Filosofía De La Educación Un Aprendizaje.docx

UNIVERSIDAD DE LA SABANA ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA EDUCATIVA CÉSAR ANDREY GORDILLO BALLESTEROS JHON FREDY …… FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN UN APRENDIZAJE La pobreza del lenguaje filosófico en la modernidad es una queja creciente en el abiete educativo, muy pocas son las personas que podrían llegar a plantear de manera critica sus pensamientos y ser capaces de sustentarlos. En este sentido la filosofía de la educación, puede hacer por nosotros como educadores una serie de modificaciones que establezcan lazos entre la filosofía y la literatura o lo filosófico y lo narrativo poético. Puesto que, el lenguaje es una herramienta de gran importancia para la construcción del conocimiento, que trasciende a la hora de establecer ejercicios que peritan construir pensamiento y los cuales nacen a partir de la filosofía, produciendo pensamiento a partir de ejercicios constantes de pensamiento, Con esto se quiere dar a entender que existe una pobreza del lenguaje filosofo en los contextos educativos; como lo plantea Estanislao Zuleta, 1985. P.8 “Además del problema de enseñar resultados, sin enseñar los procesos del conocimiento, existe un problema esencial: en la escuela se enseña sin filosofía y ese es el mayor desastre de la educación. Se enseña geografía sin filosofía, biología sin filosofía, historia sin filosofía, filosofía sin filosofía, etc. Entiendo por filosofía la posibilidad de pensar las cosas, de hacer preguntas, de ver contradicciones. Asumo el concepto de filosofía en un sentido muy amplio, en el sentido griego de amor a la sabiduría. Es un filósofo el hombre que quiere saber; el hombre que aspira a que el saber sea la realización de su ser; el hombre que quiere saber por qué hace algo, para qué lo hace, para quién lo hace; el hombre que tiene una exigencia de autonomía.” Por ende, la filosofía se convierte en un ejercicio de pensamiento, pero que desde su historia a tenido agentes de poder dentro de ella misma que han establecido un papel represor creando preguntas ¿Cómo quiere pensar sin haber leído a platón, descartes, Kant o Heidegger? Convirtiéndose en una formidable escuela de intimidación con especialistas en el pensamiento, ¿pero que dejan fuera a los que no se ajustan a esta dinámica? Con esto no queremos decir que no tenga importancia, al contrario, históricamente se ha dado a nociones tales como las de universidad, método, juicio, reconocimiento, ideas justas. Nociones que sirven y que dan significado a la filosofía, donde el pensamiento se establece como una necesidad de conocer la realidad, el mundo, todo lo que se supone esta afuera y que tiene significado para el hombre, a partir de una distancia crítica. El texto ofrece una visión clásica de lo que se podría entender como filosofía educativa, planteando un aprendizaje que se da a partir de la lectura y escritura, donde el sujeto que lee y escribe produce cosas en su pensamiento, convirtiéndolas en escritura; lo cual genera

aprendizajes que pueden ser modificar, transformados o simplemente producir un cambio en el sujeto. Del mismo modo, se da a conocer la concepción de educación, la cual puede ser considerada como un objeto de conocimiento o como una acción destinada a articularse a través de la expresión, esta idea establece un saber y al mismo tiempo un grupo de experiencias que constituyen a un individuo y que de una u otra manera son modificables e incurren en transformaciones a través de la historia. En este sentido la educación se convierte en una relación y transmisión de culturas a través del tiempo. Por ende la filosofía de la educación se plantea una dimensión teórica que aspira a la elaboración critica y el análisis de conceptos, acompañada de una dimensión practico experiencial, que permita identificar esos acontecimiento que van transformando y formando al individuo, entones, se podría decir que el acontecimiento es una experiencia personal, esto establece un planteamiento que incurre en la acción de la experiencia y como esta genera cambios, que llevan a pensar que la persona no sería la misma antes de esto. Es así, que el centro del acontecimiento es la experiencia, que va a acompañada de un aprendizaje, dando como resultado una filosofía de la educación que trata de explorar la educación desde este punto de vista. La filosofía nos enseña a ver la importancia de lo que tenemos delante de nosotros, nos ayuda a estar presentes y vivos en lo real, vinculado al devenir del acontecimiento como lo planteaba Foucault “filosofía del presente, filosofía del acontecimiento, filosofía de lo que ocurre” (2010, p.817), por otra parte esa educación que se puede poner en práctica dentro de un curso de acción que puede ser transformada y modificada en palabras, capaz de construir conceptos y generara confrontaciones inteligentes de conocimiento. La filosofía de la educación es una disciplina que se plantea reflexiones desde el análisis y exploración de supuestos críticos, los cuales tienen tres acepciones principales, por una parte, es aquella que no siendo verdadero pretende hacerse pasar por cierta, por otra parte, se refiere a eso que puede ser cierto o posible pero que no es demostrable, y finalmente supone ideas de juicio o teoría que se suponen verdad, aunque no estén confirmadas. Con lo anterior se refiere en un momento ético en relación con la verdad reflejado en las dos primeras acepciones, y en la final se evidencia un momento epistemológico en relación con lo que se da a entender como saber o conocimiento. Esto hace referencia a un doble componente, tanto ético como epistemológico que a través de la historia se ha ido añadiendo a la educación, por lo tanto, un supuesto critico a la educación, supone actividades de pensamiento capaces de problematizar movilizar y deconstruir sus contenidos. Por eso conviene volver a pensar de nuevo, pero utilizando los contenidos y generen inquietudes en el echo de pensar. Para esto se debe estar dispuesto a un aprendizaje del pensar, permitiéndole a la filosofía de la educación convertirse en un relato de formación que anhela la producción de significado, en este sentido ya no existe la pretensión de cambiar lo existente, sino al contrario aprender a mirarlo, pero de una manera que permita ir más allá de lo que estamos acostumbrados a ver.

Para entender esto se debe prestar atención a dos grandes tradiciones filosóficas una critico hermenéutica la cual percibe la filosofía como un discurso racional, que hace de la realidad un objeto de conocimiento que establece criterios críticos de la realidad expresando sus propósitos en arcado problemáticas y conduciendo a diversas investigaciones, y otra tradición ascético estético existencial que ve la filosofía como forma e vida, la realidad como un lugar de presencia tomando esto o como una cosa sino como un acontecimiento generador de experiencias. La filosofía debería ser una obra poética, convertirse en un lenguaje educativo de significado y de sentido, capaz de asegurar una vida floreciente por medio del argumento y razonamiento, sin sentirse limitada por las experiencias humanas, sino al contrario impulsada e impulsora de una realidad extra experiencial, consistente en una forma de vida, privilegiando el conocimiento, criticando la realidad, transformando al mismo individuo, generando pensamiento. Entonces, la filosofía de la educación consiste en una serie de ejercicios de pensamiento interiores al sujeto dirigidos a modificar en sí mismos y en los otros, las maneras de vivir y ver el mundo, trata de dar respuestas y de gran importancia también formular preguntas, puesto que, muchas veces es lo más complejo y de mayor trabajo para el hombre, cuestionarse y criticar su propio existir. Su objetivo principal es adquirir experiencias en cuanto a cómo pensar, puesto que, esto es la apertura a la experiencia donde la realidad no es solo un objeto de conocimiento, sino también una representación de acontecimientos que permiten construir el pensamiento.