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ECLESIOLOGÍA La Iglesia: Una Perspectiva Presbiteriana “Esto te escribo... para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.” (I Ti. 3:14-15)

Rev. Julian Michael Zugg, PhD. Director Internacional Inglés Seminario Internacional MINTS Iglesia del Pacto (PCA), Houston, Texas Email: [email protected] | Web: www.zugg.org

Traducido por:

Marvin J. Argumedo Miami International Seminary – MINTS 14401 Old Cutler Road, Miami, Florida, 33158 Tel.786-573-7001 | Fax.305-238-2045 E-mail: [email protected] | Web: www.mints.edu

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Contenido PRÓLOGO • 3 NOTA DEL TRADUCTOR • 3 INTRODUCCIÓN • 4 LECCIÓN 1 Los Principios Fundamentales de la Iglesia • 5 LECCIÓN 2 La Historia de la Iglesia en la Escritura • 23 LECCIÓN 3 La Iglesia como Cuerpo de Cristo • 44 LECCIÓN 4 Cristo como Fundamento y Medio de Crecimiento de la Iglesia • 57 LECCIÓN 5 El Anciano: O ficio de Supervisión Espiritual • 87 LECCIÓN 6 El Diácono: Oficio de Apoyo Material • 113 LECCIÓN 7 La Esfera de la Iglesia • 121 LECCIÓN 8 La Misión de la Iglesia • 133 BIBLIOGRAFÍA • 137 APÉNDICE 1: Guía de Estudio • 139 APÉNDICE 2: Modelo para Informe de Lectura • 141 APÉNDICE 3: Modelo para Ensayo • 142 BIOGRAFÍA • 143

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Prólogo del Autor Esta obra está escrita para mis estudiantes de MINTS con el propósito de fomentar la comprensión, el amor y la sumisión a la Iglesia de Jesucristo. Con este curso he intentado introducir a los estudiantes a todas las principales áreas de la doctrina de la Iglesia y cómo acercarse a esas áreas, tanto en forma teórica y práctica. Rev. Julian Michael Zugg, PhD. Director Internacional Inglés Seminario Internacional MINTS

Nota del Traductor Esta versión en español, es una traducción de la obra original escrita por el autor en inglés y cuyo título es “The Church, A Presbyterian Perspective.” En esta traducción, hay dos elementos importantes a destacar. Primero, fidelidad al contenido de la obra original, en esencia y estructura. Segundo, conexión lingüística de incorporación de citas bíblicas y bibliográficas tomadas de la versión en español de las obras citadas por el autor y que están a disposición (Confesión y Catecismo de Westminster, Institución de la Religión Cristiana, Libro de Orden de la Iglesia, Biblia Reina Valera 1960, entre otros). Ambos elementos permiten que el lector tenga en sus manos una versión apegada al contenido de la obra original e idioma traducido. Sin lugar a duda, la doctrina de la Iglesia, la eclesiología, es una de las materias de estudio teológico de mayor importancia en un programa formal de capacitación. Por tal motivo, esta versión en español, puede considerarse un aporte para la capacitación en tal materia para la comunidad educativa hispano parlante del Seminario Internacional MINTS. El tiempo y esfuerzo requeridos para este trabajo no han sido en vano. El lector puede estar seguro que tiene en sus manos un manual de eclesiología reformada expuesto por el autor en forma magistral y dinámica; esta combinación le permite al autor cumplir su deseo, esto es, que el lector pueda acercarse a las principales áreas de la eclesiología, tanto en forma teórica y práctica. A Dios la Gloria. Marvin J. Argumedo, MEC. Director Nacional Seminario Internacional MINTS en El Salvador Julio, 2016

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Introducción Desde antes de la fundación del mundo, el Padre escogió a un pueblo para sí mismo. A éstos dio al Hijo, para ser su esposa. Ella es la iglesia de Cristo, separada para Él, pero en comunión con Él, incluso desde el principio de los tiempos. Él es su fundamento, Él cuida de ella, y Él la hace crecer hasta la madurez, en un hombre perfecto (Ef. 4:11-13), uno lleno de toda la plenitud de Dios. En la actualidad la iglesia parece estar en problemas, en peligro, en fracaso y pecado, pero incluso ahora la gloria de la iglesia brilla. Su plena gloria sólo se verá cuando Cristo venga de nuevo a tomarla públicamente como su esposa.

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Lección 1 Los Principios Fundamentales de la Iglesia Esta lección presentará las principales doctrinas y los principios fundamentales de la iglesia de Cristo, a fin de explicar la naturaleza de la iglesia. Los temas presentados aquí serán considerados con más detalle en las lecciones posteriores.

1. La importancia de la Iglesia Vivimos en una época en que, tanto en el mundo y en la teología, la iglesia no se considera importante. El mundo occidental pone gran énfasis en la salvación personal y la religión personal; por lo tanto, esto se presta a muchas doctrinas sobre la iglesia. Algunos reducen la iglesia a un lugar de predicación, un lugar para aprender, más que un cuerpo de creyentes donde cada miembro es una parte y cada miembro necesita del otro (I Co. 12). Por otro lado, los círculos no intelectuales rechazan la idea de estudiar cualquier doctrina. El mundo ve el pecado en la iglesia, y se pregunta cómo podemos decir que Dios está trabajando en ella. Sin embargo, la Escritura enseña que la iglesia está en el centro del plan de Dios para el mundo. La iglesia fue elegida en Jesucristo. Él compró a la iglesia con Su propia sangre. Él estableció que, Él es el dueño, y Él es el Señor de la iglesia. Ella es un tema digno de estudio. Jesús establece la centralidad de la iglesia en Mateo 16:18-19. Señala que a través de la iglesia, las puertas del infierno se romperán, y la iglesia sostiene las mismas llaves del Reino de los Cielos: Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. (19) Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. Para Pablo, la iglesia es una parte muy importante del plan de Dios y de Cristo. En Hechos 20:28, le dice a los ancianos: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Como la iglesia es tan importante, Dios ha dado reglas para gobernarla. Pablo escribe a Timoteo para que sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad (I Ti. 3:15). Cualquier casa tiene reglas, formas en que opera, y la iglesia como casa de Dios también tiene reglas. En nuestros propios hogares no permitimos que los niños dirijan en el hogar, o será el caos y el colapso; de la misma manera, no debemos permitir que los niños espirituales, los jóvenes en la fe, dirijan la iglesia, o pronto estará en caos. En el funcionamiento de su iglesia, Dios ha dado reglas claras para que su casa funcione bien. 5

Es sólo en y con la ayuda de la iglesia que los creyentes crecen en madurez. Sin el resto del cuerpo, estamos incompletos. Los creyentes que tratan de vivir en aislamiento adversamente afectan y limitan su propio crecimiento espiritual y el crecimiento espiritual de los demás. No hay tal cosa como una vida cristiana como un solo individuo. Por definición, un cristiano existe en Jesucristo, guardado en un solo cuerpo, llamados a dar y recibir amor y apoyo mutuo en y a través del cuerpo de la iglesia. Esto no es una opción; es una realidad. Por implicación, estos versículos niegan que podamos crecer o funcionar correctamente segregados del cuerpo, sin otros cristianos. En I Corintios 12, Pablo declara expresamente que sólo podemos crecer como parte del cuerpo. Pablo señala tanto en I Corintios 12 y Efesios 4 que la mayoría de las buenas obras que el creyente está llamado a hacer se dirigen hacia la iglesia. En esencia, todos los cristianos deben amar y servir a otros y esto sólo se puede hacer en el cuerpo de la iglesia. En Efesios 4, la iglesia está creciendo en madurez, hacia el hombre perfecto, ya que trabaja en conjunto. El cuerpo visible de creyentes siempre ha sido importante en la historia de la iglesia cristiana. Los creyentes a menudo han dicho que en el nivel más fundamental, Dios es nuestro Padre, pero la iglesia es nuestra madre: "Usted no puede tener a Dios por padre, a menos que tenga a la Iglesia por madre." Cipriano ~ La Unidad de la Iglesia Católica Romana1 "... aprendamos ya de sólo su título de madre qué provechoso y necesario nos es conocerla, ya que no hay otro camino para llegar a la vida sino que seamos concebidos en el seno de esta madre, que nos dé a luz, que nos alimente con sus pechos, y que nos ampare y defienda hasta que, despojados de esta carne mortal, seamos semejantes a los ángeles… Por otra parte, más allá de los límites de la iglesia no hay perdón de los pecados, no hay salvación, que pueda esperarse." Juan Calvino2 De manera similar, la Confesión de Fe de Westminster 3 sección 25.2 establece que, fuera de la iglesia "no hay posibilidad ordinaria de salvación." La comunidad reformada siempre ha expresado un alto concepto de la iglesia. Amar a Cristo es amar a su cuerpo, la iglesia. Un alto concepto de Cristo conduce a un alto concepto de su cuerpo. Un bajo concepto de la iglesia lleva a una baja visión de la obra de Cristo. La Confesión de Westminster Sección 1.1 comienza con la afirmación: "Cristo ha declarado su voluntad para la salvación de la iglesia." En unión con su iglesia, Cristo hizo de la iglesia una

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http://www.ccel.org/ccel/schaff/anf05.toc.html Institución de la Religión Cristiana, IV.1 3 La Confesión de Westminster es una declaración doctrinal escrita en Inglaterra entre 1643 a 1648. Es la base confesional de las iglesias presbiterianas en los Estados Unidos, Inglaterra y Escocia. El texto completo puede encontrarse en: www.opc.org. 2

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parte esencial de su propia revelación. La comprensión incorrecta de la iglesia lleva a una comprensión incorrecta de Cristo y su obra.”4 5

2. El Origen y Definición de la Iglesia La iglesia no tiene origen humano; su origen es el mismo Cristo. La iglesia se le dio a Cristo antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4). Como cabeza, Cristo está en unión con la iglesia. La unión entre Cristo y su iglesia se ve en el hecho de que hay una cabeza (Ef. 1:22), un solo Espíritu (I Co. 12:13), una sola fe (I Co. 12:13), un fundamento (I Co. 3:11), y un bautismo (I Cor. 12:13). Cada aspecto fluye de la unión de la Iglesia con Cristo.

2.1. La definición de la Iglesia El término "iglesia" se usa dos veces en los evangelios (Mat. 16:18; 18:17). En el Nuevo Testamento, aparece con frecuencia en el Libro de los Hechos, en las cartas de Pablo, así como en la mayoría de los restantes escritos del Nuevo Testamento, especialmente el Apocalipsis de Juan. A menudo pensamos en la iglesia como el edificio, pero la palabra iglesia significa las personas, la comunidad reunida, o la congregación.6 La palabra del inglés utilizada para traducir ecclesia ha causado confusión. Los traductores optaron por utilizar la palabra inglesa iglesia, una palabra que se deriva de la palabra griega kyriakos. La raíz de esta palabra incluye la idea de pertenencia a y fue particularmente utilizada en referencia a un edificio. Como consecuencia, el concepto de una ecclesia como una simple reunión o una asamblea estaba confundida con la idea de la construcción real de la iglesia. Esto ha influido en la comprensión inglesa de la iglesia por más de 500 años.7 El término iglesia se utiliza en el texto fundacional de Mateo 16:18:

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Aunque la luz de la naturaleza, las obras de la creación y providencia manifiestan la bondad, la sabiduría y el poder de Dios de tal manera que los seres humanos no tienen excusa delante de Dios; sin embargo, éstas no son suficientes para dar aquel conocimiento de Dios y de su voluntad que es necesario para la salvación. Por lo tanto, agradó al Señor, en diferentes épocas y de diversas maneras, revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su iglesia. Luego, para la mejor preservación y propagación de la verdad, y para el establecimiento y consuelo más seguros de la iglesia contra la corrupción de la carne, la malicia de Satanás y del mundo, le agradó también poner por escrito dicha revelación, en forma completa. Ello hace que las Santas Escrituras sean de lo más necesarias, puesto que ahora han cesado ya aquellos modos anteriores por los cuales Dios reveló su voluntad a su pueblo. (CFW 1.1). 5 Véase la obra de Robinson "La Iglesia de Dios como un Elemento Esencial del Evangelio y la Idea, Estructura y Funciones de ella: Un Discurso" 6 Especialmente el Libro de Revelación de Juan. 7 En la traducción de William Tyndale del Nuevo Testamento, la primera traducción al inglés del original griego, ecclesia fue traducido correctamente como congregación. Desafortunadamente los traductores que produjeron la versión King James de 1611 cambiaron congregación a iglesia. Al traducir la palabra griega ecclesia, que se refiere a una asamblea de creyentes, con la palabra inglesa iglesia, que podría significar un edificio, introdujeron una ambigüedad en cuanto a si una comunidad local de cristianos o un edificio real estaba a la vista.

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... Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. La palabra que usa Jesús, la iglesia, tiene un trasfondo del Antiguo Testamento, en el que se utiliza para describir la reunión de la congregación de Israel para el culto religioso (Dt. 4:10; 9:10; 18:16; 31:30; Jue. 20:2). Stephen usa la palabra ecclesia de esta manera en Hechos 7:38 cuando llama a Israel en el desierto, la iglesia. 8 El hecho de que las Escrituras usan la palabra iglesia tanto para Israel como para la iglesia del Nuevo Testamento, muestra que los dos están relacionados. Pablo habla de la iglesia local, la iglesia de Corinto, y habla de la iglesia como unidos a Cristo. En este sentido se incluye toda la iglesia en todas las áreas (ver Efesios y Colosenses). La iglesia puede ser definida desde varias perspectivas teológicas. En este curso vamos a considerar a la iglesia desde una perspectiva teológica sistemática que se centra en la relación de la Iglesia con Cristo, y una perspectiva histórico-redentiva que traza el desarrollo de la doctrina que revela el trabajo de Dios a través del tiempo en la historia de redención. En la perspectiva teológica sistemática se hace hincapié en la salvación y la unión con Cristo. Desarrolla la idea de que Jesús es el único verdadero mediador en el Antiguo y el Nuevo Pacto, todos los que han venido a Cristo en cualquier testamento, antiguo o nuevo, se definen como la iglesia. Como tal, se puede afirmar que los patriarcas son la iglesia, Israel es la iglesia (la comunidad reunida), y el cuerpo de los creyentes es el cumplimiento de la iglesia en el Nuevo Pacto.

Si consideramos a la iglesia desde una perspectiva histórica-redentiva progresiva, vemos una distinción firme entre Israel y la iglesia. En este modelo, la iglesia, como la plena manifestación de los propósitos redentores de Dios, se fundó cuando Pedro, en nombre de los apóstoles, confiesa que Jesús es el Cristo (Mt. 16:16-18). En este contexto, la nación de Israel es rechazada, reemplazada y cumplida en la iglesia del Nuevo Pacto.

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Algunas versiones interpretan la palabra ecclesia como asamblea o congregación en vez de iglesia, pero en cada caso la palabra griega tomada como base de la traducción es la misma.

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La distinción entre los dos enfoques no es absoluta. Incluso en la aproximación teológica no histórica, teólogos9 hablan de la iglesia en sus inicios en el Antiguo Testamento, y la iglesia que entra en su plena madurez en el Nuevo Pacto, donde se une a Cristo resucitado, llenos del Espíritu derramado en Pentecostés, e incluye tanto a judíos y gentiles. De manera similar, en la estructura histórico-redentiva, se observa que a pesar de que Moisés es el mediador de Israel, reflexiona y apunta hacia la mayor obra mediadora de Cristo que se aplica en todas las edades. En la lección tres, vamos a considerar a la iglesia en la perspectiva histórico-redentiva, pero el resto de esta lección hablaremos de la perspectiva teológica sistemática de la iglesia. El enfoque teológico sistemático es el tema dominante en este trabajo.

3. Tres Imágenes Bíblicas que describen a la Iglesia La naturaleza de la iglesia se ha expresado a través de tres imágenes principales: un edificio, un cuerpo y una esposa.10 Una imagen es una herramienta poderosa para capturar la esencia de algo que no puede ser fácilmente definido. Debemos dejar que estas imágenes dirijan nuestros pensamientos acerca de la naturaleza misma de la iglesia.

3.1. La Iglesia como Piedras Vivas La idea de la iglesia como un edificio se ve en las palabras de Jesús que Pedro es la roca sobre la cual la iglesia se construyó (Mt. 16:18). Pablo llama a Jesús y a los apóstoles el fundamento de una casa (Ef. 2:20). La casa (la iglesia) se basa en el fundamento y crece entre sí para formar un templo santo. La imagen es de un edificio vivo, el templo de Dios. La iglesia y el templo nunca fueron, en esencia, la construcción física; más bien, eran la unión de los creyentes, uno con otro, con cada miembro de la congregación como una roca viva del edificio. En su primera epístola, Pedro habla de la iglesia como piedras vivas: ... Vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo (I P. 2:5).

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Kuiper, p. 22. La iglesia también es descrita como el campo de Dios, Su edificio, la viña, la vid y los sarmientos, el pilar y fundamento de la iglesia (I Tim. 3:15; Gal. 6:10). 10

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Las piedras sin vida del antiguo templo, un tipo del Antiguo Testamento, se sustituyen ahora por el anti-tipo, las piedras vivas de la Iglesia. Como piedras vivas, cada uno de ellos es edificado el uno con el otro. En la interacción con los demás, cada creyente se convierte en el templo del Dios viviente. En este templo, cada piedra tiene un tamaño único, forma y propiedades, pero de una manera misteriosa, cada uno está siendo moldeado, cincelado para ocupar un lugar específico. En esta estructura cada roca está viva, y cada uno es moldeado para encajar en conjunto. Aunque todas las piezas están en movimiento, toda la estructura se mantiene entre sí por el poder de Cristo. Está construida sobre Él; la mantiene Él y la traerá a la perfección. Es una construcción viviente, interdependiente, siempre en movimiento a medida que crece en la plenitud de Cristo.

3.2. La Iglesia como Cuerpo Jesús creó la iglesia. Ha sido elegida en Él (Ef. 1: 4), creada por Él (Mt. 16:18), ella es su cuerpo (I Co. 12; Ef. 4:11-16; Col. 1:18-19), y él es llamado su cabeza. La idea de que Cristo tiene un cuerpo y que Él es la cabeza del cuerpo, muestra tanto la importancia de la doctrina de la iglesia y cómo la iglesia está bajo el dominio de Cristo. La iglesia también es vista como un solo cuerpo (Ef. 4:4), perfectamente unido, como una forma humana. Tiene una sola naturaleza a través del tiempo y el espacio. Como un solo cuerpo tiene muchos miembros, cada uno con un lugar y una función específica, y siendo cada uno bendición y trayendo bendición (I Co. 12). Pablo dice que la iglesia es el cuerpo de Cristo. Como un cuerpo físico tiene muchas partes o miembros, la iglesia es un cuerpo con muchos miembros. El pastor, los líderes, los administradores y los que sirven son todos los miembros de ese cuerpo. El Espíritu bautiza a todos los que están en Cristo en un solo cuerpo. En este bautismo, nos revestimos de Cristo y entramos en una relación con todos los que son de Cristo. Nunca somos cristianos en aislamiento. Un cristiano es, por definición, una parte del cuerpo de Cristo.

En este cuerpo, cada uno es unido entre sí, Pablo dice que el cuerpo tiene muchos miembros. Cada miembro está relacionado con todos los demás; aunque cada miembro tiene una función distinta, cada uno depende en cierta medida de los demás (Ro. 12:3-8). Además, cada miembro es necesario para que el cuerpo funcione. Si una persona no es parte de la iglesia, 10

él o ella están incompletos. Si una persona no está usando sus dones, entonces la iglesia no está funcionando como un cuerpo, y todos los miembros se verán afectados. Consideraremos esto con más detalle en las lecciones tres y cuatro. Nuestra unión con Cristo redefine cualquier otra relación que tengamos. En Cristo, no hay una relación más estrecha. En este cuerpo, no hay lugar para todo lo que divide. Ya no nos definimos a nosotros mismos por la raza, clase, género, edad o gustos, incluso musicales; somos uno en Cristo Jesús (Gá. 3:28). En el viejo mundo, la división entre esclavos y libres, hombres y mujeres, y entre judíos y gentiles eran las más grandes divisiones que existían en el período del Antiguo Testamento; y, sin embargo, todas las divisiones caen cuando estamos bajo la mayor unión con Cristo y estamos unidos unos con otros. Como un cuerpo tenemos que: 1) Buscar la unidad del cuerpo antes que nada. No podríamos cortar un brazo o una pierna por descuido o sin pensarlo; 2) Honrar el cuerpo antes que todo lo demás; 3) Buscar el bien de todo el cuerpo, ya que esto dará lugar a nuestro propio bien. En este mundo, podríamos salir adelante dañando a alguien que esté más abajo. En el cuerpo de Cristo, sin embargo, si dañamos otra persona, vamos a dañarnos a nosotros mismos. Si edificamos a otra persona, vamos a edificarnos a nosotros mismos; 4) Pensar mucho más ampliamente que sólo alrededor de nosotros mismos. En el cuerpo, vamos a trabajar en mutua dependencia, sumisión y honor. Vemos la comunidad y la interdependencia en la Deidad que está reflejada en los roles de hombres y mujeres, y en la imagen de la iglesia como un cuerpo con distintos miembros pero interdependientes. De hecho, la misma Trinidad sirve como un modelo para ambas estructuras.

3.3. La Iglesia como Esposa de Cristo La tercera imagen es la de la iglesia como la esposa, la que pertenece a Cristo. Pablo usa esta imagen en Efesios y II Corintios: Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, (26) para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, (27) a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha (Ef. 5:25-27). Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un sólo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo (II Co.11:2).

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Esta imagen se centra en el amor de Cristo por la Iglesia, como ella es ahora, y a la luz de lo que se convertirá. En ambos casos, él la ama y se compromete con ella. Tanto emocionalmente y legalmente, ella le pertenece. Él le ama a pesar que es desagradable, fea y deforme; Él la ama en su estado pecaminoso. Él está mirando hacia el futuro, la consumación de la fiesta de bodas. Al hacerlo, Él está haciéndola su santa y amada de Dios. Él la está cambiando para ser una esposa gloriosa, pura, y sin mancha, una forma de estar casada con Jesús, digna de ser amada por Él en el gran banquete de las bodas del Cordero (Ap. 19). En esto la iglesia, al igual que una esposa, debe prepararse para las bodas del Cordero. Como la esposa, la iglesia debe amar y someterse a su esposo. Como esposa, ella se prepara a sí misma por la revelación de ese día, se esfuerza por la pureza y la santidad, y así estar delante de Cristo como una virgen pura. Las tres imágenes muestran a la iglesia como un grupo, no como individuos, no como independientes pero interdependientes, pecaminosa pero amada. Como un edificio, un cuerpo y una esposa, ella se está preparando como el edificio de Cristo, el cuerpo y la esposa para el gran día final.

4. Las Descripciones Teológicas de la Iglesia Con los años, los teólogos han descrito a la iglesia en un número de maneras. Estas descripciones o explicaciones ocurrieron mientras la iglesia luchaba con diversas cuestiones teológicas o conflictos. Debido a este proceso ella se ha visto obligada a explicar su propia naturaleza.

4.1. La Iglesia Visible e Invisible Los teólogos hablan de la iglesia desde dos perspectivas diferentes. La primera es la iglesia invisible que incluye todos aquellos unidos a Cristo, los elegidos que han sido, son o se unirán a Cristo y participan de su salvación: La Iglesia católica o universal, que es invisible, se compone de todo el número de los elegidos que han sido, son, o serán reunidos en uno solo, bajo Cristo como la cabeza de la misma; y es la esposa, el cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Confesión de Fe de Westminster, 25.1). También podemos hablar de la iglesia visible, la manifestación visible de la iglesia elegida, cómo ella funciona en la tierra. En este sentido, la iglesia siempre ha sido visible. Jesús estaba visiblemente con su iglesia, y él llamó a los doce discípulos a Él mismo. De hecho, en la mayoría de los casos el Nuevo Testamento describe a la iglesia en términos visibles: La Iglesia visible, que también es católica o universal bajo el evangelio (que no se limita a una sola nación, como antes bajo la ley), se compone de todos quienes en todo el 12

mundo profesan la religión verdadera, junto con sus hijos; y es el Reino del Señor Jesucristo, la casa y familia de Dios, fuera de la cual no hay posibilidad ordinaria de salvación (Confesión de Fe de Westminster, 25.2). Al decir esto, debemos tener claro que los reformadores hablaban de una iglesia con dos aspectos, no dos iglesias diferentes. Algunos han argumentado que la iglesia verdadera es la interna y la manifestación externa no es la iglesia verdadera ya que no podemos probar que cada miembro está místicamente unido a Cristo. En respuesta, Kuiper dice correctamente: "Sólo hay una iglesia de Jesucristo, porque él tiene un cuerpo pero la iglesia tiene diferentes aspectos."11 Los reformadores desarrollaron esta doctrina por un número de razones. En primer lugar, las Escrituras enseñan claramente acerca de la iglesia utilizando estos dos aspectos. A veces se habla de la iglesia como los elegidos y, a veces se habla en términos muy visibles, por ejemplo, la iglesia en Jerusalén o la iglesia de Antioquía. En segundo lugar, la distinción entre la naturaleza invisible de los elegidos y la naturaleza visible de los que profesan, explica cómo algunos de ellos podrían parecen estar en la iglesia y sin embargo se apartan. Al comienzo de la iglesia del Nuevo Testamento, Judas era uno de los discípulos visibles de Jesús, pero no se unió de hecho y eficazmente a Jesús (Juan 6; Juan 13). Judas finalmente salió de la iglesia y no recibió ninguno de sus beneficios. En Hechos, la historia de Ananías y su esposa Safira también muestra que dos miembros no guardados, no regenerados, sólo fueron parte de la iglesia visible (Hch. 5; cf. I Jn. 2:19). En tercer lugar, los reformadores reconocieron que en esta vida, siempre había una mezcla en la iglesia visible, de los que son de Cristo y los que no lo son. Cuando la iglesia es más pura y más fiel, entonces es más visible; cuando está llena de error, es menos visible. También enseñaron que algunas Iglesias particulares pueden caer hasta en el error de dejar de ser una parte de la verdadera iglesia. Aun así, mientras que algunas ramas de la iglesia caen, otras ramas continúan, de manera que siempre habrá una manifestación visible de la iglesia hasta que Cristo venga (ver la discusión sobre la indestructibilidad de la iglesia en la siguiente sección): Esta Iglesia universal ha sido a veces más, a veces menos, visible. Y las iglesias particulares, que son parte de la misma, son más o menos puras, según como sea enseñada y abrazada la doctrina del evangelio, se administren los sacramentos, y se celebre en ellas con mayor o menor pureza el culto público. (Confesión de Fe de Westminster, 25.4). Las iglesias más puras bajo el cielo están sujetas tanto al error como a la impureza; y algunas se han degenerado tanto que han llegado a ser, no iglesias de Cristo, sino

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Kuiper, p. 26.

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sinagogas de Satanás. Sin embargo, habrá siempre una iglesia en la tierra para adorar a Dios de acuerdo a su voluntad (Confesión de Fe de Westminster, 25.5). En cuarto lugar, en el tiempo de la Reforma, como es hoy día, algunas iglesias niegan ya sea el aspecto visible o invisible, y esto puede tener consecuencias drásticas. Iglesias que se centran sólo en la obra del Espíritu tienden a negar prácticamente que la iglesia tiene alguna presencia o estructura visible, incluyendo miembros de la iglesia. A menudo escuchamos ahora esta idea expresada como pregunta: "¿Por qué debería unirme a la iglesia si soy un miembro del cuerpo de Cristo?" Esta pregunta es un ejemplo de quienes dicen pertenecer a la iglesia invisible al tiempo que rechazan que la iglesia tiene una presencia visible. El error opuesto se encuentra en las iglesias tradicionales que dicen que son la única iglesia verdadera. De ello se desprende que si son la única y verdadera iglesia visible, otras iglesias deben ser la iglesia falsa. Un tema relacionado es que si decimos que no hay más que la iglesia visible, entonces si alguien se une a la iglesia visible y luego cae, ha caído de Cristo mismo. Esto ataca la doctrina de la elección de los santos. La verdadera iglesia no puede caer. Otro problema es que si la iglesia visible debe disciplinar a alguien por su error y excomulgarlo, entonces esta persona estaría fuera de la iglesia y así perdería la salvación. La distinción entre la iglesia visible e invisible hace que la iglesia cometa errores y aún seguir diciendo que esa persona es parte de la iglesia invisible. Por último, si todos nos centramos en la iglesia visible, entonces no entendemos la gloria de la iglesia y el hecho de que ella es una, que existe en otras denominaciones, en otras tierras, y en otros tiempos.

4.2. Militante y Triunfante La iglesia ha sido llamada la Iglesia militante, una imagen de cómo la iglesia lucha en la tierra contra el pecado, el diablo y el mundo. Cuando ella venza, cuando haya sido triunfante, ella tendrá la victoria y la paz en el cielo, y será llamada la iglesia triunfante. La iglesia en la tierra incluye a los que están unidos a Cristo. Estos entran en la batalla, una batalla por la supervivencia y la extensión del Reino (Col. 1:13-14). Esta batalla continúa a través de todas las generaciones de la iglesia. Fue la batalla en el Antiguo Testamento esperar la venida de la simiente de la mujer (Ap. 12), y es la batalla que la iglesia del Nuevo Testamento continúa (Hechos, las cartas de Pablo a las iglesias y Apocalipsis). Somos una de las generaciones que participan en la guerra en curso de la iglesia. Como miembros de la iglesia, nos unimos a la batalla. Trabajamos para extender el Reino, en el mantenimiento y la promoción de su testimonio, en la oración, en la predicación y en la perseverancia. Este conflicto es parte del testimonio y la santidad de la Iglesia. La guerra de la iglesia militante terminará cuando Cristo regrese en gloria. Cuando la batalla individual del cristiano acaba, sale de la iglesia militante y se une a la iglesia triunfante, la iglesia victoriosa. Él ha vencido y en el estado intermedio se une a los santos ya sentados, reinando y gobernando (Ef. 2: 6). Él está sin pecado, adorando ante el trono 14

de Dios (He. 12; Ap. 6). Una entrada individual al cielo no es el estado final de la victoria. Incluso en este estado, la iglesia está anhelando de Dios su vindicación, anhelando su justicia y su gloria (Ap. 6:10; 19:1-2). El estado final de la victoria de la iglesia sólo se producirá cuando Cristo, que es nuestra cabeza, regrese en gloria, cuando el último de los elegidos se reúna en Su cuerpo. Durante este estado tendremos los cielos nuevos y la tierra nueva, y la iglesia entrará completamente en su herencia. En ese momento, se dará a conocer toda la gloria de la iglesia.

4.3. Indestructibilidad Debido a que la iglesia está en Cristo y Cristo reina sobre todo, se dice que la Iglesia es indestructible. Aunque la iglesia militante está en guerra, nunca será derrotada. En esta discusión hay que distinguir entre las iglesias individuales, denominaciones individuales, y la idea de la iglesia universal. Cristo nunca promete que las iglesias individuales continuarán, pero Él sostiene que Su iglesia perdurará a lo largo de todas las edades. En el libro de Apocalipsis, Jesús habla a las siete iglesias. En los primeros capítulos, encuentra fallas en cinco de las iglesias y les advierte que si no se arrepienten, Él quitará su candelero. A partir de la historia sabemos que las ramas individuales de la iglesia, de hecho mueren. Al mismo tiempo, el libro de Apocalipsis enseña que la iglesia continuará hasta el final. Como esposa de Cristo, ella no es y no puede ser derrotada, no importa cuán grande sea su oposición. Ella vencerá a través de la sangre del Cordero y la palabra de su testimonio, pues Cristo mismo la mantendrá.

4.4. Naturaleza Católica y Apostólica de la Iglesia La Iglesia Católica: La iglesia es llamada la iglesia católica. Esto no es una referencia a la religión católica romana; más bien, es un nombre histórico que demuestra que existe una iglesia en todo el mundo. En la iglesia del Antiguo Testamento, el pueblo de Dios se limitó a la nación de Israel. En Pentecostés, la iglesia del Nuevo Testamento se expandió a toda lengua, tribu y nación, por lo que es católica y universal. El Nuevo Testamento habla de ambas, iglesia local e iglesia universal. Pablo escribe a las iglesias locales en Filipos, Tesalónica y Roma. La iglesia se está expandiendo por todo el mundo. Al mismo tiempo que Pablo escribe a los de Éfeso y la iglesia de Colosas, se hace hincapié en que todos en Cristo somos un cuerpo sin limitar la iglesia a cualquier área. La iglesia universal se define en la Confesión de Fe de Westminster, sección 25.2: La iglesia visible, que también es católica o universal bajo el evangelio (no se limita a una sola nación, como antes, cuando en virtud de la Ley) se compone de todas las personas en todo el mundo que profesan la verdadera religión y sus hijos. La iglesia es el Reino del Señor Jesucristo, la casa y familia de Dios, fuera de la cual no hay posibilidad ordinaria de salvación.

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La Iglesia Católica Romana afirma que sólo ellos son la verdadera iglesia universal y católica. Esto significa que ellos niegan que cualquier iglesia fuera de la Iglesia Romana es la iglesia verdadera. Por el contrario, nosotros decimos que todas las iglesias en el mundo que comparten las marcas de la verdadera iglesia son parte de la verdadera iglesia. Esto significa que la iglesia verdadera es: 1. No vinculada a una nación específica, como lo fue en Israel; 2. Más amplia que cualquier denominación. Otras iglesias y denominaciones siguen siendo miembros de un mismo cuerpo. En el contexto de múltiples denominaciones, podemos mantener nuestros distintivos denominacionales de acuerdo a nuestra conciencia sin negar que otras iglesias también son parte de la iglesia universal y católica en Cristo Jesús; 3. La única base verdadera para la unidad de la humanidad. La naturaleza apostólica de la Iglesia: La Iglesia es apostólica; fundada sobre los apóstoles. Jesús los llamó a dar testimonio de Él y de su obra. Él les enseñó a ellos, y ellos enseñaron a la iglesia. En Efesios, los apóstoles son llamados los cimientos de la iglesia (Ef. 2:19-20). A pesar de que los apóstoles están muertos, todavía tenemos su enseñanza y sobre sus enseñanzas es que construimos la iglesia. Si alguien trata de construir sobre otro fundamento, lo que está construyendo es una iglesia falsa. Consideraremos el papel y la función de los apóstoles en lecciones posteriores.

4.5. La iluminación de la Iglesia La iglesia es columna y baluarte de la verdad (I Ti. 3:16). Ella es enseñada y llevada por Cristo a toda la verdad. ¿Cuáles son las implicaciones de esta enseñanza? ¿Significa esto que la Iglesia es infalible, que no puede caer en el error, y que todo lo que enseña es la verdad? ¿Qué pasa con la autoridad de los credos de la iglesia? Cuando la iglesia emite un decreto, ¿es este decreto autoritativo? ¿Debe toda la iglesia seguir estos concilios y decretos eclesiásticos? La iglesia ha sostenido tres posiciones en cuanto a la iluminación de la iglesia: 1. La Iglesia Católica Romana declaró que ella y todos los concilios y credos de la iglesia primitiva eran infalibles. A medida pasaba el tiempo, la iglesia se dio cuenta de que era imposible mantener esta postura por lo que reducen la pretensión de infalibilidad papal en el Concilio Vaticano II de 1870.12 Ninguna posición puede ser apoyada por la Escritura. En su posición extrema, la Iglesia Romana afirma que la iglesia tiene igual autoridad que las Escrituras. Por el contrario, sabemos que solo la Escritura es nuestra última fuente de la verdad. La tradición o la enseñanza de la iglesia no es igual o mayor que la Palabra escrita. 12

Kuiper, p. 73.

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2. En tiempos de la Reforma, el movimiento anabaptista13 (junto con otros) se fue al extremo opuesto. Alegaron que las únicas autoridades son las Escrituras y el Espíritu. Negaron cualquier necesidad del uso de los credos. Este tipo de pensamiento es común en la iglesia de hoy. Escuchamos a muchas personas decir que no hay credo sino Cristo, y que todo lo que necesitamos es a Jesús. Esta posición ignora el hecho de que el Espíritu Santo ha estado hablando, iluminando y guiando a la iglesia desde hace 2000 años. El Espíritu no sólo nos habla, por 2000 años ha estado cumpliendo la promesa que fue dada por Jesús de llevar a los discípulos a toda la verdad (Jn. 16:13). Cuando Jesús hizo esta promesa, se dirigió a los doce en su conjunto, la iglesia, los creyentes no como creyentes individuales. De la misma manera, cuando el mismo Espíritu se derramó, fue derramado sobre toda la Iglesia en Pentecostés. El Espíritu llevó a toda la Iglesia al Concilio de Jerusalén (Hch. 15:28), y también conduce Sesiones o grupos de hombres en la iglesia (ver Lecciones tres y siete). En el libro de los Hechos, vemos un patrón claro que el Espíritu obra en y a través de la iglesia, en lugar de a través de individuos. 3. Los reformadores reconocieron los problemas de estos dos extremos. Ellos enseñaron que aunque estamos conectados directamente a Cristo como mediador a fin de mantener nuestra relación con Él, esto no significa que todos tenemos el derecho de interpretar las Escrituras de alguna manera que nos guste. No podemos tener todos una interpretación privada, subjetiva, siendo cada una igualmente válida. Más bien, cada creyente tiene "el derecho y la responsabilidad de leer, entender y obedecer la Palabra de Dios con el resto de la iglesia (ciertamente no sin ella)."14 Pedro nos dice que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada (II P. 1:20). En nuestra interpretación de la Escritura, se busca la comprensión de toda la iglesia, y en la medida de lo posible, tratamos de conformar nuestra comprensión de una doctrina a la comprensión sostenida por toda la iglesia. La Confesión de Westminster, sección 31.4; afirma: Todos los sínodos o concilios desde los tiempos de los apóstoles, ya sean generales o particulares, pueden errar y muchos han errado; por lo tanto no debe hacerse de ellos la regla de fe o práctica, sino que deben ser utilizados como una ayuda en ambos. La formulación de la doctrina de la enseñanza de la Iglesia, a través de los años, se debe a que se refiere a una ayuda para nuestra fe. Debido a estas promesas (I Ti. 3:16; Jn. 16:13), podemos decir que la iglesia, como cuerpo, siempre mantendrá la verdad. Ella siempre va a dar testimonio de la verdad. A pesar de que puede equivocarse de vez en cuando, y aunque muchos podrían ir por mal camino, la verdad en algún aspecto o parte, siempre se encontrará en ella.

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Grupo de protestantes radicales en Europa en las primeras etapas de la Reforma que dijo que todos los hombres deben ser re-bautizados; fue un grupo que rechazó cualquier autoridad del Estado y buscaba sólo la obra directa del Espíritu. 14 Horton, xi.

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4.6. La Iglesia como familia de Dios Una imagen importante que se utiliza para describir a la iglesia es la de una familia. Esto se demuestra en la forma en que los miembros comparten las posesiones materiales, se sientan a comer la Cena del Señor, saludan unos a otros, muestran hospitalidad, y el cuidado de los miembros de la familia de las viudas (Hch. 6:1-6; 9:39). Se ve en la disciplina de la iglesia y en el hecho de que ella es gobernada con el amor fraternal (Ro.14:15,21; I Co. 6:8; 8:11-13; Mt. 23:5-8).15 La cercanía de la familia y la iglesia se ve en que los requisitos para ser anciano en la iglesia se han extraído de las cualidades para el liderazgo en el hogar. Como familia, la iglesia está llamada a trabajar unida en el amor mutuo; es una comunidad ordenada, con funciones distintas para sus miembros. Pablo llama a los miembros de la iglesia, padres, madres, hermanos y hermanas (I Ti. 5:1-2). Esta imagen de "iglesia como una familia" rechaza el concepto corporativo americano de la iglesia, así como la idea católica romana o la idea ortodoxa oriental de que la iglesia es una institución con una jerarquía muy estructurada. En el otro extremo del espectro, se desestima el entendimiento espiritual extremo de la iglesia que a menudo se encuentra en los círculos carismáticos o pentecostales donde el Espíritu crea una nueva entidad espiritual completamente distinta de cualquier orden o estructura.

Principios Fundamentales: 5.1. Cristo como Cabeza y Señor Cristo es el creador de la iglesia y el Señor, la verdadera y única cabeza. Como cabeza, sólo Él tiene el derecho de decidir cómo va a funcionar. También ha dado a su pueblo principios claros sobre los cuales la iglesia debe funcionar. Las Escrituras contienen todas las cosas que necesitamos para ser cristianos que honren a Dios (II Ti. 3:16), y esto incluye instrucciones para la correcta administración de la iglesia. La iglesia de Dios tiene un origen y una forma de gobierno distintos. Cada uno de estos aspectos se relaciona con Cristo. El Antiguo Testamento esperaba la venida de Cristo, y su dominio sobre todas las cosas (Gn. 49:10; Is. 9 6). En el Nuevo Testamento, la autoridad y el poder de la iglesia se atribuye tanto a Dios Padre y, específicamente, a Cristo como cabeza de ella. "Y puso Dios en la iglesia..." (I Co. 12:28) "Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, (20) y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he

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Strauch p. 9.

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mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt. 28:19-20). Cristo tomó la posición de cabeza de la iglesia, como recompensa por su papel mediador. La iglesia es el don del Padre para el Hijo. La iglesia es de Cristo, y Él está activamente comprometido en la edificación de su propia iglesia. Ningún Estado o gobierno tiene el derecho de decirle a la iglesia qué hacer, cómo elegir sus ministros, o cómo definir su doctrina. Ningún hombre o cuerpo religioso como la Iglesia católica romana tiene derecho a llamar y utilizar a la iglesia como su propia posesión. Sólo Cristo es cabeza de la iglesia y ella se somete a Él como Él se ha revelado en las Escrituras. Esto es parte de la independencia y la libertad de la iglesia. En África, muchos hombres han iniciado iglesias y luego piensan que son posesión de ellos. No importa que tan poderosamente Dios nos ha utilizado, siempre debemos recordar que la iglesia no nos pertenece a nosotros; es de Cristo, le fue dada a él por el Padre. Aunque tengamos mucho éxito, debemos obedecer a Cristo en su iglesia. Otros tienen un gran éxito en la planificación de iglesias, pero nunca han estudiado cómo debe funcionar la iglesia. Dado que nunca se les ha enseñado cómo debe funcionar la iglesia, funcionan de acuerdo con sus preferencias personales. Ninguno de estos enfoques es bíblico. Todos debemos humillarnos para asegurarnos de que seguimos a la Iglesia como Cristo manda. Aún más preocupante, otros dirigen la iglesia como su propio negocio. Utilizan la iglesia para recaudar dinero y lo toman de la gente. Cada una de estas cosas es pecado. Si realmente seguimos a Cristo estudiaremos cómo Él quiere que la iglesia funcione. Una iglesia que funciona adecuadamente protegerá a la congregación de la explotación y de caer en pecado.

5.2. Autoridad Delegada de Cristo a la Iglesia Cristo, como cabeza de la iglesia, gobierna la iglesia a través de una autoridad delegada. Llamamos a esto gobernar a la iglesia mediante Cristo. Cuando Cristo estuvo en la tierra, gobernó su iglesia, sus discípulos, directa o inmediatamente. En la tierra, Él los gobernaba, controlada, dirigía y los protegía. Él les ordenó que fueran a evangelizar, que buscaran una habitación para la Pascua, y hasta dónde pescar. Los evangelios están llenos de ilustraciones de las órdenes directas de Cristo a su Iglesia. Ahora, después de su ascensión, Cristo continúa su gobierno a través de los oficiales de la iglesia, a través de la Palabra, y por medio del Espíritu. Cristo podría haber elegido gobernar directamente en la iglesia, y sin embargo, optó por gobernar mediatamente, a través de aquellos que Él ha dotado y equipado.16 En su sabiduría, Él gobierna a través de hombres; delega su autoridad. Desde su ascensión al cielo, Él no está físicamente presente en la iglesia, sino que está presente en su Iglesia por la unidad, la Palabra, el Espíritu, y por medio de los que Él nombra para pastorearla y guiarla.

