El Doble Vínculo

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FONDO DE CULTURA ECONÓMICA MÉXICO

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Primera edición en tr.nc~lI. 1981

Primera edrcrón en eepañol. 1985

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Introducción. De la no comunicación Aun si es verdadero, es falso.

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Título originel: us doubJts /ims 'o 1981, Preeeee UnivenilairM de Frence, P.rl.

ISBN 2·13-\l38208-8

D. R. • 1985. Fn~llo OE Ct'I.TI·R.~ E<:tINÓMICA. S. A. D~: ~V. Av, de la Univeuiciad 975; 03100 M~xico. D. f.

ISBN

968-16-2022-4

Impreso en México

MICIlAUX.

Una situación embarazosa en el juego de ajedrez consiste en la molestia recíproca que se ocasionan varias piezas, cada una eficaz en sí, pero todas demasiado cerca las unas de las otras. Esta parálisis colectiva se observa a menudo en las familias, en particular en aquellas marcadas por la presencia de un esquizofrénico. La expresión de las fuerzas individuales se realiza en detrimento de uno de los miembros cuyo bloqueo pesará, finalmente, sobre la existencia entera de la familia. El psiquiatra-psicoterapeuta, cuando se sitúa dentro de tales intercambios familiares comprueba que su razón está puesta en duda, no solamente por la patología del enfermo, sino más aún por el modo de comunicación de los miembros de la familia. Esta comprobación hecha por un grupo de investigadores de Palo Alto le permitió el descubrimiento del doble vinculo (double bind), . 1ncomunicabilidad, impenetrabilidad, discordancia, rareza, ambivalencia, falsa indiferencia, son términos que caracterizan los razonamientos, las actitudes y la conducta de los esquizofrénicos. Los esfuerzos pacientes del clínico y su intuición analógica, casi poética, no perrnitirán comprender sino una parte solamente de las alusiones y de los temas evocados en esos lenguajes oscuros.

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Cada "esquizofreniano" (1. Haley) es un lenguaje no lenguaje, una comunicación fundada sobre la ruptura de la comunicación, En ese grupo natural el observador comprueba nu·", merosas paradojas, que parecen revelar de manera aún más evidente la psicosis de uno de sus jóvenes miembros, Así pues, la enfermedad mental más indescifrable en su clínica y la más misteriosa en sus orígenes se constituye en un universo racional donde la comunicación se niega a sí misma. Esta concordancia notable fue descrita por G. Bateson, J. Haley, Don D. Jackson y J. H. Weakland en 1956 [IJ. El enfermo discordante vive -y parece haber vivido- en un universo familiar afectivo y verbal de tipo paradójico, donde las actitudes y los intercambios estuvieron marcados por una incertidumbre desconcertante. El clinico ve que ciertos compottumientos aberrantes del enfermo tienen lazos directos con modos habituales de relación en su familia. Este enfermo paradójico ilustra las paradojas familiares de la comunicación. Un sentido se descubre, finalmente, en el no-sentido. Bateson [1, 16] supo establecer una asociación innovadora entre el pensamiento sistémico y cibernético y las ciencias humanas. Utilizó la observación y el expe· rimento etológico, en particular en espacios considerados hasta entonces por la ciencia como marginales: el juego animal, la creatividad cultural, el humorismo ... , la esquizofrenia. Este pensador opone a las ciencias de la materia y de la sustancia las ciencias de la forma y de la relación, las cuales aceptan la reflexión analógica, es decir, la admisión de esos sistemas abiertos donde las interrelaciones prevalecen sobre los elementos constitutivos, Refuerza así la lucha dialéctica entreel espíritu de geo· metría y el espíritu de agudeza. -. Paradoja se dice de una rroposición a la vez verdadera y falsa, o que choca con e buen sentido, o también que va en contra de la opinión admitida, común y corriente. Estas definiciones del diccionario deben enriquecerse con la evocación de nociones colaterales: ironía, sar-

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casmo , ant ifrase, sofisma, silogismo, antinomia, o tamo bié n primas: mala fe, falsedad, contra-verdad, arnbiva-

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lencia, ambigüedad, hipocresía, negatividad, idea recibida, mistificación, manipulación, farsa, humorismo, etc, Esto concierne tanto a la lógica como a la moral, Y la psicología íntima, como la de las relaciones. Esta complejidad apareció desde los inicios de la reflexión acerca de la razón humana. Recordemos esas bellas imágenes de la antigüedad griega: la mano abierta de la retórica que aro gumenta y el puño apretado de la dialéctica, cerrada, Ahora, sin darnos cuenta de nuestro extraordinario saber de relación espontáneo. vivimos en un mundo de intercambios, de comunicaciones y de convenciones, de señales: "El hombre vive gracias a proposiciones cuya validez es función de la fe que se les concede" .Bateson) [16]; es decir, la importancia de los hechos de falsificación o de discordancia en esas señales. Toda comunicación, para ser efectiva o clara, debe plegarse a unas leyes de codificación; la categorización de las informaciones es esencial, exige la identificación de las diferencias. Nuestras relaciones se construyen mediante el respeto de las leyes lógicas. por medio de la distinción entre las clases y los miembros de esas clases (Russell) o también por aquella que separa "el mapa y el territorio" (Korzybski), Las incertidumbres en el establecimiento de esas diferencias terminaron en las paradojas y finalmente en las relaciones, en las órdenes paradójicas. elementos de confusión debida a una manipulación ocultada. Hay parado/'as clásicas; Epiménides el Cretense ha dicho: "Todos os cretenses mienten." Pongamos las pa· labras siguientes dentro de un rectángulo: "Todo lo enunciado en el interior de este cuadro es falso"; esto engendra un régimen de pensamiento oscilante, cercano al inducido por los koan del budismo Zen. Durante una conversación con el maestro, el discípulo pre~nta lo que hay que pensar de la ,., naturaleza del Buda", 'Nada", resronde el maestro. Alguien insiste, el maestro dice: "E torrente fluye"; ligar el discípulo a la meditación,

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tal es la función del koan, El poder de la paradoja se manifiesta, fascinante, petrifican te, iniciático tal vez. Podernos p'0ner la paradoja en primera person,a.: "Yo miento", 'todo lo que escribo es falso". Entonces los sentimientos del yo están puestos en duda por los valores negativos de las palabras mentir y falso. Esto me interroga acerca de lo que pienso sobre \0 que pienso. El n() apal'ece en el niño antes del si. La conciencia de la diferencia como elemento constitutivo de! origen del pensamiento se refleja así en el lenguaje. Es difícil llegar a "yo"; según Jakobson, el pronombre personal, "yo", "tú", es una última adquisición del lenguaje infantil. Esos pronombres constituyen la síntesis dialéctica entre el vínculo convencional de la palabra y el vínculo existencial de la persona. (Barthes). La paradoja del esquizofrénico es la siguiente: "Estoy loco". Tales son en todo caso las primeras palabras que Pedro, esquizofrénico de 42 años de edad, casi mudo desde hace mucho tiempo, escribirá en una hoja blanca cuando, después de una decena de sesiones de íntercambios entre él, su familia y sus cuidadores, se restauran poco a poco sus relaciones. Adolescente, Pedro estuvo en Bellas Artes. Por vernte años, en el hospital psiquiátrico, encerrado en sí mismo, pintó millares de veces la misma imagen, en hojas de papel o en cartones de embalaje, o en e! taller de arteterapia: una mujer, según Matisse, con largas curvas rojas, con una cabeza minúscula. Su madre murió en el hospital psiquiátrico cuando él tenía dos años. Pedro habla -un poco- de' si mismo, en tercera persona: "él, él" pintó todo eso. Todas las reproducciones, todas las obras aquí o allá es "él" quien las pintó. "El", pues, ha absorbido el mundo entero y también "yo". Pero los cuidadores, un día, se dieron cuenta de que la relación familiar de Pedro se proseguía regularmente. Se trata de esta ley: alrededor de cada esquizofrénico existe una familia. Su hermana mayor y su hermano venían a verlo discretamente, dos veces por mes. Es frente a esta f~m;lia, a

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vivos y a sus muertos (el padre igualmente), a sus presentes y a.sus aus.ent es (una hermana no quiso jamás entrar en el hospital psiquiátrico), donde Pedro vive en realidad. Cuando vuelve a encorxtrar una 'cierta coherencia, Pedro identifica aquél que él e-5. Vuelve a encontrar la primera ~erson~, yo, y afronta su propi~ pa:adoja, una conciencra naciente frente a la mcon.uencra, yo estoy loco. Le recuerda al clínico que el estatuto del esquizofrénico es el de hacerle la pregunta esencial de 1'" flsicopa. tología: ¿la angustia, no ha sido vencida? La angus.'ia no borra al sujeto, lo coagula en el límite de la confus,ión, entre yo y él, entre conciencia y locura. El humorismo, los juegos de palabras, la fábula O la farsa y numerosas obras literarias, antiguas O conternporáneas, ¿acaso no muestran la presencia de lo absurdo en las paradojas del destino'! Las manipulaciones publicitarias, el lavado de cerebro o la locura de numerosas instituciones, ¿no encuentran, en fin, un reflejo científico en la teoría del doble vinculo? Double bind: "bind" es a la vez un sustantivo y un verbo. Se podría traducir tanto cama doble ligar que como doble lazo O doble vínculo, con un sentido activo y actual reforzado. Ciertos traductores han preferido doble coacción, sobre todo, o traba, atolladero, control, anudamiento. "lB

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"Hacia una teoría de la esquizofrenia" (1956)

Un proyecto de investigación, dirigido por Gregory Beleson a partir de 1952, en el Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Stanford, Palo Alto, California, llegó a la descripción, en 1956, del doble vínculo. Este estudio, "Toward a Theory of Schizophrenia" [1], aproximadamente veinte hojas, lleva la firma de cuatro nombres: G. Bateson, Don D. Jackson, J. Haley y J. H. Weakland. Una breve ilustración clínica, propuesta por los auto. res, sirve de introducción. La madre de un joven esquizofrénico viene al hospital a visitar a su hijo, en buenas vías de mejoría, después de un episodio psicótico agudo. El enfermo parece feliz de haber vuelto a ver a su madre. La recibe con espontaneidad y pone un brazo en derredor de sus hombros. La madre hace de inmediato un movimiento de rechazo. El enfermo retira su brazo. La madre le dice: "¿Es que ya no me quieres?" El enfermo enrojece y ella agrega: "Mi amor, no deberías sentirte tan fácilmente molesto y asuso tado por tus sentimientos." El enfermo no se queda ni un momento más con ella y poco después se agita, agrede a un enfermero y debe ser tratado. Esta secuencia rápida, sus consecuencias significa ti15

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vas y el clima general muestran la intensidad de las interrelaciones entre los habituales protagonistas de tales situaciones: el enfermo, su madre y también la institución. Estos intercambios sólo aparecen ante la mirada q,y un observador atento, directamente partícipe. Mezclan mensajes complejos en sus estructuras, verbal y de comportamiento, y en sus niveles lógicos, evidentes o más abstractos. La cuestión del contexto relativo en el que vive el esquizofrénico se encuentra planteada así: "¿Cómo nacen los síntomas?" Hacia el descubrimiento de un descubrimiento

El marco teórico dentro del cual se coloca "Toward a Theory of Schizophrenia" ha sido preparado por el ano tropólogo Gregory Bateson, durante vein te ia ños de trabajos en terrenos muy variados [1]- Para 1956, ya se le deben diferentes descubrimientos.conceptuales: la esquimogénesis en antropología, con las nociones de simetría y de complementariedad (1935); las nociones de deutero-aprendizaje y de jerarquía de las adquisiciones, con la admisión sistémica de los hechos de cultura y de tipología psicológica (1942); el desarrollo y la aplicación de la teoría de la comunicación, derivada de la cibernética, en el dominio del arte (1944), de la psiquiatría (1951), del humorismo (1953), del juego en el animal y del imaginario (1955). Ha publicado cuatro libros: Naven (1936), Communication (Comunicación), en colaboración con el psiquiatra J. Ruesch (1951), Steps to an Ecology of Mind (Pasos hacia una ecología de la mente) (1972) y Mind and Nature (Mente y naturaleza) (1978). La teoría del deuter o-aprendizaje, de la que Bateson ha proseguido la afinación hasta sus últimos trabajos, en particular en etologíaanimal, facilita la comprensión del alcance general del doble vínculo, conceptos que inregran las leyes lógicas russellianas y la jerarquía de los modos de aprendizaje. \ .

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El animal aprende simultáneamente: 1) la tarea propuesta a su acondicionamiento, 2) el contexto y el modo de esta adquisición. De esa manera aprende y aprende a aprender, es decir, a aprehender un contexto donde se adquieren informaciones definidas. Se adquiere un há· bito aperceptivo, "puntuación", definición y previsión de una serie de acontecimientos. Bateson escribía ya en 1942: "Podemos suponer que la neurosis experimental es lo que ocurre cuando el sujeto no llega a realizar dicha asimilación" [1]. Desde principios de la década de 1950, Bateson utiliza concepciones cibernéticas y sistémicas definidas. A propósito de la comunicación humana, las confronta con los trabajos de los lógicos de las matemáticas, en par· ticular Whitehead y Russel\. Así fue como a lo largo de su vida Bateson encuentra sobre el terreno alimento para su reflexión. Fue contratado en 1949 por un hospital psiquiátrico de San Francisco, cerca del psiquiatra 1. Ruesch, en calidad de etnólogo. Sus estudios sobre la codificación de la información y aquellos acerca de la codificación lógica serán el fundamento del saber básico: de las aplicaciones de la teoría de los sistemas a la psicopatologla (951) [161. Subraya dos hechos: que la comunicación verbal humana puede implicar, e implica siempre, múltiples niveles diferenciados y que los mensajes creados por 105 lenguajes paraverlbales interfieren en la emisión verbal, El meta-mensaje es un elemento esencial de la definición del sentido --en particular relacional- del mensaje. Las paradojas y las dificultades en la cornunicación nacen de dicha complejidad intrínseca, en la medida en que las leyes lógicas de categorización se ponen en duda, particularmente ésta: "Existe una disconti· nuidad entre una clase y sus miembros." La clase no puede ser miembro de ella misma y un miembro de la clase no puede ser la clase misma (Russell). El estudio de las formas lúdicas de comunicación, teatralización, bluff, amenaza lúdica, chanza, o el de los rituales, ceremonias. sacramentos, muestran la utiliza-

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ción del comportamiento en las relaciones naturales, animales o, hurna~as. Los "signos b~utos indicativos del humor" (placer, cólera, apaciguamiento, en el curso del encuentro) <¡uedan corregidos p'orseñales marcadoras de contexto: "Esto es un juego" o 'Esto se vuelve un como bate." El arreglo y la complejidad de la relación y del intercambio pasan por esta puesta en matices al plano del comportamiento. Con ese fin, simultáneamente, se encuen tra introducida una forma de negación. La irnposibilidad de la expresión de comportamiento, estricta de la negación va a implicar una paradoja, "un cuadro paradójico, comparable a la paradoja de Epiménides", precisa Bateson. Las leyes lógicas de la categorización serán puestas en duda. Por otra parte, sin tales arnbigüedades, "la vida no sería sino un intercambio sin fin de mensajes estilizados, un juego lleno de reglas r¡pidas, monótono, desprovisto de sorpresa y de gracejo' . Sin ellas, la creación y el arte, ¿acaso podrían existir? Henos aquí, súbitamente, cercanos a la psicopatología. Los dominios del sueño, del síntoma o del delirio nos atraen hacia una comunicación bruta donde los marcadores de mensaje faltan o están alterados. La angust ia transo forma el cuerpo. La alucinación modifica lo real. El triunfo del pensamiento analógico. lleno de imágenes. barre la capacidad de diferenciación y de comunicación precio sas, fundadas en la distinción de mensajes y de contextos de mensajes, trabajo específico del lenguaje verbal. Se puede observar esta degradación de la relación al nivel de las interacciones entre el esquizofrénico y su entorno familiar. Tal es la hipótesis nacida de las observaciones clínicas de Bateson y de su grupo de in vestigació n, El antropólogo va a visitar al esquizofrénico

