posible conjugar la verdad con la vida? ^WN*. S e

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S las construcciones lacustres etc se demuestra que ha habrdo un progreso , humanidad. Ahora bien, que sobre la base de los últimos 4.000 < 3 £ £ £ de I " dmita esta suposición, resulta discutible. Pem l> IT^* progresamani forma suprema de la cultura precedente l quedado destruida v TU A - con euo» tki resurgir nunca. a n

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^instinto es como un gusano al que se le ha cortado la cabeza y, aun asi se ue moviendo en la misma dirección.

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l'no cuida de sí mismo — y, además, cuida también de su hijo: este seguré desvelo le impide al hombre vivir de forma completamente individual y despreocapada. Quiere instituciones que redunden en beneficio de su hijo. De ello depende la continuación de la especie humana: si los hombres no tuvieran hijos, todocaeriapci tierra. El cuidado del hijo hace que uno se preocupe por las posesiones y por tener una posición asegurada: por el patrimonio y la escala social. La avaricia y la ambición son los impulsos que acaso estén relacionados con esta preocupación por la descendencia: han aumentado mucho debido a la herencia, incluso en aquellos css especiales en que falta la descendencia: pues aun cuando se le haya cortado la mea la cabeza, a la aspiración: sin embargo, el cuerpo se sigue moviendo.

Puede darse el caso de que un buen educador llegue a ofender grav pupilo sólo por extirpar de raíz una tontería que éste quiera decir.

'*E1 amor no ha sido explicado en absoluto por Schopenhauer. Ante todo, lo sexual. Después, la inclinación específica, basada en juicios estéticos compartidos, que se han ido reforzando mucho por herencia. El negro quiere a la negra y desprecia a la blanca. Con el «genio de la especie» no se ha ganado absolutamente nada.

191112] No para ser inmortales, ni con vistas a la propagación de la especie se enamoran los seres humanos: contra Platón. Sino por placer. Se enamorarían aunque las mujeres fuesen estériles; ¡sobre todo entonces! La pederastia griega no es antinatural, su causa finolis, según Platón, ha de ser «engendrar bellos discursos». 19(1131« El máximo interés lo tiene todo hombre por sí mismo, pero está acostumbrado J respetar el juicio de los demás por encima del propio: la fe en la autondad. heredada, y adquirida, fundamento de la sociedad, de las costumbres, etc. De estas dos pre¬ deriva la vanidad: el hombre establece su propio valor ante si mismo en rundel juicio de los demás. m i s a s s e

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AJ manir a la fuerza y sincero se le desprecia por cobarae, sino como puede ser. M y ^ d e r el juicio» VS M A 532.

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" ' i\\%> un momento en que nada de lo ético era todavía « oö, Sáb a partir del instante en que hay tradición. J ^ * ^ m

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' Reducir las emociones no egoístas a egoístas es algo et.Sd.ca. El instinto social se remonta al individuo, n " ' que e r ^ t & e a . " ^ u b ^ t i r al incorporarse a un grupo. E l aprecio é¿'\¿2 ° P ^ ; v útiles k m i e m b r o s má 1 9

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Z * retuerza cada vez mas. Ahora ex.ste una 1 lama , » k. X la narria (también por cualquier otra asociación similar, p. £ £ " « ¡ S S dadoTafinalidadegoísta. El «bien» surge cuando se olvida ¿ ^ X s > h pernal umcamente se ha cultivado en el seno de la s o c i e d a ^ p E l S dientes, piuuv» jy -se — - el matrimonio. — • — iampoco el dTentes. por por eso eso se se protege honra - Tampoco ^ S ta los sexos) sexos) es es propiamente propiamente sino sino una una cosa cosa impuesta, impuesta, im„ im „ , (entre „ n m - los " ° ^' no J Sólo con posterioridad se convierte en algo habitual y heredado y ^ J í «*SÍ aleo asi como una emoción originaria. Al principio, el impulso tiende ^ ^ facción, sin consideración hacia el otro individuo, con crueldad — - ¿ % susceptibles de ser reducidos a sociedad todos los instintos paternales de íes? ° q

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Aquí comienzan los «pensamientos y esbozos» del otoño e invierno de ig Escnbí esta última página el 22 de diciembre de 1876.

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Introducción. Recordar a Goethe: «cuando uno habla, debe hacerlo de un modo positivo^. 19(118]

Humano y demasiado humano Máximas sociales. 19(119]

La sentencia como tema de sociedad

19 (120]« La cultura antigua. L El pensar impuro en el fundamento de la cultura. 2* Eticidad. sw ' v

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Las p*»

Nietzsche indica esta separación respecto a las otras anotaciones , la • decimotercera, , " . «t^ria previo\\ nrevio(»°' ' cisado 1-20, con excepción de contienen material " Cf. Goethe, Maximen und Reflexionen, 841, 499: « C * " í j á t i c o basta* opinión ajena, ésta ha de expresarse de forma positiva; de lo• P mismo» {Sämtliche Werke, Cotta, Stuttgart, 1853, vol. III» PCf. MA 35; 22 [15]. Cf. 17 [1]; 17 [79]. 6!

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lenguaje). Cos esP^t- libres. Las mujeres.

6 l a v i d a 7. \ÍSSfade 8 ' 9 perecho. 10 pueblos11 Desaparición de la cultura antigua. 12

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P XIV 1A (BRENNER). INVIERNO DE 1 7 6 - 1 8

8 7 7

una doble Estética. Una parte de los efectos del arte y <WW H „ ' «¡dientes causas; con este modo de proceder d i c h a ^ T í es ella misma una e s p è c e de poesía y e f e ^ ^ H p l arte en las cuerdas de la ciencia. La otra estética parte de L T ^ 2 ^ s cís absurdos y pueriles del arte: no es capaz de derivar 1 £ íes Y por e»o intentara por lo general, minimizar el sentimiento artístico S a n * * todos los medios esos efectos, como si fuesen falsos o enfermizos ¿ e f nue se desprende claramente que estet.ca le resulta provechosa al arte, cuál r T v mié Dunto ninguna de las dos puede ser una ciencia. hasta Q r A

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¡ En efecto, estas consecuencias son problemáticas. Si, en un momento dado, la acción mala e inapropiada no siguiera comportando ningún malesesa fría actitud a la que uno se habría acostumbrado con respecto al pasado también habría extirpado de raíz la satisfacción por lo que se ha llevado a cabo. Ahora bien, la conducta humana viene determinada por la anticipación del placer o el displacer obtenidos: si, por lo que respecta al llamado placer o displacer moral, ésta se suprimiese, ningún sentimiento le contendría ya de cara a la mala acción, y nada le incitaría ya al buen acto: a no ser la consideración de lo útil o lo perjudicial; la moral dejaría paso a una doctrina de la utilidad. El ser humano se volvería tan frío y cauteloso con respecto a lo venidero como con respecto a lo pasado. Entonces estaría maduro para una fría consideración acerca del valor que posee su vida presente, la cual siempre podría ser bastante dolorosa. así como lo estaría también para sopesar si acaso no sería preferible el no-ser al ser. Ya sea por conocimiento o por intuición de semejante estado de cosas, todas las personas, asi como todas las éticas filosóficas, se oponen a la supresión de la responsabilidad: estas últimas de forma injustificada, ya que la filosofía no ha de atender en modo alguno a las consecuencias de la verdad, smo sólo a la verdad misma. — Que la vida del hombre en su conjunto no haya de ner como consecuencia un sentimiento de placer o displacer, sino que concluya con 6

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y una plena insensibilidad, es aleo que resulta rechazable por idéntimotivo: se teme debilitar la fe en el valor de^la \ida y estimular la disposición al

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^ I t a s de diverso fórmalo, que contiene los «Papeles Sorrenunos» «beA " * " Krenner. También ha transenpeiones de Peter Gast y anotacio-

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* í>nanamente, continuación de MA 39.

P91]

.MIMOS P Ó S l l i*

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Br> U voluntad de vivir se defiende frente « ^confundirla de ahí la importancia que se le o i o r j ^ a i i w , o de muerte, como M aun hubiera , ^ * *hin£. '* .



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20 |5| 20. ¿Cuanta mas bondad y felicidad habría entre los seres hum ;e*:vo. todo lo que hasta ahora le han entregado a Dios en tiempo enolk * cidkies. dominio del corazón, altruismo, amor, se lo entregasen ntw ü r T * Quiza k

Í | V . - i av. 21. Hay muchos que quieren convencerse o persuadirse de su propio valorpor medio de la alabanza, la admiración y la envidia de los otros; se aplican a ello con mavor intensidad que a todo lo demás y emplean cualquier procedimiento, incluido el auioengaño y la autoembriaguez. Sí, prefieren cien veces admirarse antes que se útiles a si mismos y se aman mucho más de lo que les resulta conveniente. En elos la varudad no es más que un medio de autocomplacencia. No quieren tanto distinguirse cuanto sentirse distinguidos, siéndoles indiferente el serlo o no serlo.

'25. D e dónde procede la envidia de los dioses? Parece ser q u e e l g » creía en una dicha tranquila y apacible, sino sólo en una felicidad desaforada; le irritaba contemplar a alguien dichoso. Era algo que e con . ponerlo por completo de mal humor; pues su alma se sentía herí ,table. t

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facilidad ante el espectáculo de la felicidad. Ahí donde había un. tai tropel de celosos era extraordinariamente numeroso: si aquel sutna ,^0* decía: por fuerza tenia que pasarle, era demasiado arrogante; y, ! , quiera de ellos, si hubiese tenido el mismo talento, se habría1 c o i ^ t a r í»* co modo, es decir, con arrogancia; al igual que a todos Ies gusta siones* J-« a: , . f »- . ..u 1 talento. Qd e

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Ésta es la pnmera clase de vanidad; a ella s e f c a t T ^ ¿ y * ¿ * £ £ apariencia de espléndidas cualidades: ambas oe cor^ut«

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S r S o S S de los otros por lo suyo y lograr con e.lo una - n ^ Ü S f í T e t t ^ i , cuando uno es C o t e o ^ p e » m tiene ninguna oportunidad, o apertTm* Í satisfacer su codicia mediante un trueque. Todos a r t e r o W b S * aje* ^ c n nrimer lugar, porque conocemos demasiado bien las tkbüdades de ° nios bienes y sus ventajas se nos han vuelto carentes de atiactrvodeb¿ a " ^ ° C luego, porque el otro ha mostrado sus bienes bajo la luz más favorable Ana Atarnos estar más enamorados de nuestras posesiones, para hacerlas pasar ante el otro como más dignas de ser codiciadas. En el mieque, cada uno cree haber obtenido ven¬ tria d del otro y logrado la mayor ganancia. El que realiza un trueque se tiene a sí mismo poraí. astuto; la vanidad perspicaz incrementa en el hombre la fe en su astucia. El que realiza el trueque piensa que él es quien engaña, pero el que hace el trueqae con él'cree lo mismo de sí. — Apreciamos el ser envidiados, porque aquellos otros que no nos envidian, pero que pueden ofrecernos un trueque, son llevados a una tasación más aka de nuestrasriquezasdebido a la extremada codicia de los envidiosos. — El sentimiento de pod ' heredado, produce la vanidad ciega (mientras que aquélla era la perspicaz, capaz de ver la ventaja); el poder no discute ni compara, se considera a sí mismo el poder supremo, hace valer las exigencias más elevadas; si otros presentan sus talentos y fuerzas con las mismas exigencias, no resta entonces otra posibilidad que la guerra: sobre la legitimidad de dichas exigencias se decidirá por medio de una contienda, bien a través de la liquidación de uno de los contendientes o. al menos, de su aptitud más destacada. Los celos son el estado de irritación del poderoso en relación con el contendiente poderoso; la envidia, el estado de desesperación al no poder aventajarle: o sea, al ser vencido en la guerra. La envidia, en la vanidad perspicaz, surge de una codicia no saciada; en la vanidad ciega, la envidia es la consecuencia de una derrota. n

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35. La resignación consiste en el abandono por parte del hombre del intenso esestaH° a d a s cuerdas de su pensar v su sentir, y en su reintegración a un \a as° ^ ^ ***** vuelven njunarios y mecánicos. Esta relajación « a * » a un placer y el movimiento mecánico no comporta al menos un displacer. d e t 0 d a s

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ciable ! i u' y inventiva espiritual se pueden extinguir si uno es insa "ora de producir y no da tiempo a que el agua del manantial se acumule. l a

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* i MA 545 Cf. MA 89 •V»5fI20)

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12 Se incurre con mas facilidad en un intenso afecto am esudo de enamoramiento onentado hacia otra persona, a plena maldad v libertad de animo.

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miembro de una secuencia d • > Propio» n S ^ i e n u . lector * -h.i: tiencta es una presunción. O bien un ° ¡0 da. una sentencia debe, ante todo, ^ gj s tccmplos. experiencias, historias) Esto prende la nu>ona > v i eso en las sentencias cabe expresar ¡ L * S ° J % que pen»ar algo :

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rftí .. do» fuentes, o bien procede del sentimiemn A A * 1 ' humano,, tan tan pronto pronto como como advierte advierte su su deaamnam* * * * * o bien hl ser l am [ida de sus fuer/as y posesiones, piensa en el mterca^L J ***» del d vc^ éste sus tuerzas y p o s e s a , ^ S^^ P*no. tf> ^ i s m o en dicho intercambio. Pues conoce bavtante A

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üuicn ensalza su salud, llene una enfermedad mai.

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..I hombre y guardarme de ^ ¿ h de las naturales, ^ ^ c r , > < , u i c s urakvas atóntales y sus sus li y V dN " v y e extraer la prueba de o , „ • » ¿ > >uede extrae* la prueba de * U IT <= » 4 >s: pues contribuye a aii*>.»i.L_ . "b¡é sos: que el «cn 1 ^ ' su vruuura, cultura, su su murai moral no se emboten y Hd ° ^ C ramas lh,a v n » t f ¿ "c/c a afluir al tronco >' las las ramas ^ c .., me ¡

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Educación para el espíritu libre. • er nivel: bajo el dominio de la utilidad personal. " ido nivel: bajo el dominio de la tradición. T r nivel: bajo el dominio de la religión, ruarto nivel: bajo el dominio del arte, nuinto nivel: bajo el dominio de una filosofía metafísica, c neto nivel: bajo el punto de vista de la utilidad general. Séptimo nivel: bajo la perspectiva dominante del conocimiento.

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De enero a mediados de febrero Sorrento, 1877

Q«iza lameu mas importante de la humanidad sea la de so

de fe vida v determinar de forma acertada la razón por la que existe elíTni ahí que agnrrJe ta «parición del intelecto más elevado; pues sólo éste nSit de una vez por toda> el * alor o no-valor de la vida. Ahora bien, ¿bajo qué cjZ* tanctas surgirá este intelecto supremo? Parece que quienes propician hoydiael bienes» humano en su conjunto se siguen planteando metas por completo distintas a la de producir este intelecto supremo, capaz de determinar los valores. Se pretende NMMNi un estado de bienestar vital para el mayor número posible de gente y, ademas, se sigue concibiendo dicho bienestar vital de modo bastante extrínseco.

20 [19]" Opereta Positivismo, completamente necesario Fatum Acendrado heroísmo Un estadista filántropo 20 [20| Se prefiere la grosera consecuencia — Overbeck

»|13j 4. Suele ocurrir que u cante se lo aparte del camino

31.

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Hay que ser muy si

conciencia de las habituales r

20(211

I para no volver a casa con remordimiento** ; de sociedad.

Melodía del hombre europeo: de lo cual se desprende que todavía hay algo que hacer con este hombre. ¿Cuál es en la actualidad la melodía dominante en Europa. I'idéefixe musicaW Una melodía de opereta' (naturalmente, excepción hecha de los sordos o de agner>). . *. •,*•..> ^y»^%, i¿M " " '' 4

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20|I5|» 34.

R .uta practico tener mucha confianza, pero poca con los amifi * y esposas, y, ¡ contrario, tener poca confianza, pero • ndad en el trato con el resto del mundo. ^ i

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11

Escrit Colll „ ;, • Con," eldS n 11

^ fVnvidoen • Vs M i l 1 *Cf MA 351

M A 224, V i 12 [221 f. 5[IMK).

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H". 2» pVi Cf.20[i9],

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P iNiet/sche. de su puno v leira. «ntohlcmente P °° Nietzsche, de su puño y letra. V* tom**> por el propio Metzsche. probablemen

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I I 3. FINAL

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» glaciares, piedrecillas, norecillas

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Todos ios escritores experimentan la vida de forma demas^do consciente demasiado insegura. 2 1

Peineta, gargantilla, pendientes, broche -

2 1

^«delincuentes honrados» «la vanidad del erudito» «Amistad» «Elogio del error» «El hombre europeo»

E% único estilo es füigrar*.

2115] La vanidad se compadece bien con el autodesprecio — Punto de vista mas elevado del suicidio. 21 [6F Período de mot formidables [

] lo personal, no lo impersonal

Franqueza disimulo — como puntos de partida de las \-irtudes de la población inferior. Aristocrático — vulgar, para la casta superior. 211814 No escuchamos con agrado contar acciones respecto a cuya realización el narra7 ° n f í a de nosotros: o bien éstas han de ir a parar por completo a lo asombroy excepcional. d e s c

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2* I ' I I espíritu Itnrc H matnmoi 9

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N II 3 FINAL D£ 1H76-VHRANO DE 1871

Observaciones psicológicas

. . . wna 1 w wvaees oKHinucntiv. r r u v a n i e s Oc la "bulloni N T cuando de h e e h , ^ alegría, por cl q •»ro de Esiadc grandes ti

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2nm . U humMMOVl una nuquma con inmensas energías, «ocienv.

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* « I . sentirse o b l i g o a! agradec.rn.cnu, para con

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i L hombres ambiciosos, condenados a la inactividad debido a una enfermedad. ^ L t e n en los peores enemigos de si mismos. La ambición activa es u T ^ 86 es una enfer°T perficial del alma, expulsa al extenor iodo lo pernicioso. medad sup me

Sobre terreno \oíeanico todo se cria bien.

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; i ¡i.v 2 1

' ouien se permite hablar en público está obligado a contradecirá también públiamente tan pronto como mude sus opiniones.

Schopenhjuer ante el mundo, como un ciego ante la escritura 21 | MLaf faceta llena de presentimientos, intuitivo-ilógica del ser alem ' oie se ha quedado arrasado, determinado aún por lo medieval Ho h !? * ^_ • IohavwT tes \cnu x>. como en todas las cosas. • ^—

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' Sólo hay razones de tipo individual en contra del suicidio. Una fuerte medicina Razones de tipo moral no las hay en absoluto.

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12

211251 El futuro alemán no es el de los bolsillos alemanes.

No se ha de querer tener demasiada razón, pero tampoco demasiado poca.

21 j l é f El culmo de la vista es más importante que el del oído.

13

21 [261 El amigo, el más moral de los seres humanos. Aristóteles. 9

& carníno del librepensamiento no conduce a la libertad de acción (individuali sino a la tram formación de las maneras de gobernar las instituciones.

Cf. MA 330. Nietzsche vuelve a hacer esta anotación en 28 [421. Se trata de una alusión a un sueño lleno de simbolismo que tuvo en los primeros años de Bas ra v que nos ha llegado a través del relato de su amigo Overbeck: «he soñado que apoyaba la m; • en la mesa y de repente, la piel se había vuelto vitrea, transparente, y a través de ella podía í r con claridad los huesos, los tejidos y el juego de los músculos. De repente, vi un gran sapo ag apado en mi mano, e inmediatamente sentí un deseo irresistible de engullir al animal. Supere m:itroz repugnancia v me lo tragué a la fuerÍS¡» ' - Fmnz (hrrbcck unJ Fnedrieh ftOXStt Einc Fwndschaft. 2 vols., Jena, vol. I, p. 72). La acción de «tragarse el sapo» ae enseguida al recuerdo la figura del pas¬ tor tragándose la serpieñtt dd7apimlo"dí AsiTaM~Z*mtustra. como símbolo de la superación « la nausea de la existencia motiv ada por el reconocimiento de su falta de fundamentof™>J* mismo "' Nietzsche ya interpreta este sueño como incitación a engullir el pesi10

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> Campioni ha «oblado que e»te parangón de la humanidad con u puMd Je nata de .a economía cl aVtto uni es mucho menor que i' /jjíft* i presente tamban en f.rnot Renan, el autor de los I^logBiflM^ ^ unto influirá d Nietzsche de este periodo mlcrmcd.o. pero mientras que e n ^ farro orientado teleologie [*b*nU*r , «fch e lo p.env. como puro gasto de de ^ ^ rarro eau esta onentadu Traducción tarante > capte Cfc G t ampian B cuenco de Plata, ïiueno* Aires. 1

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^ Í S J ! * * Aristóteles. Étic* a Nkómaco. 1166a Iss; ¿rica a Eudemo, 1240a 23 ss Re » b . 3o-37, USla Iss, 1

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21, N U 3. FINAL

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, *i ^uencia del principio, proseguida en el curso del a « ll P, i i n c o n ^ nfiñendo en ocasiones una dirección d S T ! i " " ' Porrecc ' Pnncipio

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* « a r d Leuchtenberg Roon Reja del arado. cpntencias. I- j £ , conocimiento del hombre. ** orientación general, Religi° ooiíoión.5' Arte. ' Moral.

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ser algo malo, en la mayoría de l

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ut daño no le confiere este carácter n 2 * *a ta; y u n a ^ ' ^ Presenrvar cara* ¡Toe legítima defensa (incluso el hecho de tenerr un se puede ser una necesidad i. Causar d a ñ o sin necesidad v r ^ Ü ^ absurdo. *' ' '

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2! P P Se laa»enu que los obreros socialistas tengan el mismo sentido bur • deprop - ^ - :sr. rronto como alcanzan la meta. gues de afán Erróneo: esto es k> correcto. Los puntos de vista a partir de la «ih,„ • • es rxoteccHXusta si J*

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211Amor ' y odio, cegatos, tuertos, como también la «voluntad».

2 1

4

' La explicación natural concerniente a nuestros estados anímicos más elevados es metafísica.

S , t U a c l 0 n :

2 1

en el Tristam sobre la barbarie . C. Desmoulins . Verdugo 23

^PASAJE

24

21 P3J

Todo comer y beber en sociedad, algo repulsivo. El cinismo tonifica de cara al ajusticiamiento.

rumar, comer y beber — algo procedente de la pesada plací

Escuchar de/ luterà.

2

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25

21 [431

El socialismo se basa en la decisión de hacer iguales a los hombres y ser justo con todos ellos: es la máxima moralidad. JBfr?**

Coatti h embriaguez.

"LY.MA 13. Plan para la publicación de MA bajo el seudónimo de Eduard Leuchienberg Roon. Al final, lachado: «Historia». Cf. MA 566. M

l1 utilidad en la esencia de la moral — el habitante de la frontera como así

11

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23 [42]

» s t a irlandés Uurence Sterne, titulada liJu y opiniones ae imuim

*

j J l ^ t ^ s m o u l n i s 760-17*4), periodista v rcvolucionano francés que, tras ^periodo de ^ t t ^ « P i c n e . se unto al «nípo de los indulgentes y condenó el régimen del Terror, lo U

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04. (109]

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rambiu de modo muy distinto con el an*. u .• de E-t». el reno de ia no-verdad:

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%\ I * £ cuando uno se haya desacostumbrado tamban de la reh^ón. nn — A" ZZ que una tesis queda mejor demostrada Mwtotv, °bttame •igue mgelio completamente cierto». suena religa

: i NLMVpenoiu* ^ue tienen rique/a intenor sienten haei OL anace** > repulsión. Cada una de estas diversas t.A ** reflujo.

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verdad esta aguí completamente cabeza abajo, co • que Usuila apropiada para la verdad. *

Pan'CUI; i a.

orruma funebre en Carnaval será algo histórico en su día, ta] Xros carruajes omo c

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2l I ' * , condiciones de los educadores. . rapacidad contemplativa í" testigo de diversas culturas ¿. ana «encía. •» '¿ *•* - v ^ ^ . . - * Themata: C Restablecimientos Necesidad de centros de cultura, de lo contrario. banalizaciÓB: ñor tu* l i « universidades, las grandes ciudades no lo son^ ^ cortes, i»» i í t e

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m - an B U anza v desbordamiento de la pasión

21 |57l , Labrador. mmmmmwm^K'' Juez al tiempo que pastor de almas.

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Cierto» conoctraientos se protegen a sí mismos: uno no los entiende prólogo a renglón seguido.

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Feea k verdad

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"iitnrjpÉi

21 |58] Contraste entre una concepción que hace sufrir profundamente, sus exigencias de consuelo y la cultura científica. 211591" Apreciación digna de un metafisico como Schopenhauer en tanto que testimonio a favor del hombre (pero de uno no científico).

.

El que se rebaja La compasión enmudece

La ciencia proporciona satisfacción al que la fomenta: muy poco a quien recibí 21 |60]M

¿Y si el hombre estuviera dotado de inmediato de la capacidad de discriminar la verdad sin haber pasado por la escuela del error?

* Cf. MA 25 "ce vini

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eco ei > -rt^Ktfim mi al dew*nar. como hacernos li I ,

„ «die Fata Morgana». En las leyendas del cicto ^ ei rey Arturo, adoptando la apariencia de • Mortred Va en tiempo, de N.et/sche. esta era expresión nculiumoo enganoia > i A *» a* a*

mhien MA 233 Cf. VM 20*

21 | 6 1 | »

Efecto de la muerte en la hoguera, la crueldad como fuente de energia para el

Prójimo.

MA 131 M C f 2 3

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21 N 11 I FINAL Oh IH7f>-Vt 2 1

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'Va verdad. incfK-aA como cl sol del ocaso.

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Principio. I Conclusion

educados d | « » n o sea r H ¿ b Í > . 0 s

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al arte, aumenta el modo

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subrepticio, no efectista, de la ciencia en el mundo.

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En aquello que amamos, todos sus buenos aspectos los hemos de Ahora bien, si nos amamos a nosotros mismos

Optim* ismo> Pcsim nada [ — ]

21 fTIf ¡ Tutuca verde grisácea y ropa interior azul claro [ — ] con ribetes blancos.

21,721Las maias acciones se basan en errores, p. ej., la venganza, en la creencia en u respoMbtJjdad al igual que la crueldad en tanto que triunfo del poder.

M

21|81] Nos valoramos sobre la base de nuestro propio juicio o de la autoridad. La comparación, un medio capital para deleitarnos.

21 [821 L Para la historia de la cultura. II. Humano, demasiado humano m. Libro de sentencias.

ti Cf. MA u

*' En la mama página en que ge encuentran lo* fragmentos 21 |f>3) y [6*J« "

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21 [791 Muchacha-mica.

21 | 6 » r Mujeres matnmomos bodas

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'^Porqué seguimos dudando y entristeciéndonos a nosotros mismos por nuestras propias alegrías? — esto da igual — pero quien un ignominioso [ ] nos quiere ] , de lo contrario, no hay de qué avergonzarse. dart

con eonsciencia tases espirituales, signo de cultura

na» legible «Canto f

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probieiru favonio de Goethe en el Wilhelm Meister.

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ica a u n ar c a , , , u w

io de la cultura? cómo sería el genio

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al instinto de conservación cuando se üene hambre l

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a pensar en p ú b l i c o , uno ha de perni

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Si se ha r^Mtearricntc

"--nionia

21 lontra Aristóteles, óteles, nis.

P-regunu- g u a n d o uno toma algo, lo tiene de veras?

•ferocia virginidad '

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21 l ^ l ' . , Resurrección cada HA» amvs i

,l ,s c t i o l ' « »

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1 ademas. debido a la enfermedad [ — —

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102 Cf. MA 27 "VsMA212. *CfMA24l. ;;? M%. f v

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literatura ¿¡Meya v>

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La moralidad *uelc Jcpcikto del éxito.

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l\wh» final. u*o por la

Si podéis, deberéis

2 2

úntanos

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II 2- P R I M A V E R A - V E R A N O D E 1877*

con gasa verde.

& VLfrfr y dedicatoria a los amigos. 11[3

Iu melo>dia — se pierde la orilla, se abandona uno a las olas

2 2 l4

[ a rudeza que pasa por fuerza — arte

' ¿brar de modo que la humanidad, etc.: siendo asi, se debería poder soslavar lo josa ¿Quién dice que un determinado modo de obrar sea, a fm de enemas, ad¿ 2 2

5

la totalidad? La historia dice lo contrario. Mucho más en deuda se está con d 4

22 [6] Las personas ignorantes que se han familiarizado con una filosofía tienen la impresión de que ahora están por encima de todas las demás ciencias y de que pwden opinar acerca de todo — no hay nada más erróneo. 22 m Fuego, seriedad y felicidad, qué raros en la mirada y en la expresión de un joven 22 [81 1. Tuowga. "' . iy?i, •T.r i i ^ s ^ ^ * ^ ^ 6 8 i s Í 2. El estilo de los escritores alemanes célebres.

3- Sobre la estética de la música 4. Sobre la moral.

7¿| •SYMT'

-ZT^TiStetm.

5. Génesis de la literatura griega (génesis ahi de un libro). * * La época «anti metafísica» " Peligros de la música en el futuro. 1

conectado probablemente con la» idean de MA 292. con el « *

CfvSS\%T

o c t a v o

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1

páginas con anotaciones, en su mavoria para MA.

rRV.MI M U S

POSrtfMtis 22 N II 1. PWMAVhRA-VERANO Dfc |«77 3W

221"! ¿ * mundo oculto a nosotros esta mucho más vacio ^ c>a qductrr. conocido Su» u * se o% por supuesto lo contrano. Pero , „ ^ ' » 1 1 ^ Vndneuu est* e r e e n ^ V v el error corno pau

1

futida. iún a-

^ d e la" por PfV bstenKan de lodav las A»i P " » ' eMablcc.iì.i«rto a

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i caioiicismoi

nos n el ani-

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' r™k>Q> U * iJolojla Todo a modo u> ejercicio Certamen de Homcfv > HCMCHÌO. Atenea como Ososa del amor. C\T Otiti tHCtHO EJepa^

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tiprok fcKtnpk Vida de Democrito

1

di* * 3

ti I» » u>n el vino, también ci arte «e cuentan entre eso* consuelos V Tamb' ^ n e s contra de los borrachos espirituales resultan de suma un i^'^espirituslibres. én

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II fl*' lución

22HH •.. »< Inrroduccion a la tdosotta del presente. 1. tatos de vista generales (filósofos). 2. Sobre reiigióa " 3. Sobre música. 4. Sobre arte. 5. Ciencia y progreso. J

•»

j d c a na

cional y las guerras constituyen un antidoto excelente contra la revo-



metrica. f j w w w i corno apéndice

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nontc artistico. -

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temer un embrutecimiento temporal (debido al predominio de la natural, de la mecánica) h a y

ciencia ia

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el enardecimiento de los intereses religiosos (sentado de la lucha cul-

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n lisi Si las experiencias vitales, expuestas en forma de sentencias, poseen alguna uul dad oara los demás, es algo que ignoro; para quien las realiza, ¡Ico:formanparte de los medios de alivio de la vida. E incluso de los acontecimientos y lances más desagradables y lacerantes de la vida pueden extraerse sentencias (sacando asi de ellos un bocado agradable) y, de modo, sentirse un poco mejor.



La conservación de la religión es algo deseable por completo desde el punto de visa de la ubudad incluso de la utilidad tomada en el más alto sentido (moralidad i. f t t daña; COBO Estado tutelar). ' ^ .fawanaa ««aa» a. • Vero no aa de conservarse, puesto que ya no hay profesores sinceros. Habría que subvertir, por tanto, la esencia de la educación? ¿Conforme a le •Srnoooes de la Iglesia católica? Pero todas las demás ventajas de la vida reposan mmacacm. So hay que agudizar el conflicto — praxis inglesa. Los hombres no sonconse-

22(161' El Estado ha de proteger la ciencia, no la religión: la astronomía, no la astrolo¬ gia. Estas últimas quedan para el hombre privado.

c

22|17|

En la evolución cultural hay curvas más breves y otras más largas. A la cumbre de la Ilustración le corresponde la cumbre de la contra-ilustración en Schopenhauer y Wagner.

Usupresióo de esta fe libera energía, contenida hasta la fecha por los consuelos metafisscoa. Por eso no ha de subestimarse. rpas son hostiles al orden vigente. . . üEs nn I S S I I I U re " "-"^*»' * « • • todo • Ante es una rvnucña pequeña fracción uc a hun

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nidad europea lo que aquí se tiene en cuenta. ., Aconsejar a los gobiernos la actitud más liberal, nada de represión^ por delante en la liberación espiritual, cuanto más espiritual se vuei tanto mas busca esta las vías mis ordenadas.

bien ir ^ ^

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metafora puede evtar tomada de Platón. Banquete, w . - / -ría de " I Plan para un proyectado libro de filología. C f < iiciembrede IS76IKSH. 210».

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° elevados de las curvas peoueñas están muy próximos a la gran romanticismo.

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aparece en el manuscrito

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Clsve de la conducta humana e la* e

311

nu~ PíicalAgieo. Moral Arte. Heli U . Metafisica. 6% religio" al arte con un «pena» impuro», una « p o ^ K

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II 2 PKIMAVI-.RA-Vl-.RANO Dli 1X77

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1:01

mw es posiNe que alguien se desprecie por cornnl arabelv sin embargo, siga amándose? La Pa« soma a la que se da el hombre religioso. Éste atribuí ^ ^ C a ^ las vivencias posibles inscribe los signos de una m e n t » ! - ? ^ ^ i. si todo estado de animoreconfortadolo concibe "om e f e c °t ^ - - entos se los asigna a un ser exterior «Aneóte, en tal caso, el amor con que en el fondo se ama sí ¡ ° ° ..... — ~ . »nii r ^.. ^ X divino. Este es inmerecido, concluye el h b *l apariencia ana gracia El presupuesto es que el ser humano se siente libre y malo liiamissti a una mterpretación falsa y acientífica de sus acciones v° Ea IBM parte de sus acciones introduce el concepto de pecado, en la ^'""'""oi . ncepto de los efectos de la gracia divina. Una falsa psicología, un 41! ^ «V los motivos es la esencia del cristianismo

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física- algunos peldaños atrás; únicamente el hombre de coiwciraiento siempre más allá de la escalera; en tanto que hombres plenos, no somos

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22

Del mismo modo que la niebla hace parecer más baja a una montaña, así sucede con el mal temple espiritual.

Seoenli

22 |21 F

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para quien el Estado es el imperio del diablo.

12

3

'¡v!e gustaría que uno comiese para sentirse saciado y no sólo porque algo sepa bien —razón de para qué la ciencia. 22131]

:: ::

Aíila, el huno, «un hombre tempestuoso».

El editor propone, pero el impresor dispone. 22 |32]

19

2 2 1 2 3 1

Esto enseña, si no la humildad, sí en cambio la cautela. Schopenhauer. Goethe. Mooótono ojo gns de la mañana temprana, cortante aire húmedo.

22 [33P Fenómeno. Se debe a nuestros errores, los cuales alcanzan a la constitución de nuestro intelecto, el que cosa y fenómeno no coincidan.

22 04," 14

orec

Lo que en el canto ha de vivir eternamente, debe perecer en la vida (» 22 |25|" miento artístico de la Resuxuracióñ). ^.m * -al gran artista del p ^ Tempos modificados. — Se honra menos improductiva pusilanimidad, que deja cada nota en su sitio, tal corno^ ^ ^ ^ que con un amor actrvo y con esas tentativas de devolverlo una y o de mantenerlo vivo. «*T

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22[34] otra

Si tenéis ojos para ver. haced uso también de la boca para decir, «yo lo vi de roanera»,a fin de que Gruta de Salamanca '. 2

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* u e l de Cenantes, recado en el vol. 11 ' Kapp. Hermann Kur/. Ludwig Baunfels. Leipzig (1870).

FRAGMENTOS

312

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II 2. PRIMAVERA-VERANO DE I877

313

— si se piensa por ello en los eteetos curativos m lares

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22 |36|-Todo arte a-prueba el pensamiento en devenir Tbd Mctóii, prodiaio instantáneo (el templo como obra de l e í JW*I ba hechizo de un alma en la piedra). Asi toda música. En déte? ***** la to intencionado se insuma por medio de artificios (desorde I"^

, ,hre V l'cna de melancolía s

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olí"¿aC° n veis que yo entone su cancón? M«* el carillón escucha' . ^ solemne toque de campanas % se ^ o si w como desde la torre de Genova, desd^f y ! , lúgubre * l eño de melancolía. ubre y

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22 |37| Necesario incorporar en mí todo el positivismo < aún portador del idealismo (Prólogo). t

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f escuela debe enseñar la máxima libertad en cuestiones de r<eligión rel="nofollow"> ) . roso más sobrio. La falta de claridad y las inclinaciones habituales trazaran e

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22 [SS\ \ ida independ. Libro 9. 22 |39j« Música del alma bella.

22 |4

E píritu de juventud, que tiene prerrogativas, incluso para algunas travesuras — ^ lo que ahora me falta. e s

22 [ 4 0 p

Disolución en la anarquía

2 2

'liste escrito, que fue dado a la publicidad en cuatro partes sucesivas bajo el provocador título de conjunto de Consideraciones Intempestivas y que fue concluido entre la Pascua de 1873 y agosto de 1876 El corazón, desahogado únicamente en las Consideraciones intempestivas. Pero el viento y el clima, que guían la vida más incluso que nuestra estrella y que no me precisamente favorables, quizá me fueron sin embargo favorables en que

22 f 4 I p Víorir por alguien es una fútil prueba de amor. 22 [42| Sabiduría de poeta.

22149] — a menos que esto mismo no fuera sino un engaño burlón a la credulidad ale mana

•••„ - jm

22 J43P Tan imparcial como la lluvia es el amor, que en ocasiones cala al pecador hasta los huesos. 22 [44P Nubes inminentes de aflicción, de malestar.

22 [S0| CAZA

en el libro.

Un fornido jabalí y también, ciertamente, gráciles corzos. 22 [51| El carácter de la música dramática se halla tan alejado del ser alemán como lo e r de la política bismarekiana. 22 [52] a e l

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»w ? contexto recognoscible. Vs MA 145. Cf.MA152. * Cf. MA 473? .£* " Tachado por Nietzsche. Cf. MA 69; Mateo, 5, 45 r » t& * . nalahr^^ « ° . « s i ilegibles, aparecen garabateadas y luego ttCW Nabras. r e s a n o [?] hacer algo que uno no necesariamente [?]»: V

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^ d o caso un autoengaño. Sólo podemos pensarlo en contraposi t o que un querer libre; y esto es un error.

£A 599. 17 [22].

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22. N U 2. P H I M A V I K A - V k R A N O \n. 2 2

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Joven alemán — Ironía

Buen humor rita

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i ente caldcada por el HOI y l i n amor"/ rna» «-.ríe oa mí hay en cl libro: ^ ¿lo ^ nevo en ofrenda al altar f " ne|' P j a sido amiga, madre y médico, ''quien P* o

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( W n religión y arte —

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Manired: fekcrmann Riemcr — *m mm

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22 | « $ | * uv.«.»v del wv. tempo, pv, u cdemanera i . i I Tocar U flauta por, delante manerau ique luego, viene la gran quietud, en A dan», 7*°** s rápida y arremolinada— hieieo. aran rniU*..j tral, estremeciéndose i estoy en el tiempo, y él en mi — «llovivenciado, W t o o i j ¿ ^ ^ ' h e ^ tu.,.

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falta de ecuanimidad de las mujeres. Como levantan dimienU) afilado como una daga, etc.

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AWuntad. Nada en absoluto relativo a alguna caractcrístic consci de querer, de aspirar a lo que sea, nos es inmediatamente consií 22 |57¡34

H ,641" escritos fueron cuadros para los que, como un químico, tomé los ^ d las materias que expuse y los empleé como un artista. s

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221El autor, . lí, muchacha, el soldado, la madre, ¿no son egoístas? ia iu«* 651

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nunca he sido capaz determinado punto d<

en ! siempre"

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Pacsto que con lo último irreductible con lo que doy en mí es con la éste debe ser el mismo caso en todos los seres. Ahora bien, que esta sensación, en los seres sin cerebro (sin pensamiento) & en realidad lo que nosotros denominamos sensación, y no un proceso meramwí mecánico, que sólo por nosotros resulta interpretado como sensación — Memoria prefiguración propiamente un proceso cerebral.

El júbilo del hombre de

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t f variante a MA 27 en Ra. < irttl " Cf. vanante a 25 [2] de U II 5, 76; cf. 22 [45]. " « 2 2 [58]; 22 [113]; 23 (3J. " C f 22 [57]. 22 [113]; 23 [3 " Cf. MA 292 " OC MA 365. Dedicatoria a Mahvida von Meysenburg. J

1

Lenguaje. Escritores. Estilo. „ . . Centros de Enseñanza SeCundana>. Educación. Espíritu libre. **Mano 22(67]

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Duelo. La sangre borra una palabra precipitada, la sangre P P ' ^ tras una acción dudosa, la respetabilidad de una honorable. — El suicidio, a fin de satisfacer un exaltado sentido del honor.

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Problemas primordiales.

Así como no existen gestos humanos absolutos para el hombre, sino que siempre deben amoldarse al simbolismo de un determinado nivel cultural, de una etnia, de un estamento, así tampoco existe una forma absoluta en ningún arte. «Dinamitar las formas» no significa otra cosa que hacer que suba al poder un nuevo simbolismo. Pero toda forma es convención o imposición.

conoc

22f61J* V «aai>* ¿No ha quedado nada del aroma de Sorrento? ¿Todo es agreste, fría naturaleza m o n t a ñ o s a ,

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22168| AMIGOS.

Creéis que estoy solo — aceptad entonces la compañía de un solitario.

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22|69[

Verdaderamente, tengo derecho a rememorar aquí este poema Lo que yo »o no era capaz de expresar, pero que, como una multitud de gotas de luz, se ha 11

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«2^*14,416.

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<j MA205 s4 a^ial M*??** ^ * » Nictzschc se está refinendo aqui probablemente al * * * * * ' •"'*>> de Sicgfncd Lipiner. Cf. 22 [78]. U

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derramando por aquí N por alla sobre no « | . . . « mavor Untane* las gotas Je luz | ,

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„„cimient<> del zapato por parte del pintor „ , i

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.arac.eres W » * » por e. poeta en reUcton . , « caractere,

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22 Los buenos artistas no tienen « M a r

atonta**»,

• 1781 El bello logro, cuando uno se ve impelido deiar a x $ ^{plner*- ~' lágrimas de intenso éxtasis, un ebrio radarenT ^° at Le OÍOS, como si uno se sumergiese en las a / u I , ^ 7 a>, P°Lp cerrar £ » agitación del ánimo cuando al mirar j ? allá ™ *H * * le naso^ o s a l e r Í ó n z a m o s de nosotros mismos. a

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22 |72|

-< personajes célebres del pasado Hutten » Voltaire. Entre los siete suabos célebres , Strauss, el primero ¿

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Li" 2 ' nnuc es el conw»« J ™ -J >ez, el conocimiento el ü r s e de compensarnos de otras muchas carencias, no obstante su n r o ^ debe o f ^ e z a **** »*'6n 317

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La buena opinión que tengo de mi la he aprendido princ v me vo> mirriendo de ella de manera persistente, con actitud m e d " "os .-v~v. °a, cuand' L'n tranquilo y gozoso estar a solas conmigo mismo, con bu enos y mas — como quiera que me encuentre —

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do al principio el lenguaje era considerado como ciencia C as promotores áe loa demás promotore: del lenguaje. M A N U S C RRI ITTOO RBAASSUI LCA EA.

enzaciór-

22 (75J

Es ta razón la que ha de edificar a los razonables Sólo arte debe digerir el artista ¡Y, s » embargo, un artista es quien ha escrito este libro! No lo hizo su razón, su amor l o hizo.

2n bosques bávaros comenzó ^hizoporélBasilea F Sorrento se extendió a lo ancho y a lo alto Y Rosenlaui le otorgó aire y libertad. •parieron los montes, al comienzo, en medio y al final! Cosa terrible para quien conoce el refrán! Trece meses hasta que la madre al hijo alumbró — ¿Qué ha sido, pues? ¿Un elefante? ¿O acaso un ridículo ratón? — De esta guisa se preocupa el padre. ¡Reíos de él! 1

22 [81P

Jacob Burckhardt. Desde que este libro surgió en mí, siento nostalgia y vergüenza hasta el día en que en t i , cien veces más rico, un brote semejante florezca. Ya desde hoy saboreo la dicha de ir tras los pasos del mas grande, si él se deleita con el fruto dorado del propio plantío.

22|76/

Ornaos bien d marrilleo del telégrafo, pero no lo entendemos

22 [82]» La forma de una obra de arte tiene siempre algo óe discrecional. El escultor puede añadir o suprimir muchos pequeños detalles — al igual que el pianista. Hay que componerla de modo que suscite un efecto; es decir, de modo que la vida susci-

Caracteres: lo que el zapato pintado del pintor

2 2 |8

es al zapato del zapatero,

Llnch van Hurten r 148&«ÉBileros» contra el Papado , historia d< *u*s - era suabo w j a a s o r también de obras sobre Hutten y « s i e t e s ¿ * Uda por lo. hermano, fmmm. era famosa entonces y la expre on ^ uencu para nara referirse referirá a> grupos «n.no, ,fe r d o r e s suabos. ile aescritores suanos Qu./á. U.l £ * ¿ U 0 ¿ * piafando una nueva edición de las Intempestivas y ****** a

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»lla aqui diferentes pasajes en el proceso de composición

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« poeta |l-»P»ner] no es un verdadero ya no sé quien lo es» (KSB. 5. 27SV

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se sirvió luego de esos Overbeck

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nacido un nillo. . * que L^el espíritu libre fé> * , ^ 0 ' r a z ' n conmav^ h u | 1 J

22 m . Isla afortunada

25** 2 al P ^ r c se asemeja * le ve Sa *li « n el bigote que «e deja? V o cuatro irá dando tumbos 7¿ °! barrios del mundo, * estos " la montañeta /S' ^ -ual chivo recién suelto de teta, r > " nos del propio rumbo, ^ n o i o gozo, favor y rango; ^ T v e será la erm.ta sola o s¡ t» * L l bosque lo que escoja? y las ' f ^ ' e fuere lo que el terreno errar ^ c e d i e r e : que del gusto no sea u r de no más de quince al contar: ^ v ormento para los demás; ólo vea, escudo de ruines argucias, stro que bendice la mirada de fiducial le muestre la primera senda juicioso favor de la maestra! e P

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22 (WJ" Constatación de que la juventud [ ] P í* ,. . . / ' BeetrHnen ese noble y dulce sueño que desde el cora i nru y le insta a acechar las lejanías en crepúsculos teñidos de" ^ " ^ e n alma solitaria, °jo: l W N ¿ 2 2

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t i extraordinario goce debido a la moral (en los relatosl v „i ' J **i arte,

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Mmám-mti ésm i Cuando el lasdaani se empeñó en oponer a la guerra su remilgada moral de come dores de arroz, la India quedó eliminada de la historia de las potencias culturales.

Uno tiene una letra ilegible porque su vista es débil: de modo que se lee a a mismo con dificultad. El otro ve con mucha mayor agudeza y lee también la caligrafía del primero mejor ajueM —- — — .*

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''"•

ft [931» Esto es el otoño. Se desliza el sol por la montana asciende a lo alto y cada paso reposa. En cuerdas fatigosamente tensas Tañe el viento su canción: huye la esperanza, él la sigue y se lamenta. ¡Oh, fruto del árbol, que te estremeces y caes! ¿Qué secreto te desveló la noche, que un escalofrío helado a tus mejillas, las de púrpura, su color les hurta? — No soy bella, así habla la flor estrellada, mas a los hombres amo y a los hombres consuelo. Ellos aún han de seguir mirando a las flores e inclinarse hacia m í , y

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221921" • Al maestro y la maestra manda saludos alegres.

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2 2 W ífUfe^ ¿.Amiga! Aquel que se vanagloriaba de extirpar tu fe en la cruz, te remite este libro, pero él mismo hace la cruz ante el libro.

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latirnos rruleruos. el rnás grandioso poema de la cultura.

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El prvm^eteo> enc como puente del arco iris q

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• Ouiza nueva ilusión al poema de Ltpiner. Cf. 22 (6«) y [1*1 den rabien

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una desconocida, tal vez a Louse Otl o a Isabelle !3|l54j „, iones, una palabra ilegible, qui/i « L i p P s W Coauna y Richard Wagner.

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^elaboraría posteriormente, en 1884. tanto este poema, najo * "'""«a, como el siguiente, titulado finalmente En el glaciar.

el titulo de En •*

( • W I E N T O S PÓSTUMOS

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• i y cortaniie — En sus ojos brilla entonces elrecuerdode algo mas bello y la felicidad. Lo veo y entonces muero, Y con gusto muero. Esto el otoño. —

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22 ¡941 A mediodía, cuando el verano joven escala la montaña, también él nos habla, pero arenas vemos su hablar: su aliento brota como el de un viajero por el hielo invernal: la montaña helada y el abeto y la fuente a su vez le responden. pero apenas vemos Ja respuesta. Pues más raudo salta de la roca, ladera abajo, el torrente, como si saludara, y se remansa, a la escucha, cual nivea columna. Y aún más sombrío y fiel mira el abeto, como nunca antes miró. Y entre el hielo y la fenecida roca gris alza la vista de repente hacia un resplandor: ¿quién te hace una señal? En la mirada del hombre muerto vuelve a hacerse la luz: su hijo Je abraza, lleno de pesar, le besa. Entonces habla el resplandor de su mirada: «Te quiero» Y la montaña nevada y el arroyo y el abeto no dicen tampoco al adolescente verano sino estas únicas palabras: ¡Te queremos.' ¡Te queremos.' Y él — éí los besa con total pesar, cada vez con más ardor y no quiere marcharse: casi como un velo, salen las palabras de su boca — unas crudas palabras. — A su alrededor se está a la escucha Y apenas se respira: Cruza entonces estremeciéndose, como un destello en la m o n t a ñ a , en torno a la naturaleza:

2 . N II 2- PK1MAVKRA-VURANO

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2* L i e n a quien el halago y la critica echan a perder - y un árbol al que la luz í lluvia echan a perder - ya están en ambos casos echados a perder y todo del sol yti» i de deterioro. A l g

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22198) poetas aprenderán entonces a adorar formalmente la miseria y el desorden Los 2 2

'^verdad, no soy desagradecido, pero no veo ninguna obligación de estranguEn la cuerda de la gratitud. larme con 2211001" . , . . «el más bello poema que jamas haya esento un joven» 66

22|101| ¡Hacerse naturaleza! 22[1021 Mujeres que no sólo se asemejan externamente a las de Holbein y que quizá no tengan nada esencialmente distinto en la cabeza y en el corazón. 67

22 [103]«

Ironía en sentido vulgar un cocinado irónico: aparentar ignorancia — para así hacer que destaque más nítidamente nuestra sabiduría. 60

Cf. 22 [79].

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* i*»** Fernán Vlans Holbein el Joven (1497-1543). iviA 372; 19 [25].

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Antítesis de la modestia: sentirse ignorante «hi do„a na y ls capacidad, el o W

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A t a * c\ mundo le gustan las injurias, pero jamás .a merecedor de una.

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. N 11 2- PRIMAVERA-VERANO DE 1K77 525

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An cüiiseienw «~ »« «cnucion, al imun „ e l >nc el juicí" de que se ju/.ga. Naturalmente, sm eW X ^resulta desconocido. Pero podemos mo £ T ^ } ^ ¿ U es mucho más rica. (Sucede que, en e, P ^ ^ f " 5 ! sólo a su desdoblamiento le conv.ene e*c n o m b ^ F ' V * * * memoria.) Sentir sin que ello pase p ^ ^ dolor sólo llegan ahí donde hay cerebro. ^ ° ¿1« es

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U sensate* aconseja dárselas también de aquello no í quiza por algo un poco interior . qu p o r

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22 f l W „ _ *** El defecto de casi toda filosofía es una falta de conocim uuJisispsicológico impreciso. Los moralistas fomentan más este* °mb oedida en que no se conforman con los análisis ya existentes d i ^ ' ^ e r j ' ^ Piones ^ En t o n » a losy&cnr psicológicos falsos el filósofo despüeg agruraleza y lo envuelve todo en necesidad metafísica "^•"meifc 0 d e ! h

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2211 \ , perdura nos hace sentir conmovidos, provoca nostalgia — al , ronfundimos lo duradero y lo bueno. mo de <\ q u e

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[ fuerza reside en un determinado objeto, está asociada a una localidad. Si se e t 0

Se hallará a los seres humanos y al mundo mucho más anodinos

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•ruve el o ° j ' y »da. Al objeto mismo se k r mina «muerte» o «vida» — «en el huevo está mi muerte», «aqui está tu muer_ sobre todo en ruso — cosa que recuerda a los metañsicos. que también inde i:«n la «fuerza» de la voluntad. pendizan [i)>

«Amarás a Dios sobre todas las cosas.» 2 2

n\mp La evolución del Lied en la ópera vuelve a ofrecer un nuevo futuro a la música absoluta (debido al incremento del simbolismo). 22 ( l i l i ******** *** Cómo uno y el mismo cristianismo le pinta al uno en el rostro ese aspecto de pobre pecador de mirada sombría y al otro el de una jovial benevolencia.

22fíl2J


Se requiere un ojo bien entrenado para poder leer con claridad el pasado ene caligrafía tantas veces reescríta de los rasgos y gestos humanos.

•Cf. MA 373. * Cf. 22 [97]. *C MA37; 23 [1141 *cr. io [3j. T í MA216.

''«Filisteos de la cultura». Pero no es bueno predicar a los vientos, no sea que nos soplen el polvo a la cara — marchan adonde deben. 76

22[119] Ahora que veo más que vosotros, quiero contároslo 22(1201 un ciego [ — J, pero calzado y vestido [ — ]esoes,[—•-«*---]:• .-; ;¡ *. tr» . [ ] como cabra y macho cabrío.

* g " [57]; 22 [58]; 23 EUL n o c i d o ;

q"i/á MA 224. [1191 , . edición Colli-Moniuun, los fragmentos po : «clmñü \ • t»30]; 22 [132]l parecen agrui ego junto al camino» y «el alma y su resplandon>. 1

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' sHo uuc ex sombra y lo que os lúa; lo que *t>n cuerpo y alma no lo sabéis.

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r arándanos y abetos a m, alrededor y ante mi,

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. - i día entero junto al camino

más iprofundas Lhesas mas »"V ndcn rebaño y pastor. . cabras se agolpan confia-das ^am.^rodillas, , ^ n la mano, Me * yo esté ciego y solo, por mas que * 1:1

22I113J Cabra con cabra sin reven Se asoló»*" luitto a mis rodillas Me lamen la mano y parecen preguntar Por que estoy ciego y solo.

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22 f 1241 a.""'', j Ahí dentro, sin duda, esconde su pequeña alma La cuida mientras va de viaje* ése es el motivo. M

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' ^ der<se> de todas las expresiones morales (sacrificio deben nn o alguno en te gran comedia de la h.pocresía ( p u e s , P ui£ne« han percatado de la hipocresía os conducen hacia sus metas: ya os ¿e esu/vXTser r demasiado cobardes y estúpidos). Ser verdadero ^'vosotros «moral».

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221125) Pero tras su muy digna tigura cada uno lleva atado un fardo. Ahí dentro esconde el alma, sin duda; la cuida mientras va de viaje, supongo.

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' p o s chicos se sentaban ¡unto al arándano contemplaban al gran escarabajo verde, sobre cuyo lomo una gota de sol resplandecía: desde la fresca sombra del abeto había caído hasta el suelo. y

Asi como el cuerpo proyecta sombra, Así proyecta luz el alma. Sombra tienen todos, pero alma. no.

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22|177| El muchacho ciego junto al camino de la montaña.

22 [1351™ Ecce ecce homunculus . 79

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Pienso que con mi critica de la religión, del arte y de la metafísica he tncremenuido su valor: ahora, mas que nunca, son fuentes de energía.

Más tarde, vuelve a casa y desembala su pequeña alma. Esta misma

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nto al camino i se enfría, ' ia sumora se emna, . Hasta que los rebaños de cabras pasan sin temor junto a mis

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«rteros movimientos del pie al deslizarse, tropezar o trepar no*» ^ , intelecto que actué cregamente, smo conforme a una ¿ " t»J° 1„T££V^° tflü^ f j c eTalgún en 3 * & momento, tal como los movim.entos 1 pre^» h a de esa habilidad se hereda. piano- Hoy d

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23(21 hombres toman lo semejante como n tuera lo idéntico, p. ej., en ocasiones «anal sacerdote por el dios; o la parte por el todo, p. ej., en la mag^ L 0 S

' No se puede explicar lo que es la sensación: pero creo que, si se supiera, no seria cosa, y seguro que detras no esconde ningún enigma del mundo.

2 3

El mismo estilo de pensar que sigue determinando en la actualidad a la gran masa, e incluso al individuo cultivado, caso de que éste no sea demasiado reflexivo, ha servido de fundamento a la totalidad de los fenómenos de la cultura. Esta partie honteuse ha acarreado las más tremendas y espléndidas consecuencias; también la cultura tiene un pudendum como seno matricial, al igual que el hombre. 23 [51 Aristóteles piensa que el sabio, el ootpót; es aquel que se ocupa únicamente de lo importante, prodigioso, divino'. Ahí reside el fallo en la orientación toda del pensamiento. Da de lado justamente a lo pequeño, débil, humano, ilógico, defectuoso y, sin embargo, solamente en virtud del más meticuloso estudio de todo ello se puede llegar a ser sabio. El sabio tiene mucho orgullo del que desprenderse, no ha de enarcar tanto las cejas, pues, a fin de cuentas, es él quien disfruta incordiando el disfrute de los hombres. 23 [6| Tan pronto como se suscita el sentimiento de algo. p. ej., de propiedad, de mo" quia, éste continúa creciendo conforme más se olvida el origen. Al final, se ter¬ ando de «misterios» respecto de tales cosas, va que uno es consciente de la ar

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Cfríí í Nassuclias con notas tomadas durante ta estancia de Nietzsche en Sorrento Aristóteles. Ética a McomactK 1141 a 16 b-3. [327]

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—a bordante intensidad del sentimiento, pero, cu Ncntuf ¡ « a IcLMtiiiK. i.tA»n par» ello. H desengaño .„ M ^,bc duda de uue a » « desperdicia una .nnu-.^,, , ^ W i ,

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El arte, obstaculizando la ciencia entre los griegos.

> ^ es entonces, voluntad de vnnrt Al menos, es certamente ^ í vida vida; luego, por tanto, es. por emplear la expresión más conocida ^ ^ d e conservación. ¿Es cierto que s. el ser humano m.ra en su mtenor. se pericstfnto» . ^ conservación 1 Mas bien, lo que percibe es tan sólo que siem cíbo ^ . L i c n d o , o, dicho con más exactitud, que en cualquier órgano tiene cualesP Lnsaciones de placer o displacer, por lo habitual completamente insigmficaní movimiento de la sangre, del estomago o de los intestinos presiona de aleún los nervios; el ser humano siempre esta sintiendo y este sentir siempre está h ndo El sueño acusa esta constante transformación interna del sentir v la imerde manera fantasiosa. Las posturas que adoptan los miembros durante el sueño P i s a una variación de los músculos, influyendo en los nervios, y éstos, a su hacen en el cerebro. Nuestro nervio óptico, nuestro oído y nuestro gusto siempre se h lian excitados de algún modo. Pero nada tiene en común con el instinto de conservación este hecho de una constante excitabilidad y perceptibilidad del sentir. El instinto de conservación, o amor a la vida, o bien es algo del todo consciente o es sólo una palabra oscura y confundente para otra cuestión bien distinta: la de que queremos evitar el displacer a toda costa, y, en cambio, aspiramos al placer. Ahora bien, este hecho universal de todo el mundo animado no es. en cualquier caso, ningún hecho primordial y originario, como Schopenhauer supone de la voluntad de vivir. — evitar el displacer, buscar el placer, presuponen la existencia de la experiencia y ésta, a su vez, la del intelecto . — La intensidad de la voluptuosidad no demuestra la voluntad de vivir, sino la voluntad de placer. El gran temor ante la muene. con el que Schopenhauer argumenta asimismo a favor de su hipótesis de la voluntad, ha sido ampliamente cultivado durante un largo espacio de tiempo por diversas religiones, que consideran la muerte como la hora decisiva; asi es como dicho temor se ha incrementado tanto por aquí y por allá. Pero en el caso de que se contemple con independencia de todo ello , no resulta ser sino miedo al morir, es decir, miedo al dolor concomitante, un dolor no probado v que quizá se imagina demasiado grande, asi como f Pedidas que sobrevienen al morir. No es verdad que se quiera la existencia a ' P- J como los animales, a los que Schopenhauer gusta tanto de remiPara corroborar el inmenso poder de la voluntad de vivir universal. s /

general un instinto de conservación! Ent ladecuadas. aparecieron otras aptas para la vida ^ in d wwenuo; run sido necesarias adaptaciones de los distintos ó r g a n o ^ **!é largo de millones de años, hasta que finalmente el cuerpo actual pud a lo m e * regular y pudieron manifestarse con regularidad esos hechos ant° m buiral msürnv de conserv. En el fondo, las cosas suceden aa^ !u ' mi ni m n m conforme a leyes químicas, como de manera mecánica en el mane^rj ca;dj del agua gua de una cascada. El dedo del pianista no posee ningún «inst*** * tocar las I :bs adecuadas, sino solamente el hábito. En general la nai^!'- "* recurso y se emplea donde no es mam jue un cómodo • . por - . y doquier* ahí « ™ losefec «os electo a

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m m -y Aritaño. toda* las metas y fines que el ser humano posee fueron algo consciente entre *us antepasados; pero se han olvidado. E l ser humano depende mucho del pagado en sus orientaciones, á v á u v n o n ; p l a t ó n < i c a > . Se 1c corta la cabeza al gusano, pero este sigue moviéndose en la misma dirección.

' Incluso a las enfermedades oscuras, como p. ej. la demencia o el Vito, se las ha venerado e .deal./ado religiosamente. De esa forma, f nes externas se han ido haciendo cada vez más bellas y grandiosasso ha tenido lugar con el impetuoso aféelo del amor, al que se le na co un dios y, por tanto, no sólo se le ha idealizado de cara a la representa

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'"rudia* como Paul de I agaruV opinan que | h deberían quedar estableado* po, la ciencia. Ahora bic„. . " * l a c describirse, explicarse de modo aent.feo pero entonces ' " H** | n . N bado con ellos Pues la buena te en los mismos queda ^ ' d *div^<X que uno ha aaiamafa* cuanto de_ erróneo > de humano £ ^e>AX cene, es la muerte .le todas las religiones, quiza algún día

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El sabio no conoce mas ettcidad que la que tonvi incluso la palabra « n e n i a d » le resulta inadecuada. h , " Ves cidad px>r completo, en la medida en que no reconoce ni ' *¡ ^ ¿ ¡ S * tradiaon. sino pura > simplemente nuevas cuestiones adentra por sendas no trilladas su tuerza se incrementa c o n f o r t ' „o. Es como uno de esos grandes incendios, que lleva c o i 8¡ c resulta avivado > sustentado por é l Propj ^ ^ S

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.191 .Míos que formulan máximas caen con facilidad en el errnr J ala» con carácter univw^i !P PnxlaZ3 \ VAn**a}*e" fod° er ** nuniM»" —o ••••i fco, sólo es gcerca d* ' ¡ n a d a s épocas o clases sociales, pero m»f " ,ra determ escrito sobre los hombres — únicai hecho todos a> en animal permite reconocer lo grande que haconesido ios n conlf.^ln sensata al respecto. De ese modo, Schcmenhauer. J ? S ? * 'Penhauer ar "na ° ° T 7 o s seres humanos posee una tinahdad moral metalé que es ÜC I a la vida cuando uno toma conciencia de sus cualidades como 1 ^ " ^ r i m i c n t o , suponiendo que existiera hoy efectivamente y con carácter S ^° .¡ira probar algo distinto del hecho de que. debido a d e u ^ ¿Z versal. P*» ¿ ios hombres se han acostumbrado a pensar en sus pecado? x

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23|I5J . . . Para consagrarnos al conocimiento de la cultura, estamo opiirtuno que cabe pensar se han conquistado y extraído todas" ^ ^ ^ t o m libertades del conocimiento y, por otra parte, todavía caten**» „ „ unad,i sentimientos fundamentales en que reposa la antigua cultura. ¡Cabe 1 los que esto uJtimo falte dentro de unas cuantas generaciones posteriores y C a d a

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* • J W-fHJ\J lo expone, prueba que ciertas representaciones metafísicas existen v han ero no que sean verdad. Pero es que a esto se añade el que se trata'de un limitado en el tiempo y que, p. ej., en la Mtigüedad. con mucha frecuensolía morirse sin pensar en sus pecados. Y, aun en el caso de que ésia fuese ° v a c i ó n completamente universal, válida para todos los periodos de la ° dad y para todo ser humano, no se aportaría con ello ninguna prueba de la erdad de la tesis afirmada por Schopenhauer. É

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El momento en el que se invente e introduzca la navegación aérea para el socialismo, pues alterará todas las nociones de propiedad de la tien P^picio aEl s e r humano estará en todas partes y en ninguna, se habrá desarraigado. Tei idrá que garantizarse la seguridad por medio de asociaciones con un riguroso corr recíproco y con exclusión de iodos aquellos que no estén comprometidos. contrario, todo aquel que no pueda pagar o no quiera mantener su compro trasladara volando por los aires y aterrizará en cualquier otra parte.

23 \n\

La gente que carece de cultura científica, parlotea cuando habla de temas senos y complejos y lo hace con petulancia. Sócrates tiene razón. La jactancia de la gente es casi tan perniciosa corno Ja locura total. Desde luego, este empeño, esta especie de demencia en las opiniones resulta harto esencial para el negocio y la construcción de la cultura. Sin empuje no se lleva nada a cabo. Pese a ello: puesto que, en wm generales, existe eJ conocimiento de las verdades y procura satisfacción, mane mos alta su bandera, aunque sin gestos de patetismo.

2 3

Otando hombres de intensas necesidades espirituales piensan en la unión con una mujer, se ven asaltados por la sensación de estar aproximándose a una red que va estrechando cada vez más y sienten desconfianza ante una irnposición permanente- e incluso, en última instancia, cuando se trata de la educación de los hijos, ante una lucha renovada sin cesar. 23|211 Si se busca una explicación de la naturaleza y del ser humano que concuerde con nuestros estados anímicos más intensos y elevados, se topara única y exclusivamente con explicaciones metafísicas. ¿Qué aspecto tendrían los hombres sin todos estos errores sublimes? — Yo creo que un aspecto animaiesco. Piénsese en un animal dotado con el conocimiento de una rigurosa información acerca de la naturaleza: simplemente con eso no se convertiría en un ser humano, sino que. en lo esencial, seguiría viviendo como un animal, sólo que en sus muchas horas de ocio, como. P ej., el caballo en el establo, leería buenos libros, que le harían plenamente comprensible el hecho de que la verdad y el animo/ se llevan bien.

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Ha sta entre los pensadores de espíritu más libre se infiltra la mi^ hablan de le la naturaleza. Resulta entonces que la naturalc/a ha de na neohfite, A W * *Veasc su obra Ober das Verhältnis des Deutschen Staates zu ixttinjrca l&W, partes 9 y 10.

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el acto de combatirlo a leer ni a interpretar >y ¿ d i c t o ; los filósofos subestiman la dificultad de entender «almenó lo
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23 23|25J • * ZL*** Í - ' «M*¡# Se reprocha al socialismo el que haga caso omiso de la desiguald H mente existente entre los hombres; pero esto no es un reproche, sino un ****** oca. pues el socialismo decide hacer caso omiso de esa desigualdad , hombres como iguales, esto es, decide propugnar una relación de j u s ? iodos ellos, basada en el supuesto de que todos sean igual de poderosos e i'Llu valiosos, de forma similar a como el cristianismo consideró iguales a los hombr en lo tocante a su corrupción por el pecado y a su necesidad de redención. Lasdift rencias de hecho (entre una buena y una mala vida) le parecen demasiado nimias de manera que no se tienen en cuenta en el c ó m p u t o global; así, también el socialismo considera a los hombres como preponderantemente iguales, y toma la diferencia entre bueno y malo, inteligente y estúpido, como algo insignificante o susceptible de modificación: cosa en la que, por lo d e m á s , tiene razón en todo caso, a la vista de la imagen del ser humano que procuran los remotos tiempos de las construcciones lacustres: nosotros, los hombres de esta época, somos, en lo e<sencial rel="nofollow">, iguales. En esta decisión de hacer caso omiso de las diferencias radica su fuerza inspiradora, é ,. * • fejj; • AXt<Xj J

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Cuanto más evolucionado es el ser humano, tanto mejor percibe ' ^ . ^ L . la agitación, el acontecer. AJ menos evolucionado le parece que estén fijas ria de las coaas, no sólo las opiniones, las costumbres, sino tamb.cn las tro tierra y el mar, las montanas, etc. Sólo de manera progresiva se deu » que está en movimiento. Ha necesitado un tiempo enorme para cap a

t ir t loethe tauMu. \\ 1851-1855

^mientos más amargos son los que no traen consigo una gran emoción i elevada, sea cual sea, posee en si misma su propio contento — sino _pues la P aguijonean: así pues, aquellos, sobre todo, que nos son inflie ' desconsideradas, que se aprovechan de esa especie de supenorigidos por PJj i s t a n c i a agravante de que hacen uso de una intima fami^•Tá on nosotros para traicionar la amistad. El único gran sentimiento con el que h eludir tales sufrimientos seria el de odio, con la expectauva de venganza, de cabria e ^ adversario. Pero, por lo habitual, la persona más buena se dice que el ''^hechor no era en absoluto tan malvado como nos parecía y que incluso algunos méritos hablan a favor suyo: de este modo reprime las ideas de represalia, aunque no se queda satisfecha con ello; se ve emplazada al transcurso deltiempo,al debilitamiento de todos los recuerdos. — L o S

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23 [29] „ . Dos cosas son perjudiciales: el en fado que corroe debido a un ultraje, con sus cientos de veces rumiando y regurgitando lo vivido, seguido de las raídas satisfacciones de una venganza imaginaria — una venganza real y rápida, aunque sus consecuencias nos abrumen de dolor, es algo mucho más sano. Y hiego el vivir envuelto en ensoñaciones eróticas, que ensucian la fantasía y poco a poco van adqumendo un predominio con el que la salud se resiente. — La educación de uno mismo ha de precaverse en este punto: hay que responder a ambos impulsos de manera natural y mantener pura la imaginación. La venganza rehusada y el amor rehusado hacen enfermar al hombre, lo vuelven débil y malo.

¡Cuidado con los anillos! (Los anillos son serpientes enroscadas, que simulan ^ofensivas.) Estas doradas serpientes enroscadas stmulan en verdad ser mofen

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El mundo sm eros — Téngase en cuenta que. gracias al eros, dos seres huma no* se dan piacer el uno aJ otro: ¡qué enteramente distinto resultaría este mundo de envidia, miedo v discordia sin él.'

13

m Jóvenes trágicos.

En la propensión de los j ó v e n e s a la tragedia, en su manera de profetizarle aciagos destinos, de pensar mal de los seres humanos, hay escondido algo de ese piacer que se despierta en ellos cuando alguien exclama: «¡Que sabio es para su edad: cómo conoce va el curso del m u n d o ! » —

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soberbio «pedículo: a partir de intereses locales, de P J,^ ta » 1 « pama, mi» pequeñas, de obras de arte realizadas por ur. A O . «orí festiva, en resumida* cuentas, a part.r de meros punios ene r Vo. va creciendo poco a poco una cullura duradera, que "J„ú^y pueblos; lo local adquiere una significación universal. lo™ •«ón monumental. Hay que seguir las huellas de este pro*" , , <m es que a vece, le falta a uno el aliento. ^ *m>o a romperse el nudo que cnla/a lo mas renuw e r s o n a

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Quien escribe acerca de las motivaciones internas del ser humano, no solo ha de consignarlas con frialdad; pues de ese modo no podrá hacer creíbles sus conclusiones. Tiene que ser capaz además de despertar el recuerdo de tal o cual pasión, o temple de ánimo, y debe, por consiguiente, ser un artista de la exposición. Para ello, a su vez, es necesario que conozca por experiencia todos esos afectos; ya que de lo contrario causará indignación debido a la frialdad y apariencia de menosprecio ante lo que ha conmovido y emocionado de manera tan profunda a otras personas. De ahi que deba haber pasado por las etapas más importantes de la humanidad y ser capaz de ubicarse en ellas: debe haber sido religioso, artista, lascivo, ambicioso, malvado y bueno, patriota y cosmopolita, aristócrata y plebeyo, y haber consenado su capacidad expositiva. Pues en su temática no ocurre como en las matemáticas, donde hay medios de expresión totalmente precisos, números y líneas, que son totalmente inequívocos. Cada palabra acerca de las motivaciones del ser humano es "mprecisa y alusiva, pero hav que saber aludir intensamente para exponer un semie n t o intenso.

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i ^Pn.i . . . ur ^ n ht ra u e r , A..• crni*. Ethik, párrafos UN. 114 v 182. autor de Outer Gedanken drei Tausend, zusammengebracht von '"•^rolii,, loss. 1

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fcsor debido a su escasa y parcial relación con lm i e d P ° - d e incurra en alguno» errores de bul* J21 -* los > ' eteres que, ademó», aún resultan maleable* ^ T * ? * * * de tal hecho» consumado»,. EJ P S ^ ^ ^ E Y V^ían ' je )a clase de que, por principio, algunos alumm " „ 0 ^ por P rónea, contrarresta U x i a s l a s eventuales ventatas AT^^ fiiic ! . de f ° incluso las supera con creces. Por lo jíeneralt^T ^ " ^ d i v i ^ ' ^ un i v . d u o son falsos y precip.tados: y no u n a ' ^ I * ' cíói» i» sor sobre » j a prueba de esmer

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2S 2 ^fomprende de suyo que la educación en clase no es 5 P^ vo cuando el individuo no puede ser educado al completo poí un d

r v por consiguiente el carácter individual y el talento tienen que sW ^ / f a su P^pia suerte: lo cual es en verdad peligroso. ¿Pero acaso no e s W donados s« F particular? — * < Í C

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muchos escritos, p. ej., del Tristón Shandv A¬ cara aa ese ese recato recato innato i n n a yt o v * « * n » -se planta u n cara •ierras cosas; cosas; en a» ddoo en el el hecho, hecho, pues, pues, de de que que < =e «« •calidad del alma». alma». Si S, se se f i g u r W u n ofigrW astidad del * ^ < ^ bo atractivo desaparecería. En esa medida | , recato»ha no atractivo desaparecería. En esa medida i A„ i ., "-uiua, el va nr i ende mucho de la constitución considerablemem ensidad de un sentimiento, la debilidad de otro I t a S S mtor de pnmer rango: lo mismo que a veces, p . , or y la devoción hispanos en los dramaturgos, o el simbolizo y, para nuestra sensibilidad, van en detrimento de quienes ios C m C n t r e

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La na precariedad de todo organismo educativo tiene su razón de ser en e jue ha dejado de haber un fundamento comúnmente reconocído y. en d. ni el cristianismo n i la A n t i g ü e d a d ni la ciencia natural ni la filosofía poder mayontario y h e g e m ó n i c o . Se mueve uno oscilando entre exi y dispares: el Estado nacional termina a la postre por querer * • - i r a llevar de ese m o d o la confusión a la c i m a - p " « una culfui que nacional y cultura son t é r m i n o s a n t a g ó n i c o s . Incluso en las universidades,^reconones de la ciencia, hay gente que, con el secretiamo de los traidores, sigue encinoe ' rndo todavía a la religión o a la metafisica c o m o poderes superiores/* ma il

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23 l ^ de los ingenuos ante el hecho de que el Estado no promueva la edu• v la escuela de forma completamente imparcial: ¡pero para qué, si no se ° " hecho cargo de estos asuntos con tanto empeño! Son el mecho para
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¡SS se les tiene cogidos.) 2 3

^Extraemos un nuevo placer más cuando las representaciones meujfisicas despiertan nuestro sentido del humor y los rostros ceremoniosos, la emoción del presunto descubrimiento, el escalofrío misterioso nos causan una impresión similar a la de una vieja historia de fantasmas. ¡No desconfiemos de nosotros mismos! Ahora bien: en nosotros albergamos los resultados de un dilatado predominio de la metafísica, ciertos complejos estados de ánimo y sentimientos, que forman parte de los logros más elevados de la naturaleza humana; en absoluto prescindimos de ellos debido a esa burla inocente. — Pero, ¿por qué no habríamos de reimos cuando Schopenhauer se propone explicarnos metafisicamente la repugnancia que suscita el sapo, cuando los padres se convierten en las causas ocasionales para el genio de la especie, etc.?

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23 1471 Describir a Rée como un tirador de precisión, que siempre da en el blanco. 23 [48} intn>s

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com r P °n moral no basta de ninguna manera hoy en dia para conocer los ¿ , ' v o s de nuestra conducta, esto pertenece a la historia y al conocimienhii n- ? T ^rasados. En dichos motivos -se> despliega la histona entera de la ' **** todos sus grandes errores y talsas representaciones están ahí involucraJ 0 S m o t

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avanzado ni un solo paso a menudo ha reiroceumu uiuvwn. mues oe pasos respecto

EPicur° 57

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feo las cosas en función del grado de placer qt provocan. 'la improvisación musical durante un buen rato: luego, la audición de esta todo de >uenas ocurrencias dando ais mediodía; luego, la voluptuosidad, etc. C i

n cualidades desagradables e notn. s buenas cualidades, por el hecho J ^ suelo, con esa vecindad, con imZg*

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Muchas cosas dei catolicismo restaurado son juzgadas por nosot erronee que ahi se dan expresiones de una religiosidad men^ionaT^ *°* k delirantes, falsamente exageradas: pero tampoco el , ** mo nesufca coocebibk salvo precisamente para naturalezas nórdicas. p r o

eSÜIItls

Soto de manera paulatina se ha ido haciendo tan simbólica la música, los hombres han ido aprendiendo cada vez más a correlacionar los procesos anímicos con detemu. nadoi giros y figuras. No existían aquí desde el principio. La música no es expresión inme 1 antes bien, sólo en la plenitud del arte puede aparecer asi. de la v

23 La mus.,a, en cuanto arte total, no posee carácter alguno en absoluto, puede ser y profaa, y aólo es lo uno v lo otro cuando se ha vuelto simbólica por completo. Esas sublimadas flonficac iones de la m ú s i c a en general, tal como pueden liarse, p. ej. en Betuna» son oVscripcíones de los efectos de una c ™ ^. mdrvidWicompletamente drtermiiwdos, que albergan en su interior^todos¡e* dos suMónados y soso a través de ellos ahora se acercan también a la mu i e r t a

23 i j . c~g¿ del arte depende de ciertos conocimientos (ejerutación j : tamba len en ll\ arte más popular. No existe un efecto inmediato en el oyente, una apredisfrutan música mediante la formación «gnenana, porque . musical más elevada. Los hombres que se desprenden de manera eminente de i as cosuimbres moraies heredadas, que no tienen «conciencia», sólo pueden acceder a esa situación del mismo modo en que surgen los engendros; el crecimiento y la autoconfonnaaón prosiguen tras el nacimiento, en la estela de los hábitos y fuerzas heredados. Se podría, pues, ampliar en este caso el concepto de engendro y hablar de algo asi como de matíormaciones. Frente a ellos, el resto de la humanidad tiene los mismos ctacbos que frente a los engendros y monstruos: puede eliminarlos, a fin de no fomentar la propagación de retrasados y malogrados. P. ej., el asesino es un malformado. — 23160]

5 1

Una experiencia habitual: ha ido mal. pero mucho mejor de lo que yo creía.

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Felicidad e infelicidad. — En algunas personas, la felicidad se evidencia mucho J ™°vedora que la infelicidad. — ¿Quién podría escuchar una música alegre °nara procedente de un manicomio sin derramar lagnmas? con

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I I principal elemento de la ambicio» es | » » * r La Mt.slaccion por el |XHÍer no se cireunser.be al V[ * ^ admirado* en la opimo» de otros Alahan, v J 5 * ° da L o Para el ambicioso que qmerc poder. *<*>•, J > s V > > voluntad Je poder < . , Ict s de los hombres. ^nt i tran res HI placer del poder se explica , N do de la dependencia, de | i m p o t e n t "î ja Potenei ;s- ^r ^ I placer. ne a

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13 P»l . la soledad, para poder servir detatmejor manera a muchos o a todos (a la J la buscas por otro motivo, te debilitara, te hará enfermar y te compra ^ r n b r o atrojado. en

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{ iütJaJ f inconveniente de todo martirio. innumerables — •lucmcs uc —- energía ——•£,»« para | '.ii .i los ios seres s mártires se nao converuuo cu hum H do de la ccflnimacia en unaa convicción, y no en el de una prueba ° sentiA*i fas crueldades LTueídades dañan a la verdad, ñero le resultan iW¡i— . , ade] dad. Las --«voluntad, manifiesta

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Hasta que punto consuela a un desdichado el no haber merecido un caá. Je utiliza como medio disuasorio por el bien de la humanidad: pero, ¿y i nohí merecido ser tratado como medio? No obstante, tan pronto como uno se percata de que nadie merece nada, este punto de vista ya no resulta de ninguna manera un consuelo Por lo demás, uno debería alegrarse de servir como medio para la mejora de los seres humanos bajo cualquier circunstancia.

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que el plebeyo, el siervo, se sentía felizmente agraciado cada vez que se ; en oempos le daba o se le concedía algo, con lo que se le incitaba como a un animaL bien mediante* la fusta, bien mediante reclamos, pero sin que nunca «rrjereaera» nada. ruando uno hace lo que debe hacer, no hay ningún mérito en ello: S L aun asi. se le gratifica. esto es una gracia, una bondad añadida.

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m m forma usual de recelo. — Se suele ser injustamente receloso con los libros cuyos resultados nos desagradan — y a la inversa. En un partido nunca se examinan m seno los rjhncipios por los que lucha dicho partido; sólo los partidos contraríes! >us intereses suscitan una fuerte crítica

13,6X1 Algunos dan c forma irremediable

el problema o

23 [74] Los dramaturgos actuales suelen partir de un concepto erróneo de drama y son drásticos: según ellos, tiene que haber gritos, ruidos, golpes, disparos, muertes a toda costa. Pero «drama» significa «acontecimiento», factum. en oposición a nerum. Ni siquiera la derivación histórica de la palabra y el concepto griegos les da la razón. Como tampoco, ni mucho menos, la historia del drama; pues los griegos evitaban precisamente la representación de lo drástico. 23 [75] la taumaturgia de antaño. — Cuando alguien sumerge su mano en metal fundido, hirviendo, y la saca incólume, eso es algo que sigue provocando asombro, pero ? p o se creía estar contemplando verdaderamente un milagro: quien lo acia, creía él mismo en una fuerza misteriosa v una ayuda sobrenatural. También oZ i » o c e la explicación de un hecho, cree que éste sucede de forma ¡ ¿ ! ^ a él le saldrá tan bien como a aquél otro. -Antaño se habría podido pros i q u i e r aseveración y todo el mundo habría creído en semejante prueba. o t r o

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a C e,ad,o de I J - J Í Relevo de lo contingente por lo necesario. — 1— . ntual supenor hay que sustituir todo lo natural-contingente a l" ¡liras d° b vida, por lo neccsano-elegido. Quien tiene de tiempo

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d t t t i f i c o s descansan al mundo del gran pathos, ponen de mamW numera tan carente de fundamento nos hemos alzado trabajosamente

tiw altura del wniimienu. Mo\ c i u l u , u n o i-i v i n o s \ , con el MIIK.

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ve/- con»cv'ijda, conseguida, no porque sabe qué difteü Multará h . • e. La monogamia no es una re«ir,„„.l. T ^ l l a r una ' « a n a a una t*\*E**A?L tiene pos.hiluiad d< £ ^ de escasez rfP .'m£fcuand<> i<-'* T i «A^c rcunsiüi^.»»*~ — - de m u ] ^ D a ^ ? ^ "l Il ne i ^^ ^ ut¡; intensidad ^ V intensidad actual actual y, y, en < el uanscurso d e ^ ^ U ^ cmpo —— ^endo nasi _ jad»su herencia en nosotros.r^ocederac'dXT 5 » 2 > 1 ' humanas, la tradic.ón de la monógama h a 3 ¡ ^ ^jgdauc» " de diferentes diferentes consideracirmcs consideraei ^
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de alcance y pretensiones, intensificación del sentimiento den! 'ónd H de ideas permitidas. Hn cambio, la exigencia de una condu'? ^teJ? sonaJ. en la que se suele \er el ongen de la moralidad, es mi ° ° a ¡¡¡¡U pesimistas, en la medida en que éstas parten de la abyección del * ^ %¡! es decir, en la medida en que previamente tienen que'haber ¡ m r o d ^ V ^ ^ Í do rneur: v-co de -mal radical» en el ser humano. De la religión ^ tanto el mal radical como la creencia de que lo no egoísta es el LnTd* moni Ahora bien, ral como Schopenhauer vio acertadamente, sólo ° la medida en que se cede a determinados sentimientos, p. j . , ' a los d n benevolencia. Pero uno no puede exigir sentimientos, demandarlos S i n a S ^ ' moral siempre ha exigido, de manera que no admitirá el «ser compasivo v ^ lente* (el no ser egoísta» como signo distintivo concluyeme del «hombre na¡¡Z como, de hecho, se suele hablar a menudo de «hombres inmorales», que. no obstane

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£1 falso presupuesto de toda moral es el error de que el ser humano actúa libremente v es responsable Toda ley. todo precepto (en el Estado, la sociedad, la escuela) presupone esta creencia, estamos tan acostumbrados a ella, que elogiamos y cen suramos incluso tras haber tomado conciencia de la irresponsabilidad: mientras que.

en cambio, no censuramos ni elogiamos a la naturaleza. Exigir acciones tal como hacen las religiones pesimistas, es como exigir amor: ambas cosas p ponen el mismo error de base. 23 ( 79|

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0» ' r i dos personas, eon las alegrías y las penas compartidas, y debuto UmbS f o ^ ^ e r pudo ir negándose a muchas cosas y serv,r en muchas ocaswnes a™ aue : Presentante suyo, se fue labrando una posición superior supenortara para lla. espohecho en mavoria en 1~ 00 protegida sino por la sanción de la u^dici sa predominante; la base natural estados - " i d o haciéndose :predomina que paulaj " p r ello, a espaldas de esa monogamia solemnemente en ^ l i ^ d a , se mantiene de hecho una especie de polieamia. 13 m

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fiando Schopenhauer adjudica el primado a la voluntad y hace que el intelecto ompañe, el ánimo entero, tal como nos es conocido hoy en día, deja ya de m i la demostración. Pues se ha intelectual izado por completo (del inismo modo que ?a música se ha intelectualizado nuestra percepción de los sonidos». M i opinión es: quede ninguna manera podemos seguir pensando ya placer, dolor y deseo separados del intelecto. La elevación, diversidad y delicadeza del ánimo se han ido incrementando a través de un sinfín de procesos de pensamiento; tal como se relaciona la poesía con la música actual, en cuanto maestra de todo simbolismo, asi lo hace el pensamiento con el ánimo actual. Estos pensamientos han constituido múltiples errores; p. ej.. el talante piadoso se basa enteramente en el error. Placer y dolor han sido conformados como un arte, justamente con los mismos medios que un arte. Los verdaderos motivos de las acciones se comportan hoy dia como las melodías de la música actual; ahi donde hay melodía, acompañamiento, armonía, ya no cabe decir absolutamente nada más; de este modo, en los motivos de las acciones todo se halla amsucamente trenzado, diversos motivos se activan de forma yuxtapuesta y se brindan mutuamente armonía, color, expresión, timbre. En ciertos estados anímicos creemos haber separado bien la voluntad del intelecto, pero se trata de una ilusión; dichos estados son un resultado. Toda emoción se ha intelectualizado; lo que uno siente, p. ej., en el amor, es el de todo cuanto se ha meditado al respecto, de toda la metafísica vinculada a ello siempre, de todos tos «aterios mümicos vecinos que resuenan por afinidad. U 3C

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Para explicar la monogamia v su gran vipor. sin duda hay sis ac iemnes a las que nos induce el tan mentado pudor ante un mis e to, en modo alguno hay que pensar en un origen moral; tamb.cn en tede ™> d,v¿sas maneras. Ahí donde la hembra es más i f f ^ su hai icr/o la mis frente

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•ntivü. La morahdad surge cuando el hombre h , . , invent placer de inmediato o no se lo .proporcu,,,,, pon : a e n '"«»'1 .k • i l Je ,*-/<*-. especialmente specialmente en interés de de ........ „„ " "" l i . ' '« , ion directa del mayor y animal de la época de colo; esto I er I V los animales ha heredado a ^ * * » »kws en li»s pavos reales el n i . " s ¡,,, n J 0 V lls

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!a fantasía, el mevnur lo Íntoo«i£"' ' " ™ 'nc| m sentido ni' finalidad Moversp embrión del impulso artístico u , c aburrimiento es la madre de todas I . corno ocurre con el chiste, el c e n i n W tambor). Pues cuando algo ^ o í ^ S ^ S ? 5 ¡ í¡ swo. « ~ a la emoción por sí misma, el llanto, el sobre?? > s e í J N Í SKXI oc Se ibus-. unorL la tensión: todo lo que excita es agradable, de manerT las í ^ C odo como placer por contraposición al aburrimiento. ^pi>H

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I«| Liando que no hav armonía preestablecida entre el fomento de la cié ad dad to, nosotros vamos a sacrificarte a t i ^ r b i e í e ^ g ^ ^ a buen Sue tm jusnrica los medios. A quien quisiera envenenar a la hum " quí Z vo de un experimento. le roñaríamos los grilletes como a un sujeto >dad ^ ^ grasa lo que exigimos es: que el bien de la humanidad debe ser J * * * ! * ta Desde iueeo. esto está Dróximo a la r „,.;„:ííiu todos era el punto de vista bajo el cual se perseguía a los hftnri~.~ni!T i senado resulta necesaria una censura-inquisitorial, cuyos medios 'será' contado, cada vez más humanos. ' P"**** anid

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üna vieja ciudad el claro de luna en las callejas, una solitaria voz humanalodo eso obra un efecto tal. que es como si el pasado se hubiese materializado y quisiera hablarnos — el carácter irremediable de la vida, la ausencia de meta de todos kw afanes, el fulgor de las luces brillantes en derredor, la profunda felicidad de todo deseo y de toda nostalgia: ése es su tema.

Se sobrevaJora en los artistas la improvisación constante, que justamente en artistas mis originales no existe, sino m á s bien en los imitadores que tepnxte" cosas a medias. Beethoven busca sus melodías a través de muchas piezas, reun^ sus muchas búsquedas. Pero los propios artistas desean que lo que mas se v ellos sea lo instintivo, lo"Ui'iiiwv, «divino», Ilo" inconsciente, cuando hablan de ^ I , , I . IMrVU«VI«HP>| y, / ' . . . . . «e ,| no exponen los hechos de modo fidedigno. L a fantasía (como p. cj. en ^ _ porciona muchas formas sin necesidad de elección, la cultura supeno ^ anista escoge entre estas criaturas y mata al resto, con la dureza de u . H

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«« «ora/ a quien se subordina a una ley reconocida ñor él v Sana ley del Estado, la voz deDios en forma d e ^

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" n - 6 n o sin ella, resulta Indiferente; lo ™ ¿ S a por ellas- - Dentro de las diversas esferas del egoísmo, kTuna oral es cq« * £ á s elevado y lo mas bajo: aquí, a ponerse aquí del lado del egoísai "Lurado, también lo denominamos moral. - En la actualidad, llama1 ****** un modo de conducta moral sin más. La bondad de alma se atñfauvc a] atia, capacidad internos. Así TV oo * .. no tinto, vinculaaa en su ejercicio ai piacer, uu como suele suceder onver V , .p cia y costumbre: a eso se le llama entre nosotros ser bueno una dilatada heren l e y e

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circunstancias atenuantes: éstas han de mitigar la culpa y. por conel castigo ha de resultar menor. Pero si se tiene en cuenta la génesis de la ¿guíente,^ d a poco la culpa en la misma medida en que se la ate' ' ^tonces no podría existir castigo alguno. Pues, en el fondo, debido a la falta bertad de la voluntad, no habría propiamente culpa alguna. Si se otorga al caso•alor disuasorio, no puede haber circunstancias atenuantes, que se refieran al ^""iento de la culpa. Una vez constatado el hecho, el castigo se sigue de modo inexorable' el hombre es medio para el bien de todos. También el cristianismo dice*. No juzguéis! Por supuesto, teniendo en consideración el perjuicio personal. Cristo: !<¡Dios habrá de juzgar!». Pero esto es un error. ] ad

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23189] Los filósofos hallan demostrada la voluntad de vivir ante todo en el hecho de que se dan cuentan de lo terrible o infructuoso de la vida y. sin embargo, no recurren al suicidio — ¡pero su descripción de la vida bien podna estar equivocada\ — 23 [90] Comoquiera que se responda también hoy dia a la pregunta por la critica de la facultad de conocer, la investigación es tan compleja, el examen de las propias ideas sutil, que su resultado no tiene absolutamente nada que ver con los resultados de wwligión, del arte y de la moral. Estos últimos no se deben a semejantes procedid o s científicos, sino a otros sumamente acientificos. La necesidad que hay de os carece de consecuencia alguna para la «verdad», para la realidad de sus hipóte-

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1 prójimo es un resultado tardío de la cultura, cuánto debe ' u w/«/«« desarroliaao i a lontasía, para empatizar con los sentimientos ajenos como si haberse ^ aprendido previamente a empanzar. mediante el ^ d o con nuestros propios dolores y alegrías no presentes y a semirios como preMucha es aquí, ciertamente, la aportación del arte, cuando nos enseña a sen^compasión hasta de personajes ficticios con sentimientos repre^uidos. 23

rs educado, bien por las circunstancias b i e n i. los acontecimientos de la ¿ r ^ „ _ j ' . P°r los colega ro «odo • esto' a" al P" y, en muchos sentidos, idónea para que se ri, labrtunada. r. sm embargo. la humanidad en su conium Tesa* * in no se ha tifando de esa educación por el azar, obstaculizada como está por 1 aún (ana? ta que i eluso el agudo espíritu de Lessine se e m b o t ó i i h . a ^ e n . y . r r - o s ia educación de la htimanidad y S ^ ^ ^ nina I pfcaaeacaae sus caminos. A partir de ahora, la educación tiene oaTfc se netas caimaneas e integrar al azar mismo en el destino de los pueblos -~kZ e s * i p a D d e ^ i e una especie completamente nueva de educadores, un nuevo tipo de mexncos. profesores, sacerdotes, naturalistas, artistas de la n

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EJ bvenjuseto de ios poetas antiguos se pone de manifiesto en la manera en que elevan ej sennmiemo deforma escalonada y así l o alzan a mucha altura. Los modernos gustan de intentarlo mediante un ataque por sorpresa; o sea: de inmediato tiran con total violencia de ia cuerda de la campana de la pasión. Pero si les sale mal alpnn22 «s ü m b i c n ellos mismos están perdidos. Un buen libro tendría que» nejarse, en su conjunto, a una escala de la sensibilidad, sólo debería tener acceso £ A * * » , cJ lector debería sentirse desconcertado s. intcnta.se abrirse camino o W J » « « " a - 1 * esa forma, todo bueni ulibro protegería q v _ n v se M; p u n g o •» a- sí —mismo.. ¿a nto aerada arrastrar tras dc •»! una retahila , palabras enhebradas, que envende ' Para «presarlo mediante un s n i l : cuando me leyeron # / * * * ^ urancto Calderón en la traducción * l o fue lo que me pa*>: CTton

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23 [98) *• •••• * ^Bjpj U buena recert^ión de un libro científico consiste en resolver mejor el probkma planteado por éste; si la crítica de una obra de arte consistiera en esto, d equivalente seria que alguien expusiera mejor el tema que la obra de arte ha de c^qxmer, p. ej., que un músico mostrara, mediante la ejecución, que otro no había sabido le suficiente rendimiento a su tema; y lo mismo un artista plasnco. o un novelista. Toda buena crítica significa mejorar; de ahí que el sober-nie/orar sea una condición indispensable para el crítico. ¡Contémplese ahora, en cambio, a tos habituales críticos de arte y de filosofía! Ellos dicen: «esto no nos gusta»; mas, ¿de qué otro rriodo podrían demostrar que su gusto se halla más altamente desarrollado sino a través de la ejecución de una obra? 231991

Se habla de presagios, como si. p. ci . la religión hubiese presenüdo. aunque de « « I oscura, ciertos conocimientos. No existe tal relación entre religión y ciencia. Presagio está constituido por una sene de motivos completadle científicos, fundado en métodos completamente disñntos, tu Todas? ü semicientificos. Si la una se asemeja al otro, es por casualidad religiones en su conjunto tienen que alberaar oscuramente ciertas averia d

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2J|lt3| , ^ 2 J á ú r A - ¿ is remordimientos de conciencia pam la liberación espiritual — IJ rurtguria duda de que las remordimientos de conciencia han contribuido fewiZ esencial ai incremento de ia libertad espintuaJ en el mundo. Han solido incitar a una tf uva de las representaciooes que. sobre la base de conductas precedentes, han n r i i unos efectos tan penuooaos; y así se descubrió que no había en ello mucho más salvod habato v la opinión genera] existente dentro de la sociedad en la que se vivía. Siunopoda deshacerse de ambos, también podía evitar los remordimientos de conciencia.

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Los anulas podrían ser los seres humanos m á s afortunados, puesto que les esa , producir lo perfecto como un todo y a d e m á s hacerlo a menudo; mientas que el resto de los seres humanos nunca trabaja sino en pequeñas parcelas de un. lo perfecto, y lo Pero los artistas se malacostumbran .idiosos, no es*** también a destiempo, se plantean mayores exigencias, son ^^Xi^ií«» ¿ s e n i l u t a o s ; y. devez en cuando, a. rumbradoN a dominarse, son ai receptores capaces e n v , Q l ü

. Ei pathos es pmpw del arte. — ¡Quién no se envenena y' se su te ai escuchar a alguien que se toma su vida con lanío paiciism

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dica n el más desesperauu ai \s. v-^g-nw, uan >uM;naao por doquier aoc Biblia con artificiosamente sutil, e incluso el mimetismo hacia semejai r

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ley.

El arte de leer correctamente es tan raro, que casi todn isión que hacerse interpretar de antemano un óoem^ ha corrompido mucho debido sobre todo a le*'™. desde

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' f i l i moral remite al punto de vista de la utilidad y del perjuicio cuente medir la moralidad de una acción no según las intenciones del ^ iduo, sino según el acto y su resultado. Escudriñar las almas y examinar los - "\s son cosas que pertenecen a una concepción de la ética que no o>pende en ^soluto de la utilidad y del perjuicio. Hay que remitirse a la acción y no preocuparse con tanta angustia de los motivos (cuyo entramado es, por lo eternas, demasiado \asto como para que no haya siempre algo errado en rodo análisis psicológico de 1

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una acción). 23(1101

Climas espirituales de transición. Nos hemos liberado de muchas nociones - Dios, vida eterna, justicia retributiva en el más allá y en el mas acá, pecado, saltador, necesidad de salvación — ; una especie de enfermedad transitonarequiereun sucedáneo para esos espacios vacíos, la piel tirita con algo de trio, ya que antes estaba aquí abrigada. Surgen entonces filosofías que representan, pot asi decirlo, climas de transición para quienes aún no soportan directamente el aire fresco de las alturas. Compárense con la manera en que las sectas filosóficas griegas han servido como climas de transición: la antigua polis y su cultura han seguido operando en ellas: pero ¿ara qué tuvieron que ser rebasadas? — Ciertamente, aun no se ha hallado la respuesta, ¿o acaso fue el sofista el espíritu libre total? MUI] lamenNo No hay hay que seguir haciendo caso de ntncuna manera a las personas que tan" los conardida de la tradición popular (en la indumentaria, las costumbres. | J

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ceptos legales, los dialectos, las formas poéticas . a lo supranacional. a las metas generales de | luuiv " ' ° a i-, comprensión > al goce del pasad*», de lo no \ -, , ' ' ! " l al ^ Pn* as, deja uno de ser bárbaro h.^lji.^^ LM

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Lo sublime actúa como excitante y pimienta soh ta sosiego a los excitados esta es una diferencia E H *arU tado , >e lo sublime, el cansado se aburre con lo b e ^ ? ^ I ? - be euarw< se halla disociado de lo bello, resulta ¡den,." , ' ° , «° de '<í \. helio). v asi como hay un arte del alma bella, hay tambA ° < d ' SíS C U r

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un arte ' ^ ^ V ^espnvto. Esa vehemente inclinación al autoe* rrcibe entre los pecadores, penitentes y santos « ya| mera! de su voluntad de vivir (o de los ñervos/ ¿tT^ ^n>% -mulantes mas dolorosos. al que ¿ , ^ ^ d e l

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ia naturaleza. — En u n a critica del goce de la naturaleza, habrá que has cosas que de ninguna manera remiten a una emoción estética, p ej restar muc * ^ ^ ñ , j impresión del aire suave y ligero, l a consciencia en la ' d vencida, el descanso, el interés g e o g r á f i c o , el propósito de hallar de la r ^ ¿ n o que otra gente halló bello, el goce anticipado de relatarlo algún día. 171

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Si si r e.xamma con detenimiento cómo los errores de las Jen tener habituaJmente su punto de partida en una falsa expUc^ °deteas das aeck)oes y sentimientos humanos, cómo, sobre l base de un? í Sofi

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p. ej. de las denominadas acciones no egoístas, se ha edificado S luego, para apoy arla, se ha recurrido gustosamente a la religión v a.) mitológica, y cómo, a la postre, las sombras de estos turbios espíritus h n bien sobre la física y sobre la concepción global del mundo; si se son " ''' ^ se da cuenta uno de lo injusto que resulta el menosprecio habitual de la ob ^ ^ psicológica; cuando es precisamente la superficialidad de la observación ca. es decir, el resultado de dicho menosprecio, lo que ha tendido y sigue tendient ineesartemenre las recles más peligrosas al pensamiento y al juicio humanos De dónde fjroviene. pues, esta falta de consideración? ¿Acaso se debe a que también la chusma mas vana y fatua de la sociedad, sea de sexo masculino o femenino, acierta de vez en cuando con dichas observaciones?; ¿a que en determinadas épocas solían dedicarse a lanzar sentencias morales en medio del carnaval de la frivolidad espintuaJ. como si se traíase de una especie de confeti? — Pero la diferencia es francam-n te extraordinaria cuando un pensador riguroso y ecuánime formula la misma tesis psicológica oescubierta un día dentro de ese círculo y la dota del sello y la impronta de su autoridad Quizá nada sea hoy tan necesario como tarea previa para todo hosofar futuro que el ir acumulando trabajo psicológico piedra sobre piedra, pw» lia sobre piedrecilla, y orxxiersc con audacia a todo desprecio hacia este bajo. ¡A qué descubrimientos llegará una generación postenor gwciasa semejante.' Obviamente, hay que mantener alejados de este ' | jcos de i* Schleiermacher animaba a sus alumnos a investigar los ban ^ conciencia religiosa, a esos espíritus deshonestos: pues las ^ | teolog aquí de antemano en la awiscrvación de la religión y la P qucefil ^ la que se le quería encomendar una nueva tarea). — Del ° . | máxima j raleza no existe ningún fin y, a pesar de ello, ésta crea cosas J C ^ ^ tc¡*

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'^a esperanza es el arco iris tendido sobre el torrente de la vida que se precipita con ímpetu, cien veces engullido por la espuma y vuelto a surgir una y otra vez. y que con tierna y bella audacia brinca por encima de aquél ahí donde ruge de forma más salvaje y peligrosa. 23 [1201 . Tampoco subestimemos a las mujeres más superficiales, divertidas, deseosas de reír; existen para alegrar, ya hay demasiada seriedad en el mundo. También las ilusiones tienen su miel pura en este ámbito. — Cuando las mujeres se vuelven mas capaces, más ricas en contenido, deja de haber en el mundo un lugar seguro para el disparate inocente. Los flirteos forman parte de las inocencias de la existencia. . . ' i ni 11 M m$ umúmwmmwttr— Un medio socrático. — Sócrates tiene razón: para no quedar totalmente subyu gado por Eros, hay que enredarse con las mujeres menos hermosas.

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23IU21 Cuando uno se ha acostumbrado a componer libros, dilata hasta tal punto s l i e n t o s , quizá del todo claros, que éstos se vuelven pesados y oscuros.

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Mientras que Schopenhauer afirma del mundo del fenómeno reconocer en los trazos de su escritura la esencia de la cosa en si r "t roto» hm oegado toda conexión entre lo Acondicionado, el mundo meter* BWBobouenos es conocido: de tal manera que en el fenómeno no aparecería2^ pm modo la cosa en sí. M e parece que por ambas partes se desatiende el hechol que son diversas concepciones fundamentales erróneas del intelecto las que summis. tran la n por la que cosa en sí y f e n ó m e n o dan la impresión de estar en unaantirevestido tanto de errores al fenómeno precisamente, más aiin. Jo hemos entretejido tanto con ellos, que ya nadie puede pensar el mundo fenoménico aspando de los mismos. Por consiguiente: han sido sólo los malos hábitos, los ilógicos hábitos del intelecto, heredados desde el principio, los que han abierto todael abismo existente entre cosa en sí y f e n ó m e n o ; este abismo se mantiene únicament; en la misma medida en que se mantienen nuestro intelecto y sus errores. Schopenhauer. por su parte, ha recopilado todos los rasgos característicos de nuestro • * del fenómeno — e. d . de la representación del mundo forjada a partir d e e r r o ^ kmám y heredada por nosotros y en lugar de imputar como ^ P ^ : to. ha acusado a la esencia de Ja cosa [en síj como causa de este W « * w ^¿¿t nes se vendrá a dar tcrm.no de mundo Con ambas ( ' miento, cuyo resultad., quiza podra d* una historia de la genesi csultauo d e u" » nos el mundo es el resultado -, e>ta frase Jo que ahora errores que fueron surgit m á m e n t e en la evoluc rucos, crecieron coniunu heredamos como tesoro , ^ ei pasaj e m a u o n . la c e n c a ' « ^ ¿ c ^ U e e s I e p e n n

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dieres en las colonias. — El respeto y la cortesía que los ainericanos dispenlas mujeres son algo heredado de aquella época en la que éstas se hallaban a » S í t vamente en minoría: es una peculiaridad de los Estados c o l o n i a l «i relativas a los griegos se aclaran en base a ello. 1 ^na excepción: ahi donde colonos se encuentran con muchas mujeres, suele prodi cirse un descenso en su v n

ración. 23 1129J El hombre sumamente evolucionado realiza las funciones narurales de la existencia como comer, beber, etc., con sencillez, sin los grandes discursos ni falsos adornos de que tanto gustan los estadios culturales precedentes. Al mismo ámbito pertenecen también la sociabilidad, el matrimonio: cosas sobre las que ya no se pone aquel fuene acento que se ponía en otros tiempos. Bien, puede ser que todo esto resulte ahora más «informal», menos grato a la vista, el aura religiosa se ha borrado de esas cosas y, con ello, ha desaparecido mucha «poesía». No obstante, dichas pérdidas se compensan con creces, sobre todo se ahorra mucha energía, se ahorra tiempo (como en nuestra indumentaria) y no toda la atención se dinge hacia estas cuesdones extemas. Quien quiere alcanzar la maestría en algún aspecto, ¿e eleva por medio de su meta a un modo de ser aristocrático. — A l igual que en las artes. ID» iante la espiritualización, hemos trasladado una eran cantidad de cosas feas al ambie l arte, así también en la vida: hav que sentir lo que late en estas formas vitales Mmmera vista carentes de belleza, que nuevas y superiores potencias se albergan •» entonces una belleza superior se abre a la vista. d

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fc'ntre los músicos, el espíritu pensante suele ser f ingeniosos que los eruditos; ya que en el ejercicio d ° ' con proporcionarle al pensamiento reflexivo una ealnvi e Üü ^ P o í 2 ¡ S & vida de ensoñación; de ahí que osla se eleve con q J ^ ° P l c t C \ cuando el músico deja de hacer música. A veces se í ° dad ¿> e ! X formación del músico es demasiado escasa y éste no di o ti C H en el que poder mostrar su espíritu. Lo mismo p ° de ¿¡&* a N pensante de las mujeres. arne ^ \ r C S c

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tiempo se formulaban definiciones, porque se creía que a cada ~ i L S - a inherente una suma de predicados, que a f i ^ * * * ° Pero en la palabra no se alberga nao una muy vaga alusión a las no so* 2 ? de modo racional sino para decir lo que uno quiere que se enúenda c^ una se deja que cada cual delimite nuevamente el sentido de una palabra ?o d a C

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23 [133| Se es injusto también si se encuentra demasiado grandes a los grandes hombres y demasiado profundas a las cosas del mundo. Quien quiere otorgarle a la vida el mas profundo significado, envuelve el mundo con fábulas; todos nosotros estamos aún profundamente imbricados en esa red, por muy libres de espíritu que nos sintamos Hay una fuerte tendencia, innata y ancestral, a exagerar las distancias, a recargar demasiado los colores, a tomar lo brillante por lo más verosímil. La fuerza se muestra principalmente en todo este acentuar demasiado pronunciado; pero la fi* *® moderación es superior, la justicia es más difícil que la abnegación y el ^ ¡ ^ i do un asesino no quiere reconocer la maldad de su acción y s e ^ ^ asi denominar bueno algo a lo que todo el mundo denomina malo, desvi de la evolución de la humanidad, ¿tenemos que concederle este derec ^ ^ justificara las acciones denominadas malas alegando su ! * os: ^° tradicionales y declarando su irresponsabilidad, podríamos= ^ conforme a e^.? cabe afirmar algo así de modo puramente teórico, pero no actúa ^ ^ la práctica»? O bien: «en tanto que pensador, tiene razón, P su P>¡J hacer el mal»? ¿En qué medida le es lícito al individuo o w 8 £ W'r 80

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^ '*Una sentencia se encuentra en desventaja cuando se la toma por si sola; en cambio en el contexto de un libro dispone de un trampolín a partir del cual uno puede elevarse hasta ella. Hay que saber colocar pensamientos menos importantes alrededor de los importantes, para así engarzarlos, tal como la piedra preciosa se engarza con una materia de valor más escaso. Si las sentencias se siguen una tras otra, involuntariamente se toma a la una como realce de las otras, y a éstas se las relega para dar relieve a otra, es decir, se hace un sucedáneo de libro. 23 [138]

A medida que el arte se va haciendo cada vez más pleno de espirimalidad, los maestros posteriores se dan cuenta de que las obras de arte de tiempos pasados no concuerdan con ellos y esto les induce a incorporar cambios aqui y allá y a creer que 'o único que en aquel entonces les faltaba a los antiguos maestros eran las condiciones técnicas. Así, Wagner piensa que Beethoven habria instrumentado mejor, es ^ir, de modo más plenamente espiritual, si los instrumentos hubiesen sido mejo2 ^ °bre todo piensa que. en la modificación del tempo. aquél, como todos los medentes, habria sido, sin más, insuficiente en la notación. En verdad, sin embarJj^n aquel momento el alma aún no se movía tan delicadamente, de orma «¡Todo el ^ , a d o : en Grecia tanto como entre: noso' Dominaban la matemática la s.metria. el compás estricto. - ¿Debena concep

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dénteles u los músicos modernos el derecho pues sólo porque les otorgamos nuestra « | \\!!'" " > lu música dramática plena de espiritualidad i i i v | „ ' 'etul ! ' una manera por completo distinta Si | ye j . ^'nte , ^ entenderá. Jspo.uNc. en general, una interpi ! ' ' » oV*

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Los poetas, conforme a su naturaleza aue p « i . , - , sonas de excepción poco «frecuentes, siemore »\ de personas W W U W B , no siempre alorfóv- ^ sta<¡ glorificado por todos los hombres, sino que prefieren lo q tri tanto que artistas, les parece bueno. Del mismo modo rara' ^ ¡ 8 ^ * cuando son satíneos. Cervantes habria podido combatir a I i " * on rió más bien ridiculizar a sus víctimas, e. d., a los herejes eide! ! S ? ' ^ C ? Tras una vida llena de desgracias y reveses, aún tuvo ganas sine h * *2 der una ofensiva literaria mayor contra una desacertada orientac"° ' >Pre. lectores españoles; luchó contra las novelas de caballería. De m m de loi en sus manos dicha ofensiva se convirtió en la m á s universal ironizar ^ aspiraciones de orden superior: hizo reír a toda España, incluidos todoTl él mismo se las dio de sabio: es un hecho que con ningún libro se ha reído? ° ' con el Don Quijote. Con semejante éxito, [Cervantes] forma parte de l a d e ó t e de la cultura española, es una desgracia nacional. Pienso que despreciaba a loshT bres y que en eso no se excluía a sí mismo; ¿ o q u é hace sino tomarse a broma cuándo relata ias chanzas con el enfermo en la corte del duque? En realidad, ¿no se habria reído incluso del hereje en la hoguera? Verdaderamente, ni siquiera le ahorra a su héroe esa terrible toma de conciencia sobre su estado al término de su vida: si no la crueldad, fue la frialdad, la dureza de corazón la que le inspiró la creación de semejante escena final, el desprecio hacia los lectores, que, como bien sabía, ni siquiera por este final se verían perturbados en sus carcajadas. a

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uUsona bien capacitada experimenta en varias ocasiones el estado de madu , en la medida en que vivencia diversas culturas y, al comprender y captar cada de ellas, presentiren en de ellas, alcanza a i u a u ^ un »» tpunto » ~ ~ álgido;>y , asi es como una ^persona u n a ppuede a presentir misma el contenido de siglos enteros: porque el camino que recorre a través de las H versas culturas es el mismo que realizan varias generaciones una tras otra. - Por o pasa ella también en varias ocasiones por el estado de inmadurez, de perfecto floIdmiento, de excesiva maduración: recorre toda esta serie de niveles, quizá primero como persona religiosa, luego como artística y finalmente científica. ina

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23[146] / * ¿Acaso deja uno de sorprenderse de cómo Shakespeare era capaz de hacer

hablar siempre a sus héroes de modo tan apropiado, tan rico de pensamientos, de manera que éstos formulan frases que suenan cargadas de significado en sí mismas, pero que, no obstante, también se corresponden a su vez a su carácter? Para intentar explicarlo, se supone entonces que dichos diálogos son un mosaico de frases aisladas, halladas de manera fortuita. A esta suposición me gustaría replicarle que en el dramaturgo hay una persistente costumbre de no inventar ninguna acotación más que aquella que es conforme al carácter de una determinada persona, relativa a una situación: un hábito que resulta distinto por completo al nuestro: hacer la acotación en función de su verdad, completamente al margen de persona y situación. Pero de vez en cuando también nos preguntamos: «¿Qué dirías si estuvieses viviendo esa situación? El dramaturgo está acostumbrado a este discurso hipotético, se ha convenido turaleza el ingeniar siempre sus ideas bajo tales presupuestos. e n s u na

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3|147] Al igual que antiguas ceremonias religiosas repletas de sentido subsisten a la u! i ° P dientes supersticiosos incomprendidos, asi la histona, en general, > d° solo sobrevive a modo de hábito, acaba asemejándose al disparate mágico o fraz carnavalesco. El sol que debía iluminar al Papa en la proclamación de C

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-do' es decir, que ahí donde te sienten puní-, ^ ,á íConstruyan plano* continuado* de resitencia (que 3 2 i. imolun^ * imaginación), sometidos como estamos a la duMún h ¿ sólo exis• del ojo ¿ 3 < ' Í cual, en el fondo, tampoco es sino un grc«cr ¿ ^ - mes eléctricas que virasen en determinados p u n i o w sZ tacto Una tacto ^ ^ t e r i a l , como una cosa sólida: y el átomo químico es c^enarnemT~~ 0O alí° sulta circunscrita por los puntos terminales de diferenteT^ Jj utía » -? gstamos acostumbrados a distinguir lo movido y | mov, ienw Hoy bajo el influjo de falsas deducciones ancestrales la pero u-on e\\o ^ ternamente fantaseada, ya que nuestros órganos no ion ovida -s Mes como para percibir por doquier el movimiento y nos er lenteefl

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23|I4X| La A n n g ú e o a d taaaada en conjunto, es la época del talento pretextos para d.strutar no se hallaron sin a m S * * * * , i buena parte de la actividad cerebral que hoy ^ ^ le maquinas, a la resolución de los problemas S e t a f i ^ S a ía prohteracion de las fuentes de disfrute: habí^ ° ' %o

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23 |14V| Extraemos placer de la p e q u e ñ a maldad, porque ésta nos daña muy poco con e¡ sarcasmo, mas aun: cuando nos sentimos a salvo por completo, inclusoiagr£ maldad i como en ia baba venenosa de un panfleto) nos sirve de regodeo: pues no nos daña > se aproxima de ese modo al efecto de lo c ó m i c o , que causa sorpresa, asusta un poco >. yin embargo, no provoca d a ñ o alguno. —

23|15a| •~ J - i u ¡ i ' : M •¬ El arte no pertenece a ¡a naturaleza, sino únicamente ai ser humano. En la naturaieza no hav sonidos, es muda; no hay colores. Tampoco formas, puesto que la forma es el resultado dc un reflejo de la superficie en el ojo, pero en ba ni abajo, ni dentro ni fuera. Si se pudiera ver de otra manera que en virtud* w reflejo, no se hablaría de formas, sino que quizá se vería en el interior, de la mirada ina atravesando poco a poco a _ j de un mistenuestra subjetividad, es algo muy indiferente, carente dc ínteres, nada^ nosoftindamentopnmordial ni tampoco el enigma desvelado de " ¿ sengracias a la ciencia, podemos ir de múltiples maneras más alia de la p J - J J ^ «ble, p. ej.. podemos concebir el sonido como un movimiento onu os más deshurnan./amos a la naturaleza, tanto más vacía, carente de resulta. - El arte reposa por completo en la naturaleza arte leza envuelta v entretejida de errores y dc ilusiones, sin la cua " ^ a pasar; no capta la esencia de las cosas, ya que esta comp , ¿, vista y al oído. Sólo el entendimiento deductivo conduce a occ<^X> P«jue> la materia misma es un arraigado prejuicio * ¿ hunw de* aecho de que el ojo ve superficies planas y de que el o g f l

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23 1152] El cristianismo dice: «no hay virtudes, sino pecados». De ese modo queda denigrada y envenenada toda conducta humana, y se quiebra asimismo la confianza en los seres humanos. Pero, además, a éste le secunda la filosofía a la manera de La Rochefoucauld, que remite las célebres virtudes humanas a móviles bajos e innobles. Resulta entonces una verdadera liberación el saber que no hay acciones buenas ni malas en sí; que, en el mismo sentido de la tesis cristiana, puede enunciarse también la tesis opuesta, propia de la Antigüedad, «no hay pecados, solo virtudes», es decir, acciones realizadas desde el punto de vista de lo bueno (sólo que el juicio sobre lo que es bueno difiere). Cada cual actúa según lo que le resulta provechoso, ninguno es voluntariamente malo, es decir, nocivo para si mismo. Es un gran progreso aprender que nada de lo moral tiene que ver con la cosa en si. sino que es «opinión», forma Parte del ámbito del muy voluble intelecto. Así es: del mismo modo en que nuestro ? eado el sentido para la música (que. desde luego, tampoco existe en si), asi l d o h a Cf

jemos creado nosotros el sentido moral como el alto resultado de la humanidad habiesm e no se basa en leyes lógicas del pensamiento y en una je.ta observación de la naturaleza, sino, al igual que el sentido para las artes, en v 2 2 *: juicios v sofismas. La ciencia no puede por menos que toello í ««Si™ la moral, tal como lo hace en el caso del arte. Lon 3 lf S » se debilite un poco este sentido: pero el propio sentido de la ver«do ¡ ¡ ¿ ^ » a * las supremas v más poderosas e//orej«ncias de dicho senU

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I3|154| Si con la palabra moral se piensa en hi utilidad has contenida en el comercio mas moralidad que en h ? ? ' ^ * i f¡ lia exhortación Unnana de «ha, lo que quieras q u e " ' ^ W ^ ^ N , der cnstuno que sigue como norma las palabras «ama al '».o I traw dc kani patentiza una respetabilidad privada ¿ ^ ^ P o ^ ^ i S rumbres. y , suua en ^ K , O „ a los f.nes e c u m é n t o ^ ^ S ^ povo que signilica. en general, el amor exTg ^ csu especie, como el amor cnstiano al ^ «** *J < ¡ ajmsmo la cual, en contraste con las consecuen *oa ir s de arroz, es sin excepción violenta y sangrienta" v ' «2S% . m. semejante por amor a Dios»! ¿Es más a * ' qué ¡ ¿ S Je policía por amor a la justicia»?; ¿¿ ^ d i ^ N lenhauer. porque mi abuelo le tiene aprcc7o* ***** Va que 231155) r del sentuniento ha venido al mundo en virtud d s. no debido a las cosas mismas; p. j . , todo lo ^ ' Parece a como causa de sus sufrimientos es erróneo es dec *nli micamentesobre la base de fabulaciones t » n s i c a s ^ esto, su talante estaría privado de pathos. °pudit.

.(cito esperar hasta tanto no se halle wficiemcmente r ™ u A le ntos Además, la sabiduría no me ha caldo de|T,H ** * «*nte a ^ argurnen ^ ^ ^través^'^ *>»>^ L é n o . Schopenhauer podría servir como «emolo Z « el $¡¡> *>' *¡¡¿ en los que se tenía por un «genio», está e q u . v ^ ^ en P

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23 (156J ( D d prólogo) ni* Tras haber ido aprendiendo ano tras año lo difícil que es el hallar la verdad mete vuelto desconfiado ante la creencia de haber hallado la verdad: éste es uno de los pro¬ espales obstáculos de la verdad. Pero si todos aquellos que tenían tan alto concepto de su conv icción, que le ofrecieron sacrificios de todo tipo e incluso no evitaron el poner honor, cuerpo y vida a su servicio, hubiesen dedicado tan sólo la mitad de su energíaa indagar con qué derecho se adherían a esta o aquella convicción, por qué camino tullan llegado hasta ella: ¡qué aspecto tan apacible tendría la histona de la humanidad ¿Cuanto mas conocimiento habría! Todas las cruentas escenas, la persecución dejos herejes, nos las habríamos ahorrado por dos razones: primero, porque los inquisidores habrían inquirido ante todo en sí mismos y habrían soslayado la presunciori dej*. deferjdiendo la verdad absoluta; y luego, porque los herejes mismos habnan d e j ^ ser paredaños de principios tan mal fundados como lo están los de todos^ xos y herejes religiosos, una vez que han sido examinados concienzu jt Pero en esta ocasión tengo ante mí un tema, que quizá sea el m ^ la humanidad - pues, / q u é hay, bueno o malo, que no haya surgido, M fortalecido gracias a la educación? - y que a d e m á s únicamente P ^ ^ ^ gran escala, una vez que la incredulidad ha llegado a ser la vi^ mV

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f L lectores de mis escritos precedentes quiero manifestar de forma expresa ou.

Comoconc/uíion.

Quiero hacerme soWo antes de los sesenta años y considero que esto es para muchos una meta. Hay que ir apropiándose por panes de una gran cantidad de ciencia y fusionarla en uno mismo. La suerte de nuestra época es que todavía se puede madurar durante un tiempo en una religión, y que. en la música, aún se dispone de un acceso plenamente auténtico al arte; esto ya no será tan asequible a las épocas venideras. Únicamente con ayuda de estas experiencias personales pueden comprenderse los enormes tramos recorridos por la humanidad: lo cual es importante, ya que toda nuestra cultura descansa en dichos tramos. Hay que comprender la religión y el arte — de lo contrario, no puede uno hacerse sabio. Pero hay que saber mirar más allá de ellos; si uno se estanca ahí, no los comprende. Asimismo, la metafísica es un estadio en el que uno tiene que haber estado. E igualmente la histona y el relativismo. Hay que recorrer a grandes pasos la marcha de la humanidad como individuo e ir más allá de la meta lograda hasta ahora. Quien quiere hacerse sabio, tiene una meta individual, en la que todo lo vivido, fortuna, desgracia, injusticia, etc., se asimila como medio y ayuda. Ademas, la vida humana accede aquí a su forma apropiada, pues el hombre anciano es quien alcanza ° n mayor facilidad, según su naturaleza toda. La vida adquiere también un ^«interesante, el tema es muy extenso y no cabe agotarlo con demasiada pronuEl conocimiento mismo no posee ninguna meta ulterior. to m e t a

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bien, qu.siera advertir sobre iodo a los j ó v e n e s vehementes, * ¡ * ^ oca, que no tomen de inmediato mis enseñanzas como una norma ^ tesis que hay que evaluar debidamente, y para cuya implantac

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cesidad metafisica es una contrainstann. La voluntad manda. ' °Puesi

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ln ocasiones, son las carencias de estdo las que le confieren a éste su atraen-

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El estilo de Alcxander von Humboldt. Los pensamientos úenen algo de mse" " , edida en que no se trata de comunicación de hechos. Acfcrnás, iodo se °í do g n altura y se ha realzado con brillo mediante la elección de bellas | bras* los largos períodos extienden su duración. De ese modo, este estilo suscita sa conjunto un temple de ánimo, una sed, hace que uno entorne los ojos, porque f buena gana querría ver algo con claridad, pero todo flota a lo lejos, en una atractiva transfiguración: como uno de esos ondulantes espejismos que al que está agotado sediento, le dan la impresión de ser (así se le presentan ante los sentidos* un mar. un oasis, un bosque. a

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vulgares fcs lo mismo que pasa con los organismos simple toa y dificultad de todo el camino proyecta la apariencia ¿

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23 |té7| Si Jos seres hranano» no hubiesen construido moradas para sus dioses, la arquitectora estsm asn en nádales. Las tareas que el ser humano se propone sobre la base de falsos stysaessos tp q., eJ de un alma deslindable del cuerpo) han dado lugar a las formas supremas de catan. Las «verdades» no son capaces de procurar unos motivos semejantes. IMJ Si se quiere tener expenencias sobre arte, háganse algunas obras de arte, no hay otro camino para d juicio estético. La mavor parte de los propios artistas únicamente resulta útil por adquirir, preservar y llevar al extremo la consciencta de os grandes maestros pues, por ser. como qu.cn dice, un medio conductor delI calor. Al,* naf m a j o s * una novela, una tragedia esto puede hacerse sin * ¡ ^ £ ¿ * que .las actn . idadea .... . pnndpaJes de uno se vayan a pique; tampoco deoe . de

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guru manera, publicar tales cosas. En ger dnersas formas este es el principal truco

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2311721 Una nueva exposición de la teoría del arte ha de partir del hecho de que el ser humano obtiene placer de todos los estímulos anímicos en si. justamente en tanto que emociones, incluso de los más dolorosos: quiere la embriaguez. El arte le estimula jugando al dolor, a las lágrimas, a la ira, al deseo, pero sin las malas consecuencias prácticas: no obstante, también hay hombres que aceptan incluso esas consecuencias, con tal de tener la emoción (el cruel). 23 [173)

Por desgracia, Schopenhauer ha introducido de soslayo en el concepto de «conocimiento intuitivo» la peor de las místicas, como si por medio suya se dispusiera e una mirada inmediata a la esencia del mundo, como a través de un agujero en el wuito del fenómeno, y como si hubiera seres humanos privilegiados que, sin el esWeoo y el rigor dc la ciencia, fueran capaces de comunicar, en virtud de un maravitu° ° « » a r i o . algo definitivo v decisivo acerca del mundo. No existen esos m°re : y, | sucesivo, el milagro deiará de encontrar, incluso en el ámbito del ^cmnento, creyentes. d

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no egoista, lo decisivo es la inclin • icer de la compasión ni tampoco sta dei sufrimiento). Pero, /acaso V algo que no es mora.. a nosotros? — También todo intere, ambito de lo no egoista

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las opiniones ajenas se explica en la mayoría de las M M Ú , i r * - < ¿ £ X 7 ^ do al ' ^ a s o A^. la bondad de los seres humanos, con ayuda «fe la herencia, s¿ g£TdTante e, temor. a

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Ab L—nsf r la filosofia de manera religiosa. — Adherirs •s s nevesidai significa mal interpretarla por completo V re. unan segura en las religiones convencionales torma mi

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montañas™. — Es una superstición interesante la de que la fe over montañas, la de que cierto alto grado del tener por verdadero transforsas conforme a dicha fe, la de que el error se convierta en verdad, puesto existe ahí ni un solo gramo de duda: es decir, la fuerza de la fe suple las ncias del conocimiento; el mundo se vuelve así tal como nosotros nos lo representamos.

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Era por la larde, el perfume de los abetos se derramaba por doqui se divisaban grises montarlas, en lo alto relucía la nieve. Un apacible tvt\ ^ asnea ver cavase. — De este modo, nunca vemos nada tal como e<¡ «¡ ° ? * siempre Jo revestimos de una sutil membrana anímica — y es ésta lo que vem eatoocrs Sentimientos heredados, estados de ánimo propios se despiertan ante esas cosas naturales Vemos algo de nosotros mismos — en esa medida, también este mundo es nuestra representación. Bosque, montaña no son únicamente concepto, son nuestra experiencia e historia, una parte de nosotros. P n

23117»! Superstición. — Las personas en estado de gran excitación son las más supersticiosas. La restauración de las religiones se produce en períodos de gran agitacion e incertidumbre. Ahí donde todo cede, uno se agarra al cable de las ilusiones del mas

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lo Ha todo cuanto El niño moribundo. — A un niño que se tiene que morir seJe os * ^ v

quiere, chucherías — ¿qué importa si le estropean el estómago. somos todos, en esa situación, un niño así? Uimi

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Una procesión en la festividad del Corpus, niños y mayoru .Pur que? A la tarde, el sonido de un piano procedente del man

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^^Amor y odio, fuerzas no originarias. —Tras el odio está el temor, tras el amor, la necesidad. Tras el temor y la necesidad está la experiencia (juicio y memoria). El intelecto parece ser más antiguo que el sentimiento. 23 [187| Ampliación de la experiencia. — Hay ocasiones en las que los sueños enriquecen realmente el horizonte de nuestra experiencia: ¿quién sabría, sin los sueños, que se siente al volar? 23|1881 ns*qufl;i Anhelo de la muerte. — Como el que está mareado otea la costa desde el barco con los primeros claros de la mañana, así anhela uno con frecuencia la muerte — a sabiendas de que no se puede alterar ni la marcha ni el rumbo del barco. 23 [189| Tristeza y placer de los sentidos. — ¿Por qué la persona en un estado de tnste^ propensa a abandonarse ciegamente a los placeres sensuales.' Es lo narm á s

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Cfr. / ortntios, IV 2. (

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con/ante que has en ellos lo que ansia.' ¿ o Sancho Pan/a dice «cuando el hombre se abat lo, ve bestia»» . U

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2J|IW| Cuando Richard Via^nei interpreta a Heethown alma de Wagncc lo que >aa resonar a través de Heethwen!? ^ ¡ t s mica, la ejecución de frases ai*

quiera escandalizarse ñ o r 1 ^ , o Bcctho.cn babna dicho .esto es yo y m . ^

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Letrilla; Dan/a de los pensamientos. una de las gracias te guía: ¡Oh, COtno deleiüis mi sentido! — ¡Ah! ¡Qué veo! Caen ¡a máscara y el velo de la guia, y abriendo el baile marcha la espantosa necesidad.

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iebena scrsienipre» En cambio, cuando los maestros J^t ' ^ . e n X t a r a algo del alma de los Ima prende en seguida en la música y ya no permite Z K sel S! rmo que esto no le habría gustado nada a Beethoven y habría * til**** tenx dicho: « « Me nii eo-vo, .que se vaya al diablo!» lo. m

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Rosenlauibad Junio de 1877 - <- • Agosto de 1877

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23|I91| El filólogo es el que sabe leer y escribir; el poeta, según la el ¡a palabra •' > de acuerdo con la historia, el que tenía que «dicta»? S ' °W ieer ni escribir De esta antítesis entre quien ha aprendido a leer y ° «2 se pueden deducir muchas cosas importantes. escribir y ¡ e t

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e quien desea haber redaoado nombrar justo a ese pensador

tf'flie! artífice - anotaciones, es sus aiw ¿

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esas doctrinas. 23 ¡193]



¡Ah, si los mediocres sospecharan de la seguridad con la que los intu — auf. vrvon m todas las l <. épocas ¿ñora* — — sienten espíritu — que vrven en sienten la mediocndad de sus p ciono' SÍ el mavor éxito entre la masa les consolaría. a

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an" este libro. historie ^ raíz ^ j

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13 \\n\ No solo en el proceder del Estado, que castiga para intimidar sino ta h el proceder del individuo, que elogia o censura, se sigue el principio «el fin" los medios»: pues censurar no tiene tampoco sentido sino como medio de m f cwn y. a parar de ahí, como motivo de acción; el elogio quiere impulsar. incitTait pero en la medida en que ambas cosas se hacen como si fuesen válida! una acción que ya ha tenido lugar, no cabe evitar la mentira, la apariencia, en lodo elogio y censura; son propiamente el medio que queda justificado portáis superior. Obviamente, suponiendo que todos, tanto los censuradores como los cen¬ t * * " , estén convencidos de la doctrina de la irresponsabilidad e inocencia totales, la i r—•• i deja de funcionar, a menos que la costumbre, sobre todo la de la vanidad y la ambición, se mantenga con más fuerza que todas las convicciones inculcadas por

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endurecida y afilada bajo el golpe de marullo del corocirmenp da servir algún día como el hacha que haya que aplicar a la metafísicas de los seres humanos»: y en esa medida formaj á s ricas en consecuencias del conoriirúenio humano. S i

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Guia de viaje para leer en ruta.

