Compilado Hakim Bey.pdf

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Textos que contiene esta edicion

5................Inmediatismo 48.........Zona temporalmente autonoma(Taz) 77.........Zonas autonomas Permanentes 82........Zona periodicamente autonoma 88.......CAOS: Los pasquines del Anarquismo Ontológico 106.....El Oceano de Limonada y los Tiempos Modernos 114................Millenniun 146.......Religion y Revolucion 157........Entrevista A Hakim Bay 170.............El Palimpsesto

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Hakim Bey es el seudónimo de Peter Lamborn Wilson (n. Nueva York, 1945). Es un escritor, ensayista y poeta estadounidense que se describe a sí mismo como ―anarquista ontológico" y sufí. Hakim Bey significa "El Señor Juez" en turco. Se hizo famoso en 1990 con su obra Zona temporalmente autónoma. Algunos escritores lo consideran el padre ideológico de los hackers. Además de diversos ensayos sobre las tradiciones de las sociedades secretas chinas (Tong), Bey introdujo el concepto de Zona Autónoma Temporal a partir de sus estudios históricos sobre las utopías piratas. También, Bey ha escrito sobre figuras como Charles Fourier o Friedrich Nietzsche y sobre las conexiones entre el sufismo y la antigua cultura celta. Al igual que estos autores y teorias, tendriamos que considerar la influencia importante en sus escritos del situacionismo el cual se ve reactualizado en los escritos de Bey.

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PRÓLOGO ANARQUÍA ONTOLÓGICA EN POCAS PALABRAS

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Hakim Bey (Equinoccio de invierno de 1993)

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INMEDIATISMO i. Toda experiencia es mediada -por los mecanismos de la percepción sensorial, la mentalización, el lenguaje, etc. -y, ciertamente, todo el arte consiste en una mediación adicional de la experiencia. ii. Sin embargo, la mediación tiene lugar por grados. Algunas experiencias (olfato, gusto, placer sexual) son menos mediadas que otras (leer un libro, mirar por un telescopio, escuchar un disco). Algunos medios, especialmente las artes "en vivo", como la danza, el teatro, las actuaciones musicales o los recitales de poesía son menos mediados que otros tales como la TV, los CDs, la Realidad Virtual. Incluso entre los medios llamados habitualmente "medios"2, algunos son más mediados que otros, según la intensidad de participación imaginativa que demanden. La prensa y la radio piden más a la imaginación, el cine menos, la TV menos aún, y la RV es la que menos requiere de todos hasta ahora. iii. Para el arte, la intervención del Capital señala un mayor grado de mediación. Decir que el arte está mercantilizado es decir que una mediación, o un estar-en-medio, ha ocurrido, y que esta interposición equivale a una ruptura, y que esa ruptura equivale a "alienación". La música improvisada tocada en casa por unos amigos está menos "alienada" que la música tocada "en vivo" en el Met3 o que la música interpretada a través de medios (sea la PHS4, MTV o un walkman). De hecho, se puede argumentar que la música distribuida gratis o a precio de coste en cassettes por correo está MENOS alienada que la música en directo tocada en algún inmenso espectáculo del tipo " We Are The World" o en un club nocturno de Las Vegas, a pesar de que esta última es música en vivo interpretada para un público vivo (o al menos eso parece), mientras que la primera es música grabada consumida por oyentes distantes y aún anónimos.

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iv. La tendencia de la Alta Tecnología y la tendencia del Capitalismo Tardío impulsan ambas a las artes más y más hacia formas extremas de mediación. Ambas ensanchan el abismo entre la producción y el consumo del arte, con el correspondiente incremento de la "alienación". v. Con la desaparición de una "corriente principal" y por tanto de una "vanguardia" en las artes, se ha observado que todas las experiencias artísticas más avanzadas e intensas se han vuelto casi instantáneamente recuperables por los medios, y así son convertidas en basura como todo el resto de la basura en el fantasmal mundo de las mercancías. La "basura", en el sentido en que el término fue redefinido en, digamos, Baltimore en los años 705, puede ser una buena diversión como una mirada irónica sobre una especie de cultura popular inadvertida que rodea e impregna las regiones mas inconscientes de la sensibilidad "popular" -que a su vez es producida en parte por el Espectáculo. La "basura" fue en su momento un concepto fresco, con un potencial radical. Ahora, sin embargo, entre las ruinas del Postmodernismo, ha empezado por fin a apestar. La frivolidad irónica acaba por volverse repugnante. ¿Es posible ahora SER SERIO PERO NO SOBRIO? (Nota: La Nueva Sobriedad es desde luego simplemente la otra cara de la Nueva Frivolidad. El neo-puritanismo chic lleva la mancha de la Reacción, de la misma forma que la ironía filosófica y la desesperación postmodernas llevan a la Reacción. La Sociedad de la Purga es lo mismo que la Sociedad de la Comilona. Tras los "12 pasos" de la enrollada renuncia de los 90, todo lo que queda es el 130 escalón de la horca. La ironía puede haberse vuelto aburrida, pero la automutilación nunca fue nada más que un abismo. Abajo la frivolidad Abajo la sobriedad.) Todo lo delicado y bello, del Surrealismo al break-dance, acaba como pienso para los anuncios de Macmuerte; 15 minutos después toda la magia ha sido chupada, y el propio arte queda muerto como una langosta seca. Los genios de los medios, que no son otra cosa que postmodernos, han empezado incluso a alimentarse de la vitalidad de la «basura», como buitres regurgitando y reconsumiendo la misma carroña, en un éxtasis obsceno de autoreferencialidad. ¿Por dónde se va a la Salida? vi. El arte verdadero es un juego, y el juego es una de las experiencias más í

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inmediatas. No se puede esperar de quienes han cultivado el placer del juego que lo abandonen simplemente para hacer una declaración política (como en una "Huelga del Arte" o "la supresión sin la realización" del arte, etc.) El arte continuará, de algún modo en el mismo sentido que continuarán el respirar, el comer o el follar.

vii. Con todo, nos repele la extrema alienación de las artes, especialmente en "los medios", en la edición comercial y las galerías, en la "industria" discográfica, etc. Y a veces incluso nos preocupamos sobre la extensión en que nuestra propia participación en artes tales como la escritura, la pintura o la música nos implican en una sucia abstracción, una separación de la experiencia inmediata. Perdemos la franqueza del juego (nuestro placer original al hacer arte en primer lugar); perdemos el olfato, el gusto, el tacto, el contacto de cuerpos en movimiento. viii. Ordenadores, vídeo, radio, imprentas, sintetizadores, máquinas de fax, grabadoras, fotocopiadoras -estas cosas son buenos juguetes, pero también terribles adicciones. Finalmente nos damos cuenta de que no podemos "tender la mano y tocar a alguien" que no está presente en carne y hueso. Estos medios pueden ser útiles para nuestro arte -pero no deben poseernos, ni interponerse, mediar o separarnos de nosotros mismos animales/animados. Queremos controlar nuestros medios, no ser Controlados por ellos. Y nos gustaría recordar cierta arte marcial psíquica que acentúa la comprensión de que el cuerpo en sí mismo es el menos mediado de todos los medios. ix. Por tanto, como artistas y "trabajadores culturales" que no tienen intención de abandonar la actividad en los medios que hemos elegido, con todo demandamos de nosotros mismos una extrema conciencia de la inmediatez así como la maestría en algún medio directo para llevar a cabo esta conciencia como juego, inmediatamente (en seguida) e inmediatamente (sin mediación). x. Dándonos plenamente cuenta de que cualquier "manifiesto" artístico escrito hoy sólo puede apestar a la misma ironía a la que busca oponerse, declaramos pese a todo sin vacilación (sin pensarlo [13]

demasiado) la fundación de un "movimiento", el INMEDIATISMO. Nos sentimos libres para hacerlo porque nos proponemos practicar el Inmediatismo en secreto, para evitar cualquier contaminación de la mediación. Públicamente continuaremos nuestro trabajo en la edición, la radio, impresión, música, etc., pero privadamente crearemos algo más, algo para ser compartido libremente pero nunca consumido pasivamente, algo que pueda ser discutido abiertamente pero nunca entendido por los agentes de la alienación, algo sin potencial comercial pero valioso más allá del precio, algo oculto pero completamente trenzado en la tela de nuestras vidas cotidianas. xi. El Inmediatismo no es un movimiento en el sentido de un programa estético. Depende de la situación, no del estilo o el contenido, el mensaje o la Escuela. Puede tomar la forma de cualquier tipo de diversión creativa que puedan realizar dos o más personas, por y para si mismas, cara a cara y juntas. En este sentido es como un juego, y por tanto ciertas "reglas" pueden ser aplicables.

xii. Todos los espectadores deben ser también intérpretes. Todos los gastos han de ser compartidos, y todos los productos que puedan resultar del juego han de ser también compartidos sólo por los participantes (que pueden guardarlos u ofrecerlos como regalos, pero no deberían venderlos). Los mejores juegos usarán pocas o ninguna forma obvia de mediación como la fotografía, grabaciones, impresión, etc., tendiendo más bien hacia técnicas inmediatas que impliquen presencia física, comunicación directa y los sentidos. xiii. Una matriz obvia para el Inmediatismo es la fiesta. Así, una buena comida podría ser un proyecto de arte inmediatista, especialmente si todos los presentes cocinaran además de comer. Los antiguos chinos y japoneses, en los días brumosos del otoño, celebraban fiestas de olores, donde cada invitado llevaba un incienso o un perfume caseros. En fiestas de versos encadenados un pareado fallido supondría el castigo de un vaso de vino. Encuentros para hacer colchas6, tableaux vivants, cadáveres exquisitos, rituales de compañerismo como la "Orgía Museo" de é ú ú á

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Fourier (trajes eróticos, poses y parodias), música en vivo y baile -el pasado puede ser saqueado en busca de formas apropiadas, y la imaginación proporcionara más. xiv. La diferencia entre un encuentro para hacer colchas del siglo XIX, por ejemplo, y uno Inmediatista estaría en nuestra conciencia de la práctica del Inmediatismo como una respuesta a los pesares de la alienación y la "muerte del arte". xv. El arte postal de los 70 y la escena de fanzines de los 80 fueron intentos de ir más allá de la mediación del arte-como-mercancía, y pueden ser considerados antecesores del Inmediatismo. Sin embargo, conservaron las estructuras mediadas de la comunicación postal y la xerografia, y por tanto no lograron superar el aislamiento de los participantes, que se mantenían bastante literalmente fuera de contacto. Queremos llevar los motivos y descubrimientos de estos movimientos anteriores a su conclusión lógica en un arte que destierre toda mediación y alienación, al menos hasta donde la condición humana lo permita. xvi. Además, el Inmediatismo no está condenado a la impotencia en el mundo simplemente porque evita la publicidad del mercado. El "Terrorismo Poético" y el "Sabotaje del Arte"7 son formas bastante lógicas de Inmediatismo. xvii. Finalmente, esperamos que la práctica del Inmediatismo liberará en nosotros vastos depósitos de poder olvidado, que no sólo transformarán nuestras vidas a través de la realización secreta del juego inmediado, sino que además ineludiblemente manarán y surgirán y permearán el otro arte que creamos, el arte más público y mediado. Y esperamos que los dos estarán cada vez más cercanos, y quizás al final se conviertan en uno.

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EL TONG

Los mandarines obtenían su poder de la ley; el pueblo, de las sociedades secretas. (Proverbio Chino) El invierno pasado leí un libro sobre los Tongs Chinos (Primitive

RevoIutionaries of China: A Study of Secret Societies in the Late Nineteenth Century8, Fei-Ling Davis; Honolulú, 1971-77): -¡quizá el

primero nunca escrito por alguien que no era un agente del Servicio Secreto británico!- (de hecho, ella era una socialista China que murió joven -éste fue su único libro) -y por primera vez me di cuenta de por qué me ha atraído siempre el Tong; no sólo por el romanticismo, la elegante decoración decadente chinesca, como así era, pero también por la forma, la estructura, la propia esencia de la cosa. Algún tiempo después en una excelente entrevista con William Burroughs en la revista Homocore descubrí que él también había acabado fascinado con los Tongs y que sugería esta forma como un perfecto modo de organización para los maricas9, particularmente en esta era presente de histeria y moralismo mierdosos. Estoy de acuerdo, y extendería la recomendación a todos los grupos marginales, especialmente aquellos cuyo disfrute implica ilegalismo (fumetas, heréticos del sexo, insurreccionalistas) o excentricidad extrema (nudistas, paganos, artistas de post-vanguardia, etc., etc.). Un Tong puede quizás ser definido como una sociedad de beneficio mutuo para gente con un interés común que es ilegal o peligrosamente marginal -de ahí el necesario secreto. Muchos Tongs Chinos se movían alrededor del contrabando y la evasión de impuestos, o el autocontrol clandestino de ciertos oficios (en oposición al control del Estado), o finalidades políticas insurreccionales o religiosas (el derrocamiento de los Manchúes, por ejemplo -varios Tongs colaboraron con los anarquistas en la Revolución de 1911). Una finalidad común de los Tongs era recoger e invertir las cuotas de pertenencia e iniciación en fondos de seguros para los indigentes, los parados, las viudas y huérfanos de los miembros fallecidos, gastos de funerales, etc. En una era como la nuestra en la que los pobres están atrapados entre el canceroso Escila de la industria aseguradora y el rápidamente desapareciente Caribdis de los servicios del bienestar y la salud pública, este fin de la Sociedad Secreta bien podría recuperar su atractivo. (Las logias masónicas estaban organizadas sobre esta í

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base, igual que los primeros sindicatos ilegales y las "órdenes caballerescas"10 para trabajadores y artesanos.) Otro fin universal de estas sociedades era por supuesto la convivialidad11, especialmente los banquetes pero incluso este pasatiempo aparentemente inocuo puede adquirir implicaciones insurreccionales. En las varias revoluciones francesas, por ejemplo, los clubes gastronómicos asumieron frecuentemente el papel de organizaciones radicales cuando todas las demás formas de reunión pública estaban prohibidas. Recientemente hablé sobre los Tongs con "P.M.," autor de bolo'bolo (Serie Agentes Extranjeros de Semiotext(e)). Yo argumentaba que las sociedades secretas son nuevamente una posibilidad para los grupos que buscan autonomía y realización individual. El no estaba de acuerdo, pero no (como yo esperaba) por las connotaciones "elitistas" del secretismo. El creía que tales formas organizativas funcionan mejor en grupos sólidamente ligados, con fuertes lazos económicos, étnico/regionales o religiosos -condiciones que no existen (o existen sólo embriónicamente) en la escena marginal de hoy. El proponía en cambio el establecimiento de centros de barrio multifuncionales, con los gastos compartidos por varios grupos de intereses específicos y empresas de pequeña escala (artesanos, cafés, espacios para actuaciones, etc.). Este tipo de grandes centros requeriría estatus oficial (reconocimiento por el Estado), pero obviamente se convertirían en focos para toda clase de actividades no oficiales -mercados negros, organización temporal para la "protesta" o la acción insurreccional, "ocio" incontrolado y convivialidad no monitorizada, etc. En respuesta a la crítica de "P.M." no he abandonado sino más bien modificado mi concepto de lo que podría ser un Tong moderno. La estructura intensamente jerárquica del tong tradicional obviamente no funcionaría, aunque algunas de las formas podrían ser mantenidas y usadas del mismo modo que los títulos y honores son usados en nuestras "religiones libres" (o religiones "raras", religiones "de broma", cultos anarco-neo-paganos, etc.). La organización no jerárquica nos atrae, pero también el ritual, el incienso, la placentera ampulosidad de las órdenes ocultas -podrías llamarlo "Estética del Tong"- así que ¿por qué no podríamos también tener nuestro pastel y comérnoslo? (especialmente si es majoun Marroquí o baba au absinthe- ¡algo un poco prohibido!). Entre otras cosas, el Tong debería ser una obra de arte. La estricta regla tradicional del secreto también necesita de modificación. Hoy día cualquier cosa que evite la idiota mirada de la publicidad es ya virtualmente secreta. La mayoría de la gente moderna parece incapaz de creer en la realidad de algo que nunca ven en televisión por tanto escapar de ser televisualizado es ser ya casií í ñ

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invisible. Más aún, lo que es visto a través de la mediación de los medios se vuelve en cierto modo irreal, y pierde su poder (no voy a molestarme en defender esta tesis sino que simplemente referiré al lector a una línea de pensamiento que lleva de Nietzsche a Benjamín a Bataille a Barthes a Foucault a Baudrillard). Por contraste, quizá aquello que es no visto retiene su realidad, su enraizamiento en la vida cotidiana y por tanto en la posibilidad de lo maravilloso. Así que el moderno Tong no puede ser elitista -pero no hay razón para que no sea selectivo. Muchas organizaciones no autoritarias se han fundado en el dudoso principio de la militancia abierta, lo que frecuentemente lleva a una preponderancia de gilipollas, patanes, aguafiestas, neuróticos quejumbrosos y agentes de policía. Si un Tong se organiza alrededor de un interés específico (especialmente un interés ilegal o arriesgado o marginal) ciertamente tiene el derecho de componerse de acuerdo con el principio del "grupo de afinidad". Si el secreto significa (a) evitar la publicidad y (b) vetar a posibles miembros, la "sociedad secreta" apenas puede ser acusada de violar los principios anarquistas. De hecho, tales sociedades tienen una historia larga y honorable en el movimiento antiautoritario, desde el sueño de Proudhon de reanimar la Santa Vehm12 como una especie de "Justicia del Pueblo", a los varios proyectos de Bakunin, a los "Errantes" de Durruti. No deberíamos permitir que los historiadores marxistas nos convenzan de que tales recursos son "primitivos" y han sido por tanto dejados atrás por la "Historia". Que la "Historia" es un absoluto es como mínimo una premisa dudosa. No estamos interesados en un retorno a lo primitivo, sino en un retorno DE lo primitivo, puesto que lo primitivo es lo "reprimido". En los viejos días las sociedades secretas aparecían en tiempos y lugares prohibidos por el Estado, esto es, donde y cuando la gente es mantenida aislada por la ley. En nuestros tiempos la gente usualmente no es aislada por la ley sino por la mediación y la alienación (ver el capítulo 1, "Inmediatismo"). El secreto por tanto se vuelve una evitación de la mediación, mientras la convivialidad pasa de objetivo secundario a objetivo primario de la "sociedad secreta". Simplemente encontrarse cara a cara es ya una acción contra la fuerzas que nos oprimen con el aislamiento, con la soledad, con el trance de los medios. En una sociedad que impone una esquizoide separación entre Trabajo y Ocio, todos hemos experimentado la trivialización de nuestro "tiempo libre", tiempo que no está organizado ni como trabajo ni como ocio. ("Vacación" significó una vez tiempo "vacío" ahora significa tiempo que es organizado y llenado por la industria del ocio.) La finalidad ó ó

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"secreta" de la convivialidad en la sociedad secreta se convierte entonces en la auto-estructuración y auto-valoración del tiempo libre. La mayoría de las fiestas están dedicadas sólo a la música alta y a demasiada priva, no porque las disfrutemos sino porque el Imperio del Trabajo nos ha imbuido del sentimiento de que el tiempo vacío es tiempo perdido. La idea de dedicar una fiesta a, digamos, hacer una colcha o cantar juntos madrigales, parece desesperadamente desfasada. Pero el Tong moderno encontrará a la vez necesario y disfrutable recuperar el tiempo libre del mundo de la mercancía y dedicarlo a la creación compartida, a jugar13. Conozco varias sociedades ya organizadas según estas líneas, pero ciertamente no voy a cargarme su secreto discutiéndolas en letra impresa. Hay alguna gente que no necesita quince segundos en el Telediario de la noche para dar validez a su existencia. Desde luego, la prensa y radio marginales (los únicos medios en que aparecerá este sermoncillo) son de todos modos prácticamente invisibles -ciertamente todavía bastante opacas a la mirada del Control. Con todo, he aquí el principio del asunto: los secretos deberían ser respetados. ¡No todo el mundo necesita saberlo todo! De lo que más carece -y más necesita el siglo XX- es de tacto. Deseamos reemplazar la epistemología democrática con "epistemología dadá" (Feyerabend). O estás en el bus o no estás en el bus. Algunos llamarán a esto una actitud elitista, pero no lo es -al menos no en el sentido que C. Wright Mills da a la palabra: esto es, un pequeño grupo que ejercita poder sobre los no-miembros para su propio engrandecimiento. El Inmediatismo no tiene que ver con relaciones de poder; -no desea ser gobernado ni gobernar. El Tong contemporáneo, por tanto, no halla placer en la degeneración de las instituciones en conspiraciones. Quiere poder para sus propios objetivos de mutualidad. Es una asociación libre de individuos que se han elegido mutuamente como los sujetos de la generosidad del grupo, su "expresividad" (por usar un término sufí). Si esto resulta ser algún tipo de "elitismo", entonces que así sea. Si el Inmediatismo empieza con grupos de amigos intentando no sólo superar el alistamiento sino también mejorarse mutuamente sus vidas, pronto querrá tomar una forma mas compleja: núcleos de aliados mutuamente elegidos, trabajando (jugando) para ocupar más y más tiempo fuera de todo control y estructura mediada. Entonces querrá convertirse en una red horizontal de tales grupos autónomos; después, en una ''tendencia''; luego, en un ''movimiento''; y entonces, en una red cinética de "zonas temporalmente autónomas". Finalmente se afanará para convertirse en el núcleo de la nueva sociedad, dándose a luz a si

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misma dentro de la corrompida cáscara de la antigua. Para todos estos propósitos la sociedad secreta promete proporcionar un útil marco de clandestinidad protectora -un manto de invisibilidad que tendrá que dejarse caer sólo en el caso de una confrontación final con la Babilonia de la Mediación... ¡Preparáos para las Guerras del Tong!

INMEDIATISMO VS CAPITALISMO Muchos monstruos se interponen entre nosotros y la realización de los objetivos inmediatistas. Por ejemplo, nuestra propia arraigada alienación inconsciente podría demasiado fácilmente ser confundida con una virtud, especialmente al contrastarla con la papilla criptoautoritaria que pasa por "comunidad" o con las varias versiones ascendentes del "ocio". ¿No es natural tomar el dandismo noir de avarientos ermitaños por alguna forma de Individualismo heroico, cuando el único contraste visible es el socialismo mercantil del Club Med o el masoquismo gemutlich de los Cultos de las Víctimas? Estar maldito y en el rollo naturalmente atrae más a las almas nobles que estar salvado y cómodo. El Inmediatismo significa mejorar a los individuos proporcionando un molde de amistad, no minimilizarles sacrificando su "propiedad" al pensamiento grupal, la autoabnegación izquierdista o valores clónicos New Age. Lo que debe ser superado no es la individualidad per se, sino más bien la adicción a la amarga soledad que caracteriza la consciencia en el siglo XX (que por lo general no es mucho más que una repetición del XIX). Mucho más peligroso que cualquier monstruo interior de (lo que podría llamarse) el "egoísmo negativo", sin embargo, es el monstruo externo, muy real y totalmente objetivo del Capitalismo Demasiado Tardío. Los marxistas (R.I.P) tenían su propía versión de cómo funcionaba esto, pero aquí no estamos preocupados con análisis abstractos/dialécticos del valor del trabajo o la estructura de clases (a pesar de que éstos puedan aún requerir análisis, y aún más desde la "muerte" o "desaparición" del Comunismo). En cambio, nos gustaría señalar los peligros tácticos específicos que encara cualquier proyecto inmediatista. 1. El Capitalismo sólo apoya ciertos tipos de grupos, por ejemplo la familia nuclear o "la gente que conozco en mi trabajo", porque estos [20]

grupos ya están autoalienados e integrados en la estructura Trabaja/Consume/Muere. Otros tipos de grupos podrán ser tolerados, pero carecerán de todo apoyo de la estructura social, y así se encontrarán encarando grotescos desafíos y dificultades que aparecerán bajo el disfraz de la "mala suerte". El obstáculo primero y de apariencia mas inocente a cualquier proyecto inmediatista será la "ocupación"14, "necesidad de ganarse la vida" que encara cada uno de sus asociados. Sin embargo aquí no hay verdadera inocencia, sólo nuestra profunda ignorancia de las formas en que el Capitalismo está organizado para evitar toda convivialidad genuina. Tan pronto como un grupo de amigos haya empezado a visualizar objetivos inmediatos alcanzables sólo a través de la solidaridad y la cooperación, entonces a uno de ellos le ofrecerán repentinamente un "buen" trabajo en Cincinnati o enseñar inglés en Taiwán -o si no tendrá que volver a California para cuidar de un progenitor moribundo o si no perderán el "buen" trabajo que tenían y se verán reducidos a un estado de desdicha que imposibilita que disfruten del proyecto u objetivos del grupo (esto es, estarán "deprimidos"). Al nivel más aparentemente mundano, el grupo no podrá acordar un día de la semana para reunirse porque todo el mundo está "ocupado". Pero esto no es mundano. Es pura maldad cósmica. Echamos espumarajos de indignación por la "opresión" y las "leyes injustas" cuando de hecho estas abstracciones tienen escaso impacto en nuestra vida diaria; mientras que lo que realmente nos hace desgraciados pasa inadvertido, relegado a la "ocupación" o la "distracción", o incluso a la propia naturaleza de la realidad ("¡Bueno, no puedo vivir sin un trabajo!"). Sí, quizás sea cierto que no podemos "vivir" sin un trabajo aunque espero que seamos - bastante adultos para conocer la diferencia entre vida y la acumulación de un montón de jodidos trastos. Aun así, debemos recordarnos constantemente (ya que nuestra cultura no lo hará por nosotros) que este monstruo llamado TRABAJO sigue siendo el objetivo preciso y exacto de nuestra ira rebelde, la realidad más opresiva a que nos enfrentamos (y debemos también aprender a reconocer el Trabajo cuando está disfrazado como "ocio'). Estar "demasiado ocupado" para el proyecto Inmediatista es perderse la propia esencia del Inmediatismo. Luchar para juntarse cada lunes por la noche (o cuando sea) en los dientes de la tempestad de la ocupación, la familia, o invitaciones a estúpidas fiestas; esa lucha es ya en si misma Inmediatismo. Ten éxito en encontrarte físicamente, cara a cara con un grupo que no es tu cónyuge-e-hijos, o los "tíos del curro", o tu Programa de 12 Pasos, y ya habrás alcanzado virtualmente todo lo que el Inmediatismo anhela. Un proyecto real surgirá casi espontáneamente de

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esta exitosa bofetada a la norma social del aburrimiento alienado. Hacia fuera, desde luego, el proyecto parecerá ser el propósito del grupo, su motivo para juntarse, pero de hecho la verdad es lo contrario. No estamos bromeando ni condescendiendo en la hipérbole cuando decimos que encontrarse cara a cara ya es "la revolución". Lógralo y la parte de creatividad vendrá naturalmente; como "el reino de los cielos" se te añadirá. Desde luego será horriblemente difícil ¿por que si no nos habríamos pasado la última década intentando construir nuestra "bohemia en el correo" si hubiera sido fácil tenerla en algún quartier latin o comuna rural? Esa escoria de ratas-bastardas Capitalistas que te instan a "salir y tocar a alguien" con un teléfono o a "estar allí" (¿dónde?, ¿¿enfrente de una mierda de televisión??); esos mamones están intentando convertirte en una patética y lisiada ruedecita, exprimida y vaciada de sangre, en la máquina de muerte del alma humana (¡y no empecemos con sutilezas teológicas sobre qué queremos decir con "alma"!). Combátelos encontrándote con amigos, no para consumir o producir, sino para disfrutar de la amistad y habrás triunfado (al menos por un momento) sobre la conspiración más perniciosa en la sociedad EuroAmericana de hoy -la conspiración para convertirte en un cadáver viviente galvanizado por las prótesis y el terror a la escasez- para convertirte en un espía persiguiendo a tu propio cerebro. ¡Esto no es un asunto menor! ¡Esta es una cuestión de victoria o derrota! 2. Si la ocupación y la fisipación15 son los primeros fracasos potenciales del Inmediatismo, no podemos decir que su triunfo debería ser equiparado con el "éxito". La segunda amenaza principal a nuestro proyecto puede ser descrita bastante simplemente como el éxito trágico del propio proyecto. Digamos que hemos superado la alienación física y nos hemos reunido, desarrollado nuestro proyecto y creado algo (una colcha16, un banquete, una obra, un poco de ecosabotaje, etc.). A menos que lo mantengamos como un absoluto secreto -lo que es probablemente imposible y en cualquier caso constituiría un egoísmo bastante venenoso- otros oirán hablar de ello (otros del infierno, para parafrasear a los existencialistas), y entre estos otros, algunos serán agentes (conscientes o inconscientes, eso no importa) del Capitalismo Demasiado Tardío. El Espectáculo -o lo que sea que lo ha reemplazado desde 1968- por encima de todo está vacío. Se recarga por el constante engullido, a modo de Moloch, de los poderes creativos y energías de todos. Está más desesperado por tu "subjetividad radical" que cualquier vampiro o madero por tu sangre. Quiere tu creatividad mucho más de lo que la quieres tú mismo. Moriría a menos que tú lo deseases, y sólo lo desearás si parece que te ofrece los mismos deseos que soñaste, solo en tu genialidad solitaria, disfrazados y revendidos como mercancías. ¡Ah, las metafísicas artimañas de los objetos! (o palabras a ese efecto, Marx citado por Benjamin). ó

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De repente os parecerá (como si un demonio os lo hubiera silbado a la oreja) que el arte Inmediatista que habéis creado es tan bueno, tan fresco, tan original, tan fuerte comparado con toda la mierda del "mercado" -tan puro- que podríais aguarlo y venderlo, y ganaros la vida con él, de modo que podríais todos dejar el TRABAJO, comprar una granja en el campo y después hacer arte juntos para siempre. Y quizás sea verdad. Podrías... después de todo, sois genios. Pero sería mejor que volaseis a Hawai y os tiraseis dentro de un volcán activo. Seguro, podríais tener éxito; podríais tener 15 segundos en el Telediario de la noche -o un documental de la PBS sobre vuestra vida. Si, efectivamente. 3. Pero aquí es donde el monstruo principal entra, atraviesa la pared del salón y os mata (si el Éxito no os ha "estropeado" ya, claro). Porque para tener éxito primero debéis ser "vistos". Y si sois vistos, seréis percibidos como malos, ilegales, inmorales -diferentes. Las principales fuentes de energía creativa del Espectáculo están todas en prisión. Si no sois una familia nuclear o una visita guiada del Partido Republicano, ¿por qué os estáis reuniendo entonces todos los lunes por la noche? ¿Asuntos de drogas?, ¿sexo ilícito?, ¿evasión de impuestos?, ¿satanismo? Y desde luego hay bastantes posibilidades de que vuestro grupo Inmediatista esté involucrado en algo ilegal -ya que prácticamente todo lo placentero es ilegal. Babilonia odia que alguien disfrute de la vida, en vez de simplemente gastar dinero en un vano intento de comprar la ilusión del disfrute. Disipación, glotonería, consumo excesivo bulímico -éstos no son sólo legales, sino obligatorios. Si no te gastas en la vaciedad de las mercancías eres obviamente extraño17 y por definición tienes que estar quebrantando alguna ley. En esta sociedad el verdadero placer es más peligroso que el robo de bancos. Al menos los ladrones de bancos comparten el respeto de Massa18 por el dinero de Massa. Pero vosotros, pervertidos, claramente merecéis arder en la hoguera -y aquí llegan los campesinos con sus antorchas, ansiosos por cumplir el mandato del Estado sin que ni siquiera se lo pidan. Ahora vosotros sois los monstruos, y vuestro pequeño castillo gótico de Inmediatismo está envuelto en llamas. De repente empiezan a salir maderos de todas partes. ¿Están en orden vuestros papeles? ¿Tenéis permiso para existir?. El Inmediatismo es un picnic -pero no es fácil. El Inmediatismo es el sendero más natural imaginable para los humanos libres -y por tanto la abominación más innatural a los ojos del Capital. El Inmediatismo triunfará, pero sólo al coste de la autoorganización del poder; de la clandestinidad y de la insurrección. El Inmediatismo es nuestro placer, ñ

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el Inmediatismo es peligroso.