En 1955, Bateson publica la observación siguiente [1]: Acompafta,a, un joven esquizofrénico hospitalizad~ desde hace ya cinco años para ir avisitar a su madre. La 18

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casa está vacía cuando llegan. Bateson resiente la impresión impactante de modo artificial, tanto en el interior cornoen el jardín. Deja al enfermo y va a pasearse solo, preguntándose cómo podrá relacionarse con aqueo lIa madre. Finalmente, decide ofrecerle flores y escoge un ramo de gladíolos. A su regreso, la encuentra en la casa, le tiende el ramo y hace hincapié en que deseaba ofrecerle "una cosa a la vez bella y un poco desaliñada". La madre del esquizofrénico le responde: "No son flores desaliñadas; cada .vez que una se marchita, basta con cortarla." Bateson resiente, mas allá de la alusión al corte con tijera, este mensaje implícito: "No se excuse", cuando él no había tenido absolutamente la intención de excusarse. Su mensaje había sido recibido pero al mismo tiempo modificado: "De ese modo ella cambiaba la mar, ca indicando de qué clase de mensaje se trataha y era, así lo pienso, lo que hacía constantemente." Esta breve zambullida en la situación esquizofrénica muestra el intrincamienlo que hay entre los planos verbales y de comportamiento de la comunicación. El meno saje verbal más preciso puede ser ambiguo, en función del tono adoptado o aún de las palabras escogidas; por ejemplo, analógicamente agresivas. Subrayemos que Batesón, aquí, no podría quejarse de la admirable respuesta de la madre del esquizofrénico, porque la indujo en gran medida. Dentro de lo real de dicha penosa situación, escogió un comportamiento-estímulo y un comentario verbal que se emparienian de muy cerca a una provoca· ción. Esta mujer puede, legítimamente, percibir la oferta de un ramo "casi sin interés", como una alusión crítica frente a sus valores de orden y de nitidez perfecta, agre. sión muy bien escondida, .. bajo las flores. Estas manipulaciones recíprocas son el tema del ar.. tículo de J 956. Los ingredientes de un doble vínculo

En este artículo los ingredientes de un doble vínculo ',:"'):~:i"están presentados de una manera muy precisa. Basta

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-pero es necesario- volver a trazar punto por punto la descripción inicial de Bateson, Don Jackson, Hale)' y Weakland. J) Se trata de las relaciones entre dos o varias personas. Los autores designan a una de ellas cO(OO la "víctima". para comodidad de la descripción. Si la madre se señala de manera corriente como la que inflige el doble vínculo, el padre y los colaterales pueden igualmente intervenir. 2) Esta experiencia se repite al correr de la existen cia de la víctima, que espera por lo tanto su intervención. 3) Se ernite una orden primaria negativa. a la que se agrega una amenaza. Puede ser una u otra de las [ór rnulas siguientes: "No hagas esto Oaquello, si no te castigaré". o bien: "Si no haces esto, le castigaré." Los autores subrayan el carácter punitivo de dicho aprendizaje (sanción más que recompensa). Indican, como ejemplo de castigo. la expresión del odio o de la cólera. o también "esa especie de abandono que resulta de la ex presión, manifestada por los padres de su profu nda confusión". 4) El cuarto ingrediente es una orden secundaria en conflicto con la primera. Atento a la importancia dada a la noción de tipos lógicos, se la descubre situada a un nivel de abstracción más elevado que la primera. Es una forma de generalizaciÓn, de categorización. de clasificación. Como la primera, se acompaña de la presencia de un castigo o de señales que amenazan la supervivencia. que la refuerzan. Con frecuencía "s dificil describir dicha segunda orden. a menudo transmitida bajo una forma paraverbal. modulación de la voz, gesto o postura. De una manera o de otra, ella niega la. primera. Los au tares presentan ejemplos de esos mensajes más o menos implícitos: "No consideres esto como un castigo"; "no me tengas como responsable del castigo"; "no tomes en cuenta mis entredichos". De esa manera se hace alusión a una categoría más general que el propio acon tecim ientoo Si dos padres intervienen simuliáneamente, pueden jugar papeles opuestos, expresando cada quien por su parte uno de los mensajes y creando así la interferencia;

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5) Un ingrediente capital es el bloqueo de la relación. orden negativa terciaria prohibiendo toda escapatoria a la vlctlma. Para un niño, la huida fuera de la relación vital gUerepresentan los adultos que lo rodean es imposible. A veces el bloqueo queda remplazado por la arnbigüedad. 6) Un último punto es también capital, en particular en el estudio de situaciones de relación concretas. El bosquejo de aplicación de un doble vínculo. bajo la foro ma de uno solo de los ingredientes arriba mencionados, puede bastar. Esa señal. evocando la maniobra en curso. desencadenará lo esencial de la reacción emocional en la víctima. En un enfermo mental. las alucinaciones pueden llegar a sustituir a los personajes reales. Los autores subrayan tres puntos indicativos de la

situación: a) la relación en causa es esencial, dando un valor vital a la comprensión correcta del mensaje; b) el protagonista que aplica el doble vínculo emite dos órdenes de mensajes contradictorios; e) la víctima se encuentra incapaz de meta-comunicar, de comentar o de solicitar aclaraciones en cuanto a los mensajes recibidos. En la realidad clínica, tomando en cuenta el punto 6 en particular, es necesario tener bien presente dicha idea de la complejidad global de la situación de doble vínculo, a fin de evitar la vulgarización del modelo que le hace perder su cualidad viviente, Notemos también que los aspectos negativos de los'm..nsajes densifican el clima paradójico. y aun superparadójico, por la simultaneidad de mensajes contradictorios o en contradicción. La aclaración de éstos. dentro del hilo mismo de la relación. es imposible. Otros elementos agravan estos enredijos latentes o patentes: por una parte 1" ambigüedad de los mensajes de comportamiento del rechazo o del retraimiento, por la otra la incertidumbre die relación ligada al empleo de verbos que se pueden decir negativos, tales como mentir, negar. rehusar, etc., o bien que tienen un valor afectivo

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negativo evidente o por analogía, cortar, castigar, destruir. e t c é t e r a , . . . . DOSposlulados servirán pues de punto depArtida a estas investigaciones: 1) lal situación puede jugar un papel importante en la etiología y los síntomas clínicos de la esquizofrenia y 2) ella se constituyó en el seno de la relación familiar mucho antes de la aparición de la enfermedad. Doble vinculo y esquizofrenias

Cuando un sujeto se encuentra frente a esas órdenes paradójicas. cuando e'l sublevarse le es imposible, cuando se exige la respuesta, la manera más hábil de reacción consiste en la expresión metafárica. es decir, una respuesta que puede conservar un sentido personal pero que, simultáneamente, puede ser interpretada de rnúltipies maneras, respuesta tan paradój ica como la orden paradójica. Los síntomas de los esquizofrénicos y las íormas clínicas de esquizofrenia san otros tantos modos diferentes de respuestas analógicas ambiguas y de respuestas sin contestación. Se citan las palabras de un esquizofrénico a quien la tardanza de su terapeuta, a una sesión prevista, puso nervioso: "Conocí un amigo que perdió un barco. Su nombre era Sam. y el barco casi se hundió." En (lenguaje) esquizofreniano el enfermo dijo más o menos esto a su terapeuta: "Ha llegado usted con retraso y me ha ano gustiado; pretende usted ser mi amigo, sin tener en cuenta el riesgo que corre nuestra relación. Sin embargo, no fue usted quien hizo tal cosa, puesto que no se llama Sam y que no se trata de mí, puesto que también digo que eso es sin consecuencia real." Otras interpretaciones serán igualmente posibles. El esquizofrénico Se hace identificar corno un individuo no identificable. Suprime no solamente el sentido de las palabras y de las frases en el intercBlTlbto, sin? también las señales de comportamiento que irfifican eri

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qué contexto afectivo se sitúan esos mensajes. Puede asimismo retirarse del todo de la relación, negar su propia presencia. Así pues, volvemos a encontrar en este estudio de la comunicación esquizofrénica las tres grandes formas clírucas del grupo de las esquizofrenias. En la forma paranoide, lo imaginario privado está solicitado con imágenes, milos y palabras que hasta crean un rompimiento con lo imaginario colectivo, aun manteniendo un lazo inicial con el mismo. En la forma hebefrénica la respuesta afectiva a los demásse hace en una forma de ambivalencia, mezclando la intensidad de relación y la frialdad, la hipersensibilidad y la indiferencia habitual. En fin, la tercera forma, catatónica, coloca el trastorno de las relaciones al nivel de comrortamiento: un rostro que no reacciona al contacto, a retraimiento, o al enfurruñamiento patológico. la inmovilidad tensa, etc. Estas observaciones semilógicas han ocupado lugar en la descripción prístina de los efectos del doble vínculo. Esto fue afinado más tarde. Poner a su hijo en doble vinculo

Es fácil observar la manipulación constante de la distancia de relación en las familias donde se encuentra un esquizofrénico. Basta con sumergirse en el ir y venir de esas conductas de acercamiento y de retroceso. La madre presenta un comportamiento afectivo positivo, una oferta o un acercamiento, y el hijo responde, reduciendo así la distancia. La madre muestra entonces, mediante un movimiento de retroceso, su temor de una relación demasiado intima. En el mismo momento, la madre borra el sentido de su mensaje ya sea negando su propio retraimiento, o bien poniendo en duda el gesto que el niño dirige hacia ella y el sentido que podría tener. 1'}'.h,¡~.,Una manipulación eficaz consiste en poner en duda la

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del niño:

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¡estás mu y cansador" La madre enreda las señales de su propio cansancio tras una definici.ó.n de lo vivido por.el hijo, en nombre del afecto que elle le tiene. Este tipo de mensaje comporta otros muchÓs>ejel'il' plos: "Tú no piensas verdaderamente eso", "deberías '" . .,' ee . des, " t, se, espontáneo amar a tu ma dre., '. ¿me compren no es verdad?", "no deberías tener vergüenza", etc. La ambigüedad de tales mensajes depende, claro está, del tono, del contexto, de la negativa de comentarios, etc., es decir, finalmente, de la introducción de diversas .ne· gativas y denegativas, desconfirmaciones y descalifica.. cienes en mensajes de apar iencia 'simple. Los autores ¡recisan así su concepto: "El niño .crece en la inaptitu de comunicar sobre la comunicación, teniendo por resultado la incapacidad de determinar lo que las gentes quieren realmente decir y la incapacidad de expresar lo que él mismo quiere decir." El padre juega un papel complementario ya sea directamente, sea por medio de su acción de hacerse a un lado, como otros miembros de la familia. Las razones precisas de tal actitud maternal son aleatorias, individualizables en cada caso: "Puede ser el hecho de que, el tener un hijo, crea en ella una ansiedad frente a sí misma o de sus relaciones con su familia; o bien que a ella le importa que la criatura sea un varón o una niña, o que el niño haya nacido el día de aniversario de alguno de sus propios colaterales; o que el hijo se encuentre en la misma situaci6n de parentesco como ella misma, en la familia, o que el h ;jo le interese por otras razones en relaci6n con sus propios problemas emocionales." Contextos maternos y familiares múlti· pies e innumerables determinantes particulares pueden dar vida -o existencia pat6gena- al modelo sistémico del doble vínculo. Se trata de una situación que '. ,..,r;·' .. e no solamente a la relaci6n hijo-madre sino más bien a ésta: indivtduog11JpO familiar. Así pues, no es menos pat6geno el padre

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ausente o mantenido al margen, Incapaz de "intervenir en la relaci6n madre-hijo y ele sostener al hijo frente a las contradicciones utilizadas". Tan pronto como sobreviene la psicosis, esos monos . de-relación se mantienen sin duda más fijos que antes.

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,. 11 El proyecto para el estudio de la comunicación en la esqutzofrenta (1952.1962)

El "Proyecto para el estudio de la comunicación en la esquizofrenia" cubrió unos diez años (1952-1962); Jay Haley ha descrito la historia de dicho decenio [2 ji; la separación no sobrevendrá sino después de un coronamiento final, los añ os 1959 a 1962, habiendo aportado algunas contribuciones esenciales en la masa total de más o menos 70 publicaciones realizadas por los miembros del grupo. Haley rinde homenaje a Bareson: "No solamente esta cooperación fue agradable, sino que tuvimos la posibilidad de llevar a cabo la investigación a tiempo completo, sobre cualquier tema que nos interesara, teniendo a Bateson como maestro y romo guía. Cuando nos debatíamos en la oscuridad de reflexiones inciertas, Baieson nos abría una perspectiva que facilitaha y mejoraba nuestro trabajo, una actitud de confianza en la solución posible del problema ya menudo una idea para resolverlo. ¡,Qué más pedirle al director de una investigación?"

1211.

De 1958 a 1963, se cuenta- una quincena de publicaciones personales de Bateson sobre la comunicación esquizofrénica y sobre la reoría del deutero.a\lrendizaje. Entre ellas se encuentra la presentación de a autobiografía de un enfermo mental inglés del siglo XIX, J9hn 26

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Perceval [2[. Citemos igualmente los artículos "The Croup Dynarnies of Schizophrenia" y "Minimal Hequirernent s for a Theory of Schizophrenia" [I¡. Los tres colaboradores de Bareson contribuyeron, inJe¡lendientemente, a la recopilación de hechos. Sus pa· pe es y sus aportes, como trabajo de equipo, fueron otras tantas inducciones, aperturas y esclarecimientos diversificadores ; serán presentados a continuación, ano les de concluir acerca de las múltiples intervenciones de Bareson (1969, 1970, 1972, 1976) que incansablemente, y en particular en etología animal, utiliza y precisa la idea del doble vínculo.

Los miembros del equipo El equipo se constituye de 1953 a 1954 cuando Bateson, trabajando en el Hospital Psiquiátrico de Veteranos de Palo Alto y en la Universidad de Stanford, ya hahía obtenido un primer contrato para su proyecto. J. Haley , en aquella época, estudiaba los intercambios sociales y la psicología de lo imaginario, en particular sobre un material de filmes populares. Se le ha descrito más tarde como" un analista de las comunicaciones". :--
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'l John Weakland, inicialmente ingeniero químico. se había orientado hacia una carrera de antropólogo y de sinólogo. Trabajó primeramente con Haley en elestpdio de la hipnosis. Insistirá sobre la importancia delás"inte' rrelaciones del conjunto del grupo familiar en la esquizofrenia. Varios estudios fueron publicados por él junto con el pSlqu,atra Don D. Jackson, que se une al grupo en 1954, en ca!id~d de terapeuta de esquizofrénicos, dorninan~o la práctica de encuentros colectivos con el esquizofrenl?o y su familia (collaborative therapy), método que animara ~l Proyecto de investigaciones Bateson, corno campo viviente de observación y de registro de hechos. Don D. Iackson publicó en 1957 un estudio original de la noción de homeostasis familiar [10J. En 1959, creará el Mental Research Institute de Palo Alto, donde ir~n a r~u.nírsel~ los dos miembros antes citados y donde Viro gima Salir será su colaboradora. . Una nota acerca del doble vínculoaparece en 1962 en Family Process, firmada por los cuatro miembros del Proyecto, en la etapa final de éste [21]. Dicho texto precisa el marco del doble vínculo: J) Se trata de secuencias de intercambios que se pue· den objetivar cuando "se examinan los fenómenos con el concepto de niveles de comunicación". 2) En la esquizofrenia, se trata de un elemento etiológico "necesario pero no suficiente" y, por otra parte. mantenido por la comunicación esquizofrénica misma. 3) Estas tesis se fundan sobre la observación de como portamientos y de intercambios objetivables, más que sobre los estados subjetivos de los participantes. 4) "El modode presentación más útil de esos hechos es, no en términos de manipulador (binder) y de víctimas, sino en términos de sujetos presos dentro de un proceso que produce definiciones contradictorias de la relaci6n y la confusi6n subjetiva que de allí emana,"

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La noción de homeostasis familiar La. noción de homeostasis familiar, cercana a los concéptÓ$ de Claude Bernard y de Cannon , evoca la relativa constancia del medio familiar, mantenida así mediante el juego permanente de fuerzas organizadoras. Desde el punto. ,~e vista de la .~eoría de la com~nicación. dicha extensión de una noción de origen biológico, la horneestasis, se apoya sobre las interacciones familia~es que constuuyen un sistema unuarro de información, Las varraciones del comportannento vuelven a ser introducidas (feedback). ut ilizadas de nuevo para el manternmiento constante del sistema global. Jackson recuerda un hecho bien conocido en psicoterapia: los tratamientos individuales pueden tener una acción sobre los miembros de la familia del paciente, ya sea ~ara bien o para m?1. Unas preQlJntasse plantean: ¿Que efectos ocasionara en sus familiares la llegada de un enfermo al consultorio psiquiátrico?, ¿qué efectos tendrán sobre éstos los cambios de comportamiento del enfermo?, o también: ¿qué papel juega la familia en el mantenimiento de los síntomas?, ¿el enfermo no tiene, acaso, en su derredor un auditorio complaciente o, al contrario, hostil? La observación de la familia frente al enfermo psicátíca se realiza en los encuentros colectivos. El personal clínico puede intervenir en semejantes sesiones: El material Informativo obtenido ~s.• m~,~rtante:"permite evitar la Imagen coagulada y estática ( espacial") que parece querer dar la familia' y sitúa los cambios patológicos del enfermo en el contexto de etapas sucesivas del proceso familiar. , Jackson ofrece igualmente los modelos de diferentes "situaciones neuráticas": a) La semiología esquizoide podrá aparecer cuando una madre, poco afectiva, esconde una actitud de rechazo 9~jo un papel de mártir y el padre está en un segundo plano, ausente o fallecido. La madre niega sus propios

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sentimientos, "d iciendo una cosa. aunque significando otra". b) Los neuróticos obsesivos han vivido en tina cons-

telación familiar cercana, marcada sobre todo por los rasgos siguientes: hipocresía, religiosidad, intelectualización. e) La semiología histérica podrá aparecer cuando un niño haya soportado la proyección de los deseos sexuales y agresivos, no aceptados. de sus padres. La presen"cia compensadora de un abuelo o de un colateral afectuoso, o también una ambivalencia notable de la madre pueden prevenir una evolución hacia la psicosis. d) Los fóbicos han vivido en un medio de padres desasociados. donde la cohesión aparente se mantiene mediante un desacuerdo afectivo frente al niño. . e) Los psicópatas se encuentran en las familias inestables.