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Calvino, IV.3.1

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5.3. La delegación de Poder y Autoridad a los Oficiales Debido a que Cristo gobierna la iglesia en forma mediada, en lugar de inmediatamente, Él da su poder a funcionarios para gobernar por Él. En Mateo 16:20, los apóstoles (la Iglesia) reciben las llaves del Reino. Más tarde, en Mateo 18:17, Jesús les da el poder de toda la iglesia. En el momento en que Jesús regresaba al Padre, Jesús le dice a Pedro alimenta a mis ovejas y atiende a mis corderos (Jn. 20:16-17). Más tarde, cuando Pedro sabe que pronto partirá, les entrega el mismo mensaje a los ancianos. Él llama a los ancianos a pastorear el rebaño de Dios, después de su partida: Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los sufrimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: (2) pastoread el rebaño de Dios que está entre vosotros, cuidando de él, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto (I P. 5:1-2). Pablo hace el mismo énfasis en Efesios 4:11-12, Hechos 20:28ss, I Timoteo 3:15 y Tito 1:5. En Hechos 15:28, un verso importante, Lucas nos da un ejemplo práctico de cómo los apóstoles y los ancianos fueron llamados para dirigir y pastorear el rebaño en asuntos de doctrina. Cuando los oficiales de la iglesia realizan el Concilio de Jerusalén, afirman: Ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros. El Concilio da testimonio de: 1) tanto la obra como la autoridad del Espíritu, y 2) la propia autoridad de los líderes. El versículo dice que no sólo parecía bien al Espíritu Santo, sino que parecía bien a nosotros. No dice "el Espíritu Santo a través de nosotros", sino al Espíritu Santo y a nosotros. Lucas parece indicar que mantienen su propia autoridad independiente; 3) mientras que, al mismo tiempo, testifican del liderazgo y guía del Espíritu. 4) Por último, se da prioridad al Espíritu; él es mencionado en primer lugar.

5.4. Usando Poder Delegado Jesús delegó poder a la iglesia, para ser ejercido por los hombres. En la iglesia primitiva los oficiales comprendían apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Los oficiales ejercieron su poder como 1) ministros, 2) declarando la verdad, 3) a través del poder del Espíritu en la conciencia, no por la espada. Si tenían discreción en una cuestión la utilizaban para edificar y todo lo que había que hacer en buen orden. 20

Poder Ministerial: El poder de los ancianos se deriva del hecho de que son representantes de Cristo y del hecho que Él los llama para administrar este poder en la iglesia. Hablamos de poder "ministerial" y "declarativo". Como ministros, han de utilizar su poder como siervos para apacentar la grey de Cristo; ministrar Su palabra. No deben utilizar su poder para beneficio egoísta o uso privado. Sirve para ministrar a Cristo a la congregación. Poder Declarativo: Cuando se trata de poder declarativo quiere decir que el anciano no tiene poder para aprobar nuevas leyes. En la iglesia, sólo Cristo es el dador de la ley. El llamado del anciano es declarar la ley existente de Cristo a la congregación. El anciano no hace nuevas leyes ya que sólo Dios es el Señor de la conciencia, no los hombres. Su papel es declarativo; debe entender la mente y el gobierno de Cristo y aplicarlo a la circunstancia. Por ejemplo, los ancianos no tienen derecho a aprobar nuevas leyes en materia de divorcio, pero son llamados a gobernar si un caso en particular es un motivo válido para el divorcio conforme a las Escrituras. Asuntos Discrecionales: Hacemos una distinción adicional. Sobre los asuntos donde Cristo ha hablado, han de declarar, pero hay algunos asuntos sobre los que Cristo no ha hablado. Estos son generalmente asuntos de administración. Por ejemplo, aunque se nos manda a adorar a Dios, no se nos dice dónde y cuándo. En estos asuntos discrecionales, los ancianos tienen el poder de decidir. Al tomar estas decisiones han de guiarse por dos principios: ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene interpretación. Que todo se haga para edificación (I Co.14:26). Pero hágase todo decentemente y con orden (I Co.14:40). Poder Moral y Espiritual: El poder ministerial es moral y espiritual. En el gobierno de Cristo, los ministros gobiernan con el mismo principio que Cristo utilizó cuando estuvo en la tierra. Este no es un gobierno por la fuerza; más bien, es un gobierno de la Palabra, por medio del Espíritu, hacia la conciencia. En Juan 18:36, Jesús dice: Mi reino no es de este mundo. Debido a que su reino no es de este mundo, sus siervos no pelean. También implica que si su reino fuera de este mundo, entonces sus siervos habrían luchado. En los reinos de este mundo, el poder y la fuerza son adecuados. En el Reino de Cristo, no lo son. Cristo gobierna y establece su Reino a través de Su Palabra y el Espíritu: Pero si yo por el Espíritu de Dios expulso los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios (Mt.12:28). La congregación está llamada a ser sumisa al liderazgo de la iglesia (He.13:7). La iglesia debe reconocer que cuando los que tienen autoridad hablan, hablan de acuerdo con la autoridad que se le da en la Palabra de Dios. Ellos hablan por Cristo y de esta manera los miembros están sujetos a Cristo. En tales casos, los miembros son llamados a sujetarse en la medida en que están siguiendo a Cristo y en la medida en que los ancianos están declarando la palabra de Cristo. Si los ancianos errar en cuestiones claras de la doctrina, entonces la congregación puede respetuosamente no seguirlos. 21

5.5. La Fuente de Poder en la Iglesia En la sección anterior, vimos que el poder de Cristo fue delegado a los apóstoles y ancianos, pero eso no es una imagen completa. A medida que la iglesia crece en el Nuevo Testamento, vemos que Cristo extiende el poder de gobernar a través de todo el cuerpo. No se encuentra en una sola persona (el pastor) o incluso un grupo (los ancianos); más bien, Cristo confiere su poder en toda la congregación, y cada ministerio y parte de la iglesia participa en ese poder. A pesar de una simplificación excesiva, 17 hay tres modelos de poder que existen en la iglesia de hoy. Hay tres modelos según cada uno se ha centrado en ciertos textos más que otros. En el primer modelo, el poder de la iglesia se encuentra en la jerarquía de los oficiales de la iglesia. Conducen a la iglesia y nombran a la próxima generación de líderes. Esto crea una gran división entre el clero establecido y el resto de la congregación, los laicos. La congregación obtiene su poder por estar unida a la organización pero no tiene poder en sí misma. Este modelo se ve en la iglesia católica romana, la ortodoxa oriental y las iglesias anglicanas o episcopales. Estas iglesias se centran en el derecho de Pablo y Tito de plantar iglesias y nombrar ancianos (Hch. 13, 14; Tit. 1:5). En el segundo modelo, el poder de la iglesia se encuentra en el pueblo, la congregación. Este es un modelo de democracia: el pueblo es la fuente de poder y eligen representantes para guiarlos, y los representantes son responsables ante ellos. Peck argumenta sobre este sistema, "Todo el poder reside en los miembros de la iglesia, en la fraternidad, y delegan este poder a los que ellos eligen para llevar el oficio; estos titulares de cargos, siendo diputados o apoderados de las personas, lo son sólo en asuntos de gobierno que la gente misma podría hacer."18 En este modelo, la verdadera fuente de poder sólo se encuentra en todo el cuerpo. Este modelo se encuentra en muchas iglesias bautistas e iglesias congregacionales independientes. Estas iglesias se centran en los versos que hacen hincapié en las palabras de Cristo a toda la congregación, como Mateo 18:17, 1 Corintios 5 y Apocalipsis 2 y 3. El tercer modelo tiene el poder de la iglesia en toda la iglesia como un organismo. 19 La idea clave aquí es que aunque el poder se encuentra en toda la iglesia, cada parte tiene su propia esfera y función, y cada parte de la congregación tiene un papel que desempeñar en la organización, de acuerdo con los dones que Cristo les ha dado. Esta estructura de poder se deriva de la idea de que el cuerpo tiene muchos miembros (sección tres de esta lección). La iglesia reconoce los dones que Cristo ha dado a algunos hombres y así los llama a los ministerios que Él ha preparado para ellos. Los principales cargos ahora son el de anciano y diácono. "La idea es la iglesia como un cuerpo, el poder se confiere en el cuerpo como tal; la administración del poder está en los oficios que llevan los miembros del cuerpo que la cabeza mayor 17

Como introducción, esto es una simplificación excesiva, y existe una gran cantidad de variedades dentro de esta estructura. En este sentido puede ser mejor hablar de tres modelos o tres trayectorias en el gobierno de la iglesia. 18 Peck, p. 168. 19 Este es el modelo presbiteriano.

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selecciona..."20 Este modelo se encuentra en la iglesia Presbiteriana y algunas iglesias congregacionales.21 Este modelo busca desarrollar un delicado equilibrio entre el claro liderazgo del cuerpo de ancianos / obispos (I Ti. 5 y 6) con los deberes de la congregación. Se fundamenta en versículos como Hechos 14:23 y Hechos 15: 4 que mencionan a toda la iglesia, mientras que da el liderazgo específicamente a los ancianos y los apóstoles. En este modelo, no hay distinción esencial entre el clero y los laicos, pero hay una distinción en la función. El poder es ejercido por toda la iglesia como un cuerpo y Cristo gobierna en y a través de toda la iglesia, aunque Él ha dotado de oficios específicos a la iglesia. En este modelo, no hay un oficio que sea superior o inferior; más bien, todos son parte de un solo cuerpo y los oficiales son parte de la gente, a pesar de que ejercen una función específica. Por ejemplo, el poder de creación de normas recae en toda la iglesia. Toda la iglesia reconoce que Cristo ha nombrado y dotado a ciertos hombres para el oficio de anciano y a otros para el oficio de diácono. Toda la iglesia entonces ejerce su poder cuando ella gobierna y ejerce la misericordia a través de estos dos oficios. Este modelo asegura que todos los dones de la iglesia sean reconocidos y garantiza que cada oficio se vea no como superior o independiente a cualquier otro, sino como parte de todo el cuerpo. El libro de Orden de la Iglesia Presbiteriana en América (3-1) dice: “El poder que Cristo ha dado a su Iglesia reside en todo el cuerpo, tanto en los gobernantes como los gobernados, constituyendo una comunidad espiritual. Este poder, según lo ejerce el pueblo, se extiende hasta la elección de aquellos oficiales a quienes Él ha nombrado en su Iglesia.” Podemos hacer un diagrama de los tres modelos de gobierno de la iglesia de la siguiente manera:

5.6. Objeto del Poder de la Iglesia El objetivo del poder de la iglesia es hacer en los miembros su carácter como Cristo, para conducirlos a todos hacia la madurez: hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:13ss). Cada persona es animada a ejercer sus propios dones y llamamiento con el fin de ayudar a la iglesia y llevarlo hacia a la madurez. 20 21

Robinson, p. 30. Declaración de Savoy de 1658.

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5.7. Principios Fundamentales La estructura de nuestra teología de pacto, nuestra comprensión de los Sacramentos y nuestra doctrina de la Iglesia. El pacto es la voluntad soberana de Dios y tenemos la obligación de seguirla. Obtenemos los siguientes principios fundamentales de la misma: 1) La iglesia pertenece a Dios y Él nos ha dado instrucción en cuanto a la forma en que debe funcionar. Cristo es la cabeza sobre el cuerpo. 2) La Iglesia es el cuerpo de Cristo, una organización mutuamente dependiente. 3) Cada miembro del cuerpo tiene dones (I Co. 12). Los oficiales también son dados por Dios para la iglesia (Fil. 1:2). 4) Aunque cada miembro desempeña una parte, la autoridad es delegada a los oficiales. 5) La organización de todos los que tienen dones, todos los que tienen el Espíritu y los oficios adecuados, son la mejor manera de promover el crecimiento espiritual de los miembros. Hall afirma que "no hay distinción entre la acción amorosa y el soporte estructural."22

Conclusión La iglesia es una parte vital de la obra de Cristo en el mundo. Cristo es la cabeza sobre la iglesia, pero ha dado dones a su iglesia para que pueda funcionar. El poder de la iglesia se encuentra dentro de todo el cuerpo de la iglesia.

Preguntas de Estudio – Lección Uno 1. ¿Cómo es la iglesia una parte importante del plan de Dios para el mundo? 2. Defina "la iglesia" 3. Describa la iglesia desde la perspectiva de la unión con Cristo y de la perspectiva de la historia de redención. 4. Describa lo siguiente: la iluminación de la iglesia y su naturaleza apostólica. 5. ¿Cristo gobierna su iglesia mediata o inmediatamente? ¿Qué significa esto? 6. Explique la idea de un solo cuerpo, muchos miembros. 7. ¿De dónde viene el poder que descansa en la iglesia? 8. ¿Qué significa cuando decimos que los poderes de los ancianos son ministerial y declarativo? 9. ¿Cuál es la función de un anciano? 10. ¿Cuál es el objetivo del poder de la iglesia?

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Hall, p. 24.

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Lección 2 La Historia de la Iglesia en la Escritura En esta lección, vamos a seguir el desarrollo y el progreso de la iglesia, desde su inicio típico en el Antiguo Testamento hasta su plena madurez y plenitud en el Nuevo Pacto.23

1. Antiguo Testamento 1.1. Adán y Eva La doctrina de la iglesia comienza en Génesis con Adán y Eva. Los primeros seres humanos, en su relación el uno al otro como marido y mujer, apuntando hacia adelante a la mayor y mejor relación entre Cristo y su iglesia. Pablo desarrolla esta línea de pensamiento en Efesios 5:23,30-32. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador... (30) porque somos miembros de su cuerpo. (31) Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. (32) profundo es este misterio, y lo digo respecto a Cristo y la Iglesia (Ef. 5:23, 30-32). En Adán y Eva, vemos que la creación original, desde su mismo principio, incluso antes de la caída, apuntaba hacia la gran y plena realización de la relación entre Cristo y su iglesia. Esto se ve tanto en Adán y Cristo (I Co. 15:45-47), y en Adán y Eva (Gn. 1, 2; Ef. 5:23, 30-32). La presente estructura de creación remite a su cumplimiento en Cristo en la Nueva Creación.

1.2. Los Patriarcas La iglesia, en una forma temprana, existía en la época de Abraham, Isaac y Jacob.24 En esa etapa inicial de la iglesia, el pueblo de Dios se encontraba en sus hogares. Ellos argumentaron que: 1) El Evangelio fue predicado primero a Abraham (Gá. 3:8), un evangelio que incluyó los gentiles. 2) La iglesia es la ecclesia, la comunidad llamada y la convocada. La elección de Abraham para crear una comunidad de fieles es muy clara en las Escrituras. 23

La primera lección ha considerado a la Iglesia como a todos los que están unidos a Cristo. Como todos los verdaderos creyentes están unidos a Cristo en ambos testamentos, puede decirse que existía la iglesia en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. 24 Bannerman resume la posición de los reformadores (pp. 25-64).

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3) La nueva comunidad es una comunidad de pacto. Esto se expresa claramente a Abraham por medio de: a. El pacto de Dios con Él en Génesis 15,17, y 22 b. La entrega de la circuncisión como señal del pacto a Abraham y a su familia (Gn. 17). El pacto es tanto para Abraham y su familia (Gn. 15,17). Esta comunidad del pacto incluía los niños y todos los miembros de su familia. c. Incluía los que tenían fe y los que no tenían fe (Gn. 17:1-11). La iglesia en los días de Abraham tuvo aspectos visibles e invisibles. d. De la misma manera, la iglesia es la comunidad de pacto, unida en el Nuevo Pacto, a través del bautismo y la Cena del Señor. Incluye a los padres de la iglesia y sus hogares. 25 En la Escritura, Dios trata con grupos corporativamente en y a través de un líder representativo. En el período patriarcal, la iglesia existía como un tipo,26 uno que apuntaba a la plena realización y la manifestación de la iglesia en el Nuevo Pacto.

1.3. Israel De la misma manera, la comunidad de Israel era un tipo, uno que apuntaba hacia delante a la realización de Cristo y de la iglesia en el Nuevo Pacto. Esta es la completa finalización, la realización escatológica del pueblo de Dios. La tipología se desarrolla a través de: 1) los nombres de Israel que se utilizan para la iglesia, 2) las metáforas de construcción, y 3) el cumplimiento de la promesa a Israel.

1.3.1. Los Nombres de Israel aplicados en la Iglesia De la misma manera, el pueblo reunido de Dios se encuentra en Israel. Israel era un tipo, uno que apuntaba hacia la realización de Cristo y de la iglesia en el Nuevo Pacto. En el Antiguo Testamento, Israel es llamado la iglesia, y el pueblo de Dios son la ecclesia, los santos, los elegidos, los amados, y los llamados. Pablo aplica todos estos nombres a la iglesia en el Nuevo Testamento, y a menudo utiliza un número de estos títulos en un solo verso. En Colosenses 3:12, Pablo escribe a la iglesia: Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Aquí, Pablo combina las ideas de los elegidos (sus elegidos), santos y amados en su carta a la iglesia. La combinación de los nombres, aplica primero a Israel y luego a la iglesia, muestra la relación entre Israel y la iglesia, y que la iglesia fluye del amor de Dios, la elección soberana de Dios y su reserva de los que le adoran.27

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En la Iglesia Presbiteriana de América, los hijos de los creyentes son llamados miembros No comulgantes de la iglesia. 26 Como lo fue Adán y Eva. 27 Ridderbos, pp. 330-332.

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Nombres Aplicados Ecclesia Santos Elegidos Amados Llamados

Israel en el Antiguo Pacto Hch. 7:38 Ex. 19:6, Lev. 11:44-45 Dt. 7:6-7; 14:12 Os. 1-3 Dt. 7:6-7; 14:12

La Iglesia en el Nuevo Pacto Mt. 16:18 Col. 3:2 Col. 3:2 Col. 3:2 Ro. 1:6

1.3.2. Metáforas de "Edificación" aplicadas a Israel y la Iglesia El Antiguo Testamento usa una serie de metáforas de "edificación" (casas, paredes, ciudades y templo) para describir la restauración y cumplimiento de las promesas escatológicas finales a Israel. Estas promesas se cumplen plenamente en la iglesia, y el Nuevo Testamento se basa en estas imágenes de descripción de la iglesia: una casa, un templo, un edificio, la siembra de Dios, su vid y un campo. La principal metáfora extraída del Antiguo Testamento es el templo. El templo físico en Israel se convierte en la iglesia, una casa espiritual hecha con piedras vivas (I P. 2:5), que ofrece culto espiritual y está lleno de sacrificio vivo a Dios (I Co. 3:16-17; II Co. 6:16; Ef. 2:21; Ro. 12:1; 15:16). ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (I Co. 3:16) ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo; como Dios dijo: "Voy a hacer mi morada entre ellos y andaré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” (II Co. 6:16). La iglesia también es llamada el edificio de Dios, Su campo (I Co. 3:9) y casa de Dios (Ef. 2:19) en la que los creyentes son compañeros de trabajo y administradores (I Co. 4:1; Tit. 1:7). La iglesia es vista como columna y baluarte de la verdad (I Ti. 3:15; Gá. 6:10).

1.3.3. Las promesas hechas a Abraham Las promesas hechas a Abraham encuentran su inicial (tipo) cumplimiento en el Antiguo Pacto, en Israel, y llegan a su plena realización en Cristo y el Nuevo Pacto (Gá. 3:16,28). La conexión es Cristo. Él es el cumplimiento de la esperanza de Israel y el fundamento de la iglesia. En él, la iglesia, formada tanto por judíos y gentiles, es el verdadero pueblo de Dios, el cumplimiento de todas las promesas de Dios a Israel. El nuevo Israel escatológico incluye a todos los que están en Cristo, ya sea judío o gentil. En Gálatas, Pablo llama a la iglesia gentil hijos de Abraham, los hijos de Dios (Gá. 3:28). Ellos son el nuevo pueblo de Dios, Israel, judíos y gentiles, que han venido a Dios por la fe, que reciben las promesas de Abraham y que tienen a Cristo y el Espíritu (Gá. 3:2,29). Todos en 27

Cristo son conciudadanos y miembros de la familia de Dios que se han unido a la ciudadanía de Israel: [Recuerden que] en aquel tiempo estabais separados de Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino, y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y paz a los que estaban cerca. Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (Ef. 2:12-19).

Aquí las promesas hechas a Israel se cumplen en la era de la iglesia. Israel era la posesión especial de Dios (Ex. 19:5) y la iglesia es posesión de Dios (Ef. 1:4; Tit. 2:14). Israel era el hijo de Dios (Ex. 4:22,23.); los creyentes son ahora los hijos de Dios (Gá. 4:5,6). A Abraham se le promete una herencia (Gá. 3:8). Israel recibe un tipo de esa herencia (Canaán), pero ahora, en el Evangelio, ha venido la herencia completa y la iglesia comparte la nueva creación como coherederos con Cristo (Ro. 4:13; 8:17). La promesa de que Dios estaría con Israel (Ro. 9:4) se cumple morando con su pueblo, siendo la iglesia el templo de Dios. La circuncisión externa que apuntaba a la circuncisión interior del corazón se ha cumplido en la iglesia. En Cristo, la iglesia es la verdadera circuncisión (Fil. 3:2-3). Por el Espíritu, la iglesia mantiene la Ley (Ro. 2). Es en la iglesia, en Cristo, que las promesas de Dios a Israel son cumplidas. En Gálatas 6: 15-16, Pablo indica que tanto la nueva creación y el Israel de Dios son, en esencia, lo mismo. Israel encuentra su cumplimiento en Cristo y Cristo es la base de la nueva creación. Al resumir la obra de Jesús en Gálatas, Pablo dice: Porque ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y en cuanto a todos los que caminan por esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios. 28

1.4. El exilio y la Sinagoga Con el tiempo, la vida religiosa se trasladó de la familia local de los ancianos al templo y el sacerdocio en Jerusalén. Se establecieron sinagogas locales. El papel de las sinagogas locales aumentó con el exilio y la destrucción del templo en el año 586 antes de Cristo. Durante ese tiempo, los exiliados se reunieron para leer las Escrituras, el canto y la oración en las sinagogas. En este sistema, los ancianos de nuevo tienen prioridad (Jer. 29:1, Ez. 8:1, 14:1; 20:1,3). El sistema siguió extendiéndose; incluso después que la adoración en el templo fuera restaurada. En la diáspora judía28 adoraban regularmente en las sinagogas. En tiempos del Nuevo Testamento, la sinagoga tenía rabinos (maestros), ancianos y limosneros que distribuían limosnas a los pobres.29 El sistema judío es similar a la división presbiteriana en el Nuevo Testamento entre ancianos docentes, ancianos gobernantes y diáconos. En el desarrollo de su teología sobre la iglesia, los presbiterianos escoceses han hecho el vínculo explícito, con el argumento de que los oficiales y las estructuras eclesiásticas son desarrolladas directamente de la sinagoga.30

2. Nuevo Testamento La iglesia alcanza su cumplimiento en el Nuevo Pacto. Vamos a seguir la historia y la teología de la iglesia en los siguientes títulos: 1) Fundación de la iglesia por Jesús y el reino en los evangelios, 2) El desarrollo de la iglesia y el reino en el libro de los Hechos, y 3) la Iglesia en las epístolas pastorales escritas después de Hechos al cierre del período apostólico.

2.1. Jesús y la Fundación de la Iglesia Hay dos referencias a la iglesia en los evangelios sinópticos. Mateo subraya que Jesús establece la iglesia como la nueva comunidad nacida de Israel y sustituyendo a Israel. Cuando la nación de Israel rechaza a Jesús, Él forma una nueva comunidad, nacida por la fe en Él y su obra: Él les dijo: "Y vosotros ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro respondió: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." Y Jesús le respondió: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Yo te daré las llaves del reino de los cielos, y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mat.16: 15-19). Estos versículos describen la fundación de la iglesia, y enseñan los siguientes principios: 28

Judíos que habían sido removidos de Israel en el exilio a tierras extranjeras. Ellos se habían establecido en estas tierras y mantuvieron su fe judía. 29 Taylor, p. 81. 30 Bannerman, pp. 155-162.

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1) La iglesia pertenece a Cristo, fue formada por Él y está fundada en Él. 2) Se establece sobre dos plataformas: el Padre revelando quién es Cristo para los hombres y la propia promesa de Jesús, edificaré mi iglesia. 3) La autoridad personal de Cristo para edificar la iglesia se basa en tres verdades: la primera, Cristo es el creador de todo; en segundo lugar, Él es el Redentor y el primogénito de la nueva creación; y la tercera, la iglesia está fundada sobre su obra, sobre todo en su resurrección de entre los muertos (Col.1: 15-20). En el evangelio de Mateo, Jesús viene como rey de Israel, cumpliendo todas las promesas hechas a Israel. En esta etapa, la mayoría de los judíos no entienden quién es Él. A la vista de la creciente oposición, toma sus discípulos aparte para instruirlos. En esta etapa crítica, Jesús pide a los discípulos generar una respuesta clara y un compromiso por parte de ellos. 31 Jesús ahora les obliga a confesar su fe. Él pregunta: ¿quién dicen USTEDES (segunda persona del plural) que soy yo? (Mt.16:15). La pregunta se les hace a todos los discípulos, ya que tanto el contexto y la palabra exacta ustedes, indican una segunda persona del plural en el griego. Pedro responde: Tú eres el Cristo (Mt.16:16). Pedro responde en nombre del grupo. En el Evangelio y en los Hechos, constantemente vemos a Pedro tomando la iniciativa, no habla sólo por él, sino por todo el grupo. Este patrón se ve en Mateo 15:15-16, 19:25-28 y 26:40. Pedro está hablando por el grupo y Jesús responde a Pedro, no personalmente, sino como líder del grupo. En este sentido, Pedro es el primero entre iguales.

2.1.1. La Formación de la Iglesia La iglesia se forma a través de la revelación del Padre, y por el poder del Hijo. En respuesta a la confesión de Pedro, Jesús responde: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás! Porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos" (Mt.16:17). Pedro, junto a los otros discípulos, sólo puede ver estas cosas porque el Padre les ha revelado la verdad (Mt.16:17). El Padre da a la iglesia al Hijo. Es una organización sobrenatural. Se compone de los elegidos, elegidos por la gracia y para ellos el Padre revela a Cristo. La realidad y la gloria de Cristo y la Iglesia deben ser reveladas a los hombres. No podemos verlas por naturaleza. Jesús dice: "Yo edificaré mi Iglesia" (Mt.16:18). Jesús la llama mi iglesia. Es Su iglesia, edificada por Él, en Él, y es propiedad de Él. Es un privilegio único de la iglesia el de pertenecer a Cristo. Ninguna nación, corporación o institución puede afirmar esto. Él edificará su iglesia hasta llegar a la madurez (Ef. 4:4-16). 31

En tiempos del ministerio de Jesús, había una expectativa general de que Dios vendría y actuaría por Israel. Hubo una gran cantidad de especulaciones acerca de Jesús. Unos, decían que era Juan el Bautista, otros que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas (Mt. 16:14). Aunque hubo confesiones y milagros aislados señalando que Él era el Mesías (Mt. 9:27; 15:22), es dudoso que las personas entendieran completamente que Jesús era en realidad el Mesías.

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Jesús edifica su iglesia sobre su obra, su propia muerte y resurrección (I P. 1:18-19; 2:24) y Él continúa edificando a la iglesia a través de los hombres que Él provee (Ef. 4: 11-16).

2.1.2. El Papel Fundamental de Pedro y de los Apóstoles ... Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia... (Mt. 16:18). Cristo edifica la Iglesia sobre Pedro ya que Pedro confiesa a Jesús como el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mateo 16:16). Esta sección es un juego de la palabra Pedro y la Roca. Pedro acaba de nombrar a Jesús, el Cristo, y ahora Jesús nombra y bendice a Pedro. Afirma: Tú eres Pedro, o sea Cefas, la roca. En el Antiguo Testamento, Dios se llama a sí mismo la roca (Dt. 32:4), y esta imagen se aplica ahora a Jesús como piedra angular (Ef. 2:20) y al apóstol Pedro. La palabra griega Petros (Pedro), masculino singular, significa una roca independiente, pero Jesús dice 'esta roca', Petra (femenino, plural). La forma femenina se refiere a la fundación de un edificio (cf. Mt. 7:24-25); ahora Pedro y su confesión son la roca sobre la cual se sentaron las bases de la iglesia. La imagen de la roca se aplica a todos los apóstoles. Pedro y los apóstoles se convierten en la base construida en Jesucristo, la piedra angular. Pedro llama a Jesús la piedra angular (I P. 2:4-8). En Efesios 2:20, Pablo llama a Jesús la piedra angular; los otros discípulos, no sólo Pedro, forman la base del edificio. Jesús edifica su iglesia a través de su obra, su vida, muerte y resurrección. Los apóstoles son testigos de su obra, y en su resurrección, continuaron para sentar las bases. Ellos dan testimonio de Él, lo siguen haciendo con sus obras y en sus enseñanzas siguen instruyendo a la iglesia. En la sabiduría de Dios, Jesús no escribió nada, pero dio esa tarea a los apóstoles. Sin los apóstoles no habría ningún registro del fundamento de Cristo. Es de esta manera que es Pedro, la roca, y los otros apóstoles, el fundamento, sobre el que se construyó la iglesia. La relación entre el fundamento y la piedra angular se ve en el testimonio que los apóstoles dieron de Jesús. Los apóstoles son testigos de la persona y la obra de Jesucristo. Pedro es la roca infalible sólo en tanto que mantiene su confesión. En la posición de liderazgo de Pedro dentro de la línea apostólica, no es infalible y sigue siendo responsable ante los demás apóstoles (Hch. 11:1). En el concilio de Jerusalén, él es uno de los muchos (Hch. 15). También puede cometer errores como se ve cuando Pablo reprende a Pedro por el pecado en Gálatas 2. Por último, a media que se desarrolla el Nuevo Testamento, Pedro toma una posición menos prominente. Pedro tiene una posición prominente en la primera mitad del libro de los Hechos, pero es Pablo, como el gran misionero a los gentiles, que se convierte en el foco principal en la segunda mitad del libro. En el asunto de la infalibilidad de Pedro, es central la pregunta a quién se está dirigiendo Jesús cuando habla de Pedro y los discípulos. En la historia de la iglesia se ha entendido esta frase de tres maneras principales. Algunos han afirmado que las palabras de Jesús se aplican sólo a Pedro, otros han argumentado que las palabras de Jesús se aplican sólo para el contenido 31

de la confesión de Pedro, mientras que otros han argumentado que se aplican tanto a Pedro y su confesión. La Iglesia Católica Romana afirma que las palabras de Jesús se aplican sólo a Pedro, no a los demás apóstoles. Afirman, además, que el papel de Pedro es realizado en el Papa. Llegan a esta conclusión a través de: 1) conferir el poder en la sola persona, no en la confesión, 2) mediante la separación de Pedro de los otros apóstoles, y 3) al afirmar que hay un vínculo inquebrantable desde Pedro a la Iglesia de Roma a través de la imposición de manos. Debido a esto, el Papa se convierte en la primera piedra infalible de la iglesia. En respuesta, algunas iglesias protestantes han ido al otro extremo. Limitan la base sólo a la confesión, las palabras, y no incluyen a Pedro como una persona por completo. Este enfoque no refleja el papel singular desempeñado por los apóstoles en la historia de la redención. Los apóstoles son el fundamento de la iglesia; la iglesia está construida sobre su testimonio y su enseñanza. No podemos separar la persona, el trabajo y el testimonio de los apóstoles. La posición que combina la naturaleza única de los apóstoles y su testimonio como la roca sobre la que Jesús edifica su iglesia se apoya en los siguientes argumentos: En primer lugar, en la fundación de la iglesia en el Nuevo Testamento, Jesús se dirige a Pedro como apóstol. En segundo lugar, el cambio que Jesús hace de Petros a Petra es significativo. Jesús está hablando de algo más que Pedro; Él está hablando de todo el fundamento apostólico (Ef. 2:20). En tercer lugar, el mismo Pedro no es infalible. El hecho de la falibilidad de Pedro y su necesidad de ser fiel a su confesión se ven en esta misma sección de la Escritura. En unos pocos versículos, Pedro niega la confesión, y en esa acción, deja de ser la roca sobre la que se construyó la iglesia. Se convierte en una piedra de tropiezo. Cuando Pedro niega su confesión, corrigiendo a Jesús y tentándolo a negar Su misión, Jesús reprende a Pedro, y lo llama un obstáculo. La palabra obstáculo es literalmente un skandelon, una piedra de tropiezo, piedra de ofensa. Es una trampa que atrapa el pie, que lo lleva a uno a tropezar y caer.32 Pedro usa la misma palabra en I Pedro 2: 8: Entonces Pedro tomándolo aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: "Señor, ten compasión de tí! En ninguna manera esto te acontezca". (23) Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: "¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las cosas de los hombres" (Mt.16:22-23). "Piedra de tropiezo y roca que hace caer". Porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados (I P. 2:8). En este caso, Pedro ha pasado de ser una roca que confiesa a Jesús a una que es un obstáculo para Jesús y los demás. Por estas razones, es mejor ver que la declaración de Jesús se refiere tanto a la posición única de los apóstoles, como también a su confesión. 32

Clowney, p. 50.

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2.1.3. La Victoria de la Iglesia ... Y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella (Mt.16:18). Jesús declara Su poder absoluto para proteger a la iglesia: ella prevalecerá en contra de la mayor oposición, el poder de la muerte misma. Jesús establece este punto a través de la imagen de la puerta. Una puerta es algo a través de la que los hombres entran y salen. Cuando se cierran las puertas, a los hombres se les impide entrar o salir. Al decir Jesús que las puertas no prevalecerán significa que las puertas tendrán que abrirse. La palabra prevalecerán quiere decir para superar en fuerza. Nada va a exceder la resistencia del Reino de Cristo. La frase las puertas del infierno se refiere ya sea a la fuerza de Satanás y sus secuaces, o como en Job, al poder de la muerte (Job 17:16; 38:17; Sal. 9:13; 107:18; Is. 38:10ss). Jesús enseña que el diablo y sus huestes no pueden derrotar a la iglesia; de hecho, la iglesia derrota el poder de la muerte en Cristo. Él no puede morir, por lo que ella tampoco va a morir. Incluso la cosa más poderosa conocida por el hombre (las puertas de la muerte) no puede contener a la iglesia. Ella saldrá victoriosa.

2.1.4. La Iglesia y el Reino Jesús introduce la idea del reino. "Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra será desatado en los cielos" (Mt.16:19). Jesús afirma que a la iglesia se le dan las llaves del reino de los cielos. Él puede hacer este cambio repentino entre el reino y la iglesia porque las dos instituciones, sin ser idénticas, están relacionadas. El reino, subraya el dominio del lugar en una localidad específica. Se refiere al gobierno soberano de Cristo sobre todas las cosas. Por el contrario, la iglesia destaca un pueblo reunido, un lugar o ubicación en la que el reino de Dios se manifiesta, sobre todo para la salvación. En el evangelio, el reino ha llegado y las personas están siendo reunidas en una nueva comunidad. La norma del reino se manifiesta en y a través de la iglesia. Ridderbos dice: "... esta es la gran obra divina de la salvación en su plenitud y consumación en Cristo. Toda autoridad del reino es Suya. Ecclesia es el pueblo elegido / llamado por Dios que comparte en el gozo del reino".33 El reino se refiere al gobierno de Dios. La iglesia son todos aquellos a quienes Él llama para participar en la salvación de ese reino. Mientras que el reino es creado, la iglesia, como mayordomo del reino, es entonces el lugar desde el que el reino se ha extendido en todo el mundo.

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Ridderbos, p. 354.

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En el diagrama anterior, vemos que las normas del reino de Dios están sobre todas las cosas. Como Él gobierna sobre todo, Dios llama a la iglesia para sí mismo (A). En la predicación del reino, los creyentes son llamados a un cuerpo en el que el reino de Dios se manifiesta para salvación. A su vez, la iglesia entonces fomenta y extiende la norma del reino en el mundo (B). La enseñanza de Jesús sobre el reino refleja la enseñanza de las Escrituras en el Antiguo y Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, el reino de Dios se extendía sobre todos los reinos, naciones, tribus y lenguas (Sal. 66:7; I S. 5:1-12). Él ha gobernado sobre todas las cosas. De una manera más específica, notamos un prototipo del Reino de Dios manifestado en Israel. Dios especialmente gobernó en Israel con el fin de traer la salvación (Ex. 19:6; Dt. 33:5). Más adelante en la historia de Israel, reinó por medio de su rey entronizado, David (I Cr. 17:14; Mt. 28:19-20). Dios llamó, reunió y salvó a Israel de entre las naciones. Él gobernó a Israel y a través de su testimonio extendió el reino a las naciones vecinas. En Cristo, ha llegado la plenitud del reino. Como el Rey, Jesús predicó el reino (Mt. 4:13), reunió en el reino (Lc. 12:20) y el reino llegó a la plenitud de su reinado en la resurrección de Cristo (Mt. 28:18-20). En su resurrección, Cristo toma su lugar como el gobernante representante de Dios sobre las naciones. De la misma manera que Israel fue llamado por Dios, así mismo Dios ahora llama a su iglesia. En el Nuevo Testamento, la iglesia, en lugar de Israel, es el mayordomo del reino. Es una comunidad llamada, una en que Cristo reina para la salvación y de la que su gobierno sale a las naciones. Debido a que la iglesia no se limita a una sola nación, su gobierno se extiende por toda la tierra. El tema de la extensión del reino de Dios y su relación con la iglesia se ve en Hechos. El tema principal de los Hechos es la extensión del reino. Jesús comienza hablando a los apóstoles por cuarenta días del reino de Dios (Hch. 1:3), y en Hechos 28:30-31, Lucas termina con Pablo hablando del reino. Lucas dice: "... dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, (31) predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor 34

Jesucristo, abiertamente y sin impedimento." Las dos referencias resumen toda la enseñanza del libro. En Hechos, el reino se está expandiendo por todo el mundo desde Jerusalén a Judea y Samaria; al mismo tiempo, el reino crea la iglesia. En sus viajes misioneros, Pablo predica el evangelio del reino que le lleva a plantar iglesias. A su vez las iglesias luego enviaron a Pablo para promover la obra del reino.

2.1.5. Cristo Gobierna en la Iglesia a través de los Oficiales "Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y lo que desates en la tierra será desatado en los cielos" (Mt.16:19). Cristo ha dado autoridad para gobernar en el Reino a la Iglesia como una institución. La iglesia es el mayordomo del Reino (Is. 22:15, 22; Ap. 1:17-18). Como mayordomo, ella es quien administra Su gobierno en el mundo. La imagen de las llaves indica la entrada o acceso a algo. Incluye la facultad de excluir o permitir que la gente entre en el reino (Ap. 9:1-6; 20:1-3). En la iglesia, Jesús da a Pedro las llaves, una autoridad basada en su papel apostólico y su confesión. Pedro, como un apóstol, está para administrar fielmente la norma del Reino de Cristo. En los versículos posteriores, este poder es ejercido por la iglesia. En Mateo 18:18 (la segunda mención de la palabra iglesia), Jesús dice que la iglesia ejerce el poder del Reino. A medida que la iglesia continúa en el testimonio permanente de Jesús, el papel único de los apóstoles como fundamento, se convierte en el actual papel de la iglesia, ya que ella continúa la misión de los apóstoles en la promoción del Reino. En Mateo 18:18, la función apostólica dada a Pedro se aplica deliberadamente para toda la iglesia. "De cierto os digo, que todo lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos. (19) De nuevo os digo que, si dos de ustedes están de acuerdo en la tierra para pedir algo, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. (20) Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt. 18:18-20). A medida que avanzamos en el libro de los Hechos, observamos que este papel continúa en los ancianos (Hch. 14:26; Hch. 15). Los apóstoles y la iglesia eran/son mayordomos cuya función era/es administrar el Reino celestial de Cristo. En la organización o administración, la iglesia en la tierra tiene que corresponder con el reino celestial. Es ministerial (ver Lección Dos). La iglesia en la tierra debe coincidir con el reino celestial en la función, la organización y la autoridad. El centro de poder de la iglesia está en el cielo, no en la tierra. A la iglesia se le dan las llaves del cielo. La iglesia ejerce autoridad celestial a fin de reflejar la norma de los cielos. El poder de la Iglesia es un poder espiritual. Jesús da a los apóstoles y a la Iglesia el poder de atar y desatar. Atar (prohibir) y desatar (permitir) son palabras que se usan en relación con los 35

apóstoles/iglesia que derivan su significado de la sinagoga judía.34 Estas palabras describen el poder de los apóstoles y el poder de la iglesia, como administradores, para poner en práctica la voluntad de su amo. Es ministerial y declarativo. Ya que el poder de atar y desatar se basa en la norma del cielo, la iglesia no hace nuevas normas; más bien, sus acciones sobre un asunto deben corresponder con el juicio divino como es revelado en Cristo. Sus decisiones sobre la tierra serán ratificadas en el mismo momento en el cielo.35 Jesús confiere este poder en Pedro, y luego en la iglesia (Mt. 18:18). Este principio se ve en una serie de lugares. En la venida del Reino, en la predicación de ese mismo Reino, en abrir y cerrar el Reino a los hombres. A medida que predica el evangelio divino, Pedro, en la tierra, refleja las realidades del cielo. En Mateo 10:1ss, Pedro y los apóstoles son enviados a Israel. Si los hombres reciben su testimonio, son bendecidos (10:13). Si su testimonio es rechazado, los apóstoles deben salir y sacudirse el polvo de sus pies: "Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. (15) "De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad (Mt.10: 14-15). Al sacudir el polvo de sus pies, los representantes del Reino están proclamando un juicio tan extremo que incluso el polvo debe ser rechazado. De esta manera, han desatado a aquellos que rechazan el evangelio del reino. Pedro hace lo mismo con Simón (Hch. 8:8-23). Pablo sacude el polvo de ambos pies (Hch. 13:51) y de su ropa (Hch. 18:6).

3. La Iglesia en Hechos y Pentecostés El libro de los Hechos cubre un período de treinta años. En Hechos, vemos distintos avances en el desarrollo de la organización de la iglesia. 1) En las primeras etapas, los doce apóstoles fueron el fundamento en Jerusalén. A medida pasa el tiempo, vemos que el papel de los ancianos aumenta. 2) Un gran cambio se produce con los viajes misioneros de Pablo cuando la iglesia deja de ser una organización judía y se convierte en una gentil. En Hechos, vemos la estructura de la iglesia sobre el fundamento puesto por los apóstoles causando su crecimiento y extensión por el mundo entero. 3) En el concilio de Jerusalén (Hch. 15) los apóstoles y los ancianos toman una decisión conjunta para asegurar que la iglesia no se divida. Los ancianos son cada vez más importantes en la iglesia. 4) Después que Hechos finaliza, Pablo escribe las Epístolas Pastorales de I y II Timoteo y Tito. En estas últimas obras, le dice a la iglesia como debe funcionar (I Ti. 3:15), y centra la mayor parte de su enseñanza en dos oficios, el anciano y el diácono. Parece 34 35

Bannerman, p. 177. Bannerman J., pp. 176-177.

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como si la era apostólica ha terminado y el oficio único de apóstol ahora debe ser reemplazados por los oficios de anciano y diácono.

3.1. El Fundamento de los Apóstoles y Profetas Jesús es la piedra angular, el fundamento de la iglesia; sin embargo, Jesús no escribió nada y su ministerio solamente se limitó a Israel. Con el fin de que su obra se extendiera a todas las naciones, Él designó a los Doce, los designó como apóstoles, y les dio ciertos privilegios y responsabilidades distintivas (Lc. 6:13). El papel único y el número de los apóstoles se repiten en Hechos 1:15-26. Esto se refiere particularmente a los Doce, que llevarán su mensaje a todas las naciones. En la Septuaginta,36 apóstol generalmente significa un enviado (I R. 14:6). En el trasfondo hebreo la palabra significa enviar formalmente un mensajero con una tarea especial. El énfasis principal está en el emisor; el mensajero se desvanece en importancia37 porque él simplemente pasa un mensaje en representación de otro. Su significado simple, mensajero, se utiliza en un número de maneras en el Nuevo Testamento. Un sentido informal: Es alguien que envía un mensaje para otro (Hch. 14:14; II Co. 8:23; Fil. 2:25): En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros (apóstoles) de las iglesias, y gloria de Cristo (II Co. 8:23). Más tuve por necesario enviaros a Epafrodito mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero (apóstol) y ministrador de mis necesidades (Fil. 2:25). En estos versículos los apóstoles son mensajeros informales y temporales enviados para una tarea específica. Son enviados por la Iglesia, pero la misma palabra se podría utilizar para cualquier persona que envía un mensaje a otro. Un sentido Técnico Teológico Especializado: En estos casos se refiere a los doce apóstoles que fueron enviados por Jesucristo para establecer el fundamento de su iglesia (I Co.1:1; II Co. 1:1; 9:1, 5; 11:13; 12:28; Gá. 1:1; Ef. 1:1; Col. 1:1; I Ts. 2:6; cf. Ro. 1:1; 16:7; Gá. 1:17,19).

