Vidal, Carlos - Evangelio En Poesia (ciclo B)

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EVANGELIO EN POESÍA Ciclo «B»

CARLOS VIDAL Y BESÓ

EVANGELIO EN POESÍA Ciclo B

EDICEPi

ÍNDICE Prólogo

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Introducción

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DOMINGOS Y FESTIVOS (Ciclo B) COLECCIÓN: EMAÚS n. 64

Nuevo ciclo: B

Primera edición: Junio 2002 Fotocomposición: EDICEP C.B.

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TIEMPO DE ADVIENTO Adviento

Diseño de portada: Antonio Díaz Tortajada

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Primer domingo. Vigilancia

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Segundo domingo. Camino de conversión

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PRINTED IN SPAIN

Tercer domingo. Juan Bautista

29

I.S.B.N.: 84-7050-680-3

Cuarto domingo. El anuncio de María

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Depósito Legal: V-1879-2002

TIEMPO DE NAVIDAD

© by EDICEP C.B. Almirante Cadarso, 11 • 46005 - VALENCIA (España) Tfno.: (34)96395 2045 • 96 395 7293 • FAX: 96395 22 97 E-mail: [email protected] • www.edicep.com

Vigilia de Navidad. Dios y Hombre

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Navidad

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IMPRIME: GUADA Litografía S.L. VALENCIA (España)

Día de Navidad. Jesús manifestación del Padre

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Infraoctava de Navidad. La Sagrada Familia

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Octava de Navidad. Santa María Madre de Dios

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Segundo domingo. Jesús es la Palabra Epifanía del Señor. Manifestación del Señor Primer domingo: Tiempo ordinario. Bautismo de Jesús

44 45 47

TIEMPO DE CUARESMA Cuaresma Miércoles de Ceniza Primer domingo. Las tentaciones Segundo domingo. La transfiguración Tercer domingo. Los traficantes del Templo Cuarto domingo. Anuncio de la cruz Quinto domingo. Buscar a Jesús Domingo de Ramos. En la Pasión del Señor TRIDUO PASCUAL: Jueves Santo, de la Cena del Señor. Amor supremo Jueves Santo. Yo soy para mi Amado Viernes Santo, de la Pasión del Señor. Muerte que da vida Sábado Santo. Silencio

51 52 54 55 57 59 60 62

64 66 67 69

TIEMPO DE PASCUA Vigilia Pascual Noche Pascual. ¡Ah resucitado! Primer domingo. Ver y creer Segundo domingo. El Resucitado y Tomás -6-

73 74 76 77

Tercer domingo. No temáis Cuarto domingo. El Buen Pastor Quinto domingo. Cristo es vida Solemnidad. Ascensión Séptimo domingo. Señor, que sean uno Solemnidad. Pentecostés Solemnidad. Santísima Trinidad Solemnidad. Cuerpo y Sangre de Cristo

80 81 82 84 85 87 88 90

TIEMPO ORDINARIO Segundo domingo. Vocación 95 Tercer domingo. Conversión 97 . Cuarto domingo. El poder de la Palabra 99 Quinto domingo. Jesús vence el mal 100 Sexto domingo. Jesús cura a un leproso 102 Séptimo domingo. Jesús y un paralítico 104 Octavo domingo. La ley del espíritu 106 Noveno domingo. EIShabbat 107 Décimo domingo. Fe en Jesús 109 Undécimo domingo. El Reino de Dios 111 Duodécimo domingo. Sálvanos Señor 112 Decimotercer domingo. La hija de Jairo y la Hemorroísa 114 Decimocuarto domingo. Nazaret,faltadefe 117 Decimoquinto domingo. Llamó a los doce 118 Decimosexto domingo. Actividad)' descanso 120 Decimoséptimo domingo. Jesús es el Señor 121 Decimoctavo domingo. Jesús pan del cielo 123 Decimonoveno domingo. Jesús pan de vida eterna 125 -7-

Vigésimo domingo. Jesús vive siempre 126 Vigésimo primer domingo. Comunión 128 Vigésimo segundo domingo. Puro e impuro 129 Vigésimo tercer domingo. Todo lo hizo bien 131 Vigésimo cuarto domingo. Evangelizadores 132 Vigésimo quinto domingo. El más importante 134 Vigésimo sexto domingo. Cielo y no abismo 136 Vigésimo séptimo domingo. Unidad, no divorcio 137 Vigésimo octavo domingo. Cristo, lamayor riqueza 139 Vigésimo noveno domingo. La verdadera grandeza .... 141 Trigésimo domingo. El ciego de Jericó 143 Trigésimo primer domingo. Shemá Israel 145 Trigésimo segundo domingo. El orgullo y la humildad 147 Trigésimo tercer domingo. El cristiano vigilante 149 Trigésimo cuarto domingo. Jesucristo es Rey 150 FIESTAS Solemnidad. María Inmaculada Solemnidad. San José Solemnidad. Santiago Apóstol Solemnidad. Asunción de María Solemnidad. Todos los Santos

155 156 158 160 161

DEVOCIÓN: Jueves después de Pentecostés. Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote Viernes posterior al segundo domingo después de Pentecostés. Sagrado Corazón de Jesús

164

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PRÓLOGO Aunque lo pareciera, no debe extrañar, en absoluto, la versificación de la Sagrada Escritura. La razón es obvia y elemental. La Palabra revelada es, ya en el mensaje, y prácticamente, en todos sus libros, en cuanto al lenguaje, inspiración pura, o, con más exactitud, pura creatividad escrita de sublime expresión. Afirmación que requiere una importante y capital precisión: evidentemente, la revelación de Dios a los hombres no es un tratado de lirismo. Es una clara manifestación de Dios a la creación entera, para que le conozca y reconozca como su Creador; sepa ver sus planes en el devenir diario; y el hombre encuentre sentido a su existencia terrenal a través de palabras divinas. Pero esa Manifestación -o Revelación- en su contenido y en su expresión, tiene tal belle-9-

za, elavación, armonía y grandeza que le confiere el título de obra creativa escrita. Y soberana además. No ya, por ejemplo, en los Siete Libros Sapienciales, delA.T. -puroy elevadhimo éxtasis lírico- sino en los más «prosaicos», como todos los históricos y legales ... Y si nos referimos al NT. la poeticidad es absoluta en sus veintisiete escritos. Desde Mateo hasta el Apocalipsis, cada narración está impregnada de tal sublimidad lírica, por su sencillez, elevación espiritual y valores supremos, que es muy difícil calibrar la priorización del lenguaje junto a la de su expresión intelectiva. Se dice que, en la Biblia, la idea es de Dios y la forma narrativa del escritor. Lo cual no es cierto, en todos sus extremos: las ideas, divinas, trascendentes, inimaginables para cualquier hombre, la propia esencia de Dios, no pueden ser comprendidas y transmitidas sólo por mente humana alguna. Esa realidad superior le trasciende. Es el propio Dios quien, además del mensaje, pone las palabras justas y necesarias, las palabras decisivas, en la pluma del escritor. Éste sí les dará su sello, su sicología, su estilo personal. Pero es Dios el que revela, el que dicta y el que escribe. ¿ Quién es el ser capaz de definir a -10-

Dios y colocar las palabras exactas si no es el propio Dios revelador? «Dijo Dios a Moisés: "Yo soy el que soy". Y añadió: Así dirás a los israelitas: "Yo soy" me ha enviado a vosotros» (Ex 3, 14). Los grandes sabios y filósofos de la antigüedad-Platón, Aristóteles, Gautama, Buda, Meti, Confucio y posteriores: Cicerón, Séneca ...-ni por aproximación, llegaron a imaginar algo parecido. Ahora bien, una cosa es la Revelación, como tal -73 Libros Canónicos- que empieza con el Génesis y termina con Juan Apóstol, y que debe admitirse, taxativamente «adpedem litterae», de manera íntegra. Y otra, la catcquesis, la didáctica, el sentido influyente de la Biblia, el modo de explicarla. Métodos los hay numerosos: teológicos, educativos, populares, catecumenales, de diálogo, verbales, alusivos, ¡poéticos! Quizá sea éste un método educativo y pedagógico, que ha tenido mucha relevancia en la historia de la poesía española. Ninguna generación, tiempo, espacio lírico, movimiento, corriente creativa. Nigún poeta, aun agnóstico o ateo, ha dejado de escribir sobre temas bíblicos o religiosos en sus obras. Desde que nace el castellano, en torno al año 995, con -11-

aquellas deliciosas e ingenuas moaxacas y jarchas mozárabes, a las que siguen los primitivos octosílabos de los Cancioneros y Romanceros; cabalgando sobre los muy religiosos poemas de la Edad Media, de la mano de Hita, Berceo, Astorga, Sem Tob, y los más acentuados y supremos del Renacimiento y Barroco -siglos de Oro XVI y XVII- como Garcilaso, Boscán, Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Lope, Teresa de Jesús...; adentrándonos en el Neo-clasicismo y Pre-romanticismo, con Moratín, Cadalso, Cienfuegos...; buceando en el mismo Romanticismo con el Duque Ribas, Isla, Campoamor, Rosalía, Becquer; reviviendo con intensidad el Modernismo y la generación del 98, con un Unamuno, agnóstico pero capaz de escribir el mejor poema a Cristo Crucificado de tanta o más talla lírica que los homónimos de Teresa de Jesús o Juan de la Cruz; analizando elfenómeno neoclásico de la generación del 27, con Juan Ramón Jiménez, creyente y transido de eternidad, o un Miguel Hernández, ateo pero autor de un soneto mágico a la inmensidad de Dios, que también cantaron Guillen, Dámaso Alonso, G. Diego, Salinas, Rosales, Lorca; y terminando como remate con los poetas de la -12-

llamada generación de los 50 -así Valente, C Rodríguez, Cabodevila, Martín Descalzo, Brines- la huella de la poética hispana está llena de constantes alusiones al hecho religioso y cristiano. Sin él, nuestra lírica estaría no sólo incompleta sino fofa, vacía, carente de solidez y sentido, desnortada y sin rumbo. Pero, curiosamente -que sepamos al menos, y si exceptuamos los fallidos intentos de José Canilla, en el siglo XIX, como ya apuntamos en el tomo del Ciclo A- nadie ha poetizado, la Sagrada Escritura. Intentos sí ha habido, pero muy carentes de relevancia. De ahí el mérito de Carlos Vidal al sistematizar, de modo riguroso y litúrgico, sobre la base oficial de los textos evangélicos referidos a los tres Ciclos dominicales y festivos, unas logradísimas estrofas que explican, bella y líricamente, el mensaje del mismo Jesús a los hombres. La pasión de Vidal por lo religioso, además de catequética y poética, raya en lo obsesivo. No es que le guste escribir sólo sobre la Palabra de Dios y su relación con los hombres, es que lo trascendente y la Revelación son el nú-13-

cleo de su cristianía, de su sacerdocio, de su vida entera, y por tanto, de su lirismo. Recibimos, con alborozo y gratitud, este tercer regalo de su creatividad poética. Le animamos a seguir por esa difícil senda de interpretar la Palabra de Dios de modo sencillo y lírico. Y le brindamos todo nuestro apoyo en esa ardua pero apasionante empresa. Con la seguridad de que, a cambio de su esfuerzo por escribir, seremos legión los que le leeremos. No hay mejor premio para un escritor. ÁNGELNAVARRO Valencia, 31 de marzo, Pascua de Resurrección

INTRODUCCIÓN Uno de los grandes pilares de la Iglesia Católica es la Palabra de Dios. De ella viene la santidad y la gracia para la vida de todo cristiano. El Vaticano II y el magisterio de los Sumos Pontífices, han escrito abundante y hermosa doctrina, acerca de la importancia de la Palabra de Dios y de la restauración del uso de la Sagrada Escritura en todas las celebraciones litúrgicas. Desde el Vaticano II, la Iglesia ha establecido tres Ciclos de la Palabra: A, B y C, para ser proclamados durante tres años, en la celebración del Sacrificio de la Santa Misa. De este modo se consigue un mayor conocimiento de hechos y dichos de Jesús.

