Deporte En Formosa

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

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Pedro Franco Romero “Palillo”

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Recopilación: Albino Vera

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Pedro Franco Romero Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa Recopilación: Albino Vera 1° Edición - Año 2011 Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Formosa Páginas: 83 ISBN: Caricatura de la tapa: Ángel Deolas Diseño de la tapa: Franco Romero

Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Formosa Todos los derechos reservados Colección Cultura Rivadavia 675 - Altos Formosa - CP 3600 República Argentina Mayo de 2011

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Al Dr. Gildo Insfrán Gobernador de la Provincia de Formosa A quien lo vi crecer, en la entonces lejana Laguna Blanca; fue uno de mis alumnos en la práctica de distintas disciplinas deportivas. Atesoro en mis recuerdos, aquel pequeño y travieso niño de rostro expresivo, inquieto y voluntarioso, que estaba siempre allí donde picaba una pelota.

Pedro Franco Romero “Palillo”

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Presentación

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e me ha concedido el honor de presentar este excelente trabajo histórico-deportivo de un gran amigo y mejor persona: Pedro Franco “Palillo” Romero. Hace más de doce años empecé, con el desaparecido y magnífico periodista Juan Carlos Carlino, un programa en la actual FM 107.9 Radio “La Torre”. Una de las ideas era tratar de contar la historia chica de Formosa, desde cuando era Territorio Nacional. Conversé, en las primeras épocas, con Antolín Sosa, con Romea (padre) y con un personaje extraordinario de nuestra ciudad: “Cacho” Gorleri. Este hombre, con toda humildad, aportaba sus conocimientos para ilustrar a la audiencia sobre temas pasados. Un día me dijo: “Vení, te lo voy a presentar a Palillo Romero, este es a quien vos necesitás”. De vista y de mentas lo conocía, porque todos los días pasaba por su farmacia “El Indio” por el famoso kiosco de Luis Leyes, donde nos reuníamos los hinchas de Estrada. Allí empecé a conocer la generosidad de este entrañable amigo, quien domingo a domingo, durante más de diez años, cuenta sus historias por la radio. “El zaguán de Palillo”, como se llama su espacio, es esperado por los memoriosos y por aquéllos que recuerdan cuando “Palillo” las cuenta. Siempre superó todos sus problemas de salud para ponerse al frente de su “zaguán” para beneplácito de sus oyentes. Yo he sido un privilegiado, porque, además de lo que cuenta por el micrófono, me ha pasado fotos que avalaban lo que estaba contando. Un día me dije: “esto no se puede perder”, y me tomé el atrevimiento de hablar con personas como Fredy Jara, el contador Ferreira, y hasta me animé a enviarle una carta al Señor Gobernador. La historia de los deportes en Formosa no debería quedar en el olvido, ni en un archivo lleno de tierra, o, lo más preocupante: perderse. Y esa voluntad de las autoridades hizo que se concretara esta realidad, que no es más que un acto de justicia, de reconocimiento a quien, con una lucidez increíble, recuerda y documenta el inicio de los distintos deportes en esta ciudad. Nunca le cerró la puerta a nadie, investigadores y escritores conocidos, como Marta Kaplán, y otros, han sabido de su amabilidad, y de la colaboración que brinda con toda su sapiencia y con su prodigiosa memoria de nuestra historia. Un día estaba decaído: “A la gente de Formosa no le gusta que se le cuente su historia”. Pero es evidente que no es así. Este reconocimiento pone en el tapete ese interés de plasmar, para la posteridad, estos hechos del pasado. El trabajo de recopilación histórica de la ciudad y parte de la provincia es inigualable; y es una persona de consulta para investigadores, escritores y alumnos, quienes siempre encuentran las puertas de su casa y de sus conocimientos, abiertos desinteresada y solidariamente. Esta publicación es un reconocimiento a un luchador de la vida, a un deportista cabal, a un padre ejemplar, a un amigo inigualable, a un verdadero historiador. Disfrútenlo.

Marcial Mántaras

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Prólogo iempre me dije que no podía partir de este mundo sin dejar de escribir un libro sobre las distintas disciplinas deportivas que se llevaban a cabo desde los albores de nuestra querida Formosa. Así como es importante traer al recuerdo muchos hechos y anécdotas, también consideré significativo reconocer a personas que han dedicado gran parte de su vida al deporte. Quiero recordar a todos los que vivían en la incipiente ciudad, sin olvidarme de los que trabajaban en las chacras y los campos, gauchos y aborígenes. Mi propuesta es que puedan encontrar inolvidables nostalgias de quienes nos encontramos en una etapa muy especial de la vida. Mis escritos pretenden que los jóvenes aprecien, a través de los apellidos que nombro, su ascendencia y sus antepasados; también que los niños conozcan formidables acontecimientos que han ocurrido, como una herencia que hay que cuidar. En este emprendimiento no estoy solo, ya que hubo personas, como mi hermano Antonio “Chuña” Romero, quien me ha ayudado y enriquecido en todos los emprendimientos deportivos, corriendo detrás de una pelota de fútbol. Esa pelota que primero fue de trapo, luego de goma, más tarde de cuero en todas sus formas y tamaño, hasta hoy, cuando asistimos al mayor evento del futbol internacional, el Mundial de África 2010, donde podemos apreciar los acelerados avances de la tecnología con una pelota de fútbol tan cuestionada. En este libro que les entrego va una parte de mi vida, por ello quiero recordar a muchos amigos: Eduardo Oviedo, hijo del recordado y querido “Tatané”, un gran deportista con quien muchas veces hemos representado a nuestra provincia como integrantes del seleccionado de fútbol; a “Lucho” Carrizo, José Mujica, Vázquez y Marcial Mántaras, quien domingo tras domingo me permite un pequeño espacio en su programa radial donde puedo contar anécdotas del ayer deportivo formoseño. Marcial propuso a las autoridades de Cultura este proyecto de editar un libro. Escribirlo fue posible gracias a mi vieja Remington; a ella tampoco quiero dejar de nombrarla. Para concretar este libro, puse mis escritos en manos de mi hijo Franco Romero, que cuenta con la colaboración de mi estimado amigo Albino Vera, ambos profesionales en Comunicación Social. Deposité en ellos toda mi confianza porque sé de su capacidad demostrada a lo largo de sus tareas en el ámbito de los medios de comunicación.

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Mensaje a los jóvenes “Cuiden su cuerpo” Para que puedan comprender este mensaje es importante que quienes practican deporte, en cualquiera de las modalidades, sepan que es de vital importancia el cuidado de su cuerpo, evitando todo tipo de excesos, que con el transcurso del tiempo traen serias consecuencias. Sobre el particular, quiero contarles una anécdota: Los días 23, 24 y 25 de mayo de 1945, se jugó un torneo territorial de fútbol donde participaron los seleccionados de capital e interior. Por entonces yo integraba el equipo de capital y jugué los tres encuentros. Esos mismos días, por la noche, participé en la competencia de básquet, como integrantes de la selección formoseña. Tamaño esfuerzo no se podría haber realizado de no haber contado con un buen estado físico.

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Pedro Franco Romero ació el 10 de marzo de 1926; posee el título de Auxiliar de Farmacia, que le fuera conferido por la Universidad Nacional de Tucumán. El Ministerio de Salud Pública de Formosa le concedió el carnet habilitante que lleva el N° 1. Esta profesión la heredó de su padre, quien fue propietario de la farmacia “San Martín” de la ciudad de Formosa durante muchos años. Practicó muchos deportes: pelota paleta, básquet, tenis, tenis criollo, remo, caza, pesca, natación a remo y vela, ciclismo, y todo lo hacía muy bien. Pero el fútbol fue su pasión y a través de él trascendió a nivel provincial, regional e internacional. Primero como integrante del Club Fontana y 1° de Mayo, después en la Selección Formoseña de Fútbol -en la que por años fue su capitánluego en Unión de Santa Fe, más adelante jugó en el Club Sol de América de Asunción (Paraguay) y en The Strongest, de la ciudad de la Paz (Bolivia). Alejado del deporte, se afincó en la ciudad de Laguna Blanca. Retomó su antigua profesión mediante el emprendimiento comercial Botiquín de Farmacia, que surgió también para dar respuesta a una gran necesidad comunitaria, ya que en esta profesion se trabajaba en forma directa como auxiliar de la medicina. No sólo se ocupó de esta tarea sino que se dedicó a todo tipo de labor social, integrando comisiones, consejos directivos y cooperativas. Además dedicó gran parte de su tiempo a enseñar a los jóvenes la práctica de todas las disciplinas del deporte. En la ciudad de Formosa también desarrolló una gran tarea comunitaria, ya sea como fundador o integrante de distintas comisiones de entidades, algunas de ellas aún vigentes. Fue parte del Consejo Directivo de la Asociación Española, del Club Caza y Pesca, del Club Náutico, del Club Fontana y del Radio Club Formosa. Integró la Peña Grande, el Tenis Criollo, la Comisión Cooperadora del Instituto San Martín y la Comisión Amigos del Hospital Central, entre otras. Fue fundador de la Agrupación de ex futbolistas Lucilo Yusti, de la Asociación de Jubilados Gral. San Martín y de la Asociación de Padres de Discapacitados. Dedicado al periodismo, fue columnista de los programas radiales Aquí Formosa y Para conocer nuestro fútbol, emitidos por LRA 8 Radio Nacional Formosa. En el año 1994 fue distinguido como Amigo de la Ciudad por el Rotary Club Distrito 4790 de la ciudad de Formosa. Esta entidad rinde un homenaje a personas de la comunidad que se destacan por sus cualidades éticas y morales, sus trabajos solidarios y vocación de servicio. En el 2004 la Municipalidad de Formosa le otorgó una distinción en merito a las tareas emprendidas en pos de la comunidad formoseña.

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Deporte

Históricamente existen datos de que las actividades deportivas se realizaron ya en el año 3000 antes de Cristo (a. C.). En la antigua Persia, se nombraba al lanzamiento de jabalina, el salto en alto y la lucha, todos ligados a las habilidades en la batalla. En la antigua Grecia, la práctica deportiva se convirtió en una parte tan importante de su cultura, que crearon los Juegos Olímpicos, que se realizaban cada cuatro años en la ciudad de Olimpia, entre el 776 a. C. al 394 d. C. En nuestros tiempos, la profesionalidad en el deporte se hizo común conforme aumentaba su popularidad y el número de aficionados que seguían las hazañas de los atletas a través de los medios de información. Ello ha conducido a cierta polémica, ya que para el deportista profesional puede llegar a ser más importante el dinero o la fama que el propio acto deportivo en sí. Al mismo tiempo, varios deportes han evolucionado para conseguir mayores beneficios o popularidad, por lo que se perdieron valiosas tradiciones en algunos casos. Deportes como el fútbol en Europa y América, mueven enormes cantidades de dinero y esto conduce a un aumento de la competitividad, dado que la lucha por la victoria adquiere otro significado, el aspecto económico. Este incremento lleva a de un lado negativo de la profesionalidad -el uso de diversas argucias o trampas- que puede terminar en ocasiones en uso indevido de estimulantes por parte de los deportistas.

Qué entiendo por deporte Consideré importante aclarar un poco qué se entiende por deporte. Ingresé entonces a mi viejo diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y encontré estas definiciones con las que estoy completamente de acuerdo: “El deporte es toda aquella actividad que se caracteriza por tener un conjunto de reglas y costumbres asociadas a la competitividad. Por lo general requieren estar institucionalizadas en federaciones o clubes. Requiere desafío con uno mismo o con los demás y tener un conjunto de reglas perfectamente definidas. En la práctica del deporte tanto individual o colectivo la capacidad física del competidor es la forma primordial para dePágina 15

terminar el resultado, ser ganador o perdedor. Pero también el término se usa para incluir actividades donde otras capacidades externas o no directamente ligadas al físico del deportista son factores decisivos, como la agudeza mental (deportes mentales) o el equipamiento, (deportes de motor). En todos los casos los deportes son un entretenimiento tanto para quien lo realiza como para quien observa su práctica. Aunque frecuentemente se confunden los términos deporte y actividad física, en realidad no significan lo mismo. La diferencia radica en el carácter competitivo del primero, en contra del mero hecho de la práctica del segundo”. Esta definición de deporte establece la idea de ejecutar una actividad no solamente para el propósito habitual

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa (correr no solo para llegar a alguna parte, sino con el fin de mantener el estado físico); es decir, ver las cosas más allá de su utilidad. Del mismo modo, una actividad deportiva como el salto no se valora únicamente por el modo efectivo de evitar obstáculos; también cuentan la habilidad, la destreza y el estilo.

