Alan Watts - Frases

ALAN WATTS “El Zen juega un pequeño juego contigo. Cuando alguien como yo o como el Dr. Suzuki habla sobre el Zen, todas las otras personas dicen “Porque hablan de ello, no lo comprenden”. En las palabras de Lao Tsé: “El que sabe, no habla. Y aquel que habla, no sabe”. Y, aun así, él lo dijo eso. Escribió un libro de casi 80 capítulos o algo así sobre el Tao… [Risas]… Nadie puede ayudarse a sí mismo, tienen que hablar. Los seres humanos son un puñado de cajas parlanchinas. Y cuando tenemos algo en nuestra mente de lo que queremos hablar, hablamos”. “La poesía es el arte de decir lo que no puede ser dicho. Todo poeta lo sabe: están tratando de describir lo indescriptible. Y todo poeta sabe que nada puede ser descripto. Sea que tomes alguna clase de inefable experiencia mística en un extremo, o sea que tomes un clavo oxidado común y corriente en el otro extremo; nada puede ser realmente descripto. En las palabras de Korzybski: “Cualquier cosa que digas que algo es, no es eso”.” “Hay un poema Zen que dice: “Cuando dos maestros Zen se encuentran en el camino, no necesitan ninguna presentación. Los ladrones se reconocen entre sí instantáneamente”… [Risas]” “La palabra japonesa Zen proviene de la palabra china Chan, y ésta a su vez proviene de la palabra sánscrita Jana. La palabra Jana es muy difícil de traducir al inglés, si no imposible. La palabra “Meditación” en inglés generalmente significa sentarse quieto y callado en un lugar a pensar sobre algo. El Zen no tiene nada que ver con eso. La palabra “Contemplación”, tal como la usaban los místicos cristianos, quizás se acerque un poco más. Aun así, “Contemplación”, tal como suele usarse la palabra, tiene un sentido de inactividad, un sentido de no estar haciendo nada o de estar completamente quieto y pasivo, mientras que el Zen es altamente activo. Entonces, realmente no tenemos una palabra para Jana, Chan, Zen”. “Pero puedo decir que sabemos lo que es el Zen porque hacemos toda clase de cosas en nuestra vida diaria con este espíritu. Cuando, por ejemplo, conduces un auto. La mayoría de los Estadounidenses conducen autos desde que son adolescentes y son conductores muy expertos. Y cuando conducen un auto, no piensan sobre ello. Son uno con el automóvil. O cuando ves un buen jinete, es un único ser con el caballo, está pegado al caballo, es casi como un centauro. Cuando el caballo se mueve, él se mueve ¿Quién es el que está en control? ¿Está el caballo montando al hombre o es el hombre el que está montando al caballo? Prácticamente no lo sabes. Del mismo modo, cuando tienes una excelente pareja de baile… ¿Quién está guiando? ¿Quién se está dejando llevar? Parece como si fueran un solo cuerpo, y se mueven juntos. Eso es Jana”. “En un sentido más amplio, cuando una persona no reacciona a la vida, por un lado, o no trata de dominar, por el otro, sino cuando el mundo interno del organismo de alguien y el mundo externo de las cosas y las otras personas se mueven como si fueran, y de hecho lo son, el mismo movimiento… Eso es Zen.” “Entonces, podrías decir, de un modo muy muy simple, que el verdadero cometido del zen es darse cuenta (no solo pensarlo, sino saberlo en tus huesos) que el mundo interno por dentro