INVOLUCION Hasta ahora hemos tratado el Inmediatismo como un movimiento estético más que como uno político; pero si lo "personal es político" entonces ciertamente lo estético debe ser considerado aún más así. No puede decirse que "el arte por el arte" exista, a menos que se entienda que esto implica que el arte per se funciona como un poder político, esto es, un poder capaz de expresar o incluso cambiar el mundo en vez de meramente describirlo. De hecho el arte siempre busca ese poder, tanto si el artista permanece inconsciente del hecho y cree en la estética "pura", como si se vuelve tan hiperconsciente del hecho como para no producir más que agit-prop. La conciencia en si, como señaló Nietzsche, juega en la vida un papel mucho menos significativo que el poder. No podría imaginarse una prueba más rápida de esto que la existencia continuada de un "Mundo del Arte" (SoHo, la calle 37, etc.) que todavía cree en los dominios separados del arte político y el arte estético. Semejante fallo de conciencia permite a este "mundo" el lujo de producir arte con un contenido político abierto (para satisfacer a sus clientes liberales)19, así como arte sin ese contenido, que meramente expresa el poder de la escoria burguesa y los banqueros que lo compran para sus carteras de inversiones. Si el arte no poseyera y ejerciera este poder no merecería la pena y nadie lo practicaría. El arte por el arte literal no produciría nada más que impotencia y nulidad. Incluso los decadentes del cambio de siglo que inventaron l'art pour l'art lo usaron políticamente: como un arma contra los valores burgueses de "utilidad", "moralidad" y demás. La idea de que el arte puede ser vaciado de significado político atrae ahora solamente a esos cretinos liberales que quieren disculpar la "pornografía" basándose en que "es sólo arte" y por tanto no puede cambiar nada. (Odio a esos gilipollas aún más que a Jesse Helms20; ¡al menos él todavía cree que el arte tiene poder!). Incluso si se puede -por el momento- admitir que exista un arte sin contenido político (aunque esto sigue siendo sumamente problemático), entonces el significado político del arte puede todavía buscarse en los medios de su producción y consumo. El arte de la calle 57 sigue siendo burgués sin importar lo radical que pueda parecer su contenido, como Warhol probó al pintar al Che Guevara; de hecho Valerie Solanas se reveló mucho más radical -pegándole un tiro- (y quizás incluso más á

á á

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radical que el Che, ese Rodolfo Valentino del Fascismo Rojo). De hecho no estamos terriblemente preocupados por el contenido del arte Inmediatista. El Inmediatismo sigue siendo para nosotros más juego que "movimiento"; como tal, el juego puede resultar en didactismo Brechtiano o en Terrorismo Poético, pero bien puede igualmente no dejar tras de sí ningún contenido (como en un banquete) o bien uno sin un mensaje político obvio (como una colcha). La cualidad radical del Inmediatismo se expresa en sí mismo más que en su modo de producción y consumo. Esto es, es producido por un grupo de amigos bien para si mismo solamente o para un grupo de amigos mayor; no es producido para la venta, ni es vendido, ni (idealmente) se le permite deslizarse en forma alguna fuera del control de sus productores. Si está pensado para el consumo fuera del circulo entonces debe ser hecho de tal forma que se mantenga impermeable a la cooptación y la mercantilización. Por ejemplo, si una de nuestras colchas se nos escapase y acabara vendida como "arte" a algún capitalista o museo, deberíamos considerarlo un desastre. Las colchas deben quedarse en nuestras manos o ser dadas a quienes van a apreciarlas y guardarlas. En cuanto a nuestra agitprop debe resistir la mercantilización por su propia forma; -no queremos que nuestros pósters se vendan veinte años más tarde como "arte", como Mayakovski (o Brecht, si a ello vamos). La mejor agitprop Inmediatista no dejará ningún rastro, excepto en las almas de quienes hayan sido cambiados por ella. Permítasenos repetir aquí que la participación en el inmediatismo no excluye la producción/consumo de arte en otras formas por los individuos que conforman el grupo. No somos ideólogos, y esto no es Jonestown. Esto es un juego, no un movimiento; tiene reglas de juego, pero no leyes. Al Inmediatismo le encantaría que todo el mundo fuera un artista, pero nuestro objetivo no es la conversión masiva. El atractivo del juego está en su capacidad para escapar de las paradojas y contradicciones del mundo del arte comercial (incluyendo la literatura, etc.), donde todos los gestos liberadores parecen acabar como meras representaciones y por tanto traiciones a si mismos. Ofrecemos la oportunidad de un arte que está inmediatamente presente en virtud del hecho de que sólo puede existir en nuestra presencia. Algunos de nosotros pueden todavía escribir novelas o pintar cuadros, sea para "ganarse la vida" o para buscar formas de redimir estas formas de la recuperación. Pero el Inmediatismo deja de lado estos problemas. Así, es "privilegiado", como todos los juegos. Pero no podemos sólo por esta razón llamarlo involucionado, vuelto sobre sí mismo, cerrado, hermético, elitista, arte por el arte. En el Inmediatismo el arte es producido y consumido en cierta manera, y este modus operandi es ya "político" en un sentido muy específico. Para [25]

captar este sentido, sin embargo, tenemos que explorar primero la "involución" más de cerca. Se ha convertido en un tópico decir que la sociedad ya no expresa un consenso (sea reaccionario o liberador), sino que un falso consenso es expresado para la sociedad; llamemos a este falso consenso "la Totalidad". La Totalidad es producida a través de la mediación y la alienación, que intentan subsumir o absorber todas las energías creativas para la Totalidad. Mayakovski se suicidó cuando se dio cuenta de esto; quizá nosotros estemos hechos de un material más duro, quizá no. Pero en beneficio de la discusión, asumamos que el suicidio no es una "solución". La Totalidad aísla a los individuos y los vuelve impotentes al ofrecerles sólo modos ilusorios de expresión social, modos que parecen prometer liberación o autorealización pero que de hecho terminan produciendo aún más mediación y alienación. Este complejo puede verse claramente en el nivel del "fetichismo del producto", donde las formas más rebeldes o vanguardistas del arte pueden ser convertidas en pienso para la PBS o la MTV o en anuncios de vaqueros o perfume. En un nivel más sutil, sin embargo, la Totalidad puede absorber y redirigir cualquier poder, sea el que sea, simplemente recontextualizándolo y re-presentándolo. Por ejemplo, el poder liberador de un cuadro puede ser neutralizado o incluso absorbido simplemente colocándolo en el contexto de una galería o museo, donde automáticamente se convierte en una mera representación del poder liberador. El gesto insurreccional de un loco o criminal no es negado solamente encerrando al autor, sino aún más permitiendo que el gesto sea representado -por un psiquiatra o por algún descerebrado programade-maderos en el canal 5 o incluso por un libro-de-mesa-de-café sobre Art Brut. A esto se le ha llamado "recuperación Espectacular"; sin embargo, la Totalidad puede ir aún más allá que esto simplemente simulando aquello que antes buscaba recuperar. Esto es, el artista y el loco ya no son necesarios ni siquiera como fuentes de apropiación o "reproducción mecánica", como la llamó Benjamin. La simulación no puede reproducir el tenue reflejo del "aura" que Benjamin concedía incluso a la mercancía-basura, su "rastro utópico". La simulación no puede de hecho reproducir o producir nada excepto desolación y miseria. Pero como la Totalidad florece en nuestra miseria, la simulación se ajusta bastante admirablemente a su propósito. Todos estos efectos pueden ser rastreados con la mayor obviedad y crudeza en el área llamada generalmente "los Medios" (aunque sostenemos que la mediación tiene un alcance mucho mayor incluso que lo que el término retransmisión pudo nunca describir o indicar). El papel de los Medios en la reciente Guerra de Nintendo21 -de hecho la

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exacta identificación de los Medios con la guerra proporciona un marco perfecto y ejemplar. A través de toda Norteamérica millones de personas poseían al menos suficiente "ilustración" para condenar esta horrible parodia de moralidad impuesta por ese espía asesino traficanre-de-crack de la Casa Blanca. Sin embargo los Medios produjeron (esto es, simularon) la impresión de que virtualmente ninguna oposición a la guerra de Bush existía o podía existir; que (citando a Bush) "no hay un Movimiento por la Paz". Y de hecho no había un Movimiento por la Paz -sólo millones de personas cuyo deseo de paz había sido negado por La Totalidad, borrado, "desaparecido" como las víctimas de los escuadrones de la muerte Peruanos; gente separada entre sí por la brutal alienación de la TV, la gestión de las noticias, el infoentreteniniento y la pura desinformación; gente a la que se hizo sentir aislada, alienada, chalada, extraña, equivocada, finalmente inexistente; gente sin voces; gente sin poder. Este proceso de fragmentación ha alcanzado una terminación casi universal en nuestra sociedad, al menos en el área del discurso social. Cada persona toma parte en una "relación de involución" con la simulación espectacular de los Medios. Esto es, nuestra "relación" con los Medios es esencialmente vacía e ilusoria, así que incluso cuando nos parece que estamos llegando más allá y percibiendo la realidad en los Medios, de hecho estamos siendo obligados a retroceder sobre nosotros mismos, alienados, aislados, impotentes. Norteamérica está llena a rebosar de gente que siente que, sin importar lo que digan o hagan, no se logrará nada diferente; que nadie está escuchando; que no hay nadie que escuche. Este sentimiento es el triunfo de los Medios. "Ellos" hablan, tú escuchas -y por tanto te vuelves sobre ti mismo en una espiral de soledad, distracción, depresión y muerte espiritual. Este proceso afecta no sólo a individuos sino también a los grupos que todavía existen fuera de la Matriz del Consenso de la familia nuclear, escuela, iglesia, trabajo, ejército, partido político, etc. A cada grupo de artistas o activistas por la paz o lo que sea se le hace también sentir que no es posible ningún contacto con otros grupos. Cada grupo "vivencial" compra la simulación de la rivalidad y enemistad con otros grupos similares de consumidores. A cada raza y clase se le asegura su alienación existencial insuperable de todas las demás razas y clases (como en Cómo viven los ricos y famosos). El concepto de "red" comenzó como una estrategia revolucionaria para rodear y superar la Totalidad estableciendo conexiones horizontales (no mediadas por la autoridad) entre individuos y grupos. En los años 80 descubrimos que la red podía también ser mediada y de hecho tenia que ser mediada -por el teléfono, los ordenadores, Correos, etc.- y por tanto estaba condenada a fallarnos en nuestra lucha contra la alienación. La tecnología de la comunicación puede aún ofrecer herramientas útiles en esta lucha, pero ahora ya está claro que la [27]

Tecnología de Comunicaciones no es un objetivo en si misma. Y de hecho nuestra desconfianza hacia tecnologías aparentemente "democráticas" como los PCs o los teléfonos se incrementa con cada fracaso revolucionario en la toma de control de los medios de producción. Francamente no deseamos ser forzados a decidir si cualquier nueva tecnología será o deberá ser o no liberadora o contraliberadora. "Después de la revolución" tales preguntas se responderían a sí mismas en el contexto de una "política del deseo". Por ahora, sin embargo, hemos descubierto (no inventado) el Inmediatismo como un medio de producción directa y presentación de energías creativas, liberadoras y lúdicas, llevadas a cabo sin recurso a la mediación de cualquier estructura mecánica o alienada sea la que sea... o al menos eso esperamos. En otras palabras, se pueda o no usar una tecnología dada o forma de mediación para superar la Totalidad, hemos decidido jugar un juego que no usa esa tecnología y por ello no necesita cuestionarla -al menos, no dentro de las fronteras del juego. Reservamos nuestro desafío, nuestro cuestionamiento, para la Totalidad total, no para cualquier "problema" con el que ella quiera distraernos. Y esto nos devuelve a la "forma política" del Inmediatismo. Cara a cara, cuerpo a cuerpo, aliento con aliento (literalmente una conspiración) el juego del Inmediatismo simplemente no puede jugarse en cualquier nivel accesible al falso Consenso. No representa la "vida cotidiana" no puede SER otra cosa que "vida cotidiana", aunque se posiciona por la penetración de lo maravilloso, por la iluminación de lo real por lo prodigioso. Como una sociedad secreta, la red que crea debe ser lenta (infinitamente más lenta que la "velocidad pura" de la TecCom, los medios y la guerra), y debe ser corpórea, más que abstracta, descarnada, mediada por la máquina o la autoridad o la simulación. En este sentido decimos que el Inmediatismo es un picnic (una convivencia) pero no es fácil -es lo más natural para los espíritus libres pero es peligroso. El contenido no tiene nada que ver con él. La misma existencia del Inmediatismo es ya una insurrección.

IMAGINACION Hay un tiempo para el teatro -Si la imaginación de un pueblo se debilita surge en ella la inclinación a hacer que sus leyendas le sean presentadas sobre el escenario: puede ahora soportar esos crudos sustitutos de la imaginación. Pero para esas edades a las que pertenece el rapsoda épico, el teatro y el actor disfrazado de héroe [28]

son un estorbo para la imaginación más que un medio de darle alas: demasiado cercano, demasiado definido, demasiado pesado, con demasiado poco de sueño y vuelo de pájaros. (Nietzsche) Pero por supuesto el rapsoda, que aquí aparece sólo a un paso de distancia del chamán ("...sueño y vuelo de pájaros") debe también ser llamado una especie de medio o puente situado entre "un pueblo" y su imaginación. (Nota: vamos a usar la palabra "imaginación" a veces en el sentido de William Blake y a veces en el sentido de Gaston Bachelard, sin optar por una determinación "espiritual" o "estética" y sin recurso a la metafísica.) Un puente transporta ("traducir", "metáfora") pero no es el original. Y traducir es traicionar. Incluso el rapsoda proporciona un poco de veneno para la imaginación. La etnografía, sin embargo, nos permite afirmar la posibilidad de sociedades donde los chamanes no son especialistas de la imaginación, sino donde todo el mundo es un tipo especial de chamán. En estas sociedades, todos los miembros (excepto los mentalmente disminuidos) actúan como chamanes y bardos tanto para sí mismos como para su pueblo. Por ejemplo: ciertas tribus amerindias de las Grandes Praderas desarrollaron las más complejas de todas las culturas de cazadores/recolectores bastante tarde en su historia (quizá en parte gracias al fusil y el caballo, tecnologías adoptadas de la cultura europea). Cada persona adquiría identidad completa y total pertenencia a "el Pueblo" sólo a través de la Búsqueda de la Visión, y su representación artística para la tribu. Así cada persona se convertía en un "rapsoda épico" compartiendo esta individualidad con la colectividad. Los pigmeos, entre las culturas más "primitivas", ni producen ni consumen su música, sino que se convierten en masse en "la Voz del Bosque". En el otro extremo de la escala, entre las sociedades agrícolas complejas, como Bali en el borde del siglo XX, "todo el mundo es un artista" (y en 1980 un místico javanés me dijo, "todo el mundo debe ser un artista"). Los objetivos del Inmediatismo están en algún lugar a lo largo de la trayectoria aproximadamente descrita por estos tres puntos (pigmeos, indios de las praderas, balineses), que han sido todos ligados al concepto antropológico del "chamanismo democrático". Los actos creativos, ellos mismos el resultado externo de la interioridad de la imaginación, no están mediados y alienados (en el sentido en que hemos estado usando estos términos) cuando son llevados a cabo POR todo el mundo PARA todo el mundo, cuando son producidos pero no reproducidos, cuando son compartidos pero no fetichizados. Desde luego estos actos son alcanzados a través de una mediación de algún tipo y hasta cierto punto, como lo son todos los actos; pero aún no se han convertido en fuerzas de extrema alienación entre algún Experto/Sacerdote/Productor [29]

de un lado y algún desventurado "profano" o consumidor del otro. Diferentes medios exhiben por tanto diferentes grados de mediación -y quizás pueden incluso ser clasificados sobre esa base. Aquí todo depende de la reciprocidad, en un intercambio más-o-menos igual de lo que se pueden llamar "quanta de la imaginación". En el caso del rapsoda épico que media la visión para la tribu, gran cantidad de trabajo -o de soñar activo- aun ha de ser hecho por los oyentes. Deben participar imaginativamente en el acto de contar/oír, y deben convocar imágenes de sus propias reservas de poder creativo para completar el acto del rapsoda. En el caso de la música Pigmea la reciprocidad se vuelve prácticamente todo lo completa posible, ya que la tribu entera media la visión sólo y precisamente para la tribu entera; mientras que para los balineses, la reciprocidad asume una economía más compleja en la que la especialización está altamente articulada, en la que "el artista no es un tipo especial de persona, sino que cada persona es un tipo especial de artista." En el "teatro ritual" del Vudú y la Santería, todo el mundo presente debe participar visualizando los loas y orishas (arquetipos imaginales) y convocándolos (mediante cantos y ritmos "de firma") a manifestarse. Cualquiera presente puede convertirse en un "caballo" o médium para uno de estos santos22 cuyas palabras y acciones asumen entonces para todos los celebrantes el aspecto de la presencia del espíritu (esto es, la persona poseída no representa sino que presenta). Esta estructura, que también subyace en el teatro ritual indonesio, puede ser tomada como ejemplar para la producción creativa del "chamanismo democrático". Para construir nuestra escala de imaginación para todos los medios, podemos empezar comparando este "teatro vudú" con el teatro europeo del siglo XVIII descrito por Nietzsche.. En este último, nada de la visión (o "espíritu") original está en realidad presente. Los actores meramente re-presentan -están "disfrazados". No se espera que ningún miembro de la compañía o del público será repentinamente poseído (o incluso "inspirado" en ningún alto grado) por las imágenes del autor. Los actores son especialistas o expertos de la representación, mientras que el público son personas "profanas" a las que le son transferidas varias imágenes. El público es pasivo, demasiado está siendo hecho para el público, que está en realidad encerrado en un lugar en oscuridad y silencio, inmovilizados por el dinero que han pagado por esta experiencia delegada. Artaud, que se dio cuenta de esto, intentó revivir el teatro ritual vudú (desterrado de la Cultura Occidental por Aristóteles) pero llevó a cabo el intento dentro de la propia estructura (actor/público) del í

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teatro aristotélico; intentó destruirlo o mutarlo de dentro a fuera. Fracasó y se volvió loco, haciendo estallar toda una serie de experimentos que culminaron en el asalto del Living Theater contra la barrera actor/público, un asalto literal que intentaba forzar a los miembros del público a "participar" en el ritual. Estos experimentos produjeron algún gran teatro, pero todos fracasaron en su propósito más profundo. Ninguno fue capaz de superar la alienación que Nietzsche y Artaud habían criticado. Aun así, el Teatro ocupa un lugar mucho más alto en la Escala Imaginal que otros medios más tardíos como el cine. Al menos en el teatro actores y público están físicamente presentes en el mismo espacio, juntos, permitiendo la creación de lo que Peter Brook llamó la "invisible cadena dorada" de atención y afinidad entre actores y público -la bien conocida "magia" del teatro. Con el cine, sin embargo, esta cadena se rompe. Ahora el público se sienta solo en la oscuridad sin nada que hacer, mientras los actores ausentes son representados por iconos gigantes. Siempre lo mismo sin importar cuantas veces es "mostrado", hecho para ser reproducido mecánicamente, carente de toda "aura", el cine de hecho prohibe "participar" a su público -el cine no necesita de la imaginación del público. Desde luego, el cine necesita el dinero del público, y el dinero es una especie de residuo imaginal concretizado, después de todo. Eisenstein apuntó que el montaje establece una tensión dialéctica en el filme que involucra la mente del espectador -intelecto e imaginación- y Disney podría añadir (si estuviera capacitado para la ideología) que la animación incrementa este efecto porque la animación está, en efecto, completamente hecha de montaje. El cine tiene también su "magia". Concedido. Pero desde el punto de vista de la estructura hemos recorrido un largo camino desde el teatro vudú y el chamanismo democrático -nos hemos acercado peligrosamente a la mercantilización de la imaginación y a la alienación de las relaciones mercantiles. Casi hemos renunciado a nuestro poder de volar, incluso de volar en sueños. ¿Los libros? Los libros como medios transmiten sólo palabras -nada de sonidos, vistas, olores o tactos, todos los cuales se dejan a la imaginación del lector. Bueno... pero no hay nada "democrático" en los libros. El autor/editor produce, tú consumes. Los libros atraen a gente "imaginativa", quizás, pero toda su actividad imaginal realmente equivale a la pasividad, sentarse solo con un libro, dejando que algún otro cuente la historia. La magia de los libros tiene algo de siniestro, como la Biblioteca de Borges. La idea de la Iglesia de una lista de libros condenables probablemente no fue lo bastante lejos -porque en un sentido, todos los libros están condenados. El eros del texto es una perversión -aunque, sin embargo, una a la que somos adictos, y que no tenemos prisa por abandonar.

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Sobre la radio, claramente es un medio de ausencia como el libro sólo que aún más, pues los libros te dejan solo a la luz, la radio solo en la oscuridad. La más exacerbada pasividad del "oyente" es revelada por el hecho de que los anunciantes paguen por anuncios en la radio, no en los libros (o no mucho). Sin embargo, la radio deja un "trabajo" imaginativo para el oyente mucho mayor que, digamos, la televisión para el espectador. La magia de la radio: uno puede usarla para escuchar la radiación de las manchas solares, las tormentas en Júpiter, el silbido de los cometas. La radio es anticuada; de ahí su carácter seductor. Los predicadores de la radio dicen, "Poned vuestras manos sobre la Radio, hermanos y hermanas, y sentid el poder cuuurativoooo de la Palabra!" ¿Radio Vudú? (Nota: podría hacerse un análisis similar de la música grabada: esto es, que es alienante pero aún no alienada. Los discos reemplazaron la música amateur tocada en las familias. La música grabada es demasiado ubicua, demasiado fácil -la que no está presente no es rara. Y aún así hay mucho que decir en favor de los viejos y raspeantes discos de 78 rpm que suenan en distantes emisoras tarde en la noche -un destello de iluminación que parece chispear a través de todos los niveles de mediación y alcanzar una presencia paradójica.) Es en este sentido que podríamos quizá prestar algo de fe a la por lo demás dudosa proposición de que "¡la radio es buena-la televisión mala!". Porque la televisión ocupa el escalón inferior de la escala de la imaginación en los medios. No, eso no es cierto. La "Realidad Virtual" está aun más abajo. Pero la TV es el medio al que los situacionistas se referían cuando hablaban de "el Espectáculo". La televisión es el medio que más quiere superar el Inmediatismo. Los libros, el teatro, el cine y la radio mantienen lo que Benjamin llamó "la huella utópica" (al menos in potentia) -el último vestigio de un impulso contra la alienación, el último perfume de la imaginación. La TV sin embargo empezó por borrar incluso esa huella. No es extraño que quienes primero emitieron videos fueran los nazis. La TV es a la imaginación lo que el virus al ADN. El fin. Más allá de la TV está sólo el dominio del los infra-medios del no-espacio/no-tiempo, la instantaneidad y éxtasis de la TecCom, pura velocidad, la descarga de la conciencia en la máquina, en el programa -en otras palabras, el infierno. ¿Significa esto que el Inmediatistno quiere "abolir la televisión"? No, ciertamente no -porque el Inmediatismo quiere ser un juego, no un movimiento político, y ciertamente no una revolución con el poder de abolir medio alguno. Los objetivos del Inmediatismo deben ser positivos, no negativos. No sentimos llamada alguna a eliminar ningún "medio de producción" (o incluso re-producción) que des-pués de todo podría algún día caer en las manos de "un pueblo".

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Hemos analizado los medios preguntándonos cuánta imaginación está implicada en cada uno, v cuánta reciprocidad, solamente para hacer efectivos los medios más eficaces para resolver el problema señalado por Nietzsche y tan dolorosamente sentido por Artaud, el problema de la alienación. Para esta tarea necesitamos una jerarquía aproximada de los medios, un medio de medir su potencial para nuestros usos. Aproximadamente, entonces, cuanta más imaginación es liberada y compartida, más útil es el medio. Quizá no podamos ya convocar espíritus que nos posean, o visitar sus dominios como hacían los chamanes. Quizá tales espíritus no existan, o quizá estemos demasiado "civilizados" para reconocerlos. O quizá no. La imaginación creativa, sin embargo, sigue siendo para nosotros una realidad -y una que debemos explorar, incluso en la vana esperanza de nuestra salvación.

LASCAUX Toda cultura (o al menos toda cultura urbana/agrícola importante) mima dos mitos que aparentemente se contradicen entre sí: el mito de la Degeneración y el mito del Progreso. A Réné Guénon y los neotradicionalistas les gusta pretender que ninguna cultura antigua creyó nunca en el Progreso, pero por supuesto que todas lo hicieron. Una versión del mito de la Degeneración en la cultura IndoEuropea se centra alrededor de la imagen de los metales: oro, plata, bronce, hierro. ¿Pero qué hay del mito en donde Kronos y los Titanes son destruidos para hacer sitio a Zeus y los Olimpicos? -una historia análoga a la de Tiamat y Marduk, o Leviatán y Jah. En estos mitos del "Progreso" un temprano panteón "Femenino" tectónico, caótico, terrestre (o acuático) es reemplazado (derrocado) por un posterior panteón "masculino", espiritualizado, ordenado celestial. ¿No es esto un paso adelante en el tiempo? no han afirmado el Budismo, el Cristianismo y el Islam ser mejores que el paganismo?. Es verdad desde luego que ambos mitos -la Degeneración tanto como el Progreso- sirven a los fines del Control y la Sociedad del Control. Ambos admiten (que antes del actual estado de cosas existió algo más, una forma diferente de lo social. En ambos casos nos parece estar viendo una visión de "memoria racial" del Paleolítico, la grande y prolongada Prehistoria inmutable de lo humano. En un caso esa era es vista como un vasto desorden desagradablemente brutal; el siglo XVIII no descubrió este punto de vista, sino que lo halló ya expresado en la cultura Clásica y Cristiana. En el otro caso, lo primordial es considerado precioso, inocente, más feliz y más fácil que el presente, [33]

más luminoso que el presente pero irrevocablemente desvanecido, imposible de recuperar excepto mediante la muerte. Así, para todos los leales y entusiastas devotos del Orden, el Orden se presenta como inconmensurablemente más perfecto que cualquier Caos original; mientras que para los desafectos, enemigos potenciales del Orden, el Orden se presenta como cruel y opresivo ("hierro") pero total y fatalmente inevitable -de hecho, omnipotente. En ninguno de los casos admitirán los mitopoetas del Orden que el "Caos" o "la Edad de Oro" podrían existir aún en el presente, o que existen en el presente, aquí y ahora de hecho -pero reprimidos por la totalidad ilusoria de la Sociedad del Orden. Creemos de todos modos que "lo paleolítico" (que no es ni más ni menos mito que el "caos" o la "edad de oro") existe incluso ahora como una especie de inconsciente dentro de lo social. Creemos también que al llegar a su fin la Era Industrial, y con ella lo último de la "revolución agrícola" del Neolítico, y con ello la decadencia de las últimas religiones del Orden, este "material reprimido" será descubierto una vez más. ¿Qué otra cosa podríamos querer decir cuando hablamos de "nomadismo psíquico o de "la desaparición de lo Social"? El final de lo Moderno no significa un regreso AL Paleolítico, sino un regreso DEL Paleolítico. La antropología posclásica (o posacadémica) nos ha preparado para este regreso de lo reprimido, porque sólo muy recientemente hemos llegado a entender y simpatizar con las sociedades de cazadores/recolectores. Las cuevas de Lascaux fueron redescubiertas precisamente cuando hacía falta que fueran redescubiertas, porque ningún antiguo romano ni cristiano medieval ni racionalista del siglo XVIII habría podido nunca encontrarlas bellas o significativas. En estas cuevas (símbolos de una arqueología de la consciencia) encontramos los artistas que las crearon; los descubrimos como ancestros y también como nosotros mismos, vivos y presentes. Paúl Goodman definió una vez el anarquismo como "conservadurismo neolitico". Ingenioso, pero ya no es acertado. El anarquismo (o el Anarquismo Ontológico, al menos) ya no simpatiza con agriculturalistas campesinos, sino con las estructuras sociales no autoritarias y la economía pre-valor-excedente de los cazadores/recolectores. Además no podemos definir esta simpatía como "conservadora". Un término mejor sería "radical", puesto que hemos encontrado nuestras raíces en la Antigua Edad de Piedra, una especie de eterno presente. No deseamos regresar a una tecnología material del pasado (no tenemos ningún deseo de hacernos volver a bombazos a la Edad de Piedra), sino más bien el regreso de una tecnología psíquica que olvidamos que poseíamos. El hecho de que encontramos Lascaux bello significa que Babilonia ha empezado al menos a caer. El anarquismo es probablemente más un [34]

síntoma que una causa de este desvanecerse. A pesar de nuestras imaginaciones utópicas no sabemos qué esperar. Pero nosotros, al menos, estamos preparados para la deriva hacia lo desconocido. Para nosotros es una aventura, no el Fin del Mundo. Hemos dado la bienvenida al retorno del Caos, porque junto con el peligro viene -por fin- una oportunidad de crear.

VERNISSAGE ¿Qué es lo divertido23 del Arte? ¿Se rió el dadá del Arte hasta matarlo? ¿O quizás este sardonicidio tuvo lugar aún antes, con la primera representación de Ubú Rey?. ¿O con la sarcástica risa de Fantasma-de-la-ópera de Baudelaire, que tanto molestaba a sus amigos buenos burgueses? Lo divertido del Arte (aunque es mas divertido-peculiar que divertidoja-ja) es la visión del cadáver que rehusa yacer, esta juerga de zombies, este juego de marionetas de osario con todas las cuerdas unidas al Capital (plutócrata hinchado al estilo de Diego Rivera), este simulacro moribundo vagando frenéticamente, pretendiendo ser la cosa más viva del universo. Ante una ironía como ésta, una doblez tan extrema que se convierte en un abismo insalvable, cualquier poder curativo de la risa-en-el-arte sólo puede ser considerado sospechoso, la ilusoria propiedad de una élite autonombrada o una pseudovanguardia. Para tener una verdadera vanguardia el Arte debe estar yendo a algún sitio, y hace mucho que éste ya no es el caso. Mencionamos a Rivera; seguramente ningún artista político más genuinamente divertido ha pintado en nuestro siglo -¿pero en ayuda de qué?. ¡El trotskismo! ¡El callejón con menos salida y más muerto de la política del siglo XX!. No hay poder curativo aquí -sólo el sonido hueco de la parodia impotente, resonando sobre el abismo. Para curar, uno primero destruye -y el arte político que no logra destruir el objetivo de su risa acaba por reforzar las mismas fuerzas que buscaba atacar. "Lo que no me mata me hace más fuerte," dice mofándose la figura porcina con su brillante sombrero de copa (parodiando a Nietzsche, por supuesto, pobre Nietzsche, que intentó reírse de todo el siglo XIX hasta matarlo, pero acabó como un cadáver viviente, cuya hermana ató cuerdas a sus extremidades para hacerle bailar para los fascistas). é

á í

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No hay nada particularmente misterioso o metafísico sobre el proceso. Las circunstancias, la pobreza, forzaron una vez a Rivera a aceptar un encargo para venir a los EEUU y pintar un mural ¡para Rockefeller!, ¡el mismo puerco arquetípico de Wall Street!. Rivera hizo de su obra una descarada pieza de agitprop comunista, y entonces Rockefeller hizo que fuese destruido. Por si esto no fuese bastante divertido, la verdadera broma es que Rockefeller podía haber saboreado la victoria aún más dulcemente no destruyendo la obra, sino pagándola y exhibiéndola, convirtiéndola en Arte, ese parásito desdentado del decorador de interiores, esa broma. El sueño del Romanticismo: que el mundo de la realidad de los valores burgueses podía de algún modo ser persuadido a consumir, a tomar en si mismo, un arte que en principio parecía como todo el restante arte (libros que leer, cuadros que colgar en la pared, etc.) pero que secretamente infectaría esa realidad con aIgo más; que cambiaría la forma en que se veía a sí mismo, trastornándolo, reemplazándolo con los valores revolucionarios del Arte. Este fue también el sueño que soñó el surrealismo. Incluso dadá, pese a su demostración exterior de cinismo, aún se atrevía a tener esperanza. Del Romanticismo al Situacionismo, de Blake a 1968, el sueño de cada ayer exitoso se convirtió en la decoración de salón de todos los mañanas -comprado, mascado, reproducido, vendido, enviado a museos, bibliotecas, universidades y otros mausoleos, olvidado, perdido, resucitado, convertido en moda nostálgica, reproducido, vendido, etc., etc., ad nauseam. Para entender cuán a fondo Cruikshank o Daumier o Grandville o Rivera o Tzara destruyeron la visión del mundo burguesa de su tiempo, uno debe enterrarse en una ventisca de referencias históricas y alucinar porque de hecho la destrucción-por-la-risa fue un éxito teórico pero un fracaso real- el peso muerto de la ilusión no pudo ser movido ni una pulgada en las galernas de la risa, el ataque de la risa. No fue la sociedad burguesa lo que se desplomó después de todo, fue el arte. A la luz del engaño del que hemos sido víctimas, nos parece como si al artista contemporáneo se le ofreciesen dos opciones(ya que el suicidio no es una opción): una, lanzar ataque tras ataque, movimiento tras movimiento, en la esperanza de que un día (pronto) "la cosa se habrá vuelto tan débil, tan vacía que se evaporará y nos dejará de repente solos en el campo; o, dos, empezar ahora mismo, inmediatamente a vivir como si la batalla ya estuviera ganada, como si hoy el artista no fuese ya un tipo especial de persona, sino cada persona un tipo especial de artista. (Esto es lo que los situacionistas llamaban "la supresión y realización del arte.")