Los gauchos y el deporte El deporte de los tiempos modernos es una práctica casi habitual en las personas y familias; todos realizan actividades deportivas, algunos para competir y otros simplemente por diversión o pasatiempo. Cabe entonces plantearse algunos interrogantes: ¿qué deporte practicaban los hombres de campo, los gauchos, los jóvenes que vivían fuera de la incipiente ciudad de aquella época? De ellos sólo sabemos que su vida era el cotidiano trabajo, ya sea con el ganado, la siembra, con sus caballos o bueyes. Tenían sus fiestas domingueras o días tradicionales cuando se divertían haciendo -a su manera- un deporte. En estas actividades estaba presente la competencia en un claro intento de sobresalir, sentirse ganador y ser reconocido. Los jóvenes jugaban a la taba, los naipes y el sapo. Sus caballos no sólo les eran útiles como medio de transporte, trabajo y paseo, sino que también les ofrecían la posibilidad de demostrar su destreza en una carrera cuadrera o de sortija. Allí siempre había un ganador acompañado de su fiel animal, que llenaba de satisfacción a los presentes y despertaba el caluroso aplauso. En las jineteadas se entablaba una dura lucha entre el hombre que intentaba mantenerse sobre el brioso animal,

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que a su vez no quería darse por vencido y luchaba por desequilibrarlo. También podemos hablar de otro tipo de deporte, cuando estos hombres ingresaban a los corrales y daban inicio a las pialadas y las volteadas de animales, oportunidad en la que demostraban su destreza. No era otra cosa que la constante búsqueda de gloria en el momento culminante del triunfo. Más adelante aparece el juego del pato, que se realizaba con un animal vivo y que en la actualidad se lo hace con una pelota de cuero con manijas. Este juego llegó a nuestras tierras desde el sur, donde es muy practicado hasta la actualidad por los paisanos. Si trazáramos un paralelo entre aquellos hombres y los de hoy, podríamos decir que tanto unos como otros experimentaban la misma sensación: los nervios ante la contienda, la suerte y las emociones en el momento del triunfo o la triste experiencia de la derrota. Como podemos apreciar, todas estas actividades de los jóvenes de la época eran un deporte, si tenemos en cuenta la definición del término apuntada más arriba, que expresa: “…desafío con uno mismo o con los demás… reglas perfectamente definidas”. “… los deportes son un entretenimiento tanto para quien lo realiza como para quien observa su práctica”. Aclarado el término, en este trabajo haré referencia al deporte de aquella época en la que todos los que lo practicábamos, lo hacíamos básicamente en la búsqueda de diversión. Pero es importante saber que a través de él cultivábamos la amistad, la caballerosidad, la solidaridad, el respeto hacia el adversario, valores que nos hacían mejores personas.

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Nace la Liga Formoseña de Fútbol (LFF) En el año 1922, se jugaban algunos torneos de fútbol entre los clubes que ya existían: Patria, Ferroviario, Fontana, Alborada, La Formosa, Correo y Telégrafos, Policial y Disciplina.

stos clubes eran parte de una Asociación Formoseña de Fútbol, cuya primera comisión directiva estuvo constituida por el odontólogo Félix Cristóbal –como presidente- y por Manuel A. López, José Rojas y Mario Salomón. Esta comisión fue la encargada de confeccionar el primer estatuto y reglamento, como también la responsable de organizar los eventos donde participaban las divisiones primeras, segunda, cuarta y veteranos. En el primer campeonato organizado por esta institución participaron los clubes Patria, Fontana, Alborada, Ferroviario, La Formosa y Policial, en el que fue ganador el Club Fontana. La Asociación Formoseña de Fútbol se transformará más adelante en la institución madre del futbol formoseño, que tiene su origen el 31 de julio de 1923 y cuya denominación fue Liga Formoseña de Fútbol.

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Su primer presidente fue el ingeniero Luis González, acompañado durante su gestión por los señores Aquiles Tarantini, Félix Cristóbal, Juan Isaías, Isidro Rojas, Francisco Bibolini, Remigio Moreira, Carlos de Tournemine, Pablo Silvagni, Hipólito y Lindor Oliva, Luis Britos, Elías Reynoso, entre otros. Al no contar con sede propia, en sus primeros tiempos las tareas de secretaría se realizaban en distintos lugares. Algunos de ellos fueron: Moreno y España, Moreno 450, José María Uriburu 180, en el Hotel Virasoro (Belgrano y Corrientes) en la sede del Club Policial (España y Mitre). Finalmente tuvo un local propio ubicado en Tucumán 837, propiedad comprada bajo la presidencia del Antonio Romero y de quienes lo secundaban, los señores Héctor Silva, Miguel Armoa, Marcelino Rodríguez, entre otros.

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La Cancha Oficial

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s necesario aclarar que las primeras canchas que voy nombrando, no se trataban precisamente de campos de juegos reglamentarios; eran espacios verdes o potreros, también llamados baldíos, donde pequeños y jóvenes entusiastas corrían detrás de un balón. Hay documentos que datan del 16 de mayo de 1908, mediante los cuales se pide al presidente del Consejo Municipal que se exceptúe el cobro de impuesto al terreno del club donde se practicaba este deporte. Por entonces, la incipiente comunidad de la Villa Formosa contaba con tan sólo 29 años y el futbol era practicado por pocas personas que habitaban el lugar. El primer estadio o Cancha Oficial estuvo ubicado en la manzana comprendida entre las calles España, Saavedra, Padre Patiño y Deán Funes, que corresponde hoy al Club Patria, la estación de servicio de YPF Servicom, la cochería fúnebre San Francisco y otras propiedades privadas. Con el transcurrir del tiempo, el progreso de la ciudad obligó a una nueva ubicación y la cancha se trasladó a José María Uriburu, Branzen, Deán Funes y Moreno, que corresponde hoy a la Casa Paraguaya, el diario La Mañana, entre otros. La tercera ubicación -hasta la década del 30- fue en la manzana que ocupa actualmente la Escuela Nº 1 General San Martín, entre las calles: Maipú, Juan José Silva, Padre Patiño y Deán Funes. Esta cancha estaba cerrada en todo su perímetro con restos de bolsas de arpillera, tenía una boletería y una pequeña casilla construida con lata, que

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hacía las veces de vestuario. Durante la presidencia de Juan Biscaro, la Liga tuvo su primer estadio cerrado en la manzana donde hoy funciona el Colegio “Gobernador Juan José Silva”, entre las calles Sarmiento, José María Uriburu, Julio A. Roca y Av. 25 de Mayo. Biscaro, hombre de empuje y tesón, logró realizar el cierre perimetral del estadio con chapas de zinc y con tribunas de madera dura, en ambos costados; por la calle Sarmiento estaban las populares y por Julio A. Roca, la tribuna oficial. La construcción del nuevo establecimiento educativo puso en serio aprieto a la Liga, que se quedaba sin un espacio físico. Ante esta situación y en un gesto de verdadera grandeza, la Comisión Directiva del Club Patria cedió el predio de su propiedad situado en la manzana comprendida entre las calles: Paraguay, Ayacucho, Fontana y Av. 9 de Julio. A este lugar se trasladaron todos los materiales del viejo estadio que serían de utilidad para el nuevo emprendimiento; se construyó entonces el estadio con los muros de chapa de zinc y los vestuarios de mampostería. Se ubicó al vestuario local en la esquina de la Av. 9 de Julio y Paraguay y al visitante en la esquina de Fontana y Paraguay. También los árbitros tenían el suyo. Años más adelante, bajo la presidencia de Antonio Romero y con el empuje y la fuerza de Francisco Vega e Ignacio Deoseffe, el 16 de julio del año 1981 quedó inaugurado el nuevo estadio que concretaría el sueño de tantas generaciones de hombres apasionados por el fútbol.

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Los Campeonatos de Fútbol Territoriales orría el año 1945; por entonces Formosa era parte de los Territorios Nacionales y la Liga Formoseña de Fútbol organizó la primera competencia denominada precisamente Campeonato Territorial. El torneo se jugó los días 25, 26 y 27 de mayo y participaron -además de la representación capitalina- las localidades de El Colorado, Las Lomitas, Ibarreta, Pirané y Pozo del Tigre. Como podrá apreciarse, casi todos los participantes provenían de comunidades pertenecientes a la línea férrea, y Clorinda estuvo ausente precisamente porque los caminos no estaban transitables. Años más tarde se siguieron organizando campeonatos similares. Desde

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la provincialización de Formosa, y con las rutas ya trazadas, pudieron integrarse -además de las ya nombradaslas delegaciones de Laguna Blanca, Clorinda y Riacho He He. Estos torneos tuvieron una enorme importancia porque los jóvenes del interior provincial empezaban a mostrar sus cualidades y se animaban a jugar en los clubes de capital. Se formó así una enorme cantera de grandes jugadores de la que se alimentaban las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán, porque los dirigentes ponían su atención en estos jóvenes talentos que poco después brillaron en el fútbol de Paraguay y de Bolivia.

El Primer Campeonato Evita Club los Descamisaditos del Palmar n el año 1949, el primer Campeonato de Fútbol Evita se realizó por zonas y se trató en lo posible de que todos los niños, de hasta los más recónditos lugares del país, tuvieran una activa participación. Por entonces, la localidad de Laguna Blanca fue representada por el Club los Descamisaditos del Palmar, un equipo formado en su mayoría por hijos de colonos, comerciantes, chacareros, hacheros, sembradores y cosecheros de algodón. Estaban bajo la responsabilidad de Fernando Ramos, Doroteo Rodríguez, Juan Sainato y Eraclio Silva, todos ellos muy comprometidos con el deporte de su comu-

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nidad, pues los alentaron a emprender un camino que llegó a tener trascendencia nacional. Los Descamisaditos clasificaron primero en su localidad, Laguna Blanca; luego dejaron atrás a El Espinillo, Pastoril y al poderoso elenco de Clorinda. Llegaron entonces a la ciudad capital, donde lograron imponerse a El Colorado y en la final, al conjunto de Pirané, que había eliminado a Formosa. Alcanzaron así la gran hazaña de ser los representantes del Formosa a nivel nacional. Los humildes niños de aquel rincón de la provincia emprendieron entonces una larga travesía de cuatro días

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa en un buque de pasajeros que los llevó hasta la Capital Federal; allí se alojaron en el Rowing Club del Tigre. Participaron de la emotiva ceremonia de apertura de los juegos en el monumental estadio de River Plate, con la presencia del entonces presidente de la Nación, el general Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte de Perón. El torneo culminó y fuimos muy bien representados por esos niños que fueron sorteando paso a paso los escollos que se les presentaron. Pero no todo terminó allí, los jóvenes se tomaron unas largas vacaciones en la que participaron de múltiples paseos por la

bella y gran ciudad. No se podría cerrar este capítulo sin nombrar a cada uno de ellos; es un deber, por lo que han conquistado, por su humildad y sobre todas las cosas, como un claro ejemplo de que con esfuerzo, sacrificio y buena voluntad, es posible obtener las metas propuestas. Un sentido homenajea a: Porfirio Arce, Juan Penayo, Nicolás Marinof, Carlos Núñez, Osvaldo Loreto, Juan Benítez, Alcides Oviedo, Vicente León, Dermidio Martínez, Alberto Godoy, José Vallejos, Domingo Torres y “Papi” Kern.

Defensores de Evita Campeón Argentino-Año 1951 ablar de esta institución deportiva es recordar a dos hombres muy importantes en toda su trayectoria y en los logros adquiridos: Basilio Pintos y su compañero y amigo incondicional Antonio Romero. Esta dupla, que vivia y sedesvelaba por fútbol, dieron vida a este fenomenal equipo de jóvenes que vestiría de gloria a nuestro fútbol y que en aquellos años mostraba a Formosa como parte de la Argentina. Basilio, precursor del equipo, era el hombre orquesta, ya que hacía de: delgado, director técnico, utilero, masajista y por qué no decirlo fue el padre de muchos de esos jóvenes. Hombre de andar cansino, de pa-

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labras justas y necesarias, amante del fútbol, trabajador incansable, dejó como un legado un testimonio de vida digno de ser imitado por todo aquel que se aprecie de ser un buen dirigente deportivo. Con una visión innata de técnico, mucho sacrificio y un intenso trabajo logró juntar algunos “mitaí” que jugaban en los potreros de los barrios de la incipiente ciudad, los formó y pulió, les dio forma y logró conquistar para Formosa el máximo galardón que hasta la fecha no fue alcanzado por otro representante de la provincia: Ser Campeón Nacional de Fútbol. Antonio Romero presidio la delegación y fue el responsable de que a los jóvenes jugadores no les faltara

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nada y que se sintieran lo mejor posible. Y fue un 21 de febrero del año 1951, cuando el estadio de Boca Juniors, la “Bombonera” explotaba con un lleno total. Allí estaban -de un lado- el Mornig Star. (Estrella de la Mañana) de la ciudad de Rosario, representante de Santa Fe y -del otro- el Defensores de Evita, representante de Formosa. En esas tribunas pobladas encontraban las barras de Rosario Central, N.O Boys, Argentino de Rosario, Central Córdoba, Unión y Colón de Santa Fe, todos alentando a sus representantes provinciales en tan importante final. Por el otro lado, se ubicaba un puñado de formoseños que habitaban en la Capital Federal quienes llegaron al estadio para alentar al desconocido equipo que nos representaba. En tanto desde aquí, nosotros tratábamos de sintonizar el dial correcto de nuestras radios y de no perder todo lo que acontecía en la lejana capital. Con la pitada inicial de Osvaldo Cossio, árbitro del cotejo, se inició el sueños de aquellos jóvenes, quienes luchaban por quedarse con el triunfo. Cuando llegó el final del primer tiempo, según nos cuentan, dicen que en el entretiempo Basilio y Antonio inyectaron a los jóvenes jugadores: coraje, optimismo, garra y corazón. Una fórmula que no fallo, ya que a poco de comenzar el segundo tiempo, Siacia logó un verdadero golazo. Después a replegarse y es-

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perar atrás como unos verdaderos leones, hasta que Cossio dio pitada final y la gran gloria para Formosa. Al día siguiente, radios, diarios y revistas de la Capital Federal y Buenos Aires daban cuenta de la hazaña de estos jóvenes formoseños “Formosa Campeón Evita Año 1951”. Ese día el país se enteró de que Formosa existía deportivamente y formaba parte de la Argentina. El mérito de estos jóvenes quedó grabado para siempre en la mente de toda una generación de formoseños. Muchos fueron, con el paso del tiempo, grandes jugadores en nuestra provincia y algunos de ellos trascendieron a nivel regional y nacional. Recordarlos hoy es un honor y sobre todo un agradecimiento a la gloria alcanzada; muchos de ellos aún están con nosotros y otros ya no; Potacio Ayala, Eurípides Carriego (capitán), Isidro Gamarra, Samuel Galeano, Ramón Senes, Amancio Lezcano, Fortunato Siacia, Andres Ojeda, Boris Dimitroff, Luis Ortíz, Simón Eidelman, Julio Díaz, Luciano Ojeda, Arnaldo Gómez, Roberto Murdoch y Sindufo Silva. Integraban la delegación los señores: Basilio Pinto DT. Antonio Romero, Mario Ferreyra, José Becari, Arturo Benítez (árbitro). Pasaron ya sesenta años y esperamos ansiosos de que otros niños o jóvenes puedan alguna vez repetir esa gran historia del deporte formoseño.

