Craig Groeschel - Chazown.pdf

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Chazown (se pronuncia kazón) es la transliteración del hebreo al inglés de la palabra que significa sueño, revelación o

visión. (La transliteración del hebreo al español es jazón).

Tú naciste con tu propia chazown. ^iSabes cuál es? Estás invitado a la odisea más insólita: encontrar, poner nombre y vivir tu chazow^n. Es un viaje que nunca olvidarás porque es imposible regresar igual. Práctica, sorprendente, fresca en lo visual y sana en lo bíblico, la experiencia chazow^n te ayuda a entender con claridad lo que siempre habías sospechado: Tú no eres un accidente. Te crearon y pusieron en esta tierra para un propósito único e importante... una chazovs^n. Y Dios quiere que la vivas con pasión y satisfacción para su gloria. Sin embargo, ;dónde comienzas tu búsqueda? Como Craig Groeschel te mostrará, tu propia chazow^n está oculta justo bajo la superficie de tu vida en tres esferas que a menudo se pasan por alto: tus valores centrales, tus dones espirituales y tus experiencias del pasado. Una vez que descubras tu chazown personal, la convertirás en un credo de mucha motivación, completado con metas a corto plazo, pasos activos y una red para rendir cuentas que hará que tu gran sueño se haga realidad. Busca tu chazow^n y al mismo tiempo mejora cinco aspectos críticos de tu vida. Esas «chazow^ns con ‘ c” minúscula» son tu relación con Dios, tu relación con la gente, tus finanzas, tu salud y estado físico y tu vida laboral. ¿Estás viviendo el sueño de alguna otra persona para tu vida o ningún sueño en absoluto? Prepárate para la chazown. C R A I G G R O E S C H E L es pastor principal de la LifeC hurch.tv, una de las iglesias de más rápido crecim iento en los Estados Unidos. Tam bién una de í las prim eras iglesias en varios campus, L ifeC h urch lleva a cabo treinta y una ^ reuniones de adoración a la semana en ocho lugares diferentes. Craig, su esposa, A m y, y sus seis hijos viven en el área de Edm ond, O klahom a, donde ^ LifeChurch.tv^ com enzó en 19 9 6 . L a pasión de C raig y A m y es guiar a las personas para que lleguen a ser seguidores de C risto consagrados por com pletos. ww^v. chazown.com ,P iN

M EDITORIAL

^UNILIT

Producto: 495517 Vida cristiana / Vida práctica / Crecimiento persona Publicamos ¡xini la faniüia"

l

«Craig Groeschel es una destacada voz entre la nueva generación de comunicadores. Sabe cómo expresar las necesidades más profundas de las personas y, aun mejor, ayudarles a identificar y perseguir con pasión y propósito el sueño que les ha dado Dios». JOHN MAXWELL

Escritor, conferenciante y fundador de INJOYStewardship Services y EQUIP

«¿Necesitas ayuda para dar en el blanco de la vida? ¿De una vida mejor? ¿De una vida con más significado y propósito? Esa ayuda está aquí, en lo que tie­ nes en tus manos en este momento. Craig Groeschel es un maestro a la hora de abrir la vida y dejar que penetre la luz. Por tanto, si quieres una visión más clara y nítida, Chazown es el libro adecuado para ti». ROBERT LEWIS

Pastor de la Fellowship Bible Church y fundador de Mens Fratemity

«Craig Groeschel es el paradigma de la innovación. Ha captado la onda de lo que significa alcanzar al mundo para Cristo y está llevando a cabo la carga de desafiar el statu quo en cuanto al modo de vivir de la iglesia. Chazown te pondrá en órbita. Así que sube, abróchate el cinturón y haz este viaje de toda una vida». OBISPO EDDIE L LONG

Pastor principal de la New Birth Missionary Baptist Church^ Lithonia, Georgia

«Craig Groeschel ha sido capaz de dirigir una de las iglesias de más rápido crecimiento en los Estados Unidos y tener a la vez una vida propia y una familia sana y amorosa. Ahora nos abre la puerta a los secretos de su visión tan clara como el agua y su enfoque agudo como un rayo láser. No es magia. No son unos dones increíbles. Es CHAZOWN. Deja que Craig te muestre la manera de descubrir la visión y el llamado únicos de Dios para tu vida y los sencillos pasos de alineación que hacen de la CHAZOWN de Dios tu realidad». LARRY OSBORNE

Pastor de la North Coast Church^ Vista, California

«Conocer a Craig Groeschel es sentirse abrumado con una visión del tamaño de Dios. Él es brillante, pero siempre un aprendiz. De éxito, pero humilde. Seguro, pero dependiente de Dios. Un líder comprometido a ayudar a otros a cumplir su propósito en este planeta. Craig no habla sobre la visión; él la personifica». DR. SAMUEL R. CHAND

Consultor sobre liderazgo y rector honorario de Beulah Heights Bible College, Atlanta, Georgia

«Descubrir significado y propósito en nuestra confusa cultura es como encontrar el camino en una noche oscura y con niebla. Se necesita luz y un experimentado guía para obtener ayuda. Por fortuna, tu guía, Craig Groeschel, ha proporcionado esa lámpara en Chazown. Y el resultado es una visión más clara para el viaje de la vida». ROBERT V. CUPP

Pastor maestro de la Fellowship Bible Church, Northwest Atlanta

«Craig Groeschel y la iglesia Life Church están a la “vanguardia extrema” de lo que la iglesia podría ser en un futuro no tan distante. Me encanta su visión, pasión, creatividad y disposición para hablar de lo que han aprendido. Craig es el tipo de líder que crea seguidores entusiastas de Cristo que creen que los únicos límites son los de la visión». GREG SURRAT

Pastor de la Seacoast Church, Carolina del Sur

«Craig Groeschel tiene sueños del tamaño de Dios. Sin embargo, es también una de las personas más prácticas que conozco. No puedes acercártele sin que te infecte la visión. Y su iglesia, Life Church, es como una que toma esteroides. La creatividad rebosa por cada uno de sus poros, dejando un rastro para que las iglesias lo sigan si quieren impactar en la cultura. Si necesitas una dosis de visión, tómate la píldora de Chazown». M a r k Ba t t e r s o n

Pastor principal de la National Community Church, Washington, D.C.

«Una explicación del reciente fracaso de tantas instituciones en los Estados Unidos es el fracaso de la imaginación. Una de las razones de la expansión de los ministerios creativos en LifeChurch.tv es que la imaginación de Craig Groeschel eleva el límite de lo que de otro modo podría haber sido simple­ mente una nueva misión más. Si quieres aprender del pastor del siglo XXI más creativo de los Estados Unidos, escucha a Craig Groeschel». LYLE E. SHALLER

Consultor parroquial

«Craig tiene una fresca visión catalítica de lo que podría ser la iglesia... ¡un lugar de gracia rebosante de creatividad, risas e innovación! Creo que Craig es un líder para la iglesia de la siguiente generación». DAVE GIBBONS

Empresario social, miembro de la Junta de World Vision y pastor principal de la iglesia NewSong Multisites en Bangkok, LA, Irving, y el condado de North Orange

«Mi Chazown se resume en la frase: vivir la realidad de Cristo. Esta única afirmación, a pesar de lo simple que puede parecer a primera vista, ha revolucionado mi vida. Mis valo­ res personales, dones y experiencias me han llevado a una pasión por dirigir a las personas a vivir la realidad de Cristo en cada esfera de la vida. ¡Las luces están encendidas! Veo el propósito de Dios para mi vida y cómo cada esfera de mi vida puede ayudarme a alcan­ zarlo». BRANDON, 32 años de edad

«Este año pasado mi esposa y yo comprendimos que debido a la deuda y a malas decisio­ nes económicas, éramos incapaces de responder cuando Dios nos llamaba a dar, a ser acti­ vos en las misiones o a cualquier otra cosa que pidiera Él. Dios usó el mensaje de Cha­ zown para encender un fuego en nosotros por querer ser libres de la deuda con rapidez. Ya hemos liquidado una tarjeta de crédito, y estamos en camino de pagar todas nuestras deudas (incluyendo la de nuestra casa), ¡en menos de seis años!». DERRICK, 29 años de edad

«Una cosa que la enseñanza de Craig en Chazown me ha ayudado a comprender es que Dios no desperdicia el tiempo. Ahora tengo claro que Dios está usando todas las expe­ riencias de mi vida: personales y profesionales, buenas y malas, a fin de llevar a cabo su visión para mi vida. Me ha dado una mayor apreciación de algunas de las experiencias de la vida que, si hubiera sido por mí, nunca hubiera decidido pasar. Además, tengo un mejor entendimiento sobre cómo puedo aprovechar para bien la experiencia en que Dios me tiene en la actualidad». JERRY, 42 años de edad

«A medida que documentaba mis valores principales, dones y experiencias, oraba para que Dios me revelara con exactitud lo que eso significaba para mí. Él respondió mi ora­ ción. ¡Estoy aquí para ser determinante en la vida de los niños! Mi misión es colaborar con los padres de modo que les proporcione a los niños las habilidades, experiencias y los recursos que los capaciten para llegar a ser consagrados seguidores de Cristo. Conform e he continuado persiguiendo el llamado de Dios en las elecciones que hago en mi ministe­ rio, Él continúa equipándome para cosas mayores. Me siento m uy bendecida de poder dar gloria y honor a Dios cada día al cumplir su llamado en mi vida». DEIDRA, 28 años de edad

«Cuando estaba en medio de una transición de trabajo teniendo delante diferentes opor­ tunidades, regresé a lo que me reveló Dios en mi Chazown. Uno de mis valores centrales lo constituyen las relaciones y fomentar la comunidad relacional a través del servicio. Tengo dones de pastorado y liderazgo. Y tengo mucha experiencia en el trabajo con voluntarios. Ese conocimiento me permitió ver con claridad que Dios me llamaba a tra­ bajar en un ambiente m uy práctico y personal. Después de un año, no puedo imaginar estar haciendo otra cosa diferente a lo que tengo el privilegio de hacer ahora». GINA, 33 años de edad

«Dios me ha mostrado que mi Chazown es estar cerca de Él y mostrarle al mundo a través de la música y las palabras». BRIAN, 30 años de edad

«Hace un año mi esposo y yo estábamos sin hogar y sin empleo, y con dos niños pequeños. Ahora, ambos tenemos trabajo y nuestro propio hogar. Dios me está mostrando que mi Chazown es participar en el ministerio con niños en algún lugar, de alguna manera. Por

tanto, he comenzado a servir en el ministerio con niños de nuestra iglesia, LifeKIDS. M i esposo Y yo hemos sido muy bendecidos. Dios es bueno de verdad». MISTY, 30 años de edad

«Después de una lucha de toda la vida con mis pensamientos, Craig enseñó sobre Chazown. Dios me habló y me mostró que mi Chazown es vivir libre y conducir a otros a la libertad. Desde hace más de cuatro años me liberé de la pornografía y de unos pensa­ mientos débiles. Y mi matrimonio es más intenso de lo que nunca imaginé que podría ser». CHRIS, 34 años de edad

«Después de leer Chazown^ Dios me dio la visión de estar en mejor forma física. Lo pri­ mero que hice fue estacionar en el aparcamiento del sur y usar las escaleras para llegar a la oficina. Después caminar durante la hora del almuerzo y cambiar mis hábitos alimenti­ cios para incluir sobre todo verduras, carne y frutas. Cuando seguía sin perder tanto peso como me había propuesto como meta, me uní a un club de salud y comencé a nadar. Ahora nado de veinte a veintidós vueltas cuatro días a la semana, ¡y me encanta! Aun así, me habría perdido toda esta bendición si no hubiera perseguido lo que me mostraba Dios. Con la ayuda de Dios, perderé todo el peso que tengo como meta. ¡Él es bueno!» JOANN, 52 años de edad

«Mi Chazown es usar mis talentos y capacidades para inspirar a los que me rodean a fin de que busquen y encuentren el amor y la gracia de Jesucristo. Sin embargo, cuando entendí eso por primera vez, estaba sentado delante de una computadora en mi oficina, que resul­ taba ser una habitación aislada. ¡Y yo soy una persona muy dada a las relaciones! Mi situa­ ción de trabajo ahora casi me parece divertida, pero en aquel momento mi corazón estaba triste. Dios me dijo con claridad: Con tus experiencias en la vida y tu personalidad... es evi­ dente que te he llamado a algo más que esto. Seguí su dirección, y ahora estoy guiando a otros y edificando relaciones con nuevas personas cada día». TONI, 36 años de edad

«Tenía la visión de hacer una presentación de seguridad en vehículos a conductores jóvenes, pero siempre encontraba una excusa para no comenzar. Cuando Dios me mostró mi Chazown, comprendí que ya no debía seguir retrasándome para poner en acción mi visión. Me llevó alrededor de dos años establecer un programa de seguridad en vehículos, pero mi presentación ha obtenido respuesta positiva». BARRY, 41 años de edad

«Uno siempre oye esas estupendas historias de personas libres de deudas y del modo en que se liberaron de la carga económica, pero yo me preguntaba cómo esa podría llegar a ser alguna vez mi propia historia. Más de cien mil dólares de deuda en tarjetas de crédito, préstamos para estudios, facturas médicas... estábamos bajo todo eso. ¡Entonces llegó Chazx)wn\ Con la ayuda de Chazown y tres años de decisiones cada vez mejores, ¡al fin pudimos celebrar por estar libres de deudas este año!» DAVID, 35 años de edad

«El centro de mi vida era siempre el trabajo y el rendimiento, y los resultados eran previsi­ bles: estrés en mi matrimonio, distanciamiento de mi familia y agotamiento en mi traba­ jo. Dios me mostró que mi verdadera Chazown es, ante todo, mi esposa y mi familia, y luego permitirle a Él usar mis talentos y capacidades para estar en las misiones. Hoy en día mi matrimonio no podría ser mejor, y mi ministerio es más significativo y satisfacto­ rio de lo que fuera jamás». DANNY, 47 años de edad

CHVQmm UNA MANERA DIFERENTE DE VER. TU VIDA

CR.AIG GB.OESCHEL

Publicado por Editorial Unilit Miami, Fl. 33172 Derechos reservados © 2007 Editorial Unilit (Spanish translation) Primera edición 2007 © 2006 por Craig Groeschel Originalmente publicado en inglés con el título; Chazown por Craig Groeschel. Publicado por Multnomah Publishers, Inc. 601 N. Larch Street Sisters, Oregon 97759 USA Todos los derechos de publicación con excepción del idioma inglés son contratados exclusiva­ mente por GLINT, P O. Box 4060, Ontario, California 91761-100 3, USA. (All non-English rights are contracted through: Cospel Literature International, PO Box 4060, Ontario, CA 91761-100 3, USA.) Reservados todos los derechos. Ninguna porción ni parte de esta obra se puede reproducir, ni guardar en un sistema de almacenamiento de información, ni transmitir en ninguna forma por ningún medio (electrónico, mecánico, de fotocopias, grabación, etc.) sin el permiso previo de los editores. Traducción: Belmonte Traductores Diseño; Katherine Lloyd, The DESK A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se tomaron de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional. © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. Las citas bíblicas señaladas con RVA se tomaron de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1909, por las Sociedades Bíblicas Unidas. Usadas con permiso. Producto 495517 ISBN 0-7899-1514-6 Impreso en Colombia Printed in Colombia Categoría: Vida cristiana/Vida práctica/Crecimiento personal Category: Christian Living/Practical Life/Personal Growth

CONTENIDO PARTE I; VE CON CLARIDAD EL FINAL Por qué necesitas un nuevo tipo de visión Tu capítulo final Desesperado por la visión Tú eres el autor: Planea tu epitafio

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PARTE 2: TRAZA UN CIRCULO EN TORNO A LA VERDAD Descubre tu propia Chazown Cómo descubres tu visión personal La Universidad de Chazown Día de graduación

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PR IM ER C ÍR C U L O : VALO R ES C E N T R A L E S .......................................................... 3 4 Da en el blanco adecuado Extiende el espectro de valores ¿Por qué lo hacen? El factor ira-dicha Valores no verificados Valores vacilantes Tú eres el autor: Tus valores centrales S E G U N D O C ÍR C U L O : D O N E S E SPIR IT U ALE S..................................................... 50 Keira, manchas rojas de pastel Hacer es creer Usalo o piérdelo TERCER C ÍR C U L O ; EXPERIENCL\S D EL P A S A D O ............................................6 1 Todo sucedió por una razón Sácale significado al pasado Ojos para ver Tú eres el autor: Tus experiencias del pasado

PARTE 3: UN SUEÑO EN ACCIÓN Cómo das nombre a tu propia Chazoum y dónde comienzas Arm onía en tres partes Encaje perfecto: Estudio de caso La comunidad Chazown

72 74 77

C Ó M O D A S N O M B R E A T U C H A Z O W N .................................................................7 8 Rodea tu chazown Misión imposible, ¡posible! ¡Claro que sé hacia dónde voy! Dios te ama (Y todas las demás personas tienen un plan maravilloso para tu vida) Tú eres el autor: Tu declaracioón de misión

PA SA DE L A V ISIÓ N A LA A C C I Ó N ............................................................................89 C reo a m edida que avanzo Incluso Dios cree que es una buena idea C óm o tragarse un Alce El secreto de soñar a larga distancia Metas ganadoras Tú eres el autor: Tus metas a corto plazo El siguiente paso Tú eres el autor: Tu siguiente paso

PARTE 4: LOS CINCO RADIOS DE CHAZOWN Dónde necesitas tener éxito «en lo pequeño» a fin de poder tener éxito en lo grande Visualiza esto Hablemos de radios Éxito total Tú eres el autor: Inventario personal de bs cinco aspectos básicos

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PR IM ER R A D IO : R E LA CIÓ N C O N D I O S ............................................................ 1 1 6 Al igual que los peces necesitan el agua El discípulo accidental ¿Cuál es tu temperatura? Ya la respuesta es sí Puedes acercarte más a Dios Tú eres el autor: Tu relación con Dios SE G U N D O R A D IO : RELACIO N ES C O N LAS P E R S O N A S ............................. 13 0 Observaciones a lo largo del camino Veamos a personas con propósito Chazown y una buena compañía ¿Tan bueno como sea? Reparación del puente bíblico Buen amigo mal amigo Quita el peso muerto El viaje de regreso Tú eres el autor: Tus relaciones con las personas TER CER R A D IO : F I N A N Z A S ...................................................................................... 14 9 Desastre que toca fondo La cara espiritual del dinero Chazown y el dinero en efectivo Puedes dar la vuelta Valores, visión, victoria Chazown con piernas Cómo llegas de aquí hasta allá Va a doler Tú eres el autor: Tusfinanzas

C U A R T O R A D IO : SA L U D Y E ST AD O FÍSIC O . Comida rápida para pensar Mantente vivo para Dios Administración miope de mí mismo Chazow^n en la cocina Todo el mundo necesita un poco de amor Propiedad de Dios Tú eres el autor: Tu salud y tu estado físico

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Q U IN T O R A D IO : T R A B A JO .................................. Llega al porqué La labor perdida del amor La escalera en la cumbre del Everest Significado en lo rutinario Tú eres el autor: Tu trabajo

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PARTE 5: DE AQUÍ A LA ETERNIDAD Por qué no puedes cumplir tu Chazown por ti solo Una nueva perspectiva de ti mismo Peligros por delante Todos estamos en la escuela Movido por la rendición de cuentas Diferentes tipos de marginados Bifurcación en el camino Cuando me equivoque, dímelo Ayúdame cuando soy débil Reacción sorpresa Vive para el segundo abrazo Tú eres el autor: Tu plan para la rendición de cuentas M i parte ha terminado... la tuya apenas comienza M i prim er capítulo

20 0 202 203 205 207 209 211 212 214 216 217 219 22 1

EL FINAL IMPORTA ¿Ya vives con los lamentos?

225

R E C O N O C IM IE N T O S . . . .

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N O T A S .........................................

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CLARIDAD EL FINAL

TU CAPÍTOL

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La mayoría de la gente tarda mucho tiempo en llegar a la muerte. (Esta no es manera de comenzar un libro, me dices). Aun así, piénsalo. Existen esos pocos a los que les sucede de repente. Accidentes. Ataques al corazón. Tiroteos entre bandas. Un jabonoso desliz en el borde del baño. Sin embargo, en cuanto a ti, es probable que al final de tu vida mueras en la cama. Esperando. Y mientras esperas, es muy probable que tengas días, semanas y hasta años para pensar, para mirar atrás a tu vida. (Véase la cama en la página contigua). Imagínate ahí, tumbado en la cama y reflexio­ nando. Volviendo a leer hasta el final los capítulos de la historia de tu vida. ¿Q uésignificado tuvo mi vida^ ¿En realidad im porté algo? . ¿Para qué viví? ¿Quién m e recordara? ¿Qué dirán sobre m í cuando me vaya? ¿Por q u éfiíe importante que existiera? Muchísimas preguntas. Muchísimo tiempo. ¿Estarás ahí tumbado sin lamentarte de nada? ¿Lamentándote de algo? ¿Nada excepto lamentos? Imagina. O no. Quiero decir que quizá tengas tiempo para pensarlo cuando estés en esa cama. Por lo tanto, solo podrías esperar. (Millones de personas lo hacen). Ver lo que llega. Esperar hasta las páginas finales de la his­ toria de tu vida para ver cómo la relatan entonces. Con todo, no hay modo de terminar la historia " de tu vida. He aquí una cosa más para pensar: Las decisiones que tomas en el presente forman en realidad la cama en que yacerás mientras esperas la muerte. Lo cual es la razón de escribir este libro. Para ayu­ darte a ver tu vida de manera diferente, para verla del modo en que la vio tu Creador antes de que tú nacieras. Y para vivirla con propósito y pasión. A partir de ahora. G R o E S C H E L

DESESPERADO PO R LA VISIÓN Voy a decirte un secreto. De ahora en adelante, hasta el final del libro, me las arreglo sobre la marcha. Sí, leiste bien. Estoy creando a medida que avanzo. No tuve tiempo para meditar en nada a excepción de las primeras páginas (gracias por leer hasta aquí), y los editores necesitaban el libro enseguida. A pesar de eso, quédate conmigo. Sigue leyendo. Si por accidente digo algo bueno, lo descubrirás. Y ahora otro secreto: ¿Qué acabo de decir? Estaba bromeando. Esa no es manera de escribir un libro. Entonces, ¿qué si hubiera escrito este libro sin ninguna precaución ni preparación? Si lo hubiera hecho, tú te estuvieras quejando por haber desper­ diciado el dinero gastado en comprarlo y tu valioso tiempo. Yo no pensaría en escribir este ni ningún otro libro sin preparación, y tampoco lo harías tú. Sin embargo, la mayor y demasiada real tragedia es que muchas perso­ nas de mi generación pasan por la vida sin una visión, una gran idea, un plan para su vida. He descubierto que si le preguntas a la gente: «¿Cuál es tu visión en la vida?», obtendrás respuestas como: «Quiero ser rico». «Quiero ser famoso». «¡Quiero comer todo lo que quiera y no engordar!» (Hubo alguien que en verdad me dijo eso). Aun así, esas no son visiones ni grandes ideas para una vida. Son sustitu­ tos de lo verdadero. Son relucientes variables. Son excusas para permitirnos continuar vagando. En su mayoría, las personas solo pasan a tropezones y con poco entu­ siasmo por la vida esperando que el mañana sea mejor que el presente. Ningún plan. Ningún sueño. Para casi todos, solo existen. Esperan un respiro. Solo siguen pasando las páginas de la historia de su vida, una tras, otra, hasta que llegan al capítulo final.

Y entonces... llega el momento de irse a la cama. La muerte es un tema sobre el cual a la mayoría de las personas no le gusta pensar. Como pastor, paso mucho tiempo ayudando a personas a tratar ese asunto. Enfermedades que amenazan la vida. Accidentes repentinos. Funerales. Familias afligidas. 14

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C H A 1 o W N

Después de una muerte, siempre le pido a la familia que me diga lo que fue bueno en la vida del fallecido. Las respuestas son muy reveladoras. Algunas familias comienzan a hablar y no pueden detenerse. Lloran y ríen, relatando una historia tras otra de una persona que influyó en sus vidas o que dio a su mundo significado y esperanza. Celebran un legado. Para ellos, la persona que ahora está muerta sigue viviendo como una brillante luz, un ejemplo inolvi­ dable. Un héroe. Un regalo. Otras familias se quedan en un incómodo silencio. Parece que cada uno contiene el aliento. Miran al piso. Sé lo que hacen: intentan pensar en algo honorable y bueno que decir. Comentan sobre el dolor, dando explicación a los fracasos. A veces comienzan a hablar, pero... Detesto esos silencios. Cada historia de una vida, lo bueno y lo no tan bueno, refuerza un principio central:

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ENSAMIENTO CLAVE

M í^jcUcíA^ de. mi cfe4^emc¿&ki

la. iUáxj. áÍH.

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Todas las personas terminan en alguna parle; pero pocas personas terminan en alguna parte a propósito'.

Una creación admirable La gran noticia es que cualquiera puede descubrir una significativa dirección en la vida. Todos pueden terminar en alguna parte a propósito. No solo los que son talen­ tosos o afortunados de manera notable. Tú. Yo. Todos. La Biblia aclara que nos diseñaron desde el comienzo a fin de que viviéramos para una razón única. Para un sueño. Una gran idea. Una misión personal. Por eso a ti y a mí nos crearon a imagen de un Dios previsor y con propósito. En Isaías 46:10, Él dijó: «Yo anuncio el fin ^esde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo».

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En otras palabras, antes de que Dios comience algo, Él está seguro del resultado. Y el mapa de historia de Dios incluye un plan úni para tu vida. En el Salmo 139:13-16, David escribió: Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. '^bi^á^4ií^Uam2.

¡Te alabo porque SOJf Ulltl CreaCÍÓII

aoi(M A o(m

admirable!

f¡AOf2Ó¿4¿a,

¡Tus obras son m aravillosas, y esto lo sé muy bien!

Í e K ¿ e 4 id a e íp n a ld iü ó ia .

Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido. Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. ¿Captaste la increíble verdad de esas líneas? Dios te creó con una tarea divina en mente. Antes de que nacieras. Dios te conocía. Y sabía lo que Él quería que fuese tu vida. Por eso Dios nos llama a vivir con propósito, teniendo el fin a la vista. Y lo que es más. Él nos invita a buscarlo de modo que sepamos cuál es su plan perfecto para nuestras vidas. Entonces, con ese plan en mente, podemos alcanzar su sueño y nuestros mayores sueños. Cual­ quier cosa menor que esa es un error, una mentira y un plagio. Desde luego, vivir tu propósito personal, alcanzar el sueño que Dios te ha dado... todo eso parece bueno. Aun así, la vida sucede. Las facturas se amontonan. Los problemas presionan. Nos bombardean cada día con cientos de mensajes de los medios de comunicación que nos dicen que lo que necesitamos hacer en realidad, lo

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que cambiaría nuestras vidas, es comprar un nuevo vehículo. O ir al centro comercial. O beber cerveza. Y hablamos sobre propósito... Si no tenemos cuidado, podemos quedarnos penosamente atrás, tratan­ do de seguir el paso con frenesí, tratando de lograr... nada en lo absoluto. Sin embargo, no tiene por qué ser de esa manera.

Creados para esto Apuesto a que tienes una vida ajetreada. La mía también lo está. Para mí, criar a seis hijos pequeños es lo bastante desafiante. Añadamos a eso la tarea de dirigir una iglesia grande con múltiples campus, y a menudo no sé si voy o vengo. Mis amigos me preguntan: «Craig, ¿cómo lo haces todo? ¿No tienes miedo a quemarte?». Lo que de verdad quieren decir es: ^Estds seguro de que no vas rumbo a la consulta del psiquiatra? Puedo decir con toda sinceridad que mi trabajo y mi familia nunca son cargas. A veces me canso; pero no estoy siquiera cerca de llegar a quemarme. ¿Por qué? Porque Dios me creó para hacer esto, y no tengo duda alguna. Me diseñaron para esto. Esta es la visión que Dios puso en mí. Y cuando Dios te da su visión, Él también te da la capacidad de llevarla a cabo. Cuando vives la visión de Dios para tu vida, te levantas de la cama con entusiasmo. Cuando alguien te pregunta si te gusta lo que haces, tú gritas: «¡Me encanta!». Entonces, Craigy podrías preguntar, ¿me dará Dios una visión? Con toda seguridad. Estoy seguro de ello. Es más, la Biblia nos dice que la visión es crítica para nuestra supervivencia misma:

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ENSAMIENTO CLAVE

«Donde no hay visión, el pueblo se extravía» (Proverbios 29:18)

Esta es la afirmación más importante de la Escritura que citaré en este libro. Es tan importante, en realidad, que es la fiiente del título del libro.

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Sin Cha^;pwn La palabra «visión» viene de la palabra hebrea chazotun (transliteración del hebreo al inglés que se pronuncia kazóri). No hay que confundirla con calzón (ropa interior). Chazotun comienza con una letra que no existe en inglés. No se trata del sonido de la ch, como en chimenea. La pronuncias al hacer un sonido de tos seca del fondo de tu garganta, mientras toses y estás a punto de escupir. Haz la prueba. Di ka-zón. Y de nuevo. Cha-zown. Pues bien, lo lograrás mejor con la práctica. (Dicho sea de paso, quizá necesites secar la página antes de continuar). A pesar de eso, más importante que la pronunciación de la palabra es su significado. Significa «sueño» o «revela­ ción» o «visión». Notarás que Chazown a menudo Gko/p^ou^ se representa en este libro con una espiral o remolino. Representa la energía, el enfi)que y la creatividad que se liberan cuando persigues tu visión personal. Cha-ZOWN. Donde no hay Chazown (ningún sueño, ninguna revelación, ninguna visión ni sentido de nuestro propósito creado), nos extraviamos. Cuando no hay visión de que te crearon para tener una relación creciente y personal con tu Creador, tu ser interior se marchita y muere. Donde no hay visión de que te pusieron en esta tierra para tener una profiinda importancia para otras personas, y revelar el amor y el poder de Dios hacia ellas, vives en soledad y se extravían tus relaciones. Cuando no hay visión de una familia piadosa, tienes un cincuenta por ciento de las probabilidades de terminar en divorcio. Donde no hay visión de que tu cuerpo es el templo del Espíritu de Dios, propiedad tomada prestada de Él, se te escapa tu salud física. Se desvanece tu efiisividad. Donde no hay visión de un estilo de vida sano en lo económico, puedes vivir en el país más rico de la tierra y seguir ahogado por las deudas. Donde no hay visión de un trabajo significativo, la gente vive para que lleguen las cinco de la tarde. A decir verdad, se limitan a existir. Su meta es sobrevivir: pagar facturas, seguir casados, mantener a los hijos fiiera de la cárcel... Sin embargo, a ti y a mí nos crearon para mucho más...

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Una sola Cha^wn Imagina a un hombre con un sueño. :

que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: «Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos bs hombres son creados iguales». Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgiay los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la herm andad [...] Sueño que mis cuatro hijitos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados p o r el color de su piely sino p or b s rasgos de su personalidad. Hoy tengo un sueño [...] Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escar­ pados serán nivelados y bs torcidos serán enderezados, y la gloria del Señor será revelada, y se unirá todo el género humano [...] Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espi­ ritual negro: «¡Libres a lfin ! ¡Libres al fin ! Gracias al Dios Todopoderoso, ¡somos libres al fin!». Dr. Martin Luther King, hijo

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(XimUanda e l m undo-am i d e á fu é á ^ d e tu m u en te?

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C H A Z O WN

Imagina. Tres décadas después de su muerte, el sueño del Dr. King (en aquel momento solo era eso) sigue impactando vidas. Su sueño continúa cambiando el modo en que nos vemos los unos a los otros, con quién nos sentamos a comer, lo que esperamos, aquello por lo que estamos dispuestos a morir. Un hombre con un sueño dado por Dios. ¿Y si Dios te diera un sueño así, un Chazown así? ¿Y si tu vida continuara cambiando el mundo aun des­ pués de tu muerte? Imagina un hombre. Dios que llega a la tierra, con un sueño. Dos mil años después de la muerte y resu­ rrección de Jesús el mundo sigue dando vueltas a causa de la conmoción de la gracia. Seguimos tambaleándonos ante el don de la vida eterna, del perdón absoluto, de la salvación: no merecidos, no pedidos, no pagados, dados de forma gratuita. Lo que Jesús logró al vivir la visión del Padre para su vida va más allá de las palabras. Y con todo tan sencillo, tan claro a la perfección. Escucha lo que Jesús mismo dijo acerca de su pro­ pósito: «Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas \^\\^).Nomedistraigan con ninguna otra cosa. «Nadie me la arrebata [mi vida], sino que yo la entrego por mi propia voluntad [...] Este es el manda­ miento que recibí de mi Padre» (Juan 10:18). Él y solo Él, determina m i misión en la vida. «Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Juan 10:10). M i propósito está claro como el agua. Tendrías que estar de acuerdo: Jesús entendía la Chazown de Dios, por la cual le enviaron a Él. Podría haber tirado la toalla en cualquier momento. Todos los demás lo hubieran hecho. Sin embargo. Él nunca se desvió. Nunca se volvió atrás. Nunca. Imagina. Un discípulo con un sueño. El apóstol Pablo no era el Hijo de Dios. No era perfecto (creo que ni siquiera era agradable en algunas ocasiones). Con todo, tenía el mismo tipo de claridad en cuanto a su misión.

«Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha enco­ mendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (Hechos 20:24). Imagina un discípulo. Imagínate a ti. ¿Cuál es tu misión en esta tierra? ¿Para qué te diseñó Dios de manera única? Cuando obtienes una visión de lo que Dios tiene en mente para tu vida, cambian las cosas. Y mucho.

Cuatro regalos Lo primero que sucederá es que la visión que Dios te dé traerá enfoque a tu vida. Sabrás con exactitud para qué estás aquí. Cuando comienzas a entender lo que tienes que hacer, puedes discernir mejor lo que no debes hacer. Y esto es importante, porque otras personas también tienen planes para tu vida. Soy incapaz de contar el número de buenas oportunidades e invitaciones que recibo de diferentes personas; pero las buenas oportunidades no deberían ser distracciones de lo m ejor y lo estupendo. Y debido al enfoque de mi visión, digo una y otra vez con respeto: «Lo siento. Sencillamente no hago eso porque no está en línea con la visión que me ha dado Dios». Lo mismo es cierto para ti. Cada día tendrás muchas oportunidades de que te distraigan con cosas «buenas». La Chazown te da la capacidad de decir no a las cosas buenas y decir sí a las cosas estupendas. Con la Chazown también viene la resistencia. Es seguro que el plan de Dios incluirá algunos momentos difíciles. Jesús nos aseguró: «En este mundo afrontarán aflicciones» (Juan 16:33). Mi esposa, Amy, ha dado a luz a seis hijos, y varios de esos embarazos requirieron reposo prolongado. Y cada vez me sorprendo de que ella pueda resistirlo. No conozco a ninguna mujer que piense: M e gustaría engordar veinte kilos. Las partes de mi cuerpo no son lo bastante grandes y asi que hagamos que lo sean. Y de seguro quiero tener venas varicosas y muchos gases. Yy al fin a l ¡quiero saber cómo se siente uno al empujar un melón por una manguera dejardín! Entonces, cuando le pr^unto a Amy cómo puede hacerlo, me responde: «Craig, es la imagpn que tengo de sostener a ese pequeño bebé cuando termine todo». Con la Chazown llega la paz. ¿A cuántas personas conoces atormentadas por la ansiedad sobre su identidad, su propósito o su significado? Con visión, cuando te despiertas en la mañana sabes quién eres y por qué estás aquí. Hace varios meses iba a oficiar una ceremonia nupcial para unos amigos. Su boda sería en una casa en la que nunca había estado, y aunque Amy y yo G R o E S C H E L

salimos con tiempo suficiente, cuando estábamos en mitad del camino nos dimos cuenta que había dejado el mapa en casa. Debido a que la ceremonia debía empezar en breve, todos habían apagado sus teléfonos celulares, y yo no tenía manera de comunicarme con alguien, ni tampoco un mapa para encontrar el camino hacia la casa. Estaba perdido. Ah, ¿mencioné que mi nivel de ansiedad estaba estabilizado en el diez? El mapa adecuado me habría producido una completa paz. Lo mismo es cierto para ti.¿¿^TrE?'‘l¿;iiiLM^ _ _ Sabrás que realizas los giros adecuados en la vida en los momentos oportunos a fin de terminar en el destino deseado. (En cuanto a la boda, al fin llegamos hasta la casa por accidente, muy tarde y muy avergonzados. A tiempo, sin embargo, para declararlos marido y mujer. Al menos ellos tendrán una buena historia que contarles a sus hijos). Por último, con la Chazown llega la pasión. Muéstrame una persona sin motivación en la vida, y yo te mostraré una persona sin visión. Siempre es así. Todas las personas grandes están llenas de una gran pasión. Hace años, varios ministros británicos preguntaron al famoso evangelista del siglo XIX, D.L. Moody, por qué su ministerio era tan eficaz. Esa fije una pregunta justa, pues a Moody le habrían considerado, en el mejor de los casos, de una educación deficiente. Moody llevó a los ministros a la ventana de su hotel y les pidió a los hombres que le dijeran lo que veían. Al mirar al parque de la ciudad, coinci­ dieron en que veían personas. Personas en un parque. Con lágrimas en sus ojos, el gran evangelista dijo: «Sin embargo, yo veo incontables almas que un día pasarán la eternidad en el infierno si no encuentran a su Salvador»^ Este hombre tenía la visión de hablarle al mundo acerca de Cristo. Su visión dio como resultado una pasión imparable. Y tú has sido bendecido con una Chazown que puede hacer lo mism por ti. Es una manera diferente de ver tu vida.

las páginas siguientes En las páginas siguientes creo que encontrarás una experiencia de lectura poco común. (Cuando nos referimos a la vida de un ser humano y lo que vale en realidad, la palabra «común» sería inexcusable). Comenzaremos con el final en mente: escribiendo tu epitafio.

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Después veremos algunos sorprendentes estu­ dios de casos de personas con visión en la Biblia. Luego buscaremos tu visión en tres esferas críticas y muy reveladoras de tu vida. Esas esferas, las cuales representa­ remos como círculos, son como pruebas Rorsdiadi personales: los miras el tiempo suficiente y con la suficiente oración, y te mos­ trarán importantes pistas en cuanto al destino que Dios tiene para ti. Desde ahí, te ayudaré no solo a encontrar tu propia Chazown, sino también a escribiila. Y no solo la esencia de tu Chazown, sino tam­ bién lo que necesitarás lograr para hacerla realidad. Cuando hayas terminado, hasta sabrás lo siguiente que tienes que hacer para que las cosas comiencen.

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La última parte del libro te ayudará a tener éxito donde fallan muchos soñadores talentosos y motivados: en las disciplinas personales, los pequeños chazowns con «c minúscula», que son esenciales por completo para una vida plena, que honre a Dios y que sea grati­ ficante. En varios puntos durante la discusión, l6 dírígífÓn al diario dei sitio Web de Cliazown. Utilízalo para escribir lo que descubras y lo que estés meditando, y para trazar tus planes, con la ayuda de Dios, para un nuevo tipo de vida. Y no olvides visitar www.chazown.com a fin de que bajes páginas de cada apunte de la sección «Tú eres el autor» en este libro, y para conseguir muchos otros recursos que enriquecerán tu experiencia de apren­ dizaje.

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a á íd e h 4 4 e m :

Si lees este libro con sinceridad, humildad y ora­ ción, te prometo que tu vida cambiará de manera extraordinaria para mejor. Eso es lo que Dios quiere para ti. Él espera con entusiasmo que experimentes la increíble visión que tiene para ti. 6 R o E S C H E 1

Créeme: la visión de Él para tu vida es mayor y mejor de lo que tú hayas tenido la valentía de incluso esperar. Tu Dios es así de bueno. Así de fuerte. Y Él te ama así.