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Las dos opciones son tan "imposibles" que actuar sobre cualquiera de ellas sería una broma. No tendríamos que hacer arte "divertido" porque simplemente hacer arte sería lo bastante divertido como para echar los bofes. Pero al menos sería nuestra broma. (¿Quién puede decir con seguridad que fracasaríamos? "Me encanta no conocer el futuro" Nietzsche.) Para empezar a jugar a este juego, de todos modos, probablemente tendríamos que establecer algunas reglas para nosotros: 1. No hay cuestiones. No hay cosas tales como sexismo, fascismo, especismo, aspectismo, o cualquier otra "cuestión de sufragio" que pueda ser separada del complejo social y tratada con un "discurso" como un "problema". Existe sólo la totalidad que subsume todas estas "cuestiones" ilusorias en la completa falsedad de su discurso, convirtiendo así todas las opiniones, en favor y en contra, en meros pensamientos-mercancía que comprar y vender. Y esta totalidad es ella misma una ilusión, una maligna pesadilla de la que estamos intentando (mediante el arte, o el humor, o por cualesquiera otros medios) despertar. 2. Tanto como sea posible, cualquier cosa que hagamos debe ser hecha fuera de la estructura psíquico/económica establecida por la totalidad como el espacio permisible para el juego del arte. ¿Cómo, os preguntaréis, nos vamos a ganar la vida sin galerías, agentes, museos, editoras comerciales, la NEA24, y otras agencias de asistencia de las artes?. Oh, bueno, uno no necesita preguntar lo improbable. Pero uno debe desde luego demandar lo "imposible" -¿por qué hostias es sino uno un artista?. No es suficiente con ocupar un seguro asiento sagrado llamado Arte desde el que burlarse de la estupidez e injusticia del mundo "carroza". El arte es parte del problema. El Mundo del Arte tiene la cabeza metida en el culo, y se ha hecho necesario desengancharse o si no vivir en un paisaje lleno de mierda. 3. Por supuesto uno debe de seguir "ganándose la vida" de alguna manera -pero lo esencial es hacer una vida. Sea lo que sea lo que hagamos, sea la que sea la opción que tomemos (quizá todas ellas), o por mucho que nos comprometamos, deberíamos rezar para no confundir nunca el arte con la vida. El Arte es breve, la Vida es larga. Deberíamos intentar estar preparados para ir a la deriva, para nomadear, para deslizarnos de todas las redes, para no establecernos nunca, para vivir mediante muchas artes, para hacer nuestras vidas mejor que nuestro arte, para hacer del arte nuestro impulso más que nuestra excusa. 4. La risa curativa (como opuesta a la risa venenosa y corrosiva) sólo puede surgir de un arte que es serio -serio pero no sobrio. La morbidez sin sentido, el nihilismo cínico, la enrollada frivolidad ú

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postmoderna, el gimoteo/quejiqueo/lloriqueo (el culto liberal de la "víctima"), el agotamiento, la hiperconformidad irónica baudrillardiana -ninguna de estas opciones es lo bastante seria y a la vez ninguna está lo bastante intoxicada para ajustarse a nuestros propósitos, mucho menos provocar nuestra risa.

"VISION CRUDA" Las categorías de arte naif "art brut" y arte demente o excéntrico que arrojan su sombra sobre varias categorías adicionales del arte neoprimitivo o urbano-primitivo; todas estas formas de categorizar y etiquetar el arte siguen siendo estúpidas esto es, no solo finalmente inútiles sino también esencialmente insensuales, desconectadas del cuerpo y el deseo. ¿Qué caracteriza realmente a todas estas formas de arte?. No su marginalidad en relación a una corriente principal del arte/discurso... por amor del cielo, ¿qué corriente principal? ¡¿qué discurso?!. Si fuéramos a decir que hay un discurso "post-moderno" desarrollándose actualmente, entonces el concepto "margen" no tendría ya ningún significado. El post-modernismo, sin embargo, no admitirá siquiera la existencia de ningún discurso de ningún tipo. El arte ha caído en el silencio. No hay más categorías, mucho menos, mapas de "centro" y "margen". Estamos libres de toda esa mierda, ¿no?. No. Porque una categoría sobrevive: el Capital. El Capitalismo Demasiado Tardío. El Espectáculo, la Simulación, Babilonia, cómo quieras llamarlo. Todo arte puede ser posicionado o etiquetado en relación a este "discurso". Y es precisamente y sólo en relación a este espectáculo-mercancía "metafísico" que el arte "externo"25 puede ser visto como marginal. Si este espectáculo puede ser considerado un paramedio (en toda su sinuosa complejidad) entonces el arte "externo" debe ser llamado in-mediato. No pasa a través del paramedio del espectáculo. Está concebido sólo para el artista y el "entorno inmediato" del artista (amigos, familia, vecinos, tribu); y participa sólo en una economía del "regalo" de reciprocidad positiva. Sólo esta categoría de "inmediatismo" puede por tanto aproximarse a una adecuada comprensión y defensa de los aspectos corporales del arte "externo", su conexión a los sentidos y al deseo, y su evitación o incluso ignorancia de la mediación/alienación inherente a la recuperación y reproducción espectacular. Atento, esto no tiene nada que ver con el contenido de cualquier género externo ni, en cuanto a eso, importa la í

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forma o la intención de la obra, ni la ingenuidad o conocimiento del artista o los receptores del arte. Su "inmediatismo" está solamente en sus medios de producción imaginal. Comunica o es "dado" de persona a persona, "pecho-a-pecho", como dicen los sufíes, sin pasar a través del mecanismo-distorsión del paramedio espectacular. Cuando el arte yugoslavo o haitiano o de los graffiti de Nueva York fue "descubierto" y mercantilizado, los resultados no lograron satisfacer en diversos puntos: -(1) En términos del pseudo-discurso del "Mundo del Arte" toda la llamada "ingenuidad" está condenada a resultar pintoresca, incluso afectada, y decididamente marginal -incluso cuando se vende por altos precios (durante un año o dos). La entrada forzada del arte externo en el espectáculo de las mercancías es una humillación. (2) La recuperación como mercancía involucra al artista en "reciprocidad negativa" -esto es, donde el artista primero "recibía inspiración" como un don gratuito, y entonces "hacia una donación" directamente a otras personas, que podrían o no "devolver" su comprensión o mistificación, o un pavo y un barril de cerveza (reciprocidad positiva), el artista ahora primero crea por dinero y recibe dinero, mientras cualesquiera aspectos del intercambio de "regalos" retroceden hacia niveles secundarios de significado y finalmente empiezan a desvanecerse (reciprocidad negativa). Finalmente tenemos arte para turistas, y la diversión condescendiente, y entonces el aburrimiento condescendiente, de aquellos que ya no pagarán por lo "inauténtico". (3) O también el Mundo del Arte vampiriza la energía del que está fuera, la chupa toda y pasa entonces el cadáver al mundo de la publicidad o al mundo del entretenimiento "popular". Por esta reproducción el arte finalmente pierde su "aura" y se marchita y muere. Cierto, la "huella utópica" puede permanecer, pero en esencia el arte ha sido traicionado. La injusticia de términos tales como arte "demente" o "neoprimitivo" está en el hecho de que este arte no es producido sólo por los locos o los inocentes, sino por todos aquellos que se evaden de la alienación del paramedio. Su verdadero atractivo está en la intensa aura que adquiere a través de la presencia imaginal inmediata, no sólo en su estilo o contenido "visionarios", sino mas importantemente por su mera presentidad (esto es, está "aquí" y es un "regalo"). En este sentido es más, y no menos, noble que el arte de la "corriente principal" de la era postmoderna -que es precisamente el arte de una ausencia más que de una presencia. La única forma justa (o "forma bella", como dicen los Hopi) de tratar al arte "externo" parecería ser mantenerlo "secreto" -rehusar definirlopasarlo como un secreto, persona-a-persona, pecho-a-pecho -más que pasarlo a través del paramedio (revistas con pretensiones, trimestrales, galerías, museos, libros-para-la-mesa-del-salón, MTV, etc.). O aún mejor: convertirnos nosotros mismos en "locos" e "inocentes" [39]

porque así nos etiquetará Babilonia cuando no la adoremos ni la critiquemos más, cuando la hayamos olvidado (¡pero no "perdonado"!) y recordado nuestros propios egos proféticos, nuestros cuerpos, nuestra "verdadera voluntad".

UN POTLATCH INMEDIATISTA26 i. Cualquier número de gente puede jugar, pero el número debe ser predeterminado. De seis a veinticinco parece adecuado. ii. La estructura básica es un banquete o picnic. Cada jugador debe llevar un plato o botella, etc. en cantidad suficiente para que todo el mundo pueda servirse al menos una vez. Los platos pueden estar preparados o terminarse en el sitio, pero nada debería comprarse ya preparado (excepto vino y cerveza, aunque idealmente estos podrían ser caseros). Cuanto mas elaborados sean los platos mejor. Intenta ser memorable. El menú no tiene por qué dejarse a la sorpresa (aunque ésta es una opción) -algunos grupos pueden querer coordinar sus esfuerzos para evitar duplicaciones o disputas. Quizá el banquete podría tener un tema y cada jugador podría ser responsable de un plato dado (aperitivos, sopa, pescados, verduras, carne, ensalada, postres, helados, quesos, etc.). Sugerencias de temas: Gastrosofía de Fourier, Surrealismo, Nativo Americano, Negro y Rojo (toda la comida negra o roja en honor de la anarquía), etc. iii. El banquete debería llevarse a cabo con un cierto grado de formalidad: brindis, por ejemplo. ¿Tal vez "vestirse para cenar" de alguna forma? (Imagina por ejemplo que el tema del banquete fuese "Surrealismo"; el concepto '"vestirse para cenar" toma un cierto significado). La música en directo en el banquete estaría bien, si algunos jugadores se sintieran satisfechos con tocar para los otros como su "regalo", y comer más tarde. (La música grabada no es apropiada). iv.

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El propósito principal del potlatch es por supuesto dar regalos. Cada jugador debería llegar con uno o más regalos y marcharse con uno o más regalos diferentes. Esto podría lograrse de varias maneras: (a) Cada jugador lleva un regalo y lo pasa a la persona sentada a su lado en la mesa (o algún arreglo similar); (b) Todo el mundo lleva regalos para todos los demás invitados. La elección puede depender del número de jugadores, siendo (a) mejor para grupos grandes y (b) para reuniones más pequeñas. Por ejemplo, si estoy jugando con otras cinco personas, ¿llevo (digamos) cinco corbatas pintadas a mano, o cinco regalos totalmente diferentes? ¿Y los regalos se darán específicamente a ciertos individuos (en tal caso deberían ser creados para ajustarse a la personalidad del receptor), o se distribuirán por sorteo? v. Los regalos deben ser hechos por los jugadores, no prefabricados. Esto es vital. Elementos premanufacturados pueden intervenir en la confección de los regalos, pero cada regalo debe ser una obra de arte individual por sí mismo. Si por ejemplo llevo cinco corbatas pintadas a mano, yo mismo debo pintar cada una de ellas, sea con distintos dibujos o con el mismo, aunque se me puede permitir comprar corbatas manufacturadas para trabajar sobre ellas. vi. Los regalos no tienen por qué ser objetos físicos. El regalo de un jugador podría ser música en vivo durante la cena, el de otro podría ser una actuación. Sin embargo, habría que recordar que en los potlatches amerindios se esperaba que los regalos fueran soberbios y aún ruinosos para quienes los daban. En mi opinión, lo mejor son los objetos físicos y deberían ser tan buenos como sea posible -no necesariamente costosos de hacer, pero realmente impresionantes. Los potlatches tradicionales conllevaban la obtención de prestigio. Los jugadores deberían sentir un espiritu competitivo al dar, una determinación de hacer regalos de verdadero esplendor. Los grupos pueden desear establecer reglas de antemano sobre esto -algunos pueden querer insistir en objetos físicos, en cuyo caso la música o las actuaciones serían simplemente actos extras de generosidad, pero hors de potlatch, por así decir. vii. Nuestro potlatch, sin embargo, es no-tradicional en el sentido de que, teóricamente, todos los jugadores ganan -todo el mundo da y recibe por igual. No se niega sin embargo que un jugador aburrido o tacaño perderá prestigio mientras que un jugador imaginativo y/o generoso ganará "nombre". En un potlatch verdaderamente exitoso cada jugador será igualmente generoso de forma que todos los jugadores quedarán igualmente satisfechos. La incertidumbre del resultado añade un gusto [41]

de aleatoriedad al evento. viii. El anfitrión, que proporciona el lugar, tendrá desde luego problemas y gastos extras, así que un potlatch ideal debería ser parte de una serie en la que cada jugador hace de anfitrión cuando le llega el turno. En este caso otra competición por el prestigio recorrería el curso de la serie: -¿quién ofrecerá la hospitalidad más memorable? Algunos grupos pueden querer establecer reglas limitando los deberes del anfitrión, mientras otros pueden desear dejar que los anfitriones tiren la casa por la ventana; sin embargo, en este caso debería haber realmente una serie completa de eventos, para que nadie pueda sentirse engañado o superior en relación con los otros jugadores. Pero en algunas áreas y para algunos grupos la serie entera puede simplemente no ser factible. En Nueva York, por ejemplo, no todo el mundo tiene espacio suficiente para albergar siquiera una pequeña fiesta. En este caso los anfitriones ganarán inevitablemente algo de prestigio. ¿Y por que no?. ix. Los regalos no deberían ser "útiles". Deberían ser atractivos para los sentidos. Algunos grupos pueden preferir obras de arte, a otros pueden gustarles conservas o salsas caseras, u oro, incienso y mirra, o incluso actos sexuales. Deberían acordarse algunas reglas básicas. No debería haber ninguna mediación en el regalo -nada de cintas de vídeo, grabaciones en cinta, materia impresa, etc. Todos los regalos deberían estar presentes en la "ceremonia" del potlatch -así que nada de entradas para otros actos, promesas o posposiciones. Recuerda que el objetivo del juego, así como su regla más básica, es evitar toda mediación e incluso representación -estar presentes, dar presentes.

SILENCIO El problema no es que se haya revelado demasiado, sino que toda revelación encuentra su patrocinador, su Oficial-en-jefe, su pretenciosa revista mensual, sus Judas clónicos y gente de repuesto. No puedes ponerte malo por demasiado conocimiento -pero podemos sufrir por la virtualización del conocimiento, su alienación de

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nosotros y su sustitución por un extraño y aburrido niño cambiado27 o simulacro -los mismos "datos", sí, pero ahora muertos .-como las verduras de los supermercados; sin "aura". Nuestro malestar (1 de enero, 1992) surge de esto: oímos no el lenguaje, sino el eco, o más bien la reproducción ad infinitum del lenguaje, su reflejo sobre una serie-de-reflejos de sí mismo, aún más autoreferencial y corrompido. Las vertiginosas perspectivas de este paisaje de datos de Realidad Virtual nos dan náuseas porque no contienen espacios ocultos, ni opacidades privilegiadas. Acceso infinito al conocimiento que simplemente no logra interactuar con el cuerpo o con la imaginación -de hecho la idea maniquea del pensamiento sin carne sin alma -los medios/política modernos como pura acción mental gnóstica, las meditaciones anestésicas de Arqueones y Eones, suicidio de los Elegidos... Lo orgánico es dado al secreto -secreta secreción como savia. Lo inorgánico es una democracia demoníaca -todo igual, pero igualmente sin valor. No hay regalos, sólo mercancías. Los maniqueos inventaron la usura. El conocimiento puede actuar como una especie de veneno, como señaló Nietzsche. Dentro de lo orgánico ("Naturaleza", "vida cotidiana") está incrustado una especie de silencio que no es sólo mudez, una opacidad que no es mera ignorancia, un secreto que es también una afirmación, un tacto que sabe cómo actuar, cómo cambiar las cosas, cómo respirar en ellas. No es una "nube de desconocimiento", no es "misticismo", no tenemos ningún deseo de llevarnos otra vez a esa triste y oscurantista excusa para el fascismo; no obstante, podríamos invocar una especie de sentido taoísta de "talidad-de-las-cosas" -"una flor no habla", y ciertamente no son los genitales los que nos dotan de logos. (Pensándolo bien, quizá esto no sea del todo cierto; después de todo, el mito nos ofrece el arquetipo de Príapo, un pene parlante.) Un ocultista preguntaría cómo "trabajar" este silencio; pero nosotros preferiríamos preguntar cómo tocarlo28, como músico, o como el juguetón chico de Heráclito. Un mal sentimiento en el que todos los días son el mismo. ¿Cuándo van a aparecer unos pocos grumos en este tiempo liso? Es duro creer en el retorno del Carnaval, de las Saturnalia. Quizás el tiempo se ha detenido aquí en la Plenitud, aquí en el gnóstico mundo de sueños donde nuestros cuerpos se están pudriendo pero nuestras "mentes" están cargadas en la eternidad. Sabemos tanto -¿cómo podemos no saber la ñ é

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respuesta a esta pregunta tan fastidiosa? Porque la respuesta (como en el "Harpócrates" de Odilon Redon) no está respondida en el lenguaje de la reproducción sino en el del gesto, el tacto, el olor, la caza. Finalmente la virtu es intransitable -comer y beber es comer y beber-, el palurdo holgazán ara un surco torcido. El Maravilloso Mundo del Conocimiento se ha vuelto una especie de Especial desde el Infierno de la PBS29. Demando verdadero barro en mi corriente, verdadero berro. Porque, los nativos no son sólo hoscos, son taciturnos -rotundamente incomunicativos. Vale, gringo30, estamos cansados de tus apestosos estudios, exámenes y cuestionarios. Hay algunas cosas que se suponía que los burócratas no deben saber -y así hay algunas cosas que incluso los artistas deberían mantener secretas. Esto no es autocensura ni autoignorancia. Es tacto cósmico. Es nuestro homenaje a lo orgánico, su flujo desigual, sus corrientes que retroceden v sus remolinos, sus pantanos y guaridas. Si el arte es "trabajo" entonces se convertirá en conocimiento y acabará por perder su poder y aun su gusto. Pero si el arte es "juego" entonces a la vez conservará secretos y contará secretos que se mantendrán secretos. Los secretos son para compartir, como todas las secreciones de la Naturaleza. ¿Es malo el conocimiento? Aquí no somos maniqueos de la-imagen-delespejo, contamos con la dialéctica para romper unos cuantos ladrillos. Algún conocimiento es dadatos, alguno es mercandatos31. Algún conocimiento es sabiduría -alguno simplemente una excusa para no hacer nada, no desear nada. El mero conocimiento académico, por ejemplo, o la astucia de los post-mods nihilistas, se transforma gradualmente en los dominios de lo NoMuerto -y lo NoNato. Algún conocimiento respirab algún conocimiento asfixia. Lo que conocemos y cómo lo conocemos tiene que tener una base en la carne -toda la carne, no sólo un cerebro en un frasco de formol. El conocimiento que queremos no es ni utilitario ni "puro" sino celebratorio. Cualquier otra cosa es una danza de la muerte de dato-fantasmas, los "justos llamados" de los medios, el Culto de la Carga de la epistemología del Capitalismo Demasiado Tardío. Si pudiera escapar de este mal sentimiento por supuesto que lo haría, y te llevaría conmigo. Lo que necesitamos es un plan. ¿Fuga de la cárcel?, ¿un túnel?, ¿una pistola tallada en jabón, una cuchara afilada, una lima en un pastel? ¿una nueva religión?. Déjame ser tu obispo errante. Jugaremos con el silencio y lo haremos nuestro. En cuanto llegue la Primavera. Una roca en la corriente, bifurcando su turbulencia. Visualizala: musgosa, húmeda, verdescente como lluvioso cobre de jade desvanecido, golpeado por un rayo. Un gran

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sapo como una esmeralda viva, como el Primero de Mayo. La fuerza del bios, como la fuerza del arco o la lira, está en el doblarse hacia atrás.

CRITICA DEL OYENTE Hablar demasiado y no ser oído, eso es ya bastante repugnante. Pero conseguir oyentes32 eso podría ser peor. Los oyentes creen que con escuchar basta -como si su verdadero deseo fuera oír con las orejas de otro, ver a través de los ojos de otro, sentir con la piel de otro... El texto (o la emisión) que cambiará la realidad: Rimbaud soñó con esto, y entonces abandonó asqueado. Pero él abrigaba una idea demasiado sutil sobre la magia. La cruda verdad es quizá que los textos sólo pueden cambiar la realidad cuando inspiran a los lectores a ver y actuar; en vez de a meramente ver. La Escritura hizo esto una vez -pero la Escritura se ha convertido en un ídolo. Ver a través de sus ojos sería poseer (en el sentido del Vudú) una estatua -o un cadáver. La visión, y la literatura de la visión, es demasiado fácil. La iluminación es fácil. "Es fácil ser un sufí" me dijo una vez un shaykh persa. "Lo difícil es ser humano". La iluminación política es aún más fácil que la iluminación espiritual -ninguna cambia el mundo, o siquiera el yo. El sufismo y el situacionismo, o el chamanismo y la anarquía -las teorías con que he jugado -son sólo eso: teorías, visiones, formas de ver. Significativamente, la "práctica" del sufismo consiste en la repetición de palabras (dhíkr). Ésta acción en si misma es un texto, y nada más que un texto. Y la "praxis" del anarco-situacionismo viene a ser lo mismo: un texto, un eslogan en una pared. Un momento de iluminación. Bueno, no carece totalmente de valor -¿pero después qué será diferente?. Podría gustarnos purgar nuestra radio de cualquier cosa que carezca de al menos la oportunidad de precipitar esa diferencia. Así como existen libros que han inspirado trascendentales crímenes, nos gustaría transmitir textos que hagan que los oyentes capturen (o al menos traten de atrapar) la felicidad que Dios nos niega. Exhortaciones a secuestrar la realidad. Pero aún más nos gustaría purgar nuestras vidas de todo lo que obstruye o retrasa nuestra puesta en movimiento -no para vender armas y esclavos en Abisinia33 -no para ser o ladrones o maderos -no para huir del mundo o para gobernarlo, sino para abrirnos a la diferencia. Comparto con los moralistas más reaccionarios la pretensión de que el arte puede realmente afectar la realidad de esta manera, y desprecio a í

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los liberales que dicen que todo arte debería ser permitido porque después de todo- sólo es arte. Así me he dado a la práctica de aquellas categorías de escritura y radio más odiadas por los conservadores pornografía y agitprop en la esperanza de armar problemas a mis lectores/oyentes y a mi mismo. Pero me acuso de inefectividad, incluso de futilidad. No es bastante lo que ha cambiado. Quizá nada ha cambiado. La iluminación es todo lo que tenemos, y aun eso hemos tenido que arrancarlo del control de gurús corruptos e ineptos intelectuales suicidas. Sobre nuestro arte: ¿qué hemos logrado, aparte de verter nuestra sangre por el mundo fantasmal de las ideas e imágenes de moda? La escritura nos ha llevado al mismo margen más allá del cual la escritura puede ser imposible. Cualesquiera textos que pudieran sobrevivir al salto sobre este margen -dentro de cualquier abismo o Abisinia que está más allá- tendrían que ser virtualmente autocreados como los milagrosos rollos-Dakini del tesoro oculto del Tíbet o los textos-espíritu de escritura de renacuajo del taoísmo- y absolutamente incandescentes, como los últimos mensajes aullados de una bruja o un hereje ardiendo en la hoguera (para parafrasear a Artaud). Puedo sentir estos textos temblando justo detrás del velo. ¿Y si nuestro estado de ánimo nos llevase a renunciar tanto a la mera objetividad del arte como a la mera subjetividad de la teoría?, ¿a arriesgar el abismo? ¿Y si nadie nos siguiese? Tanto mejor, quizás podríamos encontrar nuestros iguales entre los hiperbóreos. ¿Y si nos volviéramos locos?. Bueno, ése es el riesgo. ¿Y si nos aburriésemos? Ah... Ya hace algún tiempo pusimos todas nuestras apuestas en la irrupción de lo maravilloso en la vida cotidiana -ganamos algunas, entonces perdimos gravemente. El sufismo era desde luego muchísimo más fácil. ¿Lo empeñamos todo, entonces, hasta el último garabato sin valor?, ¿doblamos las apuestas?, ¿hacemos trampas?. Es como si hubiera ángeles en la habitación de al lado, más allá de gruesos muros, -¿discutiendo?, ¿follando? Uno no puede distinguir una sola palabra. ¿Podemos reciclarnos en esta fecha tardía para convertirnos en Descubridores del tesoro oculto? ¿Y por qué técnica, visto que es precisamente la técnica quien nos ha traicionado? ¿Trastorno de los sentidos, insurrección, piedad, poesía? Saber cómo es un truco barato de saltimbanqui. Pero saber qué podría ser como el auto-conocimiento divino -podría crear ex níhilo. Finalmente, sin embargo, se hará necesario dejar esta ciudad que inmóvil flota en el aire sobre el borde de un crepúsculo estéril, como [46]

Hamelin después de que todos los niños fueron apartados de ella. Quizá existan otras ciudades, ocupando el mismo tiempo y espacio, pero... diferentes. Y quizá existan junglas donde la mera iluminación esté oculta por la sombra de la luz negra de los jaguares. No tengo ni idea y estoy aterrado.

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Me imagino que el viejo estilo de vida de la transhumancia siempre resultó agradable y además práctico, por lo menos en economías de pequeña escala. Dos veces al año te levantas y mueves, viajas, cambias tu vida e incluso tu dieta -- un gustillo de libertad nómada. Pero siempre los dos mismos lugares. Un lugar es típicamente más agobiante que el otro -- el pueblo, el hogar; mientras que el otro lugar es típicamente más salvaje que el primero, y este puede ser llamado el lugar del Deseo, del Veraneo. En los cuentos de Finn Mac Cumal y su banda de Fenians* , casi siempre nos los encontramos en el rincón más salvaje del espectro, los matorrales, el paisaje de la caza que "retrocede" en el tiempo hasta una dorada edad pre-agrícola, y también "a través" del tiempo -- hacia Tir nan Ong, la Tierra del Verano, reino de Tuatha de Danaan, ambos la Muerte y el Hada. Nos olvidamos que los Fenians pasaban sólo medio año libres en el bosque. Eran como transhumantes -- debían trabajar (servicio militar) la otra mitad del año para el Rey. En este sentido se parecían a los campesinos irlandeses, que hasta hace poco practicaban la transhumancia pastoral. Los rastros perduran hasta ahora. De hecho, el folclore irlandés, conserva la imagen de esta libertad veraniega; de alguna manera la "Naturaleza" siempre parece entrelazada e incluso confundida con la "Cultura" en la tradición irlandesa (como en las zoomorfas mayúsculas del Libro de Kells), en formas que a menudo han impresionado al observador extranjero como únicamente irlandésas. Los colonos de Elizabeth compararon a los nativos de Irlanda con los indios norteamericanos: -- ambos percibidos como "salvajes" -- y ambos recibieron el mismo trato por parte de los ingleses. La transhumancia otorga la oportunidad de permanecer en contacto con la Naturaleza en su aspecto "merrie" (como lo habría llamado Morton of Merrymoun), incluso si la economía del pueblo es virtualmente definida por la agricultura, peonaje y trabajo forzado. Esto explica el "radical" aspecto de la caza furtiva, desde Robin Hood a los Black Laws, y también la humana romantización universal de la caza. Este romanticismo comienza incluso ya en las sociedades cazadoras/recolectoras, donde la fascinación (y la diversión) de la caza proporciona mucha más comida para la tribu que (comparado con) la trabajosa recolección -- y el romanticismo continua hasta estos días. Pienso en mis dos tíos menores, quienes cultivaron el country romance de la cacería como salidos del libro de notas de Turgeniev. Me parece imposible menospreciar este romanticismo, que se me ha [82]

aparecido tan claramente como la última reminiscencia de libertad paleolítica en un mundo que se rinde a la parrilla del arado -y a la carretera. En efecto, puede decirse que el romanticismo por sí mismo gira (si es que no resuelve) alrededor de esta tensión en el espectro de la Naturaleza/Cultura. Los transhumantes deben ser un tipo de románticos prácticos, y de "esquizofrénico ambulatorio" que funciona como una personalidad, "ruptura" entre los polos magnéticos, y deambular de un lado a otro de acuerdo al clima. Invierno/Verano pueblo/montaña trabajar/jugar agricultura/festival pastoreo/cacería calor de hogar (hachas narrativa del

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vestigio de la economía agrícola. Pero desde el (romántico) punto de vista de los niños, el verano es libertad sagrada -- una temporal (pero periódica) zona autónoma. Los niños son trashumantes duros de matar. Hasta cierto punto -- y desde cierto punto de vista --, ahora habitamos un mundo "post-industrial", y se ha apuntado que precisamente eso es, la reaparición del nomadismo. Esto tiene su aspecto bueno (como en Deluze y Guattari) y su aspecto malo -- por ejemplo en el turismo. ¿Pero en qué se ha convertido la transhumancia en este contexto? ¿Qué situaciones pueden ser elucidadas buscando sus rastros? Un rastro bien claro de transhumancia psíquica se expresó por sí mismo en los años 20's – 50's en Norteamérica como el movimiento de campamentos de verano. Una gran cantidad de estos campos estuvieron inspirados por varias progresistas y radicales tendencias -- naturismo, comunismo y anarquismo, Reicheanismo y otras escuelas psicológicas, misticismo oriental, espiritualismo -- una plétora de fuerzas "marginales". La utópica comuna rural, como fue la Granja de Brook, diluida en unas baratas vacaciones para excéntricos. Durante este mismo período incontables miles de "comunidades vacacionales" fueron creadas, con cabinas un poco menos primitivas que las de los campamentos. Mi familia posee una en la orilla de un putrefacto lago que las hace de balneario en Upstate New Cork, donde todas sus calles están nombras por indígenas, bosques, animales salvajes. Esta humilde comunidad representa la "individualista" o emprendedora versión del comunalismo de los campamentos de verano; pero hasta ahora sobreviven en ellos vestigios de un espíritu comunitario temporal. En cuanto a los campamentos, finalmente la mayoría comienza a satisfacer a los niños, esos ciudadanos naturales del verano. Así como el precio de la pura holgazanería hedonista subió y subió, de pronto sólo los niños pudientes pudieron permitirse el campamento -- y luego ni siquiera ellos. Uno a uno los campamentos empezaron a cerrar, un lento declinar en los 70's, 80's y 90's. Desesperadas medidas se intentan aún ("Campamento Marxista Computacional Reconvertido"; encuentros neo-paganos y seminarios holísticos, etc.)-- pero por ahora el campamento de verano casi parece un anacronismo. Ahora, el campamento de verano puede ser una extremadamente desanimada versión de la utopía de la transhumancia -- mucho menos la utopía de las utopías -- Pero argumentaría que vale la pena defenderlo, o mejor dicho, vale la pena re-organizarlo. Si la vieja economía suspendió su apoyo, tal vez, una nueva economía pueda visionarlo y realizarlo. De hecho, tal tendencia ya ha [84]

aparecido. Así como los viejos campamentos de verano han caído en banca rota y aparecido en el mercado, unos pocos han sido adquiridos por grupos que tratan de preservarlos como campamentos (con quizá algunos residentes permanentes), o como privadas o semi-privadas "comunas" de verano. Algunos de estos neo-campamentos servirán simplemente de retiros vacacionales para los grupos que los han adquirido; pero otros necesitarán fondos adicionales, y de esta manera, serán arrastrados a experimentar con jardineo de subsistencia, trabajos manuales, organizar conferencias, eventos culturales, o algunas otras funciones semi-públicas. En este último caso podemos hablar de una neo-transhumancia, ya que el campamento no serviría simplemente como un espacio de "ocio", sino también como un espacio de "trabajo" para los participantes primarios. El "trabajo" de verano parece un "juego" para los trashumantes en comparación con las labores de la aldea. El Pastoreo deja tiempo para algunos arcaicos placeres desconocidos para la agricultura o la industria de tiempo completo; y la caza es deporte puro. (Jugar es el punto de la caza; lo "cazado" es un bonus.) Un tanto de la misma manera el neo-campamento de verano tendrá que "trabajar" para arreglárselas, pero su labor será "autogestionada" y "auto-adueñada" en mayor medida que el salario de invierno, y será un trabajo de naturaleza "festiva" -"recreación", ojalá en el sentido original de la palabra -- o incluso "creación". (Artistas y Folcloristas hacen buenos ciudadanos de verano) Si la economía determinó la caída del viejo movimiento de campamentos de verano, el estado jugó su rol también: -regulaciones, restricciones, precauciones, requerimientos de seguros, códigos, etc., ayudó a aumentar el precio real para mantener un campamento sobre el nivel de viabilidad. Uno podría casi empezar a sospechar que "el estado" de alguna manera sintió al movimiento de campamentos como un vago tipo de amenaza. Por una cosa, los campamentos escapan a la mirada fija del control cotidiano, y están alejados del flujo de mercancías e información. Luego también, los campamentos son sospechosamente comunales, focos de posibles resistencias a la alienación y la atomización del consumismo y la "democracia moderna". Los campamentos poseen una erótica subversionalidad para ellos, como todos los ex -camperos de verano pueden testificar, una salvajisación y una relajación del súper-ego, un aire sin reglas, de Sueño de una noche de verano, el skinny-dipping* * , el enamoramiento, la languidez de julio (o febrero). El campamento no puede reconciliarse con el ideal de la producción industrial del ocio ("paquete de vacaciones") y la reproducción y simulación del verano como un parque temático, el proceso vacacional, el sistemático "vaciado" de todas las diferencias, todas auténtico [85]

deseo. Ya que el estado desconfía del campamento, el neo-campismo necesitará (para estar exento de eso) cultivar ciertas formas de invisibilidad o camuflaje social. Un posible disfraz para el neocampamento, no obstante, sería asumir el preciso disfraz de un pasado de moda medio quebrado campamento de verano. Después de todo, el campamento de verano no es ilegal, y si tu grupo puede encontrar los requisitos de seguridad, ¿por qué no acomodarse a un arquetipo ya existente? Siempre que no estés gestionando un campamento de niños, o un abiertamente proclamado retiro Anarko-nudista, puede ser posible que pasen desapercibidos como tan sólo otra pandilla de inofensivos haciéndose-creyéndose los indios con un mes de vacaciones para derrochar. Mi defensa del (neo)-campismo de verano está basada en dos simples premisas: - uno, un mes o dos de relativa libertad es mejor que absolutamente nada; -dos, es asequible. Estoy asumiendo que tu grupo no está formado por "nómadas" o libertadores de tiempo completo, sino por gente que necesita trabajar para vivir o que están atascados en la ciudad o el suburbio la mayor parte del año -- transhumantes potenciales. Quieres algo más que unas vacaciones de verano -quieres una comunidad de veraneo. Chapotear en un humilde lago Adirondack es más placentero para ti que Disneylandia -- siempre que puedas hacerlo con las personas que quieres. Compartir los costos lo hace posible, pero también lo transforma en una aventura de comunicabilidad y crecimiento mutuo. Haciendo que el lugar pague por sí mismo o incluso recortando un poquito dellibro de ingresos podrías transformar tu grupo en uno de verdaderos neo-transhumantes, con dos focos económicos en tu vida. Incluso si consigues un estatus legal (como un centro retiro educacional religioso exento de impuestos, o un Campamento de verano) en tu propiedad puedes permitirte cierto grado de privacidad que --si lo usas discretamente-- puede exceder todas las ataduras legales en términos de sexualidad, nudismo, drogas o excesos paganos. Mientras no espantes los caballos o desafíes los intereses locales, ustedes serán simplemente otra patota de "veraneantes", y es de esperarse que sean un poco extraños. De todas las versiones de la TAZ imaginadas hasta el momento, esta "periódica" o estacional zona está más abierta a la crítica en tanto paliativo social o como "Club Med Anarkista.: sin embargo, se salva del mero egoísmo por el necesario hecho de que es auto-organización. Tu grupo debe crear la zona -- no puedes comprarla pre-empacada a alguna agencia turística. Por lo cierto, el campamento de verano puede ser "Revolución" social. Supongo [86]

que pudo haberse llamado campo-de-entrenamiento para la revuelta, pero esto suena muy serio y pretensioso. Preferiría apuntar simplemente al sentimiento de desesperación de muchos por degustar la autonomía, en el contexto de un válido romanticismo de la Naturaleza. No cualquiera puede ser un neonómada -- ¿pero por qué no al menos un neo-transhumante? ¿Qué pasa si la revuelta no viene? ¿Nunca recuperaremos la tierra del verano, aunque sea por un mes? ¿Nunca desaparecer de la cuadrícula aunque sea por un momento? El campamento de verano no es una guerra, ni siquiera estrategia -- pero es una táctica. Y placer inmediato, después de todo, sigue siendo su propia excusa. Notas * N. del T. Los fenians, «la gente de Finn », eran una banda de guerreros probados que sólo admitían en sus filas a los valientes, los doctos y los diestros. * * N. del T. Skinny-dipping es el acto de ir a una piscina (o campamento) y tener un affaire con la chica más guapa de la comarca

[87]

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Dedicado a Ustad Mahmud Ali Abd al Khabir

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NOTAS: [ 1] N. del T. Type-3 anarchism. [ 2] N. del T. Libro cuyo autor es P.M. [ 3] N. del T. Comunidades cooperativistas autogestionadas formadas por los seguidores del Fourierismo. [ 4] N. del T. Juego de palabras que hace Bey entre gastronomic (relacionado con la alimentación) y sophic (enseñanza de conocimientos). [ 5] N. del T. Funcionario del Imperio Bizantino. Según su posición, los logotetas podían ocupar diversos cargos, como responsable del sistema legal, de la tesorería, de la diplomacia, del servicio postal, de seguridad, de los impuestos... [ 6] N. del T. Comunas, cooperativas... Comunidades de personas cuya relación es de afinidad y de apoyo mutuo en general. [ 7] N. del T. Según P. Wilson ―En efecto, esta casa era como una comunahotel o una pensión para Individuos Soberanos -como un monje apóstata, un físico homeópata, un barítono de ópera y muchos autores, entre los que se encuentra... el poeta Edmund Clarence Stedman‖. [ 8] N. del T. Otra ―comunidad intencional‖ la cual duró trece años y llegó a contar con 150 miembros. Tras desaparecer, el lugar dio origen a una ciudad: Brentwood. [ 9] N. del T. Antinomianismo es la idea de que los miembros de un grupo religioso no tienen porque obedecer, las leyes, la ética ni la moralidad de la religión. [ 10] N. del T. Un BBS o Bulletin Board System (Sistema de Tablón de Anuncios) es un software para redes de computadoras que permite a los usuarios conectarse al sistema (a través de Internet o a través de una línea telefónica) y utilizando un programa terminal (o Telnet si es a [112]

través de Internet), realizar funciones tales como descargar software y datos, leer noticias, intercambiar mensajes con otros usuarios, disfrutar de juegos en línea, leer los boletines, etc. De [ 11] N. del T. La zona temporalmente autónoma (TAZ) es un escrito de Hakim Bey donde describe estas ―zonas‖. [ 12] N. del T. Como Hakim Bey las llama, las No-Go Zones. Hay otro escrito de Hakim Bey que trata sobre ellas.