de tu piel y el mundo externo por fuera de tu piel, yendo tan lejos como algo puede ir, más allá de galaxias y galaxias, es todo un único mundo, todo un único ser, un único Yo, y tú eres eso. Y una vez que lo sabes, entonces habrás abolido todos los problemas que surgen del sentimiento de que eres un extraño en el mundo, de que estás sentado en medio de un extraño y hostil reino de la naturaleza o de personas que no son tú. Todo este sentido de extrañamiento del mundo es superado en el Zen.” “La cultura japonesa es extraordinariamente ritualista. Hay un modo correcto, una buena forma o un estilo apropiado para hacer todo. Y la habilidad de estas personas para desempeñarse en cosas como los arreglos florales, la ceremonia del té o la organización de cenas formales es bastante notable. Pero, en la misma medida en que son muy hábiles haciendo estas cosas, están muy preocupados sobre ello. La pregunta es cómo traer al presente a estas personas, si tienes que estar recordando aquella ocasión, o esta otra ocasión. Éste es un peso muy pesado en la cultura japonesa. La deuda que tienes con tus padres, la deuda que tienes con tu Emperador, una deuda infinita, imposible de medir, que nunca puede ser pagada. Éste es un peso muy pesado en el alma japonesa”. “Una cultura así necesita una válvula de seguridad.” [11:48 a 18:23] “El Budismo es un Diálogo. Y lo que yo llamo “Las enseñanzas del Budismo” no son más que frases abiertas, o intercambios abiertos, en el diálogo. ” [18:25 a 28:31] EL MÉTODO DEL ZEN - [PARTE 1] “¿Qué harás con una persona que está convencida de que la Tierra es plana? No hay modo de razonar con ella. Si por alguna razón es importante que descubra que la Tierra es redonda, tienes que jugar un juego con ella. Puedes jugarle un truco. Le dices: “Magnífico, la Tierra es plana… ¡Vayamos hasta el borde y miremos más allá de él! ¿No sería divertido?... Por supuesto, si vamos a ir a mirar más allá del límite de la Tierra, tenemos que ser muy muy cuidadosos de no estar moviéndonos en círculos, o nunca llegaremos al borde. Entonces, tenemos que avanzar consistentemente a lo largo de una línea de latitud hacia el oeste. Entonces llegaremos al borde, sólo si somos consistentes en nuestra dirección.” En otras palabras, para convencer a un defensor de la Tierra plana de que es redonda, lo tienes que hacer actuar consistentemente sobre su propia Proposición, e ir hacia el oeste para encontrar el límite del Mundo. Cuando, al ir consistentemente hacia el oeste, llegue al mismo lugar desde el que partió, él estará convencido, al menos, de que la Tierra es cilíndrica. Ahora puede creer, como un acto de fe, que si avanza consistentemente sobre una línea de longitud, ocurrirá lo mismo. Pero, ¿Ves lo que haces? Lo haces persistir consistentemente en su disparate. Ése es todo el método del Zen. “Ése es todo el método del Zen: hacer que las personas se vuelvan perfectamente ególatras y que luego refuten la ilusión de un ego separado.

IDENTIDAD: “¿QUIÉN LO DICE? ... ¿Y QUIÉN ERES TÚ?” Entonces, ¿Qué ocurre? En efecto, en la disciplina del Zen, cuando tú finalmente convences al Maestro de que eres lo suficientemente tonto como para ser aceptado como estudiante… Porque tú has persistido, y porque tú insistes en definirte a ti mismo como alguien que está teniendo un problema… él te lo advirtió con anticipación, no tiene nada que enseñarte… Pero ahora él te hará a ti una pregunta. Hay muchas maneras de hacer esta pregunta, pero todas se reducen a un tema común, y es: “¿Quién eres tú? Dices que tú tienes un problema. Dices que a ti te gustaría apartarte de los sufrimientos de la vida. Tú dices que te gustaría ser uno con el universo. Me gustaría saber quién está planteando todo esto. Muéstrame ese “Tú””. Y sólo ellos lo penen de ciertos modos… “Antes de que tu padre y tu madre te concibieran, ¿Cuál era tu naturaleza original?”. Preguntas como ésas. Y ellos te dirán: “Ahora, mira, quiero que me lo muestres. No quiero un montón de ideas sobre quién eres, no quiero saber quién eres en términos de un rol social, tú sabes, que tienes tal grado académico, o tales acreditaciones profesionales, ”

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