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Correspondencia oficial enviada a Carlos Ferreyra Organizador del Primer Campeonato Evita Año 1949

Jóvenes jugadores de la década del ‘30

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El Primer Campeonato Evita - Club los Descamisaditos del Palmar Porfirio Arce, Juan Penayo, Nicolás Marinof, Carlos Núñez, Osvaldo Loreto, Juan Benítez, Alcides Oviedo, Vicente León, Dermidio Martínez, Alberto Godoy, José Vallejos, Domingo Torres y “Papi” Kern.

Club Defensores de Evita - Campeón Argentino Año 1951 Arriba: Basilio Pintos, Amancio Lezcano,Ramón Senés, Samuel Galeano, Protacio Ayala, Euripides Carriego (capitán), Isidro Gamarra. José Beccari (delegado). Abajo: Antonio Romero, Fortunato Siasia, Andres Ojeda, Boris Dimitroff, Luis Ortíz y Simón Eidelman. Arturo Benítez (arbitro).

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Antonio Romero “Chuña” l 1° de julio de 2011 se cumplirán 29 años de la inauguración del estadio de la Liga Formoseña de Futbol que lleva el nombre Antonio Romero, mi hermano. “Chuña”, como les decían sus amigos, fue muy importante en mi vida, fue mi referente en muchas cosas, pero sobre todo en lo relacionado al deporte. Mi hermano -por el que siento un gran orgullo- nació el 20 de septiembre de 1923; y parafraseando un viejo refrán, con una pelota de fútbol bajo un brazo y un lápiz en el otro. Escribo sobre mi hermano porque hay muchas personas, jóvenes, que -a partir del estadio que lleva su nombrequieren saber de él, de todo lo que hizo por el deporte formoseño, Nuestra casa estaba en Rivadavia al 700, donde nuestro padre también tenía su farmacia. En aquel tiempo -año 1932- por la siesta, esa calle se transformaba en nuestra cancha de fútbol, donde los cuatro hermanos Romero, junto los hermanos Jure, Colman, Anchea, Díaz, Femenía y muchos otros, hacían de la pelota su pasatiempo favorito. La pelota de fútbol, sea cual fuera -de trapo, goma o cuero- fue el juguete más apreciado por Antonio. Los niños de antes no eran diferentes de los de ahora; siempre vivíamos con ilusiones y sueños, nos juntábamos en las calles o en la plaza y se armaba el tradicional barra contra barra: lustrabotas versus los turcos. Pero nada de esto era gratuito; en ocasiones debíamos soportar coscorrones, cintarazos y castigos de toda índole por llegar tarde a la cena familiar y además, sucios y cansados. También debíamos gambetear otro obstáculo, los sargentos Barraza, Colombera, Centurión, Pedrozo y Busso, policías de a caballo que, cumpliendo con su deber, hacían

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finalizar los partidos antes de tiempo con clásicas corridas y desbandes. Esperábamos que llegara el domingo para ir a la cancha oficial a ver aquellos ídolos de entonces: Rossi, Minal, Viera, Yusti, Rodríguez, Zayas, Olmedo, Zamboni, León; y como toda ilusión tiene un fin, los lunes volvíamos a esa plaza a pretender imitarlos en las jugadas. Así pasó nuestra niñez hasta llegar a la juventud, cuando Antonio se inició jugando como medio campista en las inferiores del club Fontana. Sus largas piernas -de allí su apodo de “Chuña”- lo convertían en un jugador muy fuerte y temperamental y pronto se ganó un puesto en la primera división. A esta característica, se sumaba un constante despliegue en el campo de juego, que lo convertía en un hombre generoso entregado por completo a su equipo. En el año 1947, ya alejado del campo de juego, inició una nueva etapa como dirigente del Club Fontana, que lo había visto crecer como deportista. Años más adelante trabajó intensamente en la Liga Formoseña de Fútbol, desde donde prodigó como dirigente toda esa carga de generosidad puesta de manifiesto en los campos de juego en sus años jóvenes. Luchó en los ámbitos local, regional y nacional por el deporte formoseño. Trabajó para que todos pudieramos asistir a espectáculos de fútbol de jerarquía; así, en su arduo trajinar, los formoseños han podido ver en el viejo estadio de chapa de zinc a equipos de primera línea de Buenos Aires y de Asunción (Paraguay). Durante su gestión también se empezaron a ver los frutos de su trabajo, ya que

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa se inició una etapa muy importante del fútbol formoseño: la de Próspero Benítez con la selección formoseña “Los Zorros Azules”, que tan bien nos representó donde competian y a quienes aún se los recuerda con afecto. Su trabajo como dirigente también llegaron al interior de la provincia. Durante la organización del primer Campeonato Evita en todo el territorio provincial, surgió en él un fuerte cariño hacia esta gente y siempre la tuvo presente; es así que los equipos de Clorinda, Pirané, Laguna Blanca, El Colorado, Pozo del Tigre y Estanislao del Campo participaron en distintos encuentros en los campos de juego de la capital. Cabe señalar además el acompañamiento a la delegación formoseña del Club Defensores de Evita -a cargo de Basilio Pintos- que fuera campeón argentino del año 1950. Fue un hombre de lucha; peleó constantemente por el fútbol del interior y le tocó hacerlo en el mismo corazón de las decisiones en la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Fue tildado de “rebelde con causa” por los medios nacionales, lo que le costó una suspensión como dirigente. Fueron años duros e inciertos del centralismo clásico que impera en nuestro país y también en el deporte. Antonio se repuso de todas estas adversidades y siguió luchando. Como institución, la Liga siguió creciendo, ya que pudo comprar un edificio ubicado en la calle Tucumán al 800, donde su sede funcionó por largos años. Claro está que todo esto no lo hubiera sido posible sin la ayuda de muchas personas que trabajaban codo a codo con él, pues encontró en sus amigos el respaldo necesario para sortear los obstáculos que se les presentaban. Otro dato importante es que durante su gestión al frente de la Liga, el Club Patria se clasificó para representar a la provincia en un tornea nacional. Corría entonces el año 1976 y los formoseños tuvimos por primera vez en la historia la oportunidad de competir con los equipos del fútbol

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grande de todo el país, en el viejo estadio de chapa de zinc ubicado entre las calles Paraguay, Fontana, Ayacucho y la avenida 9 de Julio. Toda esta experiencia quizás le haya hecho comprender que era necesario tener un estadio acorde con las circunstancias. Llegará entonces el punto más elevado de su gestión frente a la Liga: la concreción del nuevo estadio -ya no de bolsa de alpillera como el primero, ni de chapa de zinc como el segundo- sino de cemento, con las comodidades y las exigencias de los tiempos que se vivían. Este hecho -inolvidable por ciertollegó en una fecha muy especial y cara a los sentimientos de los formoseños: el 16 de julio, cuando rendimos culto a nuestra Patrona la Santísima Virgen del Carmen. Este día del año 1981, bajo un fuerte frío y una pertinaz llovizna, asistíamos a la inauguración del nuevo estadio de la Liga Formoseña de Fútbol. Estuvo presente la Selección Nacional de Fútbol, campeona del mundo en el año 1978 con el recordado Luis “Flaco” Menotti, que presentaba a la nueva estrella del fútbol argentino, Diego Armando Maradona. Fue la oportunidad en que los formoseños, especialmente los que amamos este bello deporte, mostrábamos al país nuestra mole de cemento y veíamos cumplido el sueño de toda una comunidad. En aquella inolvidable fiesta, quedaban plasmados años de luchas, sueños y esfuerzos. Al inicio decía que Antonio había nacido con una pelota en una mano y en la otra un lápiz; hacía referencia a ello porque, además de dedicarse con gran amor al fútbol, alternó esta tarea con su labor cotidiana de empleado provincial. A este trabajo llegó en el año 1955, de la mano de su amigo Celestino Rodríguez, hombre también muy ligado al fútbol, ex integrante del Club Fontana y de la Selección Formoseña entre los años 30-40. Su apego al trabajo, responsabilidad y honestidad -con el paso de los años- le dieron un premio, pues

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa ocupó el cargo de Tesorero General de la Provincia hasta la llegada de su merecida jubilación. Muchos fueron sus amigos; entre ellos Celestino Rodríguez, Félix Cristóbal, Lucilo Yusti, Vicente García Moral, Marcelino Sosa Rodríguez, “Papito” Bedoya, Federico Duarte, Basilio Pintos, Próspero Benítez, Odilón Acosta, Mario Ferreira, “Negro” Vega e Ignacio Deosefe.

Gran esposo y buen padre, se casó con Juana Oviedo. Fruto de esa unión nacieron tres hijos: María Angélica, Juan Antonio y José; los dos varones han vivido con mucha pasión el fútbol. Antonio pudo verlos jugar y disfrutó de ellos. En la última etapa de su vida se regocijó con el cariño sus nietos. Falleció un 18 de julio de 1994; tras su partida, muchos lo recuerdan con el afecto que supo ganarse con su tesonero trabajo.

Antonio Romero Presidente de la Liga Formoseña de Fútbol. El Estadio de la Liga lleva su nombre.

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Juan Biscaro Presidente de la Liga Formoseña de Fútbol

Horacio Gorleri y Lucilo Yusti Presidente de la Liga Formoseña de Fútbol y Director Técnico de la Selección Fútbol. Año 1954

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Lionel Martínez Anadón Presidente de la Liga Formoseña de Fútbol

Celestino Rodríguez, Representante de Liga Formoseña de Fútbol ante la AFA Año 1940

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Año 1930 Encuentro de fútbol el Estadio de la Liga Formoseña Por entonces ubicada donde hoy se encuentra la Escuela N° 1

Tribuna del Estadio durante un encuentro de fútbol Año 1940

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Selección Formoseña de Fútbol En el Estadio de la Liga, ubicado donde hoy se encuentra la Escuela N° 1 Año 1930

Tribuna Oficial Estadio de la Liga Formoseña de Fútbol La tribuna estaba ubicacada sobre la Av. 9 de Julio

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Publicidad del Programa de encuentros del Campeonato Territorial Año 1945

Carnet de Árbitro de Primera División de la Liga Formoseña de Fútbol Manuel B. Chera - Año 1946

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Nuevo Estadio de la Liga Formoseña de Fútbol Obras de la tribuna - Año 1980

Nuevo Estadio de la Liga Formoseña de Fútbol Año 1981

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Entrada de la inauguración del Estadio de la Liga Formoseña de Fútbol Año 1981

Seleccionado Formoseño de Fútbol Alejandro Castel, Alegría, “Palillo” Romero, Velázquez, Tello, Sanabria, León, Bordón, Aparicio Gómez, Lucilo Yusti, Ibarra, Riccardi, Dávalos, Giménez, Pedrina, Prospero Benítez, Claudelino Bedoya. Año 1952

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Ciclismo El ciclismo surgió en Europa, aproximadamente en 1890 y al poco tiempo nacieron grandes pruebas, que con el paso de los años se han convertido en clásicas, algunas todavía vigentes. En 1893 se efectuó el primer Campeonato Mundial, con pruebas de velocidad y medio fondo, exclusivo para corredores aficionados. En 1896 formó parte del programa de la primera edición moderna de los Juegos Olímpicos en Atenas, cuando se celebraron únicamente pruebas de pista. Hasta los Juegos de Los Ángeles de 1984, la participación fue solamente masculina; en esas olimpíadas, las mujeres participaron en las pruebas de ruta, y en las pruebas de pista en los Juegos de Seúl 1988. En las olimpiadas de Atlanta 1996 participaron por primera vez los ciclistas profesionales y finalmente se introdujo la modalidad de campo traviesa de ciclismo de montaña.