«Moléstanos^ Señor...»

¿Í!^¿táá^di¿^p4^jeóh

Sir Francis Drake en una ocasión hizo una oración que después la citó un ministro llamado Jeanie Curryer en una de sus cartas de oración. Esta oración ha cambiado mi vida. Decía: «Moléstanos, Señor, cuando estemos demasiado satisfechos con nosotros mismos. Cuando nuestros sueños se hayan hecho realidad porque soñamos dema­ siado poco. Cuando lleguemos sanos y salvos porque navegamos demasiado cerca de la orilla. Moléstanos, S eñ o r» ^

am á44£^icpi ta ^ cyicundeA^

có m o ^ fm h á n ixKyioAÁe?

¿Estás dispuesto a permitir que Dios te moleste con sueños tan grandes que no sepas cómo podrán lograrse? ¿Con una visión que solo pueda hacerse reali­ dad si es Él el que la lleva a cabo? Eso es lo que lograrás si participas en este viaje. Si buscas la única y singular misión en la vida que Dios tiene para ti. No te prometeré que el camino será fácil y llano. Con todo, te prometo que hoy puedes comenzar a vivir con la visión del cumplimiento. Te despertarás cada día con propósito y pasión, motivado de manera nueva para cumplir tu destino. Ya basta de vagar. Ya basta de vacío. Ya basta de búsqueda.

Dirás: «Por eso es que me crearon. Este es el signi­ ficado de mi existencia». Y Dios sonreirá.

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Toma unos momentos y escribe tu capítulo final, la manera en que quieres que sea. Y a medida que lo hagas, piensa en tu vida desde ese punto en adelante. Olvida el pasado, porque no puedes cambiarlo. Durante esos días finales, ¿cómo quieres poder terminar las siguientes frases? T u e p ita fio :

• Lo que tuvo más importancia para mí fue... • La gente dice que yo representé... • Me distinguí en mi mundo mediante... , • Dios se glorificó porque yo.., i' • Las personas sabían que las amaba porque yo.. ,,

• La razón por la que espero que Dios me diga ; « jhiciste bien!» es...

escribir iuS reSpueSiaSj e/) fitn obtener iuS propias p4^in¿;S (?>e¡ o>i¿irio y oiroS reCurSoS.

TR.AZA UN C RCULO EN rO R .N O ffL A .VER.DAD Í% T >

Deseit propi

CÓM O d e s c u b f . es t u VISIÓN PERSONAL

Muchas personas tienen ideas estrechas sobre la manera en que Dios comu­ nica la visión. Algunos esperan verla escrita, con letras bien grandes, en alguna pared en algún lugar. Quizá en una cartelera al lado de la carretera. Otros esperan una voz audible que diga: «Esta es mi visión para tu vida» (¿Oyes el eco?) Y para esos que prefieren la versión Reina-Valera de 1909, la voz diría «Oíd al Señor vuestro Dios, que su boca os habla». Sí, Dios utilizó cada uno de esos métodos, pero no con todo el mundo. Recuerda que Dios habla de distintas maneras a distintas personas. Examine­ mos tres ejemplos en la Biblia. Dios le dio a José su Chazown mediante un sueño. Al día siguiente, José les contó a sus hermanos lo que soñó: «Resulta que estábamos todos nosotros en el campo atando gavillas. De pronto, mi gavilla se levantó y quedó ergui­ da, mientras que las de ustedes se juntaron alrededor de la mía y le hicieron reverencias» (Génesis 37:7). José tuvo una visión o un sueño de que el plan de Dios era convertirlo en un gran líder. Y Dios lo hizo. Moisés, por otra parte, recibió su visión por medio de la voz audible de Dios, que venía de una zarza ardiente (véase Éxodo 3). Cuando Moisés se postró en la presencia de Dios, el Señor le reveló el propósito de su vida: res­ catar a los israelitas de Egipto, guiarlos y comunicar la Palabra de Dios a la humanidad. Y Moisés lo hizo. ¿Cómo recibió Nehemías una Chazown de Dios? Al final de los setenta años de exilio de Israel, obtuvo permiso para regresar a Jerusalén y descubrió su visión cuando miró los muros destruidos de la ciudad, y se preguntó: «¿Por qué alguien no hace algo con respecto a estos muros?». (Véase Nehe­ mías 2:11-17). Su visión llegó a causa de una carga, algo que le molestaba, algo que no era de la manera que debía ser. Y Nehemías dedicó su vida a resolver el problema. Cada uno de esos hombres percibió el plan de Dios en su propia y sin­ gular manera. Y cada uno siguió la Chazown de Dios. Por eso sus vidas se dis­ tinguieron en gran medida. ¿Cómo podría Dios mostrarte su Chazown para ti? ¿De cualquier manera y en cualquier momento en que Él quiera? 28

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El Dr. Dennos Dunham, que es un buen amigo mío, es un reclutador internacional para una universi­ dad privada. Aunque tiene mucho éxito en su carrera, el Dr. Dunham expresó que había algo que faltaba en su vida. Dios le dio una Chazown. Durante uno de sus viajes de negocios interna­ cionales, el Dr. Dunham visitó un orfanato muy pobre en Togo, África. Lo que experimentó le cambió su vida para siempre. El Dr. Dunham descubrió su Chazown. Dios iba a usarlo para ayudar a transformar aquel orfanato: no solo para alimentar a los niños, sino también para educar a cada uno de ellos y darles una oportunidad de vivir que de otro modo habría sido inalcanzable. Después de dieciocho meses de trabajo entre bas­ tidores, el Dr. Dunham despertó suficiente concien­ cia e interés para ayudar a construir un orfanato, for­ mar a personas de Togo para dirigir un próspero nego­ cio y alimentar a niños que, de lo contrario, hubieran muerto de hambre. Los niños en Togo saben del esta­ dounidense que ha trabajado para cambiar sus vidas. El Dr. Dunham les dice que lo hace porque Jesús les ama. ¡Dice que esa es su razón para vivir! Búscale a Él. Al igual que a José, Moisés y al Dr. Dunham, Él te dará una Chazown. Y no una cual­ quiera, sino una confeccionada de manera específica para ti. Entonces sabrás cómo puedes impactar al mundo.

dedi¿ünta¿. a (íiA ÍUdaé^ 'peAAxmaA^.

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LA UNIVERSIDAD DE CHX z OW N A medida que Dios te da una visión, Él hará tam­ bién otras dos cosas. En primer lugar, comenzará a obrar en ti. «Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad» (Filipenses 2:13, énfasis del autor). Mira la vida de José. Un paso hacia delante. Dos pasos hacia atrás. Primero, Dios le dio una visión para el liderazgo. Un sueño milagroso. Lo siguiente que sabes es que sus hermanos celosos lo golpean, lo lanzan a un pozo, lue­ go lo venden como esclavo. Sin ninguna duda que él clamaba: Dios, ¿qué estás haciendo^ Más adelante José consiguió un magnífico trabajo: estaba a cargo de la mansión de uno de los «peces gor­ dos» del gobierno de Egipto. Pero aunque era del todo fiel, lo acusaron falsamente de violación, lo abofetea­ ron y lo enviaron a la cárcel. Una vez más, José debió de haberse lamentado: Diosy ¿en qué estás pensando^ ¿Te has sentido alguna vez de ese modo? Justo cuando creías que ibas por el buen camino... ¡bum! Una adversidad mayor. Aun así, Dios estaba obrando en José hacia un fin concreto. Envió a José a la UC (la Universidad de la Cárcel), donde tuvo que aprender algo que no se ofrecía en ningún otro plan de estudios'^. A menudo, Dios obra de esa manera. Te envía donde tú no quieres ir a aprender lo que creías que ya sabías. A mí también me ha tocado pasar tiempo en la UH: la Universidad de la Humildad. Uno de estos días espero graduarme. Entré en la UH cuando tenía veintitantos años y servía como pastor adjunto. Estaba agradecido de estar en el ministerio, pero tenía una ardiente visión de comenzar

un tipo de iglesia diferente. Al igual que José, me hice la misma pregunta: DioSy ¿por qué no puedo comenz,ar mi propio ministerio en este momento? Pensa­ ba que mi vida estaba en espera. Sin embargo, yo estaba en la escuela. DÍOS SUbÍQ C|U6 nGCGSÍtClbCI pOSCIf por la clase básica de Humildad»

Una semana, mi pastor principal me pidió que dirigiera la Comunión el domingo mientras él iba a estar fuera de la ciudad. ¡Alfin!, gritó mi orgullo. ¡Mi oportunidad de brillar! Esa mañana dominical me puse de pie ante toda la congregación. Orgu­ lloso de mi mejor traje y corbata, tomé con solemnidad el pan en mis manos y recité: «Este es mi cuerpo partido por ustedes», y luego dije: «Tomen y coman el cuerpo de Cristo». Todos los ojos estaban fijos en mí mientras yo guiaba con el ejemplo, poniendo un pedazo de pan en mi boca. Fue lamentable, pero el pedazo resultó ser demasiado grande. Intenté tragarlo con refinamiento, pero comencé a atragantarme. Luego a tener arcadas. No habría sido tan embarazoso si mi micrófono no hubiera captado cada una de mis desagradables arcadas. Todos en la congregación me obser­ vaban mientras trataba de no regurgitar el cuerpo de Cristo. Solo con un líquido al alcance de mi mano, agarré en verdad la copa de la Comunión y bebí para tragarme el pan, dando un nuevo significado a la frase «salvo por la sangre». Aún tenía muchas cosas que aprender. Cuando Dios te da una visión. Él comenzará a obrar en ti. Y seguirá obrando en ti hasta que aprendas sus lecciones.

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DÍA DE GRADUACIÓN La segunda cosa que Dios hará cuando te dé una visión es obrar p o r medio de ti para cumplir la visión. Es ahí donde comienza la diversión. El día de graduación en la UC, José no sabía que acababa de obtener su maestría. Pensó que era otro día para seguir mirando con fijeza las paredes. Mientras tanto, allá en el palacio, el faraón le decía a su jefe de los coperos: «He estado teniendo estos sueños, y no sé lo que significan». Ahora bien, sucedió que la alma máter del jefe de los coperos era también la UC, y él había estado justo al lado de José en una de sus clases. Dios había ayudado a José a interpretar uno de los sueños del copero, ¡y la predicción resultó cumplirse! Por lo tanto, el copero le dijo al faraón: «Conozco al hombre que puede ayudar». De repente, sacaron a José de la cárcel, lo bañaron y lo llevaron a presen­ tarse delante del faraón. Dios le ayudó a interpretar los sueños, ¡y a José le dieron el puesto como segunda persona a cargo de todo el imperio! Es más. Dios le utilizó para salvar miles y miles de vidas. ¡Imagina eso! Lo que menos deseaba José, era lo que más necesitaba. Solo entonces comenzaron los resultados fenomenales. A medida que se desarrollaban los acontecimientos, los hermanos de José terminaron presentándose ante él, diciendo: «Lo sentimos. Lo sentimos. Lo sentimos». Sin embargo, José respondió: «Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente» (Génesis 50:20). José fiie capaz de mirar atrás y ver que la obra de Dios en él tenía que lle­ varse a cabo antes de que Dios pudiera obrar p o r medio de él y cumplir su v lsló n ^

A menudo, los contratiempos son planes para que Dios actúe. Cuando buscas a Dios y te da su Chazown, también comenzará a obrar en ti, a fin de que estés preparado cuando llegue el momento de que Él obre p or medio de ti. Dios puede mostrarte su Chazown y llevarla a la realidad en tu vida en cualquier manera y en cualquier momento en que le plazca. Después de todo, ¡Él es un Dios increíble! 32

¿Pero la respuesta más larga? La respuesta a la pre­ gunta: ¿Pero qué puedo hacer de manera activa y en ora­ ción para buscar y encontrar la Chazown de Dios para mi vida? Eso es lo que examinaremos en la siguiente sección de este libro. Recomiendo una sencilla perspectiva que ha demos­ trado ser útil en miles de vidas, incluyendo la mía. Comienza tu búsqueda mirando con atención tres esferas de tu vida. Esas esferas revelan mucho sobre tu verdadero yo y el destino que Dios tenía en mente cuando te creó. Para nuestros propósitos, las llamaremos

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los tres círculos.

2>¿(kí^ cudúe^.

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P R I M E R

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DA EN EL BLANCO ADECUADO ¿Viste los Juegos Olímpicos de verano de 2004? Si fue así, quizá viste a un atleta estadounidense llamado Matthew Emmons. Estaba muy bien encami­ nado para alcanzar la medalla de oro en rifle tres posiciones cincuenta metros. Emmons estaba listo para su disparo final. Se encontraba tan por delante de los otros competidores que lo único que tenía que hacer era enviar una bala a cualquier lugar dentro del círculo interior del blanco. Eso le daría la medalla de oro. Se preparó de manera mental. Contuvo la respiración. Apuntó. Entonces disparó. La bala atravesó justo el blanco. Con todo, se quedó sorprendido cuando no sonó el tono que indicaba diana. Emmons entonces comprendió que disparó en la diana equivocada. De la primera posición, y de una medalla de oro casi garantizada, cayó hasta la octava posición. El disparo adecuado dio en la diana indebida. Un día tú estarás delante de un Juez mayor que cualquier otro que ofi­ ciara jamás en unos Juegos Olímpicos. ¿Qué le dirás si Él te dice que, en tu vida, diste al blanco equivocado? Es probable, sin embargo, que lo notaras... no ponemos mucha aten­ ción a las pequeñas decisiones cotidianas: con quién hablamos, cómo pasa­ mos nuestro tiempo libre, qué merece un duro trabajo, qué necesidades se deben dejar. Si esas pequeñas «balas» de vida se apuntan momento a momen­ to a los blancos indebidos, no nos preocupamos demasiado. Lo cierto es que quizá no estemos apuntando a nada, sino solo pasando el día. Aun así, haz un alto y piensa. ¿Qué es una vida? Es toda una montaña de años, y días, y minutos ocupados con balas de momento a momento apunta­ das... hacia alguna parte. ¿Qué sucede cuando un tiempo suficiente se ocupa con pequeñas deci­ siones mal dirigidas? Antes de darte cuenta, vino una vida y se va, y te quedas sorprendido al descubrir que erraste el blanco por completo. ¿Cómo guías esas pequeñas decisiones de tal modo que al final formen una vida que va con firmeza hacia el blanco? En cualquier caso, ¿cómo sabes lo que dirige tus decisiones cada momento, ya seas consciente de ello o no? G R o E S C H E L

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Necesitas entender el primero de los tres círculos que por fin te señalan hacia tu Chazown: los valores centrales. Pe n s a m i e n t o

clave

Lo que atesoras en tu núcleo central es aquello a lo que apuntas con tu vida.

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a m o w i.

í!^<>c/piicjcui. el en adc^ uie/ ied'tuó^ pA4j&Aidcule¿^ p£AA<m aieó^.

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Cuando Dios te creó, plantó en tu corazón ciertas cosas que valoras de manera profunda. Están integradas en tu corazón. Son los valores que, si tuvieras que seguir el sendero que Dios tiene para ti, se convertirían en las fuerzas impulsoras de tu vida. Son las cosas por las que estarías dispuesto a morir. Explican el modo en que adquieres tus prioridades personales. Llamemos a esas cosas valores centrales. Algunos valores centrales comunes vienen a la mente: la necesidad de seguridad, un amor por la aven­ tura, lealtad al hogar y la familia, una pasión por la jus­ ticia y el juego limpio, placer en cuidar a otros. Sean cuales sean, tus valores centrales son para ti como la perla para el comerciante en la historia de dos oraciones de Jesús: «También se parece el reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas finas. Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró» (Mateo 13:45-46). Ese hombre había pasado su vida como comer­ ciante de perlas. Y había visto las más exquisitas. O al menos eso creía. Un día se ocupaba de su negocio como de costumbre, cuando un buzo de perlas lo llamó aparte y le susurró: —Tengo la perla más exquisita del mundo. El comerciante sonrió y pensó: Eso es lo que dicen todos. —Muy bien, hijo, veamos lo que tienes —le dijo al buzo. Este miró alrededor, y entonces llevó al comer­ ciante un poco más lejos, entre las sombras de un edificio cercano. Con lentitud, sacó un pequeño pañuelo. Abrió

doblez tras doblez, hasta que brillando delante del comerciante, por supues­ to, ¡estaba la perla más exquisita del mundo! Se quedó sin aliento. De repente, ninguna otra cosa que poseía tenía importancia comparada con esa brillante esfera blanca. —No se la enseñes a nadie. Volveré en tres días, listo para pagar el precio que pidas. El comerciante liquidó enseguida todas sus posesiones. Vendió su casa, sus muebles, sus ganados, su colección de tarjetas de béisbol y el resto de sus perlas. Entonces, a un gran costo, regresó y tomó posesión de una sola perla. Una sola. No obstante, valoraba esa perla por encima de todo lo demás. Y con su compra, obtuvo el mayor deseo de su corazón. Cuando estés en contacto con los valores centrales que te ha dado Dios, así es cómo pensarás y vivirás. Tus valores centrales acomodarán y dirigirán tus energías, tu tiempo, tus pensamientos. Si los pasas por alto, tarde o tem­ prano serás desgraciado. Si los identificas y vas tras ellos, liberarás tu potencial y te prepararás para el cumplimiento y el éxito. ¿Qué es lo más importante en tu vida? ¿Dónde te niegas a doblegarte? Tu respuesta es un valor central. Es un deseo o prioridad que te impulsa, quizá diferente al de todas las demás personas que conoces, y que Dios ha puesto dentro de ti para ayudarte a sabcr haeia dónde apuntar tu vida.

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EXTIENDE EL ESPECTR.O Di Supongamos que te ofreciera un empleo justo como el que tienes en este momento. Con todo, es en un estado al otro extremo del país. Y ganarías cien dólares más al mes: unos buenos mil doscientos dólares al año. ¿Lo aceptarías? Si no, permite que te endulce la oferta. ¿Qué te parecería mil dólares extra al mes? ¡Un aumento de doce mil dólares al año! ¿Qué te parece? De lo contrario, ¿qué si el aumento fuera de veinticinco mil dólares al año? Y si eso no te interesa, permite que aumente tu salario actual en cien m il dólares al año. ¿Lo aceptarías ahora? (Si estás pensando lograr algo más, olví­ dalo. Esta es mi oferta final). O Tu respuesta a esas preguntas proporciona perspectiva en cuanto a cuáles son tus valores centrales. A menos que detestes el lugar en el que estás hoy, es probable que decli­ nes la primera oferta. Cien dólares al mes no tienen posibilidad de alejarte de tus amigos y de las cosas que te interesan donde estás ahora. Si el potencial de ganar más dinero no capta tu atención, quizá se deba a que hay otra cosa que valoras más. M e encantan mis amigos que viven aquí, podrías pensar. Mifam ilia vive cerca. No podría imaginar dejarlos por ninguna cantidad de dinero. M i iglesia es increíble. Dios me está usando aquí. ¿Por qué iba a irme? Tal vez declines todas las ofertas porque te encanta tu hogar. O tus vecinos. O el clima. O el ministerio local con los pobres. O tu equipo de fútbol favo­ rito de la universidad. Diferentes personas tienen diferentes valores centrales. Diferentes prio­ ridades que impulsan su vida. Tomemos, por ejemplo, al rey David en el Antiguo Testamento. ¿Cuál podría haber sido un valor central para él? Pues bien, escribía poesía, como el Salmo 2 7 :4 : «Una sola cosa le pido al SEÑOR, y es lo único que persigo: habitar en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del S e ñ o r y recrearme en su templo». David valoraba muy alto la intim idad con Dios. 38

¿Y su hijo Salomón? Supongo que la sabiduría estaba en el primer lugar de su lista. Esto es algo que dijo: «Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia [...] No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá; ámala, y ella te cuidará. La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! P o r SObre tOdOS laS COSOS, Qdqoíere dísceroim iento» (Proverbios 4:5-7). ;Qué me dices de otras personas muy conocidas? La madre Teresa? Compasión p or los pobres. Billy Graham? Difusión del evangelio. Jane Goodall? Los chimpancés. John Madeen? Elfútbol. ¡Perry Masón? Atrapar a los malos. Bamey, el dinosaurio púrpura? Te quiero. Me quieres. Bueno, ya tienes una idea. ¿Qué valores te impulsan? ¿Qué prioridades te hacen rechazar otras ofertas muy atractivas porque sabes lo que es indispensable para ti?

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¿POR. QUÉ LO HACEN? ¿Alguna vez has observado cómo algunas personas hacen cosas que al resto de nosotros nos parecen muy poco comunes? No me refiero a cosas muy extrañas como agarrar serpientes o de hombres que llevan trajes de baño Speedos en la playa. Quiero dedr personas como las siguientes:

K en i acJi£4iÍaif, ocIíjc^ coAniAeioA^

e4^laA ^^iehaj^ laA ^líem^a

• el hombre de negocios que sirve desayunos a los pobres todos los sábados a las seis de la mañana y no es capaz de imaginar por qué todas las demás personas no están allí haciendo la misma cosa • la naturalista aficionada (mamá durante el día) que puede hablarte durante horas y horas sobre las capa­ cidades de adaptación de las salamandras con manchas amarillas

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• el ocupado adolescente que siega el césped de su vecina viuda cada semana, luego tiene tiempo para tomar el té con ella en el portal... y no se perdería por nada la experiencia • el jubilado que recopila y escribe una historia en dos tomos de Wide Spot, Wyoming, una población de cuarenta y dos habitantes ¿Por qué lo hacen? ¿Cómo pueden esas maravillo­ sas personas diferentes hacer con tal pasión y alegría algo que tú no podrías pagar a una persona «normal» para que lo hiciera? La respuesta es sencilla: ¡Lo valoran! Jerry y Annette son dos de esas personas. Un día, Jerry y su esposa Annette visitaron nuestra iglesia. Se enamoraron de lo que Dios estaba haciendo y se metieron de lleno en ello. Jerry tenía una exitosa carrera como gerente de distrito para la empresa Target. Su familia vivía un estilo de vida muy cómodo en una casa grande y bonita.

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Cuando invité a Jerry a fin de que orara en cuanto a unirse a nuestro per­ sonal, apenas consideró cuál podría ser su salario. Su familia oró en cuanto a esto. Creían que Dios los llamaba al ministerio a tiempo completo. Y dijeron que sí. Debido a que su salario como pastor era menor de una tercera parte de su salario en Target, esta familia de cinco miembros vendió su casa, y cons­ truimos una casa de dos habitaciones, de noventa y tres metros cuadrados como su nuevo hogar. ¿Por qué lo hicieron? Porque uno de sus valores impulsores es servir a otros, capacitados por otro valor: el sacrificio. Con todo, entiende esto: ellos definen el sacrificio como «renunciar a algo que quieres por algo que quieres más aun». Saben con exactitud para qué viven. Tengo otro buen amigo que es maravillosamente extraño. Se llama Ken, un compañero de cuarto en mis días de soltero. Ken valora el dar. Toda su vida refleja su valor central. Les da a los pobres. Les da a los ricos. No importa. A decir verdad, le encanta dar. En un torneo de tenis estatal en el instituto, Ken se sentía triste por los jugadores que terminaban en el tercer o cuarto puesto y no recibían trofeos. Por tanto, averiguó sus nombres y direcciones, les compró trofeos y los entregó personalmente en las casas de esos jugadores. En una ocasión Ken compró ochenta y ocho camisetas en las rebajas, las llevó a una zona pobre de la ciudad, y simplemente empezó a distribuirlas. Otra vez, Ken compró UI1 CCHHÍÓII d6 tOrOlljOS (sí> la carga de un camión). Escogió un barrio, puso una caja de toronjas en cada puerta de las casas y se fue. Esas cosas me parecen extrañas. ¿Por qué lo hizo? Ken valoraba el dar. ¿Qué es poco común en ti? ¿Qué es lo que valoras? Lo cual conduce a las preguntas prácticas: ¿Cómo descubres tus valores centrales?

Es posible que quieras comenzar por identificar algunos valores bíblicos que se aplican a todos (sí, hasta a las personas muy especiales como tú y yo). Honestidad, compasión, diligencia, paciencia, humildad; esas virtudes morales y muchas otras no son opcionales. Son el camino de Dios y conducen a lo mejor que Él tiene para cada persona. Para encontrar más sobre lo que la Biblia tiene que decir sobre estas virtudes universalmente reconocidas, lee el libro de Proverbios, el Sermón del Monte de Jesús o la epístola de Santiago. Y recuerda: los valores bíblicos no son adecuados porque estén en la Biblia; 6 R o E S C H E L

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están en la Biblia porque son adecuados, y buenos, y lo mejor... para cada persona. Y ahora pasemos a los valores centrales concretos que te definen a ti. Sugiero que ores primero y le pidas a Dios que te muestre cuáles son. Si no sabes qué orar, intenta algo como esto: Querido Dios, quiero desesperadamente honrarte con mi vida. Tú pusiste valores centrales en mi corazón para guiarm e hacia tu Chazown para m i vida. Revélame esos valores. Ydame elpoder para vivir por ellos. En el nombre de Jesús, amén.

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EL FACTOR IRA! DICHA A medida que busques en oración a fin de aclarar cuáles son tus valores, hazte dos preguntas que muchos otros buscadores de Chazown han hallado revela­ doras de una manera sorprendente:

Pregunta # i : ¿Q ué es lo que me provoca ira en realidad? No nos referimos a las molestias de tu mascota personal. Como cuando alguien que está cerca de ti en el cine habla durante toda la película. O cuando un conductor distraído deja encendido el intermitente durante más de cin­ cuenta kilómetros. Tampoco hablamos de molestias que desencadenan tus rabietas debido a asuntos de pecado en tu corazón. Más bien, ¿qué causa una injusta en tu interior? ¿Qué te hace estar enojado por causa de Dios? ¿Qué ofende tu sentido de justicia y de moralidad? Había un par de cosas que hicieron enojar a Jesús. En una ocasión entró en el templo de Jerusalén y encontró a un puñado de comerciantes que habían convertido ese lugar en un «imperio de adoración». No estaban inte­ resados en honrar a Dios; lo único que querían era sacar beneficio. Por lo tanto, Jesús hizo un látigo y los echó fuera de allí^. Uno de sus valores centrales, entonces, era la santidad de la adoración. En otra ocasión Él se hartó tanto de la hipocresía de los líderes religiosos judíos que los reprendió con mucha dureza. Si hubo alguna ocasión en que Jesús enronqueció a fuerza de gritar, fue aquella^. Así, otro de los valores centrales de Jesús era la integridad. Te diré una cosa que me enfurece. Detesto cuando los seguidores de Cristo se vuelven tan ensimismados que pensamos que la iglesia está aquí solo para nosotros. « ¿ Y y
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Pregunta # 2 ; ¿Q ué me causa dicha?

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No quiero dar a entender una euforia absurda e inducida por las drogas. Y quiero decir algo más que: «Sencilla­ mente me encanta el verano», o «¡Las películas antiguas me hacen taaan feliz!». Lo que quiero decir es esto: ¿Qué tipo de relación o de actividad te causa profundos sentimientos de signiñeado y satisfacción, y te impulsa felizmente a lograrla? «Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16). Dios sacrificó su mayor Tesoro por uno de sus valores cen­ trales: tú. Jesús reveló lo que le causaba un gran placer: pasar , , tiempo con los marginados, enseñar, jugar con los niños, - ' sorprender a los amigos, molestar a los fariseos... Puede que te encante ayudar a la gente. Entonces el servicio podría ser un valor central para ti. Si te alegras cuando las personas culpables obtie­ nen lo que se merecen, valoras la justicia (si te sientes mejor cuando no obtienen lo que se merecen, estás más motivado por la misericordia). Si te entusiasman los arreglos florales, es probable que la belleza sea uno de tus valores centrales. '■ no tienes ningún valor ■"central en absoluto. (Sólo bromeo). . ¿Qué te provoca ira? ¿Qué te causa dicha? Esos son los valores que te impulsan cada día de tu vida.

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valo r . es n o v e r if ic a d o s La integridad es uno de mis valores centrales. Al menos, eso es lo que he afir­ mado siempre. Durante semanas, mi esposa me había estado pidiendo que consiguiera un columpio de lo más moderno, de alta tecnología y que funcionara con pilas para nuestro bebé, Rebecca (o Becca, o Joy, o RJ, o JoJo, no podemos decidir cómo llamarla). El nuevo columpio cuesta setenta y nueve dólares más impuestos. Mi esposa pensaba que era una ganga. Su tacaño esposo no estaba convencido. Un día, visité un mercado de venta de artículos de segunda mano y, ¡quién te lo iba a decir!, había un perfecto columpio usado de lo más moder­ no, de alta tecnología y que funcionaba con pilas. Solo pedían treinta dólares por él. ¡El Señor había provisto! Enseguida saqué la vena de negociante. —Le daré quince dólares por ese columpio —le dije a la señora. Ella sonrió y se preparó para un buen trueque al estilo antiguo. —¿Quince dólares? —dijo ella—. ¡Costó cien al comprarlo! Yo sabía que se vendía por setenta y nueve dólares, más impuestos (¿ha­ bía mencionado eso?). El juego había comenzado. Le señalé un arañazo que tenía el columpio y le dije que le daría diecisiete dólares en efectivo. Ella respondió con veinticinco. —Dieciocho —dije yo. Ella cruzó sus brazos y se puso derecha. —^Veintitrés dólares y ni un centavo menos. Entonces le apunté a la yugular. Puse mi expresión lastimosa y humilde. —Señora —dije mansamente—, soy pastor y tengo seis hijos. ¿Podría darme un respiro? Lo único que tengo son veinte dólares. De repente, su expresión cambió. —¡Claro! —dijo ella sonriendo—. Ya que usted es pastor, se lo venderé por veinte dólares. ¡Victoria! Saqué mi billetera mientras la señora miraba. Y descubrí que lO ÚI1ÍC0 que tenía em un billete de cien dólares.

La integridad era un valor que afirmaba tener, pero algunas veces no lo practicaba. Valores afirmados. Valores practicados. Ambos no son siempre una misma cosa. 6 R o E S G H E L

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No estoy solo en esto. Pedro afirmó tener la lealtad como un valor cen­ tral. Le dijo a Jesús que moriría con Él. Aun así, un par de horas después, cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, cedió y negó a su Señor. Afirmaba una cosa, pero practicaba otra^ Es probable que tú conozcas a políticos, gen­ te de negocios, vecinos desagradables y parientes cercanos y queridos que dicen una cosa y hacen otra. ¿Y tú? Deja a un lado tus afirmaciones radicales durante una semana o dos y observa lo que haces. ¿Difiere alguno de tus valores afirmados de tus valores practicados? Si es así, al menos estás en posición de ser sincero contigo mismo y realizar cambios. Y deberías hacerlo. Porque actuar sin integridad terminará haciéndo daño. O

e n s a m ie n t o c l a v e

La diferencia entre la verdad que sabes y la verdad que vives es igual al dolor que experimentas.

Si pudiera volver a hacerlo, preferiría pagar setenta y cinco dólares más impuestos a tener que pasar por la dolorosa vergüenza cuando mi deshones­ tidad salió a la luz. Dios puso unas cuantas pasiones en tu corazón. Con todo, mientras las niegues y vivas una mentira, nunca podrás vivir la Chazown de Dios para tu vida. Solo cuando lo que hay en tu interior esté en consonancia con lo que hay en el exterior podrás esperar lograr lo que Él te ha llamado a hacer.

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r VALOR.ES VACILANTES Vivir con integridad es difícil. El mundo trata de coaccionarte para que adoptes sus valores. No olvides que a tu enemigo espiritual le encanta distraerte de aquello que es lo mejor de Dios. Sin embargo, somos ciudadanos del cielo. Dios nos da la base para nuestros valores. Si al menos todos creyéramos eso de verdad. Hace poco experimenté una de mis semanas más molestas en el ministerio. Hice un sondeo a unos cin­ cuenta cristianos, haciéndoles dos preguntas. En primer lugar les pregunté: «Si el dinero no fuera una objeción, ¿qué harías durante el resto de tu vida?». Esperaba de lleno una respuesta parecida a las siguientes: «Daría tiempo como voluntario en el Centro de Crisis del Embarazo». «Adoptaría niños de un país del Tercer Mundo». «Sería mentor de jóvenes de los barrios pobres». Fue triste, pero las respuestas más comunes giraron en torno a la comodidad personal. En lugar de respuestas guiadas por el Espíritu y sin egoísmo, casi todos dieron respuestas como las siguientes: «Dejaría de trabajar, me compraría un auto bonito, una nueva casa y un barco». «Viajaría». «Contrataría a personas para que me ayudaran en la casa». Luego les pregunté: «Además de ministrar a tu fami­ lia, ¿qué cosa crees que es la número uno y la más impor­ tante que Dios quiere lograr por medio de ti?». Para su crédito, las personas fijeron bastante sinceras. Aun así, su respuesta más común me pareció desgarradora. Fue: «No lo sé». ¡Qué desalentador!

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¿Pensamos de verdad en que Dios envió a su Hijo a fin de que nuestro mayor objetivo en la vida fuese un nuevo barco? ¿Creemos que Él nos creó de modo único Y maravilloso, con todos nuestros fin de que no tuviéramos que trabajar ni un día más de nuestra vida? O lo que es aun peor, ¿solo para que avan­ záramos dando traspiés por años, ignorantes de nuestra razón de existir? Y nos preguntamos por q Decimos una cosa, que queremos lo mejor de Dios, por ejemplo, o que no queremos desperdiciar nuestras hacemos otra. ¿Qué es lo que atesoras? ¿Qué es lo que representas? ¿Por qué cosa lucharías? ¿Qué sabes que es tan impor­ tante que dejarías todo lo demás para obtenerlo? Dios ha puesto tus valores centrales personales en lo profundo de tu corazón, y están ahí con un propósito: para ayudarte a apuntar y dar en el blanco adecuado para tu vida.

Es momento de saber con exactitud cuáles son.

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Seamos concretos. Sigue preguntándole a Dios: «¿Qué valores, qué pasiones, pusiste en mí? ¿Cuál es la huella que grabaste en mi corazón?». Cuando ores, pregúntate: «¿Qué me hace enojar con una ira justa?» y «¿Qué me encanta por completo, más que ninguna otra cosa?». Concédete algún tiempo para pensarlo. Cuando te venga a la mente una idea, escríbela. Puedes hacer este ejercicio durante varios días o solo en una ocasión. Cuando enumeres varios posibles valores, redúcelos entre cinco y diez valo­ res centrales, y escríbelos bajo el encabezamiento «Tus valores centrales», que puedes bajarte del sitio chazown.com. Para obtener más ayuda, haz clic en «Valores centrales» para ver una lista de noventa ejemplos con descripciones.

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KEIR.A, MANCHAS R.OJAS DE PASTEL Como acabamos de leer, la primera de las tres esferas que necesitas observar con atención para descubrir tu Chazown es la de tus valores centrales. La segunda esfera a explorar es la de tus dones espirituales. Al igual que Dios plantó tus valores centrales en ti, también lo hizo con tus dones. «Tenemos dones dife­ rentes, s^;dn la gracia que se nos ha dado» (Romanos 12:6). A diferencia de la mayoría de los regalos de Navidad que recibiste cuando eras niño, los dones y las capaci­ dades que vienen de Dios son para ti j para los demás. Son escogidos de manera especial para la Chazown a la cual te está llamando Él. ENSAMIENTO CLAVE

e Los dones de Dios en lí le capacitan para tu don para el mundo.

¿Cómo descubres tus dones espirituales? Prueba este ejercicio. Solo por diversión. A medi­ da que leas esta historia, pregúntate con qué respuesta de las personas te identificas más. Imagina una escena en la que siete amigos están reunidos alrededor de una mesa para comer pastel de cereza. Cuando Keira, la persona mejor vestida y al parecer con más hambre que está presente, agarra una jugosa y roja rodaja de pastel para ponerla en su plato, de alguna manera se le escurre y cae boca abajo en su regazo. ¡Qué desastre! El modo en que cada uno de los amigos responde revela sus dones. La Primera Amiga toma las riendas, dando órde­ nes y organizando un eficaz equipo de limpieza. Tiene el don de administración.

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El Segundo Amigo de inmediato hace una oferta: «Keira, cariño, ¡te invito a otro pedazo! En realidad, otro pedazo de pastel de cereza para cada uno, yo invito». Parece que tiene el don de la generosidad. El Tercer Amigo se reclina en la silla y dice con tranquilidad: «Podría haberte dicho lo que iba a pasar». Quizá tenga el don de profecía (aunque no el de sensi­ bilidad en ese momento). La Cuarta Amiga ya ha comenzado a llorar, no por su pastel ni porque se manchara su vestido, sino por Keira. La Cuarta Amiga debe tener el don de la miseri­ cordia. La Quinta Amiga, por otra parte, asombra a todos cuando se ríe, ¡y luego también se le cae su propio pedazo! Enseguida todos los demás se ríen también; y el enfoque sin duda alguna ya no recae en la primera y desafortunada amiga. La Quinta Amiga estaba muy motivada para ayudar a su amiga manchada por el pas­ tel a sentirse mejor. De seguro tiene el don de alentar. Después de un minuto, el Sexto Amigo capta la atención de todos. «H ay uiia monerfl mejor de comer POSlel de CereZQ», le dice. Lo he investigado. La primera

de nueve cosas que hay que saber es... Creo que el Sexto Amigo tiene el don de enseñanza. Y, por último, el Séptimo Amigo. Ya ha terminado una tarea sin que nadie se lo pidiera: ha limpiado todo. El Séptimo es un siervo de corazón. Ahora piensa durante unos segundos. Sucedió un solo suceso alrededor de la mesa, pero hubo siete res­ puestas muy distintas. ¿Q uéam igo eres tú en la historiad ¿Qué respuesta es más natural para ti? Dios te ha dado dones. Sabiendo eso, ¿en qué des­ tacas? Y, por favor, no me muestres falsa humildad diciendo algo parecido a esto: «Pero Craig, en realidad no soy bueno en nada». Solo deja tus quejas, ¿vale? (Quizá Dios no me haya dado el de misericordia). Sé sincero. ¿En qué eres excepcionalmente bueno? (Eructar diciendo el alfabeto completo no cuenta. Eso no es un don. Es asqueroso). ¿Cuándo te dice la gente: «Eres tan bueno en eso que me da envidia. Me gustaría poder hacer eso»?

¿Puedes cantar o bailar? ¿Eres bueno en la jardinería? ¿Qué tal eres con los números? ¿Y con el liderazgo? ¿Sabes cocinar? ¿Te encanta delegar? ¿Se sinceran otras personas contigo con facilidad? ¿Eres divertido? ¿Puedes repa­ rar cualquier cosa que se rompa? Mira a Moisés. Guió a dos millones de personas en un paseo por la natu­ raleza que duró cuarenta años. Y Ester rescató a toda la población judía mun­ dial de la aniquilación. ¿Sus dones? Los dos rebosaban liderazgo por cada poro de sus cuerpos. Y Nehemías. ¡Organizó a un grupo de entre la chusma para reconstruir los muros de una ciudad en cincuenta y dos dias\ Yo llamaría a eso el don de administración. En el libro de Hechos encontramos a una mujer llamada Dorcas que utilizaba su costura para ayudar a la gente. Tenía el don de servicio. Dios hasta la resucitó de la muerte porque se agradaba mucho de su corazón (y es probable porque sintiera mucho que se llamara Dorcas). La Biblia tiene varias listas de talentos y capacidades (por ejemplo, Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12; Efesios 4:11), pero solo son muestras de una «lista» mucho más larga y que no está escrita de dones que Dios ha distri­ buido entre los seres humanos. Y piensa en todos los ejemplos muy conocidos de la actualidad: Jerry Seinfeld bromea. Julia Roberts actúa. John Grisham escribe. Tiger Woods juega golpes largos en el golf. Napoleón Dynamite baila. Todo don y talento que tienes vino directo de Dios con un propósito. Y Él quiere que los uses para beneficiar al Cuerpo de Cristo y ser una bendición para el mundo. En 1 Pedro leemos: «Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mis­ mas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo» (4:10-11). ¿Cuáles son los dones que te ha dado Dios?

