6. Psicologia De Cristo Copia

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La Psicología de Cristo

Angel Marroquin

 La tradición solo se dedico al

problema ontológico, pero la época moderna busca la necesidad de entender la psicología de Cristo. Se intenta recuperar la psicología humana de Cristo.

Los Datos de la Escritura  Es preciso partir de los datos Bíblicos. El

punto de partida será siempre la confesión en Cristo de un solo sujeto que personaliza dos naturalezas, la divina y la humana. El NT nos indica que en Cristo existe un conocimiento adquirido, aprende con el ejercicio normal de su inteligencia. Lucas nos indica que Jesús crecía en sabiduría (Lc. 2:40)

 Cristo tenía sentimientos de compasión, de

tristeza, de alegría, el reaccionaba natural y normal ante las situaciones que se le presentan. Gozález Gil dice: Si negamos esto negaríamos la historicidad de su vida, negar la realidad de su existencia humana y por lo tanto negar la misma encarnación del Hijo de Dios.

Clasificación Escolástica de las ciencias de Cristo

La escolástica medieval elaboró la doctrina de la triple ciencia de Cristo: ciencia adquirida: ciencia infusa y ciencia de visión.

Ciencia de Visión 

Mediante esta ciencia el alma de Cristo ve la esencia divina y, en ella, conoce toda la realidad pasada, presente y Futura. En esta ciencia, la escolástica encuentra la clave del conocimiento que tiene Jesús de Dios y de su propia identidad divina: viendo a Dios, ve al Verbo. Ante esta ciencia finalmente se toma una perspectiva inadecuada, se coloca a Jesús frente a la esencia divina, cuando el planteamiento que hay que hacer en Jesús es el de un solo sujeto, el Verbo que conoce humanamente. Galot dice: “cuando dice que el alma de Cristo ve al Verbo, parece olvidarse que es el Verbo mismo quien es principio y sujeto de toda la actividad humana de conocimiento de Jesús”.

Ciencia Infusa:  Concedida a Cristo en plenitud, no como a

los profetas que se les dio ocasionalmente. Mediante esta ciencia permite conocer las cosas en sí mismas, a diferencia de la ciencia de visión, que conoce las cosas en la esencia divina.

Ciencia Adquirida: 

No se comprende que podía adquirir Jesucristo, si ya tenía la plenitud de la ciencia en su propia alma gracias a las dos ciencias anteriores. Para descartar toda imperfección en Cristo, no se querría reconocer en él más que una aparente educación. El misterio de la encarnación, sin embargo, exigía que Jesús fuera verdaderamente educado por sus progenitores, que enriqueciera verdaderamente su conocimiento y su saber en contacto con los demás.

 El Único sujeto que hay en Cristo, ve al Padre en su

naturaleza divina, en esa persona toma conciencia humana de su identidad con el Padre y da Testimonio de ella

La ciencia humana de Cristo  En esta se engloban conocimientos

adquiridos por la experiencia como los adquiridos por origen infuso y sobrenatural. Si Cristo conocía ya las cosas en forma divina, parece imposible que pueda aprender. De aquí surge la duda si ¿Jesús aprende realmente o hace como que aprende? Cristo en su conciencia divina lo sabe todo; pero lo sabe de modo divino (no es el mismo que tenemos nosotros de las cosas).

La ciencia humana de Cristo  Nuestro conocimiento es: receptivo:

recibimos una imagen intencional que elaboramos por abstracción, y discursivo: el conocimiento de una cosa nos conduce al conocimiento de otra. Esto no cabe en Dios. El Verbo lo conocía todo, pero de otra forma, no del modo limitado e imperfecto (receptivo y discursivo) que tenemos nosotros. El Verbo en cuanto hombre, ha adquirido nuestra limitación en el conocer.

La ciencia humana de Cristo  Cristo tuvo un desarrollo psicológico normal.