A puro pedal l presente trabajo, en el que abordo el tema relacionado con el cilcismo, pretendo rendir un merecido homenaje a quienes han marcado una etapa muy rica en esta disciplina en el deporte formoseño; para ello debo situarme en la década del 20. El ciclismo nace con la llegada a Formosa de inmigrantes italianos, quienes no sólo traían en sus alforjas los deseos de trabajo sino también una gran pasión por este deporte.

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José y Pedro Milanese A llegar a Formosa, los hermanos José “Pinín” y Pedro Milanese distribuían los productos que ellos mismos fabricaban montados en sus bicicletas; llevaban pesados canastos de reparto que les exigían un gran esfuerzo físico. Los jóvenes inmigrantes trasladaron al deporte esta pasión por el tra-

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bajo; de esta manera dieron vida ciclismo, que por largos años nos llenarían de halagos. Al momento de competir, Pedro lucía en su pintoresca remera la marca de su bicicleta, “Stuky”; y en la remera de José, decía “Erelko”. Ambos rodados habían llegado a estas tierras tras haber andado ya muchos caminos en la lejana región de Piamonte, en los alrededores de Montavana, provincia de Alessandria (Italia). Realizaron las primeras competencias en las calles de la ciudad, totalmente de tierra en ese tiempo. La largada y llegada eran en la calle San Martín, donde hoy se encuentra el mástil municipal. A lo largo de la avenida 25 de Mayo, la gente se reunía para ver cómo esos esforzados jóvenes se debatían por llegar a la meta después de varios giros y sobre todo, cuando se anunciaba el embalaje final. El premio era sólo el aplauso y los abrazos de la gente.

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El ciclismo encerraba muchas emociones entre los sacrificios personales que debían afrontar los muchachos de la época. En el circuito imaginario de aquellos que junto a los Milanese hicieron de este deporte una forma de vida sustentada en el esfuerzo y sacrificio, estaban: “Toti” Scali, Ricardo Mariti, Victorino Maglietti, Federico Gandini, Jerónimo Mendieta, Alberto Ruiz Díaz y Baldomero Retamozo. Un párrafo aparte para Máximo Ríos, que venía pedaleando desde Clorinda para competir y luego regresaba.

Florencio y Dino Gandini Despúes de la decada del 20, jóvenes entusiastas contagiados por los Milanese -como se dice en la jerga ciclística- se unían al pelotón: Florencio y Dino Gandini, “Negro” Flores, Humberto y Julio González, Octavio y “Nino” Bistolfi, “Gringo” Di Martino, Humberto Juarez, “Nano” Senés y Carlos Huel, entre otros. Con el transcurso de los años y con la ruta 11 todavía de tierra, se realizaron los primeros intentos de salir a recorrer los caminos. Era toda una odisea, pues los grandes arenales hacían que los ciclistas debieran bajarse para atravesarlos y luego continuar. Con las primeras salidas a la

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ruta, se iniciaron los juegos de equipo y se largaría por primera vez la llamada Doble Misión Laishi, en la que compitieron la Escudería de los Milanese y la Escudería Savoia, de Francisco Moncalvo. La primera de ellas estaba constituida por “Pini” y Pedro Milanese, Alberto Ruiz Díaz y Máximo Ríos. En tanto la segunda estaba formada por Baldomero Retamozo, Julio Villegas, “Toti” Scali y Ricardo Mariti. La carrera se largó frente de la Casa de Gobierno -hoy Museo Pablo Duffard- y tuvo como vencedor a Pedro Milanese. Este fue el puntapié inicial de una larga historia escrita con mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio -es decir- a puro pedal. Con los años, vendrían las distintas categorías donde los menores corrían la Doble Pucú, los cadetes corrían la Doble Puente Frías, los juveniles la Doble Puente Uriburu y Puente Tohue. Estas competencias eran el prólogo de la gran carrera denominada Doble Herradura, que significaba un gran desafío para los organizadores como para los competidores. El furor por la bicicleta fue tan grande que no había vecino, de la Formosa de antaño, que no tuviera una en su casa, y aquellos que no podían comprarla, podían alquilarla de la Bicicletería Milanese, por la módica suma de cincuenta centavos la hora.

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Largada de competencia de ciclismo Calles San Martin y 25 de Mayo Año 1932

Llegada de una competencia de ciclismo. Av. 25 de Mayo, frente a la Residencia de los Gobernadores Año 1941

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Pedro Milanesse Año 1940

Dirigentes, participantes y ganadores de la prueba ciclística Premio Farmacia Rojas - Año 1946 Manuel Mann, Di Martino, Filipini, González, entre otros.

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Vicente Cavallo - Año 1929

Florencio Gandini y Humberto González - Año 1939

Carlos Manzur - Año 1940

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“Nano” Senes - Año 1942

Dino Gandini. Década del 40/50

Héctor Milanesse - Año 1946

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Doble Herradura Jerónimo Mendieta. - Año 1936

Participantes formoseños en la competencia Doble Ypacaray (Paraguay)

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El Vóley Este deporte tiene sus raíces en Estado Unidos de Norteamérica. En el año1895, el profesor William Morgan, de la Escuela de Educación Física de la Asociación Cristiana de Juventudes, ideó un juego adaptado a los límites del gimnasio, a partir de la imposibilidad de utilizar las pistas al aire libre en invierno. De allí se propagó a Canadá, América Central y Meridional, Llegó a China y Japón. Fue introducido en Europa por las tropas norteamericanas que participaron en la Primera Guerra Mundial a partir de 1917. Esta novedad deportiva empezó a practicarse rápidamente en Francia, Italia, Checoslovaquia, Polonia y Rusia. Fue conocido en España desde 1920 y en 1925 el primer reglamento fue editado por la Escuela de Educación Física Militar de Toledo. En 1947 se creó la Federación Internacional de Vóleibol y se logró la unificación de las reglas, que eran bastante confusas y diferentes según los lugares. Las fechas más importantes para el vóleibol son 1957 -año en que fue admitido como deporte olímpico- y 1964, cuando equipos masculinos y femeninos participan por primera vez en la Olimpíada de Tokio (Japón).

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Primer encuentro de vóley en Formosa Mariscal López de Alberdi - Club Náutico de Formosa omo podemos apreciar, no pasaron muchos años para que este deporte llegara a nuestras tierras. Uno de los primeros lugares donde se empezó a practicarlo fue el Club Náutico. Mientras esperábamos el turno para jugar al básquet, nos iniciábamos en el vóley, entusiasmados por un muchacho de apellido Mongeloz. Tiempo después, “Baloncho” Alarcón, Miranda, Milán, Casín, Taladrid, Candia y yo, decidimos proponer la

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creación de un equipo al presidente del Club, Jorge Gorvein. Todos éramos muchachitos muy jóvenes, algunos aún lucíamos los clásicos pantalones cortos. Con la aprobación de Gorvein, conseguimos una vieja red de la cancha de tenis y el espacio elegido fue donde hoy funciona la pileta de natación. Luego de muchos días de práctica (entrenamiento), por fin se pudo armar un equipo capaz de competir. El primer partido tuvo carácter in-

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa ternacional, ya que el reciente equipo formado en el Club Náutico se enfrentó al Club Mariscal López de Alberdi (Paraguay), que desde hace años venía practicando este deporte. El encuentro se jugó el 12 de octubre de 1946. El equipo estuvo formado por algunos jugadores que ya conocían el vóley, tal es el caso de Carlos Vera, Maldonado y Marzán, que habían integrado distintos equipos en Asunción (Paraguay). También René Alaya, que había jugado en un club de su Goya natal, en Corrientes; “Cholo” Barbieris y Hugo del Rosso, que por entonces integraban los equipos de los colegios secundarios de la Capital Federal, donde estudiaban. Un párrafo aparte para recordar a “Baloncho” Alarcón, que en realidad era muy buen jugador de futbol y tenía dotes de buen cabeceador, por lo que en ocasiones -como el reglamento así lo permitía- colocaba la pelota en lugares inalcanzables para el adversario.

Los años dorados del vóley formoseño El camino abierto por aquellos jóvenes siguió su derrotero hasta consolidarse como uno de los deportes de fuerte arraigo entre los formoseños. Se organizó la Federación Formoseña de Vóley, cuyo primer presidente fue Francisco Kozamet. Por entonces, los clubes afiliados eran El Águila, Casa Paraguaya, San Miguel, San Luis, Vial Formosa, Tabaré y Villa Hermosa.

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Muy pronto se logró la afiliación a la Confederación Argentina, por entonces presidida por Alberto Giudice; la vicepresidencia a cargo de Roberto López, la secretaría, de Ricardo Rossomando y la secretaría del Interior, de Fernando Casariego. En el año 1965 se llevó a cabo en nuestra ciudad el VIII Campeonato Argentino de Vóleybol, donde participaron en la categoría masculina Capital Federal, Santa Fe, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Chaco, Mendoza, Córdoba y como anfitriona, Formosa. En la categoría femenina, estuvieron Capital Federal, Santa Fe, Catamarca y Formosa. Se jugaron en dos zonas y por puntos; los dos primeros clasificados pasaron a las semi finales y las finales. En total se disputaron treinta partidos; diez en la categoría femenina y veinte en la categoría masculina. La organización estuvo a cargo de la Federación Formoseña de Vóleibol, con la presidencia de Lindor Lamuedra. Valentín Vargas a cargo de la secretaría e Inocencio Acosta Vera en la tesorería. En las primeras vocalías estaban: Juan Carlos Clariche, Ramón Forte y Arturo Ramón Benítez; los vocales suplentes: Silvano Benítez, Sebastián Jara y Ramón Ríos. El tribunal de pena estaba a cargo de: Eduardo Gaspar, Héctor Jara y Emilio Francia. El acto de apertura se llevó cabo en el Club Patria el viernes 15 de octubre y el cierre se realizó el sábado 23, con los encuentros finales, la entrega de premios y una reunión social en la Casa Paraguaya, donde se eligió la Reina Nacional del Vóley.

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Los intercolegiales La llegada del Hugo del Rosso como flamante profesor de Educación Física dio inicio a una nueva etapa del vóley en nuestra provincia, que fue tomando importancia con su práctica masculina y femenina en los colegios secundarios del entonces Territorio Nacional. En 1947, en los primeros torneos intercolegiales participaron el Colegio Nacional, la Escuela Industrial, la Escuela Normal y la Escuela de Comercio, donde los protagonistas eran los varones; mientras que el Colegio Santa Isabel, la Escuela Profesional

de Mujeres, el Colegio Nacional y la Escuela Normal fueron los clásicos representantes del vóley femenino. En el vóley femenino hay una historia, que en verdad, destaca a una generación de jóvenes estudiantes que amaban este noble y leal deporte, al que honraron llegando a lo más altos niveles en competencias regionales y nacionales. Recordemos que en los años 1962, 1963 y 1964 fue campeón regional, subcampeón argentino en el año 1962 y ocupó el tercer puesto en el año 1963. Fue campeón argentino en 1964 y 1965.

Primer partido de vóley Club Náutico Vs Club Mariscal López de Alberdi (Paraguay) 12 de octubre de 1946 Jugadores: Carlos Vera, Maldonado y Marzán, René Alaya, “Cholo” Barbieris y Hugo del Rosso, entre otros.

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Campeonato Argentino de Vóley 15 al 23 de octubre de 1965

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El baloncesto, básquetbol o básquet Es un deporte de equipo que consiste básicamente en introducir un balón en un aro colocado a tres metros del que cuelga una red, lo que le da un aspecto de cesta o canasta. Se lo conoce como baloncesto en los países del Caribe y en España y como básquetbol en la mayoría de países de Sudamérica, por la castellanización de su nombre original en inglés: basketball. Fue inventado por James Naismith, un profesor de Educación Física canadiense radicado en Estados Unidos en el año 1891. Se juega con dos equipos de cinco personas, durante cuatro períodos de 10 o 12 minutos cada uno. Al finalizar el segundo cuarto, se realiza un descanso, normalmente de 15 a 20 minutos, según la reglamentación del campeonato donde el partido se desarrolle.