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Este libro sólo contiene: los Evangelios de los Domingos y Festivos y dos días de Devoción, del llamado Ciclo B. El Ciclo B, se caracteriza por la narración de la vida de Jesús según san Marcos. En los domingos III, IV y V de Cuaresma, por ser domingos en los que se realizan los Escrutinios-Examen de los catecúmenos, que en la noche de Pascua van a recibir los sacramentos de la iniciación cristiana, el evangelio que corresponde a este Ciclo B, el celebrante puede sustituirlo por el corresponiente al Ciclo A. Además, después del Domingo XVI Ordinario, se intercalan cinco lecturas del capítulo VI de san Juan, llamado «Discurso del Pan de vida». Los cristianos adoramos a un Dios vivo que habla a los hombres. La Palabra de Dios en el A.T. es preparación del hecho central del N.T. donde el Verbo se hace carne. La Palabra de Dios tiene una realidad dinámica, esto es, obra al ser proclamada, -16-

y el Señor desea que el hombre actúe y tome posición frente a ella. Que la lectura pausada de estos «Poemas», redunde en santidad y gracia en todos los lectores y crezca en ellos mayor amor a las Sagradas Escrituras y un gran deseo de evangelización.

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DOMINGOS Y FESTIVOS Ciclo B

NUEVO CICLO: B No son siglos, son milenios llenos de predicación, en los que la Iglesia anuncia el inmenso amor de Dios. Nuevo «Ciclo» se presenta lleno de luz y esplendor, dando al mundo la Palabra que es divina y es amor. Liturgia de la Palabra procura una relación con la Santa Eucaristía que es misterio y es unión. El anuncio del «Kerigma», la Muerte y Resurrección, va penetrando en la vida y empuja a la conversión. — 21 —

Nuevo Año, nuevo Ciclo, nueva siembra para el alma, abundando en nuevos frutos para conseguir la palma. Vamos a esperar la Gracia que nos envía Dios Padre, la unidad del Espíritu y a María nuestra Madre.

HEMPO DE ADVIENTO

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ADVIENTO El Adviento es el camino que lleva a la Navidad, y también expectación porque Cristo va a llegar. Es u n tiempo de esperanza, de esperanza y de dulzura, por la segunda venida de Dios a sus criaturas. Dios indica su presencia en la Iglesia, que es su esposa, en múltiples Sacramentos y en María, Madre hermosa. Adviento: gran vigilancia, mucho amor a los hermanos, dar testimonio de fe, rezar por los alejados. — 25 —

Cristo está siempre presente, nunca deja de venir, y ante el grito de los hombres marca el camino a seguir. De nuevo este santo Adviento sea el tiempo de vivir en santidad y en la gracia, que nos van a convertir. Que el Señor, que es nuestro Padre, nos ayude en el luchar, y consiga que le amemos en la tierra más y más.

VIGILANCIA Primer domingo Marcos 13, 33-37

En este primer domingo, Dios nos viene a recordar que vivamos muy atentos, sin dejar de vigilar. Cristo anuncia su venida y es seguro que vendrá; — 26 —

mas ni el día ni la hora puede el hombre adivinar. Quiere el Señor que esperemos trabajando sin cesar, para que al llegar el dueño, ganancias pueda encontrar. Puede venir por la tarde, puede que al amanecer; viene con amor de Padre, quiere el fruto recoger. Son constantes las venidas y presencias del Señor: aprovechemos su paso, pues está a nuestro favor. Fortalécenos la fe, auméntanos el amor, aviva nuestra esperanza, cambíanos el corazón. Ven aprisa, sin tardar; oye el grito y el clamor de tus hijos, que desean vivir ñeles en tu amor.

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CAMINO DE CONVERSIÓN Segundo domingo Marcos 1, 1-8

Nuestra vida es el camino donde Dios quiere habitar, y desea que los hombres cumplan, en ella, su plan. Es u n plan de conversión y de gran humanidad, donde reine lo divino y se busque la unidad. Señala Cristo el camino; J u a n predica la verdad y es la voz que en el desierto anuncia la santidad. J u a n es el que va delante preparando los caminos, invitando a penitencia y a vivir a lo divino. Es el Mesías quien salva con u n bautismo de fuego — 28 —

y del Espíritu Santo para darnos luego el cielo. Pues si siempre somos tuyos y estamos por ti marcados, queremos ser hijos fieles, ya que estamos bautizados.

JUAN BAUTISTA Tercer domingo Juan 1, 6-8. 19-28 Dios quiso enviar delante u n a luz muy refulgente; esa luz fue J u a n Bautista, que predicaba a la gente. Fue u n hombre de austeridad; testimonio dio de luz, vivió en medio del desierto, le siguió gran multitud. Le preguntaron a Juan, sacerdotes y levitas, si en verdad era el Mesías, o si acaso era Elias. — 29 —

-Soy la voz, que en el desierto clama y al bien siempre invita: que se proteja a los pobres, a los huérfanos y viudas-. Mas ellos le contestaron: -Si tú no eres el Mesías, ¿cómo te atreves a hablarnos y a dirigir nuestras vidas?-Enviado soy de Dios y u n bautismo de agua llevo, mas cerca está ya el Mesías con Bautismo de agua y fuegoJ e s ú s úrae vida eterna. Él nos da la salvación: escuchemos su Palabra, que enriquece y es amor.

EL ANUNCIO A MARÍA Cuarto domingo Lucas 1, 26-38

Maravillosa, en María, su disponibilidad: la llenó Dios de su gracia, de belleza y santidad. Aparece, en el Adviento como figura importante, agraciada en humildad y en pureza desbordante. El arcángel san Gabriel a Nazaret fue enviado, revelándole a María el mensaje ya anunciado. Ante el misterio divino que el ángel le comunica, María u n «Sí» le responde: gran criatura y bendita. Alegría muy intensa, pues en ese mismo instante,

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en el seno de la Virgen, -El Verbo, Dios, se hizo carne-. Inmenso el poder de Dios haciéndola Inmaculada, y también Virgen y Madre, y en su humildad ensalzada. Del Espíritu es la obra, mas el «Sí» es de María. Bendito sea el anuncio que nos llenó de alegría.

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HEMPO DE NAVIDAD

DIOS Y HOMBRE Vigilia de Navidad Mateo 1, 18-25

Jesús, el Buen Nazareno, para el hombre es muy cercano: como Dios es infinito, como Hombre es ser humano. Es el Dios que se hace Hombre y por ello Omnipotente, nos da la felicidad, cambiándonos la mente. Al hacerse igual al hombre, entra en el mundo y su historia, tiene su genealogía y además es muy notoria. Él es Hijo de David de Abraham y de Isaac, de la casa de Jacob de David y de Judá. — 35 —

Catorce generaciones desde Abraham a David, y hasta la deportación catorce más en vivir.

Al despertarse José, al ángel obedeció. María dio a luz u n Niño Hijo único de Dios.

Y otras tantas existieron desde la deportación, hasta llegar al Mesías que trajo la salvación.

El Señor, que es Poderoso haga que le obedezcamos, y aceptemos sus misterios aunque no los comprendamos.

Desposada con María estuvo el justo José, y antes de convivir juntos cubrió, Dios, en ella el ser. La gran bondad de José no permitió denunciarla, y en secreto decidió a María repudiarla. Mas el ángel se aparece indicándole a José, que acepte a María Virgen pues el fruto de Dios es. En los antiguos profetas Jesucristo fue anunciado, naciendo de mujer Virgen y Enmanuel será llamado. — 36 —

NAVIDAD Lucas 2, 1-14

Navidad, luz refulgente, derroche de amor divino, hoy -el Verbo se hizo carney es la obra de Dios-Trino. Misteriosa Navidad en el Milenio presente, cuando el hombre espera paz y unidad entre la gente. Navidad que nos recuerda el amor que Dios nos tiene, — 37 —

al nacer en u n pesebre y para salvarnos viene. La Navidad nos impela a la unión de los cristianos, a rezar todos unidos y a querernos como hermanos. Entró Dios en nuestra historia, quiere en la tierra habitar; es Dios-Hombre entre los hombres, viene a enseñarnos a amar. Han pasado dos Milenios cantando la Navidad; las voces de ángeles suenen y venga al mundo la paz. Alégrese el mundo entero, ha llegado Navidad, que la venida de Cristo nos traiga felicidad.

JESÚS, MANIFESTACIÓN DEI PADRE Solemnidad Misa del día de Navidad Juan: 1, 1-18

Dios envía a Jesucristo, manifestación del Padre, su Palabra personal, el mismo Dios hecho carne. Viéndole a Él, se ve al Padre, facilita su presencia; se anonada por el hombre y se ofrece en obediencia. Es Cristo la Luz del mundo, luz divina y verdadera, que ilumina nuestra vida, aunque oscuridad hubiera. Mas, por venir en pobreza, los suyos no le reciben, y prefieren otros dioses que les ciegan y destruyen.

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Mas, a los que le reciben por el gran don de la fe, les concede ser sus hijos y u n día poderle ver.

ofreciendo al Niño Santo y dos pichones por Él.

La Palabra se hizo carne para mostrarnos su gloria y llevarnos junto al Padre, que es nuestra mejor victoria. Concede vivir unidos, a todos los que has salvado y llegar u n día juntos al reino, santificados.

LA SAGRADA FAMILIA Infraoctava de Navidad Lucas 2, 22-40

Para ser purificada María, según la ley, acuden los tres al templo: Jesús, María y José. María es Inmaculada, mas quiere cumplir la ley — 40 —

Simeón, u n hombre honrado, vivía en Jerusalén, era muy bueno y piadoso, y el Señor moraba en él. Dios le había prometido que no vería la muerte sin ver antes al Mesías esperado por la gente. Cuando entraron en el templo, Simeón se adelantó y tomando al Niño en brazos esta oración recitó: -Puedes dejar a tu siervo irse en paz, mi buen Señor, pues mis ojos contemplaron a quien es el Salvador-. Simeón dijo a María que una espada de dolor traspasaría su alma por ser Madre del Amor.

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Cristo, luz de las naciones, por muchos será aceptado, por otros muy discutido y al final glorificado.

Madre de Dios hecho Hombre: Madre Santa, Madre hermosa, Madre fiel, Madre abogada, nuestra Madre dolorosa.

Ana, que era profetisa, casada, viuda y anciana, servía a Dios en el templo y a todos del Niño hablaba.

Te buscaron los pastores, junto al Niño te encontraron, le vieron en el pesebre y como a Dios le adoraron.

Venid, Familia Sagrada: Jesús, María y José, y dadnos vuestras virtudes de unión, de amor y de fe.