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Traducción temprana griega del Antiguo Testamento. Tal vez el ejemplo más claro se puede ver en el llamado de Isaías (6:8): Después oí la voz del Señor, que decía: '¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?' Entonces respondí yo: 'Heme aquí, envíame a mí.' Por lo tanto, cuando el profeta de Dios Ahías (I Reyes 14:6) se describe como "uno que es enviado", la convicción está expresada en que él es un representante divinamente comisionado que debe transmitir un mensaje a la esposa del rey Jeroboam. Mediante el uso de la palabra "apóstol" en este pasaje, los traductores de la Septuaginta le dieron un significado más allá del uso clásico y el uso en los papiros, reemplazando el significado secular con uno teológico (Elwell, p. 131). 37

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En la iglesia, Cristo elige actuar en y por medio de los apóstoles (I Co. 9:1b; Gá. 2: 8): ... Porque el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles (Gá. 2:8). ¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? (2) Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor (I Co. 9:1, 2). Los doce apóstoles fueron los líderes de la iglesia primitiva. Ellos fueron únicamente llamados como testigos de la vida y el ministerio del Señor Jesucristo, en especial de su resurrección. Sólo los que habían sido testigos de Jesús desde el momento de Su bautismo hasta Su ascensión podrían ser apóstoles (Hch. 1:21-22). Incluso Pablo se llama a sí mismo una excepción a esta regla, ya que él sólo vio al Señor después de la resurrección. Pablo dice que Jesús se le apareció, el último de todos. Él es como un abortivo (I Co. 15:8-9). Como testigos, los apóstoles debían llevar el mensaje del Reino al mundo entero (Hch. 1:8). En este sentido estricto sólo eran doce, ya que nadie más puede decir que ha visto a Jesús en su ministerio terrenal desde Su bautismo hasta Su resurrección. Algunos llamados apóstoles reclaman hoy haber visto y hablado con Jesús de la misma manera que lo hizo Pablo, pero éstos deben recordar que 1) Pablo fue la excepción, no la regla, 2) Él se llama a sí mismo el último de los apóstoles (I Co. 15:6,8), y que 3) fue oficialmente aceptado como un apóstol por los otros apóstoles (Gá. 2:7-9). Los criterios para el oficio de apóstol que están registrados en Hechos 1:21, 22 siguen funcionando. Los doce apóstoles iban a ser testigos oficiales de la obra y el ministerio de Cristo. La enseñanza de que Jesús murió, resucitó y ascendió es el fundamento mismo de la iglesia. Pablo habla de la iglesia como siendo.... edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo mismo la piedra angular, (21) en quien todo el edificio, bien coordinado, crece para ser un templo santo en el Señor (Ef. 2:20-21). En esta imagen, Jesús es la piedra angular; los apóstoles y profetas forman el resto del fundamento. La iglesia está construida sobre este fundamento. Una vez que se coloca una fundación, no se pone otro fundamento. Se trata de un evento que ocurre una sola vez y para siempre. Además, se debe construir sobre esos cimientos para construir correctamente. La singularidad de la fundación, así como la necesidad de construir adecuadamente se observan en I Corintios 3: Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito constructor puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. (11) Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. (12) Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca (13) la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la divulgarla, porque será revelada por el fuego, y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. (14) Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. (15) Si 38

la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego (I Co. 3:10-15). En la primera parte de los Hechos, después de Pentecostés, vemos a los doce apóstoles sentar las bases que dan testimonio de las obras de Jesús. En Pentecostés, la predicación de Pedro sentó las bases para la iglesia moderna. Pedro fue testigo de Jesús, el Mesías, el Espíritu fue derramado y la iglesia fue edificada. Cristo actuó a través de Pedro para establecer la iglesia. Fue edificada sobre Pedro, el apóstol, y las palabras que él pronunció (Mt. 16:18). En la iglesia primitiva, los cristianos perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración (Hch. 2:42). La iglesia estaba edificada sobre la enseñanza de los apóstoles. Los apóstoles en Jerusalén siguen dominando la primera sección del libro de los Hechos. Pedro, uno de los tres pilares de la iglesia y el líder de los apóstoles, desempeña un papel vital en Hechos capítulos 1-12. En los capítulos 13-28 está la crónica del ministerio del apóstol Pablo de llevar el evangelio a los confines del mundo.

3.2. Desde el Fundamento Apostólico al Gobierno de los Ancianos en la Iglesia Según avanza Hechos, vemos el cambio de un gobierno apostólico centralizado en Jerusalén a un gobierno de Ancianos en las iglesias locales. Cuando Pablo llevó el evangelio a los gentiles en su primer viaje misionero, nombró Ancianos (plural, siempre había más de uno) en las nuevas iglesias que él fundó: Y constituyeron ancianos38 en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído (Hch. 14:23). En el Concilio de Jerusalén (Hch. 15), vemos un cambio similar. El viaje misionero de Pablo generó un importante asunto de fe y doctrina. Fue convocada una reunión de la iglesia para decidir el asunto. En el Concilio, los apóstoles no actúan solos; era una reunión de apóstoles y ancianos (Hch 5:2, 4). El asunto fue llevado a la iglesia; en este caso, los apóstoles y los ancianos, y no la congregación, decidieron el asunto (Hch. 15:4, 6). En el debate, los apóstoles como los líderes de la iglesia, hablaron primero y dominaron el evento (Hch. 15:712). Al mismo tiempo, fue Jacobo, hermano de Jesús y anciano en Jerusalén, que jugó un papel crucial (Hch. 15:15-21). Jacobo fue el moderador, el que habló por última vez, y su argumento era potente y concluyó el debate. En el Concilio, apóstoles y ancianos, ambos participaron en el gobierno de la iglesia. En esta etapa, los apóstoles seguían dominando, pero el poder de los ancianos estaba aumentando. A medida que Pablo continúa sus viajes misioneros, el poder de la iglesia en Jerusalén disminuyó y hubo un aumento del poder de los ancianos locales en Asia, particularmente Éfeso. Los apóstoles sentaron las bases, pero el deber de promover el contínuo crecimiento ahora descansaba en los ancianos. En Hechos 20, Pablo sabía que su misión apostólica había terminado. Mientras viajaba de regreso a través de Éfeso él sabía que no iba a volver a ver sus 38

Para una explicación sobre el nombramiento de los ancianos, ver Lección Siete.

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rostros de nuevo (Hch. 20:38). Para que la Iglesia siguiera creciendo, llamó así mismo a los ancianos de la iglesia para encargarles la atención contínua de la iglesia aún después de su partida. La era apostólica estaba terminando, dejando permanente el oficio de anciano. En Hechos hay una transición natural al gobierno de los ancianos. La antigua sinagoga judía estaba gobernada por un anciano. En la evangelización, Pablo empezó en la sinagoga; por lo tanto, muchos creyentes judíos entenderían la base del gobierno de los ancianos. Al nombrar ancianos, Pablo no estaba introduciendo algo nuevo; estaba construyendo sobre una estructura existente. Pablo también habló de los obispos. Este no era un nuevo oficio; más bien, como el evangelio salió al mundo de los gentiles, Pablo escogió la palabra griega, supervisor u obispo, para describir la función judía del anciano en la iglesia. En Hechos, la palabra anciano se utiliza siempre en un contexto de la iglesia judía en Jerusalén, Judea y Samaria, mientras que la palabra griega se usa a menudo para mostrar el mismo cargo en el mundo de los gentiles (ver la iglesia gentil en Filipenses 1:1). El concepto hebreo de anciano y la palabra griega supervisor u obispo ambos se refieren al mismo oficio en la iglesia. Pablo utiliza ambos indistintamente en Hechos 20:17, 28 y Tito 1:5, 7. Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Cuando vinieron a él, les dijo... (28) mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre (Hch. 20:17, 28). Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé.... (7) Porque es necesario que el obispo..." (Tit. 1:5, 7). Los pilares originales de la iglesia eran Pedro, Jacobo (el apóstol), y Juan (Gá. 2:8-9), pero al final de los Hechos, cuando Pablo visitó Jerusalén por última vez, Jacobo el anciano (hermano de Jesús) y los otros ancianos dirigían la iglesia en Jerusalén (Hch. 21:18). Lucas dice: Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver Jacobo, y todos los ancianos estaban reunidos. El fundamento apostólico había sido establecido y el cambio en el poder de la iglesia se encuentra ahora en los ancianos. El libro de los Hechos muestra un claro movimiento del gobierno de los testigos de Cristo, que sentaron las bases, hacia el gobierno de los Ancianos.

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3.3. Después de Hechos El movimiento final del poder apostólico al oficio de anciano se ve en las Epístolas Pastorales. El libro de los Hechos termina con Pablo en la cárcel. Pablo fue puesto en libertad y, al final de su ministerio, escribió I y II Timoteo y Tito. En las Epístolas Pastorales, Pablo sabe que su ministerio está casi terminado y que está dando sus instrucciones finales para la contínua organización y el trabajo de la iglesia. En estas instrucciones finales, Pablo señala los requisitos para ancianos/obispos y diáconos. Lo hizo porque estos dos oficios serían los únicos oficios que quedarían en la iglesia.

3.4. ¿Es Apostólica la Iglesia hoy? Hoy día, cualquier iglesia que sigue la enseñanza de los apóstoles puede presumir de ser apostólica. Como los apóstoles ya no están vivos, no nos pueden enseñar directamente, pero la iglesia todavía tiene sus enseñanzas en sus escritos. Mientras la Iglesia permanezca fiel a esas enseñanzas, ella es apostólica. La verdadera iglesia apostólica permanece siendo fiel al testimonio de los apóstoles, en particular a la obra, la muerte y la resurrección de Cristo. En sus escritos tenemos las bases para la iglesia. Aunque el oficio de apóstol ha terminado, sus enseñanzas continúan existiendo, y siempre que la iglesia sostenga la doctrina de los apóstoles, que sigue las enseñanzas de Cristo, podemos llamarla la verdadera iglesia apostólica.39 Volveremos a considerar el llamado y el papel único de los apóstoles en una lección posterior.

3.5. Errores Comunes Hay dos errores comunes en la comprensión de la naturaleza apostólica de la iglesia. En primer lugar, la Iglesia Católica Romana afirma que la línea de los apóstoles continúa con la imposición de manos. Ellos afirman que la verdadera iglesia es solamente esa iglesia donde hay una colocación directa de las manos de un apóstol a otro, es decir, la Iglesia Católica Romana. También afirman que sólo la Iglesia Católica Romana es la verdadera iglesia que habla con autoridad divina. Como veremos, no es la imposición de manos lo que hace de una iglesia una iglesia verdadera; más bien, iglesia verdadera es aquella que sigue la doctrina y la enseñanza de los apóstoles. Un segundo error se produce hoy cuando alguien dice ser un apóstol, no un simple mensajero, sino que uno de los doce que tiene el poder para sentar un fundamento. Un fundamento, una vez establecido en la historia no se puede repetir. El oficio único de los Doce terminó con la muerte de los apóstoles. Nadie puede hoy ser testigo de la muerte y resurrección de Cristo como ellos lo hicieron. Muchos afirman que hoy todavía existen apóstoles ya que sienten el llamado a este oficio, pero mediante el uso incorrecto de la palabra simplemente confunden a la gente sobre lo que realmente eran los verdaderos apóstoles. 39

Para un desarrollo más pleno de la sucesión apostólica, véanse las "Notas de Trabajo sobre Eclesiología" de Peck, donde él contrasta el entendimiento Presbiteriano de la sucesión apostólica a través de la teología con el entendimiento Católico Romano basado en los oficios de la iglesia (Peck, 51-1-3).

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Otros afirman que siguen el oficio quíntuple registrado en Efesios 4:11, por lo que debería haber apóstoles hoy. Se trata de una comprensión incorrecta de Efesios 4, por las siguientes razones: 1) porque sólo se centran en un texto mientras que no leen el otro texto que se encuentra en Efesios 2:20; 2) porque no leen la historia del libro de Hechos como lo hemos hecho anteriormente, y 3) porque no toman en cuenta las características y la función de los apóstoles (Hch. 1:21-22). Un principio básico de interpretación de la Biblia es que debemos utilizar las Escrituras para interpretar la Escritura. Si leemos Efesios 4 sin considerar los otros pasajes nuestra comprensión será errónea.

3.5. Ancianos y Obispos En Hechos vemos el papel de un anciano. Como hemos señalado, el oficio ya existía en el Antiguo Testamento, en la sinagoga, y el concepto, aunque modificado, se aplica en la Iglesia del Nuevo Testamento. El trabajo del anciano es dirigir en oración y pastorear al rebaño en la Palabra de Dios. En Hechos 6:4, Pedro dice que los apóstoles deben dedicarse a la oración y al ministerio de la palabra. Esta función pasó a los ancianos. El apóstol Pedro se presenta como un anciano en I Pedro 5:1-2, y ordena a los ancianos pastorear el rebaño, como él y los apóstoles lo hicieron. Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo, que soy también partícipe de la gloria que será revelada: (2) apacentar la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto (I P. 5:1-2). En sus viajes misioneros, Pablo nombró más de un anciano, en cada iglesia (Hch. 14:23). Esto evita que el poder esté concentrado en un solo hombre. Operan como un grupo, juntos. El hecho de que operan como un grupo ha llevado a los presbiterianos a hablar de gobernar a la iglesia como un tribunal. El oficio de anciano tiene dos funciones. Algunos son llamados a gobernar, mientras que otros son llamados a entregarse a la predicación y enseñanza de la Palabra. Esta distinción se basa en I Timoteo 5:17: Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en la predicación y la enseñanza. Los ancianos gobernantes y ancianos docentes tienen la misma autoridad en la iglesia; uno no es mayor que el otro. Los ancianos gobiernan la iglesia de Cristo; son Sus sub-pastores (I P. 5:1-2). Ellos son mayordomos de Dios sobre la iglesia. A ellos se les confiere doble honor (I Ti. 5:17). En la epístola a los Hebreos, dice: Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Para que lo hagan con alegría y no quejándose, porque esto no os es provechoso (13:17). 42

Conclusión Para la correcta organización de la iglesia, Pablo establece los requisitos para los líderes de la iglesia. Él selecciona dos oficios: anciano y diácono. Él no establece ningún requisito para apóstoles porque ya habían sido establecidos (Hch. 1:22), y esos requisitos son ahora imposibles de cumplir por alguna persona. También no establece instrucciones adicionales para el oficio especial de profeta o el don de lenguas. Al cerrarse el período apostólico, el liderazgo de la iglesia está ahora en manos de los ancianos y los diáconos de la iglesia.

Preguntas de Estudio – Lección Dos 1. Explique la importancia de Adán y Eva en su relación con la iglesia. 2. Explique por qué llamamos a Abraham el comienzo de la iglesia en el Antiguo Testamento. 3. Escriba cinco palabras comunes que se utilizan para describir tanto a Israel y como a la iglesia. 4. Escriba dos referencias a la iglesia en el evangelio de Mateo. 5. Explique... "tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia." 6. Explique... "las puertas del infierno no prevalecerán contra ella." 7. Explique la relación entre la Iglesia y el Reino. 8. Describa dos maneras en que la frase "los apóstoles" se utiliza en el Nuevo Testamento. 9. ¿Qué es un anciano docente y un anciano gobernante? 10. Describa la transición del poder apostólico al poder de los ancianos en Hechos y en el resto del Nuevo Testamento.

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Lección 3 La Iglesia como Cuerpo de Cristo Cristo es la cabeza del pacto sobre la iglesia. Somos elegidos en Él y unidos a Él. Debido a esta unión con Cristo, la iglesia es un cuerpo. Cada miembro está unido a Cristo y entre sí. Cristo es la cabeza del cuerpo (la iglesia), y el cuerpo depende de él para su nutrición. Por último, también Cristo es cabeza sobre todas las cosas, todo el orden creado, por el bien de su iglesia, y Él llena a su iglesia con su plenitud.

1. La Iglesia es Elegida en Él y unida a Él en Unión Pactal 1.1. Elegida en Él La iglesia es elegida y unida a Cristo, su cabeza y rey, antes de la fundación del mundo: Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Ef.1:4-5). Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito. Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos (Ro.8:28-29). En la elección, el Padre primero eligió a Cristo, el Mesías, para que él actúe como su representante humano pero divino y cabeza de la iglesia. A continuación, la iglesia es elegida en Él (Ef. 1:4). Pablo declara que los propósitos eternos del Padre se llevan a cabo por primera vez en Cristo (Ef. 3:11; II Ti. 1:9). Cristo es el centro y objeto de los propósitos de Dios y la iglesia está incluida en ese propósito porque pertenece a Cristo (Ef. 1:4-5,11; Ro. 8:28-29). Cristo hereda todas las cosas, como recompensa por su obra (Sal. 2; He. 1:3-4), y es en la unión con Cristo y sobre los méritos de su obra que la Iglesia obtiene su propia herencia (Ef. 1:9,11). ¿Cuál es el papel de la unción de Lucas 4:18; además, no estoy seguro de cómo se relaciona con la iglesia? Según Efesios 1, el Hijo ganó una herencia y la iglesia es el pago inicial que fluye de la unión. La Elección ocurrió antes del principio de los tiempos. Pablo habla de la elección eterna de la iglesia en un número de maneras. La iglesia está pre-ordenada (antes de la creación) en Cristo, para recibir bendiciones (Ro. 8:28; 11:2). Dios los conoció. El término "conocido de antemano", describe el conocimiento íntimo, de tanto amor y bendiciones, antes de los tiempos (Ro. 8:29-30; I Co. 2:7; Ef. 1:5,11). La iglesia y sus obras fueron ordenadas y preparadas de

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antemano para gloria de Dios (Ro. 9:23; Ef. 2:10). Las acciones de Dios están de acuerdo con el designio de su voluntad, por su buena voluntad (Ef. 1:5,9,11; cf. Fil. 2:13). Debido a que la iglesia es elegida en Cristo, la iglesia comparte todas las riquezas de Cristo. En Cristo, ella recibe una herencia (Ef. 1:5,11) y la gloria. En Romanos 9:23, Pablo habla de la iglesia como aquellos a quienes Él preparó para hacer notorias las riquezas de su gloria sobre vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria.

1.2. La Iglesia como Comunidad del Pacto La iglesia es un cuerpo pactal en el que todos los miembros están en una unión de pacto con Cristo y con los demás miembros. La verdadera iglesia está unida a Cristo por el pacto, y ya que están unidos a Cristo, también están unidos entre sí. En la Cena del Señor todos participamos de Cristo y como todos estamos en Cristo, todos somos uno con los demás. De la misma manera en el bautismo, todos estamos unidos a Cristo y necesitados el uno del otro. Pablo hace el enlace entre el bautismo y la unión que tenemos con Cristo y los demás hermanos en I Corintios: Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. (13) Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados en un cuerpo, judíos o griegos, esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu (I Co. 12:12, 13).

1.2.1. La Base de la Membresía de la Iglesia Visible El pacto es la base para pertenecer a la Iglesia visible. En el libro de los Hechos, cuando una persona cree, hasta entonces es bautizada en el cuerpo visible. El bautismo es un signo visible de la alianza, de la unión con Cristo y de la pertenencia a la Iglesia visible. En el bautismo, la persona se une a Cristo y a todo el cuerpo. Esta práctica se muestra claramente en el Nuevo Testamento. En Hechos, si los miembros eran transferidos a otra iglesia, llevaban una carta de recomendación, o se le recomendaba de alguna forma a la iglesia. En III Juan 12, el apóstol Juan recomienda a Demetrio a la iglesia. Ahora, la iglesia practica algo similar en el registro de la membresía; si una persona quiere unirse a la iglesia; es bautizado y se coloca en la lista de la iglesia. Si va a unirse a otra iglesia, la iglesia le envía con una carta de recomendación para decir que es una persona de buena reputación. La Cena del Señor es un indicio más de la alianza con los demás. La exclusión de la mesa es un aspecto vital de la disciplina de la iglesia. Los dos signos del pacto, el bautismo y la Cena del Señor, son los dos signos dados a los miembros de la iglesia visible.

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1.2.2. Los Niños como miembros de la Iglesia En el presbiterianismo pactal, cuando un adulto hace una profesión de fe y se une a la iglesia visible, sus hijos también están unidos por el bautismo en la iglesia. Esto lo vemos en la vida de Abraham en el Antiguo Pacto (Gn. 17:1-12) y las mismas promesas se repiten en Hechos 2:29-38 -29 y están aplicadas en Hechos 10:44-48, 16:15, 31, 33 y 18:8. Los hijos de los miembros que creen están completamente incluidos en la iglesia visible.

1.2.3. La Importancia de Congregarnos como Iglesia Cristo entendió la importancia de la reunión de la iglesia. Hebreos 2:10-13 dice:40 Porque convenía a aquél por cuya causa todas las cosas existen, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.(11) Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, (12) diciendo: "Anunciaré a mis hermanos tu nombre; en medio de la congregación te alabaré". (13) Y otra vez: "Yo confiaré en él."Y de nuevo: "He aquí, yo y los hijos que Dios me ha dado." En Hebreos 10: 2425, el escritor termina diciendo: y consideremos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras, (25) no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Si no somos capaces de cumplir con los hermanos estamos rechazando la orden expresa de Dios; no estamos asentados bajo la palabra de Dios y no estamos ayudándonos unos a otros a crecer como un solo cuerpo (I Co. 12; Lección Tres) en la plenitud de Cristo (Ef. 4:16). Aquellos que dicen ser cristianos deben unirse a la iglesia y asistir regularmente. Los que no asisten deben colocarse bajo la disciplina de la iglesia por falta de sometimiento a Cristo.

1.2.4. ¿Cuán Importante es Saber el fin de Unirse a la Iglesia? En la Iglesia Presbiteriana en América (PCA, por sus siglas en inglés), a un nuevo miembro se le pide hacer una simple profesión de fe, pero además la promesa de promover la paz y la pureza de la iglesia. Esto representa un deseo de que todos los que aman a Cristo puedan entrar a la Iglesia. Si un hombre luego se convierte en un oficial de la iglesia, anciano o diácono, él debe entender y seguir la confesión completa de la iglesia. Esto permite que los individuos inmaduros se unan a la Iglesia como miembros para que puedan crecer en la iglesia.

2. La Iglesia como Cuerpo de Cristo Esta imagen es profundamente importante en la comprensión de la naturaleza de la iglesia. La unidad del cuerpo en Cristo es desarrollada en Romanos 12:3-5 y I Corintios 12. En cada caso, Pablo usa la analogía de un cuerpo humano, que tiene muchas partes únicas, y sin 40

Ver Salmos 22:22 y Salmos 84:10.

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embargo, sólo funciona correctamente de forma integrada e interdependiente. Cada miembro individual se une a los otros en un cuerpo interdependiente. En Cristo, los miembros individuales son miembros unos de los otros. En Romanos 12: 5 Pablo dice: …así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. Dado que cada miembro está en Cristo, son miembros unos de otros a través de su unidad con Cristo.En la sabiduría de Dios, Él ha hecho a la iglesia una congregación integrado e interdependiente. En I Corintios 12, Pablo comienza enseñando que todos somos un solo cuerpo en Cristo. Luego pasa a enseñar que en un solo cuerpo hay diversidad de dones, todos de un Señor (I Co. 12:4-5). Cada miembro del cuerpo tiene un don único, un carisma, 41 no dado para sí mismos, sino para los demás. Cada uno debemos vivir, actuar y servirnos unos a otros de acuerdo a la naturaleza del don que se nos ha dado: Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. (4) Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, (5) así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros (Ro. 12:3-5). En I Corintios 12:14-27, Pablo desarrolla la analogía humana para describir la unidad y la diversidad del cuerpo. Habla de las diversas partes del cuerpo como la cabeza, la boca, los brazos y las piernas: Para el cuerpo no consiste de un solo miembro, sino muchos. (15) Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo", que no por ello es menos una parte del cuerpo. (16) Y si el oído dijera: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo", que no por ello es menos una parte del cuerpo. (17) Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? (18) Pero como es, Dios ha colocado los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, como él quisiera. (19) Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? (20) Así las cosas, hay muchas partes, pero un solo cuerpo. (21) El ojo no puede decir a la mano: "No tengo necesidad de vosotros", ni tampoco la cabeza a los pies: "No tengo necesidad de vosotros." (22) Por el contrario, las partes del cuerpo que parecen más débiles son indispensables, (23) y en aquellas partes del cuerpo que nos parecen menos dignos vestimos el mayor honor y nuestras partes impresentables son tratados con mayor modestia, (24) que nuestras partes más presentables no requieren. Pero Dios lo ha compuesto el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, (25) que puede que no haya división en el cuerpo, sino que los miembros pueden tener el mismo cuidado unos por otros. (26) Si un miembro sufre, todos sufren con él; si un miembro es honrado, todos se regocijan

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"Carisma es todo lo que el Espíritu desea utilizar y causar en el servicio a fin de perfeccionar y edificar a la iglesia, lo cual puede servir para la instrucción y amonestación, para ministrar a otros, o incluso la efectiva dirección y gobierno de la iglesia." (Ridderbos, p. 442).

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juntamente. (27) Ahora usted es el cuerpo de Cristo e individualmente miembros de ella (I Co. 12:14-27). Trazamos los siguientes puntos de la metáfora de un solo cuerpo, muchos miembros: 1) Cada miembro es uno, en Cristo, y por eso lo es uno con el otro. La iglesia es un cuerpo en Cristo. 2) A pesar de que todos son uno en Cristo, Cristo ha dotado deliberadamente a cada creyente de una manera única. Cada individuo es una persona con sus propios dones únicos y ministerio. 3) Es en el uso de los dones únicos de cada uno que los cristianos se ministran a sí mismos y entre sí. 4) Los dones recibidos deben utilizarse, dentro del cuerpo, en forma mutuamente complementaria para dar la gracia de Cristo a todo el cuerpo. 5) El diseño hace dependiente a cada miembro de los dones de los demás miembros. Por eso decimos que no hay independencia en la iglesia. Si un creyente está separado e independiente del cuerpo, entonces no tendría lugar de usar sus dones y carecería de los beneficios de los dones esenciales que poseen los demás. Un Cuerpo: Cristo no puede estar dividido y así mismo su cuerpo no puede y no debe estar dividido (I Co. 1:13; Col. 2:19). Pablo pregunta muy claramente: ¿Está dividido Cristo? (I Co. 1:13) Es una pregunta retórica a la que la respuesta es ¡no! Porque dividir el cuerpo es dividir a Cristo. Una iglesia dividida deja a algunos separados, apartados de Cristo y a distancia del diseño de la interdependencia mutua de Dios. Si hay un gran cisma, entonces el cuerpo estará gravemente dañado y no funcionará correctamente. Dones Únicos para los Miembros: Dentro de la iglesia, cada miembro tiene un don y una función única. Cada persona hace una contribución única a la iglesia. El número, la naturaleza y la importancia de los dones de cada uno se distribuyen según la sabiduría de Dios. No todo el mundo tiene el mismo número de dones o de igual utilidad. Pablo advierte sobre codiciar los dones de los demás. Clowney afirma: "Estos han sido llamados al oficio general de todos los creyentes. El término puede sonar vago, pero el significado es crucial. Significa que todo cristiano ha sido llamado por Cristo y tiene un papel que desempeñar en la obra del Reino. Ese papel no puede ser cumplido por alguien más y lleva consigo la autoridad de Cristo para su realización."42 Administradores: Cristo da dones a los creyentes para que sean administradores de esos dones. Estos son para utilizarlos, no para sí mismo, sino para el Señor. Pablo dice ser [un siervo] de Cristo y [un administrador] de los misterios de Dios. (2) Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel (I Co. 4:1-2). Pablo continúa advirtiéndoles acerca de envanecerse a favor de uno contra el otro (I Co. 4:6). Todo lo que se nos ha dado es

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Clowney, p.144.

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un don: Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido? (I Co. 4:7). Dones para los Demás: Los dones son dados para el beneficio de todo el cuerpo. Nadie utiliza los dones de forma aislada; deben utilizarse para beneficio colectivo. Pablo no tiene un concepto de cristianismo individual. Él insiste en que se nos dan dones a fin de estar al servicio de toda la iglesia, no para nosotros mismos. Ninguna persona es autosuficiente, pues cada uno existe dentro de un cuerpo para que todos puedan crecer. Es el deseo de Cristo que cada miembro utilice sus dones para servir a los demás, en humildad, para la edificación de todos. El enfoque de las bendiciones no debe ser hacia adentro sino hacia afuera, hacia el servicio de los demás cristianos en la iglesia. Si alguien no ejerce sus dones, no está cumpliendo su propia vocación, y tendrá un efecto negativo en su propia vida espiritual. También afectará negativamente a aquellos para los que se le dio ese don. Si alguien no puede usar los dones, deja de servir a los demás, o si trata de asumir la función de los demás, su crecimiento así como el crecimiento de los demás, se verán afectados. Dones para el Completo Crecimiento: Los dones se dan con el fin de hacer crecer y desarrollar a la iglesia como un todo, como una institución. Los individuos son individuos dentro de un grupo, por lo que cada miembro debe usar sus dones particulares para llevar a cabo el avance en conjunto. El verdadero crecimiento espiritual es el crecimiento mutuo dentro del cuerpo para el bien de todo el cuerpo. No se puede hacer en forma aislada o para uno mismo. En Efesios 4:13, 15 (ver arriba), Pablo habla de nosotros, es decir, los individuos, todos aquellos que están trabajando juntos en la iglesia. A medida que cada uno utiliza sus dones únicos para el bien de todos es que crece toda la iglesia. Si nosotros nos separamos del cuerpo, el cuerpo sufrirá mayores consecuencias. Una vez que el creyente se separa de la Iglesia, los dones se dividen y su utilidad es limitada. Si tengo el don de enseñar, y me separo, los demás no se beneficiarán de mi don. Por el contrario, si no tengo el don de enseñar, y me separo, yo no me beneficiaré de los dones dados a los demás. Si nos separamos por las diferencias entre unos y otros, a causa del miedo, los prejuicios, los celos, o nos separamos nosotros mismos, se producen divisiones y terminamos destruyéndonos a nosotros mismos (I Co. 1-4). En lugar de edificarnos unos a otros en la fe, vamos a dañarnos el uno al otro. Pablo advierte a la iglesia en Galacia: ...si os mordéis y os coméis unos a otros, tenga cuidado de que no os consumáis unos a otros (Gá. 5:15). En estos asuntos, debemos mutuamente responder a través de la crítica constructiva, la disciplina informal, y en casos extremos, la disciplina formal. La Mutua Interdependencia: En la sabiduría de Dios, Él ha dado a cada miembro dones únicos con el fin de que todos estén en un estado de dependencia mutua. Cada uno ayuda al otro, y cada uno depende del otro para ayudarse. En todo el mundo, creencias y circunstancias tales como el racismo, el tribalismo y diferencias entre grupos económicos sociales, causan división. Cada grupo se define por sus cualidades específicas, y luego se separa de los demás. Por el contrario, Dios crea deliberadamente diferencias dentro de la iglesia con el fin de crear 49

interdependencia mutua que nos conduzca a profundizar la unidad y el crecimiento. La interdependencia mutua es el verdadero significado de la comunión en la iglesia. La comunión es más que simplemente estar juntos; es el uso de los dones y la gracia que Cristo nos ha dado con el fin de que cada uno pueda continuar en el propósito común de la misión de Jesús. El Objetivo de los Dones: Sólo trabajando juntos en la iglesia es que los miembros pueden llegar a la madurez. Nadie recibe dones a fin de exaltarse a sí mismo; más bien, los dones son dados para el servicio mutuo de todos y están destinados a ser una bendición para todos. Cuando vemos a otros que están más dotados, debemos dar gracias a Dios de que se les ha dado dones para nuestro bien. En Efesios, Pablo enumera los dones y luego establece claramente que los dones de la iglesia se han dado para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, (13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:12-13). Pablo describe el objetivo de los dones por medio de tres declaraciones similares: 1) para que la iglesia pueda crecer juntos en la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios43 2) en un maduro o un varón perfecto en Cristo;44 3) a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:13)45 Evaluando los Dones: Todos los dones en la iglesia deben ser evaluados correctamente. Pablo anima a la iglesia en Roma, declarando: Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno (Ro. 12:3). La gracia fue dada a Pablo es su ministerio apostólico. Los dones le equiparon para hacer el trabajo para el que fue llamado. De la misma manera, exhorta a los de la iglesia a considerar su llamamiento y los dones con que han sido equipados. En este proceso, hay que ser sobrio, moderado, realista y humilde en la evaluación de sus dones. El creyente no debe reclamar dones que él no posee. A menudo no somos los mejores para evaluar nuestros propios dones. La realidad de los dones de una persona se pone a prueba, ya que sirven en la iglesia. Es mientras servimos que vamos a descubrir los dones que Cristo nos ha dado, y a través del servicio vamos a crecer en esos dones. Vamos a entender esos dones a través de la oración y mediante la aprobación de la iglesia. En ciertos casos, el liderazgo de la iglesia está llamada a valorar los

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Deben darse cuenta de la plenitud de la revelación de Dios que les es dada en la venida de Jesús y que el Hijo de Dios es el centro de este conocimiento (Ef. 1:9,10). 44 Esto es conocer a Cristo y Su obra, en el amor mutuo (Ef. 4:13), lo que permitirá al cristiano estar en pie, y no ser llevado de aquí para allá por todo viento de doctrina. La necesidad de ser maduro y aferrarse a la tradición apostólica a pesar de la falsa doctrina es una preocupación particular en las Epístolas Pastorales (I Ti. 1:10; 6:3; II Ti. 1:13; 4:3; Tit.1:9, 13; 2:1, 2). 45 Esto es ser gobernado y regido por Cristo, conocerlo a Él, poseerlo a Él en su plenitud, amarlo en la verdad (I Co. 3:1,2; 2:2,6; 4:15), y tomar incluso dominio sobre la creación que Él tiene.

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dones de un miembro. En el caso de los dones más formales e importantes como el de los ancianos, los hombres no deben ser novatos; deben ser probados primero (I Ti. 3:4-6).

3. Cristo como Cabeza de la Iglesia La segunda imagen que Pablo utiliza es que Cristo es cabeza de la iglesia. En Colosenses y Efesios (y otros lugares), Pablo enseña que Cristo es la cabeza y la iglesia es su cuerpo. Como cabeza, Él está unido al cuerpo, pero no depende de él. Como cabeza, el cuerpo fluye de Él, y depende de Él. Para sobrevivir, debe estar unido a Él y no puede separarse de Él. En esta analogía del cuerpo humano, el énfasis es que Cristo es la cabeza del cuerpo de una forma distinta.46 La jefatura de Cristo es una jefatura de autoridad, orden, estructura y nutrición. Como jefe, Cristo tiene autoridad sobre la iglesia, y Él es la fuente de la vida de la iglesia. Como jefe, Él gobierna, cuida y nutre el cuerpo (la iglesia) mientras se convierte en una esposa perfecta: Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Ef. 1:2223). Y él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo él tenga la preeminencia (Col. 1:18). ...Y no asiéndose de la Cabeza, de quien todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios (Col. 2:19).47

Como jefe, Cristo gobierna a la iglesia. Ella es elegida en Él, tiene su origen en Él, se une como Su cuerpo, y Él la defiende y la nutre:

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Las dos imágenes de un solo cuerpo con muchos miembros y Cristo por cabeza sobre el cuerpo, están estrechamente relacionadas. Los miembros son un solo cuerpo (su cuerpo), debido a la unión con su cabeza, Cristo. El cuerpo (en ambos sentidos) deriva su unidad de Cristo. Cristo como cabeza del cuerpo es la metáfora primaria. 47 Véase también Efesios 4:4; 5:30 y Colosenses 1:24 3:15.

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Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo (I Co. 11:3). Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse en todo a sus maridos. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de poder presentar a la iglesia a sí gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. De la misma manera los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo (Ef. 5:24-30). Desde Adán y Eva en Génesis 2:24, Pablo desarrolla la jefatura de Cristo en términos de origen, autoridad, orden, estructura y funciones distintas. Así como Adán tuvo su origen en Dios y Eva tuvo su origen en el hombre, también la autoridad de Cristo fluye de Dios, y la Iglesia tiene su origen en Cristo. El esposo es la cabeza sobre la esposa, así como Cristo es cabeza sobre su cuerpo, la iglesia. El esposo tiene obligaciones espirituales hacia la esposa, y ella hacia él. El esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo, incluso como Cristo ama y nutre la iglesia. Cristo es la fuente del crecimiento, la comodidad y la bendición de la iglesia. Él trata de presentar a la iglesia resplandeciente a sí mismo, sin mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino santa y sin mancha. La iglesia encuentra consuelo en la cabeza. Él es su fuente de comunión y autoridad. Sólo en la cabeza encuentra la iglesia el suministro de todo lo necesario para llegar a la madurez (Ef. 4:16). Como cabeza de la iglesia, Cristo combina todas las cosas en sí mismo. En Cristo, judíos y gentiles están unidos en un solo cuerpo (Ef. 2:14ss). En Cristo, la Iglesia se edifica y crece hasta la madurez. La exaltación de la cabeza o de Cristo conduce a la exaltación del cuerpo al mismo tiempo: ...la cual operó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero .Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo (Ef. 1:20-23).

4. Cristo, Cabeza sobre todas las Cosas, para la Iglesia En el plan divino del Padre, Cristo está en el centro de toda la obra de Dios. En él, todas las cosas subsisten y conducen a la alabanza y gloria de Dios. Para que Cristo lleve a cabo su obra para Dios, el Padre le ha dado una doble jefatura: la jefatura sobre la iglesia y la jefatura sobre todas las cosas para que Él pueda gobernar todas las cosas para la iglesia. Debido a esta jefatura, Él es llamado el primogénito de toda creación y primogénito de la iglesia: 52

Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados o autoridades todo fue creado por él y para él. Y él es antes de todas las cosas y en él todas las cosas subsisten. Y él es la cabeza del cuerpo, la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia. Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, ya sea en la tierra o en el cielo, haciendo la paz por la sangre de su cruz (Col 1:15-20ss). En Colosenses, Pablo escribe a los cristianos de la iglesia para ayudarles en su lucha contra las fuerzas espirituales del mal. Pablo les anima enseñándoles acerca de la nueva posición y la autoridad que tienen en Cristo. Les enseña que pueden vencer el mal a causa de la supremacía de Cristo sobre todas las cosas. La jefatura de Cristo sobre la creación y su jefatura en la iglesia se fundamentan en dos aspectos diferentes de su obra. Él es la cabeza sobre la primera creación como creador. En Él todas las cosas del cielo y la tierra, lo visible y lo invisible, fueron creadas. Como creador, Él es el primogénito, una posición de honor y poder. En esta sección, Pablo combina tres imágenes: Cristo como la imagen de Dios, Cristo como el primogénito de la creación, y Cristo como cabeza sobre todas las cosas. Todas las cosas fueron creadas por Él y para Él. Él es antes de todas las cosas, y en Él, todas las cosas permanecen. Cristo es también la cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo. En este caso, Él es el primogénito de entre los muertos por su resurrección. En esta posición, él es la cabeza y el primogénito de ambos, la nueva creación y la iglesia. En la resurrección, Cristo crea la iglesia, la nueva comunidad, que es también la nueva creación. Él es el primero en ser resucitado de entre los muertos y es una posición de honor y poder sobre todas las cosas. Cristo gobierna todas las cosas para el bien de su iglesia. En este sentido, él es a la vez la cabeza y el primogénito de la creación como su creador; y ahora en el nuevo pacto, Él es la cabeza sobre la nueva creación en la resurrección. Su resurrección es también la base de su jefatura sobre la iglesia. La resurrección de Jesús se convierte en el terreno para su jefatura sobre la nueva creación y sobre la iglesia. En cada caso, el Padre ha hecho a Cristo cabeza de la Iglesia y el primogénito de la creación para que él tenga la preeminencia en la iglesia y pueda gobernar sobre todo para el bien de la iglesia. En Colosenses 1:15-20, Pablo vincula la plenitud de Cristo sobre toda la creación, con la plenitud de Cristo en la iglesia. Las dos jefaturas fluyen una hacia la otra, y ambas son vitales para el bienestar y la seguridad de la iglesia. La plenitud de Cristo y su posición sobre todas las cosas en la creación son para el beneficio de la iglesia, pues ella continúa en un mundo hostil caído. La iglesia en Colosas está segura de la jefatura de Cristo sobre todo. Como la iglesia está unida a Él, por lo tanto, la plenitud se encuentra ahora en la iglesia, por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud (Col. 1:19).

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Debido a que la Iglesia está en Él, ella participará en su gloria. Puesto que Cristo está por encima de todos los poderes (Ef. 1:21; Col. 1:16; 2:10) y la iglesia está en Él, ella también está por encima de todos los poderes, incluyendo las huestes espirituales. En él, ella gobierna sobre todo el reino espiritual (I Co. 6:3). Como la cabeza, la imagen y el primogénito, la plenitud de Dios habita en Cristo (Col. 1:19). Cristo llena a la iglesia y la creación con su plenitud. La iglesia participa en la plenitud de Cristo porque ella está unida a Él. Porque en él habita corporalmente toda la Plenitud de la Divinidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y autoridad (Col. 2:9-10). De manera similar, en Efesios 4:10, Pablo enseña que Cristo subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo, y que Cristo da dones a su iglesia para que crezca al varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:13). Es el deseo de Dios que la plenitud de Cristo llene la iglesia. ¿Qué quiere decir Pablo con la plenitud de Dios? Pablo desarrolla la idea de la plenitud de tres formas interrelacionadas: 1) La plenitud se refiere al poder y la presencia de Dios: el hecho de que no hay nada más grande que Dios o fuera de su persona.48 2) En la voluntad del Padre, la plenitud de Dios ahora mora en Cristo como la imagen, el Hijo primogénito y la cabeza. Tener la plenitud de Dios significa que Cristo comparte la presencia de Dios y el imperio de gran alcance sobre todos. Con la plenitud de Dios, Él ahora gobierna sobre toda la creación ejerciendo el poder y la autoridad de Dios. Él abarca todas las cosas y la existencia de todo lo demás está en Él. Dios es "todo en todos" (I Co. 15:28) para cumplir todas las cosas, y Su gloria está manifestada en Cristo y Él manifiesta esto de Cristo: ...que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo (Ef. 4:10).49 Cuando Cristo como la imagen, el primogénito, y la cabeza ascendió al cielo, Él tomó el manto lleno de la autoridad de Dios en su ser. Desde el cielo que Él ahora gobierna, está llenando todas las cosas, dotando a su iglesia para que ella también participe en su propia plenitud. En Efesios y Colosenses Pablo se refiere a la amenaza de las fuerzas espirituales del mal que luchan contra la iglesia tratando de traerla a la cautividad (Ef. 2:1-3). En respuesta, Pablo afirma que Cristo entró en la creación con toda su plenitud, poder y presencia. Ahora que ha ascendido, Cristo y no las fuerzas espirituales del mal, es quien llena todas las cosas (Ef. 1:23; 4:10). Cristo es ahora el poder dominante.

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En esta sección hay cierta superposición conceptual entre la plenitud de Dios y el Reino. Ridderbos, p. 389.

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3) De manera similar, la plenitud de Cristo ahora llena a la iglesia. Él es la cabeza y la iglesia es su cuerpo (Ef. 1:23), Él la llena de una manera única (Ef. 1:23; 3:19; 4:13; Col. 2:10). La iglesia necesita conocer el amor de Cristo, de modo que ella pueda estar llena de la plenitud de Dios (Ef. 3:19). Ella participa en su plenitud en que ella se nutre y es bendecida. Que Cristo esté lleno de plenitud del Padre y que Jesús da su plenitud a la iglesia son las bases de la exhortación de Pablo a la iglesia para crecer en madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:13). Ella crece en la propia plenitud de Cristo a través de los medios que Cristo le ha dado: apóstoles, profetas, pastores y maestros.

La plenitud de Cristo en la iglesia se manifiesta cuando ella entra en contacto con el mundo. Así como Cristo resucitado conduce a su plenitud a la iglesia, así mismo esta plenitud debe ser reflejada externamente en el mundo. Es a través de su vida en la iglesia que Cristo manifiesta su poder sobre las todas las cosas. En este ciclo, la plenitud de Cristo se manifiesta en su liderazgo sobre la iglesia, la cual, a su vez, manifiesta su plenitud al mundo. Es la plenitud de Cristo sobre la iglesia la que le otorga su triunfo y la seguridad sobre las fuerzas espirituales.