Nace el básquet en Formosa ste deporte inició sus actividades en la década del ‘30 y la primera cancha estuvo ubicada en Mitre y 25 de Mayo. La entidad tenía por nombre Atletic Club y sus jugadores vestían la clásica camiseta sin mangas de color negro y amarillo con rayas verticales. “Pichón” Borraspardo y Borkonski, junto a otros jóvenes de la época, fueron los primeros que hacían picar un gran balón con tiento Nº 6. Este grupo tenía como únicos rivales a los integrantes del Club Cleveland, cuyo espacio de práctica estaba emplazado en Saavedra al 200. Quienes formaban parte de él eran en su mayoría empleados del ferrocarril, vestían un atuendo azul con una banda blanca cruzada y figuraban entre sus integrantes: Barrionuevo, Severo

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Ojeda, Benegas, Percante, Hipólito y Pascual Coronel, Cástulo Giménez, Valentín Venica y Cipriano Castro. Años más adelante apareció el Club Independiente, con sede en José María Uriburu y Belgrano. Su camiseta era blanca con una banda cruzada de color negro y entre sus jugadores se recuerda a Luis Diez, “Chiquito” Gómez Repetto, “Caliro” Castro, Carlos Zamboni, Arístides Román, Roberto Romeo y “Escopeta” Izquierdo. Cabe señalar que por entonces las canchas eran de tierra o polvo de ladrillo y se las regaba antes del partido. La iluminación era muy precaria, pero aún así el deporte atraía a mucha gente, especialmente a jóvenes, y con el correr del tiempo pasó a ser uno de

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los más populares. En la década del ´40, el Club Náutico daba sus primeros pasos en el básquet; logró tener su propia cancha y entre los integrantes de su plantel figuraban “Pocholo” Delgado, Juan Ángel Canto, Luis Minchioti y los hermanos Atencia. La plaza San Martín también tuvo una cancha de básquet, que fue creada por Demóstenes Gómez, quien se desempeñaba como responsable del área de deporte de la municipalidad capitalina. Gómez, destacado hombre del deporte y la política, fundó un equipo al que denominó Juventud Argentina, integrado por Serrano, Ledesma, “Tete” Venica, Rubén y “Palillo” Romero, Hugo del Rosso, Jorge Bareiro, Granada, Pozzi, Acosta y Scharborosky. El Club Universitario fue otro de los equipos de básquet de aquella época. Su sede es la que actualmente ocupa el Club Estudiantes -Rivadavia y José María Uriburu-, donde brillaron jugadores como: “Toto” Zamboni, Silvio Ibarra, Tournemine y “Toto” Zárate. A partir de allí nacieron y quedaron en el camino muchos equipos, tal es el caso de Trébol, Casa Paraguaya, Sociedad Española, Universidad Popular y Sarmiento, que hoy tiene uno de los mejores semilleros de la provincia.

El Básquet Femenino

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Al momento de recordar la historia del básquet en Formosa, un párrafo aparte merece el básquet femenino. Quienes puedan acceder a los diarios de la época, podrán apreciar la gran repercusión que ha tenido en toda la región la práctica de este deporte por parte de las señoritas de esos tiempos. Este fenómeno no sólo se dio en la ciudad capital sino también en el interior de la provincia; en tal sentido recordamos que las comunidades de Clorinda, Villafañe, Laguna Blanca y El Colorado tenían equipos muy bien conformados que recibían la visita de los capitalinos para encuentros de real jerarquía. Por aquellos años se formó una Federación de Básquet que nucleó a los clubes Universitario, Cleveland, Policial, Náutico y Trébol. Cabe señalar que la selección paraguaya que obtuvo el Campeonato Sudamericano de Básquet del año 1946, realizado en la ciudad de Asunción (Paraguay), contó con la presencia de dos jugadoras formoseñas: Arminda de Galindo y Francisca Aguilar, quienes aportaron su experiencia para la obtención de tan preciado galardón. La calidad de nuestras jóvenes jugadoras trascendió las fronteras y llenó de satisfacción al público y al básquet femenino formoseño. Recordemos también a las hermanas Senés, Comín, Gómez Achón, Benítez, Flores, Giménez, María Sosa, Pozzi. En la década del ‘60 hubo un intento de reanudar este deporte femenino pero poco a poco se fue apagando.

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Seleccionado Formoseño de Básquetbol Campeonato Argentino Año 1946

Dirigentes y delegados de la Federación Formoseña de Básquet Cipriano Castro, Locatelli, Bay, Atencia, Mann, Duarte y otros. Año 1946

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Encuentro de básquet femenino en el Club Náutico Año 1946

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Equipo de Básquet del Colegio Nacional Integrantes: Cilio, Martínez, Cabrera, García, Candia, Chagra, Benitez, Gallo y Alloi. DT: Alaya Año 1957

Comisión Directiva y Jugadores del Club de Básquet Independiente Luis Vaya, Caliro Castro, Gómez Repetto, Arístides Roman, Zamboni, Romeo y otros Año 1935

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Equipo de Primera División del Club Policial Formosa Verón, Ledesma, Bedoya, Román, Rodríguez, Coronel, “Palillo” Romero DT: Locatelli Año 1946

Selección de Básquet de Formosa Campeonato Argentino Santa Fe Año 1958

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Selección de Básquet de Formosa Campeonato del Noroeste Argentino Tucumán Año 1946

Equipo de Veterano de Básquet DT. Anchea. Jugadores: Galindo, Cubillas, Ovejero, Alaya, Casals y Vivero Año 1960

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Felix Gauna y Villagra, integrantes de la Selección de Formosa de Básquet, encuentro jugado en la Ciudad de Corrientes Año 1971

Selección de Formosa de Básquet Lezcano, Gauna, Vera, De Pedro, Martínez, Villagra, Sotelo, Sosa, Zamboni, Sabat, Vega, Barbieri y Duré. Chubut - Año 1975

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Boxeo en el arte y la cultura popular El boxeo ha sido parte de la cultura popular moderna de varios países; su trascendencia fue plasmada en canciones, obras cinematográficas y otras artes. Se han creado representaciones de boxeadores en esculturas; sus caricaturas y carteles han sido vehículos de expresión de ideas, críticas o ángulos políticos. Pinturas artísticas han reflejado algún evento del boxeo y en filatelia, diversos diseños en estampillas han circulado celebrando tanto al deporte como al deportista. También se han escrito libros y se han publicado revistas. Luchar con los puños como competición y espectáculo es una de las actividades deportivas más antiguas del mundo. Las competencias de boxeo se han practicado desde la Antigüedad en todos los continentes con excepción de América. A comienzos del siglo XVIII, la palabra “boxing” ya era utilizada en Inglaterra para referirse a una riña de puños y la primera constancia de un combate de boxeo como justa deportiva entre dos contrincantes es de 1681. En el siglo XVIII, el boxeo se convirtió en una práctica deportiva de gran difusión en Gran Bretaña y sus colonias, incluida América. Durante dos siglos, los combates se realizaron sin guantes -a puño limpio- y sin límite de tiempo con el fin de organizar espectáculos de apuestas; era una práctica muy violenta en la que habitualmente los púgiles resultaban seriamente lesionados o muertos.

La era del boxeo con guantes Las reglas de Queensberry 1890 – 1900 a sede del Club de Amateur que se estableció en Inglaterra organizó los primeros campeonatos de boxeo amateur de la historia, estableciendo también por primera vez tres categorías según el peso de los púgiles: ligero, mediano y pesado. El torneo fue patrocinado por John Douglas, marqués de Queensberry, y utilizó un set de doce reglas que originaron el boxeo moderno. Allí se estableció que los boxeadores debían usar guantes, que los rounds debían durar tres minutos con un minuto de des-

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canso entre ellos, la cuenta de diez segundos al boxeador caído y la prohibición de tomar, empujar o abrazar al contrincante. Con la aceptación gradual de las reglas, surgieron dos ramas claramente diferenciadas del boxeo: el profesional y el aficionado. Cada una de ellas ha producido sus propios organismos reguladores locales, nacionales e internacionales, con sus propias variaciones de las reglas. Desde fines del siglo XIX, el boxeo comenzó a difundirse en países no anglosajones, principalmente en aquellos en los que existía influencia británica o estadounidense, como Argentina, Uruguay, Panamá, Cuba, México, Puerto Rico, Filipinas, Sudáfrica

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa y España. En Argentina, el primer campeonato de boxeo se realizó en diciembre de 1899, donde se consagró campeón a Jorge Newbery, uno de los precursores del deporte en ese país. Luis Ángel Firpo fue el primer iberoamericano en combatir por un título mundial, en 1923.

Sus inicios en nuestra provincia Desde la organización del primer campeonato argentino en 1899 hasta su llegada a estas tierras no pasó mucho tiempo. Lo que aquí se relata nos revela que el público formoseño siempre se sintió atraído por este deporte; prueba de ello es la gran cantidad de lugares donde se lo practicaba desde la década del ´40. Uno de los primeros escenarios llevaba el nombre del “Rivera Boxing Club”, y funcionaba en el terreno baldío ubicado en España y Belgrano, donde hoy se ubica la galería Orquín. También hubo otro escenario en San Martín y Av. 25 de Mayo, donde hoy se emplaza el Hotel de Turismo; otro cuadrilátero en España y San Martín, donde hoy está el Poder Judicial y otro en la Av. 25 de Mayo entre las calles Moreno y Rivadavia. Más adelante, se realizaron memorables peleas en la Sociedad Española, el Cine Fontana -en Belgrano al 600- y en las carpas de circos que pasaban por la ciudad y que dentro de sus espectáculos contaban con un ring de boxeo. Casi todos los protagonistas de aquella época provenían de familias

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humildes; eran jornaleros, empleados de comercio, estibadores o lustrabotas. Estos jóvenes realizaban las peleas preliminares, sin cobrar una bolsa fija; sólo por la “entrada al espectáculo” subían al ring con la clásica tolla al cuello. En tanto, los semi fondistas cobraban un “bolsa determinada” y ya lucían, además de la toalla, una larga bata. Por su parte, los que realizaban las peleas de fondo normalmente procedían de otras provincias -en su mayoría de Corrientes- o de Paraguay y tenían una trayectoria hecha. No obstante había jóvenes formoseños que se animaban a pelear aunque no conocían los secretos del boxeo. Con el correr de los años fueron aprendiendo y aparecieron los nombres de “Pillín” Grando, Foglia los hermanos Casco, Cacho y Valoy Isendorf, Zarate y otros más. A esta lista se agregaron con el transcurrir de los tiempos: Giménez, Arrúa, Bruno, Roque de Priego, “Coco” Realini, Cayetano “Tigre” Galarza, Víctor Cuellar, Raúl Rivas, los hermanos Sole y Santana, Pilagás Pared. Todos ellos fueron boxeadores que han hecho de este deporte una forma de vida y han brillado en distintos ring del país y de América. Otros hombres destacados fueron los chaqueños Ángel Centurión y Martín Fleitas, el bonaerense Arturo Bataglia, el añatuyense Demóstenes Gómez, el santafesino Ricardo Llovet, Luis “Cabeza de Chancho” Agüero, los paraguayos “Maneco” Mora, Ángel Giménez, Ángel Batilana, “Catalo” Toloza y Oscar Ibarrola.

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Para recordar Fue la velada pugilística realizada en el cine Fontana entre Luis “Cabeza de Chancho” Agüero y un marinero que formaba parte del personal de la cañonera Paraná. La embarcación tenía a bordo a varios integrantes que practicaban boxeo y se encontraba amarrada en nuestro pontón. El espectáculo dio inicio con las correspondientes preliminares y pronto el ambiente fue poniéndose “calentito”, hasta que llegó la pelea de fondo. Fue tan encarnizada que la temperatura fue elevándose y la pelea se trasladó del ring al público; los marineros se tomaron a golpes de puño con el público, volaron sillas por el aire y todo se transformó en un caos, con las consecuencias propias: heridos por golpes, contusos y la pelea que no pudo finalizar.

Los árbitros También quiero recordar a quienes eran reales protagonistas de aquellas memorables noches: los árbitros. Surgen así las figuras de Héctor Gaspar, Manuel Chera y Ricardo Llovet. La historia siguió dando que hablar, el tiempo trajo nuevas caras, nuevos empresarios, escenarios y boxeadores. Algunos gimnasios siguieron trabajando y otros cerraron sus puertas. La llegada de la televisión nos acercó a todos los ring del mundo y podemos gozar de este espectáculo cómodamente en nuestras casas. Algunos la definen como una práctica muy violenta, en la que habitualmente los púgiles resultaban seriamente lesionados o muertos, pero hemos podido ver que ha despertado

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el interés de todas las civilizaciones del mundo.

Los hermanos Isendorf Al momento de hablar del boxeo es imposible dejar de lado a los hermanos Chacho, Buenabentura (Chachito) y Enrique (Valoy) Isendorf. Ellos iniciaron esta historia que nació en la década del ‘40 y que hoy sigue vigente. Chacho supo ser una gran persona, tanto dentro como fuera del ring; hombre gentil y humilde, se granjeó la simpatía de mucha gente. En el ring fue un guapo; sus combates con Batilana, Ruiz, Bareiro, Pérez y Maíz, son recordados con mucha nostalgia. Recorrió cuadriláteros de nuestra provincia, como en Clorinda y Pozo del Tigre; luego combatió en Jujuy, Salta, Tucumán, Chaco, Corrientes y en la ciudad de Asunción (Paraguay). En 1938, el mejor momento de su etapa profesional, decidió dejar el boxeo tras una trágica experiencia en la que su rival perdió la vida en una funesta velada en la localidad de Pozo del Tigre. Se afincó en la ciudad de Asunción -donde siempre fue considerado un ídolo- y se dedicó a la enseñanza de lo que fue su gran pasión. Buenaventura (Chachito), sin embargo -a diferencia de su hermano mayor- no fue un peleador nato, sino un estilista de este deporte; de gran capacidad física, aprendió muy bien todos los secretos del boxeo. Supo dar grandes espectáculos deportivos, respetó siempre a sus rivales y nunca defraudó a sus numerosos seguidores. Culminó su actividad deportiva al ingresar a la Institución Policial de Te-

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa rritorios Nacionales. El más pequeño, Enrique (Valoy) Insendorf, creció en el ambiente del boxeo y desde muy joven emuló la trayectoria de sus hermanos mayores. Tuvo un espacio entre los semi-fondistas y muy pronto como fondista. Muy temprano también fue su alejamiento de los cuadriláteros, ya que ingresó a la fuerza policial con el grado de oficial. Luego de una larga trayectoria obtuvo su pase a retiro y se radicó en la ciudad de Buenos Aires.