SANTA MARÍA MADRE DE DIOS Solemnidad Octava de Navidad Lucas 2, 16-21

Día primero del Año, vivimos nuevo Milenio, la Iglesia llama a María Madre de Cristo y su Reino. — 42 —

Quedaste muy admirada de todo aquello que oías, y en tu corazón guardabas las cosas que de Él decían. Los pastores se alegraron de ver al Niño entre pajas; cantaron hasta dormirle y volvieron a sus casas. Pasados los ocho días al Niño circuncidaron: pusieron, Jesús, por nombre, como se había anunciado. Te queremos mucho, Madre. Esperamos alabarte, y por siempre bendecirte y allá, en el cielo, cantarte. — 43 —

JESÚS ES LA PALABRA Segundo domingo Juan 1, 1-18 Quiso Dios hacerse carne y acampó junto a nosotros. Viene a entregarnos su vida, lo mismo a unos que a otros. Jesucristo es Dios y Hombre, salva a todos los humanos, nos redime del pecado, nos bendice con su mano. Trae Palabra de vida, Palabra llena de luz, de la luz que es verdadera y proviene de la cruz. La Palabra se hace carne y penetra en nuestra vida: si la acoges y la aceptas, queda el alma enriquecida. La Palabra lo hizo todo, la vida en ella se encierra; luz que alumbra a todo hombre que aparece aquí en la tierra. — 44 —

Palabra que diviniza y que u n -hombre nuevo- engendra, deseemos poseerla y caminar por sus sendas. Que mis oídos te escuchen, que mi corazón te sienta, que mis labios te pronuncien, pues eres Palabra eterna.

MANIFESTACIÓN DEL SEÑOR Solemnidad. Epifanía del Señor Mateo 2,1-12 ¿Eran Magos? ¿Eran Reyes? A Jerusalén llegaron unos sabios del Oriente, y a la gente preguntaron: -¿Dónde está quien es Mesías y Rey del pueblo judío? pues una luz, desde el cielo, hasta aquí nos ha traído-. Entonces, el Rey Herodes consultó a grandes letrados, — 45 —

y dijeron que en Belén nacería el anunciado.

mas no volvieron a Herodes según la orden divina.

Herodes llamó a los Magos y por ellos se enteró que había nacido u n Niño, el Mesías, el Señor.

Queremos siempre adorarte, que, Tú, seas nuestro Rey, a ti queremos seguirte cumpliendo tu santa ley.

Volvió, en secreto, a llamar a los tres Magos de Oriente, indicando que buscaran a ese Niño entre la gente. Se llenaron de alegría al ver otra vez la estrella; eran hombres de gran fe y confiaban en ella. De nuevo, aquella gran luz que les había guiado se posó sobre una casa y en ella al Niño encontraron Allí vieron a María y a José, que saludaron, y postrándose de hinojos al Niño-Dios adoraron. Le ofrecieron unos dones: el oro, el incienso y mirra; — 46 —

BAUTISMO DE JESÚS Primer domingo. Tiempo Ordinario Marcos 1, 7-11

Va a dar comienzo Jesús a su misión salvadora, y el Padre y el Espíritu hacen presencia en su hora. Es Jesús de Nazaret quien llega donde está Juan; va a ser, por él, bautizado en las aguas del Jordán. Se oyen voces desde el cielo, y el Espíritu bajó en forma de una paloma cuando J u a n lo bautizó. — 47 —

-Eres Tú mi Único Hijo. Eres Tú mi preferido-. Así quedó ungido Cristo nuestro Mesías querido. Fue enviado J u a n delante; detrás vino Jesucristo. Mas Jesús es el Mesías; J u a n lo sabe y nos lo ha dicho. En verdad: -Yo no soy digno de desatar sus sandalias-. Jesús es la luz del mundo e ilumina nuestras almas. Gracias, por nuestro bautismo,, por darnos tu filiación; que todos contribuyamos en la evangelización.

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TIEMPO DE CUARESMA

CUARESMA Cuarenta días preparan la Noche Santa y sagrada. Noche, bendita, de Pascua, Resurrección anunciada. Es la Cuaresma gran tiempo de la total conversión; nos proporciona los medios para volvernos a Dios. Que la Palabra divina escuchada con fervor, expulse todas las muertes que inquietan el corazón. Limosna y desprendimiento, el ayuno y la oración, consigan el abandono en los brazos del Señor. — 51 —

Pues, de El, viene toda gracia y la justificación, el perdón de los pecados, la santidad y la acción. Alerta en las tentaciones; a Cristo pertenecemos; nuestro destino es la gloria donde felices seremos. La Cuaresma, enriquecida con los dones celestiales, nos haga miembros activos en medio de tantos males.

CENIZA Miércoles de Ceniza Mateo 6, 1-6 16-18 El Miércoles de Ceniza es día penitencial, que nos recuerda el ayuno y dignidad bautismal.

Pues los hombres pagan poco. Quien más paga es Jesucristo. Cuando se hace una limosna no hay que tocar la trompeta, no sepa tu mano izquierda lo de tu mano derecha. Al igual que cuando rezas no interesa que te vean. Está el Padre en lo escondido y oye la oración que sea. Y si de veras ayunas, lava la cabeza y cara para que no te lo noten: es lo que a Dios más agrada. Si das el ciento por uno y después la vida eterna, paga Señor nuestras obras puesto que Tú nos gobiernas.

Es tiempo de hacer el bien, mas nunca para ser vistos. — 52 —

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LAS TENTACIONES Primer domingo Marcos 1, 12-15

Muchas son las tentaciones que en vida Jesús sufrió, difíciles todas ellas mas todas las superó. El Espíritu lo empuja al interior del desierto, a vivir cuarenta días siendo tentado, por cierto.

Cerca está su Reino, dice, y que el plazo es ya cumplido; les pide que se conviertan de los males cometidos. Aumenta, Señor, la fe, la gracia y tus santos dones, para poder rechazar las múltiples tentaciones. LA TRANSFIGURACIÓN Segundo domingo Marcos 9,2-10

Vivió entre las alimañas ayunando y en silencio, sólo ha experimentado la dureza de los vientos. Es el Mesías divino, Hijo de Dios Humanado, y vence las tentaciones que Satán le ha presentado. Los ángeles le servían y prestan adoración. Jesús marcha a Galilea lugar de predicación. — 54 —

Qué alegría y qué consuelo oír Transfiguración, en medio de la Cuaresma y cerca de la Pasión. El dolor y la alegría pertenecen al Señor: dos caminos en la vida que nos conducen a Dios. Después de anunciar su Muerte y Santa Resurrección, Jesús consuela a los suyos con su Transfiguración. — 55 —

Un día Jesús se lleva a Pedro, Santiago y J u a n a la cima de u n gran monte y se va a Transfigurar. Sus vestidos se transforman en u n blanco sin igual, con Elias y Moisés forman grupo celestial. Pedro tomó la palabra, y encontrándose feliz, desea montar tres tiendas y no moverse de allí.

x o s TRAFICANTES DEL TEMPLO Tercer domingo Juan 2, 13-25

Es u n gesto mesiánico detectar la corrupción, en los que son elegidos para entregar salvación. El gran celo por el Templo, le llevó u n día a Jesús a expulsar la corrupción: y le sentencian a cruz.

Una nube los cubrió y escucharon una voz: -Éste es mi Hijo el amado, en quien me complazco yo-.

Con azote de cordeles los echa a todos del Templo, diciendo que es el lugar de oración y buen ejemplo.

Miraron alrededor, mas a nadie ya encontraron. Jesús les mandó callar y a nadie se lo contaron.

Le piden explicaciones por expulsar comerciantes, cambistas y vendedores y a los que son traficantes.

Queremos, Señor, seguirte en dolor y en alegría: queremos ser tus amigos hasta entregarte la vida.

-Se va a destruir el Templo y Yo lo levantaré. Sólo tres días requiero y mi gloria os mostraré.

—se-

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Jesús habla de su Cuerpo, que Él iba a resucitar al tercer día de muerto. Mas no entendieron su hablar.

ANUNCIO DE LA CRUZ Cuarto domingo Juan 3, 14-21

Más tarde lo entenderán al verlo resucitado, y entonces recordarán que ya lo había anunciado.

El mismo Jesús anuncia a su amigo Nicodemo, que la cruz es la señal de quien ama hasta el extremo.

En la fiesta de la Pascua al oírlo, en Él creyeron por los milagros que hacía y el amor que percibieron.

La Cruz, señal del cristiano, habla del amor eterno: el amor hacia Dios Padre y el llamado amor fraterno.

Te damos, Señor, la vida. Llénala de tus riquezas, de fe, bondad y esperanza, de amor y delicadeza. (Ver Evangelio en poesía Ciclo A. LASAMARTTANA, p. 54)

Amó tanto Dios al mundo que envió a su Hijo amado, para que creyendo en Él el mundo fuera salvado. Es Cristo Luz verdadera y nos enseña el camino para llegar a su gloria, ya que el cielo es el destino. Mas el hombre, a veces, quiere vivir en oscuridades, experimentar tinieblas y realizar maldades.

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Hay que amar el Evangelio y vivir con rectitud, realizar buenas obras y no temer a la Cruz. ¡Oh Jesús que estás clavado y elevado en la Cruz! Desde ese trono tan santo danos tu gracia y tu luz. (Ver Evangelio en poesía, Ciclo A. EL CIEGO DE NACIMIENTO, p. 55) BUSCAR A JESÚS Quinto domingo Juan 12, 20 - 33 Ha llegado mucha gente y quieren ver al Señor; lo buscan para escucharle, pues les cautiva su amor. Es el apóstol Felipe, juntamente con Andrés, quienes a Jesús indican, que muchos le quieren ver. Ha llegado ya la hora de la glorificación, — 60 —

ha llegado ya el momento de la gran prueba de amor. Como los granos de trigo fecundan en el morir, así la vida del hombre da frutos en el sufrir. Tú quieres que te sirvamos en la hora del dolor, y así el Padre va a premiarnos por ser fieles al amor. Es inminente la hora y se acerca la Pasión, que lleva como gran fruto santa Glorificación. Mas el mundo no comprende, cómo tu Muerte da Vida y atrae a tantas personas para ser por ti elegidas. Queremos ser como el trigo, que molido y hecho harina, sirva para bien de todos caminando hacia la cima (Ver Evangelio en poesía, Ciclo A. JESÚS Y LÁZARO, p. 57) — 61 —

EN LA PASIÓN DEL SEÑOR Domingo de ramos Marcos 11, 1-10

Ciudad de Jerusalén, hoy de fiesta te engalanas y la gente entusiasmada grita con gran fuerza: ¡Hosanna! Llega Jesús Nazareno; es el gran predicador, le aclaman como Mesías y del pueblo es Salvador.

Unos, le dicen: ¡Bendito! Otros, le llaman: ¡Mesías! A otros, atrae tanto, que le siguen muchos días. Hoy queremos bendecirte, deseamos alabarte y decir a todo el mundo que no queremos dejarte. Te acompañamos con palmas y con los ramos de olivo, y en dolor o en alegría, queremos estar contigo.

Es u n Mesías humilde, sentado sobre u n borrico. Es Señor de los Señores, viene pobre, siendo rico. Echan al suelo sus mantos, proclaman su realeza, ha llegado y es la hora de exaltar hoy su grandeza. Se desbordan de entusiasmo, sus manos, ramas agitan, se escuchan cantos de gloria: «Hijo de David» le gritan. — 62 —

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TRIDUO PASCUAL

Un amigo le ha prestado u n lugar para la cena. Están los doce elegidos; J u d a s se marcha: da pena. Jesús empieza diciendo: -Hace tiempo que esperaba con gozo este gran momento y es mi alma quien lo ansiaba-. Se levanta de la mesa, se quita Jesús el manto y tomando la toalla se va a humillar el Dios-Santo.