El doble vinculo y la clinica de la esquizofrenia

embrollo". Se ha casado,con una mujer bastante frágil que cultiva ella misma el chantaje dela llamada de socorro. aunque despreciando a la vez la debilidad de carácter. El juego se complica entre ellos, y los comportamientos contradictorios toman un paso permanente y oscilante. hasta que la crisis psicótica sobre. .ene. Otro estudio interesante de los mismos autores (1959) [111 concierne a las similitudes entre los síntomas esquizofrénicos de un enfermo y las interacciones de relación en su familia. Así pues, en un caso. el síntoma prevalen te es el retraimiento autíst ico. Ahora bien. todas las sesiones con la familia tienen por tema los múltipies intercambios, teóricamente posibles o deseables, reclamados al enfermo por los suyos: espontaneidad durante los fines de semana pasados en familia. expresión de sus sentimientos, presencia activa cerca de ellos. Durante la sesión se no la que cada quien evita hablar directamente al otro. Cuando el paciente acaba por expresarse. los padres se turban y rehúyen el intercambio. El padre discurre abundantemente. de manera hueca y redundante. y la madre expresa la opinión de que los intercambios sobre hechos personales amenazan la armonía de la familia.

Weakland y Jackson obtuvieron de un enfermo el relato detallado de los correlativos familiares del despertar de su psicosis aguda (1958) [261. Encuentran similitudes importantes entre las relaciones pasadas del enfermo con su madre y aquéllas, actuales, con su mujer y Los triángulos relacionales su suegro. El paciente mismo aparece a menudo en el origen de las ambigüedades de relación de ahora y de los Weakland ha desarrollado el tema de las interacciones mensajes contradictorios intercambiados con los que lo entre tres (three-party interaction). triadas o triángulos de rodean. Podemos preguntarnos, ante estas interferenrelación, que ocuparán un lugar importante en las teocias: ¿"Quién engaña a quién?" rías sistémicas del disfuncionarniento familiar (1960) Este paciente cultiva la ilusión constante de una alterna[271. La partida se juega entre más de dos. a menudo tiva posible, teniéndose así por responsable de losfiascos entre tres y no solamente padre-madre-joven, sino tamque emanan de sus ambigüedades de relación. Estas lo bién paciente·psicoterapcuta·psiquiatra o enfermo-psiconducen a situaciones típicas en las que será "maldito q uiatra-enfermero. si actúa y maldito si no actúa". Este paciente se siente La descripción dual de un manipulador y de su vict icomo un individuo débil e inquieto y, al mismo ti~mpo. ~n¡~ d~be ser ampliada. El hijo-víctima adquiere muy un "tipo corno es debido" y "que va a salir adelante del " '·p'r~nto. a su vez, una manera de comunicación ambigua

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y practica el doble vínculo. Esto contribuye a ladificul-

tad de la. relación psicoterápica con el esquizofrénico, que sabe poner a sus terapeutas en la incertidumbre de seudorrelaciones."· Es interesante colocarse en el punto donde se recibe el doble vínculo y no solamente en el punto de donde se emite. Se comprueba entonces la confusión propia de dicha situación: la respuesta es-imposible para mensajes dobles o contradictorios. Afectivamente importantes, esos mensajes recibidos determinan una sucesión de tensiones: fiasco en el análisis lógico de los mensajes, confusión subjetiva y trastornos del pensamiento, frases o acciones que manifiestan la confusión. Esto crea una

respuesta incompleta o globalmente inadecuada. que va a determinar una respuesta de regreso condenándola. Ese ir y venir recuerda .el ejemplo dado en el artículo prístino, y la conclusión de la madre: "Mi amor, lOO deberías sentirte tan fácilmente molesto y asustado por tus sentimientos," Los dobles vínculos se suceden y se extienden, la tensi6n clínica se acrecienta hasta la ruptura de relaciones. La manipulaci6n que crea el bloqueo de la respuesta comporta, según Weakland, los elementos siguientes: la disimulaci6n, la negación, el retraimiento de la conducta por inhibición de la relación. Los hechos notados en una relaci6n dual, por ejemplo madre-hijo, pueden manifestarse en una situación triangular. Los padres van a agrupar los mensajes paradójicos en su relación común con el hijo, ya colocado frente a ellos ba¡'o una doble influencia. Esto había sido registrado en e mencionado artículo: "Uno de los padres puede negar a un nivel más. abstracto las órdenes del otro," Weakland muestra bien cómo se produce esto en la realidad, "cuando dos individuos se comunican, de hecho separadamente, con un tercero, agrupando sus dos mensajes en un todo aparenté". El pronombre" nos, otros" también es una fórmula tal que "los Eadres" H • " ... f f emplean frecuentemente: Pedirnos esto o aquel o, tu

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padre y yo pensamos que todavía no estás bien para volver de inmediato a la casa". El padre dominado ¡;uarda un silencio incierto, dejando al vector del mensaje la responsabilidad de su opinión pero demostrando por su lñÚtismo un acuerdo de hecho. La descripción de Weakland corresponde a una apero tura de la teoría del doble vínculo sobre los hechos de relación descritos por otros equipos de investigadores americanos: frecuencia del con flictoconvugal latente de los padres de esquizofrénicos (Lidz y Fleck: cisma y desviación de los padres) e intervención dc incertidumbres de relación colectivas en esas familias (Bowen: rnasa de yo indiferenciada; Wynne: seudo'mutualldad),

Un modelo sistémico de la, familia del esquizofrénico La descripción sistémica de la familia del esquizofrénico se debe a J. Haley (1960) [8]. A la idea de una "madre esquizofrenógena" sigue el descubrimiento de un padre inadecuado, para identificar finalmente la responsabilidad igual del paciente, sin dejar a un lado la de los ascendiente, y colaterales. Lo esencial se ha vuelto

la naturaleza funcional del comportamiento esquizofrénico en el interior de un sistema familiar dado.

J, llaley insiste, él también, sobre la metodología de obtención de esos datos. El observador debe necesariamente quedar incluido en la situación: "El tipo de observación más apropiado parece ser un contexto terapéutico" que reúna enfermo, familia y terapeutas, contexto donde "el empleo ocasional del film y el empleo constante del magnetófono aportan documentos que entonces pueden ser estudiados con comodidad." En un ejemplo citado, al principio de una conversación colectiva, la madre Se presenta furiosa. Ella muestraal terapeuta "una postal insultante" que su hijo hospitalizado le-envió con motivo del Día de la Madre. AJ dorso de dicha postal iba impresa la fórmula siguien33

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tc: "A alguien que fue igual que una madrc para mí". El asombro inocente del enfermo y las trivialidades prudentes del padre hacen eco a la indignación que expresa la madre frente a dicha agresión muy bien velada. J. Haley precisa los elementos funcionales de un grupo normal natural con tres personas, por ejemplo, el padre, la madre y el joven. 1) Todo lo que hacen juntos es una comunicación recíproca, Aun un silencio es una respuesta. No pueden evi tar el comunicarse. 2) Cuando uno de ellos habla al otro, califica lo que le dice mediante manifestaciones de comportamiento, aunque fuese solamente por el tono de voz. 3) Los tres protagonistas califican y clasifican las pa· labras de los demás y pueden confirmarlas o invalidarlas. 4) Bajo una forma u otra, la dirección dehe ser asumida. 5) Los pral agonistas pueden crear alianzas entre ellos o implicar el mundo exterior. 6) Si pasa alguna cosa "mala", o si esa cuestión se plantea, un compromiso debe permitir el asumir la ceno sura correspondiente. 7) Esta lista se complica por el hecho de que cada quien puede calificar sus propias tornas de posición. Frente a estos aspectos, veamos cómo funciona Iafamilia del esquizofrénico. según J. Haley: a) Cada uno de los miembros carece de congruencia entre lo que dice y la manera de calificar lo que dice; cada uno descalifica su propio discurso a cada instante. b) Cada quien descalifica igualmente lo que dicen los demás. Si uno de ellos afirma una opinión precisa, otro va a indicar que eso no debía haberse dicho o que no fue dicho de la manera debida. Los desacuerdos están escondidos, en un clima de benévola preocupación o de inquietud ante la incomprensión de los demás. , e) Toda dirección definida parece imposible en dicha familia, ninguno de los participantes se designa como responsable de lo .que acaba de ocurrir.

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d} Ninguna alianza precisa está permitida. Toda alianza entre dos miembros de la familia parece estar considerada corno una traición frente a un tercero. e) La censura nacida de un fiasco se transfiere de uno a otro. Las madres pasan su tiempo en disculparse. Los padres aceptan y rehúsan al mismo tiempo la culpabilidad; minimizándola, transfiriéndola sobre la madre de manera excesiva, rechazando la noción misma de falta. Globalmente, la dificultad esencial para el funcionamiento de ese tipo de familia pertenece a una característica sistémica: la rigidez de las reglas. mediante la prohibición de concebir que un miembro de la familia pueda imponer. unas reglas o cambiar esas reglas que cada quien rehúsa definir.

Deslumbrante sintesis de Bateson En la breve y luminosa exposición presentada en 1969 en un simposio acerca del doble vínculo, Eateson muestra la unidad entre SU teoría y una teoría antisustancialista de la comunicación [L]. No se pueden considerar los dobles vínculos como objetos, o cosas: son relaciones, No hay cosas en nuestra mente, nada de doble vínculo allí, sino "solamente percepciones y transformaciones de dobles vínculos": "estamos hablando de una especie de barullo en las leyes que organizan las transformaciones y de la adquisición de ese barullo. La teoría del doble vínculo afirma que hay un componente experimental en la inducción o la etiología de los síntomas de la esquizofrenia y 105 tipos vecinos de eomportamiento tales como el humorismo, el arte, la poesía, etcétera" . Bateson propooe para ese género de síndromes, "la mayor parte de los cuales no están considerados como pütolói'.i:;cs", el término general de slndromes transcon.. t~4tuales. Para ciertos individuos hay siempre, o muy a ;;':';'¡@l"nudo, un "doble agarre" (double take). Para ellos una

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hoja que cae no es "solamente 'eso y nada más; puede ser también un sentimiento, un recuerdo, el primerverso de un poema, un cuadro. Esta manera "transcontextual" de percibir puede facilitarse mediante ekap.~e.l!di· zaje, lo mismo que por medio de la genética, o aún ser exigida dentro de tal situación de relación", Bateson propone una epistemología interrogativa fundada sobre la ecología de las ideas, integrando la epistemologia de la forma cuando se trata de la forma y aquellas de la sustancia cuando se trata de la sustancia. La epistemología, del lado de la forma, ~ue concierne a conceptos como el del doble vínculo, ' tiene sus raíces en los hechos gemelos de la diferenciación y de la clasificación". Pero, hay que volver constantemente a esa tesis de que" una clase no puede jamás ser una cosa y no puede jamás tener esa realidad de las cosas que pueden ser contadas o pesadas. No podemos contar el número de dobles vínculos en una secuencia 'de comportamiento, de la misma manera que no se puede contar la can tidad de bromas en el monólogo del cómico o la cantidad de murciélagos en una mancha de tirita. No son unos murciélagos, sino murciélagos solamente".

IIII Balance de una etapa inicial

El desarrollo del pensamiento sistémico 'f el de la Escuela de Palo Alto harán fructificar las ricas posibilidades de la obra batesoniana. La aceptación de la interacción y las intervenciones terapéuticas en las familias conocen ya una extensión considerable. Atraídos hacia e! horizonte de una nueva epistemología antropológica, prácticos y teóricos clan al doble vínculo un alcance general "en tanto que grupo de rroposicienes cuya estatura sobrepasa ampliamente e campo de la psicopatología y aún de la dinámica familiar". Así s~ ex~resan 51uzki y Ramson en su notable obra Double bind

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Un segundo soplo

Evocar las obras de Korzybski, Von Ber.talanffy, Wiener, al lado de la de Bateson" es mostrar a algunos magos del espíritu (o de la mente) en la vanguardia de una antropología renacientll. La epistemología de los siste•

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mas psicológicos se funda sobre un compromiso perrnanente entre la gesuón'dcducnva propia de las "ciencias duras" y la ayuda de la intuición analógica de un observador participante, lúcidamente cautivado por el contexto humano. Una pragmática de la comunicación, con vista terapéu ti. ca, se funda sobre nociones y acciones situadas en el eje de las teorías gestaltistas, cibernética, de la información y sistémica y sobre una actitud comprensiva de tipo fenomenológico. Un clínico presenta claramente ese campo de estudio; se trata de Paul Watzlawick, con J. Helrnick-Beavin y Don D. Iackson, en la obra Pragrnatics

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01Human Communication. A Study ofInteractional Pattems, Pathologies and Paradoxes (1967) .1241. La comunicación afecta al comportamiento y viceversa. Este aspecto pragmauco de la comunicación se reúne con los demás elementos de ésta: sintácticos y semánticos. Incita al psicólogo a fijar su atención sobre las relaciones de comportamiento entre el emisor y el receptor de los mensajes. Encontramos aquí las definiciones útiles, claras y sistemáticas de numerosos temas, teoremas, principios, observaciones prorias de este campo científico. Citemos, por ejemplo: "E comportamiento no tiene contrario"; uno podemos no comunicar"; unidades de comunicación; congruencia, incongruencia y paradoja; contenido y relación; meta-información y meta-comunicación; puntuación de secuencias; contexto; comunicación digital y analógica; interacción sirnétrica o complementaria; igualdad o diferencia; confirmación, rechazo o denegación; causalidad lineal o circular; escalada simétrica (la carrera de los armamentos, .• ) y complementariedad rígida (la huelga del celo, .• ); ccmunicación patológica y comunicación paradójica, etcétera. La obra de Watzlawick, dedicada a Bateson, rinde un constante homenaje a numerosas ideas del antropólogo. El doble vinculo está descrito al nivel de relar-íón "pragmático", que lo distingue de las paradojas lógico-matemáticas (antinomias) y de las definiciones paradójicas

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(antinomias semánticas). Watzlawick distingue prevísionesy órdenes paradójicas. Entre las paradojas prag· máticas están las órdenes paradójicas, que son las que fundan el doble vínculo. El enfermo manifiesta comportamientos adaptados al contexto en el que ha vivido. La cuestión etiológica concierne pues al descubrimiento de las secuencias de relación susceptibles de inducir los trastornos de relació n de causa. La especificidad del doble vínculo es clara. Hay que distinguirlo de situaciones donde se aplican simples órdenes contradictorias que dejan, a pesar de todo, la posibilidad de escoger, aun si esta selección se muestra errónea. "Un mal menor es siempre un mal", ciertamente, pero no se trata sino de un dilema y no de un doble vínculo. El doble vínculo ofrece una situación más. dramática: "La orden paradójica pone una barrera a la posibilidad misma de escoger, nada es posible y una continuación alternada infinita se desencadena así."