[113]

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Por y Contra la Interpretación Los ángeles llaman a la puerta de la taberna --Hafez de Shiraz

…[ a] los Lunatickos de Irlanda -- La Última Voluntad & Testamento de Dean Swift (antiguamente inscrito en el billete de £10)

Kildare es plana – sin importar adonde vayas, puedes ver el tendido eléctrico desfilando a lo largo del paisaje como Marcianos de Hollywood. Patrick se está quedando en la ―Corte del Obispo‖, que, a pesar de su nombre, resulta ser una húmeda cabaña malsana de tres habitaciones y un establo lleno de obras de arte de Hilario y otros, incluyendo muchas construidas con implementos de granja oxidados y planchas de abono sacadas del baño local. Después de tomar té en el fangoso corral azotado por los vientos, nos propusimos encontrar la Iglesia y el Pozo de St. Patrick, no muy lejos en otro corral junto a un granero de metal y rodeado por vacas y su caca – siglo trece o anterior, Romanesco con un toque de Gótico (¿o Egipcio?) en el arco puntiagudo de las ventanas – restaurado en los 1950s pero olvidado y cubierto por hiedra y telaraña – la arquitectura refuerza la humildad ya que uno debe agacharse para entrar, como en las casas de té Zen. Nuestros amigos James y Sean han decidido arreglarla, construir un altar y colgar una campana de bronce en el campanario, luego ver cuánto toma que alguien se dé cuenta. Caminamos a lo largo del camino reptando ocasionalmente hacia las flores silvestres, para esquivar los raudos autos de los grandes granjeros, y luego pasar bajo la cerca de las viñas de zarzamora llenas de flores tardías y fruta reciente. El Pozo no parece estar listado en ningún Registro nacional – quizás ya nadie lo visita más. Como otras primaveras que he visto en Irlanda, se siente como un zafiro sobre una esmeralda sobre jade, sobre las manos de un druida – lo circundamos tres veces en el sentido del sol y luego bebemos – autos pasan zumbando a no más de veinte pasos – Sean vio hace poco un espíritu aquí y dejó un retrato de él en la forma de una máscara viviente en un emplasto cerca del Pozo en un pedazo de piedra.

[115]

De acuerdo al Sufí Andaluz del Siglo XIII Ibn Arabi, existen ―delicadas tenuidades‖ que se estrechan entre el cielo y la tierra como las escaleras de Jacob – y los ―sentidos‖ que descienden con estas tenuidades son como ángeles. Creo que él vio, en efecto, las tenuidades como jirones casi transparentes de luz, hebras de auroras boreales pulsando con nodos luminosos como estrellas cayendo a través de cortinas de gasa. No hay necesidad de limitar esta percepción, sea por explicaciones teológicas o ideológicas – para el realista ingenuo toda experiencia tiene tanta prioridad respecto de la autenticidad ontológica como cualquier otra – un espíritu es visto o un sentido desciende de la misma manera que una suave lluvia es vista y desciende. Pero, ¿cuán ingenuos podemos ser? Olvídalo – la ciencia más avanzada o la más abstrusa teología nos guía en desconcertante regreso a la misma propuesta existencialista: ya que aparece, debe también ser real. Entonces – si el sentido que aparece en la tenuidad es real, puede ser rastreado hasta su fuente que es real – o lo suficientemente real como para nuestros propósitos actuales - y este rastreo es llamado (por los gnósticos Ismaelitas) ta'wil, o "Interpretación". El psicólogo diría que el conocimiento que surge de esta operación viene de adentro - el teólogo diría que viene de afuera - pero para nosotros, ambas explicaciones han perdido el poder de seducir. En cuanto proceso alquímico, la interpretación sucede en un espacio tanto interior como exterior, y ninguno de ellos simultáneamente; en tanto "exégesis hermenéutica" (usando la frase de Henry Corbin) pertenece a un "entre" o istmo llamado Mundus Imaginalis, donde las imágenes aparecen como autónomas, o donde sueños presagian la verdad. En un sentido, ni real ni irreal; en otro sentido, perfectamente capaz de aparecérsenos como un espíritu; el mundo de la imaginación se comporta como si fuera una fuente de significaciones, locación de personae, aliento del mundo. Ciencia y religión podrían unirse para invocar esta ilusión - pero para nosotros es más un asunto de pura desesperación. La doble dimensionalidad de las epistemologías en duelo, dicotomías, trampas semánticas, malas fe - a la mierda la ciencia y la religión - deberíamos demandar un racionalismo de lo maravilloso - un fin a la violencia de la explicación. En este contexto, los individuos y los grupos cargan la responsabilidad de entrar en contacto con sus propios ángeles – incluso los gurús místicos nos han guiado mal en este punto, ya que ellos se ponen entre nosotros y nuestra propia lucidez y pretenden una autoridad que nos reduce a sujetos – o más bien a objetos – objetos de la interpretación de alguien más. Parece que en este punto no podemos escapar a la [116]

imputación de una antigua herejía – basada en la presunción de que todos en cada momento saben precisamente qué es lo que pasa y qué deben hacer – si sólo pudieran liberarse de la necesidad, la opresión y la asfixia de la falsa conciencia – y escapar de la escasez con la cual la autoridad mide su riqueza y su poder contra nosotros. Sobre todo – de la escasez de la interpretación. El poder más pernicioso de la interpretación le pertenece al Capital mismo, que dice estar libre de toda dualidad, de toda otredad – en un ―éxtasis obsceno‖ terminal de conciencia unida y aplanada – una universalización del dinero en el espacio conceptual, alejado y trascendente por sobre toda mera producción sucia, una suerte de numísfera o de clima celestial de puro dinero – y en la deuda global, la deuda de todo con nada, como un hoyo negro en el horizonte de eventos, tragándose hasta la última partícula de luz en un vacío más allá de la historia. Según la ―ley natural‖ de esta liberación total del dinero, nada – ni siquiera el aire, el agua o la tierra – debe ser experienciado directamente por el yo o el grupo autónomos; todo debe ser mediado por el dinero mismo, que pretende ponerse entre la conciencia y la producción como un filtro absoluto, tamizando hasta el último resto de autenticidad, y cobrándonos por eso – cobrándole impuestos a la realidad misma – como una potencia máxima más allá de toda autoridad o ley. Sobre todo, el Capital tiene la intención de adquirir un monopolio de la interpretación. Walter Benjamin ha elucidado el proceso a través del cual la mercancía es imbuida con una "huella utópica" - esto es, con la imagen de una promesa: que este objeto-en-venta contiene una suerte de futuridad o lugar-no-lugar en el que tu conciencia volverá a ser válida, tu experiencia real. Si el producto no fuera tan publicitado, no lo comprarías - pero si el producto entregara su promesa, dejarías de comprar otros productos - ¿para qué gastar dinero una vez que la realización se consigue? - y así causarías el colapso del Capitalismo. El dinero sólo puede circular libre en un dominio de decepción continua la reproducción de la pobreza es la producción de la riqueza. Sólo soy rico cuando otros son pobres - pero el dinero en sí mismo no tiene otro fin o meta que la total pobreza de todo lo que no es "el Mercado". Habiendo hace tiempo capitalizado todo ser material, el poder de la pobreza no tiene otra opción que mercantilizar la imagen (y la imaginación) también - sobre la presunción de que este es un mercado que está siempre en expansión. La lucidez debe ser privatizada - el pensamiento debe ser apropiado, adulterado, alienado, empacado, etiquetado, publicitado y vendido de vuelta a la conciencia. Toda [117]

creatividad debe ser avaluada, e incluso el proceso mismo de resistencia contra esta expropiación debe convertirse en lucro ("Sé un rebelde - ¡compra un Toyota!" - o "La imagen es nada, la sed es todo" como el eslogan de cierta bebida de mierda). Todos los medios informacionales, desde la educación a la publicidad, se dedican a desconectar la imagen de cualquier anclaje en la vida experienciada, haciéndola flotar libremente, y rematerializándola en mercantilización. Trabaja, consume, muere. El turismo es Capitalismo perfecto: el consumo de la imagen del mundo como es realmente - los principales bienes en venta incluyen geografía (la inscripción del sentido en el paisaje físico) e historiografía (la inscripción del sentido en el paisaje cultural). Pero la imagen máxima es aquella de la "bendición" o la baraka inherente al objeto de la mirada del turista. El posible momento de la realización es empacado, pre-interpretado por expertos oficiales, transformado en una serie de perspectivas, distanciado de las sensaciones directas (tacto, sabor, olor); el espacio es sobreinundado por el tiempo, estratificado, separado, parcelado en una cuadrícula de expectación permisible; el devenir es traducido en las rígidas digitalizaciones de los dispositivos de registro, desterrada de la memoria, y embalsamada en una falsificación de puro ser. Los supuestos primitivos dirían que el alma está siendo robada aquí, que el sentido mismo ha entrado en un campo de decadencia, una suerte de haz siendo emanando desde un mal de ojo o un marchito yo consumido por la envidia de toda significación. El problema no está en el contenido de la experiencia del turista - uno puede imaginar tours basados en ideas que podamos considerar bastante correctas o incluso bellas - el problema es inherente al contenedor, en el hecho mismo de la interpretación, en la estructura de un "dialogo" que excluye toda respuesta, resonancia, o resistencia. Ciertos tipos de viajes - nomadismo, peregrinaje - le devuelven el sentido al paisaje. Otros tipos - guerra, turismo - pueden solo extraérselo. La reciprocidad alcanza un punto de desvanecimiento en patrones de depredación tales. Incluso la más sutil propaganda del Estado nunca se aproximó a este borde final - después de todo, siempre evocó su propia oposición - mientras que el turismo representa el fin de toda dialéctica - ya que el único gesto negativo que evoca es terrorismo, que es su propio contenido suprimido, su "gemelo malvado". El turista, seducido por la huella utópica en su aspecto más patético - la imagen de la diferencia - se vuelve una molécula de polución, lleva el virus de la mismidad, y la carga de la decepción, hacia un mundo que alguna vez vivió para sí mismo. [118]

El rol del artista en el Capitalismo puede ser comparado con el del guía turístico: - intérprete de la experiencia para el consumo en el nivel más elite, agente de la recuperación para los más exquisitos anhelos o los más profundos resentimientos de la sociedad; - e incluso un guía puede ser sincero. Pero la comparación podría ser injusta considerando que la intención del artista es agregarle sentido a la suma total de la experiencia, no sustraerlo o abstraerlo. El gesto que hace el arte presupone el gesto de la reciprocidad, de la presencia. Este movimiento se ve interrumpido por la intervención esencialmente no-humana del Capital, la mediación exacerbada de un poder que sólo puede crecer creando pobreza y separación. ¿Qué si todos los artistas, poetas, eruditos y músicos de Irlanda fueran invitados a transformar los nuevos Centros Interpretativos del país a su propia imagen? ¿A quién le importa lo que le demanda la estética exaltada al triunfo de la interpretación mientras que el resultado sea siempre la supresión de nuestra propia creatividad? En Java, escuché que "Todo el mundo debe ser un artista" - y de hecho, todo el mundo ya es un artista al punto de que toda experiencia vivida es una co-creación del yo y el otro: -producción que es a la vez juego - y sobre todo, producción de sentido. No necesitamos que el artista viva para nosotros, sino simplemente ser nuestro facilitador, nuestra compañía, parte de nuestro círculo de reciprocidad - y en cuanto al arte, si existe para él alguna manera de no ser englobado, podemos verlo sólo como una forma de oposición al Único Gran Mundo de representación unificada. Tal arte se rehúsa a formar parte de la Gran Teoría Unificada del fin de la física o de la historia o del salario mínimo o de cualquier otra cosa. No hay nada "virtual" acerca de él - y no se dirige hacia una condición de "desaparición", que simplemente aumentaría el fracaso. Creo que el arte moderno como resistencia se dirige a la condición de lo No-visto. Aquello que es real pero no visto tiene el poder de lo oculto, de la imaginación, de lo erótico - como la máscara de espíritu en el Pozo de Patrick, le devuelve el sentido al paisaje - se mantiene inadvertido hasta que alguien quizás lo toma como un regalo - por su existencia misma desafía el mundo de la imagen mercantilizada y cambia (por ligero que sea) la forma de la realidad consensual. Incluso en su punto más oculto y secreto, ejerce un efecto magnético, trae cambios sutiles y re-alineaciones - y por lo menos en teoría, deja meramente de hablar acerca del mundo, para cambiarlo. ¿Es éste, por más encubierto que sea, un acto autoritario? No, no si fuera un reparto de sentido, una apertura hacia el campo de las "delicadas tenuidades". ¿Y si se lo hiciera completamente invisible? Entonces podríamos quizás hablar de la presencia de espíritus, de un necesario re-encantamiento que fuera [119]

bastante tenue para la pesadez imperial del ojo - y de una clandestinidad necesaria. ¿Y si fuera a re-aparecer algún día como pura y clara oposición a la irrespirable virtualidad de un mundo que siempre está diferido, siempre en algún otro lugar, siempre fatal? Esa tarde manejamos de vuelta a Dublin bajo la duradera luz estival pasando montículos megalíticos, campamentos de viajeros, y los ruinosos caprichos dieciochescos y ziggurats de maniáticos lords de la Ascendancy – más allá del Hospital de St. Patrick, el que Dean Swift dejó en su testamento ―a los lunáticos de Irlanda‖ – sitios que quizás no han sido todavía absorbidos por el nuevo mundo del Euro-dinero, golf, y el Patrimonio Nacional. Justo antes del anochecer, estamos en Dun Laoghaire cerca de la torre Martello, contemplando una densa y nostálgica vista del océano bajo nubes grises. Los jardines delanteros de las desaseadas villas Victorianas costeras están adornadas con una de mis plantas Irlandesas favoritas, misteriosas y más bien decaídas palmeras que evocan para mí un pasado Moro secreto, un recuerdo de corsarios Bárbaros, o de monjes de Egipto y España. Una cruz Celta fue descubierta alguna vez en Irlanda, con la inscripción de la frase Arábica "Bismillah", el inicio del Corán. Estas palmeras probablemente fueron introducidas por algún horticultor de última generación con un gusto por lo exótico, pero para mí simbolizan el "alma Africana oculta" de Irlanda. Una suave lluvia oscura comienza a caer. O esa, por lo menos, es mi interpretación. Dublin, Aug. 23, 1996

Milenio 1. Jihad Cuando dos se disponen a cenar o a batirse en duelo, un tercero aparece – tertium quid, parásito, testigo, profeta, prófugo. [ véase M. Serres, Hermes.]

Hace cinco años todavía era posible ocupar una tercera posición en el mundo, un "ni esto, ni lo otro" de negación o astucia, un dominio fuera de la dialéctica - incluso un espacio de retirada; -- la desaparición como voluntad de poder. Mas, ahora hay un sólo mundo – el triunfante "fin de la Historia", fin del insoportable dolor de la imaginación -- una apoteosis de Social [120]

Darwinismo cibernético, en efecto. El dinero se decreta a sí mismo ley de la Naturaleza, y demanda para sí libertad absoluta. Completamente espiritualizado, liberado de su cuerpo obsoleto (mera producción), circulando hacia la infinidad y la instantaneidad en una numísfera [ numisphere] gnóstica muy por sobre la Tierra, el dinero por sí mismo definirá la conciencia. El siglo XX terminó hace cinco años; este es el milenio. Allí donde no hay segundo, no hay oposición, no puede haber un tercero, un "ni esto, ni lo otro". Así, la opción se mantiene: o nos aceptamos como los "últimos humanos", o nos aceptamos como la oposición. (O automonotonía -- o autonomía.) Todas las posiciones de retirada deben ser re-consideradas desde un punto de vista basado en nuevas demandas estratégicas. En cierto sentido, estamos arrinconados. Como hubieran dicho los ideólogos de antaño, nuestra situación es "objetivamente pre-revolucionaria" una vez más. Más allá de la zona temporalmente autónoma, más allá de la insurrección, está la necesaria revolución -- la "jihad". 2. Mismidad El dinero del siglo XXI es un caos -- mientras que la ideología del siglo XX era meramente una entropía. Ambos, el pensamiento burgués y el anti-burgués, proponían un único mundo -- unificado en la conciencia por la ciencia -- pero el dinero por sí solo podrá, de hecho, llevar a cabo ese mundo. El dinero no es migratorio, pues el nómade se mueve de lugar a lugar, mientras que el dinero se desplaza de tiempo en tiempo, obliterando el espacio. El dinero no es un rizoma, sino un caos, una interdimensionalidad, inorgánica pero reproductiva [ bifurcación regresiva infinita] -- la sexualidad de lo muerto. "El capital", entonces, debe ser considerado como un "atractor extraño". Quizás las matemáticas mismas de este dinero ("fuera de control") podrían ya estar trazadas en redes esotéricas tales como SWIFT, la internet privada para bancos y casas de cambio, donde un trillón de dólares se solaza a sí mismo en el ciberespacio (y menos de su 5% se refiere siquiera oblicuamente a producción efectiva). El mundo único puede relacionarse verdadera complejidad a mismidad & "entra en la representación"; la presencia debe ser negada para que [121]

con el "caos", pero reduce toda separación. La conciencia misma experiencia vivida que demanda no amenace con constituir otro

mundo más allá de la clausura. En un cielo de imaginería sólo persiste la vida eterna de la pantalla, la puerta estelar gnóstica, el cristal de la descorporización [ disembodiment] . Infinitamente la misma dentro de una infinitud de clausuras; infinitamente conectada pero infinitamente sola. Inconmensurable identidad del deseo, inconmensurable distancia de la realización. 3. Administración de los deseos El mundo único no puede empacar el placer mismo, sino sólo su imagen; hermeticismo maligno, una suerte de baraka invertida, horizonte del acontecimiento o terminal del deseo. La "espiritualidad del placer" descansa precisamente en una presencia que no puede ser representada sin desaparecer; inexpresable, inimputable, posible sólo en esa "economía del obsequio" que existe siempre (o que siempre es reinventada) bajo la ortodoxia y la parálisis del intercambio. Defino aquí el deseo como movimiento sobre una trayectoria tal -- no como la picazón que el dinero puede rascar. La teoría radical ha desarrollado recientemente una problemática del deseo basada en la percepción de que al Capital le concierne el deseo y es capaz de satisfacerlo. El deseo, por lo tanto, es egoísta y reaccionario. Pero Benjamin ya ha mostrado que lo que le concierne al Capital es precisamente no satisfacer el deseo (i.e. proveer placer), sino exacerbar el anhelo a través del dispositivo de la "huella utópica" (las charranadas metafísicas de la mercancía, para parafrasear a Marx). Decir que el capital libera el deseo es un absurdo semántico basado en una mala traducción:-- el Capital se libera a sí mismo esclavizando el deseo. Fourier afirmaba que las doce Pasiones -- sin reprimir -- constituyen la única base posible para la Armonía social. Puede que no sigamos su numerología, pero captamos su deriva. Contra el hermetismo negativo del mundo único y su carnalidad fingida, la oposición propone una gnosis propia, una dialógica de la presencia, el placer de superar la representación del placer -- una suerte de piedra de toque. Ni censura, ni administración de la imagen, sino al contrario -- la liberación de la imaginación del imperio de la imagen, de su omnipresencia y singularidad dominantes. La imagen por sí sola es insípida, como una pera o un tomate bioindustrial -- inodora como la civilización misma, nuestra "sociedad de la seguridad", nuestra cultura de la mera sobrevivencia. La nuestra es, en parte, una lucha contra la

[122]

escucha colonial y el acecho [ gaze] imperial, y por el olfato, el tacto, el gusto -- y por el "tercer ojo". Si el deseo ha desaparecido en sus representaciones, entonces debe ser rescatado. Se requiere silencio & secretismo, incluso un velamiento de la imagen -- en último termino un reencantamiento de lo prohibido. Sólo un eros que tienda hacia el escape del encierro en la banalidad de la imagen (y aquí la conciencia poco importa) puede armonizar con la estética de la jihad; que sea expresado en roles o actos convencionales o no-convencionales parece casi irrelevante. La sexualidad [ en sí] misma puede considerarse enteogénica -- así como las "plantas sagradas", puede proveer no sólo estructura cognitiva sino además contenido imaginal. Lo festivo es para nosotros al menos una "broma seria" [ una antigua definición de la alquimia] , si no una necesidad ritual. La "Ilustración" es también un principio corporal material -- y nuestro secreto es que nuestro proyecto no necesita ser construido exclusivamente sobre la ―nada‖ de Nietzsche. 4. Sombra verde La salvajidad [ wild(er)ness] representa esta mismísima irreductibilidad del deseo. La eliminación de lo no-humano invoca la eliminación de lo humano; la cultura sólo puede ser definida en relación a lo que no es. Aquí radica la profundidad del paganismo; en el Islam, el verde es un color heráldico porque "el agua, el verdor del follaje y un rostro hermoso" (como dijo el Profeta) tienen un privilegio ontológico en la experiencia -- y son de hecho la base del rechazo esotérico a la mismidad & la separación -- lo divino como diferencia, inmanente & inmediato -- no sólo en la "Naturaleza" sino incluso en el jardín o en la ciudad como espontánea cristalización orgánica del deseo de la vida por sí misma. Quizá a todo lo "verdaderamente" salvaje se lo ha hecho desaparecer en una administración cartomántica de los deseos -después de todo, el mundo único no sabe de otro -- y si así fuera, su espectro se cierne sobre ese mundo. Puede ser reclamado; puede ser restaurado. Si la Naturaleza es des-naturalizada en el asesino acecho museológico de la mediación y si "todo" está mediado (incluso la "percepción sensorial directa"), entonces ¿cómo podemos hablar de restauración o de "inmediatez"? Primero, porque (hablando de otra manera) no todo ha "entrado en la representación". La afirmación del mundo único respecto [123]

de su unicidad es por supuesto espuria -- persiste por definición un afuera para toda delimitación en la representación; sin mencionar una liminalidad alrededor de cada frontera, un área de ambigüedad. La unicidad se representa a sí misma como invulnerable -- pero su debilidad se revela precisamente en el momento de nuestra percepción que no es reflejado en la experiencia vivida; se muestra a sí misma en dislocación, vacío, aburrimiento, empobrecimiento -- este momento puede constituir el "desgarramiento del velo" que permitiría un vislumbre del futuro, o por lo menos de nuestro deseo por el futuro. Segundo: podemos hablar aquí de restauración porque ni siquiera toda representación subsumida o producida en la clausura de la unicidad puede ser considerada como efectiva para servir a la represión. El lenguaje en sí mismo está poseído por las poéticas (a veces inintencionales) de su propia auto-superación, por lo subversivo, la "erupción de lo maravilloso". La vida parece conspirar con esta exterioridad, tanto así que incluso la representación finalmente escapa a la representación. 5. Dinero El verde está hecho para simbolizar la maldita fertilidad del dinero, su fecundidad contranatural -- la alquimia de la expropiación, el peso infinito del acecho privilegiado & Masónico. Al trascender su propia textualidad deviene pura representación; desde el principio, sin embargo, desde las primeras fichas de arcilla o monedas de electrum, el dinero no era ya nada sino deuda, nada sino ausencia. El dinero "en sí mismo" retiene una cierta inocencia como un simple medio de intercambio -- dinero "pobre", por decirlo de alguna manera, sin interés en la pura circulación. En este nivel el dinero puede jugar su rol incluso en la zona temporalmente autónoma; en relación a la jihad, no obstante, el dinero continúa siendo y debe ser considerado bajo el signo del Capital como la medida de la expropiación y el mitema básico de la separación. Y en cuanto el dinero trasciende su textualidad en la virtualidad, el interés puede ser extraído de cada transacción, cada perturbación del éter; -- el dinero "pobre" le abre camino al dinero "puro". ¿Quién se beneficia?

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La maquinaria global nunca caerá madura en las manos de las masas insurgentes, ni pasará al pueblo su Ojo único (como si a una de las tres Moiras ciegas); no habrá transición, suave o agitada, entre el Capitalismo & alguna utopía económica, alguna milagrosa salvación de la conciencia unificada del racionalismo y la cultura universal post Ilustración (con rincones acogedores para sobrevivencias excéntricas y dicha turística) -- ninguna Social Democracia haciéndose cargo de los controles en nombre del pueblo. El "dinero-poder" (como los antiguos agrarios le llamaban) no está en el poder de una elite (sea conspiratoria o sociológica) -- más bien la elite está bajo el poder del dinero, como los lacayos humanos contratados de alguna entidad de IA de ciencia ficción en el ciberespacio. El dinero-poder es la maquinaria global -- sólo puede ser desmantelada, no heredada. ¿Aparecerá en la numísfera algún tipo de limite teorético, de manera que la burbuja estalle "por si misma", por decirlo así? ¿Se dirige el capitalismo hacia la última recapitulación & la crisis final para acabar con todas las crisis, o encontrará una manera de lidiar con & incluso profitar de cualesquiera "limites al crecimiento" o perturbaciones caóticas dentro de su cerrada atmósfera de sofocación? [ No Cambie de Canal.] En cualquier caso (para evocar a Gustav Landauer) no hay "inevitabilidad histórica" alguna de una revolución renacida en el momento mismo del triunfante Cierre de la dialéctica que opera el Capital. [ En un sentido el Capitalismo parece volverse "inevitable" con la invención de la escasez -- el primer momento de expropiación. Pero, ¿precisamente dónde ha de ser localizado este momento? La agricultura es una gran crisis extensamente alargada -- pero muchas sociedades tribales-horticulturales permanecen tan acérrimamente no-autoritarias & orientadas-al-obsequio como los más puros cazadores-recolectores. Los antiguos estados jerárquicos (Sumeria, Egipto, la China Shang, etc.) e incluso el feudalismo todavía conservan economías de reciprocidad & redistribución; -- el Mercado, como predicho por la Economía Clásica, simplemente no aparece (véase Karl Polyani). Además, cada amenaza de su emergencia es recibida con resistencia preciente [ prescient] (como Clastres pudo haber predicho): -- la separación & la expropiación nunca se quedan sin respuesta, y así nunca aparecen en su forma absoluta. No existe de hecho ley natural alguna de la circulación & el intercambio, ninguna fatalidad histórica, ninguna destinada atomicidad de lo social, y ningún mundo unificado de la representación. El capitalismo existe -pero no está sólo; la revolución es su otro. Y viceversa.]

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No hay nunca un momento correcto para declararse en estado de rebelión. Siendo herejes perennes, ya hemos tomado nuestras opciones - como si en una encarnación previa, o en algún mítico tiempo fuera del tiempo, como si todo se pensara a sí mismo en nosotros o sin nosotros, y la negación fuera un tipo de pre-muerte tibia, una resignación en la morbosidad. No hay para nosotros un retorno a la inocencia en el éxtasis de 600 canales, ningún regreso a la así-llamada "Caída del Imperio Romano" o incluso al Neolítico temprano. Ya los primeros surgimientos de la separación en las tempranas formas del dinero & el Estado llegaron a la cima de una tradición de actualmente casi 10.000 años de antigüedad -- en último término no importa si "ésta es la crisis" o no. Igualmente escogeríamos. 6. Asalto a la pantalla Los medios de la mismidad & la separación representan al mundo único en su forma más religiosa -- la estructuración de lo social en imágenes. La mera conciencia de este proceso no puede superarlo -- la oposición debe tomar también una forma religiosa en un reencantamiento de la contra-imaginería; aquí uno podría hablar de un racionalismo de lo maravilloso. La única vía para evadir la mera reacción (y así la subsunción en la imagen) parecería estar en la "sacralización" de nuestra lucha contra la mismidad & la separación; -- pero sólo el fracaso podría inducirnos a aceptar el término "Romanticismo" como crítica (o elogio) a nuestra propuesta. Hace cinco años los medios de la mismidad & la separación lograron casi la misma libertad & autonomía que el propio dinero como medio. Así, cambiaron su énfasis desde la mera supresión hacia la realización y al amalgamiento rompe-fronteras "interdisciplinario" de todos los modos de representación (desde la educación a la publicidad) en una singular catástrofe "polisémica" de la forma: -- el cuerpo desplomado ante la pantalla, toda la corporalidad reducida a una oscuridad puesta en forma sólo por la luz del pléroma gnóstico, aquel reino de trascendencia del que los cuerpos son exiliados: -- el cielo de cristal. El viejo Dualismo ha implosionado en una topología totalizada definida por la geosofía gnoseográfica del dinero y su menos-que-unidimensionalidad. El "espejo de la producción" ha sido sobreseído por una transparencia completa, el vértigo del terror. La tierra, el trabajo, la naturaleza, el yo mismo, la vida misma, e incluso la muerte

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pueden ser re-inventadas como la base de todo intercambio -- todo es dinero. [ Nota: No hace falta decir que estas generalizaciones no conciernen a la realidad, sino a la ideología del Capital global (la ideología de la estafa "post-ideológica") -- los pronunciamientos intoxicados de la "economía de la información" -- la charada de la "desregulación" (¿cómo puede uno hablar de revolución cuando el Capital ya ha roto todas las reglas?). Por supuesto el Capital no ha trascendido realmente la producción, sino que meramente la ha resituado -- en algún lugar cerca del dominio de la administración de cementerios o la eliminación de desechos. El Capital quiere éxtasis, no Taylorismo; anhela pureza, descorporización.] La mediación extática finalmente bloquea la expresión en su raíz, como por ejemplo en la prótesis biotecnológica o la indiferenciación entre cuerpo & pantalla. Nupcias simuladas de Eros & Thanatos: -- clausura terminal. La "jihad mayor" por supuesto está dirigida contra lo separado mismo -- contra la sofocación del yo verdadero que debe expresar "su señor", su significado profundo. Pero la "jihad menor" no es menos vital, ni está menos imbuida de baraka: -- el asalto a la pantalla.