DE LA CENA DEL SEÑOR AMOR SUPREMO Jueves Santo Juan 13, 1-15 Era llegada la hora de pasar del mundo al Padre y Jesús se manifiesta con u n corazón amable. — 64 —

Echa el agua en la jofaina y empieza a lavar los pies a sus queridos amigos, secándoselos después. Al llegar a Simón Pedro, éste le dijo al Señor: -¿lavarme los pies Tú a mí?Y Jesús le replicó: -Tú no lo entiendes ahora u n día lo entenderás-. Y Pedro volvió a decir: -jamás mis pies lavarás-. — 65 —

Y Jesús le contestó: -Si no te lavo, Simón, no tienes nada que ver conmigo y tu conversión-. Simón Pedro le contesta: -no mires mi gran torpeza. Lávame, Señor, los pies, las manos y la cabeza-. Entonces J e s ú s responde: -Uno, cuando se ha bañado, sólo se baña los pies; ya no se encuentra manchadoPuesto, Jesús, a la mesa les dijo: -¿Me comprendéis? Soy el Maestro y Señor y os he lavado los pies. También vosotros debéis lavaros unos a otros los pies; éste es el ejemplo que os he dado Yo a vosotros-.

YO SOY PARA MI AMADO Soneto

Es el día del Amor sin fronteras, es el día del Amor que no acaba, el Amor, que de mi Dios, yo esperaba, el Amor, que es eterno y es de veras. El Amor, que de mí dices esperas y que tantas veces te defraudaba, por mirar al mundo que me encantaba y no mirar lo grandioso que Tú eras. No soy digno de que por mí murieras, en eJ momento en que yo me a2ejaba y que por mí la sangre Tú vertieras. Ojalá, ¡oh Señor!, Tú me enloquecieras con Tu Amor, que es inmenso y nunca acaba y con él, en el cielo me metieras.

Danos, Señor, la humildad y el don de poder servir, sin mirar a las personas y así poderte seguir. — 66 —

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DE LA PASIÓN DEL SEÑOR MUERTE QUE DA VIDA Viernes Santo Ésta es la mayor señal del Amor que Dios nos tiene, entrega, a la Cruz, su Hijo y en esa Cruz le mantiene. Le invitan a que se baje de la Cruz, sus enemigos y llega a morir en ella por los hombres sus amigos. Nos redime con dolor; su muerte nos ha salvado, la muerte ha sido vencida, pues Cristo ha Resucitado.

Nos amaste hasta el extremo, te excediste en el Amor; queremos corresponderte siendo testigos de Dios. Clavos, espinas, dolor. Todo por nuestros pecados, y se oyó tu queja al Padre, -¿Por qué me has abandonado?Ya no más crucificarte. Lejos, de todo pecado. Vivir, para bendecirte, vivir, de ti enamorados.

SILENCIO Sábado Santo

¿Cuándo vamos a aprender que el dolor es redención y el sufrimiento aceptado camino de perfección?

Es u n día de silencio, hoy, Cristo, está sepultado, llenos de fe y esperanza se espera al Resucitado.

En este día, Señor, nos vienes a recordar, que has cargado los pecados de toda la Humanidad.

El grano de trigo ha muerto, se espera trigo abundante, Cristo va a ser conocido y su doctrina radiante.

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Se terminará el silencio de este Cristo sepultado y su mensaje divino por muchos será aceptado. Este, Dios-Hombre, que yace y que ha muerto por amor, hará que sus seguidores le proclamen Redentor. Hoy es día de esperanza, de grande fe y confiar, que al tercer día de muerto Cristo va a resucitar. Nuestro Dios, es Dios de vivos, la muerte va a ser vencida. Cristo, es Hijo de Dios vivo, Camino, Verdad y Vida.

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TIEMPO PASCUAL

VIGILIA PASCUAL Maravillosa la noche de la Vigilia Pascual, donde se vive y se canta con u n amor celestial. Liturgia que nos recuerda que Jesucristo es la Luz, y que nos guía en la vida quien nos redimió en la Cruz. Hermoso el Cirio Pascual, Pregón y Canto de Gloria en la Noche más preciosa y en que Cristo es la Victoria. Las lecturas nos recuerdan la Historia de Salvación; siempre Dios amando al hombre, aunque exista rebelión. — 73 —

Santa es la Noche y de Gloria, niños despiertos cantando, el Pueblo de Dios en fiesta: todos lo están celebrando. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Cristo está Resucitado, siempre vive entre nosotros y a todos nos ha salvado.

¡HA RESUCITADO! Noche Pascual Marcos 16, 1-17

María la Magdalena y también la de Santiago, al igual que Salomé, buscan a su ser amado. Han comprado unos aromas, caminan a embalsamarlo, al inocente Cordero, a quien no dejan de amarlo.

van llorando, el alma en pena: se encuentra Jesús oculto. ¿Quién nos quitará la piedra? Mas vieron, cuando llegaron, la piedra estaba corrida y u n joven dentro sentado. Les dijo: -No os asustéis. ¿Buscáis al Resucitado? Pues ya no se encuentra aquí: JESÚS HA RESUCITADO-.

Decidles a sus amigos, a quienes Él tanto ha amado, que vayan a Galilea: lo verán Resucitado. Todos marcharon corriendo, muchos temblaban de espanto, no dijeron nada a nadie: tenían miedo a contarlo.

Es temprano, sale el sol, caminan hacia el sepulcro, — 74 —

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VER Y CREER Primer domingo Juan 20, 1-9

Fue entonces cuando entró el otro, el que primero llegó, y ante el sepulcro vacío: todo lo dicho creyó.

Nos cuenta, San J u a n , que u n día, primero de la semana, fue María Magdalena al sepulcro, de mañana.

No entendían la Escritura: Cristo iba a resucitar entre los muertos, y vivo en su Reino iba a estar.

Cuando estuvo ya muy cerca la losa la vio quitada. Ella buscó a Simón Pedro y a quien J e s ú s tanto amaba.

Nuestro Dios es Dios de vivos. La muerte ha sido vencida, el pecado redimido, y de la muerte, la vida.

Y les dijo: -se han llevado del sepulcro a mi Señor. No sabemos quién lo ha hecho ni dónde el cuerpo dejó-. Salieron Pedro y el otro hacia el sepulcro, los dos; mucho más corría el otro y en el sepulcro no entró. Vendas vieron en el suelo. Pedro en el sepulcro entró y vio enrollado el sudario que la cabeza cubrió. — 76 —

EL RESUCITADO Y TOMÁS Segundo domingo Juan 20, 19-31

Se han cumplido las palabras de Jesús resucitando; se aparece a sus amigos y los va así consolando. Se ha aparecido a su Madre, y también a las mujeres — 77 —

que en su vida le ayudaron en diferentes quehaceres. Al anochecer del día primero de la semana, va en busca de sus amigos, que ya no esperaban nada. Tienen miedo a los judíos, las puertas están cerradas, y J e s ú s Resucitado viene a alegrarles las caras. -La Paz sea con vosotros. Ved, mis manos y costado-. Se llenaron de alegría al verlo resucitado. -Como el Padre me ha enviado, también os envío Yo. A quien perdonéis pecados, los he perdonado Yo-. No estaba Tomás con ellos cuando apareció el Señor, y obstinado en su postura, negaba la aparición.

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Y decía con firmeza: -Si no meto yo los dedos en sus propios agujeros, os digo que no lo creo. Y si no meto la mano en su sangrante costado, no creo que el Buen Maestro, se encuentre Resucitado-. Nuevamente reunidos, y Tomás junto con ellos, se apareció Jesucristo para quitarles el miedo. Y le dijo al buen Tomás: -Pon tus dedos en mis llagas y tu mano en mi costado. Fíate de mis palabras. Dichosos, Tomás, aquellos que sin ver, lo que Yo digo, se fían de mi mensaje y quieren vivir conmigo-.

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NO TEMÁIS Tercer domingo Lucas 24, 35-48

El Señor Resucitado nos va allanando el camino, va entregándonos la paz, pues a redimirnos vino. Muchos son los que le han visto con Cuerpo Resucitado, y han escuchado palabras de paz, de amor y de agrado. Han visto sus pies y manos y sus llagas han tocado, sus palabras dieron vida y hasta el miedo ha terminado. J e s ú s insiste y recuerda, que en vida les anunció que había de padecer y habría persecución. Pero que tras el dolor, viene la Resurrección. Son dichosos los que sufren, porque en ellos está Dios. — 80 —

¡Cristo ha vencido la Muerte! ¡Cristo nos da la Victoria! ¡Cristo nos trae la Paz! ¡Cristo nos dará la Gloria!

EL BUEN PASTOR Cuarto domingo Juan 10, 11-18

Es con frecuencia san J u a n quien nos habla de la Vida, y a Jesús que la defiende cuando se encuentra perdida. Aparece muchas veces dando Jesús vida al cuerpo: a los ciegos dando vista, y resucita a los muertos. Hoy san J u a n nos representa la figura del Señor, que se entrega a las ovejas con amor de Buen Pastor. Un Pastor de amor sublime, que ante el peligro que viene — 81 —

defiende a todo el rebaño y ante la muerte no teme. Él conoce a sus ovejas y ellas conocen su voz. Él las llama por su nombre y obedecen con amor. Hay también otras ovejas lejos de este Buen Pastor, y pretende conquistarlas con su palabra y acción. Mas desea llegue el día, dice Cristo con amor, que exista sólo u n rebaño bajo el mando de u n Pastor.

Es la verdadera Vid y nosotros los sarmientos, unidos a Él, con fuerza, no tememos malos vientos. Desea que demos frutos, pues su Padre es labrador, y si no los hay, Él poda para bien del Padre-Dios. Ningún fruto dar podemos separados de la Vid. Unidos a Jesucristo los podemos conseguir. Sin Cristo, nada se puede. Sin Cristo, gran sequedad. Con Cristo, hay abundancia de frutos y santidad.

CRISTO ES VIDA Quinto domingo Juan 15, 1-8

Queremos ser los sarmientos repletos de amor y paz, transmitiendo amor de Cristo al ir a evangelizar.

¡Qué alegría! Cristo es Vida, su contacto es fortaleza, da alegría y bienestar y destruye la maleza. — 82 —

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ASCENSIÓN Solemnidad Marcos 16, 15-20

Nuevamente se aparece Jesús, a sus Once amigos, que en el fondo de su alma querían ser sus testigos. Es tiempo de despedida y les da u n a gran misión: -Id y anunciad a los hombres el Evangelio de amor. Que crean y se bauticen y encontrarán salvación; pues he venido a salvaros, no quiero condenación. Si creen en mis palabras harán los signos de Dios, dominarán al maligno, curarán con bendición-. Habló J e s ú s a los Once y de ellos se despidió. Jesús ascendió a los cielos y está a la derecha de Dios. — 84 —

Ellos marcharon contentos y al mundo comunicaron, aquello que en vida vieron y lo que en vida escucharon. Hoy, tu Ascensión a los cielos, invita a volar muy alto; a buscar la perfección y desear lo más santo.