De las concepciones vecinas R. Laing, solo o en colaboración con A. Esterson, utiliza el concepto de mistíficacion, en una perspectiva dialéctica, a la vez marxista y sartriana. Su observación de las relaciones familiares de esquizofrénicos desernboca en enunciados tales como: "Las comunicaciones paradójicas son mistifican tes por el hecho de que tienden a engendrar la confusión más que el conflicto", o, también, "la familia consideraba los actos del enfermo como si hubieran sido el resultado de un proceso y no la expresión de sus propios sentimientos" (Esterson). Para Laing, el efecto de enmascaramiento de la mistificación se acrecienta cuando "la mistificación está sellada por la mistificación de la conciencia de la mistificación". La toma de conciencia está etiquetada por el :rnWIhf~;I;~dor: agresión o locura. El sujeto mistificado estáperturbado pero, sienta o no ese trastorno, su per-

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• cepción subjetiva está puesta en duda por el mistifica. doro "¡Es un efecto de tu imaginación, lo soñaste!", "no debes ser desdichado, ¿no tienes acaso todo lo quequieres?", no te guardo rencor por decir eso, sé m;4:Y:.11til~n que no lo piensas de veras". Las once jóvenes esquizofrénicas crónicas y susIamilías, presentadas en la obra L'équilibre mental. la foiie et Ia [amille [14), han vivido experiencias de ese tipo, fundadas sobre relaciones caricaturescas,ábsurdas, destructivas. La difusión de tales descripciones ha jugado un gran papel en los conceptos antipsiquiátricos. Laing piensa que la mistificación se distingue del doble vínculo, en la medida en que deja al sujeto un derecho relativamente imprescriptible de sentir y de actuar. P.ero, muy pronto, en un grado mayor, van a aparecer el doble vínculo y sus constricciones apretadas. C. E. Sluzki y E. Véron, con diversos equipos de colaboradores, después de varios años de trabajo clínico, proponen la expresión de descalificación de transacción (1967). Subrayan la no-congruencia o la anulación recíproca de mensajes simultáneos y, por otra parte, la naturaleza de relación estrecha de las situaciones estudiadas H

[20,211· Estos autores aportan la interesante observación de que los mensajes tienen un potencial inductor de respuestas. Ese potencial impone una prosecución. minuciosa con una presión sobre el interlocutor. Unos "mensajes contiguos sucesivos" forman el tejido de una discusión. En una diada, esta inducción es precisa. Por el contra. rio, en la relación cotidiana de un grupo familiar, las cosas se complican. Las frases de los unos y de los otros se dirigen, a menudo, a la vez a una persona precisa y al grupo. Las posibilidades de descalificación transaccional se encuentran acrecentadas. Los autores dan diferentes ejemplos y describen estos procedimientos corrientes: despropósitos, cambio de tema, pasapasa o respuesta a un lado, descalificación del estatuto del otro, preguntas o cuestiones redundantes, 40

discordancia, silencios. La multiplicidad de los canales de la comunicación y la simultaneidad contradictoria de su empleo permiten dichas descalificaciones. I;¡l,(est de la presencia de un doble vínculo se sitúa al nivel de la respuesta a la respuesta; su posibilidad, su claridad, su significatividad O la inversa, es decir, la ausencia de esos [actores y la naturaleza patológica de la respuesta. El esfuerzo por volver loco al afro Esta feliz fórmula se debe a Harold Searles (1969), psicoanalista muy lúcido, que ha consagrado numerosos años a la psicoterapia de esquizofrénicos hospitalizados en el Chesnut Lodgé Sanitariurn. El esfuerzo por volver loco al otro funda el drama de la relación esquizofrénica . [17 1. Searles precisa su punto de vista: "La instauración de toda interacción interpersonal que tiende a favorecer un conflicto afectivo en el otro -que tiende a hacer actuar, las unas contra las otras, diferentes áreas de su personalidad- tiende a volverlo loco (es deciresquizofrénico)." Searles evoca también al analista inexperimentado o inCOnscientemente sádico "que hace un gran número de interpretaciones prematuras", que tal persona "excitará sexualmente a otra, en circunstancias donde sería catastráfico que dicha segunda persona tratara de satisfacer las necesidades sexuales que han sido despertadas en ella". La estimulación y la frustración, simultáneas o alternando rápidamente, pueden ser ejercidas tanto por una madre excitada y logorreica como por la esquizofrénica que erotiza su relación con su psicoterapeuta a la vez que le habla doctamente. El deseo de tal hijo de ayudar a uno de sus padres fue inducido por éste y al mismo tiempo su expresión es revisada, lo que provoca sentimientos de rabia o de fracaso personal; "Bateson y sus colaboradores han mostrado aquí la importancia de las órdenes de los padres de naturaleza contradictoria".

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ron publicados. Sluzki y Ramson reseñara" quince investigaciones de 1961 a 1975, a las cuales se agn,gan, aquí o allá, numerosas alusiones al texto pionero. G, Abeles [211 muestra cómo la decepción enfríó ciertos en tusiasrnos en razón de lo inadecuado de las experiencias psicológicas "de laboratorio", conducidas en sujetos normales en situación de constricción artificial. Los autores citados se preguntan si esos investigadores no están "enlazados" ellos mismos, en un enfoque vano, r-eificación de los hechos de doble vínculo, opuestamente a dicha noción' ecosistémica. Otro desconocimiento del concepto, frecuente, está bien descrito por Watzlawick cuando se refiere a la confusión entre comunicación paradójica y doble vinculo. J.F. Kafka , en un artículo que tuvo sus horas de celebridad [121 elaboró con talento dicha simplificación. Toma por definición limitada del doble vínculo la "sobreexposición" del niño a la comunicación paradójica. Pero comprueba que, al contrario, es la su hexposici ón del niño a las paradojas lo que hace más frágil sus posibilidades futuras de comunicación. Comprueba Que. en efecto, los padres de esquizofrénicos marcan el clima familiar con una normatividad extremada. Los personajes de los padres son vistos corno estatuas, lo que le quita al niño esa sensación sutil de los estados de rareza misteriosa (Freud) que acompañan los cambios. Se nota aquí la reducción de los ejemplos de doble vínculo en situaciones paradójicas simples del tipo: "Condenado si sí, condenado si no." Otra posición dubitativa es posible, en el extremo op uesf o: la desvitalización del doble vínculo se obtiene mediante la generalización estructuralista. Wynne, en el simposio de 1969, sitúa al enfermo en la impregnación manipuladora global de la familia [:lll y deja a un lado la naturaleza sistémica, int eraccional , actual, de la noción del doble vínculo.

Scar-les parece, más bien interesarse en los motivos

subyacentes de esas manipulaciones. Cita una variedad importante-de tales proyectos o necesidades; a) el equivalente psicológico de un asesinatottment icidio", de Merloo), donde los deseos de psicosis son similares a los deseos de muerte; b) el deseo de exteriorizar la locura que se siente amenazadora en sí mismo; e) una "política de lo peor" en una situación conflict iva incierta; d) querer ver que se confirme la locura latente de un prójimo, a fin de no ser el único en haberla notado; e) el deseo de encontrar un alma hermana, de escapar a la soledad; j) ayudar al otro participando de su locura; g) para Una madre, acrecer la relación simbiótica para no agravar los trastornos del niño; h) en fin, "obtener, perpetuar o volver a encontrar

las granficaciones inherentes al modo de relación simbiótica. El tema de la simbiosis ocupa para élun lugar esencial. Sear les evoca también el pesimismo excesivo del psicoterapeura qu" enmascara de ese modo "un cerco inconsciente" destinado a mantener al paciente en su malestar y a prolongar inútilmente la relación simbíotica terapeutapaciente. Otra analista, que trabaja en la misma institución, Alberta S"alita, ha pregonado la añadidura de las conversaciones colectivas familiares a la psicoterapia individual de los psicóticos [23J. El ir a contracorriente de reglas psicoanalíticas clásicas, la acerca a Aekerman, uno de los pioneros de las terapias familiares, así corno a otros analistas más o menos. desprendidos de las vías antiguas: i:Iowen, Lids, Fleck , etcétera. Titubeos

El artículo del equipo de Basteson llamó laaJ-c,-w,iRJl de muchos investigadores. En-aves de verificaciÓ,ífue-

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La obra de Sluzki y Ramson agrupa contribuciones originales que testimonian, sobre el plano teórico, la riqueza de la noción batesoniaria [211 Así pues, Sluzki y Veron abordan la cuestión .dél determinismo adquirido de las neurosis causadas por complejos. La neurosis está definida aquí como" una técnica (o un sistema de técnicas) de manipulación del sentido particular a las situaciones interpersonales". La dependencia infantil facilita el asentar hábitos de relación (deutero-learning, Bateson), reglas compartidas por el sujeto ysu medio y reforzadas por el juego de relación. Algunas fórmulas interesantes; propuestas por, los autores, indican los mensajes paradójicos implícitamente pre· sentes en la relación entre su medio y el meurótica. Para el histérico, esta orden latente será: "Toma irnciativas, pero recuerda que eso te está prohibido.' El fóbico está sometido a éste: "Sé independiente sir dejar de depender de mí." El obseso se pliega al mensaje: "Sé indep,endiente, aunque naturalmente tú seas incapaz de ello. ' Estas órdenes se acercan a los dobles vínculos en razón de su carácter contradictorio y paradó/·ico.Se presentan tras fachadas múltiples, mediante e empleo de canales de comunicación y de contextos paradójicos: A. Wilden y T. Wilson ven en él tema de la orden paradójica un dato esencial para ~l estudio de las formas de organización socioeconómica, con las nociones subsidiarias de control y de cambio. El estudio de las comunicaciones reales muestra la importancia cualitativa y cuantitativa de las informaciones no estrictamente verbales o digitales, pero analógicas. Las relaciones jerarquizadas y multidimensionales, sistemas-entornos, irnplican una lógica ecosistémica donde intervienen feedbacks, morfogénesis y homeostasis, donde las in formaciones toman el lugar de la energía clásica y donde los hechos de mediación y de código recuerdan constantemente la importancia de la lógica russelliana: "La [un44

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clan mediadora de un código nace del hecho de que es necesariamente de Un lipa lógico diferente de los meneajesque él permite construir a los 'buscadores de finalidades' individuales en el interior del sistema." De ese modo se desarrolla la nueva epistemología. La lógica tradicional de la identidad y de la no-contradicción, implicada dentro de todo sistema aislado fuera del espacio y del tiempo, está confrontada a una lógica de los niveles, de las diferencias y de las paradojas, y esto in vivo. La confrontación a dicha confrontación, es decir, la lógica sistémica, pone,en su lugar jerárquico inferior a la lógica analít ica 'y valoriza, para las ciencias psicosociales, una lógica de la paradoja, de la contradicción y de los saltos cuánticos. Ella puede ser dicha, así, dialéctica. Proceso original ejemplar, el doble vínculo va a reclamar de aquel que lo sufre que escoja" entre dos estados de valor igual como de igual insuficiencia, de tal manera que una oscilación autoperpetuada se encuentra inducida por todo acto de selección entre ellos". I::l imperativo de la selección que resulta imposible no es la propiedad en sí del doble vinculo sino la del contexto donde éste se aplica. Por otra parte, el dato de la mUlacióndialéctica es, según R. Rabkin, un hecho específico de la teoría de los sistemas. Rabkin atribuye a este campo de estudio el título interesante de saltology, reflexión sobre las transformaciones súbitas de la estructura de Un sistema. Según él, se puede comprobar que -en el terreno de ciertos estados psicológicos, sueño, juego, pensamiento, creación, etc.- el sujeto apunta hacia un término ofinalidad correspondiente al éxito del salto -o de la caídaen el estado deseado. ¡.El llegar a un estado psicótico sigue, acaso, vías verdaderamente distintas?,. ¿órdenes internas así como externas, acaso no intervienen también en dicho caso? Las órdenes paradójicas de 105 padres del esquizofrénico constituyen una presión hacia la realización de términos o finalidades contradictorias.

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Fieles a la expresión de "descalificación transaccional", Sluzki y Rarnson en varias ocasiones han subrayado la importancia d" la dimensión temporal y longitudinal de las situaciones de doble vínculo, hecho diacrónico evocado también por Wilden,

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IV Doble vínculo e instituciones

1<:\ sociólogo Theodore Caplow (1968) describe las relaciones t riangularvs en las i ns t it ucio nes [41. Ciertas

tr iangulacioues implican el funcionamiento interno de los grupos que intervienen. Se trata, en particular, de la tríada relacional donde A B C, con A B + C, triángulo donde una alianza es siempre necesaria para actuar. La alianza de A (el organizador jerárquico) con 13 (el cont ralor ) es conformista, es decir que aplasta a C (el eje('utante), La alianza de 13 con C es revolucionaria. estorba la organización. La alianza de A con C eS ilegitima. impide la ayuda de B respecto de C. La funcionalidad depende de un acuerdo colectivo, Ssta regla se observa claramente en las instituciones de tratamiento, ayuda o asistencia. Dohles vínculos u órdenes paradójicas aparecen cuando unas diadas. alianzas disfuncionales, se forman. Los que intervienen caen en papeles de expertos que comprueban y administran el fracaso. Vuelven a encontrar su eficacia ampliando la regla al conjunto de los subsistemas concernientes [4,5. 191. Según M. Selvini, se necesitaría que se manifestaran 105 "n-participantes" en el juego en curso,

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Ser una verdadera madre de esquísofrénieo

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Aquí, reflexionar es evitar escoger una vía etiológica única: origen genético, trastorno biológico, determinantes afectivos, déficits social-familiares. La teoría del doble vínculo no dice más que esto: hay que tratar al esquizofrénico con su familia para, eventualmente, lograr aliviarlo de su familia. El descubrimiento de dobles vínculos concretos alienta a proseguir en la vía sistémica. Para describir esos dobles vínculos, hay que vivir un momento en ellos, experimentando la complejidad desus ligaduras de comportamiento tanto como verbales. El terapeuta comprueba entonces que ha entrado en el contexto de una categoría particular de los actos humanos, los actos que se niegan a si mismos. Los comportamientos hacen alusión a sus contrarios, mundo de la disconfirmación del prójimo mediante la negación de sí. La imposibilidad de acoger al prójimo proviene de que, en sí mismo, la identidad ha desaparecido. El génesis de la esquizofrenia es por una parte la esquizofrenia del génesis de las relaciones. El doble vínculo es el mecanismo en curso que inhibe los intercambios al nivel en el cual deberían comenzar, en la matriz de las conductas humanas, la relación familiar, y muy a menudo la relación madre-hijo. Existen casos de relación ma-

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_~ciJi.ci,.k''';;,,_~:,ui~:il:;,;:,:S),!,

dr e-hijo en donde esta simbiosis enla~adora aparece con una frecuencia caricaturesca, Observaciones objetivas del psiquiatra de esquizofrénicos lean Auhert " es un esquizofrénico catatónico tratado en una sección de un hospital psiquiátrico. La señora Aubert es la "madre de esquizofrénico" más conocida de la seco ció n y aun del' establecimiento. Acumula, en todos los sitios, quejas respecto al personal encargado de cuidarlo. Conozcamos a lean. Los rasgos pesados y poco expre. siv os, excepto una extraordinaria fijeza atenta de L. "", rada, mastica tabaco, es sucio, lento y extremadamente tenso. Por momentos lanza profundos suspiros, Con todo el tórax levantado hacia adelante. Se queda como helado, silencioso buscando solamente el cigarrillo siguien te. Su estado ~eneral es mediocre, pues su oposición hace difícil todo examen matizado. Se le ve con frecuencia echado en el suelo, con el codo en el piso y .la cabeza apoyada sobre la mano, una colilla de cigarro prensado entre dos dedos, que lleva con lentitud a su boca jetuda ..• Sin eml,argo una cierta simpatía nace a su contacto, una especie de encanto que proviene quizá de esa mirada tensa e insistente, como la mirada de IIn niño mudo. Poco después de mi llegada a dicha sección, hace algunos años, la señora Aubert, claro está, me solicita una entrevista. Sesenta y cinco años, bien arreglada, con alhajas, bastante pesada, siempre animada, ansiosa, agresiva o seductora según el momento, expresa con obsesión tensa sus preguntas, críticas,' proyectos o ame. nazas implícitas. Toda la entrevista va a resultar ahsurda. Pero antes de emprenderla, yo he decidido aplicar' la regla de oro: negarse a ver a las familias de los esquizofrénicos sin la presencia del enfermo. El estado de Jean Aubert 1.08, nombres y el •.nOnlmalll.