Prólogo, . , . . . , . .. Las personas que trabajan mucho dentro de una detenrunada profesión roannenen casi inalteradas sus opiniones generales sobre las cosas del mundo: en sus mentes se van haciendo cada vez más duros, cada v ez más tiránicos. Por eso son tan importantes esas épocas en las que el ser humano se ve obligado a atandonar su trabajo, porque sólo entonces pueden volver a afluir nuevos conceptos y sentimientos y su fuerza ya no queda consumida por las exigencias cotidianas del deber y la costumbre. Nosotros, los hombres modernos, debemos todos viajar mucho a causa de nuestra salud espiritual: y tanto más se ha de viajar cuanto más se haya trabajado. A los viajeros han de dirigirse, por tanto, quienes trabajan en la modificación de las opiniones generales. Pero de esta determinada consideración se deova una germinada forma de comunicación: pues van en contra de la esencia alada e inquieta del viaje esos siste¬ de pensamiento urdidos hace tiempo, que sólo se muestran asequibles a la aten«on más paciente y que requieren un silencio de semanas y la soledad mas reconcu' Han ih». H . . ilos que- uno ilee~ de ..smdo consulta !*> de ser ser llibros, no .de corndo, sino de los que se consuUa '^uencia: hoy se detiene uno en una frase cualquiera, mañana se demora en otra m a s

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" Cf Cervantes, El ingenioso hidalgo Pon Quijote. II. cap. I ¡: PBaptri las bestias, sino para los hombre»; pero t i los hombres las sien bestias». En alemán, «Dichtcr p p :

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3S senúmientos morales, se ha rizos a su dominio científico y dominan-'lev U(.\.191VIU. U U H U I M O ' I C S también en

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Esbozo de Prefacio para MA

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"'ii ri• -iv CICMU iw..*»-e—;-; — ^ , . , ^ de restablecimiento esptntual. como si el arco volviese ¡a s cuerda y mas tirante que nunca. Se ha viajado de formí * s a ? < «Hw No obstante, si después de semejantes observación os %nN¡ » de este libro queda pendiente aún una pregunta esen^ ? *ina S responderla FI prologo es derecho del autor; pero del I ^ T ' ° soy ap oe ^ . lS % Rosenlauibad. 20 de julio Fr¡ drich Ni Solsticio de verano de 1877 (¿A mediados del solsticio?) J i m

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Para la teoría del arte, sufrimientos reales y presuntos del genio Oueda demostrada la bondad de una obra de arte si ésta conmueva

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Antaño, se daba la seriedad en el entrelazamiento de formas y símbolos-

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23 |197J'* - i ----- * noo . t Noche de San Silvestre : el sonido fantasmagóric se desvanece ° °ido Hace frío - lucen las estrella Oh, tú, máscara burlona del universo Viejo tiempo y nuevo la rúente en el claro de luna evo bella, aburrida, maliciosa quiere derramar su frialdad De mañana, en el barco. ¿Hacia dónde? No nos arriesgamos a morir 4. El ciego junto al camino. El alma no proyecta luz alguna 5 Ecce homunculus — canillón. 6. Alpa AJpa oatft&ftft •?>:• . »¿ 7. Camposanto 8. Cristal de roca 15

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texto no se ha coPEstefragmentoreúne los temas de los ensayos poéticos de Nietzsche, cuyo servado. . •, . ^ Nietzsche tiene una pieza musical con este título, compuesta en sus anos en carta a Rohdc del 23 noviembre de 1871. , _ he oyó " Seyun el testimonio del amigo de Nietzsche, Reinhardt von Scydlitz, P» ' j rriontana no de 1877, mientras dormía, estas palabras: «¡AJpa. Alpal ¿Quién lleva sus cem j C& Seydlitz, R. V, Wann, warum, was und wie ich schieb, Gotta, 1900. p. ¿/profeta. ?i 14

hnv día, en otros aspectos R oudio de la inspiración; la capacidad selectiva de juicio 4 Drásticos, no dramáticos 5 Bloqueo de la fuerza productiva: explicación de la improvisación 6 Empleo de lo incompleto 7 El espíritu pensante de los músicos, fresco, pero poco cultivado. 8 Moralidad más débil de los artistas en lo concerniente al conocimiento de 9 la verdad <w*s* . 10 El arte conserva, conecta las concepciones pretéritas y las actuales ¡1 Los artistas pueden desmentir el progreso. 12 La música plena de espiritualidad en el catolicismo restaurado 13 ¿cómo fue capaz Shakespeare de unos discursos tan característicos para todos sus personajes sin obrar un milagro? 14 nuestra vanidad fomenta el culto al genio y a la inspiración 15 la ambición alentaba a los artistas griegos 16 Siempre se precisa malos escritores — Necesidad de la edad inmadura 17 el arte parte de la ignorancia natural acerca del ser humano, no es para físicos y filósofos. Los «caracteres» no son algo creado 18 el arte adopta los sentimientos realzados por la religión. 19 el arte, cada vez más pleno de espiritualidad; falsa conclusiónrespectoal arte más antiguo 20 los escritores glorifican aquello que resulta interesante al artista, p. ej., Cervantes. 21 valor de los pensamientos inacabados. 22 el arte, ligado a la vista y al oído, nada tiene que ver con la esencia de las cosas 23 La desaparición de las buenas maneras y las expectativas de futuro 24 El arte remite al artista a concepciones más antiguas 25 la música es tan significativa, simbólica, en tanto que heredera de la poesía ° Sobrevaloración de la improvisación T

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24|2| Inrroducción. deducción retrospectiva del efecto a la causa I o IV el origen del arte 7 15 19 21 25 41 43 el estado estético el silenci la voluntad, falso. Entonces nos enfriamos. cu à ül el artista como genio 1 4 6 13 14 26 30 35 39 IV o I Valoración del arte 2 17 16 22 29 36 37 42 V Consecuencias desfavorables del arte 5 9 10 20 24 28 33 VI el futuro del arte 3 8 11 23 32 38 40 34 íi Adhesión a la religión 12 18 27 3 1 , además, «sobre la música» Para ÍÍI: la creencia en el genio falsea la representación del surgimiento de la obra de arte 4 6 13 26, de la vida del artista, también en el propio artista 135 Explicación de la fe. Todo lo grande, sobrevalorado. 30 nuestra vanidad 14 survivoi de los hombres divinizados, pero la distinción entre los «originales» sólo relativa 39 Distinción entre lo objetivo y no objetivo, el genio artístico no es objetivo, quiere una imagen del mundo completamente efectista — «conocimiento intuitivo» e mundo en su cabeza más objetivo, más puro, más claro.

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9 P - Polémica, on- Diligencia. Virtud Trabaj°-, d Alumnos. Diplomáticos. Reproche. Resignac.^ Mal Mérito. Risa. Distinción. Renuncia a uno mismo. Partido pu' ' f l a n z a . Juventud. Instante. Nobleza. Poder. CostumbreGr

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24(41 Convicción y verdad (La fe mueve montañas) (Fidelidad) 1

Responsabilidad. 2 justicia. (La alabanza y el reproche, algo privado.) 3 Misterios (matrimonio — realeza, futuro) Pudor 4 Flexibilidad de la cultura. Melancolía. 5 Origen de la moralidad. Tradición. Costumbre. 6 Benevolencia. Trato con los hombres. Ascesis y santidad. 7 Conciencia de los pecados. 8

24(5| Metafís Política Prensa Partido Sociedad Educación Escuela Enseñanza Cultura

Moral Música Discípulos Entorno, relaciones

Autor Arte. Genio.

2416] 24 |3| . Amistad Mujer e h i j o . Educación. A l i v i o de la vida. El progreso Muerte. Sociedad. Pensamientos del mal humor. Maneras. Salud.

El escritor

. U enfermedad política de una nación suele ser habitualmenie la causa de su rejuvenecimiento y poderío espirituales. 2

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Los números que aparecen en este fragmento se refieren a la ^ " J , - ^ J Kfí^^* fragmen » an tenor En los tres aforismos siguientes también apurct C

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«>n, como quiere el filosofo metafísica las caus o c a s i ó n ^ * nijos los efectos ocasionales de los padres; en el fondo, P^ecr y entonces, de manera ocasional, tienen hijos. a

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24| I0| s «a ludo a lodos Nosotros, lectores mfr* -r—w Jámente la mirada en este libro con ojos falsos y aviesos T"* **** ñ u s que una cueva de locos o ^ ^ < ^ ^ adorada, una imagen cómica y caricaturesca de la libertad , * V ' « b e * lo que di y chorno lo di; lo que fui capa, de £ ^ ¡ ^ ^ esto es, tender un nudo eiectnco a lo largo de un siglo d?^ ° q u K > k hasta la cuna de las nuevas libertades del espíritu. ' C > practica una hermosa res ancha por todo lo bueno y | ¡? ° ahora^N Entre vosotros hay quienes deberían devolver lo pequeño con | ^ I T * con lo logrado: - con que sentimiento pienso en cada uno de . i ! ? * > C í ? aquí, al tinal del libro, con un rítmico saludo' abe Y* h a

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Socialismo. «mn espectador, se engaña uno acerca de Un sufnmitmif* v «

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r ^ S Í ^ ° ' ^ " ^ " - ¿ ^ u n t •* ? ^ propio sentimiento, como s. uno mismo, con su cerebro sumamente n* « ¿ d o para el sufnmiento, se pusiera en el lugar de ellas. En realidad, los table y cap» a c i o n e s aumentan con el crecimiento de la cultura del indKiduo^ nfcriores son las más obtusas; mejorar su situación significa: hacerlas más las caP ^ . i i e n t o . ap^ P " ^ . tiene como mira el bienestar del individuo, sino las metas de nidai cabe preguntarse si en esas condiciones de orden que reivindica el T m o podrían producirse grandes resultados para la humanidad similares a los han producido en las condiciones de desorden del pasado. Probablemente, el 1 ^ ^ r e y la gran obra sólo crecen en la libertad de lo salvaje. Otras metas que ^ randes hombres y las grandes obras no las tiene la humanidad. '° * Tercero: puesto que hay que llevar a cabo mucho trabajo duro y brutal también hay que conservar a los hombres que se someten al mismo, esto es. en la rnediaa en que las máquinas no pueden ahorrarnos este trabajo. Si la necesidad y el refmamienio de una formación cultural superior se infiltran en la clase tratejadora. entonces ésa va no podrá realizar ese trabajo sin sufrir de una manera desproporcionada- Un obrero formado hasta ese punto aspira al ocio y no se limita a rei\indicar un alfvio de su trabajo, sino la liberación del mismo, es decir: quiere endosárselo a otro. Podría pensarse tal vez en una satisfacción de sus deseos y en una importación masiva de poblaciones bárbaras de Asia y África, de forma que el mundo cotizado tuviese permanentemente a su servicio al mundo no civilizado, y de esta manera se considerase propiamente la incultura como motivo forzoso de senidumbre. De hecho, en los Estados de Europa, la cultura del obrero y la del patrono suelen hallarse tan rjróxirnas. que la exigencia mantenida de un trabajo mecánico agotador suscita un sentimiento de rebeldía. Cuarto; si se ha comprendido cómo surgió el sentido de la equidad y la justicia, 1 contradecir a los socialistas cuando"hacen de la justicia su principio. En el «tado de naturaleza no rige el principio: «lo que es justo para uno. lo es también para cJnT' ° Podtt medida en que los socialistas quieren la del O H la sociedad, recurren al poder. Sólo cuando los representantes ™en futuro se enfrentan en lucha con los del antiguo orden y ambos poderes se dida

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que este libro surgió en mí, nostalgia y vergüenza m basta el día en que en t i . más rico y bello, un brote semeiam,.T Ya desde hoy saboreo la dicha de ir tras los pasos del más era H si tí se deleita con el fruto dorado de la propia cosecha

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'«madas r " Mas sueltas de diferentes tamaños, copiadas luego por Petcr Gast, «arante la estancia de Nietzsche en Sorrento. [3731

IKAliMINTOS POSTUMOS encuentra» con una ja base de dichos ac Qutnto- cuand* felicidad», tiene ra. merece su felicidad.

Sexto no es w

éntica o similar, se hacen n*» • i»» luego una justicia lo* no obrero le dice al rico in i ***** h, 1,58

1 - hora*, la conexión interna de esas .harías enire espiritas, éste se espíritu en P " * * * *

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b i o d e las instituciones r . S sobre la tierra, sino I • desaparezca el tempera " " «uní ura externa « t e r n a añade o r e l ^ S >H ' *. ese tipo malo de l o m p S ? ° la. c i r c u n s t a n c i a s , ^ nuevo orden. *""" el " entro de la tradición, de las sólidas n el mundo; los" socialistas i j a d o^l T ^ * h!> " ^v*«..»iua están están aaliados ^ de icion, las la „ !.? . Odo.i7 las• costumbres, °s w X . — sil • *U moderación| | J V.J >titudes constructivas ' " ~*' no«. L¿ "N aun de maniíiesso nuevas aptitudes constructivas. no ... _ i ai a-arw: lo nsejor que comporta el socialismo es la agjtaciA afear:estos: 4 s * w a los hombres y aporta a las c l a s c s m ^ ^«nite . C ü

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Prólogo. Si >a el auto: >e encuentra con que, situado ante su propio libro ] y de sus labios fluye la pregunta: ¿soy yo?, ¿no soy yo? J - * ^ * coa - "

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un sentimiento semejante los lectores de sus anteriores en persona al autor de los mismos y éste sólo se l e s f S í t y carácter de dichos escritos. A estos lectores, p ¡ E l ! animo com erosos estímulos y protectores de mi yo superior - les debo I I presentes, í e lo que es el libro, sino sobre lo que significa para ellos, para explicaci mi: ta misma explicación que me doy cuando, como queda dicho, miro a los ojos, asonibrado. a mi propia criatura y tan pronto la encuentro un poco inquietante como demasiado inofensiva.

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Juego de los pensamientos, una de las gracias te guía: ¡Oh, cómo deleitas m i sentido! — ¡Ah! ¡Qué veo! Cae la máscara y el velo de la guía, y abriendo el baile marcha la espantosa necesidad.

Cada uno de nosotros, hombres representativos de esta época, porta consigo allá donde va esa excitabilidad interna de espíritu libre que, en un grado inaccesibka todas las épocas anteriores, nos vuelve sensibles y reticentes ante la más leve presión de cualquier autoridad. Es una casualidad el que hasta ahora ninguno de nosotros* haya corrvertido por completo en el tipo de espíritu libre del presente, ^^T¡ percibimos, corno si fuera con nuestros propios ojos, sus brotes y, por asi decir^ boceto trazado de su esencia. Ahora bien, dado que el autor de este libro mí le hace un largo espacio de tiempo las huellas de esos grandes 31 JLii I alzados por encimaa de ella, para ser alguna

I II III IV V VI H VIH

a t o dicha ausencu

a el no .se Je ha pasado por« ¡ -brarla imagen tipo esencial «s, intentando vislum del presente ,s md.cac.ones internas e ir retratandoKP Prestando cuidadosa atención a las horas cn las que ese espíritu a

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Nuevo esbozo de Prefacio copiado por Fctcr (iast el invierno d e l * " -

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S í , presente; fue de su gu.sU entonces el asenur U mayor osadía Ubre f _ ¡«rluio atribuirle un libro .Puede u.ue el »vmt, a* 7 dd tibiar al su proximidad, puede que sienta como esa excitabilidad casi ^ t n t 3 conf»« o « c h a z o a los ú l t i m o s restos de . m o c i ó n y moderac<¿ d l tan asociados a un alma f i r m e , b e n é v o l a y cas, de buen tálame, ante < S < > * " necesidad de andar prevenido por maldades y repentinos arrebatos! ció" ° die tiene n j n o gruñón y el e n s a ñ a m i e n t o , cualidades la ^ l e g a iejos, que han pasado mucho tiempo atados a una cadena- el 'Subtes y P £ ha nacido, como sus predecesores, de la lucha, sino más -rita l ' A la disolución en la que ve que han entrado todos los poderes espiri\áe l a P ieio mundo. Una vez que se ha producido esta suprema convulsión ' ! L del s í puede prescindir de la envidia y casi carecer de necesidades, él jara sí, no mucho más; le basta, como el más deseable de todos ír ende mucho . íihre v sin temor por encima de hombres, costumbres, leves v # Pudos, é l e esc sej . | ^ las cosas. Gustosamente comparte la satisfacción de ese loraci° ' de él, lo remite, con un poco de ironía en tos labios, con do: a 1 a su hermano, el hombre libre de acción: cv 'libenadr hcceo es histona. u^supuesto, n "Vejado estos términos el prólogo a favor de su pieza y de su Una vez p b r i a dicho: el poeta — quisiera entrar él mismo en escena héroe- el autor ^ i g o . ¿Se trata de una tragedia? ¿De una comedia, o de una comenzar c ^ ^ ^ ^ palabra capaz de agotar por entero la defmición: *¿ *pa¡to q vengan en nuestro auxilio y preparen al oyente:

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Filosofía de la cultura. Para la historia de los sentimientos morales, La vida religiosa. Del alma de los artistas y escritores. De las primeras y últimas cosas. El hombre en el trato. Mujer e hijo. Una ojeada al Estado. El hombre a solas consigo mismo.

Lista de temas para MA.

2 6

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D 11. I N V I E R N O D E 1877-1878*

261" «ania de empequeñecer como algouní. No pocos hombres, para mantener ItáW Y una cierta capacidad de maniobra, tienen una necesidad a C C a r Y empequeñecer en su concepto a todas las personas que conocen, luía de l « t o s nosotros sacamos provecho de esa capacidad, nos vemos obligados' Dado j , dar nuestra aprobación al instrumento necesario para ello l ü

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de buen. o la envidia y >

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«nwcrito copiado por Peter Gast para formar parte de MA [377]

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II 5. PRIMAVERA-VERANO DE 1878*

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artistico de la fábula en Hesíodo. El , de las musas, el proceso. Inspira "

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' I levanta un gran revuelo al hilo de sucesos completamente vacuos, como un T nrensa es la falsa alarma permanente. ' atentado- ^ " | W W . a. . rao

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'cuando yo era estudiante, decía: «Wagner es el rornantictsmo, no un arte del diodía y de la plenitud, sino del ultimo cuarto de hora: pronto se hará de noche» Con esta manera de ver las cosas me hice w, no pude ser otra cosa, au* quesabía ser mejor. 2

27(41

El hombre fuerte y libre es no-artista. (Contra Wagner.) 27 [5|

Acaso está Wagner en condiciones de dar testimonio de sí mismo? 27 [6]

La energía de la m ú s i c a griega en el canto al unísono. Su desarrollo más depurado en el tono y en el ritmo — por eso nos DANA la armonía. 27(7]

8 puntos sobre los cuales he de decidirme. "[8] De la religiosidad que va imponién<dose>: Treischke* y también los franceses °das las cosas han de estar al servicio de la ma\ or gloria de Dios» . 4

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^ Peinas, que recoge las ultimas anoucior^nan MA. «fiere al atentado perpetrado perpetrad contra el F.mperador ouiUem» 1 el 11

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Heinrich , entre konnte mude) v tatare t sabia V ««omnanismo de Bismar . ^ von Treitsehke ( 1834-1896). historiador alemán defensor del pangermanismo l n n

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Re En Mu Art Porvenir de I J cultura. (Aislar fase) B hombre a solas consigo.

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Nuestra conversación amistosa guarda ame la esfera toda similar a la que uno ui.w mantiene ei, i la gran ciudad, que es donde 0* ""'leíoresulta: nadie nos,presta atención, aunque hay quien alcanza a oírnos is. > "°' ue muy pocos ^ pero ss M 2 7

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Estamos demasiado próximos a la música, sólo somos tenores no entenderán nada en absoluto de nuestros escritos sobr ^ ^ ^ musica **• 27 UH Se que la independencia de pensamiento se ha increment H que qui asaca se exprese en contra m í a v. Emerson, Goethe, p 9* k "erra, 0

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dramaturgos toman prestadas — ésta es su principal capacidad — ideas

^ I la eoopeya (Wagner sigue haciéndolo con la música clásica). Esticas de » I ~ K -»n^-Safc***^'^ 2 7

la entiendo. Y, sin embargo, Wa

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¿Que es la frrvoiidad? Yo no rando en contraposición a ella.

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''LOS dramaturgos

son genios constructivos, no inventivos y originales, como lo

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La critica de una obra voces pan el autor), ya que

va asociada a un gran deleite. Y, además, a lo útil ( fuerza a los admiradores a dotarse de razones ^

2 7

^Me alegro de que la naturaleza no sea romántica: la no-verdad es algo única y exclusivamente humano: librarse de ella cuanto sea posible significa cemocer, retraducir al hombre a la naturaleza y su verdad. ¡Qué me importa aquí a mi el arte . — — como simil para el Pero un aire vigoroso, al abrigo del sol y de la humedad, en ausencia de seres humanos — ésa es mi naturaleza. 1

Forma pétrea con v ida, imitando la forma de la madera

esuh hablado y escrito (el estilo de la lectura). Las columnas asirías con las volutas del capitel jónico — según las reproduc-

ciones. > , L •-<•- La columna egipcia, protodórica. asmo. El trono de Armclaa* y de Zeus en O l i m p i a , resuelto con animales El tratamiento del cabello en el arte griego arcaico es asmo. Excelente ahí donde concluye la ceremonia, cuando uno puede dejarse . 4

27(211 Veo a los enfermos que se dirigen en busca del aire de las cumbres de la Engadina. También yo envío a los pacientes a m i aire de las alturas — ¿de qué clase es su enfermedad? " (221

El caminante a los amigos

Por F. N. •Cfi 'Cft < Nic na de ff

y aquí, fragmento 22 [45]. I H de agosto de 1878. cWw*** • R W. hmerson. Über Goethe and Shakesp

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I - historia •-mestre de verano de 1878 a » hijo de Laccdemón y I aparta.

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ciase?? , T construcción ciclópea a la rcah/ada con grandes piedras, sin argamasa. En Greña ^ J ^ U / a d o construcciones asi en ciudades como Micenas y Tinnto. ambuyend^ su aiuon ° **nera!. se considera un elemento importado de Onente a través de laarqu ircoj i ? ^ * ™ * " ' a d a asimismo por el empleo de materiales dc baja calidad y el empleo del ^diopumoN bóveda P

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2 : |24| A su n fella a sua escritos orme. arte Je la o* Sus obi > se p r o e n i a n como masas repletas de artista superior, superior, para para tratarlas. tratarla n j avilar aquí1 a m un artista Siempre atento a ia expresión más extrema 9

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naro con la música de Wagner, que quiere producir el efecto de un discurCtfBpw _ >Heve, que quiere producir el efecto de una nintura. Cuando se a n

27|25| Es, en erecto, el a / í e del presente: una época más estét socas más sutiles también lo rechazan hoy día. Vulgarizaci in* 1 aria h. — Confrontado al ideal de Goethe, resulta profundamente ret ^ ° «téti te moral de estas naturalezas fervorosamente fieles y abne ? - ' co ¿ acicate, como un estimulo: incluso este sentimiento se emni ° como.

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destructor, contrario a todo cuanto deviene.

n s a c i ó n tuve necesidad del artista metafisico «mstructivo, que nos un bello soñar entre las inhóspitas jornadas laborales, ^"^insatisfacción ante el pensamiento trágico, intensificada. ANTIDOTO: crítica pesimista del pensar y del placer de pensar. Critica del genio. 1 fase: Strauss. Descontento. En cambio, placer del combate. 2' fase: Intento de cerrar los ojos ante el conocimiento de la Historia. 3 » f e: placer de la destrucción. 4»f e: placer del aturdimiento.

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27P7J Wagner contra los astutos, los fríos, los satisfechos aquí reside su grandeza intempestiva — contra los frivolos y elegantes, pero también coTimj los justos, los moderados, los que disfrutan del mundo (como Goethe], contra los benevolentes, los afables, los hombres de ciencia aquí reside su reverso.

27135| El ritmo no llegó a la poesía de los griegos a través de la danza. La danza y la poesía, independientes. Así PUES: música y danza han debido ser independientes durante largo tiempo.

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27 1361 Espesos abetos negros recortándose contra las montañas y el verde primaveral — el sol en extensas franjas en el bosque, al atardecer — se espera la danza más jovial.









Motivos épicos para la fantasía interior: muchas escenas producen un efecto débil en SU e s c e n i f i r j i p i ó n I>1 íJraoÁn u W n i ^ n l

27 [29| Wagner no sabe narrar ni demostrar con su música, sino sorprender,, tar, mortificar, poner nervioso, hacer que uno se estremezca — lo M la compomación, lo ha convertido en su principio. El estado anímico reemplaza a sición: va por vías demasiado directas. uel e

» 137] Mi error respecto a Wagner no es ni siquiera individual, muchos dijeron que mi ¡2 a d o . Forma parte de los poderosos efectos de tales naturalezas el "ganar al pintor. Pero contra la justicia se atenta tanto por favoritismo como por Aquerencia. e r a

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27 |30| toéoílos un 1 0 0 Dirigiéndose a individuos no artísticos, hay que rWDÜCmEFBCTO^^ medios disponibles, asi que por lo general no se pretende un electo efecto nervioso. «* o n lut

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ambiciosa combinación de todos los medios con vistas ° : mientras que los músicos antiguos iban perfeccionando con t o s géneros.

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Si la naturaleza no se hubiese convertido en u creeríais 27 | 4 I | en Dios - la maquinaria teatral, los b a s t i d o r ? ^ P ° r s La ley psicológica del despliegue de la pasión (acciñ d; »*SQ la sinfonía musical no coinciden: la aseveración Wagnerian"' ~* tada por su arte. - Toda grandeza está ahí donde d o m i n , on¿ »yb domina la dramaturgia — asi pues, no en el paralelismo ¡c X ? n a

- irada se abrió seguidamente a las mil fuentes en el desierto Pero mi m» y útil frente a una excesiva precocidad fuella etapa ru

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,7 [491 . amanecía para mí la Antigüedad y la concepción goetheana del gran arteA H ^ ese preciso momento pude obtener una visión lisa y ¡lana de la v i v> ? / tenía los remedios para que ningún pesimismo venenoso pudiera surgn¡>fl» ^¿enhauer se hizo «histórico», no por ser conocedor de los hombres.

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27 (42| Después de la guerra, me pareció que el poder era un deb responsabilización. V que inipij, Vi en Wagner al adversario de la época, incluso en lo ^ grandeza y en lo que yo mismo sentía de fuerza en mí. Poc Posee d Me pareció necesaria una cura de agua fría. Me adherí a 1 hombre, ai desprecio del mismo, que anteriormente había e m p l e a V ^ *ia aquel pretencioso sueño metafísico. Conocía bastante bien al se n*i había medido y juzgado de manera errónea: me faltaba el motivo n ' P^b su cond e r

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a de melodías y en la melodía en Wagner. La melodía es un rodo con hilas proporciones. Imagen refleja del alma ordenada. Wagner aspira a lo juchas nen v ^ l o d í a , la asfixia, o casi, con su abrazo F

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siguiente: tan

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tra juventud se rebeló contra la sobriedad de la época. Se arrojó en brazos del yj ¿exceso, a la pasión, al éxtasis, a la concepción del mundo más agria y sombría.

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El Schopenhauer vivo no tiene nada que ver con el metafísico Es volteriano, el 4.° le es ajeno. ' 12

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^Wagner lucha contra la «frivolidad» dentro de sí mismo, que es en lo que se le v.if al no ser aristocrático (contrariamente a Goethe), la alegría de vivir, convirtió, <" V s

27(44] Mi retrato de W'agner iba m á s allá de él, yo había descrito a un monstruo ideal pero que quizá está en condiciones de enardecer a los artistas. El verdadero Wagner. el Bayreuth real, fueron para mí como la defectuosa prueba final de un aguafiierte, tirada sobre papel de mala calidad. M i necesidad de ver al ser humano real y sus motivaciones recibió un estímulo extraordinario debido a esta humillante experiencia.

27f45) -*:*» i <s*¿W Wagner recuerda a la lava, que refrena su propia marcha mediante la solidificación y que se siente obstaculizada de repente por los bloques que ella misma a mado. No hay en él ningún allegro con fuoco.

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27 [54] Wagner no posee la fuerza suficiente para liberar y engrandecer su propia personalidad en el trato con los otros: no tiene seguridad, sino que se muestra desconfiado y presuntuoso. Su arte obra un efecto ASÍ en los artistas; es un arte envidioso con los rivales. 27 155] Contradicción entre la zafiedad de la conducta y la suma delicadeza de la sensibilidad. 27 [56[

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Su alma no cania, habla, pero como habla la pasión extrema ^ raímente tono, ritmo y mímica del discurso; la música, en cam »

' " I * dvrepresen^ Níetzsche se refiere al cuarto libro de El mundo como voluntad y hauer, que lleva por título El mundo como voluntad. 11

^Wagner se imita a sí mismo de muy diversos modos — amaneramiento. De ahí que también haya sido imitado con rapidez entre los músicos. Es sencillo.

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Gracia e intimidad asociadas también constituyen algo alemán.

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Falta de claridad de las metas últimas, vaguedad nada antigua. »1571

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llorido-orquestal, tras haber escuchado (en fecha temprana) «N °>do a los franceses, a Berlioz. Q

FRAGMENTOS PÒSTUMI 27. N II 5- P R I M A V E R A - V E R A N O D E 1878

Tanhhduser y Lohengnn no son nuena música |»,. vedar, no son en absoluto algo que suela ser a l c a n , «nw . jrte más depurado y elevado, lufa rizadón. ° n ma „ **it

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Falta la noble/a natural que • poseen • Bach y B -ti deKsohn inclusive) un grado por debajo. '"ove^ | ,

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^^mediodcl pí* f¿rtr* ° v

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.1 músico que carece de sentido del ritmo. ' p''' S;raic» (paralelismo), decadencia del sentido ritmico, recurriendo a e .ni

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[12] Evo

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*

Profunda desconfianza hacia JU inventiva musical en I por todos los medios este detecto. lécti a

in

l " * t — 1 «originalidad», limitado.

27 |60| También en la música hay una lógica y una retórica omo tica. Wagner se convierte en retórico cuando trata un tema

27|6I|

arte, abandonado,

2 7

dia

Ca

* • Pitias cara

.

ó n

del ornamento del discurso

'^obtenido en recompensa a la más refinada moderación interior».

Barcia

27(621

Escenificación del nacimiento de la tragedia — guirnaldas d tando sobre un cielo nocturno, a través de las cuales refulgen la

n u b e s

^aricasfio, valle iluminado fantasmalmente por un impreciso exceso de claridaaf*^ yn

27(63|

Sobre el puente — tras un encuentro con los amigos

^ Soledad

27J64J Habitando en los puertos de montaña.

n El «filisteo

mm de la cultura»

y la enfermedad histórica comenzaron a darme

alas.

27 [67J Con SCHOPEVHAUER. Primero, ATENIÉNDOSE a él en lo general frente al aspee lo particular; luego, en lo particular frente al conjunto.

.

h% a,ijii
27[68J

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LA ENVIDIA DE PLATÓN. Quiere apropiarse de Sócrates sólo para él. Lo iinpregna de sí mismo, se propone embellecerlo, KCIXOC, ItóKpáTnc; , arrebatárselo a todos los socráticos, designarse como su sucesor. Pero lo expone de modo completamente ahistórico, por lá vertiente más peligrosa (como hace Wagner con Beethoven y Shakespeare). 4

De El anillo del nihelungrt, de Wagncr

Orestes, el criminal honorable

27177| Wagner no posee grandeza ni sosiego en sus escritos, sino petulancia. — Por que: — 27[78] Pasaje de Taine sobre los semitas. — Por lo demás, he llevado a engaño al lector: el pasaje no vale en absoluto para Wagner — ¿Acaso seria Wagner un semita? nora comprendemos su rechazo de los judíos. " [79]

¡J*

Estuve enamorado del arte con verdadera pasión y al final no veía nada más que en todo cuanto existe — a una edad en la que más bien son otras pasiones las d a b l e m e n t e inundan el alma.

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11

de pec.

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27 (69| 8 i ^ ^ ^ j«*v •. * Música de las hijas del Rhin" — belleza otoñal.

¡4

27(761 Los griegos, sin sentimiento Demencia, no necesidad de redención.

27(65/ é0m f »^™ ** s>itmmím i • En el bosque de Bohemia me elevé a una fase superior.

27

v algo que suscita en grado extremo la desconfianza hacia Wagner. es la prodesconfianza de Wagner. Esto corroe con tanta intensidad, que en dos ocasiones píallegado a dudar de si un musico 2 7 1 7

Cfr.P

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°». Cartas, 2,314c,

f-RAtiMl-N l o s K i S l U M ,

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27 \*m Hopenhauemxtu* me a K v o al c s e c t « , ' - - - - - l nsi, L c

do. P*iha

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*4 \CON « 7 - ra oaorito ink"' mo" £SÖ\ le

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llegue a la i con i pausa, una recaída, un

7 . N II 5 WMAVHRA-VERANOOK 1

,o0l . .ideas» de Wagner adquieren de inmediato un ríaido ? ?> ^ e l l a a . ¡Cómo ^ dejaru tiranizar de Z l T ' ^ ^ 1 ^ u odio a los judíos- & carga tanto sus temas com? cj.. ^ ' «forado gusto por la repetición. El p r o b l e r r J ¿ i r ^ ^ ; ' ^ ^ > > un desator na oe amphtud y duraa

7 | 9

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27 | 8 I | Quien arremete contra >u c r x v a , no puede pue de ver, pues» 8¿>o a si nuamo? Tampoco se

sino arre puede I H r ' ° smo Autoc V u t c ^ t n x v . o n . autoocificación, a u t o d e s p r e d ö ^ um» mismo c

k

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. [9íl . r sonar las campanas (escrito sobre Richard Wagner). * puedo n

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7

ju/gar. amar, odiai

n a c e

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2? I»2|

He «»back? harto oVI placer de las ilusiones. Incluso en l ¿iM ver una montaña como si fuera un factum de la sensibilid^ *e d , prendí gueMfcien nuestra complacencia en la verdad se basa en e M ^k^'

^

un período

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a t U r a l e

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2 7 l9

«Lthoven lo ha hecho mejor que Schiller. Bach, mejor que Klopstock. Mozart

PaCerdela

27|«3| , ¡ M f B t r combate lo monumental, pero cree en lo humano u Tradición estilística — aquí quiere él monumentalizar - AJÜA^d

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TWieland. Wagner, mejor que Kleist.

9

' PI la recusación wagneriana de las formas se le viene a uno a la memoria „«n- «no hay arte alguno en ser espiritual cuando no se tieiy respeto

Eckermann. « w

J

15

nada» tesfo d talento para ser íiel y. lo que es peor, ni siquiera la vanidad recerio

ta

2" |*5|

Todo macatto nos da acceso

de lo sutil que sea la capacidad de juzgar. Toda critica dem otros maestros. Mil fuentes en el desierto.

n 1951

Amigos. Nada nos vincula, pero ambos nos sentimos gusto el uno con el otro hasta el punto de que cada uno favorece el rumbo seguido por el otro, aun cuando éste discurra de manera diametralmente opuesta al suyo. o

27(96]

La música no es ciertamente, nada monumental. Mucho MÁS lo es la poesía (debido al pensamiento).

27 jftof

ftra qué j r n w i las necedades y extravagancias de Wagner, y las de su partido. ¿O es que cabe hacerlas útiles? Por doquier lleva consigo junto con ellas una empana Je alarma. Le deseo que no cambie. 27

[97] Un refrán (Sorrento) transmitido a nosotros desde una falsa lámina: asi sucede con toda la música del pasado. 27

m

rrollo aislado del sentimiento religioso p » £ f j ¡ fa*m/A». En la actualidad, se halla bastante W

/a de

i7

Tormento

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Amigos

tras us

no queremos hacer de nosotros unos fantasmas.

encuentro. 2

7

9

I* !

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Wagner corre en pos de una quimera, la é p o c a , en p<> en el mismo lempo igualmente ciegos e injusto» . 1

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de otra; am

Id V* boi

1 2 9

8

*• C W M r i O M de Goethe con Edtemann, % 178. que vena sobre Byron * * * * * * 1826). existente en BN en la edición de Leipzig 1868. Cfc UB B. Ä

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6

2 8

. N II - P R I M A V E R A - V E R A N O D E 1878 Memorabilia.

Holor— rastrojos — Hcnis, áster Enteramente similar al T o ^ - sen.im.ento de otoño de .a cuta». Nunca ^

2glll

281

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Lenne desconfianza ante las denominadas acciones morales. El ser humano

< el función de como mejor se siente, actúa e l m e n t e , se da un terco, autodespreciaüvo sentimiento de mora como de aire de las alturas. E x c e p c i o n a

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2 8

3

2

' ¡4 Splügen . Un simból ir y venir de las generaciones. A medio carnientre el norte y el sur, el verano y el invierno. El castillo, al sol del mediodía. Bos¡jue, atardecer, historia monument escrita. 28(41 j 13. No he conocido a ningún hombre con convicciones que, a causa de dichas convicciones, no haya suscitado pronto en mí la ironía. 28[5] En el año 1877, yo no sabía esperar absolutamente nada del futuro. Ni siquiera la salud — ya que ésta es un medio — ¿y qué habría querido yo alcanzar con ese medio? 28 [6] Windlücke . Las piedras como testigos del pasado. Krumme Hufe . Claro de luna. Patín. «Lo que de día conquisto con m lira, por la tarde se lo vuelve a llevar el viento». ¡Días felices de la vida! 3

4

* Cuaderno de 63 páginas con anotaciones, en su mayor parte de carácter autobiográfico. Tuvo lugar en 1871. Sólo se destruyeron unas pocas galerías, pero al pnncipio las falsas notv . ~ . i . j f j . 21 dejuniode 1871. ihicienw, [' en una destrucción total. Cfr. la carta a °Gersdorff de j ^ Rué Nietzsche se encuentra en octubre de 1872. pJ ? Pforta y Bad Kósen. , . . . ° a las afueras de Naumburg con dos lagos en los que Nietzsche patinaba de mno. e r o n c r e e r e n e l

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4

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[3911

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FRAGMENTOS |»(>s 11

Mus

' Cuando niño. Dios, contemplado en su gloria ^ t>. la génesis del diablo (Dios se pansa a si mismo, cosa <*crii te la representación de su antítesis). Tfcrde m e l a n e ó K ¡ ? " « ¡¿ü W Ha de Pforta. leíanos sonidos de órgano. — OlfeJJ Í J V Ai estar emparentado con pastores, visión precoz H ^ ^ S ? ica. de la capacidad de la arrogancia, del decoro str Si armine 2 8

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N II 6. P R I M A V E R A - V E R A N O D E

28.

393

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28 |8] A los siete años sentí la pérdida de la infancia p la desembocadura del Lippe (?), me sentí como un niño

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nía — Aguardar a la aparición del primer rayo de sol " burlarse de él y extinguirse. ^ ~ ««templarlo a c

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18

u n Daimon — Voz admonitoría del padre.

l 8

l ' stupor — Actuar, epilepsia, involuntariamente 2 % como si estuviera herido por el dardo de curare del conocimiento- lo

.toy -endo todo.

28(10)

2 8

Torre en Sorrento, en la montaña. Mono amaestrado evviva evviva i l cuor di Maria evviva i l Dio que tanto l'ama .

'ni los viajeros- algunos saben sacar mucho de poco, la mayoría, poco de mucho ,1 Ser visto (al viajar); ver; vivir; aclimatarse; proyectar lo vivido cinco

J s ; pocos llegan al más alto.

5

28(11)

mmsh " 28,2

La Apologia de Sócrates, leída y comentada con intima emoci ' Memorahilia, que creo entender mejor que los filólogos.

us,

° por las

3^

28 [12J

2 8

Me engaño de manera instintiva acerca de la intelectualidad de los seresh nos. acerca de su interés objetivo, que siempre equiparo al mío. Con ello les t r a t o * modo muv aristocrático. K\U\



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10. El secreto de todos los que tienen éxito es tratar sus defectos como virtudes. Así Wagner.

«È*

^Hacer útiles para los demás nuestros sufrimientos, tal y como hace el Estado con la muerte del criminal. 28 (221 Mitra — esperanza.

6

El ama de llaves de la parroquia de Einsiedel . — Signo de precoz seriedad Cristo, de niño, entre los doctores .

¡Locura de Mirra!

7

28 [23]

28 (14j Paseo en dirección a Golis cuando Ritschl advirtió en mí al filólogo, con un madrugador sol cálido de febrero. Crepés". 28 flSJ demás también Un atributo fundamental: un refinado heroísmo (que, por le' . la reconozco en Epicuro). En mi libro no hay ni una palabra en con muerte. Apenas lo tengo. lK

5

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28124] Grotta di matrimonio™, imagen idílica de la vida inconsciente.

mora

M»*S!¿

Estribillo de cana t o j u uc i c o r e r u

9

Herido me ha aquel que me ha despertado .

28 [251 Tiberio: la locura de poder hacer. Equivalente: la locura de poder saber. 28 [26] Nadie me ha ofendido; no obstante, me aparto de los hombres. No hay vengan. guna » * en *ello.* * Acto 111. ^ncia e n V «la de Capri, en la villa de Tiberio, que Nietzsche visitó d a * * » ^ o 11 _ ° - Se la conoce popularmente asi por una deformación del termino «matroma u

u c l o / / , atirante una CACUI.UWU «

al

X Í S l e n t e

und an M v.Meysenbug, Berlín, 1877, p. 127. 4

Cerca de Plauen. Lucas 2,41 -52. ** * , P1 - P • Cfr. Ritschl, K, Mirada retrospectiva sobre mis dos anos en ¥ 1

9

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» . Pues originariamente el lugar estaba dedicado al culto a Mitra.

FRAGMENTOS P Ó S T U o

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28|27| 7 Observo en mt un refinado heroísmo que - , vez otros cierran los ojos en sus quehaceres. (

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28. N I ! 6. PRIMAVERA-VERANO DE 187* e r

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401 28128] . Madre — naturaleza — pasado — asesinar — Qrest nal. Es sacralizado. Culto a las Erinias ten cuanto fecundo).

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28 [29J

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Para empujar una barca, se requiere poca fuerza. Byr go. Luego, la calumnia. • ° - La críti y

„.i«-rdo, dominio de los malos, amargos e/em „,™ r , aburrimiento. ' '" co„ , mata al toro, al cual se aferran la serp.ente y el escorpión,

e

„rar la antigua concepción del mundo! ¡Verdaderamente la M„ra por Ä l o s rfto«.. representantes de poderes reales! ; H a ^ X "

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2» Necesito los tarros de ungüento y los frascos de medicina de todos los filósofos

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28J30J s Atar su enfermedad al arado.

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aotig« 28

28(31, 4. No dejarse arrastrar por ningún sufrimiento a la n TtAOÜC". v . Rechazar el sufrimiento como castigo y prueba (futuro)

'lieño del sapo.

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N U Antigüedad.

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2 8 1

28 (32P Por la mañana, en invierno, en una caballeriza envuelta en vaho 28133]

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3. En Sorrento levanté la capa de moho de los 9 años. Soñar con muertos. 28 [34]

-.'--r

Concebir la vida como fiesta a partir de la mitromanía. 28 [35] ¿Que Cristo habría salvado el mundo? Pues sí que debió salirle mal.

Amar lo grande, aun cuando nos rebaje. — ¿Por qué no habría de arrodillarse rtista ante la verdad, o el líder de un movimiento espiritual postrarse avergonzado'ante la justicia y decir: «lo sé, diosa, mi causa no es tu causa, perdona, pero otra cosa no puedo hacen)? 28 [451 Repercusión de mis escritos: soy, en cambio, muy escéptico al respecto. Vi distintas facciones. «Voy a esperar hasta que Wagner reconozca un escrito que va dirigido contra él», dije. 28146] Ante lo insatisfactorio, se llega fácilmente a un envenenamiento espiritual: así ocurre con los objetivos de las Bayreuther Blätter. 28 [47[ El sentido de las formas más elevado, desarrollando de manera consecuente lo más complejo a partir de la forma básica más simple — lo hallo en CHOPIN.

Sembrar sobre los propios defectos.

28 [48]

2*[37J

En la música alemana se le atribuye demasiado a los factores MORALES —

El problema de Fausto, superado: con la metafísica.

Reclamar del individuo un audaz arbitrio de la vida. ¡Ahora mi w, está Nietzsche es» al"**

« Cfr. Platón, Fedón 99e; Filebo 19c; Politico 300c; y Carta Vil 337e. do a El mundo como voluntad y representación, de Schopenhauer, ¿, Cfr. la carta a Rohde de 3-6 de noviembre de 1867. 12

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* toro primordial cuando pastaba en las montanas. T r a s ^ u c o n * y 'o "evo vivo hasta su cueva, donde realizo un heridas. En la iconografía habitual, junto al toro j g + ¡ £ ™ escorpión, que aprieta con sus pinzas los testículos del toro y

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KRAOMI S i l o s >>OSH OS IM

28. N M 6 PRIMAVhRA-VKRANO DE 1878

¡ K . u s c sin \erguenaa - esto puede ser, cu com . desear:,., compasión con inteligencia: desconfió na>, p» >r inifiiK* lip

397

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Detecto congenito ue¡ • . - .

Biografías

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auditorio ha% que creer de buena te en la corrección musical *

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28 pan Wagner tiene la mentalidad de los legos, que prefieren la causa Asi los judíos: una culpa, por tanto, un redentor. Así s i m n r r ^ ' " Do cultura. De modo erróneo, pero vigoroso. P' 'ca | 0

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0

Listz. el representante de todos los músicos, no un músico- el • hombre de estado. Cien almas de músico juntas, pero no la suficiem ' Qoel Palito propia como para teñe Si se quiere tener también de somb PnnCIpe

28 |54| Con frecuencia he tenido la suene de pulsar la tecla adecuada de una persona? disfrutar de su somdo a lo largo de días enteros; otros, en cambio, entraron en contacto con ellos, por recomendación mía, y los hallaron una compañía insoportable, presuntuosa, pueril — eran los mismos que me permitieron contemplar un verdadero tesoro de bondad de alma, de á n i m o humilde y confianza.

«fe « M f t ' V

«Darle vueltas al pasado», es decir, no se piensa ya en otra cosa mas que en cómo ha ido algo y no en c ó m o debería haber ido. 28156| i


0

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ribe cartas.

comienza a equivocarse. 28 [57J He dicho: «se podría aprender mucho sobre la " escritos de Wagner». A saber, la profunda injusticia, la aut

tos

1

omp

iacencia

timación, el desprecio de la crítica, etc.

28 E » Lo que a veces me saca de quicio de Jas mujeres bueno y hasta excelente si no está bendecido con el

hipócrita término de compasión, difundir las mas viles calumnias

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4

28 f51| I a orquesta en Bavreuth esta situada demasiado baja v

28 [55|

» [591.

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que

1601 Baj°

„ aal como entre parientes, enteramente como en casa ' n

un

29. N II 4. V E R A N O D E 1878*

1

19 I ' h0

„ Goethe notaba en H . Kleist era su sentimiento de lo trágico del cual él i n c u r a b l e d el a n a t u

faceta

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E 1 propio

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s ^ rabie Lo trágico tiene que ver con sufrimientos incurables, la com<edia> dor y . , . - 1 c u

con cura*** . 2 9

[2

,' tproretar sus defectos como virtudes es algo que nadie sabe hacer mejor que Aquí se pone de manifiesto la profunda perspicacia de su sentido de artis^ f d o s ^ t i t a s tienen algo de eso, como también las mujeres. s

ar

s

Hay que saber separarse de una fase de la vida, tal como hace el sol con su máximo esplendor, aun cuando no se quiera resurgir — 2 9

29 tfl i J «_ - «. a * La verdad, al igual que el sol, no debe ser demasiado luminosa: de lo contrario, los hombres huyen hacia la noche y todo lo toman oscuro. 2915] La bebida y el lujo son para los pobres de pensamientos, que quieren tener sensaciones. Por eso los artistas degeneran con tanta facilidad. 29 [6] Quien se adentra por un camino equivocado, cuando se da cuenta de ello, se v desconfiado, casi se le atora la garganta . 2

29 [7] Si no se considera la vida algo bueno que hay que conservar, entonces todos nuestros empeños por la ciencia carecen propiamente de sentido (de utilidad), ¿para la verdad?

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° n e s de 54 páginas para V M y una obra no llevada a cabo que debena unt0

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del pastor ahogado por la serpiente del capitulo «De ta;mtay el Zaratustra, posiblemente relacionada con el «sueño del sapo» icrr. ¿1 l¿ip.

[399]

FRAGMENTOS W )

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29. N i l 4. VERANO DE 1878

ing. para hacerse /*wrm>. deja de ser

401

Imre estar inclinado nor temperamento a la | ' »nt dera existe la mayor de las diferencias, l'no se confimi ,eta> (en el arte > en la filosofia). 1 so estrone* Li iacii^^ sas metas ^ e i t e ; ; ^ talento t

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va *>° ^ e r despreciado por aquellos a quienes se ha liberado ~ es el a • O ^ / j f l a humanidad, algo no tan tnste - ellos celebran con m¿TZ ó* I T ' u camino-

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Desde el punto de vista de la conciencia intelectual bueno*, aquellos que tienen la buena voluntad de d e V ¿ - I ° n . ' s ,11«* no rvseen dicha \oIuntad — los malos. cionar

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.„ pálida rosa que crece en las laidas de la montaña ^ r . d o r lleno de colorido de las flores de jardín v

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^fiíaS

29(ll| Qué mflagrosamente lejos me creía del filósofo v cóm y fa MMtalgil De repente — °

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Antes

nzab Por la 2 9 1

29 112} c r e e r

fantasmal. Trazar para cada curva el círculo aue i 4

* fritan los eruditos en en cara. Ahora

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°mplet

, necesitamos en modo alguno amar a nuestros enemigos, sólo necesitamos "les amamos — ésa es la sutileza del cristianismo, y explica su éxito popuSiquiera es necesario propiamente creer, sino únicamente decirio y declarar-

a menudo.

e

29113] Quien admite homenajes es un mentiroso o está totalmente r mismo.

'^Recreación del retrato por atisbos, en presencia de la* obras uuras. v«aucnara wag¬ »- de cómo la obra forja como por encanto la imagen del ser vivo — se da una figuración ideal.)

2 9

8 0 a c e r c a

*<

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29 f 14) La metaf desnaturaliza el pensar, lo vuelve infructuoso (no crece de manera conjuntada) y, aJ final, vacío de ideas.

29 ¡15} notminMotiv os para una conside íodo más ían. ensalzada. Los fracasados intenso. E l gusto por las paradojas, preferir la noche al día, la muerte a la vida. Trag<ed¿a> y com<edia> ofrecen una caricatura de la vida, no una reproducción. «Patológico». -j^Goethe contra lo trágico — ¿por qué ir en su busca? — naturaleza concm

2

9

M

.

Seres tan dotados, como yo me representaba a los genios

29 [24] Cayendo la tarde, cuando los rayos ardientes del sol se asoman a través de las jugosas hojas de los castaños. 29 (251 Seguir a la naturaleza, algo errado en Montaigne, 111. 354*. 29 [261 Lib. 41, cap. 20: Persei «nulli fortunae adhaerebat aiúmus. per ornnia genera vitae errans, uti nec sibi nec aliis qui homo esset satis constaret». Montaigne, IU. 362: 29 [27]

nunca banerií*

ZtLJung-Stilling*, el pasaje sobre el placer en la moral cristiana. 29 [28]

2

9

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7

I nna de la nig ¡La enorme impresión que produce a los ancianos la doc

acicl3d

i Horacio y Antonino ).

»fm «Los

i * g pania atributo)». Cita de Burckhardt.

, , 1 ser humano no sólo quiere que su modo de vivir sea confortable o útil: tamW ser un mérito y, en verdad, tanto más cuanto que para él esta claro que ort <> es muy grande. Quiere resarcirse mediante el honor. n

el c

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ueño lo griegos tienen por grande lo importante y por P

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inSÍgnÍflCaI1IÍ

' ^ '"ng-Stillmg, S ^ f ' Lebensgeschichte, ! * * 1753-1754. existente en BN. Existente en BN. 3.* edición, Stuttgart, 1857, p. 74b. txisien

402

FRAGMENTOS PÓSTüMOS 29. N II 4. V E R A N O D E 1878

Hijo mió, vive de tal manera que no tengas mismo: pronuncia tus palabras de tal manera que e u ° i d ellas que se puede confiar en ti; y no olvides . a tc gria a uno mismo. Aprende a tiempo que el hambre ^ 8 r f f «toe ¡ S , Jos platos y huye de las comodidades, porque vuelv • s ar n V ' hacer algo grande en alguna ocasión; para ello d e h >sa l ^ O V ? grande. ' L

403

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29 [30J Aquel olor de los campos de trigo, que se asemeja al

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mentira sobre lo que se sabe, como si no se supiese. ( p tura de la metafísica en educación?).

41

Ironía El nuevo punto de mira Por F. N.

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« ron el arte de la inspiración, debe recurrir anm A-A . nos. a fin de consagrar su arte, c o n m o J T f ™ " ¡ £ j

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291 ' ¡ de juventud divina: Apolo, Hermes, Dionisos — asombroso el llegar L ¡qué valor! forjar ' s t

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El arte barroco lleva consigo a todas partes el r ¡un mentó! r

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29133] El arte de Wagner. para eruditos que no se atreven a convertídescontento con uno mismo, habitualmente, un soporífero Jetare i? ° do, por el contrario, tomar un baño. z en cu^. f i l ó s

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Mis observaciones morales están por encima del tóriwmo m d ¿ — un f ' no de la salud aún no recuperada. " 0

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29 ¡35] •- > ^ , , m|s Educación. Dos etapas principales. — 1) correr el velo. 2) Descorrer el velo. Si, acto seguido, uno se siente bien, es que era el momento justo.

29 ¡36]

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ejearu- iüus» g*

Arte en apariencia /jara Cen Wagner), porque combina medios más groseros y otros más refinados. Pero muy vinculado a una determinada educación esteoco-musical — sobre todo, indiferencia moral. 29 J37J

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La época en la que libros y conversaciones están recargados de p e ^ ^ . no es la época de mayor riqueza de pensamiento. Cuando ésta se . den y a la simplicidad en la economía d o m é s t i c a . La gente joven pr ^ ^ ^ gado, ya que suscita la apariencia <de riqueza> entre los pobres (q

29

^Rejuvenecimiento de los dioses en la fantasía figurativa de los artistas.

29

belleza de segunda clase», disfrute sensible junto a lo altamente ideal. Una lástima si no hubiese sido representado. Nuevos ámbitos, no de suma nobleza, pero todavía ideales. No divinos. 29[45] ¿Por qué no habría de poderse jugar metafisicamentel enorme fuerza creadora?

29 [46] Los wagnerianos no quieren modificar nada dentro de sí mismos, viven sumidos en el disgusto debido a lo insípido, lo convencional, lo brutal — el arte ha de elevarnos mágicamente por encima de todo eso durante un cierto tiempo. Debilidad de la voluntad. 29 [47]

No tener ya necesidad del arte de Wagner o seguir teniendo aún necesidad — 29[48] 5

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] o r e c a r

29

Hay impulsos inmensos en su arte —y éste impulsa a ir más allá del mismo. [49] ¿ P o r q u é

no tomar a la metafísica y a la religión como un juego de adultosl

ría)Nie 2 9

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' nace i * * " " * Del mismo modo que no se nace maestro — tampoco se

¿ni emplear en ello una

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a Wagner.

404

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Dado que se le ha ceduto la seriedad a | a rxKiido contar con ella para la \ ida y su tarca.

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29 151] KJ arte de Wagner es par.i aquellos que so» en su orientación vital: o bien el haber asfixiado ^ " ^ « e s VMtad innoble, o bien el haberla desperdiciado con I»"" "atta!? de eoiivenicnc.a. etc. °^osi

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30. N II 7. V E R A N O D E 1878*

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Huida del mundo es en este caso: m li>

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29 1531 «Los dioses de Grecia», una etapa en el cantino H tad dee la metafísica. Q

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«til c „ h-íher ido a Bayreuth con un ideal: por eso tuve mi» ——: ** d e s e n g a ñ o s . El exceso e uJL\ de £ £ E £ E £ el más am»n3° una violenta repulsión. «J* fiiertes IIIIUIHIÉI ' 1

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29 ( « i . . „ Creer en Dios es como antiguamente creer en f w muiasmas (;r ¡«J,, 29 Í54| El niño no quiere renunciar a su cuento de hadas

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29 ¡SS¡ Si la vida no posee el valor supremo (metafísica) ;hav

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30 (21

SOBRE LAS CAUSAS DE LA POEStA

Prejuicios sobre los poetas Aforismos.

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3 0

Vi cómo el gusto por el circulo de las ideas social se extendía a las claoeriores: y tuve que decir, con Goethe: «no parecía percibirse todo cuanto tabría primero que perder para conseguir algún tipo de dudosa ganancia».

mo si desde poco a poco 3 0

^Goethe: «la nostalgia que me invadía, que tal vez yo había cultivado en exceso

en mis primeros tiempos y que traté de combatir con energía conforme avanzaba la vida, ya no podía convenir al hombre maduro, y por eso éste buscó la plena y defiNo se puede calcular lo difícil que resulta ir m á s allá del sentir literario Uno nitiva satisfacción» . ¿Conclusión? puede equivocarse respecto a otros simplemente porque la cultura literaria de éstos es demasiado escasa o distinta. 30(51 Goethe: «lo bello se da cuando contemplamos en su máxima actividad y perfección lo viviente regulado según ley, en virtud de lo cual nos sentimos incitados a la reproducción, vivos en la misma medida e inmersos en la mayor actividad» .

29/56]



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30 j6p El término medio es lo mejor (en la elección de problemas, de la expresión, en arte). Est<ética> poderosa. Ningún estilo barroco. el

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< * del b de octubre de 1 S7& (KSB. 5. 344). c , Campaña de Fruncía, noviembre de 1792.

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Milton en launc. L OJO.

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l a influencia de Schopcnhauer 'e los ultramontanos — protestantes v J A I < ¡as puta, mandilada con el «•spiritismo esniri.¡^„ °s;

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iraetón en Wagner. de manera que rechaza . a . el «instinto»; °loc fc ta «voluntad», en la práctica como a]p jnH ^ los poetas como medio para conseguir el efecto; ab| , ^ ^ ei grosero error de que la compasión representa al intelect con una credulidad verdaderamente española; 'levado ^ 9) la realeza como algo sobrenatural; * 10) la ciencia contemplada por encima del hombro: en ella m ¡ . f\

. medida de lo posible la acumulación de más de dos sílabas brevet

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„ he comparado a Wagner con Demóstenes, debo también poner de ^ t°on^raste. Brougham en Blass, 188, 196 p. 173.

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rande improvisador entre los oradores, Demades, se le valoraba por óstenes Según Teofrasto, aquél es «digno de Atenas», éste, «se halla

^ c i m a de Atenas»

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propaga, ^f¡s 11) biografía de Gwinner. Schopcnhauer como preámbulo del Cristian C o m b a n general en personas piadosas, se deja de lado al Scho^L,, carne y hueso, volteriano de espíritu, al que su cuarto libro le resultaría incon 1Case

Mi desconfianza trente al sistema desde el comienzo. Se puso derelievela» soma. el. típico como filósofo y promotor de la cultura. Sin embargo, la man* gummi se adnonó a lo que había de efímero en su doctrina, a aquello que no marco su vida en contraposición a mí. La producción del filósofo fue la única influencia válida para mi — pero a mi mismo me resultó un obstáculo la superstición del genio.

3 0

pero en

es decía de Demóstenes que era «un hombre que consiste en palabras. palabras amargas y artificiosas».

30118,15

Palas Atenea Sobre los efectos útiles y los efectos ornamentales de la capacidad de juzgar.



Wagner, cuyos modelos y ensayos (comienzos) literarios pertenecen a época, cuyo defecto general califica asi un francés — au delà <de> sa force,

Cerrar los ojos. 17

30|2O1

361101' Según LVmóstenes, el discurso debe ser sculpta, «esculpido». Demóstenes estudió a Tucidides en lo concerniente al estilo. 3

0

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ARTES ORNAMENTALES

Cultura ornamental y del placer el intensificado gusto por la pompa.

Ins sorprendentes

«Continencia de los escritores antiguos en la utilización ae ios medios de expresión que estaban a su disposición»*.

10 C f II

- Blass, 100. Cf. Blass, 191 y 118 ss.

Cüinthcr. 1878-I8H01BN.

• H Tainc, Historia de la literatura ingleso, Leipzig: (iünther. i a (T

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red\amkeit, N I . . ¿e 878. ca de Basilea el 26 de agc»««

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p i e n t e , cf. E Blass. op. d i , 64.

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• O u de Lord Bniuaham ^>nfcr. VII,

129, U>mada de Bla*». ' V

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30. N II 7 VI-RANO DE 187«

Arquitectura eterna de los romanos FI puente de Alcantara en l'spañu

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30 ¡221 «imagen del pensamiento" para

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rHramas], el hecho religioso, origen en el culto del» •- r ?0 Vt^ZTos , ^ ¿gnegos i e K O S l o tienen por historia. En cambie? loTptu* ^ ° inventan „ del m

30 |23f Ln dramaturgo, cuando habla de si mismo d U jgner. que habla de Bach y de Beethoven h a b í ? " " " D pasar. Pero solo persuade a los convencidos su m ' ° Hi>diS^ * Juchan entre sí con demasiada saña. a y qui ^ 6

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se debe dañar al error, para no dañar a la verdad»»

3° Goethe

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301 define el deber, «cuando se ama, lo que uno se ordena a sí mismo*. Goeuic" d o uno se ordena lo que ama», pe ordinario. 341

Desventaja de la metafísica: provoca

la indifere esta v ida — >. por consiguiente, hacia la moralidad SienT

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aspira a una felicidad terrenal.

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"do 3°' * ,ntido r/rmico se muestra en primer lugar en lo grande: oposición de kola Z V hexámetro). La rítmica hebrea se ha quedado ahí. E igualmente los del T d e la p r ° ° ° ° üempo. en pnmer 3

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30|25| Se nos indujo a e n c a ñ a m o s a nosotros mismos acerca d emb«*X si cada uno se propusiera decir: esto no me gusta l e ° tita r me siento en contra de la valoración tradicional — entonces sT¡ ^ 4o í ración con los filólogos como personas honradas, incluso aunan Ne gro de ver puesto en duda su gusto clásico. °niesen el P

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relictum, sed sola posteritatis cura et abrupti

blandimentis»

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30 ¡26}

^Nada sabe todavía de la maldad quien no ha experimentado cómo la cali mu ía más vil y la envidia más venenosa adoptan aires de compasión. 3 0

El ditirambo griego es el E S T I L O BARROCO de la poesía.

30(271 Contra nuestro desmesurado placer por las metáforas, por las palabras raras,etc. — Elogio de Eurípides.

30 [38] Ya que todos quieren la felicidad, <siendo> las cualidades y afectos muy distintos y apenas variables: se deben utilizar con agudeza de ingenio todas las iniciativas. Ética para gente de ingenio.

30 ¡2H¡

¿Qué pasa con un arte que ha llegado a su fin? Él mism cia procedente de él beneficia a otros ámbitos, así como la e desde ahora, al llegar a su fin, liberada. ¿DÓNDE, por ejemplc ,9

la influen-

30 [391» Probablemente: el dominio de los domina a través de los mismos.

expertos

y el fantaseo de la masa de que

30 ¡29]

¡JCfVM 349. 3 Burckhardt, GK. 3. 190-211. ct Cjoethe, Maximen und Reflexionen. 149.

El camino hacia la sabiduría Fortalecimiento

Moderación (lo bello como proporción) Liberación.

22

Idem, 829

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27 [20]. L

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30(30] £f* const. De la misma manera en que ahora nos hacemos fuertes M\vda del espínfu. así, por analogía, la deducción a posterior

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£-VM,377.

vivo, en verdad, pero sólo pensando en la postendad y despojado ya de todo

****

FRAGMENTOS POSTUMOS

30

_ M II 7. VERANO DE 1878

410

411

30 1¡40]

núien realiza algo que está

más allá del horizonte v i * * ] d e l a • >„ nV de los conocidos: - la envidia y el odio como fa obra como una degeneración, enfermedad ¿ S g >

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está hecho para miopes — requiere estar m*.

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En vez de volcarse en la vida como un torrente, el arte warm • fomentaren los wagnerianos las tendencias (por ejemplo, r e t í g ^ ^ 8e 1

30 142] Nos asemejamos a los animales vivos del escudo de Hef t 26 estét, pero crueles* es

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como fenómeno moral era un fraude: por eso llegué a la conclu ión fenómeno estético podía justificarse el mundo.

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30 (43]Hay que tener el valor de amar en el arte aquello que realment reconocerlo, aun cuando sea algo de mal gusto. Así se puede avanzar °

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cuchaba el acorde global de los más antiguos filósofos griegos, creí nnidos que estaba acostumbrado a oír en el arte gnego, y sobre todo en percibir os so ^ ^ _ ^ eS

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30 [44F Moral invertida, por ejemplo en el Tristón, en donde el adúltero h che: resulta algo completamente distinto en los griegos.

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i El individuo y la multitud. pervivencia del arte 3 Neo-antigüedad 4 Fuentes de energía 5 Imagen de un futuro p r ó x i m o 6 Posesión 2

30(45)

4

Demasiada música para el drama wagneriano.

30(46] 29

Relato: a causa de la muerte, moriendi perderé causas . cando la muerte

Un suicida, que, busJ

7 Educación.

5

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30 [54] Uno se figura que. en un libro, lo primero que se oye de él es el tono fundamental — pero por lo general uno oye lo que pone dentro, a lo que denomina de esa manera.

30 [48]*> Cap. VII. Educación.

30 [55)33

Alemania se muestra bárbara en su a c c i ó n - r e a c c i ó n .

Los griegos estaban preparados, cuando un Homero les mostró obras de arte — ' Pudo contar con que comprenderían composiciones largamente acariciadas Z lo T ' P ° que estar muv avanzadol Piénsese en los germanos, s electos instantáneos de sus Edda! a S Í

30(49)

no

En el «mérito» moral insiste quien no puede hacer visible su éxito — 1 tiene hbertad, el oprimido.

^lijada,

Polonia es el único país de cultura romano-occidental que nunca ha \Tvido un Renacimiento. Una Reforma de la Iglesia sin reforma de la totalidad de la vida espiritual, por eso, sin echar raíces duraderas. El jesuitismo — la libertad de la nobleza la llevan a la ruina. L o mismo les hubiera pasado a los alemanes sin Erasmo y sin el humanismo.

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18,478-608.

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Cf. VM 329 "Cf. 30(110]. , ^ Juvenal, 8,84. «Pr p, itam vivendi perderé causas»: perder las razones para ocla vida »"Cf.30 Cf %n(53J. r«i v

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FRAGMENTOS POSTUMOS

30. N II 7. V E R A N O D E 1878

413 , 0

' ' Deseo que los hombres de pensamiento ecuánime u * , como una especie de expiación, por el hecho de que en otro ^ W ica neíicrosa: cuyo afán rad>caba en convertir en «milagro >? f ° ° m ó l ^ lik S • - - *Wdo - • * f ° « los adtpto ¿ropio Wagner. el cual asiente a todo cuanto confiere u i , ^ ^ ^ tenga o no fundamento. Quizas con m. apoyo tras su * Per¡ ópera»" le he inducido de forma errónea a una mayor seguridad v ^ «C* *í sus esentos y obras cosas insostenibles. Esto es algo q | m t ^ ** k üch . o o, 30 [57/ La invención del poeta puede convertirse en un mito, si ene ida: — cómo oscilan el usus y el ÜA/ÍSMÍ de una palabra * ralizada:

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perito así la clase de idealistas a quienes el objeto al que tanta atención han , wará, en consecuencia, a resultarles repelente - un r u o .deal^l ^_eM Wa g n e r se atrofia. H C

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30 |58J Con la armonía del placer en el que se baña el ser humano como con la armonía de las esferas: cuando vivimos en ellas, dejamos^ "k de oírlas 30|59] Análisis de lo sublime. realme

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6

3

30 f ?' ' usanada y hecha jirones está la vida humana, hasta qué punto se halla nte construida sobre el fraude y el disimulo, cómo todo lo solemne, cómo ^ todo placer de vivir se deben al error — y hasta qué punto el ongen de do semejante no hay que buscarlo en un ser moral, sino acaso en un arasta30 ¡60} ® do eso quería decir que un ser así no se merece en absoluto una veneir en el sentido del hombre cristiano (que erige un dios de bondad y amor) e Mi manera de contar lo histórico consiste propiamente en relatar vivencias con ocasión de personas y épocas pasadas. Nada coherente — , T Muso no descartaba la posibilidad de que dicha representación, al igual que había particulares me han surgido, lo demás no. Nuestros historiadores de la literal So inoculada por la fuerza en la esencia alemana, también pudiera serle extirpada aburridos, porque se esfuerzan en hablar y juzgar de todo, incluso ahí donde^ son Mr la fuerza. Asimismo, me figuraba haber descubierto en el arte de Wagner el camino han vivenciado nada. no hacia un paganismo alemán, o, al menos, un puente hacia una concepción del mundo y del hombre específicamente no-cristiana. «Los dioses son malos y sabios: 30 ¡61} merecen su ocaso, el hombre es bueno y estúpido — tiene un porv enir más bello y únicamente lo alcanza cuando aquéllos han entrado en su crepúsculo final», — de ¿Qué es lo que todavía produce un efecto! Principio de los pintores, músicos y manera que será entonces cuando habré formulado mi profesión de fe. mientras que poetas: se preguntan primero a sí mismos, partiendo de la época en que no eran productivos. ahora ae

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30 [62]

[69] Aquello que primero es tradicional, se colma después y. por asi decirlo, rezuma no sólo de piedad, sino también de razón y motivos. De este modo, una cosa termina por parecer razonable (en ella, muchos aspectos resultan aclarados y embelleci°s). Esto engaña respecto a su origen. 30

El miedo a que no se crea que las figuras wagnerianas están vivas: por eso ges-

ticulan de una manera tan desenfrenada.

30 [63p Se cometen fallos frente a un modo de vida propuesto, porque nuestro estado de animo es del todo distinto en el momento de la intención y en el de la ejecución.

30 Í701JS

30 [641

Por c l T p e r c u s i ó n de una cultura pasada en una cultura transformada Nieto? ' fundamentos. De ahi lo que hay de lógicamente con¬ «»la vida de un pueblo.

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0

11

El arte comienza con la caricatura. Que algo posea un significado, n o s i . ce nro aun nos complace más el que lo significativo sea objeto de burla

14

Es decir, desde " Cf. VM 70.

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F R A G M E N T O S POSTUMOS

4M

JA, N II 7. VERANO D E 187K 415

Darnos oponernos a la falsa b a t e l ó n de W a . ParsfrL* ve oblado a extraer nuevas tuerzas de l . f u S u n modelo, sino un pel.gro. 3

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nuien se despide para siempre tiende la mano y , . • rt I * * 1 . conocida con la que tuvo poco trato con sentirnie * A ge*" £ más benévolo con ciertos trabajos de años "-°

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Hay lectores que pretieren la marcha y el tono algo de mis anteriores escritos a lo que pre endo ahora - I m á x i n ^ ^ n t e ¡ O p r e s i ó n y la flexibilidad en todos los movimientos, l m o o W ^ * * P , Í S £ en el uso de todos los recursos patéticos e irónicos. Ojalá q ' ° * no quieren que se les atrofie el gusto, encuentren en estos t r a b a j o ^ 'o>aleo así como una bienvenida, en recompensa por la molestia m£ ^ algo así como una oicm*.».»-, — — — i d molestia e i Kc 7* cambiar asuntos. Poco Poco aa poco poco hemos hemos II II J ^^ > i carnbiar mi mi gusto gusto en en estos estos asuntos. > i extraños en tantas y tan grandes aspiraciones que en esta ocasión > * « £ o ? más tengo que dirigirme a ellos, solo quisiera hablarles de I ¿ 7 e n que ü- ° s * diferencias, la diferencia de estilo. ua , g r i l n d ¡

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' sus opiniones, sus inclinaciones y sus aversiones, todVtiene sus ! p ro, considerado como un todo, la apariencia está a la altura de cuale

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30 ]73j Wagner no tiene verdadera confianza en la música: le añade emi para conferirle un carácter de grandeza. Se pone a sí mismo en conso otros, únicamente les brinda a sus oyentes bebidas embriagadoras a con W hacerles creer que la música les ha embriagado.

,0(811 ^ j j c i ó n de Platón frente al arte, algo a la postre simbólico y típico.

ldnc]

p a r a

30 f74J «El arte infantil es el que comete las faltas más graves». Grupo estatua. ia. estatua delante de Hermes, etc. «Uno todavía no conoce con Burckhardt

30 [821' w <mer tendría que pensar otra cosa sobre el particular, pues bien, en ese queremos ser más wagnerianos que Wagner. caso l2

delant

la

30

precisión^

^Comprendo perfectamente la evolución de Sófocles — el repudio de la pompa

del efecto fastuoso.

v

30 [75]

Tapiz — patria de lo que se repite infinidad de veces. Lo volvemos a

30

hallaren

vasos y utensilios de bronce. Puesto que todo es pequeño e innumerable, no se podia mirar a la expresión del alma, sino sólo a los gestos.

Ta sonrisa, la expresión de la vida, de lo momentáneo (incluso al morir, egine42

tas ). r

30176}

La de Brahms es la aparición más saludable, por cuya música fluye m á s sangre alemana que por la de Wagner — con lo cual me gustaría haber dicho m u c h o de bueno, aunque de ninguna manera sólo de bueno.

30 [85] jí'gaüL . - ' , La máxima tarea, al F I N A L , dar públicamente las gracias a Wagner y a Schopeniiauer y, por así decirlo, hacerles tomar partido en contra de ellos mismos. 30 [86] 43

El pesimismo TRACIO, v H e r ó d o t o , se llora al recién nacido. 30 [77]« Sólo quiero confesar: que había abrigado esperanzas de que con el arte po W despojar por entero a los alemanes del rancio cristianismo — la mitología ale como atenuante, acostumbrando al politeísmo, etc. jQué horror las corrientes restauradoras*.

27(15], Burckhardt Cf- 30 [681.

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30 [87] •

^ Aquellos escritores que escriben con razón e n o

lle

gar a sentir asco de sí mismos.

*Ntffe va*

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- Próxima a Atenas.

contra la razón tienen que tener cui

FRAGMENTOS PÒSTUMI

30. N II 7. VERANO DE | H7R

41*

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' H estilo RICO Sigue al GRANDE.

C udades. artistas y escuelas compitan. Los cuerpos formados mucho antes que la c x .„ mucho antes que el pecho.

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podido titular este libro: del alma de los aniy de lo, C * - * " de I . quinta p , a n c

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« Uro» ningún medio de conocer algo bu

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L T W / es superior a lo « f ^ ^ ^ ^ ^ X porque h * b W . aspira a lo agradable, y no a lo momentáneo o también ^tte in agradable (por ejemplo, en cuanto salud). El arte de lo £ n <* < p

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lo es el sentimiento

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30 ¡91] Horroriza pensar hasta que punto he podido disfrutar yo mismo ri Wagner. que es tan descuidado, que no resulta digno de un artista sem °* El estilo de Wagner. Lo que le ha hecho tan impreciso e incompríTu, costumbre demasiado prematura de opinar sobre los asuntos más importa * suficiente conocimiento: además, la ambición de igualarse con los folletini ^ chispeantes — y finalmente la arrogancia, que gusta de emparejarse con la neef ^ cía: «Y vio que todo era muy bueno» . "

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* ay dos historiasotad, ésta, la del l horrible po, i m e

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OTRA E S

oue descompongamos la moralidad - la nuestra propia, anidada en el nuestro ser, no puede descomponerse a su vez. Nuestra manera de ser verafoo*> e indiscutible. «Una cosa es el tono del indagar y otra el tono del haber»* ees y * * * 1

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JO |#j que las influencias de Wagner desemboquen finalmente en el rio Me b ota^Hende la montaña y que sabe también discurrir por encima de las 0 C u p a

ñas.

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^Schopenhauer, Parerga™ I I , 630: « un hombre así posee un grado de existencia cuando menos diez veces superior al de otro — existe diez veces más» — el sodio es entonces el ser más real de todos.

30f92J Lo más bonito del hambre es que abre el apetito. 30 [93J*

3 0

'comparación con la sinfonía del I I I Acto del Tristón [en] «El lucimiento de la Prólogo. Actitud del sabio ante el arte. Los griegos, más refinados que nosotros. tragedia» — ininteligible y grandilocuente, tal y como me gustaba expresarme por aquel entonces, conforme al modelo de Wagner — El sabio, el hombre de gusto. No sólo crea necesidad el hambre i aunque ésta no debe ser demasiado ávida) «amor», dicen Jos visionarios: sino el gusto. Sí, el gusto ya supone el apetito — de En el siglo cuarto se descubrió el mundo de la emoción intenor. Escopas, Pralo contrario, nada nos gusta. La crítica es el placer de lo bueno, con INCREMENTO DEL wteles, expresión. (Todavía no Fidias. Leyes del RIGOR.) PLACER a través del conocimiento de lo fracasado. ¿ D e dónde tantísimos críticos, si no obtuvieran un disfrute con su quehacer? En este sentido, incluso lo malo es mi* 3o i m j E j g ^ v , ' u i niumw ' ***** que incita a suprimirlo y con ello despierta el placer. También el placer de mejorarEmerson, p. 331, Essavs, «la vida de la wrdad es tria y. por lo tanto, triste, peto 30 ¡94] « l a d e l esclavo, etc.»»' Emerson, p. 328 (Essays), «El ojo del espíritu que p u l >o —

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„ ¡ Woche cita según la edición de Erauenstadt

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MI. Venuche [Essays). Nietzsche cita la edición oc lt»nde él ha subrayado ente pasaje

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P° Nietzsche en el libro.

30. N II 7. VI-RANO UK IK78

FRAGMENTOS PÓSTUMOS

419

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ânico! La música es el len je del «• ,ente y no nos concede tiempo a | . ,J^ ' HUU

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- ' S c « r i » r la -VAW-VW * SMIler (lo mejor es a p a j

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l diez veces mayor del ojo, del oído, del entendí

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O ' f ^ s menos: ¿de donde procede entonces el efecto s o b r e ^ ^ T s" , logt haré intermitente, uno se desentiende de oasai^ Jl ll pendente ya sea de la mús.ca, ya del IT^T° e €> *:tac!iona la obra. - Con e.lo se dicta s é n e c a I» «'¡'"'sultado no es el drama, s.no un momento o una elección arh¡¿Z % Í t« nuevo género deberá estar aquí atento! No dtsponer las > ^puesta - s.no tener la moderaaon de los antiguos, que es confort 3111

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' u misma suma de talento y empeño que hace al clásico, haee ñ ^ Z a J o p n ^ o . al arttsta barroco.

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pide de él que al mal tiempo ponga buena cara.

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' vSzner ha interrumpido la andadura, fatídicamente, sin volver 3

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% me figuraba una sinfonía que coincidiera con el drama. Q

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abiertos algunos caminos a la música (o le quedarían abiertos A . Waener): el modelo orgánico como sinfonía con un equivalente co iÍllfl J • w l„ r,n U i ¡ , n L„„,.., . 7;o mimo sin paiauma;;, j ' " w w w i , que recupere las leyes e d a n

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a partir del W ^ Pero la ópera, el efecto, lo que no es alemán, condujeron a Wagner en di, dirección. Todos los artificios imaginables en su máximo potenciamiento. m

Plena ausencia de moral en los héroes de Wagner. Tiene esa prodigiosa ocunencia. que es única en el arte: el reproche del pecador dirigido al inocente: «Oh, rey», — Tristán a Marke .

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^ i ó n orgánica y sólo recurra a Wagner como preparación. O bien sobre°Wagner: música coral dramática. — Ditirambo. Efecto del unisono. ^Música de espacios cerrados en montañas y bosques. ^

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301H31 ABANDONO

57

, . , . paulatino del

vínculo de la nación vínculo del partido vínculo de la amistad de la consistencia de las acciones.

30 lílí] Escúchese el segundo acto de El crepúsculo de los dioses sin el drama: es una música confusa, salvaje como una pesadilla y tan espantosamente llamativa, que parece que quisiera hacerse oír incluso por sordos. Este hablar sin decir nada: 30 es [114]" agobiante. El drama es la pura redención. — ¿Es un elogio el que esta música por si Reconocimiento de la injusticia sola resulte insoportable (exceptuando algunos pasajes concretos, intencionadamen por mis esperanzas defraudadas. te aislados) como un todo?— Basta, esta música sin drama es una negación perraa neme de todas las supremas leyes del estilo de la música antigua: quien se acostó* 30 [115] bm por completo a ella, pierde el sentido de estas leyes. Pero, ¿ha ganado algoie un drama con este añadido? Se ha introducido una interpretación simbólica, ?^ dido ' " cié de comentario filológico, que pone en cuestión la fantasía siempre i r Wagner

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P a v e r a , camino cubierto de hierba en el bosque — monte bajo y roatoe s más altos sentimiento de deliciosa libertad.

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FRACiMI N Ï O S P O S T I i M n

30. N II 7. V K R A N O D l i 1K7K

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J e / J de Wagner tona al se imenta una nmur.i uïXntZ*^* electos, que tennnu por volver^ ^

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Se íe eseapan br^es pasajes de buena música, casi s i e m con el drama.

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t,,h1ar tanto sobre Wagner como sobre Schopenhaii.*< V ,e vivos - su grandeza, cosa que ^SSt^^S^ bhgado a S n?ato de la balanza, siempre saldrá victoriosa t o n Z T ° ^ ° j e l ^ °¡f ontra el pe/fe™ de su influencia. ° ^ " « W razón d

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' V r u U * -v nebíes, cuya r a c i ó n extenor respecto a la idea del f , , SanK-nre con una pequeña tabula. El mv.tado s.tuado en el fog^ mu\

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" ' ilrdmiento o e/É*vo e m ¿ n ^ o r de todo el arte wagneriano nuiero citar aquellos pasajes en los que Wagner es superior, en donde fim felicidad.

Jf I ' arácter ondulante, fluctuante, vacilante, en el conjunto de la mí musica wagne-

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JO ÍI2I/ , . Deseana no volver a escuchar nunca mas ciertos tonos de una n h creíble; e incluso poder olvidarlos — Materna*. Calidad ^ 30 ¡1221» La música de Wagner siempre interesa por lo que quiera que sea: y as' descansar ora el sentimiento, ora el entendimiento. Debido a esta relajación' puede tacíón conjuntas de nuestro ser es por lo que estamos tan agradecidos. Al f i n i S se siente inclinado a contar sus faltas y defectos como alabanzas, porque nos hacen productivos a nosotros mismos.

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1 3 0 1

,eio a todos que no tengan miedo de las sendas similares (Wagner v ScHnr t El sentimiento más propiamente ant i filosófico, el arrepentirniento,«na en algo completamente extraño para mi rt

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3 0 1

Tengo la impresión de haberme restablecido de una enfermedad; pienso con una dulzura indescriptible en el Réquiem de Mozart. Vuelvo a saborear las comidas seiicillas.

3 0

' Dioníso, primer dios de los tracios, su Zeus, como Wotan.

30 [133]

30 ¡m¡ Wagner, cuya ambición es aún mayor que su talento, se ha atrevido en innumerables ocasiones a lo que está por encima de sus fuerzas pero casi provoca escalofrío el vera alguien arremetiendo de una manera tan insistente contra lo invencible —

— el fatum en él mismo —. 2

30 [lU]* Un arte que desmiente la armonía de la existencia, y la sitúa detrás del mundo. Todos estos transmundanos y metañsicos.

30 ¡125] la critica de la moralidad es un grado elevado de la moralidad — P ' en toda critica, se mezclan en ella vanidad, ambición y placer por la victoria. e r 0

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Mendelssohn, en el que echan de menos la fuerza de la conmoción element
(cacho sea de paso: el talento del judío del Antiguo Testamento), sin hallar una cornpensación en aquello que sí posee, libertad bajo la ley y nobles afectos bajo los limites de la belleza. 30 ¡134] En el fondo, Schopenhauer ensalza la voluntad (lo omnipotente, a cuyo servicio está todo). Wagner transfigura la pasión como madre de todo lo que es grande e incluso sabio. Efecto sobre la juventud. 30II3SJ" Pri d° ° o lo ha confesado Wagner con bastante frecuencia en conversaciones deán ' ^ m b i é n en público. Pues ¿en qué consiste la grana r ! "Ü ' éste, en pro de la verdad, se halle en condiciones de Pacido contra si mismo} d

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"CÍVM407; 29 [19] y [4S). Amene Materna, famosa car "Cf-wini). *GC VM17. m

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FRAGMENTOS POSTUMOS 30. 30,,

423

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profunda aplicada a un giro vago, pero J Henipo se convierte en espacio»). ° »o «Bojo deWotan». conmovedor, la comisura de los l _ * irrita contra ciertas mentes mas retinadas, „ 7 Hló| tme - pero se irrita sólo sa el espíritu de partido y que se percatan bien de la dejadez. K

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301138] , , . Esrilo barroco — se debe decir. Resulta muy difícil hallar el curso de la evolución interior de Wa « . n m n i a Hescrinción de las v i v e n r í n c _ 8 er Escribe ^ para a

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<7e Goethe, la noble resignación de Beethoven, la vida interior penosamente

30 [139]

l i r a d a de Bach, si crear sin hacerlo con vistas al brillo y al éxito, sin envidia. "Tonalidades propiamente alemanas, ¿acaso no estaría Wagner casi queriendo ¿ V que él no es alemán?

Vivimos ei ocaso del ÚLTIMO arte — Bayreuth me convenció de ello

36 [140] El afeamiento del alma humana sobreviene tan necesariamente como barroco sigue al clásico — durante épocas enteras. 30¡\4\]

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° '^C'est la rage de vouloir penser et sentir au-delá de sa forcé». Doudan . — Los wagnerianos.

Los dioses wagnerianos, de los que ninguno «vale nada».

30 ¡142]* Sólo hay que hacer algo bueno y nuevo: entonces se experimenta en los amigos lo que significa: al buen tiempo, mala cara. 30 fl43]« La frase de Schiller, «frente a lo excelente no hay m á s salvación que el amor» , sumamente wagneriana. intensos celos de toda grandeza de la que él no pueda extraer sino un aspecto — odio hacia todo aquello a lo que no logra aproximarse (Renacimiento, arte del estilo francés y griego). 67

30 ¡144] El error ha hecho poetas a los poetas. El error es lo que ha hecho tan alta la va o ración de los poetas. El error permitió luego a los filósofos elevarse a su vez m alo

30 ¡145] el pa

Los artistas griegos aplicaban su fuerza a la contención, ahora se aplica al desenfreno — ¡un contraste muy tuerte! Represores de la voluntad, liberadores de sus cadenas. 30(152] Milton: «matar a un buen libro es casi la misma cosa que matar a un hombre» . Contra el partido. 73

30(1531" Temible salvajismo, lo compungido, aniquilado, el grito de alegría, la precipitación, en resumen, las cualidades propias de los semitas — yo creo que las mitas acogen el arte wagneriano con mucha mayor comprensión que la r a z a s

rtido (la

"Cf. 27 [131

En Wagner. condena ciega de lo bueno (como Brahms)\ en señ W), condena consciente (Lipíner, Rée).

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*CL 30(1011. 4 5

Cf. 30 [IOS].

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P™sar y sentir más allá de su fuerza». Doudan, Mélanges

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FRAGMENTOS POSTUMOS

30. N II 7

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-An de la libre, sino mús esri * ravilación, da preocupac.ones, vincula a otros c o , 7 ° ' i P ano de igualdad, ya que se les utilrza; no ^ de e » n„da el mendigo es mas dependiente, - per ^ ' ¿SÍ ancias para cubrirlas y mucho tiempo libre Pa " ^ ^^>" f C d e » libre, el ansia de p o s e r i ó i ^ ^ "° >n * ^ * una dfcímcetón. La riqueza suele ser , U ^ T ^ 5 f o U i ° ' ' n t u pero suscita envidia, ya que gracias a ella U n ^ 7 < d * J ^ ° ^ c u l t u r a . En ese sentido, la impotencia esp.n uaTdel £ —

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'rn^ieno de la salud de los antiguos es el que también su fil «ó, del limite de la felicidad. Nuestra búsqueda de la verdad u ^ * ^ que percatarse de esto. *ces 0sofln

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Ni sufrir tan intensamente en la vida, ni tan d é b i l m e n t e y con tal emoción, que nos veamos necesitados del arte de Wagner como m e d i c i n ? ^ es el motivo púncipal del ANTAGONISMO, no un turbio motivo: no se pued rar tan alto aleo a lo que no nos mueve ninguna necesidad, de lo que nopr ^

* °*f « « Í L t e s » < L S LA GUERRA- La cultura como mascara, la ri^u como consecuencia falta de formación y barbarie interiores. ™* 2 ¡ < o £ ? *

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iltura, en cuenta Nada nue el genio. Esta es una manera de pensar subversiva, en la que debe acá í ^ a b a j o en pro de la cultura.

mos'iras la guerra me disgustó el lujo, el desprecio hacia los franceses, lo nacional así como Wagner ante los franceses, Goethe ante franceses y griegos. Qué retroceso respecto a Goethe — repugnante sensualidad.

3 0

30

iissp La época — una sensibilidad elemental no transfigurada por la belleza (como la del Renacimiento y la de los griegos), desorden e indiferencia son los presupuestos contra los que luchan Wagner y Schopenhauer, so¿>re los que trabaj a _ ] l de su arte. Ardor del deseo, frialdad del corazón — Wagner quiere el ardor del corazón junto al ardor del deseo, Schopenhauer quiere la frialdad del deseoyaw/o a la frialdad del c o r a z ó n (el Schopenhauer de la vida, no el de la ñlosoña). e

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30 [165] La poesía es, entre los griegos, m á s antigua que las otras artes: por tanto, debe haber acostumbrado al pueblo al sentido de la medida: a ellos debieron seguir luego los otros artistas. Pero, ¿QUÉ es lo que moderó a los poetas? 30(166]"

30{159¡

todo •no es Goethe — «La audacia, el atrevimiento y la grandiosidad de Byron ello algo formativo? Debemos guardarnos de querer estar urgando sin estrictamente puro y moral. Todo cuanto es grande forma, tan pronto co demos cuenta de ello»"*. Aplicar esto al arte de Wagner.

Plan. Comprensión del PELIGRO de la cultura. Guerra. E l m á s profundo dolor, el incendio del Louvre*. Debilitamiento del concepto de cultura (lo nacional), los filisteos de la cultura. La enfermedad histórica. ¿Cómo logra el individuo apoyo frente a la epidemia?

30/160) Voltaire, según Goethe, «fuente universal de l u z »

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* suprahistórica; pensador heroico. Punto

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para WB. Cf VM 182 Cf Goethe, i M ¿ II. 34

-1828. ÍBN. 258)-

• * refiere a l a falsa notica del .ncend.o del Louvre por la Comuna de Pans. '«140 [24],

FRAGMENTOS POSTUMI is

30. N II 7. VERANO DE 1H78

«sade su arte por parte de Wagner trente | » 1 . . . 1> U defensa surven nue^w peligros: lo metafísica i k ^ I-. Entonces sur -«re « * ¿ «> ' P^tre " 0 ^K jécti\ ¿mente rosa ' « eu¿J° 4« ¡ joracióo del genio. X ^ Supra cultura de la música rechaza la c.ene.a. l La . . limitaciones debidas al modo de ser de W es muí • • ,— ciada breexc.taoa. ***** R ^ ¡ * ^ una • sutil y la simbolización p r é d o m i n a 0a U uii entre los poesía (aprendí a entender m - i a

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y Lohengrin no hay ni r a s t r o d e B e e t h Santini, Auber»' proporcionaron e l efecto d r a m ^ ' ; u e s t a l ; de Weber, el colorido r o m á n i c o

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de la naturaleza, ^ conciencia de! me físico, Significado de Bayreut pora mí Huida. * Jarro de agua tria. -Regresan el arte, la naturaleza

ad,, niai 731

101» , * , de que las mismas cosas, envueltas en una masa espesa y dulce se traNo ^ _ dades sobre Wagner. ben mejor a o

Ver

Fin de la comunicación Amigos.

:spíritu sublimado contrario, D ei m

delicado

30/I67J" Lo antialeman en Wagner: Falta el donaire y la gracia alemanas de un Beethoven, un Mozart un Weber, el fuego fluido y alegre (allegro con brío) de Beethoven y Weber, el hum. travieso sin desfiguración. Falta de modestia, la campana de alarma. Propensión al lujo. Singún funcionario tan bueno como Bach. No posee la tranquilidad de Goethe frente a los males. r

301168] Junto a una moral de la gracia hay un arte de la gracia (Inspiración).

tés"3

° ' Wotan — aniquilar el mundo, porque se está a disgusto. Brúnnhilde — mandar aniquilar el mundo, porque se ama.

3 0

^Wotan, náusea furibunda — que el mundo sucumba. Brünnhilde ama — que el mundo sucumba. Siegfried ama — ¿qué le importa el medio del engaño? Lo mismo Wotan. ¡Cómo me repugna todo esto!

¡DESCRIP-

CIÓN!

30(177]

30 |I69]«

De la misma manera que el maestro Erwin von Steinbach^ depende de sus maestros y modelos franceses, Wagner lo hace de franceses e italianos.

Entonces creí ver que el cristianismo estaba a punto de desaparecer, Wagner

dedicó también algunas palabras mayores — obtusa s u p e r s t i c i ó n

83 —

le

ahora —a en

30[178] U construcción abovedada, pasada probablemente de los diádocos a los roma

de las montañas.

^•probablemente.

30[!70|" _ -«5 compuso La gran ópera nene orígenes franceses e italianos. Cuando Spontini" U Vestal, indudablemente aún no había oído ni una sola nota de auKcntic

30(179] P o d e r

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V asto, voluntad de los romanos.

14 y« í ) S , ? U l S ü l - 1 8 3 5 ) , compositor italiano. "Piloctet. r 0872-1871), compositor francés. , Krwin o Srk«Q de la guerra de Troya en la ¡hada. * ^ürgo ( 1244-13 > * ) . arquitecto alemán, uno de los eonstructores de 0

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FRAGMENTOS POSTUMOS 42S

30. N II 7. V I - R A N O [JE I

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Am/tesis - Horacio, entre cosas que llegan a ser f i " entre cosas que son por completo puramente efím _ f

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dura se hall, f T t s P ° " ° ° ^ vo£ de ° cción- brando a su obra lentamente y ha tardado mucho ü l t ^ **** do ^ ^ l u t o colocarse de manera imparcial en el punto de vTsuTdM el — error. También en la Antigüedad s e V i T d t ^ 891

101< 3 0

' & i Goethe, la mayor parte del arte ha pasado a su ser Otr artistas teatrales, que en la vida son inartísticos y sólo — _ ^ -Teatro del Tasso. ° Pasió 0

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olencia del sentimiento excitado y el tiempo

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301183^ Los efectos de la retorica wagnenana son tan violentos q i iecto se toma venganza — pasa como con un prestidigitador. Lo 0 . ? ° °int mavor SE\?Rm¿D son los medios con los que Wagner logra su efeV % or¡ nos'resulta molesto el que Wagner no haya encontrado necesariament ° <> refinados para apresarNOS. edi ¿ U e

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30(184} Como la música al aire libre con tiempo frío y ventoso.

>ertos' Je percaté de esto, con tristeza, y muchas veces incluso con un r e ^ .„ Pero al final sentí que, tomando partido contra mí y contra mi • ' l ! * ! n,rcaté de esto g f f y el consuelo de la verdad - entonces me tnv/dió £ S ^ jorque aquella a la que en ese momento daba voluntariamente la espalda. 30

9

30

^IX Anillo de los Nibelungos de Wagner está constituido estrictamente por dragas para ser leídos, contando con la fantasía interior. Un género artístico excelso también entre los griegos.

301185}

El rplacer de de *Rée, uno ue de ios los mayi mayores — las — Observaciones psicológicas i - ™ «», w v , uuu ¿Cómo?, pensaba yo, los motivos de los hombres no son de mucho valor Lo Sócrates se decía de los hombres sabios, eso me decía yo de los hombreímorales Entonces hice excepciones: precisamente para colocar a éstos bien alto, puse tan bajo a aquéllos (y con ello seguramente c o m p r e n d í mal al autor). a

6

30 ¡186] El siglo pasado tenía menos historia, pero sabía mejor ponerse manos a la obra con ella. 30

¡m¡

¡Cómo puede hallarse semejante disfrute en la trivialidad

de que el P' pió es el que proporciona los motivos de todas nuestras acciones! 1) Porque durw largo tiempo yo no supe nada de él (período m e t a f í s i c o ) 2) porque el principiop ser puesto a prueba muy a menudo y agudiza nuestro ingenio y así nos proc: v cor 3) porque uno se siente en c o m u n i ó n con todos los hombres expenme ^ sabios de todas las épocas: es un lenguaje de ios honrados, incluso e n ^ porque es el lenguaje de y no de j ó v e n e s s o ñ a d o r e s 9^*¡2u00 amor

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y

Mdero su filosofía de juventud, sobre todo el cuarto libro, como algo com

30 [192]« Contradicción en el presunto oyente. ¡Sumamente artístico como receptor y completamente improductivo] La música tiraniza al sentimiento por medio de una ejecución demasiado penosa de lo simbólico, la escena tiraniza al ojo. Algo de sumisión de esclavo y, no obstante, al mismo tiempo, fuego y llamas en este arte — de ahí la necesidad de una disciplina de partido sin igual. De ahí el judaismo, etc. como acicate.

31. N I 5. V E R A N O D E 1878*

31

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Xo?or*P°^ completamente celoso también de Platón como el

1 l2!

3

ones por las que la literatura griega no nc ¿ l. hábitos adquiridos en los centr
^ o r literato

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31

enseñanza

^Cap<íntio> — influjo ético de los poetas, oradores, escri p<ítulo> prosa y poesía. Ca

4i [4|3 Tucidides, una perfecta emanación de la cultura sofistica.

^' ^ Introducción No se debe leer nada sobre las literaturas; por consiguiente, tampoco hay que escribir nada acerca de ellas. Así que diré cómo hay que leer. Tarea de la filología. — Poner en guardia en contra de la lectura habi. 31 [61 Con quien menos de acuerdo estoy es con quien se mostró descontento con la decoKación>, la puesta en escena y la tramoya de Bayreuth. Demasiada dedicación e inventiva aplicadas en poner cadenas a la fantasía, en materias que no niegan su origen épico. ¡Pero comparar el naturalismo de los gestos, del canto, con la orquesta! ¡Qué clase de sonidos forzados, afectados, degradados, qué falsa naturaleza pudo escucharse allí!

1

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de 138 paginas con escasas anotaciones. „. ano queC/K " ™ y que siguen hasta 3115] se refieren a la literatura gnega y al semmano Orador ' semestre de invierno de 1878-1879. ' C r . M ^ ^ ! siglo iva.C. 1

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FRAGMENTOS POSTUMOS

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% arre del hombre de Estado moderno, despertar | pueblos Estallar una guerra - la fe en la vetona de I b ^ ^ i ^ a

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'Renunciar al placer del romanticismo, además de hacerlo . ' a

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N I I I 2. O T O Ñ O D E 1 8 7 X *

31 W Amigos, disfrutamos el uno del otro como las plantas frescas H nos respetamos: así crecemos como arboles, uno junto a otro, y ^ na, er^uldoVy haca arnba. porque tiramos el uno del otro. * ^e ^a> Ura|

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también una diferencia entre los grandes hombres el hecho de si, al alzar ^ e t a elevada, plantean a sus fuerzas exigencias cada vez * ^ ^ a s bajas. Pero esto es algo difícil de apreciar por quien se h T d ^ t e ° 1i él ¿ alcanzado por aquellos es en cualquier caso algo inalcanzabk a pOflO* P ^ hombre insigne siempre puede renegar de su ideal. pesar* t 12121'

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3 2 13

A los estilos en el arte le corresponden almas: perfilar el alma barroca. El alma ¡ vada el alma refinada, el alma aristocrática. :

32 [41 Los oscurantistas sutiles. — Lipiner. 32 [5]* Si un artista quiere impresionar, elevar, transformar a los hombres, puede servirse para ello, en tanto que artista, de medios indecorosos: en tal caso, su santo fin DO santifica nada. Pues su finalidad la juzga el tribunal moral; sus medios, el tribunal estético. 32 {61 Alrededor de nosotros, una especie de formación de mitos. La causa: no somos completamente sinceros, nos dejamos llevar por las bellas palabras. 32 [7] Un hombre, descrito por un entusiasta y que le dice a éste: «¡Qué bien me conoc e d ! » , me produce el m á s profundo rechazo.

1

Cf VM^n" °

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anotaciones para VM.

IS^M 144.

Cf VM, 320 (/ 21 [20].

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N'tetache a .Mane Baumgartn 1433]

FRAGMENTOS POSTUMOS 32. N III 2. r / l O Ñ o D i .

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415 .11

hienestar tras haber cumplido la tarea di* • y a los ensoñadores del arte. ^ - <*> es

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i ^ a todo se ordena a la utilidad, ludo es beiw, i .

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' ''^ Una nov ela. Un volumen de poesías. Una historia. Una filología.

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T«de ¿iba, tó»W¿» en el ser humano. La M ^ ^ * ? .

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Los hombres no pueden oír al unisono el sonido de la p r cumplimiento: pues en la promesa han oído algo que no estaba en^n cedí vo. promeri el rigor de la verdad — y lo hice, ciertamente con n siones fantásticas: y ahora he volcado el tarro de leche de estos n i n . 0 m

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Lo ceremonioso se me ha vuelto antipático: ¡Cómo somos

un /i*ro significa a menudo que aquí no podemos vrveoebr ¿ Í S a n la preparación y los sentido. También ocurre con P "" onción muestra nuestra falta de fecundidad y de órganos en este ámbito S I como la tierra, no dejaríamos que nada se echase a perder. ^ S m o s en nosotros antenas para muchos hombres - pero no para todos. E

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32

historia quiere superar lo extraño, el hombre se resiste contra el pasado, todo debe ser «yo», «biografía» y «conocido de antiguo».

Amigos como ropa usada.

32|13J Emerson p. 201 la «superaJma» es el resultado supremo propiamente dicho de la cultura, un fantasma en el que han trabajado todos los buenos y grandes. 6

32 ¡14]

32 [23] «Hay que llevar a pie al mercado lo que se ha producido con esfuerzo» E<merson>".

7

«¿No hay que estar deshumanizado?» ¿Quién ha comprendido la ironía? 32 [15]' Emerson piensa que «el valor de la vida reside en las disposiciones insondables de la misma, en el hecho de que yo nunca sepa q u é es lo que puede pasarme cuando me dirijo a un nuevo individuo». Ése es el estado de á n i m o del viajero, p. 311 imputante en Emerson, el temor a la pretendida ciencia — en cada individuo, el crea entra por una puerta distinta. 32/16) I6j hay u ¿Algo te ha dado una gran alegría? Pues despídete entonces, nunca segunda na

a

'Cf carta de Nietzsche a P Rée, finales de julio de 1878 (KSB. 5, 341) **iimk\mCberseelew. Con esta palabra traduce Nietzsche «over-so £*tt»ehe se cita a sí mismo: cf. MA 1

tone**

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^ '^Los artistas — se lamentan los idealistas — aspiran al «ennoblecimiento del lujo no a su supresión». Pero lo que se llama supresión (esto es, volatilización, sublimación) tiene lugar por esa vía. Lo superfluo es el presupuesto de todo lo bello.

32 124| El desarrollo más o menos uniforme de la razón y del sentimiento es la meta de 'a cultura (como fundamento de la comprensión, de la solidaridad y del avance colecN - En ello reside la importancia de esas potencias mundiales que se organizan, ^es como el Imperio romano, la Cristiandad, y, ante todo, la ciencia. En lo general cosas pequeñas predomina el malentendido: de ahi procede el egoísmo ^ntrico, no de ta maldad. - Una gran pérdida va asociada a esta cultura nivel* * * La «Historia» es el relato de los medios, canalizaciones v i * de comunió n onentadas a la uniformidad. y e n l a s

FRAGMENTOS POSTUMOS

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Oué ^m-may con el bienestar, con la salud? — * ¿u¿ « • * • • « - , ° ' - •Waco. R ¿ r e s para conseguirlo están en el espíritu y en el alma < * V ^ < * ~ » n r l i > , M J I I on e espíritu V f n •"«•tía darnos de eliminar una especie de lodo que impide que n y a ° ^ S o s para alcanzar la saüstacc.on - cuando el arte y .¿g n Pnrre si Pero esta lucha puede incluso convertirse en una XL - '« v , 2 6

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N I I I 4. O T O Ñ O D E 1878*

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13 satisfacción de todas las satisfacciones es £

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# ' L r a se le puede objetar a Sócrates que con la virtud humana no ocurre nada. Jfucho con la sabiduría humana. ^ m

33,3

J . artistas piensan que los momentos agradables, un desbordamiento del corazón, elobjetivo del mundo: se consideran los predicadores de los momentos felices.

0

33(41

Que los a r u s i a a n ú — " ™ * p i u ^ i t u ^ u intelectual LüLcieciuai es j que ellos mismos descubrieron antaño en el propio arte mismo: hoy día, lo hacen sobre todo cuando se presentan como pensadores y escritores. u

33 [5]

¿Por qué todos los músicos son malos escritores, sin oído para el ritmo, sin rigor en la secuencia de ideas? La música relaja el pensamiento y afina en exceso el oido. El simbolismo difuso — hay que contentarse con eso. 3

3

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6

1

La juventud deposita sus esperanzas en quien se expresa siempre con demasiada fuerza, el hombre maduro, en aquel cuyas palabras siguen siempre a sus actos. 3 3

[7] Política — partido — honr

33 [8]

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«¿Hay una felicidad mayor que examinar el alma? - una vida ftanó©* —

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' siór wc ,^ Inginas con anotaciones para VM. Cf D I . . , 8 352. * ^ ' ^ í í ^ 38 a. Nietzsche ha glosado en su ejemplar de este diálogo platonv Sócrates» («Felicidad de Sócrates»). a

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Í RAGMFNTOS POS U i \

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|9| Oue es. enronivs. Europa''

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Cultura jjhcg;, d s. helrniMiu». tilohelenismo de | «¡ ,-.„., ' ' a , , Mi el cristianismo portado, | CICHUM " I " ^\-| - ú n e n o s a.nt,¡K-os. ,n,o„tras ^ ' * J ^ í f ¿ S ¡ ^ t-uropa Hcga ahora tan lejos <* % minó (a mrnan.dad. el cnst.amsmo desfallece No hemos U e ^ r > euro pero su autondad esta infinitamente mas extendida I T ? * * * l 2 j * Q ' z 9ci ¿¿ B • veces mas grosera > superficial tpi. (|K

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34. N I I I 1. O T O Ñ O

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33/101 por lo tanto, puesto qm bres, creéis que podéis pasa por enema: sólo por hombres, ^ P Q T H cuando despreciáis de esa rr ñera la obra de los hombres os est' ° sab eso., •proyectadas obras h u m a n aris ' ^/ "H ^ ^o a ^ sotros mismos > a t — *« munanas ría mas que s, fuera « n k ^_ ~ . acaiw-. fc Tenéis que ser listos y esnrrurla más que s, fuera «obra de Dio« ^ i l unporra un Dios' Pero la obra de vuestros padres y ancestros _ _ ^ e s ¿ ¡ J *

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\ B . La verdadera Maya. — Valores sin consistencia ni contenido

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mentes más sutiles, corazones más fuertes v r^i 1» l t a n sólo me resultan de provecho en la rned^ J " £ yoP° °; podemos ayudar. Luego lo que resta, para mí, desde 5 p ^ ^ " existir: el mundo continuaría siendo siempre por entero mi mundo ^ podrí* ^ .... ... . „|

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i entus es una difícil cuestión.

i a enfermedad de constitución espiritual—rxro tamo más la

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33 f 12| Trabajadores chinos, para europeizar Asia.

34(41

poetas que balbucean, oradores a quienes les falta el aliento y se les quiebra la músicos sin espíritu rítmico, sabios con el regusto amargo de la locura - estas voz perfecciones de la naturaleza son como verdugos, que consiguen de los hombres ^obstinados la respuesta: sí, necesitamos el arte. 34 (5|

Hacemos lo que podemos. 34 W Por ignorancia, el principiante, al igual que el arte en sus comienzos, aspira a las metas más elevadas — de forma errada. 34 [7| La sencillez es un pequeño llano en las cumbres del arte — ni al comienzo ni al final, 2

34(8] De inmediato se puede tener poca cosa, pero simplemente si se dispone de tiernL' * tener todo. El tiempo es el capital que comporta como intereses todas ^ e s y talentos del mundo. p u e d e

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34. NUI I . OTOÑO DE 1878

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y en el arte una metafisica «Ko > éPtica cruza las m o n t a ñ a s y favorece a R m ^ .

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cal p ej. en el arle, en la rellcMon. en el planteam.enu, de 0 ¿ Ü £ > , „, s

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« i» aue uno se separa finalmente poruue el

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' uLcro no es un héroe de l l a l l a s Sófocles no es un « ¿ i ^ !Hos eaniores de la fidelidad y la abnegación son e g o f í f ««fiie,, «os orno Helvetius son amigos bondadosos de & S S E L - El .alenio quiere suplir á, carácter. Es un ojo 0

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•íi., * * , no pan para uu.enes lo contemplan.

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5«* fieura que ha comprado su alma con sus arando ^ ^ n i S p ^ » > P - - g e r desde otras panes í ^ ^ •'-la mo demasiado bajo el precio de compra ofrecido. ^ ..timar °

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' ^ m i n i o incipiente de los escritores.

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34IW ..... , Libro anónimo, periódico firmado.

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con alguien que no sabe escuchar, sino que se exhibe a sí mismo n d o que de este modo conduce la conversación. Éste es el

p e n s a

a sus o c u r r e n i ^ ^ gran egoísta, por mucho talento que posea. 3 4

^Los poetas, en tanto apologistas, entusiastas o encubridores faltos d hacen de los amigos ladrones. Resulta inadmisible concluir la obra con un u n

2?^ credo

Cuando uno ha atravesado ya todas las sendas de lobo, de zorro y león de la ría del conocimiento — el primer neófito que se presenta y gira tras sus pasos Z estas sendas resulta impertinente, como si hiciéramos que el sol se pusiera y quelu tierra se quedase quieta. 34115¡ Por la manera de admirar del genio se reconoce con facilidad si se encuentra injertado en un árbol silvestre de egoísmo indómito — en ese caso, admira de manera sumamente ostentosa en los grandes hombres de épocas pasadas sus propias facetas brillantes, las únicas que saca a la luz, arrojando una sombra sobre las demáso si, por el contrario, creció de un árbol ennoblecido como alguien del mismo linaje: entonces, ama lo que es superior y distinto a él: como Goethe. 34(16]« En su poder de hacer de algo una cosa e f í m e r a se reconoce lo ™J son las fiiosof<ías>. Schiller, vivo y vigoroso en su tiempo — ya es sentí o ^ algo histórico: el barniz del idealismo a l e m á n . A s í ocurre, hoy, con to P ^ bajo los toques de ese pesimismo a l e m á n que huye del entendimie mundo. cñm

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*CÍ VMI5I. Cf.VMi5 . * Cf 39 fiJ. ' C í W S 125. 4

6

rasg° caractein

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n d e r es egoísta asimismo, sólo que más cor¬

tés. 3412H

espíritu pase por ser su corazón, el pensador lleva su cora°! niritu sin darse cuenta: el primero como actor, zón ensuesp"» h a c e

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^Atmósfera estival del alma — dicha estrem<ecedora> — febrero.

35. N I I I 5. O T O Ñ O D E 1878*



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Demasiado « é a r m c o »

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H muchas cosas que al con dolor se acuerda de a y

hombres podría perturbar su sinceridad y % del buen „ . tan ostumbrados hay an estado hasta perturbar su educación, soio i c i c a u i « ^ « o w ™«, y I H uureza. y entregarles entregMks las nendas de su propio influjo en ellos. ¡Que puedan permanecer fieles a sí mismos ¿)! De esa manera permanecerán fieles a él, sin saberlo. K r 0

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Para muchas naturalezas puede ser bueno dar de vez en cuando una fiesta a sus pasiones. 3516F

se vuelve a descubrir la encantadora grandeza de este primer jardinero de almas de todos los tiempos 35 [7J

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— suponiendo que sepa charlar con jovial humildad de este sennmiento '"^pendencia saturnal. Los oyentes

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' ^ VM 2 2 o 1Posib

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Paginas con anotaciones para VM.

' < a l u ^ aEpicuro. [443]

3 6

.

M P X I V 2 A . O T O Ñ O D E 1878*

ú IH .mista. — Sa" Agustín dijo: ego sum Veritas et vita dixit n„ • ^ T e s t u d o ! : - Lástima: así, él no es .a verdad'

vida-

Orminos c o n t r a l u z t™- — — — ~ quieran de vez en cuanfleZ este saber: y, ¡al fmal!, también llegara el día en que se comprenda que en la ° ifdad toda cultura supenor solo puede seguir rodeándose de barreras nacionales en Quieto propio- No siempre fue asi: pero la rueda ha girado y continúa girando. d

^ ^

Sello y testimonio «la pureza del espíritu tiene también como consecuencia la pureza de la pasión; por eso un espíritu grande y puro ama con ardor y, aun así, ve con claridad aquello que ama. — Hay dos tipos de espíritu, el geométrico y el que se podría llamar el espíritu delicado. El primero tiene ideas lentas, duras e inflexibles; el otro tiene una agilidad mental, que se ajusta al mismo tiempo a las gentilezas del objeto amado. Va de los ojos al corazón y por el movimiento externo conoce lo que pasa en el interior» — Según Pascal. 36 [41

.

Wieland: «<no> soy capaz de acordarme de haber oído jamas pronunciar la palabra alpmñn r*n ,r naneo A* i ™ ™ nhrüc Pdirión de 1840. XXXI, 247 . J

3615]

, El pensamiento no es sólo el nacimiento de la voluntad humana, sino que tanbién to es tratado por el hombre como a una persona con voluntad humana. El cerebro se nte un mundo humano e t i e n e

a

Juan, 14:6. Schwarz, Leipzig.

[445]

37. N i l i

« IV T lo ,„ consce insigue!

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3. N O V I E M B R E D E 1878*

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'obstinación en el germen del pensamiento, o amor.

3 7

^Alegría del ayuno, alegría «obligatoria» — no acierta.

. sin embar-

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^ ¡ ó n' ConSE í y — * " * g ^ canovai de Basilea. ^""i-Montinari indica una posible alusión de Nietzsche al .ama^

[447]

3 8

. D 12. NOVIEMBRE-DICIEMBR ede

} 8

^lección inesperada. — Sólo una vida llena H

A

1878

,

, hasta qué P""to la existencia está c o m p l e ^ ^ ^ » V de no pocas ocasiones, el ascetismo puede * n¡Sti Sitado. - Los «pesimistas» son gente astuta con , í ' ° ^ un J re con la cabeza por su mala digestión " tóma ^ ^' ^gado: a

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vengan ere de la existencia se ríe de huete su venganza, su orgullo, su tendencia a pen do es todo eso, a su vez - miel v i r 7

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aforismos escütos por el propio Nietzsche y trws

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"«lina escena del Tosso de Goethe, V. 5. (44^]

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39. N I 3 C . 1 8 7 8 - J U L I O D E 1879*

3 9

' I S e T ^ ^ e n t e inferido de las obras. Pero éstas según el efecto a r t í s t i c o

jnás

c o m

? ^ n el artista se equivoca con facilidad acerca de sí mismo. poco a poco su naturaleza va cambiando según sus figuras'ofendas.

39121El Winckelmann de Goethe está absorbido por la cultura: por eso nos parece vacío3 9

^placer en la coacción, siempre un nuevo obligarse entre los griegos. Homero, bajo la coacción de la técnica antigua.

39 [41 . Coacción métrica. f

Defecto natural de la épica, de los géneros particulares. 39 [5] Los tracios son los primeros en hacer el tránsito a la ciencia: Demócnto, Protagoras, Tucídides. 39 [61 Gérmenes de nuevos g é n e r o s , extinguiéndose. Temas descartados, selección. 39 [7J3 Grosera simplificación

del arte en el drama.

[451]

I-'RAÛMENTOS P ( > S I l i M ( )

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f¡¡2¡¡¡0-Nuevas contribuciones a la asiriologia* HistOl* pruno. ¡ W . A ^ A a r i a n o . etc. (Halle)».

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N IV 2. J U N I O - J U L I O D E 1879*

Zmonr.

H.stona de La Ttecana» Q M MÍUOO v -su> época". ífltari: Maquuveio traducido por Mangold". Petrarca. CJeiger". Baudissin; Estudios . Schack: Teatro español . — sobre el Islam? E. Schérer, Études litteraires . AofeOK III volumen (del Renacimiento hasta Palestrina)". PescheL Etnología . Renán etc.

10 ID'

Ae octubre. Campesinos en la Selva Negra.

14

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15

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16

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sólo me falta un hombrecito.

40

i n c l u y o : Limitación de las propias necesidades. Pero cada uno debe procurar irs en un experto en ellas (p. ej. en lo referente a su alimentación, vesiX ^ calefacción, clima, etc.). Dotar de tanto o tan poco fundamento a la r¿ ^ ¡aconto se pueda juzgar suficiente - así es como se propicia la moralidad P® , es, forzando a todo artesano a tratamos con honradez, porque nosotros ^expertos. Tenemos que prohibirnos una necesidad en la que no queramos ser í r t o s : ésta es la nueva moralidad. El primer sucedáneo consiste en conocer bien a las personas que necesitamos. Así pues, conocimiento de los hombres allí donde termina nuestro conocimiento de

11



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39 [9]*

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Ver con dos ojos — 6ic, ib KCCXÓV. 39 [10F Una palabra escogida quiere su cortejo de palabras en torno a ella y su (perfume)3» f 111 ****** Época del conocimiento para proporcionar paz y alegría al alma.

las cosas. . Por consiguiente: adquirir una especie enteramente distinta de saber, sobre la

1

base de nuestras necesidades. J

4014]

4

H. Tarne. Das vorrevolunonäre Frankreich, Leipzig: Günther, 1877 [BN, 587]. F Lenonnan, Les premières chiiiisations. Etudes d'histoire et d'archéologie, vol. II, Paris, 1874. La máquina controla terriblemente que todo suceda en el tiempo justo y de * Alfred von Gulschmid, Seue Beiträge zur Geschichte des alten Orients. Die assyriologie informa correcta. El trabajador obedece al ciego déspota, es más que su esclavo. La Deutschland^ Leipzig. 1876. máquina no educa a la voluntad en el autodominio. Despierta apetitos que reaccio* Maximilian Duncker, Geschichte der Alterthums\ 7 vols., Leipzig» 1878-1883. Champagny. Die Antomne, deutsch bearbeitet von Eduard Doehler, 2 vol., Halle, 1876-1877. nan contra el despotismo — el libertinaje, el despropósito, la embriaguez. La máquina provoca saturnales. •Alfred von Reumont, Lorenzo de Mediä il Magnifico, Leipzig, 1874. '•Alfred von Reumont, Geschichte Toscanas, Gotha, 1875 s. 40 [5] Alfred Stern, Müton und Seine Zeit, 2 vol., Leipzig, 1877. La ausencia de libertad del sentimiento y de la persona queda atestiguada con Pasquale Vülan, N. Machiavelli. Rudolstadt, 1877-1882. 'a tendencia revolucionaria. » Ludwig Geiger, Petrarca, Leipzig, 1874. . ig. La libertad, mediante la satisfacción, la adaptación y el mejor comportamiento Wolf Wilhem. Friedrich Baudissin, Studien zur semittischen Religionsgeschicnie, Personal. 1876-1878. "AdolfFriedrich Schack, Spanisches Theater, 2 vols., 1845. . - y, 186** Edmond Schérer, Études sur la littérature contemporaine, 10 vols.. Pans. *c 1895. [BN, 523J. A. W. Ambros, Geschichte der Muxik. 1862-1878. ' *" 40 [24] ° P 8 anotaciones para WS. Oskar Peschel, Völkerkunde, Leipzig, 1874. • Ernest Renan {1823-1892), escritor francés. • Cf. WS 248. CfWSJiUi9. - *S 220. 1453] 5

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i ar u ier dartmo de la maquina.

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nensión de la construcción en su conjunto y

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claro, rojizo, marrón

KvmtKV. que camMa a menudo a sus funcionan

•aa moralidad le resalta necesaria

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40

fatal MMB viWen/o de la vida social pierden * (sobre las llamadas cuestiones eternas). Piénsese - ^ , wmte tiene \ a aleo que \ er con ellas. °mo h ,. *s c

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„ il5l ¿c delicado es el espíritu, más sufre el hombre con el ex«~, A ' c U ° S : la delicadeza de. espíritu produce ^ ^ ^ * faad dVlos espíritus sumisos. í

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\ l ! rruvor dolor 61 0

401» 'doctrina , trina de las COSOS ^más u

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Me produce a ;ustia contemplar la incertidumbre del horizonte cult rno. Elogié- algo a\ i gonzado, las culturas a los cuatro vientos . Final™—-' m e n t e ole reçu. peré v me arroje al íbre mar del mundo. 7

mode

49 |10f* Estados de ánimo sentimentales (sobre la fugacidad de toda alegría o el ¿¡oso suspirar por la liberación de la cárcel) siempre como expresión de una acr" dad nerviosa deprimida. Aquí se cuenta la mayor parte del placer musical Hay culturas de la actividad nerviosa ascendente y otras de la descendente- l como también filosofías, poesías. Sóio el cansancio (del pensamiento), sobre todo en un tiempo pobre en esperanza, las conduce al brumoso ámbito wagneriano. 40(11/ Ei «Hamo a la alegría» (22 de mayo de 1872) una de mis máximas emociones. .Ahora propiamente es cuando me siento en este camino. «Felices como sus soles vuelan; cantad, hermanos, por vuestro camino — » . Qué «festival» tan falso y penoso fue el de 1876. Y ahora todo echa humo desde las Bayreuther Blätter contra el «Himno a la alegría*.

401121 [guai hemos de creer en su heroicidad, aún a pesar de que vemos — p OBSTANTE, creemos —, así ocurre también en todo B

J

nosotros

q

peritación. trato social. Naturaleza. Soledad. Sueño. Ganapán. ; Educación (propia y ajena). Uso del humor y del tiempo. Salud. Retirada de la política.

Desviación antinatural La enfermedad (como saludable) La muerte (como bendición) La desgracia (como beneficio) Lucha contra el dolor. Los medios con los que se lucha vuelven a com erúrse en dolores (la lucha comporta la exageración, el llevar al extremo). Naturaleza como dolor, religión como dolor, sociedad como dolor, cultura como dolor, saber como dolor. Por lo tanto: Jucha contra la lucha\

Curación del alma. Preocupación. Aburrimiento. Deseo. Debüidad. Salvajismo, venganza.

* C f 2Ä f l j ; 3 0 f l 6 6 j „ 40f24J.

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cercanas.

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t-K A l . M l N I OS i W T U M n S 40. N IV 2. JUNIO j i ; U ( ,

Frustración Perdida I ntermedad

457

^ cercanas y las más remotas

Sirria Trinidad

14 **

1) Como doxa«.ion 2) Conto dum" ación \\ Cono calma

4) tres en uno 2) PDC01 ^ ^ i n o s , Selva Negra' campe ' 3) ) 4) rfesde Viena" por mi cumpleaños ,í mensaje 8

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Vtforamos - ^ i s en función del esiuer/o que hacemos al .egu.rias. D> ahí * V da r e a ^ S ^ o , P r ü ( l l

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4tl|lí| Contra

^, . titosófico-religiosos.

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hilo por el que discurren los pensamientos de muchos r e d o r e s es tan fino o vemos y creemos que vuela o planea, o practica el arte de los poetas ^ que •£ * ¿ j como la desciende a menudo a lo largo de un hihllo delgado dos- * 40

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40 (1*1 H « « « r v - v : j r al/w

•'. mediante la difusión de la autoeducaci" alto erado de carnificación y erradicarlo en sus formas mediocres. Sustituir la escueto por asociaciones de amigos ávidos de aprender

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^ ^ debemos justificar nuestra retirada: universal

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40 ¡20] * La inquieta \:Ja viajera de las personas cultas es una prueba de que éstas debe j Jeque los que son poco cultos viven en un único lugar. Diez representanros > sanados del espíritu se quedan embelesados en un sitio fijo debido ai tes maduren. encamo compartido de su vida en común. — La búsqueda de la naturaleza es un sucedáneo ante la taita de una buena sociedad. Mejor sólo que mal acompañado. Uno DO huye tanto de si mismo como de su entorno, cuando todos los veranos abandona rjeTKXiieamente el lugar. Sin embargo, para la subsistencia de todas las instituciones compartidas, es necesario echar raices. L'no se hace viajero, se hace «caminante», cuando en ninguna parte está en el hogar. O sea: el convento moderno. m

2

10

40 1271 e crían hombres de buen temperamento? ;Cómo se



40|2I|"

.

La metafísica y la filosofía son intentos de apoderarse vioUntamenv <je ^ terrenos más fértiles: siempre perecen antes, porque arrancar bosques supe fuerzas del indiv iduo. 4(1 [22| i t Contra el desden fingido de las cosas más cercanas y su descuido cíecti cepcion grosera). . g ¡ S « } . N i s c h e vuelve a referirse aquí a la falsa not.cu del 11

Cf WS 4 Cf WS 282 " C f WS 180 •'Cf WS 219 It» [451. 17 1401 V i WS 105 " Vi WS S ¿ u

8

* Cf " o u 21[V| * fc£5? 1t f

c s c r i b i o

e» P O « en el verano de 1877 en Rosenlambsd. C* » P »

«dnuracWes fineses, entre los que figuraba L.pmer. envió a Nietzsche ^ cumpleaños cM5 de octubre de 1877.

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41.

ii III "

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4 1 P

4 1

N IV

1. J U L I O

D E 1879*

* * * * * que en cierta ocasión era alabado externamente ^ i <• 0 ° ^ - t o con su bastón en la ^ ^ ¿ £ J ^

£ libro más atractivo de la literatura griega: Mm

¿ *

Socr.

3

' Se aspira a la independencia (libertad) por el poder, no a la

4 1 l4

¿a mirada extremadamente despierta, demasiado brillante, y la mano tartíoro-

53 — Tristán.

4 1

§

' Los fines hacen que la vida sea completamente absurda y falsa. ¿Trabaja uno para alimentarse? ¿Se alimenta uno para vivir? Uno vive para dejar hijos (u obras). Éstos, a su vez — etc. y, finalmente, salto mortale . Más bien, al trabajar, al comer, etc., siempre está también ahí el final: con el f i n ligamos entre si dos finales. Como para comer para vivir, es decir, para volver a comer. La acción quiere ser repetida, ya que es agradable. Todo cuanto es agradable es el final. ¿Existen las plantas para ser devoradas por los ammales? No hay ningún fin. Nos engañamos. — Yo mojo la pluma para . 4

4U6] Se han estudiado bien los climas, pero día y noche en general, etc.

* Cuaderno

1 « pT j j . ^ ocwvo de 50 páginas con notas para v. S. C f u/c o ? ¿ caso he abrazado a la diosa TriviaV

2

U , e s !

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' C Í : K 1 4 7 ] ; 2 8 [ | | ] ; 4 2 [48], I 8

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S 222.

^PWasdel t«ñZ •» v S T ° ^ do- 'a r ^ vía dir a

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P ° t-nedneh Heinnch Jacobi ( l w - i a i * i . c u ^ — , Spinoza-Kant-Lessmg) y del ateísmo (contra ~ * a la que. a su juicio. r

( c o n t r a

[459]

sucesivas alterna-

I K U . M I MR)S

rÓSI U M n s

41. N I V I . JULIO I)|.;i87ü

4M 4 1

' t o l a par» el mas r i a r s o su almucr/o diario resulta m

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Sarita Cena

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41 " |«l Fn los oficios minamos , la l u l u i a e / a > nos deleita . • „„ur.dc/a nos ha imitado, como en el ixn|ucflo pedículo de ft*^ I " , Parece trenzado de seda roja > amarilla. «<*
19

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vientos templados de febrero p , c sd c , o s m ñ o s

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41 191" * J_ i _ J Los socialistas ayudan al munto de la democracia. 41

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< w a v ' equiparación improcedente. to

41 MU Cuando un igual presta ayuda a otro igual, no se trata de c o m n i ' sino (i. la equiparación restablecida. Si el fuerte ayuda al débil, sin nmJ ¿ debe Provecho ¿se a s

41

'fomo el sol en un bosque de abetos, cálidos aromas y el puro frescor del v lenopla que s

(2U

aire húmedo — mis enemigos. —~ >itu w u v y i i H ^ Rocas viento, bosque de coniferas, heno y mucho viento

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compadece



4 1

ielo nnublado itOS CIvIU uuiuuw y j

mis amigos.

2

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4 1 1 1 2 1

' ^ ' y 512 . Competencia — su utilidad, aunque nindameritalrnente perversa. — Va contra el equilibrio pero el otro grupo tiene el beneficio de la lucha. El tercero que conduzca al asno. Pero si son ingleses, entonces el tercero mismo es el asno, que es conducido.

4 1

Grados: incrementar la tama. 1) con utilidad inmediata a la vista 2) sin esto, pero como capital 3) contra la utilidad inmediata respecto a lo que ha de venir 4) contra y sin «vanidad». Todas las cosas pequeñas han sido otrora grandes.

2

9

are



41[241 Somnoliento y contento, como el sol en las callejuelas de una pequeña ciudad en un día de fiesta.

«En lugar de venir, la extraña p r o s i g u i ó su m a r c h a » . 41 fl5J El cerebro, en fase de crecimiento. S ó l o las partes m á s recientes poseen conciencia concomitante. Las m á s antiguas trabajan sin ese faro de control La meta: el hombre, una gran actividad finalista inconsciente, como la Ic/j de la planta. 41 f 16) Muchachas que ríen como tortolitas.

una

41 [25]'° Terceras — octavas: m e l o d í a Infancia — aprender — primera magia Dondequiera que haya nostalgia, se siente una perdida, pero también una sensación de otro tiempo a medias recobrada. «Arrebol alpino de la s e n s a c i ó n » cuando el sol se pone Aplicar también la sole-de-un-domtngo-por-la-tarde. El niño goza el privilegio dc los grandes encantos que le provocan las cosas simples. 41

Ufi| El

se

mimcnud muy piadoso — un bribón.

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, , r

' t i WS5. Cf WS 275.20-»

1

• H ) ? í f l V Carta de Ntctzsche a Hillebrand. mediados de abril de j « t * ¡ ^ ^ ^ ^ e n a . ^üH iehrbueh der lolkssurtschafi und Sozial»issenschaft. te C r

•ctVS

1 R 1 6 6 1

FRACiMHNTOS l»ÓS TUMOS 41. N IV 1. JULIO DE

4c: 4 1

Nidada bala, crepúsculo.

vistoso aborrece la moda,

y a q u eé

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4 1

1 2 8 1

n s a; e t l

Ö. Debe

^ > disiate en las figuras de acompañamiento de i *i 13?1

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4 1

"o pie

' A ! acercan la tormenta, cuando la montana gris

diflC

organizar unafiesta,sino hallar a gente m . * • ¡l o o £ ¿ espectáculo sin e a p e e t a ^ ¡ T " f i e s t a e s u n

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2

'Z'culpa de Jean Paul. Carlyle' Carlyle'= se ha echado a perder y „ h. L inohterra- yv Emerson Emerson, aa su su vez vez, el el americano americana „,¿* °nv „-, insulsa que a r m i , . S Í ^ e s a •sa prodigalidad prodigahdad insulsa Í T ^° , s»S u ventana ideas e imágenes. Ue s e

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4 1

' r L & í K w : lleguemos a ser /o

CX)SAS MÁS CERCANAS-

todavía no somos:

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BUENOS V

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azúcar, una comida, una escalera.

pas^

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^'cUa la cocina del

del hotel.

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amarillo radiante, y sobre él oscuros trazos boscosos de un verde parsobre éstos, en una poderosa ascensión de la mismas lineas de monta° ' Uas cimas resplandecientes de blanco nieve y gris azulado, ñas, las ai 4

ECrN

41 l °¡

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41 /J2J Los consuelos del cristianismo serán pronto una antigualla; un óleo do de emitir rraeancia. Entonces resurgirán los consuelos de la antigua un nuevo esplendor — y a elio se sumará ww^rra nueva especie de consuelo tórico. '

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Xr ' él ?

4 1

4

' La grandeza de los antiguos reside en su impulso universal, en su visión y <sus> loraciones de todo, en su escaso acento nacional (griegos y romanos). 13

4J ¡33J La mayoria de los hombres se rebela contra quienes consuelan durante un tiem¬ po y exageran su dolor profundo e incontenible con palabras y quejidos. Encuentran insoportable que quien se consuela parezca aceptar que así dará fin con mayor facilidad con estas desgracias, pérdidas, etc.: le indican que esto puede deberse a que no siente con bastante profundidad y a que la capacidad de sentir profundamente es inferior en ellos. En verdad, no sienten n i un palmo m á s profundo de lo que sentiría él, a menudo menos. Por consiguiente, a su pretendida superioridad para vencer el dolor ellos le oponen otra.

4ip4¡ El gusto clásico — no favorecer nada que no esté en condiciones de llevar a expresión pura y ejemplar la tuerza de la época, un sentimiento, pues, de la fuerza y la tarea propias de la época.

4 1

4

' La comunidad surge para poner fin a la lucha por la existencia. El equilibrio,

su punto de vista. 41[431

la felonía sólo

14

15

se origina en la comunidad . Tucídides: tpOovepóv de la brillantez, para oscurecerla — por consiguiente, entre iguales. 41(44] He de tener únicamente naturaleza, para sentirla cerca de mi. En el contacto con los hombres me vuelvo impaciente: y esto se convierte en algo cada vez más extraño. La gente me marea: para la naturaleza, es preciso que haya encontrado por completo mi equilibrio. 41 [45]* Los hombres se comunican demasiado y con ello se pierden. A quien nene ' sociedad le qu también lo p q t. p o c o

l a

En opiniones sobre arte queremos prohibirnos ai menos e! tono pasión* , rudeza; también eí ciego partidismo.

Cf. WS 22 Lf, ^¡nschT ? 1" raíz «gemein» [común, vulgar] entre «Gemeinheit» [fckrf»] y « H S comunidad]. , «^idioso». C P a l a b r a s

£n V's, conclusión de WS 99 • Thomas CarM* ma< too.

c o n

FRACM1NTOS VOS I UM()S

41, N I V 1. JULIO DE 1H79 465

4 1

1

n L n no aprende a tiempo a podo. esta, solo dos l , o b & e , n. das a u n a n t e s scm.ocupaooncs de cebar U u

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líos»

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J i mediador.

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'Vil vez los dioses sean todavía mñ , x „ , , , „ a la h » „ „ i . sean .-rucies de forma inconsciente y destruyan i n o e e m e ^ ^ U n j ,

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4 1

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et\ rioinariamente un signo del desprecio. 411*1 gracia, ong

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^ a M e X J u * « no se ocupen de nosotros, lo mismo pamos de a t o » se hacen los hormigueros, aunque...

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. 1581"

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411

i odio causa estragos entre dos personas, es el mediador el L cU r lputací6n el desinterés. Verdaderamente, el * r < é j £ * % ¿ £ d

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' I w en vez de hábitos, intenciones en vez de i m p u l . z de « o c i a s , alegría del alma y del espíritu en vez de & e c ^ ^ > ^ duales, equilibrio de todos los rnovimientosy el placer de esta ¡ S ° ° * h ¿ erutaciones y embriaguez - y después i ¡todo vuelve a ser inconsci^l , ^ d 4 1

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a la q ^ le correspondiese exactamente un concepto, no tendría oo\ T Platón acerca de las ideas eternas. gen Err^ de M

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411 ' 4 1

' Este diálogo no es mío. Me fue remitido un día, con la única observa ¡a leerlo Jv rransrrúrirlo. hago iu lo segundo. podía transmitirlo, Hice mee lo iu fprimero, a u w u , nagu

i o tener mucho carácter para defender las causas del buen gusto y de ndo todos los grandes talentos se sitúan en el lado contrario razón, cuanu s a r

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^ que

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41(501

no se hablaría de la salud del alma, el Estado no tendría que remediar tantas necesidades ni daría tantos quebraderos de cabeza.

6

' E! supremo objetivo del arte no debería ser representado por los débiles.

41 [6fl ^ ^ según la moral bíblica, según la cual, a quien tiene poco, se le quita incluso lo poco que tiene . 20

41(51J

Contra Wagner se tiene razón con demasiada facilidad. 41 l i cuando se ha fijado la valoración, por ejemplo, de lo que no interesa

4 1

(aunque

sea de forrna errónea —), entonces, ésta se incrementa.

41 [641 Un gusto duradero en la boca.

41153]

Las diferentes clases de fantasía tienen diferente capacidad de engrandecer. La fantasía hace que el miedo sea más grande — por ello, quien quiere-ser-poderoso, ante todo especula acerca de ella. 41 (54) su Algo que sabemos, nos parece que debido a ello ha incrementado muc c h o

valor. L'n cierto tiempo —

Un paseo por el puerto de Nápolcs hace libre al espíritu y lo aproxim guos. Fecundidad, jovialidad y la peste o las guerras —

' Nuestro pesimismo, nuestro sentimentalismo en la tragedia y en la lírica, es cansancio de la mente, en los pueblos y en los individuos. Debilidad nerviosa.