Publicidades callejeras Encuentros de Box de los años 1946 - 1949

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Recordar a estos hermanos hoy no se trata solamente de la nostalgia de este veterano, sino que trae a la memoria aquellas batallas, verdaderas proezas de hombres que solo buscaban despertar el aplauso de la platea, seguramente mucho más que la magra paga que recibían. También es bueno recordar a la única hermana de estos fuertes pegadores y luchadores del deporte y de la vida -Chacho, Chachito y Valoy- la señora Norita Isendorf de Centurión.

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Chachito Insendorff - Año 1940

Contrato que se realizaba previo al encuentro entre los empresarios organizadores y los boxeadores - Año 1940

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Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Raúl Rivas Campeón formoseño de Boxeo - Año 1948

Raúl Rivas - E Piceda Estadio Luna Park - Año 1949

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Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

El Tenis El tenis tienen su origen en Francia, donde se practicaba un juego en el que se golpeaba la pelota con la mano y más tarde se empezaron a utilizar las raquetas. También cuentan que en 1874 el militar inglés Walter Wingfield fue el inventor oficial del tenis moderno, pues definió las primeras reglas, dimensiones de la cancha, altura de la red y un sistema de puntuación. Claro que estas reglas fueron cambiando con el tiempo. Desde sus orígenes, el tenis fue un deporte elitista reservado a la aristocracia, pero durante la época colonial generalizó su práctica en todos los estratos sociales. Desde 1912, se institucionalizó con la creación de la Federación Internacional de Tenis; el primer campeonato masculino se jugó en 1877 y las competiciones femeninas se iniciaron en 1884. En la actualidad el tenis se ha universalizado y se lo juega en casi todos los países del mundo. Desde 1926, es un deporte profesional y desde 1988 (Seúl), un deporte olímpico.

Surgimiento del tenis en Formosa os primeros cruces de raqueta se realizaron en un club que se llamó Club Atletic, que tenía un espacio en la Av. 25 de Mayo casi Mitre. Allí se montó la primera cancha de tenis y se iniciaron las actividades que, como explicaba al principio, eran reservadas para una élite de la sociedad. Muy pronto este deporte fue tomando cuerpo y -como en otras disciplinas- fue nuevamente el Club Náutico el pionero en su práctica. Unos de los precursores fueron Miguel Kelly y su esposa, muy buenos jugadores. Don Miguel fue por varios años administrador de la estancia Monteagudo y allí construyó una cancha donde jugaba frecuentemente.

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El tenis es un deporte que me ha dado grandes satisfacciones. Lo practiqué con mucha pasión, junto a mis rivales Alex Franco, Roberto Piccone, Polo y Ayala. De veterano también jugué algunos torneos, y me queda de recuerdo mi vieja raqueta con encordado de tripas que guardo con gran afecto. También desarrollé por muchos años la actividad de entrenador. Fui junto a otras personas el creador de la Escuela de Tenis del Club Náutico, donde asistían muchos niños y jóvenes; algunos de los cuales tuvieron destacado desempeño. Aquí quiero detenerme y contarles algo que me ha llenado de orgullo. Se trata de mi hijo Juan Carlos

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa Villa Romero, quien además era mi alumno. Con tan sólo 16 años, Juan Carlos llegó a ocupar el puesto número 1 del tenis local; el número 2 a nivel regional y número 23, en el ranking nacional. Hoy es un destacado entrenador internacional en esta disciplina, pues desarrolló su trabajo en el exterior.

Tenis Criollo Pese a que hay versiones que este deporte se practicó en Europa alrededor del año 1300, el autóctono tenis con paleta tiene su origen en el club Regatas de la ciudad de Santa Fe alrededor del año 1940. Aquí la historia nos cuenta que tras un gran incendio ocurrido en el club, se desmantelaron algunas instalaciones y un puñado de jóvenes encontró una cantidad de remos destruidos en una terraza. Puesta en marcha la imaginación, colocaron un mástil encima de dos caballetes y, con una pelota, comenzaron a realizar los primeros esbozos de lo que posteriormente se convertiría en el actual tenis con paleta. Los ayudó el carpintero del club, quien les confeccionó la moderna paleta y el juego resultó de un atractivo impensado. Tras la clara repercusión que tuvo en los socios del Club Regatas, muchos otros comenzaron a incorporarlo a sus actividades. Así los clubes Villa Dora, Vitro, Ferroviario y 12 de Octubre fueron algunos de los primeros testigos del dearrollo del tenis criollo, tal su nombre en esa época. Sin embargo, para que fuese consi-

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derado un deporte, hacía falta una reglamentación y fue Hugo Giménez llamado el padre del tenis criolloquien afanosamente le dio forma, que con el correr de los años sería alterada parcialmente. El 2 de agosto de 1942, con la participación de catorce clubes, quedó conformada la Federación Santafesina de Tenis Criollo. Cuatro años más tarde, en 1946, se transformaría en la Federación Argentina y luego tomaría su nombre actual, para convertirse en la institución rectora de esta disciplina. No pasaron muchos años para que su práctica llegara a Formosa; como la mayoría de los deportes, lo hizo de la mano de jóvenes formoseños que se radicaban en otras provincias para realizar sus estudios universitarios. En sus vacaciones, ellos se dedicaban a practicar estos novedosos deportes y sembraban así la semilla que luego prendería en los jóvenes que residían en la ciudad. Como muchas otras, entre los años 1965 y1969, esta actividad deportiva dio inicio en nuestra ciudad como un pasatiempo o diversión. Con un amigo, “Chichín” Blanco, lo practicábamos en la Sociedad Española cuando nos permitían. En ocasiones también lo hacíamos en la playa del antiguo aeródromo, donde hoy se encuentra el Estadio de la Liga de Formoseña de Fútbol. Allí, junto a Mottura y Caballero, nos prendíamos haciendo muy buenos picaditos de este bello deporte que yo había conocido cuando residía en la ciudad de Santa Fe y lo practicaba en el Club Wescelao Escalante.

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa En estos años se radicó en nuestra ciudad el ingeniero Miguel Barbaro, que ya tenía títulos ganados en todos los niveles, regionales y nacionales. De la mano de Miguel este deporte fue tomando impulso y llegó a tener gran éxito. A partir de allí, varios clubes de nuestra ciudad iniciaron su práctica y se realizaron torneos regionales y nacionales. Fue tan importante la plaza formoseña que se llegaron a concretar algunas fechas del torneo nacional en nuestra ciudad, pero con el correr del tiempo fue decayendo -como muchas otras disciplinas- hecho que atribuyo sobre todo a la falta de un espacio propio, ya que siempre se lo practicó en lugares cedidos por distintos clubes. Tuve la suerte de practicarlo en la categoría de mayores de 45 años; participé en competencias locales, en Buenos Aires, San Justo y Santa Fe. No puedo terminar este relato sin nombrar las peñas que se fueron formando en distintos lugares del país, donde -además de la competencia- se cultivaba mucho la camaradería. Se realizaban encuentros anuales en algunos casos fueron cuatro en-

cuentros- y nos reuníamos en las ciudades de San Justo, Coronda, Esperanza, Rosario, Santa Fe y Jesús María (Córdoba). Para competir en las peñas nos dividimos en varias categorías: 45 a 55 y de 55 en adelante. Puedo decir que en la práctica de este deporte también he recibido grandes satisfacciones, no solo en las canchas, sino también en las mesas compartidas al culminar las competencias, donde degustábamos riquísimas comidas típicas y muy buenos vinos. Junto a mis amigos Barbaro, Ferreyra, “Condorito” Gómez y Mario Ferreyra, hemos representado muy bien a la provincia, llegamos a muchas finales y trajimos galardones, pero sobre todo hemos podido cultivar la amistad. Creo que se debe trabajar para rescatar el tenis criollo y devolver a los formoseños el sitio que se supo ganar. No es una tarea difícil si se reanudan las peñas y se estimula a los niños y jóvenes a practicar este noble deporte que, más allá de la competencia, estimula la amistad y camaradería.

Cancha de tenis estancia Moteagudo Año 1940

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Gauna y Muro Tenistas del Club Náutico - Año 1956

Leonardo Sáenz - Pelotari Año 1938 Página 62

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Torneo en Club Náutico con tenistas del Club Sajonia (Paraguay) Año1952

Zienko - Altamirano - Flecha

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Profesor, delegados y tenistas cadetes del Club Náutico

Juan Carlos “Cacho” Villa Romero, Daniel y Martín Hernández, Gabriel Penza, Mariela y Martin Puga Año 1985

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Natación La natación nació de la necesidad de los hombres de adaptarse al medio que los rodea, especialmente de quienes viven en las costas marítimas o a orillas de grandes ríos. Por ello puedo afirmar -y ustedes podrán comprender- la importancia y la necesidad de los pobladores de nuestras tierras, colmadas de lagunas, esteros, riachos y ríos. La natación es el arte de sostenerse y avanzar, usando los brazos y las piernas, sobre o bajo el agua. Como los seres humanos no nadan instintivamente, la natación es una habilidad que debe ser aprendida, para lo cual hay que realizar una serie de brazadas y movimientos para impulsar al cuerpo en el agua con potencia y velocidad . Victoriano Alberto Zorrilla, apodado "Zorrilla de Oro" fue el nadador argentino y el primer campeón olímpico de Sudamérica y único de la Argentina. Nació el 6 de abril de 1906 en Buenos Aires y ganó los 400 metros libres en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928.

Nuestro hermoso río esde muy pequeños nos permitía realizar este deporte y, aunque las corrientes en ocasiones juegan una mala pasada y hasta resultan peligrosas, también representan un desafío para demostrar la fuerza y el valor de los nadadores. Contarles cómo comienza la historia de la natación en nuestra ciudad es volver a los años ‘30, época en que se la practicaba constantemente. La gente se agrupaba en el pontón para alentar a los jóvenes que nadaban a río abierto, en carreras cortas y largas. También había un juego que consistía en agarrar un lechón en el agua o simplemente, quiénes eran capaces de zambullirse más lejos. Como les decía al principio, la corrientes en ocasiones juegan una mala pasada y así fue que en una oportunidad, un muchacho de apellido Justo, que desempeñaba sus actividades como empleado del correo, quedó para siempre bajo nuestro pontón. La des-

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graciada experiencia hizo que las actividades se suspendieran por un largo tiempo. Pasaron los años y en 1944 volvieron las prácticas a nuestro río, a partir de la necesidad de contar con un competidor formoseño para los juegos nacionales que realizó la Federación Argentina de Natación. Lito Camarichi fue el joven que asumió esa responsabilidad, para ello viajó a Buenos Aires y fue el primer representante provincial en una competencia nacional. En los años siguientes, esta disciplina siguió realizándose con mucho entusiasmo y nuevamente el público volvió al pontón para alentar a los nadadores. En ese contexto apareció la figura de otro gran nadador que nos representó magníficamente: Luis Carlos “Garabo” Romero, que derrochó talento en las piletas porteñas. En el año 1950, los formoseños veíamos azorados cómo la diminuta fi-

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gura de un joven formoseño de apellido Ojeda, se clasificaba campeón nacional en el torneo Evita. Lo conocíamos como “Yui Pacová”, y de la mano de su entrenador Hugo del Rosso, llegó a la cima del éxito y dio alegría a todo su pueblo. En el año 1948 también fuimos representados en los juegos nacionales por un profesor de apellido, Sosa que participó en el estilo pecho. También contamos con la presencia del afamado nadador corren-

tino “Mojarrita” Agüero, que por aquella época batía el record mundial de permanencia en el agua. Asimismo, recibimos la visita del nadador paraguayo Barofile, quien unió los puertos de Asunción y Formosa; en aquella oportunidad, nuestro nadador Pablito Fretti lo acompañó y alentó las últimas diez horas.

Vito Dumas El navegante solitario Hago un párrafo aparte para contarles que hace mucho tiempo, un señor de apellido Dumas trabajó en la construcción de un ingenio azucarero de la estancia Bouvier. Por entonces, uno de sus hijos hacía sus primeras armas nadando en las aguas del río Paraguay. Pasaron los años y se destacó en esta disciplina en nuestro país y en todo el mundo. “Vito” Dumas fue conocido como “el navegante solitario”. Después de muchos años, ya retirado de las actividades deportivas, visitó nuestras tierras y llegó a aquella localidad en la que en su niñez, dio sus primeras brazadas de

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nadador. Así fue nuestra natación. Sin embargo, debo decir que pasó nuevamente otro verano sin ver una competencia, a pesar de tener tantas piletas y nuestro querido río. Deseo que en nuestras escuelas se implemente nuevamente este deporte; nuestras altas temperaturas que duran un largo periodo permiten hacerlo. Hoy las piletas nos ofrecen todo tipo de seguridad, hay muchos profesores que pueden asesorar y enseñar a los jóvenes todo lo relacionado a este deporte ¿por qué no intentarlo nuevamente?.