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hecboe person.lea han sido modiñcedoe para

mallt~.ner

da a la situación presente una atmósfera absurda y ridícula, p"ro hay que jugar el juego. Despué" de entrar, lean se dirige hacia una mesa de examen, tras mi espalda y se tiende en su posición favorita. Parece adormecerse. Ante las preguntas apremiantes de su madre hago un diagnóstico, que es el mismo que mis colegas le hicieron a un enfermo que está en esa sección desde hace dieciséis años y euyos estados mental y somático son igualmente mediocres. Discusione~, protestas, exigencias; pero también seducción. En un momento dado, me doy cuenta de que la señora Aubert está justamente tratando de seducirme. Me sorprendo al encontrarle un no sé qué de .sincero y de conmovedor, una sonrisa rejuvenecedora. Unicamente la presencia de lean, al final, y su "realidad psicótica" vienen a protegerme de quién sabe qué locura. De pronto lean se levanta y viene a sentarse frente a mi, al lado de su madre. Ella le ofrece un cigarrillo pero no :;e lo entrega sino cuando él emite, como lo exige, la palabra "gitane".· [ean chupa lentamente el pitillo, y cuando éste se ha consumido hasta la mitad, la señora Aubert, en medio de una frase, se vuelve hacia [ean, le toma la mano y, en una curiosa lucha muscular silenciosa, le baja el antebrazo hasta-el cenicero, donde lo obliga . a aplastar la colillabajo los dedos. A esta madre, de súbito aturrullada, le hago notar la a!\reHividad del procedimiento. lean no chista siquiera. La señora Aubert se siente vejada. La entrevista va a terminarse. Cuando nos levantamos, lean viene a acercarse un poco a mí y lentamente, la mirada recta. me tiende la mano. Estoy conmovido. Algunos médicos internos y el médico asistente tornarán el relevo de la relación con la señora Aubert. Conservamos entre nosotros una distancia de seguridad, a través de eruuentros en el corredor, o cuando hay reuniones colectivas de padres y enfermos. Ella trata de mil maneras de mantener los privilegios adquiridos, me• !'(.;llanes" es el nombre de una maree de cigerroe franceaes. {T.I

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d ian t e la amcnsaay.e] chantaje, respecto del personal o de la administración: paseos con Jean en coche en el interior del hospital, sala de baño del pabellón puesta a su disposición durante las horas de visita, acolchado.del cuarto de Jean con algodón y material plástico, etc. El personal, cansado por las amenazas, las injurias o la seducción, da un cierto margen de compromiso. Se requirieron de dos a tres años de esfuerzos y de contactos colectivos para que Jean Aubert se volviera más abierto y más limpio. Habla 11<} poco y aún dice algunas frases en el teléfono interior del pabellón, idea de un médico interno ingenioso. Claro está, esto no fue posible sino mediante una similar reducción de la ansiedad agresiva de la señora Auberr,

mente azucarado y susceptible -nos imaginamos- de dulcificar el otro producto, dándole cuerpo, aroma y una cierta tibieza. No se trata aquí sino de hipótesis. Notamos que éstas vienen naturalmente a la mente del observador que, asistiendo a esas manipulaciones, siente la angustia de su absurdo rebasarlo poco a poco. El 31 de enero de 1973, la mesa se desploma y el termo se quiebra. La correspondencia siguiente retleja el desarrollo de las secuelas de este asunto que rompe -se puede decirvarios años de funcionamiento armonioso del ritual. Nos falta solamente la opinión de Jean que, vestido, desvestido, lavado, vuelto a vestir, desvestido de nuevo, vuelto a lavar, vuelto a vestir, alimentado y vuelto a alimentar, se muestra en todo momento medio consentido, medio frío en su angustia catatónica,

La calda del termo

I

Así pues, cada día de visita la señora Aubert franquea, a la hora exacta, la gran reja del hospital en su Renault 5 blanco. Lo estaciona a poca distancia del pabellón de Jean, cambia su saco oscuro por otro "más alegre" y se presen ta en el recibidor del pabellón con una gran bolsa en cada brazo. La primera contiene ropa limpia, la segunda alimentos sólidos y líquidos. Se le reserva una mesa en el recibidor, sobre la que pone las bolsas. Jean, que 'ha sido cuidadosamente lavado y cambiado por el personal hacia las 11 horas y ha tomado su almuerzo a las 11:30, es conducido por su atareada madre a la sala de baño del pabellón; es desvestido y examinado de pies a cabeza. Después lo lleva a la mesa y, sentado aliado de su madre, con la servilleta anudada al cuello, recibe de las manos maternales su segunda comida. Una parte de estaalimentación es una mezcla compleja de una cierta cantidad de líquido negro vertido de un termo -¿no podría tratarse de achicoria, sustancia de poca toxicidad?-y de una cierta cantidad de liq~id~ café con leche sacada de una botella de vidrio, probable-

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Carla núm. l, EI31.j,J973. Sra. A ... al Señor Director Me permito subrayar a usted el incidente que se produjo hoy

hacia la!'! 15 horas. rnie ntras estaba visitando a mi hijo. Nada

dejaba pr(~ver que la mesa, al lado de la cual me encontraba. se desplornarta y que todo lo que en ella se encontraba caería por tierra, ent re ello un termo. Este incidente, habiéndose prcducido en el hospital, creo que me autoriza a pedirle el reembolso de la reparación. La Sra G ... y el Sr. R., enfermeros, estaban presentes.

Con mis agradecimientos anticipados, ruego a Ud., Señor, acep.tar la expresión de mis sentimientos distinguidos. El señor l.ouis Y" v~gilallle suscrito, certifica que esta declaración es exacta. Louis Y ..• y el Adrninistrudor responsable desearía saber por qué dicha mesa se- desplomó. ¡Sin duda fue un golpe del destino! El Sr. l.ouis Y... tendrá a bien precisármelo. El Administrador.

Carla núm. 1. El 9·2· J973.

Señor Louis Y ... , Vi~ilante. al Señor Administrador.

Objeto: Caída de la mesa del refectorio el 31·1·1973. R~p'9'rte: La Sra. A... estando de visita con su hijo, coloc6 sobre

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la mesa con la mano izquierda su bclso y con la derecha el termo. En ese mismo momento dicha mesa se derrumbó. Las provisiones que se encontraban sobre ella vayeron al sudo. El termo se quebró.

como sea posible, nos proporcione una factura, indicándole que eso no representa. de ninguna manera, lacerteza del reembolso. Sirva-e Ud., Señor, aceptar mis respeluosos saludos.

Carla núm. 3. El 10-2.1973. Nora Para el Señor X ..• , Vigilanr« en Jefe. Lo que importa Conocer en este asunto es: J) ¿Hubo ,le parte de la Sra. A ... un error de apreciación cuando colocó sobre la mesa una bolsa demasiado pesada. susceptible de desequilibrarla? 2) Si no hubo error de parle de la Sra. A.... ¿por qué se volteó

Carta núm. 5. El 14·1.1973. 'St~~?-or X.:., Vi~ilante e u jefe, a la Señora A... Como consecuencia, de su reclamación al Señor Administrador. a propósito de su termo, él me ruega hacer-le saber la necesidad de producir una factura, indicándole que esto no reIrese n ¡¡¡ en nada la decisión final. \ ,l: ruego aceptar. Señora. mis respelUosos saludos.

J)

la mesa? ' , ¿Dicha t'aítla de la mesa tiene, acaso, por origen un montaje

mal hecho? 4) 'En ese caso, quién la instaló? 5) f.a opinión del Vigilante en Jefe no me es indiferente; sería bueno q ue me la diera. 6) Pn-ciso que en la respuesta. sería inútil indir-ar que la Señor-a A.•. tenía los dos pres apoyados en el piso. Lo ereu. Es preciso, por otra parte, rogar ala Sra. A.' .•:que produzca una factura, indicándole que esta-disposición no representa la decisión final.

El Administrador. Carla núm. 4. El 12·2.1973. Señor X... , Vigilante en Jefe. al Sr. Administrador. En respuesta a su nota del 10 de febrero 1973... ngo el honor de contestar punto por punto las preguntas hechas: J) Las familias cuyos enfermos se encuentr-an desde hace mucho tiempo en el hospital tornan ciertas costumbres, As' pues , es posible que la mesa en cuestión desde hace mucho tiempo estuviera s; disposición de la Señora A ..• yo 110 pienso que dicha per!'ó'na verificara en cada una de',sus vieitas .Ia solidez del material. 2) La mesa quizás se volteó ese día por una mera casualidad, debido al desgaste de la pala que se quebró. 3) El servicio que repara .licha mesa ~sl,'i., creo yo, más caliticado que yo para contestar a esta pregunta. 4) Teniendo en cuenta la anngüedad de dicha mesa. me es diIícil indicar qui~n la recibió y la PUBO en Su lugar (¿qui7.ás se trata de jubilados?) 5) Acabo de-emitir mi opin-ión que. así lo espero. aclarará en algo esle incidente banal. 6) No contesto a esta pregunta, según lo pide. Tal Como Ud. lo prescribe, rogaré a la Sra. A ... que, tan pronto

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Respetando la opinión de cada quien en cuanto a esta documentación histórica, el psiquiatra, objetivo, se pre· gunta si la alteración de uno o aun de dos cromosomas explica bien del todo el asunto de la esquizofrenia.

Las instituciones madres: un modelo simbiótico La madre del esquizofrénico y la institución hospitalaria se dedican a tareas similares pero recíprocamente competit ivas. La lógica de la situación sería que el hospital se ocupase de intervenciones terapéuticas y que la madre consintiese en cooperar positivamente. ¿Por qué ocurre finalmente lo inverso? Una primera respuesta fue ésta: la madre del esquizofrénico es esquizofrenógena. A pesar de su brutalidad excesiva y parcial, esta respuesta tiene bases sólidas. La señora Aubert conduce el estado de su hijo Jean hacia lo peor y lo definitivo. El papel de la institución va más sutilmente en el mismo sentido. Ella responde a la agre· sividad voluntarista de la Sra. Aubert mediante la subdivisión de las responsabilidades: enfermero, vigilante, vigilante en jefe, administrador, médico en jefe, asistenle, médico interno. En respuesta, la señora Aubert adopta una excelente táctica, intimación de ventajas parciales obtenidas mediante el chantaje eficaz frente a cada uno de dichos papeles. Pero tropieza con los límites de su I\estión solitaria.

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Esta competencia en los cuidados dados a lean se conecta a un modelo primitivo y sólido que la señora Aubert expresa muy claramente asi: "Su estado mental es vuestro trabajo, su estado físico es el mío": Comprendemos mejor así, frente a Jean. pobre catatónico, el valor excelentemente simbólico del termo. ¡Estamos todos ocupándonos de volver a fabricar aJean! Cuidando el cuerpo de su hijo, nutriéndolo aun con su leche, la señora Aubert se apoya sobre un derecho maternal inalienable. Desde Su punto de vista, la institución tiene el deber de ayudarla en esa larea hasta que la caída, en mala hora, del termo hace naufragar en el humorismo a medias la relación alienada de la institución y d« la madre del esquizofrénico. La simbiosis nutritiva permanece bien como un modelo fascinante de esas relaciones primitivas y la mayoría de los psicoanalistas que entran en ,relación con los psicót icos , a semejanza de Searles, se apoyan en ese tipo . de descr ipción , Es interesante estudiar ese modo de teorización a través de algunos esquemas. Aporta una cierta luz frente a esas actitudes de patolog.ia materna y de caricaturesca infantilizacián. Hijo Madre

1) El estadio inicial. 005 seres emergen de la fusión natural de la maternidad. Van a separar poco a poco, después de sus cuerpos, sus funciones conscientes. Las inconscientes se comunican fácilmente a un nivel latente, mientras se adquieren relaciones socializadas en plano real.

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2) Una madre simbiótica. Cuando laspulsiones incons-

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cientes de la madre se fijan sobre el hijo, aparece la simbiosis latente. simul t ánearnent e a comportamientos hiperprotectores, ahogando las ,veleidades de autonomías del hijo. H" " IJO "ladre

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3) La crisis psicotica. Estalla en general cuando la presión de la madre quiere limitar la tensión instintiva acrecentada del adolescente. Se hace un llamado a una intervención externa. La separación física -hospitalización., por ejemplo-- se acompaña de u na cristalización del lazo subyacente, escondido a veces por actitudes superficiales de rechazo o de distanciación o, más a menudo, por una negación de la enfermedad. Hospital

"';o? 4) La madre institución. La moral, lo mismo que los sentimientos [arn iliares que cada quien -personal sanitario o administrativo- lleva en sí, imponen rápidamente el compromiso institucional. segundo estadio de un conflicto de poder, llegando a la cronicidad de una competencia sin fin·ii·:frente al cuidado hospitalario, el termo fue in-

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tr oducido en Ji¡ f,1S~ d" los rituales definidos (visitas . " est ereoupac . j os, pape Id e rnareg Iamenu« 1as, " per!'1l1S0S dre impuesto). Hospital

Consciente Inconscien te

5) ¿Y por qué no uno psicoterapia individual? 1.3 i nsti tución puede designar un segundo terapeuta qui-n, [uera de los conflictos, va a colocarse en el nivel espec íficamente psicológico. El sistema se vuelve más confortable

bre el suelo de Liliput por millares de tenues hilillos. La vigilancia permanente de la señora Aubert , est imulando una vigilancia institucional similar, vuelve a crear a cada instante el niño que él es, lo crea y lo vuelve a iorñár , separación y captura oscilantes e incesantes. Frente a la madre dominadora, en dicha observación car ioa t uresca, la v íct i rna Se resigna. Única, en realidad, la confrontación a la simbiosis se revelará eficaz, mucho más en todo caso que las tergi· ver sacio nes, los compromisos o las negativas; es una conducta ecosistémica estar allí cuando la madre lava al hijo, asistir a la alimentación absurda, estar con [ean , no con tra su madre pero si en el campo mismo de sus n-luciones. Evocaremos pues un últirno esquema, el de la proposición sistémica:

para el enfermo. Y si el psicoterapeuta se integra bien con la institución, una evolución muy lenta de reducció n de la simbiosis con la madre acaba por bosquejarse. Rara vez. Rarísimarnente.

Consclen te Inconsciente

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En la mesa institucional, a veces vetusta, frágil en tales casos, hay que crear una triada de relaciones visibles, desembarazada de sus "inconscientes" y de sus juegos. duelos, de sus conversaciones separadas y de "u formalismo administrativo. El terapeuta acepta tan bien la patología de la madre como la de su hijo y, poco a poco, comprueba el retorno de un proceso evolutivo de a ut onornización aún relativa. Tal es la paradoja terapéutica.