41 [65| Nuestra tarea de inventariar y de revisar todo lo heredado, lo tradicional, lo que 1* llegado a ser inconsciente, de examinar el origen y la conveniencia, rechazar mucho, dejar vivir mucho. 41166]=2 E l

^sano de seda, al que no hay que prohibirle hilar.

n v. ¿9. aSyywi r r

' Cf. WS 324 •CCWSIML

ru

-"« V 2. 3083-3084.

FRAGMIN POS POSTUM 4t+

'Yo *«* en Schiller. en Humboldt - una falsa A ü demasiado barnizado, blando, sin atreverse de n £ , t S u r a y fea. o c i o s a de su , ¡rtud. d e J ,' ^ ¡ £ c ! pero sin n
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cuando leo las palabras de Goethe sobre Schiller, « ^ he de ponerme a llorar. .Por qué?

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N I V 3. J U L I O - A G O S T O D E 1879*

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Caminante — Encuentro esto demasiado superficial y ser, entonces, una sombra, incluso cada vez más profunda? p ! ? * * ;T¡ - Hasta ahora no sabia que los gordos tuvieran ni* ¿ W > la pmrundidad que los delgados. P err ..Z^T *'-* ^ sobre 41 [70J q u é

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escntores queaunexp liguas le P (Ge-ringel) * W (Ge-reutetes)? Krant (ge-leben)? ^ " « n d d a d e s fonéticas y de género, para c u n A R E C E N

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.Anécdota del cardenal y del zambullo. 4 2 1 2

41 (71J surge leer de corrido en el corazón, pero te gusta d 1 la palabra exacta. 41 [721 El caminante y su sombra. Una charla mientras camina. e



Í ^rrón de azúcar disuelto en el té y uno igual en la boca, mientras se toma el aTuna sensación distinta de dulzor.

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«[31U voluntad libre, una maravillosa ilusión, en virtud del cual el hombre se ha

vertido en un ser superior; la nobleza suprema, perceptible tanto en el bien como ""d mal. Pero ya animal. Quien se eleva por encima, se eleva por encima del animal y llega a ser una planta consciente. El acto de Ubre voluntad sería el milagro, la rotura de la cadena de la naturaleza. Los hombres serían los taumaturgos. La conciencia de un motivo lleva a engañarse a si mismo — el intelecto es el mentiroso único y originario.

41 [73] RivaroP. Fontenelle. Cartas de Beyle *. Todo Ménmée . 2

27

42 [4[

41 (74P

Platón y Rousseau se oponen en una cosa acerca de la cultura: Platón opina que, entre hombres en estado natural (salvajes), aún abrazaríamos al criminal ateniense (como ser civilizado) . Él tiene razón frente a Rousseau.

Si una vez casi = 0 veces, diez veces = 100 veces

4

41 [75] Cada dia, una hora: teoría de la salud.

«15[

La grandeza o pequeñez de la fuerza humana es determinante en la constitución «su sensibilidad. Sólo se convierte en malvado y salvaje cuando se le enfrentan

i n?!

0 1 0 e n

^avo de 50 páginas con anotaciones para WS. ^ » i v o en? P ™ con el prefijo ge- que se utiliza para formar el *; ¿ í c S f " ngel», rosca; «Ringel», anillo: «Kraut», hortaliza; «sich reuen», anepenta i r ^ ' P * * ; «leben», vivir. 0 8 J U e g o s

» 1 2 («Glocke»)de de Schiller. Schiller. » AmninJ . • "^ V ^ («Glocke»; * An'O'ne R,varo] (1753-1801L esrrimr fi*«¿3 3

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FRAlìMFNTOS P Ó S T U M o s 4

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.11 e tiene que dar, tiene algo de desvergonzado.) V¿uien siempre nr

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M21 „ue no corren alegremente hasta el final, sino que se dener^n a * Mel° "ros hidrófobos, con el rabo entre las p.ernas. ^ * omo perros ntc l1

171' 1) Venganza del pixieroso contra el poderoso, a ser o ¡bi , Consideracrón a la hora de e n s a ñ a r ^ "a a quila u i ^ > n-oresalia (para debilitar las consecuencias de 1 te a los sometidos. EX jefe supremo decretand J nunidad. a menudo deseo de venganza personaU^^'o de X 'laV . amencia del jeté supremo). Cuanto más grande es el p ¡ i Z ¿ * ira¿J¡ ^^masc^a^conseveruiad. de modo draconiano, y en todo caso canri k^* *» 4) Inorrudación y al mismo tiempo consideración hacia el individ sámente ídesdeei to de vista de la comunidad, que no lo quiere perder). Grado de dolor como equivalente de la infracción. Cuanto mas uüi es uno, tanto mas suave es el castigo. Si se cree en una vida eterna, y la vida terrenal se infravalora, la conside • no es t i necesaria, por lo tanto, la crueldad será mayor. H er inofensrvo. pero mantener útil lo más posible (por eso, tener también ^ . , t la aniquilación es necesaria, entonces, que sea más bien *any»™***r cruel, pues con ello se alcanza la máxima intimidación, es decirla máxima utilidad. ..^ 5) Castigos drvinos. como equivalente de la justicia mundana (es decir, golpes del desunoj. Por eso. gran mitigación. Los sacerdotes anuncian estos castigos; el vengatrvo ESPERA ¡es mucho lo que gana! 6) Los remordimientos de conciencia como equivalente. Peligro de condenación eterna. Punto de vista cristiano. P

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42 fgp La venganza del inferior sobre el superior siempre tiende a lo más extremo, a la aniquilación; porque sólo así puede evitar el desquite. 42 (9|« reparar un daño — con algo distinto. Prestar el mayor númeroeldedolor. ser víaos posibles, después de haber hecho daño. Que al pagar no se piense en Interes de la comunidad, embargo, confiscación de bienes, etc. 'Cf.WSó!. ' C f WS 33. 28. Cf WS 33. * C f WS 33.

4

42 |1 I,

a r del hombre, algo realizado en vano con sumafrecuencia,debido a r ndidad \Vna sola vez un encuentro completamente favorable' la escasa fecunu «rio. c o u n t

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31

A l» i en los que el colorista quiere decir lo que el dibujante no es capaz de decir Cuadros» c

42(151

: pero las necesidades de nuestro gusto son otras, pnme•L luego costumbre, luego placer que quiere repetirse (necesidad». Ocurre ro ° ente igual en el caso del sentido moral, que tan distinto es también como el exa pero que el fin al que sirve es casi el mismo (conservación del hombre por y gustus éntralos hombres). El sentido moral es un gusto, con determinadas necesidades y aversiones: se han Ividado los motivos del origen de cada una de las necesidades individuales, actúa como gusto, no como razón. El gusto es un hambre adaptada y selectiva. Al igual que la moral. (Hambre que quiere ser satisfecha de una manera determinada, no químicamente. —). De este modo, en virtud del sentido moral, tampoco queremos conservamos por y contra los hombres de cualquier modo. C

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42 [16] ... . Cuando se trabaja plenamente en cuerpo y alma, disminuye el impulso sexual. Una dedicación moderada es provechosa en un único respecto. «U71 II Vía Appia -

al fin todo en calma — la tierra sera algún dia un tumulo flotante

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se pasea impunemente sin cesar entre imágenes

FRAGMENTOS POSTUMOS

42, N IV 3. JULIO-AGOSTO DE 1X79 471

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nada.

p, sentimiento de libertad de la voluntad nace del oseil y L , 17 S i - " j" " los motivos se equilibran. $riO. ^ y detener-

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42 \20V* .entras que * ™«™ den la ^ , h,mhi Wim> med»), no dejara de haber guerras. Se o l v i d a d V law ' ; W de toda justicia punitiva: el desprecio, el odio h W ? ° « ' \

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Cuando prefiere los nuevos motivos a los antim,^ n^.. dosT motivos conscientes a los que se asem<ejan> >o insume* ..

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11 Impedimento para continuar (¿Protección ^ ^ el hombre que nos resulta dañino debe h (¿Reconciliación?), leerse ¡ j ) celos por la victoria o la superioridad del ad ^ 4) no exagerar nunca cuando se vean las cosas ne tía ante lo que todavía puede llegar — medimos^! * *a. 5) Restablecimiento de nuestra reputación. ^^afo

tanto el ámbito de los pudenda, que una conversación " , ü t sobre los cepillos de dientes, pasa ya por poco dión. > - finos tampoco reflexionan sobre semejantes cosas ,o1

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il 1301 .. fi-ndamental que ha de responder cada hombre de manera individuali¬ «* Cuestan i , n t o s o tus motivos (razón)? Esto depende de la tí*!*' Í te U práctica. (¡Buenos padres, pero tontos!) v a l o f

^La eriseñanza moral que más fácilmente se ha olvidado debería ser 1 mmente castigada, como advertencia.

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alegramos de tal manera que nuestra alegría sea útil a los demás.

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42 (231 Resulta debe tener tempíe: pero'dejar luego que suene algo bello: y un escrito.

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42 [24] #á» Cambio y ciclo, por eso se caractenzan los hombres (leche a diario, luego sabe de manera distinta — se saborea debido al contraste).

42 f25j" El que tiene fuerte voluntad I ) ve la meta con claridad. 2) confía en su fuerza, al menos en relación a los medios. 3) Se escucha a sí mismo más que a los otros. 4) No se cansa fácilmente, y cuando se cansa sus metas no se desvanecen. Es un escalador experimentado. 5) No se asusta mucho ni con frecuencia. Por consiguiente: esa forma de libertad de la voluntad, de la que alardea, es determinación y fuerza del querer, junto con agilidad y debilidad de la fantasía, así como dominio o afán de dominio y amor propio. Se habla de libertad, porque ésta se halla unida habitualmente a la fuerza y al domini

¡La venganza es muy complicada!

j y o r disfrute posible en uno mismo. Pero ¿eso no quiere decir alentar ° L complacen en sí mismos? ¿Tan nocivos son? ¡¡Y qué hay del peligro a los que Ouiere decir alentar a quienes sólo tienen una salud imaginaria! de la desilusión-. ¿v¿ 42 [331 . Autodescubnmiento Autovaloración Autotransformación 42134] Dignidad del criminal. Si el rey tiene el derecho de ejercer la gracia, el caminal tiene el derecho de rechazarla. 42 [35] Contra el hablar en la mesa. 42]36)

Sfef¡,"

Nunca participes en las llamadas grandes comidas, a las que también en esta «poca se sigue convidando la gente. «[37] i9 Reducción de las fuerzas armadas - ¡un disparate! Pero \romperla ^ de la i ^ más preciada, la mas victonosa. k

"Cf. WS 285. Cf.WS!86. Cf WS 33. Cf WS 9; 47 "CCWS33. M

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^ ¡ é r c i t o s Je /.V"<™ >'« ' > ^ ' ^ ' t n n a den,,,,., , - j S n :tuán«as ^ r r u * orensivas >c docljun ,., ' servacion. i ofensiva, para distraei al pueblo, etc ) Ta «rv. % anticiparse a cuentas otra cosa que su /»n>/»w consen-ación ' ° c| ¿ N «Vuestra I n t i m a de.ensa .ust.t.ea toda g U ^ J ^ ^ « padecerlo todo, incluso perecer. antes £ ^ P * t * S | M l

el anillo terráqueo — ároipeoíri»

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en la sociedad». Lo mismo pasa con [ajusticia punitiva. Ningún Estado reconoce ho> que mantiene el ejército con

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sia. Esto es una

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\mbicion descarriada. por ejemplo, beber con gente joven m n a m i ento intelectual

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se trabó, el corazón nada supo de ello. Mem, no una curiosidad q

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i día en que el pueblo con los ejércitos más victoriosos decida la abo-

00* del ejército.

42 |40| Viaje de inspección de un panadero a la panadería municipal

4215

42 MU

i¡] téngase al criminal en la cárcel hasta que — «cumpla su castigo». ¡Absuríí ta que él ya no sea hostil a la sociedad! ¡Hasta que no tenga ya ningún sen¬ ° t de venganza, ni siquiera por su castigo! Mantenerlo entonces por más tiem" l) crueldad 2) desperdicio de fuerza, que podría utilizarse al servicio de la P° 3j peligro de hacerle vengativo, puesto que sentiría la dureza superflw. por d

Las naruralezas delicadas, a las que incluso los trozos más duros de I les mojan ínvorun canamente en leche, serían demasiado felices si comprendí * buenas cualidades: y asi les atormenta una secreta envidia de los más violemos T los más tuertes e incluso gustan de simular las virtudes de éstos, es decir, su atrasa da humanidad; algo que a ojos del observador imparcial es tanto como si el cordero disfrazado de lobo quisiera sembrar el terror entre los corderos. Sin embargo, ésta es una imitación ridicula, pues los modelos, a los que envidian saben sembrar el terror entre los mismos lobos: y para eso se necesita no sólo una piel de lobo, sino unas fauces y un alma de lobo — e incluso más. 1

6

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íianto, un deterioro moral.

42

^En el mundo de las obras de arte no hay progreso alguno a lo largo de milenios. Pero en la moral sí: porque lo hay en el conocimiento y la ciencia.

Tratar delicadamente al criminal, como a un enfermo, cuando se le detenga. ,La policía, gente completamente distinta!

42 ¡421 ¿Que el hoy no le hurte su deber al m a ñ a n a !

!

21

4 2 , 4 3 1

l W En las horas del día en que el espíritu tiene su pleamar, ¿quién coge un uw Queremos entonces ser nuestros propíos contramaestres y pilotos.

42(44]

Ser responsable, es decir, saber y poder indicar los motivos por los cuales se actúa. Pero, ¿conocemos todos los motivos de cualquier acción ! ¿Su tuerza y naturaleza relativas? 1

«|5S1

Emoción incluso con las palabras «cerezas y grosellas»



MELODÍA.

, ... La bella seriedad ° apagado.

seda negra, armoniosamente recamada confadosrojos, un

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zado el P* ' Eckermann, la mejor obra en prosa de nuestra literatura, alcanz álgido de la humanidad alemana.

Homero.// 20, 58. •*V ; -28 [ l l l ; l 8 [ 4 7 ] ; 4 l [ 2 ] . ((I(/Ui

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8

* Vi ws 284; cf. también 42 [56] rr7Ï?o *A cada día let ~Cí *S lov 6 v

3 4

s 2 8

Cf. ws23.

hRAOMENTOS P Ò S H i M o s

42 |5*r

42 N IV 3 JUI IO-A(K)STO DE 1879

Contni la justicia punitiva. Un intento de suavizar las costumbre*

«liHe ví'ífW" el principio del rw iterum peccetK . l f . ^ T n t - d u . , U -nieneión ea la de n e intensa: y entonces esto depende del material sobre el H ^ LNC ¿fi .. h stan» » tenemos . s un _ * 'un criterio criterio individua! indmdual de de cast.uo cast, . P ccmripitn^u el individuo mejore. Sino la administración del castisn » ! ' A»"- ' C

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que es una de esas grandes inmoral.dades. en Us nca de k> que se Ptcnsa. '

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42I5SP . , Se supone que m) se castigan las acciones que se realizan h - x»es ntmio*adas — pero ¡no T O D A S las acciones j m ° ° cció Z u k n actúa ínter* Sonadamente pormn 0 a fin de que existeT^ n & o n No cabe castigar un motivo. «Pero no existe J? ñor quef e! oo los sigue*?» Precisamente, ¿por qué no? «¡p ' * «>s , J ¡ £ ¿ ^ * * aquéllos!» *or qué no? - ¿Error de juicio? 5 * casos se daría ahí ctwccwa. — Por lo tanto: para él tienen , ¿ q^aanciíos, la balanza está en equilibrio. «Ahora surge la voluntad I h * ' * ! * * resufca del nao igual obrar asi o de otra manera, ahí también se da enton ° consuma . Jeljuicu >) una coacción. ¡Impunible! Por tanto: por más vudt ^ das, ensogáis coetm vuestros principios. Castigáis a quienes actúan en k J

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K*» S"c considera I G U A L E S a todos, porque te trata de on acto ^ * ^ í £ £ e f e n absoluto individual. Debido a esta igualdad, t a n t é n ' f e S Í Pegual í d d * los hombres. - U diferenc.a frente a 1 P * * ' contenido de la culpa no al culpable í Pero entonces también el 22 2 tef'** I ídto Para todos los enmenes. ^

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42(5»P «¿too entonces la sociedad se hunde!» Reconoced, por tanto, que el c . j . T U ieantas. Pero no abuséis de las palabras morales, no habléis de j u s t i d a ^ en caso de legitima defensa carecen de sentido las MEZQUINAS gradad mm castigos. ¡Es necesaria una medición individualizada] — ¡Pero eso per-

drbiTrznedaa*.

134 421*31. dación de las penas presupone la igualación de los crirnenes. Pero u Ig rT «/i/ivoí no hay igualdad — y si uno se remite a lia líbenad de la voi (dación a ^ ^ ^ i n d i r de la cuestión de por qu tendría que haber t ^ entonces^ ^ ^ { haber sólo uno. Sin embargo, se a inmoral castigar disM o ^ ^ ^ . ^ ^ ^ q

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^ ° - es respecto a esa libertad — una libertad de la voluntad mayor o menor el delito sea mayor o menor. ¡Algo completamente absurdo e ilógico! ntonces la libertad no seria precisamente absoluta, es decir, habría pesos puesto que grados de libertad míe inclinarían ia c a í a o s u a u a ^ Jan tanto como admitir la falta de libertad. 35

Sic f^ñoai; : Hesiodo, como héroe, recibió la njjJn,* tras de lo cual no vrvió en el Hades, sino con los otros héroes. Había dos formas de superv'rvencia: 1) en el Hades he, jiaT5e<; , en realidad una vejez potenciada, 2) en el Elíseo. 5u ñj3Tioa; .

42 |60P

37

3t

«¡H nene la elección entre bien y mal! — »

42 jélj Maestros en lugar de jueces. — Contra la justicia punitiva. En su lugar sólo

puede ponerse la justicia aleccionadora (que mejora la razón y, justamente por ello, los hábitos — ¡creadores de motivos!). «¡Un cachete al niño! y no volverá a repetir la acción» El cachete es aquí, por consiguiente, un recordatorio de la lección apren« a : ei dolor como el mas intenso estimulante de la memoria. ¡De lo que se naja máxima mitigación de todos los castigos: y su máxima equiparación i^olo como medios mnemotecnia»! ¡En ese caso, basta con un poco\ (¡El elogio, descartado*.)

pos®

42 [651» Sólo hacemos responsable a alg cuando puede hacer uso de la razón, es decir, cuando tuvo razones y puede aducirlas. Si lo castigamos, castigamos el que prefiriese las malas razones a las buenas: por lo tanto, castigamos la negación intencionada de su razón. Si (por estupidez) no hubiese visto las mejores razones, no se ¡f Podría castigar. Habría obedecido entonces a un constreñimiento, y no habna teñíelección. De la misma manera, si se acepta que en verdad ve lo mejor, pero hace jocosa a causa de un constreñimiento interior, no hay que castigarle: no es libre ° a
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« « [38]; 42 [6JJ.

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£ 7 ? * * ™ V «Ven, en los que Nietzsche se «jie^ ¿ K ^ a d del mdrvKluo. nene muyVcJntes las considerai M «es ^ »C US™ * erales ( 1877). Cf tamb.én al respa f o n s m

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' - 565. ' - 4 4 13]; WS I C f

FRAGMENTOS POSTUMOS 476

lo será en virtud de una arbitrariedad

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del presente. En añinos ^ T— ^ U~E .H A C E R L O . Por consiguiente: en ambos casos el mdagro o es c a s t i S¿' i m

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M I 2. J U L I O - A G O S T O D E 1879*

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aislado.

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En realidad, se castiga la libertad de la voluntad — por moral un compromiso? Pero entonces no habría nada que a l a f f ^ ¡ambien este mundo debe ser completamente arbitrario, sin fundament p

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Pensamientos en St. Moritz 1879.

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Por i *

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cartas de Beyle («Stendhal,»: éste ha ejercido el influjo más poderoso M

Via Appia. Pensamientos sobre la muerte.

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escandaliza de la expresión «lago de un verde lechoso», lee con el

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con los ojo,

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Por ser ateo, nunca he bendecido la mesa en Pf ni nunca he H do inspector semanal por los profesores. ¡Tacto! °mbra. 42

0 n

4 3

Anteayer por la tarde estuve inmerso por completo en los encantos de Claude ^ finalmente rompí a llorar de manera violenta y durante largo rato. ¡Que ! p d experimentar estas cosas! No sabía que la tierra pudiese mostrar algo pensaba que los buenos pintores habrían de inventarlo. Lo idílico-heroico es ¿ora el descubrimiento de m i alma: y ahora se desvela y manifiesta súbitamente ante mí todo el bucolismo de los antiguos — hasta ahora no había comprendido nada v

Lorr3 43

42 (69| «Das Libeli der Mythus der Sophismus» — uso o escritura defectuosos de pala bras extranjeras.

42 ¡70] Historia de las penas criminales.

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10

de esto. 43 [4|

4

5

El jus talionis es, como derecho penal privado, un grado superior de la moral, es solamente la búsqueda del resarcimiento. El derecho penal comunitario contiene un excedente se enfrentan precisamente el individuo y la comunidad./a/ra la condición de igualdad. 43 [5]« —

La imposibilidad de digerir el crimen.

6

Cutmi " Cf. WS 23 «Cf.42fl7J. d e N i

" o T S * "

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2

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P B s con anotaciones para WS.

^gmariameme, comienzo de WS 295.

40

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madre y hermana, del 13 de marzo y del 28 *

L u í s d e S a m i a

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272

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L? Talión. "Probable conexión con WS 23, 28.

y

[477]

44

M I V 4. A G O S T O D E 1879*

. todos dan sin más por supuesto que las cualidades de hnmk,

„1 1

" "sabes q« *¡ las q*=

e

con

cedes tus más bellas palabras son tus cualidad?

*

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kert guarda con respecto a Beethoven la misma relación que la poesía inge* * í ^ m e n t a l . La música al estdo de Schubert es el o6,ero de i H L^L sensibili L

coO ^^"cical beethovemana.

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Ü PP t e r s i d a d moral sustenta su apariencia de mal radical en que el ser huma¿s intelectual que mañana, pero también al contrario. Es algo variable toma el intelecto como algo/yo. ¡«re u

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Bfl 5 8 8

a malí transfiriendo esa «pesadumbre

•Í0S3' 1 3 , —, , 'Debe'mos olvidar esta desatinada especie de homeopatía arcaica: está claro que si también escribe de inmediato una carta dispense *—* •nUHCHvawi _ anónima, en la que c u r a

1

sideración hacia alguien, conseguirá igualmente su curación. «[51 A una persona infeliz que busca consuelo hay que mostrarle que, o bien todos los hombres son infelices: eso es una restitución de su honor, en la medida en que su infelicidad entonces no le rebaja de nivel: como él había creído. O bien hay que mostrarle que su infelicidad le distingue entre los hombres. 44 [6]

No se debe hablar de ley allí donde tiene que hacerse algo, sino sólo allí donde hacerse algo. Contra las llamadas leves naturales v. sobre todo, económicas, etc. «[7] v

« anidad» fuente de donde surgen los torrentes más caudalosos de la moralidad. y

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Cf

C , a v o d e

5 0

Páginas con anotaciones para WS.

- WS 60 [479]

FRAGMENTOS P Ó S T U M o

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4 4 4

''pesias que se volatilizan cuando so las mucre traducir i

4 4

Prosa

' c i n una piel tan delicada y tan púdica que la sangre se a t ^ e

«i* ^r ^r

muy tejos. 4 4

M I 3. A G O S T O D E 1879*

5

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'camiones de Platón - conocía las entradas prohibidas de todos

los

os. ttalter Seort : novelas = lo mejor. Los tres narradores perfectos.

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45 0 i sosiego de la tarde estival, cuando el reloj de pared habla alto y claro v «en el de la torre tienen un tañido mas profundo». ' campan* lejanas las 45 Pl d a del alto valle, justamente cuando comienza a curarse del invierifnieve se derrite». noy livi

44 [131

Jean Paul, en su trato con los es al<emanes>, ller>. era mas que un p<equeno> G.

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44 [14J' # Su posición ngurosa en el Laocoonte tuvo un único adversario de peso: los bue nos poetas. Tampoco se debe olvidar, que él la inmortal irrisión _

44[i5i

45141

~ Lodo está ahí ahora tan claro, tan sosegado: ¿es éste el sosiego del que está cande vivir, la claridad del sabio? No se sabe. El viento sopla entretanto por las iras de la montaña y toca la melodía del final del verano: pronto vuelve a callar r completo: ¿le inquieta el rostro de la naturaleza? ¿Ese rostro pálido, inmóvil? No STsabe- todo es incierto, como los primeros sueños de un caminante que ha estado andando todo el día».

m-

Ningún hombre de partido comprende la fidelidad a sí mismo.

44(16] Indicar el gran valor de las instituciones modernas — murallas y bas contra el bandidaje y la explotación del espíritu y del dinero.

45 [51 «hay que cruzar un pueblo la tarde de un sábado si se quiere ver el verdadero reposo de un día de fiesta en los rostros de los campesinos: puesto que todavía tienen ante sí el día de descanso sin interrupciones y se aplican a poner orden y hacer limpieza en su honor, con una especie de gozo anticipado, que el gozo no iguala. El domingo mismo, no obstante, es ya el ante-lunes» . 1

4516| El solitario dice: m i reloj vive ahora al día. Antes era moral y un poste indica de los deberes.

1

C U a r t 0

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9 4

CosTr" Peinas con notas para WS. ^ Ber "M A n ° ^opardi «Der Sonnabcnd auf dem Oorfe». en Cacamo Uc*m " - [BN.388]

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(481]

46

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. SEPTIEMBRE-OCTUBRE DE 1879*

1 3

46 P i g * oxiwfl

Obltvh. Dolor de se ipso mediator*.

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46 [21 'Lrotantium

est sanitaiem, medicorum aegritudinem cogitare. Qui J et ipse aegrotat, utramque cogita?. V

4 6 |

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U w ">rto ' a l o n a s naturalezas sólo les es dado un instante de veranodieron una primavera tardía y habrán de soportar un largo otoño. Son las cnaran* espíritu más elevado. d e

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cmayor ^ r . .% .«

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«•pProp.0 ropio . M Nietzsche e s s e n e en eneielnumu>t.i»v manuscritoppara «« r « olvido. El dolor medita sobre sí mismo». C£ Carta de i t o n e 1

1L l

-non ¿T* ** los enftrmoa pensar en la salud, v de los médicos pensar en la enfermedad. erdad uui * pensar en la samo, v oe LOS mcum» r " ™ —•» r y ¿1 mismo está enfermo! piensa en ambas». (CE 1

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5. S E P T I E M B R E - N O V I E M B R E D E 1

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* fuerte voluntad», su intelecto, su juicio y fantasía « ~ " tes> momentos, dice las mismas cosas o. tan a^^ T>s ^gerentes--. uT" ' ^erente S

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bastante dependiente de sí, y por eso depende mucho de los demás

'

47121Lé insensatos somos! Pensar en semejantes cosas cuando Europa se divide i ,i ' % á ) en dos grupos militares completamente pertrechados y acorazados ana ente para evitar las guerras globales europeas, pero con el resultado probable e

de qu

47[31•Un cristianismo de bozal para el pueblo] — Esto es lo que se dicen entre si muchas personas cultas que no se cuentan entre el pueblo: pues no lo pueden decir en voz alta, el miedo al pueblo es su bozal. 47 [4|

Cuando un a griego se imaginaba ante sí a sus oyentes o espectadores, no pensaba en las mujeres (ni en las adolescentes, como los novelistas alemanes, ni en las jóvenes, como todos los novelistas franceses, ni en las ancianas, como los novelistas ingleses); tampoco pensaba en el «pueblo», en la gran masa, que. trabajando y sudando, llenaba las calles y los talleres de su ciudad natal: quiero decir, en los esclavos; se olvidaba por completo de los campesinos de los alrededores, así como de los extranjeros y de los residentes temporales en su patria: sólo tenía presentes a esos cientos y miles de hombres que regían los destinos, los verdaderos ciudadanos de su lugar, es decir, a una minoría muy pequeña de la población, que destacaba por una educación igual y por similares pretensiones en todos los asuntos. La visión de una grandeza tan firme y homogénea confería a todos sus escritos una «P&spectiva cultural» segura: algo que hoy día se echa en falta, p. ej.. en todos los trabajan en los periódicos.

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[25]. [485]

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FRAGMENTOS POSTUMOS ?

| V 5. SHP-III MURIi-NOVII-MllkE Dr. |

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4715|

. l«mental de Schopenhauer radica en , ,oìimLuM solo es un fy«. * « N * * » » , \ ,\ ^ .níiencia tw y ""sol.,,. ipetcDC más. 4 7

íum

' El goce de la vana* ts el goce de un tnedio para un f

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!Hída puede P "

mclu sentimiento de sun™„ •.. . ,í ni originalmente, smo sol., ,,„„„ c | así pues, comí, medí,,, que sólo n,„| ° « y ¡'"Tic «*%£e anticipado de la meta misma. Per,, el p ^ ^ t a ! ? ' C ^ ' v e "on mayor frecuenca en el medn, para alcana * * I * ,„ c a " / „ , „ • 5< m«mo: en cuanto algo deseado, produ,-, ni ' a*» ^ ^ ¡ a l m e n t e respecto a aquellos q ; nó^a^a"* pronto

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oh, esta seriedad subhme y medio idiota ¿No hay, p . ,Y \ o sabes cocer un pensamiento con las puntas de I > aW, ; : p. s i s ó l o nene esa úmca mueca forzada de c o n t r a r i e d a d ^ < > encogerse de hombros ' Quisiera que silbaras de ¡ * *¡fe como si estuvieras en mala compañía en lugar de sentarte j *2í tan honorable e insoportablemente decente. at ^ Ue¡

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uno más paciente e indulgente ante

todo lo tedioso v a b u r r i d S C V Régimen democrático (y que conllevará cuando se t c o n ^ ^ co"'|eVa C S a » muy necesana durante unos s.glos, que la sociedad ^ J 0 ™ una < í C u a r ' " oio ámbito — — — para evitar el nuevo «contagio», la nueva ™ lo * s ^ S m o , de la violencia, de la autocracia. ' * "P "' l v e

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Un amor siempre tiene que imprimir dinamismo a sus palabras. 4 7 fl

Aquí hay un lector no se da cuenta de que lo observo. Le conozco v — uiw una IUVU»* mente cabal: no hace daño ser leído por él. — Jpciu e¿ii e s t á c* e ha •empo ncnte cambiado: ¿soy yo quien lo ha cambiado? " °mpleta.

¿ultura elegida

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Comas, signos de interrogación y de admiración, y el lector debería em a eüo en cuerpo y alma y mostrar que lo conmovedor también conmueve ***** Ahí está Está completamente cambiado.

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ello? 47113] . , . Richard Wagner busca la música que conviene a los sentimientos que alberga en su visión (interior) de las escenas dramáticas. Hay que concluir, según esta música, que él es el espectador ideal del drama. (

Moraleja; hay que aprender a leer bien; hay que enseñar a leer bien. La moraleja es: uno no debe escribir para sus lectores. Ellos creen que no hay que escribir. Tal vez para sí Observad exactamente los mismos segundos página Son simplemente pensamientos aislados, sobre los que se p u e d e reflexionar bien, unos más difíciles, otros más fáciles y ¡todos le producen el m i s m o placer! ios lee de cobo a rabo, el infeliz. ;cnmn <;i
. midiesen leer de cabo a rabo colecciopensamientos —

Está permitido actualidad) cante, es

4 7 1

d e trata d e u n tema

47|141 «Pienso echarme un buen sueño»

5

47115|* Embarazo . Larochef y Rée Asentamientos culturales frente al nomad. — Wundt , «Superstición en la ciencia» — bárbaros medio asiáticos — pantano envuelto en niebla — retorta 7

8

[3]. ¡289.

,í{¡ "T* de Hallenstein, * S«as pahhrl"T °U***tem VV5.5 . . < Qui/á rei, P
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Para un proyectado diálogo «Sobre la lectura», finalmente no llevado a cal*

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SEGUNDA PARTE

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N V 1. C O M I E N Z O D E 1880*

..superstición. 1% mentira licita.

1

^valorar la compasión (¿desde la perspectiva de quienes son compadecidos?). Monogamia.

1131Los seres humanos ¿se sienten mal a causa de su inmoralidad o de su morali_ , Q causa de ambas y de muchas otras cosas? daiP. a

1 [4] ¿Cómo se debe actuar? ¿De tal modo que se conserve en lo posible el individuo? ¿O de modo que lo que se conserve en lo posible sea la raza? ¿O que sea otra raza lo que en lo posible se conserve? (Moralidad de los animales) ¿O de modo que sea la vida en general lo que conserve? ¿O las especies superiores de la vida? Los intereses de estas diversas esferas divergen. Pero ¿qué son especies superiores? ¿Qué es lo decisivo: la superioridad del intelecto, la bondad o la fuerza? Sobre estos criterios generales de la acción no ha habido reflexión alguna, ni mucho menos acuerdo. 1[5] En lo que concierne a la afabilidad y la benevolencia, Europa NO está a la altura: esto es una prueba contra el cristianismo. U61 Pretender la felicidad universal es una desfachatez, y una estupidez.

1(7] E1

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malvado, el enfermo, el inculto son un resultado cuya duración y 'vidad hay recortar. q

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m á s nociva consiste en pensar siempre en los demás (™^™ * i tan malo como hacerlo en su contra, es una invasión de su territorio.

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NDENCIA

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octavo de 286 páginas, con anotaciones ocasionales y apuntes para Aurora.

[491]

KRAÍ i MENTt )S PÒSTUMI rel="nofollow">S 1. N V I . C O M I H N / O | ) | , i

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barbaridad es la educación al uso, la intromisión de , K

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de los niños!

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prohibido: «¡No matarás!» durante periodos omeros d senque onjeiar contra el asesinato.

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d e más fuerte resulta la moralidad (a igual que | . os (obligados por sus costumbres). 1-n las naciones culti v* * lo C c t „mbres ^ ì o nson. . por lo general, lo más mas anticuado y oon fi^ *i * fn ellas, el hombre excepcional es siempre mmoral. neia aJ^C

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^nerimenudo el dolor de decir verdad a desnechn I l °Líen ha ¡ ° * miraciones a b "

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y que lo más apreciado es sacrificarse por los demás * porque es lo mas apreciado. ¡Instructivo! ' <*fic 3

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u „ algo más importante y efectivo que contemplar a cada persona que - romo un proceso dificultoso mediante el cual trata de imponerse una forma cemos com ^ ^ ; ^

Adoración del diablo, Spencer pag. 31

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' / a educación, continuación de la procreación. Toda la vida es aH nuevo a lo viejo.

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^ - í t todos nosotros; desde ese momento comparte su alegría sin inmiscuirse en / H P los demás, se alza como árbol vigoroso entre otros árboles, en la liberta esfera " ; del bosque. E Í L T R E

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El motivo presentable de Napoleón: «quiero ser superior a todos» El verdadero: «quiero parecer superior a todos». 'vo mot

El mayor problema de los tiempos venideros es la abolición de los concern morales y la depuración de las formas y los colores morales insinuados en nuestras representaciones, que para nosotros suelen ser difíciles de reconocer.

El «asesino» que condenamos es un fantasma: «el hombre que es capaz de asesinan). Pero eso lo somos todos.

UNÍ] En el querer-ser-igual se atrofia la capacidad para la alegría. 1(171 J É É É p * * La barbarie en el cristianismo. 2) Residuos de la adoración al diablo, etc.

1(231N B Los hombres oscuros y supersticiosos creen 1) -al contrario que los ilustrados .

2)

3)

3

1

24

' [ a compasión sin inteligencia es un fenómeno de lo más desagradable y perturbador" desgraciadamente, por sí misma la compasión no es en absoluto clarividente, como quiere Schopenhauer. 1125] No hay sensación que pueda ser más tibia y frágil que la de una humanidad que se creyera unida o, al menos, todos iguales. La sensación más sublime, la del amourpassion, radica precisamente en el sentimiento de la más extrema diversidad. IU6] Puesto que el cristianismo ha sido arrancado de raíz, nuestra juventud crece sin educación. U27| La sociedad tiene que aprender a soportar cada vez más verdad.

Cuando uno se complace sobremanera en sus obras y se vanagloria de e * ^ esta rebajando en la jerarquía de los espíritus: pues ya no importa demasía opme sobre otros hombres y otras obras. No ha pasado la prueba de fuego ' P Pretender sentarse en el sillón del juez. a

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U28] Hombres que en caso de furia o celos desearían morder a sus semejantes, pre-

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benevolencia para con los animales.

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el 1 Esbo

* «fere a H. Spencer, Die Thatsac hen der EthiK trad. alemana de B. Vcttcr,

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de interrogación en alemán; la frase, sin embargo, está construida como interr*

* > no desarrollado.

KRAli.MI NTOS P Ó S T U M O S

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ahora que la lamentable comedia consistente en ^ vuelve a repintarse'. , hay que acordarse de cJX»o cristianismo

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dede la humanidad. Ü^SS

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:«nes de ensayo de utilidades y formas de vida n„« v a n o

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I [31] ^ La necesidad de hablar sobre todo lo que nos atormenta _ cristiano en presencia de Dios; la iglesia inventa su vicario, el c o n f e s é ^"ezas más burdas > carentes de fantasía. / b r *ué hay habla H ? ? h¡v asociado, unauna violencia ejercida sobre el el otro, hav ceno placer asociado, violencia ejercida sobre otroo on " ° ? Po> C** cuchar, a compartir y a soportar con nosotros nuestros suftimien¿ e.xp«atono. tiene que ser también un confesor. - Di ^ 1

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l , * r según costumbre es «imitarse a sí mismo», 1 más fácil y cómodo Actuar & i o s de las acciones previas. >«io o S

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Conozco a uno a quien el ligero soplo de la «libertad» ha corrom H la mera idea de pertenecer a un partido le provoca sudores fríos — partido fuera el suyo propio! cu

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11 ', e<spíritu> inventivo tiene que tomarse su tiempo y no debe adquirir el habí-

¡a regularidad.

LeDendientemente de ciertos estados corporales y espirituales deberíamos dis• « nios del diablo, pues también los estados divinos («Dios obra en nosotros» 2 T « todos los diablos, etc.)

i-

Nuestra tarea consiste en depurar la cultura, proporcionarles luz y aire vas tendencias en la confianza de que, una vez hayan sido superadas las o " ' habrá mucha más fuerza. Posiciones, 3

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¿Se puede matar a un hombre en beneficio de la sociedad? El asesino perturba la seguridad, el espíritu libre arriesga el alma para la eternidad. Los quejicas perturban la felicidad. 1(35)

Las acciones inmorales constituyen la forma de vida moral de ciertas culturas bárbaras. — Se hallan presentes incluso en nuestros órganos. Matamos, robamos, mentimos, simulamos, etc., haciendo incluso lo que tenemos por más elevado.

Los juicios de valor que hacemos luego se forman por analogía con los que nos han sido inculcados, como se acaba una casa que ya se había comenzado a construir — es decir

La moralidad como obstáculo a las invenciones. El inventor que es demasiado erezoso inventa la máquina y la bestia; el ambicioso, los Estados; el hipócrita, la comedia, etc. — El hombre racional vive de los logros de los inventores. 1

Lo moral es realizar la acción racional cuyos fines y medios han sido aprobados. Si sólo [es] moral: la humanidad se empobrece y ya no se inventa nada. 1 [441 Si hay necesidad de excitación, es que ya no hay sobreabundancia sin objeto en la fuerza; esto es lo que se quiere entonces producir — pero ¿sobreabundancia? 1 [45] Se es activo porque todo lo que vive tiene que moverse — no POR el gozo, más ^tn sin fin: aunque haya gozo. Este movimiento no es imitación de los movimientos utilitarios, que persiguen un f i n , es otra cosa. U46] hartas — — , su ciecio es maisano. rero hav que contar, en cambio, que e^runa 'sima insatisfacción y sobre todo las terroríficas representaciones de todas las fuoso^'giones del mal. de que somos malos del todo v merecemos duras penitencias. t

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frases non i au^icii naiauo a, no las ¡muí nen que resultar superfinas y más que transparentes.

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P ede meditar con suficiente ligereza sobre ello Püede rr f i z a d a s por costumbre sólo con vistas al interés común se las ^masT > « t o es, con el predicado humano mas elevado - en ° P ° n s i m a s y casi «inrra-animales». a

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' Alusjón a Wagner.

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FRAGMENTOS POSTUMOS «96

1, N V l . COMIENZO D E 18H0 4<J7

1

atante, nos elogie, y acostumbrarse cada cual en „ue. n° j S f q u naturalezas femenin" ° «ta o^Tv»Vi'; A f é a t e cas» el valor de los elog.os, ¿ ^ ^ S ^ < V < nr orgullo, sino por vanidad - ¡E*o es lo just-Y ? ^ ° ^ de ^ P° °¡*^ momentos de plenitud de facultades7o es Á ^ '° * 10 Ajusto so* * enfermos y los fal.gados puefc 1 , ^ < * í n su « ^ i m e n t o o de n a r c ó t i c o . - N o luí Zi ** 8 » * ^ n Í t o ° s , aún menos entre censuras justas % £ £ 3 £ ^ ^•Z. íustos e provocarlas y alentarlas; es gracias » i , , "

^rUribir una cosa

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que siguen los camim

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i^mhrüs inmorales son aquellos que se mueven U W hombre» in ^ coB fines diferentes,

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¡ > ' ^ " o s , pues de ese modo nos vemos tal como aparecemos

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115»1 Hen las motivaciones presentables. Se apr ^ . . n enu

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L n encuentro c i W entre dos palabras o entre una palabra y el origen de un nuevo pensamiento.

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L eeoísmo perfectamente consciente renunciaría a los gozos que proceden motivos imaginarios o del hecho de que sólo queramos ver un motivo entre

1 | 5 9

H a v hombres que tienen mucho de fortuito y de buena gana andan d e a allá, y otros que sólo caminan por caminos trillados en busca de fines. 1 , 5

i para

El genio, como un cangrejo ciego que sin cesar tantea en todas l a s direcci ciones y ocasionalmente apresa algo: mas no es que tantee para apresar algo, s i n o pt porque necesita menearse.

1 f54J Acciones que tienen un resultado inesperado, emprendidas con un objetivodisnnto — p. ej., un animal que vigila sus huevos como si se tratara de alimento y de repente se encuentra que tiene delante de sí seres de su especie.

muchos. ' '^Todos los hombres son pecadores» es una exageración del estilo de «todos los mbres están locos», a la que podrían llegar los médicos. Se prescinde aquí de diferencias de grado, y la palabra y la impresión correspondiente al grado de extrema anomalía se extienden a todo lo que en la vida espiritual sea de grado inferior o medio Poniendo en su esencia una anomalía, se ha hecho de la humanidad algo terrible. 1161] Naturalezas inventivas y naturalezas que actúan segúnfines— oposición.

1{55|

Aquel que entiende de actitudes morales magníficas suele contarse éntre los pay asos, capuchinos, saltimbanquis, comedores de fuego y demás artistas que actúan para la masa trabajadora, a la que tanto le gusta lo inverosímil y lo extravagante; he descubierto que los mejores hombres tienen siempre algo de avergonzado y de asmatico en sus mejores acciones. Hay ya un modo de mirar moralista que hace _ hombre cabal alguien sospechoso. La virtud que carece de pudor para consigo no es sino una artimaña. 1

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5 6

' erstici° Cambio en Ja apreciación del valor; desconfianza, p. ej., ante los sup y sus objetos.

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1 [621 Comprender cuán poco valor tienen las acciones morales y cuan valiosas son las inmorales — cuán grande, por el contrario, es la diferencia intelectual entre ellas — recibir esta aclaración acerca de los motivos de las acciones produce el desconcierto más extremo. 1 [631 Postulado: en toda la historia de la humanidad hasta ahora, ni fin alguno, ni *ccion oculta y racional, ni instinto alguno, sólo azar, azar y azar - y alguno de * Propicio. Éstos, hay que favorecerlos. No podemos tener una falsa confianza C r o menos, abandonamos al azar. El azar es en la mayoría de los casos un dess m sentido. ucl0r

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' ' den^ Hacer lo esté bien, lo excelente, sin esperar elogio alguna | «StlJoso Pan. aceptar elogios y tener dispuesta una mirada de desden c r

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^^ I o que no se dirigía a los pueblos, sino a los h ^ S T v T ^ í rCristi^ ^' o en poner en manos de unaa raza ndoeurn^ * raza iindoeuropea el "U' _b i ^ « ° •> L recelo alg semítico- Mas si se ^ u . u u . u c esmerzoi ha realizado la Eurona nn ^ P ^ ' a r a "evar en el corazón ese pequeño y extraño mundo judío h ^ l C asombrarse de nada de lo que all, encontraba, smo. bien P ° ae s? misma y de su propia extraneza - : quizá Europa no se haya s u X ^ a si misma como lo ha hecho al apropiarse de esa manera de ía l S r Fl sentimiento que actualmente genera la Biblia en Europa es la mavor judiaI i límitpQ nup imnpran pntr<» l^e .. petulancia hay en creer que para cada cud sólo es verdaderarnente valioso lo que han fLo il » — « « c senumiento es tan podero o hecho he< su aoueiu o « auien pretenda ahora trabar libremente conocimiento con la histona de los f drá antes que hacer un gran esfuerzo para librarse de la e s t a ñ a c c r » Tfamiíiaridad que tiene con ello, para así llegar a percibir lo judío como algo ñaño Pues Europa ha tenido que meterse, en buena parte, ella misma en la Biblia y que hacer, en conjunto, algo semejante a lo que han hecho los puritanos ingleses, que en el libro judío hallaron (profetizadas) sus semencias, costumbres, contemporáneos, guerras y destinos, fueran grandes o pequeños. Mas ¿qué responde el europeo cuando se le pregunta por la superioridad de la literatura judia antigua sobre todas las demás literaturas antiguas?: «En ella hay más moral». Pero esto significa que en ella hay más de la moral actualmente vigente en Europa: y esto a su vez no significa sino que Europa ha adoptado la moralidad judia y la considera la mejor, la más elevada, más adecuada a las buenas costumbres y al conocimiento de nuestra época que la de los árabes, griegos, hindúes o chinos. — ¿Qué carácter tiene esta moralidad? ¿Son realmente los europeos los primeros, los que dominan este mundo merced a ese carácter moral? Pero ¿cómo se mide la excelencia de las distintas moralidades? Aún más, pueblos no-europeos como el chino no quieren ni oír hablar de la supremacía de los europeos en virtud de su moralidad. Quizá esto forme parte de la esencia de la moralidad judia, que se considera la pna y ia más elevada de todas: quizá sea una fantasía. Claro que uno podría pre¿es que existe alguna jerarquía de moralidad<es>? ¿Existe un canon que ^sobre todas ellas y que defina lo moral sin referencia al pueblo, la época, las ¿ J u n c i a s o el grado de desarrollo intelectual? O ¿es que hay algún ingreto¬ la cía! < K*<10 de adecuación al conocimiento, que haga posible jerárquica de las morales? , , ü r a I

x \ un movimiento cerebral al que sigue unm

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Pinuaro o de ae Petrarca retrarca como lo |„ ^ , ' , Pindaro > " leetut*; .tracción por las producciones dc una raza asiái.r ^Icro. ^ ^edio de la confusión dc nuestra < < s q « ' " uros que se alzan por enema de la onos^Sf A

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' ' Acconcs v o l u n t a r i a s - reámenle se trata de un concepto n g a t ¡ v .e no se pnxiucen involuntaria, automáticamente, sin f i L f o^ S Encuentra en ello es un error .Involuntario», tal es realmente e | L-nrulo estricto, las acciones voluntarias son dos aícion» ° cch, %

uela « enseña la historia judía

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Blener la rruAima diversidad de condiciones de existenc rala humanidad con un código moral — tal es el modo m á T ^ ^ parar el umJa^aNe. - Hasta ahora, la humanidad no se ha p r o p u ^ Z que en cuanto dualidad quisiera alcanzar - quiza ocurra algún día Po i * ^o to. puesto que falta el fin. tampoco se conocen los medios correspondí ^ tanto, hav que producir la mayor masa posible de individuos que disfhi?^ ' estar individual lo que se condiciona mutuamente ] más general " V

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t m La moral es la legislación de aquellos que se supieron más listos que los d y pensaron soto en si mismos. Las exigencias, que solían ser severas, se convirtT^ en irrefutables por haber obtenido la voluntad de la divinidad. ^



1 [69| No hay acciones dignas hombres, no a las cosas.

I,70f Todo lo vfvo se mueve; esta actividad no responde a fines precisos, es la vida misma La humanidad en conjunto es, en sus movimientos, algo desprovisto de fines y objetivos, no hay en ella, desde el principio, voluntad alguna: pero no sería imposible que aJgün día la humanidad fijase un fin: lo mismo ocurre con algunos animales, cuyos movimientos, originariamente carentes de fin alguno, contribuyen al susien

1171| En las celebraciones de una victoria el ejército victorioso casi ^ vencedor señala ese día con piedra negra y tarda un año en recuperarse ^ ^ gas - pero los jovenzuelos espectadores de todo genero y ° T , Luego se debe admitir que -hay> medios baratos de hacer a muchos c£

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El cnstianismo acude a la escuela del Antiguo Testamento en ¡ tuerza en mnvwti*. — — I ¡ - ¡ A - 0 0

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° s p r e e i a d o — ¿cómo ocurre esto?

FRAGMENTOS POSTUMOS I. N V I . C O M I E N Z O

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501 75

' ' ise ha> puesto con frecuencia de relieve el aspe

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JTr ñor vez primera el aspecto dañino üe | I 0 Ssenlidos * * « r ^ ^ í l i d a d para los sentidos. *

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¿ n r h a s ilusiones acerca de la moral se originan en el * w . ^ c a J^de, amh.ro en que. en verdad no hay sino m

do de saber con el que la educación actual Il»í 1 m ' ° les parece ya excesivo a esos cerebros e s t r e c h o ' / ^ , t ^ > ?I a idea de que pud.cra causársele perjuicio al arte T ^ n ««portarse tan presuntuosamente como sin duda "o h? " X y* ^ e c e s i d a d e . que surgen entre esos raros hombre ^ " L ' c * < > T e s un fuego intenso no debenan estar en boca de fta

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' ' Maldecir la cencía porque a veces causa daño sería tan ¡«tal; ec,r el luego porque un niño o un mosquito se han q u e ¿ * * X v k» mosquitos se queman ahora con la cenca refiero , f . s e

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1 1781 El juicio de épocas muy activas y muy trabajadoras sobre el suena casi a desesperación: se meditaba sobre la vida cuando se estah, no se podía «nniir sesuir trabajando, mejor acerca de _..... rrabaiando. LOS Los gnegos pensaron meior ¿. ,l í• eran un pueblo de ociosos: trabajaban, de hecho, para descansar del « eso pensaron era fruto de sus fuerzas renovadas. ° °, y 1 a a a

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i ha inhibido el conocimiento al haber inhibido la necesidad de conoci7 «do reglas para la acción, inspira la creencia de que para emprender una r a

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filósofos hay quienes corresponden a situaciones pasadas, quiet a c i o n e s presentes, quienes a situaciones futuras y los que a situaciones

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«Los ojos son la ventana del alma»: los movimientos habitual --c rtiMcniiares de ojos delatan su uso más frecuer... • ™ e alrededor aireaeuor de uc los ÍUS ojua uciaiuii &u us.u mas frecuente L o s ' pensadoitj poseen una mirada rotunda, clara o penetrante; los ojos d e l t e m e r o s o rehusan m mirar (¡jámeme; el envidioso rnira de soslayo a ver si atrapa algo; incluso c u a n d o no mos dejamos llevar por tales sensaciones, revela la posición d e l o s o j o s e l hábito *

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irreales. 188^ épocas el individuo fue elevado a las alturas, lo fue con frecuencia. Eran épocas peores, todo era más visible, se arriesgaba más, se hacía más daño, pero se mentía menos. 1

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I B Los

hombres inventivos viven de un modo completamente distinto al de los activos; necesitan tiempo para que se despliegue su actividad sin fines ni reglas prefijados, los ensayos, sendas nuevas, se mueven mucho m á s a tientas q u e los que recorren caminos conocidos, los que actúan, p. ej., por utilidad.

Algún día tiene que desaparecer el arte de los artistas, disuelto por c o m p l e t o en d afín festivo de la humanidad: el artista ermitaño y el que expone su obra desaparecerán: en primera línea estarán entonces aquellos que inventen en pro de la fiesta y la alegra M82]

d e la existen-

Schopenh ^-iiupcjuiduer es ei uinmo representante aei sigmuc^auu| cía: muestra sus convincentes bazas sin las cuales nada se nos obsequia y co ^ ^ les refuerza su credibilidad ante los ojos de un tipo de lectores al tiempo q minuye ante los ojos de otro tipo.

1

La fantasía en la apreciación (en la valoración general), asi como la apreciación falsa son el origen de muchas acciones altruistas. 1 [90]

Moralidad, un invento A S I Á T I C O . Dependemos de 1 [911

Servirse del azar y reconocerlo, a eso se le llama genio. Utilizar lo que es con forme a un fin, lo conocido — ¿moralidad? U92]

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Tan útil y desagradable como un ojo de cerradura bien engrasado. 11931 U

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iedad envenena el alma.

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Algunos muestran ingenio, otros lo demuestran, otros más Jo £ ^ o demuestran, la mayoría, sin embargo, no hace ni una cosa ni otra, y ambas cosas.

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Nadie es capaz de una venganza tan terrible corno .luneras, que sufren en secreto y q Hes ™ para nada allaneras, Íts Quices - Pienso, p. * . en Ráeme ?

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Todo el tiempo pasado es el del M M O . Se aprenden | l cabeza de otros, se aprende co.no se las aprecia, se actúa £ ? ? « c * tstI justo medio. medio. Se Se nene nene miedo micw aa ser ~ - una excepción, — v ^ u , aa Mamar uamar la atcnrT r e * en Cte consisten cn aquello que <>m,v necesitan y les hace ¿ ¡ S ^ oal N « n a es aunidar a los demás, nuestro miedo permanente ^ ü a'feeria agradar miedopermanente c o n r e^ t >> ¡ Cctr. es domado la la animalidad s ósolitaria. lita >sist' hicerlo. - Esto es lo lo uue que ha ha domado animalidad en H N a s

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-f enfunde los sistemas morales del tipo «¿cómo se d e b e a c n , ^ ' K f ^ falta de visión de la causalidad es íi06|

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Aquel a quien domina una pasión, siente remordimientos o p. B L el judio (en Stendhal) que está enamorado y aparta dinero d é ? «ta , comprar una pulsera, o Napoleón después de un acto generoso el H í ^ i o ^ ha sido honesto por una vez en su vida, etc. ' P mátj , Que

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> l I!|í donde hay un poder capaz de infundir miedo que ordena y manda, surge i dad, esto es, la costumbre de actuar o de dejar de actuar como quiera dicho ° nstumbre a la que sigue el sentimiento de bienestar de haber escapado del poder- eos ^ ^ ^ A

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1W] Spencer presupone siempre la «igualdad de los hombres».

romo príncipes, generales, superiores, otros abstractos como el Estado la •AIA v finalmente, seres imagínanos como Dios, la virtud, el imperativo cate-

1|99J

También en la acción se da esa clase de hombres inventivos, que est' probando, que no desean expulsar el azar de sí mismos (Napoleón). ' S

aórico, etc. eDlpre

111081 Payasos trágicos.

1 [100,

Los juicios de valor inculcados constriñen la alegría y, por consiguiente capacidad de vivir. Las épocas de «igualdad» carecen de fuerza y hacen que el ¿tu ro resulte aterrador. El gozo producido por los juicios de los extranjeros sobre nosotros es ahora casi el may or gozo que cabe.

1Í1M) ¿Qué es la costumbre? — Práctica.

«Pero si nadie se da cuenta» — y nadie arranca lo que tú haces en t i mismo, de modo que tu hábito de disimular y guardártelo para ti mismo se acrecienta, y al fin ambas cosas se descubren.

1 (103J ^ La poca ciencia que hay hoy sobre la Tierra los asusta y atemoriza de te ^ que se extiende el croar de los malos presagios'. ¡Y esta vergonzosa educa tífica

I

1 [1091 En cada acción hay: 1) el motivo real, que se silencia, 2) el motivo presentable yconfesable. Este último proviene de nosotros mismos, de nuestra alegría, de nuestra individualidad, en él nos afirmamos como individuos. El primero, sin embargo, tiene en cuenta lo que piensan los demás, actuamos como lo hace todo el mundo, nos tenemos por individuos, pero actuamos como especímenes. ¡Qué cómico! Por ejemplo, busco un empleo 2) «ser útil es algo que me debo a mí mismo», 1) «quiero que los demás me respeten por el empleo». 1 [110] U procreación no tiene nada de altruista. El animal persigue con ello un placer que a menudo lo lleva a la muerte. El sacrificio por las crias es el sacrificio por lo mas íntimo a uno mismo, por los hijos, etc. Absurdo, mas no es altruismo.

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es la arena* Crítica de la moralidad U ^ t r a n d o las c o n s e c u e n c i a s que tendrá en el futuro, ^ s í n e c e s i t a n t e o r í a s antimorales. cecU

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los si DO es descargando su rabia c o n t r a t o d o e l m u n d o E T ^ " jo. lfc*ar sus opiniones a l m e r c a d o a u n p r e c i o d e m a s i a d o caro Y ^ * " * mas de es»tipos raros, se c r e a u n p r e j u i c i o c o n t r a las o p i n i o n e s musitad?* ^ que ir siempre a c o m p a ñ a d a s d e p e l e a , m a l e s t a r , calumnia ^

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" rta m ú s i c a q u e i m i t a t a n b i e n l a i m p r e s i ó n que causan las puede r e c o m e n d a r a t o d o s a q u e l l o s que tienen el oído para-

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ú L r e r es d e c i r , m e r e p r e s e n t o e l resultado de una acción ese resultado t i e n e p a r a m í t a l o c u a l v a l o r ese j u i c i o de v a l o r t i e n e tales o cuales causas

Las acdooes resultantes del hábito (denominadas

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« m o r a l e s » bajo

emítmem)

ciertas los temas que

sos mecanismos sin conciencia, tan poco m o r a l e s como desgrana un rekj con carillón. Ni son «libres», ni « p o r los d e m á s » , ni implicantingas «sacrificio consciente» sino agradables y útiles y p o r eso señaladas con te predicados supremos. —

Delante de cualquiera andamos con cien ojos: p e r o cuando se escribe. M entiendo por qué no se ha de llegar hasta el último confín d e l a sinceridad. ¡Ahí e>o rl descanso.'

ios hombres muy morales se han preocupado de a el propósito de reforzarla. ¡Lo asombroso es que lo oraies y a los normales haya permanecido casi desconocí han fantaseado vibre la moral y met ido sus fantasías oc en la cabeza de la gente.

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< p o r > e x p e r i e n c i a y m u c h o s o t r o s m e d i o s de los que Qué quiero e n t o n c e s Propósito: p o r q u é q u i e r o M ó v i l : ¿qué m e i m p u l s a a esta v a l o r a c i ó n ? El propósito a p u n t a a a l g o q u e t i e n e v a l o r para nosotros. ¿Cómo alcanzo e l f i n ? El m ó v i l es l a causa d e l j u i c i o de v a l o r . 1 [U6| w

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mas e\noenic, v" ^ Olvidamos ruando nos movemos. Las w cbpontaneiüad, el constante anaar lamau*™ •— — ecueneias del movimiento n o s i n s t r u v e n . netisamien tos, Constantemente flotan palabras ante n o s o t r o s , y asi se forman io> pensmu^ instantemente flotan innumerables f i g u r a s ante los OÍOS

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* >os otros usos se infiere una doble connotación, a) de incoan úsculo, nimio. Ambas podrían valer aquí

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i fmi Hav muchos ftvfi de gran categoría que representan t de profeta moral fundador de una cultura (mujeres nn' de h je damas de honor, etc.): cuando se los descubre, cesa el dise J ntan 2 * * oboene un phcer mas. que p r ' S e l P a p e i

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N V 2.

PRIMAVERA DE 1880*

^rvidumbre del espíritu (trasladamos los procesos de la tira™ - f ^ e al ámbito del espíritu. * ^ Política y l a

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Lo ha creado una especie de sensaciones me. La inmoralidad es tan ÍTIL como lo m.

% ilorica quiere que todos lloren con él, así ejerce su dominio y se regocija.

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se vivir moralmente y agriarse por ello, pero si de ahí se deriva, como parei exigencia de que la vida tenga por completo un sentido último de carácter ético „ ese caso no habría que tolerarlo, pues sería la fuente de la mayor desvergüenza.' Píl

Oriente Europa uimoral. El mal gusto de Schopenhauer por los santos bu los brahmanes El estoicismo es semítico Europa pobre en moralidad

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°. mejor por

1

'^Muchos elaboran una teoría de la acción y están siempre hablando de ella, pero jamás actúan según la teoría. Se trata del homenaje, del ajuste de cuernas que hacen con la moral (ingleses). Así, hay curas católicos que ajustan cuentas con Dios, y su devoción es tanto mayor cuanto más impía es su vida. Sólo asi se sienten a gusto. - Otros viven también en la contradicción, pero no se hallan cómodos en ella. Otros

2 [51 Los hombres de sensualidad intensa no alcanzan su fuerza intelectual hasta que sus nervios menguan con el reflujo: esto impregna su producción de un carácter melancólico.

2 [61 El amor al prójimo es el amor a nuestra representación del prójimo. Sólo a nosotros mismos podemos amarnos, puesto que nos conocemos. La moral del altruismo es imposible.

M7] Lo femenino aparece en Bach inhibido por lo religioso, casi monjil; pienso, Bach velados y pudorosos, como los de una monja (preludios de C n C S 0 S

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<**vo de 88 páginas, con anotaciones ocasionales y apuntes para Aurora [507]

KRAtìMHNTOS P Ó S T I iM<>s 2. N V 2. PRIMAVF.RA D E 1 8 8 0 509

214 ..nndo

no sabemos de que somos verdaderamente ;,ad>.'. Quien bien lo ve habla solo de tener , " Asamos siempre por alto ^ ™ < , v tuer/a* que son n Cada acto (acto de voluntad) es el expenmento de si era correcto ulIu

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satisfacción por la diversidad de los indivi i í í ^ S a t U de naciones y culturas es un paso haca ¡ t ^

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La mayor parte de las t.losot.as se conciben para hacer o., modo de vivir los inconvenientes, situándolos entre lo necesario dol * „, Z Zan son los inconvenientes y los disgustos pasajeros! und " tr ° ' T a filosofía participa en la lucha contra el dolor, está, . ¡destj 'nada ceri Pere.

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ucha rha ffw* moralidad Oa.ente) v'»'-'"-/ ^ o m b r e s > que son m en el afecto observan la moralidad del ° *} la moralidad efectista. Esta esta sobreestimada en demasía

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2 (101 Para la realidad del mundo carecería r a r a un mi único ser , ~ . humano. — " ' ^ c u a de a e Vemcí •• dos seres humanos se hace, sin embargo, verosímil. El otro ser human -% dice, cosa de nuestra imaginación, «voluntad» y «representación» nuesfrT' * P r e n t y nosotros somos lo mismo para él. Pero, como sabemos que tiene n U e ° % do respecto de nosotros y que somos una realidad a pesar de la fantasma^nosotros lleva en su cabeza, concluimos que también él es algo real a pesa? d** ^ * de nuestra imaginación: dicho en pocas palabras, hay realidades fuera de nosotros

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2(11] El mundo imaginado (solemos amar y odiar imágenes, no realidades seres humanos). • pgys

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vida tiene que ser más peligrosa.

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puede conseguir el hombre moderno el beneficio de la absolución. f n al remordimiento? Antaño se decía: «Dios es misericordioso». ¡No sirve de S a q ^ ahora tengan los hombres que serlo! 2

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22

' [uto por los muertos — ¡pero si ellos no son infelices!, más bien egoístas.

2

' Cuanto más conocimiento y razón tengo, más disminuye mi fe en la libertad, no nos queda mucho que elegir.

Descripción del matrimonio a fin de conocerlo — St. M i l i (Comte). 2 [241

2 (14]Le>' del ensombrecimiento del mundo. En el mundo orgánico (a partir de la planta) procura desplegarse todo lo posible el individualismo. En conjunto, actualmente es mayor que nunca.

Con ayuda de la ciencia, cualquiera puede hacer que su onginahdad progrese 2125! El desenfreno tanto en el duelo como en el amor es propio de almas vulgares.

2fl5J Lafalta de egoísmo es lo que hace sufrir a la humanidad.

2126] En Rusia, absolutismo n Alemania se busca lo que Richelieu para Francia Rancia se prueban 25 modelos de constitución en 100 años ^ 127] cha y entrada a la cultura! e

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Sólo los hombres morales tienen remordimientos. La aflicción de los ínn*^ es literatura.

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Cta __ , i - el <7*"* esto es mas patente: Willen, «//«. , G « ^ u i ohn Stuart Mili, August Comte und der * Th. Gomperz, vol. IX, Leipzig, 1874. n o e s t é d e m á s r e c o r d a r

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Amoral la mendicidad, no el vivir como un bandido: los I» vendetta son incluso morales. | Ah. el orgullo! como cnteno.

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música dramática es un medio para excitar o intensin , , e ofrecer el gozo de la música m.sma. como la música teurs (música de cámara). Puesto que quiere convencer de algo que se hall; ./«era (fe

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' " l o o profundas soledades componen la ciudad de Veneeia Un simMopara los hombres de. futuro.

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21391 «dencia sobre el sufrimiento° imente se sufre por causa de la compas.on, se carga uno con un sufnmienTuando se sabe de él, pero no se sufre, se puede actuar a favor del prójimo, C

2(31]



Gracias a las palabras que flotan a nuestro alrededor, llegamos 3

2

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BX¡ Quién querrá leer esto! Dios no lo sabe, yo tampoco.

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saben y se alegran (los dioses de los caníbales y de los ascetas)

40

11 '. todavía gente suficiente que sepa lo que es una carcajada olímpie produce cuando alguien se siente aliviado de que otros no compartan su h a y a

2

'^Música meridional. ¡Haydn sentía probablemente lo mismo ove ri itai que Chopin oyendo una barcarola ital\ Ambos componían ° de añoranza sirviéndose de la auténtica música ital. a

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' No soportar la vista de la sangre

¿ e s eso moral?



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¿Por qué nos parece despreciable que alguien se deje lisonjear en público, p j un anciano por unos jóvenes? Porque desafía el pudor: el pudor quiere que un deseo tan fuerte como el de ser lisonjeado no sea satisfecho sino en la intimidad: esa insensatez tan excesiva deshonra al sentido común. e

Conociéndolo, se puede atenuar el sufrimiento. La verdadera compasión no hace sino redoblar el sufrimiento y quizá sea el origen de la incapacidad para ayudar (éntrelos médicos) — Pero ¿por qué ayuda el que sabe? Porque no remediar una desgracia que se puede evitar es casi tan malo como provocarla.

2

'^Abandonarse al dolor es un placer (Napoleón).

2[43| Conferenciantes públicos (contra los restaurantes y la prensa.) Decadencia del teatro. ¿Cómo se ha de aprender griego? El alma se conturba al atardecer.

«Moralidad pintoresca» . El efecto moralidad es violento, una erupción que debe rechazar tarta W lidad acumulada (p. ej., el transigir cobarde ante los señores injustos, ^ . menor, sin embargo, el permanente resistirse a la injusticia resulta °*¿ ás para los demás y para nosotros mismos. Asimismo, la abstinencia absolu efecto que una abstinencia relativa, leve

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Carencia de educación moral — nada digno de mención en la jomada. 1144]

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Se nos da una prescripción dietética y no la seguimos: inmoral (po por dañino para uno mismo). Mas que «uno no quiera hacerse daño ^ a ilusión: el daño a sí mismo .

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La segunda senectud, la vida en el Hades, también con el indigno deseo de vivir °P'o de los ancianos. 145]


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deshumanización del hombre, siendo el hombre el animal

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FRAÍiMl NIOS POSTUMOS

2. N V 2. PR1MAVÜRA

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513 •condicionadas no pueden actuar la una sobre I otra.

Moralidad: atribuimos a nuestras acciones un valor im. , / / ii la sensación del \ya-no-so *+sclavt>v\ „ , ' . * r i , . delo resultado) la >libertad. Supremo sentimiento !•< ¿c oJ m?^ , "' »p P>h en l ^' S n *¡ S de la nueva sentimiento <de ; de hacer lo que amere. ^ puede h 1

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-r-ftn no habría dejado q u e surtiera el

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'^Fatigas inevitables ¡por lo tanto, agradables! Por qué disgustos, desagradable, peligroso?

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r a l i d t 4 cuando existe necesariamente responsabilidad, lusurgidas del mis claro entendimiento las más superficiales, '° a « ¿ M qué he hecho esto?» En las acciones que p r o & > £ responsabilidad es algo imposible, pues no conocemos los motivos F¡¡ -lo moral no significará sino actuar siempre superficialmente ¡ ~fí pasión? La responsabilidad es una bravuconada. ¿No ocurre q ¿¿ * « ¡ ¿ S í irresponsables, esto es. «inmorales»? A la moralidad le basta el creer en la libertad: la ilusión.

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2 f50f Es difícil hacer algo que disguste a los que más respetamos, aun cuand fuera respetar sus debilidades, en el caso de que nos abstuviésemos de una a c c i ó n ? 2*51] ¡PffT... con todos los partidos! Falsifican la amistad, la lealtad m á s pura, el más fuerte amor a la verdad — su continua actividad no es más que moneda falsa. El hombre más importante, si quiere fundar un partido, no queda lejos de canallas y difamadores. f

21

591

ombres> deben tener su enfado cotidiano.

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arrogantes por hábito que no se dan cuenta de ello (y no se parecen sin l° ," gullosos, porque sus gestos, acentos, etc. son distintos, q u e

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embargo- a |601Algunos pretenden pasar por arrogantes, porque eso es siempre mejor que pare pobre diablo.

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21611I legamos a conocer las costumbres y las opiniones de los demás, y no a los • dúos De igual modo, tampoco luego en la vida nos entendemos con indivimdtvi^ ^ otros mismos no nos tratamos como individuos. noS

2

'^Los trabajos corporales duros, como son los de mozo de cuerda, remero, agricultor están mal pagados, y a quien los ejerce se le desprecia. El comerciante se hace najar'muy caro su excedente de espíritu; las razas superiores, como, p. ej.. la raza judía, aun en las situaciones más espantosas difícilmente se ven en la necesidad extrema de tener que alquilarse como máquinas corporales. 2(631

JS2I

El altruismo no se aplica a individuos diferentes sino a seres imaginarios iguales. Es imposible ayudar a un individuo, porque no se le puede conocer. L o incognoscible — eso es el prójimo.

Entre extranjeros se oye decir que los judíos están lejos de ser lo mas desagradable que les llega de Alemania.

Las emociones son una contrafuerza fisiológica. 2 [64] El que llega a comprender algo en su sentimiento lo estima mucho más y quiere incluso restablecerlo, p. ej., la religión (F. Schlegel) 1 [65( Lo importante es adquirir una virtud, no la forma en que se adquiera. El éxito sera la dicha: se trata de asimilar un mecanismo difícil de manera que se convierta algo tan fácil como un juego. e n

Ablación de los nervios y su filosofía. 2 (551 M i * » *

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La mor al servicio de las funciones fisiológicas.

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La «posibilidad de una influencia exterior, el hecho de poder vers o o » no presupone la libertad sino el carácter condicionado.

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Pensamiento, toda emoción aporta algo a tu felicidad o infeN a n d o tu alma, tus hábitos, nada hay que sea md.ferente Sera t i l d a d lógica. El alma es el gran receptáculo, y una onc.en ™ e r a de llegar a tener un alma lúcida - pero tal vez solo en la

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FRAGMENTOS PÒSTUMI)S 14

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acciones morales son medios cuyos fines se han p realizar por si ««ismu. l

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% hay un órgano propio de la «memoria»: todos los nervi :„.nhn experiencias anteriores. C ada palabra, cada -

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en el — n a nen¡oso sigue viviendo exOacón cuando esa v,da aparece en la conciencia,

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1. P R I M A V E R A D E 1880*

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' Ouien hov asume una actitud ambigua hacia el cristianismo se mente abandonado por la mejor sociedad, mas rigurosa y noble.

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Prólogo

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° / experiencia consciente es una cadena demasiado corta que no alca individuo particular hasta sus confines. nza al a

r ndo siendo más joven hice la prueba de releer antiguos escritos míos que ividado me asustó un rasgo común de todos ellos: hablan el lenguaje del había 01 ^ ^ i r e s en que se habla de quienes piensan de manera ilaman la atención ese modo sangriento de renegar y ese entusiasmo en la dÍSt t!f d aue son los signos del fanatismo, — signos odiosos, a causa de los cuales no h soportado leer hasta el final esos escritos, y hubiese conocido un poco menos 1 tor El fanatismo arruina el carácter, el gusto y en definitiva también la salud; y Jen quiera restablecer los tres de manera radical, tiene que estar dispuesto a pasar ¡Tuna cura larga y aburrida. Tras haber dicho tanto de mí mismo, y no precisamente lo más edificante — como la costumbre del prólogo no aconseja pero sí permite — puedo esperar al menos haber logrado con ello que mis pensamientos más recientes, que en el presente libro doy a conocer, se lean no sin precaución. t o d o s

2 f71]

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El vanidoso se detiene en el medio para alcanzar su objetivo y se comnl p a c e

en él que olvida el objetivo.

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2P2] Si hay tanto malestar, sufrimiento y miseria superfluos en las clases indeo dientes es porque muy pocos de sus integrantes llegan a disfrutar de su actividad^ por causa de un modo de vida mal elegido, de una profesión mal elegida, es decir por causa de una dependencia superflua. ¡Repugnante! Alguien viene a nosotros con una frase elogiosa, quiere ganarse así nuestro favor, es decir, quiere tomar posesión de nosotros, porque cree que dejamos las manos libres al adulador. Pero el adulador se sitúa por encima de nosotros, quiere poseemos — es nuestro enemigo.

3(2]

I. Es más fácil que perezcamos por nuestras fuerzas que por nuestras debilidades; pues respecto a estas últimas vivimos racionalmente, mas no respecto de las pnmeras. 3 [3]

Amor al prójimo 2J75J

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2- En el mismo momento en que en nosotros termina una manera de ver el mundo, surge otra nueva: pues nuestra educación poco clara nos hace conocer vanas tiempo, y todas tratan de crecer en nuestro terreno. m i s m o

Confieso que es agradable que no todos los pensamientos justos sobre e se encuentren ya ahí

no más pensamiento consciente en la madre y el niño U t Í H z ó

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El hombre faut<e>-de-mieux: Dühring.

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contenido de las dos libretas. Las notas aparecen numeradas numeración. Contiene apuntes para Aurora. manuscrito: La sombra de Venecia. d i c h a

[515]

hRAÍiMENTOS POSTUMI 3. M U I . P R I M A V E R A DE IK&íj 517

3 MI3 Mostramos nuestro «ñor por la verdad de la forma bs «verdades» que »m» consideran como tales: ahi es dimette amamos la verdad o sólo a nosotros mismos. (

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pitido i s Éstos son los grados decrecientes de la compasión- prbn Muelío que es propio « hitos, productos. presiones, mujeres, siervos!^' ^ P a E desearíamos poseer, í m w > , por aquello que se parece a n o ™ ^ P «ue nos es conocido. Lo que distingue la compasión del w f c m i c n t o W ^ el hecho de que suceda algo malo a nuestra propiedad o a algo que se propiedad. El sufhiruento de lo que nos es hostil es agradable, como tí¡¡?** ¡^on de una fuerza hostil: el sufnm.ento en lo que nos es ajeno nos f ° Ne rxifque lo ajeno nos parece casi hostil, así como aquello que nos es se***¡!? desp

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ruando eso qt de los éntrelos

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Antes de haber aprendido a entender ^ ^ ^ c r ^ ^ ^ 'JTpensaban que teman que ver con los estados morales En e/^1 ^ los < ^ r a l i d a d se ha reducido considerablemente - y 1 hace c ^ f ^ ¡J . — m a s - f, de sfera m en mayor importancia que en la vida ffl$**y ^ reducir a su vez" el a m b n o ^ u ^ l3

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3[HI, o La naturaleza es mala, dice el cristianismo; entonces ¿no tendría que ser , ,-istianismo una cosa contra natura ! De lo contrario, según su prop crñerio, el Nanismo sería también algo malo. 1

8. Lo característico de una edad futura que queremos llamar vari debe hacer muchos exrjerimentos de vida será: primero, el abstenerse resoea * decisiones úhamas l apenas se ha comprendido cómo han sido tan sobrevalS í hoy dejan de tener importancia para nosotros), segundo, la prevención contra toda i morales _ ' "a mayor honestidad las [¿¿ ] qüt

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3171

10.

Es un prejuicio el pensar que el alimento adecuado para el hombre sea también el natural y el que le resulte desde un principio agradable; pues originariamente muchas cosas sabían peor y le resultaban «antinaturales», cosas que, no obstante, la necesitad le obligaba a comer; en el curso de la habituación se añaden, sin embargo, el estímulo y el placer. Así sucede con muchas cosas que no tienen nada que ver con la nutrición: lo primero es la coacción de la necesidad: el placer nace después, es normalmente lo último.

11. El presuntuoso se presenta como soberbio, pero precisamente la soberto está libre de fingimiento (a diferencia de la vanidad); en la medida en que la pres^ ción consista en simular una especie de falta de fingimiento, si se interpre a maestría, se confundirá con la soberbia.

10

21. En las pasiones del hombre despierta de nuevo el animal;toshombres no conocen nada más interesante que esta regresión al reino de lo incalculable. Es como si la razón Ies aburriese demasiado.

22. Lo que se posee lo defiende uno ayudando y protegiendo: lo que se ama y se desea, lo que se quiere poseer, lo defiende todavía más vivamente, porque la posesión no ha decepcionado todavía, aún no ha saciado. El sentimiento del amor presupone el sentimiento de propiedad. 3I14J

25. Sólo podemos ayudar al prójimo incluyéndolo en una categoría (enfermos, encarcelados, mendigos, artistas, niños), y así rebajándolo: al individuo no se le puede ayudar. Mis) 26. En Risano (Dalmacia) las muchachas deshonradas eran lapidadas; todavía «> "802 los austríacos evitaron un acto semejante, cuando el padre, a la cabeza del Zi 7 Cantar la primera piedra. En la ciudad de Biscra (en el Sahara) las i f muchachas de ios pueblos vecinos vivían durante cierto tiempo ejerciendo Prostitución para enriquecerse con ella; las ganancias las entregaban luego a los W 2 ° ™ d e r a d o inmoral, más aún, imperdonable, el que alguien no a c a b a b a

duda en a f 12. Uno aspira siempre a todos los placeres, pero se piensa sin ^ i "os que necesariamente comportan disgusto y agotamiento; éstos ' ión.• ide hombre, los placeres narcotizantes y convulsivos del entusiasmo, ^see** éxtasis, la cólera, la venganza, o el alcohol, el opio, la lujuria, etc. fin ~ , p* maran y se desearán como los placeres más valiosos no los super s o n

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«Compasión» y «sufrimiento» son respectivamente, Mitleid y l* > * * * Nietzsche los compare

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compasión duplica el dolor individual en el ' Por mil. debería ser la máxima virtud a los ojos Aerados por los caníbales y los ascetas. U

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(i El que censur.i se distintió de nosolros; „ „ ^ H-una.se dei., en libertad, mientra quo ci clou,,, "! de ..„„,, S f . S S r » cuen-a . e, que so e , a s, n u s n ^ v ' ^ ¿ f e «„ ,„dcpendenc.a. » Q 3

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% u imagen del prójimo, sea cual sea e l n i d o o o m o , bien al producto de una plenitud que desea descargarse, bien un w S s < Zx es siempre un estado teologico, para ci que no t e n e l ? ' * • d e N cifico propio. «ta^Hi cínico propio K

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' | ^ La novedad de nuestra posición actual respecto a la fii Cs vicción que ninguna época había tenido hasta ahora: q u e nosotrT»* ^ wjrüW Todos los hombres habidos hasta ahora «poseían la v e r d a d n ^ ^ / a escepdcos. ' 'us \í ,nc

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3 Qt) 34.

- ,.l particular w presenta al otro como i i , . & ^ tro > L» mayor parte de dicho fingimiento ha pasado"v'' ?'' > » ó s c u l o s , nosotros ya no lo sentimos como £ g u a

.Qué es lo que ha sucedido en la historia del cristianismo para s de espirim. e incluso el propio reino del espíritu, acabara " os pobres de espirim. entre los cuales nació? El cristianismo pasánd en i ento plebeyo del imperio romano es la sublevación de los mato ^ ¡os, oprimidos, enfermos, locos, pobres, de los esclavos, las viejas, los txíbanfa^ general, de todos aquellos que habrían tenido motivo para suicidarse, pero no tu ' ron el valor de hacerlo: buscaron con ardor una manera de soportar la vida y dé hacerla soportable: lo encontraron y ofrecieron al mundo un nuevo tipo de felicidad Una feücidad con tal origen fue la paradoja m á s grande de la antigüedad; la cultura de aquel tiempo era demasiado propensa a las paradojas para no encontrar la cosa muy atractiva. «La salvación viene de los judíos», — era una frase frente a la cual ningún antiguo inteligente mantenía su posición durante mucho tiempo. «Intentémoslo entonces con los judíos» — así sonaba la voz interior, a través de la cual se vio llamado el espíritu al lado del gran movimiento. L

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form- más usuales de fingimiento . decirlo así. esconderse en él: segundo, imitar al™ ^ V h cernos pasar por gente de más categoría de i l e la costumbre moral y pasa uno a ser «decente»; en T a

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3 1*1 Llegamos a conocer las pretensiones y las opiniones de los demás antes ,1 propias aquéllas las vamos asimilando por medio de una tag^S t i más tarde Hegamos a - a ^ liladó todos nuestros juicios y nuestras acciones conscientes, comparándolos o ^ niéndolos, sea rebelandonos contra el, sea concillándonos con él k

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25

' 45. La moral y la civilización buscan «menos dolor», pero no «más felicidad».

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3 P1J

35. Nuestros semejantes nos ofrecen, en el ciclo de nuestras funciones corpo rales y anímicas. las causas circunstanciales con que favorecer procesos fisiologic que son necesarios en nosotros.

3

26

' ]ó. Un corazón lleno de audacia y de buenos propósitos necesita de vez en cuando un poco de peligro, de lo contrario el mundo se convierte en algo intolerable para él.

*' 48. El compositor dramático, no sólo en cuanto poeta sino también en cuanto compositor, debe ser actor, y actor a carta cabal. Esto lo separa inexorablemente del verdadero poeta y del verdadero compositor; frente a cada uno de ellos es de una especie inferior. Pero como ador puede elevarse a la genialidad y a la misma categoría que ellos. 31281 53. El uno da a sus acciones carácter presuntuoso mediante una especie de explicación, el otro actúa desde el principio presuntuosamente. El primero, que se deja ir y sólo al final de la acción echa una mirada a los demás, tiene más orgullo que el otro, pero conoce peor la esencia del orgullo. 3 [29]

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No se puede amar lo que no se conoce, de lo contrario se ama cualquier o sea, un fantasma, y esto es lo habitual. El amor es ciertamente cualquier cosa ^ e d i o de conocimiento.

dable 37. Cuando uno bosteza — lo que es ciertamente algo desagra p ion otro también bosteza, ahí tenemos un ejemplo simple del fenómeno de; Pero ¿realmente tendría que quebrarse con ello el principium ¡ndiviau corn

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3123] _ venerad y "' 38. Esa moralidad que de la manera m á s rigurosa es «*if¡¡¡* -i-n sino el K "í'cada por todo el mundo, el fundamento de la vida social: ¿
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« m o por «costumbre moral» y «decente» son. i c y c ^ » * J s i « 'ano «moral» la reservamos por lo general para las voces alemanas Moral y S

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IKACÌMI MUS IHísil \i( M B I. PRIMAVERA DI- utttfì c o n i p a M u n c o n i o lo ».. .

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Atlt l ' " . jrtí) ¡.u"" " . e» " ~ ~ ' ~ " rej.Mil. ' «-tusa y sucesión ¿I te i,hra no es 'la causa del concepto que L'" |]¡i I ' ' | ; épocas de la voluntad han sido P C e s ó no nene por que se, a,, 1

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77. Las OHcanchas mas recatadas se presentan medio desnudas si así lo rruncía • moda, y hay incluso mujeres mayores ya marchitas que, por inteligenies y buenas que en otros aspectos sean, no se atreven a oponerse a tal mandato. 3J3éf 78. La fuerza de voluntad, que algunos hombres y algunas culturas poseen en mayor grado ave a r a . consiste en que uno tiene m á s o menos el mismo * mecanismos internos adquiridos con la práctica y de juicios de valor, de manera • tan pronto como una cosa precié entra en la representación, inmediatanw«w bien el mecanismo correspondiente hace su parte. A otros hombres y otras ep ^ falta una congruencia aritmética semejante entre mecanismos y juicios de ^ ducen mucbos mas JUICIOS valoramos de los que no sale nada que tenga u n ^ ^ como se tuce. Además, hay que tener siempre en cuenta que el juicio ^ ^ es la causa de una acción; más bien, gracias a una vieja asociación se v numer0

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g i El matrimonio da lugar a distintos tipos de hombres para distimos üpos de heroísmo moral: no sé si no es aquí donde se ha de buscar su valor supremo. Unos, a el caso de que la iglesia negase su bendición, no aceptarían el inatnirjomo ni siquiera con la persona más amada; otros, por el contrario, renunciarían al rnamraonio. si éste se hiciese depender de una bendición eclesiástica; otros más encuentran ocasión j. el heroísmo en la idea de que el matrimonio, una vez consumado, sea indisoluble er. cambio, George Sand había puesto todo su rigorismo y moralidad en la exigencia de que el matrimonio debía durar sólo mientras la unión carnal de los dos cónyuges estuviese acompañada de un estado de entusiasmo espiritual recíproco. 3 [40] 82. El error de la absolución eclesiástica (y a menudo también el de los castigos estatales) consiste en que aquí «una vez» debe transformarse en «nunca». Cuando el recuerdo de la culpa ya no atormenta, entonces el mecanismo interno que la culpa ha puesto en práctica actúa de una forma mucho más ligera y deja de haber obstáculos para que se repita la misma canción. Por eso no esraroencontrar entre los católicos mujeres que son devotas y adúlteras, que pecan diariamente y dianamente Piden la absolución. 3141]

83. El malestar indescriptible que los hombres pastoreos suden mfundir a su « e d o r , habrá que descontarlo a la hora de echar la cuenta del gozo y el entusias2 > « ¡ hombres deben a sus obras. Su incapacidad para dominarse su envidia, lo e inseguro de su carácter los convierten fácilmente en malhechores, cuando la ? ° ^ e , pretenden ser los benefactores de la humanidad. De hecho, una de ció E"¡ * ^ la historia es la relación mutua de los genios. La ^envsobre^ ™ e ser inconsciente adoración del diablo. Habna que refl *na ce, * n número de hombres que han corrompido su carácter y sujus ^ mo. Quizá sean más necesarios grandes hombres sin obras que gra r

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JP4| 73 La imitación, lo simiesco , es lo m á s antiguo y verdaderamente h — Mata el panto de que comemos solamente los alimentos que les gustan" ? demás. — Nnjjón animaJ es tan simio como el hombre. — Quizá también la con! pasión M M M M fine parte de este cuadro, en la medida en que es imitación internt (•ripearía.

Se «breenuende el sumo --el «mono de mutación» del castellano- con*

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' 84 Schopenhauer se dio cuenta de su lama d e m ciente orgulloso para seguir evolucionando contra las verdades ° «i h-ik- ' >L 5 S S po> su fama y prefino la relativa ester.l.dad a la v e r—" g üHUe ^ ^b¡ a s i a d o

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S7 Sobre si se elogia o se censura: se teme hacerlo. Con la hacemos temer, con el elogio pretendemos conquistar c a l l a d a m ^ ^ a qu ferio con nosotros de parte del rpoder• que tememos J pp °liarlo con nosotros vo ponemos — binemos. — " Cios „i u ,-ensura io „v la censura más inusuales son sinceros, es decir, expresan ^ con s*-ólo ,1 '!TlCi, «leí* Temor ante una persona, pues la mayoría de las veces expresamos ^ stro los demás de manera distinta de como lo sentimos, por miedo de una T ° ant na Elogio y censura suelen ser un temor atravesado de otro temor J*rso. erem

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91. La moralidad de los hombres disminuye con la vida; cuando som somos de lo más morales, porque no tenemos miedo, estamos rodeadosT niños somos ajenos a la arrogancia. La moralidad de las mujeres, las cuales--° i U l l l u a o / i - i i v / j " •» j ~ , . « o v-udics VlVen tnH 1 vida en condiciones semejantes a las de los niños, en vez de disminuir, crece con 1% 6 a m

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' L Todo lo que se puede esperar tranquilamente produce un efecto huma• Jor en los hombres a los que les suceden muchas cosas de repente, provengan T\ exterior o de su interior; asi, p. ej., toda costumbre que impere en ellos y la iedad- pues lo que es una costumbre no exige atención presta ni medida inmeH°° obrar de manera repentina e impetuosa resulta tan brutal como verse domino de a repentina e impetuosa por los afectos; para tales estados lo moral "e halla en lo que es habitual, tranquilo, paciente, reflexivo. En otras épocas, cuando por el contrario hay un exceso de estas cualidades, las pasiones y las acciones impetuosas parecen más morales; es como si a los hombres de estas épocas les fuese permitida una mirada a la naturaleza, de tal manera que se sienten más libres, más audaces, más estimulados y en consecuencia consideran lo repentino como un elemento humanizante, de igual manera que aquéllos consideraban m a n e r

años.

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31451 93. Lo que esperamos lo llamamos justo y equitativo; lo que nos maravilla, lo que nos parece magnífico, lo elogiamos o lo censuramos. La sensación primera que provoca la admiración es el temor: elogio y censura son un producto del miedo. Por el contrario, lo justo y equitativo nos deja satisfechos, resulta neutral para la sensibilidad y corresponde a la salud. — Lo que cada uno espera de sí y de los demás en cada situación, lo habitual de toda una cultura es, sin embargo, algo no habitual para otra cultura y suscita la admiración, inspira elogio o censura, y en todo caso produce una sensación demasiado fuerte. Las culturas no entienden lo que es propio de la salud de los demás. Lo que es esperado, lo habitual, lo sano, lo neutral para la sensibilidad constituye la mayor parte de lo que una cultura llama sus costumbres morales. 3 [46J está 94. Si uno siempre espera el mal, la sorpresa desagradable, entonce^ uno siempre en una tensión hostil, se hace insoportable para los demás y ^ más mismo en su salud: tales naturalezas se extinguen. En general solo or satisfechas y ricas en esperanzas siguen viviendo. — Quien siempre ^ P^ jmisse vuelve malo, es decir, hostil, receloso, inquieto; tal es el efecto del ta de pensar.

lo contrario.

... ...

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101. ¿Hay hombres que admiran los afectos, desprecian la racionalidad y soslayan los juicios de valor morales? Entre los hombres de acción ciertamente no; pero aquí y allá se encontrará algún artista para quien la moralidad y la racionalidad no sean lo bastante pintorescas: quiere hombres con contrastes fuertes.

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Smlichkeit; «costumbres», «moralidad»; a veces se le llama, con ánimo oon, entidad. 5

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K>2. Los juicios morales son el medio de descargar nuestros afectos de manera iintelectual, del mismo modo que sucede por medio de gestos y ^ f . ^ 2 P a t o t a es mejor que dar un puñetazo o escupir a alguien; * f que hacer una caricia o dar un lametón (un beso); la maldición delega en un bre labestiamismaSCt0ma S i ? " SUCÍOÍS S ™ u eeto Ya so el hombre se siente más ligero, se descarga 35* formas racionales comporta un cierto relajamiento ^ - ¡ J to ° « « g e en épocas en las que los afectos resultan fastidiosos y g ' demasiado burdo.

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.1 |53l 106 Los estratos populares católicos, que „ sabe,, 1 i unt L .«ero si mutflK» Je la involuntaria— por eso adoran i,? nto el ejemplo de na modo de actuar opuesto del" ven en el santo den- creen en los sanios, « - J * " * » * * En nuestros ¿ ^

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,„•/ de desear que los demás nos cono/car, ra . „ i I ,4. Z %Z poriWe de n„s,,,n„; ans.amos. £ £ J « J * d e ^ p i < J c » d e " « « « O . : « o «¡gn-fca u no c «gull^>£<** m

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Lo primero que se aprende no es a conocer las cosas 10 sino los juicios de valor acerca de las cosas y los hombres; dichos ¡ u i c i * acceso al conociiniento real. Para tener vía libre deberían derribarse d e los jetóos de valor por medio de un escepticismo radical respecto d e lo"

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Las ideas melancólicas y las ideas amargas son absolutamente annosi ' causas fisiológicas. Para llegar a ser el gran acusador de la época o de ^ les . t r o hígado tiene que estar predispuesto. la vida, nu s,n

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Nuestras p i m « » « «*~«««»~ i™-" "°'« * "»vur o en contra, con las que juventud marcamos el rumbo a la barca de nuestra vida, son generalmente la ha d ' ° y alta de reflexión en los que Kios vivido hasta entonces. '

3f55, 108. La refinada cultura cortesana del reinado de L u i s X I V ne estoicismo desde muchos puntos de vista; había que encerrar en e l c o r a z ó n ^ sentimientos tormentosos, ocultar muchos cansancios, esconder m u c h o s d o l ó r e f ^ jovialidad Para nuestros cómodos contemporáneos esta forma de v i d a t 2 r f demasiado estricta. d e I

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109. .aprov echar las oportunidades en la relación con las p e r s o n a s es la forma de ser de los judíos, que llegan hasta el mismísimo límite de dichas p e r s o n a s y hacen notar que se saben en el límite. Esto los hace impertinentes: todos q u e r e m o s ser inaccesibles y parecer ilimitados; los judíos contrarían este fantástico pretender-serinaprensibles de individuos y naciones, y por eso se les odia tanto. 3 [571 110. La teoría del conocimiento es la ocupación predilecta d e esas mentes agudas que no han aprendido o suficiente suficiente y y que que creen creen que que en en tal iai terreno icncnu a^l menos u*—- lodo mismo»

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desde el principio y es suficiente con

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3 (58| ¡ 113. Cuando a pesar de todos los esfuerzos no conseguimos ^ ¡ mirada el bien que debemos a una posesión, entonces nace el amor: un des ^ to hacia algo ilimitado; le falta el conocimiento de todo el valor de una c ^ ^ na. porque no hay ninguna balanza lo suficientemente grande para ce' ^ 5 3 eomparamos con todas Jas cosas de mayor valor que uno conoce; si a m ^ mos continuamente en toda ciase de cosas supremas, y puesto que ^ ,. „, d a la mente siempre junto con el objeto amado, terminamos por coniu co|1

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121 Quien por lo general pretende abarcar mucho con la mirada de una sola vez suele tener los ojos grandes y abiertos del todo; como el niño que se sorprende a menudo, el amante que quisiera abarcar con la mirada toda su felicidad el pensador que tiene muchas cosas importantes ante sí y quiere ordenarlas; quienes piensan mucho en cosas pequeñas, tienen reducida la agudeza visual, quieren ver lo más exacto posible, como si siguiesen los movimientos de un insecto, lo mismo que el desconfiado. El terror tiene la mirada grande, porque en él hay estupor, el miedo cambia a toda velocidad la dirección de la mirada aguda, inquieto por no saber de dónde viene el peligro. 3|64(

122. Nuestros juicios de valor determinan nuestro modo de vida (residencia, profesión, relaciones, etc.), y nuestro modo de vida determina el grado de placer y de dolor que sentimos, no sólo en lo que toca a las cosas más refinadas e intelectuales, sino también a las más materiales. Quien transforma los juicios de valor, indirectamente transforma también el placer y el displacer de los hombres en sus especies y grados.

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, 123. La tragedia es uno de los medios de consuelo de los caracteres pasiona« J desenfrenados; aconseja que sólo se esperen paz y libertad intenor mas aUa de, 2 I ™ d o aparta provisionalmente la insatisfacción mora cons.go hacen ° naturalezas, pues parece decir: por que no seamos capaces 'mposible, DO debemos afligirnos. d e

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FRAGMENTOS POSTUMOS

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3. M U 1-PRIMAVERA DE 1B80 527

ps Todo aquello que hoy en día llamamos inmoral k o ; lugar. ¿Qué nos garantía que no vuelva a cambia ¡ ¡ ¡¡J¡ n w

. ,751 Primero- acabar con el castigo; segundo: acabar con H • l3 - , c ponderaciones y los cálculos morales P^ado; tercero_„har O" h* P 11

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Hay una definición cómica de lo cómico: e ingenuidad del pecado. 3

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' p 9 La sociedad debe tener tal seguridad en sí misma au suma regular de delitos sin que en conjunto se vea perturbada n ? ^ * o e s t a d o debe estar fundado de manera tan inteligente y d u ^ * falta de habilidad o de estupidez que haya entre sus servidores no £ ^ ^ ¡5 e V e cial perjudicado. a e n |0 H

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3f L ¡Cuánta enfermedad hay todavía! iCuánto agotamiento ,r l ?j t Cuánto aburrimiento perverso! — y en todas estas CZA sí mismo, sobre el prójimo, s o b r e e l ^ ° ^ ^ * » se juzg- ' . pesimismo debe haber! «««encía. ecuencia-1 D o r u n

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' /30. El enjuiciar moralmente a hombres y cosas es un medio H los que sufren, de los oprimidos, de los que íntimamente se torturan vengarse. '

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¡ 3 9 . ¿Cómo? ¿Que la verdad es simple? «dadles muy, pero que muy complicada.

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131. A lo largo de un milenio no Ies fue posible a los espíritus más Ib ginarse un modo de pensar irreligioso; hoy lo poseemos, pero volvemos a to?'""* paces de imaginamos un modo de pensar extramoral; quizá sea algo que ene] ¡W ro los hombres también posean. hltu

132. La ciencia imparte órdenes continuamente, p. ej., para la s a l u d y i educación: Jas fundamenta indicando las consecuencias nocivas derivadas d e n o seguirlas: así fundamentaron también los primeros legisladores de la moral sus mandamientos, sólo que las consecuencias de no obedecerlos debieron ser n o efectos derivados de causas naturales, sino castigos arbitrarios de Dios. La moral p o p u l a r , en lo que toca a las consecuencias de las acciones, no conoce la causalidad n a t u r a l , sino sólo el milagro.

79

' ¡40. En situaciones excepcionales el hombre se imagina que está más cerca ia verdad, en los estados de máxima excitación se atribuye capacidades sobrehuanas — y, ciertamente, tales situaciones y estados de excitación son lo menos aprobado para el conocimiento de cualquier cosa, sino que, más bien, se ven visiones, fantasmas, séptimos cielos y abismos infernales. De ahí la religión, de ahi la mayor parte de la metafísica — . ¡Y con estos engendros de semilocura debería sentir la ciencia la necesidad de conciliarsel

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3 [72J 133.

Aquel a quien no comienzan a sonar paradójicos los prejuicios

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tes, es porque aún no ha reflexionado lo bastante.

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141. Nos hemos olvidado de las bestias salvajes: hubo milenios en que los hombres, despiertos o dormidos, pensaban en ellas. 31811 143. En el futuro habrá: 1. innumerables instituciones a las que uno podra dingirse para curar su alma; aquí se combate la cólera, allí la lujuria, etc.; 2. innumerables recursos contra el aburrimiento; en todo momento será posible escuchar una conferencia, y cosas parecidas; 3. fiestas en las que se reúnan muchas invenciones singulares para el fin común de la fiesta, pues los que celebren una fiesta tendrán que haber participado en inventarla; 4. particulares y grupos enteros que prometan que recurrirán a la ayuda de la ley. n u n c a

3/73J puesqu^ 134. Es lamentable que Jesucristo no haya vivido m á s P ° ¿ J b¡én habría sido el primero en renegar de su doctrina, y q u i z á hubiese apr a reír y habría llorado menos. t i e m

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3 [82] [82) 14

5- La cantidad de espíritu que los hombres dedican • . « • ^ * ¡ £ J ? P^a inventar la alegría; por eso la humanidad en su conjunto s ha ^ u r a °hast ahora sólo medios para consolarse; quizá la ciencia ^ ¡ ^ ^ * ¿ - m o n s t r u o s , y al ftnal tendrá que destruir t ^ ^ ^ ^ tru 8 ° * u r s o de su existencia se han convertido ellos mism f a | t

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3 , 7 4 1

• • " ' í m di os son p * ^ '35. Los medios de consuelo imaginados por esclavos y Jf e ^ miemos de cerebros mal alimentados, cansados y sobreexcitados, ha de juzgar el cristianismo y el fanatismo socialista. m e n

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Le, n° P°;La fuerza, ven en el una presa incierta; procuran!' ^ ^ « d o < < ¿ o I» ^ ' A t e n i é n d o s e de la suya. De ahí surge S 7 " * •*•"»•• J* < 1 e l acercamiento y demás. Ya el propós^ de a ^ ! » * * ^ ° y al f » " ^ hace que los an.males no parezcan temibS ^ t * '* Co* cfe sino más bien inofensivos. En época. j £ £ £ * * " i * * * * más gentil y benévolo ante las mujeres cuanto r r £ S £ * <*¿«a tan 7os hombres; sólo así atrae a la hembra. » **We C

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Lo que ahora exige la educación, no expresar l vn, alma, es la eonsecuenc.a de un m.edo de siglos: los demás tra alma, e> • ucmas homu ,, gue sucede o*vde dentro de nosotros, porque se presupone o n ' e s nT! dentro de nosotros, porque se presupone q " ^n , aue de ese modo proporcionamos a nuestros enemigos una bue ' %n? lento cortesano, el estoicismo integrado en una mímica c o 2 > ^ ion de presuponer que nuestros semejantes son malos: no deben M nia sena en perjuicio nuestro. 8ar • ern d* 3

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Ese desorbitado y fantástico con el que hemos apresado i más insólitas se hace pagar con la indiferenca absurda y el de rect las que * * nVa las acciones cotidianas e insignificantes. Somos bufones de la rareza J ! v dícarno^ ^ de cada día. hemos hemos de l 5

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. , I4 *. Afinde que el instinto que conserva la especie ] reí • • para con los hijos, no sea erróneamente considerado como el princ? " Padr* na de momos completamente nueva, de los motivos llamados no eeoi ? de tener presentes estas hipótesis: la forma más baja del instinto de con a especie se expresa en el hecho de que ciertas especies piscícolas vifijf™* ' y las deíleaden de sus enemigos. Supongo que en este caso, com as mundo animal, los padres consideran las huevas y sus crías como un al' ^ ° debe proteger y conservar; en muchos casos los animales también v i v ^ u * Aquellas especies que han cuidado y vigilado con energía esta especie de" l í tienen las mejores perspectivas de reproducirse, y la costumbre de cuidar tetS vos y de las crias se hereda siempre con más fuerza, hasta que al final se com en un poderoso instinto del cual se ha olvidado el motivo primero. ^ 1

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La mayoría sólo tiene espíritu cuando están en un estado de ánimo beli al atacar, al defenderse, al vengarse, cuando tienen miedo; por ello se desmo¬ tan pronto remite ese estado. Hay que tener mucho espíritu para que estando ^quede todavía algo.

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150. El sentimiento compartido aumenta cuando el resultado dominante son sensaciones gozosas: disminuye cuando comporta más sufrimientos que alegrías. El estar viendo de continuo a personas que sufren hace que la compasión disminuya de continuo, pero se llega a ser tanto más sensible ante al dolor ajeno cuanto más se participa de la alegría ajena. — Quienes tienen mucha alegría interior son los más compasivos, todo lo que va contra ella Ies hace daño; los desventurados y los guerreros suelen ser duros.

ISl ¿Quién ha teñido el mundo de esta manera, lo ha sumergido en estos plandores? Han sido los hombres de las convulsiones espirituales, de los térro 7 ios éxtasis extremos, de la más profunda depresión: brujos, trágicos, santos, • tenia miedo de ellos; se les creía porque ellos lo querían, pues eran terrón"

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91

' ¡55. Lo que tiene existencia no puede desear la existencia; lo que no nene existencia tampoco. Por lo tanto, no hay una «voluntad de existir». Se trata de una combinación errónea y absurda de palabras. Habría que entender, voluntad de una existencia más prolongada o superior, o de una existencia distinta. — Voluntad es la representación de un objeto considerado valioso unido a la esperanza de apoderarnos de él. Struggle for existence? [¿Lucha por la existencia?] 3|921

156. Si el antiguo ius talionis [«ley del talión»] no siguiese influyéndonos todavía, ciertamente no se ajusticiaría al asesino, sino que, según la sentencia de que el honor vale más que la vida, se ajusticiaría más bien a quien daña el honor, al calumniador. Igualmente, la mutilación dolorosa y cosas semejantes son un sufrimiento mucho más grave que la muerte; en consecuencia, habría que ajusticiar antes a la persona cruel que al asesino, y asimismo al médico y a la comadrona sin conciencia, etc. Finalmente, puesto que aquel que promueve la muerte de muchos causa un desastre roayor que el asesino, habría que ajusticiar también a todos los principes, ministros, demagogos y periodistas que hayan provocado y aprobado una guerra; hablo natural¬ s guerras injustas, aunque se me dirá que no existen guerras injustas. m e n t e d e 1&

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los J 2 ' P^scripciones morales proceden de tiempos en que de la naturaleza, sunueo V ^ b r e s se sabía mucho menos que ahora. La ignorancia y los pre5 2 2 ¡ han visto también canonizados gracias a la solemne inviolabih* * * * »a moral vive. l

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necir ante todo lo que sucede: si no fuera bueno para mi. Dio* no lo rw 3 ' /causa de esta celestial puerilidad la humanidad hubiese pc,dido poS Hf*5 Tveces- Por suerte siempre hubo hombres que no fueron lo « u f , c i e * S va van» o l a r s e de manera tan puenl. ~~™*m Jisnanos para 1991

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K. c a á v disgusa> El vrvtr para los demás una consecuencia de I ** «n d 1 cusí I» demás son jrtatianarnente reprendidos y el hombre mismo' T^ ^7?" mea. se aostadue» m pensarlo a todas las debilidades del entendimiento"^ * C 8

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Si la meta de cada acción muiviuual lucsc la felicidad de todos ndría que renunciar a realizar efectivamente una sola acción en la vida la ****•_! c a de si su proyecto corresponde efectivamente al bien supren» los hombres presentes y futuros le ocuparía toda la vida. El cnstianistm^Tnróiimo como la meta de nuestras acciones, y dejó a Dios la tarea de (letermiauiénes iban a ser nuestros prójimos; a quien no le esté abierta esta salida nrh] £ H debería decir: en lo que concierne a las acciones que realizo no quiero dejar^imponer un prójimo cualquiera como objeto, sino buscar a aquellos a los que rms piones mejor les vengan, a los que efectivamente les puedan ser de provecho. Para «o ciertamente, tendría que conocer a su prójimo tan bien como a si mismo, lo que a su vez podría ocuparle toda la vida. ¡Jl

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161. Ea que medida la moral ha tenido efectos nocivos'? En | con eiascetismo del deber, el valor, la diligencia, la fidelidad, etc h a d ^ ' ^ ^ ^ cuerpo. Sobre lodo en esa norma mezclada con religión según la cual j para la divinidad, mientras que darse sufrimiento K ¡5__ agradable. Se enserio a sufnr. se desaconsejó le alegría. en todas las norata.! " en la de Epatok es otar, la moral ha sido hasta ahora un instrumento pan, n *I lonssnowssm fwoíógicos del hombre en su desarrollo sólo por ser débil nob logndo moni domar dichos fundamentos; en el gran juego de dados la moral ha sato usa arada tremenda. Así como la hemos aprendido, debemos desaprender la c u a c a n » . — En feneraJ, fue la gran fuerza conservadora la que afirmó la suprema cu ame a la moral, lo que ellos llamaron el mal, la aspiración del individuo a afir•ane a m mismo sn atender a doctnnas, a sentirse bien, a buscar su placer, a subordi a i n ' i h i h s más próximas a las más remotas, mientras la moral no sólo dato las rwTraaawfci en «aseñores e inferiores, sino que además enseña a desprecian fc

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162. Cuanta mas wenoreJerancia adquiera el sentimiento de unidad con . ^ . . . rii-or cons. *cmcji«ev tanto mas uniformad** estarán los hombre deraran inmoral toda diferencia. Asi surge rwccsanamc burndostodo* muy iguale* muy pequeños, muy redondos, muy tolerables, muy abuffl lomas n a n i s m o > demrxmta son los que hasta ahora han llevado IfCYllUl/ a M la < » h u m a n é míniJejo, atfimicnto de bicne*r n T

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165. Los preceptos acerca de cómo hay que obrar son tanto más indiscutibles cuanto más por debajo se halla la inteligencia de quienes obran respecto de la de quien prescribe. Puesto que aparte de el nadie sabe con exactitud que consecuencias espera de las acciones, las consecuencias que efectivamente resulten de aquellos preceptos son indiscutibles. Así se comporta el hombre religioso respecto al mandamiento de Dios, el hombre moral respecto a las leyes morales — una herencia de las épocas en las que había un jefe y secuaces que obedecían ciegamente, que veían su en él y sin él no tenían ninguna. 311021

'66- El pesimista meufisico. que rchuve el placer y la scguneüd > ambuye el " "fcW» a la infelicidad y al sufrimiento - con el fin de ilustrar asi sobre la 2J* de valor de la vida - , ¿cómo habría de sentir compasión cuando sufre e .Debería alegrarse por ello, igual que tendría que rechazar ta compasión ajenas, £ 2 * Agracia. Por otro lado, si encontrase al otro lleno de alego* teW* C L ! cargársela. - - así debería sonar la moral práctica de Schopen^ de V' - ^ como Schopcnhauer la caracteriza, es, desdesu -verdadera perversidad la más radical de todas las estupideces posibles. 0r

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ras; b sssnaswad de la fe judia y cristiana resultaba despreciable naín*™ iocT el iudio queaabia en Cristo el que ante todo reclamó la fe. Los h K Wf época, arte los cuales todos los sistemas filosóficos andaban a l " l °sdeu iasoportabie esta exigencia de fe. «Credat ludaeus Apella» (Horacfo)^ *í Cuil

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^ lo aue lo que ahí con tanta excitación brilla es un fuego fatuo, otro rrás"que eneañando a los sentidos. Las comparaciones, las metáforas del poeta, él no ^rooone como tales, sino como identidades nuevas, inauditas, mediante las cuaLrece abrirse el reino del conocimiento. Además, cuanto menos firme sea lo que jV strado que es realmente verdadero en la naturaleza, tanto más fuerte será ^fluencia que tenga el poeta, tanto más grande su arte de representar por el ¡¡omento el papel de investigador de los abismos de la naturaleza. La cuestión de hasta qué punto es verdadero lo dicho por un poeta es un pedantería. Todo su valor reside en el hecho de que sólo por un instante parece verdadero, y esto vale para todo lo que constituye su modo de ver el mundo, su orden moral, sus sentencias morales, lo mismo que para sus metáforas, sus caracteres, sus historias. Pretender corroborar una opinión seria, científica, afirmando que. p. ej., un trágico ha dicho algo parecido es una majadería: en asuntos de conocimiento los poetas están siempre equivocados, porque en cuanto artistas lo que pretenden es engañar y en cuanto artistas no entienden en absoluto el empeño en la veracidad por encima de todo; si por casualidad dicen algo de verdad, su autoridad no es apropiada para despertar confianza, sino más bien desconfianza. Es un auténtico gozo el que la pulsión que desea el conocimiento se ponga por una vez a jugar consigo misma y salte de una rama a otra acompañada de encantadores trinos y adornada de un plumaje multicolor — pero ¿vamos a estar tan locos como para descubrir un oráculo en los trinos y gorjeos de un ave. L

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t). El cristianismo: I. considera posible mejorar de manera los ensatares sin mejorar su saber, sin mejorar sus condiciones sorhi. > ^'Jif-s, _. pi^tendt _rv.'"--se de participar en el mundo, en vez de aprovecharlo; 3. prefiere efdoh ta aflicción, y recela del bienestar y la salud; 4. prefiere la fe al saber v el Vcosas sean incotriprensibles a que se entiendan, y siembra la desconfianza frenie a Li razón: 5. no tiene en cuenta estirpe ni clase ni pueblo alguno, esas distinciones le resulten inesenciales; pero cuando esas distinciones van unidas a estados de aflicción, entonces le parece deseable mantenerlas en v i r t u d de los estados de aflicción sus efectos cúrame v <\ da por supuesta la profunda corrupción de todas las eos») todos los seres humanos y considera inminente el f i n ; no pretende impediré se Lili Quiere ouxtarse en m lo posible las ganas de este mundo. — Imaginemos el cnsnanistoda su fuerza, imaginemos que no actuase ninguna fuerza en » contra, en i 31 C
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La compasión cristiana, completamente distinta — >ulo Schopenhauer. nace a la vista de la eterna condenación del o

3 U09] ^ >?6- Ora se aprecia una acción, porque le resulta difícil a quien la realiza; ora. «*. Porque le resulta fácil; u otra, porque es rara; ora. una. porque sigue la reg a. ^•otra p o r q el que la juzga la considera imposible para si mismo, u otranu. **** d que la juzga la considera imposible en general f l a g r o ) ; ora. una. porque ue

° <°mP«csto de míf, «con», y Leid. «doloo>. asi que "* " OichZ : veces, sena: «con-dolor». es decir. - ' ^ C n u s am ba que U hoy lia estricta 5 V* * ac «poeta»; quizá la de «literato» o «escritor».

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No fue I corrupción de las costumbres que se limitaba a cinrn A. g >tdeÍ inmenso imperio - sino el cansando sobrev.no t o T ' ci^ /creía haber llegado a la meta en lo que resala a la cahurTs^T f^T" ü0& , que empujó al mundo antiguo en las redes del (^lanrsr estafes. J ecer antes que saberse al fmal: el üruco fin i vida sea ^ r J i d a les resulta una idea insoportable; se sentían cansados de sí mismos"; -el cristianismo hizo que todo volviera a ser interésame, ummendo iodos los ^ Z valor y convocando tras del fin de todas las cosas un tnbunal juicios oc q u e

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3 .113, W l . Con h limosna se mantienen las condiciones que actúan como momoi osaavnoseda.pcclo tanto, por compasión: pues la compasión no queman™ fldiciuncv

El exceso de energía este caso el ser maJo no es más que un medio (con el fin de la descarga), y por eso es más inocuo que en el débil, quien es malo para hacer daño. 3ÍH5J

183. Para af\nrm que el germano estuviera preparado y predeterminado pan e cnstianismo hace falta mucha deavergüenza, pues lo contrario no sólo es sino además, palmario. ¿Pbr qué la invención de dos j udíos señalados. Jesús > ^ ios dos judíos más judíos que acaso hayan existido nunca, debería afineana ^ entre los germanos que en otros pueblos ' (Ambos pensaban que el' dcsni ^ ombre y de todas las épocas, en el pasado y en el futuro, junto al dcsw ^ . > ^ c e l i a s , dependía de un acontecm.cntojudío: esta plus ultra de Jo iuriín i rjL^ * * 7 i. • moral. *» I O J U Ü I O . J ^ C o r n o nmar juntos: h ^ehgcncia de un rabino y no de un holgazán y el pecado en el, el sentimiento de carencia de libertad y C ,

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1 » . U vida moderna quiere estar lo más protegida posible ri «ros pero con la perdida de los peligros se pierde mucha viveza re os remedos son las revoluciones y las guerras

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' i85 El cristianismo aparece como una epidemia de pánico: se había profeu Hn aue en breve la Tierra desaparecería. De la idea de este terrible peligro se prentras culpas?, ¿habrá tonces un juicio .', ¿y uonoe encontrar a un oeiensor .', etc. P último, lo más «*nato pareció presentarse ante el tribunal a la manera antigua d costumbre Snel estado más digno de lástima y de compasión que imagini.__ pueda. L retas conservaron luego esta imagen del acusado antiguo; querían estar dispuestos en todo momento, y la representación del juicio repentino les ayudó a idear todo aquello que hace parecer a alguien digno de conmiseración; lo mismo que un pretor romano, Dios no se permitiría tratar como culpable a un ser tan venido a menos y que tai horriblemente sufría. El cristianismo sólo conoce el culpable carente de dignidad. r

3[1181 187.

El poeta pone a jugar la pulsión de querer conocer, el músico la pone a descansar — ¿sería posible realmente que ambas cosas fueran juntas? Si nos abandonamos por completo a la música, no hallamos palabras en la cabeza—un gran alivio; en cuanto volvemos a oír palabras y nos ponemos a sacar conclusiones, esto es. en cuanto entendemos el texto, se vuelve superficial nuestra percepción de la música: la asociamos ahora con conceptos, la comr^ararnos con sentimientos y pracncaos la comprensión simbólica — ¡muv divenido! Pero asi termina el profundo, raro encanto que había dado paz a nuestros pensamientos, el crepúsculo de mil colores ¡¡* Puesto fin a la jornada intelectual. - Ciertamente, en cuanto dejan de ^nderse las palabras, todo vuelve a su sitio: y aforrunaAarnente esta es la regta, üe 2 * — > « y que pnjtonr preferir los textos malos i o s a aios tosu mejores, i ^ i - * . r porque " i - -no susctttnmn, . y piden ! , el oído los paso por alto. La opera pretende^ * SfcY' » Í « . v como en la eran masa los ojos son mas 1 ° > ' «güificatno. la mus.ea Je la opera se onemapor taq*^ 2 2 ! ^ sonar sus «picas fanfarrias en euan.o hay algo nuevo que ver, ^ »« la barbarie. m

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Í S l encaneÍ ' t e z repentina y espantos nocturnos: la amenaza de eaoTSan^ « , cha , „ ™ - —ce. es « deshonesta — — puesto puesto que no s Z " c L ^ d i u r n a el miedo sobre el que entonces se fundaba la ^TZl ^ loq a. hace la esposa casada en toda regla a | dc d ¡ ^ "á / supersticioso: ser inmoral s^mfuaha carecer de miedo supersi^1 tal re moral exige, por lo tanto, que se soporte el m»Í! ¡! dl> ^ m Zs pacífico es el estado dc una comunidad tanto más cobardes se hac^ „ . ' D ei. insansíecha. qu•e ei deseo sea capaz de ataaa». Asi pues, * m ^ ¡ni tanto menos habituados están a tolerar el sufnm.ento. tanto más l a s « saber soportar C basuTn por sí solas a efectos de intimación y tanta ^Z,ZZ J J r«*uow en e nn,i„ '"mora] sennmienro ye dominado por un pensamiento > n,8is!adotri inndo superfluas las amenazas religiosas. Así pues, la paz desplaza a la relian miento del r el miedo miedo aa lo lo sagrado &iprnHn de A0 la I„ costumbrTrl ' . }to\ ° sea este; ei ^ de ser-necesarios los miedos indefinidos de la fantasía, porque el temor las Pensa. ola \ereiien dejan que amenaza la costumbre moral) En sí mi " °al casti*. sufinentemen' se wnjenaoso. sino — narurai — y justo, el• que una necesidad » o n o" e "enabsoi Cuide. En los pueblos que poseen ui grad basta las penas porto tanto, lo verdaderamente despreciable en esa muchacha estíTV* ' * ^ o !!odrían llegar a ser instrumentos del todo superfluos para atemorizar-, va el miedo a « ñ ^ . Ser moral significa: ser en alto grado pasible al miedo- c! m í¡ CSe Otti í^rgüenza y el estremecimiento de la vanidad producen un efecto'tan consiamc xmserva la comunidad. comunidad — P ^ r ^ h v x U ^ „: per d que se conserva que como consecuencia, dejan de cometerse actos inmorales. — Elrefinamientode P o r o t r o . a d o , s i s e c o ; ; i d ^ a pumo v n m n a n ^ <*,*..,.:* . M"*-* UtstJc otro | moralidad [Sittlichkeit] crece con el refinamiento del temor. Hoy en día el miedo a provocar una impresión desagradable en los demás es como quien dice la sensación miembros carezcan de miedo, resulta que lo que en el caso de la c o s ^ h T "I mas desagradable que podemos tener. Nos gustaría vivir de modo que no hiciéramos naya de temerse de manera absoluta tendrá que suscitar miedo en rlT nada más que lo que procurara una impresión agradable a los demás, e incluso no T ^ ^ f ^ J - l u m a d S hallar ya deleite alguno en nada que no cumpliese esta condición. "*7*»^> a t o n d a d de los dioses y de penas infernales; de manera « aawraJ significaría: «o temer lo infinitamente terrible". De a l g u i e n q u e negaba a los i ¡120] dioses se esperaba cualquier cosa; era, por eso, el hombre más t e r r i b l e , que ninguna 190. Comprendemos una mínima parte de lo que compone cada acción, y la comunidad podía tolerar porque extirpaba las raíces del miedo sobre las que habla larga cadena de los procesos nerviosos y musculares que forman su neuroso engracrecido la comunidad. Se suponía que cn un ser así el deseo dominaba sin limites; a naje nos es por completo desconocida. Así. tomamos la acción por un acto instantáh i ^ se le consideraba infinitamente malo. Ahora neo de la voluntad, del mismo modo que un escritor judio dice de Dios: «Él ordena, bien, la ooaanfcta carencia de miedo remite a la carencia de fantasía; el malo, en este y ahi lo tienes»; es decir, hacemos de ello una obra de magia y como magos nos sencernido, será siempre quien carece de fantasía. La fantasía de los buenos era una a* dos libres. Nuestra ignorancia nos hace la agradable jugarreta de sustentar nuestro toja del miedo, del mal - aun no se conocía oirá clase de fantasía. I.a &nW»« orgullo. Y cuando no nos sale lo que queremos, debe ser cosa de un ser hostil, el cual, mal debía reprimiré! deseo malo, ésta era la antigua ley moral; el constante predomipedíante obra de magia a su vez, pone un obstáculo entre nuestra voluntad y la nio del miedo sobre el deseo era lo que formaba al hombre moral. De ahí nace, como «ion. Querer el bien y hacer lo contrano — uno se lo atribuye al diablo, otro a la IT u ' ascetismo: saber soportar, saber atender. s* lición pecadora, un tercero ve en ello el castigo por una culpa cometida en vidas elíu Hi ^ ~ « • P- e j . la moralidad de los hindúes. La seg ^ de h ^ ° ' interpretan de manera moral v demoniaca. En suma, después r ama de la comunidad se derivaba de la capacidad de traer a menudo a la « 0 « abandonado la creencia de los salvajes cn el milagro como regla de la natuJ a l m a g c n c s «emciaiainenie desagradables, gracias a lo cual conseguí uno Procl * ha consolidado dentro de nosotros respecto a nuestros & ° "Vi « '«iíagro sigue siendo la regla. En realidad, querer a go «el ¿ «n experimento para comprobar de qué .somos capaces; solo el éxito a "os pueden instruir al respecto. ^^XL"^ ^" fragmento3(23J urrht, que estamos traduciendo f M «micd<>» uenvadodeAunA/ ta

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. suceda un mal que puede imped.rse, «gniHca , . ,o salvamos al niño que jugando corre hari* . i ... ! lerlo; _ com "Vdio la piedra que ha caído en un camino r e s b a l i L ^ ^ ^ ' ' U '"Ja Po" ^erse, - todo ello, no por compas.on, ^ Z enderezárnosla ^ T ^ tsí f¿£daño. Hadados a ello; sean cuales sean sean ! ^ 7 ¡ ¡ Sedaño- Estamos habituados (pos díaactuamos actuamospor porhábito habitoy yyayanonopor poresos esosmotivos motivo». ^ m os * r M-nía bíbito1 0

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A» p M . W has que coDhuNbr: ™ , , , , „ „ , "o , sde la moral; en terver lugar . " - < a d d , setJ i* K v r morales, y e» cuarto luga r. los motivos del nacimiento de l T " ° l sm embargo, en las morales habidas hasta ser suficiente para funciones tan distintas debía' r

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aaaal» no comprendemos, veneramos, p j en de las palabras dichas en tono solemne! etc. P 2 5 ° * co el rf i nn de que Q S ? Peu P«i" s w a a e s o v j i K icuando u w < no comprendemos, i p . w i i i u a , tcon o n ei noo i Z"*"" ai Tierra los montañas de veneración inconsistente; nuestro mund *** san aa aspecto muy egipcio: el desierto y en medio de él pirámides° "ene last laaiaVi, iBSCcesibks en la mayoría de los casos, un mísero c a S e t " ^ * e

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1 Ciertas palabras de una lengua extranjera no conseguimos propugnarlas 1 ni siquiera conseguimos. oírlas correctamente; ciertas cosas no alcanzan», iT'cuando no hemos aprendido a ver sus partes. El hablar, el oír v el ver usaL que aprenderlos; pero, debido a nuestra errónea observación del proceso de Tzaie creemos en los tres casos que es suficiente la buena voluntad, v en el " al que no le sale presuponemos una mala voluntad. ¡Cuánto mal se ha hecho la „¡Hart Dor haber atribuido la incapacidad a la voluntad! hununKWJí a

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refutó había sido tcZ sigan considerando su^oaocimjenttM como productos propios, mientras los posea esaridiculavanidad ^nsnaacion será la corona de espinas de los filósofos ¡cuántos i • «nudo que llevarla ya! en tanto que un amigo de la verdad, es decir, enemigo de esto es. un amigo de la independencia, al ser refutado debiera exclaasar «He escapado de un gran peligro, podría haber acabado estrangulado por mis propios lazos». La suene de un ser irascible y dominante como Schopenhauerk «do el no haber adbvmado cuan breve iba a ser el triunfo de su filosofía, y cómo se iba a descubrir bien pronto el carácter ilusorio de sus más brillantes invenciones. —

3 |125| »96 En cuanto la sabiduría escolar se pone a soñar, aparece una cosa ñas entre el celo y la Tierra pero cuando .se reconoce una verdad, disminuye d a * ro de ules cosas, y se « t i n g u e un buen número de supuestas estrellas. ¡Deso ^ no de inmediato!, sino que. ai igual que de las estrellas se dice que sus rayos

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fragmento |[»3] W Shakespeare. Hamlet. I

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201. Europa ha dejado proliferar dentro de sí un exceso de moralidad oriental tal como la han concebido y sentido \os judíos. Sin duda, no debe de ser el pueblo más feliz y juicioso el que de tal manera divaga en lo moral y ha transferido a la divinidad lo que es imposible para el hombre. Los judíos muchas veces han sido cautivos y han estado sometidos, han conocido el desprecio oriental a causa de la obstinación con la que conservaban su fe; frente a su fe se han comportado como los pueblos asiáticos con sus soberanos, sometiéndose de modo servil muertos de miedo, y sin perder a la vez el ansia de independencia: desarrollaron asi una fantasía mquieta, ávida, que se desahogaba en secreto sin acarrear daños, la cuna de esa subtime moral acusadora y de ese feroz heroísmo que se manifiesta tanto en la entrega a su Dios de los Ejércitos como en el desprecio de sí mismos. En virtud de su ongen jud» el cristianismo ha transmitido a los europeos ese disgusto judio para con uno mismo, 'a idea de la inquietud interior como lo normal en el ser humano: de ahí la buida de sí mismo de los europeos, de ahí su inaudita actividad; meten la mano y la cabeza en as partes. Por otro lado, el cristianismo ha hecho que aparezcan en Europa los contra-tipos puramente orientales del anacoreta y el monje, representantes de una ^ superior»; ha pronunciado con ello una critica equivocada sobre cualquier otra S ° que lo griego resulte imposible cn Europa. Los atenienses, ciertamen_ se s e í los más inquietos de entre los enegos: mas. comparados con nosotros. ^ "anquilos, qué plenos de sí y de otras cosas buenas nos resultan! No conocielod

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Cortés (gracioso),gen/"— 1^maa ^ - t o d a s ellas des.g que eran percibidas e imitadas 1 superior. Así, probablemente una buena parte de la moralidad derrvade * Sos de sm clase social, asi como del orgullo personal y del placer de obe un iefe que hace posible la excelencia; hacia abajo, desprecian, hacia arriba, r c s p e t a n ; y a d e m a s exi en * hién a * S ' speto de todo el mundo y ° d i o e inferior), se comportan como si fuesen la mitad mejor de la humaÜüS Por otro lado, hombre simple significaba antaño en alemán hombre malo" asi 3'Tios n gó la desconfianza hacia quien no poseía los ademanes y la expresión más fectados de la buena sociedad. , Q 3

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en el I t a r % « r el cruce de civilizaciones toí l continuada del mal ensombrece- « i ? f * * H cAUa»aeaacia moral del cnstian.smo. que a las acciones humanas S i " . - la do tos p m f a d o g del mal. pretendiendo hacer imposible la exaltac"' a " las lia—Wr i y de las acciones: cuando nunca hay nada que exalta " ^ ***** sombrío, en tercer lugar, el elemento bárbaro y bestial, que aún n o e s t t ^ * tejos de -oaocios en el tiempo; en cuarto lugar, el miedo a lo individ^uT 208. El cristianismo (y no sólo la iglesia católica) sigue presentándose despierta porque la sociedad ya no está segura de sí n W si lo exigiera todo, pero está muy satisfecho, muy reconocido con tal de recibir algo. ¡ledo rural, que ha sust.tu.do al más antiguo miedo a Uiaü En este contentarse, el mejor cristiano de hoy en día, medido con una medida cns« t e a . « sexto lugar, el comparar la vida con beatitudes imaginarias, sobre lasque liana. es peor que un pagano: no quiere ni vivir para la fe ni morir con la fe; se queda ^ ~ ~ cnsttamsmo y los poetas; en séptimo lugar, el exagerado sentido desatisfecho con que en ambos casos se le dé una limosna. la itspcssssAÉMad que b o r r a todas las cosas indiferentes, pequeñas e inocuas, y pretodOS IOS CasOS S^ acti'lt* df» m ^ l n t->I m í a mu* « 1-, I,.,...,, A¡ , .„ 3|1361 209. Sentir intensamente, poder mantener por mucho tiempo un sentimiento fuerte y tocar muchas melodías sobre la misma cuerda esto hace a los grandes patéticos entre los grandes escritores, entre los cuales se encuentra también Schopen¬ hauer: se diferencian de los filósofos, por más que Schopenhauer se contara entre los 205. La morai ,/eaimente ha procurado a los hombres más felicidad o mis últimos: a saber, en que no pretenden conocer a toda costa, sino más bien cantar a ~** ' Aunque en lugar de felicidad pongamos «mayor ausencia de dolor y a costa su canción. wwtw más nimios», aún cabe la duda; la moral es el producto de aquellas épocas en las que hacer daño ai otro, por l juicio, proporcionaba m 311371 sansfocción mucho mayar que hacerle el bien con los mismos medios: la epoc ^ .210. El cristianismo tiene su origen en el jintaisn» y en nada iiias; pero ha que se creía en divinidades malvadas H placer de hacer daño por medio » J í¡7 del mundo romano v ha dado frutos que son tanto judíos como romauos morales ha reforzado siempre la inclinación a actuar de manera per]I ^ Este cristianismo de la cruz ha hallado en el catolicismo una forma en la que el . y asi se ha convenido en causa de un daño mayor que el que es capa¿ gire! nució moral ntw « ff

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sckhckt.

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mira y el fingimiento, alimentados en el senr a11' ? 1 - l ü ' 5 2 dan al final corno reiuliado un e x c « £ £ h í ¿Umun«* Para / ir í de poetas y actores. Piénsese en el placer que una eW ? l5a ^¿n^^ nadas, los insulto», la prealidigitación y semejante ¿n % fanf " " ^ primitivas

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Los fanauco» — — , .. s , mas si intelectual».l todos aquellos que piensan de otra manera, porque en el f c J o 7 ¿ n £ tfg»» ^ furioso sentimiento de dolor, ellos mismos - p an de otr 4 /

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Rara vez sucede que quien se ha hecho famoso no se

hay un miedo a la muerte que sea instintivo e inmediato; se huye del ue está a las puertas de la muerte, de lo desconocido a que conduce la muer'¡, i m a muerte es; uno quiere seguir alegrándose a menudo, por eso se * vivir por eso se soporta incluso el dolor. También el instinto de conservación £ t o suyo de mitología.

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218. La mayor parte de los males se cometen por debilidad y enfermedad, a / « de generar en uno mismo el sentimiento de superioridad (haciendo daño), como sustituto del sentimiento de fuerza física. Mas la debilidad y la enfermedad tienen su origen la mayoría de las veces en la ignorancia.

31143] ' * 219. Cuando la alegría de los demás nos hace daño, p. ej., cuando están* hundióos en una profunda tristeza, impedimos entonces esa alegna: asi, £h prohibimos a ios niños reine. Cuando, en cambio, estamos contentos et to de los demás nos aburre. ¿Qué es, entonces, la simpatía [Sympathie] M

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cocwde y ridiculo: los seguidores, en cuanto masa, se agarran ^ m die i V n i itái JaTJ*< y exageraciones, y Ies resulta fácil convencerlo p a r a qa^T u destino. ¿Alguna vez ha sido reconocido un gran h o m b r e por m ammpotmeoi en lo que era grande? ¿ A l g u n a vez algún hombre f a m o s o ha sido enemigo de sns seguidores? — Antes aún de haberla conseguido se habia convenido ka Schopeafcaner en el bufón de su fama. •

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camino a la ausencia de dolor para todos. A l final de dicho camino duda, junto a la ausencia de dolor la ausencia de felicidad.

(151| 232. La felicidad reside en el incremento de la originalidad, por eso otras épocas pueden haberla tenido en cantidad mayor que la nuestra. — La ciencia es la manera de demostrar la necesidad de que se eduque para la originalidad. — Si la tradición y el cosí fan tutti ' constituyesen la moralidad, eso seria una traba para la felicidad. — La doctrina de que la moralidad es el instrumento adecuado para eliminar el sufrimiento de la vida es, sin duda, el producto de épocas muy dolorosas.—Cuando la originalidad quiere tiranizar, se apodera hasta de su propio principio vital. — Quizá el sentir alegría por la originalidad del otro sin convertirse en un mono que lo llegue a ser algún día el signo de una nueva cultura. 3

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Ninguna mitología ha tenido consecuencias mas desastrosas que la que

de la esclavitud del alma sometida al cuerpo.

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' ''^230 He aquí hombres que desean emborrachar a todo el mundo con música y pretenden que luego venga la cultura; pero hasta ahora lo que ha venido siempre pués de la borrachera es algo bien distinto de la cultura.

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ci dondequiera que el cristiano p.cnsa q 3 2 r , os se puede obtener una idea general ue en qué AP e&n e m o s e l azar ^ actuar, desespi ritual iza cl mundo Vétml en lug^ de el conj estando enfermo, rechaza el medico, 'Us nhu^ de la casualidad, es decir, le han quitado al espimuCrnL v ' ^ M i e n t r a s actuemos de manera moral, estaremos dejando que el 2 ? ¿ £ * " n lev por encima de nosotros, el azar por el cual heme* nacido^ 1 vierta en > J r n o de nosotros determinadas país ¿¿termina y , j P nas- > sustnivéndouno s al esp> U )

Casualidad hubiese s.do el intelecto ^ habrva ahomnio millones de artos

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El objetivo de la moralidad cristiana no es la f l i \m% ' lerrena. si imposibilidad de salvarse en la Tierra». El obiefc!¡!!¡? H practico, que esta en el mundo, no es el éxito mundano, sino el no ten i° ^ o r n e s » e l fracaso. Esadesdicha y estos fracasos son el instrumento v T ^ ^ por (o» ame desinundanizarse. ¿Hay a ú n cristianismo? Por lo que parece ^fof"* ya a amela en su proceso de desmundanización, es decir, más allá del mund de despedirse ha pintado en el muro su leyenda, que aun no ha desapar, El ii—al es despreciable, el mundo es malo, el mundo es la corrupción. c

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esta reduciendo el sentimiento de la moral: todos los factores de dicho le provienen de fantasías, de veneraciones allí donde nada había que Je un ac anu.'ar rjspeto porque faltaba la crítica contra el objeto de ese re* ocaso de las religiones — todo eso irá poco a poco desaparecíaper de jrdiesadhado será la disminución de la obligatoriedad de la moral para los necios Dek> que se deduce la necesidad de poner todas las fuerzas en el empeño de qw fe nunuya ei numero de necios.