González Gil dice: “es ridículo imaginar que Jesucristo haya poseído una ciencia infusa enciclopédica en todos los campos del saber humano...” Jesús solo quiso saber aquello que era estrictamente necesario para el cumplimiento de su misión. Por ello se comprende que diga que el Hijo no conoce la fecha del fin del mundo (Mc. 13:32).

La ciencia humana de Cristo  . El hecho de que la ignorancia humana haya

sido asumida por el Verbo es un aspecto más de la entrañable solidaridad que ha querido mantener con la existencia humana. A través de esto podemos darnos cuenta que hay en Jesús unos conocimientos adquiridos por la experiencia y otros por medio sobrenatural.

Conciencia humana de su identidad divina  Este es el punto más delicado: no se debe

pensar de cómo un hombre toma conciencia de ser Hijo de Dios, sino de cómo el Hijo de Dios toma conciencia humana de su identidad divina. Es notorio que en Jesús hay dos yoes. Teorías del yo humano: Teólogos han hablado de un doble yo en Cristo: el yo divino y el yo humano (Déodat de Basly) Yo humano: porque en Cristo hay una psicología humana, un sujeto humano de acciones.

Conciencia humana de su identidad divina  Basly opone al hombre Jesús y el Verbo,

hasta el punto de no poder hablar ya de unidad de persona ni de Verbo encarnado.  La psicología humana de Cristo implica en él la existencia de un yo humano. Parente defiende esto diciendo que no se puede desligar uno del otro. El yo del Verbo el que sufre en la cruz, se trata de un mismo y único yo en diversos estados psicológicos.

Un solo sujeto  Solo se puede hablar en Cristo de un solo sujeto. En

Cristo hay un solo yo, un solo sujeto. Hablando de la persona del sujeto que piensa, obra y toma conciencia, la conciencia es una prerrogativa de la naturaleza.  El sujeto obra a través de la naturaleza. No podemos oponer el hombre Jesús a Dios, una naturaleza a otra naturaleza, sino que se trata de un único sujeto que, a la vez, es Dios y es hombre, de un sujeto que obra por y a través de dos naturalezas.  Es tomando conciencia de ser Hijo como Jesús toma conciencia de ser Dios.

Sobre la base de la ontología  El problema esta en no apartarse de la

ontología de Cristo: un único yo que personaliza dos naturalezas. Ya que si esto es así, Cristo ha tenido siempre conciencia de su identidad divina. El yo de Cristo no pudo tomar conciencia de su naturaleza humana hasta que llegó al desarrollo necesario. Tenemos pues en Cristo un yo que tiene conciencia de su naturaleza divina y, al mismo tiempo toma conciencia de su naturaleza humana.

Sobre la base de la ontología  El mismo y único yo se sabe Dios y se sabe hombre

y así puede conocer y expresar humanamente su identidad divina, puede expresar humanamente la visión que tiene del Padre (es como explicar teología en Ruso). Todos los conceptos y analogías que Jesús usa en su revelación están tomados de las experiencias humanas. La conciencia humana es el vehículo en el que Jesús expresa su conocimiento divino. Es una revelación, de la Palabra que usa palabras humanas. Cuando Jesús fue consciente de su identidad humana y tuvo conciencia humana desarrollada, pudo también conocer a modo humano su identidad divina.

¿Cristo tuvo fe?  Hoy se reivindica una cristología desde abajo que

tenga en cuenta todas las exigencias de la humanidad de Cristo, y según la cual, Cristo aparece como el perfecto creyente. Pablo habla de la fe de Cristo en Flp. 3:9, Rm. 3:22.26, Ga. 2:16.20. Vignolo afirma que la fe de Cristo viene en relación con las obras de la fe, en cuanto que es una perfecta confianza en Dios por nosotros. La fe puede entenderse en el AT como confianza o abandono en Dios y también como confesión Kerigmática que tiene a Cristo como objeto. Von Balthasar dice: La relación que Jesús vivió con el Padre es una relación de fidelidad y abandono en sus manos.