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Vito Dumas El 1° de septiembre de 1941, Vito Dumas visitó nuestra ciudad, realizó este bosquejo y explicó a sus amigos formoseños de su afamado barco LEHC con que dio la vuelta al mundo

Nadadores en la Colonia de Vacac iones Municipal

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Jóvenes nadadores en la boca del Riacho de Oro Año 1956

Entrega de premios a jóvenes ganadores en la Fiesta del Río Año 1978

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Pelota a Paleta La “pelota a paleta" es una modalidad del juego de pelota vasca. Se la puede practicar en dos especialidades, con pelota de goma o de cuero, y en ambos casos las expresiones hacen referencia al material de la pelota. La paleta-goma, a su vez, se divide en dos modalidades: paleta con pelota de goma maciza y paleta con pelota de goma neumática; a ésta última se la llama paleta argentina. El juego paleta con pelota de goma maciza emplea una pala de una sola pieza de madera y se juega sobre frontones que suelen tener una longitud de 30 a 45 metros. Esta modalidad se practica sobre todo en las comunidades españolas de Navarra, Comunidad Autónoma Vasca y La Rioja. l juego de paleta originado en la Argentina a comienzos del siglo XX es de práctica generalizada en el país. Su invención en 1905 se atribuye unánimemente a Gabriel Martirén -“el Sardina”- un inmigrante de origen vasco francés, radicado inicialmente en Burzaco, provincia de Buenos Aires, donde instaló un tambo lechero. Martirén se mudó luego a Diego de Alvear, provincia de Santa Fe, donde instaló canchas con frontones en las que se practicó la pelota paleta con amplia difusión entre los gauchos que trabajaban en la lechería. Durante varios años en la Argentina se disputó la Copa Gabriel Martirén de pelota paleta, en memoria de quien es considerado su inventor.

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En Formosa Este deporte llega a nuestras tierras de la mano de nostalgiosos inmigrantes españoles, especialmente de quienes procedían de la zona antes mencionada. Era el favorito en todos estos jóvenes, sus ansias de practicarlo los llevaron muy pronto a nuclearse y

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dieron vida a sus entidades sociales, culturales y deportivas. Uno de ellos, Manuel Moratalla, donó un predio en pleno centro de la naciente ciudad. En este lugar se construyó el edificio que albergaría a la sede social de la Asociación Española de Socorros Mutuos, donde había una cancha abierta de pelota paleta. Allí se reunían para celebrar sus tradicionales fiestas y practicar su deporte favorito, que además de apasionarles les traían recuerdos de la Madre Patria. Hacia las décadas del ‘30 y el ‘40, el juego había tomado un gran impulso de la mano de Manuel Moratalla, Ramón Amador, Claudio Calviño, Juan Almenara, José Soriano, los hermanos Romea; Godo, Gregorio y Enrique Llamas, Ignacio Rodríguez Cairo, Manuel Canto, José María Tarragó, Miguel Sáenz, Ferrada Campos, García Moral y muchos otros. Por entonces, la cancha abierta estaba siempre llena y se realizaban competencias por categorías. Entre los veteranos podemos nombrar a Fernando Casals, Luis Valle-

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa jos, Filkestein, Aníbal Viña, Félix Cristóbal, Luis Santinoni, Luis Rapela, Jasper, Federico Zambianchi, Juan Gay, Federico Gandini, Rojo, Luis y Laureano De Priego, Carlos Zamboni, Francisco Yacomi, Jorge Calcenas, “Negro” Ghan, entre otros. Después del mediodía llegaba el momento de los cadetes y juveniles: “Nene” Tarragó, Denis Parera, Roque Del Priego, “Teté” y José Calviño, “Chiquín” Fernández, Dino Gandini, “Negro” Zambianchi, hermanos Anchea, Pedro Minguito, Pedro Franco y Rubén Romero, Víctor y Alberto Jure. Muy pronto empezaron a recibir invitaciones regionales y también una participación a nivel nacional. El deporte se extendió al interior provincial y se edificaron frontones en el predio del Regimiento 29, en la estancia Bouvier, en Pirané y en el club del personal de Gendarmería Nacional; todos ellos han aportados grandes “pelotaris”. Mucho tiempo se lo siguió practicando -especialmente en La Españolahasta que la cancha se transformó en una sala de cine y entonces entró en decadencia. Quienes frecuentábamos este deporte no nos quedamos quietos; fue así que por medios de relaciones cívicomilitares se construyó un frontón abierto en el Casino de Oficiales del Regimiento de Infantería de Monte. Fue una nueva oportunidad para volver a jugar y reanimar el entusiasmo. Quiero recordar al mayor Ganora, artífice de la construcción del frontón, además de un excelente deportista. Él

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organizó las competencias, reunió a los jugadores y los invitó a que reanudaran las actividades en el espacio creado al efecto. Más adelante, el coronel Colombo llegó como Jefe del Regimiento y organizó interesantes torneos donde participaban el teniente coronel Pajariño y el mayor Luis Pedrazzini, quienes compartían los torneos con Luis Codas, Gamba, Olivera, Scarpa, Velázquez, San Martín, “Palillo” Romero, Víctor Jure, Torres, Fridman y Arturo Muro entre otros. El desarme del cine en La Española alentó a los deportistas el reinicio de la actividades; entonces se encontraron dos generaciones -los viejos y nuevos pelotaris- y juntos empezaron en la desprolija cancha. Tanto entusiasmo no tardó en hacerse sentir y muy pronto, con el esfuerzo y la decisión personal del entonces presidente de La Española, Mario Ferreyra Avilés, y de muchos otros seguidores, se construyó el anhelado “Trinquete”, escenario con las medidas reglamentarias, adecuado para torneos nacionales. El predio se inauguró con la presencia de autoridades y colaboradores; quedó pendiente solamente la edificación de la tribuna, para dar comodidad a los aficionados que concurrían a ver los torneos. Actualmente, podemos ver el modo que se sigue jugando con gran entusiasmo. Hay muy buenos pelotaris como los de antaño: Eduardo Sarobe, Luis Olivera, Gustavo Scarpa, Horacio San Martín, Leonardo Velázquez, entre otros. He practicado este deporte durante

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa muchos años de mi vida. Jugué mi primer partido en el año 1939, si la memoria no me falla, hace más de 50 años. Desde muy pequeño -aún cuando usaba los pantalones cortos- fui seleccionado para representar a nuestra provincia en torneos regionales y nacionales. Luego se me distinguió para acompañar a los jóvenes a distintas competencias, algo que agradezco profundamente. Los años pasaron y sentí mucha pena al tener que colgar la pelota y las zapatillas luego de tanto tiempo. Lo hice porque los dolores de brazo ya no me permiten levantar la paleta; comprendí entonces que debía dedicarme a practicar otra disciplina o simplemente hacer un ejercicio con mayor moderación, como caminata o aerobismo. Aquí también quisiera llamar a la reflexión a quienes practican y aman este deporte; hay que difundirlo por todos los medios y lograr que la gente vuelva a los frontones a verlo. Los clubes, las escuelas, los organismos del Estado, deben estimular a

los niños y jóvenes para volver a las viejas glorias de la pelota a paleta. En este deporte, especialmente, se cultivan valores importantes que hacen muy buenas personas. Aquí no hay rivales -son competidores- es un deporte de caballeros, donde un tanto tiene vuelta, lo que no se da en otra disciplina. El jugador pone en movimiento sus piernas, brazos, la vista, agudiza su inteligencia; en una palabra, todo el cuerpo entra en juego con un reglamento muy riguroso que se debe cumplir a rajatabla. Quiero además contarles una anécdota que tiene mucho que ver con mi seudónimo. Fue allí, en aquel viejo frontón de La Española, donde José Soriano me bautizó con el apodo de “Palillo” dada la característica de mi físico -delgado y alto- mote que me acompañó toda la vida, lo asumí con cariño y con el que me gané cierta popularidad. Hay muchas personas que me conocen solamente como “Palillo”; a mi casa llega correspondencia de todos partes y casi todas dicen simplemente “Palillo” Romero.

Uno de mis primeros partidos en el año 1939

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Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Integrantes de equipo de pelotaris Sociedad Española

Complejo Cultural y Deportivo Sociedad Española

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Remo Hablar de estos temas es, como ya expresé en varias oportunidades, recordar al Club Náutico, un lugar que empecé a frecuentar cuando contaba con poco más de diez años, donde aprendí a cultivar todo lo referente al deporte. Hoy lo sigo haciendo pero solo como un mero espectador. En esta parte de mis escritos, quiero recordar que la práctica deportiva en el río ha sido siempre una constantes en nuestra ciudad. Ya por el año 1916 se realizaban carreras de canoas con cuatro y dos remos, natación a río abierto y algunos más osados jugaban a quién se zambullía más lejos. uiero situarme en la década del ‘30, cuando algunos jóvenes fundaron el Club Náutico. Florentino Gorleri (hijo) a quien sus amigos llamaban “Buri”, había sido enviado por sus padres a estudiar a la Universidad Cornell, en Nueva York, un centro de estudios que por entonces atraía a estudiantes y docentes de todo el mundo. Fue una de las primeras universidades mixtas cuyo campus estaba ubicado en East Hill en Ithaca y tenía una vista a la ciudad y al lago Cayuga. Allí los alumnos practicaban todo tipo de actividades náuticas, entre ellas, el remo. A su regreso, “Buri” trasmitió la experiencia a sus amigos Cristóbal, Gutnisky, Carlos A. Seguín, Carlos Carrara, Aníbal Viña, Félix Ogara, Eduardo y Miguel Anchea y Francisco Bibolini. Estos jóvenes fundaron el Club Náutico el 27 de abril de 1932, para lo cual habían elegido un privilegiado lugar de la ciudad a orillas del río. Desde allí fueron sembrando una gran pasión por el remo y años más adelante se pudo apreciar, desde la ribera del río, grandes competencias de regatas. El crecimiento de la práctica de este deporte hizo que las autorida-

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des del club invirtieran en la compra de los botes especiales para remo. Se adquirieron así seis botes, dos piraguas single con asiento para timonel y cuatro dobles, también con asiento para timonel. Por entonces, el club funcionaba en los galpones del viejo Baradero (barrio Las Delicias), detrás del galpón de las máquinas de ferrocarril. Los jóvenes remeros cargaban los botes sobre sus hombros y caminaba casi ciento cincuenta metros para llegar a la Laguna Verde; allí lanzaban sus embarcaciones al agua y, ya remando, seguían hasta la desembocadura del riacho Formosa al río Paraguay. Hicieron esa tarea hasta que les fue cedido el predio que actualmente ocupa el Club. Cabe señalar que estas pequeñas embarcaciones de madera debían recibir un mantenimiento especial y para hacerlo el club contrató un carpintero especializado. El señor Perdomo, nativo de la provincia de Santa Fe, era el responsable de realizar el masillado, lijado y barnizado que requerían las pequeñas embarcaciones. El esfuerzo de estos jóvenes pronto dio sus frutos; en la década del ‘40 tuvo su mayor repercusión, ya que la

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa ciudadanía formoseña pudo apreciar carreras de nivel regional e internacional donde brillaban en su actuación hombre como: Minchioti, Salemi, Delgado, Jofre, Villa, Canto, Gorvein, Vilchez, Michel, Garay, Prado, Cavallo, Cabaña, Ricaldone y muchos otros. Fueron dignos representantes del club, pero sobre todo de nuestra provincia. Muchos de esos gloriosos botes descansan en la guardería náutica del club, ya que la actualidad dio paso a nuevas modalidades de práctica deportivas como la vela, que merece también ocupar un espacio en el recuerdo. El Club Náutico tuvo al remo como actividad central por mucho tiempo; se llegaron a realizar competi-

ciones internas, luego las interprovinciales -con Chaco y Corrientes- y más tarde vendrían las competencias internacionales con los clubes Sajonia y Mbigua, de Asunción, Paraguay. Un remero formoseño que dejó siempre alta la bandera de nuestra provincia en las competencias donde participó, fue Juan Ricaldone. Corrió una final del campeonato nacional y compitió con remeros de la talla de Capozza y Guerrero, ganadores de la Olimpíada de Helsinky, Finlandia, en el año 1952. Recordarlos hoy, es premiarlo no solo como un gran deportista, sino también es recompensar el esfuerzo, la perseverancia y el sacrificio de aquellos jóvenes.

Florentino “Buri” Gorleri Unos de los fundadores del Club Náutico el 27 de abril de 1932

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Club Náutico Año1936 Las aguas del río Paraguay llegaron hasta las puertas mismas de la sala de botes del Club Náutico Formosa

Tomas Ortellado Remero del año 1972

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Remeros Cadetes del Club Náutico Formosa Juan Carlos, Miguel Ángel y José María Anchea, “Negro” Bay y Barbieri. Año 1950

Remeros del Club Náutico Formosa Félix Cristóbal, José Ogára, Luis Gutnisky y Aníbal Viñas Año 1932

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Vela Es un deporte muy bello, lleno de emociones; el joven que desea practicarlo luego de algunas jornadas de instrucción y aprendizaje logra, mediante el manejo de las velas, la tarea de dominar al viento y sobre todo, a amar a su río. l deporte a vela llegó a Formosa cuando la Armada Argentina, en un intento de promover la actividad náutica, realizó un convenio con la Dirección de Deportes de la Provincia de Formosa, mediante el cual le proveía una series de botes en las categorías Pampero y Optimes. Fue en estas circunstancias en que el deporte náutico tomó nuevamente nuevo bríos, ya que su aceptación entre muchos jóvenes fue importante. Poco a poco fueron ganando espacios para luego iniciar competencias regionales especialmente en la categoría de Pamperos. En este contexto, y después de mucho tiempo, nuestro querido río se vio atractivo, lleno de coloridas velas. Los jóvenes tripulantes mostraban su

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destreza en las competencias náuticas, especialmente en la Fiesta del Río, que lentamente fue desapareciendo.