243. Sm duda, nuestra cultura actual es lamentable: un pialo que flotan confundido» restos de auténtico mal gusto, restos de ^ ^ , cía. de arte que m «quiera podrían saciar a un perro. Pero los °* levantar algo que naga frente a esta cultura [Bildung] son poco men ^ a saber, fanat.smo c n « t « o o fanatismo científico o to^¿¡£ „ como querer curar un

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3 l ^ L Njosotros,floresde un día , no quei mos crear demasiados peligros angustia con nuestros pensamientos; con líos no se puede ya poner en i ; Í eterna de otra persona - como creían en 1 Edad Media. El pnnci madde pensamiento y de prensa se funda en el hecho uc que ya no se cree en la mmonandac, l

21

^ ^ 4 7 . Sea cual sea el grado de desarrollo de la moral-, la situación de la sociedad, el nivel de conocimiento: para el individuo siempre es posible hallar un úpo de vida feliz, — esto es lo que la religión y la moral pretenden mostrarte de cerca y recomendarle. Es más que dudoso que el sentimiento de felicidad resáneme crezca sin mezcla de dolor al aumentar el conocimiento, mejorar la situación social ytacersela vida más fácil, pues en este desarrollo siempre se pierden o se debilitan fuerzas a las que principalmente se debía antaño el sentimiento de felicidad: d alargamiento de la vida, y la seguridad, de las que nuestro mundo tanto se vanagloria, quiza se hayan pagado, más que con el aumento, con la disminución del sentimiento defeUcidod. Pretender impulsar la cultura [Cultur] por mor de la felicidad de ¡os particulares — iseria, por lo tanto, una empresa muy discutible, y acaso una estupidez'. — mas ¡en cuanto somos de alguna manera felices, no sabemos hacer orna cosa que " ^ P ^ ^ cultura! La gran confianza recién lograda en nosotros mismos, el sentirnos satisfechos de nuestra fuerza, el no temer va a los demás, el desear su cercanía, el competir con ellos en el bien, el darnos cuenta de que tenemos patnmomo. utensilios, hijos, siervos ¡•n abundancia - en suma: el sentimiento de felicidad, sea de la clase que s* nos avanzar por la senda de la cultura superior. La penuria, cambio^de ^nera regresiva, nos pone a la defensiv a, nos hace descontiados > de X7f y ^ a s i a d o rígidas. La cultura es una consecra X q ^ ' ^ s particulares, ¡no su finalidad! littU — Cuanto U i a w mas " individual se Particular, tanto más productiva sera su felicidad para la cultura, aun cuan-

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* 3 4 8 El origen del imperativo categórico no tiene nad-i i Desdi luego, la mayoría prefiere un mandato, un precepto m t * é & * * ^ ¿£o eond,c,onado: lo incondicional les permite dejar el enie "So, y eso se adecúa mejor a su pereza; a menudo, además, s, co, ! ? ' ta incl.nac.on a la testarudez, y gusta a las personas que presumen de r general tiene su sitio en el amb.to de la obediencia militar ciega en m? T ^- En" nos han educado a las gentes; creen que hay más orden y seguridid • V na absolutamente y el otro obedece absolutamente. Así se pretende tonta? imperativo moral sea categórico, porque se piensa que de esta manera anor,? ma ventaja a la moralidad. Se desea el imperativo categórico: es decir ha el señor absoluto mediante la voluntad de los muchos que tienen miedo de* T*?** v de los eternas; él debe ejercer una dictadura moral. Si no se tuviera ese m i ^ se sentiría la necesidad de un señor así. '"<> n a d o

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la infelicidad, otros n,,-. ' 2$7- ! . n otros que consolaban en la miebedad a, habido dioses que querían

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ruando la moralidad está en su apogeo, perece el - , el prójimo nos va a engañar en cuanto le sea pos.bTe * * « Ü ¿ . y « ° p r - 1|I<> „

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? L La honestidad exige que cn lugar de utilizar, como es habitual los térmi «Sales difusos y altisonantes, se llamen por su nombre sólo los elementos conon ?,7v predominantes en la mezcla, pese al defecto que supone la incompleción y al hecho de que hasta ahora esos elementos predominantes hayan sonado mal de esa manera al menos se destruye una falsa aureola. Hay que definir una cosa

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potiortynoanihiló».

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3 fl63f 249. Las obras del genio alemán no se conservan cuando van al extranjero como ios vinos italianos, hay que Deberlos en el sitio. 3

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250. La especie europea de idealismo moral consiste en inventarse representaciones morales tan altas y tan refinadas que cuando el hombre mira desde ellas lo que hace, se siente humillado. El idealismo de esta especie se aviene sobre todo con la vida del codicioso, desconsiderado y ambicioso; el minuto de humildad es la cuota que debe pagar una vida que no tenga nada que ver con ese idealismo.

251. ¡Cuánto han fantaseado los filósofos sobre la felicidad de han vencido al mundo! Qué maravillas se ha llegado a creer S o r w p e M ^ ^ estado en que se encontraría el hombre a quien ya no perturbara la sex

261. ¿Cómo se debe actuar? ¿De tal modo que se conserve en lo posible el individuo? ¿O de modo que lo que se conserve en lo posible sea la raza? ¿O que. gracias a la nuestra, sea otra raza la que en lo posible se conserv e? ¿O de modo que se conserve en lo posible mucha vida? ¿O que se conserven las especies de vida superiores? 3|1721

262. La moralidad perfecta es la de la justicia, la cual asigna a cada cosa lo suyo y nada sabe de recompensas, castigos, elogios o condenas. En todo conocimiento cabal se realiza esa moralidad perfecta, todo ejercicio del conocimiento es el ejercicio de una moralidad así, y aun cuando el conocimiento se ocupe con la critica más comprometida de las acciones morales, está, sin embargo, muy lejos de corromper!as. En el momento en que se realiza un conocimiento, el hombre que conoce es absolutamente perfecto desde el punto de vista moral; normalmente en un conocimiento deficiente suelen ser copartícipes errores injusticia, la envidia, el engreimiento. — Pero no nos engañemos: ¡no hay mas cono° s que los deficientes! C l m i c m

24

253. Presencia de espíritu : quiere decir la capacidad de dej circunstancias las que le dicten a uno las palabras y las acciones capacidad de mentir y de ser un hipócrita. ¡¡ Véase J. W. Goethe. Tasso, V, 2. a M Oetstesgexenwart: literalmente «presencia de espíritu», es lo que de animo».

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El pueblo o, mejor, la gente del vulgo que se ha acostumbrado. i , . Í m a n como si fueran leyendas y con toda solemnidad KeJZaTJZ que de mitos, y muy serios, a los que no les faltan 3

4 1 2 1

- De la música se exige que sea de fábula, extraña, incomprensible- cosa * la que en épocas anteriores n» siquiera se tenía noción. ¡Festiva, alegre, ameíia dial, solemne, sí!, pero cor 2 6 4

4

3,

' 265. Cada época tiene su narrador de las mil y una noches. El nuestro es ahora Wagner, son cosas que uno no cree, que considera imposibles — pero que en el teatro ve muy a gusto, como si fueran verdad. 414]

Los prejuicios morales. 4 [5] L O QUE HAY QUE DESAPRENDER. 4 [6] 2. Todos los progresos que hace un individuo resultan inútiles por causa del azar del matrimonio, por eso no hay nada que hacer con la humanidad. ¡Tendrá que concertar Dios los matrimonios! 4 [7] - Las ilusiones les han creado a los hombres necesidades que la verdad no P^de satisfacer. 7

4 [8)i Dice Byron: «si Coleridge no hubiera estropeado su talento con fflusofojtrans y metafísica alemana, habría sido el más grande poeta de su tiempo»

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is cultivadas se vuelven las prescripvio 10. E' mismo modo que la imagen de | > ¡ * »r«| indetcmunail ^ ^ v más. Se le v» a m tando a la moral cada vea m á s terreno , ^ h ™ ce el el conocimiento, cosa el criterio „ „ " ' ' d e ,7" ftSS trolabie y se introduce refugia en lo «ideal», etc > n c s

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En A i e n m n i a — » — . ^ ^ ^ uesdiuraao a los talento ' An* se les llama «genios», se es muy sensible al efecto <» o ^ 1 g ¿ Por lo romántico-salvaje. No se disfruta * ^ %er¿d del espíritu — se le llama esprit, etc. P^eccion, la ^ , óo

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demostración de las costumbres morales no se halla en sus las casualidades que afectan a una comunidad. Cuando les°T * nsan o que han cometido alguna infracción o que tienen q u ^ l S ' jsrumbres morales. ™"

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] o El loco, el cojo en cuanto fuente de alegría. El caso terrible de Don Qui jote. Hefesto en el Olimpo.

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4im 23. Respecto de quien se halla fuera de la comunidad, no hay costumbres morales. Aparece aqui el miedo al individuo, la c o m p a s i ó n para con él. Dentro déla comunidad, el que sufre no es objeto de compasión, sino de desconfianza, seguramente habrá pecado. La enfermedad es demoníaca. — La compasión para con el enemigo, alguien a quien no temer, surge sobre la base del menosprecio.

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' °32. El valor de una cosa crece cuando se acumula la aonuración, es decir cuando se pierde de vista la utilidad que la cosa tenga para el individuo y se pone a la vista cuántos individuos la han aprovechado ya (o así parece). Se le atribuye entonces una mayor eficacia — 4[211

33. ¡La ingenuidad entre los alemanes!, ¡mientras todos esos talentos degenerados hacían teatro con ella! En Francia desapareció por causa de la corte, en .Alemania, por los genios (incluido Beethoven) 4 [22]

4 f 15] 24. La virtud del bud es: añadir al propio sufrimiento el sufrimiento ajeno (en tanto que todo está lleno de sufrimiento). L a virtud de Cristo: * u'go por los pecados, y ia virtud de los cristianos, sufrir voluntariamente w ^ su ejemplo (no compadecer, sufrir con los d e m á s — ) Son estos " ^ IA, moral cuyo fin son las consecuencias individuales. Éste, el progreso. , F A L S A , en que con el sufrimiento se va a borrar la culpa — " P no es escarmiento, no es venganza, sino purificación de la mancha. a s u m

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En la época de la tragedia griega el problema era: ¿cómo podian suceder realmente cosas tan atroces, siendo héroes los autores, y no criminales? Ese era el gran ejercicio de psicología en Atenas.

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La inclinación por los temas tremebundos. Violación, incesto, etc. - ¿a cuento de qué?

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25. Esa nueva moral apunta cuando la comunidad y el * " el temor al enemigo y las costumbres se relajan, es decir, cuando

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er. tan distante de la negación, era, no obstante tan H arnés, y es lo que los artista" mu* 90 Barn^h pam&. , sin __ hacer gala de ello,. que . ^ nmediato. esperando obtener con con ello almma ventaja , • F - ^lI C suden bacer de mmediato. esperando obtener ello alguna f IOVK rmcenj e ascetismo y de milagros es un elemento de hipocresíar p ^ o

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4|31| Laretórica,un arte como la arquitectura — la utilidad es la norma pnmerai

ea cnanto apera conscientemente como arte, neutraliza el efecto de utilidad o lo ea cacabeo. ¿O al revés?). A l respecto no conviene pensar en la utilidad, sinodr^ ana | u a áaathertidamente al hecho de que nos beneficia. ;No! Hay que comparar al retórico y al actor de teatro: 1) persigue un efecto 2i

un efecto.

4 ¡32] y Esquilo, dramaturgos polifacéticos, se postran ante los hombres supenorca aaooofacéocos, los poetas de su tiempo. Goethe se postra ante Shakespeano aatte el eserrtor de teatro, sino, como buen seguidor de Rousseau, ante *Ja> mtud en él de la naturaleza. Es el gusto de la época. re

y para nada obvia.

4

' °Goethe se ufanaba del esfuerzo que había tenido que hacer para naÑnrse a la epción de la naturaleza de Voltaire. — Fue un error que caiaciertza la reocaón. eonc

4 [41] El homenaje del genio a la bondad en Schopenhauer es una acotad henaon.

41421 El hombre, sorprendentemente miedoso, sólo intenta algo nuevo cuando se ve forzado de necesidad. Si le sale bien, lo repite hasta que se convierte en costumbre y lo santifica.

4 143] enriendan mal k) que es la comemplaun gran conocimiento han vueito atrás: cuyo



asunto es ése. (

Ah. el intelecto hurnano! ; Ah, el «genio»! ¡No es para tanto el haber hecho*

«Fausto», una filosofo schopenhauenana, una EroicaX 4

1 3 4 1

tamos supe*"*

.Ser justo — no es nada' ,'íodo fluye!, aólo para ver ¡neccsi limites! 4 1 3 5

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' de lo* Lo que hay es el fluir eterno. El Estado se empeña en hacer ^ que tenga carácter permanente; la moral, de cada ind'

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4(44] . La dicha suprema, como sabían Platón y Aristóteles, «o esta en el l » ™ ^ toi '"tuitivo (la genialidad de S c h o p e n h a u e á sino que la mente de tal dicha es la £ o n activa y dialéctica - Por lo demás, el que la dicha máxima este ah> no dejan juicios subjetivos — mas yo agradezco que haya tales sujetos. s c r

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que wven en soledad suelen «tormén, u ir mas no es por el carácter, sino pm L. „e.wi«. que 1« *»ed«i lo cimsume.

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Quien te bebido un cafe fuerte no sólo se ve más vivo en anas iiwanntr su imagen (ve más que hnbitualmente) ^

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Echarse a los pies de un dios, entregarse por completo a su graci a j i J i B M — üil i menear, como un perro, el rabo a su alrcdedo^ '^ '^ a a a i W » ai **ra suprima del hombre! Por ello el amor en cmmZ marml se fea coavertído en algo sospechoso para siempre jamás. Lo qu° ****** dios, ahora a un genio, a un principe: a una muier * • 1

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nundo XM conocerlo» como una monja neianctiiea. abnegada ^ «la l rfn. sino ser elegida por aquellas nana 7 ^ 0 ^ k * * * * * sena una lenuneia, la renuncia a si mismo '<** ^bHBaw»*r«v*tfíivu ni siquiera tiene por qué ser / ^

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legislador, ninguna culpa y ningún caaiBo

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'^rutero niega que Dios pueda hallar placer alguno en las «glonosas obras espid e s de los santos» — un tanto malicioso. Sólo en los 10 maiidamientos

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m Paraaaf Richard Wagner lleva — demasiados diamantes falsos.

4(5»| No es ía actuación no egoísta lo que ha surgido de la herencia (gracias al ohiÉàaaaaeipemwr SÍE VPRE en los demás en cuanto medida de nuestras acciones. 4 ISl\ Hacemos anatas cosas por los demás, casi todo, que las acciones en las que solo pensamos en aoaotros son la excepción: los egoístas son la más excepcional de M excepciones.

4

57

' (Baumann 243) Lutero: tener algo en lo que el corazón del hombre pueda confiar do. es decir, tener un Dios. Según Tomás de Aquino, el hombre, por causa de la Sa que siente, necesita de alguien superior a quien someterse y que le pueda ayudar y guiar' Dios. — Ambos entienden que tiene que haber un Dios porque le es necaano al hombre. Así también Fráulein v M<eysenburg>, la vida no sena soportable á \a significación última de las cosas fuera solamente fisica. En realidad es al revés: COMO uno está acostumbrado a creer en Dios o en la significación énea de la existencia, se piensa —erróneamente— que le son necesarios «al hombro*, que sm eüos no sena ble vivir. — Por cierto, de todo ello como mucho surgirían « ñas» _ para ello antes seria necesario un Dios o la significación ética de la existencia. I0

41581 Entre las naturalezas contemplativas U las religiosas son las cp* tnás éxito han tenido a la hora de hacer difícil la vida al hombre practico, 2>- tos amstas suelen ser insoportables como personas, y eso es algo que hay que restar ód valor de su obra, 3) los filósofos tenían algo de ambas especies y ademas, mezclado, lo dialéctico, con 'o que resultaban aburridos para los prácticos 41 los pensadores

4 |52f Taiatién la virtud (china» de la cortesía es fruto del pensamiento: tratobffl* los demás porque eso me favorece — sólo que ese porque ha sido olvidaa- ^ ^ natía, sin embarjo, no surge de la manera indicada gracias al olvido. mmm ^ , | scnt.m.enn U lo> «I nacía I s padres», los Tórnanos m á s el del padre hacia la familia ]9i

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Lutero descargó su rabia sobre la vito contempla, tras haberle tallado la vida ^nastica y haberse sentido incapaz de llegar a santo: rencoroso v respondón como - abrazó el partido de la vito practica* el labriego y el herrero. era

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ya buen médico viniera a parar entrr . . superior : sena . a todos » los - hechicerosW a7j* hectocem .cuan hBtonador de ahora respecto de cualquier profe^.' *

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mayor parte resultados no queridos rx ante la razón nuestra manera

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No dejar que aJgo que existe desde hace mucho desaparezca — prnavatc, ya case todo crecinuenio es tan largo y ei suelo mismo tan rar^ *** pmpata las piñatas. ¡Desviar las fuerzas existentes hacia otros resultad^**'' 1

1

'^ruando digo: «esta persona me gusta, me es simpi*.-^,. i según Schorjenhauer! Y, al revés, la antipatía, lo ra _ L ^ u n o , y por las mi smas razones, shnpático para éste y asnas*» ^nad mm* modo, ¡el que es moral sena amatTiamenU: V, ^ , natía o antipatía nunca se ha contado entre lo moral, t, ^ tvy~> ^ c^opeiihaueT pretende que tengamos gusto por todo lo que esta W»? f * ¿rtarnente, un gusto muy basto y sin refinar,unU! ' voraz, ei que con toóo * LOGlitara! "s** $aI

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t a sssnaca teatral (— no la "música dramática^) arruina el gusto pr^ •> ca. cssao d propio Vatro daña la alegría por la poesía í falta soledad, naturaleza, vi* reas' a aaesaro alrededor, es un lujo y una reunión de ociosos, sin sensibilidad

4|70|

;uando un idealista de la praxis no es escéptico vanidoso y acaba creyéndose hijo de Dios.

S uaaUti mixta, impuro de los artistas: ambiciosos y desconsiderados, rr.in amaos de todo Jo que nene reputación, y aun de lo que es bueno > digno at> sss reparos por lo lase hace a los medios, calumniadores, insidiosos igualas que Sapoteó*, mas en sv caso uno percibe cierto aire de honradez, ponp Él «parar y no se engaña a sí mismo. L a especulación con las masas, tonl«es* — k » de iodo tapo, ei miedo ai espíritu y a la ciencia moralista- í P ^ * toportaoa que se botara de De Tracy y Cabanis en cierto sentido; - todo » j <*eadrria loa sssfssSo* de loa seguidores m á s fieles, de los fanáticos, se roceu* • W0/ÍV y se denigra, objeto de aversión, se estigmatiza incluso como w»a; se predica /v^r med^ de/ arte el fanatismo, el amor exacerbado- r ^ ^ te acassjpdado en Ja propia vida, se declara uno a favor de las virtudes ^ ^ ^, «asssssja (como la castidad, la santidad, la fidelidad incondicional; todo ana estaab del fanatiwno. arte, omniones, setrujclores.

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^ en interés del hombre el que se califique con términos tan eievados posible lo que ha arrancado a su propio beneficio y ofrecido al bien general usneau menos ofrecen son los que más suelen insistir en un enfático y moral. Para quien aquello es lo natural, ése prefiere que si se nabla de ello, que sea k> menos posible: de ese modo no llama la atención y puede seguir ejerciéndolo. Los ejores tienen interés en que se rebaje el valor de las expresiones rnoralesOtros tienen necesidad de actitudes morales sublimes, los medio histriones cuyo valor reside en la importancia que tienen, no en lo que son. m

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Cuando un hombre cuya vida está plagada de adulterio y ^ ^ ^ ^tidad, tiene toda la razón para hacerlo, puesto que con ella su vida hubiera sioo

el deber de ongen externo, el seguw.

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la moral prescribe valentía, fidelidad, c o n t ¿ « _ en la felicidad del P ^ Z T , ^ ^ « rnairirnooral: por el ' contrario, "n, en ) '.orporal: contrano, sacrifica sacnf , *ta -ali bien ccaZ ? tu «i.^ **l«d _np,. . < . r i o r de de la la masa masa posee posee un un valor que % t J ? T ^ l | ritu ' ! ^ -hiferior * ínmanidad supenor de los particulares: lo miaroo TZZ' ^ T * Pagar t u u de fpresupuestos »muy - u ; puttj con ' ¿ parte en ello puco cicntif ciemif v r- . T ' í í ^ — i U la masa felicidad, salud y perpetuaciór l S P ° ÍTLOS com¿ío5 que se dan en la moral son la ^ ^ ¡ ü * ? *«ante ^fvlosabe. ^«taequño. i l7«l

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' ^ ' " ";hombre e auJ^uier tipo, esencialmente en cuan, , ' uta H > í é , - / / ¡ t a * » del ane, al ,gual * » l o ^ £ ^ L' 3 luber que pagar un precio alto. ¡ ¡ T S ^ S - S « e s y disgustos. La cantidad y la frcc, ^ l I refinam.ento del gusto - ¡ u ' *' ' C b de la mústcaj ¿ N o sucede esto « C o ^ ^ S ¡ fsi. M m que no disfruta el niño de los placeres i , d

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!odas las morales habidas hasta ahora parten del prejuicio de que * ^ i -liste el hombre: esto es, se sabe cuál es su ideal. Ahora se sabe que £ í e s : la consecuencia es el individualismo del ideal, la negaaón de uJuno* versal. 41801

señarnos enjedarnos sorprendidos si alguien sostuviera que hm ore ha coi « d o basta ahora el motivo de sus acciones, pues entre medio 7? ' verd-uíero e ha puesto el motivo aparente aprendido, desde el principio de 1 T^* pos.. y amos tan mal, y somos tan presuntuosos al respecto" ° " C

Los muchos LI

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y disgustos de las clases educadas, y hasta de los espíritus

Se denomina pulsiones superiores a las que se oponen a las pulsiones
MJCICU7, fJtVJC CJ £ K JIJ [ ' J r|l a-U t * i' aflJ J* / ' T I t i • y/ 1 ' L I .* / l í losan' T | 1 L 4T _a o A » " , nuinuiiiuíi^ ' 1 Parla • ^ai 1 • 1.nservarnos». Es lo que p i e " » , * . p a a a r a s u s descendientes .aso nada que haya que distinguir s " , SF

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4[81]

Las familias nobles ¿cómo es que se han conservado tan bien en todas las épocas? Porque en el matrimonio el joven no buscaba rjrincmalmente la satisfacción sexual, y en consecuencia se dejaba aconsejar, sin que el amour passion o d amour physique le arrastraran a contraer un matrimonio inconveniente. En primer logar, los que se casaban eran jóvenes experimentados en las cosas que pensar en la representación, etc.; en una palabra, tenían que pensar más en la familia que en sí mismos. Soy partidario de volver a cultivar una anstocracia moral y de dejar cierta libertad fuera del matnmonio. 1

[82]

lasss^sfsssssalas»

No hay acción ni modo de pensar que sea en si moni, a no se tiene en cuenta que es lo que se considera costumbre moral [Sito] en un país o un pueblo. Lieru* e . es posible pensar que un filósofo pudiera persuadir a las gentes de un pa * » lo vivieran de otra manera: esto es. para que creyeran en lo «en l«* * * Sittliche»). Asi se convertiría en costumbre moral * * ¡ ~ £ * ^ * r en lo moral): es decir un error en u l casa tendría valor de ley moral. me

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Muchos hombres no son capaces mas que de obtener una jélicúmi so- el que una moral no sepa proporcionarles mayor felicidad no es ira ella, como tampoco es una objeción contra la medicina el que haya hombres a los que no hay manera de curar, que siempre están enfermos. — Hay que elegir el modo de vida con la que logremos el máximo de felicidad de que somos capaces: que puede que siga siendo bien escasa.

4

La moral que en principio no piensa para nada en la felicidad del i n i ^ a teme y procura moderarla fia «mesura» de los g n e g o ^ . » aJti del tiempo de los individuos. la vinculación entre \^

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I astucia, el engaño, la traición, el asesinato. os de la comunidad - « c o n s i d e r a n virtuosos: el trato | gos E distinción y elog.o. dfl a

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_hres desean más estar ocupados que felices 4 ' °,n es un bienhechor. ¡Huir del aburnm,en£ Pues, todo el i ocuP , | aburrimiento, arreglo ése que a los e u r o n ^ " * se t ^ T £ posible la sabiduría. ^ es tan £ £ ¡ * C

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Al supo no nene en i cualquier coi trata de eso. i individuo: p« v al cabo, ¡que importa

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anteponer un ntcat, a moao de iniciación? Tran infinita, actuar dando ejemplo, no interviniendo de manera activa"^-* pretender v:vir mucho, sino como individuo, no distinguirse por vii?? ?*^»o habituarse a moral alguna ni a patria alguna, ligeramente atado a las ne '° refuníunar m despotricar, sino valeroso en todo, en el conocer recon > in hecho conciliador sm pretenderlo, refractario a las grandes palabras y j k ? ^ * Kaies. sin enojarse con quienes encuentran horribles algunas de " : : con nosotros — quizá • - sean aS COílsiíes y por eso no quieren seguir mas delicadas 0

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Observa uno, p. ej., cómo afecta un chaparrón repentino a diferentes personascada una interpreta el suceso según su humor y temperamento. Las sensaciones de dolor que tenemos parecen ser únicamente debilidades del organismo: los mismos estímulos conducen al placer. No hay nada que en si sea aciago. 9

La historia apareció en cuanto poder reaccionario después de la Revolución (v St. Nfill acerca de Coleridge) ¿ Y ahora? —

Las naturalezas que más se han opuesto a la moral (ciertamente, ¡los individuos!) han de tener también su homenaje. Hasta ahora se ha visto el progreso " en el otro lado. 4

| HH j Esta observación no está escrita para — . Participar de manera cordial y delica-

4 [951 «El ojo jamás puede haber sido provocado por el ver» Semper. «Jamás sale un color por medio de la selección o por adaptación, sino siempre únicamente una coloración, una serie de colores» Semper 4[96] Sigue imponiéndose la tendencia a atribuir todas las cosas y situaciones que se tienen en alta consideración a causas aún más elevadas: de tal manera que ese mundo de cosas destacadas sea lo que se dice un reflejo de otro aún más elevado. Esto es. la disminución de una propiedad le resulta al hombre más natural que el aumento: «lo perfecto no puede mejorar, sólo empeorar» es una hipótesis antiquísima. El recuerdo de un mundo anterior mejor (preexistencia) o el paraíso en el principio o Dios en cuanto causa de las cosas — en cualquier caso se presupone la misma hipótesis, «hl 'os en devenir»"» es la expresión mitológica que se emplea para los procesos auténticos. D

da en las cosas humanas, sin ponerse pesado dando consejos.

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una ideo sea La influencia de la «redención» produjo una ilusión: basta J P ? ^ le ptfcapaz de ofrecer al hombre la victoria sobre su ineludible naturaleza

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«El cerebro en los pies», en parte moluscos: el oido en la cola, crustáceos

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Podría valorarse a los hombres según la felicidad quei a cada la des alcanzar: o por la felicidad que es capaz de comunicar, o el malt a

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*C f "°?- '' ' Parte, pp. 222 s. . er». De ahí que lin V r ^ ' * " ' »™/e« « «devenir*, mas implica ^sarroltars^ c« ^í^joran, ' «Posición a v e r g e l , «desvanecerse». hava sido P

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' Véase John Stuart Mili, Gesammelte Werke, ed. por Th. Gomperz-

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4. N V 1 . VI-.KANrihi-. i

i I rechazo de k> sensible" por 1* moral y el elogio de i ^ inferior al de ta exigencia Je mesura po, ínema no sabe arreglabas de otra nunera U « c ^ J " de la arnigaecie de tales iiaturaleans. - í,n lugar de don S Í no h a J E S a que domuw: amono de maxnno 4

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• falso que los grandes espíritus hayan .sieiK'ia y del hombre: para demostrar e " e Je que los genios se hallan más cerca de h a e i 2 > fe »en saber mejor lo que el mundo sea y así ' d] H embargo, han tenido puntos de vista ¡ná^M^^Í^ is: por eso se contradicen tanto y suelen ' ^y ^ •mas. ^ti¿í^

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- an a Schopenhauer de filósofo. Todos los que =T^. nihil' i "se dan cuenta de que sus deseos son impostes [de realizarlT^' ^ c ^ / a e S a g a en pedazos (Wotan). ^1-desean tení

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c m tenemos que ser veraces con nosotros mismos: serlo con los demás « ° ^ V sólo en el caso de que haya en nosotros la inclinación natural a serte K verdad para con los demás una ley de la naturaleza que deba ser cumplida - 1 * con nosotros mismos es asunto de autoconservación, es decir, nuestras fuer, ftfcad tenemos que pensarlas correctamente. Atrev ernos a dar un safio en lo espiun salto para el que no nos bastan las piernas, lo mismo que en lo moral, suele * de que nos rompamos las piernas y sutramos tos dolores más intensos; ¡* moralidad encuentra la medida de su idealidad en la medida de nuestra fuer""posible, y eso suponiendo que seamos capaces de aumentar ésta. Todo crecirnien^ debe darse paulatinamente, no a saltos. ¡Cuánta miseria hay en el mundo por que aleuien pone en sí mismo la norma de una moralidad lInposíbíe . Cuando uno no es capaz de correr como un corredor, no se avergüenza de si mismo: en los asuntos morales somos, sin embargo, tan infantiles ¡que cargamos del lado de nuestra culpa v nuestra vergüenza la falta de condiciones naturales! ¡Como si fuéramos obra nuestra! De hecho, tal es la hipótesis de la que brota ese sentimiento de vergüenza.

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ttaa morales ahora: el particular elige de manera instimiv is provechosa (de hecho tiene miedo de sí mismo, es d ^ ' roen ta medida en que sea un animal peligroso. - 1 Antañ*' * ndoh gente de ur raza eran iguales, bastaba una única moral. les hombres son muy desiguales*. ¡Hay más individuos jamas, no i B engañemos! ¡Sólo que no resultan tan pintorescos y fáciles d"^ como antes

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Censo hay mas criterios individuales que nunca, así también la injusticia es nssyor que nunca. — El sentido histórico, una contrafuerza moral. El hacer daño por — *~ del juicio es ahora la máxima bestialidad que todavía queda. No existe ya una ral universal: por lo menos, va haciéndose cada vez más débil, lo mismo que la creencia en ella entre los pensadores. Hay bastante gente que vive sin moral, porque no tienen ya necesidad de ella icomo quienes pasan por procesos dolorosos sin médico ni medicina, porque están sanos y tienen hábitos sanos) Vínr siendo moraJrnente consciente es dar por supuesto el carácter wcwso y la presión que ejerce y sus consecuencias, es decir, que aún no hemos encon las condiciones de nuestra existencia y seguimos buscándolas. Para el individuo, siempre que no sea un pensador, la moral P . limitado cuando no está bien, cuando no se siente a gusto, suele pensar M S , y busca las de orden moral, ya que las demás, por falta de mstrucuo ^, conocidas. .Achacar tos defectos de constitución, de carácter, a la m ser culpable de la propia enfermedad — esjo es MORAL.' —

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4(105] 4 * • Los hombres superiores se distinguen de los inferiores como los animales superiores de los inferiores, por la complejidad de sus órganos y la cantidad que de ellos hay. ¡Anhelar la simplicidad — es decir, desear tenerlo mas fácil! Se alaba ahora cada vez más, en concreto entre los artistas, la semibarbane. la fuerza, el sentimiento, la ignorancia, los gestos y los irisamos luturales — tal es la Perspectiva pintoresca de «la especie tiene buen aspecto» — el peligro de enferme• í y de atrofia parcial de tantos órganos es ahora grande.

] A SCAU

< [106] El mortificar y el dejarse mortificar es algo que ahora gusta: a l i a * * J• « " g e n el espíritu de la insatisfacción por musa de su entusiasmo. Les ve uego uno d e 2h ° « P « < v están totalmente vacíos, no les queda tuerza algun^ qu a í t I 0 * ^ y optan por lo mas insustancial teruditos incluso de renombre). Sena muy m

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.n.usm jü^ai- la epoo« ^ «rto. no sc entrega p l e » " nato de reconocer su mc.o. parte A M pues, soa.no ' M-u,, R e a m ó n o s de »os que la o p ^ ' « c , ¿ V , , „ n

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A < toaos, el escupir la ira como se escupe la • me»' ndes sabios de la moral hayan exigido justamente ln ' ^ I * "ntimicntos - y de ahí la dignidad eri el ^ " n ^ 1° "ersonas perfectas y encantadoras a q u ^ T c ^ : > ' ^ eS". pe- hacer la ley en fune.ón de u'n ^ ^ue frecen & aves cantoras. Incluso sentimientos buenos T^L mesura y con inmediatez, producen aversión:^ t o C n t n S ^ " sados sm paseo la compasión que se nos desborda «leuoa vez n

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Se honra a quienes infringieron con el pensamiento el mi Mes a quienes lo hicieron de hecho, se los d e n i * * e la» bres; misales. mo - — | sto es m)USK\ al menos debería endosárseles al ° nd | H vos espurios espunas. — Se calla que en el cr/m,^/ ? S C j vaior \ orwuolidad de espintu. mucha independencia El < r arse ^

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senodos tinento mas libre, más valiente, su índole no es S¿£* con trecaaaaá. es mejor, por ser más tranca. A la preguma iistas o son, o no, mas inmorales que los fiincionanos rusos responde «neraJ en favor de los nihilistas. — Son incontables las costumbres m caído saeaaans de los ataques de los librepensadores y los libreacti " manera actual de pensar individualmente es el resultado de auténticos' " tra laraoraJáaadde las costumbres [Sittlichkeit], Cualquiera que atacabT**" "« era o aderado un «hombre malo»; ¡la historia sólo trata de tai« u

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Hace falta que conservemos los términos morales? ¿Oué expresiones de la alquimia?

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n Prejuicio: las consecuencias que encarecidamente se predican de un precepmoral santificado serían también las consecuencias de preceptos diferentes- pero cree que sólo ése posee tal privilegio, 2) las consecuencias real<mente> no son en tsoluto las consecuencias, sino un post hoc frecuente, 3) las consecuencias son en a \rdad las consecuencias de un fenómeno concomitante que se pasa por alto, etc. 10

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4 [115]

Los übreactrvistas están en desventaja respecto de los librepensadores, ya sus motivos egoístas están más a la vista que los de éstos. Pero éstos con frecuencia ya hallaron satisfacción a sus motivos egoístas sólo con dar expresión a lo prohibido: de ese modo lo inmoral resulta más inocuo y por eso no se lo denosta. Por lo que hace a la fétrnte, es uno v lo mismo: Napoleón \ ( risto. * 1*1*1 Según Aristóteles, los griegos solían padecer de un exceso de compasión: de ahí la necesaria descarga por medio de la tragedia. Vemos lo sospechosa que les resallaba dicha inclinación. Es peligrosa para el Estado, priva de la dureza yelj*«J sanos, hace que los héroes se porten como mujeres lloriqueantes. •

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Como toda cosa que se perpetua c lerto tiempo debe tener alguna digmdad, por eso miramos también el arte de Wagner tratando de captar todo lo que pueda dotarle de dignidad, el cristianismo, el favor de los príncipes y de los nobles, etc.. le encantaría incluso una aureola de santidad, pero ¡dónde están los poderes que debieran corlcede^sela. ,

4 [116]

A las cosas a las que se desea tener un cariño duradero, debe dárseles un valor que esté un poco por debajo del verdadero: no conviene saber nunca totalmente lo que son. ¡ Ay de aquel que exagere! Ése perderá cualquier tesoro que tenga: pues que en algún momento pasará de la exageración al estado de ánimo contrano. 4 [117]

En lo moral no hay que ir hasta el limite más extremo: porque, de hacerlo, acaba «w» sintiendo asco por lo moral. 4 [118]

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L obedece uno como esclavo y más débil, o es uno de L O S uliimo es la salida de las naturalezas altaneras, que interprcum

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***** véase arriba nota 13. idibreP»*

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V 3. VERANO DP. I8H0

FRAGMENTOS PÒSTUMI )s

de la desgana como s.gno mtahb e de que algo fU^ ¿do con vistas a una meta: ¡que d./.cl es esta ••,,•„,,„ Outi, U e

, heredero de todas las impresiones simpáticas del mundo ani-

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£ m uno a« las— supetsfcones morales del pueblo: ppuesto qn»' V „- ^U I J K ^ acarra r preparadas las recetas. Mas uno apunta al éxito - - somos la *» S ,N ciña de supersticiosos; ¡no es el individuo, sino la oomunidad t ^ o V ^ S U c s t o

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conservar con tales recetas

c a n y se atraen, aparece lo contrario de la antipatía5l los sexo emociones de simpatía. «Gozar con otro» ' C ^ f gen de » r a r l o . - La moralidad en cuanto actuación simpárfe* ! verlo, y " ^ proporcional a su grado de sensualidad. -¿También entre V ? ' nim Piones que han apreciado en grado sumo la compasión y el h es? nueblos pueblos que que eran eran muy muy sensuales, sensuales, lo m que que se se prueba prueba por por el el hehelica» hres? WH^nsurg'* ? ? L é t i c o lo establecieron en respuesta a dicha sensualidadH»* que ' tían al respecto desatados y descomedidos (los indios v los o

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Lo que representan los valores de los pueblos primitivos puede otea*** por medio de la imaginación, hay experimem > qu dos usos v la manera de pensar correspondiente no se pueden c e * * ' etcri," habla de 'las necesidades y los deseos «naturales» del hombre and exceso la cuestión: las necesidades intelectuales, p. ej , , ' sim °* a

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udios) 4|120J A veces se juntan 2 personas cuyas costumbres [Sittlichkeit] que una de ellas tiene un vacío donde la otra encuentra su fuerza y vlrn mal can mutuamente de «indecente» [unsittlich], ¡ secalifíj S e

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mnresiona más que la obra representada, ya que se equipara a la bá> novela imp ^ destruye constantemente la ilusión; aun cuando g mie j i r l a , habrá otro que la destruya, y, en todo caso, -el teatro v •la P ? , J '¡Qué . f W flojo, flojo, qué quépoco poco convincente convincente resulta resulta el el Don Juan' de ^ ,rtorlog actor S 'j^¿"dor. gente compa qu i de Merimée! Además, atendiendo a la narración estamos \jozart (V(75 que cuando contemplamos, y esto último despierta mucho más a mucho mas ac . jticar. La música, al ser un acompañamiento continuo, disjpeaiido la pr p circunstancias, con harta frecuencia hasta la meior musite y molesta en ^ . 11261

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4|121| Apreciar M Á S lo que se sale de la necesidad, lo superfluo, el enlucido pulsión antiquisima: cierto desprecio por lo que constituye el organismo y T K O J L Ó V . ios griegos; honestum, los romanos — ¡Muy raro! ¿Lo extraordinario? u moral pretendía dar a las acciones humanas una significación, u n e n l u c i d o , un ana tfvo ajeno, lo mismo todas las relaciones con la divinidad s e e x t e r i o r i z a así una pulsión INTELECTUAL, la vida debe conceptuarse interesante, y a n t e s d e q u e hubiera ciencia, que hizo interesante en sumo grado todo lo que pertenece p r e c i s a m e n t e a la necesidad se pensaba que para encontrar interesante al hombre h a b í a q u e elevarse por encima de la necesidad. Por eso la suposición de que había e n él m i s t e r i o s a s fuerzas demoniacas, etc. (Sobre todo allí donde es fácil la satisfacción d e las pulsiones naturales, donde el suelo es muy fértil, etc., apareció pronto la m i n u s v a l o r a c i ó n d e l o «natural».)

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4 [122) Lo regular en la naturaleza, eso es lo predecible, a eso puede uno ajustarse, manera que no resulte perjudicial o incluso sea provechoso: así, allí d o n d e n bene lcl0 0S reglas se ha creído (por confusión) en la existencia de poderes [ ^ jabase nos. Lo malo es lo impredecible, p. ej., el rayo. El hombre es predecible sow de la moral, y, en ese sentido, bueno; el pueblo desconocido, impredeci tanto, malo, las costumbres ajenas se consideran malas. La transferenci para nosotros es bueno al objeto al que ahora se llama bueno —

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'^Simpatía por alguien, eso quiere decir que no se teme y que de él se espera satisfacción. ¡Y se supone que eso es no egoísta!

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4[1281 Entender cómo se siente otra persona (o un animal! es bien distinto que sen¬ tirlos mismos sentimientos , el saber del m é d i c o , p. ej., y el de la madre del niño 16

enfermo — mas ¿cuál es la c o n d i c i ó n ? Desde luego, no se trata de imitar el sen¬ timiento concreto de sufrimiento, sino de un sufrir por que alguien esté sufriendo. cambio, el saber se refiere a un tipo concreto de dolor. «Comprender su dolor» 11

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Sor * ° g ° del estilo del saber del médico acerca del de un compadecer, que en general es sufrir con el sufrimiento bremos" " '"° concreto. E l sentimiento de que alguien a quien ^sonai l , r o cuidado o bajo nuestro poder sufre es totalmente ^Pasión, asociado con la rabia derivada de la impotencia (ante la gua). opacidad para imaginarse el tipo de sufrimiento suele ser muy exi0 0 W

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l • . jo natural es El sentimiento de simpatía podría haber surgido de su contrario ^ miedo y la antipatía a lo extraño, a lo diferente. Entretanto ocurre qu ^ ^ noto cesa, no hay miedo: y comenzamos a tratar esa cosa como si lo sotros mismos. d c

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sentir a la vez que...»; seria lo que hoy dia suele

j4 V 3 VI-RANO DC UW> l-RAt.Ml N U I S l ' O S I U M ,

„ hora no nos podemos hacer ni idea. Dando rv»r. a

4|I29| , , Ser indúlgeme por compasión con los amigos suele c o n , dad v es lo contrario de la virtud que requiere rigor de uno mis",! ' * , público es prec.so reprender. • « 0 0 ^ |,

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i * mezclarse. Cuando se piense en el pasado, se pensará en la tnsi»» l&V^l contemplación apática: fuego y exceso de fuerza, consecuencia f < ' eolia y J ^ preparando dicho futuro hemos de apañar a los melancólitt»* ¡da sana- [ . , pesimistas, y hacer que se extingan. Organizar de tal »• " " L b i l ' " ' le basten intelectos mediocres y que no todo el mundo tenga que ** la P I o mismo de las condiciones económicas, sin el ansia del vivir ¿ ' ^ s «estas. a

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Según los estoicos, las pasiones son

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• £ * f c j - P « r f "cc¡6n. Entonces unía la hteratura anterior ° fuefta ciudad de p r o v o c a , . Vendrá U era de la a r q u e r a , y j £ f d <*» á m a n o s , constru-ra para la eternidad Se empleara a las poblal

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4 |H0| ' En India lo mas elevado es la contemplación, lo segundo i • . eeptos de la casta — ' »r 4 ¡mi»

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4II32I» Lo que mas apreciaba el cristianismo primitivo eran las carácter citaban para la misión de llevar la doctrina antes del fin inminente hasta T % la Tierra (el celibato y el abandono de las riquezas) La huida del \ r urvrvr. !a Tierra resultaba demasiado vil, y asimismo la cultura. ¿ r . ' ^ ' ^ca «Apartarse, elevarse de la Tierra, tocar la causa primera del mundo en el ^ ? — una especie de conocimiento platónico — todo ello, un fraude. El puntoT^ neor^atómeo se funde con el cristianismo, y los religiosi pasan a ser los hombres ÜÜ ñores. La Reforma repudió a tales superiores y negó que cumplieran el ideal r e ? moral: había en ella mucha maldad y mucha hostilidad contra la vita contemplad q

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oosible que un espíritu bien provisto de datos y de cierta maestría vendo una tras otra, con una agitación intelectual enorme, toda una ¡ógica ^ . ^ l conclusiones y llegue así a resultados que solo generaciones entej e inaudita paces de recuperar: también es fantasear — v leñara ¿ investígaos" a

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j!' investigadores inductivos actuales la perspicacia y la prudencia son . .^^incas inventivas (también imaginativas) que entre los filósofos de v erdad.

4 ¡133J En la moral se reclama la teoría más rigurosa de cada uno.

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La superficialidad es muy propia de la vida teórica: la vida práctica es concien¬ zuda y conduce siempre por todos los medios necesarios a la meta o, si no. no la alcanza. El pensador, en cambio, suele llegar supuestamente a su meta, sin darse cuenta de que los caminos etTados y los saltos dados son tales: tiene con demasiada frecuencia y demasiada facilidad la sensación de logro.

4 [139] El prejuicio de que para juzgar por uno mismo ha> que representar un alto rango, un poder; de que los inferiores tampoco pueden ser libres de pensamiento. «Pretende razonar, tener opiniones, etc., etc.» , cuando, según su parecer las opiniones a la larga 20

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La castidad sólo es una virtud a la edad de los adolescentes y J ^ ^ si es una perversidad, puesto que acabaría con la especie. En " ° " ¡ plena dual en interés de los demás, una excepción: cuando de hecho solo la r pueda salvar a la p<enona^. c

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[141] Ü dicha de los hombres que reciben ordenes y especialmente militares, funciocienadesn

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Quizá el próximo siglo la humanidad, gracias al dominio ^ ' ^ c * ^ haya hecho ya con mucha más fuerza de la que pueda consumir y Véase J. J Baumann, op cit. p 98 " Véase J. J. Baumann, op. cu, p 99, • Véase J. J. Baumann. op cit., pp 99 ss

¡Demasiados plañideros y derrotistas se han multiplicado!

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»' « P » « « e pásate de Stendhal. «Lord Byron en Italia», en rappela U cwsidéranon avec laquelle on écoutait d'Alembert, s ecne. «Pasmille ecous de rente!V

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e* en todo caso de mal gusto: bastante nato coarto , I r a hacer creíble» sus proposiciones.

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, \o querer tei que ver con la realidad, procurar p | sentimientos de é ,s. ser distinto y carecer de entendeder .. ^ r * , antes sus formulas, se trataba de una ut í * * •» tenia la «ciencia" e„ el trasniundo. A l poeta se le acepta ^ elIa.puesJ .posible»: sea que desprecia nuestro muña ^ <*W mosasdeuni su menosprecio. Pero ¡ay de el si pretende i n d u c i r n o s a q „ " - ^ d a eir. a que en el actuar seamos unos exalté ^ S del mundo: de una hora esoh env *4 a

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\ otro quiere, nos enfadamos y lo enfadamos mise| a r a z ó n , y al buenas ai respecto resj^v-uj suelen -»<.*i_t<.n ser v;i las I A S rmerui: perdonas las entienden lo perciben como ajeno a dios v por c

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> . sentimientos morales han producido tanta mijena, sobre UICIOS H *' ~* losJ L de conciencia, hay que preguntar: ¿se ha vi«o compessaJ Va^rdirnien^^ n i d a d existe gracias a ellos» es cosa chalosa: be & ^ fien «en jn ellos. Por causa de las diferencias morales muchas tri^ ^ t m s ^ vecinos verdadera runa aniquiladora. 4

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No resultan ya sospechosos todos Jos «sei hace tiempo la falsa filosofía de la exaltación and tan cerca„ de ellos quj sentimiento elevado casi inevitablemente surge un pensamiento ter pomo de vista extremado* A H ^ m á c HP u -—.*-•— ^ ideas en un dogma en que l ten le vivir y morir juntos, fantas todos los días, a todas w

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, (Qi - ^ especiales es donde se habla de manera más concreta: ^l ¿ las cíenlas ^mUado. De manera más dudosa, Le. en se halla pir ^ ^ ^ diferente y siempre según su i d e a d a Educación descuidado, todas las palabras " Ama. a q u i ^ amplia, a veces estrecha. ~* i * • ,4

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Si se rastrea un sentimiento moral, se descubre entonces al final, tras su anda¬ dura a través de la imitación, un aprecio muy fuerte por una cosa o una acción, aprecio cuyo origen se encuentra en una teoría. A s í pues, cuando unos conceptos pera», den y subyugan a los hombres y éstos evalúan algo en junción de ellos, el resultada practico es que se origina deseo o aversión. Luego, se planta esto directamente, • sin la nwtrvación correspondiente, y más adelante se le endosa a menudo una nucí. Allí donde hay sentimientos morales, hay o un concepto transmutado en sangre o » sentimiento imitado. 4 |145J Cada uno tiene por moral lo que contribuye a mantener su estatus: la madre, lo que mejora su reputadón, el político, lo que favorece a su partido, el anista, lo le ayuda a rjerpetuar su obra: y el grado de espíritu y de conocimientos es lo que deade hasta dónde lleva uno su interés, si declara como meta moral la ™v£ mundo entero o incluso la ruina de dicho mundo, con tal que le aproveche al ma» rao a lo que sea el interés de su estatus, etc. E l príncipe, el noble tienen unam*^ única que «imparten con el hombre del pueblo, pero los medios del uno > ^ los califican respectivamente de inmorales. « L a moralidad está siempre ent tros»; la cuestión es hasta dónde se extiende ese «nosotros». refoi

Me cierto tedio por lo humano, como si se traían 3 í^a un ser de conocimiento es una restricción terrible ^ c o m o humano, puede producir cierto hastío intelectual

Incesto, adulterio, violación, obsesión erótica, a los que acurren aturgos franceses de gusto romántico, sino también los OÓWfi***

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de la vieja que conocer del hombre.

Los hombres muy ambiciosos a quienes se les cierra el acceso a un campo tención, p. ej., al arte de la estrategia, la astronomía o la medicina. suel< itinen menospreciando y ridiculizando esas cosas y a quienes las representan, bien -secreen que para ellos existe una «vía real» especial para llegar igualmente a la ansaesencia. Entonces se imagina uno tener justo facultades de vidente. i • --

Esa sensación ardiente, abrasadora del extático, «ésta es la verdad», ese agarrar ; ;.f y ver con los ojos en quienes otan dominados por la (amasia, el palpar d o — es una enfermedad del intelecto, no una vía de concxnnñento. m a n o s

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Sin perfección cvrpttmt Que cuidados cuando «e c el volver .i esiar sano tenga di sus eonocinuenios no resutter

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i nrimer hombre era la perfección suma, plena sabiduría- cae al .((¿I' , citón. el P n e r a absolutamente voluntaria V . , ; , n sexual, den cut" al aP rt

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paulino: hay una culpa inherente religiosa sin saberlo ni que4 II57| u. «el hombre en el hombre». Filón (para quien tod realidad > solo los agraciados con la revelación del° . a
la lev funda la culpa, que hay que expiar (las disposiciones a n t 'un^; roylo.rnpuro) .-vade 1«, entrega entren;! consciente del vov; [alma] a las cualidades cerca de,»0 »^ d o : la r

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4|I5«|« Los . a t o experimentaron en lo terrenal lo débil, lo transitorio f midad de lo entronizado en el cielo — con «la más rendida de las suh!? El ser puramente espiritual es una invención griega, no judía P° celestial v el mundo terrenal son judíos. '"" -' °e! O

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comoral - esto es griego. .alas de ^ ¡ de la carne», Pablo. Sólo con el conocimiento de la ley y U rrespondiente no le basta al hombre interior, por completo impotente, satisfacción co ^ , , bastaran para que la volunpara resistir. i*w 10 c o r

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Los judíos «o creían en un ideal irrealizable, las «tablas del cielo» i das con Isa ideas platónicas) se realizan plenamente, la sabiduría celestia? ^ * * fiesta de manera adecuada en la ley. A diferencia de en Platón. " 1

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p blo fue la aparición que tuvo en Damasco: el resplandor de a

el rostro de Jesús. ^Su uso que el cuerpo del hombre es sensual y pecador, que era carne pecala humana. Es ctuapTÍa [pecado]: domina antes de que aparezca la ley el - ¿v [espíritu humano] sin que éste lo sepa, y sabiéndolo luego ^aparecer la ley, y da lugar a la J t a p á p a o i c ; [transgresión]. No obstante, hay en Cristo un «veüuct 8eoo [espíritu divino] que mantiene la óucqma encadenada. Al matar, al destruir Dios la aápt, [carne] de Cristo, condenó a muerte a la ówcqnia, acabó con ella. No es la vida terrenal de Cristo lo que derrota la ootpq. sino su muerte corporal. — Por medio del bautismo vuelve a acontecer en el bautizado lo que aconteció en Cristo. El efecto, inmediato. A l morir su ooux,. queda libre de pecado. ¡Extirpación radical del pecado! E l bautizado se hace uno con Cristo, con el "espíritu que trae la vida» — ergo inmortal, y la resurrección, como Cristo resucitó. fl

Helenístico: prepararse para la revelación absteniéndose de carne y vino Tales condiciones no son necesarias entre los judíos. 4 f 160p El helenismo penetra a través de los esenios.

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4|léip La resurrección del cuerpo es un dogma judio. Los muertos conservan carne y sangre. Ambas participan de la vida celestial. Los mártires esperan recuperar en ¡a resurrección los órganos que les han sido arrancados (2 Mac.)

El hombre que está henchido de Ttvefipa es justo v santo. ¿Y Lutao? El cuerpo camal no se conserva sino que mucre. La la C UnSlanC a caduc"dl i ' * demuestra que la ocupe está expuesta a Tera * ' ' atajar la destrucción de la caroe. ^ de b ! Ü : ° s , luego los cbionitas, dejaron que el individuo decidiera acer"«JWs.ón de la sensualidad. q

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arante el tiempo que media hasta la parusia Cristo a ^ . Pablo no reconoce 1) la resurrección de la carne, ni 2) ¡J^J^í rr

redimidos.

575

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Como el sentimiento de pecado y de abyección es cosa de i eso hav también remedios con los que puede suprimirse. El ' '^fiin*, „ b idea de lo eontrano, de que se es uno con Dios. C u a C * < ! % misionera o de mártir, dispuesta a la muerte constituye un r e n ^ ? < S -ración moral: es decir, el restablecimiento de un orgullo infínUn ? a fundo hasta lo alto. ¡Nada de «justo y santo», o en todo caso de meiorando. el milagro de la perfección. «bit

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cuatro cartas principales, lucubraciones contra el judaismo.

disposición al arrobarmcn.o religioso, ,a trataríamos

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4(1661 Todas las naturalezas creadoras en materia de religión han t éxtasis. Lo que es una prueba en contra de la salud de los r e ] i g

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n i sentimiento de poder? El ascetismo como recurso para alcanzarlo. (Unión £ . trato con los muertos, etc.) El monr para el mundo ya es arrogancia con D '

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4 | 1671* La posición cósmica de Jesús, redentor de la naturaleza. Ansia d que no suele encontrar expresión, lamento. Se aparta por completo lo * °n ^ queda A la carne, seremos «Hijos de Dios» — al resucitar. p e r f e c c i

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4 [168] Puesto que la moral es un conjunto de prejuicios, puede suprimirse por medio de otro prejuicio.

4 [169] El sentimiento de ser del todo bueno se puede generar, de la misma manera que el de ser del todo abyecto. Se trata de una interpretación, de una adaptación.

4 [170] El fanatismo, un remedio contra el hastío. ¿Qué tiene Pablo en la conciencia? La oópc le ha inducido a la impureza, la iconolatría y la magia (^apucoceíct), la hostilidad y el asesinato, la embriaguez y la orgía (KWUXH). Todo ello, recursos para lograr el sentimiento

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poder.

4 [171]» Sí con la muerte de Cristo se ha cumplido la ley, puede uno sentirse•f^ do de ella. Al perecer el cuerpo carnal de Cristo, se destruye el P " J del Dios: no sólo se salda una deuda — sino que «la culpa» queda mundo. t

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P ! sentimiento de poder, cuando uno pertenece a una tribu, familia, comunidad , do fuertes — fundamental para la institución de la obligación moral; nos some¬ ° s P^a obtener el sentimiento de poder. — Quien no tiene apego a la patria, en fromentos en que ésta peligra, recupera, sin embargo, su capacidad de sacrificio: desea el sentimiento de impotencia». no El paso del sentimiento de impotencia al de poder es muy placentero: de ahí el que se suela buscar la más intensa mortificación. David, para luego —. ¿Quizá judio? El orgullo secreto de los esclavos: p. ej., religioso El distinguirnos de los animales; la Tierra respecto de las estrellas. 4(1781 En lo que concierne a un drama los alemanes prefieren entender lo que sucede, los franceses, entender por qué sucede; son más racionales, los primeros se quedan en la contemplación y el disfrute. 4 [179] El efecto primero de la felicidad es el sentimiento de poder: que quiere exteriorizarse 1) respecto de uno mismo, 2 ) respecto de la gente, 3) respecto de las as, respecto de los seres y las cosas imaginadas. Destruir, ridiculizar, regalde

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4IW «Los dioses indios no son los donantes de los dones todterrena procede de las acciones santas, de los cantos i n c l u * " ^ W ' rncdida. 2 3 ,

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4 flW| Según predomine el sentimiento de debilidad (miedo) o el de poder, surgen sistemas pesimistas u optimistas.

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La contrapartida a la restricción moral del individuo es el incremento de su timiento de poder (en cuanto miembro dc una comunidad, más tarde, dc una huía mdad superior, mas espiritual, dc una orden). Gracias a la acción moral hace™ magia. Perecer con el sentimiento dc poder una artimaña muy especial, vencerá la muerte («librarse de la materia», etc.)

4(1951 Lo más sensato es limitarse a las cosas con las que podamos obtener un sentimiento dc poder que también los demás reconozcan. Pero es tan grande el desconocimiento que tenemos de ellas: por causa del miedo y del respeto se ven arrastradas a ámbitos en los que sólo por medio de la ilusión pueden lograr el sentimiento de poder. Si se rasga el velo, aparece la envidia. 4(196]

La espiritualidad impersonal dc Dios es de origen griego, los judíos tcníanel Oíos dc su pueblo, el Dios dc la Alianza, una persona. Los cristianos vacilan, aunque son más j u d í o *

Hacer que le demuestren desde fuera el poder cn que él mismo no cree — esto es, someterse por miedo al juicio de los demás — el rodeo que dan los hombres vanidosos.

La vanid " inur,° JlKtriih el senf " face | g r a

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4 i»ir LoallamadosanimalescomensaliMis no se comen a su huésned ,., len servirse de él como medio para lograr el alimento que les conviene. Tenemo m o » dc protección con el fin de alimentarse. ^ Tener junto a uno un ser vivo que no inspira miedo — los animales se lo podrían Meanr a sos pequeños. Que necesitan ser alimentadas es algo que se adivina. Elsentu •opiedad, de dominio hace que los padres se muestren muy excitados cuanc n pretende quitárselos. La socialización de los animales es un asunto tan an mo el cuidado de las crías. Asi como en muchos animales se asientan parásitos de los que el animal no puede destacerse. así también en algunos hombres — se distinguen de los sirvientes en que viven del parrón, contra su voluntad o con ella, sin llevarlo a la ruina: muchas mujeres Antaño, vida libre, y para eso toda una serie de órganos que luego,parala vida parasitaria, ya no son necesarios: degeneran y se vuelven rudimentarios. ¿ c algo así entre los hombres? 41202|

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' °si pretendemos devolver a los hombres por medio de la ciencia un orgullo como el que traía de las guerras, tiene que volverse la ciencia más peligrosa, exigir mas sacrificio: exponerse uno mismo.

4 [2071 Se crearon los dioses no sólo por miedo: sino cuando el sentimiento de poder se hizo fantástico y se descargó él mismo cn persona.

41201818]

El lujo es humillante para el hombre de conocimiento. No es sólo algo de lo que pued , Je prescindir, sino que representa una vida diferente de la simple y (Heroica — y afecta, en ese sentido, a la imaginación de manera paralizante y contraproducente. No nos sentimos «en casa». El apego al lujo le llega al ser humano a lo más hondo: •o superfluo y lo excesivo para ojos y oídos son como el elemento en el que alguien se siente bien.

4•1209] 1

El prestidigitador parece exponer una causalidad diferente, que no conocíamos, exa m\ Lo mismo el poeta con sus imágenes > sus metáforas.

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líos¡ a los que les gustaría que los bueyes vayan más rápido y están disn ^ ° que una mano Pero hay hombres temerarios que pretenden que todo el muH ° ^ •do para asi disfrutar dc los efectos do su fuerza. «itÉ

s religiones, las morales extremas, estas artes Estas guerra — - - _ « ra„ el gran teatro dc la impotencia que se ¿ odio sectario * sentimiento de yéndose d poder y pretende presentarse como si fuera yendo siempre en el pesimismo y la lamentación! L o que os lalt W mnmnt t vosotros mismos

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V ardientemente del amor sólo han hablado aquellos hombres que Poco. Hl a algo insoportable: si a nosonos P a p a r a por nosotros, como hacen los que se aman no W _ ^en, pronto estarían todos puliendo volver a los uempos en que esta a

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lepara los Clacos, o al revés: sus runciones son los afectos' , „ JSio de haUfc'^ je! ^ ^ ' ^ T ^ ^ ' ne en los afectos están activos to*^£^£ "T** ¿ S C ^ . f ^ l u n ^ d » de Schopenhauer. * ™ * « * rnás o

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Ép ° '«do tiene ra ion al hacerla Sin embargo, no en el sentido de q nn, .crtnmo metor que a cualquier otra. Vayamos donde v a T ^ P ° c I S dre ó C r todas partes la fermentación, la lucha de los c o ^ *° " 5 S o d i a m o s r H ^ t i ^ a H » n___ " Ptosam^ ^ bres que tienen un olfato delicado, llamados am * ~ nue i y vetan lo que les sucedia — lo sabían yv haW?" habitn.Y^C^ S h n a t a e í a Si las cosas siguen asi, que se cae todo a pedazos ^ * ¿ 2 e desaparecer Mas no desapareció, se quebraron los troncos v¡! * ! *> N ¡ o siempre volvió a crecer un bosque nuevo y hubo en todo mom ^squ, pen descórnenla ido

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i í d e s t i n o paradójico de la muerte es el nudo del enigma, y en esto habría que conocer la voluntad de Dios.» En pnncipio, la muerte de Costo impugnan llegar a u ^ ^ milagro de Damasco lo confirma. nberados de la cé& [carne], henchidos de Tiveüua [espíritu] no nos hallamos metidos a la ley. La ley pone a la vista la á u a p r t a [pecado] de la cope en toda fiTrza con lo que resulta insoportable al hombre. «Ser de carne» significa «ser de ^rwMorir para el mal es morir para la ley. — ¡Qué odio más intenso guarda aquí Pablo para con ella! Por medio de varios actos declara Pablo acabada la ley. ése es para él el punto fundamental. Lo que ahora haga un cristiano, eso ya no hay que medirlo con respecto a la ley, que está muerta, como la oópi;. Uno de dichos actos: Cristo lo había cumplido En el sentimiento de perdón y gracia divinos, es uno de los argumentos, el otro, en el sentimiento de la más intima espiritualización en Cristo alcanzada por medio del bautismo. «Por la fe y mediante la gracia» — la ley debía antes de nada provocar transgresiones. La muerte de Cristo sería imposible para la voluntad divina, si pudiera haber cumplimiento de la ley: «Si la justicia viniera a través de la ley. Cristo habría muerto en vano» . Dejarse llevar por el espíritu, darse de pleno a él. sin inquirir la propia voluntad — La ley es la causa de que yo haya muerto. Mas así he mueno para la ley . Si bien un cristiano también peca, no lo hace, sin embargo, contra la ley. está fuera de ella. ! oy yo quien vive en mí, sino que es Cristo el que en mi vive. Lo que vivo en carne, lo vivo en la fe que tengo en él. Si ahora quisiera de nuevo retomar la ley ^ someterme a ella), le haría a Cristo cómplice del pecado»". m C S

4|213| Si r e á t e n s e supieran los artistas cuánta fantasía hay detrás de tod miento saperior, ¡cuánto hay que discurrir y <dejar> que florezca, para lueg conocí, cortarlo sin cnoaíasaón! Somos un vergel: ¿os creéis, pues, que eliminar las invención hyóflesB que más gracia tienen es algo tan sencillo? Somos casi crueles conno^ tros, mas ¡por los ra* - • ~ vosotros y todos habéis de tener! Goethe sabía loq es característico del hombre de ciencia: es un ideal en que se reúnen todas las facul• y U tananas. como se reúnen todos los ríos en el mar. ¿Por qué lo juzgáis según los iiaaajiiliii' rntelectuales? Nosotros, desde luego, no os juzgamos según vuestros iiilalMfcm i de pigmentos " m vuestros estadistas. —

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4 |214| Los ajenases han expenmentado la sagacidad beoda de los hegelianos, que pretendieron explicar a Goethe descomponiéndolo en esquemas, y la antipática estulticia de los adeptos de Wagner, que de cada punto débil del maestro hacían un dogma, pretenmendo que en ese punto todos debían ser débiles.

Modo de consolarse: tener que soportar más que todos los demás, eso da un

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timiento de privilegio, de poder. 4

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' ¿Corno puede lograrse que el sentimiento de poder 1) sea j * " ^ of*** KiaJ y no imaginario, 2t se despoje de los efectos suyos de p "menosprecio, etc.?

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ción nías no la dialéctica verauiera. .a murena renqueante de verdadera rteeeeidad y su cune esto es, no han comprendido sufre y que lucha: estaba muerto, es decir, estaba inspirado, p ' D ios *TP1>I Dios

25l , -o — para nosotros el vino es algo muy sobrio Y r* P f dionisíaco aparte del vino y su efecu, como mucho

convulsiones epilépticas, que afectaban a las mujeres histéricas en t w ban al tambaleo producido por el vino. ^ ^ equipa 2 2


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4|22I| esta atención exclusiva a un solo género de música Oí fina] suena: es mas. > a no sabe distinguir las cosas b u e n » . ? . cuan ho «yflnsM. y en particular disfruta menos de lo que se ere ^^las exaa même, en general tiene el sentimiento de poder — que su música e T k n ? ^ v es toda ella bues* música: a pesar de que en ambos casos la verdad T rio. Quien soto se ama a si mismo, es capaz de experimentar la dicha en^ ° " \ hacer de ello una lev. una tiranía: le mauvais goût mène au crime Tel m.i , t a i gusto cor. duce al c

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c! confluyeran todas las lágrimas que en cada instante se lloran sobre la Tierra. ir fluiría por la «pradera de la desgracia» un potente caudal, sin cesar ,..}-•<;

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Todo es vano y transitorio, nada merece un esfuerzo duradero; disfruta, pues, del momento, que la desgracia ya llegará — Salomón

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41222] Si llegarnos a ser alguna vez conscientes de la quijotería de nuestro sentimiento de poder y despertarnos — bajaremos entonces la cabeza como Don Quijote,¬ ;terrible final' La humanidad se ve siempre amenazada por ese vergonzoso negarse a si mismo al finaj de su empeño.

4 ¡223} se Pretendo poner freno a la arrogancia fanática del arte, no debe compor como si fuera un remedio, es un laboratorio para momentos, de escaso valor para a vida, muy peligroso si pretende ser otra cosa.

4 [2291 Quitarse un infortunio de la cabeza por medio del trabajo intenso, del placer intenso. Un epicúreo.

4[2301 no querer ver algo malo, no reconocer su existencia, negarlo, darle otro sentido, empeñar su valía intelectual en negarlo — una manera de consolarse. 7 4

4 [2311 Pablo había sido un fanático y un guardián de la ley y habia pretendido cumplirla: ¡pero le fue imposible! ¡La o ó p ^ ! ¡Y luego la propia ley, que inducía a la transgresión! Le guardó un odio intenso: su triunfo fue verla destruida gracias a la muerte de Cr, el enemigo invencible de ese hombre despótico habia sido vencido. —

4 (232] •* I224| Los

le la antigüedad tenían la leche y la miel por ^ f ^ ^ ^ i de los bebedores lores ue vino, u i ueuiu» ^ soma< s e rniiel: ahí tenemos a los bebedores tramos es una beb.da embriagadora, que aparece sólo en los relacionan las bebidas embriagadoras y las sensaciones de inmon ^¿¿0^ P " Con el disfrute del soma al final de los d í a s acaban para • as pe pasan

El vino afectaba a los griegos de manera distinta a como afecta a nuestros cere¬ coholizados. «El vino sin mezclar vuelve loco», decían ellos.

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41233] Argumentos erróneos: «desprecio a los hombres, luego ellos me aprecian en «no tengo miedo de los hombres, luego ellos me tienen miedo» - mas los

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m, literal de ta Biblia. U o

hecha aj hilo de la lectura de Lüdcmann

" "cena al hilo de la lectura de Lüdcmann.

FRAGMI NTOS P O S T U M ( )

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4. N V 3. VI-RANO OI ISSI

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* hombres de Estado tienen la imaginación A„ " > * enciente»: se perche en" ¡ 7 u e 7 d o > C S r S » se anhela. Un pueblo quiere el poder enTa ^ ^ q u i e r e en la astucia y en ,a superior^ ^ l o n S ? »

4

Lo< genios que extirpan a sus seguidores una parte de a, ran gallinas, de manera que. medio borrachos y tambalea,»^ ron ^ ¿ f l e i o de la adoración. W«ea io retlejo

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\w\ La desgracia de la humanidad y la razón de lo lento de su valoren masólas cosas que entusiasman y enardecen que las que

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mo. s7p7ensa todavía, está Dios. Ay, el entusiasmo es c o m o ^ í v\T^

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4[2381 Cuando dsminuye para nosotros el valor de la humanidad (p j mos enfermos), disminuye también el respeto que tenemos a sus instirucio ° ^ que está enfermo es un canalla», ¡y el santo también! >" e

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príncipes y conquistadores hablan el lenguaje natéti™ A . • g^cias al sentimiento de poder q procura ' V ' ^ ralla de sinceridad de toda política reside en el «"* que todo el mundo ha de tener siempre en la boca 1 £ ^ ^

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4 ri cir sigue rigiendo la vieja costumbre de verse movido i v motivos, lo que exige que la verdad se disfrace, ¿as palacras y

determina-

4

Dejo de lado el interés y la vanidad de los particulares y de los pueblos: mas la esidad de sentir poder en uno mismo, y de hacer que de él broten sensaciones de necnoche, de sacrificio, de esperanza, de confianza o fantasía ése es el móvil más deoderoso de la gran política. Se actúa entonces contra el propio interés, en menoscabo de la vanidad (pues quizá tenga uno que hacer de esclavo, para que la nación logre e! sentimiento de poder, o arriesgar la vida, la fortuna o el honor) (Virtud) —

239

ti ! No digáis que el aburrimiento les fastidia: nada les apetece, porque su voluntad de poder no sabe cómo satisfacerse — en comparación con eso, todo lo demás no es nada. 4 |2443, Con ocasión de un crimen: la humillación terrible en el sentimiento de poderal pasar de ser una familia que tiene buena fama a ser una familia desprestigiada. Nunca más atormenta el pensar en el enemigo. ¡No m á s remordimientos de conciencia. 4f241I Esencia del arte paradoja de lo más g

función perniciosa, sin que produzca daños

Una

41248]

Ni siquiera la calma y el placer deben ofrecerse a un pueblo sin la corona de laurel encima: como si la calma y el placer estuvieran permitidas en el sentimiento de poder, mas lo demás no: incluso como si fuera una obligación el mostrarse así, ya que de esa manera se muestra uno poderoso. 4 [249]

La falsificación del sentimiento de poder y el pago con moneda falsa es el mayor sufrimiento de la humanidad. Si los pueblos se ven tan engañados es porque buscan quien les engañe: un vino excitante para los sentidos, no una buena alimentación. Los gobiernos son el medio de procurar al pueblo ese sentimiento: los homwes« sacados del pueblo aportan mucho menos que losflamantesconquistadores. '"trépidos conspiradores, las antiguas casas legítimas: han de tener algo con lo l o s

uno pueda entusiasmarse.

4 ¡242] La marcha «Racoczi», la más hermosa del mundo.

41250]

enerajas % «i Si ahora ya se acepta la verdad acerca del pasado reciente es p°rq ' ^ . . . _ ...Jó acerca ticf pasauu i tC MntL'Ill -d " o. ^_„tltirriie" ciones no apoyan sus opiniones en las generaciones pasadas, ornen ^ ^ >u honor - sino que se oponen a las opiniones anteriores y tiene P * " e la independencia. 4 I243J

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guerras lo que más excita la fantasía, una vez que Josiwebay los horrores del cristianismo han perdido su esplendor. La revolución social

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i,»aun nías importante, por eso so está ¿ . Jo.no se .cnsa lo que I , humanidad |n.ed * " ' ^ n ^ " C . o c n L. Kevoluc.onl ranees, l ' n a u v , ' " ^ U

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Para Pablo resultaba realmente consecuente el decir te de CrMS*» y b unión que con él se logra por medio del bautisnTn i*

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se podu decir algo asi aun cuando en momento<s> particulares ¿S^ K3*t° creyó a el! Si la unión no era, por lo tanto „ nadie, sm fe v el bautismo no bastan. ¿Por qué sólo a la hora d i llegaría eion? ¿A imitación de CKisto>? ¿Tres días descomponiéndose! &

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4 f253|» rMtajnarnV la majestad, de la gloria divina, ser hijos de Dios — i eso si que es una meta! ¡Nada de modestia! ¡Claro que tampoco puede concede™ les a —rfcir si no. el honor seria exiguo! ¡ £ 5 0 ya se arreglará! " c

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Las naturalezas del estilo de la de Pablo se explican todas sus experiencias según la lógica de su pasión. La aparición de Damasc venía precedida del cálculo: «csurjortgamos que los cristianos tienen razón» — y había previsto las ventajas que eso comportaría para su tormento personal — era, sobre todo, un nuevo intento, y le resultaba excesiva ya la repugnancia que le producía su vida pasada. Así que vio a «Cristo»— ;Cómo lo supo!, ¡por qué lo creyó cuando la aparición se lo dijo! «ftr qué me persigues» — no es razonable, se dijo sagaz el judío.

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' Hay qu ' ' único que hubiera que hacer iftiera llevar a cabo los mandamientos de un mundo espiritual superior y nada • o Algo así podría suceder por interés o por vanidad o por el sentimiento de' poder í estar convencido de que uno forma parte de ese mundo espiritual y lo que lleva ^abo son sus propias necesidades) ¿Y si ya no se cree? En ese caso es el interés, la vanidad, el sentimiento de poder lo que de modo ahora directo (antes mdirecto) nos guía al actuar. Pues todas las morales antiguas, por sagradas que se consideraran, de un conocimiento inferior, no pueden seguir dominanóo.

proceden

4(2601. f ^ f antV*aaV / * Nuestra vida debiera ser un ir ascendiendo de meseta en meseta, y no un volar y caer — lo último, sin embargo, es el ideal del hombre de la fantasía: momentos de elevación y épocas de depresión. Esta mala costumbre degrada la mayor parte de la propia vida, y nos habitúa, además, a minusvalorar, por no verlos en éxtasis, a los demás hombres: lo que es poco sano, pues esos excesos morales y estéticos se pagan. Cuando el malestar está hondamente enraizado y el desaliento es mtimo hace falta una dosis cada vez mayor de entusiasmo, y a la larga acaba siendo inditerente el valor, sólo satisface la más intensa de las excitaciones. Decadencia. Puede observarse este proceso en la historia de cualquiera de las artes: la época clasica es la época en que flujo y reflujo mantienen una diferencia muy sutil y la norma es un » s e n t i m i e n t o de fuerza: falta siempre lo que provoca las conmociones mas proproducirlas es cosa del periodo de decadencia. > ;

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Pablo, apóstol de ios gentiles: — las más soberbia de las tareas

la ley» para eso era necesario «estar liberado de a c ¡ah, el Santo Pablo! Resulta transpar

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4|256]

de su

Obedecer, hacer más de lo que se debe, rehusar el elogio, ^ / J ^ s e ^ integridad: alemán. Ahora tenemos enrabietada la vanidad, y lamenta^.

4

1261] Se confiaba en Napoleón, porque hacía falta un salvador y un pacificador; Pablo P°K» necesitaba un objeto que le permitiera concentrarse >hall* A c c i ó n . Lotero combatió al clero, porque había fracasado en su seno tntento ue

ha aJ hilo de la lectura de Lüdcmann ha al hilo de la lectura de Ludemann. ha al hilo de la lectura de Lüdcmann fui al hilo de la lectura de Lüdcmann

"faetón hecha al hilo de la lectura de Lüdcmann.

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' ° '» a * , , , ^ ^ .lia embriagador para el alemán actual, eso se i ot de ames, en los temas d* ^ u S T ' ° l -

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diente en su a f K ^ o ^ » n u W > Aullando, con - y en eso entran los hombrea, como la lu¿ cegadora del se el rosera ¡av. los rwsnfcresi. ¡ay, los hombres!

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\ndar por abi como transtornudo. con un peso distinto en I tai canal que uno desearu Jetarse caer, llegan las voces de | A ¡ ¡ . « de unaaeaai densa, suenan sus argumentos como el agua que e n **ii Do sordo. e s * 4 M y . s i n embargo, se siente la noche. "* ° n UQ ^ P

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• iber serMCb de manera leal y como es debido a un regimiem resumí ser matad» y funesto — y ya no poder volver atrás, ni a derech * ^ da jornala amargura' ¡Verse atrapado en la trampa de su incauta ^ ceaaa es debido y cosechar como recompensa segura el desprecio de a ^ T desprecian al regimiento, es decir, de los mejores! Perseverar en tales puco* resalar mas heroico que huir de la lucha y exponer la seguridad ylos

todo debe haber sido ¡dzs-

4

La lengua se ha hecho imprecisa por la enorme falta de claridad que ha des-asla delimitación de los conceptos y por no haberse atendido la necesidad de que definan con precisión. Así pues, la tarea es clara.

4

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4f2é51 Hay ideas ojee tienen la función del vino: entusiasman, encantan, animan pero consonadas en exceso producen embriaguez y consumidas habitualmente necesidad m coya aañaaaoaani la vida resulta vacía e insoportable.

' -Ay. la devaluación de las alegrías sencillas! Fueron lo gnegos quienes empezaron- era de esclavos el conformarse con las ávayicaTa [lo necesario]. ¡Ha de haber alegría*. ¡El pueblo bajo tiene derecho! El lujo gobierna el espíritu, y eso nos enferma. La verdad es: con vuestro exceso de trabajo, con la coacción social vrvis como esclavos, necesitáis la espiritualidad para embriagaros: y os sienta mal. —

4 1275]

Loa prejuicios morales siguen siendo imprescindibles: es de lamentar que no se pueda aún ¡«escindir de ellos, pues el fortalecimiento que ellos procuran mantiene en lo mas segare las debilidades y la falta de fuerza contra las cuales se toman a do de medicina.

Los hombres de cualquier época que tengan exigencias artísticas, pero sobre todo un modo de ser grave, profundo, se avienen con el artista que es profundo y serio, y lo ratifican endosándole sus virtudes: él corresponde a gusto. Mas con eso no se demuestra nada a favor del artista. 4 [276] <

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1 honor de una querida m a n t e n i é n d o s e casi ajeno a lo que ^ ^ lia upo, y de pronto escuchar algo que la ofende sin que pueda un justicia, para no dañar su reputación ¡terrible! 4 |268j

1277|

alrededor délos

Quien ha conocido las zarpa* de esas bellas galai artistas no puede seguir pensando que el genio

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qué depende el que la gente ordinaria, en particular en ^ L « (altan esas satisfacciones falsas de la fantasía, los ( )

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La reflexión y la inventiva en lorelativoa los estimulas deméntales (en música y etc.) forman parte del carácter filosófico de nuestro tiempo: de igual manera que * * * * * de los pintores a la naturale/a. Se va tan lejos como se puede y se es radical.

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la forma: ¡como s, esa música tuviera el más n ^ * * * ^ * * * * * * * « el fondo, recortándose sobre el. de la exigencia con * * * * * la forma!

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IKA( ¡MI NIOS POSTUMI 4. N V 1. VI-.RANfj | ) |

4 1279) „ _ Todo loque un art.sta u , n pumo a o i „ , , par, lograr I , atmosfera en que note que ^«s, m nos in -iporia tic la misma manen,g 'vid-? Ni t c n| c¿! * « ¿ f c c-mrts oor h nem . Y. desde luego, s, el 00* ? ; : ; o ; 7 r a d.s'r.uLir plenamente de su arte, hay | U er S /ríe nus grande no compon,, n, un s j ^ ^ , pos.c.on 1 a obra de arte no es una neces.da* mente > carácter s, son n e c e a d o s de la vida, Hemos a . ^ -UnuMado caros. El artista que no s o p gJ* d trul á que adentrarse en antros de niebla y | mh * f c r Í C aire t o n e * » no vamos a seguirle. Lo m i s m ¡ j j * * * * tánt. em .día para mantenerse n gurdamente fiel a su carácter a n í s t ^ f * o > su ..... . para ,r* ila. vida °- U ,„ >v guía vida — como va due antes. rt

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,P he escrito en todo momento lo he escrito con todo mi cuerno v , ^ L° !ean cuestiones «puramente espmtuales,, es algo que v<>T * ° ^ ™ lo 4 ' conozco. vida-

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„. .¿ti le falló la paciencia, y quiso acabar. ¿Por qué'' Su s«,., 4 Platón í!a su " » ^Z:" Z^ZZ^'IT^ —^ «! a c c i ó n . U brevedad* .1' fuella su FP™ P°° _!l. vida • • 7 — / — « y. » alcanzado vino -exige v -« -Icanzado la metamemamente en suspenso suspenso yy eso eso es es algo algo que que por por ffalta de paciencia™ nuestra « m e«ara n t e el en individuo la anarienría v~,A*A si n°' Necesaria para el individuo la apariencia de verdad e sopo - > m

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va, más bien el miedo y la fantasía acerca del miedo: y el resultado ha á do por el hambre (en cuanto punto de arranque de la agresión a otro sen AS? comí e uno a partir de sus gestos, si pretende huir o atacar, etc , ia aprendido sin la máxima tensión del intelecto producida por la n UUv sidad. La compasión viene luego, una vez que se ha aprendido todo, y nopmroet tomón en el intelecto; es bastante poco productiva para el conocimiento del hombre

412*1] El amor fantasea sobre el otro: su impulso secreto es descubrir en el otro tama belleza como sea posible, o imaginárselo tan hermoso como sea posible. Así pues, la ilusión es en este caso antes bien una ventaja. El miedo desea descubrir qué es el otro, qué puede y quiere: la ilusión sería el peor de los inconvenientes. En consecuencia, el conocimiento verdadero del hombre lo ha favorecido mucho más el maquee! amor (la compasión). 4

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Si uno considera cuánto dolor hay que aceptar, c u á n t o que ' '^ | cuan equivocado sería optar por la satisfacción inmediata; entonces p ión m resoectn a n*r»« » u J U U A ~ xi no podemos ^ « ¿ a s nien respecto a otras personas hemos de hacer daño y n u

« decir, que no rige la compasión, sino que por Que regimos nuestra comprensión del provecho.

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Cuando los antiguos hablan de necesidad, ávayicn, se refieren al remo en que cosas ocurren caprichosamente (fortuitamente,, en donde a cada causa no tiene seguirle su efecto. Sólo el ámbito de lo teleológico, en el cual la divinidad hace patentes sus huellas, supone una excepción: el espíritu pone orden y regularidad en él. Los modernos, al revés, pues ven en el espíritu el principio de la libertad, en la naturaleza la necesidad obligatoria. S

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4[2891 Se creía que generalizando las propiedades de una cosa se llegaba a su causa: y que la generalización más general tenía que ser la causa de todas las cosas. Así, tenia que existir la perfección en sí en cuanto esencia a partir de la cual se pudieran explicar las virtudes y los hombres virtuosos. 4 [290] Sé tan poco de los resultados de la ciencia. Y, no obstante, ya ese poco me parece inagotablemente rico para iluminar las tinieblas y eliminar los modos de pensar y de actuar de antes. 41291| m

En la juventud, con su sentido de entrega y terquedad, se adhiere uno precisa-

a aquellos maestros y hombres que son extraños a lo que ^edades y £ í n t i m o s carencia. De « e m ^ P f s o b r c s a l c n

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la elección triunfamos sobre la casualidad de haber nacido ^-.sámente en esto v en aquello. Más tarde nos atenemos a lo



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su juventud y se s.enten durante lar™ ti 4 n alejando de los obietm P° entusiasmo: r/eaHos. La sacralizacion aumenta según ICS alejando la epoca s vamos apartados de los obj< nos vamossintiendo sintiendo i w «Lo que una vez /ene que haber sido la verdad.» «Ahora fusionó tiene , nos ^«/'' X r i o "i —^ "mí»c conocíamos rp e ^ e u u ^ u ^ l & e n tentonces o n c e s lo conocemos T no*— «nona sea verdad y de que todo lo que sea verdad üene * l l e m

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4 |2^4| Cuando uno ha hecho uno de esos grandes v / q / iniciar aetoaeapinrus y logra describirlo, suele la humanidad i m ' * i'' . 7TZ i«c „,,.. ; t < . . . " ntarei>,„. w

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^acontecimiento de Cristo hubiera tenido lugar en este siglo, quien creyera que todavía muchos siguen creyendo al respecto seria tenido por loco.

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Las exactas, ai se comparan con los que resuelven problemas

mundano' . _ .. .instruyen sistemas, representan una moralidad superior: la mod ' aaaaaa» ahrtaarncia. carácter apacible, paciencia, valentía, sencillez. discS" tic

4|2%|

El arle tiene también la satisfacción de la fantasía: y dicha satisfacción es más mócente e inocua que en cualquier otro caso, pues que la belleza comporta el criteno de U medida: luego, porque las musas dicen; «nosotras mentimos». 4|W1

¿Qué es io que nos conmina acabar único naga ana imagmamos la persona entera y absolutamente nadie deja sin «i imagen de cualquier otro? Ei miedo y el hábito del miedo: «muestra que pasaría si fuera siempre aaf? Supongámoslo, por precaución, ¡especialmen se trata de un ratón rvlu/rrw^'• 6

4|298| A los animales ti

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wrr un colorido espantoso atraen son oostante, en paz: todos ello* tienen un arm

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parabola.

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Tbdoa los griegos (v. el Gorgias de Platón) pensaban que poseer el poder del rano era la más envidiable de las dichas: aun dando por supuesta su infamia. Todos " esforzaban en evitar la aparición del más dichoso de los hombres y. cuando existía en ponerle trabas o eliminarlo. La dicha suprema en la quetodoscreían la ponían de pleno en el sentimiento de poder: dicho estado, sin embargo, era pata ellos lo absolutamente inmoral (contrario a las costumbres morales, es decir, indhidual, egoísta). Se aborrecía y temía a quien era dichoso: en su desbordante alegría a nadie protegía. La omnipotencia sería a sus ojos perfecta desconsideración y acción diabólica, no ciertamente ganas de dañar, mas sí sacrificio de todos en favor del placer del mano. Exactamente así obra también ahora el tirano del espíritu, él es el más dichoso de los hombres y el que menos escrúpulos tiene. Ser justo es ser en todo momento una victima, lo que sólo se aguanta con vistas a la fama que se obtiene en sociedad (es decir, a un sentimiento de poder): sin ese logro, ser justo sería el más horrible de los destinos. Asi es tal como lo pensaban los griegos. Mas obtener la recompensa de la justicia, la fama de justo, sin ser justo (sin esos esfuerzos y ese espíritu de sacrificio), se consideraba la más grande de las tobas. La salida práctica (puesto que la de convertirse en nrano solía ser impractica ole) era: aparentar justicia: asi como Napoleón, mostrando de palabra y obra su aplauso e incluso recompensando las pulsiones más nobles, obtuvo para si su resf7 a igualdad de los ciudadanos es el modo de CN itar la tiranía, el que se vigi£ f 3 * » ^os a otros. S. poseyéramos el anillo de Giges. entonces todos sena¬ S S a HT° - " P * " o < esos iguales han tenido sus fantasías acerca de la el tirano, eso era lo que codiciaba su imaginación; en la tragedia * r « * J S H f c n «t Am°Í Cenvidiar siquiera al res dc Persta» aun son expresión * < CbÍJ* ! * * Poder bastaba para compensar de sobra todas las g 0 b ^ e i o n . todos los temores, etc. el Hiero dc Jenofonte es la paradoja socrati 0r

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Platón no va dirigido a los sof 7 ¿ ^ c a a a que «atan Uamados a A U K ) S U P ^ «¡no , el , _ e * i e « W S que el quisiera llevarlos por el J í ? c > % arob*"* uñera ^ * satistacer el sentimiento de poder , ' ^ c ó * , fica. L a doa ve. d desea enaeiar otra. Ahora se podría reneiir ^h^lK rr%cs- Lol^ o > satisfacen el orgullo de los .jóvenes, con,» fe " _. ¿_ aa E R 1 o

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orinar»' , es decir, pnmero hay una presión y una necesidad. s«n,n ^ de liberarse de ellas, tercero, un hábito de recurrir a el. l u e ^ i ^ a ^ , ha puesto en nuestras manos. En s» aquella necesidad y presS, no ° er con la descarga de la vejiga: esta no cace «quien», sino sólo «sufroT nada
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aoctrina de Schopenhauer es una teleología encubierta, sólo que la de un ser ieeo que aspira a fines que no son ni para admirar ni para querer. Si en la malo y * ^ „ 0 , . parecía que el mundo y el hombre habían sido hechos por la mente »*™2Sao gracias a su más clara y justa inteligencia — sin que se pudiera enten¬ del . i guno de los dos había salido un poco más racional y más justo —. en h » u e r el origen de las cosas parece estar en el bajo vientre del umveonjc Schopenhauer •titos se inventan un intelecto para con su ayuda hacer mejores rudos. Lo 1 — . a - . • i \rtr» 1 A i i l t i m r t artn l^a-A at . cuyos ^ " * jo -o: mas lo último no está claro, puesto quetontade vot "¡d sin poner de antemano un intelecto que se pueda representar lo que quiere: una luntad así, tan etérea ( ¡tan general de la vida!), no existe, es una palabra ' 4

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LjeauV» para mi > reda con de codea» y * todo corazón en las cosas humanas, pues se tob»íl J* IJ deseos del reformador y del predicador moral — espero ?*H aaenaos ^ParliCl

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Mal acerca del filósofo platonizo, que, al igual que los dioses, se halla por de la Tierra y vive contemplando las cosas verdaderas, p. 67.

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La jeraapa» de losespíntus pensantes está aún por hacer. Hasta ahora a los filosena ae loa lía arando en demasía como si fuesen artistas, se han considerado sus ames para la descripción, su fantasía, su capacidad para el colorido como argumen¬ tos de su zeniabdad pero se ha dejado de lado la dimensión de justicia, de contención de si mismo que poseían: se les ha juzgado realmente fuera de la moral. Eran influencia » que decidía, y aJ que influía en los hombres más sensibles, aquellos cuyo agradecimiento brotaba acompasadamente de sus labios, se le tenia pordma grande: esto es, ,por encanddador de la juventud*.

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l'ita contemplativa.

Indicaciones v señales

413121 De la vida de los pensadores Cuestiones morales.

4|3131 "Vademécum lauVftvum Ideas acerca de la moralidad individual.

4 1314| Los prejuicios morales. El sentimiento de poder

Isolda-^ Todos esos seres a los que au pasión devora, Werther. Tasso. ^ ^ ^ >ri tanr ebeen a voces: ¡sé un hombre \em \fann\ y no me sigas'" y

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La liberación, ¿ o que hay que

" Véase John Sruan Mill, op at. XII (trad por Sigmund Freud) * « * el prologo de (Joethe a U 2 ' ed ( 1775 » del Werther.

desaprender.

*m :um Urinimi»', literalmente, «voluntad de orinar». (K del T.)

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^ U s ladrones y los grandes púgiles son a los s o l d , íntico, A saber: ¡de los pnmeros hacemos A.W.v; de , ^ < > a d o

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En los científicas viven las virtudes de l , la falta de responsabilidad ultima. Son estrictos consigo mi al, — la falta de n - N r x ' ' ^ » " » ' - ~ . ; °nsigo mi *aW .i.v.rwfcw ñor hacer e hicn. Son m¿» ..... *!. ^ H m . iírí esperan .ser e l o g í a t e por hacer el bien. Son más v a r o n T í > cien a la O ción por ñor el peligro, tienen n " ™ que " resultar — " v " ' '«» « «a hora Hora de p o n^í , >° > aborrecen las grandes palabras y son inofen^'* * Í ¿ SH S el conocimiento: agraven m o f e S ? '* *a 0 s

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necesidad de sembrar hostilidades para conservar su fama y que crezca No le creas, él sabe muy bien que engaña. Le es menester el f a S >»^fg y de los enemigos para creérselo. *" ™

Vo\ a hablar de la mas importante enfermedad del h < m h trar surgido de la lucha contra otras enfermedades¿T ar como ha na ^ J — — ««WIUCUÍ rente larga ha dado lugar a algo peor que lo que con él se o„ • *edi * ote a la larca Serán capaces mis lectores de tolerar un único pensamiem * " tos vinas cientos de giros y luces'. Mas es algo que la salud generan ella ha hecho uno cosas mas duras que leer un libro que no es de 1 ' e,v que 0

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sentimientos exaltados, adolescentes, de lo que llaman felicid H libertinos convenidos y salvados, confianza hasta poner la mano ] propio amante,, algo temible, inquietante, desean ? e —1 J un hombre de -w crímenes wuxuaics uesconociri L ^ h n r c i n r u i n a n n e e s al mismo tiemno riins v n n ' n ^ m o ~ ¡ " - mas ¿Mlhechor sm culpa, que es al mismo tiempo dios y príncipe encubierto ,¡2 en una naturaleza muy atractiva — tales son ahora los desahogos de iaAlem hierro. — Armonías malvadas, ritmos furiosos y lamentos cromátime i n ^ i u e cambio de todas las tonalidades como s í m b o l o de h que hav bajo la luna — así se describe la realidad.

F l teatro alemán no entra en consideración, basta con que satisfaga a los alernantra cosa es Viena, donde nunca se ha renunciado a aprender de los italianos y

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"Afranceses: lo mismo que han hecho los músicos austríacos.

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gran artista: pero quiere parecer más grande de lo que es. Y por eso cada dos por tres se dice de su arte que es arrogante, que se atribuye algo que apunta más alto de lo que él es: es un estafador en esos casos, y no es sincero consigo mismo le falta no la grandeza, sino la ingenuidad, por eso tan pocas veces está bien: la tensión es demasiado grande.

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4 [320| una m ú s i c a tan buena y al mismo tiempo tan retozoRapsodia húngara n.° 2 na, como si Dios se hubiera vuelto loco.

4 13211 Los «conocimientos de súbito», las « i n t u i c i o n e s » no son conocimientos, sino ideas muy vivas: de igual manera que tampoco una alucinación es la verdad.

5[5]

¡El deseo! ¡No es algo simple, elemental! En él hay que distinguir, más bien, algo que apremia (una presión, un impulso, etc.) y un medio, conocido por experiencia, con que remediar ese apremio. Surge así un vínculo entre apremio y meta, como si el apremio quisiera de antemano alcanzar aquella meta. No existe en absoluto tal querer. Tan erróneo es «tengo ganas de orinar» como «quiero el orinal». 5 [6]

La petulancia, el sentimiento de poder es con frecuencia totalmente inocen .

Cuando uno sigue una senda propia y nueva, es muy difícil conservar integra , C i e n c i a elevada de sí mismo. No hay modo de saber cuánto vale uno eso es mos de fiarlo a los demás; y cuando los demás no son capaces de juz08 í ? adecuadamente, justamente por seeuir nosotros caminos desconocidos nos entonces dudas: nos es menester el grito alegre que nos anime. Sin el, ios

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se compona como un niño, sin distinguir el bien y el mal. 4

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mbatas las tonterías, sino las ilusiones: aparta de las cabezas las cosas na°s Don Quijote Cervantes nanas. w NO

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no la música nos razón debe and° ' * i m i c n t o s , estamos siendo engaí, engañados. Esa razón

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5 [171 racteristica general de la época: sabemos lo que nunca ningún tiempo La ca, y hay un sinnúmero de juicios de valor diferentes de las mismas cosas, y s u P

o. hubo y

' l número se multiplique cuanto más crezca en cantidad el número de losara

5[9| Bte dejamos que la música nos entristezca y gemimos como el tiento - le proa», sin embargo, con nsa alegre nos sacudimos todo eso & * y gritan* ¡la pena y las lágnmas. las trajo la música sin razón] ¡Vivir e o d S miento s; ppacmdir de los motivos del oído! Luego, de vuelta en el mundo*! más libre, habiendo cumplido ya su padecimiento. el

s¡f\ Despertar sentimientos — eso también lo logra la mala música. Pero que produzca en ti el sentimiento de encontrarla con facilidad vulgar o extravagante omen¬ tirosa o laaiiiónu i — eso es lo que constituye su valor.

Somos tan agradecidos ante lo bueno y tan poco exigentes que a un músico que no ha hecho más que mala música salvo un ciento de hermosos compases de prime ra categoría, lo contarnos entre los grandes músicos. 5|"l

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no por* Detenerse ante el destino en nosotros, como Schopenhaucr, per ^ ajustamos a sus «conocimientos»: con el intelecto debemos saltar, hacia arriba, por encima de nuestro carácter.

diferentes sean los juicios de valor, tanto maj«. . w c r t w n i w p o u i a " ^ u h r p ^ crecerá el comercio intelectual y moral. Uno aprende a en demás, para saber que es lo que les puede ofrecer y que es lo que puede l j - Dmmirar aue no se cuelen de rondón cosas imaráianas que adul valor de todas las verdaderas. Tal es el interés general. m

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Las impresiones relativas a cosas irreales son ilícitas, no tienen óerecho a existir porque sólo las cosas reales tienen derecho a causar impresión y. al mezclarlas con las inventadas, se les restringe el derecho. 51191 Lo peligroso del arte consiste en que nos acostumbra a las cosas imaginadas, y hasta les confiere un valor superior: anteponiendo esas medias verdades, las ocurrencias brillantes, en fin, aceptando el esplendor y el efecto de las cosas como prueba de su bondad, y hasta de su realidad. Se cae muy a menudo en el error lógico de pen^que «la realidad es inherente a la perfección». «Lo que mucho admiramos tiene ser verdadero»

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esa Los hombres tendrían en sí la norma por la cual debieran actuar C o m u n a l .sigue creyéndose h » u hoy en día! ¡La conciencia- W sen** _ ****** aprecio o de recha/o relativas , ac< iones y o P ' f • encontrarnos en los padres y maestros, dc Quienes Jas ,mitu*"»a

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iara K- óselu/ •> su juventud le ha tallado el , M Í O sin descamo de lo> cursos aculares semestre i r ! " el traba ,. <• 'ras Ö . u w r i mismo, que llegue ^ p ^ ^ I S ^ más. ha p corno si e ' L oase de* su* .Ià " sti? i», en ello el i " » """PCwr s J S b quien diet .jovialidad Se ha paru maro o: pero en el siempre hay

.111 nresiones adecuadas pueden ser de lo más diferentes: lo que tien 51 imP ' ] y e n tactores imaginarios, es decir, lo que ^ X" "ser"' baliza, no lo que se pesa. ^ - « * dfe

5|24|

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El cnsnamsmo dio a todos y cada uno el derecho a darse a ' « « e x a g e r a d a : somos un «ser eterno», un «genio», una « P e r s l ^ ^ ^ V

5 l i r» librarse de los pecados, antes se recomendaba creer en Jesuensto. Ahora. T f l vo S ° ° ' " P Esta cura es móí radical. La otra sin T ' ¿r soportable una ilusión sustituyéndola por otra, pretendía hacer y

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ion es plantar la impresión adecuada, es decir I de a la * y a ios juicios correctos. No reproducir I» ^ "atura! es: lo. ¡No hay que dejarse engañar por palabras lamas n decir más que «popular», «antiquísimo», «general'» «natural«, «real»! no tiene,, erdad . ^ _ 5 pueden «lien•Vr sobre la base de unas, impresiones Para , , adecuadas. . ^ „ eso hacen falta -alta val" valor™mes •jtfius. Ames, ennear y deshacerse de las antiguas. Desaprender]^, ahora la £ encomendada C O r r e s

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\ ' lo que no es tan fácil no creer — pues nosotros mismos hemos creído en ello momento y todo el mundo cree o al menos parece creer. No sólo hemos de ° biar lo que sabemos sino que hemos de transformar nuestra manera de valorar — vto'requiem ejercicio.

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Los juicios de valor hechos sobre una base inadecuada se enzarzan en una guerra de aniquilación unos contra otros, aunque quizá colaboren todos en reforzaráslas fantasías básicas. Por eso mismo no debe uno abandonarse a ellos, sino que k que criticarlos. N'B La acción por la que atraen a los hombres contribuye a que una y otra vez se generen normas falsas de valoración — se juega con fuego y luego se ve uno dominado por las propias impresiones que se combaten. Así pues: no conviene luchar demauado contra ellos. —

* «Tomad mi música: ahí tenéis los alemanes un arte que se puede dejar ver ¡unto al de las demás naciones, "e/ arte alemán", — en principio sólo "un a a" mas ya se verá cómo ése es el arte que responde a la esencia de los alemanes, que ha surgido de ella, materiales, pensamiento, música, etc.» — De este modo vela Wagner por su gloria: él pretende que una nación se apreste a defenderlo y que le acoja en sí a él y su «gloria». Nunca se había jugado este juego de manera tan clara — Razón por la que hasta ahora no ha triunfado. Luego, cuando Wagner esté muerto y sus escritos hayan sido olvidados, será posible. Entretanto se apoderan de su música los músicos de todas las naciones, y en breve dejará de sonar a música alemana y sonará sólo a «música». — <Es> la música de la gran ópera. 5

5(271

La doctnna de Schopenhauer tiene como núcleo íntimo la tesis í j j ^ por nuestros deseos: no por nuestros intereses de utilidad nenos por la virtud v la sabiduría. El mundo son los deseos.

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1361 . Wagner aspira a que se le llame el artista alemán, pero. ¡ay!. m la gran opera m » carácter son específicamente alemanes: es por eso por lo que hasta ahora no gusta J Pwblo, sino a una clase distinguida y educada - ese circulo al que el siglo pasaagradaba, por ejemplo. Rousseau. s

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El martirio es prueba de veracidad y de orgullo. 5

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El sentimiento de dicha tiene dos formas: el sentimiento de miento de resignación: este ultimo existe en forma de cansancio y

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* cristianismo ha alcanzado en Francia el tipo más perfecto: «íIT° » « * n I ™ enema de Pablo. Fenelon. cnsttano perfecto sobre ant.gua. Pascal d €

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que hacer «"i-"l»i-cion de | inM„„ «ufra. es decir, que deje de haber elección v todo tí I*«*cti Z «.U Jc muchos tipos de hombre es , . " » se? ^ en todo su desarro lo > lo aliena. ¡ , | H » , > n ^ A s,qu,era encontrara utihdad ten el sentido m i s elevado) en L * " * » PtSuVfr «complccion.. Jel h omhre • que. .cacas a la mujer, I I ^ T " ^ ! ? * ^ un absurdo as, que •'« .-«• c puede deducr n a d *ie con el f.n de lograr u n mejor desarrollo. 2 ) para dejar en t «5?P¿ Luralca humana Ptt» todo lo dema.s basta el c o J ^ Í * * ¡ » l o > & a,o Has que acaba, con esa torpe .rrefle.MÓn. ¡Esos p o " , £ „ > > í ¡El matnmomo deb.cn, ser algo musual'. ¡Visitad las grand " 'anS' , ,s s, esta nación debe reproducirse! ¡Que vayan de p u J l Z , *de, >e sentimental' .No ha de ser el sacrificio que se ofrece a las d «c¡ón **• . >,noa la mejora de la raza. V. adema,, ^ ^ 4 ^ ^ mente dicha otrrnda. las putas son honradas y hacen lo que £ «*£ al hombre mediante el «lazo del matrimonio» — ¡que ahorca! ° J

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í^L representaciones ¿son r e a r m e motivos de nuestras accioné m ¿en formas en que entendemos dichas acciones, un coam^^'J^^ 0 ,,rca de aquellas actuaciones que observa? De la mayoría d e ^ a c ^ t T ^ ^ enta y pasan sin a celar al intelecto. A mi juicio^ a c c ^ t e W 3 £ ^ nroceso cerebral del pensamiento es algoesericialrnentedner«nTS« KÜc perceptible en cuanto pensamiento: las representaciones de b 7 e i « 2 ^ nosbacc»^ ^ pe ^ sernos ~ " •••vuvus oe nuestras piones son algo j - <*~ - ~ ™ — « « bastaría ni para mover un dedo. p e q u e ñ a

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E 1 lenguaje lleva consigo grandes prejuicios y los conserva, p. ej., eso de que lo

nombra con una sola palabra ha de ser también un único proceso: querer deTar pulsión — ¡cosas complicadas! En los tres casos el dolor {como consecuencia L una presión, de un estado de necesidad) se convierte en el proceso en un «¿hacia dónde?»: y no tiene nada que ver con eso, es un error habitual de asociación. «Tengo tal necesidad de ti». ¡No! Tengo cierta necesidad, y creo que tú puedes calmarla (se cuela una creencia), «te quiero», ¡no!, hay en mí un estado de enamoramieiito, y creo que tú lo aliviarás. ¡Ese acusativo de objeto! En todas esas expresiones de senhnúenlos, p- ej-, querer, odiar, etc., se esconde una creencia. Un dolor y la creencia rehuya a cómo se aliviará — ésa es la cuestión. Lo mismo cuando se habla de fines. — Un amor apasionado no es sino la creencia contumaz y fanática en que sólo esa persona puede aliviar mi necesidad, es la fe la que hace feliz o infeliz, siendo en ocasiones incluso lo suficientemente fuerte contra toda desilusión, es decir, la verdad s e

5 |3*|

Los pmiores italianos han retraducido de manera tan hermosa la «hi üfcscubnenuY» todas Lis escenas conmovedoras de la familia, todos aquellos m* que un rxxnóre irnrxrante hace inolvidable un momento para muchos conS* imágenes puede uno verter lágrimas. Sólo cuando comienza la miseria sagrada, det ^ de sentir con ellas — d conocer las consecuencias actúa de contrapeso. st

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[* - -] mas valioso, añorar a los raros seres humanos redondos que son monstruos jorobados y arrogantes. DO

5 |41]

. , Hay que estudiar, pues, los estados de necesidad de la humamdad. pero teniendo también en cuenta cómo se cree poder resolverlos: — Cuando lo que se cree son medios de aliviar [dichas necesichdes] cambian. cambian también las necesidades, la «voluntad», las «apetencias» de la humamdad. Así pues, cambio en la valoración es cambio en la voluntad. — Si resultara que la humanidad sufre en su mayoría por la imposibilidad de realizar lo que su voluntad quiere, habrá que investigar si el dolor esencial, aliviado con otros inedios, evita que * ^gue a esa voluntad irrealizable: que, por lo tanto, los ideales oe bhumaia*A realizables y que tenga que surgir y difundirse una valoración diferente acerca te todo lo irrealizable. 51461

¡ No imponer sus opiniones sin pe ir tras ellas, no ha habido aún genio algún

S\42\ Hemos de cambiar de ideas acerca ». mis nos seres fecundos no se comportan de bien, — va contra toda fecundidad el ec opiniones y el estar ¿1 mil :i mismo ueno oe exigencia» - ¿ sigo»?*" cien tes y hacen que desapí «aparezca lo que la gravidez tiene de consagré • ^,, do aouel c o m n_« _ ~f el músteo tiene como vicio: q"i"e-decir-ma^ » regbs. subraya lo que hace mejor que otros, todas las m e z q u . n d ^ ¿ „ Productivas, aun cuando sólo sea el desvario del genio lo que se desa m u or ncAmhr KA no jViOiiKC' n

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¿«Buscas mala conciencia»? La encontrarás entre « Manda que por amor niegan la verdad.

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lo que Miccde mas a menudo es que uno se eneañ> a d intelect-ua> es frágil, la o m i c es m á s fuerte A amba limpie y se las fortalezca no que se las destruva

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Personas cuya pulsión se ha vuelto desmesurada por causa de una larea a b ^ de tal manera que acaban perdiendo el control; p. ej., Lord Byron c o ^ l

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' La historia de la ciencia muestra la victoria de las pulsiones más nobles- circula muchísima moralidad en la practica de la ciencia.

6

¿Qué pulsiones constituyen al individuo? Dado cierto grado de estupidez perecen los i unos por otros. Lo mismo si desaparecen las pulsiones ñmdamentales y se sustituyen por altruismo. Ante ciertas propiedades de los aeinás i ha de sentir uno lo contrario o cierta extrañeza o no sentirlas en absoluto: bien ciertos tonos armónicos, bien movimientos básicos en los cuales encuentran nuestros movimientos medida. La «música de los individuos», el «contrapunto». Puede ser atractivo: el ir en paralelo, el converger dos lineas en un ángulo, etc., el arabesco de la línea que como en broma toca de vez en cuando a otra linea recta para de inmediato despegarse de ella. Con W me he cruzado: corrimos con gran vehemencia el uno hacia el otro, hubo un resplandor, y con la misma celeridad nos separamos, cada vez más. 615] Uno alcanza el apogeo de su falta de honradez: y nos hacemos odiosos a nosotros mismos y, volviendo el espejo hacia uno. disfrutamos a la vista de lo malo y odioso, pues de esa manera nos veneamos. o sentimos asco por el hartazgo y la

m . os griegos sufrían ante todo a la vista de lo feo. tos judíos, ante-elpecado os la vista de la propia torpeza, pobreza de espíritu y brutalidad - por L

* C u d en octavo de 146 páginas, con algunas anotaciones ocasionales, extractos de lectu P nie para^ . a

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o — y esc ideal los transformó v ion de los dioses y modelos , de los pintores alemanes cstus,»*,"*

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6. N V 4. OTOÑO DE 1880

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que sufria sobre todo do lo c o , « n ^ ^ ! M ' < % 4 | mas dcoendientes. de los "- ^ 1 I ^ C \ fantasma* realmente 1 o p e r i s t i c o del hombre del *»*^ ÉS ,us desgracias nurando bacia n

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' ' A menudo se entiende mal una p u l s i ó n , se interpreta erroné; , ei. sexual, el hambre, la a m b i c i ó n de gloria. Q u i z á tod; toda la ^ 2 5 ^ moral n o •rpretai

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En esa hora en que no sabemos cuan malos o cuán buenos mismos v ambas cosas nos parecen poco sinceras.

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6m más rnentiroso que falso, duro de palabra, miedoso en el fondo, uranico y cobarde a la vez, c o m o N a p < o l e ó n >

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«Sólo a la juventud le toca tener paciencia: puesto que ñenen el futuro por d e l a n t e » , dijo Napoleón. «En este ejército (ital) todo estaba por hacer, hombres y cosas»

6(10| ¡Qué poder, q u é fascinación ejerce la ciencia en los espíritus apasionados! Sin duda ven en ella una magia maravillosa y se convierten en soñadores e ilusos. ;Qué buena almohada es la duda para una cabeza bien formada!

* L o útil no puede ser un f i n último, un principio de la morahdad, tampoco lo agradable (¿qué especie de lo agradable ha de preferirse?), los fines últimos no pueden alcanzarse de golpe mediante conceptos: sólo llegamos a ver los fines tan pronto como tenemos pulsiones previas. Hasta dónde puedan llega nuestras eso nadie lo sabe. 1

no ñ a u e m o s el abismo que nos separa de quien quiere ganar dinero, trabajador, artesano, artista: cosa heredada de antiguo.

6[19]

8

el tono seco y glacial del insatisfecho 6

12

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tiempo para hacerse amar: y aun cuando no tenía nada que hacer,

6(20]

tenía la vaga sensación de no tener nada que p e r d e r » N a p o l e ó n .

las maneras desvergonzadas del charlatán, en lo que nuestra epoca supera a 'odas

6|I3|

fantasías «seg¡¡

Napoleón se ha inventado historias y luego ha sopesado s u * . norte de su razonamiento» «Por medio del pensamiento me p

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ideal»

las demás. Jamás un artista ateniense —

, «En Francia, cuando se tiene interés por las personas, no se < * 4 ^ " £ las cosas», Napoleón. El hábito de una vieja monarquía os ha acostumbrado per ;RémusaU.l, .268. p

Kémusat, t. Q, . 47. p

246 (Pc al

«e Mme. de Remuât, Mémoires 1802-IH09, París. 1880, t. H. P'Vit I

têmuwt, 1.1, p. 267. Kttti -v-' : i pp 267s.

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tengo odio alguno, no estoy en s.uiación de hacer nada por veno^ nte alejo de mi lo que me estorba», dijo Napoleón « e n n e n K T " ^ P ' ^ u e de Enghien * * 1 . ejeeuóón N

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pulsiones se desfogan en las astucias y las artes de 1« pologetas de la soberbia humana: ¡la h u m ^ d a ^ ^ ^ ^ Ú didtde sus dioses! Supuesto que esa pasión se c ^ s e n f r e n ^ ^ l a m i e n t o , que palidez, que apagamiento en las miradas! La más e x n ^ ¿ c o t S U frente al intelecto entendido en cuanto herramienta de las pulsionesde la soberbia es el escepticismo. Esa minuciosa inquisición contra las txüsWs to us mentirijillas. Es la última venganza, en ese machacarse el hombre sieue siendo el Dios que se ha perdido a si mismo. ¿Qué se deriva de ese escepucisme. desaforado" El agotamiento, otro nuevo agotamiento, la senilidad: se siente óebúmeme todo lo pretérito, la propia desesperación deviene historia, y al final es suficiente estímulo para estos ancianos el saber acerca de todas estas cosas. — Son cada vez menos las cabezas en que toda esta historia tiene tugar. Mas la pérdida de la fe es notoria en todas las demás — y lo que sigue es que se acaba el miedo, la autoridad, la confianza, la vida según el momento, según las metas más groseras, según lo más obvio: se prepara un movimiento inverso. La máxima confianza es para aquello que <más> se opone a las metas anteriores. ¡Se prueba y se experimenta, hay un sentimiento de irresponsabilidad, un placer en la anarquía'. El lugar de la soberbia lo ha ocupado la prudencia. La ciencia entra a su servicio. Un género más común de hombres obtiene el mando (en lugar de la nobleza o los sacerdotes»: primero, ios comerciantes, luego, los trabajadores. La masa se comporta como si gobernara: el individuo tiene que engañarse convirtiéndose en masa — Ahora bien, siguen naciendo aquellos que en otros tiempos habrían pertenecido a la clase gobernante de los sacerdotes, la nobleza, los pensadores. Ahora contemplan la aniquilación de la religión y la metafísica, de la nobleza y el significado del individuo. Han nacido a destiempo. Tienen que darse una significación, proponerse una meta para no senurse al- ¡Quedan lejos las mentiras y el retorno secreto a lo que quedo atrás, el serucio feturno en las ruinas de un templo! ¡Asimismo el servicio en la plaza del mercado. Aprovechan las partes del conocimiento que el interés de la prudencia ¡ ° tanto las artes, de las que el espíritu moderno es enemigo! Observan la época

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su papel de bonhomme y dictó una orden con b sequedad del señor que no desaprovecha oportunidad alguna de dar órdenes. - — * — «

El punto flaco de Napoleón: no podía soportar la sola idea de la derrota en ninguna parte. Como su alma carecía de nobleza y él desconocía los grandes sentimientos que permiten superar una mala fortuna, apartaba de sí el pensamiento de ese punto toa puso toda su alma en el admirable talento que tenía P ^ ^ ^ ¡ptoúMl :rst ición personal (Je réussirai! obligado legitimaba a sus ojos cualquier e

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ven detra* de los acontee i míenlos. Se indiestra,, , SOJO t o m o el águila que la s o b r v N u e l . , . s i * arta f . 1 desean ser n. burgueses ni políticos on ^ • E í > feu a los .ndivuluov > los educa,! ^»r.„ n £ n ^ o la humanidad cuando haya pMado I . o b s c c ^ * > SX - a n quienes ahora se presentan , 0 , 1 1 0 p , , , , ^ W > H O de las naciones Somos emigrantes. ¡Queremos ser l í ? ^ * d ocia al s e m e o de los prudentes^ ¡Queremos estar P r t ^ < ^ e n e m a s mortales de aquellos de los nuestros que recurren\íft den la reacción' Es verdad que descendemos de principesv . ^ * t f > * ¿ ^ 1 1 " en mucho a n ú e s » » antepasados es p r e c i s a r n e n ? * S g a n a m o s al rechazar lo más ^ ¿ & * ^ < ncipe> > sacerdotes de nuestro tiempo ^ ¡ Q < X Uff a mismos! enyV vivir engañándose a si mism c

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^ de reproducir * ^ r : ¡ o que, sin espiniu, resuuan oe los más oesagradables V d° S e l descontento y el llanto, los describe, q u i z a ^ ^ c O O ^ S S o a ; mas qué horrible resulta cuando, sin e l e c c i ó n , " r a ? ^ de esos sonidos, sonidos molestos! - ¿Será por eso por lo que es ¿ río J T un espíritu delicado y bien forrnado7 jorque °ntTrntento en sí y no saben como se refracta n. cuál es su coloración al ^ ffnensamiento? Necesitan amplificarlo todo, como quien dice, revenarte en aleo í fmano" como si aún no se hubieran inventado los pensamientos y las palabras Por lado eso es un atractivo importante: es la protonaturaleza en la música- música f un tiempo en que se venera la naturaleza salvaje en el paisaje y se ha descubierto 1 alta montaña. A una sociedad que no sabe hacerse cargo de los placeres espintua, que anda incluso escasa de ideas para la pintura y que hasta ha despermriado ya u energía intelectual cuando se dispone a divertirse, le queda el recurso a los senti¬ ientos y a los sentidos: y en este ámbito son los músicos los que ofrecen la anee Üión más decente. El placer del teatro es ya más vulgar, con su retrato de sucesos humanos y el atractivo zafio de la imitación directa en las escenas emocionantes. Un naso más, y tenemos, para relajarnos, la excitación alcohólica de las pulsiones, etc. — El poeta se sitúa por encima del músico, apunta más alto, en concreto, al hombre completo: y el pensador, aún m á s arriba: quiere toda la fuerza nueva reunida y no anima a disfrutar sino a luchar y a renunciar radicalmente a todas las pulsiones personales. m

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La misma uisegundad y el mismo escepticismo que el navee , su viaje, si. partiendo a tiempo, saldrá bien, hemos de tener ^ ^ ° r Wigacwoes. So estoy absolutamente obligado, tan fáciles n J S ? * ^ mos pruebas con nuestras virtudes y nuestras buenas acciones y ^ ^ ^ ciencia cierta si son necesarias con vistas a su objeto. Hemos de fortale° I ? * * dudar de todas las presenpeiones morales. A d e m á s , son tan poco precisas ^ —• «*¡ que corresponda a cada una de dichas prescripciones- U ^ a c c i ó n resi c

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es mucho mas compi m* Napoléon estaba sereno cerernoniai introdujo entre lo* 6

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«Ser ajeno a cualquier intriga: casi un error en la corte. Lo que los principes menos perdonan: que quien está a su servicio repare en ciertos medios de escapara su rjoder» J * ' ,. F

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éQSj* , HnnNaDoleóncuan«Ahí no hay «ficiente pompa: no echaría arena a los ojO»J*£Í5* do el Señor de Remusa! le propuso un plan con el que celebrar ei

6(40]» s -y-* . • .. : He amado al hombre, el modo como vivía como si estuviera en una isla, el modo como se cerró al mundo sin odio: ¡asi lo entendí! ¡Qué distante me queda ahora!, la manera como, nadando en la comente de la codicia y de la hostilidad nacionales, pretende acomodarse al anhelo de religión de esos pueblos actualmente idiotizados por la política y el afán de riquezas. Creía entonces que el no tema nada que ver con lo actual — yo era un necio. 5

6|4lp 6

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« % , por mí rmsmo. icy toda la revolución», y • j f f f ^ f f y se guardaba de no destruir todo lo que era útil. Pretendía uu ,¡g oreg franceses de golpe con todos los med.os. Le faenaba la pompa acia que asi se notaría menos al parvenú.

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Cuando Napoleón se serenó, adoptó costumbres cuarteleras y carecía de medí

da.

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J^mm. 1.1, p. 409; véase Montaigne, Ensayos, 111, cap. V * que comienza: «Puesto que no alcanzarla [la grande/a], vengúemenos cnticandola.» , K*musat, t.l,pp. 40c,s. ij S Richard Warner y a los alemanes. musat 1,321 rcllcrc a

• Remusai, 1.1, p. 395. '* Renuuat. 1.I, pp 402s. • Remusat, 1 1 , p 407.

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habiles, saben domin C onsecuencias que se derivan de eW^^S

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> ad '. una personalidad completamente excéntrica .Porunlad0. ndo. por el otro». Mientras observa las cosas, dej stem pr >us manos corran ue manera equilibrada los hilos, a veces tan poco equilibrado^^ s, con la máxima atención a todo ello — c ó m o puede divertirse respetando ciertas con» nieneias seatúnentafcs ¡que tan importantes son para la gente corriente! (Los lazos de la sangre, la simpatía, etc.)

Él estímulo sexual del ascender alimenta una tensión que se descarga en el sen rimiento de poder: querer dominar — signo de los hombres más sensuales La ten dencia menguante de la pulsión sexual se muestra en el declinar de la sed de poder la conservación, la alimentación y a veces el placer en el comer pasan a sustituirla ( l a pulsión parental es conservación, orden, alimentación, no dominio, sino procurar bienestar a sí mismo y a los demás). En el poder está el sentimiento placentero de causar dolor — estimulación intensa de todo el organismo que desea en todo momento tomarse venganza. En ese estado los animales lascivos, olvidándose de su pulsión, son los peores, los más brutales.

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La energía de la tensión (entre amor y odio) nunca ha sido mayor que éntrelos ensílanos, su odio, odium generis humani [odio al género humano], mayor que toda la c

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E I senttmiento y la dicha de la entrega — explicarlos por el fin del miedo,el

comienzo de la segundad (no como una pulsión fem<enina>)

El amor pasión es la pretensión

de tener un poder absoluto sobre una persona:

(querer, p. ej., ser el objeto único de sus pensamientos y sensaciones). El que asi ama casi no ve el resto del m u n d o y sacrifica todos los demás intereses a esa sed de poder. El creer que se es amado produce una satisfacción completa con uno mismo: «experimentamos un poder absoluto».

6 [551 Hay que separar el estímulo afrodisíaco y las consecuencias que el satisfacerlo ene para la reproducción de la especie: la expresión «pulsión sexual» contiene un Prejuicio , l|

33

6]49| Pode

Fundamentos de la lógica

tradecír sumisión : aprobar A = A poder acucia para que se reconozca la diversidad sumisión quiere imponer la igualdad.

Rcmusat I, 333 s Remusat I. 334. Remusat I, 334. kemuajii 1. 336.

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U reabsorción del semen en la sangre es el alimento más potentej' puede que >° que en mayor medida causa la sensación de poder, la aguacton de todas las

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6|5*| impresiones intensas, ha de aguantar (>uien es . w * contra las opuesta, opuestas. Para estar b" » fc ^ ^ cncanT..*.!^ LC simplemente de dichas i m p r e s i o n e s " ^ ' ' sufnr puede ui eNles. provoquen solo tuerzas opuesta** ¿ ^ ^ ^ : * ¡ ¡ manera que. s* nada ligereza, puedan f á c i l m e n t e p a s o r desapercil¡7 /as que. por su . <ar en plena armonía consigo mismo. — 0 / ¿ ¿ T * de j uno ; -,vo ha de ser altruista, la oposición entre individuos debe — 'da reduci mínimo inpu.paNe Je ral manera que todas las tensiones y tas tendencias hn«f •n cuanto individuo anonas sean perceptibles nmnM_t¿Lj es ""Miles wn ai mdn iduo en cuanto individuo apenas sean que individuo* deben quedar reducidos a la m á s pálida expresión de lo individual- A* pues. r*e*«iece con mucho la igualdad! ¡Es la eutanasia, totalmente improductiva" De igual modo que aquellos que carecen de impresiones intensas, que son tranquilos > amables. v a quienes se Ies considera felices, son también por eso mismo improductiva*. fc¡ valor de la ciencia está en ser una enorme fuerza de oposición: ¡quiza encienda siempre de nuevo, a modo de réplica, lo ilógico y las fantasías! — ¡Quizá sea hasta necesario! en

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, ' sed de poder es característica de la marcha ascendente del desarr, ILod de la descendente. Las alegrías de la vejez tienen en el fondo, osas a los pensamientos, E.1 enfermo ¿ c i p a la tendencia de la vejez

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El ser humano carece de metas, del igual modo que tampoco los saunos las tuvieron, pero Ú üenc un desarrollo: es decir, su final ¡no es más importante que un punto cualquiera de su camino! N B Por lo tanto, no puede definirse lo bueno corno mzar la « m e t a de la h u m a n i d a d » . ¿Sena lo que i b p fuera el medio desarrollo? ¿ O lo que haría que la cima llegara a lo masjta4» • atCj^t^fl 11I dM-ClJ rl descenso, el hacerse y el deshacerse-)? Pero ¡una vez mas * « de antemano la altura de I _ L, . » pone io que es bueno, p. ej., las ganas de existir. J " i siquie 0

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entonces el máximo posible de ganas'.' Pero de esc moao no w r~ ^ , e>. ra la vida de uno. puesto que no conocemos las fuentes de » g » ^ < nc en su relación con las más intimas necesidades, p. cj., si ese ^ desgana<cu oto *^>ondna también una desgana enorme. ¿ O el m í n i m o pos ^ dcsarroM (tamollo? A eso se endereza todo — pero eso significa tarn ^ ^ ^ an tus frágil posible, un debilitamiento general, una pura renuncia pu slon

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61621 Sentimos el mundo extenor de manera siempre diferente, porque se recorta nbre la pulsión que en cada ocasión predomina en nosotros: y como ésta, siendo nmbién algo vivo, crece y mengua, y no es nada permanente, asi mismo nuestra sensación del mundo exterior está siempre, en el más ínfimo de los momentos, haciéndose y deshaciéndose, esto es, en transformación. 61631 El juicio siempre es algo muy lento si se compara con la actividad imperceptible de las pulsiones, ilimitada y eterna — las pulsiones están siempre ahi mucho más rápidas, y el juicio aparece siempre sólo tras un fait accompli [hecho consumado]: sea como efecto y consecuencia del movimiento de la pulsión, sea como efecto de la pulsión opuesta provocada a la vez. Las pulsiones provocan que la memoria devuelva sus materiales. — Dicha pulsión desata también la pulsión opuesta, y no sólo ésa sino, a la manera de los armónicos, también otras cuya relación no puede caracterizarse con un término tan usual como «opuestas». 6(64] El que alguien nos minusvalore nos hace sentir dolor. Cuando estamos en un buen momento del ánimo miramos y remiramos esa sensación de dolor como algo extraño que apenas fuera con nosotros, la sensación se convierte, p. ej.. casi en 5aber «I respecto: casi todas las cosas de las que sólo tenemos esa sensación de saber nos resultan más lejanas y exteriores a uno mismo, y ya casi ni advertimos la pulsion doliente o agradable que le sirve de fundamento. Nías ahi tiene que estar, la memor ó l o atiende a hechos de las pulsiones: y aprende sólo ¡lo que en el objeto de una Naon cambia! - El saber es la forma más atenuada de nuestra vida pulsional; por resulta tan impotente frente a las pulsiones tuertes. 6

[65| En cosas del espíritu es grande aquel que. cosa muy excepcional .siente á m e n t e las cosas del saber y ante las cosas lejanas actúa igual que ante las pro i a s

mmmmmi wr/yrAe* «devenir, llegar a ¡.cr y pasar, deaap"'

I KAtiMtNTOS l»ÓSTUMus nas. hasta el punto de que le hacen darto. Despenar p ^ e n t u s i a s m o , que se encuentren tundidas con las P«>U ,. S Z . t U honradez, p e, . sena cu, Ut ^ ^ q ^ « sa l neros.dad. valentía respecto de cosas que para la mayoría , *ini v fnas.. Pasum rvr las cosas abst, acias e uwapaciuld ^ 2 £ > $ ™ v en la indiferencia lo abstracto, es lo que hace al pensado?

6. N V 4. OTOÑO DE ItjJíO

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| / i cOMf nrxr sublimar tildas las pulsiones de tal modo q I lo extraño llegue bien lejos y. no obstante, esté acompañada de p l a c w T ^ i t la sinceridad conmigo mismo, la de la justicia para con las cosas tan »-,.>n desinteresada, sena el aburrimiento absoluto. ¡Pero basta la -«.«J. Pla6 7

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Lo único que Napoleón odiaba en el mundo era que alguien ejerciera su cana cidad de nució con él. o que simplemente la tuviera.

Je ha faltado tranquilidad (a Mad. de Stael): según Rémusat «uneprivationsans remede pour le bonheur et méme pour le talent» [una falta que no tiene remedio por lo que hace a la felicidad o incluso al talento].

el yo no es la posición de una esencia frente a varias (pulsiones, pensamiento* etc.», « n o que el ego es una pluralidad de fuerzas de tipo personal de las cuates^ • veces una, otras veces otra aparece en primer plano en cuanto ego y auen ^ ^ demás, como un sujeto atiende al mundo exterior que le influye y lo de e ^ ^ sujeto anda saltando, dando vueltas, probablemente sentimos el grado ^ . una y las pulsiones, cuan cerca y cuan lejos, y nos interpretamos como un e w llanura, que en realidad es una multiplicidad de grados cuantitativos. a ximo, antes que lo más distante, lo que para nosotros significa esa imprecisa denominación de « y o , y todo lo d e m á s , tu» \ débiles 1* ae lo que en el momento prevalece el ego completo y las pulsión ^ „ UD situamos, según U perspectiva, m á s lejos, haciendo de ellas un ^ es» «ello». Nos tratamos nosotros mismos como sí fuéramos una p t o r i o y

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se las siente mezcladas con matices desagradables, algunas incluso llegan a considerarse malas: «le Ueva a donde no debiera» — cuando hablar de una pulsión mala no es sino una verdadera contradictio in adjecto. — ¿Qué es lo que quiere decir egoísmo, entonces? En el interior de uno mismo se puede ser egoísta o altruista, duro de corazón, generoso, justo, suave, mentiroso, querer hacer daño o dar placer: como las pulsiones están en lucha, el sentimiento del yo es siempre más intenso allá donde en ese momento se da la supremacía. 6 171] ¡Asco indescriptible cuando nuestros intelectuales fantasean con la necesidad de formar en ideales y de renovar la religión!, ¡esa gentuza hipócrita que con la música y el teatro desean volver a ser religiosos, que en cuanto les comienza a vibrar aleo en el corazón se les mete en la cabeza desistir de toda honradez intelectual para lanzarse de cabeza en el fango místico! ¡Derecho al pensamiento de una generación que la política y la codicia han entontecido y hecho servil! Pues, tanto si se sirve a un Napoleón como al principio de nacionalidad, ambas cosas llevan a la esclavitud y en definitiva al asco: ¡viva. pues, la reliV ¡vivan los artistas que no llevan en la sangre la decencia de una actitud «pintual libre! Antes pensaba: somos de otra manera, de otro ongen. ¡nada me ? Jeno que esas corrientes del nacionalismo y la afición a la mística...! an ¡ ~~ y Producían repugnancia, entonces y ahora. ¡Estar solo!, ¡vivir nen i ' >ernpre mi lema. ¿Qué me impona a mi que quienes creía que Ani • 1 ° . y» se muestren ahora todos ellos tan bien dispuestos a eso. Z ¡ ! 'os fantasmas de los espiritistas y los prestidigitadores en magiacañan? ' " l t o a la música que inflama las meninges, mas alia las *a ^

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6. N V 4. OTOÑO DE 1880 | 7 ,

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6 »741 Todos los moralistas coinciden en la tendencia general- ha • arse la acción > en que consiste el bienestar de la humanidad ^ ha * rez te por una pulsión única y leños de prejuicios. El nad dad a la perdición - un proceso T C > " pare . * * * los moralistas para el desarroh ° n a? * sia: i es lo o ' i m m t í ! >o quiero instaurar el egoísmo al- ^ J * que ellos t-v^" ción lítente de no me:ter ./x>r gusto a los extraños ni en casa ni en \Z altruistas. negocia T % caso de necesidad,i somos altruistas en C X t Í n c i

de uno mismo o contra uno mismo la lucha rtOtir » " un individuo, sino como una dualidad o Jü " - nunca fee^ScSle. (amistad, venganza, envidia, £ P o i c a d ; fe El egoísmo ingenuo del animal se encuen ra T™* <*

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6 |75| los moralistas comparten la misma calificación de lo n . según sean las pulsiones simpáticas o egoístas. A mí m ^ a una meta: mas una «meta buena», eso es un sinsentido p " <> iad quiere decir es «bueno ¿para qué?». Bueno es siempre unT° un medio. El «fin bueno» es un medio bueno para un fin T o d a ^ b U e n o y lo

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Así como los sueños respecto de la sensación que tenemos mientras dormimos í nuestra vida cuando estamos despiertos es un descifrar procesos pulsionales con la ayuda de la memoria de todo lo visto y sentido: una lengua caprichosa de símbolos de todo ello.

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6|?6| irtud *f77] ^ l'n sistema de la vida que debe descansar solo sobre afectos — el altruismo Sólo que para eso el destino tendría que tocar en nosotros sólo acordes — lo que supondría suprunir toda la irracionalidad de la existencia y hacer de ésta razón humana. Y para que todos ovéramos sólo a r m o n í a s , tendríamos que ser todos iguales y no tener ninguna condición particular — sólo que así el afecto se debilitaría y acabaña siendo innecesario, puesto que todo se nos ofrecería sin esfuerzo.

¡Cómo acaece la vida para otros! En el caso de un sirviente, que al principio sólo a la fuerza y con castigos piensa en el interés de su señor, poco a poco va entendiendo que es en el suyo propio, al haberse dado cuenta de que su bienestar depende del del señor y del buen humor de éste: a la postre acaba velando por él como un jardinero por sus plantas, quien, habituado a ellas, en todo momento las tiene presentes, con facilidad y ligereza, razón de sus alegrías y sus sufrimientos. Asi el mozo de cuadra con los caballos, el erudito con su tema, el padre con los hijos, el comerciante con el dinero. Nos olvidamos de los pensamientos que nos mueven y vivimos según los sentimientos, repetidamente practicados, de lo agradable, lo habitual — ¡eso será moral! Por supuesto que <es> para todos agradable, para el señor y para el sirviente, y así el que se elogie tanto, y se creen tantas fantasías intelectuales, para que parezca algo superior. 6 [83]

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L'na vez perdida la preciosa independencia del noble, se f f"^^ tos - sea bajo la tiranía de Napoleón o del altruismo: es ¡el final ae g

Cuando tenemos pulsiones que, siendo igual de fuertes, tiran de nosotros en direcciones contrapuestas, se produce esa lucha y ese trance que los moralistas tan alto sitúan. De hecho, para muchos la virtud no vale nada si no entra en dicha lucha decir, lo ^que set ^quiere es que que las u». o u i c i e es las pulsiones pulsiones contrapuestas sean ¡igual de tuertes. ' Laocoonte nim aplasta a n l * e * a a las serpientes! . .r«;.>«».»<:t ¡Patética t M M a actitud! oonte que e s

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¡La relación con uno mismo! Con egoísmo no se dice ^ pulsiones, buenas y malas, contra nosotros mismos: el p d *

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' l' l'lnoleón tenía ataques de sens.bíl.dad y venía lágnrnas. pero le dejaban lúe» Humor pésimo. «Cuando el corazón no me late con la lenntud debida, corroí, * T h a c e r el ridículo.» Según Comsat, Napoleón tenía un pulso muv lento No P .e quejaba de nervios inimitables. Afirmaba no entender lo que quería ¡ £ £ £ cabeza me da vueltas» N

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el geómetra Ampère: ye crois que le monde extérieur a été eré ' k

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occasion de penser [creo que el mundo exteriorT *** ** simplemente para que nosotros tengamos ocasión de pensar] ° ^ Sld

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Napoleón era un sonador, callado, forzado en el trato con las mujeres pe saonado y fascinaste, bien que raro en el conjunto de su persona cuando «ajon Sus ataques de celos soturnos y agresivos.