7. La moralidad de la violencia Aquí, cualquier reaparición paradójica de la moralidad naturalmente comenzará sobre las ruinas de la ortodoxia -- y no erigirá allí nada más permanente que las carpas negras de los beduinos de Ibn Khaldun. Y aún así, temprano o tarde, la jihad (la lucha) conduce de vuelta (vía ta'wil o exégesis hermenéutica) a shariah o la ley. Pero shariah también significa sendero, o vía -- es ya el "camino abierto" del que deambula sin propósitos. Los valores emergen desde la imaginación, i.e. desde el movimiento. "Donde los dioses se han detenido" -- esto es real. Pero los dioses siguen adelante; se mueven, como la luz sobre el agua en las Odas de Píndaro. El attentat no es inmoral sino simplemente imposible. El mensaje del "terrorismo" es que ahí no hay un allí; sólo la cibergnóstica historiavertedero de puro vacío y angustia – la "responsabilidad limitada" como un principio cósmico. Uno podría considerar una moralidad (quizás incluso una "moralidad imaginal") de violencia contra ideas & [127]

instituciones -- pero el lenguaje carece de términos para una forma como esa y así condena a la militancia a una indistinción de enfoque, incluso a un déficit atencional. En cualquier caso no es meramente una pregunta sobre el "estado espiritual" de uno, sino sobre una efectiva auto-reestructuración de la cognición -- no un estado sino una "estación" en términos Sufí. Para tomar una frase del Ismaelismo, ésta es nuestra versión de la Da'wa al Qadimi o la Anciana Propaganda -antigua porque nunca nace completamente. 8. Fin de Siècle No queda nada de futuridad en el concepto de utopía. "Esperanza contra la esperanza"; ninguna opción real está involucrada. La presencia sigue siendo impura -- sólo la ausencia asume la cristalina forma esqueletal de la eternidad perfecta. Un juicio moral si se quiere: intolerancia por lo que se opone a la jihad -- pero no más dandismo, no más quebradizas & elaboradas construcciones del yo. La diferencia como identidad constituye un modo de expresión tanto como un modo de volición. Existe un tao de este proceso, un ordenamiento espontáneo más que un acecho Cartesiano imperialista. Este modo de expresión, en tanto refiere y pertenece a la cultura (el aspecto "auto-fabricado" de lo social), o configura una resonancia amplificatoria con la "Naturaleza" y es por lo tanto capaz de cambiar el mundo-como-consenso, o es mera estupidez criminal. Aquí, una vez más, la "mera" conciencia importa poco; por eso emerge para nosotros un énfasis en los estados no-ordinarios que superen la dicotomía de la auto-intelección auto-reflexiva en la atención concentrada y en la "habilidad". El auto-encierro del aislamiento estético o mental niega el hecho de que cada placer es una expansión, de que la reciprocidad es expansividad no-predatoria. Si la revuelta como expresión responde a la mismidad & la separación simultáneamente, constituye por definición un movimiento hacia la diferencia & la presencia -- y como decían los antiguos frenólogos, hacia la "comunicatividad". Lo que no es mera "comunicación" -- sujeta a la lata de la mediación y la descorporalización -- ni "comunión" (un término que implica el autoritarismo exacerbado de una presencia reforzada) extática -- sino más bien una conectividad convivial -- un eros de lo social.

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9. La revuelta del Islam Federalismo proudhoniano basado sobre particularidades no-hegemónicas en una mutualidad "nomadológica" o rizomática de solidaridades sinergísticas -- ésta es nuestra estructura revolucionaria. (¡La aridez misma de los términos sugiere la necesidad de una infusión de vida en el plano teórico!) La ideología Post-Ilustración experimentará mareos al notar las revolucionarias implicancias de una religión o de una forma de vida siempre ya opuesta a la monocultura de la mismidad & la separación. La reacción contemporánea palidecerá ante la idea de la interpermeabilidad, la porosidad de la solidaridad, convivialidad & presencia en cuanto complementariedad & resonancia armónica de la "diferencia revolucionaria". Tomar al Islam como ejemplo -- la hiperortodoxia & la ulemocracia no pueden reducirlo tan fácilmente a una ideología hegemonística/universalística como para excluir a las formas divergentes de "política sagrada" llevadas a cabo por el Sufismo [ por ejemplo, los Naqsbandis] , el Shiismo radical [ por ejemplo, Ali Shariati] , el Ismaelismo, el Humanismo Islámico, la "Vía Verde" del Coronel Qaddafi (en parte neo-Sufismo, en parte anarco-sindicalismo), o incluso el Islam cosmopolita de Bosnia. [ Nota: mencionamos estos elementos no para condonarlos necesariamente, sino para indicar que el Islam no es un monolito de "fundamentalismo".] Tradiciones de tolerancia, voluntarismo, igualitarismo, preocupación por la justicia social, critica de la "usura", utopismo místico -- etc. -pueden formar constelaciones de nueva propaganda dentro del Islam, insacudiblemente opuestas al colonialismo cognitivo de la numísfera, orientadas a las "libertades empíricas" más que a la ideología, críticas de la represión en el Islam, pero comprometidas con su creatividad, reticencia, interioridad, militancia & estilo. La preocupación del Islam por la polución de la imaginación, que se manifiesta en un velamiento literal de la imagen, constituye un poderoso y estratégico darse cuenta; -- aquello que está velado no está ausente o invisible, ya que el velo es un signo de su presencia, su realidad imaginal, su poder. Aquello que está velado es [ lo] no-visto.

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10. Volkways Las sociedades tribales, abandonadas a sus propios dispositivos, libran guerras de una manera no tan hegemonística como aventurística -- y como P. Clastres indicó, tales guerrillas horizontales (como otras costumbres "primitivas") militan de hecho contra la emergencia de "el Estado" y su verticalidad": -- violencia como una forma de resistencia contra la separación, que siempre es percibida por la tribu como una posibilidad peligrosa o "demoníaca" -- violencia como una forma de la perenne reproducción por fisión o del quiebre & la redistribución del poder. No se supone que la jihad sea un retorno de esta forma de violencia, sino una realización dialéctica de su contenido reprimido. Este principio permite una coalescencia de variegadas diferencias no sólo como un constructo utópico, sino como un haz estratégico -- como una "máquina de guerra". Gustav Landauer deja claro que este tipo de agrupamientos pueden ellos mismos ser considerados tanto horizontalmente (o "federalmente") como verticalmente -- eso es, no como entificaciones categóricas, sino como volk, pueblos, "naciones" en el sentido Nativo-americano del término. Este concepto fue saqueado por vil reacción y distorsionado en la forma de un hegemonismo del peor tipo, pero puede bien ser rescatado (una "aventura" en sí misma). [ ¡Necesitamos re-leer a Proudhon, Marx, Nietzsche, Landauer, Fourier, Benjamin, Bakhtin, la IWW, etc. -- de la forma en que el EZLN re-lee a Zapata!] Landauer también señaló que el Estado es en parte una relación interior, y no un absoluto. En la medida en que el poder se muda desde el mapa nacional al "puro" Capital, el Estado exterior se vuelve cada vez más irrelevante como un foco de oposición. La "neutralidad" no es una opción: -- una zona, o es parte del mundo único, o entra en la oposición. Si la zona de oposición coincide con ciertas entidades políticas, entonces puede que la revolución tenga que considerar alianzas políticas. La jihad mayor -- contra la relación interna del poder -- permanece siempre la misma; pero la jihad menor, contra la relación externa, cambia de forma constantemente. [ Nota: Todo depende de la percepción de que dos fuerzas -- autonomía y federación -- no son opuestas sino complementarias e incluso cómplices; si esto es una paradoja, entonces es una paradoja que debe [130]

ser vivida. A la limpieza étnica & al chauvinismo violento hay que oponerse desde el punto de vista del federalismo & la solidaridad porque el hegemonismo de tal reacción simplemente reproduce el hegemonismo (la crueldad) del mundo único & incluso lo argumenta. Y la diferencia auténtica (no-hegemónica) debe ser defendida porque (o en la medida en que) no puede o "no debiera" ser obliterada por el Moloch de la conciencia capitalista. Autonomía sin federalismo es, en el mejor de los casos, improbable, en el peor, reaccionario -- pero un federalismo sin autonomía simplemente es una amenaza para el único valor que une a la jihad -- la auto-determinación o "libertad empírica".] Para la coalescencia estratégica, la complejidad no es sólo una estética, sino una necesidad, un maquis o zona de resistencia cognitiva, un reino de ambigüedad donde el levantamiento debe encontrar su economía, sus centros. Toda "nación", ya sea tradicional o auto-formada, y todo grupo que se mueva horizontalmente dentro o a través de este entorno -- concejos, comités, sindicatos, festivales -- de hecho, toda "individualidad soberana" -- puede considerar la federación sobre la base de un frente anti-hegemónico ad-hoc contra la totalidad autoproclamada de la mismidad & la separación, y a favor de un mundo de diferencia y presencia. Desde un cierto punto de vista, la fuerza de la presencia o de la solidaridad emerge de la realidad de la "clase" -- aunque si adoptamos ese término debamos considerar los vastos realineamientos y las mutaciones caleidoscópicas de sentido que lo han desempacado y ensamblado como algo nuevo, despojado de sus atavíos decimonónicos, de su telos de mundo único & su estética monocultural -- su cientificismo, sus desencantamientos, & su fatalidad. No es sólo una cuestión de la "proletarización de las zonas", sino de la supresión ininterrumpida & "natural" de la conciencia autónoma (y aquí, la conciencia importa). 11. Soteriología revolucionaria Así, el "mundo a ser salvado" por la jihad no consiste sólo en aquella Naturaleza que no puede sufrir un cierre final sin la fatal enajenación de la conciencia misma de toda "intimidad original", sino también en el espacio de la cultura, del devenir auténtico: Tierra y Libertad* . La agricultura puede ser considerada como la Caída trágica desde la economía natural -- (recolección, caza, reciprocidad) -- e incluso como un cambio catastrófico en la cognición misma. Pero sostener la idea de su abolición involucra un nihilismo cripto-malthusiano o incluso [131]

biofóbico sospechosamente parecido al suicidio Gnóstico. La moralidad de la substrucción es ya una moralidad del rescate (y viceversa); la semilla de la nueva sociedad está siempre ya formándose dentro de la cáscara de la antigua. Lo que sea que el mundo único busque destruir o denigrar toma para nosotros el inequívoco aura de la vida orgánica; -esto es aplicable a toda la panoplia de nuestra actual "última edad de piedra", incluso a sus refinamientos Fourieristas, incluso a su urbanismo surrealista (incluso la "Civilización" podría ser considerada como una "buena idea" si pudiera ser liberada de su propio determinismo predatorio), -- esto define nuestro conservadurismo. Así, a pesar de todo, a pesar de las titánicas depredaciones de la inteligencia artificial del Capital, el "mundo a ser salvado" a veces difiere de "este" mundo sólo por un ínfimo [ a hair's-breadth] satori. Pero es enteramente de esta grieta que nuestra oposición emerge. El milenio es siempre el abrirse de un momento presente -- pero es también siempre el fin de un mundo. 12. El Imam escondido El quid [ jist] de la jihad: cuando la opresión toma la forma simultánea & incluso paradójica de la mismidad & la separación, entonces la resistencia o la oposición lógicamente propone la diferencia & la presencia -- una paradoja revolucionaria. La segmentaria sociedad rizomática de la identidad que se precipita desde esta lógica súpersaturada de resistencia puede ser contemplada desde cualquier ángulo, vertical u horizontal, diacrónico o sincrónico, étnico o estético -dentro del marco del único principio revolucionario anti-hegemónico de la presencia. Nuestro presente estado de desatención irritable y aplanada sólo puede compararse a algún pecado esotérico medieval como la pereza espiritual o el olvido existencial; nuestro primer placer será imaginar para nosotros una propaganda tan potente como la "Llamada" gnóstica, una estética del arrepentimiento-&-la-conversión o de la "auto-superación", un mythos Soreliano -- un Milenio. El panóptico ciego del Capital sigue siendo, después de todo, mayormente vulnerable en el dominio de la "magia" -- la manipulación de las imágenes para controlar eventos, hermética "acción a distancia". Si el tong provee una forma posible para la nueva propaganda por el hecho, entonces debe confesarse que la mera retirada estética (la desaparición como voluntad de poder) no puede suministrar suficiente [132]

calor para empollar el huevo de su secreto. Todo lo que alguna vez fue tertium quid está ahora (o pronto estará) comprometido o con la capitulación o con la oposición, como conflagración, como levantamiento contra la administración del deseo & la imaginación dentro de la clausura del mundo único. Pero en una situación pre-revolucionaria la ventaja táctica de la clandestinidad, de lo no-visto (el lenguaje del corazón), ya le devuelve a la estética su centralidad revolucionaria. El arte de lo no-visto escapa a la absorción en el "discurso de la totalidad" basado en la imagen -- y así, sin formas posibles, todavía perdura la promesa milenaria del arte, la transformación del mundo. [ Nota: el término "arte" se usa aquí en dos sentidos diferentes: -- el primer sentido es quizás Romántico en cuanto que se refiere al dilema del artista per se & al problema de la "vanguardia". Pero el segundo sentido apunta a disolver toda la cuestión de la separatidad del arte en una práctica [ practicum] que es "normal" & que intersecta (de hecho casi coincide) con el dominio de la experiencia vivida. Lo ordinario & lo extraordinario ya no se oponen aquí, & están quizás incluso en colusión, o en una danza de delineaciones fusionadas. Un truismo crudo: -- el momento de lo bien-hecho es el propio material de la vida misma, de la saturación de la vida consigo misma; es en este sentido que las culturas tradicionales no vieron distinción alguna entre vida & arte. Si fuéramos a hablar de "arte político", sólo podría ser en el sentido de una investigación del hecho de que para nosotros el Capital se define a sí mismo en el contexto de una división entre estas cosas que "no pueden" estar separadas. Pero este es un problema para cada "trabajador", & no sólo para el "trabajador cultural" -- & entonces en este sentido, el arte comienza a aproximarse a un área de identidad con la "acción revolucionaria".]

13. Llamada & Respuesta Hace menos de una década todavía era posible pensar al "enemigo" como la Maquina de Trabajo Planetaria, o el Espectáculo -- & por lo tanto pensar la resistencia bajo la rúbrica de la retirada o incluso del escape. Ningún gran velo misterioso nos separaba de nuestra voluntad de imaginar otras formas de producción, lúdicas & autónomas, u otras formas de representación, auténticas & placenteras. La meta obvia era [133]

formar (o sostener) núcleos alternativos basados en la implementación de tales formas, desplegando la resistencia como una táctica en defensa de estas zonas (ya fueran temporales o permanentes). En aikido no hay tal cosa como la ofensa -- uno simplemente se retira de la fuerza de un ataque, con lo cual la fuerza del atacante se vuelve contra sí & se vence a sí misma. El Capitalismo perdió de hecho algo de terreno ante estas tácticas, en parte porque era susceptible a las estrategias de una "tercera fuerza", y en parte porque, en tanto ideología, permaneció incapaz de lidiar con sus propias contradicciones internas (la "democracia" por ejemplo). Ahora la situación ha cambiado. El capitalismo está libre de su propio blindaje ideológico & ya no necesita conceder espacio a ninguna "tercera fuerza". Aunque el fundador del aikido podía eludir balas, nadie puede hacerse a un lado del ataque violento de un poder que ocupa toda la extensión del espacio táctico. El escapismo es posible para el "tercer invitado, el parásito", pero no para el único oponente. El capitalismo ahora está en la libertad de declarar la guerra & tratar directamente como enemigos a todas las anteriores "alternativas" (incluyendo a la "democracia"). En este sentido no nos hemos escogido como oposición -- hemos sido escogidos. En kendo se dice que no hay tal cosa como un movimiento defensivo, o bien que la única defensa es una buena ofensiva. El atacante, sin embargo, tiene la desventaja (desequilibrio) como en aikido: -entonces, ¿qué hacer? Una paradoja: cuando atacados, golpear primero. Claramente nuestras "alternativas" ya no son meras opciones interesantes, sino posiciones estratégicas de vida o muerte. No obstante, la revolución no es un combate de kendo -- ni una moraleja. Podría parecer que nuestras tácticas se definirán no tanto por la historia como por nuestra determinación a permanecer dentro de la historia -- no por "sobrevivencia", sino por persistencia. La cuestión de "¿Que Es Lo Que Se Debe Hacer?" hay que darla por sentada ahora, por dos razones: -- primero, ya existen miles de organizaciones trabajando en la superficie [ above-ground] por fines revolucionarios de facto (o por lo menos por buenas causas) -- pero no hay mito organizador, no hay propaganda, no hay "conciencia revolucionaria" transformativa capaz de trascender la separación como institucionalización reformista & esclerosis ideológica [ "sufragando los temas"] . Segundo, la mayor parte del "ilegalismo" está frustrantemente condenado a la contraproductividad & la recuperación [134]

precisamente por la misma razón -- no hay conciencia, o más bien, no hay metanoia, no hay conciencia defragmentada. En una situación tal, ninguna coalescencia parece factible, y la jihad es enfrentada primero y principalmente por la necesidad brutalmente teorética de comprender & articular su propia historicidad. Hablar ahora de una "situación prerevolucionaria" implica la ironía que tales términos deben invocar inevitablemente (la historia como una "pesadilla")-- ¿Qué signos se han presentado, & sobre qué horizonte? Aquí debiera recordarse que la "propaganda por el hecho" pretendía originalmente incluir "buenos trabajos" así como trabajos violentos; la zona temporalmente autónoma retiene así su valor no sólo por ella misma, sino en tanto historización de la experiencia vivida, quizás incluso un modo de propaganda-en-acción. El levantamiento podría entonces ser visto como la propuesta de una "zona permanentemente autónoma"; y la coalescencia de muchos grupos tales constituiría la forma del "milenio". Aquí incluso la "retirada" podría tener un valor como táctica – en la medida en que fuera coordinada & practicada militantemente a escala masiva -- "paz revolucionaria". La mera expresión de un esquema como éste revela de una vez cuán distantes estamos de cualquier realización. Mientras que quisiéramos darnos el gusto de una cruda afición existencialista por la "acción", o por lo menos por algún tipo de "anti-pesimismo", cualquier discusión sobre tácticas reales en este punto bien podría resultar fatalmente (o absurdamente) prematura. Además, "¿Qué debería hacer?" es quizás la más mediada de las preguntas, aquella que garantiza hacer imposible toda respuesta. ****************************** Tal es nuestra densidad que nos ha tomado cinco años comprender esto. Todo lo que alguna vez fue una "tercera vía" debe ser re-pensado a la luz de este sólo hecho: -- un mundo nos enfrenta, no dos. Si la resistencia ha colapsado en una reñida nostalgia (1968 se ha vuelto tan "trágico" para nosotros como cualquier otro fracaso) -- si la malicia [ bitchiness] de izquierda & el particularismo fascista retienen un encanto como ese para los radicales exhaustos, etc. -- entonces es porque hemos fracasado en articular este hecho singular incluso para nosotros mismos: -- que al proclamarse a sí mismo como absoluto y construyendo un mundo sobre esa proclamación, el Capital ha hecho volver a la vida a su antiguo némesis (tan desacreditado por el siglo [135]

XX, tan muerto, tan apagado), lo ha invocado en una encarnación completamente nueva -- como la defensa desesperada de todo lo que no puede ser encerrado -- ha invocado a la revolución, a la jihad. Nueva York/Dublin Septiembre 1, 1996 [ Nota: Esta versión, no necesariamente final, fue alcanzada con criticas & ayuda de varios grupos: el Libertarian Book Club de Nueva York, el colectivo editorial Autonomedia de Brooklyn. y el Garden of Delight en Dublin; las opiniones, sin embargo, son mías, no de ellos.]

* En español en el original.

Nota sobre el Nacionalismo Visto como la quintaesencialización de la jerarquía & la separación, el Estado puede replicarse a sí mismo en cualquier nivel de la experiencia -- desde la psique individual a las leyes de las naciones. Y aún así la sociedad puede existir en teoría sin el Estado -- & así fue de hecho por casi un millón de años, el 99% del espacio de tiempo de la especie humana, gracias a la persistencia de costumbres & instituciones -- y mitemas -- que parecen haber sido designadas sólo para este propósito, i.e. la supresión del Estado & la realización de lo Social. La guerra misma puede ser una de estas instituciones de la "Sociedad contra el Estado", ya que (en su forma "primitiva") actúa para dispersar el poder & la riqueza en vez de concentrarlos. En otro nivel podríamos decir que el chamanismo también tiende hacia la centrifugalidad del poder en su énfasis en la experiencia directa más que en la mera simbolización (i.e. el chamán debe "realmente" sanar al paciente, el médium debe "realmente" estar poseído, de otra forma su prestigio se evapora: -- en algunas tribus chamánicas el fracaso era punible con el exilio o la muerte). El proto-Estado entonces debe surgir en el momento del colapso de la fuerza centrífuga de la guerra & la religión. Los cambios en la estructura económica parecen suceder a este colapso en vez de causarlo. [ Nota: El "colapso" mismo puede haber tenido causas económicas, pero no podemos percibirlas -- ¡ciertamente la sobrepoblación y el cambio climático son "explicaciones" inadecuadas!] Por ejemplo, el reemplazo de la caza/recolección por la agricultura fracasó en producir el proto-Estado. No podemos siquiera culpar al Estado de la especialización del trabajo, ya que somos perfectamente capaces de imaginar (con Fourier) una sociedad sin Estado basada en una [136]

economía bastante compleja. El Estado parece casi sui generis -- su nacimiento está amortajado por un cierto misterio. Algo salió mal en algún lugar -- los viejos mitos (basados en la reciprocidad & la redistribución) colapsaron antes que el poder de un nuevo "relato" basado en la separación & la acumulación. El instante preciso se ha perdido, aunque en la visión arqueológica el verdadero Estado se tambalea en algún punto entre el 4º y el 3er milenio en Sumeria & Egipto. En ambos casos los dominios de la guerra & la religión parecen haberse fusionado para producir estructuras-piramidales figurativas & literales imposibles de concebir sin tributo & esclavitud. La centrifugalidad de lo social es gradualmente suplantada por la centripetalidad del poder & la riqueza hasta que se alcanza un punto de crisis en la emergencia catastrófica de un "rey-sacerdote" & una naciente burocracia -- los signos infalibles del verdadero Estado. La esencia del Estado se halla en la simbolización como mediación, & en la mediación como alienación. Estas abstracciones denotan una realidad brutal: -- La aparición del Tacón de la Historia. La separación & la expropiación deben conseguirse simultáneamente tanto en el plano simbólico como en el efectivo. Los símbolos deben fabricarse para hacer el "trabajo" de la acumulación -- el Estado no puede gastar su energía en re-crearse a sí mismo en cada momento. La escritura, por ejemplo, tecnologiza la simbolización al punto en que el poder puede "actuar a la distancia" -- por eso la "magia" de la escritura, su origen Hermético -- pero la escritura en sí misma puede haber sido inventada para implementar una forma más básica de simbolización -- i.e. el dinero. Examinemos la hipótesis de que el Estado es imposible sin dinero como intercambio simbólico. Incluso el rey más primitivo (en tanto opuesto al "anciano" o al "cacique") sólo puede ser definido por la creación de la escasez & la acumulación de riquezas -- & este doble proceso sólo puede ser reproducido en la simbolización. Generalmente esto significa que el rey es de alguna manera "sagrado" & así él mismo (o ella misma) simboliza la moción misma de la energía en o entre el excedente y la escasez. Pero este movimiento debe impedirse si la transferencia-deenergía sólo puede tomar una forma cruda material (vacas o jarros de trigo reales, etc.). El intercambio esencial de protección-a-cambio-deriqueza que define al verdadero Estado debe ser simbolizado para trascender aquello que puede llamarse el igualitarismo inherente de lo material, su obstinación, su resistencia natural a la acumulación. La "protección", por su parte, no tiene ninguna base material manifiesta, mientras que la riqueza sí – por eso, el Estado estará en desventaja en [137]

el intercambio, a menos que pueda presentar su poder en una forma simbólica (no-material) -- como nada a cambio de algo. Si no obstante el Estado continúa siendo imposible sin dinero (incluso en su más inesperada o exótica o primitiva forma), el dinero parece ser bastante posible sin el Estado. Nuestra mejor evidencia para esto no viene sólo del Pasado, sino también -- por decirlo de alguna manera -del Futuro. En el pasado podemos distinguir el dinero en el intercambio simbólico & en la construcción social del sacrificio. Cuando la tribu crece más allá del punto en el que puede re-crearse a sí misma en el reparto del animal sacrificial, por ejemplo, podríamos suponer que la "porción" que a uno le toca puede ser simbolizada por alguna ficha. Una vez que el "contenido espiritual" de estas fichas es transferido a una esfera económica afuera del sacrificio (como por ejemplo en las monedas-deltemplo Lidias del siglo VII A.C.) la existencia de las fichas facilitaría la "creación de escasez" al simbolizar la acumulación de riquezas. Así el dinero precedería al Estado. Si quisiéramos empujar el origen del dinero incluso más profundamente en el pasado, podríamos examinar las misteriosas fichas de arcilla que aparecieron en el "Cercano Oriente" Neolítico cerca del Séptimo Milenio A.C., aparentemente como fichas calculadoras de mercancía. Bienes reales que están presentes sólo de forma simbólica expresan ya la posibilidad de la escasez -- & de hecho estas fichas de arcilla casi indudablemente representan la deuda. Cuando las fichas calculadoras simbólicas son ellas mismas simbolizadas por la escritura -- un concepto que aparece en un momento muy preciso datable alrededor del 3100 A.C. en la ciudad de Uruk -podemos hablar no sólo de dinero, sino de banca: la centralización de la deuda en el foco religioso-político del poder, el Templo. Así, para ponerlo crudamente, el dinero existe durante 4000 años antes de mutar en una forma que haga posible la emergencia del verdadero Estado. Si miramos hacia el futuro -- i.e. hacia la "lógica" del presente -podemos ver incluso más claramente que el dinero existe más allá del Estado. En una situación en la que el dinero es "libre" para moverse a través de fronteras desafiando toda economía política, como en el internacionalismo "neo-liberal" de libre-mercado, el Estado puede encontrarse abandonado por el dinero, & re-definido como una zona de escasez más que una de riqueza. El Estado permanece por definición embrollado en la producción, mientras el dinero alcanza la trascendencia de la pura simbolización. En los últimos cinco años el [138]

dinero ha logrado un despegue casi absoluto, ya que más del 90% de todo el dinero ahora se refiere a nada que se halle en la esfera de la producción, ni siquiera a sucias y obsoletas fichas simbólicas llamadas "efectivo" -- aunque todo el mundo productivo permanece completamente en el poder del dinero, de tal forma que apenas un tomate puede ser cultivado & comido sin la mediación del intercambio simbólico. Paracelso una vez le dijo a un mezquino rey Germano, "¡Su Majestad es el verdadero alquimista, no yo (un mero chalán)! A Su Majestad sólo le basta otorgarle a un banco el poder de un monopolio para acuñar dinero, y luego tomarlo prestado. Así creará algo de la nada, ¡un acto bastante más poderoso que convertir el plomo en oro!". La broma aquí es que el rey no era el verdadero alquimista. El locus del acto mágico reside en el banco, no en la corte. Cuando todos los tronos en el mundo estuvieron desesperanzadamente en deuda con sus propios bancos centrales auto-creados, el foco del poder se desplazó. Cuando los gobiernos abdican de su antiguo rol de protección, el dinero se libera finalmente -- los gobiernos ahora pueden proveer sólo nada a cambio de nada -- su poder se ha hecho pedazos. Su poder ha migrado hacia la esfera alquímica de la pura simbolización. Por lo tanto el dinero & el Estado nunca han sido - en ningún punto exactamente idénticos, o ni siquiera han estado necesariamente en alianza. Como la paradójica relación entre dinero & religión, el dinero & el Estado algunas veces conspiran, otras veces compiten, ocasionalmente incluso están en guerra. Dios & Moloch, Mammon & Moloch -- lo intrincado de su danza cósmica puede revelarse en la leyenda de los Templares -- ¡o del FMI! El dinero & el Estado (& la religión) no poseen la simple paradojalidad del antiguo acertijo sobre la gallina & el huevo, sino una relación aún más compleja; la pregunta acerca de la causa & el efecto es la pregunta equivocada. El Dinero, el Estado & la religión: -- son todos poderes de opresión, pero no el mismo poder de opresión. De hecho, cuando se despliegan unos contra otros, pueden actuar como poderes de liberación. El dinero "compra libertad" por ejemplo; el Estado populista puede suprimir los bancos, liberando así a sus ciudadanos del "dinero-poder"; y se ha sabido que la religión ha utilizado su "moralidad superior" tanto contra la injusticia política como contra la económica. Además, el Estado no aparece de una sola vez en su forma "absoluta". Si las sociedades "primitivas" poseen instituciones que exitosamente [139]

previenen la emergencia del Estado, de todos modos la emergencia del Estado no puede borrar todas estas instituciones de una vez. El Estado "temprano" debe todavía co-existir con "costumbres & derechos" que le permiten a la Sociedad resistir su poder. En la antigua Irlanda, por ejemplo, la realeza debía depender de (y usualmente pelear con) bandas guerreras semi-independientes, los fianna, cuyas vidas consagraban a fuentes de poder (invasión) y de riqueza (cacería) que permanecían esencialmente fuera del control del Estado. La antropología de la "Sociedad contra el Estado" puede extenderse a una sociología de sistemas de Estado históricos (como el "feudalismo") en los que algunas instituciones & mitemas potentes trabajan contra la acumulación total de poder -- usualmente al costo de la violencia. Además, como Karl Polyani ha notado, al dinero también se le resiste en las culturas "premodernas", no sólo en las sociedades "primitivas" (en las que el dinero simplemente fracasa en su aparición), sino también en sistemas estatales bastante complejos. "Civilizaciones clásicas" como Mesopotamia, Grecia, Mesoamérica, Egipto & incluso Roma mantuvieron estructuras de redistribución de la riqueza hasta algún punto -- aunque sólo fuera como panem et circenses; nadie podría haber concebido un "libre" mercado en tal circunstancia, ya que su obvia inhumanidad habría violado cada principio de reciprocidad que sobrevivía -- sin mencionar la ley religiosa. Se le dejó a nuestra gloriosa era moderna la concepción de un Estado como poder absoluto, & del dinero como "libre" de toda restricción social. El resultado puede ser llamado el Estado Capital: el poder del dinero casado al poder de la guerra. En última instancia, una vez que la lucha contra el Comunismo fue ganada, sería lógico esperar una lucha última & final entre el Capital & el Estado por el poder puro & supremo. En cambio, el Estado Molochiano parece saber que había sido derrotado secretamente hace tiempo (todos los tronos desesperadamente endeudados...) & ha capitulado sin quejidos al triunfo de Mammon. Con unas pocas excepciones, todas las naciones están derrumbándose sobre ellas mismas con su afán de "privatizar" todo, desde la salud a las prisiones al aire & el agua a la conciencia misma. La "protección" -- la única excusa real para la existencia del Estado -- se evapora en cada esfera de la influencia del gobierno, desde las tarifas a los "derechos humanos". El Estado parece de alguna manera creer que puede renunciar no sólo a su poder vestigial sobre el dinero, sino incluso a sus funciones básicas, ¡& aún así sobrevivir como un ejercito de ocupación electo! Incluso los Estados Unidos, que se jactan de ser la última & final "superpotencia", se hayan a sí mismos en el momento mismo en que su victoria apocalíptica se reduce a una fuerza mercenaria a la orden del Capital internacional -- la [140]

vociferante liga-bush alardeando intimidantemente sobre su cruzada para derrocar a un "Hitler" del Medio Oriente, pero capaz sólo de servir a los intereses de los carteles petroleros & a los bancos. Las fronteras nacionales deben sobrevivir de manera que los mercenarios políticos puedan desviar los impuestos al "bienestar corporativo"; & así esos tremendos lucros puedan hacerse en arbitraje & intercambio de divisas; & así esa mano de obra pueda ser disciplinada por el capital "migratorio". De otra manera, el Estado se queda sin funciones reales - todo lo demás es ceremonia vacía, & el puro terrorismo de la "guerra contra el crimen" (i.e. la guerra post-espectacular del Estado contra sus propios pobres y diferentes). Thatcher & Reagan predijeron con verdadera presciencia que lo que el gobierno debería & habría de hacer una vez que cumpliera su último objetivo histórico -- el derrocamiento del Imperio Malvado. El gobierno debería voluntariamente desmantelarse a sí mismo (a la orden de "la gente" por supuesto) & grácilmente someterse al verdadero absoluto Hegeliano: -- el dinero. Por supuesto que hablar del "fin de la Historia" cuando no ha habido fin (por ejemplo) de la escritura -- ni en ese sentido de la producción material -- es una mera forma de locura -- ¡quizás incluso en una forma terminal! Como la religión, el Estado simplemente ha fracasado en "irse" -- de hecho, en una bizarra extensión de la tesis de la "Sociedad contra el Estado", podemos incluso re-imaginar el Estado como en un tipo institucional de "costumbre & derecho" que la sociedad puede (paradójicamente) blandir contra una forma de poder incluso más "definitiva" -- aquella del "puro Capitalismo". Este es un pensamiento incomodo para un buen anarquista; siempre hemos tendido a ver al Estado como el enemigo, & al capitalismo como uno de sus aspectos o "accidentes". El opuesto ideal del anarca es el monarca. [ De hecho, hay algunos divertidos y fútiles intentos en el fin-de-siècle de Francia de forjar vínculos entre el anarquismo & el monarquismo contra el enemigo común, la desvanecida ilusión de la "democracia" -- & la emergente realidad del Capitalismo.] En este sentido puede que hayamos sido superados por el sindicalismo & el "comunismo-concejista", que por lo menos ha desarrollado criticas económicas del poder más maduras. Sin embargo, como la izquierda en general, el anarquismo colapsó en 1989 (un creciente movimiento Norteamericano repentinamente explotó, por ejemplo) con toda probabilidad porque en ese momento nuestro enemigo, el Estado, secretamente también colapsó. Para movernos hacia la brecha dejada por la derrota del Comunismo necesitábamos una crítica del Capitalismo como el poder singular en un mundo unificado. Nuestra cuidadosa y sofisticada crítica de un mundo dividido en dos formas de [141]