La revelación de la plenitud de Cristo en la iglesia es la base de nuestra guerra espiritual. Como la plenitud de Cristo llena la iglesia y se refleja hacia el exterior, por esto entra en conflicto con el mundo. A través de la cruz, Cristo ha derrotado a todos los principados y potestades anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, 55

quitándola de en medio y clavándola en la cruz, (15) y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Col. 2:14-15). La iglesia se une a él en esto, pues sigue librando una guerra contra los poderes espirituales, triunfando sobre ellos en Él. En Cristo, la iglesia lucha contra ellos y los vence: Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (13) Por lo tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que seáis capaces de resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes (Ef. 6:12-13).

Conclusión Cristo es la cabeza sobre el cuerpo. Como jefe, él conduce, dirige y nutre a su iglesia. La iglesia es Su plenitud. Todos los creyentes se unen a la iglesia de Cristo. Ellos son un solo cuerpo mutuamente interdependientes, cada una confiando en el otro para poder crecer como un cuerpo completo en Jesucristo.

Preguntas de Estudio – Lección Tres 1. 2. 3. 4.

Explique las dos formas de referirse a Cristo como la Cabeza del cuerpo. Explique la importancia de que la iglesia sea un cuerpo en Cristo. ¿Puede un creyente crecer por sí mismo, para sí mismo? Justifique su respuesta. ¿Qué analogía humana utiliza Pablo para mostrar el carácter distintivo y la interdependencia mutua de la iglesia? Explique ¿Por qué esta analogía es un buen modelo? 5. ¿Deberían hacer los distintos dones una separación en la iglesia? 6. Según Romanos 12:3, ¿Cómo debemos considerar los dones? 7. ¿Qué sucede cuando el cuerpo se divide? 8. Describa la jefatura de Cristo sobre la iglesia. 9. Describa la naturaleza de nuestra unión en la iglesia. 10. Describa las tres maneras en que Pablo utiliza la palabra plenitud.

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Lección 4 Cristo como Fundamento y Medio Contínuo de Crecimiento de La Iglesia La iglesia pertenece a Jesús. A través de su vida y muerte Él estableció el fundamento, y ahora, en su estado resucitado, su actividad sostiene y alimenta a la iglesia mientras es edificada en Él para que pueda llegar a la madurez. Como cabeza, Cristo es la única verdadera fuente de desarrollo. El objetivo de Cristo en la obra de la iglesia es grande. Él desea que ella pueda crecer en madurez, hasta la misma estatura de la plenitud de Él en la creación: ... Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo,... (15) Más bien, hablando la verdad en amor, hemos de crecer en todo en aquel que es la cabeza, esto es Cristo (Ef. 4:13-15).

1. Cristo el Fundamento En el Antiguo Testamento, Dios prometió que pondría una piedra angular, el fundamento en Israel. (Is. 28:16; Sal. 118:22). Cristo puso el fundamento en Su persona y obra en la tierra. A través de su vida, muerte y resurrección, Él es la piedra angular (Ef. 2:20; I Co. 3:11). El fundamento ahora sostiene a todos los hombres, e incluye tanto judíos y gentiles (Ef. 2:14). La vida y el ministerio terrenal de Cristo son los cimientos de la iglesia. En esta sección vamos a considerar como Cristo es la fuente de la vida de la iglesia. Él es su fundamento, y como el Señor resucitado, Él está constantemente edificándola, para que de esta manera pueda llegar a un estado de madurez.

2. Cristo como el Actual Medio de Crecimiento Cristo hace crecer50 Su iglesia, cuida de ella, proporcionándole dones y ministerios para su edificación. Él exige buen orden y espera que la iglesia ejerza la disciplina a medida que crece en Él. Mediante el uso de estos medios, la iglesia crece hacia la madurez. Podemos hacer un diagrama para mostrar los tres medios principales de crecimiento de la iglesia que Jesús utiliza, de la forma siguiente:

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La Escritura utiliza diversas metáforas para explicar la naturaleza y el crecimiento de la iglesia. Esto incluye metáforas de construcción y de crecimiento orgánico, tales como la iglesia es su cuerpo (Ef. 4:15), ella tiene sus raíces en Cristo, y los gentiles son una rama de olivo silvestre que está injertado en el olivo de Israel (Ro. 11:17ss). La iglesia es también el campo de Dios, un campo que da fruto a través de ser regada (Jer. 24:6; I Co. 3:6-9). En cada metáfora, Cristo es el fundamento, así como el medio de crecimiento.

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Por desgracia, muchas iglesias hacen hincapié en un aspecto del gobierno de Cristo sobre los otros causando desequilibrios que impiden el crecimiento de la iglesia. Algunas iglesias hacen hincapié en la libertad del Espíritu, pero rechazan el don de Dios del oficio ministerial y su mandato de hacer las cosas decentemente y con orden. En contraste, la Biblia reconoce tanto la libertad del Espíritu y los dones espirituales del oficio ministerial. El mismo Espíritu que trabaja libremente y poderosamente también demanda una administración ordenada, y permite a los oficiales de la iglesia que realicen adecuadamente esta función. El Espíritu de Cristo está en gran parte en medio de su iglesia a través del orden y la disciplina, de la misma forma que está en los aspectos más impresionantes de su obra (Mt. 18:16). En la sabiduría de Dios, no hay conflicto entre el gobierno directo de Cristo, la obra de su Espíritu, los agentes humanos, la estructura de la iglesia y la disciplina. Comenzaremos nuestro estudio considerando los dones y oficios que Cristo ha dado a la iglesia; luego se procederá a considerar el mandato del Espíritu para el orden y la disciplina.

2.1. Los Dones y Ministerios en la Iglesia Los dones y ministerios de la iglesia se mencionan en I Pedro 4:10-12, Efesios 4:11-16, I Corintios 12:8-10, 28 y Romanos 12:6-8.51 En la enseñanza de Pablo, el término "don" destaca la gracia de Dios al bendecir a la iglesia, mientras que el término "ministerio" se centra en las funciones de esos dones dentro de la iglesia. En este contexto, el Espíritu es el autor de ambos, dones y ministerios (Ef. 4:11), y Pablo no hace ninguna distinción real entre ellos. Los dones del oficio ministerial y los oficiales son dones tanto como lo son la fe, la sanidad y las lenguas. Pablo también habla de funcionamiento (I Co. 12:6, 9), trabajo (Ef. 4:12; I Ti. 3:1; II Ti. 4:5), administraciones, mayordomías (I Co. 9:17; I Co. 12:28, Ef. 3:2; Col. 1:25; I Ti. 1:4), y el servicio (II Co. 9:12; Fil. 2:17) en la descripción de los medios que Cristo da para el crecimiento de la iglesia. Enseñanza y Servicio: Pedro utiliza una división simple de los dones en dos tipos: los dones de enseñanza y los dones de servicio. Los dones de enseñanza permiten a los que sirven, que puedan servir al Señor.

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Los dones se mencionan en Romanos 12:6, I Corintios 1:7, 12:4, 9, 28, 30, 31; I Timoteo 4:14 y II Timoteo 1:6. Los ministerios se mencionan en Romanos 11:13, 12:7; I Corintios 12: 5, 16:15, II Corintios 4:1, 6:3, 11:8, Efesios 4:12, Colosenses 4:17, I Timoteo 1:12 y II Timoteo 4:5, 11.

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Como cada uno ha recibido un don, debe utilizarlo para servir a los demás, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios: el que habla, como uno que habla palabras de Dios; (11) el que ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por medio de Jesucristo. A él pertenecen la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén (I P. 4:10-11). Natural y Espiritual: En la posesión de los dones del creyente, la relación entre sus dones naturales antes de la conversión y sus dones espirituales después es incierta. Algunos argumentan que los dones a los que Pablo se refiere son los dones espirituales, mientras que otros señalan que los dones naturales son santificados y separados para Dios en la conversión. El apóstol Pablo claramente tiene grandes dones naturales, incluso antes de su conversión, dones que continúan y que sigue utilizando en su ministerio apostólico. Al mismo tiempo, su llamado a ser apóstol es un llamado espiritual único, al igual que los dones específicos relacionados con el ministerio apostólico (II Co. 12:12). Además, Pablo exhorta a la iglesia a procurar los dones espirituales, sobre todo para que ella pueda profetizar, un don revelador en la iglesia primitiva, muy aparte de cualquier sabiduría natural. Al observar los dones, podemos dividirlos en los que son claramente espirituales y aquellos que se superponen con los dones naturales que figuran en la creación. Los primeros incluyen el oficio de apóstol, profeta, palabras de la sabiduría, palabras de ciencia, fe, dones de sanidades, lenguas, interpretación de lenguas, y discernimiento de espíritus (I Co. 12:8-9). Dones que caen bajo ambas categorías incluyen liderazgo, pastor y maestro. Aunque algunos de ellos son naturales, Dios también da dones a algunos en una cantidad inusual. Todos los Dones son de Cristo: Los dones naturales tienen su origen en la creación de Cristo; en la conversión, éstos son renovados en Cristo para que sean constructivos, no destructivos. Por ejemplo, la energía, educación y el celo de Pablo se utilizan para el mal antes de su conversión, pero después, sus dones se usan para el bien y la edificación de la iglesia. Pablo se apresura a señalar que todos los dones, naturales o espirituales, solamente son bíblicamente efectivos si se ejercen en amor (I Co. 13). En la sabiduría de Dios, la naturaleza no funciona contra la gracia; más bien, la naturaleza y la gracia funcionan en la misma dirección. Los Dones incluyen a los Líderes de la Iglesia: La naturaleza de los dones es a menudo mal entendida. Cuando utilizamos el término dones, a menudo nos centramos en los dones espectaculares, a saber, las lenguas y la profecía, pero los dones también incluyen la enseñanza, el liderazgo y la evangelización (Ef. 4). Estos dones no son espectaculares; son ordinarios. Es importante recordar que la principal forma en que la iglesia crece es a través de los dones de Cristo y el equipamiento de líderes espirituales para la iglesia. Es a través de estos líderes, dirigidos por el Espíritu, que Cristo edifica su Iglesia. Dones Espectaculares: Es interesante notar que los dones más espectaculares que están generalmente vinculados con el Espíritu, lenguas y profecía, son mencionados antes y sólo en 59

I Corintios 12 y 14. Estos no se mencionan en Romanos 12 o en Efesios 4:11ss. Estos no son los dones más importantes de la iglesia. Con respecto a los dones espectaculares, Pablo los tiene así mismo. Aun así, la preocupación de Pablo era que los dones fueran utilizados de una manera adecuada. Advierte que los dones más espectaculares no se utilizan para la exhibición personal, sino para la edificación mutua. Él no quiere que la iglesia sea como un niño en su comprensión de los dones (I Co. 13:11); más bien, deben utilizar los dones como adultos maduros, para el bien de todos. De hecho, es el amor lo que hace eficaces los dones; sin amor, el don en nada beneficia. Por lo tanto, Pablo enseña deliberadamente sobre el amor (I Co. 13) en medio de los dos capítulos que tratan sobre los dones (I Co. 12 y 14). En la misma línea, Pablo subraya el hecho de que la profecía es más importante que las lenguas, porque la profecía todo lo puede entender, y por lo tanto, todo es edificado, mientras que el don de lenguas tiene una función más limitada. Pablo enseña que los dones de Cristo dados a la iglesia difieren en origen e importancia. Afirma, ...primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, y los que tienen don de lenguas (I Co. 12:28). En Efesios 4:11 se presenta un orden similar: Y él constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.52 Pablo ve una jerarquía definida en los dones. Debido a su ministerio fundacional en la iglesia primitiva, los apóstoles son el don más importante que a ella se le ha dado. Pero ya que este oficio es único, Pablo no puede y no dice que él desea que todos los hombres sean apóstoles (ver I Co.14:1).53 Los dones son importantes y son deseados, ya que son utilizados en amor, ministerio y servicio, en la edificación de la iglesia para la gloria de Dios en Cristo (Ef. 4:12). Los dones espirituales incluyen liderazgo y gobierno, ministerios (un término que implica orden), estructura y servicio. En la iglesia, la obra del Espíritu debe ser llevada a cabo de una manera estable, ordenada. Los dones más espectaculares deben ser regulados. Los dones dados a la iglesia son para la obra del ministerio y para la edificación del cuerpo de Cristo con el fin de que pueda llegar a la madurez. Si cada miembro utiliza sus dones, todo el cuerpo crecerá. Pablo introduce este aspecto en I Corintios 12, 14ss.

3. Una Lista Detallada de los Dones Específicos y Ministerios54 Esta sección examina en detalle los dones específicos y ministerios dados a la iglesia.

3.1. El Fundamento Apostólico Los doce apóstoles son el fundamento de la iglesia. Cristo es la piedra angular y los apóstoles como sus testigos sientan las bases para la construcción de la iglesia actual (Ef. 52

En Efesios, Pablo añade pastor antes de los maestros. Carson, es quien sugiere que Pablo sólo está enumerando los dones en orden de aparición, no importancia. 54 Ridderbos, p. 447. 53

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2:19,20; Gá. 4:19; I Co. 4:14,15; II Co. 6:13; I Tes. 2:11). Así como el fundamento de la iglesia es único, el oficio de apóstol es un único también, un acontecimiento que ocurre una sola vez en la vida de la iglesia (Ef. 2:20). Es un oficio irrepetible e intransferible como ningún otro fundamento que prescribe, que no sea el establecido por Cristo y los apóstoles. Para ser un apóstol, un hombre tuvo que haber estado con Cristo, visto su resurrección (Hch. 1:21,22), y haber sido llamado expresamente por Cristo a este oficio (Gá. 1:1). Pablo entiende que él es el último apóstol en ser llamado (I Co. 15:8, 10). Los apóstoles eran heraldos autorizados de Cristo para predicar y proclamar Su nombre (Ro. 15; II Cor. 2:9; Fil. 2:12). Ellos recibieron la tradición del evangelio de Cristo y en su predicación, enseñanza y cartas, sentaron las bases de la iglesia para la proclamación del mensaje del evangelio (I Co. 15:5-7). Cuando los apóstoles murieron, su autoridad fundacional continuó en sus cartas, las cuales figuran en las Sagradas Escrituras. Estas cartas ahora abarcan la tradición y se han convertido en autoridad para todos los creyentes (Col. 4:16; I Tes. 5:27). Como los apóstoles eran únicos y singularmente dotado, su enseñanza, vida y conducta son para seguirse e imitarse. Si bien un apóstol no estaba libre de error o pecado sólo por ser un apóstol, eran hombres especialmente designados a quienes se les dio una autoridad peculiar (Gá. 1:8-9) sobre la iglesia (I Co. 4; 14:37-38; II Co. 10-13). Si los apóstoles todavía estuviesen vivos hoy, todavía tendrían esa misma autoridad.55

3.2. Profetas Los profetas son los segundos en importancia (I Co. 12:28; Ef. 2:19, 20). En el Nuevo Testamento hubo un testimonio profético en general; el espíritu de profecía fue dado en Pentecostés en cumplimiento de Joel 2:28-32 (Hch. 2:16-21),56 así como una función profética formal, según Efesios y I Corintios (ver arriba). ¿Quiénes fueron los primeros profetas? Vamos a empezar rechazando dos interpretaciones comunes antes de ofrecer una definición positiva. Algunos sugieren que las referencias a los profetas en el Nuevo Testamento son en realidad referencias a los profetas establecidos del Antiguo Testamento. En esta interpretación, los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles sientan las bases de la iglesia. Aunque esto es atractivo en un nivel superficial porque resuelve la difícil interacción entre los profetas, la autoridad y el canon de las Escrituras son poco probables. En sus cartas, Pablo siempre menciona apóstoles y profetas, no profetas y apóstoles, el orden natural si se refería a los profetas del Antiguo Testamento (Ef. 3:5; 4:11; I Co. 12:28-29). El Nuevo Testamento también menciona expresamente profetas: Agabo era un profeta (Hch. 11:27; 21:10), había profetas en la iglesia de Antioquía (Hch. 13:1), y cuatro hijas de Felipe profetizaban (21: 8, 9). Pablo dejó

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Carson, p. 164. También fue el deseo de Moisés en Números 11:16-30.

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regulaciones en cuanto a cómo los profetas debían hablar en I Corintios 14, y finalmente, la última gran profecía registrada de las Escrituras es el libro de Apocalipsis (1: 3). También rechazamos la interpretación común según los reformadores tanto de los puritanos ingleses y nuevos puritanos ingleses que reducen profetizar a la predicación por las razones expuestas anteriormente. Además en Efesios 4:11, los profetas son un oficio separado de pastores y maestros. En el caso de Agabo, él iba mucho más allá de la mera predicación; fue llevado por el Espíritu para predecir el futuro, no sólo proclamarlo. En el libro de Apocalipsis, el apóstol/profeta Juan trajo una nueva revelación de Cristo.57 En la búsqueda de una definición positiva, es útil tener en cuenta que la palabra profecía tiene una amplia gama de significados. En el Antiguo Testamento había profetas orales y escritos, una escuela de profetas (ninguna de sus obras fueron escritas o guardadas para nosotros), así como los grandes profetas escritores cuyas palabras fueron guardadas y están incluidas en el canon del Antiguo Testamento. En el Nuevo Testamento, una amplitud similar de significado se puede deducir. Profecía incluye hablar en otras lenguas (Hch. 2:4, 6, 17, 18), el oficio formal de profeta (Ef. 2:19, 20; 4:11), que tuvo un papel fundacional revelador, así como la realización de más actos informales de profecía en el culto público (Joel 2:28-32; Hch. 2:16-21; I Co.14:29, 30, 36).58 Muchas profecías nunca fueron guardadas para nosotros (Hch. 21:8, 9), otras profecías eran orales durante eventos específicos (Hch. 11:27; 21:10), y aunque estos profetas pueden haber tenido un papel fundamental en la iglesia primitiva, el hecho de que sus distintas profecías no se registraran indica lo contrario. En la sabiduría divina, Dios ya no nos habla hoy como a los profetas orales o las escuelas de profetas del Antiguo Testamento. Como se ha señalado, algunos tenían un papel de autoridad y fundacional distinto en la iglesia primitiva (Ef. 2:20, 21; Apocalipsis). En Efesios 2:20, 21, el ministerio de los apóstoles y profetas puso el fundamento mismo de la fe. Es sobre su ministerio que la Iglesia continúa siendo edificada. La única profecía expresamente registrada de este tipo se encuentra en Apocalipsis. Juan da una profecía para la iglesia (Ap. 1:3). El libro es un mensaje vital y con autoridad de Cristo; uno sobre el que seguimos basando nuestra esperanza.59 También es de destacar que no sólo es el único ejemplo de revelación de una obra profética fundacional, también es el último fundamento profético registrado, y afirma que no hay otra profecía que deba añadirse o restarse de ella (Ap. 21:18, 19). Por esta razón, la iglesia vio Apocalipsis como el final del Canon, el último libro en el que se revela el misterio de Cristo. En cualquier discusión referente a la revelación o la profecía, es crucial definir adecuadamente los términos. La palabra revelación y misterio a menudo tienen significados

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O'Brien, p. 215. Es interesante notar que no existen requisitos formales dados para el oficio de profeta, a diferencia de los apóstoles (Hch. 1:17-22), ancianos y diáconos (I Ti. 3:1-13; Tit. 1:5-9). 59 En el sentido de autoridad fundacional vemos la relación entre la profecía, la autoridad y el canon, que son temas importantes en el debate relacionado con la profecía en curso, las lenguas, y la revelación directa de Dios en la iglesia de hoy. 58

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técnicos:60 la revelación objetiva de la obra de Dios con respecto a la venida de Cristo en la historia. En I Corintios 2:7, 4:1, 13:2 y 14:2, la frase relacionada, los misterios de Dios, también se refiere a la revelación objetiva de Dios en la historia redentiva, Sus propósitos que estuvieron ocultos pero ahora han sido revelado en la venida de Cristo. En I Timoteo 3:16, el misterio de la piedad se explica como la gran revelación de Dios en Cristo: Grande, en verdad, confesamos, es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. En este entendimiento el énfasis de los apóstoles y los profetas de la iglesia primitiva era sentar las bases de la iglesia; era revelar los grandes propósitos de Dios en la venida de Jesús en la historia. Los apóstoles lograron esto a través de sus testimonios y sus escritos, y los profetas fueron dotados para revelar los misterios de la venida histórica de Jesús. Esto sería ya sea por medio del Antiguo Testamento o por medio de una nueva revelación. En el libro de Apocalipsis, se le revelan a Juan a través del Antiguo Testamento imágenes proféticas aplicadas a Cristo y su Reino. La naturaleza objetiva significa que una vez que se da la plena revelación, la revelación cesará (Jn. 1:1-13; 21:11, 12).61 En este esquema, la revelación es objetiva y vinculada con el canon y la autoridad. Otros argumentan que un estudio de la palabra y la obra de Dios en Hechos muestran un uso más amplio. Schriener argumenta: "La fórmula, dijo el Espíritu Santo (Hch. 13:2), es probable que sea una fórmula profética, que el Espíritu ha comunicado que Pablo y Bernabé serían comisionados para la obra misionera" (Hch. 13:1-2).62 Del mismo modo, Carson sostiene que el uso bíblico de la palabra revelación es más amplia; 63 puede referirse a la revelación personal de Dios a las personas en la salvación (Mt.16:7; Gá. 1:16; I Co. 2:10), al crecimiento continuo (Fil. 3:15; Ef. 1:17). Argumenta que la revelación en I Corintios 14:30 también debe entenderse en este sentido más amplio.64 65 En Hechos, "revelación" y "profecía" también parecen más amplios que simplemente verdades objetivas acerca de Jesús; Pablo y Agabo (16:7, 9-10) son dirigidos y guiados por el Espíritu de Dios a pesar de la profecía. Si no todos los casos en que se utiliza la palabra revelación son los mismos, podemos distinguir entre el objetivo, la revelación de Cristo (el fundamento de la iglesia) y la revelación subjetiva más limitada (revelación que revela a Cristo o la ayuda de Dios a personas universalmente para discernir la voluntad de Dios en momentos específicos). Toda revelación 60

En la Escritura, esto no significa revelar algo secreto sobre una persona en particular o un evento secreto. En África es común que alguien vaya a un profeta o ministro cristiano con el fin de pedirle que le revele un misterio acerca de sí mismo, una verdad espiritual que identifica algo específico en la vida del hombre. Esta no es la forma en que la palabra es utilizada en las Escrituras. 61 Robertson, pp. 326-27. 62 Robertson, p. 361. 63 Carson, p. 162. 64 "No estamos limitados a una forma de revelación autorizada que amenaza la finalidad del canon. Argumentar tal cosa es confundir la terminología de la teología sistemática protestante con la terminología de los escritores bíblicos. La profecía que Pablo tiene en mente es reveladora y el Espíritu se lo indica,... Nada de esto significa que es necesariamente autoritativo, infalible, o amenazante al Canon. Tales profecías aún deben ser evaluadas, y están principalmente sujetas al apóstol y su Evangelio." (Carson pp. 163,164) 65 Podemos estar de acuerdo con esto sin aceptar su sugerencia de que la profecía puede ser una mezcla de verdad y error, (por Grudem).

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viene de Dios; sin embargo, no toda tiene la misma función y no debe ser tratada de la misma manera.66 Pasamos ahora a I Tesalonicenses y I Corintios 12, 14. El pasaje de Corintios es el único lugar que ofrece reglas específicas acerca de la profecía en el culto público. Aquí también es importante el hecho que Pablo usa la palabra revelación y misterio. 1) La iglesia primitiva fomentaba la profecía. A la iglesia primitiva se le ordenó: No apaguéis el Espíritu. (20) No desprecien las profecías, (21) sino probad todo; aferrarnos a lo que es bueno (I Tes. 5:19-21). Pablo recomendó a la iglesia en Corinto la búsqueda de los dones de lenguas o profecía para que la iglesia pudiera ser edificada (I Co. 14:5). 2) La actividad profética se tenía que hacer en paz y armonía, uno a la vez, cada uno preparado para ceder el paso si se recibían otras profecías. Pablo dio instrucciones detalladas sobre cómo la iglesia debía manejar la profecía en I Corintios 14:26-33. Toda la actividad se debía hacer para la edificación mutua (14:26, 31): dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen lo que se dice (29), y si un profeta hablaba y Dios le daba una segunda profecía, el primer profeta debía estar callado (30).67 Pablo enseñó claramente que los profetas podían controlarse a sí mismos, mientras que profetizaban. Afirma, Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados (I Co.14:31). Y continúa: Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas (32). 3) Pablo advirtió a la iglesia que habría falsos profetas, y ella debía protegerse de la falsa profecía (I Co.12:10; 14:29; I Tes. 5:21). La falsa profecía es peligrosa. Las personas están engañadas o erradas, ya que afirman hablar en nombre del Señor, esto afecta a las personas materialmente y espiritualmente. Un ejemplo del Antiguo Testamento de un hombre mentiroso es el antiguo profeta en I Reyes 13:1-32. Él mintió, y el profeta de Dios murió. Otro ejemplo de los falsos profetas se encuentra en I Reyes 22. La iglesia debe probar los espíritus (I Co. 12:10; 14:29, I Tes. 5:21). 4) Pesar los profetas: Todas las profecías deben ser pesadas o probadas. En I Corintios 14:29, Pablo establece que los demás juzguen lo que se dice. Los demás parecen ser la congregación. Con estas palabras, Pablo dice claramente que las palabras de los profetas no están por encima de todos los demás. No pueden pretender hablar directamente de Dios y obligar a otros a seguirlos. Están sujetas a ser pesadas y probadas. En muchas iglesias los hombres crean profecías, dicen que estas profecías 66

Esta distinción entre palabras ocasionales, no está registrada y en última instancia, no es vinculante. La fundamental, completa y unida revelación de Dios es una forma útil para definir la profecía, lenguas y palabras sobrenaturales directas de Dios a los hombres actualmente. Retomaremos esto más adelante. 67 La disposición de que los profetas/lenguas deban hablar de uno en uno, se viola constantemente hoy en las iglesias.

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son de Dios y no permiten a nadie pesarlas y desafiarlas. Esto va en contra de la enseñanza clara de Pablo. No importa quién ejerce las profecías, los hermanos deben probarlas. Incluso la enseñanza del apóstol Pablo fue probada en el Antiguo Testamento por los hermanos de Berea (Hch. 17:11). En Hechos 16:10, aunque a Pablo se le da una visión de Macedonia, esto es interpretado por todo el grupo, Lucas afirma: dimos por cierto que Dios nos... (en plural, lo que indica que todo el grupo consideró la revelación) llamaba para que les anunciásemos el evangelio. En Corintios, Pablo describe cómo la iglesia debe evaluar la profecía; sin embargo, se debe tener en cuenta que el Espíritu Santo no vio conveniente guardar estas palabras o incluirlas en el canon. En este sentido, la revelación de los profetas en Corinto funciona de una manera similar a los profetas orales ocasionales del Antiguo Testamento; no tenemos más que eso, nunca fue la intención unirnos hoy. En apoyo a esto, Pablo termina la sección aplicándolo a su propia autoridad apostólica fundacional: afirma que los que rechazan estas normas y rechazan el testimonio apostólico objetivo están rechazando una orden del Señor mismo; por lo tanto, no deben ser escuchados por todos en la iglesia (I Co. 14:37, 38). Cualquiera que haya sido la naturaleza de la profecía en Corinto, fue sometida al principio general de la Escritura. Fue sometida a la autoridad de Pablo mismo. Somos llamados a probar a los profetas. ¿Según qué norma debemos juzgar? La profecía debe ser probada contra la fundamental y objetiva revelación de Jesús que ahora está revelada en las Escrituras (Dt. 13:1-5; I Co. 14:37, 38), especialmente a la luz del libro de Apocalipsis que advierte que nada se puede agregar y nada puede quitar (Ap. 22:18, 19). Si las profecías fallan esta prueba, son falsos profetas.68 Un ejemplo de esto es que si un hombre afirma que Dios le dijo que el mundo se acabaría mañana, sabemos que está mintiendo, porque las Escrituras claramente nos dicen que nadie sabe el día ni la hora. Esto es una negación evidente de la revelación de la Escritura. La exigencia de prueba podría ser problemática. ¿Sobre qué base se pudo evaluar la profecía de Agabo referente a una futura sequía? No era algo que pudiera ser probado por el canon, y sin embargo, los creyentes lo aceptaron y en consecuencia actuaron con el fin de proteger a la iglesia (Hch. 11:27-30). Es el tipo de evento que sólo puede ser evaluado si se produce el evento. En tales casos, la iglesia tiene que tener mucho cuidado. Tales profecías sólo pueden ser juzgadas por su resultado.69 68

En efecto, aún el libro de Apocalipsis tuvo que ser pesado, tuvo que ser probado por la iglesia para ver si estaba de acuerdo con otra revelación antes de que fuera incluido en el canon. Con el tiempo, toda la iglesia llegó a reconocer que era palabra autorizada de Dios para ellos, y por tanto, se incluyó en el canon. 69 Otros preguntan: Si los profetas son mensajeros infalibles, ¿cómo nos atrevemos a probar su profecía? Esta pregunta implica que cualquier mandato para pesarlo debe distinguirse entre los profetas infalibles del Antiguo Testamento que deben ser aceptados y los profetas falibles del Nuevo Testamento que profetizan mezclando verdad con error. En respuesta observamos lo siguiente: 1) No se nos dice en qué manera deben ser pesados. Grudem afirma la manera en que las profecías mezclan la verdad con el error y la iglesia deben rechazar el error, pero esto es una mera afirmación. (Dónde Grudem afirma esto... necesita una cita). Una vista más simple es que pesar el mandato simplemente significa juzgar y ver si está de acuerdo con las Escrituras del Antiguo Testamento y la tradición apostólica. 2) Afirmar que todos los profetas del Nuevo Testamento eran inferiores a los profetas del Antiguo Testamento es una suposición falsa. El más grande profeta del Nuevo Testamento es el apóstol Juan y su profecía no es una mezcla de verdad y error, se basa tanto en el Antiguo Testamento y en su testimonio apostolar.

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La comprensión Histórico Redentiva: Esta comprensión afirma que el fundamento de la revelación de Dios acerca de Jesús fue colocada una sola vez por los apóstoles y profetas, al igual que para permitir algún ministerio profético en curso (es decir, saber si está o no en contra de la Escritura o que si se ocupa de asuntos menores) debe ser consistente con el patrón general revelado en las Escrituras. En las nuevas obras en la historia de la redención, Dios autentifica su revelación por señales y prodigios. Dios confirmó la autoridad de Moisés por poderosas señales al momento de la revelación. Cuando Dios levantó a los profetas de Israel, Elías y Eliseo, confirmó este nuevo período con muchas señales poderosas. En el propio ministerio de Jesús, en la venida del Reino de Dios, las señales y milagros indicaron que Dios estaba haciendo una nueva y mayor obra. De la misma manera, Dios validó la autoridad de los apóstoles como testigos de la plena venida del Nuevo Pacto y el derramamiento del Espíritu por muchas señales poderosas. Pablo habla de las señales realizadas en medio de los apóstoles. En este período de la iglesia, antes que la plena revelación de Dios fuera completa, Dios usó a los profetas para enseñar a los hombres la palabra. Así la iglesia recogió, probó y confirmó los escritos del Nuevo Testamento y el canon fue cerrado, por lo que la necesidad de profetas cesó y la profecía declinó. Esto es consistente con el testimonio de la iglesia primitiva. Los padres de la iglesia nos dicen que la mayoría de la profecía declinó en el siglo II. La historia posterior de la iglesia ha sido testigo de períodos ocasionales de profecía en áreas locales, pero sin retornar al período del Nuevo Testamento. La revelación objetiva de Dios está completa, a la espera de la segunda venida de Jesús, que, cuando suceda, completará la revelación de Dios bajo el Nuevo Pacto.

3.3. Evangelistas No tenemos gran cantidad de información sobre el oficio de evangelista. El don/oficio se menciona en Hechos 8:4-12, 35, 40, y Felipe es llamado evangelista en Hechos 21:8. En Hechos, este oficio parece referirse a hombres que fueron especialmente dotados para predicar el Evangelio y bautizar. Pablo menciona este oficio en Efesios 4:11 y se refiere a la obra de evangelista en II Timoteo 4:5. Si Timoteo tuvo este oficio, el oficio incluye el derecho de dar instrucciones para el correcto funcionamiento de la iglesia (II Ti. 2:2; Tit.1:5). Algunos argumentan que, debido a que este oficio está estrechamente vinculado con el ministerio apostólico, terminó cuando el período apostólico terminó.70 Otros, como algunas ramas de la Iglesia Presbiteriana de Escocia y la Iglesia Reformada Inglesa, argumentan que todavía existe el oficio. Muchos presbiterianos estadounidenses argumentan que el oficio de evangelista ha terminado, pero que la función continúa siendo ejercida en el oficio de Anciano.71 Si pesarlo es para comprobar que se ajusta a las Escrituras, entonces claramente pasa dichas pruebas. De hecho, fue pesado por la iglesia a quien le tomó mucho tiempo para incluirlo en el canon. 70 J. Bannerman, pp. 234-255. 71 La Iglesia Presbiteriana en América señala el oficio/don de evangelista bajo el oficio de anciano docente. En su Libro de Orden de la Iglesia, afirma: "Cuando un hombre es llamado a trabajar como anciano docente, pertenecerá a su orden, además de las funciones que comparte con los otros ancianos, alimentar al rebaño leyendo, exponiendo y predicando la Palabra de Dios y administrando los Sacramentos. Como es enviado a declarar la voluntad de Dios a los pecadores y a implorarles que se reconcilien con Dios a través de Cristo, es llamado Embajador. Como lleva las alegres nuevas de la salvación al ignorante y perecible, es llamado Evangelista" (8-5). "Cuando un anciano

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3.4. Maestros Pablo llama a los terceros como maestros y los vincula con los pastores (I Co. 12:28; Ef. 4:11). Son dados a toda la iglesia para su edificación. Un maestro, en lugar de referirse a una habilidad parece referirse a un oficio permanente (I Co. 12:28; Ef. 4:11). Esta posición demanda el derecho al sostenimiento material (Gá. 6:6). Como Pablo no desarrolla la relación entre maestros y ancianos, puede ser que este oficio está siendo cumplido hoy en el oficio de anciano docente. En Hechos y en las Escrituras en general, no hay una ordenación separada para el oficio de maestro, lo que indica que este don/oficio estaba relacionado con el cuerpo de ancianos. Si es así, los ancianos docentes han de recibir honor especial (I Ti. 5:17). El don de la enseñanza también puede existir sin estar vinculado a un oficio específico. Los maestros estaban para transmitir a los demás la revelación fundacional y la tradición ya recibida por los apóstoles72 (Ro. 6:17; Gá. 1:12; II Tes. 2:15; Col. 2:6, 7). El don/oficio refleja fielmente a los maestros judíos en la sinagoga con sus dones de sabiduría y de conocimiento.

3.5. Pastores Los pastores son mencionados en Efesios 4:11, donde son vinculados a los maestros. La palabra pastor indica el liderazgo y el cuidado de la iglesia (I P. 2:25; 5:1-4). Al igual que con los maestros, la función exacta no está clara. Parece que el trabajo está relacionado con la función del presbítero u obispo. En Hechos 20:28, los ancianos están para hacerse cargo del rebaño. Una sugerencia es que la distinción entre el pastor y maestro podría reflejar la distinción que más adelante se muestra en I Timoteo 5:17 entre los ancianos gobernantes (pastores) y los ancianos docentes (maestros). Todos estos oficios ejercen autoridad. Pablo ve el liderazgo como un don distinto en la iglesia. Algunos son llamados a dirigir; otros son llamados a someterse a sus líderes. En Romanos 12: 8, Pablo dice: el que exhorta, en la exhortación, el que contribuye, en generosidad; el que dirige, con celo; el que hace misericordia, con alegría. En I Tesalonicenses 5:12-13, Pablo dice: Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor y os amonestan, (13) y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su trabajo. Pablo enfatiza el liderazgo en I Timoteo 3:4-5 diciendo que un anciano es uno que administra bien su propia casa, con toda dignidad manteniendo a sus hijos en sujeción, (5) porque si alguien no sabe gobernar su propia casa, ¿Cómo cuidará de la iglesia de Dios? Este concepto también se observa en I Timoteo 5:17.

docente es nombrado para trabajar como evangelista, es comisionado a predicar la Palabra y administrar los Sacramentos en países extranjeros o en las partes remotas de la Iglesia"(8-6). 72 Inicialmente la transmisión tradicional del evangelio se hizo por vía oral. Debido a que los apóstoles y los profetas murieron, la enseñanza se basa entonces en la palabra escrita de los apóstoles.

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3.6. Servicio Mutuo Mientras que todos los dones son para el servicio mutuo y la amonestación, Pablo también habla de los dones de servir, ministrar, o mostrar misericordia (Ro. 12:7-8). Estos dones específicos parecen apuntar a un ministerio específico de ayuda a los demás.

3.7. Anciano y Obispo Estos oficios se mencionan expresamente en Hechos, Filipenses 1:1 y en las Epístolas Pastorales, pero no en las listas de Pablo. El anciano y el obispo se refieren al mismo oficio; el anciano/presbítero habla del estado y sus raíces judías, mientras que el obispo se refiere a la función. En Hechos 20, Pablo habla a los ancianos, diciéndoles que hagan el trabajo de supervisores (obispos). Del mismo modo, Pablo le dice a Tito que nombre ancianos y luego dice que el supervisor (obispo) debe ser irreprensible (Tito 1:5-7), otra vez combinando los dos oficios. Pablo asume que la iglesia ya tiene conocimiento del oficio de anciano, ya que este oficio se deriva del Antiguo Testamento. Pablo nombró ancianos en la iglesia en su primer viaje misionero (Hch. 14:23), mucho antes de que él escribiera a los Efesios. Las cualidades de los ancianos son, principalmente, la integridad moral y la capacidad de gobernar y enseñar (I Ti. 3:2, 5:17; Tit. 1:6-9). En I Timoteo 5:17 se indica que algunos ancianos participaron más en gobernar, mientras que otros lo hicieron más en enseñar. Vamos a discutir esto en la Lección Siete.

3.8. Diáconos Pablo menciona a los diáconos en Filipenses 1:1 y I Timoteo 3:8-13. La palabra tiene el significado de ministrar o servir. Un primer ejemplo se ve en Hechos 6:1-6. Los ancianos gobiernan y enseñan, mientras que los diáconos administran provisiones materiales para el bien de la iglesia. Ellos están para compartir, mostrar misericordia y supervisar las necesidades físicas de la congregación. El diácono es un oficio independiente con funciones distintas de las que tienen los ancianos (Ro. 12:6-8). Vamos a discutir este oficio en la Lección Ocho.

3.9. Dones Extraordinarios Estos dones incluyen poderes, fe, sanidad, lenguas y la interpretación de lenguas. Se mencionan en I Corintios 12 y 14, y existían en la iglesia primitiva a parte de los oficios. Los poderes apuntan a hechos inusuales del ministerio, principalmente milagros de sanidad obtenidos por algunos miembros. Pablo habla de fe, misterios y conocimiento (I Co. 13:2). Como apóstol, Pablo mostró estos poderes especiales como signos de su apostolado (Ro. 15:18-19; II Co. 12:12). Los poderes apostólicos de Pablo son mencionados en Hechos 13:11 y 14:3, 10. Mientras que todos los creyentes tienen fe, en este contexto la fe parece referirse a una 68

fuerte confianza en que Dios contestará sus oraciones, lo que les permite hacer milagros. Este es un don especial, uno que no todos los creyentes comparten. Sin embargo, las señales del poder de Dios siempre son consistentes con la naturaleza de la gracia presente de Su Reino.

3.10. Lenguas Este don sólo se menciona en Hechos 2 y en I Corintios 12 y 14. Algunos sugieren que este don fue practicado sólo en Corinto, pero eso no está claro. Sin embargo, el don de lenguas se produce primero en Jerusalén con la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés (Hch. 2:1-8). Robertson sugiere que las lenguas eran idiomas actuales y que similar a la profecía, comunicaban revelación objetiva. A medida que fueron vinculadas a la predicación de Pedro acerca del evangelio, proclamaban a Cristo en la historia. En Corinto, Pablo argumenta que las lenguas debían ser interpretadas, otra indicación de que se trata de una lengua conocida con el propósito de promover la revelación objetiva.73 En I Corintios 14:2, Pablo dice que el que habla en lenguas habla misterios. La palabra misterio es un término técnico, que es utilizado exclusivamente para referirse a la revelación de la obra de Cristo. La palabra se usa de esta manera en I Corintios 2:7, 4:1 y 13:2. En I Timoteo 3:16, Pablo explica el misterio del evangelio como la revelación de Cristo: E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto por los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria. El misterio es el misterio de Jesús, que vino y nació en carne. El término se refiere a la revelación de la venida de Cristo, poderoso acontecimiento en la historia de la redención de Dios, que ha sido ahora plenamente revelado y será completado hasta que Jesús regrese (ver Juan 1:1-13; 21:11, 12 arriba). Ahora que el evangelio se ha revelado plenamente y objetivamente en la Escritura, no hay más revelación del misterio. En general, Pablo tiene una actitud positiva hacia las lenguas, y dice tener el don más que cualquiera de los miembros de la iglesia en Corinto (I Co. 14:18). También afirma que las lenguas demuestran la obra del Espíritu en la iglesia (I Co. 14:2). Aun así, se valora la profecía más altamente. Él desea que todos hablen en lenguas, pero más que eso, él desea que todos pudieran profetizar porque la profecía nos edifica a todos (I Co. 14:5). Al hablar en lenguas, uno está hablando con Dios en un lenguaje desconocido e inútil para los demás (I Co. 14:9). Se habla de una cosa oculta, una cosa de la que se está consciente en su espíritu, pero no con su mente (I Co. 14:14). Habla a Dios y a sí mismo; al hacerlo, se edifica a sí mismo, pero no a la iglesia (I Co. 14:4). Para los demás, el hablar en lenguas es como un instrumento musical que reproduce indistintas notas. Nadie es capaz de entender el instrumento o la melodía (I Co. 14:7-8). Es como hablar al aire o escuchar un idioma extranjero; es indiscernible e improductivo (I Co. 14:6-11). Como nadie puede entenderla, Pablo dice que es menos valiosa que la profecía. Los demás creyentes no pueden decir 'Amén' y los no 73

A diferencia de Ridderbos que sugiere que las lenguas son sonidos desconocidos, una lengua celestial, no una lengua humana (p. 465).

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creyentes sólo son endurecidos en su incredulidad pues Dios les está hablando de una manera que no pueden entender (Is. 28:11-13; I Co. 14:21-22). Como resultado de esto, nadie debe hablar en lenguas a menos que la lengua pueda ser interpretada, lo cual es un don aparte. Si algunas personas hablan en lenguas, la interpretación debe hacerse en orden (I Co. 14:27). Dios da esos dones para la edificación de la iglesia, por lo que en su ejecución conjunta es que la iglesia madura.

4. Orden y Disciplina Cristo espera que su iglesia trabaje de una manera ordenada y disciplinada; estos dos componentes son esenciales para su crecimiento y madurez. Él también ha creado roles distintivos para hombres y mujeres en la iglesia.

4.1. Orden en la Iglesia Para que toda la iglesia sea beneficiada, los dones que Cristo da a su iglesia deben ser utilizados de una manera ordenada. Pablo le dice a la iglesia de Colosas: Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante, yo estoy con vosotros en espíritu, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo (Col. 2:5). Corinto era una iglesia en caos, aunque rica en dones espirituales, y Pablo tiene que recordarles que Dios no es un Dios de confusión, sino de paz (I Co. 14:33). Al tratar los dones espectaculares de lenguas y profecía, él desea que todas las cosas se hagan decentemente y con orden (I Co.14:40). En I Timoteo 3:15, subraya reglas de conducta: ...si me tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. El buen orden enseña sumisión hacia los demás. Pablo exhorta a los hermanos a sujetarse ...a cada compañero de trabajo y obrero (I Co. 16:16), sometiéndonos unos a otros en el temor del Señor (Ef. 5:21). La sumisión no sólo es para aquellos que Dios llama y dota para el liderazgo (I Ts. 5:12-13); es para todos los miembros. El Espíritu Santo no obra en contra de los oficios y la organización de la iglesia; más bien, el Espíritu obra en y a través de los dones, oficios, organización y disciplina de la iglesia. La iglesia debe reconocer que el orden, la disciplina y el Espíritu Santo son esenciales para el crecimiento, pues Cristo edifica su iglesia a través de cada uno de estos aspectos. Una iglesia que enfatiza solo un aspecto, por ejemplo, sus dones espirituales, mientras que no enfatiza sus oficios y organización, se desequilibra y no crecerá. Lo mismo sucede a la iglesia que enfatiza el buen orden sin enfatizar la necesidad del Espíritu Santo y los dones.