97

' para sí y para los demás tenía el semblante de odiar la calma sin descanso.

6

'^Si era calmado el curso de la conversación en sociedad, él con una palabra auto¬ ritana cambiaba de repente el tono y volvía a poner a su interlocutor en su lugar, que era el temor.

6[91|La igualdad en el humor, la dulzura y una serenidad natural hacen la vida pnlada feliz El fondamento Utimo: no verse conmovido intensamente por nada.Ou:.do esa indiferencia muestra no s ó l o respecto de lo que interesa a los demás,SIDO en las tribulaciones propias, se llama filosofía. 6

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Su irnagmacion se enardecía con las obligaciones que le ^f^J^^nt prescribía los sacrificios m á s penosos, precisamente porque tema la de amar a su esposo. Estaba atenta a gustarle como si lo hubiera amado.

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Verdaderamente feliz es aquel que se esconde de mi en el fondo de una provincia y cuando yo muera pueda lanzar al mundo un gran ouf [¡al fm!] 611001"

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* nada del azar]^ Non consüta a casu difiero [el consejo no se distingue en n dcMino el que 1c emnuia. el ánimo es débil.

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Cuando retribuía un servicio hacía notar que estaba comprando otro»mas. Jama* quiso poner en orden las deudas de su mujer, para reservarse la oportunidad de poder inquietarla.

La madre de Napoleón tenía un espíritu muy mediocie. 6

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,n 1 un j u n a r t e se une imaginación romántica ' n I V cl duo Napoleon «las virtudes que a.mula „ . d a V > % a H o , vara* de LucienH K

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•ben aprender a ver m á s allá de sí e en la medida de lo posible de si m ^ ' ^ ' v i r >ral sigue siendo ¡la de l animad" ^ mejor' N Í grandes maquinarias externas a ellos A¿ convertir: encontrarse consigo mismos. La m o L ^ C ie mane se consigo mismo, aplazando cr ¡N¿ • \ ¿encía de no t>cuparse consigo mismo, aplazando p a | ] i ahora lJ retondose el tiempo- el tiempo y la fuerza. Matarse a trabajar, agotar supone la noción de deber o el miedo al infierno — g ¿ ¿ J tarse | e

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6 11051 Habna que pensar un tiempo en que ia numaiiiuau, para conservar l esne

..kiones malas no son en absoluto desagradables „ * S n S S U Resultan desagradables sólo", * £ * í > n h inhibidas i b i d a s por otras Kpulsiones. SiÍ Unos domina, p. ei la i a * « ' ^ — T * i°Ln - » ~ » V » . O U K oomina, W M (ten endo como — i„ T-?'' ° ^e1 dad. es. Iperversa (teniendo como fundamento la ipulsiou'del S n
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% eso si que es un deber! — debiera deshacerse de todas las formas devida ' nor> restringirse aformascada vez más bajas, puesto que aquéllas resultarían dema. siado costosas e improductivas: al igual que un hombre mayor, para vivir, debe renunciar a las actividades que más le llenan. Pero ¡cómo! ¿Es que la vida'es un deber .Tontenas' ¡Vosotros, fisiólogos! Los hombres se han vuelto tan lamentables que ni los filósofos notan el desprecio profundo con que la Antigüedad y la Edad Media tratan el ¡«valor más indiscutible de todos los valores, la vida»! 7

6 (166} El logro pnncipal del trabajo es impedir la ociosidad en los temperamentos vulgares, también, p. ej., en los funcionarios, comerciantes, soldados, etc. La principal objeción que se le puede poner al socialismo es que pretenda lograr la ociosidatíp» los temperamentos vulgares. El vulgo ocioso resulta una carga para si y P mundo.

6(107| las heladas nocturnas de una amada

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'^el'genio, fruto de azares afortunados: de antemano no se conocen sus condiciones. El simple favorecimiento en el sentido de l moralidad que ha habido hasta ahora no engendra en absoluto genio alguno ni genera fecundidad alguna; de la educación y utilización de las malas pulsiones y los azares nada sabe la moral, cuanto menos la praxis. Es imposible fomentar de propósito el genio — para eso habría que conocerlo de pies a cabeza. Las mujeres. l pretender fomentarlo, suelen estropearlo. a

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¡Qué situación m á s espantosa la de antes! ¡Inseguridad del conocimiento también en la moral, y peligros eternos! ¡ ¡Era una manera tranquila y despreocupada de abismarse en los pensamientos y en la verdad!! ¡Bajo el látigo del temor al infierno! ¡¡0 con el miedo de pecar contra el amor eterno, de dudar de la revelación!! 6 [H3|

Las paradojas de la virtud, p. ej., la generosidad admirada y venerada ¡como si hera un milagro! Otra son tos que sienten el empuje de la pulsión y se resisten orgullosos al afán dominio de ella, que por eso se transforma en lo contrario. Otra, los que esperaban m á s de la satisfacción v. decepcionados, se vengan de Pulsión. e

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Yo propongo la imagen: sí os atrae, tendréis que imitarla. acción de la pulsión ya presente _obliga a esta o a esa mo satisfacción

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púesto que todas nuestras acciones son absolutamente necesarias v * w polutamente desconocidas para nosotros, así el decir «debes h a c « n £ £ Irc en balde. Ni podemos actuar de otro modo que el que se n M i m ^ ^controlar si sucede en concreto lo que debiéramos hacer ^ M

A aquello que nos suei obligar (y, por cierto, con sentimiento H, aun mtkWét no sea una C O J O on agradable) lo llamamos deber A t r a v ^ ^ tica repetida %e crea un hábi I « t U y entonces ya es un cuento do de deber Pero es lo que | asa cas. siempre. Casi todo el mundo p r ^ Z ^ \idad como un asunto desa, radable. con lo que pretende que se le adm **' es tuerzo, es decir, por su pod r. ¡Hay tantos disgustos falsas en la «da\ Ü H W 0

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tos U n a , en pnncipes. mujeres, tiestas, entretenimientos, viajeros, cristianos vir •osos, pueblos, partidos, filósofos, escritores: su «dicha», por lo general, la exhibe" para hacer daño, para é|UI|

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La pretensión de reducir todas las pulsiones morales a la pulsión religiosa: Dio* manda y por eso hace uno algo. Ya no es moral. El que uno ame o tema a Dios no es consecuencia de la moralidad, sino consideración del provecho. Ésa es la postura cristiana. Sólo puede haber acciones religiosas, los motivos son todos egoístas, y lap*pía acción religiosa te lleva a cabo por egoísmo. O: toda acción es mala. Tambienpor lo tanto, la rebgujta De ahi la predestinación. Los quietistas, en cambio, dicenj

no actúo por mi. sino por amor de Dios. ¡Qué conocimiento más pobre de si m ^ i W falta de horiradez hay en ello! Se puede ver en la mujer que dice: «yo todo por m. amado». ,No es c.erto! Incluso lo que hace «por su amado» lo" J£ *egwr aw pulsiones y no la* de él. Pues en ese caso actuaría como el: W> ^ l e L o ú n que puede hacer es actuar .según la imagen que ella se hay, • N » y su creación de seguro que no será = al amado, sino obra * dd

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Los indiviauos ucsdgmuduics, smnenies ¡deben de tener propensión al E la sociedad, al altruismo! Y los individuos agradables, los que tienen confia si mismos deben de tener la pulsión opuesta, la que les aleja de dicha moralidad Sii a

6(122]

El escepticismo tiene su paralelo: «mejor pasar hambre que comer algo que da asco». Las opiniones de las autoridades han llegado a damos asco — mejor ¡morir de hambre! Es una pasión curiosa: el escepticismo es una pasión. 6 [123] Saber «esto es sano, esto te mantiene vivo, esto daña a los descendientes» — ¡no es en absoluto una regla de la moral! ¿Por qué vivir? ¿Por qué vfvir siempre feliz? ¿Por qué descendencia? — Supuesto que todo eso fuera más agradable que lo contrario, morir, estar enfermo, quedarse solo sin descendencia: quizá alguna otra cosa, p. ej., el sentimiento del honor o el conocimiento o la sensualidad, fuera S adable que esos alicientes, en cuyo caso debiéramos optar por la muerte, la enlcrmcdad o la soledad. ¿Por qué conservar la especie? Se nos remite a las pulpero no hay ni pulsión de autoconservación ni pulsión de conservación de Í\5 ' podría resultarnos más valioso que el ser: en ese caso la etica socied H a que decir. O nosotros mismos, más que el Estado, la sión I ' d . ¿Qué es lo que determina la apancion del valor? Una pules , <> sabe dar órdenes — p. ej.. imponerse provocando temor (esto moral, P a s i ó n ) , o legitimarse con la ayuda de otra pulsión - la dente ^ siempre su fuerza de persuasión, su carácter de demostración eviética n¡J í** 'a Pulsión y cierto juicio de valor ya están presentes. De toda y° PienSr mismo- £*fc» también la pulsión de vivir individualmente: s u m. ^ M i . «*VÍ0ÍO, '"•"ww- Quienes vuicncs no no la la tengan, icnean. aa nada uaua podrán verse- oWiga^por ; ~ . eom s.oh. « la u IA~ n^Hin de de la la cual cual una una pulsión pulsión se se impone "«rtltoaariAn» 8 ^ - ¡ ó n » » es idea por tnedio unpooe m a s a

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didad. El «deber» interior. P. R jj . , „ , cioo r» [Afussen] [ A W „ ] .menor. nica, al pensar sentimos una obligación [ P > ; J T * *¿ caen un intelecto pobre no sienten dicha coacción °^ o subjetivo de coacción es sólo subjetivo. Much PeiSOnas . un sentimiento que sea tan fuerte. Mas el asco 7 *> ásanos, eso sí que es coacción: embellecemos d i c h " " ^ ;uando sabemos perfectamente que ahí hay otros ¡ayüjf** 0nd,

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muestra era nerviosa pretende que a los grandes hombres les caracterice um nfsobreexcitación y desequilibrio del animo: nada saben del afluir constante p * E 5 n poderoso del torrente hacia una meta: murmuran y arman jaleo si ser prorun o» 3 r excitabilidad caprichosa, conscientes uc 6 1 1

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intelecto es el instrumento de nuestras pulsiones y nada Se aguza en la lucha de las diversas pulsiones, depurando a da una de las pulsiones individuales. En la justicia y en la honradez niáximas está \lvoluntad de poder [Wille nach Machi], de infalibilidad de nuestra persona: el escepticismo sólo se da en relación a toda autoridad, uno no quiere verse burlado, •tampoco por las propias pulsiones . Pero ¿qué es propiamente lo que no quiere* |ciertamente, una pulsión!

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^Se un hombre mas razonable, más libre, más sensible, más perfecto, esftieipor el rxrfecciooamiento de n i e s p e c i e » ? ¿ E n qué basar tal norma? En la utilidad del individuo o del colectivo. dicen: desarrollar todas las capacidades subordinando las que SOB y órganos a las que constituyen la meta peculiar de los hombres. Nuestra es compleja: en ella conviene d i s t i n g u i r hechos de orden superioryde orden inferior Pero ¿de qué manera estoy o b l i g a d o a perseguir una meta de I2 especie, si se da el caso de que para mí, i n d i v i d u o , el orden habitual de lasmefc y los medios está invertido, p. e j . , si siento m a y o r inclinación por las ^ la carne que por las del espíritu, y el pensar p o r mí m i s m o y una1 pizca de e ^ tu no son tino medios aJ servicio de mis apetitos? Aquí es cuando se c de ideas metafísicas: la verdadera naturaleza del h o m b r e , su condicio ydassssv t ; iiéur u-uaafo?^^ «Se puede querer una meta cuando se está capacitado para J ^ fuer»

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Cuánto puede desarrollarse un árbol es algo que sólo se llega a ver granas a un ejemplar de muestra. Sin él n i se le ocurre a uno pretender que crezca más de lo habitual, y se queda satisfecho. Los hombres extraordinarios hacen que los demás se sientan insatisfechos: 6 [132|

como arena entre los dientes

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condición: significa que te le da al hombre una capacidad ' i' ional ^ sin restricción. Un deber incondicional implica una capacidadl m ¿¿|j«r£ cumplir con él: si no, se trata de un deber para un ser distinto Ripios carece de fundamento. Quien habla de deber y de libertad presupo ond

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° que la religión haya traído la moral verdadero o no de la religión.

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Mi»] En esos juicios envidiosos noto la inflexión del gato celoso

M134] El moralista que quiere fundar una moral se ve obligado a referirse a un fin ulti* 0 - «Si queréis estar sanos! habéis de ser moderados. Pero tenéis que querer estar Puesto que es una condición para ser felices o cumplir sus metas o ele» q Ü Sl 3 r « W * se muestra una meta nueva: y el moralista de la existencia. Yo podría decir: no hay tmes d e h ex. en * ' * > una moralidad que se funde en un fin de la existencia es imposible

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&J%&y lt has ™ « «Der Erde Weh, der Erde Glück zu tngen, ict. d r e n a s » , según la traducción de I Rovirana. Fausto. Cátedra. C e ua | vuelta. , c

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wrar. Pero se creía en tales fines: y en consecuencia se n~ «aencias. A l final surgen maneras N hábitos Ue \ 'ui •acción porque resulta perjudicial resistirse a ella " ^ « " V >¡

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6|135| _ * * p «Deben» signitica: querer una mela no por otra cosa es, una meta a b s o l u ^ l u n ^ r a t i v o «categorico, un ^ ellof umnuo va... u — n a n—^ i c a . 'puestoquehay -7— r~v una - » « meta sin n d o iKant s ,~ ser lo perfecto o lo minutamente bueno: si resultara h a bien superior, no sería una meta sin condiciones. Por lo tanto-• rulado metanico, como hizo Kant! " ' m

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6|136| «¿Qué es lo bueno pa de un ser humano? El desí humano — tres cuestiones 2*8, b¡e S determinado por la meta. medio de la observación y el análisis llega a conocerse la natura ° « u r a W > > e podrá deducirse la meta, el bien, la ley de lo humano. Puesto q u e T ¿ ^ de 2 sigo la idea de obligación. Vacherot. eno trae ^ . n

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• 11371 Una pulsión es mas fuerte que otra y la sacrifica, p. ej., cuando una madre por cuidar a su hijo, pasa hambre. Totalmente falso, por lo tanto, lo de Spencer, eso de ver en el cuidado de la cría e incluso ya en la procreación una expresión de la pulsión altruista: no porque sea otro hay una diferencia. Uno sacrifica, p. ej., el propio hijo a la venganza. O sacrifica la venganza al hijo — según cuál de los dos sentimientos sea más fuerte. Pero el sacrificar nada tiene de altruista. éfuq

Quien piensa y siente de una manera muy diferente acaba desapareciendo, 00 puede reproducirse. De ese modo podría fijarse un límite al grado de individuacioa En épocas en que la individuación se siente como algo desagradable, como^ nuestra (y como ex toda la historia moral de la humanidad hasta ahora), la P correspondiente se transmite de mala manera. En é p o c a s en que se siente c * «exagera con facilidad, llegando al m á x i m o aislamiento (frenando Iccundidad de la humanidad). Cuanto más parecidos, mayor es la fecun1 ^ encuentran una hembra adecuada: así pues, superpoblación a conse moral. Cuanto menos parecido», menor —

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Nuestros modelos están construidos en función de lo que, «lograr o n / * . ~ ~ j . . _ . . . . . , „ „ „ r otro l » ' .L-n[a 4 lüü

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nrocreación es la consecuencia ocasional que cierta manera de satisfacción de ¿fon sexual trae consigo: «o el objetivo ni el resultado necesario. No hay relación I de necesidad entre la pulsión sexual y la procreación: gracias a la primera ocaK f f l C B t e se llega a la segunda, como gracias a las ganas de comer, al alimento U P U

El refinamiento de la inteligencia afina también nuestra maldad, y el placer en 1 intelecto al final nos procura también placer en la refinada maldad de los demás. El progreso está en el grado de maldad que el hombre es capaz de soportar sin sufrir 61143] ' "-> Cristo en su pecho no sólo llevaba a Dios, sino también a Satanás: esa es la contrapartida de ese hiperidealismo moral: la maldición absoluta del hombre, el odi'um generi humani [odio al género humano]. Para que la humanidad se sintiera merecedora de tal sacrificio de un Dios, había que despreciarla en lo más profundo y desacreditarla ante sí misma. 61144) La moralidad es una suma de errores que se han fundido con las pulsiones, de tal manera que cuando se mienta el error la pulsión salta — por lo demás, de manera cambiante y sin concordia* . Dichos errores hacen referencia al actuar del hombre visto como objeto de elogio o de condena: y detrás del elogio y la condena se encuentra el presupuesto de que se conoce el fin del hombre e igualmente el modo de actuar e cree en la libertad de dicho a: se cree también en la identidad del hombre determinados grupos, que tienen, por lo tanto, obligaciones y actuaciones equip e s : y en que se sabe para qué sirve dicho fin último y para que no. ¡Pretensioexageradas del intelecto' Pero las pulsiones de ese modo modificadas pretenden * ««fecha. ^ ^ otra vez 0

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-ecer *smo proviene a) del amor, b) del i de la justicia. En cualquier caso | "o „ «en del mundo sea casi igual en l o ^ ^ ¿ % Jo con el m á x i m o de violencia ombr, ^ r d e

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Con todas nuestras tuerzas podemos crear muchas formas t* cía de forma Hay cierta WwTrW artística en la representación del m H *nmos alcanzar ° luc podt. 0

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exual es la que aa ios granaes pasos de la individuación: imponan^ puesto que es antisocial, y niega la igualdad universal y el valor te ""^'onaa persona. Es el prototipo de la pasión individual, la mejor educaa eso- la decadencia de un pueblo acontece a medida que declina la pasión ' P, . prevalecen las razones sociales para el casamiento. — La separación de ¡ndividu r ^ f e n t a l . la procreación no es esencialmente sexual ni es inhelos sexo ¿ ¡ vo. Es una expresión muy intensa del deseo individual; ¿ c elevados sean los seres humanos tanto más fuerte será en ellos lo mdivicuanto md¡> W f

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«La lev moral, el deber, la ltbenad moral, la inviolabilidad « i persona» — nos está todo prohibido, de eso no puede uno ¡ ¡ ¡ m e ^ í ^ 'mes de la humanidad el f i n del individuo — no hay q dele * de d : se trata de un postulado, de un programa más o menos arfe al material, al azaroso material de lo que de si mismosena



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é|U«| No hay m bien en sí ni mal en sí. Las «verdades universales» de la moral quisieran formar a los hombres idénticos los unos a los otros — por medio de errores abados a las pulsiones. Como los iguala el error del patriotismo, con la limpieza esa de amor y odio nacional. 6|150|

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< K.i «La verdadera naturaleza del hombre» — ¡giro prohibido!

MI52I • i tros^ ts un sinscntido considerarnos causas — ¡que sabemos nos

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«La generación es la multiplicación de una célula por si misma, cierta prolonación y reproducción», una suerte de exuberancia en que una parte de la masa bien alimentada y completa se separa y por lo general sigue luego alunen:- : : >=. :ras eesprenderse. La generación es consecuencia de la alimentación. 6

H561 . La raíz de la razón [Verstand] ¿es A = A? ¡No! A = B. la creencia de que hay dos cosas iguales. El máximo desarrollo de la razón apunta a negado, y a dudar asi de si misma y ponerse límites. 611571

No soy un medio para un fin — en la naturaleza no hay ni medios ni fin*

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La última meta ¿es el placer o el deber? Asi comprenden ahora todos el problema. Algunos dicen que es la identidad lógica. , . Ninguna acción que sea posible es imwgniea/e. ilógica en el sentido matem<ática>, la física o la mecánica. Mi58) 'mtM^m-' M ' M*. * * . En cuanto pretendemos determinar cuál es el fin del hombre. cndo un ^ n , L « i u „ w .„ . - A I . . W individuos, de lo hasta atora conocí de lo individual, —por individuos lleguen a^ser ni

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crdad que ouc elel ser ser m humano más i n d ; .v ¡ < J f nu" ¿^ - nia^ • uoiur: es verdad i m a n " i»« *<> Placer de si mismo > Si, y aún más, si tuviera el estímulo tft • de W y

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FRAGMENTOS POSTUMO. 6. N V 4 OIOÑOOJ-.

* v , r «tf*a*F tf/f^/ km* t? Mi moral estaría en lo que de universal tienen, en .r e n t a l l á n d o l o s , ha.vrlo!? " » W p o s . Ut. lo. demás (y. asi. oh,e,o par. ,,oa da v f e S fij r v

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Reconocer que un hombre es idéntico que los demás — -será b a s e í justicia? Se trata de una identidad muy superficial. Para los aue r Üü H 4 n o c e n a Mduos tal justicia es imposible — ego. •* ifléJj

Ei progreso de la moral ¿consistiría en que prevalecieran las pulsiones abre» tas sobre las egoístas, así como los juicios generales sobre los individuales? Ése es i - — C7—

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auo. d cual defiende sus bien entendidos intereses frente a otros individuos (justicia entre iguales, siempre que se reconozca y se potencie al individuo en cuanto inamovo): veo que los juicios serán cada vez m á s individuales, y los juicios generales, cada vez más superficiales y estereotipados. Yo veo las pulsiones altruistas más vigorosas en ei torpe egoísmo de las fieras (un género que afirma el placer propio), ¡a pulsión altruista es un obstáculo para el reconocimiento del individuo, pretende que los demás sean, y hacerlos, iguales a uno mismo. Veo en la tendencia estatal y social un impedimento para la irrirviduación, el adiestramiento del homo « ^ S f S a «e desea tamo un hombre común e igual es sólo porque los hombres * i individuo fuerte y prefieren ei debilitamiento general al desarrollo de Aal. Veo en la moral actual el encubrimiento de ese debilitamiento g * r • ¡j¡ cnst.an.smo pretendía debilitar e igualar a los hombres fuertes e m t e i ^ ^ (1

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moral altruista tiende a la papilla suave, a la arena blanda de la « juicios generales tienden a la comunidad de los sentimientos, ésa es i ^ ¿ & "ojera. T.enden hacia el fin de la humanidad. Las «verdades absoiu

ga a oecir que estamos poco oelícados, demahechos de i 3ue hace a la iiadolor P^o puede pintar una imagen nueva, para entusiasmo del entendido — °ra de ese modo el maltrato que les da a ios bienes de este mundo. Concebir así ^ existencia: que a cambio de ella hemos de hacer algo — no como si tuvierai s la «culpa», sino a modo ¡de anticipo, de deuda!" Nos alimentamos de todo, es "rio que devolvamos algo para que todos se alimenten. (Cristo no fue en este pumo delicado, transmitió como si fuera suyo lo que otros antes que él habían ideado) d

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* ''Vno aguanta cosas y hombres, y los desacredita. ¡Bonita manera de tomar venganza: desvirtuando nuestro juicio! Cuando desacreditamos, perjudicándole, a otro, es en nosotros mismos en quien ejercemos la venganza. Perturbamos nuestra conciencia, la acostumbramos a ver mal — y a la postre

6|1681 Noble: designa lo que forma parte de una selección, lo que es una excepción. Sacrificarse por otros es una apetencia por medio de la cual pasa uno a ser una excepción. En relación a todos los demás que hacen lo mismo no se es noble sino vu/gur. Entre los buenos no se valora al bueno como individuo sino como regla, por eso ai se ie admira ni se le alaba. — Algunos ansian una sociedad en que se considerara regla lo que para ellos es lo más individual, con lo que dejaría de ser lo más individual. Otros se enfurecen con la sola idea de esa vulgarización. Aquéllos sufren con ' sino de su unicidad, los otros disfrutan de tal unicidad. Otros ni se enteran de ella. e

61169] °°s tipos de interés por las cosas: 1. saber ta que son 2: qué hacer con ellas. * 1170) En conjunto, nadando como ciego en el agua, me he ido alimentande.conlos ? ° ™ P » « mi necesario' aguzar el intelecto, luego impulsar y * * n i * W». después justicia e independencia, mas tarde indulgenciafrentea todo ySU

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Unos actúan de manera totalmente egoísta, pero juicio m do a verlo todo mmediatamente desde el punto de vista de lo e C P*nd, -ctos en su falta de honradez y ^ » se superiores pero su juicio está entr! f ^ su los pesimistas, k) interpretan todo en términos egoístas y despr t»egoísta. Sus acciones nobles dejan en ellos un regusto de asco. iSonbT en uaawrtarf que no existe y no puede existir* Son honrados, nías de? sók) obtienen tormento y asco: pues su sentimiento de placer se halla re a acciones de las que no se saben capaces: y concluyen que habrá otros*para ^lo que dichas acciones sí serán posibles: lo que no es cierto. Quien liíodijo «he«he cumpi, do la ley» no debía ser muy exigente a la hora de interpretarla ni un gran pensas u

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du - y A d e r a n a sí mismos no en cuanto individuos. — La otra especie: se saben to). tienden lo individual, pero sólo ven lo común y esto lo tienen que iduo , g a n el ardor para profundizar en lo común — es una pasión posi^Roctaefoucauld?) n 0

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La riaturaJeza superior es más irracional que la común, y tiene P ' ° ^ cer y displacer tan intensas que casi resultan increíbles para aquélla. Kesp^ descansa de v ez en cuando el pensamiento o entra plenamente a su ^ ^ ^ ^ así el de pasión; satisfacerla es para ella m á s importante que la vida. Pero e bebedor, el lujurioso, el vengativo. Tiene que ser, pues, el objeto ^ lb^j la ennoblece y hace de ella signo de esa naturaleza superior. No el ^ re la lujuna: sino cosas que rara vez se sienten con intensidad, P- ¡J» ^ « J r j A ^ bienestar de una cuidad, de un Estado, de la humanidad la salvac on „ odad de los demás. Es decir, aquí el objeto de la pasión es algo q £ nos deja fríos - eso es lo que hace a una naturaleza superior: s u \ % , ónloqU

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'"HIV un movimiento continuo de formación de géneros, de hombres que tienen impronta común: ciudades, Estados, culturas se afanan en ello. La estadística es Prueba Los seres de transición (entre dos géneros), que son diferentes, y los degenerados son los seres individuales o el intento de establecer una especie dentro del género. 611771«

«¡No robarás!» Pero ¿dónde termina, entonces, la propiedad? Una idea, un estimulo, un punto de v ista, la expresión de una imagen, un edificio o un hombre—todo eso ¿no es propiedad? Y lo robamos continuamente. Robamos todas las cosas y los soles y nos arjropiamos de ellos, nos los llevamos todo con nosotros, lo que ahora hay y k) que antaño sucedió. Y no pensamos en los demás. Cada ser humano individué mira por todo lo que puede arramblar para sí.

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«Uno no es lo que siempre es, uno es lo que suele ser» Rémusat. 6 [178] Así pues: no es el sacrificarse lo que hace al noble, con eso sólo entra en la categoría de los apasionados (como, p. ej., se sacrifica el libidinoso incontinente) hay pasiones bajas, es decir, comunes, y pasiones individuales superiores. El noble se consagra aquí a una pasión individual: no es el que se sacrifique por otros lo que le hace noble, sino la rareza de la pulsión para los demás — una particularidad indmfaal, como muchas otras particularidades, que también ennoblecen. 6(179]

Lo único que el cristianismo exigía era un sacrificio intelectual: que se creyera í - - Quien da tanta importancia a que se crea en él como para con ello el cielo — debe haber tenido una duda tremenda, ¿no? 11801 n s t 0

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de la manera más patética posibl ,)tíí ' , el empeño de t o d o » los filósofos: al fe 2 uación en a** *" han sabi^¡c niu'^V nosotros lo principal y del mundo una esp, °ducto nuestro> . 7 espejo dijera: «sin mí — • Al final, se nos Zgfi nosotros en en el el eno, enorme sistema y en ítoD * ' !! nosotros todo, siemL ins iente de lo desconocido en nosotre ^° el campo de rtC


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noderacion proviene de la observación H , Ito y fuerte debe en todo momento acre?, nene que llegar a si fuera un carita j u cual no puede pretender vivir.

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L o que Napoleón ambicionaba era poder, si le hubiera prc^)orcjooado poder, habría preferido la paz.

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¡<>r severo se es con Cal vino por haber ajusticiado a uno. cuandoC deob al infierno a todos los que no creían en él — y otros hombres aún máT** atroce* que él añadieron: «con efectos retroactivos»!

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aera ávida y jadeante de pensar. También en eso hace falta moralr

dad • 11*7) La «dependencia deja de ser un placer cuando le falta el acicate. — Yante absohiu UTiposibiiidad de avistar la independencia pierde la dependencia lo que de desagradable nene. Así con la falta de libertad de la voluntad — ¡hemos de atajare efecto de acicate que las ilusiones arcaicas aún tienen! Entonces estaremos alegre, contentos.

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«La necesidad de entretener ilusiones acerca de su señor, gusto de la vanidad humana avergonzarse de aquel a quien uno se

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•Nunca dejarse amar, sino, cuando no se sienta uno movido a corresponder, evitar el'amor del otro y, si fuera necesario, burlarse de él. y hasta humillarse i ante él' Nada hace tan vulgares a los artistas (¡y a las mujeres!) como el dejarse amar. Hav que evitar ser el ideal de alguien: desperdicia así su fuerza en formar él solo todo un ideal propio, le engañamos y hacemos que se aleje de si — debemos hacer todo lo posible para aclarárselo o apartarlo de un empujón. — El matrimonio, una debería ser el modo, ¡el modo raro! de fortalecer nuestro ideal con d ideal de ¡deberíamos ver también el ideal del otro y desde él. el nuestro!

6 f>921 no llama ¿A dónde han ido a parar los veo ya como hombres que m un despliegue impresionante de fuerza represen lCn antt" - SI m í e m n e u n o ,s.m¿>. ; . - m . v Fl M t v mzación que de ellos hagan es .lo que les .hace creer en ~si mismos. El electo que 8ran en los demás es para ellos, que por el excesivo esfuerzo están siempre agota¬ ' ^constituyente. ¡Es la historia de una enfermedad! M

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En Francia las relaciones personales (amor, amistad) son cosa de cambiando» si no. es aburrido. Eso sena un tormento

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En Alemania taita una educación moral.

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ndo comemos, pascamos vmmos en compañía o solos * * . e l

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«la sensibilidad del nivel de agua y de la perpendicui euritmia v lo que de verdad nos hace h u m a n o s » Goethe

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6 CBM) el espíritu comercial cumple la gran función de implantar cierta hombres que son incapaces de entusiasmarse, una pasión que les Pasión en ^ Protp rcion|a amplias metas y una manera racional de emplear el día, aunque al mismo ieo m consume de tal modo que todo lo individual queda nivelado y ellos, a cubierto ü espíritu, tenido por un vicio. Se crea así una especie nueva de hombres que den ^ importancia que en la Antigüedad tenían los esclavos. Al enriquecerse logran« influencia tal, cuyos beneficios no conocen los más intelectuales , que quieren hace política. Esa clase trabajadora lleva a que las naturalezas superiores a la larga acaben separándose y formen una aristocracia. Por ahora los artistas y los sabios ta parte de dicha clase trabajadora, a la que sirven, porque necesitan mucho dinero.ü incapacidad para el ocio y la pasión es propia de todos (en consecuencia, granosa* tación de ambos entre los artistas, que quieren entretener con algo i n t a « interés pecuniario les fuerza a interesarse en la política, y ésta, ^ ^ ¿ tes de sí mismo que deben dedicar a la dependencia y el respeto o 69

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tería inglesa, como propia del espíritu comercial.

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con vosotros mismos. La pasión nos arranca unTy ra c He nuestra calma: nuestro ideal ansia siempre confirmación , ™ .. " l ^"'"inacion y sacnficios cada vez nuw Mayores, para as. medrar y aquilatarse. - Estáis enamorados de vosotros m £ vez pero es un capncho pasajero, una miaja de pulsión sexual, lo intuís también. !,e los caprichos con caprichos se contentan, sólo os dejáis llevar por el antojo O i i z á estéis ansiosamente enamorados de vuestro ideal y hacéis por él todo lo que L s a sensación y reputación entre hombres, necesitáis la publicidad para vuestra pasión, os aburrís si os quedáis tranquilos y callados. Creáis vuestra obra pero el objetivo que hay detrás de esa obra es ver vuestra imagen reflejada en las cabezas de los demás; la obra es un cristal de aumento que ponéis ante los ojos de los demás cuando os miran. — Muchos hacen su obra como es debido, como han aprendido a hacerlo de severos maestros, y hablan del sentimiento del deber y lo reclaman — pero les queda cierto remordimiento, ¡pues que sólo deberían hacer algo extraordi ot

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6 [203] No que se quiera ayudar a los seres humanos, serles de provecho: no, lo esencial en lo que se llaman buenas personas y en la moralidad es que uno se alegre con ios seres humanos. Es lo nuevo, el último logro. Con ese alegrarse, nuestras «buenas acciones» se entienden por sí mismas: si no los tememos ni los atacamos y. no obstante, tenemos numerosas relaciones con ellos, dichas relaciones no pueden ser otras que las que acrecienten nuestra alegría, es decir, nos empeñamos en fomentarlas con el anhelo de encontrar individualidades estilizadas o al menos de apartar la visión de lo feo (de lo que sufre). ¿¿Amor a los seres humanos?? Yo, más bien, digo: ¡alegna con los seres humanos! Y para que dicha alecria no sea absurda, uno debe contribuir ^e haya lo que nos alegra — Como se ve: la honradez acerca de uno mismo y el «conocimiento de la naturaleza ajena, el desarrollo del gusto necesano para la visión J seres humanos alegres y hermosos, son cosas que hay que presuponer. Tiene aquí * selección: escogemos a quienes nos procuran alegría y cuidamos de ellos Sendo J * ! La tendencia * 'o deplorable, lo deforme, lo degenerado se extingan. ¡Nada de manUmeriosa ° Precio! Por hermosa que pueda ser la idea de la misencordia para e n qu^ne merecen de nosotros y hacer el bien a los malos y a ios débiles--en g^eral "° más n , d a d en su conjunto se maleara a

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Lo que no se transmite por herencia es más importante P carácter que lo que se transmite. Un carácter noble, es decir, ^ junto de hábitos, de puntos de vista que sean convenientes p

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* Frase de los labradores sicilianos tomada de Goethe, ftait Sk ' » 1787, Alcamo, l « d e abril Se refiere al estiércol. |787, P» Véase Goethe, Italienische Reise [Viajes por Italia]. Siui Getstmui hngsten: literalmente, «los de espíritu más pOOm • -

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realmente hanecWo . perder el J l S ^ ^ t e r "í ? s litaciones, lo que lograban era que sus obras valieran un poco me3¡ lün SU influencia en los imitadores mas insignificantes. Esto es, cuando se í de que la tendencia propia del arte es gloriar al anista o hacer la^ogTa scondite, se agarran a el muchos que están necesitados de glonficar o de escoñ% u naturaleza.

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En sí mismas las pulsiones no son ni buenas ni malas n do. sin embargo, a que la satisfacción de algunas está asociad °¡liri se sitúan en los sentimientos por debajo de las que place , ° O ' h jerarquía. Tal diferencia de grado se convierte en el juicio nZr^ Cuando la satisfacción de una pulsión conlleva siempre el sent op ^ do y la angustia, se origina cierta aversión por ella: y pasamosT " 2? w t t colateral ^u a [ o^ 1' -*« Al haberle ligado de manera inseparable una sensación ^ a ¿7 rigi ^ ^ . que nada le está prohibid unidad. «Una acción mala.» Quien siente que nada le está prohibí ^o!í que quiere, nada sabe de bueno y malo. Quien siente q muchas c hibidas y no hace ninguna de ellas, se siente bueno, con independen^ H ^ ¿ el que prohibe, si alguien que tiene poder sobre nosotros o uno mismo!í perfecto se prohibe muchas cosas (¡muchísimas más de las que los Jem' ^ ^ nan!) y por eso se siente bueno: es un ser al que de manera artística se ha ^f^' y dominado, dándosele otro sentido: puesto que es un ser que se transforma ^ trata de construirlo ni de demolerlo de una vez — es un jardín colgante".

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6 [205J Nunca debe uno aguantar en una situación en la que a diario se ponen enjugo nuestras emociones más mezquinas — suele ser la causa principal por la que se deshace un matrimonio, un partido, una amistad o se deja un empleo. Si en soledad eres grande, sabe que en cualquier otra parte te pierdes. Poderosa suavidad — allí donde se apodere de ti ese estado de ánimo, estarás en ti mismo — ¡levanta allí tu casa.

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No hablo para los débiles: lo que esos quieren es obedecer y se P ^ J J . todas partes a la esclavitud. A la vista de lo implacable de la naturaleza nos^ ^ vía ¡nos sentimos implacables! — Mas he encontrado la fuerza ^ yfa en hombres sencillos, suaves y complacientes, que no tienen la mas y^j^x ción a dominar — y, al revés, a menudo me he encontrado con que ^^fi dominar es un rasgo intrínseco de debilidad: tienen miedo de su a ^ J, envuelven en un manto real (para acabar siendo, sin embargo, ^ j , sin fllOV tos, de su fama, etc.). Las naturalezas poderosas dominan, es de un dedo. ¡Incluso cuando en vida se retiren a un huerto! d o n d

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' Acciones que durante largo tiempo se consideraron excepcionales y traíanpres• acaban convirtiéndose en una práctica usual y se las tiene por decentes. Lo ¡5 podría suceder con la fidelidad [Redlichkeit] en lo que respecta a todo lo real, 'e acabe siendo cosa de decencia, y no se tenga en cuenta al iluso o al sonador por Considerarlo simplemente indecente.

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" ' En este siglo se han imbuido los franceses de un gusto por la pintura (a través del dibujo) que al pasado siglo le faltaba. Los italianos han perdido el oído para el canto, los alemanes han aprendido pasión política, los ingleses se han puesto a la cabeza de la ciencia. 6(212] Nuestras pulsiones se contradicen con frecuencia, ¡no hay por qué sorprenderse de ello! Más bien, lo extraño sería que se desencadenaran de manera armónica. El mundo exterior toca en nuestras cuerdas: ¿es de extrañar que éstas disuenen a menudo? 6 [213]" Después de Austerlitz la guerra fue más el resultado de su sistema que el desPliegue de su gusto: 6 [214] Algunos jóvenes cuyos logros no están a la medida de sus ambiciones se bus¬ algún objeto en que vengarse destrozándolo, en su mayona personas, clases, c a n

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¡K? S ^ 1 nutaciones. £ S ^ oescnranKítuci ui uie nu^n^ ,,i ^. J ^ ^ teas «Producir. Literalmente sería: « p o n i e n d o en un platillo de la balanza sus umi

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„,,,. no pueden tomar represalias: las mejores natural,., el afín por los duelos entra también en esta c a Z S » » * ,. „ntrinante que no esté por debajo de su fue„T ° toSta ± ¡ ¡ ? ?o " o " l u í eonrra los judíos ha sido sie1 ^ | * Po"g ¿ N T a la n^ás envidio» y la más cobarde: y quien a h o r a ~ * "«icio "' V > < ^ T o n s i f o una buena porción de espíntu p.ebeyo. " " ^ a e„ * £ > J q

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con alegría. 2

6|2I6| Las opiniones son tan necesarias como las acciones de l homu por eso son «verdad para ellos»! Sólo una c o n d i c i ó n ^ e x t r a o r d i n a r i Z r ¡ ^ y acoeer otros modos de pensar nos da la posibilidad de distinguir Z falsedad El ideal: una opinión que sea independiente de todo 1 ^y> único límite sea «el hombre». Son las opiniones que tienen que resulta?" % chosas para «el hombre», su estrecha r e l a c i ó n con las cosas (de las '0 s

3

6 1 \ ! nuede ver en la pasión amorosa hasta qué punto nos falta la sinceridad ante Ss mismos: es algo que incluso se presupone y en lo que se basa el matrímo^ < n oromesas que nadie que sea sincero consigo mismo puede hacer). Lo m.smo tPS sucedía con el juramento de lealtad de los subditos para con los principes f i a patria, o la iglesia: ¡solemnemente abjuraba uno de su honradez!^ n i o ( q U C

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de manera terrible cada uno de res — puesto que para sostener uno de ellos tiene que falsear otras cien C K T querer ver. lo que significa que se estropea la buena fe, retrocede el intelecto, ¿ ¿ ta la peligrosidad de la vida — * 1

«desde 1730 nadie ha tenido la pasión y la fantasía necesarias para lograrla colosal grandilocuencia de un Pozzo y un B i b i e n a . » J B 6 [218]

Entre todos los que se han dedicado a la f u n d a c i ó n y propagación de religiones no ha habido ni una sola cabeza notable, a s í c o m o tampoco un solo hombre tocado. Esas grandes pasiones de masas son obra de las mentes m á s incultas,detupm

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' Tendemos más a creer de las cosas aquello que nos resulta agradable. Los añiles que no tienen esa tendencia tan fuerte, que son más precavidos, se conservan mejor! El temor, un primer paso para la honradez.

6

'^Se dice «progreso», pero se quiere decir desarrollo, esto es, ir haciéndose y deshaciéndose [Werden und Vergehen]. También el d<eshacerse> puede experimentarse como un progresar: pues, como todo desarrollo, está acompañado de placer. Sólo la inhibición del desarrollo produce dolor.

6 1226] Esas criaturas tan agudas que ni siquiera son capaces de expresar simpatía sin clavar la puya. 612271 Hace falta un fingimiento infinito para llegar a ser un hombre cariñoso.

que, como ios bestias, tienen una fe ciega en sí mismas. 6 [228[ 6|219j

La fuerza posee la suavidad. 6 [2201

El valor y el atractivo de la ciencia, contra el fingimiento. Si se toma a medias «o se entiende su encanto heroico. 6 [229] Cuando en el alma de un niño que vive en un entorno y época supersticiosos ¡¡*» la idea de «tú eres el Hijo de Dios», y su madre, con su devoción, desde peque2 Seccionando que ese Dios es sagrado y quiere santidad: si a eso se añade ^ temperamento manso y una fantasía ardiente de visionano una confianza. tn.sx * o formada gracias a la continencia y la soledad: así puede llegar uno a creer e

anhelar el genio como quien anhela un reconstituyente.

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6[221]

el espíritu comercial y su producto

74 B u r c k h a r d t

Tamo Í Cicerone, Leipzig. 1869, 399. dlichkeit. ° «smcendad» como «honradez» traducen un único termino alemán. K P m

1

Véase J. Burckhardt, Der Cicerone, Leipzig, 1869, 396.

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6. N V 4. OTOÑO DE 1880 >W

res que volvernos atrás cuando nos hemos equivocado A ^o* * £ f o nuestro ha perdido tiempo). Una mayor honrarte ° lo SS * guardia: por lo general, en esc amor ¡¡ á i o ^ ^ ™» m i £ l> ,t auc hemos tcn.do reprimidas. P«sonas, cedemos de súbi« ouls

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diferente. Su sinccnuau c» c x ni respectéT ¿ T V es Hijo de Dios ni respecto de su conocimiento de la n a t u ' , O C « posee una conciencia precisa. Entregado de pleno a pasión * ít!N¡ conoce, no lo valora, se toma a si m i s m o como medida de 8afi , ° < cia del pastor solitario que solo ovejas tiene en torno a si T í * » nencia ^ O que los hombres no quieren creerle, mientras que él sí se cree a le su fantasía se ? donde su fantasía se hace hace cruel cruel yy sombría, sombría, yy se se inventa inventa el el ii ff ii e ' o° : yVaT* « él. ¿ i Su d i poca nní*a formación formación le le libra libra de de imaginarse i m a p i n a r c » el „1 o_.r •i g e n ^° Para u_ Wu^ í crean. en q U e

L [2331 . : ismo ha prometido a los pobres de espíritu el mm» A , ' ¿ ' ! ^ ano S culto cn¡to yy rico rico de de espíritu espíritu le dio ¡ ii Z T S u ^ * * * * *

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verse a si mismo en algún momento de manera objetiva: nunca • Pasió "° «y* n o.. N'aDoleón). Lo UM-rihiV i ^ Pone de si mismo (como. p. ej., N a p o l e ó n ) . L o terrible, lo que el h o m h * Por expiar es el haber rechazado su amor — u n detalle miserable Asi • Podra contra los ricos, el espíritu. la carne — su mansedumbre y su mduleen* » ees y totalmente egoístas. son fi^ U n a

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6 [2301 A la hora de contar algo, los m á s refinados se abstienen de extremarlas turas de sus héroes hasta lo inaudito, lo c r i m i n a l o lo zafio: por el contrario, y suavizan los acontecimientos para mostrar c ó m o las naturalezas delicadas w«¡ tan poco sufren: o que es ahí donde comienzan ya sus aventuras: donde para una naturaleza tosca no hay d i f i c u l t a d alguna. — E l dejar claro acerca del propio que no es el non plus ultra, sino u n h o m b r e capaz, es lo que caracteriza a todo poeta" . Las historias de semidioses exigen menos talento, colores bastos — se tan para la masa. Son historias ideales de fantasmas y de ladrones. Quien se prendado de sus héroes y de sus aventuras no es persona distinguida - pues que debe ser pobre. — Trato con héroes y asuntos de encantos y maravillas lo tienen pobres, quienes no sin dificultades creen que otros los tengan por neos.

retó* héroe buen cuenqueda

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• J23IJ , 'niHocrecimi ' No alcanzamos nuestro máximo: ya que en el período de ^ os de to deben darse toda una serie de condiciones favorables. Nos que tronco y llenos de nudos. f[1

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El ejercicio de reconocer características diferentes en una cosa, dejando de lado nuestro afecto, da lugar a una serie de cosas permanentes que cada vez es mayor y más precisa. Este ejercicio constituye una necesidad: la de conocer las cosas en multiplicidad: base de la pulsión intelectual.

6 12361 La honradez para con uno mismo es más antigua que para con los demás. El animal se da cuenta de que se engaña a menudo, por eso tiene que fingir a menudo. Esto le lleva a distinguir entre errar y vigilar o ver la verdad . entre fingimiento y realidad. El fingimiento intencionado se basa en el sentido primero de la honradez para con uno mismo. TS

*12371 Cristo «devoto, triste y egoísta»

¿Qué quiere decir «entender una ideatf La idea induce una presentación 'a presentación induce percepciones, y las percepc.ones exettan ¡ f ^ f * ^ » °Ja Ptedra llega por fin al fondo se produce un sontdo sordo: llamamos n t e n t o <* sacud,da del fondo. N o hay aquí nt causa ni efecto, sólo asocacon. certa pala a

^hrsehen:

Dichter. «poeta» en el sentido clásico del término, esto * * / " 5 2 f l 2 " U falta de concordancia temporal de los verbos se da en 0

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« resultado del trabajo intelectual, nes opuestas hacen que el intelecto se ponga en marcha. Cuando surge u n X o 510116 V e t o de una cosa o una persona la memoria nos provee de las r « m a ™ nnes que dicha cosa o dicha persona despertaron en nosotros con ocasión de o*o Z> S S - y ^ ven ahí caractensticas diferentes, admitirlas todas juntas es labor de ta hlnradez, es decir, tener en cuenta que en su momento quisimos a aquel a quien hora odiamos, y conciliar la imagen anterior que de él tenemos con la actual suavizar compensar la actual. La sensatez lo reclama: de no hacerlo, llegaríamos con el odio demasiado lejos y nos pondnamos en peligro. Base de la justicia: ¡conceder un derecho a las imágenes que hay en uno de una misma cosa!

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, personas de los a t a q u e s ^ Si nos guardáramos también frente a — - odio ciegos — cuántos menos errores tendremos q " 'P 77

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c l romún con los animales tenemos todos nosotros las pulsiones- el A honradez nos hace indepenoientes independientes de la inspiración de dichas ^ Sulsi™« ¿ Í iT * ínnradez Helahonraae , , , „ _ „ , _ Pasiones. Lapro-

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significando «vigilar», morfológicamente es «ver la verdad».

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sentacióo: cómo^^ 'd.ble. v esa ul.nna r ^ ¿ ^ . « . ^ s, nueva y gratule. e |

bra suele despenar tro «entender» es a sino oirá *-' dcst-0 Mentir es desrx pulsión que no puco» satisfacer, precisamente ponn,,.. |„ mentir emporio tanto

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y un Los hombres ven en la naturaleza un valor 'cad esta. El labriego mira sus campos con emoción p. " 'or, el ^ Pintor la caza llev parar, sin darnos cuenta. Nuestros ojos*mirl ° *ov O ^ simbolizar meso, ^ « . « - J y nuestra cultura y costumbres. — y lo m , ! ' *Po 7% caracteres: para mi son algo distinto que para t i : relaciones t ? ^ o , ^ — 1 « . k Ms demás demás están están ahí. ahí. — — ¡Qué ¡Qué sienifi,^ BignifícaTeri " °ne s " „ ° 0" lin camiuau u . ~ *nes aumenta sin cesar, todo lo que v e m n ! ° ' J» S fe re móí significación. A l contemplar el sol, p. j . , — nem " t ^ ' m os 4 P <> tamb nñn de viejos significados y' símbolos, se f.rl runo a la justicia, desaparecerán las interpretado °-v? BÜ hacemos daño daño y cosas- n|mestoo „ J cjpnchosas con que que hacernos y violencia violencia aa las las cosas: cfc-, tos /wfer tienen su derecho, y en definitiva hemos de respetar e s e T ¿ recho" ante; que el nuestro.

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E ! mal ejercicio del ver y del querer ver la realidad ha hecho se origine una citología también en las relaciones de los hombres, en su juicio acerca de £ £ £ ^sobre sí mismos, el «mundo moral». q u c

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6{24$\ Alabanza de la filología: en cuanto estudio de la sinceridad. Por su decad encía perec" " " "

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El íátaJ «segundo sentido» detrás de los sucesos de la naturaleza, las vivencias, los apetitos. la injusticia. ¡Pobre humanidad!

una especie de astrologia.

6\243\ v • * t*. Las conmociones mas fuertes, los momentos de exaltación, el séptimo cwo» lo debemos a nosotros mismos: somos nosotros quienes •

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de arte, que resultan así más grandes, nosotros quienes las hacemos mejore y nes de vez en cuando lo olvidamos en beneficio suyo. b\244) bscnciaill

¡Sinccndad cn el arte — nada que ver con realismo! £Á'agarsc del artista respecto de sus fuer/as: que deseen no engañarse ni em Producir ninm'm i el CiCC-W imitar Im la vivencia vivencia (el efecto n i n g ú n -f-~. m i s m o s , sino

24

' La duda acerca de qué sea lo real no le hace a uno más proclive a las quiinerassino que destruye poco a poco la buena voluntad que es inherente a la creación de una quimera. 6(250] En general ninguna acción se considera entendible, salvo la que responde a fines: así como tampoco movimiento alguno en el mundo. Por eso el pensamiento anterior trataba de explicar cualquier movimiento que se diera en el mundo como si fuera conforme a fines y consciente de ellos (Dios). El que ya la acción según fines no se considere comprensible constituye el giro critico más decisivo de la filosofía; con ello quedan desvalorizadas todas las tendencias anteriores. 6 [251] Cuando responsabilizamos [a otros], estamos presuponiendo igual fuerza en los demás, y el mismo saber acerca de dicha fuerza — todo lo cual es mitología.

6 \242\ El «orden moral del mundo»

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61252] Lo que diferencia a los hombres es la masa espontánea de energía, no una suerte de átomo individual. Después, los movimientos que dicha masa realiza repetidamente se transmiten por herencia. Es la misma fuerza la que consumen ora los músculos ora los nervios. 61253] El pensamiento, al igual que la palabra, es sólo un signo: no se trata de condene* de ningún tipo entre pensamiento v realidad. Lo real es algún tipo de movid o pulsional. 6

[254]

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612571 Tenemoa qoe Uegar a sentir con repugnancia intelectual lo imposible, lo innatural, lo absolutamente ilusorio que hay en el ideal de Dios Cristo y de los santos cnsEl modelo ,no puede ser una ilusión! 6 |25X| pre que un

abandone, cambiarlo por un alma superior.

¡¡¡J*£!, ^

Si habéis probado a pensar en I • demás y a hacer algo P « mucho t»r " zar vuestro objetivo os resulte i m p o ^ ha*-*

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6 l^í'.ndos los sistemas morales que disponen cómo D E B E actuar el hombre faltaba saber investigar como acíua e/ Ziomore. Pero se creía saberlo

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^ ^ . , « r d o u n o ya no na en i de subida. «Ira sublime, reproches convulsos» dorm " cor.. do — en la insensibilidad y el horror, despertando frío — « a n " ^ ' ^ sólo una mirada fuera a la vida de otro, nada más « L S " ? ' - " i se le presentó como contrapodero - justicia es reZlí d dolor propio. «Necesidad de justicia». «Sobres alocar lo bueno de los d e m á s » , ciego para las buenas influencias que ejercemos en los demás.

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i i P á t i c a del conocer ha acabado por crear la necesuiad de nstituye nu*-'« e> .?,n uve un un nuevo gran ipoder,« ™ con«sus p e l ^ ven^J ah *,„lo- «/Ü necesidad de veracidad.» posible titulo-

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' Lo que nos separa de la sabiduría india es la necesidad de actividad.

También al pensamiento mas delicado le corresponde un acompañamiento de oulsiones. — Las palabras son como quien dice un teclado de las Dulsiooes, y los pensamientos (puestos en palabras) son acordes tocados en él. No obstante, no siempre es la misma la fuerza estimulante que las palabras ejercen en las pulsiones, y en ocasiones la palabra casi no pasa de ser un simple sonido.

6(265]

.

1. Época de pulsiones sin pensamiento. 2. Epoca de pulsiones con pensamiento (juicios). Aquí se representan las pulsiones y sus acompañamientos. La repetición frecuente, la aprobación y la reprobación de tales representaciones produce un efecto retroactivo sobre las propias pulsiones, algunas se ejercitan a menudo, otras dejan de ejercitarse y se marchitan. Mediante un ejercicio tremendo del intelecto va surgiendo lentamente el placer por su actividad: y de él al final el placer por la veracidad en su actividad. Originariamente las funciones intelectuales son muy difíciles y laboriosas. Lo mejor es imitar, aborrecer lo nuevo. Mas tarde, por el contrano. acaba apareciendo rápidamente cierta repugnancia a la imitación, y el placer por lo nuevo y por el cambio se hacen muy importantes. 6 |266] Ajinando el intelecto, los hombres se arruman: física y quizá también moralmente. — ¡Nosotros, los afortunados, que estamos en el Reino de En medio\ 6[267| La perfección de un Napoleón, de un Cagliostro fascinan: nuestra criminalidad de modelos, no tienen una conciencia alegre. Un buen ladrón, un buen venga2 ^™ - eso es lo que caracterizo la Edad Media y el ^ ^ ° ^ **. Poseían el sentido de h perfección. Entre nosotros se temen las virtudes y los U n dá(

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bres que tienen un alma grande mostramos is que cuando estamos solos. Por esoIos°n ° 22?*Boi es,tani0s s torcidas llegaremos a descubrir — M Ü ^ [la . g a n n i v a u uixcunrir -— y • ~*"us. ¡j 3 r esas minuc:ias, ante ellos hemos de admitiríí ' ^ resarcimos. V

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s e desacredita con facilidad la pasióni taciturna con mirada sombría de Calvino Alemania no se cree que en la pasión haya ni gracia m espintu.

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6 |27I | Con una gran meta no sólo se adelanta y supera uno a la críti™ ' ' gran lefeo. C a

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Proteger a un hombre de experiencias viles es lo más hermoso — viles nop3T: sino ra él.

forma de tragedia: 1 La senda 2 la visión terrible 3 el reposo n

612791 El miedo a la muerte: «soy la carcoma» Pérdida del hijo Pérdida del honor Enfermedad 6 ]280| ¿Hasta qué punto es conveniente intentar amar al enemigo? Nos libra del sentimiento de insatisfacción, concediéndonos una victoria sobre nosotros mismos.

é|273| La esposa en cuanto inhibición, el esposo como medio de degeneración

^'taM&imL&amt^-. Imaginar la meta suprema de la humanidad en la muene — llegará el momento en que ésa será la tarea. Para vivir, no vivir. «i§aV

6(281)

é|274| El aprobar y ei reprobar irreflexivos, el fingimiento, etc., conforman nuestro organismo: poco a poco se le puede ir integrando también la vera arraigándola cada vez más a fondo, ¿con qué resultados? Se convierte asi o i i ^ ^ turbulenta de mentiras y embustes con tentáculos: muy útil para el J ™ " * ^ cación para la verdad — ¿e» una mejora del animal, una mejor adaptaci^o^^ nfraestructura que o dad? — Nuestra simpatía y c o m p a sde i ó nmentiras , nuestroy fingimiento altruismo, míestrai ^^^ bay que demostrarlo! La impresión dcsagraD ^ u/w>
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todas ellas de entrada m á s temerosas y desconfiadas P ^

poco acogiendo en sí más r a z ó n y honestidad, ganando en p e n

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*alafe. La resignación y ese placer heroico que se da en la ^ únicas formas del contento: cuando sabemos, i i i llegamos - - *"• n M mentira y ese~fìngimu-nto 1 , 1

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Los antiguos creían que la mujer era capaz en la pasión de lo verdaderamente inhumano e increíble — en la época de Esquilo.

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Cuando uno se pasa a los judios (dice Tácito), debe abjurar de los dioses.renuna su patria y negar a sus padres, hijos v hermanos. Las almas de losqufueren * ] ¡ batalla o ejecutados son inmortales (idea del martirio en el ^esprecio de la muerte. Cuando Caligula ordenó que se engiera una imagen suya e

templo, se levantaron en anuas. ni V é í

»se Tacito, HistoHm V, 5. 9.

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en cor» nad.c. duermen solos y abstienen nujer ajena»* unag el max ma K ado de los hombres enviaba tribu, jtí « M l .-abo de la "erra donde \ i\ la.» para menos*: M

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Tácito se reíiere ct con sarcasmo a cómo toa judíos i i M t e A l hacerse cristiana, R * * ¡ ¿ « | ¿ C o b r e s de entonces . " " ^ ó

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«-Cómo debe actuar el hombre?» Eso es algo que sólo se puede rnedir « fi ¿ un un íucai, ideal, sea lo que a humanidad,• sea iu lo qi que el indrvta h ^ L ^ " d 1 , .i m ;_T7_ „ W a„ ha habido modelos (en parte vivos, en narte , j * atcanzar. * r f £ - religiosas. O facciones «o el P ^ l o T m ^ ano). O sectas filosóficas. Pero siempre mayorías. El objetivo es: que cacTu^ lee su modelo y lo realice _ el modelo md.vulual. Para trazarlo es « c e S £ £ la ruerna de procreación y la juventud y la virilidad, toda la clarividencia de sus fi» 23S. conocerse a sí mismo. ¡De momento no es aún posible\

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Loa hombres buenos no tienen escrúpulos en los momentos difí

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Cierto upo de jusncia; «he disfrutado con él de su felicidad H el moneólo de la deshonra y de la culpa». ' a

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Vivir de tai modo que nuestra energía alcance un — y sacrificar iodo por ello. NB

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612941 A la hora de trazar nuestro modelo no hemos de tomar en cuenta nuestros defectos y nuestras pulsiones, sino que hay que saber buscar su forma sublime.

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¡Puede haber tragedia! La benevolencia y la compasión y — nuestro sentido de la veracidad respecto de las opiniones de los demás en la lucha de los unos con los otros. la irrrtiribd metafísica no es la fuente de las religiones, sino la consecuencia de m decadencia. Se ha acostumbrado uno a la representación de otro mundo y lo echa en falta (y de esa pulsión brotan plañías nuevas, «/^-/religiones»), pero lo que empujaba a aceptar otro mundo eran errores en la interpretación de ciertos procesos, esto es, juicios falsos del intelecto. La «necesidad» es el resultado, no el origen. Si MU satisface ¡puede extinguirse! Hay así una necesidad de oír las campanadas que no tiene nada que ver con el fin originario de las campanadas. — Se ha cogido la costumbre de poner las necesidades en el nrincinio. DESEABLE Su

Contra el cristianismo, la me valor se apoya en falsos dictámene

612961 Una mujer que comprende que está impidiendo a su marido alzar el vuelo, debe separarse — ¿cómo es que no se oye hablar de ese acto de amor? 6 [2971

Con los pensamientos pasa lo mismo que con los movimientos corporales: he de esperar a ver si tienen lugar, aun cuando quiera hacerlos, depende de si han sido repetidamente practicados. Aquí el querer no es representarse el objetivo, sino represarse formas lógicas (lo opuesto a un pensamiento, lo paralelo, lo semejante, prejsas, conclusión, etc.) en la forma del deseo. La memoria ha de poner el contenido C l

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corre" ° » tenta ^ «ponda, y el juicio decide si encaja y cómo. Asi tantea el pie en el momento de Prom L Posiciones.Yde esos embnones de pensamiento que de o "4 « S i s e m o s : como formulamos nuestras ideas a panir de las palabras urnbnu «^Posición. Lo más esencial del proceso opera por debajo del tes son ^ a - Es nuestro C A R Á C T E R el que decide si las ideas correspondienh pe K ' * contradicción, dc restricción, de aprobación: la apancion de un acontecimiento moni — Las formas lógicas se presentan, asi c

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artir de un momento puede uno rrud interpretar sus pasiones y Vuelta a nacer. -

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* P*5L se pueden reproducir los pensamientos con palabras, rápidarneme se escon* ; L las sensaciones y resultan demasiado indefinidos detras de uu> d e n

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no por eso entiende mejor el motivo de que hiena. Así también con las acciouando uno logra aclarar la muy turbulenta red de representaciones de la que üe' a ser en su caso conscientes. Son todo efectos, que se pueden remitir a un oculto: pero es ridículo tratar de definirlo. C

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Actuar siempre de modo que quedemos contentos con nosotros depende de ta fineza de la veracidad para con uno mismo. Segundo mismos eso de la v que midamos. Por eso. una buena conciencia puede ser un indicio muy tllamT za y zafiedad intelectual: y una mala conciencia, de delicadeza intelectual Si los demás no estuvieran descontentos con nosotros, v no huhW. ™ • . . • J " "uoiera mucha, coas que saJieran torcidas, el estar contento con uno mismo seria la regla. Lasreper cañones desagradables inesperadas perturban dicho contento: ante lo desagradable procurarnos descargamos del sentimiento de venganza y por lo general se nos cae encima de nosotros mismos. La contrariedad es la que le crea al hombre su nula conciencia, «podría haber sido de otra manera». Entonces se reprende uno y valora en poco su perspicacia y sus intenciones. Si no fuéramos h de ventanía. estañamos mucho mas contentos: como por lo general son las mujeres, en quiere-¡ xmméemo de venganza no es tan fuerte. — La conciencia, por lo tanto, viene determinada por el éxito: condena luego las intenciones, hasta falsea luego las intenciones: toda ü inmoraJidad y la mala fe de un hombre se muestran en el proceso que a conciencia le instruye. Tanto la mala conciencia como la buena ^ hombre son tan tontas, tan demgratorias o elogiosas, lisonjeras, indolentes\~ lo es el hombrt completo. Cada uno tiene la conciencia que corresponde

°PL muy exactamente que uno siga con los ojos los rnov irruemos del agua hir-

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La admiración por la persona de Jesús es poco significativa, si parte de la base bre la que Cristo se puso: la arraigada propensión del hombre a pecar. ¿Qué habría Pensado de ello un griego de la época de Péneles? 6 [307|

Para quien pretende conseguir un modelo, lo agradable está en ver a hombres que han logrado el suyo. Las imágenes híbridas, poco claras, poco limpias ¡le resultan penosas! Eso es lo que ocupa el lugar de hombres «buenos» y «malos». 6 [3081

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Los patrones públicos generales según los cuales se distribuían hasta ahora el elogio y la condena moral resultaban unilaterales y dejaban sin elogio una buena cantidad de cualidades: no se consideraba el reconocimiento del individuo ni la armoniosa proporción en él de las fuerzas. ¡Era cosa de bárbaros: pretender elaborar la misma imagen en cualquier material!

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La representación de tipos ejemplares, que sirvieran de modelo, seria un mentó pnncipal de los artistas: desarrollar el sentido para lo que posee unidad y propor'on- ¡El artista elige y así elogia* Los «riegos fueron grandes en gozar de lo típico: i lucidides y Sófocles, florecimiento del gusto! c

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Apenas uno habla de «verdades no absolutas* y ya están todos los « a t e t o cando volver. entrar, o, mejor: las almas bondadosas se ponen a la p u ra.y « e n 2¿ , * ^ ™ ¡«««o s, ahora el error ya no fuera error! Lo que ha 'Vutado U está ya excluidoW P U C d C U b n r

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6132/1 ¡os demás piensen y sepan de nosotros puede venírsenos encima de ° Lo que nosotros sabemos de nosotros (tenemos en la rriernoria, ;no es lo flue

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613221 . no obtienen ninguna alegría de su vida y su carácter, acaso busquen en Quien como Sch. Mas quien es íntegro, ¡ése debiera poder alegrarsu espiré* 7 todo ello junto! ¡Y de qué manera alegrarse! Subimos todos juntos nuestra * taña y no queremos llegar solos a la cima. Algunos la suben en cuanto """"lu espíritu no está a la altura de la situación (p. ej., Bismarck). s

prevenirme contra mi mismo

cnentainflsy transformación a la vista de una bella acción: como si eos de pronto aparecieran vistas cautivadoras de vegetación exuberante

6|323]

N»Inacción sino el JUICIO que hacemos de la acción (aunque sea equivocado, es k> que consntuye nuestra conciencia, la historia privada de cada uno

Es poco mteligente concebir a los fariseos como hipócritas, ellos viven siempre tanjan confianza inquebrantable respecto de sus acciones, no las contemplan más pronssda ni más verazmente y por costumbre conocen entre ellos sólo buenos motivos: ios demás no los ven. están ciegos para ello. — Suponiendo que se les dotara de vista y se les hiciera estar descontentos consigo mismos: sólo se multiplicaría la muer» general. lm acciones, por lo que hace a sus consecuencias para los demás, seguirían siendo las mismas, con lo aue habría un tormento inútil para ¡os hom Eso es lo que quiere el Cristian m o

Supues •ojue encontremos buena una acción, de igual modo suced veso Lo que — una acción sea en si misma, útil o perjudicial, no tiene na

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«o- Por eso es tan importante que las buenas acciones se puedan ^, 0 y a menudo: si no, el infierno moral, y lo moral en cuanto " ™ * ^ \ .provocando también iluminaciones y coloraciones dignas de l

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Contemplar su vivencia de manera tan rigurosa y veraz como si fuera un experimento científico — así nadie podrá desbarrar hablando de milagros o del «ángel que nos protege» o de la mano del Señor: resulta de mala fe. 613241

El acto no se borra por la absolución. El pasado no ha desaparecido, nuestros actos son nuestro ser y así mismo nuestro hacer futuro forma parte ya de rosotros. La memoria no decide nada. 6[3251» w «fat i ****** «Las bufonadas surgen de sueños profundos y apasionados», como dice Stendhal. ¿Es ése el «trabajo del genio»? 61326|s*

«Los antiguos no hicieron nada para adornar, y para ellos lo beüo no es sino la Millie de i'utile [lo que brota de lo útil].

<> 13271 . Hondura y energía del sentimiento, no olvidar: perdonar es un sacnficio {no el generoso y sin esfuerzo que un pensamiento se vaya, disfrutando por no tener J* seguir soportándolo). Sencillez italiana, casi maldad a modo de manto protector «ralezas apasionadas. t a s

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FKAÍiMKNTOS P Ó S T I IM(

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. N V 4. OTOÑO DE 18S0 659

Se dina que en Francia el cspnt quiere dárselas do g quiere dárselas de esprit.

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* espíritu se eleva en Alemania demasiado ñor ~ ,\*Í ^ acaba enloqueciendo; un velo de niebla le envueWe *v * ¿ U m c n t e . porque no hay nada a lado que le m a n t e n g a ^ < e t > Ta vStagos en todas las d.recc.ones y es de una f m i h d a d ^ s a s u

estilo tenso»!

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rifl .nta I " ,° í . ^ T ^ ' ° - < * "o es l £n Al* *"geniosa, sino la del asno ignorante la que aquí configura el conc^ ..de"»8? " Falta esa crianza. ^^culo. t e r n b l e

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La novella de Andrea, que ensenaba en Holonia (s. xiv) Rii- . a su belleza. *^ *rá tina, debido de

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6|331| Lo M / o . en última instancia, nos parece ser solo un estado p d M útil desde cualquier punto de vista: un bienestar intenso q haceT^^Sue de todas las lineas y movimientos de nuestras acciones: la armonía de bra dades que llega a sonar como música. has ti]¡, ro

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r un pensamiento, quemarse con él — eso es francés. El alemán se áer V ¿ i ó n delante del espejo, y avisa a otros para que vayan admira y ^ *

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6|339| pi iones: la piel que nos ponemos por encima, en la que queremos Kuestn» F ^ s vernos nosotros mismos; lo más exterior, la e se nos pensamientos de un hombre. Eso es lo que parece. Por otra coraza que ^ de no se sabe qué fuerzas y pulsiones, una especie de sediP^ ' F p r partes constantemente se va desprendiendo y reconstituyendo de « ^ ^ " i j r á g e n e s acústicas e imágenes visuales, en cuanto jeroglíficos de ciertas nuevo _i J _ I :_: roductos depurados de O

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Nadie ha llegado a comprender el problema de la veracidad. Lo que se di tra las mentiras son ingenuidades de maestro de escuela, y sobre todo el mandí'coniento de ¡«no mentirás»!

Todo pensamiento que desflorece promueve a última hora cierta suerte de lujo es su canto de cisne. En las artes, así como en el arte del trato. Toda cultura madura tiene su lujo. — Pero muéstrame a alguien que haya inventado una idea y que no sea sencillo y pobre, ya exteriormente ya en sus palabras. — el pensamiento regalón se transmite en cualquier envase, deja su huella en cualquier gesto (p. ej., grandeza y simplicidad y gracia en la antigua Atenas)

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A los alemanes les falta esprit porque no les sobra nada de espíritu [Geist]: una vez empleado el que tienen, se quedan sin nada y sin saber qué hacer. Lo aborrecen y, no obstante, se dan cuenta de que sin él la sociabilidad es fastidiosa mala educación: — de ahí el «ánimo» [Gemülh].

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'^Nuestra conciencia se queda atrás y observa poco de una vez y antes de pasar a otra cosa descansa. Dicha imperfección diría que es la causa de que creamos cosas y de que supongamos en el devenir algo permanente: asimismo de que creamos en un Yo. Si el saber fuera tan rápido y tan constante como la evolución [de las cosas], no se pensaría en «Yo» alguno. 6 |34l) Es una limitación pero así lo siento. La necesidad <de> lujo me parece siempre mdicio de una falta radical de ingenio: como si uno se rodeara de basodores. porque »tiene sustancia, no es nada real, sino meramente algo que debe representar ser ante sí y ante los demás. Creo que quien posee espíritu es capaz de soportar dolor y mucha privación y, así y todo, ser feliz, y hasta debena avergonzarse SLT* honor- ¡ ^ * «maraderia. por haber « h a ^ o ^ & P ^ los bienes/Por un banquero siento un gran desprecio > N O a su alrededor, claro, de vez en cuando tiene que P * ^ ~ 5 ue desentone frente a los demás, p e » entonces ha de tener lo parece^ ° — l o s . Los pareceres liberales, atres idos, nuevos lo tengo por ^ ^ te lujo repulsivo, cuando no metan a la ^ ^ ¡ ¿ ¡ ^ Pccie de ropa blanca se ha contradicho para mi. p. *h ^ 1 3 r e

Véase Stendhal'. Home. Naples et Florence, Paris, 1854, 387 s. èe. " Véase Stendhal Correspondent* inédite, précédée d une Intrtuluctxon Pfr^^JhV^ 1855 77; «... son livre [Considérations sur les principaux événements delà A ^ njn von Mme. de Staël]; mais combien ce style tendu et visant à l'effet est au-des-sou. et entraînante conversation!» s tout CJH " Stendhal. Rome. Naples et Florence, Parte, 387: «Je Wfflarquc que, par»» foni les Allemands, ils sont beaucoup plus influencés par un vain désir de fa"* V transport d imagination ou par la conscience d'une âme extraordinaire.» Mérim

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¿sentidos del oído y la vista y de la relación entre ambos.

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verdaderamente taro.» ¿De Stendhal?

FRAGMENTOS PÔSTlJMOS N V 4. O T O Ñ O DE, U S O

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es. en iodo caso, el hombre m á s poderoso, y resulta desh ' ^ 2 os tiempos, que a ú n quiera tener m á s : son los al D 2 S 2 S humanos s y el beber, la aversión a las bebidas espirituosas ' * , 1 a s ° comer «das — son propias de .los que dicen « l a vida ^«"ccen» o a i ^ ii a°~ ° P > o c n las bebidas . Pcnme aa m i aa una una independencia indt»n<.mi» ¿_ ideal.. P o^r r w . U t «l res...», etc. — — Eso me emouia empuja mi . , « ^ v i d local-1, Plptl o . . . __ . . . « t a n ••lí»nirxr» I Í S h : l « ; f : i n t t » ^ U i i n r l » » _ > 00o, libros, no pueden elegirse lo bastante elevados, así que »'*, ^ « o S *

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ficantes que os veis a lado de empuje que muestra ese idealismo i)*! ios¡g X bros el materialismo y el escepticismo y carga contra el sol) vas° os y me pongo igual que vosotros, más aún, me pongo malo ' nl1l

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^ ¿91 to de sujeto crece a medida que por medio de la memoria y la fan61 p¡ sentid d o el mundo con cosas iguales. En ese mundo de imágenes • vam° -Los hemos creado nos imaginamos cada uno a sí mismo siendo la ^ \o$° rrnanece a través del cambio. Pero es un error: somos nosotros los " ^ I A lo 1 iguales signos y signos, estados y estados. Kl^os que sean g 3

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demás .„rtra a enseñado na nosotros: s o, ^ \ etación de nuestros estados es obra de otros, que a nohan ap° " ^ s í queda en la memoria lo moral, como una sombra, sotrosseoose ^ , . a » te- .. * dg de

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6 |343| «Yo quiero esto»: se distingue «el objeto, la valoración del objeto pero en el fondo no es un objeto lo que uno quiere, sino un estado almdhT**' uno mismo, estado que de algún modo se nos aparece asociado con e l o b e t • valoración del objeto es un intento de explicar la sensación efectivamente aeradabl presentando lo agradable como resultado de haber visto algo (p. ej., el c o m e r enten dido como modo de calmar el hambre, de conservarse, etc.): mientras que en mayoría de los casos la sensación agradable no es resultado de haber v i s t o qué es adecuado al fin. «Yo quiero» significa « h a g o algo que me resulta agradable mient puedo hacerlo- Nos figuramos en cierto estado (p. ej., golpeando, c o m i e n d o ) , y i imagen la imitamos.

61344] En la memoria hay causas de moralidad



y

¡no está en nuestras manos!

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e durante media hora hablando vanidoso y al final me sentía cansado y ado — mas había querido rebajarme para dar a alguien la orwrtumdad de ^ menos miserable, exclamando: ¡Ah, este miserable mundo! — ya que eso era lo que él pensaba de mí en el momento; el no avergonzarse delante de mi le alivió a ojos vistas. 6

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613521 la «carcajada doble» (Epicteto), al ocupar una posición más elevada de lo que podía soportar y luego abandonarla. A h , también eso pretendemos soportar, queremos aun volver a las apariencias y animar al prójimo en su vida dándole la oportunidad de que de que se ría doblemente de nosotros. — Pretendemos alcanzar la meta dando rodeos, acercándonos a los demás para engañarles, por su propio bien. — Los caminos rectos, p. ej., Cristo, Napoleón, partían del desprecio a los hombres, por y lejos que llegara el amor de CKisto> a los hombres (pues el amor rmsericordiode Cr está muy lejos de desear ser un pecador por amor de los pecadores) m u

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6(345) Curiosidad por descubrir algo desfavorable, asimismo respecto a las cosas pos

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ble y como para avergonzarse. N B 6

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Diversión principal, molestar a los d e m á s — ¿por qué inmoral. es solo un grado. Aquí la distinción de moral e inmoral no es también ción. * ,. g im.^(

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Pero si, como dice Kant, la moralidad descansa necesariamente ^ •Puede haber existido alguna v e / " , No baslará suponer la U * * £ ¿ ^¿M >* no es posible, g siendo absolutamente necesario i n a n l c n " Piaría ser q haya cumplido ya su papel? (contra [ • ^

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¡Escepticismo! Si. mas el escepticismo desesperación

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La toirifc entre un Dios a quien cada vez se piensa m I hombre a quien cada vez se cree más pecador — de V m*, E importantes de la humanidad. El amor de Dios los pectn W>«y. ¿Por qué los griegos no tuvieron una tensión tal entre la b e l l e , ? / \ álv humana? ¿O entre el conocimiento divino y la ignorancia hum! < y median entre ambos abismos tales serían criaturas nuevas aue« ° Pul ^ •La revelación'? ¿El Hijo de Dios?) ° U

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6 {358} . . En cualquier momento un sentimiento moral puede hacerse gue a provocar una parcial esterilidad, p. ej., la pulsión de verdad nV^"' «lie ^ He. el arte y con el trato social refinado, así como con la elocuencia La con ralidad La laboriosidad. La pureza. (Los puritanos, contra el teatmT ^' libetra las agonales. Platón °' °nte.> con.

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61^1 con palabras! Y si uno sabe lo que son las palabras, ¡cómo se puede ¡pensarnos ^^ ^ producir directamente movimientos! Son obviamente creer q" t a s pulsiones están instaladas tan cerca de esa región del pequeños erro ' ^ . ^ s p o n d e cierta cantidad de esas cosas arbitrarias y dispaerror,y ^J^ « p ^ b r a s » , que a menudo una palabra es una señal, no una ratadas 1 ^ . . ^, | i d o de la corneta hace que la locomotora se detencausa, de m ^ nuestro conocimiento tanto mejor acotamos las palabras, mácenes en un espejo, y ¡hasta copias de tales imágenes! Nunca se dará el paso ^conocimiento de causa y efecto. Conocer es para nosotros describir, de manera más o menos imprecisa, lo que es sucesión y coexistencia precisas, cierta memoria aparentemente unida a una suerte de imagen (una unidad atemporal): e e l

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Supuesto que nuestra cultura debiera prescindir de la devoción. No podría la a partir de sí. Faltaría cierta resolución y sosiego íntimos y p o s t r e r o s iMás nunca espíritus guerreros y aventureros! Los poetas aún tienen que descubrirla posibilidades de vida, el círculo de estrellas está abierto para ello, n o una Arcadia o un Valle de Campania : se puede fantasear de manera infinitamente más atrevida con ayuda de los conocimientos que se tienen sobre el desarrollo animal. Toda nuestra literatura es tan terrena, tan pequeño-burguesa, falta aún la gran posibilidad de hombres superiores. Sólo después de que la religión muera podrá v o l v e r a proliferar 91

la invención de lo divino.

6 [360]

.

Una cosa hace falta: aislar a los hombres de talento, que se alimenten eUosm mos, que se abstengan de fama y de oficio, que se menosprecie a t o d o s l o s ^ ^ y todos Jos sucesos que resulten de las grandes muchedumbres. Una r' ^ periódico en una gran ciudad no son m á s que puro «espectáculo», «a g°

6/361) d

Nuestro sistema de sensaciones agradables y sensaciones ^ mifica y perfecciona, y nuestra vida intelectual también. Esta u ^ largo tiempo ser toda la conciencia y v saber la razón razón de todas la v

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613631 Ahí detrás, en el bosque, donde los árboles nada han oído aún de la ciudad, ahí comienza el muchacho a dejar de pensar en la ciudad. 61364] 95

¡Infinitud! Hermoso es «naufragar en este mar» . 613651 Todas las pulsiones, en origen relativamente conformes a fines en su efecto («bueno» y « l » ) . La moral surge a) cuando una pulsión domina a otra, p. e j , el a alguien poderoso o la pulsión [que mueve a llevar] una vida social. Se lamentarán en ese caso otras pulsiones más débiles mas no se satisfarán. Las resm a

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' poema de G. Leopardi, «L'infinito», de sus Canti.

puestas al .por que" que aqui se plantea serán u> i

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fucr/as: ¡cómo pretende», además escucha i ^ * < ^ vacuos y duro»: y « S ^ ^ ^ derrui. y 1«. engañará, al parecer noble altruismo o e ' n ^ '

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,1711 , o hablar de las^ma.ouuc, ue uuo, contra mi, una de las pnmerascon6 P ando oigo e desquite: me parece justo que esa gente eon \a que frente aa »la «cual demi mipane nan*seo» loi„pasen 0 ^ por q» Toincido y trente « « tanta razón tengo „ oe jas an P ° rreo también no dejar jamas de cometer errores tanto de acción como enparte b » ^ s que les permitan a esos otros, y con buenas razones, sentir2oens l mí Pues así son las cosas: con nuestros errores y descuidos procuranifi

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Lo esencial no son los motivos olvidados y el habituarse como supuse J / r / f j . Sino las pulsiones de placer y d i s p l a c e r ° v i m i e ere lo agradable agradable v no por v a « a^ obtener k. . quiere ^ el~.provecho aue v avaya sino n de i " fi
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irnos un fin, nunca aplicaríamos los medios con toda la energía: mas -tos nos proveen de la ceguera necesaria. Todos los hombres de fe son así de los " su artículo de fe no se ha originado en razones: sino que con él logran una T7al)e alegría íntima. La inclinación a pensar es algo que se hereda y se educa, «decir, se hace pulsión de pensar. egU

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6f367J Si é l « me lo pidiera o yo adivinara que me necesita mucho, incluso contra mi propia convicción, yo me pondría de su lado. Ésa sería mi debilidad. ¡Mejorquedar¬ nos solos y dejar solos a los que nos necesitan! Somos capaces de mucho fingimiento: y en consecuencia también de mucha transformación y de una segunda hornada.

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' E! hombre actúa siempre según la representación que le resulte relatix-amente más agradable. Pero ese cálculo es a menudo muy difícil, y la práctica a la hora de distinguir los innumerables grados muy escasa, principalmente porque la fantasía ha de tener la potencia necesaria para determinar las alegrías y las penas futuras, asi como el goce actual que quizá se dé ya en la propia actividad.

¿So sentís nada de ia necesidad de tener razón frente a alguien y demostrarlo

Vuestra crítica ¿es tan ligera? ¿ O es que vosotros sólo os situáis una vez que ya se han situado todos? ¿ N o os dais cuenta de que él os quiere dar lo mejor de sí y que vosotros deberíais aceptarlo, aun cuando no os pareciera ser ^ hasta perjudicial? Pero hacéis como quien vive en estado de defensa propia, jj tenéis razón. Os mantenéis con esfuerzo, y todos quieren endilgaros ag podríais soportar. Él dice: ¿un re^aloU vosotros decís: una obligación públicamente?

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estruendo-

La vida que lleváis vosotros, funcionarios y políticos, ^ J j ^ i a f c h * so. a vuestro alrededor suena un arroyo y las ruedas de un molino, * Richard Wagner.

6 [375] Si hablo de los motivos de determinadas personas, es porque para mi es una cuestión de honor. NB. 6 [376J No pretendo imponer a la cente nuevas cargas pesadas, sino librarles de cierta carga NB 6

13771 ¡Lo cionnT T , 0 n a I

del Estado, sin esa coacción tradiB*ad0 posible! No necestto del Estado, sin esa «* habría procurado una mejor educación, una educación mas adecuada a mi m

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lnnrnUkKMKt m m ' üV la misero humana no nic mi r w « h^mmptuki, «sie ao sabéis vivir como ptnooH riqueza ra aaos* * dorrumo que oponer U estadista uc? ' í ddkf »«? « I * ¿^ttu/r». «** decir "'JCMr V

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^.rrtivos de la antigüedad: la amistad, el «racul», los esclava "V*? Sí di««* P^**" ' " ^ d e s es para m, et upo * # no n o me queda: se alegra de los Upo*, ve que a cada üp», oerta caniidaxi de buen juicio, y procura druubnrúj ésa es wywt*/ .101

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r^fíflflusas en los gesto* que lo aamipananj, y U> meditado nr> es smo un ^^TZ todo ello, ;,Ouc es, pues, lo no medMadt,, ki imprwisfld./'

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de nuestras penas y preocupaciones más sen* q u w w » Í N l c a sólo sufrir — ¿no es eso cruel? ¿No es algo que surge
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diferencia: querer gustar a a l ^ o . ouerer algo por amor de) algo - por qué moral t

por

«iicidio como criterio de la cultura: alemán. La utilización del jabón

participen

• ÍMIi pcsstksuer me parece algo superf icial en Jas cosas del alma, se haaJ l sssfhdo poco, un pensador debería tener cuidado de no endure.'"'

^ A algunos le» gusta decir y escribir lo que quieren — siempre sssy alfa tena música. V en otros casos, algo de mala música. En la mayoría ao hay **»

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Los colore* más delicados en literatura y en música, los vea seso los taMpílos llenos de interés — ¡qué pretenden ésos en estos •

donde va a obtener entonces su material? Su pasión por i

, >« plato ahíwa ron gran precisión lo rcpulsissa — ¿por que' anda prrr ahí. La ra/on no es la degeneración de las

grande para desear sufrir por ella; él se ex No era asesor m~ ted de conocimiento, temía por su rq

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¡£o sufre pr kj vergüen/a. ru» M el comen Pocoa so» « *«W>ÍHIÍ aquí. W

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FRAGMENTOS PÓSTlJMOs 6

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la necesidad de rezar, así como la de arrep ,r todas, esas prácticas practi religiosas salen de la boca de "? > l a b . patético: prueba de ello es que ponerse patético « ¡ ¿ ¿ ^ e^ " le j do estamosfomar /eyaj posible de algo así? Cuando i¡? ^ c ¿ « n t o ¡ D intercambiamos ocurrencias, estamos alegres-serenos C> líVmos poniendo énfasis en la palabra, en el tono, en el ¿y"ii < * d X i «os asi al propio tiempo. El hombre heroico, ¿e» . Petu _ Pic to'y el odio, y se avergüenza del yw/Aar — ? y T ¡ ¡ f d 2 ! ¿ ^ er

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marchaos, amigos, ya me habéis dejado hablar demasiado tiempo .1^1 oS y ' d o V refrescando, también la ruerna — tiembla en esta *Hn» < 5 * S e efocaso. Id y, cuando lleguéis al valle, haced, os" ^do'por dvi^ya se el mundo sepa lo que aquí habéis apren-

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,081 .«« propias pasiones nos atormenta lo que pensamos de las pasiones. &¡h q Aiando no ven de modo patente que el fui de una pulsión sea nece, !¡ hombr ^ n, o es el caso del alimentarse o del evacuar, etc., creen rflua se la puede suprimir, creen, p. ej., envidiar, aborrecer o temer ^ siendo sup" ' hacerse de ella, lo consideran una injusticia, o al menos fisión- * " tras que en el caso del hambre o de la sed nadie piensa así. No gdesg^ ' " sin embargo, pretendemos concebirla como necesaria y gober¡L <^ !Lra nuestro provecho. Para eso es necesario que la conservemos no en Ir su cus fuerzas, como una comente que ha de hacer girar el molino. Quien la^'^ fondo se ve asaltado por ella, como si fuera un torrente que al acabar " °no baja destrozándolo todo. l invierno n«y

6 ,392]

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El fanatismo moral

de los filósofos antiguos p r e p ' se le dio demasiado valor a la salvación del alma. Con reían profundamente inmorales, y ésa es nuestra w « / o / y en nismo, profundamente irreligiosos.

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6 1393/ Las personas que no piensan en absoluto en sí mismas p fieren no pensaren ciertas cosas (las mujeres, p. ej., en l 7 " " ^ ^ t o r i CtlV dadd C 0rirt actñ no digamos en la pulsión sexual) — esas personas (1 de otro modo y prefieren no ver y no admitir la amplTnfcó^ c.° ° de ensueño y que Ies resulte místico, a lo que sucumben mucho ' intensamente, puesto que se consideran idealistas. ¡Qué no sab or? mandadas de la pulsión sexual desviada, en su pasión por el arte" «n de éste, o en la compasión o en esa suerte de entrega ciega a un * ndencias y

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que en la antigüedad greco-romana el hombre no sufría de manera f entemente intensa por sus pasiones ni por lo injusto de sus acciones, en la 'una de los casos el sufrimiento era del estilo de, digamos, «¡qué tonto fui al hacer eso!». Algo semejante a lo que es el sentimiento de pecar se daba sólo entre los filósofos, por causa de la pureza y las impurezas del alma divina: no sólo una tontería y un inconveniente, sino el sentimiento de humillación y la sensación de suciedad, un agravio a la representación sublime que tenemos de nosotros. A los filósofos les perturbaba lo que pensaban acerca de las pasiones y el mal. no tanto las consecuencias negativas. Pero todo seguía la misma senda en esa dirección, y el cristianismo lo puso de manifiesto de la manera más enfática, dejando por completo de lado las consecuencias reales y tratándolas casi como si fueran indiferentes. Esto es, el efecto del actuar mismo para el órgano del actuar. El ideal de Epicteto: verse siempre a sí mismo como enemigo y perseguidor: el ermitaño belicoso que tiene un bien valioso que defender y que guardar de la corrupción, luego de haberlo conseguido. sorprendente, desconocida, digna de investigarse. La novela nam , e Por placer ante lo humano son ,1o nuestro! Nos perdo-

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6 J394] El amor de Dios a los hombres es el extravío del pensamiento de vive sin sexualidad, a la antigüedad algo así ni se le podía ocurrir. "

^

La satisfacción perfecta (Epicteto, y Cristo también) con todo lo quesucedapues el todo puede utlizarlo. El sabio lo utiliza como instrumento, sólo para los igno¬ rantes trae desgracias. La consecuencia sería, desde luego, que a los sabios el mundo no Jes debe atenuación alguna del mal, ningún arreglo. El sabio no concibe elmolen cuanto mal — ésas [son] las consecuencias de la doctrina ¡de la voluntad libre!, ¡del alma absol!

6 [396] La Antigüedad acaba en un quietismo moral y religioso la Antigüedad cansada y el individuo poderoso y que únicamente se considera a sí mismo importa interpreta Jos acontecimientos de este mundo con vistas a J H salvación, todo —

sucede nene un sentido para £ Es Ja astrología, referida a los Estados, a i w teciimcmos naturales, al trato y a la teja en el tejado: todo tiene un sentido, ^ para el individuo que consigue hallarlo, a u f e i i f e r cosa es indigna ^ w i i °" y el desciframiento moral-religioso de a o ^ j , ^, ra indiferente y despreciable. f / Y ^ t ó sucumbido el /o

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L na tnv-iaJidad muy propia de este siglo: no se d UCSTRA diciendo que ha de haber alguien que recompense a7 exi malos. En que eso sea necesario, no cree nadie (como c ° ° y 22*^1* ticia pensamos de otro modo. Kant) ¿ ^'gue

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< |4lU ,¿ crueldad adjudicamos a otros hombres las pocas virtudes que nosotros ¡Con Q V a c a m o s a pincharles y a atormentarles sobre ese extremo' Con el mos y " f a d quiero también proceder humanamente. NB. En cuanto exatido P le hacemos crecer rápidamente, como en un invernadero, se nos . ram° ° , ios hombres, incluido uno mismo, nos resultan repugnantes'*

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efecto nos resultan incomprensibles, puesto que ambas sólo nos llegan > n c i a en cuanto copias negativas y entre ambas no hay más que sucesión. i I» ^sucesiones está hecho el «cuerpo», la «cosa». No percibimos movimiento sino varias cosas iguales sobre una línea pensada, tampoco percibimos linea alguno de duración, sino que nuestra sensibilidad tiene momentos hechos conscienalguna arados los unos de los otros) y dichos momentos los juntamos, los extende^como tales y con ellos construimos un cuerpo consistente y duradero a base de daciones particulares. Pero como la misma cosa en movimiento es una ilusión, ato es como el movimiento que nosotros construimos tiene que ser algo distinto que la «realidad», así también esa imagen construida y debidamente fantaseada a base de \arias sensaciones negativas tiene que ser algo distinto que la realidad. No puede ser completa, puesto que consiste únicamente en relaciones para con nosotros, y eso de nosotros para con lo cual no puede haber relación alguna, impide que haya una reproducción total. Ni siquiera en cuanto copia es completa. Tiene, además, como condición el que la cosa en ese momento en que nos hace impresión sea la misma cosa que v

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é[4t5] Quien no ha escuchado a su sí-mismo superior, sino que su cargo o a su familia, suele hablar siempre de «cumplir el d e W * ' * pretende es tranquilizarse. Pero sobre todo E X I G E de los demás* o°bed°e orden vigente: se justifica mientras ejerce coacción mediante h ^

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14061 La idea nueva me entusiasma, voy dejando de sentir si es mía o de otro o absurdo sería sentir en esto celos! Y, sin embargo, ¡qué terrible historia la reetmiento de la verdad por causa de los celos!

6(407) Los hombres con máscara, exhibir la mascara.

los llamados caracteres,

que no se avergüenzan

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en otro momento (en «el siguiente» — decimos, y nos engañamos) vuelve a hacernos impresión, es decir, tiene una segunda relación con nosotros. Un árbol que primero resulta largo, luego redondo, después verde, etc.

6f408J 2)

Con condescendiente generosidad recomponerse ante sí mismo, que uno

persigue un fin bien pretencioso: ser vanidoso con los vanidosos, enamorado con tos enamorados, hogareño con los hogareños y exaltado con los exaltados. particular lo que pecamos en todos, apartándonos, haciendo daño, etc. toe bien que los hombres se tomen venganza en nosotros — ante tan insolente desviación resulta justo.

61413]

El espacio de tres dimensiones es inherente a la representación, así como el movimiento, la tercera dimensión «sólo se consuma en el tiempo». Asociamos las superficies a una unidad que se nos va haciendo visible sucesivamente. Nosotros jsmos en cuanto seres cognoscentes somos una fuerza que siempre está dando * y Producimos de ese modo una sucesión, aun para los objetos fijos. as

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^ « m a d e r o » se dicen en alemán übertreiben y Treibhaus, y el radical treib i «Pulsión», equivalente al «sentido [para la verdad]».

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n « no es más que una excepción la mayoría de las ideas originales se vvaloran tanto. la» ideas habituales, convierten n , r eso se a . » - - - ~ i que — hastaMse : convierten J o r q u e suponen una especie de verificación de que el hombre con 50" ton ¿atoríafc P ^ . Este «no haberse ido a pique, vale como prueba de la verob^ a.do P ^ á a ^ p w p ^ xislencia del nombre» \ , - ^ de - !AZI*1» idea' nndiciones de existencia existencia del del homn hombre las conocemos de manera muv ^ coi» / c i s i ó n en sentido estricto acerca de lo que es verdad y lo que no es «red* * «..edefuní - . . ~ y * , u ld&Xo A decir, se trata de una relación falsa de mi ser con las demás cosas es verdades individuales — una relación absoluta es un absurdo. La rúes só'° hay ^ y la frecuencia, los objetos, el no-poder-ver, no-sentir e n •era de P L j 0 s realmente condición de nuestra existencia. Cualquier error juchas ^' n . Generalmente cometemos errores, estamos, pues, de algún perj g i cesar por causa del pensar, lo único que podemos hacer jflodo enierm ^ _ _ „ , ; i p t n nns rpíiilta ncrccsnrí Ac min»t-i absolutamen «k» ^ d í a . es la excepcon.

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responsabilidad ante los efectos ¡ndirec, ¿Quedehile 11\ I V ' •* reano cae sobre nosotros de manera E 5 ¡ * H k W , . tram* tos crea cierto sentimiento de c u l ., . y| \ IMeatión de óptica! " ' ' " c ¿ S u ¡JW !a

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into llevamos ta justicia demasiado lejos y des d, abandonando por completo el n u m ° ° s b. amblen atrás la posibilidad del conocimiento °n de j B c W t o d o tiene relación (, también relación ¡ J ^ ^ i ! Jo según otro individ, restableciendo de esa m ° ^ COj, i nu>or (aunque quizá la sensación sea más pura ^ ' W lue £ idado de nosotros, más libre) ' «npatí r

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6 [4I8|

Sólocooocemos el negativo de todas las cosas que nos afectan, como Q la impronta. la impresión que dejan en nosotros: no la esencia de las cosas sino 1 por lo que hace a una restricción y una limitación determinals°

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rdad en un acontecimiento histórico: todo tiene lugar en cabezas que se j o c a m e n t e de manera falsa e incompleta.

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6

^ ¡Jamas compartir los pecados de alguien! ¡Antes cortar el trato!

6 [4241

No entendemos a otro hombre m á s que a través de la restricción y la limitación que ejerce en nosotros, es decir, en cuanto impronta en la cera de nuestro ser. Lo único que conocemos siempre es a nosotros mismos, en alguna de las posibilidades concretas de transfonnación; algunos hombres no producen en nosotros ningún efecto, porque en ese momento la cera está demasiado dura o demasiado blanda. V en última instancia lo que conocemos son las posibilidades de desplazamiento que tiene NUESTRA estructura, nada más. , . Lo mismo sucede en la relación del « h o m b r e en sí» con todas las; ^ ° dejan en él Ja impronta de su forma hasta el punto que él puede asumirla, y el no sabe nada más que la transformación en él de la forma. osas

Lo que es en nosotros perceptible crece o se marchita bajo el influjo de la luz con que los demás nos iluminan: es como si los ojos de los hombres fueran para nosotros fuentes necesarias de luz y calor. Perceptible y percibido, se regula el crecimiento según los demás, p. ej., nuestra actitud, tos gestos. — Luego, lo que nosotros percibimos, pero ¡otros no pueden saber! — y, por fin. lo que ¡tampoco nosotros percibimos! Los límites son diversos, para mi hay a la luz muchas cosas que para otros están en sombra y en consecuencia se desarrollan de diferente manera, p. ej.. la religiosidad, el sentido para la verdad, la simpatía, el vicio.

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6 [425]

Durante un eclipse de sol los animales diurnos se quedan rápidamente dormí

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«emocionad»»» y.... literalmente (quizás aquí mejor). «n**

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« w n o s se despiertan al hacerse la oscuridad. Sus ojos están tan • M t a r i f " diurnos. ¿Por qué revolotean sólo de - l e s dependen de la luz por mediación de los ojos. 0

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1 K AUM! M o s PÓSTUMOs

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6.

N V 4. O T O Ñ O D I :

1H80

075

«Estaba de moda que las mujeres jóvenes. ) cieran. se excitaran, se conmovieran y al tiempo ri¿£**N u brazos, balbucearan, lloraran. > entraran por n u * * * / ' H l * p ¿ ¿ S i * al del amor más apasionado.» ¡Homenaje! e n ¡ £ S } N¡ a

en eso consiste nuestra >ble- ^ , espejo. S. hacemos abstracción de las cosas, desaparece • c0^ \ \ m f ner/a en m o v i m i e n t o es un absurdo — para nosotros | V ¡ > " o s observar el p r o p i o e s p e j o , entonces no descubrimos nada de las ^ " S i n ^ n s captar las cosas, acabamos de nuevo llegando al espejo nada más Si ^nsarnlnto r e a l m e n t e no es otra cosa que un juego muy refinado del R e t e j i d o s , las f o r m a s l ó g i c a s son las leyes fisiológicas de las perir se* " ' í e s N u e s t r o sentidos son centros de sensaciones desarrollados que

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Mosotro» SÓLO movemos cosas uue son -

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61428/ . . ^ , La apropiación ¿el pasado — ¡cuanta simpatía, pasión desprecio de si mismo son revésanos para hacer que resurja T****** d S d o ! Hay un com*e*zo. hay una exaltacon en ello, pasa bst ° '«a<S mo. Mame tos ademanes — a donde eso señala! — m historial): aversaón a la razón, la c l a r i ^ * ^ ro ( u. - ia taita de sosten firme. cum /Vn> la historia, si se practica por tal motivo, ¡trae una r ,! El pasado ,no prueba LO QUE UNO PRETENDÍA! *r)c¡

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6 |429| Todas las relaciones que tan importantes son para nosotros ms * i*tas en et espejo, no las verdaderas. Las distancias son l d ^ " ^ *** fl el espe,o. no las verdaderas. «No hay mundo si no hay espejo» e T T * ? ^ * * todas assesrras relaciones, por muy exactas que sean, son descripcio Mas bres. no del mundo , son las leyes de esa óptica superior, de la que n o T * '° de salir. No es apariencia ni es ilusión, sino una escritura cifrada en la ° d sa un asunto desconocido, — para nosotros de manera clarísima, hech ^ ' tros, nuestra situación humana respecto de las cosas. Así se hallan o c u l t é ^ sotros las cosas. °d e

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el q u e las cosas a p a r e z c a n n o en cuanto superficies sino en cuan

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" ser felices — r e n u n c i a de sí m i s m o . E l e j e r c i c i o de l a conciencia

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f e l i c i d a d y s u p o n e n que el entendimiento y e l ardor

c l u y e n . Alzar

tipaces, necesitan

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el vuelo con aguda vista de águila — de eso son

estar c i e g o s , v e r s e d o m i n a d o s .

p a r an

L |437] 1 0 1

Suponemos

6(430/

—erróneamente— que p o c o a p o c o se d e s e n t r a ñ a r á l a verdad —

ai, lo único que se desentraña

es el hombre en su relación con otras fuerzas. É l se

forma la plenitud

de las relaciones: es decir, l a p l e n i t u d de las l i m i t a c i o n e s y errores. No son errores absolutos, sino del estilo de l o s e r r o r e s ó p t i c o s . ¿ Q u e f o m e n t a m o s l a ciencia? ¡No, el hombre! Así será más robusto, m á s d u r a d e r o .

La mosca que no atravesó el cristal

é(431J

6 [438] Si se

No vemos el espejo de diferente manera que el mundo que en él se refleja.

hubiera vivido de modo estricto humanidad habría perecido. Lo mismo del

s e g ú n un sistema

moral cualquiera, l a c r i s t i a n i s m o . V i v i m o s t a m b i é n gracias a

la inmoralidad.

é\432)

El hombre nos vela las cosas.

6[4391

6 |433|

|o

En este espejo se da cierta regularidad, una cosa sigue siempre a la o t r a ^ llamamos causa y efecto, mas no podemos entender nada, puesto que solo ve imágenes de /a causa y el efecto. , tales Hablamos como si hubiera cosas que son™, y la ciencia * üherarcosas. Mas una cosa que es la hay sólo desde la óptica humana: no po nos de ella. Algo que devenga, un movimiento en sí es para 00*01

Con el conocimiento no hacemos nada más que lo que hace la araña con la red y cazando y chupando: establecemos nuestras necesidades y su satisfacción, sol, esre las y átomos forman parte de ello, son rodeos que nos llevan hasta nosotros, lo

]o d e

h a b l a

izad» »ríón opondrá i * seiende Dinge: «cosas que son», «cosas entes». A continuación opo el devenir. Herden

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cionTfY^" "^ ' ' toral!/ supuestas). Por eso nuestro conocimiento no tiene en si va¬ meras leyes ópticas (metafóricamente hablando). El propio hombre, ( r e l a c i o n e s

g U n o :

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"" C h l i n ' " consciente», no la conciencia moral. Ge*issen °porN¡ctzsehc. l

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I R A l i MI M U S POSTUM(»s A N V 4 ( W í f c O 1)1- IMKO

espac-io de 5 pies de long.lud es »n , s u p l i c i o , , " ¿ dehiliitad de los « « M M sensonalea.

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Nuestro conocimiento y

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t i aT^*duc¡r(con M fantasía) nos resulta mas láe.l por esc. dondequiera que ertvnos estar solo Percibiendo S L a mudando y . la lan«as a que mentando, nos ahorra^' * e s l —Leones particulares. Dicha actividad la pasamos J W,!SM3 U l l

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1

ante las influencias de otras'

Un saber verdadero acerca de todas esas esferas y restric-„ t ú« * * ' P ^ . T " ^ «i* Pensar en una se¬ . íí'^uns í era « c i e r t a a m p l i t u d y fuerza,,, que no afectara «a éste y ése»todas wli^o " « n serla una fuerza sin fuerza determinada, un absurdo > & e í c C l Ó de la fuerza, y el ir poniendo la fuerza en relación con otras es l < Utr¡ l sujeto c o n objeto: sino otra cosa. La condición es la ilusión ópti> ' ¡miento»-1*°^ nosotros que no existen en absoluto. El corrimiento es Acción-

X opoo-MM fuerza, ¿ a , cavu.v acá***

677

ns escépticos, nuestras acciones son experimentos, cálculos con que s ° m o d e s c o n 0 c i d a s — m u y mteresantes, por lo tanto, porque no se

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ñas * r anlf 3 V e rr>

a c i o n e s pueriles de nuestro poder que, cuando fallan, nos disgustan L e cuando r e s u l t a n logrados, nos permiten obtener cierta informa"*% cfísVi0* \ * s e a N o d e j a m o s que nos tiranicen ni las acciones ni los logros acerca de lo <\™ a g

euva capacidad > campo de visión va creciendo lentamente v * c mas. Con eso no cambia rada en el mundo real, pero fe actividad r L ^ * a > riñiendo toda en una acm .dadI continua crecente que ha de ir 2 ¡ '? *¡ Nuestras leves las vemos dentro del mundo y una vez má C n

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que Je contruu uichas leyes como la consecuencia de dicho !** ° ° m de partida es la ilusión del espejo, somos imágenes de e^p?° ° °%fc EJ •Qué es, pues, conocimiento? Condición del conocimiento es ' ° ^ errónea, como si hubiera unidad de medida de la sensación; dondemS ^c espejo v órganos del tacto, surge una esfera. Y si se prescinde de dicha desaparece también el conocimiento — el concebir «relaciones absolutó absurdo. El error es. por lo tanto, la base del conocimiento, la apariencia s S pmnmdo muchas apariencias se logra la verosimilitud, esto es, cierto gradod ^ • -» • — ci Umni<> «¿Win «e Hire v se cree es hn«f> aem*»».. J . Pa-

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r e s p o n s a b i l i d a d le h a c e n estar al acecho de las buenas acciones.

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hombre y el animal erigen de primeras un mundo nuevo de errores que poco a poc v » corrigiendo, al descubrirse numerosas contradicciones, con lo que se va reT ciado b cantidad de posibles errores, o se persiste en el error. «Verdad» sólo hav raímente en las cosas que el hombre inventa, p. ej., el número. Introduce algo [enél mundoj y luego lo encuentra ** — ése es el arte de la verdad humana. Por eso, la rnayoría de las verdades de hecho sólo son verdades NEGATIVAS, «esto y eso no es aquello» (aunque por lo general se expresen de modo positivo). Esto último es la fuente de todo el progreso del conocimiento. Así pues, el mundo es para nosotros la suma de las relaciones que tenemos con una esfera restringida de suposiciones básicas de carácter erróneo. Las leyes de la óptica son todas errores, lo mismo las del oído. Suponiendo que en la existencia hay innumerables puntos sensibles: cada uno 1

de ellos üene su esfera, cuya amplitud y fuerza depende de las J ^ ^ be, es decir, una esfera de restricción y de error. Asimismo, cada fuerza tiene s ra, que actúa con cierta amplitud y fuerza, y afecta sólo a éste y a ése, y a aquel r e

Los dos pnmeros párrafos, tachados por Nietzsche. • Sur durch die Vergleich™* •

vieler Scheine

entsteht

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.... ¡ a

WahrschemltchKLI

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Sehet» & *«» es «apariencia, aparición»; Wahrscheinlichkeit

podría entender •aniricion de la verdad*, por eso siimifica «verosimilitud». Se esta jugani« ' _ , por eso sign , txto de Scnew y con la presencia en Wahnchcwhhkett del propio Juega Niewhe con la relación entre «inventar», er//W>'/i, y «enaa

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saber lo que errvidia, o d i o , etc., sean

p e n s a r : c r e e m o s saber l o que pensar sea. Experimentamos, o m a s de c i e r t a e n f e r m e d a d que para nosotros es esencial-

i n e m * > a r ® 0 n 0 C i d a y nos p a r e c e q u e p r e c i s a m e n t e en

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t o d o s l o s estados m o r a l e s s e g ú n l o que conscientemente sen-

3 r a r n o s

y

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eso consiste l a etifermedad.

t a m p o c o de m a n e r a p r e c i s a , sino m u y aproximada. — A h o r a

h e m o s descubierto q u e e l

querer s e g ú n f i n e s l o interpretamos

fimdamental-

mal T a m b i é n es p o s i b l e , p o r l o t a n t o , que entendamos m a l todos l o s afectos

morales; que ya los s í n t o m a s l o s dad, que tiene en c u e n t a sus

6 [445]

interpretemos m a l . s e g ú n los p r e j u i c i o s de l a socie-

p r o s y sus

contras.

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Los estados m o r a l e s s o n e s t a d o s fisiológicos

_

.

— e v i d e n t e , p . e j . , en e l amor. Casi

todos esencialmente a g r a d a b l e s , e s e n c i a l m e n t e necesarios p a r a el organismo del particular.

614461 El amor, que pone en uno lo que corresponde a muchos, es glorittcado. no obsfente, como poder antiegoísta: como tal se presenta y es apreciado, porque pretende hacer el bien. Sin embargo: retira a los demás seres humanos y demás cosas casi todo Werés, acumulándolo en uno; visto en conjunto, el resultado no es. por lo tanto. tactor. [4471

dob

4

L Sm ¿ S Í C O S

retóri ° ^

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y escritores, que siempre representan algo que ellos no son, los y los actores

6. N V 4 . OTOÑO Dl- IHM)

6|44K|

Estas cosas las conocéis de pensamiento « vuestras vivencias, sino el eco de las de otros- " ' un carro por delante. Yo. sin embargo, voy sentado propio carro. n

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. llenan a ser consideradas morales cuando ya no se su miltj , 6l' fl transmitida, saerahzada. Cierto es'que £ ""Piensas; pero no se exigen por los castigos la. r e c o m p ^ °™ A P*: y r c v W /a.v ¡y por razones DBKX3WOODA81 * " V c

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6 |449| La insistencia en el pecado ha multiplicado por de las consecuencias personales de cualquier acción disi" !? *ió consecuencias para los demás. L o injusto contra Dios - ! [ o s H ta ser notable la./ú//u de reflexión acerca de las acciones v • ^ «Orí para humanidad. ¡Ll arrepentimiento, fruto d e l V e V ' V * ^ * ^ « — ' . r Z a ' emordir '' ' ^ ^ piensa en el prójimo, esta tremendamente ocupado con<=i„ m i p S<w, ' g o mismo,' *S¡¡5* rcfle

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• ,»n aue bueno y malo [jcWecní] sea la acumulación de omerietim*. K 10 « y »o madecuado. Todas las p ^ e , á C J ^ « K t o « V conservan exactamente i ual de bien la especie que ¡ S > ^ ' / N B contra Spencer. Además, o adecuado para la comunidad no es el ZV*** de vista. Lo más importante: M obediencia ciega de lo que se manda, y ,n Pi" r n la veneración, a la sacralizacion de lo venerado'

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Para una historia de la honradez.

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al amigo más cercano y al más cercano enemigo.

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j _ _ pasión de la honradez. a

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6[4601 Ensalzar más la amistad. N B E<merson> 149

6|4611

6 [452] NB. ¡Entablar un sentimiento fraternal con los grandes espíritus y rechazar la rivalidad! ¡Nada de aislamiento! 6 [453} ^ Se encoge el corazón cuando uno ve c ó m o hay hombres que no se avergüenzan en absoluto de su antipatía hacia algo. Hemos de recelar de quien se odia a sí mismo, seremos las víctimas de su venganza. Debemos seducirlo para que se quiera. M

6 [454]

El egoísmo desvergonzado del amor, ese querer poseer solo, ese quere apreciado solo — ¡no tendría esa fama si no fuera tan agradable.

1W

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Véase Emerson. Versuche 149. en cuya página anotó Nietzschc: «£ste ^ ^ ^ ref.« la comparación. Dina que poseemos un lenguaje para los hechos quima.;- ^ pein al siguiente pasaje de Emerson; «Me encuentro por fin ante alguien tan ^ ,c modo tan semejante a mí, que [...] ante él me es fácil presentarme ¿ .) presenta un átomo químico ante otro átomo químico.» (La cursiva es u

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autora

d*Z» unü



Si no somos capaces de leer un libro por considerac" Tenemos que sentirlo como el autor — ¿es eso moral? — Too? ? ° ° ' ¡qué el mar y los olivos y los fascinantes pinos solitarios, todo ten °° ' ^ s T N De la misma manera, saliendo de uno mismo, podemos tratar t ^ u ^ ^ c u b ' ' bres. como viajando por ellos y descubriéndolos, y hacerles verT A ° ° C°' para que nos muestren lo que para ellos es su propia belleza, solar 2 estuos^ Si nos quedamos suspensos en nosotros mismos, ¡cómo vamo ° mos y a enriquecemos! Para alimentarnos tenemos el placer en lo extraño ece sario en la alimentación. El placer en los hombres es necesario na™ » " nuestra tóc/o/i

e n

Los emigrantes.

Passio

nova

o sobre la pasión de la honradez

N V 6. F I N A L E S D E 1880*

7

1

[U

Nanismo ha enseñado 1) una terrible desconfianza ante nosotros 2) v ° nacidad para juzgar a los hombres - respecto de la Antigüedad tenemos

&

plena oscuridad somos enteramente nosotros mismos: l a fama hace que L « rodeados de personas que tienen sus pretensiones respecto de nosotros veanw» , , r/fíTa'W arrojarla al mar. 1 líl

7

e n

31

¡y

' F1 cristianismo ha considerado bueno el sentimiento hecho de él una pasión! ¡Para así elevarse!

de inferioridad

(humildad)-

7 [41 «Con 40 años es uno un camello, con 70 un mono». Un español 715] También nosotros podemos tener nuestro gusto: mas ¡no es ya el gusto obligado, el eterno! Toda época lo cree ¡del suyo! ¡Y nosotros no podemos! ¡Una situación totalmente nueva!

7 [6]' «A la larga, de la naturaleza acaba uno viendo sólo las vistas que son análogas a nuestra manera de buscar la felicidad: el uno, sólo lo sublime; el otro, las perspectivas raras y delicadas. Todo lo demás le aburre.» St<endhal>

7171 ^autenticidad se ha convertido entretanto en una expresión dura para refenr!¡¡ , Pasividad, gracias
un h o una mujer traen a este Lis7t T ° P a su padre ¡y no a sí mismos! Artistas pasivos como m b i é n pensadores a los que se "les impone virilmente cualquier tipo de a

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^ 1>2 páginas, con anotaciones de Tucídides (de la última época - P™tes para Aurora y extractos de lecturas. Histoire de la peinture en ¡talie, París, 1868, 179. (De aquí en • o

rl o d e r n á s

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[681]

1 K \(,Mí- NTOS PÓSTI l < M

7. N V 6. FINALES DE 1880

realidad c incluso \cs n,v .ra amor La lucha contra d.eh» f i n i e n t e la van.dad Pero tamb.cn entonces |„ con, ^ ^ , , menudo se nos quiebra. Hay una <*.yiec/# ASTUTA ' 'a de , ' ' H N 3 £ ,nama de tal p a - i d a d . la toleran c o n ! ^ C S N ^ J * * de ese modo se apropian de expenenc.as ^ l ^ ' f t W resultan ajenas. »lr <W % P

1

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. v el Renacimiento — y llegaron a ser oriainale* ( sino que ¡está sin formar!)

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ana *S°' ° * en «ustia vital,

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filosofía — ¿es algo más que cierta pulsión por demostrar«. i • aluno, el agua, la soledad, el orden detodasTasc o ~ m * a

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ó l o un sol suave! ¿Me acerco de ese modo a mi especie dé Zui

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Salvo que uno la considere algo malo, la plaga de los a tan grande. De -cual modo que el pujo no nos produce U

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l 6 ,

1 l!7,

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c i rlima o el temperamento constituyen la fuerza del resorte: las costumbres v

P l culto que rendís a la fuerza es todo menos demostración de fuerza, como en i > Ángel! Os entregáis, y así queréis beber la fuerza, estáis cansados de vues1

El rechazo de lo horroroso en el arte griego: ya había suficiente «, i |,dad. la rea. 6 m a l e n

7

111!

Un cargo esta bien: uno lo coloca entre él y los hombres y así tiene un escotv dnjo tranquilo y astuto y puede hacer y decir lo que todo el mundo considera razonable c a p e » de nosotros. También se puede emplear así una fama temprana: dando por supuesto que detrás de ella, inaudible, nuestro propio yo, sin tomarse en seno, sepa volver a jugar libremente consigo mismo y a reírse de sí mismo. 1 3

1 »

OT

debilidad —

7

M Angel privó a su Dios del bien y la justicia e hizo de él un Dios*! 1 horror y la \ enganza — lo hizo lógico.

7

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La tiidepcndencia es la resignación del dominante que sólo a sí mismo se tieni para dominar. Es el semillero del mayor afán de dominio, pues P ^ ^ nos hasta el infinito y en esc infinito volver a extender nuestra fuerza donan .Hacer que despunte su pasión por lo infinito, de tal modo que la venzamos. o d e m 0

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7 f 14|

ndicaii^

Los alemanes alternan la entrega a lo extranjero con una exigencia de originalidad (venganza por la vergüenza que les da al mirar atrás) ¡jes que son productivos, buenos más allá de toda sospecha, han sido ^ han trabajado a la europea (como Mozart y los historiadores, etc.) „c » Para demostrar que no es cosa de la naturaleza sino de la ambición, I ^ ^ * originalidad se encuentra en la diferencia monda y lironda: rm* , , Antf* « g n e g o s respecto de Oriente ni los romanos respecto de US"

'^Cómo se apropian los italianos de una música incorporándola a su pasión — hasta el punto de que esa música espera ser interpretada de manera tan personal, y tiene más de eso que del arte completo de la armonía — asi leo yo a los pensadores v repito cantando sus melodías: sé que detrás de todas esas palabras frías se agita un alma deseante, la oigo cantar y canta entonces mi alma, al conmoverse.

7 [191 Plan.

Cap. 1. Creemos que es lo contrario de una pasión: pero sienta bien, y por eso comenzamos la lucha contra la pasiones a favor de la razón y la justicia. ¡Ingenuos de nosotros! Cap. 2. Descubrimos de pronto que posee todos los rasgos característicos de una pasión. Al enterarnos, sufrimos, suspirando por la plácida y límpida luz matutina de la sabiduría. Pero caemos en la cuenta de que también esa luz es movimiento pasio¬ ° que sublimado, irreconocible para los zafios. lar. \ " o s sustraernos a la servidumbre, nos sometemos a otras pasiones we). intentamos matarla por medio del análisis, deduciendo su origen. Y al hacerlo scubnmos cómo se originan las pasiones, cómo obran y cómo se ennoblecen. mi J ' P » e z a el efecto retroactivo desde el extenor, todo lo que nosotros ° s argüido para liberarnos, todos nuestros errorres se nos echan encima n a l

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juienes mas- "v.^iviaoa respetaba nie r,. Uno uc i i " H - W « ™ - -t_ m. A A elfi unento en que el. que alguna idea deberla tener de U vivi cas * tragedias del conocimiento, por causa de cien desagradables, w puw a echa: pestes de la | Q £ ^ mente sufnmos por su causa, aun¡ta amarnos! ¿ go mismo, que falta de seriedad! ¡No aborrecer, sólo desp^ci _

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uno se entregue sinceramente atoj w f t j g en sentido amplio, respecto de cosas, ha darse en el un fenómeno prototipo: ha de- sentir dos o ^ lucha, y no desear que ninguna de ellas se rinda, mas tampoco que la Z verá así compebdo a establecer un acuerdo, en que se reconozcan * haP ' ^ una de las fuerzas respecto de las demás: y también un placer'por S* \ «Hado en la costumbre de respetar d.chos derechos. Esa vivencia mtenor , |lp " . fuera y u i t « " ¿ia h s la práctica de la justicia: ver mucho pero n< querer darse °mucho pero, por la paz general, mostrarse alegre - puede que i • ^ t m o con aspecto de epicureismo.

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En Francia la origmalidad llegó a resultar comprometida y despreci hi diosa (bajo L XIV). de ahi (no por pereza, como los alemanes) el modeí'

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niños malcriados.

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7|24| I) Distingue los juicios inculcados que provienen de una especie de segunda — • ili i • y que a la primera le resultan extraños o le contradicen: muy a menudo son algo torpes y parciales, pero al ser expresión de una victoria los apreciamos casi mas que a los frutos logrados sin esfuerzo en nuestro jardín (y en general tasamos su valor más aho, es justo lo que ha logrado aguantar nuestro clima, a uno le parece 3 otro, e nuestra j fS t t f t±i 1 I * 'U/Ut "jUltlLia" »

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peligro ¡de no poder refrenarse! A otras ya les gustana ,pasar poi 1 J^B • LI ralezas1> desbordantes y mostrarse a gusto sin freno: ¡para hipócritas de esta especie hay una segunda delicadeza más delicada! — intentando re narlo, hacer ver que algo ha de refrenarse. •i+

a griega era tan severa que hoy en día nos la tomaríamos por dignidad. grati. ? j gravitas antigua de un filósofo o de un hombre de Estado. Y apenas f presumen del buen desaliño, a los ojos de los estoicos Muestros artistas, r C

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t nlática de Pascal con Jesús es ¡más hermosa que cualquier cosa del Nuevo JJ i donosura más melancólica puesta jamás en palabras. Desde entonarse Jesús no se le ha vuelto a escribir nada, por eso después de Pon-Roy al el cristianismo está en decadencia por todas partes. a

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Puedo tratarme yo exactamente igual que un jardinero cuida sus plantas: alejándome de un lugar, de una compañía puedo quitarme motivos, o puedo plantar motivos a mi lado. Y esa tendencia tan jardineril a obrar contra mi mismo, puedo cultivarla artificialmente o dejar que se seque.

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¡Los infelices que, convirtiéndose, pretenden alcanzar la virtud de una \ez. | I desesperan cuando recaen! Cuando es la práctica la que hace al maestro. 7 [32]

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Para que un artista o un pensador lleve su arte a la perfección, ^^nfiantamente confianza, una confianza que es restricción e injusticia para c i /a de los demás. Pues ha de ver más, y más grande de lo que es: si n . ^ ^ toda su fuerza. La continua fricción que la realización conlleva h a r á ^ ^ ^ gran parte del entusiasmo del primer momento: por eso ha de de lo debido — ¡si no, no resistirá hasta el final!

En tiempos de guerras salvajes era difícil despertar la simpatía y la compasión l¡^monees sí que tenia trabajo el dramaturgo! Pero en este tiempo nuestro-de^exa£ ^ ^ b i l » d a d el culto que se rinde a la empatia* es el más lamentable de todos r • - l«»0 s, no fuera excesiva la empatia que se siente! ¡Como st hasta la *ión no se viera dirigida más por empatia que por sensibilidad. sc

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' **aiteii, Frugmenre und Briefe H 244-247. ">Wndun : «sentir lo que otro siente», llamémoslo «empatia». K

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Alude i Richard Wagner

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FRAíiMI N I O s I ' Ó S |

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J ^ L * propia quiero llamar a la indhü/uatia*att> h-ombrcs> sin alma propia h sin alma t" ^ I I alma propia.

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carian muy superiores sin el efecto de las cosas. 1 F¡0 cosas se ül

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o r t o yo!» « la expresión de la pasión verdadera, el modo extremo de

7(351 Schopenhauer no concibe la pasión, sino sólo la pulsió capnchos (pero la pasión es obra del individuo, entre los italiaV*^ 8c bastante habitual, entre los alemanes, débil). En el amor el Z ? ' °ns ^ * n es v w ^ n ^ 91

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La gracia es el reposo de almas fuertes — las débiles desea fascinadas, seducidas, en la gracia no ven efecto alguno, l apetecen son excitantes (emociones)

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dismo en el arte es una ilusión. Reproducís lo que os encanta, lo que os ,' íScosas - mas tales impresiones, sin la menor duda, ¡„o las despiertan los íB** cuestión es que ¡no sabéis cual es la causa de las impresiones». ¡Todo * rte ha creído ser realista! buen an* E

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R soecto de la pulsión más fuerte que en última instancia regula nuestra moralidad ¿ renunciar a preguntar ¿por qué? (p. ej., el que en su fundamento tiene orgullo) hemos o e

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Hay tantos tipos de sensaciones agradables que desespero de decid' sumo bien. Últimamente me parecían el flotar y el volar. cuál sea el l r

La «cosa», una simplificación. Pero si el hombre quiere comprenderse mismo, sobre todo le hacen falta palabras: si llama así a tantas cosas en el hombre es que en última instancia pretende tener al hombre, comprenderlo como suma de esas cosas.

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'^percibir el «tienes que» [du mufit] en el «debes» [du soílst] — es ¡una obra de arte! Al revés del hombre normal, que no entiende el «tienes que» . 8

7(49] Hemos de aprender de los animales y de las plantas lo que es florecer, y aplicarlo luego al hombre. Ese hombre pálido, esmirriado, ésteril, que sufre por sus ideas no puede ser ya el ideal. Ha tenido que darse en nosotros cierta degeneración que instigue un gusto tan malo. Dicho gusto tan malo yo lo combato. 71501 ¡No hay, entonces, salida alguna! En ningún sitio hay una ley que no sólo conozcamos, sino que, además, reconozcamos ¡por encima de nosotros!

1

Me asombro a diario: ¡no me conozco!

7140] No quiero decir que la honradez con uno mismo sea un absoluto de elevación n-.nnrtjjniser y pureza; pero con eso me pasa como con la exigencia de limpieza. Uno podra _ ilgo d e lo que quiera, un genio o un hipócrita — ¡pero ir limpio! (H. Heine tiene a i" puro.)

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71511 El estímulo de la dificultad combatida (Wagner) y el estímulo de la dificultad vencida (mediante figuras artísticas llegar a dar expresión a un sentimiento, p. ej., el ^ P - e j . , Petrarca) 7 1521

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la realidad no existe nada que corresponda estrictamente a la lógica

Los espléndidos cuerpos de las estatuas antiguas resultan hermosos p° agradables, por ser útiles (pensando siempre ¡en la guerra!)

7

Stendhal, Peinture 255, 258.

de intensidad normativa que hay entre el mußt y el sollst es irreproducible primero es de origen interno; el segundo, externo

FRAGMI NTOS PÓSI U M

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7. N V 6. FINAl.F.S DF. 1 finti

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L incapaz de reconocer grande/a alguna que no esté » * , con uno mismo la doblez para con uno nus.no me repug„ aTdcja de valenne cualquier otro h*ro; s que esn ^ íl;

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león) me resulta comprensible: probablemente la necesite limitación

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no ser cierto!»

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Algunos hombres son mas sencillos, pero en la mayoría de lo duo es ciertamente incognoscible e ineffabile. En consecuencia J ° el i * * . sanamente ¡una ilusión! Si no conozco el material de construcción ¡u ^ S dad, ¡para que sirven los planos! ¡Y que limitados nos hace ese eternò ° ' 2 ca del ego* ¡No habría tiempo para conocer el mundo! Y si l c o n ^ ' * * * mundo tuese una manera de conocer el ego, Jamas llegaríamos a lo m 'o Ù dera finalidad: Y. por último, ese amor que le tenemos al propio ¿¿fe! mayor mengua de la libertad! ° ¡es C a s

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1 fi\ • relación hay entre modelo y desarrollo?, ¿ y respecto de lo que necesaria¿Q He alcanzar? E l modelo ^es en e l mejor de l o s casos un anticipar*' Pero ^ para qué es necesario? entonces, * ^ * p tiempo realizada y segura del «yo» l a que nos resulta más phctúa de motivo para hacer y dejar hacer (la mayoría ¡no tiene ninguna!) etnt** * b l e , incluso cuando no se realiza, es porque está mal trazada, por no Si n ° E n cualquier caso, es un producto necesario de todas nuestras faculconocerse " vanos; en otro, una hermosa obra literaria: en u n tercero, un tades: en " ' — y aquí vuelve a haber toda suerte de gustos para la arquiproyecto , ver y de j captar caDtar nuestro rw ^ ^ V a Mintento de nuestro ser ser infinitamente infinitamente comnlir-adn complicado por tectura mcdio'de una simplificación. Una imagen para una «cosa». u e

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7 [56| Lo que es realmente bueno para nosotros según estrictos conceptos científicos de causalidad (p. ej., la creencia incondicionada, etc.) quizá, justamente por el rigor del espíritu científico, ¡no nos sea ya posible! (Contra la ingenua creencia de Spencer en la armonía de saber y utilidad)

7

63

' ft trabajo, ahora bueno, por lo demás, malo. Las 2 eras heroicas de Hesiodo. su reverso, bueno y malo. • --«PÉIS>*

7 [64] 7 [57] Sin darnos cuenta, disfrutamos de la tranquilidad más plena de confianza del mundo, como si fuera cosa de la Providencia: en medio de un fatalismo frío, como es el nuestro, sentimos un aire de cálidas sensaciones religiosas, antiguas. ¡Nuestra terrible mayoría de edad! ¡Empujados al mundo!

Cristianismo y judaismo: el ideal, colocado fuera de nosotros, ¡con poder sumo, da órdenes!, ¡y premia y castiga! — ¡Qué alto ha de estar uno. el que sea, para poder permitirse algo así! ¡Y qué poco arbitraria tienen que resultarle la imagen que de si tenga! ¡¿Podrá sentirse como su creador?! ¡Difícilmente!

7f58|

imposible ir transformando con nosotros la conciencia en el lenguaje de nuestro modelo? Entonces funcionaría. ¡Muy pocas veces! Pero ¡eso no es una objeción!

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La diferenciación de superior e inferior respecto del cuerpo y los o ^ e> la diferenciación de la ciencia! Puesto que cuanto w menos vemos de la activi un órgano tanto más elevado lo consideramos. ¡U olemos! ¡O sentimos! |Bs el que decide acerca de lo alto y lo bajo! ¡No el valori ¡Se halla aquí un conti diferenciación morali NB

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la « < ° "omo es algo muy raro. «El h sometido a aturaleza> misma sometida a leyes.» autó

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preceptos»,

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El sabio bajo el yugo 1) de la Iglesia, 2) de la esperanza, 3 ) de la ' te, 4) de la educación juvenil, 5) de los intereses comcrcial-industnales, ' * - ¡esa es su historia! Luego, ¡los raros, los singulares? Montaigne a L

Vereinzelten: «aislados raros, pocos».

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» d a d cuando nos sentimos avergonzados de nuestro propio

^ C o ^ J ^ o m b r ^ s a n cambiando, va cambiando continuamente la imagen de V

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Mita todo es ahora mucho más seguro, el mundo, mucho r 7l Lren muchas verdades rigurosamente probadas). Pero ant^iT 5? £ * ayor%ue ahora la creencia en la verdad: if'flot ^ , ' ; p t i c o s y, en consecuencia, en ocasiones más fanl^T ueños totalmente distintos que los de antes! <>s que í 8

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No asumir ninguna falsa necesidad — eso supondría inútil, hacerse esclavo - ¡de ahí el conocimiento de la n a t u r a ] » * , ? ^ Pero ¿mr nada contra la necesidad! Supondría malgastar fuerzan *, * I da fiirzas vüüí Í¿¡¡? preterir la decepción en lugar del logro — NB. m g>

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¡nunca más en las superficies! ;En el propio estilo!"

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recio del mundo ejercido universalmente: rechazada aquí toda satisfac El FLu.Aamn COTÍserio SCÍIWenojo — así se agolpan todas las ansias de satisfacción en u

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ft\ cansaré de Gil Blas: no aspiro sentimentalidad alguna ni retórica alguNo me como en Shakespeare

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71731 Ser moral quiere decir, fijar una meta y de ella deducir lógicamente t tras acciones. Mas nuestra naturaleza no tiene ¡ni meta ni esa lógica! moral acaba engañándonos acerca de la naturaleza, es decir, haciendo que nostó? mos llevar por ella y contándonos luego el cuento de que somos nosotros los O M dirigimos.

«La necesidad que tenemos de lo incierto: el corazón latirá, los músculos tiemblan ante la actividad que nos espera. Resueltas todas la cuestiones salvo una, todos se pegarían, como las avispas, a ese único asunto.»

7

Cuando, Henos de asco, nos apartamos del problema insoluble de la autonomía i y del cometido insostenible de la moralidad entendida en cuanto ley universal °os volvemos hacia el conocimiento de la naturaleza: de inmediato nos encontramos de nuevo con el problema del deber: nuestra posición respecto de las cosas, cuando queremos realmente conocerlas, es moral: así pues.;insostenible a la larga!, aunque durante un largo tiempo podamos hacernos ilusiones al respecto. Instintivamente nos apartaremos de los problemas más elevados para detenemos allí donde sea fácil mantener la ilusión de un conocimiento carente de moral (aplicamos en este caso una moralidad que se ha vuelto natural en nosotros, como si dicha moralidad fuese ¡algo natural y extramoral!)