En conclusión: "hacer con" el doble vínculo El doble vínculo es una situación actual. Jean no pue· de ya nacer ni un gesto, como Gulliv¿r mantenido so-

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11 Código familiar, código médico, código psiquiátrico

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La observación de lean Aubert ilustra la relación de infantilizacián casi constante respecto a los esquizofrénicos. En otros ejemplos, la fuerza fusionante de los dobles vínculos pasa por conductas más complejas, menos directamente demostradas o alusivas (punto 6 ,1f, la descripción anterior). El registro magnetofónico más a menudo, o magnetoscópico, es el único medio de perfeccionar ese trabajo de estudio que enfermo y familia aceptan si el terapeuta lo pide claramente. De ese modo, el terapeuta o el equipo utilizan yalinan su percepción intuitiva de las maniobras relacionales de las paradojas y de las órdenes paradój icas que les son hechas, Su punto de apoyo esencial es la comprensión progresiva del código familiar. .intuición más y más precisa de la manera en que pena y sufre la familia, así como de los mecanismos que mantienen, al derredor del enfermo, SU dísfuncionamiento. Codificacián, síntomas e informaciones

El an tropólogo, hundido en un grupo étnico dor?~!o esencial le es desconocido, debe rápidamente logr~rC'óm'-

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prender las relaciones que le son propuestas. Así comienza el desciframiento de dicha cultura original. El interés de las nociones de expresión y de comportamiento, de traducción y más generalmente de código. se manifiesta en el contacto con una cultura autónoma. Bateson ha aportado aquí una contribución determinante: "La noción de codificación es, así lo pensarnos, de una naturaleza tan general que es común á todas las teorías psicológicas, aunque jamás explicitada. Que escojamos conceptos organicistas o psicogenéticos, es claro que los procesos intrapersonales son netamente diferentes de los aco ntecimientos del mundo exterior y que el concepto de codificación se refiere a dicha diferencia." [161 Escribe también: "El sistema de codificación y el sistema de los valores son aspectos del mismo fenómeno central." Familias y valores. deberes y códigos: existe en estos acercamientos una alusión directa al tejido relacional familiar. La dificultad mayor de maduración que se observa en la mayoría de los esquizofrénicos depende quizás de las dificultades de creación de un código personal viable. en el vinculo demasiado apretado, doble o paradójico, del código familiar y, además nos preguntamos si esas dificultades no están ligadas a las desarmonías existentes entre los dos códigos de los parentescos (familias del padre y de la madre) 131. En un ejemplo sacado de la obra de Laing y Esterson 1131, Lucía, una joven psicótica, se queja de que sus padres dudan siempre de ella y de que nadie le ayuda a volverse perspicaz, reprochándole a la vez el no serlo bastante. He aquí las palabras de la señora Blair, su madre: "Yo no sé si se duda de ella de tal manera. Tiene demasiada tendencia a escuchar las observaciones de personas estúpidas. Pienso que Lucía es demasiado sensible a las observaciones de personas malintencionadas; siempre ha sido así, sobre todo en casa con su padre, que exageraba las cosas. (El señor Blair expresaba frecuentelTIeptTeI temor de que ella no pudiese defenderse frente á encuentros'. Su madre (de él) procedía en la

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misma forma con él. Si tenía alguna relación con alguien que ella no quería, se lo hacía pagar. Era el código familiar)." Estas últimas palabras retienen particularment'- f1ues' tra atención, ¡pero cuántos puntos de exclamaCiÓn hay' que poner aquí o allá! ¡Cuánta claridad, también! El código de la familia Blair, derivado de la abuela paterna, comporta en particular dicha presión sobre un .individuo joven a quien "se hacen pagar" los contactos con "las gentes que no se quieren". A la crítica lúcida y pesimista de Laing Van a sustituirse las tentativas sistémicas. muchas de las cuales son seguidas de resultados positivos. El psiquiatra o el-equipo terapéutico pueden adoptar la posición sistémica de rehusar todo intercambia con los miembros de lafamilia fuera de la presencia del enfermo. Esto conduce a encuen t ros colectivos, intercambios auténticos donde cada quien juega para sí y debe, en fin, plantearse la cuestión de la comprensión de los demás participantes.

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Cómo colocar un doble vinculo

Unas quince conversaciones colectivas, espaciadas sobre un año y medio, nos enseñaron que para presentar a Marciala, habría necesidad druahlar precisamente de diez personas por lo menos: sus padres, SI)S hermanos y hermanas con sus cónyuges, sus sobrinos, y agregar too davía algunos tíos, tías, primos y primas y ciertamente también los cuatro abuelos fallecidos. En una segunda sesión, parcialmente presentada a continuacióri, tratamos de efectuar un simple desencadenamiento, siendo ya muy sensible al moralismo familiar, reflejado PI, la intensidad de las manifestaciones de culpabilidad ent re los síntomas de Marciala. Una familia tan vasta puede existir, y lo comprobamos rápidamente, sólo gracias a leyes particularmente sólidas. La patología mental de Marciala tiende a descubrir la armonía de esas altas

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cualidades y la intensidad del deber vivido. La noción del deber centra el código familiar. 1) En una primera tentativa uno de los terapeutas pregllnta a los padres de qué manera piensan poder ayudar al tratamiento de Marciala, 35 años, esquizofrénica desde hace diez años, múltiples veces hospitalizada en otras instituciones. \1 ¡\hKE (rápidamente contesta, insistiendo sobre ciertas palabras): Desgracradnmenn-, hablamos siempre de ello con nuestro doctor: lo qu~ nos ha desquiciudo completamente es que Murciala ha visto umtos médicos diferentes. El señor pide que la familia ayude. Hemos bedw todo lo que se ha podido por Mereiala y se nos ha impedido hacer-lo. V digo impedido porque eeo es así. Había necesidad de dejar a Mall'ciala desenredarse por sí sola; ~ necesitaba que ella no viniese a casal se necesitaba que no fuésemos a verla, se necesitaba que no fuese yo a lavar su ropa. Se lo digo a usted y lo repito, lo he hecho a escondidas. La Sra. Z. me decía: "Escuche, [cuando se es una madre!".

El terapeuta tropieza con una primera paradoja: los médicos impiden a la familia que haga lo que se requiere para la enferma: es tema matriarcal, en el fondo. 2) El terapeuta sufre un nuevo fiasco. "Usted no es el médico de nuestra familia." MADRE (sigue): Por otra parte, ¡mí doctor lo espera a uSled! No es

él el que va a molestarse en venir. Está listo para recibir!o. Nos conoce desde hace treinta y cinco años y conoció el nacimiento de Maruiula. y el de todos nuestros hijos. nue-nr os hijos van a verlo. le llevo a mis nietos. Tengo une de mis hijos que ha sido operado de apendicitis, que fue muy difícil de localizar, y el cirujano dijo: "Señora, ¡tiene usted un médico extraordinario!"

Él es al mismo tiempo un buen psicólogo. es por ello que lo hemos conservado. da extraordinario para todos los niños: el 01 ro día me habló de Marciala, y m« i\,i dicho (tono asombrado. frases rápidas): ·'¡Cómo. Marciala ha :;lJO hospitalizada, yo la creía completamente aliviada!" Era la misma Marciala que se hacía siempre hospitalizar y no la hemos enviado jamás a la Asistencia Pública. tiamás!. üamás! Tt:1( ,llt;U'l'''.: ¿Qué quiere decir eso'! M.'\I)K~: Desde el punto de vista psiquiátrico.

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He aquí la segu nda paradoja; El médico de nuestra [ami. 1,

lia ha conducido a todos nuestros hijos hacia la salud. Él piensa que Marciala está aliviada. Por otra parte, es ella la que se hace hospit Íi .. t • . a Izar en pSlqula na. 3) El tercer fiasco en la ten/oliva de contrato se debe a que la madre no comprende el sentido de las explicaciones del psiquiatra y que el padre no comprende el tono. TEH\I'ELJTA: Tiene usted la posibilidad derecur nr a otros rnédicos, pero pienso haberme ya explicado claramente: todo lo que sucederá fuera de aquí va ir a contra-corr-iente de una evolución que todos nosotros deseamos ~a positiva. MAJ)H~:: ¡,Fuera de aquí! ¿Qué quiere usted decir?

TEHAPEUTA (vivamente): Fuera de la presencia de Marciala, cuando se lratará de hablar de su relación entre ella y su familia. MADRf.{vozso,do y cabeza baja):

Yo no comprendo lo qu" usted

quiere decir. Pues bien, escuche, creo que será necesario que reflexione usted, señora. PADRE (tono firme): Entonces,permitame, Doctor, que señale esta reflexión. porque me pa.rece muy importante. Todo lo que ocurrirá entre Marciala, nosotros y ustedes. fuera de aquí. no Jignifica absolutamente nada (martííleando sus palabras). ¿Está bien lo que acaba usted de decir? •. TEHAPEUTA: Por lo que respecta a las decisiones que pueden ser lomadas y las solicitudes de informaciones que se refieren a su caso. PADRE: ¡Sí! Dicho de otro modo. ¿no podemos actuar ni 108 unos ni los otros sin pasar por aquí? TEH·\I'¡.;t T.o\: Ni ustedes. ni nosotros. PADRE: ¡Ah!. ¡ya! Es extremadamente claro, ni usted ni nosotros ponemos actuar si la decisión no ha sido tomada aquí. TERAPwrA: Esto es, señor, lo que deseamos y qu" pensamos que es bueno psra,cel porvenir de Marciala. PADRE {sería}: Basfaba precisarlo. Quisiera volver a hacer meno ción de su palabrita de hace un rato. No quiso usted contestar. Confieso que su reflexión, cuando mi mujer Ir. pidió explicaciones que usted no quiso precisarle, me ha sorprendido mucho. Esto es lo que quería yo decir. Encuentro esto muy curioso. No he comprendido. Si alguien .Ie pide una explicación. ¡deb~ usted dársela! Contestó usted hrutalrnenre . _• TERAPEUTA: Sí, sí, .. TEHAPHITA (se pone nervioso):

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PADRE: Pues yo no puedo dar a usted una explicación; corres.

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ponde a usted comprender. ¿es eso, no?

Tt:H,,'un: 1Cs0 es señor. quiero..• PADRE: ¡Es bastante brusco! .. . MADRE (lona deCISIVO): Yo, yo, yo no digo que he comprendido si no he comprendido. TERAPEUTA (al mismo tiempo): Preciso. precisamente ... MADRE (al mismo tiempo): Nosolro~, nuestro defecto, ¡esque somo, muy [raucos, mi mando y yo. Este pasaje, rápido en sus intercambios, muestra que el contenido tiene menos importancia que la relación. El problema es de saber quién manda o quién debe hacer el esfuerzo por comprender.. Por otra parte, ¿cuál es el código y el código de quién?

4) Desacuerdo sobre el código. M\IlHt:: Yo no acepto que se hable mal de mi marido, de mí, delante (J~ \1areiala. Y lo {¡llt' ha sido muy malo. doctor, y tengo empeño en decirlo (se dirige a su hija sin mirarla). Marciala, ¡vas a ser rranca! Marciala no ha tenido jamás las ideas llue se le dieron cuando entró en psiquiatría. Se le dijo: "Eres la tercera de una familia. habrás tenido que sufrir, no te has acostado nunca con un hombre," ¿No se te dijo, Marciaia, que H no es normal"? Mi marido y yo, frente a los psiquiatras. no parecemos normales, pues tenemos treinta y cinco años de casados, mi marido no tuvo amiga y yo no tuve amante.

La paradoja está atribuida a los psiquiatras qu~ pero vierten a Marciala pretendiendo curarla. Los temas sexuales y con yugales se evocan. La familia rehusaría el código psiquiátrico. 5) La madre presenta la primera orden paradójica. MADRE (sigue): ¿Por jué meteren la cabeza de Marciala lascosas que fueron a meterle. Ahora es necesario que usted se las retire. Mi marido .. " ¿eslás de acuerdo. Carlos, si o no? P \UHE: Sí, sí ..•

MADRE: Se necesita que le retire usted todo loque le ha metido en la cabeza. Si no es usted, es el hospital X .•• 1bamos a verla >7';.g-,¡ .:ltgn() lacrimoso}: "Ya ves. mamá. se necesitaba que me acostara ;:
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6ó '. ~

· lO . que el enfermero que vino a mi ruarto trató de acostarse cou mi , go." ¿Marcia/a, es cierto, si o no? Poder volver a reconquistar a nuestra hija ahora, ¡nos es muy. pero muy dificil! Está cogidá_ent~e la familia y el hospital. La conclusión, dénosla usted. qllÚemo1

una conclusión neta. TERAPEUTA (desarmado]¡ Oh, yo, ..be usted, si vamos a irnos así en Id pasado ...

La orden paradójica descubierta por la madre es pues ésta: su tratamiento debe ser una reparación de los da. ños del hospital frente a la familia. En el fondo, la manipulación destinada al borreguito.terapeuta: ¡si no eres tú, es pues tu hermano! 6) La segunda orden paradójica es aportada por el padre. PA.!)HE: (seriamente): Quisiera simplemente decir una cosa. Es que en efecto Marruala ha estado hospitalizada y. cada vez, examinada. El expediente que tiene usted aquí es, así lo pienso. bastante completo. Contiene lodo lo que se ha hecho hasta el presenle. as! lo supongo. . T~:"AP~:lJTA: Sí, tenemos ciertos elementos ... PADRE: Y este expediente lo constituyé Ud. con los informes que le han sido proporcionados por lee demás hospitales. En nuestros días, ahora ... TERAPEUTA: Lo hemos constituido también a partir de lo que' Marciala nos ha dicho ... MADRE.' ;Ah, ya está! Marciala, ¿has dicho algo malo de nosotros a 108 médicos? PADRE: Tiene usted el expedlente. Todo el circuito que Marciala ha realizado debe Ser conocido de usted. Los tr at arnientns que ella ha recibido, usted los conoce. Es un pasado que hay que tener en cuenta. Es lo que mi esposa ha querido decir.

La segunda orden paradójica esta aquí. El importante expediente de Marciala, es decir la serie de fiascos de esos diez últimos años, será un apoyo necesario para esta nueva tentativa. La conclusión admirable "es lo que mi esposa ha querido decir" va a esconder la completa discordancia entre las dos órdenes representadas como similares. Es la orden negativa terciaria: "No reflexione sobre la discordancia de nuestras dos frases."

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¡

El triángulo de las incertidumbres ES1:~parte

de la sesión tenía como finalidad terapéutica la preparación de encuentros regulares enfermo-farnilia-t erapeutas. Los padres muestran, por su prisa en poner al terapeuta en dificultades, que perciben dicha proposición como una maniobra "simétrica", que pone en discusión la cuestión del poder en la relación. Pero, corrió lo ha subrayado Haley, nadie debe tomar claramente el poder en el contexto en que vive qn esquizofrénico. Claro está, los padres reaccionan mediante una acumulación de paradojas, de confusiones y de descalificaciones que tienden a crear un segundo doble vínculo que, entre familia y terapeutas, vendrá a reforzar lo que existe ya entre familia y enfermo. Ya hemos visto, con Jean Aubert y su madre, muchas de las características de ese código familiar que impon.. la infantilización extraordinaria del enfermo, no dejándole sino una autonomia patológica. Marciala, según su rnadre, es una joven que miente o que repite las insanias inmorales que los psiquiatras le han metido en la cabeza. Ella encuentra de hecho su autonomía paradójica en esl<~ gesto: hacerse hospitalizar en psiquiatría. Si ella hubiera seguido los preceptos del código familiar, doblegándose a su deber de franqueza y de valor, como padre y madre, o hubiera aceptado los éxitos del código médico. sería virtuosa y estaría en buena salud. Pero, resulta que ella se dirige de manera perversa o errónea al código psiquiátrico.

La relación enfermo/familia del enfermo/institución terapéutica es una tríada específica. Puede funcionar mejor gracias a conversaciones colectivas, cuando cada participante aprende a mezclarse con flexibilidad a los intercambios. A .los tres polos indicados -enfermo, familia del enfermo, instit,uc:ión- corresponden tres conjuntos de valores -e-querer, deber, saber.' El todo está unido por esos ejes que corresponden a las relaciones y los códigos evocados: familiar, médico, psiquiátrico.