SEÑOR, QUE SEAN UNO Séptimo domingo Juan 17, 11,19 Testimonio y despedida, como una eterna oración, para aquellos que le sigan con fidelidad de acción. Jesús encomienda al Padre, ante su próxima ausencia, a los que han sido elegidos a una misión de excelencia. Pide al Padre la unidad y guardarlos en la brecha, — 85 —

pues el mundo tienta fuerte y el mal insiste y no cesa.

PENTECOSTÉS Solemnidad

Jesús pide en la oración que no se le pierda nadie, y la Palabra entregada les fortalezca y les guarde. No los retire del mundo y que los guarde del mal y aunque vivan en el mundo vivan a lo celestial. Como u n día me enviaste, Yo también los envié, y quiero que evangelicen y el mundo sea u n Edén. Guarda, Señor, a tu Iglesia. Santa y pecadora es. Es Santa por Jesucristo y el hombre pecadores.

Juan 20, 19-23

Une, Juan, Pentecostés con el Espíritu Santo; los temas «ver y creer» «tener gozo» y «tener llanto». Gozo, por Resurrección, llanto, por la soledad, por la marcha del amigo y vivir en orfandad. Ha aparecido el Señor aun con las puertas cerradas y dice: -Paz a vosotros, podéis ver aquí mis llagas-. Se llenaron de alegría, al verle glorificado, y de Paz se llenó el alma, la Paz del Resucitado. Exhaló, Jesús, su aliento y les dijo con amor: -Recibid el Espíritu y la fuerza del perdón.

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A quien perdonéis pecados, se los perdonaré Yo-. Os entrego mis poderes, Apóstoles míos sois. Tu Santo Espíritu invada nuestro pobre corazón, y que ese mismo Espíritu confirme la conversión.

SANTÍSIMA TRINIDAD Solemnidad Mateo 28, 16-20 Confesamos los cristianos Única Naturaleza y Tres Personas distintas en Dios, la mayor riqueza. Único Dios verdadero, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu. Trinidad en la Unidad. A cada uno entregamos, con humana apropiación, — 88 —

u n trabajo diferente y propia dedicación. La Creación, es del Padre. Del Hijo es la Redención. Del Espíritu divino, la gran Santificación. Las Tres son u n sólo Dios. Son la Suma Santidad, son eternos e infinitos en su gran actividad. Aquellos Once elegidos que acuden a Galilea, Jesús les dio la misión de anunciar la Buena Nueva. Mandato de Bautizar, en el nombre que es del Padre, y del Hijo muy amado y el Espíritu admirable. Indica el Resucitado que se guarde lo mandado, prometiendo ayuda al hombre y el estar siempre a su lado.

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CUERPO Y SANGRE DE CRISTO Solemnidad Marcos 14, 12-16.22-26

Tú querías hacer -Pascuahacer -Paso- con los hombres, hacer u n a -Nueva Alianza-, aunque a la mente le asombre.

Has querido hacer Alianza hasta el fin de nuestra vida, diciéndonos: que es el hombre tu creación preferida. Sacrificio salvador, Eucaristía sagrada, haced que la Comunión, nos lleve a la Patria amada.

Siempre ha sido tu deseo salvarnos, Señor, del mal, liberarnos del pecado, darnos tu vida inmortal. Pensábamos que marchabas al cielo resucitado, y al hombre en tierra dejabas débil y desamparado. Mas, no nos abandonaste. Marchabas y te quedabas, y para ello u n milagro: el vino y pan consagrabas. Te has quedado con nosotros en el Pan ya consagrado y tu Sangre que redime y que a todos ha salvado. — 90 —

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TIEMPO ORDINARIO

VOCACIÓN Segundo domingo Juan 1, 35-42 Es el Señor quien nos llama y viene a nuestra existencia, deseando la conquista de todos para su Iglesia. Él tiene la iniciativa en la vocación cristiana, pues su gracia la dirige y sin su fuerza no hay nada. Por indicación de Juan, dos discípulos siguieron a Jesús, que caminaba por unos rudos senderos. Jesús vio que lo seguían y preguntó: -¿Qué buscáis?— 95 —

Y contestaron: -Rabí. ¿Dónde vives? ¿Dónde vas?-

CONVERSIÓN Tercer domingo

-Venid, dijo, y lo veréis-. Fueron a donde vivía; era tarde encantadora, se quedaron aquel día. Andrés, al ver a Simón, le dijo muy animado: hoy hemos visto al Mesías, al Cristo, tan anunciado. Pronto lo llevó a Jesús, y éste le dijo al mirarlo: -Tú eres el hijo de J u a n - . Cefas le fueron llamando. Cámbianos el corazón, como a Simón en su nombre, y haz que en toda vocación sea responsable el hombre.

Marcos 1, 14-20

La llamada del Señor exige la conversión; plena adhesión al Maestro y a la voluntad de Dios. Hay que renunciar al mundo, hay que detestar el mal, amar a Dios y al hermano y aceptarlo como tal. Cuando arrestaron a Juan, Cristo marchó a Galilea; predica el Reino de Dios, aunque muchos no lo crean. Habla de la conversión, conversión del corazón; creer la Buena Noticia, que es la Palabra de Dios. El lago de Galilea fue testigo del encuentro de Andrés y también Simón con Cristo, en aquel momento.

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A los dos Cristo les dijo: -Venid conmigo, y haré que logréis ser pescadores de hombres llenos de gran fe-.

EL PODER DE LA PALABRA Cuarto domingo Marcos /, 21-28

Escucharon la llamada, dejaron barcas y redes y siguieron a Jesús olvidando sus quehaceres.

Palabra de Dios grandiosa, llena de sabiduría de poder y santidad, de bondad y de alegría.

Más tarde encontró a Santiago y a su hermano, el joven Juan, remendando grandes redes para irse a trabajar.

Palabra llena de fuego, que aquello que dice lo hace; el infierno se estremece cuando en la tierra Dios nace.

A los dos hermanos, dijo: -Venid, a vivir conmigo-. Y dejando su trabajo, dijeron: -Vamos contigo-.

La Palabra es Buena Nueva y posee autoridad: todos quedan admirados, la desean escuchar.

Seguirte, Señor, queremos y cumplir tus enseñanzas; sé, Tú, nuestra fortaleza y danos perseverancia.

El maligno no la acepta y desea con afán destruirla y anularla y no se puedan salvar. Jesús, en Cafarnaúm, enseña en la sinagoga; es el Shabbat, día Santo y nadie ya le interroga.

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Hay u n espíritu inmundo y le grita al Nazareno, mas Jesús le hace callar: es, el Santo de Dios, bueno. Todos los de allí afirmaban: ¡Qué grandiosa es la Palabra! El maligno aquí enmudece y es el Mesías, quien habla. Que tu Palabra divina nos dirija y acompañe, nos convierta y santifique, y de todo mal nos sane.

JESÚS VENCE EL MAL Quinto domingo Marcos 1, 29-39

Jesús hace los milagros como signos de victoria, de poder sobre el pecado y destellos de su gloria. Son signos de salvación; Cristo es vencedor del mal, — 100 —

y ante el pecado del hombre entrega u n perdón total. Jesús con sus cuatro amigos marcharon a visitar, a la suegra del buen Pedro que debía grave estar. Mucho Simón la quería, y con fe a Jesús pidió que la curara de fiebres. Y al momento la curó. Ella quiso agradecerles la visita y curación, y les rogó se quedaran a comer en su mansión. También curó a los enfermos que la gente le traía. Luego, Jesús se fue al monte a rezar, como solía. Pedro y demás compañeros le dijeron a Jesús: -Toda la gente te busca, pues Mesías eres Tú-.

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Siguió, el Señor, predicando por las cercanas aldeas, por los pueblos y ciudades de su amada Galilea. Que tu Palabra divina escuchemos con amor, y produzca en nuestra vida una pronta conversión.

JESÚS, CURA A UN LEPROSO Sexto domingo Marcos 1, 40-45

Consideraban la lepra, ser fruto de algún pecado, por eso cualquier leproso vivía siempre alejado. Desde muy lejos se oían sus gritos y sus lamentos, al sufrir la soledad en algunos campamentos. Un día, a Jesús, se acerca u n leproso, confiando — 102 —

que le cure de la lepra, que su carne va marcando. El leproso le suplica: -Si quieres, puedes limpiarme-. -Sí quiero. Queda ahora limpio. Yo te amo. Tu fe es grande-. Quedó limpio de la lepra. -No se lo digas a nadie; cumple lo que está mandado y tu vida, el bien irradie-. El leproso, ante el milagro, su camilla él cogió, aprisa marchó a su casa dándole gracias a Dios. El pecado es como lepra que corroe y que nos mata, nos quita la paz del alma y el cielo nos arrebata. Tú, Señor, sí que nos llenas de alegrías y favores. Tú, destruyes nuestros males y eres Señor, de Señores.

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JESÚS Y UN PARALÍTICO Séptimo domingo Marcos 2, 1-12

Jesús, en Cafarnaúm, vuelve a ser el gran Maestro; llena las calles y plazas, con sus palabras y gestos. Han llegado cuatro amigos que traen u n hombre enfermo, tullido en pobre camilla y vienen desde muy lejos. Es u n día, de gentío; Cafarnaúm está lleno y repleta está la casa donde habla el Nazareno. Se subieron al tejado, levantaron unas tejas, descolgaron al enfermo y frente a Jesús lo dejan.

Protestaron los letrados al escuchar tal perdón, pues perdonar los pecados, tan sólo es obra de Dios. Mas, Jesús, les indicó: -¿Qué es más fácil perdonar, o decir al que está inmóvil ponte en pié y a caminar?Para que veáis que tengo u n poder omnipotente: -¡Levántate! Yo te digo: toma tu camilla y vete-. Quedaron maravillados y daban gloria al Señor, por haber sido testigos de u n milagro y tanto amor. Ven, Señor, en nuestra ayuda, danos tu fuerza y perdón, y haz que evangelicemos con la palabra y la acción.

Miró, Jesús, al enfermo y con gran amor le dice: -Te perdono los pecados, y mis manos te bendicen-. — 104 —

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LA LEY DEL ESPÍRLTU Octavo domingo Marcos 2, 18-22

Los discípulos de J u a n y los de los fariseos, cumplen la ley del ayuno que vence malos deseos. Mas, no así, los de Jesús que les rige una ley nueva, del espíritu nacida y que al hombre lo renueva. Pues la presencia del novio alegría viene a dar, y por ello, los amigos no tienen por qué ayunar. Cuando se lleven al novio, habrá tiempo de ayunar, aceptar los sufrimientos y saber quién nos los da. Con la venida de Cristo, lo viejo está superado, y con la Buena Noticia, todo ha sido renovado. — 106 —

El manto viejo, no sirve. Vino nuevo, odres nuevos. Nos habla de amor divino. Nos habla del Hombre Nuevo. Hay que nacer de lo alto, el amor de Cristo sacia; la Sabiduría dice: que teniendo a Dios, nos basta.

EL SHABBAT Noveno domingo Marcos 2, 23-28.3, 6

En la vida de Jesús, fueron muchos los momentos en que, El Shabbat, ocupó discusión en los encuentros. Escribas y fariseos, cumplidores de la ley, apreciaban El Shabbat y lo amaban como a un rey. Por sólo arrancar espigas, los fariseos, airados, — 107—

juzgan a los discípulos por El Shabbat maltratado.