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7 [751 Mostrar en el amor (en los griegos, en los cristianos ascéticos, en el matnmonio cristiano, etc.) cómo una pulsión se percibirá como buena o como mala según se la alabe o se la condene. . Toda idealización de una pulsión comienza cuando se la incluye entre que son dignas de alabanza. ¿¿Una advertencia para el futuro?? NB ^ Mejorar de ese modo la envidia, el odio. Tener en cuenta de que mane tinta ha evolucionado la compasión. cosas

7(831 el principio «el bien de la mayoría está por encima del bien del particular» es suficiente para que la humanidad dé todo los pasos necesarios de vuelta a la anima- / "dad ínfima. Pues lo contrario («el particular vale más que la masa») es lo que la ha elevado, •••^k%) • * mw

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Son los juicios moral<es> sobre las acciones los que deciden acerca de su moraa¡Ti" ° d i v a m e n t e externo. Vistas desde dentro, las acciones son otra uenas o malas. Cierto es que los juic m pueden determinara l 8

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¿nA/ingucdad obro como una sugestión tentadura sobre la f los hombres deí Renacimiento, Se entregaba uno al estilo, sentía l'ulH ^ ' " ^ d t da dt D O ser natural, era la manera de actuar de h- ombres> fuertes O t t a ^ mismos orgullos*>s y dominantes. ¡No confundirlo con la m e n t a l ^ " " l ^ esclavo de 1« eruditos pusilánimes! de 0 0

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milfaut être comme un autre» [«hay que ser como otro»]: antes respetado v ductrvo. ahora despreciado y humillante para cl que piensa de ese modo.

no carc/can de preparación. , Ideales del estilo son las esperanzas que las pulsiones DOS permitan anticipar, nada más. Tan cierto como que tenemos pulsiones es también que esta» difunden por nuestra fantasía una suerte de esquema de uno mismo,ti>modebiéramos %er para satisfacer adecuadamente las pulsiones — etto es idealizar. También el canalla tiene

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jue en unos pocos años haya perdido todo su valor- meterá Tríelo. Es, ciertamente, un S I J M I O de limitación, Pues todo aquello lo sigo considerando siempre importante, aunque xa como Jo que para mí f ue valiólo. Efl mí vejez me gustaría estar rodea-

nri*rMttamf'ntf* í-Mifirflntr

: A ¿1 le eie\Q* UmblCT»'

'o de ' . i 7(W| . ¡Cómo se ha torcido todo! liste hpictcto pensaba vilo en si ahora casi 7(9I| ^ wgaría el predicado de «moral», dada la ap< La independencia es mi /wtiVwi, a ella lo sacrifico todo - probablemente^ '•"dad: teniendo en vosotros un objeto u n \ que tengo un alma de lo más dependiente y el m á s fino de los la/os me ainge di u v i «l<» (jemas! El altruismo resulta, pues, mu que a otros unas cadenas irán tanto fuera 2*- Parece que los hombres tienen poca U » . » ^ . * " > enti es lo q consideran mejor. No sé si es que aprovecha mejor el ayudar a u ióri «'empre supert .ctalmcnte o conv.rt.cndose en tiranos» o el dar Z*wkfiuUjixmW4mdc<.uauV>, útil», porque «responde a un f in», que es lo <\ Wtt*í oc sí a algo que agrada ver a los demás, un ¡ardin hermoso, tranqmlo •

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FRAGMENTOS

POSTUMOS

7 N V 6. FINALES DE 1880 695

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no lo sé. -

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oracias a los movimientos de un oficio ni e s t a ñ é to * ° gestos y dar gritos vulgares y humillantes ¡ S S í que /vulgar, es decir, no adecuado a nuestro i n ^ - í "

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Decir a los trabajadores que deben ahorrar, etc., es abs

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7|I00| Asombroso l o / w o atractiva que resulta la vida americana fe las de Bret Harte), pero saben reírse y hay en todas ellas i n g e n u i a ^ Incluso los canallas consiguen toda una forma, y la cercanía de la J d uid disparos de revólver y la marina Ies dan un aliento poderoso. ie y !<* l a s

V

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santos son egoístas, ¡y cómo no habría de serlo quien se ve amena¬ [1061 ¡i • i cen t*nlos lnsdemás demásen ental talsituación ^itiiarirmes .algo «i que sobrepasa Tod° r ¡ o !. El pensar profundo: todos tafo. -do ^con - razón de cualquiera! En Pascal se da el egoísmo más profundo: l ^ <son también lo mismo. ^ éxtasis son s

ern

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ia buena voluntad de exaltación y de expansión ma* más que la s si no se esforzaría, al revés, en refrenar y aguamar ese impulso terrifuerza: pues. ble. 7|1071

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Las virtudes griegas son ideales de hombres que tienen lo contrari — fantasean y exageran el valor de la sensatez, la prudencia, la justicia °| T u ? Los hombres que realizaron dicho ideal (Epicteto) no lo hicieron imitandoVf ? ses. son, más bien. lo opuesto. °Las virtudes griegas fueron cosa del áytov's, uno envidiaba al otro. La lidad como ideal: en la época en que uno se había vuelto ya demasiado sensible y los sufrimientos y los cambios eran demasiado grandes (la época de Tucídides). Convertirse en estatua: mientras que los trágicos habían hecho que la estatua (del dios o del héroe) se convirtiese en hombre. SUsdi

¡nmov

71102] Es mi trabajo y mi ocio, mi abnegación y mi ensimismamiento, mi valor y mi temblor, es para mí la luz del sol y el rayo que surge en un cielo nublado y oscuro, es mi alma y también mí espíritu, mi yo pesado, difícil, granítico, capaz, sin embargo, de volver a decirse, «¡a mí qué me importa!»

7

La clase comerciante — que todo sabe tasarlo sin saber hacerlo, es decir, que tiende a partir de las necesidades del consumidor, no de las propias — tiene ello un esquema para lo que considera cultura: ¡por todas partes demanda y oferta y por lo tanto, el valor de las cosas y de los hombres! ¡Es lo que me la hace S£

repulsiva! 1 ¡1091 La conciencia que un enfermo tiene de su enfermedad (y de la opinión pública que provoca) ha CAMBIADO por completo (sobre todo en los enfermos mentales) y en consecuencia

7

7 ¡103]

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El interés por las cosas («La viuda de su hijo»)

y no el atractivo de lasco^ lo que hace al pensador de categoría, es decir, el atractivo de las ¿ cosas = relación, mas no respecto de los hombres ni menos respecto de C O M S

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de ocio El aspecto distinguido se logra gracias a que el cuerpo ¿ ^ ^ j j ^misil* durante varias generaciones, para que sepa moverse cumpliendo toa

también muchos de los efectos de la enfermedad.

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No apelaron los griegos a la compasión de los dioses, sino a su reconocimiento que habían prometido aleo. El lamentable papel de quien mendiga a los dioses «taba bien visto

1 [111]

Signos del siglo próximo: 1) la entrada de los rusos en la cultura. Un objetivo « l vo fs w o . Cere ~. l°s bárbaros. Despertar de las artes. Generosidad de la juventud Eía real A Y energía real. 2) los socialistas. Igualmente, impulso y enerAsociación. Influencia inaudita del particular. Aquí es posible el ideal del v l V Q m ü u

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FRAGMENTOS POSTUMOS

7 N V 6. FINALES DE 1X80 697

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á¿na anterior) la general capac.dad militar, la alta valoración de l

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tuviera ñ a u a c i . H u . del amor u n í ^ " ^ r Zs< Ha de aparecer un hombre nuevo. - Yo mismo estoy IS^S S a E N A B S O L U T O ! , pero es probable. * ¡JW el SACRIFICIO D E L O I N D I V I D U A L a lo colectivo por '^ofeotros deja una impresión general ¡de G E N E R O S I D A D ! , y l ¡ £ * «* lo . . ^ los comercies consistirá en un desprecio absoluto de £ ^ la table- c/. consecuencia, mucha tontena. nsate * W •



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i valor civil fue la labor de Riehelieu y de L XIV (Stendhal)

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rete [furi francesa] estalla de la vanidad, una vez vencida v

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«Bossuet, un hipócrita pleno de talento, que en presencia de I encanto secreto para ravater [rebajar] a todo tipo de espíritu de ¿ J ? taba.» En Stendhal. 1 tanto ¡ Ja. 7

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¿ rtfli fa fermentación y excreción - asquerosas y repugnantes - las sensaSup^ ° ' do también a los hombres y las acciones por medio de un simbohs ones m concepto de «bajo», es decir asqueroso - ¡fundamento de la moral! í S^ ° despreció \o fácil — ocasión de nuevo de diferenciar ¡lo superior y lo . tarde lo fuerte y lo débil — lo repentino y lo cotidiano, etc. Lo anijnferior! Mas; ^ ¡ a c i o n e s de la sensibilidad respecto de las acciones ^ ' ' / mente importante es la conservación de la vida, prescindiéndose por verdadera estricta: esto es, ¡de la significación R E A L de la acciónl comp t o s de vista marginales («agradable» en sus diversas especies) NB Según, pu ' P 11

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¡¡La impresión que hacen los ingleses en los alemanes soñadores!!

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«El tiempo que tarda el hombre frío en ver tales verdades ( 1 t hi demás, en los rivales, etc.) lo emplea el genio en preparar la victoria.» NB ^ '° 0n o

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7(1151 ¡Ay!, estoy aburrido de tener, y hasta de oír, opiniones acerca de opiniones Quiero tener razón, o no tenerla, directamente ante las cosas. 7(116] Entender, en ia medida en que eso sea posible para uno cualquiera —es decir,

lograr que un asunto quede delimitado respecto de nosotros de la manera más precisa posible, de tal modo que nuestra forma venga determinada por el límite y nosotros sepamos exactamente cómo de agradable o de desagradable nos resulta dicha determinación. Esto es, preguntar a nuestras pulsiones ¡qué tienen que decir ante el asunto! Sin embargo, solemos actuar sin pulsiones y sin gana ni desgana, como artificialmente anestesiados — eso no produce entender alguno, sino que entonces captamos, con el resto de pulsiones que no estén a ú n muertas, justo la apariencia, es decir, e la manera más débil y plana posible, y así y todo podemos interrogar a nuestra^ siones una tras otra acerca del mismo asunto: comparar los juicios — P- Jde una mujer, de un amigo. e

7 (117| En nada encuentro suficiente alegría mismo un libro de corazón

y así comienzo a es

7

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' K nos entregamos al conocimiento para lograr un objetivo, sino por la amenidad,frecuentey admirable, del buscar y el encontrar.

7

''fJreo que la alegría de la sabiduría y la justicia la concibo demasiado elevada — como los griegos. Me tiene fascinado todo lo que señala en esa dirección — probablemente porque soy ¡muy apasionado! — Soy sumamente desconfiado ante los locuaces admiradores del apasionamiento — sospecho que lo que les gustaría es llamar la atención. — Los griegos vivían siempre expuestos al peligro: en la fuerza, en la calma de la justicia rendían culto al reposo, al respiro, a la fiesta. No querían ya más emoción -sólo en la tragedia, la de la compasión (porque habitualmente eran duros).

711241 Una salud llena de giros y trampillas repentinas e inconcebibles — manteniendo una desconfianza profunda, y cada hora feliz con una ligereza DELIBERADA y Krrando los ojos al futuro — si no, es imposible ser feliz

Remite alfragmento711111

mi a cribirme

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Stendhal,

Peinture IH4 Stendhal, Peinture] 83.

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'» chaleur du sang qu'autan, qu'il es. sûr de marcher dans une ~ P ^ S i ' * ^ " 8 ''opposé de la vanné (passion domman.e . £ o t o g ^ £ «oÏÏ ™ s folies des attaques de redou.e, et ee qw est la terreur des sotoa "on, de fori» franeese.» C h a

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KRAGMHNTOSPÓSUlMos

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f a u s t o y Hamlct son ¡¡pensadores con los que pol

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un alma grande y un espíritu que no sea de ornato • p a r a volary10s u n c i e m

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7|I26| tsie paso es tan peligroso! No debo invocarme a ¡ . un sonambulo que pasea por los tejados tiene el dercehn °' « que ,e por su nombre. «¡ Que importo yo!», ésa es la única J£?**lo llame por - « S oír.

N V 6. FINALES DE 18R0

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7|I27| De/ww/ígo. ¿Qué he hecho.' Proveer para mi vejez: r e e j que el alma no emprenda ya nada nuevo, la historia de sus t r a v o l ti^ Así como me reservo la música para el tiempo en que esté ciego • ^

,11 cioso de estar con p<ersonas> deseoso de vengarse de la sociaíi* ttústico. answ ^ n t e desesperado, ora repentinamente embriagado Jd Y ^ tiránico y superestncto con sus iguales, escasamente atento, siemfn" i ¿condido-» ¿ su arnabilidad, sin amor ni compatfg¡ ' mismo, ardiente con sus obras y golpeando el mármol con el marón ° f ra su enemigo, jamás hipócrita y siempre honesto, tanto cuando mira

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' . i No me gusta el trato con las personas, porque no puedo verles modo lo que dicen me resulta sospechoso o incomprensible - J solo, lo que después me llena de vergüenza. ' 0

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ntaría hoy en día la educación del género humano de Lessing tan

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1113*1 i -el tomar de manera impersonal del pensamiento! En la naturaSesobrevao i h lo contrario! Mas de ese modo ¡¡se ha tendido un más fuertes a> «-'^ i

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El cristiano (¡sobre todo, el desocupado*) a la caza de sus pecados — volver a pasar por el gran drama de la desesperación y la gracia. Una m ^° sámente bonita de entretenerse y mientras tanto que sea del mundo lo quTfi ^ la «salvación eterna» está por encima de todo. ^ -

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Don Juanes del conocimiento, puesto que no tenéis firmeza

suficiente ni carácter.

La adoración de la T T Ó A K ; : se conocían demasiado bien como para saber lo bárbaro y tiránico que se era en cuanto se acababa la nóXiq: el desvelamiento del alma corcirense. Se admira la permanencia, la justicia, lo bueno, el goce como resultado de la paz civil. La cercanía del volcán es lo que hizo a la época tan exaltada y sensi-

sirve de nada: para sentir la calma perfecta de la escultura antigua hay que ser casto. Hay que saber pintar la pasión en toda su vehemencia para representar esa calma.» Stendhal

7

ble en esto.

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7 ¡141]

Aborrezco la gloria que sólo trae el amor de las mujeres, reputación, riqueza, suerte. ¡No quiero ser sensato, moderado, sabio! Solitario, salvaje

Tucídides y Sófocles, representantes de la cultura sofística.

7 |132) cosas La avidez por dedicar la vida a algo se despierta en cuanto se encuentran

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Véase Tucídides III, 7a Stendhal. Pefoture 184.

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' número de los placeres fuertes?»

I t j j f o m o pintar las pasiones cuando <no> se las conoce! ¡y cómo encontrar

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P° Para el talento cuando se lo siente en el latir del corazón!»

«Ninguna cosa se merece el esfuerzo que uno dedica a consegu

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«¿Debe valorarse la vida en función de lo que duran los dias tontos? ¿O según

que corresponden a dicha sed.

7 (133| ¡Jamás ocultar algo que pueda ser dicho contra t i ! ¡Júratelo.

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FRAÜMIiNTOS PÓSTUMos

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alguno. NB

Uno tiene que saber quitar la mano de sus obras.

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,1*51 , de la letra lo pequeño, lo mas cercano y potenciar al hombre en lo rom* ;> . de ética le crece entonces — ¡esperar! las necesidades éti"d e adecuarlas al cuerpo! - ¡Salvo los atletas! ^emos de rtie

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•Tiene la humanidad el mismo proceder que los artistas tmr un dios omitian en sus estatuas lo demasiado humano f f ^ °.ue ¿prescindían de todos los detalles? El gran hombre ¿es un homh ^ C ^ han dejado de lado, gracias a la fuerza imponente y divinizado/ V ° detall*'' gió la virtud cuando se evito el microscopio de la mirada, esto e ' °? <; * zó a v er con mala fe " La divinidad ¿la ha formado de tal mane , ^ °see cada vez menos lo humano? hombre 7J148P «Las cuatro líneas, el rasgo del dibujo es lo primero que invent el buen artesano, por el contrario, comienza por las minucias.» Stendhal P a

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e r d o el tiempo en que tenía remordimientos. Se da casi un equilisueños y mi vigilia: salvo que mis tonterías aparecen en el sueño en uno entre * t e el día en el pensamiento — aunque de igual modo. También las accionen y ^ y no de manera mucho más razonable que ahora, pienso niucno A p e í i a

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Til ' . todas las penas»: el tiempo no hace nada de nada. Son. más 1 l atisfacciones de muchas pulsiones las que poco a poco nos van llenando y ' i |vido es el remedio de Epicuro contra los grandes dolores: darse a los ^ üa caza del jabalí de Pascal tras la muerte de su hijo). También forman parte ofesotplaccres que distraen «los consuelos de la religión y la filosofía»: su valor está en ocuparse con ellas y en reflexionar, etc. - J c u r a

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«Antiguamente el dolor era m á s débil que ahora» Stendhal

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7fl50J Si encontráis belleza en Apolo, tendréis que buscar la moral correspondiente jesa belleza no encaja con la cristiana!

7[15I| Lord Byron. Rousseau. Richard Wagner fueron el objeto único de su propia atención — «esa mala costumbre es la lepra de la civilización», dice Stendhal. «En consecuencia, exagera él sus sufrimientos.» «Ocupado siempre consigo mismo y con la impresión que produce en los demás.» «No supo transformarse en otro, el menos dramático de los escritores.»

Los remordimientos de conciencia de Byron eran una afectación más, hicieron moda.

71158]

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La idea de que algo terrible está encadenado a nosotros retine todas las sensaciones. O: ser un Dios desterrado, o expiar culpas de otros tiempos. Todos esos espantosos secretos acerca de nosotros — ¡nos hicieron muy interesantes ante nosotros!, ¡pero muy egoístas! Uno no podía ni debía mirar más allá de si. Ahora es posible perder ese interés apasionado por nosotros y volcar la pasión fuera de nosotros, hacia las cosas (ciencia). ¡Qué importo yo! Eso no lo hubiera podido decir Pascal. '1159]

¡Quiero lograr que haga falta un ánimo heroico para entregarse a la ciencia\ NB U ^ t l ]

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Fragmente und Briefe /. 42. Pucde sc

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Peinture? Stendhal, Peintun? 210.

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sien th !* y Italia)» • »mal, Hanne 274: «Lord Byron cn Italic». R

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FRAGMENTOS PÔSTUMt 7

N V 6 . F 1 N A L I - . S D 1 - . ixifíi

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í ü b e r forzar la empana" - ¿es ese el castigo de cruel .' Stendhal ¿O es. al revés, el apeüto de empatia una « J J J j fán

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Os acostumhráis a la tremenda agitación de la vida, | . ™>nre. a a la la anestesia. anestesia. - En el toado loado pensáis pensáis que ¡ N **** la mente, En el que no noes eson„^ posibtZT* es que estáis acostumbradla a ello, y lleváis vuestro yugo! Sí eV^J-^ a

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la vegetación que de inmediato comiera .

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Soledad, mucho de naturaleza abierta Sencillez y economía Salud ** . ' ¿*; •*• • ' ' • . I ,.-má. Pocos experimentos y bien elegidos en lecturas y amistades Ningún empeño insensato Tiempo v ambiente para elevar el corazón r,

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1

ÍF .sí,P°. muerte » * t t o ^ m b r e s y en cuanto human• dad E l cnstianismo * ¡ Í « " , t i n g u i r y renunciar a todas las pulsiones brutas. Por medio

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' S i e n t o . Espectadores pacíficos -

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¡hasta que no haya nada mas «a

cosidad.

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7ÍI64I ¡Dedicar lo mejor de vuestra fuerza y tiempo a lo mejor q puede forzar nada mejor! H

í] e el saber mata la fuerza, el instinto, impide que surja de él Quería oe i i p i o no se dispone de ningún mecamsjeción algj" ^ permita un saber nuevo, ¡ni mucho menos de un agradable hábiP Mas todo eso ¡puede aparecer!, aunque eso signifique esperar a qut 00 toa posterior — nosoat^ " I consiste la resignación del sabio! Se ha vuel i más pobre tiene tros - " menos hábil para actuar, como quien dice, le han despojado « un vidente ¡y se ha quedado ciego y sordo! cuerpo — » " i r

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7ÍJ65J Algo me han soplado acerca de la tranquila felicidad del conocimient no la encuenfiro. incluso la desprecio ahora que conozco la dicha de la des»- • ~~ • ento. ¿Acaso me aburro alguna vez? ¡Siempre preocupado, siempre el por la expectación o por la decepción! ¡Esta miseria, yo la bendigo; o ella el enriquece.' Camino lo más lentamente posible y voy sorbiendo esos d No quiero ya conocimiento alguno sin riesgo: ¡que a quien explora le rodeM mar proceloso o la insensible alta montaña! w

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También los que disfrutan desean admirar su moralidad tsu valor, su empeño): r eso los escritores difíciles, los poetas y los músicos artificiosos obtienen ¡tanto Ktudio, tanta admiración! Marini. Con un estilo natural [nofv], lo sumo en el arte, no puede tener uno esa pretensión, todo el mundo se cree que es tacú entender a Rafael, y por eso aquel que sabe que no lo es no se andará con tal celo heroico: ¡le faltan espectadores agradecidos para su espectáculo!

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7(166] ¡gM Nunca pretendo provocar contradicción: todo lo contrario: ¡ayudadme a formular el problema! En cuanto sentís algo contra Mi, dejáis de entender mi situación y, por lo tanto, mis argumentos. ¡Tenéis que ser víctimas de la misma pasión*.

7 [174]

La salud se manifiesta 1) en un pensamiento que tenga un horizonte amplio, 2) en sentimientos que sean conciliatorios, consoladores, comprensivos, 3 ) en un reírse melancólico del fantasma con el que luchamos.

7|168|

Vuestra alma no es lo bastante fuerte, ¡tantas pequeñeces del conocimiento, tanto de nimio y de bajo que subir a lo alto! Así que tengáis que engañaros acerca de •» cosas, para no perder ¡el sentimiento de tuerza v de grandeza! No como Pascal o como yo. - No necesito desprenderme de los pequeños detalles lamentables - es Priendo hacer de mí un dios. q u e n o

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— ¡¡¡ese tomarse de una manera demasiado personal todos los pro oscuridad, el maJ camino, los albergues i n c ó m o d o s para el viajero y u*» miseria del viajero M hombres!!!

^ttempfindung «sentir lo que otro Mente», lo que dignif icaba sini-prf" ™ * noy ie l e expresar con «empatia». s w

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71175] [ J ? \ * U 8 * t t del terror, del desprecio y ocasionalmente de la gracia "? *°s patriarcas antiguos) k i a f T " » 8 » Q de la satisfacción por la fuerza, por la u

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N V 6. FINALES DE 18H0

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(-KAC iMI NTOS I'ÓSTUMOS

. e va de la predisposición cristiana ; L Í * irt

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' ' á m e n t e » , unos limites ¡tan poco precisos como bueno y «pudoroso» mm

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' i i honestidad de los grandes hombres de la confianza f de la temblé afl.ec.on que les causa el dudar de ¡ : ^ * * > «te* a trav / , , ctan chalados o que son unos h.pocntas. "do e s ^ U * be. es ÚM e

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- o ha exagerado la desgraca de la s.tuac.ón humana, es decir la ha

, 1 ' ^ r i ^ l f h a c e aún peor.

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Contemos en las pulsiones, ya volverán a establecer i d e á i s anuamente el amor Y luego: de vez en cuando reprimir p o r g , , * o ha idas las demás tomaran de inmediato una coloración diferente F Pul > • °Zr largo nempo. como el día y la noche. ' JUe Co

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único que la ciencia puede es mostrar, no ordenar ( p r ¿ general «¿en qué dirección'.'», entonces puede señalar los medios) •„!? ord urden general de en que dirección ir! Es fotografía. Pero necesita Ü ^ f f * ** la que son ¡ las pulsiones! oead *-* 7

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„«71 nn se piensa que la salud sea un objetivo firme: ¡como si el cnstianisfV tferido la enfermedad y con buenas razones- Sano es un concepto hubie^ P ^ » — ¡de lo más variable! Pues el querer-sentirse-bien es 0 ! i como «bf ' fruto de un largo aprendizaje en situaciones contrapuestas

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7 f J80f Claudico ante esa inclinación mía a la soledad, no me queda otro remed" <
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Ti ' los alemanes, que ahora se han vuelto descaradamente avariciosos, Alcohol ^ trabajo y <son rel="nofollow"> esclavos de la arrogancia nacional — tres

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7|18IJ Esa repennna

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y ese decir «¡¡que

He tenido por alegre a Mozart — ¡cuán profunda debe ser mi melancolía! ¡¡De ahí mis APETENCIAS.'.', de claridad, pureza, serenidad, compostura, sobriedad, mi esperanza de que ¡la ciencia me dé todo eso!, ¡ella!

he conocido a ninguna persona que infunda un respeto tan profundo como

tosfilósofosgriegos.

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' La pasión de Pascal pretende ser necesaria para todo el mundo, lo único nece

sano. 7 [1911 P " . , ¡Tengo sobre mí el desprecio de Pascal y la maldición de Schopenhauer. \ puede alguien sentirse m á s apegado a ellos que yo! Ciertamente, con el apego de i amigo que conserva su franqueza para seguir siendo amigo ¡y no convertirse m

:

7fI83J Franceses e italianos imitan ahora la fealdad consciente y la violencia en la música de los alemanes — son éstos los colores complementarios necesanos para llegar a adivinar en el sonido los encantos m á s sublimes del cielo y losav^ ees de la magia del paraíso: no ha tenido que ser n i m i o el martirio previo del oí o — sólo después del purgatorio se le coge el gusto preciso al cielo. Eso |n sabían los antiguos! Pretendían que ¡quien quisiera oír música estuviese morado o. aún mejor, apasionado! Ahora se considera que el mejor es a ^ paratorio es la desesperación, el hastío del mundo. Insensibilizados por . miseria, por la miseria para todo, soportamos el martirio — ¡y ^ i Sufrir deciblemente agradecidos de sentirnos luego conmovidos y . s con nosotros y con todos los que sufren es la suerte que esta musí

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amante y necio!

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iSon aforismos! ¿Son aforismos? — quienes me reprochen por eso deberían Poco y luego disculparse ante sí mismos - yo no necesito palabras m

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7. N V 6. FINALBS DK 1880

FRACiMHNTOS PÒSTUMOS

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71 Aleona ante las casas y los jardines bonitos, por

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para esa suerte de amor y por no tener yo esos j , * * *

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Lo bello —por bello entienden los americanos ahora lo n 7(lv4| Es lo contrario de la seriedad en los negocios y la c o n s i d e r a c i ó ^ ^ ' «Uncías, de la sequedad y de la pas.on por la caza, el l y J** » ¿ ? X C

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' ^ alemanes piensan que \a fuerza debe manifestarse a travé, A crueldad en ese caso se someten a gusto y con admiración: ¿t^v, su compasa debilidad de su sensiblidad para cualquier nadería T¡£**!t tos. del terror. fuerza es i w ? " . <¿* tos, terror. Que v " en «•la- suavidad — y' en la7 calma hay* -j«y«efa » en r„i»o fi.,T7:i MI nifinann rmp »i ^ ^ ° , ' S cu creer. — Echan falta tuerza en Goethe, piensan que n« Beetho confunden' se s

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Los seguidores de Wagner pretenden hacernos creer en su capac d P a r a

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exaltación v la expansión — ¡no poca pretensión en una época sobria'M época sobria: ¡así que tienen que excederse! ejuna a Sno

7 [191] La pulsión de conocimiento aún es joven y está en bruto y por eso, frent pulsiones más antiguas y más desarrolladas, resulta torpe y ofensiva: ¡todas toh sido alguna vez! Mas yo quiero tratarla como pasión, como algo con lo que el atoa particular pueda ponerse a un lado para luego volver, servicial y conciliadora, la mirada al mundo: por el momento vuelve a ser necesaria ia renuncia al mundo, ¡mas no una renuncia estética!

Época de Luis XIV: la magia del servilismo experimentada bajo una forma artificial por almas fuertes, como eran entonces (llenos de odio y envidia mutuos que no podían mostrar. Encontraban el placer de la venganza en esa necesidad impuesta ai poeta y a sus héroes de expresar sólo con dificultad sus sentimientos. Lo «natura]» les hubiera indignado: ¡qué valdría, si no, su anti-natural i dad! ¡Sobre todo, no serpeuple [pueblo]!): ¡hoy en día es difícil disfrutar de algo así! A diferencia de los griegos, que estaban muy apegados a las costumbres y teman sumo cu dado ante la novedad (disponían por eso de un paladar finísimo ¡para el min rasgo no\edosol) 7

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rrezco a esos hombres groseros que apenas nos hemos acercado a ellos, ansia obtusa de d o m i n i o , pretenden apoderarse de nosotros, como si ° s útiles y herramientas a su disposición. Ya la pretensión de creer que a ^rtTde ahora nos conocen y pueden juzgarnos es una desfachatez del peor !¡sto Es una especie de parvenú intelectual; no hay una naturaleza noble en su

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no tienen noción del desden que es necesario para que 1« rindamos honores y distinción, sean quienes sean

7 [205] Para el plan. Una imagen de la grecidad como la época que ha producido la mayoría de las individualidades. ¡Y su continuación en el Renacimiento! Polémica contra lo medieval, lo cortesano, lo liberal-parlamentario, lo socia*. Veo formarse los cuerpos socialistas, ¡inevitable! ¡Cuidémonos de que comiencen a germinar también las cabezas para dichos cuerpos*, esas organizacio" constituyen el estamento de esclavos del futuro, con todos sus dirigentes ¡T * Por encima una aristocracia quizá ¡de eremitas\ Ha pasado el TIEMPO llsl

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¿A qué llaman «hombre musical» los seguidores de Wagner. i H antes! ¡Casi lo contrario! Así que ¡cuidado!

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P ° comerciales, etc.)! ¡Vuelve a ser necesario el gran ne¬

^nquistador de gran esttlo es Rusia {sin ese « * * * ^ • ¿ • w * » ! L o ' u y o es dirigir la fuerza sobrante ^ a a Europa a unificarse. ¡Pero al socialismo le acomete el asco finito ¡ C S l á n

"Anotación hecha al hilo de la lectura de Stendhal, Racine.

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,»do de guerra sin fin. que supera lu discordia.

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i creer que, después de haber dejado olvia A ,|í' rar nuestro verdadero yo [Selb \. Perdemos P ^ • Mnfinito-- cuando el asunto es ¡hacernos a « o „ ? ' ^ l < d ^ > t r de ^ los elementos! S.empre < S Z £ í ^ » P Laremos a ser nosotros rnUmoi por medio del con¿¿ ^ ^ a p ^.'práct-ca r á c n c a y y teniendo un modelo! ¡El c o o o c i m ^ ^

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j Oue movia a los antiguos a hacerse estoicos (no teniendo „ 805e «, n. deprecio por el hombre ni sacralidad divina alguna I temblé de padecer ^ temblé de sus - padecían por s, y , > ¡ ea ^1 lo> esclavos y César!). Luego, el orgullo de ser los primeros u bra una manera de ser considerado y solicitado hasta e C nOrti a ' ^ C dad de consejero. z 7

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relatos no podamos apreciar, porque triamos ya inoculad *- bueno. ¡Qué pensaría Aristóteles! ¡O Buda! de lo £ < £ sumo gusto Dablemente

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Atender a toda pasión (en su curso histórico) lo que haga falta hasta que muestre su florecimiento individual. NB.

alemanes se entregan sin luchar a las sensaciones, por debilidad por ° ellos tiene tan poco valor la religión de la compasión, puesto que háladebilidad general, en vez de contrarrestarla. Kant fue, con su imperativo eS !sa la co el que le vino bien a los alemanes. Toda debilidad ha encontrado ahora f música su expresión más chocante — ese interminable vagar del alma a la Sufrimos ello después. ¡Y qué condimentos necesita una raza así de sensible! ¡los más ¡Ttos! 'es la raza del borracho! Acaso sea el beber lo que le ha hecho tan débil y sentimental. — Elogio del soldado, por contraposición al artista y su afán de halagos.

7 [211]

7[217|

7

En una hoja escondida. Pascal promete a Dios «ofrecerle incluso la

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Los hombres ignorantes, que no han visto ninguna otra cosa, hacen de tumbres un imperativo, una ley para su entorno — se crian asi los jóvenes rT ^' j y o _ y ahí está lo nuevo: las costumbres se hacen «morales» ».

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Está en nuestra manos cultivar el temperamento como un jardín. Plantar ciertas vivencias, arrancar otras: levantar una hermosa y tranquila alameda de la amistad, acordarse de unas discretas vistas a la fama, — y que las entradas a todos los rincones especiales del jardín estén preparadas, ¡que, cuando lo necesitemos, nonos faiteé.

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La generosidad intelectual consiste en calmar la sed de validez absotóay cosas eternas entendiendo la relatividad y el amor a lo efímero y cambiante [ de despreciarlo). Una prueba de crueldad.

Reducir el h a un único ideal eterno — estoicos, cristianismo. Kant, Comte — tal es el clasicismo, que aún no ha muerto. ¡Moral absoluta! 1

[218|

una acción agradable no la hago porque tenga un fin o un final que conlleve una sensación agradable: no es un medio para ese fin. Sino que lo agradable está tan integrado en la acción que ésta es de inmediato agradable, y no sólo al final. Con los fines nos hacemos los hombres ¡más racionales de lo que somos! «¿Por qué nos » i esta comida? Quem in finem? [¿Para q u é ] » ¡No hay respuesta! - ¡Siempre 'as pulsiones, el «fin» es una fanfarronada! 0

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Neid: «envidia», aunque antiguamente también «celo». . . „ i , ¿\ e: «••• Véase B. Pxc*\, Gedanken, Fragmente und Hriefe /, 369; el original trance c

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metsjneme de lui sacrifier toutes les vengeances.,.». correspondí^^ «Costumbres» es Sitten, «morales», sittlich, esdecir, uem,el adjetivo — j , . No esta claro si se refiere a las entrada o a los rincones; en cualquier frente al plural de las anteriores r

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,No lo habéis vivido? uno hace todo lo que puede por dominarse y sale de u medio cadáver pero contento del triunfo - y los buenos amigos creen que V ! V e r t i d o Y de un humor singular, no notan nada, pero ^ creen on 1\ ^ r con uno. D i n a que en üetsemani los discípulos no durmieron, ^ndieron en la hierba y jugaron a las cartas y nerón b a

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| «claaiciamo de la mond». Seguir aqui

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verdadera diferencia entre el bueno y | malo outaooe^ ccinuoes? El malo piensa que su juicio acerca de io bueno^T a -i «i entorno \ hace el maJ mal sintiendo sintiendo vergüenza vergüenza ante ante el eljuicio ;,,;„: d? i o es t e el *d mismo „ . entre el saber y el hacer O se hace el bueno ydesi me secreto de los beneficios del mal. — ¡Esto no e s ^ ' ' tarde esos •maso para que aguante o ande buscando esa *»J¡¡_Í Q ¿ race dison la

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7|224| . ¡ . ¡ ,r. . I amor a la chusma ¡no es cosa simple!, ¡como se cree!, sino un producto enartenimiento. algo inofensivo, algo servil sobre lo se domT* algo calido — ¡muchas razones para agradar*. "m

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, 12321" A„< en lo que se supone son sistemas f.loíófico» que MD im> ' mal escrita pero desde un punto de v i * ^ bHm.Sd. De la Edad Med.a no han heredado d r e p u b i . c a r ^ ^ 0* "ftapuflalada, sino una fuerte mdutactór, al e n t u s , » * , * necesitan cada 10 años un nuevo gran hombre que venga « p a r por £ por es° demás»

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or principal de Pascal: él cree demostrar que el cñsuamsmo s verdadero necesario — eso presupone que existe una pro\ióencia y P° f L ue todo lo necesario sea además verdadero: ¡mas podría haber enana ^ sanos' ¡Y finitos! La necesidad podría presentarse como tal solamenie porque acostumbrado de tal modo al error que se ha oim-eniao r

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H modo de asegurarse del prójimo a través de medidas sociales no demuestra va corapasióiL sino más bien precaución y frialdad.

en una 2.' naturaleza. 7

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7¡22Q \¡ l¿ VBÉOO del mundo sólo resulta soportable cuando lo contemplamos a través

dd b m ligero de pasiones agradables, sea oculto como objeto que adivinar, sea reducido y como en escorzo, sea vagamente, pero en todo caso ennoblecido. Sin nuestras pasiones d raado es número y línea y ley y absurdo en todo ello, la paradoja más repulsiva y pretenciosa.

71227| . extrem0 «Nunca llegamos al núcleo de las cosas»: yo digo, nunca llegamos al £j2 mo de nuestras pasiones y corno mucho vemos por medio de una las que están mas 7 , 2 2 í |

fr no hay Para Ráeme el noble dejarse llevar por las pasiones era ya un desen ren , que leerlo con el trasfondo de Pon Roya!. > m / » Me agrada el humor americano, esa suerte de marinos recios como <-on nada alemán me he podido rcir tanto, (

MarcT

[234]

La condición de Pascal es una pasión, y posee todos los sipos y las coosecuencias de felicidad, desgracia y seriedad persistente y de lo más profunda. Por eso realmente hace reír el verle tan orgulloso enfrentado a la pasión — es una especie de smnrnnp Hpmreria a todos los d e m á s v comnadece a los hombres D O T carecer de él 7

1235] e se encuentra lo más pesado sopesarnos las amistades.



[236]

Uno se va haciendo mayor, v es difícil que un paisaje, por muy famoso que sea el n o m b r--' e que lleve, acabe de convencerme. He visto lineas defectuosas en Sorren^ e z a cloróttca del laso mawiorc en otoño, que espintualiza todas las lineas U

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Stendhal. l

^C^ '^.,Stendhal> a u o

" hecha al hilo de la

de los Pensamientos de Pascal

7. NV*.PINA!.í-.St)F. iRRo

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Mad de todos los moralistas de ahora! creen Q U C U . fia demás ¡son en sí morales! no se dan cuenta de au* ° * de aia P de la cultura, el anteponer tale* •emirniento, en U « ì l * •* . ; un g ^ ° -ñcluso los contrarios! ¡«En sí» r m x a l c T - Se °** ^ ^S*» i duro de corazón - Justamente' Ya las p , ^ n " S f ^ < e o n d ^ ^ Y, sin embargo, ¡no elogiaron los estove^ h £ S ? Í Í ^ A * ; * _naaa „ ^ . ;u^n«yri «c siiouni i W ^ uiflexibli ccot>-cej regu a (uiien a u a , v r ^ ^- ^ . ^ , • ai compaiiu»; v ~ » _ J i s ^ b f é n era una moral! una moral que 1 grande

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Para Esquilo la mujer en la pasión era algo repugnante y horripilante « j í e * rrannos - algo que no se puede mostrar. ' °mo l

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acerca de Mozart se moditican con la evolución de la música decir, conciernen a su carácter y su temperamento — éste parece cambiar como con' secanaoe de la nueva ilurrunación y ios contrastes que mantiene una y otra vez Un - • para artistas y pensadores de cualquier tipo! Los más capacitados p a r a l a r os particulares que colaboraron con él en ia lucha y en el iúSí <por todb> lo que el gran creador produjo. „Los J Ui J C »

7|242J

La pulsión de conocimiento la caracteriza Platón como pulsión erótica idealizada; ¡tras lo bello siempre! Lo bello en grado sumo se le manifiesta ¡al pensador! Esto es. efectftamente, un hecho psicológico: al contemplar y pensar las universalidades tiene que haber disfrutado de un goce sensible que le recordaría al erótico. 7

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J P Í Inglaterra se considera un prodigio c u á n liberal hace la sencillez suma en ]e moral: Spencer, Stuart M i l i . Pero en dermiuva uno no hace s i n o £ ¿ * ^ V sentimientos morales. Se requiere otra cosa bien istmia: » « a z de los T u n a vez realmente de otra manera y tener después el buen juicio KaVaaa. totir '!r — ;misd i l e c t o s moralistas!, vivencias mtimas nuevas. l^rlo! ASÍ pues,

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Las palabras permanecen y hacen que resultemos necios, al nombrar de igual manera cosas diferentes y pensar luego que son lo mismo (p. ej., ridiculum)

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' Digo «vosotros» demasiado a menudo? Pero es que las cosas me hablan rapendo, me han malacostumbrado.

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712491 La falta de espíritus nobles en los presupuestos del cristianismo 1) ¿p a qae habia de tener la justicia de Dios una víctima? El martirio de CKÍSIO> no e sano salvo para un Dios de la venganza (que, además, admite a su representa •:r. generosidad alguna!) 2) ¡para qué es necesaria la fe en Cr. ¡ciando es su voluntad ayudar a los hombres! 3) ¡para qué el deus absconditus [dios oculto]!

' 2|501 el idealismo servil de Gellert, el exaltado de Schiller. el ansioso de vida y de actividad de la «joven Alemania», el pictórico-mistico de Wagner. el idealismo de las sombras del Averno: ¡el m í o !

7 , 2 4 4 1

ás El origen de la separación de las acciones morales respecto de todas las demás acciones. ¡Importante! Ir a comer no es luna acción] moral. ¿Dónde acaba la in

12511 redención es el logro incomparable odas las demás' 7

1252|

tonüicM-tnmng dice el original, * -Stendhal. Pe intere 280.

con esa aliteración del trau-trau.

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**\\c separada del camino por un alto muro * * * * * * * rosas de N uestro lardm uiele por encima de el se tome

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la fuma? Nunca lo he creído Pero ™ „ 1 4* nrtable no estar familiarizado y ocupado c o n t o u T el*P ttoP^ndo. - — Cuando dejé de wecr creer esu, estodel W ane me TM -*~ V>~n»¿ «ñtraf " U t e munoo. — — -v*ÍM

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muchos pintores la expresión de la devoción era bella. Y corno en, dev tos en de verse certa pobreza en sus carnes y un porte penoso, confería; T Z L ^ ^ l l o también incluso a dichas formas. Una costumbre bie ? ^ , ^ y ngurosa cabana m stifieando hasta el sentido del género: que está perseguiri inscientemente una finalidad que vaya en favor de lo q hay " " crear

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r moaración con Pascal: ¿no tenemos nosotros también nuestra fortaleza en el n de uno mismo, al igual que el? ¿El, en beneficio de Dios; nosotros de la ^ Hez Ciertamente: un ideal, el de arrancar a los hombres del mundo y de sí misnrovoca las tensiones m á s tremendas, es un continuo contradecirse enlomas kndo un descansar dichoso sobre uno mismo, desrxexiando todo lo que se dice "Estamos menos amargados y menos llenos de rencor contra el mundo, nuestra tara de reacción es menor, por eso tampoco nos consumirnos tan rápido como los anos sino que la nuestra es la fuerza de la permanencia.

•Cómo ha llegpdo a ser tan grande la necesidad de apoyo firme? Porque ^ ensenado a desconfiar de nosotros mismos: es decir, porque ya no podemos t e ¿ pasión alguna ¡sin tener mala conciencia! Desacreditando de ese modo nuestro seres como ha llegado a ser tan grande la pulsión hacia la seguridad fuera de nosotros- h v » religiosa! 2 ) vía científica, 3) entrega al dinero, a los príncipes, a los partidos a las sectas cristianas, etc.: que tenemos que aceptar de manera fanática, esto es, mt tenemos que entender mal. para que nos procuren lo deseado. ¡Ya los judíos sentían ese desprecio por sí mismos y por los hombres en general! Objetivo: 1) ese mundo todavía tan asegurado está sujeto en última instancia a una valoración individual: mientras estemos investigando podemos habitualmente excluir ai indf*: respecto de aquello que en última instancia encontramos ¡siempre hay una postura subjetiva . 2) debemos estar bastante orgullosos de nosotros mismos para adoptar una postura subjetiva sólo respecto de las cosas, ¡no de los espectros!, y antes sobrellevar la duda y el viaje a lo desconocido ¡que pretender una segundad demasiado rápida! 3) ¡restablecer el honor de la propia abr-'

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Su orgullo se veía exasperado por la timidez que ella sentía. 7|264l

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La gran cuestión, ¿si en la cultura de la hd se da un irKAimiento en círculo, pequeño y más grande? ¿Nosotros, en el primero? 71265)

En cuanto, allí donde la ciencia no llega, acudís a la fe cristiana o a algunaim ^ física en busca de ayuda, os priváis de la fuerza del heroísmo: y ¡vuestra caes u 1 dad se rebaja hasta lo más hondo . Su acento supremo ¡ya no os °" ¿ „ fríos y ya nada os mueve, no ofrecéis nada! De ahí el aspecto repulsivo ^ ino — carecía de ia grandiosidad de las intenciones últimas, no iba ? * a,o que allí doblaba y se encomendaba a la iglesia o al ejército o a la opmi a la poesía y a la música. Secesita renunciar de esa manera

El hechizo de la dialéctica para un alma como la de Platón, un alma saltanna, que tiene un ímpetu poético. El hechizo de la penumbra en el cristianismo para el alma lógica y clara de Pascal — un sentimiento difícil de compartir

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• Se refiere Nietzsche a B Pascal, Gedanken. Fragmente und Briefe

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Ktstno de la virtud (del jansenismo)

iodo.

resistoen

hasta

servilismolado. lo a^traviesa

hasta

atención

-junto índependii

des desconfiado estaode reproches para con los d e m á s , y las preocupac »ac iones se l¡ lleno ; ia cabeza con un vistoso pero falso disfrute. nencia n

7/271/»

n c i a d e

Decir «es Dwa el que hace esto en nosotros», como dice Pascal, no supone negar ai hombny poner a Dios en su lugar: sino que la gracia que él implora es el esjuerzo \upnmo de la naturaleza humana. Llama Dios a lo que de exaltado y puro siente en si.

7

{2801

Realmente hay hombres que creen haber honrado una cosa por llamada alema m. Es el colmo del entontecimiento y el descaro.

7/272/

ftRttirar ef alma del mundo par; Dios de manera inalterable — eso es hacer.» Pasca/

; ^

7 (273/

7(281]

Nuestros criterios tras del cristianismo: tras ese inaudito distenderse de todos los músculos y las tuerzas bajo el orgullo supremo estamos todos condenados a representar a los más débiles, a los debilitados: a no ser que logremos una especie inaudita de virilidad que supiera sobrelle\ ar este estado de rebajamiento humano con gullo aún que el cristianismo. No puede la ciencia ayudamos en esto? Hay ^contraponer algo que sobrepuje el efecto de fantasía del cristianismo para las m a y o r or

t

rlgran Conde. Rtchciin^ Pascal ÍWucl nombra a La ¡huyere —

* * * * * nobles

¡renuncia v austeridad'

ihj al hilo de l.i betura de Slcndhal. /ó/< //líeles. Retoma. 1)72M 4-6. la cita no c» literal

^ W U e v n e . IWt-RovaL IU. 83 ss.

7. N V 6 . RNALF.S DE 1880 FRAGMENTOS POSTUMOS

.„ -1 compartir la alegría multiplica la fuerza del , I co""*' oue. suceda h que le suceda, conserva en s i l t l T , T M

7

| 2 8

X

interpretar mal en Pascal la exigencia de t r a n q » ¡ | ¡

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uad!

¿fl ^ ' . n t o n W su alma durante largo tiempo y f n J n , Parría - P t desolación: como un buen médico. * * ° ^ Wa, para e iC V Lo^ ' nasión destacable que se hace cargo de especies ^ , a Corn

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*V f t f 5 S S f t — <*» * ***** C

7

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*?poca feliz para los rusos*. ¡Energía de la voluntad y transi i C

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Cuando va no soporto la visión de un estado de wceairfarf de fe,, , para ponerle remedio, actúo, sea alejándome, sea cambiando I fcfi*****, a do va pensarlo me atonnenta): en cualquier caso lo que ahí tenem El que a m» la felicidad ajena me haga daño, mientras a o £ * P * ¿ Ln/e S E esa seria una diferencia (lo mismo la visión de la independí ^le Hacer daño: expresión de que sentimos coartado nuestro desarrollo. Sentid *) nos ha robado cierta fuerza: lo mismo otros hombres a la vista de la deser El sentimiento compartido nos hace sufrir, la envidia también: ambos nos n La alegría ante la desgracia ajena o ante la felicidad ajena nos benefician s í f l de un desarrollo más fuerte (N se divirtió al encontrar avergonzéi corte por causa de un ceremonial nuevo) . E l otro que sufre se irrita al ver núes? * gria por su aflicción e insulta a alguien así: él en cuanto fuente del juicio, del <2 dena del que elogia, exige ecuanimidad, mas él mismo N O L A P R A C T I C A , pues no condenaría a quien se alegra de su aflicción, sino que se alegraría con él rJÜ! ' J _ *w \ cuino quien se ne con otros de si mismo) es decir, con su practica reconoce que el otro tiene derecho a ser como es. del mismo modo que él tiene derecho a enfadarse con el otro Para los demás es desagradable, ¡«pero en sí mismo no es censurable»!, al igual que todo lo que de amargo y doloroso hay en la naturaleza. Quien se siente feliz y ve que el otro sufre por eso (de envidia) no pretende que éste cambie; lo disfruta, aunque también disfruta cuando el otro se congratula con él, es decir, la felicidad le predispone a tomarse el comportamiento del otro de manera tal que su felicidad aumente. La desgracia, a buscar en el comportamiento del otro un desahogo: dándola a compartir o reprendiendo al otro y así poniéndose por encima de él. ¿ a aversión hacia quienes no compadecen la aflicción es esencialmente rencor, asi pues, la reclamación asimismo de que la compadezcan es el sentimiento opuesto, producido necesariamente, a dicha aversión. 0

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(2871 . conocimientos no saben los hombres extraer nada que les fortalezi_;t.iJ r, ^ca muen fmeatos prohibidos, p. PÍ ej., mi m i lihrn libro. <± son an" nr

1

1

un detalle delicado el elegir los ejemplos de historia y de la ciencia en fún< l\ Hesconocimiento general y la deficiencia en el saber — si no se hace asi. ¡0n Os' J „ , „ i o r t Q cipria quprciñti m i P c t n n n p « ^ ^ U U J__ nadase nder hasta los pobres de espíritu, no en lo que toca a las ideas o a los objetivos, " jj material. Argumentar con cosas que sean de lo más conocidas: es. además, un orgullo, pues las grandes verdades no deben demostrarse con hechos sacados de un rincón ni de cavilaciones eruditas. u &

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oSÍ

1 (289]

¡Escucho, oh sabios, vuestro canto de sirena! ¡Av. nada me conmueve tanto! Pero yo es digo: vosotros mismos os lo habéis cantado antes, vosotros ¡erais como yo! Erais los bufones de esos hermosos paraísos de «justicia, moderación»: la verdad es que son utopías. 7 [2901

7 1285]

p

Para la deducción de la compasión. , En cuanto la compasión se promueve y se elogia adquiere un carácter mo^ ^ buena. Uno se entrega a ella, no teme manifestarla — en otras circunstancias ^ ^ sidera una debilidad. En la compasión, lo mismo que en todo perderse en aj ^ ^ sean perjudiciales, los filósofos ven una debilidad. Aumenta la ^ ¿ -dicha el mundo: dado el caso de que indirectamente disminuyera el sufnrm consecuencia so puede en esencia justificarla . Suponiendo que RIGIERAdad perecería inmediatamente.

ara ver en el arte un medio del poder: ¡cómo hay que retorcer la cosas o aspi-

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subvierta lo que hay! ¡Cuánta decepción!

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grado superior a sólo sufrir.

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1

* Véase B Pascal, Gedanken. Fragmente und Briefe II, 29 s. Véase Remusat I 395.

7

[292]M p

•Ponación del poeta, sus sufrimientos y el placer de expresarlos

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- - V cuando c. hombre en su tormento caUa / me dio un d,os U pa.a

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FRAGMHNTOS

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721

desmoronamiento de los cálculos de un viejo es más d¡„ Z ' • ° e perder el pretexto para vivir y hacer, p. ej., los hijos E Í

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N V 6. F I N A L U S D E 1 8

PÓSTUMOS

dedican su admiración a lo extraño

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7 12941 . ÍT^B 1) ¡Ay, el sentimiento depecadol ¡Cómo ha hecho que aumem , ¡cómo ha apartado la mirada de la consecuencia natural de la c u C ¡ £ < * i , . acallado a la razón en su aplicación a la vida! 3) ¡cómo [nos] h a ' S ' m ? cómo implica quitarse de la cabeza las repercusiones que pueda haber n ^ b i é n a través de la herencia)! Para l ^ afli

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mofa de lo extraño, objeto de

risas.

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conocimiento puede tener m final trágico,« ídón! - Aunque vuestros eruditos no suelen tener « 2 2 * ¡ ™o A e X

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Creéis que ya no sois capaces de sentir pasión por ¡algo que sea efím mámente valioso! Pensad, no obstante, en el amor ¡a una mujer! ¡Al diner^t° 'ahonoriflcos! ¡Cuando no hay un gusto eterno, ni belleza ni virtud eternas £°s efímero puede provocar tanto más entusiasmo para abrazarlo, para o corriente! De ahora en adelante ¡ ¡se inmiscuye la ternura para con lo nr*> "T^ >a SÓIore

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sea a la larga beneficioso.

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'« ° ' í^™ " ™ ° ' - La expenencia de la H d a partir de sus pulsiones, y la pulsión de saber acerca de las pulsiones

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7 [296} Nos aburrimos fácilmente, porque sólo tenemos ojos para los detalles d I movimiento del alma. ¡El gran train [vida]!

713

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tas costumbres reflejan los acontecimientos de hace 100 años - no los del pre-

sente.

71297?« « E f w f c * 'T' ¿Por qué pretendemos dictar leyes para las cosas que sólo conocemos de seeu da mano? «¿Es que pretendéis ser absolutamente universales! Mejor que dejéis esa extravagante pretensión a los pobres diablos que no son ni ellos mismos algo propio.» Stendhal , , ; ír

7 [298]« Cuando los hombres se sonrojan por la vehemencia de sus pulsiones íntimas disfrazadas, entonces cambia el arte. La manifestación de sentimientos intensos resulta grosera y basta. Primero, maneras ceremoniosas. Después, maneras sosegadas, más ajenas aún de cualquier sentimiento (Luis X V ) : ¡fuera todo entusiasmo y toda energía! 7 [299]« Prestar al hombre de la Edad Media nuestra sensibilidad y simpatía. 7 [300J El sentimiento de poder al salvar a alguien de un aprieto, dejar la herencia a un hospicio, etc. es equivalente por completo a la crueldad, y yo puedo hacer lo q quiera, particularmente en relación con aquéllos a los que eso molesta. ¿Según Stendhal? "Citade Stendhal no localizada ¿Según Stendhal? ¿Según Stendhal? 61

64

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[307]

' °u cultura (del norte) de Alemania no proviene de la aristocracia, como la franesa sino de maestros (profesores, organistas, etc.) y predicadores. Una sumisión muy gerente, siempre con la sospecha en el fondo de que hay algo superior a los principes (Lulero). Admiración por lo extraño de un príncipe, de una autoridad del Estado, del ejército: ingenua. Se deja uno impresionar, pero se toma venganza en lo que piéns a l e las cosas. — ¡Qué estéril es la aristocracia!, el elemento racial ALEMÁN

El tiempo rápido en la música y en la vida pule muchos caracteres y acciones: para que no resulten insoportables: a saber, el cambio de los afectos — el tiempo rápido es lo propio de los estados de ánimo duraderos, del nOoc, [carácter].

71308] U aristocracia alemana: improductiva hasta en lujo, pompa, jardines, arquitec ""•i defensa

71309] m 2 y

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atreviéramos con los casos más s°< ^abamos seguros al respecto s i n

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FRAGMENTOS POSTUMOS

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Los pensamientos son mis acontecimientos: lo demás es | h j la enfermedad. a, a

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7

Una tormenta: estando bien despejado el cielo, la siento una to llega. llega, mejora entonces mi estado, cuanto a

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8.

y 5. INVIERNO D E 1880-1881

es

La actual preponderancia política de Alemania no ibl Ltt J ttuai F " - F r "<J es C S P0sjh|f> r » A*> „ n r t e n Ir» m í e a d e m á s , e s t a ñ a t a n . . debe a .la energía de uno solo que, ademas, estaba tan convencido d ^"^^lacarácter de todos los alemanes que no temía ni a los partidos ni 1 'dad ? más que tengan la mejor organización y la obediencia más perfecto sP pocos que sepan mandar en esta tierra, y menos todavía que sep J * en ^ espíritu. — .Por eso es un ^ gran .peligro ~ la superioridad . — educa — en l _e a ¡ las exigencias. — Con los partidos puede uno hacer lo que quiera siem *n ü'vamente, uno Q U I E R A : pero velle non discitur**. Y la verdad es n n ^ ' ecsiquiera de la voluntad de un Richelieu, sino de la de Bismaeck e trata una cosa mucho más caprichosa y apasionada. ignifí

1¬ 2. 3-

7 1313]

2) 3) 4) 5)

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1* honradez.

Csttón máxima.

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,1 diferente creciWe«/o de las pulsiones en el clima de la diversidad de U morales básicos J ' es de la diversidad de los juicios morales i u r a de todos los juicios morales puede proponer objetivos la ciencia? No La moral individual: las pulsiones, formadas según el ideal propio y con la uda de la ciencia. (En cuanto artistas, crear nuestro ideal, as condiciones sociales y políticas apropiadas ¡para tal eremita! las U1

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El alemán amante de la paz, se puede contar con su sumisión ante el y la religión — puesto que la agitación real y el peligro, los aborrece- por parecer un héroe, necesita tanto más fanatismo fácil y en apariencia p e l i g r a r V ^ bia muy a menudo, puesto que ¡no quiere la acción! °' " e r n o

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* '^Compasión crueldad Amor voluptuosidad Envidia ambición afán de rivalidad Venganza justicia Ridiculamente original Cobardía humildad Fingimiento comediante Asesinato guerra Robo fraude comerciante Esclavo soldado funcionario Loco poeta santo Sabiduría «sagacidad» 8 El

crecimiento frente al juicio reprobatorio puede dirigirlo: iedo (sus consecuencias, en Darvvin NB.) según . ° y despecho (venganza y crueldad) > r á distinto: es cosa del temperamento e l

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tes • 66

0 r g u l l

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se

^ S * — o de 42 páginas, con apuntes para Aurora, extractos de lecturas y anotaci*

«El querer no se enseña». Máxima de Séneca. [723]

„. N V 5. INVIERNO DE

IHH]

FRAGMENTOS POSTUMOS

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Relación de \os prejuicios rno^lcs.

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NB Introducción: todos creen que los sentimientos morales actuales • timíentos morales sin más. Pero son los senttm.entos morales judíos. °

erte de no haber recibido una educación mora,

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N B si la moralidad de ahora sigue desarrollándose, la humanidad Pero lo contrario es la afirmación, es más, torozón para seguir d e s a r r o l l á n l ^ á . pongo vo el gran signo de interrogación! ¿Es la civilización el camino que u ™ felicidad, a la pasión suprema y a la fecundidad? ^ «ev |



las

necesidades reales son las aiii" f-™.-^-

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•Necesitamos un conocimiento que sea heroico! para preparar la gran práctica: ¡SI se debe plantar aún más igualdad!

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8[9| Se crea en la compasión entendida como milagro y fuente del conocimiento 0 en la sangre de San Genaro: en cualquier caso me da la sensación de vivir en una época un tanto absurda. 8(10| ¿Consideramos religiosos por sentir compasión? ¡PífT...! ¡Hay que elevarlay hacer de ella nuestra valentía . ¡Y eso es posible! ¡Aunque sea a través del fatalismo!

y nuestros teólogos, que respecto del saber y de h fe feamente piensan que la fe se trata siempre y cxcluahameme de lí cnstiaaa

íl

'Hablar de moral sólo con los que estén familiarizados con los modos de vida de

anchos animales.

1

8 |11] Poco a poco va uno entendiéndolo y desiste de potenciar y de dirigir la cultura humana: habría que hacer demasiado mal. NB. NB. 8|12| A la felicidad se llega por caminos contrapuestos, por eso no hay manera de definir una ética (contra Spencer) 8|13J Los sentimientos que tenemos respecto de ciertas costumbres y ciertas morales, las razones por las que están en circulación, no tienen nada en absoluto que ver co el ongen, con las razones por que surgieron NB. 8|14|T

'^Eludimos las escenas dolorosas y desagradables, no queremos semir compasión. Eso son las naturalezas delicadas. Las más toscas van detrás de todo lo q« anta y aparta el aburrimiento; en torno a cualquier riña, a cualquier pelea se reúne metrallo. — Allí donde está la pulsión de ayudar, se supera el desagradóte sentimiento de la compasión: y como se produce con regularidad el sentimiento agradable de poder satisfacer la pulsión, acaba uno creyendo que el sentir compasión es lo agradable. Ayudar puede consistir simplemente en consolar. ¡El cristalero ante un granizo!

I[2l| Estaban templados para reaccionar ^7' siete [contra Tebas]) Mvo Prometeo!

ios gritos y las súplicas con desprecio

L o s

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^fred: a nadie darle el derecHo de que le c a r g u e . , •no es> <

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el clasicismo y la demanda de igualdad, el deseo de someterse a un" ° absoluta: en la época de Augusto: retorno a los modelos antiguos de k » ? ™ (Uasicismo moral: retorno a Sócrates y a la Estoa.) Cristo en cuanto norma constando sobre la eternidad. Virgilio — Homero. Todos U

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> difícil morir, señor»).

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Anotación hecha al hilo de |

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Seguir las costumbres > acabar acostumbrándose a ellas 0

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.estar twmmpAfe! ¡¡¡Fuente ¡ M '

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¡Natural contranatural no es muía! Los griegos elevaron el mismo sexo al mas alto grado de idealidad, y hasta consideraban h, ^

nll a , anterior: p w ^ 7 " T ZZZ 7 T * « K ^ w r u u 'stenosas M¡ «*? ' ? ? ***** acUr^io^ , ^ -¡ll0 ' ° * . i a : el ser no es comunicable, las revelaciones i vado pleno de presentimientos. U o b j e t i v i d a d ^ ! ^ I l ^ c / l l t e r n a n la calma contemplativa y el recuerdo d e T ^ * * lemble v lo W f t a

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¡Qué \ile/a' D i o s quiere que los hombres lo a m e n y can a" amarle .tiene dispuesto el infierno! ¡Como Tiberio o Nerón! -Ni *% respeto el rehusar a semejante tirano? ' ^ dig^ B Dios ruez yJusto ¡no puede ser objeto del amor! ¡Seria poco delicad g i l Rrv M / I A R a juzgar! ¡Cristo no sentía de manera suficientemente f i n - t t ' ^ odo ¡estamos mas maduros! Si Dios quisiera ser objeto del amor, entonces I T ^ ^

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J «ta acerca de la civilización: extirpa los peligros, la gran pasón, la necerendes hombres — habría que tener un baluarte defensivo v ciuasdeseaas. ^ ^ «.i Vesubio: ¡así son la fecundidad y el goce máximos cuidas junto ai d d c g

1

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. Como es que los alemanes carecen de espíritu? Sienten despacio v que sus sentimientos maduren, los cruzan con el oficio o cosas cotidianas"^ modo no pasan de ser mediocres, se quedan siempre como frutas sin madurar. ^ 1) no saben tener ocio 1 2) no toman en serio sus vivencias, como lo bastante importantes pararefleJBOMracerca de ellas ,,. 3 ) leen demasiado y se muestran celosamente serviles ante el panido dominante o la corte , 4) hacen música no para soportar una pasión y aliviarla, sino |||para«cÜao se\\\ Por eso necesitan la música más apasionada. C

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6

Los alemanes ¡ya* quisieran grandes pasiones! —— tampoco importa que no quisierantener tener grandes pasiones! tampoco inipuiKiH sepan representarlas in hacer muecas, a la larga acabarán teniéndolas. Entonces descubrirán también qu la fuerza, por supuesto, es lo primero, pero que hay especies e tuerza que no conllevan muecas.

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Cuanto menos lo han meditado y se han aclarado, de manera tanto mas¡e ^ gonzada te aplican lo» colores del sentimiento, en la confianza de que Oiw ¿ ultima imuncia siempre cree en un Dios, porque él a cualquiera ve compo modo incomprensible y sublime. '

1 3 1 , 1

. (j i altruismo no es resultado de la ciencia; sino que los hombres de le ven inducidos a creer, por causa de la pulsión hoy en día domíname, que Sncia ¡confirma el deseo de esa pulsión! cf. Spencer.

Quizá lo sepa ya todo el mundo: mas yo lo sé ¡sólo desde ^ - ^ j * ™ °TT m Y ahora sigo viviendo así, cada día con los descubnnuentos oel^sntenor^ •el alma y dispuesto a escribirlos en la pared, para que todo el mundo gc« conmigo. - ¡Qué l o ^ i M38] Dom

robarme los pensa día encontré ppobre la música, quena o o i e vy desvergonzada ues w

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* '"supuesto que la ciencia fortalece su reputación y nge: ¡teairiais que señor que la mentira y la capacidad de fabulación se valoran como nunca antes! ¡De igual modo que quizá sea ahora cuando el cristianismo esté más vigoroso que nunca!, ¡incluso entre sus adversarios!

d saparc'* Pascal aconseja acostumbrarse al cristianismo, te notará cómo des Pasiones. Eso significa: cobrarse ia mala fe y alegrarse de ello. 1

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N V 5 INVIERNO OI,

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°p ro si dcamos que nuestras pavones crezcan, con ellas e r e abemos, la HcnstahAicon» dina que dejaremos de ser honn¿£* oluntanamente ¿al error? *Vq C

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aue tiene quien está en su sitio, y & Si no queremos seguir elogiando y condenando moralmente A • rrollarse las pulgones? * Ajarán * 8

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|42

!,emprt melancólico - mas un principio de valentía hace muchas pequeñas wciorias y como consecuencia de ellas suela fa que corresponde a mi meI.

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capacete " 1 ^ 1 muecas y excesos no por la mtens.dad i < * De ese estilo son las pasiones en R - i V t _-fíanW' . , , i-in \f\cn a auien similar* A* —

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*nsí ¿ 1 : ^ ^definitiva la hermosura, sensatez y pas,ón las f íLón. que hace que todo sea moderado y de apanenca i O" la f ° q l corcel siente uno vértigo y agotamiento m

Tengo mi objeuvo y mi pasión: del arte no quiero nada más q muestre transfigurado o que me divierta, me anime y por momentos me d ^ -nmero es el tipo de religión mía: mi ideal !o veo querido y transfiguré ' en las nubes por otros: ¡rezo con ellos! V Puesto So debe el arte arrancarme de mí mismo, no salvarme del asco U e

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L i c s m o : el placer de ver a muchos otros someterse e imaginarse además b or hace la sumisión fácil, es algo que se toma de manera apa **¡ ' " ener el placer de ¡ver a los más severos y a los más soberbios darse tí*idos!,loquesc • i« se dice [renunciar a su individualidad*. m

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• M4 R W pinta vampírico el amor, con la v ~r. -^pujara todo el mundo en felicidad — y en cierto modo empobrecer 1 posibilidad de tomar posesión de toda la felicidad posible y en cierto modo de vengarse de todo lo que es i por que' por el hecho de que no se nos ama tal como aman Senta, Brunilda y las demás.)

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público » el gran PODER! ;

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8(45| La maldita inclinación a lo cómodo y lo apacible condena a los alemanes a la rnediocndad de espíntu y Ies incapacita para dialogar acerca de todas las cosas grandes: acerca, p. ej.. de la felicidad. Les sobresalta alguien y entonces son el pueblo más malhumorado y mezquino, con ese asmático anhelo de venganza del mediocre, tener que estar haciendo daño en todo momento.

£ 1 «amor al género humano», con ayuda de una educación racional — Siuart Mili, ¡para morirse de nsa! la civili La civilización, la piden quienes tienen mucho miedo. Contentos con la voi zación están los débiles, los cobardes, los vagos, los que son atendidos, la g mora ^ gar y comente: la igualdad como objetivo, al final como estado. La f ., és ''dad íjiideo-cnstianaj es ahora la de la civilización. Napoleón y el P" " tras la revolución. ¿Quién estaba contento con la organización? 8

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a abstinencia — un encanto demonico! y

'^Úna valentía nueva: ¡para despreciar el honor!, ¡la glona!. ¡d nombre'. - aje ™ n uno a si mismo v desDrecia lo que los demás pudieran concederle de gkma!

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la total incapacidad del caí J'o dramático y el grito natural I

lissi El pensamiento comete errores. De hecho es el camino coomno dd ^ desde lo más débil hacia arriba. La transformación de la rao* es tas. ^ la del gusto: ¡sólo cuestión de práctica!

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S ^ B e n u i d a d de lo moral se perdió por causa del ^ ^ r a z o n e s . * la ingenuidad francesa bajo Luis XW - P " C o m o

hecha al hilo de I» levtur» de Stendhal.

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H N V i INVERNO

procura en el tuerte i j ' " la d e s c' KaU hr ¡ ^ ' ^ *" M si ,.... • Crueldad l a a l c K r i a d e ^ ^ o i i i

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****, £¿ ^i<,n de mi valor, otros lo llamarán mi dev m«

ai Se condena una acción, porque a nosotros (o al conjunto nmmmixt nos paree* perjudicial o ultrajante: en caso c o n t r a r i o ^ ' ° "aU por i» ossso. D O es " ^ocna ni mala. * la elog s c

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¿3 pued* No defuur «salud» como algo fijo. Un ideal del estado en el que ca ^ ^ hacer de la me«r m a n « u aue más le guste hacer: ¡pero el ^ ' ^ ^ " e j e n d o & o el talmente diferentes* - Seguimos f ^ ' ^ d i c e ^ Nbradoen la poc coac apenas

Por medio de la educación. ¿¡Es de extrañar que pan — * Racionado con esa paradoja!?

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hermoso» que un fresco de Atenas!

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H f V 3. INVIERNO DE

FRÀlìMHNTOS P Ò S T U M o s 732 8

snhaucr: lema tenía el gesto de h^hopenhaucr: .J S'UJintibien biencomo comolos lospersonajes personajesdedeBtí. |l H rttr» hah 't-S Heno de pasi6n, pero de U n u n

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" r ó m o puede explicarse el placer extraordinario ^ ¿ o . altruistas? ¿Amou* mientos ÍUU — -

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delc.te con las ceremonias y las formalidades, grande .óvencs: ¡para que las artes lo tengan presente! * U

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' *Dicho para hombres que no han pensado: uno se deja l l para despertar con ello senmmentos agradables (salvo en casoT'* °^Pasi, ^ eso no sena cierto), sino porque siempre ha despertado s e n L ? ^ P*n¡ > & de! mismo modo que el animal ama a las crias, etc., uno lo w ° «tiesta ahí!
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íp° o , « ^ ^ r ^ ^ ^ ^ t e ^ ^ ? "ojos. Nos repele causar impresión en las a l m a s m * ¡ £ * * + * V » Jara ^ l i n a c i ó n oculta a pensar que se trata de un hombre nabSt ^ * »• ^ Arnés no deseamos que un mal tipo nos compadezca, *^ ..nosotros mismos! Así pues: ¿cuándo no humilla el o u e i compadezcan ^ ^ f ?* * r iando enaltece! fcso es 10 que suceae cuando es ur P"** a quien se fa uno? ' j c i ó n (por corazón, espíritu, posición, etc.) quien compane loffos el sentimiento — o sea, cuando se da una ^ u n ^ a W ^ t T Í Z " l aía cual nos sentimos ¡¡enaltecidos!!) Así p u e s T E ™ T ^ a ^ ¡^padece ¡para - o por — poder disfrutar de nuestro pro enaliecaniento! 5 1

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«fe toi* «S|WV et les vastes pensees» [«la larga espera y l mientos»]. Lafontaine.

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¡Qué me importan a mi quienes muestran una susceptibilidad absurd se admira la compasión mas no sin reparos! ando 0 Cu

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8 [761 Deshacerse de todos los lazos humanos, sociales, morales mientras no sepamos bailar y brincar como los niños

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La exaltación que en Alemania lleva directamente al entoniecinuenio y al servilismo

8 [77]

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He acogido en mí el espíritu de Europa — ahora ¡quiero dar el contragolpe!

[841 El resultado de toda moral absoluta seria la más extrema atrofia del hombre, y aunsu aniquilación. \No quedaría acreditada por la felicidad!

8[78|

¡Los nobles éor)Xoí, los verdaderos, los que no necesitaban fingirl ¡Ni como poderosos ni como individuos! 8|79|

la existencia de la Iglesia da a los espíritus libres cierta libertad ante la ciencia NB ¡de momento! 8 |8üj

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En Alemania casi se ha perdido la necesidad y, en consecuencia, # la música ingenua; piensa uno en los tiempos en que incluso las buenas M J ^ se consideraban suficientemente preparadas para la noche si no tenia bebida para dormir, un vino fuerte, caliente y especiado.

81851 ,.. -oí .« ¿ _ usted A nuestros grandes hombres seguimos teniendo que decirles, .quema tener un poco más de genialidad y ser un poco menos teatral.! R

8 (861 ui »« . Cómo pintan ahora los pintores alemanes, cómo componen j * ™ " * ^ •*» cómo escriben los escritores alemanes: se entreoye la anoganua. u «Agrandes. *W*'~ ú

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Püi «querer»? las muicres pueden llorar ^ ^ difererf a u í * " * ^rar también, pero el efecto no aparece;^ ^ le el W mecanismo. - Uno puede J * " ^ ^ * ^ Z P W , el logro o el no-logro no forma £ un j * « de va| ' P ° lo tanto: upctcccr [ruaren], es decir. i a

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Citado por Stendhal.

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* '^I-poca * la originalidad copiada (como estimulante) .11

la cólera se . « . . ^ . « . . « w o o ^ 11* V * J sublimes matices como entre U* J**d ^ S ' nara con la de Jehová! Lo» t n m s p ^ * • ¿ * es J g j í » ^ fil , cO ^ y buena la ira. Y entretanto un 7 ¡* aelrí * ^ 6s3g nubes de tormenta — en un paisa,^ ***** * modo Os vio del Dios para los hombres: ¡en J V * * « o v/J! * * C

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Vrniai i & piedad: dejamos suelta toda nuestra naturaleza i h MVOTC nara que se dirija a nuestro principal asunto n ! ién „ malo:, nurm . J^^^ plenamente*. ' cia \ u homh

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-Por qué yo no dejo hablar a la pasión? í^jna airear ñus asuntos con voz sonora, vehemente y fascinante tai » _ pero después estoy medio muerto y sigo sufriendo, muy d i ¿ ? ° ^ lo «raciones, ohidos, etc. Otros encuentran en la pasión todo su P™;-.-.' P°r la. J ¡JprJuuü y combatida. ¡¡Todo lo que me recuerda a ese estad

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8 |«| Sólo faltan los grandes hombres persuasores — si no, está todo encami una transformación total, principios, desconfianza, disolución de todos los acud habituarse a la perturbación, y hasta necesitarla, insatisfacción. 3

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Religión nouvelle [Nueva religión] 1) reservada para momentos especiales 2) veneración del deseo altruista 3) sin Dios ni más allá ni recompensa ni castigo 4) ya sin inculpación ni remordimientos de conciencia, aunque sí mientos de

8

'"sentir compasión y no poder ayudar es sumamente amargo Subfonaa*. á, ^Idad: despertar compasión. Hacer que Dios sufra, «apeno de ka crisá»** 8|1001

\r rece asociado a ello. remordi-

razón

5) 6) 7) 8)

restituye el yo se considera bello el yo que se sacrifica no amor universal a los hombres, sino dominio de las pulsiones como norma, como lo común, se toma la sensatez suma, que se venera no por ser habitual 9) se admira la insensatez de la generosidad. La compasión, una debilidad y reposo — se acepta . • 10) se venera no porque sea un sacrificio por otros, sino por suponer la vic: o total de un afecto único sobre los demás, al que de ese modo le conn mos la vida, el honor, etc.: así pues, es la plenitud de la pasión lo ese

81*1

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para dar órdenes, para señalar el camino: s t a o ^ » » * * ^ «° ^ r W w P ?general, creer que "* ** ^ 1 a conocer lo que sea mas provechoso e i n d i s p e ^ ^ T ^ * » • r* iñeía — conocimiento puede exactamente i g u a l é * *bd tas formas supremas de la moralidad sean u n p o s i b l T ^ ^ ^ de transparencia tntal total. d

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8)101)

La misma pulsión deviene en cobardía, si a la acción le sigue la condena: y en humildad, si el elogio. N B . Quizá no debiera hablar de sublimación, hay dos upos de desarrollo, uno que se atrofia con contradicciones del senünúeata, y otro que se hincha, sabedor de lo bueno. (El mal en cuanto melancolía 8 [102]

Fuego en el cuerpo, nieve en la piel y la boca llena de vapores negros, como el Etna — Savonarola 8

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1103]

Las largas sombras que el cristianismo ha dejado contribuido): han convencido a los hombres de que el altroisnio

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Analizándome a la busca de fundamentos para el sentimiento r e l i g i ón que la valentía era el más elevado de los sentimientos.

de lo que le resulta nabitualraeiite apa-

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concordancia esta en el original.

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. , blindad v. quitándoles la buena confianza en ello h ' f!fc«^ion Personal). Rafa moral anda desde entonces a , ^ • W , . '"fZjtZw aHristianismo ooo el amor universal a | h mh d > H : ^ % ] fundamento - ¡tarea de la ciencia! E s ^ > «3 S ^ - u ' o n e e P - actual: ma.ear a los hombres, haeer^ & « f u e n

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* ' L na sola idea provoca en él otras 1.000, la más mínima p a l versación a altas regiones en .que la lógica natural no siempre le > . ntTst hacia notar sin cesar. El no necesitaba a nadie mas para acalora^ 8 l^flominio de las mujeres dicen que debilitó a los reyes de F : £ « iba lejos, pero atento a s» se le seguía o no. «*. E n ^ , Teón no pasaron de ser un adorno. Franci* ^ de NaP° °tltte civilisation, que siempre había tenido algo de «enemiga personal» Para él 8 león estaba convencido de que en Francia las muiere, w dice Talleyrand. — a b r a

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Tmbres - lo solía decir. La educación que se les 2 ? **** ^ T n e ial de la que había que defenderse ^ * P * * u n a l 0 S

13

8 [107] «No hay nada noble ni nada bajo en el mundo». Je suis lâche, moi essenti U ment lâche [Soy cobarde, yo, esencialmente cobarde]. Napoleón estaba ¡POR E N C I ¿ del honneur [honor]! 14

8 [108J «Doy mi palabra de que en mí nada se resiste a hacer lo que el mundo llama una acción deshonrosa.»

8 '109]" Mis inclinaciones secretas, après tout [después de todo], las de la naturaleza, opuestas a cierta afectación de grandeza con la que he de adornarme, me proporcionan infinidad de recursos para burlarme de la fe de todo el mundo (engañar a quienes tienen la pretensión de conocerme)

8[I10J La música no ha representado aún a un dios encolerizado. — El wotan e W adolece de la debilidad de carácter del alemán, quiere demasiadas cosas y nada bien definido. Su cólera no puede mencionarse junto a la del Dios de Migu Angel — para eso también tenía éste ese único pensamiento en la cabeza.

10

Rémusat 1,115. " Rémusatl, Il6s. Rémusat í, 112. "Rémusai L 108. Ràmaal 1,108. "Rémusat I, 108. I2

destreza esp* 120

•^^sentimientos, todas sus ideas: repetía que es necesario~despreX«Te hasta la más nimia de nuestras viejas costumbres y no tener más que un ¿ruco pensamiento: el de su interés y su voluntad. 1 2

8|1161 «Tengo derecho a responder a todas sus quejas con un moi inmortal. Estoy apartado de todo el mundo, no acepto condiciones de nadie» «Debe usted someterse a todas mis fantasías y encontrar muy sencillo que yo me entregue a entretenimientos

semejantes» Minp

«el oficio de la guerra les hace a los generales tan sinceros, que ellos mismos exhiben su afición más envidiosa: el hábito de combañr abiertamente al enemigo les el de no ocultar nada, en cualquier oposición ven enemistad»

Rémusat II, 280. Kemusat II, 299 at 11,303. ,Jimusat \\\ 303'. . 2 ! * * H, 167. us

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los hombres. 8

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El hierro del aradrj Pensamientos acerca de los prejuicios morales

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!!nsumido por la inquietud por la sospecha y la desconfianza » , peones mnmas, temeroso de cualqu.er poder, aun del que él había L

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¿« gran cuestión.

Friedrich Nietzsche.

í I nue no busque ya el extranjero ingenuidad o silera o ñ g n ^ , ¡?En Francia fue la corte la que ahogó la m g e n u t á a T ^ *: l o s ^ \L durante demasiado tiempo hasta se hizo teatro vírt f ¡°o hizo posible la maldita petulancia envidiosa de todos tU L ° . i«c _franceses su esnintn v __ cu , "i* "» genios que DO 11

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' 'E1 no poder soportar insatisfacción alguna con uno tnisroo suele ser agí» de una blandura repulsiva — ¡y, no obstante, se alaba como algo moral! Por causa de un objetivo hay que saber soportar muchos dolores, y aun buscarlos y elegir libremente cuando el objetivo precisa de tales fatigas. ¿Es que acaso hemos hecho algún trato con el destino para que nuestro barco no sufra naufragio alguno? ¿Para que nuestro periplo no atraviese desierto alguno? 9 [3]

«Ojalá los hombres nos mantengan, mientras nosotras los cmdamos y pensamos por ellos: si no, tendrán que hacerlo las aves y las abejas. - Pero somos demasiad ^llosas para que se nos pueda "recompensar": y estamos demasiado ataieaaas Para dedicar tiempo y atención a la alona.» - Asi cantaban antaño las musas tuosoficas.

^bre el tiempo, enfermedades o el bien y el mal todo el mundo se cree capac.

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Rémusat II, 277 ss. 'Rémusat II, 278.

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cuarto de 182 páginas. Versión en limpio para .lurom. [7391

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uno mi*mo frente a ello,, « in^< truniento O un eslabón, rel="nofollow"> n d c p e n c r 5 C

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^ e l i T c o r r e s p o n d e n c i a de Schiller con Wilhelm von fXV.,clas.c smo»> que sentía una aversión intima contra la desnudez n a L ? * Lresionante belleza de las cosas y que con gestos y con voces fingidan^^ r«Mrt*TM. nasiones. tiempos, costumbres! in«uin»; °bles ente S t a una desnudez y una grecidad revestidas y sólo ficticias, una suerte d e t n ' «Cano\a»- todo lo cual — la suma completa de nobles mediocridades — atorm ba bien de cerca a Goethe, sin que supiera actuar al respecto de otro modo q le era propio, resistiéndose con suavidad, callando, mirando hacia otro lado f i zándose en su camino, que era mejor. El soez de Schopenhauer hace q se vuelca poner de manifiesto lo infernal de este mundo — no llegó tan lejos como para descubrir y revelar también lo infernal del bien, y la belleza y bondad de lo infernal. En cualquier caso, uno resultaría muy anticuado si percibiera las cosas como SchiIler. según lo presenta Schopenhauer: pero, ciertamente, ¡aún superaría con mucho al alemán actual, tal como ha llegado realmente a ser desde entonces!

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o más, no a nosotros y nuestras experiencias- áeZ"**^

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nuestros nietos!

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, tonces tiene uno que aceptar tambiér mujeres ^ ^ i ez espíritus apáticos, satisfechos consig _ ^mbièn vivos. rosos. Pero de ellas también se dice que en smiacíoneT f^fones especiales son ' ^oTeonas y lo bastante finas como para pasar por el ojo de

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El monje que, por medio de la pobreza, la castidad y la obefacia. si del mundo, que sobre todo con la virtud última pero en el fondo coa lis tres n a » cia a la voluntad de poder: no es tanto que salga del «mundo» como de una teminada cultura, que encuentra su felicidad en el sentimiento de poder. Retrocede a una etapa anterior de la cultura, la cual pretendía resarcir a los desposeídos, los débiles, los solitarios, a los que no tenían mujer ni hijos con éxtasis y esperanzas espirituales.

9(8]

¡Cuan a menudo se rompe de manera incivil y escandolosa el matrimonio sólo para provocar el estado moral o legal en que se pueda disolver un matrimonio que ha llegado a ser insoportable!

9(151 ' _ [...] el conocimiento perfecto nos haría dar vueltas, pobékxax ta» y radiantes como un astro, en torno a las cosas — ¡un ramo más! Y htego ttegína wstro fin, el fin de unos seres sedientos de conocimiento que. * j i e ^ coa UDOS hilos cada vez más finos de intereses, disfrutan de una existencia > de una n * dad de aranas - y al final, acaso voluntanamente. cortan eUos mismos* mas ^ y frágil de los hilos, cuando va no se puede mar de él otro que sea «un mas fino.—

9(9)

Reflexionar acerca de los motivos de amigos y enemigos debería ser para ti también una cuestión de honor, como lo es el juzgar públicamente a dichas personas.

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Sabes bien que es una cuestión de honor el hablar públicamente del J los motivos de una persona. ¡Amigo! También es una cuestión de honor ¡el re] Mr para sí acerca de ellos! C A R A

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[ - . ] Apenas suena creíble ahora que algo contrapuesto pretenda I * * ' * por bueno y lo haya sido - decir «yo» más veces y más fuerte que los non

Al fimi, tachado: «El asunto de lu honor ante el tribunal luyo propio »

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FRAGMENTOS POSTUMOS 142

L ¡a « * • para mirarse, es que se ha convertido en sirviente y « t u r to w , f ) e c e r , es decir: / i m l m m ¡ d m

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^ r f t o tantas auroras que todavía no han r e s p l a n d e c i d o . »

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10 i * ™ senio y nuestra virtud crecen con el odio uesuv B n

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ciando los muy licenciosos se hartan y pasan a predicar la castidad k> ha^ a \ Z conocen (como en cierta ocasión enseñó Sófocles a PericuT. * S o temblé del asunto o en la memoria sólo conservan lo repulsivo * £ ^ ^ Están, por otro lado, los h que conociendo la i J S t ¿das le tienen un miedo atroz — también estos predican la castidad, siguiendo la Biblia. 10 [A41 la gran ópera, de origen rrances-itahano-judio 10 [A5] No hay manera de evitar los accidentes ni las penas intensas. ¿r*biéramos orientar nuestra vida a que así sea? á i a p a ^ í a . Es posible. ¡Pero no es valiente! (Semítica.) —¡Mas no! No queremos perdemos lo bueno, y en definitiva disponemos de un medio 1Q[A6]< ¡PffL, esas virtudes baratas! ¡Escribir un par de paginas contra la tortura a los animales! 10 |A7] l patetismo del artista dramático es objeto de burla cuando se exhibe en otro que el escenario — él es ante todo un comediante y nada mas. E

831

con

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Vé^7 ^inadas a Auroru. Será el lema de Aurora.

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agner en Bavrvuther Bláiter 1880.

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FRAGMENTOS P O S T U M O S

7+4

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XV .». PRIMAVERA DE I W - P ^ ^

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745 . « t a practica? obligado r • .colones de: las sensaciones (ante el ,„ " ' " « 1 « i „„ f ¡c\ r ^ T o en las mujeres miedos J ^ f ) ^ Para dad dismmye entre las persona „ ¿ £ « *

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Hay que hacer la prueba, quién de entre los amigos 1 san en nuestro bien» resiste: trátalo alguna vez con grosería v

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10 |A9| Memoria: notamos que nos vamos acercando al asunto 11 ción que también tuvimos cuando pensábamos en ello. *

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10 [A10] Vemos las cosas de manera frivola cuando nos entregam tan parciales y actuamos fanáticamente — ésa es nuestra frivo^/H^^cio Sabefí que es impenetrable. Un artista, por el contrario, si llegara hasta es s t,milaero haberse hecho tan fuerte y serio. P nto, creeriJ " e

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I0(A11) Respecto de las cosas hay entrega (de las que son por deducció (inducción) ' ^ Serbia

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tacíón, el nerviosismo — es un desasosiej

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„ conocemos las cosas, porque no hay pehgro alguno que nos de eso se deriva es simple afición: y en s u l

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¿El libro más notable? NB

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Hacer una relación de todo aquello en lo que/a// . Estar por encima de los pecaconocerlos. 0

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10[A13p • \ ' ' "..J Napoleón solía decir que él solo había detenido la marcha de la Revolu ' que después de él la Revolución proseguiría. — «Él conocía perfectamente suen"' y luchó sin cesar contra ella.» «Cambió el sentido de todas las palabras e hizo a todos los parridos degeneraran.» R<émusat>

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W epicúreos, melancólicos con estómago débil - de ahí su «glotonería»

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10 [AU}> ^ '' "" A menudo es necesario aliarse con alguien para contenerlo. Cuando se nos considera el que mejor conoce a alguien, nuestra defección tiene una importancia tremenda. y

^Horacio y Catulo tradujeron del griego y todo lo extraño, lo actualizaron y te romanizaron, o al menos lo hicieron conocido para los romanos. ¡Nada de romanticismo, por lo tanto! I01B24)

10 [A15]< Retribuir los servicios de tal manera que no se vuelva a hablar de ellos. — Las recompensas exageradas provocan pretensión, mas no agradecimiento. R<émusat> 3

10ÍA16J . Elevar las almas de su entorno, compartiendo con ellas su esplendor: Napoleón nada cedía, era celoso, quería todo el esplendor para él — así empequeñecía a los su entorno y los malquistaba. ' La Litación inmediata de un sentimiento y la posterior atribución de un moti Música 2

Rémusat III, ' Rémusat III, * Rémusat III, 'Rémusat III,

la cosa no vale la rapiña ni el rapiñador, ego 10

La primera alegría que sentimos con un poeta es cuando encontramos un pensamiento o una sensación que nosotros también tenemos; p. ej., Horacio, cuando habla de su hacienda. Luego, ¡el que diga de modo tan hermoso ese pensamiento nuestro] ~ de esa manera ¡nos honra! 0 1

1*261 , , Sueños: comer el sapo. — «Alpa Alpa, ¿quién trae su ceniza ala montana.» laltu

Crep<úscuIo>

224-225. 225. 170. 170.

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* sangrienta.

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P"ece en Asi habló Zaratustra (Alianza, d Rlí ° sueño fue soñado por N.etzsche en el ^ * £ ¿ j f e * H Í ° y - La enigmática palabra Alpa carece P ^ ^ *** C o ? ^ «m el primer verso, también enigmático. Papé S-* t# de Dante. Este pnmer verso dice así, en el ongmal ira.

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Suelo avergonzarme por lo bien que estoy ahora, y eso m pensar lo que uno podría hacer con esta tranquilidad — ¡ £ ¡ '"cita f , c

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¡Que comience en el alma el estado de guerra! ¡ Q sea 1 te! Despreciar la falsedad, soportar todo sufrimiento con s e r e n V ^ nos toque, ir desnudo aunque caigan chuzos despreciar y ^ que nosotros mismos nos hacemos él se burla de la «salud °

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Incluso en lo más nimio que hacemos intencionadamente mayor parte es no intencionado. La intención remite a un enorme^'' ca i bilidades. ° io j¿¿ m a s t ¡

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10 IB30) Conocer por instinto a los hombres. Carnot descubrió a Tnmvi Bonaparte.

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10fB31J Cuando aplaudía en Schopenhauer a mi educador había olvidado on tiempo que ninguno de sus dogmas resistía a mi desconfianza; pero no me ' ^ ba cuántas veces había escrito «mal demostrado» o «indemostrable» o «exa^^" debajo de sus frases, porque de lo que disfrutaba agradecido era de esa fonis impresión que desde hacía una década había ejercido en mí el propio SchopermauT volcado hacia las cosas, franco y atrevido frente a ellas. y

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10 [B32] Ce qui importe, ce ne sont point les personnes: mais les choses [Lo que impor-

ta no son las personas, sino las cosas]. Carnot. Cuando (según cuenta Víctor Hugo) Napoleón perça sous [se transparentaba bajo] Bonaparte, Carnot se convirtió en su adversario, habló contra el consulado vitalicio y votó a favor del mantenimiento de la República. En 1814 se olvidó del Imperio para acordarse de que la patria estaba en peligro. Napoleón dice: «Carnot, le he conocido a usted demasiado tarde.» «Nadie me ha producido tal impresión de verdadera grandeza como Carnot» Niebuhr

10¡B33¡

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de

Consejo a un amigo. Aún no es demasiado tarde para que logres granaez carácter.

baja y m o r a l m e n t e baja. ¡Y vivir seri m a ^ ^ » ^ S Í S tales p r e d i c a d o s ! T a m b i é n el individuo en TonfZ es t a S fitííSSel del m u n d o , i n c l u s o el o r de los ' ¡ l í e n t e

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del m u n d o m u e r t o . L a s pulsiones y su desarrollo muestran E N Ú L T I MA I N S T A N C I A su sinrazón, se contradicen ( e n f o r m a de intelecto al que no le gusta la vida), c o m o su dolor lo d e m u e s t r a . Nuestra p e r s p i c a c i a está a la altura de la vida.

^Alabanza

10IB38] Buscar hombres en torno a uno e n t r e l o s cuales se pueda conservar y exhibir la humanidad ideal. Hacerlo de entrada de l a manera m á s fácil, y luego ir aceptando en el círculo a extraños. — Antes de n a d a , n o obstante, formar el circulo, echar a otros a la calle.

Quizá se provoquen de esta m a n e r a c o n d i c i o n e s que lleguen a ofrecer la finalidad de la selección ¡tras miles de a ñ o s y e n una humanidad mucho más debilitada! ¡cómo es vuestra medida d e l intelecto! • el derroche de luz del sol, etc.)

10 [B39] Soy escrupulosamente

justo, porque así se conserva la distancia.

10 [B40] Satán, aleppe! No son palabras pertenecientes a ninguna lengua, sino que quier lenguaje de los demonios. Leídas del modo como están escritas se parecen, p expresión griega. (Véase Dante, Obras Completas, B.A.C, Madrid, \956k& °¿f'

bien relacionada, como apunta M. Barrios Casares, con la voz alemana que, según la leyenda popular, se posa sobre el pecho del durmiente y p angustia.

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10 ( B ^ Cuando hay algo que no debe ver, el negro esconde el fetiche bajo ]

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10 [B431 Demencia sin delinos {Affecttve Insamty) a) Demencia impulsiva que uno, sin voluntad, ha de seguir Manie sans delire [manía sin delirio] (¿quizá una epilepsia abortada o enmascarada?)

10 |B45|* Entre los nativos de las Islas del Sur el noble es inmortal, el común

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«531 nos ponemos las cosas a ú n m á s difiedes H ^ f n o nos atrevernos a llevar a cabo las nuevas

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1° 'Hombre de conocimiento, devenir, perspectivas. M§-proto -T-moral

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N u n c a m e he q u e j a d o de q u e n o se m e h i c i e r a caso, n i conozco el

Moral de la época (compasión) r- S orientación . rtrir por el P1 entorno pntnrno próximo, nróxi

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senti-

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poco a poco a las n a t u r a l e z a s s u p e r i o r e s , aunque ape s é dónde e s t á n ¡ n i si e x i s t e n ! H a s t a a h o r a s i e m p r e h e superado a quienc

¿ § Aforismos sobre los afectos.

Espero acercarme

c l a s e s s o c i a l e s , p u e b l o s etc 1



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m e e l o g i a n y a q u i e n e s m e c o n d e n a n , y e n d o u n g r a d o m á s a l l á (y superán10

lo contrario!

'oe entrada tiene uno en su pasión intelectual l a buena fe de que cuando surja la mejor se presente la porfía, no queremos cejar e n el e m p e ñ o . E l orgullo dirá que roseemos genio suficiente para dirigir también nuestros asuntos. L a arrogancia despreciará las objeciones como si se tratara de u n p u n t o de vista v i l y provinciano. L a lascivia volverá a enumerar para sí las alegrías d e l placer y dudará mucho de que la idea mejor pueda procurar algo así. Llegará también la compasión, que, con su idolo y su difícil suerte, impedirá que se vea claramente su i m p e r f e c c i ó n : otro tanto y aun más hará la gratitud. Lo que más, la cercanía intima, la lealtad e n e i aire de lo celebrado, la confluencia de felicidad y riesgo. ¡Ah!. y su confianza en nosotros, su descuido ante nosotros, asustará el pensar que pueda no tener razón, como una traición, M indiscreción de uno.

10 ÍB49J

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10 (B47| l o s s u b l i m e s p r e t e n d e n elevarse ría t a n t o

a l l í d o n d e s u f a n t a s í a h i z o u n a l t o — les gusta-

trascenderse.

Í0[B48\ sin darse cuenta a t o d o lo correct o , a l o q u e n e c e s i t á i s — a j u i c i o s ¡ q u e se c o r r e s p o n d e n c o n l a verdad). ¡ A b s u r d o ! ¡Es Spencer piensa que la h u m a n i d a d ha l l e g a d o

B i s m a r c k , c u y o m é r i t o es h a b e r q u i t a d o a l o s a l e m a n e s e l g u s t o p o r el patrón ae

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los p a r t i d o s e u r o p e o s .

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¡ q u é s e r e n i d a d es p o s i b l e a h o r a ! h e m o s c a z a d o a l o s f a n t a s m a s y

ganado el derecho a la

SUo bueno en sí fuera bueno, seria entonces una limitación de la omnipotencia 2 * o > él manda esto y prohibe aquello a lo creado, el le ha dado Para hacer lo uno y lo otro. Si hubiera bueno y malo en si. no señan s i n e l - C c L l Clh o^mi be rne tDol 0 sni la prohición de Dios. Si se pudiera conocerlo en^sacerdotes. Por eso. "S*lTff* entenderse a partir del mandato d.vmo, no de la atdriado to * < las acciones. Defienden dicha posición frente a la critica de las

sinrazón:

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Utmd des H * # & Véase John Lubbock, DU Entstehung der Zivilisation und der Urzustana „ chlechtes, erläutert durch das innere und äußere Lehen der Wilden, trad. por A. introducción de Rudolf Virchow, Jena 1875, 189. 7

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Ibid.AM.



FKAGMKNTOS POSTUMOS

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Es que la moralidad de un sacerdote ¿ O S acaso mayor p i en todo momento como regla el interés de la iglesia, y el p r o posponga? Ese sentirse parte de un gran complejo ¿no es sólo ' ñera de egoísmo? ¿Y lo mismo de la madre con relación al hijo*? relación al Estado? Ese «desprendimiento» es puramente aparento pasión* ¡y es mínimo lo que sacnlica de sí! o r

Lutero, en tiempos en que | ¿ fanático y deficiente del enh-n? a

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|0|D59J Considerar morales a los hombres que realizan acciones siniDá sadas es una moda de l a que en Europa es responsable el c r i s t i a n i s m ^ 'm se tiene por moral a quien se siente seriamente responsable de su s a l ° H ° ***** interés, al que dice «yo» más que los demás: aun cuando sacrifj más al?' como los grandes conquistadores. No dañar a nadie, y favorecerloT '° *iás° posible, pero sobre todo a sí — eso n u n c a se ha tenido por moral puest™ ° ° 2 sideraba imposible. ¡Y con razón! Pues no está en la naturaleza'de l ° °nse puedan armonizar dos pasiones opuestas. Por cuanto existimos y n o s ^ ^ petar y nos hemos formado para lo supremo, debemos estimar superior ° srés a l "de los demás y extraer de ahí nuestra fuerza: no se puede dar un p ! *enar los intereses de algún otro. Por el mero hecho de que no podemos° ^ bastante, es imposible regirse por el interés de cada uno de todos los demfc T * ' ' ° sucede lo mismo respecto de nosotros mismos: lo que decretamos ser nuestro fundamental vive a costa de los demás de nuestros intereses. Esa imposíWrdT queda probada en nosotros mismos. La «justicia», la protección de los derechos nos sólo es posible en un sentido muy tosco. Su origen está en una injusticia más fina, es condición de existencia de ¡un concepto muy tosco de «existencia»! Mas ya el querer-existir es injusto.

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. ventureUn paso más en el sentido para la realidad y éste sofocará el sen i ^ a ro, la escapada a lo abierto, parece que no está permitido hacer 'V"|^cer osici°* dose en un saber tan escaso, en analogías tan poco consistentes, ni ^ meternes basándose en tales animaciones. E l exceso de fuerza espontane i mo ' se al yugo de las normas de precaución, recolección del WBtetm, ^ ora1'* juzgar las piezas particulares de material. Así pues, — es necesar intelectual hasta un cierto grado no definible. r

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1QID6Q] Una adaptación tal como la que tiene Spencer a la vista es pensable, pero de tal manera que cada individuo se convierta en herramienta útil y además se sienta tal: esto es. como medio, como parte — superando, pues, el individualismo, según el cual uno pretende ser ¡fin y totalidad, y, ambos juntos, alguien únicol Esa transformación es posible, ¡quizá hasta discurra la historia en ese sentido! Mas en ese caso los particulares serán C A D A V E Z MÁS D É B I L E S es ¡la historia de la decadencia de la humanidad, en la que rigen el principio de desinterés del vivre pour autrui [vivir para el prójimo] y la socialidad! Si se quiere que los particulares sean ^fortes, ¡ sociedad entonces tendrá que permanecer en situación de emergencia y na esperar grandes cambios: llevar siempre una existencia provisional.

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'Necesidad de desencadenar una excitación plena y creciente por rnedio de una «citación que nos descargue (mostrar ira, pensar en la venganza, etc.). Ejemplo- el "aquecoso que en las cercanías tiene una verdadera fiesta y, como üene un dolor temblé, acaba pensando en un enemigo y haciéndole daño en la imagmación: o se da de puñetazos a sí mismo. Aquí el remedio ofrecido físicamente para curarse tiene algo ét inmoral: ejemplo de cómo las acciones inmorales valen como factores de salud.

10 (D67| Objeto y sujeto — errónea contraposición. ¡No es un punto de partida para el pensamiento! Nos dejamos engañar por el lenguaje.

10 [D681* kan Gerson: «Dios quiere ciertas acciones no porque sean buenas, sino que son Porque él las quiere, lo mismo que otras son malas porque él las prohibe.» ^jesuit< >. as

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I0|D7I| I I hombre mejor, el mas espiritual ha puesto fuera de zafio, ofensivo del mentiroso que a sabiendas se reafirma a si n «o demás», se ha recocido en esferas tan delicadas y reservadas «i. ° («CoWSp V«/AJ angelical. El es el injusto mas delicado, ha sabido oponer 1 ° ^ e m '° ¡n/usticia. "Pirien^ ^ c l

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n lo que conocemos (o ¡se puede conocer-, w ^to£ te es elaborar el matenal sin e s f u e r z ^ j e r a ^ * * * * * C^ tal ^ f i o poderosa que es esta actividad, piénsese e n r i ^ ' »*ia ^ rueba .„ los ojos cerrados. De igual modo temos ^ < > e n un nivel muy elevado de cultura 2 ^ * V el €^f*£%e no se percibirá en absoluto! > j u e * ^ ^ P

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0 0 partes de todo «crvar» es imitación, del tono o del n p « o diente. P««niento. o menos consciente 10

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Consumo excesivo de música y de bebidas espirituosas, del que las f lectuales de un pueblo se resienten, mientras sus afectos engrosan t | " las relaciones más fiables, los alemanes superan a todos los demás en s u j e t ó es, por lo que hace a la purificación de la raza. ' > U C r 2 a s

i una asna de carga y un borneo U soportado el yugo de la lev. El bom-

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sto les pone las nendas de su palabra, cargue todo lo que quiera. " enda óe la tona de harina de T ™

Hemos entrado en la era de la destreza diplomática. Nadie cree ya en una promesa, en el examen minucioso de los estados de emergencia, en una situación permanente y sin cambios de las relaciones de poder, se improvisa y se funciona fingiendo favorecer ya esta idea y este partido, ya aquella idea y aquel partido. El fin ya no santifica los medios que no sean santos, pero se olvida muy rápidamente.

^aquellos que querían purificarse de la lepra.

10 JD76J

manera. Justino se burlaba de su artimañas exegéticas.

Nuestra «actividad intelectual», podemos verla perfectamente como un efecto que los objetos operan en nosotros. El conocer no es una actividad del sujeto, sino sólo lo parece, es una alteración de los nervios, producida por otras cosas. Unicamente porque aportamos la ilusión de la voluntad y decimos «yo conozco», en el sentido de «quiero conocer y, por Jo tanto, eso es lo que hago», le damos la vuelta a asunto y vemos en lo pasivo lo activo. | Pero también las palabras pasivo y activo son peligrosas! g

\0¡D77\ Esas formas del conocimiento son fruto de los efectos de otras cosas iros. Investimos con ellas a todas las cosas, porque todas las cosas nos con ellas. En apariencia, nuestra actividad es productiva.

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'^La lucha en torno a la interpretación del Antiguo Testamento „ alejandrino, se consideró todo él como uno de los libros de la doctrina cristiana. En colisión con los judíos, que interpretaban los lugares mesianicos de otra 10

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Un mundo sin sujeto — (puede pensarse algo asi Mas si se piensa ahora que desapareciera de golpe toda la vida, ¿por que no habna de seguir rranqmlamente todo 'edemas con su movimiento, siendo exactamente como lo vemos ahora. No ig 0

* k n a serlo, pero no veo por que no pueda pensarse. Suponiendo que los co ¡ ¡ *an subjetivos - nada nos dice que no pudieran pensarse el de J que el mundo sea parecido a como se nos aparece no queda excluida por J * que conozcamos los tactores subjetivos. „ , do H c abstracción del sujeto - eso significa pretender i q « J J o- es una contradicción: representar ¡sin • * ^ J ^ ^ ^ t a « * puedan n t a c i o n e s subjetivas. Hacer ^ ^ ^ X L ^ ^ C r * "ornuga. Y si uno prescindiera or * *

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« 5 ¡ í Wcateicntc dependería de ella la * * ^ ^ y « P * ^ % ¿ í ? * * * « W S sensibles. Y para los hombres exisx 0 m i l g a :

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j ta historia demostró algo distinto de , .«uro de acabar con los principio. 7,

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l o último que el hombre descubre no es el mundo s i n mas el que existan ¿no es va « „ ! ' las antenas y sus les es «te la realidad Yo creo que el e s p e j o / « W / H J que hav coi existe

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Se lo ponen fácil y tratan de entenderme a partir de l opuesto — de la lucha continua > de los deliciosos descansos °ne 00 notan nada, no notan que estos primeros escritos han s u n r i ? en^Nfi calma arrebatada en que la lucha parecía haber acabado y uno * ^o ^% xionar sobre ella y a tranquilizarse 1 ra una ilusión. La lucha ° ! * b a y ° e del lenguaje traicionaba la agitación que hacía poco bramaba v i •' ° xtrc* " uno trataba de agarrarse a la ilusión. o I e i J**k a

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10|D85| H \aIor supremo del pensamiento imaginativo ( q alguno pensamiento productivo) consiste en concebir posibilidades y estudi i moa del sentimiento, los cuales podrán luego utilizarse como her mvrstigar el ser real. Éste, primero hay que tantearlo, digamos, tod sibles. para llegar a descubrirlo, fruto del azar. Todos los meenm^

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cen en el gran trabajo de la investigación rigurosa constituyen de entrada V* * misma, y es lo que se estudia. Poetas y metafísicos siguen siendo, tanto importancia, por cuanto andan a la busca de un mundo posible y hallan ° • cosas que son utihzables. Son. como si d i j é r a m o s , estaciones de ensayo Los" ^ ^ Jes ciegos que sin cesar extienden la mano a su alrededor buscando algo deTo™* acaban encontrando comida (aunque t a m b i é n perecen m á s fácilmente o degeneran)' Otros animales viven de los alimentos conocidos. p

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IÜ|Ü86J Del lado de los cristianos gentiles no h a b r í a c o m p r e n s i ó n alguna para con la prerrogativa de Israel y las instituciones del A n t i g u o Testamento.

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vV, el primero de nuestra época que pretendió objetivos importantes de r nrinn de las artes. E l fue quien comenzó a experimentar en ese terreno, cacw

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^Ehliundo que los sentidos nos traen no existe en absoluto en la realidad, se des¬ te- es una ilusión de los sentidos. Mas ¿qué son entonces los sentidos? Las cau¬ S e la ilusión han de ser reales. Mas de los sentidos sabemos solo a través de los sentidos y lo que sabemos forma parte, por lo tanto, del mundo de la ilusión. Así pues loque engaña es algo que no conocemos, cuya primera ilusión son.los sentidos. La multiplicidad es parte de eso: mas p i n o oodnamos nosotros, imágenes ilusorias, llegar a conocer la i l u s i ó n ? ¿ C ó m o podría una imagen sonada saber que es pane de un sueño? E n consecuencia, debemos ser también lo ^ , ¡ ^ % decir, debemos ser t a m b i é n reales y de ahi debe venir nuestra mundo es una ilusión, de l o puramente lógico: eso soma nosorro, * _ A t e n e r Así pues: ¿cómo puede ser l o verdadero la causa del mundo 10

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NB. ¿Continuar con el conocimiento m á s libre y v i v i r con carácter provisional!

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Siglo XIX, reacción: se buscaban los principios fundamentales de todo 'oque hubiera tenido consistencia, y se p r e t e n d í a demostrar que era lo verdadero^ onsi^ tencia. fecundidad y buena conciencia se tomaban por ¡indicios de la ver consideraban el e g o í s m odedel propietario o b j e clo i ó nquemas a io Moa^ ^ la manera conservadora pensar; r e c o g í a la n todo a ú nsena no había ^ • . propiedades • • i _ -t_:y los : A «insatisfechos c p r i a a es losa^IllOSüi» _ siglo x v i n ; para los que no tenían acaso también las artes (para algunos especialmente dotados | j ) , Con la del genio, el agradecimiento, si c o n t r i b u í a n a los intereses conserva^^^ ^ historia (¡¡jcosa nueva!!!) demostraba uno el entusiasmo que le pro tidad U n des complejos productivos llamados culturas {¡¡¡naciones!!!)^ : y ¡|a de celo investigador y otro tanto de veneración se aplicaron al , un» ., ,ahor f u mas reciente y la ciencia natural se quedaron sin vllas\ t a m

áe ello: q u i z á l o verdadero este a t o r m e n t a d o

como

^^ Oración en representaciones e i m á g e n e s placenteras cierta rep «*W sea el dolor, y la apariencia, un alivio, el cambio M » «tensamente y busca una p o s i c i ó n mejor. Aunque quifi ^ de ganas y se desborde en fantasías, como un am>

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so intelectual aparece miciairncme i n ei remo animal y haber mundo forma parte de esa obra de team» . , '"'"nalc* mismo: es un delirio La historia es una f..pote»ii - nada m á / ? * * * * *H recurso para w ñ a r / v W i w W «/.-. el artificio con que e n g a ñ a r s e * ^ i f _ mas q

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Elmund Vivir y actuar por momentos particulares c

o: caldo de cultivo del fanatismo i la incredulidad, como | e n ' ' u vida y condenarse a sí mism n

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i»- wKte.» «radabtes o Desagradable* **• * ° ffavorecida. creer, sin embargo, no p w d e i T ? * * * ! 0 ^ ^ ^ a v o r e c i ó ~Kste — V ^ , ' , o nPericia, " -_ sino o i i e debería que debería tener tener su | r m o « » — ^ ' *^ P»ie. la % cree en la fuerza cuando se uen* >emwuemdefcZ'" * n

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desentrañar el significado de la exisie^V ^eremos seguir tolerando esa manera de pensar que en el h l , C Jicta sentencia sobre la existencia y . ^ücfto, siga «viendo, oculta bajo el velo del arte. — ¿ C a r e c e m c * » de tolerancia? ¿Fanáucos de nuevo? — Veamos primero qué queremoTL^ ^ ~,->. .nada *An nmwK nue deiar de acunarnos del mun,h. nacer: rv>j l a

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» 3 S J !- «nociones en nosotros: pero como n o s o m no M o r « o * umma* \ - un conjunto fijo. Y cuanta mayor fijeza sepamos pacer ea tase»» ,C

|E96| Las demás religiones se oponen

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como prueba de que se tiene fuerza S e i r a J ^ j ! ^

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^desenfrenada para luego volver sosegado a la tierra del . EJ cansancio trae consigo cierto beneficio para el pensador: deja que surjan también aquellos pensamientos que normalmente, cuando tenemos mayor control y regulamos así mejor lo que sale, no admitiríamos. Perezosos para pretender nada, .fíjate!, se nos viene la verdad encima.

10 ¡F9S\ Amor

., X voy a contar qué ideas me han traído hace poco a casa, de las nubes, ms pmv ÍÍ Mensajeras. Primero: la forma más habitual de saber es a v i e n t e es saber acerca de cierto saber. Sensación y lumrrsria uenea SS5lo esencial en común y puede que sean lornismo. La primera apancwa dema ¿nación es la aparición de un saber acerca de cierto saber un P ™ * * ^ ™^** tonada de difícil ni de misterioso, puesto que sólo produce un c a s s t n ^ i w aóicael saber y para ello bastan impulsos casuales, que acaso pueuan^u^ra fcrtrirse. Antes de que hubiera .casación, había ya hace ^ Z T ^ ^ ~W «ber: sus funciones, reconocer > d a d » ' Z.'^í 12



y Psyché. — Cuando el ojo observa de manera demasiado descarada el

placer de Jos sentidos, muy pronto resulta el placer algo repulsivo. Hay que hacer como loa griegos sabían, mezclar a los dioses con las fantasías y velar la mirada grosera; hay que saber olvidar o, al menos, a muchas cosas jamás llamarlas realmente con su nombre; el placer debe pasar de puntillas junto al intelecto, cuando este dormido o sonando. el

«¡Tienes fuerte.' Siempre que tu c a r á intelecto a la suya.* B: ¡te olvidas de algo!

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motrices Es lo mismo que decir que es la propiedad « J ^ ^ que se sepa qué es la materia; la fuerza motriz P « ~ ^ Z^^o " > ' - mentidos: de tal manera que fuerza matera . r. ^ J j f c * •;:^' Va, por relación a iuestros sentid- - - rr, " - ^ T * ^ , Las iuer/as motrices no son nada ultimo, aba ^ " ^ ^ S c h o p e t u W , qu.cn v ,o en ellas la 2°^ZSZ^ ^ i r . L Ptualmentc el saber, en cuanto propieoao esencia r í

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Las propiedadc. de una cosa provocan en nosotros sentado*"' J ¿ 1 erpoy * forma, el tipo de movimiento, sobre todo, su existencia en t u * ' — avxiado todo con sensaciones de placer o de displacer y, j cU

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FRAGMENTOS POSTUMOS 758

Ja historia de sus tendencias [las del intelecto] y nada que en si _ ¡ der los primeros pnncipios de la mecánica, hay que reconocer l ' r ^ " h r a partir de ello deducir - mas no hace falta conciencia alguna El reconocer v el deducir presuponen, no obstante, pluralidad de Vi *en V naturaleza, a í menos dualidad. El error en el reconocer y i d e d u j e W V sólo ¿¡ando hay sensación. — ¡Así que, vosotras, palo las nubes y dad a las nubes lo que es de las nubes! S e a

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t r e n t e al elogio y a la condena; recelas al respecto. Constituirse ' , o que sepa de nuestros objet.vos y cntenos y lo que elogto y con-

de alimentación; no arrimarlo erróneamente a la vida, únicamente tienen a la vista la conservación. p t 0

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" deiar que la vida se nos escurra de entre las manos, por causa de debemos^ \ frutos de todas las estaciones del año. r e c o g e r

demás, y todo lo que está fuera de nosotros, como si fuera nuestramos a ^ j' también los frutos que han madurado ese año para limen " siempre el eeoísmo sólo del bandido o d i ' ' ladrón' toa s. " j ^ ^ e r o ? ¡ Alegría en el cuidar a los demás, c o m o l a que se tiene cuiotros aSdo uénoun jardín! e

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creía en la alquimia, explicarlo todo con conceptos morales tparentes•7«t nnkión etc) E l ámbito de la moral cada vez es m á s restringido. * f t ^ e j ^ de los efectos de un medicamento particular

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(p4, la quinina)!

La Rochef sólo se equivoca cuando valora los momos "verdaderos en menos que los d e m á s supuestos momos: , ^//, , ¿ en los otros y de ellos extrae el criterio de valoración: rebaja al nomore e s d a i r

«nderarle incapaz de tener ciertos motivos.

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instinto de nuestras pulsiones se agarra en todos los

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„ ' ^ p á l m e n t e por causa de la educación incluso cuan* > ó n es también precisamente lo útil! El hombre, soberb.o a l a

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Hacia nosotros. Va uno por l u . lo # ríz si unos ojos y una palabra se diriaiJL ^ A toà° t pasar* » ^ mg ^ ^ U o r a

do rastrea ra/ones y fines, en lo moral cierra los ojos a lo , sámente que sus acciones parezcan consecuencia de | p ,? , « : Pr u dad duradera: desprecia lo agradable momentáneo p ' I ! ¡ « Hieio,?* I W te esto el motor de todas sus fuerzas, que de ^ La gracia de una vida feliz está en hallar la situación momentáneo sea también lo útil duradero, cuando los sentid '« bueno lo mismo que la razón y la prudencia. V el g ^
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% ota j al° v'despreciable.

¡Idea fundamental! No es que la naturaleza nos engañe a los ind' * & rezca sus fines embaucándonos: sino que los individuos organizan t o d ° °según criterios individuales, lo que quiere decir falsos; pretendemos* ' "a tener razón y por eso ha de ser «la naturaleza» la embustera. En verdad" ° > dades individuales, sino únicamente errores individuales — el propio ~ un error Todo lo que sucede en nosotros, en sí es algo distinto, que no^'f * nocemos: la intención, el embaucamiento y la moral, somos nosotros los ^ ponemos en la naturaleza. — Ahora bien, distingo: los individuos imaginados 1°* «sistemas-de-vi da» verdaderos que somos cada uno de nosotros — suelen confund se ambos, cuando el individuo no es sino una suma de sensaciones conscientes y jui" cios y errores, una creencia, una parte pequeña de un sistema de vida verdadero o muchas partecitas reunidas en el pensamiento o la imaginación, una «unidad» que no se sostiene. Somos brotes de un árbol único — ¡qué sabemos nosotros de lo que en interés del árbol pueda ser de nosotros! Pero tenemos conciencia de como si quisiéramos y debiéramos ser todo, ilusiones de «yo» y todo lo que es «no-yo». ¡Bastaya de sentirse ese ego fantástico! Aprender poco a poco ¡a deshacerse de ese pretendido individuo* ¡Descubrir los errores del ego\ ¡Ver el egoísmo como un error] Pero ¡tampoco pensar que lo contrario sea el altruismo! ¡Sería amor a otros pretendidos individuos! ¡No! ¡ M Á S A L L Á D E «mi» y de «ti»\ ¡ U N S E N T I R CÓSMICO! VldU

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^ « t o necesito para vivir de manera sana y para mi agradaba ' rómo lo consigo, de tal manera que el conseguirlo sea sano y agradable v R. ¿ re tranquilidad de espíritu, a la vez que descanso? r S o he de pensar acerca de los demás para pensar lo mejor posible acerc i • aumentar el sentimiento de poder? que los demás reconozcan mi poder? dorganiza la nueva nobleza en cuanto clase que posee el poder? e p? se distingue de los demás sin convertirlos en enemigos o en adver¬

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causa de nuestra voluntad; acaecen, y para ^ S ^ d ^ -igualmente, su proceso es algo que sólo mediante « m b o t a j t t ó * * ^ de colores) podemos concebir, y en momentos y parte, pamtui como la continuidad de su curso siguen siendo una incoen \. «encía y el curso real Q U I Z Á O P O N G A algo L A F A N T A S Í A , una . tomar por la esencia. fc

' t i egoísmo entendido como «megalomanía» universal — asimismo deducirlo

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— fisiológicamente.

' Cultivar asimismo las pulsiones malas pero imprescindibles, como la del fmg

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miento (en el arte), así inofensivo. ¡Buscar el paralelo con el «arte».

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h«Wa - — k w m a que se hablaaanuestro nu aire M

- - ' ^ iiwo y mal cuando no eniciiutn.vo « , , v» »• Lo mismo con la música que nos resulta ^ B * K v ° - P°« » « * v c o r n e o ^ ñ a l P>*> a ¿? ' * • « * • • « «» fantasear y m mfenr que nos con dos palabras a r mamos la frase ^ U « r l ^ m

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• nclinación bueno- n° El querer conocer las cosas tal como son — sólo ésa es la " n\el mirar hacia los demás ni el mirar con otros ojos - eso no sena fondo. bÍQ de posición del mirar egoísta! Queremos librarnos dc la gra iasja; medirlo todo según nuestro criterio: amor propio es una exprcMO ^ ^ |jg ro $a do restringida; el odio propio y todos los afectos actúan sin cesa ¡ u n cü

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I KAtiMI N I O S IH^NIUM)



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„ . _ n u c s no hemos cesado dc • m e n h i r y tic hacer i „ ; . •I n cnudo. al habla- con alguien, tengo delante dc n u h,n c, i ,, como a u n o ramas . a n * * ,pour..... -an percibirla- nus• o,os: es una« uAccecii ó n m q u, , . " •^• "^^ I¿Ú ,n, " ? ' - to„ •-. ras esa incerpretación de los gestos del rostro. ^ -„ hra "Sospecho esa interpretación los gestos rostro. C que sólo de vemos lo quedel conocemosnuestros "¡ „ «* « ñ a d c ? « a mancar sin cesar . . . n u m e n » orinas: | mayor par," i " ? ^ do: ,na-sion sensorial, sino producto producto Uc dc la /a.fantasía. fantasía. De De | 0 s sen,;,^ la 'in . > * r V s.ón sensonal. impre ,ealeuna> ocasiones > momos que luego se elaboran. En el i ° C n > es menie t

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^ ^ ^ es^ » hav que poner la fantasía: no son tanto inferencias inconJ del ? V cienti , t o ^ v que la fantasía sirve bilidades esbozan que ... w ^(cuando, « « , . u o . p. ej., ., bba aj oi o ™r' ^^ r c^ ^ a n í ^ V ^ , ° » Tn - n e v ^¿ Posi, ma en un rehev e para para el observador). observador). V " 7e rfl» °. ¡L fantasear, adivinar algo c o n o c i d o Tt ^ * Pulsión Vuestro «mundo externo» es un producto de la fantasía en el ' • K a d ¡ T a ciencia, esto es, del conjunto de lo seguro v^LÍ *"U* picado para la construcción anteriores fantasías que eran actividad^ ' * "an fder crear'. Este procesó se da ya en el ver. Se t r ¿ d c ¿ ^ rúales. Los colores, los sonidos son fantasías, no se corresponden «f h!?' fns sentidos, la mayor parte de la recepción s e n s o r S ^ ^ proceso mecánico real, sino con nuestra condición individual. I__ ^ » 0 ^ ^ > ^ ; t o d ° ^ t í f i c o s que no dan pábulo a esta pulsión del quen? ^ * ¿ ' ° no es alimento para esa pulsión, ¡no nos siew» abull|J4J J El yo — no confundirlo con el sentimiento orgánico de unidad ^_ g í l r

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0 - todas las pulstones morales puedan reducirse al querer-tener v al querer II /I5| G < 1 concepto del tener se va afinando, cada vez c o m p r e n W m X f c l .Ambiguo, taimado, violento y malacostumbrado desde siempre ^ ' Un ler v cómo el aparente poseer aun se nos sigue «capando ~ hacca^L entorno ordinario y servil. sostiene la ambigüedad por encima de cuaT^¿ ^^ fino- hasta que al final el conocimiento completo de la cosa resulta ser la quter cipio. para situarse de un modo o de otro, según sus priviliegios. Pm. ^ - nara apetecerla: a menudo el conocimiento completo nos basta ya como ° o tiene ya secretos para nosotros, asi que no puede escapársenos En ese 11/16] ^reconocimiento sería el último grado de la moral. Ames estarían, p. ej, fanLa supuesta finalidad de la naturaleza — en el egoísmo, en la pulsión sex • debido una cosa y llegar a creer que se la posee por completo, como las que. según se dice, la naturaleza se sirve del individuo, en la emisión de luz | -sear como es ^ ^ j d r e con el hijo: .cuanto gozo en el poseer! - mas I damante parte del sol. etc. — ¡todo invenciones! Quizá sea la última forma de representar a Dk* • pos basta la apariencia. Nos imaginamos la cosa que queremos lograr de tal mane— pero ese Dios no es muy sensato ni muy despiadado. Leopardi tiene la madrastra que el poseerla nos resulte lo más valioso: para mejor enorgullecemos, al enemigo naturaleza. Schopenhauer. la «voluntad». — Quizá con tales actividades en apariencia ¿que esperamos vencer, lo adornamos: y lo mismo hacernos con la mujer y el hijo finales se pueda aclarar la actividad final del hombre. Se hará algo, y eso que se haga mendos. Hacemos de entrada un cálculo aproximado de todo lo que podemos tomar y todo lo que suceda además será totalmente diferente de la imagen que haya habido mo botín — y luego comienza a trabajar la fantasía, y hace que tales propiedades antes en la cabeza del que quiere — no hay puente que los una. «Como para satisfacer fuñirás adquieran para nosotros un valor extremo (también cargos, honores, trato, el hambre» — pero ¡qué sé yo lo que es satisfacer el hambre! De hecho, llega uno a K.). Buscamos la filosofía que combine con nuestras posesiones, es decir, que les dé satisfacerla sin haberlo querido — lo que mueve es la sensación momentánea de gusto ma pátina dorada. Los grandes refonnadores, como Mahoma. saben de esto, dar un en cada bocado, mientras haya hambre: no la intención del «para...», sino el probaren •evo brillo a los hábitos y posesiones de los hombres — no llamar a que percada bocado si sigue gustando. Nuestras acciones son pruebas en que se ve si esta o •Pn «algo distinto», sino que lo que quieren v pueden tener, lo vean como algo supeaquella pulsión hallan gusto, hasta lo m á s retorcido, expresiones asequibles del impulj*(que «descubran» ahí más razón v sabiduría y felicidad de las que hasta ahora so a actuar, que por medio de Ja teoría de los fines interpretamos mal y entendemos mal. Movemos nuestros tentáculos — y esta o aquella pulsión encuentra en lo que apreChallado). — Que quieran poseerse a si mismos: dominio de si. etc. sa su presa, y nos hace creer que habíamos tenido la intención dc satisfacerla. 11I20| formando a

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FRAGMENTOS POSTUMOS

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Lo que era fácil de obtener (el alimento, p. ej.) f relativam Jo. La tabla de valores no concuerda E N A B S O L U T O con el gniéoT^ Spcncer).

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Escribir la histona del sentimiento del yo: y mostrar cómo hast lo esencial es esc querer-poseer. Mostrar c ó m o el progreso fúndame ^ uism no está en la concepción del «no-yo y [el] yo», sino en el comprender mo^ cisión lo verdadero que hay en los demás y en mí y en la naturalez^" ° Pr liberando el querer-poseer de la apariencia de la posesión, de l >e l nadas, en depurar de ilusiones el sentimiento del yo. Quizá en lugar del '"^Siconociendo las afinidades y antagonismos de las cosas, esto es, m u / / / p / ^ m ¡ leyes: que procuremos liberarnos del error del yo (también el altruismo^\ s ahora un error). ¡Vivir no «por los demás», sino «por lo verdadero»! ^ ° H ¡Cómo íbamos a poder cuidar de los demás (que son a su vez un coni ° ° ^ rios)l ¡Trasmutar el sentimiento del yo! ¡Atenuar la inclinación personal^H* ^ la mirada a la realidad de las cosas! ¡Prescindir temporalmente de laspers como sea posible*. ¡Qué efectos tendrá esto! ¡Procurar disponer de las cosas"^ ciendo así el querer-poseer! ¡No pretender poseer a los hombres! — Mas /esíf*" 0no supondría debilitara los individuos? ¡Hay que crear algo nuevo- no e™u » í f !

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11

NB. ¡Que durante la juventud no se pretenda n i se tenga que aspirar a la pose siónl: y que el dar órdenes a los demás no merezca ninguna consideración estas dos pulsiones ¡que no se desarrollen en absoluto! ¡ D E J A R Q U E N O S P O S E A N las cosas (no las personas), el mayor número posible de cosas de verdadl Habrá que esperar a ver qué sale de ahí: somos tierra de cultivo para las cosas. De nosotros crecerán figuras de la existencia: y queremos ser así, que esa fertilidad nos sea necesaria: nuestras disposiciones a favor y en contra son las de la tierra de cultivo que dará esos frutos. Las figuras de la existencia son lo más importante que ha habido hasta ahora — son las que rigen a la humanidad.

11 ¡22) La educación del genio.

11[281 El mal humor como inhibición del desencadenamiento [de una pulsión]. Principio: no los desencadenamientos, por muy violentos que pudieran ser, sino el inhibirtees lo que ha causado a los hombres el mayor perjuicio. Tenemos que deshacernos del mal humor, del malestar p a t o l ó g i c o — pero para eso hay que tener el valor de juzgar de otra manera, m á s favorable, lo horrible del desencadenamiento. Son mejóralos atentados que la pesadumbre latente. Asesinatos, guerras, etc., la violencia sin "Pujos, el mal del poder s e r á n considerados buenos: si a partir de ahora se llama mal mal de la debilidad. 11

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¡NB! ¡Amar la ciencia sin pensar en su utilidad! Aunque quizá sea un meüio para hacer del hombre ¡un artista en un sentido nunca oído! Hasta ahora tenia qu^ servirla. — Una serie de bonitos experimentos es uno de los máximos placeres espectáculo.

Mostrar el error de la filosofía positiva: pretende acabar

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Sdón del ideal de futuro de Spencer es, sin embargo afeo ^» n nn tanzrande grandeentre entretodos los hombres, cosa que uno ve Z T * * ^ *fj£á ^ Posible el P ^ - los placeres ,eday «e que^/ ¡ desapareciendo, o tomando la f •Wria ante el ntm pistas «en ^ ^ sentimos ante la naturaleza. 0P |a mW .1 H« 1

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11 1341 Los chinos: sin pudor, sin prejuicios, chismosos, comedidos: sus n ' opio, el juego, las mujeres. Son aseados.

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11 f35| Procurarse las ventajas de un muerto — nadie se cuida de uno, ni para bien ' para mal. Imaginarse ajeno a la humanidad, desaprender toda clase de apetitos- y todo el sobrante de fuerza dedicarlo a observar. Ser ¡ ¡el observador invisibieV

11 ¡36\

De alguna manera estamos en la mitad — entre lo grande del universo y lo pequeño del mundo infinitesimal. ¿O nos queda más cerca el átomo que el límite externo del universo? — Para nosotros el mundo ¿es algo más que un conjunto de relaciones bajo cierta medida? En cuanto falla esa medida arbitraria ¡el mundo se nos

funde\ 11 |37| No conocemos a) los motivos de la acción; b) la acción que realizamos; c) no sabemos que resultará de ella. Pero de los tres pensamos lo contrario: el supuesto motivo, la supuesta acción y las consecuencias supuestas tienen su sitio en la historia del hombre que nosotros conocemos, mas también operan en la historia que n conocemos, en cada ocasión como la suma de los tres errores. .. No hay, en todo caso, la acción que deba realizarse, sino tantas cuantos i les hay de hombre perfecto. Útil, nocivo — no hay «en-sí»; los ideales * > ciones basadas en el mayor o menor escaso conocimiento del hombre. que haya una moralidad absoluta, puesto que no conozco ninguna f para el hombre. Hay que conocer el estar bien para reconocer lo que es es^ ^ ^ mo — pero la salud misma es una representación que se crea en ° u¡¡a cion de lo que hay. «Estados de transición atravesados de la desgracia q n

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su fin 1 ) P ^ ^ ' se le habitúa a hacer cosas k roban la fuerza y el tiempo que debería dedicar a pensar, profesión, etc. 3) se ¡ educa para llevar una vida que resulta costosa, con lo que ha de dedicar de nuevo l o s

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t energía para poder permitírsela 4) se le habitúa a alegrías respecto de las cuajes las del pensamiento resultan insulsas, y a un ánimo de insatisfacción ante la presencia del pensador y sus obras 5) la pulsión sexual le lleva a unirse a una mujer y a m luego para sus hijos — nunca más para sí mismo 61 su talento conlleva bonores: y éstos le llevan a conocer a personas influyentes que tienen interés en hacer de ti un instrumento 7) el placer por el éxito en la ciencia le hacen renegar de sus otros objetivos: se queda adherido a los medios y olvida el fin. — De ahí se pueden deducir las máximas con las que educar un pensador independiente. Y presenpeiones. p .arai inculcar dichas prescripciones de la manera más eficaz (sobre todo, alejar de ^ peligros, obligar a pensar por no tener otras ocupaciones, etc.). Me interesa ¡ p Venación de mi especieW — cha

11 [421 Cómo!

JE?poner de una vez toda la tiranía de la finalidad de ^ ^ V j a r n o s seguir favoreciéndola? ¿No deberíamos, más bien, rece>q --^ " ° ? Toda moralidad debería consumirse £ e»J°q ^ <*Q¿ ¿ lo que debe constituir el valor? ° ™. al de la * J V ; . ° saldrían - ¿¡no habrá algunos que contradigan Priendo que alguna vez se alcanzara!?

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mentai > ic ruree^ -«-c .-> sacar provecí~ ? " a — son cosas que producirían mala conciencia: solo se sentiría ¡ ° de i i a-pnmieran las ganas de aprovechar y se sintiera en común. Así también ^ se ble una humanidad admirable, en paz. por todas partes sostenida y fl PosU una humanidad totalmente distinta de lo que es nuestra mejor humanidad " cual también ha> que hacer valer alguna que otra cosa. ~~ Por | Por lo demás, como individuo podría uno adelantarse al proceso de s I tremendamente largo, y mostrar en muchos aspectos provisionalmente lo que ' ' hombre en su objetivo — ¡mi ideal! Apartar las circunstancias desfavorables*" tándoíf uno (soledad) [Seleccionar las influencias (naturaleza, libros, acontecinT*" tos importantes!, meditar sobre ello! ¡Recordar sólo a los adversarios benevolenPi ¡Amigos independientes! ¡Desterrar de la vista los grados inferiores de la humani dad! IO preferir no verlos ni oírlos! ¡Ceguera, sordera del sabio! ia



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Los adelantados. — Dudo de que ese hombre permanente, que a la postre vendrá a producir ia finalidad de la selección de la especie, se sitúe muy por encima de los chinos. Entre ios paridos son muchos los inútiles, los que respecto de la meta de la especie son frágiles e ineficaces — pero superiores: ¡en eso tenemos que fijarnos! ¡Emancipémonos de la moral de la finalidad de la especie! — La meta, obviamente, es que el hombre llegue a ser tan regular y estable como ha sucedido con la mayoría de las especies animales: se han adaptado a las condiciones de la tierra, y demás, y en esencia ya no cambian. El hombre todavía cambia — está haciéndose.

11 |45| Las grandes influencias no logramos apreciarlas: aún podemos arruinar la raza, puesto que los efectos en los individuos los medimos como mucho siglos después. ¿No serán, p. ej., el café o el alcohol, consumidos de la manera regular que es ha itual, venenos que en 2000 años habrán acabado con la humanidad?

4III

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, heroísmo la repugnancia es muy fuerte (igual en el desimenk del «yo» - el intelecto tiene su e x p a n s f ó n ? ^ i» cultura industrial y utilitaria. ^eteriza a m K

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Dos orígenes del arte 1) engañarse de una manera que DO resurte KMmiád arquitectura l res' ' medra hablara (de los habitantes ae la casa o de los visitantes del templo); Z) quedar largado de una manera que no resulte perjudicial: entusiasmo, música, linca, etc. De entrada inquietud, admiración por que no suceda nada malo, de que no haya peligro - en ambos casos. De ese modo resultan deseables aquellas situaciones que son ¡as que más se T E M E N y las que ejercen el mayor atractivo: engaño y embargamiento. Así se ve desde el lado de los que los disfrutan. :J-

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Los intereses («usura») y la mala conciencia. El teatro y la mala conciencia. 11 [ 5 3 ]

feriar. masas sanguino-

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otensivo del interior oei nomine M » — ,. ^•heces intestinales, visceras, todos esos bichitosque están *~¡"*rme o monstruosos o grotescos y. además, desagradable, p m £ ¡ * ¡oMdalol Lo que de ahí sale produce vergüenza ( £ * • *

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11 f46j «Hombres rudimentarios» son aquellos que en la actualidad ya no ^ p . a la finalidad de la especie: mas no se han convertido en un ser verdaderam ticular [selbsteigenen]. . ños' ' ¡Inadecuado respecto de la especie, aún no respecto de compleja l \ del respecto del individuo! ¿Son necesarios los fines del individuo para H» ¿ genero? No. La moral individual: a consecuencia de un lance azaroso en c o n t

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I l |54] ¿Cuáles son las transformaciones profundas que han de venir de las e Qnzas de que ningún dios cuida de nosotros y que no hay una ley moral queT " (humanidad area-inmora!)'.\ ¿que somos animales?, ¿que nuestra vida pasa? ^ no somos responsables-.' ¡el sabio y el animal se alimentarán y darán luear ' ¿ y

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11(60] Nueva mirada al mundo respecto a la inteligencia y a la bondad. ¿Es una excepcióa el hombre? En general, su inteligencia y su bondad ¿son del mismo grado, del mino rango que en la naturaleza? Sí. — Pero ahora tenemos que entender la «finalidad» y la «inteligencia» de la naturaleza — ¡que no existen en absoluto! ¡Ni tampoco lo no-egoísta! De ahí sacar conclusiones respecto de la humanidad: quizá nuestifaalidad sea también sólo una suma de azares favorables, y nuestra «bondad»', lo I Jano, un error. ¡Partiendo de lo escrito en erande en la naturaleza, intentar enten«esa escritura pequeña que nosotros somos! — Podemos señalar toda una sene de ? >vos que conducen a un f i n - pero 1) no es la sene completa sino una I ¡ ? elección, 2) no sabemos articular la serie a partir de elementos sueltos, solo más o menos que se articulará. Incluso cuando actuamos según te Jo a e s t

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Quienes disfrutan de un modo de ser benevolente y servicial, ¡lo han glorific do tanto! El elogio, consecuencia ¡del provecho\ Y quien hacía el bien ¿pensaba que iba a ser recompensado con el elogio?