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HACER. ES CR EER. A medida que procuras un entendimiento más claro de tus dones, hazte tres preguntas.

La primera pregunta puede parecer demasiado sencilla, pero da justo en el blanco: «¿Qué es lo que más te gusta hacer?». Por ejemplo, ¿disfrutas al leer, servir, alentar, ayudar, dar, hacer felices a otros u ofrecer consejo? ¿Qué te gusta hacer? Es obvio que mi hija de seis años, Anna, tiene el don de alentar. Y a ella le encanta levantarles el ánimo a los demás. Una vez oficié una ceremonia íntima de boda, en el patio de una casa, para unos buenos amigos. Mi esposa fue conmigo y llevamos a Anna. Todo iba bien (lo cual es raro en una boda), y el amor que la pareja sentía el uno por el otro era obvio para todos. El santo acontecimiento finalizó con un grito de la pequeña Anna: «PAPI, ¡LO HICISTE FANTÁSTICO!». Todos rompieron en risas. Esta emocionada niña de seis años siente pasión por alentar. Le encanta hacer que otros se sientan bien consigo mismos. Y cuando lo hace, se distin­ gue en las vidas de otros también.

Lo cual nos conduce a una segunda pregunta: ¿Qué haces que tenga un impacto significativo en los demás? Quizá seas alguien que sabe escuchar. Después de contarte los problemas de la vida, tus amigos se van sintiéndose mejor. Tal vez sepas mucho sobre gerencia financiera. Y a menudo la gente acude a ti para que los ayudes a tomar buenas decisiones económicas. En tu interior, sabes que estás siendo determinante. O a lo mejor sabes reparar cosas que se rompen. Siempre que alguien está en apuros, hallas gozo al ayudarle a salir del aprieto. Tus dones pueden parecerte insignificantes, pero a otros no. ¿Qué haces con frecuencia que es una bendición para otros? 54

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Mike y Sarah recuerdan los días especiales de sus Kamigos: aniversarios, cumpleaños... momentos impor\tantes. Y siempre envían una tarjeta con una breve ! nota. A menudo son los únicos que reconocen el día i especial de alguna persona. Y a todos nos gusta que [ nos recuerden. Me han dicho que eso les parece algo pequeño e insignificante, pero es algo grande y muy importante para los demás. Mike y Sarah se distinguen. Dios te ha dado dones. Tú disfi-utarás al usarlos mientras a la vez también te distingues en las vidas de otros.

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Creencia secreta p em a o i/ iú é^ M a .

f La tercera pregunta podría dar como resultado una • transformadora respuesta. ¿Qué crees en secreto que puedes hacer, pero que nunca lo has intentado? Sé sincero. Y sueña en grande. Laura lo hizo. Durante años, esta joven mamá creyó que podría comenzar un negocio en su hogar. Laura es estupenda haciendo artículos de escritorio y es buena para el mercadeo. Después de buscar a Dios para descubrir su Chazown, decidió intentar lo que otros decían que era arriesgado. Leyó algunos libros, asistió a un seminario y se esforzó al máximo. Dos años después, ella hasta rechaza negocios. Ahora, su negocio, «Pink Ink», le permite trabajar desde su casa, pasar tiempo con su hijo y contribuir en lo económico. Sabía que podía hacerlo. Solo que nun­ ca lo había intentado. Tú no lo sabrás hasta que lo intentes. Uno de mis buenos amigos tiene mucho éxito en los negocios, y también es bueno para la política. En lo profundo de su ser, cree que podría distinguirse en la política. Todos los que le rodean creen en él. Durante años lo ha estado pensando. Sin embargo, hasta la fecha, no lo ha intentado. Mi amigo cree en lo más íntimo de su alma que puede ser determinante en la política, pero aquí está el hecho ineludible: no lo sabrá hasta que lo intente.

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La mejor manera de descubrir tus dones es] comenzar a hacer algc. Si un ministerio en particular!

te parece atractivo, es probable que tengas dones en esa] esfera. Y no temas intentar algo nuevo. Si crees que puedes distinguirte, quizá Dios esté] tratando de decirte algo. Dale una oportunidad. ¿A qué esperas?

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Mi esposa y yo nos emocionamos cuando nos mudamos a nuestra primera casa y encontramos que tenía un triturador de desechos en el fregadero de la cocina. Nuestra emoción se evaporó cuando descubrimos que no funcionaba. Como éramos recién casados, no teníamos dinero ahorrado para reparaciones. Así que durante tres años todos los restos de nuestra comida fueron al cubo de la basura. . Mientras tanto, a unos sesenta centímetros debajo del triturador había una pequeña herramienta con forma de L. En realidad, la había visto el día en que nos mudamos. No sabía lo que era, pero parecía importante y por eso la dejé ahí. . Un día le contamos a un amigo de nuestro triturador que no funciona­ ba. Él vino a nuestra casa, se agachó por debajo del fregadero y agarró la mis­ teriosa herramienta. La insertó en la base, le dio un par de vueltas y, ¡voild! El artilugio zumbó cobrando vida. Tiempo empleado: dos minutos. . Durante tres años tuvimos todo lo necesario para triturar nuestros restos de comida. Solo que no le dimos uso a lo que teníamos. Hace dos mil años, cuando lo más parecido a un triturador de desechos tenía cuernos y pezuñas, Jesús relató una historia sobre un amo y tres siervos. Un día el amo se fue de viaje y les dio a los siervos algún dinero para que lo invirtieran en su ausencia. Al primer siervo le dio cinco talentos (un «talen­ to» era una gran cantidad de dinero. Piensa en ello como un título de accio­ nes por un millón de dólares). El segundo obtuvo dos talentos. Y el tercero recibió uno. Entonces se fue el amo. Lleno de fe, el primer siervo corrió el riesgo e invirtió sus talentos. Su intrépido movimiento dio beneficios y duplicó la cantidad de su amo. El segundo hombre hizo lo mismo y duplicó sus dos talentos, obtenien­ do cuatro. El tercer hombre vaciló, consideró sus opciones y decidió ir a lo seguro. Enterró su talento. Cuando regresó el amo, dio un aumento a los dos primeros. El tercer hombre no resultó tan bien parado. El amo le dijo: «¡Siervo malo y perezoso! [...] Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regre­ so lo hubiera recibido con intereses» (Mateo 25:26-27). Él tomó el dinero de ese hombre y se lo dio al hombre que tenía diez talentos. G R o E S C H E L

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Jesús terminó con ia moraleja de la historia: «Porque a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá en abun­ dancia. AI que no tiene se le quitará hasta lo que tiene» (versículo 29). ¡Qué historia tan sorprendente! Los dos primeros siervos usaron sus talentos y sus oportunidades: y reci­ bieron más. El tercer siervo no usó lo que el amo le confió. Así que perdió incluso lo que tenía. Tú y yo tenemos la oportunidad de distinguirnos para Dios en nuestras vidas y en nuestro mundo con los talentos que con generosidad nos ha dado Él. Y la recompensa de nuestros esfuerzos será mayor de lo que podemos imaginar. ¿Puedes ver cómo esto se aplica a la gran idea de Chazown? La ventaja de identificar nuestros dones espi­ rituales y actuar conforme a ellos es espectacular. La desventaja es cualquier cosa menos eso. ¿Qué dones tienes que no estás usando? Seré sincero contigo. Esa pregunta está dando en el blanco con respecto a mí aun mientras la escribo. Durante los últimos cinco días he estado luchando con una decisión que debería haber sido fácil de tomar. Me invitaron a hablar en Seúl, Corea del Sur, a treinta mil pastores, misioneros y líderes. La oportunidad de alentar y avivar a miles de líderes es algo con lo que solía soñar. ¿Por qué no he aprovechado de inmediato la opor­ tunidad? Porque no me gusta viajar. Quiero tanto a mi familia que nunca quiero dejarla. Cuando estoy fuera, no puedo dormir, ni tengo ganas de comer. Solo quiero irme a casa. Seúl está a veintiuna horas de viaje en avión. Eso no me atrae en absoluto. Así que aquí estoy, escribiendo este capítulo, y de repente me doy cuenta... Dios me ha dado talentos para que los use, pero estoy pensando en rechazar una invitación para usar uno de ellos porque no me parece divertida. Aunque, y lo veo ahorajliodría ser que tuviera lo herramienta en; f q r p T d e L. que encoja en sus Lembargo; preferiría tomar mis talentos ^ necesidades.

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y enterrarlos. Olvidarlo. Ir a lo seguro. Quedarme en casa y estar cómodo... Justo en este momento, hice lo que debí haber hecho hace varios días. Mandé mi respuesta por correo electrónico y les dije: «Me sentiría honrado de poder asistir». ¿Y tú? ¿Es posible que durante días, o semanas, o años, hayas sabido o hayas tenido la firme sospecha acerca de algo que Dios te dio y que te llamó a hacer? Me pregunto qué te está reteniendo. ¿Temes al fracaso? ¿Temes sentirte incómodo? ¿Vacilas ante la idea de tener que extenderte? ¿Estás atascado en una niebla de excusas, dudas o hechos pasados por alto? {De todos modosy ¿para qué es esa extraña herramienta en form a de L?). Dios nos ha dado a cada uno de nosotros una Chazown junto con los dones y oportunidades para ayudar a que se produzca. Nuestra tarea es trabajar duro para identificarlos, y después usarlos.

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Estás en camino de descubrir la Chazown de Dios, su visión, para tu vida. Ya has destapado tus valores centrales, la primera de las tres esferas a la cual prestar atención si quieres descubrir tu Chazown. Ahora veamos con atención los dones y las capacidades que te ha dado Dios. Sé paciente al responder estas preguntas. No lo hagas con demasiada rapidez. Intenta obtener tantas respuestas como puedas. 1. ¿Qué tienes pasión por hacer y disfrutas haciendo? O, ¿qué sospechas que podrías disfrutar haciendo si solo lo consideraras un poco más? (Piensa en trabajos, pasatiempos, actividades recreativas, cualquier cosa). 2. ¿Qué haces que parece tener un impacto significativo en otras personas? 3. ¿Qué crees en secreto que puedes hacer, pero nunca lo has intentado? Una de las mejores maneras de encontrar tus dones es participando en varias actividades y descubrir qué resulta para ti. Cuando estés preparado, busca «Tus dones espirituales» en chazown.com y escribe algunos de tus posibles dones espirituales, al igual que un compromiso a una oportunidad de servicio concreta. A fin de obtener más ayuda sobre cómo descubrir tus dones espirituales, utiliza el sondeo de dones espirituales que está disponible en la página Web.

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TODO SUCEDIO POR. UNA RAZÓN La tercera esfera prometedora a explorar para descubrir tu Chazown es la de tus experiencias del pasado. Son hechos o períodos de tu vida que Dios te ha dado con el propósito de que te prepares para cumplir su futura visión. Dios nos dice en Romanos 8:28: «Ahora bien, sabe­ mos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito». Lo maravilloso sobre «todas las cosas» es que incluye bastantes todas las cosas. Las cosas buenas, las cosas comunes y corrientes, las cosas no tan buenas, las cosas (en ese momento) malas de verdad. Dios ha pro­ metido utilizarlas todas para bien de quienes lo aman y han respondido al llamado de vivir su Chazown para los propósitos de Él. ENSAMIENTO CLAVE

RA menudo, tu pasado tiene la llave para abrir tu futuro.

David era aún un pastor adolescente cuando se enfrentó a Goliat, pero él ya había tenido algunas valiosas experiencias que le dieron la confianza y la visión para vencer al gigante. Cuando todos los demás, incluyendo a los pesos pesados del ejército de Israel, decían que no había manera, David reflexionó en su pasado. Recordó cuando un oso atacaba a sus ovejas y Dios le ayudaba a matarlo. En otra ocasión fue un león y Dios le dio fuerzas para derribarlo. Ahora bien, te aseguro que cuando David estaba mirando de frente a ese león no estaba pensando: Vaya^ ¡esto es estupendo!¡Estoy obteniendo experiencia! Sm embargo, más adelante en la vida, su pasado le dio una perspectiva I

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de su futuro. Al estar con el ejército de Israel, observando a Goliat burlarse del Dios de Israel, David dijo: «Dios lo ha hecho antes, y volverá a hacerlo. ¡Déjenme enfren­ tarme a él!»^ ¿Para qué podría tu pasado haberte preparado que no podrías hacer, o no harías, de otro modo? Piensa en las experiencias positivas que han sido formativas en tu vida. Quizá un éxito en los negocios te haya dado la confianza para dirigir una organización sin ánimos de lucro a fin de marcar un mayor impacto. O tal vez Dios te haya sanado de cáncer y ahora puedas ofi*ecer ayuda a otros. Piensa también en las experiencias negativas que han dado forma a tu modo de pensar, sentir y actuar. Sufriste un aborto natural y pensaste que nunca vol­ verías a ser feliz, pero a causa de la sanidad emocional de Dios, ahora puedes consolar a otras parejas cuyos sueños han muerto. O tu matrimonio se destruyó, pero debido a lo que te ha enseñado Dios, ahora tienes la sabiduría para ayudar a otros cuando tienen una crisis en sus relaciones. Mi esposa y yo somos parte de un pequeño grupo de estudio bíblico. Los líderes, Mike y Diane, son buenos amigos nuestros. Diane es una de las mujeres más positivas y piadosas que conozco.

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Siempre ve lo bueno en todo y le encanta alentar a los demás.

Un día, Diane comenzó a afrontar algunos desafíos físicos, y la que antes era una seguidora de Cristo opti­ mista y divertida se hundió con rapidez en una pro­ funda depresión. Experimentó repetidos ataques de ansiedad, y los pensamientos oscuros y temerosos la paralizaban. De la noche a la mañana, todo cambió para peor. Pasaron dolorosos meses. Al fin, mediante la oración, la medicina y el paso del tiempo, Diane se recuperó y una vez más volvió a ser la misma mujer jovial. A menudo lo ha descrito como una experiencia que no desearía a nadie. Con todo, de modo sorprendente. 6 R o E S C H E L

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también dice que no la cambiaría por nada. Al otro lado de ese doloroso recuerdo, Diane hO dGSCUbÍBrtQ una nueva dimensión de su Chaiow n. Su vida

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ahora está dirigida por una misión mayor. Cualquier mujer con depresión es alguien a la que Diane quiere amar. Busca a los que sufren, y ha dedicado su vida a aconsejarles y ayudarles. Dios hace que todas las cosas obren para bien. Diane será la primera persona en decirte que aun las malas experiencias pueden conducir al bien.

SACALE SIGNIFICADO AL PASADO ¿Has encontrado alguna vez una llave y te has pregun­ tado qué abriría? Apuesto a que tengo cinco o seis de esas misteriosas llaves en un bol, junto con un montón de monedas, pedazos de papel, diminutos tornillos y una muela de uno de mis hijos. No tengo idea de lo que abren esas llaves, pero no me atrevo a tirarlas por si acaso... ¿Y si te dijera que tienes un bol de llaves en un estante de tu corazón? No son llaves para arrancar un vehículo ni para abrir un candado, sino llaves que podrían abrir ventanas de entendimiento en cuanto a la Chazown de Dios. Esas llaves son tus experiencias del pasado. Tanto buenas como malas. Esas que recuerdas con cariño. Esas que desearías que nunca hubieran sucedido. Y esas, considera esto, en las que nunca pensaste en serio hasta este momento. A fin de sacar significado a tu pasado, necesitas examinar las experiencias desde ambos extremos. Abró­ chate el cinturón. Comenzaremos con las malas. A medida que lo hacemos, recuerda: Dios es bueno. Él puede usar todas las cosas. Hay un propósito en tu dolor. Confia en Él para que te revele parte de tu Chazown para tu vida aun mediante tu dolor. Pregúntate: ¿Qué experiencia dolorosapodría Dios querer usar? Ya sé que esto es difícil. Con fi*ecuencia queremos pasar por alto u olvidar los momentos difíciles. Aunque tengan temor, puedes estar dispuesto a lo que Dios quiere mostrarte. Quizá tuviste que declarar bancarrota en tu negocio. O tengas un hijo que se rebeló contra todo lo

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que le enseñaste y creiste. Oraste por alguien que amabas desesperadamente, y creiste que recibiría sanidad, pero al final murió. Alguien que amabas te traicionó o rechazó. Abusaron de ti. O tú fuiste el que traicionó, abusó y creyó que había hecho todo lo posible para enmendarlo, y darías cualquier cosa para que nunca hubiera sucedido. Toma unos momentos y escribe algunas de tus experiencias más dolorosas. Espero que el siguiente paso sea mucho más fácil: ¿Qué buenas experiencias has tenido qu£ Dios podría querer usar? Recuerda tu niñez y todo el camino hasta el pre­ sente. ¿Cómo te bendijo Dios? ¿Quién impactó tu vida? ¿Dónde tuviste éxito? Haz una lista de algunas de las experiencias positivas que Dios podría querer usar. ¡Buen trabajo! Has levantado señales muy impor­ tantes que han estado rotas y ocultas en medio de las altas hierbas. Regresaremos en un momento para echarles otro vistazo a esas importantes respuestas.

¿Has visto alguna vez esos dibujos del «ojo mágico» en el centro comercial? Ya sabes, el poco común diseño que, a primera vista, no se parece a nada en particular; solo un diseño al azar. Durante años la gente me decía que si yo miraba bien, podría ver los objetos en tres dimensiones saltar de la página. Después de numerosos intentos, estaba convencido de que todos los que decían que podían verlo mentían. Entonces un día sucedió. A decir verdad, ¡vi del­ fines en tres dimensiones! Di un grito en voz alta. Desde luego, eso me hizo perder el enfoque y nunca volví a verlos. Sin embargo, durante un breve momento vi algo que no había visto antes. Lo mismo puede suceder cuando miras atrás al collage sin significado aparente de tu pasado. Pídele a Dios que te dé ojos para ver el valor de tus experiencias. Siempre ha habido en ellas significado y propósito, y Dios puede ayudarte a ver lo que nunca has visto antes. Me gusta la historia que alguien me contó acerca de un paj arillo. Un día el paj arillo iba volando hacia el sur para pasar el invierno y quedó inmerso en una tor­ menta de nieve. A medida que la nieve caía sobre sus diminutas alas, se fiindía un poco y luego se helaba enseguida, haciendo que el paj arillo cayera a tierra. Cuando estaba allí indefenso y temblando, rodeado de hielo, el paj arillo pensó para sí (hay que decirlo con voz de paj arillo): Este es el fin . Para empeorar las cosas, una vaca se iba acercando al helado paj arillo y, ¿no lo imaginabas?, depositó un apestoso montón de estiércol encima del paj arillo. (Ya sé que esto es repulsivo, pero tiene un propósito. Sigue conmigo). El pajarillo se asustó mucho, aterrado ante la idea de que iba a morir congelado y cubierto de estiércol.

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Sin embargo, poco a poco el calor del estíércol hlio que el pajarlllo se descongelara. Agitó sus alas libres de nuevo, ¡y comenzó a piar de alegría!

«¡Pío! ¡Pío! ¡Pío! ¡Pío!», cantaba. Fue entonces cuando un gato, atraído por el sonido, desenterró al pajarillo... y se lo comió. Quizá estés leyendo esto y quieras gritarme: «¡Craig! ¡Eres demasiado excéntrico!». Lo comprendo (pero en gran medida es obra de Dios). O a lo mejor estuvieras leyendo y quisieras gritar: «¡Sí, Craig! Eso es c exactitud lo que parece mi vida. Justo cuando las cosas comienzan a mejorar, la parte de abajo se rompe o cae algo sobre mi cabeza. Mi vida es simplemente un desastre tras otro». Lo comprendo, y detesto cuando mi vida parece eso. Aun así, Dios pro­ mete que Él está obrando en todas las cosas. Incluso en las cosas malas. Y si confiamos en Dios durante los momentos de oscuridad, Él puede sacar ben­ diciones del dolor. ¿Me crees? Pues bien, regresemos a ese querido pajarillo que se fue. Como ves, esta historia de valor y de calamidad enseña tres lecciones muy importantes. Espero que no te las pierdas: 1. No todos los que echan estiércol sobre ti son tus enemigos. 2. No todos los que te sacan del estiércol son tus amigos. 3. Cuando estés metido en estiércol, mantén tu boca cerrada. Permite que Dios te dé ojos para ver su propósito en tus experiencias... ¡en todas ellas! Está ahí si miras con la suficiente atención. Y cuando lo veas, descubrirás que tus experiencias señalan el camino hacia el plan de Dios para tu futuro.

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Hasta ahora hemos identificado tres importantes círculos o esferas de la vida que pueden ayudarnos a reconocer y perseguir la única y maravillosa Chazown de Dios para nuestras vidas. Los tres círculos son: • Nuestros valores centrales • Nuestros dones espirituales • Nuestras experiencias del pasado Te estás preparando para escribir el próximo capítulo de tu vida. Su títu­ lo podría ser uno de estos: «Distínguete» «Vuelve a empezar» «Restaura el quebrantamiento» «Ve tras ello»

«Corre el riesgo de la fe» «Vive el sueño» «Ponte en forma» «Cerca de Dios»

Ahora bien, como preparación para la siguiente etapa de entendimiento y para practicar tu Chazown, explora estas preguntas conmigo: \.¿Qué tienen en común tus buenas y malas experiencias? YxxdY^ a las experiencias que revisaste hace un par de capítulos. ¿Puedes ver un hilo común? ¿Están relacionadas de algún modo? 2. ¿Qué crees que han hecho contigo tus experiencias a fin de prepararte para elfuturo? ¿Cómo eres distinto en tu interior debido a lo que has disfrutado o soportado? 3. Ahora, con respecto al próximo capítulo de tu vida: ¿Quéposible título viene a tu mente cuando piensas en el camino que tienes p o r delante?

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Ya estás listo para responder la pregunta crítica: ¿Cómo descubro la Chazown de Dios para mi vida? Miremos con atención los tres círculos que acabas de identificar para tu vida: tus valores centrales, tus dones espirituales y tus experiencias del pasado. A modo de

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valores centrales son el puñado de valores por los que eres más apasionado y sostienes por encima de todo lo demás.

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• Tus dones espirituales son tus capacidades espe­ ciales, las cosas que haces notablemente bien y que te encanta hacer. • Tus experiencias delpasado son los hechos y períodos en tu pasado (tanto agradables como desagrada­ bles) que han dado forma a quien eres en la actualidad y te han preparado para el plan de Dios para tu fiituro. ¿Cómo se relacionan entre sí esas tres esferas tan diferentes? ¿Estás preparado? Junta tus tres círculos y descubre el lugar en el que convergen. En casi todos los casos, hay un «dulce punto» iden­ tificaba donde se juntan esos tres escenarios que moldean las experiencias de nuestra vida: ¡el lugar en el que todas las dimensiones fiincionan con toda su fiierza! Mira dónde se sobreponen tus círculos. Es ahí donde encuentras tu Chazown. Dios sabía con exactitud lo que hacía cuando te creó. Dios te dio valores centrales, Dios te dio dones, y Dios te dio experiencias. Y en el lugar en que se superponen

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' es donde su Chaiown para tu vida explota en una combustión espiritual espontánea. " Dios tiene un destino divino para tu vida. En ese lugar en el que se [ encuentran tus valores centrales, dones y experiencias, ¿qué destino ves? I ¿Qué sueño ha puesto tu Padre en tu interior? En un minuto te ayudaré a escribir tu Chazown. Sin embargo, por ahora, ¿por qué no haces una pausa, respiras profundo e intentas decirlo en voz alta? Termina esta frase: «Dios me ha creado con un sueño para m i viduy y creo que podría ser...».

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ENCAJE PEKFECTO: ESTUDIO DE CASO La primera vez que superpuse las tres importantes esferas de mi vida (valores centrales, dones espirituales y experiencias del pasado) quedé sorprendido por lo que aprendí. Cuando lo hago ahora, puedo ver aun con más claridad el modo en que esos tres círculos en mi vida revelan importantes verdades acer­ ca de mi propósito. De en medio de esa superposición explota la Chazown de Dios para mí. . Permite que use mi vida como un estudio de caso. Es obvio que, debido a que soy pastor a tiempo completo, mi historia se basa en gran parte en el ministerio. Aun así, no dejes que eso te desconcierte, pues mi motivo solo es ser tan útil como sea posible. Nada de lo que te digo tiene la intención de ser orgulloso o de decirte cómo deberías verte en tu propio cuadro. Soy solo Craig: un defectuoso seguidor de Cristo, una obra en progreso. Con todo, si caminas conmigo en este ejercicio, puedo contarte lo que he aprendido y lo que veo ahora acerca de la Chazown de Dios para mi vida. ■ En primer lugar, ¿cuáles son mis valores centrales} ¿En qué creo? Pondría seis puntos en mi lista: ^

Integridad Excelencia Familia Adminisiración Responsabilidad

Todos esos puntos arden en mi interior, llevándome a cumplir la misión de Dios para mi vida. Verás en unos momentos cómo encajan. En segundo lugar, ¿cuáles son los dones espirituales que Dios ha plantado en mí? El liderazgo es uno de los más obvios. Aun cuando era un muchacho, yo era un líder: un joven jefe de bomberos. (Si alguna vez estás conmigo en un edificio que se está quemando, confía en mí: ¡puedo sacarte sano y salvo!). Nunca subestimes una pasión de la niñez. La mía por ser jefe de bombe­ ros era una señal de las cosas que vendrían en el futuro. Durante toda mi 'C

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juventud, Dios me puso en papeles de liderazgo: capi­ tán de varios equipos deportivos, presidente de clase, orador en actividades de graduación y presidente de mi fratemidad. Dios también me ha dado el don de la evangelización. Hablarles a otros de Cristo hace sentir incómodas a algunas personas. Para mí, es una segunda naturaleza. Él también me dio el don de la administración. Me encanta organizar, equipar y formar a personas a : fin de prepararlas para hacer la perfecta volimtad de Dios. ¿Puedes ver un cuadro tomando forma? Soy

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! más apasionado por las cosas para las que me crearon i y para las que he recibido dones. ¿Por qué un Dios amoroso te crearía para hacer algo bien, pero no te : daría una enorme satisfacción al hacerlo? En tercer lugar, ¿cuáles son mis experiencias del pasado formativas? Cuando tenía seis años, mis padres contrataron a un mago para que hiciera un espectáculo de magia en mi cumpleaños. No tenían idea de que yo me enamoraría de la magia (no de la que adora al diablo; la que hace salir un conejito de una chistera y cosas : parecidas). Más adelante, un vecino que se mudó muy ' cerca de nosotros «resultó» ser mago. Él me preparó, y cuando llegué a los doce años de edad realizaba espec, ráculos de magia profesionalmente. Dios utilizó esa experiencia con el propósito de prepararme para estar ; delante de grandes multitudes y captar la atención de todos. ¿Otra experiencia? Cuando era joven me parecía que la iglesia era el lugar más aburrido e irrelevante del planeta tierra. Esas interminables horas dejaron un sabor en mi boca que ahora me motiva a hacer las cosas en la iglesia de modo diferente. ¿Cómo encajan todas estas cosas? Donde se super; ponen mis valores centrales, mis dones y mis experien: cias, Dios encendió un fiiego que grabó a fiiego mi : Chazówn, mi visión, mi sueño en mi esencia misma. Ahora mi deseo sincero es dirigir con integridad y excelencia. Tengo la responsabilidad de permanecer en la carrera a largo plazo. Me desarrollo y prospero

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delante de grandes grupos, y no temo correr enormes riesgos para comunicar^ el mensaje de Dios. Me encanta dirigir la iglesia de maneras innovadoras, y , hay pocas ideas razonables que no considere. Al final termino considerando’ también muchas irra2x>nables (¡un mago sabe que puede haber un conejo en casi cada chistera!). Sin embargo, el resultado final, creo yo, es lo que mi amante Creador^ tenía en mente cuando me imaginó: tanto en la familia como en el ministerio j estoy haciendo todo lo que está en mi mano para llevar a las personas a que lleguen a ser seguidores de Jesucristo consagrados por completo. | Dios me ha dado un sueño. Me despierto cada mañana deseando que ese sueño se convierta en realidad. . Tengo el sueño de redefinir y capacitar a la iglesia local para que lleve el evangelio a todo el mundo. Tengo el sueño de lanzar cien recintos eclesiales en el ámbito nacional e internacional. Tengo el sueño de formar y ser mentor, de la siguiente generación de líderes, comenzando con los seis hijos que están i bajo mi cuidado directo. .■ Mi sueño podría parecerte un poco loco. Como si no llegara a encajar en' tus pasiones, y valores, y dones, y experiencias del pasado. Como si no te^ sacara con exactitud de la cama cada día con una ráfaga de entusiasmo. \ Y tendrías razón. Porque tú eres tú, y te crearon para algo diferente, | satisfactorio, importante para la eternidad... y único para ti. J Aun así, la Chazown de Dios para Craig Groeschel encaja conmigo. A la' perfección. ;

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Y la tuya encajará contigo.

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A la perfección.

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COMUNIDAD CHAZÓWN No hay mucho en la vida que sea más estimulante que trabajar al lado de otros seguidores de Cristo que quieren servirle con todo su corazón y saber lo que Él quiere que hagan. A eso le llamo una comunidad Chazown, y me encanta ser parte de una de ellas cada día de la semana. Permite que te cuente sobre unas cuantas instan­ táneas de los sueños que Dios ha dado a mis mejores j . amigos: las personas que conozco y con las que trabajo " en LifeChurch.tv. Las siguientes oraciones son algunas' de las declaraciones de visión que están cambiando vidas de una gran manera: «Tengo el sueño de discipular a mil mujeres». «Tengo el sueño de ser parte del desarrollo de Dios de nuevas y eficaces maneras de plantar iglesias en el siglo XXI». «Tengo el sueño de escribir una serie de libros para niños que ayuden a que la hora de irse a la cama sea un recuerdo duradero». «Tengo el sueño de que nuestro matrimonio pro­ duzca generaciones de cristianos fiiertes y orientados hacia el ministerio que ayuden a cambiar el mundo». «Tengo un sueño que implica alcanzar a millones de jóvenes y conectar sus corazones con el corazón de Cristo para alcanzar a futuras generaciones». «Tengo el sueño de que mis hijos se casen con cónyuges piadosos». «Tengo el sueño de que el ministerio en Internet de LifeChurch.tv no solo alcance a personas en cada estado del país, sino también en cada continente del munáo». Una persona. Una frase. Una Chazown muy grande. Lo sepan o no,lHi(l[i|^l;^Hililigque se distingue en este mundo para Dios hoy en día vive su Chazown.

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RODEA TU CHAZOWN Desde la primera página de este libro te he pedido que comiences a soñar, que te abras a la Chazown que ; Dios tiene para ti. Y hemos estado edificando desde : entonces hacia el punto en que pondrás ese sueño en un enfoque más claro. Cuando miras al poderoso lugar en el que se superponen los tres círculos de tu vida, ¿vienen a tu ■mente de inmediato posibilidades? Si es así, estás pre­ parado para comenzar a describir tu Chazown de tal manera que puedas recordarla y vivirla. Si no, sigue mirando, pensando y orando: ¿Qué me ha interesado siempre mucho?¿Qué vabres \parecen definir m i núcleo? ¿Para qué cosas siempre he parecido estar dotado de manera especial? ¿Qué me han mostrado mis experiencias delpasado y tanto «buenas» como «malas»y acerca de m i mismo y de mi propósito en la vida? Dios quiere mostrarte algo muy importante.

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Un ejercicio que he encontrado útil es batallar con un par de preguntas que ya he mencionado. Esas preguntas pueden ser muy útiles porque revelan nuestros propios corazones. Y más aun: porque nos ayudan a ver obligaciones y obstáculos pasados que todo el mundo siente, ¡pero que nos mantienen ciegos ; p or años a lo que Dios quiere para nosotros! Por lo tanto, toma varios minutos, pídele a Dios su dirección y entonces comienza a soñar. Escribe tus pensamientos en el espacio que hay después de cada pregunta. • Pregunta #1: Si el dinero no fuera una objeción y yo pudiera hacer cualquier cosa que quisiera durante el resto de mi vida, ¿qué haría? • Pregunta #2: Además de amar, cuidar y ministrar a quienes son más importantes para mí, ¿cuál es la cosa número uno que creo que Dios quiere lograr por medio de mí? Tendrás más tiempo para seguir soñando. (¡Espero que nunca dejes de hacerlo!). Sin embargo, este ha sido un segundo paso importante, aun si te hizo sentir muy incómodo.

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MISIÓN IMPOSIBLE, ¡POSIBLE Por favor, entiende un punto muy importante: Cuando Dios te dé un sueño, te sentirás de cualquier manera excepto cómodo. ¿Por qué? Porque...

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ENSAMIENTQ CLAVE

La visión de Dios para ti es mayor de io que lú puedes imaginar e imposibie que tú la llagas por tu cuenta.

A eso le llamo una visión del tamaño de Dios. La visión de Dios para tu vida es tal que cuando la veas, tu primer pensamiento será: «¿Cómo es posible que yo pueda hacer eso?». Lo cierto es que no puedes. Dios te llamará a hacer algo que no puedas hacer por tu cuenta, a fin de que tengas que dar un paso de fe a lo desconocido. La única manera de que lo logres es que confíes por completo en el corazón y el poder de Dios. De ese modo, cuando Dios logre su visión por medio de ti. Él se llevará todo el mérito. «Sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6). Aun así, quizá lo que sientes esté más próximo a la tristeza que a la incomodidad o el temor. Con fre­ cuencia ese es el caso cuando comenzamos a com­ prender que hemos estado descartando, ya sea de manera consciente o inconsciente, lo que sabemos que es nuestra Chazown. Sentimos que nos hemos traicionado a nosotros mismos. Sabemos que hemos decepcionado a Dios. Por lo tanto, es natural estar tristes. No obstante, también puedes emprender la acción. Puedes comenzar a agradarle a Él en este instante. No entenderás de inmediato todas las implicaciones de tu Chazown, pero mantén tu corazón dirigido hacia el

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corazón y el propósito de Dios. Con el tiempo, darás] en su blanco con más precisión. Te garantizo que la Chazown de Dios, cuando tú y j Él la cumplan, causará un significativo impacto en este 1 mundo, remodelando vidas según el plan de Dios. Entonces, ¡date la libertad para soñar en grande

Deja que tu sueño te dé alcance. Dios te creó de mane-1 ra única a fin de que mostraras su amor de manera ú n ij ca a este mundo. Y cuando hayas soñado tan grande como puedas, ¡sueña aun más en grande! Si tienes la capacidad del lograrlo sin Dios, no es la Chazown de Dios para tul vida, y Él no se llevará la gloria por ello. A propósito, si durante este proceso te tropiezas] con una pared de ladrillos de duda o de confusión, no] te sorprendas. Les sucede a casi todos. Permite que te ioj explique...

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iCLARO QUE SÉ HACIA El siguiente diálogo es uno muy exacto que tuve con mi esposa, Amy, mien­ tras fingía que estaba perdido. Amy: No sabes hacia dónde vas, ¿verdad? Yo: ¿Qué quieres decir? Claro que sé hacia dónde voy. (Silencio). Amy: No, no lo sabes. Yo (aferrándome con demasiada fuerza el volante del auto): Sí. (Pausa para lograr más efecto). Lo sé. Amy: Deberías haber traído el mapa. Yo: Tú deberías haber estado preparada para salir a tiempo. (No debería haber dicho eso). Amy: No tienes por qu£ ser grosero. Solo hazte a un lado del camino y pregunta. Yo (vacilando entre la ira, la vergüenza y la total firustración): /Afí/FBIEN^ (Piso el freno a fondo a unos noventa kilómetros por hora y hago un giro en U ilegal y muy cerrado). Todos los niños (con ojos abiertos como platos y agarrándose a cual­ quier cosa que tuvieran a la mano): ¡Aaaaaaaa! Mi hija de siete años (tras treinta largos y extraños segundos de silencio): Papdy ¡tienes que estacionar este auto ahora mismo para que mamá pueda darte ■ unas nalgadas! ¿Eres como yo? ¿Te niegas a preguntar por direcciones? Es bastante peli­ groso rechazar la ayuda con respecto a las direcciones cuando se va de viaje, pero esa es justa la «estrategia» de autosuficiencia que muchas personas utili­ zan en la vida. Las personas que no son capaces de saber dónde están ni hacia dónde se dirigen, pero son demasiado orgullosaspara pedir ayuda, pueden ter­ minar en cualquier parte. O en ninguna parte. Mira a tu alrededor. Sucede a cada momento. B

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Si no sabes a dónde le diriges en la vida, depon tu orgullo, hai un alto y pregunta.

El hombre más sabio que viviera jamás dijo: «Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo» (Proverbios 12:15). ¿Qué te G R o E S C H E L

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parece obtener un buen consejo? ¿O preguntar por dirección... a Dios a las personas clave que Él ha puesto en tu vida para que te ayuden? Cuando busques buen consejo, asegúrate de acudir a las fuentes adecua­ das. Al igual que un mapa anticuado puede dirigirte mal, lo mismo hará la persona indebida. He aquí algunas maneras de buscar y encontrar buen consejo: • Busca la voz y la dirección de Dios a través de su Palabra. Cuando busco dirección, casi siempre comienzo en el libro de Proverbios. Muchas personas encuentran una gran sabiduría y dirección a lo largo de este libro tan sencillo y a la vez tan importante. Puede que encuentres la ayuda que necesitas en cualquier otro lugar de la Escritura. Sea lo que sea que estudies, pídele a Dios que abra tus oídos para escuchar su voz. • Busca consejo bíblico de personas piadosas de tu iglesia. Quizá tu líder de grupo te ofrezca perspectiva. O una persona con la que sirves. Pídele a uno de los miembros del coro que ore por ti, o concierta una cita con un pastor. En cualquier cosa que hagas, no te limites a hablar sobre tu lucha. Quédate callado y escucha. • Busca en la comunidad a las personas con una trayectoria demostrada. Es posible que quieras concertar una cita con un líder de negocios. O con una sabia mamá que trabaja en casa. O con alguien que tenga un gran ministerio o matrimonio. O con alguien que haya cometido miles de errores y haya aprendido de ellos. Quizá leas un estupendo libro o busques palabras de sabiduría en la Internet. No te limites a buscar consejo de las personas más cercanas a ti. Puede que te sor­ prendas mucho al ver a quién usa Dios para ayudar a dirigirte. Busca ayuda de personas piadosas y estupendos recursos. Aun así, como he dicho, no todos los consejeros pueden ayudarte a llegar de un punto a otro en tu búsqueda, ni tampoco necesariamente quieran hacerlo. Algunos quizá hasta te hagan daño.