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aprendizaje. El terapeuta, por su parte, va a aprender a .no volverse esquizofrénico, aunque acoge a la vez el doble vínculo familiar. Mantendrá abierto el campo de expresión, para que vengan nuevas informaciones: "Cuando se dice precisamente que el experimentador es un organismo, percibimos que él mismo está también colocado en un contexto de aprendizaje, más complejo que el que vive el sujeto." Este experimentador, si se quiere, o ese equipo, al lado de sus papeles médico y psiquiátrico, aprende un papel psicoterápico, es decir, en los términos de Bateson, un papel esencial y específico de observador y de inductor de las meta-comunicaciones, esto es, "todas esas indicaciones y proposiciones intercambiadas sobre a) la codificación y b) la relación. entre los comunicantes" [16J. Nos falta ver cuál es el papel del enfermo en esas situaciones.

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CÓdigo PlIiquiátrico

El terapeuta ocupa aquí una posición de bisagra. Conoce el drama médico que constituye la esquizofrenia pero sabe también que, mediante la terapia psiquiátrica actual y la aceptación familiar simultánea, cada esquizofrénico puede evolucionar probablemente en un modo menos catastrófico de lo previsto y que se observan netas mejorías y formas de alivio. Si la familia conduce al terapeuta a una medicación excesiva, es a través de las actitudes de seudocooperacián hacia él. El alarde de que dispone es mantener la complej idad de su propia definición y subrayar su seudocertidumbre, la conciencia de la cual le ayuda a acoger las particularidades de cada caso y de cada familia con toda relatividad. Ciertamente el eje: del código psiquiátrico, con las nociones de alienacion y de normalidad. es frágil, incierto, aleatorio, como lo percibe muy bien la madre de Marciala. Sin embargo, tales nociones tienen un significado antropológico que se adara con los progresos de los cuidados biológicos y del campo psicoterápico [3 J. En una visión batesoniana, en conclusión.ee dirá que el encuentro colectivo se convierte en un sitio de,deutero. ,.,.""",-,-, "'".,.., ;,"",

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71

70

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m Seis dobles vínculos

La presencia del esquizofrénico es aleatoria, como toda su patología. Los que lo cuidan se esfuerzan, pues, por mantenerlo en el lugar central, en particular en presencia de la familia. El conjunto del sistema enfermo-familiainstitución parece activado gracias a la participación del enfermo, cuando tienen lugar intercambios significativos, fuente de informaciones recíprocas. A la dificultad puesta en evidencia ahora concierne la seudo-presencia del enfermo, verdadero doble vínculo puesto por él sobre los demás. En el prefacio de Perceval el Loco (1961), Bateso n indica varias hipótesis de trabajo en ese terreno [21. Perceval interioriza y, en cierta forma, utiliza contra sí mismo los mecanismos del doble vínculo. Las voces que persiguen a Perceval le intiman dos órdenes contradictorias: "El espíritu sano me ordenaba decir ciertas cosas, acto por el cual, cada vez que yo intentaba obedecer, se me asaltaba con reproches porque yo hablaba con mi propia voz y no con aquella que me estaba siendo dada" (impuesta por las voces). Bateson precisa; "Las voces lo ponían en la posición que actualmente calificamos de 'doble lazo', de suerte que si él hacía la cosa que se suponía debía hacer, hubiera sido igualmente censurado por haberla hecho por malas razones."

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Una segunda hipótesis se funda sobre la relación capital que Perceval mantiene con su familia a través de su psicosis. El delirio de Perceval se declaró en una zona temática donde todo ocurre como si él tuviera la misión de b:ptesar los sentimientos y las actitudes contra las cuales su familia se protege de manera excesiva. Ese papel de sacrificio, estatuto de chivo expiatorio, parece aceptado por el paciente, aun si introduce a los suyos en el grupo de sus perseguidores. Una tercera hipótesis se refiere a la psicosis en forma de pesadilla catártica, tentativa realizada por la personalidad global para resolver la cuestión de la eliminación de los,éompromisos del paciente frente a su familia, en su gestión personal de autonomización: "La psicosis podía compararse a una vasta l' dolorosa ceremonia de iniciación llevada a cabo por e:I yo." y Bateson agrega: "Solamente las cusas que hacen obra de catálisis pueden tenerse por benéficas." Órdenes paradójicas interioJrizadas, papel familiar del esquizofrénico, rebasamiento eventual de esos dobles vínculos son elementos que permiten situar mejor cada esquizofrénico en su esquizofrenia personal e ir hacia conductas terapéuticasglobalizantes y, en efecto, cataliticas. En esos encuentros colectivos, una atención particular merecen los mensajes para-verbales. la circularidad de los intercambios y la comprensión de las emociones expresadas. El grupo de terapeutas confronta sus observaciones. Este breve extracto de una "postsesión" después de una conversación colectiva, concierne a un psicótico de 28 años hospitalizado desde hace varios años, jaloneado entre padres divorciados. \1~:IHCO 1: Perece-que Ricardo tiene mucha dificultad en no enleza r su discurso al de otra persona. PSICÓLOGO: Está siempre de acuerde con las gentes, de la misma manera que treta de poner a las Kentes de acuerdo cuando se

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pelean, para acabar el pleito o bien para que ellas se concuerden. ENfERMERA: En un memento dado, fUSAI6 a su padre con la mirada. Después de eso se suavizó. Manco 1: Toda a¡;resividad está borrada. Tan pronto comohay algo que surge, queda sofocado.

Mt:D1co 2: El padre como la madre envían miradas, solicitudes de complicidad al enfermo, y esto y aquello. El único terreno en que están de acuerdo es que él deberá transcurrir su vida aquí. Sentí eso porque. como estaba sentado aliado de Ricardoc ceda vez que lo miraban. que le mandaban chispazos así. yo 105 recibía también y veía muy bien que los dos tenían necesidad de apoyar· se en él.

MsorcoI: Él dene esa especie de mirada polihorizonlal. Ve

todo. Busca siempre esa especie de relación de la mirada. Los padres tienen esta misma solicitación entre ellos. Méorco 2: Sr, sí. Cada uno de los dos pide el acuerdo de Ricardo v, corno no son capaces die entenderse sobre un compromiso ellos dos. él se queda con esos dos acuerdos opuestos. No puede decir nada.

El sostén ambiguo que el trío se da de esta manera hizo que, después de unos años, varias veces por semana Ricardo salga del hospital en búsqueda de un empleo, que encuentra a menudo .• , pero q¡ue no acepta jamás.

El método del esquizofrénico Un capítulo de la obra de l. Haley, Strategies of Psicotherapy [9J, se intitula "The Schizophrenic, His Methods and His Therapy", El método del esquizofrénico está fundado, según Haley, sobre la negación inmediata de toda afirmación afectiva, de comportamiento o significat iva: "La lista de las maneras de evitar el definir una relación es la lista de los síntomas esquizofrénicos." Tratemos de ilustrar el "método de un esquizof rénico" mediante fragmentos de conversaciones colectivas, precisando que se trata aquí de pacientes estabilizados en un nivel notable de invalidez. 1) La gran buena voluntad del esquizofrénico ca/atónico. Ya hemos visto a lean Aubert prestarse a las manipulaciones aberrantes de su madre, En otro caso, que ciJ:l!f~"f

rnos a continuación, una enfermera percibe poco a poco cómo se burló de ella el enfermo, en una seudorrelación con él. Ella "anduvo" sin tener conciencia de que sus propios fantasmas llenaban el vacío. Están presentes: el enfermo, Pedro (casi sumido en el mutismo), la enfermera, la hermana mayor y el cuñado, y un médico. E~rEH\It:HA: Encuentro que Pedro no siente las mismas satisfacciones cuando sale con usted, que es su hermana, que cuando sale con su hermano. ~on usted está contento. pero nos habla menos de ello, casi,:~uncá'.'mientrasque con el hermano se iba a pasear en coche. ¿no es verdad? E'\FEKMO: Hum, hum .•. E:'Iln:H\tERA: Y nos relataba. mientras que aquí ••• HERMANA (gentilmente): Quizás sería necesario rectificar un tanto alguna cosa: cuando su hermano lo saca, sale también con nosotros ... E\n:R\lERA

(recibe el choque): Ah. -'

Sí. si... ENFEitMERA: ¡C6mo! Salía con su hermano, habla siempre del hermano, y yo no me daba cuenta de que estaba usted en el Ih:R\l""

coche.

HERMAN .... : Sí, los esperamos con mi marido salvo hace algunos años cuando ellos salían solos •.. ENFERMERA (vuelve a tomar un poco de ánimo): S'. habla siempre de su hermano, nos cuenta sus visitas a Orly, al Barrio latino. y cada vez nos relata ••. el.\'IJO: No es cierto lo del Barrio latino. E\FER\IEH': ••• su paseo. Cr"\tw: No es verdad. E~fER\lER \: Bulevar Saint Michel. - . el''' \1)0: Tampoco es cierto. ENFERMERA: ¿Y entonces las niñas que saltan con la cuerda? el :\i.'\no: (irónico): Sí. sí. ..

ENfERMERA:

¡Él nos cuenta todo eso!

(ríe), .•

ENrERMERA(r;éndose):P~~ro.¿cuándo viene tu hermano a buscarte y le vuelve 'a acompañar al hospiral? E\FI:R\IO: Sí. E">:RMERA: Él

nos cuenta lodo eso. El Barrio laltno, estaba bonito, [eh! iqué veías allí? l::\FEH\lll: Imágenes, muy bien. imágenes ... E\FEH\lt:1U: En los andenes, ¿y 1U~ más? 'i,#,~NFERMO: Miraba a los bañistas en el Sena, en las playitas del Siena.

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74 ,,' ~'

¿y otras cosas Ur{a pareja.

E\FEH\lEKA: E\FEH\IO:

también?

ENfERMERA: ¡Ah!, bien... Pedro le causa gusto a la enfermera que quer,~ía,,;"li: viario y quele ofrece su atención. Dejándola desarrollar su imaginación por su lado él protege su ambivalencia y su incertidumbre. 2) ¡Mamá. no me trates como un niño pero no pienses que quiera pasarle por altot En el fragmento relatado a continuación un psicótico actualmente hospitalizado habla con su madre, en cuya casa vive I)abitualmente, y el médico, de un fin de semana que debía pasar en, casa de su hermana. Al cabo de algunas horas cerca de ésta, había llamado a su madre por teléfono: MADRE: Prefería volver conmigo. Me llamó y fui a buscarlo. M f:1JICO: ¿No le explicó a usted por ¡¡tie.? EN Ft:RMO: Porque prefiero a mí madre que a mi hermana. Mi hermana está casada. tiene dos hijos pequeños, entonces no puede ocuparse de mí. y ~e es un poco extraña ... MADRE::

Tiene la impresión de que su

hermana no

lo-com-

prende tan bien como yo. ENfERMO: Sigue siéndome algo extrañar por otra parte, regre.

a SUIza... M Amu.:: Y. por otro lado, cuando quiere decir algo malvado es para mi ¡Eh! (ríe), Cuando hay algo que no camina bien y "S algo malvado, soy yo la qut': recibe todo. Mi~ntras que delante de su hermana es muy gentil; no dice ciertas cosas que dice delante de mí. Si hay algo que no camina bien, soy yo la responsable de lodo, pero por otro lado, no puede estar si" mí. ¡Eh! ¿es algo así? EN:'_RMO (hablando fuerte): Cuando estoy enfermo. no puedo deJ ar de comer. MÉDICO: En e! caso particular que nos ocupa, su madre parecía lamentar que usted no haya pasado todo el fin de sertU1II8 en casa J:iÓ

e

de su hermana, tal como se había previsto. ¿Por qué llamó usted

a su madre? E\n;tl~1O: Para oír una voz afectuosa. MÉDICO: ¿Sentía usted una cierta necesidad de su afecto en aquel momento? ENfERMO: Sí, eso es .. " porque con mi hermana .. '. mi hermana es un poco ¿cómo decirloj; ya no es como cuando yo era

pequeño. tiene dos hijos pequeños, un marido, ya no puede

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volcar su afecto hacia mí: me sentía un poco aislado, en ... MÉDICO: Nota usted que luvo rápidamente necesidad del afecto de-su madre ... ENfl::RMO: De oír su voz. Como por ejemplo ... , en aquel tiempo; "., cuando yo estaba un poco ... , en la tarde. cuando yo ha vivía en casa de .. "' al principio de su instalación. Antes de que yo estuviera enfermo, en 1<11 tarde. porque yo amaba mucho a mi madre. ¡eh!" . " enla tarde iba yo a un café porque me aburría y enIa noche a las 8 o 9 horas, la llamaba por teléfono para oír su voz, porque yo la amaba mucho. Y esigual , e~ lo que ocurrió el ~~ibado pasado. es igual, está dentro del mismo sentimiento, por afecto ¡eh! ... del hijo hacia su madre" ..

El enfermo intima a su madre que acepte su maniobra fusional, que una vez más va a reunir a los dos en el pequeño est udio materno. Y cada año, en el mes de junio, la tensión sube entre ellos, la agresividad y el delirio vuelven a surgir, la madre "cansada" hace que internen al hijo, con la perspectiva de "salir para irse a descansar", lo que, por otro lado, ella no lleva a cabo, por el temor de perder el contacto con él. 3) Cuidadores, no me impidan estar loco. pero no piensen que no tengo voluntad. En la relación con la institución, es la voluntad de participar en una evolución positiva que aparece puesta en juego por el método del enfermo. En el fragmento que sigue, se trata de un sujeto joven y de apariencia robusta, cuya esquizofrenia evoluciona desde hace dos años con una sintomatología hipocondríaca. Los terapeutas han elaborado con él el proyecto de una estancia en un Centro protegido de formación profesional, que él ha visitado. Esta conversación tiene lugar en el hospital, en presencia de la madre ansiosa y pesimista. E\,¡Fl:Jl\1O (con un 10110 feliz):' Estoy contento de ir al Centro. Probaré un poco de todo y cuando haya encontrado un oficio que me plazca, practicaréen ello y podré así salir del Centro, trabajar fuera y comenzar mi vida.

PSICÓl.OGO: ¿Tiene usted la impresión de que allá es un lugar donde pueda escoger?

MADRE: Como de costumbre. un dia haces una cosa, otra día haces otra.

ENfERMO: Es as] como esto va ocurrir allá, está hecho adre-

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de ... Por ejemplocvova oculp~rme de la cría de pollos o cerdos,

y si eso no me agrada, diré: "Bueno. quiero ocuparme de albañilería." y me dejarán hacer trabajos de albañilería. MAUHE:

¿Es' cierto, eso? . Sí, es cierto. Ea lo que me dijo la persona que me h;7.0

ENFERMO:

visitar el Centro. Es un Centro especialmente hecho para las gentes que salen del hospital. Pienso que no vale la pena volver a tener una reunión entre nosotros, tengo confianza. Mtmco. Se va usted dentro de seis semanas. Entonces, ¿,el rno-

mento actual? E:'\n:R~1O:< Est9súltimos días noyoy a .hacer nada. Mf:UICO: La transici6n será, quizás. difícil,

MADHt;: ¡Tu tío ya te lo dijo también! ENfERMO: Lo que hacemos aquí no me interesa, eso no lleva a

un empleo. equl no sirve de nada trabajar ... Soy holgazán. No tengo ganas de hacer nada (tono depresivo). Me siento mal; ¡si pudieran ustedes saber cómo me despierto en la mañana! Son las seis y media. No me siento bien. Me siento mal todas las maña. nas desde hace un mes ... Paso noches normales. duermo profundamente. pero paso muy mala noche. Rehúso trabajar. Mto[(,,): Es une decisión personal. .. Tengo la sensación de que tr atu usted de partir del nivel en el que se encuentra. E\H.K\lO: Es mi deseo. MAUHE: Los días aquí. seda mejor si él se ocupara. ENFERMO'

Todo el mundo 1,0 cree, ..lvo yo. No es que yo no lo

crea, es que no tengo ganas de hacerlo ... Es necesario que me comprendan corno yo soy. en el fondo del abismo.