FE EN JESÚS Décimo domingo

Mas Jesús sale en defensa de la dignidad del hombre, pues de todo lo creado, es el ser de más renombre. Está, la ley, al servicio de la vida y su existencia, y nuestro amor al prójimo también tiene preferencia. Lo dice el Hijo de Dios, a quien llamamos Mesías: -el Shabbat es para el hombre y el alma supremacía-. De parálisis de u n brazo, a u n hombre, Jesús, curó. Era u n Shabbat, mas, ¡qué importa! era primero el amor. Que en la vida de los hombres presida y rija el amor, que es el primer mandamiento que nos dio u n día el Señor.

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Marcos 3, 20-35

Estando Jesús en casa, había tanto gentío que no le dejaban comer por ser tanto el griterío. Los enemigos acusan a Jesús de endemoniado, y piensan que sus acciones son, de u n hombre perturbado. Dicen que expulsa demonios con poder de Belcebú y no quieren acercarse pues temen a su actitud. Les invita a conversar y les dice preguntando: -¿Cómo puede Satanás contra sí estar peleando?No puede u n reino civil estar en guerra constante; al igual que una familia dividida y maleante. — 109 —

Si Satán lucha consigo no podría subsistir. Nadie lucha contra u n fuerte si es muy débil su vivir.

EL REINO DE DIOS Undécimo domingo Marcos 4, 26-34

Llegan su Madre y hermanos y dice a Jesús, la gente: te busca tu buena Madre, tus hermanos quieren verte.

Tú, Señor, el gran Maestro, vas enseñando a la gente que tu Reino de los cielos, obra como una simiente.

Jesús mirando el gentío que le seguía con fe, enseña quién es su Madre y sus hermanos también.

El hombre siembra la tierra, viene la noche y se duerme. Se levanta de mañana; mientras, crece la simiente.

Aquel que en su vida cumple lo que Dios desea de él, ése es mi hermano y hermana y también mi Madre es.

Se adivina la cosecha: tallos, espigas y granos; luego se mete la hoz y se siega para el año.

Creemos en tu poder, en tu amor y en tu bondad, nuestro deseo es amarte y cumplir tu voluntad.

También comparas tu Reino con el grano de mostaza, que aunque es semilla pequeña echa después grandes ramas. Llega a ser gran hortaliza, donde en ella se cobijan los pájaros de los campos y sus nidos realizan.

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Enseñabas al gentío para que ellos comprendieran, que la Palabra divina iba a cambiar la tierra.

Se levantó u n huracán, y las olas se rompían contra aquella débil barca que por poco sucumbía.

Mas J e s ú s a sus amigos, sus discípulos amados, para que le comprendieran se lo explicaba en privado.

En popa estaba sentado y al instante se durmió; y ante el inmenso peligro alguno lo despertó.

Siembra Señor en nosotros semilla de calidad, que produzca mucho fruto en bien de la Humanidad. SÁLVANOS SEÑOR Duodécimo domingo Marcos 4, 35-40

-¿No te importa nos hundamos?Jesús al viento increpó, diciendo de pie, al lago: -¡Calla!- Y el viento cesó. Al momento vino calma y entonces dijo el Señor: -¿Por qué sois todos cobardes? Poca fe tenéis en Dios-.

Un día al atardecer quiere el Señor descansar, y le invitan sus amigos a la otra orilla pasar.

Se quedaron espantados mas entre ellos se decían: ¿quién es este, que hasta el viento y aguas obedecían?

Dejando a toda la gente en barca se lo llevaron; mas otros, también con barcas, por el mar lo acompañaron.

Aumenta Señor la fe que mantiene nuestra vida y que siempre confiemos en tu persona querida.

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LA HIJA DE JAIRO Y LA HEMORROÍSA Decimotercer domingo Marcos 5, 21-43

Lleno de misericordia sigue Jesús caminando, la gente escucha contenta, muchos le van suplicando. Está, Jesús, junto al lago. Jairo llega compungido, muy enferma está su hija, él se encuentra dolorido. Ante Cristo se arrodilla y le dice: -Pon tus manos sobre el cuerpo de mi hija y el cuerpo quedará sano-. Aceptando los deseos de Jairo, Cristo camina. Se encuentra a la Hemorroísa, muy grave y empobrecida. Viendo el inmenso gentío, con su gran fe ella decía: —114 —

-Si tocara su vestido, cierto que me curaría-. Tocó el manto de Jesús; se calmaron sus dolencias; notó que había curado, y quedó alegre y contenta. Jesús notando que de Él, fuerzas divinas salían, les dijo con gran amor a aquellos que le seguían: -¿Quién, el manto, me ha tocado?Los discípulos, dijeron: Hoy es inmenso el gentío y de muy lejos vinieron. Jesús miró a la mujer, y dijo, al verla asustada: -Grande es tu fe y te ha curado-. La mujer, marchó encantada. Recibió Jairo noticias de que dejase al Maestro. Ya no habían esperanzas, pues ya su hija había muerto.

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Pero Jesús dijo a Jairo: -No temas, pues tu hija duerme-. Mas en llegando a la casa, oyeron gritos de gente.

NAZARET, FALTA DE FE Decimocuarto domingo Marcos 6, 1-6

Todos se ríen de Cristo, por decir que ella vivía. Jesús, junto con los padres, entraron donde la niña.

Hablando de los profetas, estaba ya revelado, que nadie conseguiría ser, en su tierra, aclamado.

Le tiende Jesús la mano. Dice: -Levántate, niña-. Se puso en pie aquella joven, devolviéndole la vida.

Tampoco, los nazarenos, recibieron a Jesús, como excelente profeta porque hablaba de la cruz.

Jesús no quiere divulguen el milagro realizado. Manda que coma la niña quedando maravillados.

Aceptaban solamente la bondad de su persona, su mucha misericordia y su ciencia que impresiona.

Tú, Señor, resucitaste y eres dueño de la Vida, que u n día resucitemos a la eternidad querida.

Valoraban su exterior, sus valores muy humanos, su extremada comprensión con los judíos y extraños. Era el Hijo de María; el Hijo del Carpintero, pero no el Hijo de Dios Único Dios verdadero.

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Nazaret, nunca fue tierra de milagros, ni de fe. Sólo curó algún enfermo con sus manos de Yahvé.

de dos en dos los envía a predicar su Mensaje.

Enseña en la sinagoga el llamado Nazareno. Pasó siempre haciendo el bien y nos amó hasta el extremo.

LLAMÓ A LOS DOCE Decimoquinto domingo Marcos 6, 7-13

Día de gran regocijo, día de gran alegría: Jesús elige a los Doce entre la gente que había. Es Cristo quien los elige; es voluntad del Maestro; no intervienen los humanos; cosa de Dios: por supuesto. Sólo elige Doce hombres. Él sabe por qué lo hace; — 118 —

Es u n Mensaje divino, está de la gracia lleno; no depende de lo humano, de ningún poder terreno. No llevar ni pan, ni alforja, ni coger dinero en faja. La fuerza de la misión del cielo es de donde baja. No vayáis de casa en casa, permaneced donde entréis, y si alguno no os recibe, hasta el polvo allí dejéis. Los Doce le obedecieron salieron a predicar y a sanar a los enfermos que se querían curar. Todos estamos marcados a ser sus predicadores, defender a Jesucristo y seguirle sin temores.

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ACTIVIDAD

Y DESCANSO Decimosexto domingo Marcos 6, 30-34

Son dos facetas cristianas que nos enseña el Señor: una actividad constante y descanso en la misión. Jesús envía a los Doce: que recorran las aldeas, los pueblos y las ciudades y proclamen sus ideas. Que anuncien la conversión, amor y misericordia, el Sermón de la Montaña, el sufrimiento y la gloria. Pasado ya u n largo tiempo se volvieron y contaron a Jesús, con alegría, todo lo que realizaron. Ahora, Jesús, invita a descansar breve tiempo y recobrar nuevas fuerzas, pues vienen otros momentos. — 120 —

Son muchos los que le siguen y le salen al encuentro y es Jesús considerado el mejor de los maestros. No queremos separarnos de tu doctrina sagrada. Queremos vivir contigo descansando en tu morada.

JESÚS ES EL SEÑOR Decimoséptimo domingo Juan 6, 1-15

Jesús está junto al lago y la Pascua estaba cerca; había curado a muchos: la gente alegre y contenta. El diálogo se inicia con palabras de Jesús, atento a los que le siguen, pues era gran multitud. Jesús pregunta a Felipe, como quien quiere probarlo: — 121 —

-¿Cuánto dinero hace falta para probar u n bocado?Jesús espera conteste. No esperaba esto Felipe, mas empieza a calcularlo y al poco tiempo le dice: -Doscientos denarios de pan no bastan, para tener u n poquito de alimento y así no desfallecer-. Andrés dice que u n muchacho tiene en su haber cinco panes y además tiene dos peces. Para tantos, nada valen. Y Jesús dijo: -Sentaos-. Y tomó los cinco panes y comenzó a repartirlos calmando a todos el hambre. Lo mismo con el pescado; todos comieron bastante. Doce canastas llenaron al recoger lo sobrante.

— 122 —

La gente quedó admirada: era u n signo de Mesías. Quisieron hacerlo Rey y el monte fue su salida. Señor, que llenas al hombre de felicidad completa; contigo todo es posible, sin ti, la vida es compleja.

JESÚS, PAN DEL CIELO Decimoctavo domingo Juan 6, 24-35

Muchas veces piensa el hombre en su propia salvación, pero nota que lo humano le deja insatisfacción. Todo es probar realidades que le apaguen su avidez, y comprueba nuevamente estar vacío otra vez. Son las cosas de la tierra quebradizas, limitadas, — 123 —

y no llegan a llenarle, quedando su vida hastiada.

JESÚS, PAN DE VIDA ETERNA Decimonoveno domingo

Nos narran los Evangelios que a Jesús muchos seguían por los panes y los peces y los milagros que hacía. J e s ú s es el gran Maestro que desea trabajemos por aquello que perdura: el Pan bajado del cielo. Un manjar de vida eterna, prenda de resurrección, que da fuerza y alegría y a todos la salvación. Es el Pan que nos da el Padre y al mundo llena de amor, calma el hambre de los hombres pues llena al hombre de Dios. Danos, Señor, de ese Pan que es nuestra gran fortaleza. Con él, al mundo se vence; sin él, pobreza y tristeza.

— 124 —

Juan 6, 41-51

Jesús es el Pan del cielo y no cesa de indicarlo, mas los ojos sólo ven a Cristo, que está penando. Se necesita la fe para aceptar lo divino, creer la Buena Noticia y ser el cielo el destino. Los judíos ven que Cristo es hijo del carpintero, y no comprenden que sea el Pan bajado del cielo. Dice tener vida eterna aquel que cree en su Padre, y que vivirá por siempre aquel que come su carne. Jesús vuelve a repetir: -Yo soy el Pan de la vida. El que come de este Pan, tiene la muerte vencida. — 125 —

Su Cuerpo entrega en comida, y en bebida da su Sangre.

Ese Pan que Yo daré, es mi carne, es mi Cuerpo, y el que coma de ese Pan, vivirá después de muerto-. Comulgar, Señor, queremos y ser tus grandes amigos, fiarnos de tu Palabra y vivir siempre contigo.

JESÚS VIVE SIEMPRE Vigésimo domingo Juan 6, 51-58

El sermón del Pan de Vida que san J u a n ha revelado, es la Santa Eucaristía, es Jesús Sacramentado. Jesús, vida de los hombres, en la cruz fija su carne, y es la entrega generosa que al hombre llega a saciarle.