4.2. Disciplina Eclesiástica La iglesia también crece a través del uso de la disciplina. Los miembros de la Iglesia son llamados a discipularse los unos a los otros, para edificarse el uno al otro a través de la amonestación mutua, ánimo y paciencia (I Ts. 4:18, 5:11, 14; I Co. 14:3). Pablo dice que 70

debemos... [hablar] la verdad en amor para que todo el cuerpo sea edificado en el amor (Ef. 4:15-16). Este discipulado mutuo incluye la necesidad de desafiarse unos a otros acerca del pecado. La presencia del pecado en la Iglesia no niega la realeza de Cristo. Él como Cabeza y Rey, ordena todos los eventos para que Su iglesia crezca en Él. La realidad del pecado desafía a la iglesia a tratarlo de acuerdo a la voluntad de Cristo: el pecado puede ser tratado ya sea de manera informal, de un miembro a otro, o formalmente a través de una Sesión (Ancianato). Informalmente, los miembros de la iglesia deben instruirse unos a otros (Col. 3:16; Ro. 15:14). En Gálatas 6:1-2, Pablo aconseja: Hermanos, si alguno de ustedes es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales debéis restaurarlo con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. (2) Llevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo. Con el pecado privado, lo primero que debemos considerar es si podemos cubrir la ofensa sin acción: La cordura del hombre le hace lento para la ira, y su honra es pasar por alto la ofensa (Pr. 19:11). Si no podemos, nos trasladamos a Mateo 18:15-20, versículos que indican el trato con un miembro que ha pecado contra otro en la iglesia. Diferentes principios se aplican a los que están fuera de la iglesia. El contexto del capítulo 18 es la exhortación a cuidar de un hermano más débil. De hecho, nos sería mejor tener una piedra de molino alrededor del cuello que hacer pecar a un hermano (18:1-6). Los versos 7-9 advierten contra las tentaciones personales, recordándonos nuestras propias debilidades. El versículo 10 nos reitera la advertencia de no causar que un cristiano más débil peque. A continuación, los versículos 15-20 consideran la forma en que alguien que pecó contra su hermano debe responder al hermano pecador: Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; Si te oyere, has ganado a tu hermano. (16) Pero si no te oyere, toma contigo a uno o dos más, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. (17) Si no les oyere a ellos, dilo a la iglesia. Y si se niega a escuchar a la iglesia, tenle por gentil y publicano. (18) De cierto os digo, que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos. (19) De nuevo os digo que, si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra para pedir algo, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. (20) Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Por lo tanto, Jesús muestra un trato amable pero progresivo con el pecado. Si el pecado continúa, la gravedad de la advertencia aumenta. La Respuesta Inicial: Nuestra primera respuesta al pecado en la iglesia debe ser informal. Debemos ir a nuestro hermano personalmente y anunciarle su pecado. Al hacerlo,

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reconocemos el pecado y tratamos de lidiar con él, manteniendo el asunto en privado entre nosotros y el hermano, y esforzándonos para ganar al hermano hacia el arrepentimiento. Desgraciadamente, con demasiada frecuencia fallamos. No confrontamos a nuestro hermano, no somos capaces de discipularle. A menudo pensamos que no desafiar es amar, pero eso no es así. Una falta de desafío es una falta de amor: No aborrecerás a tu hermano en tu corazón, razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. (18) No tomarás venganza ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo Jehová (Lev. 19: 17-18).74 También podríamos quejarnos con otra persona acerca del pecado de un hermano, lo que podría llevar a chismes y hacer más difícil que el hermano se arrepienta. En algunos casos, podría ser bueno pedir consejo a otros, pero hay que tener cuidado en cómo lo hacemos. En muchas situaciones estamos tan preocupados por nuestros propios derechos que desafiamos a un hermano exclusivamente por nuestro sentido personal de justicia. Pero es evidente que nuestra atención debe centrarse en ganar a nuestro hermano, conseguir que se arrepienta y restaurarle a la comunión (Pr. 15:31). En los versículos restantes de Mateo 18, Jesús le recuerda a la iglesia que debía perdonar porque ella misma ha sido perdonada por Dios, y advierte lo que le sucederá si no lo hace (Mt. 18:21-35). La Segunda Respuesta: Si el hermano no responde a nuestro intento inicial, pasaremos a la siguiente etapa. En este paso, tomaremos a otro hermano con nosotros. Esta es una advertencia formal. En Deuteronomio se nos enseña que todos los asuntos legales se establecían por dos o tres testigos (17:6; 19:15), por lo que estos hombres actúan como testigos formales. Para minimizar la ofensa, tomaremos sólo uno o dos hermanos con nosotros, y al igual que en la respuesta inicial, trataremos de ganar al hermano en todo momento. Si la segunda respuesta falla, pasaremos a la tercera etapa. La Tercera Respuesta: Una vez que las otras dos opciones se han agotado, hay que llevar el asunto a la iglesia. La iglesia debe entonces hablar con el hermano ofensor. Si todavía no se arrepiente, él será puesto fuera de la iglesia, excomulgado. Jesús dice que la iglesia posee ahora las llaves del Reino. Lo que los hombres aten en la tierra será atado en los cielos (Mt. 18:18). Como hemos señalado, el poder de la Iglesia es ministerial y declarativo. En el ejercicio de la disciplina, la iglesia debe actuar como Cristo actuaría.75 Jesús señala que si dos se ponen de acuerdo en oración, pidiendo la sabiduría de Dios para ser fieles, entonces les será concedido (Mt. 18:20). Cuando dos o tres se reúnen en su nombre, Él está en medio de ellos para guiar sus acciones y que su juicio sea el juicio del cielo mismo. 74 75

Véase también Salmos 141: 5 y Proverbios 27: 5-6. Ibíd.

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La iglesia tratará al hermano ofensor como recaudador de impuestos y pecador. Esto significa que se le ha de considerar un incrédulo. No tenemos comunión con él ni lo tratamos como a un hermano. Esto no quiere decir que debamos ignorarlo. El objetivo de la disciplina es restaurar al creyente, por lo que debemos seguir amándolo, orando por él, y trabajando por su arrepentimiento. El poder de excomulgar se administra en y a través de los ancianos, que actúan en nombre de la iglesia.76 La excomunión no es la única opción. La Sesión de ancianos puede amonestar formalmente al individuo, "advirtiéndole de su culpabilidad y peligro, exhortándolo a que sea más prudente y vigilante en el futuro."77 Los ancianos también pueden suspender a una persona de los Sacramentos por un período de tiempo, como una advertencia o hasta que ciertos asuntos se resuelven (Libro de Orden de la Iglesia, 30-3). Bannerman, al comentar sobre el poder de la excomunión, señala que desde el perdón de los pecados, que es el más alto poder que puede concederse a la iglesia, todos los poderes inferiores también se le han concedido.78 Esto incluye la amonestación pública y privada, la suspensión de los Sacramentos y la suspensión de oficios. Pablo también enseña que la iglesia debe retirarse de un hermano, si las advertencias no son escuchadas: Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de cualquier hermano que ande desordenadamente, y no de acuerdo con la enseñanza que habéis recibido de nosotros... (14) Y si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence (II Ts. 3:6, 14). El pecado al que Pablo se refiere aquí es a ser un entrometido (v.11). Al igual que en Mateo capítulo 18, el objetivo de la amonestación es la recuperación de nuestro hermano. Debemos abandonarle para que la persona se avergüence. Pero Pablo dice claramente: no considerarlo como un enemigo, sino advertirle como un hermano (II Ts.3:15). En I Corintios 5, se registra el caso de un hombre que es excomulgado. En ese caso, Pablo está tratando con un hombre que está durmiendo con su madrastra y la iglesia no había actuado para tratar el asunto. Pablo comienza castigando a la iglesia. Él les dice que su fracaso en corregir esta situación significa que han pecado. Jesús hace lo mismo con las iglesias en Apocalipsis 2 y 3. Jesús desafía a cinco de las siete iglesias porque han dejado de actuar en asuntos doctrinales y morales. Jesús les advierte que a menos que la iglesia se arrepienta, ella perderá su candelero. Cristo toma muy en serio la pureza moral y doctrinal de la iglesia. Si la iglesia no puede hacer frente al asunto, su testimonio será destruido y Cristo quitará su testimonio de ella. Debido a que la iglesia no ha tratado el asunto en I Corintios 5, Pablo se ve obligado a actuar. Él decide, sentencia al hombre y da instrucciones a la iglesia para hacer cumplir esta 76

Hay buenas razones por las que la disciplina eclesiástica debe trabajar a través de la Sesión (Ancianato). La Sesión puede actuar en nombre de la iglesia sin tener que hacer públicos los asuntos privados sensibles. Esto puede proteger a todas las partes mientras que mantiene la voluntad de Cristo. La Sesión debería comunicar su decisión a la congregación para que la disciplina trabaje en y a través de todo el cuerpo. 77 Libro de Orden de la Iglesia (30-2) 78 Bannerman, p. 201.

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sentencia. Les dice que entreguen a este hombre a Satanás para destrucción de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor (I Co. 5:5).79 En esta acción, el individuo es expulsado del cuerpo, es decir, de la cobertura del gobierno y la salvación de Cristo. Como cuerpo, la iglesia deberá liberar al infractor de la protección de la iglesia y entregarlo al reino de Satanás, el presente siglo malo (Gá. 1:4), llamado el poder de las tinieblas (Col. 1: 13). Incluso en estos casos extremos, Pablo indica que la persona está todavía bajo el gobierno de Cristo. Hay un límite a la sentencia. Pablo entrega la persona a Satanás en el nombre del Señor Jesucristo. Incluso en esta circunstancia sostenemos que Cristo es el Señor, y como Señor, él puede reclamar al pecador. Un límite posterior de este juicio es que su carne sea entregada a la destrucción para que el alma de la persona pueda ser salva. Pablo parece estar hablando de la entrega de un cuerpo, dolor/destrucción carnal a fin de que la persona se arrepienta. Ridderbos señala que tal sufrimiento se ve en II Corintios 12:7, Lucas 13:16 y Job 1 (en los que Satanás causa el dolor).80 Pablo espera que el sufrimiento físico se vuelva en salvación espiritual para ellos: De los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar (I Ti.1:20). En asuntos de herejía y división Pablo establece, que no se debe tener nada más que ver con una persona que causa división, después de advertirle una y otra vez (Tit. 3:10). Después de dos advertencias que sea expulsado. No está claro cómo esto se relaciona con Mateo 18:1517. Pueden seguirse estos pasos o sólo podría ser advertido por los ancianos de la iglesia. Las advertencias deben darse, pero el número de esas advertencias no es ilimitado. La disciplina tiene tres objetivos. Sirve para limpiar a la iglesia de cualquier influencia de corrupción, pues un poco de levadura leuda toda la masa (Gá. 5:9); para traer al pecador al arrepentimiento en Cristo; y para que la iglesia sea pura para la gloria de Dios. Cada uno de estos aspectos debe ser considerado al decidir la respuesta correcta para cualquier acción.81 La iglesia debe brillar hasta la madurez mediante el ejercicio de los dones, el buen orden, la mutua edificación y la aplicación de la disciplina. En estos medios ella entiende y toma posesión de su vocación en Cristo. En este sentido, ella toma la responsabilidad de su propio 79

Estas acciones son el deber de los líderes para guiar el rebaño, pero toda la iglesia debe participar. El cuerpo entero debe unirse para presentar un frente unido. La disciplina de la excomunión sería quebrantada si algunos miembros del cuerpo continúan ofreciendo compañerismo. 80 Ridderbos, p. 471. 81 La disciplina de la Iglesia está cubierta en el Libro de Orden de la Iglesia, sección 27 en adelante. En materia de disciplina de la iglesia de la Sesión puede tomar las siguientes medidas: 1. Amonestación, es la reprobación formal de un ofensor por parte de la iglesia, que le advierte de su culpa y peligro, y que le exhorta a ser más cuidadoso y circunspecto en el futuro. 2) Suspensión de Sacramentos, es la exclusión temporal de dichas ordenanzas, y es de carácter indefinido en cuanto a su duración. No hay suspensión definitiva de los Sacramentos. Suspensión del Oficio, es la exclusión de un oficial de la iglesia de su oficio. 3) La Excomunión, es la exoneración del ofensor de la comunión de la iglesia. Este castigo se inflige solamente por grandes crímenes e herejías y cuando el ofensor se muestra incorregible y contumaz. La finalidad de este castigo es operar en el ofensor como medio de recuperarlo, librando a la iglesia del escándalo de su ofensa, e inspirando a todos temor por el ejemplo de su disciplinamiento.

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crecimiento. Este crecimiento se producirá siempre en Cristo, no fuera de Él; pero en este proceso ella es llamada a edificarse a sí misma hasta la madurez. Un ejemplo claro de esto es que Pablo como apóstol nunca utilizó su posición para dominar a la iglesia82 o para hacerla dependiente de su ministerio apostólico. Al contrario, Pablo anima a la Iglesia a usar sus dones y de este modo crecer hacia la plenitud de Cristo. Al escribir a la iglesia en Roma, Pablo afirma: estoy satisfecho de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros (Ro.15:14). Estando en Cristo, Pablo confía que la iglesia puede crecer como iglesia sin él y que los hermanos podrán instruirse los unos a los otros. De la misma manera, Pablo enumera el don de Cristo a la iglesia en Efesios, declarando que Dios permite a los miembros de la iglesia que puedan utilizar esos dones para crecer hacia la madurez (Ef. 4:16).

5. Las Mujeres en la Iglesia Pablo y el Nuevo Testamento en general, honran a las mujeres. En asuntos de salvación, crecimiento en la gracia y la santidad, existe plena igualdad entre hombres y mujeres. Pablo dice: no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (Gá. 3:28). Las mujeres también son vistas como una bendición para la iglesia. Pablo enumera a las mujeres en los saludos a la iglesia (Ro. 16), señala que las mujeres comparten los dones de profecía, lenguas y oración (I Co. 11:5), y que él trabaja en estrecha colaboración con Priscila. De hecho, él llama a Priscila y Aquila sus compañeros de trabajo (Hch. 18:2). Recomienda el trabajo Febe y de María en la iglesia (Ro. 16:1, 6), y también elogia a las mujeres que enseñan a otras mujeres en Tito 3: 5. En el pasaje de Romanos 16:1-5 destaca su importancia: Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea, (2) que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros, porque ella ha ayudado a muchos y a mí también. (3) Saludad a Priscila y Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, (4) que arriesgaron sus vidas por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino todas las iglesias de los gentiles también. (5) Saludad también a la iglesia en su casa. Aunque las mujeres tienen un papel distintivo en la iglesia, ellas no están para enseñar o tener autoridad. En I Corintios 11:1-10, 14:33-35 y I Timoteo 2, Pablo argumenta a partir del estado de la creación original83 y lo aplica a la familia y la iglesia. Así como Dios creó a la

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Pablo se ve obligado a intervenir en la situación de Corinto, ya que estaba fuera de control. Incluso aquí, Pablo ha retrasado su llegada, para que ellos puedan tener la oportunidad de poner su casa en orden. 83 Jesús hace lo mismo en Mateo 19: 4-6 en su enseñanza sobre el matrimonio. El mismo tipo de razonamiento que es utilizado para atacar a la comprensión de Pablo de hombres y mujeres en el contexto de la iglesia podría ser utilizado para derribar la enseñanza de Cristo sobre el matrimonio y la familia. Si no hay más masculino y femenino

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mujer para el hombre y su gloria, una esposa debe someterse a la autoridad de su esposo. El hombre es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza del hombre. Pablo desarrolla de manera explícita esta conexión entre la familia y la iglesia ya que él llama a la iglesia la familia de Dios (I Ti. 3:15), e implícitamente se extiende la conexión en que una prueba de la capacidad del hombre para gobernar en la iglesia es su capacidad para gobernar bien su propio hogar (I Ti. 3:5).84 Desarrollaremos la enseñanza de Pablo sobre los roles de hombres y mujeres desde la perspectiva negativa y positiva. Comenzaremos considerando tres objeciones generales a las enseñanzas de Pablo, y luego presentaremos el caso positivo para los roles basados en la creación y las funciones en la iglesia. 85 Objeciones Comunes: 1) “En Cristo no hay lugar para el género.” Muchos sostienen este punto usando Gálatas 3:28: No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Este versículo pone de manifiesto la realidad de la unión y la salvación en Cristo; Pablo no hace referencia aquí a varios roles en el hogar o en la iglesia. Presumir completa igualdad para las mujeres a partir de este versículo es crear una escatología sobre-realizada. Cuando Pablo se enfoca en varios roles, hace una clara distinción entre hombres y mujeres, lo que indica que la estructura de la antigua creación continúa en la familia y la iglesia (I Co. 11:8-9; I Ti. 2:12-13). Además, el argumento de Pablo en I Corintios 11:1-12 se basa tanto en el principio de la sumisión, así como en el estado de la creación original. Pablo comienza con Cristo como el ejemplo de uno que tiene un papel definido en la sumisión al plan de Dios y pasa luego a aplicarlo a los hombres y mujeres: Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo (I Co.11:3). Los hombres están sujetos a Cristo y las mujeres están sujetas a los hombres. Los principios de Pablo se basan en: 1) la sumisión de Cristo al Padre, lo que implica que derrocar la jefatura es derrocar la posición de Cristo en la creación; 2) la estructura de la creación original continúa, incluso en la familia escatológica de Dios; y 3) Dios ha diseñado a la vez una mutua dependencia del uno sobre el otro (I Co. 11:11-12). Aunque cada uno tiene un papel distinto, cada uno depende del otro. 2) “En los últimos días Dios ha dotado a la iglesia con el fin de que pueda cumplir su ministerio. Debido a que algunas mujeres tienen claramente estos dones, entonces (Gal. 2:28), entonces el matrimonio no tiene que ser entre un hombre y una mujer, y de hecho el matrimonio es anulado. 84 Curiosamente, la iglesia a menudo se reunía en las casas de las personas, creando coincidencia en parte de una situación única. 85 Los mismos principios generales se aplican a las funciones respectivas de los hombres y mujeres en la familia.

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Dios las ha llamado a usar esos dones en la iglesia.” En este argumento, los dones espirituales determinan los roles de hombres y mujeres; los dones solamente determinan la función. Sin embargo, en la doctrina de Pablo referente a la iglesia, los dones son sólo un aspecto del buen funcionamiento de la iglesia. Este es exactamente el problema que surgió en la iglesia de Corinto; pues se estaba permitiendo que los dones espirituales determinaran todas las funciones dentro de la iglesia. En respuesta, Pablo les advierte que: 1) todas las cosas deben ser hechas decentemente y con orden, 2) el espíritu de los profetas está sujeto a los profetas, y 3) la relación de la estructura de la creación original sigue vigente. Si bien los dones son importantes, la posesión de dones no determina el oficio y la función en la iglesia. 3) “Debido a que Pablo usa el pronombre personal Yo en I Timoteo 2:8, solamente expresa su limitada opinión personal a ese tiempo y cultura.” Pero hemos visto como Pablo se basa en el relato de la creación, y aun cuando él utiliza la palabra Yo, habla como un apóstol, como representante personal de Cristo. En 1 Timoteo 2:7, Pablo simplemente ha reclamado su apostolado, y en ambos I Corintios y I Timoteo, Pablo desarrolla su argumento de la creación. Positivamente Pablo argumenta a favor de los roles específicos para hombres y mujeres en la iglesia, sobre la base de la creación y de la caída. En las dos secciones donde Pablo habla a los hombres y mujeres de los roles en el hogar y en la iglesia (I Co. 11: 3-15; I Ti. 2:8-15), Pablo desarrolla su argumento desde Génesis 2 y 3, el relato de la creación y de la caída. 86 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado, ... Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.(22) Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.(23) Dijo entonces Adán: "Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada" (Gn. 2:8, 22-23). En respuesta a la caída, Dios dice: Tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti." (Gn 3:16). En I Corintios 11:3-15, Pablo les exhorta a seguir las tradiciones que les ha dado: Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. (4) Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza, (5) pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza 86

En este método, Pablo sigue el método de Jesús que enseña que las estructuras originales deben enmarcar nuestra comprensión actual del matrimonio (Mt.19: 4-6). Jesús indica los cambios en la estructura de la creación con la llegada plena de la creación después de la resurrección en Mateo 22: 23-33.

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descubierta, afrenta su cabeza, porque lo mismo es que si se hubiese rapado. (6) Porque si la mujer no se cubre la cabeza, que se corte también el cabello. Y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra la cabeza. (7) Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios, pero la mujer es gloria del varón. (8) Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón. (9) Y tampoco el varón fue creado para la mujer, sino la mujer por causa del varón. (10) Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre su cabeza, por causa de los ángeles. (11) Sin embargo, en el Señor ni el varón es sin la mujer, ni la mujer es sin el varón; (12) porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer. Y todo esto proviene de Dios. (13) Juzgad vosotros mismos: ¿es adecuado que la mujer ore a Dios sin cubrirse la cabeza? (14) La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?, (15) por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. Pablo desarrolla estos puntos en función de cómo se aplican los roles de la creación en la iglesia: 1) Hay un orden en la creación.2) Este orden tiene su raíz en la jefatura de Dios sobre Cristo y Cristo sobre los hombres. 3) El orden es ampliado para incluir la autoridad de los hombres sobre sus esposas. La venida del Espíritu (la era escatológica) no ha cambiado los principios consagrados en la creación original. 4) El hombre no fue creado de la mujer, sino la mujer del varón y la mujer fue creada para el hombre, no el hombre para la mujer. 5) Al mismo tiempo, el hombre es creado para depender de la mujer, porque ahora el hombre nace de la mujer. A partir de la creación y la propia posición de Cristo en la creación, Pablo desarrolla roles individuales, mientras sigue manteniendo la interdependencia entre ellos. Esto refleja la enseñanza de Pablo de la creación en la familia87 y en la entrega de dones a la iglesia donde hay un cuerpo con muchos miembros, cada uno con una función única pero necesitado de los demás para funcionar correctamente. Pablo luego argumenta que la naturaleza también refleja la estructura de la creación. La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? (I Co. 11:14) Los argumentos en I Corintios 11 subrayan los roles de los hombres y las mujeres en I Corintios 14:34-35. Como en todas las iglesias de los santos, (34) vuestras mujeres callen en las congregaciones. Porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. (35) Si quieren aprender algo, que pregunten a sus maridos en casa. Porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación (1 Co. 14:34-35).

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Vemos la misma lógica jefatura/creación aplicada a las relaciones dentro de la familia (Ef. 5:25-33).

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En estos versículos, Pablo dice que las mujeres deben estar en silencio y sumisas como dice la Ley. El mandato para el silencio se hace tres veces en los versículos 34 y 35. La última vez está apoyado con una orden judicial que la esposa pregunte a su marido en casa. Pablo afirma el apoyo de la Ley para esto. Aunque no se indica expresamente, es probable que se refiere a Génesis 2:22-24, porque Pablo se refiere a este pasaje dos veces en I Corintios (6:16; 11:8-9). Esta referencia es, probablemente, extraída de una fuente similar. El mismo argumento de la creación se utiliza en I Timoteo 2 donde Pablo afirma que los hombres y las mujeres tienen diferentes funciones en la iglesia. Pablo desarrolla el papel del hombre en el culto, especialmente en la oración y, a continuación, ordena: La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. (12) Porque yo no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre; sino estar en silencio. (13) Porque Adán fue formado primero, después Eva; (14) y Adán no fue engañado, sino la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pablo afirma que una mujer no puede enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre. Las mujeres están llamadas a recibir instrucción con sumisión (I Tim. 2:11-12). Esto se desprende tanto de la creación original y de los respectivos roles de Adán y Eva en el primer pecado.88 Algunos creen erróneamente que las reglas sobre las mujeres no se aplican a la esposa del anciano docente. Ellos la ven como igual a su esposo y como líder de las mujeres por estar casada con el ministro. Por el contrario, ella debe ser un apoyo para su marido, papel que comparte con todas las demás mujeres casadas en la iglesia. Su papel es el de ser una esposa modelo y, al hacerlo, ayuda a otras mujeres a hacer lo mismo. Pablo procede a afirmar que la mujer se salvará engendrando hijos (Gn. 3:15-16) si ella responde en fe, amor y santidad, con dominio propio (I Ti. 2:15). El verso es difícil, pero como el contexto trata sobre los roles de hombres y mujeres, Pablo parece estar indicando que la mujer debe mantener su papel dado por Dios como madre; un papel que debe llevarse a cabo de acuerdo con los frutos del Espíritu. Pablo también parece referirse a las costumbres actuales. Argumenta en Corintios que si una mujer ora o profetiza con la cabeza descubierta, es vergonzoso (I Co. 11:5) e inadecuado (I Co. 11:13). Aunque la iglesia es libre en Cristo, no debe usar su libertad para violar reglas de conducta comúnmente aceptadas (I Co. 14:33). En este sentido, una posición de subordinación de la mujer basada en la creación debe ser expresada dentro de las normas culturales comunes. Dado que tanto el oficio de anciano y diácono ejerce autoridad en la iglesia, las mujeres están excluidas de estos oficios. Esto está implícito en la declaración de Pablo de que un anciano debe ser un marido que gobierne bien su familia. Algunos argumentan que la palabra γυνή en I Timoteo 3:11 puede interpretarse como esposas o mujeres, permitiendo diáconos mujeres. 88

La gran responsabilidad de Adán en la caída se desarrolla en Romanos 5:12-14. Aunque Adán, como representante de la humanidad, pecó de un modo mayor y posiblemente más directo que Eva, Pablo no dice que esto llevó a algún cambio en la estructura de la creación. En este caso, Pablo reafirma la posición menor de Eva en la creación y en su papel dentro de la caída.

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Más apoyo para esto se argumenta en Romanos 16. Sin embargo, a la luz de las anteriores declaraciones de Pablo sobre las mujeres ejerciendo autoridad, este punto de vista no puede ser sostenido. La palabra diaconisa lleva tanto el significado de un siervo y un oficio. En Romanos 16, Febe es elogiada como una sierva y obrera, no como una compañera que porta el oficio. Si bien, la cuestión de la autoridad es clara, la cuestión del silencio es más incierto. Por un lado, Pablo definitivamente establece que una mujer debe estar en silencio en la iglesia, lo cual ha llevado a muchos a sostener que las mujeres deben guardar silencio en todos los cultos de la iglesia y las reuniones públicas. En apoyo a esto, Pablo dice que si una mujer desea entender algo, ella debe preguntar a su marido en casa. Todo lo demás es vergonzoso. Cualquier don de lenguas, profecía y oración son sólo para ser ejercidos fuera de la reunión pública (I Co. 14:28) (Ridderbos, p. 462). Otros señalan que Pablo no puede estar rechazando toda palabra. Habla de mujeres orando y profetizando, y que I Corintios 11:5, 13 se aplica a la iglesia. Dada la necesidad de interpretar la profecía, una reunión pública está indicada. Una posible solución sería que las mujeres deben permanecer en silencio si hablar les conduce a ejercer autoridad sobre sus maridos (y otros hombres) en la iglesia. Esto se les aplicaría pensando en las profecías de sus maridos. Sin embargo, el canto y la oración comunitaria en las reuniones de oración, donde una mujer no dirige formalmente a la congregación, serían aceptable. En resumen, la estructura de la creación y los efectos de la caída continúan en la era de la iglesia, lo cual proporciona la organización, tanto para la iglesia y la familia. En la iglesia como en la familia, los hombres han de ser pastores y amar a sus esposas las cuales han de responder con sumisión voluntaria.

6. Los Medios de Gracia Para que la iglesia funcione, Dios ha provisto lo que llamamos los medios de gracia. El término "medios de gracia" es extraño para muchos cristianos. Describimos la idea de los medios de gracia de la siguiente manera. Aunque Dios podría edificar, alimentar, mantener y hacer crecer a un cristiano directamente a través de su unión y del Espíritu, en el plan de Dios se le ha dado a la iglesia los medios ordinarios y públicos de la gracia que son la palabra, los sacramento y la oración. Un intento de crecer sin utilizar los medios de gracia fallará. "Mientras que el Espíritu puede y lo hace, opera inmediatamente en algún aspecto en el alma del pecador, Él ha tenido a bien unirse a sí mismo para el uso de ciertos medios en la comunicación de la gracia divina."89 En este sentido, la iglesia es el medio de gracia. Cristo, por medio del Espíritu Santo, usa a la iglesia y los medios de gracia para reunir a los elegidos, edificar a los santos y para la edificación de su cuerpo espiritual90 a través de la administración de la palabra, los sacramentos 89 90

Berkhof, p. 604. Ibíd.

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y la oración pública. Como iglesia, su enfoque deben ser los medios de la gracia en todo momento. Los medios de gracia se definen en el Catecismo Mayor de Westminster 154: ¿Cuáles son los medios externos por medio de los cuales Cristo nos comunica los beneficios de su medición? Los medios externos y ordinarios, por medio de los cuales Cristo comunica a su iglesia los beneficios de su mediación, son: todas sus ordenanzas, especialmente la Palabra, los sacramentos y la oración, todos los cuales son hechos eficaces en los elegidos para su salvación.91 Los textos de apoyo son Mateo 28:19-20 y Hechos 2:42, 46-47. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles a que guarden todas estas cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mt. 28:19-20) Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. (Hch. 2:42) Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. (Hch. 2:46-47) Los textos de Mateo y Hechos son especialmente significativos. En la enseñanza de Mateo, Jesús define el ministerio de la iglesia. En Hechos, vemos a la iglesia en sus inicios, una iglesia dirigida por Cristo y llena del Espíritu Santo inmediatamente después de Pentecostés. Nunca hubo un momento más espiritual que este. Como una iglesia "perseveraban", término que indica que era su práctica a lo largo del día, consistente y persistente, aferrarse a estos preceptos: a la doctrina, el compañerismo, realizar el sacramento de la Cena del Señor y la oración. Como un modelo apostólico primitivo de la Iglesia, que es el que se debe seguir. La Confesión de Westminster habla de los medios ordinarios y públicos de la gracia. Esta definición se basa en Los Siete Tratados escritos por el puritano Richard Rogers (165018). Aunque hay muchos medios de gracia, argumentó que, también hay medios ordinarios y públicos de gracia. Él señala: "...Ellos son en parte ordinario, es decir, común y generalmente para ser practicado, de los cuales hay muchos; y en parte extraordinario, en algún momento especial, como el ayuno y algunas solemnidades poco común de banquete y acción de gracias. Y ambos son ya sea público o privado." En lo que respecta a la Palabra, los sacramentos y la

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Compárese la Tradición Continental que limita los medios objetivos de gracia a la Palabra y los Sacramentos (ver Catecismo de Heidelberg, pregunta 67), donde se argumenta que estos son los únicos medios objetivos de gracia, y así excluyen la oración colectiva.

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oración pública, consideró que éstos son ordinarios y públicos. Esto fue considerado así en la confesión. Los medios son denominados ordinarios y son para practicarse consistentemente. Hay una gran necesidad de hacer hincapié en la importancia de los medios externos y ordinarios de la gracia. Muchos no entienden su importancia o han perdido la confianza en los medios por lo que la iglesia ha recurrido a otros medios para promover el crecimiento; algunos hablan de crecer en la gracia a través de programas en pequeños grupos de estudio fuera de la iglesia, grupos de compañerismo, grupos de actividades, campamentos, reliquias e imágenes (católicos romanos), la soledad, la unción con aceite, el drama de la danza. Estas cosas se han convertido en la norma de la iglesia. Si bien, puede haber algunos beneficios a corto plazo en el uso de otros medios, no producen frutos a largo plazo. Este tipo de pensamiento es contrario a las Escrituras, está en contra de los principios de los reformadores y es contrario al testimonio de la iglesia apostólica. La iglesia y los medios de gracia están en el corazón de la obra de Dios en el mundo. Las bendiciones de Dios se encuentran en su iglesia, no importa cuán débil o pecaminosa sea mientras que ella se valga de los medios. Diagramamos los medios públicos ordinarios de la gracia de la siguiente manera.

A lo largo de la historia de la iglesia, ella ha tenido la tentación de buscar otros medios, algo más excitante o dramático. En respuesta a esto, sostenemos que Dios ha ordenado expresamente estos medios, Él ha prometido bendecirnos y de estos mismos medios tenemos el ejemplo y la práctica de la iglesia primitiva. Estos medios son también la manera en que Dios trabaja en cada sector de nuestra vida; por ejemplo, si queremos obtener un título de MINTS (Seminario Internacional de Miami, por sus siglas en inglés), hemos de aplicarnos al estudio regular de la materia. Es sólo por el estudio regular y consistente que va a aprender lo suficiente para graduarse, tal como en alguna área de la vida. Es sólo a través del estudio regular y la experiencia que se logra algo en esta vida, en el deporte, en el trabajo, en la música o la familia. La actividad ordinaria, fiel y coherente conduce al éxito, y lo mismo es cierto en nuestra vida espiritual. Los fieles, usan constantemente los medios de gracia como el medio que Dios ha ordenado a través del cual viene el crecimiento de la iglesia.

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6.1. Definición de los Medios de Gracia En Hechos 2 y la Confesión de Westminster, incluyendo el Catecismo Mayor, notamos los tres principales medios ordinarios y públicos de gracia.

6.1.1. La Palabra (ver Catecismo Mayor de Westminster, Preguntas 152-154) Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles… (Hch. 2:42). La palabra es el principal medio de gracia a través de la lectura y la predicación. La palabra tiene el poder de convertir, sostener y nutrir (los sacramentos sólo pueden nutrir). Esto es esencial. Sin ella no hay gracia. Todos los medios de gracia están vinculados a la Palabra. Mientras que Dios actúa directamente sobre el alma, también ha ordenado que este trabajo directo sea en conjunto con la palabra de Dios. Él rechaza toda forma de racionalismo (la gracia solo por la razón) o misticismo (por la obra racional no interior de Dios). La obra de Dios y su palabra siempre están vinculados (Berkhof, p. 609). Esto incluye la lectura pública de la palabra. En el año 1600 la lectura pública de la palabra era importante ya que pocos tenían acceso a las Escrituras. Hoy en día muchos tienen acceso, pero la alfabetización bíblica es muy baja. Al traer de nuevo la lectura pública de una manera ordenada y sistemática, la iglesia puede apuntar a la primacía de la palabra y puede volver a educar a la congregación en el mundo. Podemos ayudar a esto por medio de una breve nota introductoria sobre lo que el pasaje trata y las cosas claves del pasaje. Lecturas adicionales para explicar cada parte del servicio y también puede hacerse durante los eventos especiales: bautismo, la cena del Señor, diezmos, que se desarrollan durante el servicio. La palabra predicada es vital para el crecimiento y la comprensión de la función de la iglesia. Es el más principal de los dones dados a la iglesia para su crecimiento. Pablo vincula la predicación de la Palabra y el don de enseñanza de los pastores con la madurez y el crecimiento (véase Ef. 4:11-14). El ministerio vital de la palabra significa que debemos orar para que Dios levante a aquellos en la iglesia que están dotados de la comprensión y la enseñanza para el bien de todo el cuerpo. La Palabra interpreta todos los demás actos de Dios por los que Él nos guía para el crecimiento en la gracia. La palabra explica la providencia de Dios en nuestras vidas. Presenta el evangelio con más claridad que cualquier otro medio. Sin danza o drama, la Palabra puede mostrar realmente el evangelio que debe interpretarse. En todo mi tiempo de ver la danza y el drama, siempre observo que si yo no conociera la historia de antemano no habría sido capaz de entender el drama o la mímica. Dios no ha ordenado la danza o el drama como medio de gracia. Cantar, que es nuestra respuesta a Dios, también puede desplazar a la Palabra. En el servicio, donde hay gran cantidad de canto, el tiempo de la lectura de la palabra o la predicación de la 83

palabra, se reduce. El paralelo más cercano que tenemos a la mímica o las representaciones dramáticas son los sacramentos, y como veremos más adelante, Dios siempre mantuvo la Palabra y los sacramentos juntos. Se nos dice que el hombre no vive sólo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, y la palabra no debe de ser apagada.

6.1.2. Los Sacramentos Los segundos medios de gracia son los sacramentos: el Bautismo y la Cena del Señor. Aunque la palabra "sacramento" no se da en la Escritura, la idea es bíblica.92 Los sacramentos son signos que nos señalan a Cristo y su misión como mediador del nuevo pacto. También son un sello. A medida que se toman por la fe, de esa forma sabemos y estamos seguros de que los beneficios de Cristo son nuestros. Las promesas de Dios para nosotros están seguras. Los elementos físicos, el agua, el pan y el vino, son cosas físicas que representan a Cristo para nosotros. Como los tomamos por la fe, sabemos que sus beneficios son nuestros. Los sacramentos están siempre estrechamente relacionados con la Palabra; sólo pueden ser entendidos mientras son interpretados por la Palabra. Cuando Jesús instituyó la Cena del Señor, Él vinculó la Palabra y los sacramentos. En el aposento alto, Él explicó sus acciones desde el Antiguo Testamento. Dijo esto es mi cuerpo, esta es mi sangre, y en referencia a los sacrificios él dijo, derramada por muchos. Su palabra enseña la naturaleza misma de los sacramentos y explica su importancia para los discípulos. Jesús vinculó el sacramento a la Palabra y su palabra es la que interpreta los sacramentos (Lc. 22, Mt. 24, I Co. 11). Y les dijo: !Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! (16) Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. (17) Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; (18) porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. (19) Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. (20) De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. (21) Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa (Lc. 22:15-21). Al igual que Jesús, los sacramentos no se pueden hacer sin la palabra, la palabra debe estar presente con los sacramentos para explicar los sacramentos. Jesús también nos muestra que los sacramentos hacen lo mismo que la Palabra. Por la palabra de Jesús aprendemos el significado de su muerte, sepultura y el nuevo pacto. Los sacramentos son una promulgación pictórica de la historia de su muerte y resurrección. La Cena

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La palabra trinidad no aparece tampoco en las Escrituras, pero la utilizamos para expresar una enseñanza acerca de Dios.

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del Señor también ilustra que los sacramentos son públicos y son dados a la iglesia. No son una expresión privada de la religión. El orden de los mandatos también es importante. Leemos que los discípulos fueron bautizados primero y luego tomaron la cena. La cena es sólo para los que están en el nuevo pacto con Dios. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. (42) Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. (43) Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. (44) Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas (Hch. 2:41-44). El Espíritu es quien hace efectivos los sacramentos; éste es un tema que vamos a retomar en nuestro estudio más adelante.

6.1.3. La Oración Esta es la oración a Dios y en el nombre y mediación de Cristo. Hebreos 4:16 dice: Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Al orar recibimos gracia, al orar estamos pidiendo gracia. En Hechos 2, vemos la colectiva y pública vida de oración de la iglesia. Vemos la importancia de la oración pública en Hechos 1, 2, 4, 6 y siguientes. En cada caso, la oración lleva a la iglesia a un avance importante en su vida y testimonio. Esta oración no es sólo para las necesidades personales. La oración incluye una oración para la vida y el testimonio de la iglesia ya que ella continúa su testimonio en el mundo (Hch. 4:21-31). La naturaleza colectiva de la oración también se ve en la Oración del Señor (Mt. 6:915). La oración comienza con "Padre nuestro", indicando que Dios no es sólo nuestro propio Padre, sino que él es el padre de todos los creyentes. El "Padre Nuestro" también indica que la oración puede y debe ser utilizada en la oración colectiva, algo que la iglesia siempre ha hecho. Todas estas cosas indican que la oración colectiva es un medio de gracia. Las oraciones del pueblo de Dios en Hechos indican su poder. Es a través de la oración que los ancianos de la iglesia enseñan a otros a orar; la forma en que aprendemos a orar es con la ayuda de aquellos que son más maduros espiritualmente que nosotros. La reunión de oración colectiva no es sólo un lugar de oración, es el lugar donde aprendemos a orar. He aprendido mucho de la oración de los demás, enseñándome cómo voy a orar, qué palabras utilizar mientras oro por las cosas que necesitan ser enfatizadas y las Escrituras enseñan cómo yo y mis hermanos debemos acercarnos a Dios. Aprendemos teología; aprendemos a tener una actitud correcta, aprendemos un enfoque correcto.93

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El compañerismo también podría ser considerado un medio de gracia. Hemos cubierto la idea de compañerismo en un solo cuerpo en la Lección Tres.

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6.2. El Camino para Beneficiarnos de los Medios de Gracia Los medios de gracia se encuentran en la iglesia, pero ¿cómo beneficiarnos de los medios de gracia? ¿Es automático? ¿Todos en la iglesia se benefician automáticamente de ellos? Todos los medios de gracia, la palabra, los sacramentos y la oración, solamente se hacen efectivos por el poder del Espíritu. La principal función del Espíritu es dar fe, por lo que decimos que los sacramentos trabajan por el Espíritu y la fe. Catecismo Mayor de Westminster, Pregunta 155: ¿Cómo es hecha eficaz la Palabra para salvación? Respuesta: El Espíritu de Dios hace que la lectura y especialmente la predicación de la Palabra sean medios eficaces para iluminar, convencer y humillar a los pecadores; sacar a los pecadores de su ensimismamiento y conducirlos a Cristo; conformar a los pecadores a la imagen de Cristo, y someterlos a su voluntad; fortalecer a los pecadores contra las tentaciones y corrupciones, edificar a los pecadores en gracia, y afirmar sus corazones en santidad y consuelo, mediante la fe, para salvación. La palabra es totalmente poderosa para llevar a cabo todo lo que está destinada a hacer. Ilumina, convence, humilla, mientras que el pecador es restaurado. El espíritu les consuela a través de la Santidad para conformarlos a la imagen de Cristo. Si bien existe claramente margen para la enseñanza especializada, la lectura y la predicación de la Palabra son y siempre serán propiedad del Espíritu y seguirá siendo el principal medio de crecimiento para los pecadores. El catecismo declara que hay que escuchar por la fe. Por la fe podemos leer la palabra de Dios; por la fe tomamos los sacramentos, todo esto es la obediencia consciente al gobierno de Dios. Por la fe debemos reclamar las promesas. Vemos esto ilustrado en el catecismo con el énfasis hecho en la necesidad de la preparación para la predicación de la Palabra. Catecismo Mayor de Westminster, Pregunta 160: ¿Qué se exige de quienes escuchan la predicación de la Palabra de Dios? Respuesta: De los que escuchan la predicación de la Palabra de Dios se exige que asistan a escucharla con diligencia, preparación y oración; examinen lo que escuchan por medio de las Escrituras; reciban la verdad con fe, amor, humildad y prontitud de mente, como la Palabra de Dios; mediten y hablen de ella; la guarden en sus corazones y demuestren en sus vidas los frutos de ella. La naturaleza activa de la fe se debe enseñar para que las personas se preparen para participar de los medios ordinarios de gracia a fin de que puedan beneficiarse de ellos. Pablo llama a los corintios a examinarse libre y activamente a sí mismos para discernir a Cristo en el sacramento (para entender y reclamar por la fe en Él) y para juzgarse a sí mismos con el propósito de asegurarse que son dignos. Catecismo Mayor de Westminster, Pregunta 161: ¿Cómo llegan a ser los sacramentos medios eficaces de salvación? Respuesta: Los sacramentos llegan a ser medios eficaces de salvación, no por algún poder que haya en sí mismos, o por alguna virtud derivada 86

de la piedad o intención de quienes los administran, sino solamente por la obra del Espíritu Santo y la bendición de Cristo por quien fueron instituidos. La sección describe el funcionamiento de los sacramentos en una manera negativa y positiva: Negativamente: Los sacramentos no son mágicos de ninguna manera, no poseen ningún poder en sí mismos. No poseen ningún poder del hombre al administrarlos; pues no dependen de la santidad del hombre que los administra. En este sentido, los sacramentos pueden ser administrados por hombres no regenerados y seguir siendo eficaces. Si somos bautizados por alguien y luego más tarde descubrimos que tal persona no es un verdadero creyente, esto no invalida el sacramento del bautismo o la Cena del Señor. Positivamente: Los sacramentos se hacen efectivos por el Espíritu con el que Cristo bendice el receptor. Esta es la verdadera fuente de los sacramentos y la fuente de sus bendiciones. El crecimiento está basado en los medios de gracia y la iglesia. Cuando pasamos a otras cosas, Dios no nos bendecirá. La iglesia no debe depender de programas, asesoramiento, vídeos y comercialización. Tenemos que estar comprometidos con los medios ordinarios de gracia. Dios ha determinado qué son los medios de gracia. Si se descuidan los medios de gracia entonces perderemos la bendición de Dios. Si descuidamos la iglesia, no vamos a prosperar. Tampoco tenemos derecho a ignorarlos o cambiarlos. Cuando decidimos que otras cosas son más adecuadas para promover el reino de Dios decimos que nosotros somos más sabios que el mismo Señor. La realidad es que cuando nos alejamos de estos medios de gracia, dejamos de vivir por la fe, y comenzamos a vivir por vista y por la sabiduría humana. No debemos confiar en la sabiduría humana, debemos confiar en la sabiduría de Dios.