El enfermo hace una señal a los cuidadores para que estén de acuerdo con él y partir como perdedor; ellos deben aceptarlo dentro de su destino de inválido. Seis dobles vinculas

Concebir el" doble vínculo en toda su complejidad y sus discordancias lógicas permite observarlo mejor en un grupo social natural, la familia, o artificial, la institución. Entonces se Ve que los dobles vínculos son múlti. ples y simultáneos. Crean la cronicidad de los disfuncionamientos, apretada red, tanto más inhibidora cuanto menos es visible y menos enfrentada. t""" A propósito de las relaciones enfermo.familia.institu.

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1,\ hipótesis puede ser evocada de un conjunto de seis dobles vínculos posibles, anudados o listos a anudarse tan pronto como un esfuerzo de modificación se hace del exterior del sistema. Esta complejidad asombrosa es probablemente responsable, más que ningún otro hecho, rle la cronicidad evolutiva de numerosas esquizofrenias, a pesar de los esfuerzos terapéuticos. Órdenes paradójicas acumulan las negativas y las opo· siciones internas que hacen difícil la descodificación rápida. Comportan 11na' amenaza, pat,ente O latente, valor afectivo negativo que juega un papel en la confusión intelectual provocada. Los niveles lógicos diferentes de las órdenes dan a una de ellas una posición jerárquica superior, una más grande generalidad, más difícil pues de poner en juego, si se recuerda que hay que ident if'icarla como la clase de la cual el otro no es sino un miernbro. El bloqueo de las rebeliones o de las mera-cornunicaciones se obtiene a menudo mediante simple alusión al contexto: el solo hecho de encontrarse en el hospital psiquiátrico permite ser considerado como un enfermo privado de toda voluntad, o como una familia cuyos deberes son sospechosos, o como un médico cuyo saber es particular. El punto 6 del texto original subraya el hecho de que la sola evocación de un doble vínculo ya vivido, puede bastar para 'volver a hacerlo presente. El cuadro adjunto recuerda el modo triangular acoso tumbrado de esas interferencias. El triángulo relacional se organiza desde el primer episodio psicó tico. Se instanra a largo plazo en la curación de los enfermos esquizofrénicos. Se puede aún suponer que la ausencia o desaparición real de uno de los parricipantesno cambia la composición eficiente del modelo;' más aún, la inteción,

rroriza,

Una pregunta se impone: ¿Cuál es la amenaza implíci" "?..,. ta evoca da por Ia f rase: " •• ,. st no, te casllgare. ¿,Qué sanción pesa sobre la víctima o más bien sobre ,y,J\,g~'fJ¡!l\O de los participantes del triángulo de las incertidí'úl'i'b'res? La manipulación oculta induce a la angustia y

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Hijo mío:

Médico:

CUADRO DE LOS SEIS DOBLeS VINCULOS

loco. si '10'"

2 I No penséis que dudo de vuestra curación.

no: _.

1 I No recnacéle mis cu kíedoe, si

Enfermo:

~ TERAPEUTAJ

2 I No consideren que esta actitud se debe 8 falta da ccnccimíentos.

oficio, si no .••

1 I N-o traten de efl$eñarme mi

Padres:

tro hijo, SI no ..•

1 I No debe usted cambiar a nues-

ser tú mismo.

1 I No debes volverte distinto de nosotros, si no ..•

~

2 J No ccnstdere que no le pedimos- a usted atenderlo.

.

2 I No pienses que te impedimOl Padres: 1 f No me tratéis como • un nir.o~ si no ••.

~tar

2 I No penséis que quiero pre$Cindi, de vosotros. •

Cuidadores:

no...

1 I No me impidáis

lunted.

2 I No peeséls que no tengo

SI NO... ME ESFORZARÉ POR VOLVERTEIOSI LOCOISI

ro

-

_

IV Doble vinculo y vilita social

La teoría de la comunicación ve en las paradojas las órdenes paradójicas y los dobles vínculos, unos esque· mas relacionales nocivos que se difunden en nuestra sociedad contemporánea, a la vez muy organizada y anár- . quica, tecnológica y espontaneísta. La obra de Bateson , toda entera, se concluye sobre esta evocación de etología social [14]. Este autor ha mostrado sin embargo que, si los dobles vínculos constituyen en efecto la matriz de la discordancia, ellos pueden inducir también la creación y el cambio evolutivo. La noción de contexto implica la dc emergencia. La aparición de la patología afectiva y su eventual reducción dependen de una organización de relación. parógena o, al contrario, terapéutica [1, 2}. Esta nueva epistemología puede aclararse mediante algunos ejemplos. Un crío está en manos de su madre, que le pone los pañales y le retiene el brazo exrlorador de la criatura cada vez que ésta trata de tocar e tejido o la mano acti va de su madre. Después de muchas repeticiones de dicha secuencia de control, el brazo del niño deja de intervenir: se pone a describir un movimiento en el aire, lento y oscilante (Birdwhistell). La tentativa relacional ha [racasado y se transforma en un movimiento atlpico.

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;

Iílif

En una familia de tres personas, padre, madre, hijo, el mensaje de la madre por la mañana, al hijo. en su cama: "Levántate, son las siete", puede integrarse a 19 esquemas de relación diferentes según el tono y los elementos del contexto: "Los tres estamos de acuerdo para decir que es la hora de que te levantes"; "yc. no soy como tu padre y pienso que es hora de que te levantes"; "tu padre y yo pensamos que es necesario que te levantes", etc. (19). El contenido del mensaje y su efecto se someten al contexto de las relaciones. Una joven de dieCÍocho años es hospitalizada, un sábado en la tarde, en un servicio psiquiátrico, después de pasar una noche en el hospital general y algunas .horas en la delegación. Permanecerá allí hasta el lunes. Unicamente la confrontación entre \a paciente, el equipo cuídador y los padres permite la emergencia de un proyecto preciso: ella abandonará la casa de los padres para ir a vivir con la abuela. Del encuentro impuesto a los diferentes subsistemas nace la solución (3). Una crisis puede permitir el descubrimiento de nuevas reglas de relación. La teoría general de los sistemas, que van Bertalanffy [5] aplica a las ciencias humanas, aporta pers· pectivas globalizantes que, únicamente ellas, permiten acoger la complejidad de los mapas de situación donde parecen instalarse dobles vínculos. Estas reflexiones valen en particular para \05 que intervienen en las institu· cienes psicoterápicas, pedagógicas, educativas, de asístencia •. , Debemos saber que las ayudas discordantes se convierten en lazos inhibidores.

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---~

... ...... "

Conclusión: hacia la meta-comunicación Una información; es ,iirii diferencia que crea una';dife'

renda. GHf~;()H\ B ITf:O
La teoría del doble vínculo nos ha permit ido ver las

manipulaciones ocultas, subrepticias o clandestinas, recíprocas, en los contextos donde viven los esquizofrénicos. El rriángulo que une los puntos claves de la voluntad del enfermo, los deberes de la familia y el saber terapéutico, aparecen como un conjunto sistémico. es decir el lugar de un "gobierno"; en el sentido cibernético del término. Es una identidad, o más vulgarmente un poder colectivo. Todo ocurrirá mejor para el enfermo cuando las relaciones que fundan ese poder colectivo estén claramente enfrentadas dentro de una tentativa igualitaria de conversaciones colectivas terapéuticas [3, 61· Ese progreso conceptual tiene igualmente un sentido para las instit uciones psiquiátricas. A. Stanton y M. Sehwarz han mostrado, desde 1954 [22], cómo los cuidadores atrapados en lazos paradójicos no identificados pierden la realidad de su poder terapéutico. Cantidad de brotes y de agravaciones sintomatológicos de los enfermos pueden ligarse a conflictos latentes del equipo psiquiátrico: Esos conflictos se cristalizan al nivel de relaciones ocultas entre cuidadores y atendidos. Las reuniones de sintesis y la creación de equipos funcionales centrados sobre un enfermo y sus necesidades psicológicas permiten superar ese género de dificultad absurda [4].

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J. Ferreira [7] ha mostrado que los padres de jóvenes delincuentes utilizan a menudo unos dobles vínculos. En un ejemplo esquemáticO, el padre emite una ley que controla ciertos comportamientos del hijo y \a madre critica la ley o su promotor. Pero una forma de complicidad existe entre ellos. Firmemente, parece, el padre dice: "No manejarás el coche, sino te castigaré" - Pero deja a la madre agregar a media voz; "Naturalmente hay excepciones y situaciones particulares". El hijo roba el coche del abuelo. Obedece así a los dos mensajes. y será castigado, conforme al mensaje patprno. Los padres eswnden un conflicto y se entiendeh para decir que" el hijo es el problema". Estudios sociológicos ilustran la ambigüedad de las prescripciones colectivas en nuestra civilización que, por ejemplo, deja caer sobre la condición femenina el peso de tareas múltiples, pero donde la acumulación de responsabilidades familiares,. materiales y profesionales es, en.gran par-te, ignotada en el plano legal. Otro ejemplo concierne a los psiquiatras .... cuando ponen en juego a los padres, de manera torpe, durante consultas realizadas para hijos jóvenes. La critica directa de los comportamientos de los padres pertenece entonces a juicios unilaterales. y proyectivos. La medicina psicosomática se abre-a esas vistas sistémicas. M. Selvini Palaz.zoli ha consagrado una obra al acceso "transpersonal" de la anorexia mental, que ilustra con acciones terapéuticas positivas l18\. Un campo·médico particularmente interesado es-el de las situaciones difíedes o dramáticas que se pueden decir "técnico-existenciales" (riñón artificial, cancerología, ginecología de la esterilidad y de la interrupción de embarazo, por ejemplu). Es también interesante citar la adhesión significativa a la fórmula del doble vínculo de H. F. Harlow, célebre por sus experiencias de inducción, efectuadas en un joven simio, de depresiones de frustración en el curso de los primeros meses. 85

Dichos descubrimientos crecientes de situaciones de doble vínculo corren parejas con la búsqueda de soluciones preventivas o terapéuticas. Se trata en particular del amplio movimiento de las terapias familiares. Evocaremos simplemente la extensión considerable del pensamiento sistémico en la práctica de profesionales preocupados, hoy en día, por la familia: psiquiatras y psicólogos, ciertamente, pero también trabajadores sociales, docentes, sociólogos, juristas, ele. Decenas de nombres y de obras, en párticular en lengua inglesa, describen ese interés creciente, esas reflexiones, esos métodos de cuidado o de intervención y los tan variados campos de su aplicación. Digan lo que digan los "behavioristas", la modificación del síntoma se obtiene mal por medios pedagógicos aislados: consejos, ejemplos, prohibiciones, recornpensaso sanciones. Por contra, según Haley, la prescripción del sintoma va, a la vez, en el sentido del sistema, q u<: lo induce, y en el del funcíonamiento del sujeto, que lo produce. Esta reunificación inlegrativa facilita el (ambio. finalidad esencial de toda psicoterapia. P. Watzlawick ha desarrollado este aspecto del descubrimiento de la primera Escuela de Palo Alto. Dobles víncu los terapéu t icos , bajo la forma de prescripciones paradójicas. se proponen al enfermo designado, o a las parejas ya las familias tratadas. Utilizando la vía temática indicada por el síntoma, el terapeuta coloca a sus pacientes en la obligación de reaccionar con comportamientos nuevos. Es decir, los obliga a inventar nuevas conductas [;!5]_ M. Selvini Palazsoli [181 ha creado\écnicas de prescripción paradójica. Se le debe I~ descripción capital de las acciones de connotacián positiva, frente al sistema enfermo y sus miembros. La connotación positiva permite, a los que intervienen, aliarse a los esfuerzos que cada quien hace, dentro del sistema, torpemente y a contracorriente, para salir de la situación bloqueada, necesaria para la recopilación de las informaciones pasa-

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das y la liberación de comportamientos relacionales actuales; ella permite la elaboración y el empleo de paradOj'as contraparadójieas. •a psicoterapia correspondiente a esta perspectiva concierne a los i\rupos naturales más que a los individuos, y más a las relacíones manifiestas qne a la subjetividad. La información presentada en un grupo natural induce una modificación relacional [31· Levanta las inhibiciones en tres seres próximos los unos de los otros, ligados por la sangre, el sexo, la casa, la tarea, el trabajo, el placer, la cultura. etc. Estos i'ndividuos quedan así enlazados pero a menudo trabados. La "paradojalidad" l J SI son secretos a medias conocidos, conductas a medio mostrar, frases a medio decir y gestos in,,)mpletos. La teoría del doble vínculo subraya que el problema de relación principal es el de la organización del poder en los sistemas. La necesidad individual de gobernar a los demás corre pareja con la imposibilidad de hacerlo realmente. El poder es el sislema. un conjunto de relaciones. Las psicoterapias sistémicas responden al punto 5 de la definición del doble vínculo. Voltean la "orden paradóji,'i' negativa terciaria" que prohíbe salir del campo. Af\rIIpando a los individuos interesados, facilitan la experiencia y el aprendizaje de una toma de distancia frente a órdenes paradójicas. Durante el tiempo de la sesión, los "observadores participantes" toman su lugar en el interior de los sistemas disfuncionales e intentan la idenlificación de las paradojas. La clave de tales salidas lleva el nombre de meta-comunicación, comunicación libre sobre las comunicaciones enlazadas.

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89

íNDICE

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York.

1960.

i

I I

I 1

7

Introducción. De la no comunicación Creación de

105

primeros desarrollos de la teoría del doble

vinc-ulo • . . • . • . , . . . . , . . l. "Hacia una teoría de la esquizofrenia" (l~56)

Hacia el descubrimiento de un descubrimiento El antropólogn va a visitar al esquizofréniCO Los ¡ntz;r(>d¡t'fllt~!i de un doble vínculo . . • [)\,hlt~ vínculo y esquitofrenias Poner a Sl' hijo en doble vínculo

,i \ ~'

."',,,,"v"'"-''''' "':'~~'

11. El, pro)'t'cl para el estudio de la comunicación en la e'qllizofrenia (1952·1962) Los mlembro:s del equipo . . La noción de homt~(Jstasis Familiar El doble vlncu!o y la clínica de la esquizulrenia Los triángulos relacionales

FT modelo

sistemático

de la familia

rrénico

, . . . Deslumbrante síntesis de Baieson

111, Balance de una ernpa inicial

Un !ieglllldo soplo '

90

,

del esquizo-

11 IS 16 18 19

22 23

26 27

29

30 31

,13 3'i ~7

37

91

..... ". '1

~~

I 39 41

De las concepciones vecinas

El esfuerzo por volver loco al otro

42

Titubeos Extensiones

44

IV. Doble vinculo e instituciones

47

lmágenes clínicas

49

1, Ser una verdadera madre de esquizofrénico Observaciones objetivas del psiquiatra de

SI esquizo-

frénico. . • . . . , , . , , , . , La caide del termo '.",.,' Las instituciones madres: un modelo simbióuco En conclusión: "hacer con" el doble vínculo 11. Código íamiliar , código médico. código paiquiátrico Codificación, síntomas e informaciones

Cómo colocar un doble vínculo El triángulo de lae incertidumbre. 111. SeIS dobles vinculo. , , , , El método del eequiacfrérucc

57 &O b2 62 lA

69 72 74

'lB

Seis dobles vínculos

, . ' , ,

B2

Conclusión: hacia ia meta-comunicación

IH

IV. Doble vínculo y vida social Biblíografla , • . • .

92

S2 S4

BB

1::\ volumen de fldoblt I'¡"..-wlo se ierrmnó de impdmir el 22 de IgOl>Io de ¡gaS en los

lalleretl de UIO Edicione$ (Himpia, ~\'i\ll 109. roBOO. México. D. F. La compo~lcl6n

se efectuó en 106 talleeee de l mpresctee Cuedreun '( Medio, S. 'I\¡, Dr. Vf.nlzQ3\·A. OJ.O'lO M~·xlco. D. f., f:rnpldndose IlpOS Bodoni de 18, 14, 12: 12. 10; \0 Y8:8 puntos. Se imprimieron 3000 ejemplarn mh echrante, para repo aició n. El diseño de ti celección ee de RtJ/IJt1 Uptt Castro.

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