Cí ¿xzJúo-ciiiend& a l oMÁejO:

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DIOS TE AM A (Y TODAS LAS DEMÁS PEF.SONAS TIENEN . UN PLAN MARAVILLOSO PAFIA TU VIDA) ¡ADVERTENCIA! ¡Ten cuidado con tus falsas Chazowns! Muchas otras personas, aun los amigos bienintencionados, tienen visio­ nes para tu tiempo y tus recursos, pero esas otras visiones con frecuencia son incoherentes con la visión de Dios para ti. Pedro una vez intentó convencer a Jesús para que no muriera. Jesús siguió con el plan establecido. La visión de Pedro para Jesús era distinta a la visión del Padre para Jesús^^. Es triste que a menudo las personas rindan su Chazown al pasar por alto la dirección de Dios y en su lugar se esfuercen por agradar a alguna otra persona. Mi buen amigo, lo llamaré Sam, provenía de una familia muy rica. El papá de Sam quería mucho a Sam... y tenía un plan maravilloso para su vida: que siguiera con el negocio de la familia. El papá de Sam poseía más de dos­ cientos lavaderos de autos que daban muchos beneficios. Y hacía grandes cantidades de dinero. Entonces, cuando Sam finalizó la universidad, su papá lo llevó a varios lavaderos de autos. El escenario estaba preparado para que Sam se hiciera riquísimo. Solo había un problema. A Sam no le importaba el dinero. Y no le gus­ taba dirigir lavaderos de autos. Durante siete largos años Sam vivió una Chazow^n falsa. La odiaba. En lo profundo de su corazón conocía aquello para lo que le crearon. Los valo­ res, los dones y las experiencias de Sam señalaban todos hacia ser entrenador: desarrollar a jóvenes atletas estudiantes era su pasión. Al final, en contra del consejo de todos (excepto de su esposa), Sam se alejó del dinero, se mudó a una pequeña ciudad y comenzó a entrenar a muchachos en el instituto. Nunca antes se ha sentido más satisfeclio.

Uno de mis valores centrales es la familia. Así que mi misión implica pasar mucho tiempo con mi familia. Otras personas tienen sus propios planes para mi vida y mi tiempo. Ven a hablar en esta actividad. Ven a com er con nosotros. Te necesitamos en esta importante junta. Muchas veces les digo que no. G R o E S C H E L

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Algunas personas lo comprenden, y otras se enfurecen. Sin embargo, me niego a sacrificar la Chazown de Dios por la de cualquier otra persona. Tú tendrás que hacer lo mismo. El mundo te bombardea con falsas chazowns. Negocios, anuncios, k Internet, cada cartelera que pasas: todos tienen visiones para tu dinero. A pesar de eso, la visión de Dios para tu dinero es que lo inviertas para conse­ guir el mejor beneficio eterno. Los restaurantes de comida rápida tienen visiones para que aumentes de talla (engordándote de ese modo). No obstante, la visión de Dios para tu salud es que comas bien y cuides tu cuerpo. La radio, la televisión y las películas envían señales morales diciéndote lo que es una conducta apropiada. La Chazown de Dios para tu vida implica un estándar moral mucho más alto. Haz que tu pasión sea buscar la voluntad y el propósito de Dios para tus veinticuatro horas diarias, trescientos sesenta y cinco días al año, durante el resto de tu vida. Así es que cumplirás la misión de Dios para ti. Y no la de ninguna otra persona.

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Tu c^eCfíir'íiCiói^ c^e misiéri Ahora voy a pedirte que captes tu Chazown en palabras, tal como la entiendes ahora, en una frase enfocada en la acción. ¿Parece intimidante? No lo es. Dios te ha llevado a esta página por una razón. Estás a solo unos cuantos pasos de poner por escrito la declaración de visión de tu vida.

Cómo se escribe una declaración de misión Una declaración de misión es simplemente una versión de una sola frase de la Chazown de Dios para tu vida expresada en palabras que te motivan mucho a perseguirla para ÉL Cuando escribas la tuya, solo di qué acción es la que más quieres emprender o perseguir con tu vida, y qué consecuencias son las que más quieres lograr con esa acción. Volvamos a la Comunidad Chazown en la página 77 para ver algunos ejemplos de declaraciones de visión emocionantes y muy personales. Una declaración de misión no se labra en mármol; es una idea práctica, una versión «de lo que me impulsa hoy» de la gran idea para tu vida tal como la entiendes. Pi e n s a ,

r e pasa, o r a

1. Ve a tu diario de Chazown y recuerda lo que escribiste para los tres círculos. Esas esferas clave de tu vida son donde las huellas de Dios en tu destino con frecuencia se muestran con más claridad. Cuando veas esas esferas en conjunto, ¿qué comienza a hacerse obvio en su super­ posición? ¿Qué tienen en común? ¿Hacia qué tipos de tareas o sueños podrían señalar en forma colectiva? 2. El repaso de tus anteriores respuestas a estas dos preguntas podría ayudar a guiarte:

Pregunta #1\ Si el dinero no fuera una objeción y yo pudiera hacer vcualquier cosa que quisiera durante el resto de mi vida, ¿qué haría? Pregunta #2: Además de amar, cuidar y ministrar a quienes son más importantes para mí, ¿cuál es la cosa número uno que creo que Dios quiere lograr por medio de mí? G R o E S C H E L

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3. ¿Qué te ha estado mostrando Dios en las páginas de este libro? Pídele que te lo aclare. Esc r ib e

Ahora escribe tu declaración de misión. Escríbela con tus propias palabras. Haz de ella tu oración, tu meta y tu gratitud. Y cada día, pídele a Dios que la enfoque cada vez más para ti. Él lo hará. 1. Mi declaración de misión extensa (si es necesario): 2. Mi declaración de misión en una frase: Tom

a nota

Cuando estés preparado, acude a tu diario de Chazown y apunta tus pensa­ mientos como parte de «Tu declaración de misión de Chazown».

escribir' iuS r'eSpue^iíiSj /»7 obieñer tus propiíiS >ie^rio y

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CR.EO A MEDIDA QUB AVANZO

pX2/haÁ9^ en^imaco^iniAa (j4 4 e¿ee¿ineck a

Vuelve atrás en el tiempo conmigo. Soy un joven pastor, aún en el seminario, sirviendo en una iglesia en el centro de la ciudad en un hermoso edificio de tres plantas. Una noche, muy tarde, estaba en la oficina de mi iglesia en la tercera planta terminahdo una tarea del seminario. Esta es una hora estúpidamente temprana en la mañana, y comienzo el viaje de vuelta de ciento cincuenta kilómetros hasta la escuela. Conduzco, conduzco, conduzco. Un gran bostezo. : Conduzco, conduzco^ . ■" ' De repente, piso con fiierza los fi*enos. ¡Hablando de estúpidos! ¿Ese importante documento en el que trabajé tanto? Sigue estando en mi oficina. Un giro (legal esta vez). Conduzco (de regreso), con­ duzco (de regreso). A las seis de la mañana me encuentro de pie en la oscuridad fijera de la iglesia. ' ■ Incapaz de tener mi documento. Pánico. Debido a que estoy ahí tan temprano, no fijnciona mi pase magnético. Si no consigo ese documento, tendré muchos pro­ blemas. De repente, una de esas bombillas aparece por encima de mi cabeza. Recuerdo que siempre dejo mi ven­ tana sin cerrar con llave, porque mi oficina está en el tercer piso y sé que nadie es lo bastante tonto para tratar de escalar tres pisos por el exterior del edificio para entrar. Una segunda bombilla aparece al lado de la primera. Oye, dice mi lento cerebro privado de cafeína. Dios me ha proporcionado una manera de entrar. El Hombre-Araña estaría orgulloso. Sí, eso es. Arriesgo mi vida escalando hasta el tercer piso por el exterior del edificio. ¿Por qué? Porque tengo una visión de comenzar una iglesia y cambiar el mundo, pero bueno, en ese momento mi visión corre un gran peligro.

Suboy subo, subo. Quejido. M e estiro hacia arriba. Subo, subo. Ahora son las seis y nueve de la mañana. Aún está oscuro. Estoy parado sobre una cornisa de unos sesenta centímetros de ancho, a seis metros por encima del suelo. Llego hasta mi ventana y le doy un empujón. Y luego vuel. YO a empujar. Reprendiéndome por no ser capaz de abrir una ventana que no ; está cerrada con seguro, empujo con más fuerza aun.

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ENSAMIENTO CLAVE

Cuando fallas en planear, planeas fracasar.

Esta vez no apareció ninguna bombilla, pero de repente se me cae el alma al suelo. Alguien cerró con seguro la ventana. Tengo la certeza de que fue el mismo Satanás, pero no puedo comenzar a adivinar quién le habría dado un pase para entrar. Estoy parado en una cornisa que se estrecha por minuto. Estoy de cara al edificio, aferrado al marco de la ventana, aterrado solo por mirar a mi alrededor. «¡Auxilio!», susurro, atreviéndome a echar una mirada por encima de mi hombro a la oscura calle que está abajo. Una vez más, a unos pocos decibelios más: «¡Auxilio!». Una pausa de diez segundos. Es entonces cuando comienza el aterrado grito: «¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Auxilio!...». Ahora son las seis y treinta y uno de la mañana, y el sol está comenzando a salir. Algún conductor divisa al azar mi espalda que sobresale donde debiera haber una ventana. Le hago una señal. Él intenta sonreír mientras marca el número para emergencias. Espera, espera, espera. Respiraciones profundas. Espera, espera. Ya son las seis y cuarenta y seis de la mañana, y un camión de bomberos extiende una inmensa escalera hacia mí. Con la ayuda de un bombero, dOy pasos de manera cautelosa hacia la escalera y avergonzado llego a la seguridad del suelo. (Pasé por alto mencionar al bombero que yo fui un

joven jefe de bomberos). Abrazo la tierra. Ahora estoy enamorado del suelo y la hierba. Cuando pasas por la vida creando a medida que avanzas, los problemas acechan justo a la distancia de un momento. Garantizado.

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INCLUSO DIOS CKEE QUE ES UNA BUENA IDEA ¿Dirías, por favor, en voz alta el pensamiento clave? «Cuando fallas en planear (excelente entonación), planeas fracasar». ¿Invertirías en un negocio que no tuviese ningún plan de negocios? ¿O te subirías a un avión con un piloto que no conociera el destino hacia el que se dirige? Nunca verías a un entrenador de éxito decirles a sus jugadores: «Quiero que salgan ahí e improvisen. Improvisen mejor de lo que lo hayan hecho nunca». Lo que asusta es que la mayoría de las personas improvisan su manera de vivir. Y nos preguntamos por qué estamos atascados en cornisas de terceros pisos sin tener una ruta de escape. Cuando fallas en planear, planeas fracasar. Por eso necesitamos la Chazown de Dios para nuestras vidas. Una vez que tengamos eso en mente con claridad, necesitamos dar el siguiente paso: un plan para hacer que com ience a suceder. Ahora bien, para algunas personas hacer planes no parece muy espiritual. No obstante, Dios dice: «Pierden el camino los que maquinan el mal, pero hallan amor y verdad los que hacen el bien. Todo esfuerzo tiene su recom­ pensa, pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza» (Proverbios 14:22-23). En opinión de Dios, planear no solo es bueno, sino que también es bueno implementar el plan. «Quedarse solo en palabras lleva a la pobreza». Más aun. Dios mismo hace planes. La Biblia dice en el Salmo 33:11: «Pero los planes del SEÑOR quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos». Si Dios hace planes, también deberíamos hacerlos nosotros. Incluso Jesús se puso metas e implementó un plan: «Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas [...] y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resu­ citara» (Mateo 16:21). ¿Y qué lograron los planes de Jesús, escogidos e implementados con sumo cuidado? La derrota del pecado, la muerte y el infierno. 92

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Él venció a la tumba. No para sí mismo, ¡sino para nosotros! Jesús hizo planes y, al hacerlo, planeó no fracasar. Un granjero hace planes, o de lo contrario desperdicia su terreno y su semilla. Un marinero hace planes, o de lo contrario el viento decide a dónde irá el barco. Una persona de negocios hace planes, o de lo contrario los com­ petidores ganarán cada vez. Las mamás hacen planes, o de lo contrario las familias se sientan a comer alrededor de una mesa vacía. Entonces, cuando se trata de la prioridad más importante de nuestras vidas, vivir el amoroso propósito de Dios al estar en la tierra, ¿por qué permi­ timos que las circunstancias, las presiones y las «necesidades» sencillamente nos hagan rodar por el camino al igual que la fría brisa hace rodar un vaso de cartón? Por fortuna, hacer un plan y seguirlo para cumplir tu Chazown 6S tUII sencillo c o m o , d ig a m o s, tragarse un a lc e ...

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CÓM O tb . a g a b . se UN ALCE

¿Cómo se traga uno un alce?

opnaoq d opnooB

EL SECKETO DE SOÑAK A LAKGA DISTANCIA Alcanzar tu Chazown es una proposición con la que hay que ir bocado a bocado. Un maratón que se corre paso a paso. Correr un maratón es sencillo (no dije fácil): Vas por el camino poniendo un pie delante del otro... hasta que cruzas la línea de meta. ¿Cómo llegas desde el punto donde estás ahora a la Chazown que Dios revela para tu futuro? Llegas hasta ahí bocado a bocado, paso a paso. Sin embargo, es posible que estés tan exhausto debido a anteriores fracasos que te preguntes cómo reunirás la energía para tu próxima visita al cuarto de baño. Quizá te sientas frustrado. Desengañado. Tal vez te encantaría tener estupendas relaciones, pero lo único que has experimentado en los últimos tiempos es con­ flicto con las personas más cercanas a ti. ¿Cómo podrías siquiera esperar que cambien esas mismas relaciones?

aJdkKXiJx^ ahúcadx^,

ENSAMIENTO CLAVE

BPara obtener victorias a largo plazo, establece metas a corto plazo.

Los sueños de Dios pueden parecer fiiera de tu alcance en otras esferas de tu vida también. ¿Recuerdas la película con Boh^. Bill Murray interpreta a Bob, el paciente del psicólogo Leo Marvin (Richard Dreyfiiss). ¿Qué le dice el Dr. Marvin a Bob que haga? Eso es: que dé pasos de bebé. Y un pasito tras otro, de maneras en que el Dr. Marvin nunca tuvo la intención, Bob recorre tremendas distancias. Esa es la manera en que Dios nos dirige a su Chazown. Él sabe con exactitud el ritmo al que crecemos y 6 R o E S C H E L

la muca mcme/ia de^ e ¿ ia / ió e c fu ^ d e ^ c j^ '^ ic ^ e¿ ^ eic^ e¿ t(í cfma4^JjQi^

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aprendemos (Él nos diseñó, ¿recuerdas?). Y Él nos guía con pasos de bebé que conducen a su sueño. A medida que buscas a Dios, tu mejor estrategia es establecer metas a corto plazo a fin de que Él pueda darte victorias a largo plazo. El camino que llevó a cada victoria a largo plazo en mi vida ha estado cubierto de docenas, quizá cientos, de metas a corto plazo. Y lo mismo será cierto para ti. Un importante cambio financiero se gana estableciendo objetivos pequeños y alcanzables. Cualquier éxito en el matrimonio descansa en incontables decisiones diarias (y un poco de chocolate aquí y allá). El crecimiento espiritual es un resultado de muchos minutos y horas de buscar a Dios y de obedecerle. Desde luego, la única manera de estar seguro de que Dios es el que está guiando tus pasos, pasos de bebé o pasos de gigante, es: «Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa» (Gálatas 5:16). Eso significa no crear a medida que avanzas, sino consultar sin cesar a Dios acerca de cada paso. A medida que aprendas a seguir los pasos de bebé de Dios, manteniendo su visión para tu vida de manera clara a la vista, un día mirarás atrás y dirás: «¡Increíble! ¿Cómo Dios hizo tantas cosas en mí? ¿Cómo Dios hizo tantas cosas en el mundo p o r medio de mí?». Él lo hace paso a paso. ¿Cuál es su próximo poso pora lí? Descúbrelo y dalo.

Las metas a corto plazo te ayudan a tener victorias a largo plazo.

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GANADOR.AS Si una declaración de misión es una descripción en una sola frase de hacia dónde te diriges y p o r qué, una meta es una descripción de lo que necesitas lograr para hacer realidad tu sueño. Voy a pedirte que establezcas algunas metas. Sin embargo, antes de hacerlo, permite que aclare lo que constituye una meta buena y útil. En primer lugar, una buena meta es concreta. No te limites a decir: «Voy a ponerme en forma». Esa es una buena idea, pero no te dice qué hacer el martes a las seis y media de la mañana. Es mejor decir: «Voy a perder diez kilos». O «Voy a pasar de la talla 14 a la talla 10». O «Solo quiero correr dos kilómetros sin ahogarme». Y pon un margen de tiempo: «Perderé diez kilos para el 31 de mayo». En segundo lugar, una buena meta es realizable. Si digo: «Seré un can­ tante de ópera al final de este año», eso no va a suceder. La razón principal: no me gusta la ópera. Con todo, aun si me gustara, ninguna cantidad de prepa­ ración me llevaría a serlo. El que yo cante bien requeriría un milagro parecido al de una resurrección. Si tienes dos pagos de tu auto, los balances de tus tarjetas de crédito por las nubes, una primera y una segunda hipoteca sobre tu casa, un préstamo de estudios y hace poco recurriste a empeñar los Legos de tus hijos, una meta realizable no es: «Estaré libre de deudas el viernes». Aun así, podrías ser capaz de liquidar una de tus tarjetas de crédito en tres meses. ¿Cómo? Esa decisión te corresponde a ti. Quizá dejes de comer fuera de casa o quites la televisión por cable. Y, en tercer lugar, una buena meta está escrita. La escritura de una meta es el primer nivel de responsabilidad. No creerías la inmensa diferencia que producirá en cuanto a resultados una meta escrita y una no escrita. He leído la siguiente anécdota en varios libros sobre liderazgo. Se hizo un sondeo a la clase que se graduaba en Yale en 1953 para descubrir cuántos alumnos tenían metas por escrito. El tres por ciento. Es cierto, solo tres de cada cien alumnos la escribieron en papel y tinta. Treinta años después, ese mismo tres por ciento había acumulado más del aoventa por ciento de la riqueza de toda la clase que se graduó. Ese es el poder de una meta por escrito. Ahora dirige ese mismo Ij^oder hacia la Chazov^n de Dios para tu vida. unos cuantos polobros en blanco y negro.

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Ti/S MeiaS ¿i Coi^io p¡02J> Es momento de escribir tus metas. Recuerda que una meta es una descrip­ ción de lo que necesitas lograr para hacer realidad tu Chazown. Una meta no significa que no esperes y necesites que Dios actúe por ti; una meta es senci­ llamente un compromiso por escrito de lo que harás. Una meta no te eñcierra ni te limita. Una meta te libera de la duda. Define las empresas más importantes de tu vida y te motiva a comenzar a hacer que sucedan. No te preocupes si tus metas cambian o crecen. Si estás en movimiento, ¡deberían hacerlo!

Escribe tu declaración de misión chazpwn. Véase la página 88. Anota de nuevo en tu diario tu Chazown personal de la vida.

Escribe tus metas a corto pla^^p para ayudarte a alcan ^r tu Chazown. Recuerda: las metas que invitan al cambio son concretas y realizables. Crea tantas metas como quieras. Cuando estés preparado, acude a tu diario de Chazown y escribe tus pensamientos como parte de «Tus metas a corto plazo».

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p ro p ia s pa9¡itnas ^iario y otros recursos.

EL SIGUIENTE PASO Un delantero ya retirado de la Liga de Fútbol Ameri­ cano dice que lo más difícil en cuanto a permanecer en forma para un atleta profesional es atravesar las puertas del gimnasio. De ahí que se enfoque en eso. La entrada al gimnasio. Una vez que está allí, le sigue una buena puesta en forma. Es momento de entrar al gimnasio. O de hacer cualquiera que sea el siguiente paso para ti. Tienes algunas metas. Felicidades. Estás por el buen camino. Sin embargo, ahora que tienes metas, ¿qué haces a continuación? Es momento de dar el siguiente paso. Hay demasiadas metas que se ahogan en un mar de buenas intenciones. Iba a ponerm e en form a. Iba a comer mejor. Iba a pedir disculpas. Iba a hacer un seguro de vida. Iba a comenzar un negocio. Iba a pasar más tiempo con mis hijos. Iba a entregar mi vida a Cristo. Tus metas comenzarán a hundirse cada día que no actúes. Actuemos ahora. Pregúntate: ¿cuál es la siguiente cosa que necesito hacer a fin de lograr mis metas? Y para la próxima cosa, quiero el siguiente paso. Por ejemplo, si tu meta es comenzar a hacer devocionales familiares, tu siguiente paso quizá sea escoger el día, o decírselo a m cónyuge, o comprar un libro de devocionales, o una serie en DVD. ¿Cuál es tu siguiente paso? Podrías ser el anfitrión de una gran cena. Y en este momento estás abrumado por completo. ¿Cómo podrás hacerlo todo? Paso a paso. ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Escribir tus invitaciones? ¿Escoger el menú? ¿Hacer tu lista de compra? ¿O llamar a una empresa de aprovisionamiento? Tu cena será un éxito. Paso a paso.

J k u ^ d sm a ¿ k i(^ m doA ^ c^ Ó je.

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Mci4^liéntu¿^ metoA ^e^ mcnUmientú^ iixic ía d ^ icu ^ .

Si tienes la meta de participar más en la iglesia, tu siguiente paso podría ser matricularte en una clase para ser miembro. O prestarte como voluntario para darle la bienvenida a la gente. O concertar una cita con un pastor. O solo hacer el compromiso de asistir a la iglesia este fin de semana. ¿CüÚI 6S tU SÍgUÍeilte paSO? Quizá tengas la meta de presentar una nueva idea a tu jefe. Tu siguiente paso podría ser escribir esa idea, o hacer una presentación en PowerPoint, o programar una reunión, o presentar la idea a otras tres personas a fin de obtener sus consejos. Escribe tu siguiente paso. Mantén el volante en movimiento. Mantén la pelota rodando. Mantén la bicicleta en movimiento. Un objeto que se mueve hacia delante gana ímpetu. Un objeto que está inmóvil tiende a permanecer inmóvil. Mantén tus metas en movimiento hacia delante. Tu meta al principio quizá parezca demasiado grande o intimidante para abordarla. Es posible que estés para­ lizado con un sentimiento de estar abrumado. Muchos tienen parálisis por análisis, sin saber cómo lograr una meta tan grande. Da el siguiente paso.

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¡ ú eres" e¡ ¿iutoK: Tu si^cieri¿e p^iSo Regresa a la página 98 y repasa las metas que escribiste. Ahora escribe pasos de acción para cada meta. 1. La meta hacia la que te moverás es: 2. El siguiente paso que vas a dar para lograr tu meta es: 3. Cómo vas a lograr el siguiente paso: 4. Cuándo darás el siguiente paso:

PaKCi eSC^ibÍK iuS r'eSpueSi¿iSj en ¿í /)>7 (?^€ obieñeK ¿uS PrvpióiS c^e¡ c^Í£irio y

KeCUKSoS.

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LOS CIN CO B.AD10S DE CHAZOW N

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VISUALIZA ESTO Al volver la vista atrás, ¿ves tu vida de modo diferente? Antes de dar el siguiente paso importante hacia tu futuro, repasemos hasta dónde hemos lle­ gado en solo unas pocas páginas: Ha sigo un largo y estimulante viaje desde la idea de que algo te espera al final de tu vida. Comenzando, entonces, con el final en mente, estás de acuerdo con el rey David cuando declaró en la Palabra de Dios:

<(Te alabo porque soy uno creación admirable». Lejos de ser un accidente, eres un ser creado con amor, hecho para conocer la visión de Dios adecuada y perfecta para tu vida, y vivirla con todo tu corazón. ¡Esas son buenas noticias! La palabra hebrea para ese propósito poderoso, único y muy personal es: ChOIOWIl Chazown significa sueño, o revelación, o visión. (Donde no hay visión... bueno, ya sabes lo que sucede). Aun así para ti, las noticias siguen mejorando. Al igual que Jesús, Pablo, Martin Luther King, hijo, y todos los que se distin­ guen para Dios, tú tienes Chazown. Tú tienes un sueño.

((Tengo un sueño...» En este libro hemos estado representando nuestra Chazown como una espiral: Todos tienen una Chazown. No todos la viven. Sin embargo, tú decidiste descubrir tu Chazown y perseguirla (tal como te crearon para hacerlo). Más noticias buenas (y un gran suspiro de alivio): Dios no tuvo la intención de que nadie estuviera confijndido durante años en la oscuridad acerca de su Chazown. Él quiere que poseas tu propia Chazown, y Él ha prometido ayudar. Por ejemplo, las pistas sobre nuestra Chazown personal casi siempre nos miran con fijeza si conside­ ramos tres esferas críticas en las que Dios ha estado obrando con amor desde el día en que nacimos. Esas esfe­ ras son: nuestros valores centrales, nuestros dones espiri­ tuales y nuestras experiencias del pasado.

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Luego, lo que de verdad ayuda es entrelazar esos círculos de modo que se superpongan: ¡Shazam! Quiero decir: ¡Chazown! Ahí está, casi todas las veces. Justo donde convergen los tres círculos, la visión de Dios para nuestro futuro está preparada para saltar a la vista.

VALORES CENTRALES

........

EXPERIENCL«lS DEL PASADO

Cualquiera que tenga a la vista su Chazown debería escribirla (recordarla, orar por ella, vivirla), y tú lo hiciste. Tu Chazown captada en una frase sencilla y expresada en una manera que te motiva mucho a perseguirla es una declaración de visión o de misión.

Sin embargo, para con­ vertir una visión en realidad, necesitas un plan. Necesitas saber hacia qué dirección ir. Es ahí donde entran las metas:

un idieíio-...

Una vez que tengas tus metas claras en mente, solo queda una cosa.

^eéup-unó44eñ0:.

Comíenia. Da el siguiente poso. ^Y es ahí donde la acción (y la diver­ sión) empieza de verdad. Te lo prometo. Lo único que tienes que hacer es pasar la página...

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Jía p/ió^Umaco¿a queiM Ufrakace^&l...

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HABLEMOS DE RADIOS Lance Armstrong es increíble sobre una bicicleta. Hace poco, su valor y determinación captaron mi atención, y comencé a seguir el deporte del ciclismo. No pasó mucho tiempo hasta que decidiera inten­ tarlo. Así que me compré unos shorts ajustados y de aspecto divertido que tienen acolchada la parte del tra­ sero, el casco, los zapatos y una bicicleta de paseo de segunda mano. Estaba listo para mi primer viaje de "ciento treinta kilómetros. Cuando llevaba veinticinco, vomité al lado de la carretera. Yo no soy ningún Lance Armstrong. I ^ ' Sin embargo, estoy aprendiendo sobre el ciclismo. T estoy mejorando un poco. Ahora puedo pedalear durante más de ochenta kilómetros sin devolver mi almuerzo. Después de varios meses en mi nuevo deporte, aprendí algo sobre mi bicicleta. En un viaje corto, se ^aflojó uno de los radios de una de las ruedas. A los pocos minutos, otros radios comenzaron a aflojarse también. En menos de dos kilómetros de viaje y sin previo aviso, la bicicleta entera se volvió inestable. Momentos más tarde, me caí. Y todo comenzó con un radio flojo. Cada radio tiene importancia. Cuando uno de ellos no está en su lugar adecuado, la integridad de toda la rueda y de la bicicleta queda comprometida. Y deja de funcionar al final. Al estar tirado a más de treinta y dos kilómetros de casa sobre una bicicleta rota, vi un asombroso paralelis­ mo con la vida. La gente sale como un rayo para ganar en la vida, algo que pensaban que no tenía importancia se afloja... y terminan destruidos. 106

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Lo que estoy a punto de decirte rara vez lo he hablado en público. Ha sido demasiado personal y doloroso. Mi primer mentor en el ministerio era un gran hombre de Dios. Su vida cambió de manera radical por el amor de Jesús, y su pasión por Dios y por la gente era contagiosa. Cientos de miembros de la iglesia lo querían y respetaban su liderazgo. Él conocía su Chazown y la vivía con integridad. Entonces, un día, se aflojó uno de sus radios. Dejó de orar. Luego dejó de leer su Biblia. Después se fue alejando en cuanto a rendir cuentas. Se aflojaron más radios. Un día conoció a una mujer que le gustó. Esa mujer no era su esposa. Y él cruzó la línea. Se aflojaron múltiples radios, causando que su vida se tambaleara de manera peligrosa. Una aventura amorosa. Mentiras. Robo. Engaño. Encubrimiento. Y más mentiras. Entonces se derrumbó mi mentor y el amigo en el que confiaba. Y nunca se recuperó. Hace ocho años mi mentor y amigo se quitó la vida, dejando una esposa deshecha, dos hijos dañados y una iglesia herida de gravedad. Tú conoces historias parecidas. Quizá la tuya no tenga un final tan dra­ mático. En lugar de tener un final repentino, es posible que la persona que conoces siga teniendo una lenta y angustiosa muerte. Tal vez esté viva de manera física, pero esté muriendo en lo espiritual, lo relacional y lo emocional. ¿Por qué tantas personas dotadas se autodestruyen? Todo en el exterior de sus vidas puede parecer muy bien. Aun así, algo oculto no está bien. Se aflojó un radio. Un radio roto condujo a otro. Luego a otro. POnSObdll C|U6 SGyUÍCin montades en uno bicicleta de alta velocidad. Sin duda alguna, así parecía desde fuera. Con todo, eran un accidente a punto de producirse. Entonces, sucedió un día. Te aseguro que mi mentor tenía tanta promesa de influir en este mundo para la gloria de Dios como cualquier otra persona que conociera jamás. Ver desenmarañarse su vida fue más doloroso de lo que puedo describir. Siempre seré distinto debido a sus malas decisiones. Con la ayuda de Dios, no me derrumbaré. Punto. \ Nunca sabrás el nivel de pasión y de verdad que acabo de poner en esas palabras. No me derrumbaré. \No perderé mi matrimonio! \No destruiré a mis hijos! \No dañaré a la iglesia! ¡Y no mancharé el nombre de Cristo!

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¡No me derrumbaré! Al igual que el apóstol Pablo, «[terminaré] mi carrera y [llevaré] a cabo el servicio que me ha enco­ mendado el Señor Jesús» (Hechos 20:24). Y tú también puedes hacerlo. Podemos terminar fuertes si mantenemos ajustados los radios.

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ENSAMIENTO CLAVE

Donde no hay visión de seguir a jesús de manera plena, los buenos sueños se extravían.

P&áem&óte/mUna/i ¡¡ue/deé-U mcudene*m¿ajuiiadoA-

Cuando hablamos de Chazown, de un gran sueño, ¿qué queremos decir de manera exacta con la palabra «radio»? Estoy utilizando la imagen de los radios en la rueda de una bicicleta de carreras para ilustrar cómo a veces pasamos por alto aspectos básicos o prioridades en nuestras vidas que deben estar dedicadas por completo a Dios. Si no lo están, el éxito a largo plazo a la hora de lograr nuestra Chazown sencillamente no se producirá. En mi experiencia, hay cinco aspectos básicos, o «radios», a los que es muy importante prestar atención en la vida. De seguro tú podrías nombrar otros radios, pero basándome en mi experiencia, estos siguen demos­ trando ser los principales: • Tu relación con Dios

i»¿.'uuIíjo¿-.

• Tu relación con las personas • Tu salud financiera • Tu salud física • El trabajo de tu vida Cada uno de esos aspectos básicos debe estar en orden para que termines la carrera a medida que procuras vivir tu Chazown para Dios. Utilizaré mi vida como ejemplo. No podría estar en el ministerio por mucho tiempo si sufiriera mi relación con Dios. Imagina que me alejara de Dios y comenzara a jugar con el pecado. A mirar con lujuria. A caer en la avaricia. O a depender de mis propias

108 I CHAZOWN

capacidades, en lugar de hacerlo en el poder de Dios. ¿Y si perdiera mi amor por los perdidos? ¿O pusiera mi nombre por encima del nombre de Cristo? Sin una relación creciente con Dios, mi vida y mi ministerio se marchitarían y morirían enseguida. ¿Y si careciera de integridad en las relaciones? ¿Y si desatendiera a mi esposa? ¿O si evitara rendir cuentas? ¿O comenzara a tener amargura? ¿O me juntara con las personas indebidas? La vida, para mí, se derrumbaría. ¿Y si predicara libertad en Cristo pero viviera ate­ nazado por el materialismo, luego cayera en la atadura de la deuda y después declarara bancarrota? ¿Qué tipo de testimonio sería ese para el reino de Dios? ¿O si engordara muchísimo? ¿O me vistiera como un vago? ¿O viviera con una presión arterial alta sin controlarla? Mi capacidad de influir en otros para Cristo se limitaría de manera extraordinaria. ¿Y si no estuviera seguro de mi llamado al minis­ terio a tiempo completo? ¿Y si estuviera siempre mirando a otras carreras, preguntándome si habría algo mejor? ¿O si estuviera estancado en algún trabajo sin salida aun sabiendo que me llaman a algo más? Mi eficiencia quedaría limitada. Si se aflojara cualquiera de los cinco grandes radios, podría parecer que perseguía de manera exitosa mi destino, pero en realidad tendría problemas y me dirigiría a la destrucción. Y lo mismo te sucedería a ti. Por eso vamos a buscar la Chazown de Dios para esas cinco importantes prioridades en la vida. Piensa en esos aspectos básicos como chazown con una «c» minúscula. ¿Por qué? Porque Dios tiene un perfecto plan mejor para ti en cada una de esas esferas también, no solo en el cuadro general de tu destino en la tierra. El hecho es que no puedes llegar a tu destino, tu Chazown con «C» mayúscula, sin'buscar lo mejor de Dios en las esferas clave que lo hacen posible. Es el momento de ser sinceros con nosotros mismos. Pongamos en orden las «c» minúsculas a fin de terminar

G adaum .áj& eáo¿-oAf^ctoA-

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fuertes. Busquemos a Dios a fondo, antes de aflojarnos y arruinar nuestras vidas y las vidas de otras personas. Por eso he creado esta ecuación personal para la vida. Cientos de amigos míos se han comprometido a seguir esta ecuación y están viviendo en la ben­ dición de la Chazown de Dios para sus vidas. La ecuación es la siguiente: Rindes tu vida a Dios y a su CItazown poro tí + Te ocupas de los aspectos básicos (choiowns con « c » minúscula) que Él ponga delante de ti + Estableces metas + Das el siguiente paso + Vives con la adecuada rendición de cuentas ¡Tu destino dado por Dios se ocupará de sí mismo!

Mientras que la elección de buscar tu Chazov^n te corresponde a ti, el verdadero trabajo es el de Dios. Es su poder obrando en ti (2 Corintios 12:9). Tu tarea es estar consagrado con fidelidad a Él. Por tanto, en la siguiente sección del libro nos enfocaremos en los aspectos básicos (las «c» minúsculas) que sostienen tu Chazown con «C» mayúscula. Ponte tu casco, tus zapatos y esos shorts tan divertidos. P0rC|U6 VOIHOS de viaje.

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TOTAL El propósito de cualquier plan es el éxito. Para los cris­ tianos, el éxito significa llegar a ser lo que Dios quiere que seamos. Y me ha ayudado el hacer esa afirmación aun más personal: Defino el éxito como ser un segui­ dor de Cristo consagrado p o r completo. A pesar de lo sencilla que parece esa definición, se basa en dos grandes suposiciones. En primer lugar, no solo implica llegar al destino, sino también el viaje. El verdadero éxito comienza en este momento, y conti­ núa cada día que vives sobre la tierra. Por ejemplo, si uno de tus chazowns es el éxito en los negocios, pero en el camino dañas a tu familia o te comportas de manera deshonesta, no has tenido éxito aun si terminas teniendo una riqueza mayor que la de Bill Gates. Si estableces como destino alimentar a las perso­ nas sin hogar, pero no profiindizas tu relación con Dios, has pasado por alto el punto principal, y has fra­ casado. El éxito está determinado por tus decisiones dia­ rias en el camino hacia tu Chazown. Batalla con esta pregunta: ¿Cuándo tiene éxito un equipo en un campeonato? ¿Solo es durante los últimos segundos del partido final, cuando enloquece la multitud? No, ese es el destino. El verdadero éxito del equipo comenzó aun antes del primer día de entrenamiento, cuando cada jugador comenzó a for­ mar fortaleza, energía y capacidades especializadas. Cada día que el equipo trabajó duro, aprendieron a jugar juntos, escucharon al entrenador, crecieron debido a los errores, ganaron un partido o perdieron un partido: cada paso de ese viaje fue parte del éxito de e^e equipo. El éxito es quién eres en la actualidad, y no solo quién eres al final de tu vida. El éxito es ser un seguidor de Cristo consagrado por completo en este momento. 6 R o E S C H E L

La segunda suposición en mi definición de éxito está envuelta en la pala­ bra «por completo». Observa que la definición no dice que el éxito es ser un seguidor de Cristo dedicado en parte. Ni un seguidor cuando es convenien^. Ni en esta esfera, pero no en aquella. '

El éxito pora el cristiano es seguir a Cristo... por completo. | fEs^igñífica que cada esfera de la vida le pertenece a ÉÍP La mayor parte del resto de este libro te ayudará a desarrollar un plan de acción con metas concretas, realizables y escritas en las cinco prioridades fun­ damentales en la vida qua ya he identificado: . 1. Tu relación con Dios. Te ayudaré a seguir adelante al sueño de Dios para tu experiencia de la vida con Él. Descubrirás lo que Dios quiere que hagas de manera diferente, en pequeños pasos a partir de ahora, a fin de alcanzar su chazown en la búsqueda más crítica de la vida. Dios mismo. , 2. Tu relación con las personas. ¿Cómo encontrarás satisfacción y lograrás el mayor impacto como amigo, como hermano o hermana, en el matrimo­ nio, como padre o abuelo, como empleado y en todos tus contactos inter­ personales? ¿Cómo te alientan otros creyentes hacia tu Chazown? ¿Cómo les ayudas a ellos a lograr la suya? 3. Tu vida financiera. Demasiados cristianos tienen obstáculos para utilizar la riqueza que les ha dado Dios para la eternidad debido a la deuda, a malos hábitos en cuanto a gasto y a malas decisiones con respecto a inver­ siones. Puedes comenzar hoy, dando pasitos de bebé, a cambiar tus funda­ mentos financieros hacia los increíbles sueños de Dios, que se extienden mucho más allá de cualquier cuenta bancaria o inversión en la bolsa. 4. Tu salud fi'sica. Debido a que tu cuerpo es templo del Espíritu Santo", ¿có­ mo van tus faenas domésticas para Dios? Quizá solo necesites una rutina continua de mantenimiento. O tal vez necesites una importante renova­ ción. Juntos podemos establecer los proyectos para el éxito. 5. El trabajo de tu vida. Tu trabajo es cualquier cosa que haces con tus horas productivas y en que estás despierto, aun si no recibes un salario por hacerlo. ¿Buscas las tareas para las que te creó Dios? ¿Te limitas solo a existir para recibir un salario o te creces en tu trabajo porque cumples un sueño? Pensaremos bien en esto y, si es necesario, determinaremos correcciones para ti.

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C H A Z O W N

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Tienes un par de opciones para leer y escribir el resto de tu libro. Opción #1: Puedes enfocarte en una de las cinco disciplinas clave, salir y vivir tu plan de acción en esa parte de la vida durante un tiempo, luego regresar y crear un plan para otra esfera. Opción #2: Puedes trabajar en planes de acción en los cinco aspectos básicos (o en dos o en cuatro). Si haces esto, te sigo alentando a que solo implementes un plan cada vez. De cualquier manera, te he proporcionado un sondeo para ayudarte a determinar las esferas en las que podrías estar más hambriento de visión. ^Marca cualquiera de las frases que sea cierta para ti:

Tu relación con Dios n Por lo general, me siento distante de Dios, d No paso mucho tiempo en oración, ni la lectura de la Biblia, ni Soy incoherente en mi relación con Dios, n Batallo con dudas acerca de Dios. O No participo en una iglesia. (La asistencia ocasional no es participar).

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Tu relación con las personas O Estoy en una o más relaciones dolorosas o destructivas. □ Con frecuencia me siento solo. □ En pocas (o ninguna) de mis relaciones ayudo a otros a acercarse a Cristo, ni ellos lo hacen por mí. □ No tengo un mentor. a

Temo la intimidad.

Tu vida financiera □ Arrastro balances de mi tarjeta de crédito de mes a mes. □ Me siento obstaculizado en lo económico para hacer algunas cosas que Dios quiere que haga. □ A menudo me preocupan las finanzas. □ Si no tuviera ingresos durante un mes, no podría pagar mis facturas. □ No diezmo el diez por ciento de mis ingresos a Dios.