Estado/poder económico se hizo súbitamente irrelevante. En un intento por rectificar esta carencia, yo creo que necesitamos una nueva teoría del "nacionalismo" así como una nueva teoría del Capitalismo (y de hecho una nueva teoría de la religión igualmente). Hasta ahora el único modelo interesante para esto es el EZLN en México -- (¡es gratificante ver eslóganes Zapatistas rayados por todo Dublín!) -- & valdría la pena analizar su teoría-&-praxis para inspirarse. El EZLN es la primera fuerza revolucionaria en definirse a sí misma en oposición al "neoliberalismo global"; lo ha hecho sin asistencia o influencia de la "Internationale" porque apareció en el mismo momento en el que "Moscú" desapareció. Ha recibido el apoyo de los remanentes de la Teología de la Liberación así como de los concejos secretos de los chamanes & ancianos tradicionales Mayas. En el sentido Nativo-americano de la palabra es un movimiento "nacionalista", & aún así deriva su inspiración política de Zapata, Villa, & Flores Magón (i.e., dos anarco-sindicalistas agrarios & uno anarco-comunista.) Está preocupado por las "libertades empíricas" más que por la ideología purista. [ Como dice Qaddafi, "En necesidad, la libertad permanece latente".] No sorprende que el NY Times haya llamado a Chiapas la primera revolución "post-moderna"; de hecho, es la primera revolución del siglo XXI. James Connolly, uno de los fundadores de la IWW, desarrolló en Irlanda una teoría de que el socialismo & el nacionalismo eran partes de una & la misma causa -- & por esta teoría sufrió el martirio en 1916. Desde un cierto punto de vista, la teoría de Connolly puede llevar hacia un "Nacional Socialismo" de Derecha -- pero desde otra perspectiva lleva a un "nacionalismo tercermundista" de Izquierda. Ahora que ambos movimientos están muertos es posible ver más claramente como la teoría de Connolly calza también con las ideas anarquistas & sindicalistas de su propio período, como el populismo [ volkism] de izquierda de Gustav Landauer o la "Huelga General" de Sorel. Estas ideas a su vez pueden rastrearse hasta los escritos de Proudhon sobre mutualismo & "anarco-federalismo". [ La batalla entre Marx & Proudhon tuvo mala suerte en la historia en comparación con la pelea más ruidosa y famosa de Marx con Bakunin.] En la medida en que podamos proponer una interpretación "neo-proudhoniana" del levantamiento Zapatista, por consiguiente, las ideas de Connolly pueden adquirir una nueva relevancia para nosotros [ ¡y así quizás no sorprenda que el EZLN desencadene una respuesta por parte de la izquierda Irlandesa!] . El nacionalismo hoy se conduce a una colisión con el Capitalismo, por la simple razón de que la nación per se ha sido redefinida por el Capital como una zona de vaciamiento. En otras palabras, la nación puede o [142]

capitular al Capitalismo o resistirlo -- no hay tercera vía, ya ninguna "neutralidad" es posible. La pregunta que enfrenta a la nación como zona de resistencia es la de si hay que lanzar su revuelta desde la Derecha (como "particularidad hegemónica") o desde la izquierda (como "particularidad no-hegemónica"). No todas las naciones son zonas de resistencia, & no todas las zonas de resistencia son naciones. Pero en cualquier lugar en que la dos coincidan en cierta medida, la decisión deviene no sólo un proceso ético, sino también uno político. Durante la Guerra Civil Estadounidense el anarquista Lysander Spooner se rehusó a apoyar a alguno de los bandos -- ni al Sur porque era culpable de esclavitud tradicional, ni al Norte porque era culpable de esclavitud asalariada -- & además porque negaba el derecho a separarse, una obvia condición sine qua non de cualquier federación genuina. En este sentido del término, al nacionalismo siempre hay que oponérsele, porque es hegemónico - & la secesión hay que apoyarla siempre, en tanto es anti-hegemónica. Es decir, sólo puede promoverse en la medida en que no busca el poder a expensas de la miseria de otros. Ningún Estado puede alcanzar este ideal -- pero algunas "luchas nacionales" pueden ser consideradas objetivamente revolucionarias una vez que cumplen los mínimos requerimientos básicos -- o sea, que sean tanto nohegemónicas como anti-Capitalistas. En el "Nuevo Mundo", tales movimientos pueden quizás incluir al movimiento de secesión hawaiana, la independencia portorriqueña, la máxima autonomía para las "naciones" Nativo-americanas, el EZLN, & y al menos en teoría, el movimiento bioregionalista en los Estados Unidos -- y probablemente excluiría (con algunos remordimientos) movimientos como el nacionalismo de Quebec, & el movimiento de milicia en Estados Unidos. En Europa Oriental podríamos ver un potencial en estados como Slovenia, Bosnia, Macedonia, Ukrania -- pero no en Serbia, ni en Rusia. En el "Medio Oriente" uno no puede evitar apoyar a Chechenia & los Kurdos. En Europa Occidental hay que resistir a la Unión Europea, & las naciones pequeñas más susceptibles de ser aplastadas por el peso de la EuroBasura & los EuroDolares deben ser animados a mantenerse fuera de la Unión o a oponerse desde dentro. Esto incluye el litoral Atlántico desde Marruecos (donde la resistencia Berebere & la independencia del Sahara tienen nuestra simpatía) hasta Irlanda, Dinamarca, quizás Escandinavia, el Báltico & Finlandia. El separatismo celta debe ser promovido en Escocia, Gales, Bretaña, & [ la isla de] Man; esto sumaría un tono socialista & verde a cualquier coalición posible de los pequeños Estados del Atlántico. En Irlanda del Norte, la mejor solución posible a los "Troubles" podría ser una Ulster independiente basada en la [143]

solidaridad socialista anti-sectaria -- un sueño quizás, pero mucho más interesante que la "Paz" a cualquier precio -- & una Ulster libre y revolucionaria inyectaría sin duda un increíble impulso energético en el movimiento anti-Capitalista -- a pesar de su tamaño, Ulster podría emerger como líder de un movimiento como ese -- tendría un prestigio moral tremendo. Ya que nos estamos solazando en sueños, imaginemos que un movimiento anti-Comunista/anti-Capitalista surge en Europa Oriental, & hace una alianza con nuevos movimientos dentro del Islam, ya no "fundamentalista" & hegemonístico, sino definitivamente antiCapitalista & opuesto a la cultura del "Mundo Único". Luego se crea una alianza con los estados anti-capitalistas anti-"Europa" del litoral Atlántico - & simultáneamente dentro de todos estos países, fuerzas revolucionarias trabajan por justicia social & económica, activismo ambiental, solidaridad anti-hegemónica, & "diferencia revolucionaria". ONGs & grupos religiosos prestan su apoyo logístico a la lucha. Mientras tanto podemos imaginar al Capitalismo en crisis por cualquiera de una miríada de razones, desde un colapso-bancario a la catástrofe ambiental. Repentinamente, la crítica populista radical del "neo-liberalismo" comienza a ser coherente para millones de trabajadores, granjeros, pueblos tribales, renegados desclasados & artistas, herejes, & incluso tenderos & profesionales "pequeñoburgueses"... ..."Después de la Revolución" por supuesto, todas las formas nacionalistas deberían ser cuidadosamente revisadas. El objetivo del "federalismo neo-Proudhoniano" sería el reconocimiento de la libertad en todo punto de la organización en el rizoma, sin importar cuan pequeña -- incluso a un singular individuo, o a un pequeño grupo de "separatistas". No hay duda de que estas libertades tendrían que asegurarse a través de la lucha constante contra las tendencias "naturales" a la avaricia & el ansía de poder inherente a todo individuo & toda colectividad. Pero ese es un asunto para el futuro. En el presente nos enfrentamos con la tarea monumental de construir un movimiento de resistencia anti-Capitalista a partir de los trizados restos del radicalismo, un poco de pegamento, unos pañuelos de papel, & algo de retórica caliente. Ya no podemos permitirnos el lujo de ignorar la política. Esto no significa que esté por arruinar unos antecedentes perfectamente anarquistas & votar por primera vez -- ya que en mi país, votar no significa nada & uno no consigue nada, ni siquiera $5 o un trago gratis (como en los viejos tiempos del Tammany Hall). Quiero [144]

decir política en el sentido de Clausewitz. Y la guerra posibilita extrañas complicidades -- incluso camaradas y aliados inesperados. Me gustaría creer que la revolución podría ser una no-violenta "guerra por la paz" -- pero como buen scout, uno debe estar siempre listo. Dublín, 23 de Septiembre, 1996.

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El dinero real & la religión jerárquica parecen haber surgido en el mismo misterioso momento, en algún punto entre el Neolítico temprano y el tercer milenio a.C. en Sumeria o Egipto; ¿qué vino primero, el huevo o la gallina? ¿Fue uno la respuesta a la otra o es una un aspecto del otro? No hay duda de que el dinero posee una profunda implicación religiosa ya que desde el momento mismo de su aparición comienza a luchar por la condición del espíritu - a sustraerse del mundo de los cuerpos, a trascender la materialidad, a convertirse en el único símbolo verdaderamente eficaz. Con la invención de la escritura alrededor del 3100 a.C., el dinero tal como lo conocemos emerge de un complicado sistema de fichas o cuentas de arcilla que representaban los bienes materiales & toma la forma de pagarés impresos en tablillas de arcilla; casi sin excepción estos "cheques" parecen tener que ver con deudas adquiridas con el Templo Estatal, & en teoría pueden haber sido usados en un sistema extendido de intercambio como las notas-decrédito "acuñadas" por la teocracia. Las monedas no aparecieron hasta cerca del 700 a.C. en el Asia Menor Griego; se hacían de electrum (oro y plata) no porque estos metales tuvieran un valor como mercancía sino porque eran sagrados - el Sol & la Luna; la razón del valor entre ellos siempre ha rondado los 14:1 no porque la tierra contenga 14 veces tanto plata como oro sino porque a la Luna le toma 14 "soles" ir de nueva a llena. Las monedas pueden haberse originado como fichas del templo para simbolizar la parte que le correspondía a cada adorador en el sacrificio -- souvenires sagrados que luego podían ser intercambiados por bienes porque tenían "mana", no valor-de-uso. (Esta función puede haberse originado en el intercambio de la Edad de Piedra con cabezas de hachas "ceremoniales" usadas en ritos de distribución tipo potlach.) A diferencia de las notas de crédito de Mesopotamia, en las monedas se inscribían imágenes sagradas & eran vistas como objetos liminales, puntos nodales entre la realidad cotidiana & el mundo de los espíritus (esto da cuenta de la costumbre de curvar monedas para "espiritualizarlas" y tirarlas a pozos, que son los "ojos" del otro mundo.) La deuda misma -- el verdadero contenido de todo dinero -- es un concepto altamente "espiritual". Como tributo (deuda primitiva) ejemplifica la capitulación a un "legítimo poder" de expropiación enmascarado en ideología religiosa -- pero como "deuda real" adquiere la habilidad espiritual única de reproducirse a sí misma como si fuera [146]

un ser orgánico. Incluso ahora sigue siendo la única sustancia "muerta" que posee este poder en todo el mundo -- "el dinero engendra dinero". En este punto, el dinero comienza a tomar un aspecto paródico vis-à-vis con la religión -- pareciera que el dinero quiere rivalizar con dios, volverse espíritu inmanente en la forma de metafisicalidad pura que no obstante "reina el mundo". La religión debe tomar nota de esta naturaleza blasfema del dinero y condenarla como contra naturam. El dinero & la religión se oponen -- no se puede servir a Dios & a Mammon simultáneamente. Pero en la medida en que la religión siga actuando como ideología de la separación (Estado jerárquico, expropiación, etc.), nunca podrá comprender el problema-dinero. Una & otra vez aparecen reformistas en la religión para expulsar a los mercaderes del templo, & ellos siempre regresan -- de hecho, no pocas veces los mercaderes mismos se convierten en el Templo. (Ciertamente, no es un accidente que los bancos, por mucho tiempo, imitaran las formas de la arquitectura religiosa.) De acuerdo a Weber, fue Calvino quien resolvió finalmente el asunto con sus justificaciones teológicas para la "usura" -- pero esto apenas reconoce el mérito de los verdaderos Protestantes, como los Ranters y los Diggers, quienes proponían que la religión debía oponerse totalmente, de una vez y para siempre, al dinero -inaugurando así el Milenio. Parece más verosímil que la Ilustración se lleve el crédito de resolver el problema -- al echar por la borda la religión como la ideología de la clase dominante & reemplazarla con el racionalismo (& la "Economía Clásica"). Esta formula, sin embargo, no le haría justicia a esos verdaderos illuminati que propusieron desmantelar todas las ideologías del poder & la autoridad -- ni ayudaría a explicar por qué la religión "oficial" falló en darse cuenta de su potencial como oposición en este punto, & en cambio siguió entregando apoyo moral tanto para el Estado como para el Capital. Bajo la influencia del Romanticismo, sin embargo, apareció -tanto dentro como fuera de la religión "oficial" -- un creciente sentido de la espiritualidad, como alternativa a los aspectos opresivos del Liberalismo & de sus aliados intelectuales/artísticos. Por un lado, este sentido de espiritualidad condujo a una forma conservadora-revolucionaria de reacción romántica (por ejemplo, Novalis) -- pero por otro lado, alimentó también la antigua tradición herética (que igualmente comenzó con el "surgimiento de la Civilización" como un movimiento de resistencia a la teocracia de la expropiación) -- y se halló a sí misma en una extraña nueva alianza con el radicalismo racionalista (la "izquierda" naciente"); William Blake, por ejemplo, o las "Capillas Blasfemantes" de Spence & sus seguidores, [147]

representan esta tendencia. El cruce entre espiritualidad & resistencia no es un evento o anomalía surrealista a ser resuelto o racionalizado por la "Historia" -- ocupa una posición en las raíces mismas del radicalismo; -- y a pesar del ateísmo militante de Marx o Bakunin (ello mismo una suerte de misticismo mutado o de "herejía"), lo espiritual aún permanece inextricablemente relacionado con la "Vieja Buena Causa" que ayudó a crear. Hace algunos años, Regis Debray escribió un artículo señalando que a pesar de las confiadas predicciones del materialismo del siglo XIX, la religión, perversamente, aún no se había ido -- y que quizás ya era hora de que la Revolución aceptara esta misteriosa persistencia. Viniendo de una cultura Católica, Debray estaba interesado en la "Teología de la Liberación", ella misma una proyección de la vieja cuasi-herejía de los Franciscanos "Pobres" & el recurrente descubrimiento del "comunismo Bíblico". De haber considerado la cultura Protestante, podría haber recordado el siglo XVII, & haber buscado su verdadera herencia; de haber sido Musulmán podría haber evocado el radicalismo de los Chiítas o Ismaelitas, o el anticolonialismo de los "neo-Sufíes" del siglo XIX. Todas las religiones han provocado su propia antítesis interior una & otra vez; todas las religiones han considerado las implicancias de la oposición moral al poder; todas las tradiciones contienen un vocabulario de resistencia tanto como una capitulación a la opresión. Hablando ampliamente uno podría decir que hasta ahora esta "contra-tradición" -- que está tanto dentro como fuera de la religión -- ha constituido un "contenido suprimido". La pregunta de Debray se trataba de su potencial de realización. La Teología de la Liberación perdió la mayor parte de su apoyo dentro de la iglesia cuando no pudo cumplir más su función como rival (o cómplice) del Comunismo Soviético; & no pudo seguir cumpliendo esta función porque el Comunismo se derrumbó. Pero algunos teólogos de la Liberación probaron ser sinceros – y todavía persisten (como en México); además, toda una tendencia sumergida y afín, dentro del Catolicismo, ejemplificada por el anarquismo casi Escolástico de un Ivan Illich, perdura en el fondo. Tendencias similares pueden ser identificadas dentro de la Ortodoxia (por ejemplo, Bakunin), el Protestantismo, el Judaísmo, el Islam, y (en un sentido de alguna manera diferente) el Budismo; además, la mayoría de las formas indígenas de espiritualidad ―sobrevivientes‖ (por ejemplo, el Chamanismo) o los sincretismos Afro-americanos, pueden hacer causa común con varias tendencias de las religiones ―mayoritarias‖ en asuntos como el medioambiente, & la moralidad del anti-Capitalismo. A pesar de [148]

elementos de reacción romántica, varios movimientos New-Age y postNew-Age también pueden ser asociados con esta categorización general. En un ensayo previo hemos esbozado las razones para creer que el colapso del Comunismo implica el triunfo de su único oponente, el Capitalismo; que de acuerdo a la propaganda global neo-liberal sólo existe un mundo ahora; & que esta situación política tiene implicancias graves para una teoría del dinero en tanto deidad virtual (autónoma, espiritualizada, & todo-poderosa) del universo único del significado. Bajo estas condiciones, todo lo que alguna vez fue una tercera posibilidad (neutralidad, retirada, contra-cultura, el ―Tercer Mundo‖, etc.) debe encontrarse ahora en una nueva situación. No hay más ―segunda‖ -- ¿cómo puede haber una ―tercera‖? Las ―alternativas‖ han disminuido catastróficamente. El Mundo Único está ahora en una posición de aplastar todo lo que alguna vez escapó a su abrazo extático – gracias a la desafortunada distracción de librar una guerra esencialmente económica contra el Malvado Imperio. No hay más tercera vía, no más ―ni esto, ni lo otro‖. Todo lo diferente será subsumido ahora en la mismidad del Mundo Único – o se descubrirá a sí mismo en oposición a ese mundo. Dada esta tesis por sentada, debemos ahora preguntarnos dónde se ubicará la religión en este nuevo mapa de ―zonas‖ de capitulación & resistencia. Si la ―revolución‖ ha sido liberada del íncubo de la opresión Soviética y es una vez más un concepto válido, ¿estamos finalmente en posición de ofrecer una respuesta tentativa a la pregunta de Debray? Tomando a la ―religión‖ como un todo, aun incluyendo formas como el chamanismo que pertenecen a la Sociedad más que al Estado (en términos de la antropología de Clastres); incluyendo politeísmos, monoteísmos, & no-teísmos; incluyendo misticismos & herejías así como ortodoxias, iglesias ―reformadas‖, & ―nuevas religiones‖ – obviamente el sujeto en consideración carece de definición, fronteras, coherencia; & no puede ser interrogado porque sólo generaría una babel de reacciones más que una respuesta. Pero la ―religión‖ sí refiere a algo – llámalo un cierto rango de colores en el espectro del devenir humano - & como tal podría ser considerado (al menos temporalmente) como una entidad dialógica válida & como un sujeto teorizable. En el movimiento triunfante del Capital – en su momento procesual, por decirlo así – todas las religiones sólo pueden ser vistas como nulidades, es decir, como una mercancía a ser empacada & vendida, como un activo a ser liquidado, o una oposición a ser eliminada. Cualquier idea (o ideología) que no pueda ser subsumida en el ―Fin de la Historia‖ del capital, debe [149]

ser condenada. Esto incluye tanto la reacción como la resistencia -- & muy ciertamente incluye la ―re-ligazón‖ (religio) no-separativa de la conciencia con el ―espíritu‖ en tanto auto-determinación y creación-devalores imaginales no-mediadas – el fin original de todo ritual & toda adoración. La religión, en otras palabras, ha perdido toda conexión con los poderes mundanos porque ese poder ha migrado fuera-del-mundo – ha abandonado incluso al Estado & ha adquirido la pureza de la apoteosis, como el Dios que ―abandonó a Anthony‖ en el poema de Cavafy. Los pocos Estados (mayormente Islámicos) en los que la religión mantiene el poder, se sitúan precisamente dentro de la cada vez menor región de oposición nacional al Capital – (¡proporcionándoles así aliados potenciales tan extraños como Cuba!). Como todas las otras ―terceras posibilidades‖, la religión se enfrenta a una nueva dicotomía: capitulación total, o revuelta. De este modo, el ―potencial revolucionario‖ de la religión aparece claramente – aunque no queda claro si la resistencia puede tomar la forma de reacción o de radicalismo – o si acaso la religión no está derrotada ya – si su negativa a retirarse es la de un enemigo, o la de un fantasma. En Rusia & Serbia, la Iglesia Ortodoxa parece haber unido su suerte con la reacción contra el Nuevo Orden Mundial & por lo tanto haber hallado una nueva amistad con sus antiguos opresores Bolcheviques. En Chechenia, la Orden Naqshbandi Sufí continúa su lucha de siglos de antigüedad contra el imperialismo Ruso. En Chiapas hay una extraña alianza de ―paganos‖ Mayas & Católicos Radicales. Ciertas facciones del Protestantismo Americano han sido llevados hasta el punto de la paranoia & la resistencia armada (pero incluso los paranoides tienen algunos enemigos reales); mientras, la espiritualidad Nativo-americana experimenta un pequeño pero milagroso renacimiento – no un levantamiento de Camisas Fantasmas esta vez, sino una postura profunda y razonada contra la hegemonía de la monocultura del Capital. El Dalai Lama aparece a veces como el único ―líder mundial‖ capaz de hacer frente tanto a los remanentes de la opresión Comunista como a las fuerzas de la inhumanidad Capitalista; un ―Tibet Libre‖ podría dar un enfoque para un bloque ―inter-fe‖ de pequeñas naciones & grupos religiosos aliados contra el social darwinismo trascendental del consenso. El chamanismo ártico puede re-emerger como una ―ideología‖ para la auto-determinación de ciertas repúblicas neo Siberianas – y algunas Nuevas Religiones (como el neo-paganismo Occidental o los cultos psicodélicos) también pertenecen por definición o por defecto al polo de la oposición.

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El Islam se ha visto a sí mismo como el enemigo del Cristianismo imperial & el imperialismo Europeo casi desde sus comienzos. Durante el siglo XX funcionó como una ―tercera vía‖ tanto contra el Comunismo como contra el Capitalismo, & en el contexto del nuevo Mundo Único, constituye ahora por definición uno de los poquísimos movimientos masivos existentes que no pueden ser englobados dentro de la unidad de ningún supuesto Consenso. Desafortunadamente, la punta de lanza de la resistencia – el ―fundamentalismo‖ – tiende a reducir la complejidad del Islam a una ideología artificialmente coherente – el ―Islamismo‖ – que claramente no es capaz de apelar al normal deseo humano por la diferencia & la complejidad. El fundamentalismo ya ha fallado en hacerse cargo de las ―libertades empíricas‖ que deben constituir las demandas mínimas de la nueva resistencia; por ejemplo, su crítica de la ―usura‖ es obviamente una respuesta inadecuada a las maquinaciones del FMI & el Banco Mundial. Las ―puertas de la Interpretación‖ de la Shariah deben ser re-abiertas – no clausuradas para siempre – y una alternativa plenamente desarrollada al Capitalismo debe emerger desde el interior de la tradición. A pesar de lo que uno pueda pensar sobre la Revolución Libia de 1969, ésta tiene por lo menos la virtud de ser un intento de fusionar el anarco-sindicalismo del ’68 con el igualitarismo neo-Sufí de las Ordenes Norteamericanas, & crear un Islam revolucionario – algo similar podría decirse del ―socialismo Chiíta‖ de Ali Shariati en Irán, que fue aplastado por la ulemocracia antes de que pudiera cristalizar en un movimiento coherente. El punto es que el Islam no puede ser desechado como el monolito puritano que muestran los medios Capitalistas. Si una coalición anti-Capitalista genuina ha de aparecer en el mundo, no puede ser sin el Islam. Ahora, el objetivo de toda teoría capaz de alguna simpatía con el Islam, yo creo, es fomentar sus tradiciones radicales & igualitarias & construir a la base de [ substruct] sus modos discursivos reaccionarios & autoritarios. Dentro del Islam persisten figuras míticas como el ―Profeta Verde‖ y el guía oculto de los místicos, al-Khezr, quien pudo convertirse fácilmente en una especie de santo patrón del ambientalismo Islámico; mientras, la historia ofrece modelos como el gran luchador por la libertad Argelino Sufí Emir Abdul Qadir, cuyo acto final (en el exilio en Damasco) fue proteger a los Cristianos Sirios de la intolerancia de los ulema. Desde fuera del Islam, existe el potencial para movimientos ―inter-fe‖ concernidos con los ideales de paz, tolerancia, & resistencia a la violencia del ―neo-liberalismo‖ post-secular post-racionalista & sus aliados. En efecto, entonces, el ―potencial revolucionario‖ del Islam no se ha realizado/comprendido [151]

[ realized] todavía – pero es real. Ya que el Cristianismo es la religión que ―dio a luz‖ (en términos Weberianos) al Capitalismo, su posición en relación a la actual apoteosis del Capitalismo es necesariamente más problemática que la del Islam. Por siglos, el Cristianismo se ha ido envolviendo en sí mismo & construyendo una suerte de mundo de fantasía propio, en el que algún parecido con lo social puede persistir (aunque sea sólo los Domingos) – incluso mientras mantuvo la acogedora ilusión de alguna relación con el poder. Como aliado del Capital (con su aparente indiferencia benigna ante la hipótesis de la fe) contra el ―Comunismo sin Dios‖, el Cristianismo pudo preservar la ilusión del poder – por lo menos hasta hace cinco años atrás. Ahora el Capitalismo ya no necesita al Cristianismo & el apoyo social que disfrutó pronto se evaporará. Hasta la Reina de Inglaterra ha tenido que considerar su dimisión como cabeza de la Iglesia Anglicana -- ¡& es poco probable que sea reemplazada por el CEO de algún gran zaibatsu! El dinero es dios – Dios está realmente muerto al fin; el Capitalismo ha llevado a cabo una espantosa parodia del ideal de la Ilustración. Pero Jesús es un dios que-muere-y-resucita – uno podría decir que ha pasado por todo esto antes. Incluso Nietzsche firmó su última carta ―de loco‖ como ―Dioniso & El Crucificado‖; al final, quizás sólo la religión puede ―superar‖ a la religión. En el Cristianismo aparecen (o han persistido desde el siglo XVII, como los Cuáqueros) una miríada de tendencias que buscan revivir a ese mesías radical que limpió el Templo & prometió el Reino a los pobres. En Estados Unidos, por ejemplo, parecería imposible imaginar un movimiento de masas contra el Capitalismo realmente exitoso (algún tipo de ―populismo progresista‖) sin la participación de las iglesias. Una vez más, la tarea teórica comienza a clarificarse; no es necesario proponer algún tipo vulgar de ―entrismo‖ [ entryism] en el Cristianismo organizado para radicalizarlo a través de la conspiración desde dentro. Más bien, el objetivo sería alentar el amplio y sincero potencial para el radicalismo Cristiano, ya sea desde dentro como un creyente honesto (¡por más ―existencialista‖ que sea la fe!), o como un simpatizante honesto desde fuera. Para poner a prueba esta teorización, tomemos un ejemplo – digamos Irlanda (donde estoy escribiendo esto). Dado que ―Los Problemas‖ de Irlanda se originan en gran parte por sectarismo, uno debe tomar claramente una postura anti-clerical; de hecho, el ateismo sería por lo menos emocionalmente apropiado. Pero la ambigüedad inherente a la religión en la historia Irlandesa debería ser recordada: [152]

-- hubo momentos en que sacerdotes Católicos & el laicado apoyaron la resistencia o la revolución, & hubo momentos en que ministros Protestantes & el laicado apoyaron la resistencia o la revolución. Las jerarquías de las iglesias han demostrado generalmente ser reaccionarias – pero jerarquía no es lo mismo que religión. En el lado Protestante tenemos a Wolfe Tone & los Irlandeses Unidos – un movimiento revolucionario ―inter-fe‖. Incluso hoy, en Irlanda del Norte estas posibilidades no han muerto; el anti-sectarismo no es sólo un ideal socialista, sino también un ideal Cristiano. Del lado católico… hace unos años conocí a un cura radical en un festival pagano en las Islas Aran, amigo de Ivan Illich. Cuando le pregunté, ―¿Cuál es exactamente tu relación con Roma?‖ el respondió ―¿Roma? Roma es el enemigo‖. Roma ha perdido su poderío en Irlanda en los últimos años, disminuido por la revuelta anti-puritana & el escándalo interno. Sería incorrecto decir que el poder de la Iglesia se ha desplazado al Estado, a menos que agreguemos que el poder del gobierno se ha desplazado a Europa, & que el poder de Europa se ha desplazado al capital internacional. El significado del Catolicismo en Irlanda está a disposición de cualquiera. En los próximos años podríamos esperar ver tanto dentro como fuera de la Iglesia una especie de revival del ―Cristianismo Celta‖ – devoto de la resistencia contra la contaminación del ambiente tanto físico como imaginal, & por lo tanto comprometido con la lucha anti-Capitalista. Si esta tendencia lleva a una ruptura abierta con Roma y a la formación de una iglesia independiente -- ¿quién sabe? Ciertamente incluirá o por lo menos influenciará al Protestantismo también. Un movimiento de base amplia como este podría encontrar fácilmente su expresión política natural en el socialismo o incluso en el anarco-socialismo, & cumpliría una función particularmente útil como fuerza contra el sectarismo & el reinado de la elite. De este modo, pareciera que incluso en Irlanda la religión puede tener un futuro revolucionario. Cuento con que estas ideas encontrarán bien poca aceptación dentro del anarquismo tradicionalmente ateo o de los restos del ―materialismo dialéctico‖. Desde hace mucho tiempo, el radicalismo de la Ilustración se ha rehusado a reconocer cualquier raíz histórica en el radicalismo religioso. Como resultado, la Revolución desechó al bebé (la ―conciencia no-ordinaria‖) junto con el agua de la bañera de la Inquisición o de la represión puritana. A pesar de la insistencia de Sorel en que la Revolución necesitaba un ―mito‖, prefirió en cambio invertir todo en la ―razón pura‖. Pero el anarquismo & el comunismo espirituales (como la religión misma) no se han retirado. En efecto, al [153]

convertirse en una anti-Religión, el radicalismo ha recurrido a un tipo de misticismo de cuño propio, completo con rituales, simbolismo & moralidad. La sentencia de Bakunin acerca de Dios – de que si existiera tendríamos que matarlo – ¡pasaría, después de todo, por la más pura de las ortodoxias dentro del Budismo Zen! El movimiento psicodélico, que ofreció una suerte de verificación ―científica (o al menos experiencial) de la conciencia no-ordinaria, llevó a un cierto grado de acercamiento entre espiritualidad & políticas radicales -- & la trayectoria de este movimiento puede que esté recién comenzando. Si la religión ha esclavizado la mente o reproducido la ideología de la clase dominante ―siempre‖, también ha involucrado ―siempre‖ algún tipo de enteogénesis (―nacimiento del dios interior‖) o de liberación de la conciencia; alguna forma de propuesta utópica o de promesa del ―cielo en la tierra‖; y algún tipo de acción militante & positiva por la ―justicia social‖ como plan de Dios para la creación. El chamanismo es una forma de ―religión‖ que (como Clastres ha mostrado) de hecho institucionaliza la espiritualidad contra la emergencia de la jerarquía & la separación - & todas las religiones poseen al menos un vestigio chamánico. Todas las religiones pueden apuntar a una tradición radical de algún tipo. El Taoísmo produjo alguna vez a los Turbantes Amarillos – o para el caso, los Tongs que colaboraron con el anarquismo en la revolución de 1911. El Judaísmo produjo el ―anarco-sionismo‖ de Martín Buber & Gershom Scholem (profundamente influenciado por Gustav Landauer & otros anarquistas de 1919), que encontró su voz más elocuente & paradójica en Walter Benjamin. El Hinduismo dio a luz al ultra-radical Partido Terrorista Bengalí -- & también a M. Gandhi, el único teórico acertado de la revolución no-violenta en el mundo moderno. Obviamente, el anarquismo & el comunismo nunca coincidirán con la religión en cuestiones de autoridad & propiedad; & quizás uno diría que ―después de la Revolución‖ tales cuestiones permanecerán irresueltas. Pero parece claro que sin la religión no habrá revolución radical; la Vieja Izquierda & la (vieja) Nueva Izquierda apenas llevan la lucha ellas solas. Ahora, la alternativa a una alianza es observar mientras la Reacción co-opta la fuerza de la religión & lanza una revolución sin nosotros. Nos guste o no, se requiere algún tipo de estrategia preventiva. La resistencia exige un vocabulario en el que nuestra causa común pueda ser discutida; de ahí estas someras propuestas. Incluso asumiendo que pudiéramos clasificar todo lo anterior bajo la rúbrica de sentimientos admirables, aún nos encontraríamos lejos de [154]

algún programa obvio de acción. En este sentido, la religión no va a ―salvarnos‖ (¡quizás lo opuesto es más cierto!) – en cualquier caso, la religión afronta la misma perplejidad que cualquier otra ―tercera posición‖, incluyendo todas las formas de no-autoritarismo & antiCapitalismo radical. La nueva totalidad & sus medios parecen tan penetrantes como para pre-condenar todos los programas de contenido revolucionario, ya que todo ―mensaje‖ está igualmente sujeto a la subsunción en el ―medio‖ que es el Capital mismo. Por supuesto, la situación es irremediable – pero sólo la estupidez tendría esto como motivo para la desesperación, o para el aburrimiento terminal de la derrota. La esperanza contra toda esperanza – la esperanza revolucionaria de Bloch – le pertenece a una utopía que nunca está completamente ausente incluso cuando está menos presente; & le pertenece igualmente a una esfera religiosa en la que la desesperanza es el pecado definitivo contra el espíritu santo: -- la traición de lo divino interior – fracasar en devenir humano. El ―deber kármico‖, en el sentido del Bhagavad Gita – o en el sentido del ―deber revolucionario‖ – no es algo impuesto por la Naturaleza, como la gravedad, o la muerte. Es un don gratuito del espíritu – uno puede aceptarlo o rechazarlo – & ambas posiciones son peligrosas. Rechazarlo es correr el riesgo de morir sin haber vivido. Aceptarlo es una posibilidad aún más peligrosa, pero mucho más interesante. Una versión de la Apuesta de Pascal – no sobre la inmortalidad del alma esta vez, sino acerca de su simple existencia. Usando metáforas religiosas (que hemos intentado evitar hasta ahora), el milenio comenzó cinco años antes del fin de siglo, cuando el Mundo Único apareció & desterró toda dualidad. Desde la perspectiva Judeo-Cristiano-Islámica, sin embargo, éste es el falso milenio del ―Anti-Cristo‖; que resulta no ser una ―persona‖ (excepto en el mundo de los Arquetipos, quizás), sino una entidad impersonal, una fuerza contra naturam – entropía disfrazada de vida. Visto así, el reino de la iniquidad debe ser & será desafiado en el verdadero milenio, el advenimiento del mesías. Pero el mesías tampoco es una persona particular en el mundo – más bien, es una colectividad en la que cada individualidad se realiza & por tanto (de nuevo metafórica o imaginalmente) se inmortaliza. El ―pueblo-como-mesías‖ no toma parte en la mismidad homogénea, ni en la separación infernal del Capitalismo entrópico, sino en la diferencia & en la presencia de la revolución – la lucha, la ―guerra santa‖. Solo sobre esta base podemos comenzar a trabajar en una teoría de la reconciliación entre las fuerzas positivas de la religión & la causa de la resistencia. Lo que se nos ofrece aquí es [155]

simplemente el comienzo del comienzo. Dublín, Septiembre, 1, 1996.