Canotaje El canotaje fue practicado especialmente con piraguas y los kayacs. Los jóvenes y entusiastas formoseños pronto fueron protagonistas de este deporte tanto en travesías en el río o en las lagunas y riachos. Algunos lo hacían en competencias, otros simplemente como una aventura, que a no dudar, fueron y son de gran interés para el enriquecimiento personal de quienes lo practican. Como todo deporte, exige un constante esfuerzo por vencer las adversidades que se presentan, pero más allá de eso, significa estar el contacto con la naturaleza.

Profesor Maximiliano Mora con alumnos en una clase de vela Década del ‘70

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Competencia de Velas - Fiesta del Río

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Las bochas Para las nuevas generaciones ¿De qué se trata este juego? Se trata de uno de los juegos más viejos atribuidos a la humanidad. Alrededor de 5000 años antes de Cristo, en la antigua civilización egipcia ya lo practicaban con bochas de piedras pulidas. Desde Egipto el juego se propagó a Grecia alrededor del 800 a.C.; los romanos lo aprendieron de los griegos y posteriormente lo introdujeron a lo largo de todo su imperio. Llegó a nuestro continente con la corriente migratoria europea y desde el año1783 se practicó en distintos países como Perú, Argentina, Chile y Uruguay. Las reglas y el encanto del juego de las bochas lo convirtieron en uno de los más antiguos en nuestro país. n el siglo XVIII, los adultos lo practicaban como entretenimiento y fue tan grande su impacto, que en una época se decidió prohibirlo porque se consideraba que era una perversión para la juventud. La educación, la cultura, los cuestionamientos sobre lo que es bueno para la gente y lo que no, quedaron reflejados en esta prohibición, pero luego de un tiempo se volvió a jugar en la clandestinidad. En el año 1929 adquirió reconocimiento nacional y fue aceptado por los clubes que crearon la Federación Argentina de Bochas. A partir de allí, comenzaron a haber reglas fijas con grupos de parejas de dos o más jugadores compitiendo por ganar. Se practica en un amplio espectro de edades de ambos sexos, ya que se realizan diferentes torneos en categorías que van desde las pre-infantiles hasta los veteranos. Consiste en situar las bochas (esferas) lo más cerca posible de un ob-

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jeto previamente lanzado llamado bochín (esfera pequeña). El adversario trata a su vez de situar las suyas más cerca del bochín o de quitar aquellas que le estorban. Al comenzar el juego, el equipo que ha ganado el bochín lo lanza y juega la primera bocha. Enseguida, el equipo que no tiene el punto debe jugar su o sus bochas hasta que lo consiga mediante arrime, bochada o rata. Cuando uno de ellos no tiene más bochas, su adversario juega a intenta conseguir otros puntos, ya sea arrimando, bochando o rasando a las bochas que le estorban. Cuando las bochas están todas jugadas, un equipo se adjudica tantos puntos como bochas tenga más próxima al bochín, que la mejor bocha del adversario. El juego continúa en el otro sentido de la cancha y el bochín lanzado por el equipo que ha marcado uno o más puntos. Gana el partido el equipo que logre primero el puntaje acordado.

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Cómo nace este deporte en nuestra provincia Hablar de este deporte y su evolución en Formosa es ubicarnos en la década del ‘20. Por entonces, el Club Fontana ya funcionaba como entidad deportiva en Deán Funes al 500. En este terreno, hoy ocupado por la familia Moncalvo, se construyó la primera cancha de bochas; en poco tiempo se transformó en un lugar de esparcimiento de los jóvenes que hicieron de la bocha su deporte favorito y un lugar obligado de encuentro de amigos. Es un juego humilde y entretenido, puede practicarse en todas partes y no hace falta una gran estructura. Por ello muy pronto logró ocupar un lugar importante entre los que jugaban y entre quienes eran simplemente espectadores, era popularmente llamado deporte blanco, debido a que generalmente los torneos se disputan con vestimenta totalmente de ese color. Estaban quienes brillaban como arrimadores y otros como bochadores, y cada uno lideraba su especialidad en las grandes competencias que se desarrollaban. Pronto otros clubes atraídos por la gran cantidad de personas que participaban, decidieron construir sus propias canchas y nacieron las nuevas instalaciones en la Sociedad Espa-

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ñola de Socorros Mutuos, La Sociedad Italiana, El Club Náutico y El Club Sarmiento. El fenómeno de la bocha fue creciendo y se trasladó al interior provincial. Don Evaristo Facioli construyó una cancha en la localidad de Riacho He He, que se convirtió en un reducto de público interesante, donde concurrían la gente del pueblo y vecinos de las colonias. Clorinda también tuvo su cancha de bochas y por mucho tiempo dio muy buenos jugadores. Miguel Barbieris, Juan Grihardinelli, Félix Cristóbal, Fernando Casals, Aníbal Viña, Aquiles Tarantini, Aníbal Malgarini y Federico Gandini fueron -entre otros- grandes jugadores. Nombrarlos es recordar este deporte de las Rayadas y Lisas, que en aquella época servía para cultivar virtudes como el respeto por el adversario, la disciplina, la caballerosidad y sobre todo, la amistad. Con el correr del tiempo llegaron a ser muy buenos jugadores Asandri, Falco, Canto, Zayas Bobadilla, Crossi, Miño, Venica, Roldán, Klauf, Suchet, Fantín y Cilio. Traerlos al recuerdo es un deber, es cumplir con nuestro pasado deportivo.

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Sección deportes de una diario de la época anunciaban un encuentro de Bochas, en el “Club Fontana”. Deán Funes al 500 - Año 1928

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Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Atletismo Es una disciplina que requiere del hombre, destreza, fuerza y agilidad pero además una gran entrega y sobre todo voluntad. Llegar a ser un buen atleta significa cultivar constantemente su cuerpo para poder practicar el deporte que elegirá. Su anhelo será, como en todo deporte, el triunfo.

n nuestra Formosa de antaño, desde muy pequeños practicábamos muchas de estas disciplinas. Claro está, lo hacíamos instintivamente, era normal jugar a quién saltaba más lejos o más alto, correr una carrera para ver quien era el más ligero o quién el más resistente, quién lanzaba una piedra más lejos o simplemente una lanza. Todo ello es comparable con las distintas disciplinas de lo que hoy llamamos el atletismo. La escuela primaria era también un buen ambiente para el atletismo; les recuerdo que en aquella época las escuelas ya contaban con docentes encargados de deporte. Estos profesores de Educación Física llegaban desde la Capital enviados por el Ministerio de Educación de Nación y nos enseñaban las técnica y reglamentaciones de las distintas disciplinas que moldeaban lo que instintivamente nosotros ya lo hacíamos. Recuerdo que entre los años 1938 al 1945 aproximadamente, existió en nuestra ciudad la Asociación de Deporte, a cargo de una Comisión Directiva y su función era la de trabajar en forma directa con el Comité Olímpico Argentino. En este contexto, el principal escenario del deporte formoseño estaba en

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la zona denominada Bajo Náutico, allí se podía practicar: salto en alto, lanzamiento y carreras de todo tipo. En 1943 surge la figura de un hombre que venía de Añatuya (Santiago del Estero). Su nombre era Demóstenes Gómez y estaba muy ligado a la práctica del boxeo y con el paso de los años y alejado del ring, se dedicó de lleno al todo tipo de deporte y accedió a la gestión tras ser nombrado responsable del área de Deporte de la Municipalidad capitalina. Gómez, hombre a quien le quiero rendir un sentido homenaje por su gran trabajo realizado, especialmente con los jóvenes, erigió un espacio en el año 1943 para la práctica del deporte en la plaza San Martin, en la esquina de Sarmiento y España; allí se construyó una cancha de básquet y una explanada para carreras. En este escenario tuve la oportunidad de practicar todo tipo de deporte y desde allí salieron muy buenos valores, recordemos a los lanzadores de jabalina-disco-bala: “Mozo” Paulina, Iglesia, Senés y otros. Los corredores de 100 y 200 metros: Mario Didone, Ayala y otros. Carreras larga o de resistencia: Colman, Barreiro, Fretti, Burdeira, ¨Pollo¨ Coronel. Salto en alto y largo, Justo Gnavi

Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

y Julio Verón. El 1947, Hugo del Rosso llegó a su Formosa natal, recientemente recibido de profesor de Educación Física, e inició rápidamente su tarea profesional inyectándole al deporte una nueva savia, especialmente en el trabajo en las escuelas, más adelante en las competencias estudiantiles. Con el transcurrir de los años se creó un mejor ámbito para la práctica deportiva. El lugar elegido fué una parte del predio de la Escuela Normal de Maestro, donde se instaló todo lo que requiere la práctica del atletismo, incluyendo una pileta de natación. No puedo dejar de mencionar a la Dirección de Deportes de la

Provincia que por muchos años realizó lo que fue toda una tradición: la Maratón del 9 de Julio, donde participaban atletas de todo el país y representantes paraguayos y brasileros. Allí descolló por muchos años Luis “Chita” Toledo, digno representante formoseño que supo estar siempre a la altura de las circunstancias compitiendo con los grandes del mundo en la reconocida carrera San Silvestre. Luego vendrían los más jóvenes como Robles y otros a quien también se los recuerda con afecto.

Demóstenes Gómez, ataviado de ropa blanca y anteojos oscuros, posa junto a sus alumnos, por entonces cumplia funciones en el área de deporte de la Municipalidad - Año 1943

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Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Juan Angel Canto Lanzamiento de bala y salto con garrocha - Campo de Deporte del Bajo Nautico Año 1938

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Automovilismo Gran Certamen Automovilístico de la República Argentina

n octubre del año 1951 los automovilistas más conocidos de la época llegaron a estas tierras y los habitantes de Formosa pudieron compartir momentos de alegría. Nombres como Oscar Alfredo Gálvez, Marimon, Ciani, Sáenz, Valiente, Cotte, Petrini y otros, fueron los animadores del Gran Certamen de la República Argentina. En nuestra provincia culminó la séptima etapa, para dar inicio a la siguiente que correspondía a las provincias de Corrientes y Misiones. Para la organización y coordinación de tan significativo acontecimiento se realizaron una serie de reuniones de las que formó parte el delegado del Automóvil Club de Formosa, de la Comisión Municipal y del Automóvil Club Argentino. Figuran entre los participantes los

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señores Santiago Weisman, Emilio Mancebo, Fulvio Pastor, Miguel Álvarez, Amadeo Fernández y Félix Cristóbal. Entre los datos importantes cabe señalar la gran cantidad de participantes, ya que superaban más de ciento cincuenta automóviles, lo que demuestra el entusiasmo de los jóvenes corredores. Como en las épocas actuales, en aquel tiempo, el automovilismo despertaba gran interés, es así que la gente se agolpaba a la vera del camino para ver el paso de las veloces máquinas que animaban la competencia. La llegada y la salida de los vehículos se ubicaba frente de la Sociedad Rural de Formosa, por entonces en la Av Gutnisky, donde hoy funciona un moderno súpermercado.

El día en que los Gálvez estuvieron en Formosa

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Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Imagenes de la llegada de los participantes y recepción de las autoridades Los corredores saludan a su paso a la gran cantidad de personas que los premia con sus aplauso

Las máquinas ingresan al Parque Cerrado, ubicado en el playon del Regimiento 29

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Anécdotas sobre la evolución del deporte en Formosa

Índice Desarrollo Deporte

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Qué entiendo por deporte. Los gauchos, los hombres del campo y el deporte.

Nace la Liga Formoseña de Fútbol

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La cancha oficial. Los campeonatos de fútbol territoriales. El primer campeonato Evita. Antonio “Chuña” Romero.

Ciclismo

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A puro pedal. José y Pedro Milanese. Florencio y Dino Gandini.

El Vóley

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Año 1946, primer encuentro de vóley en Formosa. Los años dorados del vóley formoseño. Los intercolegiales.

El baloncesto, básquetbol, basquetbol o básquet

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Nace el básquet en Formosa. El básquet femenino.

Boxeo en el arte y la cultura popular

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La era del boxeo con guantes. Las reglas de Queensberry 1890 - 1900 Sus inicio en nuestra provincia. Los árbitros. Algo para recordar. Los hermanos Isendorf.

El tenis

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El surgimiento del tenis en Formosa. Tenis Criollo.

Natación

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Nuestro hermoso río. El navegante solitario.

Pelota a Paleta

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Cómo llega a nuestra provincia.

Náutica

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Remo.Vela.Canotaje.

Las bochas

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Para las nuevas generaciones. ¿De qué se trata este juego? Cómo nace este deporte en nuestra provincia.

El Atletismo

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Demóstenes Gómez. Hugo del Rosso.

Automovilismo Gran Certamen Automovilístico de la República Argentina. El día que los Galvez estuvieron en Formosa.

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