Tu salud física □ Con frecuencia me siento cansado y agotado. □ Batallo con la promiscuidad sexual, el fumar o el abuso de drogas o alcohol. □ No me he hecho un chequeo general por años. □ No hago ejercicio con regularidad. □ Creo que los cuatro grupos básicos de alimentos son Taco Bell, McDonald’s, Wendys y KFC. 114

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El trabajo de tu vida (incluyendo el servicio voluntario y la crianza de una fa m ilia ) O Siento poca o ninguna pasión por mi trabajo. □ Sueño con hacer algo diferente. O No creo que mi trabajo tenga mucho que ver con Dios, si es que tiene algo que ver. O Mis dones y pasiones se utilizan poco. O No tengo ni idea de lo que necesito hacer con esta parte de mi vida. Las categorías en las cuales marcaras más frases son a las que podrías considerar dar una atención prioritaria. Aun así, ora acerca de tu decisión, y ve en la dirección que Dios quiera que vayas. Opción #1: Si quieres comenzar un plan de acción solo para... ... ... ... ... ^ ...

tu relación con Dios, ve a la página 116 tu relación con las personas, ve a la página 130 tu vida financiera, ve a la página 149 tu salud física, ve a la página 168 el trabajo de tu vida, ve a la página 184

Opción #2: Si quieres trabajar en planes para los cinco aspectos básicos, solo trabaja en el resto de este libro en su secuencia. Nuestro sitio Web también tiene un sondeo más extenso que puedes completar. Ve a www.chazown.com y encontrarás una sección titulada «Inven­ tario personal», el cual te llevará unos veinte minutos rellenar. El programa generará resultados de inmediato que te mostrarán dónde necesitas crecer. P¿ír'¿¡ e sc rib ir iuS re s p u e s ta s j e n tra en

a f ir \ c?>e o b te n e r t í^ p ro p ia s p a g in a s o^e¡ ciliario y otros recursos

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PRIMER RADIO

R.ELAC10N CON DIOS

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AL IGUAL QUE LOS NECESITAN EL AGUA ^

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Puede que te preguntes por qué una relación con Dios es necesaria para alcanzar tu Chazown. Algunos quizá argumenten: ¿Es que no puedo ser solo una persona decente que cumple la ley, con una buena moral y disfru­ tar de lo m ejor de la vida? Conozco a muchas personas de éxito que no prestan mucha atencióny si es que prestan alguna, a su vida espiritual Entonces, ¿qué tiene ese asunto de Dios, de todos modos? El asunto de Dios, tu relación con Él, es tan grande como cualquier otro asunto puede llegar a ser. Dios nos creó a ti y a mí para Él. Dios nos creó para que le conozcamos y le amemos. Necesitamos a Dios, Como los pulmones necesitan el oxígeno. Como los peces necesitan el agua.

«En él vivimos, nos movemos y existimos», dijo el apóstol Pablo (Hechos 17:28). La Biblia es una gran historia acerca de Dios en W^ busca del hombre, y el hombre en busca de Dios. Des-^^^í?^ de el primer día en el Jardín hasta la venida de Cristo y ■ su regreso final, Dios vino buscándonos, para caminar con nosotros y hablar con nosotros. Para conocer y que nos conozcan. Nosotros solo tenemos un importante problema que ha obstaculizado la relación del hombre con Dios desde que Adán y Eva comieron del fi:uto prohibido. Dios llama a nuestro problema pecado. Ya sea que lo admitamos o no, no podemos estar completos ni ser felices hasta que llevemos nuestra mayor necesidad a Dios y le pidamos que la satisfaga. Por lo tanto, sí puedes vivir una vida con una buena moral y ser mejor por ello. Puedes vivir según la G R o E S C H E L

J\lo^¿4^x:eJ£/i(í a£dxíe4^.

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Biblia y tener una vida mejor. Con todo, eso sería como vivir según las reglas de la casa de tus padres como un niño sin recibir su amor ni darle tú el tuyo a ellos a cambio. Tendrías una casa bien dirigida, pero no un hogar. Dios te creó para sí mismo. Te hizo para que encontraras tu hogar en Él. De la misma manera, tu Chazown completa no existe fuera de una relación viva y creciente con Aquel que te creó. [Si dijeras que nunca has acudido a Dios por medio de Cristo, no pases ni un momento más viviendo distante de Él. Búscalo. Él ya te está buscando a ti. Para obtener dirección concreta, ve a la sección «¿Ya vives con los lamentos?», que está en la página 225]. Entonces, ¿cómo puedes conocer y buscar la chazown de Dios para tu relación con Él? Antes de descubrir la respuesta, te aseguro algo: No sucederá por accidente.

EL DISCIPULO ACCIDENTAL Cuando era niño me encantaba el cuento de «Ricitos de oro y los tres osos». Cuando los osos estaban ausentes, Ricitos de oro se comía la papilla de avena de los osos. {¿Osos y papilla de avena? Nunca entendí eso. ¿Y viviendo en una casa? Ah, bueno). La papilla de Papá Oso estaba demasiaaaado caliente y la de Mamá Osa estaba demasiaaaado fría. Sin embargo, la papilla del Bebé Oso estaba muuuy bueeeena. Ni demasiado caliente, ni demasiado fría. Jesús no se parece en nada a Ricitos de oro. Él le dijo a un grupo de cristianos del primer siglo: «Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca» (Apocalipsis 3:15-16). ¿Puedes decir que Él no está contento? ENSAMIENTO CLAVE

RCuando no hay visión para nuestra relación con Dios, lendemos a alejarnos de Él.

Todo el mundo encaja en una de las tres categorías. O bien eres caliente, frío o tibio. Caliente significa que estás creciendo en tu relación con Dios. Así Pablo describió a los cristianos en la ciudad griega de Tesalónica: «Su fe se acrecien­ ta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros» (2 Tesalonicenses 1:3). Crecer o acercarse más a Dios no significa nada más tener conocimiento; significa que tu corazón se expande para Dios y para la gente. Y, como cualquier relación, una relación creciente con Dios como seguidor de Jesucristo solo sucede a propósito. No hay discípulos accidentales. Frías son las personas que aún no conocen a Dios. No tienen una relación con Cristo. La razón de que esta categoría no esté en último lugar de la lista de Jesús es que la persona fría no finge, como lo hace un cristiano que se aparta de Dios. Tibio. Esta es la categoría que para Jesús fue tan insípida que no pudo soportarla. La persona tibia es la que se está alejando. Tienes una relación con Dios, pero se desvanece la calidad de la relación. Hebreos 2:1 advierte: «Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el rumbo». 6 R o E S C H E L

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¿Gómj^UecfCumó^ U a A ia a c^ ? J^o¿^ UaJüodmA^ aiejaxlx^ a p ú ca .

Un día de verano mi familia estaba en la playa. Estuvimos jugando en las olas justo delante de nuestra cabaña durante una hora más o menos. Así que, cuando ■ miré buscando nuestra cabaña, estaba a una distancia' de otras cuatro cabañas. Me pregunté: ¿Cómo llegamos hasta aqut?^ os habíamos alejado poco a poco. Sucedió: de manera tan gradual que no me di cuenta hasta que miré. Entonces mi punto de referencia me mostró que nos habíamos movido a gran distancia. Es ahí donde muchas personas están en su relación con Dios. Por fuera pueden parecer cristianos calientes,' pero en su interior sus corazones se han alejado. Dios quiere que seas callente.

Caliente con pasión por conocerlo a Él de manera íntima. Caliente con el deseo de interiorizar su Palabra y amar a su pueblo. Ardiendo en tu interior por seguir su voz. Doliéndote en tu corazón por los perdidos. Lleno de una ira justa contra el pecado. No obstante, quizá sospeches que tu corazón para Dios se ha enfriado hasta alcanzar la temperatura de la habitación, la temperatura del ambiente que te rodea. Si es así, llegó el momento de que levantes tu vista.; Compara tu situación actual con tu punto de referencia: una relación caliente con Dios. Entonces regresa a donde' perteneces. Las grandes relaciones no se producen por accidente. Y eso incluye nuestra relación con Dios.

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ENSAMIENTO CLAVE

La relación de tadas las personas con Dios termina en alguna parte, pero pocas relaciones con Dios ter-minan en alguna parte a propósito. A menudo tu pasado tiene la llave que abre tu futuro.

¡Dios quiere que seas caliente! Sin embargo, esto solo sucede a propósito.

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¿CUAL ES

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TEMPERATURA? Steve se convirtió en un seguidor de Cristo hace seis meses. Con la ayuda de Dios, se sobrepuso a una adicción a las metanfetaminas y al alcohol. Como nuevo cre­ yente, Steve ha llevado a Cristo a cuatro miembros de su familia, participa en dos grupos de estudio, sirve cada semana en nuestro ministerio con los niños, par­ ticipa en un desayuno de oración para hombres y ha estado en tres países en viajes misioneros. Todo eso en seis meses. Steve me dijo que es solo el comienzo. ¡Este hombre es caliente! Luego está Mike. Mike es un buen amigo mío, pero aún no es seguidor de Cristo. Dios le llamaría frío. No es un mal hombre. Justo lo contrario. Es honesto, leal, confiable y simple y llanamente agrada­ ble. Con todo, nunca ha tenido un nuevo nacimiento espiritual. Cuando Mike tenía doce años, encontró a su mamá muerta en la bañera después de haber tenido uno de sus ataques. A Mike le es difícil creer en un Dios que permitió que sucediera eso. Puedo com­ prender sus luchas. Asiste a la iglesia, y está abierto a Dios hasta cierto punto. Solo que no hasta el punto de comprometerse a una relación. A Mike también le gustan las fiestas. Una noche, Mike dio una fiesta loca. Todos allí estaban borrachos. Alguien comenzó a burlarse de los predicadores. Mi nombre salió a relucir. A medida que varios borrachos comenzaron a meterse conmigo, Mike interrumpió y me defendió. Les dijo que yo era «dewerdad». En poco tiempo convenció a todos los que estaban en la fiesta de que levantaran sus cervezas... y brindaran «por el pastor Craig». ¿Mencioné que Mike me cae muy bien? G R o E S C H E L

Jesús le dijo a un hombre: «No estás lejos del reino de Dios» (Marcos 12:34). Mike no está lejos. Aun así, es frío. Sin embargo, es mejor ser frío... que tibio. Otro amigo mío (al que llamaré Travis) antes esta­ ba apasionado con su relación con Dios. En su negocio tenía una valiente pero amable manera de testificar de su fe, guiando a muchos a Cristo. Le conocían como día una persona íntegra, y hasta era uno de los ancianos de ocmi£4n/^a su iglesia. Travis enseñaba la clase de Escuela Domini­ cal, era voluntario con los jóvenes y educaba a tres estu­ cdejanA^^. pendos hijos. decía Entonces un día comenzó a alejarse. Su esposa decía que notaba unas cuantas señales q iie hoÍoJk í pequeñas, pero que no pensaba mucho en ellas. Mike imaá^ c u a n i a i ' comenzó a ver películas que antes consideraba malas " para su fe. Luego dejó de leer su Biblia y abandonó sus ácñaíed^ reuniones con otros hombres para rendir cuentas. Para fiex:^iieñai, la mayoría de las personas todo parecía normal en el exterior. Sin embargo, en el interior, algo había cam­ fie/ia c ^ biado. peí^iÁaJjía ^ Un día, Travis fue a comer con una mujer de su oficina. Le gustaba su compañía, y a ella la suya. Lo que muckc^ al principio parecía algo inocente, enseguida se convir­ e44.eUa¿ tió en una serie de destructivas decisiones. Con una pasión por Dios que se enfriaba cada vez más, Travis traicionó su pacto con Dios y con su esposa al cometer adulterio. Me gustaría poder decirte que se arrepintió, que su esposa le perdonó y que sus hijos están bien. La verdad no es tan agradable. Travis dejó a su esposa por esa mujer. Su relación no resultaba. La esposa de Travis está tratando de reconstruir una vida de sueños destrozados. Hace dos años que sus hijos no hablan con él. Cada noche Mike bebe hasta quedarse dormido. A solas. Herido. A veces asiste a la iglesia, pero tiene una mirada ausente en sus ojos. La fe de Travis se tornó tibia. C H A Z o W N

YA LA RESPUESTA ES SÍ ¿Recuerdas la secundaria? Si a un chico le gustaba una chica, casi siempre se sentía demasiado aterrado para pedirle que saliera con él. Después de todo, ella podría decirle que no. Así que le pedía a otra chica que le preguntara a su amiga si, por casualidad, la chica que le gustaba pudiera, hipotéticamente hablando, decir sí. La pregunta del chico recorría la cadena. Luego llegaba por la misma cadena la respuesta de la chica: ¡Sí! Entonces el chico se desmayaba. Tú no tienes que jugar a eso con Dios.

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Dios ya dijo que sí. «Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar, afirma el SEÑOR» (Jeremías 29:13-14, énfasis añadido por mí, pero por Dios también, creo yo). Dios quiere que lo busques. Y cuando lo hagas. Él revelará las profiindidades de su carácter, su naturaleza, su gloria. En maneras que no puedes ni imaginar. Aun después de que hayas buscado a Dios y le hayas conocido durante toda la vida. Él sigue diciendo: «Sí, acércate más. Hay mucho más de mí por descubrir». Y aunque te hayas alejado de Él durante toda la vida. Él sigue diciendo sí. Su respuesta siempre es sí. AmvdeAfuéá-

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PUEDB ACERCANTE MÁS A DIOS

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Hay una ley espiritual que contiene una estupenda promesa para cualquiera que esté listo para experimentar más intimidad con Dios. Considérala como «el princi­ pio del movimiento múltiple»: Cuando tú te mueves, Dios también se mueve. Tú te acercas más a Dios, y Él se acercará más a ti. «Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes», leemos en Santiago 4:8. Cualquiera que quiera puede acercarse más a Dios. ¿Estás listo para hacer tu movimiento? Dos preguntas te ayudarán a acercarte más a Dios en lugar de alejarte. La primera de ellas es: ¿Qué disciplinas te ayudan mejor a experimentar a Dios? Trato de evitar la mentalidad de una sola fórmula para todos. No quiero que pienses que si solo marcas la casilla del estudio bíblico o la casilla de la oración, te has encontrado con Dios. Dios es mucho mayor que eso. Y Él te ha dado muchas más maneras de disfrutar de su presencia. Sin embargo, hay ciertos ingredientes básicos que constituyen una fuerte relación con Dios. Casi todos los pasteles se hacen con harina y agua. Aun así, el número de maneras de combinar los ingredientes bási­ cos es interminable. Y así sucede con Dios y nosotros. Aunque todos los seguidores de Cristo caminan en la misma dirección para acercarse a Dios, sus senderos pueden ser muy dis­ tintos. Algunas disciplinas espirituales comunes incluyen el estudio de la Biblia, la oración, el ayuno, la adoración, la comunión con otros creyentes, la rendición de cuentas.

el servicio y la evangelización. Son ingredientes básicos para una vida que se vive cerca del corazón de Dios. Una vida caliente. No obstante, cada uno de esos hábitos esenciales puede practicarse de distintas maneras. En potencia, con una variedad interminable. Siéntete libre para experimentar a Dios de maneras creativas y poco comunes. Para ti podrían terminar siendo la parte más importante de tu relación con Dios. Cualquier padre se relacionará de maneras únicas con cada uno de sus hijos. Mi hija mayor y yo experimentamos amor al leer juntos. A mi segunda hija y a mí nos gusta utilizar pequeños gestos con las manos que solo conoce­ mos los dos. A mi tercera hija y a mí nos gusta hablar. Y hablar. Y hablar. Mi hijo mayor y yo echamos peleas y aplastamos insectos. (Cuando él tenga veintidós años supongo, y espero, que nos conectaremos de modo diferente, pero no menos genuino). Mi segundo hijo y yo nos relacionamos al cantar y acurrucamos. Y a mi hija menor, que es solo un bebé, le digo: «Cu, gu, gu, ga, ga, ga». Y ella sonríe. Concédete permiso para conectarte con tu Padre de maneras poco comunes, maneras que sean únicas para ti. Por ejemplo, puede que disfrutes al escribir tus oraciones. O al orar de modo conversacional durante un paseo. Si no te gusta leer, puedes obtener una Biblia en CD y escucharla dondequiera que vayas. Sé creativo. Sal del molde. Pregúntate: ¿C óm opuedo experimentar mejor a Dios?Y entonces practica lo que resulte para ti. En diferentes momentos de tu vida eso puede cambiar. Lo fundamental es buscar a Dios con pasión. Y si antes eras caliente pero te has alejado, Jesús dice: «Has abandonado tu primer amor [...] Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio» (Apocalipsis 2:4-5). Vuelve a los viejos y buenos hábitos. Ten una reunión con tu Padre. La segunda pregunta para guiarte hacia Dios es: ¿Qué barreras evitan que experimentes a Dios? David dijo en el Salmo 24:4-5: «Solo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos. Quien es así recibe bendiciones del SEÑOR». En este pasaje vemos dos barreras principales. La primera es «manos sucias», o pecado. Cuando era un niño, mi mamá solía decir: «Craig, después que vayas al baño, lávate siempre las manos». A veces lo fingía. No sé por qué. AbrÍQ 6l grifo del agua, pero ni siquiera me mojaba las manos. Una tontería, ¿verdad? 6 R o E S C H E L

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^ K íd c ^ e ¿ ^ c44xdc¡4úe/i cú¿xj.c^iie p cm e m c^ fiú^ d e l c u ^ de^ 2 ) ío4'.

Muchos de nosotros fingimos nuestra higiene espiritual. Es posible que no lo sepa tu cónyuge. Tal vez no lo sepan tus amigos. Sin embargo, tú y tu Padre lo saben. Hay pecado no confesado que está en tu cora­ zón. Tus manos están sucias. En el Nuevo Testamento, una palabra griega para pecado ^sjamartia. Significa «errar el blanco». El peca­ do no tiene por qué ser intencional. Es el modo por defecto de los seres humanos la mayoría del tiempo. Y es lo que sucede casi siempre cuando no buscas a Dios de manera intencional, cuando no vives con propósito. Pablo escribió a la iglesia en Corinto: «Vuelvan a su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar» (1 Corintios 15:34). Confiesa tu pecado. Aléjate de él y deja que el fuego del Espírílu de Dios te limpíe de cual­ quier cosa que obstaculice tu relación con É l.

Es lo Único sensato que se puede hacer. La confesión no es fácil, pero es crítica en lo abso­ luto. Les confieso cualquier pecado, aun el mayor, a mi esposa y a mi compañero ante los que rindo cuentas. Sus oraciones son el motivo de que yo haya progresado en cuanto a vencer esos pecados. Y el motivo de que disfrute a Dios tanto como lo hago en la actualidad. Te desafío a que seas sincero. Te desafío por partida doble. ¿Qué pecado está obstaculizando tu relación con Dios? Quizá para ti sea el orgullo o la autosuficiencia. ¿Y la lujuria o la murmuración? Quizá sea una combi­ nación de materialismo y avaricia. Puede ser que para ti sea alguna adicción. Afirmas que puedes dejarlo cuando quieras. ¿Por qué no lo has hecho ya? Y en caso de que te sientas atrapado por un pecado habitual y repetitivo, aquí tienes algo para alentarte: «Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no per­ mitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pue­ dan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir» (1 Corintios 10:13).

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Ningún pecado es demasiado grande para que Dios no lo conquiste en ti. Dios te mostrará un camino de salida. David mencionó una segunda barrera para experimentar a Dios. Es la idolatría. Piensa en la idolatría no como en un solo acto de pecado, sino como un estilo de vida que gira alrededor de prioridades pecaminosas. Uno de los Diez Mandamientos dice: «No tengas otros dioses además de mí» (Éxodo 20:3). Un ídolo es cualquier cosa que ponemos por delante de Dios. Algunos de nosotros ponemos nuestras aficiones por delante de Dios. Algunas personas dedican más tiempo a ver la televisión cada día del que dedican con Dios en un mes. ¿Y tengo que señalar la tiranía del dinero? Nuestras carreras pueden convertirse en ídolos. Hasta podemos poner a nuestros hijos por delante de Dios. ¿Otros ídolos en la actualidad? Nuestro aspecto, nuestros cuerpos, nuestra salud, nuestras posesiones, nuestro orgullo. Cualquier cosa que valoramos puede convertirse en algo más valioso para nosotros que Dios. Hasta las cosas buenas. Es entonces cuando se convierten en un ídolo. ¿Qué eres más tentado a poner por delante de Dios? ¿Cuáles son las disciplinas que mejor te ayudan a experimentar a Dios? (Las que te acercan más a Él). ¿Cuáles son las barreras que obstaculizan tu relación con Dios? (Las que te alejan de Él). En otras palabras, ¿qué necesitas comenzar o dejar de hacer para arder con pasión por Dios?

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/ Ú et<eS el auior: Tu t'elíiCiót^ Coñ VioS Le prom eto a Dios que me levantaré temprano cada mañana para pasar unos minutosy no menos de cincOy en oración privada [...] Por la presente hago el voto de leer no menos de cuatro capítulos de la Palabra de Dios cada día. Cultivaré un espíritu de abnegación, y me someteré como prisionero de am or del Redentor del mundo. WILLIAM BOOTH, FUNDADOR DEL EJÉRCITO DE SALVACIÓN

Como una de mis metas personales, me he comprometido a leer toda la Biblia cada año. Le he prometido a Dios guiar a mi familia de manera espiri­ tual, lo cual incluye orar con ellos, disciplinarlos de acuerdo con los valores centrales que nos ha dado Dios, y un devocional familiar a la semana formal, pero a la vez divertido.

Rejlexión: ¿Qué metas concretas, realizables y escritas te establecerás en tu búsqueda de Dios? 1. Acércame más. ¿Qué disciplinas te ayudan mejor a experimentar a Dios? Recuerda pensar fuera del molde. (Pista: ¿qué te ha acercado más a Dios en el pasado? ¿Qué es algo nuevo que podría acercarte a Él de manera nueva?). Metas a corto plazo: Ahora escribe una o dos metas concretas y reali­ zables para ayudarte a desarrollar tu relación con Dios. (Esas metas deberían estar relacionadas con tus respuestas a la pregunta 1). 2. Aléjame más. ¿Cuáles son las barreras que te impiden experimentar a Dios? En el siguiente espacio, escribe cualquier pecado que necesite limpieza. Enumera cualquier cosa que estés poniendo por delante de Dios. Sé sincero. Metas a corto plazo: Escribe una o dos metas concretas para quitar las barreras de tu relación con Dios. (Por ejemplo, si estás viendo por­ nografía en tu computadora, comprométete a conseguir un filtro 128

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para Internet. O si estás demasiado ocupado para pasar tiempo con Dios, comprométete a levantarte treinta minutos más temprano para hacerlo). 3. Ei siguiente paso: Ahora describe la acción concreta que emprende­ rás para cumplir las metas elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cualquier cosa que necesites para mante­ ner los resultados. Ora y da gracias a Dios porque te está invitando a una relación más cercana con Él. Pídele el valor y el compromiso para buscar una intimidad genuina con Él con propósito y pasión.

¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás preparado para continuar y crear un plan de acción en otra esfera de la vida, sigue leyendo. Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya estableciste y vivirlas durante un tiempo antes de pensar en otros planes de acción para otras esferas. Si ese es el caso, es importante que leas la última parte del libro. Por favor, ve a la página 198 y termina de leer el libro desde ese punto.

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SEGUNDOR/UHO

[RELACIONES CON LAS PERSONAS

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OBSERVACIONES A L O LAKGO DEL CAMINO Estoy andando por un sendero en el bosque. Creo que podría estar soñando, pero no estoy seguro. Más adelante observo dos pedazos de papel que se mueven un poco con la brisa. Veo que son dos mitades de una vieja y rota fotografía. Sarah tenía unos veinte años y una sonrisa de oreja a oreja. Tenía su brazo alrededor de su mejor amiga que era un poco mayor que ella: Holly. Recuerdo la historia como en un abrir y cerrar de cíe ^o/iaA ki/p^ ojos. Holly guió a Sarah a Cristo, y enseguida las dos c^ óe se hicieron compañeras de oración y eran las mejores amigas. Un día, el trabajo de Sarah hizo que se trasla­ i ^ hciAladam a dara a una nueva ciudad. Pasaron años, y las mejores amigas perdieron el contacto. Sarah se sentía lejos de Dios y también se sentía abandonada y sola. Un día se cm ddcí. encontró mirando con fijeza un frasco de píldoras. PaóxzAxui. Lloraba porque no le importaba a nadie. Quizá las píl­ doras le dieran descanso. f laó^ mejúA£¿^ La fotografía está rota. Así quedó la vida de Sarah. a m ícfa ¿ Más adelante en el camino veo otra fotografía rota. Al juntar las dos mitades, veo a dos muchachos. pe/iÁimcm Michael es el hermano mayor, y Andrew es el menor. e l ccmtactc^. Cuando eran pequeños, eran inseparables. Como adultos, cambiaron las cosas. Cuando Michael tenía treinta y cuatro años y Andrew treinta y dos, sus padres murieron en un accidente de auto. Se enfrentaron a causa de la h'ferencia. Ahora no se hablan. Otras dos vidas rotas. A un lado, observo otros dos pedazos de papel. No. Demasiado dolor. No quiero mirar. Pero miro. 6 R o E S C H E L

. Son Keith y Daniel, padre e hijo. Daniel tenía los ojos verdes de su papá. Amaba a su papá. Su papá ama­ ba su trabajo, no dejando tiempo para su hijo. Un día el joven hambriento en lo emocional se fue de casa. «Para bien», dijo. Yo protesto: «¡Ya es suficiente! ¡Ya basta!». Entonces veo a Larry y a su esposa, Peggy. En la fotografía los dos se ven muy bien, sonriendo, de pie juntos fuera de su casa en las afueras de la ciudad. Nadie sabía que Larry tenía otra vida. Su pecado partió el corazón de su esposa. Siguieron juntos durante un tiempo, pero al final ella no pudo soportarlo más y le abandonó. De repente, me despierto del sueño. El corazón _me palpita con rapidez., Estoy empapado en,sudor.

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Sólo para darme cuenta de que las historias son ciertas.

VEAMOS A PER.SONAS CON PROPÓSITO Todos tenemos relaciones que podrían ser mejores. Algunos de nosotros tenemos relaciones que no podrían ser mucho peores. Sea cual sea el estado de tus relaciones con la gente, Dios nos proporciona una clara guía para mejorarlas. Él tiene un sueño, en especial para tus vínculos con las personas más cercanas a ti. Dios quiere revelar su voluntad, su sueño para nuestras relaciones, porque...

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ENSAMIENTO CLAVE

Cuando no hay visión para nuestras relaciones con las personas, esas relaciones se marchitarán y extraviarán

Dios es un Dios de relaciones. Y detesta cuando se extravían las relaciones. Las relaciones reflejan el corazón mismo de Dios. Cuando Él creó el mundo, dijo que todo era bueno a excepción de una cosa: No era bueno que el hombre estuviera solo. Y, sin embargo, muchas personas viven sin un plan deliberado para sus relaciones. Algunos argumentarían: «Yo no estoy solo. Me encuentro siempre con personas». La extraña verdad es que uno puede estar en una habitación llena de personas y, aun así, sentirse solo. O puede estar casado cuarenta años y ser poco más que compañero de cuarto de su cónyuge. O puede ir a la iglesia cada semana y hablar de amar a los perdidos sin conocer siquiera el nombre del vecino que vive puerta con puerta. Dios quiere que experimentemos su plenitud mediante estupendas relaciones. Él tiene preparadas personas para que sean tus mentores, para afilarte, para amarte y para conducirte hacia la Chazov^n que Él tiene para tu vida. Él también te ha preparado para que hables a las vidas de otros. Para hacer que sean mejores y más eficientes. Él tiene preparados amigos ante los cuales rendir cuentas para que sean una bendición en tu vida. Dios tiene planes de bendecir tus relaciones favoritas y glorificar su nombre a medida que tú manifiestas su amor. Sin embargo, por tu parte será necesario un paso deliberado y con oración. Durante años no veía el valor de desarrollar deliberadas relaciones pia­ dosas. Ese era el departamento de mi esposa, y yo dejaba la esfera de las G R o E S C H E L

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relaciones en sus manos. Contento con acompañar, batallaba en esa esfera, sin ver el valor de invertir en los demás y recibir de ellos. Entonces lo entendí. El principal mandato de Dios es amarlo a Él. Su seguiido mandoto principal es amar a su pueblo. Todo se trata de relaciones. Y cada aspecto de tu Chazown se fortalecerá y bendecirá con las buenas relaciones. Juntos buscaremos a Dios, y nuestras relaciones terminarán donde Él quiere que estén.

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ENSAMIENTO CLAVE

Cada relación termina en alguna parte, pero pocas relaciones terminan en alguna parte a propósito.

Hablemos sobre cómo construir relaciones a pro­ pósito.

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CHAZOWN Y UNA BUENA COMPAÑÍA Te ofrezco cuatro preguntas para ayudarte a comprender y vivir la chazown de Dios para tus relaciones. La primera pregunta es: ¿Qué relaciones necesitan iniciarse^ Todos necesitamos personas para recibir apoyo, aliento y para rendir cuentas. ¿Quién falta para tí? ¿a quién quiere Dios en tu vida que te ayude a alcanzar tu visión? Eclesiastés 4:9-10 dice: «Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!». Gran parte de la vida nos forma para hacer cosas solos. La mayoría de los estudiantes estudian solos. Hacen exámenes solos. Los graduados buscan empleos solos. Las parejas tratan de tener buenos matrimonios sin la ayuda de otros. Tratan de educar niños ellos solos. Los niños crecen y educan a sus hijos en el mismo tipo de aislamiento. Y el ciclo continúa. Dios quiere que v\v2lVí\o^juntos\ en una comunidad de fe, en una red de relaciones comprometidas, en equipos. Con todo, los equipos no se forman por accidente. Por eso mi esposa y yo hemos iniciado relaciones deliberadas y hemos edificado nuestras vidas alrededor de equipos. En nuestras finanzas nos apoyamos en varios consulto­ res para que nos aconsejen. Hemos reclutado a personas que valoramos y en las que confiamos para que inviertan en las vidas de nuestros hijos. Y nuestro matrimonio es el resultado de estupendos mentores. Como Rich y Anna. Ellos tienen uno de los matrimonios más fuertes que cualquier pareja que conozcamos. Así que mientras éramos recién casados, les pedimos que fuesen nuestros mentores, y ellos estuvieron de acuerdo. Rich y Anna no solo fueron ejemplos de dar con generosidad, luchar con limpieza y una comu­ nicación profunda, sino, más que nada, aprendimos a divertirnos como matri­ monio. Ahora nosotros estamos invirtiendo en una pareja joven: Rocky y Lydia. Són estudiantes y están en camino a tener un matrimonio bendecido. Lydia dice que Amy le ha enseñado cómo someterse de manera sana al liderazgo de Rocky a la vez que sigue aportando su punto de vista al matrimonio. Rocky dice que ha aprendido a dirigir mejor y a hacer planes económicos. Esta pareja G R o E S C H E L

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Pídele^ a ^¿04^. Onxi >pmeóx2A^ n£Ícu:4xme¿^ c^iie t e jj(ü tcm .

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conoce el valor de los equipos, al pedir a otros que hablen a sus vidas. Saben que las relaciones estupendas no se producen por accidente. Cuando dependemos del pueblo de Dios, estamos dependiendo de Él, porque las personas son uno de sus recursos clave para trabajar en nuestras vidas. Sin embargo, he aquí una clave: TíeHBS (|U6 CUÍdCir esas relaciones; no esperes que vengan a ti, Jesús no esperó que los doce discípulos acudieran a Él; Él los escogió‘^ ¿Qué relaciones necesitas iniciar? Quizá necesites un buen amigo cristiano para tener apoyo, para batallar junto contigo. Quizá necesites participar en un grupo pequeño. Quizá necesites un compañero ante el que rendir cuentas. Quizá necesites una cita. (Solo bromeaba. Bueno, a lo mejor no). Deja de esperar que alguien acuda a ti, que te ponga debajo de sus alas o que te pida que seas su amigo. Ve tú. Y pídele a Dios. Ora por esas relaciones que te faltan. «No tienen, porque no piden» (Santiago 4:2). Las relaciones escogidas de manera deliberada son críticas para el cumplimiento de la Chazown de Dios para ti.

¿TAN BUENO m :D .S

La segunda pregunta para guiarte en tus relaciones con la gente es: ¿Qué relaciones necesitan nutrirse^' ' ¿Cómo pasa una amistad de ser colegas y terminar las frases el uno del otro a <<no nos hablamos»? ¿Cómo pasa un matrimonio de «todas las canciones de la radio hablan de nosotros» a una vista judicial? Nuestras relaciones se deterioran porque no las alimentamos a propósito. ; Mi esposa Amy y yo estamos totalmente de acuerdo: Nuestro matrimonio es tan bueno como queramos que sea. No tan bueno co m o yo quiero que sea, no tan bueno como ella quiere que sea, sino tan bueno como nosotros, en un esfuerzo conjunto, queramos que sea. Si descuidamos nuestra relación, no es bonito. Si invertimos en ella, lo bueno que tiene son seis hijos. Cuando lo cuidamos y hacemos de las necesidades del otro una prioridad, no creerías la intimidad espiritual, la profundidad de la amistad, el nivel de intensa vul­ nerabilidad. Es la relación humana más rica que cono­ ciera jamás. " Entonces, cuando dejamos que se deteriore, al estar demasiado ocupados o distraídos, no creerías lo pronto que comenzamos a pelear. ¿Cómo se alimenta una relación? Cuando se sirven unos a otros en amor, porque «toda la ley se resume en un solo mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti mismo». De modo que «si siguen mordiéndose y devorándose, tengan cuidado, no sea que acaben por destruirse unos a otros» (Gálatas 5:13-15). Si dejas que tu relación tome su curso natural, se morderán el uno al otro hasta que se destruya la relación. Deben optar por servirse el uno al otro en amor. R o E S C H E L

$ i dejoA-c^ae t^ ^ ie la c ió n

tom&óucuMo-

Hcdunai, áemM d& ixín, eLum-alohok o A id c ^ á e d e á h iu fa

lapidación. P e in e n O fian,

e l im o-ai oi/taeH^amoA,.

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Toda relación termina en alguna parte, pero pocas relaciones terminan en alguna parte a propósito. Digamos que tu matrimonio necesita alimento. ¿Qué haces? Haz algo diferente a lo que hayas estado haciendo. Quizá te comprometas a recibir consejería bíblica. Tal vez dejes que otra pareja con más edad y más sabiduría te hable sobre el matrimonio. O pueden comenzar a orar los dos juntos o a leer la Biblia juntos. O pueden unirse los dos a un grupo de apoyo. O leer juntos un libro sobre la comunicación. O elevar la tem­ peratura de su intimidad física. Busca a Dios y permite que Él te guíe en cuanto a alimentar tu matrimonio a fin de avanzar hacia tu chazown para esa relación. De otro modo, tu matrimonio puede terminar en algún lugar que no te gustará. Digamos que tienes una tensa relación con tu hijo o tu hija. ¿Qué haces? Haz algo diferente. Busca una actividad que disfhiten ambos. Haz preguntas y responde preguntas. Escríbanse notas el uno al otro. Lleva a tu hijo o tu hija de viaje, los dos solos. Comiencen a orar juntos. Digamos que has permitido que un muro de resen­ timiento te separe de un compañero de trabajo o de un vecino. ¿Qué haces? Comienza por encargarte de tu parte del problema: las actitudes, la murmuración, la perspectiva limitada. Luego encárgate también de la mayor parte del problema de la otra persona. Toma la iniciativa a la hora de disculparte con sinceridad. Expresa afirmación siempre que sea posible. Pídele a Dios que derribe las barreras. Sigue dando pasos en la dirección ■ adecuada. Entonces deja que Dios sea soberano con respecto al resultado. Quizá no te hables con algún familiar. Asume la I responsabilidad ante un amigo de llamar a ese familiar J una vez al mes, de enviarle un mensaje de correo elec­ trónico o de comer con él. La sanidad puede tomar tiempo. Ten paciencia. Sigue intentándolo Y no te rindas. Cualquier cosa que sea, debe ser tu decisión cons­ ciente y decidida: una relación deliberada.

Me encanta lo que hace uno de los grupos de hogar de nuestra iglesia. Las esposas se reúnen un sábado al mes para alimentar y discipular a sus hijas. Exponen de forma colectiva a las muchachas a las cosas que les gustan, como aprender a cocinar, estudiar acerca del romance y el cortejo, o ir de caminata al aire libre. Al mismo tiempo, los esposos se reúnen para invertir en sus hijos haciendo juntos proyectos de servicio. Eligen a una persona que necesite ayuda, van a su casa y le preguntan: «¿Qué necesita que hagamos?». Esas familias hacen vida juntas a través de relaciones que se han iniciado y alimentado a propósito. Sírvanse unos a otros en amor. Busca a Dios, y pregúntale, y también a ti mismo, qué relaciones en tu vida necesitan nutrirse.

deciáión coniciem ie ij, d ecid ida : u n a 'le la d jm deüim ada.

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R.EPAKAC1ÓN DEL PUENTE BÍBLICO

P ie M a e n ia d ' rielackmeó- de tu iú d a c^ eAÍ(m'udoA-, dañadoA 0. ke^ixla¿:

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El descubrimiento de la chazown de Dios para tus rela­ ciones implica una tercera pregunta. Y es una pregunta difícil: ¿Qué relación necesita restauración'^ Sé sincero con Dios sobre este asunto. Piensa en las relaciones de tu vida que están rotas, dañadas o heridas. En algunos casos, tú fiiiste el ofendido. En otros, tú eres el ofensor. Quizá no has honrado a tu padre, o a tu madre, o a ambos. Tal vez tus padres hayan hecho algo para herirte. A lo mejor tú eres el padre, pero has dado por perdido a alguno de tus hijos debido a decisiones que te hicieron daño o te avergonzaron. ¿Te ha molestado alguien en el trabajo y le guardas resentimiento? ¿Está tensa alguna de tus amistades? Pregúntale a Dios qué relación necesita restauración. Colosenses 3:13 dice: «De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes»‘^ ¿Quiénes somos nosotros para guardar algo contra otra persona cuando Dios nos ha perdonado infinitamente? Jesús también enseñó que deberíamos iniciar la restauración cuando hayamos dañado a alguien. «Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar [eso significa estar adorando a Dios] y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconciliare con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda» (Mateo 5:23-24). Puede que tengas pocas esperanzas de que sane tu relación rota, pero recuerda: todas las cosas son posibles con Dios (véase Mateo 19:26). Dios es el Dios de la res­ tauración. Una palabra hebrea del Antiguo Testamento, shub, se traduce como «restaurado». Significa «mejor

CHAZOWN

que nuevo». Ese es nuestro objetivo para las relaciones dañadas. Ten fe en Dios. Él puede hacer que tu relación sea incluso mejor que nueva. Puede que te sientas nervioso o hasta temeroso de intentar la restauración. Me identifico con eso. Una de mis relaciones más importantes se derrumbó hasta el punto de que creía imposible la restauración. Ese amigo era una de las personas más importantes en mi vida (lo llamaré Rick). Después de años de una fuerte amistad, Rick creyó que yo lo había traicionado. Yo pensaba que hacía lo apropiado. En su mente, yo era el peor pecador que haya vivido jamás. Un Judas. Para mí, él era un estrecho de mente, crítico y que pasaba por alto lo más importante. No importa quién tuviera razón, la situación se volvió vergonzosamente fea. El que fuera mi amigo me odiaba. Y se lo decía a todos. Varias veces intenté la restauración con Rick, pero siempre me encon­ traba con una puerta cerrada ante mis narices. Al final, me di por vencido, convencido de que nunca más volveríamos a tener una relación cercana. Y la relación quedó rota durante varios largos años llenos de dolor. Un día durante mi tiempo de oración. Dios me dio un pequeño empujoncito. Inténtalo de nuevo. De ninguna manera^ pensé. Olvídalo. No voy a someterme a su abuso. Inténtalo de nuevo. No podía librarme de ese pensamiento. Temiendo otro encuentro difícil y humillante, por fin hice la llamada telefónica. Para conmoción y sorpresa mía, Rick estuvo de acuerdo en que nos viéramos. Cuando lo hicimos, solo pasaron minutos hasta que nos dis­ culpamos el uno con el otro, nos dimos un abrazo y celebramos una relación restaurada. Ahora apenas recuerdo los detalles feos. Es casi como si nunca hubieran sucedido. Dios hizo nuestra amistad mejor que nueva. Es posible que, a pesar de tus mejores esfuerzos, la otra persona se niegue a reconciliarse. Pero tú eres la única persona que responde ante Dios por ti. Pablo escribió: «No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Si es posible yy en cuanto dependa de ustedes^ vivan en paz con todos» (Romanos 12:17-18, énfasis del autor). ¿Has hecho todo lo posible para buscar la restauración? Mira por endma

del dolor al potencial placer de las relaciones que son todo lo que Dios quiere que sean. Tu chazown relacional. Inténtalo de nuevo.