¿Cristo tuvo fe?  Cristo pide para sí mismo la fe que pide para

el Padre. ¿Creéis en Dios? Creed también en mi (Jn. 14:1) Hb. 12:2 presenta a Cristo como iniciador (por la encarnación) y consumador (porque con su sacrificio único y definitivo ha conseguido para todos la salvación) de nuestra fe.

¿Cristo tuvo fe? No se puede hablar de dos clases de fe: la confianza en Dios (Judía) y la de asentamiento intelectual (griega) Si se cree en algo es porque se cree en alguien. Se trata no de dos clases de fe, sino de dos dimensiones de la fe: la confesional y la fiducia. Para que Cristo tuviese fe, habría que colocar al hombre Jesús frente a Dios, lo que equivaldría a constituirle en persona humana. La fe es la confesión y la entrega del hombre a un ser trascendente y distinto de él, que es Dios.

La Inerrancia de Cristo  Cristo dice que no pasará esta generación

sin que suceda todo esto (Mc 13:30 Mt 24:34) es decir el fin del mundo, llegan a hablar de un error claro por parte de Cristo (Strauss) Cristo dejo que lo mataran por el fracaso de su predicación, era para judíos pero como fracaso la hizo más universal.

La Inerrancia de Cristo  En el sermón escatológico, Cristo se refiere a dos

acontecimientos distintos: la destrucción del templo y la venida final del Hijo del hombre. La destrucción del templo la presenta Cristo como signo anunciador de su venida final, distinguiendo los dos acontecimientos.  La ruina de Jerusalén, que señala la destrucción de la Antigua Alianza, coincide con la glorificación de Cristo a raíz de su muerte, dando lugar a una época que es la época de la Iglesia. Solo al final de esta etapa vendrá el Hijo del hombre en poder y gloria, para juzgar a los hombres.

La Santidad de Jesús  Siendo Jesús el Hijo de Dios, incluso en

cuanto hombre poseía la plenitud de la santidad. Él mismo se designa como aquel que el Padre ha consagrado y mandado al mundo (Jn 10:36). La consagración afecta a la naturaleza humana. La santidad, antes que rectitud moral, es pertenencia a Dios.

La Santidad de Jesús  Esta consagración, esta plenitud de santidad,

tiene un carácter ontológico y un carácter dinámico. Ontológicamente, la humanidad está asumida por el Verbo; pero dinámicamente significa que toda la vida de Cristo es vida filial en el Espíritu. Por ello Jesús es Santo de Dios por excelencia (Hch 3:14). Su vida es santa porque está llena del Espíritu Santo (Jesús es conducido al desierto por el ES y le da poder sobre demonios para ensalzar al Padre).

La Santidad de Jesús  Jesús Como niño era plenamente santo, y

también lo era como adulto y su pasión. Siendo siempre plena su santidad, se desarrolla, sin embargo en la medida en que se desarrolla su naturaleza humana. No es la naturaleza humana de Cristo la que es santa, sino que lo es Cristo en su naturaleza humana.

Santidad  Santidad Sustancial: su humanidad es santa

porque es la humanidad del Verbo. Gracia habitual (la gracia Santificante) Sto Tomás dijo: “la dignidad del alma de Cristo exigía que se uniera íntimamente a Dios por el conocimiento y el amor; lo cual solo podría realizarse por la elevación de la naturaleza humana mediante la gracia habitual.

 La gracia habitual de Cristo es una

consecuencia de la gracia de unión, y esta gracia es en Cristo de una plenitud tal, que se le confiere como a fuente para todos los hombres. La gracia capital es: la gracia habitual de Cristo en cuanto fuente y cabeza de toda gracia que reciben los hombres. Cristo ejerce su capitalidad (toda gracia nos viene de Cristo y a través de su humanidad). Jesús nos inserta en su santidad por el Espíritu.