Conclusión Cristo es el fundamento y el medio de crecimiento de la iglesia. Con el fin de hacer crecer la iglesia él ha dotado a la iglesia. Los doce apóstoles y los antiguos profetas sentaron las bases; los pastores y maestros se basan en ellas para la interpretación y la enseñanza de la Palabra en la iglesia. El objetivo es que la iglesia sea edificada hasta la madurez. Así mismo, en la casa de Dios hay funciones específicas para los hombres y las mujeres de la iglesia.

Preguntas de Estudios – Lección Cuatro 1. ¿Cuál es el objetivo de Cristo para su iglesia? 2. ¿Por qué es importante el énfasis en cada aspecto, y no sólo centrarse en uno? 3. Explique cómo Cristo es el fundamento y el crecimiento de la iglesia, así como los medios proveídos para su crecimiento. 4. Explique brevemente las principales formas en que Cristo edifica su iglesia.

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5. Explique lo que Pablo quiere decir cuando dice que la iglesia está fundada sobre los apóstoles y profetas. 6. ¿Cómo explica Robertson el don de lenguas? 7. Explique el procedimiento de Mateo 18:15-18. 8. Escriba tres razones para las disciplinas eclesiásticas. 9. ¿Cuáles son las tres razones que por lo general se dan para que la mujer sea capaz de tomar autoridad en la iglesia en el Nuevo Testamento? 10. ¿Cuáles son los tres medios ordinarios y públicos de gracia conforme al Catecismo Mayor de Westminster, Pregunta 155?

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Lección 5 El Anciano: Supervisión Espiritual Además de los diversos dones individuales dados a todo el cuerpo de la iglesia, hay hombres llamados a los oficios específicos de ancianos y diáconos. Cristo da dones a algunos hombres a quienes particularmente equipa para el oficio y servicio del bien de todo el cuerpo. Aunque cada anciano/diácono no tendrá todos los dones en cantidades iguales, debe tener todos los dones de su oficio, en cierta medida, para poder cumplir con el papel para el que ha sido llamado. El anciano es el más alto oficio ordinario, manteniendo así la mayor responsabilidad del gobierno y servicio para y en nombre de Cristo. Samuel Miller argumenta convincentemente sobre la necesidad de un oficio de anciano/gobernante/supervisor dentro de la iglesia: "Además de la predicación del Evangelio y la administración de los sacramentos, hay mucho por hacer para promover el orden, la pureza y la edificación de la iglesia, para el mantenimiento de la disciplina bíblica... debe haber una inspección constante y fiel, que la negligencia sea amonestada, que lo perdido sea reclamado, que los escándalos sean retirados, que las irregularidades sean corregidas, que puedan conciliarse las diferencias, y que cada manera adecuada pueda utilizarse para obligar a todo el cuerpo a estar unidos por los lazos de la pureza y la caridad cristiana... En adición al púlpito, debería de visitarse de "casa en casa", visitar a los enfermos, conversando con consultas serias... determinar en la medida de lo posible, el estado de todos los miembros, incluso los más pobres y más confundidos del rebaño y tratando por todos los medios escriturales promover el conocimiento, la santidad, el consuelo y el bienestar espiritual de cada individuo."94 Es interesante ver cómo Dios dedica más tiempo al rol y la función del Anciano que casi a cualquier otro aspecto de la iglesia. Con esto, parece que Dios da una gran flexibilidad a la iglesia para gestionar sus propios asuntos confiando su funcionamiento diario al sabio, fuerte y cuidadoso Ancianato basado en la Biblia.

1. El Fondo Escritural del Anciano El oficio viene de los términos, zakan (hebreo), presboterous y episcapos (griego), que son traducidos como obispo.

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Miller, p. 173.

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1.1. El Anciano El concepto tiene sus raíces en el Antiguo Testamento. Los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob tomaron el papel de liderazgo en sus familias. Otro ejemplo es Job, que enseña, dirige, ora y sacrifica por su familia como un sacerdote y rey (Job 1:4-5). Cuando Israel se convirtió en una nación, Dios utiliza a los ancianos para ayudar a dirigir la congregación. En Éxodo 3:1516, los ancianos ya tienen autoridad delante de Moisés librando a los israelitas de Egipto. En Éxodo 18, los ancianos son nombrados de nuevo para ayudar a Moisés a llevar la carga de la obra de la nueva nación. En los Evangelios y en Hechos, el término se utiliza para referirse a los gobernantes judíos en Jerusalén. Las fórmulas utilizadas son: los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas (Mt. 16:21; 26:3), los principales sacerdotes y los ancianos (Mt. 26:47.), los escribas y los ancianos (Mt. 26:57), o simplemente ancianos (Lc. 7:3). En el tiempo de Cristo, los ancianos eran un aspecto vital del liderazgo de la iglesia. El oficio de anciano continuó de forma natural en la era de la iglesia, a pesar de que se desarrolló de manera diferente entre los judíos y las iglesias gentiles. El papel judío de anciano parece haber continuado de forma natural en la fundación de la iglesia primitiva judía en Jerusalén y Judea. La razón parece ser que con la conversión de los judíos en las sinagogas el oficio del Antiguo Testamento simplemente continuó en la iglesia del Nuevo Testamento. Los ancianos judíos normalmente se habrían convertido en los ancianos de la nueva iglesia y no fue necesaria ninguna nueva instrucción o acción.95 En las primeras secciones del libro de los Hechos no hay discusión sobre el nombramiento de los ancianos, y sin embargo, existe ancianos en la iglesia. En Hechos 11:30 se nos dice que la primera colecta de los santos es enviado desde Antioquía a los ancianos en la iglesia en Jerusalén. De la misma manera, en el momento del concilio de Jerusalén, la iglesia consta de apóstoles y ancianos (Hch. 15:1, 2, 4, 6). El oficio de anciano se desarrolló de manera diferente en las nuevas iglesias gentiles. En estas iglesias se introdujo deliberadamente porque no conocían el oficio, ni tampoco habían tenido hombres debidamente cualificados. Vemos esto en el primer viaje misionero de Pablo, durante el cual plantó muchas nuevas iglesias gentiles. En un principio, las iglesias no tenían ancianos y Pablo no designó ninguno inmediatamente. Fue hasta que Pablo regresa al final de la jornada que se nombran ancianos para asegurar el cuidado apropiado de la iglesia (Hch. 14:23). En la mente de Pablo, la iglesia no está en pleno funcionamiento hasta que tiene ancianos. A partir de Hechos 14 en adelante, el oficio de anciano juega un papel central en el gobierno de la iglesia gentil. Esto continúa hasta el final del ministerio de Pablo registrado en las cartas a Timoteo y Tito. En una de sus últimas cartas, Pablo subraya que la importancia vital del papel de los ancianos (Tito 1:5) es el bienestar de la iglesia.

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Bannerman D., pp. 429-432.

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El término anciano indica la dignidad, la sabiduría y la madurez del hombre que gobierna en la iglesia.

1.2. Episcopus - Obispo o Supervisor El anciano también es llamado obispo o supervisor. Vemos esto en Filipenses 1:1 en donde Pablo escribe a los supervisores (obispos, en griego) y diáconos. El término obispo es una palabra tomada del griego para indicar a un capataz de esclavos, funcionario, o un supervisor de un equipo de construcción. Fue utilizado en la versión LXX96 en la que fue descrito como inspectores, superintendentes, capataces o funcionarios.97 98 A partir de Hechos 20:17-28 y Tito 1, podemos ver que el anciano y obispo se refieren al mismo oficio. En estos casos, Pablo usa ambos términos indistintamente. En Hechos 20, Pablo llama a los ancianos y los instruye en sus deberes como supervisores (obispo) de la iglesia de Dios. Él hace lo mismo en Tito. Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.... (28) Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre (Hch. 20:17, 28). Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; (6) el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. (7) Porque es necesario que el obispo sea... (Tit. 1:5-7) Pedro hace lo mismo en I Pedro 5:1, 2: Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto… En Filipenses 1:1, Pablo escribe expresamente a los supervisores (obispos) y diáconos. Puesto que Pablo se aseguró de que cada una de las iglesias que fundó tuviese ancianos (Hch. 14:23), la iglesia de Filipos también debe haber tenido ancianos. Debido a la forma en que Pablo usa ancianos y obispos indistintamente en otras áreas, se puede deducir que en Filipos, Pablo se dirige a esta iglesia de la misión griega por el término griego que hace hincapié en la función

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Esta es la primera traducción griega del Antiguo Testamento. Taylor, p. 84. 98 El antecedente griego para la palabra podría explicar por qué el término se utiliza principalmente en las iglesias griegas, desde que la misión de Cristo alcanzó al mundo griego. Incluye Filipos (Fil. 1:1), Éfeso (I Ti. 3:1,2), Asia Menor (Hch. 14:23) y Creta (Tito 1:5). Taylor, p. 84. 97

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de anciano. Lo mismo es cierto en I Timoteo 3, donde Pablo habla sólo de dos oficios, el obispo (I Ti. 3:1-7) y el diácono (I Ti. 3:8-13).99 La relación entre los dos términos se ha expresado de dos maneras: (1) el término anciano destaca la dignidad del oficio, mientras que el término supervisor (obispo) pone en relieve la función del oficio.100 Hace énfasis en la responsabilidad de supervisar e inspeccionar la iglesia. (2) Dado que el término sólo es utilizado por Pablo, el apóstol de los gentiles,101 y sólo en el contexto de las iglesias misioneras gentiles en Éfeso y Filipos donde no había sinagoga (Hch. 16:13), y en las epístolas pastorales que están escritas a los hombres que trabajan en contextos gentiles, la palabra obispo es la forma griega de la palabra anciano. En otras palabras, el contexto misionero de la expansión de la iglesia en áreas gentiles de habla griega, llevó a Pablo a elegir una palabra griega con el mismo significado con el que su audiencia más se familiarizaría. Es importante señalar, sin embargo, que cualquiera de las explicaciones sale de la incambiable naturaleza del oficio.

1.3. La Pluralidad de Ancianos La iglesia no debe ser gobernada por un solo hombre. Como un cambio del judaísmo, que tenía un solo líder en la sinagoga (Hch. 18:8) y un sumo sacerdocio de élite en Israel, Pablo se ha asegurado que cada iglesia local tenga más de un anciano. Cada mención de ancianos en el Nuevo Testamento está en plural (Hch. 20:17; I Ti. 5:17-25; Fil. 1:1; Tit. 1:5; I P. 1:1; 5:1). Las únicas excepciones son cuando Pedro (I P. 5:1) y Juan (II y III Juan) hablan de sí mismos. La pluralidad de ancianos protege a la iglesia contra el gobierno de un solo hombre y el despotismo.102 Los ancianos deben actuar juntos, como un solo cuerpo, proporcionando la moderación y el apoyo mutuo. Debido a que tienen que trabajar juntos como un cuerpo hablamos de un Tribunal de ancianos o una Corte de Sesión. La pluralidad obliga a los ancianos a trabajar en unidad. Al compartir el liderazgo comparten la carga del liderazgo y la responsabilidad no recae en un solo hombre. El modelo también permite un equilibrio entre las distintas fortalezas y debilidades de cada anciano. Debido a que las fortalezas y debilidades de los individuos difieren de uno a otro, cuando se trabaja en grupo, la diversidad dentro de los miembros del grupo crea equilibrio en todo el grupo. Se reconoce que algunos hombres son más fuertes que otros en algunos lugares, por lo

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Los padres de la iglesia también mantuvieron un solo oficio, siendo palabras intercambiables (I Clemente 42:4; 44:5).Con el paso del tiempo cada iglesia local centró su desarrollo a su propia manera en los próximos trescientos años, con una cristalización lenta del poder en los obispos a diferencia de los ancianos. 100 El Libro de Orden de la Iglesia (Iglesia Presbiteriana en América), establece amablemente: "Como tiene la supervisión del rebaño de Cristo, es llamado Obispo o Pastor. Como es su deber ser serio y prudente, ejemplo para el rebaño y gobernar bien en la casa y reino de Cristo, es denominado Presbítero o Anciano. Como expone la Palabra, y mediante sana doctrina exhorta y convence al opositor, es denominado Maestro. Estos títulos no indican diferentes grados de oficio, sino que todos describen al uno y mismo oficio" (8-1). 101 Pedro utiliza en sus cartas el término más judío para anciano y pastor (I P. 2:25; 5:1,2). 102 Como ya se ha señalado, en la iglesia primitiva hubo un alejado movimiento muy rápido al unirse a un grupo de líderes de gobernantes individuales nombrados obispos.

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que cada uno puede compensar al otro. Un trabajo grupal también promoverá, afilará y fomentará la capacidad de liderazgo de cada miembro. La forma complementaria de la función individual dentro de un grupo se ve en los doce apóstoles. Pedro es el líder, actuando y animando a los demás del grupo a seguir. Juan es más reflexivo, y en muchos casos muestra una mayor visión espiritual que Pedro. El modelo de Junta en el liderazgo incluye respeto mutuo por los demás, la sumisión a los demás, espera paciente del uno sobre el otro, la consideración general del interés y la perspectiva de los demás, la preferencia y la deferencia entre sí.103 104 Como grupo o como tribunal, los ancianos deben llegar a una decisión conjunta. Si deciden sobre un asunto, deben someterse a la regla por todo el cuerpo de ancianos. Todo el poder de los ancianos se ejerce como un grupo, un tribunal, una Junta. El sistema de Junta o Tribunal de ancianos reunidos para la doctrina y la disciplina protege a los miembros de las iglesias locales. Si no puede estar de acuerdo todo el grupo de ancianos, el que no esté de acuerdo tiene que guardar silencio y respetar a la mayoría. Su única otra opción es dejar la Sesión.

1.4. El Anciano Gobernante La función principal del anciano gobernante ha de ser regir o gobernar la iglesia para su bien espiritual. La idea de gobernar o de pastorear viene del Antiguo Testamento. David fue el buen pastor de Israel, vigilando el rebaño, la nación. Dios prometió que en el futuro bendeciría a Israel con buenos pastores. Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia (Jer. 3:15). El gran cumplimiento de esta promesa es Cristo. Él es el Buen Pastor de la casa de Israel (Jn. 10). Nombró a los apóstoles para pastorear las ovejas (Jn. 21). En el libro de los Hechos, tanto Pedro y Pablo son ejemplos de pastores. La naturaleza esencial de un buen liderazgo se enseña a través de las Escrituras. Moisés oró para que Dios levantara líderes para Israel (Nm. 26:16,17). Jesús encargó a Pedro cuidar y pastorear el rebaño (Jn. 21:16) y Pablo les recordó a los ancianos su trabajo crucial de pastorear el rebaño que el Espíritu Santo ha puesto bajo su cuidado (Hch. 20:28). El concepto de un pastor debe enmarcar los deberes de los ancianos así como Pablo encarga a los ancianos en Hechos 20 pastorear el rebaño. En este pasaje, Pablo da instrucciones detalladas sobre cómo pastorear. ... sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos; (20) y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, (21) testificando a judíos y a 103

Strauch, p. 12. La descripción de la forma de funcionar del Ancianato es consistente con la forma en que toda la iglesia debe relacionarse entre sí. 104

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gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. (22) Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; (23) salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones. (24) Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. (25) Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. (26) Por tanto, yo os protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; (27) porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios. (28) Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. (29) Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. (30) Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. 31 Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno (Hch. 20:19-31). A modo de ejemplo, Pablo salió públicamente y en privado, fue de casa en casa. Veló por el rebaño y buscó la bendición de Dios sobre ellos. Pablo exhortó a los ancianos locales a imitarlo en estas cosas. Pedro también enseña sobre el deber de los ancianos. Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: (2) Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; (3) no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. (4) Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria (I P. 5:1-4). En Hechos 6, Pedro subraya que el deber de los apóstoles era entregarse a la oración y al ministerio de la Palabra. El Ancianato tiene un enfoque similar. La propia vida personal de un anciano debe ser un ejemplo, ofreciendo así el testimonio más claro de su oficio. Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe (He. 13:7). Un pastor en los tiempos bíblicos tenía que trabajar largas horas por un bajo salario. Lo mismo es cierto para el anciano de la iglesia. Él buscar y encuentra pastos espirituales para las ovejas, carga a los débiles, busca la guía del Señor, proteger al rebaño de los ataques y sana a los perdidos. Él trabaja con sensibilidad, habilidad, dedicación y amor. Estas son todas las funciones personales íntimas, en lugar de las funciones corporativas o institucionales. Él tendrá

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que dar cuenta al Gran Pastor de las ovejas, Jesucristo. El anciano es un mayordomo en la casa de Dios (Tit. 1:7). En Hechos 20, Pablo indica cuatro áreas principales de servicio: nutrición, orientación, protección y disciplina. Cristo es el Príncipe de los pastores, y los ancianos son sub-pastores, llamados a ser la expresión inmediata de Cristo en la vida de la congregación.

1.4.1. Nutrición El pastor debe alimentar y cuidar a las ovejas. Literalmente el pastor alimenta el rebaño, busca pastos verdes para que puedan crecer sanos y fuertes (Jer. 3:15). De la misma manera, los ancianos de la iglesia no deben sentirse como jueces, haciendo declaraciones; sino que han de ser activos en la nutrición, activos en la promoción de la madurez de cada miembro y activos en ayudar a las familias. Esto incluye visitas a domicilio.105 Ellos deben instruir a los ignorantes, consolar a los dolientes, nutrir y proteger a los niños de la iglesia. Deben orar con y para el pueblo, teniendo cuidado de ser diligente en la búsqueda de los frutos de la Palabra predicada entre el rebaño. La Sesión está para pastorear el rebaño, mediante la enseñanza de la Iglesia y a través de la vida práctica. Un aspecto importante es que los ancianos deben tratar de asegurarse de que la Palabra está siendo aplicada entre el rebaño y en su propia familia. Con el fin de estar cerca del rebaño, los ancianos deben construir relaciones personales, ser respetables y de confianza para el rebaño. Sin fuertes lazos con el rebaño, los miembros de la congregación no vendrán a los ancianos para recibir orientación, ayuda o consejo.

1.4.2. Orientación En la supervisión espiritual, es la Sesión quien dirige la doctrina de la iglesia. Ellos han de asistir al pastor en la decisión de qué libros predicar, y para hacerle consciencia de las necesidades generales de la iglesia. Ellos están para evaluar las fortalezas y debilidades espirituales de la iglesia, para ver donde la iglesia puede mejorar. Están también para hacerlo a un nivel personal y familiar. Los ancianos gobernantes pueden y deben ofrecer orientación al anciano docente sobre el estado de la congregación para asistirle. Los ancianos deben escudriñar las Escrituras, encontrar la voluntad de Cristo y aplicar lo que han aprendido a las circunstancias particulares. La orientación en asuntos de la iglesia a nivel público es a través de la predicación de la Palabra y en el ámbito privado a través de la instrucción personal.

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El Libro de Orden de la Iglesia (8-3) menciona expresamente visitar a las personas en sus hogares, especialmente a los enfermos.

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1.4.3. Protección Pablo insiste en la necesidad de que los ancianos de la iglesia protejan la enseñanza y la moral de la Iglesia en su conjunto. Dentro de una iglesia habrá muchos creyentes débiles, inmaduros e inestables. Los ancianos deben ser un muro de seguridad alrededor de ellos, protegiéndolos de sí mismos y de otras personas que pudieran hacerles daño. Estas ovejas débiles ni siquiera pueden entender la verdadera naturaleza de la batalla espiritual a la que se enfrentan. Pablo advierte que la iglesia será atacada desde dentro y fuera. Los ataques contra Israel desde dentro y fuera son ejemplos de los ataques que la iglesia enfrentará. En Apocalipsis 2 y 3 vemos ataques internos y externos similares. Existen los que están dentro de la iglesia que se vuelven contra ella y tratan de destruirla. La iglesia siempre debe esforzarse por mantener una enseñanza consistente con la Escritura. No han de complacerse los deseos del hombre o concentrarse en cosas vanas que no son de beneficio. Pablo advierte sobre esto a la iglesia en I y II Timoteo. Cuando estos eventos ocurren en la iglesia, los cristianos débiles y vulnerables deben ser protegidos (Mt. 18).

1.4.4. Disciplina Como una Sesión, deben ver con diligencia sobre el rebaño, comprometidos con el encargo de Cristo de que no haya corrupción en la doctrina o en la moral. 106 Deben ejercer el gobierno y la disciplina. La disciplina es esencial para la vida y pureza de la iglesia. Una comunidad que ama a la iglesia buscará activamente promover la pureza. Los ancianos deben asegurarse de que la iglesia se mantenga pura para la gloria de Dios, no deben dejar que la maldad se difunda en la iglesia y deben trabajar para la restauración del pecador.

1.4.5. La Forma de Gobierno Como ya se ha señalado, la autoridad de los ancianos ha sido dada para la edificación de la iglesia, no para el poder personal. Pablo dice claramente esto, Porque aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré (II Co. 10:8). En las cartas de Pablo, vemos una serie de ejemplos de la forma en que él ejercía el poder de la iglesia. A pesar de que se le dio una gran autoridad, actúa con la máxima delicadeza. El afirma: No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes (II Co. 1:24). Él apela, no ordena (I Co. 4:21; II Co. 10:1, 2; 13:8-10). 106

Libro de Orden de la Iglesia (8-3).

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¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre? (I Co. 4:21). Yo Pablo, os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros; (2) ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como si anduviésemos según la carne (II Co. 10:1, 2). Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad. (9) Por lo cual nos gozamos de que seamos nosotros débiles, y que vosotros estéis fuertes; y aun oramos por vuestra perfección. (10) Por esto os escribo estando ausente, para no usar de severidad cuando esté presente, conforme a la autoridad que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción (II Co. 13:8-10). Él se identifica con el rebaño, para hacer propias sus debilidades y humillaciones. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? (II Co. 11:29). Temo que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado y no se han arrepentido de la impureza, fornicación y lujuria que han cometido (II Co. 12:21) (Véase también Gá. 4:12). Pablo se sacrificó para elevar a otros en la fe (II Co. 11:7,21; 13:9). De hecho, Pablo era tan humilde que muchos confundieron sus acciones como debilidad y cobardía (I Co. 4:18-21; II Co. 10:1-11). Strauch, dice: "...No ordenan, pero dirigen. Ellos no mandan la conciencia de sus hermanos, pero apelan a sus hermanos a seguir fielmente la Palabra de Dios. Ellos sufren y llevan el peso de las personas difíciles y los problemas para que los corderos no sean heridos. Llevan el malentendido y el pecado de los demás para que la congregación pueda vivir en paz. Pierden el sueño para que otros puedan descansar... Aseguran la libertad de las comunidades y la libertad en Cristo tanto que anima a los santos a desarrollar sus dones, madurar y servir unos a otros."107 La congregación está llamada a obedecer y someterse a los ancianos, ya que ellos trabajan como vigilantes y gobernantes de la grey de Dios. El anciano por su posición privilegiada debe estar protegido de los chismes, rumores y falsas acusaciones. Ellos están para tomar un papel activo cuando se producen conflictos entre los miembros de la iglesia. Han de 107

Strauch, p. 26.

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trabajar para ver que estos asuntos se traten de manera informal, en primera instancia, en lugar de obligar al miembro de la iglesia a utilizar los métodos legales oficiales de la iglesia, o peor aún, salir al mundo donde una persona demanda a otra (Mt. 18; I Co. 6:1-3). Un anciano proactivo puede evitar que pequeñas disputas se conviertan en grandes problemas de disciplina. Los ancianos han sido llamados para examinar a los nuevos miembros y ejercer la disciplina en la Mesa del Señor. A nivel personal, deben estar siempre creciendo en la gracia, en el conocimiento de las Escrituras y en las normas de la iglesia. Deben ser ejemplo en todos los aspectos de la vida de la iglesia, sobre todo en el culto dominical, reuniones de oración y la asistencia al estudio bíblico. Si los ancianos no asisten a estas actividades sientan un mal precedente. El oficio de anciano es un llamado noble, y en general, una iglesia no se levantará por encima de sus ancianos.

1.5. El Anciano Docente108 Además de gobernar, algunos ancianos son llamados a enseñar. Un anciano docente tiene todas las funciones del anciano gobernante109 más la responsabilidad añadida de ministrar la Palabra de Dios para el rebaño y la administración de los sacramentos.110 Aunque todos los ancianos son llamados a ser maestros (I Ti. 3) algunos tienen un don particular y son llamados a entregarse al ministerio de la enseñanza. Este don está recalcado en Efesios 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros, pastores y maestros. Pablo también habla de los dones específicos de enseñanza en I Timoteo y Romanos. ...Para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad (I Ti. 2:7).

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Para una comprensión histórica del oficio de Anciano Docente en la iglesia, véase Samuel Miller (pp. 54-72), el libro de John Owen "La Verdadera Naturaleza de la Iglesia" y la obra de James Bannerman "La Iglesia". 109 "Como los ancianos son de un mismo orden de oficio, los ancianos gobernantes tienen la misma autoridad y elegibilidad al oficio en las Cortes de la iglesia como los ancianos docentes" Libro de Orden de la Iglesia (8-9). 110 Las funciones específicas del Anciano Docente se describen en el Libro de Orden Iglesia: "Como es enviado a declarar la voluntad de Dios a los pecadores y a implorarles que se reconcilien con Dios a través de Cristo, es llamado Embajador. Como lleva las alegres nuevas de la salvación al ignorante y perecible, es llamado Evangelista. Al levantarse para proclamar el Evangelio, es llamado Predicador. Como dispensa la múltiple gracia de Dios y las ordenanzas instituidas por Cristo, es llamado Mayordomo de los Misterios de Dios" (8-5). "Cuando un anciano docente es nombrado para trabajar como evangelista, es comisionado a predicar la Palabra y administrar los Sacramentos en países extranjeros o en las partes remotas de la Iglesia. El presbiterio puede mediante actos separados de aquel mediante el cual lo comisionó, confiar al evangelista por un período de doce meses el poder de organizar iglesias y, hasta que haya un Consistorio en la iglesia así organizada, para instruir, examinar, ordenar e instalar ancianos gobernantes y diáconos en la iglesia y para recibir o expulsar a miembros" (8-6).

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Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. (14) No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio (I Ti. 4:13-14). ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? (15) ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Ro. 10:14-15). En I Timoteo 5:17, Pablo dice, "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar." Este es un versículo clave en la distinción de los ancianos docentes y los ancianos gobernantes.

1.6. La Relación entre el Anciano Docente y el Anciano Gobernante La Escritura enseña que hay un solo oficio de anciano, pero que los ancianos docentes y gobernantes tienen una ordenación o función diferente en la iglesia. Hay tres formas principales a tomar en cuenta con las que ha sido considerada la relación entre los ancianos gobernantes y docentes. Una de ellas, llamada la visión radical de dos oficios, sostiene que sólo hay dos oficios, el anciano y el diácono, sin la especialización de anciano docente. Este punto de vista es poco probable que sea correcto, ya que no hace justicia a la exhortación específica relativa a la enseñanza que se encuentra en las Escrituras (ver sección anterior). En el extremo opuesto, se encuentra la visión radical de tres oficios. Esta sostiene que hay tres oficios: diácono, anciano gobernante y anciano docente. En este punto de vista de tres oficios el anciano docente es un oficio independiente cuya función es la enseñanza de la doctrina, la disciplina y la administración de los Sacramentos.111 La dificultad con este punto de vista es que Pablo subraya claramente que la iglesia debe ser dirigida por los ancianos y los diáconos. No parece poner énfasis real en un tercer oficio. La visión de la Iglesia Presbiteriana en América es que hay dos y medio oficio, con un solo oficio de anciano pero teniendo algunos hombres llamados como ancianos reservados para la responsabilidad adicional de funcionar como maestros.

1.7. Cualidades Necesarias para el Oficio de Anciano En las lecciones tres y cuatro fueron considerados los dones dados a la iglesia. En el caso de los ancianos también se nos da una lista de rasgos de carácter o dones que un hombre debe poseer para desempeñar el cargo (I Ti. 3:1-7; Tit. 1:6-9). Debido a que los exámenes para ancianos y diáconos son muy similares, sólo hablaremos de las cosas que son propias de los ancianos. El examen para los diáconos se discute en detalle en la Lección Seis. Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. (2) Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; (3) no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de 111

Robinson, p. 33.

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ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; (4) que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (5) (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); (6) no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. (7) También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo (I Ti. 3:1-7). Hay tres áreas principales de evaluación: 1) su carácter moral, 2) la forma en que un hombre gobierna su familia, y 3) su capacidad para enseñar. Cada uno de estos aspectos necesita ser probado, antes de que un hombre sea introducido al oficio. Las áreas de evaluación corresponden a su función en la iglesia. Esto es porque él conducirá con su ejemplo moral, va a gobernar como gobierna su casa, y enseñará de acuerdo a sus dones; estas cosas deben ser examinadas antes de que asuma el cargo. Las evaluaciones se dan en I Timoteo 3:1-7 y Tito 1. Al leer estos pasajes, sin embargo, la lista de Pablo no debe ser leída como listas de evaluaciones absolutas; sino que muestran un patrón para ancianos. Leerlas como una lista absoluta estaría en contradicción con la soltería de Pablo (y la de Timoteo) y la enseñanza de Pablo sobre que el celibato es preferible (I Co.7:7, 26-38).112 113

1.7.1. Su Carácter Moral En el nivel más básico, el anciano debe tener un buen carácter moral, que se refleje tanto dentro como fuera de la iglesia. Él representa a Dios frente al pueblo. Él ha sido encargado para gobernar la iglesia de Dios, que es un cuerpo santo. Como mayordomo (Tit. 1:7), debe actuar con fidelidad, y como líder, su conducta debe enseñar a la iglesia cómo comportarse. Es vital que sea auto-controlado. Esto está indicado por la idea que tiene que ser templado, disciplinado y respetable. Él debe tener una buena reputación dentro de la iglesia y fuera de ella. La gente tiende a asumir el carácter de sus líderes. En los libros de Jueces y Reyes, encontramos buenos líderes que conducen a la gente con justicia, mientras que los malos corrompen la nación. Un anciano debe ser hospitalario, no debe amar el dinero, y no debe ser desequilibrado, o toda la congregación lo seguirá en estos errores.114

1.7.2. Gobierno en el Hogar Otra prueba vital para el anciano es como él gobierna su hogar. La iglesia es la familia de Dios, y por lo tanto, los mismos principios que se aplican en un hogar se aplican en la iglesia. ¿Es un hombre fiel y leal a su esposa e hijos? ¿Él gobierna bien su casa? ¿Él ha educado bien a

112

Mounce, p. 158. Para una comparación entre los oficios, véase Mounce (pp. 155-158). 114 Para otros comentarios útiles sobre I Timoteo 3, véase la obra de Hughes y la obra "Epístolas Pastorales" de Chapel. 113

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sus hijos? ¿Es hospitalario? Si él no gobierna bien su casa, ¿cómo va a gobernar en la casa de Dios? Un hombre debe ser marido de una sola mujer; él debe ser fiel a ella. Si no lo es, no va a ser fiel también a la iglesia. Pablo menciona la crianza de los hijos. La forma y el enfoque para gobernar sus propios hijos serán similares a la forma en que se enfoca el gobierno en la iglesia. Si él no es disciplinado en el hogar, su cuidado por la iglesia reflejará su falta de disciplina. Si él es tirano en casa, también lo será en la iglesia. Un líder que es auto-sostenible y proveedor en el hogar; también lo será en la iglesia. También debe ser hospitalario, mostrando el amor de Dios a los extranjeros y hermanos, con lo cual también mostrará el amor en la iglesia.

1.7.3. Don de Enseñar Un hombre debe ser fiel a las Escrituras y poder enseñarlas, ya sea de manera informal o públicamente. Pablo dice: …retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen (Tit. 1:9). Él debe conocer, defender, amar y seguir la Palabra, y luego debe ser capaz de instruir a otros en ello. Él debe estar seguro y comprometido en la Palabra y la doctrina.

1.7.4. Un Carácter Probado No debe ser un novato, para que no se enorgullezca. El oficio es autoridad, gobierno, poder y dignidad. Debido a que es un oficio de honor y poder, se presta para el pecado del orgullo (I Ti. 6:4; II Ti. 3:4), que podría ser desastroso tanto para el anciano y la iglesia. Hendriksen señala que Pablo no nombra ancianos en las iglesia en su primer viaje misionero sino hasta después que volvió a visitar las iglesias en su regreso a casa (Hch. 14:23), y de la misma manera, sólo nombró a Timoteo para liderar después del primer viaje misionero.115 Pablo dice: no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo (I Ti. 3:6).

1.8. Selección y Ordenación El asunto de quién llama y nombra a los ancianos es debatido.116 En la Escritura, Pablo y otros echaron mano de hombres para separarlos para este oficio. Vemos la práctica en Hechos 115

Hendriksen y Kistemaker, p. 128. Ha habido una serie de formas presbiterianos acerca de la vocación y la ordenación de los ancianos. Para una discusión extendida véase a James Bannerman (p. 400 ss.) y Samuel Miller (pp. 260-271). Como una complicación adicional, en la iglesia primitiva, el propio apóstol Pablo nombró ancianos en las iglesias nuevas y también le dio autoridad a Tito para hacer lo mismo en Creta (Tit. 15). Como veremos, no hay ninguna razón por la que aquí la práctica de Pablo viole el procedimiento en Hechos 1 y 6. Además, si estos actos violaran los procedimientos establecidos en Hechos 1 y 6, entonces se debe, probablemente, considerarlos como circunstancias excepcionales. 116

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1:15 (elección de Matías), 6:6, 13:3, I Timoteo 4:14 y 5:22. En todo el proceso de ordenación, la imposición de manos sobre alguien es el acto final. En Hechos 1:15 y Hechos 6, la iglesia está en crecimiento. En ambos casos, los apóstoles siguen el mismo patrón al nombrar a oficiales para trabajar en la iglesia. En Hechos 1:15 existía la necesidad de reemplazar a Judas con otro apóstol. En esta selección se siguieron los pasos siguientes. 1) La elección se llevó a cabo por toda la congregación; Pedro se dirige a la asamblea como hermanos (Hch. 1:16). 2) Los apóstoles instruyeron a la congregación sobre las cualidades necesarias (Hch. 1:1522), incluyendo la ocasión, las circunstancias que muestran la necesidad, la voluntad de Dios en su Palabra y providencia, así como los requisitos para el oficio (1:21).117 3) Dos hombres son elegidos por la compañía de discípulos (1:23). 4) De estos dos hombres uno es elegido luego hacia el oficio por sorteo. Esto ya no es un requisito en el Nuevo Testamento.118 Hechos 6, es un segundo ejemplo del procedimiento completo de selección. En este caso los apóstoles necesitaban ayuda, y sin embargo, ellos no nombran a siete hombres, sino que dijeron a la congregación que seleccionaran o designaran a siete hombres de entre vosotros, de entre el cuerpo. Los apóstoles enseñaron a la congregación qué cualidades se necesitaban y luego la congregación en su conjunto actúo sobre ello. Eligieron a siete hombres y los llevaron ante los apóstoles. Los apóstoles oraron al respecto (considerada la elección) y luego ellos (los apóstoles) pusieron sus manos sobre ellos. Podemos desarrollar los siguientes puntos generales a partir de Hechos 6: 1) Los oficiales fueron dados por la iglesia, por lo tanto, la iglesia reconocía los dones y participaba en la selección de los oficiales. Esto desarrolló la idea de que la iglesia es una comunidad. No es una dictadura, una jerarquía o una democracia.119 2) Las cualidades espirituales fueron proporcionadas por los apóstoles a la congregación. 3) La congregación reconoce los dones de los hombres a través de una votación. 117

Bannerman, p. 403. La cuestión de los sorteos surge debido a la única vez en que ocurrió este evento. Los sorteos fueron utilizados en el Antiguo Testamento y son apropiados aquí combinados con un llamado directo de Cristo para ayudar. Ahora que el Espíritu ha sido derramado en Pentecostés, la Iglesia tiene la orientación directa del Espíritu. El procedimiento no se repite en el Nuevo Testamento. Se vuelve redundante. Ahora el gobierno de Cristo es directamente a través de su Espíritu. 119 Wilbourne, "El Oficio de Asuntos Temporales", Audio Conferencia, Greenville Seminary, 2005. 118

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4) Los apóstoles consideran la idoneidad de la persona para el llamado. Esta consideración está indicada a través de un tiempo de oración. 5) Los hombres seleccionados fueron ordenados a un cargo oficial en la iglesia por los apóstoles. 6) La ordenación fue por medio de la imposición de manos. En Hechos 1:15ss y Hechos 6, Lucas nos ha dado dos ejemplos claros de cómo debe funcionar la iglesia. Los dos pasajes se confirman entre sí y establecen el procedimiento para la ordenación en la iglesia primitiva. Las referencias posteriores a la imposición de las manos o el nombramiento de ancianos deben ser interpretados en conformidad a este patrón. Hay otros dos pasajes importantes que tratan este tema: Hechos 14:23 y II Corintios 8:19. En Hechos 14:23, leemos: Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. Afirma que Pablo nombraba, pero en el griego nombrar realmente significa aprobar por votación a mano alzada (Hendriksen, p. 128). Esto es consistente con Hechos 6, es decir, se trataba de una reunión de la congregación donde elegía a los ancianos y luego los apóstoles les impusieron las manos. En II Corintios 8:19, vemos que Tito fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación. En este caso, el nombramiento se hizo en la iglesia, y probablemente por una votación a mano alzada. Ordenación: La imposición de manos indica la naturaleza formal y oficial del oficio. La práctica no está ordenada expresamente en el Nuevo Testamento, pero ocurre en el Antiguo Testamento en la ordenación de una obra u oficio específico (Lv. 8:4-6; Nm. 20:26-27.), y esto parece ser la base de la práctica realizada por los apóstoles. Ocurre en todos los casos registrados de elección para el oficio en el Nuevo Testamento120 (Hch. 6:6; 13:3; I Ti. 4:14; I Ti. 5:22). Es un acto formal que muestra autoridad, pero en realidad no es un acto que transfiera alguna gracia. ... a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos (Hch. 6:6). Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron (Hch. 13:3). No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio (I Ti. 4:14). 120

Samuel Miller señala: "No hay una sola instancia o una ordenación, a cualquier oficio eclesiástico que sea, de los cuales tengamos cuenta en el Nuevo Testamento en que la ceremonia de la imposición de manos no parezca haber sido utilizada. Los primeros diáconos, aunque no encomendados con un oficio tan puramente espiritual, o tan arduo como el de anciano gobernante, sin embargo, eran reconocidos como todos, apartados para el diaconado por medio de la imposición de manos. Por supuesto, los que llevan un oficio superior no debe ser introducido a él con menor solemnidad." p. 286.

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No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro (I Ti. 5:22). Al combinar este primer ejemplo de los Hechos, el principio de que Cristo da dones a Su pueblo, la necesidad que la Iglesia reconozca esos dones, la supervisión por parte de los ancianos de la iglesia y la ordenación por medio de la imposición de manos, notamos que en Hechos 6 se ofrece un ejemplo teológica y prácticamente constante con otros ejemplos de ordenación contenidos en el Nuevo Testamento. Como tal, las ocasiones posteriores de la imposición de manos, pueden haber funcionado así de la misma manera. Esto parece ser un principio general y se aplica a todos los que son llamados para el oficio.

1.9. Descalificación del Oficio Ya que los dones y el llamado de Dios son irrevocables, el llamado de los ancianos es de por vida.121 Un anciano, sin embargo, puede ser disciplinado. Puede ser censurado, excluido de los sacramentos, o bien, destituido de su cargo. Como anciano, él no es inmune a los desafíos. Él todavía puede caer en pecado o dejar de cumplir con su deber. Él sólo se convierte en un anciano por las evaluaciones pero seguirá siendo evaluado y rindiendo cuentas de su cargo hasta que se retire. Por difícil que esto sea para el individuo, para la Sesión y para la congregación, esto es bueno para todos a largo plazo, incluyendo al transgresor. Los que dirigen y enseñan serán juzgados con mayor severidad que el resto. En 1 Timoteo 5: 19-20 Pablo establece: Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. (20) A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. Debido a su vocación, no se debe traer una carga o una acusación en contra de los ancianos sin causas justificadas. En este caso, Pablo dice que una sola persona no puede traer una acusación contra un anciano. Sólo se podrá interponer una acusación presentada por dos o tres testigos. Este sería el segundo nivel de Mateo 18:14 y siguientes. Si se presenta un cargo y el anciano es declarado culpable, entonces se debe tomar la acción pública. Debido a que los ancianos tienen un cargo público y una mayor responsabilidad, deben ser reprendidos públicamente. Aunque esto es muy grave, no se hace para humillar a un hombre, sino para que toda la iglesia, la congregación y los otros ancianos, teman y huyan del pecado. El pecado mina todo el carácter de la iglesia y debe ser seriamente tratado en los líderes. El anciano debe afrontar tal acción.

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Para tener información acerca de cómo remover a un anciano del oficio, ver Miller pp. 294-301.

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1.10. La Obligación de Someterse al Ancianato Como cuerpo en Cristo, estamos llamados a la sumisión mutua en el Señor (ver Lección Tres). Como una extensión de este principio, los miembros de la congregación han de someterse a quienes Dios ha dado el cargo para su crecimiento y protección. Cristo ha llamado a algunos a gobernar y a otros para seguirlos. El buen funcionamiento de un Ancianato depende de la sumisión. El Ancianato bíblico solamente puede cumplir sus funciones cuando la congregación responde al gobierno de Dios en y a través de estos hombres en la forma correcta. Al estar sometida bajo la dirección de los ancianos, la congregación se somete a Cristo. Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso (He. 13:17) La obediencia y la sumisión están en el corazón del cristianismo, y está dentro del corazón del gobierno de los ancianos. Los ancianos no gobiernan por la fuerza, sino que gobiernan espiritualmente, y este mismo Espíritu obra en los corazones de la congregación para someterse al gobierno. La congregación está llamada a amar y honrar a los ancianos por su vocación dentro del cuerpo de Cristo. En la iglesia, el amor y el honor se ven en tres formas prácticas: 1) el apoyo financiero, 2) la protección, y 3) la oración. 1) Apoyo Financiero: Pablo llama a la congregación a dar doble honor, especialmente a los que trabajan en la Palabra. Esto incluye el honor financiero para el sostén del ministerio (I Ti. 5:17,18). Un obrero en el evangelio es digno de su salario. No debemos poner bozal al buey que trilla; de igual forma debemos apoyar a los ancianos (I Ti. 5:18; I Co. 9:4-14) (Fil. 4:16; I Ts. 2:6; II Ts. 3:9; Tit. 3:13; III Jn. 6-8). 2) Protección: Los ancianos protegen a la congregación, y por lo tanto, la congregación debe proteger a los ancianos. Deben protegerles su reputación y apoyarlos en su llamado. Muchas de las actividades de los ancianos se hacen en privado, y esto puede llevar a algunos, que no conocen todos los hechos, a acusar falsamente a los ancianos. En tal caso, ninguna acusación ha de ser aceptada, excepto sobre la base del testimonio de dos o tres testigos (I Ti. 5:19). Acusaciones, rumores falsos y calumnias pueden arruinar el testimonio de un hombre y su utilidad para la congregación. 3) Oración: Como apóstol, Pablo pide constantemente oración. En cualquier posición de autoridad, los que gobiernan han de ser apoyados en su trabajo a través de la oración (Ef. 6:19,20).

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2. El Caso Bíblico del Gobierno de la Iglesia Presbiteriana El gobierno de la Iglesia Presbiteriana se basa en dos pilares: el papel de los ancianos que actúan como representantes de la congregación y el hecho de que todas las iglesias están conectadas entre sí en materia de práctica y doctrina. Comencemos por considerar el papel de los ancianos desde un punto de vista exegético y luego volveremos a considerar las razones teológicas. Tendremos en cuenta tanto el papel del anciano como representante de la iglesia y el papel del anciano en una iglesia bíblicamente conectada.