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BUEM AMIGO. MAM A

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[ G O .

Jessica y Jenny eran gemelas inseparables, se vestían de la misma manera y tenían la fe de sus padres en Cristo. Ambas eran fuertes en lo moral. Sus íuturos brillaban con posibilidades. Esta es la historia del verano en que cambiaron las cosas. Jessica siguió la tradición familiar. Como en años anteriores, asistió a un campamento cristiano. Ese año hizo amistad con algunas chicas que pensa­ ban en ser misioneras. No hablaron mucho sobre chicos, música ni películas. Hablaron sobre impactar el mundo, alimentar a los pobres, sobre alcanzar a los perdidos. En su iglesia, a Jessica la conocían como una cristiana fuerte, pero sus nuevas amigas parecían tener una fe turboalimentada. Cuando esas mucha­ chas oraban, oraban de verdad. Durante su tiempo libre, a menudo leían sus Biblias. Hablaban de Dios como si Él fuese un buen amigo, que las amaba y las dirigía momento a momento. Jessica quedó atrapada por su pasión. Más adelante en el verano, Jessica acordó viajar con sus nuevas amigas a Tegucigalpa, Honduras, a fin de construir casas para los pobres y hablarle a la gente sobre Jesús. Esa experiencia cambió la vida de Jessica para siempre. Después de dos años en la universidad, se tomó un año para ministrar en Honduras. Allí conoció a Rob. Más adelante se casaron, y ahora sirven en China como misioneros a tiempo completo. Jessica resplandece con el amor de Cristo. Ese mismo verano fue también un verano fatal para Jenny. En lugar de asistir al campamento cristiano, Jenny convenció a su mamá, Mónica, para que la dejara quedarse con una familia en su casa de la playa junto con varias otras chicas de la escuela. Mónica vaciló, porque no conocía bien a esa familia; pero al final cedió. Mónica lamentaría esa deci­ sión durante el resto de su vida. Al principio, Jenny quedó desconcertada por la conducta de esa familia. Los padres les daban cerveza a las adolescentes. Muchísima cerveza. Durante una semana Jenny observó, sin participar con el grupo. Ellas parecían pasárselo muy bien, y después de varias noches de presión por parte de sus amigas, Jenny se bebió su primera cerveza. A la noche siguiente, se emborrachó. La noche siguiente a aquella, fumó droga. 142

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W N

Eso fue solo el comienzo. Jenny conoció a un muchacho mayor que ella en la playa. La última noche del viaje, borracha y drogada, Jenny entregó su virginidad. Al haber descubierto nuevos amigos que eran más «divertidos» que la gente de la iglesia, Jenny era una muchacha distinta cuando regresó a casa. Más sofisticada. Más madura. Y con más tendencia a los problemas. ' En la actualidad, Jenny es alcohólica y está en su tercer matrimonio, educando hijos de sus dos primeros esposos y de un tercer hombre que cono­ ció en un bar. Esta noche dormirá en un refugio para mujeres. Y su mamá llorará hasta quedarse dormida.‘ . ^ Dos hermanas. Dos grupos de amigos! Que nos conducen a la cuarta pregunta...

QUITA EL PESO MUERTO

'^ e lo -c^ eátoif-Jialdcundiie¿^deia¿'lelacUm eámaia¿>, á eá h u cila o A fm aiá<m a¿. c^ á & d elfen 'lom p e'i. O alm em ¿^ nede^iiuM,.

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Consideré no incluir esta pregunta en este libro, debido al modo en que podría malinterpretarse. Aun así, des­ pués de orar, decidí que era lo bastante importante para arriesgarme. Cuarta pregunta: ¿Qué relación necesita cortarse^ Permite que aclare muy bien lo que no estoy diciendo con esta pregunta. No estoy hablando de divorcio sin fundamentos bíblicos, a pesar de lo infeliz que puedas ser en tu matrimonio. Y no estoy hablando de cortar una relación muy difícil, y con frecuencia insatisfactoria, que sabes delante de Dios que tienes la responsabilidad de sostener. De lo que estoy hablando es de las relaciones malas, destructivas y malsanas que se deben romper. O al menos redefmir. Pablo nos advirtió en 1 Corintios 15:33: «No se dejen engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”». Mi mamá siempre decía: «Craig, tú eres como esos con los que corres». Detestaba cuando me decía eso. Tal vez fuera porque tenía razón. Si eres un adulto soltero que trata de decidir si un potencial novio o novia tiene un buen carácter, com­ prueba quiénes son sus amigos. Si se junta con buenas compañías, amigos que son una influencia positiva, puedes esperar un mayor grado de autenticidad. No obstante, si los amigos van por mal camino, es probable que arrastren a cualquiera que esté a su lado en ese viaje. En la misma carta a los corintios, Pablo escribió: «Pero en esta carta quiero aclararles que no deben rela­ cionarse con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o esta­ fador. Con tal persona ni siquiera deben juntarse para comer» (1 Corintios 5:11). Si estás en una relación que

esté causando daño a tu relación con Dios, o bien redefínela o bien con amor y con tacto rómpela hasta que la persona cambie de manera genuina. Tienes un socio de negocios que carece de inte­ gridad. Pon fin a la relación o redefínela. Tienes un amigo que te arrastra hacia abajo en lo espiritual. Redefine la amistad o rómpela. Muchachos, se juntan con tipos que hablan basura de sus esposas, y eso está dañando su matrimonio. O bien esos hombres cambian sus hábitos o bien ustedes están fiiera de juego. Señoras, se juntan con un grupo que odian a los hombres, son murmuradoras y criticonas. Busquen otro grupo distinto. No permitan que nadie dañe su actitud hacia sus esposos, hermanos o padres. Mantente alerta a las personas que son una fuente de tentación para tl.^Por qué disfi^utar de k

¿Po^c^m

ia e m o ció n cuandoáat}e¿-a cancLíce?

emoción cuando sabes a qué conduce? Y si estás teniendo citas con alguien que con toda claridad no es la voluntad de Dios para ti, ¿por qué desperdiciar tu tiempo? ¡Podrías utilizarlo para conocer a la persona que es la visión perfecta de Dios para tu futuro! ¿Por qué tú mismo te estás apartando del mercado? Busca a Dios. Pide su dirección. Y decide hacer lo que Él te diga, aun si eso es doloroso.

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REGRESO

Otra noche. Otro sueño. De nuevo en el mismo bosque con las mismas foto­ grafías. Pero algo es diferente. Allí están Sarah y Holly, las amigas que perdieron el contacto. Obser­ vando un frasco de píldoras, Sarah pensó en poner fin a su vida. En el mismo momento, con más de mil quinientos kilómetros de distancia entre ellas, Holly se sintió raramente movida a llamar a su vieja y distante amiga. El telé­ fono de Sarah la asustó, haciendo que volviera a la realidad con tres fuertes timbrazos. Desesperada, respondió al teléfono solo para oír decir a su vieja amiga: «Dios te tenía en mi corazón, así que pensé en llamarte». Los pedazos de la fotografía rota ahora están unidos. Y así lo están esas dos amigas. Entonces vi a Peggy y Larry, el hombre que tenía la vida secreta. El siguiente capítulo de su historia me viene a la mente. Cuando Peggy dejó a Larry, este tocó fondo. Clamó a Dios, y Dios cambió su corazón. Después de romper las relaciones indebidas, les confesó todos sus pecados a Dios y a su esposa. De manera milagrosa, Peggy lo aceptó. Hoy en día su matrimonio es lo que Dios quiere que sea. Entonces comprendí lo que era distinto. Las dos mitades de la fotografía están pegadas de nuevo. Apenas podría decir que una vez estuvieron rotas. Alguien también ha reparado la fotografía de los dos hermanos. Tres años después de la pelea, Andrew comprendió que nada valía la pena a costa de perder el amor que una vez compartió con Michael. Se arriesgó e hizo una llamada telefónica. Se disculpó ante su hermano, y los dos son de nuevo inse­ parables. Luego vi al padre y al hijo. Cuando Daniel tenía quince años, Keith per­ dió el trabajo que tanto idolatraba. De repente, papá tuvo que preguntarse qué era más importante en la vida. Hoy en día este padre e hijo tienen de nuevo la relación que Dios quiso que tuvieran. Toda relación termina en alguna parte. Sin embargo, pocas relaciones terminan en alguna parte a propósito. -Z.W fzedcifck i de^ la jpÍ<^Aú/ljía cJiú n a e¿ÍÓ44, müáj»S. y a ií

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Tus reli^iotyeS Coñ /¡fS" pei^oñaS ¿Estás preparado para escribir más? Vamos a hacerlo.

Reflexión: Pídele a Dios que te ayude a meditar y responder las cuatro preguntas siguientes. 1. ¿Qué relación debe iniciarse^ (¿Necesitas un buen amigo, un compa­ ñero ante quien rendir cuentas, un mentor espiritual o en los nego­ cios? ¿Qué relación clave falta en tu vida?). 2. ¿Qué relación se debe nutriñ (¿Necesita mejorar tu matrimonio? ¿Estás distante de un padre o un hijo? ¿Te has alejado de un buen amigo?). 3. ¿Qué relación se debe restaurar^. (¿A quién necesitas perdonar? ¿De quién necesitas obtener perdón? ¿Qué relación se ha dañado y necesi­ ta restauración?). 4. ¿Qué relación se debe romper? (¿Estás cerca de alguien que daña tu relación con Dios? ¿O que daña tu matrimonio? ¿Tienes citas con alguien que no es adecuado para ti? ¿Tienes algún amigo que te arras­ tra hacia abajo en lo moral?).

Metas a corto p la ^ : Ahora define una o dos metas relaciónales. Sé específico.

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E l siguiente paso: Ahora describe la acción concreta que emprenderás para cumplir las metas elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cualquier cosa que necesites para mantener los resultados. Ora y dale gracias a Dios porque Él está dirigiendo tus relaciones. Pídele la valentía y el compromiso para manejar esas relaciones con propósito. ¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás prepa­ rado para continuar y crear un plan de acción en otra esfera de la vida, sigue leyendo. Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya estableciste y vivirlas durante un tiempo antes de pensar en otros planes de acción para otras esferas. Si ese es el caso, es importante que leas la última parte del libro. Por favor, ve a la página 198 y termina de leer el libro desde ese punto.

P¿íf% ius !<eSpueSiaSj eñtra eñ CHA2^¿W/^Ü0M a fin o>e obienet' ius pKopia^ o^ej ¿diario y oiroS KeCurSoS.

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IH tCER RADIO

FINANZAS

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DESASTRE QUE

Góamj.. Gaaá.

mu&aema¿tienna, cn ecu iJ» a n acjM jen oc^ leliecfa a la n ú d iü a aM a n iín -. A u n a¿í, éipanece

d e d u jiP im e deácenio-.

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Había una vez un graduado universitario llamado Martin. Si tú y yo fuéram os observadores al lado de Martin a lo largo de su viday lo veríamos agarrando una pala ima­ ginaria, de p ie en el césped de la vida. Martin dejó la universidad con una deuda escolar de treinta y tres mil dólares. Después de conseguir su primer empleo, enseguida se compró ropa para el trabajo y financió un auto nuevo. Cava. La pala rompe el terreno y quita su prim er gran montón de tierra. En su nuevo trabajo Martin conoció a Shelli. Era todo lo que había soñado. Después de nueve meses de noviazgo, Martin y Shelli se comprometieron. Él le compró un anillo con cargo a su tarjeta de crédito. Cava. Cava. La pala m ueve más tierra^ creando un agujero que le llega a la rodilla a Martin. Aun asíy él parece inconsciente de su firm e descenso a la tierra. Martin amaba a Shelli y quería que tuviera la mejor ;jluna de miel. Aumentó su límite en la tarjeta de crédito y ’ cargó un crucero muy caro de una semana. I Cava. Cava. Cava. Ahora el agujero llega hasta la cintura. I La pareja de recién casados quedó sorprendida de lo mucho que estaba calificada para pedir un préstamo a fin de comprar su primera casa. Sin depósito alguno, compraron una casa que era el doble de grande y de bonita que la casa de los padres de Martin. Un mes después de mudarse, se rompe el auto de Shelli. La pareja com­ pró uno nuevo con un cómodo préstamo a setenta y dos meses. Cava. Cava. Cava. Cava. Apenas podem os ver la coronilla de Martin. El olvido continúa reinando. Shelli compró cortinas nuevas para la casa. Martin compró un escritorio para su oficina. Entonces el tejado necesitaba reparaciones. El calentador de agua se rompió.

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Y cuando descubrieron que la casa se ponía como un horno, la pareja decidió hacer que el técnico instalara también un sistema de aire acondicionado. El agujero se hace cada vez más profundo. A decir verdady ahora com pren­ demos que tal vez Martin no pueda salir p o r sí solo. Antes de que uno de los dos cumpliera los treinta años, Martin y Shelli quedaron en bancarrota. Las estadísticas dan qué pensar. ¿Sabías que el 75% de los cristianos viven cada mes de sueldo en sueldo, siempre preguntándose temerosos si ten­ drán lo suficiente? ¡Y la persona promedio de unos veintiocho años tiene una deuda de consumo de setenta y seis mil dólares! (Unos momentos para asimilar eso). Para hacer que las cosas asusten aun más, solo el 38% de los estadouni­ denses liquidan sus cargos a tarjetas de crédito cada mes. Eso significa que un 62%... no lo hace. ¿Cómo se comparan los estadounidenses con el resto del mundo? Hace poco, los japoneses ahorraban un 18% de sus entradas. ¿Los estadounidenses? Estábamos en deuda en un 2,2%. Alguien dijo: «Si fi-acasas en planear, planeas fracasar». Quizá por eso tantas personas acaban... en el hoyo. ENSAMIENTO CLAVE

RCuando se irata de finanzas, todo el mundo termino

en alguna parte. A pesar de eso, pocas posonas terminan en alguna parte a propósito.

75% ( k

cada me¿^ d e á44£Ícllx^ €4^ ó44eldo^, Ó4£4^iyp/ie^

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LA C A K A ESPIR.ITUAL DEL DINER.O Quizá parezca que el asunto de las finanzas no sea muy espiritual. Sin embargo, dos terceras partes de las parábolas de Jesús hablaron de plano acerca del dinero o las posesiones. En los Evangelios, uno de cada diez versículos habla sobre dinero. ¿Por qué Jesús se enfocó tanto en el dinero? Quizá Él sabía que las dis­ tracciones materiales y económicas podrían convertirse en el mayor competi­ dor de Dios por nuestros corazones, atención y afecto. El mensaje de Dios es claro. Sin un pensamiento claro y unos planes sabios, cada uno de nosotros es susceptible a la atadura del dinero, tanto para un millonario como para un desamparado. Dios quiere poseer nuestros corazones. Aun así, para muchos, el dinero (o los acreedores) se convierte en el que nos posee en lugar de Dios. Y nuestro Padre quiere que seamos libres, y que no tengamos otros «dioses» delante de Él. ¿Cómo tú y yo podemos buscar la Chazown que Dios nos ha dado cuando alguien o algo más señorean sobre nosotros? Si estamos en deuda, somos esclavos, y no esclavos de Cristo. El dinero le importa a Dios porque revela nuestros valores y la dirección de nuestro afecto. El dinero te importa a ti. No soy capaz de pensar en muchos asuntos que, cuando se manejan mal, causen más dolor y conmoción. El dinero pue­ de hacer naufragar un matrimonio, arruinar la salud de la persona mediante el estrés y el pánico, y hasta que el corazón de la persona se vuelva contra Dios. ¡Por eso creo que el uso sabio de tus finanzas es uno de los asuntos espi­ rituales más importantes de tu vida! ¿Alguna vez has observado cómo la sociedad prepara a los jóvenes para que fracasen en cuanto al manejo del dinero? Les enseñamos a los estudiantes a sacar buenas notas a fin de que puedan ir a la universidad... a fin de que puedan conseguir un buen empleo... a fin de que puedan ganar mucho dinero. Entonces, cuando llegan a la universidad, ¿qué les da la bienvenida? Una sarta de propuestas de tarjetas de crédito los seduce a que firmen para obtener su propio plástico personal. Las universidades también ponen en contacto a los estudiantes con préstamos del gobierno que a menudo son más altos de lo que el alumno necesita para la matrícula y los costes. 152

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Añadamos un nuevo auto, demasiadas pizzas por las noches, el otoño de etiqueta y el viaje de vacaciones de primavera, y tenemos una fórmula para la catástrofe financiera. Esos jóvenes graduados salen de la universidad patas arriba en sus autos y arrastrando una deuda esco­ lar de entre veinte y cuarenta mil dólares. ¡Y no tienen ni idea de cómo llegaron a esa situación! Bienvenidos al mundo real. Quizá sea por eso que el diecinueve por ciento de las bancarrotas declaradas solo hace tres años lo fueron por estudiantes universitarios. El asunto de la responsabilidad financiera requiere una enseñanza mucho más detallada de la que yo puedo proporcionar en unos cuantos capítulos. También comprendo que muchas buenas personas están en muchos apuros económicos no porque los hayan causado, y sin ninguna opción en el horizonte. Por esa razón, más adelante te referiré a otros excelentes recursos sobre el asunto. Mi esperanza aquí es inspirarte a que busques en oración la chazown de Dios para tu vida financiera. Si enciendo un fijego debajo de ti y tú buscas una sana dirección financiera, esta parte de mi libro habrá cumplido con su propósito.

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CHAZOWN Y EL DINERO EN EFECTIVO

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¿Estás preparado para ver tus finanzas de un modo nuevo? Entonces pasa algún tiempo en oración pensando en algunas preguntas importantes: ¿Dónde crees que Dios quiere que estés económi­ camente de aquí a un año? ¿Querría Él que eliminaras alguna deuda? ¿O que liquidaras tus tarjetas de crédito? ¿O que abrieras una cuenta de ahorro? ¿O que crearás un presupuesto y vivieras conforme a él? ¿O que cambiaras algunos de tus hábitos de gasto? ¿Y de aquí a cinco años? ¿Quiere Él que pongas aparte dinero para un gasto grande que de otro modo comprarías a crédito? Quizá podrías ser libre de toda deuda. ¿Podrías dar el quince por ciento de tus ingresos en lugar del diez por ciento? ¿Y de aquí a veinte años? Quizá entonces Dios quiera que estés tan libre económicamente que vivas con una pequeña cantidad de tu riqueza y des en abun­ dancia para su obra, en tu comunidad o en el otro extremo del mundo, o en ambos. He estado haciendo muchas preguntas sobre dinero que se resumen en una pregunta crítica y general: ¿Cuál es tu visión financiera?

ENSAMIENTO CLAVE

RDonde no hay visión financiera, la mayoría de la gente termina en el hoyo.

Alguien dijo una vez: «El estadounidense promedio conduce su auto financiado por el banco, por una auto­ pista financiada con bonos, con gasolina pagada con tarjeta de crédito, para abrir una cuenta de débito en

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un centro comercial a fin de poder llenar su casa hipotecada con un plan de financiación para muebles» ¿Es esa la visión de Dios para ti? ¿O podría ser algo distinto? ¿Algo extraño? Cuando se trata de finanzas, lo «normal» no es bueno. Lo «normal» es estar preocupado de modo enfermizo por el dinero. Lo «normal» es batallar con desafíos financieros. Lo «normal» son pagos del auto, pagos de tarjetas de crédito e hipotecas. Dave Ramsey, un gran maestro cristiano sobre finanzas, dice con firecuencia: «Les enseñaré a vivir como ninguna otra persona, a fin de que un día puedan vivir como ninguna otra persona». Por eso yo no quiero lo normal. Quiero algo extraño. Algo que pase por alto la manera convencional de pensar que tiene el mundo. Libre de deudas. Sin pagos. Sin intereses. Sin preocupaciones. Sin cargas. Sin temor. ¿Es tu visión llegar a ser libre en lo financiero? ¿o quieres unirte a k mayoría: en el hoyo?

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PUEDES DAR. LA VUELTA^’ .H

Considera dos visiones financieras para tu fiituro: Visión #1: Durante el resto de tu vida batallas con las finanzas. Vives en temor, a distancia de una emergencia de la destrucción económica. Nunca sabes si tu salario podrá cubrir todas las facturas. Algunos meses no sucede. Tú y tu cónyuge pelean sin cesar sobre el dinero; es decir, mientras dura su matrimonio. Sufi-es estrés. Tienes envidia de los que viven económica­ mente cómodos, pero su estilo de vida es algo que tú nunca conocerás. Crees que eres incapaz de diezmar para Dios. Pareces estar bajo una mal­ dición ineludible. Siempre trabajarás y nunca podrás jubilarte. «Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen, pero no quedan satisfechos; beben, pero no llegan a saciarse; se visten, pero no logran abrigarse; y al jornalero se le va su salario como por saco roto» (Hageo 1:6).

Si mi insinuación de que este pudiera ser tu futuro te ofende, podrías estar gritando: «¡Esa no es mi visión!». Aun así, las probabilidades son que esa , sea con exactitud la dirección en que estás viajando.

Visión #2: Eres libre por completo de deudas dentro de diez años o menos. Ningún pago de autos. Ningún pago de tarjetas de crédito. Ni siquiera el pago de una casa. No estás atado a ningún empleo en particular (porque los ingresos no te dirigen). Tienes más que suficiente para tus necesidades; hasta disfrutas de ciertos lujos como bendiciones de Dios. Pagas todas las cosas en efectivo. Has sido fiel en lo poco, y por eso Dios te ha confiado lo mucho. Por lo tanto, eres libre para dar tal como te dirija Dios, pudiendo hasta financiar misiones completas. Cuando ves a alguien con necesidad, ayudas de inmediato. Tu respuesta a Dios es solo: «Sí». Durante el resto de tu vida.

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¿Cuál de esas visiones te gustaría escoger para tu futuro financiero? ' Todo el mundo termina en alguna parte. Sin embargo, pocas personas terminan en alguna parte a propósito. Ahora bien, supongamos que quiero conducir hasta Dallas, Tejas (al sur de mi hogar). Entonces me encuentras en la autopista que va al norte. ¿Qué consejo me darías? ¡Da la vuelta!¡Vas en la dirección equivocada! ¿Verdad? Ahora te estoy diciendo con amor: Si no tienes una chazown financiera, tu probable destino es la visión #1. la vuelta en el poder y la sabidu­ ría del Santo Espíritu de Dios. Si lo haces, mirarás atrás a este momento como aquel en que hiciste tu giro financieramente hablando. Dios obtendrá la gloria. Y tú y muchas otras personas estarán contentas por la eter­ nidad. ¿Escéptico? ¿Desesperanzado? ¿Oyendo esa voz interior que te dice que has tratado de enderezar tus finanzas cientos de veces y que, al menos para ti, las cosas nunca van a cambiar? Escucha, eso es una mentira. Puedes cambiar. He visto a cientos de hombres y mujeres en todo tipo de problema económico decidir dar la vuelta y comenzar a caminar en una mejor dirección. Y lo han hecho. Y tú también puedes hacerlo. Tenemos un Dios que puede hacer más de lo que somos capaces de imaginar (Efesios 3:20). Pídele que cambie tus expectativas con respecto a lo que Él puede hacer. ^ No es demasiado tarde. Da la vuelta.

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CHAZOWN

¿Cómo descubres la chazown concreta de Dios para tu futuro financiero? Comienza echando una mirada en oración a tus valores centrales. ¿Recuerdas los valores centrales? ¿Qué aviva una ira justa en tu interior? ¿Qué te encanta por encima de todo? ¿Qué defiendes? En el mundo de la riqueza, si no defiendes algo, entregarás tu dinero para cualquier cosa. A esta altura deberías tener alguna idea de cuáles son los valores centrales que Dios puso en tu interior. Ahora bien, define tu visión financiera de acuerdo con esos valores. Y, a propósito, no de acuerdo con los valores que el mundo quiere imponer en ti. Estoy seguro de que lo has observado ya: ¡todos tienen su propia chazown para tu dinero! La chazown de las tiendas televisivas: «Su expe­ riencia de visión no será completa hasta que tenga una pantalla de plasma». La chazown del joyero: «Usted no la ama de verdad a menos que le compre el mayor diamante que le per­ mita su crédito». La chazown del restaurante: «Usted se merece un respiro hoy...». La chazown del club deportivo: «No ha tenido un verdadero entrenamiento hasta que esté pagando al menos ochenta dólares al mes por él». La chazown del agente de viajes: «La vida no está completa hasta que haya hecho un crucero por el Caribe. Ah, ¿ya lo hizo?... Como siempre digo, la vida no está completa hasta que haya viajado por Europa». La chazown del vendedor de autos: «¿Vive en el siglo XXI y solo tiene dos autos?

La chazown del corredor de bienes raíces: «No será feliz hasta que posea una nueva casa con una cocina mayor». Define tu visión financiera de acuerdo con los valores centrales que Dios te ha dado, y no según los valores que quieren imponerte otras personas. ¿Cómo se pone en práctica eso? Digamos que la salud física es uno de tus valores centrales. Pues bien, para permitirte la membresía en un gimnasio, tu visión podría incluir conducir un auto viejo. O quizá la generosidad sea una de tus prioridades más altas. Para dar tanto como puedas, tu visión podría ser ahorrar miles de dólares llevándote el almuerzo de casa en lugar de comer en un restaurante. Si valoras la educación cristiana para tus hijos, tu visión podría implicar tener un segundo trabajo a tiempo parcial para poder permitirte llevarlos a una escuela privada. Para ti, asegurarte que tus hijos tengan a su mamá en casa puede ser muy importante, y por eso escoges vivir en una casa menor a fin de que ella no tenga que trabajar para poder afi:ontar los pagos. ¿Por qué escogerías algo anticuado, pequeño y llevarte la comida de casa cuando el mundo dice que necesitas algo nuevo, grande y una comida de dos platos? Porque tus elecciones son coherentes con tus valores. Otros pueden decir que estás loco al pasarte sin televisión por cable, Internet, un teléfono celular o ese café con leche que cuesta cuatro dólares. ¿Pero en qué estima pondrás sjis opiniones cuando estés libre por completo de deudas? Cuando Amy y yo nos casamos, en oración dimos forma a nuestra visión financiera basándonos en nuestros valores centrales. Cuando llegaron los niños, valoramos que Amy se quedara en casa. Es posible que ese no sea tu valor central, pero sí era el nuestro. También sentimos con fuerza que debía­ mos llegar a estar libres de toda deuda, incluyendo la hipoteca. Así que esta­ blecimos la meta de lograrlo en cinco años. Compramos una casa bastante barata, condujimos autos de risa, y durante cinco años no compramos ni un solo artículo de vestir que no provi­ niera de una venta de segunda mano. No comíamos fuera sin tener un cupón de dos comidas por una... y solo cuando era el cumpleaños de alguno. Ni siquiera intercambiábamos regalos. Y la gente pensaba que éramos personas extrañas. Nosotros éramos extraños. Aun así, lo éramos de acuerdo a nuestros valores. Y yo me sentía extraño en especial, en el mejor sentido de la palabra, al cumplir veintiocho años, c u a n d o SOSlüVB 611 mí mCinO UI1 C0I1 6l sello ((PAGADO EN SU TO TA LID AD ».

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Nuestra chazown financiera continúa. Cada año aumentamos lo que damos en un uno por ciento. Y un día espero ser un pastor que no reciba salario. Por favor, entiéndeme; no te estoy dando estos detalles para enorgullecerme de nuestra propia posi­ ción económica. ¡Hemos tenido nuestra parte de los vergonzosos errores económicos! Como el de comprar un auto sin verlo en eBay. (¡Ay!). Lo que te digo es lo que te diría si estuviéramos tomando un café y traba­ jando duro juntos para encontrar un futuro financiero diferente para ti. Estoy corriendo el riesgo de mostrar­ me a mí mismo por si lo que digo puede servir como punto de referencia y, espero, que de aliento. Mi historia con Amy es un reflejo de lo que Dios ha puesto en nuestros corazones: nuestros valores cen­ trales y el sueño de Él para nosotros. ¿Qué ha puesto Dios en tu corazón? Donde no hay visión de ser económicamente libre, los sueños se extravían.

CHAZOWÍíJy€ON PIERNAS Por lo tanto, la primera pregunta crítica y general sobre las finanzas fue: ¿Cuál es tu visión financiera? Es decir: ¿Hacia dónde te diriges? Esta es la segunda pregunta general: ¿Cuál es tu plan financiero? En otras palabras: ¿Cómo llegarás allí? Con respecto a tus finanzas, si no haces planes (buscar a Dios en cuanto a tus metas financieras), planeas, por defecto, firacasar. Si tienes alguna expectativa o esperanza en cuanto a tu futuro financiero, solo lo cumplirás al establecer un plan de acción deliberado. Y al trazar tu plan, te aliento de manera encarecida a que obtengas ayuda. Aun las personas con una profunda perspectiva se benefician del consejo de otros. Proverbios 15:22 dice: «Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan». He invitado a una amplia variedad de personas a ofrecer sus puntos de vista, algunos en persona y otros de manera indirecta, mediante libros que escribieron o mediante otros tipos de recursos. Y hablando de recursos, te prometí referirte a algunos de los buenos. Hay muchos excelentes libros, sitios Web y otras fuentes disponibles para obtener dirección, pero los siguientes son algunos de mis favoritos: • Ef/millonario de al lado, por Thomas J. Stanley y William D. Danko • Tranquilidad Financiera y La transformación total de su dinero, ambos ^ por Dave Ramsey • Master YourMoneyy TamingtheM oneyM onster, ambos por Ron Blue • El Principio del Tesoro, por Randy Alcorn • www.daveramsey.com , • www.crown.org



Lo que sea que hagas para establecer tu plan finan­ ciero, asegúrate de pedir consejo a personas sabias. . Y ponlo en práctica.

CÓM O LLEGAS DE HASTA ALLÁ Permite que sugiera tres esferas de tus finanzas en las que deberías buscar la sabiduría de Dios y establecer un plan de acción: La primera es el dar. Jesús dijo: «Hay más dicha en dar que en recibir» (citado por Pablo en Hechos 20:35). Si piensas en dar como en una luz lateral en la vida, vuelve a pensarlo. Dios te ha confiado una tremenda riqueza, en especial si vives en los Estados Unidos, y el modo en que la uses es muy importante para Él. Hay una razón por la cual Dios dijo que diéramos las prim icias de nuestros ingresos para ÉP. Por lo tanto, lo primero es lo primero. Pon el dar en el primer lugar de tu plan financiero. Aunque el diezmo, dar el diez por ciento de tus ingresos, es la norma para los dadores principiantes, pregúntale a Dios si el dar de modo más arro­ jado podría ser parte de su chazown para ti. En caso de que sea útil, muestro más de mí mismo. En cuanto al plan de dar de mi familia, en primer lugar diezmamos. Luego, como ofrenda adicional, damos para los costes de comenzar nuevas iglesias, para personas que tienen necesidad, para misioneros y para alimentar y educar a niños en África. Parte de nuestra visión para el futuro es ayudar a financiar familias que quieran adoptar, pero no puedan permitirse los costes de hacerlo. Nuestras ofrendas reflejan nuestros valores. Comienza con tus valores centrales y traza un plan de acción para el dar. Una rápida palabra de advertencia: Sea lo que sea que hagas, no trates a Dios como si fuera una máquina expendedora celestial. Si doy lo bastante, sacaré el prem io gordo. Da motivado por el amor y la obediencia a Aquel que te dio primero a ti. Así que no utilices lo que das como estratagema para influir en Dios a fin de que arregle tu situación financiera mientras te niegas a aceptar la responsabilidad por tus propias elecciones. La segunda esfera para la visión y la planificación es la eliminación de la deuda. Demasiadas personas conocen la aterradora verdad de Proverbios 22:7: «Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores». La palabra «esclavos» implica que la persona endeudada está en atadura: encadenada e incapaz de vivir con libertad. Si alguna vez has oído a alguien decir: «Nos encantaría tener más hijos, pero tenemos muchas deudas», eso, tristemente, es una atadura. O: «Me encantaría que mi esposa se quedara en casa, pero nuestros pagos son demasiado elevados 162

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para darnos ese lujo». Atadura. O: «Nos encantaría darles a nuestros hijos esta experiencia que solo se vive una vez en la vida, pero entonces no podríamos pagar nuestro crédito de la tarjeta». Una vez más: atadura. El deudor es esclavo de su acreedor. Entonces, ¿cómo eliminas la deuda? Hay dos maneras básicas. Gastar menos y ganar más. Haz planes para hacer eso. Quizá tu plan implique tener un segundo empleo, al menos durante un tiempo. O quizá un empleo mejor pagado. Examina con atención a dónde va tu dinero y busca maneras de disminuir cualquier gotera innecesaria. También te insto a que leas el libro Tranquilidad Financiera de Dave Ramsey, y aprendas sobre «la bola de nieve de las deudas». En menos tiempo del que piensas, puedes encontrar libertad financiera. ¿Qué podrías hacer para el reino de Dios si buscaras de manera emprendedora algunos planes creativos y prácticos... y llegaras a estar libre de deudas?

Una tercera esfera para la visión y la planificación financiera es el futuro. He aquí mi paráfirasis de Proverbios 21:20: «El sabio tiene riqueza y lujo, pero los necios viven de sueldo en sueldo». Sabiduría significa retener una parte de tu dinero, sin dejar que todo se escape en cuanto llega. Estas son cinco necesidades fijturas que vale la pena planificar: 1. Planea emergencias. El setenta y ocho por ciento de los estadouniden­ ses cargán los gastos de emergencias a sus tarjetas de crédito. En cam­ bio, deberías apartar al menos mil dólares en el fondo del «Ah, no». 2. Planea para futuras compras. Si sabes que pronto tendrás que cambiar tu auto, o que la Navidad está a solo unos meses de distancia, aparta dinero ahora y planea pagar en efectivo. 3. Planea para la universidad. ¿He mencionado que tengo seis hijos? Imagina lo tonto que sería si no hiciera planes para darles al menos una ayuda para sus costes de educación. 4. Planea para la muerte. Estoy hablando de seguros de vida, testamentos y fondos de inversión. El setenta por ciento de los estadounidenses mueren sin haber planeado una provisión para sus seres queridos. No le hagas eso a tu familia. 5. Planea para h. jubilación. En lopersonal,creo que no hacer nada en tus últimos años de vida noes bíblico.Así que, a pesar del modo en G R o E S C H E L

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que elijas pasar esos años, debes hacer planes ahora para los gastos de vida que tendrás entonces.

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Busca a Dios. Luego, cuando traces tu plan, estudia tus tres círculos: tus valores centrales, tus dones espiri­ tuales y tus experiencias del pasado. Pide consejo si es necesario y, entonces, actúa. ¿Recuerdas la historia que relató Jesús sobre los siervos que invirtieron sus talentos y obtuvieron un bene­ ficio? De eso se trata el dinero: Actúa con sabiduría y deja que crezca. No hagas nada, y ya te estás dirigiendo hacia la pérdida.

VA A DOLER Oro con pasión para que descubras la visión de Dios para tus finanzas, y que eso prenda en tu interior una pasión incontenible. Sin embargo, no albergues ilusiones en cuanto al precio que pagarás. Un fan en una ocasión le dijo a un campeón de golf: —Me encantaría jugar al golf como usted. El campeón miró al hombre y le dijo: —No, no le gustaría. —^Ah, sí —le dijo el hombre asombrado—. Daría cualquier cosa por hacer lo mismo que usted. —No, no lo haría —respondió una vez más el golfista. El fan insistió hasta que el hombre le explicó: —Muchas personas me dicen eso, pero ninguna está dispuesta a hacer lo que yo hice a fin de Imcer lo que %hdgo^ Solíai levantarme a las cinco de la manana cada

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día~y golpear bolas de golf hasta que sangrabmi mis .m anos. __ Golpeaba, "y golpeaba, y golpeaba, y

seguía practicando durante horas después que todos los demás se habían ido. Nadie está dispuesto a hacer lo que yo hice, pero todos quieren hacer lo que yo hago. Todos queremos los resultados finales de la salud financiera, pero el camino para llegar allí requiere pla­ nificación y disciplina. Cuando recibas la visión de Dios para tu fiituro financiero y veas a otros viviéndolo en el presente, recuerda... si no estás dispuesto a hacer lo que hicieron ellos, no podrás hacer lo que hacen ellos ahora. Así que establece un plan escrito y trabaja de modo coherente hacia tu chazown financiera. Y un día mirarás atrás a este momento y te encantará porque estarás libre de deudas, y pasarás el resto de tu vida bendi­ ciendo a otros con los recursos que Dios confíe a tu cuidado. .. eR

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Al desarrollar tu plan financiero, elige uno o dos de los siguientes objetivos: a

Escribe una visión financiera para cinco años. No te preocupes por intentar parecerte a un planificador financiero, sino trata de describir tus metas personales para esferas clave como tener un fondo para emergencias, liquidar tarjetas de crédito, eliminar la deuda, comen­ zar un plan de ahorro para la universidad, obtener un seguro de vida adecuado, crear un testamento, etc.

□ Escribe un presupuesto y cíñete a él. a

Comprométete a buscar consejo financiero. Sé concreto con respecto a lo que necesitas. Es posible que necesites un mentor o participar en una clase sobre finanzas en tu iglesia. Tal vez necesites consejo sobre impuestos o inversiones.

O Comprometerte a diezmar el diez por ciento de tus ingresos a tu iglesia. □ Decide en oración hasta dónde dar por encima de tu diezmo. Deja que te guíen el Espíritu Santo y los valores que Dios ha puesto en tu corazón. ¡Da con alegría! □ Elimina la deuda. Investiga en oración. Es posible que necesites vender un auto y comprar un modelo más barato. A lo mejor necesitas obtener un segundo empleo o dejar de comer fuera de casa. Tal vez necesites vender objetos o comenzar a vender todo lo que tienes a excepción de tus mascotas en eBay (bien, quizá puedas vender tus gatos). Sé creativo. O Planea para el futuro. Sé concreto. Por ejemplo, si tienes la responsa­ bilidad de un cónyuge o una familia, es probable que necesites un seguro de vida. O la cantidad que tienes ahora puede que ya no sea adecuada. Quizá necesites redactar un testamento, o ahorrar para la universidad, o planear unas vacaciones. Busca a Dios y haz planes sabios para tu futuro. O Alguna otra cosa: 166

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Metas a corto p la ^ : ¿Qué metas perseguirás? Escríbelas.