Manda comer y beber de su Cuerpo y de su Sangre, prometiendo vida eterna y también resucitarles. Cristo es el Pan verdadero bajado del alto cielo, que da fuerza a quien comulga y la promesa de verlo. Es el Pan de la Unidad que une a Dios con los hombres, y aumenta la intimidad de Dios rico y hombre pobre. Tú, que eres nuestro alimento y sacias nuestros deseos, haz que siempre comulguemos esperando u n día el cielo.

Él se entrega a todo el mundo, quiere que todos se salven. — 126 —

— 127 —

COMUNIÓN Vigésimo primer domingo Juan 6, 60-69

Tu Cuerpo ha de ser comido. Tu Sangre ha de ser bebida. Terminas de revelarnos que quieres darnos tu vida. Pero duro es el sermón para todos los humanos, y la mente no comprende los misterios del arcano.

Tú tienes santa Palabra y deseas nuestro bien. Contigo siempre estaremos, pues al uno Tú das cien. Tú eres el Santo de Dios, eres el Rey de Israel, Tú das la paz verdadera, como Tú, Señor, no hay quien.

PURO E IMPURO Vigésimo segundo domingo

Hoy, tu hablar no es aceptado por aquellos que te siguen; muchos de ellos te abandonan y es motivo que te olviden. Son tus palabras divinas, hablas de grandes misterios que Dios tiene para el hombre: difíciles de entenderlos. Jesús les dice a los Doce: -¿Cuál es vuestra decisión?Y Pedro le contestó: -estar contigo, Señor-. — 128 —

Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23

Jesús mira el corazón, no juzga por apariencias; trae una nueva doctrina e instruye nuestra conciencia. Entre lo puro e impuro, los profetas anunciaron: mejor el corazón limpio que lo exterior o las manos. Mas no así los fariseos, muy amantes de apariencias, — 129 —

de las cosas exteriores buscando en ello creencias.

TODO LO HIZO BIEN Vigésimo tercer domingo

Jesús defiende a los suyos, que comen con negligencia, sin restregarse las manos al comer en convivencia. Jesús dice que el amor ha de ser de corazón y no sólo con los labios, queriendo engañar a Dios. En la vida, nuestras obras marcan y miden la fe, y ante la vida de gracia todo queda en pequenez. Nos pide el Señor pureza, ser limpios de corazón, y que toda nuestra vida sea imagen de su amor.

Marcos 7, 31 - 37

Sigue Jesús anunciando que desea salvación y camina sin descanso dejando Tiro y Sidón. Ha encontrado u n hombre sordo y que apenas puede hablar, quieren que le atienda y cure y que no sufra ya más. Él, lo apartó de la gente, los oídos le tocó y también su torpe lengua: y el milagro realizó. -Effetá-. Esto es: -Ábrete-. Los oídos se le abrieron, la lengua se le soltó y muchos de ellos creyeron. Mandó, que a nadie dijeran lo que había realizado, mas la gente entusiasmada a todos se lo contaron.

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— 131 —

Jesús, atiende a los hombres en sus penas y dolores. Es enviado del Padre a convertir pecadores. Oírte, siempre queremos y escuchar la Buena Nueva, comunicarla a los hombres, porque vida de Dios lleva. Todo lo haces, Señor, bien. Como somos, Tú, nos amas. Pides que perseveremos y a seguirte, Tú, nos llamas.

EVANGELIZADORES Vigésimo cuarto domingo Marcos 8, 27-35

Caminaba el Buen Jesús hacia pequeñas aldeas, cuando preguntó a los suyos quién dice la gente que era. Ellos, así, contestaron: -dicen que J u a n el Bautista, — 132 —

Elias, o u n gran Profeta-. Y ya no hubo más respuestas. Entonces Él preguntó: -Amigos míos, ¿quién decís que soy yo para vosotros, a quien pregunte por mí?En nombre de todos, Pedro dijo, inspirado por Dios: -el Mesías esperado a quien tanto quiero yo-. Sabiendo que ser «Mesías» llevaba contradicción, Jesús mandó que callaran y no hubiera discusión. Mas, Jesús, quiso aclarar que el Hijo de Dios venía a padecer y morir, y el lugar la cruz sería. A Pedro no convenció ni el dolor, la cruz y muerte, y quería que Jesús no pasara por tal suerte.

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Y llamó, Jesús, a Pedro «Satanás», por oponerse a la voluntad del Padre: redimirnos con la muerte. Y parece ser la suerte de muchos, sus seguidores; de aquellos que u n día quieran ser evangelizadores.

EL MÁS IMPORTANTE Vigésimo quinto domingo Marcos 9, 30-37

Los Apóstoles no entienden cómo sea gran riqueza, que u n Mesías sufra y muera y no busque su grandeza. Ellos pretenden la gloria y dominar en lo humano: u n poder reconocido, y u n sitio muy elevado. No comprenden a Jesús, que habla de Resurrección, — 134 —

de gran entrega y servicio, de lucha y persecución. Llegan a Cafarnaúm, y dentro ya de la casa, pregunta Jesús -Maestro: -¿Qué discutís? Mas ¿Qué os pasa?Venían por el camino discutiendo con ardor, quién iba a ser el primero en el gran Reino de Dios. Entonces dijo Jesús: -En este Reino de amor, el último y el que sirve es primero para Dios-. El que en vida acoge a u n niño, está acogiendo al Señor. El que acoge a Jesucristo, acoge al que le envió. Llénanos de esa humildad y del servicio al hermano, ya que Tú te anonadaste: siendo Dios, te hiciste humano.

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CIELO Y NO ABISMO Vigésimo sexto domingo Marcos 9, 38-43.45.4 7-48

Jesús, como Buen Maestro, corrige el celo imprudente que había en los Apóstoles por amar, Dios, a otra gente. Había algunos extraños que en nombre de Jesucristo, realizaban milagros, y que no eran muy bien vistos.

Los ojos, manos y pies, todos los miembros del cuerpo cumplan las leyes de Dios y será el mejor acierto. Somos hijos de Dios Padre, hermanos del Redentor, y ser huéspedes u n día del Reino de nuestro Dios.

UNIDAD, NO DIVORCIO Vigésimo séptimo domingo

Jesús no quiere la envidia. Jesús quiere la unidad y que aquellos que le siguen vivan en paz y amistad. Y que nadie escandalice a los que son más pequeños, pues nunca serían dignos de tener parte en el cielo. Alerta con la conducta: sea limpia, digna y santa, y que todo nuestro cuerpo rinda, al Señor, alabanza. — 136 —

Marcos 10, 2-16

Mucho al hombre se le tienta rebajar en el amor, y Cristo le va indicando que aumentar es lo mejor. Buscaban los fariseos una cosa sin igual: que el Buen Jesús aceptase divorcio matrimonial. Ante la gran terquedad del corazón y el maligno, — 137 —

cedió Moisés al hombre hacer acta de repudio. Pero Jesús les advierte que al principio no fue así: los creó para vivir unidos hasta su fin. Son dos seres diferentes; por el amor se han unido. Una sola carne son, nunca vivan desunidos. Es unión Sacramental de divina institución, donde no cabe divorcio: tan sólo cabe el amor. Cuando llegaron a casa volvieron a preguntar si podría haber divorcio. Y Jesús dijo: -Ni hablar-. Se acercaban unos niños para que los bendijera y los Apóstoles dicen, que marchen y no den guerra.

— 138 —

Mas, Jesús, les indicó con gestos de complacencia: -Dejad que vengan los niños, ellos son mi gran herencia-. Mi Reino es de los sencillos y humildes de corazón. Un corazón que es de niño, seguro que lo ama Dios.

CRISTO, LA MAYOR

RIQUEZA

Vigésimo octavo domingo Marcos 10, 17-30

Un joven se arrodilló ante Jesús Nazareno. De pronto le saludó diciendo: -Maestro bueno-. Y preguntó: -¿Qué he de hacer para poder heredar, esa hermosa vida eterna que terminas de a n u n c i a d Jesús al joven le dijo: -¿Tú por qué me llamas bueno? — 139 —

Sólo Dios, que está en el cielo, de santidad está lleno-.

que por El dejaron todo: ¿Cuál va a ser la solución?

Entonces, J e s ú s le invita a cumplir los mandamientos, a lo que el joven responde que hace estricto cumplimiento.

Jesús dijo: -Por dejar casas, hermanos y padres, tendréis el ciento por uno y gozar junto a mi Padre-.

Una cosa pues te falta, dijo, Jesús, con agrado: -Vende todo lo que tienes y dalo al necesitado. Cuando esto realices, ven alegre y sigúeme-. Mas como él era muy rico, entristecido, se fue. Cuando el joven se marchó, a todos, Jesús, les dijo: -Gozar del Reino de Dios, va a ser difícil a u n rico-. Los Apóstoles preguntan: -Señor, ¿quién puede salvarse?Jesús al mirarlos dijo: -Con Dios puede realizarse-. Pedro entonces se aprovecha y le dice a su Señor, — 140 —

¡Qué hermoso seguir a Cristo! Él es la mayor riqueza. Abandonarlo en la vida, es vivir en la pobreza.

LA VERDADERA GRANDEZA Vigésimo noveno domingo Marcos 10, 34-45

Llevan en el corazón los hijos de Zebedeo, petición comprometida, que en el fondo es un deseo. Santiago y J u a n le dijeron: -en tu Reino deseamos uno y otro ser primeros, y a ti te lo confiarnos-. — 141 —

El diálogo siguió. Y Jesús les contestó: -¿El cáliz, podéis beber, al igual que lo haré Yo?Ellos dijeron: -Podemos-. Jesús les dijo a los dos: -El cáliz lo beberéis. El sitio es cosa de Dios-. Se indignaron los amigos por esta conversación, y desear privilegios por estar junto al Señor. J e s ú s les sigue enseñando: -que, si el poder tiraniza y los grandes siempre oprimen, ellos sirvan con sonrisas; pues es grande quien se humilla y el último es el primero, y mi Padre se enamora de quien sirve con esmero-. Hoy, Señor, Tú nos enseñas a no buscar los consuelos. Has venido a dar tu vida y abrir las puertas del cielo. — 142 —

EL CIEGO

DEJERICÓ Trigésimo domingo Marcos 10, 46-52

Jericó, tierra fecunda de frutos y palmerales, envidia de gobernantes, ciudad de las principales. Salía Jesús u n día de la bella Jericó, los discípulos le siguen y gente con ilusión. Sentado junto al camino a u n pobre ciego encontró. Bartimeo se llamaba; pide limosna: por Dios. Le dicen: ¡Viene Jesús! Y el ciego empezó a gritar: ¡Hijo de David! ¡Señor! ¡Ten compasión y piedad! Gritaba con mucha fuerza, y muchos le regañaban — 143 —

para que no molestara a la gente que pasaba.

SHEMÁ ISRAEL Trigésimo primer domingo

Jesús, se detuvo y dijo: -Llamadlo y que venga aquí-. Llamaron de pronto al ciego, y al instante estuvo allí. Jesús, le dijo: -¿Qué quieres? ¿Qué deseas tú de mí?El ciego dice: Maestro, que vea. Confío en ti. Jesús dijo: -Bartimeo, por tu gran fe, te has curado-. Y recobrada la vista siguió, al Señor, con agrado. Destruye nuestra ceguera, Señor, y nuestro pecado, e ilumina nuestra vida pues mereces ser amado.