2.1. La Historia de los Ancianos y la Iglesia en el Antiguo y Nuevo Testamento En el Antiguo Testamento, el oficio de anciano existía en Israel. Los ancianos dirigieron al pueblo de Dios bajo el antiguo pacto. En Éxodo 18, Moisés creó una serie de tribunales. En este sistema, los tribunales inferiores trataban los casos más fáciles, mientras que los casos más difíciles eran enviados a una autoridad superior. Al tomar nota de esto, no estamos afirmando que existe exactamente la misma jerarquía rígida en el Nuevo Pacto; no es así, pero lo importante es la idea de que existe un sistema de apelación, que algunas cuestiones pueden abordarse a nivel local, pero los casos más difíciles debe hacerse en tribunales superiores. En el calendario de Israel también hubo tres grandes asambleas. Esto es importante ya que demuestra que de vez en cuando los ancianos de Israel se reunieron en asambleas comunes. Todo Israel se vio a sí mismo como una iglesia, un pueblo de Dios. Los judíos se reunían en la sinagoga local. Jesús enseñó y adoró en la sinagoga. En los primeros días de la iglesia, continuaron reuniéndose en el templo y las sinagogas hasta que fueron expulsados. En sus viajes misioneros, Pablo habló en la sinagoga primero, y luego a los judíos. Los primeros judíos convertidos eran de la sinagoga. En este sentido amplio, la Iglesia nace de la sinagoga. Este antecedente no define la forma en que la iglesia del Nuevo Testamento se va a desarrollar, pero proporciona los antecedentes, el marco a partir del cual se forma la iglesia del Nuevo Testamento. Como veremos en el Nuevo Testamento, los aspectos importantes de este marco continúan en la iglesia del Nuevo Testamento. El principal argumento de que la Iglesia es una que está gobernada por ancianos como sus representantes, se basa en la evidencia histórica del libro de los Hechos y sobre la teología de que la iglesia es una en Cristo. Aunque vamos a probar esto en el Nuevo Testamento, fluye naturalmente de la iglesia del Antiguo Testamento tal como se manifiesta en Israel.

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La iglesia en Jerusalén creció rápidamente, de forma rápida superó las 5,000 almas (Hch. 2:41, 47: 4:4).122 Una iglesia de ese tamaño se habría reunido en un número de congregaciones separadas. A pesar de que pudo haber muchos grupos locales, Lucas siempre se refiere a la iglesia en Jerusalén en singular,123 124 nunca dice "las iglesias de Jerusalén". Las diversas asambleas locales también funcionan como una sola iglesia, como una organización bajo un solo gobierno. En las primeras secciones de los Hechos, los apóstoles gobernaron toda la iglesia con la asistencia de siete diáconos. En Hechos 8:1,3 leemos sobre la iglesia, singular. "...En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles... (3) Y Saulo asolaba la iglesia..." Después de esto, incluso cuando la iglesia es dispersada, extendiéndose a Samaria y Jerusalén, Lucas todavía se refiere a ella como la iglesia, no las iglesias (Hch. 9:31). La idea de que la iglesia funcionó como una sola iglesia se ve mientras el evangelio se extiende en Samaria. Aunque el evangelio es predicado, la iglesia es formalmente fundada cuando los apóstoles de Jerusalén ponen las manos en la iglesia para recibir el Espíritu Santo, en continuidad a los acontecimientos de Hechos 2. En esto vemos una extensión de la iglesia de Jerusalén bajo el control de los apóstoles. En Hechos 9, la iglesia se extiende a los gentiles y lo hace a través de Pedro; más tarde, Pedro es llamado por un sector de la iglesia para dar cuenta de sus actos (Hch. 11:2). Cuando se forma la nueva iglesia en Antioquía, la iglesia de Jerusalén envía a Bernabé como su representante para fortalecer la iglesia: El informe de esto llegó a los oídos de la iglesia en Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía (Hch. 11:22). Cuando el tema de la circuncisión tenía que ser considerado, Pablo... viene a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos (Hch. 15:4). Hay una iglesia en Jerusalén dirigida por los apóstoles y los ancianos. A medida que la Iglesia se reúne para considerar el tema específico, no se reúne toda la iglesia, pero los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto (Hch. 15:6). Esto se confirma cuando la iglesia emite su decreto con el que consolidó todas las iglesias en ese momento (Hch. 16:4). Mientras el gobierno de la iglesia de Jerusalén era aplicado, las iglesias eran confirmadas en la fe y aumentaban en número cada día (Hch. 16:5). En el concilio de Jerusalén, vemos como un grupo, los apóstoles y los ancianos, actuando por y en nombre de todos los miembros de la iglesia hicieron frente a un aspecto vital de la doctrina que era importante para toda la iglesia. En resumen, en la primera parte de los Hechos, Lucas llama a los miles de creyentes en Jerusalén, Judea y Samaria, una iglesia. Él siempre se refiere a la iglesia en singular y muestra que la iglesia está gobernada por los apóstoles y los ancianos.

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El número podría ser mayor, debido a la posible exclusión de las mujeres y los niños. Bannerman, pp. 436-437. 124 Es sólo a medida que la iglesia se expande en el mundo gentil que Pablo comienza a hablar de iglesias locales (Gá.1:22, I Ts. 2:14). Compárese esto con I Corintios 15:9, donde Pablo habla de la Iglesia en singular. (Bannerman, p. 437). 123

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A medida que la Iglesia se expande en territorio gentil, Lucas usa el plural. Leemos que Pablo nombra ancianos en las iglesias en cada ciudad en su viaje misionero (Hch. 14:23). La implicación es que cada iglesia tenía ancianos locales, pero a medida que la iglesia se expandía, en la administración de la iglesia ya no podía ser visto como una autoridad única. En tanto que la iglesia crecía, una nueva iglesia, singular, era fundada en las nuevas localidades de Antioquía, Corinto y Éfeso. Aunque cada una se convirtió en grandes centros con un gran número, aún se les llama la iglesia de Antioquía, (Hch. 14:23), la iglesia en Corinto (Hch. 18:9,10) y la iglesia en Éfeso (Hch. 19:1-20). Ya que Pablo navega más allá de Éfeso, llama a los ancianos para recordarles sus deberes específicos en pastorear la iglesia (Hch. 20:17). En la transición desde una iglesia en Israel, en Hechos vemos a la iglesia del Nuevo Testamento expandiéndose de Jerusalén a Roma. La iglesia ya no se le confió a una nación específica. Al mismo tiempo, la iglesia todavía funciona como una iglesia, bajo el liderazgo de los ancianos. Con el desarrollo de los principales centros, se desarrollan centros regionales de administración; la iglesia en una ciudad era vista como una sola unidad, una comunidad de congregaciones locales, gobernadas por ancianos. En el período posterior de los padres de la iglesia, cada región se convierte en su propio centro, con su propia administración.

2.2. El Argumento Teológico La iglesia está fundada sobre los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo la piedra angular (Ef. 2:20). En Efesios, Pablo habla de todos los miembros bautizados en un cuerpo (4:1-3, 416). En esta sección, Pablo menciona a los apóstoles como un don y el fundamento para todas las iglesias, no para iglesias locales específicas. En Colosenses, Pablo dice que la Iglesia es alimentada por una cabeza, que es Cristo mismo. Cristo es cabeza de la iglesia, no iglesias. Cada iglesia es parte del cuerpo de Cristo. La única iglesia universal se manifiesta en las iglesias locales. La unidad de la iglesia también se muestra en sus prácticas comunes, doctrina y apoyo mutuo. En doctrina, todas las iglesias se unieron y llegaron a Jerusalén para decidir los asuntos comunes. Del mismo modo, Pablo ordena que sus cartas sean leídas en todas las iglesias. Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros (Col. 4:16). Pablo habla acerca de tener una regla en todas las iglesias (I Co. 7:17), que sus enseñanzas se enseñan en todas partes en cada iglesia (I Co. 4:17), que él enseña la misma doctrina en Galacia como lo hace en Corinto (I Co. 16:1). Si todas las iglesias tuvieran diferentes reglas, entonces Dios sería un autor de confusión, en lugar de un autor de paz (I Co. 14:33). Pablo ve una sola iglesia, en Cristo, que se manifiesta en muchos cuerpos locales. La centralidad de la iglesia conduce a la unidad de la iglesia en la doctrina, en la práctica común y el apoyo mutuo. En conclusión, en Hechos y en la teología de Pablo, vemos a la iglesia como una iglesia, conectada en la doctrina y conectada en la práctica por un anciano en cada ciudad. 108

2.3. La Relación entre los Ancianos y la Congregación En el gobierno de la iglesia presbiteriana, los ancianos gobiernan en nombre de la congregación. En Hechos, el papel de liderazgo de los ancianos en Israel continúa en la iglesia. En Hechos 14:23, Pablo nombra ancianos en cada iglesia en su viaje a las áreas gentiles. En Hechos 15, Pablo llega a Jerusalén, la iglesia (toda la congregación) le da la bienvenida, luego él y los líderes de los apóstoles y los ancianos, se separan con el fin de discutir el asunto teológico. Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos... Los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto (Hch. 15:4-6). En este debate, la decisión final fue tomada por Santiago, anciano de la iglesia en Jerusalén (Hch. 15:21). Al enviar el decreto, Lucas regresa a la formulación original, de apóstoles y ancianos, ahora con toda la iglesia. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia (Hch. 15:22). En cada caso, Lucas afirma que la decisión es una decisión de toda la iglesia, mientras que muestra claramente que la acción se llevó a cabo en la autoridad de los ancianos y de los apóstoles. Aunque el poder de la Iglesia reside en toda la iglesia, Cristo da a los ancianos un papel de liderazgo distinto. En este papel, ellos representan a toda la iglesia y la iglesia debe someterse a ese liderazgo como lo haría a Cristo. Todos están de acuerdo que en asuntos no esenciales, los ancianos son llamados a decidir, pero ¿qué pasa con los aspectos más fundamentales? Consideramos la relación entre la congregación y los ancianos bajo los siguientes aspectos principales: 1) la elección de Oficiales, 2) la aplicación de los medios de gracia en el cuerpo de la iglesia, y 3) la disciplina que necesitaría ser aplicada. 1) La Elección de Oficiales de la Iglesia Aunque Pablo pudo haber elegido a los oficiales en la iglesia primitiva, porque la naturaleza de la misión en territorio gentil pudo haberlo exigido, es interesante que nunca leemos que Pablo nombra ancianos en Judea y Samaria, lugares donde se habrían convertido ancianos judíos. En estos casos, es probable que los ancianos judíos tendrían naturalmente que convertirse en los ancianos de las nuevas iglesias. En la sección 1.8 de esta lección vimos el principio de la elección. En ese proceso, tanto la congregación y el cuerpo de ancianos existentes tienen un voto, manteniendo el delicado equilibrio entre los derechos y el poder de la congregación y el gobierno de los ancianos.

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2) La Teología y la Administración de la Disciplina Como se ha señalado, el poder de usar las llaves del reino le fue dado a Pedro en nombre de los apóstoles. Este poder se le dio luego a toda la iglesia. Así, en las reuniones de la iglesia, cuando sólo están dos o tres reunidos, Cristo está en medio de ellos, para ratificar su decisión (Mt. 18:16-20). Sobre la base de este pasaje y I Corintios 5, donde Pablo se dirige a toda la iglesia, reprendiéndole por no disciplinar la inmoralidad en su seno, y en las palabras a las siete iglesias en Apocalipsis, sin diferenciar claramente el cuerpo de ancianos; está basada la razón de los sistemas más democráticos que sostienen que el poder de administrar es una función de toda la iglesia. En el sistema presbiteriano, se argumenta que aunque el poder le es dado a toda la iglesia, la iglesia se rige a través de sus representantes. En Hechos 15, los ancianos toman la decisión, y el decreto se envía hacia fuera, con la iglesia (ver arriba). Los ancianos hablan por la iglesia, por lo que toda la Iglesia se ve hablando como a una sola voz. En Hechos 20, Pablo advierte a los ancianos que protejan el rebaño, algo que sólo podían hacer si tenían la facultad de excluir al malhechor de la iglesia. El ejercicio de la disciplina de la iglesia no es una idea abstracta; es una parte vital del cuidado pastoral. En la excomunión, el objetivo es restaurar al transgresor y proteger el rebaño. Los ancianos están encargados de la supervisión pastoral (Hch. 20) y el mantenimiento de la pureza de la teología en la iglesia (Hch. 15). Esta es una función inherente a su cargo. En la práctica, los asuntos sensibles es mejor mantenerlos fuera del dominio público general, la administración de disciplina a un creyente debe reservarse a unos pocos fieles, que puedan hacer frente al asunto de manera pastoral y confidencial; lo cual no es posible en una reunión congregacional. Al mismo tiempo, la aplicación efectiva por decisión de los ancianos de disciplinar mediante excomunión, se hace por toda la congregación. En Corinto, Pablo instruye a toda la iglesia, a cada miembro, para expulsar al hombre. Si los miembros se hubiesen negado a actuar, entonces se habría socavado todo el proceso. 3) La Administración de los Sacramentos Las Iglesias Reformadas, generalmente han concentrado los sacramentos en manos de los ancianos. Hay muy poco material exegético directo sobre la administración de los sacramentos, pero las Iglesias Reformadas han deducido esto de la naturaleza del oficio de anciano. Los sacramentos están estrechamente relacionados con la palabra, en ellos se le enseña a la iglesia el evangelio en forma ilustrada, por lo que la administración de ellos forma parte del ministerio de enseñanza de los ancianos. Por esta razón, las Iglesias Reformadas han hecho hincapié en que los ancianos deben estar particularmente involucrados en la administración de los sacramento a la congregación. Debido a su estrecho vínculo con la enseñanza, los ancianos docentes generalmente han administrado los sacramentos. Al mismo tiempo, debido a que la 110

congregación en su conjunto es responsable de las fechas y la frecuencia con que se realiza la santa comunión y el bautismo, las Iglesias Reformadas también han hecho hincapié en que todos los ancianos tienen autoridad en la administración. En conclusión, la iglesia está dirigida a través de sus representantes, los ancianos. Los líderes de los ancianos son llamados a administrar los sacramentos, y conducir la disciplina. Al mismo tiempo, como representantes de la iglesia, y como el poder de la iglesia está en toda la iglesia, los ancianos deben ser lo más inclusivos, ya que ellos pueden estar en estas acciones.

3. Un Sumario de la Historia del Presbiterianismo En la iglesia primitiva, obispos y ancianos, fueron vistos como un mismo cargo, gobernado a la iglesia. Los títulos eran intercambiables.125 Durante los siguientes 300 años, los centros locales de la iglesia como Antioquía y Roma se desarrollaron de forma independiente. Durante este tiempo también hubo una lenta cristalización del poder en los obispos a diferencia de los ancianos. En el año 410 d.C., Cipriano de Roma elevó oficialmente el oficio de obispo sobre el oficio de anciano. Esto se desarrolló más en la Iglesia Católica Romana, lo que llevó finalmente al modelo jerárquico, siendo el Papa la cabeza. Las Iglesias Reformadas entre los años 1500-1600 rechazan universalmente esta idea, sosteniendo que el anciano y el obispo eran un solo oficio 126 restableciendo de este modo el presbiterianismo. En este proceso, Juan Calvino fue muy influyente. En la Institución de la Religión Cristiana, él muestra primero la desviación de la iglesia primitiva en el gobierno de la iglesia. A continuación, pasa a argumentar a favor de una forma de gobierno presbiteriana, confesional y representativa. Dividió los oficios en oficios extraordinarios y temporales, y oficios ordinarios y en curso. En consecuencia, Calvino sostuvo que los oficios extraordinarios, es decir, los apóstoles, profetas y evangelistas (personas como Lucas, Timoteo y Tito) han caducado, y ahora solamente hay tres oficios restantes, pastores/maestros, ancianos y diáconos. También afirmó que la ordenación no era jerárquica, pero viene de las personas. Las enseñanzas de Calvino fueron seguidas con alguna modificación en las iglesias Francesas y Holandesas y en las iglesias Suizas y Alemanas en Europa Continental. A medida que la Reforma en Inglaterra progresó, las iglesias Escocesas e Inglesas se unieron para redactar la Confesión de Fe de Westminster (1643-1648), estándar para la doctrina presbiteriana. Como muchos de los temas de la doctrina reformada de la salvación (soteriología) ya estaban cubiertos en el Canon de Dort (1618-1619), los teólogos de Westminster se centraron en la Doctrina de la Iglesia. Aunque la Confesión de Fe de Westminster es el documento fundacional, hay varias ramas diferentes de presbiterianismo. Consideraremos las dos ramas, la rama Escocesa y la Norteamericana. 125 126

I Clemente 42:4; 44:5 Hall and Hall, p. 6.

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Los delegados de Escocia en Westminster se dividieron. Algunos teólogos, George Gillespie y Alexander Henderson, siguieron el modelo reformado Continental, que hizo hincapié en la participación de toda la congregación. En este modelo, la autoridad fluye de los tribunales inferiores a los tribunales superiores, con el consentimiento de los gobernados. Esto crea una estructura en la iglesia más descentralizada. Por el contrario, Samuel Rutherford y Robert Baillie se adhirieron a un modelo más jerárquico, haciendo hincapié en los tribunales superiores sobre los tribunales inferiores. En este modelo, la congregación es menos importante que el presbiterio y la asamblea general. En cualquier caso, la historia y los antecedentes de la época eran feudalistas, controlada por el Estado y por lo tanto muy jerarquizada en sí. En Estados Unidos, las congregaciones individuales se unieron para formar el primer Presbiterio en 1706 en Filadelfia. Los antecedentes históricos democráticos de América conducen a un énfasis más democrático en las iglesias, con más poder a un nivel congregacional local, mientras que el presbiterianismo escocés es un modelo jerárquico y autoritario, con más poder en la asamblea general. ¿Es esta una parte de la cuestión de dónde viene el poder que yace en la iglesia? Parece más bíblico decir que el poder de la Iglesia está en Cristo, confiado a la Iglesia en su conjunto, a los miembros ordinarios y los oficiales. Además, los oficiales tienen una vocación especial y de autoridad dentro de la iglesia. Ellos son un don dado por Cristo a la Iglesia, y por lo tanto, ellos han de conducir y presentar a la congregación. Esta es la posición de Berkhof, James Bannerman, Bavinck, y Vos. La relación entre el poder de la congregación y el poder de los ancianos es un tema de vital importancia que afectará la vida de la congregación.

Conclusión El oficio de anciano es vital para el buen funcionamiento de la Iglesia; ellos son subpastores, llamados por Cristo, quien es el buen pastor que vigila el rebaño de Dios. Ellos están para dirigir, guiar, nutrir y proteger al rebaño. Hay dos tipos de ancianos, ancianos gobernantes y ancianos docentes.

Preguntas de Estudio – Lección Cinco 1. ¿Cómo describe Samuel Miller la importancia de los ancianos? 2. ¿Cuál es la relación entre el anciano y el obispo? Cite pruebas textuales. 3. ¿Cuál es el contexto histórico del oficio de Anciano? 4. ¿Cuántos ancianos nombró Pablo en cada iglesia? ¿Por qué? 5. ¿Qué texto clave usa Pablo para explicar la función de Anciano? 6. ¿Cuáles son las cuatro palabras que describen la función del Anciano Gobernante? 7. ¿Cuáles son los tres versos que apuntan al oficio independiente del Anciano Docente? 8. ¿Qué hace un Anciano Docente? 9. ¿Qué procedimiento usamos para llamar a los hombres a este oficio? 10. Explique por qué ponemos las manos sobre alguien. 112

Lección 6 El Diácono: Oficio de Apoyo Material El diácono es un elemento importante, pero no un oficio bien entendido. Este oficio es vital para el buen funcionamiento de la iglesia. La palabra diácono significa siervo, esclavo, o uno que ministra a otros. En un sentido general, todo el pueblo de Dios son diáconos, porque todos deberíamos estar sirviendo a otros, pero al igual que las palabras apóstol y anciano, la palabra diácono también tiene un significado técnico, siendo un oficio distinto de servicio. Pablo se refiere a este oficio distinto en Filipenses 1:1. A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos... (Fil. 1:1) La iglesia no siempre ha reconocido el cargo de diácono, y cuando lo ha hecho, a menudo lo ha redefinido. Los reformadores restauraron el oficio, considerándolo un oficio ordinario de la iglesia. Ellos lo explican en sus escritos127 y en las constituciones de las iglesias reformadas. El oficio especializado de diácono es mencionado en los textos siguientes: Hechos 6:1-6, I Timoteo 3:8-15 y Filipenses 1:1 (ver arriba). En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria. (2) Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. (3) Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. (4) Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. (5) Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; (6) a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. (Hch. 6:1-6) Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; (9) que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. (10) Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. (11) Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. (12) Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. (13) Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús. (14) Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, (15) para 127

Calvino, Owen y John Brown, todos ellos insistieron en el oficio.

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que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. (I Ti. 3:8-15) La iglesia primitiva se desarrolló sin el oficio independiente del diácono. Esto cambió a medida que crecieron las necesidades de la iglesia. Aunque no se utiliza la palabra, la primera instancia del oficio parece estar en Hechos 6,128 donde la iglesia ha designado hombres para cumplir la función de diácono. El oficio parece haberse desarrollado de una manera similar en los escritos de Pablo. Inicialmente, Pablo nombró ancianos en sus viajes misioneros. No nombra diáconos. El oficio de diácono es mencionado en Filipenses. Pablo fundó una iglesia en Filipos durante su segundo viaje misionero. Es la primera de las iglesias misioneras de Pablo que tenía el oficio de diácono y vale la pena señalar que ellos son la única iglesia que Pablo dice que sobresalió en dar para Pablo y para su ministerio (Fil. 4:10-16).

1. ¿Qué es un Diácono? El oficio es uno de simpatía y servicio, siguiendo el ejemplo del Señor Jesús. Expresa la comunión de los santos (comunión de la iglesia unos con los otros), especialmente en la ayuda de unos a otros en un momento de necesidad.129 Se muestra la compasión de Cristo para los propios miembros de la iglesia y para el mundo. Los diáconos han de revelar la misericordia de Cristo, el acto mismo de Cristo en el servicio a los demás, para ayudar a los necesitados, a los pobres, las viudas y los huérfanos. Este oficio muestra más que cualquier otro oficio la compasión de nuestro Dios a los necesitados.130 No está claro si el oficio se deriva de la práctica en la sinagoga judía131 o si se trataba de un nuevo oficio en la iglesia. En Israel, todos los hombres y especialmente los ricos proveían para los pobres. ...para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión,... (7) Cuando haya en medio de ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en la tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano contra tu hermano pobre, (8) sino abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que necesite. (Dt. 15:4, 7-8). En este pasaje, se mencionan dos ideas aparentemente diferentes y contradictorias. En primer lugar, Dios promete que no habrá ningún mal entre el pueblo de Israel. Pero también dice que deben cuidar bien de los pobres que existen en medio de ellos. La combinación de 128

Existe cierto debate sobre el pasaje de Hechos 6. Algunos sostienen que se trataba de una oficio temporal para satisfacer una necesidad específica, mientras que otros sostienen que este fue el comienzo del oficio permanente de supervisión y servicio. Aunque este no es el primer oficio oficial, sí muestra la naturaleza del trabajo diaconal. 129 Libro de Orden de la Iglesia (9-1). 130 Es interesante notar que cuando Pablo habla sobre el oficio de anciano, hay una advertencia especial sobre el orgullo, pero en el oficio de un diácono, no hay tal advertencia. La diferencia es que el oficio diaconal es un oficio de servicio. Es servir a los demás con un verdadero corazón humilde. Es la antítesis del orgullo. 131 Como es argumentado en la tradición presbiteriana escocesa.

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estos dos pensamientos muestra la forma en que Dios provee para los pobres (haciéndolo de manera que no haya pobres en Israel) ordenando a aquellos en Israel que tienen los medios para proveer para aquellos que no los tienen. Dios podría haber ordenado que no hubiera pobres en todo, pero no lo hace; más bien, Él decreta que la pobreza debe ser abordada por todo el cuerpo. Al igual que con los dones en la iglesia, la interdependencia crea una dependencia mutua. Esta idea se repite en la iglesia de Jerusalén. En Hechos 2:44, se nos dice: Ahora todos los que habían creído estaban juntos, y tenían todas las cosas en común, y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Hechos 4: 32-35 declara: Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. (33) Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. (34) Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, (35) y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. En la iglesia, al igual que como en Israel, Dios ha diseñado que no haya pobres, proporcionando a algunos riqueza y luego permitir que los ricos distribuyan sus fondos en favor y representación de los pobres. Dios provee para los pobres, al proporcionar a los ricos con lo suficiente para darles de comer. Si los ricos hacen su trabajo y comparten con los pobres, no habrá pobres en medio de ellos.132 Este procedimiento tiene una serie de consecuencias. 1) Se les recuerda a los ricos no hacer ídolos del dinero. Las Escrituras advierten que el amor al dinero es la raíz de todos los males y Dios ha ordenado eventos para frenar estos deseos. 2) Es otra manera para que en la iglesia todos dependan unos de los otros. 3) Es el privilegio dado a los ricos para reflejar la propia compasión de Cristo. Inicialmente, los apóstoles hacían la distribución según Hechos 2. A medida que la iglesia creció, también creció la demanda sobre los apóstoles y surgió la necesidad de un oficio específico de diácono para aliviar la carga de los apóstoles (Hechos 6). Tanto por la compasión de Cristo y la preocupación de los Apóstoles por los pobres ahora se formalizaba un oficio. El hecho de que se formalice muestra su importancia.

2. La Vocación de los Diáconos Aunque no se incluye en la lista de los dones que se encuentran en Efesios 4:11, el oficio de diácono es un don que Cristo da a su iglesia para su mejor funcionamiento y para el crecimiento en la gracia.

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Esto también debe leerse en conjunto con la exhortación de Pablo a que debemos trabajar, o no debemos de comer. Los pobres en esta situación son pobres porque no pueden trabajar.

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El procedimiento para la elección/reconocimiento de los diáconos se encuentra en Hechos 6. El mecanismo es el mismo que se utiliza para la elección de ancianos. Como oficio ordinario de la iglesia, los diáconos son elegidos para el oficio de la iglesia. El cuerpo de la iglesia debe reconocer los dones que Cristo les ha dado a ellos. En Hechos 6, los apóstoles no nombran a siete hombres, sino que le dicen a la iglesia que seleccione a siete hombres de entre vosotros (v.3), del cuerpo. Los apóstoles le enseñaron a la congregación sobre las cualidades necesarias del diácono y luego la congregación en su conjunto actúo sobre ello. Eligieron a siete hombres, y luego los llevaron ante los apóstoles, quienes oraron por ellos (considerada la selección), y entonces ellos (los apóstoles) pusieron sus manos sobre ellos (I Ti. 4:14). Este modelo constituye la base de la forma en que nombramos hoy a los oficiales.

3. Los Requisitos de un Diácono Los diáconos inicialmente fueron cristianos practicantes dentro del cuerpo. La obra de Cristo fue evidente en ellos. Serían hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu y de sabiduría. El texto principal es I Timoteo 3:8-13:133 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; (9) que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Los requisitos son similares a los de los ancianos, con un énfasis reducido sobre el poder, la hospitalidad, y ningún énfasis en los dones de enseñanza. Los diferentes requisitos indican que no es un oficio secundario, no es un oficio de subanciano, no es un oficio donde se inicie como diácono y luego pase a ser un anciano; más bien, es un oficio independiente con su propia función de cuidado y compasión. Al igual que los ancianos, los hombres que toman este oficio deben ser del más alto carácter moral y espiritual. La palabra irreprochable también puede ser traducida como digno o de buena conducta a los de la iglesia y también a los que están fuera de la iglesia. El diácono debe ser un hombre de autocontrol bíblico. Aunque pecador, él será lo suficientemente maduro para tener un control adecuado, por el Espíritu, sobre el pecado y los deseos naturales. Como oficial, está reflejando a Cristo al mundo, y por lo tanto, debe poseer un grado de integridad y consistencia. No debe ser de doble discurso; debe ser consistente, pues no puede vivir de una manera los domingos e igual que los paganos el resto de la semana. Su discurso debe estar lleno de gracia y de verdad. Él no puede ser adicto al vino, más bien debe ser sobrio, templado, mostrando madurez y autocontrol.

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El Libro de Orden de la Iglesia, declara: "Para el oficio de diácono, que es de naturaleza espiritual, serán elegidos hombres de carácter espiritual, reputación honesta, vidas ejemplares, espíritu fraternal, mucha simpatía y juicio prudente." (9-3).

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El diácono debe mostrar autocontrol en asuntos de dinero. No será ávido al dinero. Deberá estar contento con lo que Dios le ha dado y no deberá gastar todo su tiempo en buscar de más. Él debe ser ejemplo para todos en la manera de dar y debe ser capaz de enseñar acerca de cómo se debe dar. Uno de los objetivos del diaconado es animar a dar a los pobres de la congregación haciendo que los miembros busquen primero el Reino de Cristo. Los diáconos lideran con el ejemplo. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles (I Ti. 3:10). Antes de ser designado para el cargo, debe ser probado para comprobar si tiene los dones necesarios. Las pruebas tanto de ancianos y de diáconos deben ocurrir antes de la ordenación. No hacemos a un hombre diácono con el fin de hacerle espiritual. Él debe estar espiritualmente calificado para ser diácono. El oficio refleja a Cristo, y por lo tanto, sólo los que son espirituales deben ser oficiales que representan a Cristo. Hemos de observar estas cualidades en el tiempo. También debemos considerar a la esposa de un hombre. En el caso de un pastor, se ha dicho que si la esposa de un hombre no está llamada a ser la esposa de un ministro, entonces él no es llamado al ministerio. Lo mismo es cierto en el caso de un diácono. Si la mujer no está llamada a ser la esposa de un diácono o si ella no es adecuada para la tarea, entonces él no es llamado. Las cualidades de la esposa son parte integrante de sus requisitos para el oficio. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo (I Ti. 3:11). Honesta indica que ella es de buena posición espiritual y no una calumniadora. Ella también debe tener auto-control. Ella debe ser capaz de controlar su lengua y su discurso, sobre todo porque ella tendrá información sensible acerca de las necesidades de la gente. Si ella habla de manera imprudente se destruirá el ministerio de su esposo al romper la confianza de aquellos a quienes él está ministrando. Ella también afectará su reputación general. La palabra esposas es una traducción de la palabra griega gyne, una palabra que se puede traducir como esposas o mujeres, según las circunstancias lo exijan. Debido a esto, algunos argumentan que Pablo, en este caso, está alentando a las mujeres a ejercer como diáconos. Argumentan que Febe es elogiada como una servidora (o diácono) de la iglesia (Ro. 16:1, 2). En respuesta a esto, observamos que en los requisitos que Pablo ya había mencionado ha dicho que los hombres deben gobernar bien a sus esposas. En Hechos 6, todos los diáconos eran hombres. En casos aislados, como el de Febe, la palabra diácono se refiere tanto a un oficio como a un servicio en general. Por estas razones creemos que el oficio formal de diácono debe ser ocupado por hombres.134 134

Para una historia de la cuestión dentro de la Iglesia Presbiteriana en América, véase http://www.weswhite.net/2012/03/the-issue-of-deaconesses-in-the-pca-2007-2011.

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Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús. (I Ti. 3:13). Como un oficio, el diaconado exige responsabilidad, humildad y servicio, un hombre de pensamiento que se pregunte por qué desea este oficio. Dios lo entiende así y Él ha elegido vincular bendiciones particulares al oficio. En primer lugar, el oficio en sí mismo es único en la iglesia. Ofrece una oportunidad especial para mostrar la misericordia, la compasión y la gracia de Cristo a los que tienen necesidad. Si los ancianos deben enseñar y gobernar, el trabajo de los diáconos es "mostrar la misericordia" ¡Qué gran privilegio de servicio! Segundo, Pablo dice claramente que aquellos que sirven también tendrán una buena posición en la iglesia. Ellos avanzan y confían en la fe. A medida que sirven bien, los diáconos crecen espiritualmente. Aumentan en estatura en las verdades del Evangelio. Madurarán y sabrán más de las riquezas del evangelio en Jesucristo.

4. El Trabajo y las Responsabilidades de los Diáconos Los diáconos tienen tres áreas principales de responsabilidad: el cuidado de los pobres, el fomento de la gracia de la liberalidad, y en el contexto de hoy, la administración de los edificios.

4.1. El Cuidado de los Pobres135 El trabajo de los diáconos está especialmente dirigido a la asistencia de los pobres, las viudas, los huérfanos y los necesitados. Los diáconos deben hacer de esto su cuidado particular. Para lograrlo, es necesario conocer quiénes son los pobres y humildes, los diáconos deben interactuar con ellos. Por el contrario, los miembros de la iglesia deben conocer a los diáconos, confiar en ellos y tener una relación con ellos haciendo más fácil recurrir a ellos en busca de ayuda. En otras palabras, los diáconos han de estar cerca de las personas. Los diáconos deben saber quiénes son pobres y deben buscar su bienestar. El cuerpo de los creyentes debe confiar en los diáconos lo suficientemente bien como para acercarse a ellos y hablar de su necesidad financiera. En Hechos 6, esto era un trabajo muy práctico. Entraron en el ministerio y consiguieron utilizar sus manos.

4.2. El Fomento de la Gracia de Liberalidad en la Congregación136 Los diáconos deben tomar la iniciativa para mostrar el amor de Cristo en formas materiales. Han de ser un ejemplo de mostrar la gracia de Cristo en el evangelio. Han de buscar 135

El Libro de Orden de la Iglesia, declara que: "Es deber de los diáconos suministrar a quienes estén en necesidad, al enfermo, al que no tiene amigos, y a cualquiera que pueda estar en problemas." (9-2). 136 El Libro de Orden de la Iglesia, afirma que: "Es deber de los diáconos también desarrollar la gracia de la liberalidad en los miembros de la iglesia, diseñar métodos efectivos para colectar las donaciones de la gente y distribuir tales donaciones entre los objetos para los cuales fueron aportados." (9-2).

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oportunidades para animar a otros a dar de comer a los hambrientos, ayudar a los pobres, sostener la viuda y ayudar con los gastos médicos de la grey. Los diáconos que elegimos deben demostrar responsabilidad financiera. Deben ser buenos y sabios mayordomos de su propio dinero y no caer en problemas financieros a causa de sus propios malos hábitos. Esto es importante porque si son ineptos con su propio dinero, van a ser ineptos con el dinero de la iglesia. También debe quedar claro que utilizan su propio dinero para el bien del Reino. La congregación confía a los diáconos el dinero que dan a Cristo. Si los diáconos lo ocupan imprudentemente, están robando a los pobres, y a la vez, dificultando la obra del Evangelio. Deben desarrollar y fomentar la gracia de dar y la buena administración, deben mostrar y enseñar la responsabilidad financiera a la congregación. Temas como el peligro de la deuda, la gracia de dar y las recompensas de dar deben ser tratados por ellos. Deben recoger y contar la ofrenda. Ellos mismos deben diezmar. Si ellos no están dando, entonces no están en condiciones de distribuir el dinero que otras personas dan en la iglesia. Un hombre que no diezma no debe ser diácono.

4.3. Cuidado del Edificio Los diáconos deben cuidar y administrar los edificios.137 Este es un requisito en nuestros tiempos actuales para las iglesias que son dueñas de su propio edificio. Esto no debería ser el trabajo de los ancianos. La administración y la construcción de la iglesia, las escuelas y otros proyectos relacionados a la construcción deben ser trabajo del diácono, no de los ancianos. Los diáconos tienen el manejo de los asuntos temporales de la iglesia con el fin de liberar a los ancianos para su principal labor: el ministerio de la Palabra y la oración. Incluso en esto los diáconos deben tener cuidado. La iglesia es más importante que los edificios; los edificios no estarán en el cielo. Están hechos de madera y piedra y serán quemados en el Día del Juicio. Si bien ésta es una obra importante, su trabajo principal es cuidar de las necesidades de los pobres y los necesitados.

5. Sirviendo en el Espíritu Este oficio debe ser cumplido por hombres espirituales; no sólo por hombres de éxito a los ojos del mundo. Los hombres de negocios exitosos tienen dones, pero sin el Espíritu no tendrán la mente de Cristo en los asuntos que les sean propuestos. El trabajo requiere sabiduría y discernimiento para imitar la forma en que Cristo mismo se ocuparía de los pobres. Deben aplicar los principios espirituales de la Palabra en su trabajo.

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El Libro de Orden de la Iglesia, expresa que: "Tendrán el cuidado de la propiedad de la congregación, tanto en lo real como en lo personal, y mantendrán en buen estado el edificio de la iglesia y otros edificios que pertenezcan a la congregación." (9-2).

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Sólo hay dos oficios ordinarios en la iglesia. Son llamamientos superiores, que tendrán un efecto real y poderoso sobre la vida, el testimonio, el funcionamiento y la utilidad de la iglesia. Si los diáconos de una iglesia no están funcionando bien y bíblicamente, esto conducirá a que la iglesia no sea eficaz en su trabajo y ministerio. Por otro lado, si los diáconos funcionan bien, la iglesia será bendecida en su trabajo. Será una iglesia saludable. Si los diáconos (o ancianos) no hacen bien su trabajo, la iglesia sufrirá las consecuencias.

Conclusión El oficio de diácono es un oficio que trata de ayudar a los pobres y los que tienen necesidades temporales en la iglesia. Libera a los ancianos para el ministerio de la Palabra y la oración. Se sigue el ejemplo del cuidado de los pobres en el Antiguo Testamento; los diáconos muestran la misericordia de Cristo a la congregación.

Preguntas de Estudio – Lección Seis 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Indique dos textos principales referente a los diáconos. ¿Qué disposiciones dadas en el Antiguo Testamento tiene relación con los pobres? ¿Qué razón tuvieron los apóstoles para nombrar diáconos? ¿Qué entendemos al decir que el diácono es un oficio permanente de la iglesia? ¿Dónde encontramos la lista de requisitos para los diáconos? ¿Cómo son comparados los requisitos de ancianos con los requisitos de los diáconos? ¿Qué nos dice eso? 7. ¿Qué requisitos debe cumplir la esposa de un diácono? ¿Por qué? 8. ¿Un diácono debe ser probado primero? ¿Qué significa esto? 9. ¿Cómo debe ser el cuidado del diácono para los pobres? 10. ¿Qué entendemos por el fomento de la gracia de la liberalidad?

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Lección 7 La Esfera de la Iglesia Jesús es Rey y Señor sobre la creación y sobre la iglesia. El Antiguo Testamento enseña sobre el Señorío de Dios sobre Israel y las naciones, mientras que el Nuevo Testamento enseña sobre el Señorío de Cristo sobre la iglesia así como sobre todas las naciones de la Tierra. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (19) Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos (Mt. 16:18-19). Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. (19) Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; (20) enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén (Mt. 28:18-20). Los teólogos reformados enseñan que, como Señor sobre todo, el gobierno de Cristo es realizado a través de varias esferas: la de la iglesia, el Estado, la familia y el individuo. Dios ha ordenado que cada esfera opere de diferente manera y para distintos propósitos. Vamos a desarrollar esta lección considerando (1) la relación entre el reino universal de los cielos, Israel y la iglesia, (2) la naturaleza de la relación entre cada una de las tres esferas, el Reino, la iglesia y la familia; y finalmente, (3) la relación entre el Reino, la iglesia y el individuo. Los principios de esta lección fluirán en la siguiente lección: La Misión de la Iglesia. Podemos diagramar el reino de Cristo como un reino sobre todas las esferas/reinos y su relación de autoridad con el Estado, la iglesia, la familia y los múltiples roles individuales, tal como se muestra a continuación:

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El gobierno de Cristo como Rey abarca tres principales esferas. En cada esfera, su gobierno es expresado de manera diferente. Un individuo, tal como se ve en la parte inferior del diagrama, forma parte de cada esfera, por lo que, tiene diferentes responsabilidades relativas a cada una. A medida se superponen las esferas, el individuo debe equilibrar sus obligaciones dentro de cada esfera. Es importante señalar que el enfoque de esta lección es describir el marco normativo básico de la responsabilidad que las Escrituras enseñan. No hemos considerado los límites exactos del Estado que se aplican a los derechos de las personas, las familias y las empresas. Como nuestro enfoque es la iglesia, tal discusión está fuera del alcance de este trabajo.

1. El Reino de los Cielos El reino celestial de Dios reina sobre todos. En este apartado se considerará la relación del Reino con Israel y con la iglesia, además, la relación entre el Reino celestial y los reinos de este mundo.

1.1. El Reino de Dios en Israel y sobre las Naciones En el Antiguo Testamento, Dios, como rey celestial, gobernó sobre todas las naciones a través de la providencia. En una forma más directa, reinó sobre Israel a través de la Ley y por medio de sus profetas, sacerdotes y reyes. A estos tres funcionarios designados por Dios, les fue dado el poder de hacer cumplir la normativa del Reino de Dios dentro de Israel. En otras palabras, se puede decir que Dios gobierna en general sobre toda la creación a través de la providencia, pero Él gobernó a Israel a través de su providencia, su Ley, los profetas y el rey. En I Crónicas 29:23, Salomón gobernó por Dios sobre el reino de Dios como un rey sentado en el trono de Dios. Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre, y fue prosperado; y le obedeció todo Israel (I Cr. 29:23).138 Finalmente, Él reinó en Israel para redención y la salvación. Con el tiempo, las primeras circunstancias del gobierno de Dios en Israel cambiaron. Debido a su pecado, Israel fue al exilio. En el juicio, Dios le dio a los reinos del mundo autoridad sobre el reino de Israel. Si bien la autoridad de la ley y los profetas continuó dentro de Israel, se redujo el poder de Israel para dirigir sus propios asuntos. Ahora Israel es llamado a servir a Dios mientras está bajo el poder y el imperio de las naciones. La tensión entre gobierno absoluto de Dios, aunque indirecto, y el poder de las naciones, se pueden ver en el libro de Daniel. En Daniel, Israel estaba en cautiverio, bajo control extranjero. Aun así, Dios sigue trabajando en la extensión de su Reino en y a través de Daniel. De hecho, el gran punto del libro de Daniel es que a pesar de que parecía que el Reino de Dios había sido derrotado, el gobierno de Dios continuó sobre todas las naciones, incluyendo Babilonia, hasta el momento en que Jesús reinará sobre todos los confines de la Tierra. 138

Esto apuntaba hacia Jesús que venía como el gran Hijo de Dios, el soberano de las naciones (Sal. 2; Sal. 110; Mt. 28:19,20).

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El Estado reducido de Israel continuó más allá de su regreso del exilio en Babilonia. Aunque Israel regresó a la tierra, ella permaneció bajo control extranjero, bajo el yugo romano. El estado sólo cambió con la venida de Cristo y en la destrucción del Templo de Israel en el año 70 d.C. Con la venida de Jesús y el establecimiento de Su Reino, la tensión entre el reino de Jesús y los reinos del mundo continuaron. Jesús trae en el reino (Mt. 4:17), y sin embargo, Israel está todavía bajo el control de los romanos. Jesús reconoció esto, Él le dice a Pilato, el gobernador romano, que sólo ejercía su autoridad porque Dios se lo había dado. "Ninguna autoridad tendrías sobre mí, si no te fuese dada de arriba..." (Jn. 19:11). En esta etapa de la historia de redención, el Padre dio autoridad secular a Pilato, no al Rey de Israel ni a la recién fundada iglesia de Mateo 16. Jesús explica la naturaleza de la relación entre su Reino (como se manifiesta en Israel o se manifiesta en la iglesia) y los reinos del mundo en Juan 19:11. Al defenderse a sí mismo ante el gobernador romano Pilato, Jesús dice: "Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí" (Jn. 18:36). Jesús introduce los siguientes puntos. En primer lugar, Él declara que Su Reino no es de este mundo. Aunque los reinos que vemos a nuestro alrededor son de este mundo, el gobierno y reinado de Jesús no lo son. En segundo lugar, debido a la naturaleza del Reino de Cristo, aquellos que están en él no son llamados a luchar por él con la espada. En tercer lugar, Jesús dice que si su reino fuera de este orden mundial, si se tratara de una parte de esta estructura, su pueblo pelearía por él. En cuarto lugar, implica además que el uso de la fuerza por buenas razones en este mundo es legítima (Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían), y que es propio de los reinos de este mundo portar armas. En quinto lugar, Él no afirma que el papel de Pilato es ilegítimo; más bien, Jesús indica que el Estado tiene un poder y una autoridad legítima. En Juan 19:11, Jesús hace la declaración increíble que mientras está en la tierra, Él está bajo el poder del Estado romano. Jesús responde: Ninguna autoridad tendrías sobre mí, si no te fuese dada de arriba. Jesús reconoce que fue colocado por el Padre bajo el poder del estado romano, es decir, de Pilato. Además, Jesús nunca criticó a los soldados por hacer cumplir la voluntad del Estado. En sexto lugar, el conflicto no viene de la relación estructural entre el Reino celestial y el estado temprano o reino. Cada uno tiene su propio reino con el fin de avanzar en los propósitos de Dios. En este caso se produce el conflicto, porque el Estado no ha cumplido con su deber ordenado Dios.139 En esta situación, Pilato debió haber absuelto y defendido a Jesús, pero debido a la presión externa, el interés propio y la propia debilidad de Pilato, no actuó correctamente. La posición se da en la iglesia, ella opera ahora dentro de las naciones y está sujeta a ellas. Dado que el Estado es el reino de los hombres pecadores, a menudo se encuentra sirviendo a sus propios fines y persiguiendo a la iglesia. Pero incluso en esos casos, la autoridad del Estado no se invalida. En Romanos 13, los impíos romanos, con su falso César-dios, se dice 139

O en el caso de la Iglesia Católica Romana, la disputa se produce debido a que la iglesia reclama el poder de la espada sobre las naciones.