Il |57| inaàecuaLos hombres admiran y elogian las acciones de otro que para el son ^ ^ das siempre que a ellos les resulten provechosas. (Inadecuación respec ^ ^ la utilidad.) Antes se entendían el goce y la utilidad de manera muy es ^ ^ ¡ . gar: y quien, p. j . , hacía algo por obtener gloria, resultaba inadecua ^ s mon de los hombres zafios, de la masa. Y como no se percibían < lógide goce, creció tanto el reino de lo desinteresado. La falta de dclicaa

y filóle los conf;

Los c a d ^ que están a la cabeza de famihas, clases < , u i r viviendo a través de la supervivencia de esas a lo w P° ^ o s los a n r í g ^ nte que su vida personal era corta o demasiado corta procuraba dejar s ü w ^ as almas o en las costumbres de las nuevas generaciones v de ese m i ti viviendo, seguir dominando^ Es vanidad. - El individuo frente a la moral de ¿edad y fuera de ella — cuando ya haya pasado el mayor peligro para todos. ^ crecer algunos árboles solitarios que tengan sus propias condiciones de existencia.

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[561 ¿Cómo surge la pulsión, el gusto, la pasión? Esta última sacrifica a sí otras pulsiones que son más débiles (otras ansias de placer) — : ¡lo que no deja de ser egoísta! Una pulsión domina a las demás, ¡incluso al, así llamado, instinto de autoconservación! El «heroísmo», etc., N O se han I N T E R P R E T A D O como pasiones, sino que.por ser bien provechosas para los demás, ¡como algo superior, más noble, distinto! — pues la mayoría de las demás pasiones eran peligrosas para los demás. ¡Eso es falta de agudeza! También el heroísmo del amor a la patria, de la lealtad, de la «verdad», de la investigación, etc., es sumamente peligroso para los demás — ¡lo que pasa es que son demasiado torpes para verlo! si no, incluirían esas virtudes no egoístas en el destierro en que se hallan la codicia, la lujuria, la crueldad, el ansia de conquistas, etc. Pero a aquellas se las trata, y se las siente, como bue^ ñas, y poco a poco se van impregnando de los sentimientos más nobles y puros ^ ¡e I D E A L I Z A N D O ! , ¡se convierten en ideales! De ese modo, en ciertas épo convirtie' envilecieron el trabajo, la pobreza, la usura, la pederastía, y en otras ron en ideal.

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FRAGMENTOS POSTUMOS

se ensalzaran «ales acciones y a tales personas tenía el valor de , realizaran acciones semejantes, no enderezadas a 1 mes personales ,• K S S Í S S ayuda y favores el que tanto ha enaltecido el „ ^ <

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1I|6J| nueva praxis. Ver a los demás hombres en primer lugar como una cosa como bjeto conocimiemo al que se debe hacer justicia: la honradez p r o h í b e l e no en lo iusto. incluso que se le trate según ciertas condiciones arbitrarias v° les. //accr bien es como llevar una planta hacia la luz para verla mejor _ hacer daño puede ser un medio necesario para que la naturaleza se revel L tar a cada uno como hombre, sino como hombre que es asi y ¡ g " ' ¡No asp Como algo que se debe conocer antes de tratarlo de una u otra manera, ijrn^^ dispone preceptos universales es injusta para con cada uno de los individuar ' ^ que hay medios que preparan el conocimiento y que de entrada sean aplicabl todo ser. como una fase previa del experimento? — Así como solemos maneta" con las cosas para conocerlas, así también con los seres vivos, con nosotros -~-M° antes de conocerlos o tras haber visto que no hay manera de lograrlo, ¿cómo trata? los? Y si hemos logrado conocerlos, entonces ¿cómo? — ¿Servirnos de ellos como si fueran fuerzas con las que alcanzar nuestros objetivos — o cómo? Tal como siempre lo han hecho los hombres (incluso los que se sometían: potenciando de ese modo a través del poder de aquél a quien se sometían, su beneficio) — Nuestro trato con los hombres debe proponerse descubrir las fuerzas existentes, las de los pueblos, clases, etc. — para luego hacer que dichas fuerzas redunden en beneficio de nuestros objetivos (y, en su caso, cuando sea necesario, procurar que se contrarresten mutuamente). Nuevo: la HONRADEZ niega al hombre, no pretende práctica moral universal alguna, niega los objetivos generales. La humanidad es la CANTIDAD D E P O D E R por cuya utilización y dirección COMPITEN los particulares. Es una fracción de dominio sobre la naturaleza: ante todo la naturaleza ha de conocerse, luego utilizarse y dirigirse. — Mi objetivo ¿seria una vez más el conocimiento?, ¿poner cierta cantidad de poder al servicio del con?

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11 |64| Valorar atributos superiores e inferiores en función de mi objetivo — todos los juicios»fc.ii en ese pi tac campo ituiipo como coiriu prejuicios. prejuicios, Me me es es indiferente u m u w v w - lo —que • se (iará. de la castidad - suponiendo que para el conocimiento sea mejor, ' ~" * se reco ^ Contrastar toda,i las cosas según el valor que tengan para el conocimiento, p1TT1f

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' j aliás se ha visto en toda su amplitud lo perjudicial de las «anudes» l o » * . oso de las «vicios». Sin miedo y sin apetitos - ¡qué seria el hombre! ¡¿amores

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incluso! ^ ^Hasta qué punto es capaz el sentido de la honradez de estimular la fantástica tuerza antagónica de la naturaleza! ¿Realmente llegará el hombre a ser mas sobrio" - Lo cierto es que COMPRENDEMOS sólo gracias a que anticipamos con la fantasía y tanteamos si en lo imaginado casualmente hemos acertado con la realidad: sobre iodo, en la historia, etc., Tucídides y Tácito deben ser poetas. Incluso en la ciencia de los procesos más elementales es necesaria la fantasía tp. ej„ Mayen — pero aún puede producirse ¡la ILUSIÓN de que la sobriedad fuera productiva'. U [69]

U pasión del conocimiento se ve como .fin de la existencia > V _ t fines, se ve como el resultado m á s valioso del azar. ¿\ si mega f ™ ^ Podrá afirmar que ES el goce supremo"? Mas ¿buscarlo?. rutawrfl w * - ^ h i t a d o esté para gozar, como recurso y quehacer de dicha p w « Olidos y el ^ un deseo ^, r montaña, abrazar el paisaje con 1 en Lucre5 * * o . Los amantes apasionados que no saben W ¿ f f ^ - * l 1 conocedor pretende la fusión con las cosas y se « disuelve el en N o

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¡£j* ¡llegar a verlas como las ve ^ ^ y el tachar de moral _ dc otro*, y ver desde n ^ J L ^ » * eso e.s lo correcto Lo *W* '

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FRAGMENTOS P O S T U M O S

774

775

M¡ .udicia- de las virtudes no está aún '' floración radicalmente errónea del mundo sensible frente al lo somos! ¡rormamu> ¡Formamos parte de el! V aun as, . — con la sensibilidad «..v ~ - — " « w i se pp l ? * " or la trivialidad, el engaño: ¡que tienen que ver dolor y placer con el curso ^ ^ ^ " h algo accesorio, que no cala en lo hondo! Mas lo llamamos lo , ° muerto, lo consideramos exterior - radtcalmente erróneo! El ¡ mu mueve eternamente y sin errar, fuerza contra fuerza. Y en el mundo sensihl ° «e falso presuntuoso! Es una fiesta pasar de este mundo al «mundo muerin ° s mayor apetito de conocimiento aspira a oponer a ese mundo falso y p r c s Z , ^ leyes eternas, en las que no hay ni placer ni dolor ni engaño. ¿Significa es t sensibilidad se niega a si misma, en el intelecto? El sentido de la verdad esla sensibilidad en cuanto lado exterior de la existencia, el que provee el ser tura. ¡Para eso dura bastante poco! ¡Observemos esta comedia y disfruterno^ ^ ella! ¡La vuelta a lo insensible, no la pensemos como un retroceso! Seremosd ' dad. nos perfeccionaremos. ¡Hay que reinterpretar la muerte\ reconJl^' mos de ese modo con lo real, es decir, con el mundo muerto. ~ m

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L nr la valoración — ése es mi cometido. El cuerpo y el espíritu la pasión el mal la comunidad — moral vida y muerte conciencia, castigo, pecado elogio y condena fines, voluntad indiferencia la vida en cuanto extravío

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11(71) El mundo adquiere categoría para nosotros según el grado en que se nos mués tre contable y medible. esto es, fiable. Antes era el mundo imprevisible (de los esníi ritus — del espíritu) el que tema categoría. Nosotros, sin embargo, el P O D E R eterno 10 vemos en un lugar totalmente distinto. La sensación que tenemos del mundo SE D A L A V U E L T A : P E S I M I S M O del intelecto. 11 (721 ¡Extraordinario descubrimiento: no todo es imprevisible, indeterminado! ¡Hay leyes que, más allá del I N D I V I D U O , siguen siendo verdaderas*. ¡Ciertamente, P O D Í A haber dado otro resultado . El individuo, ¡ya no lo más singular para siempre, lo más respetable! Sino la cosa más complicada del mundo, el sumo A Z A R . También creemos en su legalidad aun cuando no la veamos. ¿ O Q U É ? Se sustrae al conocimiento, pero es medio de conocimiento, y obstáculo también — digno de veneración, ¡no!, algo dudoso.

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111771 El hombre, en cuanto animal delirante: vive en puro delirio, hasta ahora, mas de 10 que cualquiera haya podido sospechar. Asi lo veo.



11 [73] No podemos privarnos ni del mal ni de las pasiones — la completa adaptación de todos a todo y cada uno en sí (como en Spencer) es un error, sería la decadencia más absoluta. — El animal de presa más poderoso y de cuerpo más hermoso posee los afectos más intensos: el odio y la avidez intensos son necesarios para su salud, y cuando se ven satisfechos, la despliegan en toda su magnificencia. Hasta par conocer me hacen falta todas mis pulsiones, las buenas y las malas, y pronto es na acabado si ante las cosas no me mostrara hostil, desconfiado, cruel, malicio £ vengativo y disimulado. Todos los grandes hombres fueron grandes g ' ¡ intensidad de sus afectos. La salud tampoco sirve de nada si no está hecha grandes afectos, es más, le son necesarios. Los grandes afectos concentran a za y la mantienen en tensión. Cierto es que a menudo son la causa de que uno \ Ca R U t ACA A áes a .... -t J fíTtOS. • ca — mas eso Kno i un argumento contra .lo útil en general de susr. cefectos. ^' . tra moralidad pretende ndc, sin embargo, lo contrario, pagadores y prestatarioy solventes. r a c

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U [78] . . Los juicios estéticos (el gusto, la molestia, el asco, etc.) son lo que constituí la ^ de la tabla de bienes. Ésta, a su vez, es la base de los juicios morales. 11 [79] ^ Lo bello, lo repugnante, e l e , es el juicio mas antiguo. En cuanto reclama ser a *d absoluta, se transforma el juicio estético en exigencia moral. ^ verd

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4olm ° * " °f ^aZlèteT^cZ valora? e r n o s a los juicios estéticos. Esto es lo quejW>J ^ S E ? ™ abundancia que tengan los mtsmos derechos. * > el hecho último y la medida de las cosas. C U a n t

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1.

Tienen que hacerse los sabios con el monopolio del mercado de di r encima de ello a través de su modo de vida y los objetivos y d a n T ° ar se por _ es absolutamente necesano que la inteligencia más elevad la riqueza sentido. 2. El matrimonio. A la mayoría de las mujeres casadas se las sitúa demasi — El objetivo del matrimonio./a/H<w ha de ser la satisfacción sexual — y 0ción de trabajadores necesita buenas casas de putas. — Matrimonios t e m p o r a l e é :

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11 [831 Entre 1650 y 1800 la ciencia pretendía probar la sabiduría y la bondad de Diosresultado fue lo contrario. Ahora se ve uno tentado a reconocer un resto de Dios, un inte lecto defectuoso, rodeos astutos y malvados para llegar al bien, etc. Pero 1) se ven grados muy diferentes de sinrazón, 2) y lo mismo de bondad: sería un ser sin carácter. ¿ Para qué aceptar un ser así? — El mundo ¡no es ni bueno ni malo! ¡Y el hombre tampoco!

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ndonar no sólo la doctrina del pecado, sino también la «eU • • en la naturaleza - ¡quedan los juicios estéticos' • ZlIt ""*> " armónico, brusco, deslumbrante, c o n ^ ^ ^ f' Te ¡Dichos juicios, sin embargo, hay que fundarlos sobre una base d e S " paba


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11 [8^1 El querer hacer daño, el goce en la crueldad — tiene una larga historia. Los cristianos en su trato con los paganos; los pueblos, con sus vecinos y sus enemigos; losfilósofos,con los que pensaban de otra manera; todos los librepensadores: los periodistas; todos los que viven discrepando, como los santos. Casi todos los escritores. Incluso en las obras de arte hay ciertos rasgos que sugieren que apuntan al rival. 0, como en Heinrich von Kleist, que con su fantasía pretende hacer violencia al lector; Shakespeare también. — L o mismo toda risa, y la comedia. Lo mismo el goce en el fingimiento: larga historia — ¿Es por eso malo el hombre?

11 [84) Todo nuestro mundo son las cenizas de innumerables seres vivos: y eso que lo vivo es tan escaso con relación a la totalidad: pero todo ha estado alguna vez vivo, y así sigue la cosa. Supongamos una duración eterna, y, en consecuencia, un cambio eterno de materia — 5

|85| Un investigador como Lecky jamás podría explicar la decadencia de una idea luego de haber sido la dominante. Las ideas son enfermedades importantes que afectan a muchas generaciones, y que acaban por curarse fisiológicamente y desaparecen — y las propias ideas no son más que la expresión que nosotros conocemos de un proceso fisiológico. Hay enfermedades individuales y supraindividuales. Hay que estudiara los hombres en quienes surge la idea contraria o el escepticismo: en ellos hay un rasgo fisiológico nuevo, probablemente el germen de una enfermedad distinta. — Los hombres en cuanto animales delirantes.

11 [90]

Los hombres de la Edad Media, los inflexibles, nos despreciarían, quédame, debajo de su gusto. del

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gran

11 [86j La cuestión en el asunto de la brujería es la enorme cantidad de hombres que antes hallaba placer en dañar a otros y en pensar que los dañaban, así como en e

en la crueldad c o n f o r m a n con el martino espmtual en lugar e

' y on imaginarse el martirio y ya no pretender verlo.

' « Nktzsche a W. E. H. Lecky, Geschichte des Ursprungs und Einjlusses derA»ft rung m Europa,taddel inglés por H. Jolowicz, Leipzig, 1873. r

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FRAGMENTOS POSTUMOS

-ios con desdén - ideales cuvo. «inj^S nos sirve de criterio es p r e e u ^ * * * » W d „



11 193]

' ¿ onstanicmeo» sentimos y pensamos (recordamos, fantaseamos) cosas que no llegan a la eoncenca. Son de escasa calidad, débiles, y ¿ j £ ^

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11 194)'' A los que creen en la moral. Deus nudus est [Dios está desnudo], Séneca



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Deus nudus est, dice Séneca. Me temo que se esconde en más- d habito hace no sólo al monje, sino también a los dioses.

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los demás. Existe la " ^ ¡ ^ U « U verdad por sí misma, orno el amor al prójimo por sí mismo.

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..Creéis vosotro s que un griego, si se la describiéramos, encontraría adm'

deseable nuestra cultura? ¡Ni siquiera un salvaje! Cada condición obtiene 2 ? sí misma: otra totalmente distinta supone siempre una especie de contradicción pecto de dicho ideal y por eso resulta desagradable y despreciable. ¡Cómo habríaT medirse el concepto de «progreso de la cultura»! Todo el mundo cree estar en la cir^ y que su ideal es el ideal de la humanidad. ¡La historia de dichos gustos e ideales! Falta también en todo ideal aquello que da valor a otro ideal, lo que gusta a los que lo siguen. Ahora bien, ¿hay progreso en la cocina? Sí, dentro de ciertos círculos particulares, pueblos, estados, familias el ideal se desarrolla. — El individuo libre tiene su gusto pnvado. tiene que ser muy tuerte el individuo, si no, no pasará de ser un pequeño capricho respecto del gusto de la familia o del pueblo.

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11 [97| La aparición de MUCHOS individuos libres entre los griegos: el matrimonio, no por concupiscencia. Ejercicio y formación en el arte del coi. La paidofilia, derivada del respeto y cariño a la mujer — evitándose de ese modo el nerviosismo excesivo y la debilidad de la mujer. La competición y la aceptación de la envidia. La manera sencilla de vivir. Los esclavos y la valoración del trabajo. La religión, no una prédica moral, deja libertad de costumbres, en general. La muerte del embrión; eliminación de los frutos de un coito desafortunado, etc. 11|98| En cada momento de la existencia de un ser se hallan abiertos innúmeros caminos a su desarrollo: la pulsión dominante considera bueno, sin embargo, sólo uno de ellos, el que corresponde a sus ideales. Por eso, la imagen que Spencer se hace de futuro del hombre no sigue una necesidad de la ciencia natural, sino un deseo denvado de ideales actuales.

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que una época consioera maio veo lo que contradice ^toSLw )but de antes: p. ej., una manera más basta de E a ¿ ¿ ¡ 2 Z < „,, hoy hoy en día se soporta. En algún momento fue una virtud la - í f í E h » ta vive él ™ con ,a conaenca de „ e

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¡Qué es tolerancia! ¡Y reconocimiento de los ideales ajenos! Quien, ^f™^ entregado y con fuerza, promueve su propio ideal, no puede de ningún modo * Séneca, Epistotae, XXXI, Nietzsche cita de Lecky, op cit. 178. 7

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2 e cuando el ideal n o c o r r e ^ n d e ^ n el ^ huniaiio en a b ^ l u ^ ¿ ^ trata óe vinud o n W !

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11 [102) ¡Infeliz! Has tenido ocasión de ver también la vida del solitario, del libre: y una vez más, como entonces, precisamente por conocerla, te has vuelto a cerrar el camino. Quiero ordenar todo lo que niego y cantar la canción entera: no hay castigo alguno ni sabiduría ni bondad n i fines ni voluntad: para actuar has de creer en los errores; y aun así actuarás en función de los errores cuando los hayas visto como errores. 11 [1031 ¡Qué es moralidad! Un hombre, un pueblo ha sufrido una transformación fisiológica, la percibe como un sentimiento común y la interpreta en el lenguaje de los afectos y en función del grado de sus conocimientos, sin darse cuenta de que el lugar e la transformación es la physis. ¡Como si se pretendiera tranquilizarle a quien nene a m b r e C O n

conceptos y costumbres, con elogio y condena!

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FRAGMENTOS POSTUMOS 780

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sobrevaloración de algo cuya posesión se desea) y la ó . „ , aleo cuya posesión se disfruta y se desea conservar) < alor . Amor y crueldad no son opuestos: siempre se encuentran el • las naturalezas mejores y más sólidas. (El Dios cristiano - ¡ ^ - ^ o , nada muy sabia y carente de prejuicios morales!) Pcrs . o t r a Los hombres no ven las dosis pequeñas y sublimadas, y por eso las • p ei la crueldad del pensador, el amor del ladrón. O buscan nombres a T * S i a n iodo lo que destaca en un ser y satisface su gusto. El «niño» exhibe t o d a s T ° Par, sin pudor, como la planta sus órganos sexuales — ninguno de ellos sabe rZ ades y condena. La educación supone aprender a rebautizar, aprender a sentir de °8'o mar^ 11 [106] £

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¡ « P r o v e c h o s o - p e r j u d i c i a l » ! ¡ « U t i l i t a r i o » ! A l a base d e tales e x p r e s i ó n el p r e j u i c i o de creer que se sabe hacia dónde debería e v o l u c i o n a r e l ser h ¡ ! S e h a l l a ( o el a n i m a l , la planta). ¡ C o m o si a p a r t i r de c a d a p u n t o n o f u e r a n p o s i b l e s S de sarrollos concretos! ¡ C o m o si la d e c i s i ó n a c e r c a d e c u á l sea e l mejor, e] SUD ' fuera c u e s t i ó n de m e r o gustol ( L a t a s a c i ó n e n f u n c i ó n d e u n i d e a l q u e ¡ n o d h ° n ° e b e el de otra é p o c a , el de o t r o h o m b r e ! ) ser

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c o n^t rt raaddi icci ieennddoo o d e s a r rroolul o . S ó l o respecto o ti rr uo u Sólo respecto de un ¿ 7 i' fc«^B* uc (nJiP ; a « i es _ _ °? C í z a T t i^ennPet ni s e n t i d o « s a n o » yy « e n f e r m o » . Mac Mas A el ideal W E0

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m ecesario para a l c a n z a r l o f a l t a c a s i p o r c o m p l e t o . 0 Nosotros s e g u i m o s n u e s t r o gusto y l o n o m b r a m o s con los términos más sublinjes.como son d e b e r , v i r t u d o s a c r i f i c i o . N o reconocemos lo p r o n t o , hasta lo despreciamos, c o m o d e s p r e c i a m o s e l i n t e r i o r d e l cuerpo, las cosas sólo nos resultan

[108| ¡ N o existe e l i n s t i n t o de a u t o c o n s e r v a c i ó n !

soportables cuando v a n e n v u e l t a s e n u n a p i e l l i s a .

11

[109] ¡ E s o s a p ó s t o l e s de l a t o l e r a n c i a ! ¡ P e r o s i e m p r e e x c l u y e n u n o s cuantos dogmas

( « v e r d a d e s f u n d a m e n t a l e s » ) ! S ó l o se d i s t i n g u e n d e l o s p e r s e g u i d o r e s e n l o que piensan acerca de l o q u e es n e c e s a r i o p a r a l a s a l v a c i ó n .

su razón,

de la d e b i l i d a d de su r a z ó n ! A

UBI

En punto al g u s t o i n t e r e s a b a , cómo afectaba a la

¡ A t e n e r s e a l a r a z ó n e s t a r í a b i e n , si e x i s t i e r a la r a z ó n ! ¡ Y e l t o l e r a n t e tiene que depender de

.

t o d o e s t o : e n d e f i n i t i v a ni

Imdad se

larga

a d e m á s , si algo mataba o satisfacía, etc. — no

( e n v a r i a s g e n e r a c i o n e s ) . Tampoco se sabia con qué irregu-

m a n t e n d r í a e l c u e r p o n i c ó m o a f e c t a r í a n los altibajos tuertes. La depre-

I aón a consecuencia d e u n a a l i m e n t a c i ó n o u n a digestión deficientes determina el

siquiera es ésta l a q u e p r e s t a o í d o a l a s p r u e b a s y r e f u t a c i o n e s , y d e c i d e . Son las afic i o n e s y las d e s a f e c c i o n e s menos

lógicos

del

Los

gusto.

perseguidores,

p o r c i e r t o , n o han sido 11 [U41

que los l i b r e p e n s a d o r e s .

p avidez de presa, la glotonería, la voluptuosidad, la crueldad, * ¿ * 8 ^

¡ L a i n d i f e r e n c i a ! U n a c o s a n o n o s i n t e r e s a , p o d e m o s p e n s a r a l respecto q u e r a m o s , n o h a y en e l l a n i p r o v e c h o n i p e r j u i c i o — t a l es u n o d e l o s

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d e l e s p í r i t u c i e n t í f i c o . H a i d o c r e c i e n d o l a c a n t i d a d d e c o s a s a s í ; e l m u n d o se n h a c i e n d o cada v e z m á s i n d i f e r e n t e —

d e ese m o d o f u e c r e c i e n d o e l conocí

i m p a r c i a l , q u e p o c o a p o c o se c o n v i r t i ó e n

gusto

y

acabará

s i e n d o una pasio .

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" ' ' IParacelsi ' mirabilia

w - D e t o d o s [ L o s m i l a g r o s d e P a r a c c l s o ] . R e l a t a d o s p o r Y. w< d e n t e , l o s m i l a g r o s — así m e l o c o n t ó P a r a c e l s o — q u e v i y o í , es u n o e l m á s s o r p

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el baile de San Vito, la embnague,

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todas las

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I KAtiMIN l'()S POSMIMOS Una vez * * el refinamiento el escalón anterior no se . Ion s.no como contn.no I s , v tóri/ pensar contrarios Va , Ina pulsión tan complicada, aun cuando tenga un t,o ,h unitaria > mam/a a todos los que. pensando, buscan una ( I c n n i c j o n ^ ' ^ r a , n



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Los juicios morales son epidemias que tienen su tiempo.

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Penosas nan, í ? ? " Se forma una clase de esclavos — procuremos que se forme tattihiA. D I e n

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¡La «ciencia», se supone que por amor a la verdad misma! ¡Se supon el silencio puro de la «voluntad»! Realmente todas nuestras pulsiones se ^ acmo. bien que según cierta organización particular, que podríamos llamar t adaptación mutua, de tal modo que el resultado no sea una quimera: una i -1 excita otra pulsión, cada una de ellas fantasea y pretende imponer su especie de mas cada uno de esos errores a su vez pasa a ser motivo de otra pulsión (p j rradicción. análisis, etc.). Con todas las muchas fantasías se acaba casi necesariamen" te por adivinar la realidad y la verdad, son tantas las imágenes que se proponen que al final alguna acierta, es un disparar contra una sola pieza con tantas y tantas armas; un gran juego de dados, que no suele darse en un sola persona, sino en muchas, en generaciones: aun cuando lo que produce un docto no sea más que una fantasía y aunque ésta se vea aniquilada por otra, con eso no hace más que D I S M I N U Í ? el número de posibilidades (entre las cuales tiene que estar oculta la verdad) — ¡un logro! Es una caza. Cuantos más individuos tenga uno en sí mayor probabilidad tendrá de encontrar él solo una verdad — la lucha está, pues, en él: y tiene que poner iodos las fuerzas a disposición de la fantasía particular y luego de otra contrapuesta: debe tener una gran ftierza de ánimo, una gran repugnancia ante la monotonía, un asco intenso y repentino. — Aquellas naturalezas que únicamente comparan lo que otros particulares han imaginado necesitan sobre todo frialdad: hablan éstos de la «frialdad de la ciencia», son los improductivos, una clase de hombres que es importante, puesto que efectúan el intercambio entre los que producen, una especie de comerciantes, tasan el valor de los productos. Esta capacidad también puede estar presente en definitiva en un solo hombre que por l o d e m á s sea productivo. Mas J otra capacidad importante: tener el DISFRUTE en todas las fantasías rechaza , espectáculo de su Jucha, etc. — ver en ello la naturaleza.

las mismas operen l lente i conflicto u — t

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^decho apénelos jconfironeo.

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* " i cunas con tas o u » a » ' « g u ^ « i ebe caso perece n general, el resultado es la conservación de la especie - El elogwv la coafe especie.-El p e l l a s , el gusto temporal por ésta o por aquélla es un fenon no relativamente m i R Henende de la conciencia que se tenea de lo «i o lo «perjudiio «uñí» 0 5

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U es muy pwav B « w t n M « »«i tav non S C K U J U U actuando las pulsiones execrables, si bien bajo otro nombre o sin que les prestara atención. ;No depende demasiado de las éticas que hayan regido!

cial», ¡

n(i23| .me*--m*m¿De dónde vienen los cambios de gusto en lo moral ¿Afectan a lo profundo? ,Como la falta de apetito en la alimentación, como el sentimiento de asco y de deagrado ante lo podrido, el humo, etc.? ¿Es que está el gusto enrelacióntefinalidad con un estado o condición (los hombres de un pueblo)? ¿O al rnenos de lo que «cree lafinalidad?— ¿Viene a expresar «ahora necesito esto, eso no lo necesito». £ 11

acostumbres que cambian, como el gusto en el comer, provocadas por la sannac ^ más sencilla que haya a mano, en esto y en aquello, de tal **bre, la atracción y el deseo v se experimenta la sensación opuesta con lo que puesto y desconocido? ¿O ambas cosas?

Ü [1241 II

[120J Para la ciencia necesito de toda m i bilis. —

mide: significa «pieza de caza», pero tiene también la connotación de «salvaje»-

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Pulsión se hace más intelectual pasa a ^ ^ ^ ¡ d o anteWWVB valoración. Suele oponerse a la pujs o ^ « ^ r a su contrario (crueldad P- e j - ) ' ^ ¡£J *e amor a ta. entiende , ; » un gran refinamiento por meow r platón l o c i ó n a María y a los santos, la exaltación artm n

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la filosofìa son p u l s i o n sexual

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de la \ nía y volver a ser naturaleza muerta p . j Ksti rtc Je los que quieren morir ¡Amar la naturale/^v " ' ' ^ c M H O muerto! No es lo co.ma.io. ..no el seno materno, la regla q u ^ ^ v e r a ^ do que la excepción, pues la sinra/on y el dolor solo se dan en el n d *mi tiene «finalidad», en lo vivo. s ¡

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" " "| S Tcho^ o r d i n a a° lo "que " otros •rtiíi» no individualista es el masiU I _ _ , tft$f?\ (como entre los chinos), falta de coi ^ón-P a más importante el bien del grupo. De . nos este caso retrocede el hombre a su ser n U ffZ antes miembro que individuo; en el curso de ^^Ltortda complicado, cada vez mas ^ V i ^ ^ f •a» ,vtf Ifhlbre libre es un Estado, una sociedad de individuos. es gregarios y de las plantas sociales es totalmente diferente del de * ° anim calos Los hombres que viven solos, si no perecen, evolucionan transíorX en sociedades, se desarrollan toda una sene de ámbitos de traba*, v * da una lucha de las pulsiones por la alimentación, el espacio y el tiempo tanta. La •^regulación no aparece de golpe. En general se puede decir que el bwnbrt es un J¡ que necesariamente perece, porque aun no la ha conseguido. Todos morimos ¿anasiado pronto a causa de miles de errores en la practica por ignorancia. - t i hombre más libre es el que tiene el máximo senrimienio de poder sobre sL el afea na conocimiento de sí, el m á x i m o orden en la necesaria lucha de sus fuerzas, la máxima independencia relativa de las fuerzas particulares, la máxima lucha relamí casi: es el ser más discordiante y cambiante, el que más vive y el que mas desea y se alimenta, el que en mayor medida se aparta de si y se renueva.

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¡Curiosa actividad la del intelecto! En la pulsión sexual desea una person como medio para deshacerse del semen o fecundar el óvulo. Esto es lo que no°T el intelecto, que pregunta: ¿por qué este deseo?, examina todo lo que hace desefo a una persona > luego dice: ¡esa persona debe poseer todas esas características hacen deseable! — así razona, y cree tan firmemente en ello como mientras soñí mos creemos en lo que vemos en el sueño. Es carnet erí si tico de él el creer en sus deducciones. Con todos los afectos es el intelecto así de primitivo-animal como cuando se sueña- — Mostrar esas deducciones animales para todos los afectos. — ¿Que es. entonces, el escepticismo? ¿Cuándo, en que circunstancias llega a ser el intelecto tan fino, tan desconfiado frente a sus deducciones?, ¿tan poco soñador?

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11 (12*J>* Ahora ha vuelto a descubrirse por todas partes la lucha y se habla de la lucha de las células, de los tejidos, de los órganos, de los organismos. Pero en ellos se pueden reencontrar afectos completos que en nosotros son conscientes — en última instancia, cuando haya sucedido esto, le daremos la vuelta a la cosa y diremos: lo que realmente pasa cuando se despiertan en nosotros afectos son movimientos fisiológicos, y los afectos (luchas, etc.) no son más que interpretaciones intelectuales que el intelecto hace cuando no sabe nada en absoluto pero, no obstante, pretende saberlo todo. Con palabras como «enfado», «amor», «odio» cree haber señalado el porque, la razón del movimiento; asimismo con el término «voluntad», etc. — La ciencia natural pretende ahora esclarecer los procesos más minúsculos mediante esos " ^* ios o afectos aprendidos, en una palabra, crear una manera de hablar para dichos p cesos: ¡muy bien! Pero seguirá siendo un lenguaje de imágenes. s e

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Un movimiento se da 1) por estimulo directo, p. ej.. en un raí rr accionado el hemisferio del cerebro y le falla lo automanco. 2 1 po d i e n t o , a través de la imagen del proceso. Se traía de una imagen mm*m yeial - ¡qué sabe el hombre del masticar cuando se imagina el rn^car^tas, mcontablcs. las veces que la imagen del proceso en el o £ « « S¡ ***** al inicio del proceso pac estimulación que altmal se crea un aparee

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' Piaton. El banquete, 207c-212a. ... 284], lo » Este fragmenio, asi como los fragmentos 111130. 131. 132. 134. 182, 241. ' esenbe N.etzsche en cl contexto de la lectura de W. Roux, Der Kamp/der Titeil« *f g Em Beitrag zur ten-ollständtgung der mechanischen Ä W d b w & l ^ ^ ^ f l ^ ^ R*0 como senala W Müller-Lauter, «Der Organismus als innere Kampf. Der liinfluß von HIBiniiui»Mfltoofrffflaafai7 (1978», 119-223. 2 5 6

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FRAGMENTOS PÓSTUMOS

transforma en/ti/ictón originarias, y en adelante viv de un organismo %

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erguirse trente a la calma, la pereza. Por eso no siempre | actúa como estimulo desencadenante, por haber efectivamenteT" , que es más fuerte. Hablamos entonces de «querer y no poder» _ ° ^ ^ el contra-estímulo en nuestra conciencia, pero notamos una f , ud "o sin fuerza al estímulo de la imagen, por ciara que ésta sea. Tiene |n ° qu? aun cuando no sepamos quién lucha. Si el estímulo opuesto es m á f l ? ' ' * l u T Ja voluntad que lleve a la acción — notamos siempre algo de | Pare ERRÓNEAMENTE INTERPRETADO, es lo que produce al lograr lo c i , 7* sación de HABER VENCIDO. En esa interpretación errónea tenerno , > ¡a , ' creencia en la voluntad libre. No somos «nosotros» los que llevamn deT sentación a la victona — sino que ella vence, porque el contra-estírnul epre Pero el hecho de que el mecanismo funcione no tiene nada q ver * débil nuestro capricho — el mecanismo, ¡ni siquiera lo conocemos! ¡ C ó m o ^ ° con «qucrcrlo»\ ¡¡Qué es, p. ej., para nuestra conciencia el estirar un brazo?* * ° er a

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11 |132|" ¡La razón! Sin sabiduría no pasa de ser algo por completo insensat más grandes filósofos. ¡Cómo fantasea Spinoza acerca de la rozón] Un erm* ^ tal es la creencia en la armonía y en la inexistencia de lucha ¡sería l a ^donde hay vida, hay una cultura cooperativa en la que los participantes luch™ " ^ mentación, el espacio, y los más débiles se unen, viven menos y tienen m ° ' ''" dencía: la diversidad domina en las cosas más pequeñas, espermatozoides í**. igualdad es una gran locura. En la lucha perecen un sinfín de seres i ~~' raros se conservan. — ¡Habría que ver si en conjunto hasta ahora la razón co ° tensión ilusoña de saberlo todo, de conocer el cuerpo, de «querer», ha contribuid ^ a conservar que a destruir! La centralización no es en absoluto tan perfecta — y la sunción de la razón de SER tal centro es, sin duda, el mayor defecto de tal oerfecrióT"

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Las pulsiones morales nacen cuando transponíamos a nuestra «razón» las propiedades del ser animado más ínfimo. Un ser tal se adecúa a lo más próximo, lo transforma en posesión suya (posesión es en pñncipio alimento y almacenaje de alimento), trata en la medida de lo posible de apoderarse de mucho, no le basta con compensar la perdida — es CODICIOSO. Así crece él solo y a la larga se reproduce se divide en 2 seres. A esa pulsión ilimitada de apropiación le sigue el crecimiento y la generación. — Dicha pulsión lleva a la explotación de los más débiles y a la competiaon con los que tienen fuerza parecida, lucha, esto es, ODIA, teme, simula. Ya el adecuarse supone hacerse igual a algo extraño, tiranizar — CRUELDAD.

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11 fl.UJ Sólo podemos «queren> lo que hemos visto — esto es, sólo desde que se formó el ojo hay representaciones en la memoria, y a éstas, cuando tienen fuerza bastante para estimular, les siguen acciones. Antes, hacen falta estímulos aferentes que den lugar a Jas acciones.

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« A m o r » es s e n s i b i l i d a d para con lo que posee

C o l o q u e deseamos poseer.

II 1I35|

« E f e c t o . » E l e s t í m u l o que filenas (p. e j . , e l f u n d a d o r d e des desencadenamientos

uno

e j e r c e , l a i n i c i a t i v a por la que otros desatan sus

una r e l i g i ó n )

s u e l e c o n f u n d i r s e con el

efecto:

de gran-

de f u e r z a s se d e d u c e n grandes « c a u s a s » . ¡Falso! Pueden ser

insignificantes, los e s t í m u l o s y las p e r s o n a s ; y estaba pronta a e s t a l l a r ! —

¡ s ó l o que la tuerza se había acumulado

¡ M i r a d l a h i s t o r i a del

mundo!

II [136|

El que u n i n v e s t i g a d o r o b t e n g a r e s u l t a d o s e x t r a o r d i n a r i o s (como Mayer), eso no

que p o s e a una

prueba a u n



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f u e r z a e x t r a o r d i n a r i a : s u talento intervino

por azar en el

n que e l d e s c u b r i m i e n t o e s t a b a d i s p u e s t o . S i l a casualidad hubiera hecho de un f i l ó l o g o , c o n l a m i s m a p e r s p i c a c i a h a b r í a h e c h o algo importante, mas nada

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s a b i o : n i s i q u i e r a e l m é t o d o , pues acerca

de este existen

J u m e n t o d i v e r s a s t e o r í a s y p r e t e n s i o n e s . S i n o la cantidad, p n n c i p »

délo ,

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d e g r a n d e s m e d i d a s , y e l dar unidad, el mirar con ojos

'Oantim.^ 10

~~ antiguo, etc. » Véase la nota de 11[128J; W. Roux, «p. / / 65 71 "Véase la nota de II [128]. c

11

[137] los f i n e s , M o s e s Mendelsohn, '

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ese a r c á n g e l de

* a n o p o d í a h a b e r estado tan chiflado como

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^ mira, t _ _ j^as ahora viene el mas difícil de los con hace ¡ J s d P ^ ' d e vida resulten llenos de inconvenientes: un exceso absoluJde * moó° pueda probar, si no, habrá que elegir el aniquilarse tiene q" . h n i d a d como medio de aniquilar a la humanidad. Ya mism° con ^^ ^ s t r o pasado y el de toda la humanidad y

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hombre cuando éste llegue por f,n a vivir so'lopT * t™! ÍSció» ¡' la pasión del conocimiento: no hay para « ¡ « « t o medio ^ S a r también las fuentes y los poderes del conecta**,, los ^ K#V° ° tecW , ^ ^ " " ^ ^ ' ó n . - ¿Qué efecto

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En el m á s p e q u e ñ o de los organismos za. de la que luego debe deshacerse sea L r .«"«lamente por un estimulo extenor. .Hac dónde"T<££T%> "«° %ZT"* 8 hab.tual: esto es. hacia donde le mden L J, f * Segura* °Z desencadenamiento ^ 0 „ , ¿ n t , 0 f ' " " « " « . «acia allí ^ *a 1 ¿

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£ 7 retomo de lo igual. ' *V ' "'Esbozo. MMflfe '* La asimilación de los grandes errores. La asimilación de las pasiones. L a asimilación del saber y del saber que renuncia. (Pasión del conocimiento) E l inocente. E l particular en cuanto experimento. El aligeramiento de la vida, rebajamiento, debilitación — tránsito. E l nuevo centro de gravedad: el eterno retorno de lo igual. Importancia infinita de nuestro saber, errar, de nuestras costumbres, modos de vida, para todo lo que venga. ¿Qué hacemos con el resto de nuestra vida — nosotros, que hemos pasado la mayor parte de ella en la más radical ignorancia? Enseñamos la doctrina — es el medio más fuerte de asimilarla nosotros mismos. Nuestro modo de ser dichosos, enseñar la más grande de las

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A primeros de agosto de 1881 en a 6.000 pies sobre el nivel del mar ¡y mucho m a s s ^ , ^

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noder alguno: taniu u a ,v nu\.aua LUHI^MUU V ia ume conira Í Y p ^ a que eso no nos transtorne, no ha de ser grande nuestra compasión. U f ncia tiene que haber arraigado hondo en nosotros, asi como también el gusto * ^ contemplación. Tampoco debe afectarnos en nada la miseria de la humanidad ^ M a s la cuestión es si a ú n queremos vivir: ¡y c ó m o ! í

Qué sopesar: los distintos estados elevados que he tenido, que sirvan de base de isdiferentes capítulos y materias — como regulador de la expresión, exposición, yaks dominante en cada c a p í t u l o — y obtener así una ilustración de mi ideal como íájéramos, por adición. Y luego ¡hacia arriba! II



[1421 ¿Hablo como alguien a quien se le ha dado la revelación? Despreciadme, enton- — ¿ ° i s de esos que a ú n necesitan algún Dios? ¿Es que razón aún no siente asco al comer u n alimento tan pobre y estropeado? m C

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^cesarlo, qué capacidad de disposición tengo yo sobre mis Pensamiento ^Pesofi y la creencia es un peso pesado que junto a todos ios ^ción n > y > ' <** hacen ellos. ¿Dices que la aULÍSted*^ * la sociedad te transforman y determinan? Si. pero rus ^,5 < P^sto que son las que te determinan a dicha alimentacm ;t°>. La l ' Z¡ * Pcnsanuento de los p e n s « n « ^ « innu ^ lo que quieres hacer: «¿es de tal modo que lo Arables veces?», es el peso pesado' más grande. C C P r C S Í Ó n

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? ".'* *Z 6 k H o í l í ' ^ ¡ Para 4) filosofía de la indiferencia. Lo que antaño mas a^ modo totalmente distinto, se considera y se acepta solo c o m ^ J y labores), se rechaza por principio como vida en lo no

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actúa ahora ^ . ^ nes dism* io

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* Gleichsehen und Gleichnehmen: se trata literalmente de un «v ahí el que luego se diga que tal ver es impreciso. p

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Pesado», aunque en sentido figurado remite a «lo fundamental» de algo.

1 1 0 1 . PRIMAVERA-OTOÑO DE 1881

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.¡ene que haberlo alcanzado ya y no una vez, sino i n

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i es» 0 * 2 distribuidas exactamente de la misma maneL C W momento que dio vida a éste y w ~

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y otra vez volverá a discurrir - un gran minuto de tiempo ' 'ouftodas las condicione, de las que tú surgiste vuelvan a £ t> > ^ T r n u n d o . Y entonces volverás a encontrar cada uno de los ¿Z ><el cX uno de los amigos y los enemigos, de las esperanzas y os t * t P ' ^ f d e hierba y cada rayo de sol, el conjunto completo de las cosas Sy > eres un grano resplandece una y otra vez. Y en cada círculo de circulo en q « < siempre una hora en que surge, primero en uno, luego icia d a » s , el pensamiento mas poderoso, el del eterno retorno de hos'sa es siempre la hora del mediodía para la humanidad. A

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La educación tiene que ¿ r i t a r 1«, h L inclinación exclusiva y se conviertan en L „ ! ? ^ e ^ división del t r a b a n Hay que lograr seres qufTodo To 7 * yd ^ min ¡L? el juego de la vnda participen en él, sea aquí < * ~ W o ^ A ellos hay que adjudicarles él n 'n " T * " ¿ d > puesto que no harán de él un uso violento, ^ ^ ^ confiad^ objetivo. A l pnncipto se pone el dinero en sus manos olTn * un ún^ meros educadores ¡tendrán que educarse a sí m i s m o s i , . l ? e n (los pri. seguro ° -~ ™ *"*•* v^ cualquier otro sitio se anlicarí ——mdonde dales demasiado vehementes). A s í se forma una nueva casta dirígeme ^ q

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L a repugnancia ante la vida es algo bastante raro. Nos mantenemos en ella v la postre y en las situaciones difíciles estamos conformes con ella, no por miedo a algo peor ni por esperar algo mejor, no por hábito (sería el hastío) ni por el placer ocasional — sino por la variación y porque en el fondo nada se repite, aunque recuerde a lo vivido. E l e s t í m u l o de lo nuevo que, sin embargo, recuerda el sabor de antes — como una m ú s i c a con mucho de desagradable. a

i11 i [147| 11*#/j

Una nueva doctrina alcanza por último a sus mejores representantes, a las naturalezas de siempre seguras y que dan seguridad, porque en ellas las• ? ^ han crecido revueltas, con la fecundidad de una selva virgen, ^ " ^ T ^ bles. Los m á s d é b i l e s , vacíos, enfermos, necesitados son los que recio de lo nuevo — los primeros adeptos no prueban nada contra una o ce que los primeros cristianos fueron el pueblo m á s inaguantable n m

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>\$w-' , oxígeno cu» * F"*

o — i™ w«*t/n.iu u^w^9 partes ce &^ t i t u d , hay siempre un error en la realizadora por lo tanto, ¿ble de re ^ j g dentro del cual el experimento funciona. Mas también m cierto ^ g de juego se da la eterna transformación, el cambio eterno de dentro de n ningún momento exactamente el mismo que en el £ cosas, e nuevo: aun cuando dicha novedad sea demasiado peque«.imento a n t e n u i , » & * ^""sepoeda medir, e incluso el desarrollo completo de todas las no\edades ñapara que -^tras dure el ser humano no sea lo suficientemente grande como para refutar la fórmula. Hay tan pocas formas como cualidades. e x a c

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U [150] . El devenir no podemos pensarlo de otro modo que como el transito de un estado «muerto» que dura a otro estado «muerto» que dura. ¡Ya. y de lo .<mueno» decimos que no se mueve! ¡Como si hubiera algo que careciera de movimiento! Lo miente no es lo contrario, sino un caso especial, de lo muerto.

H11511 . El suponer que hay cuerpos, superficies, líneas, formas no es sino la consecuent e suponer que hay substancias y cosas, que hav permanencia. Tan cierto como ¡^estros conceptos son creaciones, asimismo lo son las figuras matemáticas. No gales cosas - una superficie, un circulo, una linea son tan difíciles de hacer reaconcepto. La infinitud entera ñ c u r a siempre entre 2 puntos en cuan^ y obstáculo. u n

" ' E f u n d o de las fuerzas no expenmenta g ^ S G ^ trario, en la infinitud del tiempo habría ido d e b i l í t e l o * y ¿ ^ ^ „ « . 0 . b ¡ ¡ J , , mundo de las fuerzas no experimenta cesación alguna, pu . ^ , alcanzado, y el reloj de la existencia estaña parada fcl ^ de rep ^ tanto, no liega nunca a estar en equilibrio, no t.cnc ^ ntt d e

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115211 S P ° * * d a d e s que hav en la ordenación y las relaciones de tai ft» y aanotada C^R - ei er raann ya g ^ a d l s ^™ n o 'hh *a Kb ™ ^ t r , n . r n r r i d o una infinitud. Y como T Vesto Z •h. 1** ^ab sido dado, ya no queda ninnuna posibilidad nueva y todo tiene que 13

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Los sentidos jamás nos muestn » algo simultané o, sino > y las leyes humanas del espacio i v e n m » . s s moas > su duración, es u decir. ^ u , nuestro csnacin t .Valida, . espacio que corresponde al cambio n o m , , ! . de w

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tribuir a este movimiento circular una pretensión un objetid\ ^ ^ c o n s i d e r a r l o , en función de nuestras necesidades des. aburrido, u contrario

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fondo lo que la ciencia busca es averieuar r A . a f e dúo - las cosas y él mismo, esto £ 3 a í ? í ^ «,. írupos para descubrir lo permanente No ' ¿ ^ T ^ t l T ^ hombre en las épocas en que ex.sta.* ^ ' ° «* en U que todos trabajan sin cesar para descubrir algo con o « ^ * faS? debe a c W o . porque es propio de la esencia del hombre En ta\ \T ^ «'«S que lo no contable no es esencial como durante mucho tíen^^^J que con el descubrimiento de eso esencial nada se ha ganado de la n*¡£ ? ° " ** Aas» Za erw/encw tonta /ra dependido de la creencia ?» A ? * d a d . (como cuerpos, duración de la substancia, etc.). La c i e n c i a ? £ Í ¡ Z * continua ei proceso que ha constituido el ser de la especie, hacer endémicala c cía en ciertas cosas, y excluir a los no creyentes y dejarlos morir. La similitud en la sensación ídel espacio, o la percepción del tiempo, de lo grande o lo pequeño) ha He¬ gado a ser una condición de existencia de la especie, pero eso no tiene nada que ver con la verdad. El «loco», la idiosincrasia no muestran la no verdad de una representación, sino su anormalidad; con ella no puede vivir la masa. También en el conocimiento rige el instinto de masa: que, para vivir cada vez más tiempo, quiere conocer cada vez mejor sus condiciones de existencia. La uniformidad de las sensaciones, demandada antes por la sociedad, por la iglesia, la demanda ahora la ciencia: establecido el gusto normal de todas las cosas, el conocimiento, basándose en la creencia en l o perrnanenie, se pone al servicio de las formas más toscas k f p e n ^ ( m a s a , ^ b l o . humanidad, y pretende excluir y suprimir las formas el pm» idiosincrásico - a c t ú a contra la individualización, ^ ¿ * % ^ " c o n d i c i ó n de vida tan s ó l o para uno. — La especie es el mas basto o ^ ^ individuo, el m á s delicado, y viene después. Lucha por su existe ^ ^ nuevo, por una p o s i c i ó n relativamente única respecto de a i c o bre mejor que el gusto universal, que desprecia. Quiere ^ ' ^ ¿ ¡ 5 ^ con su de que el m i s m o es algo que no está qu.eto y que su gus < V • — ¡ g ^ En el No al indi\ iar v de 'sir ri

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todas l n ° n caos de fuerzas, también era ° wtt/i circular no es nada que hay;

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^ , mist" ? venir se da en el interior del movumenio circular v la cantidad ^ esión ° „ servirse de la falsa analogía de los ciclos que se hacen y se „ í nueS. " _n„„ „ \. nlpamar v la baiamar el día v t a ^ 1 , 0 i — épode las eterno ca T o d

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de enseñar dicha doctrina como si fuera una religkm ínespera.(^ardéni ^^^^^ i t e , generaciones enteras deben laborar en ella árbol que dé sombra a toda i ' Tiene a I reproducirse. £ ¡ Q é son ese par de rmlemos que ha durado el cnstiaiumanidad que « poderoso hacen falta muchos milenios — \largo ^'iTpostú todavía pequeño e inconsistente'. s

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1111601 Esta doctrina es clemente con quienes no creen en ella, no nene ni infierno ni iniena2as. Quien no cree, tiene en su conciencia una vida pasajern. H [1611 ¡ o estar a la espera de dichas m bendiciones ni perdones desconocidos y \ejajJMho vivir de tal modo que queramos vivir otra vez y queramos vivir etemamene *semodo\ — En todo momento nos vemos trente a nuestra labor. N

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a pene,™ en ci secreto de que no hay individuo, de ut cn . d.Mm.o del S i g i e n t e y de que las c o n d i c o n e s de s x . s n mero de i n d i v i d u e » : el M M sfattamente peqi» »» « ™ , un., imagen iclampago ex.raida del fluir perpetuo. A -

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d nwindo cierto grado de conciencia, tuvo que sunpr 4' 'OS, \ > error, un mundo irreal: serta que creen en lo permanente, en los indi«-^ ^ contramundo m a g u u w que se unr Poní al nv ° , So absoluto se pudo conLr sobre esa base algo - y al fmal hasu se de

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, pjtiMAVKRA-OTOfiO D E

1881

794

r'RACìMHNTOS PÓSTI cAto al f ^ p r e s e n t a r á la doefrina de la repetición dt -•' ° ' lantado la tendencia a enrar algo, lo que al sol di s

.-..v m á s fuerte . 1

.

r*^ \ i\ ir es la condición para conocer. Errar es la c (..mente, en lo mas profundo. Saber del errar m o l ^ u r 0 0 'a VÍH Hemos de amar y cuidar el errar, es la madre d^Z^ * Pan la ilusión * * ] -— nuestro cuín ° *ie . * to Vcuidado . U 1 U W U de w w IIU»MI [ iN r?unnj culto Amar y proteger la vida por mor del conocimiento imaginar'' por mor de la vida. Dar a la existencia una EttWfSí . < * e i 6a . " * ° n estética Mr rtw^iro xwjio ¿*>r W/a. es la < W / W ú « funtUúnemaf^^ « cimiento. ™ a Pasión por ; 1 ? *r>scubrimos asi que también aquí son condición de le vid * noche y un dia: querer-conocer y querer-errar son la bajamar lí ° <>s u» na uno de ellos en términos absolutos, se hunde el hombre- y tamb^^'

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i , n o de lo igual; sino algo toulmente distinto de lo í

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oíritu planta arboles de muy lento crecimiento. L o que b r a en el ^ ¡ h á b i t o s más usuales i ¡ n o Vos m á s apreciados'», del padre ^ ^ de un erudito es c o n f o r m ó l a ^ d a d del

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La ilusión política, de la cual me río del mismo modo que los c se ríen de la ilusión religiosa de otras épocas, es sobre todo mundanh^^^ ^ en el mundo y quitarse de la cabeza el «más allá» y el «trasmundo» E ^ V ^ " que el individuo, PASAJERO, se sienta bien: el socialismo es un fruto de eso S k ? los particulares, PASAJEROS, pretenden hacerse con la felicidad por medio ¿T socialización, no tienen razón alguna para esperar, como la tenían los hombres que disponían de un alma eterna y un devenir eterno y el perfeccionamiento futuro. Mi doctrina dice: vivir de tal modo que tengas que desear volver a vivir, ésa es la labor ¡lo harás en cualquier caso\ Aquel para quien el esforzarse sea el sentimiento supremo, ése que se esfuerce: aquel para quien el reposo sea el sentimiento supremo, ése que repose; aquel para quien alinearse, cumplir, obedecer sea el sentimiento supremo, ése que obedezca. ¡ O J A L Á se dé cuenta de C U Á L es para él el sentimiento supremo y no ahorre medios* ¡Se va en ello la eternidad*.

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defendemos de todas las DP« _ „„ abemos emplearlas (como fuerza) no se hace ubi Trinsas V las llamamos . i ™ ? ^ ' ^ Cómo hace uno útil s u propia runa? ¿crimen: ¿

mas elevado : el óe la IIPUP S e al arte de las obras de arte quiero enseñar otro arte 1

noción de fiestas. 1M

RLOZCOque algo es verdadero sólo en c o n t r a r ^ c ^ a t ^ o ^

de esa manera lo verdadero llega al munoo touu.. , ^ . -Mioconcepto. y tiene que coger fuerzas ¡mezclanoose ^ a m n t a . Asih eso hay que hacer que lo errores vivan y concederles un y * * ^_ para poder vivir como individuo hay que potenciar an j ^ . ^ ^ seguir potenciándola — lo opuesto: sólo \ ineulaoo a ella logra ^ ^ S íuerza. - Al final aparece un punto en que querernos ir mas £ | y lo idiosincrásico: pero sólo vinculados con el indroduo. k> opuesto, pouc de tuerza a esa pretensión.

almcnte vivo:

II |I64| •

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Hablo de A u f t » cuando m juicio cualquiera (e gusto lado de tal manera que ahora se exc.ta el solo ^ S < » V II * 3 ar un estímulo. Se desarrolla por s, mtsmo y en e c w » £ ,t.do de t u actividad haca fuera. Escalón intermedio, el serums ,ona ante estimulo! y por lo demás está inactivo.

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« fanauca contra los t P* wtcnor sin hacerla pe^ersa aderarse distinto- Decrece la te religiosa y el hombre aprende a consioe

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«n f ^ ^Lbai'o, lo» matrimonios: <por> éTse e s f a i l ^ " ? * ^ ^ ^ t X a la - . s f a c c * . aV0

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* para la riqueza y la fuerza de trabajo naciona' r envidia y aversión posibles, la mayor competencia compe

dice— es donde mejor se fomentan las artes ar ^ s' f Í c o m•orno o ün med.o de desp.ru, P ta envidia » de los^u ^ ^ ' Porotro otrolado, lado,el
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¡Cómo ha disminuido lo malo! Antes s* todo suceso naturali P "Poní |

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desmerece en mi consideración 1) cuando teniendo 200-300 táleembargo, comerciante, funcionario o soldado a la hora de males ,fesión, f ción 2 ¿) " ' oargo. un oficie • v una r .j erudito) u L a aue le roba el tiempo. ¡Como! ¿¡Son eso hombres intelectua K¿« el de _ ,y p der de ese modo el sentido de la vida! ^Querer casarse

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¡Qué mezquino me el cristianismo con la Antieüed.H i pleto! ¡El colmo de la difamación malévola!

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¡Trabajo de esclavos! ¡Trabajo libre! El primer trabajo es siem no se hace por uno mismo y que en sí mismo carece de s a t i s f a r ^ mucho genio [Geist] para que cada uno configure sus trahaí™ . todavía eatw. ' ra

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u/aiwiii esian por probar """"" |c[on a sí: en forma de elogio, condena, hacer depender a otros de 3mismo) asi para eso, fingimiento, astucia, aprendizaje, habituación, dar órdenes ¡mediante experimentos! Asimismo la aparición de organismos superiores a partir de loa inferiores. Deben realizarse pruebas ¡sobre miles de años! ¡Hacer de un mono un asimilar juicios y experiencias hombre! 4) secreción y excreción: en forma de asco, desprecio de las propiedades qu nn le son provechosas; compartir lo excedente, benev olencia 11 |178| 5) tuerza metabólica: por momentos venerar, admirar, hacerse dependienti Enfoque falso: para conservar la especie se sacrifican innúmeros ejemplares. alinearse, renunciar casi a ejercer las demás propiedades orgánicas, traiisfonnarse« Dicho «para» ¡no existe! ¡Tampoco hay especie alguna, sino pura y llanamente diver«órgano», saber servir sos seres particulares! ¡Así que tampoco hay sacrificio ni desperdicio alguno! ¡Ni sinrazón alguna! — La naturaleza ¡no pretende «conservar la especie»! El caso es 6) regeneración: en forma de pulsión sexual, pulsión de ertseñar. etc. Nos equivocaríamos, no obstante, de presuponer que dichas propiedades or¡ que es m i s fácil que se conserven muchos seres semejantes que tienen condicione *« se hallan de entrada en el hombre: más bien, las consigue todas ellas al fin de existencia semejantes, que seres anormales. convertido en hombre libre. Comenzó, por el contrario, siendo parte de de ornano que poseía sus propiedades orgánicas y hacia del individu 11 1179j - suficiente para qu En muchos casos el primer hijo de un matrimonio es razón ,sino "¡añera que por medio de una habituación indeciblemente larga A L PRINCIPIO los C? T ¡ sociedad trente a las demás sociedades y particuno se traigan m á s hijos al mundo: y, sin embargo, no se djpw"™ ia penN,Y7 "crtos. v \no en cuanto individuos! P. ej., siente mas que se mantiene, a pesar del previsible inconveniente de teMr m Ae DO(

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ció de los sigu.cnteY,! ¡Cuánta ceguera! ¡Mas el ^ ¡ ¡ ¡ S S S ^ 9*4 la calidad mejore, sino masas* ¡Por eso le importa un, ^ « tun¿ * * AM hombres* Los hombres extraordmanos ocrear con varias mujeres; y la» mujeres que tengan t « hon> pn op.aas no deberían por su parte quedar atadas al a/a „ es O * * qui¿ t o m a r mas en serio el ma.nmomo! Puesto que el 1.«

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/¡,ci» del r. de ° ^ mbres lo sienten: es tan poco lo que percibimos, aun cuando a noso0* aue l° n 0 l T„ ^ca muy largo, en comparación con el mismo día tal como lo r « t o Nuestra circulación « u g i nea podría, sin embargo, lener en verprobablemente An de un ciclo terrestre o solar. Maduración ££ brevaloramos, porque sentimos una medida ^flrftf* ^ " p i o . Es posible que todo sea mucho más pequeño. Esto es. que el íteesiva en e e se mueva mucho más lentamente, y sea mucho c o n

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" ' E I Loísmo es cosa posterior y siempre rara: ¡son más poderosos y más antiguos los sentimientos gregarios! P. ej., el hombre aún se valora a si mismo tan alto como te demás lo valoran (vanidad). A ú n pretende tener los mismos derechos que los demás y disfruta al pensarlo, aun cuando no trate igual a los hombres (¡lo que contiene, y mucho, la justicia del suum cuique [a cada uno lo suyo]!). No se considera algo nuevo, sino que tiende a apropiarse de las opiniones de los que dominan, y ümbién educa así a sus hijos. Es la fase previa al egoismo. no su contrario: el horne o es aún individuo y ego; en la mayoría de los casos siente su existencia lomas letificada posible siendo función del todo. Por eso permite que dispongan de él los Paires, maestros, clases, príncipes, para llegar de algún modo a A P R E C I A R S E A Si «Mo j (fcsnueslB que el que dispone. La obeel deber se le presentan como «la moral», es decir, calificándolas de granrahece sus pulsiones gregarias. - Incluso en el individuo adulto ¿ 'ncomcniblc el estado originario de los sentimientos gregarios, que esta > iglesia], es cruel con los advérsanos de la grey cristiana el * el • ¡ ^ Astado impone castigos terribles al criminal, no en cuanto ego smo < | ; - ^práctica de la crueldad, de la muerte, de la « e l vitud h

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„ i n f t T en cuanto tenoenua se ha ae^barazado ahora en i ,ú2l «uid micos y también científico»), de la cerní,™ ttido* W Z-l d e los I stados se o r o h í ^ ! ^ '^ ° " ^ Il t l ^

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es griegos pro,,K>\ i c r o n el „ „ - > ^ r a ¡ as, la calma política. ( A h o r a ^ ^ ^ fi >r medio del acaloramiento agonal* * en k. • lo que había que hacer era ,2 ' cv¡ ^ ^ P e , > cuenca añadida el que los ciudadanos se Z t ^ ^ ^ ^ ^ Asimismo pmmos .eron la paidofilta, al p r i n c i p é í * * * h e r m ^ * > m > dio lugar a a r c ó l o s empobrecidos v agitad ^ S m " ! ^ ^ b ! ' ^ med,o educamo para el ,os jóvenes y los n ^ a y Z ^ sin s e n a r a s x establecer el interés de los jóvenes * T n o t " T ^ ^ re» ido al hstado. pero con efebos no se puede h ^ ' " " * fc> asi ieu la galantería de los hombres, parjE i S ^do > CIÓ rculacon otras e ú W s f W d ^ que las que v é r ^ t K ^ Estado

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. Por que se fue a pique la cultura alejandrina? Con todos su, n • cubrimientos > su gusto por el conocimiento de este mundo 'sí d °s d . supo, sin embargo, darle la importancia última A H S T A V I D A ' / J * 2 ? ' ° importante el mas allá! Desaprender en esto sigue siendo aún hoy'!día ? " * principal - ¿quizá cuando la metafísica ponga el acento más forte n L^™ vida — siguiendo m i doctrina!

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o actuar viene sólo determinado por apetitos y afeaos. El conoñr de motivo, tiene que ser afecto. — Yo digo: para servir de moti-

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tai, la tendencia del socialismo es. como la del nacionalismo, unareacel hacerse indiv iduo. Con el ego, el medió maduro y extravagante, ícil: lo que quieren es devolverlo al redil.

conservar el propio ser por mor de otro ser.» «El empeño en conservarse es el ^puesto de toda virtud.» . . . . , . . «El máximo provecho mutuo para los hombres se da cuando cada uno busca su -mió provecho.» «No hay en el mundo otro ser tan provechoso para el hombre •orno el hombre que vive según el dictado de su razón, es. ducru ms •< «Es bueno todo lo que sirve de verdad al conocimiento, molo, por ei contrano, iodo lo que lo impide.» La razón es nuestro poder m á x i m o . Entre todos los bienes es el único que alera a todos de igual modo, que ninguno envidia en el otro, que cualquiera desea al «o y desea tanto más cuando él mismo lo posee. — Sólo en la razón están los hornos de acuerdo. No pueden estar m á s de acuerdo que cuando viven de acuerdo con fcon. No pueden ser m á s poderosos que cuando coinciden plenamente. — En i con los demás y con nosotros mismos \ i \ irnos en todo caso con más poder i discordia. Las pasiones enemistan, nos traen conflictos con los ckrnás y con «mismos, nos hacen hostiles hacia fuera \ titubeantes hacia dentro. - EGO: 24

;La unidad de ameba del individuo es lo último! ¡Y los filósofos partían de ella, como si se diera en todos v cada uno! — La moralidad es la prueba principal en contrario: siempre que el individuo entra en escena, aparece la decadencia moral.* decir, se aplica por vez primera el criterio individual de placer y ^ ^ ^ c ó m o en el particular las pulsiones no han aprendido en absoluto a acornó^ ^ ^ vía no hay hav unidad, o consiste en la tiranía m á s basta de una única pu . por lo general i¡el todo acaba pereciendo ^ ^ d e m á s — óctal ú m e r o s los que perece* son inn libres za el tiempo de la vieja moral y tratan de demostrar que á

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para el «esbozo de una nueva forma de vida».

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en el estilo del primer movimiento de la novena sinfonía. Chaos T l a deshumanización de la naturaleza,, Prometeo, encadenado en el i crueldad del Kpaxo<;, «el poder». B

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^ i N D O . Rápido-escéptico-mefistofélico. «De la asiniüación de las ° conocimiento = error que se hace orgánico y nos organiza. ^ ' ^ T E R C E R O . Lo m á s íntimo y lo más suspendido sobre el cielo que jamás to- «de la dicha última del solitario» esto es, el que ha pasado de la *W ^ i á s alto grado de «posesión de sí» : el ego perfecto: sólo entonces este ego; en los primeros escalones, cuando aún no se ha alcanzado la v el dominio de sí m á s elevados lo que hay es algo chstinio del amor. LIBRO C U A R T O . Ditirámbico-envolvente. aAnnulus aeterniiaxis.» [«El anillo de midad.»] Deseo de vivirlo todo una y otra vez eternamente. E S C

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. m a t i z a r o n con ei empirismo, siguiendo a Gassendi C coron con los argumentos del sensualismo)- c o l í Man. por lo tanto, de porte de T o m á s . Aristóteles, Gassendi A ton. Descortes, el idealismo. ( C o n g r e g a c i ó n de los PP. del Oratorio ! , 0 de Jesus bien Port-Roya! > Pascal

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ArnoW Geuiinx (nacido en las Países Bajos en 1625): impossibüe estutl facial, qui nescit quomodo fíat. Quod nescio, quomodo jiat, id non fació. ~n * ^ ^— ,,, J i ii • J i • '» r . .r-_ »* « */n>/i.v uVtim. i; dJ me faceré quod quomodo fíat nescio? [«Es imposible que lo haga el que no sabe el modo de hacerlo. Yo no hago aquello que no sé cómo se hace. — ¿Con que valor dirio que hago lo que no sé hacer?»] — M i voluntad no debe ir más lejos que m i capacidad, i'bi nihil vales, ibi rtihil velis [«No quieras nada cuando nada puedas»]. í 'trtus est amor rationis. — Amor rationis hoc agit in amante, ut se ipse deserat, a se pemtus recedat Humtlitas est incuria sui. Partes humilitatis sunt duae: inspecno suiet despeetto sut [«La v.rtud es el amor de la razón. - El amor déla razonproduce esto e n r í e n la i m a : se abandona él mismo, se ^ ^ £ S La humildad es el descuido de uno mismo. La humildad tiene dos partes, sí v el desprecio de s í » ] . w i o n s falsos por lo que hace ' Malebranche «¡Considérese que los sentidos vecho de la . la verdad, pero consejeros fiab.es con vistas a la c o n s e r v a ^ ^ P £ ^ rt

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La transformación incesante — tienes que pasar por muchos indhiduos en un tyso breve de tiempo. La manera es la lucha incesante. Sils-Maria

«apartarse de todo lo hermoso y agradable, como un tirano que desprecia e dice J. Burckhardt en el Palazzo P i t t i F

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la luz larun /órmd. ¡cuando el artista la posee en su

¿ f l a g r a n forma es z y echa a perder el arte, supone inducir al ^ ¡ a f e c t a c i ó n o pretu r a n d c \ extraordinario pose a ser moneda dÉ n , T e t e n d e > en ccuyo no se halle halle esa eso tuerza tuerza creadora creauuia es« hones ^ dando n nrT"^ u y o carácter no'se gre es » obras: en caso de que le niegue existencia y '^ lo^T > ' P « d c ^ menos disculpar, por si mismo no sabe nada °ntia l , Wagncr- Mas la «melodía sin fin» es un cuchillo de palo^ a d a que no es forma» eso no es mas que expresión de la incapal u c l

vida!» Nos equivocamos cuando el P ~ * £ p S ^ cuando el espintu se hace dependtente del cuerpo. Es el /«•

2 6 de agosto de 1 8 8 1

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2 • ed.. Leipzig, 1869.175. — ~ maderaviene a formular la contraaieu" u* y

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La obediencia, el sentimiento , , ' " " ^ ^ ganado el valor de «lo N O K K > ° el V ' A d e n c a respecto de un / * , , i ^ £ £ « * dc,, estar, no obstante. ac7»t,. pues se n , i T '° «Co final, cuando va no se ere,a M , ) , , «*« esto ° ° < „ > > «tiento poderoso que le hac , ' £¡ * '<» f ^ t S situación se desea la esclavitud. «'«eneia , C C S S altruismo. En verdad actúa uno de mam'™ ' " idu ^ <><>. d,c.on en la que sigue e u s i £ £ ° Z g Z^***»' Porqueta < 5 f c c,a de los demás uue en la propia ( ? ¡ l l ™ * ^ ¿ S 2 n,no,. pues s, no el pnneipe no podría existí Z Z ^ ' «el quieren conservar su sentimiento de poder a u n Z e o" ' * c o m «ante > un saco ficto sin cuento por S f l l ^ ^ °n cons. casos, en ^ W , Y * te ^ . cuando n u e t a t g £ í i * en ^ otros 6 11 bienestar, al servicio, p. ej., de un genio, etc.) sólo así ve ase^ "'™ 'mío d d e

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Derechos: quien tiene más poder delimita el de los funcionaros uno de otras: y deberes: quien tiene más poder delimita el de los funcionarios 'especio m de si: cada uno tiene que hacer algo y para lograrlo de manera REGULAR quien tiene mas poder renuncia a intervenir y se supedita él mismo a un orden: es pane de la auto-regulación. Con respecto a los deberes de la funciones coinciden el poderoso y la función. N o hay nada «no egoísta» en ello. Ka

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el desarrollo actual ¡tiene que s e ^ u T n ^

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f ha dado ya innúmeras veces, por cuanto la situación global LZ C ?.vu«;iun global conritmra de zas mas ínfimo de tal modoque no puede habernada es T n dos s.tuac.unw ^ diferentes. Si en una situación global puede haber ij^ I P ej., A » W » » P ° " d n a que hubieran tenido exactamente ° '^¡n origen y P^a eso tendríamos que asumir que algo se hubiera mantenido f ^ d e d a la eternidad, a pesar de todas las transformaciones habidas en la alobal y de la creación de nuevas propiedades — ¡asunción imposible! 1

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'laminemos qué efectos ha tenido hasta ahora el pensamiento de que algo se repi-

(el año, p. ej., o las enfermedades periódicas, el despertar y el donrur. etc. i. Si bien la ' -" " " ^ d o una posibilidad ¡también el pensamienfo u

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transfigurarnos, no sólo las sensaciones o ciereterna.

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La S I T U A C I Ó N en que se encuentran los hombres, respecto de la naturaleza y respecto de los hombres, es lo que hace sus propiedades — es igual que con los átomos.

11 [2011 La v anante moderna y científica del creer en Dios es creer que el mumoem

organismo lo que me repugna. O sea, ¡que lo cabalmente

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c o n i n d e s e a b l e , lo orgánico, lo ^ ^ ^ J esencial za! ¡Y c o n las mónadas que constituyen e [ ° £ ™ 7 " saben c ó m o e v i t a r ^ el politeísmo encubierto! ¡ C a p a z de prever M o n da ^ cisfr efectos m e c á n i c o s posibles, c o m o s e r i a ° de tos m e c á n i c o s p u s i ¡ - . < Hemos u* r» -liados Yoft un ív erso pudiera llegar a ser un mcnie, cu Lcuanto U * » . ^ todo, - » — i i¡lo — más alejado , —f e n ó^cuiarw-te, en P ^ nrobaoicmemw ' ^ ^ t c . m^^.o» mente ^ • . . y coherencia a n í m i c a son, proDau^ en . _^ a & a partí nuestra* afinidad t f i M * tardíamente, correspondientes a é p o c a * * t e r guardémonos J 1 ™ & *« d

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mos en la necesidad absoluta ^ " T ^ n f f i de nuestra e x p e n ^ . ,«t« una lev mecánica p n r m i » s P ° blcs < f L|.

[205]

11

¡Guardémonos de creer que el universo tiene la tendencia a alcanzar ciertas formas, que pretende ser más bello, más perfecto, más complicado! ¡Todo eso no es sino humanización! Anarquía, feo, forma — son conceptos inadecuados. Para la mecánic o hay nada imperfecto.

U12061 29

^Havuelto todo: Sirio y la rafe * ^ que todo vuelve

v tu pensamiento en esta hora y este tu pensa-

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de agua y hay en nosotros sales inorgánica, tino que la soc.edad entera de los vivos"

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. nos es necesaria la ceguera, y ciertos artículos de fe y n , I?» rtO(* ríos sin tocar — mientras nos conserven vivos. ^ U y 5 * Í c rate de la vida, no debemos tener escrúpulos con respecto a la rf"^ Vnire 4 justamente PARA luego volver a poner la vida al servicio de la ° ,7ciíttelectual. Es el flujo y el reflujo» de nuestra marea l enJrC l e

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procreación sin inclinación individual alguna.

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12191 suelen estar cansados, regularmente cansados — por eso se queEsto esc* e r e s (lo que es el rasgo más extraño de nuestro tiemblan í a s y sus tabernas, su ración de agradable conversación, sus fiestas, \ j , Sus c e ^ tan mediocre que no hace falta poner en ello mucho espíntu. sus iS í a así que tampoco se exigen — lo que uno quiere es descansar. — ..muchaenerg , f _ v o S

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Todos los hábitos (p. ej., de un alimento determinado como el r determinada distribución del tiempo) tienen a la larga el efecto de y.' ° - udnaecierto tipo. ¡Así que obsérvate! ¡Comprueba lo más nimio' ;Adónde ¡e u rresponde a rw tipo, a /u meta? ¿<>de

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^objetivos, de ese modo lo que hace es transformar, establece leyes nuevas en para otros J ^ ^ f u , mas no fuerza nueva alguna. En eso se basa, sin embar' "la posibilidad de redefinir y reordenar los afectos de los hombres particulares. e r z a s

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U n devenir infinitamente nuevo es una contradicción, presupondría una tuerza que creciera infinitamente. Pero ¡de dónde iba a salir! ¡De qué se iba a al ¡mentar, con qué excedente] La suposición de que el universo sea un organismo está en contradicción con el ser de lo orgánico.

1 1

í 2

L o ! amigos de la sal no son «carnívoros». Siempre hay quien se las da de ele-

gante y de rico, y le g u s t a r í a ocultar cuán poca carne come: ¡préstese atención a emplea mucha o poca sal!

11

^Se ve la esclavitud por todas partes, aunque ella no lo reconozca; — tenemos, pues, que intentar estar en todas partes, llegar a conocer todas sus condiciones, a representar del mejor modo posible todas sus opiniones, sólo así podremos dominarla y utilizarla. Debe quedar oculto nuestro ser: igual que el de los jesuítas cuando en la anarquía general ejercían una dictadura pero se presentaban como instrumento y fondón. ¿Cuál es nuestra función, el velo con que encubrir la esclavitud? ¿La enseñanza? — Con la esclavitud no hay que acabar, es necesaria. Se trata sólo de procurar que no dejen de aparecer aquellos para los que trabajar, de modo que esa enorme ™sa de fuerzas político-comerciales no se derrochen sin sentido. ¡Incluso el que ^ya espectadores y gente que ya no participe]

11 1215) . ¡ A p a n t e - ¡así que haya q* El té, un aroma y un sabor insípido o acre o insignificante. ,a a ñ a d i r l e flores!

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formal* c i ó n andan pensando ahora los filósofos en trans¬ rar L. - i d a d en un organismo — lo contrario de lo que yo pretendo. Sepa^udureTí P° de organismos diferentes variados que llegados a la mente | í Posición dejen caer su fruto; los individuos, de los cuales ciertahuman

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alimentos e j . .as cebollas y los co) vienen a mostrar que lo m á s ¡ ^ ^ ^ ¿ tación del displacer, sino la excitación. El ettmuh cer o el displacer (o los ú l t i m o s son sus extremos,.

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^ ^ ^ ^ B es algo d.stmto que

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«Excitación» y «estímulo» son en alemán términos que comp

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>P ^ ™P P -" ° c i a un sinnúmero de experimentos estatales, y también, por lo C S t a t a l e s y esfuerzos. Los Estados actuales maduran violencia militar cada vez sera mayor.

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Hemos logrado que el rayo no dañe- h wcAoso, para hacer que trabaje. '

lando poco a poco lo contrario de todas las ideas ftma.

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" ' S e t < ° c ; n c e p . o s ; lo entremezclamos con nuestros otros errores y p 7 „ 1 * 1 > ° t o a"ro'o, vamos devolviéndolo ala v.da. Sólo acomodando^ %> 1 U- " Mede dársele vida a esa verdad aue en principio e ,á siempre d

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El «caos del universo», entendido en c u a n m final, no esta en contradicción con el p c n s a m í ? mente una necesidad irracional, sin ft?^ estética. Tanto en lo m á s minúsculo J e n ^

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,2301 , , hombres de enfermos del estomago y se refieren a los que sufren de *bl" „ si fuera solo el estomago ° el que -> digtere! e»™~-Y* los cultos <wuuubhablan naoian de de ...Uión "" '; tales errores no afectan ¿itf*» »". _ - Menos Menos mal mal que que tales errores no afectan aa la la organización organización, i est ' t r í a m o s muertos. — ¡Y eso que bastante daño mortal han causare tieruP ^ é t o d o s de curación y la sinrazón de las dietas! través d do 1 1 1

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11 Í227J A q u í muestra la m o n t a ñ a sus 3 gibas: con unos lentes más precisos veo un montón de gibas m á s , la línea se va renovando según los lentes ganan en precisión, convertidas las anteriores en fantasmas caprichosos. Llego al final a un punto en que ya no hay manera de observar la línea, porque el movimiento de la descomposición se escapa a la mirada. ¡El movimiento anula la lineal cualquier momento

En lo grande poco podemos hacer por protegernos, eri puede un cometa destrozar el sol, o puede aparecer una tuerza e y porrazo deshaga el sistema solar. En cosas asi ¡que e s < O T Sol q u i z á tengan un par de millones de a ñ o s en demuestra nada en absoluto. - Es parte de la natural.zac.on

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mado duradero, regular, etc. - pero núsculo, hasta en cualquier nervio; y es justamente i n ^ incalculable en el tiempo. Duradero « 8 ^ ^ ser demasiado gradual y demasiado sutil para nos

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^ '^e han dado un sinfín de situaciones de fuerzas, mas todas diferentes: esto último presupondría una fuerza indeterminada. Y posee sólo cierto «número» de propiedades posibles.

11|2331 La mecánica considera la fuerza en cuanto algo absolutamente divisible: pero antes tiene que controlar en la realidad todas sus posibilidades. Sólo que no hay nada en esa fuerza que sea divisible en partes iguales; en cualquier situación esa fuerza es propiedad, y las propiedades no se pueden partir, por eso no ha habido jamás un equilibrio de fuerzas. 11

[234] E s fan

tástico que para nuestras necesidades (máquinas, puentes, etc.) sean sufi«peoude la m e c á n i c a , y es que son necesidades muy grandes y los ° r e s » no entran en consideración.

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Ul * «tencia de 2 enteramente iguales es imposible: presupondría una histoLa coexi abs0\utamente igual en toda la eternidad previa. Y esa presupondría ria de ° \ i g e n general absolutamente igual, es decir, todo lo demás tendría ^ histona i n todos los tiempos, es decir, todo el resto tendría que e ser ° n t e , en sí y separado de los 2 iguales. — Pero también puede repetirse c ^ ^ ^ ^ distinción la distinción y la desigualdad absolutas en la demo ¡ es impensable; cuando una cosa se altera, la repercusión eparación coexistencia.»»•> r afecta a todo.

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ción para lo absolutamente repentino y P ^ ; ^ oposición fi* Las cosas repentinas han acostumbrado . 1 hombre a u„ P „ u r l

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mus. un vamooso (se valora a si mismo según las n a » t e 7 7 T veneren * e g o í s m o del conquistador, del político, etc. - sólo piensan t ^ 5 l 2 m m o s » según se ha desarrollado el ego gracias a los afectos fn ' ? ' ^ e n ! E g o í s m o de la madre, del maestro. Con que se pregunte uno una son los que indagan concienzudamente: ¿por qué vives aquP • ' Pocos ¿ C ó m o llegaste a esa religión? ¿ C ó m o influyen esta y esa d i e C e ? p sido construida para ti?, etc. Nada hay m á s inusual que la investívació *d uno mismo. Rige el prejuicio de que se conoce al ego, de que no deja de m * continuamente: pero casi no se emplea en absoluto energía ni inteligencia en elfol como si en el caso del conocimiento de uno mismo, gracias a cierta intuición, estuv i é r a m o s dispensados de indagar. e n

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de imaginar el movimiento sin líneas: su esencia nos está >cia tím P o s m a t e m á t i c o s y en las líneas matemáticas — es la con«ts o,* ' el completo sinsentido. - Son, en definitiva, ciencias 'güal n de los errores fundamentales del hombre, que hay cosas, y cosas

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h l mismo movimiento podcmo* v dad. La svnxacitm hace une l«v P r ; '"'"V<> c « , . «li . v dncrsas. ¡K ^ ¿ f r re ¡C orno dutinguimo, cn.rc , 0 0 X * .*•» m „ ^" < ^ W

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Seria un error tan fantástico como, habida cuenta *. I 5 * pretender que los o r g a n i s ^ ^ ^ eC^ , £i ,mbre, prciciwi concluir U I I M W I qi sanguínea semejante. M ¡ ^ ' ü i > , í r c u l a c í ó6 nn sanguínea semejante. - Nuestros a f e c t o s ^ ^ £ 2& un sistema nervoso, etc. t

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,i3l ña- aquello de lo que el hombre está más orgulloso, el regularse a si 1> rosa ^ Z la razón, ¡es algo que los organismos infenores también hacen, -nr m e ° A , fiable! Pues el actuar según fine* nn ? por más fiable! rúes ei actuar según unes no es e ínfirazón. ^ fieulamos a nosotros mismos: si realmente actuara el hon .°ja u-««. La•"S dd rceu ^ base de su pensar y su .saber, hace tiempo qu desapar' »ano de auxilio que se ha desarrollado lentamente 2, W ^ f épocas" larguísimas tiene poca fuerza para determinar aí hombre % " í i o de las pulsiones orgánicas y se emancipa lentamente para alcanza vopera .i^rvuals*J _ — j „ „~i m . n p r a m.p la. razón (pensar v saber) lucha contra Va h V ^ m o una pulsión nueva propia después, el preciópulsión con 1

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C uahdades semejantes, deberiamos decir, en A, « química. ^ . s e m e j a n t e s » para nosotros. Nada s u c e l 7 *» - i '* no no nene ,gual en realidad, a nosotras nos B A S T A la £ 2 » C o > * la fin que son iguales. P o s i c i ó d que ^ ° v

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Los h y los filósofos de antes han imaginado »1 h le:a — ;deshumamcemos la naturaleza! Después se imagin ' " *«WB en lugar de filosofías y de obras de arte habrá hombres del ideaío ¡ T * »os" maran a partir de sí un nuevo ideal. ^ k años f l L

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11 |239J 49 c e n t é s i m a s menos — p r e s i ó n atmosf<érica> aquí a 6.000 pies de altitud doy la palabra a m i s e n s a c i ó n , dice en cambio: «¡dos libras menos que soportarm allí abajo, al nivel del mar — y acaso ni siquiera tanto menos!»

dependan más que de cualqi las masa de las sales inorgánicas. Los nombres bilion demasiado poco sulfate _ _ de potasio; en los flemáticos hay demasiado poco [e^s valientes tienen fosfato de hierro en abundancia.

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Pnmero tienen

y para eso ha

je haber alguien qu e delicados y sensi aapetitos ,™^ — — paso u u v o w u . tanteando, como están habituados. - No pasa nada s, mis a fpaso propuesta* son «impracttcables» - sólo pretenden estimular el apetito ( . ej., el trato P

dar a los criminales).

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afectos son la manera de mantener < ° * » f n e . de u n organ.smo soaal, nada sería mas erroneo J J J ^ organtsmos infenores existen los afectos que aquí se refeui ^ traTtsforrnan. regeneran - esto es. presuponer tambten 8Ü1

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excreta, disp

iacer.

Si alguna vez, cuando fuera, se hubiera alcanzado el equilibrio de fuerzas, aún duraría: así pues, j a m á s se ha dado. El estado actual desmiente la suposición. Si se supone que ha habido una vez un estado absolutamente igual al actual, la suposición no queda refutada por el estado actual. Entre las infinitas posibilidades riene que haberse dado ese caso, pues hasta ahora ha transcurrido ya una infinitud. Si el equilibrio fuera posible, tendría que haber sobrevenido ya. — Y st el estado actual ya fue, entonces también el que dejó su lugar a éste y el estado anterior — de donde se deduce que existió también una segunda y una tercera vez. etc. — del mismo modo que volverá a existir una segunda v una tercera vez — innumerables veces, hacia adelante — y hacia atrás. E s decir, todo devenir se mueve en la repetición de un ^ e r o determinado de estados completamente ícuales. Qué vaya a ser posible, ^"amenté, no es algo que pueda dejarse que el hombre conciba en su cabeza: pero, «Mojo fuere, dejando de lado nuestra capacidad o incapacidad para juzgar acer¬ asi '° P ° . el estado actual es un estado posible - puesto que es real. ¿Habna. ' ectr que todos los estados reales han debido tener su igual, dando por s i b l e

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» W a d f c * * » : «imaginar, inventar, crear f algo) en A r i rr

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Idea fundamental de la cultura .i»i

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Os tmh„i» ñsie^fi?^ . P v z desean»' H „ . " ~I > que leliz es el hombre que no> hace un trabajo esclas os se hacen tan a gusto monjes). — £ 1 que Zrt l, ' P- J- - D T * y rara ve/ se xe libre de ellos cree que feliz es cl ~ ¡ f. tado p ^ ciengo El nervoso que se ve l l e v a ! de ^ ^ ¡ ^ ^ bre que tiene una umea gran pastan. — El hombre que ha c o l * hom ñas distinciones cree que feliz es el m á s venerado. Es aquello onl P^eo en menor grado lo que excita la fantasía de los hombres al ¿ ¿ ' ? ^ teltctdaJ - no lo que les falta — la falta genera indiferencia respecl7eh^ ¡ ut

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«nrorende pensar al salir al aire libre con qué magnifica precisión nos ' sSrt** £ L ! n ¿ de un modo y la montana de otro, y c ó m o , en k> que toca a todas ',odo, el ^2 hay nosotros la más mínima confusión ni error ni vacilaóón. Y, S r e s i ° ' ° ¿haber la mayor de las mcertidumbres y algo de caótico en ello. ^ ° ^ Zs; enormes de tiempo se trasmite de una manera tan firme el univer' sólo en " t í a n de un modo en esencia diferente acerca de la distancia espa.1421

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¿* Y ^ comprendía y a la «excepción» se le dejaba de lado, que pereciera, quesehuia^ ^ orgánico ha existido una crueldad inmensa, todo lo que nsintieDesde los b a excluido. — La ciencia acaso no sea sino una continuación ¿ otro a l u s i ó n ; resulta por completo imposible sm reconocer como «medi^ r e m a que hay que conservar por todos los medios, al «hombre normal»». NosoJ¡ vivimos'en lo que queda de las impresiones de nuestros ararjia^ktt como quien jjee entre sentimientos petrificados. Ellos inventaron e imaginaron — mas la decisión ¡le si tales inventos y fantasías habían de seguir \ivos \ino dada por el oescubrimiento de si con ellos se podía vivir o si por el contrario se perecía. Errores o verdades — \si sólo con ellos resultaba posible VIVIR! ¡Poco a poco fue apareciendo una red impenetrable! Enredados en ella venimos a la vida, y ni siquiera la ciencia nos libera de ella. n 0

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11 Í247] En una molécula hay explosiones que cambian las órbitas de todos los átomos > producen emisiones repentinas de energía [Kraft]. El sistema solar entero podría experimentar también de pronto un estímulo semejante como el que ejerce el nenio >obre cl músculo. No hay modo de probar que esto no haya sucedido nunca o no vaya a suceder. 1 1 124*)

A la larga una hipótesis es m á s poderosa que cualquier creencia

dando por



supuesto que dure mucho más que un dogma rel. h a c a d e n ™ y resignaron hacia fuera, haca todos c o m b i n a c ó n alemana de virtudes, como antes se pensaba - las ne ahora en su « p r e s i ó n mas hermosa en artistas y eruditos suizos. parece que todas las prop.edades alemanas, al estar de manera mucho m ¿ nca que en la Alemania « « ^ contraponer a. suuo Goafned KeW i ^ f ^ Z Z l B * ''

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Si los sufrimientos morales han hecho difícil la \ ida — es porque resulta del imposible tomarse el sentimiento moral con relatividad: c> algo esencialmente "¡condicional, de igual manera que se nos presenta como incondicional el cuerpo, y CTa ' comunidad. Ya nos gustaría representarnos el ser %réc°d ° ° e s o t r o s como si fueran algo no devenido, ^choqV™' ° P° deberes absolutos.
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U B I 1. PRIMAVERA-OTOÑO DE 1881 s

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La c e n c í a tiene que observar cada

,heza. Me parece que era precisamente esto lo que lo* »„,• » en > **%va «OCte y fcv ¿uopovwtí (Esquilo), «cuando en T * T > * 5 > ' ^ T S omo unas palabras oscuras de Homero cona t i c ^ ' n c h c que es la más tranqu.la y profunda, me las e x X . de dicha idea: por más que los t r a d u c á - empeñen en * l o t o del ordeno nocturno» , .cuando demonios se ha visto que -jg^ una de la noche! ¡Es que hay alguien que esté tan locoa C

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f n barroco y una larga asimilación, a conseguir en la actualidad efec; el sorprendentes, se abuse ahora de ella con fines místicos, medio ^ "A Ao¡Í brujos y Caghostros venideros procurarán valerse de los efectos K jsos-i t i s m o , y es posible que de ese modo se vuelvan a despertar múSÍ to** fosos y morales — acaao se mtente darte de nuevo a la comunión crisw i n t o través u t . « «• — u u c no necesite de palal la poesía, que apela a los conceptos v choca, asi nana un ardor M su P L la ciencia — : ¡ sin embargo, no se nota cuando la música nos sedu1)8 aparta de la filosofía y la ciencia con nos ueStr

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deber asegurar la pureza de la música y evitar que, tras haber llega¬

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Nuestros padres echan aún sus renuevos en n por ellos m á s tarde, que están ya presente* ?° < "^sproni como marido i a ser maridos. ' prendemos sólo "



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2) asimismo c o m p r e n d e r á el ritmo habitual de su pensamiento v su ^ to. las necesidades intelectuales de alimentación sentimienP r o c u r a r á luego todo tipo de transformaciones, para romper primero con las costumbres (muchos cambios de dieta, observando cuidadosamente 4) i m i t a r á espiritualmente a sus adversarios, tratará de seguir su alimentación. Debe viajar, en todos los sentidos. En esa época será «versátil y pasajero». De vez en cuando reposará de sus vivencias — para digerirlas. 5) Luego v e n d r á lo m á s alto: intentar crear un ideal. Esto precede a lo que es 3)

a ú n m á s alto — v i v i r dicho ideal. 6. T e n d r á que pasar por toda una serie de ideales.

1 1

L - tm-ia de la filosofía es hasta ahora breve: es un comienzo, no ha instigaLa niSWn« m . o k l n c ' r i o o , , f^ „ ™ ; „ 1 i _ : guerra alguna ni reunido a los pueblos; de su fase previa lo culminante son ° ^"rras religiosas, la época de la religión no está, ni mucho menos, acabada. Lle^un momento en que las ideas filosóficas se tomen como cuestiones de la vida y feh existencia, de igual manera que hasta ahora a veces las religiosas y las políticas—el gusto y el asco relativo a las ideas será tan fuerte que uno no querrá seguir mendo mientras persista otra manera de pensar. Se vivirá toda la filosofía delante de ese foro del gusto de masas y del asco de masas — probablemente antes de la época de las religiones hubo también particulares que. aun siendo totalmente insignificantes, fueron precursores de la religión, equivalentes a los filósofos particulares que han sido precursores e insignificantes. — Como «verdad» se impondrá siempre lo que convenga a las condiciones que sean básicas para la vida del tiempo, del grupo: a la larga el conjunto de ideas de la humanidad estará asimilado, con lo que obtendrán su máximo provecho, es decir, la posibilidad de que duren el máximo. Las ^ esenciales de dichas ideas, en las que se basa la continuidad de la humanidad, «tan asimiladas a ésta desde hace mucho tiempo, p. ej.. la creencia en la igualdad, jjuimero, el espacio, etc. L a lucha no girará en tomo a ellas sólo cabe la conso, fundamentos e r r ó n e o s de nuestra existencia animal. — Es importan¿H o m á s significativo del espirito de continuidad, la manera una i n s „ ' ~~ m e n t e habrá, pues, una historia de la «verdad», sino la de dominand T " ° ° r e s que se trasforma en cuerpo y en alma y acaba
^Postulado: lo que hay que venerar no puede ser agradable. En consecuencia,

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11 (264] E l hecho primero de la m e c á n i c a n o es el choque, sino el que haya algo que pueda chocar, ese estado gregario o agregado de á t o m o s que no es como el polvo sino que forma un todo: a q u í precisamente no hay choque y, sin embargo, hay tuerza, no s ó l o la de reacción, o de resistencia, sino sobre todo la fuerza que conecta y enlaza, dotándolo de d i s p o s i c i ó n , o r d e n a c i ó n , apego. ¡Sólo siendo una cosa asi puede luego en cuanto todo «chocar»!

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ueda haber un tiene que haber algo que permanezca y asimisMad Y semejanza. Lo que es absolutamente diferente y cambia sin ^ retenerse, no habría nada a lo que sujetarlo, se escurriría como se »r»° ° * .obre las piedras. Y sin algo que permanezca no habría espejo algufurre ^ r a mostrarse lo simultáneo y lo sucesivo: el espejo presupone ya ?co 1 anece — Ahora bien, yo creo que el sujeto podría aparecer cuando ¡¡¡Loquec CPl \ igual, p. ej., cuando un protoplasma de fuerzas diversas (luz, oresión) recibe siempre únicamente un estímulo y de ese estimulo electricidact, P ^ t causas: o sólo es capaz de sentir un único estima111

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111269) Antes se pensaba que a una actividad infinita en el tiempo correspondía una fuerza infinita que no se vería mermada por consumo alguno. Ahora se piensa que la toza es siempre igual y que no necesita ser infinitamente grande. Actúa etemamen-

' E l ^equilibrio pleno tiene que ser o a l g o en sí imposible o se dan

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' ' pero no es capaz de producir infinitos casos, tiene que repetirse: ésa es mi conclu¬

eiones de la fuerza antes de que d i c h o e q u i l i b r i o en sí posible se buir al ser el «sentimiento

j «búsquea

de a u t o c o n s e r v a c i ó n » ! ¡Locura! ¡ A osa

da de placer y displacen>í 11 |266|

de los los .ndjo, £ ^n c c c s a r i o *, * ^ i

No se comía carne , porque no se deseaba •ugnancia ¿»i al w c a»m pues, no era mas que repugnancia . .b. a l e o , en lastima por los animales! Para matar no es en absoiui mala 1 « vista de la muerte naturai probable, el hombre que

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^ f í c i l de conservar! Allí donde el clima está en contra del hombre ^ ^ Í ^ ' H J trabajadores»! y son pocos los que pueden hacerse (naturalmenf ecesi tiránico) con los medios compensatorios, i ¡ 3 * , o educados del Norte suelen darse los achaques de invierno [i* En estufas que provocan una intoxicación constante! En comparación ,„zi s ios alemanes parecen resecos trashogueros. rr.franceses,ios dad a

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Me gustaría que Alemania se apoderara ^ w la T.erra, por medio de una « d.era el conservación de la h u m a n i a a d / z ^ . - Llega e l S en1 " V " el domuuo de la Tterra - y se hará en n o X S E f «ff-por ahora se están formando los primeros grupos ^ í t t t t * principio del parentesco de razas y d a ^ E n ^ ¿ K L ^ " mucho mas fino que el de razas, er. e T f o X n ^ S ahora se incorpora ai sentimiento: las guerras son, y lo serán, los grandefmaZ de tajes conceptos. — Después vienen las guerras sociales — ¡y una vez más se asimilaran conceptos! Hasta que finalmente los conceptos dejen de dar sólo pretextos, nombres, etc., a los movimientos populares y el concepto más poderoso tenga que imponerse. Las guerras sociales son sobre todo guerras contra el espíritu del comercio y las CW / HJ ¡imitaciones de los espíritus nacionales. En América decisiones relatív" fl/' " más acerca de la población y las razas. — ¡Cultura eslavo-germano-nórdica\ ******** u fuerte " ' — t 0 n o

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^PoTqué no vamos a ser capaces de realizar con el hombre lo que los chinos ben hacer con un árbol — que dé por un lado rosas, por el otro peras? ^ Los procesos naturales de crianza del hombre, p. ej., que hasta ahora se han practicado de manera extraordinariamente lenta y torpe, podría tomarlos el hombre en sus manos: y esa torpeza antigua de las razas y de las luchas entre razas, la fiebre patrióticay los celos entre personas podría, al menos experimentahnente. corxentrarse en épocas breves. ¡Se podrían consagrar zonas enteras de la Tierra a dicha experimentación*. II [277]

Se puede pensar en narices a cuyos nervios olfativos sólo las erupciones de un ™lcán le hicieran cosquillas. De hecho, las superficies de todas la cosas que huelen parecen estar en constante explosión; tiene que ser inmensa la fuerza con que se emi^ P^ueñas masas — pienso, p. ej., en el efecto del alcanfor en el agua. — Así l rodeada siempre de densas nubes de materias sutiles: sin ellas el vapor a W no podría acumularse formando nubes. a T l e r r a

>1 1278] E l progreso en la adaptación A c í l la exclusión de las p e r s o n a s bien porque ahora la a d a p t a c i ó n freáticas, etc.).

al clima

ahora que es tan

s e v a d a n d o s i n cesar, y a^o ^

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i nacido del sentimiento de poder, en lucha con fuerzas que son i fcflñ se conserva reduciendo y dominando otras funciones que ,.> L l ' ,/. se ve respaldado por el poder superior! w j¿tn' —, ¡en eso ¿* óíl

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tó\ h aue nuestra existencia era el sueño artístico de un Dios, que I'' n'es P ¿tientos y sensaciones eran en el fondo invenciones suyas al pnestros b i é n el que nosotros creyéramos «yo pienso», «yo actúo» see**^ drama formidad a leyes de la naturaleza podría entenderse ^pensam | yes de sus representaciones — o también bastaría con que él 0 ° quienes sienten la naturaleza del modo como nosotros la sentimos, ípensara ° ¡ ? J simplemente un Dios-artista! ^¡No un D enS

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pues P U n t o se nes ,guales en reposo. O L a periferia •menor, stempre se mueve, C C la ñor. que va más ráp.da. no e £ ¡ repodo un movimiento lento y otro r á n i d n T H ™ r i, x, • • r raP'do. hn el devenir abso uto la fuerza no nuede reno. e

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U l^ ' s e ridad inmensa y la buena disposición que la creencia da ni el homSin la ^ a j e s estarían en condiciones de vivir. Gracias a la más nimia indue^ Alizar a darse reglas para actuar, a creer que el único medio de llegar a ción a gene se ha hecho y ha dado buenos resultados — eso. en el tosca intelectualidad, es lo que ha conservado al hombre y el animal. El que se equivoque por eso innumerables veces o el que se saquen conclusiones erró¡* ' conjunto tan dañino como el escepticismo y la indecisión o la precaución El considerar el éxito como prueba a favor de la creencia y el fracaso como contraprueba es un rasgo fundamental del ser humano: «si algo sale bien, la idea es verdadera». — ¡Qué seguro se nos muestra el mundo por causa de esa creencia rabiosa j voraz! ¡Qué seguros efectuamos todos nuestros movimientos! «Yo golpeo» — ¡qué seguro lo siente uno! — Así pues, la intelectualidad inferior, el ser no-cienrifico es condición de la existencia, del actuar, sin él moriríamos de hambre, el escepticismo y la precaución se permitirán sólo más tarde y siempre como excepción. El hábito y acreencia incondicional de que tiene que ser como es son el fundamento de todo crecimiento y fortalecimiento. — Nuestra manera de mirar el mundo ha surgido par"endo del presupuesto de que con su éxito se demostraba que con ella podíamos arrezamos en la vida (creencia en cosas exteriores, libertad de la voluntad). Igualmente el único modo como se demuestra toda moralidad. — Pero, entonces, se planeo t T h probable que haya innumerables maneras de vivir y, por lo lo ' ^ Pensar y de creer. Aun cuando establezcamos como necesario todo l 0 S

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¿Qué artículos de fe son imprescindibles para E N N O B L E C E R al h o m » - ^ mero para no recaer en el salvajismo y la insociabilidad. Podna nat>e errores imprescindibles.

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di sol J ^ión\T e s . de la sociedad es un estado del que sale el dhdT** y uniHaT >nes) — embriones (individuos) que son el ongen de , aues ... >c¿ * t>ducci ' i ruu'vnc- i aparición de los individuos es señal de la capaciä 8o , t¡gu Y " ° P° sociedad: en cuanto ésta se muestra, fenece la ° t u 5 i . _ !)? ° se trata de"una metáfora. metáfora.— Nuestros eternos «Estados» son O al revés: si se • "antas más formaciones nuevas, mejor! L a

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tenernos siempre escépticos respecto de toda nuetiro expenende r " l l a m o s afirmar de ninguna «ley natural/» que vaya a valer ? q P- "L!^na~cualidad química podernos afirmar que vaya a eterna111 Tinos Dará ver el presuntoyZuyo absoluto del acontecer. tosquedad de nuestros órganos, que turnan y sólo g l oancnte absoluto. El árbol « a manera no « jj* . firmamos la forma, porque ao tomos capaces de ment0 fmo: en el movimiento ihioaaUi proyectamos <-4ff' d i cto que es la añadimos todas partes lineasy ylosinertcíe*, sobre del error,por el suponer lo igual pennaneaie, porta d osou-os sólo podemos ver lo pernianente y acordarm soto de lo de que .. £ sí es, no obstante, de otro modo: nuestro

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A p o n d r í a que la cantidad de fuerza no es nada fijo m \¡nv „. «Arf ^ .,-„fi.**rva. Lna fuerza que ru, sea fija, sino ondulatoru, es dc fantasear con lo tmpensaimpenna ü, i a partir de la nada, disrmpara crecer y en lo tocante

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E l beneficio último del conocimiento v U ^ d » d d ovano óvulos nuevos y que sigan i L i w S ^ ^ ^ q K * ^ c » « d a a conocer los medios de c o i W v a c ^ K ^ ^ Í Í S p w f j r a o d d cooocuruento los individuos « e n e s de existencia serian demasiado duras y n ^ ' * ^ ' de b contradicción íntima» * carosas. ,Si no otra cosa, d

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Es probable que haya muchos tipos de inteligencia, pero cada una nene w itdm. I » que le hace imposible representarse una legalidad D I S T I N T A . Como, tanto, no podemos tener experiencia alguna acerca de las diferentes inteligencia,d camino que nos llevaría a entender el origen de la inteligencia está también cerrada Nos es desconocido el fenómeno general de la inteligencia, sólo tenemos a mes» particular, y no podemos generalizar. ¡Sólo en esto ya somosm aun cuando quisiéramos ser unos soñadores! Por otro lado, pana* rjpo de inteligencia tiene que haber una manera de entender el ^Z^^\ mi me parece, no es sino una adaptación acabada de la ^galia^corresp^c^ tipo particular de inteligencia — ésta se realiza a sí misma por doquier.

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maca cree en sí I I (292) Vavamos p o r una vez hacia atrás. Si el mundo alcanzado: „ h u l e r a para él un estadofinalC ^

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. a l c a n á St f . r a ^ ^ 5 5 ^ un solo momento de «ser» en «entiflu' ^ devenir. » * tanto, tampoco pensamiento ni come» , ^ manJVjlioso, «''^V**^ nuevo eternamente, se f « ^ ' J e n i r nuevo 1 ^ 2 $ . ,

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11(2*51 Nuestra educación actual tiene el valor de una suerte de wéffOCKmfonaia tr. ipocade la Edad Media y los gremios. El ccmtrapeso actúa la perspectiMaguiendo las pautas de la tierra funcionaba entonces. bienestar sensual y junto a ello la imagen de todas las demás culturas que queademás o en contra de ese bienestar de los non ^coacción del gremio enseñaba a aprender, a •• •-••'dual de aprender, por herencia Or. — . - . r , r : . - r ^ - e - . . ^ ?eno¿ * ^ q u i e r trabajo; por eso se le tenia av ersión. Por eso en la Edad Media tos ^ P t t un peso especial.

1 ' 1296| ^ r ^ ^ c e o desprecia la sangre extranjera no es todavía un iwirvMtuo, sino * P'otoplasma humano.

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ti bienestar. la piaciuc¿, u ^ 1 ^ 1 « - — — — — , esalfpahoa «cado lo que quiere todo el mundo sobre todo. Le espera, r*ÍTJ espiritual como jamál había habido P u e s * . ; r-r;. ^ •cu, no deben ahora engañar las mayores preocupaciones- Los chinos son la -a ¡Je que también en eso puede haber duración. E l cesarismo espiritual srirc todo empeño de comerciantes y filósofos.

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como «a voluntad» ( líneas amba) remiten a la misma

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Llega a ser. sin parar, el «.«« i No eres un escritor, sólo e s c r i b e s ? ~~ ' « « « t r o . , momentos y encuentras l„ « & * » * vE2£***9t, para el tiempo en que tengas e l k ' '» como en ocasiones ,e has t^Z^f ¡Q"5£ « f e * > t > • pretarte. por que las acciones y S * > S S " *< quieres es comunicarte! U e n a r í - l " ° "esno bW„ ' S a s i ^ N * Z > ¿ entonces tampoco tendrás ya^ue * " *m ««25 S \ el que ,e trata de e s c r T e ^ S ^ l f T ^ " ^ 0 * ^ que su taco no es fino, abre u n ^ ' ^ ^ o ^ ^ ^ ^ se rebaja cuando cree * ese modo X E £ * * 7 "° ¿ £ > * d > 5 de hoy en d,a cuando leen: ,., | P * S ^ - * « ^ * ^ * q

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/^acreditado por aquellos que lo practicaban (comunida(3031 f 1 ¿gofr" tes de partidos, fundadores de religiones, filósofos como Planar una nríncip - ! ! I ! n e r a de pensar opuesta en quienes habían de desempeña ^ Ítaban ^ ' j a época, un pueblo o una ciudad sobresalen es siemZió* ' de su egoísmo y no reparar ya en los medios (por no avergon• por ser conscien ^ d a n c i a de individuos es abundancia de quienes ya no > v a de sí J ? T ' ' ni de discrepar. Cuando un pueblo se vuelve orgulloso 'seavergüenza" de i v v^ ^ cambio, el altruismo vbusca enemigos, probablemente jamás se haya hecho un solo acto en su LL. desprestigiar , W r , r P s t i o i a r el elprincipio n r i n c i D i o opuesto, opuesto,para para rebajar rebajar su valor. í ^ f ' ' s ó l o-, -para contra el abs hombres de manera fría y despectiva v. por lo tanto, obtusa. ¡preveniri .Pues hasta ahora ha sido la falta de un egoísmo fino, planificado, rico en egoísmo! ¿, ¿ ¡ ha mantenido a los h o m b r e s en general en un nivel tan bajo! ¡ U n j a * ff nn ,Vr aleo oue une y que merece la pena! Se fantasea con un falso coni T r ^ P ^ c o n t f f l el más provechoso de los estado, En realida^ a lteAcosasles es inherente un fuerte antagonismo, al matnmonto. la ^ el Estado, la confederación de Estados, la corporación de asociaciones cenüticas,tó religión, a fin de que crezca algo adecuado. La oposición es la forma de la./uerru en la paz como en la guerra, ¡por eso tiene que haber fuerzas diterentes. y no iguales, pues éstas se mantendrían en equilibrio! •A

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H e l l w a l d Háckel y compañía — tienen el a o entendederas de batracio. Esa partecita del c ^ b r o W a J E * * * * y a» de su mundo no tiene nada que hacer con la totalidad^ es u tattm ° ° S cuando uno dibuja u otro toca el piano; me recuerdan al b u e n o T r w ^ ' ^ cuenta inocentemente c ó m o él tiene que pellizcarse y volverse a oeir ^ seguro de que a ú n tiene sensibilidad para percibir la existencia DichMM-S!,? no la tienen y por eso son tan «fríos»; camellos de formación^, en sus jorobas sientan muchos buenos conocimientos e intuiciones, sin que ello obste para que d conjunto no pase de ser nada m á s que un camello. D

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¡Sacadle jugo a las situaciones de la vida y a las casualidades — y pasad luego ¡No basta con ser un hombre único, aun cuando haya que .comenzarpo conti P° r P ad de ser uno a ser otro, vivid toda una serie de seres! 6 8 0 su

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Sin fantasía y memoria no habría ni placer ni dolor. Los ocasiones se producen cuentan instantáneamente con ínsiamaiicain^nw ~ - casos^semeja . las . posibilidades _ „ _perjudiciales, ™.,^;. i, descifran, saben de descifran, insertan*. insertan . Por eso ^en g dolor carece por completo de relación con lo que sipitjca pard ^ finalidad. Mas allí donde la vista o el tacto no perciben la heno*,

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« eterna, el que una fuerza determinada tenga infinitas t n ^ a t a ^ Sai " "uevas es una contradicción, por más grande que se la P W P £ ^ f o r m a c i o n e s . Habría que concluir, por lo Coní ^ üetenutnado momento del tiempo e igualmente cesani ^ * "S ° * °^ W el comienzo de la actividad « * £ ^ £ s * ¡entonces sería eterna!; 2) o que no hay infinitas transformaciones a c i 0 n e s

del>rr, la continuad del devenir; algo as. como,< cg a . « « ^ ¿ ^ W - ^ «Llegar a», no obstante, no da buena cuenta del carácter ^ nal, devenir continuo. , . „ _ , i i „ » «dromedano». « Bildungskamele: Kamel es, además de «camello.» ^ «bruto» o «animal». , M¡-t»«irhc con el doble * ate
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hacia fuera, hacia adentro.

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o resultan inexplicables si se parte de algo uno? ¿o de c& hubiera una «energía de contracción» homogénea en todos tó<¡icn*> ^tx universo, se pregunta entonces de dónde podría provenir * y S < fu* * i versidad? En ese caso, el universo tendría que disolverse en V "> í rain' s de existencia absolutamente iguales, y nosotros ten!¿ rt cír ° A arROS, innumerables mundos absolutamente iguales. ¿Es K^%S J ° i o así? ¿Junto a la sucesión eterna de mundos iguales, la eterc sup° , t diversidad y el desorden que se dan en el mundo conocido *V idad i * demuestran lo contrario, no puede haberse dado tal igualdad ^ - ^ s ftast<* T $o también en nuestra parte tendría que haber dado como K^ ° \\o d iforme! ¿Será acaso que la aparición de cualidades no sigue V un s e r , «fuerza» puede surgir lo diverso? ¿Será que la legalidad que tf^ ? ¿Q aña ¿Que no es una ley originaria? ¿Será que la diversidad de ley J¿mos " t r o mundo es consecuencia de la aparición absoluta de pro^"¡fdes q 9" sólo que en nuestra parte del mundo ya no se dan? ¿¿¿O ha c^ ? arbitrarias. 6 t r o s llamamos causa y efecto sin que lo sea ( A R B I 1" do V R E G L A , p- ej., oxígeno e hidrógeno químicamente)??? Dicha sdop .-rcRTlDO E C A P R I C H O que tiene ya mucho tiempo? .

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con cualquier tiplic.dades incorporadas hace mucho en nosotros y que I o n 1 ^ m todo! ¿Por qué nos duele un corte en un dedo? En sin dude tVST°T «estímulos»), quien tiene cloroformizado el cerebro no tiene « r t K d f f S que es necesario el juicio, por parte de la unidad pensante, acerca de la lesión en S no en funcionamiento? ¿Es sólo esa unidad la que se representad daño y - nos lo hie sentir ahora como un dolor, enviando allí donde se ha dado el daño los ESTÍMULOS «i fuertes? ¿Podrían estar escondidas también en el dolor la intención de huir o de defenderse, la precaución, la liberación? ¿Los medios para prevenir otros daños? ¿Así como rabia por la lesión y al mismo tiempo deseo de venganza? ¿Todo JUNTO dolor? ¿Llegándoseos a la conciencia de ese modo, en la contusión y unidad del sentimiento? r

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e aue haya un proceso circular en el universo, tiene que creer en ** . f ] i ó n de este modo, se reclama contraria a todas las

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como CONTRAhipótesis al proceso circular. sma posible deducir las leyes del mundo mecánico también como excepcio* vts" cierto punto como azares de la existencia general, como una posibilidad Smu h£ posibilidades innumerables? ¿.Que se nos haya echado por azar a esta l e r í e l orden del mundo es de carácter mecánico? Que. por su pane, todo £ L Jsea la excepción y el azar en el orden mecánico del mundo J * ~ g » no. en definitiva, la excepción y el azar dentro del mundo químico. - Jendnamos que suponer realmente como forma más general de existencia un mundo que no pera meánico, que escapara a las leyes de la mecánica taun cuando tampoco ruera inaccesible para ellas)? ¿Que sería de hecho la más general también ahora y siempre. maneraque queíalaaparición apariciónuei delniuuuu mundo1 1mecánico fuera unj juego i,*", «i"ukuieiu 10.011».« - « sin leyes que _i .1 . . . i _ . nrtcntms las leves «aba por adquirir tal consistencia como la que ahora tienen para nosotros * ° orgánico? ¿De tal manera que todas las leves de nuestra mecánica no serian ya sino devenidas, las que habrían quedado de entre innumerables W ™ * 7 ^ — w ° la» que nan llegado y uecauo aa regir reun en cu ciertas u « u w partes y»— deinmundo —,J », ctari/f* ^ m o s necesidad de un arb.mo. de una alegahdad r e a L 0 6 » ^ * « « 0 de devenir legales, de una i g n o r a n c i a o r i g i n a r i a q u e n , « P ÍS¿ r ^ m / ú f e t o presupone la aparición de cantidades, ^ parte podrían surgir de m ü e s de tipos diferentes de mecánica.

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11 |310] Se avergonzaba de su santidad y la disfrazaba.

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11 [31 Jj s ya prueba suficiente BN C O N T R A DE la forma areuta j ¿ N o es C g o del * * ¿ lo existente: el hecho de que haya en el mundo que « ^ c i r c u n d a d plena" ¿De dónde sale la * ^ X S l » ^ ^ í S dónde la duraaón de esa diversidad que va B^Sffjvm**** do variado para provcn.r de algo uno! Y las muchas ley .

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Si uno comprende c ó m o también ahora la vida en gran escala ten la marcha de los Estados, las costumbres, etc.) se sigue engendrando por medio de errores: cómo los errores tienen que ser cada vez m á s elevados y finos: es. entonces, probable que lo que originariamente engendro la \ ida fuera precisamente el más gro¬ errores que se pueda pensar — que al principio se desarrolló ese error ¡ errores m á s antiguos y meior incorporados aquello en lo que se basa ontinmdad de la sociedad. N o ha sido la verdad, sino la utilidad y la capacidad sero

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1113191 ¡ntelectualmente, ¡qué engañosos resultan placer y dolor! ,Qué Conside ^ t e n d i é r a m o s deducir del grado de placer o óe dolor el valor ^juzgana^ ^ ^ £ el í/o/or hay tanta estupidez como en los afectos que más la ira, la venganza, la huida, el asco, el odio son un exceso de la prociegan- es mas fantasía (una exageración), el dolor es la masa indistmta en que confluyen los pí afaec>[QS tos s¡n intelecto no hay dolor alguno, mas en el dolor sale a la luz la forma más baáde intelecto; el intelecto de la «materia», de los «átomos». — Hay una manera ¿^sorprendido por una lesión (como a quien, sentado en un guindo, le atraviesa un perdigón la mej illa), en que uno no siente en absoluto el dolor. El dolor es proiveto del cerebro. *mW*r* ¿

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-uirnos acerca de los primeros organismos d e b e m n , « « s . p u e b l o s , Estados, sociedades) a ^SS^S del y o es lo u l t i m o que aparece en un organismo que : m « j r e s u l t a superfluo: la conciencia d e la uridb* en todo casólo imperfecto y que m u y a menudo no acierta, si l o comparamos con la uni\ncorporada y realmente operativa de todas las funciones. La gran activipnncipzl es inconsciente. La conciencia sólo llega a resultar habitual cuando el bordinarse a su vez a otro todo superior — en cuanto conciencia en ior, ae de ¡o l o que c»i¿i está lfuera principio de ese superior, u w u «de uno. L a conciencia surge res¬ . « M HP incorpopecio del ser para el cual podríamos ser función — es nuestra manera de incorporamos. Mientras se trata sólo de conservarse, la conciencia del yo resulta innecesaria. — Ya es así en los organismos inferiores. L o extraño, lo mayor, hxmtotw *r mero se represen/a en cuanto tal. — Los juicios acerca """^ dei poder retrasados, se llevan a cabo a instancias de lo que está fuera de no ^ uue sobre nosotros rige. Nos consideramos a nosotros mismos

Las s ensacione» desde hace de la conciencia.

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de fe», pero Nietzsche no se refiere exclusivamente a la religión..

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no como algo que en sí sea nuevo y propio, sino semejante o

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,«1 „na especie de ser contrapuesto a la realidad verdadera no tendríaI» Z cual pudiera medirse y comparar y reproducir: el error está en pre3" ° nc mien'o- Permanencia parcial, cuerpos relativos, procesos iguales, é t el ° L — de esa manera falseamos el verdadero estado de cosas pero <<ns her nada de dicho estado de cosas sin antes haberlo falseado de esa f ^ P * ' T ciertamente, todo conocimiento es falso, pero hay, sin embargo muy grados DE LO FALSO. el "atierare lo lo que q" se piensa Y - diversos , , . " w. Determinar w ^ c u u n i a r ei C^r. y | necesidad del error básico en cuanto condición de V I D A del ser ¡JO rornetido de la ciencia. La cuestión no es cómo sea posible el error, eP " nosible algún tipo de verdad a pesar de la no-verdad fundamental del \0.i % ^ El ser que piensa está CIERTO, es incluso nuestra única certeza: el ^jociinient pensar. Que el ser piense no supone pro¬ problema es 1 ^ j t e lo que hay: S I puede haber un ser distinto que el que blema alguj ^' propiedad inherente al ser, ése es el problema, piensa, si el pe jjg^-j 13

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La no-verdad tiene que poder H,»H, la división sujeto , objeto verd el c o n o o m i e n t o lo que es ? ° P ° n d e r al e s , ° '°»°» de en !o incondicional t.eL q u e t d e r HeH ^ del * * ft> general! El mal v e. real: dades constantes del esse. Pues el 5 y. como el pensar es una propiedad eterna constantes, no e.xclu.rá el devenir todo lo i/ual v n en ,anen,e '° o de apariencia, siendo el propio p e n « * ° « t e * * ¿ H a s Jo el error en biax sui cesar? ^ ' entonces, devenir «

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¡ C u á n totalmente equivocada resulta la sensación . A la base de todos los m o v i m i e n t o s que realizamos b a s á n d o n o s en sensaciones hayjuicios — ideas incorporadas acerca de causas y efectos determinados, acerca de un mecanismo, de nuestro « y o » , etc. ¡ M a s todo es falso! Y a pesar de que queremos sarrio mejor, ¡en cuanto actuamos tenemos que i r en la práctica contra ese saber mejor y ponernos al s e r v i c i o de los j u i c i o s de la s e n s a c i ó n ! Éste es el grado de^nocim^ resulta m u c h o m á s antiguo que el de la invención del lenguaje ,po animal!

n o * El pensar mismo no es la antítesis de las P m P ' f * * ^ a c onocer e»,«g tenido y la ley de éste. - Sentimiento y j u n t a d so ^ . se g de. ^

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- Vorstellen. en éste y en los fragmentos siguientes, /c/iVa y Vorstellung.

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p endo más: lo que distingue a unos hombres de otros es cuánto tiemnaces de mantener elevado el ánimo. Algunos, apenas una hora, y respecto potros se podría dudar si son capaces de ánimos elevados. Hay algo fisiológico en y e z a

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Las mujeres que, siendo demasiado vivaces, desean atenuar la impresión que producen, suelen elegir colores azules: y también en libros se encuentran tonos azules con los que el autor pretende equilibrar una irritabilidad característica.

U [328] Quien a diario tiene que hacer el esfuerzo de tragar tanto veneno siempre es de admirar, si conoce tiempos de grandes sensaciones y no es que tenga repugnancia a 10 «grande» por principio. 11

[329] Um i n o m i a

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elementos de la realidad dada que son ajenos a la verdade* 2 L A! P Provenir de ésta, tienen, por lo tanto, que haber . ~~ P ¿ dónde?, puesto que aparte de la verdadera esencia no hay acl^ , P - P"car el mundo es tanto necesario como imposible.» Esto lo 'o si ¿i oT¡ d e r a esencia de las cosas es un anorto del ser pensante, tnvenae ,! ü? P *>Z * P^nsa. cuya existencia está ligada a la creencia aber rttJV oponcido. par, que realmente esas propiedades (la del camtÜ ^ £ i ; ) « a n propias del esse: al mismo tiempo tiene que haber su ^ ^Zo T° " ^ t i c o a sí mismo y permanente. - Quiero

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to pensamientos, con lo cual no queda demos rada su ex a conocer en cuanto contemdo del pensamiento y según nen que presentársenos siendo .guales, semejantes pan sentimiento lo concebimos en cuanto algo que o

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ello.

Cuanto m á s elevado es el intelecto, tanto más se amplía el alcana A U , el placer, el radio de a c c i ó n y el grado. * P

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« P i e n s o , luego hay un ser» r ' ^hu á sa. que pensar sea una \, » 1 V"*- yo piense. — E l único * « Va , ' — c ^ . ^ , e n t o n é oTn a* « " ^ f i C >H * i e n ello. (Ahora bien cua. l l , * a d o s de lo C>„; W

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PKIMAVRRA-OrOÑODE 1881

H33

^bilídad le correnponde a eI por lo tanto, la responsabilidad de r * < C i a d o malo, - es decir, lo necesario por naturaleza enTser 0 " río una mala reputación y una mala conciencia: Z 1 K J 5 » : : ^ « - c m a de, hombre con lo que se pone, así, > *U° K>Ja acc«n. y tanto mas cuanto mas delicada y noblemente sinúe a > : > f auc decayeran dichos dogmas y el que decayera la coacción y la " fe se"mponían ¡ha disipado la barbarie! - Desde luego: unabarbaí < co" q ' rbarie mas basta, ¡que sólo aquellos «salvíficos» artículos m

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pensar es el no , / Z ^ ^ " u e & * £ o > & ¿ Sarniento taita todo lo permanente n ' ° * * r y un" ^ 7 * S ™ en la Permanencia' 1) d e l « fe >* « S í ¡ ¡ "enea de la substancia, es decir en el m ° ^ ^ ¡ d o ^ * » ^ D > P ? es una c o n t r a d i c c i ó n con el ^ & ¿ 5 > ¡ N PCnsar P tcomo o m o aquí, de manera m u v venera. „ aqu.. do m y general acere' d H '°
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. 11331 / «w se lleva a cabo con la ayuda de la memoria, y es el fruto de To*»^' priendas, juicios, equivocaciones, placeres y displaceres de momen_ bles expe más de súbito que se presente. Cuando pienso en un ir. pasados P° mí en esa imagen un pasado que es muy diferente del ios lamon ' d o piensa en algo así. O: «iglesia», «filósofo», «noble» US' ««le un rtm e

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11 (3341

displacer es ahora en nosotros un producto de lo más compli^ás súbito que se presente; en ellos se esconde toda la experiencia y una ' d""norme de valoraciones y de errores. La cantidad de dolor no es propor^ 1 1 peligro; nuestra inteligencia se opone. Asimismo, tampoco la cantidad de nmoorcional al conocimiento actual — aunque probablemente sí al Cocimiento» de los preperíodos más primitivos y lejanos de la humanidad y la animalidad. Estamos sometidos a la ley del pasado, es decir, a sus hipótesis y valoraciones. y

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substancia y lo igual, porque es imposible el conocimiento de ' ° tiene que atribuir al ser propiedades inventadas para poder « i J ^ f q U e S

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1

' » N tiene por qué haber ni sujeto ni objeto para que sea posible pensar „ , " 7 ° * es que el pensar tiene que creer en ambos. - En fin: lo que el p e n s a r ^ concibe, lo que nene que concebir en cuanto lo real puede ser lo contrario de t 0 d o

que es.

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11|335| 11 | 3 3 1 | " Sólo se han conservado las clases de hipótesis que hacían posible la supervi¡Somos más benévolos y más humanos! Toda la benevolencia y humanidad convencia — ¡ésta, la crítica m á s antigua y durante mucho tiempo, la única! De ese siste, sin embargo, en que imputamos muchas cosas a las circunstancias ¡y ya no lo modo se han incorporado a nosotros los errores más bastos, ahora inextirpables — pues no solían impedir la supervivencia. El que a la larga una hipótesis acabara cargamos todo a la persona!, y en que con frecuencia admitimos el egoísmo y ya no Nuciendo perjuicios (p. ej., la hipótesis de que cierta bebida era sana, pero a la lo consideramos malo y reprobable de suyo (como se le consideraba en la com» larga acortaba la vida), eso no se tomaba en consideración. La brevedad de la vida dad) Así pues: ¡nuestro progreso respecto de la barbarie consiste „ e puede que sea la consecuencia de haber incorporado hipótesis erróen la responsabilidad absoluta de la persona y la creencia en que lo neas. el h o m b r

reprobable han decaído!

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toda actividad intelectual se encuentran las nipóiesís e inven¬ * P" Í - > igualdad, la cosa, la permanencia. Son tan antiguas como 'ecto v ¿stp u„ u. j • V éste ha moldeado en consecuencia su ser. b u r d a s

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decís: «ciertos dogmas son saludables pata

que c r e e r l o s » .todas las comunidades na. ^

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e x i g i d o por vez p n m e r a que eso « « ^ f ha qué indecible misena, a q u é d e g r a d a c i ó n deI ser n , , r n o , Implantara el ideal del a l t r u i s m o y, asi, * f ^ f | „ , a d del hombre que se viva como algo maloU - afirmando que e

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° n c e s me implico, 8 0 quien me interprete. propio camino, g o consigo se lleve Febrero de 1882. a m i



- A q u í se trata de Denken, por lo d e n * . »•*» * "

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FINES efe / « a c d o n » se consideraban inmo« »» 9 * k con la mala conciencia» u c d

«* había amor al prójimo: sino sentido para el todo y respecto del ¡Dicha indiferencia es algo bien elevado'.

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tencias y creencias se expresa mejor ese giro decisivo que se ha lie 11 * , gfl (pié «*e , | pj _ - . - / 1 a i ~ i n / > i a H(»l í*cr\Íritii ñ a n t í f ü m — sobre i . .. . daT &• j i , a; • T — ' ~ K * * ywiiaise pensarse ei ligi° ' ma tuerza, como algo ilimitado nos tenemos prohibido el concep¡¡uiiilo. ^ a i n f i n i t a , por ser incompatible con el concepto de
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¿Estáis ya preparados? ¡Tendríais que haber I » « , H grado de escepticismo y haberos bañado con v o h ^ d S l*** P°rcien no, no tenéis derecho alguno a este pensamiento I t r o creen a la ligera y de los exaltados! ¡Quiero defender T Z T ^ <*¿ de lios más uores. libres, mas más vane valientes y más distinguidos ^ ,1 ^ c i i u i i ' ui uc u * mas v el el cielo cielo puro! nurn' iuna pradera idílicj ntre el hielo dorado y vida

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346

1 ' h sometiendo y tomando a la naturaleza a su servicio h°mbre científico trabaja en el instinto de esa voluntad de poder y se siente 61

a n o ! Será

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|340|

II

Hecho terrible: todos nuestros juicios morales han resultado de sus contranos: ¿cómo ha sucedido esto? 2 ) ¿cómo apareció el juicio moral más antiguo: 1)

I I |34lj No deshonra el castigo siempre que alcance también a quien perjudica invota-

tanamente. ' ' '"eituerde la conciencia tatnbtén por un crimen no premeditado. E esencial: ¡asco de sí mismo! naturaleza básica del juicio: estética.

1 1

justificado ^ k ¡ j es progreso en el poder (pero no como iwtividuo). Más • a g u d i z a c i ó n esclavizante del docto hace al indi\iduo inferior,

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Spencer: —

no es

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« N o es correcto, aunque sea < ^ ^ « m e rebaja,,, «siento ^ZoJo o trecho E l considerar el provecho propo o* P ^ que la cosa sea ya «moral»! «Es perjud.cia i

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11 [347]

¡Intensificación y fortalecimiento del tipo! ¡Intensificación y fortalecimiento de sus oréanos v funciones T-Y-arTirMi particulares

Antagonismo:

11

[3481 En mí y para mí

— ¿para qué?

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i » escribió, entre otro», J- O. rieraci. -90.

por Nietzsche

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M * ^ n , «saber»; algo asi como: «la ciencia se ha quedado con la ma.

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12. N V 7. OTOÑO DE

1881*

111 . t e el cielo estrellado: ' p e noc"' endoso silencio sepulcral! — > ¡que & an

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, de palabras: de un hombre

\ Postre espiritual hoy de moda: Gorgon-Zola a

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12 [31 Génova, ese sur

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descolorido

12 [41 . Artistas que con su estimulo y su e x i g e n c i a que ellos son incapaces de alcanzar sus metas. N o

logran que otros hagan, mientras obstante, comparten el impulso

-

icanzar ver la meta. 1215]

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la c i e n c i a e x p o n e

en dónde

se ha hecho sólido el hombre

(no las cosas

cuando l o e x p r e s e d e e s a m a n e r a , ¡ a h o r a ! ) . L o s p ó l i p o s se darán

cuenta



aun

de la enor-

me m o n t a ñ a q u e h a n c o n s t r u i d o , d e e l l o s h e c h a , de que son una montaña viva de una solidez e x t r a o r d i n a r i a .

»216] . Esta

realidad

terrible, lo

terrible

d e l a r e a l i d a d resulta evidente tamo en

J ú n e n o s m o r a l e s c o m o e n l o s f í s i c o s , d e m a n e r a incluso mas *

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fondo t o d o e s I N V E N C I Ó N ' * .

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¡ E S T O H E DE DEMOSTRARLO' -

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octavo de 202 páginas, con anotaciones ocasionales y apuntes para Ut c l

P«>P¡o N i e t o * * se trata de juegos de P * £ * * £ £ o d

, ' ° ««mo arriba, *cudria a significar «El Z o U < k £ * *

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'" ÍO que pueda querer decrel nombre

*• «invención, creación (literaria)». [837]

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12. NV7.0TOÑODfc Ltg] FRAGMENTOS POSTUMOS

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atenta ahora sentimientos sueño. Ja creencia de que sea real ejerce un poder por completo » i , sinato. una ejecución, unas exequias) (p. ej., re c a i

í«fl hs de *Pt€rtal

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12 [ 7 |

«nreánica, aun cuando en su mayor nana _ ' 1 tener pasado! Sl fuera de ¿¿ £¿nica,

1

Sin la idea de que haya otros seres distintos de los hombres I ser provinciana y miserable. Fue algo inestimable el que se inventa ^ ° Pasa d di los héroes. Nos hacen falta seres con los que compararnos, aunque ' ° °se s l quienes se ha interpretado mal, los santos y los héroes han sido un mente: «dicha pulsión consumía una parte de la la ruerza fiierw „ so. Natural i\aiui«iiiutii^. .v.™ K panv uc que <"so n Át P o d eor o-. empleado para buscar el /W/MO ideal. — Mas el buscar el ideal propio se ba nada en tiempos pasados. lo más importante para los hombres era" adebajo de la normalidad y para eso servía el que, como quien dice se 1 ^ a una imagen general de hombre, el que se le predicara el altruismo * ra

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12 I8J ¡Cómo he buscado al hombre que sea superior a mí y que realmente prenda! No lo he encontrado. No puedo compararme con W — mas™ ° " mos la «fuerza» de lado, yo formo parte de una categoría superior. ' ^ " 6C

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pen I• e los I j confiI raneo, ás allá la moral tal que ß valores ntea gún el

ado por ta maiuau y ei aoanüono que ciertos amieos ™ , Me ás íntimo la cosa no me conmueve, y casi desearkr hacer ello ti* tivo • - que me — despertara algo. Busco razones contra el abtrrrimiento dentro muchas.

12 [ 9 |

Si de la muerte de Dios no extraemos una grandiosa renuncia y una continu victoria sobre nosotros, tendremos que cargar con la pérdida.

reía-

3

12 [10J

El problema actual: si no habrá que educar a una parte de la humanidad a costa de la otra para crear una raza superior. Crianza

El que un hombre no desee, no ame algunas cosas, lo solemos considerar simode su bajeza, de su vulgaridad. E l «altruismo» como contrapartida — ama algu^ cosas y sacrifica otras pulsiones que la mayoría de los hombres no conciben como objeto de tal amor — ¡por eso aceptan el milagro del «altruismo»!

12,11]

A l fin y al cabo: ¡nuestras fantasías idealistas son también parte de la existencia y tienen que aparecer en su modo de serl No son la fuente, pero por eso se hallan presentes. Nuestros pensamientos m á s elevados y más audaces son partes del modo de ser de la «realidad». Nuestro pensamiento es de la misma materia que todas las cosas.

' Los hombres siempre han entendido mal el amor — por querer el beneficio de otra ser, a menudo en menoscabo del propio, creen ser altruistas. ^Pretenden POSEER por eso a ese otro ser? ¡A menudo ni eso!

12 [12]

12121]

Despreciamos a quien nada posee — p o r eso, también a quien no sabe dominarse, a quien no es dueño de sí mismo . A nuestro parecer, no se le desprecia por egoísta, sino por carecer de ego, por estar a merced de los impulsos.