[156]

[ Una versión extendida de esta entrevista aparece como prefacio a la traducción alemana de Inmediatismo]

10 de Julio Nueva York – Viena (vía teléfono)

Las primeras preguntas son acerca del libro Inmediatismo (también conocido como Radio Sermonettes) y la acogida que tuvo entre los lectores:

Ciertamente está pensado como una discusión de lo que la gente hace más que de lo que la gente debería hacer. No me interesa predicar, y no me creo gurú en ningún sentido. Más que eso, en este libro en particular, quise describir lo que consideré el potencial revolucionario de la vida cotidiana, usando términos Situacionistas. La recepción ha sido bastante buena – quiero decir, no recibo cientos de cartas ni nada por el estilo, pero sí recibo muchas cartas, y sí recibo muchas respuestas – y parece que toca una fibra sensible, especialmente en gente de las artes, para quienes estaba pensado en realidad. Quiero decir, cuando digo ―gente de las artes‖, podría ser cualquiera, no sólo artistas profesionales; podría ser cualquiera que sienta una necesidad de acción creativa en su vida. Mi idea era definir un espacio que siento que existe (de todas formas), que es un espacio privado, incluso secreto, si ustedes quieren... clandestino... en el que todo el problema de la mercantilización, la compra y la venta de arte, la conversión del arte en una mercancía y el uso del arte para vender mercancías, que es una especie de maldición para el artista moderno, es evitada, simplemente evitada; sólo una retirada desde ese mundo y una reafirmación del poder creativo en la vida cotidiana, fuera de la vida de la mercancía, de la vida del mercado. Después de todo, esto es por lo que todos los artistas son artistas, esto es por lo que uno se vuelve artista – no para vender tu alma a la tienda corporativa, sino para crear. [157]

¿Hay mucho interés de los medios en lo que haces? – porque, de alguna manera, El-Que-Desaparece podría atraer mucha atención, y el que hace una crítica puede volverse él mismo muy interesante para los medios. ¿Cómo funcionaría ese círculo para ti?

Tienes toda la razón, pero no ha funcionado de esa manera en realidad. Es cierto que TAZ [ ―La Zona Temporalmente Autónoma‖] fue parte de un libro que causó un poco de conmoción en los circuitos underground o lo que sea, hubo algo de publicidad en esto, pero en primer lugar yo no busco publicidad para mí – no me interesa establecer un tipo de culto a la personalidad. En verdad, quisiera ser invisible. De hecho, fue probablemente un error usar un nombre exótico para escribir este material. Efectivamente despierta curiosidad y llama la atención en vez de ser aceptado sólo como un pseudónimo. Así que hubo un poco de atención mediática, pero no mucha, y una de las razones de eso es que en América nada llega a los medios a menos que esté mercantilizado. Es lo único en lo que están interesados los medios, algo con lo que puedan vender productos. Y aquí no hay más producto para vender que uno o dos pequeños libros baratos. En Europa las cosas son un poco distintas, hay quizás, uno podría decir, el remanente de una intelligentsia pública – algo que acá no tenemos. Realmente no tenemos eso aquí. Tenemos algunos escritores famosos, que son publicados en todas las revistas, y luego tenemos masas de gente que probablemente son mucho más inteligentes, mucho más creativas, pero que no son vistas en los medio y por lo tanto no se ve que existan – algunas veces incluso a sus propios ojos, y por eso es que escribo un libro como Inmediatismo: para insistirle al artista y a la gente creativa que sí existen, que deberían existir a sus propios ojos, y que lo que hacen es importante, incluso políticamente importante; y aunque ocurra fuera de los medios, en cierto sentido es una bendición, no una maldición. Las cosas son levemente diferentes en Europa quizás por estas razones, pero en América ha habido muy pocos cruces entre mi mundo y el mundo de los medios – y cuando digo eso ni siquiera me refiero a revistas o periódicos. Ni siquiera estoy hablando de la televisión y la publicidad que son en realidad los medios masivos. Me refiero sólo a los periódicos locales. No están interesados. No hay interés en el radicalismo político en los círculos intelectuales de América, y pienso que es justo decirlo – ningún interés en absoluto.

[158]

En tu texto, mencionaste un cierto arte marcial psíquico y el retorno del paleolítico en el sentido de una tecnología psíquica que hemos olvidado. ¿Podrías explicar eso?

Bien, en realidad, no intento ser tan misterioso o implicar que hay un arte secreto que yo conozco y que no estoy compartiendo. Lo llamé un arte marcial secreto simplemente porque es secreto por ser ignorado u olvidado. Lo que quiero decir es que vivir en el cuerpo, estar conciente de la positividad del principio material corporal (para citar a Bajtin) es, de hecho, una forma de resistencia, un arte marcial, si tú quieres. En un mundo donde, por una parte, el cuerpo está tan degradado y tan desatendido por el imperio de la imagen, y por la otra, donde el cuerpo es degradado por una suerte de narcisismo obsesivo, atletismo, moda, y salud, que en algún punto entre estos extremos está, para mí, el cuerpo ordinario que, como diría el maestro Zen, es el cuerpo Zen, para reformular el dicho de que la mente ordinaria es la mente Zen. Estar consciente y enterado de esto es ya tomar una posición de resistencia contra la obliteración del cuerpo en los medios o la pseudo-apoteosis del cuerpo en los deportes modernos, o la comida rápida o todo este tipo de degradaciones del cuerpo que ocurren junto con su borramiento. Entonces, qué sea ese arte no lo sé exactamente, pienso que sería distinto para cada persona quizás, e involucraría ciertamente una suerte de creatividad física que discuto en los ensayos. Desafortunadamente, no la he llevado todavía al grado de ciencia que pueda ser enseñada en dojos y en la que adquieres un cinturón negro. No ha ocurrido todavía, aunque quizás vendrá algún genio y la inventará.

¿Recibes muchas invitaciones a fiestas que te extrañan o que realmente te sorprenden por quien se identifica con tu trabajo? ¿Puedes dar ejemplos?

Te daré un solo ejemplo. Fui invitado por un mago ceremonial que vive en un castillo medieval al sur de Francia, a ir y ver su museo de arte oculto. Y esto sólo como resultado de leer mi trabajo y mantener correspondencia conmigo por un tiempo. Fue genial. No te daré su dirección, en todo caso.

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Hay mucho de un franco no-pesimismo en lo que escribes, y hay un capitulo en tu libro acerca de la risa como arma o medicina. Me preguntaba, ¿quienes serían aquellas personas que comunicarían este tipo de risa sanadora?

Primero que todo, aquí está en juego una opción existencial. Siempre he pensado que la literatura debería entretener tanto como instruir – una idea muy anticuada, pero a la que adhiero. Cuando me propongo escribir de este modo – particularmente de este modo, un modo político, si quieres llamarlo así – pretendo hacer una donación, intento dar algo. Me parece que no tiene ningún sentido entregar más miseria o exacerbar la infelicidad a través de algún tipo de escritura hiper-intelectual, pirotécnica, acerca de la infelicidad y de la mierda en la que nos hallamos. Lo han hecho bastante. Primero que todo, pienso que no necesitamos seguir haciéndolo más, y segundo, hay algo así como un aspecto reaccionario en ello, que es que hacer énfasis en la miseria sin un anti-pesimismo, como tú dices, sería simplemente seducción a la inactividad y la desesperación política. En otras palabras, para hacer política en cualquier nivel, especialmente en un nivel revolucionario o insurreccional, tiene que haber algo de anti-pesimismo – no diría optimismo, porque suena fatuo, fútil, pero anti-pesimismo es una buena frase. Y hay un intento deliberado de eso en el texto. Entonces una vez más es un asunto de mi personalidad, supongo, inclinada hacia la noción de la risa sanadora en cierta medida. Tenemos un pensador anarquista en América, John Zerzan, que escribió un ensayo contra el humor que es quizás una de las cosas contra las que estaba reaccionando. Incluso si la ironía es contrarrevolucionaria, cosa que creo hasta cierto punto, no veo ningún modo en el que puedas decir que la risa en sí misma es contrarrevolucionaria. Me parece que no tiene ningún sentido a menos que quieras deshacerte del lenguaje y el pensamiento por entero, que es sólo otra forma de nihilismo. Así que mientras aceptes la cultura en algún nivel, ciertamente vas a tener que aceptar el humor. Y ya que tienes que aceptar el humor, podrías igualmente ver el humor como algo potencialmente revolucionario. [ ...]

De hecho, no estoy a favor de causar un montón de risas. El humor puede en efecto volverse contrarrevolucionario si es simplemente exaltado fuera de toda proporción y convertido en el propósito o el centro del arte propio. Bueno, quizás esto puede ser considerado una frivolidad. De nuevo, diría que es parte de ese arte marcial natural del cuerpo y la [160]

mente ordinarios, es sólo algo que es, y que por lo tanto debería ser celebrado como parte de la existencia.

Palimpsesto Toda la idea tras el palimpsesto era superar el fetiche de la filosofía original singular, el origen de las filosofías singulares o la filosofía de los orígenes singulares. No creo que debamos tirar por la ventana la idea de los orígenes, como hacen por ejemplo ciertos pensadores postestructuralistas, o ciertamente todo el discurso científico moderno. En otras palabras, los orígenes son mitológicos, y obviamente, la mitología comparativa tiene mucho que enseñarnos todavía. Vivimos aún en un mundo que genera mitología, incluso aunque la gente no se dé cuenta. Entonces los orígenes son importantes, ya sea por razones positivas o negativas, y mi idea del palimpsesto fue que inscribe orígenes sobre orígenes, y cada origen que es potencialmente interesante debería agregarse al texto, y aunque literalmente no escriba sobre escritura – aunque sería un experimento interesante – de alguna forma animo a los lectores a que intenten apilar estos orígenes o elementos conceptuales en sus mentes mientras leen, y que intenten considerarlos simultáneamente. Como le dijo la Reina Roja a Alicia en el País de las Maravillas, tienes que considerar seis ideas imposibles antes del desayuno. Ésta me parece a mí la mejor forma de leer. Así que tenemos eso, pero luego por otro lado está la espontaneidad, está la improvisación, está el flujo del momento, y así, que son todos muy importantes. Pero tú sabes, crecí en una era en la que la improvisación se tomó todo el arte de vanguardia, especialmente el teatro y la música, etcétera, y no creo que los resultados hayan sido siempre muy positivos. Cuando improvisas en una situación de performance, y no estás prendido, no eres brillante, los resultados son totalmente desastrosos, mientras que si por lo menos tuvieras un plan, si tuvieras algún tipo de estructura con la que estuvieras trabajando desde el principio, podrías al menos transformarla en una actuación decente que pudiera entretener apropiadamente a todo el mundo. Así que tiendo a evadir la improvisación como principio, a menos que esté conectada en algún punto u otro con una conciencia realmente exaltada. Quizás personalmente tiendo más hacia el palimpsesto que hacia la improvisación. No querría necesariamente separarlas como una escisión cuerpo-mente.

Incluso, el ruido podría ser un mejor concepto que la improvisación. [161]

C. Loidl: Ya que he tenido la suerte de encontrarme contigo cada tanto, me pregunto en qué anda tu mente ahora. Siempre pareces estar por delante de tus publicaciones.

H. Bey: Me agrada que preguntes. Han sido más de diez años desde que TAZ fue escrita, y alrededor de cinco años desde que trabajé en esos ensayos sobre el inmediatismo, y pienso que mucho ha cambiado. Ahora estoy trabajando en un ensayo, ―Milenio‖, intentando actualizar parte de mi pensamiento. Básicamente, he llegado a sentir recientemente que el colapso del mundo Comunista entre 1989 y 1991 realmente marca el fin del siglo, por decirlo así. Por supuesto, estas son divisiones artificiales en la historia, pero aún así es una forma conveniente para pensar esto. Y personalmente, me ha tomado cinco años comprender las implicancias de eso para mi propio pensamiento. Y el modo en el que podría expresar eso es que en TAZ y en Radio Sermonettes estaba en realidad proponiendo una tercera posición, una posición que no era ni Capitalismo ni Comunismo. Esto es básicamente, podrías decir, algo que toda filosofía Anarquista hace. En este período yo lo decía a mi manera. Es una posición de ―ni esto, ni lo otro‖. Es una tercera posición. Ahora, sin embargo, cuando piensas en eso, ya no hay dos mundos, o dos posibilidades, o dos fuerzas opuestas en lucha. Hay, de hecho, un sólo mundo, y ese es el mundo del capital global. El orden mundial, el mercado mundial, capitalismo muy-tardío, como quieras llamarlo, ya está solo y triunfante. Resueltamente triunfante. Sabe que es el ganador, aunque en realidad es sólo el ganador por defecto, yo creo. Y esto tiende a transformar el mundo en su imagen. Y esa imagen, por supuesto, es una monocultura basada en Hollywood, en Disney, en mercancías, en la destrucción del ambiente en todo sentido, desde los árboles hasta las imaginaciones, y la conversión de todo esto en una mercancía, la conversión de todo eso en dinero y la conversión del dinero mismo en una experiencia tipo fantasma gnóstico que existe fuera del mundo, en algún lugar en una misteriosa esfera propia en la que circula el dinero, que nunca desciende, que nunca nos alcanza a ti y a mi. Así que lo que enfrentamos es un sólo mundo. Obviamente, este único mundo no se quedará sin su revolución, no se quedará sin su oposición. Y de hecho, alrededor de la palabra revolución circulan mis pensamientos ahora, porque me parece que los anarquistas y los anti-autoritarios en general ya no pueden ocupar más esta tercera posición; porque ¿cómo puedes ocupar una tercera posición cuando ya no hay más una segunda posición? No podemos hablar más del Tercer Mundo por la única razón de [162]

que no hay segundo mundo. Entonces incluso éste que solía ser tercer mundo ya no es más que los barrios bajos del único mundo. Es sólo la zona prohibida de ese unificado mundo único del Capital. Obviamente los comunistas no van a retroceder a la posición de la oposición. El Comunismo político ha descargado completamente sus municiones, se ha hecho ver mal, saber mal en la boca de la historia. Nadie llama al Marxismo autoritario a que vuelva a tomar esta posición de oposición. Entonces, ¿de dónde se supone que venga esta oposición? A mi parecer, primero que todo, esto implica que, si ya no estamos intentando ocupar una tercera posición fuera de esta dicotomía, entonces NOSOTROS somos la oposición. Lo sepamos o nos guste o no, nosotros somos la oposición. Ahora, ¿quién es nosotros? Para mí lo importante es darme cuenta de que tengo una nueva relación con la palabra revolución, mientras que antes me inclinaba a verla como un fantasma histórico, en efecto, como la mentira contada por el Comunismo, en oposición a la mentira contada por el Capitalismo. Y mientras que antes era extremadamente desconfiado del dogma izquierdista de la revolución como opuesta al levantamiento o la insurrección, ahora diría que la historia me fuerza una vez más a considerar la idea de revolución y a mí mismo como revolucionario y a mi teoría como teoría revolucionaria, porque la oposición al mundo único es ya bastante real. No hay manera en la que este triunfo del capital pueda ser real & verdaderamente un triunfo monolítico que excluya toda diferencia del mundo, en nombre de su mismidad. Y me parece que la fuerza revolucionaria en el mundo singular de la mismidad tiene que ser la diferencia: la diferencia revolucionaria. Y al mismo tiempo, ya que el mundo singular está involucrado, ya que el mundo único del capital es el mundo de la separación, de la alienación, que junto con la diferencia revolucionaria debe estar también la presencia revolucionaria (que solía llamarse solidaridad, aunque esta es una palabra que presenta algunas dificultades; preferiría simplemente usar la palabra ―presencia‖ como opuesta a la separación o la ausencia). Entonces, diría que la revolución del presente es una revolución por la diferencia y por la presencia. Se opone a la mismidad y la separación. Y buscando en el mundo dónde pueda surgir una forma organizacional militante natural que atestigüe de esta condición, el resplandeciente ejemplo que se me podría ocurrir sería el de los Zapatistas en México, defendiendo su derecho a ser diferentes, esencialmente. Quieren que se los deje tranquilos para ser Indígenas Mayas, y no están forzando a nadie más a ser Indígena Maya. Ni siquiera lo sugieren. Son diferentes, pero están en solidaridad con todas aquellas gentes alrededor del mundo que han venido a apoyarlos, porque su mensaje es muy nuevo, es muy fresco y [163]

atrae a mucha gente: la idea de que uno puede ser diferente y revolucionario, que uno puede luchar por la justicia social sin la sombra de Moscú envenenando continuamente cada acción, etc. Esto es algo nuevo en el mundo. El New York Times la llamó la primera revolución posmoderna, que era sencillamente su forma irónica burlona de intentar descartarla, pero de hecho cuando lo piensas, es la primera revolución del siglo XXI, en los términos en los que comencé, al decir que ya estamos en el comienzo de un nuevo siglo, ya estamos, si tú quieres, en el comienzo de un milenio. Y espero ver muchos muchos más fenómenos como los Zapatistas. Yo diría que Bosnia podría potencialmente haber sido uno de esos fenómenos, no en el sentido de una particularidad étnica como los Mayas, sino en el sentido de una particularidad pluralística: una pequeña sociedad donde la gente fuera distinta, pero quisiera vivir junta en paz. Y esto fue visto quizás como algo más peligroso que el modelo Zapatista, que es por lo que, a mi parecer, fue destruido. Es posible que Bosnia nunca pueda recrearse otra vez de la manera utópica con la que soñó en 1991. Pero ese momento estuvo allí, y pienso que tiene gran significación para nosotros. Entonces, para mí esta es la línea del futuro. Pienso que tenemos que reconsiderar todas nuestras prioridades, tenemos que darnos cuenta de que la militancia es nuevamente un concepto muy importante. Esto no quiere decir que tenga algún plan de acción. No sé a qué ejércitos unirme y tengo siempre mis sospechas de siquiera unirme a uno. No creo que mucha gente haya realmente captado esto todavía. En efecto, el hecho de que todavía usemos palabras como ―Tercer Mundo‖ significa que el lenguaje popular no se ha dado cuenta de lo que ocurrió en 1989-1991. Entonces, el primer objetivo es simplemente tratar de llamar la atención sobre esto y eso es lo que espero hacer en el futuro próximo.

D. Ender: ¿Ves algún efecto tangible de esta falta de oposición en los Estados Unidos?

H. Bey: Oh, sí, absolutamente. Lo más tangible, y creo que lo que me dio la pista para pensar sobre esto, es precisamente una condición psíquica. Uno podría señalar muchos factores sociales o económicos, pero sobre todo siento un malestar psíquico que es algo bastante nuevo, y, bueno, hace unos pocos años comencé a notar, al hablar en público, que había bastante menos respuesta por parte de la audiencia. Tenías audiencias que se sentarían pasivamente mirándote como si estuvieras en televisión. Y si habían preguntas, era muy probable que fueran preguntas [164]

como ―Dinos qué hacer‖. Tú sabes, cuando la gente te pregunta este tipo de cosas, no tienen la intención de efectivamente tomar tu consejo. Lo que hacen es intentar llenar algún vacío en ellos mismos. Entonces pensé, primero que todo es simplemente la influencia de la TV que ha estado desde 1947 o lo que sea, pero luego me di cuenta que esa no es una explicación suficiente para este tipo de extraña pasividad. Y comencé a oír esto de parte de otras personas involucradas en charlas públicas y luego finalmente leí toda una sección sobre ello en el último libro de Noam Chomsky. Tiene exactamente la misma experiencia con las audiencias, y todas estas experiencias comenzaron alrededor de 1989, 1991. Lo que pienso que nos ha ocurrido no es sólo la TV. La TV es un síntoma. Entonces, lo que ocurre es una especie de colapso cognitivo en este único mundo. Cuando la gente ya no siente una posibilidad en el mundo, una posibilidad de otra posición, entonces se vuelven concientemente opuestos a lo uno. Y la oposición conciente es extremadamente difícil en una atmósfera que está completamente envenenada por los medios de tal forma que ninguna voz oposicional es oída realmente. A menos que tú mismo hagas el esfuerzo de llegar hasta los medios alternativos, donde la voz habla libremente todavía, quedas simplemente abandonado en este mundo único de mismidad y separación. Mismidad – todo es lo mismo; separación – todo individuo está separado de todo otro individuo; completa alienación, completa unidad. Y pienso que en el nivel inconsciente, en el nivel de las imágenes, en el nivel mitológico, en el nivel religioso si quieres ponerlo así, esto es lo que ocurre, especialmente en América. En realidad, no puedo hablar de la misma forma de otros lugares. He viajado por otros países, pero uno nunca percibe los otros países en la forma en que percibe el propio país. Pero me imagino que es un fenómeno mundial – este tipo de capitulación a la mono-cultura en el nivel psíquico más profundo. Así que, sí, fue de hecho este signo el que comenzó a molestarme hasta el punto de que tuve que pensarme a través de este problema del mundo único, de los dos mundos, de los tres mundos y del mundo revolucionario. De ninguna manera he terminado de pensarlo, pero recientemente he tenido esta – para mí – ruptura respecto de la palabra ―revolución‖. Así que la veo como la única vía para abrirse paso en esta particular muralla de vidrio, esta pantalla, sí, para abrirse paso en la pantalla.

[165]

C.L.: Suena casi como una conclusión.

H.B.: Bueno, si tú quieres.

C.L.: No, no es que quiera... Cuando hablas acerca del único, de los dos o tres, o de la oposición y así, se me aparecen imágenes totalmente contrarias en mi cabeza, porque Europa ahora mismo, y tanto cuanto más allá vayas al Este en la Vieja Europa, ves cómo ha colapsado todo en entidades pequeñas, casi tribales, muy chauvinistas, de gente intentando sobrevivir frenéticamente – la mafia es el modelo mismo – desde ese punto de vista y también desde tu comentario sobre el Capitalismo Muy-Tardío, quisiera conocer tu imagen de cómo Europa, en la forma de la Comunidad Europea o la Unión Europea, dentro de la que estamos sentados ahora mismo, se presenta a sí misma desde allí.

H.B.: Bueno, obviamente, y en especial desde el fracaso del Comunismo, vas a tener esta explosión en muchos trozos pequeños. Pero es más que eso. Tenemos que darnos cuenta de que la diferencia es la respuesta revolucionaria orgánica a la mismidad, y todas estas sociedades fragmentos de las que hablas, son revolucionarias consciente o inconscientemente. Ahora, en el caso de los Zapatistas o los Bosnios, digamos, este es un tipo positivo de revolución que podríamos apoyar quizás. En el caso de los Serbios, es otra cosa. Es una revolución conservadora, quizás incluso una revolución fascística. No es realmente ―nacionalismo‖, es una forma de imperialismo étnico. El punto es que la gente va a estar enfatizando la diferencia. Míralo de esta forma: si tienes tu propia cultura, digamos que sea Bosnia Musulmana o Finlandesa o Celta o Ashanti o alguna cultura tribal – esto se va a volver más y más preciado para ti como fuente y lugar de diferencia. Aquí es donde la diferencia está para ti. Está en el lenguaje, está en la cocina, está en el arte, está en todas estas cosas. La diferencia es que la diferencia no tiene que ser hegemonística o fascística. Y esto va a ser extremadamente difícil de comprender para los viejos izquierdistas, porque la vieja izquierda misma tenía un ideal de cultura de mundo único – secular, racionalista, tú sabes, totalmente iluminada, sin sombras, industria, proletariado, avanzando hacia el futuro, básicamente extremadamente hegemonística respecto de las diferencias. Sí, tenían sus propios pequeños bailarines folklóricos Uzbecos, pero esto es sencillamente un espectáculo de diferencia, no es verdadera [166]

diferencia. Y nosotros tenemos la misma cosa: tenemos 600 canales -¡elige uno! Hay un canal para cada cual. ¿Es esto diferencia? No. Esto no es diferencia realmente. Esto es solo mismidad disfrazada de diferencia. La verdadera diferencia integral orgánica es revolucionaria, ahora. Tiene que serlo, porque se opone al mundo único, al mono-mundo, a la mono-cultura del capital. Entonces, tenemos que escoger y tenemos que influenciar las opciones de otras personas de ir por una particularidad anti-hegemónica en vez de por una particularidad hegemonística. En otras palabras, de nuevo, tomar a los Zapatistas como un modelo para esto. Como he dicho, no les están pidiendo a otras personas que se vuelvan Indígenas Mayas. Simplemente dicen, ―Ésta es nuestra diferencia. Esto es revolucionario para nosotros. Lo estamos defendiendo‖. Así que me parece que lo que está sucediendo en Europa es, por un lado, este estallar en todos estos fragmentos, que es una situación en la que la conciencia política se vuelve algo muy difícil. Por otro lado, tienes cosas como la Unión Económica Europea, que es simplemente, a mi parecer, sintomática de la mono-cultura capitalista. Así que supongo que eso significa, aunque tendría que pensarlo muy cuidadosamente, yo diría que en Europa una postura revolucionaria sería anti-UEE. Creo que tendría que serlo, porque lo que tenemos que preservar es una ecología, tú sabes. Una ecología del cuerpo y de la mente implica diferencia. Implica diferencia en un estado de balance – balance que puede incluso tomar en cuenta el conflicto. Si miras las sociedades tribales, no son necesariamente sociedades pacíficas. Pero la idea de la guerra para la extinción de todo deseo individual – éste es el monopolio del capital triunfante. Y creo que nos concierne – tenemos que repensar nuestra posición si nos consideramos izquierdistas de algún tipo o parte de la tradición izquierdista de alguna manera. En realidad, tenemos que repensar seriamente nuestra perspectiva de lo que es la diferencia revolucionaria, lo que realmente podría ser. Para mí, todo esto es inevitable. Lo que está pasando en Europa Oriental es inevitable y potencialmente revolucionario. Si se atasca en una revolución y un neo-fascismo conservadores, sería la gran tragedia del siglo XXI, pero no creo que esto sea necesario, estrictamente hablando. Hay tal cosa como una particularidad revolucionaria. Y en cuanto a Europa Oriental, mencionaría no sólo a Bosnia como un fracaso, sino también algunos otros pequeños enclaves como posibles éxitos, tú sabes. Los anarquistas en Ljubljana, parecen estar haciendo cosas bien interesantes. Es un país lo suficientemente pequeño, en el que podrían ejercer una influencia real. Así que se vienen tiempos interesantes, no hay duda al respecto. [167]

C.L.: Sí, me gustaría compartir tu punto de vista en ese aspecto.

H.B.: Vamos, discúteme, porque—

C.L.: No, no. Lo que más he visto es la última parte de lo que dijiste – la restauración capitalista conservadora en todos esos países como Lituania o Rumania y así sucesivamente. Hubo una especie de espíritu de resistencia allí, mientras duraron esos gobiernos autoritarios. Y ahora colapsaron, es como que el Dólar es la principal autoridad para todos y es algo de todos contra todos, y es muy difícil ver algo revolucionario en ello. Excepto que parece algo muy contraproducente.

H.B.: Concuerdo contigo, pero Europa Oriental es el campo ideológico de batallas en el que el capital quiere marchar su triunfo, en el que el capital está decidido a convertir a todos. Y, por supuesto, no hay duda de que sesenta años de Comunismo hicieron que todo el mundo quedara extremadamente exhausto.

C.L.: Y los dejó de espaldas mentalmente también. La gente sencillamente fue privada de todo tipo de información.

H.B.: Conozco la extenuación, pero al mismo tiempo cuando conozco gente brillante de Europa Oriental, jóvenes intelectuales, punks, anarquistas, y así, tengo la sensación de una especie de frescura en el enfoque que está ausente en los Europeos Occidentales o Americanos, porque ellos estuvieron fuera del circuito por tanto tiempo, porque hay quizás una cierta, incluso, ingenuidad basada en la [ risas] ignorancia. Esto puede convertirse en una especie de fortaleza, también, de una forma paradójica. Quiero decir, en conferencias a las que fui el año pasado en Europa, que sobre todo tenían que ver con la Internet y la teoría de la comunicación, siempre, sin excepción, la gente más interesante era de Europa Oriental. Eran los que tenían más cosas para decir, eran los que tenían más energía, las ideas más creativas, etc., etc., Así que no creo que sea una situación totalmente sombría y desesperanzada. Pienso que el poder del capital internacional está mucho más enfocado en esa parte del mundo ahora mismo. Entonces, la resistencia es [168]

extremadamente importante. Creo que es de máxima prioridad para Americanos y Europeos Occidentales mostrar todo tipo de apoyo a la resistencia en Europa Oriental. Ya sea que vaya a funcionar o no, quién sabe. ¿Qué otra cosa podríamos hacer?