 En Cristo no hay mas que un sujeto y una

filiación, que es la natural. Lo que en nosotros es gracia en Cristo es unión hipostática. Toda la naturaleza humana de Cristo queda asumida por el Verbo y así santificada

Impecabilidad  Es la Sagrada Escritura la que afirma que

Cristo no cometió pecado. Nadie lo puede acusar (Jn 8:46) y es el que quita el pecado del mundo (Jn 1:29) Cristo estuvo libre de pecado original. La salvación que Cristo realiza consiste en que, siendo inocente, carga con los pecados de los hombres (si cristo hubiera pecado habría sido aliado del pecado y se hubiera contrapuesto contra Dios).

Impecabilidad  La palabra Impecabilidad dice más que la

mera ausencia de pecado. Dice imposibilidad de pecar. Según Escoto y Durando, la humanidad de Cristo, si bien estaba hipostáticamente unida al Verbo, tenía la posibilidad de pecar, porque poseía libertad, y de esta posibilidad le libraba la visión beatífica. Una persona divina no puede realizar un acto pecaminoso, un acto de oposición a Dios.

La Libertad  La impecabilidad no priva a Jesús de su

libertad. Esta libertad debe ser afirmada en Cristo como una propiedad de su voluntad humana. Jesús es un hombre libre, dueño de sí y de su comportamiento. “Nadie me quita la vida, yo la doy por mí mismo (Jn 10:18)” Es precisamente en el sacrificio redentor donde se ejerce plenamente la libertad de Jesús. El misterio de la encarnación redentora exige, de modo particular, la libertad humana de Cristo.

La Libertad  ¿Como conciliar libertad con impecabilidad?

La esencia de la libertad consiste en el dominio de sí, en la soberanía que el hombre ejerce sobre su propio comportamiento. Dios es libre y, en Dios, la libertad se define como la facultad absoluta de determinar una acción por si mismo. La esencia de la libertad no está, por tanto, en la facultad de elegir el bien o el mal, sino en la autodeterminación de los propios actos voluntarios. En el cielo es donde seremos perfectamente libres.

La Libertad  Cristo era perfectamente libre, se autodeterminaba

personalmente y decidía libremente obedecer al Padre. Que Cristo amase siempre la voluntad del Padre no significa que no le costara y sufriera por ello. El sí que libremente le dio al Padre le costó la sangre. La libertad de Cristo es fidelidad a la verdad y a su misión: “Vosotros tratás de matarme; y sin embargo yo no he hecho más que anunciaros la verdad que oí de Dios... Porque yo, si digo la verdad, no me creéis” (Jn 8:40-45. Cristo toma en sus manos la obediencia al Padre y, dejando el camino halagador de un mesianismo triunfante, sigue el camino del dolor, apurando el cáliz de la pasión.

Tentaciones  En Jesús se debe afirmar la ausencia de

Concupiscencia, porque esta, sin ser propiamente pecado, proviene del pecado y conduce al pecado. La tentación es una tendencia desordenada que suscita la complacencia en el mal. En este sentido, Jesús no tuvo el mínimo desequilibrio. A nosotros la tentación nos pone en la alternativa de pecado y esto no ocurre en Cristo. En Cristo no cabe la posibilidad de oponerse a la voluntad del Padre, en cuanto que no cabe en él la posibilidad de pecado.

Tentaciones  La tentación llega a Cristo de forma diferente

presentándole un mesianismo de gloria y sin pasar por la cruz, Mc 14:36. La tentación que Cristo sufrió por parte del demonio hacía referencia al mesianismo. La carne de Cristo es sensible al dolor y la tentación le hace mella. Para ver cómo Cristo ha sentido el peso del dolor y de la angustia, bastaría leer el relato de Getsemaní en el evangelio de Marcos. Y sin embargo Cristo obedece inquebrantablemente, indefectiblemente, con una obediencia que le va a costar sangre, pues experimentó la angustia y el abandono, Hb 5:7-8.

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