12

2

El libro primero como oración fúnebre a la muerte de Dios.

3

121221 Cien Tannháuser. — ¡ N o creer en Wotan! Interpretación del pasa o

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' En un ladrón o en un delincuente listo y desconsiderado no egoísmo en cuanto tal, el que se expresa de la manera m á s delicada sino ? dirige y limita a metas tan bajas. Cuando las metas son importantes, tiene^ ^ nidad otra medida y no considera los «crímenes» como tales, ni siquier ^ horrorosos. — Lo infame es un buen intelecto puesto al servicio de u lamentable en el gusto — nos repugna la MANARA, no el ego en sí.

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eado. ¡ay. ;Oi.; "usotros nemos ciwuw, i - , , lo! ^ PWfondamente e.xtmño nos resulta el mundo que —

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Poseen»y «ser dueño de» corresponden en el original al mismo término: besitzen.

^ s o l i t a r i o de los solitarios, el hombre, ^ ^ ^ ^ * P ^ i ó n que cree los mitos del futuro. Busc

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12. F R A G M E N T O S

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frutos de la i m a osas y como poder, como c o m i ' A H obsequiado a las cosas para e m

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Hacemos sacrificios de continuo. Ora vence esta inclinari" demandas, ora la otra. Te sorprenderías si hiciera la cuenta d T I Í J 'a otr. cuesta cada día. > ° s >acrifi* *

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Todo lo que el hombre ha sacado de si y puesto fuera, en el ha conv ertido de ese modo en extraño, y cada vez más: de tal man" " ^ rio ciona como si fuera un no-yo, y tiene y sostiene todos los predicad * " ftm¡ hombre no se atreve a llevar consigo. «Naturaleza». De ese m o d ° ? que ¡ empobrecido: tanto más rico se volvía el mundo exterior (colores^ j°do mismo que belleza, línea, sublimidad). * imient ¿ 1

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12 [271

¡¡¡El melancólico, teniendo una falta excesiva de fosfato potásico y el cerebro, ve en las condiciones morales de la humanidad, de las ^ mismo la razón de su sentimiento de carencia y sus depresiones!!! ° ' C

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« es que satisfacemos nuestras inclinaciones más f W « De suyo, si fuéramos una unidad no podría d a r * * somos una pluralidad que se ha creído ser una ¿ impuestas de «substancia» «igualdad>>, ^^ernianeacia» ¡1 se ha quitado la pluralidad de la cabeza.

12 (28)

Los niños que guardan memoria de los castigos serán maliciosos y disimul ri La mayoría, sin embargo, los olvidan — y así siguen siendo inocentes. ° a

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^ No salimos de la estética — antes pensaba que un Dios se daba el gusto de contemplar el mundo: pero poseemos la esencia de un mundo que los hombres han ido poco a poco creando: su estética. 12f3*j

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Música — una satisfacción

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teli tan noblemente; ,ns tamo « que aun no tía encontrado palabra ^ " ___ eso lo prueba nuestra música — no es que no hava palabra m «nsa-

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precursor, nuestro precursor — ¡hablar de persoun

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12

intemp<esta> en la que causa y efecto parecen ircacUmwporsüladoyeri la que en cualquier momento puede surgir algo de la nada. ("Richard Wagner la ha puesto en música en « L a guardia de Hagen»)

encubierta de los religiosi. ¡Prescindir de las palabras! ¡Ésa es la ventaja! ¡Y hasta de las imágenes! ¡Para que el intelecto no se aver12(38] ^_ . . . güencel ¡De ese modo resulta saludable y supone un desahogo para aquellas pulsioLo que hay de bello y de sublime en la naturaleza,frentea lo cual el aomcre nes que, con todo, requieren su satisfacción! resulta pequeño, lo hemos puesto nosotros antes en ella - y. por lo tanto, desposeído de ello a la humanidad. Ella debe pagarlo. 12 P l ] ansiar la verdad — no es sino otra forma de ansiar la felicidad 1

' Ah, entretanto tenemos que abrazar la falsedad, y sólo ahora el error se convierte en mentira, y la mentira que es anterior a nosotros, en necesidad vital.

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Ah, he destapado la mascarada las grandes pérdidas. Todo hay que n los vulgares, nada de ello lo tendrá ce 12 [34j Mi cometido: reivindicar en cuanto propiedad y creación del^ _ bello adorno, su más bella apología, todo lo bello y lo sublime que

Allí donde creemos reconocer algo pleno de valor y ^servarlo, esto es, en el deseo de propiedad, se desunan ¡¡¡Mes. El que ama es un hombre superior aun cuando sea mas eg ¡2 su egoísmo se halla concentrado, 2. esa pulsión única ha w * !as d e m á s y da lugar a lo excepcional.

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^hlecer U universal^ hay que levantar el baluarte de la ciencia > ^ haya luego p o d r á liberarse de sus cadenas al m * < ^

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incorporados a la conciencia y a l c u e r p o . luego:

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^ j c o s son r M M de juicios acerca d, irioS ^ ¡ « a i e , con la riqueza de color *tra c

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I O E l sentimiento me p e r m i t e d i s t i n g u i r h o m b r e s superiores y ho K inf q u é y c ó m o d i s t i n g u e es l o q u e p r e t e n d o e x p l i c a r a l g u n a vez de t n a í eri0r n e r v concreta c o m o m e sea p o s i b l e . a tan r i g u C s :

U n o es s i e m p r e mas necesario q u e e l o t r o .

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¡es t a m b i é n a l t r u i s t a s respecto de p e r s o n a s y cosas q u e n o s resultan indife i n c i u s o desagradables. A I r e s p e c t o m i [ — ] . — M a s e l p r o b l e m a sigue s i e n d o " * * 6 5 C se p u e d e a m a r a a l g u i e n ? ¿ A u n h e r m a n o ? A u n h e r m a n o así. ' 6C0m°

dicho*,.

T . .e „ , m o S l a p a s i ó n

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respete,

»»? s i e n t ° i o bastante D U C . «

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En ¿ £ £ 2 * m 0 como c o n d i c i o n é " ? « P a ^ ! * « • * 1

d anfguo, „

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D e las acciones m e d i a n t e las c u a l e s d a m o s satisfacción a u n afect amor, sea el de la a t r a c c i ó n o e l r e c h a z o d e a l g u i e n ) se d i c e q u e no son < i - e I d e | salvo q u e se haga u n uso i m p r e c i s o d e l l e n g u a j e . E l q u e a m a o b v i a m p m t r u i s t a s » . a sí m i s m o mas q u e n u n c a — y si t i e n e q u e r e n u n c i a r a las acciones del a , V o , sufre m u c h o l ü n aU lUt Ur u, Ji"s m E l r p r o b l e m a a 1q u í n o es — h a c e m o sa ^ acciones q narA ° -» c s que

hombre

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u . h l o de P l a t ó n , d e Pascal,

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FRAGMENTOS POSTUMOS

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531

foto u n a f i l o s o f í a y u n a m o r a l abreviadas para 1« **A cuando l l e g a n las h o r a s malas! * * * ¡So bre todo cuai

***™<

Dios.

on

^ L i t a c i ó n alta!

12

Muchas t o n t a s c r e e n q u e l a l e c h e n o a l i m e n t a , y que los nabos á .

12(441 EJ p e n s a d o r q u e h a b i t u a l m e n t e t i e n e q u e h a l l a r la c a l m a entre dos ruidos -si

e

q u e es c a p a z de h a l l a r l a !

¡L

1 2 , 5

m

u j e r es l a c r i a t u r a q u e debe amar a l enemigo

y al l a t o - y k> ama.

26 de oct.de 1881.

12

12 [45] ¡Qué

12

edades t a n

diferentes tienen nuestras cualidades

morales!

1882)

12157] En qué m e d i d a t o d o h o r i z o n t e m á s c l a r o aparece como nihilis » I I

¿ Q u é s e r á d e l e x c e s o d e s e n t i m i e n t o s d i v i n o s ? ¿ O es q u e y a n o lo hay?

12 [47]

m

12

n o es algo tan malo! \\Descubrir fantasías Arruinarse p o r u n a m a l a p a s i ó n — ¡:

acerca del m a l y d e l d o l o r ! !

[46]

Diálogos

[561

en

12 veranos.

12 [58]

soledad.

Nosotros, l o s e s t é t i c o s d e l m á s a l t o r a n g o , quisiéramos no perdemos ta * _____ __ *_r « mili — v una sociedad crimen n i el v i c i o n i l o s t o r m e n t o s d e l a l m a n i _

¿* & :

a

« r í a probablemente la creación de un mundo malo. Quiero decir que el que e«s* "al y el dolor no es prueba alcuna contra el arte de Dios - ym^s. contra, su «W

?

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¡Burla en los que disfrutan tranquilamente, como signo de que el espin duerme^. Mas aversión — 1

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a su vez presupone que ¡hay a quien le va peorl 0 < r * » «

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12 |59|

7 s i v i n i e r a todo

la valoración para obtener «"•" cambios «^ordinariamente pequeños en la ^ « f * ^ ' valor que sean por completo diferentes (ordenación de los

l c s d

Y el mundo que la ciencia ha descubierto — ¿de donde viene, E » de nosotros, \algo así no podría ni existir! ¿O se trata sólo de un mun o q ^ olvidado? ¿Fue todo en su momento superficie y piel y , ' que hubo una superficie y una piel nuevas y se olvidaron las antiguasc ü

n t

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*U^ «em ( a p u m a d a p o r f

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S a l a q u a n l a V

eh. U * U f f » * *

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12. N V 7 . O T O Ñ 0 D E 1 FRAGMENTOS POSTUMOS

rel="nofollow">4J

.elogio ni compasión ni ayuda, _ _

So somos losrestoso elresiduode la humanidad (como sí | que se va haciendo oiginico). De nosotros aún pueden salir muchas^ que transformará el carácter de ta humamdad. cos

*5

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retrotrae uno a estadios de la cultura a

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' Quién nos va a inventar el ballet trágico con música? ¡Particul no en pueblos que no saben cantar y que se han roto la garganta con tica!

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U S l C a

n ser mayor de lo que soy. Acaso H

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12 1621

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quemirarme conrcspeto(comoaSan

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E£p° *

que

ia escritura — doctos de la naturaleza

d

«me he olvidado el paraguas» Causa y efecto. En el fondo lo que con ello entendemos es justo 1 „41 v cada uno de los sucesos sean consecuencia de anos A, i 12 |63J mu- cuando nos consideramos a nosotros mismos causa de un golpe " "V 1 l e n o no se puedan explicar de otra manera » CXP quiero» está presupuesto, verdaderamente es la creencia en una fuerza ' ^«yo " , 1«* ' «en"" en común con Schopenhauer. tal c * » ^ * » ? ' ° opera' mágicamente, esa creencia en causas y efectos — la creencia de que todaT] lp***£?y era un mero atavismo el que en el siglo Xtx e X t S , magiL-iusun., j « « v u v i o u c que rocías la causas son del estilo de una persona que quiere, como el hombre. En fin, ese n ¿ ' °^ v í a r e m e n d o y predicando. ¡ L o c o n t r a n o - o u e e n ^ T S s io '<&?X voluntad, por mas que lo parezca - esta casi demostrado! (¡Y apriori es un elemento de mitología primitiva — ¡nada más! ' ip .«rticip "> .„ inHfT.iblemcnte pequeña de los sures™ «, r. r" podría < e a la Parte 0

p e n s a

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2

12 1641

No debemos desarrollar la razón humana también provisto para que no podamos.

a contrapelo,

pero además ha sid 0

12 |65]

1

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los hombres conciliadores me sientan fatal

rm por ia LU»O, w

12 [66] esa

L n?ítf*> fl separar razón y amor, justicia y amor, o a oponerlos y darle al ' L posición superior! E l amor es comes , con la razón y la justicia,'es la ale. umw el olacer en la posesión, el deseo de poseerla plenamente v en toda

luz gris ceniza que la Luna recibe de la Tierra

iluminada

12 {67} El dolor se ha formado así por causa de su gran utilidad — es tan provechoso como el placer 12 [68] Emerson Nunca me había sentido en un libro tan como en casa, en mi propia casa — no debo elogiarlo, me es demasiado cercano.

12 ¡69} Con la música ita\ le invaden a uno las máscaras.

*

r

*

belleza — el lado estético de la justicia y la razón, una pulsión secundaria. Una vez que tengamos razón y justicia tendremos que romper las escaleras que ios llevaron hasta ellas; es el triste deber a que nos obligan esos logros supremos, como quien dice, a citar ante el juez a los padres y antepasados. ¡Ser justo con el mh desear conocerlo, con todo amor! ¡Nuestra disunción se pondrá aqui a la más alta prueba! . Sospecho que quien habla del cristianismo con el corazón Ueno de rencor— ¡es infame y vulgar! 8

9

1¡P6] . El árbol genealógico de nuestra nobleza, nuestra heráldica, nos los da la cienj y » nos da los antepasados. Comparados con nosotros, todos los hombres nam¡ J * ahora han sido «flores de un dia», plebeyos que sólo poseían una memona n

4; r° m

e

6 8d

histórico, con él toma cuerpo r ^ g j - 'Al Principio, dañino, como todo lo nuevo! Tiene que ir adaptándose poc

j

Quiero escribirlo todo como una especie de Manfred, muy personal. De 1 f j hiendo V 5 Véase Byron, Manfred U, U

'

l a t i n o

n u e

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' «*° que va con», do que acompaña» « r o «poner a prueba» reproduciendo literalmente el onginai

S d o b l a d

o en «infame y vulgar».

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hóchste

12

NV7.Otofs'0i>

E l

KRAÜMl-NTaS POSTUMOS

M7

poco antes de que resulte saludable y dé lugar a un gran llore ' nuestros antepasados los héroes poseían todo - tenem * M ()¡ cosas, mas todas las pérdidas se compensarán con ganancial dona? ¡Razón y justicia son las más difíciles de reconocer • ¡ *a. /oxenes y débiles v a menudo penudieiales! ' ° ¡ue ¡

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^agner-* deseaba una cultura

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g r a n d e

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^ ¿i - i grado más bajo de poder para llegar uno $ donar ^ *o mas^ a a u

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12

A

[77]

Dios ha muerto pero ¿quien lo ha morado? También el matado lo más santo, lo mas poderoso tiene que arrebatar a ho u •trtátn\-in demasiado pronto! ; Homicidio dp V» S

n t l m i e n t

o d f, e

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14—j 111 i leyes son tentativas de hacer con papel el homb estar a la altura de cualesquiera situaciones y cuya justicia es tarT ° arrojo Av. ¿dónde está el rostro venerable del legislador, q u i e n 4 e h T C O n i 0 S u más que la ley. a saber, el deseo de preservar, por amor y venernriA car q U e

11

I a

c o n s t i t u c i ó n

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¿om^* ' ^tasmagórica del mas en cuanto hombre digo la verdad, también l a ^

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egoismo que nos lleva a

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1

I Coleccionar situaciones



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sagrado?

Slgnifi

oración, su carácter

1!

Arnera proposición de m moral no aspuaras a condición alguna, ni a la fehcidad

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12 ¡SO]

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**> tomes, ¡ n » Tampoco «el ideal» — sino llevar a cabo iodos v cok

ni a_ ^ S . . , , /.Por . qué? virtutis\ o las pequeñas y las grandes, de manera tan sublime y tanbellac ladeiasaci én de manera visible. ¡Es la manera lo que debe distinguirnos ^ posible, y U

Tengo un origen — ése es el orgullo, opuesto a la cupido gloriae [deseo de ria]. No me resulta extraño que Zaratustra ^

a l

»





¿tíX

J

Lo original en el hombre es que él ve una cosa que no todos ven. 12(81]

Los insatisfechos tienen que tener algo a lo que su corazón se apegue: p. ej., Dios. Ahora que éste nos falta, se pasan, p. ej., al socialismo muchos de los que antes se hubieran agarrado a Dios — o a la patria (como Mazzini). ¡Siempre ha de haber alguna causa por la que sacrificarse de manera grandiosa, una causa pública (que mantiene firmes y disciplinados y, además, ¡da valor!)! ¡En nuestro caso hay que 1

inventarla .

,

* ''ia cienc se eleva de una manera tan rápida y tan de repente que sus discípulos casi no pueden recobrar el aliento — y en ese aire que es demasiado escaso eso les h » Mo. ñor amplio y puro que sea el alcance de la mirada. Li humanidad tiene que recuperarse — ¡ ene que hacerlo, como hasta ahora lo ha hecho! Toda la prudencia y la tazón en que SÉ aasa ahora nuestra vida han sido el cksaibttmiento de particulares \ muv DOCO a DOC se han ido imponiendo, practicando, incorrxirai^ .P n n n v n n f o r m a r narte de la esencia tnan^ibte del hombre. l

L oju 11 [91]

Al Nosotros, como Dios, tenemos que ser justos, clementes, solares con todas ni cosas y recrearlas una y otra vez como las hemos creado. 1

2

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2

]

A

10

Quien estudia la alimentación, p. ej., o la calefacción, aprende * * * conducta. Antaño todas esas normas formaban pane de a rtwni ^ n z a ya no es tan formal y la salvación del alma no se halla ligada a -_ se ve una otra vez superada por la ciencia en tuerza y en habuioaa y

e n

Se transladan erróneamente sentimientos (que tienen su sentido .^^ dones actuales, p. ej., el matrimonio) a tiempos remotos en que el ma n diferente ¡y no podía dar lugar en absoluto a que surgiera el amor en re

* sonnenhafi: no aparece en los diccionarios actuales, sí en el de los hermanos G

n e r a

**ttos, tos m a

p- € ) . la empleaba.

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p é n a n o s , somos, sin embargo,

s agradecidos de Bellmi v de Rossiiu.

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« s o se trata d e l sexo masculino. g u h

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> « v i r t u d e s » , rem.te a una frase

^ « 0 v t e *

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^

141 12

FRAOMI NTOS POSTUMOS

V4' (

.

¡93]

Veo de hay entre ciencia cieña v I oc continuo c o n t i n u o el c i desequilibrio U V ^ H " " " ' " que iwy quita de la vista: ¿ha habido antes algo semejante? S a e e r d o t ' " ^ " U n hombre, principe y hombre, juez v hombre. I n iodos los a « » í *>r neutralizar al individuo « ^ i ¿ P o r ,«ta y

r

m ú s i c a - no ser que con la voz

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I as tlonuiras v cadencias en la música son como un dul

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«ncia e t ó t ' Ü * *

«tí Pasado!

i p o r

e r a n o

Todos recurren al estilo periódico, como a un manto con el desnudos — sea por carecer de forma, sea por haberse habituado a T * ° ° r a vo. Sin velos, sus ideas son tímidas y desmañadas — el poco de ? ^cesf caneces sólo se ve cuando los pliegues del período les dan valor v f ^ oñ dignidad. Esto es algo que podemos soportar en ellos, e incluso aprota T Pia pedim de sí ninguna ley acerca de la moral y la belleza: el estilo periódico nodri an recurso de urgencia y ser un n

c 8 t a s

wíí/i/e* * ' - "avieu I» * /J** ' ^ , 0 sean - o a quien finja que k Ktí* °Pn le dan importancia! iSavona,

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e j ad e

12 |9Ó| Hermanos pasión «W conocimiento existe; una fuerza enorme, nueva, en crecimiento ramas se se había visto, el — ímpetu del águila, la mirada de la lechuda vu , ' jamas 7 -con — " « ~ ~ ' ~ W M U * O y 'as patas del —

-



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C O n i 0

dragón — y esta tan tuerte ya ahora que se concibe como problema y pregunta«¡cómo es que soy siquiera posible entre hombres . ¡Cómo será posible el hombre en ¡o sucesivo conmigo*.»

A

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1 0 7 1

pensamientos de los antiguos obran efectos enormes, p o ^ la fe en los Los peí» „ i á n d o s e a lo largo de siglos. Mis pensaremos coooeinena dado elevada» y U I * I W » W — puedan surur efecto smlamáxima usas demasía l u n u

n

1

¡97] Esta pasión del con cae sobre sí misma, pregunta por su porqué, por su origen — y 12

!f'este h

no llega a ser un gran virtuoso, sera lerrWe, consigo y con as Con los demás no merece la pena, mientras ellos se esfuercen de manera ala ^Smente por lograr la v i r t u d - con su mediocncad a c a r ^ p n v r virtud de su ascendiente. 12 [109) :No está todo, todo preparado para esta revolución: Hay que describirla situación

|WJ

12

U |l

la humanidad se ha vuelto peor

121110)

Paradoja en la mujer y en la educación que se le da •te. — Toda moral tiene este sentido

12 [99|

¡El sentimiento de menosprecio moral es ahora habitual! ' u n i enormidad de temporadas para la cual una vez m á s no ^ ^ ^ oras nosotros, pobres de habla — t e n d r í a m o s que decir: una pequeña ere

^

^

muv misteriosa e intere

12IU1] £

~ detavida o en contra de n la naturaleza no has predisposición alguna a favor ningwi

j£*

Cuando algo vivo no se conserva. no es 1« *

tiempo — e l

*«gfl de «útil», «conforme a fin» es accesorio, humano

121101] Aquí yo soy este molusco vivo, entre las rocas de la costa ,

2

'

l

0

2

l Ouien disfruta moraímente

w a ú n algunos escalola tragedia tiene que MUOir

si mismo» stra> desea mover a la gente.

tendrá que

^iostdad de Zaratustm es la madre de todos los victos*

,

N V 7 . 0 T O Ñ O D E 1 8 H I

2

151

FRAGMENTOS POSTUMOS

850

^ d o mala conciencia -

»

que creen»,

S i

,. ^

1 2

^ ¿ H i b r á acaso en todo el mundo un hombre que, c o m o

al mar y -

y o

, se si '

, auebrar lo patético. ^

****

\2\UM ,

Ociosidad genovesa. Si he visto bien, aquí y o soy el ú n i c o que e s t á ocioso. 4 Las clases medias ponen todo su e m p e ñ o en llevar a los trabajad ción: ¿son así

más felices!

leerlo

r

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t a d de « M * ™ *

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"P* " o Hevar la contraria'

en o o n t « de l o q u e ayer aprend.ste -

4

M a s por eso ayer no es

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121116}

, 13

En los verdaderos m i s o j u d i o s ( c o m o W < a g n e r > ) me ha llamado 3 a t e n ción su afinidad con los j u d í o s que su desemejanza ~ son unos celos tcTL' ' aíemanes se dividen ahora en judíos y m i s o j u d í o s , es decir, - Los m

ll

' C

üeSt

%^°h valientes para -

-

-

lio t f ,1 d o l o r i n d e c i b l e p u e s q u e l a v i d a se nos escurre de esta manera.

l b l e s

iend

"« ° l i e " t o d o v u e l v e d e n u e v o , y esta maravillosa gota de melancolía en ¡jn^ istador q u i z á sea l o m a s h e r m o s o . ] tulo le d i j o : « é s t a es l a m e l a n c o l í a p ú r p u r a , el molusco m á s hermoso me

12|II7J



Una manera nuevo de entontecerse — p o r m e d i o del gusto en el hac emprender.

cr y

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" e r en e l m a r d e l a e x i s t e n c i a

,. puedes ® " el sentí* rec0



12

¡118}

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n t a despedida,

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para REYES 13

f

"nflexible frente a t u a n t i g u o i d e a l y l o s h o m b r e s c o n quienes te unió. —

Er S m

¡La

m ú s i c a , el orte de la auroral

12 1120] Lo que valga R W < a g n e r > nos l o d i r á q u i e n haga el mejor uso de él. Por e) momento hemos creído de W < a g n e r > l o que él h u b i e r a q u e r i d o creer \2\\2\}

Chamfort a su manera, que hace r e í r u n m o m e n t o y m e d i t a r m u c h o tiempo. 12 ¡122}

l a l u z crepuscular de las cosas

01

Un h con el rostro macilento, profundamente hundido sobre mi mesa R imagen duró un instante: al instante siguiente v i u n gato, a unos pasos de distancia " 12|119|

d

r

a nea lapiicajdaou ud e e l l o s p a r a b u s c a r u n i d e a l m á s elevado. Para m í fue una rvhecho, me

Sera

-

y ellos c r e í a n q u e y o q u e n a j u b i l a r m e e n ella.

12 fl31|

,

.

,

.

.

,

Llevaron 2 m u c h a c h o s a n t e Z < a r a t u s t r a > « e s t e h a r á cualquier cosa de manera

regalar-éste p r o c u r a r á n o h a c e r d a ñ o , n o e s l o bastante h e r o i c o - c r u e l . »

12 {132]

Ennoblecer ta prostitución No egoísmo d e l a e s p e c i e , s i n o d e l a g r e y

12 ¡123}

En honor de las mujeres mayores

U1133]

bárbaro, el q u e d a r s e s ó l o c o n l a f r a g i l i d a d d e u n a c o s a , l o c o n t r a r i o , t o m a r l a cosa de

12 ¡124} en Alemania, donde las mejores voces quedan arruinadas por un lenguaje desa^ ¿radablc, de manera que a la postre vostre no quedan Quedan m más gradable, á s que que hermosos instrumen os viento

"••«a

Misojude: voz acaso (?) inventada por Nictzsche; no figura en los diccionarios.

u

e

se sepa p o n e r e n l u g a r d e l a f r a g i l i d a d la p r o p i a s o l i d e z y así o b l a r l a

& 1134]

N o b l e s , los signos, los erugmas, todo ' — l o s «excrementos de la existencia» 1 m

11

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t e n e r m u c h o s a d v é r s a n o s . Todas

q u i c r e

:

lo primero de todo advérsanos., ,y &

L 2

N V 7. OIONU Lít, 1 K X 1 *53

1 RACiMENTOS POSTUMOS

852

otro criterio de lo moral distinto del de 1, ¡a capacidad de desprecio >» compasión?

l i n t o

.a ^

12(1361 ¡Cuántas cabras nobles 1

d e

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delicadas he encontrado

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A : K^ .«aun °fr iha1'1'- Cubrimiento».' * ° T i ¿una T especie

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««oWeca



A la hora de Otar tina herniosa sensualidad, Vcrdi result notar que su trato con ella tiene que ser de extrema austeridad Mas? ** uso tiene asegurado su público — ellos son todos más pobres que él v ^ " °cas a desean otra cosa, como él — así él es su hombre y su maestro Ta . de tod de una sensualidad pobre y, respecto de la melodía, se obstina en la k" ^ « n e r ^ la locura — pea") ¡cómo ha sabido, partiendo de ahí, construirse im a hasta m " ^ t e hacia el ¿ £ * 0

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12 (138)

4*

Set

* i no A f e l i o " como ante otras puls.ones

^

s

^

La música de W se asemeja a las nubes — y hay q Rosenkranz y Güldenstern para, como algunos estéticos, ver en d* camello y nada más u e

l a s e d

l c n a s

^° e nubes ^

la visita al balneario de los pobres - y las iglesia», sus pala-

son

,11*1 11

12 [139J

De los poetas alemanes el que más música tenía en el cuerpo era Ciernen ns Brentano 12[140] f Heroísmo es la fuerza para soportar el dolor e infligirlo.

en la h a b i t a d del poeta

e

12 {141]

El estoicismo del sufrir resignado es un síntoma de parálisis de la fuerza fren te al dolor se pone en la balanza la apatía — falta de heroísmo, que siempre*lucha (no sufre), que «va a la busca voluntaria» del dolor.

14

5l] , inspirado de este siglo ha sido hasta ahora un americano (por 'l escritor ma filosofía alemana — vidrio opalino) ^ • ^ Í n e U e s q u t t e tres errores /

ú(1 1,1

l!|

Goethe que también llevaba la contabilidad de sus pasiones.

12 [142J «¡Cómo he podido soportar hasta ahora el vivir!», sobre el Posilippo mientras el coche corría — luz de crepúsculo

Yo sigo yendo detrás de todo lo que resplandece - y tú te tapas los ojos con la aano cuando miras. l!i

12 ¡143] Poco se puede esperar de quienes devuelven un saludo en la calle antes de reconocer a la persona

11 [154]

12 [144] «mediterraneizar»

111155]

Nado en la ola más alta. ;

_ ue

El mal olor, un prejuicio. Todas las excreciones, asquerosas — ¿por q ¡tóenmal?¿Por qué mal, si no son dañinas? Saliva,flemas,sudor, semen, Rentos, restos de piel, mocos, etc. ¡No strven para nada! - Q asco aumento finamiento. Los asuntos que están relacionados con

el té o el agua (con naranjada)

' Aquel emperador tenía siempre presente la transitoriedad de todas para no darles demasiada importancia y estar tranquilo. A mí la ^ afecta de un modo totalmente distinto — a mí me parece que t o d o ^ de lo que debería siendo tan pasajero — para mí es como si se estuviera en el mar vinos y ungüentos de gran valor. t r a n s l t o n

o r

v a

t i e n e

i r t i e n

12 [146] la vista Si no queremos que nuestra dicha dé que hablar, debemos llevar

i do o r

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expulsar la comida sin digerirla (como un * de la comestibilidad: |esto no se come! Juicio básico de la moral.

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nos achaques.

P h W a l d 0

^NCn^ Emerson. . Ensayos de Em«" 7 ^ retiera Nietzsehe al capitulo del mismo ' • ^ c i ó n por él empleada (véase el grupo 13 de tragmenios, m

M

l o s

854

FRAUMENTOS POSTUMOS

12 (156]

Aquellos a quienes la edad, como a un vino noble 1 ees y espirituosos — hombres como Goethe o £bioun> experiencias eróticas 16

C a d a

12 f l 5 7 J

Entonces calló Z<aratustra> de nuevo y se hundió en fin. como en sueños, dijo: «¿O se ha matado él mismo v f a reflevi^ sus manos/» ' > nosotros ^on.

pellos que se hundenU que contemplan sus pasees como la V



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í&a. Tif ^ >T ^ £ luga!" útil como el llegar a ser. No se arrepienten. El s n i r i i f l

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P o r

Sido 1

12

f158|

Para ver de lleno ia belleza de esa mujer, hay que mirarla para ver de lleno su espíritu, tiene uno que servirse de los m á s " °*° Pes: m puesto que por vanidad lo oculta en el rostro, hasta donde se pued " ** ° j ° s Í espíritu envejece a las mujeres. ultar: p ^ ¡ 00

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12 (159J

Dicha, oh tú, dicha, hermosa pieza, siempre cercana, nunca lo bastante, siempre mañana, mas hoy no, — ¿demasiado joven el que te caza? ¿Eres realmente la senda del pecado , de todos los pecados el más dulce -

ara quienes crean en Dios — deberían considerar si un Dios d a c i ó n de algo o si puede, sin más - si no será ésa precisa-

el vino 4^ t,ción cerebral que í Esa^^inaEuantable.

:harada.

17

" C n t u d > « '

t i e n e V Í r t U d

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12(160]

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Cualquier cosa es conmensurable con cualquier otra cosa: pero fuera de las cosas no hay medida alguna: por eso cualquier cantidad es en sí infinitamente grande e infinitamente pequeña. En cambio, quizá haya una unidad temporal que sea fija. Las fuerzas necesitan cierto tiempo para devenir en ciertas cualidades. 12

[161]

"f L e oodria aparecer una música comparada con la cual todo el arte wagneZ,1a categoría del recitativo secco y tuviera su jusuficaaon: y quien se ^ C p o r ía sublLe cuestión de la moralidad de la música tambtén debena aren cuenta esa

posibilidad.

^TnLstad,

apetito d e poder, crueldad, envidia, rencor, afán de burla y de cenaa, mentira, inclinación a la voluptuosidad y a la posesión

¡yo no me echaría de menos! 1211101 12 (162)

Resplandece la aurora -

, .

El noble donaire y la finura de Voltaire

pero ¿dónde está el sol? El día de hoy traerá tormén HI171]»

ta — se acercan nubes de tormenta por el horizonte.

Malherbe a su confesor, que le hablaba de la bienavenruranza en términos 12 [163] el organismo m á s simple es el m á s perfecto — todos los ^ cados tienen sus defectos, y en la especie superior son innumerable . Grey y Estado son los m á s altos que conocemos — organismos m y

s o n

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¿ compli' cen. f tos. Al s

pere

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' **y vulgares: «¡Basta, dejémoslo! Su pésimo estilo me repele.» ]l

[I72]i9

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•de ..niritual» o

"geistig: el alemán no distingue entre «espirituoso» o aicohóhc y ahí que Nietzsche esté diciendo las dos cosas a la vez. Aun cuando la frase es interrogativa, falta, sin embargo, el sig 17

B * " ^

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fes»*.

se le había metido en la cabeza que. 4 onnaba. inundarla

H57

I-RAUMI-NTOS POSTUNK

856

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«este puente que tenemos aquí, aquí lo han hecho» candide

„ , de todo amor e interés por los demás es ^ • que se prohibe cualquier ^ T ^

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un»! Amistad — distinta que el amor

12

irrsp AI Cardenal Richeheu le habna gustado que le hicieran santo

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12Í176F

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¿De quién has aprendido todo eso?, preguntó Saadi a un homb ciegos, que no levantan el pie sin antes haber tanteado con el h « van a pisar»

r e S a b i

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°- «D i e

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va hacia arriba, Goethe viene de arriba» ! n s seres superiores r

, lo verdaderamenic im»*i cMcner en cuenta las consecuen & piensa que ó n — no elogio, condena, castigo. Mas ese «teñe i " eneo r ^ .„ resultado . — «r* L exigido que se tengan en consideración todas las consecueno u n C a * " rase ^ ouien lo exigiera haría que los hombres se quedaran parados. V un acto -~ y pueden decir n i averiguar, las mas cercanas se verían deter• ^ . V ^ ^ ^ l e i a n a s : así, cualquier cnmen rxxlria justificarse. P

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12/177]

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POsiíippo y todos los ciegos a los que abrirá los ojos.

Los pensamientos me dirán dónde estoy, pero no me descubrirán a d' — me gusta no saber acerca del futuro y no quiero hundirme por causa de°l ciencia ni por andar anticipando cosas prometedoras. ^Caigo hasta llegar al fondo — y no quiero volver a decir: «¡estov inv t;„ , el fondo!» * ligando Mi naturaleza invisible quizá sea en el fondo hipermétrope y detallada- ne quizá mi espíritu sea demasiado lacónico para ella, se apodera con una mirada rápida de algunos de sus extremos y no se cansa de admirar ni su riqueza ni su aparente sinrazón. 12 [ 1 7 9 F 4 «de este cáliz desborda, como espuma, infinitud».

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12 [178]

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i#l hace tiempo era «inmoral» — en consecuencia, se ocultaba, p. ej„ e El individuo na ^ b r e de un héroe. O se hacia responsable a un dios ^(«tmo Homero; n o m

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í|l!11

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hre superior vale más que el de conocimiento, que puede ser vulga

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. ", T¿1 portan los logros. Como instrumento y función es como más í %¡* el hombre - los genios son escasos.»

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I!

12

11881 la postura. Macho antes de saoer 1 0 que va a icnci uv. — ~ - — — ° _ ^ L „„ 1« dmbre de voz, el estilo que mejor se adecúen a lo que sea: las pulgones estencas y las

¡180} ¿- w> * M Sófocles da la razón a toda persona, o la crea.

H

...

No tengo fuerza suficiente para el norte: allí mandan las almas pesadas y afectadas que, como el castor en su obra, están constante e inevitablemente trabajando en las normas de la cautela. ¡Toda mi juventud se ha marchitado entre ellos! Me asai esta idea la l . vez que vi caer la noche sobre Nápoles, con su gris y su rojo c o n m l g ciopelo <en> eJ cielo — como un estremecimiento de compasión para t o ( j a V Í a haber comenzado a vivir siendo viejo, y lágrimas y el sentimiento de ve salvado, en el último instante. tengo suficiente espíritu para el sur J

. .

.

^-más que estético.

U [189]

;Luno5o'.

en

No queremos hacer como el Wotan de Wagner. que con enorme

n

^. J ".

2*» la vieja Erda de su sueño para decirle que puede seguir ¡ ¡*¡> =omo el Parsifal de W auner - un medico que s, cura a su

te»»^' £ ^

^ abuelo mayor debe morir también por ella. Si, ^ ° \ ^ o JíS S r ' ! P « ^ o s ten.au que volver a dormirse ni que los curados pe 0i

d e s

e

la curación. a

Fuente no localizada. » Véase Saadi, Golestan, prólogo 6; no localizada la fuente de N i e ^ h * Véase Schiller, Die Freundschaft (Anthologie auf das Jahr 17X2), 5t>ro reino del alma desborda sobre él, como espuma, la infinitud.» a

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ife;^. *S ed- de :a

l>/ada.

H.

Laube y I « * » vol. B .

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1 2 . N V 7 . OTOÑO DE i 881 I RAÍÍMI NTOS POS I UMOS 859

Í2\\9Ú\ ( lo^io de Voltaire

é

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£/ hombre bueno sus obligaciones pero también

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12 [\9\\ ,<><• (IM»Iiihn) nie proihkc M - arco * Aurelio «,

,

X2[\92\ ('un elcrni/ación totalmente distinta hi gloria dimensión leñemos que ponei la eterna profundidad; ^ r e p e t ^ '

3 1 1 1 6

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1, d d d e t e r n a

ufin]

j.e ,, , .inguido, n o b l e |0

falsa

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™smo el „ q u e

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• ;.No oslamos \ a l i n d o por el universo vacío'' c

I I amor duradero aun cuando sea feliz — es posihl seei. comju.sui poi cillero a una persona siempre se , w \ l no .os d e s c o c i d o s en el alma v por ellos se extiende " f i E ^ ° Sfi «ñor Mas el amor se acaba en cuanto sentimos lo Umüato dH ' ° *ón d ! I I conflicto de la pasión larga o corta surge cuando e \ "* c.ue.o al otro y el otro todavía no - entonces aquél se anarn ° Por lejama mau ..un mas al otro a buscar nuevos valores — f y con su i «Mi de mc,or matarlo .mies que perm itir que otro lo posea -1 P ° " no nenen alma, si no. estaríamos viendo ese conflicto Constant' ^ ' le/a. si realmente hubiera amado al h o m b r o infinito hace tímf ' «tfotado con su amor aunque solo Cuera para que no cayera Z f ! ? a . 0108. P- J> de algún p

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l contrario se califica también de huerto

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^Menosprecio del comediante (repercute en é l mismo, incluso en Shakespea

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p i t r a s somos jóvenes y no estamos muy seguros de nosotros m i , hay Jneligro de que por causa de los científicos se nos quite el interés por la cien¬ A ñor el arte a causa de los artistas — e incluso por la vida al verse une

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¿>ÍOS A él le hemos querido más que a nosotros y a él le hemos sacrificado no sólo v,tm «unigénito hijo». ¡Demasiado a la ligera os lo tomáis vosotros, los sin dios! Conforme, puede que aromo decís: los hombres crearon a Dios — ¿es ésa una razón para dejar de ocuasede él? Hasta ahora hemos deducido al revés, Dios, porque él

A .oda moral le corresponde un determinado tipo de análisis de las «edeeer oüns son M/.v,v. Mas toda moral posee sus perspectivas v sus luces - su teoría de los «MOtlVOS».

la fl96J «Que caón uno haga lo que considere que es su deben) — daríamos así un paso atrás, nos estancan amos.

Av. amigo, ¿qué es lo que han estado haciendo los hombres durante milenios, se ocupaban de su dios, etc.? Y si, a pesar de todo, él no pudiera seguir ^ si no hubiera alimento que lo mantuviera con fuerzas - : entonces-

Lo llaman conocimiento: realmente \a el buen hombre

12 (I98|-

-lo dijo y un nobre orgulloso! «Antes morir que tener un bienhectior» trabajador ^ ha? " después tenía su bienhechor y seguía vivo. • ^tado tras de él y le había evitado la muerte.

¡Era

v

Nada es mas sabio que un pn>\?rbio — dijo el erizo de mar cuando le picó el sol; y enseguida produjo veinticinco.

08

M e d l a

13

ló&ca ^

* fon* cierta resonancia con uno de los aforismos de F Schlegel: «_. n-una*"" M-¿ >na BM peques* ¿. ^ ^ ^ conipIcMBeaü I * * " * del ^ ^ . ¿ ^ t ^ K\ es en si misma perfecta, como un erizo»: víase F. Schlegel t £f Anexar f H ^ ^ - A J ^ - ^ ^ o r v . edioda por E. Behkr. vol. H f n fragmento

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,

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^ ;^ l decir. .

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tan barato con»

« * o . Poder >er ladrón. - Cada uno c o m p r a ^ ada unn rrsKo oí mientras éste no "--^

Í3Í

' tKm con las declaraciones de Lecky acerca del icano. op- "

KRA(¡MFNTOSPC

»2. N V 7 . r / r f t

S T U M O S

0

12 ¡205) Á Me detengo, cansado de golpe. Delante parece v uru especie de abismo ru> quiero mirar. IVtrás t V «No . blando, busco un apoyo ¿Ronde? -.IV repente todo lo , 7 las m ^ ^ piedra y precipicio? Aquí ha> un arbusto se nie deshalv , «íred^^s. ho.as Plateados v Pobres raicillas. M , ^ , T ?"* ta rturn».T ** no J * *

II

*.ndir el
.11

guos sentimientos de « K u s j a s m o V ¿ Q u é es lo que te h a ^ ^ T jesa es la palabra adecuada! ¿ Q u e gusano ha estad.* . r ah°ra'

se h a c e n t a n r i c o s , p o r q u e las

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e n p u n t o a la a l e g r é < " *

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nuien seas, q u e r i d o e x t r a ñ o a quien por

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e n la é p o c a , c u a n d o h e v i s t o c ó m o u n r e p e n t e se le h a e c h a d o

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el coche que de

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lh « aalegre y l a c a l m a q u e nos rodea y déjame a

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Z£¡2L

-

12 (207) Las

angustias de

un alma

cobarde,

contener cualquier ocurrencia m a l v a d a

medrosa

cuando

tenia

días de la v i d a de R < o u s s e a u > .

12 |2fl8| Con

y

desconfiada

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ha s u c e d i d o c o n t a n t o s p e n s a m i e n t o c é l e b r e s . d i c h o p e n s a m i e n t o n o v a a t e n e r necesidad de la oratoria.

d e p r o n t o s e h a h e c h o e l s i l e n c i o , el silencio a tu a b a f c a v L

*

m

p ^ a v i l

q u i e r o q u e c h o q u e c o n m i g o y se d i s g u s t e c o n s i g o m i s m o .

0

12 ¡209]

12

'^La c r u e l d a d e s e l r e m e d i o d e l o r g u l l o h e r i d o .

1212181

Remordimientos

por aj

El e r r o r a l s e r e l o g i a d o c o n s i s t e e n q u e e l e l o g i a d o a t r i b u y a a l a palabra del que

aJ c o n t r a e r m a t r i m o n i o

elogia el c o n c e p t o q u e él

en el trabajo maestro

o b s t a n t e , h a b i t u a l m e n t e el concepto que el

que lo e l o g i a t i e n e e n l a c a b e z a e s a l g o m u c h o m á s n i m i o , d é b i l y pobre que el que tiene en l a c a b e z a e l e l o g i a d o : d e t a l m o d o q u e é s t e e n m u c h o s casos tendría que dis-

comediante

gustarse d e s a b e r lo

\l\2\m\ «a* ¡Bueno, yo sabría de una cura para un paladar que se ha vuelto tan exquisito! — ¿Y cuál sería? — Debería tragarse un sapo. ¡Después de eso ya le volverían a gustar algunas cosas buenas, como es el elogio.' t 2 | H l J

t i e n e d e d i c h a p a l a b r a y n o e l q u e t i e n e el que l o elogia. —

que por l o g e n e r a l n o p u e d e c o n o c e r . N o

del c o m e r c i a n t e del

p:

¿No notas q u e — i n c l u i d o ) sov de ln

. .

.

b

Quienes defienden los prejuicios, si no creen en esos prejuicios, « mucho ingenio — y cuando uno tiene tanto, suele combatir los prejuici

e

n

tener

verdaderamente

que

s e e s t á e l o g i a n d o e n é l o en su obra.

121219] El e s t ó m a g o , d e s c r i t o e n t é r m i n o s m o r a l e s

temas.

Proponer

*** Son ajustes de cuentas provisionales con lo que en la * * ^ fc nado mas me ha impulsado, tentativas de liberarme de alguno ^ nalt, - ¡ ? ° "~ W reconocimiento en lo bueno y en lo malo es algo me h , mucho que hacer! _ , de Wagner he ? y° * contemporáneos, de Schopei**• t f a á B

s i e 0 V

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Astucia última: teme la envidia de lo» dioses y de los buenos, con sus rías sabe cómo poner en entredicho sus méritos, y así lo arregla.

Emtrrchat es el término francés con que se denomina el salto re

J 0

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*

7

*Simple y casi seco

a n t e u n e x t r a ñ o , h a s t a q u e se p e r c a t e d e m i s e s c o l l o s y p e ñ a s c o s , soy

al buscar u n

d i c h o p e n s a m i e n t o n o q u e r e m o s 3 0 a ñ o s d e g l o n a con t a m b o ™

de m s e p^ u l t^ u r e^r o y .l uu ce gg uo u n aa eetteerrnniiddaadd de de s i a t a T f c ^ maños de t r a b o a j ou u<=

g¡ a frían la gente q u e m e j o r m e c o n o c e ( y o m i s m o

ñ i

*C";' V

n , u

n h a u e r

s é

'«¡nidad que me saca los colores. En ello ha> mu d . de todas las especies.

12. N V 7. OTOÑO DE 1HH1 FRAGMENTOS POS TUMOS

163

Nacimiento de la tragedia 1 ) contra la proposición de Wagner «la música fin», y a la vez, apologia de mi gusto por Wagner 2. contra Sehopenhauer y la interpretación moral H 0 8

VO puse POR ENCIMA DE ELLA LA INTERPRETACIÓN ESTÉTICA

modificarla.

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" 8ar

Friedrich Nietzsche al final de su segunda estancia en Genova

31)

[lux mea crux) \ [crux mea lux]

QKÍ

^hf i >rul1i a

>il(

12 ¡221]

Kóselitz: Eckermann acerca de Voltaire, «demasiado distine A Suido era é]

12 ¡222}

Es la historia de siempre «Mucho ruido y pocas nueces», piensan algunos, se nota — como pasa, dos veces o tres. 12 ¡223} Incipit

i

tragoedia.

12 ¡224] «Músico,

poeta, pensador genus omne.»

et hoc

ea ne

Ocasiones, observaciones y cuestiones de F. N. 12 ¡225} La ociosidad

de

Zaratustra.

De F. N. fluido, impetuoso, ardiente — pero luminoso: el último libro — debe rodar mayestático y dichoso. — Así habló Z<aratustra> «yo no acuso, no quiero acusar ni siquiera

a los

acusadores»

12 (226J Desde el momento en que este pensamiento existe, cambia todo de color y mos otra historia.

tene-

12 ¡227} Reunir pasajes de felicidad, p. ej., Emerson

' Filosofía de lo superjluo.

Contra el altruismo, que a la larga es perjudicial.

12 ¡229} Colonia —

12(230]

corrupción.

m,

Forma, sólo para la vista.

A

finales a e s d

* marzo de 1882

M P L A R DE EMERSON.

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D E 1881

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e nivel eran necesarios esos errores, com

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U en cuanto cura, tiene un curso

-É^C^y*¿

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V i c i a d en ese sentido, la niego. Es azaroso , „ • I » 2 S S - de algún otro habría p r o c e d i d o e S ? ^ *

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i» consecuencia de

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* *'° «W mic

enfermedad

"' Vais por la vida como borrachos, sin sentido — y en ocasion« B „ v e w c t o a la borrachera y al sinsentido, no os rompéis la ^ *ff que NOSOTROS tenemos! Que nuestros músculos no muchísimo mas que los vuestros! t


y

1.'Pl . * , . . . . . , • ¡Sacadle jugo a las situaciones de la vida y a las casualidades — y pasad luego a otra cosa! ¡No basta con ser un hombre único\ ¡Eso supondría animaros a que os pongáis límites! ¡Pasad de ser uno a ser otro! Á

13 [41 La capacidad para el dolor es un conservante extraordinario, una especie de seguro de vida: ésta es lo que el dolor ha consenado: es tan útil como el placet — para no decir demasiado. Me río de los relatos de dolor y de miseria con los que el Pesimismo pretende demostrar que está en lo cierto - Hamlet y Schopenhauer y *«re y Leopardi y Byron. . . i¡ , ¡ ° ' o puede conservarse de esa manera, la vida es algo que no debierai ex.sl"r~ decís vosotros. Me río de ese «debiera» y me pongo a vira. r qu ^ u r j a una vida que sea todo lo rica posible - segundad p « a e tela, variación, todos los matices delicados del claro y 5« , ° 'o debemos al dolor, y un canon com í o de ^ Profimn ' ° ^ verdaderamente posible en un mundeen q ^ ^ d o , cambiantes y diversos. Esos juicios que emitís acerca v

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^ ^ i e m p l a r ¿ * Waldo R g g j » ^ ' ^ nnover, 1858. En él, incluidas la parte interna ^'entes fragmentos, que no consisten únicamente S d e

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[865]

al texto-

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,-MPLAR DE EMERSON,

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FRAGMENTOS PÒSTUMOS

pueden hacer justicia — pues la justicia sabría que el dolor v

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naturalezas opuestas las

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gos! Hemos de hacer que el dolor aumente en el mundo ¡ « el placer y la sabiduría. ** 1 « e n i o " ^ ¡t^ s

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„ real está muy por detrás del embrionario,

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¿Quieres tener un ojo universal y justo? Tienes que ser ha pasado por muchos individuos, e! último de los cuales i J :omo funciones. e

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Sé una plancha de oro — asi las cosas se inscribirán en ti n 0

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aprendido yo hasta hoy (15 de octubre de 1881P A iw t o c i a s y no necesitar a los demás. " ^ bien ea }

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dorada

altruismo |' ^ *J i r r ^ T - l ' E r a r i o , un v n lo desea, que a través de muchos individuos — como a través de sus o con sus manos, coge, un yo que recoge también todo el pasado y n ° ' perder de lo que pudiera pertenecerle. u

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n a d a

y

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Upfl , Que

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p o r t a n a mí los errores de los filósofos!

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Respetamos y protegemos todas las acumulaciones de poder, porque es heredarlas algún día — los sabios. También queremos ser herederos de la m ^ T d después de haber destruido la moral. >

l3l

Carácter-organismo.

105

lldad

13

u nueva grandeza, no verla por encima de uno ni fuera de uno. sino extraer de Ha una nueva función de nosotros mismos. Somos el océano en que todos los ríos de la grandeza han de desembocar. •Qué peligroso resulta el que falte la creencia en la universalidad de nosotros mismos! Hacen falta muchos tipos de creencia.

1 3 19]

Es mucho responder cuando se ha propuesto un enigma y creer que se lo ha resuelto — sólo por el valor de la respuesta al enigma de la vida se ha arrojado la esfinge a veces al vacío. . 13Í10J

La manera como estoy sano y como estoy enfermo son una buena parte de mi carácter — se justifica y me justifica,

U

'suponiendo que m i libro existiera sólo en las cabezas de los hombres, entonces en cierto sentido estaría todo hecho de SUS ideas y esencias - sería u n - 9 » * " * relaciones». ¿ N o hay nada m á s al respecto? Semejanza para todas las cosas. mismo el «prójimo». . . „A~ El que una cosa se disuelva en un conjunto de relaciones no prueba ñau*

e n

con-

tra de su realidad.

13 [201 Partir de lo más minúsculo, de lo más cercano: 1) observar a fondo la dependencia en que uno ha nacido y ha sido educado 2) el ritmo habitual de nuestro pensamiento y sentimiento, las necesidades intelec niales que uno tiene y las maneras de alimentarlas 3) procurar transformarse, romper primero con las costumbres (dieta, p. ej.) imitar espiritual mente al adversario, intentar vivir en su atmosfera •*tfar, en todos los sentidos «Versátil y pasajero» — un tiempo. £e vez en cuando reposar de las experiencias, digerirlas. Procurar crear el ideal y luego vivir el ideal. e n s e n a n ^ divina es i

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Mi filosofía — ¡arrancar a los hombres a toda costa de la apariencia,

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>gu>ente pasaje: «Uno de tos tipos l a en formas como la mía. Vivo en

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co nada de miedo a que la vida perezca! Ae la I

.. . | la Esfin^ " ' Remite al siguiente pasaje: «igualmente nos conviene U * ¡ f S S í J b a el se cuenta que, hallándose sentada al lado del camino, propon* un en ,in^ pa*aban. Y ti el hombre no sabia contestar lo devoraba vivo. EH, P» e.) ma, era la Esfinge la que tenía que morir.» (Cursiva: subrayado pu c

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. . . Aquí te sientas, inmisencorue como la curiosidad que ti ¡bien, Esfinge!, soy. como tú, alguien que pregunta: este abismo uT — ¿seria posible que habláramos con una sola boca? em a

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14 (21 Hasta ahora ¡qué fríos y extraños nos han resultado 1« i ^descubriendo! ¡Qué distintos son, p. , , el c u ^ £ S£í «os sentimos, tememos o admiramos, y el «cuerpoitai f * ™»» 5 mía! Las plantas, los alimentos, las rocas y ^ t ^ ^ ^ ^ todo eso es un mundo nuevo recién descubierto pero <X££% x i m a contradicción con lo que percibimos! Y, sin embargo, poco a rTo & verdad» irá engarzándose en nuestro sueno y - ¡algún día soñaremos másdevel 4

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dad\ -— — 14 [3] La situación es por entero nueva — posee también su sublimidad, puede considerarse también heroica: bien que nadie lo haya hecho todavía. Desde luego, no los científicos: son almas corrientes, cuyo reino de actividad intelectual está aislado de su sensibilidad: para ellos la ciencia es principalmente algo estricto, trio, desapasionado — no un panorama que les conmueva, o una aventura, un estar solofrentea los demonios y los dioses todos. La ciencia no les importa — ¡eso es lo que les capacita para éÚa\ Si tuvieran miedo de los monstruos o los ventearan — desistirían de ella. ¡Éste es el único tipo de ciencia que el Estado ha fomentado hasta ahora\ — la búsqueda del conocimiento sin heroísmo, como negocio, empleo útil de las facultades intelectuales, etc.

14 [4) De noche, con el cielo estrellado, aflora la sensación de cuan pobre resulta nuesfacultad de oír. ¡Qué estruendoso silencio sepulcral! — 14 [5] cntos — Me siento ahora como el que ha aprendido ai navegar ^ ^ ^ ^ j pe* ^guir su rumbo! Hoy estoy por completo imbuido de mi j ^ * adonde me llevará todo esto - : es como si la existencia me re a

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* Cuaderno en cuarto de 78 páginas, con apuntes para La gaya a**"[8691

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que descubrir o cica, una nuevu. M ande > vasto, no conocido n. descubierto; si „ ,

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donde se respeta, admira, alegra, t _ . Z que hemos declarado muerto - por todas p a n ^ T " * ' «ulia aún d u no se le conozca ni se le llame por su «X sombra de Buda en la cueva - ^ , ^ ^ a l ^ S Circu te v« nadie crea en el. ¡Se ha convertido en un famasrna' ¿¡T f ^ c . a de c m e

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L i o este mundo, que realmente algo nos afecta, en el que arraigan n u

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el fondo todas las civilizaciones tienen un temor profundo a los . a unmbres», un temor que solo los chinos han reconocido con
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leza. Dónde encontraremos nosotros, los m á s solitarios de los solitarios, nosotros, U[10| eso es lo que algún día, a consecuenc.a de la ciencia, seremos — Jipatera para el un re,, un padre, un juez para todo, porque carecíamos de ™2efZZ llegado a juez de ^erdad. Mas adelante buscaremos el amigo - los s cada uno el cielo > el sol para si mismo - pero en solitario. La pulsión h-^hrV

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14 [16| El permiso para procrear debería concederse como distinción, y a las relaciones sexuales, tan usuales, debería quitárseles por todos los medios ese carácter suyo de ser una forma de reproducción: si no, se irán imponiendo cada vez más los hombres de espíritu vulgar — pues los espíritus supenores no ponen tanto empeño en las cosas del erotismo. Cierto es que son los más valerosos y guerreros — y en general a ellos se les debe la mejor clase de hombres que todavía existe. Mas cuando el espíritu comercial tiene m á s poder que el guerrero, entonces — Frente al criminal se halla uno como ante el enfermo: también en ese caso le repele a uno que se reproduzca. Ésta es la primera mejora general de las costumbres que yo deseo: que no se reconozca ni al enfermo ni al criminal el derecho a reproducirse.

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mar mitos irá entonces tras el amigo.

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' Desearía haberme encontrado al menos una vez con un

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todo lo que tuviera entre manos, se preguntara: «esto n o se p 6

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comidas y la dieta, y la división del día, etc.

' Voy a reconocerlo, así y todo pongo tunoso conmigo mismo por j a f i t t M V el abandono ocasional que me han mostrado amigos y peradas c o n ^ queantes confianza - en lo más profundo todo eso me deja mpas^y * * ^ £ Z « l i d a d habitual es lo que de vez en cuando me hace desear £ «g*^ * *go con verdadera fuer/a, me hiciera dar un respingo. ^ Z cosas, lo que busco es un remedio contra el °SOTRos soy bueno, sigo siendo el hombre de corazón mas conciliador. c o n

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Tal como son ahora las ciudades grandes y las pequeñas un penu saber ahora encontrar su lugar entre dos ruidos — 0 no ° idad 1 pensador. ¡La Roma antigua mostraba con el pensador mas mundo! — c t l

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ihida que a la hora de valorar todas las cosaa el h todo lo habitual y aun menoi a iodo lo que fuer» ah»»| edl(, , abitual. contrapuesto a lo extraordinario, se c o n ¡ a . * > t a ,„ ILU sable, como una violencia a lo que el hombre libre pucoV* * »C i ^ 8uir no voluntanai eme. lo superfino, lo lujoso de la vida. Asi, todo | u v todo lo que s usual vino a ser insigniticante: toda fatalidad devino „ " ^ , i l capricho. I arbitrariedad la libre voluntad, la inclinación aristocrá r ' * ^ ^ domina > orde a a discreción, la pasión por todo lo raro, lo difícil de obten" eran los rasgo: Je la humanidad superior: sólo entonces vino a pensar el h ¡T ° s muí. La sensatez y la experiencia prescribían sus l e y a] Q ^ * ^ va no era un animai nexorabJemente a lo necesario y a lo usual — mas, sin cmh * <nor bastante a menudo se apartaba de la sensatez otorgand | ° ' lecesano v a lo inhabitual, lo que la mayoría de las vece« Tibien nues¬ — ¡de superioresti v ijo, el -ta la propia vid; le uno so cen smo. tnviu>v u ilas» iformas w»-del eaoismo y el elogio del altruismo o m n r

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ambición nueva de los contemporána i n , 'Sisa originalidad y sobre todo de ¡a* ^ „ 2 ? ; , » < * amstas * u , j al extranjero, no les creería uno capaces dV r fcss*o?? ^ nnes es por eso por lo que hacen m m J Z l ^ W í l y S ' l ! ? C s a de la fuerza de sus afectos, sino ^ W ¿ 2 * í a° Sos. Las figuras teatrales, como las - < ¿ £ » piones de una manera ta que s, uno actuara « 2 ^ ™ ? * ^ * ff de temer que esa escuela publica empuje también a los S e r Z ^ * " pon , como locos en la vida, pe,., en la política. Su melmacion los t agradable les produce ahora vergüenza; sospechan que a f c T » paciones está condenado a ser un espíritu ^ ^ ^ Z 1 Tfc^ * grandes cuestiones, p. ej., acerca del asunto de la « a W 3 a no ¿2^5 allá felicidad misma, sino que lo que se desea es presumir de que se es uno supremos expertos en medir la felicidad - se üene a la vez la ambición del £ de la pasión. Asi, p. ej., por lo que hace a la felicidad en el amor, de ella los artisea tas alemanes dan ahora una imagen vampinca: su «amor* pretende aventajar a todo el mundo en felicidad, bebérselo todo y como quien dice dejarlo seco: y. cuando este no le sale, pretende al menos tomarse venganza de todo lo que quede " cidad. Mas éste es un amor de manicomio - o debería estar en un manicomio: o da lugar a un manicomio. — 21

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14 1201 El soberbio detesta temblar y se venga de quien le ha hecho temblar: ésta es la de su crueldad. Siente el mayor placer en ver ante sí a aquel ante el cual ya no por más vergüenza y dolor que le haga pasar. - El soberbio no reconoce lo que le resulta opresivo en tanto no vea la posibilidad de vengarse * ^ < * ^ Su odio despuma en el momento en que alcanza a ^ . ^ P ^ ^ ^ ^ someten a una ley son crueies: ames i » fuertes que se reprimen Juntad de los d e m á s y modelar la arcilla a s u ^ T o W cer semejante reprima \ los uKomprendidos, los postergados, los aburridos son crueles, pues si Y ^ heridos en su orgullo. También todos los débiles son crueles, y lo S O P ^ ¿ En desean la compasión de los d e m á s . Es decir: exigen que ^f^TT maioru^ellas sufren y son débiles. Así, se reparte la desgracia, socios ^ » s med,0S fin: ¡qué crueles son todos los artistas, que por todos los slraS as! ¡V vivencias ejerzan poder y logren que sus penas se ^ t i m u l o demonial no digamos los predicadores, que experimentan el acicate y e e 0

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En la música para piano lo principal es hacer que el canto cante y el acompañamiento acompañe. La música en la que no se distingue de este modo entre música y acompañamiento es algo que ahora sólo soporto si se trata de un breve intermedio, como un ruido ideal que nos hace desear ansiosos el recomienzo del canto. 14

1231 La voz humana es la apología de la música.

M [241 14124] naciones . ¡Con qué agradecimiento vuelve la mirada el viejo Goeih* ^ «°"cas de todo tipo que la vida le ha ofreodo! En mala toWJgJJ^ «*»o si se tratara de un demomo rab.oso - o fue « , demasiado amable consigo mismo y a cansecuenoa ele ei ^ ^^ ^ ¡2 y malm.encionado y harto de él: - o, mas probablemente, mj Pagar el que lo hubiera abandonado. a

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Gemein «ordinario», por oposición a «extraordinario», ^ P ^ ^ ' ^ l u i i P »

ic de manees que van desde -común» a «infame, pasando ^ Spmoza. íihu-a Ethüa IV proo. 57. escolio: *unde diud proverbjumjatum IV, prop. 57, e*c~..~. y - — ^ • mu alorumm [«de donde ha nacido el provermo. n i . i i :

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FRAGMENTOS P Ó S T U M O S 8 74

tro alrededor? ¿Cómo hemos logrado que desaparezca esa linca f „ hasta ahora remitían todas las lineas y medidas con la q h a ^ ^ ^ a u todos ios arquitectos de la vida, s.n la cual parecía no haber ni n l ? o !> ai arquitectura,1 alguna? ¿Seguimos sosteniéndonos~ de n iH] 2?» t u ^ u t i u . o —o * ™ pie? i / n - : ¿No ¿J\Jo n n * tinuo'' - Y en cierto modo ^ ^ hacia abajo, » J - hacia atrás, « S hacia - I. hacia ios los I-• lados °s d N o e s d espacio infinito lo que nos hemos puesto encima como ? ? ? * Pan° ' de aire helado? ¿No hemos perdido la tuerza de gravedad, al no habL * r¿? abajo?, y si seguimos viviendo y bebiendo la luz, en apariencia como ^ nb vivido, ¿no es en cierto modo gracias a la luminosidad y al brillo Hi h e . 3 ni están ya apagadas? Nuestra muerte no la vemos aún, ni nuestras ceni que nos engaña y nos hace creer que nosotros mismos somos la ] ] oi s lo no es más que la antigua vida ya pasada, a la luz, la humanidad ¿as Pero pasado, cuyos rayos y calor todavía nos alcanzan — ¡también la luz nec os y la muerte y las cenizas...! Y en definitiva nosotros, vivientes y ] y Po ¿asa con nuestra luminosidad?, ¿comparada con la de las generaciones ° ° ¿ mayor que esa luz gris cenicienta que la Luna recibe de la Tierra ilumiíada? ^ i j a

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rmagen que poco a poco va exponiendo la ciencia „ ^ J P^osEí. onocimiento: los mismos sentidos, los mismos juicios v d 2 ? * * * algún modo vueltos morales, estoicamente pacientes ™ w • que ni ofenden ni entusiasman. Son buenos sentidos f h ' ' ^bles opera en la ciencia. Y la ciencia acaba también por deJnT ! o >° que superficialidad y sus sofismas, las bases de sus juicios de i ^ creencia de que es el hombre moral el que ha hecho oue ! & falsa tanto: el hombre inmoral no ha tenido una menor p a n i c L c Z ^ •* ciencia actúan de continuo y son necesarias en pequeñas L i « u confianza, la venganza, el sentido de c m s z á k S ^ ^ ^ ^ valentía en toda justicia y en toda á x o p ^ í a h i ^ S ^ investigadores particulares no estuvieran exclusivamente interesados en sus ideas l no pretendieran entretenerse con ello, y no temieran el menosprecio - si no'se pusieran obstáculos unos a otros por envidia y suspicacias, le faltaría a ¡a ciencia su carácter justo y valeroso. Mas en cuanto totalidad educa para determinados valores — la res publica de los doctos obliga a actuar de una cierta manera moral, o al menos a dar expresión a tal manera: ¡sublima lo maligno en virtud! 0

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Es aún demasiado pronto, todavía no ha calado en los oídos y en lo de los hombres el tremendo acontecimiento — las grandes noticias necesi^ ^ tiempo para ser entendidas, mientras que las pequeñas novedades del día h^!™ voz fuerte y se entienden en el momento. ¡Dios ha muerto! / Y nosotros /o h ^ matado! Este sentimiento de haber matado, el más poderoso y el más s a n t o ^ jamás el mundo ha tenido, le sobrevendrá al hombre, ¡es un tremendo sentimi ^ nuex'ol ¡Cómo se consuela el asesino entre los asesinos! ¡Cómo se purificará! ' ° 0

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15 [2] Reconozco que el mundo, tal como se me presenta tras las más maduras reflexiones, esa fantasía siempre en desarrollo de la mente humana a la que, ciegos por completo, todos contribuimos, inventándola, amándola, creándola - es un producto daderamente repugna a m i instinto viril: con él podrán recrearse mujeres y »stas según sus instintos y su familiaridad con todo lo fantasioso. Teniéndolo a la ¡¡ a yo temo por las virtudes viriles y no sé muy bien si la valentía, la justicia y la Puente razonabilidad podrán hacerse valer en él, cuando todo resulta tan cambianta f ó t i c o , tan inseguro, tan sin fundamento. Ahora bien, al men*. esto o * a : en cuanto varones queremos, no obstante, decirnos justo esta verdad ,si es q u e

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Ésto es pan. desesperar: la historia nos enseña que todos | , . 8 fueronsumamente injustos, y que s. no hubieran dado sin v a o ü a r ^ ^ °rnbr excesiva a sus .deas y proyectos si no hubieran sido intima, intensa , *n ¡nauebrantablemente injustos, no habrían llegado a ser grandes — ' dabl que realmente no Aje justo al juzgar a los hombres. ¡Vaya! Y ahora, e n C o ° ° ¿ 0 s K r

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des que taparles los ojos y echarles al cuello la soga de la obcecación y J¡ ^ ^ y agradecer que su destino les haya cegado por completo los ojos? S ¿ °ato que sea pretendemos ser justos y lo intentamos tanto como nos es posible n nos hava engañado, y muchos de aquellos grandes hombres no fueron grand sólo injustos, v otros de ellos lo fueron precisamente por haber llevado tan lejos como se lo permitieron su perspicacia, la época, su educación o susad'^ sanos. ¡Quizá creyeron en su Justicia con mayor seguridad que nosotros en su fr* ane

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Los hombres han creado a Dios, no cabe duda: ¿ v a m o s a dejar por eso de creer en él? ¡Seamos caritativos: nuestra fe le es tan necesaria para vivir! 15(5]

El sol se puso tras el mar, y las rocas en las que había reposado todo el día exhalaron un aire cálido. 15 (6J

Muchas cosas hay que disfrutarlas como los sudamericanos su té — lo beben sin mirarlo: pues se va progresivamente ennegreciendo. Saboreamos también los colores de todos los alimentos — una p a r á b o l a .

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"a*? 'No es ¿Existe, entonces, «la verdad», establecida poco a poco por la ciencia. ¿ • más bien, el hombre el que se establece — quien saca de sí o deriva de l o s e ^ todo un cúmulo de errores y limitaciones hasta que la pizarra está toda escp ^ . hombre está seguro de sus relaciones con todas las d e m á s fuerzas la ^ camente prosigue el fabuloso proceso que c o m e n z ó con el primer ser org una fuerza creadora, formadora, constitutiva y no lo que se opone a la ^ ¡ s ra, formadora, constitutiva, como creen quienes e s t á n mal informa dos. ¡ tro$ — nosotros potenciamos la ciencia! Y eso a la larga no significa mas q ^ . potenciamos al hombre y le damos firmeza e inalterabilidad, por mas q quito l i s apariencias estén en contra nuestra, y aun siendo tan cierto fundadas tando ios cimientos a muchas cosas en las que é p o c a s m á s limita das la firmeza y la continuidad de lo humano, la moral tradicional, P* J I

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" " i . nosotros, haca nuestras neces,dades, que , l 1* ~ ^ » rodeo vam " , : r^eo, inhumano y puramente arbitrano m2Eg£« Erróneo M en ... , ^ ^ " , * y aprietan ¡encia tiene un n oído profético. Para ver las cosas de Z ¡ f J ^ * tuzan, y a

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¿reanos uc — . " manera'., si nuestros sentida hJ. más débiles, y la^ vista no alcanzara siquiera a ver la mano o ndo en una lejanía tan imprecisa que al hombre le resultara imposible hac™ una imagen completa de si mismo — Nuestro conocimiento no es en si conocimiento v no supone tanto conocer como seguir deduciendo y ampliar los detalles: es la deducción grandiosa que desde hace milenios va desarrollándose a partir de puros errores ópticos necesarios — errores, siempre que todas las leyes de la perspectiva tengan que ser en sí errores — necesarios, siempre que deseemos \ivir. Son nuestras leyes y nuestras regularidades lo que nosotros ponemos en el mundo — por más que las apariencias nos e n s e ñ e n lo contrario y parezcan mostramos que somos el resultado de ese mundo y que esas leyes son sus leyes con sus efectos sobre nosotros. Crece nuestra vista — y creemos que el mundo está creciendo. ¡Nuestra vista, que es poetisa inconsciente y lógica a la vez! ¡Que presenta ahora un espejo en que las cosas se muestran no en cuanto superficies sino en cuanto cuerpos — que son y que permanecen, extrañas y ajenas a nosotros, poderes junto a nuestro poder! \Esa imagen en espejo de la vista es la que pinta ta ciencia hasta el final! - y de ese modo al ¡lempo que sigue ejerciéndolo, describe también el poder que el hombre ha ejercido hasta ahora - ese poder creativo-lógico nuestro de establecer las perspectivas de las cosas, gracias al cual nos mantenemos con vida.

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habituales ( y todo lo que se entiende como sentido « ¡ " J ^ ^ , r¡ a£ pPeto t a , n elevado elevad y se'hacen obligadas para todo el « J ^ S S basta l " ¡ d o verificada: con ella la humamdad^m ^ das |. ,,, humanidad llegue a la conclusión - &™ ¡a y e n ¡ad. «Ver- de que el sentido común posee por n i ^ ^ . > general no es más que: adecuado para que t

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Aquello que. si lo creo, me lleva a la ruina - se concluye mí — es una relación casual, impropia, de mi ser con o t r a s

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También para la moral hay una especie de óptica. ¡ Q siente el hombre de los efectos indirectos y lejanos! ¡Y de q j ^ ^ u exagerada cae sobre nosotros el etecto mmed.ato — el efecto ^ **> Z7 se incluso nuestra vista, tan corta, es lo bastante aguda! ¡Cómo c a r » ? ' a e l ? y culpas, sólo por estar tan cerca de nuestra vista! ¡Qué distinta juzeam , cien segi'm cuál sea la distancia*. «ttiofcfc^Jj u é

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Antes se demostraba la doctrina de Xa falta de libertad de l ¡ do sin reparo alguno al adivino, que tenía buen crédito incluso e n t r e T ^ an¬ escépticos: el arte de la adivinación presuponía, sin embargo, un mund° s sino fatalidad y por eso ese mundo tenía asimismo buen crédito. Mas cuan^f ° >es vinos caveron en descrédito, cayó también con ellos en descrédito l doct° '* falta de "libertad de la voluntad: según una manera errónea de deducir, que es habitual que la correcta. Q

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Nosotros, los modernos, por más religiosos o morales que sigamos siend somos en comparación con los religiosos de la Edad Media profundamente irreligiosos y en comparación con los moralistas de la Antigüedad profundamente inmorales Los'filósofos antiguos eran todos y cada unos de ellos de un fanatismo moral y una falta de miramientos tan triunfante a la hora de creer en la «salvación del alma» que acabaron dando mala fama a la Antigüedad y llevándola a dudar de sí misma: ese valor desmesurado que en la «salvación del alma» pusieron fue la preparación más eficaz del cristianismo, que recibió su herencia sin mostrarse al respecto agradecido. (Los hombres religiosos nunca j a m á s se han caracterizado por el agradecimiento.) 15 [14]

Lo que pienso de la vida y del mundo: me hallo sentado en medio como quien dice de un escenario trágico y, mire adonde mire, hay algo que me impulsa a escnbir tragedias — apenas puedo evitar que hasta esas máscaras solemnes y fervorosas represe una tragedia y me arrastren con engaños a su juego: ahora me rodea un deseo 15 [15] . | -paraq^ «¿Y qué vendrá tras el final de la m o r a l ? » ¡ A y de ^ "p' L Si n°> 1 preguntar ahora . Ahora ¡vayamos corriendo rápido hacia alia P nos caeríamos — pues aquí todo es hielo y resbala. ^ reclamaTodas y cada una de las maneras de actuar que la moral ^ ^ ¿ s y ^ do por causa de un conocimiento deficiente del hombre y muchos p ^ ^ ^ prejuicios: cuando se ha comprobado esa deficiencia y esas fan a ^ ^ e js^ la obligatoriedad moral de esta y aquella actuación — ¡no cabe ¡ d a d y^ ^ mente porque la propia moral reclama sobre todo la verdad y » ^ de ^ modo se ha puesto ella misma en torno al cuello la soga con que ^ debe —estrangular: el suicidio ¡es la última exigencia de la mora • v o s o t r o s

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Tener sentidos y un gusto mas refinados, estar habituado a lo ^ . como se está a la comida adecuada y natural, gozar de un cuerpo ^l^S** determinado a ser el vigía y el conservador, e incluso X. e l ^ S t f d e ^ espíritu aun mas tuerte arrojado, atrevido, temerario: ¡quién no quisieraqu t i es^ fuera propiedad suya, fuera su estado! Mas no se le oculta que con tal promedad ^ estado se es la criatura mas apta para el sufrimiento que haya bajo el sol v que'sólo a ese precio se compra la distinción de ser también ¡la criatura más apta para la felicidad que haya bajo el sol! La abundancia de especies del sufrir cae como un remolino inacabable de nieve sobre un hombre asi, al tiempo que sobre él se descargan los rayos más intensos del dolor. Sólo con esta condición, estar siempre abierto al dolor, venga de donde venga y hasta lo más profundo, sabrá estar abierto a las especies más delicadas y sublimes de la felicidad: siendo el órgano más sensible, excitable, saludable, variable y persistente de la alegría y de todos los encantos, los más bastos y los más delicados, que afectan al espíritu o a los sentidos: si es que los dioses lo protegen un poco y no lo convierten (¡como suele suceder por desgracia!) en pararrayos de su envidia y su escarnio a la humanidad. Durante un par de siglos estuvo Atenas sobra¬ , fcles hombres, en otros tiempos fue Florencia y másrecientementeParís. Y, ala *a de tales productos recientes y supremos de la cultura tradicional, sigue estando r«e8laeSO buena fe del ilustrado, el que la felicidad, unafelicidadmayor ;serai el fru* ™ ó n y la cultura, y nadie añade: ¡también la nAW* e s l é

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T v nunca alcan^ ' i l^atenienses de entone/. ^ « • ^ ü K b l c o por lo menos ^ C e m ^ ° M l S i l i d a d y una especie C nCÓmoda de y ^ e r a b l e , Y tuvieran por meta la « « ^ ¿ formaban anl0Sh mbreS d a d ? A S Ua l r e d e d o r n Sos ellos a la feUciV ° s - en el seno de esa cultura suprema ^unaaron ^ ^ „ dicha «felicidad» no había manera de gozarla i * * 1 1 3 8 d

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•uriH. agui|ona/o« í I que. />«'« w.v/<>. una vida consagrada al con * / « , m n incluso en medio de las mas severas privaciones e ¡ ' em Z is iU-vaJent que la \ ida de los que son felices, neos, están s u n o * - ^ " ^ » j.sfrutan. admiran > son admirados en una «cultura suprema» | * n * J.I se m.rodiuo la filosofía en Atenas >. sin embargo, hallo en total ° í creyentes > seguido**?. ;> ciertamente no entro los aficionadosa Sunca se le prestara atención suficiente a lo extraño de este hecho, ü ! ^ o j

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> uc qm t— - r ~ — "«inanioad y de] „ c r a de darle extensión > duración suficientes era ponerse en l f <9* 1 unte toda posteridad, actuando juntos en el eterno escenario de la tragedia Y ° n de me enorsulle/oo de -tener un origen» — por eso la gloria no me hace feto " 'o conmovió a Zaratustra. Moisés. Mahoma, Jesús, Platón, Bruto, S p i n o z T ' " W x ,vo \o también. > en algunas cosas está saliendo por primera vez a la luz' ^au, mi lo que ha requerido dos milenios de estado embrionario. Somos los pri ° tócratas en la historia del espíritu — es ahora cuando comienza el sentido h^¡J* hecl

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15 1181 No oiv idemos que la nueva pulsión es eso, nueva — débil y quebradiza aú frecuencia puenl > perjudicial, carente de alternativa m á s refinada, por lo q ave?" asalta a las naruraJezas mas vulgares y se acobarda ante las grandes: suele actu? como una enfermedad, es acerba, amarga — no es, pues, de extrañar que se describ mal. puesto que en sus frutos no se sabe reconocer el árbol y se compara esa nueva planta en su forma más temprana con las ya conocidas y sus efectos: y, claro, así se dice que es un arbusto venenoso. U e

15 [ 1 * 1 ¿No tiene algo de profanación el que el amante piense «lo que yo deseo no es realmente a esta mujer, sino el a m o r » ? — toda generalización de una meta ¿no es ya una profanación'.' Es hasta zafío e hiriente este « d e s e o a esta mujer» — mas el lenguaje de la pasión requiere sólo lo raro, lo ú n i c o , un signo o un símbolo sólo. El nombrar un todo como meta es ya profanación. E l ideal tiene que ser demasiado grande en cuanto totalidad — sólo p o d r á s recoger algunos rayos particulares.

' Pnrnero lo necesario y esto, ¡todo lo hermoso y perfecto que P que es necesario, ámalo» — amor fati, ésa sería mi moral, hazle a e o y sobre su origen tremendo álzalo hasta ti. —

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La urticaria: ahora una enfermedad, me parece que en oneen fue una disoosi ción de defensa de la piel frente a insectos y semejantes, de la época en que el tabre tenía pelo más largo y mas duro: quizás podía el hombre provocar voluntariamente pequeños endurecimientos de la piel: ahora, un atavismo. En algunos hombres aparece cuando comen ciertas frutas, p. ej., fresas: ¡quizá porque los insectos de los que antaño así se protegía revoloteaban precisamente en tomo a esas tratas y se empleaba este sistema de protección para poder disfrutar de ellas? 15 [261 Todas las pasiones nublan la mirada 1) para el objeto. 2) para quien está afectado de ella. ¡Y entonces, menuda paradoja}. La pasión del conocimiento, que precisamente pretende conocer el conocimiento y a quien está tocado de la pasión! ;;;/mposibleü! ¿Será acaso esa admirable imposibilidad su magia última? 15 [27]

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Los hombres meinres ;no tienen üue ser justo los peora tuertes coneel oído

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vBoscovich>sdos Los dos mayores enemigos de la apariencia son Copernico y ^ ¿¡ r polacos', los dos religiosos — él último fue quien, con su teoría ac ca

matemático del átomo, acabó con la falsa creencia en la materia

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evitar sobre todo el peligro de W W se ha extraviado en la montaña, ¡nene que eytar m no considerar su situación más importante de lo que es. —

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Bo*.tM*.h no era polaco, sino dalmata.

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ñera que todo lo que hacen lo perciben como injusto y a si mismos « ^ / " T tos, siempre-injtistos, los necesanamente-malos?. ¡Mas quien asi se percioe, >5 [28]

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uno debe aprender de una lengua extranien, 1o cono.- uv .« lo v.Vi/m/o son los nombres de las n ¿ e s i , ° ' ! segundo lugar en el peor de los casos se arregla uno con las fil qu.én deja que quien se muestra cortes (al que no le suelen

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filósofos griegos de estricta observancia 0** en fiera» malignas o en estrictos ÚI^A en U , on Sócrates. Eran lo bastante sagaces p a r a T ^ con PjZ así y ' • | de rapiña humano, no cesa d#* A ^ ¿ C T ^r*** ale¬ C no obstante, que e l ^ l T ^ ^ ** isn>°-. en ese animan « r y * ™ - .«u es la creenc^ ^ ratf ««listas, su poder y su equivocación! - u « ^ ^ ' * t o S Í ! 'a animalidad más terrible. x 13*!

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Cuando uno maldice las loterías suele olvidar ¡hasta qué agradables * M A « están hechas de mucha suerte y horizontes Per to mas pobre es un pueblo sin I oten as — pobre en sentimientos » 3 ¡V n? lusión es cosa de un momento y uno se la sacude bastante rán'A *ú cuanta* as veces se sueña con el premio y se hacen planes' ; C ñ m 'e ' ' ' ° " t i p l i > asi gusto « « r / j w i i - w / m i ! D

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tS \33\ Lo que amarnos no debe tener en sí mismo mancha alguna : así lo quiere el egoísmo de ese deseo de posesión, el m á s refinado, que se llama amor. Supongamos que uno es el amante de una cantante: ¡con qué oídos angustiados la escuchará cantar delante de cualesquiera oyentes! Uno juzga bueno y superior, en ningún caso lleno de prejuicios, enamorado, tapado: al contrario, no se nos escapa ni el más ínfimo de sus errores, ni desliz ni falta alguno, por muy ligero que sea; aun cuando los oyentes aclamen y aplaudan, sabemos que para la propia cantante no todo ha sonado y salido como se lo exigía su m á s refinada conciencia — y como nosotros intuimos que ella misma es consciente de todo lo p e q u e ñ o o grande que no ha quedado bien, sufrimos indescriptiblemente por ello y estamos agradecidos y impresionados por todo lo que sí le ha salido bien. Pasa lo mismo con los artistas virtuosos que nos son desconocidos; con sus logros nos sentimos aliviados por ellos, y hasta suspendemos nuestro propio gusto en cuanto nos llega a la conciencia su manera de paladearse a si mismos.

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En el fondo la moral siente animosidad contra la ciencia: ya Sócrate^ * ^°i tía, y precisamente porque da importancia a cosas que nada tienen que oten y el mal, quitando así su importancia al « b i e n y el m a l » — I . ° " ^ j i o el que toda la fuerza del hombre esté a su d i s p o s i c i ó n ; considera un ÜC p o

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^La razón en la Revolución Francesa - es la razón de O la sinrazón: la de Rousseau. 1 5

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ellos.

' I ! gusto es m á s fuerte que toda moral; yo no puedo v,vu- ' ^ ¡ ¿ ¿ ^ no para de escupir o que devora la sopa - antes vwma ^ JW0. Antaño lo innovador del pensamiento resultaba tan desagnoao hera contra la decencia. 1 5

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, surtir efecto, si se Mis ideas emiten a asuntos elevados y lejanos, a*rpodn ios sialos llegue a ser la m

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^ i e r a la m á s intensa presión personal. «|i autoridad tan fuerte como para que los i z a r s e , interpretar el libro de esta autondad tan ng

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•endQueil^ . El poema díte literalmente: üher die tause es, «sobre las mil fuentei... en el desicr

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' ¿Es este m i cometido: déniaiser les savants [despabilar a los sabios]? . No sabían lo que hacían y no pensaron demasiado en ello, pero mostraron una arrogancia pueril en todo lo que hicieron, como si la virtud misma hubiera encarnado en

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Ifneas no son de mi gusto». Ante k_ ostras rep< s • .posible - es la refinada labor de ¿ c^cha de la' sustancia asquerosa y resbaladiza, s o l i c i ^ ^ o mte cuando se la vaya a tragar. Acaso por la rntsrna r S T de las mujeres mejores, verdaderos bocados ext uisitos de bondad v fuerzapan el alma- Unas cuantas líneas mas (o, como dicen los fisiólogos, algo de grasa más! menos - eso va

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I5|4I| EJ mar | l M N d e . el hombre \ a ampliando la tierra / í , . ' que todo cambia, cree y siente que es al revés, y piensa que h »m IA, aumento v que a la postre \aa no podra hacerle trente al mar ' Tf ^ W' dla d í * procesos históricos no se adecúa homhr*. L ^ . S *ttud vua a la sensación que el hombre d de i* lo diminuto, lo minúsculo i todo crecimiento se burla de la vist' *Po minea sera s.uv . . f e : OS» historia humana no/j y na. ¡jy^* lucha tan cruda con todos los demás artículos de fe; como ellos no m¡¡ ^ i o n? se ad aculas. - Es más, la apariencia habla en contra de todas nuestr °stra y de ahí ei que se com lerta fácilmente en abogado de toda ilusión dad-es» ¡ira*. d e l Ríen. r n

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I5|42| He pensado en lo que para mi sena la vida m á s terrible: la de un c abogado, un recaudador de aduanas, un registrador, un cajero, un rey u n T ^ " ' cnado. la de todos aquellos cuyo excedente en el trabajo consiste en esperar**' " rar hasta que alguien venga y hable — no siendo posible que entretanto se^oc ^ otra cosa mejor («va contra el deben>). Con todo, me doy cuenta de que los he** ° " hombres m. - . ..ruados que hay en las grandes ciudades están justamente tan ocupados v parados para eílo — que en consecuencia ese esperar obligatorio les tiene que resuT lar de los mas llevadero. 0

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15 H 3 j Desde lejos, en el extranjero, no es que se vean las cosas del hogar sólo de color blanco o negro, pero, desde luego, no tan llamativas como realmente son: se simplifican los colores. Doy como ejemplo de la gran simplificación de los colores este juicio: «los alemanes se dividen en judíos y misojudíos: a estos últimos les encantaría ser realmente alemanes.»

J5 f44j ¡No es para echarse a reír el que todavía se crea en una ley sagrada e inviolable, «no mentirás», «'no matarás» — viviendo una existencia cuyo carácter es la mentira continua, el continuo matar! ¡Qué ceguera ante el ser real de esa , ^ haberla producido para que se crea que sólo con tales leyes se puede vivir. \ ^ ceguera para con nosotros mismos! ¡Qué mal interpretamos todo lo que pre e^ ^ ^ y todo lo que hacemos! ¡Cuánta mentira patética, cuánto homicidio por pa sinceros — esto es, destrucción de quienes se han atrevido a ser ^ . ^ ^ de la — ha vuelto a venir de ese modo al mundo! L a moralidad sólo va i inmoralidad ha conservado tanto tiempo su crédito. e x i s t e n c i a

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^Si vieras con mayor precisión, verías que todo se mueve: c apel al arder, así pasa todo sin cesar, retorciéndose al pasar.

^ ^Hasta ahora Dios era responsable de todos los seres vivos que nacían — no se podia adivinar lo que tenía previsto para cada uno: y justamente cuando estaba marcado por el signo del sufrimiento y la fragilidad, se esperaba qae d gusto por la crida» y por el « m u n d o » le salvaran antes que a otros, y que de ese modo se viera señalado con la marca de la gracia y la esperanza, Pero en cuanto se deja de creer en Dios y en que el hombre esté destinado a un más allá, pasa a ser é hombre ¿responsable de todos los seres vivos que nacen sufriendo y que están r^eoesunados a que no les guste la vida. « N o matarás» — forma pane de un orden de cosas en que es un Dios el que decide acerca de la vida y la muerte.

151501

amarga. — & v , o , uijo ^ a i a i u s u a ^ , un u w u » . - — * **" **" ¿ \ toda de una * a gustar. Haced, pues, lo que hacen los enfermos sensatos ^ ^ 2 ê ° añadid algo dulce v sabroso que os limpie bien • ^ ^rnoria engañe. No dejará, sin embargo, de hacems efec ojues ^ 2 ? ° A c u e r p o » - como os dicen los sacerdotes q —

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«¡Llegas demasiado pronto!» — «llegas demasiado tarde» — tal e todos los que \ leñen pañi siempre, dijo Z<aratustra>. s e]

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15Í5SJ «Pensar bien de los hombres — ¡en tu caso se c o m p r e n d e ! Di sencia y acaso hasta mejoren — bastante los conoces así, c o m o s i T 1 " ' 3 1 1 e n H r los que ni mismo resplandeces.» ¡De viaje! ego. esp j

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S ñor un instante me ha venido nunca la idea de que algo que yo nava esento estar en unos cuantos anos simplemente muerto y que. por lo'tamo ¿£í ^ pxito alguno, t e n d r á que ser en breve. Sm haber pensado jamás en ¡a úoña dudado de que estos escritos van a durar más que yo. Siempre que pensaUptnr se t r a i a o a siciufnc ut yann-uioica uisptrrs dispersos. diseminados , s i g i o s : a m í n o m e p a s a c o m o a l cantante al al que que ssólo el teatro He pone

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A f o l a voz, e x p r e s i v a l a m i r a d a y e x p a n s i v o el ademán.

M e parece q u e se c o n o c e m a l el e s t o i c i s m o . L o e s e n c i a l de esa manera de ser — eso es l o q u e es. a n t e s d e q u e la f i l o s o f í a l o h a y a c o n q u i s t a d o — es su actitud frente a l d o l o r y las r e p r e s e n t a c i o n e s d e d i s p l a c e r : se i n t e n s i f i c a n hasta e l extremo cierta gravedad,

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y l a insensibilidad,

de presión

p a r a s e n t i r m e n o s e l d o l o r : e l ardid está en la

y apatía

e d u c a c i ó n estoica, e l i m i n a r la

a n e s t é t i c a , p o r l o t a n t o . E l o b j e t i v o principal de la

fácil

q u e c a d a v e z sea m e n o r el número

emotividad,

' En lo que t o c a a l a p r á c t i c a : c o n s i d e r o cada una de las escuelas morales como

l5 5

espacios de e x p e r i m e n t a c i ó n e n de recursos de s a b i d u r í a p a r a l a

q u e se p r a c t i c a n y se piensan basta el final una sene

sus experiencias n o s p e r t e n e c e n ,

nuestro uno

v i d a : l o s resultados de todas estas escuelas y todas u n r e c u r s o estoico no porque ya hayamos hecho

e p i c ú r e o l o a c e p t a m o s d e p e o r g r a d o . Aquella parcialidad de fas escue-

de o b j e t o s q u e p u e d e n c o n m o v e r , q u e se c r e a q u e l a m a y o r í a d e las cosas que emo-

las fue muy ú t i l , es m á s , f u e i n d i s p e n s a b l e p a r a la verificación de tos esperantos.

c i o n a n s o n d e s p r e c i a b l e s y s u v a l o r es n i m i o , a v e r s i ó n y e n e m i g a a la emotividad

El estoicismo, p . e j . , m o s t r ó q u e e l h o m b r e es capaz de procurarse a

c o m o si l a p a s i ó n m i s m a f u e r a u n a e n f e r m e d a d o a l g o i n d i g n o : o j o a v i z o r a todas las

m dura y una e s p e c i e , c o m o q u i e n d i c e , de u r t i c a r i a : de él aprendí a

m a n i f e s t a c i o n e s d e s a g r a d a b l e s y p e n o s a s d e l a p a s i ó n — in summa:

•Mamparo, en m i t a d d e l a t o r m e n t a : « ¿ q u é i m p o r t a « o ? » , «¿que

la

petrificación

v

0



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p

c o m o r e m e d i o p a r a e l s u f r i m i e n t o , y t o d o s l o s n o m b r e s s u b l i m e s de l o divino, de a

epicureismo a d o p t é l a b u e n a d i s p o s i c i ó n p a r a disfrutar y el ojo para todo aque

v i r t u d c o n c e d é r s e l o s e n a d e l a n t e a l a e s t a t u a . ¿ Q u é m á s d a a b r a z a r en invierno a una

^

estatua c u a n d o u n o se h a h e c h o i n d i f e r e n t e a l f r í o ? —

¡ Q u é m á s d a , si la estatua a^^^-

za a la e s t a t u a ! U n a v e z q u e e l e s t o i c o l o g r a l a d i s p o s i c i ó n d e á n i m o que

— ¡la suele llevar consigo y p o r e s o sión de una venda, q u e l e p r o d u c e

elige

emoción y

la

pasión,

dolor (es

Me

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repugna, y

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tan útil y conveniente c

ya

no resuelve ningún

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p u e s t o q u e s u c a p a c i d a d d e s e n t i r e s t a d o s d e n e c e s i d a d la t i e n e an *J

l o expresa en t é r m i n o s r e l i g i o s o s , e n c u a n t o a c u e r d o p l e n o c o n todo.

divinidad ten Epicteto, p. ej.).

^*

^

^

a l f i n a l se v e f o r z a d o a d e c i r : m e P

todo tal c o m o v i e n e , n o d e s e o o t r a c o s a — dad,

f i l o s o f í a ! — t i e n e así

insensibilidad. —

m a n e r a de p e n s a r : s u b e s t i m a e l v a l o r d e l cer), el valor de la

esta

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la mesa se h a l l a s e r v i d a ñ o r l a n a t u r a l e z a .

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15. Mni4A.crrofc . 0t)t

F R A G M I N T O S

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P Ô S T U M O S

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m humillación. ción. «Arranque»* «Arranque» — tal como muchos /<> lo deserib. describe do musculado ' ado y violento. — Las coribantes y el" propio ser d?' »Ulta , son intentos ,s por pane de animales no alados de ¡ n i a g i i u c o emde — un movimiento de 1lo0 mas más v i o| u í¡T" ^t báj nH > encima de la tierra. w * . *El - «nudo —• • « * * ••"•«.mu uc H u%c unos aleta/os tremendos al final produce casi el efecto ,1,. ' mei-, Por - "star m i . 'c ai i T

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p. invaden casi con regularidad esas tr

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ras.

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I5I6M horasDondequiera coloreado como flamenco en aguas pocos profundas! que un se haga la corte, es algo que no lo soportT ÍT Pasarse u contemplan la pas* como la dicha de la «vida después de la muerte ' °

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,< 1681 . . cada tragedia hay algo cómico y absurdo, „, ' D*** última ópera trágica: «¡sí, h ' l ^ L * * « l a rte

c i e r t n

l !

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15 [62] Mostrarse compasiva, burlona y seductora con un simple ruid't sólo las mujeres saben hacer. ^ es a l

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' ' P« ¡ d a a espíritus mas infantiles y toscos ¡™ f £ c r y lo cáustico todavía les repele. U ^ ^ ?» - yo « a volverse ingenioso, - de que el esprit quiere hacer ^

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epope

d i r i g

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15 |63| En la vida vulga hombres pasados: cu de almas particulares

movimientos

Y como dice un amante: su frialdad hace que mis recuerdos se hielen- i he sentido yo alguna vez que este corazón m í o se inflamara y palpitara por elia?— así 15 [65J

Quizá ahora haya que buscar en los comerciantes las propiedades que antaño hacían grandes a los hombres — un sentido vehemente del honor, espíritu emprendedor, etc.. espíritu corporativo también.

[66]

La moralidad de Europa es por completo judía — una diferencia profúndanos sigue separando de los griegos. Pero los j u d í o s , de la misma manera que tanto despreciaban al hombre y lo encontraban a la vez malvado y despreciable, forjaron Dios que era m á s puro y distante que el de ningún otro pueblo: lo ! ° j todo lo bueno y lo elevado que crece en el pecho humano — y este sacri * extraño de todos, fue haciendo que entre Dios y el hombre surgiera un att ^ ^ se sentía tremendo. Sólo entre los j u d í o s era posible, incluso " ° ¿ \\ lo alguien se lanzara a dicho abismo — y una vez m á s tuvo que ser «el ^ sintió hizo, el único al que se creía capaz de algo elevado: aquel hom ^ nde era mediador tuvo que sentirse también Dios para ponerse a la tarea de ^ ^ el abismo era menos ancho, allí sí pudo ponerse en medio un ho ^ era sobrehumano, y en calidad de h é r o e difundir la sensación de bienes a n m e n

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Aufschwng: tiene el doble sentido de «vuelo» e «impulso»; de ahí U ma

de Ni***

«Utilidad, utn». ai —^Prudencia.precaución,mal¬ , , loderación, etc., en f i n , en estados anímicos que se oponen al a f e c t é Jreo ha tenido que haber épocas enormes en que el hombre sólo hiriera lo que TZltaba útil inspirado por los afectos y en que la prudencia y la maldad de la le faltaran por entero. En aquellos tiempo lo sumamente uriie hablaba aún el feuaie de la pasión, de la locura, del honor: sin una elocuencia tan tremenda no cosible lograr que el hombre hiciera nada «útil» — es decir, que diera un rodeo hasta lo «agradable», que prefiriera momentáneamente lo desagradable. La moral entonces todavía no consistía en inculcar la prudencia — como quien dice, había que olvidar durante cierto tiempo la razón y la manera habitual de querer para hacer algo moral en ese sentido. 15 [70] , . . Quiero tener la heráldica, conocer el árbol genealógico completo déla nobleza de mi espíritu - sólo la historia lo confiere. Sin ella somos todosfloresde un oía y plebe: el recuerdo nos llega hasta los abuelos — y ahí se acaba el nempo. 15 |7l]6 ombres» «Quien a los 40 no es un misántropo es que jamás ha amado a os om *

decir Chamfort.

15

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pour moraliser

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Procedimiento para moralizar en literatura ha SK»

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, enero de 1882. fl

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'uno sólo está restablecido cuando se ha olvidado del tf»

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' J ñnica igualdad que yo quiero: la que elriesgomás « t r ^ „ ue tro alrededor nos dé. ¡Entonces tendj«^^ ^*p* d

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']os quejáis de que empleo colores chillones? Pues los colores vo los tomo de ¡a naturaleza — ¡qué le voy a hacer yo a la naturaleza! - Mas vosotros decís que ¡Ésa será la naturaleza para mí, que no es la vuestra ni la de todo el mundo! Y quizá tengáis razón: quizá es que yo tengo una naturaleza que chilla — «como chilla el ciervo pidiendo agua fresca». ¡Si fuerais vosotros esa aguafresca,qué grata os sonaría mi voz! Pero os molesta el no poder librarme de la sed — ¡y quizá os gustaría realmente librarme de ella?

16 [5] ¿Soy acaso un investigador? Sólo soy pesado: y caigo, caigo, sin parar - hasta allego al fondo. 16 [6]

Ostras virtudes, igual que los versos de Horneros, ñenen que ir y venir.

Aquellos ¿ o

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P*™ *uz nocturna- Sí. yo mego la noche mas de q

no es preciso hacer noche. 1

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" cuarto de 27b páginas. Versión en l h t j g P«« meses de d i c i e m b r e * 1881 y enero de 18«. [891]

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. ^pji lo que ***

FRAGMENTOS PÒSTUMI

l 6

. Mni6A.DiciRMnR|. , :

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-R0 DE „1 hombre en este punto incom r n L, ""'^ < que C origen de dicha e r *» ¿F* m H algo de lo que enorm.ii. estákJ Ríe fZ&W °7 da un golpe, piensa que es él e! n j \ "ombre o. V« más en fin, *» su voluntad es ,a y D > € r u n problema, sino que le basta el sem 1 * m «T-hi hay rausa v efecto. Del m ^ _ 7 w w o d e o cu»,;7 D

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en la voluntad

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< n » ^ e r z 8 S q u e o p e r a n m á g i c a m e n t e , en el i n f l u j o ^ e n c i m a d e a l g u i e n , es d i f í c i l q u e n o

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derecho a ver en él nada m á s que un M

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que s u b i r la e s c a l e r a e n t e r a !

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^ e oceani-

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16 |H>1 ll'J Cuando uno pasa por duro. Nadie te r e c o n o c e e l

g r a n

1 1 0

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16 [9] «Pero donde desembocan todos los ríos de lo grande v H en el hombre? ¿No hay un océano para ellos?» — S é t ú ZI ° ?

0,

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i n a n i m a d a o animada. O r i g i r i a n a m e n , ^ 1 0 .

^

cimiento p e n s a r v uim voluntad que era la r' i t r a s f o n d o o p e r a b a u n ser c o n una voluntad de tino

topera « la creen. l ü e

d e , a



*

« E s o n o s o n m á s que teorías nu

nue\as — m e decís; ¡ n o nos p u e d e n g u s t a r ! » Pues b i e n , haced s i m n T hacen todos los e n f e r m o s sensatos —

¡ t r a g a d l a p ó c i m a t o d a d e una v

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m e d i c i n a

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d i d algo d u l c e y sabroso que os l i m p i e b i e n e l p a l a d a r y a vuestra memori ^ 8

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causa» a p a r e c e n c o m o g e n e r a l i z a c i o n e s de proposiciones mucho más r e T r n ^

L

« c u a n d o se p r o d u c e n e f e c t o s es porque se ha querido», «sólo se pueden produ-

£ efectos e n u n s e r c o n v o l u n t a d » , « n u n c a se da un padecer puro y sin consecuen-

a h o r a « t e n d r é i s e l d i a b l o e n e l c u e r p o » — c o m o o s d i r á n t o d o s l o s curanderos de

antes. 16

-

*jue

dejara, sin e m b a r g o , de haceros e f e c t o : ¡ d e eso p o d é i s estar seguros' p u M ^ ^ -

cosasT>

e e f e c t o h a d e v e n i d o p a r a él en c r e e n c i a s ™ '

$

°aña'

( y n o e n subtancias, tuerzas

Tó en personas

a un

K

^ ' m e c á n i c a l e q u e d a b a l e j í s i m o s . Y como durante m u V h i ^ Z T

16|ll| Receta contra la medicina.

Vei

cias de u n e f e c t o , s i n o q u e t o d o padecer excita la voluntad» (a actuar, oefenderse,

[U]

vengarse, d e s q u i t a r s e ) — b i e n q u e e n los tiempos primitivos de la hurnanidad estas

¡ E g o í s m o ! S i a n t e s q u e n a d a n o d i é r a m o s v u e l t a s d e c o n t i n u o en t o m o a noso-

y aquellas s e n t e n c i a s e r a n i d é n t i c a s , las primeras no generalización de las segundas,

tros m i s m o s , ¡ n o a g u a n t a r í a m o s i r d e t r á s de n i n g ú n s o l !

sino las segundas a c l a r a c i ó n d e l a s p r i m e r a s : todas sobre la base de la idea de que «la naturaleza es u n c o n j u n t o d e p e r s o n a s » . S i , en cambio, desde el principio la naturaleza entera h u b i e r a s i d o p a r a l a h u m a n i d a d algo impersonal, vista, en consecuencia,

Í6[Í3\

como no v o l i t i v a , se h a b r í a f o r m a d o la creencia contraria — la delfíeri e nMo. el

C u a n d o u n o h a l l e v a d o c a d e n a s , t i e n e u n b u e n o í d o p a r a e l r u i d o de las cadenas.

efecto sin c a u s a : y q u i z á t u v i e r a e n t o n c e s la fama de ser sabiduría sobrehumana.

-

Ese « c o n o c i m i e n t o a p r i o r i » n o e s , p o r l o tanto, conocimiento, smo ¡miro/ogia primitiva, de l o s t i e m p o s d e l a m á s h o n d a ignorancia, arraigada en nosotros.

16|I4] Q u i e n d e s e e l a g l o r í a , d e b e p r a c t i c a r a l g ú n t i e m p o p a r a a p r e n d e r a vivir sin honor.

A: «La manera como él me malin.erpreta en público. * ¡ ¡ ¡ g - £ Z "a es que me ha entendido demasiado bien.» — B: «¡ 1 omuo P * . , «fcbido subir m u c h í s i m o en su estimación para que considere nece^ 1 6 1

16 flSJ ¡Adelante! En

,

& Í 3 s m e >

c u a n t o q u i s i e r a h a c e r a q u í u n a l t o , p e n s a r í a q u e m e he per

— n o g a n o n a d a q u e d á n d o m e a q u í p a r a d o , s a l v o l a p o s i b i l i d a d t e m b l é de q entre el v é r t i g o . ¡ A d e l a n t e , p u e s ! firmemente

16 f 16)

Consecuencias de la religiosidad más antigua.



Todos

c r e e m

en la causa y e l e f e c t o ; y a l g u n o s f i l ó s o f o s a d i c h a c r e e n c i a , a caus la d e n o m i n a n « c o n o c i m i e n t o a p r i o r i » —

^

dudando y ponderan00*^

que suponer un c o n o c i m i e n t o y una s a b i d u r í a de o r i g e n sobrenu

°

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firrneza, a q u

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. Q«¡en quiera sobrepasar en mucho la ^ ^ ^ ^ sucede con todas las virtudes - nuestro cometido altura en que se nos haya transmitido, pues a eso * salud: elevarla



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Véase Diogenes Laertius X, 123-124.

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l ^ . a r : es la mejor educación. Siempre son los pa

ente coherente y o

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F R A G M E N T O S

P Ó S T U M O S

cías a los hijos, y gracias a los hijos, ciertamente, en Uniólo mas espiritual. Son nuestras obras y nuestros alumnos \ de nuestra vida la aguja de marear y le marean su rumbo.

S o m

'do P ^ ^ n s

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16(20) «¡Las mejores cosas ya le resultan insípidas!» remedio: ¡que se trague un sapo!

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D E

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16(21( ¿Qué me sucedió ayer en este lugar? Nunca había estado la existencia me trajo con las más altas olas de la dicha su más d r * melancolía púrpura. ¡Para eso no estaba preparado! ¡Qué p e l i tado! Si no me hubiera resultado el espacio demasiado esteecho * °

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I I I 7. E X T R A C T O S DF I no E M E R S O N . COMIENZO n V ^ O s t 1882* u

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h u b i e r

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f % cada acción se halla la historia abrevada de todo el egp.

16(22] «¡Sí! ¡Sólo quiero amar lo que es necesario! ¡Sí! ¡ Q , . amortan'.» llegar a eso: r™-« pero antes tendrás au* ser a - Tel? ° umvi . / « • • • » — Quizá NC ipuedas ---© icuuras que — l Furias: reconozco que las serpientes me volverían loco. «¡Qué 7_ 'as Furias! Funas — no es mas que una palabra fea para las Gracias » -1* u ^ 'as cidoí — i«a enloque. u e

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, bien los cantos de alabanza del mundo, pero no son suena mucho más dulce a mis oídos, el elogio dd * ° nue percibo en cada palabra, en cada hecho - Z \ Z o ^ H * ^ » f j ¿ que se agita. ** se escap. * 0

taíue

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1 7 l 3

16 (23J ¡Vosotros. los dueños de sí! ¡Vosotros, los soberanos! . ¡Todos esos cu la pertenencia, esos, incontados e incontables, trabajan sólo para vosotros naT? que al superficial le pueda parecer otra cosa! Esos príncipes, comerciantes func" narios. campesinos, soldados, que quizá se crean por encima de vosotros — todos ellos son esclavos que trabajan por necesidad eterna, no para sí mismos: nunca ha habido esclav os sin señores — y vosotros seréis siempre los señores para quienes se trabaja: ¡algún siglo posterior tendrá ojos para esta pieza de teatro! Dejadles a ellos sus opiniones y sus fantasías con las que ante sí mismos se justifican y ocultan el trabajo de esclavos — Pero nunca olvidéis que ese esfuerzo tremendo, el sudor, el polvo y el estruendo en el trabajo de la civilización están ahí para quien sepa aprovecharse de todo ello sin participar en el trabajo: que ha de haber supernumerarios que se mantienen con el sobretrabajo general, ¡y que esos supernumerarios constituyen el sentido y la apología de todo el ajetreo! ¡Sed, pues, el molinero y dejad que los arroyuelos hagan que giren las ruedas! ¡Y no os inquietéis por sus luchas ni por el bárbaro estrépito de las aguas vertientes . Sean cuales sean las formas de Estado y sociedad que puedan darse, nunca dejarán de ser todas ellas formas ^ ™ ^ sólo a vosotros y en todas las formas ¡seréis vosotros los que mandan, puesto que vosotros os pertenecéis, y ellos siempre tienen que ser pertenencias'.-. 2

35

1

d

e U o s

[ o que hoy hago tiene un significado tan profundo como cualqui

wer cosa pasa-

da.

17 Quiero vivir la historia entera en mi propia persona y apropiarme de todo el poder y la fuerza, no inclinarme ante reyes ni ante grandeza alguna.

17 [5] El instinto dormido del alma se deja ver en el provecho que sabemos extraer de la historia: sólo hay biografía. Cada hombre debe saber cuál es toda su tarea. Tiene que desaparecer ese absurdo allí y entonces sin plan ni elaboración y que lo sustituya el aquí y ahora. 1 7

' De los restos de nuestra animalidad hacerse la joya más valiosa: al igual que. tras su transformación, de Isis quedaron sólo los cuernos de luna.

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1 7 1 7 1

bhflV

¡Quién es capaz de dibujar un árbol sin coro-erase en arooi.

1 7 1 8 1 E

i «laW ' artista tiene el poder de despertar en otras almas

f l d u n n i e n t e

'

encia;

- ¡hr Selbstherrlichen*. : «soberano» en el sentido del que ejerce su ^ f puede tener también el matiz peyorativo de «despótico», aunque aquí no v " Dicho sea ahora en el sentido de «propiedad de alguien». Al emp aquí Nietzsche con la previa Zugehörigkeit, «pertenencia» en cuanto en U segunda linea del fragmento.

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independ ^" imp°¡^ esta jug „, que W

de R. W. Emerson (ye

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/ u h e h o r e

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Í^DO n , * ^arto de 32 páginas, con extractos de los E W w u de fragmentos). [895]

1RACÌMHNTOS PÓSTUMOS 17

l°l

La verdadera poesia es ci alma del poeta: en ella residíala ci ultimo adorno. San Pedro es una torpe copia. '

obra del gen.oreconocemounc l * í vuelvcn a nosotros con cierta distanti ^ ^ . e jsd°* gestad.

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,1 ñ

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y » Pasado

„ una época en el desarrollo de todo h o

mbre

17 M U

Cuando la vista ya está habituada por la naturaleza a dim arte no puede aplicar escalas más pequeñas sin degradarse (cuev^*

, -o es a r a v t

|2

I7[I2|

és

de, esfucr*.

fe¿gg£*

q u e

!

n r lo general nos expresamos sólo a medias avm, ° nosotros representamos. — Hay haW ^ ^ o s del ^ .,^n que "intento _ „, £Z nnc * w i _ L 7. ^ Puesto toda,(!, am emo lo: n el n* ° «y esperanza apoye. P

Por un camino trazado a través de un bosque de abetos pienso el bosque ha tenido una influencia impresionante en los constructores^

0 n z a n d

q u e

n 0 S 0 U

Catedra

le s

m o s

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de Los genios del bosque esperan hasta que el caminante h

8 9 7

-düüier

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1

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17

[131

E ! espíritu disconforme, desconfiado, la g r habihdad de cal, . j£ v oponerse la solidez solidez yy aa los los medios medios de de nnuestros — ~ a la u e s t r o s r i a^ n J * « l o que ln v cuando, uno lo ve en el rostro de un niño, se auedaT" qu«W^ •» lo i*da t o d o MÍ n r i . n , , — . ^ níeocupan de nada, todo se orienta por ellos; a^^Qd ellos Wagonzado 1« I ~I ™ 'fes de los demás jamás les inquietan: fallan su v e r X * J ° Sí* - d é o s . No pretenden gustar: eres * < ^ £ ~ ^ *

1 7 12

El nomadismo intelectual consiste en buscar el don de la objetivid H hallar por doquier deleite visual. Cualquier persona, cualquier cosa hallazgo, algo mió: el amor que por todo le alienta le alisa la frente ^

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Debe ser imposible para mis ojos el mirar de reojo: tengo siempre q cabeza entera — lo que resulta elegante. M

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Ni el poeta ni el héroe son capaces de mirar con desprecio la palabra o el gesto de un niño. Un ser infantil con su energía innata. Un ser que estima en tan poco sus angustias, totalmente ensimismado, alto receptor de limosnas, que pide en el nombre de Dios.

17 [16| Para él estar obligado a la veneración resulta agobiante, él quisiera robarle la luz al creador y vivir apartado de él.

17 [171 Cuando viene un dios a los hombres, ellos no lo reconocen.

do de la inocencia, nacer sus ooservaciones - es algo que espanta: se siente el poder de esa juventud inmortal. 17 [261 Ninguna ley puede serme mas sagrada que la de mi naturaleza. Sólo es justo lo que es conforme a m i naturaleza, y sólo es injusto lo que va contra mi naturaleza. 17 [271 El que yo sólo piense en lo que a mí me resulta justo y no en lo que la gente piensa al respecto — señala la diferencia entre lo que es elevación y lo que es bajeza. Y esto es tanto más duro, porque por todas partes se encuentra a quienes creen saber mejor que tú cuál es t u deber. . . Es grande quien en medio de la confusión del mundo se atiene con pertecta luci-

1 7

^Cuando se plantea un enigma tal, responder ya es mucho: y es mucho también creer que se ha resuelto el enigma. Sólo por el valor de responder al enigma vida, se arroja la esfinge al vacío (ego). todo

' Será un templo de la gloria, conviene que vaya caminando, con un manto él cubierto de pinturas de sucesos y experiencias maravillosos.

dez a la libertad que la soledad nos depara. . Cuando los pobres y los ignorantes también se excitan, cuando lai masa mam e

1 8

«racional gruñe y tuerce el morro -

hay que tener un alma grande p

divina dejarlo de lado como una minucia. NB.

17129

17 f20J , _ más íntimo Dar crédito a tus propias ideas — creer que lo que para u, ^ ^ ^ tu corazón, es verdad lo es también para todos los hombres, es

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¡ffl hombre no puede hacer violencia a su

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17 | 3 0 |

La fuer/a de carácter sobreviene por sí misma: los di, tud te transmiten su bienestar espiritual, (inicias a la eonoW ? °s victorias se forma el ser majestuoso del héroe, de (¿Jj s o

- t r o presupuesto es paupérrimo-

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Si el A<»«c»r es algo tan respetable, es porque no es cosa d ore una virtud anticua "oy e dí . e

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17 [32] El hombre justo es el centro de las cosas: él toma posesión d ra. no recuerda a ningún otro, hace sombra a todo, requiere un esnt ón un tiempo infinitos para exponer sus pensamientos: — \ posteridad?' cifra» procesión, sus pasos. gue, c ¿* C r e a c i

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17|33|

Las acciones de los reyes han instruido al mundo: suelen ob icno ten o amplio: por medio de una simbólica colosal enseñan el respet^ ° un crj. bre debe al hombre: siempre ha habido cierto afecto espontáneo h a c hommo\ia leyes su Fpropia B W V M según — v — creadas ipor él mismo, establecía — " j p i a tabla laoia d dee Il r' w í ^ lían hombres y cosas, declarando nula la existente, y representaba la ¡ " * y en vi, persona. C

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Cuando pretende ser algo m á s que un relato y una parábola hilarantes de mi ser y mi devenir, la historia es despropósito e injuria. — Con la mirada vuelta atrás deplora él el pasado o. poniéndose de puntillas, intenta vislumbrar el futuro. Mas tendría que vivir con la naturaleza en el presente, alzado sobre el tiempo.

17(399

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La virtud es fortaleza interior: un hombre que esté poseído de la fuerza primitiva de la creación, subyuga según la ley de la naturaleza a todas las ciudades, pueblos, reyes, a los ricos y a los poetas.

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*Lo que amarnos es nuestro: mas al desearlo nos vemos privados de ello.

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' ^ l poder que las personas tienen de disgustarme, yo . ^ te refcjeVtanto preserva tu d.gnídad; no te mezcles n . un solo instante en su enterío: haz aue la luz de tu ley interior penetre en la confusión.

A quien se ha sustraído a los motivos habituales de semejante a Dios. Magnanimidad, perseverancia y cntendWt" * r sus cualidades, si él mismo pretende ser doctr.na, — -a—1* i„,*„iAn

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500 garabatos para locos en la pared blanca por un loco*.

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' £l soberbio, hasta el caballo odia, que, adelante, de su carro tira.

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^Cual pluma de escribir de acero soy, fácil de torcer cuando está de viaje. Mucho tacto y paciencia a exigir voy, y dedos delicados, para emplearme.

18 [31

Aquí el oro rodó, aquí con oro jugué — En verdad el oro conmigo jugó — y yo rodé. 18 [41

Los poetas de antaño tenían otro concepto de la propiedad: la memona era la madre de todas las musas. Se tenía lo nuevo por inspiración. Y uno se sentía menos responsable. 18 [5]2

.

Emerson dice algo que es de mi agrado: todas las cosas tienen '^¡¡^ « a y el filósofo, así como con el santo, y a ellos están consagra^ todos los suce « son provechosos, todos los dias, santos, todos las personas, diuus. sc

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S J j ¿ f W l m e n , e : las manos del loco garabatean **J1*£ cosas « ^ % Po«aI ' P r á x » edición de ¿a sucesos son P ^ « < £ » ° " el sabio, y a ellos están consagradas; todos los su . todos las personas, divinas.» Emerson. e

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FRAGMENTOS POSTUMOS

Del paraíso. «Bien y mal son los prejuicios de Dios» — la serpiente habló y a toda prisa h u y ó . 18Í7J Como todo vencedor dice, dices tú: «el azar no existe». Como ayer nada dijiste. Nadie sabe lo que le pasa.

1 9

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. M IH 6B. PRIMAVERA DE

imperativos categóricos. - ¡Cieno! Hay „„erida carne se queda sin sostén! M a s v u J J Estoa, debería decir: ^ Z

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1882

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^rne en los hue-

^ L e di a esto demasiado valor y lo he pagado demasiado ^ cosas! Creía que estaba pagando y estaba haciendo un regalo. Me he e Z S oor haber creído que algunas cosas eran sumamente valiosas - ¡a* aendoW^ cada vez seré m á s p o b r e ! » *» 1 9

[31

19

¿mm'a naturalia ve/ abstinenti

19

sunt indifferentia, neganti vero

affirmanti

aut mala aut

bona.

[41 Stffcer encontrar la compañía adecuada. Bien está el bromear con bromistas: el que busca cosquillas cosquillas tiene.

19 [5] Del barril

de

Diógenes.

«la miseria es regalada, la dicha no tiene precio: misero

Dice Timón «¡No seas tan desprendido: °lo los perros cagan a cada instante!» s

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« * * de 276 paginas. Versión en Ut** P » Primavera de 1882. [903]

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viviría mal y sencillo ¡M Í°L en los tejados P° uente de mala calaña, o^ t voerjuros!

final.

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Reír es la primera de las artes si he de mejorar para mañana: ¿Me dirás si lo he hecho hoy bien? ¿Si del corazón la chispa saltaba? Para pocas bromas la cabeza está, Si en el corazón el ascua no arde.

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. . la educación, si es que escupe' ¡ * í o dechado de virtudes! ' a lá entidad más pura i t a

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¡Probad de mi comida, comilones! ¡Que ya mañana os gustará más, y no digamos pasado mañana! Y si entonces queréis comer más, haré de mis siete cosas de antes siete ánimos nuevos.

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Las canciones de Nausica ver muchachas, yo era sabia, ^ tenía diecisiete: — mo el más horrendo de los viejos ahora soy — ¿ q u P °'A

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19 Í8J Normas de vida

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Tuve ayer un pensamiento — na idea? ¡Mofa y befa! 6 ÉTenéis jamás un pensamiento? 6 Como mucho un afectillo!

Vivir a gusto la vida En eso has de estar! Sobre eso te has de alzar! Para hacia abajo mirar!

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Raro que una mujer piense pues el sabio refrán dice: la mujer, a seguir, no a guiar y si piensa, no sigue.

Las pulsiones las m á s nobles con reflexión ennoblece: por cada kilo de amor ¡un grano de autodesprecio pon!

¡Lo que ella dice, nunca lo creo; salta y pica como una pulga! «¡Rara vez piensa la moza, mas piensa a veces y no hace nada!»

¡No te quedes en campo llano ni subas demasiado alto! Desde la media altura Es mejor el mundo ver.

¡Mi más alta reverencia a esa antigua sabiduría! ¡Oíd ahora sabiduría nueva, la más nueva quintaesencia i

19 [91 Desesperado.

¡Terribles son para m i sentir los muchachos que escupen! Corro ya, ¿a dónde voy? ¿Salto a las olas?

Habló ayer en mí como nunca en mí habló — escuchadme: á s hermosa es la moza, *ás interesante — el mozo!» <<M

Las bocas todas apuntadas, gárgaras en todas las gargantas, pared y suelo siempre mojados — ¡Malditas las almas de los que escupen!t

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^c Januarius "Hfa Dios v pecado y escritura Mismos t u s

traili* I Sieben Sachen: se refiere a los siete sentidos, y en última instancia a va o nal del número siete.

0.

FRAGMENTOS POSTUMOS

|9|I2| L A GAYA C IENCIA.

1. 2. 3. 4. 5.

Sanctus Januarius. De artistas y mujeres. Pensamientos de un sindiós. Del «diario moral». «Broma, astucia y venganza». Aforismos. 20.

C unciones y aforismos. De comienzo, ritmo; de final, rima, y el alma, de música siempre: a ese griterío divino canción llamamos, o m á s brevemente, son canción «las palabras en música». Ámbito nuevo tiene el aforismo: sabe burlarse, zumbar, arriesgar, pero nunca a cantar llega j a m á s ; «sentido sin canción»: el aforismo. —

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PRIMAVERALES

» DE LAS LOCURAS Canciones y afonsnu? de Friedrich Nietzsche 20

pon tos con

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Se suele tener una sola virtud — o ninguna

nea 20 |3]

¿De lo uno y de lo otro puedo traeros?

19(141

En las épocas más diversas de un pueblo las «presiona

luraies siguen las mismas: pui c i W U I M U » , »• ^ m i i m c m u que las acompaña al decirlasestá siemcambiando. Cada época les da un matiz nuevo a las viejas palabras- cada época pone en primer plano algunas de esas expresiones yrelegaotras - ¡pero esto son cosas ya sabidas! Permítaseme hacer algunas observaciones acoca del empleo hoy en día del lenguaje moral. — En los círculos en que yo he vivido se suele distinguir entre buen hombre, hombre noble y gran hombre. La expresión «faeno» se emplea desde puntos de vista de lo más diferentes: incluso conrrapatfaos: como a continuación demostraré de manera más concreta. Cuando se le llama «nobk» a alguien es que se le considera m á s que bueno — no esr^cialrnente boato, sino diferente del buen hombre, de tal modo que con dicha expresión se le metac en una clase de categoría superior. « U n gran hombre», tal como se emplea hoy en cha la expresión, no tiene por qué ser n i bueno ni noble - recuerdo sólo un caso en que m hombre de este siglo haya merecido los tres predicados a la vez. y aun de sus enemigos zini. p r e

Sanctus Januarius. De Friedrich Nietzsche Para mis amigos, saludo y regalo.

• Cuaderno en cuarto de 40 paginas, con apunw* p a » £ Aqui lo que corresponde a la pnnwtrt y • [987]

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' La introducción, desde el punto de vista del trepador

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Me han contado que el origen de mi linaje y de mi nombr 1 nobles polacos que se llamaban Niétzky, que hace unos cien ñZTT T " « a y el título, cediendo al fin a presiones rebosas 'wm^^^ protestantes. N o voy a negar que cuando era muchacho no me enorgullecía lo 2 mínimo de esa ascendencia polaca: lo que en mí haya de sanare aleWa proviene únicamente de m i madre, de la familia Oehler, y de la madre de mi padre, de la familia Krause, pero me parece que en lo esencial sigo siendo polaco. Qu¿ hasta ahora mi aspecto responde al tipo polaco es algo que se me ha confirmado bastante a menudo; en el extranjero, p. ej., en Suiza y en Italia, repetidas veces me han tratado de polaco; en Sorrento, donde pasé un invierno, para la gente de allí yo era ¡i Poiacco; y sobre todo en Marienbad, un verano que alli estuve,raeacordé varias veces y de manera sorprendente de lo polaco de mi carácter se me acercaron polacos que me saludaban en polaco y me habían confundido con algún conocido suyo, y uno, a quien le n e g u é ser polaco y le dije que era suizo, me miró con tristeza un rato largo y al final me dijo «sigue siendo la vieja raza, pero el corazón ¡sabe Dios! hacia dónde se ha v u e l t o » U n cuadernito de mazurcas que compuse de muchacho llevaba el epígrafe. « E n recuerdo de nuestros antepasados» - y. en diversos juicios V prejuicios, yo me acordaba de ellos. Los polacos eran para mi el mas o a caballeresco de entre los pueblos eslavos; y el talento de loseslavos superior al de los alemanes, es m á s . pensaba que los alemanes o o grac^^ ^rt i a de sangre eslava habian entrado a formar pane de a P ^ í a n talento. M e agradaba pensar en el derecho del noblei potoco a ^ su veto la d e c i s i ó n de una asamblea; y me P ^ , frentea la deciquien h a b í a hecho el uso m á s grandioso y digno de ese derecho f

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, r e n t o s . Aquí lo 4 * °rrL ^ « octavo mavor de 240 paginas, con disposiciones ^ > » d e al verano de I S S l C

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[909]

I RAGMHNTOS

RiNIUMOS

sión y la apariencia de todos los demás hombres. La indomabilidad v I política de los polacos, así como su desenfreno eran para mí antes nni w ^ ^ a d talento que de lo contrario. En Chopin admiraba sobre todo el que hub u la música de las influencias alemanas, de ese apego a lo desagradable ron* do ñoburgués, torpe y presumido: antes de él no habían encontrado aún musical la belleza y la noble/a del espintu, ni, sobre todo, la serenidad, l H ° tura y la exquisitez del ánimo, así como tampoco el ardor y la seriedad d i ^ O i bilidad del sur de Europa. Comparado con él, el propio Beethoven me p a / t ~ semibárbaro, cuya alma grande había sido mal educada, de tal manera o había aprendido a distinguir bien lo sublime de lo novelesco, lo sencillo d"? ° so y de mal gusto. (Por desgracia, como pretendo ahora añadir, Chopin h °~ demasiado cerca de cierta corriente peligrosa del espíritu francés, y eso ° de su música resulta deslucida, poco luminosa, sin ánimo y a la vez ricameT ° tida v elegante — el eslavo más robusto no ha sabido rechazar los narcóticoií " cultura refinada.) a s

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1. 2.

Ceder lo superfluo. El altruismo, a la larga, perjudicial para la totalidad Remordimientos por apelar al Estado (en vez de la venganza) trabajo matrimonio ...., . . . . . . . . . .... .. . maestro . pudor . comerciante artesano interés monetario comediante grandes hombres Crianza de la raza en los griegos. Ennoblecimiento de la prostitución. 34. 38b. 39b. 72 • ¡ * La muerte voluntaria en cuanto fiesta. 27. 73b Llevar a los hombres hasta las últimas consecuencias y forzarles, negando el valor, a que renuncien a la reproducción, p. 70 (véase n.° 11 nota) Homero: el individuo escondido Las guerras del futuro. 45. Nueva jerarquía espiritual: ya no la naturaleza trágica por delante. No pulsión de conocimiento, la intel al servicio de las diversas pulsiones 41. 45. La preparación del pensamiento p. 79. Modo de propagación, 79. 57. 58b 62, 67, 72 :fl

IR ' 19. 20. 21. 22. 23. 24.

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4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.

uevos juicios de valor ^ . * cuerpo y espintu *ndo *U pasión matrimonio 66 El mal Comunidad — moral. Vida y muerte Conciencia, sanción, pecado Elogio y condena Fines, voluntad Indiferencia 53 injustamente hacer el bien - ser pos Acerca de los perjuicios de l virtudes Condición de la moral absoluta- la >-* .. ento de poder! 52b. * ' ^ ^ ^ U ^ , . . . E l sabio y el mercado del oro. 56. " Brujería — utilización de cualquier poder Conwnw» Sentimiento de poder y función. 33b. 66, " Poder, función — y conciencia. Causa y efecto. Descripción. 34b. Sensualidad al servicio de la rehgm Tamtón placa » « ^ gracionp. 40 " Sentido científico — anhelo de una moral absoluta. •Tolerancia' 35 COn

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gj valor último de la existencia ción, la condición del c o n o c í ^

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25.

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38.

26. Mal — atavismo del bien de antaño. 36.37b. 27. Elementos de la fuerza p. 32. 28. E l gusto da valor, no la utilidad, p. 39.40. 29. E l hombre entre los animales p. 43b 30. Todos los instintos para la conservación de la especie 57.43.44. 31. Valoramos a los hombres en función de sus logros p. 44.50. El resultado no es prueba de la fuerza 50. 32. Protoplasma y moral. 45.48. 58. La lucha en cuanto ser de la paz. 33. Nuestras pulsiones, pulsiones greganas 46. 34. Libertad de la voluntad p. 47. .• & 35. las fuerzas particulares del conocimiento en cuanto tóxicos p 36. Cura del particular p. 49b utilización de Schopen- Lo que la cultura inferior toma de la >upenor p

3 7

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El «saber acerca del futuro ha tenido siempre un efecto selectivo [züchtend] — de manera que quedan sólo aquellos a los que era lícito esperar.

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hauer) los grados mínimos y la insatisfacción, p. ¡Cuidaos! p. 55. 61. 71b . i 56. ¡Es el momento ahora de creer en la inocencia.

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Historia del odio a la vida p. 56. ¡ E n s a l c é n u W - en vez de castigarnos-

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12. 13.

Como espada justiciera de las religiones. Anticristo. ¿De dónde la tabla de valor de los bienes? I Ib.

4 2

Nietzsche numeró las páginas del M III I, grupo 11 de fragmentos; a tal paginación ren los números que figuran en este fragmento.

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* * * * * wír uns: significa también «elevémonos, alcen*»

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ì K U i M l NTOS PÒSTUMON

43 fcOWporac.ón del error . 6 4 . 6 2 JJ uue e v a « es el egoísmo! . 63b. 71. «Y Hace falta un remedio para el atan de tel.cidad del individuo _ , . 63 65.72. , „ ' P. ,notan los apologistas del lujo 66. T- I I arte de Wagner. falso [>or Sehopenhaucr, 6 6 . Sólo mi f i l cuada al a-speeto. Sigfndo. as El hombre libre en cuanto perfección de lo orgánico p. 67. 73. 49.' el un» erso no es un organismo p. 73. sfl No ciioísts 74b i i la crin rorma en el ser como condición de la gran forma en la obra de arte.

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t i poder idealizador del remordimiento. El ennoblecimiento tiene q ,-on los motivos creídos, no con los reales. ^ Presentar mi especie de «idealismo» — y para ello la necesidad absoluta también del error más burdo. Toda sensación conlleva valoración- toda valoración fantasea e inventa. Vivimos como herederos de ese fantasear: U e

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,ña suerte la del hombre! Vive 70 ' ¡ nue nunca ha ex.stido - y, J£ ^VO y 0 * ta humanidad se desplaza, y a P ^ ° ñor más que incluso se pueda sem, J |

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pod de la ley iev de oe la ia grav g i ^ vedad. ^«54. La contradicción tiene que estar en la «fuerza», por hablar en términos lóceos. La lucha, etc. En cuanto unidad, en cuanto ente no habría alteración alguna. • . . „ No hav materia ni espacio (no hay Í J C / Í O in íffstosj ni forma ni cuerpo ni alma. \ n hav «creación» ni «omnisciencia» — no hay Dios: ni siquiera hombre. 56. Chaos' sise Satura. 71b 73b 70b 63b 5 5 43b 23a.

responsabilidad. ' ' ¿ v e r s a s puls.ones se satisfacen de tal modo que las consideramos inferiores. Todo n u e ^ 5To y nuestro án.mo se ven maltratados frente a la c e n c e ñ o , de las 2

' 4*

derrotas cotidianas

21 16] Si me pongo sobre una sola pierna pronto me pongo sobre las dos 21 I7| Si quieres mantenerte joven, madura pronto

Experiencia arriesgada pasa el tiempo de golpe 2i m

en torno al oído hay algo bien tierno

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FRAGMENTOS Versión í „ ,

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(1869-1889) Edición

española

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dirigida por Dieg Sá f 0

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P L A N COMPLETO DE ESTA EDICIÓN Volumen I . Fragmentos Postumos (1869.1874). TrarW* notas de Luis E . De Santiago (Universidad de Málaga). '

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TECNOS, 2007 Este v o l u m e n i n c l u y e la Introducción general redactada por Diego Sánchez Meca y abarca los apuntes y fragmentos preparatorios de El nacimiento de k tragedia, las Consideraciones Intempestivas y los trabajos de la primera época de Nierzsche como profesor en la Universidad de Basilea. Son los años de su amistad con Richard Wagner c o n q u i e n comparte una concepción propiamente romántica de la música y una d e c l a r a d a v e n e r a c i ó n por Schopenhauer.

Volumen I I . Fragmentos Postumos (1875-1812). ^ ^ ¡ ¡ ¡ ¡ ¿ ¿ notas de Manuel Barrios (Universidad de Sevilla) y laime Aspmnza (Univers Pais Vasco).

TECNOS, 2008



A partir de 1875 Nietzsche empieza el que se conoce « J j ^ y l a » & Es.decir, cuando «tene lugar su distanciarme* , m *£ ¿ a c ó n de su peculiar método genealógico c el 1 m. *« S\ al conjunto de la cultura occidental- Es humano, de Aurora y de l a gaya ciencia. c a b o

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FRAGMENTOS PÓSTUMOS

Volumen D L Fragmentos Postumos (1882-1885). Traducción notas de Jesús Conill (Universidad de Valencia) y Diego Sánchez M ^ ^ fon vieca (UKED). U c c

T E C N O S , 2008 En este volumen se recogen todos los apuntes, esbozos y materiales ceptuales como poéticos que Nietzsche elaboró paralelamente a la compo^- ° ~ los cuatro libros de que consta su Así habló Zaratustra. Parece que su inunción fi escribir una especie de «ant i evangelio» que, utilizando la figura del filósofo Zaratustra, sirviese como resorte a esa transvaloración de los valores cristiano^ constituye el centro de su mensaje filosófico. Está ya en plena época de filósT errante, viajando sin cesar por el centro y el sur de Europa. C

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Volumen IV. Fragmentos Postumos

Traducción, introducción y notas de Joan B. Limares (Universidad de Valencia) y Juan L . Vermal (Universidad de las Islas Baleares). (1885-1889).

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T E C N O S , 2006 (2. EDICIÓN, 2008)

Schopenno de los ~n la cortfioránea. Más allá de la mof ental que los valor* antea según e

Este cuarto volumen recoge los fragmentos de la época más productiva del filósofo, cuando escribe sus obras más polémicas (Más allá del bien y del mal, Crepúsculo de los ídolos, La genealogía de la moral, El Anticristo, Ecce homo) y cuando ya han tomado forma y articulación las principales ideas y temas de su pensamiento maduro. Contiene todos los materiales y fragmentos preparatorios para la gran obra La voluntad de poder que nunca llegó a redactar.

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