David Ender Jack Hauser Christian Loidl

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Nietzsche estaba tan sano que se volvió loco — Charles Fourier estaba tan loco que alcanzó una suerte de perfecta sanidad. Nietzsche exaltó lo sobrehumano como individual (‖aristocratismo radical‖) — su sociedad de espíritus libres consistiría de hecho de una ―unión de individuos dueños de sí mismos‖. Fourier exaltó las Series Pasionales — para él, el individuo no existía plenamente excepto en la Asociación Armónica. Siendo opuestos polares estas visiones — ¿cómo es entonces que las veo como complementarias, mutuamente iluminadoras y ambas enteramente factibles? Una respuesta sería ―la dialéctica‖. Aún más precisamente — ―la dialéctica taoísta‖, no tanto un vals como una vibración excesiva — sutil, culebrienta y fractal. Otra respuesta sería ―surrealismo‖ — como una bicicleta hecha de corazones y rayos. La ―Ideología‖ NO es una respuesta — ese ―jamboree‖ zombie, ese triunfalismo de espectros en desfile. La ―Teoría‖ no puede ser identificada con la ideología, ni siquiera con la ideología-en-proceso, porque la teoría se ha puesto a sí misma a un lado de todas las categorías — porque la teoría es nada si no es situacion(al)ista — porque la teoría no ha abandonado el deseo a la ―Historia‖. Entonces la teoría se va a la deriva como uno de los nómades de Ibn Khaldun, mientras la ideología se mantiene rígida y se queda puesta a construir ciudades e imperativos morales; la teoría puede ser violenta, pero la ideología es cruel. ―La Civilización‖ no puede existir sin ideología (el calendario es probablemente la primera ideología) porque la civilización emerge de la concretización de categorías abstractas más que de impulsos ―naturales‖ u ―orgánicos‖. Así paradójicamente la ideología no tiene otro objeto que sí misma. La ideología justifica todos y cualquier arrepentimiento-de-sangre o canibalismo — sacrifica lo orgánico precisamente para alcanzar lo inorgánico — la ―meta‖ de la Historia — que, de hecho, llega a ser… ideología. La teoría, en contraste, se rehúsa a abandonar el deseo y por tanto alcanza la objetividad genuina, un movimiento fuera de sí misma, que es orgánico y ―material‖ y cognitivamente opuesto a la alienación y el falso altruismo de la civilización. (En esto, Fourier y Nietzsche habrían estado de acuerdo.) [170]

Finalmente, sin embargo, quisiera proponer lo que llamo la teoría palimpséstica de la teoría. Un palimpsesto es un manuscrito que ha sido re-usado escribiendo sobre la escritura original, usualmente en sus ángulos correctos, y algunas veces más de una vez. Frecuentemente es imposible saber cual capa fue inscrita primero; y en cualquier caso cualquier ―desarrollo‖ (excepto ortográficamente) entre una capa y otro sería accidente puro. Las conexiones entre capas no son secuenciales en tiempo, sino yuxtaposicionales en espacio. Las letras de la capa B podrían cubrir completamente las de la capa B, o viceversa, o podrían dejar áreas en blanco, sin marcas algunas, pero uno no podría decir que la capa A se ―desarrolló‖ hacia la capa B (no estamos ni siquiera seguros de cuál vino primero). Aún así las yuxtaposiciones podrían no ser puramente ―aleatorias‖ o ―insignificantes‖. Una posible conexión podría estar en el reino de la bibliomancia surrealista, o en las ―sincronicidades‖ (y como los antiguos Cabalistas dijeron, los espacios en blanco entre las letras podrían ―significar‖ más que las letras mismas). Incluso el ―desarrollo‖ puede proveer un posible modelo de lectura — la diácronicidades pueden ser hipotetizadas, una ―historia‖ puede ser compuesta para el manuscrito, las capaz pueden ser datadas como en las excavaciones arqueológicas. Mientras no alabemos al ―desarrollo‖ todavía podemos usarlo como una posible estructura para nuestro ejercicio de teorización. La diferencia entre un manuscrito palimpsesto y una teoría-palimpsesto es que ésta se mantiene inconstante. Puede ser re-escrita — reinscrita — con cada capa agregada. Y todas las capas son transparentes, translúcidas, excepto donde racimos de inscripción bloquean la luz cabalística — (algo así como una pila de sustancias animantes). Todas las capas están ―presentes‖ en la superficie del palimpsesto — pero su desarrollo (incluyendo el desarrollo dialéctico) se ha hecho ―invisible‖ y quizás ―insignificante‖. Podría parecer imposible excusar a esta teoría palimpséstica de la teoría del cargo de un apropiacionismo subjetivo y cotorriento — un poco de crítica por aquí, una propuesta utópica por allá — pero nuestra excusa tendría que consistir en el reclamo de que no estamos buscando ironías deliciosas, sino estallidos de luz. Si estás sediento por Deconstrucción PosModerna o hiperconformismo sonriente, devuélvete a la escuela, consigue un trabajo — nosotros tenemos otro pescado que freír.

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Así construimos un sistema epistemológico — una manera de aprender y saber basada en la yuxtaposición de elementos teóricos más que en su desarrollo ideológico; en cierto sentido, un sistema a-histórico. También evitamos otras formas de linealidad, como la secuencia o la exclusión lógicas. Si admitimos a la historia en este esquema, podemos usarlo como una simple forma de yuxtaposición, sin fetichizarlo como un absoluto — lo mismo para con la lógica, etc. Este acercamiento lúdico a la teoría no debería ser confundido con el ―relativismo moral‖ (la devaluación de los valores), del cual es rescatado por nuestra ―teleología subjetiva‖. Esto es, nosotros (y no la ―historia‖) estamos buscando propósitos, metas, objetos-del-deseo (la reevaluación de los valores). La naturaleza juguetona de esta acción surge del despliegue de la imaginación (o de la ―Imaginación Creativa‖ como H. Corbin o los sufíes la llaman) — y también de la disciplina visionaria del ―método paranoico-crítico‖ (S. Dalí), la subjetiva reevaluación de las categorías estéticas. ―Lo personal es lo político‖. La yuxtaposición, la sobreimposición, y los patrones complejos producen así una unidad maleable (como el monismo oculto del politeísmo, sobre el dualismo escondido del monoteísmo) — paradojología como método epistémico — algo similar a la patafísica o la ―epistemología anarcodada‖ de Feyeraband (Contra el Método). ―¿Credencial? ¡Nosotros no necesitamos ninguna apestosa credencial!‖ Aquí quisiera ―leer el expediente‖ de todo el debate teórico-histórico sobre el ―Arte‖ como una categoría separada (un museo de fetiches), y como una fuente de la reproducción de la miseria y la alienación a través de la exclusión de los no-‖artistas‖ del placer de la creatividad (o de la ―labor atractiva‖, como la llamó Fourier). Quiero mencionar la propuesta situacionista de la ―supresión y la realización del Arte‖, eso es, su supresión revolucionaria como una categoría, y su realización en el nivel de la ―vida cotidiana‖ (es decir, de la vida más que del espectáculo). Esta propuesta está basada en la suposición de que el Arte finalmente falló en su función de ―avantgarde‖ (léase: ―vanguardia‖) en algún punto cuando los Surrealistas entraron al Partido Comunista — y simultáneamente, al ―Mundo del Arte‖ de galerías/museos del fetichismo de las comodidades — abrazando así la ideología y el elitismo bastardos en un giro espectacular. A estas alturas, los restos de la vanguardia comenzaron un proceso de retirada de la ideología y la mercantilización (más o menos desde el dada de Berlín) con el Letrismo, Situacionismo, No-Arte, Fluxus, arte postal, neoísmo, etc. — en el cual el énfasis fue desde el vanguardismo a un descentramiento radical del impulso creativo, lejos de las galerías y [172]

los museos y los enclaves del privilegio boho ( 1 )– con miras hacia la desaparición del ―Arte‖ y la re-aparición de lo creativo en lo social. Sin duda, los museos ahora venden con estos ―movimientos‖ también, como para probar que cualquier cosa (incluso el ―anti-Arte‖) puede ser mercantilizado. Cada uno de estos movimientos post-vanguardistas, en algún momento, han caído presos de la confusión o la tentación y han intentado comportarse como una de las vanguardias clásicas, y todas han fallado, como el surrealismo falló, de liberar la obra de arte de su rol como mercancía. Consecuentemente, el Mundo del Arte ha tragado e interiorizado la teoría-artística que debería — si fuera tomada en serio — causar su auto-destrucción. Las galerías prosperan (o al menos sobreviven) sobre un nihilismo que solo puede ser contenido por la ironía, y que podría de otra manera corroer y derretir las paredes mismas de los museos. Este ensayo, por ejemplo, será impreso en el catálogo de una exhibición, perpetrando así la ironía de llamar a la supresión y la realización del arte desde el interior de la estructura que perpetúa la alienación del no-artista y la fetichización de la obra de arte. Bueno, a la mierda con la ironía. Uno solo puede esperar que cada vez que se transa sea la última. Aquellos que fallan en ver esta situación como una indisposición, no leerán más allá — la teoría tiene suficiente para hacer sin explicar su propia nausea — ad nauseam. La fascinación del siglo XX con lo ―primitivo‖ y lo ―ingenuo‖ sirve como una medida, primero, del agotamiento de la ―Historia del Arte‖; y segundo, del deseo utópico por un arte que no sería una categoría separada, sino congruente con la vida. Sin ironía. Arte como un juego serio. Los artistas han imitado las formas de lo primitivo y lo ingenuo sin darse cuenta que toda la producción de estas formas depende de la ausencia estructural de alienación en el artista social (como en el ―arte tribal‖) o individual. Es esta carencia de una división, de una duplicidad, en el arte de África, de Java o del asilo lunático, que movió a almas sensibles tales como Klee a la envidia. En una sociedad sin ―indisposición‖ (al menos, en proporciones trágicas) uno podría esperar ver que ―el artista no es un tipo especial de persona, sino que cada persona es un tipo especial de artista‖. Coomaraswamy estaba pensando en Indonesia cuando acuñó este eslogan, y a mí mismo me dijeron en Java que ―Todos deben ser un artista‖ — una suerte de versión mística de la teoría de la supresión-y-realización. No es precisamente la ―especialización‖ (del trabajo o del conocimiento) [173]

lo que causa la nausea, por esta lectura, sino la separación — la fetichización, alienación. Mientras cada persona es un tipo especial de artista, algunos artistas se especializarán en los grandiosos poderes integrativos de la creatividad — contando las historias centrales de la tribu — en la creación de valor y ―significado‖ — que puede ser llamada la ―función bárdica‖. En ciertas tribus esta función se distribuye entre varios individuos, pero está siempre asociada con una concentración de mana. En altas culturas ―bárbaras‖ (como los Celtas) la función es institucionalizada en algún grado — el bardo es el ―legislador reconocido‖ de una sociedad de artistas. La función Bárdica focaliza e integra. Si buscáramos un momento simbólico en el cual ocurrió el ―quiebre‖ y comenzó la indisposición a instalarse, podríamos escoger el pasaje de la Republica de Platón en el que los poetas son expulsados de Utopía por ―mentirosos‖ — como si la Ley misma (como categoría abstracta) fuera la única función integradora posible, excluyendo la imaginación nómade como oposición, como anti-Verdad, como caos social. La rejilla racional ahora se impone sobre la organicidad de la vida — todo lo bueno es visto como natura naturata y como ―ser‖, mientras todo el devenir (natura naturans) se asocia con el ―mal‖. En el Renacimiento el artista nuevamente comienza a expresar el ―yo‖ a expensas de la función integradora. Este momento marca la apertura de la trayectoria ―Romántica‖, la desaparición del artista de lo social, la desaparición de la obra de arte de la vida. El artista como ego prometeico, la obra como ―lo fino‖ (en otras palabras, inútil) — éstos miden la brecha que se ha abierto entre una elite estética y las masas condenadas a la esterilidad y lo kistch. Y aún así parece haber algo noble y atrevido de este proceso, que se refleja en la libertad bohemia del artista, y también en la crítica del artista a la civilización y su cruel embobamiento — el artista ahora se convertirá en el ―legislador no-reconocido‖, el profeta sin honor — el héroe romántico, inspirado y condenado por una única perspicacia. El artista anhela satisfacer una vez más la función bárdica, crear significado estético para y con la tribu. Enrabiado porque se le niega este rol, el artista pierde el control hacia una alienación aún mayor — luego hacia la rebelión abierta — y finalmente hacia el silencio. La trayectoria romántica llega a su fin. El Renacimiento también es testigo del primer intento moderno de recrear lo integral (‖el orden de la intimidad‖) a través del poder combinado del arte y la magia — que, de hecho, son vistos como vinculados naturalmente por la profunda estructura de ambos — que es [174]

esencialmente lingüístico. El elemento unificador es la ―acción-a-ladistancia‖, y la síntesis de todas sus ramificaciones es el Libro Emblema que combina, de acuerdo a la ciencia jeroglífica, la imagen, la palabra, y algunas veces incluso la música (como en el Atlanta Fugiens de M. Maier), para traer cambios ―morales‖ (espirituales) en el lector Y en el mundo. El objetivo del Hermético/artista del Renacimiento era utópico — como en las escenas del paraíso de El Bosco o en los paisajes de la Hipnerotomaquia — y en esta ambición puede ser visto el deseo de reanimar la función bárdica, para darle significado a la experiencia de la ―tribu‖, para influenciar el paradigma-de-realidad consensual, para cambiar el mundo con el arte. El proyecto último de Gaugin, Rimbaud, Wagner, Artaud, los Surrealistas — el artista como un mago-profeta del deseo revolucionario. Por todas sus fallas y todas sus acomodaciones de mala calidad con el Mundo del arte del capitalismo de la mercancía, esta tradición mágica es nuestra herencia y de alguna forma cruda, todavía ―creemos‖ en ella. Incluso creer en la ―supresión‖ del arte es todavía creer que el arte es importante y efectivo, por lo menos con su desaparición. Por otra parte, valdría la pena proteger — y compartir — la ―libertad‖ del artista solo si fuera libertad para algo y no solo libertad de algo. A pesar de la pobreza, la soledad y los sentimientos de inutilidad, solo estamos aquí afuera en el margen más que nada porque nos gusta, y porque el riesgo es bueno para nuestro arte. En estos aspectos, todavía somos Románticos. Sin embargo, nos vemos forzados a admitir que este proyecto mágicorevolucionario ha fallado — una vez que demasiado a menudo. El fetichismo de la mercancía es un circuito cerrado negativo — y en cuanto a la ciencia jeroglífica, ha caído en las manos de los publicistas, los falsificadores de opinión, los ―managers creativos‖ del ―discurso‖ (o ―simulacro‖ como lo llama Baudrillard) postespectacular, los reales pero ocultos legisladores de nuestra realidad demasiado virtual. La propuesta de la supresión y la realización del arte es la declaración culminante de la tradición hermética-romántica de oposición, el último posible ―desarrollo‖ en una progresión dialéctica que lleva a nuestro embrollo o bloqueo actual. Si miramos a la ―Historia del Arte‖ desde esta perspectiva diacrónica pareciera que nos encontráramos en un cul-de-sac, cogidos en una imposible paradoja por la cual el ―propósito‖ del arte debe ser destruir el arte, para que ―todos‖ puedan ser un artista. Para nosotros — como artistas — esto constituye un callejón sin salida. ¿Qué podemos hacer? La Historia nos ha traicionado. [175]

¿Qué sucede, sin embargo, si abandonamos la perspectiva diacrónica? ¿Qué si sobreponemos todas las ―etapas de desarrollo‖ en un palimpsesto que solo puede ser leído por su sincronicidad? ¿Qué si las tratamos como teorías, todas visibles en una sola superficie, potencialmente relacionadas no en tiempo, sino en espacio? De nuevo, deberíamos insistir que nuestro estudio palimpséstico no debe ser confundido con algunos irónicos cruceros posmodernos de vacaciones a través del acuoso cementerio de las categorías estéticas. Estamos en busca de valores — o del poder imaginativo de crear valores (conociendo nuestros ―verdaderos deseos‖, como dicen los ocultistas), y nuestra búsqueda no es fría y desinteresada, sino apasionada por definición — no es frívola, sino seria — no es sobria, sino juguetona — que, para los bardos, nada es tan serio como nuestra intoxicación con el acto lúdico de la creatividad. Entonces tomamos todo el desarrollo discutido más arriba y lo plegamos en un ―manuscrito‖ donde cada teoría está escrita sobre cada otra teoría. Como augures estudiando las nubes o los once tipos de relámpagos, como magos con un espejo obsidiano para el —- de alfabetos angélicos, ahora estudiamos la ―Historia del Arte2 como si no tuviera historia, como si todas las posibilidades fueran eternamente presentes e infinitamente fluidas. Las aparentes contradicciones solo esconden armonías ocultas, ―correspondencias‖ — todas y cada una de las yuxtaposiciones podrían ser fortuitas. ―Palimpsestomancia‖. Asumiendo que las teorías que discutimos diacrónicamente ahora están ordenadas sincrónicamente sobre la página de nuestro palimpsesto, intentemos un ensayo leyendo, y busquemos inesperadas pero reveladores coincidencias. La teoría de Fourier de la labor atractiva, por ejemplo, podría ser sobrepuesta a la cosmología de Hesíodo, en que los tres primeros principios del devenir son Caos, Eros y Tierra. Ahora el deseo puede ser visto como la fuerza que bosqueja la pura espontaneidad de la Imaginación en las formas de la Naturaleza, o en el ―principio corporal material‖ — deseo como principio organizativo de creatividad — deseo como la única posible fuente de lo social. La ―acción a la distancia‖, el soporte principal del paradigma Hermético, debía ser desterrado de la filosofía mecanicista que prevaleció y conquistó la ciencia en el siglo XVII; pero siguió filtrándose de vuelta en el discurso, primero como una ―explicación‖ para la gravedad (‖atracción‖), y ahora en cientos de lugares — las cuatro fuerzas de las físicas cuánticas, la influencia del ―atractor extraño‖ en la materia desorganizada, etc. Aunque la magia no pudo [176]

―funcionar‖ para los Herméticos del Renacimiento, de la misma forma medible y predecible que el método experimental, por ejemplo, funcionó para Bacon y Newton, sin embargo la ciencia jeroglífica puede ser revivida como una herramienta epistemológica en nuestro estudio de ciertos fenómenos no-cuantificables (o ambiguos) como el lenguaje y otros códigos semánticos que — muy literalmente — nos influencian ―a la distancia‖. Los Herméticos creían en emanaciones como rayos que podían transferir el ―poder moral‖ de una imagen (su influencia reforzada por los colores, olores, sonidos, palabras, fluidos astrales apropiados, etc.) a la conciencia humana ―a la distancia‖. La visión, o reflexión y el sonido, o la inflexión, crean memes polivalentes, pedazos y racimos de ―significado‖ en el ―alma‖ del observador/oyente. Por un proceso de ―mutabilidad‖ en el que todo simboliza a sí mismo y a su opuesto simultáneamente, el cientista jeroglífico teje hechizos en un oscuro bosque de ambigüedad que es precisamente el dominio del artista — y de hecho los alquimistas fueron conocidos como ―artistas‖ del ―Arte espagírico‖. Al igual que el alquimista cambia el mundo (de los metales), el hacedor del Libroemblema cambia las imágenes y símbolos. Dejando de lado la cuestión de las ―emanaciones‖, arribamos a una teoría oculta del arte que fue traspasada (vía Blake, por ejemplo) a los Románticos y a nosotros. Ahora, como Italo Calvino apunta en algún lugar, todo arte es ―político‖ — invariable e inescapablemente — desde que cada obra de arte refleja las suposiciones del artista sobre el ―tipo correcto‖ de cognición, la relación ―correcta‖ de la conciencia individual con la conciencia de grupo (teoría estética), etc., etc. En cierto sentido, todo el arte es Utópico en el sentido que hace una declaración (aunque sea vaga) sobre la manera en que las cosas debieran ser. El artista, sin embargo, puede rehusarse a admitir o incluso hacerse conciente de esta dimensión ―política‖ — en cuyo caso, ciertas distorsiones pueden ocurrir. Aquellos artistas que han abandonado la idea hermética/romántica de la ―influencia moral‖ frecuentemente revelan su inconciencia política al semiótico o al dialéctico. La ―pura entretención‖ termina estando cargada con un ectoplasma de evidente reacción, y el ―arte puro‖ es frecuentemente aún peor. En contraste, este inconsciente artístico puede inadvertidamente revelar lo que W. Benjamin llamaba la ―huella Utópica‖ — una suerte de fragmento Gnóstico de deseo incrustado en cada producción humana, sin importar cuán reproducida pueda estar. La publicidad, por ejemplo, hace uso de la huella Utópica para vender la imagen de una reproducción que promete (en el nivel inconsciente) cambiar el mundo de uno, hacer la vida de uno mejor. Por supuesto la mercancía no puede cumplir este cambio — si fuera así, tu deseo sería [177]

satisfecho y dejarías de gastar dinero en imitaciones baratas del deseo. Tántalo puede oler la carne y ver el vino, pero nunca probarlos — así, es el ―consumidor‖ perfecto, que paga (eternamente) por la pura imagen. En este sentido la publicidad es la más Hermética de todas las artes. La Huella Utópica puede ser analizada también en otra forma de arte condenada, la pornografía — que actúa para traer directamente la inconciencia a la cognición conciente en la forma (¡medible!) de excitación erótica. Es el Deseo lo que anima (‖educa‖) esta aparición de la huella utópica (distorsionada como esté) y organiza el caos hacia la acción sobre una visión de ―la forma en que las cosas deberían ser‖. La masturbación es un epifenómeno — el efecto real de la pornografía es inspirar seducción (como en Dante, donde los amantes pecan después de leer romances Arturianos juntos en el jardín). Los fanáticos derechistas están en lo correcto cuando acusan a las artes eróticas de influencias e incluso cambiar el mundo, y los liberales de izquierda se equivocan cuando insinúan que el porno debería ser permitido porque es ―inofensivo‖ — porque es ―solo‖ arte. La pornografía es agitprop ( 2 ) para la política del cuerpo, y considerando lo ―perversa‖ que es, agita y propagandiza una liberación revolucionaria del deseo — lo que explica exactamente por qué ciertos tipos de pornografía son marginados y censurados en cada ―democracia‖ del mundo actual. Ya que gran parte del porno comercial es producido en un nivel inconsciente y reaccionario, su propuesta de ―revolución‖ es de hecho ambigua; pero no hay ninguna razón teórica por la cual el erotismo no pueda ser usado de acuerdo a la ciencia jeroglífica para fines directamente utópicos. Esto nos lleva a la cuestión de la poética utópica. Nietzsche y Fourier habrían estado de acuerdo en que el arte no es el mero reflejo de la realidad, sino una nueva realidad que busca imponerse en el mundo del pensamiento y la acción por medios ―ocultos‖, a través de poderes ―dionisíacos‖ y ―correspondencias‖ heréticas (por eso su fascinación compartida por la opera como la ―completa obra de arte‖ y el medio ideal para propagar sus ―filosofías‖). Nuestra ―loca‖ síntesis de Nietzsche y Fourier los revelará a ambos como vecinos de los Herméticos Renacentistas, que también persiguieron programas políticos utópicos a través de la acción en el nivel de la percepción estética, y a través del placer mismo de la creatividad que, de hecho, constituye el medio y el fin del proyecto utópico. En Fourier, sin embargo, encontramos la noción verdaderamente divina de que esta comprensión estética se manifestará en la acción colectiva — que la sociedad se re-constituirá a sí misma como una obra de arte. Cada individuo, con [178]

poderes ahora aumentados por la Asociación Armónica con las Series Pasionales apropiadas, se convertirá en ―un tipo especial de artista‖. Habiendo comprendido sus ―verdaderos deseos‖, todo su deseo se convierte en algo productivo en un mundo dado a verdaderas orgías de la creatividad, eroticismo, ―gastrosofía‖, y genialidad estética. Así como el shamanismo es ―democratizado‖ en ciertas tribus en las que todos son visionarios, Fourier eleva a cada miembro del Falansterio al estatus de ―gran artista‖. Naturalmente algunos serán más grandes (más apasionados) que otros, pero ninguno será excluido — el ―mínimo utópico‖ garantiza el poder creativo. Nietzsche habla de ―la voluntar de Poder como Arte‖; Fourier lo hizo el principio de una utopía anarquista en la que la única fuerza organizativa es el deseo. Allí aparece, en el rostro de nuestro palimpsesto, dos imágenes aparentemente contradictorias: — primero, que la del artista como ―bardo‖, y como rebelde romántico en un mundo que ha negado la función bárdica; y segundo la de la supresión-y-realización-del-arte, en la que el ―artista‖ desaparece como una categoría privilegiada para reaparecer (como en el ―Aquí viene todo el mundo‖ de Joyce) en una democratización shamanica del Arte. ¿Sería posible intuir — basados en nuestra teorización palimpséstica anti-diacrónica — que esta paradoja podría ser meramente aparente, una falsa dicotomía? ¿O que, incluso si es una paradoja real, podemos construir un paradojismo capaz de reconciliar opuestos en un ―nivel más alto‖ (coincidentia oppositorum)? ¿O que, como Alicia, podemos entretener a varias (o incluso a seis) nociones contradictorias en conflicto ―antes del desayuno‖? ¿Podemos ―salvar‖ al ARTE de la imputación de falla, y al artista de la mácula del elitismo y el vanguardismo, al mismo tiempo que sostener la ―revolución de la vida cotidiana‖ y la utopía del deseo? Para intentar una respuesta a estas preguntas, preferiría dejar el problema o el ―aprieto‖ del Arte y el artista, y concentrarme en cambio en el aprieto de la obra de arte. Después de todo, ¿qué podemos decir sobre las dificultades del artista, quien (a pesar de toda ―tragedia‖) todavía es el único espíritu libre en el mundo de las mercancías, el único que sabe cómo poner atención, el único bendecido con la obsesión, y el único practicante de la labor atractiva? [ Nota: desde luego que aquí estoy definiendo al ―artista‖ como a cualquier persona de espíritu libre y obsesivo y capaz de poner atención, esté o no involucrada en ―las artes‖ o pertenezca a la contracultura boho, etc., etc.] Comparada con esta buena fortuna, la tragedia real parece involucrar no al artista, sino a la obra de arte. La obra es alienada como mercancía [179]

tanto del productor como del consumidor. O es quitada de la ―vida cotidiana‖ como fetiche único, o se le es robada su ―aura‖ a través de la reproducción. En la economía del simulacro, la imagen se desprende y flota libre de todo referente — por eso todas las imágenes pueden ser ―recuperadas‖, incluso (o especialmente) las imágenes más ―transgresoras‖ o subversivas, como mercancías ellas mismas, artículos con precios pero sin valor. La galería es la terminal y el museo es el término de este proceso de alienación. El museo representa la fijación final de precio y del precio como el significado de la imagen. Olvida la cuestión de ―salvar‖ al artista; ¿es posible ―salvar‖ la obra de arte? Para ―justificar‖ y ―redimir‖ a la obra de arte sería necesario retirarla de la economía de la mercancía. La única otra economía capaz de sustentarla sería la ―economía del regalo‖, de la reciprocidad. Este concepto fue sistematizado por el antropólogo M. Mauss en su obra maestra El Regalo, y ejerció gran influencia en pensadores tan diversos como Bataille y Levi Strauss. Fue ejemplificado en las ceremonias potlach de las sociedades Amerindias de la costa noroeste, pero puede ser hipotetizado como un universal. Antes del surgimiento del ―dinero‖ y el ―contrato‖, toda sociedad humana está basada en el Regalo, y en el regreso del Regalo. Antes de la conceptualización del ―excedente‖ y la ―escasez‖ prevalece una aprehensión de la generosidad ―excesiva‖ de la naturaleza y la sociedad, que debe ser expandida (o ―expresada‖ como lo dijo Nietzsche) en la producción cultural, el intercambio estético, o — especialmente — en el festival. En el contexto de la economía del Regalo, el festival es el poder enfocado de lo social — el nexo de intercambio — realmente un tipo de ―gobierno‖. Como la economía del Regalo le da paso al dinero de todas formas, el festival comienza a adquirir un aspecto ―oscuro‖. Se convierte en la saturnalia o el dar-vuelta-todo periódico del orden social, una explosión permitida de exceso que purgará a la gente de su resentimiento natural contra la alienación y la jerarquía, un desorden que paradójicamente restaura el orden. Pero como la economía del dinero da paso a la economía de la mercancía, el festival sufre aún otro cambio de significado. Preservando el Regalo dentro de la matriz total de un sistema que es hostil al Regalo, el festival en su modo saturnaliano se ha convertido en un foco genuino de oposición al consenso económico. Esta oposición permanece mayormente inconsciente, y el espectáculo puede recuperar gran parte de sus energías (¡piensa en la Navidad!) — pero el festival espontáneo sigue siendo una fuente real de energía utópica a pesar de todo. El ―BeIn‖, el encuentro y la Rave, todos han aparecido a las autoridades [180]

modernas como nodos peligrosos de desorden total precisamente porque intentan extraer la energía del Regalo de la economía de la mercancía. Todos los movimientos artísticos post-surrealistas postSituacionistas que han llevado a cabo el proyecto de la supresión-yrealización, han desarrollado teorías festivalescas. El Ruido de Jacques Attali, que explora la supresión-y-realización en los términos de la música (el lo llama ―el estado de composición‖) está basado en un análisis de una pintura de Breughel de un festival. De hecho, el festival es un componente inescapable de cualquier teoría que ofrezca restaurar el Regalo al centro del proyecto creativo. ¿Está ―salvada‖ la obra de arte? Sería mejor preguntar si es que la obra de arte posee una dimensión o función soteriológica. ¿Es la obra de arte salvadora? ¿Puede redimirme? ¿Y cómo puede hacerlo a menos que esté liberada de la alienación en una economía festival? El arte nació libre y en todos lados se halla encadenado — obviamente la ―tarea revolucionaria‖ del artista consiste no tanto en hacer arte sino en liberar la obra. De hecho, parece que si deseamos trabajar por la supresión-y-realización, debemos (¿paradójicamente?) reanimar esa muy peligrosa visión romántica del artista como rebelde, como creadordestructor — como revolucionario ocultista. Si la vida creativa (incluyendo el valor-creación) puede ser llamada ―libertad‖, entonces el artista es un profeta (adivino o bardo/vidente) de esta libertad — justo como Blake creía. Por medio de la ciencia jeroglífica el artista incrusta, codifica, engloba, expresa, atrae. La obra de arte como seducción pide ser sobrepasada y seducida a cambio por el brillo de todos y cada uno — demanda reciprocidad. No la vida como ARTE (que sería una forma intolerable de dandismo) — sino el arte como Vida. Al final, ¿puede hacerse algo sobre todo esto en el contexto de la galería, el museo, la economía de la mercancía? ¿Hay alguna manera de eludir o subvertir el proceso de recuperación? Posiblemente. Primero, porque el mundo-de-la-galería ha sido tan devaluado (mayormente porque es cada vez más aburrido) y por eso se desespera para intentar algo. Segundo, porque la obra de arte, a pesar de todo, retiene un toque de magia. Si nosotros artistas somos forzados (por pobreza, por ejemplo) a trabajar en el mundo de las galerías, todavía podemos preguntarnos por la mejor manera de ―adelantar la lucha‖ y hacer verdadera agitprop espiritual por la causa del caos creativo. NO a través de un elitismo cada-vez-más-arcano, obviamente. NO a través de Realismo Socialista crudo y arte manifiestamente ―político‖. NO a través de una [181]

―transgresión‖ de culto a la muerte aún-más-mórbida, ni de un armaggedonismo a la moda. NO a través de hiperconformidad irónica. Pueden existir muchas posibles estrategias para ―aburrir desde dentro‖ del Mundo del Arte — pero puedo pensar solo en una que no involucre cruda destrucción física. Simplemente esto: — Cada obra de arte puede ser hecha en la forma más transparente posible de acuerdo a los (siempre-desplegables) principios de la poética utópica y la ciencia jeroglífica. Cada obra sería una ―maquina de seducción‖ concientemente ideada o un motor mágico hecho para despertar deseos verdaderos, ira ante la represión de esos deseos, creencia en la no-imposibilidad de esos deseos. Algunas obras consistirían en puestas en escena para la realización del deseo, otras podrían evocar y articular el objeto/sujeto del deseo, otros podrían cubrir todo en el misterio, mientras que otros darse completamente translúcidos. La obra de arte debería desatenderse a sí misma como el icono, fetiche o cosa deseable privilegiada, y en cambio enfocar la atención en las energías liberadoras. Las obras de ciertos ―artistas de la tierra‖, por ejemplo, que transmutan el paisaje (con los más simples y cuidadosos gestos) en disposiciones utópicas o fantasías eróticas; las obras de ciertos ―artistas de instalación‖ cuyas micro-realidades conciernen a la memoria, al deseo, al juego, a todas las energías del ensueño de la imaginación de Bachelard y su ―psicoanálisis del espacio‖ — arte de este tipo puede ser mostrado o documentado en el contexto del Mundo del Arte, en galerías y museos, aún si su propósito y efecto fuera disolver aquellas estructuras y ―filtrarse‖ hacia la vida cotidiana, donde dejaría una huella de lo maravilloso, y una sed por más. Estrategias similares pueden ser desarrolladas para otras formas de arte — libros impresos, música o incluso el festival como creación colectiva. En todo caso creo que el trabajo más efectivo puede ser hecho fuera de las instituciones del discurso estético, e incluso como ataques a esas instituciones. De todas formas, deberíamos aprovecharnos de nuestro acceso al Mundo del Arte y sus privilegios para utilizarlo como una lanzadera para un asalto a su propia exclusividad, su elitismo profesionalista, su irrelevancia, su tedio — y su poder. Las tácticas específicas para esta estrategia insurreccional permanecen en las manos de artistas individuales y en la virtud o el poder de sus creaciones. El punto es una generosidad insana, una donación mayor que cualquier transacción mercantil pueda recuperar, un regalo libre, sobre y más allá de toda computación. La obra de arte se transforma en un virus de exceso, una instigación del deseo utópico — [182]

un dispositivo soteriológico. Nada cobra más sentido que los intentos del Mundo del Arte por demolerse a sí mismo. El propósito, sin embargo, no es destruir el espacio de la creatividad, sino abrirlo — no despoblarlo, sino invitar a ―todo el mundo‖. No queremos irnos; queremos (finalmente) arribar. Declarar el Jubileo. NOTAS 1. N. del T. Si bien no queda totalmente claro el sentido del termino ―boho‖, podría hacer referencia a la ―bohemia‖, entendida como la ―onda‖ del pseudo-artista nocturno, o también a una mezcla entre ―bohemia‖ y ―Soho‖, el barrio neoyorquino de galerías de arte. Por lo mismo, opto por mantener el original. 2. N. del T. Abreviación para el Departamento de Agitación y Propaganda de la Unión Soviética, actualmente se refiere a cualquier forma mediática que intente influenciar la opinión pública.

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“Nacer cada día Morir cada noche Vivir en el furioso torrente hasta ser invisible por tal velocidad Desvanecerse en la nada, fluyendo libremente entre los rápidos crepitantes del caos”

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