El siguiente paso: Ahora describe la acción concreta que emprenderás para cumplir las metas elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cual­ quier cosa que necesites para mantener los resultados. ¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás preparado para continuar y crear un plan de acción en otra esfera de la vida, sigue leyendo. Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya estableciste y vivirlas durante un tiempo antes de pensar en otros planes de acción para otras esferas. Si ese es el caso, es importante que leas la última parte del libro. Por favor, ve a la página 198 y termina de leer el libro desde ese punto.

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y otros recursos.

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CUARTO RADIO

SALUD Y ESTADO FÍSICO

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COMID/^ RAPID A PAKA PENSAR. I Lo siguiente está basado en millones de historias verí­ dicas en los cincuenta estados y en el distrito de Columbia: . Un día, el Estadounidense Promedio se acercó a la ventanilla de la Comida Rápida del Cielo. «¿Qué será hoy?», pensó. «Quizá el combo especial de lujo de tamaño gigante. Sí, eso es». Esperó en la línea mientras cantaba la musiquilla de la Comida Rápida del Cielo. ^ Al aproximarse a la ventana exterior, el Estadou­ nidense Promedio pulsó el botón para bajar la venta­ nilla de su auto. La voz desde la casilla retumbó. . —^Bienvenido a la Comida Rápida del Cielo... ¿en qué puedo ayudarle? El estómago del Estadounidense Promedio gruñó como respuesta. Con la boca hecha agua, dijo: —Querría el combo especial de lujo de tamaño gigante, con un refresco también gigante. ■ —¿Desearía junto con eso una tarta de manzana? —No, graci^ —respondió el Estadounidense í Promedio, sintiénd^e orgulloso por su moderación. —^Tiene que pagar un total de $4.98 en la primera ventana, señor. Gracias. , Hecho: Ocho de cada diez estadounidenses de edad superior a los veinticinco años tienen sobrepeso. El Estadounidense Promedio agarró la bolsa d e , comida que la muchacha le daba desde la ventanilla, ■la abrió y se llenó la boca con unas patatas fritas. —Casias —dijo agradecido con una masa de patatas medio aplastadas en su boca. Hecho: El sesenta p o r ciento de todos los estadouni' denses tienen sobrepeso o bien son obesos. Utilizando habilidades aprendidas de sus padres, el Estadounidense Promedio evitó chocar su auto mientras que a la vez conducía, hablaba por su teléfono celular 6 R o E S C H E L

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con su asesor de inversiones (sobre la emocionante ten­ dencia al alza de las acciones en la comida rápida) y se comía el combo especial de lujo de tamaño gigante. Después de unos cinco kilómetros por la carretera, pasó por el gimnasio «Siéntase sano». —Quizá debería comenzar a hacer ejercicio —dijo el Estadounidense Promedio. Meditó en esa inspiradora idea durante los doce segundos que tardó en perder de vista el gimnasio. Entonces una idea aun más inspiradora ahogó la pri­ mera idea inspiradora, en realidad ya relegada al olvido irrecuperable, y el Estadounidense Promedio pisó el acelerador, haciéndose camino a toda prisa hasta la casilla para llevar del Palacio del Helado. Hecho: El setenta y ocho p o r ciento de los estadouni­ denses no alcanzan los niveles recomendados de actividad diaria. —¡Bienvenido al Palacio del Helaaaaado!—gritó el emocionado estudiante de secundaria desde el alta­ voz—. ¿Qué puedo ofrecerle? —¡Huy! . , . El Estadounidense Promedio pensó por unos ins­ tantes, pero ya sabía lo que iba a pedir. —¿Podría darme uno de esos helados de plátano cubiertos de fresa y de nata, con chocolate, vainilla y helado de fresa con extra de nueces? —¿Y qué le parece rociado de virutas de caramelo? —le ofreció la voz. Durante diez segundos, la fuerza de voluntad del Estadounidense Promedio peleó una batalla mortal contra sus deseos de azúcar. Al final, dijo: —No, gracias. ¡Otra victoria! Hecho: El número de estadounidenses con sobrepeso se ha duplicado desde el año 1980. Yse ha triplicado entre los adolescentes. —¡Pues eso es... $3.58 en la primera ventana! —gritó el trabajador del Palacio del Helado—. ¡Por favor, siga adelante! El Estadounidense Promedio pagó y agarró el helado de plátano cubierto de fresa y nata, con chocolate,

vainilla y helado de fresa con extra de nueces y se fue por donde mismo llegó, comiendo de manera hábil mientras conducía. Esta vez no se dio cuenta cuando pasó al lado del gimnasio «Siéntase sano». . Hecho: La obesidad está en segundo lugar después del tabaquismo como principal causa de muerte evitable. Y si continúa la tendenciay pronto la obesidad estará en prim er lugar. Más avanzada esa tarde, el Estadounidense Promedio experimentó un profundo asombro cuando murió de un ataque al corazón. Tenía cincuenta y dos años.

MANTENTE VIVO PARA DIOS Para cumplir mi Chazown, la visión de Dios para cada aspecto de mi vida, permanecer en buena forma física es de suma importancia. No hay manera de que pueda lograr todas las facetas de mi Chazov^n si me fallase mi cuerpo. Lo mismo es cierto para ti. A medida que Dios te revele su propósito para tu vida, si quieres comprender tu potencial impacto, necesitas mantener un buen estado físico que le honre a Él y te permita buscar con energía su visión para tu vida. Pablo escribió: «¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios» (1 Corintios 6:19-20). El contexto de este pasaje trata de la pureza sexual. Sin embargo, considera las implicaciones del hecho básico de que, si eres cristiano, el Espíritu de Dios reside en ti. ¿Cómo quieres mantener la casa para Dios?

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ENSAMIENTO CLAVE

Todos los cuerpos terminan en algún lugar, pero pocos cuerpos terminan en algún lugar a propósito.

Podrías decir: «Yo sirvo a un Dios grande; por eso tengo un cuerpo grande». Lo siento. Es probable que eso sea una excusa para evitar abordar la verdad (quieres servir a Dios, pero detestas la autodisciplina). La noche antes de que crucificaran a Jesús, les pidió a sus discípulos que se quedaran despiertos y orasen con Él. Sus cuerpos estaban cansados; Él les estaba pidiendo disciplina física. Cuando los encontró dormidos, dijo: «Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil» (Marcos 14:38). Hay veces en que las inclinaciones de nuestro cuerpo discurren de manera contraria a las tareas que nos da Dios. Por eso debemos acudir a Él para pedir fortaleza en esas esferas de comer y hacer ejercicio que determinan nuestro nivel de forma física. Quizá puedas identificarte con la lucha de Pablo: «No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco» (Romanos 7:15). Muchos lo dirían de este modo en la actualidad: Las cosas que sé que no debería comery termino com iéndolas;y las cosas que sé que debería comery no las como. Lo mismo se aplicaría al ejercicio, a los hábitos en cuanto a comer y beber, al 172

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descanso, al sueño, al abuso de sustancias, al manejo del estrés, y a muchos otros asuntos que tienen un impacto directo sobre nuestra salud física.

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ENSAMIENTO CLAVE

Cuando no hay visión para nuestra saiuci física, nuestros cuerpos se descontrolan y nos fallan.

Quizá te identifiques con el clamor de Pablo: «¿Quién me librará de este cuerpo mortal? (versículo 24). ¿Su respuesta? Solo Dios (véase versículo 25). La Escritura deja claro que cuidar de nuestro cuerpo no solo es impor­ tante en lo físico; es importante en lo espiritual. Dios nos ha hecho adminis­ tradores, no propietarios, de todas nuestras posesiones, incluyendo nuestro cuerpo. Él espera que cuidemos bien de su propiedad. De la misma manera que no es «espiritual» enseñar una clase de Escuela Dominical a la vez que somos despreocupados por rutina en cuanto a las finanzas, tú y yo no servimos por completo a Dios cuando le amamos en nuestro corazón, pero lo descui­ damos en nuestro cuerpo. Él quiere que le rindamos todo nuestro ser. Y Él siempre está ahí para ayudarnos con el plan de mantenimiento.

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ADMINISTRACIÓN MIOPE DE Jii MISMO La autodisciplina es sobre todo difícil en nuestra cultura. ¿Por qué? Porque la mayoría no ve la naturaleza cau­ sa-efecto de la vida. ^ 'I II-•('' ¡i Esto es cierto cuando se trata de nuestro cuerpo físico. Bronceado hoy. Cáncer de piel mañana. Fiesta de cerveza hoy. Estómago de cerveza mañana. Comida tamaño gigante hoy. Cuerpo tamaño gigante mañana. Promiscuidad sexual hoy. Enfermedad de trans­ misión sexual,, embarazo indeseado y angustia emocional mañana... Ya ves lo que quiero decir. Alguien dijo: «Disciplina es hacer lo que puedo hacer hoy, a fin de capacitarme para hacer mañana lo que no puedo hacer hoy». ¿Puedes hacer descender tu nivel de colesterol diez puntos cuando llegue la noche? Lo dudo. ¿Puedes correr una carrera de maratón si no has salido a correr durante años? De ninguna manera. ¿Puedes perder diez kilos en un día? No deberías rni intentarlo. ■'" Aun así, puedes hacer algo. Decide hacer algo hoy para honrar a Dios con tu cuerpo. No te comas el pastel. Da un vigoroso paseo. Haz veinte flexiones. Lee un libro sobre dietas. Sentirás alivio al saber, si aún no lo sabes, que lo que Dios pide de ti físicamente hablando no es lo mismo que parecen decir todo Hollywood, los medios de comu­ nicación y los mensajes de mercadeo. Dios te creó para que seas tú, y no algún tipo de cuerpo desconocido, ni una versión de perfección que ahora aparece en un cine cercano a tu casa. Aun así, eso no significa que a Dios no le interese de manera profunda tu buena salud, tu 174

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administración física de los dones de gracia que te ha dado y lo hermoso que ve cuando te mira. ¿Qué esperas? ¿Una pastilla? ¿Una mentira fácil? ¿Por qué no hacer un plan que te ponga más ade­ lante mañana de lo que estás hoy? Luego repite tu plan al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente hasta que tu vida no la defina el lugar en el que estás en un día en particular, sino la dirección tan prometedora en que te conduces. Tú sabes que una pequeña elección puede tener inmensas consecuencias... al final. Así que solo comienza. Escoge ahora. ¿Qué esperas?

CHAZOWN EN LA COCINA Como con cualquier prioridad fundamental en tu vida, tu salud física requiere visión de futuro. Así que permíteme que te ayude a que mires al futuro para divisar la chazov^n de Dios para tu salud física. Tengo un par de «anteojos» que puedes tomar prestados. (Aunque los necesito para el próximo miércoles). Las dos «lentes» de esos anteojos son dos importantes preguntas. Y ambas preguntas provienen de las palabras de Pablo: «Pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta Ylo cuida, así como Cristo hace con la iglesia» (Efesios 5:29, énfasis del autor). La primera pregunta es: ¿Cómo alimentarás tu cuerpo^ ¿Honras a Dios en tu manera de comer? - • Antes hablamos sobre la batalla interior entre nuestras tendencias natu­ rales y carnales y los deseos de Dios para nosotros. Cuando se trata de tu dieta, la batalla es entre dos personas que viven en tu interior: el Tipo Gordo y el Tipo Delgado. El Tipo Gordo quiere comer de todo; el Tipo Delgado escoge más, y es más consciente de la salud. Cada vez que te enfrentas a la oportunidad de meter algo en tu boca, esos dos combatientes hacen guerra en tu interior. ¿A cuál de ellos vas a escuchar? Puedes encontrar cientos de libros sobre varias dietas, y muchos dan buenos resultados. A pesar de eso, tu cuerpo es único. Y la dieta que resulta para uno puede que no resulte para ti. Por eso necesitas la guía de un amigo entendido, un médico o un entrenador físico con respecto a lo que es mejor para ti. Luego intenta hacer una. Dale tiempo, a fin de poder ver si es la dieta adecuada para ti. Si no lo es, intenta alguna otra cosa. Y usa el sentido común. Por ejemplo, come porciones menores. En nuestra casa, Amy usa platos muy pequeños; los llenamos una vez, y ya está. También, escoge alternativas sanas: cocinar a la plancha en lugar de freír, comer fruta y verdura en lugar de patatas fritas o beber agua en lugar de refrescos. Fundamental: Mientras estés buscando nuevas ideas, usa el conocimiento que ya tienes sobre nutrición. Tú eres inteligente. ¿Por qué no vives de modo inteligente y comes de modo inteligente? John Maxwell es uno de mis maestros favoritos sobre liderazgo. En un libro contó qué estaba ganando rriás peso que salud, y comenzó a experimentar problemas-de corazón. Su médico le dijo que se enfrentaba a una decisión de vida o muerte. 176

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A Maxwell le conocían por su predilección por los postres. Después de comenzar su nueva dieta, no quiso tomar un postre en una cena. Alguien preguntó: «John, ¿has perdido tu deseo de comer postre?». MaxweU respondió: ((No, mí tieseo dc vívír sobreposa a mi deseo de comer postre»^'.

¿Qué está tratando Dios de decirte acerca del trato que le das al cuerpo que Él te dejó prestado? Búscale y escucha. Es posible que te hable por medio de tus amigos, por medio de tu médico o por medio de tu conciencia. Establece con valor un plan de acción, y comienza a honrar a Dios con tu manera de comer.

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TODO EL MUNDO NECESITA UN POCO DE AM OK

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Como vimos en el capítulo anterior, Pablo escribió: «Pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida» (Efesios 5:29, énfasis del autor). Así, mi segunda pregunta acerca de tu salud física es: ¿Cómo cuidarás de tu cuerpo? Piénsalo. Si te prestara un libro, confiaría en que lo protegerías de la lluvia. Si tomaras prestado mi auto, creo que no lo emplearías en una carrera (mi Suburban perdería, de todos modos). ¿Por qué tendría esas expectativas? Porque confío en que tú cuidarías de lo que es mío. Y ese es un motivo por el cual cuidar de tu cuerpo es tan importante. Es de Dios. No tuyo. Sugiero tres maneras de cuidar tu cuerpo. La primera es mediante chequeos rutinarios. No hay nada que no sea espiritual en cuanto a buscar dirección de las personas dotadas y formadas en la ciencia del funcionamiento del cuerpo. A decir verdad, es una gran manera de admi­ nistración. Por lo tanto, visita a tu dentista dos veces al año. Hazte un chequeo anual, en especial si crees que hay algo que podría ir mal. Cuando mi ayudante, Sarah, tenía veintiséis años, descubrió que tenía un bulto en su cuerpo. Otros le decían: «No te preocupes, pues solo tienes veintiséis años». Sin embargo, la razón de que no tenga un cáncer en la actualidad se debe a que fue al médico y se lo quitaron. La s^;unda manera de cuidar de m cuerpo es el ejercicio regular. ¿Cómo sabes si necesitas hacer más ejercicio? ¿Ves que te falta el aire al subir un tramo de escaleras? ¿Te sientes siempre cansado? ¿Te resulta difícil levantarte

de la cama en la mañana? ¿Se ha convertido el botón de repetición del des­ pertador en tu mejor amigo? He aquí una prueba sencilla, pero muy científica, que puedes hacer en tu casa. Le llamo «la prueba del zangoloteo». Desnúdate delante de un espejo. Ten a mano un cronómetro. Levanta tu pie derecho y bájalo de golpe. Al mismo tiempo, pon a andar tu cronómetro. Si sigues zangoloteándote des­ pués de treinta segundos, ve al gimnasio. Hoy mismo. Sí, ya lo sé. Cuando la alarma suena a las seis de la mañana para que te levantes y vayas a correr, el Tipo Gordo dice: «Vuélvete a dormir». Agarra su mofletuda cara y ponle cinta aislante en la boca. No le escuches. Ajy Craigy no tengo tiempo para hacer ejercicio. ¡Noticia! Harás tiempo para cualquier cosa que consideres una prioridad. Es un hecho. Lo demuestras cada día. Sé realista. Cuando mi ayudante comenzó a trabajar, le dije que parte de su tarea era mantener en mi calendario al menos tres entrenamientos físicos a la semana. ¿Por qué? Es una prioridad. Si acabas de comenzar, escoge una meta pequeña y razonable. Ponte en disposición para la victoria. Crea el hábito de hacer cualquier cosa con regu­ laridad que te lleve al siguiente paso de disciplina física. La tercera manera de cuidar tu cuerpo es afrontar las agobiantes adicciones... y hacer lo que sea necesario para vencerlas. Cuando Pablo escribió a los creyentes en Corinto, enfrentó una actitud que era, para usar algunos de los términos actuales, «progresiva», «tolerante», «abierta». En 1 Corintios 6:12 citó a alguien que ponía como excusa: «Todo me está permitido». Entonces Pablo respondió: «Pero no todo es para mi bien». Alguna otra persona se justificaba a sí misma: «Todo me está permitido». Pablo respondió: ((PerO HOdOjCiré C|U6 MÚÜ IH6 domíne». ,Qué te ha dominado? ¿Qué tiene el control de tu vida? ¿Qué conducta destructiva en este momento parece mayor y más fuerte que tú? Esa es la defi­ nición de una adicción. Quizá no lo reconozcas. ¿Qué dicen otras personas que te ha dominado? «Puedo dejarlo en cualquier momento», has dicho. Entonces, ¿por qué no lo has hecho ya? No puedes vencer lo que estás dispuesto a tolerar. La mayoría de nosotros somos conscientes de las adicciones obvias: tabaco, drogas (incluyendo los medicamentos recetados). Sin embargo, para muchos es la comida, o la cafeína, o los videojuegos, o el pecado sexual. Si cualquier otra cosa aparte de Dios te está dominando, no puedes cumplir tu Chazown a plenitud. Tú y Dios deben derrotar a todos los usur­ padores de su trono. Si estás atado al tabaco, debilitarás tus pulmones, tu vida

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útil y en potencia tu testimonio. Si estás enganchado a la pornografía, puedes parecer normal, pero en tu interior tu corazón se marchita en pecado. Si algo además de Dios te tiene atenazado, actúa ahora. Pídele a Dios que te ayude a moverte hacia la libertad. Y COIIIÍGniP II cam inar.

«.Pmdod ejo A Ío-en (M alcomen, m om ento-», Ua¿^ dicho. C'Htoncei-, ¿■pm. c^ué noi» ka¿-hecho ifa ? ¡lo - fmedeá. uence/i. io < ^ eiM d áiápueóia-

a-toLenaA.

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PROPIEDAD DE DIOS Tommy Lasorda, gerente de Los Angeles Dodgers, admitió que tenía un pro­ blema con el tabaco. Así que miró a sus cigarrillos y se preguntó: «¿Quién es más fuerte? ¿Tú o yo?». Él pudo decir: «Yo soy más fuerte», y los hizo a un lado y dejó de fumar. Entonces miró al vaso que tenía y preguntó al alcohol: «¿Quién es más fuerte? ¿Tú o yo?». Una vez más, él estuvo en primer lugar y dejó de beber. Por último, miró a sus linguinis con salsa de almejas y preguntó: «¿Quién es más fuerte? ¿Tú o yo?». La pequeña almeja respondió desde su plato: «Yo soy más fuerte». Por tanto, él decidió que no podía conquistar los linguinis con salsa de almejas*^. Tú, por otro lado, puedes derrotar cualquier cosa porque tienes el poder de Dios viviendo en tu interior. Incluso si lo has intentado cientos de veces sin ningún éxito, con el poder de Dios puedes vencer en la número ciento uno. Y rodéate de personas que te apoyen y que oren por ti, que te desafíen, que te alienten, que te proporcionen recursos, que celebren tus victorias y que te ayuden a levantarte cuando caigas. Con el poder de Dios, expresado por medio de su pueblo, puedes derrotar cualquier cosa. Un muchacho en la iglesia me pidió que orase para que él dejara de fumar. Había tratado de ganar esa batalla durante años, pero estaba perdiendo. Oramos. Al día siguiente, él ganó la batalla. Volvió a ganar el segundo día y el tercero. Cuando lo vi una semana después, gritó: «Pastor Craig, ¡me he liberado durante siete días!». En una semana más me dijo que ya eran catorce días. Por más de un año me ha estado rindiendo cuentas cada semana. Tú también puedes hacerlo. * Recuerda... tu cuerpo tiene el sello que dice «Propiedad de Dios». Se compró con la sangre de Cristo. [ ;Cómo alimentarás tu cuerpo? ¿Cómo cuidarás tu cnerpo^*^»] jj [J | !H¡!¿! hi que Él ha puesto a tu cuidado l^fwael cumpliiniento"d^su sueño? ________ _______________

ílecuenda-... tacm nfotiem -el áeüo-que dice «P'iMdeáad de Íeccm p4 dc(m ia-<íancyie. d e Qnidú-,

¡V e¡ : Tu ^¡uo^ y iu eSiao^o físico Piensa con atención y oración en las siguientes preguntas. Luego, si no estás seguro de dónde comenzar a escribir metas y pasos, escoge la primera de cada categoría que mejor resuene en tu corazón.

¿Cómo alimentarás tu cuerpo? Necesitas eliminar ciertos alimentos de tu dieta? Necesitas comer aperitivos sanos en lugar de comida chatarra? En qué esferas de la alimentación careces de disciplina? Deberías hacer un ayuno permanente de comida chatarra? Deberías eliminar las bebidas malas (café, refrescos, alcohol) y sustituirlas por agua? Necesitas vitaminas u otros nutrientes suplementarios? Qué pregunta que no he hecho te hace sentir aliviado en secreto? (Hazla).

¿Cómo cuidarás de tu cuerpoP Necesitas un chequeo o algún otro tipo de examen médico? Necesitas comenzar a hacer ejercicio con regularidad? Eres adicto a algo que necesitas vencer? (Sé sincero). Necesitas dormir más? Vives con estrés? ¿Necesitas encontrar un alivio adecuado? Tomas tiempo libre como es debido? Eres adicto al trabajo? Qué pregunta que no he hecho te hace sentir aliviado en secreto? (Hazla).

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Metas a corto p la ^ : Ahora define una o dos metas concretas en cuanto a salud y forma física basándote en tus selecciones anteriores. Asegúrate de que cada meta sea alcanzable y mensurable.

El siguiente paso: Ahora describe la acción concreta que emprenderás para cumplir las metas elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cual­ quier cosa que necesites para mantener los resultados. ¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás preparado para continuar y crear un plan de acción en otra esfera de la vida, sigue leyendo. Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya estableciste y vivirlas durante un tiempo antes de pensar en otros planes de acción para otras esfe­ ras. Si ese es el caso, es importante que leas la última parte del libro. Por favor, ve a la página 198 y termina de leer el libro desde ese punto.

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QUINTO RADIO

TRABAJO

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LLEGA Ali La vida está llena de preguntas importantes. Por ejemplo: ¿Por qué se hace limonada con sabor artificial a limón, pero detergente para lavaplatos con limones de verdad? ¿Por qué presionamos con más fuerza el mando a dis­ tancia cuando sabemos que las pilas están agotadas? He aquí otra pregunta importante: Si Dios puso a todas las personas sobre la tierra por un motivo, ¿por qué hay tantos hombres y mujeres que pasan con pena sus horas de trabajo mirando al reloj y esperando que termine el día, la semana, el año (toda la vida laboral)? ¿Y que terminen para hacer qué? ¿Morir de un ataque al corazón tres meses después de jubilarse? Desde luego, tu trabajo no tiene por qué implicar un salario para calificarlo como tu ocupación. Podrías ser un estudiante, una mamá que no trabaja fuera de casa, o un voluntario en la iglesia o en la comunidad. De modo que cualquiera que sea tu situación, sin una chazown para tu trabajo, el regalo de la vida que te ha dado Dios tiene probabilidades de convertirse en un gran ejercicio de apretar tus dientes. Por lo tanto, ¿cómo sabes lo que Dios quiere que hagas? De eso es de lo que quiero hablar en esta sección. En primer lugar, como aclaración: El trabajo de tu vida es buscar tu Chazown para la gloria de Dios como consagrado seguidor de Jesucristo. Con todo, aquí me estoy enfocando en tu vida laboral. Depen­ diendo de cuáles sean tus circunstancias en la actuali­ dad, los dos términos podrían ser casi sinónimos. Por ejemplo, si conoces tu Chazown y ya la estás buscan­ do a plenitud, ¡trabajas duro en el trabajo de tu vida! Sin embargo, para muchos, y para todos nosotros en diferentes épocas, nuestra vida laboral es distinta y menor. Nuestra vida laboral es en lo que estamos ocu­ pados en la actualidad para ganarnos el sustento. Es nuestro empleo, nuestro compromiso a cumplir con un horario. Esa obligación podría estar acercándonos 6 R o E S C H E L

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más a nuestra Chazown, o podría ser que no. Aun así, cualquiera-que sea, esa obligación es nuestro trabajo. En cierto sentido, nuestra vida laboral es donde encajan muchos de los conceptos que hemos exami­ nando. Solo que no hay modo de rodear el hecho de que nuestra vida laboral es a menudo el lugar en el que convergen todas las demás esferas a fin de dar forma al porqué estamos en la tierra. Como acabo de indicar, para muchos el trabajo ordenado por Dios es la tarea para la cual Él los creó. Es lamentable, pero muchas personas a las que conozco están en la oscuridad con respecto al trabajo. Algunos se han educado en familias en las que se espe­ raba poco o nada de ellos, o en las que no había ejemplo del valor del trabajo con dignidad. Algunos batallan para encontrar las preguntas adecuadas, o son lo bas­ tante inteligentes para encontrar las indebidas (como: ¿Quépmdo hacerpara ganar el máximo dinero con el mínimo esfuerzo?). Algunos están sencillamente atascados. El resultado es que millones de personas terminan fichando un reloj, de modo literal o figurado, hasta que su tiempo se acaba y descansan en esa cama final (véase la página 12). ¿Tienes un sentimiento claro de aquello para lo que te crearon y dotaron? ¿O por qué haces lo que haces en el trabajo? Cuando no conoces la raión de la existencia de una cosa, es difícil evitar darle un mal uso. Cuando

tenía seis años, mi vecina de siete años, Ashley, venía a jugar conmigo. Ella encontró en el piso una cosa de plástico con forma de triángulo y con agujeros. Supuso que era una máscara de oxígeno, así que se la puso en la cara y comenzó a respirar con ella. Si hubiera sabido que era una copa de atleta y hubiera conocido su propósito, no le habría dado un uso tan inadecuado. Si tú no conoces tu propósito, el porqué estás aquí, harás un mal uso de tu vida, ¡perdiéndote lo mejor de Dios! Entonces, ¿quién conoce el propósito de una per­ sona? El Fabricante.

Si quieres dar el mejor uso a tu vida, el uso más satisfactorio y gratificante, comienio preguntándole a Aquel que te creú. Pide con paciencia, con humildad y con sinceridad. Sigue pidiendo. (¿Reconoces ya un asunto en Chazowri^), Asegúrate de escuchar lo que te digan tu amoroso Creador y su pueblo. Y cuando estés preparado, pasa la página.

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LA LABOK PERDIDA DEL AMOR. Todo el mundo trabaja. No todos reciben un sueldo por lo que hacen, pero todos trabajan. Mi definición de «trabajo» es: cualquier cosa que hagas con tus horas productivas en que estás despierto. Por ejemplo, mi esposa, Amy, hace el trabajo más difícil; hace de nuestro hogar un lugar estupendo para que nuestros hijos crezcan y se conviertan en dedicados seguidores de Cristo. Ese es su trabajo. Si tú eres estudiante, la escuela es tu trabajo. Si eres voluntario en una biblioteca, ese es tu trabajo. Ya que la mayor parte de lo que haces es tu trabajo, la chazown de Dios para tu vida laboral es de vital importancia.

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ENSAMIENTO CLAVE

Cuando no hay visión para tu vida laboral, en la mayoría de los casos trabajarás desperdiciando el tiempo.

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Sin un sueño, una revelación de Dios, solo te afanas día tras día, llenando las horas vacías con una existencia sin pasión, sin propósito y de un solo sabor. Te levantas, vas a trabajar, regresas a casa y te vas a la cama. Y vuelves a hacerlo una y otra vez. Entonces, ¿qué sucede cuando haces lo mismo por defecto, trabajando sin una dirección divinamente deter­ minada? El reloj se convierte en tu enemigo. Salomón lo captó: «Aborrecí entonces la vida, pues todo cuanto se hace en ella me resultaba repugnante. Real­ mente, todo es absurdo; ¡es correr tras el viento!» (Eclesiastés 2:17). ¿Te resulta conocido? Trabajas durante cua­ renta o cincuenta horas a la semana, ¿y te resulta repug­ nante}, ¿No maximizas los dones que te ha dado Dios? ¿Tiene tu trabajo poco o nada que ver con tus valores centrales? ¿Solo pasas el tiempo para recibir tu salario?

¿Puedes decir que amas tu trabajo? ¿O estás en una ocupación que no prende tu fuego? Está bien. Puedes ser sincero. No se lo diré a tu jefe. Si es así, ¡anímate! Puedes convertirte en uno de los pocos que trabajan de acuerdo a su chazown de Dios, de modo que tu trabajo termine en algún lugar a propósito. La Biblia dice que eres «hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica» (Efesios 2:10). Antes de que existieran los primeros seres huma­ nos, Dios te vio en el futuro, y con destreza diseñó a medida tu huella única. Tú eres hechura suya. Él sabía con exactitud lo que hacía cuando te creó. Dios estableció un propósito para tu vida, para que cumplas su Cha­ zown para ti. Escribió una lista celestial de quehaceres justo para ti. Eligió a ciertas personas para que las conocieras, influyeras en ellas y las amaras, y ciertas tareas que causan impacto en el mundo para que tú las llevaras a cabo. ENSAMIENTO CLAVE

RTodo trabajo termina en alguna parte... pero el trabajo de pocas personas termina en alguna parte a propósito.

Lo que es más, el modo en que Dios te diseñó y las obras que Él preparó para ti... los dos se corresponden a la perfección. Él te formó y te dio dones para que cumplas sus tareas divinas. Cuando estás haciendo las tareas para las cuales Dios te puso aquí, no hay ninguna otra cosa que preferirías hacer. Yo seré el primero en decir que el trabajo significativo de una persona puede ser la tortura significativa de otra. La mayoría de nosotros hemos conocido a algún conserje en el instituto que influyó en muchísimas vidas de jóvenes con su sonrisa y sus palabras de sabiduría. O a algún obrero que ha trabajado en la fábrica toda la vida y cuyo ejem­ plo de integridad y responsabilidad lo convirtió en el héroe de una casa llena de hijos. O a la mamá que nunca terminó sus estudios, pero crió a una familia cuya influencia para Dios sigue aún resonando de generación en generación. O al Director General que comprendió que era un miserable obtenien­ do inmensos beneficios, pero feliz en lo más hondo al trabajar por muy poco dinero en una misión en el Tercer Mundo. Por lo tanto, no quiero hacer ninguna suposición descuidada. Con todo, mi pasión es ayudar a esos cientos de jóvenes, tanto hombres como 6 R o E S C H E L

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Quandc^ Uace¿^ U m U m c^ f m . de^jeciú^, ÍA/llM2jai^Jx^ ó ^ w n ja (Íi/iecc¿á4^ dl(M4^u2Aii£nte deie/im uixida, e i ^ i e lo fá e c(miM£/iÍe. e44.üi.e4^ijemkp^.

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mujeres, con los que he hablado en mi vida y que temen que Dios no tenga lo mejor para su vida laboral... y están a punto de abandonar la búsqueda. ¿Eres tú uno de ellos? ¿Estás ya cansado de «correr tras el viento»? Te prometo que cuando llegues a pasar cuarenta o cincuenta horas a la semana cumpliendo la chazown de Dios en tu vida laboral, nunca describirás tu vida como «repugnante» ni «sin significado». Esas palabras pasarán al último lugar de la lista de tu vocabulario, y «apasio­ nada», «emocionante» y «significativa» estarán en pri­ mer lugar. ¿Cuál es tu visión para tu trabajo de aquí a cinco años? ¿Y de aquí a diez años? Cuando no hay visión, es probable que te sientas tan aburrido, o fi-ustrado, o deprimido que desearías poder perecer.

ESCALERA EN LA CUMBRE DEli Pregunta: Durante este período de tu vida, ¿estás haciendo el trabajo que Dios quiere que hagas? En otras palabras: ¿-estás maximizando los dones que Él te ha dado, dan­ do en el blanco de tus valores centrales y poniendo en acción tangible la pasión que arde en tu corazón? ¿Sí o no? Si tu respuesta es sí, ¡eso es fantástico! Permite que te ofrezca dos suge­ rencias. Celebra y asciende. En primer lugar, celebra. ¿Por qué? Porque vives el sueño. Haz un alto y disfruta del momento. Adora a Dios. Él te ha dado su Chazown, y tú has respondido con fidelidad. Cuando Amy y yo estábamos en el hospital para darle la bienvenida a nuestro sexto hijo, nos visitó nuestro médico (un buen amigo llamado Dr. Kelly Stephens). En nuestra conversación, él habló de mi enseñanza sobre Chazown y dijo: «Craig, me encanta todo eso de descubrir el sueño de Dios. ¿Pero y si ya lo estoy viviendo?». «Kelly», le respondí, «celébralo. Porque no muchas personas tienen lo que tienes tú». Ese hombre está haciendo justo aquello para lo cual Dios lo preparó con antelación. Cuando eso suceda, ¡disfrútalo! ¡Abrázalo! ¡Ten una fiesta con Dios! Y en segundo lugar, asciende. Lleva tu trabajo al siguiente nivel. No te asientes como si ya hubieras llegado. Si estás haciendo aquello para lo cual Dios te creó de manera única, pregúntale a Él lo que viene a con­ tinuación. Hace varios años, cuando nuestra iglesia realizaba cuatro reuniones de adoración cada semana, habría sido fácil para mí decirme: ¡Eh! Dios me ha ayudado a edificar una iglesia. Es una iglesia sana. Ahora voy a consolidar mis ganancias. Siéntate y disfruta de la recompensa de un trabajo bien hecho. Sin embargo. Dios me dirigió a pensar fuera del molde. M e pregunto si es posible que solo acabemos de comenzar. Es posible... solo posible. Dios, que tú quieras en realidad que nosotros en verdad, ya sabes... vayamos a todo el mundo. En lugar de edificar una iglesia y pedirle a la gen te que venga donde estamos G R o E S C H E L

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nosotrosy quizá podríamos llevar la iglesia hasta ellos. Quizá podríamos expandir esta misma iglesia a un segundo lugar. Quizá a un tercero. ^ Y, de repente, Dios ascendió su obra al siguiente nivel. Ahora nos negamos a creer que veremos alguna vez el final de lo que Él puede hacer a través de nuestro ministerio. Si en la actualidad haces lo que Dios quiere que hagas, pregúntale: ¿Qué viene a continuación!^¿Es posible que puedas trabajar con más eficiencia, obteniendo un mayor beneficio a fin de poder aportar más? ¿Hay algún techo que todos los expertos dicen que no puede superarse? ¿Te atreves a soñar que Dios es lo bastante grande para ayudarte a romperlo? Celebra y asciende. Di: Gracias, Dios. Luego pregunta: Dios, ¿dónde debería ir desde aquí^ Sí, has llegado. Estás en el primer campamento base. ¡Estupendo trabajo! ^

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SIGNIFICADO EN LO RUTINARIO Entonces, ¿y si tu respuesta es no? Qué deberías hacer si dices con sinceridad: «En este período de mi vida no estoy haciendo el trabajo que Dios quiere que haga. Sé que hay algo más. Algo distinto. Sé que el trabajo de mi vida puede tener un mayor significado del que tiene ahora». Si tu respuesta es no, tengo dos cosas que decir. En primer lugar, no te dejes llevar por el pánico. Dios sigue teniendo el control. Es posible que no lo veas, pero Él sigue obrando en tu vida, guiándote hacia donde harás tu mayor aportación. Y si has estado resistiéndo a Dios, corriendo a toda velocidad por el camino equi­ vocado, date la vuelta en este momento. Él te guiará hacía donde necesites ir. En segundo lugar, confía en Dios. Escucha la promesa de Dios en Proverbios 3:5-6 y deja que esas palabras sean vida para ti: «Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas». Cuando te arrastras para salir de la cama cada mañana y haces el mismo viaje de siempre hasta un trabajo firustrante y sin salida, confía en Dios. Cuando estés trabajando con personas a las que preferirías golpear y no amar, confía en Dios. Cuando hayas visto tu sueño y creas que es el sueño de Dios para ti, pero en este momento estés en el lugar equivocado haciendo el traba­ jo equivocado, aun ahí reconoce a Dios en todos tus caminos. Confía en Él, y Él allanará tus sendas. No te dejes llevar por el pánico. Confía en Dios. Piensa en David antes de que fuera el rey David. Cuando era aún un muchacho, es muy probable que fuera un joven adolescente. Dios guió al profeta Samuel a ungirlo como el siguiente rey de Israel. En esencia. Dios le dijo al joven David: «Tú eres hechura mía, creado para hacer las buenas obras que yo preparé aun antes de que tú nacieras. Tú guiarás a mi pueblo». David conocía su Chazown. Por tanto, ^cómo pasó los siguientes años de su vida? Dando vueltas en un pequeño terreno. Dios lo estaba preparando. David siguió guiando ovejas, las cuales resultan ser tan difíciles de guiar como las personas. Aprendió a luchar, repeliendo animales salvajes para proteger a su rebaño. Aprendió el valor de un tranquilo y contemplativo retiro, acercándose cada vez más al

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corazón de Dios. Pasó horas tocando el arpa y la lira, perfeccionando su don para modelar y dirigir la adoración. Aun después que el rey Saúl admitiera que David sería el siguiente rey de Israel, David pasó años en el exilio, huyendo, viviendo en cuevas. David podría haber dicho: «Bien podría tirar la toalla. Nunca llegaré a aquello para lo que me crearon». Sin embargo, no se dejó dominar por el pánico. Confió en Dios. Si estás pasando por el mismo tipo de desierto emocional, haz lo mismo que hizo David. En cuanto salí de la universidad conocí mi Chazown. Me sentía tan llamado al ministerio que no podía ver a derechas. Habría trabajado sin cobrar nada. Aun así, nadie me quería en ese entonces. De modo que tomé un trabajo en otra dirección, en el mundo de los negocios, vendiendo alarmas contra robos puerta por puerta. K, ta, ta. «Buenos días, señora. ¿Me podría dedicar unos minutos?» Para mí, la venta puerta por puerta estaba en el eslabón más bajo de la cadena del mundo de los negocios. Odiaba cada minuto de ese trabajo. ¿Pero qué hacía Dios? Él me enseñaba a someterme a la autoridad. Me enseñaba a manejar el rechazo. Me enseñaba capacidades para relacionarme con la gente. Me mostraba cómo llegar a los que al principio no les interesaba lo que yo tenía que ofirecerles. Grandes lecciones para el ministerio. Sabía lo que Dios me había llamado a hacer, pero no comprendía la edu­ cación que necesitaba primero. Él me estaba preparando. Quizá Él te esté preparando a ti.