Marcos 12, 28b-34

Escuchar, Señor, queremos tu palabra, que redime, que consuela y que nos salva y que algunas veces gime. Un letrado, cierto día, a Jesús se le acercó, a preguntarle cuál era el mandamiento mayor. Y Jesús le respondió: -Amar al Señor tu Dios es el primer mandamiento, y amarlo de corazón: con todo tu ser y el alma, con toda tu fuerza y mente, pues no hay otro Dios más que Él, y hay que amarlo intensamente-. Y el segundo has de saber: -A tu prójimo amarás como a ti mismo te amas. Amores más grandes, no hay-.

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Y le replicó el letrado: Maestro, tienes razón al decir que Dios es Uno y hay que amar de corazón.

EL ORGULLO Y LA HUMILDAD

Sea pues nuestra alegría, al prójimo darle amor. Un amor, como nosotros queremos nos ame Dios.

Quiso el Señor enseñarnos lo malo que es el orgullo, que hace creer a los hombres que son los dioses del mundo.

Estos dos grandes amores, valen más que sacrificios, ofrendas y holocaustos, pues frenan todos los vicios. Nadie le hizo más preguntas, al entender que el amor, siempre es el primer mandato según nos dice el Señor. Amemos con insistencia, amemos de corazón, puesto que al Señor le agrada y nos proporciona unión.

Trigésimo segundo domingo Marcos 12, 38-44

Y dijo a la multitud: -Cuidado con los letrados; les encantan los ropajes y ser los más admirados. Les gustan las reverencias y los asientos de honor en las nobles sinagogas, donde se alaba al Señor. Siempre buscan ser primeros en banquetes y reuniones; devoran bienes de viudas con pretextos de oraciones. El Señor, u n día, hará juicio de sus maldades, y será muy riguroso por tantas iniquidades-.

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Entró J e s ú s en el templo. Sentado, tenía enfrente el cepillo, y observaba el obrar de mucha gente.

EL CRISTIANO,

VIGILANTE

Trigésimo tercer domingo Marcos 13, 24-32

Los ricos se desprendían de importantes cantidades, y u n a viuda, que era pobre, tan sólo dio dos reales.

Misión apocalíptica la que san Marcos expone. Habla de tribulación y u n a vigilancia impone.

Llamando a los discípulos, dijo, Jesús, el Maestro: -Aseguro que la viuda, hizo el mejor de los gestos.

Al ver al Resucitado quedaron muy confortados, pero en el fondo sentían que estaban abandonados.

Los demás dieron sus sobras, Ella ha dado todo el resto-. Confía la viuda en Dios, que entrega el uno por ciento.

Es el Espíritu Santo quien les trajo la alegría, pudiendo evangelizar en las calles cada día.

El orgullo no interesa. Ser humilde es don de sabios. Dios quiere u n amor con obras y no solo con los labios.

Jesús habla, del final de los tiempos, en lo humano. Que vendrá «el Hijo del Hombre» y el tiempo no está lejano. Con poder y majestad llegará el Resucitado, que vendrá a juzgar al mundo, al hombre que Él ha creado.

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No sabéis día, ni hora, pero Jesús nos advierte que, cuando no lo esperemos, llegará el fin y la muerte. Debemos estar alerta esperando a nuestro Amado. Es Jesús quien más nos ama y Él es quien nos ha salvado.

JESUCRISTO ES REY Trigésimo cuarto domingo Juan 18, 33b-37 San J u a n presenta a Jesús como Rey de los judíos. Es Rey de todos los hombres, tanto santos como impíos. Pregunta a J e s ú s Pilato: -¿Eres Rey de los judíos?Y Jesús le contestó: -¿Es esto lo que has oído?-

Tu gente y los Sacerdotes te han entregado ajuicio-. Mas Jesús le contestó: -Mi reino no es de este mundo; por eso no tengo armas, sólo existe amor profundo-. Pilato entonces, insiste: -¿En verdad, eres, Tú, Rey?A lo que Jesús contesta: -Tú lo dices. Verdad es-. Y le dice que su reino no es u n reino material, es de Paz y no de Guerras, es de Amor y es Celestial. Cristo. Rey de las Naciones, Testigo de la Verdad: que tu doctrina nos salve y traiga al mundo la Paz.

Pilato le contestó: -¿Acaso yo soy judío? — 150 —

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FIESTAS

TODOS LOS SANTOS

MARÍA INMACULADA Solemnidad Lucas 1, 26-38

Qué grande el «SÍ» de María para el hombre pecador. Dios la hizo Inmaculada, Virgen y Madre de Dios. Fue u n ángel quien anunció a la Virgen nazarena, «bendita entre las mujeres y siempre de gracia llena». Desposada con José de la estirpe de David saludada por el ángel quiso en Nazaret vivir. Se turbó ante aquel saludo del ángel embajador, y le pidió explicaciones ante el deseo de Dios. — 155 —

El ángel le contestó: -es el Espíritu Santo el que vendrá sobre ti, y la fuerza de lo alto.

Mucha fue la santidad que el Señor te concedió; cuidas a María, madre, y a Jesús, Hijo de Dios.

te cubrirá con su sombra, y el Santo que va a nacer el Hijo de Dios será-. Dijo María: -Hágase-.

Rodeado de misterios y de mensajes divinos, fuiste justo cumplidor llevándolos a destino.

Ahí tienes a Isabel, que a pesar de su vejez ha concebido ya u n hijo y alegría suya es.

Tu vida fue de pobreza, de silencio y humildad, de misterios y de dudas, de trabajo y soledad.

Gracias a ti Inmaculada que le dijiste «SÍ» a Dios y nos trajiste a los hombres aquel que es el Salvador. SAN JOSÉ Solemnidad Mateo 1, 16 18-21 24a

José, santo, varón justo, el esposo de María, el custodio de Jesús, padre lleno de alegría. — 156 —

En Belén pediste albergue y nadie te dio cobijo, ni para María Virgen, ni para nacer tu hijo. Sufriste al ser extranjero en el Egipto lejano, y volviste a Nazaret después que te lo anunciaron. Pasaste la vida entera al servicio de los dos, siendo esposo, siendo padre y llenándolos de amor. — 157 —

Los otros diez se indignaron por lo de J u a n y Santiago. J e s ú s los reúne a todos mucha atención le prestaron.

Eres Patrón de la Iglesia, eres el hombre prudente, eres sencillo y humilde y apreciado por la gente.

SANTIAGO APÓSTOL Solemnidad

-Sabéis que los que gobiernan oprimen y tiranizan. No será así entre vosotros: será grande aquel que sirva.

Una madre con sus hijos a J e s ú s se le acercó, y postrándose en el suelo le hizo u n a gran petición.

Y el que quiera ser primero ha de ser esclavo vuestro. Igual que el Hijo del Hombre da la vida y es Maestro-.

J e s ú s le dijo: -¿Qué quieres? -Que los dos hijos, Señor, se sienten en tu gran Reino: derecha e izquierda de Vos-.

Al humilde, Dios aprecia al humilde, Dios ensalza por hacerse servidor, digno de toda alabanza.

Mas, Jesús, le replicó: -No sabéis lo que pedis. ¿Podéis beber de mi cáliz y seguirme en el sufrir?Ellos dijeron: -Podemos-. Y J e s ú s les respondió: -Mi cáliz lo beberéis, mas los puestos los da Dios-. — 158 —

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LA ASUNCIÓN DE MARÍA Solemnidad Lucas 1, 39-56

Camina Santa María aprisa hacia la montaña; allí se encuentra Isabel muy sola y embarazada. La presencia de María y el saludo de llegada, hacen saltar en el vientre la criatura esperada. Llena Isabel se quedó del Espíritu de Dios, y gritando de alegría dijo, alabando al Señor:

al Señor, porque ha mirado a su esclava preferida. Todas las generaciones me van a felicitar, porque por mí grandes obras quiere Dios realizar. Él dispersa a los soberbios, derriba a los poderosos, enaltece a los humildes, llena a los pobres de gozo-. Está la Iglesia contenta en la Asunción de María. Ángeles, su Cuerpo y Alma, llevaron al cielo u n día.

-Bendita entre las mujeres y el Hijo Santo de Dios. ¿Quién soy yo, pues me visita la Madre de mi Señor?María dijo: -Proclama mi alma con alegría — 160 —

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TODOS LOS SANTOS Solemnidad Mateo 5, 1-12a

Son dichosos los hambrientos y hambrientos de la justicia, porque van a ser saciados sin caer en la avaricia.

Día de enorme gentío que busca felicidad, y oír la dulce palabra de Jesús, que es la Verdad.

Y los misericordiosos, y limpios de corazón, serán todos muy dichosos y u n día verán a Dios.

Todos quieren ser dichosos mas la vida les es dura, vienen cargados de cruces que les causan amargura.

Si trabajas por la paz serás bienaventurado, y en la tierra tu serás hijo de Dios muy amado.

Jesús, que es u n gran Maestro, se sienta sobre las rocas y comienza su discurso y les expone estas cosas.

Jesús termina diciendo: -si os persiguen y os insultan y en el mundo me anunciáis, en mi Reino vais a entrar-.

Bienaventurados son esos pobres que carecen y están muy necesitados, mas sonríen y obedecen.

Ser santos, Señor, queremos, al cargar con nuestra cruz, y esperamos con tu gracia llegar a la eterna Luz.

Benditos son los sufridos porque heredarán la Tierra, y benditos los que lloran porque el consuelo les llega. — 162 —

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Asume la Humanidad para así poder sufrir, y se ofrece en el Calvario: muere para redimir.

DEVOCIÓN

Y cuando llegó la hora tan enormemente ansiada, de la comida Pascual por los judíos ansiada, con sus íntimos amigos expresa sus sentimientos, y antes de su padecer les deja su testamento.

JESUCRISTO SUMO Y ETERNO SACERDOTE Jueves después de Pentecostés Lucas 23, 14-20

Cristo, Sumo Sacerdote, eterno Dios Humanado. Dios y Hombre verdadero y del hombre enamorado. — 164 —

Y dijo tomando el pan: -Esto es mi Santo Cuerpo que se entrega por vosotros. En mi memoria haced esto-. Así mismo con la copa: -Esta copa es Nueva Alianza, sellada está con mi Sangre y la redención alcanza-. Cada día en el altar eres víctima sagrada, en pan y vino te ofreces a toda alma enamorada. — 165 —

Eres Sacerdote Eterno. Eres Suma Santidad. Te inmolas por los pecados de toda la Humanidad.

EL CORAZÓN DE JESÚS Viernes posterior al segundo domingo después de Pentecostés Juan 19, 31-37

Costado de Cristo herido, lugar del amor consumado, total entrega divina, fiel Corazón traspasado.

Sangre y agua, fueron dones, que del costado fluyeron; ofrenda agradable al Padre, amor de Dios verdadero. Se cumplieron las palabras que los profetas dijeron: -No le quebrarán los huesos-. -Al traspasado, ellos, vieron-. Hoy queremos bendecirte y también agradecerte, al querer amarnos tanto que llegaste hasta la muerte. En deuda estamos contigo, Corazón humilde y santo, recibe nuestras plegarias, nuestra vida y nuestros llantos.

Acción divina acabada; Corazón ensangrentado, donde la muerte da vida y el cristiano está salvado. Clavado estuvo tu Cuerpo, muerto por nuestros pecados; no le quebraron sus piernas; la lanza abrió su costado. — 166 —

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