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que son ordenados por Dios; un ministro de Dios a los hombres. En Romanos 13, la palabra ministro es la misma palabra usada para un referirse a un diácono. Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. (2) De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. (3) Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; (4) porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. (5) Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia. (6) Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo. (7) Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra (Ro.13:1-7). Mientras el Estado continúe, ha de ser ordenado por Dios; el Estado y el individuo están bajo el poder mayor del Reino de Dios, y de esta manera, las personas no tienen que obedecer al Estado en aquellas demandas que contradigan la ley de Dios.140 En el Nuevo Pacto, el Reino celestial ya no se manifiesta particularmente en Israel; ahora se encuentra en la iglesia. Al igual que con Israel, el Reino como el gobierno de Dios son más amplios que la iglesia, pero esa regla es particularmente revelada con el propósito de salvación en la iglesia.141 Ya que la iglesia está en el mismo período de la historia de redención, los principios que se aplican a Jesús se aplican a la iglesia. Tal como Jesús, la iglesia continúa viviendo bajo el poder de las naciones seculares y ella también es llamada a honrar a las autoridades seculares. Ella, al igual que Cristo, está esperando el momento en que su reino sea realizado plenamente por encima de todos los reinos y naciones en el día final. Jesús reconoció la autoridad de Pilato y Pablo reconoció el poder del Estado, tanto en Hechos y Romanos 13. En Hechos, Pablo se sujeta a las autoridades romanas en muchas áreas, ya que él fue llamado a extender el Reino de Dios sobre toda la tierra (Hch. 1: 4-8; 28:31). Pablo se somete al Estado a pesar de que el Estado finalmente lo destruirá. La relación entre el Reino, la iglesia y las naciones cambiará en la plena venida del reino escatológico. Aunque el Reino está aquí: todavía no se ha consumado (Mt. 13). La iglesia (las personas visibles de Dios) ya se ha manifestado al mundo, pero está actualmente bajo la 140

Para una extensa discusión en esta área, véase Kelly: http://www.pcahistory.org/pca/2-103.pdf. En su libro "Un Manifiesto Cristiano" Francis Schaeffer describe cuatro pasos que una persona puede tomar al protestar de la intervención del Estado en la esfera de la iglesia. Estos incluyen (1) tratar de cambiar la ley a pesar que los representantes sean debidamente elegidos, (2) protestando por la ley en los tribunales o mediante demostraciones, (3) removiendo uno mismo a otra jurisdicción, y, finalmente, (4) utilizando una política de desobediencia civil, como la negativa a pagar impuestos y buscando el derrocamiento del gobierno, que es apropiado (p.103). 141 La relación entre la iglesia y el reino es discutida en la Lección 2.

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autoridad de las naciones de este mundo. Cuando la obra de Cristo sea completa, la iglesia y el reino dominarán la totalidad de la nueva creación, la separación entre la iglesia / Reino de Cristo y los reinos de este mundo se acabará. En ese momento todos los reinos de este mundo serán puestos bajo el Reino de Cristo. En la consumación, la norma en la iglesia y la norma del Reino serán similares. Desde que la iglesia se encuentra unida con Cristo como Su cuerpo, la iglesia continúa hacia la era de la consumación, así como Cristo presenta de nuevo el Reino a su Padre (I Co. 15:24).

2. El Reino Celestial, el Estado y la Iglesia En el Reino celestial, Cristo gobierna el mundo a través de dos grandes instituciones: la iglesia y el Estado. Cada institución se da en una esfera de actividad separada y distinta. Aunque una persona creyente pertenece a ambas esferas como miembro de un Estado y miembro de la iglesia, como instituciones, no deben confundirse sus respectivos roles y funciones. En la historia de la iglesia, estas dos esferas/roles a menudo se han confundido. Desde sus inicios, la Iglesia Católica Romana ha argumentado que debido a que ella tiene las llaves del Reino de los Cielos, tiene el derecho de gobernar sobre todas las esferas humanas. Ellos dicen que la iglesia tiene poder sobre el Estado y que ella gobierna sobre los reinos de este mundo. Berkhof señala: "La Iglesia Romana reclama poder y jurisdicción sobre todos los ámbitos de la vida, tales como la ciencia y el arte, el comercio y la industria, así como las organizaciones sociales y políticas. Esta es una concepción totalmente errónea."142 Berkhof pasa a señalar que la iglesia reformada ha cometido errores similares: "También se mantiene un error, que algunos cristianos reformados hagan, en virtud de una concepción errónea de la iglesia como un organismo, que las sociedades escolares cristianas, organizaciones voluntarias de jóvenes y de personas mayores, los sindicatos cristianos y las organizaciones políticas cristianas, sean manifestaciones de la iglesia como un organismo. Por ahora los pone bajo el dominio de la iglesia visible, y bajo el control directo de sus funcionarios. Naturalmente, esto no significa que no haya responsabilidades con respecto a esas organizaciones. Lo que significa es que ellas son manifestaciones del Reino de Dios, en el que grupos de cristianos tratan de aplicar los principios del Reino, en cada área de la vida."143 La iglesia de Dios y el Estado, ambos son creados y mantenidos por Cristo, ambos funcionan a la misma hora y en el mismo lugar, y ambos deberían trabajar para los mismos fines: la extensión del Reino de Dios. Dicho esto, Dios ha dado a la institución del Estado una esfera y otra a la institución de la iglesia. Ambas operan de manera diferente y tienen diferentes funciones. El Estado ha sido creado y le ha sido dada autoridad por Dios. Ha dado al Estado el derecho de ejercer el poder en los asuntos humanos y frenar el pecado resultante en el hombre a través de la aplicación de la fuerza (Gn. 9:5,6; Ro.13:1-7). Dios gobierna en el Estado a través de la providencia general (Is. 44:28; 45:1; Dn. 1:21); en contraste, la misión de la Iglesia es

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pp. 569-570. Ibíd.

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extender el poder salvador del Reino de Dios en el mundo a través de los medios de gracia obrando por el Espíritu en el corazón.144 Puede ser muy difícil determinar dónde se encuentra el límite entre el poder del Estado y el poder de la iglesia. Los fariseos utilizaron este tema para poner a prueba a Jesús. Ellos trataron de atraparle preguntándole si ellos debían pagar impuestos al César (el Estado) o no. Si Jesús decía que sí, entonces sería afirmar que él no estaba poniendo primero al reino judío. Si decía que no, dirían los romanos que Jesús era un transgresor de la ley. Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. (16) Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres. (17) Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? (18) Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? (19) Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. (20) Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? (21) Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. (22) Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron (Mt. 22:15-22). Jesús dijo que el Estado es un poder legítimo y debe ser honrado dentro de su propio reino. La moneda tenía la imagen de César en ella, por lo que era de su dominio. Todo el tiempo los reinos de este mundo (es decir, César, el Estado y Roma) finalmente, deben ser honrados. Al mismo tiempo, Jesús insiste en que los hombres también deben rendir a Dios el honor que a Él le corresponde. La relación entre el Reino de Dios, la iglesia y el Estado se ha llamado la Soberanía de las Esferas en la tradición holandesa de los Países Bajos145 o la Naturaleza Espiritual de la Iglesia en el presbiterianismo del Sur.146 A grandes rasgos, la relación se ha expresado de la siguiente manera: Diagramamos a continuación la relación entre Cristo que es la cabeza sobre todas las cosas, su señorío sobre la iglesia y como Él ha nombrado todos los gobiernos del mundo, siendo Él la cabeza sobre ellos.

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En Mateo 12:27,28 Jesús afirma que su reino proviene del interior por el poder del Espíritu Santo. "Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. (28) Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios." Jesús también hace hincapié en que el Reino viene internamente, no externamente y visiblemente. "Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, (21) ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros" (Lucas 17:20-21). 145 Véanse Abraham Kuyper y Herman Dooyeweerd. 146 Véanse Robert Lewis Dabney y Stuart Robinson (citados arriba).

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El diagrama muestra que todas las cosas están bajo el señorío de Cristo. Como Señor, Él gobierna a través de dos esferas separadas: (A) la esfera de la iglesia y (B) la esfera del Estado. Debido a que son ámbitos separados, la iglesia no está para gobernar el Estado, y el Estado no está para gobernar sobre la iglesia. Ambos tienen una autoridad legítima y una esfera legítima de acción. 147 Robinson hace varias distinciones entre el poder civil y el poder eclesiástico.148 1) El poder civil se deriva de Dios, como autor de la naturaleza; el poder eclesiástico viene de Cristo, como mediador del Nuevo Pacto. 2) La norma del poder civil viene de la naturaleza y de la razón, mientras que el poder eclesiástico es la luz que Cristo, como profeta, revela. 3) El alcance y el objetivo del poder civil se centra en lo visible y temporal de esta vida. El poder eclesiástico es para vida eterna. 4) El símbolo del poder civil es la espada (la fuerza); la iglesia tiene las llaves del Reino. 5) El poder civil puede ser ordenado y tenido en manos de un solo hombre. El poder eclesiástico es siempre a través de un esfuerzo conjunto (ejemplo: reunión de la Sesión), como un grupo. Nunca está en manos de un solo hombre. 6) La iglesia nunca debe tratar de coexistir con el Estado como otro poder civil. "Son dos grandes potencias que son ordenadas por Dios para servir a dos objetivos distintos en el gran esquema ideado por el hombre como ser caído. El uno... hacia la raza apóstata en general, para mantener bajo control la manifestación exterior de la naturaleza diabólica como consecuencia de la apostasía; y el otro, para proporcionar una plataforma, por así

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La versión americana de la Confesión de Fe de Westminster 31: 4, establece que: "Los sínodos y concilios solamente deben tratar y decidir acerca de los asuntos eclesiásticos, y no deben entrometerse en los asuntos civiles, que conciernen al Estado, a no ser por medio de humilde petición, en casos extraordinarios, o por medio de consejo para satisfacer la conciencia, si se lo solicita el magistrado civil." 148 Robinson, pp. 31-33.

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decirlo, en el que lleva a unos y otros el asombroso plan de misericordia hacia una parte de la humanidad."149 Ya que la línea que delimita a la esfera de la iglesia y el estado puede ser difícil,150 puede pedirse una simple pregunta para determinar dentro de cual esfera recae un asunto. ¿Es este asunto algo que la iglesia tiene la capacidad de hacer cumplir en su poder espiritual, a través de los medios de gracia y la disciplina de la iglesia? Si la respuesta es no, entonces el asunto probablemente es algo fuera de la esfera de la iglesia. La prueba se justifica sobre la base de que Dios va a equipar a su iglesia con el poder necesario para hacer cumplir su misión. Debido a esto, habrá una correspondencia entre la misión de la iglesia y su poder. Si algo está fuera del poder de la iglesia para su cumplimiento, entonces está fuera de su misión. Por otro lado, el Estado nunca puede administrar la Palabra, los Sacramentos, o la disciplina en la iglesia. El Estado puede recurrir a la fuerza, pero su uso está limitado a los asuntos temporales y no a los asuntos eternos. Además, el Estado tiene la obligación absoluta de defender la justicia y el reino de Dios,151 pero incluso si no lo hace, su autoridad no queda invalidada (Ro. 13). Al considerar el papel del Estado y la Iglesia, es importante que se distinga claramente entre la iglesia como institución y las personas que pertenecen a la iglesia. Un individuo puede existir y existe en más de una esfera. Él está en la iglesia, en el Reino, en la familia, y en el Estado. Como individuo, una persona es llamada a aplicar los principios del Reino en cada área de la vida, en la iglesia, pero también en su papel como miembro del Estado. Como individuos, los miembros de la iglesia han de tomar las enseñanzas de la iglesia y aplicarlas en el mundo. Mientras que la iglesia, como iglesia, no tiene responsabilidad directa en estas áreas, ya que enseña a las personas a ser sal y luz, la iglesia misma tendrá una influencia indirecta en el Estado 149

Robinson, p. 32. Vamos a utilizar los siguientes ejemplos: la homosexualidad, el partido por el que debe votar, la cuestión de ir a la guerra, o el derecho de fijar las tasas de impuestos, como ilustraciones. La iglesia puede saber que el estado de homosexualidad es moralmente malo delante de Dios, pero debe tener cuidado de cómo se aplica en el reino del Estado. La iglesia no tiene el derecho de decirle al Estado que no debe permitir homosexuales en el ejército, ya que es la esfera del Estado y, por tanto, es responsabilidad del Estado. La iglesia no puede decir a los miembros por quién deben votar en una elección y tampoco puede decir que la guerra o específicamente alguna guerra en particular es incorrecta. Estos son asuntos de Estado. De la misma manera, el Estado se encuentra bajo el Reino celestial de Cristo, de Dios. Su mandato requiere que el Estado cumpla con las leyes de Cristo. En la medida en que lo hace, se considerará fiel y conocerá la bendición de Dios. Un estado que rechaza las leyes de Dios es aquel que está bajo el poder del maligno. Aun así, sigue siendo el Estado y aún tiene autoridad. 151 La Iglesia Presbiteriana en América cambió la Confesión de Westminster original sobre la relación entre la iglesia y el Estado. Se omiten secciones del Capítulo XXXI, "De los Sínodos y Concilios", se re-escribió una sección del Capítulo XXIII "Del Magistrado Civil", y se modificó el Capítulo XX, "De la Libertad Cristiana y la Libertad de Conciencia." Al mismo tiempo, la iglesia no ha cambiado las secciones correspondientes en el Catecismo Mayor, por lo que el Catecismo Mayor sigue conteniendo la exigencia, en conjunto con el segundo mandamiento, que todo el mundo de acuerdo a su vocación estaba "para eliminar todos los monumentos de la idolatría" (P/R 108). Además, el Catecismo Mayor aconsejaba que cuando oramos "Venga tu reino", oramos para que el magistrado civil pueda "tolerar y mantener la verdadera religión" (P/R 191) (ver http: //www.covref. org / pages / superioridad-originales-wcf.htm). En resumen, los cambios que la Iglesia Presbiteriana en América hizo a la Confesión de Westminster fueron en rechazo a la idea de que el Estado tenía que cumplir el poder de una sola iglesia del Estado y la insistencia en que el Estado apoye múltiples denominaciones cristianas. Los cambios no permiten una completa separación de iglesia y Estado. 150

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debido a que los miembros individuales tienen una influencia directa de ella. Esta enseñanza da a los cristianos el mandato de ser cristianos en el mundo, para aplicar las exigencias del Reino más allá de las cuatro paredes de la iglesia y buscar la justicia social. Ellos son sal y luz del mundo, y como tal, tienen que asumir su responsabilidad. No es el deber de la iglesia como institución iniciar escuelas, crear clínicas médicas o administrar hospitales. Estas son actividades legítimas del Reino, pero no son la función de la iglesia. La responsabilidad de la iglesia es reunir a los elegidos a través de la predicación del Reino (Mt. 4:28; Hch. 1:4-8; 28:31) y luego traerlos a la propia iglesia (Mt. 16:18ss, Hch. 2).152 La comunidad es entonces para crecer en la plenitud de Cristo, hasta un hombre maduro (Ef. 4; Col. 1:15-18). Esto lo hará sólo a través de los medios que Cristo le ha dado a ella, los medios de gracia, que serán discutidos en la próxima lección. La iglesia no debe alejarse de su objetivo principal. Si la iglesia comienza a centrarse en cosas para las que ella no fue llamada, entonces la iglesia no tendrá el tiempo y los recursos para hacer las cosas para las que ha sido llamada. Por otro lado, los individuos dentro de la iglesia pueden y deben legítimamente perseguir estos fines en su papel como sal y luz del mundo. Los Deberes de la Iglesia con el Estado: En el diagrama anterior, a partir de (C) vemos que la iglesia está para beneficiar al Estado y el Estado para beneficio de la iglesia. En este modelo, la Iglesia tiene el deber de enseñar el respeto para el Estado y orar por él. Pablo dice: Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; (2) por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. (3) Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, (4) el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (I Ti. 2:1-4). De la misma manera, Pedro dice: Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, (14) ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien (I P. 2:13-14). La iglesia debe orar, interceder en nombre del Estado y apoyar al Estado en todas sus actividades lícitas. La iglesia debe enseñar al Estado en asuntos sobre los que tiene autoridad (es decir, asuntos de la moral o de la voluntad de Dios), pero no puede interferir en los asuntos internos del Estado. Pablo reafirma la necesidad de pagar los impuestos y tributos, él nos dice con su ejemplo, que el Estado está para mantener la ley y el orden. El Estado debe promover la paz, la justicia y el reino de Dios. Todas sus actividades están en última instancia bajo el gobierno del Rey de Reyes, Cristo mismo; así que si el Estado sigue la regla de Dios, será bendecido, si la iglesia no lo hace, caerá bajo la ira de Dios. La

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En ambos casos, la predicación del evangelio del Reino llevó a la formación de la iglesia. La predicación de Jesús llevó al llamado de los doce. La predicación de Pedro acerca del reino del Mesías llevó a la formación de la iglesia.

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justicia y la equidad del Antiguo Testamento dan la mejor orientación sobre el alcance y el método que son necesarios para dirigir el Estado.

3. La Esfera de la Familia La familia es una esfera diferente de la iglesia y el Estado.153 En una familia, el hombre es el jefe de la familia y en la mutua dependencia, tiene autoridad sobre su esposa y sus hijos.154 Al padre se le da el poder de disciplina sobre su familia. Si hay problemas entre la iglesia y la familia, la iglesia debe acercarse a la familia a través de la correcta estructura de autoridad, el padre. La iglesia no debe entrar en la esfera de la familia de manera que desplace la autoridad del padre. Utilizamos el siguiente ejemplo para ilustrar este puesto: Supóngase que en una familia los hijos son rebeldes porque el padre no está criándolos en la disciplina del Señor. El trabajo de la Iglesia no se convierte en la crianza de los hijos, ese es el trabajo del padre; el trabajo de la iglesia debe ser hablar con él. Si el padre no está haciendo nada, la iglesia puede disciplinarlo por estar fallando. Por otro lado, si los niños son miembros de pleno derecho de la iglesia, entonces ellos deben venir directamente bajo la autoridad de la Sesión y ésta puede tratar con ellos personalmente. Cuando la iglesia tiene que tratar con una mujer, la iglesia debe trabajar con el marido hasta donde le sea posible, pero debido a que la esposa es miembro de pleno derecho, también puede venir directamente bajo la autoridad de la Sesión.

4. El Papel del Individuo También distinguimos el papel del individuo como miembro de la sociedad a partir de su papel como miembro de la iglesia. Las Escrituras enseñan que todo trabajo es sagrado, no sólo aquel que es hecho por trabajadores de la iglesia para y en la iglesia. En la creación original, Adán estaba para tener bajo el control de Dios la totalidad de la creación. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra (Gn. 1:26). Aplicamos hoy esta idea en la doctrina del dominio y la doctrina del sacerdocio de todos los creyentes. Cada uno es un rey y sacerdote para Dios, y cada uno de estos llamados es para la gloria de Dios (I P. 2:5). Esto significa que todo el trabajo es sagrado. Todas las cosas deben hacerse para el Señor, y todas las cosas (es decir, cada trabajo) son significativos al Señor.

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A pesar de que la iglesia no es la familia, algunos aspectos de la familia operan de manera similar, tanto es así que Pablo puede hacer de la efectiva norma familiar una cualidad necesaria para la norma de la iglesia. 154 Pablo expresa esto en I Corintios 11: 2-12.El orden original de la creación significa que el hombre es la gloria de Dios y la mujer es la gloria del hombre. No es independiente el uno del otro, y juntos son una sola carne.

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Rechazamos cualquier idea de que el trabajo de la iglesia es la obra más sagrada y el trabajo secular no tanto. Incluso rechazamos las categorías de trabajo secular y trabajo sagrado. Cada uno de nosotros tiene un deber y un llamado dentro del Reino y ese es el lugar donde debemos ser santos para el Señor. No tiene nada más de sagrado trabajar en la iglesia en lugar de trabajar en el mundo. Colosenses 3: 22-25 nos muestra cómo debemos ejercer nuestros deberes para con Dios: Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. (23) Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;(24) sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. (25) Más el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas. La iglesia debe tener cuidado de respetar los derechos de la persona. Una vez más tenemos dos esferas separadas, y el individuo existe en ambas. Un individuo tiene libertad de conciencia sobre las cuestiones en que las Escrituras guardan silencio. También debe usar su propio criterio, su propia sabiduría dada por Dios en la dirección de la familia. Él tiene el derecho de disciplinar a su familia; no es el deber de la iglesia. Es importante reconocer los límites del poder de la iglesia. Hay un equilibrio entre el poder de pastoreo de la Sesión y la libertad propia de un individuo. Volviendo a la cuestión de la educación de los hijos, si un padre está educando a sus hijos y la iglesia no está de acuerdo con la forma en que los niños están actuando, la Escritura no permite que la iglesia tome el cargo de la función de la crianza de los hijos. Debe haber sólidas razones bíblicas antes que la Sesión pueda intervenir. La iglesia debe tener cuidado de no micro-gestionar y así asumir una responsabilidad alejada de los demás. Al igual que en todos los ámbitos de la vida, el individuo debe equilibrar adecuadamente sus respectivas obligaciones. En este equilibrio, su responsabilidad principal es siempre la familia y la iglesia antes que el Estado. Un individuo siempre tendrá una serie de responsabilidades: al Reino, a su familia, a la Iglesia y al Estado. Como miembro del Reino celestial de Dios, la relación del individuo con su familia es primordial. En I Timoteo 5: 8 Pablo dice que quien no puede cuidar de su familia es peor que un incrédulo. Debe considerar entonces sus responsabilidades en su trabajo y luego al Estado. En consecuencia, un individuo debe equilibrar su tiempo.

Conclusión Jesús es Rey de toda la creación: el Estado, así como de la iglesia. Todas las instituciones se han de gobernar de acuerdo a Su voluntad. Separamos el mundo en ciertos ámbitos: la Iglesia, el Estado, la familia y el individuo. Debemos tener cuidado de reconocer y respetar la autoridad de cada una de estas esferas. 131

Preguntas de Estudio – Lección Siete 1. Explique la frase: Cristo es Señor sobre el mundo y la iglesia. 2. Explique las tres esferas del Señorío de Cristo a nivel institucional. ¿Por qué es importante distinguir entre el poder de la iglesia y el poder del Estado? 3. Explique el gobierno de Dios en el Antiguo Testamento. 4. Explique la diferencia entre la norma del Estado y la norma del Reino de Dios. ¿Estuvo Jesús bajo el poder del Estado? 5. ¿Cuál es la respuesta correcta al Estado cuando se está practicando el mal? 6. ¿En qué forma la iglesia y el Estado están para beneficiarse el uno al otro? 7. ¿Cuál es una buena pregunta para comprobar si ciertos asuntos recaen bajo el poder del Estado o bajo el reino de la iglesia? 8. ¿De qué manera debe defender la iglesia el poder de la familia? Explique esto en el contexto de la autoridad y la disciplina de los niños. 9. Explique cómo un miembro de la iglesia puede ser a la vez parte de la iglesia y parte del Estado. ¿Puede un cristiano ser candidato político? ¿Por Qué? 10. Explique cómo la iglesia debe ayudar a los creyentes a medida que son cristianos en el ámbito social y el ámbito estatal.

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Lección 8 La Misión de la Iglesia En esta lección vamos a considerar la misión de la iglesia y los medios de gracia. Con la palabra Misión queremos decir, cuál es el propósito fundamental de la iglesia.

1. La Misión de la Iglesia En los Estados Unidos y en toda la iglesia alrededor del mundo, se debate lo que abarca exactamente la misión de la iglesia a las naciones. Simplificando mucho, el principal debate es entre aquellos que afirman que la misión de la iglesia es predicar la Palabra para la salvación de los perdidos y los que dicen que la iglesia tiene una obligación social y moral en el mundo, y que por lo tanto, debe preocuparse a sí mismo por los pobres y los oprimidos, y por las cuestiones relacionadas con la justicia social. Sobre la base de lo que ya hemos estudiado, podemos resumir la misión de la iglesia como (1) la edificación de sí misma hacia la madurez en Cristo, y (2) la extensión del mensaje del Reino al mundo. Esta es su esfera principal de operación. Aunque ésta es la función principal de la iglesia, si este énfasis se realiza correctamente, habrá consecuencias sociales que le siguen debido a que los miembros de la iglesia son una parte del mundo. Empezamos por definir lo que entendemos por la iglesia. En esta sección la palabra iglesia se refiere a la iglesia como una organización, una que actúa formalmente como grupo. En este sentido, los miembros son una parte de la organización. Dentro de la organización (el cuerpo formal), también podemos hablar de los miembros individuales de la iglesia. A pesar de que son miembros de la Iglesia como institución, también tienen responsabilidades más amplias en el mundo. Como individuos, deben cuidar de los pobres, mostrar la compasión y el amor de Cristo a los pecadores. En este sentido, un miembro tiene dos esferas, su esfera en la iglesia y su responsabilidad general del Reino. La iglesia es llamada a su propia edificación hasta la madurez. La iglesia es, por definición, la comunidad reunida. Así, el Reino es predicado al mundo y actúa poderosamente, para que el pueblo, la iglesia, se conviertan en una comunidad. Esta comunidad es llamada entonces a edificarse así misma hasta la madurez, hasta la misma plenitud de Cristo (Ef. 4:416). La primera misión de la iglesia es utilizar todos los medios que Cristo le ha dado para su propio crecimiento. La iglesia también es llamada a predicar el evangelio a todo el mundo (Mt. 28:18-20; Jn. 20:21). La Gran Comisión (Mt. 28:19-20; Mr. 16:15-16; Lc. 24:46-47) fue dada a los apóstoles y proporcionó las características esenciales que los cristianos están llamados a cumplir por todas las generaciones. En el libro de los Hechos, los apóstoles cumplieron la 133

misión de Cristo al mundo por medio de la predicación, la enseñanza y el envío de misioneros a hacer lo mismo. El evangelio de nuestro Señor Jesucristo debe ser predicado, con arrepentimiento y para la remisión de los pecados, en Su nombre. El resultado de la predicación será que los que creen y son bautizados serán salvos. Sin embargo, habrá quienes no crean y estos serán condenados. La misión implica no sólo predicar y bautizar, sino también enseñar a los nuevos discípulos. La misión es hacia todas las naciones, lo que significa que es mundial en su alcance. Es a todo ser humano. La predicación es central para el cumplimiento de la Gran Comisión, ya que agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación (I Co. 1:21). La predicación es "la proclamación pública del cristianismo al mundo no cristiano."155 El concepto básico detrás de la predicación es la de un heraldo proclamando la buena nueva de la salvación. Se debe reconocer que el término predicación, que es anunciar o dar a conocer el evangelio, no está limitado en el Nuevo Testamento a una presentación formal de un sermón por parte de un ministro como ahora se entiende a menudo por los feligreses. Cuando la iglesia de Jerusalén sufrió persecución, los miembros de la iglesia estuvieron dispersos pero fueron por todas partes predicando la palabra (Hch. 8:1-4). Los principios generales relativos a la misión de la iglesia son expresamente afirmados por las acciones de la iglesia en Antioquía. En Hechos 13:1-3 vemos la primera misión intencionalmente planificada de la Iglesia en el cumplimiento de la Gran Comisión. El Espíritu Santo dice a los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Así, el trabajo es iniciado por el Espíritu Santo llamando a dos hombres en particular a la obra y luego instruyendo a los líderes de la iglesia local para reconocer este llamado y separar a los hombres para ello. Desde Hechos 13 vemos que la iglesia, como organización, participa formalmente en la misión. La principal organización para la misión, la gran comisión, debe ser la iglesia. En cierta manera relacionada con esto, la Iglesia cumple su misión a través del envío de hombres debidamente calificados y probados. Solamente a hombres que son de probada eficacia en la iglesia debe confiárseles la edificación de otras iglesias. Tanto Pablo como Bernabé, ambos tenías una trayectoria establecida, ambos fueron ordenados como líderes en la iglesia y ambos tenían experiencia en la misión. El trabajo de la misión sólo debe ser confiado a oficiales de la iglesia debidamente calificados. A su vez, el objetivo de la misión de la iglesia es plantar más iglesias. En Hechos, Pablo predicó y enseñó, para establecer iglesias. Él no fundó escuelas o construyó clínicas médicas o participó en el cambio social y proyectos sociales. No hay ni un solo ejemplo de esto en los treinta años de historia de la iglesia en Hechos. La iglesia participó en aliviar el hambre, pero esto fue primero con los pobres que estaban dentro del cuerpo de la iglesia (Hch. 11:28-30, I 155

Dodd, p. 1023.

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Co.16; Gá. 2:10). En estos casos, el trabajo fue hecho por los apóstoles y los ancianos. Un trabajo similar debe llevarse a cabo hoy por los diáconos (Hch. 6; Fil. 1:1; I Ti. 3). La primera función de los diáconos es ministrar a los pobres dentro de la iglesia, antes de ministrar a los pobres fuera de ella. El patrón establecido en Hechos es claro. La iglesia como institución es llamada en la Gran Comisión a predicar, bautizar y hacer discípulos. De esta manera, estará plantando otras iglesias. Esto no quiere decir que no habrá ningún tipo de implicaciones sociales que se deriven del mensaje del evangelio. Hay un número de formas en que el mensaje del evangelio afectará a las necesidades sociales y financieras que se encuentran entre los pueblos del mundo. Primero, en la predicación, el poder del evangelio transformará a la sociedad en su conjunto. Una sociedad próspera está basada en la estabilidad, la integridad moral y una ética de trabajo bíblica y compasiva. A medida que la Iglesia va más allá de las necesidades inmediatas de la gente, verá un cambio duradero que sólo puede llevarse a cabo a través del poder del Evangelio. En una forma más indirecta, la iglesia como institución también afectará a la sociedad a través de sus miembros individuales que son llamados a poner en práctica los principios del Reino en el mundo. En este sentido, hemos de separar el trabajo de la iglesia como institución del trabajo de la persona en el Reino. El trabajo que debe tenerse en cuenta aquí es la función general del Reino, pero esta no es la responsabilidad directa de la iglesia. Como vimos en la lección siete, la membresía de la iglesia está activa y trabaja en tres esferas: la esfera de la Iglesia, la esfera del Estado (lo social), y la esfera de la familia. Debido a que cada individuo dentro de la iglesia es también una parte del Estado, debe también participar en la obra general del Reino. La naturaleza de esas responsabilidades variará con la vocación de cada persona en el mundo. Para algunos, este llamado puede estar particularmente relacionado a ministrar a los pobres o estar involucrado en la justicia social. No sólo los individuos deben participar en este tipo de actividades, la iglesia debe alentar y apoyar a los miembros en esto. Aunque como cuerpo, la iglesia no debe participar en estos trabajos en sí misma. La iglesia debe mantenerse haciendo la función a la que fue llamada por Dios.

Conclusión La principal misión de la iglesia es edificar a los santos y extender el reino de Dios en el mundo. Si bien, esta es la misión de la Iglesia como institución, los miembros individuales también tienen muchos deberes sociales generales en el mundo.

Preguntas de Estudio – Lección Ocho 1. ¿Cómo es el debate acerca de la demasiada simplificación de la misión de la iglesia? 2. Indique dos objetivos de la iglesia. 3. ¿Qué queremos decir cuando decimos que separamos a la iglesia como organización y a los miembros individuales? 4. ¿Cuál es el significado de Hechos 13:1-3? 135

5. ¿Significa esto que los miembros de la iglesia no tienen ninguna responsabilidad hacia los pobres? 6. ¿Cuáles fueron las cualidades de los hombres enviados por la iglesia de Antioquía? 7. ¿Cuál fue el objetivo misionero de la iglesia en Antioquía? 8. ¿Quién debe estar al cuidado de los pobres en la Iglesia y en el mundo? 9. ¿Cuáles son los objetivos sociales más generales que deben llevarse a cabo por la iglesia? 10. ¿Cómo debe ayudar el ministerio de enseñanza en la iglesia a los miembros individuales en sus llamados más amplios del Reino?

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Bibliografía Bannerman, Douglas. The Scriptural Doctrine of the Church [Doctrina Bíblica de la Iglesia]. Stoke on Trent: Tentmaker Publications, 2005. Print. Bannerman, James, The Church of Christ [La Iglesia de Cristo]. Vol. 1. London: Banner of Truth Trust, 1960. Print. Book of Church Order, The [El Libro de Orden de la Iglesia]. Sixth Edition. Lawerenceville: The Committee for Christian Education and Publications. Print. Calvin, John., Institutes of the Christian Religion [Institución de la Religión Cristiana]. www.ccel.org.Christian Classics Ethereal Library. N.d. Web. 01 June 2012. Carson D. A. Showing the Spirit: A Theological Exposition of 1 Corinthians 12–14 [Mostrando el Espíritu: Una Exposición Teológica de I Corintios 12-14]. Grand Rapids: Baker Book House, 1987. Print. Clowney, Edmund P. The Church [La Iglesia]. Downers Grove: Intervarsity Press, 1995. Print. ---. Living In Christ’s Church [Viviendo en la Iglesia de Cristo]. Philadelphia: Great Communication Publications, 1986. Print. Elwell, Walter A. and Barry J. Beitzel. Baker Encyclopedia of the Bible [Enciclopedia Baker de la Biblia]. Grand Rapids: Baker Book House, 1988. Print. Hall and Hall. Paradigms in Polity [Paradigmas en el Estado]. Grand Rapids: Eerdmans, 1994. Print. Hendriksen, William and Simon J. Kistemaker. Exposition of the Pastoral Epistles [Exposición de las Epístolas Pastorales]. Grand Rapids: Baker Book House, 1953-2001. Print. New Testament Commentary. Horton, Michael, Putting the Amazing Back into Grace [El Maravilloso Regreso en la Gracia]. Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1991. Print. Kuiper, R.B, The Glorious Body of the Church [El Cuerpo Glorioso de la Iglesia]. Edinburgh: The Banner of Truth Trust, 2001. Print. Miller, Samuel. The Ruling Elder [El Anciano Gobernante]. Dallas: Presbyterian Heritage Publications, 1987. Print. Peck, Thomas. Notes on Ecclesiology [Notas sobre Eclesiología]. Taylors: Presbyterian Press, 2005. Print. Pratt R. L. Jr. I & II Corinthians [I & II de Corintios]. Nashville: Broadman & Holman Publishers, 2000. Print. Holman New Testament Commentary. 137

Ridderbos, Herman. Paul, An Outline of His Theology [Pablo, un Perfil de su Teología]. Grand Rapids: Wm. B. Eerdman Publishing Company, 1975. Print. Robertson, Palmer O. The Final Word [La Última Palabra]. Carlisle: Banner of Truth, 1993. Print. Robinson, Stuart. The Church of God as an Essential Element of the Gospel [La Iglesia de Dios como un Elemento Esencial del Evangelio]. General Books, 2010. Print. Schriener, Thomas R. Paul, Apostle of God’s Glory in Christ: A Pauline Theology [Pablo, Apóstol de la Gloria de Dios en Cristo: Una Teología Paulina], Downers Grove: InterVarsity Press, 2001. Print. Strauch, Alexander. Biblical Eldership [Ancianato Bíblico]. Littleton: Lewis and Roth, 1986. Print. Witherow, Thomas. The Apostolic Church, Which is It? [¿Qué es la Iglesia Apostólica?] www.apuritansmind.org. A Puritans Mind. N.d. Web. 01 June 2011.

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Apéndice 1 Guía de Estudio GENERALIDADES     

Nombre del Curso: Área de Estudio: Código del Curso: Autor del Curso: Créditos:

Eclesiología | La Iglesia: Una Perspectiva Presbiteriana Teología Sistemática MAT610 Julian Zugg 03

CONTENIDO DEL CURSO El curso se divide en ocho lecciones. En cada capítulo se investiga un elemento de la iglesia. La lección inicial considera algunos de los principios fundamentales de la doctrina de la iglesia, y la segunda lección resume como la iglesia está revelada en las Escrituras. La tercera lección analiza la iglesia como el cuerpo de Cristo; la lección cuatro discute el medio por el cual Cristo edifica su iglesia. Las lecciones cinco y seis examinan el oficio de anciano y diácono, respectivamente; y las dos últimas lecciones consideran el alcance del poder de la iglesia y su autoridad en el mundo junto con su necesidad de centrarse en su misión y los medios de gracia. MATERIALES DEL CURSO Las notas de la conferencia contenidas en este Manual son una exposición completa de los contenidos del curso. Se requiere que los estudiantes las lean a fondo junto con las Escrituras. Los estudiantes deben responder las preguntas al final de cada lección. Las preguntas de las lecciones serán la base de los exámenes. Hay dos textos recomendados. Los Estudiantes de licenciatura pueden leer "La naturaleza apostólica de la Iglesia" escrito por Thomas Witherow. Los estudiantes de maestría deben leer tanto "La Naturaleza Apostólica de la Iglesia" y "La Verdadera Naturaleza de la Iglesia" escrito por John Owen. Los estudiantes también pueden leer la obra del Rev. Allen Vander Pol, titulada "Doctrina de la Iglesia" (BAT 610, disponible en: courses.mints.edu) en lugar de la obra de Witherow. OBJETIVOS DEL CURSO     

Estudiar la doctrina de la iglesia mientras interactúa con otros estudiantes Adquirir una exégesis detallada y una comprensión histórica de los principios de la iglesia Comprender los principales conceptos teóricos de la iglesia Aplicar estos conceptos en el contexto de la iglesia local Edificar la iglesia a la imagen de Cristo 139

ESTRUCTURA DEL CURSO Este curso se ha organizado en ocho lecciones consecutivas. Las lecciones deben ser estudiadas en el orden establecido. REQUISITOS DEL CURSO   



Participar en quince horas/clase de enseñanza regular. Responder las preguntas de estudio bíblico que están contenidas en las ocho lecciones. Estudiantes de maestría deben leer "La Verdadera Naturaleza de la Iglesia" (Owen) y "La Naturaleza Apostólica de la Iglesia" (Witherow). Estudiantes de Licenciatura solo leerán la obra de Witherow, o en su lugar, "Doctrina de la Iglesia" (BAT 610) escrito por el Rev. Allen Vander Pol Escribir un ensayo teológico sobre el tema "A dónde se Encuentra el Verdadero Poder de la Iglesia".

EVALUACIÓN DEL CURSO     

(15%) Participación de los estudiantes: Un punto por cada hora de clase asistida. (15%) Tareas del estudiante: Completar las preguntas al final de cada lección. (20%) Lecturas del estudiante: Los estudiantes escribirán un informe al completar la lectura requerida. (30%) Ensayo del estudiante: Los estudiantes deben escribir un ensayo sobre el tema "A dónde se Encuentra el Verdadero Poder de la iglesia". (20%) Examen para Estudiantes: Los estudiantes tomarán un examen en la última semana del curso. El examen se basará en las preguntas de cada Lección.

BENEFICIOS DEL CURSO El curso proporcionará capacitación de cómo poder mejorar en amar, animar y ministrar a otros en la edificación de la iglesia para que los creyentes pueden crecer juntos en el Señor.

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Apéndice 2 Modelo para Informe de Lectura Datos Generales Nombre del Estudiante: _____________________________________ Fecha: _____________ Nombre del Profesor: _________________________Centro de Estudio: __________________ Nombre del Curso: ________________________________ Nivel: ______________________ I. Ficha Bibliográfica Completa    

Nombre del libro: Nombre del autor: Fuente: Páginas del Libro:

II. Breve Resumen de la Lectura (Haga una síntesis de la lectura, en palabras del autor, sin mezclarlo con sus opiniones personales)

III. Aplicaciones de la Lectura  

Aplicaciones Personales: Aplicaciones Ministeriales:

IV. Opinión Crítica sobre la Lectura En sus propias palabras, opine si la lectura es clara, precisa, confusa, bien documentada, fuera de contexto, muy simple, muy profundo, anti-bíblico, muy técnico, etc. Respalde su opinión personal con argumentos.

Observaciones:  

Los cuadros son espacios en blanco que sólo sirven de ilustración; recuerde que este informe a nivel de licenciatura debe tener 3 páginas y a nivel de maestría debe tener 5 páginas. Debe redactarlo con un interlineado a espacio sencillo (1.0). Puede utilizar los siguientes tipos y tamaños de letra: Times New Roman 12, Arial 11, Verdana 10.

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Apéndice 3 Modelo para Ensayo I. INTRODUCCIÓN La comunicación por escrito es sumamente importante para nuestro desarrollo académico. El estilo que MINTS usará es el siguiente: II. PÁGINA TITULAR Título del Ensayo Nombre del Autor (usted) Nombre y Código del Curso Nombre del Profesor Nombre de la institución académica Fecha III. ÍNDICE Y CONTENIDO Hay dos estilos básicos: Numeración Clásica y Numeración Antropológica. ENSAYO ACADÉMICO – Estilo Clásico I. INTRODUCCIÓN II. PRIMERA PARTE A. SECCIÓN UNO 1. Subsección 2. Subsección a. b. 1) III. CONCLUSIÓN NOTAS DE REFERENCIA BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 2.1 2.2 2.2.1 2.2.2 3.

ENSAYO ACADÉMICO – Estilo Antropológico INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTE SECCIÓN UNO SECCIÓN DOS Subsección Subsección CONCLUSIÓN NOTAS DE REFERENCIA BIBLIOGRAFÍA

Artículo:

NOTA DE REFERENCIA (fuera del cuerpo) 1. Autor, Título, Página. (Autor, Título, Página) Autor, “Título”, Periódico, Página.

Libro: Artículo:

BIBLIOGRAFÍA Autor. Título. Ciudad: Editorial, fecha. Autor. “Título”, Periódico. Volumen. Fecha. Página.

Libro:

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Biografía

Julian Zugg nació en Inglaterra y fue criado en Sudáfrica. En 1986, se trasladó nuevamente a Inglaterra. Estudió leyes y fue aprobado como Abogado (abogado litigante en USA). Durante ocho años enseñó Derecho en la Universidad de Buckingham, participó activamente en dos Iglesias Reformadas y en un trabajo misionero a Europa del Este. En 2001, se graduó de Máster en Divinidades del Seminario Teológico Reformado (Jackson, Mississippi) y trabajó como Ministro Asociado/Asistente involucrado en todas las áreas del ministerio pastoral en la Iglesia Presbiteriana en América (PCA) en los Estados Unidos desde 2002-2008. En 2008, fue llamado a servir como Director de Teología en el Seminario Teológico Presbiteriano de Belice, para la preparación de los candidatos al ministerio pastoral en la Iglesia Presbiteriana y otras denominaciones. Actualmente, sirve como Director Internacional Inglés del Seminario Internacional de Miami (MINTS), sus funciones incluyen la enseñanza, la redacción de cursos, el desarrollo y apoyo a los centros de estudio de MINTS en once países. Posee un Doctorado en Ministerio (DMin.) y un Doctorado en Filosofía en Estudios Teológicos (PhD.), ambos del Seminario Internacional de Miami (MINTS). Ha escrito los siguientes cursos para el programa de MINTS: Hechos, Apologética, Introducción a las Escrituras, Eclesiología, Teología de Pacto, Escatología, Jonás, Misiones, Teología Paulina I, Teología Paulina II, Evangelios Sinópticos, Culto Reformado, I Juan, II Juan, III Juan, Libro de Revelación. Todos han sido escritos en idioma inglés y están disponibles en http://courses.mints.edu/

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