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!u ei^eS e¡ auioi^: Tu ir'abajo Ahora te estás preguntando: ¿Cómo sé cuál es la chazown de Dios para mi vida laboral? Buena pregunta. Me alegro de que la hagas. Respira hondo, y prepárate para echar una larga y dura mirada a todos tus pensamientos y conclusiones hasta aquí. Como ya mencioné, comprender la chazown de Dios para tu vida laboral está con frecuencia en el corazón mismo de su plan para el resto de tu vida también. Tu propia Chazown. Comienza leyendo las notas que has escrito en tu diario de Chazown. ¿Cuáles son los asuntos comunes? ¿Qué hace que se te haga la boca agua? ¿Qué atrae y seduce lo profundo de tu ser hacia causar un impacto para Dios, hacia vivir bien para la eternidad? Vuelve a mirar los tres círculos que son tan útiles a la hora de revelar nuestra Chazown personal: 1. ¿Cuáles son tus valores centrales} ¿Qué arde en tu interior, amenazando con hacerse realidad? 2. ¿Cuáles son tus dones espirituales'^ ¿En qué eres tremendamente bueno? 3. ¿Cuáles son tus formativas experiencias del pasado"} ¿Esos hechos, tanto agradables como dolorosos, que Dios ha usado para prepararte para tu Chazown? Tu declaración de misión: Ya has escrito una declaración de misión pro­ visional basándote en esas preguntas. Repasa esa declaración, y pídele a Dios que te dé una mayor perspectiva a fin de comprender cómo encajan todas las piezas de tu vida. A medida que Él te dé su visión, escribe tus pensamientos. Dos preguntas reveladoras. Vuelve a considerar las dos preguntas de las que hablamos antes: Pregunta #1\ Si el dinero no fuera una objeción y yo pudiera hacer cualquier cosa que quisiera durante el resto de mi vida, ¿qué haría? 6 R o E S C H E L

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Pregunta #2\ Además de amar, cuidar y ministrar a quienes son más importantes para mí, ^cuál es la cosa número uno que creo que Dios quiere lograr por medio de mí? Estoy hablando sobre algo importante de verdad. Algo que perdura para siempre. Sueña en grande. Cuando mires a tu interior para encontrar respuestas, mira también hacia arriba. Pídele a Dios con persistencia que te guíe, y Él la proveerá. Escribe cualquier nuevo pensamiento que venga a tu mente sobre la Chazown de Dios para ti. Si estás viendo con más claridad que nunca que el trabajo que haces es el tra­ bajo de tu vida (viviendo tu Chazown), dilo conmigo: celebra y asciende. Metas para el trabajo. Después de celebrar, a fin de ascender hacia el siguiente paso de la visión de Dios, escribe una o dos nuevas metas concretas para tu trabajo. ¿Qué puedes hacer para impactar más vidas? ¿Y para impac­ tar las mismas vidas de un modo nuevo? ¿Y para hacer tu trabajo con más efi­ ciencia o eficacia? ¿Y para entrar en todo un mundo nuevo de influencia para la eternidad?

Metas a corto p la ^ : Ahora define una o dos metas concretas sobre tu vida laboral basándote en tus anteriores respuestas. Asegúrate de que cada meta sea alcanzable y men­ surable.

El siguiente paso: Ahora describe la acción concreta que emprenderás para cumplir las metas elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cual­ quier cosa que necesites para mantener los resultados. Metas para el cambio. Por otro lado, si no estás viviendo tu Chazown, si comprendes que has estado corriendo en el camino equivocado o quizá hayas hecho todo bien, pero sientes que tu vida va mal, no te dejes llevar p or el pánico. Confía en Dios. La confianza es un acto activo, no pasivo. Así que escribe una o dos metas alcanzables que te llevarán hacia la chazown en tu vida laboral que te esté revelando Dios. ¿Un libro o una clase? ¿Una entrevista? ¿Obtener más experiencia? ¿Investigar opciones? 196

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Comprobación de actitud. Una idea más de Dios para ti: Desde este momento y durante el resto de tu vida (ya sea que estés en la larga, lenta y tor­ tuosa subida en la parte posterior de la montaña rusa o que estés volando por el emocionante lanzamiento hacia tus sueños, o ya sea que estés limpiando pisos o limpiando almas a miles llevándolas al reino de Dios), mantén en mente un mandamiento central y que todo lo abarca: «Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundoy) (Colosenses 3:23).

Cualquier cosa que estés haciendo en este momento, hazla para Dios. Con la mejor actitud que puede darte Él. Con todas tus fuerzas. No te refrenes.

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DE AQUÍ A LA ETERNIDAD

UNA NUEVA PERSPECTIVA DE TI MISMO Felicidades. Has realizado un significativo progreso. Sin duda, Dios se agrada de ti. Repasemos el camino que hemos andado hasta aquí y celebremos por un instante lo que nos ha mos­ trado Dios. Decidiste que una vida accidental no era para ti. Al buscar la dirección de Dios, su Chazown que fue diseñada a la medida para ti, de seguro terminarás en algún lugar a propósito. Una gran decisión. Has explorado tus tres círculos. Puedes definir tus dones, tus valores centrales y tus experiencias del pasado. En oración has examinado cómo esas tres esferas se super­ ponen y señalan hacia la Chazown de Dios para tu vida. Otro gran paso en la dirección de Dios. Has estrechado la visión hasta una declaración que guía tu vida, y has establecido metas concretas, mensu­ rables y escritas. Con cada paso a lo largo del camino has enumerado lo siguiente que necesitas hacer. Excelente trabajo. Has decidido vivir entregado por completo a Dios, fortaleciendo cinco esferas prioritarias (que son como los radios en una rueda que hacen posible que ganes la carrera de tu vida). Tus «c» minúsculas están en su lugar. Agradarás a Dios en tu relación con Él, en tus relaciones con las personas, en tu vida financiera, en tu vida física y en tu vida laboral. Dios se agrada. Vas bien en el camino hacia vivir la vida de acuerdo con lo mejor que Dios tiene para ti. Deberías sentirte

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de manera estupenda. Sin embargo, sea lo que sea que hagas, no cierres el libro aún. No hemos terminado del todo. Tenemos un concepto más que aplicar y que es increíblemente impor­ tante. Se resume en unas sencillas palabras. Aun así, debería advertirte. Las palabras no son populares. Y permite que te advierta una cosa más. Las palabras, y lo que representan, tampoco son opcionales. N o s í quie­ res convertir tu nueva visión para tu vida en una realidad para Dios.

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POR DELANTE ¿Cuáles son las palabras? Antes de decírtelas, déjame aclararte por qué estas palabras clave son tan importantes. Porque tanto como Dios quiere que cumplas su destino para tu vida, tu enemigo espiritual quiere con exactitud lo contrario. El maligno se deleita mucho en una vida desperdiciada, sin dirección, egoísta y que pasa por alto a Dios. Y todas las fortalezas del enemigo tratarán de evitar que vivas la Chazown que te ha dado Dios. ¿Puedo ser franco? Te enfrentarás a obstáculos, montañas y barreras. Te distraerás. Sentirás la tentación de apartarte del camino. Pospondrás las cosas, dejando lo mejor de Dios para otro día. Sentirás el irresistible tirón de los poderosos ídolos: el materialismo, la fama, la avaricia, el placer, la comodidad, el aplauso. Te sentirás cansado, frustrado y deprimido. A veces querrás tirar la toalla. Experimentarás épocas de sequedad. Períodos en que Dios parece estar muy lejos o no existir. Se colarán malos hábitos. El pecado estará al acecho. Entrará la apatía. iTe enfrentarás a gigantes de duda^Dragones de temor. Monstruos de ^ ¿ J n mes harás un importante progreso. Al mes siguiente no experimentarás otra cosa sino dramáticos reveses. A veces te cuestionarás lo que Dios ha logrado, si es que lo ha hecho, hasta la fecha. ¿En realidad me dirigía Dios^ ¿Es esto lo que Él de verdad quería para mí^ No estoy seguro. Y entonces puedes caer en la derrota con facilidad. Dirás: No puedo hacerlo. Todo esto de Chazown es una tontería. Quizá solo deba darme p or vencido. Y por eso mis palabras finales son tan importantes. Rendición de cuentas.

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TODOS ESTAMOS EN LA ESCUELA Había dos cosas que me molestaban cuando estaba en la escuela. La primera era el arma definitiva de la maestra. Es probable que recuerdes la penetrante mirada feroz, la siniestra sonrisa cuando el maestro canturreaba con una engañosa dulzura: «Si no se enmiendan, esto irá a su... inform e permanente». Aun en la actualidad, solo con ver esas dos palabras escritas me provoca un sudor frío. La segunda cosa que me molestaba de la escuela era: ¡uf. (elsonido de hiperventilar)... Lo siento, comenzaré a tener pánico cuando piense al respecto. Me refiero al... bueno, ya sabes... El día de entrega de notas, (¡Vaya! Ya lo dije). Es por eso que siempre preguntaba: «¿Nos van a poner una nota en esto?». Debido a que si el trabajo no tenía nota, carecía de efecto alguno en el boletín de notas. Asi que, ¡vámonos de fiesta! ¿A quién le interesa? Entonces, si nos ponían nota, yo quería esfor­ zarme más. Con sinceridad, me gustaba más cuando no me ponían nota. No tenía idea de que la escuela me estuviera pre­ parando para la vida. En la vida estamos creando un informe perma­ nente con nuestra manera de vivir. Y sí, nos pondrán nota en todas las cosas. Todo irá al boletín de notas final. O, para decirlo de la manera en que lo dice la Biblia, Dios nos llamará a cada uno a dar cuenta de todo lo que hayamos hecho con nuestras vidas. «Nin­ guna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas» (Hebreos 4:13)^^

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¿Creías que la señorita Carmen, en el quinto gra­ do, tenía ojos en la nuca? ¿No podías salirte con la tuya en nada? Pues bien, ella era una aprendiza comparada con Dios. Él ve todas las cosas. Y es bueno para nosotros que Él lo haga. Ya seas consciente de ello o no, la intención de la señorita Carmen era ayudarte a convertirte en una persona de sabiduría e integridad. El motivo de Dios es el mismo. Él nos ama, y sabe que hallaremos la mayor satisfacción cuando busquemos y cumplamos nuestra Chazown. Por eso nos advierte con antelación: «Estás creando un informe permanente. Y todo saldrá en el examen final». Él nos motiva a vivir para nuestro mejor interés. El mayor sueño de cualquier seguidor de Cristo es estar un día delante de Dios y oírle decir: «¡Hiciste bien!». ¿Es ese tu sueño? Entonces la mejor manera de ase­ gurarte de oír «¡hiciste bien!» cuando des cuentas a Dios es dando cuentas primero a otros seguidores de Cristo aquí y ahora. Por eso la frase «pídeme cuentas» debe ser parte de nuestro vocabulario diario. Haz una pausa y practícalo ahora. Di: «Pídeme cuentas». Bien. Ahora sonríe y explícale a la persona que está sentada a tu lado en el autobús que siempre hablas con­ tigo mismo en voz alta.

MOVIDO POR. LA BENDICIÓN DE ! El domingo 9 de enero de 2005, estaba explicando una chazown para que nuestra iglesia lanzara un nuevo campus en el otoño. Sin embargo, no estábamos seguros de dónde debería situarse. A pesar de ello, me atreví a sugerir que al menos cien personas se prepararan para hacer sus maletas y a que los enviaran a comenzar el nuevo campus, dondequiera que estuviera, a fin de^ alcanzar a personas para Cristo. Poco tiempo después, uno de nuestros ayudantes ejecutivos, Sherri, tomó una llamada de teléfono. —Hola, le habla Sherri. ¿En qué puedo ayudarle? —Hola Sherri, mi nombre es Cari. Mi esposo, Kevin, y yo hemos estado orando y creemos que Dios nos llama a mudarnos y ayudar a comenzar el nuevo campus. Debemos ser parte de las cien personasCreemos que esta es nuestra Chazown. Eso no era una empresa pequeña para ellos, una familia con dos hijos. Esa valiente pareja llevaba casada diecisiete años y nunca había vivido fiiera de Oklahoma. Toda su familia vivía cerca. Kevin tenía un gran bufete de abogados que tendría que dejar atrás. No tenían razón alguna por la cual irse, excepto que Dios los lla­ maba. „ Sherri, conteniendo la respiración, respondió: —¡Vaya, eso es increíble! Cari le explicó cómo Dios los había preparado para ese momento. —Nos apasiona la evangelización, y moriríamos por lo que Dios está haciendo por medio de nuestra iglesia. Nuestra experiencia al comenzar el bufete de abogados nos ha preparado de manera única para ayudar a dar G R o E S C H E

comienzo a este campus. Nuestros dones, valores y experiencias encajan a la perfección con la necesidad. Hemos buscado a Dios y sabemos que esto es lo que Él nos está llamando a hacer. Entonces, con su voz aún temblorosa. Cari dijo: —Pero tenemos temor de que cuando sepamos dónde es... podamos echarnos atrás. Entonces pronunció las palabras que sellaron su compromiso delante de Dios. — Sherri, ¿nos pedirás cuentas con respecto ni traslado?

Muchos de nosotros tenemos estupendas inten­ ciones, pero a menudo nuestra segunda etapa deja mucho que desear. Es la naturaleza humana. Por eso Dios nos puso juntos en una famiHa. ) e n sa m ie n t o c l a v e

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La rendición de cuentas cierra la breciia entre las intenciones y las acciones.

Nunca podrás cumpür tu Chazown sin rendir cuentas, porque... La rendición de cuentas constituye la diferencia entre lo que dices que quieres hacer y lo que haces en realidad. Sin ello, el sueño de Dios para tu vida siempre se quedará en un sueño. La primera semana de abril anunciamos la ubicación del nuevo campus: Phoenix, Arizona. Cari y Kevin, con docenas de otras personas, hicieron sus maletas y se mudaron.

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DIFERENTES TIPOS DE MAR.G1NADOS Seamos sinceros. A muchos de nosotros no nos gusta que nos pidan cuentas. Lo apartamos. ¿Por qué? Permite que te presente a cuatro personas, cada una de las cuales te daría una respuesta diferente a esa pregunta. En primer lugar, conozcamos a «Temeroso Freddy». Desde su niñez, Freddy se ha sentido paralizado ante la idea de fracasar. Mientras otros intentaban nuevas cosas y comenzaban nuevas aventuras, Freddy se quedaba atrás de manera segura. Freddy estaba lleno de talento, lleno de esperanzas y de sueños. No obstante, sus sueños nunca se hacían realidad. Siempre se preguntaba: ¿V si fracaso? Freddy nunca practicó ningún deporte ni tocó ningún instrumento. Nunca fue al baile ni se presentó para ser secretario de clase. Temía hacer la entrevista para el trabajo que quería en realidad o de prestarse como volunta­ rio en la iglesia. Freddy nunca le contó a nadie sus sueños. Si lo hacía, podría haber teni­ do que hacer algo. ¿Y quién sabía lo que podría suceder entonces? Esos sue­ ños se ahogaron en el temor. A la mayoría de nosotros, en algún momento u otro, nos asedian pre­ guntas como: ¿Ysi no doy la talla?¿Ysi no soy lo bastante bueno?¿Y si no me escogen? Tenemos un feroz temor al fracaso. A continuación, me gustaría presentarte a «Apática Allie». Esta brillante joven no tiene interés por muchas cosas, en especial por las relaciones pro­ fundas, comprometidas y auténticas. No es que sea antisocial; solo no quiere molestarse en sacrificarse por un amigo. En realidad, la apatía de Allie está arraigada en heridas relaciónales del pasado. No quiere coirer el riesgo de ser vulnerable, y por eso opta por no interesarse. ¿Qué bien me ha hecho alguna vez la gente? Mis padres me pasaban p or alto. Mis amigas del instituto me hicieron daño. La gen te en el trabajo tiene dos caras y solo se preocupan de sí mismos. La gen te de la iglesia es una hipócrita. ¿Por qué iba a molestarme en acercarme a alguien? De modo que Allie va por la vida en su mayor parte en solitario. ¿Te encuentras evitando el rendir cuentas, justificándote con preguntas como: ¿Qué importa? ¿A quién le importa? ¿En verdad va a ayudarme esto? 6 R o E S C H E L

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En tercer lugar, aquí esta «Rebelde Ricky». Aun cuando era niño, Ricky aborrecía las normas. Sus padres espera­ ban que se sobrepusiera a esa actitud rebelde. Él nunca lo hizo. En el instituto, si el maestro decía que había que caminar, Ricky corría. Si todos los demás se vestían con elegancia, Ricky llevaba vaqueros. Si el límite de veloci­ dad era de cien kilómetros, Ricky lo excedía, a menudo borracho. Como puedes ver, Ricky es rebelde. Por eso se resiste a rendir cuentas. Yo no respondo ante nadie. Si tratas de decirme lo que debo hacer, haré lo contrario. ¿Quién eres tú para meterte en mi vida? Haré lo que yo quiera. ¿Te parece conocido? Y, por último, me gustaría que conocieras a «OrguUosa Polly». Polly cree que siempre tiene la razón. Todos los demás o bien están equivocados, o bien se interponen en su camino. ¿El lema de su vida? «Si quieres que algo se haga bien, tienes que hacerlo tú mismo». Se niega a recibir consejo y evita la ayuda, aun cuando sabe que la necesita... en especial, cuando sabe que la necesita. Polly muestra su mejor aspecto en público, pero va cojeando por la vida. «¿Rendición de cuentas?», comenta Polly con des­ precio. «La rendición de cuentas es para los perdedores». ¿Con cuánta frecuencia ves el mismo rasgo de inde­ pendencia en ti mismo? Puedo hacerlo yo solo. No necesito la ayuda de nadie. Quizá conozcas a alguien como Temeroso Freddy, Apática Allie, Rebelde Ricky u Orgullosa Polly. Lo más probable es que reconozcas a una o más de estas exage­ radas caricaturas como un aspecto de ti mismo. Sin embargo, a fin de experimentar lo mejor que tiene Dios para nosotros, necesitamos a otros seguidores de Cristo para que nos apoyen, nos alienten y nos corrijan. Para que nos pidan cuentas.

EN EL CAMINO ^ F í a s recorrido mucha distancia. Aun así, a pesar de todo el trabajo que has hecho a lo largo de los primeros pasos en este libro, ahora estás en un punto de decisión. Lo que elijas aquí determinará si haces fructificar o no todos los sueños y los planes. Es aquí donde decides si conviertes tus intenciones en acciones o solo dejas que se queden en el ámbito de las buenas ideas. H Estás en una bifurcación en el camino de ló vida. Tienes dos elecciones. Puedes regresar a la vida de la manera en que era, sin una Chazown. Sin una visión, sin un sueño, sin una revelación. Sin pasión, sin plan, sin dirección, sin motivación, sin propósito. Perecien­ do cada día en tu interior. O puedes encontrar a personas ante las cuales rendir cuentas. Puedes avanzar a una vida de propósi­ to. Un propósito para el cual te crearon de manera única. Un propósito que sigue un sendero trazado hace mucho tiempo por Dios, justo para ti. En este momento, por favor, escucha con aten­ ción: Nunca harás todo lo que Dios quiere que hagas sin que su pueblo te pida cuentas. I No te diseñaron para vivir la vida sin Dios y sin su pueblo. La necesidad de conexión está en lo pro­ fundo de tu ser. Andar por el camino de la vida en buena compañía es un requisito previo para llegar al destino de nuestros sueños. Por eso, como vimos antes, Salomón, el hombre más sabio de la historia, escribió en Eclesiastés 4:9-10: «Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!». Dios dice que necesitamos un sistema de colegas.

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Si estás caminando solo y caes, ¿quién te ayudará a levantarte en lo espiritual, lo emocional, lo relacional... o quizá en lo físico? Muy pocas personas pueden volver a ponerse de pie y continuar con el plan de Dios sin rendir cuentas de manera personal. El poste indicador está delante de “ti. En este, momento. En la bifurcación del camino.g

No obstante, tienes otros cuatro compañeros que te engatusan para que vayas por otro camino, para que regreses a la vida tal como solía ser. Sus nombres son: Temor, Apatía, Rebelión y Orgullo. Si los escuchas, caminarás solo. Cada día hay personas que escogen ese camino. Y por todas partes hay personas que se extravían. No puedes alcanzar solo tu Chazown.

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CUAN DO ME EQUIVOQUE, DÍMh

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He aquí dos pensamientos de la Biblia para ayudarte a entender aun mejor por qué necesitas con urgencia a otros para que te ayuden a continuar. En primer lugar, no cumplirás la visión de Dios sin corrección. «Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros» (Isaías 53:6). ¿Has visto las palabras «todos» y «cada» en ese versículo? Ni una sola persona que esté viva en la actualidad escogería de modo coherente el buen camino sin ayuda. Todos necesitamos a alguien que nos quiera lo sufi­ ciente para corregirnos cuando nos apartemos por el camino equivocado. ¿Alguna vez has conducido un auto que tuviera las ruedas delanteras desequilibradas? Tienes que mantener el volante en una dirección porque el auto sigue tratando de salirse de la carretera. Está desequilibrado, y necesita una presión continua que lo compense en la dirección opuesta. Nosotros también estamos desequilibrados. QUOreíllíiS COndUCÍr péró s e g i 'm o s torcicn dCíTes íiücíci

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Cuando el evangelio llegó por primera vez a Áfi*ica, algunos de los pri­ meros convertidos se volvieron tan apasionados con respecto a la oración que construyeron sus propias cabañas privadas de oración. Cada cabaña estaba apartada para una sola persona, y un camino que solo esa persona usaba con­ ducía hasta la puerta. Si alguien pasaba por alto la amorosa disciplina de la oración, imagina lo que sucedía. Comenzaba a crecer la hierba en su camino. Los mejores amigos del hermano o la hermana que se estaba desviando eran los que tenían la valentía de decirle: «Te quiero, y veo que está creciendo hierba en tu camino». En otras palabras: Te quiero lo suficiente para corregirte. No estás haciendo lo que Dios te ha llamado a hacer. ¿Quién te quiere lo suficiente para señalar los caminos en que ha crecido hierba en tu vida? No puedes cumplir la Chazown de Dios sin corrección. Pídeme cuentas.

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AYUDAME CUAN DO SOY DÉBIL Corrección no es lo único que necesitas. Hay un segundo componente en la rendición de cuentas. No cumplirás tu Chazown sin apoyo. ¿Recuerdas a David? ¿El ungido como el siguiente rey de Israel? Conoció su Chazown muchos años antes de subir al trono. A lo largo de sus muchas experiencias difíciles durante ese período de espera, David podría haber tira­ do la toalla cientos de veces diferentes. El mayor problema de David era el rey reinante: Saúl, quien estaba celoso de David y seguía tratando de matarlo. Sin embargo. Dios sabía que David necesitaba mantener el rumbo. Necesitaba un amigo que lo apoyara. Así que Dios le proporcionó precisamente al propio hijo de Saúl: Jonatán. En una ocasión en que David se escondía en el desierto, Jonatán fue a verlo en secreto «y lo animó a seguir confiando en Dios» (1 Samuel 23:16). Un hombre ayudó a otro hombre a encontrar for­ taleza, no en la autodeterminación, ni en un ejército, ni en el pensamiento positivo, sino en Dios. Esa es una parte importante de lo que hace un compañero ante quien se rinde cuentas. Jonatán reconoció que Dios había escogido a David como el siguiente rey de Israel, y al apoyar a David desobedeció a su propio padre que, para ser sinceros, le faltaban unos cuantos megabytes de DVD. En esencia, Jonatán dijo: ((Davíd, mc ocuporé de que cumplas tn destino». 212

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CHAZOWN

Te prometo que, cuando comiences a entender tu Chazown, Satanás hará todo lo posible para con­ vencerte de que te apartes de ella. Pocas personas, si es que alguna, tienen la perspectiva y la energía para continuar escalando solos hacia la Chazown de Dios. ¿Quién te apoyará? ¿Quién te ayudará a resistir el tirar la toalla? Pídeme cuentas.

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SORPRESA

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Comencé a jugar al tenis en mi primer año del instituto, que es típicamente demasiado tarde para comenzar en el tenis y esperar jugar en competiciones en la universi­ dad. Mi entrenador era Ken Ellinger. Contra todo pro­ nóstico, Ken creía que yo jugaría al tenis universitario. «Groeschel», decía, «vamos a lograrlo». Él asumió el papel de mentor en todas las esferas de mi vida. Y me hizo trabajar. Y me hizo trabajar. Y me hizo trabajar. A su tiempo, Ken me ayudó a adquirir una beca para tenis en una escuela de las primeras en la tabla clasificatoria. Y me superaron por completo. La única razón por la que permitieron que me quedara era porque yo era su medio de transporte. Yo tenía el único auto. En mi primer año, todos los miembros del equipo ganaban los partidos, a excepción de mí. Perdí casi todas las veces. Sabiendo cómo batallaba, Ken vino a verme jugar. Y, como siempre, todos mis compañeros de equipo ganaron y yo perdí. No solo perdí; me dieron una paliza: 6- 0 , 6- 0 . Fue entonces cuando decidí dejarlo. Lancé mi equipo, rompí mi raqueta y dije palabras que no hicieron sen­ tirse orgulloso a Dios. Salí corriendo de la cancha con lágrimas en mis ojos. Cuando estaba en mi cuarto, grité que lo dejaba para bien. Y lo decía de verdad. Ken me siguió hasta mi cuarto. Yo estaba sentado medio lloroso. Nunca olvidaré lo que me dijo. Se sentó recostado hacia atrás y dijo: «Bien, Groeschel, me alegro de haber venido aquí hoy». Yo quería decirle a dónde podía irse.

Él continuó: «Estoy aquí en uno de los días más importantes de tu vida. Porque hoy es el día en que veremos en quién te vas a convertir». Entonces se inclinó hacia delante y me miró directo a los ojos. «Hoy», me dijo, «decidirás si te rindes o eres un luchador. Y yo estoy aquí para ver cuál es tu decisión. Groeschel, la mayoría de las personas desertan. Toman la salida más fácil. Y es probable que tú también lo hagas, a menos que... a menos que en tu interior puedas encontrar algo que yo he creído que estaba ahí desde el primer día en que nos encontramos. Y si está ahí en verdad, hoy te convertirás en un luchador. Si luchas, tienes que regresar, tragarte tu orgullo, poner el rabo entre las piernas y disculparte ante todas esas personas. No obs­ tante, si eres un luchador de verdad, estarás a la altura». Estoy muy agradecido que él estuviera allí ese día. Me apoyó. Ese día tomé una decisión que sigo manteniendo hasta hoy. Debido a Ken, no me rindo. Soy un luchador. Lucho, y lucho por las cosas que más importan. Necesité otros dos años, pero al final establecí un récord en la escuela de cantidad de partidos ganados de forma consecutiva. Me nombraron atleta del año en el equipo que acabó en quinto lugar del país. ^Por qué? Porque un hombre me quiso lo suficÉenle pora apoyarme cuantío más lo necesitaba.

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RAR.A EL SEGUNDÓ Tienes una oportunidad para hacer que esta vida cuente. Vivir para lo que yo llamo «el segundo abrazo». ; Si conoces a Jesucristo como Salvador, un día entrarás en el cielo y esta­ rás delante de Él. Te mirará con una genuina sonrisa. En ese momento, sabrás sin duda alguna que perteneces. Nunca más experimentarás rechazo ni abandono. ^ Con todo el cariño que no puedes imaginar, Él te abrazará y dirá: «Bien­ venido a casa. Desde ahora en adelante, para siempre, compartiré mi reino contigo». . . . Sin embargo, luego Jesucristo dará un paso hacia atrás y examinará la obra de tu vida: todo lo que hiciste para Él. Si se agrada de ello, y puede que te sorprendas de lo que le agradará y lo que no le agradará. Él extenderá sus manos traspasadas por los clavos y te abrazará una segunda vez. Te mirará a los ojos. ’ Y te dirá: «Hiciste bien». Todo el cielo hará una pausa para escuchar. «¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel!». Todo el mundo termina en alguna parte. Terminaremos en alguna parte a propósito.

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¿Eres tú el que deserta o eres un luchador? ¿Cuál es tu decisión? ¿Conformarte con una vida sin significado ni dirección? ¿O avanzar a grandes pasos hacia tu Chazown en la fortaleza de Dios y con la corrección y el apoyo de otros? Vuelve a pensar en los sueños que Dios ha despertado en tu interior. Sueños acerca de tu relación con Él y con la gente. Sueños sobre tu salud financiera y física. Y sueños sobre el trabajo de tu vida. Sé que quieres tener éxito en todas esas esferas. El primer paso podría ser difícil de dar: Encuentra una persona que sea lo suficiente amorosa y lo sufi­ ciente fuerte para ayudarte a dar ese paso. En la actualidad, tengo a once personas que me piden cuentas en dife­ rentes esferas. Te desafío a que encuentres solo una. Si estás preparado para aceptar el desafío, haz esta oración (o pon las mismas ideas en tus propias palabras) y fírmala como tu compromiso con­ tractual con Dios.

Querido Dios: M e comprometo a encontrar en oración a alguien que me pida cuentas para cumplir tu Chazown para mi relación contigo^ mi relación con otras personasy mi vida flsicay mi vida financiera y mi vida laboral. Por favon guíam e hacia la persona adecuada. En el nombre de jesús, amén. Firmado. Fecha__

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Considera los siguientes puntos demostrados para rendir cuentas de manera transformadora: • Reunión de manera regular. Podría ser una llamada telefónica diaria, un desayuno a la semana o una cena al mes. Solo sé coherente. • Exposición de todas las debilidades. Asegúrate de que el compañero al que le rindes cuentas sepa dónde eres débil, y pregúntense con regu­ laridad el uno al otro sobre sus esferas vulnerables. • Expresión de todas las metas. A medida que Dios te revele tu Chazown, expresa los detalles de tu plan de desarrollo. • Oración mutua. Nunca te apoyes en tus propias capacidades. Siempre inviten a Dios para que perfeccione su obra en cada uno de ustedes. Ahora encuentra a la persona ante la que rendirás cuentas. Si la persona no es tu cónyuge, necesitas buscar a alguien de tu mismo sexo. Una vez que encuentres a tu compañero o compañera para rendir cuentas y coordinen un plan, escribe los detalles (quién, cuándo, dónde, qué harán).

Para esci^ihii^ tus ¿f

fitn c>^e obietner' iuS

propia^ pacunas G^e¡ y oiroS r'eCurSoS.

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I

MI PARTE HA TERJVUNADO.

Tú has soñado tus sueños (al menos alguno de ellos). Has comenzado a bus­ car a Dios y a su Chazown. Estás aprendiendo a examinarte a ti mismo, a fin de entender mejor cuál es tu diseño y propósito únicos. Te has puesto algu­ nas metas buenas. Y has escogido (o escogerás) a alguien para que vaya a tu lado en el viaje, para que te ayude a permanecer en el camino. ¡Has avanzado mucho! ¡Buen trabajo! Aun así, todo hasta este punto ha sido un prólogo. Tu historia apenas comienza. Hoy es el primer día del resto de tu vida. Tu pasado está detrás de ti. Tu fiituro está en las manos de Dios, y Él te está invitando a participar de forma activa y con disposición en su Chazown para tu vida. Recuerda: Dios te creó para su gloria y propósito. Él podría haberte puesto en cualquier momento de la historia, pero decidió que vivieras en la actualidad. ¿Por qué? Porque este es el mejor momento en la existencia del mundo para que tú te distingas. ¿Estás preparado? Comenzaste este libro escribiendo tu capítulo final: el epitafio de tu vida. Ahora pasa la página. Es momento de que comiences a escribir tu primer capítulo...

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¿YA VIVESCON LOS LAMENTOS? He experimentado muchos lamentos. Lamento el modo en que he tratado a otras personas. Lamento muchas cosas que he dicho. Lamento las veces en que he pecado de forma manifiesta contra Dios. Lamento las oportunidades perdidas. Lamento haber mentido, murmurado, robado, engañado, sentido lujuria, criticado, envidiado, maldecido y odiado. Lamento. Con dolor. Muchas personas con las que hablo están llenas de tristeza a causa de su pasado. Quizá tú estés viviendo con lamentos en la actualidad. Si pudiera haber mantenido mi matrimonio. Nunca antes conocí un dolor como este. = Si hubiera cuidado m ejor de mi cuerpo. ¿Quién habría pensado que termi­ naría así^ Parecía una buena idea en su momento. Esa decisión m e costó más de lo que nunca soñé. p Debería haber pasado más tiempo con los niños. Han crecido demasiado deprisa. Nunca pod ré recuperar esos momentos. Es obvio que no podemos cambiar el pasado. Sin embargo, podemos experimentar el consuelo, la sanidad y el perdón de Dios en el presente. Dios es especialista en amar a personas mediante los lamentos. Y nunca es demasiado tarde. Quizá sea el momento de acudir con sinceridad a Dios. Confiésale tus pecados y lamentos. No te contengas. Deja que salgan. Llora si tienes ganas de hacerlo, o grita si lo necesitas. Libera tus heridas y tu dolor. Él está escuchando. Y a Él le importa. Si eres un seguidor de Cristo, has oído que Dios te ha perdonado. Para que tengas un estupendo recordatorio, medita en las palabras de Dios en el Salmo 103:11-12: «Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra. Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente». Acepta la verdad de que Dios ha perdonado tus pecados. Tu expediente está limpio. ¿Pero y si sabes que no eres un seguidor de Cristo? O quizá no estés seguro. Tal vez no sientas que mereces el perdón. ¿Sabes qué? Tienes razón. No lo mereces. Ni yo tampoco. Eso es lo que hace que Dios sea tan increíble. G R o E S C H E L

II

225

En su amor por nosotros, Él nos ofrece algo que nunca podríamos ganarnos y que no merecemos. Él envió a su Hijo, Jesucristo, quien vivió una vida perfecta y sin pecado. Después derramó su sangre inocente en una cruz como el sacrificio permanente para el perdón de nuestros pecados. Al tercer día resucitó de la muerte. Si hubiera habido otra manera para que pudiéramos estar a bien delante de Dios, Jesús no habría tenido que hacerse hombre, morir y resucitar. A causa de su obra perfecta, tú puedes recibir perdón. Por lo tanto, acude a Él y baja la guardia. En 1 Juan 1:9 leemos: «Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad». Clama a Jesús para que sea el Señor y Salvador de tu vida. Decide seguirlo a Él. Conviértete en un discípulo de Cristo. Si le confesaste tus pecados a Dios, recibes perdón. Dios no recuerda tus pecados. Te conviertes en una nueva persona. Y ya que Dios te ha perdonado, quizá sea el momento de que te perdones a ti mismo. -

Sí, pero... Un amigo mío me dijo: «Entonces Dios me ha perdonado... ¡es estupendo! Con todo, mi vida sigue siendo un desastre. Si Dios tiene una Chazown para que yo la viva, ¿cómo puedo recuperarme de todos esos errores.^). Nadie puede culparte por preguntarte: ¿Lo he estropeado demasiado? ¿Es muy tarde para m ü ¿Cómo puedo dejar atrás todas las cosas malas que he hecho? Me encantaría decirte que todos tus problemas pueden desaparecer de inmediato. Eso sería una mentira. Lo cierto es que todos afrontamos las con­ secuencias de nuestros actos y nuestras malas decisiones. Al mismo tiempo, escucha Romanos 8:28: «Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito». Deja que esas palabras penetren en tu corazón. Aunque nos enfrentare­ mos con desafíos provenientes de nuestras decisiones equivocadas. Dios sigue obrando en todas las cosas. Dios tiene la manera de sacar el bien de todas las cosas, aun de las que lamentamos. Ese es el fundamento sobre el cual Dios trata con nuestros «sí, pero». Síy sé que Dios m e perdona, pero nunca pod ré ser bendecido de verdad. SU sé que Dios es bueno, pero no lo será conmigo. Sí, sé que Dios tiene un plan para otras personas, ¡pero yo lo he estropeado demasiadol 226

Toma el «pero» de cada uno de tus «sí, pero» y sustituyelo por un signo de exclamación. «¡Sí!». Dios es un Dios grande que puede sacar el bien de todas las cosas. Entonces, ¿cuál es ese «bien» que Dios va a producir en tu vida hecha un desastre? Puede que tengas un cuadro de lo que sería, pero es probable que tu cuadro no sea exacto. Deja que ilustre lo que quiero decir. Yo rara vez bebo refrescos. A veces doy un paseo por el lado salvaje, dejo a un lado mi usual H2O, y bebo en cambio un refresco. Un día me acerqué a una máquina expendedora de refrescos con dos monedas en mi mano, lleno de anticipación esperando un frío y refrescante Sprite. Cuando puse las monedas y pulsé el botón de Sprite, una luz roja reveló que se habían terminado los Sprite en esa máquina. La segunda mejor elección es Dr. Pepper, pero también se habían terminado. Todas las Coca-Coks normales se habían terminado también. La única elección posible... {escalofrío)... sin azúcar. Puede que a ti te gusten las bebidas sin azúcar. Si es así. Dios puede libe­ rarte. Yo las detesto. Decepcionado porque la máquina no tuviera la bebida que había elegido, ni la primera ni la segunda elección, pulsé el botón de Coca-Cola sin azúcar. Nunca te imaginarás lo que salió de la máquina. Ninguna Coca-Cola sin azúcar. Ningún Sprite, Dr. Pepper ni Coca-Cola normal. Pensé que sabía lo que era «bueno» para mí. A pesar de eso, el cuadro que tenía de lo «bueno» era inexacto. Dios sobrepasó mis expectativas. De la máquina salió... ¡un refresco de fresa! En mi mundo, no hay nada mejor que un refresco de fresa. Dios no me dio lo que yo quería. ¡Me dio algo mejor! Por lo tanto, prosigue y sueña lo bueno que Dios sacará de tu dolor y de tus lamentos. Aun así, mantén los ojos abiertos. Quizá Dios te tenga unas cuantas sorpresas. Te estás imaginando un Sprite, pero de algún modo u otro, ¡Dios podría darte un refresco de fresa!

G R o E S C H E L

Q

RECONOCIMIENTOS A las muchas personas que proporcionaron ayuda, aliento y sus conocimientos y experiencia durante el proceso de poner por escrito el mensaje de Chazown les estoy sinceramente agradecido. Gracias por su generosidad. En especial estoy en deuda con: Brian Smith: Tu aliento, creatividad, destreza y visión hicieron posible este libro. Aun más que nuestras difíciles horas trabajando juntos, recordaré y siempre valoraré nuestra amistad. A todo el equipo de Multnomah, incluyendo a David Kopp, Jason Myhre, Kevin Marks, Jake Burts, Doug Gabbert, David Webb, Catherine Lloyd y James Hall, entre muchos otros: Ustedes son tenaces en su búsqueda de la excelencia. Gracias por su compañerismo en el Reino y su amistad. La familia de mi iglesia LifeChurch.tv: Gracias por creer. ¡Dios es bueno! A Amy y mis hijos: Ustedes lo son todo para mí.

G R o E S C H E L

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NOTAS 1. Andy Stanley, Visioingeniería, Editorial Unilit, Miami, FL, 2001, p. 10. Las palabras de Andy son un tanto diferentes. («Todo el mundo termina en algún lugar en la vida. Unos cuantos terminan en algún lugar, a propósito»). Repito esta memorable frase a menudo durante el curso de Chazown, y le doy gracias a Andy tanto por la idea como por su excelente libro. 2. Luis Palau, «The Destiny of the Lord», Reaching Your World with Luis Palau, 15 de julio de 2005. http//www.palau.org/ ryw_new/scripts.php? date=2005-17-15 (accedido el 28 de septiembre de 2005). 3. [http//www.bible.org/illus.asp?topic_id=1648] 4. Véase Génesis 37, 39. 5. Véase Génesis 40— 50. 6. Véanse Mateo 21:12-13 y Juan 2:14-16. 7. Véase Mateo 23. 8. Véase Mateo 26:31-35, 69-75. 9. Véase 1 Samuel 17, en especial los versículos 34-37. 10. Véase Mateo 16:20-23. 11. Véase 1 Corintios 3:16; 6:19. 12. Véase Lucas 6:13. 13. Véase también Efesios 4:32. 14. Paul Billheimer, citado en «Finance (Life Aiter Debt)» BibleUniverse.com, http//w\vw.bibleuniverse.com/finance/finance.asp (accedido el 7 de octubre de 2005). 15. Véanse, por ejemplo. Éxodo 23:16, 19; Proverbios 3:9-10. 16. John Maxwell, Hoy es Importante, Editorial Unilit, Miami, FL, 2005. 17. Ron Fimrite, Sports Illustrated, citado en «Flabits», Sermón llustrations. com. http/Zwww.sermonillustrations.com/a-z/h/habits.htm (accedido el 10 de octubre de 2005). 18. Véanse también Mateo 12:36; 2 Corintios 5:10. G R o E S C H E L

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